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Full text of "Anales de la Sociedad Científica Argentina"

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Library  o f the 
Museum  of 
Comparad  ve  Zoology 


ISSN  0037-8437 


ANALES 

DE  LA 

SOCIEDAD  CIENTIFICA 

ARGENTINA 


Director:  Dr.  EDUARDO  A.  CASTRO 
ENERO  - JUNIO  1993  - VOLUMEN  223  - N5  1 

SUMARIO 

SERIE  I - CIENCIAS  N9  56  Pág. 

CARLOS  ALFREDO  de  JORGE:  Introducción  y aspectos  macro- 

geográficos 1 


HORACIO  H.  CAMACHO,  JUAN  P.  SPIKERMAN  Y FRANCISCO 
MEDINA  : Observaciones  en  el  área  del  Lago  del  Desierto  (Provincia 
de  Santa  Cruz)  7 

ALFREDO  SIRAGUSA:  Geomorfología  zona  de  Lago  del  Desierto  . 33 

CARLOS  ALFREDO  de  JORGE:  Observaciones  Meteorológicas  ....  73 

CARLOS  ALFREDO  de  JORGE:  Aspectos  hidrológicos  y limnológicos  87 

ALFREDO  SIRAGUSA:  Suelos 109 

ALFREDO  SIRAGUSA:  Ambientes  biológicos  113 

CARLOS  ALFREDO  de  JORGE:  Geografía  de  la  población  125 

ALFREDO  SIRAGUSA  Posibilidades  económicas 135 

CARLOS  ALFREDO  de  JORGE:  Aspectos  de  la  geografía  humana.  143 


Avda.  SANTA  FE  1145 
1059  BUENOS  AIRES 
ARGENTINA 

1993 


SOCIEDAD  CIENTIFICA  ARGENTINA 


Dr.  Norman  Bolaug 
Dr.  Luis  Leloir  t 
Dr.  Selman  Waksman 
Dr.  Florentino  Ameghino  t 
Dr.  Valentín  Balbin  f 
Ing.  Santiago  E.  Barabino  t 
Dr.  Carlos  Berg  t 
Ing.  Vicente  Castro  t 
Ing.  Enrique  Chanourdie  f 
Dr.  Carlos  Darwin  t 
Dr.  Germán  Burmeister  t 
Dr.  George  Porter 


SOCIOS  HONORARIOS 

Dr.  Alberto  Einstein  f 
Dr.  Enique  Ferri  t 
Dr.  Angel  Gallardo  | 

Dr.  Benjamín  A.  Gould  f 
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Dr.  Eduardo  L..  Holmberg  t 
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Ing.  Eduardo  Fluergo  t 


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JUNTA  DIRECTIVA  1992 


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-Revisores  Balances  Anuales 


ISSN  0037-8437 


ANALES 

DE  LA 

SOCIEDAD  CIENTIFICA 

ARGENTINA 

Director:  Dr.  EDUARDO  A.  CASTRO 
ENERO  - JUNIO  1993  - VOLUMEN  223  - Ng  1 


Avda.  SANTA  FE  1145 
1059  BUENOS  AIRES 
ARGENTINA 
1993 


PRÓLOGO 


“Empieza  así  para  nuestro  país  y,  para  esta  parte  de  América  la  segunda  creación,  es  decir,  su  posesión 
por  la  ciencia,  su  fecundización  por  la  inteligencia  humana.1 

La  tarea  es  inmensa,  pero  es  una  grata  nueva  el  que  podamos  en  adelante  contar,  a más  del  auxilio  extraño, 
con  nuestro  propio  esfuerzo.  Ahí  está  como  testimonio  y núcleo  de  estos  nobles  trabajos  la  "Sociedad 
Científica”  que  cuenta  ya  algunos  años  de  existencia  y que  debiera  ser  revestida  de  un  carácter  público  por 
un  acto  solemne  del  Gobierno. 

De  ella  han  salido:  Moreno,  que  desde  la  Patagonia  se  asocia  a los  trabajos  de  los  sabios  que  tratan  de 
reconstruir  el  hombre  prehistórico,  habiendo  fundado  el  Museo  Antropológico,  que  será  honor  para  su 
patria  y gloria  para  su  nombre;  Zeballos,  que  ha  popularizado  con  éxito  sorprendente  la  obra  de  nuestros 
soldados  y cuyo  libro  se  difunde  cada  vez  más  por  Europa,  porque  quince  mil  leguas  de  un  nuevo  territorio, 
surcado  por  enormes  corrientes  de  agua  y que  se  ofrecen  de  improviso  a la  habitación,  ocupación  y cul- 
tivo de  las  muchedumbres  sin  pan  y sin  abrigo,  constituyen  por  cierto  un  gran  acontecimiento  humano; 
Holmbdrg,  que  abandona  los  vuelos  de  su  inteligencia  ardiente  y fácil,  aprisionándola  dentro  de  la  red  estrecha 
de  una  especialidad , sobre  la  que  hará  pronto  revelaciones  desconocidas;  Lista,  viajero  por  amor  de  la  ciencia 
y por  el  gusto  de  la  escena  nueva,  y que  refleja  esta  doble  vocación  en  sus  escritos  realzados  por  la  obser- 
vación útil  y por  el  brillo  del  colorido;  Eduardo  Aguirre,  que  estudia  en  nuestras  montañas  los  secretos  de  sus 
estructuras;  Félix  Linch,  que  entregado  a prolijas  investigaciones  sobre  la  vida  de  los  insectos  argentinos,  nos 
presenta  ya  interesantes  relatos  de  su  desconocida  economía;  Enrique,  su  hermano,  que  se  ocupa  de  la 
bibliografía,  para  mantener  siempre  extendido  el  débil  hilo  de  nuestra  tradición  científica,  al  mismo  tiempo 
que  aplica  su  espíritu  crítico,  benévolo  y sutil,  al  trabajo  de  sus  contemporáneos. 

Debemos  también  nombrar  a los  que  no  escriben,  pero  que  enseñan  como  Arata,  afrontando  decorosamen- 
te la  rivalidad  de  los  profesores  venidos  de  Europa;  a los  que  obran  como  White  y Lavalle,  dirigiendo  nuestras 
grandes  obras  públicas  con  el  criterio  de  la  ciencia  y el  sentimiento  profundo  del  bien  público. 


IX 

Todos  estos  trabajos  empiezan  a dar  un  nuevo  aspecto  a nuestro  desarrollo  intelectual.  Valen  por  la 
utilidad  directa  que  llevan  consigo,  y porque  bajo  su  acción  se  inicia  entre  nosotros  la  propagación  del  es- 
píritu científico , que  cuando  se  halla  difundido  como  una  atmósfera,  da  elevación  a la  mente  nacional, 
solidez  a las  convicciones  y prosperidad  a los  pueblos.  No  basta  el  brillo  del  espíritu  literario  que  se  ostenta 
por  las  obras  de  la  imaginación  y del  arte;  muchos  pueblos  lo  han  tenido,  quedando,  sin  embargo,  apartados 
de  los  grandes  y verdaderos  senderos  del  progreso  humano.  No  hay  civilización  consistente  sin  el  espíritu 
científico. 

Los  hemos  ya  dicho  en  otra  ocasión.  No  consiste  la  difusión  del  espíritu  científico,  en  que  todos  sean 
sabios,  lo  que  sería  imposible,  sino  en  que  la  mente  nacional  se  halle  exenta  de  preocupaciones,  en  que  no  se 
susciten  estorbos  a la  investigación  y el  examen,  y en  que  lodos  sepan,  por  fin,  que  no  existen  hechos 
extraordinarios.  En  el  orden  físico  no  hay  fenómeno  que  no  se  halle  regido  por  una  ley;  y la  rotación  de  la  vida 


IV 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N9  1,  1993 


social  se  compone  también  de  causas  y de  efectos,  de  tal  manera  que  nada  subsiste  en  el  presente,  que  no  deba 
ser  explicado  por  el  pasado. 

El  espíritu  científico  ha  suprimido  lo  arbitrario  en  el  gobierno  del  universo. 

Domina  el  espíritu  científico,  cuando  los  pueblos  y los  hombres  saben  que  llevan  sobre  sí  la  responsabi- 
lidad de  sus  propios  destinos,  que  son  dueños  de  sus  actos,  pero  que  no  lo  son  de  sus  consecuencias,  que  no 
deben,  sin  embargo,  imputarse  a la  casualidad  ciega,  sino  a sus  actos  mismos. 

Nada  hay  perdido  en  la  sociedad  como  en  el  mundo;  y la  acción  más  ligera  o transitoria,  proceda  ya  de 
una  fuerza  física  o de  la  voluntad  humana,  está  del  mismo  modo  destinada  a transmitirse  y perpetuarse  en 
efectos  inmortales. 

Es  tiempo  ya  de  concluir.  Aplaudamos  a los  trabajadores  de  la  primera  hora  y leamos  siquiera  sus  libros 
en  testimonio  de  adhesión  a sus  nobles  esfuerzos.” 


N.  Avellaneda 
Buenos  Aires,  noviembre  1881 
De  la  Introducción  a “El  Gran  Chaco”  de  Luis  J.  Fontana 


La  campaña  científica  que  bajo  la  denominación  de  Excursión  Científica  a las  Islas  Malvinas  llevó  a cabo 
la  Sociedad  Científica  Argentina  en  dichas  islas,  entre  el  19  de  noviembre  y el  2 de  diciembre  de  1974,  fue 
una  más  de  las  diversas  expediciones  y viajes  de  estudio  que  la  Institución  ha  realizado,  patrocinado  o 
auspiciado  a lo  largo  de  su  historia. 

Para  citar  algunos  precedentes,  mencionaremos  el  viaje  de  Francisco  P.  Moreno  al  Nahuel  Huapí  en  1875, 
el  de  Ramón  Lista  a la  misma  zona  en  1877,  la  expedición  a la  Laguna  Iberá  encabezada  por  Pedro  Uhart  en 
1910,  así  como  la  campaña  a los  bosques  petrificados  de  Santa  Cruz  en  1948,  cumplida  por  Armando  F. 
Leanza.  A los  expresados  deben  sumarse  las  actividades  de  otros  investigadores  y exploradores,  que  aquí  se 
omiten  por  razones  de  espacio. 


De  la  Introducción  a “Campaña  CmNTíncA  en  las  Islas  Malvinas,  1974” 

/ 


En  noviembre  de  188 1 el  Presidente  de  la  Nación  Dr.  Nicolás  Avellaneda  escribe  la 
Introducción  del  libro  de  Luis  Jorge  Fontana  “El  Gran  Chaco” , parte  de  cuyo  texto  se  reproduce 
como  acápite  pues  muestra  por  un  lado  el  reconocimiento  del  Presidente  de  la  Nación  a la  labor 
realizada  por  la  entonces  joven  Sociedad  Científica  y sus  hombres  y por  el  otro  explica  el  valor 
del  espíritu  científico  como  necesario  para  la  civilización. 

En  junio  de  1975  la  Introducción  a “Campaña  Científica  en  las  Islas  Malvinas.  1974"  señala 
con  la  modestia  y el  recato  de  los  hombres  superiores  que  esta  Campaña  fue  “una  más  de  las 
diversas  expedí  dones  y viajes  de  estudio  que  la  Institución  ha  realizado , patrocinado  o auspiciado 
a lo  largo  de  la  historia” . 

La  “Campaña  al  Lago  del  Desierto”  que  aquí  se  describe  puede  ser  también  considerada  como 
una  más  de  las  actividades  de  nuestra  Sociedad  en  este  aspecto.  Pero  detrás  de  esta  expresión  “una 
más”  se  oculta  el  espíritu  científico  del  que  hablaba  Avellaneda,  que  campea  en  la  Sociedad  desde 
su  fundación,  y la  voluntad  y el  tesón  de  algunos  de  sus  integrantes,  puestos  al  servicio  de  ese 
espíritu  científico  para  materializar  la  apertura  de  nuevas  fronteras  del  conocimiento  en  lo  más 
grande  y en  lo  más  chico,  así  como  en  lo  visible  al  ojo  humano. 

Cualquier  lugar  de  la  Tierra  se  presta  a una  investigación  científica,  pues  ella  está  solo 


Prólogo. 


V 


superficialmente  explorada;  cuanto  más  se  acrecienta  el  conocimiento  científico  más  se  extiende 
el  horizonte  de  lo  no  conocido.  Pero  el  tusar  elegido  para  una  campaña  científica  debe  no  sólo 
satisfacer  el  interés  de  varios  estudiosos  de  diversas  disciplinas  para  coincidir  en  el  mismo  y llevar 
allí  sus  conocimientos  y su  intelecto  sino  que  también  debe  ser  considerado  de  beneficio  por  la 
comunidad  científica  de  la  que  forman  parte. 

Luego  corresponde  analizar  las  posibilidades  logísticas  del  emprendimiento,  la  obtención  del 
apoyo  de  las  instituciones  y personas  que  facilitarán  la  labor  desde  la  programación  inicial,  la 
organización,  la  provisión  de  elementos,  el  transporte,  la  movilidad  “in  situ” , la  transcripción  de 
las  anotaciones  para  finalmente  llegar  a la  publicación  sin  la  cual  toda  la  ingente  labor  no  puede 
ser  aprovechada  por  el  mundo  científico. 

Todo  esto  fue  asumido  por  la  Comisión  Directiva  de  la  Sociedad  pero  con  especial  dedicación 
por  la  comisión  Organizadora  integrada  por  el  Dr.  José  María  Gallardo,  el  Dr.  Horacio  H. 
Camocho  y el  Lie.  Carlos  A.  de  Jorge.  Superaron  los  problemas  con  el  apoyo  del  Ministerio  de 
Relaciones  Exteriores  en  la  persona  del  Sr.  Embajador  Dr.  Horacio  Basabe,  de  la  Provincia  de 
Santa  Cruz  a través  del  interés  del  Sr.  Diputado  Dr.  Arturo  Puricelli  y del  Sr.  Gobernador  Dr. 
Néstor  Kirschner,  de  la  Armada  Nacional  para  el  traslado  de  equipos  y personas,  de  la 
Gendarmería  Nacional  que  facilitó  el  apoyo  logístico  en  el  lugar. 

Finalmente  esta  Comisión  logra  que  el  Dr.  Horacio  H.  C amacho,  el  Lie.  Carlos  A.  de  Jorge 
y el  Dr.  Alfredo  Siragura  lleven  a cabo  la  Campaña  proyectada  cuyas  conclusiones  pueden  ahora 
ser  publicadas  con  el  concurso  generoso  de  entidades  privadas. 


Ing.  Lucio  R.  Ballester 


' 


I 


■ 


I 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  Ne  1,  1993  (1-6) 


INTRODUCCION  Y ASPFXTOS  MACROGEOGRAFICOS 


Carlos  Alfredo  de  Jorge 

Sociedad  Científica  Argentina,  Av.  Santa  Fe  1145,  (1059).  Buenos  Aires,  Argentina. 


RESUMEN 

En  este  capítulo  introductorio  se  realiza  un  reconocimiento  hacia  aquellas  personas  o Institu- 
ciones que  colaboraron  desinteresadamente  con  la  concreción  de  la  Campaña  Científica  al  Lago 
del  Desierto.  Se  formulan  sucintamente  los  objetivos  primarios  de  la  misma  y se  analizan  el  sitio 
y la  posición  geográfica  del  área.  Finalmente  se  vuelcan  algunas  acotaciones  respecto  a la  unidad 
funcional  de  la  zona  comprendida  entre  El  Chaltén  y lago  del  Desierto. 


ABSTRACT 

This  introductory  chapter  acknowledges  all  the  generous  help  receivcd  from  individuáis  and 
Institutions  which  made  possible  this  scientific  campaign  in  Lago  del  Desierto.  Primary  objectives 
are  brietly  stated  and  the  locality  and  geographical  situation  of  the  area  analyzed.  Finally  some 
comments  are  made  on  the  functional  unit  of  the  zone  between  El  Chaltén  and  Lago  del  Desierto. 


INTRODUCCION  Y AGRADECIMIENTOS 

En  el  transcurso  del  año  1985  y en  el  seno  de  un  Instituto  de  Investigaciones  hislórico- 
geográficas  hoy  disuelto,  del  cual  formábamos  parte  el  Dr.  Alfredo  Siragusa  y quien  esto  escribe, 
surgió  la  idea  de  realizar  una  serie  de  investigaciones  científicas  dirigidas  a áreas  conflictivas  de 
la  periferia  de  nuestro  país.  Entre  otras  seleccionadas  se  encontraba  la  del  Lago  del  Desierto  y sus 
cercanías.  Que  la  elección  realizada  en  aquél  entonces  fue  acertada  lo  indica  el  hecho  de  que  la 
mayoría  de  ellas  (Lago  del  Desierto,  Corrida  de  Cori,  Campos  de  hielos  continentales,  río 
Jeinimeni,  etc.)  aparecieron  luego  como  zonas  litigiosas  con  la  República  de  Chile  durante  199 1 . 

Por  diversos  motivos  aquellas  ideas  no  pudieron  ser  llevadas  a cabo  y durante  el  transcurso  del 
año  1990  retomamos  en  el  marco  de  la  Sociedad  Científica  Argentina  la  intención  de  efectivizar 
al  menos  una  de  ellas.  Debemos  agradecer  aquí  el  apoyo  que  la  J unta  Directiva  de  la  Sociedad  prestó 
a esta  iniciativa.  Muy  particularmente  al  entusiasmo  y aliento  de  su  Presidente,  Ing.  Lucio  Ballester 
y a la  silenciosa  colaboración  del  Ing.  Valerio  Yácubsohn,  quien  como  Tesorero  de  la  Sociedad 
debió  encontrar  la  manera  de  disponer  de  fondos  que  posibilitaran  nuestra  Campaña,  a pesar  de  las 
delicadas  circunstancias  económicas  por  las  que  atravesaba  nuestra  Entidad.  Quienes  hemos 
recorrido  todo  el  camino,  desde  las  primeras  ideas  hasta  la  publicación  de  este  volumen,  sabemos 
de  los  esfuerzos,  de  los  desvelos,  sobresaltos  c incertidumbres  pasadas  por  quienes  organizaron  la 
Campaña,  la  apoyaron  y estimularon,  acompañando  con  toda  suerte  de  trámites  e intervenciones 
personales  a fin  de  que  todo  se  concretara  tal  como  fuera  planificado. 


2 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  1.  1993  (1-6) 


La  Campaña  Científica  al  lago  del  Desierto  fue  posible  por  que  hubo  muchos  hombres  e 
Instituciones  que,  sin  lucro  alguno  y disponiendo  de  su  tiempo  personal  para  lograr  el  éxito  de  la 
misma,  pusieron  voluntariosamente  su  apoyo  y conocimientos.  Aún  con  el  grave  riesgo  de  dejai' 
en  el  tintero  a alguien  (peccata  minuta  del  cual  no  estamos  exentos)  es  nuestro  deber  recordarlos 
en  este  momento.  Al  Servicio  de  Hidrografía  Naval  y a su  Director,  Alte.  Alfredo  Young,  que  nos 
facilitaran  el  instrumental  meteorológico  que  nos  permitió  obtener  una  corta  serie  de  registros  y al 
personal  civil  o militar  del  mismo  que  los  entregó  en  tiempo  y forma;  a la  Empresa  Consultora 
“Consular”  y al  Ing.  Ricardo  Salerno,  por  permitirnos  acceder  a bases  cartográficas  donde  diseñar 
la  Campaña  y a las  corridas  aerofotográficas  que  nos  sirvieron  de  apoyo  en  la  preparación  previa 
de  las  investigaciones. 

Nos  hubiese  sido  imposible  el  traslado  y regreso  desde  y hacia  Río  Gallegos  de  no  haber 
recibido  oportunamente  el  apoyo  de  nuestra  Marina  de  Guerra,  ya  que  a pesar  de  ser  el  mes  de  Enero 
el  más  conflictivo  para  ella  debido  al  traslado  de  personal  a sus  nuevos  destinos,  se  encontró  el  lugar 
para  transportar  el  material,  avituallamiento,  instrumental,  etc.  y a nosotros  mismos.  En  la  persona 
del  Sub  My  Denicolay  agradecemos  a todo  el  personal  de  la  Base  Aeronaval  Ezeiza  que  colaboró 
con  nosotros  y en  la  del  Cap.  de  Navio  Sepetich  a quienes  cfectivizaron  el  traslado. 

En  Río  Gallegos  tuvimos  las  mayores  consideraciones  por  parte  de  la  Gobernación  Provincial. 
El  Sr.  Gobernador,  Dr.  Néstor  Kirschner  autorizó  oportunamente  los  trámites  pertinentes  que  nos 
facilitaron  la  estada  y traslado  a El  Chaltén,  prestamente  diligenciados  a través  del  Ing.  Ricardo 
Jaime,  Ministro  Secretario  General  de  la  Gobernación.  La  Dirección  de  Vialidad  provincial 
colaboró  eficazmente  con  la  afectación  de  dos  vehículos  y costeó  los  gastos  de  mantenimiento  y 
combustible  de  los  mismos.  En  medio  de  una  crisis  económica  provincial  que  imponía  sacrificios 
denodados  a toda  la  Gobernación  para  sortearla,  este  gesto  enaltece  el  espíritu  con  que  fue  tomada 
la  iniciativa  de  la  Sociedad  Científica  Argentina  y magnifica  la  cooperación  prestada.  A los  Sres. 
Alberto  Hospitaleche  y Alfredo  Alvarez,  que  con  baquía  condujeron  los  vehículos  y nos  contac- 
taron en  la  zona  con  los  pobladores,  vaya  también  nuestro  agradecimiento.  Todo  ello  se  debió  a la 
temprana  colaboración  que  desde  la  H.C.  de  Diputados  de  la  Nación  nos  otorgara  el  ex-Gobernador 
de  la  Provincia  de  Santa  Cruz  y Diputado  Nacional  Dr.  Arturo  Purichelli.,  quien  se  encargó  desde 
Buenos  Aires  en  realizar  las  primeras  gestiones  a fin  de  obtener  la  concurrencia  provincial  que  nos 
permitió  después  llevar  a cabo  la  Campaña. 

Larga  es  la  lista  de  reconocimientos  que  debemos  inexcusablemente  realizar  para  detallar  la 
cooperación  recibida  desde  la  Gendarmería  Nacional.  En  Buenos  Aires  de  sus  máximas  autorida- 
des, tanto  de  la  Fuerza  como  de  la  Escuela  Superior,  Cte  Gral  D.  Adalino  A.  Barberis  y Ctcs  My 
D.  Pablo  Reggiardo  y D.  Alberto  M.  Puccio.  En  el  Escuadrón  42  Calafate,  la  del  Cte  Ppal  Oscar 
V.  Rodríguez;  en  la  Patrulla  Fija  “El  Chaltén”  la  del  Sto.  1ro.  Jorge  Romero;  en  la  Sección  “La 
Florida”  la  del  Alférez  Julio  C.  Cañizo,  sitio  en  donde  custodiaron  eficazmente  el  instrumental 
meteorológico  allí  puesto  en  funcionamiento;  en  la  Sección  “Lago  San  Martín”  la  del  Sto  Antonio 
Rivarola  y en  la  Sección  "Lago  del  Desierto”  la  del  Sub  Alférez  Jorge  Aguirre  y la  de  todo  el 
personal  subalterno,  cuyos  nombres,  pero  no  su  recuerdo,  el  tiempo  ha  borrado  parcialmente  de 
nuestra  memoria.  Injusto  sería  mencionar  a unos  y no  citar  a otros.  Para  todos  ellos,  que  nos  guiaron 
en  nuestra  recorridas,  condujeron  la  lancha  en  el  lago  del  Desierto  a fin  de  poder  etéctivizar  las 
transectas  y nos  aconsejaron  con  baquía  y habilidad  en  la  montaña  o en  el  valle,  vaya  nuestro 
reconocimiento.  La  colaboración  de  Gendarmería  Nacional  no  se  limitó  sólo  a facilitar  todo  ello. 
Su  ayuda  se  manifestó  también  en  el  apoyo  radial,  el  uso  de  cabalgaduras  sin  las  cuales  nos  hubiese 
sido  imposible  acceder  al  lago  del  Desierto,  el  permiso  para  pernoctaren  las  Secciones  precitadas 
y en  el  auxilio  del  Personal  que  diligentemente  nos  acompañó  en  el  mes  que  duró  nuestra  estada 
en  la  Provincia  de  Santa  Cruz. 

Debemos  citar  también  a algunos  esforzados  pobladores  de  esta  lejana  frontera  patria  que  con 
su  compañía  y entusiasmo  hicieron  más  llevadera  nuestra  permanencia  en  la  zona  y coadyuvaron 
a los  fines  propuestos:  la  Sra.  Guardaparqucs  Susana  Quciro,  que  en  la  Estación  Meteorológica 


Introducción  y aspectos  macrogeográficos.  Carlos  Alfredo  de  Jorge. 


3 


“Lago  Viedma”,  dependiente  del  Parque  Nacional  “Los  Glaciares”,  nos  permitiese  recopilar  los 
registros  meteorológicos  obtenidos  allí  e intercambiar  interesantes  opiniones  y experiencias  y a 
diversos  pobladores  de  El  Chaltén  y sus  aledaños  que  más  adelante  son  citados  por  los  autores  de 
este  volumen,  por  su  interés  y colaboración. 

También  es  necesario  mencionar  al  Sr.  Embajador  Horacio  A.  Basabe,  Director  de  la  Oficina 
para  el  Arbitraje  en  el  lago  del  Desierto,  quien  desde  el  Ministerio  de  Relaciones  Exteriores  y Culto 
simplificó  inteligentemente  los  inconvenientes  que  se  presentaban,  dado  el  statu  quo  vigente  en  el 
área,  en  virtud  del  Compromiso  Arbitral  firmado  entre  nuestro  país  y la  República  de  Chile. 

Como  es  dable  observar,  prolongada  es  la  nómina  de  quienes,  directa  o indirectamente, 
contribuyeron  a la  concreción  de  la  Campaña  Científica.  Tal  vez  éste  sea  uno  de  sus  más 
interesantes  logros.  Por  que  no  siempre  resulta  fácil  aunar  voluntades  y personas  cuando  solamen- 
te está  de  por  medio  una  actividad  desinteresada  y dedicada  exclusivamente  al  mejor  conoci- 
miento de  nuestro  país  y al  esclarecimiento  de  las  incógnitas  que,  exclusivamente,  la  investiga- 
ción prolija  permite  develar.  Salvando  las  distancias  que  nos  separan  del  fuste  y substancia  de 
nuestros  Fundadores  del  siglo  pasado,  creemos  haber  seguido  el  camino  que  le  fijaran  Pasca- 
sio  Moreno  y Estanislao  Zeballos  a la  Sociedad  Científica  Argentina  y cumplido  humildemente 
su  legado. 

Debo,  para  finalizar,  agradecer  a dos  caballeros  y compañeros  ejemplares  con  quienes  tuve  la 
suerte  de  compartir  vicisitudes  y recrear  antiguas  enseñanzas:  al  Dr.  Alfredo  Siragusa,  mi  ex- 
Profesor  de  la  Universidad  de  Buenos  Aires  y al  Dr.  Horacio  Camacho.  colega  de  la  J.D.  de  la 
Sociedad,  vaya  en  este  apretado  final  mi  gratitud  y reconocimiento. 


2.  Objetivos 

Desde  su  fundación  en  1872  ha  sido  uno  de  los  objetivos  de  la  Sociedad  Científica  Argentina 
el  propender  al  mejor  conocimiento  del  país  como  una  forma  de  contribuir  al  avance  de  las  ciencias 
físicas  y naturales.  Puede  afirmarse  que  la  consecución  de  expediciones,  campañas  y trabajos  de 
campo  han  sido  desde  sus  albores  una  de  las  facetas  destacadas  en  la  labor  de  la  Sociedad. 
Transcurridos  120  años  de  su  creación  este  objetivo  se  mantiene  presente  y la  concreción  de  la 
Campaña  Científica  al  lago  del  Desierto  es  una  muestra  de  ello.  Una  continuidad  que  se  agrega  a 
la  Campaña  efectivizada  en  la  Antártida  y a la  más  reciente  en  las  Islas  Malvinas.  Trilogía  peculiar, 
pues  de  esta  manera  se  ha  alcanzado  en  el  ámbito  geográfico  de  la  República  Argentina  a su  porción 
continental  antártica,  a la  porción  insular  atlántica  y al  propio  territorio  continental  sudamericano, 
revalidando  así  aquellas  intenciones  de  contribuir  al  conocimiento  del  país. 

Geológicamente  el  área  del  lago  del  Desierto  ha  sido  escasamente  estudiada  comparándola 
con  otras  cercanas  a ella.  La  contribución  que  a su  conocimiento  ha  realizado  el  Dr.  Horacio 
Camacho  al  respecto,  a pesar  de  su  más  corta  estada  en  la  zona  que  la  del  resto  de  los  participantes, 
constituye  un  valioso  aporte  para  clarificar  la  estratigrafía  de  la  región  y un  incentivo  para  futuras 
investigaciones.  En  este  sentido  creemos  que  el  objetivo  de  esclarecer  varias  de  estas  incógnitas 
ha  sido  cumplido. 

El  aspecto  climático  ha  sido  analizado  por  quien  escribe  estas  líneas.  Podrá  resultar  sorpren- 
dente para  más  de  un  lector  la  conclusión  a la  cual  se  arriba,  más  allá  de  que  las  cortas  series  de 
registros  meteorológicos  obtenidas  sirvan  sólo  de  pautas  indicativas.  Pero,  aledaña  a los  campos 
de  hielos  continentales,  la  región  se  presenta  con  un  clima  templado  con  transición  al  estepario  y 
no  frío,  como  era  dable  presuponer  apriorísticamcntc.  Otro  objetivo  logrado  ha  sido  el  referido  al 
análisis  de  los  aspectos  hidrológicos  y limnológicos.  La  aparentemente  pueril  discusión  referente 
a si  el  espejo  de  aguas  del  lago  del  Desierto  constituía  un  lago  o una  laguna,  aunque  solamente  en 
forma  parcial  develada,  demostró  ser  un  aliciente  adicional  y la  resolución  de  esta  incógnita  el 
cumplimiento  de  otro  de  los  objetivos  propuestos. 


4 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N2  1,  1993  (1-6) 


Poco  es  lo  editado  con  respecto  a la  cuenca  imbrífera  del  río  Santa  Cruz,  aunque  ello  alcan- 
ce para  cubrir  las  necesidades  inherentes  al  posible  uso  del  agua  con  fines  de  riego,  navega- 
ción u obtención  de  energía.  La  subcuenca  del  río  de  las  Vueltas  era  prácticamente  descono- 
cida desde  la  óptica  geográfica  y al  llenar  este  vacío  creemos  haber  alcanzado  otra  de  las  finali- 
dades proyectadas. 

El  Dr.  Alfredo  Siragusa  ha  realizado  un  detallado  análisis  geomorfológico  del  área  que,  a 
nuestro  humilde  entender,  completa  acabadamente  las  descripciones  que  antaño  realizaran  Egidio 
Feruglio  y Joaquín  Frengüelli  y que  componen  parte  de  la  “Geografía  de  la  República  Argentina 
que  editara  GAEA,  Sociedad  Argentina  de  Estudios  Geográlicos.  Desde  este  punto  de  vista  se  ha 
cumplido  con  otro  de  los  requerimientos  formulados  ex-ante  de  la  iniciación  de  la  campaña.  Le 
cupo  también  al  Dr.  Siragusa  complementar  su  tarea  en  otra  ciencia  de  la  cual  es  experimentado 
cultor.  El  análisis  del  perfil  edáfico  del  área  de  El  Chaltén  resulta  ser  una  acertada  contribución  con 
aplicaciones  prácticas  derivadas  al  uso  del  suelo,  capítulo  que  él  mismo  desarrolla  conjuntamente 
con  los  aspectos  geoeconómicos  y turísticos,  que  aparecen  como  un  aporte  derivado  de  la 
investigación  científica  de  gran  utilidad  para  pobladores  y funcionarios.  La  tarea  se  ha  completado 
con  las  observaciones  lito  y zoo  geográficas  que  el  lapso  disponible  nos  permitiera  desarrollar. 

Hemos  cumplido  con  nuestras  ideas  iniciales  al  desarrollar  el  estudio  de  la  geografía  de  la 
población  del  área,  algunos  aspectos  toponímicos  y las  sugerencias  que,  es  nuestro  deseo,  sean 
tomadas  como  una  desinteresada  contribución  al  conocimiento  de  la  región. 


3.  Sitio 

El  área  de  estudio  que  nos  ocupa  está  compuesta  por  dos  unidades  morfoestructurales 
concatenadas  e indisolublemente  vinculadas  entre  sí:  el  lago  del  Desierto  al  Norte  y el  valle 
tectoglaciario  recorrido  por  el  río  de  las  Vueltas  inmediatamente  al  Sur. 

Se  emplaza  astronómicamente  entre  las  proximidades  de  los  48Q  57'  Sur  y los  49-  24'  Sur  por 
27'  de  latitud  y en  el  sentido  de  las  longitudes  entre  los  12-  45'  W de  Greenwich  y el  límite 
internacional  argentino-chileno  que,  apoyado  en  la  divisoria  de  aguas,  discurre  en  sentido  NNE- 
SSO  desde  el  Hito  62  hacia  el  Ce  Chaltén  o Fitz  Roy. 

Geográficamente  el  área  se  inicia  por  el  septentrión  en  la  divisoria  situada  entre  las  pequeñas 
lagunas  Redonda  (al  Norte)  y Larga  (al  Sur);  único  sitio  entre  el  Hito  mencionado  y el  Cerro  Fitz 
Roy  por  donde  se  emplaza  una  línea  divisoria  de  aguas  que  los  vincule.  Lo  que  la  transforma  a partir 
de  aquí  en  una  singularidad  morfológica,  ya  que  la  misma  constituye  simultáneamente,  la  divisoria 
local  y continental,  como  veremos  en  detalle  más  adelante.  Hacia  el  extremo  opuesto  la  campaña 
finalizó  en  el  sitio  donde  el  valle  recorrido  por  el  río  de  las  Vueltas  se  expande  hacia  la  terraza 
abierta  que  abraza  por  el  Norte  al  lago  Vicdma,  a escasos  tres  kilómetros  de  la  confluencia  del 
colector  con  su  último  afluente  por  la  margen  derecha,  el  rio  Fitz  Roy. 

Por  el  naciente  el  límite  de  análisis  lo  constituye  el  eje  orográfico  representado  por  el  cordón 
del  Bosque  y su  continuación  meridional,  la  meseta  del  Quemado,  en  su  borde  Oeste.  Por  el 
poniente  el  confín  es  el  límite  internacional  apoyado  en  una  sucesión  de  cerros  divisorios  de  aguas 
entre  los  cuales  son  de  citar  el  CQ.  El  Trueno  (1970  m.),  el  Gorra  Blanca  (2.770  m.),  el  cordón 
Marconi,  dentro  del  cual  sobresale  el  C-.  Marconi  Norte  (2.2 1 0 m.)  y el  C-.  Rincón  (2.465  m.),  hasta 
alcanzar  el  C-.  Fitz  Roy  (3.405  m.)  (1).  A partir  de  aquí  y,  dentro  del  Parque  Nacional  “Los 
Glaciales",  el  límite  se  corre  hacia  el  Oeste  buscando  el  Cordón  Mariano  Moreno,  en  el  campo  de 
hielo  continental,  área  que  está  excluida  de  nuestra  investigación.  ( Ver  Fig.  NQ 1 en  “Observaciones 
Geológicas”) 

El  trabajo  de  campo  se  refirió  estrictamente  a la  cubeta  central  donde  se  emplazan  el  lago 
del  Desierto  y el  río  de  las  Vueltas,  las  partes  constituyentes  de  mayor  interés  de  todo  el  área. 
En  el  sector  montañoso  aledaño  se  realizaron  análisis  del  terreno,  estudios  hidrológicos,  botá- 
nicos. geológicos  y geomorfológicos.  Debe  tenerse  presente  que  todo  el  flanco  limítrofe  se  em- 


Introducción  y aspectos  macrogeográficos.  Carlos  Alfredo  de  Jorge. 


5 


plaza  entre  campos  de  hielo  y que  la  posibilidad  de  recorrerlos  escapaba  al  tiempo  disponible 
para  la  efectivización  de  la  campaña,  constreñida  fundamentalmente  a la  estación  de  verano,  la 
más  propicia. 

Determinada  de  esta  manera  la  superficie  del  área  de  estudio  alcanza  aproximadamente  a los 
600  Km2. 


4.  Posición 

El  área  del  lago  del  Desierto-río  de  las  Vueltas-El  Chaltén  se  encuentra  situada  el  O NO  de 
Río  Gallegos,  en  el  linde  de  la  Provincia  de  Santa  Cruz  con  la  República  de  Chile  ya  1Q  de  la- 
titud del  límite  interprovincial  santacruceño-chubutense.  Dista  de  la  capital  provincial  400  Km . en 
línea  recta  y 508  km.  utilizando  la  red  vial.  Está  separada  de  la  localidad  de  El  Calafate,  centro 
regional  más  cercano,  por  224  Km.,  en  su  mayor  parte  a través  de  rutas  enripiadas,  aunque  de 
buena  transitabilidad.  De  la  localidad  de  Tres  Lagos,  situada  el  Noroeste  y,  a su  vez,  centro 
local  de  servicios  de  segunda  categoría  urbana,  la  distancian  130  km.  Por  sendas  escasamente 
transitadas,  sólo  aptas  para  cabalgaduras,  en  dirección  al  Norte,  la  separan  50  km.  hasta  el  lago 
San  Martín.  De  la  Capital  Federal  de  la  República  Argentina  dista  3.095  km.,  cifra  que  explica  en 
gran  medida  la  causa  del  relativo  conocimiento  turístico  por  parte  de  la  población,  a pesar  de  su 
imponente  belleza  paisajística. 

Precismente,  se  han  hecho  grandes  esfuerzos  por  parte  de  las  Autoridades  Provinciales  para 
dolar  al  sector  de  alguna  apoyatura  e infraestructura  derivada  hacia  dicha  actividad.  Con  la 
fundación  de  la  localidad  de  El  Chaltén,  ubicada  en  el  curso  medio  del  río  de  las  Vueltas  y la 
construcción  de  una  rula  de  intercomunicación  planificada  desde  antaño,  pero  sólo  concretada 
recientemente  en  sus  primeros  tramos,  se  ha  dado  ya  un  primer  salto  adelante  que,  a no  dudarlo, 
funcionará  como  “disparador”  de  desarrollo  para  el  área  de  influencia  de  la  misma.  Debe  citarse 
aquí  que  el  sector  meridional  del  área  que  abarcó  la  campaña  científica  se  encuentra  bajo  la  Ad- 
ministración de  Parques  Nacionales  desde  1937,  integrando  el  “Parque  Nacional  Los  Glaciales”. 
Lo  que  implica  taxativamente  que  lodo  lo  que  se  proyecte  deberá  contar  con  la  aprobación  de  dicha 
Administración  y el  compromiso  de  que  la  actividad  antrópica  continuará  preservando  el  ecosis- 
tema natural  en  el  marco  prístino  en  que  el  ser  humano  lo  ha  encontrado.  En  1981  la  UNESCO 
declaró  a este  sector  Monumento  del  Patrimonio  Mundial. 


5.  La  Unidad  funcional  del  área 

Hechas  estas  aclaraciones  es  oportuno  mencionar  que  originalmente  la  campaña  científica 
iba  a ser  efectivizada  sobre  el  sector  ocupado  por  el  lago  del  Desierto,  desde  el  límite  interna- 
cional hasta  el  cordón  del  Bosque.  Pero  una  vez  en  contacto  con  la  realidad  físico-geográfica 
de  toda  la  zona,  surgió  la  necesidad  de  prolongar  hacia  el  Sur  el  análisis,  dada  la  dependencia 
sistémica  del  valle  del  río  de  las  Vueltas  con  el  sector  ocupado  por  el  lago  del  Desierto. 
Ecológicamente  hablando  el  primero  es  un  subsistema  integrado  y dependiente  del  segundo.  Nada 
de  lo  que  suceda  al  subsistema  septentrional  dejará  de  afectar  al  subsistema  meridional.  Y esto 
también  vale  para  la  acción  antrópica.  Visualizada  esta  realidad  se  decidió  ampliar  la  investigación 
hasta  los  límites  indicados  ut  supra. 

La  correspondencia  e intcracluración  entre  los  dos  subsistemas  se  verifica  en  casi  todas  las 
disciplinas  investigadas:  meteorología,  dados  los  valores  de  las  precipitaciones,  el  régimen  de 
vientos  y la  marcha  similar  de  la  temperatura;  morfología,  en  donde  aparece  la  relación  sistémica 
entre  valle  y montaña,  por  un  lado  y la  cubeta  del  lago  del  Desierto  y su  emisario,  por  otro; 
fitogeografía,  en  donde  el  ccotono  del  bosque  colinda  con  la  estepa  arbustiva  y así  sucesivamente 


6 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  Ne  1,  1993  (1-6) 


en  otras.  De  manera  tal  que,  indistintamente,  desdoblaremos  este  sistema  en  dos  subconjuntos 
separados  a fin  de  clarificar  las  diferencias  existentes  o ambos  serán  tratados  como  una  unidad 
indivisa,  según  la  me  jor  dirección  del  análisis. 

Finalmente  debemos  mencionar  que  gracias  al  cuidado  de  Instituciones  Nacionales,  Provin- 
ciales e,  incluso,  de  la  actividad  privada,  la  República  Argentina  pude  sentir  el  orgullo  que  el 
manejo  y cuidado  puesto  en  la  naturaleza  ha  dado  sus  frutos.  El  área  constituye  una  reserva 
ecológica  de  magnitud.  En  momentos  que  el  mundo  ha  comenzado  a tomar  conciencia  de  los 
excesos  que  el  accionar  del  ser  humano  han  ocasionado  al  medio  ambiente,  debemos  destacar  la 
labor  preventiva,  educativa  y la  organización  correspondiente  para  optimizar  el  cuidado  del 
mismo.  En  las  inmediaciones  del  área  se  encuentra  el  Parque  Nacional  “Los  Glaciares”,  custo- 
dio de  una  de  las  bellezas  más  imponentes  del  planeta.  Al  septentrión  las  agujas  del  cerro  Fitz 
Roy  constituyen  un  desafío  para  todo  andinista  y el  medio  circundante  conserva  inalterada  toda 
la  agresividad  y magnificencia  prístina  merced  al  cuidado  que  los  lugareños  y los  Guarda- 
parques  ponen  en  ello.  Y entre  el  límite  internacional  argentino-chileno;  desde  el  cordón  del 
Gorra  Blanca  y el  cerro  El  Trueno  al  valle  del  río  de  las  Vueltas  y el  lago  del  Desierto,  hemos  po- 
dido observar,  protegidos  por  la  Gendarmería  Nacional  y los  pobladores,  a los  últimos  ejem- 
plares de  huemul  (Hippocamelus  bisulcus),  de  los  cuales  tuvimos  la  oportunidad  de  obtener 
una  serie  fotográfica  de  una  pareja  joven  que  se  asoleaba  sobre  las  rocas  a orillas  del  lago  del 
Desierto  en  tranquila  libertad.  Este  es  otro  hecho  que  es  necesario  resaltar,  por  que  no  se  puede 
afirmar  que  otros  cuidarán  de  la  naturaleza  como  los  argentinos  lo  han  hecho  y,  si  por  cues- 
tiones limítrofes,  parte  del  área  dejara  de  pertenecer  a nuestra  heredad,  es  posible  que  estas 
circunstancias  se  vean  alteradas. 


NOTAS 

1 .:  Las  alturas  en  metros  están  extraídas  de  la  cartografía  a escala  1 : 100.000  del  I.G.M..  Es  de  citar* 
que  la  hoja  a escala  1 :500.000  de  la  misma  Institución  adjudica  al  C-  Fitz  Roy  3.375  m.  (Edición 
compilada  en  1970).  Esta  última  altitud  es  la  que  aparece,  por  su  paite,  en  la  hoja  a escala 
1.1.000.000  de  OACI  (CAA  4,1982).  Olías  publicaciones  Oficiales  señalan  para  el  mismo 
cerro  3.441  metros). 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  Ns  1,  1993  (7-31) 


OBSERVACIONES  GEOLÓGICAS  EN  EL  ÁREA 
DEL  LAGO  DEL  DESIERTO  (PROVINCIA  DE  SANTA  CRUZ) 


Por  Horacio  H.  Camocho,  Juan  P.  Spikermann  y Francisco  Medina 

Centro  de  Investigaciones  en  Recursos  Geológicos 
(CERGEO-CONICET),  Ramírez  de  Velazco  847  (1414),  Buenos  Aires. 


RESUMEN 

Un  reconocimiento  geológico  de  la  zona  del  Lago  del  Desierto  (oeste  de  la  Provincia  de  Santa 
Cruz)  permitió  identificar  a las  unidades  litoestratigráficas  precuaternarias  siguientes:  Formación 
Río  Mayer,  Formación  Puesto  El  Alamo.  Magmatitas  del  Cerrito  Solitario  y Formación  Río 
Carbón. 

La  Formación  Bahía  de  la  Lancha  (Devónico  tardío-Carbónico  temprano?)  se  compone  de 
areniscas  y pelitas  metamorfizadas  muy  deformadas. 

El  Complejo  El  Quemado  (Jurásico)  son  tobas  riodacílicas,  ignimbritas  y riolitas  muy 
diaclasadas  y a veces,  plegadas  y fracturadas. 

La  Formación  Río  Mayer  (Cretácico  temprano)  se  compone  de  pelitas  metamorfizadas  y 
areniscas  muy  plegadas  y fracturadas,  con  fósiles.  En  el  río  Eléctrico  las  pelitas  contienen  Belem- 
nopsis,  restos  de  amonites  y Gryphea  que  indicarían  una  edad  Neocomiano  temprana,  mientras  que 
a lo  largo  de  la  Ruta  Provincial  N9  23,  las  areniscas  proporcionaron  amonites  afines  a Parasilesites , 
además  del  bivalvo  Íotrigoniaferuglioi  Medina,  conocido  en  el  Albiano  del  lago  Cardiel. 

Las  magmatitas  del  Cerrito  Solitario  (Cretácico  tardío?)  son  vitrófiros  y microgranodioritas 
probablemente  vinculadas  con  la  fase  magmática  que  afectó  a esta  pai  te  austral  del  continente  en 
el  Cretácico  tardío. 

La  inclusión  de  las  Formaciones  Puesto  El  Alamo  y Río  Carbón  se  basó  exclusivamente  en  las 
referencias  bibliográficas. 


ABSTRACT 

Geologic  observations  in  the  Lago  del  Desierto  urea  (Santa  Cruz  Province). 

In  the  Lago  del  Desierto  area  (West  of  Santa  Cruz  Province)  the  following  pre-Quar- 
tary  lithostratigraphic  units  werc  rccogniscd:  Bahía  de  la  Lancha  Formation,  El  Quemado 
Complex.  Río  Mayer  Formation,  El  Alamo  Formatión,  Magmatites  of  Cerrito  Solitario  and  Río 
Carbón  Formation. 

Bahía  de  la  Lancha  Fm.  (Late  Devonian-Early  Carboniferous?)  is  composcd  by  metamorfized 
and  deformed  sandstones  and  shales. 

El  Quemado  Complex  (Jurassic)  contains  highly  jointed  and  sometimes  folded  and  faulted 
riodacitic  tuffs.  ignimbrites  and  riolites. 


8 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N°  1,  1993  (7-31; 


Río  MayerFm.  (Early  Cretaceous)  are  metamorfized  shales  and  sandstones,  toldedand  faulted, 
with  fossils.  In  the  Eléctrico  river  were  found  Belemnopsis , pieces  ot  ammonites  and  Gryphea  oí 
Early  Neocomian  age,  meanwhile  along  the  Provincial  Highway  Ne  23  are  sandstones  with 
ammonites  cióse  to  Parasilesites,  besides  the  bivalve  Iotrigonia femglioi  Medina,  known  írom  the 
Albian  of  Cardiel  Lake. 

Magmatites  of  Cerrito  Solitario  is  a ñame  given  to  vitrofires  and  microgranodiorites  that  could 
be  related  with  the  magmatic  fase  that  affected  this  Southern  part  of  the  continent  during  the  Late 
Cretaceous. 

The  inclusión  of  Puesto  El  Alamo  and  Rio  Carbón  Formations  are  based  only  on  the 
bibliographic  references. 


Introducción 

El  material  que  se  da  a conocer  en  este  trabajo  fue  colectado  por  uno  de  los  autores  (H.H.C.) 
con  motivo  del  viaje  al  Lago  del  Desierto,  organizado  por  la  Sociedad  Científica  Argentina. 

La  breve  estadía  (Enero  12  al  23  de  1992)  en  la  zona,  sólo  permitió  realizar  un  reconocimiento 
de  las  principales  unidades  litoestratigráficas  precuatemarias  allí  aflorantes,  procediéndose  a 
tomar  muestras  petrográficas  y paleontológicas  para  su  posterior  estudio. 

Los  primeros  cinco  días  se  utilizaron  en  recorrer  el  área  de  El  Chaltén  y otros  parajes  aledaños. 
Así,  hacia  el  norte  se  llegó  a la  desembocadura  del  río  Eléctrico  en  el  río  de  Las  Vueltas;  hacia 
el  oriente  se  observaron  los  faldeos  de  las  serranías  que  se  extienden  hasta  las  Estancias  Kaiken 
Aike  y San  Lorenzo  y descienden  en  dirección  a la  margen  norte  del  lago  Viedma;  en  otra 
oportunidad  se  llegó  hasta  la  Estancia  El  Cóndor  y el  Destacamento  de  Gendarmería  Nacional, 
Sección  San  Martín. 

El  18  de  Enero  partimos  en  dirección  a la  cabecera  norte  del  Lago  del  Desierto  con  el  apoyo 
logístico  de  Gendarmería,  que  nos  proporcionó  la  caballada  necesaria,  el  baqueno  y los  Gendarmes 
que  nos  acompañarían  en  la  travesía.  La  estadía  en  el  mencionado  lago  se  extendió  hasta  el  día  23, 
cuando  regresamos  a El  Chaltén. 

En  el  reconocimiento  se  utilizó  una  base  topográfica,  originalmente  realizada  a escala  1 : 10.000, 
por  la  Empresa  Consular,  gentilmente  puesta  a nuestra  disposición  por  el  ing.  Ricardo  Salerno 
quien  además,  nos  proporcionó  parte  de  las  fotografías  aéreas  de  la  región  sobre  las  cuales,  uno  de 
los  autores  (J.P.S.)  efectuó  la  interpretación  geológica  correspondiente. 

El  viaje  se  realizó  juntamente  con  el  Lie.  Carlos  A.  de  Jorge  y el  Dr.  Alfredo  Siragusa,  quienes 
tuvieron  a su  cargo  otros  aspectos  investigativos  de  la  región. 

Este  reconocimiento  no  se  habría  podido  efectuar  sin  el  eficaz  y desinteresado  apoyo  de 
diversas  instituciones  y personas  de  la  región.  Por  ello  expresamos  nuestro  agradecimiento  a 
la  Marina  de  Guerra  Argentina,  Gendarmería  Nacional,  Gobernación  de  la  Provincia  de 
Santa  Cruz,  Sargento  1ro.  Jorge  Romero,  Sargento  Fernández  Soto,  baqueano  Oscar  Andino 
del  Escuadrón  42  -El  Calafate-,  al  personal  del  Destacamento  de  Gendarmería  Nacional  del  Lago 
del  Desierto  y Lago  San  Mar  tín  y al  Señor  Roberto  Gabrieli,  residente  de  El  Chaltén,  quien  nos 
informó  acerca  de  los  íósiles  del  río  Eléctrico.  Nuestras  expresiones  de  gratitud  también  compren- 
den al  Lie.  Carlos  A.  de  Jorge  y al  Dr,  Alfredo  Siragusa  por  su  constante  apayo,  al  Ing.  Ricardo 
Salerno  por  habernos  permitido  el  acceso  a la  información  de  la  Empresa  Consular  y muy 
especialmente,  a la  Sociedad  Científica  Argentina,  cuyo  tradicional  espíritu  de  lucha  por  incremen- 
tar el  conocimiento  científico  del  país  y proteger  sus  riquezas  naturales,  promovió  y financió  parte 
del  viaje. 

Los  autores  están  particularmente  reconocidos  al  Ing.  Bruno  Ferrari  Buono  por  sus  observaciones 
sobre  la  toponimia  del  lugar  y a la  Profesora  Mónica  Longobucco  por  las  ilustraciones  paleonto- 
lógicas. 


Observaciones  geológicas  en  el  área  del  L.  del  Desierto.  (Prov.  de  Santa  Cruz).  Camacho.  Spikemian.  Medina 


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Ubicación  y descripción  del  área 

El  área  reconocida  se  ubica  en  el  occidente  de  la  Provincia  de  Santa  Cruz,  entre  el  Lago  San 
Martín  al  norte  y el  Lago  Viedma  al  sur,  donde  limita  con  el  Parque  Nacional  Los  Glaciares,  al  que 
se  accede  por  El  Chaltén.  A esta  población,  de  aproximadamente  73  habitantes,  se  llega  desde  El 
Calafate  por  la  Rula  Provincial  NQ 1 1 después  de  un  recorrido  de  33  km  hasta  su  intersección  con 
la  Ruta  Nacional  Ny  40,  por  ésta  se  continúa  a través  de  95  km  hasta  el  cruce  con  la  Ruta  Provincial 
Ne  23  que  finalmente,  conduce  a El  Chaltén  distante  unos  80  km.  (Figura  1). 

Orográficamente,  esta  zona  constituye  las  estribaciones  orientales  de  la  Cordillera  Patagó- 
nica cuyas  más  altas  cumbres,  en  gran  parte,  están  cubiertas  por  glaciares.  Desde  las  mismas,  el 
relieve  desciende  bruscamente  al  este  y el  derretimiento  de  los  hielos  genera  ríos  y arroyos 
caudalosos  que  desembocan  en  el  río  de  Las  Vueltas.  Este  curso  de  agua  es  el  más  importante  del 
área  (Figura  2). 

La  cuenca  del  río  de  Las  Vueltas  en  su  límite  más  septentrional  coincide  con  la  línea  divisoria 
de  aguas  constituida  por  el  Cordón  Martínez  de  Rosas  y el  cen  o El  Trueno  ( 1970  m.s.n.m.)  Desde 
este  filo,  las  aguas  fluyen  por  el  río  Obstáculo  al  lago  O'Higgins,  en  territorio  chileno,  mientras  que 
hacia  el  sur.  en  territorio  argentino,  coren  a través  del  Lago  del  Desierto  y el  río  de  Las  Vueltas, 
para  finalmente  desembocar  en  el  lago  Viedma. 

Seguramente,  la  cabecera  de  la  cuenca  del  río  de  Las  Vueltas  fue  lugar  de  máxima  acumula- 
ción de  hielo  y el  efecto  abrasivo  del  mismo  produjo  la  exhondación  actualmente  ocupada  por  el 
Lago  del  Desierto.  Este  ocupa  una  angosta  depresión  de  aproximadamente  10  km  de  largo  y algo 
más  de  1.000  m en  su  pai  te  más  ancha.  En  su  cabecera  recibe  las  aguas  de  la  laguna  Larga  y el  lago 
Chico,  mientras  que  por  el  extremo  sur  da  nacimiento  al  río  de  Las  Vueltas.  Este  curso  muestra  un 
recorrido  sinuoso  aunque  en  general,  de  rumbo  norte-sur,  hasta  El  Chaltén,  donde  recibe  al  río  Fitz 
Roy.  Desde  dicha  población,  las  acumulaciones  morénicas  lo  desvían  hacia  el  oriente,  adosándo- 
se al  borde  de  la  Meseta  del  Quemado  para  finalmente,  torcer  bruscamente  al  sur  y desaguar  en  el 
lago  Viedma. 

El  recorrido  del  río  de  Las  Vueltas  se  efectúa  prácticamente,  entre  paredones  constituidos  pol- 
las vulcanitas  del  Complejo  El  Quemado,  excepto  al  sudeste  del  Lago  del  Desierto.  Estas  rocas 
determinan  pendientes  abruptas,  a veces  casi  verticales,  que  parecerían  coincidir  con  planos  de 
fallas  terciarias  generadoras  de  la  depresión  que,  modificada  por  la  acción  del  hielo,  actualmente 
es  recorrida  por  este  curso  fluvial. 

El  relieve  a ambos  lados  del  río  de  Las  Vueltas  y el  Lago  del  Desierto  muestra  diferencias  entre 
cotas  máximas  de  casi  1.000  metros.  Así,  mientras  al  oeste  del  Destacamento  de  Gendarmería 
Nacional  Río  de  Las  Vueltas  la  altura  alcanza  1.350  m.s.n.m.,  por  el  este  el  bloque  del  cordón  del 
Bosque,  se  eleva  hasta  los  2.200  m.s.n.m..  Más  al  oriente  de  este  cerro,  el  relieve  continúa  muy 
quebrado,  registrándose  elevaciones  que  llegan  a los  1.745  m.s.n.m.  (cerro  Astillado),  1.760 
m.s.n.m.  (Cerro  de  la  Tone)  y 2.028  m.s.n.m.  (ceno  Cangrejo). 

Los  cañadones  que  se  extienden  entre  los  mencionados  cerros  desembocan  ya  sea,  en  el  río  de 
Las  V ueltas,  como  los  de  los  ríos  de  los  Portones  y Bosques,  o bien  Huyen  al  lago  San  Martín,  como 
los  de  los  ríos  Cóndor  y Martínez  de  Rosas. 


Antecedentes  geológicos 

El  conocimiento  geológico  de  la  zona  reconocida  es  muy  reducido,  particularmente  si 
se  compara  con  otras  áreas  circundantes  a la  misma,  las  que  han  sido  objeto  de  investigaciones 
desde  principio  de  este  siglo.  Tal  el  caso  del  lago  San  Martín,  motivo  de  estudios  detallados  por 
Bonarelli  y Nágera  (1921),  Feruglio  (1938),  Pialnilzky  (1938)  y Riccardi  (1971,  1976  y 1977), 
entre  otros. 


10 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N°  1,  1993  (7-31; 


En  la  parte  sur,  el  área  del  cerro  Fitz  Roy  es  la  que  ha  concentrado  mayor  interés  desde  la  época 
de  Hautahl  (1901)  y posteriormente  Conci  (1935),  Lliboutry  (1952),  Nullo  et.  al.  (1978)  y 
Spikerman  y Quartino  (1981). 

La  zona  reconocida  en  nuestro  trabajo  cuenta  con  la  contribución  de  Riggi  (1934)  quien  recorrió 
el  borde  sur  del  lago  San  Martín,  desde  el  Hito  62  hasta  el  cerro  Astillado,  identificando  cuarcitas 
y pizarras  paleozoicas  (Devónico?)  en  el  Hito  62  y sus  proximidades,  una  Serie  Profíritica  del 
Supratriásico  que  bordea  al  brazo  Maipú,  estratos  del  Cretácico  inferior  (incluido  Titoniano)  y un 
afloramiento  de  essexita  cerca  de  la  Estancia  La  Elena. 

Feruglio  (1938),  al  referirse  al  Cretácico  superior  del  lago  San  Martín  y regiones  adyacentes, 
en  la  lámina  III,  muetra  un  plano  geológico  de  toda  la  región  occidental  de  la  Provincia  de  Santa 
Cruz,  pero  deja  en  blanco  a la  zona  del  Lago  del  Desierto  y el  río  de  Las  Vueltas. 

