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ANALES
DE
Hast ORPA NATURAL.
“Se-q Me
Rare
ANALES
DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
DE HISTORIA NATURAL.
SERKE fl ‘
TOMO _QOUINTO
(SSD)
MADRID:
DON I. BOLIVAR, TESORERO
PASEO DE RECOLETOS, 20, BAJO.—PALACIO DE BIBLIOTECAS Y MUSEOS NACIONALES
4896
1/ fA Lv
y
Articulo 27 del Reglamento. Las opiniones emitidas en las Memorias publica-
das en los ANALES son de la exclusiva responsabilidad de sus autores.
IMP. DE FORTANET, LIBERTAD, 29
MEMORIAS
DE
HIS TORTA. NATUR AT.
SOBRE LA FAGOCITOSIS
DE LAS
PEAQUETAS DE LOS VERTEBRADOS INFERIORES,
POR
i) Sis AGING ayo 1A eA ee
(Sesion del 8 de Enero de 1896.)
Las prolijas investigaciones de Metchinikoff sobre la fago-
citosis han dejado fuera de duda la propiedad englobante,
tanto de leucocitos como de células conectivas, endoteliales, y
en general, de todo corptisculo dotado de contractilidad ami-
boidea.
Entre las células sanguineas de los batracios, reptiles y pe-
ces hallanse las plaquetas, cuya contractilidad nos parece in-
dudable y en quienes, discurriendo por analogia, parece ra-
cional suponer también actividad fagocitaria. Falta, empero,
la prueba objetiva de esta presuncion, para lograr la cual he-
mos emprendido algunas experiencias, seguidas de resultados
positivos.
Pero antes de relatarlas, debemos entrar en algunos antece-
dentes histdricos.
Después de las clasicas observaciones de Hayem (1) y de
(1) HayveM: Recherches sur Vévolution des hematies dans le sang de Vhomme et des
vertebrés. (Arch. de Physiol. de Brown Sequard, 2* serie. Tom. v, 1878. Tom. vr, 1879.):
6 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2)
Bizzozero (1) tocante a la existencia de un elemento nuevo de
la sangre circulante, se ha defendido la idea, por lo menos en
lo referente a las plaquetas de los batracios, de que estos ele-
mentos no son otra cosa que una variedad de leucocitos 6 una
fase evolutiva de los mismos.
Asi Hlava (2) afirma que las plaquetas de la rana estan do-
tadas de contracciones amiboideas y provienen, en definitiva,
de glébulos blancos ordinarios. Loewit (3) acepta parecida opi-
nion, estimando las plaquetas de los batracios como una va-
riedad de leucocitos, en la cual encuentra todas las modalida-
des nucleares de los glébulos blancos (este Ultimo hecho es un
error de observacién). La forma placular no representaria un
corpusculo especifico, sino una modificacién experimentada
por los leucocitos y hasta por los hematies, bajo la influencia
de condiciones especiales.
Eberth (4), por el contrario, defiende la opinién de Bizzo-
zero acerca de la especificidad morfoldgica y fisioldgica de
las plaquetas, negando que posean movimientos amiboides, y
haciendo notar que, si su morfologia se altera por el reposo,
nc recobran nunca su forma originaria.
La movilidad amiboide de las plaquetas y su estrecho pa-
rentesco con los leucocitos fueron primeramente demostrados
por nosotros, en un trabajo que publicamos en 1880 acerca de
la inflamacion (5), el cual, como todos los que dimos a luz por
aquel tiempo, ha sido desconocido 6 desconsiderado por los
sabios.
Debemos confesar que ignorabamos entonces el descubri-
miento, realizado por Hayem dos anos antes, de las plaquetas
6 hematoblastos de los vertebrados inferiores; pero este desco-
nocimiento no merma en lo mas minimo, antes lo realza, el
valor de nuestra observacién. Deciamos entonces: «No todos
(1) BizzozERo: Ueber einen neuen Formbestandtheil des Blutes und dessen Rolle
beim Thrombose und Blutgerinnung. (Virch. Archiv. Bd. 90, 1882.)
(2) Huava: Die Beziehungen der Blutplattchen Bizzozero’s zur Blutgerinnung und
Thronrbose. (Arch. f. experim. Pathol. Ba. 17, 1883.)
‘8) Lorwit: Ueber Neubildung und Zerfall weissen Bluthérperchen. (Sitzungsber. d.
wien. Accad. xc, Ablh. 111, 1885.)
(4) EsErtn: Zur Kenntniss der Blutplattchen bei den niederen Wirbelthieren, (Fests-
chrift. Albert. v. Kélliker, 1887.)
(5) S. Ramon Casau: Investigaciones experimentales sobre la genesis inflamatoria, y
en especial sobre la emigracion de los leucocitos. Zaragoza, 1880.
(3) Cajal.—FAGOCITOSIS DE LAS PLAQUETAS. 7
los leucocitos que circulan por los vasos durante la inflama-
cidn experimental poseen los mismos caracteres. Ademas de
los ordinarios que son esféricos, granulosos, blandos y elasti-
cos, los hay también de figura eliptica, aplanados, granulo-
sos, mas consistentes, sin viscosidad, y, por consiguiente, in-
capaces de adherirse a las paredes vasculares. Nunca se los
ve con asperezas y prolongaciones en su contorno, ni tampoco
detenidos aisladamente en la superficie endotelial. Estos leu-
cocitos singulares contienen muy a menudo particulas carmi-
nosas y acaso provengan de leucocitos ordinarios, que por ha-
ber estado anteriormente adheridos a la pared y haber sufrido,
largo tiempo el frote de la corriente, se han aplanado y esti-
rado, adoptando la figura de cantos rodados».
En este trabajo dabamos una figura que representa un vaso
sang@uineo vivo, con leucocitos emigradores y varias plaque-
tas, 6 sea lo que estimabamos entonces como una variedad de
leucocitos 6 como leucocitos modificados, que encerraban en
su protoplasma granos de carmin (las experiencias de infla-
macidn se habian hecho inyectando previamente en el saco
linfatico dorsal de la rana polvo de carmin en suspension). La
precedente observacion demuestra: 1.° La existencia en la san-
ere viva circulante de una variedad de células semejantes a
leucocitos, y esto en 1880, es decir, dos anos antes de que las
plaquetas fueran observadas por Bizzozero en el interior de los
vasos normales. 2.° La propiedad englobadora de particulas
extranas, y, por consiguiente, la capacidad amiboide de di-
chos elementos.
Precisamente por esta virtud de engullir granos de carmin
nos habiamos inclinado entonces a considerar las plaquetas de
la rana como células que en una fase anterior habian sido ver-
daderos leucocitos. Acaso actualmente no hallemos motivos
bastantes para adoptar sin reservas esta explicacion del ori-
gen de las plaquetas; pero cumplenos hacer constar que ella
fué dada mucho antes que parecieran los trabajos de Hlava y
de Loewit.
También en nuestro Manual de Histologia, 1.* edicién, 1886,
insistimos sobre el poder englobante de las plaquetas y su pro-
bable parentesco con los leucocitos.
En los mamiferos la cuestién varia de aspecto, pues, como
es sabido, las plaquetas carecen de nucleo y no tienen repre-
ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4)
sentacién de células, aun cuando es de suponer que en algu-
nas fases de su evolucién han sido células perfectas. Por lo
demas, las criticas dirigidas 4 la doctrina corrientemente ad-
mitida en la ciencia de la preexistencia de las plaquetas en la
sangre, por Loewit, Wooldridge y Lilienfeld, descansan en
base tan deleznable, que se maravilla uno de los trabajos
de refutacién seriamente emprendidos por Bizzozero, quien
prueba la preexistencia de dichos corptsculos en la sangre de
las alas del murciélago vivo, y por Sacerdotti (1) y Castelli-
no (2), quienes los han observado, no sélo en este ultimo ani-
mal, sino en la lengua de la rana viva.
Por nuestra parte, ademas de haberlos visto hace muchos
afios y con entera claridad en la sangre circulante de la rana
(pulmon, mesenterio y membrana in-
terdigital), en la del renacuajo y larva
del sapo (expansiones membranosas
de la cola), hemos podido también re-
conocerlos en el mesenterio y epiplon
mayor de pequenhos mamiferos clora-
lizados 6 eterizados.
El objeto de la presente investiga=
cidn ha sido estudiar nuevamente la
propiedad englobante de las plaque-
tas, y determinar si semejante accion
fagocitaria tiene lugar también con los
microbios.
Primera experiencia. En elsaco lin-
fatico dorsal de la rana fueron inyec-
tadas, en dos dias sucesivos, algunas
cotas de agua que tenia en suspension
una gran cantidad de granulos de car-
min (mezcla de aguay de carmin laca
Fig. 1.—Capilar del mesenterio OFdinario). Cuatro dias después de la
de la rana. Examen en vivo.— inyeccidn curd el animal, y se exami-
@, plaquetas con granos de y¥4 Ja circulacién de la sangre en el
carmin; J, leucocito. ;
mesenterio.
(1) Sacervorti: Sur les plaguettes du sang. (Arch. per le Science ned. Vol. XviI,
n.° 2, et Arch. Ital. d. Biol. Tom. 21, 1894.)
(2) CasTELLIno: Swi la nature du zymogéene au fibrin-ferment du sang. (Arch. Ttal.
a. Biol., 1895. Tom. 21.)
(5) Cajal FAGOCITOSIS DE LAS PLAQUETAS. 9
El examen microscépico de los vasos vivos revelé una gran
cantidad de plaquetas con granos de carmin. En general, cada
plaqueta contiene un solo granulo, 4 veces grueso, y situado
comunmente en el eje del corpusculo y en el paraje del proto-
plasma en que arrancan las expansiones polares. En unos po-
cos casos muestran las plaquetas dos 6 mas granulos de
carmin.
Estas plaquetas carminadas no han perdido ninguna de sus
propiedades morfolégicas 6 fisioldgicas. Si se comprime a fa-
vor de una pinza la pared del capilar observado, dichos cor-
pusculos se adhieren al endotelio, y forman actimulos iguales
a los descritos por Bizzozero, Eberth y Schimelbuch. Cuando
se examina la sangre extravasada, las plaquetas se deforman,
se reunen para constituir zogleas, emiten gotas hialinas, y se
inicia en derredor la coagulacién de la fibrindgena.
Esta experiencia, destinada a probar el poder englobante
de las plaquetas, hémosla repetido con iguales resultados em-
pleando, en vez del carmin, polvo de anilina azul, carbén, etc.
En ocasiones, mas de la mitad de las plaquetas contienen par-
ticulas extrahas. Lo més comun, sin embargo, es que sdlo
presenten granulos colorados la cuarta 6 la tercera parte de
dichos elementos.
Excusado es decir que los leucocitos engloban también las
mencionadas particulas, como ya demostré Cohnheim en sus
memorables experiencias sobre la diapedesis inflamatoria;
hallanse, empero, mas granulos en plaquetas que en leucoci-
tos, lo que puede depender de la proporcidén mucho mayor de
aquellos elementos. En cambio, el glébulo blanco suele en-
globar mas cantidad de granulos.
Segunda experiencia. Con cuatro, seis y ocho dias de anti-
cipaciOn al examen de la sangre, se inyectdé en el saco linfa-
tico dorsal de varias ranas cierta cantidad de culturas vivas,
procedentes del agar. A dos ranas se les inocularon varias go-
tas del cultivo del Staphilococcus pyogenes aureus; otras dos re-
cibieron la misma cantidad del Streptococcus pyogenes; final-
mente, en dos mas inyectdse el bacilo tifoso. Los animales
resistieron muy bien las inoculaciones; seis dias después pare-
cian hallarse en perfecta normalidad. El paraje del saco dor-
sal donde se practicé la inoculacién contenia un exudado se-
rofibrinoso rico en leucocitos, dentro y fuera de los cuales se
10 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6)
velan grandes aciumulos de microbios. Es indudable que una
gran masa de parasitos habia sido inmovilizada en el mismo
saco dorsal, y no habia podido, por tanto, dirigirse al torrente
circulatorio.
El examen de la sangre circulante mostro tal cual microbio
en suspension, y en los animales inoculados con el Staphilo-
coccus velanse dentro de algunas plaquetas ciertos granos re-
fringentes. Pero sélo la observacién de la sangre extravasada
permitid reconocer con entera evidencia que muchas plaque-
tas encerraban dentro de su protoplasma una, dos, rara vez
mas micrococos, perfectamente coloreables por las anilinas
basicas. Aleunos acimulos placulares mostraron gran riqueza
de microbios (fig. 2 ¢); otros estaban totalmente desprovistos
de ellos.
Iguales resultados se obtuvieron con el Streptococcus; por lo
contrario, el bacilo tifoso no fué englobado, como no lo fue
tampoco el Bacillus anthracis inyectado en otras experiencias.
Esto no prueba una accidn selectiva particular por ciertos
microbios, sino mas bien un caso de imposibilidad mecanica:
la poca cantidad del protoplasma envolvente de las plaquetas
no consiente sino la intromisién de muy pequenos corpusculos.
Los métodos de preparacién de las plaquetas para la demos-
tracidn de inclusiones
son bastante delicados.
La desecacidn rapida de
la sangre y coloracion
subsiguiente con una
anilina basica da bas-
tante buenos resultados,
pues las plaquetas sue-
len conservar bien su
forma. También cabe
distinguir los microbios
Fig. 2.—Plaquetas de la rana.—a, plaquetas vivas; dentro de las plaquetas
%, plaquetas cuyos microbios se timeron con el de ]q sangre fresca, SOo-
azul de metileno revio fijado en sublimado; . ,
a8 : * metiendo ésta, una vez
¢, conglomerado de plaquetas; @, leucocitos con
microbios. cubierta con el cubre-
objetos, a la accién de
una anilina basica adicionada de algunas gotas de acido acé—
tico. Pero el mejor procedimiento es extender rapidamente la
(7) Cajal.— raAGOCITOSIS DE LAS PLAQUETAS, ml
sangre sobre un porta-objetos, abandonandola por algunos se-
g@undos al aire para que se deseque ligeramente (no debe lle-
g@arse a la desecacidn completa, sino a cierta condensacidn de]
plasma), fijar durante algunos minutos con sublimado a sa-
turacién, lavar suavemente para eliminar, sin menoscabo de
los elébulos, el exceso de reactivo, tratar el preparado con
unas gotas de alcohol, y tenir, finalmente, con una anilina
basica, decolorando en agua 6 con el método de Gram. Kl bi-
cloruro de mercurio fija perfectamente las plaquetas y permi-—
te reconocerlas facilisimamente entre los demas elementos de
la sangre. Por lo demas, este método es también excelente
para la fijacién y tenhido nuclear de hematies y leucocitos.
4Queé interpretacién debemos hacer de los hechos expuestos?
Nuestro primer pensamiento habia sido (1880) considerar las
plaquetas como leucocitos modificados, y en tal supuesto ex—
plicar la presencia de cuerpos extranos en aquéllas, por el
hecho de la conservacién en su protoplasma de las particulas
capturadas en su fase anterior de leucocitos. Pero no pudién-
dose sorprender en ning tin caso el paso del leucocito al esta—
dio de plaqueta, y no existiendo transiciones morfologicas en-
tre ambas especies de corptsculos, nos inclinamos actualmen-
te a conceder poder englobante a las plaquetas, por lo menos
durante su circulacién en la sangre normal.
Hé aqui como imaginamos el fendmeno: los microbios, par-
ticulas extranas, etc., inyectados en el saco linfatico dorsal,
pasarian, por mero desagiie linfatico, 4 la sangre, donde exci-
tarian por accidn tactil la contractilidad del protoplasma pla-
cular (contracciOn por excitacion tactil, de Masart). Hste poder
englobante se ejerceria lo mismo contra particulas solubles
que insolubles, porque, segtin nuestras observaciones, las pla-
quetas carecen de sensibilidad quimiotactica.
Por esta razon son incapaces de emigrar de los vasos, y no
se las ve Jamas en los derrames serosos 6 fibrinosos de las fleg-
masias. En suma; la plaqueta de los vertebrados inferiores,
constituye un excelente recurso defensivo intravascular, cuyo
fin es mantener la absoluta pureza del plasma circulante. En
la rana normal no es raro ver plaquetas con uno 6 varios gra-
nos gruesos, brillantes, que probablemente representan peda-
z08 globulares hallados en su camino por dichos elementos.
2Desempenan también las plaquetas algun oficio mas im-
]2 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8)
portante? Su condicidén secretoria, demostrada por las obser-
vaciones de Hayem, Bizzozero y las nuestras, su extrema vul-
nerabilidad, que es tal que ante el menor obstaculo desagre-
gan su protoplasma modificando la composicién del plasma
sanguineo, gno podrian ser indicio de algwn fisiologismo de
mayor alcance, por ejemplo, de la secrecién de alexinas 6 de
substancias bactericidas, 4 las cuales quizas deba la sangre
sus virtudes preservadoras y antitoxicas? Imposible contestar
por ahora a estas preguntas.
De todos modos, repugna a la razon considerar las plaquetas
como elementos que sélo han perdido el nucleo y experimen-
tado diferenciaciones quimicas tan radicales como las que ca-
racterizan el hematie, para el solo oficio de constituir, en el
accidentalisimo caso de una lesidn vascular, trombus hialinos
obturadores de la brecha parietal. Mas verosimil parece que
gocen ademas de alguna actividad de caracter permanente
relacionada, ya con el poder nutritivo, ya con el papel bacte-
ricida del plasma sanguineo (1).
(1) En la sangre de los animales muertos del mal del bazo los bacilos forman aci-
mulos, precisamente al nivel de los conglomerados placulares. Este hecho facilisimo
de revelar en el higado del conejo, y particularmente en los vasos gruesos, geS un
fendmeno post partem 6 una senal de que durante la vida las placulas envolvieron 6
tendieron 4 envolver, reunidas en gran numero, los bacilos invasores? Para contes-
tar 4 estas y otras muchas cuestiones relacionadas con la fisiologia de las plaquetas,
es preciso hacer algunas experiencias que hasta hoy no hemos tenido tiempo de eje-
cutar.
ESTRUCTURA
DEL
PROTOPLASMA NERVIOSO,
POR
i Sateen @) ING "Cl Aud AEs:
(Sesién del 8 de Enero de 1896.)
Desde las investigaciones de M. Schultze y de Ranvier so-
bre la textura de las células nerviosas, se admite casi unani-
mente en el protoplasma de estas un sistema de filamentos
finisimos, que, concentrandose en hacecillos en los angulos
del cuerpo celular, pasan a constituir las expansiones nervio-
sa y protoplasmicas.
Este esquema estructural hallé confirmacion en las observa-
ciones de Flemming (1), quien, con ayuda de nuevos méto-
dos, distinguidé en el protoplasma de las células ganghonares
unos hilos largos, flexuosos, independientes, los cuales pre-
sentan en su trayecto ciertos engrosamientos avidos de la he-
matoxilina y anilinas basicas. Semejantes engrosamientos, que
Flemming reconocié tanto en los ganglios raquideos como en
el asta anterior de la médula espinal, son finos en unas célu-
las, mas gruesos en otras, lo que establece diferencias de co-
lorabilidad y de aspecto entre los diversos corpusculos gan-
glionares de un territorio nervioso.
Semejantes diferencias tintoriales condujeron a Flesch (2) y
(1) Fremmine: Vom Bau del Spinalganglienzellen. (Beitr. zur Anot. und LPmbryolo-
gie als Testgabe f. J. Henle von seinen. Schitlern, \882.)
(2) Friescu: Mittheilungen der Naturforschen de Gesellschaft in Bern. Nameros
1.169-1.104.
lt ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2)
sus discipulas H. Koneff (1), Anna Gittis (2), Anna Kottarews-
ky (8), 4 admitir en los ganglios y otros centros nerviosos dos
especies celulares: elementos cromdéfilos, que atraen la hema-
toxilina, carmin y anilinas basicas; y células cromd/fobas, que
se caracterizan por su palidez y escasa fuerza de seleccién por
dichos colores. El acido 6smico distingue también, como ya
indicé Bellonci, estos dos tipos de células, tinendo las cromé-
filas de un moreno mucho mas intenso que las cromdfobas.
Por lo que toca a la significacién de estos dos tipos celula-
res, Flesch y sus discipulos se inclinan 4 estimarlos como ra-
zas diversas de elementos, 6, mejor, como células de distinta
composicion quimica, y, por tanto, de diverso valor fun-
cional.
El avance mas importante dado en el estudio del protoplas—
ma nervioso se debe a Nissl (4), que ya en 1885 publicé un
método sencillo y eficaz de tenido de los granos cromaticos
del cuerpo de las células ganglionares.
Este método consiste esencialmente en indurar los centros
nerviosos en alcohol de 96, y tenir los cortes microtémicos,
que deben ser muy finos, en una solucion acuosa de rojo ma-
e@enta 6 de azul de metileno B.; extraido el exceso de color con
el alcohol 6 la esencia de clavos, 6 mejor con una mezcla de
alcohol y de aceite de anilina, el cuerpo de las células nervio-
sas muestra dos substancias: masas 6 grumos fuertemente co-
loreados, de forma poligonal 6 alargada; y materia intergru-
mosa incolora, que parece constar de un reticulo de hilos pa-
(1) M. Konerr: Beitrage zur Kenntniss der peripheren Gainglien. ( Dissertatio.
Bern, 1886.)
(2) ANNA GiTtis: Beitruge zur verglei. Histologie der peripheren Ganglien. (Diss.
Berna, 1887.)
(83) Korrarevsky: Physiol. u mikrochem. Beitrage zur Kenntniss der Nervenzellen &.
(Diss. Berna, 1887.)
(4) Véanse los trabajos de Nissl: Veber die Untersuchungsmethoden des Grosshiri-
rinde. (Tagebl. ad. Naturforsch. zu Strassburg. 1€85.)
—Ueber den Zusammenhang von Zelistruktur und Zeilfunktion. (Tagebl. d. Natur-
Sorschervers. zu Koln. 1889.)
—Wittheilungen zur Anatomie der Nervenzelle. (Allgem. Zeitschr. f. Psychiatrie.
Bd. 50, 1894. )
— Ueber eine neue Untersuchungsmethode dev Centralorgane speziell zur Feststeliuig
der Lokalisation der Nervenzellen.(Centralb. f Nervenheilkunde u. Psychiatr. Bd. xvi,
1894.)
—Ueber die Nomenclatur in der Nervenzellenanatomie und ihre niichsten Ziele. /Neu-
rol. Centralbl. 1895.)
(3) Cajal..-csTRUCTURA DEL PROTOPLASMA NERVIOSO. 15
lidos. Bajo el punto de vista de la disposicién de estas dos
substancias, Nissl distingue diversos tipos de corptisculos ner-
viosos: 1.° Células arkyocromas, en las cuales la parte croma-
tica se dispone en forma de red. 2.° Células estykocromas, en
las cuales los grumos cromaticos forman estrias, husos 6 né-
dulos sueltos, mas 6 menos paralelos al nucleo y contorno del
cuerpo celular (células del asta anterior de la médula). 3.° Cé-
lulas gryocomas, aquellas en que los grumos constituyen @ra—
nos sueltos inconexos y sin orientacién bien marcada. 4.° Cé-
lulas cuyo protoplasma, sumamente escaso, encierra poquisi—
mos granulos cromaticos.
Los estados croméfilo y cromoéfobo de Flesch se deberian al
erado de aproximacién y apretamiento de los grumos croma-—
ticos; en ciertas células de un mismo ganglio los grumos yacen
proximos y el protoplasma resulta obscuro (células pyhno-
mor fas); en otras, los depdésitos cromaticos se hallan distan-
tes, a causa de la existencia de grandes espacios claros (célu-
las apyknomorfas ). Semejante diversidad de aspectos depende-
ria de los distintos estados funcionales del protoplasma
nervioso:
La existencia de los grumos cromaticos colorables por las
anilinas basicas en el protoplasma nervioso, ha sido confir—
mada por muchos autores, que han aplicado con leves varian-
tes el método de Nissl. Citemos, entre otros, a H. Virchow (1),
que ha estudiado las células de la médula espinal del conejo;
a Friedmann (2), Sarbo (3), Querbain (4), quienes han deter-
minado las alteraciones ofrecidas por los grumos cromaticos
en distintos estados fisioldgicos; a Schaffer (5), que ha inves—
(1) H. Vircuow: UVeler grosse Granula in Nervenzellen der Kaninchenriichenmarkes.
(Centralb. f. Nervenheilkunde. Jahrg. xt. 1888.)
(2) FRIEDMANN: Studien zur patholog. Anatomie der acuter Encephalitis. (Arch f
Psych. Bd. xx1. 1891.)
(3) Sarpo: Ueber die Normale Structur des Ganglienzellen des Kaninchenrittchenmar-
kes und ueber deren pathologischen Veranderungen beim Vergiftung mit Phosphor und
Morphium. Ung. (Arch. f. Medizin. Jahr. 1. 1892.) ;
(4) QueERBAIN: Ueber die Veranderungen des Centralnerven systems bei experimente-
ller Cachezia thyreopriva der Thiere. (Virchoiw’s Archiv. Bd. 133-1893.)
(5) ScHarFFerR: Aurze Anmerkung uber die morphologische Differenz des Achsency-
inder im Verhaltnis zu der protoplasmatischea Fortsutzen bei Niss?’s Farbung. (Neurol.
Centralvl. Jarh. x11. 1893.)
Véase también: Beitrag zur Histologie der Ammonshorinformation. (Arch. t. mik.
And. Bd. xxix. 1892. )
16 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4)
tigado la disposicion de la materia cromatica en los elementos
piramidales del asta de Ammon; almalogrado Hammarberg (1),
que en su trabajo postumo ha descrito los grumos cromaticos
del cerebro humano normal y en estado de idiotia; a Vas (2),
Lambert (3), Man (4), y Lugaro (5), quienes han tratado de
fijar las variaciones experimentadas por los grumos proto-
plasmicos y el nucleo en las células de los ganglios sometidas
& fuertes corrientes eléctricas; finalmente, & von Lenhos-
sek (6), que ha hecho un minucioso estudio de la cromatina
protoplasmica de las células motrices medulares y de los gan-
glios raquideos.
La naturaleza de los grumos cromaticos es muy discutida.
En opinidn de Simarro, Vas y de Lenhossek, e] método de
Nissl colora las fibrillas de Flemming, quedando totalmente
palida la materia interfilar. Lenhossek anade que las preten-
didas fibras del protoplasma nervioso no representan, en rea-
lidad, otra cosa que la imagen indistinta de los husos croma-
ticos. Para Rosin (7), los citados grumos no serian mas que las
eranulaciones basidfilas de Ehrlich. Ultimamente, Benda (8)
ha defendido una opinién analoga, atribuyendo 4 las partes
cromaticas la significacién de protoplasma indiferenciado, en
el cual se depositarian los granos basidfilos; las partes acro-
maticas constituirian el factor diferenciado 6 conductriz del
cuerpo celular.
Nuestros trabajos sobre la textura del protoplasma ner-
vioso no estan todavia acabados. Vamos, no obstante, a indi-
car sumariamente los resultados obtenidos.
(1) C. HamMARBERG: Studien tiber Klinik und pathologie der Idiotie &. Upsala, 1595,
(la ediciodn sueca es de 1898).
12) Vas: Studien uber d. Bau. ad. Chromatins in der sympathischen Ganglienzelle.
(Arch. f. mik. Anat. Bd. 40, 1892.)
(3) LamMBeErT: Note sur les modifications produites par UV excitation électrique dans les
cellules nerveuses des ganglions sympathiques (Comp. rend. hebd. des Séances de la So-
ciété de Biologie. 1893, num. 31.)
(4) Man: Histological changes induced in sympathetic, motor, and sensory nerve cells
by functional activity. (Read befere the scottisch microscopical society 13 Mai 1894. ;
(5) Luaearo: Sulle Modificationi delle cellule nervose nei diversi stati funzionali. Pa-
lermo. Maggio, 1893.
(6) LENHOSSEK: Der feinere Bau des Nervensystemns im Lichte neuester. Forchun-
gen, 1895.
(7; Rosin: Ueber eine newe Farbungsmethode des gesammten Nervensy stems. (Neurol.
Centralb. 1893.)
(8) BENnpa: (Newrolog. Centralbl. 1893.)
(5) Cajal— ESTRUCTURA DEL PROTOPLASMA NERVIOSO. 17
El método de coloracién que hemos aplicado ha sido el de
Nissl con el azul de metileno B 6 el de Lenhossek con la ¢thio-
nina. Obtenemos la fijacién preliminar de las piezas, ya con el
alcohol de 96°, ya con el bicloruro de mercurio a saturacién,
reactivo que para este fin hallamos tan bueno 6 mejor que el
alcohol. En ciertos casos usamos una mezcla de azul de meti-
leno B y de fuchina basica (20 c. c. de solucion al 1 por 100 de
fuchina, mezclados 4 20 c. c. de solucién al 1 por 100 de azul
de metileno B); en esta solucién y previa decoloracién con
alcohol los husos cromaticos aparecen tenidos de azul, mien-
tras que los nucleolos de las células nerviosas grandes y la
red cromatica de los corpuisculos neurdglicos y pequenos
elementos ganglionares adquieren un tono rojo 6 violado
rojo. Esta reaccién prueba que los grumos cromaticos es-
tan formados de una materia especial distinta de la cro-
matina.
Células de la médula espinal.—Corresponden las motrices
sobre todo al tipo stycocromo de Nissl, y han sido muy bien
estudiadas por los autores, particularmente por Nissl mismo
y Lenhossek.
Un examen de estas células, con el objetivo 1,60 Zeiss de
inmersion en el monobromuro de naftalina, permite distin-
guir perfectamente tres cosas: los grumos cromaticos, la red
acromatica 6 espongio—plasma nervioso, y las vacuolas 6 tra-
yectos interreticulares.
a. Grumos cromiticos.—Gruesos y poliédricos cerca del nu-
cleo se alargan, como han descrito los autores, en la periferia
celular, y sobre todo en el espesor de las expansiones proto-
plasmicas, en las cuales toman la forma de husos prolonga-
dos. Nada mas facil que observar al nivel de las bifurcaciones
de dichas expansiones los grumos triangulares, Namados por
Nissl conos de bifurcacion, asi como los huecos 6 vacuolas que
en su espesor contienen algunos actmulos cromaticos. Tam-
bién se advierte 4 menudo, como ha hecho notar Lenhossek,
que algunos grumos cromaticos de las expansiones protoplas—
micas forman eminencia en el contorno de estas, engendrando
probablemente los espesamientos revelados por el método de
Golgi. Del lado del arranque del cilindro-eje, el protoplasma
carece de grumos cromaticos, formando una masa palida con-
tinuada con la prolongacién nerviosa, disposicidn demostrada
ANALIES DE HIST. NAT.—XXvV. 2
18 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6)
independientemente, y con métodos diversos, por Simarro (1)
y Schaffer (2).
La orientacidn de los grumos alargados es mas 6 menos
paralela al contorno celular. Si en vez de practicar el examen
en corpusculos motores, lo hacemos en elementos de menor
talla, como son las células comisurales 6 las de los cordones,
dichos grumos aparecen dispuestos segun la direccién misma
de las expansiones protoplasmicas emergentes; asi cuando la
célula es fusiforme, los husos cromaticos presentan todos una
direccién longitudinal y paralela; mas si el corptisculo afecta
figura multipolar, los husos constituyen sistemas diversa-
mente polarizados. Esto depende de que, como luego veremos,
los trayectos vacuolares, situados entre los grumos, se conti-
nian segun lineas rectas, desde una expansién protoplas-
mica a4 otra. El cilindro-eje no parece influir ni poco ni mucho
en la orientacién de las masas cromaticas.
El grumo cromatico no es homogéneo: sus contornos se
muestran festoneados y erizados de espinas que dan insercién
a trabéculas acromaticas, y en su espesor deja ver, como ha
notado Lenhossek, vacuolas de forma casi perfectamente esfé-
rica y de dimension variable. El nimero de estas vacuolas de-
pende de la magnitud del grumo: en los mas grandes (fig. 1)
pueden existir seis y ocho de ellas. Considerando atentamente
con el objetivo 1,60 Zeiss, la disposicidn de semejantes cavida-
des, se adquiere la conviccién de que el grumo cromatico no
es una red sencilla, sino una especie de esponja, por lo menos
(1) Las opiniones del Dr. Simarro se exponen en la tesis del doctorado de J. Pera-
les, titulada Znvestiyaciones sobre la estructura de las células nerviosas. Mayo de 1890.
En este trabajo, totalmente desconocido de los sabios, se consigna con toda claridad
el hecho, generalmente atribuido 4 Schaffer, de que los husos cromaticos faltan por
completo en elarranque y trayecto del cilindro-eje, hallandose constantemente en el
cuerpo celular y porcién inicial de las prolongaciones protoplismicas. Estas investi-
" paciones de Simarro son tanto mas interesantes, cuanto que han sido hechas en es-
tado fresco 4 favor de un modo especial de aplicaci6n del azul de metileno (disocia-
cién de las células vivas en porta-objeto, imbibicion por el azul de metileno, aplasta-
miento del preparadv con el cubre-objetos, fijado del color bajo la influencia de la
temperatura, decoloracion en alcohol y montaje en bilsamo), método que, dicho sea de
paso, excluye la idea de que los husos cromaticos se deban a la accién coagulante del
alcohol 6 bicloruro de mercurio. ;
(2) ScHarreEerR: Kurze Anmerhkung itber die morpholoyische Differenz des Achsencylin-
ders im Verhiatnisse zu den protoplasmatischen Fortsitzen beim Nisst's Farburg.
(Neurol. Centralhi., pag. 849, 1893.)
(7) Cajal. ESTRUCTURA DEL PROTOPLASMA NERVIOSO. 19
en algunos parajes, por cuanto en todo huso algo espeso, al
lado de vacuolas claras completamente incoloras, se advier-
ten otras mucho menos distintas y tefidas, aunque con me-
Fig. 1.— Célula motriz de la médula espinal del conejo. Coloracién por la tionina.—
a cilindro-eje; 2 grumo cromatico; d nucleo; c esponjioplasma; e cono de bifurcaci6on.
nor intensidad, con el matiz general del conglomerado croma-
tico.
Kstas vacuolas, relativamente obscuras, son, & nuestro jui-.
cio, huecos labrados en el mismo espesor del grumo: su rela-
tiva obscuridad depende de que entre ellas y el ojo del obser-
vador existe una capa mas 6 menos gruesa de substancia cro-
matica.
En suma, cada grumo cromatico grueso se compone de una
red, 6 mejor de una esponja de paredes palidas (espongio-
plasma), sobre cuyos trabéculos se ha depositado una costra
20 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8)
continua de cromatina, cuyo espesor notable en muchos para-
jes ha hecho desaparecer la disposicién alveolar originaria,
mientras que en otros ha engruesado los tabiques y angostado
las cavidades. Esta materia cromatica muéstrase, examinada
con fuertes objetivos, ligeramente granugienta, autorizando a
estimarla como una mezcla de dos materias: una basiodfila y
otra incolorable por las anilinas basicas. Finalmente, de los
bordes del grumo cromatico parten cuatro, seis 6 mas prolon—
g@aciones, en cuyos vértices se insertan trabéculos mas 0 me-
nos anchos de espongioplasma, merced a los cuales los husos
se juntan entre si, asi como con el nucleo y la finisima cuti-
cula periférica.
En las células grandes, y aun en las de mediano calibre,
existen dos especies de grumos: gruesos, poligonales 0 alarga-
dos de los cuales parten multitud de trabéculas; y finos re-
dondeados 6 irregulares, situados en un nudo de la red del
espongioplasma. Conviene distinguir ambas especies de dep6-
sitos, llamando 4 los primeros grumos cromaticos, y nudos 6 gra-
nos cromaticos a los segundos.
Espongioplasma 6 armazon acromatico. Seguin Nissl, los gru-
mos cromaticos se juntarian entre si a favor de un sistema de
filamentos palidos, que repugnan las anilinas basicas. Len-
hossek por su parte, hace notar también una disposicién como
esponjosa de la materia intergrumosa; pero tan vagamente
perceptible, que no se atreve a afirmar su realidad. En nues—
tras preparaciones tefidas por la tionina, previa coloracién
con el carmin de Orth (lo que parece facilitar laimpregnacion
‘del reticulo), esta reticulacién se muestra con absoluta eviden-
cia, 4 condicién de que el examen se practique con el objetivo
1,40 Zeiss 6 el 1,60.
Los trabéculos son palidos, membraniformes, cortos, rectos
y limitan mallas poligonales de corta extensién. Cuando los
husos cromaticos estan prdximos, los hilos acromaticos los jun-
tan entre si, sin reticulaciones intermedias; pero comunmente
entre grumo y grumo median dos 6 tres mallas completas del
reticulo.. En cada nudo suele haber un granito coloreable, di-
ficil de percibir; otras veces estos granos son alargados y se
prolongan en el espesor de un trabéculo. Los extremos de los
husos sirven también de punto de insercién de trabéculos
acromaticos enlazados con la red general.
\9) Cajal. rSTRUCTURA DEL PROTOPLASMA NERVIOSO. 21
Al nivel de las expansiones protoplasmicas los filamentos
palidos se adelgazan, las mallas que estas limitan se estrechan,
los granitos cromofilos de los nudos desaparecen y paulatina-
mente se produce una trama incolora, apretadisima, que ni
aun con el obj. 1,60 puede resolverse satisfactoriamente. Lo
mismo sucede del lado del cilindro-eje: cesan casi repentina-
mente los grumos y granos cromaticos, y los filamentos del
espongioplasma se condensan en una red apretadisima y pa-
lida, continuada con la trama fibrilar de esta expansidn. Fi-
nalmente, la red mencionada termina periféricamente, inser-
tandose en una finisima membrana protoplasmica 6 zona cor-
: tical.
ZH] espongioplasma de que estamos tratando representa un
factor real de la estructura del protoplasma, 6 es el resultado
de coagulaciones producidas en la célula por los reactivos fija-
dores? }
Imposible pronunciarse respecto de este particular; afirma-
remos tan sdlo que dicha reticulacién acromatica aparece con
los mismos caracteres, cualquiera que sea el liquido indurante
y fijador empleado: formalina, alcohol, bicloruro de mercurio,
liquido de Flemming, etc. |
En pro de la preexistencia del espongioplasma reticulado,
deponen también estos dos hechos: 1.° La fijeza de posicion y
forma presentada por los husos cromaticos, fijeza que se com-
prende perfectamente si se admite la existencia de una trama
de sostén intermediaria. 2.° La existencia en los bordes de los
grumos cromaticos de escotaduras y eminencias donde toman
su insercién los trabéculos del espongioplasma. A menos de
considerar los husos como producciones artificiales, la pre-
existencia de tales espinas supone asimismo la preexistencia
de los hilos que las juntan.
Trayectos vacuolares. Kn las células de protoplasma cro-
matico reticulado (células arkyocromas de Nissl), en el cual no
existen grumos voluminosos, el hueco de las mallas no pre=
senta orientacién bien precisa; pero en los elementos provistos
de husos 6 triangulos cromaticos, por ejemplo, en los elemen-
tos del asta anterior de la médula, los huecos 6 mallas de la
red forman trayectos rectilineos que se dirigen de unas a otras
expansiones, convergiendo en el cono de origen del cilindro-
eje. Cuando el plotoplasma es escaso, casi todos los grumos
22 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10)
yacen periféricamente, 4 menudo por debajo de la membrana,
reservando un espacio perinuclear por donde se establece la
comunicacion de los huecos 6 trayectos intergrumosos de las
expansiones celulares. El nucleo, empero, puede estar rodeado
de alguna masa cromatica (capuchon cromatico de Nissl); pero
esto sucede solamente en el lado nuclear que mira al arranque
de alguna prolongacidn protoplasmica, es decir, en aquellos
parajes en que dichos acimulos cromaticos no pueden estorbar
la continuacion rectilinea de los trayectos palidos desde unas
4 otras expansiones (fig. 2, @. Semejante disposicidn se hace
muy patente, sobre todo en las células de mediana talla de la
médula de los mami-
feros, asi como en los
elementosde este mis-
mo organo en los pe-
ces, reptiles y batra-
cios; loque parece dar
aentender que los tra-
yectos claros revela-
dos en el protoplasma
por el método de Nissl
representan el verda-
dero camino de las
corrientes nerviosas.
Y puesto que los gru-
Fig. 2.—Células de mediano volumen (funiculares) de aye
la médula del perro recién nacido (método de Nissl).— INOS cromaticos yacen
A, célula triangular con grumos cromaticos vueltos siempre fuera de di-
hacia las expansiones; #, célula fusiforme con dos ca-
i 2 chas lineas de con-
puchones nucleares; C, célula retraida con vacuolas = ;
perifericas. duccion ; cabe conje—
turar que su signifi-
cacién es ajena 4 la propagacién de la conmocién nerviosa,
representando quizas una inclusidn 6 reserva alimenticia de
que la célula se sirve durante su actividad funcional. Esta
conjetura adquiere mayor verosimilitud recordando que en
ningtin caso los grumos cromaticos cierran el espacio que
media entre el nticleo y la membrana protoplasmica, y que
si, como sucede en los granos del cerebelo, en los pequenos
corpusculos de la fascia dentada, en los diminutos elementos
del ganglio ventral del actistico, la capa protoplasmica peri-
nuclear se reduce 4 delgadisimo limbo, los citados grumos
(11) Cajal.—rSTRUCTURA DEL PROTOPLASMA NERVIOSO. 23
faltan por completo, con el objeto, sin duda, de mantener
expeditos los trayectos palidos del cuerpo celular. Esta ultima
particularidad revela también que en el orden funcional es
mas importante el espongioplasma incoloro y espacios plas-
maticos del protoplasma que los grumos y granos cromaticos,
ya que éstos pueden faltar y aquéllos existen constantemente.
La materia conductriz podria ser el mismo liquido de las
mallas; pero parece mas probable atribuir este oficio a los tra-
béculos palidos de la red de espongioplasma yacente entre los
grumos cromaticos, red que se continua con la trama fibrilar
palida que todos los autores senalan tanto en la prolongacién
funcional como en el espesor de las expansiones nerviosas.
(Flemming, Dogiel, etc.)
Estados funcionales de los grumos cromaticos y reticulo ce-
lular. Los trabajos de Max Flesch y discipulos, asi como los
de Nissl, Lenhossek y Lugaro, han probado que las células
nerviosas pueden presentarse en dos fases, expresidn anato-
mica diversa, al parecer, de estados funcionales diferentes:
1.° Hstado oscuro cromdfilo 6 retraido, en el cual la célula. se
adelgaza y retrae, y sus grumos cromaticos se estiran y apro-
ximan. 2.° Hstado claro 6 cromofobo, caracterizado por el ma-
yor volumen y palidez del protoplasma, asi como por el apar-
tamiento y ensanche de los grumos y la notable amplitud de
los trayectos del espongioplasma incoloro. Entre ambos esta-
dos adviértense transiciones. Todos los focos de substancia
gris encierran corpusculos de estos dos tipos, variando mucho
las proporciones de entrambos en las diversas preparaciones
de un mismo niticleo sensorial, motor 6 sensitivo. Ocasiones
hay en que un examen cuidadoso de las células de Purkinje,
de los focos motores del bulbo, de las piramides cerebrales,
apenas permite reconocer algun corpusculo en estado de re-
traccion; otras veces se presentan éstos bastante numerosos,
aunque nunca tanto como los del tipo claro 6 turgescente, que
debe estimarse como la condicién normal 6 general de las cé-
lulas nerviosas. :
2Qué significacién atribuiremos a estos dos estados del pro-
toplasma nervioso?
K6lliker explica el estado retraido 6 cromdéfilo achacandolo
a desdrdenes provocados por los reactivos fijadores: el alcohol
y el bicromato de potasa. Habiendo notado Nissl que el nucleo
24 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12)
del facial sometido a la excitacién faradica presentaba un ma-
yor numero de células cromofilas 6 retraidas, se inclina a con-
siderar éstas como estados de fatiga del protoplasma nervioso.
El estado de reposo tendria como expresiédn anatémica, ade-
mas del aumento volumétrico del cuerpo celular, un estado
palido 6 apyknomor/o del citoplasma. Parecida asercién expone
Vas (1), que ha estudiado los efectos de la excitacién eléctrica
en las células simpaticas, y notado que la fatiga se caracteriza
por la situacién relativamente periférica de la cromatina, por
el aumento de volumen del cuerpo celular y por la posicion
excéntrica del nucleo.
En cambio Hodge (2), que ha realizado experiencias analo-
gas, cree haber notado en las células fatigadas una disminu-
cidn de la materia cromOfila.
Recientemente Lugaro (3) hareproducido, con todas las pre-
cauciones experimentales, los ensayos de excitacidn faradica
del ganglio cervical superior del conejo, llegando a las si-
guientes conclusiones:
1.“ La actividad de la célula nerviosa se acompana de un
estado de turgescencia del protoplasma.
2." La fatiga induce una progresiva disminucion del cuerpo
celular.
3.° Si la actividad es continua y de larga duracion, el nu-
cleo sufre también modificaciones analogas al cuerpo celular,
aunque siempre menos intensas y mas tardias.
4.“ La cantidad de la materia cromatica varia segun la
magnitud celular. En las primeras fases de actividad es pro-
bable un aumento de la parte cromatica, y en las ultimas fa-
ses, acompanadas de fatiga, se produce una disminucidn 6
una distribucidn mas difusa.
Segtin Lugaro, el estado funcional de las células nerviosas
no altera las relaciones del cuerpo protoplasmico con las arbo-
rizaciones pericelulares, pues al movimiento de turgescencia
que la fase de actividad provoca en el protoplasma, correspon-
(1) Vas: Studien iiber den Bau des Chromatins in der sympathischen Ganglienzellen.
(Arch. f. mikr. Anat.Bd. 40, 1892.)
(2) Hover: Centralbdl. f. Physiol., 1889, Bd. 11, y Journal de Morphology, Volu-
men vil, 1892.
(3) Luaaro: Sulle modificazioni delle cellule nervose nei diversi stati funzionali. (Hs-
tratto dallo sperimentale, An. 11, 1895.)
(18) Cajal. ESTRUCTURA DEL PROTOPLASMA NERVIOSO.
deria un movimiento de estiramiento de las ramificaciones
nerviosas contiguas. Pero si el cuerpo celular no experimenta
variaciones de conexion, éstas, cualquiera que sea su dina-
mismo, podrian tener lugar en las Ultimas ramillas protoplas-
micas. Asi, en los glomerados olfatorios, la fatiga se acompa-
naria de la relajacién 6 de apartamiento temporal de los dos
factores conexos: las ramillas protoplasmicas terminales y las
ramificaciones nerviosas olfativas. Por el contrario, el estado
de actividad se traduciria por un aumento de turgescencia de
las ramas protoplasmicas y arborizaciones nerviosas, a conse-
cuencia de lo cual los contactos intercelulares serian mucho
mis intimos, y mas facil, por tanto, el paso de las corrientes
(asociacion, atencién, etc.). En cuanto al estado cromdfobo 6
cromofilo, Lugaro parece concederle poca importancia.
Por nuestra parte, después de haber dudado mucho sobre la
significacién de los citados estados, cromdfobo y cromofilo,
nos inclinamos actualmente al parecer de Nissl, abandonando
el de Kélliker, contra el cual militan los siguientes hechos:
1.° Cualquiera que sea el método de fijacién empleado (coc-
cién, alcohol, bicloruro de mercurio, formalina, liquido de
Flemming, bicromato de potasa, etc.), todo foco nervioso pre-
senta constantemente células obscuras y células claras.
2.° Ambos estados se muestran lo mismo cuando la fijacién
sigue inmediatamente 4 la muerte del animal que cuando se
aplica seis, ocho y doce horas después de ocurrida ésta.
3.° Las capas prorundas de los centros nerviosos exhiben
ambos tipos celulares con tanta abundancia como las superfi-
ciales.
4.°. Los citados estados se encuentran en todos los vertebra-
dos (médula, cerebro, cerebelo, focos motores, ganglios), in-
dependientemente del tamano y del estado evolutivo del ani-
mal (se ven en el perro recién nacido, como en el adulto, en
los peces y batracios, como en el hombre).
5.° A menudo aparecen las células obscuras formando gru-
pos rodeados por todas partes de corpusculos claros, no siendo
concebible que el reactivo, que alcanzé casi al mismo tiempo
un cierto nivel de la substancia gris, haya obrado de manera
tan diversa en elementos situados en un mismo plano. A ve-
ces los elementos claros se hallan salteados con los obscuros.
6.° El examen, con poderosos objetivos, de la distribucién
26 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14)
relativa de las partes cromaticas y acromaticas en los corpus-
culos obscuros revela, no una simple aproximacién 6 apreta-
miento de los grumos, sino variaciones notables, tanto en la
posicién, como en la cantidad de cromatina.
Por ejemplo: cuando se comparan los elementos obscuros
con los claros en el ganglio de Deiters, oliva cerebelosa, nu-
cleo del facial, etc., se advierte que el protoplasma ha sufrido
una retraccidn tal, que los cuerpos celulares, en vez de con-
servar su figura ordinaria, afectan formas prolongadas, fusi-
formes, triangulares 6 cuadrilongas. Los grumos y granos.
cromaticos han adquirido notable delgadez y gran longitud,
particularmente al nivel de las expansiones protoplasmicas, y
la materia clara que los separa se halla tan disminuida, que
en ciertos parajes se diria que habia desaparecido por com-
pleto. Esto explica el aspecto obscuro, opaco del cuerpo celular
y lo dificil del reconocimiento, sobre todo en torno del nicleo,
de los husos cromaticos. El nicleo se presenta obscuro, empe-
quenecido, y sdlo se discierne en los cortes notablemente del-
gados. Kn suma; el protoplasma no experimenta una retrac-
cidn concéntrica y uniforme, sino una contraccién en un
cierto sentido, que suele ser perpendicular a la direccién se-
guida por las principales expansiones protoplasmicas, y ade-
mas todos los grumos cromaticos se han alargado, orientan-
dose en el sentido opuesto 4 la retraccidn y corriéndose, mucho
mas que en el estado cromdfobo 6 palido, por el espesor de las
expansiones protoplasmicas.
Ksta ultima circunstancia, es decir, la dislocacién de los
grumos y granos cromaticos 4 lo largo de las expansiones,
permite seguir con gran facilidad el curso y divisiones de es-
tas en los corpusculos obscuros. Es probable también que esta
dislocacién cromatica no sea uniforme; asi, entre las pirami-
des del cerebro (conejo, conejillo de Indias), ciertos elementos
obscuros exhiben los granos y grumos cromaticos de manera
preferente, ora por encima del nucleo a lo largo de la expan-
sin radial, ora por debajo y en el espesor de los apéndices
basales.
Resumiendo, y después de confesar que toda opinién sobre
la significacién de los citados estados cromofilo y cromdfobo
es prematura, pues que no tiene en su abono ningun hecho
concluyente, entendemos que para la adopcién de una expli-
(15) Cajal.rsTRUCTURA DEL PROTOPLASMA NERVIOSO. 27
eacién racional del fendmeno deben tenerse en cuenta estos
datos: 1.° El aparato de recepcién del protoplasma esta repre-
sentado por dos érganos diversos: primero, el cuerpo celular
y porcién inicial de las expansiones protoplasmicas, en cuya
constitucién entran los husos cromaticos; y segundo, las ra-
mas secundarias y terciarias de estas, que, como se sabe,
carecen en absoluto de cromatina. A una tal diversidad de
propiedades puede corresponder también alguna distincion
fisioldgica. 2.° En el estado cromofilo el cuerpo celular se
halla retraido desigualmente, y, por consiguiente, cabria
imaginar que se han aflojado en ciertos puntos los contactos
entre el protoplasma y determinadas ramillas nerviosas peri-
celulares. 3.° Los trayectos 6 pasos de las corrientes, repre-
sentados por la red acromatica situada entre los husos, se han
angostado, y acaso interrumpido, en algunos parajes, cir-
cunstancia quizas desfavorable para la transmisién de la con-
mocion nerviosa. 4.° La disminucién en la cantidad de jugo
celular en las células obscuras se compadece mejor con la
idea de que estas representan un estado de reposo que no con
la suposicién de una fase de actividad.
Sentados estos datos, y recordando que carecemos de toda
observacion relativa 4 movimientos de las expansiones ner-
viosas y protoplasmicas terminales, cabria imaginar que las
células nerviosas poseen dos aparatos de relacién: uno fijo,
representado por las ramas protoplasmicas acromaticas y Ci-
lindros ejes; otro contractil en diversos sentidos, representado
por el cuerpo protoplasmico y prolongaciones cromofilas. Mer-
ced a esta retraccién del protoplasma, el cuerpo celular an-
gostaria los trayectos del espongioplasma incoloro, y crearia
resistencia al paso de las corrientes; y al propio tiempo, y por
el hecho mismo del empequenecimiento de la célula, las arbo-
rizaciones pericelulares perderian la intimidad de sus con-
tactos.
De todos modos, y cualquiera que sea el valor de esta con-
jetura que harmoniza con las opiniones de Nissl sobre la signi-
ficacidn del estado cromofilo, una cosa se explicaria satisfac—
toriamente, a saber: la inhibiciédn de las células nerviosas
para determinadas conducciones. Por ejemplo, por la retrac—
cidn del cuerpo de las células de Purkinje, estas dejarian de
recibir la influencia de los corptusculos productores de las cestas
28 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (16)
terminales, mientras que podria continuar todavia la accion
de las fibras trepadoras y fibrillas nerviosas de los granos. En
la corteza cerebral, cuando el penacho terminal de las pirami-
des recoge las corrientes aportadas por fibras sensitivas 6 de
asociacién, nada impide suponer que el cuerpo celular cae en
inhibicion, retrayéndose y apartandose de las arborizaciones
pericelulares, estableciéndose de esta suerte una disociacién
funcional entre el cuerpo y expansiones protoplasmicas de la
capa molecular, que cuadra bien con el hecho de recibir di-
chas células fibras terminales de Giversa naturaleza. La difi-
cultad principal que salta al paso cuando se trata de funda-
mentar esta hipotesis, es laimposibilidad de determinar si la
retraccidn protoplasmica es un fendmeno activo 6 pasivo, es
decir, sila célula cae en inhibicién por efecto de la fatiga y
agotamiento de sus reservas alimenticias, 6 si lo hace en vir-
tud de una verdadera contraccién, motivada por el estimulo
de corrientes arribadas por una ramificacién nerviosa termi-
nal. Este punto tan transcendental esta todavia envuelto en
sombras, por lo cual todas nuestras hipdtesis pecan de move-
dizas y carecen de la precision necesaria.
Variedades celulares. 1.° Células sin granos cromaticos.—
La existencia de grumos y de granos cromaticos no es priva-
tiva de las células nerviosas: se hallan variedades de leucoci-
tos y de células conectivas que ofrecen un protoplasma colo-
rable en las mismas condiciones que el de los elementos ner-
viosos, con la diferencia de que la cromatina protoplasmica
esta difusamente esparcida por todo el reticulo. Muchas célu-
las de neuroglia, particularmente las que residen en la subs-
tancia blanca del cerebelo y del cerebro, poseen también una
substancia cromatofila, no muy abundante, concentrada es-
pecialmente en el cuerpo protoplasmico, y diseminada con
cierta irregularidad.
Kn cambio, hay células nerviosas totalmente exentas de
granos y grumos cromaticos. Citemos: los granos del cerebelo,
los llamados granos externos de la retina, los diminutos cor-
pusculos del ganglio ventral del actstico, ete.
Células con grumos perifericos. —Cuando la cantidad de pro-
toplasma es muy escasa, como sucede con los elementos de la
porcion interna del ganglio de la habenula, los elementos de
la capa molecular del cerebro, muchos corpusculos de la subs-
(17) Cajal.—rSTRUCTURA DEL PROTOPLASMA NERVIOSO. 29
tancia de Rolando, etc., los grumos cromaticos, 6 son peque-
fos y yacen por debajo de la membrana, reservando casi todo
el espacio que media entre ésta y el nucleo para el paso de
las corrientes, 6 son relativamente gruesos, triangulares 6 se-
milunares, yaciendo en torno del nucleo, y constituyendo es-
polon enfrente del arranque de la principal expansién proto-
plésmica (células de la substancia de Rolando).
2.° Células de cromatina reticulada.—La cromatina del pro-
toplasma de las células de Purkinje constituye, como ha indi-
cado Nissl, una red, en la cual, de trecho en trecho, se halla
aletin grumo cromatico espeso y de forma irregular. Encima
del nucleo, y mirando a4 la gruesa expansidn protoplasmica
ascendente, se nota casi siempre una masa semilunar 6 trian-
gular de materia cromatica (capuchon nuclear), tan intima-
mente adherida 4 la membrana nuclear, que se diria forma
parte integrante de ella. En el conejo, la colorabilidad de la
red y los grumos gruesos cesan cerca del arranque del tallo
protoplasmico.
Dos buenos ejemplos de células de cromatina reticulada,
es decir, de cromatina difundida en los trabéculos del espon-
gioplasma, nos ofrecen las células del ganglio ventral del
aclistico y las yacentes en la oliva accesoria interna superior.
En los elementos del ganglio ventral, la malla es tupida, los
trabéculos espesos y cortos, y, ademas de la substancia colo-
rable esparcida por los mismos, notanse granos cromaticos en
muchas nudosidades. El nticleo es obscuro, y posee un nu-
cleolo voluminoso. En los corpusculos fusiformes de la oliva
accesoria interna, la red de mallas poligonales se prolonga a
lo largo de las expansiones protoplasmicas, lo que presta a
las mismas un aspecto muy caracteristico. Parecida disposi-
cién se advierte en los gruesos elementos fusiformes del tu-
bérculo acustico.
3.° Piramides cerebrales. — Los grumos y husos cromaticos
de las piramides cerebrales han sido bien estudiados por di-
versos autores, tales como Nissl, Schafer, Hammarberg, etc.
En general, en el hombre y grandes mamiferos las pirami-
des exhiben una disposicién protoplasmica comparable con la
ofrecida por los grandes corpusculos motores 6 de asociacién
de la médula espinal.
Pero el aspecto del protoplasma varia bastante si se des—
30 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (18)
ciende en la serie animal. Asi, en el conejo los grumos croma-
ticos disminuyen en tamano, y tienden 4 formar una granu-
lacion difusa. La red que reune entre si los grumos y granulos
es sumamente delicada, y exige para su percepcidn los mas
fuertes objetivos.
Una particularidad, que no sabemos si es fendmeno cons-
tante, presentan las células piramidales del conejo y conejillo
de Indias. En estas células es muy frecuente ver que todos los
granos cromaticos se acumulan por debajo del nucleo, es de-
cir, en la mitad profunda de la célula, mientras que por enci-
ma de éste el reticulo se aclara, cesando la materia croméfila
en el mismo arranque del tallo radial. En los corpusculos po-
limorfos se nota con frecuencia, ya una polarizacion inversa,
ya una distribucién regular de la cromatina.
Entre las piramides del conejo 6 conejillo de Indias domina
el tipo cromodfobo 6 claro: se hallan, no obstante, y a veces
constituyendo grupos 6 cantones, algunos representantes del
tipo obscuro 6 cromofilo. En estos ultimos las mallas del re-
ticulo se perciben dificilmente, los grumos se alargan en el
sentido radial, y algunos de ellos pasan, no sdlo a la zona su-
pranuclear y arranque del tallo, sino a la primera porcién de
las expansiones basales.
Parecidas disposiciones cabe observar en las piramides del
asta de Ammon, cuyos tipos voluminosos, como ya demostro
Schaffer, contienen gruesos husos. En el conejo la cromatina
protoplasmica aparece unas veces concentrada en la mitad
profunda 6 basal, otras repartida con cierta regularidad en
todo el cuerpo celular. Las células de Golgi albergan por lo
comin robustos grumos.
En cuanto 4 los granos de la fascia dentada, la disposicién
de los grumos cromaticos recuerda la de las pequenas células
de la habenula y capa molecular del cerebelo. En torno del
nucleo reside una zona sin granos, en continuacidn con la ex-
pansidn radial que aparece clara, y por debajo de la mem-
brana celular se advierten dos 6 mas granos de tamafo varia-
ble y bien separados entre si.
-Grumos cromaticos en las células embrionarias. Como afir-
ma Lenhossek y hemos demostrado nosotros en animales re-
cién nacidos, los grumos cromaticos aparecen muy temprana-
mente en los elementos de la médula espinal. Los husos de las
(19) Cajal. ESTRUCTURA DEL PROTOPLASMA NERVIOSO. 31
células motrices son mas pequenios y estan mas proximos que
en la médula adulta y su figura es mucho mas irregular. En
los corptisculos motrices sobre todo, es muy facil apreciar que
el grumo cromatico representa un trozo de red cuyos nudos y
trabéculos se hubieran engruesado notablemente a beneficio
del depdsito de materia cromatica. En los elementos comisu-
rales y de los cordones, los grumos cromaticos son mucho mas
macizos y voluminosos, yaciendo de preferencia por bajo de
la membrana y en los polos nucleares.
En el cerebelo del perro recién nacido la tionina colora muy
bien la capa de los granos superficiales, en la cual, y de acuerdo
con la opinién de Schaper (1) y de Calleja (2), yacen multitud
de corpusculos indiferenciados, especie dé células germinales,
a menudo en curso de mitosis. En la mitad inferior de esta
capa, compuesta de las células fusiformes horizontales (que,
como descubrimos nosotros y han confirmado Lugaro (3),
Schaper y Calleja, representan granos profundos en evolu-
cion), las mitosis faltan por completo, lo que autoriza a pen-
sar que, por lo menos en el perro recién nacido, esta subcapa
sdlo contiene neuroblastos relativamente diferenciados.
En estas mismas preparaciones, las células de Purkinje se
muestran muy embrionarias y afectan una forma oblonga, en
cuya porcidn inferior yace el nucleo. La red cromatica es poco
aparente y ofrece la particularidad de que los granos croma-
ticos yacen exclusivamente por debajo de la membrana y en
la regidn supranuclear: la porcién central del protoplasma se
presenta palida y semeja 4 una gran vacuola.
Cuando se examinan cortes, tenidos por la tionina, de la cor-
teza cerebral del perro 6 gato recién nacidos, llama desde luego
la atencién la gran riqueza de células y el poco desenvolvi-
miento de la trama que las separa.
Las piramides pequenas y medianas constituyen series ver-
ticales separadas por fibras radiales del epitelio, entre las cua-
les se hallan también elementos neurdéglicos, alargados, bien
(1) ScHaper: Hinige Kritische Bemerkungen zu Lugaro’s Aufsatz: Ueber die Histo-
genese den Korner des Kleinhirrinde. (Anat. Anzeige., 1895, n.° 13.)
(2) CALLEJA: Histogénesis de los centros nerviosos. ‘Tesis del doctorado, 1896.)
(3) LuGaro: Sulla Istogen-si dei granuli della corteccia cerebellare. (Mon. zool. ital.
Tv, wi6ry-7:)
5 eel ANALES DE HISTORIA NATURAL. (20)
reconocibles, gracias 4 su nucleo ovoideo, obscuro, pequeno
y prolongado en el sentido de dichas fibras. Tan intimo es el
contacto de las piramides pequenas dentro de las series, que a
duras penas cabe distinguir los contornos separatorios. En lo
que atane al protoplasma, cabe afirmar que las células mas
superficiales (piramides pequenas) carecen de granos croma-—
ticos 6 los contienen solamente en cantidad minima y disemi-
nados, ora por el arranque del tallo radial, ora por la porcién
infranuclear del protoplasma.
Las piramides medianas participan también de estos carac-
teres; no obstante, pueden verse ya en algunas de ellas gru-
mos cromaticos irregulares situados, ya a los lados, ya por de-
bajo del nucleo: la expansién radial carece de cromatina, como
en las piramides pequenas.
Las piramides grandesy medianas exhiben un aspecto menos
embrionario. Por una parte, la forma oblonga 6 fusiforme en
los corpusculos superficiales tiende a hacerse piramidal, y por
otra, las distancias intercelulares han aumentado mucho, lo
que prueba, dicho sea de pasada, un comienzo de estiramiento
y ramificacion de las prolongaciones protoplasmicas colatera-
les y basales. En muchos corpusculos, empero, se conserva to-
davia la figura en huso con dos gruesas expansiones polares,
de las cuales la ascendente carece por completo de cromatina,
mientras que la descendente, mas 6 menos ramificada, con-
tiene numerosos granos de Nissl. Es muy frecuente ver una
prolongacién protoplasmica gruesa descendente salpicada de
grumos cromofilos que, por yacer superficialmente y abultar
un tanto al exterior, dan a la expansién un aspecto nudoso.
Por encima del nucleo, que 4 menudo se muestra retraido
dentro de una gran vacuola protoplasmica, la cromatina cons-
tituye, bien dos 6 tres grumos verticales, bien una masa ci-
lindrica cortada bruscamente al nivel del arranque del apén-
dice ascendente. El cilindro-eje carece de granos cromaticos y
brota por lo comutin de la gruesa prolongacién protoplasmica
descendente.
Las células polimorfas se muestran fusiformes, orientadas
como las piramides, con un nucleo retraido en el centro del
cuerpo celular y una expansién descendente ramificada, don-
de se concentra toda la cromatina. Como en las piramides
gruesas, la prolongacién ascendente carece por completo de
(21) Cajal.— ESTRUCTURA DEL PROTOPLASMA NERVIOSO. 33
grumos cromaticos. Entre las células de esta capa yace una
materia fibrilar abundante incolorable por la tionina, y cons-
tituida por numerosas expansiones protoplasmicas de segundo
y de tercer orden. Esta disposicién prueba que los corpusculos
polimorfos se hallan muy avanzados en su desarrollo.
En suma, el desarrollo de las expansiones protoplasmicas y
el de la cromatina son dos fendmenos paralelos. Cuanto mas
diferenciada se halla la morfologia celular, mas abundantes,
mas distintos y mejor separados se hallan los grumos croma-—
tofilos. La evolucién marcha desde las capas profundas a las
superficiales, en las cuales se presentan los elementos de ca-
racter mas embrionario (piramides pequefnias).
En cuanto a las variaciones progresivas de la cromatina pro-
toplasmica, siguen esta serie: 1.° Diseminacién irregular de
granos finos por todo el cuerpo celular. 2.° Concentracién ul-
terior de los mismos en la porcién infranuclear del protoplas—
ma y trayecto inicial de la gruesa expansion basilar. 3.° Loca-
lizacion exclusiva de dichos granos en el cuerpo celular y di-
ferenciacién en grumos 6 husos cromaticos. El cilindro-eje
carece ya desde el principio de toda representacion cromatica.
En el perro recién nacido, las células especiales de la capa
molecular se hallan bien desenvueltas. El método de Nissl
revela en ellas robustos granos cromaticos diseminados 4 ve-
ces por el trayecto de las expansiones polares. La presencia de
estos grumos prueba que se trata aqui de verdaderos cor-
pusculos nerviosos, y no de elementos neurdglicos especiales.
Células de los vertebrados inferiores.—Rana. Fijada la mé-
dula espinal de la rana en el alcohol 6 bicloruro de mercurio,
la coloracién de Nissl revela muy bien, particularmente en
los gruesos corpusculos del asta anterior, los grumos y granos
cromaticos. .
Los mas gruesos grumos se observan en las células motri-
ces, donde se nota que son muy numerosos y se disponen en
una capa cortical. Estos grumos son manchas irregulares es—
cotadas, mas 6 menos alargadas, y estan unidas entre si a
favor de puentes de espongioplasma palido: en algunos cor-
pusculos parece extenderse la cromatina por toda la periferia
celular; pero en la mayor parte se advierte que dichos gru-
mos se localizan especialmente en la zona cortical del ploto-
plasma correspondiente al arranque de las gruesas expansio-
ANALES DE HIST. NAT. — XV. 8
34 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (22)
nes. En todo caso se ve un espacio perinuclear exento de
cromatina, continuado con el espongioplasma incoloro del ci-
lindro-eje y de los apéndices protoplasmicos (fig. 3 A).
Las expansiones protoplasmicas gruesas, singularmente las
que se dirigen hacia la periferia de la médula, ofrecen en una
parte de su trayecto husos relativamente mucho mas finos y
largos que los correspondientes
del conejo. El nucleo muestra
un nucleolo de cromatina y un
gran numero de granulos, qui-
zas de edematina, que atraen
especialmente el verde de me-
tileno, cuando se coloran los
cortes en una mezcla de tionina
y este reactivo.
También en la médula de los
batracios pueden verse los dos
tipos cromofilo y croméfobo de
Flesch. Las células obscuras 6
retraidas se reconocen facil-
mente por su intensa colorabi-
lidad, por la aproximacién y
alargamiento de los husos cro-
maticos, por estar provistas de
un nucleo obscuro, como re-
Fig. 3.—Dos células motrices de la mé- traido, y por exhibir un contor-
dula espinal de larana.—A, célulaen- no festoneado, debido sin duda
focada Santen Tete 25 pe en- Ala produccién de orandes va-
focada por su cara superior; C, nucleo
_de una célula neurdglica. Método de cuolas entre el protoplasma af
Nissl. la membrana.
Parecidos caracteres ofrecen
las células motrices del facial y del trigémino, donde los husos
cromaticos estan tan notablemente desarrollados.
Un corte antero-posterior del cerebelo de la rana nos permi-
te observar facilmente los granos y los elementos de Purkinje.
Las células de Purkinje se hacen notar por su palidez, y,
sobre todo, porque los husos cromaticos no estan esparcidos
por toda la célula, sino confinados de manera exclusiva por
debajo de la membrana en donde se adhieren, constituyendo
grumos 6 nudosidades irregulares. Estos grumos son poco nu-
(23) Cajal.—ESTRUCTURA DEL PROTOPLASMA NERVIOSO. 35
merosos; en algunos corpusculos sdlo se ven dos. La zona peri-
nuclear esta completamente libre de cromatina, y en ella el
espongioplasma, delicadamente reticulado, se contintia con la
estriacion fibrilar del cilindro-eje y la trama palida del tallo
protoplasmico principal (fig. 4 4).
Los granos carecen por completo de cromatina. Su nucleo
muestra una reticulacién cromatica espesa y dos 6 mas nu-
cleglos.
En cuanto a las piramides cerebrales, preséntanse ovoideas,
con un niicleo rico en cromatina, que encierra uno, dos 6 mas
globos cromaticos, y
un protoplasma casi
uniformemente teni-
do por la substancia
cromofila.
Este protoplasma
esta situado exclusi-
vamente sobre el nu-
cleo, y en su corteza
periférica aparece, ya : ‘eh ighks:
4 ,. Fig. 4.—A,célula de Purkinje de la rana; B, pirdmi-
un depdsito cromati- des cerebrales: C, pirdmide retraida con vacuolas
co difuso y sin granu- periféricas. Obj. 1,40, apocrom. Zeiss,
lacion bien acusada,
ya dos 6 tres acumulos croméfilos. También la regién perinu-
clear comunicante con la trama del cilindro-eje y expansiones
protoplasmaticas esta exenta de materia cromofila. Los hilos
del espongioplasma son de extraordinaria tenuidad.
Al lado de piramides claras se hallan siempre piramides
obscuras 6 retraidas, en donde es imposible discernir los con-
tornos de los grumos ni las mallas del espongioplasma. El nu-
cleo, muy empequenecido, no consiente tampoco por su obs-
curidad, un examen preciso de su disposicién estructural.
Tanto en las células claras como en las obscuras, los apéndi-
ces protoplasmicos y cilindro-eje carecen de cromatina.
b. Lacerta agilis. —Hemos examinado la médula espinal, el
cerebro y el cerebelo de este vertebrado, y los caracteres ha-
llados en la materia cromofila corresponden casi perfectamente
a los ofrecidos por las células de la rana.
Los corpusculos motrices de la médula poseen una red de
espongioplasma embebida en cromatina difusa, la cual se:con-
36 ANALES DE’ HISTORIA NATURAL. (24)
centra también, como en la rana, en grumos irregulares, algo
alargados y de pequena dimension.
Las células piramidales de la corteza cerebral poseen mas
cromatina que las de los batracios, disponiéndose esta subs—
tancia en masas 6 grumos irregulares, situados en la region
cortical del protoplasma. lin algunos elementos se advierte un
capuchon nuclear, vuelto, como de costumbre, hacia la gruesa
expansidn protoplasmica. Entre esta zona cortical y el nucleo
yace un espacio claro sin cromatina, y constituido por un re-
ticulo de extraordinaria delicadeza. Los grumos cromaticos
faltan en el cilindro-eje y tallo radial. No es raro ver algunos
corpusculos obscuros, casi negros, en los cuales el protoplas—
ma, retraido y reducido escasamente al tercio de la dimensién
normal, no permite apreciar ningun detalle de estructura. En
los capilares adviértense a menudo leucocitos con granulacio—
nes basidfilas, coloreadas en rojo heliotropo por la tionina.
Estos leucocitos son de dos especies: los més numerosos encie-
rran granitos finos apretados; los menos abundantes ofrecen
gruesos globos basiofilos.
En el cuerpo estriado (Stammganglion de Edinger) se ven
también gruesas células con grumos cromofilos periféricos.
Algunos de tales corpusculos se muestran rodeados de cuatro
6 seis pequenos nucleos dispuestos en corona, y pertenecientes
quizas a4 diminutas células nerviosas.
c. Peces.—En el ciprinus carpio y en la perca hemos exami-
nado las células de la médula espinal, las cuales muestran,
como las de los batracios y reptiles, numerosos grumos croma-
ticos, observables, sobre todo, en los corpusculos motores si-
tuados cerca del ependimo. Los grumos son mas pequenos é
irregulares que en los vertebrados superiores, y estan disemi-
nados por los nudos y trabéculos de la red de espongioplasma,
sin constituir nunca gruesos husos. A lo largo dela expansion
6 expansiones protoplasmicas externas se prolonga la red cro-
matica, en la cual se advierten 4 veces verdaderas estrias gra-
nulosas mas 6 menos paralelas, que recuerdan algo los husos
de los mamiferos. E] cilindro-eje carece de cromatina, lo mis=
mo que las expansiones protoplasmicas delgadas.
Células del mismo caracter se hallan en los nucleos moto-
res del bulbo y en el ganglio fundamental. (Stammganglion,
de Edinger.)
<25) Cajal.— ESTRUCTURA DEL PROTOPLASMA NERVIOSO. 3T
Las células de Purkinje del cerebelo son mas gruesas que
en la rana, afectan forma de pera, poseen un grueso nucleo
situado en la porcién inferior del protoplasma y emiten hacia
afuera una gruesa expansién exenta de cromatina. Esta se
halla repartida difusamente en el reticulo celular sin formar
grumos gruesos, excepto por debajo de la membrana, en don-
de se dispone en placas 6 laminas verticales mucho mas es-
pesas y extensas que las descritas en los batracios.
Células de los invertebrados. 1.° Astacus fuviatilis.—En el
cangrejo de rio las células ganglionares, cuyas propiedades
morfologicas han sido bien estudiadas por Retcius, Bieder-
mann, tinense bien por la tionina y azul de metileno B., y re-
velan un protoplasma que recuerda por completo el de los cor-
pusculos de los ganglios raquideos. Incluidos en una red
apretadisima de espongioplasma incoloro, yacen granos cro-
maticos irregulares de escasa dimensién, y los cuales en cier-
tos elementos se orientan de un modo concéntrico. En ciertas
células los granos adquieren dimensién de grumos que se lo-
calizan especialmente en las capas periféricas del protoplas-
ma. Del lado del cilindro-eje los granos cromaticos cesan, asi
como la red de trabéculos gruesos, y en su lugar se ve una
trama palida finisima, algo tehida de azul, continuada sin in-
terrupcidn con la trama especial de la prolongacién funcio-
nal. El nucleo es voluminoso, y contiene una red de hilos pa-
lidos enlazados con granulaciones colorables en azul palido
por la tionina, y una 6 dos robustas esferas de nucleina sin
textura aparente, las cuales se impregnan por este reactivo en
violeta rojizo.
2.° Helix Pomatia.—¥n los gasterdpodos se confirma la
descripcidn precedente, apareciendo todavia mas acusados al-
gunos caracteres.
En las células medianamente voluminosas del ganglio ce-
faldideo se advierten con toda claridad una membrana granu-
losa, un protoplasma reticulado y ciertas inclusiones pigmen-
tarias. La membrana se hace en ciertos sitios muy aparente,
gracias a la retraccidn del reticulo y 4 la formacién de vacuo-
las periféricas que en algunas células produce el alcohol; por
su cara profunda recibe la insercién de los trabéculos del es-
pongioplasma, y por su faz superficial, completamente lisa,
se pone en contacto con las células neurdglicas.
38 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (26)
El nucleo, generalmente voluminoso, revela, ademas de su
capsula acromatica, dos clases de corpusculos: unos gruesos,
en numero de 247, y fuertemente coloreables en rojo-violado
por la tionina (nucleolos cromaticos), y otros mas numerosos
y finos esparcidos por todo el espesor del érgano y coloreables
en azul grisaceo palido por dicho reactivo. Estos ultimos gra—
nos acaso correspondan a los globos de edematina que Rein-
ke (1) y Schloter (2) han descrito recientemente en muchas
células; de todos modos, sus propiedades quimicas son diver-
sas que las de la cromatina, y entre ellas no parece existir re—
ticulacién bien apreciable. El método de Heindenhain los im-
pregna de una tinta morena menos intensa que la obtenida
por los nucleolos.
Kl protoplasma consta de un espongioplasma muy percepti-
ble, que se colora no muy intensamente por el método de Nissl
y que se prolonga con la delicada trama del cilindro-eje. Como
en los ganglios raquideos de los vertebrados, la red citada
pierde la cromatina en el arranque de la expansidén funcional,
pero no de un modo brusco, sino por gradaciones. Grumos
cromaticos gruesos no existen; solamente se advierte que se
tinen algo mas intensamente las nudosidades del reticulo pro-
toplasmico. Sin embargo, en algunas células se notan por fue-
ra del nucleo algunos acimulos cromaticos adelgazados (3).
EK] cilindro-eje se tine de azul palido por la tionina, y revela
una fina estriacién longitudinal, que bajo la accidn de un
objetivo de gran angulo (1,60 apo. Zeiss) nos ha parecido re—
(1) REINKE: Zellstudien. (Arch. f. mikros. Anat. Bd. 48, H. 3, 1894.)
(2) SCHLOTER: Zur Morphologie der Zelle. (Arch. f. mikros. Anat. Bd. 49, 1895.)
(83) No hemos podido confirmar la opinion de Rohde /Ganglienzelle Axencylin
der, Puntsubstanz und Neuroglia. (Arch. f. mik. Anatomie, Bd. 45, H. 3, 1895), quien
describe en las células del Heliz dos redes de espongioplasma, una situada periféri-
camente y formada por finos hilos, otra colocada mas concéntricamente y consti-
tuida por gruesos trabéculos: el cilindro-eje se continuaria con el espongioplasma
fino. Tampoco hemos logrado reconocer la penetracion en el interior del protoplasma
de filamentos de neuroglia ni la existencia de nicleos de células neurdglicas en eb
espesor del cuerpo celular. En el lébulo eléctrico del torpedo y en otros animales,
describe Rohde células nerviosas, cuyo protoplasma seria atravesado por vasos.
(Arch. f. mik. Anat. Bd. 42, 1893.) Este hecho es cierto, pero nonuevo, pues ya lo
expusimos nosotros en 1888 en nuestra memoria, casi desconocida de los sabios
(tampoco Lenhossek la cita en su reciente trabajo sobre la textura de las células
nerviosas del torpedo), titulada Nota sobre la estructura de los tubos nerviosos det
lébulo cerebral eléctrico del torpedo. (Rev. trim. de Histologia. Agosto, 1888.)
(27) Cajal.—ESTRUCTURA DEL PROTOPLASMA NERVIOSO. 39
solverse en una reticulacién de mallas estrechisimas y longi-
tudinales. La ausencia de grumos cromaticos en la expansién
funcional habla en favor del dictamen de Retzius, que estima
la unica prolongacién de los corpusculos de los invertebrados
como la representacién del cilindro-eje de las células de los
vertebrados.
En muchos corpusculos, particularmente en los medianos y
gigantes, el polo profundo del
protoplasma, es decir, el que da
origen a la expansion funcio-
nal, presenta una mancha pig-
mentaria, que 4 menudo cons-
tituye una giba 6 eminencia
en el contorno protoplasmico.
Consta este acimulo de esferas
verdosas de dimensién varia-
ble, unidas entre si por fila-
mentos del espongioplasma, el
cual carece precisamente en
este sitio de substancia croma-
tica.
Con buenos aumentos (1,40 6
1,60 Zeiss), el aspecto general
del espongioplasma de la region
pigmentaria es el de un reticulo
cromatico, en cuyos nudos se
contiene la materia melanica.
La morfologia de los granos Fig. 5.— Célula nerviosa del ganglio
5 x cerebroideo del caracol. (Reunién de
pigmentarios nose aprecia con los detalles revelados por el método de
perfecta claridad en las prepa- _ Nissl y el de Heidenhain.) —a, nucleo-
favioupstenidacsconlasanili=y 10s decromatine; 0; eranoside'edema-
ati tina; c, reticulo cromatico del proto-
nas 0 con hematoxilina ; Pere plasma; d@, esferas de pigmento; @, ci-
si, previo fijado en sublimado, lindro-eje.
se colorean los cortes por el pro-
ceder imaginado por M. Heindehain para la revelacién de los
centrosomas, los granos pigmentarios se tinen intensamente
en negro, mostrandose esféricos, homogéneos y de tamano
alo diverso. Notase ademas que estan esparcidos, aunque en
corto ntmero, por todo el cuerpo celular; pero sdélo constitu-
yen montoén en el polo profundo del protoplasma.
40 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (28)
Por lo demas, estos acimulos pigmentarios han sido ya men-
cionados por otros autores, particularmente por Vignal (1),
que los ha tomado como un alimento de reserva, y por Na-
bias (2), que los relaciona con estados funcionales de las célu-
las nerviosas. En los corpusculos pequenos faltan por com-
pleto. .
Kn cuanto al centrosoma, recientemente observado por Len-
hossek (3) en las células de los ganglios raquideos de la rana,
nuestros esfuerzos por demostrar su presencia, con el método
de Heindenhain, en los invertebrados, no han tenido ningtin
éxito.
Nucleo de las células nerviosas y neurdglicas. Hl nvicleo
de las células nerviosas ha sido estudiado por numerosos auto-
res, particularmente por Flemming, Nissl y Lenhossek. Nos-
otros hémoslo observado con suma atencidn, valiéndonos del
objetivo 1,60 apocromatico de Zeiss, asi como del 1,40, y sir-
viéndonos preferentemente de piezas induradas en alcohol. El
bicloruro de mercurio nos ha parecido que produce algunos
cambios en la forma y posicion de los nucleolos, por cuya ra-
zOn lo posponemos al alcohol, al formol y al liquido de Flem-
ming, con los cuales hemos conseguido resultados bastante
concordantes. Como colorante usamos de preferencia la tioni-
na, de la cual ha afirmado M. Heidenhain que es un excelente
reactivo de la cromatina, substancia 4 la que presta, por un
fendmeno de metacromasia, una tinta violada, mientras que
la red de linina se colora de un matiz azulado claro. Una mez-
cla a partes iguales de dos soluciones acuosas, una de fuchina
basica al 1 por 100 y otra de azul de metileno B en igual pro-
porcién, nos ha dado también buen resultado. Cuando los cor-
tes tenidos en esta mezcla se decoloran en alcohol y se aclaran
en bergamota 6 xilol, los husos cromaticos se presentan azu-
les, asi como la red de linina del interior del nticleo, en tanto
que la cromatina adquiere un matiz rojo azulado caracteristi-
co (4). Parecidas soluciones se obtienen con mezclas en pro-
(1) ViGNAL: Recherches sur le systéme nerveux des invertébrés. (Arch.d. Zool. esper.,
1883.)
(2) Nasias: Theses sur le systéme nerveux des Gasteropodes. Bordeaux, 1894.
(83) LENHOSSEK: Centrosom und Sphaere in der Spinalganglienzellen des Frosches.
(Aus. @. Sitzungsb. der. Wiirzb. Phys.-med. Gesselisch., 1895. Sitzung, 18 Jul.)
(4) Ream (Hinige neue Farbungsmethode zur Untersuchungen des centralen Nerven-
(29) Cajal.— ESTRUCTURA DEL PROTOPLASMA NERVIOSO. 41
porciones analogas de tionina y verde de metileno y de vesu-
bina y rojo magenta. En cuanto al método de Rosin, excelente
bajo otros aspectos, no le hallamos superior a los precedentes
para el estudio del nucleo (1).
Nuestras observaciones acerca de la disposicién de la croma-
tina nuclear en las células de los vertebrados nos han conduci-
do 4 establecer cuatro tipos 6 categorias de corpusculos:
1.2 Cromatina periferica.— Es el tipo nuclear de las células
de neuroglia, y se observa, tanto en los mamiferos, como en
los vertebrados inferiores (células epiteliales desplazadas).
La cromatina forma una red, situada por debajo de la mem-
brana de cubierta, red desigual, cortada en algunos puntos, y
formada de granos y cordones relativamente gruesos, unidos
por filamentos de gran tenuidad. Para observar bien este re-
ticulo es preciso enfocar solamente (con el 1,40 6 1,60 de Zeiss)
el plano superficial del nucleo. Si se baja el foco, la red des-
aparece, y se advierte que el interior del nucleo encierra un
liquido incoloro, en donde destaca uno, dos 6 tres granitos
cromaticos, unidos por filamentos de linina con la red super-
ficial. (Fig. 6.) ¥
El aspecto de membrana cromatica presentado por los nu-
cleos de neuroglia es, pues, mera ilusién, resultado de la ob-
servaciOn en seccién éptica y debajo de la membrana de una
red cromatica periférica.
Esta estructura nuclear que se observa también en la neu-
roglia y células epiteliales de reptiles, peces y batracios, es
absolutamente caracteristica y hace imposible la confusién de
los corpusculos neurdglicos con los nerviosos.
2.° Cromatina central reticulada.—Tal es la construccién
cromatica que presentan todas las células nerviosas de peque-
nisimo tamano, y casi exentas de protoplasma, como son los
granos del cerebelo, las células bipolares de la retina.
systems. (Munch. med. Wochenschr. Jahr xxx, 1882) aconseja también para el estu-
dio del sistema nervioso la doble coloracién de la fuchina y azul de metileno; pero
en el método de este autor se procede separadamente, usando primeramente una so-
luci6n caliente al 0,1 por 100 de azul, decolorando después en alcohol, y tinendo, por
ultimo, en una solucion alcohdélica de fuchina al 0,1 por 100, con lo cual se complica
el modus operandi, y los resultados, por lo que toca 4 los husos cromaticos, son muy
imperfectos.
(1) Rosin: Ueber eine neue Farbungsmethode des gesamten Nervensystem nebst Bemer-
hungen uber Ganglienzellen und Gliazellen. (Neurol. Centraldl. Jahirg. x11, 1894.)
42 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (30)
La cromatina no se modela sélo en granos sueltos, sino que
se extiende en cordones espesos anastomosados, que rellenan
todo el interior del nucleo y limitan mallas sumamente an-
gostas. Al nivel de los nudos la cromatina forma granos espe-
sos, de los cuales suele haber uno 6 dos mas robustos que to-
dos los demas. Algunos granos cromaticos se adhieren a la
membrana nuclear; pero no suelen dar nunca a ésta ese as—
pecto de corteza cromatica privativo de los elementos neurdé-
glicos 6 de los leucocitos. La pequeniez de los nucleos y el apre-
tamiento de la red hacen imposible una distincidn correcta
entre los hilos cromaticos y los de linina: puede, sin embargo,
asegurarse que los primeros dominan sobre los segundos.
Fig. 6.— Diversos tipos de niicleos de células nerviosas. Coloracién por la tionina.—
A, nucleo de neuroglia, en el cual a representa el enfoque superficial y 4 el ecuato-
rial; C, nucleo de un grano del cerebelo; D, nucleo de una pirdimide cerebral;
#, nuicleo de una célula motriz.
3.° Cromatina central dispuesta en grdnulos, unos gruesos ¥
otros finisimos.—Tal es el tipo nuclear presentado por la in-
mensa mayoria de las células nerviosas de mediana talla,
como son los granos de la fascia dentata, los elementos de los
cordones y de la substancia de Rolando de la médula, las pe-
quefias piramides del cerebro, etc.
La cavidad nuclear es recorrida por una red de linina suma-
mente delicada, cuyas trabéculas son en gran parte conver-
g@entes alos nucleolos. En el espesor de estos hilos palidos 6 en
sus nudos se advierten algunos finisimos granos cromaticos,
sdlo perceptibles con los mas potentes apocromaticos, y dos,
tres 6 mas nucleolos, es decir, acumulos cromaticos, robustos
a menudo, irregulares, sin orientacién determinada, y de los
cuales, 4 veces, uno suele ser mucho mayor que los otros. Por
debajo de la membrana no existe red ni granos de nucleina.
En los reptiles, batracios y peces, las células de este tipo
nuclear, como por ejemplo, las piramides del cerebro y los
corpusculos de los cordones de la médula, ostentan mas abun-
(31) Cajal.— ESTRUCTURA DEL PROTOPLASMA NERVIOSO. 43
dancia de granos cromaticos finos, y presentan en algunos pa-
rajes una verdadera reticulacién, que recuerda ya la arqui-
tectura cromatica de los granos.
4.° Cromatina concentrada en un solo nucleolo homogéneo, es-
ferico y mas 6 menos central.—Tal es la disposicién cromatica
en todas las células de gran talla, como son: los corpusculos
motores, los de los ganglios raquideos, las células de Purkin-
je del cerebelo, las piramides gigantes del cerebro, los ele-
mentos de Golgi del cerebelo, etc.
En todas estas células el jugo nuclear esta recorrido por
una red irregular de linina, en cuyos nudos no puede verse
ningtin grano cromatico. El nucleolo, robusto y perfectamen-—
te esférico, puede en algunos casos ser doble, y cuando esto
sucede, una de las esferas cromaticas alcanza mayor tamano.
Esta duplicidad del nucleolo, visible, sobre todo, en los elemen-
tos gigantes menos voluminosos, establece una transicidn en-
tre el tipo nuclear que estudiamos y el precedente. Notemos
de pasada que el caracter mononucleado de los elementos gi-
gantes se advierte también en los peces, batracios, reptiles y
aves.
De lo expuesto se infiere que la disposicién de la nucleina
no depende de la significacién funcional de las células ner-
viosas, puesto que la presentan idéntica los corpusculos mo-
trices y sensitivo-sensoriales; antes bien parece relacionarse
con el tamano del nticleo y con el grado de diferenciacién del
protoplasma. Cuanto mas rica es la célula en protoplasma, y
por tanto, en acumulos cromaticos, mayor concentracién y
simplificacién experimenta la nucleina. Las formas nucleares
caracterizadas por la presencia de cromatina reticulada, ya
periférica, ya dispersa por todo el armazon de linina, corres—
ponden siempre a elementos de escasa dimension y de limita-
da diferenciacion protoplasmica.
En nuestros estudios sobre la estructura de las neoplasias
epiteliales, hemos notado que en las células cuya cromatina
conserva una posicién periférica, 6 se dispone en red exten-
dida por todo el nucleo, la capacidad de proliferar se mantiene;
mientras que en aquellos corpusculos en donde la nuclei-
na, no sdlo ha disminuido en cantidad, sino que se ha con—-
centrado en un solo nédulo central, se ha perdido toda po-
tencialidad proliferatoria. En el epidermis de la piel normal,
44 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (32)
y sobre todo en el del cancroide, se advierten todos los transi-
tos, desde la cromatina reticulada hasta la concentrada en
una sola esfera, notandose que a medida que la célula enve-
jece y la cromatina se concentra, se suspende la actividad
generadora y el cuerpo celular experimenta diversas meta-
morfosis (formacién de fibrillas de keratina y de granos de
eleidina, derrames cromaticos en el protoplasma por destruc-
cidn del nucleolo, etc.)
Si conociéramos bien hasta qué punto han conservado su
capacidad proliferatoria los granos del cerebelo y algunos pe-
quenos elementos nerviosos, acaso podriamos aplicar a las
células de los centros la ley que rige la actividad regenerativa
de otros tejidos.
Hsa concentracidn progresiva de la cromatina nuclear de
los corpusculos nerviosos, representa quizas el transito de la
fecundidad a la esterilidad, el paso de la fase reticulada bien
conservada en la neurogilia (de la cual se sabe que es capaz de
multiplicacién) al estadio de mononucleolaridad que se asocia
a’ una elevada diferenciacién protoplasmica, y por cuya vir-
tud ha perdido el nucleo su representacién de Organo repro-
ductor, para mantener y acaso mejorar su cualidad de 6rgano
nutritivo.
A titulo de resumen de los precedentes datos, podemos ex-
poner aqui las siguientes conclusiones:
1.*. La materia cromatica del protoplasma nervioso no es
privativa de éste, pues se halla en ciertos leucocitos, en ele-
mentos conectivos, hasta en células de neuroglia; pero sola-
mente en los corpusculos ganglionares grandes se halla for-
mando actimulos considerables.
2.° La significacidn de esta materia no parece relacionarse
con el poder conductor, pues sobre faltar en algunas células
nerviosas, cuando es abundante, se dispone siempre de tal
modo, que deja libres ciertos caminos rectilineos extendidos
desde una expansiOn protoplasmica a otra, y desde el cuerpo
celular al cilindro-eje.
Verosimil parece que se trate de una inclusién basidfila se-
gregada por la célula, y destinada acaso 4 servir de pabulo
nutritivo durante la actividad funcional de ésta. Nosotros com-
parariamos de buen grado dicha inclusién basidfila adherida
al reticulo con los grumos longitudinales también fusiformes,
(33) Cajal.— ESTRUCTURA DEL PROTOPLASMA NERVIOSO. 45
avidos del cloruro oro, que ofrecen los tabiques de sarcoplasma
de la fibra muscular estriada, y cuyo espesor parece experi-
mentar también variaciones importantes durante la contrac-
cidn.
3." La parte conductriz de la excitacién nerviosa parece
estar representada por un reticulo de espongioplasma acréma-
tico. Este reticulo, cuyas trabéculas longitudinales son mas
espesas que las transversales, se apretaria notablemente en el
cilindro-eje y prolongaciones protoplasmicas, en donde origi-
naria esa apariencia fibrilar vista por Schulze, Ranvier, Flem-
ming, y recientemente por Dogiel. Por lo demas, en la apre-
ciacidn del aspecto fibrilar entraria también por mucho, como
han manifestado Simarro y Lenhossek, la percepcidn incom—
pleta de los husos, particularmente en el estado de retraccién
del protoplasma, en el cual alcanzan aquellos su maxima del-
gadez y longitud.
4.“ Estudiando la distribuci‘n de la cromatina protoplas—
mica, ya en la serie filogénica, ya en el] desenvolvimiento on-
togénico, se observa en ella una diferenciacién, cuyas princi-
pales fases son: a. Cromatina granular difusamente esparcida
por el protoplasma, sin formacién de grumos bien aparentes.
b. Aparicion de grumos periféricos, situados debajo de la mem-
brana, reservando un gran espacio perinuclear palido conti-
nuado con las expansiones. c. Adicién de grumos perinuclea-
res 4 los grumos corticales. d. Extensién de los grumos croma-
ticos por todo el cuerpo celular, y modelamiento de figuras
fusiformes paralelas 4 las expansiones, a fin de no impedir el
paso de las corrientes.
Como sostiene Nissl, existe cierta relacién entre la dimen—
sidn de los grumos y el volumen del protoplasma, lo que ex-
cluye la idea de que la diferenciacién de la cromatina en mu-
chos y espesos husos corresponda 4 una mayor dignidad fun-
cional de la célula. Asi las células de los nicleos motores
poseen grumos mas grandes, numerosos y bien limitados que
los corpusculos piramidales de la corteza cerebral, y las célu-
las voluminosas de los peces, batracios y reptiles (células mo-
trices), exhiben una diferenciacién cromatica superior a los
pequenos elementos nerviosos de los mamiferos (granos del
cerebelo, del bulbo olfatorio, células de la capa molecular del
cerebelo, etc.).
46 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (34)
5.2 Puesto que las expansiones protoplasmicas finas y la
porcién terminal de las gruesas carecen de grumos cromati-
cos, es muy posible que su accién fisiol6gica no sea entera-
mente idéntica a la del cuerpo celular. Bajo el punto de vista
de las conexiones, el método de Golgi nos permite ya estable-
cer algunas diferencias, pues mientras que el protoplasma
cromatico (cuerpo y gruesas expansiones) es liso y se relaciona
con arborizaciones nerviosas pericelulares, las expansiones
dendriticas finas estan erizadas de espinas y sdlo se cone-
xionan con simples fibrillas terminales (relacién por contacto
crucial).
6.°. Las células obscuras de Flesch se hallan en toda la se-
rie animal y en todos los centros nerviosos (menos en las cé-
lulas de Golgi, en donde jamas hemos visto estados retraidos),
cualquiera que sea el fijador empleado, y se caracterizan por
un alargamiento de los husus y por una disminucidn de los
espacios conductores. Parece probable que estos elementos
crom6filos representen, como asegura Nissl, algun estado fun-
cional de la célula nerviosa, quizas un fendmeno de inhibicion
suscitado por la contraccién del reticulo protoplasmico 6 el
agotamiento del jugo celular.
7.° El nucleo de las células nerviosas sufre, conforme su di-
ferenciacidn avanza, un proceso de simplificacién, que con-
siste en la concentracién progresiva de toda la nucleina en
uno 6 dos nucleolos esféricos. Es probable que las células ner-
viosas, cuya nucleina esta representada solamente por uno 6
varios nucleolos, hayan perdido la propiedad de proliferar. Esta
ha sido conservada por las células neurdglicas, en donde la
nucleina mantiene todavia la disposicién reticulada.
NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES
PAR
OS i as eB De ee
(Sesion del 2 de Octubre de 1895. )
Iv.
SUR QUELQUES PARTICULARITES DE L’ARMURE DES PATTES ET SUR
L’AVORTEMENT DES AJLES DANS LE GENRE NEMOBIUS.
Le but de cette notice est d’appeler Vattention sur divers
détails auxquels leur généralité oblige 4 reconnaitre une cer-
taine importance. Les uns sont relatifs a la conformation des
pattes postérieures; ils regardent avant tout la spécigraphie et
la classification; toutefois, les plus remarquables d’entre eux
offrent un intérét plus général, en ce quwils montrent Vinfluen-
ce de la sexualité sur des parties qui sont soustraites dordi-
naire a son action, chez les Orthoptéres. Les autres, d’ordre
strictement biologique, se rapportent a deux modes d’avorte-
ment des ailes qui ont vraisemblablement une assez grande
généralité chez divers Grillons, bien que mes observations ne
portent directement que sur les Nemodius d'Europe.
Aucun lien n’existe entre ces deux sortes de caracteres. Si
je les réunis sous un méme intitulé, c’est seulement parce que
les uns et les autres ont été étudiés dans le méme groupe.
1. Armure des pattes.
L’armure des pattes est traitée avec tant d’ampleur et de
précision par M. de Saussure, dans sa belle monographie des
Grillons, qu’il ne peut étre question de revenir sur ses traits
(1) I-III in ANAL. DE La Soc. Esp. DE HIST. NaT. t. x1x, 1890.
48 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (90)
généraux. La description et la nomenclature de cet auteur
étant prises pour base, je passe tout de suite aux détails que
j'ai dessein d’étudier.
Differenciation sexuelle dans les épines.—I\ s'agit, en premier
lieu, des caracteres que la premiére et la derniére épine du
bord interne du tibia postérieur peuvent affecter chez le ,.
L’aspect singulier de la 1 épine et sa longueur trés réduite
chez le % ont certainement été remarquées, dans plusieurs
cas. Dans la description originale du NV. /icolor, de VInde
orientale, M. de Saussure fait observer que cette épine est
«petite et crochue» (1) et le dessin qu’il on donne (pl. 11, car-
ré vil, fig. 6) exprime bien ce double caractere. M. Brunner,
d’autre part, fait mention de sa petitesse dans le NV. lineolatus
Brull. (2), et bien que V’affirmation de Villustre naturaliste ne
soit pas restreinte a l'un des sexes, il
B nest pas douteux qu'elle ne lui ait été
suggérée par ’examen du oO’. Mais il
ne semble point que cet accessoire ait
été étudié comparativement, soit dans
les deux sexes d’une méme espeéce, soit
dans les diverses espéces du groupe
tout entier. D’ot il est résulté que ni
sa signification dattribut sexuel ni
sa généralité n’ont pu étre mis en
relief.
Quant 4 la derniére épine, moins re-
marquable d’ailleurs que la premiere,
Wignie DivereccesGarueles, (Vucuue attention spéciale ne lui est
A aS ees oii accordée dans les descriptions.
tibia ie au Pour apprécier tout de suite la dif-
le tibia et le tarse droits du
CO’, vus par la face interne; férenciation sexuelle dont ces deux
—a, premiere epine, trans- ein oe 3
formée en organe tactile; @pines sont susceptibles, soit comme
6, quatriéme épine, dilatée a : mas - ‘
la base: —c, poil de la base CXeMple typique le WV. /ineolatus. La
du crochet tarsien interne, fig. 1 ci-contre met sous les yeux du
courbé en s.— By), le tibia ane : A
droit dela ©, vu parla face Jecteur le tibia droit du male et de la
interne; la premiére et la femelle vus l’un et l’autre par la face
quatriéme épines sont sem- , :
blables aux autres. interne et dessinés dans les mémes
A
(1) Mé?. orth., ve fasc., p. 267.
(2) Prodromus, p. 424.
(91) Pantel.— NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 49
conditions d’amplification, ce qui me permettra d’étre bref.
L’épine supérieure offre chez le male un aspect tout a fait
insolite: elle est en méme temps tres courte, trés large a la
base, irrégulierement conique et subitement atténuée vers le
bout, luisante et a peu prés glabre, tandis que les suivan-
tes, aussi bien que la premiére chez la 9, sont aciculaires et
revétues d’une longue et dense villosité, bien visible a la lou-
pe. La couleur n’est pas moins remarquable que la forme et
la vestiture: sombre a la base, @un blanc pur dans la partie
distale, a ’exception cependant du bout apical, qui est, comme
a Vordinaire, d'un jaune de chitine. Il est 4 remarquer toute-
fois que l’écorce chitineuse est loin de prendre ici la méme
épaisseur que dans les épines ordinaires. D’autre part, toute
la partie blanche parait étre de consistance molle, turgescente
sur le vivant, plus ou moins ratatinée sur les exemplaires des-
séchés; il n’est pas rare que dans ces derniers l’épine paraisse
un peu crochue, cette particularité s'accentuant davantage
encore chez dautres especes.
La méme figure permet de saisir une différenciation égale-
ment fort remarquable de la 4° épine de la méme série, sur
laquelle M. Bolivar attira autrefois mon attention. Toujours
de forme ordinaire chez la 9, cette épine est fortement élar-
gie a la base chez le o’, dans plusieurs espéces et nommé-
ment dans celle-ci, au point que son diamétre atteint aisément
les ?/, de celui du tibia. Elle est en méme temps convexe et
comme bossue a son bord supérieur, un peu excavée a son
bord inférieur, ce qui la fait paraitre coudée vers les éperons
terminaux.
Sur la signification physiologique de ces épines modifiées
on ne peut qu’émettre des hypotheses. Il n’est guére dou-
teux cependant que la premiére ne soit un organe tactile d’une
délicatesse spéciale. C'est du moins la destination qui semble
le mieux s’accorder soit avec sa conformation externe, soit
avec sa structure interne. Mon but n’est point d’entrer dans
beaucoup de détails relativement a ce dernier point et d’ail-
leurs mes observations sont pour le moment trop incomplétes.
Il suffira de constater en passant que les coupes axiales de.
répine molle et des épines ordinaires montrent des différen-
ces frappantes. Dans la premiére, l’hypoderme, fortement
épaissi, forme un tissu massif, une sorte de manchon a pa-
ANALES DE HIST. NAT. — XX¥. 4
50 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (92)
rois épaisses et a cavité tres réduite. Celle-ci est occupée par
une assez mince gaine de tissu lache qui entoure un cordon
central plus compact. Les constitutifs anatomiques de la gaine
lache et du cordon qu'elle protége sont malheureusement indé-
chiffrables, dans mes préparations (1), mais il faut s’attendre
a y trouver des branches nerveuses et sans doute aussi de fins
rameaux trachéens. Sur plusieurs coupes j’ai vu des trainées
linéaires traversant Vhypoderme du corps tibial et pénétrant
dans la pulpe de l’épine, en convergeant vers son axe, qui ne
peuvent guere avoir d’autre signification.
L’intérieur des épines ordinaires est creux et ne représente
qu’une vaste lacune sanguine dont les parois sont tapissées
par une trés mince couche hypodermique.
La derniére épine a une signification plus énigmatique, sur
laquelle je ne saurais fournir aucun renseignement.
Quoi qwil en soit, il était intéressant de rechercher si de
semblables modifications se retrouvent dans d’autres Nemo-
bius. Apres avoir étudié a ce point de vue les especes euro-
péennes et les rares exotiques a ma disposition, j’ai eu l’avan-
tage d’examiner, avec le concours de M. Bolivar, celles de la
collection de ce savant. Voici, sous forme tres résumée, les
particularités relevées chez les cc’.
Nemobius Heydeni Fisch. (Kurope).—l"* épine différenciée en
organe tactile, robuste et brune a la base, blanche et comme
vésiculeuse a l’apex, presque glabre. Derniere épine légére-
ment modifiée dans le méme sens que chez NV. /ineolatus.
N. monomorphus Bol. in litt. (Indes Or.) (2).—1"* épine bien
différenciée, d’un noir brun, ovoide, atténuée au bout en une
pointe un peu courbée, pale. La derniere, renflée et coudée,
plus que dans Heydeni, moins que dans /iéneolatus.
N. tagalicus Bol. (Ligao Albay).—1t* épine modifiée, bico-
lore; derniére comme dans /ineolatus.
N. 2 ceylonicus Sauss. (Ceylan).—1" épine modifiée, droite.
Derniere ?
(1) J'ai A peine besoin de faire remarquer que le traitement méthodique d’une
épine chitineuse offre, au point de vue de la technique, de tres sérieuses difficultés.
(2) Intéressante espéce, remarquable par l’absence de tambour musical. Elle sera
décrite, dans un travail d’ensemble sur les Orthoptéres recueillis par un groupe de
missionnaires Jésuites, professeurs au College de Trichinopoly (Présidence de Ma-
dras), dont M. Bolivar a bien voulu se charger.
(93) Pantel.— NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 51
N. Novare Sauss. (Java).—l' épine modifiée, assez longue;
moitié basilaire noire, moitié apicale blanche. Derniere non
sensiblement modifiée.
N. Histrio Sauss. (Java, Philippines, Trichinopoly).—l' épi-
ne en organe tactile trés robuste, trapue, assez régulierement
conique, finement mucronée au bout et presque entiérement
blanche; le mucron ne parait pas toujours, les différents as-
pects tenant sans doute a l'état plus ou moins affaissé de la
partie molle. Derniére épine normale.
N. cubensis Sauss. (Amérique).—1'e épine modifiée, assez
allongée, un peu flexueuse, brune a la base et a apex, blan-
che au milieu. Derniere non modifiée.
N. fasciatus D. G. (Amérique).—l"* épine modifiée, bicolore,
robuste a la base, rapidement atténuée en un stylet gréle et
allongé ayant une tendance marquée a se recourber en arrie-
re. Cette courbure d’ailleurs parait die a une cause purement
mécanique et extérieure, car elle détermine dans la partie
molle un pli bien reconnaissable et s’observe d’un facon tres
inconstante, tantdt sur les deux tibias, tantét sur un seul et
quelquefois sur aucun, La tache noire de la base est d’autant
plus remarquable ici quwil s'agit d'une grande espece chez
laquelle les épines ordinaires et le tibia lui-méme sont tres
pales. La derniére épine est normale.
N. longipennis Sauss. (Amérique).—1'e épine modifiée, ar-
quée; derniere normale.
N. sylvestris Fabr. (Kurope).—1e et derniere épines nor-
males.
De cet examen, il ressort que les nombreuses espéces du
genre Nemobius se rangent. d’apres le caractére qui nous oc-
cupe, en deux groupes: l’un ayant pour type le NV. sylvestris,
chez lequel l’armure des tibias postérieurs ne présente d’un
sexe a autre aucune différence; l’autre représenté en Europe
par les VN. lineolatus et Heydeni, dans lequel les oo sont
doués @attributs particuliers, affectant toujours la 1"e et sou-
vent aussi la derniére épine de la série interne. C’est, si je ne
me trompe, le premier fait de ce genre observé chez les Or-
thopteres.
Le cas est particulierement important pour le rangement
des tres nombreuses especes de Nemodius et suffirait a lui seul
pour faire assigner au NV. sy/restvis une place a part. Cette
52 ANALES DE HISTORIA NATURAL. . * (94)
manieére de voir trouve (ailleurs un appui solide dans d'au-
tres caracteres dont il me reste a parler; ils sont fournis par
Pexamen microscopique du tibia.
Particularités communes aux deux sexes.—Bien qwil ne soit
pas encore entré dans les habitudes des entémologistes des—
cripteurs d’en appeler au microscope, il est hors de doute que
le recours @ cet instrument s’impose parfois, méme quand
il ne s’agit que d’apprécier la structure externe. Les fins dé-
tails, en effet, manifestent la spécificité des étres vivants aux
mémes titres que la structure macroscopique. En tout cas, les
renseignements acquis par cette voie, sur les Nemodius, ne
paraissent pas entierement néglgeables.
En premier lieu, ’examen comparatif de quelques prépara—
tions empruntées a divers genres de la tribu des Gryllideées,
permet de s’assurer que le groupe des Nemodbiites est caracté—
risé par une vestiture tibiale et tarsienne d’un caractére par-
ticulier, bien reconnaissable. Le fond en est constitué d’une
seule sorte de poils robustes, plus ou moins dressés, et c’est
seulement par endroits ou suivant certaines lignes que se
montre une variété de poils plus grands, presque spinescents.
Aucune différence n’existe, a cet égard entre le corps du tibia
et ses appendices. Suivant une loi tres générale, les poils ces—
sent a quelque distance de apex, sur les épines et sur les.
éperons; la partie qui demeure nue est toujours de consistance:
cornée, de couleur sombre et il est trés ordinaire que l’on re-
marque & sa base un poil beaucoup plus développé. Cette der-
niere particularité se vérifie spécialement pour les ongles des.
tarses, et il est & noter que chez les Nemobiites ce poil ongu-
laire est tres grand et trés flexueux (fig. 1, A, c).
Dans les types voisins, au contraire, on trouve la vesti-
ture composée de deux sortes de poils uniformément mélés:
les uns robustes, sombres, plus dresés; les autres petits,
hyalins, plus appliqués. Le poil ongulaire existe, mais il
est en forme d’aiguille, droit ou tout au plus arqué vers le
bout.
Si maintenant il s’'agit des Nemobius comparés entre eux,
d’autres différences, tout a fait d’accord avec celles tirées des
attributs sexuels examinés plus haut, tendent a séparer le
NV. sylvestris de ses congéneéres. )
La principale nous est offerte par deux crétes saillantes qui
(95) Pantel.— NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 58
longent latéralement soit les épines soit les éperons (1) et
marquent le raccordement des deux surfaces, respectivement
convexe et aplanie ou excavée, qui forment le contour de l’ap-
pendice (pl. 1, fig. 1 et 2). On les distingue partout, sauf sur
Pépine molle des oo’, quand elle existe, et partout elles sont
saillantes, de teinte plus. sombre et de nature cornée. Or,
tandis que chez le NV. sylvestris ces sortes d’arétes sont lisses
ou tout au plus irrégulierement ridées, chez les autres elles
sont tres réguliérement dentées en scie, les dents étant obli-
ques en arriére, a pointe mousse, d’autant plus saillantes
qu’on les examine sur un appendice plus robuste.
Je ne signalerai que pour mémoire de tres fins reliefs a
apparence d’écailles imbriquées, bien visibles sur l'ensemble
du tégument, chez le V. sylvestris comme chez beaucoup d’au-
tres Gryllides, mais que je n’ai pu retrouver dans les espéces
congéneres.
Tl eut été a désirer de rechercher comment se comportent,
par rapport a ces divers caracteres, les quelques genres qui
completent avec les Nemobius la sous-tribu des Nemobiites. Je
n’ai pu soumettre a examen que le Pseudonemobius pictus
Sauss., dont je possede un c’ en tres bon état, recu tout récem-
ment de mes excellents correspondants et confréres du Collége
St-Joseph de Trichinopoly. La vestiture des pattes y est la
méme que dans les Nemobdius ordinaires et les crétes longitu-
dinales de leurs appendices y sont dentées en scie, mais les
épines premiére et derniere de la série interne, dans le tibia
posterieur, sont normales.
Conclusions.—1° Dans la grande généralité des Nemodbius, la
premiére épine de l’aréte interne du tibia postérieur des males
est différenciée en un organe spécial, probablement tactile,
Vexistence de cet organe étant fréquemment accompagnée
d’une modification dans la forme et dans les dimensions de
la derniére épine de la méme série.
Ces deux faits constituent le premier exemple connu d’une
(1) M. Brunner /Prodromus, p. 418) suppose que les éperons se distinguent des
épines par leur vestiture, mais ce criterium dont je ne conteste pas la valeur pour
d’autres groupes n’est plus applicable dans celui-ci; on ne peut guére s’orienter,
ainsi que le veut M. de Saussure (@ry/llides, p. 177) que par la position et la direction
de l’appendice.
54 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (96)
différenciation sexuelle affectant l’armure des pattes, chez les
Grillons.
2° Les Nemobius se distinguent des autres Gryllodées par
des caracteres nettement tranchés, offerts par la vestiture des
pattes.
3° Le Nemobius sylvestris se sépare des autres, soit par
l’absence de toute différenciation sexuelle dans les épines,
soit par absence de serrulation aux arétes des épines et des
éperons.
2. Avortement des ailes.
C’est un fait assez commun chez les Grillons, que certaines
especes, appartenant a des groupes tres divers, sont pourvues.
délytres normalement développés ou simplement raccourcis
et d’ailes tellement petites qu’elles passent facilement inaper-
cues, en sorte que l’insecte est simplement qualifié d’aptére,
méme dans les meilleurs ouvrages descriptifs. Nos trois Vemo-
bius @EKurope et plusieurs autres Gryllides sont tout spéciale-
ment dans ce cas. Cependant des ailes existent, dans ces di-
verses espéces, mais tres petites, tout a fait latérales et plus
ou moins ratatinées; elles atteignent le bord postérieur du
metanotum chez le NV. sylvestris ot elles sont un peu plus
difficiles & apercevoir, et le dépassent notablement dans les
deux autres especes.
Voila donc, chez ces Grillons, une complete uniformité, au
point de vue de l’état définitif des organes du vol. Y a-t-il eu
uniformité dans les processus biologiques préparatoires qui
ont amené cet état? Telle est la question que je me propose
d’examiner.
Nemobius sylvestvis.—Si Yon observe une nymphe (1) bien
développée de Nemobius sylvestris, et pour fixer davantage les
idées, une 9 a laquelle il manque une seule mue, on lui re—
connait les caractéres suivants (fig. 3): 1° le moignon de l’ély-
tre, parfaitement reconnaissable & son insertion mésonotale,
asa situation et aux futures nervures déja bien indiquées, est
de beaucoup le plus grand; 2° le moignon de Vaile est plus
(1) J’emploie ce mot dans le sens large et purement conventionnel qui seul lui
correspond quand il s’agit d’insectes 4 métamorphoses incompletes.
(97)
Pantel.—NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 55
réduit dans toutes ses dimensions, étroit, spatuliforme, nulle-
ment triangulaire comme dans les cas ot l’adulte posséde des
ailes normales.
Ce sont bien les caracteres auxquels on pouvait s’attendre:
les fourreaux sont entre eux dans le méme rapport de gran-
deur que les appendices défi-
nitifs; celui de Vaile n’a point
la forme que lui imprime d’or-
dinaire le développement pre-
dominant du champ anal, d’ou
il faut conclure que ce déve-
loppement et par suite celui de
Vaile tout entiere, a été de tres
bonne heure frappé d’arrét.
Autres espéeces européennes .—
Les choses se passent tout au-
trement chez les VN. lineola-
tus et Heyden. Tout dabord,
on est assez surpris de cons-
tater, chez les nymphes de ces
especes, Pexistence de grands
fourreaux alaires, débordant
notablement ceux des élytres
et atteignant ou dépassant le
milieu de abdomen (fig. 2).
Leur forme est triangulaire et
ne differe pas plus que les di-
mensions de ce que l’on ob-
serve chez les espéces a ailes
normales. Ici Varrét de déve-
loppementne porte jamais sur
le fourreau. A quelle époque
atteint-il Vorgane intérieur?
L’observation microscopique
des moignons, fixés et con-
Fig. 2.
Fig. 2 et 3.— Moignons des organes du vol
dans les nymphes complétement dévelop-
pées des deux types de Nemobius. Gr.
2). Nem. lineolatus O;—A, élytre droit ; —
B, aile droite ;—a@, région sombre, corres-
pondant a l’aile avortée.
3). Nem. sylvestris O;—A, élytre droit ;—
B, aile droite.
Dans les deux figures les organes ont été
dessinés tels qu’ils se voient dans leur si-
tuation normale, mais un peu écartés; les
bords de droite correspondent, par suite du
renversement qui caractérise les nymphes,
aux bords internes des organes adultes.
venablement éclaircis, fournit sur ce point quelques don-
nées.
Sagit-il d'un sujet ayant a subir plusieurs mues? j’ai tou-
jours trouvé que Vaile remplit exactement son fourreau. On
la reconnait aisément a ses grosses trachées qui marquent la
56 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (98)
position des nervures définitives et & une réticulation fine,
refringente, qui occupe le fond général. Trachées et réticula-
tion sont a contours nets, sans indices de dégénérescence.
Sest-on adressé a une nymphe bien développée, & laquelle
il ne manque, semble-t-il (1), que la derniére mue? l'état de
Vaile peut étre le méme que dans le cas précédent; mais il
peut aussi étre tout autre, du moins chez le JV. lineolatus. Trois
fois sur huit j’ai constaté.que Vaile ne remplit qu’a moitié son
fourreau (fig. 2, @). Son. contour propre, parfaitement visi-
ble (2) se maintient partout & une grande distance de celui du
fourreau, principalement aux bords distal et postérieur. En
méme temps, des indices de dégénérescence peuvent se re-
marquer: les principales trachées sont encore visibles, mais
sous la forme de canaux mal limités, sans filament spiral dis-
cernable; la fine réticulation qui dessinait des aréoles a con-
tours arrétés a fait place a un aspect chiffonné.
Ces faits ne paraissent susceptibles que d’une interprétation:
Vaile se développe normalement, jusqu’aux derniéres mues
et ses dimensions accompagnent celles de son fourreau; a une
époque probablement variable suivant les individus, mais qui
semble coincider avec la derniére ou l’avant-derniere mue,
elle est frappée d’atrophie et subit une dégénérescence plus
ou moins profonde; chez Vadulte elle ne constitue qwune
lame desséchée et inerte, n’atteignant pas, & beaucoup pres,
la longueur qu’elle avait dans le moignon de la nymphe.
Conclusions.—Les espéces qui font Vobjet de ces observations
peuvent étre prises respectivement pour types de deux grou-
pes de Grillons (peut-étre faudrait-il dire dInsectes), ayant
cela de commun que sous leur forme définitive ils possedent
des élytres développés ou simplement raccourcis, mais des
ailes avortées.
A Pun de ces groupes, représenté par le Nemobius sylvestris,
je rapporterais surtout des espéces chez lesquelles les ély-
tres ne sont bien développés que chez le ¢, p. ex. les Gryllo-
(1) Sur ce point il regne toujours quelque incertitude. Une nymphe bien nourrie
4 laquelle il manque deux mues différe peu d’une nymphe malingre a laquelle il en
manque une seule. C’est peut-étre a cette circonstance qu’il faut attribuer les diffé-
rences observées.
(2) L’observation est beaucoup plus malaisée chez le N. Heydeni, a cause de la
couleur plus sombre de l’organe.
(99) Pantel.—NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 57
des (1) du type de pipiens Duf. Leur caractéristique, au point
de vue qui nous occupe, est que:
Les ailes se développent trés tard, et trés peu; leur fourreau
waffecte point la forme de lame triangulaire et demeure plus
petit que le fourreau élytral, pouvant étre débordé en arriére par
celui-ci (So); Véetat définitif de Vaile résulte dun simple arrét
de développement, plutot que @une dégénérescence.
Un deuxieme groupe, représenté par les deux autres Vemo-
bius européens, contient des especes a élytres bien développés,
méme chez les ¢Q. Plusieurs Gry//us, p. ex. certaines variétés
a ailes abortives du trés polymorphe G7. burdigalensis Latr.,
s’y rattachent, suivant toute probabilité. Dans ce groupe:
Les ailes se développent dabord normalement; leur fourreau
prend la forme et les dimensions qui caractérisent les espéces a
ailes normales et déborde le fourreau élytral, méme chez le <;
Vétat définitif résulte dune dégénérescence consécutive a la crise
physiologique qui accompagne les derniéres mues.
Si j’ai insisté quelque peu sur ces faits, c’est que je leur
suppose une assez grande généralité et une assez grande im-
portance, sil s'agit @apprécier en tant que caractére la pré-
sence de rudiments alaires chez les adultes. Il est clair que
les especes du premier groupe sont le plus éloignées de se
montrer avec des ailes développées; pour elles, ’absence d’ai-
les est rigoureusement un caractére spécifique. Celles du se-
cond ne paraissent différer des especes & ailes normales que
par ce fait que leurs ailes ne peuvent franchir la crise physio-
logique contemporaine de la derniére ou de l’avant-derniére
mue. Celles-ci sont bien moins éloignées de se montrer avec
des ailes développées, ou du moins avec des ailes simplement
raccourcies , comme il arrive chez divers Grillons; on concoit
que des circonstances de milieu plus favorables soient la seule
condition d’ou dépende un tel état. L’aptérisme, dans ce cas,
n’est a la rigueur qu’un caractere de race. Les Nemobius syl-
vestvis et ceux de son groupe (s'il en existe) sont essentielle-
ment aptéres; les autres essentiellement ailés.
(1) M. Bolivar, dans une étude ot il a heureusement débrouillé le genre Gry/Jlo-
des, en ce qui touche les espéces européennes (ANAL. DE LA Soc. Esp. DE HIST. NAT.,
t. xxi, Act., p. 44) a fait remarquer avec raison que des ailes existent dans plusieurs
espéces de ce genre. Toutefois, celles dont il s’agit ici, ne paraissent pas étre celles
visées par sa remarque.
58 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (100)
La conséquence, relativement a la classification du Nemo-
bius sylvestris, se dégage delle-méme: cette espéce, d’ailleurs
si différente des autres par ’armure et la vestiture des pattes,
peut et doit étre retirée du genre Nemobius pour étre placée
dans un genre nouveau. Mais pour caractériser correctement
ce dernier, il conviendra de soumettre 4 une révision géné-
rale les tres nombreuses espéces exotiques de la tribu.
(101) Pantel.—NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 59
Ve
LES ORTHOPTERES DU «SITIO» DANS LA SIERRA DE CUENCA.
Introduction.
Les notes qui suivent auraient pu recevoir pour titre: « Kx-
cursions orthoptérologiques a la Ciudad encantada et dans ses
environs.» Ce nom pittoresque, bien connu des lecteurs de ces
ANALES ot a paru en 1875 (1) un important mémoire sur les
curiosités géologiques qu'il rappelle, aurait eu Pavantage de
fixer de suite les idées sur le lieu de l’exploration. Si je ne lui
ai pas donné la préférence, c’est que tout en se trouvant inclus
dans le cercle de mes excursions, le célébre plateau et le cir-
que du Cambron qu'il domine n’en ont pas été le centre. C’est
en réalité autor du Sitio, hameau situé sur la rive droite du
Jucar, & une demi-heure de marche et au SO. du Cambron,
qu’elles ont rayonné.
Il m’en ett cotté, dailleurs, de ne point consacrer par ce
petit travail scientifique le souvenir de cette hospitali¢re de-
meure qu'un généreux bienfaiteur et ami, M. le Député
Ortega, veut bien mettre annuellement a la disposition du
Collége théologique d’Uclés, pour la période de ses vacances.
J’y étais engagé non seulement par le sentiment de la recon—
naissance, mais encore par le désir de rendre hommage a l’in-
térét que M. Ortega a toujours gardé aux recherches scientifi-
ques, méme parmi les préoccupations absorbantes de la car-
riere parlementaire.
(1) BorEeLtia y DE Hornos (D. F. de): Za Ciudad Encantada. Hoces salegas y torcas
de la provincia de Cuenca. Serie 1, t. 1v.
60 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (102)
Les descriptions de M. Botella me dispenseront d’entrer dans
de longs détails topographiques. Nous sommes en pleine mon-
tagne. Les excursions, en partant du Sitio, peuvent avoir pour
but les champs et les landes graveleuses qui s’étendent au
fond de la vallée, de part et d’autre du Jucar, ou, de préfé-
rence, les hauteurs entrecoupées de gorges pittoresques qui
se dressent de toutes parts a horizon. Les bois de pin forment
le caractére saillant de la végétation wiaturelle. Ce ne sont
point, il faut se hater de le dire, les stations préférées des Or-
thopteres. Mais les nombreuses et larges clairiéres qui les sil-
lonnent, les plateaux ou les pentes plus découverts, a végéta—
tion rabougrie, ol dominent, parmi les arbrisseaux, des ché-
nes et des genévriers, et parmi les arbustes, divers genéts
épineux, l’épine-vinette, le romarin, parfois des cistes, comme
entre le Sitio et Zarzuela, parfois le buis commun, comme au
dessus de Villalba, enfin, et surtout.les nombreuses plages
dénudées qui entourent toujours les masses rocheuses, dans
ce pays si accidenté: tout cela constitue des conditions @habi-
tat particuliérement favorables au développement de ces in-
sectes.
Les excursions qui ont fourni les matériaux de cette étude
ont été commencées en 1891 et se sont repétées annuellement,
depuis cette date, sauf en 1892. Malheureusement elles ont
eu lieu toujours a la méme époque, du 1l* au 15 aout. Aussi,
bien quwelles aient été assez assidues et favorisées par le con-
cours trés actif de plusieurs de mes compagnons ou éléves que
je me plais & remercier ici, on ne saurait considérer le fruit
de nos chasses comme absolument suffisant pour représenter
la faune orthoptérologique du pays. Plusieurs espéces ont deja
disparu a cette époque: c’est le cas de Ameles Assoi Bol., Ste-
nobothrus apicalis Herr.-Sch., divers Gryl/us, du moins pour
les environs d’Uclés; d’autres, plus tardives, ne se sont pas
encore montrées: peut-étre Jris oratoria L., Ameles decolor
Charp., divers Hphippigera et bien d’autres especes que l’on
pourrait étre surpris de ne pas rencontrer sur le catalogue
qui suit. Il est a présumer néanmoins que le principal avan-
tage que Von pourrait attendre de recherches ultérieures se
réduirait & ajouter quelques unités au total actuel des espéces,
sans modifier bien sensiblement le caractere de la faune. Je
crois méme que les sites explorés, dans diverses directions,
(103) Pantel.— NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 61
sont assez nombreux et assez variés pour que l’on puisse voir
dans notre catalogue une premiére esquisse de la faune de la
Sierra en g@énéral. .
PLAN DU TRAVAIL.—Bien que les zowveautés proprement dites
dont j aia rendre compte soient relativement peu nombreu-
ses, il m’a paru convenable de les décrire a part et en pre-
mier lieu. °
L’énumeération générale des especes suivra, d’aprés l’ordre
du Prodromus, si souvent et si justement loué, de M. Brunner
de Wattenwyl.
Le principal intérét @un catalogue étant avant tout faunis-
tique, je m’attacherai, dans cette seconde partie, & donner
quelques rapides renseignements sur les conditions de cap-
ture et sur la zone géographique attribuée a Vinsecte; ce sera,
avec Vindication de la description originale, le fond commun
et le minimum de la mention consacrée a chaque espece. Il y
sera ajouté a occasion des remarques du caractere le plus va-
rié: descriptives, critiques, éthologiques, biologiques, pouvant
servir a compléter la connaissance de certaines espéces ou
méme de certains groupes. Ce travail deviendra ainsi une
sorte de relevé du journal @observations.
CrraTions.—Parmi les espéces énumérées, il en est de vul-
gaires, dont la patrie est trop connue pour qu'il soit opportun
de s’y arréter. Je ne lindiquerai que par un mot et seulement
par raison d’uniformiteé.
Quant a celles, assez nombreuses, dont l’aire de dispersion
est restreinte ou incomplétement connue, j’ai cru utile d’énu-
mérer les principales localités ot elles ont été signalées. Ces
renseignements sont empruntés a un certain nombre de pu-
blications soit générales, soit particuliéres 4 la faune espagno-
le, qui seront citées par un simple numéro de renvoi a la liste
ci-jointe. J’ai & peine besoin de faire remarquer que cette Liste,
dressée dans un but tout spécial, laisse forcément de cété un
grand nombre d’ouvrages et ne doit étre considérée que com-
me un extrait de la bibliographie générale des Orthopteéres.
62
[3]
[7]
ANALES DE HISTORIA NATURAL. (104)
Bo ivar
(D. Ignacio).
BRUNNER
(C. v. Wattenwyl).
CazuRRO
(D. Manuel).
Dvusrony
(A, de Bormans).
Finot
(A.)
Fiscuer (H.).
PANTEL
(J. 8. J.)
SAUSSURE
(H. de).
1875-77. Sinopsis de los Ortépteros de Espana y
1878.
1887.
1887.
1894.
1882.
1888.
1878.
1890.
1853.
1890.
1887.
Portugal.(Anau. DE La Soc. Esp. pe Hist.
NAT., tomos V, VI, VII.)
Analecta orthopterologica. (Ibidem, t. v11.)
Especies nuevas 6 criticas de Ortépteros.
(Ibidem, t. xv1.)
Essai sur les Acridiens de la tribu des
Tettigide. (Annal. de la Soc. Ent. de
Belgique, t. xxx1.)
Ad cognitionem orthopterorum Europe et
confinium. (Act. de la Soc. Ese. pe Hist.
NaT., t. XXIII, sesidn de Febrero.)
Prodromus der Europdischen Orthopteren.
Leipzig.—J’emprunterai souvent 4 cette
excellente source, entre autres rensei-
gnements, l’indication de la description
originale.
Enumeracion de los Ortépteros de Espana
y Portugal. (Anau. DE La Soc. Esp. pe
His. nat., t. xvui.)—Cette publication
est particulierement importante au
point de vue des espéces espagnoles,
lauteur s’étant attaché a y réunir, en
les complétant, les données antérieures.
Essai sur le genre «Chelidura». (Ann. del
Mus. ciy. di Stor. nat. di Genova, t. x11.)
Faune de la France. Insectes Orthoptéres.
Fontainebleau. Paris.
Orthoptera europaea. Lipsiae.
Notes orthoptérologiques. III. Les Orthop-
teres des environs d’Uclés. (ANAL. DE LA
Soc. Esp. pe Hist. nat., t. xIx.)
Spicilegia entomologica Genavensia. 2, Tri-
bu des Pamphagiens. Genéve.
1884-88. Prodromus (Edipodiorum. Genéve.
(105) Pantel.— NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 63
1. Descriptions originales.
GEN. Geomantis, gen. nov.
(yi, terra; waves, mantis; alludit moribus essentialiter terrestribus
speciei mox describende.)
Genus.in divisione Gonypetarum, juzta gen. Entellam Stal
collocandum.
72. —Caput robustum, latiusculum. Oculi globosi. Clypeus
modice tumescens. Scutellum frontale fortiter transversum, mar-
gine supero rotundato-producto. Fastigium frontis excavatum,
cum fastigio capitis angulato-unitum. Ocelli expressi, plica ele-
vata protecti, in triangulum rectangulum vel obtusangulum dis-
positi. Fastigium capitis ab antico visum rotundatum [pl. 1,
fig. 3 #]; hujus lobi laterales sulco subobsoleto distinguendi,
postice, juxta oculos, in tuberculum producti [fig. 3 4, ¢].
Pronotum parum longius quam coxe antice, undique limba-
tum, disco inequali, granoso, subtiliter carinato, marginibus
lateralibus tuberculis setigeris per totam longitudinem armatis.
Metazona diametrum transversum capitis circiter equans, fere
2-plo longior quam prozona, modice coarctata. Core antice mar-
gine antico spinulis articulatis gracillimis (1), inter se inequali-
bus, margine postico pilis spinescentibus irregulariter dispositis
armato (2). Femora antica extus, preter spinam genicularem
spinis quatuor erectis armata; spine discoidales quatuor, in se-
riem leviter arcuatam disposite. Tibie antice extus spinis typice
septem, spina basali aliquantulum a basi ipsa distante.
Pedes intermedi et postici graciles, breviusculi. Femora subtus
(lL) Ces accessoires ne sont en réalité que des poils spinescents, dont quelques-
uns seulement peuvent recevoir le nom d’épines, 4 cause de l’importance de leur
bourrelet basal, lequel, d’ailleurs, se fait généralement remarquer par une tache
noire. Il importe de rappeler que dans quelques genres voisins on trouve, alaméme
place, de véritables épines perpendiculaires, inarticulées.
(2) J’omets 4 dessein de parler des lobes antérieurs des hanches. Stal a attribué
une importance probablement exagérée a ce caractére essentiellement variable. Dans
Pespéce qui sert 4 caractériser le nouveau genre, ils sont tantét seulement rapprochés
de maniére 4 comprendre un sinus linéaire, tantodt soudés suivant la ligne de con-
tact, et paraissent dans ce cas trés divergents.
64 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (106)
serie spinularum subtilium unica, apice spina geniculari armata.
Tibia subtus serie spinularum duplici. Tarsi articulo 1° elonga-
lissimo, subtus serie duplict spinularum densissima armato.
Abdomen parallelum. Cerci breves.
Jo .—Antenne elongate, sat robuste. Abdominis segmenta 8™
et 9™™ abbreviata. Lamina supra-analis sat elongata, triangu-
laris, laminam subgenitalem circiter obtegens.
0.—Antenne breves, gracillime. Abdomen apice rotundatum,
marginibus sinum angulosum cum marginibus ovipositoris
formantibus, segmenta 7™™, 8™™, 9™™ valde abbreviata. Lamina
supra-analis distinctissime transversa, rotundata vel obtusis-
sime triangularis. Lamina subgenitalis magna, apice fissa, lobis
utrinque ovipositori adpressis. Ovipositor brevissimus, valvulis
inferis (7x vivente) globoso-terminatis.
J’établis ce genre sur une petite Mantide aptere et de mceurs
terricoles que je n’ai pu rattacher a un des genres existants.
Ses affinités, dailleurs, ne sont pas tellement manifestes
quwelles s'imposent a observation. Si l’on se laissait impres-
sionner par habitus, l’état du tegument, diverses particula-
rités de conformation sur lesquelles je ne crois pas utile d’in-
sister et surtout une communauté de mceurs assez étroite, on
n’y verrait guere qwun Fischeria un peu raccourci, resté nain
et aptere. Ce fut ma premiere pensée. Je me hate de reconnai-
tre quelle n’était pas suffisamment raisonnée et qu’elle eut un
premier inconvenient pratique regrettable, celui de me faire
négliger durant plusieurs années cette petite espéce que j’avais
une fois prise pour une larve de Fischeria betica Ramb.
C’est en réalité dans un groupe nouveau pour la faune eu-
ropéenne, parmi les Gonypete, qu'il convient de lui chercher
une place, ainsi que M. Brunner, dont je suis heureux de pou-
voir invoquer ici ’opinion, a bien voulu me le faire observer.
On éprouve bien quelque embarras lorsqu’on cherche a clas-
ser l’'insecte au moyen des tableaux dichotomiques de la Révi-
sion du Systeme des Orthoptéres, dans lesquels le savant auteur
a synthétisé les systemes de M. de Saussure et de Stal. On doit
admettre, pour arriver au groupe des Gonypete que le prono-
tum n’est pas plus long que les hanches antérieures, qu il est
lisse en dessus et non caréné, tandis qu'il est visiblement plus
long, tuberculeux et caréné. Mais de semblables difficultés
(107) Pantel.— NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 65
doivent se rencontrer forcément dans un systeme absolument
général, surtout quand il s’agit dune tribu aussi riche en
genres que celle des Mantide. D’ailleurs la véritable apprécia-
tion des caractéres énoncés est quelque peu facilitée, dans le
cas actuel, par la comparaison avec les tableaux moins con-
densés de Stal.
La parenté de Geomantis avec les Gonypete ressort avant
tout de la biiéveté du pronotum et de la longueur du premier
article des tarses intermédiaires et postérieurs, deux caracte-
res qui se retrouvent isolément dans d’autres groupes (le pre-
mier dans la division des Ameli, le second dans celle des Wa-
nomantes), mais dont la coexistence est caractéristique de
celui-ci. La briéveté du pronotum s’apprécie, d’aprés Stal, par
comparaison avec le diamétre transversal de la téte (les yeux
compris). Les résultats de la comparaison sont a vrai dire fort
variables d’un individu al’autre. Cependant on peut se rendre
compte que la largeur de la téte, dans Geomantis, est comprise
entre la longueur totale du pronotum et la longueur de la
métazone seule; par suite, le pronotum reste dans les limites
de grandeur assignées pour les Gonypete. La longueur du pre-
mier article des tarses est un caractere plus raide, dans son
expression, et plus facile & saisir par comparaison avec les ar-
ticles suivants pris ensemble. La fig. 3 D le met sous les yeux
du lecteur.
Reste a déterminer, parmi les genres nombreux qui consti-
tuent le groupe, celui ou ceux auxquels le genre Geomantis
parait plus étroitement allié. Nayant point & ma disposition
les éléments d’une discussion d’aprés nature suffisamment
compléte, j’indiquerai simplement, a titre de premiére appro-
ximation, les résultats dune étude purement théorique, faite
surtout @apres Stal (1) et de Saussure (2). Il est juste d’ajouter,
cependant, que ces résultats me paraissent d’accord avec ceux
fournis par l’observation directe de quelques types (Gonypeta,
Entella, Dystacta) que M. Bolivar a bien voulu, tout récem-
ment, me procurer.
Le systeme de Stal conduit assez réguliérement et sans vio-
lence aun rapprochement avec Hntel/a Stal. De fait, ce genre,
(1) Recherches sur le Systeme des Mantides. Stockholm , 18738.
(2) Mélanges orthoptérologiques, III et Suppl. Genéve et Bale, 1870-71.
ANALES DE HIST. NAT. —XXV¥, 5
66 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (108)
établi d’aprés le Gonypeta Delalandi Sauss., comprend des es—
peces de petite taille, 4 99 presque entiérement privées d’ai-
les, ayant tout un fonds de caractéres importants que l’on re-
trouve dans Geomantis: vertex peu élevé et arrondi, métazone
modérément étranglée, femurs antérieurs peu dilatés, armés
de 4 épines discoidales, fémurs intermédiaires et postérieurs
munis d’une épine géniculaire, tibias antérieurs portant exté-
rieurement 7 épines. Quelques autres caractéres non signalés
dans la caractéristique générique de Stal, mais attribués au
Gonypeta Delalandi par M. de Saussure (1), sont également
communs aux deux types: le pronotum et les hanches anté-
rieures sont trés finement denticulés, le tégument est rugu-
leux, du moins sur l’abdomen, et les segments 7, 8, 9 sont no-
tablement raccourcis.
D’autre part, la séparation du genre nouveau parait plus
aisée encore que son rapprochement. Des caracteres propres
assez nombreux et importants ont été soulignés dans la diag—
nose ci-dessus. Je considere comme spécialement dignes d’at-
tention :
Le prolongement tuberculiforme des lobes juxta-oculaires, cons-
tituant un caractére nouveau pour le groupe. Pour lap-
précier il convient de regarder lVinsecte de profil et un
peu en dessous, de telle sorte que l’avancement se pro-
jette sur un fond clair.
Le contour du pronotum, dans lequel, par suite de la briéveté
de la prozone, la dilatation surcoxale se trouve reportée
assez en avant, ce qui altére profondément la forme
losangique, si commune dans tout le groupe.
La forme paralléle de Vabdomen, dans les deux sexes. Chez
FE. Delalandi Vabdomen de la Q s’élargit graduellement
d’avant en arriére (figure citée); bien plus, M. de Saus-
sure attribue a toute la division des Gonypeta propre-
ment dits un «abdomen large, déprimé, triangulaire »
(op. cit., p. 199). Peut-étre y aurait-il lieu de faire ob-
server a ce sujet que la forme triangulaire peut bien
tenir a un retrait accidentel des derniers seements. Une
(1) Mélanges orthoptérologigues, III, p. 203; pl. rv, fig. 12 et 13.
(109) Pantel.— NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 67
telle modification est fréquente chez les exemplaires
mal préparés de Ameles Spallanzania, p. ex. et a été
précisément dessinée par Fischer (1), au lieu de la for-
me normale en fuseau. Mais quoi qu'il en soit de ce dé-
tail, il est hors de doute que l’abdomen de Geomantis
n’est nullement fusiforme; il rappelle celui des Fische-
rie, bien plus que celui des Gonypete.
La briéveté des pieces génitales, dans les deux sexes, avec di-
verses particularités de forme connexes avec ce carac-
tere. L’oviscapte n’est pas beaucoup plus large a la base
qu’a l’apex et se détache brusquement, comme si l’ab-
domen avait été fortement pincé. Chez le o’, la plaque
sous-génitale est a peu prés cachée sous la plaque sur-
anale, tandisque dans Hnfe//a elle fait une forte saillie
au dela.
Les caracteres tirés des organes du vol ont été largement
mis a profit, dans ce groupe, pour la délimitation des coupes
génériques. Sans mettre en doute lutilité réelle de ce crite-
rium j’ai préféré m’en affranchir tout a fait. Quant on voit
dans des groupes voisins, dans le genre Ameles p. ex., des
espéces dont les 99 seules possedent des organes réduits et
d’autres dont les deux sexes sont completement aptéres (A. ap-
zera La Fuente), on ne peut guére envisager Vaptérisme que
comme un caractere d’ordre spécifique.
Geomantis larvoides sp. n. (Pl. 1, fig. 3, A-//).
Jd P.—Statura pusilla. Corpus cinerewm, vel terroso—ferrugi-
neum, fusco-notatum, apterum.
Pronoti dilatatio supra-coralis spatium inter-oculare latitu-
dine fere attingens; sulcus transversus utrinque in prozonad an-
trorsum continuatus , quomodo originatur area converiuscula,
paulo longior quam latior; metazona antice utrinque foveola
punctiform , a margine laterali et linea media fere eque distan-
(1) Orthoptera europea, pl. viii, fig. 5.
68 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (110)
te, impressa; postice, juxta lineam mediam, gibbulosa, margine
postico truncato vel leviter exciso.
Mesonotum distinctissime, metanotum subindistincte postice
excisa, utrinque rugula arcuata, necnon carinula media perspi-
cuis. Elytrorum alarumque rudimenta viz distinguenda, pallida,
haud articulata.
Segmenta abdominis basalia dorso medio-carinulata. Segmenta
omnia margine postico granis atris, sepe elongatulis, seria-
tis (1), scabra.
o.--Gracilis. Corpus totum leviusculum, dorso regulariter
obscuriore, lateribus pallescentibus, abdomine supra fusco-tenia-
to, tenia interdum lineam albescentem includente. )
Prozona haud vel vir granosa, longitudinaliter medio impres-
sa, impressione plus minusve antice interrupta et postice carinula
oceupata. Metazona parce atro-granosa, carina media distinctiore.
Segmenta abdominis dorsalia 8™™ et 9™™ inter se equalia, et si-
mul sumpta segmento 6° longitudine subequalia. Lamina supra-
analis segmento 9° paulo longior, subdeplanata, carinulata. Cerci
longiusculi, articulo apicali oblongo, reliquis globosis. Lamina
subgenitalis parcissime villosa.
0.—Crassiuscula. Corpus supra rugosum, fascia dorsali abdo-
minali rarissime integra, interdum nulla , sepius maculis seria-
tis indicata.
Pyonotum disco granis elevatis, lateralibus pallidis, dorsalibus
atris, ornatum; carina media, in vivente saltem, subobsoleta.
Segmenta abdominis basalia dorso rugulis lateralibus perducto,
necnon pliculis transversalibus, irregularibus, inequali; segmen-
la 2-5, in exemplis coloris vividioris, macula discoidali pallida,
subrhomboidea, ornata; segmenta 7™™, 8™™, 9™™ valde abbreviata,
simul sumpta segmentum 6"™ longitudine subequalia. Lamina
supraanalis dimidiam longitudinem segmenti 6* circiter attin-
gens. Cerci breves; articulo apicali gracili, elongatulo; reliquis
globosis. Lamina subgenitalis villosula, apicem cercorum attin-
gens. Ovipositor parum exsertus, valvulis superis viz apparenti-
bus, valoulis inferis dilatatione globoso-truncata laminam sub-
genitalem superantibus.
(1) Se correspondant d’un segment a l’autre.
(111) Pantel.—NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 69
MONIT COMP ee mively eed ares cc): (Co eee. Ogamm (1)
<=) |S PROMOG sak ares miayciss 4,3 5
— CORARAMIUNG ace os oiaee woe 3,5 4
—_ PO TAREA ATMEL Cs che celay0, 4, dieterecs 4,2 5
HE y/ MOS bial ace & ele wi ate sve 6,2 6,8
<= MDE WPOSE. vse < cleie ee 010 © 6,5 7
=i PABST POSBICH ..cihe.4 sce'sso'e 6 6
— artic. primi, tarsi post. 3,9 3,5
Fischeria betica (larva), Pantel, 1886, «Contribution a Vorthop-
térologie de ’ Espagne cen-
trale.» (ANAL. DE LA Soc.
Esp. DE HIST. NAT., t. XV.)
—_ — — 1890, «Notes orthoptérologi-
ques.» (Ibidem, t. x1x.)
Hapitat. Cerros dénudés et arides, aux environs d’Uclés et
du Sitio; plus commun et moins cantonné dans cette derniére
localité ot il se répand jusque dans les champs cultivés. On
le trouve courant sur le sol, la larve en juin, l’adulte en juillet
et aoit.
L’impression que fait cette petite espéce, qu'on Vobserve
vivante ou desséchée, est absolument celle d'une larve. Absen-
ce compléte d’organes du vol, organes sexuels externes & peine
saillants, taille chétive, tegument assez mou, malgré sa cou-
leur terreuse, pour se ratatiner, durant la dessiccation, comme
celui d’une larve délicate: tout semble conspirer pour dissimu-
ler son véritable état.
J’ai déja dit comment j’ai été trompé par ces apparences.
Je dois ajouter que je n’ai été compléetement rassuré sur le
(1) Toutes ces dimensions sont prises sur deux individus frais et de taille moyen-
ne; elles sont destinées principalement 4 renseigner sur les grandeurs relatives des
‘diverses parties. La taille elle-méme est assez variable, comme toujours. Sur une
nombreuse série d’xemplaires desséchés, et par suite trés rétractés, je la trouve com-
prise entre 16 et 18™™ pour le CG, 19 et 25™™ pour la Q.
Il me parait important de faire remarquer que la dessiccation, quelque ménagée
qu’elle soit, détermine ici des altérations de forme assez profondes. Non seulement
les segments et les piéces molles, en général, se contorsionnent et se dissimulent en
partie, mais encore les petits accidents du tegument, tels que plis et reliefs de tou-
tes formes, s’exageérent a tel point qu’une description faite d’aprés des exemplaires
desséchés pourrait différer notablement de celle faite sur des exemplaires frais.
70 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (112)
véritable état de l’insecte que par les preuves matérielles em-
pruntées a des dissections répétées et par une petite oothe-
que, obtenue en captivité. Je m’abstiens de décrire aujourd’hui
cette ootheque, espérent m’en occuper un peu plus tard, dans
un travail d’ensemble pour lequel je réunis en ce moment
les matériaux.
Le contraste est frappant entre les habitudes de cette espéce
et celles des autres Mantodées que j’ai pu observer. Tandis
que celles-ci vivent sur les plantes ott elles se tiennent a
Vaffit, attendant leur proie, le Geomantis larvotdes court sur
le sol terreux, & la maniére d’un Fischeria, a la recherche de.
la sienne. Sa démarche n’est point saccadée ni malaisée, com-
me celles des Mantis, mais continue et rapide. II fait la chasse
a (les espéces trés variées, sans aucun doute; il semble cepen-
dant que les Microlépidopteres soient particuli¢rement l’objet
de ses poursuites. Il est fréquent en effet de retrouver leurs
squamules entre les épines des pattes ravisseuses, quand on
examine le petit mantien 4 un grossissement convenable. A ce
titre, c’est une espece & énumérer parmi les Insectes utiles.
Je termine ces observations déja trop longues en faisant re-
marquer, comme conséquence de l’autonomie de la nouvelle
espece, que le /ischeria betica Ramb. doit étre rayé du catalo-
gue d’Uclés, et, par suite, du catalogue de ’Espagne centrale
en général.
Caloptenus italicus, var. Wattenwyliana, nov.
A forma typica difert precipue: statura crassiore; pronoto
lateribus plus minusve inflato-gibboso et postice rotundato, cari-
nis lateralibus plerumque irregularibus, distinctissime extror-
sum convexis; elytris abdomine semper distincte, persepe notabi-
liter brevioribus, versus apicem attenuatis; femoribus posticis
latissimis (1).
Caloptenus italicus v. icterica Br., Prodrom., p. 217, nec. Ser-
ville.
(1) Comme il arrive toutes les fois que l’on a affaire 4 une race, non a une espéce,
les divers caractéres signalés n’acquiérent pas chez tous les individus leur plus
haute expression,
(113) Pantel.— NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 7
Hapsirat. Mémes conditions que le type: Malaga, Sicile,
Algérie [6]; champs incultes de la vallée du Jucar, pres du
Sitio [c. m.].
Il s’'agit manifestement d’une variété parfaitement caracté-
risée par M. Brunner et rapportée par lui au Calliptanus icte-
vicus Serv. Si j’ai cru en devoir changer le nom, c’est qwil
m’a paru impossible de lui adapter la description originale de
Serville. Cet auteur, en effet, attribue asa prétendue espece
des caractéres directement en opposition avec ceux de la for-
me qui nous occupe, p. ex.: des «élytres de la longueur de V’ab-
domen, arrondies au bout, transparentes (Orthopt., p. 691)»,
des ailes «entiérement incolores»; et ne luien attribue aucun,
d’autre part, qui lui convienne mieux qu’a aucun C. italicus
quelconque. La couleur jaundatre a laquelle le nom ictericus
fait allusion est une des innombrables variations assez fré-
quentes dans les champs de blé. La seule particularité un peu
embarrassante serait ’absence de couleur aux ailes: mais si
lon a égard a cette circonstance que Serville a fait sa descrip-
tion d’aprés un exemplaire unique, mutilé, non chassé par
lui mais recu d’un correspondant qui n’était peut-étre pas
entomologiste et qui avait bien pu l’exposer a des vapeurs
décolorantes, on conviendra que ce caractére n’a aucune va-
leur décisive. Au point ot les recherches de M. Bolivar et de
ses éléves ont porté notre connaissance de la faune espagnole,
il ne parait pas trop téméraire de conclure que le Calliptanus
ictericus Serv. ne peut étre qu'un C. i¢alicus trés ordinaire.
Ce nom, par suite, ne doit plus figurer que dans la syno-
nymie.
J’ajouterai encore une observation sur les variations du
C. italicus. Cest par égard pour une autre description de Ser-
ville que l’on a conservé le rang de varviété aux individus dont
le dessus est orné de deux bandes longitudinales blanches.
Ils constituent, comme on sait, dans les catalogues et dans les
collections, la var. marginella Serv. Mais il est & remarquer
que de tels individus se rencontrent partout ot se trouve les-
péce, comme il s’en trouve partout de bruns, de ferrugineux,
de mouchetés, etc. Bien plus, il s’en rencontre parmi ceux qui
viennent d’étre caractérisés ci-dessus et décrits sous le nom
de var. Wattenwyliana et que je crois constituer une race pro-
prement dite. Sil’on maintenait la var. marginella, on se trou-
R ANALES DE HISTORIA NATURAL. (114)
verait conduit a considérer ces derniers comme une variété
de variété et a les désigner par le nom inacceptable de C. ita-
cus, Vv. Wattenwyliana, v. marginella.
Ephippigera Ortegai, sp. n. (Pl. 1, fig. 4.)
oY 9.—Stature modice, atro-violacea, rufo vel flavo-variegata.
Caput parvum; fastigium verticis basi haud constrictum, trian-
gulariter, parum profunde excavatum; fastigium frontis tuber-
culiforme, elevato-productum.
Pronotwm pallidum, macula dorsali atra, plus minusve inva-
denti, ornatum; margine antico viz distincle, marginibus inferis
et postico distinctissime limbatis; caring laterales express@, in- .
crassale, crenulate, usque ad marginem posticum ducte. Pro-
zona sublongior quam metazona, ab hac per sulcum transversum
rectissimum, usque ad carinas laterales perductum, separata;
disco levigato, medio longitudinaliter aliquantulum sulcato,
transversim sulco arcuato, profundo, tmpresso; angulis anticis
subrectis, apice hebetatis. Metazona fornicata, fossulato-rugulosa,
postice late rotundato-truncata, medio, nedum carinata, potius
longitudinaliter impressa, saltem juxta sulcum transversum.
Lobi deflexi late impressi; margine infero sinuato, postice obli-
quissime rotundato-ascendente.
Llytra valde fornicata, fusca, venis incrassatis, aurentiaco-
rufis; area marginali membranacea, haud areolata.
Pedes modice elongati, graciles, rufo-violacei; tibia antice
supra sola spina apicali externa armate, subtus utrinque 5-6-spi-
nulose; femora postica subtus utringue spinulosa, spinulis inter-
dun obsoletis.
o-—Segmentum anale transversum. Lamina supraanalis mo-
dice producta, a supero visa subrhomboidea, non nihil impressa,
lobis lateralibus deflexis, angulato-productis, munita (1). Lamina
subgenitalis ampla, rotundata, apice triangulariter excisa, stylis
obscuris. Cerci cylindrici, pallidi, breviter pilosi, plica basali
incrassata superne atra, apice oblique rotundato-truncati et spina
(1) D’ow il résulte que lorsque ces parties défiéchies viennent a se relever, l’en-
semble forme un processus coupé droit en arriére, ou 4 peine anguleux.
(115) Pantel.—NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 73
duplici introrsum plus minusve vergente armati, spina interna
Jortiore. Valvule anales infere apice in mucronem desinentes.
Q.—Lamina supraanalis triangularis. Lamina subgenitalis,
apice triangulariter late excisa. Cerci conici, subulati. Ovipositor
duplicem pronoti longitudinem haud vel via attingens , distincte
recurvous (1).
{ abdomine valde turgescente et )
GLI AOU: ( ante dessiccationem.......... (oO cere oey.
=a TOT OIRO Ue eelea mt tche is te ILS onsyaher are. <hese.s 7 8
goreits asf OTS TANT Morea! dean iad atterbt ears ares 7 8,5
<=) FO TIMMDO SEL CR ior adh t.coh a oye olen avenge stare 14 15
=. JOVEWOSIUOEUS 2 io. n/,5. <6 le nim alecein ys © 0 15
Hasitat. Les sites les plus élevés de la région: Valsalobre,
las Majadas; parait se tenir de préférence sur les arbustes a
fruits noirs, tels que Berberis vulgaris et Juniperus communis.
Fort rare, du moins durant la premiére moitié d’aott.
Cet Lphippigera vient se placer dans le sous-genre S¢eropleu-
wus, & coté @une autre espéece montagnarde, l’#. Stali Bol.,
dont il se rapproche par le facies, la livrée générale et le type
fondamental des parties les plus caractéristiques. La distinc-
tion entre les deux est d’ailleurs tranchée; il suffit, pour la re-
marquer, de porter son attention sur la forme des cerci et de
la plaque suranale pour le ,’, et sur la briéveté, tout excep-
tionnelle dans ce groupe, de l’oviscapte, pour la ©.
La couleur, d’un beau violet, est probablement assez cons-
tante et en relation, sans doute, avec celle des fruits murs de
ses plantes préférées. Des cing exemplaires captures, dont
trois seulement adultes, quatre se trouvaient sur le Berberis
vulgaris et un sur le Juniperus communis, deux plantes a fruits
noirs, & maturité.
Il y aurait lieu de le croire tres rare, s’il fallait en juger par
le petit nombre d’individus capturés, malgré d’actives recher-
ches. Mais on peut présumer que nous ne l’avons chassé ni a
(1) On peut ajouter comme caractére secondaire que quelques segments ventraux
portent des marques particuliéres, ainsi qu’il arrive chez un grand nombre d’ Lphip-
pigera. Sur unique femelle examinée, les segments 6 et 7 offrent au milieu une pe-
tite elévation calleuse, de couleur sombre, allongée transversalement,
74 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (116)
l’époque ni aux heures de la journée les plus favorables. D’une
part, en effet, la premiére moitié d’aott parait étre l’époque
de sa transformation et la livrée seule indiquerait suffisam-
ment que l’espéce doit se trouver surtout plus tard, quand les
fruits des Berberis ont muri. D’une autre part ses habitudes
en captivité m’ont fait voir que c’est le matin surtout qu’il se
montre actif et remuant, tandisque nous avons été amenés a
le chercher aux heures les plus chaudes de la journée , quand
la plupart des individus étaient probablement cachés au pied
des buissons. C’est, du reste, une remarque assez générale a
faire sur les Hphippigera, que beaucoup d’entre eux chantent
toute la nuit et surtout aux premieres heures du jour, ou
sur le soir, mais se tiennent immobiles, ou cachés, aux heu-
res les plus chaudes; tels les HH. Perezi Bol., Zapateri Bol.,
Miegi Bol.
La stridulation du <% est assez faible, du rithme le plus élé-
mentaire, composée uniquement d’un ou deux coups d’élytre
se répétant a des intervalles assez considérables.
Je prie M. Ortega d’agréer la dédicace de cette espece, en
souvenir de sa vaste et pittoresque propriété de Valsalobre
ou elle été capturée, dans une excursion dont il avait lui-
méme donné Vidée.
2. Enumération générale des espéces.
Forficulodea.
GEN. Labidura Leach.
1. L. riparia Pall. 1773. «Reisen durch Versch. Prov.» 11. Anh.
p. 30.
Bords du Jucar. On trouve @ cette époque des individus a
tous les stades de développement.
Cosmopolite.
(217) Pantel.—NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 15
GEN. Anisolabis /ie¢d.
2. A. mesta Gené. 1839. Apud Serville, «Orthoptéres», p. 28.
Un peu partout, sous les pierres.
De Europe méridionale et des pays limitrophes.
GEN. Forficula Z.
3. F. auricularia L. 1767. «Syst. nat.» 1, p. 686.
Dans les conditions et avec la fréquence connues.
GEN. Chelidura Zatv.
4. Ch. Bolivari Dubr. 1878. «An. Mus. civ. di St. nat.» Ge-
nova, XII, p. 444.
Un seul exemplaire 9, incomplétement développé mais bien
reconnaissable; parmi les mousses fraiches, dans un bois de
Valsalobre.
Des montagnes de l’Espagne centrale: Guadarrama [8], Es-
corial [8, 7], Penalara [6].
Blattodea.
GEN. Ectobia JVest.
5. E. Ericetorum Wesm. 1838. «Bull. Acad. de Bruxelles», v,
p. 987.
Sous les pierres seches, ca et la et sur les plantes, ou on le
prend au filet faucheur. Rare. Larve et adulte.
D’Europe.
6. E. livida Fabr. 1793. «Ent. Syst.» u, p. 10.
Bois et lieux ombragés, sous les feuilles seches et sur les
plantes. Plus commun.
D’Europe.
76 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (118)
GEN. Aphlebia 2.
7. A. carpetana Bol. 1873. «Orth. de Esp. n. 6 poco conoc.»
(AN. DE La Soc. ESP. DE HIST. NAT. I, p. 214.)
Bois du Cambron, sous les feuilles séches et sous les pier-
res. Rare.
D’Espagne et de Portugal: Villalba, Escorial, Madrid [1, 6];
Vitoria, Galicia, Sierra de Jerez [7]; Moncayo (Aragoén) [R. P.
Navas 8. J.]. Son aire géographique ne parait pas s’étendre
vers le midi; elle n’a jamais été rencontrée a Uclés, bien que
fréquente a I’Escorial.
8. A. subaptera Ramb. 1839. «Faune entom. de 1’Andalou-
sie» 1, p. 14.
La © seule; au pied des grands chénes de la dehesa de Zar-
zuela.
De l'Europe méridionale.
GEN. Loboptera 2”.
9. L. decipiens Germ. 1817. «Reise nach Dalmatien», p. 249.
Dans les conditions ordinaires. Peu commun.
Du littoral méditerranéen, d’aprés l’ensemble des citations.
Il est a remarquer toutefois que les stations ot on le trouve,
dans le centre de I’Espagne, n’indiquent aucune prédilection
ni pour les faibles altitudes ni pour les lienux humides.
OssERV. A l’occasion d’un Zoboplera des environs de Gre-
nade que M. de Saussure a bien voulu me communiquer, en
minvitant, avec sa courtoisie ordinaire, ale décrire s’il y avait
lieu, j’ai dX soumettre & un examen assez attentif la série de
mes decipiens. Cette étude m’a permis de reconnaitre un cer-
tain nombre de variations qui peuvent affecter divers carac-
teres attribués a cette espéce. Je les signalerai en quelques
mots.
1° Le metanotum est carrément tronqué ou un peu angu-
leux au milieu. Les deux figures consacrées par M. Brunner a
cette espece, dans son Prodromus, représentent précisément
les deux cas, l'une pour le o’, l'autre pour la 9.
(119) Pantel.— NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. qt?
2’ Le 6° segment dorsal est toujours plus long que les pré-
cédents. Ce caractére, beaucoup plus accentué d’ailleurs dans
d’autres espéces, p. ex. dans celles décrites récemment par
M. Bolivar (1), parait étre générique, ses degrés seuls étant
dordre spécifique. Mais chez le Z. decipiens, la couleur blan-
che des fascies latérales a une tendance marquée a se prolon—
ger sur le bord postérieur de ce segment et a le border.
3° Chez le o’, la plaque sous-génitale est arrondie ou tron—
quée. La plaque suranale n’offre pas constamment le méme
contour: ses bords latéraux, a partir de la sinuosité qui cor-
respond a linsertion des cerci, sont convergents ou paralleles;
Vapex, normalement arrondi, s’est trouvé tronqué dans un
des exemplaires que j’ai eus sous les yeux.
4° Les échancrures dont il est parlé dans la monographie
de M. Brunner (2), & propos des plaques sur-anale et sous-gé-
nitale, sont des anomalies assez fréquentes. Ces piéces sont
normalement arrondies et entiéres.
5° La pubescence du tégument et en particulier celle qui
constitue les franges marginales des segments dorsaux de
abdomen, est encore un caractere qui offre tous les degrés.
C’est précisément sur son exacte appréciation que repose,
comme on sait, lheureuse réunion du Z. /imbata Charp. au
L. decipiens Germ.
Quant a ’exemplaire de Grenade, il fait tout @abord l’im-
pression dune espéce distincte. C’est une ©, de couleurs tres
pales, bien douée du coté de la pubescence et chez laquelle les
bandes blanches latérales se prolongent en dedans sur le bord
postéerieur des segments, en une bordure bien nette. Le con-
tour du corps est d’autre part moins paralléle que dans les in-
dividus typiques; il rappelle celui de certains Aphlebia. Mais
il est & remarquer que l’exemplaire est tres déprimé par suite
de la dessiccation. Cette circonstance,. indice de |’état imma-—
ture dans lequel ila été capturé, ne permet pas d’accorder une
grande confiance a la coloration. Aussi convient-il d’attendre
de nouvelles recherches, pour se prononcer sur cette forme.
(1) Botivar: Ad cognitionem orthopterorum Europe et confinium. (Actas de la Soc.
esp. de Hist nat. xxxri1, sesion de Abril, 1894.)
(2) BRUNNER: Nouveau Systéme des Blattaires, pp. 79 et 81.
78 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (120)
Mantodea.
GEN. Mantis JZ.
10. M. religiosa L. 1767. «Syst. nat.» m1, p. 690.
Lieux découverts et secs, sur les herbes hautes et les buis—
sons. Devient adulte dans les premiers jours d’aout.
Kurope, Afrique, Asie.
GEN. Geomantis Pant.
11. G. larvoides Pant. (v. ci-dessus, p. 67).
GEN. Ameles Burm.
12. A. Spallanzania Rossi. 1792. «Mant. Insect.» 1, p. 102.
Collines séches, clairiéres des bois et champs en friche, sur
les buissons. Assez rare.
De l’Europe méridionale et du nord de |’Afrique.
OpsEeRV. I. Z’oothéque.— Mon intention n’est point de la dé-
crire ici en détail. Je veux seulement signaler un caractere
tres singulier qui la distingue de celle des autres Mantodées
d'Europe et que je n’ai méme pas retrouvé jusqu’a présent,
sans modification, dans les quelques exotiques que j’ai pu
examiner.
La construction, symétrique, comme toujours, par rapport
a un plan longitudinal, est formée de deux séries de logettes,
placées les unes derriere les autres. Mais tandis que dans le
type commun chacune de ces chambres posséede un orifice
indépendant, souvrant directement au dehors, dans celui-ci
elles débouchent toutes dans un tunnel commun qui régne
le long du faite de la construction et n’est ouvert que d’un
coté. Il n’existe donc qu’un orifice de sortie, pour les larves.
Une telle disposition peut étre interprétée dans le sens
d'une plus grande perfection architecturale, puisqu’elle di-
(121) Pantel.— NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 79
minue, pour la progéniture de l’espece, les chances d’inva-
sion par les ennemis du dehors. Mais elle a visiblement aussi
de trés sérieux inconvénients: il suffira qu’une larve vienne a
succomber aux fatigues de la sortie et & mourir dans le tun-
nel, pour que le reste de la ponte soit condamné a périr.
Quoiquw il en soit de ce cété de la question, le caractére dont
il s'agit est assurément tres remarquable; il s’ajoute a tant
d’autres, p. ex. a habitude de tenir l’'abdomen relevé, a la
maniere des Empusides, pour assigner a l’espéce une place a
part, parmi les A meles.
Orserv. II. Z’@uf.—Il m’a paru remarquable, parmi tous
ceux des Mantiens d’Europe, par deux caractéres sur lesquels
je me propose de revenir, dans une étude comparée, mais que
je signalerai ici, a titre de communication préliminaire.
1° Suivant une loi tres générale dans cette famille d’Or-
thopteres, la sortie de la jeune larve est précédée d’une véri-
table déhiscence du chorion. Dans le cas actuel elle se fait par
quatre valves qui se séparent au pole céphalique. La désar-
ticulation a lieu suivant une petite créte cruciale, véritable
suture, comparable a la suture des os craniens, chez les ma-—
miféres. '
2° Les micropyles, toujours nombreux chez les Mantiens
et situés dorsalement, occupent ici la partie supérieure seule
de la valve dorsale. Leur aspect, que je crois exceptionnel, est
celui d’une grosse ponctuation aréolée.
OssERV. Hl. La faculté de sauter, chez les Mantiens.—A pro-
pos de lAmeles Spallanzania, quelques remarques sur cette
question générale ne seront pas déplacées.
La division des Orthoptéres en Coureurs, Marcheurs et Sau-
leurs, est absolument classique, depuis Latreille et Fieber qui
lont introduite. Les Mantes appartiennent, comme les Phas-
mes, a la section des Marcheurs (Gressoria), caractérisée, com-
me on sait, par Vinaptitude au saut et Vabsence de pattes
appropriées a cet acte (1). C’est assurément la un excellent
caractere de systématique. Mais il suit la loi générale de pres-
(1) .... «zum Springen absolut nicht geeignet», dit M. Brunner en parlant des
pattes postérieures. (/Prodromus, p. 56.)
80 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (122)
que tous les caracteres isolés auxquels on a recours pour diag-
nostiquer les groupes les plus naturels; je veux dire qu’il est
en défaut dans certains cas et qwil existe réellement des Man-
tiens jouissant de la faculté de sauter.
Il y aurait, & cet égard, a faire une excursion générale a
travers les divers groupes de la famille. Tout possesseur dune
collection d’Orthoptéres peut remarquer ca et la, en parcou-
rant ses cartons de Mantiens, des types chez lesquels les fe-
murs postérieurs sont notablement plus renflés a la base que
les fémurs intermédiaires; et s'il était possible @’observer Vin-
secte vivant on constaterait, probablement, que cette circons-
tance morphologique est liée a une aptitude au saut plus ou
moins marquée. Mais désirant éviter toute considération pu-
rement conjecturale, je me bornerai a rendre compte de mes
observations sur les A meles.
Elles ont porté sur les 44. Spallanzania Rossi et Asso Bol.,
prises & tous les stades de développement, depuis la sortie de
Poeuf jusqu’éa l'état @imago; toujours elles ont montré que ces
espéces possédent la faculté de sauter.
Rien de plus fréquent, quand on cherche a saisir un de ces
insectes sur son buisson, que d’observer des déplacements
brusques, horizontaux ou de haut en bas, dans lesquels il
retombe parfaitement sur ses pieds, comme les insectes sauteurs.
Mais la soudaineté de ces mouvements ne permet pas toujours
d’en bien apprécier la nature. Pour se mettre dans les meilleu-
res conditions, ’expérimentation sur des sujets gardés en cap-
tivité est préférable.
1’¢ expérience.—\insecte est mis sur une lame de verre ho-
rizontale et menacé du doigt: tout d’abord il se met en garde
et cherche a faire face, posé sur ses quatre pattes postérieures
et les pattes ravisseuses reployées; puis, souvent, il saute en
avant ou dans une direction un peu oblique et va retomber
sus ses pattes a plusieurs fois la longueur de son corps. L’ob-
servation est particuliérement instructive soit avec les jeunes
larves qui viennent de naitre, soit avec les grosses femelles a
abdomen turgescent, que leur lourde charge semblerait devoir
embarrasser.
I] est a peine besoin d’ajouter que la méme expérience ten-
tée sur d'autres Mantiens n’a donné que des résultats négatifs.
2° experience.—Une femelle vigoureuse est abandonnée quel-
(123) Pantel.—NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 81
que temps au fond d’un large bocal vide. Apres d’inutiles
efforts pour grimper contre les parois, elle finit tot ou tard par
se tenir tranquille. Je lui présente alors le doigt, en ayant soin
de le maintenir 45 centimetres environ au dessus de sa téte:
elle bondit résolument de das en haut et s’y cramponne avec
une précision de mouvements parfaite. J’ai choisi a dessein
une femelle, dont les organes du vol rudimentaires ne peu-
vent intervenir sérieusement dans le phénomene.
La faculté de sauter étant ainsi mise hors de doute, on est
4 méme d’appreécier plus justement la conformation des pattes
postérieures. Les fémurs de cette paire sont visiblement ren-
flés a la base, non seulement chez les deux especes dont il
vient d’étre question, mais encore chez toutes les especes eu-
ropéennes du genre. Je ne crois pas pouvoir excepter méme
lA. decolor Charp. dont M. Brunner dit expressément qu'elle
ales «femora postica gracilia» (1). Il ne m’a pas été donné
d’examiner les especes exotiques, mais les faits observés chez
les especes d'Europe et circa sont si nets, qu'il ne me parait
pas imprudent de voir la un caractere générique d’un intérét
exceptionnel. Il conviendra de mentionner ce caractere dans
la diagnose du genre.
En méme temps que les fémurs se renflent pour loger les
puissants muscles qui interviennent dans le saut, on peut re-
marquer que leur face inférieure s’aplatit et se creuse, surtout
pres de Varticulation fémoro-tibiale, pour recevoir le tibia. Ces
dispositions, sans doute, ne sont pas aussi accentuées que dans
les forts sauteurs, mais elles sont assez nettes pour qu’on ne
puisse méconnaitre leur signification.
Gun. Empusa ///i/.
13. E. egena Charp. 1841, iz Germar, «Zeitsch. f. Ent.» m1,
p. 298.
Mémes conditions. Plus rare.
De l'Europe méridionale et de l'Afrique septentrionale.
(1) Prodromus, p. 65.
ANALES DE HIST. NAT.— XXV. 6
82 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (124)
Phasmodea.
Gren. Leptynia Pant.
14. L. hispanica Bol. 1878. «Analecta orthopterologica», in
AN. DE LA SOC. ESP. DE HIST. NAT., t. VII, p. 423.
Stations trés variées, sur les arbustes, les touffes en buisson
ou simplement sur les hautes herbes des endroits découverts.
Assez commun.