Lliboutry  (1952)  describe  la  geología  de  la  zona  del  plutón  del  cerro  Fitz  Roy. 

El  primer  tratamiento  geológico  de  la  zona  del  Lago  del  Desierto  se  encuentra  en  Nullo, 
Proserpio  y Ramos  (1978),  quienes  diferencian  un  basamento  paleozoico  representado  por  la 
Formación  Bahía  de  la  Lancha  y una  cubierta  mesozoica  constituida  por  el  Complejo  El  quemado, 
la  Formación  Springhill  y la  Formación  Río  Mayer,  además  de  la  Formación  Río  Carbón, 
poscretácica,  y los  depósitos  posglaciarios.  Dichos  autores  también  describen  estilos  tectónicos 
que  caracterizan  al  basamento  y su  cubierta. 

Nullo,  Proserpio  y Blasco  de  Nullo  (1981  a y b)  incluyen  este  sector  en  sus  análisis 
estratigráficos  de  la  región  extendida  al  sur  del  lago  San  Martín  y otra  importante  información  se 
halla  en  Riccardi  y Rolleri  (1980). 

A la  información  geológica  mencionada  se  deben  agregar  las  investigaciones  mineras  efectua- 
das a partir  del  año  1981  cuando,  con  motivo  del  Plan  Patagonia-Comahue  (Secretaría  de  Estado 
de  Minería)  una  misión  japonesa  estableció  la  existencia  de  venas  de  plata,  cobre,  plomo  y cinc 
emplazadas  en  la  zona  de  alteración  de  las  rocas  piroclásticas,  y de  cobre,  plomo  y cinc  dentro  de 
las  riolitas-  pórfiros  cuarcíferos  que  intruyen  a las  capas  paleozoicas.  La  zona  de  mayor  concen- 
tración se  hallaría  en  la  ribera  izquierda  del  arroyo  Correntoso. 

Spikermann  y Quartino  (1981)  señalan  la  presencia  de  molibdenita  en  rocas  graníticas  de 
depósitos  morénicos  ubicados  entre  los  cerrros  Torre  y Fitz  Roy. 

Márquez  (1988),  en  un  trabajo  sobre  mineralización  polimetálica  asociada  al  magmalismo 
mioceno  en  la  Cordillera  Patagónica  Austral,  alude  a la  presencia  en  esta  zona,  de  depósitos 
vetiformes  de  molibdeno,  wolframio  y antimonio  en  cuerpos  intrusivos  miocenos,  además  de  otros 
de  plomo,  plata,  cinc,  cobre  y oro  dispuestos  periféricamente  a los  mismos.  Esta  mineralización 
igualmente  afectó  a las  rocas  leptometamórficas  paleozoicas  y según  Márquez  (op.  cit.)  ella  se 
debería  a la  subducción  de  segmentos  de  la  Dorsal  de  Chile. 


Estratigrafía 

El  reconocimiento  geológico  se  efectuó  sobre  la  base  del  relevamiento  fotogeológico  efectua- 
do por  uno  de  los  autores  (J.P.S.)  quien  además,  realizó  el  estudio  petrográfico  de  las  muestras 
colectadas  en  el  viaje. 

La  coila  permanencia  en  la  zona  y lo  accidentado  del  relieve,  restringió  prácticamente  la 
labor  de  la  obtención  de  muestras  petrográficas  y fósiles  a localidades  aisladas.  No  obstante, 
dichas  muestras  provienen  de  las  principales  unidades  estratigrá ficas  reconocibles  y junto  con  el 
material  paleontológico  permiten  aportar  observaciones  interesantes  sobre  la  estratigrafía  de 
la  región. 

A continuación  se  tratarán  las  unidades  litoestratigráficas  siguientes: 


• Formación  Bahía  de  la  Lancha 

• Complejo  El  Quemado 


Observaciones  geológicas  en  el  área  del  L.  del  Desierto.  (Prov.  de  Santa  Cruz).  Camacho.  Spikemian.  Medina 


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• Formación  Río  Mayer 

• Formación  El  Alamo 

• Magmatitas  del  Cerrito  Solitario 

• Formación  Río  Carbón 


Formación  Bahía  de  la  Lancha 

Esta  unidad  geológica  comprende  a un  complejo  sedimentario  afectado  parcialmente  por 
metamorfismo  regional  de  bajo  grado,  al  que  se  le  suman  manifestaciones  de  metamorfismo 
de  contacto.  El  presente  nombre  formacional  fue  propuesto  por  Borrello  (1969)  aunque  con 
anteriorirdad  ya  existían  diversas  denominaciones  dadas  por  otros  autores,  entre  ellos  Feru- 
glio  (1949),  quien  la  menciona  como  “esquistos  algo  metamorfoseados”,  Riccardi  ( 1971)  y Nullo 
et  al.  (1978).  En  este  último  trabajo  se  describe  a la  formación  como  aflorante  en  la  parte  más  in- 
terna de  la  cordillera,  en  sentido  norte-sur,  desde  la  sierra  de  Sangra  al  norte,  hasta  el  sector 
norte  del  brazo  Norte  del  lago  Argentino.  También  fue  reconocida  en  territorio  chileno  (Nullo 
et  al.,  1981). 

En  la  zona  del  lago  San  Martín,  esta  formación  se  halla  representada  por  potentes  espeso- 
res rítmicos  de  wackes  feldespáticas  y pelitas  con  desarrollo  de  calcos  de  flujo  apreciándose  en 
ciertos  sectores,  según  los  autores  mencionados,  variaciones  litológicas  a términos  más  psamíticos 
finos  cuarzosos. 

La  edad  de  la  Formación  Bahía  de  la  Lancha,  de  acuerdo  con  Riccardi  (197 1)  correspondería 
al  lapso  Devónico  tardío-Carbónico  temprano.  Su  base  no  se  observa  en  el  área  aquí  considerada 
mientras  que,  superiormente,  está  cubierta  en  discordancia  por  el  Complejo  El  Quemado. 

Los  afloramientos  de  esta  unidad  estratigráfica  es  extienden  al  norte  y oeste  de  nuestra  zona 
(Foto  1 ) particularmente  sobre  el  borde  oriental  del  Lago  del  Desierto,  al  este  del  río  de  Las  V ueltas 
y norte  del  lago  desde  el  ceno  del  Rodado  (muestras  9 y 10)  hasta  el  cerro  El  Trueno. 

Las  rocas  dominantes  son  areniscas  y pelitas  afectadas  por  un  metamorfismo  regional  de 
bajo  grado,  por  lo  que  sus  caracteres  epiclásticos  son  reconocibles  sin  mayor  dificultad.  Así,  mi- 
croscópicamente estas  rocas  muestran  gran  deformación  y un  brillo  sedoso  propio  de  las  rocas 
pelíticas  afectadas  por  metamorfismo  regional  de  bajo  grado.  Tales  características  son  bien 
notables  en  la  muestra  del  ceno  Rodado,  de  cuya  pai  te  basal  se  la  extrajo.  En  el  cerro  El  Trueno 
se  observa  gran  inyección  de  cuarzo  y las  rocas  determinadas  son  de  naturaleza  tobácea  (muestra 
3),  o bien,  corresponden  a areniscas  que  por  deformación  mecánica  desarrollan  esquistosidad 
(muestra  11). 

Por  lo  general,  estas  rocas  forman  pliegues  cerrados,  casi  verticales,  de  rumbo  aproximado  NW- 
SE.  Sobre  el  borde  oriental  del  Lago  del  Desierto  forman  paredes  de  pendientes  muy  abruptas. 

Microscópicamente  son  esquistos  cuarzo-clorítico-sericítico  o esquistos  psamo-pelíticos. 
Macroscópicamente  son  rocas  de  color  gris  oscuro  verdoso,  y textura  esquistosa  que  se  pierde  en 
los  bancos  psamíticos.  Al  microscopio  dicha  textura  está  definida  fundamentalmente  en  las  capas 
pelíticas  que  se  constituyen  por  un  intercrecimiento  de  material  arcilloso,  sericita  y clorita.  Las 
laminillas  de  sericita  suelen  disponerse  en  dos  direcciones  ortogonales  entre  sí  y oblicuas  al  plano 
principal,  que  es  el  que  se  corresponde  con  el  de  la  estratificación  original.  Las  capas  psamíticas 
son  de  granometría  fina,  muy  bien  seleccionada,  compuesta  principalmente  por  granos  de  cuarzo 
anguloso  y escasos  de  plagioclasa  y ortosa;  suele  haber  una  matriz  escasa  y microcristalina 
recristalizada  (cuarzo-feldespática)  con  intercrecimientos  de  laminillas  de  clorita  y sericita.  A 
veces,  los  clastos  están  suborientados  y recristalizados  por  los  efectos  mecánicos  de  deformación 
sufridos  por  la  roca.  En  los  bancos  psamíticos,  el  material  ligante  está  constituido  por  intercreci- 
mientos de  sericita,  sílice,  clorita  y escaso  material  carbonático.  Las  rocas  suelen  estar  cortadas  por 
finas  venillas  cnterolíticas  de  sílice  de  baja  cristalinidad. 


12 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  NQ  1,  1993  (7-31) 


Se  observan  pequeños  cristaloblastos  de  turmalina,  tanto  en  las  fracciones  pelítica  como 
en  las  psamíticas  que,  junto  a la  sílice  recristralizada,  dan  a la  roca  un  carácter  hornfélsico.  Ade- 
más, las  rocas  muestran  aparte  de  los  efectos  mecánicos  deformantes  generadores  de  plega- 
miento  y el  bajo  grado  metamórfico  regional,  otros  signos  de  haber  sufrido  efectos  cataclás- 
ticos  posteriores  al  efecto  término  de  contacto,  ya  que  suelen  verse  cristaloblastos  fragmentados 
de  turmalina. 


Complejo  El  Quemado 

Estas  rocas,  principalemente  de  origen  vulcanógeno,  en  la  bibliografía  han  figurado  bajo 
diferentes  nombres,  como:  Serie  Porfírica  (Feruglio,  1936),  Serie  Efusiva  del  Quemado  (Feruglio, 
1938),  Complejo  volcánico  del  Quemado  (Feruglio,  en  Fossa  Mancini  et  al.,  1938),  Formación 
Quemado  (Leanza,  1963)  y Complejo  El  Quemado  (Riccardi,  1971). 

Feruglio  (en  Fossa  Mancini  et  al.,  1938)  describe  a este  complejo  como  integrado  por  mantos 
de  pórfiros  cuarcíferos  y de  porfiritas  con  tobas,  brechas  y areniscas  intercaladas  y restos  de  madera 
carbonizada.  En  opinión  del  mismo  autor,  este  complejo  se  extendería  desde  la  isla  de  Los  Estados 
hacia  el  norte,  siguiendo  el  borde  oriental  cordillerano,  hasta  por  lo  menos  la  zona  del  lago  Fontana. 
Respecto  de  su  edad,  Feruglio  sostiene  que  cubre,  en  discordancia,  al  Complejo  esquistoso  del  río 
Mayer  y agrega  que,  en  su  mayor  parte,  es  Jurásico,  pues  su  sección  superior  engrana  o está 
cubierto,  en  concordancia  aparente,  por  sedimentitas  fosilíferas  del  Jurásico  superior.  Por  encima, 
continúa  el  Complejo  sedimentario  del  río  Mayer  con  una  distribución  similar  pero  de  origen 
marino  y constituido  por  mantos  de  pelitas  pizarrosas,  ftanita  y areniscas  compactas,  cuya  edad 
abarca  desde  el  Jurásico  tardío  (Titoniano)  al  Cretácico  (incluso  Turoniano). 

Nullo  et  al.  (1981)  efectúan  una  descripción  regional  de  esta  unidad  ente  los  lagos  San  Mallín 
y Argentino  observando  que,  en  la  margen  sur  del  canal  del  Viedma,  la  secuencia  se  inicia  con  base 
cubierta  y vulcanitas  y tobas  líricas  con  fragmentos  líricos  de  areniscas  y wackes  cuarzosas  y pelitas 
silicificadas  pertenecientes  al  Paleozoico,  cubiertas  por  brechas  volcánicas  dacíticas  y dacitas.  En 
la  zona  central  desde  el  lago  San  Martín  hasta  el  lago  Argentino,  domina  una  litología  de  coladas 
dacíticas  y riodacíticas  de  colores  claros,  que  hacia  el  techo  alternan  con  brechas  volcánicas 
dacíticas  y tobas  vitrocristalinas  ácidas.  En  la  zona  del  cerro  Centinela,  al  sur  del  lago  San  Martín, 
dominan  las  ignimbritas  dacíticas  y tobas  de  colores  claros. 

En  relación  a la  edad  y sobre  la  base  de  dataciones  radimétricas  y el  contenido  fosilífero  de 
pelitas  en  la  base  y la  Formación  Springhill  que  la  suprayace,  dichos  autores  asignan  el  Complejo 
El  Quemado  al  lapso  comprendido  entre  el  Caloviano  y el  pre-Titoniano. 

Spikerman  y Quartino  (1981),  al  referirse  a la  geología  del  ceno  Fitz  Roy,  ubican  esta  unidad 
estratigráfica,  como  caja  del  Granito  del  cerro  Fitz  Roy,  acompañando  ambas  márgenes  del 
mencionado  río  hasta  la  unión  con  el  río  de  Las  Vueltas,  agregando  que  en  la  zona  de  las  Lomas 
de  las  Pizarras  y del  Pliegue  Tumbado,  se  apoya  sobre  las  lutitas  de  la  Formación  Río  Mayer,  de 
edad  cretácica,  por  efectos  de  una  falla  inversa  de  rumbo  norte-sur.  Estos  autores  consideran  al 
Complejo  El  Quemado  litológicamenle  constituido  por  tobas,  vulcanitas;  areniscas  y conglome- 
rados de  edad  jurásica. 

En  la  región  reconocida  en  el  presente  trabajo,  el  mayor  desarrollo  del  Complejo  El  Quemado 
se  observó  en  El  Chaltén  (Foto  2),  donde  forma  elevados  paredones  que  rodean  a la  población. 
Desde  allí,  se  extiende  sobre  ambas  márgenes  del  amplio  valle  del  río  de  Las  Vueltas,  continuando 
hacia  el  Lago  del  Desierto  donde,  sobre  su  borde  occidental  constituye  el  cuerpo  principal  del  cen  o 
Chamorro.  También  se  reconoció  un  afloramiento  en  la  cabecera  norte  del  lago,  detrás  del  Desta- 
camento de  Gendarmería  Nacional. 

Al  sur  de  El  Chaltén,  este  complejo  constituye  lomadas  en  dirección  al  lago  Viedma. 

Otros  afloramientos  importantes  se  presentan  sobre  el  brazo  Maipú  del  lago  San  Martín,  en  los 


Observaciones  geológicas  en  el  área  del  L.  del  Desierto.  (Prov.  de  Santa  Cruz).  Camacho.  Spikemian.  Medina 


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alrededores  de  la  Estancia  El  Cóndor  y el  Destacamento  de  Gendarmería  Nacional  Sección  San 
Martín,  el  que  se  halla  rodeado  por  estas  rocas,  así  como  en  la  zona  del  embarcadero  (Foto  3). 

En  general,  estas  rocas  muestran  un  aspecto  macizo  y compacto,  aunque  se  hallan  muy 
diac lasadas  y a veces,  se  observan  mantos  plegados  y fracturados.  Al  sur  de  El  Chaltén,  unos  3 km 
en  dirección  al  lago  Viedma,  estas  vulcanitas  exhiben  dos  sistemas  de  diaclasas  perpendiculares 
entre  sí  (Foto  4).  En  el  Lago  del  Desierto  forman  mantos  inclinados  al  este. 

Las  rocas  estudiadas  corresponden  a tobas  riodacíticas,  ignimbritas  riodacíticas  y riolitas, 
compactas,  de  coloración  clara  con  tonalidades  rosadas  y celestes  a gris  oscuro  verdoso  con  tintes 
castaños;  tanto  los  porfiroclastos  como  los  fenocristales  poseen  tamaños  variables,  entre  1 y 3 mm, 
correspondientes  a feldespato,  cuarzo  y escasas  laminillas  de  biotita.  Suelen  encontrarse  sectores 
donde  se  aprecian  cavidades  tapizadas  por  finos  agregados  de  pirita  (muestra  4, 5, 6, 7, 8, 12, 13). 

Microscópicamente,  estas  rocas  tiene  tanto  texturas  porfirolrásticas  como  porfíricas,  con  pastas 
vitreas  a microcristalinas.  Los  fenoclastos  y fenocristales  corresponden  a feldespatos  en  las 
variedades  ortosa  y plagioclasa,  cuarzo  y biotita.  Los  minerales  accesorios  están  representados  por 
apatita  y circón.  Los  minerales  opacos  son  escasos  y suelen  hallarse  asociados  a la  alteración  de 
la  biotita.  Los  términos  piroclásticos  son  de  igual  composición  mineralógica  con  el  agregado  de 
fragmentos  líticos  de  rocas  vulcanógenas  consanguíneas. 

Las  alteraciones  no  suelen  ser  abundantes;  en  el  caso  de  las  pastas  vitreas  sufren  el  común 
proceso  de  devitrificación  a material  arcilloso,  clorita,  sericita  y óxidos  e hidróxidos  de  hierro,  a 
veces  con  reemplazos  carbonáticos.  Los  feldespatos  pueden  llegar  a estar  alterados  a material 
arcilloso  en  mayor  o menor  grado,  con  reemplazos  de  carbonato  de  calcio  e hidróxidos  de  hierro. 
En  ciertos  casos,  se  han  observado  pseudomorfos  de  anfíbol?  reemplazados  por  clorita,  calcita  y 
óxidos  e hidróxidos  de  hierro. 


Formación  Río  Mayer 

Hatcher  (1897)  denominó  “Mayer  River  Beds”  a una  secuencia  de  pizarras  negras,  muy  duras 
y fracturadas,  con  abundantes  amonites,  que  se  dispondrían  sobre  rocas  eruptivas  en  la  cuenca  del 
río  Mayer.  Posteriormente,  estas  rocas  recibieron  otras  denominacines.  Meseta  Schiefer  (Stolley, 
1912),  Formación  Lago  San  Martín  (Leanza,  1972),  Ghio  Beds  (Hatcher,  1900),  Formación 
Katterfeld  (Ramos,  1976),  etc.  (ver  Riccardi  y Rolleri,  1980).  Riccardi  (1971)  la  denominó 
Formación  Río  Mayer. 

Típicamente,  son  pelilas  grisáceas  a negruzcas,  con  fisilidad  bien  desarrollada;  hacia  la  base 
se  presentan  bancos  calcáreos  intercalados,  mientras  que  en  el  techo  los  granos  aumentan  de 
tamaño  y aparecen  concreciones  calcáreas.  Según  Nullo,  Proserpio  y Ramos  (1978),  la  Formación 
Río  Mayer  en  casi  toda  su  extensión  presenta  una  litología  monótona  que  varía  entre  pelitica 
interiormente,  hasta  arenisca  de  grano  fino  en  las  secciones  media  y superior.  Se  apoya  discor- 
dantemente  sobre  el  Complejo  El  Quemado  y,  cuando  aflora  la  Formación  Springhill,  pasa 
transicionalmentc  a ésta. 

La  Formación  Río  Mayer  se  ubica  presentemente  en  el  Cretácico  inferior  y sus  términos 
superiores  alcanzarían  al  Albiano.  Riccardi  (1971)  circunscribe  su  base  al  Hauteriviano-Barremia- 
no.  en  contraposición  a Leanza  ( 1972),  quien  la  consideró  no  más  antigua  que  Albiano. 

En  el  área  reconocida,  los  afloramientos  principales  de  esta  unidad  se  encuentran  en  el  río 
Eléctrico,  laguna  El  Cóndor  y a lo  largo  de  la  Ruta  Provincial  N-  23,  constituyendo  las  laderas  de 
los  ceims  que  se  elevan  al  norte  de  la  misma. 

En  la  unión  del  río  Eléctrico  (Foto  5)  con  el  río  de  Las  Vueltas,  esta  formación  está  representada 
por  un  conjunto  de  capas  esquistosas,  filosas,  lajosas,  que  alternan  con  bancos  más  compactos  de 
unos  0,10  m.  de  espesor.  Se  hallan  casi  verticales  y fuertemente  diaclasadas.  Abundan  los  trozos 
de  belemnites,  algunas  secciones  de  amonites  y otros  moldes  de  bivalvos,  muy  deformados  y en 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  Nc  1,  1993  (7-31) 


precario  estado  de  conservación.  Estas  rocas  se  asemejan  litológicamente  a las  que  afloran  en  la 
laguna  El  Cóndor,  donde  contendrían  los  mismos  fósiles. 

Dichas  rocas  habrían  sido  pelitas  que  sufrieron  un  leve  metamorfismo  como  consecuencia  de 
la  deformación  mecánica  de  plegamiento  y fracturación  que  afectó  a la  zona.  En  ese  lugar,  el 
mencionado  proceso  las  puso  en  contacto  con  las  vulcanitas  del  Complejo  El  Quemado. 

Al  norte  de  la  Ruta  Provincial  NQ  23,  entre  El  Chaltén  y Puesto  del  Medio,  esta  formación 
muestra  gran  desarrollo.  En  las  proximidades  de  El  Chaltén  (Foto  6)  se  hallan  muy  plegadas  y 
fracturadas,  pero  hacia  el  este  los  pliegues  son  más  suaves  y los  estratos  sólo  están  inclinados.  En 
general,  son  bancos  de  areniscas  grisáceos  a gris  verdoso  oscuro  y conglomerados,  con  restos  de 
trigonias  y amonites. 

Hacia  el  Chaltén,  estas  capas  cubrirían  discordantemente  a las  del  Complejo  El  Quemado,  si 
bien  Nullo,  Proserpio  y Ramos  (1978)  mencionan  que,  al  naciente  del  Destacamento  G.N.  La 
Florida,  sus  términos  inferiores  se  apoyan  sobre  areniscas  de  grano  grueso,  en  parte  calcáreas,  per- 
tenecientes a la  Formación  Springhill. 

Rocas  similares  a las  de  la  Formación  Río  Mayer  se  hallarían  en  los  campos  de  la  Estancia 
Maipú,  según  ejemplares  fosilíferos  que  nos  mostraron  en  la  misma  y en  el  área  del  cerro  Astillado, 
donde  contendrían  bivalvos  y amonites. 

La  Formación  Río  Mayer  es  la  única  unidad  estratigráfica,  dentro  de  la  zona  reconocida,  que 
ha  proporcionado  fósiles  (Lámina  1).  Los  mismos  fueron  hallados  en  dos  localidades:  unión  del 
río  Eléctrico  con  el  río  de  Las  Vueltas  y en  la  base  de  las  lomadas  al  norte  de  la  Ruta  Provincial  N9 
23.  Ambas  localidades  exhiben  características  litológicas  y paleontológicas  diferentes. 

En  el  río  Eléctrico  se  tratan  de  lutitas  esquistosas,  negruzcas,  con  abundantes  restos  fósiles 
fraccionados  y deformados.  La  mayoría  pertenecen  a belemnítidos,  acompañados  por  algunas 
secciones  de  amonites  y raros  bivalvos.  La  determinación  de  estos  fósiles  es  dificultosa  y una 
sección  de  belemnítido  con  surco  medio  bien  marcado  podría  corresponder  a Belenmopsis  (Lámina 
1,  Figura  c);  otro  trozo  de  vuelta  de  amonite,  con  costilas  ligeramente  sinuosas  y tres  hileras  de 
tubérculos,  se  aproxima  a un  criocerátido  (Lámina  1,  Figura  B)  mientras  que  el  único  bivalvo 
reconocido  es  una  Gryphea  (Lámina  1,  Figura  A 1-2). 

Este  conjunto  de  moluscos  parecería  indicar  una  edad  no  más  joven  de  Neocomiano  inferior. 

Las  areniscas  de  la  Ruta  Provincial  N923  proporcionaron  ejemplares  mejor  conservados,  si  bien 
tampoco  es  posible  tener  gran  precisión  en  cuanto  a su  edad.  Dos  moldes  de  amonites  fueron 
encontrados  en  esta  localidad  los  cuales  corresponden  a dos  formas  distintas. 

El  primero  (Lamina  1,  Figura  F)  se  trata  de  una  conchilla  que,  si  bien  está  deformada  por 
compresión,  tiene  un  enroscamiento  evoluto  con  un  diámetro  de  aproximadamente  50  mm.  La 
sección  de  la  vuelta  es  comprimida  con  un  vientre  redondeado.  Se  observan  cuatro  constricciones 
dispuestas  irregularmente  en  la  última  media  vuelta  conservada  las  cuales  están  inclinadas  hacia 
adelante  sobre  el  flanco  y cruzan  el  vientre  determinando  un  suave  seno.  Se  intercalan  entre  dos 
constricciones  un  número  variable  de  costillas  de  acuerdo  al  espaciado  que  puede  llegar  a un 
número  de  veinte.  Las  costillas  son  delgadas  y prosoclinas.  Aparentemente  el  último  cuarto  de 
vuelta  corresponde  a la  cámara  habitación.  En  algunos  aspectos  este  ejemplar  puede  ser  comparado 
con  Feruglioceras picitnitzkyi  Leanza  (Leanza  1970:222,  Fig.  XIX  1 y 2,  véase  también  Piatnitzky 
1938:80,  lám.  III,  fig.  1 1 ; lám.  IV,  fíg.  17)  La  especie  de  Leanza  es  más  involuta  y las  constricciones 
y costillas  son  más  sinuosas.  Por  la  forma  del  enroscamiento,  sección  de  la  vuelta  y el  estilo  de 
ornamentación  (constricciones  y costillas)  podría  comparárselo  con  formas  asignadas  al  género 
Parásilesites  (e.g.  Parasilesiíes  Kilianiformis  (Fallot)  (1910:26,  lám.  I,  fig.  5;  Almela  y De  La 
Revilla  1957: 28,  lám  7,  fig. 3;  Wiedman  y Dieni  1968:  124.  lám.  10,  fig.  7:  Rcnz  1982:  37)  de  edad 
albiana  media. 

El  segundo  ejemplar  (Lámina  1,  Figura  G)  corresponde  a un  cuarto  de  vuelta,  en  molde  externo 
que  no  conserva  la  parte  intema  del  flanco.  Presenta  dos  tipos  de  ornamentación.  Una  con  costillas 
simples  que  terminan  en  el  borde  latero  ventral  en  tubérculos  alargados  del  cual  se  ramifican  cuatro 


Observaciones  geológicas  en  el  área  del  L.  del  Desierto.  (Prov.  de  Santa  Cruz).  Cantadlo.  Spikemian.  Medina 


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costillas  más  delgadas  que  cruzan  el  vientre  transversalmente.  El  otro  tipo  de  ornamentación 
corresponde  a tubérculos  umbilicales?  del  cual  divergen  varias  costillas  rectas  y delgadas.  El 
escaso  estado  de  conservación  no  permite  hasta  el  momento  hacer  ninguna  comparación  con 
formas  previamente  discriptas. 

Asociados  a estos  amonitcs  se  pudo  reconocer  la  presencia  de  Iotrigonia  íeruglioi  Medina 
(1987)  (Lámina  1,  Figura  El -2),  la  cual  es  interesante  de  destacar  por  tratarse  de  un  bivalvo 
trigómdo  descripto  en  el  Albiano  del  Lago  Cardiel. 

Iotrigonia  es  un  género  del  Titoniano  Cretácico  superior  austral,  con  especies  en  Africa  del  Sur, 
India,  Australia,  Nueva  Zelanda,  Argentina  y Chile.  La  presencia  de  1.  feruglioi  en  este  yacimiento 
indicaría  que  las  areniscas  portadoras  de  este  material  paleontológico  son  más  modernas  que  las 
capas  del  río  Eléctrico,  quizás  del  Albiano. 

El  mencionado  material  paleontológico  se  halla  depositado  en  la  colección  del  Centro  de 
Investigaciones  en  Recursos  Geológicos,  bajo  la  sigla  de  CIRGEO  P.I.. 


Formación  El  Alamo 

Esta  unidad,  que  se  halla  fuera  de  la  zona  reconocida  en  este  trabajo  debe  su  nombre  a Bianchi 
(1967)  según  Riccardi  y Rolleri  (1980);  Nullo,  Proserpio  y Blasco  de  Nullo  (1980,  1981  b)  la 
designan  Formación  Puesto  El  Alamo.  Son  areniscas  claras  intercaladas  con  pelitas  y camadas  de 
conglomerados  en  su  parte  superior.  Su  edad  no  está  bien  establecida  pero  podría  corresponder  a 
la  parte  inferior  del  Cretácico  superior. 


Magmatitas  del  Cerrito  Solitario 

Desde  El  Chaltén,  a una  distancia  aproximada  de  8 km  por  la  Ruta  Provincial  NQ  23,  a mano 
izquierda  de  la  misma,  se  eleva  un  cerro  de  unos  30  m de  altura  (Fotos  7 y 8),  cuya  base  la  forma 
una  roca  casi  negra,  afanítica,  de  fractura  concoide,  correspondiente  a un  vitrófiro  (muesüa  1). 
Superiormente,  se  dispone  una  microgranodiorita  biotítica  (muestra  2),  de  color  gris  claro, 
microgranosa,  en  la  que  se  destacan  cristales  de  laminillas  de  biotita  de  hasta  1 cm.  de  longitud,  que 
otorgan  a la  muestra  un  carácter  porfiroide.  Microscópicamente,  se  halla  constituida  por  plagio- 
clasa,  cuarzo,  ortosa  y laminillas  de  biottita,  con  circón  y titanita  como  minerales  accesorios. 

Si  bien  este  afloramiento  se  presenta  aislado,  seguramente  sus  rocas  son  posteriores  a la 
Formación  Río  Mayer  de  las  elevaciones  más  próximas. 

Nullo,  Proserpio  y Ramos  ( 1978)  observaron  diques  andesíticos  atravesando  discordantemen- 
te  a la  Formación  Río  Mayer  y rocas  más  antiguas,  tanto  al  oriente  de  La  Florida,  como  aguas  abajo 
del  río  de  Los  Portones,  lugares  que  se  hallan  relativamente  a poca  distancia  al  norte  del  Cerrito 
Solitario.  Los  mencionados  autores  citan  la  existencia  de  diques  asociados  a la  Andesita  Puesto 
Nuevo,  del  Santoniano  (Riccardi,  1971),  la  que  sería  sincrónica  con  la  fase  magmática  del 
Cretácico  superior,  reconocida  por  Halpern  (1973)  para  la  intrusión  de  rocas  cuarzo  dioríticas  del 
Batolito  Andino,  en  la  región  adyacente  al  sur  de  Chile. 

A modo  de  hipótesis,  quizá  podrían  relacionarse  las  rocas  del  Cerrito  Solitario  con  dicho 
acontecimiento,  de  manera  que  su  origen  se  hallaría  también  en  el  Cretácico  tardío  o quizás  incluso, 
en  el  Terciario. 


Formación  Río  Carbón 

A pesar  de  no  haber  sido  muestreados,  en  el  bosquejo  geológico  adjunto  (Figura  2)  se  incluyen 
los  afloramientos  de  essexila  mencionados  por  Riggi  (1933),  al  sur  del  lago  San  Martín.  Los 
mismos  forman  parte  de  la  Formación  Río  Carbón  (Riccardi,  1971),  de  edad  eocena. 


16 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  Ns  1,  1993  (7-31) 


Tectónica 

Las  aisladas  observaciones  efectuadas  en  el  área  reconocida  en  este  trabajo  sólo  han  permitido 
diferenciar  los  dos  estilos  tectónicos  ya  mencionados  por  Nullo,  Proserpio  y Ramos  (1978),  El  más 
antiguo  de  ellos  estaría  representado  por  el  plegamiento  de  la  Formación  Bahía  de  la  Lancha, 
atribuido  al  ciclo  Varíscico. 

La  cubierta  mesozoica  presenta  una  estructura  pre-miocena  por  compresión,  que  determinó  la 
formación  de  pequeños  bloques  delimitados  por  fallas  inversas.  En  el  sector  occidental,  los  estratos 
se  presentan  fuertemente  plegados  y fracturados,  pero  estos  efectos  disminuyen  rápidamente  hacia 
el  oriente. 


Observaciones  geológicas  en  el  área  del  L.  del  Desierto.  (Prov.  de  Santa  Cruz).  Camacho.  Spikennan.  Medina 


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Fotomicrografía  N~1  /Muestra  N°  4 

Ignimbrita  cristalolítica-vítrea  riodacítica.  Se  observa  el  desarrollo  de  esferulitas  dentro  del  material  en 
proceso  de  devitrificación.  Nic.  X. 


Fotomicrografía  /V -2 /Muestra  N-  9 

Esquisto  cuarzo-clorítico.  Venilla  ptigmática  de  sílice  de  baja  cristalinidad.  Nic.  X. 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N-  1,  1993  (7-31) 


Fotomicrografía  N-3/ Muestra  N°  3 

Metasamita  cuarzoza.  Se  observa  cierta  suborientación  y recristalización  del  cuarzo.  Granoblasto  de 
turmalina  (TV  Nic  X. 


Metasamita  fina  hornfelizada.  Se  observa  un  granoblasto  de  turmalina  (T)  fragmentada.  Nic.  X. 


Observaciones  geológicas  en  el  área  del  L.  del  Desierto.  (Prov.  de  Santa  Cruz).  Camacho.  Spikennan.  Medina 


19 


Foto  N"  1:  Vista  desde  la  cabecera  del  Lago  del  Desierto  en  dirección  al  oeste.  En  último  plano  se  observan 
el  curso  del  río  Diablo  y el  cerro  Demetrio  constituido  por  la  Formación  Bahía  de  La  Lancha.  A 
la  izquierda,  afloramientos  del  Complejo  El  Quemado. 


Foto  N-  2:  Paredones  de  las  vulcanitas  del  Complejo  El  Quemado,  en  el  Chaltcn. 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  NQ  1,  1993  (7-31) 


Foto  Ng  3:  Paredones  de  las  vulcanitas  del 
Complejo  El  Quemado  en  el 
embarcadero  de  la  Sección  San 
Martín  de  la  Gendarmería 
Nacional. 


Foto  Ng  4:  Diaclasamiento  en  las  vulcanitas 
del  Complejo  El  Quemado. 
Aproximadamente  3 Km  al  sur 
de  El  Chaltén. 


Observaciones  geológicas  en  el  área  del  L.  del  Desierto.  (Prov.  de  Santa  Cruz).  Caniaclio.  Spikemian.  Medina 


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Foto  N2  5:  Capas  esquistosas  de  la  Forma- 
ción Río  Mayer  en  la  unión  del 
río  Eléctrico  con  el  río  de  Las 
Vueltas. 


Foto  N-  6:  Estratos  plegados  y fracturados 
de  1 a Formación  Río  Mayer,  9 
Km  desde  El  Chaltén  hacia  la 
Estancia  Cristina. 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N°  1,  1993  (7-31) 


Foto  N ' 7:  Vista  del  Cerrito  Solitario,  desde  el  camino. 


Foto  Ng  8:  Magmatitas  del  Cerrito  Solitario. 


Observaciones  geológicas  en  el  área  del  L.  del  Desierto.  (Prov.  de  Santa  Cruz).  Camacho.  Spikemtan.  Medina 


23 


Lamina  1. 

Fig.  A.  Grypliea  sp.,  C1RGEO  P.  I.  n2  1921,  X 1 . Vista  exterior  de  una  valva  incompleta;  2.  vista  interior  de 
la  misma  valva.  Río  Eléctrico,  Neocomiano. 

Fig.  B.  Trozo  de  vuelta  (molde)  de  un  Crioceratítido.?  CIRGEO  P.  I.  n2  1925,  X 1.  Río  Eléctrico. 
Neocomiano. 

Fig.  C.  Belenmopsis  sp.,  CIRGEO  P.  I.  nQ  1922,  X 1.  Río  Eléctrico.  Neocomiano. 

Fig.  D.  Belenmites  (Ilibolithes?).  sp.,  CIRGEO  P.  I.  n2  1923,  X 1.  Río  Eléctrico,  Neocomiano. 

Fig.  E.  lotrigonia  fcritgüoi  Medina,  CIRGEO  P.  I.  nQ  1927,  XI.  1 . Molde  externo;  2.  Réplica  en  látex  del 
anterior.  Estancia  Kaiken-Aike  (Río  Blanco),  Albiano. 

Fig.  F.  Parasilcsites  ? sp.,  CIRGEO  P.  I.  n2 1931,  X 1.  Estancia  Kaiken-Aike  (Río  Blanco).  Albiano. 

Fig.  G.  Amonite  indeterminado,  CIRGEO  P.  I.  n2  1930.  Estancia  Kaiken-Aike  (Río  Blanco),  Albiano. 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N 1,  1993  (7-3! ) 


10  km  5 0 |0  20  km 

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MAPA  DE  UBICACION  DE  LA  ZONA  RECONOCIDA 
DESDE  LAGO  VIEDMA  HASTA  EL  LAGO  DEL  DESIERTO 


BOSQUEJO  GEOLOGICO  DE  LA  ZONA  DEL 
LAGO  DEL  DESIERTO,  PROV.  DE  SANTA  CRUZ, 
SOBRE  UNA  BASE  TOPOGRÁFICA  REALIZADA 
POR  LA  EMPRESA  CONSULAR. 


Observaciones  geológicas  en  el  área  del  L.  del  Desierto.  (Prov.  de  Santa  Cruz).  Camacho.  Spikemian.  Medina 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N'  1,  1993  (7-31) 


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Y.P.F.,  Buenos  Aires. 

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Martín  (Territorio  de  Santa  Cruz).  Dir.  Gral.  Minas,  Bol.  27  B.  Buenos  Aires. 

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Observaciones  geológicas  en  el  área  del  L.  del  Desierto.  (Prov.  de  Santa  Cruz).  Camacho.  Spikennan.  Medina 


27 


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APENDICE  PETROGRAFICO 


Muestra  1 

Roca  de  color  gris  oscuro  casi  negro,  en  la  superficie  expuesta  a la  intemperie  presenta  una  fina 
pátina  de  alteración  de  color  castaño  oscuro.  Posee  textura  afanítica. 

Microscópicamente  la  roca  es  vitrea,  afírica,  compuesta  en  su  mayor  parte  por  material  muy 
fino  de  baja  birrcfringcncia,  minerales  argiláceos,  clorita,  scricita  y opacos  en  escasa  cantidad 
productos  de  la  alteración  del  vidrio.  Como  mineral  accesorio  se  observó  circón. 

C la  si  f ic  ac  i ón : vitrófi  ro 

Ubicación  geográfica  y cslraligráfica:  Cerrito  Solitario;  magmatitas  del  Cerrito  Solitaiio  (Cretá- 
cico superior?). 

Muestra  2 

Roca  de  color  gris  claro,  compacta,  de  textura  microgranosa  dentro  de  la  cual  se  destacan 
laminillas  de  hasta  1 cm  de  biolita  alterada  con  un  desarrollo  de  tamaño  mucho  mayor  que  el  de 
los  demás  componentes  minerales  brindando  a la  roca  un  carácter  porfiroide. 

Microscópicamente  la  textura  es  microgranosa  subhipidiomorfa,  compuesta  en  orden  de  mayor 


28 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N 1,  1993  (7-31) 


a menor  abundancia  por:  plagioclasa,  cuarzo,  ortosa  y laminillas  de  biotita.  Como  minerales 
accesorios  se  observaron  apatita  y titanita,  esta  última  asociada  a la  biotita  cloritizada. 

Los  feldespatos  están  alterados  a material  arcilloso  y sericita  y las  biotitas  se  hallan  clo- 
ritizadas. 

Clasificación:  microgranodiorita  biotítica 

Ubicación  geográfica  y estratigráfica:  Cerrito  Solitario;  magmatitas  del  Cerrito  Solitario  (Cretá- 
cico superior?) 

Muestra  3 

Roca  de  color  gris  claro  con  tonalidad  celeste,  con  tintes  castaños  y verdosos  en  superficies 
expuestas  a la  intemperie,  compacta.  Presenta  una  textura  clástica  compuesta  por  granos  de 
feldespatos  de  1 a 2 mm  y cuarzo  de  tamaños  parecidos  pero  en  menor  cantidad,  todos  dentro  de 
un  material  fino  semejan  al  de  una  pasta  de  origen  volcánico.  En  superficie  expuesta  a la  intemperie 
se  observan  pequeñas  cavidades  de  formas  irregulares  rellenas  por  material  limolítico. 

Microscópicamente  presenta  una  textura  piroclástica  compuesta  por  cristaloclastos  de  feldes- 
patos. cuarzo  y biotita  y litoclastos  vulcanógenos  en  una  pasta  devitrificada  con  fluidalidad. 

La  fracción  cristaloclástica  y litoclástica  es  gradada.  Los  cristaloclastos  en  orden  de  mayor  a 
menor  abundancia  corresponden  a feldespatos  en  las  variedades  ortosa  y plagioclasa,  cuarzo , 
laminillas  de  biotita  muy  alterada  y circón  como  mineral  accesorio.  Los  minerales  opacos  son 
escasos  y en  general  están  asociados  a los  productos  de  alteración  de  la  biotita. 

La  roca  muestra  signos  de  cataclasis. 

Clasificación:  toba  riodacítica 

Ubicación  geográfica  y estratigráfica:  cerro  El  Trueno;  Formación  Bahía  de  la  Lancha  (Devóni- 
co superior-  Carbónico  inferior?) 

Muestra:  4 

Roca  de  color  gris  oscuro  verdoso,  compacta,  de  fractura  irregular,  de  textura  porfiroclástica, 
compuesta  por  fenoclastos  del  orden  de  1 a 2 mm  de  feldespatos  y cuarzo  en  una  “pasta”  afanítica 
poco  abundante. 

Microscópicamente  presenta  una  textura  clástica  compuesta  por  cristaloclastos  de,  feldespatos 
y cuarzo  y fragmentos  líricos  de  vulcanitas  de  pasta  vitrea  con  fenocristales  de  similar  composi- 
ción a los  cristaloclastos.  Los  fragmentos  líricos  están  aglutinados  y suelen  desarrollar  una  cierta 
fluidalidad  que  le  da  el  carácter  ignimbrítico  a la  muestra.  Dentro  del  vidrio  volcánico  son  comunes 
el  desarrollo  de  esferulitas  (Fotomicrografía  NQ  1). 

El  grado  de  alteración  de  los  feldespatos  es  avanzado  a material  arcilloso,  sericita  y esca- 
sos reemplazos  carbonáticos.  Los  óxidos  e hidróxidos  de  hierro  están  asociados  a la  pasta  vitrea 
y a la  alteración,  y también  aparece  junto  con  clorita  y carbonato  reemplazando  totalmente  un 
mineral  fémico. 

Como  mineral  accesorio  se  observa  circón. 

Clasificación;  ignimbrita  cristalolítica-vítrea  riodacítica. 

Ubicación  geográfica  y estratigráfica:  aproximadamente  a 3 km  al  sur  de  El  Chaltén;  Complejo  El 
Quemado  (Jurásico  medio-superior). 

Muestra:  5 

Roca  de  color  gris  claro  con  suave  tonalidad  celeste,  compacta.  Posee  textura  porfírica  de  pasta 
afanítica.  Los  fenocristales  corresponden  a feldespatos  y cuarzo.  En  superficie  expuesta  a la 
intemperie  presenta  una  fina  pátina  de  óxidos  e hidróxidos  de  hierro  que  le  dan  una  coloración 
castaño  rojiza. 

Microscópicamente  presenta  textura  porfírica  de  pasta  vitrea  en  la  que  se  observa  cierta 
fluidalidad.  El  vidrio  se  halla  argilizado  y parcialmente  reemplazado  por  carbonatos,  aunque  en 


Observaciones  geológicas  en  el  área  del  L.  del  Desierto.  (Prov.  de  Santa  Cruz).  Camacho.  Spikerman.  Medina 


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menor  cantidad  que  en  la  muestra  6.  Son  relativamente  comunes  los  fragmentos  líticos  de 
vulcanitas  de  composición  similar  a la  de  la  roca  hospedante.  Los  fenocristales  corresponden  en 
orden  de  mayor  a menor  abundancia  a:  feldespatos  en  las  variedades  ortosa  y plagioclasa  alterados, 
en  menor  proporción  que  los  de  la  muestra  6,  a material  arcilloso,  carbonato  de  calcio  y sericita. 
Cuarzo  a veces  con  engolfan! ientos  del  material  de  la  pasta.  Pseudomorfos  reemplazados 
totalmente  por  carbonato  de  calcio,  clorita  óxidos  e hidróxidos  de  hierro  y grumos  de  titanita  que 
posiblemente  correspondan  a laminillas  de  biotita. 

Como  minerales  accesorios  se  observó  apatita  y circón. 

Clasificación:  riodacita  (roca  del  mismo  tipo  que  la  muestra  6 pero  con  menor  alteración). 
Ubicación  geográfica  y estratigráfica:  sobre  el  camino  de  la  Ea.  El  Cóndor;  Complejo  El  Quemado 
(Jurásico  medio-superior). 

Muestra:  6 

Roca  de  color  gris  oscuro  con  tintes  castaño  oscuro,  compacta,  de  textura  porfírica  compueta 
por  fenocristales  de  feldespatos  y cuarzo.  Posee  escasas  y pequeñas  vesículas  rellenas  por  un 
material  verdoso  (clorita?). 

Microscópicamente  presenta  textura  porfírica  de  pasta  devitrificada  a material  arcilloso,  escasa 
clorita,  sericita  y escasos  óxidos  e hidróxidos  de  hierro.  En  parte  la  pasta  está  reemplazada  por 
material  carbonático;  este  reemplazo  afecta  también  a los  fenocristales. 

Los  fenocristales  corresponden  en  orden  de  mayor  a menor  abundancia  a:  feldespatos  en  grado 
avanzado  de  alteración,  reemplazados  principalmente  por  carbonato  de  calcio,  sericita  e hidróxido 
de  hierro;  cuarzo  en  fragmentos  de  cristales  reemplazados  parcialmente  por  calcita;  escasas 
laminillas  de  biotita  alteradas  a clorita  y óxidos  e hidróxidos  de  hierro  y también  con  carácter  de 
fenocristal,  un  mineral  fémico  totalmente  reemplazado  por  clorita,  calcita  y óxidos  e hidróxidos 
de  hierro  cuya  morfología  cristalina  externa  asemeja  a la  de  un  anfíbol. 

Como  minerales  accesorios  se  reconoció  apatita  y circón. 

Clasificación:  dacita-riodacita 

Ubicación  geográfica  y estratigráfica:  cabecera  norte  del  lago  del  Desierto,  detrás  del  Destacamen- 
to de  Gendarmería  Nacional;  Complejo  El  Quemado  (Jurásico  medio-superior). 

Muestra:  7 

Roca  de  color  gris  claro  con  tinte  rosado,  presenta  pátinas  superficiales  de  ocres  de  óxidos  e 
hidróxidos  de  hierro,  compacta.  Posee  textura  porfírica  compuesta  por  fenocristales  de  feldespa- 
tos y cuarzo  que  se  encuentran  dentro  de  una  pasta  vitrea. 

Microscópicamente  presenta  una  textura  porfiroclástica  de  pasta  vitrea  alterada,  de  similar 
aspecto  y composición  que  la  muestra  3. 

Los  fenocristales  corresponden  a ortosa,  cuarzo,  plagioclasas:  aparecen  también  fragmentos 
líticos  vulcanógcnos. 

La  mayor  parte  de  los  fenocristales  son  angulosos  otorgando  a la  roca  un  carácter  piroclástico. 
Clasificación;  riolita-riodacila  (similar  a las  muestras  3, 4 y 5). 

Ubicación  geográfica  y estratigráfica:  Destacamento  de  Gendarmería  Nacional  General  San 
Martín;  Complejo  El  Quemado  (Jurásico  medio-superior). 

Muestra  8 

Roca  de  color  gris  claro  de  tonalidad  celeste,  compacta.  Presenta  textura  porfírica  compuesta 
por  fenocristales  de  feldespatos,  cuarzo  y laminillas  verdosas  de  un  mineral  fémico. 

Microscópicamente  presenta  una  textura  porfírica  compuesta  por  fenocristales  en  orden  de 
mayor  a menor  abundancia  por  ortosa,  cuarzo,  plagioclasas  y biotita?  cloritizada. 

La  pasta  en  su  mayor  parte  es  vitrea  (devitrificada  a material  arcilloso,  clorita  y sericita)  con 
reemplazos  parciales  de  calcita  que  también  afecta  a los  fenocristales  de  plagioclasa. 
Clasificación:  riolita  (posee  características  similares  a la  de  las  muestras  3,  5 y 7). 


30 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N9  1,  1993  (7-31) 


Ubicación  geográfica  y estratigráfica:  sobre  el  camino  a la  altura  de  la  Sección  G.N.  La  Florida; 
Complejo  El  Quemado  (Jurásico  medio-superior). 

Muestra  9: 

Roca  de  color  gris  oscuro  verdoso,  de  textura  esquistosa  y brillo  sedoso.  En  los  sectores  de 
mayor  granometría  (arenisca  fina)  se  pierde  parte  del  carácter  esquistoso  y la  roca  desarrolla 
fractura  astillosa  y presenta  una  coloración  un  poco  más  clara. 

Microscópicamente  presenta  una  textura  esquistosa  integrada  por  capas  pelíticas  y psamíticas 
disectadas  por  venillas  enterolíticas  de  sílice  de  baja  cristalinidad  (Fotomicrografía  N"  2). 

El  origen  sedimentario  se  reconoce  claramente  a pesar  de  la  intensa  deformación  mecánica  que 
afecta  a la  roca.  Esta  deformación  se  evidencia  por  microplegamientos,  la  esquistosidad  que 
inclusive  afecta  al  microplegamiento  y las  venillas  enterolíticas. 

La  capas  psamíticas  poseen  una  textura  clasto  sostén,  corresponden  a areniscas  finas  cuarzosas 
en  grado  avanzado  de  recristalización.  Intercrecido  entre  los  clastos  de  cuarzo  y los  escasos  de 
plagioclasas  se  reconoce  material  arcilloso,  clorítico,  sericítico  y escasos  minerales  opacos. 
(Fotomicrografía  NQ  3). 

En  sectores  pequeños  pude  aparecer  calcita  en  agregados  cirstalinos  Ientiformes. 

Las  capas  pelíticas  corresponden  a un  intercrecimiento  de  material  arcilloso,  clorita,  laminillas 
de  sericita,  cuarzo  y escasos  minerales  opacos.  La  mayor  pai  te  de  estos  componentes  minerales  se 
hallan  suborientados  según  la  esquistosidad,  pero  es  común  que  las  laminillas  de  sericita  definan 
dos  planos  de  esquistosidad  ortogonales  entre  sí.  no  muy  definidos  y oblicuos  al  más  importante. 

Ambos  tipos  de  capas  presentan  como  minerales  accesorios  turmalina  y apatita.  La  turmalina 
probablamente  corresponda  a granoblastos  producidos  por  los  efectos  de  un  metamorfismo  de 
contacto  distante. 

Clasificación:  esquistos  cuarzo-clorítico-sericítico 

Ubicación  geográfica  y estratigráfica:  faldeo  del  cerro  del  Rodado;  Formación  Bahía  de  la  Lancha 
(Devónico  superior  - Carbónico  inferior?). 

Muestra:  10 

Roca  de  color  gris  verdoso  oscuro  de  brillo  sedoso,  de  textura  esquistosa.  Presenta  bandas  claras 
correspondientes  a una  arenisca  fina  deformada  y fragmentada  mecánicamente. 

Microscópicamente  presenta  una  textura  esquistosa  foliada.  Las  folias  corresponden  a arenis- 
cas finas  cuarzosas  y a pclitas. 

Las  folias  de  areniscas  finas  presentan  una  cierta  isoorientación  de  los  clastos  de  cuarzo, 
inclusive  estos  granos  se  suelen  soldar  formando  pequeños  agregados  en  forma  de  mosaicos.  El 
material  ligante  está  constituido  por  un  intercrecimiento  de  sericita,  clorita,  sílice  y material 
carbonático  escaso.  Pocos  granoblastos  de  turmalina  junto  a la  sílice  recristalizada  dan  un  carácter 
hornfélsico  a la  roca.  Los  cristaloblastos  de  turmalina  se  hallan  fracturados  indicando  que  la  roca 
sufrió  fenómenos  mecánicos  deformantes  posteriores  a la  hornfelización. 

Las  folias  pelíticas  definen  la  esquistosidad.  Están  totalmente  sericitizadas,  presentan  lentes  de 
sílice  recristalizada  y se  hallan  plegadas  y replegadas  con  formación  de  kink  bands  y desarrollo  de 
una  segunda  esquistosidad  oblicua  a la  principal. 

Clasificación:  esquisto  psamo-pelítico  (roca  equivalente  a la  9)  Ubicación  geográfica  y cstratigrá- 
l'ica:  faldeo  del  cerro  del  Rodado,  Formación  Bahía  de  la  Lancha  (Devónico  Superior-Carbónico 
inferior?). 

Muestra  11 

Roca  de  color  gris  verdoso,  compacta,  de  fractura  astillosa  y brillo  sedoso.  Presenta  una  textura 
esquistosa  no  muy  bien  definida,  dado  que  la  muestra  está  compuesta  por  dos  entes  litológicos  uno 
areniscoso  fino,  el  más  abundante,  y el  otro  pclítico  con  desarrollo  de  esquistosidad  marcada.  Los 


Observaciones  geológicas  en  el  área  del  L.  del  Desierto.  (Prov.  de  Santa  Cruz).  Camacho.  Spikerman.  Medina 


31 


efectos  mecánicos  deformantes  que  llevaron  al  metamorfismo  hizo  que  el  material  pelítico  se 
comportara  como  dúctil  respecto  a la  psamita  fina  y generó  superficies  de  patinaje  sobre  las  cuales 
se  fracturó  la  psamita  generando  esta  una  brecha  de  claslos  de  distintos  tamaños  según  los  planos 
de  esquistosidad. 

Microscópicamente  la  textura  es  clástica  con  buena  selección  compuesta  por  clastos  de  cuarzo, 
ortosa  y plagioclasas,  en  una  matriz  escasa  microcristalina  recristalizada  cuarzo-feldespática  con 
intercrecimientos  de  laminillas  de  clorita?  y sericita.  Los  clastos  poseen  bordes  corroídos  y por 
sectores  presentan  suborientación  producidas  por  esfuerzos  deformantes  sufridos  por  la  roca  que 
definen  una  cierta  esquistosidad.  Se  observan  planos  de  fracluramiento  concordantes  con  la 
orientación  de  los  clastos  en  los  que  se  concentra  material  clorítico,  sericita,  otras  laminillas 
micáceas  y minerales  opacos. 

Como  mineral  accesorio  se  observan  granoblastos  de  turmalina  que  junto  a los  fenómenos  de 
recristalización  le  dan  a la  roca  un  cierto  carácter  hornfélsico.  (Fotomicrografía  NQ  4). 
Clasificación:  metasamita  fina  homfelizada  y deformada  mecánicamente,  (comparar  con  la  parte 
psamítica  de  los  esquistos  tipo  9). 

Ubicación  geográfica  y estratigráfica:  Ceno  El  Trueno;  Formación  Bahía  de  la  Lancha  (Devónico 
superior-  Carbónico  inferior?) 

Muestra:  12 

Roca  de  color  gris  verdoso,  compacta,  de  fractura  astillosa.  Presenta  textura  porfírica  compues- 
ta por  fenocristales  del  orden  de  lmm  de  feldespatos  y cuarzo.  La  pasta  es  afanítica  y abunda  en 
un  90%  y es  de  presumir,  por  el  tipo  de  fractura  de  la  roca,  que  esté  compuesta  por  material  vitreo. 
Clasificación:  riolita  - riodacita 

Ubicación  geográfica  y estratigráfica;  aproximadamente  a 3 km  al  sur  de  El  Chaltén;  Complejo  El 
Quemado  (Jurásico  medio-superior). 

Muestra  13 

Roca  de  color  gris  oscuro  violáceo,  compacta,  de  fractura  irregular.  Posee  textura  porfírica 
compuesta  por  fenocristales  de  feldespatos  de  1 a 3 mm  y cuarzo  de  tamaños  parecidos.  La  pasta 
es  afanítica  y da  la  tonalidad  violácea  a la  roca. 

Clasificación:  roilita -riodacita 

Ubicación  geográfica  y estratigráfica:  sobre  el  camino  a la  Ea.  El  Cóndor;  Complejo  El  Quemado 
(Jurásico  medio-superior). 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223.  Ns  1,  1993  (33-71) 


GEOMORFOLOGIA 
ZONA  DE  LAGO  DEL  DESIERTO 


Dr.  Alfredo  Siragusa 

Sociedad  Científica  Argentina.  Av.  Santa  Fe  1 145  (1059).  Buenos  Aires 


RESUMEN 

Se  describe  el  área  comprendida  entre  los  46  y 53  grados  Sur  y por  el  meridiano  de  69°  W hasta 
el  océano  Pacífico.  Dentro  de  este  espacio  se  han  identificado  por  sus  rasgos  fisiográficos,  por  la 
evolución  geológica,  ambientes  sedimentarios,  magmatismo,  desplazamientos  corticales  unidades 
geomorfológicas  bien  identificables,  localizadas  en  los  mapas  y en  los  textos,  que  son  las 
siguientes: 

1)  Relieves  tabulares  típicos  de  las  mesetas  patagónicas. 

2)  La  franja  que  por  efecto  de  la  dinámica  interna,  perteneciente  a las  mesetas  patagónicas,  sufrió 
plegamientos,  fallas  y magmatismo,  llevando  a que  su  relieve  sea  más  movido  que  el  de  la 
meseta. 

3)  La  franja  de  la  cordillera  Andino-patagónica,  denominada  Cordillera  Principal:  originada  en 
una  cubeta  sedimentaria,  penetrada  por  magma,  perturbada  por  plegamientos  y una  intensa 
acción  erosiva  principalmente  glaciaria  que  aún  prosigue.  Pueden  distinguirse  en  esa  masa  un 
alineamiento  oriental  poco  continuo;  un  alineamiento  central  más  prominente  por  sus  alturas 
y por  contener  claramente  las  divisorias  de  aguas  continentales;  un  alineamiento  occidental  de 
montañas-islas  muy  discontinuo  y de  más  modestas  alturas. 

ABSTRACT 

The  area  described  lies  bel  ween  46  and  53  degrees  South  and  the  meridien  of  69e  W up  to  the  Pacific 
Ocean.  Within  this  space,  due  to  its  physiographical  features,  geological  evolution,  a sedimentary 
environment,  magmatism,  cortical  movements,  well  identifiable  geomorphological  units  idcnti- 
fied  in  maps  and  tcxts,  are: 

1)  The  tabular  reliefs  lypical  of  the  patagonian  plains. 

2)  The  stripe  which,  under  the  el'fect  of  its  internal  dynamics,  bclonging  to  the  patagonian  plains, 
has  undergone  a folding  proccss,  faults  and  magmatism,  thus  making  its  rclief  more  undulating 
than  that  of  plains,  in  general. 