De l’Espagne centrale et septentrionale. Madrid, Escorial,
Logronio, Alcarria [2, 7]; Urda [7]; Uclés [11].
Ayant eu a disséquer plusieurs individus, a l’état de larve
ou d@imago, j’ai pu vérifier par l’observation directe ce que
Von admet généralement, d’ailleurs, que ces insectes ont Vha-
bitude de manger leur dépouille, aprés une mue. I] n’est pas
inutile de remarquer aussi que chez une larve de couleur ver-
te, la dépouille cuticulaire encore bien reconnaissable était
brune. Y aurait-il changement brusque de couleur, au mo-
ment des mues?
Acridiodea.
Grn. Oxycoryphus Fisch.
15. O. compressicornis Latr. 1804. «Hist. nat. des Crust. et
des Ins:5 %t. Sat, palbos
Sur une pelouse seche, entre le Sitio et Mariana. Nombreux
en individus mais trés localisé.
Toute la péninsule, la France méridionale et le nord de
VAfrique.
Gun. Paracinema Fisch.
16. P. tricolor Th. 1815. «Mém. Acad. S*-Pétersb.» v, p. 245.
Berges du Jucar, en amont du Sitio, sur les Scirpus.
Kurope méridionale, Afrique, Madagascar.
(125) Pantel.— NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 83
GEN. Stenobothrus /sch.
17. St. Bolivari Br. 1876, 72 Bolivar, «Sinopsis», p. 121.
Landes incultes, plateaux élevés, clairieres; parmi les buis—
sons et les arbustes: Sitio, Cambrén, Una. Assez commun.
Propre a l’Espagne centrale et méridionale: Guadarrama
[1, 6]; Madrid, Sierra de Gredos, Albarracin [1, 6, 7]; Pefialara,
Ona [7]; Uclés [11].
Offre, dans sa livrée générale, les mémes variations que les
especes voisines. La 9 est brune ou verte par adaptation, sui-
vant le caractere dominant de la végétation. Toujours néan-
moins le champ discoidal des élytres et ’abdomen retiennent
la coloration du type ordinaire. On trouve des exemplaires
d’un rouge vineux franc sur les cotés et sur la page externe
des fémurs postérieurs. Je n’ai jamais vu de & franchement
vert.
18. St. grammicus Caz. 1888. «Enumeraciodn de los Ortép. de
Espana y Portugal», iv AN. DE La Soc. ESP. DE Hist.
NAT., t. XVIII, p. 457.
Mémes conditions que le précédent, sur les plateaux et les
pentes montagneuses les plus élevés: Ciudad-Encantada, Una,
plateau gazonné dominant las Majadas. Assez commun.
Propre a la région montagneuse de Espagne centrale et
septentrionale: Penalara, Ona [7]. N’a pas été rencontré a
Uclés.
Livrée trés variable. Je signalerai en particulier un exem-—
plaire 2 dont le vertex, le pronotum et les fémurs postérieurs
offrent une association insolite et criarde de blanc jaunatre et
de noir. Les plages blanches sont en méme temps épaissies et
calleuses, comme chez certains Cidipodites.
Oss. Sur les 239 examinées, 7 ont les organes du vol écour-
tés, quelquefois de moitié, par une mutilation qui doit recon-
naitre une cause assez générale, car elle s’observe chez d’au-
tres espéces. On ne peut guére l’attribuer a des heurts, pen—
dant le vol, alors que des especes voisines, exposées aux
mémes accidents, conservent leurs élytres intacts, jusqu’a
84 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (126)
Varriére saison. Le fait serait-il en relation avec quelque cir-
constance inconnue de leur histoire biologique? On peut rap-
procher, peut-¢tre, cette observation de celle faite par Fischer
(«Orthopt. europ.», p. 40) sur des Sauterelles qui se laissaient
manger ou se mangeaient elles-mémes une partie des an-
tennes.
Le St. grammicus est tellement voisin du précédent, quoique
bien distinct, que M. Cazurro a eu du mérite a établir (oc. cit.,
p- 459) le tableau qui permet de les séparer. Malgré cet excel-
lent guide, cependant, on se trouve encore parfois dans l’in-
décision, surtout devant certaines 92, pour lesquelles les dif-
férences prises de la coloration des palpes sont infideles. Cette
circonstance me détermine a ajouter ici quelques remarques,
résumé de examen comparatif auquel j’ai dt me livrer, pour
séparer des insectes a peu pres de méme facies et pris souvent
dans les mémes endroits.
St. grammicus: <f. Formes ramassées et trapues. Carene fron-
tale convexe et sensiblement élargie au
niveau de linsertion des antennes. Le
dernier article des palpes, dans les deux
paires, déprimé, taché de noir a apex.
Aire inter-ulnaire tres réduite en lar-
geur, presque aussi étroite que laire
interradiale postérieure (1).
©. Cote frontale plus large et plus convexe
entre les antennes. Dernier article des
deux paires de palpes souvent tres net-
tement, quelquefois vaguement taché
de noir a l’apex. Aire discoidale prolon-
gée jusqu’au dela du milieu de Vély-
tre (2). Aire inter-ulnaire trés étroite.
St. Boliwari: co. Beaucoup plus svelte et allongé. Cote fron-
(1) Ce caractére est tellement tranché que je crois devoir le signaler parmi les
plus importants. M. Cazurro, dans la description originale, place la y. ulnaire anté-
rieure a égale distance de la v. ulnaire postérieure et de la v. radiale; aurait-il eu
sous les yeux un exemplaire anormal ?
(2) Le nceud qui la limite fait souvent défaut, par suite de l’absence du premier
rameau de la veine ulnaire interne. Cette simplification se présente souvent, dans
le cas des élytres un peu courts.
(127) ' Pantel.—NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 85
tale plus étroite et concave a partir du
vertex. Dernier article du palpe maxil-
laire renfié en tonnelet, d'un rouge co-
rail sur le vivant, palissant beaucoup
par la dessiccation. Dernier article du
palpe labial concolore, a peine taché de
rougedatre exceptionnellement. Aire in-
ter-ulnaire élargie.
Q. Cote frontale plus étroite et moins conve-
xe. Dernier article des palpes de colora-
tion tres variable. Carenes du pronotum
moins anguleuses au milieu de la pro-
zone. Aire discoidale prolongée jusqu’au
milieu. Aire inter-ulnaire beaucoup plus
large.
Les meilleurs caracteres pour séparer les 9° sont, & mon
avis, ceux que fournit la nerviation. Ils m’ont toujours permis
de revenir sur des réunions incorrectes, amenées par la consi-
dération d’autres caracteéres.
19. St. festivus Bol. 1887. «Esp. nuev. 6 crit.», 7 AN. DE LA
Soc. ESP. DE HIsT. NAT., t. xvi, p. 94.
Pelouses seches, sur les hauts plateaux, et clairiéres des
bois, avec les précédents: Una, Majadas, Villalba (au Salto).
ASssez rare.
Nest connu jusquwici que de ’Espagne, oti d’ailleurs il est
assez répandu: Granada, Uclés, Aranjuez, San Ildefonso, Es-
corial, Gredos, Navacerrada [3]; Ofna, Monserrat [7].
Oss. Sur 17 exemplaires © capturés, 3 ont les valvules in-
férieures de Voviscapte mutiques. C’est une anomalie, peut-
étre bien accidentelle, peut-étre bien congénitale, que j’ai ob-
servée également sur deux autres individus de la méme espe-
ce, provenant l’un d’Uclés, l’autre d’ Aranjuez. Ces ©9 comme
aussi quelques autres parmi celles qui ont l’oviscapte normal,
présentent la singuliere mutilation des organes du vol signa—
lée a propos de l’espéce précédente. Elles sont tres semblables
a celles du S¢. hemorrhoidalis Charp. Toutefois il me parait
impossible de les séparer des autres, dont elles reproduisent
86 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (128:
jusqwaux moindres particularités la coloration et la nervia-
tion et au milieu desquelles on les rencontre. Le véritable
St. hemorrhoidalis ne parait exister ni au Sitio ni a Uclés.
20. St. stigmaticus Ramb. 1839. «Faune de l’Andal.» u, p. 93.
Mémes stations que le précédent. Plus fréquent.
Espece assez répandue, de Europe centrale et méridionale.
Il est a peine besoin de faire remarquer que les nombreux
individus récoltés offrent la plus grande variété de coloration,
depuis le vert jusqu’au cendré.
Oss. Bien que la description d’une aberration observée
isolément ne puisse en général présenter qu’un médiocre in-
térét scientifique, je crois en devoir signaler ici un cas relatif
a cette espece. Il me parait de nature a éclairer sur la corré-
lation entre le développement complet des organes du vol et
leur nerviation.
L’individu auquel je me référe est une tres grande 9, mesu-
rant 23™™ au lieu de 18-20, chez laquelle les élytres atteignent
a peu pres le bout de Voviscapte; circonstance d’autant plus
remarquable que, dans la localité, les 9° ordinaires ont les
organes du vol fort raccourcis. On est frappé, a lexamen des
nervures, de voir la premiere v. ulnaire rejetée contre la se-
conde, tandis que dans le type elles sont séparées par une aire
bien distincte, traversée de nervures verticales. D’autre part,
les veines radiales antérieure et moyenne sont trés flexueuses,
ce qui donne a laire scapulaire un contour fusiforme tres
accentué.
Cette variation a été prise avec le type dans une lande en
plaine, sur la rive gauche du Jucar. Il a été impossible d’en
trouver d’autres exemplaires. —
21. St. Panteli Bol. 1887. «Esp. nuev. 6 crit.» 7 AN. DE LA
Soc. ESP. DE HIST. NAT., t. XVI, p. 95.
Lisiéres gazonnées et pdturages frais, des vallées. Ne se
trouve point sur les hauteurs ow il parait remplacé par le pre-
cédent.
D’Espagne: Santander, Ola, Guadarrama [7]; Uclés [11].
Oss. Pour distinguer les oo” de cette espece de ceux de
lespece précédente qui ont méme facies et que Von trouve
(129) Pantel.— NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 87
parfois dans la méme station, M. Bolivar propose avec raison
de se guider sur les carénes latérales du pronotum. Il y a la
en effet des caracteres différentiels sérieux, dont il importe
de se pénétrer par l’observation dun grand nombre d’indivi-
dus plus encore que par une description. Ces carenes sont
beaucoup moins flexueuses chez le S¢. Panteli et leur point
de plus grand rapprochement correspond au '/, antérieur de
la prozone, non au milieu, comme dans le stigmaticus. Pour-
tant ce caractére souffre aussi des variations embarrassantes
et les rapprochements auxquels il conduit ont besoin d’étre
controlés ou méme rectifiés par l’examen des élytres, tout spé-
cialement par la comparaison des aires qui se modifient le
plus en vue de la stridulation. Le tableau de détermination
pourrait donc se compléter comme suit:
Aires scapulaire et externo-médiaire nullement dilatées et mates, la pre-
micre paralléle sur tout son parcours.... St. stigmaticus Rb.
Ces deux aires nettement dilatées et fenétrées, comme dans les espéces
moyennement douées au point de vue de la stridulation, l'une et
Wautre? TOSilOrmies. inc vaas'500 ce. 0e SfoLoie alerts St. Panteli Bol.
22. St. morio Fabr. 1793. «Ent. Syst.» m1, p. 56.
Localisé dans quelques vallons frais, herbeux et ombragés
de la montagne: Cambron, Salto.
Habite un grand nombre de montagnes en Europe; il a été
signalé en Espagne de la Granja [6]; de Penalara, de Ona [7].
Tous les exemplaires de la Sierra de Cuenca sont de couleur
olivatre; ils tranchent ace point de vue sur ceux du Pic du
Midi (Pyrénées) dont les élytres sont absolument noirs.
23. St. minutissimus Bol. 1878. «Analecta orth.» 77 AN. DE LA
Soc. ESP. DE HIST. NAT., t. vu, p. 424.
Plateaux secs et dénudés. Majadas, Villalba, etc. Localisé.
De l’Espagne centrale et septentrionale: Cascante, Esco-
rial [2]; Navacerrada [7]; Uclés [11].
Ops. Cette trés intéressante espéce se trouve rejetée loin
du S¢. Uhagoni Bol. dans le « Prodromus» de M. Brunner, ou
elle est rattachée a titre de variété, au S?. petre@us Bris. La
raison en est que l’auteur a cru devoir attribuer au S¢. Uha-
88 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (180)
goni des valvules dentées, et dés lors il fallait le placer a cété
du St. Bolivari Bol. dans le groupe du St. Vineatus Panz. En
réalité le S¢. Uhagoni a les valvules mutiques, comme le mi-
nutissimus; est done tres justement que M. Cazurro les a
rapprochés, dans son «Enumeracion de los Ortépteros de Es-
pana y Portugal» (loc. cit., p. 477).
Ainsi ramenées l'une a coté de autre, les deux formes se
font remarquer d’abord par un faciés & part, qui ne permet
guere de les réunir au S¢. petreus, du moins en l’absence de
termes de passage, mais dont le fonds leur est commun. Cette
ressemblance va-t-elle jusqu’a menacer l’autonomie du minu-
sissimus , qui est le dernier venu? Je ne posséde du St. Uha-
gont qwun seul couple, dui a la g@énérosité de M. Bolivar et
provenant de Navacerrada; ce sont la des matériaux insuffi-
sants pour servir de base a une conclusion prudente. Je me
contenterai, pour exprimer mon impression, de faire quelques
remarques sur deux séries assez nombreuses de S¢. minutissi-
mus, recueillies lune a Uclés, l'autre au Sitio.
Les uns et les autres offrent bien quelques différences par
rapport au vrai S¢. Vhagoni. La veine médiastine est trés droite
chez Uhagoni oy, flexueuse chez minutissimus; les aires mé-
diastine et scapulaire sont larges dans le premier, étroites
dans le second. Mais on sait que ces sortes de caractéres, d’une
haute valeur lorsque les organes du vol sont complétement
développés, deviennent plus variables dans les cas de demi-
atrophie.
D’autre part, le St. minutissimus parait tres sensible aux in-
fluences de milieu. Tous les exemplaires d’Uclés se distinguent
de ceux de l’Escorial par une teinte gris cendré trés caracté-
ristique, par une diminution bien marquée du tomentum sur
les pattes antérieures et par l’absence de tache noire a la base
du tibia postérieur. On pourrait ajouter encore que le nombre
des épines, au bord externe du tibia postérieur, est plus réduit,
surtout chez la femelle (10 au lieu de 13).
Les exemplaires du Sitio ont identiquement la coloration
brune et V’abondante villosité de ceux de |’Escorial; mais ils
ont les épines des tibias entiérement noires, et non simple-
ment tachées de noir, comme chez le type; les taches noires de
la base du tibia postérieur sont constantes et bien marquées.
Chez les oo” on trouve divers états de forme et de grandeur
(131) Pantel.—NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. £9
des aires médiastine et scapulaire, par ot le passage se ferait
presque au Uhagoni, si les élytres de ce dernier ne se distin—
euaient point par une nervulation plus forte et comme ru-
gueuse qui leur est propre.
24. St. Raymondi Yers. 1863. «An. Soc. Ent. de Fr.» 4° série,
Ill, p. 289:
Dans les clairiéres. Rare.
Habite la Provence, l’Espagne, Algérie et l’Italie: Hyéres
|6], Toulon, Digne [9]; Grenade [6]; Uclés [11]; Ona (Capelle,
c.m.), Alger (Yersin), Pegli [6].
Oss. Les opinions ne sont pas unanimes sur la question de
savoir s'il faut envisager le S¢. Raymondi comme une espece
ou comme une bonne variété soit du St. hemorrhoidalis Charp.,
soit du S¢. petreus Bris. Ces hésitations ne pourront guere étre
levées que par une étude de tout ce groupe, portant sur des
matériaux abondants et variés, étude qui ne peut guere man-
quer d’amener des réductions.
En attendant qu’une telle révision soit entreprise et en l’ab-
sence d’une caractéristique suffisamment nette a laquelle je
puisse me référer, je prends le parti d’ajouter ici quelques
renseignements.
L’insecte dont il est question est absolument celui que j’ai
catalogué sous le méme nom de S¢. Raymondi, dans mon preé-
cédent travail sur les Orthoptéres d’Uclés, le méme aussi que
celui pris & Ona (Burgos) par le P. Capelle (c. m.). Il répond
tres convenablement & la description originale d’Yersin et cer-
taines particularités signalées par l’auteur s’y retrouvent avec
une telle exactitude, qu’on ne peut guére douter qu’on n’ait
affaire & Vinsecte visé par lui; telles sont la teinte fuligineuse
du corps et de la partie apicale des ailes, la forme étroite du
vertex , le point fuligineux au milieu des aréoles de la partie
apicale de l’élytre chez la 9, etc. Des divergences s’observent
aussi, mais elles portent sur des caracteres qui paraissent va-
riables; par suite, elles tendent a faire modifier la diagnose
d’Yersin, non a la faire biffer. Pour ma part, acceptant provi-
soirement Videntité de la forme provencale et de la forme es-
pagnole, je résumerais comme suit la description de Pespece,
comparativement a celle du S¢. hemorrhoidalis:
90 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (132)
Plus grand. oy plus svelte, a organes du vol beaucoup plus longs,
de couleur plus sombre, souvent fuligineuse. Vertex beaucoup plus
étroit entre les yeux et fossettes a contours vifs. Sillon médian
du pronotum beaucoup plus rapproché du bord antérieur que du
bord postérieur (ce caractére s’affaiblit une fois sur sept). Adles
enfumees a Capex. Abdomen de couleur variable, méme en dessus,
rouge de minium ou gris.
Le caractére tiré de la position du sillon médian est en méme
temps le plus net, quoique sujet a s’affaiblir, et celui qui s’ac-
corde le moins avec la description originale. On y lit en effet
(loc. cit., p. 290): «le sillon transversal coupe les trois carenes
vers le miliew de la longueur du pronotum.» A premiere vue,
il semble qwil serait suffisant pour garantir la validité spéci-
fique du S¢. Raymondi. Mais il faut bien remarquer qu'il n’est
pas absolument nouveau dans ce groupe; bien reconnaissa-—
ble déja chez la plupart des individus du St¢t. hemorrhoidalis
(p. ex. chez les exemplaires récoltés a Pegli par M. de Bor-
mans), il est manifeste chez le S¢. petreus.
25. St. binotatus Charp. 1825. «Hort. ent.», p. 158.
Landes incultes, dans la plaine aussi bien que sur les hau-
teurs, des que le sol n’est couvert que de touffes clairsemées
et de buissons rabougris. Commun.
De la péninsule et de la France méridionale: Penalara, Ks-—
corial, Bilbao, Ferrol, Portugal (6]; Chiclana [7]; Uclés [11};
Mont-de-Marsan [6]; Aigremont, Arcachén, La Teste, Tarbes,
Pyrénées [9].
Se distingue, au point de vue de son habitat préféré, par
une particularité: il aime a se tenir parmi les branches épi-
neuses des buissons tels que Genista scorpius, Hrinacea pun-
gens, qui forment des corbeilles arrondies souvent trés élégan-
tes, mais dun abord difficile, pour la main de l’entomologiste.
La livrée, le plus souvent relevée par des taches claires, va-
rie du brun au vert. Les élytres sont toujours bruns, tantoi
uniformes, tantdt saupoudrés de petites taches qui leur don-
nent un aspect particulier.
Les nombreux exemplaires de la sierra que j’ai examinés
sont visiblement plus trapus que ceux de I’Escorial et d’Uclés.
La différence a cet égard, surtout sensible chez les oo’, est
aussi marquée quentre les St. grammicus Caz. et Bolivari Br.
(138) Pantel.—NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 91
26. St. vagans Eversm. 1848. «Addit. ad Fisch. Orth.», p. 229.
Clairiéres, parmi les arbustes. Assez localise.
De l'Europe centrale et méridionale.
27. St. bicolor Charp. 1825. «Hor. Ent.», p. 161.
Un peu partout.
Kurope.
28. St. jucundus Fisch. 1853. «Orth. Eur.», p. 351.
Sur les hautes herbes, le long des cours d’eau. Commun.
L’Espagne et le midi de la France. 7
29. St. pulvinatus Fisch. W. 1846. «Orth. Ross.», p. 305.
Un peu partout. Les individus qui vivent sur les hauteurs,
parmi les arbustes, sont plus vivement colorés, gris cendré,
ornés de fascies longitudinales qui s’effacent chez ceux des
pelouses séches ou des champs cultivés.
Europe méridionale.
30. St. parallelus Zett. 1821. «Orth. Suecizw », p. 85.
Prairies humides.
Tres répandu dans toute ’Hurope.
GEN. Stauronotus / sch.
aia, St. maroccanus, Lh. 1815. «Mem. Acad. Peterb.»,, t.. v,
p. 244.
Landes et champs cultivés. Assez rare.
De l'Europe méridionale et du Nord de l'Afrique.
32. St. Genei Ocsk. 1832. «Nov. Act. Acad. Nat. Cur.», t. xv1,
1 Ose SLO es
Mémes stations. Tres commun.
De la faune circa-méditerranéenne.
Gren. Arcyptera Sev.
33. A. hispanica Ramb. 1839. «Faune ent. de l’Andal.», p. 88.
Landes bien exposées, & végétation rabougrie. Rare.
De la péninsule, du littoral de la Provence et de Algérie.
92 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (134)
34. A, flavicosta Fisch. 1853. <Orth. EKurop.», p. 353.
Landes et friches, ca et la, sur les hauteurs: Cambroén, Ciu-
dad-Encantada. Peu commun. a
Habite en Europe une aire trés étendue, mais par stations
discontinues et jamais en nombre. Les localités d’Espagne
citées jusqu’ici sont Albarracin [1, 7j et Ona [7].
GEN. Epacromia /’sch.
35. E. strepens Latr. 1804. «Hist. nat. des Crust. et des Ins.»
Xu, p. 154.
(Juelques exemplaires isolés, sur les gazons.
De la faune méditerranéenne.
Gren. Sphingonotus /icd.
36. Sph. cerulans L. 1766. «Syst. nat.» 1, 2, p. 701.
Lieux découverts et arides. Commun.
Répandu dans toute l’Europe centrale et méridionale; ha—
bite en outre le nord de l’Afrique et Madére, une partie de
l’Asie et Cuba (Saussure, «Prodr. (Edip.»).
OpsEeRV. Lda stridulation chez les Gdipodidées.— Les Orthop-
teres de cette tribu ne montrent pas en général ces modifica-
tions des organes du vol, manifestes & premiere vue, qui dis-
tinguent les especes musiciennes, dans la tribu des Tryxali-
dées. Leurs élytres coriaces, opaques, & vénulation irrégulie-
rement réticulée et d’un relief médiocre, paraissent a peine
susceptibles d’étre ébranlés musicalement. Aussi est-il & re-
marquer que les auteurs, en traitant de la stridulation, ne
prennent aucun exemple dans cette tribu.
Cette circonstance me détermine a consigner ici quelques
remarques, a propos d’une observation directe, faite sur le
Sph. cerulans.
De nombreux individus de cette espece voletaient sur la
ereve caillouteuse du Jucar, sous un soleil chaud de 10 heures.
Tandis que je m’occupais d’autres objets, mon attention fut
eveillée a plusieurs reprises par une stridulation peu intense,
4135) Pantel.—NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 93
d’un caractére particulier et nouveau pour moi. Bient6t je pus
me convaincre que cette stridulation était die aux Sphingo-
natus oo", que je voyais frottant la face interne du fémur pos-
térieur contre TVélytre, a la maniére des Stenobothrus. Leur
phrase musicale, moins riche, naturellement, que celle de ces
Tryxalidées, ne comporte qu’un petit nombre de coups d’archet;
le son développé est faible et grincant, rappelant celui d’une
corde de violon que l’on frotterait dans le sens de la longueur.
Les élytres et les femurs se montrent effectivement appro-
priés & la production du son, et, résultat assez inattendu, a
peu pres de la méme maniére chez les deux sexes.
La structure de Vélytre se modifie, dans la partie qui touche
le femur. Le fond général y devient transparent, et les nervu-
les transversales se régularisent. Cet état contraste avec celui
de la région basilaire ot la réticulation est dense et irrégu-
liere.
Sur la face interne du fémur, l’on observe les indices les
plus nets @une modification en vue de l’ébranlement de l’ély-
tre. La carene qui limite inférieurement (1) laire discoidale,
celle-la méme qui est différenciée en archet denticulé chez
les Tryxalidées, se distingue de la caréne supérieure par l’exis-
tence d’un cordonnet lisse mais tres saillant, dont la destina-
tion se révéle par cette circonstance qu'il est limité ala région
frottante. Ce cordon existe aussi chez la 9 ot il est seulement
un peu plus court; ce qui tendrait a faire supposer qu’elle
jouit de la faculté de striduler, mais faiblement et peut—étre
trop faiblement pour ébranler notre oreille, ainsi que le pen-
sait Goureau (2).
On ne peut donc pas admettre avec Landois (3) que l’aréte
frottante du fémur soit partout la méme, dans la famille des
Acridiodées, a le seule exception du nombre des denticules:
(1) M. Brunner /Prodromus, p. 79) et aprés lui M. Finot (Orthoptére de la France,
p. 99), placent le siége de la friction au bord supérieur du fémur. C’est manifestement
par suite dun /apsus calami qu’un mot a été substitué a un autre.
(2) Bssai sur la stridulation des Insectes, in «Ann. de la Soc. Ent. de Fr.», 1§37, v1,
p. 51. Le mécanisme de la stridulation est trés suffisamment élucidé dans ce mémoire
déja ancien. On s’étonne que dans son étude sur le méme sujet (Die Ton und Stim.
Apparate der Insekten, Leipzig, 1867), le Dr. Landois cite en grec Aristote et Strabon
et ne dise rien de Goureau.
(3) Mémoire cité dans la note précédente, p. 11.
94 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (136)
les denticules caractérisent un type d’archet, celui des espéces
& stridulation sonore; le cordon lisse en caractérise un autre,
propre aux médiocres musiciens.
On ne peut pas davantage admettre avec Girard (1) que tou-
tes les femelles ont des archets lisses. Le type de leur archet
suit celui du male; seulement les caractéres en sont souvent
moins accentués. On trouve a cet égard tous les degrés, depuis
lavortement complet des denticules comme chez le S¢enobo-
thrus apicalis Herr.-Sch., jusqu’a leur entier développement
comme chez le Stauronotus maroccanus Th.
37. Sph. azurescens Ramb. 1839. «Faune entom. de l’And.»,
p- 83.
Sentiers sablonneux, a travers une lande de Cistes, entre le
Sitio et Zarzuela.
Habite l’Espagne, l'Afrique septentrionale, Egypte, l’Abys-
sinie (Saussure, «Prodr. Gidip.»). Les localités de la péninsule
ott ila été signalé sont: Malaga, Cartagena, Chiclana, Toledo,
Cascante, Albarracin, Valladolid, Brunete, Madrid, Coimbra
(Portugal) [1]; Escorial [7]: Ona (Capelle, c. m.). Ne descend
pas jusqu’é Uclés, ot il parait étre remplacé par le SpA. are-
narius Lue.
GEN. Acrotylus ied.
38. Acr. insubricus Scop. 1786. «Delic. Flor. et Faun. ins.»
P. 1, p. 64.
Un petit nombre d’exemplaires ca et la, la plupart incom—~
pléetement développés.
De l'Europe méridionale et du nord de l'Afrique.
GEN. CEdipoda Latr.
39. (Ed. ccrulescens L. 1764. «Mus. Lud. Ulr. reg.» , p. 145.
Clairiéres des bois, friches, hauts plateaux a la végétation
rare et au sol pierreux. Assez commun.
De l'Europe et du littoral méditerranéen.
(1) Traité élémentaire d’ Entomologie, t. 11, p. 200.
(137) Pantel.—NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 95
40. (Ed. Charpentieri Fieb. 1853. «Lotos», m1, p. 123.
Comme le précédent; plus commun. Sur le plateau de la
Ciudad-Encantada, de beaux exemplaires barriolés de jaune
serin (v. su/phurans ).
Habite la France méridionale, la péninsule ibérique, la Si-
cile, VEgypte.
J’appellerai l’attention sur ce fait quil m’a été impossible
de trouver, dans la sierra, un seul individu a ailes roses. II
n’y apasjusqu’a la var. sulphurans qui n’ait ici les ailes bleues,
tandis qu’a Uclés les marbrures jaunes extérieures ne vont ja-
mais sans la coloration rose des ailes. I] est a remarquer que
dans les environs d’Ona (Burgos) les individus marbrés de
jaune ont aussi les ailes bleues, comme le montent de beaux
échantillons capturés par le P. Capelle.
41. (éd. fusco-cincta Luc. 1849. «Expl. sc. de l’Algérie», p. 31.
Mémes stations. Commun.
Région centrale et méridionale de la péninsule, et en outre
la Sicile, Algérie, les Iles Fortunées.
GEN. CGedaleus /7ed.
42. (Ed. nigro-fasciatus de Geer. 1773. «Mém.» m1, p. 493.
Vraiment commun dans les garrigues.
Tres répandu dans l’ancien monde.
Grn. Cuculligera sch.
43. C. flexuosa Serv. 1839. «Orthopt.», p. 709.
Quelques exemplaires isolés, dans les champs incultes et
sur les pentes déboisées.
De l’Espagne centrale: Guadarrama, Gredos, Aranjuez, Ma-
drid, Brunete, Albarracin [1]; Montes de Toledo [7]; Uclés [11].
Osserv. La stridulation au moyen de Vorgane abdominal,
chez les Erémobidées.—Sur le fonctionnement de l’écusson abdo-
minal, que M. de Saussure (1) envisage, apres MM. Graber (2)
(1) Addit. ad Prodr. Gdipodiorum. Geneve, 1888, p. 114.
(2) Die tympanalen Sinnes appurate der Orthopt. Wien, 1875, p. §7.
96 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (138)
et Krauss (1), comme un organe de stridulation, j’ai cherché a
obtenir, par voie d’observation et d’expérimentation, quelques
renseignements positifs. Les résultats de ces essais ne sont ni
bien nombreux, ni d’un caractére bien saisissant, mais du
moins ils sont d’accord entre eux et avec les données qui ont
servi de base aux auteurs cités. Je me porte avec d’autant plus
d’empressement a les consigner ici, que dans une communi-
cation antérieure (2) je n’avais pas cru pouvoir admettre la
coexistence de deux organes de stridulation, dans un méme
groupe (Vorthopteéres.
1° Il m’a été impossible de surprendre chez les individus
oc’ ou SO que je gardais en captivité aucune stridulation
spontanée, méme comme prélude de l’accouplement. Mais si
Yon saisit un ( entre les doigts, il est fréquent d’entendre un
faible grincement produit par friction du fémur postérieur
contre l’écusson abdominal. Ce mode de plainte ou de défense,
commun probablement aux deux sexes, est a rapprocher de la
veritable stridulation que font entendre les Ephippigéridés,
dans des circonstances analogues.
2° Ayant cherché a reproduire le phénomeéne artificielle-
ment, afin d’en saisir le mécanisme, j'ai tout d’abord éprouvé
quelyues difficultés, tant que je cherchais a faire frotter contre
V’écusson la région moyenne du fémur; mais leffet désiré a
été obtenu en imprimant a la patte une petite rotation en
dehors, comme pour voir d’en haut la face interne du fémur,
et en amenant ainsi cette piece a frotter contre la plaque ra-
peuse par le Jord inferieur de sa partie basilaire.
3° L’examen microscopique de cette région du fémur mon-
tre une évidente appropriation au role d’archet, conforme,
quand au fond, a la description générale de M. de Saussure.
Un détail assez remarquable et ol apparait bien la différen-
ciation fonctionnelle, consiste en ce que le canalicule longi-
tudinal compris @une part entre laréte qui limite en bas le
champ discoidal et le bord du sillon inférieur d’autre part, se
comble ou méme devient convexe, a ce niveau, pour unifor-
(1) Die Orthopteren. Fauna Istriens, in Sitz. der K. Acad. der Win. Wien, 1879,
p. 691.
(2) Contribution & VOrthoptérologie de v Espagne centrale, in AN. DE LA SOC. ESP. DE
HIstT. Nav. t. xv, p. 273. 1886.
(139) Pantel.—NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 97
miser la partie frottante. Celle-ci est toute hérissée de petites
élevures.
On doit donc admettre chez les Hremobide un double or-
g@ane musical: Pun tres puissant mais dont la mise en action
exige extension de l’aile et par suite ne peut guere avoir lieu
que durant le vol; Pautre incomparablement plus faible, des—
tiné a remplacer le premier durant le repos. Le son développé
par celui-ci n’est dailleurs quwun grincement, sans caractere
musical.
Grn. Pyrgomorpha Serv.
44. P. grylloides Latr. 1804. «His. nat. des Crust. et des Ins.»,
p. 148.
Un petit nombre d’exemplaires isolés. Des mémes stations.
De la faune circa-méditerranéenne.
GEN. Pamphagus 7/.
45. P. deceptorius Bol. 1878. «Analecta orth.», 7 AN. DE LA
SO: ESP..DE Misty NAD, t.. vit, p. 4312
Toutes les pentes montagneuses et les plateaux découverts,
sur les arbustes, notamment sur Genista, Burcus, Rosmarinus.
Relativement abondant, en tout cas incomparablement plus
abondant qu’a Uclés.
De l’Espagne centrale et septentrionale. Les seules localités
citées jusqu’a present étaient Burgos [2] et Uclés [11].
Grn. Caloptenus Buri.
46. GC. italicus L. 1766. «Syst. nat.» 1, 2, p. 701.
Partout; particulierement abondant dans les champs qui
avoisinent les bois.
De Europe centrale et méridionale, et du littoral méditer-
ranéen.
Id. var. Wattenvoyliana Pant. (Vv. ci-dessus).
ANALES DE HIST. NAT. — XXV.
98 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (140)
Gren. Platyphyma isch.
47. P. Giorne Ross. 1794. «Mantiss.» m1, p. 104.
Assez commun sur les collines.
De l'Europe méridionale et du bassin méditerranéen, moins
la Syrie.
GEN. Tettix Charp.
48. T. depressus Bris. 1848. «Ann. Soc. Ent. de Fr.», 2° série,
VI, p. 424.
Bords du Jucar, parmi les cailloux. Assez commun.
Du bassin méditerranéen.
49. T. bipunctatus L. 1761. «Syst. nat.» 1, 2, p. 693.
Avec le précédent.
De l'Europe centrale et du bassin de la Méditerranée.
50. T. Ceperoi Bol. 1887. «Esp. nuev. 6 crit.», 7 AN. DE LA
Soc. ESP. DE Hist. NAT., t. xvi, p. 100.
Avec les précédents.
De l’Espagne et du nord de l’Afrique: Chiclana [4, 7]; Sevi-
lla, Talavera [7]; Uclés [11]; Tanger [4].
Gren. Paratettix Po/.
51. P. meridionalis Ramb. 1839. «Faune ent. del’And.», p. 65.
Avec les précédents.
De l'Europe méridionale et du nord de l'Afrique.
Locustodea.
GEN. Berbitistes Chap.
52. B. Fischeri Yers. 1854. «Bull. de la Soc. Vaud. des Se
mat. > ps Le
(141) Pantel.—NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 99
Les hauts plateaux et les vallées modérément ombragées:
Cambron, Ciudad-Enecantada, Majadas; sur les buissons et les
arbustes tels que Berberis vulgaris, Juniperus communis.
De la France méridionale et du centre de l’Espagne: Pro-
vence [9|; Burgos, Montes de Toledo, Albarracin [7].
Grn. Phaneroptera Serv.
53. Ph.? 4-punctata Br. 1878. «Monogr. des Phan.», p. 212.
(Juelques exemplaires incomplétement développés, se rap—
portant sans doute a cette espece qui est la plus répandue
dans l’ Espagne centrale.
GEN. Xiphidium Serr.
54. X. fuscum Fabr. 1793. «Ent. syst.», 11, p. 43.
Sur les hautes herbes, au bord des cours d'eau. Assez
commun.
Kn catalogant sous ce nom les quelques exemplaires captu-
rés au Sitio, je suis heureux d’adopter la conclusion de M. Red-
tenbacher (1) relativement a Videntification du 1. ¢thoracicum
Fisch. W., auquel les exemplaires de l’Espagne centrale sem-
blent se rapporter de préférence, et du XY. fuscum Fabr. Je le
fais avec d’autant plus de confiance que le savant monogra-
phe a spécialement fait porter son examen sur les exemplai-
res d'Uclés, desquels ceux de la montagne ne different pas.
Par suite de cette fusion, Vaire @habitat du Y. fuscwm s’en-
richit de toutes les localités assignées jusqwici au _Y. thoraci-
cum, spécialement en Espagne et en Portugal: Barcelona, San-
tander, Sevilla, Madrid, Escorial, Uclés, Coimbra [7].
GEN. Locusta de Geer. fe
59.. L. viridissima L. 1758. «Syst. nat.» 1, 2, p. 698.
Lieux frais, sur les hautes herbes. Assez commun.
De PEurope et du bassin de la Méditerranée.
(1) Monographie der Conocephaliden, p. 195.
100 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (142)
Grn. Gampsocleis ecb.
56. G. glabra Herbst. 1786, iz Fuessly, «Arch. der Insecteng.»,
fase. Ville p. 193;
Sur les hautes herbes, au voisinage des cours d’eau (vert)
ou dans les champs cultivés (brun): Sitio, Cambrén, Villalba
de la Sierra, Portilla, Una.
Cité comme propre a l'Europe septentrionale et orientale
par Fischer et Brunner; signalé aussi de quelques localités de
la France par Finot et des montagnes de |’Aragon par Bolivar
et Cazurro.
OpsERV. L’existence de ce joli Denticide, dans les montagnes
de Cuenca, est assurément intéressante. Pour ma part, j’ai
trouvé une satisfaction particuliere & voir pleinement justifiée
la confiance persévérante avec laquelle, depuis la publication
de son «Sinopsis», M. Bolivar incluait cette espéce dans la faune
espagnole. Son opinion ne se basait que sur une description
incomplete et une figure empruntées a un ouvrage déja an-
cien, VZntroductio in Or. et Zool. Aragoni@, du jurisconsulte
Asso. Il faut convenir que si la figure de cet ancien auteur,
relative € une © vue de profil, ne laissait place & aucun doute
pour le genre, vu la forme si caractéristique de loviscapte, il
nen était pas de méme pour l’espéce; il fallait, pour y recon-
naitre le Gampsocleis (Herbst une grande streté de coup d’ceil
et une exacte appreciation des caracteres, dans tout le groupe.
Il n’en est pas moins surprenant de constater, dans Vaire
géographique du @. glabra, Vexistence d'une station isolée
qwaucun intermédiaire ne rattache encore a la zone orientale.
Ce sera affaire aux entomologistes de découvrir des localités
qui établissent la continuité non seulement entre les monta-
enes de Cuenca et celles de Aragon, mais entre celles-ci et
les régions de l'Europe orientale oti l’espece est commune. Déja
M. Finot a fait connaitre, dans son excellente «Faune des Or-
thopteres de la France», quelques-unes de ces stations inter-
médiaires.
Les exemplaires de Cuenca présentent, vis-a-vis de ceux de
Felixdorf et de Mehadia, auxquels je les ai pu comparer, grace
(143) Pantel.— NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 101
ala g@énérosité de M. le Dr. Krauss, quelques différences assez
saillantes, qui pourraient les faire envisager comme consti-
tuant une race géographique. Ils sont plus grands, plus ra-
massés, & organes du vol proportionnellement plus courts,
comme il ressort du dessin d’Asso (op. cit., tab. m1, fig. 5);
le o ale tambour beaucoup plus développé et la région dis-
coidale des élytres bombée, ce qui lui donne un facies a part.
Ces divers caractéres sont trés nets. Il serait facile d’en
ajouter d’autres que fourniraient les détails de la livrée, l’ar-
mure des pattes et la conformation des pieces anales, surtout
i prendre pour base de la comparaison les descriptions con—
nues du @. glabra. Bornons-nous a une observation sur le
segment anal chez le c’. Toutes les descriptions, depuis celle
de Fischer, attribuent a cette piece un contour arrondi, un
peu saillant au milieu, et les figures la représentent en effet
arrondie et entiere. En réalité elle est échancrée chez tous les
exemplaires de la montagne que j’ai étudiés. Je retrouve d’ail-
leurs le méme détail dans un exemplaire de Felixdorf, une
des localités citées dans le « Prodromus.»
L’insecte se tient sur les hautes herbes, dans des conditions
tres diverses: tantot dans les vallées fraitches et humides, tan-
tot dans les champs cultivés. Le <7 fait entendre une stridula-
tion continue, comme celle des Platycleis du groupe de grisea,
mais plus faible, et d'un caractere particulier que Voreille dis-
tingue parfaitement de toute autre. Il se tait des qwil est serré
de trop pres et d’ordinaire saute dans lherbe oti il se dérobe
avec agilité. C’est en nous guidant sur la stridulation que nous
lavons toujours capturé, mes compagnons d’excursions et moi
et j’estime qu'il est impossible & un entomologiste un peu fa-
miliarisé avec le chant des insectes de parcourir les champs
oll il se trouverait, sans étre averti de sa presence.
Pour terminer cette notice, j’ajoute les dimensions de cette
forme occidentale en regard de celles du type, transcrites du
«Prodromus» de M. Brunner.
cf (type du Prodr.) cy (de la sierra).
Longit<corpy. st. .n. 22-26™™ 27-29
— pronot..... 5,6- 7 6,5-7,5
Se iG LYE eo, 10,4 20-26 20-22
— fem. postic. 22-26 21-23
102 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (144)
© (type du Prodr.) © (de Ja sierra).
Loneit--corp....... 2s 20-24mm 28-30™™
— pronot..... 5,2- 7 8
=v ELV UTS as wi 19-28 21-24
— fem. postic. 22-30 23-27
A OVID «site als 15-21 24-25
Grn. Thyreonotus Scr.
57. Th. corsicus Serv. 1839. «Hist. nat. des Ins. orth.», p. 497.
Pentes rocailleuses a végétation rabougrie; sur les arbustes.
Relativement commun.
Habite la Corse, la France méridionale et ?Espagne: Bastia,
Amélie-les--Bains, Narbonne (1) [9]; Cascante, Valencia, Cas-
tellén, Gibraltar [1, 7]; Albarracin [1]; Ona, Chiclana [7]; Uclés
(7, TL}:
GEN. Antaxius £7’.
58. A. spinibrachius Fisch. 1893. «Orth. europ.», p. 258.
Pentes incultes et bien exposées, sur les arbustes: Cambron,
Valsalobre. Rare.
De la péninsule. Espagne centrale: Escorial [1, 6, 7]; La
Granja, Huete [7]; Portugal, sans indication plus précise [10,
165-7); S? Piel (ce: mi 2 Baretis: J):
Ops. Un examen assez attentif, portant sur des exemplai-
res vivants ou conservés dans l’alcool, me permet de préciser
et de compléter sur quelques points les descriptions qui ont été
faites de cette rare espece, si semblable, a bien des points de
vue, a la suivante.
La coloration est bien décrite. Je remarque toutefois que les
exemplaires de la sierra ont tous un ton chatain, par ow ils se
distinguent facilement de Pespéce suivante qui est plus cen-
drée. Le dessous du corps est jaune serin (rouge assez vif chez
ceux de l’Escorial, d@’apres M. Bolivar).
(1) La découverte de l'espéce dans cette localité est due au P. Capelle. C’est par
Suite de renseignements incomplets recus de moi que M. Finot me I’a attribuée.
(145) Pantel.—NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 103
Les élytres sont caractérisés par ce fait, justement relevé
par auteur du Sinopsis (p. 255), que les nervures se détachent
nettement en jaune pale sur le fond fuligineux du limbe.
Tous les fémurs, les postérieurs non exceptés, sont munis
en dessous d’une rangée de petites épines dont le nombre est
variable.
Chez le o’, les valvules anales inférieures offrent cette sin-
guliere particularité qu’elles s’épaississent fortement et se
renflent, en dehors, en un tubercule arrondi tres prononcé.
Il en résulte que ces pieces, d’ordinaire si simples et si uni-
formes quelles n’interviennent pas dans les descriptions, sont
ici parfaitement caractéristiques. La partie subulée des cerci
est finement mais distinctement mucronée.
La plaque sous-génitale de la 9 (pl. 1, fig. 6) est assez in-
solite et m’a paru exiger une description un peu détaillée.
Une tres profonde et étroite incisure la partage presque des la
base en deux grands lobes, arrondis en dehors, bisinués en
dedans, offrant sur leur bord interne, a une certaine distance
de la base, une saillie s, tres anguleuse qui s’avance jusque
sur la ligne médiane. L’aire basilaire comprise en avant de
cette saillie est circulaire ou losangique; celle comprise en
arriere est demi-circulaire. La premiere est occupée par trois
petites éminences arrondies: une impaire et fort peu saillante,
“i, tout a fait a la base, représentant un processus médian;
deux paires, mieux marquées, ¢p, situées aux deux extrémités
du diametre transversal et appartenant a un pli interne de la
plaque. L’aire postérieure laisse voir simplement la base de
Voviscapte. L’extrémité apicale des lobes est anguleuse, mais
a sommet émoussé et nullement mucronée.
La plaque dans son ensemble est d’ailleurs assez variable.
Les dessins qui en ont été publiés successivemeat par Fischer
(«<Orth. eur.», tab. xin, fig. 20 6) et Bolivar («Sinops.», lam. v,
fig. 2 0) sont tous deux exacts (1), quoique assez dissembla-
bles, et représentent deux formes extrémes. C’est du moins ce
que je crois devoir conclure de la comparaison de mes exem-
plaires du Sitio avec un autre, provenant, je crois, de ’Hsco-
rial, que je dois a la générosité de M. Bolivar.
(1) Ilest 4 remarquer toutefois que les auteurs y ont fait abstraction des détails
signalés ci-dessus dans l’aire basale.
104 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (146)-
En captivité, le o7 fait entendre de grand matin une tres
faible stridulation que l’on entend a peine, des que l’on se
place a trois pas. Elle consiste en coups d’élytre réguliérement
répétés a intervalles égaux, et se continue pendant longtemps.
Je ferai remarquer en terminant que l'A. spinibrachius, dé-
crit originairement de Portugal, sur la foi d’une étiquette dont
la signification demeurait tres douteuse, a été retrouvé dans
ce pays, pres de Castello-Branco, par le P. Baret, professeur au
Collége de S" Fiel, de qui je lai recu.
59. A. Kraussi Bol. 1878. «Analect. orth.», 727 AN. DE LA Soc.
ESP. DE Hist. NAT., t. vi, p. 440. .
og Griseus, fusco-notatus, fascia dorsali pallidiore, utringue
Susco-marginata et in parte abdominal angulato-serrata, ornatus.
Pronotum macula humerali flava, immaculata. Elytra medium
segmenti 2 circiter attingentia, parte dorsali albido-flava , veni-
lis concoloribus, parte laterali obscura, venis fuscis; elytrum si-
nistrum campo anali toto coriaceo, crasse reticulato, ramo axil-
lari unico, absque area majore que tympano elytri dextri res-
pondeat.
Femora omnia mutica (A).
Segmentum anale (pl. 1, fig. 5) medio in spinas elongatas
binas, inter se approrimatas, laminam supra-analem absconden—
tes, productum. Cercorum parte prozimali modice intus laminato-
extensa, dente interno fortiusculo, apice fusco, circa medium sito:
parle distali subulata, haud mucronata. Valvule anales simplices.
TOM SUS CORDA. ches oevetinic cit O) LOTS Optom
=f) PAOLO OLN. ceoateverel eles velar 4 4,9
— elytror. (partis liber). 3 2
—— Nh LEM, WO Staite setter e 16 18
SOWA DOS Mlcstar seers) oceltevede ole JW)
Mémes conditions que la précédente espece: Le Salto, Por-
tilla. Fort rare.
Connu jusqu’ici par la seule 9, type de la description ori—
ginale, qui a été capturée a Albarracin par M. le chanoine
Zapater.
(1) Ilest & présumer que ce caractére ne présente rien de bien absolu. Je n’ai vu
qu’un seul <.
(147) Pantel.—NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 105
Cette espece, ainsi que l’a fait observer M. Bolivar, soit dans
la description originale, soit dans un mémoire ultérieur (1),
appartient au groupe du spinibrachius, caractérisé par la lon-
gueur relative des plantules libres et du premier article des
tarses postérieurs. Elle se distingue d’ailleurs de Vespéce de
Fischer par des caracteres tranchés, ainsi qu’il ressort du ta-
bleau suivant:
Major.—o~ Elytra venis omnibus pallidis; elytrum sinistrum
modo consueto venulatum; segmentum anale haud productum,
medio triangulariter excisum; valvule anales infere extus tn
tuberculum inflate.—2 Lamina subgenitalis fere a basi excisa,
lobis extrorsum rotundatis , intus bi-sinuatis; ovipositor rectis-
SHON AISE FEE ie hey ASI la be we LE ... A. spinibrachius Fisch.
Minor.— y Elytra venis lateralibus fuscis; elytrum sinistrum
absque area tympanal; segmentum anale in spinas approxima-
tas productum; valvule anales simplices.—2 Lamina subgeni-
talis a basi profunde medio-sulcata, apice excisa, lobis extror-
sum sinuatis, apice rotundato-truncatis; ovipositor nonnihil
LOCH GUS teccem nis told Vedic pee 5 el eiaiee'. Wee ..... A. Kraussi Bol.
GrN. Platycleis ied.
60. Pl. grisea Fabr. 1793. «Ent. syst.» m1, p. 41.
Champs cultivés et heux secs en général. Commun.
Trés répandu dans toute ’Europe.
61. Pl. intermedia Serv. 1839. «Hist. nat. des Ins. Orth.»,
p. 488.
Mémes conditions que le précédent.
Kspece plus méridionale.
62. Pl. affinis Fieb. 1853. «Syn.», p. 40.
Comme lespéce précédente. Son aire d’extension un peu
plus réduite.
63. Pl. tessellata Charp. 1825. «Hor. entom.», p. 121.
Mémes conditions. Plus abondant en individus.
Du bassin méditerranéen.
(1) AN. DE La SOc. ESP. DE HIST. NaT., t. xvi, p. 103.
106 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (148)
GEN. Decticus Sev.
64. D. albifrons Fabr. 1793. «Ent. syst.» 1, p. 41.
Champs cultivés, parmi les chardons. (Quelques individus
isolés.
Du bassin méditerranéen.
GEN. Ephippigera Zua/7.
65. Eph. Brunneri Bol. 1876. «Sinops.», p. 190.
Champs cultivés et lieux stériles de la plaine, aux environs
immédiats du Sitio; remplacé par d’autres especes sur les hau-
teurs. Assez commun.
De l’Espagne centrale: Madrid [1, 6, 7]; Aranjuez, Escorial,
{1, 6]; Chillarén de Cuenca [1]; Urda [7]; Uclés [7, 11].
66. Eph. Miegi Bol. 1873. «Esp. n. 6 poco conoc.», 7 AN. DE
LA SOC. ESP. DE HIST. NAT. I, p. 224.
Landes élevées, sur les buissons, spécialement sur les Ge-
nista epineux: Embid, Mariana, Majadas, Valsalobre. Assez
rare. :
De PEspagne centrale et du Portugal: Escorial [1, 6]; Nava-
cerrada, Emperador [7]; Coimbra [1, 6, 7].
Ops. I. Sur ’ Eph. Miegi.—Cette belle espece, déja remar-
quable par sa taille et ses formes robustes, dans les individus
typiques de I’Escorial, me parait étre encore plus avantageu-
sement douée a cet égard, dans ceux de Cuenca. Je leur trouve
en outre quelques caractéres différenciels accessoires: téte et
pronotum plus larges, bord inférieur des lobes réfléchis moins
sinué, cerci du <7 brusquement atténués des la base en une
tige subulée. Pour permettre d’apprécier les différences de
taille, je rapproche ici les dimensions moyennes des exem-
plaires de Escorial (d’aprés le Prodromus) et de ceux de la
sierra. Je dois seulement faire remarquer que ces derniéres
ont été prises sur des individus frais, ce qui oblige a faire
subir une réduction a la longueur du corps.
(149) Pantel.—NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 107
ESCORIAL. SIERRA DE CUENCA,
OMIT Corp... c=. a oo et O'33-34"™ o 42 Q 42mm
=) FOTOS Soak 8,0: 10 9 11,5 W2
— fem. post... 23-25 23-25 24 25
1) OVID 72 stat ai Sate 30 32
L’examen des sujets frais permet de remarquer quelques
détails du tegument assez caractéristiques. Chez le o’, les val-
vules anales inférieures sont notablement épaissies, surtout a
leur bord inférieur. Chez la ©, quelques segments ventraux
sont chargés d’élévations calleuses dont une plus remarqua-
ble, en forme de cone tres surbaissé, se trouve sur le 6°.
Le co fait entendre sa stridulation a la chute du jour et du-
‘ant presque toute la nuit. Sa phrase se compose de 7-8 coups
d’archet de méme durée, suivis, en général, de deux coups
plus brefs, servant de finale. Le timbre est sourd et rauque.
Ons. Hl. Sur la stridulation des Q9, chez les Ephippigerida.—
C’est un fait universellement admis et suffisamment démon-
tré par existence de Vorgane musical, que les 99 des Hphip-
pigeride jouissent de la faculté de striduler. Chacun d’ailleurs
a pu constater que lorsqu’on les saisit entre les doigts, ou sim-
plement lorsqwun autre insecte vient inopportunément a les
toucher, elles manifestent leur déplaisir par quelques coups
d’élytre. Mais en dehors de ces cas, je ne sais s'il existe, sur
ce point, des observations directes. N’en ayant point rencon-
tré dans les ouvrages que j'ai pu consulter, je rapporterai ici
celles que je trouve dans mon journal.
La premiere est relative a Pps. Ortegai décrit plus haut.
Une 9 et un 97 habitaient chacun un bocal distinct. Le male
faisait entendre, comme ila été dit, sa courte phrase musicale
composée de 1-2 coups d’élytre, et la femelle, souvent, répon-
dait sans retard appréciable, par 1-3 coups. Ce qu'il y avait de
plus frappant dans ce chant, c’était sa soudainete et sa corres-
pondance pour ainsi dire électrique avec celui du co, dont il
ne paraissait étre que la finale.
Une autre observation a trait a la 9 de Platystolus surcula—
rius Bol. que j'ai entendue striduler gaiement a l’arrivée dun
rayon de soleil.
Enfin, plusieurs individus appartenant a diverses especes
108 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (150)
que j’avais tenus longtemps en captivité en vue d’autres étu-
des et qui étaient sur le point de succomber soit a la vieillesse
soit aux privations, ont fait entendre avant de mourir une
stridulation faible et d’un caracteére particulier, qui rappelle
le dernier chant des grillons males.
67. Eph. Perezi Bol. 1876. «Sin.», p. 200.
Vallée du Jucar et hauteurs environnantes, sur les arbustes,
principalement sur les buissons de Berberis: Sitio, Villalba,
Ciudad-Encantada. Assez commun.
De la faune espagnole. Répandu depuis le plateau central
jusqu’a Manresa et Monserrat: Uclés [7, 11]; Valencia, Huesca
[1, 6, 7]; Oha (Burgos) [7]; Villaroya de la Sierra (Zaragoza)
[1]; Manresa, Monserrat [P. Capelle, c. m.].
Ons. Cette espéce est assez variable. Sans m’arréter a des
différences de livrée, j’appellerai l’attention sur la forme du
pronotum, tantot paralléle, tantét tres sensiblement élargi
davant en arriere, et aussi sur la taille qui dans une série
de oo” préparés de la méme maniére oscille entre 23 et 35™™.
M. Bolivar a signalé dés 1876 Vexistence de certains indivi-
dus provenant de Valence qui atteignaient 32™™.
Il est & remarquer que les individus de grande taille ne se
trouvent point péle-méle avec les petits, mais sont propres a
certaines localités. Les plus remarquables a cet égard que je
connaisse ont été récoltés a Monserrat par notre collegue le
P. Capelle. Ils constituent, on n’en peut guere douter, une va-
riété montagnarde plus grande et, peut-on dire, plus rustique
dans tous ses traits. Le tégument est devenu coriace a tel
point que des échantillons ayant séjourné dans l’alcool peu-
vent étre desséchés sans se ratatiner.
Cette chitinisation luxuriante se manifeste encore par d’au-
tres circonstances, notamment par l’apparition d’un mucron
noir, un peu recourbé en dedans, qui termine les valvules
anales. Ce fait montre bien que certains détails de l’exosque-
lette auxquels on est toujours porté a reconnaitre trop d’im-
portance, dans les descriptions, peuvent tres bien ne tenir
qua un état de prospérité générale.
Dans la variété de Monserrat, Poviscapte est proportionnelle-
ment plus court que dans le type.
(151) Pantel.—NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 109
68. Eph. Ortegai Pant. (v. ci-dessus, p. 72).
69. Eph. carinata Bol. 1876. «Sin. de los Ort. de Esp. y Port.»,
Dy ales
Champs cultivés et terrains vagues, sur les plantes épineu-
ses, dans la vallée. On ne le trouve point sur les hauteurs.
Exclusivement de l’Espagne centrale: Aranjuez [1, 7]; Uclés
esd:
70. Eph. Zapateri Bol. 1876. «Sin. de los Ort. de Esp. y Port.»,
p: 2065
Cirque du Cambroén et les hauteurs environnantes, sur les
hautes herbes, les buissons et les arbres, pins et chénes,
au sommet desquels il grimpe souvent pour striduler. Assez
commun.
De la faune espagnole. N’a été signalé jusqu’a présent que
d@’Albarracin [1, 6, 7] et d’Emperador (montes de Toledo) [7].
D’un vert foncé uniforme; seulement les individus a abdo-
men turgescent paraissent parfois annelés de noir, cette cou-
leur étant celle de la partie membraneuse et régulierement
cachée des segments. Peu coriace, tres difficile & conserver en
bon état pour les collections.
Le nombre des épines sur les tibias antérieurs et sur tous
les fémurs est sujet a de grandes variations.
71. Eph. areolaria Bol. 1876. «Sin.», p. 210.
Exclusivement des régions élevées ot: il est d’ailleurs trés
abondant, dans les champs, les terrains vagues, etc: Salto,
Ciudad-Encantada, Una, Majadas.
De la faune espagnole: Granada [1, 6, 7]; Madrid [1, 6]; Al-
barracin [1, 6, 7]; Penalara [7]; Ofia [P. Capelle, c. m.].
La coloration est extrémement variable, dans cette espéce;
le plus souvent tres vive et d’une grande élégance. Les parties
sombres sont d’ordinaire d’un brun foncé tirant sur le noir;
les parties claires vertes, fauves, violettes, etc.
GEN. Pycnogaster Graél/s.
72. P. Bolivari Br. 1882. «Prodr.», p. 404.
Lande inculte et clairiere du bois d’Embid, pres de Mariana;
110 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (152)
sur les arbustes et les arbrisseaux, méme sur les jeunes pins.
Assez abondant mais localisé.
De I’Espagne centrale. Connu jusquwici de Penalara [6, 7] et
de l’Escorial [7].
La stridulation du ¢ est tres analogue a celle du P. Graellsi
Bol. sur laquelle j’ai donné ailleurs quelques renseigne-
ments (1).
La coloration, d’ordinaire @un beau noir a reflets métalli-
ques et marbrures pales est plus constante que dans l’espece
d’Uclés. Néanmoins on rencontre d’assez nombreux individus
a fond gris ou vert.
Grn. Saga Charp.
73. §S. serrata Fabr. 1793. «Ent. syst.» u, p. 47.
Champs cultivés, sur les éteules (individus gris) et landes a
véegétation rabougrie, sur les buissons (individus verts ou gris).
Une nymphe et trois ou quatre adultes 9Q.
De Europe méridionale. Les localités d’Espagne citées jus-
quici sont peu nombreuses: Escorial [1, 7]; Uclés (7, 11]. Mais
(apres divers renseignements inédits, ’espece a été rencon-
trée sur divers autres points.
Oss. Deux de ces remarquables insectes ayant été conser-
ves quelque temps en captivité, je consignerai ici les petites
particularités éthologiques dont j’ai pu étre témoin.
Comme le dit fort bien M. Brunner (Prod7., p. 407), les Sa-
gide sont des carnassiers d’un caractere prononcé. L’espece
qui nous occupe ne touche pas a la feuille de vigne, méme
apres un jetine prolong, mais elle se jette avec avidité sur un
Ephippigera que j introduis sous sa cloche.
Son attaque n’est point sans méthode; elle commence par
machonner le cou, peut-étre pour atteindre plus vite les gan-
glions cérébroides; puis, sa victime tuée, elle en dévore tran-
quillement les parties & sa convenance, d’ordinaire les plus
dures. Tantot, en effet, elle ne mange que la téte et le prono-
(1) Contr. & VOrthopterologie de V Esp. centr. in AN. DE LA SOC. ESP. DE HIST. NAT.,
t.. Xv, p. 283.
(153) Pantel.—NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. In
tum; tantot elle s’attaque aussi a ’abdomen, mais alors elle
dévore tout autour l’enveloppe musculo-cutanée pour laisser
finalement intact le paquet de visceres (1).
De méme qu’elle fait un choix entre les parties de l Zphippi-
gerd, elle en fait un entre les insectes que je mets & sa portée.
Tandis quelle dévorait le premier Aphippigera que je lui ai
présenté, il était curieux de voir un Ameles Spallanzania,
avec lequel elle avait vécu plusieurs jours en bonne intelli-
gence, tranquillement perché sur son dos.
Il est a peine besoin de noter que les pattes antérieures des
Saga, visiblement conformées en instruments de préhension,
sont en méme temps les harpons au moyen desquels ils saisis-
sent et les tenailles au moyen desquelles ils retiennent leur
victime. Le mode de fonctionnement de ces organes est iden-
tiquement celui des pattes ravisseuses des Mantodées. De méme
que celles-ci d’ailleurs, ils fonctionnent éventuellement com-—
me armes défensives. Cherche-t-on a prendre l’insecte? il se
met d’ordinaire sur le dos, ramasse ses pattes et fait en sorte de
vous saisir le doigt entre le tibia et le femur. Aussi convient-il
de voir dans la forte musculature des pattes antérieurs et inter-
médiaires et dans la grosseur correspondante de ces membres,
une appropriation a la préhension plutot qu’a la marche.
Je nai point observé directement la ponte du Saga serrata,
mais ayant remué la terre sur laquelle il avait séjourné, j’ai
trouvé un assez grand nombre d’ceufs disséminés ca et la.
Gryllodea.
GEN. GEcanthus Sev.
74. (&. pellucens Scop. 1763. «Ent. carniol.», p. 32.
Lieux arides, sur les herbes séches. Assez commun.
Europe méridionale et région méditerranéenne.
(1) Les insectes carnassiers paraissent en user ainsi avec leur proie, quand celle-
ciaun appareil digestif volumineux. Postérieurement 4 la rédaction de ces notes j’ai
eu occasion de voir un Locusta viridissima qui venait de dévorer trés proprement la
peau d’une chenille, sans toucher ni a la téte qui était par trop dure, ni au volumi-
neux tube digestif qui ne s’était pas trouvé de son gout.
112 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (154)
GEN. Nemobius Sev.
75. N. sylvestris Fabr. 1793. «Ent. syst.» um, p. 33.
Bois frais, parmi les feuilles seches, au Cambron. Tres abon-
dant.
Europe centrale et méridionale, nord de |’Afrique.
76. N. Heydeni Fisch. 1853. «Orth. europ.», p. 185.
Berges du Jucar ou du Cambron? un oubli d’étiquetage ne
me permet point de préciser la station.
De la faune circa-méditerranéenne. Signalé en Espagne
de Santander, Barcelona, Madrid [1, 6, 7]. A ces localités il
faut ajouter Uclés, qui constitue un intermédiaire entre Ma—
drid et Cuenca; l’espéce y a été découverte par le P. Capelle,
depuis ma derniére publication sur les Orthopteres de cette
région.
77. N. lineolatus Brull. 1835. «Hist. nat.», 1x, p. 179.
Rive gauche du Jucar, au Sitio et sur d’autres points; nym-
phes et adultes.
De la région méditerranéenne; habite une aire étendue mais
trés discontinue. Les localités de la péninsule qui ont été signa-
lées sont: Vergara, Oia, Cabesd (Alicante) [7] pour Espagne;
Espinho, Visella ({7] pour le Portugal.
GEN. Gryllus Z.
78. Gr. bimaculatus de Geer. 1773. «Mém. p. serv. a l’Hist.
des Ins.» 101, p. 521.
Un seul exemplaire, pris non loin du Jucar.
Espece méridionale, indiquée en Espagne de Malaga, Gra-
nada [6, 7]; Sevilla, Madrid, Jativa, Barcelona [7].
79. Gr. campestris L. 164. «Mus. Lud. Ulr.», p. 124.
Je trouve cette espece mentionnée dans mes notes, mais je
la cite avec hésitation, n’en ayant conservé aucun échantillon.
(155) Pantel.— NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 113
80. 2Gr. burdigalensis Latr. 1804. «Hist. nat.» xi, p. 124.
J’inscris cette espece d’aprés quelques larves que je ne crois
pas pouvoir rapporter a rien d’autre.
GEN. Gryllodes Sdauss.
81. Gr. pipiens Duf. 1820. «Ann. des Sc. phys. de Brux.» v1,
p. 315.
Pentes rocailleuses, sur toutes les hauteurs des environs du
Sitio. Assez répandu dans toute la région a en juger par le
chant des oo” que l'on entend parfaitement a la tombée de la
nuit, mais difficile a capturer, comme on sait.
Cette espece et ses nombreuses variétés ont été récemment
Vobjet dune étude tres précise due a notre savant collégue
M. Bolivar et parue dans ces ANALES, t. xxrr, sesidn de Fe-
brero, 1894. D’apres ce travail, les exemplaires de la sierra
appartiendraient a la forme typique, connue jusquwici d’Uclés
et de Camprodon (Catalogne) seulement. La nouvelle localité
se trouve étre intermédiaire aux deux anciennes.
GEN. Gryllomorpha /7e/.
82. Gr. aliena Br. 1882. «Prodr.», p. 444.
Amas de pierraille mélée de débris organiques et cavités
des souches pourries, pres du Jucar, au Salto et sur une pente
rocailleuse, entre le Sitio et Valdecabras.
Ayant eu l'occasion de signaler ailleurs existence de cette
espece dans la sierra, je me contente de rappeler ici que les
seules localités ott on Vait rencontrée sont Valence, Monserrat
et les environs du Sitio; les individus de cette derniere appar-
tenant d’ailleurs a une race plus robuste, a oviscapte propor-
tionnellement bien plus long.
83. Gr. uclensis Pant. 1890. «Notes orth.», 7 AN. DE LA Soc.
ESP. DE HIST. NAT. XIX, p. 364.
Mémes conditions que le précédent. Les deux espéces coha-
bitent quelquefois.
N’était connu jusqwici que d’Uclés. La nouvelle localiteé
étend vers le nord son aire géographique.
ANALES DE HIST. NAT.—XXV, 8
1l4 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (156
Gen. Gryllotalpa Lair.
84. Gr. vulgaris Latr. 1807. «Gen. Crust. et Ins.» mI, p. 95.
Berges du Jucar ot il parait assez commun; larve et adulte.
De la faune européo-méditerranéenne.
GrN. Tridactylus air.
85. Tr. variegatus Latr. 1804. «Hist. nat. des Crust. et des
Ms.) KI, pp. L9.
Gréves sablonneuses des bords du Jucar. Rare.
Europe méridionale et régions assez étendues de l'Afrique
et de l’Asie. Cité en Espagne de Granada, Madrid [6, 7]; Jara-
ma [7]; signalé aussi en Portugal [7].
Oss. Ayant pu observer en captivité quelques exemplaires,
j'ai été frappé par certaines particularités de conformation ou
Whabitudes que je crois utile de signaler. Nous possédons, il
est vrai, sur ce curieux insecte, des observations tres précises,
dues a la patiente sagacité de Foudras (1) et de L. Dufour (2);
mais les extraits que j’ai pu consulter de ces Mémoires déja
anciens ont trait soit 4 la conformation générale de l’animal,
soit & sa progression dans le sable, et je me propose d’appeler
simplement l’attention sur son attitude et sur adaptation par-
ticuliére de ses pattes postérieures.
L’insecte au repos est & peu pres cylindrique. Ses fémurs
postérieurs élargis en lame bombée, sont appliqués contre
Vabdomen de maniére a ce que leurs bords supérieurs soient a
peu pres contigus, et n’était la trés petite sinuosité géniculaire
qui détermine un vide a l’extrémité, Pensemble simulerait
parfaitement deux élytres de coléoptére. Ce qui contribue a
accentuer la ressemblance, ce sont les véritables élytres du
Grillon, lesquels sont coriaces, unis, et apparaissent a la base
de ’abdomen comme un véritable écusson inter-élytral.
(1) Observations sur le Tridactyle panaché. Lyon, 1829.
(2) Histoire naturelle du Tridactyle panaché, in «Ann. des Sc. nat. Zool.» 1838.
(157) Pantel.— NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 115
Ces dispositions sont assurément trés suggestives. On ne
peut guere s’empécher d’y voir une preuve que les pattes pos-
téerieures sont principalement adaptées a la protection de Vab-
donen.
Conservent-elles en méme temps leurs fonctions ordinaires
(’organes de progression et de saut?
Je n’ai a citer aucune observation personnelle ayant trait &
ce dernier acte. Je rappellerai seulement que Dufour, au rap-
port de Fischer (1), lVattribue au jeu exclusif des deux premié-
res paires de pattes. Quelque étonnante que paraisse cette
observation, surtout si l’on songe aux bonds prodigieux qui
rendent si difficile la capture de Zridactylus, ce que j’ai vu
moi-méme de la simple progression dans un tube de verre
nest point pour la faire révoquer en doute. Le petit grillon,
en effet, ne se sert pour marcher que de ses quatre pattes an-
térieures. Les postérieures, durant ce temps, conservent l’atti-
tude du repos, appliquées contre l’abdomen, les tibias rame-
nés contre les fémurs et les éperons étendus suivant des direc-
tions concourantes en avant, de part et d’autre du sternum.
Parvenu au terme de cette énumération, je ne m’étendrai
point sur les considérations générales quelle peut sugeérer.
Mon but n’a pas été de faire un travail de rapprochement ni
de généralisation, mais simplement de poser un des nombreux
jalons qui sont nécessaires pour délimiter, plus tard, les zones
Vhabitat; et aussi de compléter éventuellement, sur quelques
points de détail, les données descriptives ou autres relatives a
certaines especes.
Des a présent, toutefois, on ne peut qu’étre frappé de l’ex-
traordinaire richesse de cette faune locale. Malgré lVinsuffi-
sance de l’exploration et a égale étendue du terrain visité, a
tres peu pres, le catalogue des espéces n’est pas inférieur,
pour le nombre, a celui des environs d’Uclés.
Ce catalogue étend vers l’Est laire géographique dun bon
nombre d’espéces du plateau central ou du nord de l’Espagne,
telles que:
(1) Orth, europ., p. 153.
116 ANALES Di HISTORIA NATURAL. (158)
Chelidura Bolivari Dubr. Pamphagus deceptorius Bol.
Aphlebia carpetana Bol. Antaxius spinibrachius Fisch.
Stenobothrus Bolivari Br. Gampsocleis glabra Herbst.
— grammicus Caz. Ephippigera Brunneri Bol.
— minutissimus Bol. — Miegi Bol.
Arcyptera flavicosta Fisch. Pycnogaster Bolivari Br.
D’autres especes, plus méridionales, tendent au contraire a
remonter et il est a présumer qu elles se rencontreront bien
au dessus de la latitude de Cuenca. Tel est peut étre le Gry//o-
morpha uclensis Pant.
Les citations de localités que j’ai tenu a reproduire toutes
les fois qwil était question d’une espece relativement peu ré-
pandue, font ressortir d’elles-mémes les étroits rapports de la
faune de cette sierra et de celle d’Albarracin. Les principaux
représentants de celle-ci nous sont connus grace aux nom-
breuses communications de M. Zapater, a l’auteur du «Sinop-
sis de los Ort. de Esp. y Port.»; or beaucoup d’entre eux se re-
trouvent dans le catalogue du Sitio, p. ex.:
Stenobothrus Bolivari Br. Antazius Kraussi Bol.
Arcyptera flavicosta Fisch. Lphippigera Zapateri Bol.
Cuculligera flexuosa Serv. — areolaria Bol.
Barbitistes Fischer’ Yers.
(159)
ile
»
ms
3.
Pantel.—NOTES ORTHOPTEROLOGIQUES. 117
Explication de la planche.
Nemobius lineolatus Brull.— Une des épines apicales du
tibia postérieur, étudiée avec D x 4 Zeiss, dessinée avec
A X 4;—a, la pointe nue et fortement chitineuse;—4Z, les
deux carenes qui limitent la face aplatie regardant l’axe
de la jambe; elles sont dentées en scie sur une longueur
variable, a partir de la pointe nue;—c, la face aplatie;
elle est a peu pres glabre chez toutes les espeéces et l'état
du tégument y est plus uniforme;—d, le reste du con-
tour, arrondi et chargé de poils @une seule sorte, quoi-
que de dimensions inégales; la structure fine de ces
accessoires donne lieu, méme sous les moyens grossis—
sements, a une apparence de torsade, d’une grande élé-
gance; le fond du tégument ne porte que des reliefs peu
saillants.
Nemobius sylvestris Faby.—Une épine apicale du tibia pos-
térieur, dans les mémes conditions; les mémes lettres
désignent les mémes détails; les carénes J sont simples
sur tout leur parcours; le fond du tégument, sur la par-
tie arrondie, est chargé de reliefs plus saillants, moins
distinctement imbriqués pourtant que sur le corps du
tibia.
A-H. Geomantis larvoides Pant.—A ), laQ vue d’en haut, un
peu grossie; la longueur vraie indiquée a droite per-
mettra d’apprécier l’amplification des fig. 3B, 3C, sD;—
/, le tubercule juxta-oculaire.— &), la méme, extrémité
de ’abdomen vue par en dessus;—VI, sixiéme segment;
-—psg, lobe apical de la plaque sous-génitale, servant
de gaine a loviscapte;— v7, valvule inférieure de l’ovis-
capte.—C), laméme, extrémité de l’abdomen vue par
dessous;—psg, la plaque sous-génitale avec son ex-
trémité bilobée, repliée latéralement sur l’oviscapte et
séparee par un pli plus ou moins brusque.—Z), la jambe
et le tarse de la patte postérieure gauche, pour permet-
tre Wapprécier les longueurs respectives du premier
article du tarse et du tibia et ’armure de ces deux pié-
118
4.
5,
6.
ANALES DE HISTORIA NATURAL. (160)
ces.—F). le o’, téte vue de face; dimensions indiquées.
—F), le méme, extrémité de abdomen vue de profil.—
G), le méme, extrémité de abdomen vue par dessous,
dimensions indiquées.—//), le méme, extrémité de lab-
domen vue par dessus;—VI, sixiéme segment dorsal.
Ephippigera Ortegai Pant.—<~, extrémité de labdomen
vue par dessus; longueur indiquée.
Antaxius Kraussi Bol.—c’, extrémité de Pabdomen vue
par dessus; longueur indiqueée.
Antaxius spinibrachius Fisch.—, extrémité de labdo-
men vue par dessous; longueur indiquée.—#, tubercule
impair au fond du sinus basilaire;— ¢p, tubercule pair,
a Vextréemité du diamétre transversal;—s, saillie angu-
leuse au bord interne des lobes; — vi, valvule inférieure
de Voviscapte, dont la base se voit en avant des tubercu-
les pairs.
ALGUNOS DATOS
PARA EL ESTUDIO
DE LOS TENTREDINIDOS DE ESPANA,
POR
D. JOSE M“ DUSMET Y ALONSO.
(Sesion del 6 de Marzo de 1895.)
INTRODUCCION.
La Entomologia es, entre los muchos estudios que compren-
den las ciencias naturales, uno de los mas interesantes y uno
de los que presentan mas ancho campo a nuevas investiga-
ciones.
Es indudablemente uno de los mas interesantes, porque, Si
admirable se manifiesta la Naturaleza en los grandiosos fend-
menos de la constitucién del globo terraqueo, en las terribles
erupciones volcanicas 6 en la elevacién de las cordilleras, no
lo es menos seguramente en la tenue y delicadisima estruc-
tura de los drganos de un insecta, en sus maravillosos actos
instintivos, gracias a los cuales puede, a pesar de su debili-
dad, conservar su existencia y asegurar la de su especie, en
la diversidad, pudiera decirse infinita, de formas, de colores,
de tamafios, de viviendas, de costumbres, que presenta la nu-
merosisima clase de los insectos que en sus diferentes estados
vuelan por los aires 6 se arrastran por el suelo, habitan en las
cuevas mas profundas 6 descansan en la corola de las flores,
chupan los jugos de delicadas plantas 6 roen las mas duras
maderas, ofreciendo una multitud tal de organizaciones y de
leyes que las rigen, que el espiritu, tanto quizas como en pre-
sencia de los mas complejos problemas astronodmicos 6 geo-
logicos, se siente atonito al contemplar la sublime obra del
Creador.
120 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2)
La Entomologia es una ciencia que continuamente esta y
ha de estar recibiendo gran desenvolvimiento. No hay mas
que revisar las numerosas obras y revistas cientificas que cada
aflo se publican en diferentes idiomas, para observar la mul-
titud de especies nuevas que se describen y los descubrimien-
tos que se realizan. bien respecto 4 la organizacién, 6 ya a las
costumbres de los insectos. Si en paises como Francia 6 Ale-
mania, muy poblados y estudiados entomologicamente hace
anos, se estan atin descubriendo nuevas especies, facil es ima-
ginar el enorme nimero de formas desconocidas que existiran
en regiones como Africa y Asia, como Oceania y gran parte
de América, casi completamente inexploradas. Aun en la mis-
ma Europa hay varias naciones en las que se halla poco ex-
tendido el estudio de la Entomologia, y una de ellas es Espa-
nha, donde son contadas las personas aficionadas a este ramo
de las ciencias.
La Entomologia, reducida a los actuales iimites, mucho me-
nos extensos que los que antiguamente senalaban los autores,
tiene por objeto el estudio de los insectos, los cuales son agru-
pados por los naturalistas segtin el criterio de cada cual, en
mayor 6 menor ntiimero de érdenes. Estos pueden légicamente
reducirse 4 ocho, a saber: Arquipteros, Neurdpteros, Ortopte-
ros, Coleépteros, Himendpteros, Hemipteros, Dipteros y Lepi-
dépteros.
Descritos los Ortépteros de Espana en la Sinopsis debida al
distinguido profesor de Zoografia de Articulados, Sr. Bolivar,
quien ha descubierto muchas especies y publicado ademas
eran nimero de monografias; habiendo sido objeto los Co-
leépteros de diversos trabajos del ilustre profesor que fué
de Zoologia general, Sr. Pérez Arcas, del catedratico de
Zoografia de Vertebrados, Sr. Martinez y Saez (poseedor de
una magnifica coleccién), de los Sres. Uhagén, P. Pantel y
otros; publicado por los Sres. Zapater y Korb un catalogo de
Lepidépteros de la provincia de Teruel, por el Sr. Seebold
otro de los que se hallan en los alrededores de Bilbao, por
el Sr. Vazquez Figueroa el de los de ésta, y por el Sr. Macho
de Velado una lista de los encontrados en Galicia; estudia-
dos actualmente los Hemipteros por el Sr. Bolivar, los Arquip-
teros por el mismo y el Sr. Mazarredo, y los Dipteros por el
profesor del Instituto de Gerona, Sr. Cazurro, y siendo poco
(3) Dusmet y Alonso.—TENTREDINIDOS DE ESPANA. 121
numerosos los Neurdépteros, vemos que el orden de los Hime-
nopteros ofrece abundante materia de estudio a los naturalis—
tas espanoles.
LOS HIMENOPTEROS
No hemos de hacer la historia de este orden y de la mayor
6 menor amplitud que le han asignado los autores, por ser
asunto propio de otra clase de trabajos. Sdlo debemos consig-—
nar que tal y como en la actualidad se estudia, comprende los
insectos de metamorfosis completa que tienen el aparato bucal
(pro-muscis) dispuesto para morder y para chupar, y cuyas
alas son membranosas y con pocos nervios.
El estudio amplio y detallado de la organizacion de un hi-
menoptero nos apartaria mucho de nuestro objeto, siendo ade-
mas inutil, puesto que multitud de obras de excelentes auto-
res se han ocupado de ello, y un principiante habria de limi-
tarse a copiarlas, ya que no habia de corregirlas.
El orden que nos ocupa sdélo ha dado lugar en Espana, que
sepamos, a4 los siguientes trabajos:
Un catalogo de Himenopteros de Cataluna, publicado por
D. Pedro Antiga.
Otro que abarca todos los érdenes de insectos de la misma
regidn, por el Sr. Martorell.
Una monografia de los Crisididos, debida al Sr. Gogorza,
catedratico de Salamanca.
Por ultimo, diversas listas, descripciones 6 estudios que han
visto la luz en los ANALES DE LA Soc. ESP. DE HIST. NAT., pro-
cedentes de los Sres. Antiga, Chicote, Cuni, Gogorza, Gorriz,
Martinez, Rodriguez Ferrer, Vachat, y especialmente de don
Manuel Medina, catedratico de Medicina en Sevilla, el cual
hasta ahora se ha dedicado principalmente a la interesante
familia de los Formicidos.
Vemos, por lo tanto, que respecto 4 los Himendpteros de
Espana es poco lo que hasta ahora se ha hecho. Esta conside-
racién es de mucha importancia para animar a trabajar algo
en la materia. En efecto, en un jardin cuidadosamente arre—
e@lado por manos habiles y expertas no debe entrar a trabajar
un ignorante obrero, cuyos esfuerzos, aun siendo costosos
122 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4)
para él, harian mas dano que provecho, Por el contrario, en
un paramo de tierra fértil, mas necesitada de labores, cual—
quier golpe de azadén que la remueva puede ser algo bene-
ficioso.
El] examen de las distintas especies que representen en
nuestra Peninsula a alguna de las familias de Himendpteros,
creemos que entrana cierta utilidad.
El reducido numero de obras en que se encuentran datos,
la ausencia de estas mismas obras de las bibliotecas espanolas
y el ser muy pocos los ejemplares que se pueden estudiar, a
causa de la falta de aficidn que hay en Espana a las ciencias
naturales, pues casi Unicamente los profesores y sus poco nu-
merosos discipulos recogen algunos insectos, todo ello se une
‘i la escasez de conocimientos de quien esto escribe, para con-
tribuir a hacer mas insignificante el presente trabajo.
Pero si esto nos desanimase, nos bastara considerar con de-
tencién los ejemplos que nos da la Naturaleza, siempre pré-
diga en modelos dignos de imitacién, y al observar que los
Termes, esos insectos guerreros de Africa, con sdlo granitos
de arena construyen sus viviendas, a veces de 12 pies de altu-
ra, y tan sdlidas que las aprovechan para su habitacidén los
indigenas, nos atreveremos a contribuir con un grano de are-
na, aunque sea en pequenisima parte, ala construccidn del
edificio de la ciencia entomologica.
LOS TENTREDINIDOS:
Entre los diversos grupos en que se divide el orden de los
Himendpteros hay uno muy natural y perfectamente deslin-
dado de los demas. En el estado de larva constituyen dicho
grupo las llamadas /alsas orugas, nombre debido a la presen-
cia en ellas de varios pares de patas membranosas, ademas de
los tres primeros pares quitinosos comunes a muchas larvas
de distintos drdenes. Tienen movimientos propios y buscan
por si el alimento, a diferencia de los de otros Himendopteros,
cuyo movimiento es muy limitado 6 nulo.
Kn el estado de insecto perfecto poseen asimismo los que
nos ocupan un caracter muy esencial y distintivo. Su abdo-
men se une al tdrax por una ancha base, no existiendo el
(5) Dusmet y Alonso.—TENTREDINIDOS DE ESPANA. 123
pediculo movible que tanto se percibe en las otras secciones
del orden. Ademas de esto, es otro caracter muy Util para re-
conocer que un himenoptero pertenece a este grupo, la exis-
tencia en sus alas de la célula lanceolada que tantas variacio-
nes presenta y tan interesante es para la formacidn de los
géneros.
Ofrecen la particularidad estos insectos de figurar en su
mayoria entre las especies perjudiciales, lo cual no es fre-
‘cuente entre los Himendpteros, siendo dicha cualidad un mo-
tivo mas para que deban ser estudiados con atencion.
Este grupo natural corresponde al antiguo género Zenthredo
de Linneo, y es el denominado por Réaumur, Geoffroy y otros,
Moscas con sierra, nombre que indica la forma especial del
oviscapto de las hembras.
El continuo descubrimiento de especies y el estudio mas
profundo de la organizacién de los seres son causa de la crea-
cién, que siempre se esta verificando, de nuevos géneros y
mayor numero de familias. Tres de estas se comprenden ac-
tualmente en el grupo que estudiamos; son los Tentredinidos,
propiamente dichos, los Céfidos y los Siricidos, que se distin—
guen entre si del modo siguiente:
a. “ibiasjanteriores| con dos eSpolones. . 0... cele. ies oie ee I. Tentredinidos.
a’. Tibias anteriores con un solo espolon.
6. Abdomen generalmente mis 6 menos comprimido.
Alas anteriores con dos células radiales y cuatro
cubitales, de las cuales la primera es mayor que la
SO OUT serovars ecyetercvataletcielole Eofuiclélalaie/eiets oxereinie,c c.57s fs allenser ths HE Céfidos
db’. Abdomen cilindrico 6 deprimido. Alas anteriores con
una 6 dos células radiales y dos, tres 0 cuatro cubi-
tales; la primera de ellas menor que lasegunda.... HME. Siricidos.
Nos ocuparemos sucesivamente en el presente trabajo de
dichas tres familias, dando una ligera idea de la organizacion
de los insectos que las constituyen y acompanando un cuadro
dicotémico para la determinacion de los géneros. Cada uno de
estos sera descrito con solo sus caracteres esenciales, a los que
seguira un cuadro de determinacién de las especies halladas
en nuestra Peninsula, con la época de su existencia, plantas
que habitan y algunas indicaciones sobre las larvas conocidas,
terminando con la enumeracién de Ics ejemplares estudiados
de cada especie y las citas de localidades que hemos podido
encontrar en los diversos autores.
124 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6)
El orden seguido, en general, para la clasificacidn y des-
cripcidn de especies es el de la magnifica obra Species des Hymé-
nopleres @ Hurope et d’ Algerie, por M. André (Ed.), cuya re-
ciente muerte es una gran pérdida para la ciencia. Las espe-
cies de clasificacidn dudosa y algunas nuevas han sido estu-
diadas, varias de ellas, por el sabio especialista Fr. W. Konow,
residente en Teschendorf (Mecklemburgo).