3)  The  stripe  of  the  Andean-patagonian  cordillera  callcd  the  main  cordillera,  which  originated 
from  a sedimentary  basin,  where  magma  had  access.  disturbed  by  a folding  movement  and  an 
intense  erosive  action  mainly  glacial,  which  still  continúes.  We  can  distinguish  in  this  mass  a 
not  very  continual  oriental  line.  a central  line  which  is  move  promincnt  to  its  height  and  to  the 
fací  that  it  contains  more  clearly  the  divisions  of  continental  water,  an  occidental  line  of 
mountains  islands,  discontinual  and  low. 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N9  1,  1993  (33-71) 


ZONA  DEL  LAGO  DEL  DESIERTO 

Investigación  realizada  dentro  de  los  planes  de  estudios  que  programa  la  Sociedad  Científica 
Argentina. 

Investigadores  encargados:  Doctor  Horacio  Camacho;  Doctor  Alfredo  Siragusa;  Licenciado 
Alfredo  de  Jorge. 

Preparación:  Segundo  semestre  de  1991. 

Viaje  de  estudios:  mes  de  Enero  de  1992. 

Interpretación  y redacción  del  material  recogido  - Febrero  - Marzo  - Abril. 

Pasado  en  limpio:  Julio  de  1992. 


CAPÍTULO:  GEOMORFOLOGIA 

El  área  en  que  se  encuentra  la  zona  de  estudios  se  caracteriza  por  englobar  dos  grandes  regiones 
geomorfológicas  que  vienen  desarrollándose  por  el  Norte  desde  la  latitud  de  la  Provincia  de 
Neuquén,  en  la  zona  del  lago  Lácar  y siguen  con  algunas  variantes  hacia  el  Sur,  en  el  archipiélago 
Fueguino. 


A)  MESETAS 

En  la  parte  oriental  se  halla  la  unidad  de  las  Mesetas  Patagónicas,  caracterizadas  por  las 
planicies  tabulares  compuestas  por  bloques  de  estratos  sedimentarios  que  tienen  en  su  parte 
superior  la  participación  de  rocas  eruptivas,  en  especial  basaltos,  los  que  desde  fines  del  Tercia- 
rio y aún  más  en  el  Cuaternario,  sumaron  sus  rocas  a los  depósitos  Terciarios  y Mesozoicos  con 
sus  característicos  y agrestes  mantos  de  lavas  oscuras. 

También  pueden  encontrarse  en  esta  franja  oriental  o de  las  mesetas  variantes  significativas 
debidas  a procesos  acompañantes  a la  acción  tectónica,  las  que  generaron  en  el  ámbito  de  las 
mesetas  relieves  cóncavos,  a veces  ocupados  por  aguas  como  los  lagos  Cardiel,  Quiroga,  Strobel, 
laguna  del  Sello,  etc.. 

En  las  mesetas  abundan  los  valles  fluviales  y cañadones,  los  que  fueron  elaborados  por  procesos 
diastróficos,  glaciarios,  fluviales  y cólicos,  adquiriendo  casi  siempre  formas  espectaculares. 
Cuando  por  esos  valles  corre  algún  curso  de  agua,  los  caudales  de  los  mismos  no  condicen  con  las 
dimensiones  del  valle  actual.  Este  concepto  permite  entender  la  disminución  de  los  aportes  ácuos 
debido  a cambios  climáticos,  como  también  a procesos  de  captura  que  desde  la  vertiente  Pacífica, 
captaron  buena  parte  de  los  escuirimientos  que  iban  hacia  el  Atlántico,  como  por  ejemplo  el  río 
Deseado  que  perdió  entre  otros,  la  cubeta  del  lago  Buenos  Aires:  lago  Ghío;  lago  Pueyrredón;  lago 
Posadas;  lago  Salitroso;  la  del  río  Chico  que  sufrió  la  amputación  de  los  lagos  Belgrano;  Volcán; 
Nansen;  Christie;  laguna  Sterea;  etc..  Además  el  río  Chalía  perdió  la  importante  cuenca  del  lago 
San  Martín  y del  lago  Tar. 

Dentro  de  la  franja  de  las  mesetas  se  encuentran  sistemas  serranos,  como  el  denominado  “Arco 
de  los  Patagónides”,  que  desde  la  Provincia  de  Neuquén  alcanzan  en  las  mesetas  al  Valle  del  Río 
SengueiT  a los  46-  de  latitud  Sur.  Otras  sierras  corresponden  a bloques  de  las  mesetas  elevadas  por 
tectónica  y sometidas  a la  erosión  posterior,  se  formaron  crestas  con  aspectos  serranos. 

La  acción  del  vulcanismo  basáltico,  señalado  en  párrafos  anteriores,  ha  producido  ceños 
aislados  o alineaciones  de  cerros  que  sobresalen  de  las  mesetas  alcanzando  alturas  muy  destacadas 
como  el  monte  Zeballos  de  2.743  m.s.n.m.,  cerro  Overo  1.791  m.s.n.m.,  ceno  Belgrano  1.961 
m.s.n.m.,  cerro  Piedras  Sueltas  2.235  m.s.n.m.,  cerro  Mié  o Yole  2.254  m.s.n.m. , cerro  Heros  2.046 
m.s.n.m.,  etc. 

Dentro  de  las  mesetas  aparecen  áreas  colmadas  y pedregosas.  Se  trata  casi  siempre  de  depósitos 
glaciarios,  que  en  colosales  arcos  y con  enormes  bloques  acompañantes,  muestran  la  acción  del 


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Geomorfología.  Zona  del  Lago  del  Desierto.  Dr.  Alfredo  Siragusa. 


glaciarismo  que  desde  los  centros  de  dispersión  ubicados  en  las  cordilleras  derramaron  hacia  el  Este 
y al  Oeste. 

En  algunos  lugares  se  encuentran  lomadas  arenosas,  resultantes  de  la  acción  del  viento,  que  al 
remover  los  depósitos  glaciarios  o por  la  destrucción  meteórica  de  otras  rocas,  permitieron  la 
formación  de  los  médanos  que  adquieren  importantes  dimensiones. 

b)  Cordillera 

El  continente  americano  presenta  como  característica  común  la  presencia  en  la  pai  te  occiden- 
tal, de  un  reborde  montañoso  conocido  como  cordilleras.  Esta  franja,  de  anchos  variados,  viene 
desde  Alaska  y concluye  en  el  archipiélago  fueguino  y después  de  una  interrupción  en  el  mar, 
reaparece  en  la  Antártida  con  la  denominación  de  Antartandes. 

Esas  montañas,  en  el  área  que  nos  ocupa,  adquieren  características  especiales,  pues  desde  los 
39a  S . hacia  el  Sur  comienza  a perder  continuidad  de  crestas,  por  la  presencia  de  valles  transversales 
que  los  seccionan  en  bloques. 

A la  latitud  de  39a  S.  la  franja  montañosa  presenta  cordones  paralelos  de  variado  origen, 
pudiendo  señalarse  de  Este  a Oeste  en  dónde  desde  las  mesetas  se  pasa  a cordones  del  “Arco  de  los 
Patagónides”,  que  conforman  hacia  el  poniente  un  valle  longitudinal  hasta  los  45a  30'  S..  El  flanco 
occidental  de  éste  valle  pertenece  a los  cordones  de  la  cordillera  Andino-Patagónica  propiamente 
dicho. 

Muchos  valles,  en  su  mayoría  tectónicos,  limitan  a los  cordones  cordilleranos  con  diferentes 
orientaciones.  Pero  hay  un  valle  longitudinal  que  se  desarrolla  desde  la  parte  central  de  Chile  y se 
continúa  hasta  los  41a  30'.  Este  valle  se  hunde  en  el  mar  en  el  seno  de  Reloncavi,  se  continúa 
en  los  golfos  de  Ancud,  Corcovado,  Penas  y golfo  Trinidad  y cada  vez  se  desdibuja  más  hacia 
los  51Q  S.. 

El  valle  longitudinal  está  marginado  hacia  el  Oeste  por  la  denominada  cordillera  de  la  Costa, 
la  que  a los  4 Ia  30'  S.  empieza  a despedazarse  y se  presenta  en  forma  de  islas  montañosas.  La  más 
extensa  es  la  de  Chiloé,  siguiendo  al  Sur  con  el  archipiélago  de  los  Chonos,  península  de  Taitao 
y concluyendo  en  el  golfo  de  Penas. 

En  la  cordillera  Andino  Patagónica  pueden  determinarse  varios  alineamientos  diferenciados 
por  valles  lacustres,  lluviales  y en  especial  tectónicos.  Se  pueden  encontrar  algunas  variantes 
geológicas  por  su  evolución  y rocas  aflorantes  y también  geomorfológicas,  debidas  a procesos 
orogénicos  y glaciarios. 

A grandes  rasgos  esta  cordillera  Andino-Patagónica  (denominada  también  cordillera  Princi- 
pal), muestra  que  fue  una  cuenca  sedimentaria  que  comienza  su  rellenamiento  en  el  Paleozoico, 
continuando  el  mismo  durante  el  Mesozoico  y buena  parte  del  Terciario. 

La  franja  sedimentaria  comienza  hacia  el  Cretácico  a ser  penetrada  por  una  gran  masa 
magmática  que  produjo  un  intenso  metamorfismo  térmico  en  las  rocas  de  contacto.  Así  se  va 
generando  un  levantamiento  de  la  corteza  por  efectos  de  la  penetración  magmática. 

Acompañando  al  magmatismo  se  produce  en  la  corteza  terrestre,  desde  el  Cretácico,  el 
desplazamiento  de  placas.  Por  Ej.:  este  movimiento  provoca  la  apertura  del  océano  Atlántico  y va 
generando  en  la  parte  Pacífica  el  arrugamiento  de  la  corteza.  Este  desplazamiento  que  en  general 
muestra  un  alineamiento  meridiano,  al  Sur  de  los  48a  S.,  presenta  una  desviación  debido 
aparentemente  a que  a partir  de  dicha  latitud  se  produce  un  anclaje  del  substrato  o que  una  placa 
tectónica  empuja  desde  el  Pacífico  con  mayor  efectividad  entre  los  52a  s.  y los  70a  S.,  provocando 
un  fallamiento  y corrimiento  de  trozos  que  en  el  archipiélago  fueguino  coloca  a las  cordilleras  de 
alineamiento  N.  - S.  en  el  sentido  O - E.  El  proceso  tectónico  de  fallamiento  aún  no  concluyó  y por 
eso  se  producen  aún  sismos,  como  el  observado  en  El  Chaltén  y lago  Argentino  el  26  de  Enero  de 
1992. 

El  magmatismo  que  señaláramos  en  párrafos  anteriores,  generó  un  gran  cuerpo  denominado 
batolito,  compuesto  por  rocas  granudas  grisáceas  que  se  ubican  por  su  composición  mineralógi- 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N°  1,  1993  (33  71) 


ca  como  dioritas,  granodioritas  y a veces  granitos.  Esta  enorme  masa  de  magma  consiguió  emitir 
a través  de  grietas  masas  efusivas  que  generaron  mantos  de  lavas  denominadas  andesitas  y dacitas. 
También  se  emitieron  grandes  masas  de  piroclastos  que  formaron  tobas  y cineritas,  en  especial 
durante  el  Terciario,  contribuyendo  al  rellenamiento  del  úrea. 

Algunas  partes  del  batolito  tuvieron  magmas  y energía  suficiente  como  para  emitir  grandes 
protuberancias  que  fueron  penetrando  las  capas  de  rocas  Paleozoicas,  Mesozoicas  y algunas  del 
Terciario,  alojándose  en  ellas  y formando  lacolitos  y stok,  como  en  el  caso  del  Fitz  Roy  o Chaltén; 
el  Torre;  el  monte  Stokes;  etc.. 

Los  desplazamientos  corticales  produjeron  el  plegamiento  de  las  capas  sedimentarias  afectan- 
do no  sólo  la  zona  netamente  cordillerana,  sino  que  produjeron  pliegues  en  las  capas  sedimentarias 
de  las  mesetas  vecinas,  aunque  con  plegamientos  más  suaves  cuanto  mayores  í ueran  las  distancias 
de  la  zona  de  máxima  perturbación. 

El  gran  esfuerzo  a que  estuvo  sometido  la  franja  occidental  de  la  Patagonia,  tanto  por  la 
penetración  del  magmatismo  endógeno  como  por  los  corrimientos  más  acentuados  desde  los  42" 
S.  hacia  el  meridión,  provocó  fallas  y corrimientos  que  en  la  corteza  terrestre  produjeron  la 
formación  de  bloques  de  diferentes  tamaños  y posición. 

Desde  fines  del  Terciario  y durante  el  Pleistoceno  y Holoceno,  el  enfriamiento  global  de  la 
atmósfera  permitió  que  en  la  zona  Andino  - Patagónica  el  glaciarismo  adquiriera  características 
colosales.  Los  relieves  recientementes  elevados  se  convirtieron  en  zonas  de  acumulación  de  nieves 
que  se  diagenetizaban  para  convertirse  en  hielos. 

El  gran  espesor  de  hielos  acumulados  obligó  a que  los  mismos  se  escurrieran  lateralmente  como 
“mantos  de  hielo”  terminados  en  lenguas  glaciarias  que  en  su  máximo  desarrollo  llegaron  hasta  la 
plataforma  continental  en  el  Atlántico,  hacia  el  Este,  en  tanto  que  por  el  Oeste  formaron  barreras 
sobre  el  Pacífico. 

Durante  el  Post-glacial  se  fueron  contrayendo  los  hielos  y la  gran  cantidad  de  aguas  de 
derretimiento  formaron  una  red  y líneas  de  escurrimiento  que  elaboraron  en  las  mesetas  valles  y 
cañadones  que  no  son  explicables  en  las  condiciones  climáticas  actuales.  En  la  zona  montañosa  y 
en  la  costa  pacífica  la  acción  de  los  hielos  modeló  en  las  estructuras  plegadas,  falladas  y corridas, 
valles,  picos,  fiordos  e incluso  cañones  subacuáticos. 

Las  montañas  convertidas  en  dispersólas  de  hielo,  no  sólo  en  las  etpas  glaciarias,  sino  en  las 
interglaciares  y postglaciares,  fueron  sometidas  durante  más  de  un  millón  de  años  a una  exaración 
que  produjo  la  denudación  en  las  montañas  de  las  rocas  más  modernas,  eliminando  en  las  partes 
más  encumbradas  las  rocas  del  Terciario,  del  Mesozoico  y del  Paleozoico,  llegando  en  muchas 
partes  hasta  el  meollo  del  batolito  de  granodioritas  que  también  resultó  erosionado.  Seguramente 
que  más  de  2.000  mts.  de  espesor  de  rocas  de  la  caja  del  batolito  fueron  quitadas  y arrastradas  por 
los  hielos  en  su  dispersión.  Las  mesetas,  los  valles  y cañadones  y aún  las  plataformas,  tienen  rocas 
quitadas  a las  montañas.  Las  morenas,  los  till,  los  depósitos  glacifluviales,  los  glacilacustres  y los 
glacieólicos  testimonian  ese  colosal  proceso  erosivo  a que  fue  sometida  la  zona  montañosa  y las 
áreas  vecinas. 

Testimonio  de  la  magnitud  de  los  hielos  que  hubo  en  la  región  Andino  - Patagónica  son  las 
calotas  y mantos  de  hielo  que  constituyen  los  2 campos  de  hielo  continental  principales. 

El  campo  de  hielo  más  septentrional  se  conserva  en  la  zona  del  cerro  San  Valentín,  (cuya  altura 
de  3.910  m.s.n.m.,  en  la  cartografía  chilena  y 4.058  m.s.n.m.,  para  la  cartografía  argentina)  lo 
transforma  en  el  más  alto  de  los  Andes  Patagónicos  y está  enclavado  en  el  encadenamiento  central 
de  los  cordones  andinos.  El  campo  de  hielo  se  extiende  desde  los  46Q  30'  S.  hasta  los  47e  30'  S.,  es 
decir,  algo  más  de  100  Kms.  y su  ancho  máximo  es  de  unos  55  Kms..  Descontando  dentro  de  ese 
espacio  las  áreas  no  englazadas  la  superficie  real  se  puede  estimar  entre  3.500  y 4.000  km. 2. 

El  segundo  campo  de  hielo  se  extiende  desde  los  48Q  20'  S.  hasta  los  5 1Q  35'  S.  y queda  separado 


Geomorfología.  Zona  del  Lago  del  Desierto.  Dr.  Alfredo  Siragusa. 


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Kms.  de  Este  a Oeste.  Puede  estimarse  dentro  de  la  superficie  engendrada  por  esos  ejes  que, 
eliminadas  las  áreas  no  cubiertas  por  hielos,  entre  la  calota  y las  lenguas  englazadas,  la  superficie 
es  de  en  unos  14.000  Km.2.  Ellos  quedan  cubiertos  por  el  manto  de  hielos  que  cubren  el 
alineamiento  central  y desbordan  por  los  portillos  y valles  del  cordón  Oriental,  alcanzando  con  sus 
lenguas  a los  lagos  San  Martín,  Viedma  y Argentino,  cuyas  cubetas  penetran  en  las  mesetas 
teniendo  su  extremo  occidental  en  la  franja  del  cordón  situado  al  Este  de  la  gran  cordillera,  que  está 
compuesta  por  tres  alineaciones  principales. 

GEOMORFOLOGIA  DEL  SECTOR  COMPRENDIDO 
ENTRE  LOS  482  S.  Y 502  S. 

En  párrafos  anteriores  hemos  dado  un  panorama  general  de  las  condiciones  geomorfológicas 
que  se  dieron  en  los  Andes  Patagónicos,  con  algunas  ideas  del  mismo  tema  que  se  han  desarrollado 
en  las  mesetas  patagónicas.  Ahora  trataremos  de  introducirnos  en  la  zona  que  centraliza  el  interés 
de  este  estudio  y que  permite  analizar  el  área  del  lago  del  Desierto  - río  de  las  Vueltas. 

Utilizando  la  cartografía  del  I.G.M.,  hoja  lago  Viedma,  1:500.000:  podemos  diferenciar  el  área 
de  las  mesetas  en  la  parte  oriental  hasta  aproximadamente  el  meridiano  de  72e  O..  Allí  se  presentan 
como  elementos  llamativos  las  mesetas  tabulares  sur  cadas  por  los  valles  de  los  ríos  Belgrano,  Chico 
y Shehuén  o Chalía,  cuyas  aguas  corriendo  trabajosamente  por  amplios  valles  abarrancados, 
alcanzaron  el  mar-  en  una  ría  común  con  el  río  Santa  Cruz. 

Existen  numerosos  cañadones  en  cuyo  fondo  corren  algunos  cursos  como  el  río  Infantes:  río 
Areniscas;  río  Lavas;  río  Cardiel;  río  Parry,  etc.,  que  van  a desaguara  lagos  o lagunas  sin  emisarios, 
constituyendo  sistemas  endorreicos. 

Abundan  en  esta  franja  cubetas  límnicas  que  almacenan  cuerpos  de  agua  de  distintas  dimen- 
siones y por  las  barrancas  que  los  rodean  muestran  que  su  profundidad  ha  disminuido  mucho. 
Podemos  señalar  el  lago  Quiroga  que  por  el  río  Capitán  consigue  desaguar  al  río  Chico.  En  tanto 
que  su  vecino  el  lago  Strobel  se  ha  convertido  en  endorreico  y recibe  desde  el  Sudoeste  los  aportes 
del  río  Barrancoso. 

Más  al  Sur  se  encuentra  la  importante  cubeta  del  lago  Cardiel  que  mide  30  Kms.  de  Norte  a Sur 
por  25  Kms.  de  Este  a Oeste,  siendo  alimentado  por  el  río  Cardiel,  pero  no  tiene  emisario.  Hay 
numerosas  cubetas  menores  como  las  lagunas  Eleute,  Yegua,  Cabral,  etc.. 

La  franja  considerada  en  esta  parte  del  texto,  posee  zonas  más  elevadas,  de  dimensiones 
variadas  unas  veces  alargadas  y otras  de  planta  redondeada  y aisladas.  Entre  las  primeras  se  pueden 
destacar,  de  Norte  a Sur,  la  pampa  del  Asador,  la  meseta  Cascajosa  (al  Norte  del  lago  Cardiel)  y 
otra  del  mismo  nombre  30  Kms.  al  Sur  del  mismo  lago;  la  sierra  Bagual  y la  meseta  Escorial. 

De  planta  redonda  tenemos  los  denominados  cerros  como  el  Rincón,  Dos  Cuernos,  Mesa, 
Karken,  Moro,  Cordón,  Man  Aike,  Parí  Aike,  Redondo,  Fortaleza,  Indice,  Colorado,  Bayo,  etc.. 

La  fisonomía  de  los  relieves  positivos  es  muy  llamativa  y podemos  señalar  dos  formas 
fundamentales:  la  primera  se  caracteriza  por  presentar  en  las  bardas  o barrancas  color  gris  verdoso 
y capas  sedimentarias  de  dureza  variada  en  la  que  la  erosión  forma  aleros  y cornisas,  por  ej.:  en  el 
cerro  Mesa  y en  la  sierra  Bagual. 

La  segunda  forma  es  cónica  truncada  con  una  sola  prominencia  o con  una  alineación  de  puntos 
salientes.  Tienen  coloración  negruzca  o violácea  obscura.  Corresponden  a conos  volcánicos 
basálticos  mostrando  en  barrancos  las  capas  de  lavas  que  los  han  formado.  La  acción  meteórica 
produce  la  fragmentación,  las  pendientes  y los  derrumbes,  generándose  un  tipo  de  superficies 
rústicas  denominadas  “escoriales",  como  por  ej.:  las  dos  mesetas  Cascajosas;  meseta  Escorial, 
cerro  Dos  Cuernos,  cerro  Indice,  cerro  Man  Aike,  etc.. 

Hacia  el  Oeste  del  Meridiano  de  72-  O.  el  relieve  se  va  haciendo  más  variado  y observando 
desde  las  escotaduras  de  los  lagos  Viedma  y Tar  - San  Martín,  se  ve  a lo  lejos  los  picos  de  la 
cordillera  casi  siempre  con  hielos  y el  perfil  general  de  color  blanco  por  la  presencia  de  glaciares 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  NQ  1,  1993  (33-71) 


antepuestos  a esas  montañas.  Se  advierte  la  presencia  de  mesetas,  cada  vez  más  elevadas,  con 
numerosos  y profundos  cañadoñes  y quebradas  por  donde  corren  cursos  de  agua  de  diferente 
magnitud. 

Cuando  se  miran  los  valles  por  ejemplo  el  desagüe  del  lago  Viedma  al  lago  Argentino,  el  del 
importante  río  La  Leona,  puede  verse  su  amplitud,  con  sus  colinas  y fondo  modelado  por  los 
glaciares  y la  presencia  de  grandes  bloques  herráticos.  En  los  lugares  fuertemente  abarrancados 
dentro  de  los  estratos  de  colores  grisáceos-verdosos  pueden  observarse  los  pliegues  suaves  de 
monoclinales  que  afectaron  a las  capas  Mesozoicas  y Terciarias. 

Transitando  la  margen  Norte  del  lago  Viedma  se  ven  las  colinas  de  grandes  morenas  frontales 
y laterales  (los  drummlins)  y las  terrazas  lacustres  motivadas  por  el  descenso  del  nivel  de  aguas  en 
el  lago  con  lagunas  residuales  que  quedan  como  indicio  de  la  mayor  amplitud  que  alcanzó  el  lago. 
Más  al  Norte  la  presencia  de  altas  bardas  en  las  cuales  los  estratos  horizontales  del  Mesozoico  y 
el  Terciario  van  pasando  en  las  cercanías  del  río  Cangrejo  a estratos  plegados  y dislocados 
mostrando  la  acción  de  la  orogenia  Andino  - Patagónica. 

En  la  parte  alta  se  observa  la  presencia  de  mesetas  elevadas  como  la  meseta  Chica,  que  alcanza 
1 .825  m.s.n.m..  Más  atrás,  la  meseta  del  Viento,  con  el  cerro  Pana  de  1 .990  m.s.n.m.,  y los  cerros 
de  la  Torre  1.790  m.s.n.m.  y Cangrejo  con  2.028  m.s.n.m.,  casi  siempre  con  nieve.  De  allí  nace  el 
mencionado  río  Cangrejo.  Todos  los  cerros  citados  son  conos  volcánicos  basálticos. 

Más  al  Oeste  llega  al  lago  Viedma  el  río  Blanco  en  cuyo  agreste  valle  se  observan  fallas  y 
pliegues  dentro  de  los  sedimentos  Mesozoicos-Terciarios.  Se  sigue  la  terraza  lacustre  con  médanos 
producto  de  la  acción  eólica  y aparece  procedente  del  Norte  la  quebrada  del  río  Barrancas,  que  baja 
desde  la  meseta  basáltica  del  Quemado. 

En  la  terraza  lacustre,  el  río  Barrancas  entra  en  un  sector  pantanoso  y divagando  alcanza  a su 
colector.  Un  poco  más  al  Oeste,  dentro  del  mismo  ambiente  corre  en  un  tramo  de  Norte  a Sur  el 
río  de  las  Vueltas,  que  12  Kms.  al  Norte  de  su  desembocadura,  tuerce  hacia  el  Este  con  un  codo 
estructural  de  90Q  y sale  por  una  “Puerta”  del  valle  de  la  villa  El  Chaltén,  procedente  dese  el  Norte- 
Noroeste  de  su  valle  tectónico  y de  la  continuidad  lago  del  Desierto  - laguna  Larga  - laguna 
Redonda  - río  Obstáculo,  que  comunica  la  cubeta  del  lago  Viedma  con  la  del  lago  San  Martín, 
quedando  hacia  el  Oeste  los  relieves  del  alineamiento  oriental  de  la  cordillera  Principal  y hacia 
el  Este,  los  cordones  que  forman  una  suerte  de  pre-cordillera  y pasan  hacia  el  naciente  a las  me- 
setas áridas. 

La  sección  de  las  mesetas  que  se  aproximan  al  sector  Sur  del  lago  San  Martín  siguen  mostrando 
los  picos  volcánicos  basálticos  como  el  ceno  Astillado  y el  cerro  Cordón.  Nacen  cursos  de  agua 
que  drenan  hacia  el  lago  San  Martín  y al  lago  Tar,  como  los  ríos  Grande  y Elena:  aiToyos  del  Diablo; 
Grande;  Parra  o Pastoso  y de  la  Meseta  y hacia  el  Este  se  desarrolla  la  cuenca  superior  del  río 
Shehuén  o Chalía. 

En  las  baldas  que  enfrentan  la  cubeta  San  Martín  - Tai-  se  observan  las  formaciones  rocosas 
constituidas  hacia  el  oriente  por  los  estratos  más  o menos  horizontales  del  Mesozoico  y Terciario. 
Más  al  Oeste  ya  se  ven  las  capas  plegadas  y entre  el  brazo  Chacabuco  y el  brazo  Maipú  aparecen 
bancos  de  rocas  metamórficas  del  Paleozoico  que  corresponden  a los  denominados  “Estratos  de 
la  Bahía  de  la  Lancha”.  Esta  misma  formación  se  prolonga  hacia  el  Oeste  y reaparece  en  el  valle 
medio  del  río  de  las  Vueltas,  y en  la  mitad  Sur  del  lago  del  Desierto. 

Al  Norte  del  lago  San  Martín  el  relieve  se  va  haciendo  más  escabroso;  los  conos  volcánicos 
basálticos  se  destacan  por  su  color  obscuro,  en  los  escoriales  de  los  faldeos,  como  por  ejemplo  en 
el  cerro  Tar  o Kach  Aike,  (especie  de  vigía  en  la  zona)  aparecen  las  capas  de  lavas  que  lo 
constituyeron.  Algo  más  hacia  el  N.O.,  se  destaca  el  ceno  Azimut,  de  basaltos  y próximo  a él  el 
cerro  Meseta  de  2.000  m.s.n.m.,  formado  por  estratos  sedimentarios,  metamorfizados  los  inferio- 
res, de  edad  posiblemente  Paleozoica.  Más  arriba  siguen  los  pórfidos  Jurásicos,  luego  capas 
cretácicas  y rematando  capas  de  basalto.  El  conjunto  presenta  leve  buzamiento  en  ala  monoclinal. 
La  meseta  Carbón  con  1.837  m.s.n.m.  está  formada  por  grandes  efusiones  de  lavas.  Otro  cerro 
importante  es  el  Hatcher  de  1.950  m.s.n.m.. 


Geomorfología.  Zona  del  Lago  del  Desierto.  Dr.  Alfredo  Siragusa. 


39 


Próximo  al  mal  determinado  límite  Argentino  - Chileno,  hay  dos  importantes  sierras  que 
marginan  al  valle  superior  del  río  Mayer,  que  nace  en  la  meseta  del  Carbón.  La  más  septentrional 
es  la  sierra  de  las  Vacas,  que  forma  un  cordón  dirigido  de  Norte  a Sur  por  unos  25  Kms..  Sobresalen 
algunos  picos  como  el  Tetris  de  2.230  mts.;  el  Iwán  de  2.037  mts;  de  Las  Vacas  de  2.072  mts.. 

Hacia  el  Sudoeste  de  la  anterior  se  encuentra  la  sierra  de  Sangra,  que  actúa  como  alimentado- 
ra,  por  los  hielos  que  la  cubren,  de  cursos  que  llegan  hacia  el  Este  al  río  Mayer  en  su  tramo  superior 
y mientras  que  las  descargas  que  van  al  Oeste  llegan  al  tramo  inferior  del  mismo  río  y en  especial 
al  brazo  Norte  oriental  del  lago  San  Martín. 

La  cordillera,  entre  los  48Q  y 509  Sur,  está  integrada  por  el  alineamiento  Oriental  que  al  Sur  del 
río  Bravo  tiene  dos  crestas.  La  primera  entre  el  lago  Nansen  y el  lago  Christie,  recibe  el  nombre 
de  cordillera  de  la  Concepción  y tiene  picos  como^el  cerro  Cúpula  de  1 .730  mts.;  el  cerro  Rasgado 
de  1.800  mts..  La  segunda  alineación  se  encuentra  más  al  Oeste,  recibiendo  el  nombre  de  gran 
cordón  Nevado,  que  se  prolonga  hacia  el  Sur  en  la  península  Florida,  que  está  delimitada  por  el 
brazo  Norte  Oriental,  al  Este  y el  brazo  Noroeste,  al  .poniente.  Es  decir  que  dos  profundos  y rectos 
valles  tectónicos  dirigidos  de  Norte  a Sur  la  rodean,  en  tanto  que  ambos  brazos  terminan  en  otro 
valle  tectónico  de  orientación  Sudeste  y Noroeste.  Estos  valles  y otros  conectados  han  sido 
inundados,  después  del  derretimiento  de  los  hielos  que  los  cubrieron  por  las  aguas  que  conforman 
el  lago  San  Martín  - CTHiggins.  Este  valle  diagonal  interrumpe  la  continuidad  del  alineamiento 
cordillerano  Oriental  por  una  estrechura  de  unos  4 Kms.  de  ancho,  para  continuar  hacia  el  Sur. 

Al  meridión  de  la  estrechura  el  terreno  asciende  y sobresale  en  el  cordón  del  cerro  Dos  Lagunas, 
siguiendo  hacia  el  Sur-Suroeste  en  el  cordón  del  Trueno  de  1.970  mts.;  cordón  Nevado;  cordón 
Gorra  Blanca  (de  2.770  mts.);  cordón  Marconi;  cerro  Rincón  (de  2.234  mts.).  Existe  hacia  el  Oeste 
de  éste  último  un  portillo  denominado  “Paso  de  los  Cinco  Glaciales'’  y transpuesto  el  mismo,  las 
crestas  del  alineamiento  central  de  la  cordillera  Principal  que  corren  al  Sudoeste  y Sur  por  el  cordón 
Mariano  Moreno. 

La  cresta  sigue  desde  los  49Q  35'  Sur,  hacia  el  Sur-Sureste  sobresaliendo  en  picos  como  el  cerro 
Campana,  el  cerro  Don  Bosco  de  2.5 1 5 mts.;  cerro  Murallón  de  2.83 1 mts.;  cerro  Bertrand  de  3.200 
mts.  y cerro  Agassiz  de  2.532  mts.. 

Es  de  destacar  que  el  alineamiento  del  cordón  Oriental  de  la  cordillera  Principal,  es  una 
excelente  divisoria  de  aguas  y de  hielos,  en  especial  al  Sur  del  cerro  El  Trueno  donde  se  escurrirán 
las  aguas  hacia  el  Atlántico  por  medio  de  la  vertiente  de  la  laguna  Larga  - lago  del  Desierto  - río 
de  las  Vueltas  - lago  Viedma-etc.,  y hacia  el  Sur  el  cordón  Moreno.  Por  el  colector  glaciar  Upsala 
y otros  aOucntes  llegan  al  brazo  Norte  del  lago  Argentino,  también  de  pendiente  Atlántica.  Desde 
el  cordón  Moreno  - Paso  de  los  Cinco  Glaciares  - cerro  Rincón  hay  un  drenaje  de  hielos  hacia  el 
glaciar  Viedma  y de  allí  al  lago  homónimo. 

En  cambio  desde  el  cerro  El  Trueno  hacia  el  Norte  se  producirá  el  drenaje  hacia  el  Pacífico  por 
el  lago  San  Martín  - CTHiggins.  Ya  se  hace  imposible  seguir  divisorias  de  aguas  continentales  por 
un  buen  trecho  hacia  el  Norte,  por  el  traslado  de  dicha  divisoria  continental,  muy  hacia  el  Este,  en 
pleno  ambiente  de  mesetas,  cosa  que  sin  lugar  a dudas  no  fue  ni  el  criterio  de  los  peritos  arbitrales 
ni  de  los  peritos  de  partes  durante  las  tratativas  argentino  - chilenas  para  apoyar  el  límite 
internacional.  De  allí  que  se  adoptara  en  esas  circunstancias  un  razonamiento  de  divisorias  locales. 

Se  ve  claramente  con  el  análisis  de  la  cartografía  utilizada  por  los  peritos  arbitrales  y las  pocas 
coordenadas  y esbozos  topográficos  empleados,  que  siguieron  el  criterio  de  “los  picos  prominentes 
divisorios  de  aguas  locales”.  De  allí  que  en  la  determinación  del  límite  tuvieron  la  intención  de 
apoyarlos  en  los  altos  picos  del  cordón  central  de  la  cordillera  Principal. 

Estas  condiciones  se  dan  a partir  del  cerro  El  Trueno,  siguiendo  al  cerro  Martínez  de  Rosas  y 
el  cerro  Tres  Lagunas;  el  mayor  estrangulamiento  en  el  lago  San  Martín  - CTHiggins,  donde  se 
preveía  colocar  el  Hito  62  en  coordenadas  de  489  48'  S.  y 729  47'  O.  (aproximadamente).  La  parte 
oriental  de  la  cordillera  Principal  continúa  por  la  península  La  Florida,  cuyas  divisorias  de  aguas 
hacia  el  brazo  Norte  Oriental  y el  Norte  Occidental,  se  continúa  hacia  el  septentrión  hasta 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  Nc  1,  1993  (33-71) 


ensamblarse  con  el  gran  cordón  Nevado,  con  el  valle  tectónico  transversal  donde  corre  el  río  Bravo. 

La  parte  oriental  de  la  cordillera  al  Norte  del  paralelo  de  48Q  S .,  se  desplaza  hacia  el  N.E.  tocando 
el  cerro  Tres  Hermanos,  el  monte  San  Lorenzo  y apoyaría  en  el  cordón  Esmeralda,  para  cruzar  el 
valle  Sudeste  - Noroeste,  ocupado  por  el  lago  Pueyrredón  - Cochrane,  tocando  los  cerros  Principio, 
Baker,  Pico  Triangular  Sur,  Aguila,  Pico  Norte;  estrechura  del  lago  General  Carrera,  cerro 
Manchón  y cerro  Ap-iwán. 

En  esta  parte  del  capítulo  geomorfología,  haremos  la  interpretación  y descripción  del  sector 
centralizado  por  el  valle  longitudinal  que  desde  el  lago  San  Martín  - OHiggins,  comienza  con  el 
valle  medio  e inferior  del  río  Obstáculo,  prosiguiendo  hacia  el  Sur  con  la  laguna  Redonda  - laguna 
Larga  - lago  del  Desierto  - río  de  las  Vueltas  (curso  superior  y medio);  valle  inferior  del  río  Túnel 
y parte  occidental  del  lago  Viedma.  Emplearemos  como  material  de  apoyo  las  cartas  de  escala 
1: 100.000  del  I.G.M.  y la  hoja  566  (Lago  del  Desierto)  de  la  Dirección  de  Minería. 

Se  utilizó  alguna  bibliografía  referida  a la  región  y la  información  de  pobladores  y baqueanos, 
siendo  de  especial  importancia  las  aclaraciones  e informaciones  logradas  de  los  esforzados 
hombres  de  la  Gendarmería  que  patrullan  y guardan  con  amor  Nacional  esos  preciados  rincones 
de  nuestra  patria. 

Las  coordenadas  extremas  del  área  que  interpretamos  están  comprendidas,  al  Norte  por  el 
paralelo  de  48Q  57',  al  Sur  el  paralelo  de  499  24',  por  el  Este  el  meridiano  de  72Q  45',  siendo  el  cierre 
occidental  el  meridiano  de  73s  40'. 

Dentro  de  este  espacio  pueden  distinguirse  los  siguientes  ambientes  geomorfológicos. 

A.  Las  Mesetas. 

a)  Las  zonas  altas 

b) Los  cañadones 

c) Las  cuencas  lacustres 

B.  Las  Sierras  de  Transición 

a)  Los  encadenamientos 

b) Los  valles 

c)  Cubetas  lacustres 

C.  La  Franja  Cordillerana 

a)  Alineamiento  Oriental 

b) Alineamiento  Central 

c) Alineamiento  Occidental 

d) Las  cubetas  lacustres 

e) Los  valles  fluviales 


A.-  LAS  MESETAS 


a)  Las  zonas  altas 

Este  tipo  de  geoformas  da  la  característica  del  paisaje  patagónico  al  Este  de  los  cordones 
montañosos.  Se  trata  de  relieves  tabulares  con  superficies  irregulares  planas  debido  a la  presencia 
de  conos  y chimeneas  volcánicas,  que  han  hecho  su  manifestación  en  el  Pleistoceno  y en  el 
Holoceno.  Estos  relieves  han  sufrido  la  degradación  principalmente  física  debido  a las  amplitudes 
térmicas;  a la  acción  erosiva  del  glaciarismo,  al  socavamiento  fluvial  y a la  acción  cólica. 

El  relieve  tabular  primitivo  aparece  sumamente  recortado,  quedando  como  masas  aisladas  al 
Este  y Noroeste  del  lago  San  Martín  la  meseta  El  Moro;  más  al  Este  la  meseta  La  S iberia;  meseta 
de  San  Adolfo,  meseta  del  Cardiel  Chico,  (las  3 últimas  señaladas  al  Este  del  meridiano  de 
72  - Oeste). 

Entre  las  cuencas  del  lago  San  Martín  - Tar  por  el  Norte  y la  del  lago  Viedma  por  el  Sur,  aparece 


Geomoriología.  Zona  del  Lago  del  Desierto.  Dr.  Alfredo  Siragusa. 


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la  meseta  del  Viento  cuyas  alturas  van  culminando  hacia  el  Noroeste  en  cumbres  como  el  cerro 
Cangrejo  de  más  de  2.028  m.s.n.m.,  el  cerro  Pana  de  2.012  mts.,  etc. 

Al  Suroeste  de  la  anterior,  separadas  parcialmente  por  el  valle  del  río  Cangrejo,  se  encuentra 
la  meseta  Chica  que  culmina  a 1.750  mts.  y con  fuertes  pendientes  cae  hacia  la  cubeta  del  lago 
Viedma.  En  las  bardas  se  observan  perfectamente  las  capas  geológicas  que  la  integraron  y las 
perturbaciones  tectónicas  que  han  provocado  pliegues  y fallas,  como  se  destacan  también  en  el 
valle  del  río  Cangrejo,  que  separa  la  meseta  Chica  de  la  meseta  del  Viento,  como  se  señaló 
anteriormente. 

Las  denominadas  bardas  de  Kaiken  Aike  se  inician  marginando  por  el  Norte  la  planicie  lacustre 
del  lago  Viedma.  Van  cobrando  altura  hacia  el  Norte  y culminan  en  el  ceno  Sombrero  de  1.920 
m.s.n.m..  A 12  Km.  desde  el  inicio  y 7 Km.  hacia  el  Noreste  culmina  el  ceno  Cerdón  de  1.879 
m.s.n.m.. 

Entre  el  cañadón  río  Barrancas  y el  cañadón  Toro,  se  inician  en  la  planice  lacustre  del  lago 
Viedma  y las  bardas  con  capas  de  estratos  plegados  que  ascienden  hacia  el  Norte,  culminando  en 
el  ceiTO  Faldeo  de  1.808  m.s.n.m.. 

Se  extiende  esta  meseta  hasta  el  curso  superior  del  río  de  los  Portones  que  se  alimenta  en  estos 
niveles  tabulares  y tiene  dirección  Este  - Oeste. 

Al  Norte  del  río  de  los  Portones  las  mesetas  se  hacen  sumamente  recortadas  por  cursos  de  agua 
que  drenan  hacia  los  brazos  Maipú  y Chacabuco  del  lago  San  Martín,  entre  los  que  se  destacan  el 
arroyo  Elena  y el  río  Grande.  La  altura  más  destacada  es  la  del  cerro  Astillado  de  2.005  mts. 

b)  Los  C anadones 

La  planicie  primitiva  que  configuraban  las  mesetas  fue  sometida  a la  acción  tectónica, 
volcánica,  glaciarismo,  acción  fluvial  y eólica,  como  se  expresó  anteriormente.  El  recorte  y 
modelado  han  producido  valles  que  comienzan  en  las  mesetas,  seccionando  la  gran  unidad  en  otras 
menores,  separadas  por  lo  que  en  el  inicio  son  manchones  de  nieve  o remanentes  de  hielo  que  cubrió 
toda  la  región. 

A medida  que  descienden  las  nieves  aumenta  el  área  drenada  por  cada  colector  y junto  con  sus 
mayores  caudales  aumentan  la  cai  ga  sólida  y su  poder  erosivo  produciéndose  profundos  cañadones 
que  al  salir  del  bloque  de  la  meseta  entran  en  las  terrazas  lacustres  donde  descargan  sedimentos  que 
contribuyen  al  rellenamiento  de  las  mismas. 

Como  afluente  del  lago  San  Martín,  en  el  sector  amesetado.  se  encuentra  el  cañadón  del  río 
Martínez  de  Rosas,  que  se  orienta  prácticamente  de  Sur  a Norte. 

Más  al  Este  el  río  Grande,  formado  por  varios  cañadones  originados  hacia  el  N.O.  de  la  cuenca. 
Otro  se  forma  en  los  faldeos  orientales  del  cordón  del  Bosqe,  orientándose  de  Oeste  a Este,  por  unos 
15  Kms..  De  margen  derecha  recibe  un  cañadón  que  procede  desde  el  Sur  con  escurrimientos  desde 
cotas  de  1.700  a 1.800  mts.,  profundizándose  notablemente  en  los  últimos  6 Km.,  y alcanzando  al 
río  Grande  en  su  curso  medio. 

Hacia  el  brazo  Chacabuco  desaguan  varios  cañadones,  como  el  del  arroyo  Santa  Elena  de  unos 
13  Kms.  de  largo.de  los  cuales  casi  10  Kms.  recorren  el  relieve  amesetado.  Naciendo  en  las  alturas 
del  cen  o Cordón  (de  1.879  mts.),  recorre  hacia  el  Norte  - Noreste  el  arroyo  del  Diablo.de  unos  17 
Kms.  de  largo,  de  los  cuales  12  Kms.  se  dan  en  el  ambiente  de  la  meseta.  Paralelamente,  a unos  5 
Kms.  se  despeña  el  arroyo  Grande,  de  unos  20  Kms.  de  longitud,  con  nacientes  en  los  faldeos  Norte 
del  cerro  Cangrejo;  en  los  faldeos  orientales  del  cerro  Sombrero  y en  el  borde  Oeste  del  cerro  Pana. 
El  tercio  inferior  de  la  cuenca  se  desarrolla  fuera  del  ámbito  tubuliforme. 

Un  pequeño  cañadón  está  formado  por  el  arroyo  Macía  que  nace  en  los  faldeos  Noroeste  del 
cerro  Pana  y corriendo  de  Sur  a Norte  por  unos  1 1 Kms.,  de  los  cuales  5 se  desarrollan  en  la  hoyada 
lacustre  del  lago  San  Martín. 

Un  cañadón  más  importante  es  el  de  arroyo  Pana  o Pastoso  que  comienza  en  los  faldeos  o 
pendientes  Sudeste  del  cerro  Pana.  Este  cañadón  tiene  orientación  al  Noreste  (con  una  longitud  de 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N 1,  1993  (33-71) 


23  Kms.),  de  los  cuales  16  Kms.  los  transita  en  el  ambiente  de  la  meseta  y el  resto  en  la  cubeta 
lacustre  en  el  tramo  que  fue  conexión  del  brazo  Chacabuco  del  lago  San  Martín  con  el  lago  Tar, 
en  donde  el  arroyo  Pana  o Pastoso  se  vierte  por  varios  brazos  dentro  de  una  zona  anegadiza. 
Numerosos  torrentes  cortos  corren  temporariamente  hacia  el  lago  Tar. 

En  el  sector  oriental  del  cerro  Pana,  del  cerro  Cangrejo  y de  la  meseta  del  Viento,  los  relieves 
tabuliformes  presentan  una  pendiente  general  que  cae  hacia  el  Este,  cosa  que  favorece  la  formación 
de  una  red  de  drenaje  que  es  el  inicio  de  la  cuenca  del  río  Shehuén  o Chalía  al  que  le  aporta  el  arroyo 
Potranca,  corriendo  primero  hacia  el  Este  y después  al  Sudeste,  hasta  las  cercanías  del  poblado  de 
Tres  Lagos,  desde  donde  seguirá  con  dirección  al  Este  haciéndose  exorreico  y alcanzando  el 
océano  Atlántico. 

Los  cañadones  de  la  cuenca  del  Chalía  en  el  sector  de  las  mesetas  son  muy  importantes,  por 
ejemplo  en  el  cruce  de  la  Ruta  N.  40,  donde  se  ve  su  importancia  con  las  terrazas  pastosas  debidas 
a las  numerosas  vegas  que  allí  se  forman,  producto  de  la  humedad  que  baja  desde  las  partes  altas 
amesetadas. 

Otro  cañadón  es  el  del  arroyo  de  la  Meseta  que  aparentemente  se  volcaba  al  río  Chalía,  pero 
actualmente  fluye  hacia  el  extremo  Sudeste  del  lago  Tai'. 

Es  interesante  destacar  la  presencia  de  cubetas  lagunares  con  apariencia  de  corresponder  a 
cráteres  volcánicos,  destacándose  la  laguna  El  Pajonal  de  planta  formando  un  "ocho”  de  casi  2 
Kms.  por  1 Km..  Mas  pequeña  es  la  laguna  La  Luisa.  Otras  la  laguna  El  Mosquito  y la  Rubia  y otras 
más  pequeñas. 

Son  importantes  los  cañadones  que  caen  hacia  el  lago  Viedma  y si  consideramos  al  cañadón 
Toro  (con  unos  10  Kms.  de  largo  en  su  desarrollo  máximo)  de  los  2 Kms.  recorren  la  planicie 
lacustre  y el  resto  lo  hace  en  el  ambiente  en  que  las  mesetas  se  muestran  con  plegamientos  y fallas, 
incluyendo  drenajes  de  los  faldeos  orientales  del  cordón  de  los  Cóndores  y formándo  divisorias  con 
el  río  de  los  Portones. 

Más  al  Este  se  halla  el  cañadón  del  río  Barrancas  que  drena  desde  el  cerro  Sombrero  con  unos 
8 Kms.  en  las  mesetas  y 14  Kms.  en  las  terrazas  lacustres.  Es  interesante  que  en  8 Kms.  el  desnivel 
sea  de  casi  1.400  mts.  y en  14  Kms.  menor  de  300  metros. 

Desde  las  cotas  de  2.005  mts.  en  coordenadas  de  49Q  20’  Sur  y 72Q  33'  Oeste  se  desarrolla  el 
drenaje  del  flanco  Sur  de  dicha  altura  que  con  deshielos  estivales  alimenta  varios  cursos  que 
formarán  el  río  Blanco,  cuyo  largo  de  cuenca  es  de  unos  20  Kms.  de  los  cuales  la  mitad  se 
desarrollan  en  el  ámbito  tabuliforme  con  una  topografía  escarpada  y manchones  de  bosques  y 
pastizales.  Numerosas  torrenteras  aumentan  los  caudales  del  río  Blanco.  Estos  primeros  10  Kms. 
corresponden  al  curso  superior  y medio.  El  curso  inferior,  que  serpentea  entre  morenas  laterales 
y la  planicie  lacustre,  lo  hace  en  tierras  pantanosas  y entre  la  ruta  y el  borde  actual  del  lago  son 
médanos  los  que  ocupan  el  espacio. 

El  más  importante  de  los  cañadones  es  el  río  Cangrejo,  que  nace  en  el  ceno  homónimo 
y desciende  hacia  el  Sudeste  ente  la  meseta  del  Viento  y la  meseta  Chica.  Después  de  una  exten- 
sión de  unos  15  Kms.  sale  de  dicho  ambiente,  expandiéndose  en  un  amplio  valle  por  otros 
12  Kms.,  surcando  una  planicie  lacustre  donde  cambia  su  orientación  de  Norte  a Sur  por  otros 
7 Kms. 

Se  puede  considerar  a este  cañadón  como  una  cuenca  bien  definida  en  3 secciones: 

a)  La  superior,  sumamente  escabrosa. 

b)  La  media,  donde  al  ampliarse  el  valle  aparecen  valias  lagunas. 

c)  La  parte  inferior  que  recorre  la  planicie  lacustre,  donde  aún  recibe  algunas  torrenteras  que 
bajan  desde  las  bardas. 

El  río  Cangrejo  corre  por  una  falla  y en  las  formaciones  geológicas  se  ven  los  bancos 
sedimentarios  con  plegamientos  y sobreescurrimientos. 


Geomorfología.  Zona  del  Lago  del  Desierto.  Dr.  Alfredo  Siragusa. 


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c)  Las  cuencas  lacustres 

Las  cubetas  lacustres  del  área  de  las  mesetas,  dentro  del  sector  de  estudio,  consisten  en  dos 
grandes  unidades  que  se  destacan  por  sus  dimensiones. 

La  mas  notable  es  la  del  lago  Viedma,  de  casi  80  Kms.  en  el  eje  Oeste  - Noroeste,  y de  Este  - 
Sudeste  por  un  promedio  de  1 5 Kms.  de  ancho  y una  interesante  forma  oval,  sólo  interrumpida  por 
algunas  irregularidades  especialmente  en  su  sector  Occidental  como  la  bahía  del  Túnel;  bahía  de 
Cabo  de  Hornos;  punta  el  Ventisquero  y el  canal  Viedma. 

El  lago  Viedma,  con  su  cubeta  originada  por  tectonismo  y acción  glaciaria,  recibió  grandes 
masas  de  hielo  que  pasaron  hacia  Oriente,  centenares  de  Kms.  La  retracción  del  glaciarismo  fue 
dejando  en  sus  diferentes  estadios  formas  erosivas  y otras  de  depósitos,  como  morenas  de  distinto 
tipo,  que  en  forma  de  arco  se  observan  desde  más  allá  del  meridiano  de  70°  O.  y en  forma  de  grandes 
colinas  dispuestas  en  arcos  concéntricos  que  se  pueden  seguir  hasta  la  orilla  del  lago  actual.  Estas 
morenas  se  ven  erosionadas  por  la  acción  eólica  que  forma  médanos  voladores  y deja  como  un 
residuo  los  grandes  bloques  horádeos  que  han  sido  transportados  por  los  hielos  desde  el  núcleo 
de  la  cordillera. 

Desde  las  bardas  Norte  hacia  el  lago  actual  pueden  seguirse  las  morenas  laterales  que  forman 
colinas  paralelas  con  la  orilla  del  lago,  ocupando  entre  5 y 10  Kms.  de  ancho.  La  parte  final  de  los 
cursos  de  agua  que  bajan  desde  las  mesetas  cruzan  estas  colinas  encajándose  en  las  mismas  o 
derramándose  en  las  partes  bajas  entre  morena  y morena. 

La  acción  erosiva  eólica  provoca  la  voladura  de  los  materiales  más  finos.  Remueve  las 
partículas  arenosas  que  en  una  etapa  intermedia  del  proceso  deflactorio  conforman  médanos  o 
mantos  de  arena,  como  ocurre  en  la  denominada  Pampa  Arenosa.  Es  de  destacar  que  cuando  sopla 
el  viento  desde  el  Oeste  se  opaca  la  atmósfera  por  el  levantamiento  de  grandes  masas  de  partículas 
finas.  Esto  explica  la  abundancia  de  grandes  bloques  de  rocas  de  tamaños  como  casas  que  quedan 
en  las  partes  altas  de  las  colinas  morénicas. 

El  nivel  y extensión  del  lago  V iedma  ha  venido  disminuyendo  desde  el  derretimiento  del  glaciar 
de  valle  y llanura  que  lo  generó.  Esto  se  observa  no  sólo  hacia  las  mesetas  orientales  y los  arcos 
morénicos  frontales  interestadiales  en  cuyos  espacios  bajos  se  encuentran  los  sedimentos  glacila- 
cuslres,  sino  también  en  los  costados  del  lago  donde  se  ven  flechas  formadas  por  restos  de  morenas 
laterales  que  llegan  a aislar  lagunas  como  la  de  los  Toros  de  3,5  Kms.  de  largo  por  1 Km.  de  ancho 
y otra  vecina  de  2,5  Kms.  por  algo  menos  de  1 Km.,  situadas  al  Oeste  de  la  desembocadura  del  río 
Cangrejos.  En  la  zona  de  la  desembocadura  del  río  de  las  Vueltas  predominan  los  sedimentos 
lacustres  y fluviales  y al  Este  hay  una  laguna  de  1 .800  mts.  de  largo  por  300  mts.  de  ancho.  Se  ve 
también  la  formación  de  una  barra  frente  a la  desembocadura  del  río  Barrancas,  que  puede 
interpretarse  como  un  avance  de  delta  sobre  el  fondo  del  lago  Viedma. 

Más  al  Oeste  las  llamadas  Punta  Arena  y Punta  Aserradero  son  indicadoras  de  la  sedimenta- 
ción reciente,  que  va  achicando  al  lago.  En  la  orilla  Sur,  desemboca  el  río  Cóndor  y al  Este  de  la 
misma  hay  bañas  y flechas  que  muestran  este  achicamiento,  especialmente  en  la  bahía  Pernam- 
buco.  Hacia  el  Oriente  desemboca  el  importante  río  Guanaco.  A 5 Kms.  del  lugar  se  inicia  el  río 
La  Leona  que  corre  en  la  planicie  lacustre  de  Norte  a Sur,  para  llegar  al  lago  Argentino  por  un  amplio 
valle. 

Al  Este  de  la  denominada  “Punta  del  Lago",  la  planicie  lacustre  levemente  alterada  por  las 
colinas  morénicas  y los  médanos,  se  extiende  en  la  pampa  El  Podrido,  el  arroyo  de  los  Paisanos, 
la  cañada  de  la  Vega,  la  laguna  Chica,  etc..  40  Kms.  hacia  el  naciente  se  encuentran  una  serie  de 
lagunas  y arroyos  como  el  Pari  Aikemcafiadón  del  Puerto;  arroyode  los  Corderos,  etc.,  que  sin  duda 
enlazaban  al  lago  Viedma  de  mayor  superficie  y altura  con  el  río  Chalía,  que  era  su  emisario  hacia 
el  Atlántico  antes  de  que  el  río  La  Leona  cumpliera  estas  funciones. 

La  cubeta  lacustre  del  lago  San  Martín  en  su  espejo  de  aguas  actual  se  compone  de  dos  zonas 
que  tienen  características  diferenciales,  pues  la  parte  oriental  se  encuentra  en  la  zona  de  las  mesetas 
y en  la  occidental  en  la  franja  de  la  Cordillera,  dentro  de  los  alineamientos  oriental  y central.  Pueden 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N°  1,  1993  (33-71) 


considerarse  una  franja  de  transición  correspondiente  a los  encadenamientos  de  intenso  plegamien- 
to  y fallas  que  constituyen  las  sierras  de  transición. 

En  la  parte  oriental  del  lago  se  encuentran  el  brazo  Chacabuco  con  la  bahía  del  Depósito,  en  el 
lóbulo  Sudeste.  Por  el  Oeste  se  conecta  con  el  canal  Chacabuco  orientado  de  Sur  a Norte  y 
separando  hacia  el  Oeste  la  península  Maipú  y al  Este  la  península  Chacabuco.  Esta  península 
enmarca  la  parte  occidental  de  la  bahía  de  la  Lancha. 

La  morfología  del  sector  oriental  del  lago  San  Martín,  pertenece  a la  zona  de  las  mesetas.  En 
cambio  las  penínsulas  Maipú  y Chacabuco  forman  parte  del  área  de  las  sierras  intercaladas  entre 
las  mesetas  y el  cordón  o alineamiento  oriental  de  la  cordillera.  La  cubeta  lacustre  del  lago  San 
Martín  formaba  con  la  subcubeta  tributaria,  el  lago  Tar  una  sola  y más  amplia  unidad  que  escurría 
hacia  el  Este  - Sudeste,  llegando  al  Atlántico  por  el  río  Shehuén  o Chalía.  Hoy  el  lago  Tar, 
caracterizado  por  sus  aguas  barrosas  presenta  en  la  antigua  cubeta  gran  cantidad  de  médanos.  Si 
tomamos  como  referencia  la  cota  de  400  mts.,  el  espejo  lacustre  habría  tenido  14  Kms.  de  ancho 
y 30  Kms.  de  largo  sobresaliendo  como  una  isla  el  cerro  volcánico  Kach  Aike  de  1 .008  mts. 

Con  un  espejo  de  aguas  a 400  m.s.n.m.  el  lago  San  Martín  presentaba  una  conformación 
diferente.  Por  ej.:  la  bahía  de  La  Lancha  era  un  canal  dirigido  al  Sudeste,  conectada  con  la  zona  del 
actual  lago  Tar.  El  brazo  Maipú,  se  unía  hacia  al  Sudeste  con  el  brazo  Chacabuco.  Finalmente  el 
brazo  Cancha  Rayada,  por  el  Sudeste,  se  vinculaba  con  el  canal  Chacabuco  y la  bahía  de  La  Lancha. 


B.  LAS  SIERRAS  DE  TRANSICION 


a)  Los  encadenamientos 

Entre  las  mesetas  y la  cordillera  se  presenta  una  franja  irregular  que  ha  sido  profundamente 
afectada  por  magmatismo  basáltico  y porfírico,  el  primero  de  fines  del  Terciario  al  reciente  y el 
segundo  por  pórfidos  y porfiritas  del  Mesozoico  Superior  y también  Terciario  Inferior  y Medio 
seguramente.  El  tectonismo  ha  actuado  provocando  fallamientos  ortogonales  y también  diagonales 
en  menor  grado.  Los  bloques  sufrieron  y sufren  movimientos  de  ascenso  y descenso,  en  cizalla, 
sobreescurrimientos,  etc. .No  debe  extrañar  entonces  que  es  difícil  generalizar  la  mecánica  que 
afectó  a la  zona.  Al  contrario,  lo  difícil  de  los  accesos  a lugares  claves;  la  cobertura  de  hielo  que 
aún  es  importante;  el  laberinto  de  cañadones  de  evolución  juvenil;  temblores  actuales;  confusiones 
en  la  estratigrafía  aún  en  procesos  de  clasificación  por  parte  del  miembro  del  equipo.  Dr.  Camacho, 
obligan  al  autor  de  estas  líneas  a considerar  algunos  aspectos  como  revisables. 

Las  serranías  están  muchas  veces  innominadas  en  la  cartografía  y algunos  lugareños  suelen 
darles  nombres  que  a veces  no  son  coincidentes.  Señalaremos  los  bloques  de  la  siguiente  forma; 

Al  Norte  del  lago  San  Martín,  el  bloque  de  la  península  Chacabuco,  alargado  de  Sudoeste  a 
Noreste,  que  acusa  un  fuerte  desplazamiento  hacia  el  Este  y además  vuelca  con  la  pendiente  más 
suave  hacia  el  Sudeste.  La  cresta  tiene  alturas  mayores  a 1.500  mts. 

La  península  Maipú  forma  un  bloque  de  dirección  Norte  - Sur,  casi  aislado  de  la  costa  Sur  del 
lago  San  Martín,  solamente  enlazado  por  cotas  de  alrededor  de  250  m.s.n.m.  y culminando  a 1 .600 
m.s.n.m.. 

La  península  Mackenna  con  altura  de  500  mts.  fuertemente  modelada  por  el  glaciarismo,  se 
presenta  unida  a tierra  firme  por  un  istmo  de  casi  250  m.s.n.m.  y forma  un  alineamiento  dirigido 
al  Sudeste  mediante  islotes  y la  isla  Doble  con  la  península  Maipú. 

Más  al  Oeste,  entre  el  valle  del  río  Martínez  de  Rosas  y el  río  Obstáculo,  se  encuentra  el 
alineamiento  del  cordón  Martínez  de  Rosas  que  alcanza  1.736  m.s.n.m..  Este  alineamiento 
continúa  hacia  el  Sud-Sudocste  con  el  cordón  del  Bosque  que  culmina  en  el  cerro  Bonete  de  2.079 
m.s.n.m..  Este  cordón  por  sus  alturas,  mantiene  glaciares.  En  la  misma  dirección  Sudoeste, 
separado  del  cordón  del  Bosque  por  el  cañadón  de  las  Vizcachas,  hay  un  bloque  que  culmina  en 
1 . 100  m.s.n.m.,  rodeado  al  Norte  por  el  mencionado  cañadón.  al  Este  por  el  valle  medio  del  río  de 


Geomorfología.  Zona  del  Lago  del  Desierto.  Dr.  Alfredo  Siragusa. 


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las  vueltas,  al  Oeste  por  el  valle  medio  del  río  Blanco  y al  Sur  por  el  valle  medio  del  río  Fitz  Roy. 

Hacia  el  Sur  continúa  el  alineamiento  con  un  bloque  que  está  entre  el  valle  medio  del  río  Fitz 
Roy  y el  valle  medio  del  río  Túnel  que  alcanza  alturas  de  2. 121  mts.  en  el  ceno  Solo  y de  1 .595  mts. 
en  el  cerro  Ñato.  Sigue  hacia  el  sur  entre  el  valle  medio  y el  río  Túnel  y el  tramo  inferior  del  glaciar 
Viedma  un  bloque  que  culmina  en  el  cerro  Huemul  de  2.677  mts.  Hacia  el  Sur  hay  otro  bloque 
alineado  entre  el  tramo  inferior  del  glaciar  Viedma  y el  arroyo  Mascarello,  alcanzando  alturas  de 
1.838  mts. 

El  tramo  medio  del  río  de  las  Vueltas  y el  tramo  inferior  del  río  del  Bosque  presenta  un 
alineamiento  serrano  de  unos  15  kms.  de  largo,  separado  por  el  curso  transversal  e inferior  del  río 
de  los  Portones,  de  otra  cresta  que  continúa  hacia  el  Norte  - Noreste  hasta  el  valle  del  río  Grande 
con  unos  15  Kms.  de  largo  y cerca  de  1.500  mts.  de  altura.  Al  tramo  Norte  de  esta  serranía  se  la 
denomina  El  Quemado  y al  tramo  Sur  cordón  de  los  Cóndores. 

b)  Los  Valles 

En  esta  zona  de  transición  encontramos  valles  de  diferentes  magnitudes,  siendo  su  principal 
origen  el  tectónico  y en  segundo  lugar  la  acción  erosiva  de  glaciares  y la  acción  fluvial.  Los  más 
importantes  son  longitudinales,  de  orientación  casi  Norte  - Sur  con  una  desviación  Noreste  a 
Sudoeste. 

El  más  importante  de  ellos  es  el  ocupado  por  el  río  Obstáculo  - laguna  Redonda  - laguna  Larga 
- lago  del  Desierto  - curso  superior  del  río  de  las  Vueltas  - curso  inferior  del  río  Blanco  - laguna 
Capri. 

Se  trata  de  un  fallamiento  complejo  con  descenso  de  una  franja  central  tipo  pequeño  Rif,  que 
permitió  que  por  allí  se  deslicen  glaciares  colectores  de  valle.  En  la  zona  se  generó  una  corriente 
hacia  el  Norte,  para  volcarse  en  un  gran  glaciar  de  descarga  hacia  el  Este  por  la  cubeta  actual  del 
lago  San  Martín,  Tar  y otra  hacia  el  Sur  buscando  la  descarga  hacia  el  Este  por  medio  del  gran 
Glaciar  que  corría  por  el  lago  Viedma. 

Analizaremos  las  características  del  valle  tectónico  que  corre  de  Norte  a Sur.  Comenzamos 
desde  los  48e  55'  Sur.  En  éste  tramo  desde  los  faldeos  del  cerro  Sin  Nombre  se  tiene  una  especie 
de  barrera  que  consiste  en  una  morena  central  que  se  alarga  hasta  el  valle  y que  sirve  de  divisoria 
a los  escurrimientos.  La  prolongación  de  esta  morena  concluye  en  un  mallín  desarrollado  entre 
depósitos  de  morena,  desde  donde  se  escurren  aguas  hacia  el  Norte  a la  pequeña  laguna  Redonda. 
Desde  los  endicamientos  morénicos  de  ellas,  salen  hacia  el  Norte  aguas  de  un  arroyo  que  se  unifica 
con  un  afluente  que  viene  desde  el  Oeste  y genera  el  río  Obstáculo  que  aportará  a la  margen  Sur 
del  lago  San  Martín. 

Desde  el  mallín  señalado  de  cota  720  mts.  a los  48Q  55'  Sur  el  escurrimiento  se  efectúa  hacia 
el  meridión  por  vertientes  que  alimentan  a la  hermosa  laguna  Larga  de  casi  2 Kms.  por  0,5  Kms. 
de  ancho.  El  valle  pierde  altura  hacia  el  Sur  y a los  48e  58',  se  vuelca  hacia  el  lago  del  Desierto  al 
Norte  de  su  espejo.  En  tanto  en  el  extremo  Noroeste  la  cubeta  se  conecta  con  un  valle  transversal 
que  trae  aguas  por  medio  del  río  del  Diablo. 

El  valle  longitudinal  por  10  kms.  está  ocupado  por  las  aguas  del  lago  del  Desierto,  cuyas 
profundidades  sobrepasan  los  100  mts.  identificándose  en  su  conformación  el  fallamiento  por 
vai  ias  fallas  paralelas  y el  rechazo  de  los  bloques  a diferentes  niveles.  El  cierre  Sur  de  la  cubeta 
muestra  que  hay  un  trozo  o bloque  primitivo  levantado  y depósitos  de  morenas  frontales  apoyadas. 
El  desagüe  del  mismo  no  logra  aún  el  perfil  de  equilibrio  y sobre  el  rincón  Sudeste  del  lago  se 
produce  la  descarga  por  una  garganta  que  tiene  rápidos  y un  salto  de  más  de  5 metros  de  altura.  Esto 
es  un  síntoma  de  lo  juvenil  del  proceso  de  erosión  hídrica. 

Mientras  el  cordón  del  Bosque  margina  por  el  Este  al  valle  superior  del  río  de  las  Vueltas,  con 
un  faldeo  continuo  que  presenta  pequeñas  torrenteras,  la  parte  Oeste  del  valle  muestra  quebradas 
y cañadones  por  donde  corren  torrentosos  cursos  que  se  nutren  de  glaciares  y tienen  lagunas 
intermedias.  Los  glaciares  se  alimentan  en  lo  que  consideramos  el  “alineamiento  oriental  de  la 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  NQ  1,  1993  (33-71) 


Cordillera”.  Se  destacan  las  escorrentías  de  los  ríos  Toro,  Milodón,  Cóndor  y por  último  el  río 
Eléctrico  que  corre  por  un  valle  transversal  por  donde  el  Eléctrico  desagua  el  lago  del  mismo 
nombre. 

A estas  latitudes  hay  otro  valle  tectónico  longitudinal  desarrollado  entre  el  cordón  del  Bosque 
por  el  Oeste  y por  el  cordón  del  Quemado  - cordón  de  los  Cóndores  por  el  Este.  En  la  parte  Norte 
le  llega  desde  el  naciente  el  valle  transversal  por  donde  corre  el  río  de  los  Portones  y 4 kms.  más 
al  Sur  le  alcanza  por  el  Oeste  el  cañadón  de  las  Vizcachas  que  se  orienta  de  N.O.  a S.E.,  y el  río 
Eléctrico  que  circula  por  un  valle  transversal.  En  este  sector  se  reúnen  las  aguas  del  río  del  Bosque; 
río  de  las  Vueltas;  río  Cóndor;  río  Eléctrico  y río  Blanco. 

Desde  este  sector  el  río  de  las  V ueltas  se  continúa  hasta  donde  recibirá  las  aguas  del  río  Fitz  Roy, 
próximo  a El  Chaltén.  Allí  el  fluvio  pasa  por  una  garganta  al  Este  - Sudeste  y a la  terraza  lacustre 
del  lago  Viedma. 

Retomando  el  importante  valle  tectónico  que  describimos  hasta  el  valle  transversal  del  río 
Eléctrico,  siguiendo  la  misma  dirección  que  el  valle  del  lago  del  Desierto,  corre  hacia  el  Sur  y por 
allí  circula  el  curso  medio  del  río  Blanco.  Luego  el  valle  debido  al  empuje  de  un  bloque  corrido 
desde  el  Oeste,  desvía  al  Sudeste  por  otro  donde  se  alojan  las  lagunas  Capri,  El  Perro  y Azul. 
Aparentemente  éste  último  se  prolonga  aunque  no  tan  claramente,  hasta  la  bahía  del  Túnel. 

c)  Las  Cubetas  lacustres 

Considerando  de  Norte  a Sur  este  subtema  debemos  mencionar  la  presencia  del  brazo  Norte  - 
Oriental  del  lago  San  Martín,  que  se  encuentra  fuertemente  desplazada  de  su  alineamiento 
originario,  haciael  Este,  debiendo  haber  sido  primero  continuador  hacia  el  Norte  del  valle  tectónico 
lago  del  Desierto  - laguna  Larga  - laguna  Redonda  - río  Obstáculo.  También  la  posición  del  lago 
San  Martín,  hasta  la  estrechura  que  lo  debiera  separar  del  lago  OHiggins,  que  para  el  Tribunal 
Arbitral  el  Hito  62  debiera  estar  allí  a 12-  47'  Oeste. 

Siguen  hacia  el  Sur  la  cubeta  de  la  laguna  Redonda,  en  el  fondo  del  valle  con  menos  de  1/2  Km. 
de  diámetro,  con  márgenes  fangosas  y rodeada  de  bosques.  Separada  por  la  divisoria  de  aguas  que 
en  el  fondo  del  valle  está  a cota  720  m.s.n.m.  se  encuentra  la  laguna  Larga  situada  en  el  fondo  de 
paredes  empinadas  y cubiertas  de  bosques  que  llegan  hasta  su  orilla.  Es  ancha  hacia  el  Norte  y se 
angosta  hacia  el  Sur  donde  la  cieña  una  morena  frontal.  Posee  el  desagüe  en  un  rincón  situado  al 
Sudeste. 

En  un  ensanchamiento  del  valle  del  río  de  las  Vueltas  se  encuentra  la  laguna  Cóndor  que  mide 
casi  2 kms.  de  Norte  a Sur  por  1 Km.  de  ancho.  Es  poco  profunda.  De  fondo  en  general  arenoso 
arcilloso,  presenta  algunos  bordes  pedregosos,  ya  sea  por  derrumbes  de  faldeos  en  el  flanco 
occidental  o en  el  borde  Sur  debido  a depósitos  de  morenas.  La  laguna  ha  sido  mayor  extendiéndose 
anteriormente  hacia  el  Este,  pero  allí  se  ha  establecido  vegetación  de  bosque  con  abundantes 
pantanos.  Le  llega  desde  el  Oeste  el  río  Cóndor. 

Otras  lagunas  en  esta  franja  son  las  ya  mencionadas  lagunas  Capri,  El  Peno,  Azul,  Viedma. 

C - LA  FRANJA  CORDILLERANA 

a)  Alineamiento  Oriental 

Ya  he  expresado  en  párrafos  anteriores  lo  dificultoso  que  resulta  delimitar  perfectamente  los 
ambientes  geológicos  y los  geomorfológicos  que  se  dan  en  el  sector  tratado.  Estas  dificultades  las 
han  teindo  los  primeros  exploradores  de  la  región  y también  los  Peritos  en  los  problemas  de 
delimitación  con  Chile.  Los  investigadores  posteriores  tampoco  lograron  esclarecer  totalmente  el 
punto.  Es  así  que  llegamos  a 1 992  sin  tener  enteramente  clarificado  como  delim itar  las  mesetas  y 
las  sierras  intermedias.  Pero  en  la  delimitación  de  éstas,  separarlas  de  la  Cordillera  resulta  aún  más 
difícil.  No  obstante  trataré  de  interpretar  de  Norte  a Sur  como  se  presentan  los  alineamientos 
montañosos  comenzando  de  Este  a Oeste  y de  Norte  a Sur. 


Geomorfología.  Zona  del  Lago  del  Desierto.  Dr.  Alfredo  Siragusa. 


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El  alineamiento  oriental  de  la  cordillera  comenzaría  en  la  península  La  Florida,  entre  el  brazo 
Norte  Oriental  y el  brazo  Norte  Occidental  y separado  por  un  brazo  transversal  del  lago  San  Martín. 
Este  alineamiento  ha  sufrido  el  desplazamiento  que  se  ha  señalado  hacia  el  Este.  El  encadenamiento 
muestra  asimetría  de  pendientes  Este  - Oeste.  Es  más  abrupta  la  pendiente  hacia  el  Oeste  y se 
suaviza  hacia  el  naciente. 

Al  Sur  de  la  estrechura  o parte  mas  angosta  del  lago  San  Martín  mide  unos  2.000  mts.,  a los  12- 
47'  Oeste  y el  alineamiento  se  puede  amojonar  en  el  cerro  Tres  Lagunas  de  1 .620  m.s.n.m..  Sigue 
luego  el  cerro  Martínez  de  Rosas  de  1.870  mts.,  quedando  algo  al  Este  algunos  ceños  como  el  Sin 
Nombre  de  1.613  mts.,  que  es  dudoso  asignarle  si  pertenece  a las  serranías  intermedias  o al 
alineamiento  cordillerano.  Un  ceno  innominado  de  2.020  mts.  pertenece  al  alineamiento  y hacia 
el  Sudoeste  se  tiene  el  cerro  El  Trueno  de  1.717  mts.  que  es  una  mezcla  de  sierras  intermedias  con 
el  alineamiento  oriental  de  la  cordillera. 

En  las  nacientes  del  río  del  Diablo  hay  un  portillo  que  muestra  al  Sudeste  el  cerro  Nevado  y se 
sigue  hacia  el  Sud  - Sudoeste  el  importante  cordón  Gorra  Blanca,  que  es  divisoria  de  hielos  y 
culmina  en  el  ceiTO  Gorra  Blanca  de  2.907  mts..  Sigue  hacia  el  sur  tocando  el  cordón  Marconi  con 
el  cerro  Marconi  Norte  de  2.2 10  mts.,  y por  las  crestas  del  cordón  Marconi,  continúa  hasta  el  cerro 
Rincón  de  2.465  m.s.n.m.,  donde  debido  a la  tectónica  y a la  cubertura  de  hielos  el  alineamiento 
se  hace  algo  confuso,  pudiendo  indicarse  una  cumbrera  de  Oeste  a Este  por  2.000  mts.  entre  el  cerro 
Rincón  y el  cerro  Domo  Blanco  de  2.507  mts..  Desde  aquí  sigue  hacia  el  Sur  por  el  cordón  Adela, 
donde  sobresalen  el  cerro  Torre  de  3.102  mts.,  el  cerro  Adela;  el  cerro  Ñato;  el  ceno  Doblado  y 
el  ceno  Grande  de  2.701  mts.  Desde  este  cerro  tuerce  el  alineamiento  al  Sudoeste  sobresaliendo 
el  ceiTO  Murallón  de  Viedma.  Pasa  por  el  ceno  Azara  de  1.874  mts.  y sigue  aún  hacia  el  Sur 
perdiendo  altura  donde  es  atravesado  por  el  glaciar  Viedma  de  7 a 8 kms.  de  ancho.  Al  meridión 
se  presentan  desordenadamente  alturas  con  máximos  de  2. 180  mts.  Más  al  Sur  aparece  el  cordón 
Mascarello,  que  se  orienta  de  Este  a Oeste,  con  culminación  en  el  cerro  Mascarello  de  2.342  mts. 
y finalmente,  también  orientado  de  Oeste  a Este,  coitc  el  cordón  Fuerza  Aérea  Argentina,  que 
culmina  a 2.458  mts. 

Merece  un  párrafo  aparte  la  ubicación  del  conjunto  de  los  cerros  Filz  Roy  de  3.405  mts.  y 
Eléctrico,  de  2.257  mts.  El  cerro  Fitz  Roy  o Chaltén  está  constituido  por  un  bloque  aislado.  Es  una 
eminencia  orogénica  de  origen  magmático.  Su  clasificación  como  cuerpo  magmático  lo  ubica 
como  un  apófisis  de  un  batolilo,  que  penetra  desde  dicha  gran  masa  a través  de  la  corteza  terrestre 
con  un  gran  desarrollo  vertical  (varios  Kms,  desde  su  origen).  Se  le  denomina  Ncck  y su  mecanismo 
de  enfriamiento  y cristalización  varía  en  sus  distintas  zonas,  pues  a más  rápido  enfriamiento,  menor 
formación  de  cristales  de  minerales.  Mientras  en  las  zonas  profundas  la  roca  resultante  de  este 
magma  es  una  granodiorita,  en  niveles  intermedios  es  pórfido  y en  las  zonas  más  externas  una 
porfirita.  El  enfriamiento  más  rápido  produjo  contracciones  y agrietamientos  que  en  el  caso  del  Fitz 
Roy,  son  grietas  predominantes  verticales  de  gran  desarrollo.  Este  agrietamiento  y la  separación 
en  bloques  de  centenares  de  metros  de  altura  es  una  de  las  características  de  este  cerro  y de  otros 
vecinos. 

El  origen  como  apófisis  magmática  lateral  del  batolito,  ha  colocado  a este  macizo  fuera  del 
alineamiento.  La  acción  erosiva  del  glaciarismo  fue  separando  al  Neck.  que  primero  eliminó  la 
cobertura  de  las  rocas  de  caja  y a medida  que  el  Ncck  se  elevaba  por  agregago  de  magma  en  su  base 
profunda,  los  glaciares  de  descarga  fueron  separando  el  bloque.  Por  ejemplo,  el  desgaste  por  el 
Norte  encajó  el  glaciar  Fitz  Roy  Norte;  el  glaciar  Tone  lo  hizo  por  el  Oeste  y Sudeste  y por  el  Este 
el  glaciar  Fitz  Roy  Este. 

Al  noreste  del  cerro  Fitz  Roy  se  encuentra  el  cerro  Eléctrico,  de  2.257  mts.,  que  es  también  un 
cuerpo  menor  emitido  marginalmente  por  el  gran  batolito.  Conserva  algo  de  las  rocas  de  caja  y 
forma  un  bloque  separado  del  bloque  Fitz  Roy,  destacablc  por  la  composición  de  sus  rocas  visibles 
y porque  aún  le  falta  que  continúe  el  levantamiento  del  bloque. 

El  porqué  no  considero  a los  ceños  Eléctrico  y Fitz  Roy  como  ubicados  en  el  alineamiento 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N?  1,  1993  (33-71) 


Oriental  de  la  Cordillera,  es  debido  a que  no  están  alineados,  sino  que  forman  un  bloque  aparte.  Esta 
duda  razonable  la  han  tenido  expertos  que  actuaron  en  los  problemas  limítrofes  y sólo  los 
investigadores  posteriores  advirtieron  que  el  alineamiento  va  del  cerro  Rincón  al  cordón  Adela. 

b)  El  alineamiento  central 

Corresponde  a una  disposición  de  alturas  y génesis  poco  conocida  por  las  dificultades  de  la 
investigación  prolija  en  una  zona  muy  dura,  poco  accesible,  enmascarada  por  la  gran  cubertura  de 
hielo  que  escurre  en  varias  direcciones.  La  cordillera  se  manifiesta  como  cerros  aislados  (Nunatak) 
y a veces  se  notan  cordones  con  marcada  continuidad  de  la  que  sobresalen  los  picos  mayores. 

Desde  el  Norte  del  lago  San  Martín  - O'Higgins,  están  los  cerros  Mellizos  (3.000  mis.)  y 
Mellizos  Sur  (3.050  mts.).  Al  Sur  del  lago,  el  cerro  O'Higgins  de  2.9 10  mts.,  sigue  por  debajo  del 
Campo  de  Hielos,  reparece  en  el  cordón  Mariano  Moreno,  cerro  Murallón  (2.831  mts.);  cerro 
Beilrand  (3.200  mts)  y cerro  Agassiz  (2.532  mts.) 

c)  Alineamiento  Occidental 

En  esta  franja  la  tectónica  y el  glaciarismo  han  configurado  las  condiciones  de  "Montañas 
islas”,  de  allí  el  laberinto  de  cumbres  separadas  por  canales,  senos,  bahías,  golfos  y penínsulas. 
El  fallamiento  muestra  alineamientos  meridianos,  algunos  transversales  y también  diagonales. 

Las  alturas  son  modestas  (cerro  Walkyrenstein  925  mts.;  monte  O'Higgins  870  mts.)  Debido 
al  mar  y la  circulación  atmosférica  esta  franja  es  muy  húmeda  y permite  el  desarrollo  de  densos 
bosques,  que  destacan  a este  alineamiento  del  central,  el  que  debido  a la  cubertura  de  hielos,  no 
permite  el  desarrollo  de  vegetación. 

d)  Las  Cubetas  Lacustres 

La  franja  cordillerana  es  abundante  en  cubetas  lacustres,  destacándose  en  el  sector  de  estudios 
el  lago  San  Martín  - O'Higgins  en  sus  ramificaciones  que  son  al  Sud  el  canal  Chico  y su 
continuación,  el  lago  Chico.  Hacia  el  Oeste  los  brazos  dejados  por  el  ventisquero  O'Higgins.  Hacia 
el  occidente  el  brazo  Oeste.  La  retirada  de  hielos  en  esta  parte  ha  dejado  varias  lagunas  a las  que 
llegan  lenguas  de  hielo.  Hacia  el  Oeste  de  la  penísula  La  Florida  el  largo  brazo  denominado 
Noroeste,  desarrollado  por  35  Kms.  de  Sur  a Norte  y otros  15  Kms.  al  Noroeste,  pasa  a desaguar 
al  Norte  Noroeste  por  el  río  Pascua,  donde  recibe  por  la  márgen  derecha  las  descargas  de  la  laguna 
Quetru,  torciendo  desde  allí  al  Sud-Sudoeste,  continúa  con  esta  dirección  y su  último  tramo  se  va 
al  Oeste  Noroeste.  Su  posición  está  comprendida  en  el  alineamiento  Oriental  y en  el  Central. 

El  lago  Viedma  en  su  parte  occidental  penetra  en  la  franja  Cordillerana.  En  cambio  una  serie 
de  lagunas,  alimentadas  por  los  glaciales  que  bajan  desde  el  alineamiento  Oriental,  encuentran 
cubetas  sostenidas  por  arcos  de  morenas  frontales  y allí  se  dirigen  las  aguas  de  derretimiento  y 
también  trozos  de  hielo  desprendidos  del  frente  de  los  glaciares.  Todo  este  conjunto  de  lagunas 
también  alcanzan  al  río  de  las  Vueltas. 

Señalaremos  de  Norte  a Sur  en  la  cuenca  del  río  del  Diablo,  tres  lagunitas  en  los  faldeos  del 
cen  o El  Trueno.  En  la  naciente  Oeste  del  río  del  Diablo,  en  el  Puesto  de  Gendarmería  está  la  laguna 
del  Diablo  con  forma  de  media  luna  y una  segunda  que  es  afluente  intermitente  al  lago  Chico  en 
Chile  y permanente  a la  laguna  del  Diablo.  Se  trata  de  una  laguna  circular  que  podría  denominarse 
“La  Dudosa”.  Posee  unos  300  metros  de  diámetro,  teniendo  el  espejo  de  la  laguna  del  Diablo  unos 
600  mts. 

Más  al  Sur,  en  el  frente  de  los  dos  brazos  del  glaciar  Milodón  Norte  y Sur,  se  han  formado  dos 
lagunas  alargadas  sostenidas  por  morenas  y que  desaguan  por  el  río  Milodón  al  río  de  las  Vueltas. 
Recibiendo  las  descargas  del  glaciar  Cagliero  Sur  está  la  laguna  denominada  también  del  Diablo, 
que  mide  1 .500  mts.  por  600  mts.  de  ancho.  En  un  valle  alargado  de  Este  a Oeste  de  2.500  mis.  por 
500  mts.  y alimentada  desde  el  Oeste  por  las  descargas  del  glaciar  Marconi.  tenemos  la  laguna 
Eléctrica  que  descarga  hacia  el  Este  por  el  río  Eléctrico. 

Hacia  el  Este  y Sudeste  del  bloque  del  cerro  Fitz  Roy  se  encuentra  la  laguna  Sucia,  de  aguas 


Geomorfología.  Zona  del  Lago  del  Desierto.  Dr.  Alfredo  Siragusa. 


49 


enturbiadas  por  harina  de  roca  y cristales  de  hielo.  Sus  aguas  descargan  por  el  río  Blanco.  Más  al 
Sur  la  laguna  Torre,  de  forma  ovalada,  de  casi  2 Kms.  por  1 Km.  es  alimentada  por  el  glaciar  Torre 
y por  el  río  Fitz  Roy  desaguan  sus  aguas  hacia  el  Este. 

Alimentadas  por  dos  lenguas  glaciarias  en  las  nacientes  del  río  Túnel  se  encuentran  otras  dos 
lagunas.  En  el  nunatak  Viedma  se  señalan  tres  lagunas  que  aparentan  pertenecer  a cráteres 
volcánicos.  Entre  el  glaciar  Viedma  y el  cordón  Mascarello  hay  varias  lagunas.  La  más  importan- 
te es  la  laguna  Viedma  que  mide  5 Kms.  de  Este  a Oeste  por  1.5  Kms.  de  Norte  a Sur. 


LA  DIVISORIA  DE  AGUAS 

El  área  centralizada  por  el  lago  del  Desierto  presenta  escurrimientos  locales  dados  por  condi- 
ciones de  topografía  local  y la  conexión  de  esos  escunimientos  llegan  a configurar  cuencas 
hidrográficas  que  pueden  alcanzar  el  océano  Atlántico  o el  Pacífico. 

Siendo  que  la  dilucidación  del  límite  Argentino  - Chileno  implicaba  tener  en  cuenta  las 
pendientes,  esto  debe  ser  realizado  prolijamente.  En  la  determinación  de  estos  escunimientos 
deben  ser  tenidos  en  cuenta  no  sólo  las  aguas  líquidas,  sino  también  los  hielos.  Deben  considerar- 
se que  los  relieves  han  cambiado,  y los  escun  imientos  a veces  se  hacen  dudosos,  pues  al  retirarse 
los  hielos  de  la  región  las  capturas  han  producido  en  partes  de  las  primitivas  cuencas  atlánticas 
escunimientos  de  las  cabeceras  hacia  el  Pacífico.  Esto  ha  provocado  dudas  en  el  arbitraje.  De  allí 
que  el  caso  del  lago  San  Martín  se  dividió  por  el  meridano  de  72-  47'  que  debiera  ser  la  verdadera 
posición  del  Hito  62. 

La  división  de  la  cuenca  del  lago  San  Martín  se  hizo  tomando  en  cuenta  los  relieves  significa- 
tivos que  presentan  escunimientos  locales.  Pero  por  un  principio  de  pendientes  oceánicas  no 
dudosas,  los  escurrimientos  hacia  el  Atlántico  pertenecen  a la  República  Argentina  y los  que  van 
al  Pacífico  a Chile. 

Analizaremos  en  primer  término  la  cubeta  del  lago  San  Martín  que  por  los  procesos  de  captura 
desde  el  Pacífico  volcaron  hacia  el  Oeste  los  escurrimientos  que  se  hacían  al  Atlántico  por  medio 
del  río  Shehuén  o Chalía,  en  pleno  ambiente  de  la  meseta  Patagónica. 

La  pai  te  más  oriental  de  la  captura  se  da  con  el  arroyo  de  la  Meseta  que  nace  en  los  faldeos  Sur 
de  la  meseta  del  Viento  y formando  un  arco  hacia  el  Noreste,  Norte  y al  Noroeste  alimenta  al  lago 
Tai’.  La  posición  más  oriental  se  da  en  el  meridiano  de  7 1-  55'  Oeste.  El  lago  Tar  es  el  nivel  de  base 
también  del  río  Tar-  que  le  llega  desde  el  Norte.  Mide  18  Kms.  de  Sudeste  a Noroeste  por  4 Kms. 
de  ancho.  Por  un  emisario  de  7 Kms.  llega  al  lago  San  Martín  en  el  sector  Oriental  del  brazo 
Chacabuco.  Este  emisario  recibe  desde  el  Sur  al  arroyo  Pana  o Pastoso  y desde  el  Norte  al  arroyo 
Calafate.  Las  aguas  del  Tar  son  rojizas  y barrosas.  Debido  a su  poca  profundidad  el  viento,  que  es 
casi  permanente,  fuerte  y del  Oeste,  remueve  los  sedimentos  de  fondo  y lo  hace  barroso,  de  allí  el 
nombre  de  Tar  que  le  dieron  los  indígenas. 

El  lago  San  Martín  recibe  por  la  margen  Sur  a los  arroyos  Grande,  del  Diablo  y Elena  que 
vuelcan  al  brazo  Chacabuco.  Al  brazo  Maipú  le  llegan  el  arroyo  Cóndor  y el  río  Grande.  Hasta  el 
Hito  62  (posición  que  le  corresponde  de  72<J  47’)  lo  alcanzan  el  Río  Martínez  de  Rosas  y el  río 
Obstáculo.  Al  Oeste  del  Hito  62  le  llega  el  drenaje  del  ventisquero  Chico  que  se  forma  en  el  cordón 
Gorra  Blanca,  desaguando  en  el  lago  Chico  y en  el  brazo  Sur.  A este  sector  también  llegan  los  hielos 
del  ventisquero  OHiggins.  Al  brazo  Oeste  descargan  los  deshielos  de  varios  glaciales. 

Desde  el  Norte  desaguan  al  lago  San  Martín  el  río  de  los  Fósiles  a la  bahía  de  la  Lancha  y el  río 
Tranlaviña  al  brazo  Cancha  Rayada.  Al  brazo  Norte  Oriental  se  vuelcan  desde  el  Este  los  drenajes 
de  la  sierra  de  la  Sangra  y desde  el  Norte  el  río  Mayer  que  forma  un  gran  arco  cuya  rama  Sudeste 
comienza  en  la  meseta  del  Carbón.  Hacia  el  Este  la  cuenca  del  Mayer  se  entrelaza  con  las  cabeceras 
del  río  Chico  de  pendiente  Atlántica. 

Desde  la  península  La  Florida  un  abundante  escurrimiento  se  efectúa  hacia  al  Este,  Sur  y Oeste. 


50 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N9  1,  1993  (33-71) 


Por  el  brazo  Noroeste  del  lago  San  Martín  - CTHiggins  confluyen  los  desagües  hacia  el  río  Pascua 
para  alcanzar  al  Pacífico.  La  cuenca  del  lago  San  Martín  tiene  unos  1 60  Kms.  de  S udeste  a Noroeste 
por  150  Kms.  de  Norte  a Sur  y 120  Kms.  de  Este  a Oeste,  con  un  laberinto  de  brazos. 

La  cuenca  del  lago  Viedma  que  concurre  al  Atlántico  tiene  su  extremo  Norte  en  la  latitud  de 
48Q  57',  en  el  mallín  divisorio  entre  la  laguna  Redonda  y la  laguna  Larga.  Las  nacientes  del  río 
Guanaco  tributario  por  la  margen  Sur  del  lago  Viedma  está  a los  50-  Sur.  La  delimitación  Oeste 
es  el  ceiTo  El  Trueno  - cordón  Gorra  Blanca  - cordón  Marconi  - cordón  Mariano  Moreno.  Por  el 
Este,  la  costa  oriental  del  lago  Viedma.  Los  ejes  máximos  de  la  cuenca  son  de  Norte  a Sur  de  1 15 
Kms.  y de  Oeste  a Este  1 15  Kms. 

Los  tributarios  del  lago  Viedma  por  el  Norte  son  el  río  Cangrejo  que  corre  de  Norte  a Sur.  Con 
nacientes  en  la  meseta  del  Viento  - cerro  Cangrejo  - cerro  de  la  Torre.  Su  longitud  máxima  es  de 
30  Kms.  Su  ancho  máximo  1 0 Kms.  El  río  Blanco  que  nace  en  los  faldeos  del  S ur  del  cerro  La  Torre, 
con  15  Kms.  de  longitud  y un  ancho  máximo  de  sus  dos  afluentes  de  5 Kms.  El  río  Barrancas  nace 
en  la  meseta  del  Quemado,  alcanza  20  Kms.  de  Norte  a Sur,  con  un  ancho  máximo  entre  los 
afluentes  de  5 Kms.  El  cañadón  del  Toro  se  forma  entre  el  cordón  de  los  Cóndores  y los  faldeos 
del  Suroeste  de  la  meseta  del  Quemado.  Desemboca  en  el  río  de  las  Vueltas  en  la  planicie  lacustre 
y tiene  10  Kms.  de  largo. 

Río  de  las  Vueltas.  Este  nombre  aparentemente  ha  sido  deformado,  siendo  su  nombre  original 
el  Río  de  la  Vuelta  o del  Regreso.  Es  una  subcuenca  muy  importante  pues  colecta  una  zona  que 
desde  el  mallín  inicial  al  Norte,  hasta  la  desembocadura,  en  línea  recta  alcanza  55  Kms.,  siendo  su 
ancho  máximo  de  unos  40  Kms. 

Tiene  el  más  importante  frente  de  alimentación  en  la  divisoria  de  pendientes  hacia  el  lago  San 
Martín  (Pacífico),  dado  en  el  alineamiento  oriental  de  la  Cordillera.  Concurren  desde  sus  nacientes 
en  el  mallín  divisorio  continental  y local  las  aguas  de  la  laguna  Larga,  que  vuelca  al  lago  del 
Desierto.  Allí  recibe  desde  el  Oeste  (cerro  El  Trueno)  al  río  del  Diablo.  Más  al  Sur  y siempre  por 
la  margen  derecha  le  aportan  sus  caudales  los  ríos  Toro,  Milodón.  Eléctrico,  Blanco  y Fitz  Roy. 

Por  la  margen  izquierda  los  aportes  son  menores,  siendo  el  más  importante  el  del  río  del  Bosque, 
cuyos  caudales  se  refuerzan  con  las  aguas  del  río  de  los  Portones,  que  corre  de  Este  a Oeste.  De  los 
faldeos  de  la  sierra  de  los  Cóndores  le  llegan  cortas  torrenteras. 

Al  lago  Viedma  lo  alcanzan  desde  el  Oeste  drenajes  del  río  Túnel  y los  importantes  aportes  del 
glaciar  Viedma,  que  se  fondea  en  el  lago.  Los  desprendimientos  de  bloques  de  hielo  hacen  que  éstos 
movidos  por  los  vientos  del  Oeste  y las  corrientes  lleguen  hasta  la  embocadura  del  río  La  Leona, 
emisario  del  Viedma  al  lago  Argentino.  Algunos  aportes  del  derretimiento  de  glaciares  llegan  al 
canal  Viedma.  Por  la  margen  Sur  aportan  al  lago  el  arroyo  Milodón;  arroyo  Cóndor  y el  importante 
río  Guanaco. 


Geomortología.  Zona  del  Lago  del  Desierto.  Dr.  Alfredo  Siragusa 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N°  1,  1993  (33-71) 


Geomorfología.  Zona  del  Lago  del  Desierto.  Dr.  Alfredo  Siragusa. 


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PERFIL  N“  3 

CORTE  TRANSVERSAL  AL  VALLE  DEL  LAGO  DEL  DESIERTO 
VISTA  DESDE  EL  SUR 


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ESCALAS 

H:  1 cm.  = 400  m. 
V:  1 cm.  = 50  m. 


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: Morenas  laterales 


PERFIL  N8  4 

CORTE  GEOMORFOLOGICO  POR  EL  PARALELO  DE  49°  30'  S. 
Vista  desde  el  Sur 


54 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N 1,  1993  (33-71) 


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Alineamiento  Oriental 


Interpretación:  Dr.  A.  Siragusa.  (1992) 


Geomorfología.  Zona  del  Lago  del  Desierto.  Dr.  Alfredo  Siragusa. 


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ESCALAS:  H = 1:1.200.000 
V = 1 : 50.000 


PERFIL  N2  6 

CORTE  GEOMORFOLOGICO  POR  EL  PARALELO  DE  49°  S. 
Vista  desde  el  Sur 


56 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N 1,  1993  (33-71) 


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Interpretación:  Dr.  A.  Siragusa.  (1992) 


57 


Geomorfología.  Zona  del  Lago  del  Desierto.  Dr.  Alfredo  Siragusa. 


: Según  Cordón  Martínez  de  Rosas-Cordón  del  Bosque-Cordón  de  los  Cóndores- 
Margen  Oriental  del  valle  del  río  de  las  Vueltas. 


PERFIL  Ns  8 

PERFIL  NORTE-SUR  DESDE  EL  LAGO  SAN  MARTIN  AL  RIO  DE  LAS  VUELTAS 

Vista  desde  el  Oeste 


58 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  NQ  1,  1993  (33-71) 


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ESCALAS:  H = 1:120.000 
V = 1 : 10.000 


Geomortología.  Zona  del  Lago  del  Desierto.  Dr.  Alfredo  Siragusa. 


GEOMORFOLOGIA  REGIONAL  ' V l0,0tm 


Entre  los  paralelos  46°S  y 53°S,  el  Pacifico  al  Oeste  y el  Meridiano  de  69°W 


Franjo  de  los  mesetas 

— — — 

Fronja  de  los  Sierras 

\\\\ 

— 

de  transición 

V\V 

Fronjo  de  Alineamiento  7" 
Oriental  de  la  Cordillera 


Franja  de  Alineamiento 
Central  de  la  Cordillera 


Franja  de  Alineamiento 
Occidental  de  la  Cordillera 


!S.«L/3\N  x i 72°0o‘ 


60 


Anales  de  la  Sociedad  Gentílica  Argentina,  Volumen  223,  N 1,  1993  (33-71) 


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Geomorfología.  Zona  del  Lago  del  Desierto.  Dr.  Alfredo  Siragusa 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  Ne  1.  1993  (33-71) 


Foto  NL>  1 : Cuenca  superior  del  Río  del  Diablo.  En  primer  plano  en  el  ángulo  de  la  foto  de  la  "Laguna  Dudosa” 
que  desagua  por  zanjas  cruzando  el  mallín  pastoso  hacia  la  Laguna  del  Diablo.  En  el  fondo  de  la 
foto  la  vegetación  de  faldeos  es  de  bosque  denso. 


Foto  N~  2:  Punta  Norte  del  Lago  del  Desierto.  Al  londo  el  Cordón  del  Trueno.  A la  derecha,  el  cordón  Sin 
Nombre.  Sobre  las  faldas,  el  bosque  denso. 


Geomortología.  Zona  del  Lago  del  Desierto.  Dr.  Alfredo  Siragusa. 


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Foto  Ng  3:  Zona  de  las  mesetas,  el  Río  Chalía  al  salir  de  las  mesetas  altas  del  Viento,  hacia  las  mesetas 
intermedias.  La  vegetación  en  los  faldeos  es  de  matas  bajas  herbáceas  y matorrales  arbustivos.  En 
las  tierras  más  bajas  y más  húmedas  las  hierbas  son  más  tiernas. 


Foto  N ’4:  Lago  San  Martín,  Brazo  Maipú,  en  la  Sección  Lago  San  Martín  de  Gendarmería,  puede  observarse 
parte  de  la  huerta  con  hortalizas.  Geomorfológicamente  pertenece  a la  transición  de  las  S ierras  con 
las  Mesetas.  Fitogeográficamente  a la  estepa  de  coirones. 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N°  1,  1993  (33-71) 


ambientes  geomorfológicos: 

A)  La  ruta  sobre  la  terraza  lacustre. 

B)  A la  derecha  borde  de  las  mesetas.  Al  Oeste,  cubiertas  con  bosques  hasta  700  mts.  de  altura 
las  Sierras  de  Transición.  Algo  más  atrás  el  bloque  del  Chaltén  o Fitz  Roy  y más  atrás  blanqueado 
por  la  nieve  y el  hielo,  el  alineamiento  Oriental  de  la  Cordillera  Principal. 


Foto  N-  6:  Cañadón  del  Rio  Barrancas  visto  desde  la  terraza  del  Lago  Viedina.  Hacia  el  Norte  se  destaca  el 
pitón  de  la  chimenea  volcánica  del  Cerro  Tone,  geomorfológicamente  está  en  la  transición  de  las 
Sierras  de  Transición  a las  mesetas.  Fitogeográficamente  es  el  borde  Oriental  del  Ecotono. 


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Geomoifología.  Zona  del  Lago  del  Desierto.  Dr.  Alfredo  Siragusa. 


Foto  N"  7:  Geomorlológicamcnte  en  la  franja  de  las  Sierras  de  Transición  y biológicamente  en  el  ecotono. 

El  curso  de  agua  baja  con  rupturas  de  pendientes.  Es  el  Arroyo  del  Salto,  afluente  del  Río  de  las 
Vueltas. 


Foto  Ng  8:  En  primer  plano  el  Río  de  las  Vueltas,  a la  altura  de  "La  Maroma  de  Domenech”,  detrás  del  cordón 
del  Toro  y la  meseta  del  Quebracho.  Se  trata  geomorfológicamente  de  las  Sien  as  de  Transición. 
La  vegetación  pertenece  al  ecotono.  Se  ve  la  cobertura  herbácea  y manchones  de  bosque  en  la  baja 
terraza  y en  los  faldeos. 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N-  1,  1993  (33-71) 


Foto  N9  9:  En  primer  plano  el  pedregal  de  la  terraza  lluvial  del  Río  de  las  Vueltas,  cerca  del  Destacamento 
La  Florida.  Los  dos  cordones  montañosos  pertenecen  a las  “Sierras  de  Transición”.  El  del  Este 
es  el  Cordón  de  los  Cóndores,  que  el  Valle  del  Arroyo  del  Bosque  separa  del  Cordón  del  Bosque. 
Puede  observarse  sobre  este  último  la  presencia  de  glaciares. 


Foto  N9  10:  Cordón  del  Gorra  Blanca  con  glaciares  que  escurren  hacia  el  Este,  buscando  el  Río  de  las  Vueltas 
y hacia  el  Oeste-Noroeste  llegando  hacia  el  Lago  San  Martín-O'Higgins  para  volcar  al  Pacífico. 


Geomorfología.  Zona  del  Lago  del  Desierto.  Dr.  Alfredo  Siragusa. 


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Foto  N'-’  1 1:  Vista  en  la  zona  divisoria  de  aguas  entre  la  cuenca  Lago  del  Desierto-Río  de  las  vueltas  (Atlántica) 
de  la  del  Río  Obstáculo  (Pacífica).  En  este  sector  del  valle  a «rta  700  m.s.n.m.  se  divide  la 
escorrentía  hacia  el  Norte  a la  Laguna  Redonda  y hacia  el  Sur  a la  Laguna  Larga.  J unto  al  manchón 
del  Bosque  se  ve  el  sector  del  puesto  que  tenía  Gendarmería  y que  fue  evacuado  debido  a un 
incendio.  Lo  sustituye  el  puesto  situado  unos  kilómetros  más  al  Sur,  junto  a la  orilla  Norte  del  Lago 
del  Desierto. 


Foto  N-  12:  Se  destaca  el  cuerpo  del  Cerro  Fitz  Roy  o Challón  visto  de  N.O.  a S.E.  Pueden  notarse  los  valles 
glaciarios  que  descargan  hacia  el  Norte,  en  el  centro  de  la  foto  y hacia  el  S ur-Sureste,  por  otra  parte, 
la  separación  del  Chaltén  del  cuerpo  de  la  Cordillera  Principal. 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N-  1,  1993  (33-71) 


Folo  N-  13:  En  primer  plano  el  Cerro  Fitz  Roy  en  su  fachada  Norte.  En  el  borde  izquierdo  de  la  foto  (el  Este) 
el  Lago  Viedma,  Puede  notarse  que  el  bloque  del  Cerro  está  aislado  del  alineamiento  Oriental  de 
la  Cordillera  Principal  por  profundas  gargantas  que  drenan  hacia  el  Este  para  que  sus  aguas  lleguen 
al  Atlántico. 


Foto  N°  14:  El  Lago  del  Desierto  visto  de  Norte  a Sur:  a la  derecha  en  primer  plano  la  desembocadura  del  río 
del  Diablo  que  surca  el  mallín  en  la  terraza  lacustre.  Hacia  el  Sur  del  lago  se  ve  el  espejo  de  agua 
de  la  Laguna  Cóndor. 


Geomorfología.  Zona  del  Lago  del  Desierto.  Dr.  Alfredo  Siragusa. 


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Foto  N-  15:Conjunto  del  Cordón  del  Gorra  Blanca  en  las  faldas  que  drenan  al  glaciar  Chico,  para  verter  sus 
aguas  a!  Pacífico. 


Foto  N-  1 6:En  el  centro  de  la  foto  el  valle  lacustre  del  Lago  del  Desierto  visto  de  Norte  a Sur;  marginado  hacia 
el  Este  por  el  Cordón  del  Bosque  y a la  derecha  por  el  Cordón  “El  Submarino",  ambos  de  las  Sierras 
de  Transición.  Se  puede  observar  el  buzamiento  hacia  el  Este  de  las  capas  de  rocas  Mesozoicas 
y Terciarias  que  integran  el  Monoclinal. 

Al  fondo  los  cerros  Eléctrico  y Fitz  Roy.  A la  derecha  el  cordón  Gorra  Blanca.  El  valle  del  Río 
de  la  Vueltas  hasta  llegar  a la  cubeta  del  Lago  Viedma. 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N2  1,  1993  (33-71) 


Foto  N"  17:  En  primer  plano,  el  alineamiento  de  las  Sierras  de  transición,  con  el  cordón  “Sin  Nombre".  Detrás 
del  cordón  del  Trueno  y hacia  la  izquierda,  parte  del  Cordón  Nevado  y hacia  el  borde  de  la 
fotografía  el  Cordón  del  Gorra  Blanca.  La  zona  deprimida  corresponde  al  Glaciar  Chico  que 
continúa  hacia  el  Norte  por  el  Lago  Chico  y el  lóbulo  lacustre  que  conecta  con  el  Lago  O'FIiggins. 
Más  atrás  el  importante  Cordón  Gaea,  del  alineamiento  Central  de  la  Cordillera  Principal. 


Foto  N2  18:  Valle  con  la  Laguna  Larga  en  primer  plano.  Vista  hacia  el  Norte.  Detrás  parle  de  la  Laguna 
Redonda;  entre  ambas  la  divisoria  de  pendientes,  por  la  Laguna  Larga  hacia  el  Atlántico  y por  la 
Laguna  Redonda,  escurrimiento  hacia  el  Pacífico. 


Geomorfología.  Zona  del  Lago  del  Desierto.  Dr.  Alfredo  Siragusa. 


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Foto  N'-1  19:  Valle  del  Arroyo  del  Bosque  de  fluencia  Atlántica.  Bordean  cordones  de  las  Sierra  de  Transición, 
con  faldeos  cubiertos  por  bosques. 


Foto  N-  20:  Valle  del  Challen.  Barrio  de  13  casas  construidas  por  la  Provincia  de  Santa  Cruz.  Vista  hacia  el 
Oeste.  Al  fondo  el  Cerro  Fitz  Roy  y parte  del  alineamiento  Oriental  de  la  Cordillera  Principal.  En 
el  centro  las  Sierras  de  Transición. 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  NQ  1,  1993  (73-85) 


OBSERVACIONES  METEOROLOGICAS 


Carlos  Alfredo  de  Jorge 


RESUMEN 

El  análisis  de  los  factores  meteorológicos  considerados  se  ha  visto  reducido  a las  temperatu- 
ras, precipitaciones,  presión  y vientos,  fundamentalmente  en  razón  de  no  contarse  con  series  largas 
de  registros.  No  obstante  este  serio  inconveniente  se  han  efectuado  las  correlaciones  necesarias  y 
obtenido  algunos  resultados. 

Según  la  clasificación  climática  de  Kóeppen  le  corresponde  al  área  el  tipo  Cfs  templado,  con 
precipitaciones  todos  los  meses  del  año  y época  más  seca  en  el  verano  del  hemisferio  correspon- 
diente. La  capa  vegetal  indica  una  tendencia  hacia  los  BS , o climas  esteparios  fríos,  considerándose 
que  la  misma  es  una  característica  de  transicionalidad.  Dada  la  presencia  de  bosques  de  Nothofagus 
el  Cf  con  bosque  de  fronda,  se  acerca  más  a las  manifestaciones  encontradas  que  el  anterior  BS, 
desprendiéndose  que  todo  el  área  configura  el  ecotono  de  dos  sistemas  climáticos  distintos. 

Las  temperaturas  máximas  registradas  aparecen  en  Febrero,  con  una  máxima  absoluta  de  27, 5Q 
C y las  mínimas  absolutas  se  obtuvieron  en  el  mes  de  Agosto  con  - 9,59  C.  Las  precipitaciones 
medias  anuales  alcanzan  392,1  mm„  dándose  registros  de  nieve  en  Junio  y Agosto.  El  mes  más 
llovedor  es  Diciembre;  el  máximo  registro  de  velocidad  del  viento  corresponde  a Junio,  con  80 
Km  ,/h.  y el  comportamiento  de  los  registros  báricos  se  corresponde  con  los  del  hemisferio  para  esas 
latitudes. 


ABSTRACT 

The  analysis  of  the  meteorological  factors  studied  has  becn  rcduced  to  temperatures,  pressure, 
precipitations  and  winds,  basically  because  of  lack  of  lengthy  series  of  registrations.  Not  with 
standing  this  inconvenience,  the  necessary  correlations  were  made  and  some  results  obtained. 
Following  the  climatic  classification  of  Kóeppen  the  area  is  assigned  to  lype  Cfs  modérate,  with 
precipitations  during  all  months  and  a dryer  season  during  summer  of  the  hemisphere  wherc  it  is 
located. 

The  vegetal  strata  indicate  a tendeney  towards  BS,  or  coid  steppary  climates,  although  it  is 
considered  that  this  is  a transitional  characteristic.  Duc  to  the  existence  of  woods  of  Nothofagus 
the  Cf,  with  frond  woods,  is  nearer  to  manifestalions  than  the  above  mentioned  BS,  concluding  that 
the  whole  area  has  the  characteristics  of  the  ecotone  of  two  different  climatic  syslcms. 

Maximun  temperatures  are  registred  in  February  with  an  absolule  maximun  of  27,5-  C.  and 
absolute  minimun  during  August  with  - 9,5Q  C.  Avcrage  annual  precipitations  peak  at  392,1  mm. 
with  registrations  of  snow  during  June  and  August.  The  rainy  month  is  December;  maximun  wind 
speed  is  registered  during  June  at  80  Km/h.  and  baric  registeis  are  those  found  in  the  hemisphere 
in  those  latitudes. 


74 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  Ne  1,  1993  (73-85) 


Observaciones  meteorológicas 

Para  considerar  climatológicamente  el  área  de  estudio  es  necesario  relacionar  los  factores 
meteorológicos  con  la  descripción  geomorfológica  de  la  misma,  ya  que  de  la  conjunción  de  ambas 
se  obtendrá  un  resultado  satisfactorio  del  tema. 

Sucintamente  es  dable  afirmar  que,  dada  la  latitud,  la  circulación  aérea  es  predominantemen- 
te Oeste  - Este,  bajo  la  influencia  directa  de  los  vientos  geostróficos  del  Oeste.  La  dirección  general 
de  los  encadenamientos  montañosos,  de  marcada  dirección  Norte  - Sur,  producen  el  fenómeno  de 
adiabasis  desde  el  territorio  trasandino;  de  allí  la  aridez  reinante  en  las  comarcas  situadas 
inmediatamente  al  naciente  de  la  cordillera,  que  actúa  en  el  proceso  como  vertiende  de  sotavento. 
Es  de  citar,  además,  la  cercanía  al  mar  de  la  zona;  el  descenso  general  de  la  cordillera,  que  permite 
el  paso  relativo  de  la  humedad  hacia  territorio  argentino  a nivel  macro,  pero  que,  precisamente  en 
el  sector  que  analizamos,  se  encuentra  ante  las  majestuosas  agujas  del  Ce  Fitz  Roy  y demás  cumbres 
cercanas,  que  se  constituyen  en  eficaces  condensadoras  de  humedad  a barlovento. 

La  línea  de  fractura  que  recorre  el  río  de  las  Vueltas  está  bordeada  a ambos  lados  por  sistemas 
orográficos  paralelos  entre  sí,  lo  que  genera  una  microcirculación  interna  modificante  del  tránsito 
general  de  la  atmósfera.  La  presencia  inmediata  de  los  campos  de  hielos  continentales  ejerce 
también  un  efecto  microclimático  notorio  en  los  paisajes  aledaños.  La  conjunción  de  todos  estos 
factores  nos  permite  afirmar  que,  en  realidad,  en  cada  microunidad  de  análisis,  las  características 
locales  imperarán  sobre  las  condiciones  reinantes  del  marco  general,  excepción  hecha  de  la  latitud 
y la  altitud. 

Un  ejemplo  notorio  lo  denota  la  precipitación.  A escasos  kilómetros  de  distancia  pudimos 
observar  que  mientras  estaba  parcialmente  nublado  sobre  la  margen  Norte  del  lago  del  Desierto, 
nevaba  en  la  pared  Oeste  del  CQ.  Fitz  Roy;  caían  unas  magras  lloviznas  en  la  orilla  Sur  del  lago  y 
en  El  Chaltén  el  día  estaba  asoleado.  El  pluviógrafo  que  habíamos  instalado  en  el  Destacamento 
“La  Florida”  de  Gendarmería  Nacional  indicó,  así  mismo,  que  en  dicho  lugar  no  había  llovido. 
Todo  ello  casi  sobre  un  mismo  eje  y en  no  más  de  40  km.  de  distancia  entre  un  sitio  y otro.  Es  usual 
que  precipite  en  una  ladera  montana  y en  la  contraria  no.  Aún  dentro  del  mismo  valle.  Las 
diferencias  en  la  vegetación  así  lo  atestigua.  En  cada  cajón  transversal  la  dirección  del  viento 
variará  durante  el  transcurso  del  día  por  convección,  diferente  insolación  o sentido  que  el  accidente 
geográfico  posea.  Y así  podemos  enumerar  varios  ejemplos  más.  Todo  ello  hace  que  debamos 
tomar  los  registros  meteorológicos  con  precaución,  ya  que  sólo  son  válidos  para  el  lugar  donde  han 
sido  obtenidos.  Demás  está  decir  que  también  la  altitud  hará  variar  las  marcaciones,  no  sólo  de  las 
temperaturas,  si  no  del  resto  de  los  factores  meteorológicos. 

No  existen  datos  fidedignos  para  analizar  climáticamente  la  región.  En  Chile  las  Estaciones 
Meteorológicas  más  cercanas  se  encuentran  en  condiciones  geográficas  distintas  a las  del  área. 
Punta  Arenas  (con  la  cual  hemos  hecho  una  gráfica  comparativa  que  se  adjunta).  Evangelistas, 
Melinka,  Coihaique,  Balmaceda  o Aisén,  están  alejadas  o registran  condiciones  meteorológicas 
distintas  a las  reinantes  en  nuestra  comarca.  Las  Estaciones  argentinas  padecen  del  mismo 
inconveniente.  Lago  Argentino  (la  más  próxima,  de  la  cual  también  hemos  extraído  comparacio- 
nes), Río  Gallegos  y Ushuaia,  etc.,  no  nos  son  útiles  para  nuestros  propósitos. 

Series  cortas,  de  no  más  de  un  mes  de  observaciones,  han  sido  tomadas  en  diferentes 
oportunidades,  usualmente  durante  el  verano.  Hemos  recurrido  a tres  de  ellas,  pero  son  parciales 
(no  registran  lodos  los  factores)  y sólo  indicativas  de  temperaturas  y precipitaciones  (1).  Esto 
incluye  nuestros  propios  registros  obtenidos  con  el  instrumental  que  nos  facilitara  el  S.H.N.(2). 

La  serie  más  larga,  pero  también  incompleta,  es  la  lograda  en  la  Estación  Meteorológica  “Lago 
Viedma”,  dependiente  del  Parque  Nacional  “Los  Glaciares”  (3).,  pero  la  misma  no  alcanza  a cubrir 
un  año  real  de  observaciones.  Distintas  circunstancias  han  imposibilitado  que  podamos  contar, 
aunque  más  no  sea,  con  un  año  completo  de  registros.  (4). 


75 


Observaciones  Meteorológicas.  Carlos  Alfredo  de  Jorge. 


Demás  está  decir  que  con  un  sólo  año  de  registros  (y  aún  incompleto)  no  es  posible  hablar  de 
Clima.  De  allí  que  las  conclusiones  extraídas  sólo  son  aproximaciones  a la  realidad  climática  del 
área  que  falta  estudiar  en  profundidad  y por  largo  tiempo.  Y restringida,  casi  exclusivamente,  a los 
alrededores  de  El  Chaltén.  Por  extensión  y deducción,  las  mismas  serán  relativamente  válidas  para 
el  resto  de  la  comarca.  (5) 

En  las  Tablas  NQ  1.  2 y 3 liemos  compaginado  la  información  obtenida  en  la  Estación 
Meteorológica.  Los  datos  descompuestos  en  la  segunda  pretenden  ilustrar  generalidades  de 
acuerdo  a cada  estación  del  año.  La  falta  de  observaciones  para  dos  meses  consecutivos 
(Septiembre  y Octubre),  nos  obligó  a “armar”  las  mismas  de  la  forma  que  queda  indicada  en  la 
primera  columna.  La  rotura  del  termómetro  de  máxima  complica  el  panorama  de  los  registros 
térmicos  para  Abril  y Mayo  y los  registros  de  dirección  del  viento  sólo  están  compilados  para  la 
época  de  verano-  otoño  y aparecen  en  la  tercera  tabla.  La  inclusión  del  climatograma  de  la  Estación 
Meteorológica  de  Punta  Arenas  permite  la  comparación  entredós  variedades  climáticas  diferentes, 
aunque  geográficamente  cercanas,  al  igual  que  la  de  Lago  Argentino,  en  nuestro  país. 