- Los ejemplares que hemos visto proceden de la coleccién del
Museo de Historia natural de Madrid y de las particulares de
los Sres. Medina, de Sevilla, y Sanz de Diego y Martinez Esca-
lera, de Madrid, los cuales, asi como el Sr. Bolivar, catedratico
del Museo, han tenido la amabilidad, que agradezco en extre-
mo, de permitirme el estudio de dichos insectos. Aleunos otros
ejemplares han sido cazados por mi.
Para la redaccién de este trabajc, bien en su parte gene-
ral, ya para las citas de especies, he utilizado las obras si-
guientes:
AnpRE (Ed.).— Species des Hyménoptéres d'Europe et d’ Algérie. Beaune,
1879.
Axtica (P.).— Catalogo de los Himendépteros observados en diferentes si-
tios del Principado. Barcelona, 1888.
— Lista de Himendpteros recogidos en San Esteban Palautordera
(falda de Monseny).—Actas de la Soc. ese. pe Hist. nar., t. xiv,
pag. 74.
BertHan (Ph.).—Archiy. fiir Naturgeschichte.
Cavs (C.).—Eléments de Zoologie. Traduction par G. Moquin-Tandon.
Paris, 1889. a
Cunt y Martoreui (M.) —Excursién entomoldgica y botanica 4 San Miguel
del Fay, Arbucias y cumbres de Monseny.—ANALES DE LA Soc,
ESP. DE Hist. nat., t. 1x, pag. 205.
— Excursién entomoldgica y botdnica 4 la Cerdafia espafiola (Cata-
lufia). —ANALES DE LA Soc. Esp. DE Hisr. nar., t. x, p. 367.
— Datos para una flora de los insectos de Catalufia.— ANALES DE La
Soc. Ese. De Hist. nat., t. x, pag. 433.
— Resultado de una excursién entomoldgica y botdnica por el tér-
mino de la Garriga (Catalufia).—ANALES DE La Soc. Esp. DE Hist.
NaT., t. Xll, pag. 83.
— Excursién entomologica 4 varias localidades de la provincia de
Gerona.— ANALES DE LA Soc. Esp. DE Hist. nat., t. xiv, pag. 51.
— Insectos observados en los alrededores de Barcelona. — ANALES
DE LA Soc. Esp. DE Hist. nat., t. Xvi, pag. 133.
(7) Dusmet y Alonso.— TENTREDINIDOS DE ESPANA. 125
Cuni y Marroretu (M.).—Insectos encontrados en Santas Creus.— ANALES
DE LA Soc. Ese. DE Hist. Nat., t. xvir, pag. 5.
— Insectos recogidos en Begas durante el mes de Mayo.— Actas de
la Soc. usp. DE Hist. nat., t. XvVI1I, pag. 62.
Dautpom (A. G ).—Hymenoptera europea. Berolini, 1854.
D’Orsicyy (A.).—Dictionnaire universel d'Histoire naturelle. Paris, 1861.
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Georrroy (M.).—Histoire abrégée des Insectes. Paris. An. vi de la Répu-
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Kircuner (Leop.).—Catalogus Hymenopterorum. Vindobone, 1867.
Konow (Fr. W.).—Neue Europiiische Blattwespen.— Wiener Entomolo-
gische Zeitung, xi Jahrg, 11 Heft. 31 Marz 1894.
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LatREILLE—Cours d’Entomologie. Paris, 1832.
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y determinados por Léon Dufour.—Actas de la Soc. ese. pe Hist.
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— Harpiphorus Calderoni sp. noy.— Actas de la Soc. ese. pe Hist.
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— Lista de Tentredinidos espafioles.— Actas de la Soc. usp. pe Hisr.
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-Rosennaver.— Die Thiere Andalusiens,
Spinoia (Max.).—Notes sur quelques Hyménoptéres peu connus, recueillis
en Espagne par M. Victor Ghiliani.— Annales de la Soc. Ent. de
: France, 2" série. Paris, 1843.
Westwoop (J. O.).—Arcana entomologica. London, 1841.
126 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8)
Famitia L.° Tentredinidos.
Abdomen sentado, sin articulacion movible con el trax. Alas
anteriores con célula lanceolada. Trocdnteres de dos artejos, sien-
do mas grueso el basilar. Tibias anteriores con dos espolones.
Oviscapto de la hembra dentado en forma de sierra y funcio-
nando como tal.
Huevos. No presentan caracteres especiales que les distin-
ewan de los de otros Himendopteros. Estan formados por una
cubierta apergaminada que envuelve un liquido en el cual se
desarrolla el embrién. Son redondeados 6 elipticos, de colores
diversos, y en las grandes especies de Cimbicidos llegan a
tener 2mm. de longitud. Alegunos tienen la propiedad de au-
mentar de volumen después de la puesta.
Larvas. La mayor parte tienen, ademas de los tres pares
de patas corneas 6 quitinosas, comunes 4 las de los otros orde-
nes, varios pares de patas membranosas, lo que las ha valido
el nombre de /alsas orugas; pero se distinguen de las larvas
de Lepidépteros, porque el numero de estos Ultimos pares es
en los Tentredinidos superior a5, que es el maximo en las
orugas propiamente dichas. En la tribu de los Filotominos las
patas quitinosas son rudimentarias y casi invisibles las mem-
branosas.
El cuerpo de las /a/sas orugas consta de la cabeza, tres seg—
mentos toracicos y nueve ventrales. El ultimo de estos, 6 seg-
mento anal, lleva 4 veces patas membranosas algo distintas.
llamadas anales.
Los estigmas son nueve pares, uno en el segmento protora—
cico y los restantes en los ocho primeros del abdomen.
El cuerpo, en algunas lampifo, es en otras espinoso 6 pe-
ludo, y en ciertas Hriocampa (annulipes , limacina, ete.), pro-
visto de una viscosidad abundante, de mal olor, que les ayuda
a sostenerse en la superficie de las hojas.
Kn varias especies de Cimbicidos las larvas tienen sobre los
estigmas unos orificios situados en unas protuberancias céni-
(9) Dusmet y Alonso.— TENTREDINIDOS DE ESPANA. 127
cas, membranosas, por cuyos orificios pueden lanzar un liqui-
do verdoso que les sirve de medio de defensa.
Ninras. Lo mismo que en las demas familias, tienen todas
las partes que constituyen el insecto perfecto cubiertas de una
tenue membrana que las defiende, y la cual, después que pasa
algun tiempo, se rompe para dar salida al insecto alado.
INSECTO PERFECTO. Cadbeza.—Es redondeada, mas ancha que
larga, y se halla unida al torax por tegumentos y musculos
que se insertan en su parte posterior. Esta recibe el nombre
de occipucio, en el cual esta situado el agujero occipital, por el
que entran los nervios, esdfago, aparato circulatorio, ete. La
regién mas elevada de la cabeza es el vertex, en el que se en—
cuentran los estemmas U ojos sencillos en niimero de tres. En—
tre ellos y los ojos compuestos hay un espacio Hamado /rente,
y mas abajo la cara, limitada lateralmente por los ojos, @ran-
des , ovalados y compuestos de gran numero de facetas. In la
cara vemos las /ositas antenales, lugar de insercién de las an-
tenas. Debajo de la cara se halla el epistoma, que a su vez cu-
bre en parte el aparato bucal. Por ultimo, a los lados de los
ojos se encuentran las mejillas.
Boca.—Empezando por la parte superior se halla el /abro,
cubierto en parte por el epistoma, y, lo mismo que éste, de
color distinto del resto de la cabeza en muchas especies. Las
mandibulas, piezas corneas, fuertes, 4 veces dentadas, que se
mueven horizontalmente, siendo por lo general encorvadas y
puntiagudas. Bajo las mandibulas se halla la abertura bucal
6 faringe, cerrada por dos valvulas, una superior, epi/aringe 6
epiglotis, otra inferior 6 hipofaringe. que hacen el oficio de la-
bios. Las mazilas son otras dos piezas situadas a la parte late-
ral inferior de la abertura bucal, y formadas cada una por el
tallo, de consistencia cérnea, el /dbu/lo (& veces hay dos), que
es membranoso, y los palpos mazxilares, especie de pequenas
antenas, insertos en la unién del tallo y lobulo, y compuestos
de seis artejos, rara vez de siete (Phenusa, Dolerus). Por ulti-
mo, el /abio inferior esta formado por tres ldbulos, y en él se
hallan los palpos labiales, de cuatro artejos.
Antenas.— Estos apéndices movibles, cuyo punto de inser-
cidn ya hemos indicado, y que después de muchas vacilacio-
128 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10)
nes son considerados hoy por los naturalistas como 6rganos
del olfato y 4 la vez del tacto, revisten formas muy variadas
en los Tentredinidos. El niimero de artejos puede variar des-
de 3 (Hylotoma, Schizocera) hasta 36 (Lyda campestris). A ve-
ces son setaceas (Zenthredo), otras moniliformes (A ¢halia),
claviformes (Cimbex), ahorquilladas (<7 de Schizocera), denta-
das 6 aserradas (Zarpa), doblemente pectinadas (¥ de Lophy-
rus), etc. En muchos géneros la forma de las antenas sirve
para distinguir los sexos (Hylotoma, Lophyrus, Schizocera).
Toraxz.—Se compone de protoraz, de cuya parte inferior 6
prosternon arranca el primer par de patas, mesolorar que sos-
tiene el segundo par y las alas anteriores y me/atorar, base
del tercer par de patas y de las alas posteriores. Kn esta fami-
lia el pronoto suele ser estrecho en su parte media, el metanoto
ofrece la particularidad de presentar bien visible el pos/-escu-
dete, pieza que en otros grupos se suele ocultar bajo los tegu-
mentos, y todas las partes estan bastante separadas por surcos
profundos. Entre el escudo y el escudete, junto a la abertura en
que se insertan las alas anteriores, se ven muy distintamente
unas piezas algo movibles que han recibido diversos nombres,
segtin los autores. Podemos darlas el de escamillas, castellani-
zando el de sguamulas, que suele emplearse con frecuencia.
El escudete, el post-escudete y las escamillas nos serviran en
muchos casos, por lo variado de su coloracién, para la clasifi-
cacidn de estos insectos.
Patas.— stan compuestas de las mismas partes que en la
gveneralidad de los insectos: cadera, trocanter, femur, tibia,
tarsos de cinco artejos, el primero 6 mefatarso mas largo, y el
ultimo provisto de unas.
Como modificaciones genéricas notables debemos senalar:
los fémures y tibias posteriores extraordinariamente largos y
robustos (~ de Cimbex), la extremidad de las tibias posteriores
y metatarso correspondiente muy dilatados y foliaceos (Vema-
tus septemtrionalis, varus, etc.), las tibias posteriores con su
parte media armada de una espina (/y/otoma), de dos (Zarpa),
6 de tres (Zyda).
Alas.—Los nervios y células nos suministran muchos carac-
teres de importancia. En el primer par (alas anteriores 6 supe-
riores), las células podemos agruparlas en dos clases: las alar-
gadas, que parten desde la base del ala hasta su mitad, y las
(11) Dusmet y Alonso.—TENTREDINIDOS DE ESPANA. 129
que no ofrecen una dimensién dominante (sean redondeadas.
triangulares 6 de mayor numero de lados), que ocupan la mi-
tad apical del érgano. En el primer grupo, empezando por e|
borde anterior, encontramos la célula draquial; sigue la costa/,
la media, la lanceolada y la anal. En el grupo segundo se ha-
lan las radiales, cubitales, discoidales y posteriores, y en aletn
g@énero, en el extremo antero-exterior del ala, la célula apen-
dicea. Las alas del segundo par, posteriores 6 inferiores, tie-
nen menos células. Faltan en ellas la lanceolada, las cubita-
les y la apendicea.
La enumeracion de los nombres que reciben los diversos
nervios es bastante. complicada. En las anteriores corre a lo
largo del borde anterior el nervio cos¢a/; separa la célula bra-
quial de la costal el nervio swb-costa/, que al unirse al nervio
costal hacia la mitad del borde del ala, marca el lugar del
estigma, espacio obscuro muy perceptible; el nervio medio
separa la célula costal de la media; ésta de la lanceolada, el
anal y la lanceolada y la célula anal estan divididas por el
nervio accesorio. Kl nervio radial limita posteriormente las
células de su mismo nombre, y el cwdital separa las cubitales
de las discoidales, que a su vez estan deslindadas de las célu-
las costal y media por los nervios margino-discoidal y medio-
discoidal respectivamente. Los llamados ¢ransverso-radiales y
' transverso—cubitales son divisorios de las células que su nom-
bre indica. Por ultimo, son conocidos bajo la denominacién
de nervios recurrentes, dos que parten del cubital hacia atras
separando dos células discoidales entre si, y una de ellas de
otra de las posteriores. En las alas inferiores divergen desde
la base sucesivamente los nervios costal, sub-costal, radial,
medio y anal, existiendo a veces algunos transverso-discoidales.
Abdomen.—Es siempre sentado, caracter esencial en esta
familia. Se distinguen nueve segmentos, aunque el ultimo es
poco visible en algunas especies. Después del primer segmento
suele observarse, sobre todo hacia el centro, un espacio des—
nudo que deja ver una membrana blanquizca. El color de los
segmentos es muy variable, a veces aun en una misma espe-
cie, diferenciandose los dos sexos, 6 adquiriendo matices mas
6 menos obscuros en distintos individuos. En muchos géneros
se distinguen las 99 por su abdomen ovoideo de los oc’, que
le tienen con bordes casi paralelos.
ANALIES DE HIST. NAT.~—XXV.
130 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12)
Los drganos sexuales de las hembras son especiales en los
Tentredinidos. El Aipopigium 6 arco ventral del ultimo seg—
mento constituye el estuche de la sierra, formando dos valvu-
las separadas, algo convexas, que hacen el papel de puertas
que protegen los otros drganos, dejandolos salir cuando ellas
se apartan. Entonces se ve un tubo algo aplastado, casi lami-
nar, dentado y con una hendidura longitudinal por debajo.
Es la vaina de la sierra, que sirve de cubierta a los estiletes,
dos laminas encorvadas cuyo borde superior, articulado con
la vaina, puede deslizarse 4 lo largo de ésta. El borde inferior
lleva numerosos dientes, de forma variable, segun las espe-
cies, los cuales estan dirigidos oblicuamente hacia delante,
teniendo el extremo redondeado, el borde posterior muy cor-
tante y el anterior grueso y a veces con dientecillos secunda-
rios. Los estiletes se ajustan uno contra otro, siendo lisos por
el lado interno y presentando por el externo prominencias.
correspondientes a los dientes, con lo cual la sierra ejerce a la
vez funcién de lima. En algunos casos los intervalos entre los.
dientes estan provistos de unos pequefos apéndices céorneos,
ovoideos, los llamados por Hartig dofones de la sierra.
Debemos citar la tribu de los Pinicolinos, en la cual los esti-
letes no son dentados, sino sencillamente cortantes, por lo que
a estos insectos no se les puede apropiar, en realidad, el nom-
bre de Moscas con sierra.
Los érganos sexuales de los machos son menos complicados
y no presentan diferencia notable de los de otros Himendépte-
ros, existiendo las pinzas exteriores y las interiores.
COSTUMBRES Y METAMORFOSIS.—Ya hemos dicho que los Ten-
tredinidos figuran entre los insectos perjudiciales. En efecto,
sus larvas se alimentan de hojas, en muchos casos de las de
plantas de gran utilidad. Asi, los pinos son 4 veces despojados
de todas sus partes verdes por el Lophyrus pini L. Los sauces
se suelen ver con multitud de verrugas rojizas, que dan a su
follaje un aspecto caracteristico, siendo debidas a varias espe-
cies de Nematus. Citan los autores que en 1801 el Cimber femo-
rata destruyd bosques enteros de abedules en Mecklemburgo.
Todo esto se refiere 4 las larvas, pues el insecto perfecto, por
lo general de corta vida, no suele ser perjudicial.
La hembra por medio de su oviscapto hace incisiones en las.
(18) Dusmet y Alonso.—TENTREDINIDOS DE ESPANA, 131
hojas 6 tallos tiernos del vegetal que ha de servir de alimento
a su progenie. En cada incisidn deposita un huevo, del cual
pronto sale la larva.
Es digno de sefialarse un hecho curioso indicado por West-
wood en su Arcana entomologica. La Perga Lewisii Westw. es
un Tentredinido descubierto en Van Diemen por Mr. R. H. Le-
wis. La hembra, después de depositar los huevos en una inci-
sién longitudinal practicada entre las dos superficies de la
hoja de un Hucalyptus, permanece cubriendo la ranura hasta
la salida de las larvas, alas que también continua defendiendo
del excesivo calor del sol y de los ataques de sus enemigos,
hasta que termina su vida. Este hecho notable, digno de cré-
dito por tratarse de tan respetable autor, ha sido observado
repetidas veces por Mr. Lewis, quien lo ha publicado en las
Transactions of the Entomological Society, constituyendo una
prueba mas del maravilloso instinto de los insectos, que, en
honor a la verdad, no es en la familia que nos ocupa donde
mas diversos aspectos ofrece.
Volvamos al estudio de las costumbres de las especies que
habitan en nuestra Peninsula.
Una vez nacidas las larvas, se alimentan de los tejidos vege-
tales, entre los cuales se encuentran. Unas especies solamente
roen la epidermis de las hojas; otras tan sdélo respetan los ner-
vios mas gruesos. Las hay (Filotominos) que, siendo de muy
pequeno tamano, construyen minas en el parénquima de las
hojas sin atacar la epidermis superior ni la inferior.
Cuando las larvas han adquirido todo su desarrollo se pre-
paran para la transformacion, introduciéndose unas especies
en tierra, otras en el interior de los tallos 6 en la madera. La
mayor parte fabrica un capullo mas 6 menos perfecto, siendo
de notar que los Hilotominos, en vez de uno, construyen dos
capullos; el primero, exterior, de mallas anchas y estructura
erosera, es protector de otro mas fino que sirve de envoltura a
la larva.
Con capullo 6 sin él, las larvas suelen permanecer inmovi-
les y aletargadas durante todo el invierno; pasado éste se
transforman alli mismo en ninfas, las cuales a los pocos dias
6 al cabo de algunas semanas dan origen al insecto perfecto,
que generalmente ve la luz en Abril 6 Mayo, durando su vida
hasta el otono.
132 ANALES Di HISTORIA NATURAL. (14)
Varias tribus (Filotominos, Nematinos) tienen dos genera-
ciones anuales, y en los Atalinos puede llegar a haber tres.
En estos casos el insecto perfecto que nace en primavera veri-
fica en seguida la postura, y las larvas procedentes de ella son
de muy corta vida, permaneciendo después un reducido nu-
mero de dias en el estado de reposo, para dar pronto origen a
otro insecto perfecto que tenga tiempo de verificar sus funcio-
nes durante la estacidn templada, pues siempre en invierno
desaparecen los Tentredinidos.
Un hecho inverso del expresado ha sido observado por
Drewsen en el Cimber femorata L., que permanece en el capu-
llo dos inviernos consecutivos.
DISTRIBUCION GEOGRAFICA.—Los Tentredinidos, considerados
en conjunto, son mas bien propios de las zonas templadas
6 frias que de las tropicales, tan ricas en especies de otros
grupos.
Algunas tribus, especialmente, habitan las comarcas del
Norte. Por ejemplo, se observa en Europa que el género Ve-
matus, del cual sehala André hasta 223 especies, esta repre-
sentado en Alemania por 200, segun Zaddach, y en Suecia
por 95, segun Thomson; al paso que Costa, en su Fauna del
regno di Napoli, solo senala 12 Nematus, y respecto a Espana
tan sdlo 4 han sido citados, hasta ahora, si bien en nuestro
pais los materiales para el estudio son muy escasos.
Otras tribus, por el contrario, tienen una distribucién su-
mamente extensa. Asi hay especies de A¢halia que se encuen-
tran desde Finlandia hasta el Japon.
Seguin los datos que hemos podido reunir, creemos puede
afirmarse que la tribu de los Tentredinidos es probablemente
la que se halla mejor representada en la Peninsula. En efecto,
los géneros Macrophya, Tenthredo, Perineura y Allantus, éste
principalmente, cuentan con un numero de especies, aunque
todavia reducido, bastante para suponer que, cuando nuevos
y doctos investigadores traigan mas noticias y mayores cono-
cimientos al asunto, el estudio de dicha tribu en nuestro pais
sera de importancia, existiendo bastantes especies desconoci-
das hasta el dia, segun la opinién del ilustre especialista se-
hor Konow.
(15)
19.
20.
Dusmet y Alonso.—TENTREDINIDOS DE ESPANA. 133
CUADRO PARA LA DETERMINACION DE LOS GENEROS.
Antenasidexmenoside;QarbejOSir.setsi-rcusisanrelels ois) alere'w sisi clafelersl«: oje\siehs arabuoghialaneneintats's 2
ATITENASKAS GLO a Sparbe}OSMertadtris)sciaucleys\cleiialelaeisiecraleva crete ccnrtts. ois, diela,as o'cielarst nro 6
AMNGenasid | DOU SHAG OS sarees ayeleystsrese, ete: <peisie)yercke wiaicieve)e, vate ejoieisustoie Wyeys's efaislsteiazctere 3
A nbenastd Oo aranbe] OSes lacctereverat sta clove wieretes)stelereitssia)cidin afol stmeteraye sieve, cael aa ever 5
Antenas con 5 artejos antes de la maza.................00.6-- 1. Cimbex Oliv.
Antenas cont4tartejosiamtesi dona azalcens vejetaets s1srcies’aielere, syeyeieisysielers orerelel ereiaielala,s 4
Los dos nerviosrecurrentes parten de la primera célula cubital. 2. Abia Leach.
Un nervio recurrente parte de la 1.2 célula cubital y otro ee
de la 2.3 3. Amasis Leach.
Una espina en el medio de las tibias posteriores.......... 4. Mylotoma Latr.
Sin ONE en el medio de las tibias posteriores. Antenas Seahizanecw Lats
Oe sDIfUnCADAS onic sae hoa eee eerie semea nee eer Be Nes
Tibias posteriores sin’ espinas en Su parte Media... .......52. sccceesscsccles 7
Dibias\posterioresiconiespinas) enisu parte media: s. 7.7.0.2. .2- csc ccensecessee 24
Alas anteriores con una célula radial....... aetevey anc iavesotetoreie cel teyoisiotelsiele’ es A eerayaieys 8
Alas ‘anteriores con yariasicélulas.ragiales) 2. <)sccclele «cls vais vis). coccls «ace see oe 10
Alas anteriores con 4 células cubitales (la 1.8 4 veces apenas separada)..... 9
Alas anteriores con 3 células cubitales..... Paste chels wees 7. Pristiphora Latr.
Célula lanceolada peciolada. Los dos nervios recurrentes ;
: P 8. Nematus Jur.
Partemde, la,2 * celubaccubitalssacictoccsoreiw.eeeiseesiee bas \
Célula lanceolada contraida en el medio. Un nervio re-) eat Bi.
currente parte de la 2.4 célula cubital y otro de la 3.@.. § SO tea ger
MAR AMtErIONES COMVa COMMAS CUPL LALS Siyeryeselsietofets) oosteiey cteietest iets) ees erslerel loin sista ieiey- ll
Masianterionres conmMacel Wlasicmbitalesanmesaaasces «cieciincsee cee aen sce hate. 14
FATICO TA SHAG! QIAT. CE] OS ae crrretsarerctletem vs sie sisisicie sro ele:ctesrermiaratae taice.s onekscete Satesiaeeaieie 12
ANfen asd CrMas de) 9 AGE] OSs esses ae) e:shev slojsole el oiei sla este ee 10, Phyllotoma Fallén.
Los dos nervios recurrentes parten de la 2.4 célula cubital. 12. Dolerus Klug.
Los nervios recurrentes no parten de una misma célula cubital............. 13
Célula lanceolada atravesada por un nervio oblicuo. ll. Emphytus Klug.
Célulavlanceoladapeciolad anc cry «jm isieles\-'eiete oes +i1e)01- 9, Pheenusa Hart.
Am CMAS d CrOran bey OSckeys sere omic epvaye deraiokericveiaic aioicnsiey. fevctare oietorore «lsnctens alciol ale, sColareka’syc1s 15
Antenaside maside QartejOs cscceeas. ++. stinn-cessw 13. Athalia Leach. ;
Celwila Vanceolada-pecioladas. ccc. j.<2- 560s or anne ce 15. Blennocampa Hart.
Weliwmawanceolad am op Pecrol aa aerermppertepiate crore layaleley cfetslaloisl lsieaie’ Vs) clei oieteisieretsicralcpelle 16
Célula lanceolada abierta, no contraida ni atravesada por nervio alguno..... 17
Célula lanceolada contraida 6 atravesada por un nervio...............--e0ee 18
Neryio costal DESIRE TERS antes del estigma. Ab- ) Tae Meta cacIR Poneh
Omen CORTOs OVILORME scare octets claire lee eicieesosei« )
Nervio costal no SEO gntes del estigma. i wirangylogaater Dante
Abdomen alargado, cilindrico................
Caderas posteriores alargadas. La extremidad de los fémures posteriores llega
alefinideliabdomeniolerexcedese-ciete:s fioc asscecietes-ss.A sye.ce, cic cia7ele ie osoleusrsisteyetetore 19
Caderas posteriores ordinarias. La extremidad de los fémures no llega al fin del
ENIOMIE IN. ALGY Sache va so CODE OCD AaSAUdEEnr OD AOOORO HOMO Db ooe anGbOte CoD aorcoc ne
Antenas setdiceas, de la longitud del cuerpo. )
Este es claro por debajo , al menos en parte. )
Antenas solamente de la longitud del abdo-)
19. Macrophya Dahlb.
MIEN LECHOMESLO mae sie tales oa lelscistakle )
Cuerpolconto;ovitonmen yeas ont )-l\s 1. cle teers 16. Eriocampa Hart.
18. Pachyprotasis Hart.
134 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (16)
— suGUeERpoalareado.iClliMdmiGOeeme ast neta aielstselseloteloinie clon shaperors ateee eeclopetalaeelere si 21
21. Célula lanceolada atravesada por un nervio oblicuo.... 17. Taxonus Megerle.
Célula lanceolada atravesada por UN MeLVi0 PECtO........ se eee e eee cee eee ees 22
22. Antenas,4lo mis, tan largas como la cabeza y torax) OAMsabaeatrronieT
reunidos, algo claviformes )
— Antenas bastante mas largas que la cabeza y torax reunidos, filiformes 6 seta-
COAS isis terereicele claves sete tere porerenctatorat otlof leseisictel-volelsieis ialefainlel=\ ofits eleieness In'siove ietakeralesofereVete 23
23. Los nervios de las alas posteriores forman una Y en) 09' “Peri cusanEane
el extremo de la célulaanal...........5.......00.- aS §
— Los nervios de las alas posteriores forman una X en log weuthanaal
eluextremon dela Celilayamallccys ccm cie efeti/ole lsjelsicleln/e)s/- \ ete :
21, Antenas aserradas. Tibias posteriores con 2 espinas la-)
CORA SPOR AS eras sicrete creteiaie) stelelatateloictavetttVal=tole]aletelore lee )
— Antenas setaceas. Tibias posteriores con 3 espinas la- Vos,
Gerales Sepanadagy . cerclsateereiereisverteisvols Mele /efeveteelelelelelshelels/el
24. Tarpa Fabr.
Lyda Fabr.
GENERO 1.° Cimbex Oliv.
Antenas claviformes, de siete artejos, de los que dos estén for-
mando la maza. Alas anteriores con dos céiulas radiales y tres
cubitales, partiendo de la primera de estas los dos nervios recu-
rrentes. Célula lanceolada dividida por un nervio recto.
Entre el primer segmento abdominal y el segundo hay una hen-
didura cerrada por una membrana blanquizca.
Tamano grande.
Ew Seay rrr nc(quulitiepeeyogacsoncsucsoabucoadass da soaboomosononcopods poMouoonasdncose 2
OOK OM OTN O m= sreteie ercietetsteltctetors tear stetains wfoteron ctetelelcioldl sioteleianslere left laf oleate tons siatohay Tefal iatele 3
2. Abdomen negro con reflejo violado. Tibias negras........ 1. ©. femorata L.
— Abdomen negro con el extremo rojizo. Tibias rojizas..... 2. ©. connata Schr.
3. Abdomen negro, amarillo, 6 manchado de estos colores... 1. ©. femorata L.
— Abdomen con los eNOS segmentos violaceos, brillan- Dl gi ean ata cen
tes, y los restantes amarillos, mates.............ee20.-
1. CG. femorata L.
Su larva es de color verde claro, algo azulado, con linea
dorsal negra 6 azulada. Vive sobre el haya, el abedul y varios
sauces.
Cataluna (Antiga. Cat. Himen. Princip.).
Regién media de Cataluna (Martorell. Cat. Ins. Cataluna)
o (var. sylvarum) (M. Madrid).
2. GC. connata Schr.
Su larva es de color verde claro, con una linea dorsal negra
violada, dos laterales grises y 12 puntos negros a cada lado.
Vive sobre el Alnus glutinosa.
(17) Dusmet y Alonso.—TENTREDINIDOS DE ESPANA. 135
© Asturias (Nocedo!) (Col. Mus. Madrid).
© Espana (Sanz de Diego!) (Mus. Madrid).
Gun. 2. Abia Leach.
Antenas claviformes, de siete artejos, de los que tres estan
constituyendo la maza. Alas anteriores con dos células radiales
y tres cubitales, partiendo de la primera de estas los nervios re-
currentes. Célula lanceolada contraida en el medio.
A. sericea L.
Vive en Junio. Su larva se halla de Julio a Octubre en la
Scabiosa succisa L.
_ o& Ciudad-Real (Col. Medina).
Espana (André. Spec. des Hymén.).
Gin. 3. Amasis Leach.
Antenas claviformes, de cinco artejos, formando uno solo la
maa. Dos células radiales y tres cubitales, partiendo de la pri-
mera un nervio recurrente y otro de la segunda. Célula lanceo-
lada contraida en el medio.
i Cuerpo completamente Meero. fer jncciste « cleicjies © vis sleie.nie 3. A. obscura Fabr.
=e Ouesnrwrponwmare ad oGe AMAT LOLs steveie ty <televe|siersais’sibei sok sis s lela nous alae Oelarelerereistoleie sine 47s 2
Cen troidoelevien tre amarwllOr ccc. oscic clic cic ce erejeitle eieis\eivlnie 1. A. leeta Fabr.
== (Centroidel’ vViemtTelMOSTrOn asics ccislee ve ore¥e og claicle d cteleje pi svejere 2. A. lateralis Brullé.
1. A. leta Fabr.
Se halla en Mayo en las flores del Ranunculus bulbosus L.
Cataluna (Antiga. Cat. Himen. Princip.).
Andalucia (Rosenhauer. Die Thiere Andalusiens).
Region media de Cataluna (Catal. de los Insect. de Catal.).
2. A. lateralis Brullé.
S Ciudad-Real (La Fuente!) (Col. Medina).
Escorial (Gogorza!) (Mus. Madrid).
Andalucia ({A. jucunda K1.] Rosenhauer. Die Thiere Anda-
Lusiens).
Espana (André. Spec. des Hymén.).
Espana (Kirchner. Catalogus Hymenopterorum).
136 ANALES DIX HISTORIA NATURAL. (18).
3. A. obscura Fabr.
Se le encuentra en Mayo en las flores del Geranium sylva-
ticum.
Begas (Cataluna) (Cuni!) (ANALES DE LA Soc. ESP. DE Hisr.
NAYD., it. XVM).
Grin. 4. Hylotoma a/v.
Antenas de tres artejos, los dos primeros cortos, el ultimo largo.
en el S cilindrico y con pelos, en la Q con un surco longitudinal
por debajo. Tibias intermedias y posteriores con una espind en su
parte media. Alas con célula apendicea, una radial y cuatro cu-
bitales, partiendo de la segunda y tercera los nervios recurrentes:.
Ls Cuerpomerrorazulados verd Soro DLOMCCACO. se ojo -eiiebesinieieiaiclejelelorni a cfereiaieiaiehtiere 2
— eCUEL PO Me NEPAntes, GeiCOlOLIGLALO- mani ne ser ctnver= A ctalceyeioletelctssitseis Sestak eros oe eines 3
2. Alas algo ahumadas, sin manchas obscuras....... 1. H. berberidis Schr.
— Alas amarillas con una mancha parda alargada
; d Bacto ME. atrata Forst.
junto al estigma y otra en el extremo......... ; 5
3. Alas negro-azuladas en toda la base, lo mismo que )
é : 3. Hi. pagana Panz.
el nervio costal; los otros nervios negros.......§
— PAULA'S LAN AUIS IUCAS traveraverateneie ofetaletetes cree eseie rotetete aYerse ve sreve fora telwkaveteravctercterev ates esl teaences: ee eS t
4. Fémures posteriores negro-azulados.............. 4. HW. melanochroa Gmel.
— Fémures posteriores amarillos, excepto en su extremo.............-...seeeeees 5
». Alas anteriores con una mancha parda que parte )
D. HW. cyanocrocea Forst.
del estigma y cruza toda el ala................ a)
—~UALASISIN MANCHA ODSCULA tat ears ierptreioc cece aie ee crest ita eects saloieisie le eere eles each nel 6
GQaLoraxsmanchado dekamanillonsct 1c ec eras ae. 6. Hi. rosw Deg.
— Cabeza y torax negros por completo............... 7. W. pyrenaica André.
1. H. berberidis Schr.
Vive de Mayo a Agosto. Su larva, de 18 patas, blanca con
manchas amarillas y puntos negros, con la cabeza y patas
corneas negras, se halla en Junio y Agosto sobre el Berberis
vulgaris.
© Bacares (Martinez!) (Mus. Madrid).
2. H. atrata Forst.
Su larva es verde con tubérculos del mismo color, y se la
encuentra en Junio y Septiembre sobre el Alnus glutinosa y
algunos Saliz.
Cornet (Barcelona) (Antiga. Cat. Himen. Princip.).
a9) Dusmet y Alonso.—TENTREDINIDOS DE ESPANA. 137
3. H. pagana Panz.
Su larva vive en la Rosa canina.
Q Espana (Sanz!) (Mus. Madrid).
4. H. melanochroa Gmel. ,
Su larva tiene 20 patas, es de color verde, mas obscuro en
el dorso, con dos lineas dorsales blancas, la cabeza y extremo
del abdomen amarillos, encontrandose en el Salix fragilis.
Madrid (Gogorza!, Sanz!) (Mus. Madrid).
o Panticosa (Martinez Escalera!).
© Lozoya (Martinez Escalera! ).
3 Escorial (Mus. Madrid).
Villaviciosa (Martinez Escalera!) (Col. mia).
Espana (André. Spec. des Hymén.).
©o. H. cyanocrocea Forst.
Vive en Mayo y Junio.
Madrid (Pérez Arcas!) (Mus. Madrid).
Madrid (|. cwrulescens Fabr.| Martinez. Actas Soc. esp. de
Hist. nat., 11).
c Villaviciosa (Martinez Escalera!) (Col. mia).
6. H. rose Deg.
Vive en Abril y Agosto.
Su larva es verde, con el dorso amarillento, cabeza y ultimo
segmento amarillos y una mancha negra encima de cada pata,
hallandose de Julio 4 Octubre en la Rosa canina.
Huévar (Sevilla) (Col. Medina).
Q Asturias (Nocedo!) (Mus. Madrid).
© Aranjuez (Mus. Madrid).
2 Vitoria (Lopez Zuazo!).
Madrid (Martinez! Acéas Soc. esp. de Hist. nat., 11).
Barcelona ([H. rosarwm Fabr.| Cuni! ANALES DE LA Soc. ESP.
DE HIST. NAT., XVII).
San Esteban Palautordera ([Z. rosarum Fabr.] Antiga. Cat.
Him. del Princ.).
Cartama (Rosenhauer. Die Thiere Andalusiens ).
Cataluna (Martorell. Cat. Ins. Cataluia).
Espana (André. Spec. des Hymén.).
138 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (20)
7. H. pyrenaica André.
Vive en Julio.
© Madrid (Gogorza!) (Mus. Madrid).
2 Escorial (Sanz de Diego!) (Mus. Madrid).
2 Ciudad—Real (La Fuente!) (Col. Medina).
Grn. 5. Schizocera Za/?.
Cabeza, torax y abdomen como en el género «Hylotoma». Ante-
nas & bifurcadas. Alas sin célula apendicea, con una radial y
cuatro cubitales. Tibias intermedias y posteriores sin espina en
su parte media.
I. Abdomen amarillo porkcompletoe tn ..2: cc. ees ci slats 2. Sch. gastrica Kl.
— Abdomen con el primer segmento negro............+-.+ 1. Sch. furcata Vill
J. Sch. furcata Vill.
Vive en Julio y Agosto. Su larva se halla en el Rubus ideus.
Begas (Cunt! Actas Soc. esp. de Hist. nat., xvi).
co” Lozoya (Martinez Escalera!) (Mus. Madrid).
Cerdana (Cuni! ANALES DE LA SOC. ESP. DE HIST. NAT., X).
Cerdana (Antiga. Cat. Himen. Princip.).
o” Villaviciosa (Martinez Escalera!) (Col. mia).
2. Sch. gastrica Kl.
Portugal ([/ylot. gastvica| Kirchner. Catal. Hymenopt. ).
Portugal (André. Spec. des Hymén.).
Gen. 6. Cladius J/liger.
Antenas alargadas, pubescentes, de nueve artejos. El 3.°, 4.°,
5.2 y a veces 6.° tienen en los oa apéndices bastante largos, que
son rudimentarios en las QQ. Alas con una célula radial y cuatro
cubitales, partiendo de la 2.° y 3.* los nervios recurventes. Célula
lanceolada contraida en su parte media.
1. Cl. pectinicornis Fourcr.
Vive en Mayo y Julio. Su larva tiene 20 patas, es verde bri-
llante en el dorso y mas claro en los lados y vientre, con dos
421) Dusmet y Alonso.—TENTREDINIDOS DE ESPANA. 139
lineas laterales obscuras y la cabeza parda, hallandose en la
Rosa.
Alcala de Henares (Martinez Escalera).
Q Fuente Piedra (Malaga) (Calderén!) (Col. Medina).
Q Lozoya (Martinez Escalera).
2. Cl. difformis Panz.
Creo que esta especie, que el Sr. Konow considera distinta
del Cl. pectinicornis Fourcr., no debe ser la misma que el
Cl. diformis de lliger, Latreille y Thomson, pues éste, segun
el Sr. André, es solamente un sinodnimo del Cl. pectinicornis
Fourcr.
© Cazalla (Rio!) (Col. Medina).
Calella (Antiga. Cat. Himen. Princip.).
Grn. 7. Pristiphora Za/r.
Antenas setaceas, de nueve artejos. Alas anteriores con una
célula radial y tres cubitales, de las que la 2." y la 3." son origen
cada wna de wn nervio recurrente. Célula lanceolada peciolada.
Pr. punctifrons Thoms. ?
El unico ejemplar que existe es considerado por el Sr. kKonow,
en duda, como perteneciente a esta especie, por ser imposible
afirmarlo con certeza sin el estudio de otros individuos.
Q Rivas. (En Mayo) (Mus. Madrid).
Guin. 8. Nematus Juz.
Antenas alargadas, filiformes 6 setdceas, de nueve artejos.
Cuerpo unas veces alargado, cilindrico, otras ovoideo. Alas con
una célula radial y cuatro cubitales, partiendo de la 2." de estas
los dos nervios recurrentes. Las cubitales 1." y 2." estan a veces
muy poco separadas. Célula lanceolada peciolada. Color variable
aun en la misma especie.
1. Estigma de color claro, al menos en parte.............secceseconccercens cesses 2
— Estigma y nervio costal negro 6 castano.............- 2. N ribesii Scop.
OA HOOMOM AMATO CMSA Ol BILC..|-112/etofel aie) clelalele’ aj esa) elaiel ofale/WVatete: vale ole shah teteteteterd 3
140 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (22;
— Abdomen negro casi por completo..................06 1. NW. gallicola Westw.
3. Cabeza amarillenta con sdlo el vertex. ) AMIN sh. hod, Kons (pavtaaaipoe nets)
— Cabeza negra con la boca y 4 veces un circulo alrededor de los ojos, amari-
1 Kol Pe i IS Are ALY IC cIcicic cucu rctceotcicmy ad EKG a RII 3. WN. myosotidis Fabr.
1. N. gallicola Westw.
Vive en Mayo y Septiembre. Su lurva es verde, mas claro
por debajo, con la cabeza castana. Habita en los Saliz alba,
caprea, fragilis, etc., de Junio a Octubre, hallandose en aga-
llas verdes 6 rojizas sobre las hojas.
Kspana (André. Spec. des Hymén.).
2.) Ne ribesiic Scop.
Vive de Abril a Julio. Su larva es verde con puntos negros,
cabeza negra, costados, vientre y segmentos primero y penul-
timo amarillos, hallandose de Abril a Septiembre en los Ribes
rubrum, uva-crispa, alpinum, ete.
Arbucias (Cuni! ANALES DE LA Soc. ESP. DE HIST. NAT., 1X).
Arbucias (Antiga. Cat. Him. Princ.).
3. N. myosotidis Fabr. (Pteronus myosotidis Jur.)
Vive en Junio y Julio. Larva de color verde claro con dos
lineas dorsales blanquizcas, que se halla en Agosto sobre el
Trifolium pratense.
2 Coruna (Bolivar!) (Mus. Madrid).
4. N. sp. nov. Kon. (pavidus Lep. affinis).
Un solo ejemplar, lo cual, sobre todo en este género de es—
tudio tan dificil, no es suficiente para verificar su descripcion
sin temor a errores, por cuyo motivo el Sr. Konow, aunque la
cree nueva especie, espera el conocimiento de otros individuos
para afirmarlo con certeza.
Coruna (Bolivar!) (Col. Medina).
Gun. 9. Pheenusa Leach.
Antenas cortas , filiformes , de nueve artejos. Epistoma trunca-
do; mandibulas poco puntiagudas, uni-dentadas 6 bi-dentadas.
Célula lanceolada peciolada. Pequeio tamano.
423) Dusmet y Alonso.— TENTREDINIDOS DE ESPANA. 141
ERR MOIUNe SONee ram partenmle siOSamitesicolaleiaisenets lei sltpaju (ee selerelelelare|slelebavalejeletsh a sie’shel ote « 2
EBLE MUL Saves tel COOSaentaelertsher a ettelsatattyelelsinieiarclsiersyslelele)s'e1= 3. Ph. hortulana Klug.
2. El nervio transverso-radial termina en el extremo )
j 1. Ph. almi Sundeval.
de:la Secunda Célwlascwubitaleecr,. oo c). o.c)lwiae' eine )
— Elnervio tansverso-radial termina lejos del extremo } 2 :
F : 2. Ph, pumila Klug.
de la segunda célula cubital... 5... 2.5.66. 05. sce \
1. Ph. ulmi Sundeval.
©. Coruna (Bolivar!) (Mus. Madrid).
2. Ph. pumila Klug.
Coruna (Bolivar!) (Mus. Madrid).
3. Ph. hortulana Klug.
Besos (Barcelona) (Antiga. Cat. Him. Princip.).
Aleala de Henares (en Abril) (Martinez Escalera!).
GEN. 10. Phyllotoma /a/lén.
Antenas filiformes, no mds largas que el abdomen, de 10 é 15
artejos. Alas largas, con dos radiales y tres cubitales; célula lan-
ceolada dividida por un nervio oblicuo.
Ph. microcephala Klug.
o Coruna (Bolivar!) (Mus. Madrid).
Grin. 11. Emphytus A7Zug.
Cuerpo alargado. Antenas setaceas 0 filiformes, de nueve arte-
jos. Célula lanceolada atravesada por un nervio oblicuo. Alas
posteriores sin célula discoidal cerrada.
I,” Cuerponegro, salvo la boca, patas y escamillas... 0... 065. kk cece c ee teens 2
—— OWE YO NOCOMNPLEtAMEMb! MELT Op.) 215) -1015 claieleie sie/elersl lala) \elele\eclel+) «ls s)s\e) le «1 2) *)eieit eis)~\e/s 3
Dee MDIAS AM LOT] OLES/ OLANCASS 1 .iielsrsielardciclsls\ele(s/ + sieieielelcl s\eleiclels « 1. KE. carpini Hart.
— PNT DIAS AMILELIOL CS OAS seis) ceisieis)«)sNelele’n slots oi -\elsia\e)-Velaief sale! 210 2. E. didymus Kl.
3. Abdomen negro con 2 fajas blancas............+..00.08. 3. E. succinctus K1.
— Abdomen negro con 3 fajas amarillas................... 4, E. viennensis Schr.
— Abdomen negro con una faja roja...................085- 5. E. caleeatus Kl.
L* uber ear pint Hart.
Vive de Mayo & Julio. Su larva se encuentra en el Sorbus
aucuparia y Geranium robertianum.
2 Coruna (Bolivar!) (Mus. Madrid).
142 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (24)
2. E. didymus Kl.
Su larva se halla en los rosales.
Bordeta (Barcelona) (Cuni! ANALES DE LA Soc. ESP. DE HisvT.
NAT., XVII).
San Esteban Palautordera (Antiga. Cat. Him. Princip.).
Region media de Cataluna (Martorell. Cat. Ins. Catal.).
3. E. succinctus KI.
San Esteban Palautordera (Antiga. Cat. Him. Princip.).
4. E. viennensis Schr.
Vive en Mayo y Junio. Su larva es verde amarillenta por
encima, blanco-agrisada por debajo, con la cabeza amarilla
y los ojos negros, encontrandose en Septiembre en la Rosa
CONN.
© Pozuelo de Calatrava (Ciudad-Real) (La Fuente!) (Col. Me-
dina).
E. viennensis Schr. var. Medine Kon. nov. var.
Pronoti margine posteriore, tegulis, mesopleurarum maxima
parte, trochanteribus, genubus, tibiis, tarsis flavis; abdominis
segmentis dorsalibus omnibus — secundo tertiogue exceptis — late
flavo-marginatis (1).
Esta variedad, aunque sin caracteres de forma que puedan
hacer con ella una nueva especie, se distingue desde luego
por su dibujo amarillo abdominal mas extendido y por las
manchas de las mesopleuras.
Huévar (Sevilla) (Paul!) (Col. Medina).
5. E. calceatus Kl.
Vive en Julio. Su larva es negruzca por encima, blanca por
debajo, con la cabeza negra, hallandose en Agosto y Septiem-
bre en la Spirea ulmaria.
San Esteban Palautordera (Antiga. Cat. Him. Princip.).
‘1) Neue europiische Biattwespen. Von Fr. W Konow, Wiener Entom. Zeitung. x1E
Jahrg. ur Heft. 31 Marz 94.
(25) Dusmet y Alonso.—TENTREDINIDOS DE ESPANA. 143
Grin. 12. Dolerus Jur.
Antenas de nueve artejos. Alas bastante largas, con dos células
vadiales y tres cubitales; la segunda de estas muy larga, siendo
or
SO
i
9
~-.
3.
igen de los dos nervios recurrentes. Célula lanceolada atrave-
da por un nervio oblicuo.
Cuerpo completamente negro, excepto la boca, patas y escamillas........... 11
Cuerpo no completamente NEGO. ... 2. ccc e ccc re ee cen n eee cers eeeeecsscccs 2
Abdomen rojo 6 amarillo por CoMpletO. .......0.2 cee sessccecrorccercesseree 3
Abdomen negro, al MENOS CN Parte... . 0... erececrercrerrsceerececccsrarcces 5
MESON O LOMO OO] Omeraeyereietevelestelal ee) a\erorleisholaleisrelsle leYaselelel (ele oie ols \o\ela|nielale s{elo)s) fet </=\<fn\~ 4
Mesonoto rojo con una mancha negra...........- 3. D triplicatus Kl. Q
PADAS MOM LAS sertertoielerstele chcleiolerelcieiol eicvare,vie\se/elei=fs) Se efe \~ 1. D. lateritinus Kl. e)
Caderas y rodillas anteriores rojaS.............+- 2. PB. Hispanicus Mocs. QO
NH GAOMENGEMEPATLG AMIATI OF: siois; arora: efsfetese sieie'e'piaicieicielanctes) om\sisi= deip aie aic/e\eVaelede ele) clays 6
NbGdOM ep Od OMeGrOm masses «leiele craletels seis cietelslelow/s 7. D. sanguinicollis K1.
PALA EME WALLe eT OLAS frets ect reisisietoleyterss leis vishellets ee 4. D. pratensis L.
DAGASMICOMAG ec rr scttterreeraicvaieieiecerc tole ctohsalers) syclclelevel <farelelelsps/ehetel oraitecleyniareretsisteysleystal= 7
Abdomen negro solamente en el primer Segmento.........eesee esse eeeeeeeees 8
Abdomen negro no solo en el primer SegMentoO .......cerereccserccssesceees 9
MOr Aen COT ON Me ei tutet tein sctolccarsleistasistelet stare onic 3. D. triplicatus Kl.
MOL AKIPOVOLNU CHAT ATCC tcl latte sleisisteret sale sieielelaiel= 5. D. antieus Kl. 2
Antenas mis largas que el abdomen............. 1. D. lateritius Kl. Oo
AMLEMASHM AS COLtAS UMerelvADGC OMEN: «:-\alsrcio,c)ei-)s\oreialelate a elelerololcials cle e\elelejeloleie.cle 01o%e 16
MOVaAK CN PALte LO]Os- cries ane BgHovspnaddnGDOsoCC 5. D. anticus Kl. &
FRO MOLT Oieoreiarnyacahero esetovetereleie oor eve sie olefereishs Aieie-ieusysie/ 6. BD. Rossi Kon.
PATASNEONASH TL LOTASE Arias ccistaciete secs siccie 4s 8. BD. gonager Fabr.
IRStAS IMG R TAS create icela tc) neteteleiate elcielsrelete siersyefeiela stoial 9. D. niger L.
D. lateritius Klug.
Vive de Abril a Junio.
© Madrid (Pérez Arcas!) (Mus. Madrid).
© Villaviciosa (Martinez Escalera! ) (Col. mia).
D. Hispanicus Mocs.
© Granada (André. Spec. des Himén.).
D. triplicatus Klug.
o” Piedra (en Julio) (Martinez Escalera!) (Mus. Madrid).
Espana (André. Spec. des Hymén.).
co” Villaviciosa (Martinez Escalera!) (Col. mia).
144 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (26)
4. D. pratensis L.
Vive de Mayo 4 Agosto. Su larva se halla en los juncos.
Asturias (Nocedo!) (Mus. Madrid).
Toledo ({D. germanicus Fabr.] Martinez. ANALES DE LA Soc.
ESP. DE HIST. NAT., III).
Besos (Barcelona) (Antiga. Cat. Him. Princip.).
Regién media de Cataluna ([D. eglanteri@ Fabr.] Martorell
Cat. Him. Cataluia).
Andalucia ([D. eglanteri@ Fab.] Rosenhauer. Die Thiere An-
dalusiens ).
Arbucias.— Barcelona.—Santas Creus ([D. eglanteri@ Fabr.}
Cuni! ANALES DE LA SOC. ESP. DE HIST. NAT., IX, XVII, XVIII).
Espana (André. Spec. des Hymén.).
5. D. anticus L.
S. Marsal (Antiga. Cat. Him. Princip.).
Region media de Cataluna (Martorell. Cat. Ins. Cat...
6. D. Rossi Konow.
© Escorial (en Abril) (Dusmet!) (Col. mia).
=
D. sanguinicollis Kl.
Espana (André. Spec. des Hymen.).
8. D. gonager Fabr.
Vive de Abril 4 Junio. Su larva se halla en Junio y Julio
sobre la Festuca pratensis y otras plantas de las praderas.
Besés (Barcelona) (Antiga. Cat. Him. Princip.).
9° eDegniger, L.
of Espana (Sanz de Diego!) (Mus. Madrid).
Grn. 13. Athalia Zeach.
Antenas de 10% 11 artejos, cortas, claviformes. Cuerpo grueso,
oviforme. Alas anteriores con dos células radiales y cuatro cubi-
tales, de las que la 2. y 3." emite cada una un nervio recurrente.
Célula lanceolada atravesada por wn nervio oblicuo.
{27) Dusmet y AlonsoO.—TENTREDINIDOS DE ESPANA. 145
1. Mesonoto lampino 6 casi lampifio......... » SHOE CRD DOO ROTTe Ohstsfoet on Otecerd eee 2
——seMCSOnOLO,.ViSibDlem enterpuUbeSCOMLC ns tai. ctole cls eal tele « oie's <nsrezesa's efeiehdiorsieue ents « «6 1
AE MEAOUULO! LOUD DE ATL screed lel seeetlsexs cistsiesnsal viele shi aicsaleseleysloressterclavajel ciclecch sles ofelers Aeon:
— Pronoto negro, por lo menos en el centro.......... 2. A. annulata Fabr.
Se NMesopleuras -amManWWas.sasyteetes artistic ye eho asirsi= 1. A. glabricollis Thoms.
— Mesopleuras en gran parte negras................. 5. A, Bolivari nov. sp.
Any EGS CUGELCuLO] Olan sictatern etoile fine sale otersiaciee sisisratsie cise, clsveie 3. A. spinarum Fabr.
is, MBCUGELEINCLT Osa: wnientedaeiectesialelalctstseieinye-s etalon o.cte 4. A. ros L.
1. A. glabricollis Thoms.
Vive de Abril a Octubre. El Sr. Medina la ha encontrado _-<~
sobre el Raphanus raphanistrum. ry
Ciudad—Real (La Fuente!) (Col. Medina).
Chiclana (Cadiz) (Lopez Cepero!) (Col. Medina).
Huévar (Sevilla) (Paul!) (Col. Medina).
Sevilla (Medina!) (Col. Medina). ¥
San Esteban Palautordera (Antiga. Cat. Him. Princip.).
2. A. annulata Fabr.
Vive de Marzo 4 Agosto, hallandose sobre las Umbeliferas.
Su larva es pardo negruzca, mas clara a los lados, y se en-
cuentra desde Julio 4 Octubre sobre la Veronica becabunga.
© Sevilla. (Hn Marzo) (Medina!) (Col. Medina).
3. A. spinarum Fabr.
Su larva es negra con los costados y vientre blanquizcos y
la cabeza negra, brillante, hallandose en Mayo y Junio en las
Cruciferas.
2 Asturias (Nocedo!) (Mus. Madrid).
Pozuelo de Calatrava (Ciudad—Real) (La Fuente!) (Col. Me-
dina).
© Vitoria (LOpez Zuazo!) (Col. mia).
Toledo (Ath. centifolie| Martinez. Actas Soc. esp. de Hist.
nat., 11).
Cerdafia.—Sarriad.—Monseny.—Rosas.—V allvidrera.—(Cuni!
ANALES DE LA SOC. ESP. DE HIST. NAT., IX, X, XIV, XVII).
4. A. rose L.
Se halla de Abril 4 Agosto en los rosales, Umbeliferas, etc.
© Aranjuez (Gogorza!) (Mus. Madrid).
o Ciudad-Real (La Fuente!) (Col. Medina).
© Rivas (Madrid) (Col. mia).
ANALES DE HIST. NAT.— XXV. 10
146 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (28)
Alcala de Henares (Madrid) (Martinez Escalera).
© Escorial (Martinez Escalera).
Pedralves.—Sarria.—Begas.—Arbucias.— Cerdana.—La Ga-
rriga.—(Cuni! ANALES DE LA Soc. ESP. DE HIST. NAT., IX, X,
KUT, XGVg, RAVEN)
Cerdana (Antiga, Cat. Him. Princip.).
Kspana (André, Spec. des Hymeén.).
A. rose L. var. cordata Lep.
Sevilla.—Dos Hermanas (Medina!) (Col. Medina).
Cazalla (Rio!) (Col. Medina).
2 Escorial (en Abril) (Dusmet!) ( Col. mia).
© Madrid (Col. mia).
A. rose L. var. liberta Lep.
o” Coruna (Bolivar!) (Mus. Madrid).
co” Dos Hermanas (Medina!) (Col. Medina).
5. A. Bolivari nov. sp.
Nigra; pronotum, pectus, squamule, litura mesopleurali testa-
ceis. Caput nigrum: labrum, epistomaque testacea, pilis albis lon-
gis mstructa. Antenne 11-articulate, nigre; articuli primus et
secundus subtus testacei. Meso et metanotum nigra, nitida, leviter
pilosa. Abdomen castaneum; segmenti ventrales atque 6-8 dorsa-
les magis infuscati. Pedes testacei: tibie et articuli tarsorum an-
tici et medii apice infuscati; tibiae et articuli tarsorum postici
apice nigro-annulati. Ale hyaline, basi flavescentes: nervus cos
talis basi flavo, extremo nigro; stigma, nervus sub-costalis et nervt
extremitatis ale nigri: nervi basilari partis ale flavescentes.
Long. 4,5 mm.
co” Coruna (Bolivar!) (Mus. Madrid).
Esta nueva A ¢halia, de pequeno tamano, se distingue facil-
mente de las otras especies por su abdomen castano, casi ne-
ero, y las mesopleuras negras, con una raya amarilla.
Ha sido recogida el verano de 1895 en los alrededores de la
Corufia por el catedratico de Zoografia de Articulados, senor
Bolivar, 4 quien tengo un verdadero gusto en dedicarla.
(29) Dusmet y Alonso.—TENTREDINIDOS DE HSPANA. 147
Guin. 14. Selandria Alug.
Cuerpo ovoideo. Antenas de nueve artejos. Alas anteriores con
dos células vadiales y cuatro cubitales, partiendo de la 2." y 3."
los nervios recurrentes: célula lanceolada, abierta, sin nervios
que la atraviesen. Nervios costal y subcostal reunidos y engruesa-
dos antes del estigma.
1. Abdomen amarillo.......... BPs Snia) Setotoreieke toisieaaeekerepaeieas ]. S. serva Fabr.
——S AHO OMG TaN COLO M aa tele aciiciaiarel sists lcislelcleiel= cisie. sia) icte lavas SOROS ay eile eto naa Melorcie ee
QCM UTES AMATI OSseanrenar cic teraercianlersveins eleieus ofa) slereteisiciclevets aici cvetshels isle avaiore gtveysyelaje: ators 3
== SPM GIMME SMC OT OSes ateieverciictetalsls.etsieteyolsre) eve)eleiele/elate/eney slay ofe's) el 4. S. cinereipes K1.
Dee SCAM ASAD VAT CAS Yareusye fetes crerepeunseerseed cst ssoserasel shack Svapelere epave= 2. S. straminecipes Kl.
—— PE SCHMIUTAS MERA se aiaeyae cic iofeisieysisracielelcfe ereyocrstaislpieystelnle ols 3. S. morio Fabr.
5. S. luteola Sepk.
1. §S. serva Fabr.
Vive en Mayo y Agosto, sobre las plantas acuaticas y en el
serbal. Su larva es de color verde claro, con la cabeza mas
obscura, una pequena mancha negra alrededor de cada ojo y
otra entre ellos, hallandose sobre el Carez acuta, Scirpus palus-
tris y otras plantas de los pantanos, de Agosto a Octubre.
co” Coruna (Bolivar!) (Mus. Madrid).
Vallvidrera.—Caldas de Malavella (Cuni! ANALES DE LA Soc.
ESPs DE HIST. NAT.5°X,..X1V,7 Xvi).
Castellon de Ampurias (Antiga. Cat. Him. Princip.).
Region media de Catalufia (Martorell. Cat. Ins. de Cat.).
2. §. stramineipes Kl.
Vive en Mayo y Junio.
Navacerrada (Gogorza!) (Mus. Madrid),
Coruna (Bolivar!) (Col. mia).
3. §. morio Fabr.
Vive en Junio. Su larva es verde con pelos negros y la ca-
beza negra, hallandose en Mayo sobre los groselleros.
o @ Coruna (Bolivar!) (Mus. Madrid).
4. §. cinereipes Kl.
© Coruna (Bolivar!) (Mus. Madrid).
148 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (30)
5. §. luteola? Sepk.
No conozco esta especie, ni su sinonimia, en caso de refe-
rirse a otra de las descritas.
Madrid (Martinez. ANALES DE LA Soc. DE HIST. NAT., I).
GEN. 15. Blennocampa //a7?l.
Cuerpo ovoideo. Antenas filiformes, de nueve artejos. Alas an-
teriores con dos células vadiales y cuatro cubitales, partiendo de
la 2.2 y 3." los nervios recurrentes: célula lanceolada peciolada.
if 2 SPronOtOMOjO Ah sehr tacts lee ciee eicioictet Sotectereiee ie ee 1. BI. ephippium Panz.
=.4) PPONGUOHWEL TO acc) eee sees Sars re Non Ga apne ola tee oee Sieh ness Sielsre a, Se Maelo aeeen ets Sele 2
Qe IAD AOm ent MeL TO POL-ON CIMA enw r-ercieaya eae nile a btsrea boise a cis eeie se rereltaee etek 3
— Abdomen claro por encima, al menos en parte....... 5, BI. fuscipennis Fall.
et, PAMASNAINITN AC AS Sve re:<oncue her cas erode woke role shoves oietals lure eyensie) aie ele iota 2. BIL. sericans Hart.
— Alas; CLANSPATON EES .\5 55: cytes ote stousle c ciete oe Slule Slope syoie lovecogare piesa olale avai a gre ntere aspen ec are 4
452 SVibias POSbervor es MEGTAS) se. )-fs.cl> bis tree's. tele siseiole <i 3. BI. exarmata Thoms.
—) sPiUbiaSPOSteriOLresyOlA@W CAS: ,rjem yn )tos fei -pols@ ereses ie eelepelole's 4. BI. albipes L.
6. BI. (Fomostethus) spy. 2ov. Kon.
—
Bl. ephippium Panz.
Su larva habita en el Alnus glutinosa y Pyrus communis.
Arbucias (Gerona) ([B/. ethiops} Cunt! ANALES DE LA Soc.
ESP. DE HIST. NAT., IX).
San Esteban Palautordera (Antiga. Cat. Him. Princip.).
Espana (André. Spec. des Hymén.).
2. Bl. sericans Hart.
San Esteban Palautordera (Antiga. Cat. Him. Princip.).
3. Bl. exarmata Thoms.
Espana (André. Spec. des Hymén.).
4. Bl. albipes L.
Su larva sobre los Ranunculus.
Arbucias ({J/onophadnus albipes Hart.) Antiga. Cat. Him.
Princip.).
5. Bl. fuscipennis Fall.
Arbucias ({JZonoph. luteiventris Hart.]| Cuni! ANALES DE LA
Soc. ESP. DE HIST. NAT., IX).
(31) Dusmet y Alonso.— TENTREDINIDOS DE ESPANA. 149
San Esteban Palautordera ([Monoph. luteiventris Hart.| An-
tiga. Cat. Him. Princip.).
6. Bl. (Tomostethus) sp. nov. Kon.
Como el género Zomostethus esta formado por especies de
Blennocampa, aqui debemos traer, para seguir la clasificacién
que rige en la obra de André, la nueva especie creada por el
Sr. Konow, quien no ha hecho su descripcidn por existir un
ejemplar tan solo y éste en mal estado.
Parece bastante proximo a la B/. sericans.
Chiclana (Cadiz) (Lopez Cepero!) (Col. Medina).
Gin. 16. Eriocampa Hartig.
Cuerpo ovoideo. Antenas cortas, filiformes, de nueve artejos.
Alas anteriores con dos células radiates y cuatro cubitales , par-
tiendo de la 2." y 3.° los nervios recurrentes. Célula lanceolada
dividida por un nervio oblicuo.
E. luteola Kl.
Asturias (Nocedo!) (Mus. Madrid).
Gin. 17. Taxonus art.
Antenas filiformes, de nueve artejos, mas cortas que el abdo-
men. Alas con dos células radiales y cuatro cubitales: célula lan-
ceolada atravesada por un nervio oblicuo. Alas posteriores sin
célula discoidal cerrada.
T. equiseti Fallen.
Vive en Junio. Su larva es verde por encima, casi blanca
por debajo, con la cabeza parduzca por la parte superior y
blanca por la inferior, hallandose sobre las Veronica y el
Rumex acetosella.
San Esteban Palautordera (Antiga. Cat. Him. Princip.).
150 ‘ANALES DE HISTORIA NATURAL. (32)
Grn. 18. Pachyprotasis /art.
Antenas de nueve artejos, mas largas que el abdomen. Caderas
posteriores muy alargadas: los fémures posteriores alcanzan 0
exceden el extremo del abdomen. Alas con dos células radiales y
cuatro cubitales: célula lanceolada dividida por un nervio recto 0
contraida en el medio. Alas posteriores con dos células discoida-
les cerradas.
P. rape L.
Vive de Mayo a Julio.
Begas (Cuni!) ANALES DE LA Soc. ESP. DE HIST. NAT., XVIII).
Monserrat (Antiga. Cat. Him. Princip.).
Region media de Cataluna (Martorell. Cat. dns. de Cat.).
Gun. 19. Macrophya Dahlbom.
Antenas de nueve artejos , falciformes 6 algo mas gruesas en el
medio. Caderas posteriores muy alargadas: los femures posterio-
res alcanzan 0 exceden el extremo del abdomen. Alas anteriores
con dos células radiales y cuatro cubitales: célula lanceolada di-
vidida por un nervio recto, rara vez por uno oblicuo 6 contraida
en el medio. Alas posteriores con dos células discoidales cerradas.
12 Abdomenicompletamente nepro por encima. 5. 5 oe oe stiemicsie cela clevele stelel ws 2
—— eA DUOMeN ‘Cn PALterclaro POL EMCIMNA:a:-haioreiciele « eperoie] ofede/otewels lefeie)atolais/clole/«lefelelele aia 7ayste 6
DA, MESCUMSLELNCLTO winiare riers rescl Otero ee raionsia ve ofeioce le alavens craieie eves ape oieveievars wpeleselevarsie @rerticretete 3
Se MS CUGELORCIALO Sacre areteteaicaiel eloietel feietc disisictla™ eveie\ere o's 4, Mi. erythrocnema Costa.
3. émures posteriores negros, por lo menos en la mitad de su longitud....... 4
— Fémures posteriores rojos casi por completo................. 2. ce seceeeeceens 5
4. Fémures anteriores amarillos.................4 1. M. rustica L.
— Fémures anteriores negros............0.s+-0.--- 2. MI. meglecta KI. var.
5. Fémures posteriores rojos con la base negra..... 3. ME. heematopus Panz.
— Fémures posteriores rojos con el extremo negro. 5. Mi. tricoloripes Mocs.
6. Abdomen con puntos 6 manchas blancas, amarillas 6 rojas, sin formar nunca
fajas completas, 6 bien con sdlo el segmento anal amarillo................. u
— Abdomen con una 6 mas fajas blancas, amarillas 6 rojas.................... 16
7. Abdomen negro con el segmento analamarillo... 6. Ml. &2-punctata L.
Abdomen con puntos 6 manchasde:color'claroz. .:...:-.. =... seen en seen ees 8
B..- HSCWUdete Megross area eatise vee Tee TRL ore alate elo Sits crane ONE ec ee 9
——. Hscudete claro, por lommenosienuparbesepronats nc eer eee cee tena 11
(83, Dusmet y Alonso.— TENTREDINIDOS DE ESPANA. 151
Oe LrOnoLo claro, por lOMmMenOSieneSUy DONC) siyeratercrelsre cieleiessleielaisjelelelole eis/eictels)che +c el)e/« 10
= PRON OLO NELTOms caieees asec Maes ore wieeeLeisrota siete eve ha evs 3. ¥. hvematopus Panz.
LO Se Libias posterlores mesrag eis cc suisse siecle. 6. ME. #2-punctata L.
— Tibias posteriores manchadas de blanco......... 7. M4. albicimeta Schr.
lilisae HSCAMILASINGA ASEM Mee sem Itai keer haeisio ots aleuers ialeverets brates cieranyciay se etelave yn tals 12
-—t MScamillas am anillas ceemtscuis ae oa seletere aiercl leet 10. 38. trassula Kl.
[PME HS MULES sPOSPELlOLOsaOl OSetetaeaan stelicrichiatejecrcle etateisiereceielolelete: aficteretoll ats efeicierete/ olor 13
GING SPOS FEL OLESMA GOS atehielsielatsleteleforerescleletels oiavars elalole/ats)is lose) o¥epleveleiniater<(si cle! lejos 14
13. Mitad apical de las tibias, roja................... 8. 38. rufipes L.
— Mitad apical de las tibias, blanca................. 9 Mf. pumctum-albuim L.
14. Abdomen con manchas laterales blancas en los,
¥ 6 Mi. £2-punctata L.
Seomentos sewn wamencocse nce sem oceeeese )
SEPA COMET TEL LOM CER PING oes se ol cite oe eS eIR CTE rosa lstals Serotec Aintayhters 15
LD Lea DOs CPUSUOMAPMC ON OSh -re)oieielelsicielslatelelalelsieseisieiayes< 9. ME, pumctum-albui L,
— labro y epistoma blancos.........0..00..-..2+5 0 7 MM. albicineta Schr.
TGEe PES CUGS TCH EP Onetenetseteteterierolelelshcxelerstoterone era orelaPehe nustreyeaishevelecn/ntelsteie)sieretet-velovatateteiersiaiatie 7
me ESC ULC OLS LC ARON ar epee eels Tees clelalsh<)aic vores scteVeCe/a\Toreialalelers wreye\etarersc4 isicla sists feleleiaieiele saejel cle 19
Ata: ALIDIASpPOStERLONES MELT ASE cr .jeicheteieteeiuceleralaeier tales « 2. M8. meglecta Ki.
ae bias POSLERIOLES CNUPALLe) DIAMCAS. aecelnelei-) nels eielsle 1s -)elslofere “islelcvelelol =|! elaine) s)sietoieie 18
18. Abdomen con fajas amarillas..................... 1. DH. rustica L. 2
—- Abdomen con rayas DlANCAS: .. da. - ees e000 7. 8. albictacta Schr.
LONE Abd OMEN NCLLOL Yi TO] Onc Crore een ie aye ts ot oho elenejeceiomerayore ics Gl chore? atevsvereinuyeteanel eye bus clsjetore soe 20
= MPA AOMEN SIME LA) AS LO] ASI scsi aislcleielaleuelersiele al o\ela/ shel «snes lciajedicteyctoleys sheie vis alcove ta ote) eatas 21
pA MMPS DIGIT Np INC Os Obrayers citi rare le. e fecehlol evel iclisle stem evel ietela/s. e¥ei= ll. RS. mnilitacis Kl.
MeL HU PTINA VATA Os sects, dayelace ejeietersiaysiele\aic’s sysks|siaiel siete! <Ieke 12. Bi. erythrogaster Spin.
21. Abdomen manchado de amarillo..............0+5- 1. MH. rustica L. Q |
— Abdomen manchado de blanco................... 7. BA. albicineta Schr.
1. M. rustica L.
t
Se halla de Mayo a Julio sobre las Umbeliferas.
Villaviciosa (Martinez Escalera!) (Col. mia).
Navacerrada (Gogorza!) (Mus. Madrid).
Madrid (Sanz de Diego!) Mus. Madrid).
Escorial (Laguna! ) (Mus. Madrid).
o Villaviciosa.—Alcala.—Lozoya (Martinez Escalera!).
Madrid ([Zent. rustica Fabr.] Martinez! ANALES DE LA Soc.
ESP. DE HIST. NAT., III).
LD
~s
S. Marsal (Antiga. Cat. Him. Princip.).
Regién media de Cataluna (Martorell. Ca/. Ins. de Cat.).
Espana (André. Spec. des Lymén.).
M. neglecta Kl.
Q Espafia (Sanz de Diego!) (Mus. Madrid).
© Villaviciosa (Martinez Escalera).
Barcelona.—Empalme (Cuni!) (ANALES DE LA Soc. ESP. DE
HIST: NAT Xd Ve VL)
San Esteban Palautordera (Antiga. Cat. Him. Princip.).
moby ANALES DE HISTORIA NATURAL. (34)
M. neglecta Kl. var. nigra Konow. (M. albimana Lep.)
Tota nigra; femine alis nigricantibus (1).
Alcala de Guadaira (Sevilla) (Medina!) (Col. Medina).
Este ejemplar figura descrito como Harpiphorus Calderoni
nov. sp. por el Sr. Medina en las Acéas de la Soc. esp. de Hist.
nat. tomo xvu, habiendo el Sr. Konow rectificado dicho error,
sumamente comprensible tratandose de estos insectos, difici-
les de clasificar en muchos casos.
3. M. hwmatopus Panz.
Se halla en Junio sobre los Corydlus.
© Alcala de Henares? (Martinez Escalera).
© Escorial (Sanz de Diego!) (Mus. Madrid).
Madrid ([ Zent. hematopus| Martinez. ANALES DE LA Soc. ESP.
DE HIST. NAT., II).
4. M. erythrocnema Costa. var.
Espana (André. Spec. des Hymeén.).
5. M. tricoloripes Mocs.
Granada (André. Spec. des Himén.).
6. M. 42-punctata L.
Se halla en Mayo y Junio sobre las Umbeliferas.
Su larva es de color verde-amarillento, con la cabeza lisa,
verde, y los ojos pardos, viviendo en Julio y Agosto sobre el
Alnus glutinosa.
S. Marsal (Antiga. Cat. Him. Princip.).
7. M. albicincta Schr.
Vive en Mayo y Junio. Su larva tiene 22 patas, es parda por
encima con dos rayas longitudinales mas obscuras: vientre
blanco-agrisado 6 verdoso; cabeza blanco-amarillenta con una
eran mancha negra. Se la encuentra en Junio y Julio sobre
el Sambucus nigra y S. racemosa.
Q Escorial (Laguna!) (Mus. Madrid).
8. M. rufipes L.
co” Lozoya (Martinez Escalera).
(1) Wiener Entomol. Zeitung. x1. Jahrg. 111 Heft. p. 96. 31 Marz, 1894.
(35) Dusmet y Alonso.—TENTREDINIDOS DE ESPANA. 153
9. M. punctum-album L.
Vive en Junio. Su larva se halla en el Frazinus excelsior.
Ligustrum vulgare y Crategus.
Espana (André. Spec. des Hymén.).
10. M. crassula L.
Se halla en Junio sobre los Corydlus.
Calella (Barcelona) (Antiga. Cat. Him. Princip.).
11. M. militaris Kl.
Espana (André. Spec. des Himén.).
© Villaviciosa (Martinez Escalera) (Mus. Madrid.—Col. mia).
12. M. erythrogaster Spin.
Q Espana (Spinola. Annual. de la Soc. Entomol. de France.
ane série, 1).
Espana (Kirchner. Catal. Hymenopt.).
Espana (André. Spec. des Hymén.).
Gen. 20. Allantus Ju.
Antenas cortas, claviformes, de nueve artejos; el 3.° de doble
longitud que el 4.° Patas algo largas, sin que los féemures poste-
riores lleguen al extremo del abdomen. Alas anteriores con dos
células radiales y cuatro cubitales; célula lanceolada dividida
por un nervio recto. Alas posteriores con dos células discoidales
cerradas.
]. Primer segmento abdominal completamente negro................. cere cere 2
— Primer segmento amarillo, 6 negro con el borde amarillo 6 blanco, por,lo me-
MOSS TUMOS MACOS sry renter oats story cieyeicterstoniaen als cusitieit wemieca cdo Stile soe slovelofisie.e 13
PB ETIMOEMANLe} OM Chas AMbENASMOOLONs he mein decals seins + cislaeis lets cicls siejere a soieayeit 3
i EriMmeriarte) Ommarillovensparte AlMeNOS:..n2codeccs ics sc dace stioedene te sere 9
Sra DEOMERTO) vate nistctactes cities sie hatte state} vases heres 1. &. viduus Rossi.
—— EUDORA I ATUL OO} DIAM CO peciatercvte clelele leks ole lei eicleletetayelte sisle ele o/s eidinlete eos Dig anave elalge the 4
4. Segmentos intermedios/del abdomen rojos:........0--. 06. eee esse en eee ce eees 5
— Segmentos intermedios con el borde amarillo............... 0... c cece eee eee 6
5. Lébulos del pronoto amarillos...................- 2 A. semirufus Andr.
— Ldbulos del pronoto negros................-.0000e 3. A. balteatus Kriechb.
Gav Sti omayamar ores sects See venice cieialee asthepeietele'n'e aioveisia/ele en sldjeye aicasitewincsee eats %
=n HIS LIMA CASUAN OFCOM ANDASCRINAS CLALG «.-ce(a/orcrn elects esse hessieleioaio sleds Nee elolesreieietne 8
Fea SCAMTASMCSTAS aces soctstcrtree iss ilocos. hs,sisie et ear 4. A. Schoefferi K1.
— Escamillas en parte amarillas.,.................. 5. &. arcuatus Forst.
ANALES DE HISTORIA NATURAL. (35)
HSC Ud ete MOOT ne s.ca' ese ecto dere ase ene ses 6. A. hispanicus Andr.
FISCUCELOYVELMOSO cays « + cistertercineteresbinicis tle eseltieste clos ° 7. A. varicarpus Andr.
ADAOMenten parte WESrO es syceereece tore etenreelescine wis w eseieroteiesaletalayelel«Iayahateteteketer satel 10
Abdomen sin ningtn segmento negro’........... 8. A. fulviventris Mocs.
Segundo artejo de las antenas MNeEBrO.. |. oo. ou eee cette s ee een one ll
Segundo artejo de las antenas amamillo.. >... 05.2... 22. eee e eee ee che ateyeicie aie 12
Segmentos 3.° 4 6.° del abdomen rojos............ 20. A. Busmeti Kon.
Todos los segmentos abdominales en parte negros. 21. A. nov. sp. Kon. (a).
Quinto segmento abdominal amarillo............ 9. &. bicinetus Fabr.
Quinto segmento en parte negro................. 7. A. varicarpus Andr.
El primero 6 los dos primeros artejos de las antenas negros................-. 14
El primero 6 los dos primeros artejos de las antenas amarillos 6 rojizos, al
AMON OS (EM PARlE secrete ye am lowed clereleieinieloictajeistevelowstowerle oo) clsheiele/azetereieVatter ieee tie \sert= 21
JM bhava aVzYe) ole pa wesc Aodur Ga ddmaad deco. cod cooOC DOOR DD HoéboctsnbooGnndd 15
Funiculo amarillo 6 ferruginoso................. 10. A. secrophulariz L. var.
PrONOLO MEM TOs sere ele ee ec TO PRT Te eleteystelciele [otel spate kei set Ansett eke 16
Pronotoamarill Oem partes cr syers <acciccpimeterrea sl toleverersietelolose « olejals i afsfalebaetstetetsl-teicteder- WG
HScudeteamarillonmee ces ietce erence rete cece ll. A. Xanthopus Spin. Cc
MSCudete me eT oss seine cers tigsciie « s.shrere stevens sorters 12. A. limbalis Spin.
Alas con una mancha obscura en el extremo..... 13. A. tricinetus Fabr.
Alas Singman Cha vOOSC uae seg ceric creche Aerserreye cece earners ey efoto fa latone le) si cieteke keke onstrate 18
FISCUM ELE NIC OT OMe ere mney teres, seeteye: oeterarcetel oti nslveye 6. A. hispanieus Andr.
PUBS CUMEtEy CLALO messi ccentusth, Stoteciete coe cotee acta ayer ataet et obeuphes Sie Mathis Byes tare et Uelenacane rodents 19
ES Hina, I BU OM: apsgeeareeisiete cee trars cre tavehetereie le wistovele) e ble oseneterd rete voieanteys shayeney hele etererehon 20
Estigma negro 6 castano con la base mas clara... 7 &. varicarpus Andr.
ESCamillasine arash sa) seer te leet suis une cerarepecedet ls 4. &. Schoefferi K1.
Escamillas en parte amarillas.................... 5. A. arcuatus Forst.
HUNT UO MAO WICASTAL Ont ampere Clatiece cole is ictre ears ele nya cicbel opel eters etal ore 22
THUG UROL EG) O1\2%99 UO pray ania mics Gale aro Meo ce acor com canomed oor nocoCe bats dooce dbor 24
Post-escudeteramarillo-nucs oi. uscienee scene. .. 10. A. serophulariz L.
Post-escudete Memoirs -sioy-seis sfossiols weteveinevehcseiaie toelbters | natroye skeke erstorelo a cise eneleteetefe teiete 23
NLT) oy KONA aVeyed Role eee ATES on BR Aaa Xa ROO COG ADE 14. &. meridianus Lep.
abrovamarillo. sj .¢ a cterier citesicts sister Cicsincloisisieisia ct 15. A. annalatus Kl.
OIC EKG WelH=13 sVeled ROS REE a Som ane a eG athena oan Idade Gun eEeaboDeaoas raon'oc 25
Escudete en parte BMA sss ke aks Ae Te a bs, cue Bere ae 28
Segmentos abdominales 3.° y 4.° rojos............. 20. &. DBusmeti Kon. Q
Segmentos abdominales 3.° y 4.° negros, al menos en parte...............06- 26
Qurntosesmentorabdominalam aril osseei se viele tect erat ole teieisiotctetereinietels feted teil fe 27
Quinto segmento en parte negro................. 16. A. bwticus Spin.
Séptimo segmento abdominal negro.............. 17. &. zonuia Kl.
Séptimo segmento mancbado de amarillo........ 9. A. bicinetus Fabr.
Células radiales cubiertas por una mancha parda. 13. &. succintus Lep.
Célulasiradiales) lopmismoiguejel-restojdel alaec.ceicherctae sce asieieieretsteeinl- eet etoeiers 29
QuintosesmentojabdominaliamariMlon. 2 i) tarscvche.s cle eicpsls oleioisic/ee%)2 tienes sespolntorsisial 30
Qurntojsseementovenwpartemle ero reer e eeteertslclelwee epee ehede\eeckemiehoeel ol eieratel weetetarele 32
Cuartoses mento amarillloss-ee ss eles nero 4. A. Schoefferi K1.
Cuartojseamentomerne va ceeeiet teeter cre elerspeter- nici ol iewhele miei lokeieiclets etelents 31
Fémures posteriores amarillos................... 9. A. bicinetus Fabr.
Fémures posteriores en parte negros............. 19. A. zona Kl.
Cabeza nerra-jexceptolaiboca saat reracttestrie: - ee inane ey are Merlin seh 33
Cabezaien parte’ amarilla.. 2 22 neti ne ses oe ee ee 22. A. nov. sp. Kon. (b).
Estigma amarilloLoimoja Zoe scrte(et)-iteieiesel- rioters 21+ 5. &. arcuatus Forst.
Estigma castano con la base mas clara........... 7. A. varicarpus Andr.
(37) Dusmet y Alonso.—TENTREDINIDOS DE ESPANA. 155
1. All. viduus Rossi.
Vive en Mayo.
© San Miguel del Fay (Cuni!) (ANALES DE LA Soc. ESP. DE
AST NAT. (re )s
San Miguel del Fay (Antiga. Cat. Him. Princip.).
2. All. semirufus André.
cy Madrid (Chicote!) (Mus. Madrid).
co Espana (André. Spec. des Hymeén. ).
3. All. balteatus Kriechb.
cf Portugal (André. Spec. des Himeén.).
4A. All. Scheefferi KI.
Su larva, verde, con el borde de los segmentos amarillo y
los ojos pardos, se halla en Julio en el Alnus glutinosa.
Q Panticosa. (En Agosto) (Martinez Escalera).
co” Cerdana espanola (Cuni!) (ANALES DE LA Soc. ESP. DE
HISts: NAT XK 5x1)
Empalme (Antiga. Cat. Him. Princip. ).
5. All. arcuatus Forst.
2 Madrid (Sanz de Diego!) (Mus. Madrid.)
San Esteban Palautordera ([Ad/. nothus K1.} Antiga. Cat.
Him. Princip.).
Regién pirenaica de Cataluna ([A//. nothus 1.) Martorell.
Cat. Ins. de Cat.).
Espana (André. Spec. des Hymén.).
6. All. Hispanicus André.
Ciudad-Real (La Fuente!) (Col. Medina).
Espana (André. Spec. des Hymén.).
7. All. varicarpus André.
Q Espana (André. Spec. des Hymén.).
8. All. fulviventris Mocs.
o Malaga (André. Spec. des Hymén.).
2 © Sevilla (Medina!) (Col. Medina).
Este ultimo ejemplar fué clasificado por el Sr. Konow, con
156 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (38)
duda, en 1892, y tiene una gran semejanza con la especie que
posteriormente ha creado dicho naturalista con el nombre de
All. Dusmeti.
9. All. bicinctus Fabr.
Q Escorial (Sanz de Diego!) (Mus. Madrid).
San Esteban Palautordera (Barcelona) (Antiga. ANALES DE
LA’ SOC. ESP. DE HIST. NAT.,: xiv):
10. All. scrophularie L.
Su larva es gris verdosa, con el vientre blanco y lineas de
puntos negros en el lomo: cabeza negra. Se la encuentra en
Septiembre sobre la Scrophularia nodosa.
Coruna (Bolivar!) (Col. mia).
y Panticosa (Martinez Escalera).
Espana (Sanz de Diego!) (Mus. Madrid).
San Esteban Palautordera (Barcelona) (Antiga. ANALES DE
LA Soc. ESP. DE HIST. NAT., XIV).
11. All. xanthopus Spin.
co” Andalucia (Spinola. Annales de la Soc. Entom. de France.
2me série, I).
o Espana (André. Spec. des Hymén.).
Kspana (Kirchner. Cat. Hymen.).
12. All. limbalis Spin.
Espana central (Spinola. Ann. de la Soc. Hntom. de France.
2me série, 1).
Espana (André. Spec. des Hymén.).
Espana (Kirchner. Cat. ZHymen.).
13. All. tricinctus Fabr.
? Panticosa (en Agosto) (Martinez Escalera!).
14. All. meridianus Lep.
O Escorial (Gogorza!) (Mus. Madrid).
Espana (André. Spec. des Hymen.).
Var. ? 9 Villaviciosa (en Junio) (Martinez Escalera!).
15. All. annulatus Kl.
Andalucia (Rosenhauer. Die Thiere Andalusiens).
(39) Dusmet y Alonso.—TENTREDINIDOS DE ESPANA. 157
16. All. beticus Spin.
© Madrid (Sanz!), (Chicote!) (Mus. Madrid).
© Escorial (Dusmet!) (Col. mia).
© Villaviciosa (Martinez Escalera!) (Mus. Madrid).
2? 2 Ciudad-Real (La Fuente!) (Col. Medina).
? © Madrid (en Mayo) (Martinez Escalera! ).
2 Andalucia (Spinola. Annales de la Soc. Entom. de France.
2Qme série, I).
© Espana (André. Spec. des Hymén.).
Espana (Kirchner. Cat. Hymen.).
Los ejemplares de Ciudad-Real creo deben pertenecer a esta
especie. Sin embargo, su tamano, sobre todo el de uno de ellos,
es bastante mayor que el que André senala para el A//. beti-
cus, y las partes de color claro, en vez de amarillas son de co-
lor castana.
17. All. zonula K1.
Cerdana espanola (Cuni! ANALES DE LA Soc. ESP. DE Hist.
NIAT 5X)
Region pirenaica de Cataluna (Martorell. Cat. Ins. de Cat.).
Cerdana (Antiga. Cat. Him. Princip.).
18. All. succinctus Lep.
© Panticosa (Martinez Escalera!).
? co Panticosa (Martinez Escalera! ).
co Portugal (André. Spec. des Hymen.).
19. All. zona Kl.
? o Alcala de Henares (en Septiembre) (Martinez Escalera ).
8. Marsal (Antiga. Cat. Him. Princip.).
20. All. Dusmeti Konow.
Niger, abdominis segmentis 4 intermediis dorsalibus rufis:
ore — mandibularum apice excepto — pronoti angulis, tegulis, fe-
mine litura mesopleuwrali sulphureis, antennarum articulo primo
magis minusve et pedibus flavis, coxzis et tarsis maxima parte,
tibiarum apice, maris femorum latere interno magis minusve
nigris: alis hyalinis, radio et stigmatis basi testaceis, illius apice
et ceteris nervis — basi testacea excepta — fuscis.
Mas: capite pone oculos coarctato; ventre rufo, segmento ultimo
158 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (40)
ventrali luteo, segmentis 7.° et 8.° dorsalibus medio nigris, utro-
bique rufis.
Femina: capite pone oculos subdilatato; ventre nigro, singulis
segmentis apice luteo—marginatis, segmentorum dorsalium angu-
lis lateribus luteis.
Long. 10-10,5 mm. (1).
Considera el Sr. Konow esta especie como proxima al A //an-
tus rufoniger André, pero es mayor que ella. Ademas, el 7/fo-
niger 9 tiene la cabeza detras de los ojos mas estrecha que por
delante. Por ultimo, el escudete es amarillo, y sdlo los seg-
mentos 3.° y 4.° abdominales son rojos en su parte posterior.
Faltaria 4 un deber de gratitud si no manifestase aqui mi
mayor agradecimiento al eminente especialista aleman por el
honor, completamente inmerecido, que me hace al dedicarme
esta nueva especie.
o @ Rivas (Madrid) (Dusmet!) (Col. mia).
© Alcala de Henares (Madrid) (Martinez Escalera!).
Madrid (Fernandez Navarro!).
< Escorial (Sanz de Diego!) (Mus. Madrid).
? Ciudad-Real (La Fuente!) (Col. Medina).
Villaviciosa (Martinez Escalera!).
21. All. sp. nov. Konow (a).
© Espana (Mus. Madrid).
22. All. sp. nov. Konov (b).
© Sevilla (Medina!) (Col. Medina).
Q Benacazén (Sevilla) (Centeno!) (Col. Medina).
El Sr. Konow cree que las especies 21 y 22 son nuevos 4 //an-
tus; pero no quiere proceder 4 su descripcién hasta que el ha-
llaz@o de ejemplares del otro sexo, y en mayor numero, per-
mitan determinar los caracteres con fijeza y sin riesgo de con-
fusiones, siempre lamentables en este género de estudios.
(1) Neue europiische Blattwespen. Fr. W. Konow.— Wiener Futomologische Zeitung.
xu Jahrg. 1. Heft. 31 Marz, 1894.
(41) Dusmet y Alonso.—TENTREDINIDOS DE ESPANA. 159
Guin. 21. Strongylogaster Dah/lbom.
Antenas filiformes, mas cortas que el abdomen, de nueve arte-
jos. Cuerpo estrecho, alargado. Alas anteriores con dos células
radiales y cuatro cubitales: célula lanceolada abierta, rara vez
dividida por un nervio oblicuo. Alas posteriores con dos células
discoidales cerradas.
1. Str. cingulatus Fabr.
Vive en Mayo y Junio. Su larva es verde con dos fajas ama-
rillas en el dorso y manchas amarillas encima de las patas,
hallandose en Julio y Agosto sobre el Pteris aquilina y Polys-
tichum filiz-mas.
Portugal (André. Spec. de Hymén.).
GEN. 22. Perineura Hart.
Antenas setiformes 6 filiformes, de nueve artejos, tan largas 0
mis que la cabeza y torax reunidos. Alas anteriores con dos célu-
las radiales y cuatro cubitales: célula lanceolada dividida por wi
nervio recto. Alas posteriores con dos células discoidales cervradas:
ad veces el nervio anal se prolonga en los Sc a lo largo del borde
del ala; los nervios forman una Y en el extremo de la célula anal.
Ie CIEE ponverdes0, VELGOSORENMPATUC nego ci. cy alte selec cieisslcioeteiclestiejo a= cnisieiclets walcteitaine 2
= ECUCTPO AMAL O/GiMOj|Os AlMeNOS EN) PATtC. cc oss cles nce ce ones + elec weenie ee 3
2. Estigma transparente amarillo verdoso..... 6. BP. viridis L.
— Estigma pardo con la base blanco-verdosa. 5. P. (Rhogogastera) picta KI.
Be eADROOVSCUTO, Al MENOS|EMIPALGO rsa -). oe cleric cs jew slele 6 els ot ole cle cle sie sielnieieis ins amie « 4
pelea TOGO COLO CLA On sears at erccteie ede ein aleicie tietee's cals se eis\is, s/elels)-\w=\e's'e\sm\eleieina)= eo) 4) 8
4 PRONOLO MELT Os. nels sels = crore ielelslale's ole PEP nara tte We) sia aoet alc absvoveletalurelele| se Siclovs aleteel sisters 5
— Pronoto con el borde amarillo........ 7.P.(Tenthredepsis) rufonigra KI.
Se IDIaAS POSLELIOLES NM COTAB sc. oii s)r/ciel sores e!aia\eia)e oaiclels « «ls)a)\ej=\-1~ eislo «1s viele o nie onlew ely ale 6
— Tibias posteriores rojizas......... ... 9. P. (Wenthredopsis) 7ov. sp. Konow.
6.) Extremo del'abdomen negro... .... 2.2.0. ccee ceceneseccers Soopodacdaehoon las 7
— Extremo del abdomen rojo..........-...s..0e- see eeee 10. P. Coquebertil K1.
[tee EADS COM AwuT: (NCA Ok etpeyaaieiete sisloleie)als <0 elei>)elelols ave lelr' e/a 1. BP. lusitaniea Andr.
=f DISHOIMMALES COUR UOnecp eteetavs stale eerelotaleleistela sels alesis [el s}ele)= 2. PB. histrio Ki.
8. Abdomen con algunos segmentos NEGTOS......---0 sere ee ee eee ees mocébt Goods 9
Abdomen todo él de color claro. -2.....-....-002ee00:- 4. PB. nassata L.
9. Primer segmento abdominal negro... 3. P. (Tenthredopsis) Raddatzi Fab.
— Primer segmento en gran parte amarillo.............. 8. BP. scuteliaris Kon.
160 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (42)
1. P. lusitanica André.
6 Madrid (Fernandez Navarro! ) (Col. mia).
Portugal (André. Spec. des Hymeén.).
2 © Navacerrada (Gogorza!) (Mus. Madrid).
El mal estado de los tres ejemplares del Museo de Historia
natural de Madrid impide reconocer con certeza la especie.
Bod Pe enistrion KL:
San Esteban Palautordera (Barcelona) (Antiga. Cat. Him.
Princip.).
Region media de Cataluna ([ 7’. Aistvio] Martorell. Cat. Ins.
de Cat.).
3. P. scutellaris Fabr.
© Espana (Sanz de Diego!) (Mus. Madrid).
Espana.—Portugal (André. Spec. des Himén.).
4. P. nassata L.
Se halla en los tilos.
Montserrat (Barcelona) ([7Z. nassata| (Antiga. Cat. Him.
Princip.).
5. P. (Rhogogastera) picta L.
Vive en Mayo y Junio. Su larva es verde-amarillenta con
verrugas castanas y patas negras, hallandose en el Alnus glu-
tinosda.
co” Villaviciosa (Martinez Escalera!) (Col. mia).
© Escorial.—Navacerrada (Gogorza!) (Mus. Madrid).
6°) P--viridis’ L.
Vive en Marzo, observandose que se alimenta de otros in-
sectos. Su larva tiene 22 patas; la cabeza es gris verdosa con
manchas negras y aterciopelada; el cuerpo de color aceituna
manchado de diversos matices, hallandose de Agosto a Octu-
bre sobre el Saltz alba, Alnus glutinosa, etc.
© Alcarria (Guadalajara) (Sanz de Diego!) (Mus. Madrid).
© Espana (Chicote!) (Mus. Madrid).
Escorial (Laguna!) ([Z. vividis] ANALES DE LA SOC. ESP. DE
LISM. GNA Soe):
(43) Dusmet y Alonso.—TENTREDINIDOS DE ESPANA. 16)
© Cerdafia (Gerona) ([Z. scalaris Vill.] Cuni!) ANALES DE LA
Soc. ESP. DE HIST. NAT., X).
Cerdana ([Z. scalaris Vill.|] Antiga. Cat. Him. Princip.).
Espana (André. Spec. des Hymeén.).
7. P. (Tenthredopsis) rufonigra Konow.
Q Espana (Mus. Madrid).
8. P. (Tenthredopsis) Raddatzi Konow.
o” Navacerrada (Gogorza!) (Mus. Madrid).
9. P. (Tenthredopsis) sp. nov. Konow.
© Navacerrada (Gogorza!) (Mus. Madrid).
Esta especie, que no ha sido descrita por el Sr. Konow por
existir un solo ejemplar, no en muy buen estado, parece afine
ala P. histrio.
10. P. Coquebertii KI.
o Espana (|7. rufimana] Spinola. Ann. de la Soc. Entom. de
France. 2™ série, 1).
11. P. (Tenthredopsis) semirufa Kriechb.
Albarracin (Kriechbaumer. Correspbl. nat. Ver. Regensd. 38).
12. P. (Tenthredopsis) limbilabris Kriechb.
Chiclana (Kriechbaumer. Correspbl. naturw.Ver. Regensb. 38).
13. P. (Tenthredopsis) conjungens Kriechb.
Chiclana (Kriechbaumer. Correspbl. naturi.Ver. Regensb. 38).
No conozco los caracteres de estas tres Ultimas especies que,
descritas como Zenthredopsis, incluyo en este género Perineu—
va, siguiendo la clasificacién de André. Las cita Bertkau en
sus Archiv. fiir Naturgeschichte, 1885, p. 162.
14. P. solitaria? Schr.
o& Coruna (Bolivar!) (Mus. Madrid).
Un solo ejemplar que me parece corresponde a esta especie,
aunque no puede afirmarse con certeza.
ANALES DE HIST. NAT.— XXV. 11
162 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (41)
GEN. 23. Tenthredo Z.
Antenas setiformes 0 filiformes, tan largas 0 mas que la cabeza
y térax veunidos. Alas anteriores con dos células radiales y cua-
tro cubitales: célula lanceolada dividida por un nervio recto. Alas
posteriores con dos discoidales cerradas; los nervios forman wid XK
en el extremo de la célula anal.
lis PESoudeteimeonrds.. xascal. ctr avacratemiemes eel amen erie vers esis elsie ct oe cistelostetsteaeie a atershaae te 2
HScudeteide: colori Claroy.\iyate ao ereiaacitiereoipcteietnspsuitiey srewreisieis) -eielaveveatvaridereretarences 5
2. \LositreS' primeros artejos dejlasiantenas Megros.), ..ee.. sce 6 cise lscltesienicle'wleicietis 3
— Antenas amarillas.. oo... ci cir. Wed AdN DOs Go ONUROSE 3. 'R. flava Scop.
By AbDOMEN NES TO MPOTIEM CLM Basie rcleleieicie le \eleisie)elele eto fete icicle . 1. T. atea L. O
=~ ADAOMen Claro, alimMenOSteMm Par ceiw lade aevenrecisienterebieyeu is eieersleleisicle/oiieisrevelstetievatelre 4
Ae ADA GMenKe Me pATLeEMLO] Oxi snebt.locttoeiss cs m aicp ie lefetetenavere eherere epee ste ranataceiate ve eteleheheletsiete 5
— Abdomen con fajas amarillo azufre................00000e ‘. ©. bicineta L.
O- eExtremordel abdomen) meer Once ciecieiatelsrelielelaveisieleisicieh Merete 1 TW atra L. CO
—- Hxtremoidel abdomen) TO} Ons) isle ce iicje cclmwis 6p le)e ele . O. TW. nop. sp. Kon.
Gi AtnasG ema el rieN MDL as therapere viavare eistelesavertnyoiere cl stoudleictetciereysielayn wisi /els 3. FT. flava Scop.
——w Amie na Si GUT aS alone cise et tekcusus actA bleplert ss bere sheratoetarct 4. VW. mesomelas L.
i Tatra. Ty.
Vive en Mayo y Junio. Larva de color verde obscuro jas-
peado en el lomo, costados y vientre mas claros, verrugas
blanquizcas en los pliegues; cabeza negra con la cara verde.
Se halla en Julio y Agosto en el Alnus glutinosa.
2 Escorial (Gogorza!) (Mus. Madrid).
2% 42. bigincts 1.
Vive en Mayo.
cf Espana (Sanz de Diego!) (Mus. Madrid).
3. T. flava Scop.
oy Espana (Sanz de Diego!) (Mus. Madrid),
4. T. mesomelas L.
Vive en Junio. Su larva es negra con los costados jaspeados
y patas blancas: cabeza negra con la bova palida.
Navacerrada (Gogorza!) (Mus. Madrid).
Kspana (Chicote!—Sanz!) (Mus. Madrid).
Escorial (Laguna!) (AN. DE LA SoC. ESP. DE HIST, NAT., XI).
(45) Dusmet y Alonso.—TENTREDINIDOS DE ESPANA. 163
5. T. sp. nov. Konow.
co’ Navacerrada (Mus. Madrid).
Un solo ejemplar, por lo cual, faltando el otro sexo, no ha
hecho atin su descripcion el Sr. Konow. Sus caracteres con-
cuerdan bastante con la descripcidn que el Sr. André hace del
Tent’. atra; pero el que nos ocupa tiene los ultimos segmen-
tos abdominales de color rojizo como los anteriores.
Grn. 24. Tarpa /adr.
Antenas cortas, gruesas, de 14 a 22 artejos; el primero mas
largo; en los oo cada artejo lleva, desde el 3.° 6 4.°, un apéndice
lateral foliaceo, que a veces también existe en las 22. Cabeza
gruesa, redondeada. Abdomen convero, algo deprimido. Alas an-
teriores con dos células radiales y cuatro cubitales, partiendo de
la 2. y 3.* de estas los nervios recurrentes: célula lanceolada di-
vidida por un nervio oblicuo. Alas posteriores con dos células dis-
coidales cervradas. Tibias posteriores con dos espinas medias la-
terales.
1. Fajas amarillas abdominales interrumpidas sdlo en los)
; 1. ©. bueephala Kl.
GOS: Primeros:SC@MeEntOS?-.- etyesie~ clea sep cbs sciences 5
— Fajas amarillas abdominales interrumpidas en los cua-) . F
: (2. VT. gratiosa Mocs.
LLONPLUMETOS|SCSMENCOSL 4 verieisoiitas cone cscs Jae *)
1. T. bucephala Kl.
© Escorial (Sanz de Diego!) (Mus. Madrid).
Espana.—Portugal (André. Spec. des Hymen. ).
Espana ([7’. Aispanica| Spinola. Annal. de la Soc. Lntom. de
PONCE. ZY SCYIe . 1):
2. T. gratiosa Mocs.
@ Granada (André. Spec. des Hymen.).
Guin. 25. Lyda adr.
Cabeza ancha, aplastada. Antenas scliformes, de 18 a 36 ar-
lejos. Tibias posteriores é intermedias, y « veces. las anteriores
con espinas en su parte media. Alas anteriores con dos células
164 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (46)
radiales y cuatro cubitales; lanceolada dividida por un nervio
oblicuo. Alas posteriores con dos células discoidales cerradas.
Abdomen ancho, aplastado.
1 Tibiasianterionresicon! unaiespimasm diay. ce sere) ueseie’*\slo\e wle)- eels 2 -lelelejelateleletusvarstetetets é
— ‘Tibias anteriores Sin espina media........2.6+...-.0- <i 3. . betulze L.
Qh er -HSbi gma mO}IZO set ayemporetiele errant ielsefsrciose siskeleial sled g's aiehe 1. KL. stellata Christ.
—» HMstigmajeniparte meg rome cue celaietic crexcietele sieieleieys e1e,0 2. campestris L.
1. L. stellata Christ.
Su larva es verde aceituna por encima, amarilla 4 los lados,
con tres lineas longitudinales pardas; cabeza amarilla con
puntos negros. Se halla de Junio 4 Agosto en el Pinus sylves-
tris y P. pumilio.
co” Escorial (Laguna!) (Mus. Madrid).
2. L. campestris L.
Espana (André. Spec. des Hymén.).
3. L. betule L.
Espana (André. Spec. de Hymén.).
Famitia 2.2 Géfidos.
Abdomen sentado. Tibias anteriores con un solo espolon. Ante-
nas fusiformes 6 claviformes, con gran nimero de artejos. Alas
anteriores con dos células radiales y cuatro cubitales, de las que
la 1.*° es mayor que la 2."; ésta y la 3." reciben cada una un ner-
vio recurrente.
Huevos. No han sido observados hasta ahora.
Larvas. Desconocidas hasta hace poco tiempo, han sido
estudiadas por Perris, Goureau y otros. Son blancas, lampi-
fas, con cabeza pequena, tdrax grueso y abdomen delgado y
encorvado. Tienen seis patas quitinosas, y carecen de patas
abdominales.
Ninras. Su forma es la del insecto perfecto, envuelto por
completo en una tenue membrana.
(47) Dusmet y Alonso.—TENTREDINIDOS DE ESPANA. 165
INSECTO PERFECTO. Cabeza redondeada, con una conca-—
vidad hacia el occipucio. Labro casi oculto por el epistoma,
que a veces es dentado. Ojos ovales: estemmas pequenos, dis—
puestos en triangulo. Palpos maxilares alargados, de seis ar-
tejos, de los que el 4.° es el mayor y el 6.° filiforme 6 fusifor-
me. Palpos labiales de cuatro artejos, el 3.° pequeno y el 4.°
fusiforme. Mandibulas fuertes, tridentadas. Antenas de 16 a 27
artejos, filiformes, con el extremo algo mas grueso, 6 fusifor-
mes. El 1.e" artejo, grande; el 2.°, muy corto; 3.° y 4.°, largos,
y los siguientes disminuyendo sucesivamente de longitud.
Toraz.—*\ pronoto es grande, mas ancho por detras. Meso-
noto con surcos poco marcados. Escudete ancho. Escamillas
muy visibles.
Patas \argas y delgadas. Tibias mas cortas que los fémures
en el primer par y mas largas que ellos en los restantes. Tibias
anteriores con un solo espolén, que lleva una membana folia-
cea; tibias posteriores con una espina en su tercio apical, ade-
mas de los dos espolones.
Alas de mediana longitud, que no Hegan al extremo del ab-
domen. Dos células radiales, la primera mucho menor. Cuatro
cubitales, de las que la 1." es la de mayor tamano. Los nervios
recurrentes parten de la 2." y 3.* cubitales. Célula lanceolada
dividida por un nervio recto, a veces algo encorvado. Estigma
pequeno alargado. Alas posteriores con dos células discoidales
cerradas.
Abdomen sentado, muy largo, estrecho y de forma compri-
mida, que hace desde luego que estos insectos no se confun-
dan en ningun caso con los de la familia anterior. El primer
segmento esta formado de dos partes, unidas por delante y
separadas en casi toda su extensién por una hendidura que
termina en un espacio desnudo, el cual separa dicho segmento
del 2.°, y esta cerrado por una membrana de color claro. Los
segmentos siguientes tienen 4 veces una arista longitudinal
bastante marcada en el centro. El extremo del abdomen es
obtuso en los oc’; en las 9° esta truncado oblicuamente por
debajo, dejando salir una parte del estuche de la sierra, la
cual presenta la misma disposicién que en los.Tentredinidos
propiamente dichos.
COSTUMBRES Y METAMORFOsIS. Las larvas de los Céfidos no
JC6 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (48)
son fitéfagas, como la mayor parte de las de la anterior fami-
lia. En ésta se alimentan las larvas de tejidos vegetales, pero
es en lo interior de los tallos y renuevos. Sdélo se puede conocer
su presencia por el estado enfermizo de la planta, y a veces
por un abultamiento del tallo que ocupan. En el mismo lugar
que habitan suelen encerrarse en un capullo sedoso, en gene-
ral mucho mas largo que la larva y que la ninfa que en él se
ha de formar.
Varias especies atacan los cereales mas importantes, pu-
diendo llegar a ser una verdadera plaga, lo cual hace su estu-
dio an mas interesante.
DISTRIBUCION GEOGRAFICA. En conjunto, la familia de los
Céfidos es mas meridional que la de los Tentredinidos; si al-
wunas especies se hallan en Finlandia 6 en Suecia, su area de
dispersién es extensa, y también viven en el 8. de Europa, en
cuya regidn, como en todas las orillas del Mediterraneo, es
mucho mas abundante el nimero de formas de este grupo de
insectos.
Sdlo el género Cephus ha sido encontrado en la Peninsula.
Grn. Cephus a/v.
Antenas con el extremo en mara.
1. Abdomen amarillo por completo, con los extremos negros 6 con alguna
p | ’ g g
Mancha deiestercOl One ce srrsleteeielelerei« ofeusinv ole ekore el ovelofere rs farstotclaleke Chetstorevetetoratereistelensvere 2
— Abdomen negro por completo 6 con algunas fajas 6 manchas de color claro... 6
6 MAOTASAMCELIONES NOAEASK: c cpactalejes sie. ars icleles iestetele ey nieta ed erielaieys there lemeietelal sila bciois 3
— Tibias anteriores amarillas..... Refer otc ovalaherapetatesters, aiekatace nnn sue lene: Lec wererek demi shate a 4
OD MOM CONILOS AN LErLOLEd MC INOS. ceicise nelers craic ceca isis unre 1. ©. abdominalis Latr.
—. Fémures anteriores amarillos-...-...0.5... s.e0ses 2. ©. idolon Rossi.
AXP APTONOLOWMC OU Olrarsta steterecmevce Telsieieiery wvefe areiarovepsrerovels Quis) wloyafe jolene ave svelerseisvasleveemie niet acta 5
— Pronoto casi por completo amarillo.. .............. 2. €. idolon Rossi.
5. Octavo segmento abdominal amarillo. ............. 3. ©. nigripennis Sichel.
— Octavo segmento en gran parte negro ....... ....- 9. ©. lateralis Konow.
GAM UTC MASCOT AG Vas Aeerstputeetecela chars ele eopsecsontarsrettienecetererstekeye ofatele interven va celoharereravexe islets 10
— Antenas No/enteramenteume Grasmere ger eleocleri.cslsi-is/eleisieleie\cheleelerevexs «lcleris eieyefelclasingni 7
7. Antenas rojizas en su parte media...........+...... 4. (. fulvicornmis Luc.
Antenas de color claro en su extremo 0 por debajo........ sc... ee eeeee eee ees 8
8. PronotomeSronern. ee. ee eie Seen OSAbO bo PO CObOUMUD Ger DB GJoorecumdcborbadsé S)
— Pronotojen parteramarillo. jor cccriemeliald sa lleras 2. ©. idoleom Rossi.
9. Libias PoOsSteriore|s) 1O)1ZAS errctelerelewseietsteiolsle viel cloisle lerolele 5. ©. Parreyssii Spin.
— Tibias posteriores negras....... Ua reictoleleteienieiare shete 10. ©. Amtigvw Konow.
(49) Dusmet y Alonso.—TENTREDINIDOS DE ESPANA. 167
10. Abdomen manchado de amarilio sdlo lateralmente. 6. C. tabidus Fabr.
— Abdomen con una 6 mas fajas amarillas completas .......... oloelatefereottei- eee lil:
ML SMES GUS 8 CST Os istorsiore cio roa iere cle teinve. cists sloccec oeyeys| overs: s¥6 7. ©. pygmieeus L.
——- Stigma amarillo rOjIZOs nase sole eee. ss fe oe oleic . 8 ¢. troglodyta Fabr.
1. C. abdominalis Latr.
Barcelona (Cuni! ANAL. DE LA SOC. ESP. DE HIST. NAT., XV).
Besés (Barcelona) (Antiga. Cat. Him. Princip.).
Litoral de Cataluna (Martorell. Cat. Ins. de Cat.).
Espana (Kirchner. Cat. Hymenopt.).
2. G. idolon Rossi.
Espana (Kirchner. Cat. Hymenopt. ).
Espana.— Portugal (André. Spec. des Hymen.).
3. . nigripennis Sichel.
Madrid (Kirchner. Cat. Hymenopt.).
Madrid (Dufour. Annal. de la Soc. Hntom. de France. 1861).
Espana (André. Spec. des Hymén.).
4. C. fulvicornis Lucas.
o” Espana (Chicote!) (Mus. Madrid).
Espana (André. Spec. des Hymeén.).
5. . Parreyssii Spin.
& Espana (Spinola. Annal. de la Soc. Entom. de France.
ame série, I).
Espana (André. Spec. des Hymén.).
Espana (Kirchner. Cat. Hymenopt.’.
6. €. tabidus Fabr.
Madrid (Sanz de Diego!) (Mus. de Madrid).
Madrid (Dusmet!) (Col. mia).
Espana (Chicote!) (Mus. Madrid).
Madrid (Martinez. ANALES DE LA Soc. ESP. DE HIST. NAT., Il).
Santas Creus.— Begas (Cunl. ANALES DE LA Soc. ESP. DE
HistTs: WAT, XVII).
Algeciras (Rosenhauer. Die Thiere Andalusiens ).
Besos (Barcelona) (Antiga. Cat. Him. Princip.).
Espana (Kirchner. Cat. Hymenopt.).
Espana (André. Spec. des Hymeén.).
168 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (50)
7. CG. pygmeus L.
Vive en Mayo. Su larva es blanca, cilindrica, con los seg-
mentos toracicos algo gibosos y la cabeza parda. Habita en los
tallos del trigo, llegando 4 ser muy perjudicial, pues roe todo
el interior de la paja por debajo de la espiga y hace que la
planta llegue casi a secarse.
Rivas (Madrid) (Dusmet!) (Col. mia).
© Madrid (Chicote!) (Mus. Madrid).
Barcelona (Cuni! ANALES DE LA Soc. ESP. DE HIST. NAT., X,
XVII).
Besés (Barcelona) (Antiga. Cat. Him. Princip.).
Regién media de Cataluna (Martorell. Cat. dns. de Cat.).
Espana (André. Spec. des Hymen.).
8. C. troglodyta Fabr.
Besdés (Barcelona) (Antiga. Cat. Him. Princip.).
Region media de Cataluna (Martorell. Cat. Zns. de Cat.).
9. ©, lateralis Konow.
Niger, mandibulis, macula parva sub tegulis sita, pedum genu-
bus et tibiis—extremo posticarum tibiarum apice excepto — ab-
dominis vitta lata laterali segmentorum intermediorum dorsalium
margine posteriore lato, ventralium tenui et segmento nono toto
avis; capite pone oculos angustato, superne inviso longitudine
sua sesqui latiore; palpis flavis, basi apiceque nigricantibus ; ge-
nis puncto vel linea tenui fava prope a clypeo sita ornatis; maris
etiam clypeo flavo-liturato; antennis tenuibus, clavatis, clava
magis minusve luteo-ochracea; capite et thorace vic punctula-
tis, nitidulis; alis nigricantibus, radii summa basi dilutiore;
abdominis segmento primo toto, secundo et octavo maxima parte
nigris; coxis posticis subtus flavo-maculatis; tarsis — anticorum
basi excepta—nigris; femine vagina longe exserta, nigra.
Long. 7-9 mm. Patria: Hispania (1).
10. ¢. Antigea Konow.
Alter, genubus tibiisque anterioribus , alarum costa, puncto sub
tegulis sito testaceis; mandibulis ante apicem luteo-maculatis;
(1) Neue ewropiische Blattwespen. Von Fr. W. Konow. Wiener Entomologische Zei-
tung, xu. Jahrg. 11 Heft. 31 Marz 1894.
(51) Dusmet y Alonso.—TENTREDINIDOS DE ESPANA. 169
abdominis segymentis 4-7 viridi-luteo-angulatis; antennis gracili-
bus, subclavatis; facie sub antennis sublevi, nitidula; capite
lato, pone oculos non angustato; capite et thorace concinne punc-
tulatis , subopacis; alis, costa excepta, nigricantibus ; vagina bre-
v1, parum prominente.
Long. 9-11 mm. Patria: Hispania (1).
Ksta especie ha sido dedicada por el Sr. Konow a D. Pedro
Antiga, quien la ha encontrado en Barcelona.
Famiuia 3.° Siricidos.
Cuerpo largo. Abdomen sentado, cilindrico. Tibias anteriores
con un solo espolon. Primera célula cubital menor que la segunda.
Taladro de la 2 casi siempre saliente. Tamano variable en una
misma especie, sobre todo en los xo, pudiendo ser mas de doble
en unos individuos que en otros.
Huevos. Tienen forma de huso y son colocados por la ma-
dre con el taladro en la madera que ha de servir de alimento
a la larva.
Larvas. Cilindricas, blandas, de color blanquecino, ama-
rillo 6 rosado. Cabeza pequena con mandibulas muy fuertes,
dentadas; palpos maxilares de un solo artejo y labiales de tres.
Carecen de ojos. Antenas muy pequenhas, compuestas de un
solo artejo. Torax mas ancho que la cabeza, con un estigma
entre el primer segmento y el segundo. Tres pares de patas
toracicas muy pequenas. Abdomen de ocho segmentos, termi-
nado por una punta cornea que lleva por encima tres peque-
nos dientes, los cuales probablemente sirven para empujar el
cuerpo hacia delante por el tunel que va construyendo la larva.
Ninras. Se hallan envueltas en un capullo sedoso (Sirea
gigas, segin Bernstein), 6 sin ninguna cubierta (Sirex juven-
cus, segun Hartig).
(lL) Neue europiische Blattivespen. Von Fr. W. Konow. Wiener Lntomologische Zei-
tung xut. Jahr. 111 Heft. 31 Marz 1894.
170 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (52)
INSECTO PERFECTO. Cabeza.— Redondeada, casi globulosa,
6 bien muy dilatada detras de los ojos; estemmas dispuestos
en tridangulo. Mandibulas tridentadas, palpos maxilares de 1
a5 artejos; labiales de 2 a4. Antenas generalmente alarga-
das, filiformes, a veces fusiformes, de 11] 4 22 artejos, el pri-
mero grande, el segundo muy corto; se hallan insertas entre
los ojos, mas cerca del epistoma que de la frente.
Toraz.—"s generalmente mas ancho que la cabeza. Los bor-
des del pronoto son angulosos, y formando a veces una espe-
cie de dientes obtusos. Metanoto estrecho, profundamente sur-
cado. Escamillas casi invisibles.
Patas.—Tibias anteriores, y ordinariamente las intermedias
con un solo espolén; tibias y tarsos posteriores alargados; el
primer artejo de estos muy largo. En los c/o” las tibias poste-
riores y primer artejo de sus tarsos estan ensanchadas y sur-
cadas longitudinalmente. Unas dentadas por debajo.
Alas.—Estrechas, con nervios gruesos. Dos céliulas radiales
(rara vez una) y tres 6 cuatro cubitales (alguna vez dos); la pri-
mera de estas es menor que la segunda. Célula lanceolada divi-
dida por un nervio oblicuo; en algunos casos peciolada, Alas
inferiores casi siempre con dos células discoidales cerradas.
Abdomen.—Unas veces cilindrico, otras cénico, con el extre-
mo puntiagudo. Primer segmento sin espacio desnudo; tan
solo una hendidura 6 una soldadura longitudinal en el medio.
Kl ultimo segmento en los o/c es redondeado, dejando ver
unas pinzas corneas. En las 99 termina en una punta a veces
truncada, pero generalmente aguda. En el extremo del vien-
tre salen las valvulas del estuche de la sierra, muy alargadas,
semi-cilindricas y protegiendo una sierra fuerte, perfecta-
mente dispuesta para taladrar la madera.
COSTUMBRES Y METAMORFOSIS. Con su taladro hace la madre
una incisién en un tronco, depositando en ella uno 6 dos hue-
vos. Lo verifica indistintamente en plantas con vida 6 en ma-
deras ya labradas y es verosimil que en el primer caso, escoja
las que estan algo débiles, para que la larva no sea molestada
por la excesiva acumulacién de savia. Nacida la larva, va
construyendo en la madera una mina cuyo diametro es cada
vez mayor, segun va aumentando el tamano del obrero. La
galeria puede llegar 4 50 6 60 cm, de largo por 8 mm. de an-
(53. Dusmet y Alonso.—TENTREDINIDOS DE ESPANA. 171
chura. La marcha es lenta, permaneciendo en este estado las
larvas dos 6 tres anos, dandose asi el caso de que pasado este
tiempo después de construida una casa, resulte inttil alguna
viga a consecuencia de los destrozos causados por los Sirezr,
que empezaban solamente su obra cuando fué labrada la ma-
dera. El abeto, el abedul, la encina, el alamo son los lugares
predilectos de residencia de estos temibles huéspedes, pero no
se les puede tachar de escrupulosos, pues su imposibilidad de
cambiar de camino, la necesidad de alimentarse y la fortaleza
de sus mandibulas, hace que horaden cuanto a su paso en-
cuentran.
El mariscal Vaillant presenté en 1857 a 7? Académie des Scien-
ces de Paris, paquetes de cartuchos procedentes de la campa-
na de Crimea cuyas balas habtian sido perforadas por larvas de
Sirex juvencus que indudablemente se habian desarrollado
en la madera de las cajas. En 1861, un hecho analogo era ob-
servado en otros cartuchos remitidos por el capitan Henriot,
siendo esta vez el culpable el Sirexr gigas.
Una vez terminado el desarrollo, la larva queda en reposo
en el extremo del canal, pasa alli a ninfa y luego a insecto
perfecto, el cual perfora un nuevo ttinel para salir rapidamente
a la luz del dia, dejando en el tronco un agujero circular que
indica el punto de su paso.
Kl tamano de estos insectos y su zumbido al cruzar el aire,
uniéndose quiza a la idea de los danos reales que causan en
los bosques, ha hecho que llamen la atencién del vulgo y hasta
que hayan sido acusados en otros tiempos de picar al hombre
6 alos animales y de ocasionarles la muerte, crimenes de los
cuales son completamente inocentes.
DISTRIBUCION GEOGRAFICA. Son septentrionales, abundando
en Suecia, Rusia, Alemania, y siendo raros al S. de Europa,
donde acaso procedan & veces de la madera importada de
aquellos paises. Quiza debe tenerse también en cuenta que
esas regiones del Norte, por efecto de su clima mismo, estan
menos cultivadas y son mas abundantes en grandes selvas,
habitacién de estos insectos. Respecto a4 Espana, muy pocos
datos poseemos, pues sdélo tenemos noticia de algunos ejem-
plares cazados en Cataluna y uno en la Granja de San Ilde-
fonso, sitio que, como es sabido, abunda mucho en pinares.
172 ANALES DE HISTORIA NATURAL, (54)
GEN. Sirex L.
Cabeza pequena, ensanchada por detras. Antenas largas, fili-
formes 6 setdceas, de 18 & 24 artejos. Tibias y primer artejo de
los tarsos posteriores dilatados en los So. Alas anteriores grandes
con dos células vadiales y cuatro cubitales, de las que la 2." y 32
veciben cada una un nervio recurrente: célula lanceolada dividida
por un nervio oblicuo. Escamillas invisibles. Abdomen ¥ cilin-
drico, deprimido: Q con un apéndice en forma de espatula y tala-
dro largo saliente.
1. Cabeza negra por completo, 4 veces con refiejos verdes 6
EVAN omg Sap Gou0OO PR arecs caraitigl ers atele siekeisi sts o)aieetnve sie cieietareteneiste (ote
— Cabeza negra manchada de amarillo...............26 «+-- . 1. S. gigas L.
he S$. juvencus L.
1. S. gigas L.
© (La Granja) (Gogorza!) (Mus. Madrid).
3 Barcelona.—Monseny (Cuni. ANALES DE LA SOC. ESP. DE
HIST. NAT., IX-X).
Barcelona (Antiga. Cat. Him. Princip.).
2. §. juvencus L.
Villafranca del Panadés (Miiller!) (Cunt. ANALES DE LA Soc.
ESP. DE HIST. NAD. , x).
Villafranca del Panadés (Antiga. Cat. Him. Princip.).
FLORULA GADITANA
SEU
recensio celer omnium plantarum in provincia gaditana
hucusque notarum
AUCTORE
JOSEPHO:, M. PEREZ EAR A:
PARS QUINTA, ©
(Continuacion.)
= ,
(Sesion del 7 de Noviembre de 1894.)
_
ORDO CARYOPHYLLINARUM.
Fam. Alsineze Aarti.
TRIB. SABULINEAE Fenzl.
Sagina lL.
1.516.—S. procumbens Z.
Sp. pl., p. 185.—Brot., Flor. lus. 1, p. 213.—Reich., Ic., Flor.
Germ. Vv, t. 201, f. 4959!—Wk. et Lge., 1. c. m1, p. 601.
Hab. in arenosis humidis regionis inferioris: prope Puerto
de Santa Maria (Gutiérrez ex Colm.)—4. Apr., Maj. (n. v.)
Ar. geogr.— Europa feré omnis, Asia temperata, Africa bo-
realis, Madera, Azoricee, America borealis et australis.
(1) Véase para la parte primera el tomo xv, pag. 349 de los ANALFsS; para la segun-
da, el tomo xvi, pag. 273; para la tercera, el tomo xvuiI, pag. 35; para la cuarta, el
tomo xx, pag. 23 y tomo xx1, pag. 191; y para la guinta, el tomo xxiv, pag. 279.
174 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (560)
1.517.—S. apetala Z.
Mant., p. 559.—Reich., Ic. 1. ¢., t. 200, f. 4958! -Wk. et Lee.,
l. c. m1, p. 601.—S. procumbens var. Brot., Flor. Lus. 1, p. 213.
Hab. in regione inferiore et montana, ubi in pascuis are-
nosis, ad muros rupesque hue illuc provenit: ad Puerto de
Santa Maria (Gutierr., Clem.); prope Sanlucar (Clem.); in
Cadiz ad muros (Willk.); ad Castillo de Dota Blanca inter Jerez
et Puerto de Santa Maria; in Sierra de la Potrica pr. Jimena;
in vicinitatibus Jerez, et alibi.—©. Mart., Maj. (v. v.)
6. capillaris Lange, Pug. p. 299.—Wk. et Lge., 1. ¢.
Hab. in rupestribus, in Szerra de Palma oppid. Los Barrios
(Reverch.) (n. v.)
Ar. geogr.—Europa media, Lusitania, regio omnis medi-
terranea, Canariz, Madera.
1.518.—S. maritima Don.
Hort. sicc. brit., n. 155.—Sm., Engl. bot. 31, t. 2195.—Reich.,
Ic. l.c., t. 201, f. 4960!—Wk. et Lge., 1. c. m1, p. 602.—Debeaux,
Flor. Gibr., p. 41.
Hab. in rupibus maritimis: in monte Gibraltar (Dautez,
Reverch.); in Punta del Carnero pr. Algeciras.—©. Mart.,
Maj. (Vv. v.)
Ar. geogr.— Europe medi australisque et Africee boreali-
occidentalis littora maritima.
Buffonia Saw.
1.519.—B. tenuifolia Z.
Sp. pl., p.:179.—Willk., Ic.. et descr. 1, p: 113, t..72, 7. Bl.—
Wiexet liges dls cami, p. 605;
Hab. in arenosis regionis inferioris: prope Sandiucar (Clem..
Colm.)—Apr., Jun. (n. v.)
Ar. geogr.—Hispania centralis et mediterranea, Gallia aus-
tralis, Grecia, Transcaucasia, Algeria, Imp. Maroccanum.
1.520.—B. macrosperma /. (ay.
Gr. et Godr., Flor. Franc. 1, p. 248.—Willk., Ic. et deser.,
l.c., p. 114, t. 72, f. C!—Wk. et Lge., 1. ¢. m1, p. 605.—B. ¢e-
(561) Perez Lara.—FLORULA GADITANA. 145
nuifolia Will., Dauph. m1, p. 650.—Reich., Ic. Flor. Germ. y.,
t. 203, f. 4899!
Hab. in @lareosis regionis inferioris: prope Bucéile ad limites
prov. Malacitane.—©. Maj., Jun. (v. Vv.)
Ar. geogr.—Hispania mediterranea, Gallia, Italia, Grecia,
Tauria, Algeria, Canarie.
Queria /.
1.521.—Q. Hispanica Ze.
It. Hisp., p. 48.—Quer., Flor. Esp. vi, p. 666, t. 15, f. 2!—
Oriewa) Decad. ax pi 112; t.-15,-8 1!==Cav.y Preel. pi 3l8.=—
Willk., Ic. et descr. 1, p. 102, t. 66, f. C!—Wk. et Lge., 1. c. mm,
p. 606.
Hab. in siccis, in prov. Gaditana (Webb.)—©. Maj.,
Jun. (0-7 Vv.)
Ar. geogr.—Hispania centralis et australis, Grecia, Asia
occidentalis, Algeria.
Alsine Wahlenb.
1.522.—A. tenuifolia Crantz.
Var. hybrida Willk., Ic. et. descr. 1, p. 106.—Wk. et Lge.,
l.c. i, p. 610.—A. hybrida Jord., Pug., p. 33.—A. tenuifolia
v. viscosa Boiss., Voy. bot. u, p. 98.—Avrenaria hybrida Will.,
Dauph. mm, p. 634, f. 47.
Hab in aridis regionis inferioris: in monte Gibraltar (Lem.,
Kel., Willk.)—©. Apr., Jun. (n. v.)
Ar. geogr.—Lusitania, regio omnis mediterranea.
1.523.—A. procumbens /enz/.
Verth. d. Alsin., p. 57.—Webb., It. hisp., p. 62.-—Willk.,
Ic. et descr., p. 104, t. 67, f. B!—Wk. et Lge., 1. c. m1, p. 613.
—Arenaria procumbens Vahl., Symb. 1, p. 50, t. 33!—A. geni-
culata Poir, Dict. vi, p. 365.
Hab. in ruderatis, rupestribus arenosisque regionis inferio-
ris: in Gibraltar (Kel., Dautez, Reverch.); inter San Fernando
et Cadiz (Lange); in vicinitatibus Cddiz (Bourg., Chape!,
176 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (562)
Colm.); ad Cerro de los Martires pr. San Fernando.— 4. Apr.,
Majo (v. v. et s.)
Ar. geogr.— Hispania mediterranea, Baleares, Sardinia, Si-
cilia, Italia australis, Greecia, Africa borealis, Canarie.
TRIB. STELULARINE Fenzl
Stellaria Z.
1.524.—S. media J7//.
Dauph., 1m, p. 615.—Moris, Flor. Sard. 1, p. 271.—Reich..,
Ic. Flor. Germ. v, t. 222, f. 4904!—Wk. et Lge., 1. c. m, p. 614.
—A lsine media L., Sp. pl., p. 389.—Brot., Flor. Lus. 1, p. 476.
—A. minor Dod., Pempt., p. 29, ic.!—Vulg. Gallinera, La-
pilla.
Hab. in regione inferiore, montana et subalpina, ubi in are-
nosis argillosisque cultis, herbidis et ad vias huc illuc fre-
quens: Puerto de Santa Maria (Gutiérrez); Ubrique et Conil
(Clem.); Gibraltar (Kel., Dautez); Sanlicar (Colm.); in vicini-
tatibus Jerez et alibi.—o©. Flor. anno feré toto. (v. v.)
6. mayor Moris, 1. c.—Wk. et Lge., 1. c.—S. neglecta Weihe-
Reich., Ic., 1. c., f. 4905!-—-Alsine major Dod., Pempt,
p. 29, ic.!—Variat ut anterior promiscué nunc caulibus
linea laterali pilosa alterna et pedunculis calycibusque
hirtis, nunc caulibus linea pilosa et pedunculis calycibus-
que glabris, nunc partibus omnibus omnino gilabris. Va-
riat insuper promiscue quoque floribus tri-pentandris et
rarius decandris.
Hab. in regione inferiore, montana et subalpina, ubi in cultis
herbidisque humentibus huc illuc abundat: ad Puerto de Santa
Maria; prope Bornos; in hortis juxta Chiclana; in Sierra del
Pinar supra Benamahoma; in vicinitatibus Jerez ubi in vineis
et hortis vulgatissima, et alibi. —(v. v.)
Ar. geogr.—Totus fere terrarum orbis; var. in cultis regionis
mediterranee frequentior.
1.525.—S. uliginosa Mw.
Prodr. Grett, p. 55.—Brot., Flor. Lus. 11, p. 196.—Wk. et Lge.,
(563) Perez Lara.—FLORULA GADITANA. 177
l. c. m1, p. 615.—S. graminea y. L., Flor. Suec., p. 150.—Zar-
brea uliginosa Reich., Ic., 1. c., t. 226, f. 3669!
Hab. in uliginosis regionis montane: in montibus prope
Tarifa (Clem. ex Colm.)— 4. Maj., Jul. (n. v.)
Ar. geogr.—Europa, Sibiria, Imp. Maroccanum, America
borealis.
Arenaria J.
1.526.—A. spatulata Des/.
Flor. Atl. 1, p. 358.—Boiss., Voy. bot. um, p. 100.—-Willk.,
Ic. descr. 1, p. 90, t. 60, f. B!}—Wk. et Lge., 1. c. 11, p. 619.—
A. cerastoides Poir., Dict. vi, p. 363, non DC.—Stellaria Are-
naria L., Sp. pl., ed. 1, App., p. 1196.—Vulg. Zapa.
Variat statura 8-25 cm., foliis puberulis vel margine tan-
tum ciliolatis.
Hab. in regione inferiore ubi in cultis solo preecipué argi-
lloso-calcareo, et ad sepes huc illuc satis frequens: Puerto de
Santa Maria (Osbeck, Gutierr., Clem.); Sanlucar (Clem.);
c. Chiclana (Cabrera!); vr. Jerez (Schousb.) in vineis preser-
tim abundat; inter Puerto de Santa Maria et Rota (Willk.); in
loco Lomas del Alcornogue pr. Medina (Willk., Bourg.); ad
Algeciras (Kel., Dautez., Reverch.); in vicinitatibus 7rebujena
et alibi.—©. Febr., Apr. (v. v. et s.)
Ar. geogr.—Hispania australis, Algeria, Imp. Maroccanum.
1.527.—A. serpyllifolia Z.
Sp. pl., p. 606.— Reich., Ic. Flor. Germ. v, t. 216, f. 4941!—
Wk. et Lee., 1. c. m, p. 620.—Debeaux, Flor. Gibr., p. 41.—
A. spherocarpa Ten., Syll., p. 219.
Hab. in arenosis rupestribusque regionis inferioris: G7éra/-
tar (Kel., Debeaux); Sanlicar (Colm.)—©. Apr., Jun. (n. v.)
Ar. geogr.—Europa feré omnis, Asia occidentalis, Africa
borealis.
1.528.—A. leptoclados (uss.
Syn. mu, p. 824, et Enum. pl. inar., p. 53.—Boiss., Flor. or. 1,
p- 701.—Wk. et Lge., l. c. m1, p. 620.—A. serpyllifolia g. lepto-
clados Reichs, Ic. l. e., f..4941, B!
Forsan non nisi precedentis varietas, sed specimina a me
ANALES DE HIST. NAT. — X\XV. 12
178 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (564)
lecta omnia caulibus tenuioribus foliis floribusque dimidio
minoribus, et fructibus conico-cylindricis nec ventricosis a
Ar. serpyllifolia ex speciminibus Aragonensibus que ante
oculos habeo, preecipueé differunt.
Hab. in arenosis, glareosis rupestribusque regionis inferio—
ris et montane: in loco dicto La Manga ad Villaluenga; in
Sierra de la Silla pr. Ubrique; in Dehesa de Malduerme ditionis
Jerez, et alibi.i—©. Apr., Jun. (v. v.)
Ar. geogr.—Europa media et australis, Asia occidentalis,
Africa borealis, Madera.
1.529.—A. emarginata rot.
Flor. Lus. 1, p. 202.—Willk., Ic. et descr., p. 93, t. 62, f. B!
—Wk. et Loe-y1.,¢. 1m, ps622:
Hab. in arenosis regionis inferioris: pr. Chiclana in pinetis
(Willk.) in loco Pinar de Hierro dicto (Chape!)—©. Febr.,
Mart. (v. s.)
Ar. geogr.— Lusitania australis, Imp. Maroccanum, Al-
geria.
1.530.—A. montana Z.
Sp. pl., p. 606.—Cav., Preel., p. 477.—Brot., Flor. Lus. 1,
p. 199.—Reich., Ic. 1. c., t. 218, f. 4951!—Wk. et Lge., 1. c. m1,
p. 623.—A. montana a. mayor Boiss., Voy. bot. 11, p. 101.
Hab. in rupestribus, collibus glareosis locisque asperis syl-
vaticis regionis inferioris et montane: in monte Gibraltar
(Kel.); in monte e/ Picacho pr. Alcala de los Gazules (Bourg. !);
in Sierra de Palma oppiduli Los Barrios (Reverch.); in Penon
de Merino pr. Ubrique; in Sierra del AUjibe ditionis Jerez, et
alibi.—4. Apr., Jun. (v. v. ets.)
Ar. geogr.—Gallia occidentalis, Lusitania, Hispania.
1.531.—A. capitata Zam.
Flor. Franc. 1, p. 39.—Boiss., Voy. bot. m, p. 104.—Wk.
et Lge., 1. c. m, p. 626.—A. tetraqguetra Brot., Flor. Lus. 1,
p. 200.—A. tetr. 6. aggregata Gay., Ann. Sc. Nat. m1, p. 44.—
Plinthine aggregata Reich., Ic. 1. ¢., f. 4952!
Hab. in glareosis dumosis regionis montane: in loco Llano
de la Duquesa inter Grazalema et Zahara (Laguna).—4. Jun.,
Jul. Gi we)
(565) Perez Lara.— FLORULA GADITANA. 179
Var.? compacta, caudice lignoso interdum ut digitus minor
crasso, ramosissimo, ramis elongatis prostratis ramulisque
retrorsum puberulis adscendentibus 5-10 cm. ceespitem
densum amplum formantibus; foliis 2-4 mm., basi conna-
tis, ramulorum internodia subsequantibus interdum iis
multo brevioribus, surculorum apicem versus imbricatis,
omnibus ovato-lanceolatis, aristato-mucronatis, canali-
culatis, recurvis, nervo dorsali marginibusque albo-callo-
sis ad basim ciliolato-puberulis, ceterum glabris; floribus
terminalibus sessilibus nunc solitariis nunc (in eadem
planta) 2-3 aggregatis, foliis duobus summis bracteisque
foliaceis calyce brevioribus stipatis, sepalis lanceolato-
acuminatis mucronatisque, dorso nervosis, margine an-
guste albo-membranaceis glabris, petalis longe spathula-
tis calycem subsuperantibus; capsula oblonga, seminibus
tuberculatis. Ab A. capitata Lam. et affinibus A. erina-
cea Boiss. et A. racemosa Willk. characteribus indicatis
mihi bene distincta videtur. An tamen varietas aut spe-
cies propria habenda sit nunc dijudicare non possun.
Hab. in glareosis dumosis rupiumque fissuris regionis mon-
tane et subalpine: in Cerro de San Cristobal supra Grazalema;
in Szerra del Pinar inter Grazalema et Benamahoma; in Sierra
del Endrinal c. Benaocaz.—. Jul., Aug. (Vv. v.)
Ar. geogr.—A. capitata in Lusitania, Hispania, Gallia aus-
trali, Algeria.
1.532.—A. tetraquetra Z.
Sp. pl., p. 605.—A. tedr. a. Granatensis Boiss., Voy. bot. 1,
p. 103, t. 29, f. B!—Wk. et Lee., 1. c. mm, p. 627.—A. imbrica—
ta Lag. et Rodr., Anal. Cienc. Nat. v, p. 278 non M. Bieb.
nec Raf.—A. tetraq. var. imbricata Clem. ex Colm.
Hab. in rupestribus regionis subalpine: in montibus pr. @ra-
zelema (Clem. ex Colm.)—4. Jul., Aug. (n. v.)
Ar. geogr.—Hispania australis.
Cerastium Z.
1.533.—C. erectum Coss. et Germ.
Flor. Par., p. 50.—C. quaternelium Fenzl. in Bluff. Comp.
Flor. Germ., ed. 2, p. 748.—Sagina erecta L., Sp. pl., p. 185.—
180 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (566)
Brot., Flor. Lus. 1, p. 214.—Menchia erecta Reich., Ic. Flor.
Germ. v, t. 227, f. 4953!—Wk. et Lge., 1. c. 1, p. 628.—Cha-
melinum gramineo seu acuto folio Barr., Plant., ic. 1165, 2.°!
Hab. in pascuis arenosis regionis inferioris: prope Puerto de
Santa Maria (Gutiérrez ex Colm.)—©. Mart., Apr. (n. v.)
B. octandrum.—C. tenue Viv., Flor. Cors. 1, p. 7.—C. glaucum
6. octandrum Gren., Mon. Cerast., p. 48.—MWenchia octan-
dra Gay in Perr., Cat. Frej., p. 55.—Willk., Ic. et descr.,
p. 86, t. 57, f. C!1—Wk. et Lge., 1. c. m1, p. 629.—M. qua-
ternella 8. octandra Moris, Flor. Sard. 1, p. 269.
Hab. in pascuis arenosis et sylvaticis regionis inferioris: in
Pinar de Hierro c. Chiclana (Cabrera!); in pinetis pr. Chiclana
(Willk., Fritze, Winkl.); in Pinar de Villanueva pr. Puerto
Real (Chape!)—(v. s.)
Ar. geogr.—Spec. in Europa media precipue occidentali et
in austro-occidentali; var. 8. in regione mediterranea fereé
omni, orientem versus rarescens.
1.534.—C. perfoliatum Z.
Sp. pl., p. 627.—Willk., Ic. et descr. 1, p. 82, t. 56, f. A! —
Wisetees lcs mm, p- 630°
Hab. in agris regionis inferioris: pr. Sanlicar (Clem.) et in
vicinitatibus Cadiz (Cabrera) ex Colm.—o©. Apr., Jun. (n. v.)
Ar. geogr.— Hispania, Rossia australis, Asia mediterranea.
1.535.—C. dichotomum Z.
Sp. pl., p. 628.—Cav. Preel., p. 140.—Willk., Ic. et deser., 1,
p. 82, t. 56, f. B! —Wk. et Lge., l. c., m1, p. 631.—A lsine corni-
culata Clus., Rar. pl. hist. m, p. 184, ic.!
Hab. inter segetes regionis inferioris et montane: pr. Graza-
lema (Reverch.)—©. Apr., Jun. (n. v.)
Ar. geogr.—Hispania, Lusitania, Algeria, Asia occidentalis.
1.536.—C. glomeratum 7/1/7//.
Flor. Par., p. 226.—Boiss., Voy. bot. u, p. 105.—C. vulga-
tum Sm., Flor. Brit. 11, p. 496.—Reich., Ic. l. c., t. 229, f. 4970!
—C. vulg. 8. Brot., Flor. Lus. 0, p. 218.—C. viscosum Gren.,
Mon. Cerast., p. 25.—Wk. et Lge., l. c. 11, p. 631.
Hab. in regione inferiore et montana ubi in arenosis cultis,
(567) Perez Lara.—FrLORULA GADITANA. 181
pascuis humidiusculis et ad sepes frequentissime provenit: in
Sanlucar (Clem.); ad Chiclana (Chape!, Willk.); in Picacho de
Alcala de los Gazules (Webb.); pr. Wedina et c. Arcos (Willk.);
ad. San Rogue (Dautez); ad Ubrique, c. Algar, pr. Puerto de
Santa Maria, in vicinitatibus Jerez, et alibi.i—©. Febr., Apr.
@..V2; etss)
Ar. geogr.—Orbis feré totus terrarum.
1.537.—C. semidecandrum Z.
Sp. pl., p: 627.—Gren., Mon. Cerast., p. 28.—Reich., Ic. 1. c.,
t. 228, f. 4968!—Wk: et Lge., l..c., m1, p. 632.
Hab. in pascuis arenosis et sylvaticis apricis regionis infe-
rioris: c. Alcala de los Gazules; in Pinar de Villanueva pr. Puerio
Real; in Dehesa de Malduerme et Dehesa del Torno ditionis
Jerez, et alibi.—©. Febr., Maj. (v. v.)
Ar. geogr.— Europa fere omnis, Algeria, Tauria.
1.5388.—C. Boissieri Gren.
Mon. Cerast, p. 67.—Boiss., Voy. bot., suppl., p. 723.—
C. Botssiert: «. vulgare Willk., Ic. et descr. 1, p. 81, t.-55, f.1
et 3!—Wk. et Lge., |. c. 11, p. 636.—C. tomentosum Cav., Preel.,
p. 140 non L.—C. repens Boiss., Voy. bot. 11, p. 106 non L.
Variat foliis ovato-lanceolatis lineari-lanceolatisve albo-
tomentosis aut lanuginosis subviridibus, seepe patulis inter-
dum subrecurvis, pedunculis sepalisque nunc brevissimé hirto-
glandulosis, nunc lanuginoso-glandulosis lanuginoso-eglan—
dulosisve.
Hab. in regione montana et subalpina ubi in glareosis et
rupium fissuris abundanter provenit: in Cerro de San Cristo-
bal! ad Grazalema (Clem.); in Sierra del Pinar supra Benama-
homa; in montibus pr. Benaocaz; in Sierra Blanquilla c. Ubri-
que; in Sierra del Aljibe ditionis Jerez, et alibi.—4. Apr.,
Aug. (Vv. Vv.)
8. abbreviatum, foliis ovato-lanceolatis albo-tomentosis seepissi-
mé recurvis, turionum lanuginosis subviridibus, obova—
tis v. oblongis acutiusculis, interdum abrupte acuminatis,
basi semper longé attenuatis; internodio ultimo (subcy-
mam) abbreviato, seepe folia suprema subeequante; pedun-
culis sepalisque lanuginoso-eglandulosis.
182 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (568)
Hab. in rupestribus regionis subalpine: in Cerro de San
Cristobal ad Grazalema; in Sierra del Caos supra Benaocaz.
—(v. Vv.)
y. lineare Gren., 1. c.—Willk., Ic. et descr., 1. c., t. 55, f. 21—
Wk iret ioe rie
Hab. in rupibus humidis regionis subalpine: in loco Cueva
de la Gotera supra Benamahoma.—\(v. Vv.)
6. Gibraltaricum Gren., 1. ¢.—Willk., Ic. et deser., l. c.—
Wk. et Lee., 1. c.—C. Gibraltaricum Boiss., Elench., p. 24,
et Voy. bot. u, p. 106, t. 32!—Debeaux, Flor. Gibr.,
p. 42.
Hab. in fissuris rupium regionis submontane: in monte
Gibraltar! (Boiss., Willk., Kel., Winkl., Dautez, Reverch.)
—(v. V.)
Ar. geogr.—Var. a. in Hispania australi et austro-oriental,
Corsica, Algeria; y. in Hispania australi, Sardinia, Italia sep-
tentrionali; 6. in Hispania australi.
Fam. Silenese DC.
TRIB. LYCHNIDEZ A. Br.
Agrostemma Jl.
1.539.—A. Githago Z.
Sp. pl., p. 624.—Brot., Flor. Lus. 1, p. 220.—Wk. et Lge.,
l. ¢. mi, p. 689.—Lychnis Githago Lam., Dict. 1, p. 643.—
Githago segetwm Desf., Flor. Atl. 1, p. 363.—Reich., Ic. Flor.
Germ. vi, t. 308, f. 5132!—Migellastrwnm Dod., Pempt.,
Dp: Wo. lea
Hab. inter segetes regionis inferioris et montane: pr. San-
lucar (Clem.); ad Alcala de los Gazules (Cabrera!); in vicinita -
tibus Grazalema.—©. Apr., Jun. (Vv. v. et s.)
Ar. geogr.—Europa omnis, Sibiria, Asia occidentalis, Alge-
ria, Canariz, Madera.
(569) Perez Lara.— FLORULA GADITANA. 183
Melandryum ei.
1.540.—M. divaricatum /enz/.
In Rohrb., Syn. Lychn., p. 211.—IM. macrocarpum Willk.,
Ic. et descr. 1, p. 28.—Wk. et Lge., l. c. m1, p. 642.— Lychnis
divaricata Reich., Pl. crit., t. 303.—Z. macrocarpa Boiss.
et Reut., Bibl. Gen. (1842) et Diag. pl. Hisp., p. 8.—Boiss.,
Moy, (bot. 11, suppl; p: 722.
Hab. in regione inferiore et montana ubi in arenosis incul-
tis, sepibus dumetisque huc illuc frequens: ad Puerto de Santa
Maria (Gutierr.!); pr. Grazalema (Clem.); in vicinitatibus
Cadiz (Cabrera); in Cerro de Santa Ana ad Chiclana, et inter
Jerez et Arcos (Willk.); in monte Gidraliar (Kel., Dautez);
c. Sanlicar (Colm.); pr. Ubrique; in ditionis Jerez locis Callejon
del Albaladejo, Dehesa de Gigonza, ad la Cartuja, et alibi.—
3. Mart., Maj. (v. v. ets.)
Ar. geogr.—Lusitania, Hispania, Sicilia, Italia australis,
Algeria, Imp. Maroccanum.
Eudyanthe Reich.
1.541.—E. Ceeli-rosa Reich.
Ic. Flor. Germ. vi, p. 55, t. 303, f. 5123!—Wk. et Lge.,
l. c. mt, p. 644.—Agrostemma Ce@li-rosa L., Sp. pl., p. 624.
— Cav. Prel., p. 139.— Lychnis Celi-rosa Desr. in Lam.,
Dict. 11, p. 644.—Silene Celi-rosa Braun in Flor. Rat. 1848,
p. 373.
Hab. in regione inferiore, ubi in pascuis arenosis et collibus
frutice coopertis huc illuc frequens: ad Puerto de Santa Maria
(Gutiérrez); in Chiclana et c. Rota (Rodrig.); Sanlicar et Conil
(Clem.); Algeciras (Clem., Reverch.); ad San Roque (Boiss.,
Kel., Dautez); Puerto Real (Colm.); in ditionis Jerez (Bourg.)
locis Llanos de Caulina, Sierra del Aljibe, et alibi.—O©. Apr.,
JUDGE y.)
Ar. geogr.—Hispania australis, Gallia mediterranea, Cor-
sica, Sardinia, Sicilia, Italia australis, Dalmatia, Algeria,
Imp. Maroccanum.
184 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (570)
1.542.—E. leta Reich.
Flor. Germ. exc., p. 824.—Willk., Ic.-et'descr. 1, p. 29, t. 15,
f. B!—Wk. et Lee., l. c. m, p. 644.—ZLychnis leta Ait., Hort.
Kew. u, p. 118.—Z. palustris Brot., Flor. Lus. 11, p.;22},, et
Phyt. 1, p. 183,t. 74! fa
Hab. in arenosis humidis locisque umbrosis uliginosis
regionis inferioris: pr. Alcald de los Gazules (Cabrera!); in
monte e/ Picacho (Bourg.), c. Algeciras (Fritze, Winkl., Dautez,
Reverch.) in monte Sverra de Luna (Nilsson); in querceto
Dehesa dela Alcaria ditionis Jerez sed inter Algar et Ubrique
sito.—©. Apr., Jun. (v. v. et s.)
Ar. geogr.—Lusitania, Hispania occidentalis, Gallia austro-
occidentalis, Algeria, Imp. Maroccanum.
Silene JZ.
1.543.—S. Gallica JL.
Sp. pl., p: 595.—Reich., Ic. Flor. Germ. vi, t. 272, f. 5054
et 5055!— §. Gall. a. genuina Wk. et Lge., Prodr. Flor. Hisp.
it, p. 646.
Hab. in regione inferiore, ubi in arenosis argillosisque,
arvis, vineis ad agrorum margines atque in incultis herbosis
valde frequens: ad Puerto de Santa Maria (Gutiérrez); inter
Gibraltar et San Roque (Willk., Dautez); c. Algeciras (Reverch.);
in pinetis pr. Chiclana; in Pinar de Villanueva c. Puerto Real;
in arvis pr. Algar; in vicinitatibus Jerez, et alibi.—O. Mart.,
Majo. (v. v.)
8. Lusitanica Willk.! in Wk. et Lge., 1. c., p. 647.—S. Lusita-
nica L., Sp. pl., p. 594.—Brot., Flor. Lus. 1, p. 184.—
S. Gallica 8. divaricata Gr. et Godr., Flor. Franc. 1, p. 206.
—Viscago hirsuta, lusitanica, stellato. fore Dill., Hort.
Elth., p. 420, t. 311, f. 401!
Hab. cum precedente in eisdem locis: ad Puerto de Santa
Maria; ¢. Trebujena; in vicinitatibus Jerez, et alibi.—(v. v.)
vy. guinguevulnera Willk. in Wk. et Lge., 1. c.—S. guinque-
culnera L., Sp. pl., p. 595.—Reich., Ic. 1. c., t. 272,
f. 5054, B!
(571) Perez Lara.—FLORULA GADITANA. 185
Hab. in collibus calcareis regionis inferioris: prope balnea
Fuente-amarga ditionis Chiclana. (v. v.)
Ar. geogr.—Species Europe medi, Lusitaniz omnisque
regionis mediterranee indigena, unde per totum feré orbem
terrarum introducta et sub-spontanea facta.
1.544.—S. cerastioides JL.
Sp. pl., p. 596.—Reich., Ic. l..c., t. 273, f. 5057!—Soyer-
Will. et Godr., Mon. Sil., p. 14.—Willk., Ic. et descr. 1,
p. 52, t. 37!—Wk. et Lge., 1. c. m1, p. 647.—S. disticha Webb.,
It. hisp. p. 63, non W.
Hab. in regione inferiore, ubi in arenosis incultis et collibus
aridis crescit, sed perrard occurrit: ad Algeciras (Née); .c. Puer-
to de Santa Maria (Gutiérrez); in Gibraltar (Herb. . Matr.
ex Colm.); pr. Sanlicar (Chape!).—©. Apr., Majo. (v. s.)
Ar. geogr.—Hispania centralis et mediterranea, Grecia,
Asia minor, Algeria.
1.545.—S. nocturna Z.
Sp. pl., p. 595.—Brot., Flor. Lus. 1, p. 183.—Reich., Ic. 1.c.,
t. 274, f..5059!—Willk., Ic. et descr. 1, p.. 68, t..50, f. C!—
S. noct. a. genuina Wk. et Lge., 1. c. 1m, p. 648.
Hab. in regione inferiore, ubi in arenosis cultis incultisque,
ad agrorum margines et inter. frutices huc illuc provenit:
c. Puerto Real (Bourg); ad Sanlicar (Colm.) in los Navasos; ad
Junta de los rios pr. Arcos; in ditionis Jerez locis Canteras del
Pino, Convento de Cartuja, et alibi.—©. Mart., Majo. (v. v.)
Ar. geogr.— Lusitania, regio omnis mediterranea, Canarie,
Madera.
1.546.—S. hirsuta Zag.!/
Varied. cienc. (1805), p. 212, et Gen. et sp., p. 15.—Boiss.,
Voy. bot. u, p. 88.—Willk., Ic. et deser., p. 43, t..29 I—Wk.
et Lee., l. c., m1, p. 648.—S. lawiflora Brot., Flor. Lus. 11, p. 188.
—S. hirsutissima Otth. in DC., Prodr. 1, p. 372.
Hab. in arenosis incultis regionis inferioris: in ditione Jerez
(Clem. ex Colm.); ¢. Chiclana (Cabrera!); pr. San Roque (Boiss.);
ad Gibraltar (Schott, Dautez); circa Palmones (Reverch.)—
©. Apres; Juss (v:-s:)
1&6 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (572)
B. tuberculata Ball., Spic., p. 357.
Hab. in eisdem locis: in Hncinar del Sotillo ditionis Jerez; in
Pinar de Hierro prope Chiclana.—(v. Vv.)
Specimina mea.ab icone Willkommiana authenticisque
speciminibus prope Chamartin a Lagasca lectis et in herb.
Hort., Reg. Matr. asservatis, non nisi seminibus dorso et pree-
sertim margine sepissime tuberculatis, faciebus paululum de-
pressis planis v. subplanis differunt. Confer Ball, Spic. 1. c.
Ar. geogr.—Lusitania, Hispania, Imp. Maroccanum.
1.547.—S. obtusifolia Willd.
Enum., p. 473.—Debeaux, Flor. Gibr., p. 38.—Willk., Suppl.
Fl. Hisp:; p: 279.
Hab. in collibus arenosis regionis inferioris: prope Algeciras
(Reverch.)—©. Maj., Jun. (n. v.)
Ar. geogr.—Lusitania, Canarie, Imp. Maroccanum, Algeria,
Aigyptus.
1.548.—S. vespertina ez.
Obs. bot. m1, p. 31.—Seb. et Maur., Flor. Rom., p. 151.—
Wk. et Lge., 1. c. ur, p. 649.—Debeaux, Flor. Gibr., p. 37.—
S. hirsuta Poir., Voy. Barb. 1, p. 163, non Lag.—S. hispida
Desf., Flor. Atl. 1, p. 8348.—Moris, Flor. Sard. 1, p. 257, t. 19!—
Willk., Ic. et descr. 1, p. 44, t. 29, f. A!
Hab. in arenosis cultis incultisque regionis inferioris: in
Gibraltar (Kel., Dautez).— ©. Apr., Majo. (n. v.)
Ar. geogr.— Lusitania, Hispania australis, Baleares, Sardi-
nia, Sicilia, Italia australis, Grecia, Creta, Algeria, Canarie.
1.549.—S. micropetala Lag.
Varied., l. c., et Gen. et sp., p. 15, non DC.—WE. et Lge.,
l. c. mm, p. 649.—S. micrantha Link in herb. Cav.—s. vestita
Soy.—Vill. et Godr., 1. c., p. 20.—Exp. sc. Alg., t. 81, f. 2.—
Debeaux, Flor. Gibr., p. 38.
Variat racemis densi- aut remoti-floris, calycum nervis
simplicibus vel superne interdum anastomosantibus, peta-
lorum limbo albido v. rubello (S. vestita v. rubifiora Per.
Lar., herb.)
Hab. in arenosis incultis regionis inferioris: inter Puerto de
Santa Maria et Rota (Gutiérrez); pr. San Rogue (Schott); c. Ro-
(573) Perez Lara.—FLORULA GADITANA. 18
ta (Bourg.); ad fluv. Palmones pr. Algeciras (Reverch.); in
pinetis c. Chiclana; in Pinar de Villanueva ditionis Puerto
Real.—@. Apr., Majo. (v. v.)
Ar. geogr.— Lusitania, Hispania centralis et australis,
Algeria.
1.550.—S. pendula Z.
Sp. pl., p. 599.—Reich., -Ic. l. c., t. 279, f. 5070!—S. scabri-
flora Brot., Flor. Lus. u, p. 184, et Phyt. Lus. 1, p. 177, t. 72!
Hab. in arenosis regionis inferioris: ad Puerto de Santa
Maria (Osbeck ex Colm.). Colitur in hortis atque ex hortis
aufuga interdum subspontanea vidi.—©. Mart., Apr.
Ar. geogr.—Lusitania, Hispania centralis, Italia centralis et
australis, Creta, Cyprus, Asia minor.
1.551.—S. littorea Brot.
Flor. Lus. 11, p. 186.—Willk., Ic. et descr. 1, p. 49, t. 34, f. A!
—Wk. et Lge., 1. c. m1, p. 650.—Debeaux, Flor. Gibr, p. 37.—
S. sericea 8. minor Otth., in DC., Prodr. 1, p. 380.— 8. villosa
v. nana Camb., Enum. pl. Bal., in Mem. Mus. xiv, p. 221, t. 13.
—Boiss., Voy. bot. 1, p. 90.—S. Cambessedesii Boiss. et Reut.
Pug., p. 18 et 130.
Hab. in sabulosis maritimis: pr. San Roque (Boiss.); in loco
la Caleta! ad Gibraltar (Willk., Boiss., Reut.); inter Gibraltar
et Za Linea (Kel., Dautez, Reverch.); ad Palmones, c. Algeciras
et in Zarifa (Winkl., Fritze).—©. Apr., Maj. ‘v. v.)
Ar. geogr.—Lusitania, Hispania Galleca et Mediterranea,
Baleares.
1.552.—S. colorata Pov.
Voy. u, p. 163, non W. nec Schousb.—S. color a. vulgaris
Wk. et Lge., 1. c, m, p. 651.—S. bipartita Desf., Flor. Atl. 1,
p. 352, t. 100!—Cav. Prel., p. 475.—S8. bip. a. vulgaris Willk.,
Ic. et descr. 1, p. 45, t. 30, f. A!—S. vespertina Reich., Ic. Flor.
Germ. vi, t. 279, f. 5068!, non Retz.
Variat nunc petalorum unguibus longe exsertis limboque
parvo carneo (8. color. y. parviflora Wk. et Lge., |. c., et Willk.,
Ic. l.c., t. 30, f. B!), nunc preeterea calyce minore 7-8 mm. long.,
et foliis angustioribus, mediis superioribusque acutis v. acu-
tiusculis (§. color. v. acutifolia Pr., Lar. in Flor, Gad. exs.)
188 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (574)
Hab. in regione inferiore et submontana, ubi in arenosis
cultis incultisque, herbidis, agris derelictis, et collibus apricis
vulgatissima: in Zarifa (Pourr.); Puerto de Santa Marta (Gu-
tiérrez, Bourg.!); Sanlucar, Jerez (Clem.); Chiclana, San Fer-
nando, Cadiz (Cabrera!, Willk.); Gibraltar (Boiss., Kel.); Arcos,
Ubrique, Grazalema, et alibi.—O©. Febr., Majo. (v. v. ets.)
8. lasiocalyz Wk. et Lge., 1. c., p. 652!—S. dip. &. lasyocalix
Soy.—Will.. et Godr., Mon. Sil., p. 26.—Willk., Ie) et
descr., |. c., p. 45, t: 30, f: Cet D!—S: distachya Brot.,
Flor. Lus. 1, p. 189, et Phyt. Lus.1, p. 175, t. 71!—S. ves—
pertina Webb, Iter,, p. 63, et Boiss. Voy: ‘bot: 11,.p: 89;
non Retz.
Hab. in eisdem locis ubi preecedens sed adhuc vulgatior: ad
Puerto de Santa Maria (Willk.); Cadiz (Lange); San Rogue
(Dautez); Algeciras (Reverch.); San Fernando, Medina, Graza-
lema, Arcos, Jerez, et alibi.—(v. v.)
v. canescens Wk. et Lge., 1. c.—S. bipartita 6. canescens Soy.—
Will. et. Godr., 1. ¢.— 8: canescens Ten., Flor. Nap: 1,
p. 236, t. 39.—Reich., Ic. 1. c., f. 5067!
Hab. in arenosis maritimis: inter San Fernando et Cadiz
(Lange); ad Castillo de Puntales c. Cadiz; prope Chipiona, et
alibi.—(v. v.)
6. angustifolia Wk. et Lge., 1. c.—S. bipartita 0. angustifolia
Willk., Ic. et descr. 1, wi 46, t. 31!
Hab. in collibus siccis regionis inferioris et rant aiiee?
pr. Grazalema (Reverch.); in Cerro de los Martires pr. San Fer-
nando.—(v. Vv.)
Ar. geogr.—Spec. in Lusitania et regione omni mediterranea.
1.553.—S. longicaulis Powrr.!
Elench. Hort. Reg. Matr. 1803.—Lag., Gen. et sp., p. 15.—
DC., Prodr. 1, p. 375.—Willk., Ic..et descr. 1, :p. 61, t. 44,.f B!
—Wk. et Lge., l.:c¢: m1, pi 653.
Variat caule tenui, simplici, paucifloro, 18-25 cm. alt. (forma
macra), v. robusto, semel atque iterum furcato-ramoso, multi-
floro, 30-65 cm. alt.; capsula oblonga v. oblongo-cylindracea
carpophoro nune duplo nunc triplo et ultra longiore. In speci-
(575) Perez Lara.— FLORULA GADITANA. 18y
minibus authenticis Pourretianis in herb. Hort. Reg. Matr.
asservatis capsula carpophoro feré quadruplo longior.
Hab. in arenosis incultis regionis inferioris maritimis pre-
sertim: prope Sanlicar (Clem.); c. Puerto Real (Colm., Bourg.);
in Pinar de la Dehesilia et in Pinar de Hierro c. Chiclana; in
pinetis ad Chipiona.—©. Mart., Majo. (v. v. ets.)
S. longicaulis revera S. apetale W. proxima est, sed in sen-
tentiam cl. Lindman qui has in speciem unam conjunxit con-
venire nequeo. §. dongicaulis differt non solum habitu toto,
sed preecipue fioris in dichotomia semper defectu; racemis
simplissimis floribus solitariis, numquam geminatis, plerum-
que dissitis, verum disjunctionibus inter se semper quam in
S. apetala equabilioribus; calycis glabri seepissime majoris
dentibus obtusis v. obtusiusculis brevioribus; et seminibus
postremd, ques intuitu primo etsi equalia tamen accurate sub
lente scrutata, diametro majore, alis latioribus minus undula-
tis, feré levibus, nempe lineolis adpressis subtilissimis, nec
claré eleganterque striolatis bene distinguuntur.
Ar. geogr.—Lusitania australis, Hispania austro-occidentals.
1.554.—S. apetala Wedd.
Sp: pl: -1p:307.—Reich., Ie. 1'e.,-t2 295, f 5060!—Soy..-
Will. et Godr., Mon. Sil., p. 17.—Willk., Ic. et descr. 1, p. 53, |
t. 38, f. B!—Wk. et Lge., |. c. m1, p. 653.
Variat uni aut pluricaulibus simplicibus ramosisve 10-45 cm.
alt.; racemis pauci- v. multifloris; calycibus fructiferis obo-
vato-oblongis s. campanulatis basi nune attenuatis nunc con-
tractis, striis viridibus seepe indivisis, interdum superne inter
se (in speciminibus permultis a me lectis) anastomosantibus;
petalis nullis, inclusis, v. exertis (S. apetala v. grandiflora
Boiss.); capsula ovato-globosa v. ovato-oblonga carpophoro
crasso plus minusve clavato rare duplo, plerumque triplo
v. quadruplo et ultra longiore.
Hab. in arenosis cultis incultisque, et in herbidis regionis
inferioris: in vicinitatibus Cddiz (Duf.); in Puerto de Santa
Maria (Bourg.); prope Arcos; in ditionis Jerez locis Callejon del
Albaladejo, Canteras del Pino, et alibi.—©. Febr., Apr. (Vv. v.)
Ar. geogr.—Lusitania, Hispania centralis et australis, Italia,
Grecia, Asia occidentalis, Algeria, Imp. Maroccanum, Ca-
narie.
190 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (576)
1.555.—S. ramosissima Des/.
Flor. Atl. 1, p. 354.—Soy.-Will. et Godr., Mon. Sil., p. 16.—
Willk., Ic. et descr. 1, p. 54, t. 39, f. A!—Wk. et Lge., l. c. m,
p. 659.—S. Niceensis var. ramosissima Kunze, Chlor. austro-
hisp., n. 46.—S. graveolens Duf. in Bull. Soc. Bot. Fr., 1860,
p. 242.—Lichnis marina, hirsuta purpurea, Leucoit folio Barr.,
Plant., p. 63, ic. 1010!
Hab. in sabulosis ad oram maris: pr. Cadiz (Duf.) ad Barrio
de San José; c. Puerto de Santa Maria (Bourg.!) in loco la
Puntilla; inter Chipiona et Rota, et alibi.—©. Apr., Majo.
QVorVineb Se)
Ar. geogr.— Lusitania australis, Hispania mediterranea,
Imp. Maroccanum, Algeria.
1.556.—S. Nicwensis 4//.
Flor. Pedem. 1, p. 81, t. 44, f. 2!—Brot., Flor. Lus. u, p. 191.—
Boiss., Voy. bot. u, p. 90.—Reich., Ic. 1. ¢., t. 278, f 5065!—
Wk. et Lge., 1. ¢. 1, p. 659.—S8. arenaria Desf., Flor. Atl.. 1,
p. 354. — Lychnis maritima Gadensis, angustifolia Tourn.,
Inst., p. 338.
Hab. in arena mobili ad oram maris, ubi ad ostio fluvii
Guadalquvir ad Fretum Herculeum frequentissime provenit:
in vicinitatibus Cddiz (Tourn., Salv., Clem., Cabrera!, Lan-
ee); Sanlicar (Clem., Colm.); Gibraltar et San Roque (Boiss.,
Willk., Kel., Dautez); Puerto de Santa Maria (Willk., Bourg.,
Colm., Lange); Algeciras (Reverch.); ad Palmones; ad Cabo de
Trafalgar; in Rota; c. Chipiona, et alibi.—@. Apr., Jun.
(WAevEset' Ss.)
Ar. geogr.—Lusitania, Huropee regio mediterrane fere
omnis, Algeria, ager Tunetanus.
1.557.—S. fuscata Link.
Brot., Flor. Lus. 11, p. 187.—Moris, Flor. Sard.1, p. 250, t. 15!
excl. syn. &. divaricata Clem.—Soy.-Will. et Godr., Mon. Sil.,
p. 40.—Willk., Ic. et descr. 1, p. 65, t. 48, f. A!—Wk. et Lee.,
l. c. m1, p. 659!—S. Pseudo-A tocion Guss., Pl. rar., p. 180, et
Flor. Sic. Pr. 1, p. 506 non Desf.
Hab. in arenosis, argillosis calcareisque cultis, et in pingui-
bus herbidis regionis inferioris: in declivitate septentrionali
Sierra de San Cristobal ditionis Jerez (Willk.); c. Puerto de
(577) Perez Lara.—FLORULA GADITANA. 191
Santa Maria (Bourg.); pr. Zrebujena, et preecipue in vicinita-
tibus Jerez ubi in vineis herbidisque vulgatissima.—©,. Jan.,
Apr. (v. v. ets.)
Ar. geogr.—Lusitania, Hispania austro-occidentalis, Sardi-
nia, Sicilia, Italia australis, Syria, Algeria.
1.558.—S. rubella Z.
Sp. pl., p. 600.—Brot., Flor. Lus. 1, p. 188.—Soy.-Will. et
Godr., Mon. Sil., p. 37.—Wk. et Lge., l. c. 11, p. 660.
Stirps polymorpha cujus forme etsi aspectu seepe diverso in
varietates bene definitas vix distingui possunt. Variat promis-
cue caule simplici aut a basi ramoso ramosissimove 15-50 cm.
alt.; foliis inferioribus obovato-oblongis v. obovato-lanceolatis,
interdum acutiusculis, super. oblongo-linearibus obtusis aut
laté v. angusté lanceolatis; dichasio pauci- v. multi-floro,
floribus plus minusve approximatis, nunc breviter nunc lon—
ewiuscule pedicellatis, dichotomiarum pedicellis semper lon-
gioribus sed pariter indistincteque variabilibus; calyce tubu-
loso v. obovato-cylindraceo plerumque dimidia ex parte plus
minusve violaceo, 9-11 mm., demum obovato turbinatove,
striis superne persepe latioribus nihil aut ineequaliter ramosis
v. inter se anastomosantibus; petalorum unguibus inclusis
interdum exsertis, limbo modo majusculo (Sibth. et Sm.
Whey Greean Vietic426,1eto Wallky, de. t:. 48, f) B!) seepissime
emarginato (Reich., Ic. v1, f. 5078!) modo minusculo integro
emarginatove (Moris, Flor. Sard. 1, t. 14!) aut bilobo v. bipar-
tito (S. turbinata Guss., Flor. Sic. Pr. 1, p. 506, et S. Bergia-
na Lindm., Spec. nonn. Silen, p. 4, f. 1-3!); capsula inclusa
v. parum exserta, ovoidea aut ovato-cylindracea carpophoro
duplo, triplo quadruplove longiore.
Hab. in arenosis, argillosis calcareisque cultis et in herbidis
regionis inferioris: ad Puerto de Santa Maria (Gutierr.!, Bourg.,
Lange); c. Sanhicar (Clem.); in vicinitatibus Cadiz (Duf.); in
vineis prope Jerez ubi abundanter (Willk.': ad A/cald de los
Gazules (Bourg); in cultis pr. Avcos, et alibi. In vicinitatibus
Jerez forma micropetala limbo bipartito quam cetere commu-—
nior.—©. Febr., Apr. (v. v. et s.)
Ar. geogr.— Lusitania, Hispania mediterranea, Baleares,
Sardinia, Sicilia, Italia australis, Rhodus, Cyprus, Syria, Me-
sopotamia, Africa tota borealis.
192 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (578)
1.559.—S. pseudo-Atocion Des/.
Flor. Atl. 1, p. 353.—Soy.-Will. et Godr. Mon. Sil., p. 41.—
Willk., Ic. et descr. 1, p. 67, t. 49!
Specimina perpauca a me lecta a forma typica ex icone
Willkommiana non nisi floribus paulo brevioribus differunt.
Hab. in arenosis cultis regionis inferioris, ubi eam in vineis
A biertas de Caulina prope Jerez die 15 Martii 1876 florentem
fructiferamque legi.—©. Febr., Apr.
Ar. geogr.— Hispania mediterranea (Duf. ex Colm.), Balea-
res, Algeria.
1.560.—S. Portensis Z.
Sp. pl., p. 600.—Brot., Flor. Lus. u, p. 192.—Gr. et Godr..
Flor. Franc. 1, p. 211.—Reich., Ic. l. c., t. 282, f. 5074!—
Wk. et Lge., l. c. m, p. 661.—S. dicolor Thore, Chlor.
Land., p. 174.