Temperaturas 

La  máxima  registrada  lo  ha  sido  en  el  mes  de  Febrero  y alcanzó  los  27,5e  C.  Los  promedios  para 
la  estación  veraniega,  sin  embargo,  están  casi  9Q  C por  debajo  de  la  misma.  La  mínima  absoluta 
corresponde  al  mes  de  Junio,  con  - 10,5Q  C.  No  obstante,  debe  destacarse  que  la  estación  fría  se 
prolonga  desde  Abril  a Agosto,  con  mínimas  absolutas  por  debajo  de  los  - 5IJ  C.  La  mínima  media 
de  invierno  es  de  - 2,5Q  C.  La  amplitud  anual  entre  máxima  y mínima  absoluta  alcanza  38e  C.  y entre 
promedios  mensuales  a 26,5Q  C.  Los  promedios  entre  estaciones  indican  una  amplitud  verano/ 
invierno  de  2 1 ,3Q  C.  entre  máximas  y mínimas.  Las  medias  se  distancian  sólo  14,2°  C.  Lamenta- 
blemente la  falta  de  registros  para  la  estación  otoñal  (por  rotura  del  termómetro  de  mínima)  nos 
imposibilitan  extraer  otras  conclusiones.  Particularmente  con  respecto  a la  comparación  primave- 
ra/otoño.  La  tendencia  climática  general  del  área  indicarían  que  el  otoño  es  4-5  grados,  promedio, 
más  frío  que  la  estación  primaveral,  aún  cuando  la  carencia  de  registros  para  Septiembre  - Octubre 
hagan  a esta  afirmación  harto  opinable.  (Ver  Tablas  1 y 2).  Con  los  datos  obtenidos  para  la  zona 
de  El  Chaltén,  se  puede  afirmar  que  nos  encontramos  ante  un  clima  templado  (C),  de  acuerdo  a la 
clasificación  de  Kóeppemcon  temperatura  media  del  mes  más  frío  entre  18QCy-3eC.  Debe  notarse 
el  hecho  de  que  la  media  anual  es  inferiora  12y  C (7,8Q  C),  con  5 meses  de  media  mensual  superior 
a 10-  C.,  sin  llegar  a 20Q  C;  lo  que  lo  acerca  notablemente  a los  climas  fríos  áridos,  típicos  de  las 
mesetas  centrales  patagónicas.  Todo  ello  nos  indica  que  estamos  en  presencia  de  una  faja  climática 
de  franca  transición  entre  ambas  tipologías.  En  los  climatogramas  adjuntos  puede  observarse  la 
similitud  en  la  marcha  de  la  temperatura  entre  los  registros  de  las  estaciones  Lago  Viedma  y las  dos 
restantes,  caracterizadas  ellas  por  un  clima  estepario  frío  típico.  Debe  considerarse  una  anomalía 
para  la  primera  el  hecho  de  que,  de  acuerdo  a los  registros  de  mínima,  Abril  resulte  más  frío  que 
Mayo.  La  falta  de  observaciones  de  máxima  nos  impide  extraer  conclusiones  más  seguras  con 
respecto  a la  media  mensual.  En  la  inferencia  del  climatograma  adjunto  hemos  supuesto  que  el 
segundo  mes  citado  es,  en  promedio,  más  frío  que  Abril. 


Precipitaciones 

La  falta  de  registros  para  dos  meses  completos  nos  obligan,  nuevamente,  a ser  cautos  en  este 
ítem.  La  sumaloria  obtenida  nos  otorga  392,1  mm/año;  de  los  cuales  51,5  mm.  lo  fueron  niveos. 
Las  mayores  precipitaciones  ocurren  en  Mayo  y Junio.  Diciembre  posee  la  máxima  absoluta,  con 
93,5  mm.,  casi  un  tercio  del  monto  anual,  lo  cual  es  anormal  para  la  región  y el  tipo  de  clima  que 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N9  1,  1993  (73-85) 


estamos  tratando  de  dilucidar.  Es  seguro  que  el  monto  anual  sobrepasa  los  400  mm,  Esto  implica 
precipitaciones  que  deben  situarse  entre  las  escasas  y el  margen  inferior  de  las  suficientes,  más 
cerca  de  las  primeras  que  de  las  segundas,  lo  que  configura  un  nuevo  carácter  de  transicionalidad 
climática,  semejante  el  citado  para  las  temperaturas.  No  obstante,  por  la  presencia  de  vegetación 
boscosa  en  varias  laderas  montañosas  y de  acuerdo  a la  dirección  de  los  valles  confluentes,  las 
variaciones  microzonales  son  notorias.  Esto  se  verifica,  incluso,  a lo  largo  del  mismo  valle 
recorrido  por  el  río  de  las  Vueltas.  De  lo  observado  por  nosotros  se  desprende  que,  en  líneas 
generales,  se  aprecia  que  a mayor  altitud  corresponde  un  aumento  de  precipitaciones  y viceversa. 

Los  montos  y la  recurrencia  de  nieve  caída  nos  impide  hablar  de  un  clima  niveo  (D),  boreal,  de 
acuerdo  a Kóeppen  (6).  En  todos  los  meses  se  han  registrado  precipitaciones,  lo  que  nos  sitúa  en 
el  tipo  “f\  supuesto  el  hecho  que  en  los  dos  meses  con  registros  faltantes  las  hubiese  habido.  La 
época  más  seca  resulta  ser  la  del  verano  (con  59,2  mm),  por  lo  que  corresponde  agregar  el  tipo  “s”. 
En  la  conjunción  de  temperaturas  y precipitaciones  la  tipología  climática  sería:  Cfs. 

Puede  observarse  en  la  Tabla  NQ  2 que  el  monto  de  precipitaciones  de  invierno  duplica  al  del 
verano,  mientras  que  son  relativamente  similares  los  de  primavera  y otoño.  Tomando  nota  de  que 
el  total  de  Julio  (de  sólo  15,2  mm)  parecería  ser  demasiado  exiguo  (compárese  con  los  dos 
climatogramas  adjuntos  de  Punta  Arenas  y Lago  Argentino)  y muy  elevado  el  de  Diciembre, 
podemos  aplicar  la  fórmula  de  Kóeppen:  N=  t - 22  (para  el  caso  de  precipitaciones  predominan- 
tes en  invierno),  donde: 

N = Cantidad  de  lluvia  anual  en  mm.  y 
t = Temperatura  media  anual  en  grados  centígrados, 

resulta  ser  que  estaríamos  en  presencia  de  un  BS  (clima  estepario),  indicativo  sí  de  las 
mesetas  patagónicas  y de  Punta  Arenas.  Por  ende,  para  la  zona  El  Chaltén  - Lago  del 
Desierto  la  categorización  climática,  con  los  escasos  registros  obtenidos,  arrojaría: 

C = Clima  templado 
f = Precipitaciones  en  todos  los  meses 

s = Epoca  más  seca  en  el  verano  del  hemisferio  correspondiente 

Cfs,  Con  cierta  tendencia  a la  transicionalidad  hacia  los  BS  propios  de  la  estepa.  Debemos, 
finalmente,  aclarar  que  la  correspondencia  entre  clima  y capa  vegetal  establecida  por  Kóeppen 
indica  que  el  Cf  posee  una  morfología  vegetal  de  bosque  templado  de  fronda  (Bosque  caducifo- 
lio.  Cabrera,  1976),  entremezclado  con  el  de  coniferas,  particular  de  la  franja  andina  al  Sur  de  los 
37°  de  Latitud  Sur,  lo  que  refleja  acabadamente  tanto  las  observaciones  de  campo  obtenidas  como 
el  análisis  de  los  registros  extraídos. 


Vientos 

Como  hemos  afirmado  más  arriba  la  circulación  general  de  la  atmósfera  en  las  latitudes  que 
estamos  analizando  es  predominantemente  de  Oeste  a Este,  tanto  en  la  alta  como  la  baja  atmósfera. 
De  acuerdo  a los  modelos  climáticos  más  actualizados  las  isotacas  para  los  45760°  de  Latitud  Sur 
indican  una  máxima  invernal  secundaria  en  la  intensidad  del  viento  (“Jet  polar”),  que  aparece 
efectivamente  en  los  registros  del  mes  de  Junio  (Velocidad  máxima  absoluta  registrada  de  80  Km/ 
h.)  y máximas  durante  el  verano,  lo  que  también  se  constata  de  Diciembre  a Marzo  con  velocidades 
que  van  desde  los  40  km./h  a 60  km./h. 

Es  indudable  que  la  presencia  cercana  de  las  bajas  subpolares  y el  tránsito  de  “frentes”  alrede- 
dor de  los  50760°  de  Latitud  Sur  afectan  a la  región,  de  igual  manera  que  lo  hace  la  topografía  a 
nivel  del  suelo.  Pero  de  los  dos  factores  modificantes  del  viento  es  relevante  que  localmenle  ejerce 
mayor  influencia  el  segundo  que  el  primero,  tal  como  hemos  descripto  anteriormente.  En  los  datos 


Observaciones  Meteorológicas.  Carlos  Alfredo  de  Jorge. 


77 


obtenidos  existe  una  fuerte  tendencia  marcada  por  el  sitio  elegido  para  instalar  la  Estación 
Meteorológica.  Debe  aclararse,  además,  que  el  viento  ha  sido  registrado  solamente  a las  09.00  hs. 
y durante  el  resto  del  día  sólo  se  anotan  tendencias.  Esto  hace  que  las  informaciones  obtenidas 
tengan  una  fuerte  incertidumbre  al  momento  de  ser  analizadas. 

Sobre  254  observaciones  el  46,4%  de  las  mismas  (118)  indicaron  días  calmos.  El  porcen- 
tual debe  llamar  la  atención  sobre  algunas  exageraciones  que  usualmente  se  narran  referentes  a 
los  vientos  patagónicos.  Invierno  y verano  poseen  la  mayor  cantidad  de  calmas  (78  observacio- 
nes = 66%),  resultando  la  primavera  y el  otoño  las  estaciones  mas  ventosas,  con  sólo  40  registros 
de  calmas.  (Ver  Tablas  1 y 2).  La  intensidad  indica,  en  el  transcurso  de  todas  las  observaciones, 
1 sólo  día  con  ráfagas  de  80  km./h.  (el  17/6/89),  coincidente  con  el  registro  de  983  Mb.  de  presión, 
la  máxima  verificada  en  el  mismo  período.  Estas  condiciones  de  presión  se  volvieron  a repetir 
en  Julio  y Abril  de  1990,  pero  en  estas  oportunidades  la  velocidad  del  viento  no  alcanzó  los  va- 
lores records  del  mes  invernal.  De  la  contrastación  de  los  datos  de  presión  y velocidad  del 
viento  no  parece  surgir  ninguna  correspondencia  entre  ambos,  ya  que  los  días  3 y 9 de  Diciembre 
en  que  se  verificaron  ráfagas  de  60  km/h  la  presión  era  normal  para  la  altitud  de  la  Estación 
Meteorológica.  (7). 

Con  respecto  a la  dirección  predominante  es  notorio  que  no  exista  ningún  registro  con  vientos 
procedentes  del  SE,  lo  que  se  explica  por  la  presencia  de  la  pared  orográfica  de  la  meseta  del 
Quemado  que  se  inteipone  como  muralla  entre  la  Estación  Meteorológica  y dicha  dilección.  La 
existencia  del  valle  descendente  del  rio  Fitz  Roy  explica  en  gran  medida  el  elevado  registro  de  la 
procedencia  NW  (Casi  el  50%  = 41  observaciones  sobre  un  total  de  83).  La  componente  Norte 
(N,  NW,  NE)  suma  73  frecuencias  (87%)  e indica  la  dirección  general  del  valle  del  río  de  las 
Vueltas,  con  lo  cual  se  afirma  la  observación  realizada  líneas  más  arriba  en  el  sentido  de  que  la 
topografía  domina  sobre  la  circulación  de  la  atmósfera  al  nivel  del  sue'o.  La  magra  cifra  de  3 
frecuencias  para  los  vientos  del  Oeste  confirma  este  aserto.  Marzo  es  el  único  mes  que  aparece  con 
procedencias  orginadas  en  el  Este  (viento  que  en  Chile  es  denominado  “Puelche”)  y Febrero  el 
único  que  ha  recibido  viento  Sur,  lo  que  marca  cierta  inestabilidad  de  la  atmósfera  hacia  fines  del 
verano  e inicios  de  otoño.  En  este  sentido  la  constante  NW  se  hace  presente  de  Diciembre  a Mayo, 
con  mayor  ocurrencia  que  el  viento  Norte  que  también  aparece  en  todos  los  meses  registrados. 
(Ver  Tabla  NQ  3). 

Por  la  posición  y dirección  de  los  valles  de  los  ríos  mencionados  debe  contarse  con  la  in- 
fluencia de  la  circulación  local,  sea  por  distinta  insolación  de  las  laderas  montañosas 
(umbría-solana)  como  por  el  efecto  de  adiabasis  con  respecto  a la  vertiende  chilena  de  la  cordillera 
limítrofe  (barlovento-sotavento)  o,  también,  por  las  comentes  convectivas  a lo  largo  del  valle, 
propia  de  todas  las  áreas  montañosas.  Sería  de  utilidad  poder  contai'  con  datos  de  la  ladera  Oeste 
del  Fitz  Roy  para  determinar  hasta  que  punto  la  masa  orográfica  influye  en  la  circulación,  la 
caída  nivea,  la  formación  y acrecentamiento  de  los  glaciares,  etc.,  pero,  lamentablemente,  hay 
una  inexistencia  total  de  registros  en  territorio  chileno  (8).  Nuestras  observaciones  obtenidas 
durante  el  desarrollo  de  la  campaña  científica  nos  indican  que  en  altura  la  constante  Oeste  es 
dominante,  tal  como  las  fotografías  tomadas  a la  cumbre  del  Fitz  Roy  y el  Torre  lo  atestiguan. (9). 
(Ver  Figura  Ne  2). 


Presión 

Reducida  al  nivel  del  mar  la  presión  normal  para  la  Estación  Meteorológica  Lago  Viedma 
resulta  ser  de  949  Mb.  El  comportamiento  de  la  misma  se  corresponde  con  bastante  exactitud  con 
lo  que  es  dable  esperar  dada  la  Latitud,  la  temperatura  y las  estaciones  del  año.  Las  máximas 
invernales  son  coherentes  con  la  primera  y coinciden  con  las  de  otras  Estaciones  Meteorológicas 
situadas  en  Latitudes  similares,  tanto  argentinas  como  chilenas.  De  acuerdo  a ello  la  mínima  de 
invierno  resulta  ser  superior  a las  mínimas  de  las  tres  estaciones  del  año  restantes  (948  Mb).  En  la 


78 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N9  1,  1993  (73-85) 


estación  veraniega  deberían  esperarse  las  mínimas  presiones,  lo  que  sí  se  observa  en  los  registros 
de  mínima  (936  Mb.)  Sin  embargo  el  promedio  estacional  de  máximas  de  primavera  es  inferior  en 
12  Mb.  al  del  verano  (968  Mb.  y 976  Mb.  respectivamente). 

Este  último  se  encuentra,  a su  vez,  muy  cercano  al  otoñal  (977  Mb.)  No  obstante,  de  la  obser- 
vación de  la  Tabla  Ng  1 se  desprende  que  el  mínimo  registro  de  máximas  corresponde  al  mes 
de  Diciembre  con  965  Mb.  y que  a excepción  de  Marzo  (donde  aparece  una  mínima  absoluta  de 
920  Mb.),  el  verano  es,  efectivamente,  la  estación  de  registros  báricos  mínimos.  A la  inversa, 
los  datos  aportados  para  el  invierno  coinciden  con  las  normales:  por  Latitud  y temperatura  apa- 
recen las  más  elevadas  presiones.  (Junio,  Julio  y Agosto  con  983  Mb.,  983  Mb.  y 980  Mb.,  res- 
pectivamente). La  más  elevada  de  las  mínimas  también  se  corresponde  con  la  época  (954  Mb. 
en  Julio). 

En  conclusión  puede  afirmarse  que  las  tendencias  báricas  en  el  área  de  estudio  se  encuentran 
dentro  de  los  parámetros  esperados  y considerados  normales  en  los  modelos  climáticos  para  el 
hemisferio  Sur  en  estas  Latitudes.  (10). 

Otros  meteoros 

Si  bien  no  nos  es  posible  entrar  en  detalle  con  respecto  a ellos,  pueden  realizarse  algunas  afir- 
maciones robustecidas  por  la  comprobación  de  visu.  La  heliofanía  es  superior  en  la  vertiente 
argentina  y prácticamente  elevada  en  el  transcurso  del  año  en  el  ámbito  de  la  meseta.  Durante  Enero 
el  cielo  sin  nubes  osciló  entre  2/8  y 5/8  en  el  valle  del  río  de  las  V ueltas  y el  lago  del  Desierto.  Cuatro 
días  permaneció  totalmente  nublado.  Pero  hacia  occidente  del  cordón  limítrofe  ar  gentino-chileno 
la  nubosidad  siempre  fue  mayor.  El  cerro  Fitz  Roy  y sus  agujas  acompañantes  resultan  ser  grandes 
condensadores  de  la  humedad  a barlovento.  Es  interesante  observar  como  el  impedimento 
orográfico  se  interpone  al  movimiento  de  la  nubosidad.  Es  célebre  el  hecho  de  que  el  nombre 
indígena  (Chaltén  = montaña  que  humea,  en  lengua  Aoni)aluda,  precisamente,  a los  cúmulus  que 
se  deflectan  en  su  cumbre  afectando  ser  volutas  de  humo.  Se  cita,  incluso,  que  fue  confundido  con 
un  volcán  activo  durante  el  siglo  pasado,  habiéndolo  reconocido  previamente  Antonio  Viedma,  la 
expedición  de  Fitz  Roy  y en  sucesivas  oportunidades  el  Perito  P.  Moreno.  En  sus  cumbres  esta 
magna  masa  orográfica  debe  recibir  no  menos  de  1 .500  mm.  de  precipitaciones,  pero  no  existen 
datos  registrados  para  sostener  esta  afirmación. 

Ninguna  de  las  épocas  del  año  queda  fuera  del  riesgo  de  las  heladas.  En  la  Estación  Meteoro- 
lógica Lago  Viedma  se  llevan  registros  de  las  mismas;  las  que  son  frecuentes  a partir  de  otoño  y 
hasta  muy  avanzada  la  primavera.  Ocasionales  durante  Enero  y Febrero,  constituyen  un  serio 
riesgo  para  los  cultivos,  particularmente  de  frutas  finas,  flores  y hortalizas,  que  son  posibles  de  ser 
realizados  en  la  región.  El  invernadero  es  necesario  para  la  protección  de  los  mismos,  tal  como  más 
adelante  tratará  el  Dr.  Alfredo  Siragusa.  (11). 

Las  precipitaciones  niveas  en  la  alta  montaña  deben  esperarse  en  toda  época.  En  el  fondo  del 
valle  los  registros  sólo  indican  su  ocurrencia  para  Junio  y Agosto,  aunque  con  montos  apreciables 
en  el  segundo  mes  citado  (40,5  mm.  = 10,3%  del  total  de  todas  las  precipitaciones).  No  existen  datos 
con  respecto  a caída  de  granizo.  Como  figurara  en  relatos  históricos  de  viajeros  y en  las 
observaciones  actuales  es  llamativa  la  falta  de  fenómenos  eléctricos  (relámpagos)  o sonoros 
(truenos),  aún  durante  las  tormentas.  La  diafanidad  del  cielo  nocturno,  cuando  está  despejado, 
resalta  la  pureza  incontaminada  del  aire  y permite  una  hermosa  visión  del  mismo.  No  se  han 
comprobado  fenómenos  de  nieblas  o neblinas,  de  los  cuales  tampoco  existen  ni  registros  ni  citas 
en  la  bibliografía  consultada. 

Con  respecto  a la  insolación  debe  tenerse  presente  que  la  misma  está  en  relación  directa  con  la 
Latitud.  La  diferente  duración  del  día  y la  noche  veraniega/invernal  influye  directamente  en  las 
costumbres  humanas  y,  particularmente  para  los  vegetales,  en  un  mayor  crecimiento  durante  el 
verano,  cuando  el  día  dura  hasta  17  horas.  (12). 


Tabla  N- 1 

Estación:  Lago  Vicdrna.  Lat.:  49-  20'  Sur.  Long:  12-  51'  W (Aprox).  Alt:  430  m.s.n.m.  (Aprox). 
Depende  de  Parque  Nacionales.  N = Prec.  nivea.  T = Total  prec.  del  mes.  s/d  = Sin  datos. 


Observaciones  Meteorológicas.  Carlos  Alfredo  de  Jorge. 


79 


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Mes  - Año 

Junio  1989 

Julio  1989 

Agosto  1989 

Sept/Oct.  1989 

Noviembre  1989 

Diciembre  1989 

Enero  1990 

Febrero  1990 

Marzo  1990 

Abril  1990 

Mayo  1990 

Resumen:  10  meses 

Observaciones: 

Presión  normal  reducida  al  nivel  del  mar:  949  Mb  = 1.013  H.P. 

Fuente:  Elaboración  propia  en  base  a datos  extraídos  de  la  Estación  Meteorológica  Lago  Viedma. 


80 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volmen  223,  1993  (79-91) 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  Ns  1,  1993  (73-85) 


Observaciones  Meteorológicas.  Carlos  Alfredo  de  Jorge, 


83 


FIGURA  NB3 

REGISTROS  METEOROLOGICOS  OBTENIDOS  EN  EL  DESTACAMENTO 
“LA  FLORIDA”  DE  GENDARMERIA  NACIONAL 

HUMEDAD:  Higrógrafo  del  S.  M.  N.  Ns.  319570 


TEMPERATURA:  Termógrafo  del  S.  N.  N.  N9.  340177 


PRESION:  Barógrafo  del  S.  H.  N.  N9.  319570 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N"  1,  1993  (73-85) 


Notas 

(1) :  Además  de  una  corta  serie  obtenida  por  nosotros  en  el  Destacamento  de  Gendarmería 

Nacional  “La  Florida”  y en  la  localidad  de  El  Chaltén,  está  la  de  “Consular”,  Empresa  con- 
sultora que  realizó  los  estudios  de  factibilidad  para  la  construcción  del  camino  que  vincula 
El  Chaltén  - La  Florida  - Lago  del  Desierto,  actualmente  en  obra  y la  que  aparece  en  la  página 
47  del  estudio  de  Lliboutry  ya  citado,  quien  además  incluye  un  breve  capítulo  dedicado  a estos 
aspectos. 

(2) :  El  instrumental  facilitado  por  el  S.H.N.  fue  contrastado  previamente  para  garantizar  las 

observaciones  obtenidas.  Nuestros  tres  termómetros,  a su  vez,  lo  fueron  con  el  termógrafo 
NQ  340.177  de  aquella  Institución. 

(3) :  La  Estación  Meteorológica  “Lago  Viedma”  se  encuentra  emplazada  en  las  inmediaciones  de 

la  casa  del  Guardaparques,  en  el  ángulo  formado  por  la  margen  derecha  del  río  Fitz  Roy  y la 
del  río  de  las  Vueltas,  a unos  escasos  1.000  m.  de  la  localidad  de  El  Chaltén.  Su  ubicación 
hace  que  reciba  regularmente  los  vientos  descendentes  por  el  valle  del  primer  curso 
mencionado;  de  allí  la  frecuencia  de  ráfagas  del  NW  que  aparecen  registradas.  Los  paredones 
de  vulcanitas  que  “cierran”  la  puerta  del  río  de  las  V ueltas  por  su  margen  izquierda  (Ver  Foto 
2 del  Capítulo  de  “Observaciones  Geológicas"),  poseen  una  significativa  altura  e impiden, 
además,  que  lleguen  a la  Estación  Meteorológica  los  vientos  procedentes  del  S.E..  Esto 
explica  el  hecho,  aparentemente  extraño,  de  que  no  exista  un  sólo  registro  de  los  mismos 
desde  esa  dirección. 

(4) :  Entre  otros  cabe  citar:  relevo  de  personal,  que  en  un  caso  implicó  la  ausencia  durante  dos 

meses  del  mismo.  Impedimentos  imprevistos  por  enfermedades  o por  que  se  requiere  la 
presencia  de  ellos  en  otros  lugares;  rotura  del  instrumental  no  repuesto  oportunamente,  etc., 
tema  del  que  no  están  exentas  las  implicancias  derivadas  de  la  falta  de  presupuesto  y la  lejanía. 
A pesar  de  todo  ello  es  necesario  recalcar  la  voluntad  y dedicación  que  el  personal  pone  en 
su  tarea,  que  en  última  instancia,  motiva  la  posibilidad  de  poder  contar  con  los  registros  con- 
seguidos, por  más  deficiencias  que  los  mismos  posean. 

(5) :  Es  oportuno  detallar,  como  un  elemento  a tener  en  cuenta  en  momentos  que  parte  del  área  ha 

sido  puesta  en  Arbitraje,  que  la  República  Argentina  desde  fecha  muy  temprana  ha  creado 
un  Parque  Nacional  en  ella,  gastado  ingentes  sumas  en  la  preservación  del  medio;  mantiene 
la  única  Estación  Meteorológica  a varios  cientos  de  kilómetros  a la  redonda,  incluyendo  el 
territorio  chileno,  instalado  puestos  y Destacamentos  de  Gendarmería  Nacional,  fundado 
pueblos,  construido  caminos  y realizado  un  sinnúmero  de  tareas  exclusivamente  científicas 
para  el  mejor  conocimiento  de  la  región,  lo  que  constituye  una  clara  muestra  de  su  interés  por 
la  misma. 

(6) :  A la  vez,  la  exigüidad  de  los  totales  de  agua  caída  impide  colocarlos  en  los  climas  fríos 

oceánicos  o marítimos  lluviosos,  característicos  de  Puerto  Montt  o Melinka,  en  Chile.  Por  las 
precipitaciones  estamos  más  cerca  de  un  estepario  frío,  como  el  de  Punta  Arenas  o Lago 
Argentino  (la  primera  con  437,1  mm.  al  año  y la  segunda  con  224  mm./año);  pero  la  diferencia 
en  la  marcha  de  la  temperatura  y las  características  de  la  vegatación  remarcan  la  idea  de  la 
transición. 

(7) :  En  la  Estación  Meteorológica  “Lago  Argentino”,  en  el  transcurso  de  un  año  (promedio  197 1 

- 1980).  en  escala  de  1 .000,33 1 frecuencias  corresponden  a la  dirección  S W,78  a los  vientos 
procedentes  del  Oeste  y 39  a los  del  NW.  Con  449  calmas,  dejan  sólo  103  frecuencias  para 
la  totalidad  de  los  cuadrantes  restantes.  La  componente  Oeste  integra  el  44,8%  de  las 
observaciones  y,  descontando  los  días  calmos,  el  8 1 ,3%  de  las  frecuencias.  Cfr.:  FAA,  SMN, 
“Estadísticas  Meteorológicas  1971-1980”.  Estadística  NQ  36,  pág.  145a,  Bs. As.  1986. 

(8) :  Los  lugareños,  con  términos  no  científicos  pero  sí  explicativos,  afirman  que  las  nubes  “se 

pegan”  al  campo  de  hielo  y a la  pared  Oeste  del  cerro  y por  eso  descargan  la  humedad  en 


Observaciones  Meteorológicas.  Carlos  Alfredo  de  Jorge. 


85 


territorio  chileno  acrecentando  los  heleros  occidentales.  Es  indudable  que  la  masa  de  hielo 
depositada  ejerce  sobre  la  atmósfera  baja  un  efecto  físico  notorio  por  irradiación  de  frío  hacia 
la  misma,  con  efectos  de  expansión  y enfriamiento  del  aire,  lo  que  ocasiona  la  consiguiente 
precipitación,  reforzando  el  proceso  la  carencia  de  turbulencias  que,  a simple  vista,  no  son 
detectadas. 

(9) :  Las  observaciones  datadas  por  Lliboutry  (op.cit.,  pág.  47),  arrojan  para  Enero  el  siguiente 

resultado: 

NW  = 12  observaciones; 

W = 8 observaciones; 

SSW  = 5 observaciones; 

Sobre  un  total  de  25,  la  constante  Oeste  estuvo  presente  en  todas.  Las  mismas  fueron 
obtenidas  a mayor  altura  y sin  la  presencia  de  obstáculos  orográfícos  que  se  interpusieran  a 
la  dirección  general  del  viento. 

(10) :  Para  la  Estación  Meteorológica  “Lago  Argentino”  las  presiones  medias  varían  de  976,2  Mb. 

en  Enero  (media  mensual  mínima  para  10  años  de  observaciones)  y 979,4  Mb.  para  Abril 
(máxima  media  mensual  en  el  período  197 1 - 1980).  El  promedio  anual  es  de  978.6  Mb.  para 
el  nivel  de  la  Estación  que  se  encuentra  a 220  metros  s.n.m. 

(11) :  Las  estadísticas  del  S.M.N.,  para  la  Estación  Meteorológica  "Lago  Argentino”  indican  en  la 

obra  precitada  0,1  días  con  registros  de  granizo  en  Septiembre  para  10  años  de  observacio- 
nes. No  existen  datos  de  nevadas  o neblinas.  Tampoco  registros  de  tormentas  de  polvo  o 
eléctricas  y sólo  4,4  días  con  nieblas  en  el  mismo  período,  las  que  se  hacen  presentes  de  Mayo 
a Octubre  y con  mayor  intensidad  en  Julio.  Las  heladas  alcanzan  a 100,6  observaciones  sobre 
1.000. 

(12) :  Se  adjuntan  los  registros  propios  obtenidos  durante  la  campaña  científica.  Dado  lo  coito  de 

la  serie,  los  m ismos  deben  ser  tomados  solamente  como  una  contribución  modesta  al  esfuerzo 
realizado,  sea  por  Instituciones,  como  por  los  investigadores,  a la  comprensión  general  del 
clima  de  la  región.  En  las  Series  aparecen  los  datos  referidos  al  instrumental  y la  situación 
geográfica  del  lugar  donde  fueron  obtenidos.  Se  trató  de  respetar  las  condiciones  intrínsecas 
de  toda  obtención  meteorológica  en  la  colocación  de  los  instrumentos,  (ver  Figura  N2  3). 

Bibliografía 

1.  Cabrera,  Angel  L.:  “Regiones  fitogeográficas  argentinas”.  En:  Enciclopedia  Argentina  de 
agricultura  y jardinería”  Tomo  II,  Fascículo  1,  Ed.  ACME,  Bs.  As.,  1976. 

2.  Cunill  Grau.  Pedro:  “Geografía  de  Chile”.  Ed.  Universitaria,  Santiago  de  Chile.  1970. 

3.  Dirección  Nacional  de  Parques  Nacionales:  Registros  meteorológicos  de  la  Estación  Lago 
Viedma.  Serie  1989  - 1990. 

4.  Lliboutry,  Luis:  “Estudio  cartográfico,  geológico  y glaciológico  de  la  zona  del  Fitz  Roy”.  Fac. 
de  Fil.  y Letras,  Inst.  de  Geografía,  UBA,  Bs.  As.  1952. 

5.  Servicio  Meteorológico  Nacional:  “Estadísticas  meteorológicas  197 1 - 1980”  S.M.N.,  F.A.A. 
Buenos  Aires,  1986.  Estadística  N2  36. 

6.  Techint:  “Cuadernos  Patagónicos  N2  4 El  Fitz  Roy”.  Separata  del  Boletín  Informativo  Techint. 
Bs.As.  1991. 


, 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N^1  1,  1993  (87-107) 


ASPECTOS  HIDROLOGICOS  Y LIMNOLOGICOS 


Lie.  Carlos  A.  de  Jorge 


RESUMEN 

Desde  la  divisoria  local  y continental  de  las  aguas,  apoyada  en  una  elevación  que  separa 
las  lagunas  Redonda  y Larga  hacia  el  Sur,  el  sistema  hídrico  que  confluye  hacia  el  lago  del  Desierto 
y que  es  drenado  por  el  río  de  las  Vueltas,  conforman  las  cabeceras  más  lejanas  del  sistema  del  río 
Santa  Cruz,  de  pertenencia  Atlántica.  En  el  transcurso  de  la  Campaña  Científica  se  obtuvieron 
muestras  de  agua,  PH,  temperatura,  velocidad  de  la  corriente  y caudales.  Se  realiza  una  estimación 
del  aporte  que  el  río  de  las  Vueltas  y el  lago  del  Desierto  constituyen  para  la  cuenca  imbrífera.  Se 
analiza  la  génesis  geológico-morfológica  de  la  cubeta  y el  valle,  los  cuales  se  remontan  a las 
glaciaciones  Pleistocénicas  con  sus  tres  fases  características.  Se  determina  que  todo  el  proceso  de 
ablación  ha  finalizado  hacia  el  Nahuelhuapiense  y que  las  geoformas  actuales  poseen  cierta 
antigüedad  y estabilidad  en  el  tiempo  reciente. 

Se  ha  inducido  un  hidrograma  que  arroja  como  resultado  un  caudal  medio  anual  para  el 
subsistema  lago  del  Desierto-río  de  las  Vueltas  del  orden  de  220  m3/seg.  Mediante  tres  transectas 
se  pudo  obtener  unaprofundidad  máxima  para  el  lago  del  Desierto  de  104  m.  y se  detectó  una  fuerte 
contracorriente  subsuperficial  donde,  posiblemente,  estaría  situada  la  termoclina. 


ABSTRACT 

As  viewed  from  the  local  and  continental  división  of  waters,  which  lies  on  a hill  separating  Laguna 
Redonda  and  Laguna  Larga  towards  the  south,  the  hydric  System  flows  towards  Lago  del  Desierto 
and  is  drained  through  Río  de  las  Vueltas  is  the  farthest  head  water  of  the  Río  Santa  Cruz  system 
of  Atlantic  drainage.  During  the  scientific  campaign  water  samples  were  taken  with  determination 
of  P.H,  temperature,  specd  and  flows  as  well  as  estimates  of  the  addition  that  Río  de  las  Vueltas 
and  Lago  del  Desierto  means  to  the  imbriferous  basin. 

The  geo-iuorphological  génesis  of  the  well  and  vallcy  which  may  be  identified  with  Plcistoce- 
nic  glaciations  with  their  three  characteristic  phases.  is  analyzcd,  concluding  that  all  the  ablation 
process  was  finished  towards  the  Nahuelhuapiense  and  that  geoforms  now  existent  have  liad  some 
antiquily  and  stability  in  recent  times. 

A hydrogram  was  induccd,  determinig  for  the  subsystem  Lago  del  Desierto  - Río  de  las  Vueltas, 
en  annuel  average  flow  of  220  m3/second.  Through  the  use  of  three  transeets  the  maximun  depth 
of  Lago  del  Desierto  was  oblaincd  at  104  meters  and  a strong  subsuperficial  counter-current  was 
detected  where  it  is  possible  that  the  thermoeline  may  be  situated. 


88 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N 1,  1993  (87-107) 


Aspectos  hidrológicos  y Iimnológicos 

En  la  figura  N9  1 aparece  representada  la  red  hidrográfica  del  área  de  estudio.  Además  de 
nuestras  observaciones  personales  hemos  complementado  la  misma  con  cartografía  de  diverso 
origen  y a distinta  escala  a fin  de  realizar  correctamente  su  confección.  (1). 

1.  Descripción 

La  cuenca  hidrográfica  dependiente  del  sistema  lago  del  Desierto  - río  de  las  Vueltas  es  la 
primera  a caballo  del  límite  argentino  - chileno  de  pertenencia  atlántica  al  sur  del  lago  San  Martín, 
el  cual  drena  hacia  el  océano  Pacífico  los  afluentes  cercanos  por  el  oriente  hasta  el  lago  Tar.  La 
división  local  y continental  de  las  aguas  coinciden  superpuestas  en  el  espinazo  del  cordón  del 
Bosque.  En  el  único  caso  (y  sin  solución  de  continuidad)  en  donde  podemos  observar  divisorias 
locales  de  agua,  stictu  sensu,  es,  dentro  de  cada  subcuenca,  entre  afluente  y afluyente,  lo  que  se 
observa  hacia  los  cuatro  puntos  cardinales.  No  existe,  por  ende,  una  divisoria  local  de  las  aguas  que 
vincule  de  Norte  a Sur  la  laguna  Larga  y el  cerro  Fitz  Roy.  A partir  del  Hito  62,  en  la  orilla 
meridional  del  lago  San  Martín,  una  divisoria  local  está  marcada  por  el  cordón  Martínez  de  Rosas, 
que  separa  las  subcuencas  del  río  homónimo  y la  del  río  Obstáculo.  En  uno  de  los  nacimientos  del 
segundo,  esto  es,  en  la  pequeña  laguna  Redonda,  comienza  la  superposición  de  las  divisorias 
locales  y continental  ya  mencionada.  Inmediatamente  al  sur  de  ella  se  emplaza  la  laguna  Larga, 
dando  lugar  a un  pequeño  curso  denominado  por  el  personal  de  Gendarmería  Nacional  A-  Caballo, 
afluente  septentrional  del  lago  del  Desierto  y,  por  ende,  cabecera  más  alejada  de  toda  la  cuenca 
imbrífera  desaguada  al  océano  Atlántico  por  el  río  Santa  Cruz. 

En  este  cursillo  se  ha  instalado,  detrás  del  Destacamento  de  esta  Fuerza,  una  pequeña 
microturbina  para  abastecer  de  energía  eléctrica  a la  Unidad.  De  acuerdo  a nuestras  mediciones  el 
caudal  medio  es  de  0,44  m3/seg.,  el  que  no  siempre  alcanza,  en  el  tajamar  construido  para  el 
rescrvatorio  del  líquido,  a acumular  la  masa  hídrica  necesaria  para  su  óptimo  funcionamiento. 
Como  todos  los  arroyuelos  lugareños,  denominados  localmente  “chorrillos”,  el  AQ  Caballo  posee 
un  PH  ácido.  En  este  caso  de  5,8  y su  temperatura  en  superficie,  por  la  mañana,  dio  7,2 9 C.  En  todos 
los  afluentes  de  típico  régimen  de  deshielo  los  caudales  aumentan  hacia  la  media  tarde,  por  efecto 
de  la  licuación  del  material  acumulado  en  los  heleros  donde  se  emplazan  sus  nacientes.  En  éste,  más 
particular,  el  régimen  es  relativamente  uniforme  durante  el  día  por  proceder  su  caudal  de  una  laguna 
que  regula  su  ritmo  de  creciente. 

Un  considerable  número  de  chorrillos  innominados  descienden  por  la  margen  derecha  del  lago 
del  Desierto  procedentes  de  los  derretimientos  de  los  glaciales  situados  con  sus  cabeceras  en  el 
límite  argentino  - chileno.  Por  la  margen  opuesta  estos  cursos,  en  cambio,  sólo  están  abastecidos 
por  las  precipitaciones  y los  débiles  deshielos  que  se  suceden  sobre  el  cordón  del  Bosque.  Los 
caudales  de  todos  ellos  varían  entre  0,5  y 1 m3/seg.,  dependiendo  la  cifra  del  momento  del  día  y 
la  estación  del  año.  El  aporte  hídrico  anual  de  todos  los  afluyentes  al  lago  del  Desierto  lo  hemos 
calculado  en  el  orden  de  220  Hm3/año. 

El  principal  afluyente  del  lago  es,  sin  lugar  a dudas,  el  río  Diablo.  En  las  cercanías  de  su 
desembocadura,  cuando  corre  sobre  una  terraza  de  rodadas  fl  j vio-glaciares  y a punto  de  alcanzar 
su  nivel  de  base,  su  caudal  por  la  tarde  era  de  13,5  m3/seg.  Aquí  su  ancho  se  acerca  a los  15  m„ 
con  una  profundidad  media  de  60  cm.  y una  velocidad  de  corriente  1,5  m/seg.  La  temperatura  del 
agua  en  superficie  alcanza  los  7,29C.  Su  PH  es  de  5.4.  El  río  Diablo  tiene  su  nacimiento  en  las 
laderas  del  C9  El  Trueno  y colecta  un  número  significativo  de  vertientes  por  sus  dos  márgenes.  De 
considerable  pendiente  y corto  recorrido  posee  en  su  trayecto  umbrosos  bosques  en  galería  de 
Nolhofagus  que  le  otorgan  majestuosidad  y singular  belleza.  Posee  gran  cantidad  de  saltos, 
cascadas  y rehoyos  en  su  lecho.  Su  agua  es  clara  en  razón  de  que  su  fondo  es  rocoso-pedregoso  y 
que  arrastra  escasa  cantidad  de  sedimentos  en  suspensión.  Una  huella  de  herraduras  que  sigue 
paralelamente  su  curso  posibilita  acceder  hasta  el  límite  internacional,  en  cuyas  cercanías  está 
instalado  un  refugio  científio  dependiente  de  Gedarmería  Nacional. 


Aspectos  Hidrológicos  y Limnológicos.  Lie.  Carlos  A.  de  Jorge. 


89 


De  acuerdo  a nuestras  mediciones  surge  un  dato  de  interés  consistente  en  que  durante  el  lapso 
en  que  duró  la  campaña,  por  segundo,  ingresaban  al  lago  del  Desierto  entre  16  y 20  m3/seg., 
mientras  éste  vertía  a su  desagüe  (el  río  de  las  Vueltas)  22  m3/seg.  Esto  marca  explícitamente  el 
papel  de  regulación  que  sobre  el  conjunto  del  sistema  hídrico  cumple  este  espejo  de  aguas  que,  en 
realidad,  conforma  una  cubeta  de  recepción  y regulación  de  manera  simultánea. 

2.  El  lago  del  Desierto 

Encajonado  entre  dos  sistemas  orográficos  paralelos  con  marcada  dirección  norte  - sur,  de 
empinadas  paredes  por  la  margen  derecha  hasta  donde,  a escasos  200  m.  de  la  superficie  del  agua, 
alcanzan  varias  lenguas  glaciarias  a llevar  su  material  helado,  este  lago  posee  una  tranquila  belleza 
y gran  majestuosidad.  La  vista  desde  el  sitio  donde  esta  emplazado  el  Destacamento  de  Gendar- 
mería Nacional,  dominando  el  complejo  de  las  agudas  agujas  del  Fitz  Roy  y la  vegetación  boscosa 
orlando  sus  orillas  es  imborrable.  Visto  desde  este  punto  de  observación  afecta  la  forma  de  letra 
“L”.  Este  aspecto  morfológico  responde  el  paleomodelado  de  una  cuenca  de  hundimiento  tectónico 
reestructurada  por  la  erosión  glaciaria  en  tiempos  recientes.  En  opinión  de  Lliboutry  puede  también 
remitirse  su  origen  a fallas  y disyunciones  tectónicas.  (2). 

Tras  la  primera  fase  Paleocénica  (¿de  Inlandeis?),  dos  lenguas  glaciarias  descendieron  desde 
el  norte  y el  oeste,  respectivamente,  para  confluir  en  la  base  de  la  citada  “L”.  La  primera,  por  po- 
seer una  cuenca  de  alimentación  menor,  recibir  escasas  precipitaciones  y tener  menor  pendiente, 
fue  indudablemente  la  menos  potente.  Consecuente  con  la  dirección  general  del  valle  de  hundi- 
miento, su  recorrido  está  actualmente  surcado  por  el  Ay  Caballo.  La  segunda  corriente  de  hielo 
profundizó  a manera  de  quebrada  antecedente  el  actual  curso  del  río  Diablo.  Denominamos  a ésta 
paleoglaciar  Diablo. 

El  paleoglaciar  tuvo  su  nacimiento  en  el  cordón  limítrofe,  hacia  los  remates  del  CQ  El  Trueno 
y descendió  con  dirección  oeste-este.  Al  llegar  al  cordón  del  Bosque  confluyó  con  el  paleoglaciar 
Caballo  y,  encontrando  un  obstáculo  orográfíco  de  magnitud  al  cual  no  pudo  superar  por  su  frente, 
torció  su  recorrido  hacia  el  sur  frente  al  actual  emplazamiento  del  destacamento  de  Gendarmería 
Nacional.  Ambas  lenguas  glaciarias,  así  unidas,  exararon  y profundizaron  el  valle.  Algunos 
peñascos  aflorantes  sobre  el  espejo  de  agua,  cercanos  a la  margen  derecha  del  lago  y en  posición 
austral,  indican  que  la  morena  meridional  central  (¿o  tal  vez  un  csker?)  del  glaciar  sobre  este  lado 
acumuló  mayor  cantidad  de  material  que  del  opuesto.  La  morena  frontal  de  ablación  fue  depositada 
en  la  terminación  sur  del  lago,  en  el  sitio  de  estrangulamicnto  del  valle  donde  actualmente  aparece 
un  embarcadero  de  circunstancias  de  Gendarmería  Nacional  y una  huella  de  herraduras  cruza  en 
su  nacimiento  al  río  de  las  Vueltas.  Aquí  la  profundidad  del  agua  es  mínima  y puede  observarse 
sin  dificultades  el  material  de  acarreo  dejado  por  la  ablación  de  la  lengua  en  dirección  meridional. 

El  valle  ocupado  hoy  por  el  lago  del  Desierto  posee  el  característico  dibujo  de  “U”  en  su  perfil, 
típico  de  los  modelados  glaciarios.  Las  transectas  efectuadas  sobre  el  mismo  y las  detecciones  de 
profundidades  conseguidas  indican  que  las  mayores  de  ellas  se  sitúan  hacia  el  centro  y hacia  la 
margen  derecha  (Ver  figura  NQ  2 y 3),  donde  el  hielo  exaró  con  mayor  potencia.  Esto  explica  la 
depositación  de  las  morenas  laterales  precitadas  o,  lo  cual  también  es  posible,  la  acumulación  en 
dicho  sitio  de  rellenos  fluviales  de  época  post-glacial. 

Siguiendo  a diversos  autores  (3)  es  probable  que  toda  el  área  haya  quedado  bajo  los  hielos  en 
una  primera  lase  glaciaria  del  Pleistoceno.  Para  el  nivel  microsistémico,  que  es  el  que  nos  interesa, 
es  dable  suponer  tres  fases  glaciarias  distintas.  La  primera  coincide  con  la  denominada:  “Fasé  del 
hielo  continental”  por  Lliboutry,  del  tipo  “Noruego”,  de  Rovereto  (=  2da  fase  de  Caldenius).  La 
más  interesante,  sin  embargo,  es  la  que  conllevó  el  paleomodelado  del  lago,  coincidente  con  la 
formación  del  paleoglaciar  Caballo  y el  paleoglaciar  Diablo.  Esto  es,  la  segunda  fase  “Alpina”  de 
Rovereto  = tercera  de  Caldenius  o “de  los  ventisqueros  gigantes”  de  Lliboutry.  Es  en  este  momento 
cuando  quedan  marcados  los  principales  lincamientos  morfológicos  que  se  observan,  en  circuns- 
tancias en  que  la  lengua  glaciaria  continuaba  descendiendo  por  el  valle  actual  del  río  de  las  Vueltas 
hasta  el  lago  Viedrna. 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  Ns  1,  1993  (87-107) 


La  tercera  fase,  más  reciente,  ha  sido  de  constante  merma  retrocedente  por  ablación.  De 
cualquier  manera  resulta  interesante  reflexionar  sobre  el  hecho  de  que  ésta  no  ha  sido  continua  ni 
lineal,  sino  siguiendo  las  características  “pulsaciones”  climáticas,  con  épocas  de  avances  seguidas 
de  otras  de  regresión.  Por  la  colonización  que  la  vegetación  ha  realizado  en  las  orillas  del  río  de  las 
Vueltas  en  su  nacimiento,  donde  aparece  un  sotobosque  espeso,  un  piso  edáfico  relativamente 
potente  sobre  los  depósitos  fluvio-glaciarios  de  la  morena  frontal  en  su  tercera  fase  y la  altura  y 
tamaño  de  los  troncos  de  los  Nothofagus  (4),  es  evidente  que  el  lago  del  Desierto  adquirió  su 
conformación  actual  hace  ya  varios  siglos  y sólo  por  su  margen  derecha  pueden  encontrarse 
vestigios  de  algunos  episodios  glaciares  menores,  como  es  el  caso  de  los  ventisqueros  que 
descienden  hasta  no  más  de  150  m.  del  espejo  de  agua  y que  denotan  una  ablación  reciente.  Lo  que 
queda  explicado  por  el  hecho  de  que  sus  vastas  cuencas  de  alimentación  se  encuentran  en  el  eje  de 
la  alta  cordillera  (cordón  Gorra  Blanca)  y el  subsistema  aledaño  del  lago,  denominado  “El 
Submarino”  por  el  personal  de  Gendarmería  Nacional,  dada  la  peculiar  forma  de  periscopio  que 
posee  una  de  sus  cumbres  y de  donde,  precisamente,  descienden  los  ventisqueros  actuales  que 
reciben  las  mayores  precipitaciones. 

A pesar  de  ello  su  retiro  es  notorio,  ya  que  al  estar  enfrentados  durante  el  verano  el  movimien- 
to del  arco  solar  la  licuación  es  más  efectiva  que  sobre  la  vertiente  opuesta  del  cordón  del  Bosque. 
Sin  embargo  sobre  ésta,  que  funciona  como  umbría,  no  existen  vestigios  de  retroceso  glaciario 
reciente.  Todo  indica  que  el  hecho  de  recibir  de  frente  el  viento  procedente  del  océano  Pacífico  es 
más  trascendente  en  la  ablación  que  la  posición  con  respecto  al  movimiento  aparente  del  sol.  Es 
más  importante  el  funcionamiento  de  ladera  de  barlovento  que  el  de  umbría.  (5).  En  los  aledaños 
del  lago  del  Desierto,  sobre  el  cordón  del  Bosque,  aparece  un  solo  lugar  donde  la  acción  del  hielo 
ha  dejado  sus  características  improntas.  Es  en  el  denominado  “peladero”,  la  cumbre  amesetada  en 
posición  septentrional  que  alcanza  a 1 .846  m . y en  el  cual  influye  también  la  erosión  eólica,  ya  que 
la  deflacción  es  notable.  (Ver  figura  Ne  2) 

Similares  conclusiones  pueden  extraerse  con  respecto  a la  génesis  y evolución  del  valle 
recorrido  por  el  río  de  las  Vueltas,  cuyo  origen  debe  remontarse  al  Holoceno  medio,  en  momentos 
que  finalizaba  la  tercera  fase  glaciaria  y se  depositaban  definitivamente  las  morenas  frontales  de 
los  paleo-glaciares  (simultáneas  con  las  europeas  Wiirm  y las  norteamericanas  Wisconsin),  en 
general,  desde  9.000  años  atrás  y hasta  3.600  años  ( = Cordobense).  (7). 

Como  conclusión  queda  el  hecho  de  que  el  lago  del  Desierto  y el  valle  surcado  por  el  río  de  las 
Vueltas  responden  a un  pnleomodelado  de  origen  tecto-glaciario;  que  sus  contornos  actuales  son 
de  cierta  antigüedad,  como  así  también  las  condiciones  físico-geográficas  que  se  detectan  en  el 
presente  y que  la  tercera  fase  glaciaria,  con  depositación  de  morenas  ha  tenido  lugar  entre  9.000 
y 3.600  años  atrás.  (8). 

Se  han  realizado  tres  transectas  sobre  el  lago.  Dos  de  ellas  supcipuestas  para  densificar  los 
resultados.  Hubiese  sido  de  mayor  provecho  el  poderlas  efectivizar  con  ecosonda  portátil  y 
navegador  satelital,  [Tero  nos  fue  imposible  proveernos  de  dichos  elementos,  motivo  por  el  cual  el 
sondeo  se  realizó  con  escandallo  a fin  de  poder  obtener  muestras  del  material  del  fondo.  Los 
resultados  de  las  mismas  aparecen  graficados  en  la  Fig.  NQ  2.  También  hubiese  sido  deseable 
densificar  con  algunas  transectas  más  hacia  el  meridión  pero  las  condiciones  de  navegabil  idad,  con 
un  espejo  de  aguas  que  se  agita  rápida  y violentamente  por  efecto  del  viento,  nos  hicieron 
imposibles  las  perspectivas  de  poder  concretarlo  con  la  pequeña  lancha  que  nos  facilitara  la 
Gendarmería  Nacional  y que  se  encuentra  destacada  en  el  lago  desde  hace  unos  años.  En 
profundidad  la  forma  del  mismo  es  la  característica  “U”,  dejada  por  la  acción  glaciaria.  De  allí  que 
sus  cotas  desciendan  rápidamente  desde  sus  orillas  hacia  el  fondo  del  lecho,  el  cual  permanece 
relativamente  uniforme.  Se  han  encontrado  algunas  discontinuidades,  ya  citadas,  posiblemente 
debido  a la  depositación  de  morenas  frontales  o laterales  provenientes  de  fases  estadiales;  como 
así  también  un  canal  más  profundo  recostado  hacia  su  margen  derecha,  por  donde  debió  correr  un 
paleocauce  interestadial.  Si  la  superficie  del  lago  se  estima  aproximadamente  en  12  Km2  y su 


Aspectos  Hidrológicos  y Limnológicos.  Lie.  Carlos  A.  de  Jorge. 


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profundidad  media  en  70  m.,  el  volumen  de  agua  acumulada  está  en  el  orden  de  los  840  Hm.3. 
Durante  el  verano  ingresan  al  lago  aproximadamente  16-20  m.3/seg.  Es  dable  suponer  un  quinto 
de  dicha  cifra  para  las  estaciones  de  primavera  y otoño  y 1/10  para  la  invernal,  lo  que  arroja  un 
promedio  de  7m.  3/seg/año.  Esto  implica  una  sumatoria  de  220  Hm.  3/año.  En  las  condiciones 
actuales  el  lago  del  Desierto,  si  estuviera  seco,  se  colmataría  nuevamente  en  sólo  cuatro  años.  Esto 
nos  induce  a pensar  nuevamente,  en  la  estabilidad  relativa  de  las  geoformas  actuales  desde  sus 
orígenes  en  la  tercera  fase  glaciaria. 

Durante  los  sondeos  efectuados  fue  detectada  una  contracorriente  subsuperficial  (entre  los  40 
y 50  m.  de  profundidad)  que  “tiraba”  en  sentido  contrario  al  norte-sur  de  la  superficie.  Esta 
contracorriente  poseía  singular  fuerza  y hubo  que  realizar  considerables  esfuerzos  para  que  no 
hubiese  errores  en  las  marcaciones  de  la  profundidad.  Cuando  el  agua  es  agitada  por  los  vientos 
se  nota  un  movimiento  en  superficie  con  dirección  oeste-este,  con  encrespamiento,  oleaje  y vuelo 
de  agua  pulverizada  sobre  el  espejo  hídrico.  (9).  Esto  último  no  es  óbice  para  que  el  agua  superior 
drene  continuamente  hacia  la  desembocadura.  En  la  Fig.  N3 * * * * * 9  5 aparece  representado  un  perfil 
idealizado  del  lago  en  profundidad.  Sobre  una  capa  de  agua  quieta  (3)  o hipolimno  Huye  la 
contracorriente  sur-norte  (2)  y sobre  ésta  (3)  la  comente  superficial  norte-sur.  Ambas  conformando 
el  epilimno  lacustre.  Esta  estratificación  es  probable  que  esté  relacionada  no  sólo  con  los  vientos 
y el  sistema  de  derrame  del  lago  del  Desierto  hacia  el  valle  del  río  de  las  Vueltas,  si  no  también  con 
las  temperaturas  del  agua,  ya  que  en  reiteradas  oportunidades  fue  detectada  su  diferencia  en 
profundidad.  La  intención  era  tratar  de  reunir  información  a fin  de  ubicar  la  termoclina  para  la 
estación  de  verano,  observaciones  que  deberían  ser  integradas  con  posterioridad  con  una  muestra 
mayor  tomada  durante  las  restantes  épocas  del  año.  Las  diferencias  nunca  superaron  entre 
superficie  y fondo  los  2Q  C.  El  promedio  de  ellas  entregó  1 1-  C.  y 10g  C.,  respectivamente,  hacia 
abajo.  Es  probable  que  el  agua  de  fusión  de  los  heleros  cercanos  circule  en  esa  contracorriente  de 
sentido  opuesto  en  razón  de  su  distinta  densidad  y temperatura,  fenómeno  que  se  ha  referido  para 
el  lago  Viedma.  (10).  El  19  de  Enero  una  medición  de  temperaturas  en  horas  tempranas  dio  para 
la  superficie  del  lago  8,5 9 C.,  siendo  probable  que  durante  jornadas  asoleadas  el  calentamiento  de 
la  cubeta  hídrica  alcance  proporciones  de  hasta  5Q  C.  entre  las  mínimas  y máximas  temperaturas 
diarias.  El  PH.  de  5,4  es  ácido  en  todo  el  lago.  Finalmente,  es  digno  de  destacar  el  paralelismo  de 
ambas  márgenes  las  que,  incluso,  poseen  un  commiento  simultáneo  (¿encaje  anterior?)  hacia  el  sur 
del  lago.  La  existencia  de  rocas  de  diferente  dureza  en  las  terrazas  elevadas  sobre  el  cordón  limítrofe 
y el  del  Bosque  hacen  presuponer  un  cambio  de  dirección  circunstancial  de  la  lengua  glaciaria  en 
su  descenso  hacia  el  sur,  la  cual  se  recostó  hacia  el  nacienle  al  encontrar  menor  resistencia  en  la 
ladera  oriental  del  valle.  Las  terrazas  altas,  exaradas  durante  la  primera  y segunda  fase  del 
palcoglaciar  Diablo/Caballo  marcan,  efectivamente,  esta  disposición. 

Si  bien  no  fue  posible  detectar  la  termoclina,  por  su  origen,  geoforma,  profundidad  y demás 
caracteres  físico-geográficos  enumerados,  sin  lugar  a dudas,  debe  hablarse  del  LAGO  del  Desierto 
y no  de  una  LAGUNA. 

3.  E!  río  de  las  Vueltas 

El  valle  recorrido  por  el  río  de  la  Vueltas  posee  el  mismo  origen  que  el  lago  del  Desierto.  Una 

línea  de  falla  de  escaso  rechazo  lo  recorre  de  norte  a sur.  Sobre  este  accidente  geológico  y 

morfolófico  el  hielo  trabajó  en  su  primera  fase  siguiendo  la  pendiente.  O sea  en  búsqueda  del  lago 

Viedma.  Durante  la  segunda  fase  el  paleoglaciar  Diablo/Caballo  continuaba  hacia  el  sur,  en 

constante  retroceso,  recibiendo  aportes  de  los  heleros  que  le  confluían  por  ambas  márgenes.  En  la 

izquierda  es  significativo  el  valle  del  actual  curso  del  río  del  Bosque.  Por  la  derecha  los  de  los 
ríos  Eléctrico,  Blanco  y Fitz  Roy;  lodos  ellos  ocupando  antiguos  valles  lectoglaciarios,  de  los 
cuales  quedan  como  relictos  morenas  interestadiales  formando  lagunas  (Capri.  Azul,  Torre), 
lagos  (Eléctrico),  circos  y valles  colgantes.  La  configuración  actual,  salvo  episodios  de  nivel 
micro  más  modernos,  se  remonta  a varios  siglos  atrás.  En  este  sentido  es  concordante  y. 