Hab. in arenosis incultis, pascuis collibusque regionis infe-
rioris: ad Puerto de Santa Maria (Gutiérrez); c. Sanlicar
(Clem.); in vicinitatibus Cadiz (Picard); inter Algeciras et
Palmones (Reverch.); in Pinar de la Dehesilla pr. Chicla-
na; in Dehesa de Gigonza ditionis Jerez et alibi.—©. Jun.,
Aug’. (v. v.)
Ar, geogr.—Lusitania, Hispania occidentalis, centralis et
australis, Gallia occidentalis et australis.
1.561.—S. inaperta J.
Sp. pl., p. 600.—Brot., Flor. Lus. 11, p. 188.—Reich., Ic. Flor.
Germ. vi, t. 281, f. 5073!—Willk., Ic. et descr. 1, p. 53, t. 38,
f. A!—Wk. et Lee., l. c. m1, p. 661.—S. vilipensa Kunze, Chlor.
austr.-hisp., n. 156.
Hab. in collibus arenosis regionis inferioris: c. Av7cos
(Bourg.!); pr. San Rogue et ad radices montis Sierra Carbonera
(Debeaux, Dautez).—©. Maj., Jun. (v. s.)
Ar. geogr.—Lusitania, Hispania, Gallia australis, Liguria,
Corsica, Algeria, Imp. Maroccanum, Canarie, Madera.
1.562.—S. tenuiflora Guss.
Plant. rar., p. 177, t. 36!—Boiss., Flor. or. 1, p. 584.—Lindm.,
Spec. nonn. Silen., p. 6, f. 21-25!—S. cretica Willk., Suppl.
Prod., p. 281 saltem quoad plant. beetic. ex Lindm.
(579) Perez Lara.— FLORULA GADITANA. 198
Hab. in cultis herbidisque regionis inferioris: pr. Grazalema
(Reverch.)—©. Apr., Jun. (n. v.)
Secundum cl. Lindman |. c. planta beetica a cel. Reverchon
lecta et sub nomine S. cretica L. notata ad S. tenuifioram
Guss. pertinet, non verd ad illam quam sicut Boissier |. c. pro
specie diversa habet. Contra Parlatore, Flor. Ital. 1x, p. 403,
has duas in unam speciem conjungit, et ill. Willk., |. c. plan-
tam Reverchonianam sub nomine S. cretica enumerat.
Specimina numquam vidi quamobrem judicium proprium
emittere non possum.
Ar. geogr.—Sicilia, Italia australis, Grecia.
et
.63.—S. Muscipula Z.
Sp. pl., p. 601.—Reich., Ic. 1. c., t. 283, f. 5077!—Soy.-Will.
et Godr., Mon. Sil., p. 43.—Wk. et Lge., 1. ¢. mt, p: 663.—
S. stricta Lapeyr., Abr. Pyr., p. 246, non L.—Lychnis sylves—
tris 11, Clus., Rar. pl. hist..1, p. 289, ic.!
Hab. in arvis regionis inferioris: pr. Chiclana ex Colm.—
©. Maj., Jun. (n. v.)
Ar. geogr.—Lusitania, regio mediterranea imprimis occi-
dentalis.
1.564.—S. stricta ZL.
Sp. pl., p. 599.—Soy.-Will. et Godr., l. ¢., p. 44.—Wk.
et Lge., l. c. 1, p. 663.—S. pteropleura Boiss. et Reut. Pug.,
p. 18.—Willk., Ic. et descr. 1, p. 56, t. 40!
Hab. in cultis regionis inferioris: circa Cadiz (Fauche);
pr. San Roque (Ball.)—©. Apr., Maj. (n. v.)
Ar. geogr.—Lusitania (Link.), Algeria. In Sicilia quoque
indicatur, sed dubia civis.
1.565.—S8. longicilia O7/¢h.
In DC. Prodr. 1, p. 377.—Debeaux, Flor. Gibr., p. 39.—Cucu-
balus longicilius Brot., Flor. Lus. 1, p. 180.—Lychnis sylvestris,
viscosa, flore albo, perennis Grisl., Virid. Lus., n. 930.
Hab. in collibus siccis apricis regionis inferioris: in monte
Sierra de Palma ditionis Los Barrios (Reverch.)— 4. Apr.,
Jue: eve)
An a Silene nutante L. satis distincta?
Ar. geogr.—Lusitania, Hispania australis.
ANALES DE HIST. NAT. — XXV. 13
194 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (580)
1.566.—S. italica Pers.
Syn. 1, p. 498.—Reich., Ic. 1. c., t. 295, f.5.110!—Wk. et Lge.,
l. c. mt, p. 665.—Cucubalus ttalicus L., Sp. pl., p. 593.
Hab. in collibus arenosis silvaticisque regionis inferioris: in
quercetis supra San Roque (Boiss.)—4. Apr., Jun. (n. v.)
Ar. geogr.—Europa media et meridionalis, Asia occidenta—
lis, Algeria, Imp. Maroccanum.
1.567.—S. nevadensis oiss.
Voy. bot. 1, Suppl., p. 721.—Willk., Ic. et descr. 1, p. 62,
t. 45, f. A!—Wk. et Lge., 1. c. m, p. 666.—S. Jtalica var. neva-
densis Boiss:; lice:,-p. 91:
Hab. in rupestribus regionis montane et subalpine: in
montibus pr. Grazalema (Reverch.) —4. Maj., Jul. (n. v.)
Ar. geogr.—Hispania mediterranea.
1.568.—S. mollissima S7d¢h. et Sm.
Flor. Greece. Pr. 1, p. 298.—Wk. et Lge., 1. c. m1, p. 666.—
S. velutina Pourr., in Desf. herb. ex Lois Journ. bot. 1, p. 324.
—Boiss., Voy. bot: 11,°p. 9l:k—Willk., Ic. et-descr: 1,-p. 59,
t. 43!—S. Salzmanni Otth. in DC., Prodr. 1, p. 381 non Bad.—
Cucubalus mollissimus L. Sp. pl., p. 593.
Hab. in fissuris rupium calcarearum regionis inferioris et
montane: ad Grazalema!, et in Sierra del Pinar supra Bena-
mahoma (Clem.!); in monte Gibraltar (Webb., Boiss., Willk.,
Kel.); in Sierra del Endrinal pr. Benaocaz.—%. Apr., Jun.
(v. v. et Ss.)
In speciminibus meis petalorum limbus ochroleucus ut Bois-
sier 1. c. indicavit.
8. tomentosa. —S. tomentosa Otth. in DC. Prodr. 1, p. 383.—
S. Gibraltarica Boiss., Voy. bot. 11, p. 91, t. 26 a!— Wk.
et Lee., 1. c. m1, p. 667.—S. auriculefolia Pomel, , Mat.
Flor. Atl., p. 332.—8. mollissima var. Gibraltarica Ball.,
Spic., p. 361.
Hab. in fissuris rupium calcarearum regionis inferioris: in
latere orientali montis Gibraltar (Boiss., Willk., Kel., Ball.,
Dautez).—(v. v.)
Characteres quibus S$. Zomentosa, que ex descriptione et
loco natali ipsissima §. Gibraltarica est, (conf. Ball Spic., 1. c.)
(581) Perez Lara.—FLORULA GADITANA. 195
a. S. mollissima distinguitur non graves, et cl. Ball merito ut
opinor, ad varietatem reduxit. §. Hifacensis Rouy planta est
in monte ipsissimo #Z/ac a Cavanilles jam pridem lecta, et a
S. mollissinua pariter ut anterior non proprie distincta.
S. mollissima quoad staturam, indumentum, foliorum figu-
ram, et partium floralium formam dimensionesque valde
variabilis. Inter specimina lecta a me nonnulla jam calycum
structura, dentibus arcté reticulato-venosis membrana latis—
sima suborbiculata marginatis et sinubus rotundatis disjunc-
tis ad 8S. Hifacensem accedunt.
Ar. geogr.—Spec. in Hispania australi, Balearibus, Cor-
sica, Imp. Maroccano, Algeria, et quoque in Anatolia a
Sibthorp indicata; var. s. in Lusitania, Imp. Maroccano,
Algeria.
1.569.—S. inflata Sm.
Fl. Brit , p. 467, et: Flor. .Greec. Pr. 1, p. 293.—Reich., Ic.
Flor. Germ. vi, t. 299, f. 5120!—Willk., Ic. et descr., t. 23, A!
—Cucubalus Behen L., Sp. pl., p. 591.—Cav. Preel., p. 474.—
Brot., Flor. Lus. 11, p. 180.—Behen vulgaris Meench Meth. (1794).
— Silene Cucubalus Wib., Prim. Fl. Werth., p. 241 (1799).
—S. inf. «. genuina Wk. et Lge., |. c. mm, p. 668.—Vulg.
Colleja.
Variat foliis omnibus minoribus, lineari-lanceolatis lineari-
busve, margine plus minusve scabro-ciliatis, panicula pauci-
flora (S. int. 8. angustifolia DC., Fl. Fr. 1v, p. 747.—8. inft.
8. minor Moris, Fl. Sard. 1, p. 246), petalis sepe minoribus
purpurascentibus (8. imfl. y. rubra Ram., DC. Prodr. 1, p. 368),
capsula ovoidea v. ovato-conica.
Hab. in regione inferiore et montana, ubi in arenosis argi-
llosisque, glareosis, cultis, pascuis, collibus apricis et ad sepes
hue illue frequentissimé provenit: ad Puerto de Santa Maria
(Gutiérrez); c. Ubrigue (Clem.); in Chiclana (Chape!); ad San-
lucar (Colm.); pr. Avcos; in collibus ad Algar; in Sierra del
Pinar supra Benamahoma; in vicinitatibus Jerez, et alibi.—
4. Mart., Jun. (v. v. et's.)
Nomen triviale Smithianum pro S. Cucubalo Wib. a Rohr-
bach primum et a Rouy post multO suppositum est; verum
meritissimo cl. Ball dixit:
«Si solo antiquitatis jure legamur, S. vulgaris erit. Nomen
196 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (582)
Behen vulgaris Moench est enim Wibeliano pluribus annis
antiquius.» .
Ar. geogr.—Huropa fere tota, Sibiria, Asia occidentalis,
India, Africa borealis, Canariz, Madera, Azorice.
1.570.—S. commutata Guwss.
Flor. Sic. Pr. 1, p. 499.—Gr. et Godr., Flor. Fr. 1, p. 202.—
S. commut 8. longifolia Wk. et Lge., 1. c. m1, p. 669.
Hab. in cultis regionis inferioris, pr. San Roque (Willk.)—
2. Apr, Maj. (.°v:)
Ar. geogr.— Hispania australis, Corsica, Sicilia, Grecia,
Asia minor, Armenia.
La Silene adscendens Lag. se encuentra en los limites de la
provincia de Cadiz, entre San Roque y Manilva, en donde fué
recogida por Clemente. Seguin el Sr. Colmeiro, la §. conica ha
sido indicada por Lagasca en Gibraltar, y la S. conoidea por
Osbeck en el Puerto de Santa Maria.
Kl mismo Sr. Colmeiro enumera también la S. mellifera
como especie gaditana, sefalada en Gibraltar por Lagasca y
recogida por Boissier cerca de San Roque; pero esta Ultima
cita es erronea ciertamente, puesto que tanto Willkomm como
el mismo Boissier han considerado la planta de San Roque
como correspondiente a la §. ¢talica.
Saponaria /.
1.571.—S. officinalis Z.
Sp. pl., p. 584.—Cav. Prel., p. 134.—Brot., Flor. Lus. un,
p. 175.—Reich., Ic. Flor. Germ. vi, t. 245, f. 4995!—Wk.
et Lge., l. c. m1, p. 671.— Lichnis officinalis Scop., Flor.
Carn. 1, p. 303.—Saponaria Dod. Pempt., p. 179, ic. !—Vulgo
Jabonera.
Hab. in sepibus et ad agrorum margines regionis inferioris:
in ditione Jerez (Clem. ex Colm.); in Gibraltar (Dautez). In
hortis cultam sed spontaneam non vidi.—. Maj. Jul.
Ar. geogr.—Europa feré tota, Asia minor, Armenia, Cauca-
sus, Sibiria Uralensis.
(588) Perez Lara.—FLORULA GADITANA. 197
Vaccaria Medih.
1.572.—V. parviflora Manch.
Meth., p. 63.—V. pyramidata Fl. Wett. 1, p. 88.—Reich.,
Ic. l. c., t. 245, f. 4996!—VY. vulgaris Host., Flor. Austr. 1,
p. 518.—Wk. et Lee., 1. c. nm, p. 673.—Saponaria Vaccaria L.,
Sp. pl., p. 585.—Cav. Preel., p. 184.—Brot., Flor. Lus. u, p. 175.
Gypsophila Vaccaria Sibth. et Sm., Flor. Greec. Pr. 1, p. 279.—
Vaccaria Dod., Pempt., p. 104, ic.!
Hab. in argillosis margaceisque cultis, inter segetes, et in
incultis regionis inferioris: ad Puerto de Santa Maria (Gutié-
rrez); c. Chiclana (Cabrera, Chape!); inter San Roque et Alge-
ciras (Dautez); in cultis et in via pecuaria dicta Canada de
Cuartillo ditionis Jerez.—©. Apr., Maj. (v. v. ets.)
Ar. geogr.—Kuropa media et australis, Asia occidentalis,
Africa borealis, Canarie.
TRIB. DIANTHEE A. Br.
Tunica Scop.
1.573.—T. prolifera Scop.
Flor. Carn. 1, p. 299.—Dianthus prolifer L., Sp. pl., p. 587.—
Cav. Prel., p. 470.— Kohlrauschia prolifera Kunth, Flor.
Berol. 1, p. 109.—Reich., Ic. Flor. Germ. vi, t. 247, f. 5009!—
Wik. et Lee:, lc. 11, p. 675:
Hab. in aridis regionis montane: in Cerro de San Cristobal
supra Grazalema (Clem.)—O©O. Jun., Jul. (n. v.)
Quoque a Gutiérrez in Puerto de Santa Maria, a Kel. in
monte Silla de la Reyna pr. San Roque, et a Colmeiro ad San-
licar indicata fuit; sed sine dubio planta Gutierreziana ex loco,
et probabiliter alterze ad speciem sequentem pertinent.
Ar. geogr.—Europa media et australis, Africa boreali-occi-—
dentalis, Canariz, sed rara in calidioribus.
1.574.—T. pinetorum JV.
Kohlrauschia velutina var. intermedia Per. Lar. in Willk.
198 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (584)
Suppl. Pr. Fl. Hisp., p. 282.—X. pinetorum Per. Lar., in Flor.
Gad. exs.—Erecta, caule glabro rarius deorsum scabrido-
puberulo, 20-60 cm. alt.; foliis inferioribus oblongis basi longe
attenuatis, ceteris linearibus acutis, omnibus scabriusculis;
bracteis acutis aristatis mucronatisve; bracteolis flores 2-8 sin-
gulatim involventibus obtusis, muticis; calycibus puberulis;
petalorum limbo bilobo, roseo; capsula oblongo-cylindracea,
inclusa, seminibus ellipticis, cymbiformibus, dense minutissi-
meque tuberculatis.
Affinium 7. prolifere et 7’. velutine primo intuitu similis,
sed plurimis notis nonnullis gravibus bene distincta. Differt
a 7’. prolifera precipue caule simplicissimo v. parcé ramoso,
foliis latioribus vagina longiuscula, petalorum limbo exserto
obcordato duplo majore; a 7. velutina foliorum vagina brevio-
re, eorum omnium marginibus scabrido-ciliolatis, bracteolis
sive squamis calycinis obtusis, muticis, floribus subsessilibus;
denique ab ambabus petalorum lmbo latiore, et preesertim
seminibus. In 7. prolifera hee ovata, subcomplanata, dorso
convexiusculo subtilissime ruguloso-striolato, majora (2 mm.
long.) sunt; in 7. velutina pyriformia latere uno ob cavamen
ampliusculum triangulari-ovatum imperfecto, superficie tuber-
culis prominentibus acutissimis vestita, minora (1 mm. long.);
in Z. pinetorum ab utraque distinctissima, nempe: elliptica
(11/, mm. long.) dorso tuberculis quam in precedente duplo
minoribus densioribusque tecto, et putamen glandis in longum
dimidiate quoad formam valde emulatur.
Hab. in arenosis incultis regionis inferioris, preecipue in
pinetis: in loco el Coto ad Puerto de Santa Maria; in Pinar de
Villanueva inter Puerto-Real et San Fernando; in Pinar de
fMierro c. Chiclana; in collibus pr. Jerez.— ©. Apr., Maj. (v. v.)
Ar. geogr.—Hucusque in provincia Gaditana tantum detec-
ta, sed in Beetica Huelvensi saltem quoque sine dubio crescit.
1.575.—T. velutina Fisch. et Mey.
Ind. Hort. Petr., p. 66.—Boiss., Flor. or. 1, p. 516.—Dianthus
velutinus Guss., Ind. Hort. Bocc., a. 1825, et Plant. rar., p. 166,
t. 32!—Boiss., Voy. bot. 1, p. 84.—Aoh/rauschia velutina Reich.,
Ic, Flor. Germ. vi, p. 43, t. 247, f. 5010!—Wk. et Lge., 1: c.
Mi, p. OMG,
Hab. in herbidis incultis et collibus arenosis sylvaticisque
(585) Perez Lara.— FLORULA GADITANA. 199
regionis inferioris et montane; ad Algeciras (Reverch.); inter
Gibraltar et San Rogue (Dautez); ad Penton de Merino pr. Ubri-
gue; in monte Picacho de Alcala de los Gazules; in Sierra del
Aljibe et Dehesa de las Cuevas ditionis Jerez et alibi.—©. Apr.,
Maj. (Vv. v.)
Ar. geogr.—Lusitania, Hispania, Baleares, Corsica, Sardi-
nia, Sicilia, Italia media et australis, Turcia, Grecia, Asia
mediterranea, Algeria.
Dianthus JZ.
1.576.—D. Toletanus Boiss. et Reut.
Diagn. pl. nov., n. 8.—Willk., Ie. et descr. 1,:p. 19, t. 11,
f. A!—Wk. et Lge., 1. c. mm, p. 680.
Variat pedunculis longiusculis, floribus geminatis aut soli-
tariis interdum ebracteatis, squamis calycinis nonnumquam
longé et abrupté acuminatis, petalorum limbo puberulo v. gla-
bro subtus virescente aut rarius utrinque intense purpureo.
Hab. in pascuis saxosis locisque glareosis regionis inferioris
et montane: in Sierra Margarita pr. Zahara; in loco el Berro-
quejo dicto ditionis Medina.—4. Maj., Jul. (v. v.)
6. Anticarius.— D. Anticarius Boiss. et Reut., Pug. p. 19.—
Willk., Ic. et descr. 1, p. 20, t. 11, f. B!—Wk. et Lge.,
l. c. mi, p. 681.—D. Ciatranus Per. Lar., in Introd. Flor.
Gad., p. 9 (tunc pro lapsu calami ita a me notatus) et hine
Willk., Suppl. Pr. Fl. Hisp., p. 283.
Variat turionibus longiusculis, foliis apicem versus sepe
concavis, floribus nonnumquam bracteatis, squamis calycinis
longe et sensim aut abrupté (interdum in eadem planta) acu-
minatis, petalorum limbo plus minusve profunde dentato-
fimbriato glabro aut brevissime puberulo nunc subtus virente
nunc utrinque intense purpureo.
Hab. in pascuis saxosis locisque glareosis dumosis regionis
inferioris et montane: ad Puerto de las Palomas pr. Alcala de
los Gazules; in dumosis c. Grazalema; in ditionis Jerez locis
Dehesa de los Castillejos, Sierra de Dos Hermanas, Mesas de
Bolanos, et alibi.—(v. v.)
Characteres quibus D. Anticarius a. D. Toletano separatur
200 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (586)
certe fallaces atque instabiles, et amborum semina orbiculata
lateque alata sunt. D. Voletanus caulibus erectis brevioribus-
que, floribus sepe geminatis breviterque pedunculatis, ut
opinor, forma solorum aridorum apricorumque est; D. Antica-
rius caulibus adscendentibus elongatisque, et floribus solita-
riis longitu pedunculatis seepissime inter frutices crescit.
Ar. geor.—D. Toletanus in Lusitania, Hispania occidentali,
centrali et australi; D. Anticarius hucusque in Hispania
australi.
1.577.—D. Gaditanus Boiss.
Diag. pl. or. ser. u, n. 1, p. 67.—D. Hornemanni Salzm.,
exsice: non DO .Er,
Hab. in sylvaticis regionis inferioris: ad CAiclana (Fauché
ex Boiss.)—%. Jun. (n. v.)
Ad hance speciem planta sub nomine D. Lusitanici a cl. Col-
meiro prope Chiclana indicata, forsan pertineat, siquidem
D. Lusitanicus in regione tantum montana et subalpina in
Beetica repertus fuit.
Ar. geogr.—Crescit quoque in Mauritania Tingitana.
1.578.—D. Broteri Boiss. et Reut.
Pug, p. 22.—D. fimbriatus Brot., Flor. Lus. u, p. 177 non
Bieb.—D. serrulatus et D. serrul. var. grandiflorus Boiss., Voy.
bot. m1, p. 84, t. 23! non Desf.—D. Valentinus Willk., Ic. et
descr. 1, p. 14, t. 7!—D. Broteri var. a. et var. 6. Wk. et Lge.,
l. c. mm, p. 685.
Variat promiscué caulibus dense v. laxe ceespitosis, erectis
adscendentibusve, glabris aut deorsum. scabrido-puberulis,
nunc simplicibus nunc subdichotomé ramosis, 20-60 cm. alt.;
foliis brevibus longioribusve planis aut canaliculatis; floribus
ebracteatis bracteatisve, squamis calycinis 412 margine plus
minusve ciliolatis, calycibus 2-3 cm. long., petalorum limbo
roseo ad basin seepe squamuloso v. puberulo interdum glabro,
modo circuitu toto modo a dimidio ad apicem tantum plus
minusve profunde fimbriato. Semina semper suborbiculata
lateque alata.
Hab. in regione inferiore et montana ubi in arenosis calca—
reisque dumosis, rupestribus et collibus apricis huc illue fre-
quenter provenit: in Ubrique, Grazalema, Alcala de los Gazules,
(587) Perez Lara.—FLORULA GADITANA. 201
et c. Conil (Clem.); in preedio Dehesa de Martelilla inter Jerez
et Medina sito (Gutiérrez!); c. Sanlicar (Colm.); ad San Roque
(Dautez); in Gibraltar (Reverch.); pr. Arcos; in Pinar de la
Dehesilla ad Chiclana; in locis el Alcornocalejo, Dehesa de la
Parvrilla, et Sierra del Valle ditionis Jerez, et alibi.—4. Maj.,
AUS V WV vets.)
Ar. geogr.—Lusitania, Hispania, Algeria.
1.579.—D. Caryophyllus Z.
Sp. pl., p. 587.—Reich., Ic. Flor. Germ. vi, f. 5051!—De-
beaux, Flor. Gibr., p. 36.—Willk., Suppl. Pr. Flor. Hisp.,
p. 285.—Vule. Clavel.
Hab. in rupestribus regionis inferioris: in monte Gibraltar
(Dautez, Reverch.). Quoque ubique colitur.—4. Maj., Jul. (v. ¢.)
Ar. geogr.—Europa occidentalis et australis.
1.580.—D. longicaulis Zen.
Flor. Nap. tv, p. 208.—Reich., Ic. 1. ¢., f. 5052!—Guss.,
En. pl. Inar., p. 35.—Debeaux, Flor. Gibr, p. 36.—D. sylvestris
Boiss., Voy. bot. m, p. 85, non Wulf.—D. virgineus Gr. et Godr.,
Flor. Franc, 1, p. 288 teste Debeaux.— D. Boissieri Willk.,
lev et desero1, p: 22, t. 13!—Wk: et Lge:, 1: c.1m; p. 688:—
Vulg. Clavellina del Tajo in Benaocaz appellatus.
Note diagnostice Dianthi Boissieriani leves fallacesque et
cum D. longicaulis iis semper inordinatim commiscentur; ita-
que ut opinor, distingui non possunt. Specimina lecta a me
promiscué variant caulibus corymboso-paniculatis 2-8 floris
v. rarius simplicibus uni-floris, 30-70 cm. alt.; foliis turionum
angusté v. angustissimé linearibus, acutis, canaliculatis,
apicem versus sepissime convolutis basi dilatatis margine
plus minusve serrulato-scabris, nervo medio subtus valde pro-
minente ideoque seepe subtriquetris, 6-20 cm. long. et ultra;
squamis calycinis 4-6 (in eadem planta) latis v. latissimis nunc
emarginato-cuspidatis nunc in acumen triangularem sepe
brevissimum sensim v. abrupté contractis; calycibus plus
minusve striatis 2230 mm. long.; petalorum limbo roseo basi
interdum in calyce occulto, 10-14 mm. Flores semper odora-
tissiml.
Hab. in rupestribus calcareis collibusque regionis inferioris
et montane: pr. Puerto de Santa Maria (Gutiérrez.); ad Bendo-
202 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (588)
caz, et in Cerro de San Cristobal pr. Grazalema (Clem.); in
monte Gibraltar (Kel., Dautez); supra Benamahoma, in Sierra
del Cintillo inter Benaocaz et Villaluenga, et alibi.—y. Maj.,
Aug. (Vv. Vv.)
Ar. geogr.—Hispania australis, Gallia australis, Corsica,
Sardinia, Italia australis, Algeria, Imp. Maroccanum.
1.581.—D. Hispanicus Asso.
Syn. stirp. Arag., p. 53.—Boiss., Voy. bot. u, p. 87.—D. Hisp.
var. australis Willk., Ic. et descr. 1, p. 17, t. 9, f. A!—Wk. et
Lee., 1. c. 1, p. 690.—D. pungens Wobb., It. hisp., p. 63, non L.
Hab. in rupestribus calcareis regionis montane: pr. Grazd-
tema (Reverch.)—4. Jun., Jul. (n. v.)
Ar. geogr.—Spec. in Hispania centrali et mediterranea.
Velezia ZL.
1.582.—V. rigida Z.
Sp. pl., p. 474.—Brot., Flor. Lus. 1, p. 413.—Reich., Ic. Flor.
Germ. vi, t. 246, f. 5007!—Wk. et Lge., 1. c. m1, p. 691.—
Lychnis corniculata major et L. cornicul. minor Barr., Plant.,
ic. 1017 et 1018!
Hab. in arenosis incultis collibusque aridis regionis inferio-—
ris et montane: ad Grazalema (Clem.); pr. Vejer (Nilsson);
c. San Roque (Dautez); pr. Ubrique.—©. Maj., Jun. (Vv. v.)
Ar. geogr.—Lusitania, regio omnis mediterranea, Caucasus,
Persia, Affghania.
ORDO PARIETALIUM.
Fam. Frankeniaces DC.
Frankenia /.
1.583.—F. pulverulenta Z.
Sp. pl., p. 474.—Cav., Prel., p. 439.—Brot., Flor. Lus. 1,
p. 556.—Wk. et Lge., 1. c. in, p. 692.—Anthyllis Valentina,
Clus., Rar. pl. hist. m, p. 186, f. 2!
(589) Perez Lara.— FLORULA GADITANA. 203
Hab. in arenosis maritimis locisque salsuginosis regionis
inferioris: c. Cadiz (Clem.); in loco el Coto pr. Puerto de Santa
Maria (Gutiérrez., Bourg.); c. Chiclana (Colm.); inter Gibraltar
et da Linea (Dautez).—©. Mart. Jun. (v. v.)
Ar. geogr.—Europa australis, Asia occidentalis, Africa bo-
realis, occidentalis et australis, Canariz, Madera, Azorice.
1.584.—F. hirsuta Z.
Sp. pl., p. 473.—Boiss., Flor. or, 1, p. 780.—Wk. et Lge.,
l. c. m, p. 692, var. a. levis Bois., 1. c.—S. levis L. Sp. pl.,
p. 473.—Cav. Preel., p. 489.— Franca maritima, supina, saxati-
lis, glauca, ericoides, semper virens, flor purp. Michel., Nov. pl.,
Paddy toes tone
Hab. in rupestribus, arenosis argillosisque uliginosis subsal-
sis regionis inferioris: ad Puerto de Santa Maria (Gut., Colm.,
Lange); in Sanlucar, Conil et Ubrique (Clem.); in monte Gi-
braltar et inter Gibraltar et la Linea (Kel., Dautez); pr. Puerto
Real (Bourg.); c. Algeciras (Reverch.)—4. Apr., Sept. (v. v.)
S-var. intermedia.—F. intermedia DC., pr. 1, p. 349.—F’. levis
8. cinerascens Moris, Flor. Sard. 1, p. 227.—Boiss., Voy.
bot. u, p. 83.—F. hirsuta &. intermedia Boiss., Flor. or. 1,
p. 780.—Wk. et Lee., 1. c.—Franca maritima supina, mul-
tiflora, candida, caulibus hirsutis, foliis quasi vermiculatis
Michehaderc 4 ts 22s fs 2)
Characteres quibus hee a /’. /evis distinguitur nimis leves
instabilesque, et specimina ambigua sepissime occurrunt,
itaque cl. Ball. (Spic., p. 353) eas non separat.
Hab. cum precedente, sed ea frequentior: ad Sanlucar
(Clem.); pr. Chiclana (Chape!); c. Cadiz (Vogel, Lange) pr.
Puerto Real et ad Puerto de Santa Maria (Bourg!); in Jsleta de
Tarifa (Laguna); in monte Gibraltar; c. San Fernando; in loco
las Marismas inter Jerez et Puerto de Santa Maria; ad Laguna
de Torroz ditionis Jerez, et alibi.—(v. v. et s.)
s. revoluta Boiss., Flor. or., 1. c.—Ball., Spic., p. 3538.—/’. ve-
voluta Forsk., Flor. Aig., p. 75.—Webb., It. Hisp., p. 65.—
Bois., Voy. bot. 1, p. 83.—/’. corymbosa Desf., Glor. Atl. 1,
p. 315, t. 93!—F. Webdi Boiss. et Reut. Pug., p. 16.—Wk.
ef Isge231!,'cz,/ p-- 693.
204 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (590 )
Hab. in salsuginosis regionis inferioris: ad Puerto de Santa
Maria (Clem., Gutiérrez); pr. Chiclana (Ball.)—(n. v.)
Ar. geogr.—Var. #. in Europa occidentali, Lusitania, regio
fere omni mediterranea, Canariis, Madera; var. 3. in Hispania
australi, Africa boreali.
1.585.—F. Boissieri Reut.
Boiss., Voy. bot. 1, p. 721.—Wk. et Lge., 1. ¢, m1, p. 693.—
Coss., Ilustr. Flor. Atl., fasc. m1, p. 113, t. 72!—F. glomerulata
Cogs;,. PI crit p30!
Variat caulibus pilis albis setosis patulis plus minusve spar-
sis, foliis seepe planiusculis v. parce revolutis.—/. Boissiert
var. hirsuta Per. Lar. in Flor. Gad. exs.
Hab. in arenosis maritimis locisque salsuginosis a mare non
dissitis: pr. Cadiz (Fauché, Boiss., Reut.); in loco ed Coto ad
Puerto de Santa Maria (Bourg); in vicinitatibus Chipiona; ad
la Algaida circa Sanlicar, et alibi.— 4. Jun., Jul. (v. v.)
Ar. geogr.—Oscurrit quoque in Lusitania austral et in
Algeria.
La /’. Reuteri Boiss. ha sido indicada por el Sr. Colmeiro en
las inmediaciones del Puerto de Santa Maria, pero parece
dudosa su existencia en el territorio de nuestra Flora.
Fam. Violarieze DC.
Viola ZL.
1.586.—V. odorata Z.
Sp. pl., p. 1824.—Cav., Prel., p. 374.—Brot., Flor. Lus. 1,
p. 305.—Reich., Ic. Flor. Germ. m1, f. 4498!—Wk. et Lge.,
l. c. ur, p. 696.— Viola nigra sive purpurea Dod., Pempt.,
p-.156,-f. 1!
Hab. in hortis ubique culta. Spontaneam tantum vidi in
humido umbroso inter Garganta de Boga et fluv. Majaceite ad
Sierra de Dos Hermanas ditionis Jerez.— 4. Febr., Mart.
Ar. geogr.—Europa media, Lusitania, regio omnis mediter-
ranea, Canarize, Madera, Azorice.
91) Perez Lara.—FLORULA GADITANA. 205
41.587.—V. canina L.
Sp. pl., p. 13824.—Brot., Flor. Lus. 1, p.305.—Reich., Ic. l. ¢.,
f. 4501!—Wk. et Lge., 1. c. 11, p. 698.
Hab. in umbrosis regionis montane: in montibus pr. Gra-
zalema (Herb. Hort. Matr. ex Colm.)— 4. Maj., Jun. (n. v.)
Ar. geogr.—EKuropa feré tota.
1.588.—V. arborescens Z.
Sp. pl., p. 1325.—Brot., Flor. Lus. 1, p. 306.—Boiss., Voy.
bot. u, p. 71.—Wk. et Lge., l. c. 1m, p. 699.—TV. suberosa Dest,
Flor. Atl. u, p. 313.—V. hispanica fruticans Barr., Plant.,
ic. 568!
Variat caulibus 10-40 cm., foliis latioribus angustioribusve
margine nunc integerrimis nunc remote dentatis serratisve,
stipulis lineari-subulatis aut lanceolato nearibus plus minus—
ve elongatis, pedunculis bracteolatis ebracteolatisve folium
subequantibus aut eo multo longioribus, sed he note, ut
jam monuit cl. Ball (Spic., p. 350) nimis instabiles, et varieta-
tes certee vix distingui possunt.
Hab. in regione inferiori ubi in collibus arenosis calcareis—
que, inter fructices, et in rupium fissuris huc illus frequeris:
ad Puerto de Santa Maria (Gutiérrez); c. San Roque (Brouss.);
in Conil, Tarifa et San Fernando (Clem.); c. Chiclana (Chape!,
Col.); pr. Puerto Real (Bourg.); ad Molino de la Calera urbis
Arcos; in ditionis Jerez locis Lomas de Cuartillo, Puerto de Gui-
llén, Dehesa de la Sierrezuela, et alibi.i—b. Decemb., Apr.
(v. v. ets.)
Ar. geogr.—Lusitania australis, Hispania et Gallia medi-
terrane, Baleares, Imp. Maroccanum, Algeria.
1.589.—V. tricolor Z.
Sp. pl., p. 1826.—Brot., Flor. Lus. 1, p. 306.—V. tric. «. hor-
tensis D@:, Prod. 1,. p./303.—Wk. et Lge., l..c. m1, p.,702:—
V. tric. hortensis, violacea, alba, lutea, incisis foliis Barr., Plant.
ic. 696!—Vul. Zrinitaria, Pensamiento.
Hab. in hortis culta, et inde interdum aufuga.—©. Mart.,
Majo. (v. v.)
6. arvensis DC., 1. c—Wk. et Lee., 1. c.—V. arvensis Brot.,
Kor. Luis.) kh ¢—V/-wi-icolor Reich.; Ic.1: ¢., ti2l, i 45Ny!
206 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (592)
Hab. in arvis regionis inferioris, ad Puerto de Santa Marla
(Gutiérrez ex Colm.)—(n. Vv.)
vy. Demetria (Boiss., Flor. or. 1, p. 466.—Wk. et Lge., 1. c.!—
V. Demetria Prol.! in Boiss., Voy. bot. 1, p. 73.—Willk.,
ilust.; lors Hisp. 1p) 1485.87!
Hab. in fissuris rupium et glareosis sylvaticis regionis mon-
tane et subalpine: in montibus supra Grazalema; in Sierra
del Pinar pr. Benamahoma.—\(v. v. et 8.)
Ar. geogr.—Spec. in Europa fere tota, Asia occidentali,
Sibiria, Africa boreali, Canariis, Madera, Azoricis; var. y. in
Lusitania, Hispania australi, Grecia.
1.590.—V. parvula 7%.
Pug., pl. Sic., p. 5.—Guss., Flor. Sic., Pr. 1, p. 256.—Boiss.,
Voy. bot. u, p. 73.—Willk., Suppl. Prodr. Fl. Hisp., p. 288.—
V. tricolor v. bellioides DC., Prodr. 1, p. 304.—V. tric. var. par-
oula Wk. et Lee., I. c. 1, p: 702.
Hab. in incultis regionis montane: in Cerro de San Cristo-
bal supra Grazalema (Reverch.)—©. Maj., Jun. (n. v.)
Ar. geogr.—Montes Hispanie australis, Corsice, Sicilia,
Greciee, Crete, Asize minoris.
Fam. Droseracez DC.
Drosophyllum ink.
1.591.—Lusitanicum Zink.
Schrad., Journ. 1806, 2, p. 13.—Saint-Hil., Mem. Mus. 1,
p. 124, %. 4,1. 13-— Wk. et Lee. i com, p: 70o:.—Debeaux,
Flor. Gib., p. 32.—Drosera Lusitanica L., Sp. pl., p. 403.—Cav.,
Anal. cien. nat., p. 43.—Spergula droseroides Brot., Flor.
Lus. 0, p. 215.
Hab. in regione inferiore et submontana, ubi in arenosis
dumosis, glareosis, et rupestribus calcareis hue illuc occurrit:
in collibus pr. Algeciras (Née, Clem., Schott, Webb, Boiss.,
Willk.); in monte Picacho de Alcala de los Gazules (Clem.,
Bourg.); ¢. Chiclana (Clem., Rodr., Cabrera!, Colm.) in loco
(593) Perez Lara.—FLORULA GADITANA. 207
Pinar de la Dehesilla; in Sierra Carbonera et collibus pr. San
Roque (Gutiérrez, Winkler, Fritze, Dautez); c. Tarifa (Boiss.);
in Cerro de la Comadre ditionis Los Barrios (Willkk., Winkler);
c. Palmones (Reverch.); in Sierra de la Potrica pr. Jimena; in
Sierra del Aljibe ditionis Jerez, et alibi. —4%. Apr., Jun.
(v. v. ets.)
Ar. geogr.— Lusitania, Hispania austro-occidentalis, Mauri-
tania Tingitana.
Fam. Gistineze DC.
TRIB. CISTEZ Willk.
Cistus Journ.
1.592.—C. albidus Z.
Sp. pl., p. 73'7.—Brot., Flor. Lus. 1, p. 258.—Reich., Ic. Flor.,
Germ. 11, t. 39, f. 4555!-—Willk., Ic. et descr. 11, p. 17, t. 77!—
Wk. et Lge., 1. c. mm, p. 707.—Laguna, Flor. for. esp. 0, p. 411
et Atl. t. 53, f. 2!—Cistus mas 1, Clus., Bar. pl. hist. 1, p. 68,
f. 2!—C. mas folio oblongo incano Quer., Flor. Esp. iv, p. 321,
t. 46!—Vule. Jorgazo v. Juagarzo blanco.
Hab. in regione inferiore et montana, ubi in arenosis calca-
reisque dumosis et collibus apricis huc illuc valde frequens: in
Sierra de San Cristobal pr. Puerto de Santa Maria (Gutiérrez);
in Picacho de Alcala de los Gazules, et in Cerro de San Cristobal
supra Grazalema (Clem.): c. San Roque (Bruss., Kel.); pr. Chi-
clana (Cabrera!); in Llano de la Duquesa inter Zahara et Gra-
zalema, et in Sierra de Granada pr. Vejer (Laguna); in collibus
pr. Ubrique; in Sierra del Saladillo c. Algeciras; in Dehesa de
Cuartillo et Dehesa de los Garciagos ditionis Jerez, et alibi.—
5. Apr., Maj. (v. v. et s.)
Ar. geogr.—Lusitania et regio mediterranea occidentalis.
1.593.—C. Crispus ZL.
Sp. pl., p. 738.—Cav., Ic. u, p. 57, t. 174!—Brot., Flor.
Lus. 11, p. 258.—Reich., Ic. 1. c., t. 38, f. 4564!—Willk., Ic. et
descr. m1, p. 18, t. 78!—Ball., Spic., p. 342.—Wk. et Lge.,
l. c. m1, p. 707.—Laguna, Flor. for. esp. 11, p. 412, et Atl., t. 54,
208 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (594)
f. 1!—Cistus mas v, Clus., Rar. pl. hist. 1, p. 69, f. 2!—V. Jua-
garzo prieto.
Hab. in regione inferiore, ubi in arenosis glareosisque
dumosis et collibus apricis hue illue valde frequens: ad Con-
vento de la Piedad pr. Puerto de Santa Maria (Gutiérrez!);
c. Sanlucar et ad Alcala de los Gazules (Clem.); c. San Rogue
(Brouss.); pr. Chiclana (Cabrera, Fauché, Coln.); c. Grazalema,
pr. Jimena et in locis Sierra de Granada et Pinar de la Brena
oppiduli Veyer (Laguna); in Szerra de Palma oppid. Los Barrios
(Winkler); c. Algeciras (Reverch.); in collibus pr. Avcos; ad
Puerto de Guillén ditionis Jerez, et alibi.—»b. Apr., Jun.
(v,-vz ets.)
Ar. geogr.—Lusitania et regio mediterranea occidentalis.
1.594.—C. Monspeliensis Z.
Sp. pl., p. 737.—Brot., Flor. Lus. 1m, p. 260.—Laguna, Flor.
for. esp. 11, p. 413, et Atl., t. 53, f. 1!—C. Monsp. a. vulgaris
Willk., Ic..et descr. 11, p. 30, t. 86, f. 1!—Wk. et Lge., 1. c. 10,
p- 708.—ZLedon quintum Clus., Rar., pl. hist. 1, p. 79, f. 1!—
Vulg. Juagareo negro, Saguaro.
Hab. in regione inferiore et montana, ubi in arenosis calca-
reis argillosisque dumosis et collibus siccis satis frequens:
c. Algodonales et ad Alcala de los Gazules (Clem.); ¢. Chiclana
(Fauché); pr. San Roque (Willk.); pr. Sanlicar (Colm.); ¢. Gra-
zalema, et ad Cabo de Trafalgar pr. Vejer (Laguna); in collibus
pr. Algar; in Dehesa de Cardela ad Benaocaz; in Dehesa de
Atrera opp. Arcos; in loco el Alcornocalejo ditionis Jerez, et
alibi.—h. Apr., Jun. (v. v.)
S-var. minor Willk., Ic. et descr., 1. c., t. 86, f. 2!—Wk.
etdioe.. dic:
Hab. in eisdem locis cum precedente. (Vv. v.)
Ar. geogr.—Lusitania, Europe et Africe regio mediterra-
nea, Canariz, Madera.
1.595.—C. hirsutus Zam.
Dict. m1, p. 17.—Brot., Flor. Lus. u, p. 260.—Willk., Ic. et
descr. 11, p. 35, t. 90!—Wk. et Lge., |. c. 1m, p. 710.— Laguna,
Flor. for. esp. 1, p. 414.—Zedonia hirsuta Spach., Hist. veg. v1,
p. 79.—Ledon quartuni Clus., Rar. pl. hist. 1, p. 78, f. 3!
(595) Perez Lara.—FLORULA GADITANA. 209
Hab. in dumosis nemoribusque regionis inferioris: in vici-
nitatibus Cadiz (Fauché ex Willk.)—%. Jun., Jul. (n. v.)
Ar. geogr.—Lusitania, Hispania austro-occidentalis et prae-
cipue boreali-occidentalis; in Gallia occidentali rarissime.
1.596.—C. salviefolius Z.
Sp. pl., p. 738.—Cav., Ic. 11, p. 31, t. 137!—Brot., Flor. Lus. um,
p. 259.—Reich., Ic. 1. ¢., f. 4559!—Laguna, Flor. for. esp. u,
p. 415, et Atl., t. 55, f. 2!—C. salvief. «. vulgaris Willk., Ic. et
deseryiu{p: 38; 1/91, f. 1 et. 2!—Wk. et. Lge., 1. ¢. 1, p. 710.—
C. feming Clus., Bar. pl. hist. 1, p. 70, f. 1!—Vule. Juagarzo
Morisco.
Hab. in regione inferiore et montana ubi in arenosis calca—
reisque dumosis, sylvaticis, et in collibus apricis hue illuc
frequens: c. Puerto de Santa Maria (Osbeck, Gutierr., Rodrig.);
ad Alcala de los Gazules (Clem.); c. Chiclana (Cabrera!) in
Pinar de la Dehesilla; in vicinitatibus San Roque (Kel., Dautez);
pr. Sanlucar (Colm.); ad. Puerto del Moro c. Grazalema, in
Sierra de Granada c. Vejer et in Sierra de Luna oppid. Los
Barrios (Laguna); ¢. Algeciras (Dautez); pr. Ubrique; in colli-
bus c. Arcos; in Llanos de Caulina, Torre de Melgarejo, Dehesa
de Berlanga, et alibi ditionis /erez, et in aliis locis.—+. Mart.,
Majo. (v..v. ets.)
B. cymosus Willk., Ic. et descr., 1. c., p. 39, t. 92, f. 3!—Wk.
enlae: jv. ic:
Hab. in arenosis dumosis regionis inferioris: in vicinitatibus
Cadiz (Fauche); pr. Chiclana (Chape!)—(v. s.)
y- grandifolius Willk., Ic. et descr., 1. c., p. 38, t. 91, f. 3!—
Vulg. Jorgazo prieto in Benaocaz.
Hab. in collibus calcareis dumosis regionis montane:
pr. Villaluenga; in Dehesa de Cardela c. Benaocaz, et alibi.
—(v. Vv.)
Ar. geogr.—Spec. in Lusitania, Hispania, Gallia austro-
occidentali, et regione omni mediterranea.
1.597.—C. populifolius Z.
Sp. pl., p. 736.—Brot., Flor. Lus. u, p. 260.—C. populif.
a. major DC., Prodr. 1, p. 266.—C. populif. var. laxiocalyx
ANALIES DE HIST. NAT.—XXV. 14
210 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (596)
Walks, Teret deser. a1; sp: 40, 4.04 Siers (—— Wk netigen lence. aur
p. 711.—Vule. Jara macho, Estepa.
Variat. foliis glabris aut subtud v. utriuque puberuli.
Hab. in regione inferiore et montana ad alt. 300-1.100 m.,
ubi in arenosis calcareisque in montium mediocrium cacu-
mine precipue crescit, plagas latas ‘seepissime tegens: in
Picacho de Alcala de los Gazules (Clem.); in Silla de la Reina
aliisque montibus c. San Roque (Schott, Willk., Kel.); in
Sierra de Luna ad Algeciras (Willk., Laguna); in Szerra de
Palna oppiduli Los Barrios (Willk., Dautez, Reverch); in mon-
tibus pr. Grazalema (Reverch.); in Sierra de la Gallina, Sierra
del Aljibe et Sierra de las Cabras ditionis Jerez et alibi.—*%.
Maj., Jun. (v. v.)
Ar. geogr.—Spec. in Lusitania, Hispania, Gallia mediterra—
nea, Africa boreali-occidentali; var. daryocalyr in Lusitania
et Hispania australibus, Mauritania Tingitana.
1.598.--C. ladaniferus Z.
Sp. pl., p. 737.—Brot., Flor. Lus. u, p. 261.—Swe. et Cist.,
t. 84.—Willk., Ic. et descr. 1, p. 43-—Wk. et Lge., |. ec. m,
p. 712.—Laguna, Flor. for. esp. u, p. 418.—C. ladanif. hisp.
Salicis folio, fore candido Tourn., Inst., p. 260.—Vulg. Jara.
Hab. in regione inferiore et montana, ubi in solo arenoso,
glareoso et siliceo plagas latas in locis variis obducit: pr. A/-
cald de los Gazules (Cabrera!); c. Grazalema (Laguna) in et
Alcornocal; inter Ubrique et Algar; in Dehesa de la Alcaria,
Dehesa de Garcisobaco, Dehesa del Charco, et alibi ditionis Jerez,
et in aliis locis.—%. Mart., Apr. (v. v. et s.)
Forma petalis albis basi macula atro-sanguinea.—C. /adant/.
6. maculatus Willk., Ic. 1. c., t. 96, f. A!, rarissime apud nos
ocurrit.
Ar. geogr.—Gallia mediterranea, Hispania, Lusitania, Imp.
Maroccanum, Algeria.
1.599.—G. Bourgeanus Coss.
Pl. crit., p. 30.—Walp., Ann. bot. m1, p. 825.— Willk., Ic. et
descr. 1, p. 48, t. 99!—Wk. et Lge., l. c. m, p. 713.— Laguna,
Flor. for. esp. u, p. 420.
Hab. in arenosis dumosis sylvaticisque regionis inferioris:
in vicinitatibus Cddiz (Duf.); in pinetis pr. Chiclana (Cabrera,
Ones = Perez Lara.—FLORULA GADITANA. 211
Bourg.) in loco Pinar de la Dehesilla; c. Sanhicar (Clem.,
Bourg., Colm.); c. Vejer in Pinar de la Brefia (Laguna) et in
Dehesa Monte de Enmedio; in Pinar de Villanueva pr. Puerto
Real; in. quercetis inter Jimena et San Roque, et alibi.—+.
Mart., Maj. (v. v.)
Ar. geogr.—Lusitania australis, Hispania austro-occiden-
talis.
Halimium Spach cz p.
1.600.—H. umbellatum Spach.
Hist. veg. vi, p. 61, var. viscosum Willk., Ic. descr. 11, p. 54.
—Wk. et Lee., l. c. m, p. 714.—Helianthemum umbellatum
BOSS... VOY a VObnI, p..Gl. syn. exel,
Hab. in arenosis sylvaticis regionis inferioris: in pinetis ad
sinum Gaditanum (Willk.)—»4. Apr., Majo. (n. v.)
Var. verticillatum Willk.. Ic. et descr., 1. c., t. 100, f. 2!—Wk.
et Lee., 1.c —Cistus verticillatus Brot., Flor. Lus. 1, p. 262.
—/edon x, Clus., Rar., pl. hist..1, p. 81,f. 1!
Hab. in incultis ad Puerto de Santa Maria (Lagasca ex
Colm.) —(n. v.)
Ar. geogr.—Spec. in Lusitania, Hispania, Gallia media et
occidentalis, Balearibus, Grecia, Syria, Algeria, Imp. Maroc-
cano; var. verticillatwm in Lusitania et Mauritania Tin-
gitana.
1.601.—H. Libanotis Zange.
Pug., p. 285.—Wk. et Lge., l. c. m1, p. 715.—Cistus Libano-
His la ope Pls; pe 139, et_Brot.,: Klor. lus. 1, ps 261, non Desf.
nec Lam.—/Helianthemum Libanotis Willd., Enum. pl., p. 570.
—Boiss., Voy. bot. u, p. 61.—Halimium rosmarinifolium Spach.,
Hist. veg., l. c., p. 62.—Willk., Ic. et descr., l.c., p. 55, t..101!
—Ledon vi, Clus., |. c., p. 80, f. 2!
Hab. in arenosis dumosis sylvaticisque regionis inferioris:
in vicinitatibus Cadiz (Picard); in quercetis supra San Roque
(Boiss.); c. Conil, et inter Puerto de Santa Maria et Puerto Real
(Willk.); in pinetis pr. Chiclana (Bourg.!, Colm., Lange, La-
guna) in pineto de la Dehesilla dicto; in Pinar de la Breia ad
Barbate, atque inter Algeciras et Jimena (Laguna); in Dehesa
212 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (598)
Monte del Medio pr. Vejer in Dehesa la Algaida c. Sanlicar, et
alibi.—. Febr.; Apr. (v: v/ et s:)
Ar. geogr.—Lusitania, Hispania austro-occidentalis, Mauri-
tania Tingitana.
1.602.—H. ocymoides Wilh.
Wk. et Lee., 1. c. m1, p. 715.—Cistus ocymoides Lam., Dic. 1,
p. 18.—Brot., Flor. Lus. 1, p. 263.—Helianthemum ocymoides
Pers., Syn. u, p. 76.—Halimium heterophyllum «. erectum
Willk., Ic. et descr., 1. ¢., p. 57, t. 103!— Cistus folio Sampsuci
CGhust Ae py, ee!
Hab. in arenosis dumosis sylvaticisque regionis inferioris et
montane: pr. Conil (Clem. ex Colm.); in montibus inter G7a-
zalema et Montejaque (Laguna).—+%. Maj., Jun. (n. Vv.)
Ar. geogr.—Lusitania, Hispaniaque medie et australes.
1.603.—H. formosum JV7//h.
Ic. et descr. 11, p. 59, t. 102, f. A!—Z. laxianthum «. alyssoi-
des Spach., Hist. vege. vi, p. 58 ex parte.—Cistus formosus Cur-
tis, Bot. Margaz, t. 265.—Ait., Hort. Kew. m, p. 306.—Helian-
themum formosum Dunal in DC., Prodr. 1, p. 268.
Hab. in dumosis regionis inferioris: in Sierra de Palma ditio-
nis Los Barrios (Winkler).—%. Apr., Majo (n. v.)
Ar. geogr.—Lusitania australis.
1.604.—H. eriocephalum JV7i//;.
Ie,\et deser: 1. c:, p. 62,—Wk.- et ‘Lee... 1. cx in, pp. 717.
H. laxianthum 8. cheiranthoides Spach., 1. c. ex p.-—Cistus
laxianthus Lam., Dict. 1, p. 19.—Brot., Flor. Lus. 0, p. 264.—
Heliantemum laxianthum Pers., Syn. 1, p. 76.
Valde probabile mihi videtur, hance dictam speciem cum
H. formoso simul, nil nisi H. occidentalis stirpem australem
esse, nam diagnostice note ut lis distingui possint indicate,
instabiles sunt, et capsules seminaque eorum omnium preete—
rea omnino equalia. Lusitania, disseminationis ejus specici
senen latiore, centrum est, ibidemque inter extremos typos
formee medive mihi videntur occursure.
In ditione nostra H. eriocephali forme due ambiguiis aliis
promiscuis vulgares sunt.
(99) Perez Lara.—FLORULA GADITANA. 213
B. microphyllum Willk., Ic. l. c., t. 105, f. 2!— Wk. et
Lge... le:
Hab. in arenosis calcareisque dumosis regionis inferioris et
montane, ubi ad alt. 1.050 m. adscendit: in monte Picacho de
Alcala de los Gazules (Webb., Bourg.); in ditionis Jerez locis
Sierra de las Cabras, Sierra de la Gallina, Penones de Tinajero,
El Candalo, et alibi.—t. Mart., Majo (v. v.)
y. asperrimum Willk., Ic. 1. c., t. 105, f. 3!—Wk. et Lge., l.c.
Hab. in eisdem locis, sed multo frequentior: in Dehesa de la
Almoraima pr. San Roque (Willk.); in cacumine Cervo de la
Comadre et Sierra de Palma oppiduli Los Barrios (Willk.,
Reverch.); in Szerva de Luna supra Algeciras (Boiss., Laguna,
Winkler); in Serra de Camara c. Castellar; in ditionis Jerez
locis Sterra del Aljibe, Loma de la Novia, et alibi.—(v. v.)
Ar. geogr.—Ocurrit quoque in Lusitania australi.
1.605.—H. halimifolium JV7//2.
Wk. et, Lge., 1. c. 1, p. 717.—H. lepidotum Spach., 1..¢.
p. 56.—Willk., Ic. et descr. 11, p. 65, t. 107, f. 1 et 2!—(Cistus
hatumifolius L., Sp. pl., p. 738.—Cav., Ic. u, p. 31, t. 138!—
Brot., Flor. Lus. 11, p. 263.—Helianthemum halimifolium Willd.,
Enum., p. 569.—Helianth. crispatum Boiss. et Reut., Diagn.
pl. or. 2, n. 1, p. 51.—Cistus folio halimi 1, Clus., Rar. pl.
hist. 1, p. 71, f. 1!—Vulg. Saguazo.
Planta quoad staturam, indumentum, foliorum petalorum-
que figuram et dimensiones, foliolorum epicalycis longitudi-
nem, et filamentorum colorem valde variabilis. Specimina
lecta a me nonnulla valde accedunt ad Hal. multiflorum
Willk. quod ad varietatem cl. Ball merito, ut opinor, reduxit.
Hab. in regione inferiore, ubi in arenosis, pinetis ericetis—-
que, et collibus dumosis hue illue abundanter occurrit: inter
Gibraltar et San Roque (Brouss., Schott, Dautez); ad Puerto de
Santa Maria (Gutiérrez!, Schousb., Bourg.!, Colm.); c. Conit,
Tarifa, Ubrique (Clem.); c. Chiclana in pinetis (Rodrig., Cabre-
ra!, Willk., Lange, Colm.) et in Dehesa de Campano ubi forme
ad. H. multiforum spectantes; in vicinitatibus Cddiz (Fauche,
Webb.); in montibus supra A /geciras ubi forma crispata (Boiss.,
Reut., Reverch.); in Pinar de la Brena c. Vejer, et inter A lge-
ciras et Jimena (Laguna); pr. Arcos; in Dehesa de la Algaida
214 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (600)
c. Sanlicar; in ditionis Jerez locis el Alcornocalejo et Dehesa de
la Arenosa, et alibi.—. Apr., Jun. (v. v. ets.)
Ar. geogr.— Lusitania, Hispania mediterranea, Baleares,
Corsica, Sardinia, Sicilia, Italia, Algeria, Imp. Maroccanum.
El 7. atriplicifolium Spach, que se encuentra en los limites
occidentales de la provincia de Malaga, no se ha indicado
hasta ahora en el territorio de nuestra Flora.
Tuberaria Spach.
1.606.—T. vulgaris Wil/h.
Ic. et descr. 11, p. 69, t. 110!—Wzk. et Lge., l. c. m1, p. 719.—
Cistus Tuberaria L. Sp. pl., p. 741.—Cav., Ic. 1, p. 65, t. 67! —
Brot., Flor. Lus. u, p. 268.—Helianthemum Tuberaria Mill.,
Dict., n. 10.—Reich., Ic. Flor. Germ. m,.f. 4528!
Species quoad staturam, ramorum rhizomatis formam lon-
gitudinemque, foliorum indumentum, et eorum calycumque
dimensiones valde variabilis, sed varietates certee vix distin-
gui possunt.
Hab. in regione inferiore et montana, ubi in arenosis calca-
reisque sylvaticis, collibus dumosis ericetisque hue illuc satis
frequens: in Puerto de Santa Maria et Puerto Real (Osbeck);
c. Algeciras, et ad Alcala de los Gazules (Clem.); in pinetis
c. Chiclana (Cabrera!, Fauché); ¢. San Roque (Schott, Willk.,
Dautez): in Dehesa de la Almoraima dit. Casteliar (Boiss.,
Willk., Reverch.); in collibus inter Vejer et Tarifa (Willk.);
in Sierra de Retin c. Vejer (Laguna); in Sierra de Luna c. Al-
geciras (Laguna, Winkler); in montibus ditionis Jerez sed inter
Ubrique et Alcala de los Gazules sitis, nempe: in Dehesa del
Torongil (forma lanata), in Dehesa de la Jardilla et Dehesa de
Montifarti (forma sufruticosa), in Sierra del Aljibe (forma
alpestvis).—%. 4. Mart., Maj. (v. v. et s.)
Ar. geogr.—Lusitania et Europe preecipue occidentalis Afri-
ceeque regio mediterranea.
1.607.—T. variabilis Wid/h.
Ie. et descr. u, p. 73, t. 112, f. 1-4!—Z. annua Spach, Hist.
vee., l. c. ex p.—Z. variat. a. vulgaris Wk. et Lge., |. c. 10,
p- 720.—Cistus guttatus L., Sp. pl., p. 742.—Brot., Flor. Lus. 11,
(601) Perez Lara.—FLORULA GADITANA. Q15
p. 268.—C. serratus Cav., Ic. u, p. 57, t. 175, f. 1!—Helianthe-
mum guitatum Mill., Dict., n. 18.—Moris, Flor. Sard. 1, p. 210.
—H. eriocaulon Dunal in DC., Prod. 1, p. 271.
Hab. in regione inferiore ubi in arenosis, pascuis, pinetis,
quercetis, et collibus aridis frequenter occurrit: ad Puerto de
Santa Maria (Gutiérrez, Clem., Rodr., Winkler); in Cond/, et
Alcala de los Gazules (Clem.); in Pinar de la Dehesilla c. Chi-
clana (Cabrera!); in vicinitatibus Cddiz (Boiss.); in collibus
pr. Medina (Willk.); in Sierra Carbonera c.,San Roque (Dau-
tez); in Dehesa de Berlanga ditionis Jerez, et alibi.—©. Mart.,
Majo (v. v. et s.)
py plantaginee Wilk. slcik*c.,p. 75, t..1 12, £5 et t. 113!
Wk. et Lge., 1. c.—Cistus guttatus y. major Lam., Dict. 11,
p- 23.—C. plantagineus Willd., Sp. pl. 1, p. 1197.—C. serra-
tus Desf., Flor. Atl. 1, p. 416.—Helianthemum plantagineum
Pers., Syn. 11, p. 77.—H. guttatum 8. plantagineum Moris,
PeiCesn pare lie.
Variat precipue partibus omnibus minoribus, pubescentia
densiore.— Helianthemum precox Salzm. exs.—Willk., Ic. l.c.,
| Sias Sas xa
Hab. in regione inferiore, ubi in pascuis et collibus arenosis
ambee formee frequenter occurrunt: c. Algeciras in loco ed Ace-
buchal (Clem.); in collibus pr. Vejer (Willk.); in Sierra Carbo-
nera c. San Roque (Dautez); inter d7vcos et Algar; in ditionis
Jerez locis Dehesa de las Cuevas, el Alcornocalejo, et alibi.
—(v. Vv.)
vy. inconspicua.—Helianthemum inconspicuum Thib. in Pers.,
Syn. u, p. 77.—H. guttatum y. inconspicuwm Moris, Flor.
Sard., 1. c.-—Ball, Spic., p. 345.—TZwuberaria tnconspicua
Nike cmleNc.cp.e 78,0 t. 116, ¢Bl=-Wk.-et. Lee.,l. c.,
pe F22:
Hab. in eisdem locis: in Dehesa de la Almoraima ditionis
Casiellar (Boiss., Reut., Dautez); in Gibraltar (Dautez); in
Pinar de Villanueva c. Puerto Real; in pinetis inter Vezer et
Barbate; in ditionis Jerez locis Llanos de la Caulina, Dehesa de
Malabrigo, et alibi.—(v. v.)
o. brevipes.—Helianthemum brevipes Boiss. et Reut., Pug., p. 13.
216 ANALES DE AISTORIA NATURAL. (602)
—Tuberaria brevipes Willk., Ic. et descr. 11, p. 79, t. 116,
f. Al!—Wk. et Lge., 1. ¢., p. 722.—Debeaux, Flor. Gibr.,
p. 29.—f. villosissimum Pomel, Mat., Flor. Atl.?
Hab. in eisdem locis in consortio preecedentis: inter Gibral-
tar et San Rogue (Boiss., Reut.); in Dehesa de la Alnoraima
ditioni Castellar (Boiss., Reut., Debeaux); in collibus inter
Castellar et Jimena; in pinentis c.. Vejer, et alibi.—(v. v.)
Inter varietates has enumeratas forme ambigue spe
occurrunt.
Ar. geogr.—Spec. in Europa media, Lusitania, regione
omni mediterranea; Canariis; 6. in Lusitania et regionis omni
mediterranea; y. in Lusitania et reg. mediterranea occiden-
tali; 6. in Hispania australi, et gAlgeria?
1.608.—T. bupleurifolia Wi//h.
Ic. et descr. 11, p. 77, t. 115!—Wk,. et Lge., 1. c. m, p. '721.—
Cistus bupleurifolius Lam., Dic. 1, p. 22.— Helianthemum
bupleurifolium Dunal in DC., Prodr. 1, p. 270.
Variat preecipue racemis laxis v. densis multifloris, pedi-
cellis calycibusque viscoso-puberulis et pilosiusculis aut fere
e@labris. Forsan a preecedenti non proprie distincta.
Hab. in regione inferiori ubi in pascuis arenosis, quercetis,
pinetisque huc illuc provenit: in pinetis pr. Puerto Real; inter
Chiclana et Medina; in Dehesa de Malduerme et Dehesa de la
Arenosa dit. Jerez, et alibi.—@©. Mart., Majo. (v. v.)
Ar. geogr.—Lusitania, Hispania australis, Algeria.
1.609.—T. macrosepala W7l/h.
Ic. et descr. 11,. p. 80;-t.. 117.1. B!—Wk.. et. \ige.; l-sc¢ 1,
p. 722.—Helianthemum macrosepalum Dunal ap. Salzm., pl. exs.
—H. guttatum v. macrosepalum Ball Spic., p. 345.
Hab. in regione inferiore, ubiin pascuis arenosis, pinetis, et
collibus asidis huc illuc frequenter provenit: in vicinitatibus
Cadiz (Fauché); in pinetis c. Chiclana (Chape!); supra San
Roque (Boiss., Reut.); pr. Sanlucar (Bourg.); inter Gibraltar
et San Roque (Ball); in Pinar de Villanueva c. Puerto Real;
in Llanos de Caulina dit. Jerez, et alibi. — ©. Apr., Maj.
(Vii VeretaSs)
Ar. geogr.—Lusitania, Hispania australis, Mauritania Tin-
gitana, Algeria.
(603) Perez Lara.—FLORULA GADITANA. 217
1.610.—T. echioides Wil/h.
Ic. et descr. 11, p. 81, t. 118!—Wk. et Lge., 1. c. m1, p. 722.—
T. annua Spach., |. ¢. ex parte.—Cistus echioides Lam., Dic. 11,
p. 21.—Helianthemum echioides Pers., Syn. u, p. 77.—H. hete-
yodoxzum Dunal in DC., Prodr. 1, p. 270.—Z. scorpioides Coss.,
Rl erits,.p- 29:
Hab. in regione inferiori, ubi in arenosis incultis et collibus
aridis hue illuc provenit: c. Cadiz (Fauché); pr. Algeciras
(Schott, Reverch.); c. Gibraltar et ad San Rogue (Boiss., Reut.);
c. Chiclana (Bourg.); ad Convento de la Piedad pr. Puerto de
Santa Maria (Bourg., Colm.); in Sierra de San Cristobal ditio-
nis Jerez, et alibi.—©. Apr., Majo (v. v. et s.)
Characteres quibus a 7’. variabili tam hee quam 7’. macro-
sepala distinguuntur non graves in hoc grege mihi videntur,
sed formas intermedias non vidi.
Ar. geogr.—Occurrit quoque in Algeria.
Helianthemum T7ouw7n. ex p.
1.611.—H. Niloticum Pers.
Syn. 1, p. 78.—ZH. ledifolium «. macrocarpum Willk., Ic. et
descr. 11, p. 86, t. 120!—Wk. et Lge., 1. c. mm, p. 725.—
Cistus Niloticus L., Mant., p. 246.—C. ledifolius Brot., Flor.
Luss Wiyp. ve VL.
Hab. in argillosis arenosis calcareisque incultis et collibus
siccis regionis inferioris: c. Puerto de Santa Maria (Gutierrez);
in vicinitatibus Cadiz (Fauché); c. Sanlicar (Colm.); in collibus
pr. Medina; ad balneas Fuente-amarga oppidi Chiclana, et
alibi.—©. Mart., Apr. (v. v.)
8. microcarpum Coss. in Bourg., Pl. Hisp. exs.—Boiss., Flor.
or. 1, p. 441.—H. ledifolium v. microcarpum Willk., Ic. l.c¢.,
t. 121!—Wk.-et Lge., 1. ¢.
Hab. in collibus aridis: ad Convento de la Piedad pr. Puerto
de Santa Maria; in Mesas de Bolaios dit. Jerez, et alibi.—(v. v.)
Ar. geogr.—Lusitania et regio feré omnis mediterranea.
1.612.—H. salicifolium Pers.
Syn. 1, p. 78.—Cistus calycifolius L., Sp. pl., p. 742.—Brot.,
Flor. Lus: 0, p. 272.
218 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (604)
Species quoad indumentum, dimensionem omnium partium,
foliorum sepalorumque formam, et colorem seminum summeé
variabilis; typis duobus formis variis, ambiguis nonnullis;
conjunctis ocurrit:
a. genuinum.—H. salicifolium a. macrocarpun et 6. microcarpunr
Willk., Ic. et deser. 11, p. 90, t. 123, f. A. 1-3!— Wk. et'Lee.,
l.c. mi, p. 725.—/. salicifolium et H. denticulatum Dunal
in. DC; Prodr, 1) pee 72
Hab. in regione inferiore et montana, ubi in arenosis, argil-
losis calcareisque incultis, pascuis et collibus apricis huc
illuc provenit: c. Puerto de Santa Maria (Osbeck., Rodriguez);
pr. Conil (Clem.); ad Alcala de los Gazules (Webb.); in vicini-
tatibus Cadiz (Fauché); c. Puerto Real, pr. Jerez, et ad San
Fernando (Wilik.); ¢. Chiclana (Lange); in Sierra de Albarra-
cin inter Benamahoma et Benaocaz.—©. Mart., Maj. (v. v.)
8. intermedium Pers., Syn., l. c.—H. intermedium, Thib.in DC.,
Prodr., 1. ¢.5 p: 726.— Cistus salicifolius Cav:, 1¢.\i,
p. 35, t. 144!
Hab. in collibus aridis: c. Sanlicar (Colm.); pr. Grazalema
(Reverch.); in Sierra de la Silla c. Benaocaz; ad Molino de la
Calera pr. Arcos, et alibi.—(v. v.)
Ar. geogr.—Spec. in Europa australi, Asia occidentali, Afri-
ca boreali; var. 8. in Lusitania, Hispania, Gallia australi, Ita-
lia, Istria, Algeria.
1.613.—H. Agyptiacum J////.
Dict., n. 23.—Boiss., Voy. bot. m1, p. 64.—Willk., Ic. et
descr. 11, p. 94, t. 124, f. B!—Wk. et Lee., 1. c. mm, p. 726.—
Cistus dArgyptiacus L., Sp. pl., p. 742.—Brot., Flor’ Lus. u, p. 272.
Hab. in regione inferiore, ubi in arenosis argillosisque
incultis, pascuis, ericetis pinetisque et collibus siccis huc
illuc frequens: c. Puerto de Santa Maria (Gutiérrez); pr. Conil
(Clem.); in vicinitatibus Cadiz (Fauché); pr. Alcala de los Ga-
cules (Webb.); c. San Roque (Willk.); pr. Sanlucar (Colm.); in
collibus ad A/gar; in Llanos de Caulina pr. Jerez, et alibi.—O.
Febr.,. Apr. (v: v.)
Ar. geogr.— Lusitania, Hispania media et australis, Sardi-
nia, Sicilia, Italia australis, Asia occidentalis, Africa borealis.
(605) Perez Lara.—FLORULA GADITANA. 219
1.614.—H. pilosum Pev's.
Syn. mu, p. 79.—Willk., Ie. et descr. 1, p. 104, t. 132 et 133.
Wk. et Lee., 1. c. m, p. 728.—H. racemosum Dunal in DC.,
Prodr. 1, p. 281.—H. violaceum Pers., 1. ¢.—Cistus violaceus
Cav., Ic. 1, p: 38, t. 147!
Hab. in argillosis calcareisque aridis regionis inferioris et
montane: c. Algodonales (Clem.); pr. Puerto de Santa Maria
(Gutiérrez); ad Chiclana (Rodr., Cabrera).—%. Maj., Jun. (n. v.)
Secundum cl. Colmeiro specimina in iis locis indicata ad
var. genuina Willk. formam 3 et 4 pertinent.
fi. vulgare item secundum cl. Colmeiro (Enum., pl. Hisp.—
Lus. 1, p. 231) in Chiclana et Conil a Clemente, et in Puerto de
Santa Maria a Gutiérrez detectum fuit; sed quum hiec species
nec in Betica nec in Lusitania australi observata sit, suspi-
candum auctores commemoratos 4. hirtum pro H. vulgari
habuisse.
Ar. geogr.—fZ. pilosum in Lusitania, Hispania, Gallia aus-
trali, Liguria, Algeria, Imp. Maroccano.
1.615.—H. hirtum Pevs.
Syn. um, p. 79.—Czistus hirtus L., Sp. pl., p. 744.—Cav., Ic. 11,
p. 37, t. 146!—Z. hirt. a. erectum Willk., Ic. et descr. 1, p. 122,
plays tet 2!—Wk- et Lee.,- lc. mi, pr 732:
Hab. in arenosis, argillosis calcareisque incultis, et in colli-
bus aridis reg@ionis inferioris: c. Puerto de Santa Maria (Osbeck,
Rodriguez); in vicinitatibus Cadiz (Fauché); pr. Veer in Sierra
de Granada (Laguna) et in Dehesa Monte del Medio; in collibus
c. Arcos; in Lomas del Cuartillo et Dehesa de la Sierrezuela
ditionis Jerez, et alibi.—%. Mart., Jun. (v. v.)
8. procumbens Willk., Ic. 1. c., t. 147, f. 4!:—Wk. et Lege., l. c.—
—AH. hirtum «. Beticum Dun. in DC., Prodr. 1, p. 281.
Hab. in eisdem locis: in Sierra de San Cristobal ditionis
Jerez (Willk.) ad Puerto de Buenavista; ad Convento de la Pie-
dad c. Puerto de Santa Maria.—iv. Vv.)
Ar. geogr.—Lusitania, Hispania, Gallia australis.
1.616.—H. lavandulefolium DC.
Flor. Fr. tv, p. 820.—Willk , Ic. et descr. u, p. 134, t. 152,
1, B, et t. 153, f. A et BI—Wk. et Lge., 1. c. m, p. 736.—
220 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (606)
Cistus lavendulefolius Lam., Dict. 1, p. 25.—C. racemosus Cav.,
Ic. u, p. 33, t. 140!—C. lavandule latifolie folio Barr.,
Plant. ic. 288!
Hab. in regione inferiore ubi in arenosis incultis, rupestri-
bus, et collibus gypsaceis calcareisque aridis hue illuc prove-
nit: in vicinitatibus Caédiz (Fauché); c. Chiclana (Colmeiro,
Laguna); ad San Rogue (Dautez); in coliibus pr. Alcala de los
Gazules; ad Molino de la Calera pr. Arcos; in loco el Alcornoca-
lejo dicto ditionis Jerez, et alibi.—»t. Apr., Jun. (v. Vv.)
Ar. geogr.—Lusitania, Hispania, Gallia mediterranea, Cor-
sica, Greecia, Asia mediterranea, Algeria, Imp. Maroccanum.
1.617.—H. squamatum Pe7s.
Syn. u, p. 78.—Boiss., Voy. bot. m1, p. 68.—Willk., Ic. et
deser. 11,’ p. 138, +..153, f..C!—Wk.-et Lge., 1. c. 111,; p.'786.—
Cistus squamatus L., Sp. pl., p. 743.—Cav. Ic. 11, p. 32, t. 139!
—Desf., Flor. Atl. 1, p. 416.—Cistus humilis, compactis in verti-
cillos, minoris Halimi, foliis Barr., Plant., ic. 327!
Hab. collibus gypsaceis regionis inferioris: in vicinitatibus
Cadiz (Cabrera, Willk.); inter Chiclana et Conil (Chape!)—bd.
Maj., Jun. (v. Ss.)
Ar. geogr.—Hispania centralis et mediterranea, Algeria.
1.618.—H. rubellum Pres/.
Del. Prag., p. 25.—Boiss., Voy. bot. u, p. 66.—H. rudell.
a. nummulariefolium Willk., Ic. et descr. u, p. 140, t. 155!—
Wk.) eislige., J. c..tr, p: 738.
Hab. in rupestribus calcareis regionis montane et subal-
pina: pr. Grazalema (Reverch.); in Monte Prieto circa Zahara.
—Maj., Jun. (v. v.)
Ar. geogr.—Hispania australis, Sicilia, Algeria, Imp. Ma-
roccanum.
1.619.—H. marifolium DC.
Flor., Fr. 1v, p. 817.—Boiss., Voy. bot. u, p. 66.—H. marvf.
a. genuinum Willk., Ic. et descr. 1, p. 145, t. 158!—Wk. et Lge ,
l. c. m, p. 739.—Cistus marifolius Cav., Ic. u, p. 34, t. 143!—
Brot., Flor. Lus. 1, p. 266.—Chamecistus luteus, Thymi durio-
vis folio Barr., Plant. ic. 441!
Hab. in arenosis calcareisque dumosis, rupestribus, et colli-
(607) Perez Lara.—FLORULA GADITANA. 221
bus gypsaceis regionis inferioris et montane: pr. Grazalema
(Clem., Reverch.); ¢. Conil (Clem.); in collibus c. Chiclana
(Clem., Chape!, Colm.)—%. Apr., Jun. (v. s.)
Ar. geogr.—Lusitania australis, Hispania et Gallia medi-
terrane, Baleares.
Fumana Spach.
1.620.—F. glutinosa Bovss.
Flor. or. 1, p. 449.—Wk. et Lge.. l. c. 1, p. 743.—F. viscida
Spach., Hist. veg. vi, p. 12.—/. vise. a. genuina Willk., Ic. et
descr. 11, p. 159 ex p., t. 164, f. 1!—Cvstus glutinosus L., Mant.,
p. 246.—Cav., Ic. 1, p. 36, t. 145, f. 2!—Helianthemum gluti-
nosum Pers., Syn. u, p. 79.—Chamecistus incanus Tragorigant
folio hispanicus Barr., Plant., ic. 415!
Hab. in regione inferiore, ubi in arenosis calcareisque
incultis, rupestribus, declivibus collibusque aridis huc illuc
frequenter occurrit: c. Sanlicar (Clem.); in pinetis pr. Chiclana
(Fauché); in monte Gibraltar (Willk., Dautez); ¢c. Vejer in
Sierra de Granada et in Pinar de la Breia (Laguna); in ditionis
Jerez locis Dehesa de los Garciagos (Laguna), Dehesa de Gigonza,
et Puerto de Guillén: in collibus c. Arcos; ad la Piedad c. Puer-
to de Santa Maria, et alibi.—}t. Mart., Maj. (v. v.)
B. thymifolia.—Cistus thymifolius L., Sp. pl., p. 743.—Brot.,
Flor. Lus. u, p. 269.—-Helianthemum thymifolium Pers.,
Syn., l. c.—Fumana viscida g. thymifolium Gr. et Godr.,
Flor. Fr. 1, p. 174.—Chamecistus luteus, Thynifolio oligan-
thes Barr., Plant. ic. 444!
Hab. in eisdem locis: c. Puerto de Santa Maria (Gutierrez);
pr. Chiclana (Cabrera); in pinetis c. Puerto Real; in collibus
c. Algar; in montibus Jardales de Medina; in Dehesa de los
Cuquillos dit. Jerez, et alibi.—(v. v.)
y. juniperina Wk. et Lge., 1. c., p. 744.—Helianthemum juni-
perinum Lag. in DC., Prodr. 1, p. 275.— Humana vis-
cida y. juniperina Willk., Ic. 1. c., p. 160, t. 164, f. 3!—
Chamecistus luteus Thymi folio polyanthos Barr., Plant.
ic. 443!
222 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (608)
Hab. in arenosis rupestribusque apricis: in vicinitatibus
Cadiz (Fauché, Duf.); pr. San Roque (Willkk.)—(n. v.)
Ar. geogr.—Spec. in Lusitania et regione omni mediterranea.
1.62]1.—F. levipes Spach.
Hist. vege. vi, p. 14.—Willk., Ic. et descr. 11, p. 162, t. 166!—
Wk. et Lee., 1. c. m, p. 744.—Cistus levipes L., Sp. pl., p. 739.
—Cav., Ic. m1, p. 56, t. 173!—Brot., Flor. Lus. un, p. 267.—
Helianthemum levipes Willd., Enum., p. 570.
Hab. in collibus arenosis et rupestribus apricis reg@ionis infe-
rioris: c. Algeciras (Clem.); in Sierra de la Pena pr. Tarifa.—
5. Mart., Maj. (v. v.)
Ar. geogr.—Lusitania, Hispania et Gallia mediterranee,
Baleares, Sardinia, Sicilia, Italia, Dalmatia, Grecia, Algeria.
Imp. Maroccanum.
1.622.—F. Spachii G7. et Godr.
Plor. (fr. 1, -p<174.—Wullk., dc. et deser.<a1,1p5/166,. 1. 168;
f. B!—Wk. et Lge., 1. c. m1, p. 745.—Crstus Fumana L., Sp. pl.,
p- 470 et p.—Desf., Flor. Atl. 1, p. 414, t. 105!—Brot., Flor:
Lus. m1, p. 267.—Cistus ericoides Cav., Ic. 1, p. 56, t. 172!—
Helianthemum ericoides et H. Fumana Dunal in DC., Prodr., 1,
p. 274.—Chamecistus brevi vermiculatoque folio, minor, hispant-
cus Barr., Plant. ic. 446!
Variat foliis ciliolatis, inflorescentia glabrescente, et floribus
majoribus minoribusque. Forsan hee cum /. procumbente
simul non nisi forme ejusdem speciei sunt.
Hab. in arenosis incultis et rupestribus regionis inferioris:
c. Puerto de Santa Maria (Gutiérrez); in Pinar de Laguna-seca
dit. Puerto Real; in Sierra de Albarracin ad Benamahoma, et
alibi.—%. Mart., Jun. (v. v.)
Ad hance formam probabiliter pertinere debet planta in /sla
Gaditana a Colmeiro sub nomine /. procumbenti indicata, et
jam ante in Puerto de Santa Maria a Osbech et in Sanlicar a
Clemente, secundum illum quoque lecta.
Ar. geogr.—Lusitania et regio feré omnis mediterranea.
ESTUDIO PETROGRAFICO
DEL
METEORITO DE MADRID
POR
b
D. APOLINAR FEDERICO GREDILLA.
(Sesion del 3 Ge Junio de 1896.)
jCuan importante es el estudio de estos restos planetarios!
Por un lado, el modo que tienen de presentarse en escena con
esos fendmenos extraordinarios que acompafian su caida, y
que tuvimos ocasioén de observar el 10 de Febrero ultimo a las
nueve y media de su manana, y por otro, esa estructuia espe-
cial que el naturalista descubre sin mas que hacer pasar la
luz a través de su masa interna, y que resuelve de una ma-
nera satisfactoria, no sdlo el modo de agregacién 6 agrupa-
cion de los elementos, sino también la determinacidn de las
especies mineralogicas de que estan formados.
No es mi objeto relatar los fenomenos que acompanan la
caida de estos seres (1); todos los conocemos; no es mi idea
repetir lo que todos los periddicos de la localidad han publi-
cado; solamente diré que la luz fué tan intensa, el estruendo
tan formidable y las detonaciones sucesivas tan rapidas, que
nadie dud6, ante este ultimo efecto, no se tratara de la demo-
licién de un edificio en sitio préximo al que se encontraba.
En vista de estos hechos, y teniendo en cuenta su esfera de
accion que abarcdé algunas provincias, bien puede exclamarse
con Tisserand, Director del Observatorio de Paris, que «el bd-
(1) Grepinta: studio sobre los meteoritos, 1892, pag. 13.
224 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2)
lido de Madrid es el mas importante de cuantos hasta ahora
han estallado.»
Esta explosién, como fuerza instantanea, ha dado por resul-
tado la desmembracion del bélido en fragmentos que con el
nombre de meteoritos han abarcado en su distribucién geo-
erafica una extensién superficial considerable; y en virtud de
la gravedad, como fuerza continua, la caida de los mismos
sobre la superficie de la tierra; fragmentos que, al formar
parte de nuestro globo; solamente al naturalista corresponde
su estudio para comparar su composicion litolégica con la del
planeta que habitamos, y afirmar mas y mas la unidad de
composicidn de los astros que navegando en el espacio, conti-
nuamenpte giran en derredor del astro-rey bajo esos principios
6 leyes determinadas por el Creador a la nebulosa primordial.
Si por lo que véis tan interesante es el estudio litoldgico de
los meteoritos, para darse cuenta exacta de la unidad de com-
posicién entre los globos siderales que forman parte del siste-
ma solar, encaminado voy 4 su analisis micrografico, conse-
cuente con la manera de ver de los naturalistas modernos,
dandole, sin embargo, cierto alcance cristalografico bajo el
punto de vista geométrico que, descuidado generalmente por
los micrégrafos dedicados 4 monografias de este género, es
de una necesidad absoluta en los analisis, para tener seguri-
dad en la determinacién de las especies mineralogicas que
constituyen la trama de la masa interna del meteorito.
He creido conveniente, con objeto de.examinar todas las
cuestiones que con la ciencia metedrica se relacionan, bajo el
punto de vista analitico, seguir un orden que, al mismo tiem-
po que me sirve de guia, conduzca con método al resultado
deseado; por lo cual expongo en el siguiente cuadro las
materias que hemos de tratar y que han de servir de base al
presente estudio; pero ante todo me permitiréis dar las mas
expresivas gracias al distinguidisimo catedratico de Astrono-
mia de la Universidad Central, Sr. Iniguez, quien habiendo
tenido la bondad de remitirme tres plaquitas de meteorito en
condiciones de ser preparadas, me ruega le comnnique el in-
forme petrografico, peticidn honrosa que ha motivado el estu-
dio que voy a comenzar.
e
(3) Gredilla.—EL METEORITO DE MADRID. 225
Aspecto exterior.
| Caracteres ex- \ Costra.
teriores ; sin lente.
| Aspecto inte- En cara sin pu-
Nee iLO Lraerateheveteae f \ limentar.
con lente. E :
i :
Examen ma- f n cara puli-
croscépico. : mentada.
Caracteres fi- ee
: SICOSH eacndo: Densidad.
Estudio pe-
4 Caracteres ae oe +
trografico , | maT, Composicion quimica.
del metéo- quimicos ...
TU OVsiaetary= / Preparacion de la lamina.
_ \ Composicion mineralegica.4 Bante ee
| Examen mi- ( Parte lapidea.
\ eroscépico. ) Condros.
Micro-estructura.
Clasificacion.
EXAMEN MACROSCOPICO.
Aspecto exteriorv.—Varios meteoritos han sido recogidos en
Madrid; como auténticos hasta ahora podemos citar los si-
guientes:
Meteorito del Excmo. Sr. Canovas del Castillo. Pesa 143 gr. 79 cg.
7
fdemidelkxcmor: Sr: Miieueza. ss sce st. asl ye ley) 7
Idem del Excmo. Sr. Marqués del Socorro..... » 27 47
Iidemydelasr Macphersome ii. ou. sac. cus oe > 3 95
idem del' Sr: 1): Melchor Palau... 2.200. 3 3. > 1 30
todos ellos completos; y fragmentos, pero con costra, dos ad-
quiridos por el Observatorio Astronomico, cuyos pesos respec-
tivos son 54 gr. y 19 gr. cada uno (1).
No he visto el del Sr. Arcimis; ignoro, por consig@uiente, si
sera auténtico; solo si advertiré que lo envidé al Sr. Flamma-
rion, y éste dice que por el interior es gris de hierro.—¢Sera
meteorito? Kl fragmento pesa 6 gramos.
Notabilisima en extremo es la distribucién topografica de
estos meteoritos, en relacidn con la regla general observada
en la dispersién de las varias piedras metedricas que, proce-
(1) Del fragmento de 54 gr. (hoy reducido « 44) se han separado las esquirlas nece-
sarias para este estudio petrografico, y el resto esta en poder del Museo dle Historia
natural, gracias 4 la donacién del Exemo. Sr, Director del Observatorio astronémico,
D. Miguel Merino; olvidaba decir que también se quito parte para el andlisis quimico.
ANALES VDE HIST. NAT.—XkV. 15
226 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4)
dentes de la explosiédn de un bodlido, caen en una localidad
dada (1).
Es muy frecuente que los fragmentos se distribuyan for-
mando en la superficie de la tierra una elipse cuyo didmetro
mayor viene a ser la proyeccién de la direccién del meteorito;
arco de curva que podemos hacer resaltar en los alrededores
de Madrid si nos fijamos detenidamente en los lugares preci-
sos en que se han encontrado los distintos meteoritos hasta
hoy auténticos.
El que posee el Sr. Iniguez, en la puerta de la Moncloa (la-
mina 11, fig. 2).
El del Exemo. Sr. Marqués del Socorro, en el paseo de la
Castellana (lam. 11, fig. 6).
El del Excmo. Sr. Canovas del Castillo, en la huerta del
Sr. Medina, frente al Hipodromo (lam. ny, fig. 1).
El de mayor peso, del Observatorio astrondmico, donado al
Museo de Historia natural, en la calle de Serrano, frente al
cuartel de la Guardia civil (lam. 1, fig. 3).
El del Sr. Palau, en el jardin del colegio de las Ursulinas.
El del Sr. Macpherson, en los solares del Marqués de Zafra,
cerca de la fuente del Berro (lam. 1, fig. 5).
Y finalmente, el fragmento de menor peso, del Observatorio
astronémico, en el puente de Vallecas (lam. 11, fig. 4).
Merece especial atencién advertir que acompano a la caida
de estos meteoritos una verdadera //wvia de fina piedra meteo-
rica, como lo demuestra el ruido que se produjo en los crista-
les del colegio de las Ursulinas, muy semejante (segun relato
de profesoras y colegialas) al efecto de una granizada en una
tormenta (2), y ademas el hallazgo en el jardin de dicho cen-
tro instructivo, como consecuencia del fendmeno anterior, de
un humilde pero autentisimo meteorito que fué 4 parar, como
correspondia, al Sr. D. Melchor Palau, profesor de Geologia
de la Escuela de Caminos y padre de la senorita educanda que
por casualidad lo encontré, a pesar de las codiciosas miradas
de todas las alli presentes.
(1) GreEvILLA: Lstudio sobre los meteoritos, 1892, pag. 16.
(2) Terminada la granizada metedrica, todas las alli presentes salieron rapida-
mente al jardin del establecimiento con objeto de observar por el suelo qué pudo ser
lo que cayé y que fué motivo de la sensacién que experimentaron maestras y disci-
pulas.
(5) Gredilla.—EL METEORITO DE MADRID. 227
Claro es que el fenédmeno no tiene nada de extrafio, sino
que, por el contrario, es muy natural, si se tiene en cuenta
que dicho colegio esta situado en la curva topografica que co-
rresponde al area de dispersion de los meteoritos encontrados.
Todos ellos presentan los mismos caracteres externos fuera
de la forma que, aunque variable, viene a tener siempre cierta
semejanza en su configuracién; es decir, que se trata de un
poliedro mas 6 menos irregular, y en general tetraédrico con
angulos y aristas redondeados.
Costra.—lLa superficie es obscura; negra en unos puntos y
pardo negruzca en otros, resultado de la fusion 6 vitrificacién
de la parte mineralégica que constituia aquella. En vista de
esto, ;qué vertiginosa no sera la carrera que lleve el meteo-
rito en su camino, para que por una oxidacién tan intensa,
atravesando las capas de aire, se cubra de esa costra superfi-
cial sin eiemplo en las rocas de nuestro globo!
Dice el Sr. Iniguez (1) «de todos los ejemplares recogidos, el
que mejor acusa los fenédmenos que por elevacién de tempe-
ratura y roce con el aire se producen en la superficie de los
meteoritos es el que posee el Sr. Canovas del Castillo. La parte
anterior de este meteorito es lisa y parda, lo cual manifiesta
que la pérdida de materia fundida fué casi total en aquella
region: en los bordes aparecen lineas Asperas, negras y pro-
minentes, formadas por materia fundida que no fué sustraida
por el aire; en la parte posterior la superficie es granosa, as—
pera y negra, indicando que alli, quiza mas que sustraccién
de materia fundida, hubo acumulacién de la arrastrada por
el aire en la parte anterior.»
Surcan la superficie eminencias ligeras y depresiones poco
profundas muy parecidas 6 semejantes a las producidas con
los dedos amasando una substancia pastosa y cuyo efecto tiene
por causa sin duda alguna la mayor fusibilidad de la masa en
las regiones donde aparece deprimido, perdiéndose materia
al atravesar el aire.
Aspecto intevior.—En oposicion a los caracteres externos que
acabamos de mencionar, la piedra de Madrid interiormente
es de color blanco grisaceo que corresponde a la masa crista—
(1) Zos b6lidos. «El Magisterio espanol», 20 Abril, 1896.
228 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6)
lina de que esta formada, observandose en algunos puntos
manchas rojizas 6 pardo amarillentas bordeando los brillantes
eranillos de hierro que abundan en la substancia gris de que
se ha hecho referencia.
Bastarian los datos que acabamos de relatar, para fijar la
desemejanza completa que existe entre el meteorito y cual-
quier roca terrestre; mas inconfundible todavia si, como dice
muy bien el Excmo. Sr. Marqués del Socorro, lleva consigo el
sello de fabrica, es decir, esa costra tan caracteristica, ese atri-
buto especial, en una palabra, que coloca a estos seres extra-
terrestres bajo el punto de vista de analogia 6 semejanza, 4
distancias inconmensurables de todas las rocas del globo te-
rraqueo.
Ya con la ayuda de la lente se hacen mas visibles y se des-
tacan mejor las laminas brillantes de hierro, y se perciben
ademas en la masa general grietas negras en direcciones di-
versas, algunas de las cuales bordean a determinados crista-
les blanco grisaceos.
Brunendo 6 pulimentando una cara de paso que se prepara
una seccidn para el estudio micrografico, y mediante el auxi-
lio de la lente, se distinguen de una manera perfecta y con
facilidad suma ciertos elementos minerales que luego seran
descritos.
Obsérvase en su parte metalica granos brillantes de color
blanco de estano con bordes angulosos que corresponden a la
substancia mineraldgica llamada Schreibersita, y ademas otros
redondeados y de color pardo que han recibido el nombre de
Troilita; y en su parte lapidea se reconocen no menos visible-
mente tres substancias: hialina y de aspecto craso una de ellas,
blanca la otra y verdosa la tercera, que corresponden respec—
tivamente a los minerales olivino y feldespato las dos primeras
y enstatita 6 augita sin precisar la ultima.
De lo expuesto se deduce que el naturalista que es practico
en esta clase de estudios descubre de un modo casi seguro las
especies minerales de que esta coustituido el meteorito; y aun
cuando no puede afirmarse de un modo concluyente valién-
dose del mezquino medio de una lente, debe prever el resul-
tado sin embargo, sin perjuicio de rectificar esta apreciacidn,
si, como no creo, el examen microscépico cuyo tema ha de
servir de base a la segunda parte de este estudio petrografico,
(7) Gredilla.— EL METEORITO DE MADRID. 229
no viniera a confirmar esta clasificacién mineralégica objeto
principal de este trabajo.
Interesante es sobremanera se manifiesten también en la
masa general esos granos redondeados de aspecto mate que
diseminados en la trama interna de la roca comunica 4 su
estructura una facies especial, y que han sido denominados
condros por los naturalistas modernos, admitiendo de esta ma-
nera la palabra empleada por Gustavo Rose.
Estructura.— Estos minerales antedichos, uniéndose de ma-
neras muy diversas, dan lugar a que la piedra metedrica de
Madrid, aun siendo aparentemente grande y por tanto Aspera
al tacto, se manifieste en ciertos puntos desmoronable y con
bastante porosidad, y en otros, por el contrario, con adheren-
cia suma y suficiente impermeabilidad.
La primera propiedad fisica parece corresponder a tres cau-
sas principalmente, cuales son: 1.*, las manchas ocraceas que
por alteracion del hierro dan como resultado final el desgaste
y la infiltracién de la substancia oxidada a través de la mate-
ria lapidea; 2.*, las fisuras negras que atravesando el todo son
lineas de menor resistencia que facilita la separacién de las
partes, y 3.*, los condros, que siendo de formacién deuterog’é-
nica, y aun cuando se asocien 4 la masa fundamental de un
modo intimo y formen lo que pudiéramos decir un todo conti-
nuo, se nota, sin embargo, cierta separacién en ellos, como lo
prueba la facilidad con que se desmembran de la masa al
menor roce y la dificultad en brunir una seccién micrografica.
Por el contrario, en los lugares que estan libres de las causas
que acabamos de enumerar, se nota una adherencia tan grande
que no solo resiste 4 la ruptura, sino que también llegan a dar
chispas con el eslabon.
Magnetismo.—Su accién magnética es pasiva: es decir, que
actua el meteorito sobre la barra imantada, atrayendo indis-
tintamente los dos polos.
Densidad.—Varios ensayos se han hecho para determinar la
densidad del meteorito de Madrid; tres con fragmentos de
substancia y uno con el meteorito que posee el Sr. Iniguez,
prestandolo espontaneamente, aun a riesgo de las consecuen-
cias que pudiera tener, en vista de las diferencias encon-
tradas.
Las densidades halladas son:
230 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8)
Sres. Quintero y Marti....... 3.49 4la temperatura de 00
rie BOMMU A eee sala nvseeratebts 3.61 _ 160
Sr sMeumier. fn i2 hieveiewate Hoard 3.59 — 16°
y con meteorito entero
Sres. Quintero y Marti...... 3.55989 _ 170
Composicion quimica.—¥] meteorito de Madrid ha sido objeto
de un analisis completo y cuantitativo llevado 4 cabo por don
Santiago Bonilla, catedratico de Quimica general en la Facul-
tad de Ciencias de la Universidad Central.
Del trabajo realizado por dicho senor, resulta que dicho
meteorito en cien partes contiene:
SMI CGsk ok sc stack eerethe ae aiid IER Sd trate aes 58.8560
Magnesia...... sisjo odd ahh letiactidls Sete Save 15.9495
SUlfUrG FErrOsO ge sraxdhs cle Se bie sae dad bss de io 7.2344
Oxidoiomicon 2 ee ee Keo cae A 5.1089
Hierro, meLalico.... pis sae) poaseisia eae a 7.7454
AIMIMINA GS ois Moe renee we here ESC SBI 2.3607
Niguel cuss aeseuai’sidis el ate Gieieiehar Nel ovei cieReye 1.2984
Cale oceans eae aot ete ne seamen J 0.5099
Bidxido de manganeso.. ....ccets se celuse 0.0799
Fésforo, cromo, cobre, litio........ sissies]
Sodio, potasio y materia organica........ { eet
SUM AS, 3h vs ciara thee alate or eee cecoae --. 100.0000
EXAMEN MICROSCOPICO.
Preparacion de la lamina.—Llegar a conseguir una seccién
suficientemente delgada para el estudio micrografico, teniendo
en cuenta la mezcla tan heterogénea de elementos mineralé-
gicos, su desigual distribuciédn, y mas que todo lo deleznable
de la estructura que poseen estos fragmentos extraterrestres,
es problema que ofrece bastantes dificultades. Sin embargo,
con bastante dosis de paciencia, habilidad poco comun en este
g@énero de operaciones (1) y vista para descubrir una seccién
(1) Tengo entendido que los naturalistas alemanes y franceses envian los frag-
mentos a practicos para que hagan las preparaciones, defecto grande que lleva con-
sigo no tener secciones que reunan las condiciones de un estudio completo.
(9) Gredilla.— EL METEORITO DE MADRID. 231
que abarque el mayor numero de elementos mineraldgicos
tratandose de una substancia tan heterogénea, se llega a la
meta facilmente. Recomiendo, para conseguir este objeto pri-
mordial, hacer uso continuo de la lente mientras se pulimenta
la primera cara, y cuando el naturalista comprenda reune las
condiciones que desea, fijarla en el cristal porta-objetos, con
lo cual conseguimos ademas estudiar el aspecto interior en
placa pulimentada.
Ahora bien, dijimos en parrafos anteriores al tratar de la
estructura, y es preciso recordar ahora, que el meteorito
objeto de nuestro estudio, y todos en general, gozan de las
condiciones de ser porosos é impermeables; como que de estas
dos fuerzas la mayor en intensidad es la porosidad, la resul-
tante paralelogramica acercandose a la mayor, dara por resul-
tado que los meteoritos absorban agua, y claro es que enton-
ces se dejaran penetrar por el balsamo del Canada en caliente,
que es liquido, con suma facilidad; lo que asi sucede en efecto
y es el fundamento principal de todas las preparaciones micro-
graficas.
En su consecuencia, para preparar una seccién delgada se
sigue el método ordinario, usando ladrillos de esmeril muy
fino y teniendo cuidado de adelgazar con suavidad. Algo antes
de terminar la operacién, y cuando vea el operador que tiende
a desgranarse el fragmento con facilidad, se hace una masa
de la seccién con balsamo del Canada que, después de secarse,
une fuertemente los elementos de ella como si fuera una pie-
dra, y después se sigue adelgazando hasta que dicha sec-
cidn reuna las condiciones de transparencia que todos cono-
cemos.
Composicion mineraldgica.—Bajo el campo microscdpico se
notan en el meteorito dos partes completamente distintas:
una metdlica y otra lapidea, advirtiéndose en esta ultima
nddulos redondeados, empastados por la masa finamente gra-
nudo-cristalina, alos cuales Gustavo Rose did el nombre de
Chondrites 6 condros.
Parte metalica.—He reconocido en ella tres minerales distin-
tos, que son: la Schreibersita en la masa interna de otro mine-
ral ferro-niquelifero que parece ser la Aamacita por el aspecto
azulado que presenta, la Zvoilita y la Cromita.
oa
232 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10)
(41-53). Schreibersita (fosfuro de hierro y niquel) (1).—Se pre-
senta en forma de finas agujas muy brillantes, a las que Gus-
tavo Rose did el nombre de Riabdites, en el interior de una
masa negro-azulada que parece ser la Aamacita (Fe,, Ni) de
forma poligonal é irregular (lam. 11, fig. 8).
Estas finas agujas comunican a4 las laminitas en que se
encuentran una flexibilidad y un brillo metalico muy notable;
de aqui el nombre de hierro brillante con que es denominada
la Schreibersita.
Observadas ademas dichas laminitas 4 luz refleja fuera del
campo microscopico, presenta el color blanco de estano carac-
teristico de este mineral.
Tiene absorcién de luz muy marcada, y para observar bien
dichas agujitas y conseguir que se destaquen todo lo mejor
posible, es necesario girar la platina 45° de la coincidencia 0°
entre nonius y regla del microscopio; observando entonces con
luz refleja los lugares que ocupa este mineral, aparecen en la
seccidn como lagunas de agua.
No queda duda con estos caracteres y 4 la vista de estos
fenomenos que el mineral de que se trata es la Schreibersita.
(41-53). Debido a la peroxidacién del hierro, bordean 4a estas
laminas metalicas unas manchas de color pardo-rojizo 6 ama-
rillentas, las que se comunican 4 la parte lapidea olivinica
que les circunda, y 4 lo que Meunier ha dado en llamar posi-
blemente Fayalita (silicato de hierro) (2).
Para asegurarme de ésto he oxidado rapidamente, por inter-
medio del calor, una de las preparaciones micrograficas y he
obtenido el resultado. que deseaba, cual es, haber tenido todos
los minerales lapideos 4 través de sus grietas reticulares del
color rojizo amarillento que circundaba al hierro y éste se ha
quedado libre de toda alteracién.
(lL) Representan los nimeros (41-53) que van delante del nombre de las especies
mineralégicas, los de las reglas vertical y horizontal de la platina del microscopio;
medio sencillo en fijar la posicion de los cristales.
(2) A mi modo de ver se trata simplemente de un olivino con todos sus caracteres,
y inicamente en las grietas de éste se percibe el color rojizo del 6xido de hierro,
peroxidacién que con el coeficiente tiempo seria mds bien producto de alteracién y
destruccién que de formacion de fayalitas, como podemos observar en nuestras rocas
terrestres , en las cuales dicha oxidacién perfora en grado maximo los materiales, y
comunicandose mas facilmente el interior con los agentes externos, contribuye 4 la
destruccién completa de la roca, agrietandola y pulverizindola previamente.
(11) Gredilla.—rL METEORITO DE MADRID. 233
(30-55). Es interesantisimo que esta Schrebersita se halle
bordeada por la ¢roilita; facies especial de asociacién que
determina Tschermak en su obra de Mineralogia y que viene
en apoyo de mi manera de ver.
(48-51). Zrotlita (protosulfuro de hierro).—Este mineral me-
talico se encuentra mas abundante que el anterior y se pre-
senta en masas redondeadas de color pardo bronceado muy
bajo, con brillo metalico, 4 los cuales se debe principalmente
la accién magnética del hierro.
Se pudiera confundir, sin embargo, con la pirrolita, inclui-
das ambas por algunos autores en la misma especie minerald-
g@ica; pero debe tenerse presente que la ¢/voz/ita no se ha encon-
trado cristalizada y sien masas compactas y redondeadas, es
de color amarillo bronceado muy bajo de tono, su composicién
es Fe S y no es mineral terrestre; y la pirrotita se encuentra
cristalizada en el sistema exagonal, y si a veces no cristaliza,
se presenta en masas granudas de color amarillo—bronceado
claro, oscilando su composicién entre Fe 8 y Fe, Sy.
Otra particularidad de los granos de ¢rot/ita es, que ninguno
de ellos, bajo el campo microscépico, esta bordeado de per-
6xido de hierro como sucedia a la Schreibersita, y también que
suelen perder la forma redondeada para adquirir la de elipses
alargadas cuando se encuentran estos granos encerrados en el
interior de las grietas manganesiferas que circulan por la
preparacion (lam. m1, fig. 9).
(33-57). Cromita (hierro cromado).—Se presenta en la seccién
micrografica menos abundante que las dos anteriores; sus
contornos son redondeados 6 angulosos, y en este ultimo caso
recuerdan la forma rombal 6 triangular del octaedro en que
cristaliza esta substancia é imprimen al mismo tiempo cierto
sello 4 la roca cuya importancia mas tarde manifestaremos.
Estos granos, generalmente los angulosos, son negros mates,
y no faltan, sino que por el contrario abundan, otros de color
pardo-negruzco y pardos solamente, que mas pequenos se
encuentran como inclusiones formando parte del olivino (la-
mina tl, fig. 9).
Parte lapidea.—Como mas abundante en la masa meteérica
debemos fijar detenidamente nuestra atencidn para dar a
conocer de una manera concluyente las especies mineralégicas
234 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12)
que la constituyen, sirviéndonos, claro esta, de los conoci-
mientos que aporta la sana doctrina cristalografica con sus
principios revelados por la geometria y fisica y sin el auxilio
de la quimica, tan innecesaria como inutil en los estudios
petrograficos.
Bajo el primer concepto se determinan forma, lineas de cru-
cero y maclas, que con las medidas de angulos y direcciones
que este estudio aporta y con el auxilio que la luz convergente
proporciona, fijan el sistema en que cristaliza la substancia; y
el segundo medio determina, finalmente, con visible facilidad
la medida de los angulos de extincidn (1), no olvidando otros
caracteres como el color, policroismo y polarizacion cromatica,
tan necesarios para la determinacién de las especies mine-
ralogicas.
Auxiliado con estos medios, y deseoso de cumplir con el
honroso deber a que me he comprometido, gracias al carifo
que tengo a las ciencias de observacién, empezaré por descri-
bir los caracteres de aquellas especies esenciales que se en-
cuentran en el meteorito, terminando con otras cuyo papel es
mucho mas secundario.
Olivino 0 peridoto (silicate de magnesia y hierro).—E] pri-
mero que parece llenar toda la masa lapidea y como conse-
cuencia elemento mas esencial que se encuentra, es sin duda
alguna el olivino; bajo este punto de vista y por contener
incluido bastante hierro cromado, pudiera compararse, y con
(1) He observado con cierta sorpresa en los autores de Cristalografia, y entre
ellos Gorecki (Manuel du Microscope Latteux , p. 742), que para medir los angulos de
extincién después de hacer coincidir borde del cristal, linea de crucero 6 macla con
el hilo del reticulo, se hace girar en wn sentido u otro \a platina del microscopio hasta
la obscuridad completa.
Nada mas erréneo que esto: supuesto que si el Angulo de extincion, por ejemplo,
es de 25° en un sentido, haciendo girar en sentido contrario seraé de 65°, 6 sea el com-
plemento de 25°; puesto que estando los ejées de elasticidad Optica del cristal perpen-
diculares, y observandose la obscuridad completa en las coincidencias de estos con
las secciones principales de los nicoles, que estan colocadas precisamente en Angulo
recto, es matemiatico que sean complementariosilos dos dngulos, y inicamente serdn
iguales cuando la coincidencia del hilo del reticulo esté en relacion con una linea
de macla.
Seria de desear, en atencidén 4 lo que llevamos dicho, que los autores fijaran para
la medida del angulo de extinci6én (previa la coincidencia con linea de crucero 6 borde
del cristal) se hiciera la revolucion en el sentido de la derecha 6 hacia el interior de
la lamina cristalina.
(13) Gredilla.—EL METEORITO DE MADRID. 235
razon, esta roca a otra de la Serrania de Ronda que, relacio-
nada con la serpentina, se le ha dado el nombre de Dunita.
Los caracteres tipicos que los micrégrafos asignan a esta
especie se presentan de un modo marcadisimo.
(24-47). En una de las preparaciones microscépicas se puede
admirar un grueso semicristal con forma exagonal alargada,
en el que se puede medir el angulo de 81°
que forman los biseles contiguos de la arista
macropinacoidal, el gran desarrollo de la
cara basica y el alargamiento del cristal por
la excesiva longitud de la truncadura macro-
pinacoidal; la otra mitad ha sufrido una
fragmentacién efecto de la rotura del bdélido
(lam. Iv, fig. 10).
Pero no es general esto; de ordinario el oli-
vino se presenta en granos redondeados y
angulosos, correspondiendo a los primeros
un aspecto condritico y revelandose en los
segundos una facies clastica.
El angulo de extincidn en el cristal objeto de atencién ante-
rior es de 0°, inclinacién que corresponde al borde de mayor
longitud del cristal, paralelo al eje de zona pg,, 6 sea a la
arista que forman las caras de la base y macropinacoide. Kn
los cristales pequenos clasticos dicho angulo de extincidn es
también de 0°, pudiendo asegurarse que, 6 Corresponden a la
arista homéloga del cristal anterior, 6 4 la de la base con el
braquipinacoide, cuyo eje de zona es ph,.
Aunque bastarian estos‘datos, que la cristalografia nos ha
ensenado para la determinacién de la especie de que se trata,
la luz polarizada allana el camino en el esclarecimiento de la
substancia en cuestién.
Se presenta con el aspecto rugoso que ofrece habitualmente
su superficie, es incolora y didfana en las secciones que tienen
contornos redondeados, los cuales, reunidos, forman muchas
veces condros monosomaticos; hialinidad que se empana
cuando son angulosas de un tinte amarillento, claro 6 rojizo,
producto de la oxidacién del hierro por ende las fisuras que
desordenadamente le atraviesan y que corresponden 4 la reti-
cularidad del mismo.
El policroismo es nulo y la polarizacién cromatica vivisima,
236 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14)
datos que fielmente determinan en la seccién micrografica la
especie de que tratamos.
Presenta el olivino inclusiones de diferentes formas y subs-
tancias, unas de vidrio ovoideas y amarillentas, otras peque-
iisimas y pardas de cromita; con mayores aumentos se perci-
ben poros gaseosos 6 inclusiones vitreas tramsparentes y alar-
g@adas con burbuja fija, y otras, finalmente, pardo-amari-
llentas.
En suma, el diagndstico del mineral peridoto se basa en su
forma, transparencia, rugosidad, peroxidacién del hierro en
las hendiduras 4 expensas del vapor acuoso condensado en la
rotura del bdlido (1) falta de crucero, nulo policroismo y viva
polarizacién cromatica. Suele confundirse esta especie mine-
raldgica con otra vecina suya que recibe el nombre de Faya-
lita (silicato de hierro); pero el color pardo y el gran policrois-
mo que ofrece esta Ultima substancia la separan grandemente
del olivino. Sin embargo, nada de particular tendria que se
hallaran asociadas, puesto que siendo los 6xidos de hierro y
de magnesio bases isomorfas, pudiera el primero de dichos
Oxidos sustituir totalmente al segundo y dieran origen al sili-
cato de hierro, tanto mas esta hipdtesis genérica cuanto que
abunda considerablemente el hierro en los meteoritos.
Pero, ante todo, debo manifestar que en las secciones que
he tenido el gusto de preparar para el estudio micrografico del
meteorito, falta completamente la Fayalita.
(37-45) (27-57). Hnstatita (silicato de magnesia con trazas de
hierro).—Es un piroxeno del grupo de los ortorémbicos que
se presenta en las preparaciones con su facies especial y ca-
racteristica.
No toma el desarrollo ni con mucho del olivino; pero el as-
pecto fibroso, cristales alargados y & veces en haces divergen-
(1) Para demostrar esta peroxidacién en las grietas del olivino, recordaremos lo
que se dijo al hablar dela Schreibersita ; es decir, que habia separado el peréxido de
hierro que 4 expensas de la humedad se ha formado y como condensado en derredor
de los granos laminares de Schreibersita, por medio de una simple y rapida calcina-
cién en el borde de la llama de alcohol de una de las preparaciones microgrificas ; y
efectivamente, dicho perdxido ha dejado libres los granos de hierro, quedando los
bordes de estos completamente limpios, y se ha corrido ahondando mis si se quiere
la oxidacién por entre las grietas del olivino, tomando la seccién micrografica un
aspecto rojizo.
(15) Gredilla.—rEL METEORITO DE. MADRID. 237
tes que toman los condros de esta substancia, dan un sello
especialisimo y sui generis a la especie mineraldgica objeto de
nuestro estudio.
Este alargamiento corresponde en todos ellos al eje de zona
h,g, direccion que siguen cuando existen las lineas de cru-
cero, faciles segtin el macropinacoide, y que como paralelo 6
coincidiendo con el eje cristalografico de mayor simetria le
corresponden un angulo de extincidn = 0°; como asi sucede,
en efecto, en todas las secciones que he observado, por su coin-
cidencia.con el eje de mayor elasticidad éptica (lam. v, fig. 13).
Es de un color amarillo claro y lustre perlado en los crista-
les sueltos y con tintes blancos y negros alternados en aque-
llos que presentan facies fibrosa 6 fibroso radiante.
La falta de rugosidad y de policroismo y la debilidad en los
colores polarizantes, son los signos decisivos que acreditan la
existencia de esta especie y sus diferencias con el olivino.
Las inclusiones son de naturaleza vitrea y ordenadas seein
la direccién del eje de zona macro y braquipinacoidal, y entre
los cristales cuando estos afectan la disposicién fibroso ra-
diante, poros gaseosos.
Suele confundirse esta especie con la droncita; pero he de
advertir que en esta ultima substancia los cruceros son a ve-
ces ondulados, que su color es pardo negruzco en general por
la mayor cantidad de hierro que contiene; es mas bien lami-
nar que bacilar, y finalmente que las secciones paralelas a Ia
base tienen brillo metalico bronceado cuando su lustre se mira
por reflexién; todo lo cual diferencia de una manera notable
esta especie de la enstatita.
(45-56). Augita (silicato.de alumina, cal, magnesia y hierro).
—Hste piroxeno monosimétrico, juntamente con la Schreiber—
sita, dan un realce y una fisonomia de individualidad al me-
teorito de Madrid, que, aun siendo del grupo de los llamados
del tipo comin, andariamos mal para darle cabida exacta en
las clasificaciones hoy adoptadas.
De dos secciones distintas se encuentran formas en la pre-
paracién objeto de mi estudio; unas paralelas al clinopina—
coide y otras al ortopinacoide.
Las primeras son exagonas, algo alargadas, y sus lados co-
rresponden 4 las proyecciones en el plano de la preparacién
del ortopinacoide, cara basica y ortodomo, formando los an-
238 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (16)
gulos 4, p= 105° proximamente y pa, = 148° 35’; es zonar 6
testaceo a luz polarizada paralelamente a las caras basicas y
ortodémicas, y por la parte inferior pierde el caracter estrati-
ficado, advirtiéndose los cruceros en an-
gulo recto que diferencian estos cristales
de la hornblenda, ademas de otros mu-
chisimos caracteres que seria prolijo enu-
merar (lam. u, fig. 7).
Las segundas paralelas al ortopinacoi-
de son exagonos mas simétricos, mani-
festandose en sus bordes las interseccio-
nes de las caras clinopinacoide y las dos
hemipiramides 6 hemioctaedros con su angulo de 120°; angulo
de apuntamiento interesante que separa estos cristales de los
peridotos que miden 81°, cuando en aquellos faltan los cru-
ceros.
En las primeras el angulo de extincidn con relacién a la
arista ortopinacoidal es de 0°, y en las segundas la arista cl-
nopinacoidal revela unos 39°.
Secciones hay que perpendiculares al eje de zona /, g, se
extinguen segiin la bisectriz del Angulo agudo del protopris- |
Ta — 9 Oe
Kl color es amarillo claro; débil 6 mejor dicho nulo el poli-
croismo, y vivisima la polarizacién cromatica.
Aun cuando son frecuentes las maclas, es de sentir no haya
cristal aleuno en estas condiciones para determinar y medir
el angulo de extinciédn simétrico con relacién a4 la linea de
macla.
Con respecto 4 inclusiones diremos que las hay vitreas, de
color pardo, alguna negra de hierro cromado y no pocas de
poros gaseosos.
Feldespato plagioclasico de oligoclasa (silicato de alumina y
silicato de sosa y cal).—La formula segtin Dana es R Al, Sis O,,,
correspondiendo al radical R = Na, (K,) Ca.
No es elemento esencial: se encuentra en granos muy pe-
quenos distribuidos confusamente en la mezcla de los anterio-
res y presentan los caracteres siguientes: son incoloros, trans-
parentes, poco refringentes y colores de polarizacién alterna-
dos grises y azules por las maclas que forma dicho mineral.
(32-69). En uno de los bordes de la preparacién se mani-
(17) Gredilla.—rL METEORITO DE MADRID. 239
fiesta un buen cristal con los caracteres asignables a la oli-
goclasa (lam. rv, figuras 11 y 12).
Sus laminas se presentan macladas seguin la ley de la albi-
ta, con bastante desigualdad en la anchura de las secciones
hemitropiadas, cuyo caracter y el Angulo de extincién con
relacion a la linea de macla 3° 4 6° aseguran su clasificacion.
Kstas laminas tienen ademas el color blanco correspondien-
te a todos los feldespatos; y como inclusiones se encuentran
algunas vitreas redondeadas y alargadas en direccién de los
planos de macla, y no deja de percibirse también algtin cris-
tal de hierro cromado. :
Condros.—Se refiere este nombre dado por Gustavo Rose a
esas formas mas 6 menos redondeadas que experimentan no
sdlo los cristales, sino también sus mezclas, y distribuidos por
la masa general del meteorito comunican 4 su estructura una
facies especial y sui generis a la cual se ha dado en Namar
estructura condritica.
No vayamos a creer que en todas las preparaciones micro-
graficas se encuentran; pues siendo la substancia en que se
hallan encerrados desordenada y heterogénea, sucede que en
unos puntos estan en todo su esplendor, mientras que en otros
faltan completamente; asi se comprende que de las dos seccio-
nes preparadas para el estudio petrografico falten ejemplos en
la una, y, aunque reducidos en la otra, proporcionan, sin em-
bargo, medios de lucubracién para la determinacién de la es-
pecie 6 especies mineraldgicas de que estan constituidos.
A los condros se debe la estructura granuda que en general
tienen todos los meteoritos oligosideros, y también que a su
débil adherencia con la masa general tienda la piedra 4 dis—
gregarse 6 desgranarse cuando se comprimen sus bordes fuer-
temente con los dedos; mucho mas todavia si, al intentar ha-
cer una placa delgada, no se tienen las precauciones necesa-
rias al desgaste.
Dos grupos de condros se advierten en la piedra de Madrid,
los unos mates con polarizacién y extincidn cruzada y los de-
mas cristalinos.
(25-55). Los primeros se notan en un borde de la prepara-
cién en bastante niimero con diseno redondeado y aspecto
anubarrado.
En los segundos se pueden distinguir condros olivinicos y
240 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (18)
posiblemente los habra también enstatiticos y augiticos por
la tendencia que se observa en estos cristales a las formas
redondeadas.
Entre los olivinicos se encuentran de dos clases, ooliticos y
clasticos.
(49-53). 1.° Condros monosomaticos ooliticos; esto es, cons-
tituidos por un solo individuo de olivino que resulta de la
suma de pequenos glébulos redondeados de la misma subs-
tancia y con extincidn completa que acredita individualidad;
han tomado forma elipsoidal merced 4 la materia manganesi-
fera que los bordea y atraviesa la preparacidn (lam. v, fig. 13).
(48-57). 2.° Condros monosomaticos clasticos; esto es, cons-
tituidos por elementos de olivino formados por agrupaciones
de fragmentos de dicho mineral y a luz polarizada, se observa
un nucleo de la misma substancia con una grieta que le rodea.
(25-55). No dejan de presentarse algunos condros olivini-
cos clasticos con nucleo de troilita, y por ultimo (30-50) otros
que pudiéramos Hamar compuestos, cuyo resultado final es a
luz polarizada un conjunto de condros que forman uno ge-
neral (lam. v, fig. 14).
No hago mencidn de los condros enstatiticos y augiticos por-
que, como he advertido anteriormente, se trata simplemente
de cristales que conservan sus caracteres especificos, si bien
se nota en ellos cierta tendencia en su periferia a tomar la
forma redondeada.
Micro-estrvuctura.—Si bajo.el punto de vista macroscopico
hicimos notar que la estructura del meteorito era granuda y
facilmente desmoronable, particularidad que correspondia de
hecho a los condros que en la masa subsisten, la seccidn pre-
parada para el estudio micrografico senala en la piedra «le
Madrid una estructura condritico-clastico-cristalina con facies
brechoidea.
Tiene ademas la masa general cierto tono porfiroideo, pues
se destacan cristales perfectamente asignables a especies de-
terminadas en el fondo de la substancia olivinica eminente-
mente clastica, destrozo que, al parecer, ha sufrido la materia
por efecto de las grietas que por do quier caminan.
Notase en los cristales de olivino, mejor que en otro alguno,
los efectos de fragmentacién posterior 4 su formacidn, cam—
biandose las posiciones de las secciones tan visiblemente, que
(19) Gredilla.—rEL METEORITO DE MADRID. 241
mientras unos fragmentos se extinguen, otros, por el contra-
rio, destellan sus colores polarizantes.
Numerosas grietas rellenas de substancia manganesifera al
parecer circulan por la preparacién, meras derivaciones en
gerado mayor 6 menor de la general y dicotoma que atraviesa
la seccién micrografica que aun a simple vista se puede ob-
servar.
Clasificacion.— En dos puntos de vista estimo que debemos
fijar nuestra atencién antes de llevar la roca metedrica 4 gru-
pos establecidos por clasificaciones adoptadas.
En primer lugar, la consideracién de la estructura que pu-
diera tener la roca antes de entrar en nuestra atmosfera, y en
segundo la dislocacién sufrida en ella, consecuencia logica de
su ruptura.
Bajo el primer aspecto, no soy quien pueda determinar la
disposicién de las especies mineraldgicas en la masa general
allende los espacios, por mas que pueda suponer corresponda
a la granudo-cristalina de los micro-granitos.
Ahora bien: considerada la masa en su segunda fase, puedo
decir se trata de una brecha de dislocacién con aspecto con-
glomeriforme en las dos secciones que he preparado para este
estudio; mas conviene notar que toda conclusién sera arbitra-
ria sino tenemos presente la heterogeneidad del meteorito y
la inseguridad en que estamos colocados para fijarle lugar en
la clasificacién.
Sin embargo, siguiendo cualquier camino y teniendo en
cuenta la composicién mineralégica y la estructura, base de
toda clasificacién, cabe colocar el meteorito de Madrid, si-
cvuiendo la clasificacién de Meunier, en los grupos Sporaside—
ros, Oligosideros: rocas poligénicas en razon a su estructura.
Ahora bien; en esta ultima seccidu Meunier establece cuatro
grupos fundados en la estructura principalmente y con dos
tipos litol6gicos cada uno que no corresponden a este meteorito.
Habria necesidad, en vista de esto, de establecer otro grupo
con los tipos limerickita y chantonnita, y en este caso conce—
derle al meteorito de Madrid como tipico un nombre especial.
Colocado en este terreno, gseria conveniente seguir el proce-
dimiento de Meunier?— Si? — entonces ya sabéis qué nombre
debemos dar.
Para terminar, sdlo me resta enviar desde estas lineas un
ANALES DE HIST. NAT. — XXV. 16
242 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (20)
carinoso recuerdo al Excmo. Sr. Marqués del Socorro, actual
Presidente de nuestra Sociedad y catedratico de Geologia de
la Universidad Central, quien con su bondad poco comun é
ilimitada, me ha brindado espontaneamente cuantas obras
necesitara referentes al asunto, y manifestar mi agradeci-
miento al Sr. Iniguez, catedratico de Astronomia y Secretario
de nuestra Facultad, por intermedio del cual y con anuencia
del anterior, me ha sido proporcionada la materia prima que
para este estudio habia recibido del Observatorio el Ilustri-
simo Sr. D. Gonzalo Quintero, por creerme en condiciones in-
fundada é inmerecidamente de darle los vuelos, realce y re-
lieve que merece el humilde estudio cuya lectura habéis teni-
do la bondad de escuchar.
SOBRE LAS INGLUSIONES
DE LOS
CRISTALES DE CUARZO
DISPERSOS EN LAS ROCAS EPIGENICAS DE ANDALUGEA,
POR
D. FEDERICO CHAVKS.
(Seccion de Sevilla. ss SesiOn del 4 de Agosto de 1895.)
El famoso gedlogo Du Verneuil, en su bosquejo geolégico
de la Peninsula Espanola, decia que a falta de fésiles caracte-
rizaba constantemente en nuestro suelo al terreno triasico la
presencia de cristales de aragonito y sobre todo de cuarzos
hematoideos con una constancia nunca desmentida. Asi es en
efecto; pero no basta la presencia de estas substancias mine-
rales para calificar de triasica una formacién, pues ambas, asi
como todo el aparato de rocas metamorficas que las acompa-
nan, se presentan a veces en nuestro pais en rocas de edades
diversas, jurasicas, cretaceas y terciarias, hecho importanti-
simo que puso en claro el Sr. Macpherson, primero en la pro-
vincia de Cadiz y luego en el Pirineo, y que otros observadores
han comprobado después en otras regiones y muy particular-
mente el Sr. Calderon.
De lo dicho se infiere que los fendmenos 4 que deben su
origen las rocas triasicas metamorfizadas de tan singular
composicion, se han repetido en otras épocas geoldgicas, cons-
tituyendo una serie de procesos resumidos por el Sr. Calderén
con el dictado de epigenismo ofitico (1), y que considera como
(1) La région épigénique de Vv Andalousie. (Bull. de la Soc. géol. de France, 3° série,
t. XVII.)
244 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2)
igual en el mecanismo, aunque en escala inmensamente
mayor, que el de los volcanes 6 charcas barrosas actuales que
ha estudiado en Moron (1). No hemos de repetir aqui las con-
sideraciones en que se funda semejante teoria, con la que esta-
mos enteramente de acuerdo; pero hemos de declarar que aun
quedan muchos puntos obscuros para el esclarecimiento del
problema, los cuales reclaman prolijos estudios de pormenor,
y como un material para ellos hemos creido interesante el
examen microscépico de los cristales de cuarzo encerrados en
el seno de dichas rocas epigénicas de Andalucia y que creemos
aplicable 4 todas las demas formaciones equivalentes de otras
regiones, por mas que todavia no hayamos tenido ocasién de
comprobarlo. Semejante estudio, y en particular el de las
inclusiones de los cuarzos epigénicos, no sabemos se haya
realizado todavia dentro ni fuera de la region, y le considera—
mos sumamente adecuado para arrojar luz en el esclareci-
miento de la cuestidn que breve é imperfectamente hemos
bosquejado.
Sdlo nos resta recordar, como precedente para la exposicién
del asunto, que dichos cristales se encuentran dispersos en
rocas distintas en la regién: en la caliza eocénica con Nummu-
lites, y en la magnesiana, en las arcillas y margas abigarradas,
pero sobre todo en los yesos rojos que son producto de meta-
morfismo de las calizas primeramente mencionadas.
Los cristales de cuarzo en cuestion ofrecen las formas mas
frecuentes y sencillas de la especie, es decir, la combinacién
del prisma con la piramide exagonal. En ninguno de los nume-
rosos ejemplares que hemos examinado se encuentran formas
que no sean las indicadas, pues no pueden considerarse como
diversas las débiles oscilaciones que aparecen rara vez en las
caras del prisma. No presentan indicios de las agrupaciones
paralelas tan frecuentes en la especie, y si sdlo se observa una
marcada tendencia 4 una agrupacién en que siendo perpen-
(1) Los volcanes fangosos de Moron. (ANAL. DE LA Soc. ESPAN. DE HIST. NAT.),
e-em ohh
(3) Chaves.—CRISTALES DE CUARZO. 245
diculares los ejes ¢, la protopiramide de un individuo se adapta
a la deutopiramide de otro.
Traducese, en general, esta ley de agrupacién por la pre-
sencia de drusas consistentes en diminutos cristales, a veces
dos 6 tres, implantados en un cristal de mucho mayores
dimensiones conservando la posicién relativa indicada. Las
caras son con mucha constancia de una gran limpieza y las
aristas sumamente vivas. Es de notar la ausencia de las
estrias, tan caracteristicas en las caras de prisma de ciertos
cuarzos, y muy especialmente en los de las formaciones gra-
niticas, gneisicas y filonianas. Esta circunstancia, asi como la
de ofrecer 4 veces una oquedad profunda y siempre irregular
una de las caras de estos cristales, la cual acusa la desapari-
cidn de una especie de nucleo blando 6 facilmente atacable,
que parece como que sirvid de centro de orientacién de las
moléculas de silice, recuerdan fielmente ciertos cuarzos del
terreno carbonifero y reclaman tal vez para explicar su pro-
ceso de formacién, acciones lentas analogas a las que M. de
la Vallée-Poussin admitia tratando de los cristalitos de cuarzo
de la caliza de montana belga.
Los ejemplares de Morén, Osuna, Puerto Real y otras muchas
localidades de la region ofitica, ofrecen en un mismo sitio las
coloraciones mas variadas. Desde el cuarzo hialino pasan por
tintas insensibles al lechoso, falso topacio, melado, rosa,
hematoideo 6 jacinto de Compostela, pardo 6 gris mas 6 menos
obscuros y negro. A veces las materias colorantes ocupan una
regidn mas 6 menos limitada, mostrandose el resto limpido.
Esta region coloreada se asienta en muchos casos en el centro
y es facil también hallar individuos que ofrezcan dos 6 tres
coloraciones simultaneas, cuya dispersiOn y distribucién oca-
siona un aspecto musgoso.
Las secciones delgadas que hemos examinado muestran
que la cantidad de pigmento es relativamente pequena, debien-
dose probablemente la intensidad del color que en apariencia
ofrecen a la forma cristalina, a la disposicién en capas envol-
ventes que con mucha frecuencia afectan estas materias y ala
refringencia de las inclusiones que contienen los cristales.
Mediante el microscopio se observa que las substancias pig-
mentarias no constituyen como una especie de intrusion de
!
cuerpos amorfos 06 cristalinos, sino que forman un pigmento
246 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4)
que con intensidad variable se difunde mas 6 menos gradual-
mente en la masa del cristal, y que fué acumulado, con
mucha verosimilitud, durante el deposito de ésta.
Para averiguar la naturaleza de la substancia pigmentaria
nos hemos valido de la elevacion de temperatura sometiendo
distintos ejemplares 4 la llama de una lampara de alcohol, y
hemos podido observar cambios de coloracién mas 6 menos
permanentes con la temperatura y que acusan la presencia de
materias or@anicas alterables. Las variedades rosadas pierden
totalmente el color antes del rojo y permanecen descoloradas
en frio. Los cuarzos hematoideos se vuelven incoloros al rojo,
reapareciendo la coloracién por enfriamiento, pero mas debi-
litada, y si se continian sometiendo al rojo durante algun
tiempo, adquieren un tinte grisaceo, claro en frio. Calentando
también al rojo los cristales melados 6 pardos, se tornan gri-
ses mais 6 menos obscuros, mientras que los negros no se alte-
ran. Durante todas estas experiencias los cuarzos estudiados
no perdieron absolutamente nada del brillo de sus caras, y si
sdlo se cuartearon, segun los cruceros, por efecto de las varia-
ciones bruscas de temperatura.
Estas propiedades de la materia pigmentaria nos conducen
a considerarla comprendida en el grupo de combinaciones que
Berthelot designa con el nombre genérico de productos ulmi-
cos y carbonosos, entre los cuales se hallan los llamados acidos
géico, crénico, apocrénico, ulmico, apoglicico, ulmina, etc.,
que con tanta abundancia se encuentran en las turbas, ligni-
tos y aguas pantanosas entre los productos naturales, y conco-
mitantes con las materias caramélicas en las melazas de cana
y remolacha como productos de la industria.
En efecto, asi como ya lo hace notar el Sr. Calderén (1), la
actividad epigénica se halla intimamente ligada a los procesos
destructivos de las substancias organizadas, los cuales recono-
cen como causa principal muy probable la presencia de los
lignitos inter-estratificados en el terreno. El proceso cae, pues,
bajo el orden de alteraciones que Liebig, en la introduccion
de su célebre Zratado de Quimica organica (2) denomina putre-
(1). Zoe. ert:
(2) Traité de Chim. org., par Justus Liebig. Ed. francaise publ. par Ch. Gerhardt.
1841-45.
(5) Chaves.— CRISTALES DE CUARZO. 247
Jaccion seca (pourriture séche). Segun este ilustre quimico los
suelos arenosos, y mas especialmente los formados por una
mezcla de caliza y arena, y con toda evidencia los margosos,
son muy aptos para acelerar la putrefaccién seca de las mate-
rias vegetales. La zona epigénica de Andalucia, constituida en
g@eneral, como se desprende de los trabajos del Sr. Calderéu,
por margas, arcillas y calizas mas 6 menos mag nesianas,
reune excepcionales condiciones para acelerar los procesos de
alteraciénregresiva de estas materias. Ayudados estos, por
otra parte, por una temperatura probablemente elevada y
secundados por la accion del oxigeno del aire, debieron adqui-
rir una energia quimica considerable reflejada en las multi-
ples transformaciones que los minerales de la regidn acusan,
las cuales constituyen la clave de aquel epigenismo.
A las materias colorantes de origen organico mencionadas
se unen en los cristales de Morén pequefas y escasas particu-
las ferruginosas amorfas, cuya naturaleza se revela colocando
sobre un porta-objetos cubierto de balsamo del Canada un
pequeno trocito separado del interior del cristal y tratandolo
por una gota de disolucién de acido hidrofluosilicico; des-
pués de evaporacién en espacio confinado sobre acido sul-
furico, pueden observarse los cristales muy escasos de fluosi-
liciuro ferroso, que la accién del sulfuro aménico permite
distinguir facilmente de los de magnesio y manganeso, con
quienes pudieran confundirse por ofrecer las mismas formas
cristalinas.
En algunos ejemplares es bien perceptible la corrosién de
las caras reducida 4 pequenos huecos poco profundos en el
prisma, algo mas en la piramide. Estos huequecitos, bien
espaciados y de forma irregular, parecen atestiguar reacciones
quimicas verificadas merced al contacto de materias sdélidas
que en determinadas condiciones de humedad, y gracias al
acido carbdénico, hubieron de actuar a la manera como los
carbonatos térreos del suelo lo hacen sobre los fragmentos y
objetos de vidrio en él enterrados durante un tiempo mas 6
menos largo. La ausencia de las formas hemiédricas en los
citados cristales esta perfectamente de acuerdo con la falta de
poder rotatorio, el cual no se presenta en ninguna de nuestras
preparaciones, talladas muy exactamente normales a c.
Los cuarzos ahumados de Moron ofrecen numerosas inclu-
£
248 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6)
siones solidas, liquidas y gaseosas, que se encuentran de ordi-
nario en todos los ejemplares. Cuando alguno de estos tres
tipos falta, y esto sdlo se observa en los cristales poco colorea-
dos y muy transparentes, es seguro que son liquidas y gaseo-
sas, pues la presencia de las sdlidas es constante.
Las inclusiones soélidas son de tal modo numerosas en todos °
los ejemplares estudiados, que & veces constituyen casi la
mitad de la materia del cristal. E] mayor numero de ellas se
encuentra en el centro y formando una envoltura que en una —
de nuestras preparaciones se halla bastante préxima a la peri-
feria; en ésta las inclusiones se espacian y van desapare-
ciendo a medida que se acercan a la superficie. Por su /acies,
por su alta refringencia y vivos colores de polarizacion, dichos
microlitos nos recordaron desde luego el zircon; mas las direc-
ciones de extincion, formando constantemente angulos de 90°
entre si, nos sugirieron alguna duda, ya que los ejes de elas—
ticidad de los distintos microlitos no guardaban relacién
alguna entre si ni con el contorno de la seccién normal a ¢, y
que las secciones de las inclusiones extinguidas eran rarisi-
mas, pudiendo muy bien referirse 4 materias vitreas, que es
sabido suelen existir en estos casos.
Kl examen de una seccién paralela al prisma exagonal deci-
did la cuestidn, mostrando numerosos microlitos generalmente
alargados, alineados con bastante regularidad, formando zonas
6 capas que atravesaban la seccién de parte a parte, paralela—
mente a la traza de una de las caras de piramide (lam. v1, figu-
ra 1). Como en el caso anterior, las direcciones de extincién
eran perpendiculares entre si, y las secciones extinguidas esca-
sisimas; pero se observaba una cierta simultaneidad muy gene-
ral en las extinciones, que en conjunto se verificaban paralela-
mente a la traza de la piramide. Bastaba, pues, para desvane-
cer las dudas, tallar una lamina paralelamente a esta cara de
piramide; y en efecto, obtenida ésta después de varios tanteos,
observamos en ella un mayor numero de secciones, extingui-
das siempre, acompanadas de otras anisétropas irregularmente
orientadas y de extinciones perpendiculares. Con esto queda-
ron comprobados los caracteres épticos del zircon y demostrado
también que sus cristales estaban orientados, satisfaciendo la
unica condicién del paralelismo de su eje cuaternario al de la
cara de piramide, pudiendo tener dicho eje todas las posicio-
(7) Chaves.—CRISTALES DE CUARZO. 249
nes imaginables, aunque excepcionalmente dentro del plano
paralelo a esta cara.
Otras secciones examinadas posteriormente no ofrecieron
esta manera especial de orientacién que, creemos por tanto,
debe considerarse mas bien como caso particular que como
ley general.
La forma del zircon es ordinariamente redondeada y suma-—
mente irregular. Aleunos granos ofrecen acentuados estre-
chamientos (fig. 2), y en ocasiones vense también secciones
de contorno regular mas 6 menos aproximado al exdgono y
que no se presentan nunca totalmente extinguidos (fig. 3). Se
perciben ademas, haciendo variar el foco, formas poliédricas
muy determinadas, que en ciertos casos parecen afectar una
simetria rombica (fig. 4).
Los granos de zircén son incoloros y frecuentemente limpi-
dos, pero se observan también algunos provistos de inclusio-
nes. Entre estas las hay de dos clases: unas de apariencia
vitrea, color pardo, a veces muy intenso, de alta refringencia
y de forma redondeada; a estas, que son sumamente pequenas,
se unen en el mismo grano otras inclusiones evidentemente
gaseosas, muy alargadas de ordinario, orientadas paralela—
mente a las direcciones de extincidn. Sus extremos son ya
redondeados, ya poliédricos (fig. 5). Hemos tenido ocasién de
observar muchas de estas inclusiones poliédricas bellisimas, y
entre ellas una que, afectando exactamente la forma cristalina
del zircon (fig. 6), lo caracterizaba a todas luces (1). Frecuen-—
temente son de tal modo finas y alargadas estas inclusiones,
que se tomarian por estrias (fig. 7).
A las inclusiones de zircén se unen otras escasas, mucho
mas pequenas, de turmalina, de un color verdoso, de contorno
redondeado y en ocasiones con inclusiones heeramente polié-
dricas de burbuja fija. Ademas, en una de nuestras prepara-
ciones normales a ¢ hemos visto una laminilla de contorno
recto, incolora y muy estriada, cuyo policroismo evidente per-
mite considerarla como mica blanca (fig. 8). Por ultimo, se
perciben escasisimos granos redondeados de apatito con sus
inclusiones caracteristicas.
(1) Fouqur ET MICHEL-LEvy: Minéralogie micrographique, pag. 407.
250 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8)
Las de zircon alcanzan hasta 0,440 mm. de diametro.
Las inclusiones liquidas son relativamente escasas y se
hallan distribuidas en zonas irregulares y mezcladas con las
gaseosas, siendo de notar que su tamano es bastante conside-
rable. Su contorno es redondeado 6 mas 6 menos regularmente
ovoideo. Siempre contienen una burbuja fija (fig. 9); mas a
veces suelen aparentar dos de estas, lo cual se debe, segura-
mente, a la disposicién irregular de la cavidad, cuyos salien-
tes dan 4 aquella una forma arrinonada que aparece dividida
en dos a causa de la reflexién total (fig. 10).
Kn la masa del cuarzo hay también infinidad de pequeni-
simos puntos que, por analogia con lo que de ordinario se
observa, inducimos sean inclusiones liquidas.
Los poros gaseosos se reparten en una zona que de ordinario
no coincide con la pigmentaria y pocas veces constituye una
envoltura completa del nucleo cristalino (fig. 11). Son mucho
mas abundantes que las inclusiones liquidas, tanto, que con
sdlo la ayuda de la lente se percibe en las secciones delgadas
una especie de sombra mas 6 menos acusada, producida por
las reflexiones totales de gran numero de burbujas 6 poros
gaseosos. Hstos son en su inmensa mayoria de forma redon-=
deada, alargada U ovoidea y 4 menudo de contornos irregula-
res (fig. 12). A veces alcanzan las dimensiones de los granos
de zircon, pero no es esto lo mas corriente.
Unidas 4 estas inclusiones irregulares hemos observado
alguna que otra claramente diexaédrica, cuyos elementos se
hallaban perfectamente orientados (fig. 13) paralelamente a
los correspondientes del cristal. Estas inclusiones diexaédricas
han sido mencionadas de numerosos porfidos de Sierra-
Morena, por el Sr. Macpherson (1), y su estudio se ha comple-
tado en fecha reciente por el Sr. Calderén (2) en vista de nue=
vos ejemplares que le han permitido ampliar las observaciones
anteriormente hechas.
(1) Estudio geol. y petr. del N. de la prov. de Nevilla. (Bol. de la Com. del Mapa geolo-
gico de Espana, t. vi, 1889.)
(2) CALDERON: Notas mineralogicas. (ANAL. DE LA Soc. Esp. DE HIST. NAT., Se-
rie 11, t. 111, 1894.)
(9) Chaves.—cCRISTALES DE CUARZO.| Wl
HH:
Como complemento a las observaciones que preceden sobre
las inclusiones de los cuarzos de la regién epigénica de Anda-
lucia, creemos conveniente detenernos un momento en la
obscura cuestion del origen de los moldes negativos que con-
tienen, generalmente acompanados de poros irregulares. Pro-
blema es éste que ha ocupado la atencién de eminentes petro-
grafos y que, por ofrecer alta transcendencia para la indaga-
cidn del proceso genético de las rocas que ofrecen semejantes
moldes, entendemos debe ocuparnos aqui.
Kl eminente Sorby fué el primero que aventuré una hipote-
sis cientifica sobre este asunto, fundandose en el hecho com-
probado de que las disoluciones que cristalizan no depositan
en los espacios capilares nada de la materia disuelta; si, por
tanto, por una causa cualquiera lgada estrechamente con las
circunstancias perturbadoras de la cristalizacién regular 6
perfecta de los cuerpos, se determina en el cristal un espacio
6 laguna capilar, no actuaran 4 través de ellas las fuerzas
moleculares, quedando limitados los nuevos depdsitos de
materia por las superficies de esta cavidad. Pero semejante
explicacién tropieza con el inconveniente de que estas lagunas
quedarian siempre abiertas, puesto que la misma causa que
impidid el telleno de materia cristalina en un principio actua-
ria hasta el ultimo instante del proceso cristalogénico, y Si
esta causa actud cuando el cristal aleanzaba poco desarrollo,
es evidente que en cualquier cristal voluminoso que se hallase
en este caso se ofrecerian largos canales capilares cuyo extre-
mo abierto tocaria la superficie.
En el caso particular de las inclusiones diexaédricas de los
cuarzos porfidicos, el Sr. Boscha (1) atribuye su origen a la
disolucién de los materiales vitreos incluidos en el cuarzo, el
cual durante el estado de fusién los disolveria desigualmente
y con arreglo 4 las distintas direcciones, encontrandose, por
consiguiente, el minimum de solubilidad en direccién normal
(1) Véase el trabajo citado del Sr. Calderén.
252 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10)
a las caras del romboedro. Al comenzar el enfriamiento del
cuarzo se iniciaria también el fendmeno inverso y el cuarzo
abandonaria la materia disuelta, la cual se depositaria en las
paredes de la cavidad en razon de la solubilidad con las distin-
tas direcciones, es decir, cimentandose el minimum de subs-
tancia en los angulos nuevamente formados.
No escapa, a nuestro juicio, 4 objeciones importantes la hipo-
tesis del Sr. Boscha. La primera y mas fundamental se refiere
al supuesto de que en un sdlido fundido no existe orientacion
molecular alguna, quedando en suspenso, 6 mejor dicho con-
trarrestadas por las resultantes del dinamismo calorifico, las
leyes de agrupacién de los primeros individuos cristalinos, y
desapareciendo, por tanto, el valor relativo de las constantes
fisicas con las distintas direcciones. Por otra parte, si al verifi-
carse la disolucién de los corpusculos vitreos, con 6 sin con-
traccion de la mezcla fluida, existian espacios vacios en el
interior del cristal, es evidente que la presién exterior a que,
sin género de duda, estuvo sometida la masa porfidica, haria
desaparecer estos espacios; tratase, por consiguiente, del caso
de un liquido homogéneo, mezclado 4 otro liquido también
homogéneo, que pasan al estado sdlido en un medio continuo.
Mas sencillo, y sobre todo por lo que respecta al caso que
nos ocupa, es imaginar que las pequehas burbujas gaseosas 6
liquidas bajo la influencia de una presién considerable que,
ya por efecto de la separacidn de los gases de los liquidos en
que se hallaban disueltos 4 una mayor presién 6 mas baja
temperatura, ya 4 causa de la formacién de gases 6 vapores
producidos por accién quimica en el seno de las disoluciones
6 de las masas fundidas que cristalizan, se adhieren a las
caras de los cristales en vias de formacioén y constituyen una
laguna que impide el crecimiento del cristal en el punto de
contacto, y que pueden ser aprisionadas en virtud de nuevos
depdsitos de materia. Tratandose de masas fundidas bajo gran
presion, las burbujas estarian formadas por gases liquidados (1)
(1). Surge un problema interesante al tratar de saber si en un liquido acuoso
saturado de gas carbonico pueden existir porciones de este gas al estado liquido por
efecto de una presiOén elevada, lo cual explicaria suficientemente la presencia del
Acido carbonico liquido en el seno de los medios acueos capaces de depositar crista-
les. Tal vez en este caso intervino una mezcla de disoluciOn saturada de gas carbdé-
nico que afluia en exceso, sometida 4 una enérgica presion, la cual determin6 el paso
(11) Chaves.— CRISTALES DE CUARZO. 253
(anhidrido carbénico, carburos de hidrégeno), 6 si no, liqui-
dados al menos en un estado de condensacidn molecular tal
que afectasen el estado liquido por el enfriamiento, y se origi-
narian inclusiones de burbuja (1); a baja presién se formarian
inclusiones gaseosas. Si las burbujas de gases 6 vapores se
desprendiesen de la cara del cristal 4 que estaban adheridas,
ya por via de redisolucion, ya por una causa mecanica cual-
quiera, quedaria un hueco, que bien pudiera ser rellenado por
las aguas madres, y entonces nos hallariamos en el caso de las
inclusiones liquidas con cristales (cloruro y sulfato de calcio,
carbonatos alcalinos).
La forma, tanto de las inclusiones liquidas como de las
@aseosus, debiera ser constantemente regular, porque no hay
razon alguna para creer que un fluido, cuya forma propia es
la esférica, encerrado bajo una presién, que siempre seria
igual 4 la que actuara sobre el medio en que la cristalizacién
se verificaba, ejerciese influencia en la orientacién de las
moléculas de cristal, pues siendo su presién, por ejemplo,
igual para todos los puntos de su masa, habian de ser influidas
estas moléculas homogéneamente, y sus relaciones dinamicas
permanecerian las mismas. Apdyase esta idea en el hecho
al estado liquido de parte de este gas. En efecto, como acontece con todas las leyes
relativas 4 la mecAnica de los gases, la solubilidad no obedece absolutamente a la
ley de Henry-Dalton, y dista de ella tanto mds cuanto las presiones son mas altas, es
decir, cuanto mas proximo se halla el gas 4 pasar al estado liquido. Asi, pues, de
acuerdo con experiencias de Wroblewski, es facil concebir que una gran presion no
seria obstéculo para que, saturado el liquido en esas condiciones, quedase un exce-
dente de gas carbonico liquido que, al estado de pequenisimas gotitas (quiza compa-
rable al globular que ofrece el azufre cuando la condensaciOon de sus vapores se veri-
fica en determinadas condiciones), y en virtud de un fendmeno puramente fisico,
quedarian adheridas al cristal en vias de formacion. A esto se anade que las disolu-
ciones de las sales metdlicas, cloruros, sulfatos, nitratos, no modificadas por el acido
carboénico, disuelven 4 éste en menor proporcién que el agua pura. (Véase Dimitri
Mendéléeff, Principes de Chimie, t. 1, paginas 129 y 141, notas. 1895.)
(1) Es indudable que el contenido de estas inclusiones fué introducido al estado
liquido. Asi lo demuestra el hecho, observade por Zirkel, de la desaparicion de la
burbuja de ciertas inclusiones por la calefaccién, quedando la cavidad completa-
mente llena de liquido. Por el enfriamiento reaparece la burbuja que la presion des-
arrollada por la calefaccién condenso anteriormente. De acuerdo con las experiencias
de Zirkel sobre este particular, se hallan también las de Vogelsang y Sorby. Todas
ellas coinciden en probar que las inclusiones liquidas se efectuaron 4 gran presion.
(Tschermak-Grattarola, 7rat¢. di Min., P. G., pag. 107, 1883. Calderon, Zes inclusiones
microscopiques des minérauz. Extrait de la Feuille des Jeunes Naturalistes, trad. par
André Colani.)
254 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12)
experimental de que las constantes geométricas de un cristal
no sufren: variacién alguna sensible con el aumento de la
presion.
Asi, pues, los espacios determinados por gases 6 liquidos en
la masa de los cristales durante el crecimiento, debieran afec-
tar la forma del sélido envolvente, si bien ésta rara vez se
presenta, merced a causas perturbadoras de las leyes cristalo-
@énicas y muy verosimilmente ligadas con los fendmenos de
capilaridad 6 de cohesion entre sdlidos y fluidos.
Terminaremos resumiendo todas las precedentes considera-
ciones con la afirmacién de que los datos proporcionados por
el estudio de las inclusiones convienen perfectamente con los
caracteres exteriores y de yacimiento de los cuarzos que las
contienen en la regidn epigénica de Andalucia, para atribuir-
les un origen hidrotermal, como lo ha hecho el Sr. Calderén
en sus precedentes trabajos mencionados.
CATALOGO GEOGRAFICO Y GEOLOGICO
DE LAS
CAVIDADES NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES
DE ESPANA,
POR
D. GABRIEL PUIG Y LARRAZ.
(Sesion del 7 de Agosto de 1895.)
Hace treinta afios que el sabio gedlogo 6 ingeniero de mi-
nas D. Casiano de Prado publicé, como apéndice a la Descrip-
cidn fisica y geologica de la provincia de Madrid, ana lista en
que se daban 130 noticias referentes a cavernas de Espana.
Nuestras frecuentes correrias estudiando la composicién del
suelo de la Peninsula y la aficidn con que hace largos anos
trabajamos en busca de notas histéricas y bibliograficas co-
rrespondientes a las ciencias naturales espanolas, nos habian
demostrado que el Catalogo del Sr. Prado, muy valioso como
punto de partida, era deficiente y podia ampliarse sin mas
que dedicar a ello la paciencia bastante para reunir los ele-
mentos dispersos en multitud de obras, siquiera muchas de
ellas estuvieran fuera del alcance de la generalidad de los
naturalistas.
Persistiendo en nuestra idea hubimos de poner manos a la
obra, que, sin embargo, no se hubiera llevado 4 cabo a no
mediar las excitaciones de nuestros amigos é ilustrados con-
socios los Sres. D. Daniel de Cortazar, D. Serafin de Uhagén (1)
(1) Las notas que acerca de cuevas exploradas en Espana habia recopilado el
Sr. Uhagon, fneron remitidas por éste al sacerdote francés M. Lucaute, que venia
256 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2)
y D. Carlos Mazarredo, que no sdlo nos han alentado, sino tam-
bién auxiliado durante el tiempo, no breve, que hemos dedi-
cado a este trabajo, considerandole como de utilidad para
cuantos se dediquen @ los varios linajes de exploraciones
cientificas, que tan necesarias son en los diversos ramos de la
Historia natural. El resultado final ha excedido 4 nuestras
esperanzas; asi que, tanto por el numero de cavidades natu-
rales que hemos podido consignar, como por la extensién y
detalles que nos ha sido dable coleccionar, el tamano y di-
mensiones de nuestro escrito no permiten que tenga cabida*
en nuestros ANALES; por cuya razon, y 4 ruego de algunos de
nuestros consocios, hemos hecho el catalogo que va a conti-
nuacion, el cual es un extracto de la obra que hemos titulado
Cavernas y simas de Espana (1), suprimiendo la parte descrip—
tiva de las cavidades y la bibliografica, 6 sea la relacién de los
autores que de ellas han tratado.
Teniendo esta reunidn de datos cual mira principal el que
pueda aprovechar al mayor numero de personas, y consi-
derando que la forma bajo la cual el Sr. D. Casiano de Prado
presentd sus noticias adolece de cierta vaguedad, hemos pro-
curado consignar cuantos detalles es factible reunir para cada
caso, a fin de satisfacer, en lo posible, los deseos que, segun
las diferentes especialidades, pueda tener cada cual.
Conservando la agrupacion por provincias y ordenando estas
conforme lo hizo el Sr. Prado, las diferencias principales, ade-
mas de la del numero, entre el trabajo de aquel autor y el
nuestro son:
1.*. Reunir las cavernas, simas, cuevas, etc. por partidos
judiciales y términos municipales, con lo cual se facilita al
explorador el conocimiento del lugar, mejor que con el de la
distancia aproximada 4 pueblos importantes de la provincia.
2.° Para la designacién hemos conservado de preferencia
el nombre usual en la localidad, y si tiene varios, todos cuan-
tos se han averiguado, pues aun cuando es mucho mas exacto
publicando un estudio sobre las grutas de Europa; pero habiendo fallecido dicho
senor, no le ha sido posible al Sr. Uhagon recoger su lista, pérdida que lamentamos
nosotros los primeros, pues de seguro hubiera sido un poderoso auxiliar para nues-:
tro trabajo.
(1) Esta obra se ha publicado en el Boletin de la Comisién del Mapa Geoldgico de
Pspana, 2.4 serie, tomo 1 (xx1), paginas 3 4 392.
(3) Puig.—CAVIDADES NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 257
referirse siempre a las voces cueva, gruta, caverna } sima, en
las varias regiones de Espafia donde no se habla castellano
seria facil que en mas de una ocasidn no se entendiese por la
gente del pais de qué se trataba cuando se preguntase por un
objeto con nombre castellano.
3.“ Hemos puesto cuidado en consignar los itinerarios y
las circunstancias locales de los pueblos en que radican las
diversas cavidades, hasta donde ha sido posible, como noticias
necesarias para el viajero.
4.*° Senalamos la naturaleza geogndéstica del terreno en que
se halla abierta la cueva 6 sima, pues asi pueden fundarse 6
no conjeturas respecto al hallazgo de objetos determinados.
5." Cuando nos ha sido posible, y siempre de una manera
sucinta, damos cuenta de los exploradores y de los ebjetos
encontrados por ellos.
La lectura de las diferentes obras que hemos tenido 4 nues-
tra disposicion, nos ha sugerido varias observaciones, que sin
pretension alguna didactica y sdlo por creerlas titiles 4 los
naturalistas exploradores nos vamos a permitir exponerlas.
Consiste una de ellas en queen la terminologia que se emplea
en obras antiguas y aun en algunas escritas antes de la mitad
del presente siglo, se nota que se llama jaspe al marmol; y
como el lenguaje vulgar de los campos se halla todavia lleno
de palabras anticuadas y de otras que como ésta tienen en el
lenguaje cientifico una acepciédn completamente distinta, las
Namadas canteras de jaspe, por los autores 4 que nos referi-
mos, pudiera ser que en muchos casos sean cavernas con
capas estalactiticas (como lo hemos comprobado mas de una
vez); sin embargo, en la relacién de las cavernas naturales
que sigue no hemos consignado como tales las que con dicho
nombre se encuentran en las diversas publicaciones y obras
especiales consultadas, & no constarnos que realmente entra-
ban de lleno en nuestro objeto.
Asimismo, y también como resultado de observaciones pro-
pias, tenemos que hacer presente que en varias localidades
se senalan como cuevas artificiales, y por esto en muchos
casos hemos dejado de mencionarlas, algunas que 6 no lo son,
6 de serlo pertenece su apertura 4 los tiempos Ilamados pre-
historicos, y por consiguiente entran en el cuadro, que qui-
siéramos ver completo y del que los presentes apuntes no son
ANALES DE HIST. NAT.—XXV. 17
258 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4)
mas que el bosquejo. Por regla general, el vulgo de nuestros
campos las designa con el nombre de cuevas de moros, bien
por creer que éstos las fabricaban como viviendas, bien que
las excavaban para ocultar tesoros, bien para explotar alguna.
fabulosa mina de oro 6 plata.
Es también, seguin nuestra opinidén, digno de tenerse pre—
sente el sistema seguido por un distinguido ingeniero, el
Sr. Gomis, en la exploracion de las cavidades subterraneas no
conocidas con anterioridad, mas practico y cémodo que los
usaaos generalmente y que permite encontrar la salida con
mayor facilidad que sirviéndose de una cuerda que se va des—
arrollando 6 el de senalar las paredes; el método es suma-—
mente sencillo y semejante en si 4 la conocida anécdota del
huevo de Coldn; después de sabida parece la cosa mas natural
del mundo: consiste en que el acompanante del explorador, 6
éste si va solo (Aun cuando no es conveniente hacer aislado
completamente esta clase de investigaciones), 6 si son varios,
el que marche el ultimo vaya arrojando punados de paja for-
mando un reguero en el suelo de la cueva y marcando por su
naturaleza el camino seguro a la vuelta, camino que no ofrece
la contingencia de romperse, como sucede alguna que otra
vez a las guias de cuerda, 6 el de no poder encontrar las sefa-
les que se hicieron 6 confundirlas con otras preexistentes, cosa
bastante frecuente cuando tiene alguna extensién la cavidad
y la luz no es muy suficiente; y ya que hablamos de ésta, no
se debe olvidar que la mejor manera de alumbrarse son los
faroles que en todas las posadas y casas de labor existen para
entrar en los pajares, y nunca deben emplearse los candiles
descubiertos, que puede apagar una rafaga de aire y compro-
meter grandemente al que se ha aventurado en una caverna.
Para terminar estas lineas, que como exordio van siendo ya
demasiadamente largas, haremos constar que presentamos
este catalogo como un avance susceptible de gran mejora,
sobre todo si, como esperamos, nuestros ilustrados consocios
de la espafiola de Historia natural nos auxilian con datos refe-
rentes bien 4 las cavidades senaladas, bien 4 otras de que no
nos haya sido posible encontrar noticias y sean de ellos cono—
cidas, permitiéndonos formar apéndices anuales, en que con-
signaremos las observaciones y datos que se nos comuniquen
y los que podamos adquirir por nosotros mismos.
(5) Puig.— CAVIDADES NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 259
ALAVA.
AMURRIO.
CuUEVA DE SAN JUAN, CUEVA DE LOS Moros, CuEVA DE Corro.
Téermino municipal: Valdegobia. || Datos itinerarios: Corro
dista de Villanueva de Valdegobia, cabeza de ayuntamiento,
unos 6 km.; hay diligencia diaria desde esta ultima 4 Miran-—
da. || Zerreno geologico: Conglomerados calizos eocenos.
CUEVA DE ARECHARO, CUEVA DE OQUENDO.
T. M. Valle de Oquendo. || D. 7. A 5 km. de la estacién de
Llodio (linea de Bilbao 4 Miranda), por caminos vecinales;
desde Amurrio hay 12 km. proximamente por carreteras pro-
vinciales. || 7. G. Calizas cenomanenses.
LA GUARDIA.
CUEVA DE SAN RomMAN, CUEVA DE CAMPEZO.
T. M. Campezo. || D. J. Caminos vecinales. || 7. G. Calizas
cenomanenses.
VITORIA.
CUEVA DE URRECAZOLA, CUEVA DE URRECAZULO.
T. M. Aramayona. || ). 7. Carreteras de Aramayona 4 Mon-
dragon y a Villarreal. En verano hay coche diario a Vitoria y
en invierno sdlo dos veces por semana. || 7’. G. Calizas seno-
nenses.
CUEVAS DE AMBOTO.
T. M. Aramayona. || 7’. G. Calizas senonenses.
SIMA DE OQUINA.
T. M. Arlucea. || D. 7. Los caminos que conducen a Oquina
son todos de herradura, siendo el mas corto el que va por la
parte alta de la sierra llamada Montes de Vitoria, a la carre-
tera de Vitoria 4 Logrono. || 7. @. Areniscas del cretaceo su-
perior.
260 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6)
CUEVA DE LOS GENTILES.
T. M. Asparrena. || D. 7. A 3 km. de distancia se encuentra
la estacidn de Araya, con la que se une por medio de una
carretera. || 7. G. Calizas cenomanenses.
CUEVA DE GORBEACHIQUI.
T. M. Cigoitia. || D. 7. Carretera de Bilbao a Vitoria. ||
T. G. Calizas cretaceas.
BocARRON DE ZARAGUA
T. M. Cigoitia. || 7. G. Calizas cretaceas.
Pozos DE LENDIA.
T. M. Cigoitia. || 7. G. Calizas cretaceas.
CUEVA DE GUILLARTE
T. M. Cuartango. || D. 7. En el lugar de Zuazo de este ayun-
tamiento hay estacidn en la linea férrea de Miranda 4 Bil-
bao; en la misma poblacién existe un conocido balneario. ||
T. G@. Calizas cretaceas.
CUEVAS DE GoRO, CUEVAS DE GORGO, GRUTAS DE LOS HUETOS.
T. M. Los Huetos. || D. J. All km. de Vitoria por caminos
vecinales. || 7’. G. Calizas cretaceas.
CUEVAS DE MARQUINEZ.
T. M. Marquinez. || D. 7. A 5 km. de Vitoria. || 7. G. Arenis—
cas cretaceas y calizas numuliticas. || Hzp/. Adan de Yarza:
figuras toscamente esculpidas y sepulcros 6 nichos abiertos
en la roca.
ALBACETE.
ALCARAZ.
CUEVA DE MONTESINOS.
T. M. Ossa de Montiel. || D. 7. Caminos de herradura; hay
3 posadas. || 7’. G. Calizas rojas espatizadas triasicas. || Hzp/. Oe
vantes, Pellicer, Clemencin, Prado, Caminero, Pato.
(7) Puig.—CAVIDADES NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 261
CUEVAS DE LAS OVEJAS.
T. M. Ossa de Montiel. || 7’. G. Calizas triasicas.
CuEVA DE Hoyo GuarpIA, CUEVA DE LOS CHORROS DE Royo
GUARDA, CUEVA DE LA ALMENARA, CUEVA DEL MunNpDo.
T. M. Ridpar. || D. 7. Carretera de Elche al Puerto del Are-
nal (Jaén); hay 3 posadas. || 7’. G. Calizas cretaceas. || Botella.
ALMANSA.
CAVERNA DE CASAS DE DELGADO.
T. M. Alpera. || D. 7. Estacion del ferrocarril de Madrid a
Alicante; hay 2 posadas. || 7. G. Calizas cretaceas.
CASAS IBANEZ.
CASAS DE LOS Moros.
L. M. Jorquera. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Calizas
miocenas.
CUEVA DEL PASEO DEL Rey Moro.
T. M. Jorquera. || 7. G. Calizas miocenas.
CUEVA DEL MOLINAR.
T. M. Motilleja. || D. 7. A 18 km. de Albacete por caminos
vecinales; hay posada. || 7. G. Calizas miocenas.
CuEVA ALTA.
T. M. Villa de Ves. || D. 7. Caminos vecinales. |] 7’. G. Calizas
cretaceas.
CHINCHILLA.
CUEVA DE LA ENCANTADA.
T. M. Chinchilla. || D. 7. Chinchilla tiene estacién en las
lineas férreas de Madrid 4 Alicante y de Chinchilla 4 Carta-
gena, carretera de Madrid 4 Valencia; hay 2 fondas y 2 posa-
das. || 7’. G. Calizas cretaceas.
262 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8)
HELLIN.
SIMA DE TOBARRA.
7. M. Tobarra. |} D. 7. Estacién en la linea de Chinchilla a
Cartagena; hay 3 posadas. || 7’. G@. Calizas triasicas?
YESTE.
CUEVA DE LA TOBA.
T. M. Ayna. || D. J. Desde Hellin por caminos vecinales. ||
T. G. Calizas triasicas.
@CUEVA DE LA Mina?
T. M. Letur. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Calizas cre-
taceas?
CUEVA DE LA RaDa.
7. M. Molinicos. || D. 7. Caminos vecinales; hay 3 posadas. ||
T. G. Calizas cretaceas.
ALICANTE.
ALCOY.
CUEVA DE SAN JULIAN.
T.M. Alcoy. || D. 7. Estacién en el ferrocarril de Alcoy a
Gandia; diligencias 4 Villena, Albaida, Alicante y Baneras;
hay 3 casas de huéspedes y 14 posadas. || 7’. G. Terciario nu-
mulitico. || Hep. Ehlers descubrié en ella el Speleochlamys
Ehlersi, Diek.
Cova BLANCA.
T.M. Agrés. || D. 7. Hay una carretera que atraviesa el valle
de Agrés en direccién a Villena y otra que conduce a Albai-
da. || 7. G. Calizas cretaceas.
CUEVAS DE MARIOLA.
Tf. M. Agrés. || Z. G. Calizas cretaceas.
ALICANTE.
CUEVA DEL BORRACHO.
T. M. Alicante. || 7. G. Calizas? cuaternarias?
(9) Puig.—CAVIDADES NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. — 2638
CALLOSA DE EN SARRIA.
CUEVAS DE LA PENA.
T. M. Bolulla. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Calizas
miocenas?
MONTE DELS AVENCHS.
T.M. Bolulia. || 7. G. Calizas miocenas?
CUEVAS DE BERNAL.
T. M. Calpe. || D. 7. Carretera de Alicante 4 Silla; hay coches
diarios y posada. || 7. @. Calizas miocenas.
CUEVA DEL CABO Torx.
T. M. Calpe. || 7. G. Calizas miocenas.
COCENTAINA.
CAVERNA DEL TUSAL.
7. M. Planes. || D. 7. Planes se halla a unos 4 km. de la
estacién de Beniarrés, en la linea de Alcoy 4 Gandia. || 7. @.
Calizas triasicas. || Hzpl. Bowles.
CUEVA DE LA ENCANTADA.
T. M. Planes. || 7’. G. Calizas cretaceas. /
DENIA.
CUEVA DEL AGUA.
T. M. Denia. || D. 7. Estacién de la linea de Carcagente a
Denia; hay 2 fondas, 2 casas de huéspedes y 3 posadas. Para
subir al Mong se conocen nueve senderos, a los cuales se les
da en el pais los nombres siguientes: Trencall del Cabo Gordo,
Escalete, Barranch dels Emboxards, Single de la Cordeta,
Assegadors, Portal, Portalet, Punta del Cabo Prim, Barranch
de la Yedra. || 7. G. Calizas cretaceas. || Zzpd. D. Felipe II,
Mechain, Biot, Chaix, Rodriguez, etc.
Cova AMPLA.
7. M. Denia. || 7. G. Calizas cretaceas.
264 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10)
Cova DE BONARMINI.
T. M. Denia. || 7. G. Calizas cretaceas.
CovA DEL LLIT DEL CAMP.
T. M. Denia. || 7. G. Calizas cretaceas.
Cova DE ANDRENET.
7. M. Denia. || 7. G. Calizas cretaceas.
Cova CORTADA.
7. M. Denia. || 7’. G. Calizas miocenas.
CUEVA DE LA PUNTA DE BENIMAQUIA.
T. M. Denia. || 7. G. Calizas cretaceas.
CovA DE LES CALAVERES, CUEVA DE LAS CALAVERAS, CUEVA DE
? ?
BENIDOLEIG.
7. M. Benidoleig. || D. J. A 11 km. de Denia por caminos
vecinales. || 7. G@. Calizas numuliticas. || Hzp7. En 1768 se en-
contraron un martillo de hierro, 12 calaveras y diversos hue-
sos humanos en la parte inferior de la cueva. En 1843 se repi-
tid el reconocimiento de la misma, no hallandose nada de par-
ticular.
CUEVAS DE JAVEA, CUEVAS DEL CABO San MarrTIN.
T. M. Javea. || D. £. Javea dista 5,5 km. de Denia; diligen-
cias 4 Vergel y a Alicante; linea de vapores para Alicante y
Argel; hay 3 posadas. || 7. G. Margas miocenas.
CUEVA DEL AGUA DULCE.
T. M. Javea. || 7. G. Margas miocenas.
Ext PoRTICHOL.
T. M. Javea. || 7. G. Margas miocenas.
CUEVA DEL‘ Oro.
T. M. Javea. || 7. G. Margas miocenas.
CUEVA DEL ORGANO, CUEVA DE LAS PALOMAS.
T. M. Javea. || 7. G. Margas miocenas.
(1) Puig.—CAVIDADES NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 265
CUEVA GRANDE.
T. M. Javea. || 7. G. Margas miocenas.
SUEVAS DE LA GRANADELLA.
T. M. Javea. || 7. G. Margas miocenas y calizas cretaceas,
Pozo DE LA ALBERCA.
T. M. Pedreguer. || D. 7. A 5 km. de la estacién de Vergel
(linea de Carcagente a Denia); hay café y casino. || 7. G. Cali-
zas cretaceas.
JIJONA.
GROTA DELS CANELONS, CAVERNA DE LOS CANELONES.
T. M. Busot. || D. 7, Caminos vecinales; 414 km. de Jijona. ||
T. G. Calizas triasicas. || Hapl. Valdés (D. Cayetano), Lagasca,
Cavanilles.
AVENCH DEL INFERN, BOCA DEL INFIERNO.
T. M. Busot. || 7. G. Calizas triasicas.
EL SIMARRO.
T. M. Ibi. || D. J. Caminos vecinales; hay 3 casinos. |] 7. G.
Calizas? numuliticas.
SIMA DE ONIL.
T. M. Onil. || D. 7. Carretera de Villena 4 Alcoy; hay 2 po-
sadas. || 7. @. Calizas numuliticas.
MONOVAR.
CUEVA DEL VERDUGO.
T. M. Salinas. |! D. J. A 9 km. de la estacién de Torrevieja;
hay posada. || 7. G. Calizas miocenas.
Cova Fria.
T. M. Hl Pinoso. || D. 7. Diligencias 4 Mondévar; hay 4 posa-
das. || 7’. G. Calizas miocenas.
266 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12)
NOVELDA.
CUEVAS DE SIERRA GORDA.
T. M. Novelda. || D. 7. Estacion del ferrocarril de Madrid a
Alicante; carreteras de Ocana 4 Alicante, de Novelda 4 Torre-
vieja y de Aspe a4 Santa Pola. || 7. G. Margas miocenas.
CUEVA DE SAN PASCUAL.
T. M. Monforte. || D. Z. A corta distancia pasa el camino
carretero que va desde Elche 4 Agost, atravesando la carretera
de Madrid, en la Venta del Batlo. || 7. G. Calizas tridsicas?
ORIHUELA.
SIMA DE ORIHUELA.
T. M. Orihuela. || D. 7. Estacién de la linea de Alicante a
Murcia; hay 2 fondas y 3 posadas. || 7. G@. Calizas? triasicas?
CuEVA DE Roca.
T. M. Orihuela. || 7. G. Calizas terciarias? || #zp/. Vilanova:
restos humanos, conchas. Lopez y Moreno: perlas de esteatita
y de serpentina y algunas puntas de flecha.
CUEVAS DE HURCHILLO.
7. M. Orihuela. || 7. G. Calizas miocenas.
PEGO.
Cova SANTA.
T. M. Vall de Ebo. || D. 7. A 5 km. de Pego y 15 de la esta--
cidn de Gandia (linea de Carcagente 4 Gandia). || 7. G@. Cali-
zas eocenas.