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seguramente,  más  antigua  que  la  del  lago  del  Desierto,  ya  que  por  su  menor  altitud  el  hielo 
desapareció  primero  en  el  valle. 

El  curso  del  río  de  las  Vueltas  se  inicia  en  una  playa  de  rodados  fluvio-glaciarios  depositados 
en  el  extremo  sur  del  lago  del  Desierto.  Depósitos  lacustres  son  más  difíciles  de  encontrar,  aunque 
algunos  están  entremezclados  con  los  anteriores.  Su  altitud  en  este  sitio  está  en  los  500  m.s.n.m., 
de  manera  tal  que,  en  su  recorrido  de  50  Km.,  siguiendo  la  línea  longitudinal  del  fondo  del  valle, 
desciende  246  m.  La  pendiente  es  más  pronunciada  aún  si  se  toma  en  cuenta  que  los  últimos  20  km. 
de  su  recorrido  los  efectúa  sobre  la  2da.  terraza  fluvio-lacustre  del  lago  Viedma,  donde  se 
entremezclan  sus  depósitos  de  acarreo  con  restos  glaciarios  de  la  segunda  fase.  (11)  Aquí  se  explaya 
formando  algunos  cursos  subparalelos  entre  sí,  cuando  está  en  creciente,  de  acuerdo  a la  fuerza  de 
la  corriente,  la  época  del  año  y la  capacidad  de  transporte  que  en  cada  circunstancia  el  fluvio  posee. 

3.1.  Curso  superior 

A escasos  cientos  de  metros  de  formado  recibe  por  su  margen  derecha  un  Chorrillo  oficialmen- 
te innominado,  pero  bautizado  por  el  poblador  de  la  zona,  Sr.  Ramírez,  Che.  “Los  Huemules”. 
Dicho  topónimo  se  debe  a que  este  ejemplar  de  cérvido,  prácticamente  en  extinción,  es  habitual  que 
recorra  durante  el  invierno  las  inmediaciones  del  chorrillo  y los  pasturajes  tiernos  de  una  pampita 
baja,  donde  anteriormente  estaba  instalado  el  Destacamento  de  Gendarmería  Nacional  “Río  de  las 
Vueltas”.  Esta  planicie,  plagada  de  tábanos  e insectos,  concentra  ganado  mayor  vacuno  y equino. 
También  aparecen  caballones  con  verduras  y frutas  y se  apoya  en  el  material  de  depositación  de 
la  morena  frontal  del  glaciar  citado.  El  caudal  del  Ch0  es  de  1 ,2  m3/seg.  Desciende  desde  los  faldeos 
con  impetuosidad  y corre  encajonado  en  su  curso  inferior  con  una  profundidad  media  de  60  cm. 
Ejemplares  de  “Bocon”  o trucha  canadiense  (Salvelinus  Namaecush)  que  han  sido  sembrados  en 
el  río  La  Leona,  han  ascendido  por  el  lago  Viedma  y el  río  de  las  Vueltas  hasta  aquí.  Hemos 
observado  aguas  bajo,  en  las  cercanías  de  la  desembocadura  del  río  Eléctrico,  ejemplares  de  esta 
variedad  y otros  de  trucha  arco  irs  (Salmo  Gairdneri)  de  30  cm.  de  longitud  pero,  aparentemente 
mal  alimentados.  El  Sr.  Ramírez  nos  ha  informado  que  son  numerosos  los  ejemplares  de  pequeño 
tamaño  que  él  ha  visto  en  este  lugar,  por  lo  que  el  lago  del  Desierto  también  debería  estar  poblado 
por  estas  especies.  (12) 

Antes  de  recibir  al  chorrillo  el  río  posee  un  módulo  de  22  m3/seg.  La  temperatura  del  agua,  por 
la  mañana,  es  de  8‘-  C,  (lógicamente,  más  fría  que  la  del  lago  que  lo  origina).  Posee  una  anchura  de 
20  metros  y corre  a una  velocidad  de  lm/seg.  el  PH  es  de  6.  A dos  kilómetros  aguas  bajo  de  la 
confluencia  con  el  chorrillo  existe  un  encajonamiento  del  fondo  del  valle  lluvial  con  un  pequeño 
salto  de  6 metros  de  caída.  El  río  no  ha  podido  desgastar  el  perfil  del  salto  dada  la  juventud  del  curso, 
pero  la  presencia  del  mismo  indica  claramente  que  no  han  existido  fenómenos  de  captura  por  la 
acción  retrocedente  de  la  cabecera,  si  no  una  continuidad  hídrica  desde  los  orígenes  en  el  lago  del 
Desierto  hasta  su  desembocadura. 

Por  la  margen  izquierda  sigue  aguas  abajo  un  pequeño  afluente  innominado  con  un  caudal 
de  lm3/seg.  que  colecta  una  serie  de  pequeños  arroyuelos  descendentes  de  los  faldeos  occi- 
denta-les  del  CQ  Bonete,  de  2.079  m.  A partir  de  aquí  los  mayores  tributarios  se  vierten  por  la  orilla 
opuesta  y tienen  su  nacimiento  en  los  contrafuertes  del  cordón  Gorra  Blanca  que  marca  el  límite 
argentino-chileno.  Ellos  son  el  río  Toro,  el  río  Milodon  (denominado  “Milo”  por  los  lugareños)  y 
el  río  Cóndor. 

El  río  Toro  desagua  en  un  área  deprimida,  con  escasa  pendiente  en  el  fondo  del  valle,  donde 
aparentemente  se  suceden  fenómenos  de  surgencia  de  aguas  subterráneas.  Es  seguro  que  las 
freáticas  discurren  entre  el  material  rocoso-arenoso  hasta  alcanzar  su  perfil  de  base  en  las  marismas 
y lagunajos  que  posee  el  valle  de  inundación  en  este  tramo.  Juncáceas  e higrófilas  abundan  por  las 
dos  márgenes  y la  escurrentía  natural  se  ve  frenada  por  el  estancamiento  circunstancial  en  este 
lugar.  La  huella  de  herraduras  que  asciende  por  el  interior  del  valle  debe  ganar  la  orilla  izquierda 
por  la  mitad  del  faldeo  a fin  de  poder  sortear  este  paraje  que  el  personal  de  Gendarmería  Nacional 
ha  denominado,  si  no  científicamente,  muy  gráficamente,  como  “meditación  y suplicios”.  Los 


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últimos,  como  hemos  comprobado,  debido  a la  presencia  de  tábanos,  mosquitos  y otros  insec- 
tos. El  caudal  del  río  Toro  es  de  20  m3/seg.  La  temperatura  del  agua  en  superficie  fue,  por  la  ma- 
ñana, de  8°C  y su  PH  de  5,5.  El  río  Milodón,  contrastado  a las  14.40  horas,  tenía  en  superficie 
una  temperatura  de  8,2QC;  un  caudal  de  30  m3/seg.  y una  fuerte  velocidad  corriente  de  l,5m3/seg., 
lo  que  dificultó  su  vadeo  con  las  cabalgaduras.  Su  ancho  en  la  desembocadura  es  de  20  m y su 
PH  de  5,7. 

Entre  el  río  Milodón  y el  puesto  Arbilla  alcanzan  al  colector  una  serie  de  pequeños  chorrillos 
innominados  con  caudales  oscilantes  entre  0,5m3/seg.  y 1 ,5m3/seg.  Atraviesan  un  hermoso  bosque 
de  Nothofagus  con  ejemplares  de  varios  años  de  antigüedad  y en  sus  cercanías  crecen  pasturajes 
aprovechables  para  el  ganado  mayor.  El  fondo  del  valle  continúa  explayado  y aparecen  algunos 
meandros  abandonados  entre  el  material  de  acarreo  removido  por  el  curso.  En  este  tramo  el 
principal  afluente  lo  constituye  el  río  Cóndor,  que  tiene  su  nacimiento  en  la  laguna  del  Diablo, 
situada  al  pie  del  glaciar  Cagliero  sur,  a 800  m.  de  altitud.  Recibe  los  desbordes  de  la  laguna  Azul 
por  su  orilla  derecha  y suele  ser  denominado  “río  Diablo'’  por  los  lugareños.  ( 1 3)  Medido  en  el  sitio 
en  que  se  estaba  construyendo  el  puente  de  la  ruta  provincial  que  asciende  hasta  lago  del  Desierto, 
esto  es,  a dos  kilómetros  de  su  desembocadura,  su  ancho  es  de  6 m.  y tiene  un  caudal  de  9,6  m3/ 
seg.  Posee  una  considerable  fuerza  y velocidad  de  comente:  2m./seg.  La  temperatura  del  agua  en 
superficie  a las  14.45  hs.  era  de  7,9 s C y su  PH  de  5,4.  Debido  a que  en  este  lugar  el  curso  encuentra 
un  obstáculo  importante  en  las  alturas  de  600  m . que  rodea  por  el  naciente  el  río  de  las  V ueltas,  debe 
torcer  su  dirección  hacia  el  norte  para  alcanzar  su  desemboque  en  la  laguna  Cóndor.  Esto  ha 
generado  la  creencia  de  que  discurre  a “contrapendiente”,  como  una  anomalía  hidrográfica.  Que 
no  es  tal.  (14). 

La  laguna  Cóndor  se  dibuja  sobre  un  espejo  de  aproximadamente  2 Km2.  y afecta  la  forma  de 
un  riñon  recostado  hacia  el  poniente,  sitio  en  donde  se  verifica  la  confluencia  con  el  río  Cóndor 
y,  simultáneamente,  emite  la  continuación  del  río  de  las  Vueltas  hacia  su  curso  medio.  Ocupa  un 
explayado,  antigua  zona  de  deposición  estadial  durante  la  última  regresión  en  su  tercera  fase  y, 
por  lo  tanto,  anterior  a la  depositación  de  la  morena  frontal  del  paleoglaciar  Diablo/Caballo  en  el 
lago  del  Desierto.  La  presencia  de  pizarras  y esquistos  que  obligan  a torcer  su  curso  al  río  Cóndor 
y la  abundancia  de  sedimentos  fluviales  hasta  la  confluencia  de  los  ríos  Eléctrico  y Blanco  con  el 
de  las  Vueltas,  otorgan  certeza  respecto  a la  acción  glaciaria,  por  un  lado,  y por  otro  a la 
permanencia  en  el  tiempo  de  las  geoformas  actuales.  Prácticamente  todo  el  valle  de  inundación 
desde  la  laguna  Cóndor  hasta  la  confluencia  con  el  río  Fitz  Roy  está  constituido  en  superficie  por 
depósitos  fluviales  y material  de  acarreo  del  mismo  origen.  La  potencia  del  manto  es  de 
considerable  espesor,  como  lo  hemos  verificado  sobre  perfiles  edáficos  en  la  barranca  del  río  Fitz 
Roy  y en  el  río  Eléctrico,  lo  que  arroja  no  menos  de  tres  decenas  de  siglos  correlacionándolos  con 
las  formaciones  pampeanas  y patagónicas.  (V  Ciclo  de  Neopampiano  de  Frenguelli  = Cordobense, 
3.600  años  atrás  ?).  (15). 

Aquí  finaliza  el  curso  superior  del  río  de  las  V ueltas.  Sus  características  más  sobresalientes  son: 

• Posee  en  su  primer  tramo  una  pendiente  abrupta,  con  abundancia  de  rehoyos,  correderas  y un 
salto  de  6 m.  de  altura. 

• En  un  segundo  tramo  el  valle  se  amplía  y se  detiene  la  velocidad  de  la  escorrcntía. 

• Por  su  margen  izquierda  recibe  sólo  chorrillos  y por  la  derecha  numerosos  arroyuclos  y tres  ríos 
afluentes  de  consideración. 

• La  garganta  estrecha  en  su  nacimiento  se  ensancha  hasta  alcanzar'  en  el  desemboque  del  río 
Cóndor  casi  dos  kilómetros  de  anchura. 

• El  valle  de  inundación  se  encuentra  en  la  desembocadura  del  río  Toro  cubierto  por  higrófilas 
y,  supuestamente,  con  surgencia  de  freáticas. 

• No  han  existido  fenómenos  de  captura  por  acción  retrocedente  de  la  cabecera.  Su  origen  se 
remonta  a la  formación  de  la  morena  frontal  del  paleoglaciar  Diablo/  Caballo. 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N2  1,  1993  (87-107) 


3.2.  Curso  medio 

Al  ingresar  en  su  curso  medio  el  río  de  las  Vueltas  posee  un  caudal  estimado  por  nosotros 
en  el  orden  de  los  104  m3/seg.  El  aporte  al  cauce  principal  por  medio  de  las  aguas  subterráneas 
es  notable,  ya  que  llega  a 1/5  de  la  escurrentía  total  extrapolada  de  las  mediciones  tomadas 
(20  m3/seg).  (Ver  fig.  NQ  1).  Pero  debe  tenerse  en  cuenta  que  estos  fenómenos  de  surgencia 
son  característicos  de  los  paisajes  de  montaña  y consecuencia  directa  de  la  infiltración  pro- 
ducida sobre  suelos  rocoso-pedregosos,  sueltos,  mal  gradados,  de  baja  cohesión  interna  y ele- 
vada fricción. 

El  curso  medio  se  distingue  por  un  enganche  significativo  del  valle  que  en  algunos  sitios  alcanza 
a dos  kilómetros.  El  lecho  y el  valle  de  inundación  aparecen  cubiertos  por  material  de  origen  lluvial 
y los  aluviones  han  modelado  terrazas  que  se  han  aprovechado  para  la  construcción  de  la  ruta 
provincial  y la  instalación  humana.  Dentro  de  la  planicie  aluvial  el  curso  ha  formado  meandros, 
particularmente  visibles  tras  recibir  por  su  margen  izquierda  al  río  del  Bosque.  Puede  considerarse 
este  sector  del  río  como  de  cierta  madurez  y,  por  acomodarse  a una  probable  línea  de  folla,  como 
subsecuente.  Es  además,  característica  su  anastomosis. 

No  bien  iniciado  el  curso  medio  colecta  por  la  margen  derecha  a los  ríos  Eléctrico  y Blanco.  El 
desemboque  se  efectiviza  en  una  terraza  con  material  de  acarreo  procedente  de  los  contrafuertes 
del  grupo  del  CQ  Fitz  Roy  y agujas  cercanas.  Estos  depósitos  obligan  al  segundo  de  los  fluvios 
nombrados  a buscar  su  nivel  de  base  debiendo  superar  los  acarreos  dejados  por  el  río  Eléctrico  que, 
al  tener  un  mayor  caudal  y superior  capacidad  de  arrastre,  obtura  la  salida  normal  del  agua  que 
discurre  por  el  río  Blanco.  Debe  tenerse  en  cuenta  que  a pesar  de  que  las  crecientes  son 
prácticamente  simultáneas,  el  nacimiento  del  río  Eléctrico  se  encuentra  casi  300  m.  por  sobre  el  del 
río  Blanco,  lo  que  le  otorga,  en  favor  de  una  mayor  pendiente,  superlativo  poder  erosivo  y fuerza. 

Ambos  cursos  fueron  cotejados  el  mismo  día  con  diez  minutos  de  diferencia,  entre  las  13.30 
hs  y las  13.40  lo  que  garantiza  la  comparación  de  los  datos.  El  caudal  del  río  Blanco  es  de  20  m.3/ 
seg.  La  velocidad  de  la  corriente  de  2,5  m./seg,  lo  que  lo  sitúa  junto  al  Fitz  Roy  como  el  más  veloz 
de  toda  la  cuenta  imbrífera.  La  temperatura  del  agua  en  superficie  fue  de  6QC.  (una  de  las  más  frías) 
y su  PH  de  5.8.  El  río  Eléctrico,  por  su  parte,  es  cinco  veces  más  ancho  que  el  anterior.  Arrojó  un 
caudal  de  30  m.3/seg.,  una  temperatura  en  superficie  de  T C,  y un  PH  de  5.0. 

En  ese  tramo  del  río  de  las  Vueltas  aparecen  diversas  paleoformas  de  indudable  génesis  flu- 
vioglaciaria.  En  épocas  pretéritas  es  probable  que  el  curso  del  río  pasase  recostado  sobre  su  margen 
izquierda,  por  el  cañadón  de  las  Vizcachas,  hoy  totalmente  abandonado  y ocupado  por  abundante 
vegetación  arbórea  y herbácea.  Cercanas  al  actual  cauce  quedan  como  relictos  paleocañadas 
vinculadas  con  las  pretéritas  descargas  del  Eléctrico  y el  Blanco  y con  la  obturación  transitoria  de 
algunos  de  estos  paleocauces.  La  potencia  de  la  pila  aluvial  y las  dimensiones  de  la  planicie 
aluvional  nos  remiten  nuevamente  al  V Ciclo  epifluvial  de  Frenguelli,  del  Holoccno,  con  vestigios 
de  anterior  acción  glaciaria.  El  modelado  fluvial,  siendo  más  moderno,  indica  que,  sea  sobre  un 
paleocaucc  o sobre  otro,  existió  siempre  un  escurrimiento  a lo  largo  del  valle  hacia  el  lago  Viedma. 

En  una  de  las  recorridas  que  realizamos  con  el  Dr.  Siragusa  sobre  las  alturas  situadas  frente  a 
la  desembocadura,  compuesta  por  esquistos  y pizarras,  tuvimos  la  oportunidad  de  observar  con 
detenimiento  la  manera  en  que  se  vuelcan  las  aguas  de  los  dos  afluentes  al  curso  principal  y medir 
los  caudales.  Antes  de  la  confluencia  el  río  de  las  Vueltas  dcsacclera  su  velocidad,  acumulando 
material  de  acarreo  sobre  su  margen  derecha.  (Ver  Fig.  N-  4).  Hacia  atrás,  en  dos  meandros 
abandonados,  el  agua  ejerce  un  fuerte  efecto  de  remanso  (AB).  En  la  recta  que  se  continúa  (X),  de 
aproximadamente  200  metros,  el  fluvio  traía  un  caudal  de  104  m3/seg  en  un  ancho  de  casi  100  m. 
Su  velocidad  era  de  1,3  m./seg.,  o sea  inferior  a la  del  Eléctrico  y casi  un  50%  menor  que  la  del 
Blanco  (aunque  de  similar  PH:  5.8  y con  aguas  más  cálidas  9,9-  C.  en  superficie).  Su  escurrentía 
debe  pasar  recostada  contra  la  barranca  de  la  margen  izquierda  para  mezclarse  con  los  aportes  de 
sus  dos  anuentes,  lo  que  se  visualiza  perfectamente  por  la  distinta  coloración  del  agua  y los 
remolinos  resultantes.  Sobre  dicha  barranca  el  colector  ha  labrado  un  canal  más  profundo  que  le 


Aspectos  Hidrológicos  y Limnológicos.  Lie.  Carlos  A.  de  Jorge. 


95 


posibilita  continuar  su  recorrido  mientras  sobre  el  explayado  opuesto  se  vierten  sus  tributarios. 
Debe  recordarse  que  el  río  de  las  Vueltas  llega  al  desemboque  con  solo  un  50%  más  del  caudal  que 
le  arrojan  el  Eléctrico  y el  Blanco  simultáneamente.  La  mezcla  de  las  masas  hídricas  denota  ser  total 
a solo  200  m.  de  la  confluencia,  fenómeno  que  se  aprecia,  incluso,  en  la  finalización  del  paleocauce 
(C)  donde  también  existe  un  fuerte  efecto  de  remanso. 

A escasos  tres  kilómetros  de  esta  intrincada  afluencia,  el  río  de  las  Vueltas  recibe  a su  más 
importante  tributario  por  la  margen  izquierda:  el  río  del  Bosque,  formado  de  la  unión  de  éste  y el 
río  Portones.  Los  dos  drenan  conjuntamente  los  arroyuelos  descendentes  de  la  ladera  oriental  del 
cordón  del  Bosque  y la  sección  septentrional  de  la  meseta  del  Quemado.  Como  ambos  accidentes 
orográficos  reciben  menores  precipitaciones  los  caudales,  obviamente,  son  exiguos  comparados 
con  los  de  los  colectores  que  drenan  la  ladera  opuesta  de  la  cordillera  limítrofe.  La  planicie  de 
inundación  en  el  desemboque  es  bastante  amplia  y se  ha  instalado  en  ella  la  Sección  “La  Florida” 
de  Gendarmería  Nacional.  También  se  aprovechan  los  pasturajes  que  crecen  en  los  alrededores 
para  la  alimentación  de  la  caballada  y la  instalación  humana  se  verifica  en  algunos  puestos  (Sr. 
Gómez),  donde  se  cuidan  vacunos,  equinos  y ovinos.  El  nacimiento  del  río  del  Bosque  marca  el 
confín  de  la  superposición  de  las  divisorias  locales  y continentales  de  las  aguas,  ya  que  al  sep- 
tentrión, tras  la  sierra,  tiene  origen  el  nacimiento  del  río  Grande,  el  A9  Correntoso  y el  río  Martínez 
de  Rosas,  que  desaguan  en  el  lago  San  Martín  y a través  de  él  y su  emisario,  al  océano  Pacífico. 

El  río  del  Bosque  posee  un  caudal  de  14,5  m3/seg.  Su  cauce  se  apoya  a la  finalización  del  curso 
sobre  un  fondo  plano  de  material  de  acarreo,  lo  que  lo  obliga  a generar  numerosos  hilillos 
serpenteantes  que  el  material  pedregoso  une  y disuelve  continuamente.  El  cauce  principal  posee 
una  profundidad  media  de  0,70  cm.  y es  vadeable  con  cabalgaduras,  lo  que  permite  el  acceso  a las 
sendas  que  remontan  el  cordón  del  Bosque  por  ambas  laderas  hasta  el  C9  Bonete.  Su  PH  es  ácido, 
de  5,5.  La  temperatura  del  agua,  en  superficie  por  la  tarde,  era  de  109  C. 

A partir  de  aquí  el  río  de  las  Vueltas  ensancha  aún  más  su  valle  de  inundación  y discune 
anastomosado  colectando  varios  chorrillos  por  ambas  márgenes,  con  caudales  inferiores  a los  0,5 
m3/seg.  Aguas  abajo  recibe  al  río  Salto  (o  Ch‘-  del  Salto),  que  según  Lliboutry  sigue  una  probable 
línea  de  falla  transversa  a la  principal.  Un  kilómetro  antes  de  volcar  sus  aguas  tiene  un  salto  (de  ahí 
su  nombre)  formado  sobre  los  pórfidos  cuarcíferos  que  no  ha  conseguido  desgastar.  Es  de  gran 
belleza  y configura  uno  de  los  atractivos  turísticos  del  área  que  deberían  ser  más  promocionados 
y mejor  aprovechados.  La  altura  de  la  caída  es  de  unos  15  m.  y se  la  visualiza  desde  la  ruta,  pero 
como  a partir  de  estas  latitudes  ya  entramos  en  el  Parque  Nacional  “Los  Glaciares”,  no  está 
permitido  modificar  la  naturaleza,  lo  que  dificulta  la  construcción  de  pasarelas,  escalinatas,  etc.  El 
río  Salto  tiene  su  nacimiento  en  los  remates  del  C9  Polo  y recibe  el  aporte,  entre  otras,  de  la  laguna 
Capri.  Su  ancho  es  de  3 m.  y su  caudal  de  1,5  m3/seg.  a las  1 LOO  lis.  La  temperatura  del  agua  en 
superficie  fue  de  89  C y a las  18.00  hs.  de  109  C.  (Ver  tabla  N9  1).  Su  PH  de  5.4  y en  el  transcurso 
de  un  día  de  observaciones  hemos  podido  comprobar  la  rapidez  de  sus  crecidas  vespertinas  y el 
descenso  matutino  de  su  caudal. 

En  el  resto  del  curso  medio  sólo  resta  por  citar  al  río  Fitz  Roy.  Este  fluvio  es  el  más  impor- 
tante de  todos  los  afluentes  que  recibe  el  río  de  las  Vueltas  y constituye  un  magnífico  pótamo  de 
montaña.  Corto,  de  gran  pendiente,  corre  ya  entre  gargantas  estrechas  y profundas,  ya  explayado 
sobre  su  valle  de  inundación.  Trac  el  agua  de  fusión  del  ventisquero  Grande,  al  pie  meridional 
del  cerro  que  le  da  el  nombre  y está  regulado  en  su  naciente  por  la  laguna  Torre.  Debajo  del  puente 
de  la  ruta  provincial  N9  23  y a escasos  metros  de  su  desembocadura,  poseía  una  velocidad  de  2,5 
m/seg.  A las  1 1.40  hs.  su  temperatura  en  superficie  era  de  79  C,  similar  a la  registrada  a las  18.00 
hs.  Su  PH  de  5.7  y se  pueden  hacer  similares  observaciones  con  respecto  a sus  crecidas  como  las 
citadas  del  río  Sallo. 

En  la  planicie  aluvial  y aguas  arriba  de  la  confluencia  se  ha  fundado  hace  pocos  años  la  loca- 
lidad de  El  Chaltén,  enfrentando  el  antiguo  casco  de  la  estancia  Madsen.  En  las  inmediaciones 
también  funciona  la  Estación  Meteorológica  “Lago  Viedma”  y la  sede  de  Guardaparques  del 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  Ne  1,  1993  (87-107) 


Parque  Nacional  “Los  Glaciares”.  Existe  un  puesto  de  Gendarmería  Nacional:  hotelería,  cabañas 
para  alquilar  y todo  aquello  que  requiere  un  incipiente  punto  de  apoyo  turístico  de  alta  montaña, 
pero  que  tiene  en  germen  un  gran  porvenir.  Bellezas  no  escasean  y la  sola  vista  del  cerro  Fitz  Roy 
y sus  agujas  cercanas  valen  el  trayecto  que  hay  que  realizar  para  acceder  a estos  parajes.  A tres 
kilómetros  de  este  sitio,  en  su  última  angostura,  finaliza  el  curso  medio  del  río  de  las  vueltas. 
Existe  un  correntómetro  en  las  inmediaciones  del  funicular  que  posibilita  el  acceso  a la  estancia 
del  Sr.  Domenech  en  la  orilla  opuesta.  Lamentablemente,  de  acuerdo  a las  informaciones 
obtenidas,  dicho  correntómetro  no  funciona.  (16)  Las  observaciones  realizadas  allí  mismo 
arrojaron  el  siguiente  resultado,  a las  1 1.50  hs.:  temperatura  del  agua  en  superficie  de  8,7Q  C.  Por 
la  tarde,  a las  18.00  hs.  11,7®,  caudal  de  216  m3/seg.  y una  velocidad  de  corriente  de  2 m/ség.,  que 
se  considera  logia,  ya  que  el  río  se  derrama  a partir  de  allí  en  las  terrazas  fluvioglaciales  del  lago 
Viedma,  donde  desagua. 

Las  características  más  sobresalientes  del  tramo  medio  son: 

• Un  marcado  ensanchamiento  del  valle  de  inundación. 

• Posee  menor  pendiente,  por  lo  que  se  explaya  formando  meandros  y anastomosis. 

• Recibe  aportes  de  tributarios  de  mayor  caudal,  entre  ellos,  el  más  importante  por  su  margen 
izquierda  y el  mayor  de  toda  su  cuenca  imbrífera,  por  la  opuesta. 

• En  el  valle  se  han  formado  terrazas  y son  fáciles  de  observar  los  paleocauces  y paleocañadas 
holocénicas  y/o  pleistocénicas  abandonadas. 

• Ha  comenzado  a depositar  material  de  acarreo.  En  verano  existen  muy  pocos  sitios  donde  puede 
ser  vadeado. 

• De  los  104  m3/seg.  que  el  pótamo  tenía  al  ingresar  al  curso  medio,  salen  de  él  más  del  doble: 
216  m3/seg. 

3.3.  Curso  inferior  (17) 

En  este  tramo  el  río  de  las  Vueltas  solamente  recibe  algunos  chorrillos  que  descienden  desde 
la  meseta  del  Quemado,  hecho  que  se  debe  fundamentalmente  a la  menor  cantidad  de  agua  y nieve 
que  precipita  en  la  misma  con  respecto  a la  franja  situada  a occidente  del  pótamo.  Tuerce  su  curso 
con  dirección  NO-SE  al  alcanzar  la  terraza  fluvio-glaciaria  de  la  margen  izquierda  del  lago  Viedma, 
recorriendo  en  este  sector  unos  10  km.  casi  paralelo  a la  orilla  lacustre,  que  corresponde  a una 
morena  lateral  dejada  en  su  retroceso  por  el  glaciar  Viedma. 

A partir  de  allí  el  río  de  las  Vueltas  cambia  su  dirección,  algo  antes  de  recibir  al  río  Barran- 
cas, su  último  afluente,  que  le  llega  por  la  margen  izquierda  descendiendo  de  la  meseta  del 
Quemado.  Medido  a las  10.00  hs.  poseía  este  fluvio  un  caudal  de  1,0  m3/seg.  y una  profundidad 
de  0,20  m.,  cerca  del  puente  de  la  Ruta  Provincial  ND  23.  Su  PH  era  de  6 y la  temperatura  en 
superficie  de  1 19  C. 

Antes  de  la  confluencia  la  dirección  del  río  de  las  Vueltas  ya  ha  tomado  un  giro  de  909  y se  dirige 
sobre  los  restos  fluviolacustres  del  lago  Viedma  en  busca  de  su  nivel  de  base.  Finaliza  así  su 
recorrido  vertiendo  un  promedio  de  220  m3/seg.  en  este  mes  del  año,  explayándose  entre  los 
rodados  y ampliando  notoriamente  su  desemboque. 

Es  dable  suponer  que  un  hidrograma  del  río  de  las  Vueltas  refleje  lo  que  ya  es  típico  para 
un  curso  de  montaña  en  estas  latitudes.  En  verano  su  caudal  oscilara  en  los  200  m3/seg.  y en 
primavera  alrededor  de  100  m3/seg.  De  ser  estas  cifras  cercanas  a la  realidad  (ver  Figura  NQ  6),  el 
promedio  anual  de  derrame  está  en  el  orden  de  los  1 1.200  HM3.,  que  configuran  el  aporte  total 
de  toda  la  cuenta  imbrífera  al  lago  Viedma  y,  en  última  instancia,  al  río  Santa  Cruz.  (18)  (Ver 
tablas  N9  1 y 2). 


Aspectos  Hidrológicos  y Limnológicos.  Lie.  Carlos  A.  de  Jorge. 


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TABLA  N2  1 

Datos  hidrológicos  en  el  curso  medio 
RIO  DE  LAS  VUELTAS 


FLUVIO 

Hora  de  medición 

PH 

Temp. 

Caudal 

Observaciones 

R.  d.  1.  Vueltas 

12.20 

5.8 

9,8 

104 

En  2 de  Fig.  1 

»* 

11.20 

5.4 

9,5 

146 

En  3 de  Fig.  1 

M 

18.40 

5.4 

11,8 

170 

En  3 de  Fig.  1 

tt 

11.50 

5.7 

7 

183 

En  4 de  Fig.  1 

»» 

19.00 

5.7 

11,7 

216 

En  4 de  Fig.  1 

Eléctrico 

13.40 

5.9 

7 

30 

A 1 Km  del  desemboque 

Blanco 

13.30 

5.8 

6 

20 

Bajo  puente  R.  Prov.  23 

del  Bosque 

15.00 

5.5 

10 

14,5 

A 2 Km  del  desemboque 

Salto 

11.00 

5.4 

8 

1 

En  cruce  con  R.  Prov.  23 

tt 

18.20 

5.4 

10 

1,5 

En  cruce  con  R.  Prov.  23 

Fitz  Roy 

11.40 

5.7 

7 

35 

Bajo  puente  R.  Prov  23 

tt 

19.00 

5.7 

7 

46 

Bajo  puente  R.  Prov.  23 

Caudal:  En  m3./seg. 

Temperatura:  en  °C  y en  superficie 
Cotejar  sitios  de  medición  con  la  Figura  N21 

TABLA  N2  2 

CURSO  MEDIO  DEL  RIO  DE  LAS  VUELTAS 
RESUMEN  GENERAL  DE  ASPECTOS 


ASPECTO 

MAÑANA 

TARDE 

OBSERVACIONES 

Ancho  medio 

40  metros 

50  metros 

Posee  explayados 

Profundidad  media 

1 metro 

1,4  metros 

Posee  rehoyos 

Temperatura 

9o- C. 

112C. 

Módulo 

145  m3/seg. 

175  in3/seg 

Fuerza  d.  1.  cte. 

muy  fuerte 

muy  fuerte 

Menor  por  la  mañana 

Velocidad 

1,3  m./seg. 

2 m./seg. 

Transparencia 

cristalino 

transparantc 

Vida  animal 

salmónidos 

salmónidos 

2 varidades  de  trucha 

Congelamiento 

no 

no 

En  verano 

Potabilidad 

si 

si 

Con  precauciones 

P.H. 

5. 4/5. 8 

5. 4/5. 8 

Varía  en  el  trayecto 

Vadeos 

más  fáciles 

más  complejos 

En  sitios  escogidos 

Lecho 

pedregoso 

idem 

Rocoso/arenoso  en  tramos 

Cauce 

explayado 

idem 

Se  encajona  en  tramos 

Orillas 

baja/escarpada 

idem 

Alternativamente 

Márgenes 

explayada/a  filo 

idem 

Alternadas  en  tramos 

Vegetación  en  la  ribera 

gramíneas 

idem 

En  tramos  sin  ella 

98 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N°  1,  1993  (87-107) 


Aspectos  Hidrológicos  y Limnológicos.  Lie.  Carlos  A.  de  Jorge. 


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FIGURA  N“  2 

ESQUEMA  HIDRICO  DEL  LAGO  DEL  DESIERTO 


REFERENCIAS 

: Dirección  de  la  corriente 

(IU“ 

: Ventisqueros 

— * • 

: Divisoria  local  de  aguas 
y límite  internacional 

13,6 

: Caudal  en  m3./seg 

INTERPRETACION  DETRANSECTAS 


TRANSECTA  1 : (TI ) 

1 = 52  m. 

2=  104  m. 

3=  91  m. 


TRANSECTAS  2 y 3 

4=  70  m. 1 
5=  72  m.  ),  (T2) 

6=  65  m. 


7=  58  m. 
8=  97  m. 
9=  53  m. 


} 

} 


Lag.  Redonda 
Lag.  Larga 


Microturbina 
Cabaña 


¡ 


* 


03 

n 

03 

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Dest.  G.  N. 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  Ns  1,  1993  (87-107) 


Aspectos  Hidrológicos  y Limnológicos.  Lie.  Carlos  A.  de  Jorge. 


101 


FIGURA  Na  4 


FIGURA  N2  5 

PERFIL  DEL  LAGO  DEL  DESIERTO  EN  PROFUNDIDAD 
Esquema  ideal  de  las  capas  de  agua 


102 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  Ne  1,  1993  (87-107) 


Dirección  de  la 
corriente 


Aspectos  Hidrológicos  y Limnológicos.  Lie.  Carlos  A.  de  Jorge. 


103 


FIGURA  Ne  6 

PROBABLE  HIDROGRAMA  EN  EL  RIO  DE  LAS  VUELTAS-CURSO  INFERIOR 


m3./Seg.  m3./Seg. 


95m3./seg. 


Foto  Ng  1:  Embarcadero  de  Gendarmería  en  la  punta  Norte  del  Lago  del  Desierto,  vistadeNorteaSur.  Al  Este, 
los  faldeos  del  Cordón  del  Bosque;  al  Oeste,  el  Cordón  “Submarino”.  (Foto:  Dr.  A.  Siragusa). 


104 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N°  1,  1993  (87-107) 


Foto  NQ  2:  Vadeando  al  Río  Milodón  que  viene  creciendo,  es  afluente  del  río  de  las  Vueltas.  El  bosque  se 
desarrolla  denso  desde  el  borde  del  agua  y trepa  los  faldeos.  (Foto:  Dr.  A.  Siragusa). 


Foto  N-  3:  Valle  de  El  Chaltén.  El  Río  de  la  Vueltas  saliendo  por  la  “Puerta”.  (Foto:  Dr.  A.  Siragusa). 


Aspectos  Hidrológicos  y Limnológicos.  Lie.  Carlos  A.  de  Jorge. 


105 


NOTAS 

(1) .  Hojas  de  escala  1:  100.000  "Laguna  del  Desierto'’.  “Monte  Fitz  Roy”.  “Glaciar  Viedma”, 

“Ea.  Kaiken  Aike”  y “Península  Mackenna”;  a escala  1:1.000.000  de  OACI  (CAA-4)  y a 
escala  1.500.000  “Lago  Viedma”  del  I.G.M.  (4972  y 4975). 

(2) .  Lliboutry,  op.  cit.,  pág.  26. 

(3) .  Cfr.:  Feruglio  E.:  “Los  glaciares  de  la  cordillera  Argentina”.  En:  “Geografía  de  la  Repúbli- 

ca Argentina”.  GAEA,  Soc.  Arg.  de  Est.  Geográficos,  Tomo  VIII,  Ira.  parte,  Buenos  Aires, 
1957;  Frenguelli,  J.:  “Neozoico”,  id.  id..  Tomo  II,  3ra.  parte,  “El  glaciarismo  cuaternario”, 
id.  id..  Tomo  II,  3ra.  parte;  Caldenius,  C.:  “Las  glaciaciones  cuaternarias  en  la  Patagonia  y 
Tierra  del  Fuego”.  Dir.  Gral.  de  Minas  y Geología.  Ne  95,  Bs.  As.,  1932;  Lliboutry,  L.; 
“Estudio  cartográfico,  geológico  y glaciológico  de  la  Zona  del  Fitz  Roy”.  Fac.  de  Fil.  y Letras 
de  la  Univ.  de  Bs.  As.,  Inst.  de  Geografía,  Bs.  As.,  1952,  Serie  A.  NQ 17;  Groeber,  P.:  “Origen 
de  los  valles  transversales  de  la  Cordillera  Patagónica”.  Anales,  T.  II,  GAEA,  Soc.  Arg.  de 
Est.  Geográficos,  Buenos  Aires,  1927;  Rovereto,G.:  “Studi  di  Geomorfología  Argentina,  III. 
La  Valle  del  Río  Negro”.  Boíl.  Soc.  Geol.  Ital.,  Roma,  1913. 

(4) .  De  acuerdo  a Orfila,  E.N.  que  ha  analizado  las  edades  de  los  Nothofagus  en  áreas  geográfi- 

cas similares  a la  nuestra  y aún  cercanas  (Tierra  del  Fuego,  Lago  Gral  Vintter,  etc.),  para  el 
N.  pumilio  troncos  de  76  cm.  de  diámetro  y alturas  de  16,80  m.  poseen  una  antigüedad  de  300 
años;  ejemplares  de  71  cm.  y 18,40  m.  de  alto  306  años;  de  88  cm.  y 20,10  m.  de  altura  342 
años  y así  sucesivamente.  Las  mediciones  sobre  bases  dendrométricas  y epidométricas  de 
Lenga,  Ñire  y otras  Nothofagáceas  arrojan  resultados  similares.  Este  método  indirecto  nos 
permite  sostener  las  aseveraciones  referidas  sobre  la  época  probable  de  la  desaparición  del 
manto  de  hielo  en  ciertos  lugares.  Cfr.:  Orfila,  E.  N.:  Tabla  local  de  cubicación  para  Notho- 
fagus pumilio  (Poepp.  et  Endl.)  Krasser,  en  la  margen  sur  del  lago  Gral.  Vintter,  Provincia 
de  Chubut-  República  Argentina,  en:  “Revista  de  la  Facultad  de  Agronomía”  La  Plata.  1987, 
Tomo  63,  entregas  1 y 2,  pp.  62-69. 

(5) .  Este  hecho  puede  confirmar  el  acertó  de  que  el  viento  es  un  agente  más  efectivo  en  el 

fenómeno  de  ablación  que  la  irradiación  solar  y,  combinados  ambos,  la  causa  determinante 
de  la  misma. 

(6) .  Nuestras  observaciones  no  coinciden,  por  ende,  con  las  afirmaciones  de  Lliboutry  con 

respecto  a su  cuarta  fase  "de  las  últimas  morenas  frontales”.  Que  si  bien  pueden  ser  exactas 
para  el  núcleo  del  Fitz  Roy,  a mayor  altura  sobre  el  nivel  del  mar  y con  mayores  precipita- 
ciones niveas  en  las  respectivas  cuencas  de  alimentación,  no  lo  son  para  el  micro  paisaje  del 
lago  del  Desierto  y el  valle  del  río  de  las  Vueltas. 

Es  necesario  recordar  que  suele  ser  sumamente  dificultoso  y hasta  aleatorio  poder  efectuar 
correlaciones  extrapolando  valores  de  otros  lugares  con  distintas  condiciones  geográficas, 
diferente  latitud  y altitud,  etc.  e,  incluso,  con  diversidad  de  clima.  Sólo  como  una  aproxima- 
ción indicamos  que,  según  Castiglioni,  la  ablación  glaciaria  se  encuentra  hoy  en  el  orden  de 
65  m./año  en  los  Alpes.  (Castiglioni,  G.:  “Geomorfología”.  UTED,  Torino,  1979,  Pág.  261 
y 289.  Pág.  290  (Cuadro),  aceptando  el  mismo  autor  valores  entre  50/100  m.  De  acuerdo  a 
Lliboutry  (Op.  Cit.,  Pág.  54),  el  retiro  del  ventisquero  Torre  es  igual  a 35  cm./año,  cifra 
notoriamente  inferior  a las  anteriormente  citadas.  Estas  dataciones,  sólo  indicativas,  pueden 
correlacionarse  con  el  espesor  de  las  terrazas  lluviales,  a nuestro  criterio  y desde  la  óptica 
hidrológica,  relativamente  más  seguras  para  calcular  la  antigüedad  de  las  paleoformas. 

(7) .  Frenguelli,  J.:  Op.  Cit.,  Pág.  104  y ss.;  Feruglio,  E.  O.:  Op.  Cit.,  Pág.  74  y 75. 

(8) .  Con  respecto  a las  asincronías  relativas  del  proceso  glaciario,  no  debe  olvidarse  a Roveret- 

to.  (Cfr.  “Studi  de  geomorfología  Argentina  IV.  La  Pampa,  Prima  Paite”.  Boíl.  Soc.  Geog. 
Italiana.  XXXIII,  75, 128,  Roma,  1914).  Si  consideramos  a este  autor,  la  situación  analizada 
en  el  lago  del  Desierto  y el  valle  del  río  de  las  Vueltas,  debemos  localizar  los  eventos  en  el 
Post-Nahuelhuapiense. 


106 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N2  1,  1993  (87-107) 


(9) ,  Este  fenómeno,  incluyendo  pequeñas  “trombas”,  fue  observado  asimismo  en  la  laguna 

Cóndor,  pero  con  mayor  virulencia,  en  momentos  de  trasladarnos  desde  la  localidad  de  El 
Chaltén  hacia  lago  del  Desierto.  La  fuerza  del  viento  era  de  tal  magnitud  que  dos  helicópteros 
de  la  Fuerza  Aérea  que  estaban  llevando  al  personal  del  Ministerio  de  Relaciones  Exteriores, 
no  pudieron  entraren  el  valle  del  río  de  las  Vueltas  ni  ascender  por  sobre  el  cordón  del  Bosque, 
por  lo  cual  regresaron  a El  chaltén.  El  agua,  literalmente  arrojada  por  el  viento  contra  los 
paredones  metamórficos  de  la  margen  derecha  de  la  laguna  Cóndor,  formaba  una  cortina  que 
recoma  mas  de  100  metros  desde  la  orilla  hacia  la  pared  rocosa,  elevando  a la  vez  sensible- 
mente el  nivel  del  agua  lacustre  en  dicha  orilla  y disminuyéndola  en  la  opuesta. 

(10) .  Lliboulry,  L.:  Op.  Cit.,  Pag.  51. 

( 1 1) .  Lliboutry,  L.:  Op.  Cit.,  Pag.  38. 

(12) .  Es  común  escuchar  la  referencia  lugareña  de  que  el  pequeño  salto  existente  sobre  el  río  de 

las  Vueltas  impide  el  paso  de  estos  ejemplares  hacia  el  lago  del  Desierto,  motivo  por  el  cual 
no  hay  truchas  en  el  mismo.  Los  ejemplares  observados  por  el  Sr.  Ramírez  estaban  aguas 
arriba  del  salto,  que  por  otra  parte,  no  ofrecería  dificultades  al  movimiento  ascendente  de 
estas  variedades  de  salmónidos  acostumbradas  a salvar  desniveles  más  significativos.  Es 
más  probable  que  si  existan  truchas  en  el  lago  del  Desierto,  pero  que  no  se  sepa  de  su 
existencia  por  la  sencilla  razón  de  que  no  se  ha  intentado  pescarlas. 

( 1 3) .  Es  conveniente  (y  así  lo  hemos  hecho)  utilizar*  los  topónimos  que  figuran  en  la  cartografía  del 

I.G.M.  a fin  de  evitar  dobles  denominaciones.  (En  este  caso  dos  ríos  “Diablo”  relativamente 
cercanos).  Ya  en  otras  oportunidades  este  tipo  de  situaciones  han  traído  singular  es  problemas 
a las  Comisiones  Demarcadoras  de  Límites  c,  incluso,  en  Laudos  Arbitrales.  Recuérdese  el 
caso  de  Palena-Río  Encuentro  laudado  por  la  Reina  Isabel  II  en  1966  y el  problema  suscitado 
por  las  Misiones  Orientales  con  el  Brasil  a raíz  de  la  denominación  de  los  ríos  Jangada, 
Chapecó,  San  Antonio  Guazú  y Pcquirí  Guazú.  En  estos  casos  al  “ingenio  popular”  es 
necesario  encauzarlo  en  los  cánones  cartográficos  y toponímicos  de  la  ciencia  geográfica. 

(14) .  En  oportunidad  de  una  disertación  que  durante  el  mes  de  Julio  tuve  que  llevar  a cabo  en  la 

ciudad  de  Río  Gallegos  referida  a la  problemática  de  límites  en  el  área  que  estamos  analizan- 
do, se  me  preguntó  explícitamente  sobre  esta  supuesta  anomalía  geográfica,  ya  que  circulaba 
la  especie  de  que  a raíz  de  ella  se  podría  apoyar  en  el  río  Cóndor  la  “línea  de  divisoria  local 
de  las  aguas".  No  sólo  no  existe  tal  línea  en  estas  latitudes  si  no  que.  además,  tampoco  existe 
dicha  anomalía. 

(15) .  Cfr.  Frenguelli,  J.:  “Neozoico".  En:  “Geografía  de  la  República  Argentina”.  GAEA,  Soc. 

Arg.  de  Est.  Geográficos;  Tomo  II,  Tercera  Parte,  Buenos  Aires.  1957,  Pág.  12  y cuadro  de 
Pág.  63  y Pág.  110. 

(16) .  Las  averiguaciones  realizadas  al  respecto  arrojaron  resultados  negativos.  Aparentemente,  de 

acuerdo  a los  lugareños,  el  correntómetro  funcionó  solo  un  año,  mientras  dependía  de  Agua 
y Energía.  Ni  en  Calafate,  ni  en  la  Dirección  de  Recursos  Hídricos.en  Río  Gallegos,  pudimos 
obtener  datos.  No  hemos  tenido  respuesta,  tampoco,  de  la  ciudad  de  Trelew  adonde,  aparen- 
temente, estaba  el  archivo  con  los  registros  logrados.  Consideramos  de  singular  interés  el 
poder  correlacionar  lo  obtenido  con  los  datos  registrados,  si  los  hubiese,  a fin  de  perfeccionar 
el  estudio  hidrológico  del  río  de  las  Vueltas,  efectuar  su  hidrograma  y conocer  su  escorrentía 
anual. 

( 1 7) .  El  área  que  abarca  la  Campaña  Científica  finaliza  en  la  confluencia  del  río  de  las  Vueltas  con 

el  Fitz  Roy.  Pero  consideramos  de  interés,  por  varias  razones,  incluir  en  esta  investigación 
también  el  curso  inferior.  Entre  otras,  por  que  hasta  donde  sabemos,  no  existe  ninguna  pu- 
blicación geográfica  o hidrológica  referida  a este  fluvio  que,  además,  configura  la  cabecera 
más  lejana  de  todo  el  sistema  hídrico  del  río  Santa  Cruz. 

(18) .  De  acuerdo  a Grondona,  M.  la  cuenca  imbrífera  del  río  Santa  Cruz  posee  una  superficie  de 

24.5 10  Km. 2.  EL  río  de  las  Vueltas  contribuye  a ella  con  1 .250  Km. 2,  de  acuerdo  a nuestros 


Aspectos  Hidrológicos  y Limnológicos.  Lie.  Carlos  A.  de  Jorge. 


107 


cálculos  planimétricos.  Aproximadamente  el  5%  del  total.  Cfr.:  Grondona,  M.:  “Hidrogra- 
fía”. Tomo  VII,  2da.  Parte  de  “Geografía  de  la  República  Argentina”.  G AEA,  Soc.  Arg.  de 
Est.  Geográficos,  Bs.  As.,  1975,  Pág.  356  y 367. 


BIBLIOGRAFIA 

1.  CALDEN1US,  C.:  “Las  glaciaciones  cuaternarias  en  la  Patagonia  y Tierra  del  Fuego”.  Dir. 
Gral.  de  Minas  y Geología.  NQ  95,  Bs.  As.,  1932. 

2.  CASTIGLIONI,  G.:  “Geomorfología”.  UTET,  Torino,  1979. 

3.  FERUGLIO,  E.:  “Los  glaciares  de  la  cordillera  Argentina”.  En:  “Geografía  de  la  República 
Argentina”,  GAEA,  Soc.  Arg.  de  Est.  Geog.,  Bs.  As.  1957.  T.  VII,  Ira.  Pte. 

4.  FRENGUELLI,  J.:  “Neozoico”.  En:  “Geografía  de  la  República  Argentina”.  GAEA.  Soc.  Arg. 
de  Est.  Geog.,  Tomo  II,  3ra.  Pte.,  Bs.  As.  1946. 

5.  — “El  glaciarismo  cuaternario”.  Id.  Id.  ant. 

6.  GROEBER,  P.:  “Origen  de  los  valles  transversales  de  la  cordillera  patagónica”.  En:  GAEA, 
Soc.  Arg.  de  Est.  Geog.  ANALES.  T.  II.,  Bs.  As.,  1927. 

7.  GRONDONA,  M.:  “Hidrografía".  En:  Geografía  de  la  República  Argentina”.  Tomo  VII,  2da. 
Pte.,  GAEA,  Soc.  Arg.  de  Est.  Geog.  Bs.  As.  1975. 

8.  LLIBOUTR  Y,  L.:  "Estudio  cartográfico,  geológico  y glaciológico  de  la  zona  del  FITZ  ROY”. 
Fac.  de  Fil.  y Letras.  UBA,  Instituto  de  Geografía,  Serie  A,  N-  17,  Buenos  Aires,  1952. 

9.  ORFILA,  E.:  “Tabla  local  de  cubicación  para  Nothofagus  pumilio  (Poepp.  et  Endl.)”  En: 
Revista  de  la  Fac.  de  Agronomía.  Tomo  63,  entregas  1-2,  La  Plata,  1987. 

10.  ROVERETO,  G.:  “Studi  di  geomorfología  Argentina.  III.  La  Valle  del  Río  Negro”.  Boíl.  Soc. 
Ital.,  Roma,  1913. 

1 1 .  — “Studi  di  geomorfología  Argentina  IV.  La  Pampa,  Prima  Parte”.  Boíl.  Soc.  Ital.,  XXXIII, 
Roma,  1914. 

12. THORNBOURY,  W.:  “Principios  de  geomorfología”.  Kapeluz,  Bs.  As.,  1960. 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  Ne  1,  1993  (109-1 1 1) 


SUELOS 


Dr.  Alfredo  S ira  gusa 


RESUMEN 

Dadas  las  condiciones  ambientales  se  ha  producido  un  verdadero  mosaico  de  suelos  que  van  desde 
los  pocos  desarrollados  en  la  mesetas  áridas  a los  pedregosos  y regolitas  de  las  topografías 
empinadas.  Suelos  hidropédicos  y turbosos  en  zonas  húmedas  de  mal  drenaje;  suelos  pardofores- 
tales,  spodosoles,  histosoles  y otros  misceláneos. 


ABSTRACT 

Due  to  the  environment,  a true  mosaic  of  soils  has  originated,  ranging  from  the  few  developed  in 
the  arid  plains  to  the  rocky  and  regolith  ones  on  steep  topography,  Hidropedic  soil  and  those  which 
contain  peat  in  humid  areas  with  poor  drainage,  brown-forest  soils,  spodosolic,  histosoils  and  other 
miscellanea. 


SUELOS 

Como  producto  del  clima,  la  biota,  la  topografía,  el  tiempo  y las  rocas  o material  madre,  habrá 
en  el  área  estudiada  variaciones  en  las  características  y desarrollo  de  los  suelos.  Se  toma  difícil  un 
mapeo  en  escalas  chicas  debido  a que,  dado  las  observaciones  realizadas,  la  cartografía  debiera  ser 
hecha  a escalas  1:5.000  y a veces  mayores,  cosa  que  no  es  posible  por  no  contarse  con  cartas 
topográficas  a esas  escalas.  En  cambio  es  factible  describir  perfiles  modales  y dar  sus  caracterís- 
ticas destacables  y la  posición  que  ocupan  dentro  de  los  paisajes. 

Por  ejemplo  en  el  área  de  las  mesetas,  cuyo  clima  es  árido  patagónico,  con  precipitaciones 
inferiores  a 400  mm.  anuales  y una  gran  evapotranspiración  (debida  principalmente  al  desecamien- 
to por  vientos)  los  suelos,  debido  al  impacto  ambiental,  son  poco  evolucionados  o desarrollados. 

Así,  en  los  faldeos  de  las  mesetas,  en  los  fluvios,  en  las  morenas,  erosionados  en  los  depósitos 
de  arena,  sobre  las  mesetas,  etc.,  encontramos  regolitas  casi  sin  desarrollo  edáfico.  Son  suelos 
esqueléticos.  Sólo  capaces  de  sostener  algunos  vegetales  en  forma  de  matas  herbáceas  o arbustivas, 
en  equilibrio  inestable  con  el  medio. 

En  lugares  discontinuos,  por  ejemplo  donde  hay  humedad  de  vertientes,  se  desarrollan  suelos 
orgánicos,  que  llegan  a ser  turbales.  Son  ácidos,  profundos,  con  problemas  de  aireación,  cuando 
la  humedad  satura  el  horizonte  del  suelo.  Cuando  hay  zonas  bajas,  más  húmedas  y de  mal  drenaje, 
aparecen  suelos  salinos  y alcalinos,  que  permiten  el  desarrollo  de  una  vegetación  halófila, 
formando  franjas  concéntricas. 


110 


An;iles  ele  la  Sociedad  Científica  Argentina.  Volumen  223,  NQ  1,  1993  (109-111) 


En  la  franja  intermedia  con  sierras,  valles  lluviales  y cubetas  lacustres,  con  precipitaciones 
entre  los  700  y 1.000  mm.  que  equilibran  o exceden  la  evapotranspiración,  los  suelos  responden 
mejor  a las  condiciones  de  humedad.  Factores  locales  introducen  variantes  en  los  pertiles 
desarrollados. 

Por  ejemplo  en  las  pendientes  muy  marcadas,  la  pedregosidad  de  las  rocas  de  base  desnudas  o 
las  acumulaciones  de  trozos  de  rocas  deslizadas,  no  hay  suelo,  sólo  regolita.  En  lugares  de  rocas 
de  base  agrietadas  la  vegetación  arraiga  y forma  suelos  discontinuos,  en  líneas  o en  manchones, 
constituyendo  suelos  incipientes,  llegando  a constituir  suelos  zonales. 

Pero  en  los  bordes  de  las  cubetas  lacustres,  a lo  largo  de  las  terrazas  lluviales  en  los  faldeos 
estabilizados,  se  desarrollan  los  suelos  de  bosque,  pardo  forestales  con  signos  de  podsolización  en 
las  partes  más  evolucionadas.  Tienen  un  horizonte  A de  restos  de  vegetación  no  descompuesta,  un 
Mull  heterogéneo,  dado  que  a veces  participan  grandes  troncos  de  árboles  en  putrefacción  ya  sea 
caídos  o parados  sobre  el  suelo.  Sobre  ellos  crecen  plantas  (liqúenes,  musgos,  heléchos,  etc.)  que 
ayudan  al  proceso.  Proceso  que  origina  A,  muy  orgánico  que  parece  Betún.  Debajo  del  A,  rico  en 
humus,  ácido,  que  pasa  bruscamente  a un  A,  de  color  gris  verdoso  con  manchones  ferruginosos, 
que  se  confunde  con  ceniza  volcánica.  Sigue  un  A-B  algo  más  oscuro  que  pasa  en  transición  al  B. 
profundo  cuando  el  material  originario  es  desintegrado,  el  H.B.  cuando  es  más  espeso  muestra 
Subhorizontes.  (Spodosoles). 

En  los  sectores  más  planos  y fuertemente  mojados  se  posibilita  el  crecimiento  de  una  vegetación 
baja  de  criptógamas  y fanerógamas,  cuyos  restos  se  suman  a los  caídos  de  los  árboles,  formando 
suelos  altamente  orgánicos  y turbales.  (Histosoles). 


Suelos.  Dr.  Alfredo  Siragusa 


111 


PERFIL  N9  1 

PERFIL  DE  SUELOS  EN  LA  PLANICIE  DE  “EL  CHALTEN” 


REFERENCIAS 


A, 

a2 

A-B 

b2 

B-C 

D 


Horizonte  areno-liinoso  (Textura).  Espesor:  0.03  a0.20cm.  Color:  Pardo  mediano.  Materia 
orgánica:  Raices-raicillas.  Friable-seco. 

Textura  franco-areno-limoso.  Color:  Gris  claro.  Compacidad:  Levemente  compacto.  Espe- 
sor: 0.05  a 0.30  cm.  Seco.  Agregados:  Eflorescencias  de  álcalis. 

Textura  arenoso  con  algunos  cantos  rodados  pequeños.  Espesor:  0.30  a 0.50  cm.  Color:  Pardo 
grisáceo.  Compacidad:  Friable.  Materia  orgánica:  Poca.  Raíces-raicillas.  Humedad:  seco. 

Textura  arenosa  con  algunos  cantos  rodados  pequeños.  Espesor:  0.50  a 0.65  cm.  Color:  Pardo 
grisáceo  claro.  Compacidad:  Friable.  Casi  seco.  Materia  orgánica:  Poca. 

Textura  areno-limosa.  Color:  Pardo  mediano.  Espesor:  0,65  a 0,95  cm.  Compacidad:  Algo 
compacto.  Humedad:  fresco.  Materia  orgánica:  No  se  nota. 

Textura  areno-limosa.  Espesor:  0.95  a 1.15  cm.  Color:  Pardo  claro.  Compacidad:  algo 
compacto.  Humedad:  Fresca. 

Textura  de  cantos  rodados  con  matriz  arenosa.  Espesor:  desde  1.15  a 1.65  cm.  y sigue  en 
profundidad.  Compacidad:  Friable.  Levemente  húmedo.  Pardo-grisáceo-amarillento. 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N°  1,  1993  (1 13-124) 


AMBIENTES  BIOLOGICOS 

Dr.  Alfredo  Siragusa 


RESUMEN 

a)  Vegetación 

• La  franja  de  la  estepa  de  arbustos  y gramíneas  duras  con  la  formación  de  praderas  y mallines 
aparecen  en  sectores  de  vertientes. 

• La  franja  del  ecotono  con  una  entremezcla  de  asociaciones  vegetales  característicos  de  la  estepa 
se  introduce  entre  los  bosques. 

• La  franja  del  bosque,  con  condiciones  ecológicas  y ambientales  que  penniten  el  desarrollo  de 
los  mismos,  en  especial  de  Nothofagus,  con  sotobosque  denso  y abundantes  epífitas  y parásitas. 

b)  Fauna 

Se  presenta  con  una  gran  variedad  de  géneros  y especies  en  todos  los  grupos.  La  acción 
depredadora  del  hombre  ha  hecho  disminuir  las  poblaciones  en  determinados  lugares,  llegando  a 
veces  a la  extinción  casi  total  de  especies  (por  ejemplo  el  Huemul  y algunos  felinos).  Es  aún 
abundante  la  avifauna  y los  insectos. 


ABSTRACT 


a)  Vegetation 

• The  stripe  from  the  steppe  of  bushes  and  hard  grass.  with  the  formation  of  prairies  and  mallines 
in  watershed  areas. 

• The  stripes  of  the  ecotone  with  an  intermingling  associalion  of  vegetables  typical  of  the  steppe, 
which  penetrales  the  woods. 

• The  stripe  of  the  forest,  ecological  are  environmental  conditions  allow  the  development  of 
forest,  in  particular  Nothofagus,  with  dense  sotoforest  and  abundant  epiphytes  andparasitic  plants. 

b)  Fauna 

• It  appears  with  a great  variety  of  species  in  all  groups.  The  preying  action  of  man  has  dwindlcd 
populations,  which  have  at  times  reached  the  point  of  extintion  of  a species  (such  as  the  Huemul 
and  some  felines).  Birds  and  insects  are  still  abundant. 

AMBIENTES  BIOLOGICOS 

Desde  el  Este  hacia  el  Oeste,  podemos  diferenciar  distintos  ambientes  biológicos,  los  que 
tratando  de  inapearlos  se  convertirían  en  un  verdadero  mosaico  de  moradas  ecológicas.  Con  el 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N9  1,  1993  (1 13-124) 


objeto  de  simplificar  la  descripción,  consideraremos  la  zonificación  como  franjas  extendidas  en  el 
sentido  de  los  meridianos  y vinculados  en  especial  a los  relieves,  donde  la  vegetación  dará  la  base 
para  prestar  abrigo  y sustento  a las  cadenas  biológicas  que  puedan  desarrollarse  en  ellas. 


FRANJA  I - La  Estepa 

En  ella,  según  las  condiciones  topográficas,  el  abrigo  a los  vientos,  la  exposición  a la  insola- 
ción, la  adicción  de  agua  a lo  largo  de  los  cursos  y torrenteras,  las  vertientes,  etc.,  nos  mostrarán 
variantes  en  el  porte  de  las  especies  y en  las  asociaciones  de  plantas  que  podemos  distinguir.  Son: 

a)  La  estepa  de  coirones 

Se  trata  de  formaciones  abiertas,  constituidas  por  matas  de  coirones  “amargos"  de  las  especies 
Stipa  Humilis;  Stipa  Chrysophylla;  el  “coirón  enano”  Stipa  Ibari;  coirón  pluma  (Stipa  neavi); 
coirón  peludo  (Stipa  psilantha);  coirón  dulce  (Festuca  pallescens);  coirón  poa  (Poa  ligularis);  el 
huecú  (Festuca  Argentina);  cebadilla  patagónica  (Bromus  macranthus);  la  Flechilla  (Stipa  tenuis); 
cola  de  zorro  (Hordeum  comosum);  Poa  lanunginosa;  Agrostis  leptotricha;  Adesmia  corimbosa; 
Oxalis  adenophylla;  Polylgala  darwiniana,  alfilerillo  (Eradium  cicutarium);  Cerastium  arvense; 
Sisyrinchium  arenarium:  azucena  de  campo  (Rodophiala  elwesii)  Plantago  patagónica;  macachín 
(Arjona  tuberosa);  Calceolaria  Polirisa  lanceolata;  cepa  caballo  (Acaena  splendens);  la  pimpinela 
(Acaenapinnatifida)  y Festuca  bromoides. 

Hay  plantas  de  tallo  endeble  que  requieren  el  apoyo  de  otras  más  resistentes,  como  por  ej.: 
Magallana  porifobia;  Loasa  bergii  que  se  destaca  por  sus  llores  amarillas;  Cajophora  silvestris 
(ortigas  de  flores  blancas). 

b)  La  estepa  arbustiva 

El  perfil  de  la  vegetación  se  hace  más  importante  cuando  participan  arbustos  en  forma  aislada 
entre  plantas  herbáceas,  hasta  alcanzar  el  predominio  arbustivo,  destácanse  de  la  vegetación 
herbácea  normalmente  por  algunos  decímetros,  la  tonalidad  y el  perfil  de  las  plantas. 

Señalaremos  el  duraznillo  (Colliguaya  integenima);  la  mata  negra  (Junellia  tridens);  el  neneo 
(Mulinum  spinosum);  coladepiche  (Naszauvia  glomerulosa);  la  verbena  (Junellia  ligustrina);  el 
solupe  (Ephedra  ochorata);  mataguanaco  (Anonthro  phillum  rigidum);  los  calafates,  que  más  se 
destacan  entre  las  arbustivas,  (Berberís  cuneata;  Berberís  heterophylla;  Berberís  buxifolla); 
mamuel  choique  (Adesmi  campestris);  mata  torcida;  mata  crespa;  el  charcao  (Senecio  filaginoi- 
des)  el  mol  le  (Schinus  palegamus);  Prosopis  denudaos;  mata  mora  (Cerinabutilon  bicolor);  espino 
negro  (Collelia  spinosissima);  barba  de  chivo  (Prosopidastrum  globosum);  mata  laguna  (Lycium 
ameghinoi);  tomillo  (Acantiholippia  senphioidcs;  Seneciocoxi  Ephedra  frustillata);  paramella 
(Adesmia  boronioides);  etc... 

Hay  algunos  arbustos  que  se  desarrollan  en  cojín,  siendo  ejemplos  notables  de  la  adaptación  de 
un  vegetal  a las  condiciones  duras  del  medio.  Se  defienden  frente  al  desecamiento  cubriéndose  de 
resinas.  El  aprovechamiento  de  la  humedad  del  suelo  se  realiza  por  la  emisión  de  un  vigoroso 
sistema  radicular  que  puede  abastecer  a un  árbol  de  muchos  metros.  La  defensa  por  la  multiplica- 
ción por  medio  de  una  floración  llamativa  e innúmera.  El  neneo  con  su  forma  erguida,  semiesférica, 
pasa  a la  forma  achaparrada  (en  roseta).  Siempre  se  destaca  por  su  coloración  verde  amarillento, 
sus  flores  amarillas  y abundantes  y la  agresividad  que  presenta  con  sus  espinas. 

c)  Estepa  Húmeda 

En  las  estepas  se  encuentran  variantes,  por  ejemplo,  en  partes  húmedas  de  vertientes  en  vegas 
y mallines,  donde  la  vegetación  se  hace  higrófila  y con  un  tapiz  continuo  de  ciperáceas  como  Carex; 
Helcocharis;  Scirpus;  gerianáceas  de  flores  llamativas  como  Gentiana  patagónica,  escrofulariá- 


Ambientes  Biológicos.  Dr.  Alfredo  Siragusa. 


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ceas  como  Euphrasia  antartica;  Apium  australex  (falso  apio);  lengua  de  vaca  (Rumex  crispus); 
adesmia,  acaena,  Hordeum  secalinum,  Agrostis  magellanica;  Alopecurus  antarcticus;  Poa 
pratesis;  etc. 

Suelen  agregarse  hongos,  liqúenes  y musgos  que  ayudan  a la  producción  de  humus. 

Junto  a los  arroyos  se  forman  galerías  arbustivas  densas,  de  más  de  2 metros  con  Saúco  del 
diablo  (Pseudopanax  Laetevirens  (Gaiy));  palo  piche  (Fabiana  imbricata  Ruig  et  Pav);  huautru 
(Bacharisumbelifornis  D.C.);romerillo(Chiliotrichiumrosmai  inifolium  Lees).  En  el  área  del  lago 
San  Martín  acompañan  a la  formación  arbustiva  de  arroyuelos,  la  rosa  mosqueta  que  puede 
observarse  con  gran  empuje  ocupacional. 


FRANJA  II  - El  Ecotono 

Al  desplazamos  al  Oeste,  en  las  secciones  superiores  y media  de  las  cuencas  lluviales,  donde 
las  mismas  se  muestran  profusamente  recortadas  por  las  torrenteras,  al  encontrar  un  abrigo  aparece 
una  diferenciación  de  la  vegetación  que  presenta  estratificación  con  herbáceas,  arbustos  bajos, 
arbustos  más  erguidos  y algunos  árboles  de  pequeño  y mediano  porte. 

Se  trata  del  sector  en  que  la  estepa  patagónica  intenta  ocupar  la  zona  de  los  bosques  higrófilos 
ya  que  debido  a la  disminución  de  la  humedad  hace  que  ésta  deba  ceder  espacio  a las  especies 
xerofíticas  de  la  estepa  (en  lo  que  Vaino  Auer  señalaba  como  la  lucha  entre  la  estepa  y el  bosque). 
Resultados  que  encontraba  fluctuantes,  pues  estudiando  el  contenido  polínico  a distintos  niveles 
de  la  turberas,  por  ejemplo  en  la  zona  del  lago  Tar,  determinó  la  secuencia  y los  años  en  que  la 
humedad  mayor  permitía  el  desplazamiento  de  las  especies  del  bosque  hacia  el  Este,  seguidos  de 
años  en  que  ocurría  lo  contrario,  pues  la  estepa  avanzaba  al  producirse  épocas  de  desecamiento 
ambiental,  cosa  que  sigue  ocurriendo  en  las  últimas  décadas.  Esto  debe  tenerse  en  cuenta  para 
comprender  la  fragilidad  del  medio  natural,  pues  el  cambio  climático  lleva  a un  cambio  de  la 
vegetación,  cambio  en  el  equilibrio  del  suelo,  llegándose  a un  mejoramiento  o al  proceso  erosivo, 
por  empeoramiento  ambiental. 

Sin  duda  que  la  franja  del  ecotono  nos  muestra  en  forma  de  un  engranaje  las  interpenetracio- 
nes de  las  zonas  vecinas  con  sus  elementos  florísticos  y también  la  presencia  de  la  fauna,  que 
convive  con  las  asociaciones  vegetales. 

Encontramos  en  las  pai  tes  más  húmedas  y abrigadas  las  especies  arbóreas  con  lengas  y ñires; 
(Nothofagus  pumilio  y Nothofagus  antárctica),  que  van  desde  los  portes  achaparrados,  hasta  los 
erguidos  con  alturas  que  pasan  los  10  m..  Los  acompañan  arbustos,  en  primer  término,  calafates 
(Berberís  empetrifolia;  Berberís  heterophylla;  y otros).  Hay  matas  de  parrilla  (Ribes  magellanica); 
laura  (Schinus  patagonicus)  y taique  (Desfontaina  spinosa). 

En  las  planicies  estabilizadas  la  estepa  herbácea  forma  coironales  densos  que  casi  cubren 
totalmente  el  suelo  en  lugares  algo  reparados  y se  dispersan  en  los  pedregales  y paites  más 
expuestas  al  viento.  El  aspecto  de  éstos  coironales  es  de  homogeneidad,  pero  son  varias  las  especies 
de  gramíneas  que  la  integran.  Estas  toman  forma  de  penacho  que  pasan  los  60  cms.  de  altura  y 
primero  las  hojas  tiernas  son  achiladas  para  irse  envolviendo  transformándose  en  canutos 
aciculares.  Entre  los  coirones  se  distiguen  Festuca  montícola;  Agrostis  pyrogea;  Poa  ligularis; 
Deschampsia  elegantula;  Bromus  muchantlhus;  Stipa  patagónica;  Stipa  humilis;  Festuca  montí- 
cola y Festuca  argentina. 

En  la  superficie  abierta  aparecen  arbustos  achaparrados,  entremezclados  con  los  coirones. 
Levantan  hasta  1 metro  de  alto.  Podemos  citar  el  neneo;  mata  negra;  (Senecio  filaginoides); 
Verbena  ligustrina  y Nassauria  glomerulosa. 

Cuando  la  humedad  es  más  abundante,  por  ejemplo  en  las  zonas  de  terrazas  lacustres  y 
vertientes  o a lo  largo  de  los  cursos  de  agua,  se  forman  vegas  o mallines,  verdaderas  praderas  de 
plantas  tiernas,  integradas  por  juncáceas;  ciperáceas;  gramíneas  y dicotiledóneas.  Como  especies 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  Ns  1,  1993  (113-124) 


se  pueden  señalar  Juncuslesugrili;  Carex  gayana;Carex  nebularum;  Agrostispyrogea;  Deschamp- 
sia  elegantula;  Poa  anua;  Azoriella  trifoliata;  Ranunculus  bovei;  Hypsella  reniforme,  etc. ..Pueden 
encontrarse  musgos,  heléchos  y hongos. 


III  - LA  FRANJA  DE  LOS  BOSQUES 

Entre  los  hielos  perennes  y las  altas  montañas  de  la  cordillera  por  el  Oeste  y las  sierras  de 
transición,  separándolas  de  las  mesetas,  podemos  considerar  como  un  eje  Norte  - Sur  desde  el  lago 
San  Martín  al  lago  Viedma,  al  valle  tectónico  longitudinal  donde  se  encuentra  el  río  Obstáculo  y 
las  lagunas  Redonda,  Larga;  lago  del  Desierto:  río  de  las  V uellas.  También  es  necesario  considerar 
los  valles  conectados,  ya  sea  total  o parcialmente,  como  el  río  del  Bosque;  río  del  Diablo;  río 
Milodón;  río  Eléctrico;  río  Blanco  y río  Fitz  Roy. 

Debido  a las  condiciones  del  relieve  y a la  evolución  geomorfológica  de  distintas  partes  en  esta 
franja,  los  bosques  no  son  continuos.  Aparecen  como  manchones  en  distinto  estado  de  desarrollo 
y sanidad.  En  algunas  partes  han  sufrido  los  efectos  de  incendios  y las  superficies  afectadas  se 
presentan  como  rocas  desnudas  de  las  que  salen  troncos  quemados.  En  otras  parcelas  incendiadas 
más  antiguas  se  ven  los  renovales  de  árboles  constituyendo  una  cubertura  vegetal  homogénea 
integrada  por  árboles  de  porte  parejo. 

Puede  verse  en  faldeos  empinados  que  el  bosque  sufre  el  efecto  de  arrastre  de  los  torrentes 
originados  en  los  deshielos  de  las  cumbres.  Debe  señalar  se  que  el  bosque  trepa  hasta  cotas  de  1 .200 
- 1.500  m.s.n.m.  quedando  las  tierras  más  elevadas  como  desierto  de  altura.  En  cambio  el  piso  llega 
hasta  el  nivel  de  los  lagos  (230  m.s.n.m.).  Cuando  los  faldeos  poseen  muy  fuerte  pendiente  se  ven 
las  rocas  desnudas,  apareciendo  manchones  de  bosque  en  los  sectores  más  favorables. 

Para  tener  la  idea  del  bosque  regional  es  conveniente  observarlo  al  pie  de  los  faldeos  de  las 
montañas,  en  las  terrazas  que  acompañan  a los  ríos  y también  en  el  fondo  de  los  valles,  en  especial 
si  estos  fondos  corresponden  a terrazas  lacustres. 

Dentro  de  la  franja  de  los  bosques  señalaremos  las  que  pudimos  diferenciar  durante  nuestros 
estudios  en  la  zona  para  los  meses  de  Diciembre  de  1991  y Enero  de  1992. 

a)  Pastizales  de  El  Chaltén 

En  el  sector  en  que  se  levanta  el  poblado  El  Chaltén  (unas  200  Has.)  el  tapiz  herbáceo  está 
integrado  por  plantas  de  poco  porte  en  el  que  se  distinguen  trébol  blanco;  chicoria;  flechillas; 
paramela;  alfilerillo;  rumex;  cebadilla;  pimpinella;  cadillo;  don  Diego  de  noche:  una  tetrapétala 
semejante  a la  Portulaca:  topa  topa  o zapatilla  de  reina;  vinagrillo  y siempreviva.  Acompañan 
algunas  matas  arbustivas  como  neneo  y calafates. 

b)  Faldeos  y terrazas  de  El  Chaltén 

Al  pie  de  los  acantilados  rocosos  que  rodean  esta  sección  con  barrancos  verticales  de  más  de 
100  mts.,  los  derrubios  deslizados  por  gravedad  y también  el  material  morénico.  dan  regolitas 
profundas  que  permiten  el  arraigo  de  árboles  y arbustos  sobre  los  cuales  crecen  epífitas  y parásitas. 
Entre  los  árboles  se  encuentran  el  ñire  (Nothofagus  Antárctica)  y la  lenga  (Nolhofagus  punidlo). 
En  el  sotobosque  acompañan  arbustos  como  calafates;  calafatillo;  Tehelia;  leñadura  (Maytenus 
magellanica);  saúco  del  diablo;  chaura;  mutilla:  romerillo;  etc..  Cubren  el  suelo  plantas  herbáceas 
como  gramíneas,  compuestas;  chicoria;  pamela.  Sobre  los  árboles,  especialmente  los  más  decré- 
pitos, se  apoyan  liqúenes  coreáceos  o pende  el  liquen  barba  del  bosque:  en  las  partes  más  húmedas 
de  la  corteza  hay  almohadillas  de  musgos  y hermosos  heléchos.  También  se  encuentran  hongos. 

C)  Bosque  del  faldeo  de  El  Chaltén 

Sobre  los  faldeos  de  menor  pendiente  se  ven  manchones  de  bosques  y que  con  mejores 
condiciones  de  abrigo  y suelos  más  profundos  forman  cuberturas  importantes. 


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Ambientes  Biológicos.  Dr.  Alfredo  Siragusa. 


Alcanzan  los  árboles  de  10  a 15  mts.  de  alto.  El  sotobosque  está  compuesto  por  renovales.  Las 
especies  más  importantes  la  lenga,  acompañada  por  algunos  ñires. 

Se  ve  sobre  los  árboles  el  liquen  barba  del  bosque.  Abundantes  liqúenes  crustáceos;  sobre  las 
ramas  el  liquen  Myzodendron  punctulatun.  Abundan  los  musgos  formando  almohadillas  en  las 
partes  en  descomposición  de  los  troncos.  En  estas  especies  de  macetas  turbosas  crecen  hermosos 
heléchos  (el  Hymenophyllum  sucundum  Hook)  y el  punque  (Blechonum  penna  marina). 

Sobre  el  suelo  se  da  una  cubertura  de  calafates;  gramíneas;  verbenas;  Poa  de  los  prados; 
chicoria;  pasto  miel;  tréboles;  ortigas  (Urtica  magellanica  Poir);  anémona;  maíllico;  codillo; 
pimpinella;  frutilla  (Rubus  radicans),  alfilerillo  (Geranium  sessiliflorum);  violeta;  siempre 
viva  (Armeria  chilenses  Bois);  gentianella  magellanica;  Phacelis  magellanica  Lam;  topa 
topa  (Calceolaria  creantiflora  Cav);  mimulus  luteus  L;  Pingula  antárctica  Vohl.  L;  llantén 
(Plantago  lanceolata  L);  margarita  (Chrysanthemun  leucanthemun  L);  arvejilla  (Vichia  nigricans 
Hook  Arn). 

d)  Pastizales  de  la  baja  terraza  del  río  de  las  Vueltas 

En  el  valle  del  río  de  las  Vueltas  la  sedimentación  glaciaria  y glacilacustre  produjo  el  rellena- 
miento  del  valle,  que  en  un  ciclo  subsiguiente  fue  reelaborado  por  la  acción  lluvial.  En  las  terrazas 
bajas  que  pueden  ser  alcanzadas  por  los  desbordes  del  cauce  en  estiaje,  se  desarrolla  un  pastizal 
denso,  como  por  ejemplo  en  La  Florida  (200  Has.  + o -).  Allí  proliferan  gramíneas  de  los  géneros 
Stipa,  Poa;  Agropyrum;  compuestas;  tréboles;  pimpinella;  alfilerillo;  Paramella;  etc... 

Sobresalen  del  nivel  del  pastizal  matas  arbustivas,  en  especial  neneos  y calafates.  Llaman  la 
atención  las  matas  hirsutas  del  pasto  ovillo  y de  algunos  cardos  que  son  especies  exóticas  de  gran 
capacidad  invasora. 

e)  Bosques  de  los  valles  fluviales. 

En  las  terrazas  lluviales  y lacustres  alcanzables  por  las  grandes  crecientes,  en  los  faldeos  bajos 
y en  terrazas  más  elevadas  que  son  influenciadas  por  vertientes,  se  desarrollaron  densos  bosques 
con  árboles  de  mas  de  1 m.  de  diámetro  y más  de  20  mts..  de  alto.  Las  especies  son  lengas  y coíhue 
o guindo  (Nothofagus  donmbeyy ; Mirb  Oers).  A éstos,  la  picadura  de  una  avispa  le  forma  una  agalla 
de  1 a 1,5  cm.  de  color  rosado,  que  parece  un  fruto  sobre  las  hojas. 

Se  trata  de  ambientes  húmedos  y abrigados  que  permiten  el  desarrollo  de  criptógamas.  Por 
ejemplo  en  las  ramas  de  los  árboles  crece  el  hongo  llao  - llao.  Liqúenes  crustáceos  y filiformes  que 
mantienen  humedad  sobre  los  troncos  y ramas.  Las  almohadillas  de  musgos  sobre  las  que  crecen 
heléchos  como  la  palmerilla  (Dicranopteris  quadripartita  Poir  Locor);  el  Hymanophaillum  secun- 
dum  Hook  et  Grev;  el  punque  (Brechnum  penna  marina  (Poir)). 

En  ciertas  partes  no  existe  el  sotobosque,  sólo  aparecen  los  ejemplares  adultos,  decrépitos,  con 
sus  troncos  atacados  por  hongos  y taladros.  Estos  últimos  constituyen  la  alimentación  de 
abundantes  pájaros  carpinteros.  Buena  parte  de  los  árboles  se  ven  caídos  por  la  pudredumbre  y las 
ráfagas  de  viento  que  los  voltean. 

Es  en  estos  ejemplares  que  se  descubre  la  poca  penetración  de  sus  raíces  en  el  suelo  forestal 
podsólico.  La  falta  de  renovales  y sotobosque  puede  atribuirse  al  excesivo  pastoreo  por  parte  de 
liebres;  huemules  y ganado  introducido. 

A otros  sectores  de  bosques  se  los  ve  densos,  en  mejor  estado  sanitario,  con  gran  cantidad  de 
plantas  jóvenes  que  con  su  maraña  se  hacen  impenetrables.  El  piso  del  bosque  tiene  en  las  pai  tes 
no  pisoteadas  o protegidas  por  los  grandes  árboles  caídos,  una  densa  vegetación  herbácea  y 
arbustiva. 

Como  especies  cespitosas  encontramos  gramíneas  tiernas:  tréboles;  frutilla;  compuestas; 
arbustos  enanos  como  el  calafate;  Mimulus  luteus  L;  Pingula  antárctica;  Donatia  fascicularis  Forst; 
valeriana;  Calceolaria  topa  topa;  panilla  de  tentadores  frutos;  Loasa  acanthifolia  Desr;  violeta; 
alfilerillo,  Acaena  pinnatifida  (pimpinella);  anémona;  quiaca;  Rumex;  ortiga;  Mutisia;  medallita; 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N2  1,  1993  (1 13-124) 


arvejilla;  Discorea;  romerillo;  Mutilla;chavia;  chilco;  lepu;  leña  dura;  parrillita  (Ribescucullatum 
Hook  et  Ara);  siete  camisas  (Escallonia  rubra);  calafatillo  ( Berberís  empetrofolia  Lam);  codocoipo 
(Myoschilos  oblongum  R.  et  P.),  etc. 

f)  Mallines  y Turbales 

En  los  chorrillos,  terrazas,  pequeñas  cubetas,  vertientes,  etc.,  lugares  donde  abunda  el  agua,  se 
forman  asociaciones  higrófilas  que  llegan  a constituir  acumulaciones  de  restos  vegetales  semi- 
descompuestos  que  originan  tembladerales  turbosos  dentro  de  los  bosques. 

Las  especies  que  se  dan  son  herbáceas  higrófilas  como  Plngula  antárctica  Vahl  (que  con  sus 
flores  liláceas  captura  insectos  que  digiere);  Mimulus  luteus  L;  Phacelia  magellanica  (Lam); 
Gentianella  magellanica;  Anogallis  alternifolia  Cav;  frutilla  (Rubus  radicans  Cav);  maillico 
(Caltha  sagittata  Cav);  ortiga;  junco;  Triglochin  concinna  Davy;  Tetroncium  magellanicum  Wild; 
punque  y medallita  acompañados  con  abundantes  musgos  y heléchos. 

g)  Zonas  elevadas 

Los  bosques  trepan,  como  ya  se  expresó,  por  las  laderas  de  manera  irregular,  forman  “dientes" 
de  ascenso  en  las  artesas  glaciales  abandonadas  y lo  hacen  colonizando  con  ejemplares  achaparra- 
dos de  lengas  y ñires.  Son  acompañados  por  una  vegetación  más  baja  de  gramíneas  pioneras  y 
liqúenes.  Más  aniba  se  encuentra  el  desierto  de  altura. 

h)  Faldeos  que  se  incendiaron 

Los  frecuentes  incendios,  ya  sean  provocados  o accidentales,  diezman  la  cubierta  boscosa  de 
esas  zonas.  Como  resultado  de  ello  mueren  los  árboles  y la  vegetación  baja.  Los  horizontes 
orgánicos  de  los  suelos  también  son  destruidos.  Los  árboles  caídos  y muertos  son  los  primeros  en 
arder  y dar  el  calor  necesario  para  que  las  plantas  vivas  se  deshidraten  y quemen.  La  acción  de  las 
precipitaciones  y la  escorrentía  erosionan  luego  intensamente  y las  rocas  desnudas  quedan  al 
descubierto. 

En  los  lugares  en  que  las  rocas  de  base  están  agrietadas,  tiempo  después  se  permite  el  arraigo 
de  semillas  que  tímidamente  posibilitan  emerger  a renovales  de  árboles,  como  por  Ej.:  lengas  y 
ñires,  que  con  los  años  se  convierten  en  bosques  nuevos.  Esto  indica  que  climáticamente  el 
ambiente  tiene  las  condiciones  de  recuperación.  Esta  será  lenta.  Por  Ej.:  en  la  parte  Norte  del  lago 
del  Desierto,  sobre  el  faldeo  occidental  del  cordón  del  Bosque  pudimos  observar  que  un  incendio 
importante  acaecido  hace  unos  60  años,  tiene  hoy  el  espacio  cubierto  por  árboles  jóvenes  y 
vigorosos  en  un  30%. 

Se  pudo  apreciar  que  los  ejemplares  tenían  de  6 a 8 m.  de  alto  y 10  a 15  cms.  de  diámetro.  Puede 
considerarse  que  los  mismos  nacieron  de  las  semillas  que  quedaron  sin  ser  afectadas  en  el  incendio 
indicado.  También  puede  verse  que  aún  se  conservan  troncos  de  los  árboles  muertos  en  dicho 
incendio.  Queda  como  reflexión  que  sería  posible,  con  una  labor  metódica,  sembrar  semillas  de  las 
especies  zonales  o hacer  plántulas  en  viveros  paja  posteriormente  plantarlos  y cubrir  los  faldeos 
desnudos  con  bosques. 

i)  Comunidades  florísticas 

Como  se  ha  señalado  la  cubertura  vegetal  responde  a varios  factores  concurrentes  que  pueden 
ser  aceptados  por  varias  especies  de  distintas  procedencias  que  alcanzarían  el  clima  mejor  que  otras 
en  esos  espacios,  permitiéndoles  que  se  conviertan  en  las  especies  predominantes. 

Si  tomamos  la  denominación  de  una  comunidad  florística  en  la  franja  del  bosque  podemos 
bautizarlas: 

Comunidad  Florística  del  ñire;  de  la  Lcnga;  del  maqui;  del  calafate;  del  michay;  del  notro.  de  la 
mutilln;  del  chapel;  del  palo  piche;  de  la  chaira;  etc... 


Ambientes  Biológicos.  Dr.  Alfredo  Siragusa. 


119 


LA  FAUNA 

A diferencia  de  la  vegetación,  la  fauna  que  se  puede  observar  tiene  una  gran  movilidad  en  los 
paisajes.  Por  ello  la  visualización  de  la  misma  por  momentos  se  hace  muy  recurrente  en  tanto  que 
hay  especies  que  sólo  por  casualidad  pueden  encontrarse. 

También  la  distribución  de  las  especies  varía  de  acuerdo  a las  estaciones  del  año,  pues  muchas 
son  migratorias  locales,  zonales  o regionales.  Otras  entran  en  parte  del  año  en  estado  de  reposo. 

Trataremos  de  enumerar  las  especies  que  visualizamos  directamente  o por  medio  de  informan- 
tes, los  que  nos  señalaron  su  presencia  por  conocimiento  personal. 

Para  un  mejor  ordenamiento  indicaremos  las  especies  agrupándolas  de  la  siguiente  manera: 


A.-  MAMIFEROS 

• Puma:  Félix  concolor  pcarsoni.  Sumamente  abundante  tanto  en  las  mesetas,  como  en  el 
ecotono.  Llegan  al  bosque,  causando  estragos  (Estancia  La  Leona  perdió  1.600  ovinos  en  un  año 
por  el  ataque  de  los  pumas). 

• Huemul:  Hippocamelus  bissulcus.  Este  cérvido  se  encuentra  en  vías  de  extinción  y está 
protegido  dentro  del  Parque  Nacional  “ Los  Glacial  es”.  Hoy  el  huemul  se  ha  refugiado  en  las  sierras 
y en  las  estribaciones  cordilleranas  con  bosques,  lagos  y mallines.  La  falta  de  accesos  representan 
la  valla  a una  posible  depredación  humana.  Se  encuentran  cuernos  y huesos  de  éste  cérvido 
ocasionalmente.  En  el  mes  de  Enero  de  1992  nuestro  grupo  pudo  visualizar  en  un  barranco  de  la 
margen  Oeste  del  lago  del  Desierto,  una  pareja  que  se  quedó  tranquila  por  un  rato  frente  a los 
observadores.  El  poblador  Tito  Ramírez,  que  habita  el  puesto  de  la  estancia  Lago  del  Desierto, 
encontró  en  el  invierno  de  199 1 un  ejemplar  hembra  juvenil,  que  alimentó  hasta  la  primavera  y se 
acostumbró  a seguirlo  en  sus  recorridos.  Finalmente  se  perdió  o fue  en  busca  de  sus  congéneres. 
Este  mismo  poblador  informa  que  ha  visto  manadas  de  20  a 40  ejemplares  en  sus  recorridas  por 
la  estancia. 

• Z.orro  Colorado:  Dusicyon  culpeus  magellanicus.  Este  zorro  es  considerado  plaga  por  ser 
predador  de  los  corderos.  Se  lo  persigue  mucho.  Su  hábitat  se  extiende  desde  las  mesetas  hasta 
las  estribaciones  cordilleranas. 

• Zorro  Gris:  Pseudolopex  Gratilis  patagónicas.  Se  lo  puede  ver  cruzando  al  trote  entre  los 
coironalcs  y pararse  para  estudiar  al  extraño.  Vive  desde  las  mesetas  hasta  el  ecotono. 

• Zorrino:  Conepatus  humboldtii.  Su  figura  simpática  no  impide  que  los  perros  lo  persigan.  En 
el  poblado  de  El  Chaltén  aparecen  algunos  ejemplares,  seguramente  buscando  pollitos  y 
huevos. 

• Peludo:  Chactophractus  villosus.  Se  encuentra  aún  en  el  poblado  de  El  Chaltén. 

• Pichi:  Zaedyus  pichyi  pichyi.  Es  perseguido  como  carne,  pero  puede  encontrárselo. 

• Galo  Montes:  Oncifelis  geossroyi  geossroyi.  Muy  perseguido  por  su  piel.  Hay  ejemplares  en 
la  franja  del  bosque. 

• Liebre  Europea:  Lepus  europacus.  Esta  especie  está  difundida  en  las  tres  franjas.  Pudimos  ver 
en  la  franja  boscosa  la  abundancia  de  ellas  y los  perros  encontraban,  al  igual  que  los  hombres, 
alimento  en  sus  necesidades. 

• Guanaco:  Lama  Guanicoe.  Especialmente  en  las  mesetas  y cañadones  se  ven  manadas  de  10 
a 40  ejemplares,  destacándose  el  “Relinchador”,  jefe  de  la  manada  que  vigila  la  llegada  de  per- 
turbadores. siempre  listos  para  emprender  la  carrera  que  los  salve. 

• Hurones:  Lyncodon  patagonicus  patagonicus  galictis  cuja  cuja.  Es  señalada  su  presencia  y su 
acción  limpiadora  de  pequeños  roedores. 

• Ratas,  ratones:  Reithrodon  cuniculoides  obscurus;  R.  halcher;  del  género  Akodon,  etc.  Estos 
roedores  abundan  en  algunos  lugares  y se  acercan  a las  viviendas. 


120 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N2  1,  1993  (1 13-124) 


B.-  AVIFAUNA 

Salvo  algunas  especies  la  mayoría  se  desplazan  en  más  de  una  zona. 

• Ñandú:  Rhea  americana  o avestruz  o choique  (Ptrerocnemia  Pennata).  Muy  perseguido  por  el 
hombre  que  casi  siempre  las  mata  por  “deporte”.  Se  los  ve  en  las  mesetas  y el  ecotono  en  grupos 
de  20  a 50  ejemplares. 

• Calandria : Ninus  Patagonicus.  Se  la  encuentra  en  el  ecotono  y en  el  bosque. 

• Golondrinas : Iridoprocne  leucopyga  progne  modesta  eleganus  - Pygochelidon  eganoleuca 
patagonius.  En  primavera  y verano  se  las  ve  en  bandadas. 

• Avutardas:  Chloephaga  poliocephala.  Se  ven  bandadas  en  los  pastizales  tiernos  y mallines;  en 
lagos,  lagunas  y remansos  de  arroyos  se  las  puede  observar  tranquilas  en  grupos. 

• Gallaretas:  Falica  leucoptera. 

• Macó:  Podylimbus  podiceps  antailicus. 

• Macá  Tobiano:  Colymbus  rolland  chilensis. 

• Pato  de  anteojos:  Anas  specularis. 

• Pato  maicero:  Paecilonitta  spinicauda. 

• Tero:  Belonopterus  cayennensis  occidentalis.  Se  los  ve  en  pastizales  y terrenos  encharcados. 

• Chingólo:  Zonotrichia  capensis  argentina.  En  el  ecotono  y el  bosque  se  acercan  a los  po- 
bladores. 

• Cabedla  negra:  Spinus  magellanicus  ictericus.  Se  lo  puede  encontrar  en  el  ecotono  y en  el 
bosque. 

• Tordo:  Molothrus  bonariensis  bonariensis. 

• Misto:  Sicalis  lutcola  luteiventris. 

• Zorzales:  Turdus  magellanicus.  Agriornis  microptora  microptera. 

• Pecho  amarillo  grande:  Pseudoleistes  virscens. 

• Ratonera  de  pecho  blanco:  Cistothorus  hornensis. 

• Carpintero:  Hemos  visto  tres  variedades  de  distintos  tamaños.  Colaptes  pitiu,  Picunia  dioica  e 
Ipocrantor  magellanicus.  Encuentran  su  alimentación  en  el  bosque,  donde  picotean  los  árboles 
atacados  por  gusanos. 

• C aburé  o Lechucita:  Glaucidium  manum.  Se  la  señala  en  el  ecotono. 

• Loros:  Microsittace  ferruginea  minor  - Cyanuliseus  patagonius  patagonius.  En  los  bosques  se 
los  suele  ver  en  bandadas.  Permiten  que  el  hombre  se  les  acerque  sin  espantarse. 

• Urracas:  Pica  caudata.  Se  las  ve  volvar  con  su  plumaje  negro  azulado  y desplegando  sus  alas 
plateadas. 

• Aves  de  presa  y cañoneras:  Se  las  encuentra  especialmente  en  las  mesetas  y en  las  sierras.  Se 
pueden  ver  en  sus  vuelos  a cóndores  ( Vultur  gryphus),  caranchos  (Polybofus  plancus),  halcones 
(Cerchneis  sparvcria)(  laico  peregrinus  cassini),  cuervos  (Coragyps  atratus),  águila  negra 
(Geranoaetus  melanoleucus  australis),  águila  mora,  aguiluchos  y gavilanes  (Accipiter  chilen- 
sis, Phaleobaenus  albogularis  y Rupornis  magnirostris). 


C.-  PECES 

No  son  aparentemente  abundantes,  aunque  se  los  señala  como  presntes  en  el  lago  Viedina  y en 
el  lago  San  Martín.  En  el  río  de  las  Vueltas  pudimos  observar  2 especies  de  truchas  y una  perca, 
(salmo  gairdneri  y salvelinus  namaecush). 


Ambientes  Biológicos.  Dr.  Alfredo  Siragusa. 


121 


D.-  REPTILES 

Nos  señalaron  la  presencia  de  lagartijas. 


E.-  BATRACIOS 

El  personal  de  gendarmería  nos  indicó  la  presencia  de  sapos  chicos.  (Rhinoderma  darwini  - 
Paludicola  bibroni  - Bufo  spinulosus). 


F.-  INVERTEBRADOS 

• Mosquitos:  en  la  franja  del  bosque  son  muy  abundantes,  a punto  que  atormentan  no  sólo  a los 
humanos,  sino  también  a los  animales. 

• Tábanos : Tábanus  bovinus.  Son  muy  abundantes.  Sus  larvas  se  las  encuentra  fácilmente  en  los 
arroyos,  vertientes,  bordes  de  lagos  y lagunas,  debajo  de  los  trozos  de  rocas.  En  las  horas  de  sol  los 
ejemplares  adultos  salen  a buscar  alimento  en  los  animales  de  sangre  caliente.  Sus  picaduras 
resultan  atormentantes.  Es  necesario  buscar  el  abrigo  de  las  casas  para  librarse  de  los  millares  de 
tábanos  que  acosan  al  lugareño  o al  viajero. 

• Pica  - Pica:  Pequeños  insectos  que  revolotean  en  miríadas  alrededor  de  la  víctima  hasta  que  se 
posan  suavemente  en  la  piel,  succionan  sangre  y producen  una  fuerte  picazón. 

• Mariposas:  Son  abundantes  en  la  franja  del  bosque  y el  ecolono.  Hay  de  colores  blancos; 
anaranjados;  grises.  Revolotean  poco  y descansan  sobre  las  plantas  o el  suelo. 

• Coleópteros:  Hay  de  diferentes  especies,  siendo  los  principales  causantes  del  deterioro  de  los 
árboles,  pues  sus  larvas  agujerean  los  troncos. 

• Arañas:  Se  ven  de  pequeño  tamaño. 

• Alacrán:  Se  los  encuentra  en  los  lugares  húmedos,  debajo  de  los  troncos  y rocas.  Géneros 
Bothriurus  y Brachistosternus. 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  Ns  1,  1993  (113-124) 


Foto  NQ  1:  Valle  con  denso  bosque  en  la  zona  de  la  laguna  Larga,  al  fondo  parte  del  cordón  que  contiene  a 
los  cerros  Martínez  de  Rosas  y Dos  Lagunas. 


Foto  N-  2:  Valle  del  río  de  las  Vueltas,  estancia  Lago  del  Desierto,  puesto  Arvilla.  Vegetación  de  bosque  y 
pastizales  de  pradera  inducida.  Gendarmes  y civiles  enarbolando  la  bandera  Argentina. 


123 


Ambientes  Biológicos.  Dr.  Alfredo  Siragusa. 


Foto  N"  3:  En  los  sectores  más  expuestos  de  las  mesetas  se  observa  los  arbustos  crecer  en  cojines,  como  este 
ejemplar  de  neneo.  Las  gramíneas  forman  pequeñas  matas. 


124 


An;ües  de  la  Sociedad  Científica  Argentina.  Volumen  223,  N2  1,  1993  (113-124) 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N9  1,  1993  (125-134) 


GEOGRAFIA  DE  LA  POBLACION 

Carlos  Alfredo  de  Jorge 


RESUMEN 

En  el  capítulo  referido  a la  Geografía  de  la  Población  se  han  analizado  las  estructuras  de  la 
población,  sus  aspectos  cuali-cuantitativos,  la  dinámica  poblacional,  las  migraciones  estacionales 
y definitivas  y el  volumen  de  visitantes  al  área  en  función  de  los  atractivos  turísticos. 

Como  conclusión  del  análisis  se  han  confirmado  las  tendencias  generales  de  toda  la  periferia 
argentina:  bajo  número  de  población  relativa  y total,  escasa  densidad  demográfica,  bajas  tasas  de 
natalidad  y de  población  pasiva  transitoria,  mayor  número  de  varones  que  de  mujeres.  A pesar  de 
ello  aparecen  algunas  particularidades  que  sesgan  notablemente  estos  indicadores.  Tal  es  el  caso 
de  algunos  aspectos  cualitativos,  como  el  índice  de  analfabetismo,  inferior  incluso  a la  media 
nacional;  la  composición  por  nacionalidad  que  otorga  valores  irrisorios  a la  población  extranjera 
y el  elevado  número  de  población  urbana,  atípico  en  las  comarcas  fronterizas. 

Se  realizó  un  censo  ad-hoc  que  arrojó  resultados  significativos  en  todos  estos  aspectos  y se 
adjuntan  las  pirámides  de  población  y las  Tablas  con  los  datos  censales. 


ABSTRACT 

In  this  chapter  which  refcrs  to  the  population  geography  the  following  has  been  analized: 
population  structure  and  it’s  quali-quantitative  aspects,  population  dynamics  seasonal  and  perrna- 
nent  migrations  and  the  number  of  arca  visitors  due  to  it's  tourist  attractions. 

The  analysis  concludes  confirming  the  general  tendencies  in  the  whole  periphery  of  Argentina: 
low  number  of  relative  and  total  population,  scarcc  dcmographie  density,  low  birth  rates,  low 
transitory  passive  population,  more  males  than  females.  Nevertheless  some  characteristics  skew 
these  indicators  such  as  some  quantitative  aspects;  e.g.:  the  illiteracy  rate  is  lower  than  national 
avcrage,  the  nationality  composition  shows  negligible  numbers  of  foreign  population  and  high 
numbers  in  urban  population  which  is  atypical  in  Argentine  frontier  zones. 

An  ad-hoc  census  obscrved  in  the  population  pyramids  and  census  data  tables  which  are 
included. 


GEOGRAFIA  DE  LA  POBLACION 

Si  bien  no  se  ha  trabajado  sobre  cifras  censales  en  este  importante  aspecto  geográfico,  el  número 
de  población  existente  en  el  área  de  trabajo  de  la  campaña  científica  nos  permitió  realizar  un 
relcvamiento  completo  de  la  misma.  Debe  tenerse  en  cuenta  que  la  época  del  año,  la  presencia  de 
visitantes,  turistas  o escaladores,  modifican  numéricamente  los  totales.  Nosotros  hemos  tomado 


126 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  Ne  1,  1993  (125-134) 


sólo  la  población  residente  en  el  momento  censal  (25  de  Enero  de  1992)  y el  Personal  de 
Gendarmería  Nacional  y de  Guardaparques,  que  serán  tratados,  incluso,  por  separado. 

La  ocupación  efectiva  del  espacio  se  remonta  a fines  de  siglo  pasado,  con  la  actividad  propia 
de  todo  “frente  pionero”:  uso  extensivo  del  suelo  y del  espacio,  baja  densidad  de  población,  altos 
índices  de  masculinidad,  problemáticas  de  integración  sea  con  otros  ocupantes  como  con  el 
indígena  (1);  alejamiento  de  las  vías  de  comunicación  y centros  urbanos  de  significación;  lo  que 
conduce  al  aislamiento  y demás  hechos  que  signan  la  actividad  humana  en  toda  franja  de  frontera 
escasamente  vinculada.  La  “estancia"  patagónica,  típica  de  la  meseta,  se  repitió  contexturalmente 
en  el  sector.  Cría  ovina,  posteriormente  vacuna,  usufructo  del  bosque  con  la  utilización  de  madera 
para  la  construcción  y calefacción.  Todo  el  soporte  económico  giró  sobre  el  aprovechamiento  de 
las  pasturas  naturales  y un  uso  agregado  del  suelo  en  cultivos  de  hortalizas  y frutos  para  el  sustento 
propio.  Modalidad  que,  en  líneas  generales,  aún  perdura  con  los  agregados  que  el  tiempo,  el 
turismo,  la  aparición  de  centros  subregionales  de  alguna  significación  y las  actividades  conexas  a 
ellos  han  generado  en  el  presente  siglo. 

La  fundación  reciente  de  la  localidad  de  El  Chaltén  y la  anterior  creación  del  Parque  Nacional 
“Los  Glaciares”  constituyen  dos  pilares  en  la  imbricación  de  la  comarca.  La  provincialización  de 
Santa  Cruz  y la  aparición  del  aparato  terciario  conexo  a ella,  generaron  también  en  Calafate  un 
“disparador"  regional  que  se  complementó  con  aquellos  otros  hechos.  La  red  vial,  todavía  en 
embrión  y la  posibilidad  cierta  del  helitransporte  y del  modo  aéreo,  fundamentan  nuevas 
perspectivas  de  atracción  de  población.  Este  es  el  contexto  actual  en  que  se  desenvuelven  las 
realidades  de  los  habitantes  del  sector. 

La  familia  Madsen  es  una  de  las  más  antiguas  en  la  zona  (si  no  la  primera  ocupante).  Insta- 
lada desde  antaño  frente  al  actual  emplazamiento  de  El  Chaltén,  río  de  las  Vueltas  por  medio. 
Al  Norte  de  este  sitio  y hasta  el  lago  del  Desierto  el  suelo  ha  sido  subdividido  parcialmente.  Pero 
los  dueños  de  cada  propiedad  no  siempre  viven  en  el  lugar.  Lo  que  es  típico,  por  otra  parte,  de  casi 
toda  la  pata-gonia.  Los  residentes  permanentes  están  actualmente  localizados,  en  su  mayoría,  en 
El  Chaltén. 

La  época  veraniega  (que  es  la  que  aprovechamos  para  efectivizar  la  campaña)  constituye  la  de 
mayor  concurrencia,  tanto  de  visitantes  ocasionales,  como  de  temporarios. 

La  rigurosidad  del  invierno  impele  a los  más  ancianos  a residir,  sea  en  Río  Gallegos  o en 
Buenos  Aires;  centro  éste  último  que,  además,  atrae  a la  juventud  para  la  prosecución  de  los 
estudios  superiores.  En  momentos  que  realizamos  las  observaciones  de  campo  los  totales  de 
población  y su  distribución  areal  eran  los  que  figuran  en  las  Tablas  Ny  1 y 2 y que  aparecen 
representados  en  el  Gráfico  Ny  1 . 


Las  pirámides  de  población 

La  pirámide  es  un  excelente  gráfico  para  poder  examinar  visualmcnte  la  estructura  de  la 
población.  (Ver  pirámides  NQ  1 y Nl-  2).  Cotejándolas  con  las  tablas  correspondientes  nos  indi- 
can que; 

• Existe,  como  en  toda  la  faja  fronteriza  argentina,  mayor  número  de  población  masculina. 

» La  base  de  la  pirámide  es  angosta,  típica  de  la  escasa  natalidad  existente.  Esto,  además,  debe 
adjudicarse  al  poblamiento  reciente  de  El  Chaltén. 

• Contrariamente  a la  media  mundial  y Argentina,  para  las  zonas  rurales,  existen  mayor  número 
de  población  pasiva  transitoria  femenina  que  masculina. 

• Los  activos  masculinos  deforman  la  pirámide  hacia  su  centro.  Característica  indiscutible  de  los 
frentes  pioneros. 

• La  población  pasiva  definitiva  es  escasa.  Se  denota  aquí  la  emigración  típica  de  los  ancianos 
hacia  zonas  más  saludables  en  los  centros  urbanos. 


Geografía  de  la  Población.  Carlos  Alfitdo  de  Jorge. 


127 


• Si  bien  no  se  analizan  la  mortalidad  ni  la  natalidad,  la  pirámide  denota  un  rápido  aguzamien- 
to, demostración  elocuente  de  la  emigración  comentada  o de  alta  mortalidad. 

• Como  en  todo  el  país,  se  refleja  una  mayor  esperanza  de  vida  femenina  sobre  la  masculina. 

• De  la  comparación  de  ambas  pirámides,  agregando  al  personal  destacado  en  el  área  de  Gendar- 
mería Nacional  y personal  de  Guardaparques  se  denota  que: 

• Aumenta  considerablemente  el  sector  masculino  en  las  edades  intermedias  (Activos). 

• La  deformación  de  la  pirámide  con  el  total  de  población  marca  más  acentuadamente  las 
características  de  las  franjas  fronterizas. 

• Es  probable  que  la  pirámide  evolucione  hacia  la  forma  “progresiva”  con  el  correr  del  tiempo. 
La  actual  está  más  cercana  a las  características  de  los  países  altamente  industrializados,  con 
escasa  natalidad,  mayoría  de  población  activa  y pasivos  definitivos  en  descenso. 


Estructura  de  la  población 

El  análisis  de  la  estructura  de  la  población  nos  posibilitará  extraer  algunas  conclusiones 
valederas  para  realizar  el  diagnóstico  geohumano  del  área. 

Con  respecto  al  sexo  se  denota  una  mayoría  aprcciable  de  población  masculina,  sea  tomando 
sólo  a los  lugareños  o analizando  al  gran  total,  incluyendo  el  personal  de  Gendarmería  Nacional 
y Guardaparques.  La  tasa  de  masculinidad  es  de  135,3  para  el  primer  caso  y se  abulta  acentuada- 
mente hasta  191,9  para  el  segundo.  Debe  aclararse  que  el  personal  de  Gendarmería  destacado  en 
la  comarca  depende  en  forma  directa  del  Escuadrón  Calafate.  Aquellos  que  son  casados  tienen  su 
familia  en  la  citada  localidad,  lo  que  influye  notoriamente  en  la  masculinidad  denotada.  Por  otra 
parte,  un  porcentaje  importante  del  personal  de  Gendarmes  es  soltero,  característica  “clásica”  de 
las  fronteras. 

La  media  mundial  y de  las  poblaciones  rurales  marcan  un  mayor  número  de  varones  en  edad 
precoz.  Este  desdibujamiento  en  los  pasivos  transitorios  de  la  comarca  debe  encontrarse  en  el 
número  de  matrimonios  jóvenes  que  habitan  en  El  Challen.  El  comportamiento  por  sexos  de  la 
población  coincide,  por  el  resto  de  los  grupos  etárcos,  con  las  modalidades  de  los  frentes  pioneros: 
escasez  de  mujeres,  mayoría  de  ancianas,  número  elevado  de  varones  en  las  edades  activas. 

Con  respecto  a la  variación  de  la  población,  si  bien  no  se  comparan  cifras  censales,  es  obvio  que 
estamos  en  presencia  de  una  población  con  crecimiento  continuo,  que  se  estacionará  posiblemente 
en  la  primera  década  del  siglo  venidero,  si  es  que  el  turismo  no  ejerce  un  efecto  de  incremento  en 
el  sector  servicios.  De  darse  esta  segunda  posibilidad,  que  creemos  posible,  el  crecimiento  será 
estable  por  algunas  décadas  más. 


Aspectos  cualitativos  de  la  población 

Una  anomalía  interesante  para  las  medias  de  las  zonas  de  frontera  y,  muy  particularmente  para 
la  Patagonia,  está  dada  por  la  nacionalidad  de  los  habitantes  de  la  comarca.  El  100%  es  argentino. 
Sólo  existen  tres  nativos  de  origen  extranjero  (uno  italiano,  otro  chileno  y otro  español),  pero  en 
los  tres  casos  estos  lugareños  se  han  nacionalizado. 

Otra  particuaridad,  fundada  sin  lugar  a dudas  en  la  existencia  de  la  localidad  de  El  Chaltén 
dentro  de  la  comarca,  está  dada  por  la  mayoría  de  población  urbana  sobre  la  población  rural,  hecho 
que  vuelve  a contradecir  la  regla  de  los  frentes  pioneros.  Sin  tomar  en  cuenta  el  personal  de 
Gendarmería  y Guardaparques,  los  porcentajes  relativos  son  81%  y 19%,  respectivamente,  para 
población  urbana  y rural.  Tomando  el  gran  total  los  porcentajes  reflejan  65%  y 35%,  respectiva- 
mente cifra  más  cercana  a la  normal.  Debemos,  pues,  tomar  con  cierta  reserva  las  cifras,  ya  que  sin 
el  conocimiento  de  campo  de  la  comarca,  es  probable  llegar  a conclusiones  erróneas,  no 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  Nc  1,  1993  (125-134) 


coincidentes  con  la  realidad. 

La  tercer  “anomalía”  existente  aparece  en  las  tasas  de  analfabetismo.  Sea  contando  a los  adultos 
o a la  población  total;  sea  con  o sin  el  personal  de  Gendarmería  y Guardaparques,  los  indicadores 
superan  la  media  nacional  y el  de  las  zonas  limítrofes,  caracterizadas  por  un  porcentaje  elevado  de 
analfabetos.  En  este  caso  puede  afirmarse  que  el  1 00%  de  los  habitantes  son  alfabetos.  La  creación 
de  la  escuela  de  El  Chaltén  permite  atender,  además,  la  educación  de  los  niños  del  lugar.  Varios 
habitantes  poseen  estudios  terciarios  inconclusos.  Todos  la  escolaridad  primaria  completa;  inclu- 
yendo el  personal  de  Gendarmería,  la  suma  de  estudios  terciarios  no  universitarios  (como  así 
también  el  personal  de  Guardaparques),  asume  porcentuales  elevadísimos  comparados  con  los 
“frentes  pioneros”  típicos. 

Podemos  considerar  como  población  activa  a los  grupos  etáreos  de  más  de  10  años  sean 
femeninos  o masculinos.  En  realidad  la  ayuda  en  las  tareas  rurales  o en  el  hogar  se  inician 
tempranamente.  Motivo  por  el  cual  la  “profesionalización”  de  la  población  es  harto  difícil  de  ser 
analizada.  Un  porcentaje  elevado  depende  directamente  del  Estado  y debe  ser  encuadrado  en  el 
sector  servicios.  Guardaparques,  personal  de  Gendarmería,  Delegado  Municipal,  maestros.  La 
atención  al  turismo  (cabañas,  hosterías)  y el  comercio  minorista  es  otro  rubro  ocupacional  de 
importancia  entre  la  población  que  debe  considerarse  urbana.  Existe  un  matrimonio  oriundo  de 
Buenos  Aires  que  se  considera  como  “el  primer  industrial  de  El  Chaltén”.  Fabrica  chocolate,  tortas 
y alimentos  similares  que  se  comercializan  localmente. 

La  población  rural,  en  cambio,  es  marcadamente  minorista  y esencialmente  ganadera.  Las 
actividades  pecuarias  siempre  tuvieron  en  nuestro  país  superior  prestigio  sobre  las  agrícolas.  La 
tendencia  se  evidencia  también  en  la  comarca.  La  horticultura  a nivel  de  subsistencia  es  posible  y 
aún  capaz  de  generar  resultados  provechosos  en  la  comercialización  de  productos.  De  esto  escribirá 
más  adelante  el  Dr.  Siragusa.  En  la  estructura  de  la  población,  cuantitativamente  hablando,  sólo  el 
19%  de  ella  puede  ser  ubicada  como  rural.  De  ésta,  sólo  una  ínfima  minoría  es  de  sexo  femenino. 
(El  5%). 

Desde  el  punto  de  vista  étnico  la  totalidad  de  los  habitantes  de  la  comarca  son  de  raza  blanca, 
de  origen  europeo  en  sus  ascendientes,  en  su  mayoría.  La  componente  española  e italiana  está 
fuertemente  presente,  como  en  toda  la  Argentina,  pero  es  dable  citar  como  una  rareza  para  estas 
latitudes  y para  las  condiciones  reinantes  en  el  resto  de  la  patagonia  andina,  la  escasez  de  pobladores 
de  origen  nórdico,  británico  y germánico. 


Dinámica  de  la  población 

La  densidad  media  de  la  comarca  en  momento  de  realizarse  la  encuesta  censal  era  de  0, 1 3 hab./ 
Km2.  si  no  se  tomaba  en  cuenta  el  personal  de  Gendarmería  y Guardaparques  y de  0,18  hb./Km2. 
incluyendo  a los  mismos.  Debe  considerarse  baja,  pero  cercana  a los  valores  de  distintos  puntos 
de  la  frontera  argentina.  Los  movimientos  migratorios  de  la  población  local  pueden  ser  observados 
desde  dos  puntos  de  vista  distintos.  (2) 

1 Migraciones  estacionales 

2 Migraciones  definitivas. 

En  ambos  casos  el  proceso  debe  encararse  dese  la  óptica  de  la  emigración  y de  la  inmigración 
a la  comarca. 


1.-  Movimientos  estacionales. 


Inmigración: 

Fundamentalmente  de  propietarios  que  en  la  época  de  primavera-verano,  rítmicamente,  llegan 


Geografía  de  la  Población.  Carlos  Alfredo  de  Jorge. 


129 


a la  comarca.  El  regreso  se  sucede  para  la  época  otoño-invierno.  Los  lugares  de  residencia  invernal 
son  Río  Gallegos,  Bahía  Blanca  y Buenos  Aires.  La  emigración  estacional  se  sucede  en  temporadas 
inversas.  Este  ritmo  debe  asimilarse  también  a algunos  habitantes  que  para  la  época  de  “alta 
temporada”  turística  acuden  a reforzar  el  comercio  y las  hosterías  como  personal  dependiente.  El 
porcentaje  total  de  todos  ellos  no  supera  el  13%. 

“Pulsaciones”  inmigratorias: 

Debe  considerarse  dentro  de  ellas  al  traslado  del  personal  de  Gendarmería  Nacional  que 
se  sucede  desde  el  Escuadrón  “Calafate”  hacia  el  Destacamento  “La  Florida”,  “Lago  del  De- 
sierto” y la  Patrulla  Móvil  “El  Chaltén”.  Afecta  solamente  a los  miembros  de  dicha  Institución. 
Si  bien  cambian  los  componentes  (habitantes)  no  lo  hace  el  número  de  ellos,  que  es  fijo  para 
cada  Unidad. 


2.  - Migraciones  definitivas. 

Inmigración: 

Debe  considerarse  dentro  de  ella  a los  habitantes  que  ya  tienen  cieita  permanencia  en  el  área. 
Los  sitios  de  origen  son  muy  variados:  Extranjeros  no  limítrofes  (vasco,  italiano),  limítrofe 
(chileno),  riojanos,  bonaerenses.  Los  dos  docentes  que  realizan  sus  tareas  en  El  Chaltén  son 
oriundos  de  Cuyo.  La  mayoría  (43%),  de  la  misma  Provincia  de  Santa  Cruz. 

Emigración: 

De  los  datos  por  encuesta  que  hemos  logrado,  ésta  se  verifica  mayormente  en  los  ancianos.  En 
algún  caso  en  antiguos  propietarios.  Los  sitios  de  residencia  de  los  emigrantes  coinciden  en  gran 
medida  con  los  de  procedencia  de  los  inmigrantes.  Debe  agregarse  a la  lista  la  localidad  de 
Piedrabuena  (un  caso)  y la  República  de  Chile  (un  caso). 

Visitantes: 

En  el  momento  de  realizarse  la  encuesta  censal  se  ubicaron  14  nacionalidades  distintas  de 
visitantes.  La  muestra  abarcaba  a neozelandeses,  japoneses,  coreanos  y taiwaneses,  para  Oceanía 
y Extremo  Oriente.  Los  más  numerosos  eran  los  europeos:  españoles,  franceses,  alemanes, 
italianos  y holandeses.  Los  primeros  atraídos  por  la  belleza  paisajística.  Los  segundos,  en  su 
mayoría,  integrantes  de  expediciones  montañisticas  y escaladores.  La  muestra  más  representativa 
estaba  compuesta  por  la  presencia  de  un  nutrido  grupo  de  vascos.  Debe  agregarse,  además, 
canadienses,  norteamericanos  y,  de  los  países  limítrofes,  brasileros.  Al  total  hay  que  adicionar  los 
argentinos  (muy  numerosos,  particularmente  procedentes  de  Cuyo  y la  región  pampeana)  y un 
grupo  de  uruguayos. 


Conclusiones 

Si  bien  varios  aspectos  demográficos  no  coinciden  con  la  normal  que  expresan  las  zonas 
de  frontera  de  la  República  Argentina  ni  los  “frentes  pioneros”  en  todo  el  mundo,  las  tarcas  de 
campo  y las  muestras  censales  obtenidas  nos  permiten  afirmar  que.  más  allá  de  la  alfabeti- 
zación total  de  la  población,  del  elevado  índice  ocupacional  en  el  sector  servicios  y en  el  comercio 
y el  resto  de  los  componentes  estudiados  que  darían  un  diagnóstico  distinto,  la  realidad  de  la 
comarca  es  que  la  misma  constituye  un  sector  fronterizo  con  las  condiciones  y cualidades  típicas 
de  aquellas  realidades  de  los  núcleos  en  formación:  alto  espíritu  de  iniciativa  privada;  enorme 
posibilidad  de  concreción  de  proyectos;  población  joven  y con  gran  pujanza,  ocupación  de  un 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  Ne  1,  1993  (125-134) 


espacio  prístino  que  está  siendo  bien  conservado,  con  protección  y cariño  hacia  la  naturaleza 
circundante;  etc. 

Todas  las  características  demográficas  apuntan  al  hecho  de  una  consolidación  en  la  relación 
entre  el  hombre  y el  espacio  y el  usufructo  de  la  naturaleza  por  parte  de  un  poblamiento  escaso,  pero 
que  se  apuntalará  a inicios  del  siglo  venidero,  si  las  bases  geográficas  y las  actividades  turísticas 
se  encauzan  normalmente  en  dicha  dirección. 


i 


Geografía  de  la  Población.  Carlos  Alfredo  de  Jorge. 


131 


GRAFICO  N“  1 

LOCALIZACION  DE  LA  POBLACION 


132 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  Ne  1,  1993  (125-134) 


PIRAMIDES  DE  POBLACION 

POBLADORES  SIN  PERSONAL  DE  GENDARMERIA  Y GUARDAPARQUES 

PIRAMIDE  N91 


F M 


POBLACION  TOTAL  DE  LA  COMARCA  CENSADA 
PIRAMIDE  N9  2 


F 


M 


Geografía  de  la  Población.  Carlos  Alfredo  de  Jorge. 


133 


TABLA  N2 1 

POBLADORES  SIN  PERSONAL  DEPENDIENTE  DE  GENDARMERIA  Y PARQUES 


Grupo  etáreo 

Femenino 

Masculino 

0-9 

12 

7 

10-19 

6 

4 

20-29 

4 

15 

30  - 39 

8 

15 

40-49 

2 

4 

50  - 59 

1 

1 

60-69 

1 

— 

Total: 

34 

46  =80 

TABLA  N2  2 

TOTAL  DE  POBLADORES 

(Incluyendo  Personal  de  Gedarmría  Nacional  y Parques  Nacionales) 


Grupo  etáreo 

Femenino 

Masculino 

0-9 

13 

7 

10-19 

6 

4 

20-29 

5 

33 

30-39 

9 

22 

40-49 

2 

4 

50-59 

1 

1 

60-69 

1 

— 

Total: 

37 

71  =108 

Diferencia  Tabla  2 - Tabla  1 = 28  habitantes 


134 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N9  1,  1993  (125-134) 


NOTAS 

1 . En  este  sentido  es  dable  afirmar  que  no  hubo  en  la  comarca  mayores  problemas  con  el  indígena. 
Por  razones  míticas  vinculadas  a la  geografía  del  Ce  Fitz  Roy,  los  Aoni  Kenk  sólo  deambulaban 
por  el  área  como  cazadores  nómades  de  guanaco  (Lama  guanicoe),  teniendo  por  “sagrado”  las 
inmediaciones  de  la  comarca.  La  relación  hombre  blanco-indígena  no  aparece  marcada  por  las 
leyendas  o realidades  que  en  otras  latitudes  han  signado  a la  misma. 

2.  Las  bajas  densidades  fronterizas  son  característica  de  casi  la  totalidad  de  nuestras  fronteras.  La 
densidad  media  de  la  República  Argentina,  de  ac  uerdo  al  Censo  de  1 99 1 , era  de  1 1 ,6  hab./Km2.; 
la  de  nuestras  fronteras  de  4,0  hab./Km.2  La  de  la  frontera  argentino-chilena  es  de  1,0  hab./ 
Km. 2,  por  lo  que  la  densidad  de  la  comarca  es,  comparativamente,  muy  baja.  (Cfr.  9no. 
Seminario  de  Fronteras:  Gendarmería  Nacional,  Escuela  Superior  de  Gendarmería  Nacional. 
Buenos  Aires,  1992,  Pág.  11-160). 


BIBLIOGRAFIA 

1.  INDEC:  Censo  Nacional  de  Población,  1991. 

2.  Gendarmería  Nacional:  9no.  Seminario  de  Fronteras.  Escuela  Superior  de  Gendarmería  Nacio- 
nal, Buenos  Aires,  1992. 

3.  Provincia  de  Santa  Cruz:  Informe  “Dto.  Lago  Argentino”  Gob.  de  la  Pcia.  de  Santa  Cruz,  Río 
Gallegos,  1990. 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  Ne  1,  1993  (135-141) 


POSIBILIDADES  ECONOMICAS 


Dr.  Alfredo  Siragusa 


RESUMEN 

La  zona  está  caracterizada  por  su  escasa  población  y actividades  económicas,  en  especial 
turismo,  ganadería,  forestación  y cultivos  de  autosuficiencia.  Es  suceptible  de  ser  impulsada  a 
niveles  insospechados  con  una  buena  racionalización  en  el  aprovechamiento  de  los  abundantes 
recursos  naturales  que  se  presentan. 

Se  impone  el  desarrollo  de  la  ganadería  vacuna,  equina,  ovina,  caprina,  porcina,  animales  de 
granja,  cuya  producción  se  destinaría  al  consumo  de  la  población  creciente  local  y la  venta  fuera 
del  área,  en  especial  de  manufacturas. 

La  agricultura  tiene  excelentes  posibilidades  con  los  cultivos  de  hortalizas,  frutales,  floricul- 
tura, aromáticas  y otras  especies.  Esta  producción  puede  destinarse  al  mercado  local  y a la 
exportación. 

Las  fuentes  energéticas  naturales,  como  la  hidroelectricidad,  eólica  y solar,  servirían  para  el 
mejoramiento  de  la  calidad  de  vida  de  la  población,  el  turismo  e industrias  que  pueden  instalarse. 

El  turismo,  con  sus  múltiples  facetas,  debe  servir  de  motor  y sostén  de  todas  las  otras  activida- 
des a desarrollar,  pues  el  deporte  del  montañismo  es  de  nivel  internacional;  los  paseos  por  gla- 
ciares con  distintos  sistemas  de  desplazamiento,  el  canoísmo  en  ríos  y lagos,  las  caminatas  entre 
bosques,  sierras  y valles,  la  equitación,  la  contemplación  de  los  paisajes;  los  safaris  fotográficos 
y otras  manifestaciones  turísticas,  atraerán  visitantes  de  todos  los  lugares  del  mundo  y en  toda 
época  del  año. 


ABSTRACT 

The  area  characterised  by  its  scanty  population  and  few  economic  activilies,  especially  tourism , 
cattle  - breeding,  foresting  and  farming,  is  liable  toreceive  an  unexpected  impulse,  with  a sensible 
and  profitable  use  of  the  abundant  natural  resourccs  that  exist  in  the  area. 

Firsthy,  it  is  important  to  develop  cattle  - farming  and  that  of  horses,  sheep,  goats,  pigs  and  farm 
animáis,  whose  produce  would  be  consumed  by  the  growing  local  population  and  sold  oulside  the 
area,  especially  manufacturing. 

Agriculture  has  excellent  prospects  with  the  growing  of  vegetables  fruits,  aromatic  flowers  and 
other  species.  This  produce  can  be  destined  to  the  local  market  or  for  export. 

Tourism,  in  all  its  different  aspect,  must  help  support  the  rest  of  the  economic  activities  to  be 
developed,  since  mountaineering  is  an  international  sport;  tours  around  the  glaciers  with  different 
means  of  transport,  canoing  on  rivers  and  lakes,  walks  in  the  woods,  hills  and  valleys,  horse  - riding, 
view  - watching,  photographic  safaris  and  other  examples  of  tourism  attract  visitors  from  all  over 
the  world  all  the  year  round. 


136 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N9  f!  1993  (135-141) 


POSIBILIDADES  ECONOMICAS 


a)  Cría  de  animales: 

La  zona  en  estudio  ha  sido  dedicada  especialmente  a la  crianza  del  ovino,  destinado  a la 
obtención  de  lana  y en  segundo  término  para  carne  de  empleo  local  y en  menor  grado  para  llevarla 
a otras  zonas. 

Debido  a los  depredadores  que  atacan  a los  lanares  (puma  y zorro  colorado)  los  ganaderos  tratan 
de  criai-  vacunos.  Esto  se  hace  posible  en  la  franja  del  ecotono  y del  bosque.  En  cambio  en  las 
mesetas  sólo  es  posible  criar  a los  vacunos  en  cañadones  o en  mallines. 

El  equino  desarrolla  bien  en  las  tres  franjas  y se  lo  cría  en  especial  para  trabajos  rurales.  También 
se  cría  el  cabrío  y el  cerdo. 

b)  Forestales 

El  aprovechamiento  de  los  árboles  nativos  es  una  actividad  que  se  hace  para  cubrir  necesida- 
des locales.  Para  calefacción  hay  un  amplio  empleo  de  leña,  imprescindible  durante  todo  el  año. 

En  la  franja  del  bosque  se  usan  árboles  para  construir  viviendas,  haciéndolas  directamente  con 
troncos  trabajados  primitivamente. 

Para  la  división  de  campos,  el  apotreramiento,  hacer  corrales  y refugios  para  animales  se 
emplean  ramas  o ejemplares  jóvenes  de  árboles. 

Para  el  empleo  racional  de  los  árboles,  que  es  de  posibilidades  muy  limitadas,  es  nece- 
sario normalizar  las  extracciones.  Se  hace  necesario  aplicar  tratamientos  conservacionistas, 
como  por  ejemplo  sistematizarlas.  Provocar  el  repoblamiento  con  especies  nativas.  Estudiar 
sectores  donde  implantar  especies  más  precoces  de  otras  regiones  a fin  de  crear  una  reserva 
maderable. 

c)  Agricultura  y granja 

Nos  encontramos  en  una  área  prácticamente  despoblada.  Basta  señalar  que  El  Chaltén  tiene  una 
población  más  o menos  permanente  de  65  personas.  En  su  mayoría  pertenecen  a actividades 
terciarias  y su  permanencia  puede  ser  por  períodos  cortos.  Un  matrimonio  joven  realiza  actividades 
secundarias  consistentes  en  la  producción  sobre  pedidos  de  chocolates,  tortas,  etc..  Hay  algunas 
hosterías  que  reciben  al  turista,  que  llega  en  ómnibus  desde  Calafate  y regresa  en  el  día.  Hay 
montañistas  que  por  diversos  medios  llegan  y se  instalan  por  varios  días  y casi  todos  requieren  de 
servicio  de  alojamiento  y comidas.  Esta  gente  que  llega  con  fines  turísticos  puede  alcanzar  en  fines 
de  semana  unas  200  personas  más. 

El  avituallamiento  de  los  habitantes  de  El  Chaltén  se  realiza  con  alimentos  importados  en  gran 
parte.  El  abastecimiento  de  carnes  por  la  faena  en  algunas  estancia  o puestos.  Pero  las  frutas  y 
verduras  son  traídas  desde  lejos  con  un  incremento  grande  en  costos  y baja  calidad,  porque  deben 
pasar  por  muchos  intermediarios. 

Hemos  investigado  que  posibilidades  tiene  el  área  para  producir  hortalizas,  frutas  y también 
productos  lácteos,  huevos,  aves,  pescados,  etc.,  que  mejorarían  el  abastecimiento  al  mismo  tiempo 
que  darían  utilidades  a los  productores. 

En  un  estudio  que  efectuamos  hace  unos  20  años,  con  el  objeto  de  determinar  las  posibilida- 
des de  producción  de  alimentos  frescos  para  uso  local  y para  exportar,  el  área  del  lago  Argentino 
arrojó  resultados  sorprendentes.  Cosa  similar  se  da  en  la  zona  que  va  del  lago  Viedma  al  lago  San 
Martín. 

Para  corroborar  nuestras  hipótesis  de  producción  de  alimentos  frescos  realizamos  investigacio- 
nes a fin  de  averiguar  si  ya  había  experiencias  en  la  zona.  El  resultado  ha  sido  positivo. 

Dentro  de  la  villa  de  El  Chaltén  algunos  pobladores  plantan,  por  ejemplo,  lechuga,  achicoria, 
cebolla,  papa,  etc.,  destinadas  a su  propia  alimentación. 

En  los  asentamientos  de  Gendarmería  fuimos  sorprendidos  por  sus  huertas.  Variadas  en 


Posibilidades  económicas.  Dr.  Alfredo  Siragusa. 


137 


especies  y todas  de  excelente  calidad.  La  producción  les  provee  de  alimentos  frescos  y múltiples 
a lo  largo  del  año,  en  lugares  donde  sería  imposible  obtenerlos  de  otra  manera. 

Por  ejemplo,  en  el  Destacamento  La  Florida  plantan  todo  tipo  de  hortalizas  con  muy  buenos 
resultados,  (ajos,  cebollas,  rabanitos,  remolachas,  papas,  coles,  achicoria,  acelga,  ruibarbos, 
corinto,  frutillas,  frambuesas,  perales,  etc.). 

En  el  Destacamento  Lago  del  Desierto,  la  huerta  en  el  momento  de  la  observación  (Enero  de 
1992),  se  veía  con  lechugas  criollas  y morada;  rabanitos;  remolachas;  coles;  perejil;  cebolla; 
acelga;  ruibarbo;  etc.  Cerca  tenían  herniosos  rosales;  lavandas;  acacios;  piceas;  frutillas,  etc.;  crían 
vacas,  (2  en  ordeñe),  ovejas;  cabras  y gallinas,  las  que  se  encontraban  en  muy  buen  estado. 

En  el  Destacamento  de  Gendarmería  Lago  San  Martín,  cerca  del  emplazamiento  equivocado 
del  Hito  62,  tienen  una  huerta  donde  rotan  todo  tipo  de  hortalizas,  por  ej.:  papas,  cebollas,  ajos, 
puerros,  acelga,  radichas,  coles,  nabo,  nabiza,  salsifí,  lechugas,  escarola,  ruibarbo,  plantas 
aromáticas,  apio,  hinojo,  arvejas,  porotos,  etc.;  cerca  tienen  plantados  rosales,  margaritas,  álamos, 
coniferas,  manzanos.  Han  plantado  frutales  de  pepita  y carozo  que  pronto  comenzarán  a fructificar. 

Debo  destacar  que  los  3 puntos  señalados  rinden  con  poco  trabajo,  lo  necesario  para  variar  la 
alimentación  e incluso,  si  quisieran,  cuando  el  personal  vuelve  a sus  hogares  pueden  llevar 
productos  de  esas  huertas  a sus  familias. 

También  los  pobladores  civiles  hacen  cultivos.  Algunos  los  realizan  para  autoabastecimiento, 
otros  para  la  venta  de  excedentes. 

Por  ejemplo  en  la  estancia  Madsen,  cercana  a El  Chaltén,  plantan  papas  en  cantidades  con 
buenos  rendimientos  y venden  hasta  Río  Gallegos.  Cultivan  hortalizas  bajo  cobertizo  de  plásticos 
con  buenos  resultados  de  precocidad  y calidad. 

Cerca  de  La  Florida,  el  vecino  Telésforo  Gómez  (Don  Pirulo)  que  tiene  una  estancia  de  8400 
Has.,  posee  una  huerta  con  importantes  cultivos  de  papas,  cebollas,  cebollín,  lechugas,  acelgas, 
coles,  remolachas,  etc.  Tienen  frutales  como  ciruelos,  guindas,  peras,  manzanas,  frutillas,  pan  illa, 
ruibarbo,  frambuesa  y corinto. 

Dicho  poblador  también  posee  vacunos  con  base  de  vientre  Hereford,  entoradas  con  Charoláis. 
Practica  el  destete  a los  10  meses.  Posee  abundante  caballada.  En  el  casco  tiene  ovejas  que  atiende 
su  esposa.  Numerosas  gallinas  que  le  producen  huevos  y pollos,  parte  de  los  cuales  regala,  otros 
los  vende  y otra  parte  los  consume.  Tiene  automotores  y tractor. 

El  poblador  Sr.  Guerra,  ostenta  buena  caballada  que  alquila  para  turistas.  Tiene  vacunos, 
animales  de  corral,  1/4  de  Ha.  plantada  con  guindos  de  la  que  obtiene  mucha  fruta.  Planta 
abundantemente  ruibarbo  para  producir  dulces.  Cosecha  gran  variedad  de  hortalizas. 

La  estancia  Canigo,  de  la  familia  Domenech,  tiene  plantados  guindos,  ciruelos,  álamos  y 
sauces.  En  su  campo  se  hace  huerta  con  miras  a la  venta,  en  especial  papas,  remolacha,  zanahoria, 
lechuga  y coles.  Sus  planes  son  extender  los  cultivos  frutícolas,  hortícolas  y forestales.  Cría 
animales,  en  especial  vacunos  mestizos;  equinos;  algo  de  ovinos  y gallinas. 

En  la  estancia  Lago  del  Desierto  el  puestero  Ramirez  (Tito),  tiene  desmontado  una  buena 
fracción  que  cultiva  con  pasturas,  por  ej.:  trébol  Madrid;  Agropirum  y pasto  ovillo.  Este  pasto  lo 
cosecha  para  henificar  y suplemental-  la  alimentación  de  sus  animales.  Separadamente,  cerca  de  la 
casa,  posee  una  huerta  de  la  que  obtiene  rabanitos,  lechuga,  cebolla,  achicoria,  ruibarbo  y coles. 

En  otro  sector  tiene  una  huerta  mayor  donde  multiplica  parte  de  los  plantilles  obtenidos  en  la 
huerta  chica.  Allí  se  observan  papas,  coles,  lechuga,  cebolla,  frutilla,  frambuesa  y otras  hortalizas. 

El  producido  de  la  huerta  lo  utiliza  para  su  propia  alimentación.  Se  preparan  dulces  de  ruibarbo: 
frambuesa  y frutilla.  Fabrican  también  dulces  con  frutos  silvestres  como  panilla,  calafates  y 
frutillas. 

Este  poblador  realiza  cultivos  de  fonajeras  con  carácter  de  ensayo  y almacena  heno  para  sus 
animales.  Se  destacan  el  trébol  blanco,  trébol  rojo,  pasto  japonés,  achicoria,  pasto  ovillo.  Es 
interesante  resaltar  que  este  poblador  sin  asesoramicnto  produzca  sin  tener  casi  herramientas. 

Maneja  unos  30  vacunos,  ordeña  algunas  vacas  y su  leche  la  utiliza  para  alimentarse,  para  los 


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Anilles  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N,J  1,  1993  (135-141) 


perros;  para  preparar  alimento  para  las  aves.  Cría  palos,  gansos  y gallinas.  Parte  de  los  huevos  los 
emplea  en  su  alimentación  o para  obsequiar;  otros  son  para  empollarlos,  lo  que  le  permite  reponer 
sus  planteles  y también  para  su  propia  manutención. 

El  ganado  vacuno  lo  maneja  con  cruzamientos  entre  Hereíord  y Charoláis. 

Este  poblador  vive  solo  y debe  hacer  la  tarea  del  campo  y de  su  casa,  amasa  su  pan,  prepara  la 
comida,  atiende  los  animales,  la  quinta,  la  pradera  y le  queda  tiempo  para  recibir  cordialmente  en 
su  casa  de  tronco  de  árboles,  bien  limpia  y abrigada,  con  cuatro  dormitorios,  a todo  el  que  pase  por 
allí,  principalmente  las  patrullas  de  Gendarmes.  Para  llegar  hasta  El  Chaitén  debe  hacerlo  a caballo, 
empleando  de  6 a 8 horas  sin  detenerse.  Tiene  grandes  proyectos  y es  un  excelente  ejemplo  de 
cómo,  sin  medios,  se  alcanza  a realizar  grandes  empresas. 

En  la  estancia  Nicanor,  el  señor  Arbilla  realiza  en  sus  tierras  una  provechosa  labor.  Posee 
ganado  vacuno  que  lo  mestiza  para  obtener  mejor  calidad.  Abundantes  equinos,  cultiva  forrajeras, 
entre  ellas  3 Has.  de  pasto  llorón,  trébol  blanco,  trébol  rojo,  pasto  ovillo,  avena,  ruibarbos, 
hortalizas  variadas.  Tiene  automotores  y tractor. 

En  la  orilla  Sur  del  lago  San  Martín  hemos  observado  las  estancias  Maipú,  La  Elena.  La  Nueva, 
El  Castillo  y La  Angelita.  Todas  tienen  importantes  cascos  con  buenas  casas  rodeadas  por  parques, 
huertas  y frutales.  Poseen  instalaciones  para  el  manejo  del  ovino.  También  crian  vacunos  y equinos. 

Queremos  referirnos  a planes  de  desarrollo  preparados  por  el  actual  Consejal  Ing.  Hugo 
Cabana;  los  señores  Agrónomos  Aldani  y Carmelo  y el  señor  Sánchez.  Son  personas  que  desean 
el  desarrollo  agrícolo  - ganadero  del  sector.  La  colonización  y la  producción  agropecuaria  hacerla 
con  mayor  valor  agregado. 

El  Sr.  Sánchez  y el  Ing.  Hugo  Cabana  tienen  planeado  instalar  tambos  para  ordeñar  ovejas  y con 
su  leche  preparar  quesos  especiales.  Por  ej.:  con  5 litros  de  leche  se  puede  obtener  1 Kg.  de  queso 
cuyo  precio  en  fábrica  es  de  7 a 8 dólares  por  Kg.  También  proyectan  preparar  fiambres  de  capón 
en  especial  "Pemil”,  jamón  de  capón  de  mucha  aceptación  en  Europa. 

Hemos  efectuado  una  estimación  de  los  sectores  que  por  su  característica  de  suelos,  aguas, 
microclimas,  accesibilidad,  etc.,  permitirían  el  desarrollo  de  cultivos  valiosos  en  forma  intensiva 
y encontramos  que  en: 

1 El  Chaitén  hay  unas  400  Has.  aptas. 

2 Estancia  Madsen  30  Has. 

3 En  La  Florida  500  Has. 

4 Planicie  inferior  del  río  del  Bosque  200  Has. 

5 Planicie  de  Arbilla  500  Has. 

6 Planicie  del  río  de  las  Vueltas  300  Has. 

7 Estancia  Lago  del  Desierto  10  Has. 

8 Puesto  Rodríguez  300  Has. 

9 Estancia  Caligo  de  Domenech  10  Has. 

10  Estancia  Caligo  de  Domenech  20  Has. 

1 1 Estancia  La  Quinta  50  Has. 

12  Borde  Sur  lago  San  Martín  1000  Has. 

Se  han  estimado  posibles  de  ser  destinadas  a cultivos  unas  3.330  Has.,  que  puestas  en  marcha 
requirirían  mucha  mano  de  obra  permanente  y volante.  La  producción  no  solo  serviría  para 
abastecer  al  turismo,  sino  que  puede  exportarse.  Además,  la  industrialización  de  frutas  y hortalizas 
daría  no  sólo  trabajo  en  cosechas,  sino  en  las  fábricas. 

La  cría  de  animales,  vacunos  (carne  y leche);  ovino  (lanas,  carnes,  cueros  y leche),  sería 
importante;  el  caprino  (carnes,  cueros  y leche);  gallináceas  (huevos,  carne),  conejos  en  cautividad 
(carnes,  pelo,  pieles),  peces  (carne,  deporte),  etc:  son  todos  posibles  y económicamente  rentables. 

El  área  tiene  gran  potencialidad  productiva  agropecuaria.  Se  pueden  agregar  los  forestales  de 
variada  aplicación.  Todas  estas  actividades  mejorarían  el  problema  del  vacío  fronterizo. 


I 


Posibilidades  económicas.  Dr.  Alfredo  Siragusa. 


139 


d)  Atractivos  turísticos: 

Sin  duda  que  el  desarrollo  del  turismo  es  el  motor  del  poblamiento  y desarrollo  socio- 
económico del  área. 

Los  atractivos  turísticos  están  representados  por  el  andinismo  (ascenso  al  Fitz  Roy  y otros 
ceños  singulares  por  los  obstáculos  que  ofrecen).  El  glaciarismo  (la  posibilidad  de  hacer  cruces  en 
el  campo  de  hielo  con  todas  sus  dificultades  y emociones).  El  montañismo  (ascenso  a pie  o en 
cabalgatas  a las  sierras  boscosas).  El  canoísmo  (posibilidad  de  navegar  en  rápidos  y correderas). 
La  náutica  (con  veleros,  lanchas,  etc.,  navegación  en  los  grandes  lagos  y lagunas).  La  pesca  (la 
posibilidad  de  practicarla  en  lagos,  ríos,  especialmente  si  se  hace  un  inteligente  repoblamiento). 
Equitación  (cabalgatas  cortas  o largas  gozando  de  este  rudo  y agradable  deporte).  Las  caminatas 
(gozar  de  los  paisajes  en  forma  apacible  con  recorridos  que  permitan  distintas  visuales  de  las  joyas 
paisajísticas). 

e)  Integración  de  circuitos: 

Es  necesaria  la  finalización  de  la  construcción  de  un  camino  desde  el  lago  Viedma  hasta  el  lago 
San  Martín,  siguiendo  el  valle  del  río  de  las  Vueltas,  hasta  el  extremo  Sur  del  lago  del  Desierto. 
Embarcar  en  el  Sur  del  lago  y navegar  10  Kms.  hasta  la  punta  Norte.  Desde  allí,  seguir  por  tierra 
por  la  laguna  Larga:  laguna  Redonda;  río  Obstáculo,  orilla  Sur  del  lago  San  Martín,  siguiendo  hacia 
el  Este  hasta  el  lago  Tar  y la  Ruta  40.  El  circuito  se  completaría  yendo  por  Ruta  40  hacia  el  Sur. 
hasta  la  punta  del  lago  Viedma,  pudiendo  seguir  hacia  el  lago  Argentino,  o penetrando  por  la  orilla 
Norte  del  lago  Viedma,  hasta  El  Chaltén. 

Con  este  circuito  se  desarrollarían  varios  asentamientos  para  apoyo  del  turismo  que  justificaría 
la  estada  de  muchos  días  en  el  área,  gracias  a los  numerosos  atractivos  paisajísticos  que  se  le 
ofrecerán  al  visitante. 

f)  Posibilidades  energéticas: 

Es  necesario  achicar  la  dependencia  energética  que  implicará  el  aumento  de  actividades  en  el 
área.  La  demanda  puede  cubrirse  mediante  el  uso  de  energía  hidráulica,  en  los  numerosos  riachos. 
El  viento,  frecuente  e intenso,  puede  aprovecharse  con  turbinas  eólicas  fáciles  de  instalar  en  las 
colinas  cercanas  al  lugar  de  consumo. 

No  se  señala  en  primer  término,  pero  puede  recurrirse  a la  energía  solar,  especialmente 
aprovechable  en  los  días  largos  de  Primavera  - Verano  - Otoño,  épocas  en  que  se  obtendrían  altos 
rendimientos. 


140 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina.  Volumen  223,  NQ  1,  1993  (135-141) 


¡tm 


Foto  NQ  1:  Lago  San  Martín,  brazo  Maipú  con  el  emplazamiento  del  muelle  y embarcadero  que  utilizan 
pobladores  chilenos,  trayendo  desde  Punta  Arenas  camiones  con  mercaderías  variadas.  Allí 
las  embarcan  en  lanchones  que  navegando  por  el  brazo  Nororiental,  las  llevan  a la  villa 
O'Higgins,  a casi  100  Kms.  al  Norte. 


Foto  N-  2:  Lago  San  Martín,  canal  Chacabuco,  casco  de  la  estancia  Maipú,  llores,  frutales,  forestales, 
hortaliza,  pasturas,  animales,  etc.,  dan  las  pautas  de  las  posibilidades  de  la  región. 


Posibilidades  económicas.  Dr.  Alfredo  Siragusa, 


141 


Foto  N-  3:  Punta  Norte  del  lago  del  Desierto.  El  helipuerto  y la  manga.  Obsérvese  las  dos  vacas  lecheras 
con  sus  terneros,  lo  apacible  del  lugar.  Al  fondo  se  ve  el  cerro  Fitz  Roy. 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  Ne  1,  1993  (143-150) 


ASPECTOS  DE  LA  GEOGRAFIA  HUMANA 


Carlos  Alfredo  de  Jorge 


RESUMEN 

Dada  la  situación  limítrofe  del  área  de  estudio  se  han  volcado  una  serie  de  sugerencias  respecto 
a la  toponimia  del  sector,  aún  mal  diseñada,  ya  que  el  uso  y costumbre  de  los  lugareños  deforma 
a la  toponimia  Oficial  y puede,  como  en  otros  casos  ya  sucedidos,  crear  problemas  y confusiones 
perjudiciales  para  los  intereses  nacionales. 

Más  adelante  se  analiza  la  funcionalidad  del  área  a través  de  las  redes  de  circulación  y los 
servicios  que  los  distintos  centros  urbanos  ofrecen.  El  análisis  de  intensidad  de  flujos  permite 
obtener,  en  conjunción  con  el  equipamiento  urbano,  la  dependencia  entre  centros  y subcentros 
locales  y regionales,  destacándose  la  influencia  sobre  el  sector  del  centro  de  Calafate  y de  la 
metrópolis  regional  de  Río  Gallegos. 


ABSTRACT 

Due  to  the  frontier  situation  of  thc  area  under  st  udy  some  suggestions  are  made  on  the  toponomy 
of  the  sector,  as  yet  not  well  designed,  since  the  commun.  Use  and  modes  of  the  local  habitants 
deforms  the  Official  toponomy  and  may  creale  problems  and  confusions  depri mental  to  national 
interets. 

The  funtionality  of  the  area  is  analizad  throuh  the  circulation  neis  and  Services  offered  by  the 
several  urban  centers.  The  flow  inlensity  and  urban  equipment  analysis  shows  the  dcpendencc 
between  local  and  regional  centers  and  subcenters,  being  outstanding  the  sector  influence  of  the 
Calafate  center  and  the  regional  metrópolis  of  Río  Gallegos. 


ASPECTOS  DE  LA  GEOGRAFIA  HUMANA 

La  amplitud  de  la  temática  referida  a este  apartado  hace  que.  si  bien  no  nos  sea  posible  abarcarla 
en  su  totalidad,  tratemos  aquellos  parámetros  que  apuntan  a un  mejor  conocimiento  del  área  y de 
su  futuro  próximo.  En  el  resto  de  la  investigación  ya  han  sido  referenciadas  actividades  y realidades 
vinculadas  a la  geografía  humana,  de  modo  que  en  este  lugar  nos  circunscribiremos  a los  elementos 
restantes  que  merecen  cierto  detalle  de  análisis. 


Toponimia 

Contestes  con  diversos  especialistas  creemos  que  los  topónimos  son,  además  de  indicadores  y 
diferenciadores  de  sitios,  el  resultado  de  un  proceso  histórico  que  los  perpetúa.  También  la  síntesis 


144 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  NB  1,  1993  (143-150) 


de  la  percepción  geográfica  que  el  ser  humano  tiene  del  medio  que  habita  o por  el  cual  transita. 
Sintéticamente  un  hecho  cultural  y,  además,  una  realidad  política  (entendida  ésta  en  el  sentido 
científico  del  término). 

Por  que  existe  una  política  toponímica  del  Estado,  de  las  provincias,  de  los  municipios,  etc.,  que 
se  va  consolidando  en  el  decurso  del  tiempo  y que  se  manifiesta  en  el  cambio  o imposición  del 
nombre  sea  a una  arteria  urbana,  un  cerro,  un  río  y todo  aquello  que.  en  general,  pueda  ser 
representado  cartográficamente.  Todo  ello  con  la  legítima  pretensión  de  perpetual'  en  el  espacio 
geográfico  los  nombres  de  personas,  hechos,  instituciones  o fechas  que  hayan  significado  un  hito 
importante  en  la  nacionalidad,  el  arte,  las  ciencias,  etc. 

Entremezclados  con  estas  realidades  el  habitante  utiliza,  simultáneamente,  los  topónimos 
impuestos  o denomina  “popularmente”,  a su  manera,  aquello  que  conoce  más  íntimamente.  Río 
Gallegos,  Bahía  Blanca,  Río  Grande  son,  en  realidad,  “Gallegos”,  “Bahía”  y “Grande”  para  el 
hombre  patagónico.  Para  el  habitante  santacruceño  Tierra  del  Fuego  es  “la  isla”.  Para  el  hombre 
fueguino  todo  lo  que  se  sitúa  al  septentrión  del  estrecho  de  Magallanes  es  “el  continente”.  Y desde 
Santa  Cruz  a Río  Negro,  respectivamente,  el  ciudadano  se  refiere  a todo  el  resto  del  país  situado 
hacia  el  Ecuador  como  “el  Norte”.  Este  es  un  modo  muy  particular  de  percibir  la  realidad 
geográfica,  pero  está  presente  y ejerce  su  influencia  en  el  comportamiento  geográfico  de  la 
comunidad.  La  percepción  del  tiempo,  del  espacio,  de  las  distancias,  difieren  notoriamente  entre 
el  argentino  “pampeano”  y el  “patagónico”.  Las  sensaciones  también.  Para  el  capitalino  lo  que  es 
“un  viento  fuerte”  puede  significar  sólo  una  brisa  en  Chubut.  Y las  “machazas  heladas”  de  Martín 
Fierro  sólo  un  frescor  pasajero  en  Ushuaia. 

Imbricadas  con  esta  percepción  del  espacio  aparecen  también  antiguas  denominaciones 
indígenas.  “Aike”,  en  lengua  aoni,  es  “paradero”.  Pero  no  se  la  traduce  actualmente  al  castellano. 
El  topónimo  ha  quedado  petrificado  en  el  tiempo,  mudo  testigo  de  la  desaparecida  Aoni  Yajílch 
(Cfr.  Escalada,  F.:  “El  complejo  Tehuelche”). 

De  allí  las  mixturaciones  como  “Palermo  Aike”  o los  relictos  de  “Guer  Aike”,  “Kaikén  Aike” 
o “Tapi  Aike”.  El  rescate  de  las  culturas  indígenas  es  realmente  importante  y positivo  el  recordarlas, 
aunque  más  no  sea,  en  los  topónimos.  Sobre  todo  por  que  el  Aoni  en  el  Sur  (como  el  Guaraní  en 
la  mesopotamia  o el  Toba  en  la  región  chaqueña)  fueron  excelentes  observadores  del  espacio, 
registrando  puntillosamente  con  sus  denominaciones  los  accidentes  del  terreno  que  ellos  querían 
hacer  sobresalir. 

Se  siente,  en  variadas  circunstancias,  verdadera  pena  al  observar  el  sinnúmero  de  ríos  “grande”, 
“chico”,  “salado”  o “dulce”;  ceños  “bayo”,  “negro”,  “overo”  o “blanco”  que  aparecen  repetitiva- 
mente en  nuestra  cartografía,  cuando  los  topónimos  indígenas  eran  precisos,  acertados  y,  en  un 
número  elevado  de  casos,  hasta  poéticos. 

De  lo  antedicho  surge  que.  detrás  del  aparentemente  sencillo  hecho  de  colocar  una  denomina- 
ción geográfica,  existe  un  cúmulo  de  antecedentes  y realidades  que,  al  estar  en  el  momento  de  la 
opción,  deben  ser  cuidadosamente  sopesadas.  Son  los  fundamentos  (religiosos,  históricos,  socia- 
les, culturales,  etc.)  que  avalan  una  determinación. 

En  las  franjas  fronterizas  (como  la  que  estamos  analizando)  aparecen,  además,  otras  realidades. 
Contrariamente  a lo  que  se  supone,  las  fronteras  más  que  dividir  vinculan.  Más  que  separar, 
sueldan.  El  necesario  tráfico  fronterizo,  el  intercambio  de  mercaderías  y el  continuo  movi- 
miento de  población  las  hace  funcionar  como  una  zona  de  “soldadura”  entre  las  soberanías  de 
los  Estados  confinantes.  Hecho  que  se  observa  también  en  el  lenguaje,  mixluración  de  modismos 
y otras  particularidades  ínsitas  en  el  género  de  vida  de  la  población  fronteriza.  Las  denomina- 
ciones pueden  , en  estos  casos,  tener  importancia  política  o geopolítica.  Muchas  de  ellas 
constituyen  antecedentes  valiosos  (como  ser  apellidos,  fechas  o eventos  militares)  que,  de  surgir 
una  litis,  pueden  transformarse  en  argumentos  para  alguno  de  los  oponentes.  Sobre  todo  si  existen 
apoyaturas  cartográficas  que  avalen  las  diversas  posiciones  adoptadas.  Por  ello  en  la  zona  de 
frontera  es  más  acuciante  la  tarea  de  denominar  correctamente  cada  accidente  geográfico. 


Aspectos  de  la  geografía  humana.  Carlos  Alfredo  de  Jorge. 


145 


cada  sitio,  cada  particularidad.  En  el  transcurso  de  nuestra  vida  independiente  hemos  tenido 
lamentables  situaciones  derivadas  de  la  confusión  de  topónimos  las  que,  con  seguridad,  no 
aparecen  ex-nihilo.  Algunos  de  estos  casos  ya  han  sido  mencionados  en  notas  de  otros  capítulos 
de  esta  investigación. 

Las  sugerencias  que  líneas  mas  abajo  realizamos  han  tenido  en  cuenta  todos  estos  anteceden- 
tes. Sin  olvidarnos  dos  cosas: 

a)  Que  en  la  República  Argentina  existe  una  marcada  tendencia  a rebautizar  topónimos  en 
castellano.  Que  se  “personaliza”  en  demasía  en  los  bautismos  de  todo  aquello  que  se  desea 
denominar  (apellidos  de  personalidades  de  diversos  ámbitos  que  nada  tienen  de  vinculante 
con  la  región  o lugar  que  se  denomina)  y que  aparece  una  fuerte  tendencia  “europeizante” 
en  la  toponimia.  Un  excelente  ejemplo  es  la  denominación  de  Fitz  Roy  otorgada  al  cerro 
Chaltén. 

b)  Que  en  la  República  de  Chile  aparece  una  tendencia  diametralmente  opuesta.  Se  han  respetado 
mucho  mas  las  antiguas  denominaciones  autóctonas  y se  cuidan  más  prolijamente  las  caracte- 
rísticas geográficas  de  los  topónimos  impuestos. 

Cada  una  de  estas  tendencias  responden,  indudablemente,  a una  concepción  política  de  fondo. 

Registro  de  topónimos  y sugerencias 

1 Conservar  las  denominaciones  oficialmente  consagradas. 

2 Modificar  aquellas  que,  aunque  se  refieran  a dos  accidentes  geográficos  distintos,  son 
redundantes.  Ej.:  Cerro  Fitz  Roy/río  Fitz  Roy.  Ceno  Torrc/laguna  Torre,  etc. 

3 Fortalecer  la  denominación  Oficial  cuando  aparecen  posibles  dobles  topónimos.  Ej. : Ceno  Fitz 
Roy  - Chaltén.  Particularmente  cuando  una  de  las  dos  denominaciones  está  originada  en  el  país 
limítrofe. 

4 Idem  cuando  la  denominación  está  siendo  modificada  por  los  lugareños,  sea  por  costumbre  o 
por  economía  de  lenguaje.  Ej.:  Río  Milodón  (denominado  localmente  “Milo”);  río  Cóndor 
(denominado  “diablo”).  Esto  es  de  aplicación  muy  especialmente  cuando  puede  traer  confusio- 
nes en  áreas  litigiosas  y,  además,  aparecen  como  en  el  último  caso  citado  dos  cursos  con  similar 
denominación. 

5 Incluir  en  el  patrimonio  toponímico  local  las  denominaciones  nuevas  que  los  habitantes  del 
lugar  han  comenzado  a utlizar,  de  no  existir  futuros  problemas  o causas  de  fuerza  mayor  que 
lo  impidan.  Ej.:  A-  Caballo  al  chorrillo  innominado  que  desciende  desde  la  laguna  Larga  al  lago 
del  Desierto,  pasando  al  lado  del  Destacamento  de  Gendarmería  Nacional.  Cordón  El  Subma- 
rino al  sistema  serrano  que  bordea  el  lago  del  Desierto  por  su  margen  derecha.  Ambas  deno- 
minaciones son  bautismos  que  utiliza  cotidianamente  el  personal  de  Gendarmería,  a quien  se 
deben  ambos  topónimos.  A-  Huemules  al  chorrillo  que  desciende  por  la  margen  derecha  del  río 
de  las  Vueltas  a 1 Km.  de  su  nacimiento.  Este  topónimo  fue  efectuado  por  el  poblador  riojano 
(que  habita  el  lugar),  Sr.  Ramírez,  etc.  etc. 

6 Utilizar  preferentemente  la  lengua  Aoni  y ñola  Mapuche.  Los  Aoni  Kenk  fueron  los  originarios 
ocupantes  de  estas  tierras  (la  denominación  “Tehuelchc”  es  espúrea  y fue  impuesta  por  los 
Mapuches  o Araucanos  cuando  invadieron  la  patagonia  Argentina  desde  el  Sur  de  Chile  ante 
la  presión  española)  y se  debe  rendir  honor  a aquellas  parcialidades  que  siempre  se  sintieron 
argentinas. 

7 Si  se  deben  rcferenciar  accidentes  geográficos  personalizándolos,  preferir  los  apellidos  de  los 
primeros  pobladores,  particularmente  porque  procedieron  de  la  República  Argentina  o,  siendo 
extranjeros,  ingresaron  por  nuestro  país.  También  los  de  aquellos  que  con  su  labor  han 
contribuido  al  conocimiento  de  la  región  y al  progreso  de  la  zona.  Ej.:  Ramón  Lista,  Estanislao 
Zeballos,  Pascasio  Moreno,  etc.  etc. 


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Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  NQ  1,  1993  (143-150) 


La  funcionalidad  del  área. 

En  la  Figura  N°  1 hemos  representado  gráficamente  la  funcionalidad  resultante  de  la  jerarqui- 
zación  entre  centros,  subcentros  y subcentros  locales  vinculados  por  la  conect  ividad  que  le  otorgan 
los  medios  de  transportes  y de  comunicaciones.  Este  orden  jerárquico  solamente  está  referenciado 
hasta  el  nivel  provincial,  sin  penetrar  en  rangos  superiores  (como  pueden  ser  el  orden  político 
nacional,  las  dependencias  inleregionales  y otros  subsistemas  dependientes,  por  ejemplo,  de 
centros  de  la  magnitud  de  Bahía  Blanca  o Comodoro  Rivadavia),  ya  que  este  análisis  escapa  al  nivel 
microsistémico  adoptado  para  escudriñar  el  área  de  investigación.  En  líneas  generales  se  sigue  un 
ordenamiento  jerarquizado  tal  como  lo  toman  Francois,  Ch.  y Randle,  P.(  1)  y,  de  acuerdo  con  este 
segundo  autor,  descendemos  la  escala  definiendo  a Río  Gallegos  como  la  metrópoli  regional,  a 
Calafate  como  centro  de  influencia  subregional  y a El  Chaltén  como  subcentro  local.  En  este 
sentido  también  se  han  adaptado  las  distancias  a las  realidades  patagónicas,  diferentes  en 
magnitudes  de  las  pampeanas  a las  que  fuera  dedicado  el  estudio  de  referencia. 

Para  sintetizar  el  análisis  se  han  confeccionado  dos  tablas  (Ver  Tablas  NQ 1 y 2).  En  la  primera 
de  ellas  aparecen  intercaladas  las  distancias  entre  los  centros  de  influencia  subregional,  la 
metrópoli  y los  subcentros  locales.  Es  necesario  recordar  que  las  características  físico-geográficas 
de  la  patagonia  no  han  permitido  una  ocupación  densa  del  espacio  ni  un  poblamiento  disperso 
uniforme  en  las  áreas  ameseladas.  Por  ello,  cuando  hablamos  de  las  interrelaciones  urbano- 
serviciales  deben  dejarse  de  lado  preconceptos  amoldados  a otras  realidades,  como  puden  ser  las 
de  la  llanura  chaco-pampeana  o de  la  mesopotamia.  En  nuestras  dependencias  jerárquicas  recorrer 
distancias  del  orden  de  200  km.  para  proveerse  de  mercaderías  o satisfacer  servicios  elementales 
es  algo  usual,  como  impensable  en  Buenos  Aires  o Santa  Fe,  donde  los  subcentros  urbanos  se 
distancian  escasamente  en  el  orden  de  los  30/50  km.  En  el  estricto  sentido  del  término,  no  existen 
“mallas  urbanas”  en  Santa  Cruz. 

Para  en  análisis  de  estas  distancias  entre  centros,  metrópoli  y subcentros,  hemos  dividido  a las 
mismas  en  4 rangos.  Las  menores  (o  de  primer  rango)  están  en  el  orden  de  las  0-150  km.,  que 
constituyen  los  recorridos  mínimos  que  se  deben  realizar  para  la  atención  de  aquellos  servicios  que 
no  pueden  ser  satisfechos  localmente.  En  realidad,  para  un  vehículo  tipo  pick-up  (muy  utilizado 
en  la  región)  estas  distancias  se  encuentran  encerradas  en  las  isócronas  de  60  minutos  para  un 
recorrido  de  ida,  lo  que  es  similar  a los  30  km.  de  tren-micro  dentro  de  una  ciudad  como  Buenos 
Aires  si  se  desea  realizar  algún  trámite  en  el  microcentro  y se  habita,  sea  en  Tigre,  ya  en  Quilines, 
ora  en  San  Miguel,  para  citar  solamente  algunos  ejemplos. 

Dentro  de  la  isócrona  de  60  minutos  (o  el  primer  rango  de  distancias)  se  encuentran  la  atención 
de  algunos  servicios  (fundamentalmente  salud,  justicia,  educación  secundaria)  y la  adquisición  de 
bienes  no  comercializablcs  localmente,  como  elementos  para  la  construcción  y bienes  con  cierta 
densidad  de  valor  agregado  y tecnología.  Puede  observarse  que  en  este  rango  se  encuentran  El 
Chaltén-Lago  del  Desierto;  El  Chaltén  - Tres  Lagos,  aunque  en  este  segundo  caso  la  dependencia 
sea  mínima  ya  que  Tres  Lagos  sólo  puede  abastecer  a El  Chaltén  de  combustibles  y algún  otro 
producto  más. 

En  realidad,  dada  la  similitud  de  funciones,  ambas  localidades  se  abstecen  en  Calafate  a pesar 
de  la  mayor  distancia  a recorrer. 

El  segundo  rango  se  sitúa  entre  los  150  y los  300  km.  Posiblemente  sea  éste  el  más  usual  en  la 
región  patagónica,  exceptuando  el  valle  del  Río  Negro  desde  Arroyito  a Chichínales.  Distancias 
de  este  orden,  sobre  caminos  enripiados  en  buen  estado  de  conservación  o sobre  pavimento, 
implican  escasas  dos  horas  de  recorridos  en  viaje  de  ida  (4  en  total  con  el  regreso,  lo  que  implica 
una  mañana  o una  larde  completa  ocupada  en  estos  menesteres).  En  pick-up,  con  cierta  capacidad 
de  carga  y comodidad  p;ua  el  ocupante  satisfacen  los  requerimientos  normales  para  acopiar 
mercaderías  para  un  mes  de  una  familia  tipo.  En  ómnibus  son  aceptables  y.  de  acuerdo  a lo 
visualizado  por  nosotros,  la  población  local  las  asume  como  “lógicas”  y normales  dentro  de  su 
género  de  vida.  En  este  segundo  rango  aparecen  con  gran  cspeclativa  las  funciones  que  desempeña 


Aspectos  de  la  geografía  humana.  Carlos  Alfredo  de  Jorge. 


147 


Calafate  en  su  área  de  influencia.  Tanto  Tres  Lagos,  El  Challen  como  San  Martín  o lago  del  Desierto 
aparecen  dentro  de  este  parámetro  y,  de  no  ser  por  la  importancia  metropolitana  desempeñada  por 
Río  Gallegos,  estaría  también  incluido  Río  Turbio.  Aún  cuando  funcionalmente  posea  aptitudes 
similares  a Calafate  y sea  atraído  en  ciertos  casos  por  Punta  Arenas  (Chile).  La  vida  social  y el 
intercambio  de  productos  son  los  principales  motivadores  de  esta  funcionalidad,  entre  las  que  cabe 
citar  la  recreación,  la  presencia  de  terminal  de  ómnibus  y las  finanzas. 

El  tercer  rango  (300-500  km)  debe  considerarse  como  suficientemente  extenso  para  las 
funciones  intermedias,  pero  responde  a la  coherencia  regional  que  emana  la  metrópolis  de  Río 
Gallegos  en  una  serie  de  prestaciones  serviciales.  Particularmente  la  vida  política,  la  Justicia,  la 
salud  y las  funciones  económico- financieras-comerciales  al  por  mayor.  Sólo  en  algunos  de  estos 
rubros  pude  competir  Punta  Arenas  con  la  capital  santacruceña,  esecialmente  por  el  atractivo  que 
le  otorga  la  comercialización  de  productos  importados,  ya  que  es  zona  franca.  En  lodo  el  universo 
restante,  de  acuerdo  a nuestas  observaciones,  Río  Gallegos  cumple  acabadamente  con  las 
necesidades  del  área  nucleada  por  ella.  E,  incluso,  en  el  área  de  la  salud  y la  educación  trasciende 
la  frontera  nacional  con  influencia  sobre  el  territorio  chileno  aledaño.  Las  redes  de  circulación  con 
centro  en  Río  Gallegos  y los  medios  de  comunicación  (televisivos,  escritos  y radiales)  ayudan  a 
reforzar  esta  atracción. 

Más  allá  de  los  500  km.  la  intensidad  de  los  flujos  decrece  rápidamente.  En  la  frontera  sistémica 
la  competencia  con  Comodoro  Rivadavia  se  hace  notar  en  diversos  rubros.  Si  a esta  distancia  debe 
sumársle  trámites  de  inmigración,  cruce  de  límite  político,  desconocimiento  de  modalidades  de 
territorio  extranjero,  etc.,  se  observa  que  la  hipotética  atracción  de  Punta  Arenas  hacia  el  área  de 
estudio  disminuye  considerablemente.  De  hecho,  de  acuerdo  a las  respuestas  que  hemos  recibido 
de  los  habitantes  locales,  son  más  los  motivos  de  competencia  (atracción  de  turistas  extranjeros, 
ventas,  locación  hotelera,  etc.)  que  los  de  integración  que  aparecen  con  el  país  vecino.  Río  Gallegos 
o Comodoro  Rivadavia  cuenta  más  para  Chile  que  Punta  Arenas  para  la  Argentina,  con  la  sola 
excepción  ya  citada  de  la  venta  de  artículos  importados  a la  zona  franca. 

En  la  Tabla  Nü  2 aparecen  reflejados  una  serie  de  indicadores  que  hemos  seleccionado  y que 
representan  el  equipamiento  urbano  de  los  centros  y subcentros  del  área. 

Resalta  a simple  vista  la  prestación  de  servicios  superior  de  Calafate  y su  imposición  como 
centro  de  influencia  subregional  por  mérito  propio.  Sin  competencia  cercana,  sólo  Río  Turbio 
puede  atraer  funciones  que  Calafate  no  alcance  a cumplir,  aún  cuando  la  problemática  minera  sea 
un  acuciante  problema  para  ella  y,  en  cambio,  el  fortalecimiento  del  turismo  una  gran  ventaja  para 
el  crecimiento  calafateño.  Aún  así  el  factor  distancia  evita  la  superposición  de  funciones  y 
posibilitan  que  cada  subcentro  posea  su  propia  área  de  influencia. 

Más  interesante  es,  en  cambio,  la  perspectiva  funcional  de  El  Chaltén,  que  traerá  aparejada 
cierta  competencia  con  Calafate.  En  estas  funciones  Tres  Lagos  no  posee  grandes  probabilidades 
de  crecimiento.  Mucho  más  antigua  que  El  Chaltén  no  ha  crecido  al  ritmo  sostenido  que  era  de 
esperarse,  aún  cuando  subsiste  como  subcentro  local  abasteciendo  una  vasta  extensión  que  desde 
el  lago  San  Martín  se  difuma  sobre  la  meseta  hacia  el  naciente  salpicada  de  las  clásicas  estancias 
patagónicas,  ganadería  ovina,  bajísima  densidad  de  población  y falta  de  otros  recursos  naturales. 
Funciona  como  localidad  de  abasto  para  el  tránsito  de  la  ruta  288,  tanto  hacia  Gobernador  Gregores 
como  Calafate.  Pero  estas  funciones  se  agotan  en  sí  mismas  en  tanto  y cuanto  la  subregión  no 
cambie  las  modalidades  de  ocupación  del  espacio  y del  uso  del  suelo.  O no  se  incremente  el  tráfico 
sobre  la  rula  citada.  En  cambio  El  Chaltén  posee,  a través  del  turismo,  un  atractivo  propio  que  en 
el  corto  o mediano  plazo  constituirá,  bien  administrado,  un  excelente  disparador  para  su  propia 
esfera  de  influencia.  Es  seguro  que  su  dependencia  con  Calafate  se  seguirá  manteniendo  (tal  como 
sucede,  por  ejemplo,  entre  Junín  de  los  Andes  y San  Martín  de  los  Andes,  en  Ncuquén),  pero  aquí 
aparecerá  la  necesaria  complementado!!  de  actividades  entre  la  cabecera  Departamental  y el 
subcentro  local:  creación  de  circuitos  turísticos  integrados,  diversificación  de  ofertas  al  visitante, 
etc.  Debe  recordarse  que  la  existencia  del  Parque  Nacional  "'Los  Glaciares”  no  permite  ciertas 


Í4X 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N9  1,  1993  (143-150) 


actividades,  lo  que  influirá  directamente  en  el  crecimiento  urbano  de  El  Challen.  Lo  que  no  quiere 
decir,  precisamente,  contaminar,  deteriorar  o destruir  las  bellezas  naturales  con  que  toda  la  región 
está  dotada  y que  tanto  dinero  y esfuerzos  nos  ha  costado  a los  argentinos  mantener. 

En  la  Fig.  Ne  1 aparece  graficada  la  funcionalidad  del  área.  La  probable  evolución  hacia  el 
mediano  plazo  indica  que,  de  finalizarse  satisfactoriamente  los  emprendimientos  iniciados 
(construcción  del  camino  hacia  lago  del  Desierto,  ampliación  de  funciones  en  El  Challen,  refuerzo 
del  turismo  internacional,  complementación  con  otros  centros  como  Ushuaia,  etc.),  la  región  de 
análisis  que  hemos  estudiado  posee  un  futuro  promisorio. 


Tabla  N2 1 

GRAFICA  DE  DISTANCIAS  ENTRE  LOCALIDADES 


Punta  Arenas 

Río  Gallegos 

Calafate 

El  Turbio 

El  Chaltén 

Tres  Lagos 

Lago  del  Desierto 

Punta  Arenas 

X 

324 

581 

281 

771 

714 

823 

Río  Gallegos 

324 

X 

318 

282 

508 

451 

560 

Calafate 

581 

318 

X 

336 

224 

168 

276 

El  Turbio 

281 

282 

336 

X 

525 

469 

577 

El  Chaltén 

771 

508 

224 

525 

X 

130 

52 

Tres  Lagos 

714 

451 

168 

469 

130 

X 

182 

Lago  del  Desierto 

823 

560 

276 

577 

52 

182 

X 

Orden  jerárquico  de  distancias: 
ler.  rango:  0-150Kin. 

2do.  rango:  150-300  Km. 

3er.  rango:  300-500  Km. 

4to.  rango:  más  de  500  km. 

Fte:  Elaboración  propia  en  base  a datos  extraídos  de  cartografía  vial. 


Tabla  N-  2 

EQUIPAMIENTO  URBANO  SUB REGIONAL 


Aspectos  de  la'geografía  humana.  Carlos  Alfredo  de  Jorge. 


149 


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CALAFATE 

EL  CHALTEN 

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150 


Anales  de  la  Sociedad  Científica  Argentina,  Volumen  223,  N9  1,  1993  (143-150) 


NOTAS 


1.  Cfr.  bibliografía 


BIBLIOGRAFIA 

1.  Escalada,  F.:  “El  complejo  tehuelche.  Estudios  de  etnografía  patagónica”.  Inst.  de  Est. 
Patagónicos,  Buenos  Aires,  1949. 

2.  Francois,  Ch.:  “Introducción  a la  prospectiva".  Pleamar,  Bs.  As.  1977 

3.  Provincia  de  Santa  Cruz.  Departamento  Lago  Argentino.  Informe  preliminar,  Río  Galleaos, 
1982. 

4.  Randlc,  P.  et.  al.:  “Ciudades  intermedias”.  Fundación  Banco  Boston,  Bs.  As.,  1992. 

5.  Razori,  A.:  “Historia  de  la  ciudad  argentina”.  Ed.  López,  Bs.  As.,  1945. 


ANALES  DE  LA  SOCIEDAD  CIENTIFICA  ARGENTINA 


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