COVETA DEL SALT.
T. M. Vall de Laguart. || D. Z| A 15 km. de Pego por cami-—
nos vecinales. || 7’. G. Calizas cretaceas.
Cova DEL MiTspia.
7. M. Vall de Laguart. || T. @. Calizas cretaceas.
(13) Puig.—CAVIDADES NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 267
ALMERIA.
ALMERIA.
GRUTA DE LA FUENTE.
T. M. Almeria?
CUEVA DEL Buso, CUEVA DE CABO DE GaTA.
T. M. Almeria. || 7’. G. Traquitas y doleritas. || Hzpl. Bowles.
CUEVA DE LOS GENOVESES.
T. M. Almeria. || 7. G. Traquitas y doleritas. || Avp/. Donayre.
CuEVAS DE Costa NortE, CUEVAS DE LA ISLA DE ALBORAN.
T. M. Almeria? || 7. G. Margas terciarias.
BERJA.
CUEVA DE SAN TESIFON.
T. M. Berja. || D. 7. Carreteras 4 Dalias, Roquetas y Adra;
diligencias diarias 4 Almeria; coche correo 4 Adra; hay 2 ca-
fés y 2 fondas. || 7’. G@. Calizas triasicas.
CUEVA DE LA GUARDIA VIEJA.
7. M. Dalias. || D. /. Carretera de Berja 4 Ugijar; diligencias
diarias 4 Berja y Almeria; hay 3 cafés y fonda. || 7’. @. Calizas
tridsicas.
CANJAYAR.
CUEVA DE NIELES.
T. M. Canjayar. || D. 7. De Canjayar parte una carretera de
6 km. 4 Alcora, en la de Murcia 4 Laujar, y otra de Laujar 4
Gador atraviesa 21 término; diligencia diaria a Almeria; hay
4 posadas. || 7. @. Calizas triasicas. || Hrp/. En 1841 se la ex-
ploré cn busca de tesoros que se suponia existian en ella; se
encontraron restos humanos y ceramica, que destruirian pro-
bablemente los mismos que los hallaron.
268 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14)
CUEVA DEL SABINAR.
7. M. Fondon. || D. 7. A 14 km. de Canjayar; caminos veci-
nales; hay 2 posadas. || 7. G. Calizas triasicas?
GERGAL.
CUEVA DE ABRUCENA.
7. M. Abrucena. || D. 7. A 3 km. de la poblacién pasa la
carretera de Granada. || 7’. G. Calizas cambrianas? || Hzp/. Gon-
gora encontré esqueletos humanos con adornos de paja.
HUERCAL OVERA.
CUEVA DE ALBOX.
T. M. Albox. || D. 7. Diligencias diarias de Huércal Overa a
Purchena; 4 3 km. de la estacién de Albox Almanzora con
coches a la llegada de los trenes; hay 3 fondas. || 7. G. Maci-
nos miocenos.
GRUTA DE LA SIERRA.
T. M. Huércal Overa. || D. J. Carretera de Almeria 4 Murcia
y de Huércal & Baza; estacién del ferrocarril de Murcia 4 Gra-
nada por Lorca; hay 3 fondas. || 7. G. Calizas triasicas meta—
morfoseadas. || Hapl. Cortazar.
PURCHENA. $
CUEVA DE LA PALOMA.
7. M. Bayarque. || D. 7. Caminos de herradura; 4 8 km. de
Purchena. |! 7’. G. Calizas estrato-cristalinas.
CUEVA DE LA MORCIGUILLA.
T. M. Seron. || D. 7. Carretera de Huércal Overa a Baza; es—
tacién de la linea de Murcia a Granada; hay 2 posadas. ||
7. G. Calizas estrato-cristalinas. |} Hap/. Gongora: se hallaron
restos humanos, armas de cobre y vasijas de barro.
CUEVA DE LA SARNA.
7. M. Seron. || 7. G. Arcillas siliceas y cuarcitas del estrato-
cristalino. |} Hap/. Gdngora: cadaveres con trajes y sombreros
de palma, armas de cobre y de piedra.
(15) Puig.—CaAVIDADES NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 269
VELEZ RUBIO.
CUEVA DE La JITANA.
7. M. Maria. || D. 7. Caminos vecinales; hay restaurant y
4 herbolarios recolectores. {| 7’. @. Calizas jurasicas. || Hzp/.
Cortazar.
CUEVA DE PorTAL CHICO.
T. M. Maria. || 7. G. Calizas jurasicas. || Zvpl. Cortazar: no
hallo nada que justificase el hallazg@o, que se supone, de gran-
des huesos que se remitieron al Instituto de Lorca.
CUEVA DEL AIRE.
T. M. Maria. || 7’. G. Calizas jurasicas.
CUEVA DE LOS LETREROS.
T. M. Vélez Bianco. || D. 7. Caminos vecinales; dista de
Vélez Rubio unos 7 km. || 7’. G. Calizas jurasicas. || Hzp/. Gon-
gora: restos humanos, ceramica?
CUEVA DE JUAN PESCADOR.
T. M., Vélez Blanco. || 7. G. Calizas jurasicas. |] Hzpl. Cor-
tazar.
CUEVA DE LA FUENTE DE LOS MOLINOS.
T. M. Vélez Blanco. || 7’. G. Calizas jurasicas.
GRUTAS DEL MAIMON.
T. M. Vélez Blanco. || 7. G. Calizas jurasicas. || Hzpl. Cor-
tazar.
CUEVA DE LOS GORULLOS.
T. M. Vélez Blanco. || 7. G. Calizas magnesianas triasicas.
CUEVA DE LA ENCANTADA.
T. M. Vélez Blanco. || Toba cuaternaria. || Hzpl. Cortazar.
CUEVA DEL Toro.
7. M. Vélez Rubio. || D. J. Carretera de Murcia a Granada;
coche diario 4 Baza; hay café, fonda y 2 posadas. || 7’. G. Cali-
zas triasicas metamorfoseadas.
270 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (16)
CUEVA DE ESCIPION.
T.M. Vélez Rubio?
VERA.
CUEVA DE GATAS?
7. M. Mojacar. || D. 7. Mojacar dista 11 km. de Vera. ||
7. G. Calizas triasicas. |] #vpl. Hermanos Siret.
CUEVA DEL CABEZO DEL Moro.
7. M. Antas. || D. 7. A 5 km. de Vera. || 7. G. Margas plio-
cenas. || Hzp/. Hermanos Siret: en el interior hallaron, una al
lado de otra, dos sepulturas formadas de piedras de canto sin
cubrir; no habia osamentas, sdlo encontraron una taza de
barro cocido labrada 4 mano.
AVILA.
AVILA.
CUEVA DEL VOLTOYA.
7. M. Tolbanos. || D. J. A 5 km. de la estacién de Mingorria
(linea de Madrid a Irun). || 7. G. Rocas graniticas.
BADAJOZ.
ALBURQUERQUE.
CASA DE LA MONEDA.
T. M. San Vicente de Alcantara. || D. Z. Estacién en la linea
de Madrid a Caceres y Portugal; hay 2 cafés y fonda. ||
7. G. Calizas silurianas.
FREGENAL DE LA SIERRA.
CUEVA DE GURUVIEJO, CUEVA DE GURGURUVIEJO.
7. M. Burguillos. j] D. 7. Carretera 4 la estacién de Zafra
(linea de Zafra 4 Huelva); hay 3 posadas. || 7’. G. Calizas silu-
rianas.
(17) Puig.—CAVIDADES NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES, 271
CUEVA DEL AGUA.
T. M. Fuentes de Leon. || D. Z. Caminos vecinales; 4 15 km.
de la estacién de Fregenal (linea de Zafra & Huelva). ||
T. G. Calizas silurianas.
JEREZ DE LOS CABALLEROS.
ZCUEVA DEL RIO OLIva?
7. M. Oliva de Jerez. || D. 7. Diligencia diaria 4 Fregenal de
la Sierra; hay 3 paradores y 2 casas de huéspedes. || 7. G. Ca-
lizas silurianas.
CuEVA DE BARBELLIDO.
7. M. Salvaleén. || D. J. Caminos vecinales. || 7. G. Calizas?
silurianas.
MERIDA.
La ALHAMBRA.
T.M. Alanje. || D. 7. Alanje esta situado a4 7km. de la Zarza
(linea de Ciudad-Real a Badajoz). |] 7’. G. Calizas silurianas.
CuEVA DE Los MARTIRES.
T. M. Arroyo de San Servan. || D. 7. Caminos de herradura;
a7km. proximamente de las estaciones de Garrovilla (linea
de Ciudad-Real 4 Badajoz), Calamonte y Torremejia (linea de
Mérida a Sevilla). || Z. G. Calizas terciarias.
Curva LADRONERA.
7. M. Oliva de Mérida. || D. 7. Caminos vecinales; hay po-
sada. || 7’. G. Calizas silurianas.
CuEVA CHARNECA.
T. M. Oliva de Mérida. || 7. G. Calizas silurianas.
OLIVENZA.
MINAS DE LOS ALBARBES.
7. M. Alconchel. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Calizas?
silurianas.
272 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (18)
BALEARES.
IBIZA.
(ISLA DE IBIZA.)
EL, Puig DES AVENCHS.
7. M. San Agustin. || Z. G. Calizas neocomienses.
CUEVA SANTA,
7. M. Ibiza. || D. J. Caminos de herradura de Ibiza a San
José; servicio de vapores con las demas islas y con Valencia;
carreteras de Ibiza a San Antonio y a San José. || Z. @. Calizas
neocomienses.
CovA DE LAS FONTANELLAS.
7. M. Santa Inés. || 7. G. Calizas neocomienses.
ISLA FORMENTERA.
CUEVA DE PENAS ALTAS.
7. M. Formentera (San Francisco Javier). || Z. G. Calizas
cuaternarias.
ISLA DE TAGOMAGO.
CUEVA DE TAGOMAGO.
7. M. Santa Eulalia. || 7’. G. Dolomias triasicas.
INCA.
(ISLA DE MALLORCA.)
Ei BuFLADOR.
7. M. Alaro. || D. 7. Estacion de la linea férrea de Alaré a
Consell; tranvia de Alaré a la estacién: diligencia & Palma. ||
T. G. Calizas jurasicas.
CLOT DEL ARAM.
7. M. ¥Escorca. || D. J. Caminos vecinales. || 7. G. Calizas
jurasicas.
(19) Puig.—CAVIDADES NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 278
CovA DELS PORCHS.
7. M. Pollensa. || D. 7. Puerto de escala para los vapores de
Barcelona @ Ciudadela; diligencia 4 Inca y 4 la Puebla; hay
3 fondas. || 7’. G. Calizas jurasicas.
CLOT DEL’OR.
7. M. Pollensa. || 7’. G. Calizas jurasicas.
CovAS DE SAN VICENS.
T. M. Pollensa. || 7’. G. Calizas jurasicas. || Hap]. Martorell y
Pena, Sampere y Miquel.
MAHON.
(ISLA DE MENORCA.)
CaLAS CoVAS.
ZT’. M. Alayor. || D. J. Camino vecinal de Mahon 4 Ciudadela;
diligencias-correos; hay fonda y café. || 7’. G. Calizas del mio-
ceno medio.
CUEVA DE SANTA GALDANA.
7’. M. Ciudadela. || D. 7. Caminos vecinales; vapor semanal
a Barcelona. || 7’. G. Calizas miocenas.
CUEVA DEL DEGOLLADOR.
T. M. Ciudadela. || 7’. G. Calizas miocenas.
CUEVA DE SANTANDRIA.
T. M. Ciudadela. || 7. G. Calizas miocenas.
CUEVAS DE ADAYA.
TL. M. Ciudadela. || 7. G. Calizas miocenas.
Cova PARELLA.
7. M. Ciudadela. || 7’. G. Calizas miocenas.
Cova DEL LLACH.
T. M. Ciudadela. || 7. G. Calizas miocenas.
ANALES DE HIST. NAT. — XXV¥. 18
274 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (20)
CovA DEN LOSAN.
T. M. Ciudadela. || 7’. I. Calizas miocenas.
EL FUELLE DEL DIABLO.
T. M. Ciudadela. || 7. G. Calizas miocenas.
CAVERNA DE LAS OSTRAS.
T. M. Mahon. || D. 7. Carreteras de Mahén a4 Ciudadela, 4
Villa Carlos, 4 San Luis, 4 San Clemente y 4 Alayor; vapores
a Barcelona y a Palma; diligencias diarias 4 Ciudadela; hay
2 fondas. || 7’. G. Calizas miocenas.
MANACOR.
(IsLA DE MALLORCA.)
Covas DE ARTA, Covas DE LA Ermita.
T.M. Arta. || D. 7. Se sale de Palma en el tren de las seis de
la manana, llegando a Manacor a las ocho y media; en esta
poblacion se toman las tartanitas llamadas carri/ets y se Nega
a Arta a las dos de la tarde; desde aqui hay que dirigirse por
senderos a las cuevas, que estan 4 unas 2 leguas a la orilla
del mar, cerca de la desembocadura del torrente de Canamel. ||
T. G. Calizas cuaternarias.
CUEVAS DE Son CovaSs.
7. M. Campos. || D. J. Dos caminos vecinales, uno 4 Fela-
nitx y el otro 4 Borreras; diligencias 4 Palma; hay 5 cafés y
establecimiento balneario. {| 7’. G. Calizas miocenas.
CUEVA DE FELANITX.
T. M. Felanitx. || D. J. Desde Felanitx 4 Puerto Colén hay
carretera; diligencia diaria 4 Palma. || 7. @. Calizas mio-
cenas.
Cova DEL DracH, Covas DE MANACOR.
7. M. Manacor. || D. J. Estacion de la linea de Palma a
Manacor; hay 4 fondas. || 7’. @. Calizas miocenas y cuater-
narias.
Q1) Puig.—CAVIDADES NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 275
GRUTAS DE SON LLUIS DE PORRERAS.
L. M. Porreras. || D. 7. Diligencias diarias 4 Palma; hay
2 fondas.
CAVERNA DE Son Pou.
7. M. Villafranca. || D. J. A 10 km. de Manacor.
PALMA.
(ISLA DE MALLORCA.)
CUEVA DE CANET.
T. M. Ksporlas. || D. Z. Desde Esporlas hay diligencias
diarias 4 Palma, Banalbufar, Valldemosa y Establiments. ||
T. G. Calizas liasicas.
GRUTAS DE LA GRANJA.
T. M. ksporlas. |] 7’. G. Calizas liasicas.
CUEVA DEL PUERTO.
T. M. Kstellenchs. || D. 7. Caminos vecinales. || 7’. G. Calizas
liasicas 2?
CAVERNA DE BELLVER.
T. M. Palma. || D. 7. Estacion en la linea de Palma a Inca
y Manacor; tranvia de Palma a Porto Pi; hay 4 fondas. ||
T. G. Calizas miocenas.
ISLA CABRERA,
CUEVA DEL OBISPO.
T. G. Calizas neocomienses.
BARCELONA.
BERGA.
Cova TUTA.
7. M. Castellar de Nuch. || D. Z. Caminos vecinales. ||
T. G. Calizas triasicas.
276 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (22)
Cova DEL SALT DEL LLopP.
T. M. Castellar de Nuch. || 7. G. Calizas triasicas.
BALMA DE TRUCAFORT.
T. M. Castellar de Nuch. || 7. G. Calizas numuliticas.
LE Forat Mico.
7. M. Cardona. || D. J. Carretera de Manresa 4 Cardona;
hay 4 cafés. || 7. G. Margas terciarias.
La Bora GRAN.
7. M. Cardona. || 7. G. Margas terciarias.
La Borta.
7. M. Montmajor. || D. Z. Caminos vecinales. || 7’. G. Calizas.
eocenas.
GRANOLLERS.
CUEVAS DE LA CASCADA DE SAN MIGUEL.
T. M. Bigas. || D. 7. Caminos de herradura. Desde la Ga-
rriga (estacién de la linea de Barcelona a San Juan de las
Abadesas) hay 7 km. pasando por Riells; desde Figaré (apea-
dero de la misma linea) 4 km. por Monmany, y desde Caldas
de Mombuy (estacidn) 12 km. || Z. G. Calizas cretaceas y
tobas.
CUEVA DE SAN MIGUEL DEL Fay.
T. M. Bigas. || 7. G. Calizas cretaceas y tobas.
CUEVA DE LA ERMITA.
T. M. Bigas. || 7. G. Calizas cretaceas y tobas.
CovA DE VALLDERROS.
T. M. Bigas. || 7. G. Calizas cretaceas.
CAVERNA DE LA BANCO.
T. M. Bigas. || Calizas cretaceas.
(23) Puig.—CAVIDADES NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 277
Cova DEL Moro, Cova DEL Pf.
T.M. Bigas. || 7.G. Brechas calizas cretaceas. || Hzpl. Graells
en 1825.
COVA DELS MOLTONS.
T. M. Caldas de Mombuy. || D. 7. Caldas (estacién de la linea
de Mollet 4 Caldas de Mombuy; hay balneario. || 7. G. Calizas
devonianas?
COVA DE GUANTA.
7. M. Caldas de Mombuy. || 7. G. Calizas devonianas?
AVENCH DE CASTELLET DE DATT.
7’. M. Caldas de Mombuy. |] 7. G. Conglomerado calizo nu-
mulitico. || Hxpl. Graells y Balart en 1825.
La Casa Fatsa.
T. M. San Feliu de Codinas. || D. Z. A unos 3 km. de la Ga-
rriga (estacién de la linea de Barcelona 4 San Juan de las
Abadesas). || 7’. G. Calizas triasicas. || Hvp/. Maspons.
COVA DE LA VERGE.
T. M. Taganament. || D. 7. Caminos de herradura; 4 unos
5 km. de la estacién de San Martin (linea de Barcelona 4 San
Juan de las Abadesas). || 7. G. Calizas tridsicas.
IGUALADA.
GRUTA DE CAPELLADES.
T. M. Capellades. || D. 7. Estacién de la linea férrea de Igua-
lada a Martorell; diligencias 4 Martorell y San Saturnino de
Noya; hay 2 fondas. || 7’. @. Calizas devonianas.
Cova DEL MACaRI.
T. M. Collbato. || D. Z. De Barcelona 4 Martorell por el ferro-
carril; en esta ultima hay tartanas que llevan 4 Esparraguera,
y desde aqui 4 Collbaté hay una hora de camino que puede
hacerse a pie 6 en carruaje por la carretera de Igualada. En
Collbaté hay la posada de las Cuevas. También puede irse del
278 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (24)
Monasterio de Monserrat 4 Collbaté en caballertas. || 7’. G. Con-
glomerado y margas numuliticas.
BAUMA DE LO REMAT.
7.M. Collbato. || 7. G. Conglomerados y margas numuliticas.
CUEVAS DE MONTSERRAT, CUEVAS DE COLLBATO.
T. M. Collbato. || Z. G. Conglomerado califero, areniscas y
marga numulitica.
SIMAS DE MONSERRAT.
7. M. Collbato. || 7. G. Conglomerado califero numultico.
Cova DE FRANSOLA.
7. M. Santa Maria de Mirallés. || D. 7. Caminos vecinales. ||
T. G. Calizas cretaceas.
MANRESA.
CUEVA DE SAN IGNACIO.
T. M. Manresa. || D. 7. Estacion en los ferrocarriles de Bar-
celona a Zaragoza y de Manresa a Berga; hay 4 fondas. ||
7. G. Conglomerados calizos numuliticos.
CUEVA DE LA VIRGEN.
T. M. Monistrol. || D. 7. Estacion de la linea de Barcelona a
Zaragoza y del ferrocarril de cremallera de Monistrol a Mon-
serrat. || 7. G. Conglomerado numulitico.
CUEVA DEL DIABLO, CUEVA DE SATANAS.
T. M. Monistrol. || 7. G. Conglomerado califero numulitico.
CUEVA DE Fray JUAN GARIN.
T. M. Monistrol. || 7. G. Conglomerado califero numulitico.
SIMA DE SAN SALVADOR.
T. M. Monistrol. || 7. G. Conglomerado calizo numulitico.
CovA DE LA MENTIROSA.
T. M. Monistrol. || 7. G. Calizas y conglomerados eocenos.
(25) Puig.—CAVIDADES NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 279
CUEVA DE LA TOSOA.
T. M. Moya. || D. Z. Carretera de Manresa a Vich y de Moya
a Mollet; hay 2 fondas. || 7. G. Calizas numuliticas.
BAUMAS DE MuRA.
T. M. Mura. || D. 7. Caminos carreteros 4 Manresa y San
Vicente de Castellet. || 7. G. Conglomerados y calizas numu-
liticas.
Cova SANTA.
T. M. Santa Cecilia de Montserrat. || D. 7. La carretera de
Barcelona a Lérida pasa por las inmediaciones. || 7. G. Calizas
y conglomerados numuliticos.
MATARO.
CUEVA DEL CorRREDO.
T. M. Dosrius. || D. 7. A unos 5 km. de la estacion de Llinas
(linea de Barcelona a Francia (interior). || 7. G. Rocas gra-
niticas.
CUEVAS DE LA CISA.
T. M. San Pedro de Premia. || D. 7. Estacién de Premia de
Mar (linea del litoral en el ferrocarril de Barcelona a Fran-
cia). || 7. G. Rocas graniticas?
CUEVA DE MONGAT.
T. M. Tiana. || D. J. Mongat (estacidn en la linea del litoral
de Barcelona 4 Francia). || 7. G. Calizas devonianas.
SABADELL.
Cova DE NA GUILLEUMA.
T. M. Moncada. || D. 7. Estaciones de la linea de Barcelona
a Zaragoza, de Barcelona 4 San Juan de las Abadesas y de
Barcelona a Francia (interior). || 7. G. Calizas devonianas?
Cova DEL CASTELL.
T. M. Moncada. || 7. G. Calizas devonianas?
280 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (26)
CovA DEL HERMITA.
T. M. Moncada. || 7. G. Calizas devonianas.
Cova DE LA MARE DE DEv.
T. M. Moncada. || 7. G. Calizas devonianas?
CAVERNA DE CASA SANS.
T. M. Moncada. || 7. G. Caliza tobacea cuaternaria. ||
Hrpl. Almera: encontré restos de oso pardo y una valva de
Pectunculus glycimeris.
SAN FELIU DE LLOBREGAT.
Cova Bonica.
T. M. Castelldefels. || D. 7. Estacion de las lineas de Barce-
lona a Zaragoza por Reus, de Valencia 4 Barcelona y de Bar-
celona 4 Picamoixons. || 7. G. Calizas cretaceas.
Cova Fosca.
T. M. Castelldefels. || 7. G. Calizas cretaceas.
Cova FuMADA.
T. M. Castelldefels. || T. G. Calizas cretaceas.
Pou DE LAS AGULLAS.
T. M. San Cristéfol de Begas. || D. 7. Carretera 4 Gava (esta-
cién de la linea de Barcelona 4 Zaragoza por Reus); hay cafés
y fonda. !| 7. G. Calizas cretaceas.
AVENCH DEL CLOos.
T. M. San Cristdéfol de Begas. || 7. G. Calizas cretaceas.
CUEVAS DE PENA BLANCA.
T. M. Vallirana. || D. 7. Carretera de Tarragona 4 Barcelo-
na. || 7. G. Margas triasicas.
TARRASA.
Cova DEL DRACH.
T. M. Matadepera. || D. 7. Desde Barcelona a Sabadell en
(27) Puig.—CAVIDADES NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 281
ferrocarril; de Sabadell 4 Castellar en diligencia; de Castellar
al Monasterio de San Llorens del Munt 4 pie, tres horas; desde
Tarrasa por Matadepera a San Llorens, tres horas. |] 7. G. Ca-
lizas eocenas.
COVES DELS ESTABLES.
T. M. Matadepera. || 7. G. Conglomerados eocenos.
Los OBIts.
T. M. Matadepera. || T. G. Conglomerados califeros eocenos.
Cova SIMANYA.
T. M. Matadepera. || 7. G. Conglomerados califeros eocenos.
Cova DEL FONDAL.
T. M. Matadepera. || 7. M@. Conglomerados califeros eocenos.
Cova DE SANTA AGNES.
T. M. Matadepera. || T. G. Conglomerados y calizas eocenas.
Cova DEL FRARE, CAU DE LA MONEDA.
T. M. Matadepera. || JT. G. Calizas? eocenas?
VICH.
CUEVAS DE MARFA, CUEVAS DE LA Tosca.
T. M. Castellcir. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Calizas
cuaternarias.
Cova DELS ENCANTATS.
T. M. San Quirse de Besora. || D. 7. Estacién del ferrocarril
de Barcelona 4 San Juan de las Abadesas.||| 7. G. Calizas
eocenas.
CUEVA DE SAN SEGIMON, CUEVA DE SAN SEGISMUNDO.
T. M. Seva? || D. J. Caminos de herradura; en el santuario
de San Segimon, abierto solamente de Junio 4 mediados de
Octubre, se puede comer y aun en caso necesario dormir. ||
T. G. Rocas graniticas.
232 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (28)
Covas DELS HERMITANS, CovAs DEL MONSENY.
T. M. Seva?|| T. G. Rocas graniticas? y calizas silurianas?
CUEVA DE SAN MIGUEL DE LOS SANTOS.
T. M. Seva?|| T. G. Calizas silurianas?
VILLAFRANCA DEL PANADES.
Cova DE L’AMETLLO.
T. M. Olérdola. || D. 7. Desde San Miguel de Olérdola hay
una senda que en poco mas de media hora conduce a esta
cueva; puede irse también por Moja (2 km. al 8. de Villafran-
ca), can Castellvi y can Guimet en hora y media. || 7. /. Ca-
lizas miocenas.
CovA DE LAS CALAVERAS.
T. M. Pontons. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Calizas
triasicas.
CUEVAS DE LAS VINAS.
T. M. Pontons. || 7. G. Calizas triasicas.
COVES D’ORDAL.
T. M. Subirats. || D. 7. Carreteras de Barcelona a Zaragoza
y de San Boy a la Llacuna; 4 9 km. de la estacién de San
Sadurni de Noya (linea de Barcelona a Valencia). || 7. G. Ca-
lizas cretaceas. |
COVA DE LA VERGE.
T. M. Torrellas de Foix. || D. 7. Caminos vecinales; a 14 km.
de la estacién de Villafranca del Panadés (linea de Barcelona
a Tarragona). || 7. G. Calizas y margas triasicas.
Covas DEL Tux6.
T. M. Torrellas de Foix. || 7. G. Calizas infracretaceas.
Covas DELS Bovus.
T. M. Torrellas de Foix. || T. G. Calizas triasicas.
(29) Puig.—CAVIDADES NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 283
VILLANUEVA Y GELTRU.
CUEVAS DE PuNnTA GROSSA.
T. M. Villanueva y Geltru. || D. 7. Estacion del ferrocarril
de Tarragona a Barcelona. || 7. G. Calizas miocenas.
BURGOS.
BRIVIESCA.
CAVERNA DE SAN VITORES?
T. M. Cantabrana. || D. Z. Caminos de herradura. || 7. G. Ca-
lizas cretaceas.
BURGOS.
CUEVA DE ATAPUERCA, CUEVAS DE IBEAS.
T. M. Ibeas de Juarros. || D. 7. A corta distancia de la boca
de la cueva pasa la carretera de Burgos 4 Logrono. || 7. G. Ca-
lizas cretaceas. || Hzp/. Sampayo y Zuaznavar.
CuEVA CIEGA.
T. M. Ibeas de Juarros. || T. G. Calizas cretaceas. || Zap/.
Arino é Inclan en 1863: encontraron restos humanos de extraor-
dinaria magnitud (2), un colmillo de elefante y una concha
marina. Sampayo y Zuaznavar en 1868.
CUEVA DEL CASTILLO?
T. M. Burgos. || D. 7. Estacién de la linea de Madrid a Iran;
hay fondas. || 7. G. Calizas miocenas.
CUEVA DE Los Moros, CuEVA DE HUMIENTA.
T. M. Revillarruz. || D. 7. A 14 km. de Burgos. || 7. G. Cali-
zas miocenas?
CUEVAS DE SAN JUAN, CUEVAS DE UBIERNA.
T. M. Ubierna. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Calizas
cretaceas.
284 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (30)
LERMA.
CUEVAS DE CABANAS.
T. M. Cabafas de Esgueva. || D. 7. Carretera de Lerma 4
San Martin de Rubiales. || 7. G. Margas miocenas.
MIRANDA DE EBRO.
CUEVAS DE ALBAINA.
T. M. Trevino. || D. J. A 11 km. de la estacién de Manzanos
(linea de Madrid a Irun). || 7. G. Calizas eocenas.
CUEVA DE LOS Moros.
T. M. Pancorbo. || D. J. Estacién de la linea férrea de Ma-
drid 4 Irtn; hay 2 posadas. || 7. G. Calizas cretaceas.
ROA.
CUEVA DE LA VIRGEN.
T. M. Hontangas. || D. 7. Caminos vecinales; 4 12 km. de
Aranda de Duero. || 7. G. Calizas miocenas.
SEDANO.
CUEVA DE SAN MIGUEL.
T. M. Alfoz de Bricia. || D. Z. Carretera de Burgos a San-
tander. || 7. G. Calizas cretaceas.
CUEVA DEL AGUA.
T. M. Baiuelos de Rudron. || D. 7. Caminos vecinales. ||
T. G. Calizas cretaceas.
CUEVAS DE RuDRON.
T. M. Bafiuelos de Rudron. || 7. G. Calizas cretaceas.
Simas DE RupRON.
T. M. Banuelos de Rudron. || 7. G. Calizas cretaceas.
CUEVA DE SANTA COLOMA.
T. M. Sargentes de Lora. || D. Z. Caminos vecinales. ||
T. G. Calizas cretaceas.
(31) Puig.—CAVIDADES NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 285
CUEVA DE VALDEAJOS.
T. M. Sargentes de Lora. || 7. G. Calizas cretaceas. ||
Fapl. Manjon en 1876.
CUEVA DEL ESTRECHO, CUEVA DE LA FUENTE.
T. M. Orbaneja del Castillo. || D. 7. Caminos vecinales; hay
posada. || 7. G. Calizas cretaceas.
VILLARCAYO.
CUEVAS DE ANGULO.
T. M. Junta de Oteo. || D. J. Caminos de herradura. ||
T. G. Calizas cretaceas.
CUEVAS DE QUINCOCES.
T. M. Junta de Oteo. || 7. G. Calizas cretaceas.
CUEVA DEL Rio, CurvA DE PENA COMPLACERA.
T. M. Junta de Oteo. || 7. G. Calizas cretaceas.
CuEVA DE MURITA.
T. M. Junta de Villalba de Losa. || D. Z. Murita esta sitnado
a unos 900 metros al N. de Berberana, en las inmediaciones
de la carretera de Pancorbo 4 Orduna. || 7. G. Calizas cre-
taceas.
CAVERNA DE LASTRAS.
T. M. Junta de Traslaloma. || D. 7. Caminos vecinales. ||
T. G. Calizas cretaceas.
CUEVA DE LA PENA DE LOS SEPULCROS.
T. M. Merindad de Montija. || D. 7. Villasante, cabeza de la
Merindad, esta 48 km. del establecimiento balneario de Ga-
yangos y 43 de la estacién de Bercedo, linea de la Robla a
Valmaseda. || 7. G. Calizas cretaceas.
CUEVA DEL TaJO DE SAN VICENTE, CUEVA DE SAN VICENTE.
T. M. Merindad de Montija. || 7. G. Calizas cretaceas.
286 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (32)
CUEVA DE SAN BernaBi, La Curva.
T. M. Merindad de Sotos Cueva, || D. 7. El lugar llamado
Cueva de Sotos Cueva tiene estacién en la linea férrea de la
Robla a Valmaseda. || 7. G. Calizas cretaceas.
CUEVA DE SAN TIRSO.
T. M. Merindad de Sotos Cueva. || 7. G. Calizas cretaceas.
CUEVA DE TREMA.
T. M. Merindad de Sotos Cueva. || 7. G. Calizas cretaceas?
GRUTAS DE LA REDONDA.
T. M. Merindad de Valdivielso. || D. 7. Por El Armina, ca-
beza de la merindad, pasa la carretera de Logrono 4 Santan-
der. || 7. G. Calizas cretaceas.
CACERES.
CACERES.
LAS CUEVAS.
T. M. La Aliseda. || D. 7. Estacion de la linea de Madrid a
Caceres y Portugal. || 7. G. Calizas devonianas.
La CUEVA.
T. M. Caceres. || D. 7. Estacidn en las lineas de Mérida a4
Caceres y de Arroyo de Malpartida a Caceres; hay 4 fondas. ||
T. G. Calizas devonianas.
GARROVILLAS.
CUEVAS DE LA CoLUMNA?, CUEVAS DE LA PENA, CUEVAS DEL
PORTICHUELO.
T. M. Portezuelo. || D. 7. Caminos vecinales; 4 '7 km. de la
estacién de Canaveral (linea de Madrid a Caceres y Portugal). ||
T. G. Pizarras? silurianas.
(33) Puig.—CAVERNAS NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. _ 287
GRANADILLA.
CUEVA DE LA PALOMERA.
T. M. Marchagaz. || D. J. Caminos vecinales. || 7. G. Fila-
dios? cambrianos.
CUEVA DE SIERRA FRAGOSA.
T. M. Nuiiomoral. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Fila-
dios? cambrianos.
MINA DE LA MEANCERA.
T. M. Nunomoral. || T. G. Tobas calizas?
CUEVA DEL CoTORRO.
T. M. Pinofranqueado. |] D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Fi-
Jadios? cambrianos.
CUEVA DEL Moro.
T. M. Pinofranqueado. || 7. G. Filadios? cambrianos.
CUEVA DEL CARDENAL.
T. M. Pinofranqueado. || 7. G. Filadios? cambrianos.
HOYOS.
LAPA DE LA SIERPE.
T. M. Trebejo. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Filadios?
cambrianos.
MONTANCHEZ.
CUEVAS DE LA SIERRA.
T. M. Zarza de Montanchez. || D. 7. Caminos vecinales. ||
T. G. Rocas graniticas.
VALENCIA DE ALCANTARA.
CUEVA DE LA POLEA.
T. M. Carbajo. || D. 7. Caminos de herradura. || 7. G. Cali-
zas? y pizarras arcillosas silurianas.
288 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (34)
CADIZ.
ARCOS.
CUEVA DEL NINO DE Dios.
T. M. Arcos de la Frontera. || D. 7. Diligencia diaria 4 Jerez
de la Frontera; hay 3 fondas. || 7. G. Calizas triasicas.
CUEVA DE LOS SIETE VIRGOS.
T. M. Arcos de la Frontera. || 7. G. Calizas terciarias.
CUEVA DE SAN ANDRES.
T. M. Arcos de la Frontera. || 7. G. Calizas terciarias.
CUEVA DEL HIGUERAL.
T. M. Arcos de la Frontera. || 7. G. Calizas triasicas.
GRAZALEMA.
CUEVAS DE BENAOCAZ.
T. M. Benaocaz. || D. J. Caminos vecinales; hay 2 fondas. ||
T. G. Calizas jurasicas.
CUEVA DE LA GOTERA.
T. M. Grazalema. || D. J. Carretera de Ronda 4 Grazalema;
diligencias diarias; hay 5 fondas. |] 7. G. Calizas liasicas.
JEREZ.
CUEVA DE LAS MOTILLAS.
T. M. Jerez de la Frontera. || D. 7. Estacién en las lineas de
Sevilla & Cadiz y de Jerez a Algeciras; carreteras de Jerez a
Ronda por Arcos y de Jerez a Chipiona por Sanlucar de Barra-
meda; hay alquiladores de caballos y carruajes, 8 casas de
comidas, 7 cafés y 2 fondas. || 7. G. Calizas terciarias.
MEDINA-SIDONIA.
Las CUEVAS DE LEVANTE.
T. M. Medina-Sidonia. || D. 7. Carreteras 4 San Fernando y
(35) Puig.—CAVERNAS NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 289
Arcos de la Frontera; diligencias 4 Chiclana, San Fernando,
Veger, Conil, Algeciras, Jimena y Alcala; hay 3 cafés y fon-
da. |j 7. G. Calizas numuliticas.
OLVERA.
CAVERNA DE ZAHARA.
T. M. Zahara. || D. Z. Caminos vecinales. || 7. G. Calizas
jurasicas.
SAN ROQUE.
CUEVA DE LA BAHIA DE LOS CATALANES.
T. M. Gibraltar. |] 7. G. Calizas jurasicas. || Hzp/. Brome.
CUEVA DEL Mono.
T. M. Gibraltar. || 7. G. Calizas jurasicas. || Hrp/. Brome.
CUEVA DEL BEEFSTEAK.
T. M. Gibraltar. || 7. G. Calizas jurasicas. || Hzpl. Brome.
CUEVA DE PUERTA DE TIERRA.
T. M. Gibraltar. || 7. G. Calizas jurasicas.
CUEVA DEL TESORO.
T. M. Gibraltar. || 7. G. Calizas jurasicas.
CUEVA DE SAN CRISTOBAL.
T. M. Gibraltar. || 7. G. Calizas jurasicas.
CUEVA DE SAN MIGUEL.
T. M. Gibraltar. || T. G. Calizas jurasicas.
CuEVA GENISTA, CUEVA DEL MOLINO DE VIENTO.
T. M. Gibraltar. || 7. G. Calizas jurasicas. || Yzp/. Brome:
encontrd en la brecha estalagmitica fragmentos de huesos
humanos empotrados, algunos bastante completos; craneos
enteros; restos de Rinoceros, Cervus, Sus, Hyena, Canis, Vul-
pes, Ursus, Feliz y de varias aves, peces y anfibios.
ANALES DE HIST. NAT.—XXV. 19
290 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (36)
Curva GENISTA NUM. 2.
T. M. Gibraltar. || 7. G. Calizas jurasicas. || Hzp/. Brome:
hallé restos de animales extinguidos y vivientes.
CuEVA GENISTA NUM. 3.
T. M. Gibraltar. || 7. G. Calizas jurasicas. || Hzpl. Brome.
CurvA DE Caso Martin, CuEVA Martin.
T. M. Gibraltar. || T. G. Calizas jurasicas. || Hzpl. Brome.
CUEVA DE LA HIGUERA.
T. MM. Gibraltar:
| ZT. G. Calizas jurasicas. || Hap/. Brome.
CANARIAS.
No conociéndose de una manera bastante precisa la consti-
tucién geoldgica del suelo de estas islas, suprimimos las notas
relativas 4 la clase de rocas en que se abre la cavidad y a la
edad de éstas.
ARRECIFE.
(ISLA DE FUERTEVENTURA.)
CUEVAS DE MANINUBRE.
T. M. Antigua. |] D. Z. Caminos de herradura.
CUEVAS DE San DIEGO DE ALCALA.
T. M. Antigua. || Hapl. Viera y Clavijo.
ISLA DE LANZAROTE.
CuEVA DE DoNA BLANCA.
T. M. Arrecife. || D. J. Puerto habilitado; vapores franceses
dos veces al mes; vapores correos interinsulares cuatro veces
al mes y un vapor mensual para Sevilla; hay 2 fondas.
CuEVA DE ANA VICIOSA.
T. M. Tinajo. || D. J. Caminos de herradura.
(37) Puig.— CAVERNAS NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 291
CUEVA DE LOS VERDES.
T. M. Haria? ||. 7. Caminos vecinales.|| #zp/. Viera y Clavijo.
GUIA.
(ISLA GRAN CANARIA.)
CUEVA DE AGAETE.
T. M. Agaete. || D. 7. Carretera de las Palmas 4 Agaete; hay
casa de huéspedes. || Hzpl. Viera y Clavijo.
CUEVAS DE ARTENARA.
T. M. Artenara. || D. [. Caminos vecinales.
CUEVA DE MEDIODIA.
T. M. San Nicolas. |) D. J. Caminos vecinales.
CUEVA DEL AGUA.
T. M. Tejeda. || D. J. Caminos vecinales.
LA OROTAVA.
CUEVA DEL PUERTO, CUEVA DE ABONA.
T. M. Arico.||D. 7. Caminos vecinales.||#zp/. Viera y Clavijo.
Los BUFADEROS.
T. M. Buenavista. |} D. 7. Caminos vecinales.
CUEVAS DE GRANADILLA?
T. M. Granadilla. || D. 7. Caminos de herradura; hay 2 po-
sadas.
CUEVA DE ICoD.
T. M. Icod. || D. I. Carretera del Norte de la Isla; diligencias
a Santa Cruz; hay 2 fondas. || Hzpl. Viera y Clavijo.
CUEVA DEL HIELO, CUEVA DE LA NIEVE.
T. M. Orotava (La)? || D. J. Diligencias 4 Santa Cruz é Icod;
- Jardin de aclimatacion; hay 3 fondas. || Hzp/. Viera y Clavijo.
292 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (38)
CUEVA DEL BURGAO.
T. M. Orotava (La).
CUEVA DE LA RAMBLA.
T. M. San Juan de la Rambla. || D. J. Carretera del Norte de
la Isla, con servicio diario de coches.
CUEVAS DE ABACHE.
T. M. Santiago. || D. 7. Caminos vecinales.
CUEVAS DE ARAZ, CUEVAS?DE ARAZA.
T. M. Santiago.
CUEVAS DE ARCHEFE.
T. M. Santiago.
BUFADEROS DE SILOS.
T. M. Silos.||D. 7. Caminos vecinales.||#zpl. Viera y Clavijo.
LAS PALMAS.
(ISLA GRAN CANARIA.)
CUEVAS DE GUAYADEQUE.
T. M. Agiiimes. || Hapl. Martinez de Escobar en 1880.
CUEVA DEL SANTO.
T. M. Arucas. || D. J. Diligencia 4 Las Palmas; hay fonda.
CuEvaA DEL Morro.
TM. Arucas:
CUEVA DEL CAIDERO.
T. M. Las Palmas? || #zpl. Viera y Clavijo.
CUEVAS DE LA ANGOSTURA, CUEVAS DE DRAGONAL.
T. M. San Lorenzo. || D. J. Caminos vecinales.
CUEVAS DE LA ATALAYA.
T. M. San Mateo. || D. J. Diligencia 4 Las Palmas; hay casa
de huéspedes.
439) Puig.—CAVERNAS NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 293
CUEVAS DE LOS FRAILES.
T. M. Santa Brigida. || D. 7. Diligencia diaria 4 Las Palmas
Tafira y San Mateo; hay fonda y restaurant.
BUFADERO DE MELENARA.
T. M. Telde. || D. J. Diligencias 4 Las Palmas y 4 Agtiimes;
hay fonda. || Hzp/. Viera y Clavijo.
CUEVAS DE LA GUALCHIA.
T. M. Teror. || D. J. Caminos vecinales; hay fonda.
SANTA CRUZ DE LA PALMA.
(ISLA DE LA PALMA.)
CUEVA DE BELMANCO.
T. M. Mazo. || D. f. Caminos de herradura. || Hapl. Viera y
Clavijo.
EL BUFADERO.
T. M. Santa Cruz de la Palma. || D. J. Museo de Historia Na-
tural y Etnografico; hay 4 fondas. || Hzpl. Viera y Clavijo.
La PENA HoRADADA.
T. M. Tijarafe. || D. 1. Caminos vecinales.
CUEVA DE NIQUIOMO.
T. M. Tijarafe. || Aapl. Viera y Clavijo.
SANTA CRUZ DE TENERIFE.
(ISLA DE LA GOMERA.)
CUEVA DE CHENEREPIN.
T, M. Agulo.||D. J. Caminos vecinales.||#zp/. Viera y Clavijo.
CuEVA Honpba.
T. M. Alajero.||D.J. Caminos vecinales.||#zp/. Viera y Clavijo.
CUEVA DEL SOBRADO.
T. M. Hermigua.
294 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (40)
CUEVA DEL CONDE.
T. M. San Sebastian de la Gomera. || D. 7. Caminos veci-
nales.
CuEVA ENCANTADA.
T. M. Valle Hermoso. |] Hzpl. Viera y Clavijo.
(IsLA DE HIERRO.)
CUEVAS DE LOS BIMBACHES.
T. M. Valverde.
CUEVA DE TENEGEITA.
T. M. Valverde.
CUEVAS DE LAZARO..
T. M. Valverde.
(ISLA DE TENERIFE.)
CuEvA SANTA, CUEVA DE ACHBINICO, CUEVA DE SAN BLAS.
T. M. Candelaria. || D. [. Varios alquiladores de carruajes.
GRUTA DEL SOCORRO.
T. M. Giiimar. || D. J. Diligencias 4 Santa Cruz; hay 3 fondas.
CUEVAS DE LOS REYES. ,
T. M. Giiimar.
CUEVA DE LOS JUNCOS.
T. M. Santa Cruz de Tenerife. || D. J. Vapores correos bi-
mensuales 4 Cadiz; diligencias 4 La Laguna, Tacoronte, Sau-
ral, Matanza, Vitoria, Santa Ursula, Orotava, Puerto de la
Cruz, Icod, Realejo y San Juan de la Rambla; hay 5 cafés,
7 fondas y 6 casas de huéspedes.
CUEVA DE LAS GOTAS.
T. M. Santa Cruz de Tenerife.
(41) Puig.—CAVERNAS NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. — 295
CASTELLON.
ALBOCACER.
CUEVAS DE BENASAL.
T. M. Benasal. || D. 7. Caminos vecinales. || T. G. Calizas in-
fracretaceas.
CASTELLON.
CuUEVA DEL HERMANO BARTOLO.
T. M. Benicasim. || D. I. Estacion de la linea férrea de Tarra-
gona a Valencia; hay posada.— En el Desierto de las Palmas
hay hospederia, mediante limosna, cuyo minimum es 1,50 pe-
setas. || T. G. Calizas? tridsicas.
CUEVAS DEL MONTE.
T. M. Oropesa. || D. J. Estacion de la linea de Tarragona a
Valencia. || T. G. Calizas triasicas.
LUCENA.
CAVERNAS DE PENAGOLOSA.
T. M. Chodos. || D. I. Caminos vecinales. || T. G. Calizas in-
fracretaceas.
CUEVA DE LA VIRGEN.
T. M. Torrechiva. |] D. 1. Caminos vecinales. || T. G. Calizas
infracretaceas?
CUEVA DEL CARBO.
T. M. Vistabella. || D. 7. Caminos vecinales. || T. G. Calizas
infracretaceas. :
MORELLA.
Curva ALTA.
T. M. Castellfort. || D. 7. Caminos vecinales. || T. G. Calizas
infracretaceas.
296 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (42)
CUEVA DE VALLIBANA.
T. M. Morella. || D. J. Diligencia diaria 4 Vinaroz (estacién
de la linea de Tarragona 4 Valencia); hay fonda. || T. G. Cali-
zas infracretaceas.
NULES.
CUEVA DE LoS Moros.
T. M. Burriana. || D. J. Estaciédn del ferrocarril de Valencia
a Tarragona; hay fonda. || 7. G. Cuaternario?
CUEVAS DE ONDA.
T. M. Onda. || D. J. Se halla unido a Castellén por un tran-
via & vapor; hay 4 cafés. || T. G. Calizas triasicas.
CUEVA DE SANTA BARBARA.
T. M. Onda. || T. G. Calizas triasicas.
Sima DE LA Moza.
T. M. Tales. || D. J. Caminos vecinales. || T. G. Calizas tria-
sicas.
CUEVAS DE SAN JOSE.
T. M. Vall de Ux6. || D. 7. A 5,5 km. de la estacién de Nules;
hay posada. || T. G. Calizas triasicas. sf
SAN MATEO.
CUEVA DEL CASTILLO.
T. M. Cervera del Maestre. || D. 7. Caminos vecinales; hay
2 posadas. || 7. G. Calizas infracretaceas.
SEGORBE.
CuEVA SANTA.
T. M. Altura. || D. 7. Hay junto al santuario una hospederia
de tres pisos, pero con la particularidad que las camas no tie-
nen colchon. || 7. G. Calizas jurasicas.
CUEVA DE LA REINA.
T. M. Navajas. || D. J. Caminos vecinales. || T. G. Calizas
triasicas.
(48) Puig.— CAVERNAS NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 297
CUEVAS DE NAVAJAS.
T. M. Navajas.
VINAROZ.
CUEVA DE BADUN.
T. M. Peniscola. || D. J. Caminos vecinales; hay 7 cafés y
posada. || 7. G. Calizas infracretaceas.
BUFADOR DEL Papa LUNA.
T. M. Peniscola. || T. G. Calizas infracretaceas.
CUEVAS DE LA Costa.
T. M. Peniscola. || T. G. Conglomerados y macinos.
VIVER.
CUEVA CERDANA.
T. M. Pina. || D. I. Carretera de Valencia a Zaragoza. ||
T. G. Calizas dolomiticas triasicas.
CARCAMAS DE CERDANA.
T. M. Pina. || T. G. Dolomias triasicas.
CIUDAD-REAL.
ALCAZAR DE SAN JUAN.
CUEVA ENCANTADA.
T. M. Campo de Criptana. || D. /. Estacién en la linea de
Madrid a Alicante; hay café, 2 casas de huéspedes y 3 posa-
das. || T. G. Calizas miocenas.
ALMADEN.
GRUTAS DE FUENCALIENTE.
T. M. Fuencaliente. || D. 7. Caminos de herradura; estable-
cimiento de aguas minerales. || T. G. Cuarcitas silurianas. ||
Eapl. D. Fernando Lépez Cardenas, cura de Montoro, descu-
298 o ANALES DE HISTORIA NATURAL. (44)
brid estas grutas en 1783 y did parte al conde de Florida-
blanca.
ALMAGRO.
CUEVAS DE SALVATIERRA.
T. M. Calzada de Calatrava. || D. f. Carretera 4 Almagro;
hay una linea férrea de Calzada de Calatrava 4 Valdepenas;
hay 2 posadas. || T. G. Calizas silurianas.
CUEVA DEL JABALON.
T. M. Pozuelo de Calatrava. || D. J. A 5 km. de la estacion
de Miguelturra (estacién de la linea de Madrid 4 Ciudad-Real);
aguas minerales de Fuensanta. || 7’. G. Calizas silurianas.
ALMODOVAR DEL CAMPO.
CUEVA DE OJALORA.
T. M. Abenojar. || D. J. Caminos vecinales; hay 2 posadas. ||
T. G. Calizas silurianas. || “ap/. Blazquez y Bentabol no halla-
ron ningtn resto organico; sin embargo, los vecinos dicen
que han encontrado en su interior un craneo, que parece de
mamifero tapiroide.
SIMA DE REJALGAR.
T. M. Almodovar del Campo. || D. 7. Carreteras a Villamayor
ya Puertollano; diligencias a este ultimo; hay casas de hués-
pedes y posadas. |] T. G. Calizas silurianas.
CUEVAS DEL REJALGAR.
T. M. Almodovar del Campo. |] 7. G. Calizas silurianas.
MANZANARES.
Pozo DE LA MESNERA.
T. M. Manzanares. || D. J. Estacién en la linea de Madrid a
Ciudad-Real y de Madrid 4 Cérdoba y Sevilla; carretera de
Madrid 4 Andalucia; hay 3 casas de huéspedes y 2 posadas. ||
T. G. Calizas? triasicas?
(45) Puig.—CAVERNAS NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 299
CORDOBA.
BAENA.
LAS CUEVAS DE CARCHENA.
T. M. Baena? || D. J. Caminos provinciales; diligencias a Cas-
tro y 4 Montilla; hay fonda y 3 posadas. || T. G. Margas numu-
liticas. || Hzpl. Gongora.
CABRA.
Sima DE CABRA.
T. M. Cabra. || D. J. Estacién de la linea férrea de Madrid a
Malaga por Jaén; carreteras de Aguilar 4 Cabra, de Castro del
Rio por Cabra 4 Rute, de Alcala la Real 4 Cabra y de Cabra a
Baena; diligencias-correos 4 Aguilar y 4 Priego; hay 3 casas
de huéspedes y 4 posadas. || 7. G. Calizas jurasicas. || Hzp/. Mu-
fioz Romero en 1683; Comisién oficial en 1841.
CUEVA DE LAS JARCAS, CUEVA DE LAS XARCAS.
T. M. Cabra. || T. G. Calizas jurasicas. || Yzpl. Vilanova y
Tubino: dicese se han hallado restos humanos, ceramica y
huesos labrados.
CUEVA DE ARREBOLA.
T, M. Zuheros. || D. J. Caminos vecinales; hay 2 posadas. ||
T. G. Calizas jurasicas. || Hep/. Gongora: encontrdé utensilios
de piedra.
CUEVA DE CASTRO.
T. M. Zuheros. || T. G. Calizas jurasicas. || Zzpl. Gongora:
instrumentos de piedra.
CUEVA DE CUCHACERO.
T. M. Zuheros. || T. G. Calizas jurasicas. || H7p/. Gongora:
objetos de piedra.
CUEVA DEL FRAILE.
T. M. Zuheros. || T. G. Calizas jurasicas. || Hapl. Gongora:
diversos utensilios de piedra.
300 ANALES DE HISTORIA NATURAL.
CUEVA DE LA FUENTE.
T. M. Zuheros. || T. G.. Calizas jurasicas. || Hapl.
hachas y utensilios de la edad de piedra.
CUEVA DE GUITARRILLA.
T. M. Zuheros. || T. G. Calizas jurasicas.
CuEVA JURADA.
T. M. Zuheros. || T. G. Calizas jurasicas. || api.
CUEVA DE MENGA.
T. M. Zuheros. || T. G. Calizas jurasicas. || Hzpl.
hallé objetos de piedra.
CUEVA DE LA PARIDA.
T. M. Zuheros. || T. G. Calizas jurasicas. || Hap.
utensilios de piedra.
CUEVA DE RopRIGO.
T. M. Zuheros. || T. G. Calizas jurasicas. || #zpl.
| Hapl.
(46)
Gongora:
Gongora.
Gongora.
Gongora:
Gongora:
Gongora:
encontrd diversos instrumentos del hombre primitivo.
CUEVA DE LA TINAJA.
T. M. Zuheros. || T. G. Calizas jurasicas. || Zzpl.
CUEVA DE LA VILLA.
T. M. Zuheros. || T. G. Calizas jurasicas. || api.
CUEVA DE LA VIRGEN.
T. M. Zuheros. || T. G. Calizas jurasicas. || Zap.
utensilios de piedra.
CUEVA DE LOS MURCIELAGOS.
T. M. Zuheros. || T. G. Calizas jurasicas. || Hp.
CuEVAS ESCRITAS.
T. M. Zuheros. || T. G. Calizas jurasicas. || Hxpl.
CAVERNA DEL PUERTO.
T. M. Zuheros. || T. G. Calizas jurasicas. || Hzp/.
Géngora.
Gongora.
Gongora:
Gongora.
Gongora.
Gongora.
(47) Puig.—CAVERNAS NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. © 301
CORDOBA.
CUEVA DE CERRO MURIANO.
T. M. Cordoba. || D. J. Estacion en las Hneas férreas de Ma-
drid 4 Huelva, de Cérdoba 4 Malaga y de Almorchon a Cérdo-
ba. || T. G. Calizas cambrianas. || #zp/. Gdmez de Salazar en
1845; Prado en 1864. Se han hallado restos de ceramica basta
é instrumentos mineros de época remota, pero histoérica.
FUENTE-OVEJUNA.
CUEVA DE LA SAUCEDILLA.
T. M. Obejo. || D. £. Estacién de la linea de Almorchén a
Cordoba. || T. G. Calizas cambrianas?
CUEVAS DE SIERRA-PALACIOS.
T. M. Bélmez. || D. I. Estacién de la linea de Almorchon @
Cérdoba; hay 3 cafés y fonda. || T. G. Caliza carbonifera. ||
Fapl. Calderon.
MONTORO.
SAMBUCON DE SAN TORCAZ.
T. M. Adamuz. || D. J. Caminos vecinales; hay 3 casas de
huéspedes y 2 posadas. |] T. G. Calizas cambrianas?
CUEVA DE Sawn ZOILO.
T. M. Adamuz. || T. G. Caliza carbonifera.
CUEVA DE MILLANTE.
T. M. Adamuz. || T. G. Caliza carbonifera. || vp/. Mallada.
RUTE.
CUEVAS DE LA SIEERA, CUEVAS DE RUTE.
T. M. Rute.
302 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (48)
CORUNA.
CARBALLO.
Covas DE MonTE CUDEIRO.
T. M. Cabana. || D. I. Caminos vecinales; 4 corta distancia
pasa la carretera de Carballo 4 Corcubion. || T. G. Rocas gra-
niticas y gneisicas?
CUENCA.
BELMONTE.
LAS HORADADAS.
T. M. Belmonte. || D. J. Carretera de Cuenca 4 Alcazar de
San Juan. || 7. G. Margas yesosas miocenas.
Las HORADADAS.
T. M. Villaescusa de Haro. || D. 7. Caminos vecinales. ||
T. G. Margas yesosas miocenas.
CUEVAS DE LA VEGA.
T. M. Osa de la Vega. || D. 7. Caminos vecinales; hay posa-
da. || T. G. Calizas miocenas.
CANETE.
CUEVA DEL COLLADO DE LA PLATA, CUEVA DE ALIAGUILLA.
T. M. Aliaguilla. || D. 7. Caminos de herradura. || T. G. Cali-
zas jurasicas. || Hapl. Cortazar en 1872.
CUEVA DEL AGUA.
T. M. Canada del Hoyo. || D. J. Caminos de herradura. ||
T. G. Calizas cretaceas. || Hzpl. Cortazar en 1872.
(49) Puig.—CAVERNAS NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. — 303
CUEVA DEL AZABACHE.
T. M. Cardeneto. || D. 7. Caminos vecinales; hay 3 posadas. ||
T. G. Calizas cavernosas miocenas.
CUEVAS DE LA CIERVA.
T. M. La Cierva. || Caminos vecinales. || T. G. Calizas jura-
sicas. || AHvp/. Cortazar en 1872.
Curva Santa (LA).
T. M. Mira. || D. I. Caminos vecinales. || T. G. Calizas tria-
sicas. || Hzpl. Cortazar; Calvo.
Las TorcAs.
T. M. Los Oteros. |] D. J. Caminos vecinales. || 7. G. Calizas
cretaceas. || Hzpl. Cortazar en 1873.
CUEVAS DEL CERRO DE LAS MINAS.
T. M. Talayuelas. || D. J. Caminos vecinales. || T. G. Calizas
jurasicas.
CUEVA DE LA PLATA.
T. M. Tejadillos. || D. J. Caminos vecinales. |] T. G. Calizas
jurasicas.
CUENCA.
CUEVA DEL ORO.
T. M. Barbalimpia. || D. I. Caminos vecinales. || T. G. Margas
y calizas miocenas.
CAVERNAS DE BASCUNANA.
T. M. Bascunana. || D. 1. Caminos vecinales. || T. G. Calizas
cretaceas. || Hzp/. Cortazar en 1873.
SIMA DE TIERRA MUERTA.
T. M. Buenache de la Sierra. || D. J. Caminos vecinales. ||
T. G. Calizas jurasicas.
CUEVA DE LA VENTOSA.
T. M. Cuevas de Velasco. || D. 7. Estacion de la linea do Ma-
drid a Cuenca. || T. G. Calizas y margas miocenas.
304 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (50)
CUEVA DE ALGECIRA.
T. M. Cuenca. || D. J. Linea de Aranjuez a Cuenca; hay
2 fondas y 9 posadas. || T. G. Calizas cretaceas?
CUEVA DEL Moro.
T. M. Las Majadas. || D. J. Caminos vecinales. || T. G. Calizas
cretaceas. || Hzpl. Cortazar en 1872.
CUEVA DE ONTARRONDA.
T. M. Las Majadas. || T. G. Calizas cretaceas. || Hzrp/. Corti -
zar en 1872.
ToRCA DE LA Novia.
T. M. Palomera. || D. J. Caminos vecinales. || T. G. Calizas
cretaceas. || Hzpl. Cortazar en 1872.
CAVERNA DE PEDRO COTILLAS.
T. M. Palomera. || T. M. Calizas cretaceas. || Hzp/. Cortazar
en 1873.
CUEVA DE San ELoy.
T. M. Palomera. || T. G. Calizas cretaceas. || #zpl. Cortazar
en 1872.
SIMAS DE LA PARRA.
T. M. La Parra. || D. I. Caminos vecinales. || T. G. Calizas
cretaceas.
CUEVA DE LOS ASERRADORES. ,
T. M. Valdecabras. || D. 7. Caminos de herradura. || T. G. Ca-
lizas cretaceas. || Hvpl. Cortazar en 1872:
CuEVA DE LOS MORCIGUILLOS.
T. M. Valdecabras. || T. G. Calizas cretaceas.
CUEVA DE LA Moza.
T. M. Valdecabras. || T. G. Calizas cretaceas.
CUEVAS DE VALDECABRAS.
T. M. Valdecabras. || T. G. Calizas cretaceas.
EL SIMARRO DE LOS PERROS.
T. M. Valdecabras. || T. G. Calizas cretaceas.
(1) Puig.—CAVERNAS NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. — 305
EL BoqueEron.
T. M. Valdecabras. || T. G. Calizas cretaceas.
HUETE.
CUEVA DE VILLAVIEJA.
T. M. Carrascosa del Campo. || D. I. Carretera de Madrid a
Cuenca y de Carrascosa a Sacedén y Saelices. || T. @. Macinos
terciarios.
CUEVA DEL CARACENO.
T. M. Jabalera. || D. 7. Caminos vecinales. j| T. G. Calizas
cretaceas.
CUEVAS DE LA SIERRA DE BUENDIA.
T. M. Jabalera. || T. G. Calizas cretaceas.
CUEVAS DEL CASTILLO.
T. M. Mazarulleque. || D. J. A 11 km. de la estacién de Huete
(linea de Aranjuez 4 Cuenca). || T. G. Margas terciarias la-
custres.
SIMAS DE LA MUDARRA.
T. M. Mazarulleque. || T. G. Margas miocenas.
MOTILLA DEL PALANCAR.
CUEVA DE LA JUDIA.
T. M. Buenache de Alarcon. |] D. J. Caminos vecinales. ||
T. G. Calizas miocenas. || #zpl. Cortazar.
CUEVA DE LA Hoz DE PENA- QUEBRADA.
T. M. Gascas. || D. I. Caminos vecinales. || T. G. Calizas mio-
cenas. || Hzpl. Cortazar.
PRIEGO.
CUEVA DEL H1IERRO.
T. M. Beteta. || D. J. Carretera de Cuenca a Molina. || T. G. Do-
lomias triasicas. || Hzpl. D. Francisco Forner; Cortazar.
ANALES DE HIST. NAT.— XXV. 20
305 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (52)
TORCAS DEL ALCOHOL.
T. M. Canfiaveras. || D. I. Carretera de Canaveras 4 Alcan-
tud. || T. G. Margas y arcillas miocenas.
CUEVA DEL CASTRO.
T. M. Canaveruelas. || D. 7. Caminos de herradura. || 7.G. Ma-
cinos terciarios.
CUEVA DE LOS GRIEGOS.
T. M. Masegosa. || D. J. Caminos vecinales. || T. G. Calizas
jurasicas. || Yep. Cortazar.
SIMA DEL RApaz.
T. M. El Tobar. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Calizas
jurasicas.
CuEVA DE HIERRO.
T. M. Villaconejos. || D. J. Caminos vecinales. || T. G. Calizas
cretaceas.
SAN CLEMENTE.
Pozo AIRON.
T. M. La Almarcha. || D. /. Caminos vecinales. || 7. G. Mar-
gas miccenas.
TORCA DE LA MUELA.
T. M. Sisante. || D. 7. Caminos vecinales. || T.G. Margas mio-
cenas.
CUEVA DE LA MADRE CARDONA.
T. M. Vara de Rey. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Mar-
gas miocenas.
TARANCON.
CUEVA DE LA CANADA.
T. M. Almendros. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Margas
terciarias.
(53) Puig.—CAVERNAS NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 307.
CUEVA DE LA PLATA.
T. M. Almendros.
CUEVA DE CABEZA DEL GRIEGO?
T. M. Saelices. || D. J. Carretera de Madrid 4 Castellén; a
10 km. de la estaciodn de Paredes (linea de Madrid a Cuenca);
hay 3 posadas. || T. G. Calizas cretaceas. || Hzp/. D. Ramon
Garcia, que ha encontrado en ella multitud de fragmentos de
vasijas de las llamadas célticas, huesos humanos, hachas de
piedra y un colmillo de elefante de medio metro de largo.
CUEVA DE SEGOBRIGA.
T. M. Saelices. |} T. G. Calizas cretaceas. || Hzp/. Quintero,
Saenz, Yastzambic, Deltour, Capelle, han hallado restos hu-
manos y de animales diversos, ceramica y utensilios de piedra
y de asta.
CAVERNAS DE UCLES.
T. M. Ucles. || D. J. A 6 km. de la estacién de Huelves (linea
de Aranjuez a Cuenca); hay 3 posadas. || 7. G. gCalizas cre-
taceas?
GERONA.
LA BISBAL.
COVA DE GISPERT.
T. M. Bagur. || D. I. Carretera vecinal hasta Palafrugell, que
empalma con la de Palamos 4 Gerona; diligencias 4 Palafru-
gell; hay 2 cafés. || T. G. Calizas marmoreas silurianas.
COVA DELS CINCH, CAU DE LAS GARRIGAS, CUEVA DE TORROELLA.
_ T. M. Torroella de Montgri. || D. 7. Caminos carreteros;
hay café y 3 posadas. || T. G. Calizas cretaceas fosiliferas. ||
Expl. Marcort, Comisién de Monumentos, Pascual, Artigas:
se encontraron en ella muchos huesos humanos, armas de
silex, etc. 3
308 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (54)
FIGUERAS.
COVA DELS CAPELLANS.
T. M. Cadaqués. || D. I. Puerto habilitado. || T. G. Rocas
egneisicas. || Hvpl. Vayreda.
Cova DEL JNFERN.
T. M. Cadaqueés. || T. G. Pizarras micaceas.
CUEVA DE San PAu.
T. M. Puerto de la Selva. || D. J. A '7 km. de la estacién de
Llansa (linea de Barcelona 4 Francia); hay 3 cafés. || T. G. Ro-
cas eneisicas.
CovA DE SERRA
T. M. Castellon de Ampurias. || D. J. Carretera de Figueras
a Rosas; 48 km. de la estacién de Figueras (linea de Barce-
lona a Francia). || T. G. Calizas silurianas?
Cova DELS ENCANTATS.
T. M. Terradas. || Caminos vecinales; dista 11 km., de la
estacién de Figueras (linea de Barcelona a Francia). |] T. G. Ca-
lizas cretaceas.
Cova DE SANTA MAGDALENA.
T. M. Terradas. || T. G. Calizas cretaceas.
GERONA.
Covas DEL MontTGo.
T. M. La Escala. || D. 7. Caminos vecinales; puerto. || T.G. Ca-
lizas infracretaceas.
CAU DE LAS GOJAS.
T. M. Sarria. || D. J. Carretera general de Francia, 44 km.
al NE. de Gerona y al pie de la costa roja. || 7. G. Margas creta-
ceas. || Hzpl. Fué descubierta casualmente en 1889, y en ella
se encontraron huesos humanos, instrumentos de silex y frag-
mentos de carbén vegetal.
(59) Puig.—CAVERNAS NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 309
GRUTAS DE LAS ESTUNAS.
T. M. Porqueras. || D. J. Carretera de Gerona 4 Olot. ||
T. G. Margas numuliticas.
Cova DE SERINYA, BoRA GRAN DEN CARRERAS.
T. M. Serina. || D. J. Carretera de Gerona a Olot. || T. G. Con-
glomerado numulitico. || Hap. Harlé, Vidal, Alsius: se han
hallado restos de mamiferos, aves y moluscos, objetos de silex
y de asta.
OLOT.
COVA DE LAS PUSSAS.
T. M. Argelaguer. || D. J. Caminos vecinales. || T. G. Calizas
silurianas? || Hzpl. Vergés en 1882.
Covas DE SANT ANIOL.
T. M. Basagoda. || D. I. Caminos vecinales. || 7. G. Calizas
marmoreas silurianas. || Hap/. Vergeés.
BuFADO DEL Far.
T. M. Beuda. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Margas nu-
muliticas.
Cova DELS ESQUELLONS.
T. M. Las Planas. || D. 7. Caminos vecinales. || T. G. Calizas
numuliticas. || Hapl. Osona.
Cova DEL BISBE.
T. M. Salas? j| D. I. Caminos vecinales. || 7. G. Calizas y
margas numuliticas. || Hepl. Vergés.
PUIGCERDA.
Covas DE RIBAS.
T. M. Campellas. || D. 7. Caminos vecinales. || T. G. Calizas
cretaceas.
GRUTA DE LA VIRGEN.
T. M. Caralps. || D. 1. Sélo puede visitarse de Julio 4 Sep-
310 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (56)
tiembre, asi como la siguiente; caminos de herradura; Caralps
se halla 4 17 km. de la estacién de Ripoll (linea de Barcelona
a San Juan de las Abadesas). |} 7. G. Gneis? calizas sacaroides?
del estrato cristalino.
COVA DE San GIL.
T. M. Caralps. || T. G. Gneis? calizas sacaroides del estrato
cristalino.
Sot DE SANTONS.
T. M. Gombreny. || D. J. En el monasterio de San Pedro de
Montgrony se puede parar, pues hay cuartos con camas y los
viveres necesarios; caminos vecinales; 4 12 km. de la estacién
*de Ripoll (linea de Barcelona 4 San Juan de las Abadesas). |]
T. G. Calizas numuliticas.
Cova DE LA VERGE.
T. M. Gombreny. || T. G. Calizas y margas numuliticas.
CovaAs DE RIAL.
T. M. Ribas. || D. /. Carretera & Puigcerda; establecimiento
de aguas minerales; hay 4 cafés, 5 fondas y posada. || T. G. Ca-
lizas silurianas. || #ap/. Bofill.
LA CUYNA DELS BRIBONS.
T. M. Ribas. || T. G. Calizas silurianas. || #zpl. Bofill.
CovA DE LAS ENCANTADAS.
T.M. Ribas. || T. G. Calizas marmoreas silurianas.
Cova DEL DRacH.
T. M. Vallfogona. || D. I. Caminos vecinales; 4 9 km. de
Ripoll (linea de Barcelona 4 San Juan de las Abadesas); hay
2 posadas. || T. G. Calizas numuliticas.
GRUTA DE VIDRA.
T. M. Vidra. || D. I. Caminos vecinales. || T. G. Calizas? silu-
rianas? || Hzpl. Vaireda y Vila.
(57) Puig.—- CAVIDADES NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 311
SANTA COLOMA DE FARNES.
CovA DEN SERRALLONGA.
T. M. Anglés. || D. 7. Caminos vecinales y de herradura;
diligencias 4 Gerona; hay cafés. || 7. G. Calizas silurianas.
CovA DEL BERGANTI.
T. M. Tossa. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Granito.
Cova DEL PALOMAR.
T. M. Tossa. || 7. G. Granito.
GRANADA.
ALBUNOL.
CUEVA DE LoS MURCIELAGOS.
T. M. Albuiol. || D. 7. Carreteras de Granada a Albufiol, de
Malaga 4 Almeria y de Tablate 4 la misma; hay 2 fondas y
3 posadas. || 7. G. Calizas cambrianas. || Hzpl. Rivas Ortiz,
Mazuco, Géngora, etc. Se han hallado en las diversas explora-
ciones de que ha sido objeto esta caverna, huesos humanos,
restos de armas, utensilios de silex y fragmentos de ceramica;
entre los hallazgos hechos por el Sr. Gongora hay el de unos
colmillos de jabali uniformados por la mano del hombre, con
agujeros en sus extremos y que presentan indicios de una
escritura rudimentaria.
CUEVA DEL PIoJo.
T. M. Castaras. || D. 7. Establecimiento de aguas minera=
les. || 7. G. Calizas triasicas?
Ei Taso DEL VEREDON.
T. M. (2) \| 7. G. Calizas cambrianas?
ALHAMA.
CUEVA DE LA MUJER.
7. M. Alhama de Granada. || D. 7. Diligencias 4 los bafios y
312 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (58)
a Granada; hay 2 fondas y 1 casa de huéspedes. || 7’. G. Calizas
jurasicas. || #ap7. Macpherson (D. Guillermo) la exploré dete-
nidamente en 1870 y 1871 y did a conocer en dos elegantes y
concienzudos folletos con numerosas laminas; encontro cra-
neos y otros restos humanos, fragmentos de ceramica, huesos
de animales é instrumentos de pedernal.
CUEVAS DE CHACIN.
T. M. Arenas del Rey. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Ro-
cas eneisicas. || Hap/. Gdngora en 1870 encontré entre abun-
dante guano una vasija de barro.
BAZA.
CUEVA DEL Portros.
T. M. Cortes de Baza. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Are-
niscas y margas triasicas.
CuEvA TORILES.
T. M. Cortes de Baza. || 7. G. Areniscas y margas triasicas.
CUEVA TINAILLAS.
Tf. M. Cortes de Baza. || 7. G. Areniscas y margas triasicas.
GUADIX.
CUEVAS DE MONTUAL.
T. M. Marchal. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. @. Calizas
miocenas.
CUEVAS DE ALCUDIA.
T. M. Alcudia de Guadix. || D. 7. Caminos vecinales; 45 km.
de Guadix; hay 2 posadas. || 7. G. Calizas miocenas?
GRUTAS DEL ALICUN.
T.M. Alicin de Ortega. || D. 7. Caminos de herradura. ||
7T.G. Calizas eocenas.
CUEVA DE LA BorTICa.
7. M. Gorafe. || D. J. Caminos vecinales. || 7. G. Margas
pliocenas.
(59) Puig.— CAVIDADES NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 318
CUEVA DE JORAIQUE.
7. M. Huéneja. || D. 7. Caminos de herradura; hay 4 posa-
das. || 7. @. Calizas estrato-cristalinas.
CUEVA DE LOS CLAVOS.
7. M. Pedro Martinez. || D. 7. Carretera de Almeria a Lina-
res. || Z. @. Calizas jurasicas.
PUERTA DE La IGLESIA.
7. M. Pedro Martinez. || 7. G. Calizas jurasicas.
CUEVAS DEL CONQUIL.
T. M. Villanueva de las Torres. || D. 7. Caminos vecinales;
hay 2 posadas. || 7. G. Calizas cuaternarias?
HUESCAR. /
CUEVAS DE CASTILLEJAR.
T. M. Castillejar. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Margas
pliocenas.
CUEVA DE ANTIRRINO.
7. M. Galera. || D. 7. Carretera de Cullar y Baza a Huéscar. ||
7. G. Margas pliocenas.
CUEVAS DE ORCE.
T. M. Orce. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Margas plio-
cenas.
LOJA.
CUEVA DE LOS INFIERNOS, LOS INFIERNOS DE LOJA.
T. M. Loja. || D. J. Estacion en la linea férrea de Cordoba a
Granada; carreteras de Bailén 4 Malaga, de Loja a Priego, de
Rute 4 Loja y de Loja a Torre del Mar; hay 2 cafés y posada. ||
T. G. Calizas jurasicas.
PUERTA DE ZAFARRAYA.
7. M. Zafarraya. || D. J. Caminos de herradura. || 7’. G. Cali-
zas jurasicas.
314 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (60)
SUMIDERO DE ZAFARRAYA.
7. M. Zafarraya. || 7’. G. Calizas jurasicas.
SUMIDERO DE DONAS.
T. M. Zafarraya. || 7. G. Calizas jurasicas.
IZNALLOZ.
CUEVA DE PINAR.
7. M. Piiiar. || D. J. Caminos vecinales. || 7. G. Calizas jura-
sicas.
CUEVA DEL MESTO.
T. M. Diezma. || D. 7. Diligencias de Granada 4 Guadix; hay
3 posadas. || 7. G. Calizas jurasicas. || Hvpd. Gongora.
MONTEFRIO.
CUEVA DE LA Raja DE LA Mora.
T. M. Montefrio. || D. J. Caminos de herradura hasta la Pena
de los Gitanos. || Z. G. Calizas jurasicas. || Hvp/. GOngora no
le halld el fin.
CUEVA DEL ALGARROBO.
T. M. Montefrio. || 7. G. Calizas jurasicas. || Hp]. Gongora.
CUEVA DE LOS LLANOS DEL TORCEDOR.
T. M. Montefrio. || 7. G. Calizas jurasicas. || Hep/. Gongora.
CUEVA DE MALASPATAS.
T. M. Montefrio. || 7. G. Calizas jurasicas. || Hzp/. Gongora.
CuEva AHUMADA.
7. M. Montefrio. || 7. @. Calizas jurasicas. || Zzpl. Gongora.
CuEva LARGA.
7. M. Montefrio. || 7. @. Calizas jurasicas. || Hzp/. Gongora.
CUEVA DE LAS TONTAS.
7. M. Montefrio. || 7. G. Calizas jurasicas. || Hzp/. Gongora.
(61) Puig.—CAVIDADES NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 815
CAVERNAS DE PARAPANDA.
7. M. Mllora y Montefrio. || 7. @. Calizas jurasicas.
MOTRIL.
CUEVA DE LOS SIETE PALACIOS.
T. M. Almunecar. || D. J. Carretera a Motril; coche diario;
hay 3 cafés y 4 fondas. || 7. G. Calizas dolomiticas del estrato
cristalino.
CUEVA DE LA HERRADURA.
7. M. Almunecar. || 7. G. Calizas dolomiticas del estrato
cristalino.
CUEVAS DE LA SIERRA.
T. M. Vélez de Benaudalla. || D. 7. Caminos vecinales. ||
LY. G. Calizas dolomiticas.
CUEVAS DE La ERMITA.
1. M. Lentegi. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Dolomias
triasicas. |
ORGIVA.
CUEVAS DE Rio SANTO.
7. M. Albufiuelas. j| D. Z. Caminos vecinales. || 7. G. Calizas
cambrianas.
CuEVA SORTES.
7. M. Bayacas..|| D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Calizas
tridsicas.
CUEVA DE LOS PENONES, CUEVA DEL PADRE GALEROSA.
7. M. Busquistar. || D. 7. Caminos vecinales; hay posada. |}
7. G. Calizas estrato-cristalinas.
CUEVAS DE LAS MINAS.
7. M. Canar. || D. 7. Caminos vecinales.
316 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (62)
CUEVA DE LA ERMITA.
7. M. Diurcal. || D. 7. Caminos vecinales; hay 2 posadas. ||
T. G. Micacitas y cipolinos.
CUEVAS DE VACAMIA.
7. M. Diurcal. || 7. G. Calizas miocenas.
SANTA FE.
Sima DE MONTEVIVE.
7. M. Alhendin. || D. 7. A 8 km. de Granada; hay 2 posa-
das. || 7. G. Calizas y margas miocenas.
UGIJAR.
SIMA DE BERCHULES.
T. M. Bérchules. || D. J. Caminos vecinales. |j 7. G. Calizas
estrato-cristalinas.
GUADALAJARA.
ATIENZA.
CUEVAS DE LA PENAa.
7. M. Alcolea de las Penas. || D. 7. Caminos vecinales. ||
7. G. Calizas triasicas.
SIMAS DE CAMPiSABALOS.
7. M. Campisabalos. || D. 7. Caminos de herradura. ||
7. G. Calizas cretaceas.
CUEVA DEL ACEITE.
T. M. Condemios. || D. 7. Caminos de herradura; para legar
a la cueva desde Albendiego, pueblo de mejores condiciones,
por los pinares de Condemios, se va al puerto de Pelagallinas
y fuente de la Entablada. || 7. G. Pizarras? silurianas.
(63) Puig.—CAVIDADES NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 317
CAVERNA DE CONGOSTRINA.
T. M. Congostrina. || D. Z. Caminos vecinales. || 7. G. Calizas
cretaceas.
CUEVA DE HIJES.
T. M. Hijes. |] D. 7. Caminos de herradura. || 7. G. Calizas
triasicas.
La Corran GARCIA.
T. M. Miedes. || D. 7. Caminos vecinales; hay posada. ||
7. G. Calizas triasicas.
CUEVAS DEL CONGOSTO.
T. M. San Andrés del Congosto. || D. 7. A tres horas al N. de
la estacién de Espinosa de Henares. || 7’. G. Calizas cretaceas. ||
Fapl. Garcia (D. Juan Catalina) en 1893. Se encontré en ella
varios huesos y unos coprolitos de hiena.
BRIHUEGA.
CUEVA DEL PALOMAR.
T. M. Argecilla. || D. 7, A 2km. pasa la carretera de Madrid
a Zaragoza; dista 9 km. de la estacién de Matilla (linea de Ma-
drid a Zaragoza); hay posada. || 7. G. Calizas terciarias. ||
Fepl. Vilanova: no encontro nada.
CUEVA DE LA SOLANA.
T. M. Argecilla. || 7. G. Margas terciarias. || Hzp/.. Pefias:
tiene objetos prehistéricos.
GRUTAS DE LA PENA DE LA Hoz.
T. M. Brihuega. || D. 7. Carretera 4 Guadalajara y a Trillo;
hay diligencias diarias 4ambos puntos y 4 posadas. || 7. G. Ca-
lizas miocenas. || Hzp/. Garcia (D. Juan Catalina).
CUEVAS DE Civica.
TI. M. Brihuega. || 7. G. Calizas miocenas. || Hzp/. Gomis.
LA VIRGEN DE LA PENA.
T. M. Brihuega. |! 7. G. Calizas miocenas. || Fvp/. Gomis.
318 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (64)
CIFUENTES.
CUEVA DEL CONVENTO LORADO.
7. M. Carrascosa del Tajo. || D. 7. Caminos vecinales. ||
T. G. Calizas cretaceas. || #vp/. Gomis.
CUEVA DEL BEATO.
7. M. Cifuentes. || D. J. Diligencias 4 Trillo ya Guadalajara;
hay 3 posadas. || 7’. G. Calizas cretaceas.
Las CovaATILLAS.
7. M. Huerta Hernando. || D. 7. Caminos vecinales. || 7’. G. Ca-
lizas jurasicas.
Las IGLESIAS.
7. M. Huerta Hernando. || 7’. G. Calizas jurasicas.
La PENA DEL AGUJERO.
7. M. Huerta Hernando. |] 7. G. Calizas jurasicas.
LA MINA. —
7. M. Huerta Pelayo. || D. 7. Caminos vecinales. || 7’. @. Ca-
lizas jurasicas.
CUEVA DE LOS CASARES.
ZT. M. Riba de Saelices. |] D. 7. Caminos vecinales. |! 7. G. Ca-
lizas jurasicas. || Hzpl. Gomis.
La Sima GRANDE.
7. M. Villanueva de Alcoron. || D. 7. Caminos vecinales; hay
3 posadas. || 7’. @. Calizas jurasicas. || #Hzpl. Garcia (D. Juan
Catalina).
COGOLLUDO.
CAVERNA DE ALPEDRETE.
7. M. Alpedrete. || D. J. Caminos vecinales. || 7. G@. Pizarras?
silurianas. loge
(65) Puig.—CAVIDADES NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 319
CUEVAS DE CABEZA TEJADA.
T. M. Muriel. || D. 7. Caminos vecinales. |] 7. G. Calizas cre-
taceas. || Hzpl. Castel.
CUEVAS DE BONAVAL.
7. M. Retiendas. || D. £. Caminos vecinales. || 7. G. Calizas
cretaceas. || Hzpl. Garcia (D. Juan Catalina).
CUEVA DEL CHORRILLO.
7. M. Tamajon. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. @. Calizas
cretaceas. || “xvp/. Castel, Garcia (D. Juan Catalina).
CUEVA DE La VICIOSA.
T. M. Tamajon. || 7. G. Calizas cretaceas.
CUEVA DE UCEDA.
T. M. Uceda. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Caliza? ter-
claria miocena.
CUEVAS DE VALDEPENAS.
7. M. Valdepefias de la Sierra. || D. 7. Caminos vecinales. ||
I. G. Calizas cretaceas. || Hzp/. Calderon (8.).
MOLINA.
SIMA DE LA IGLESIA.
T. M. Alcoroches. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Calizas
triasicas.
CUEVAS DE LOS ALBARES.
T. M. Algar. |! D. 7. Caminos vecinales; 4 15 km. de la esta-
cidn de Ariza (lineas de Madrid a Zaragoza y de Valladolid 4
Ariza). || 7’. G@. Calizas cretaceas.
CuEVA TORNERO.
T. M. Checa. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G..Arenisca
califera. || Hzpl. Castel.
CUEVAS DE CASTILGRIEGOS.
LT. M. Checa. || 7. G. Calizas jurasicas ?
320 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (66)
CUEVAS DE GENITORIS.
T. M. Checa. || 7. G. Calizas triasicas ?
SUMIDERO DEL CUBILLO.
T. M. Checa. || 7. G. Calizas jurasicas?
CUEVAS DE CHEQUILLA.
T. M. Chequilla. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Calizas
triasicas.
CUBVAS DE CUEVAS MINADAS.
7. M. Lebrancon. || D. 7. Caminos vecinales. || 7’. G. Calizas
jurasicas.
CUEVA DEL CABRERO, CUEVA DE LOS GIGANTES.
T. M. Terraza. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Conglome-
rados calizos triasicos.
PASTRANA.
PENA DE ALGARGA.
T. M., Mllana. |] D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Margas mio-
cenas.
CUEVAS DE LA PENA DE LOS BARCHES, CUEVAS DE LOS MOROs.
7. M. lilana. || 7. G. Margas miocenas.
SIMA DE HUEVa.
T. M. Hueva. || D. 7. Carretera de Armuna 4 Tarancon. ||
T. G. Calizas miocenas.
SACEDON.
CUEVAS DE LAS ENTREPENAS.
7. M. Aunon. || D. 7. Caminos vecinales; hay 2 posadas. ||
T. G. Calizas cretaceas.
EL TABAQUE DE La Mora.
T. M. Sacedon. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Calizas
cretaceas? || Hzpl. Garcia (D. Juan Catalina).
(67), Puig.—CAVIDADES NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 321
CUEVA DE LA Mora.
7. M. Salmeron. || D. 7. Caminos vecinales; hay 2 posadas. ||
7. G. Calizas margosas miocenas. || Hzpl. Garcia (D. Juan Ca-
talina).
SIGUENZA.
CUEVA DE LA Moza.
7. M. Algora. || D. 7. Caminos vecinales; 4 13 km. de la
estacién de Sigiienza (linea de Madrid 4 Zaragoza). || 7. G. Ca-
lizas cretaceas. || Hvpl. Fernandez Navarro.
CUEVAS DEL Rio.
T. M. Jadraque. || D. 7. Estacién en la linea férrea de Ma-
drid a Zaragoza. || 7. G. Margas miocenas.
CUEVA DE GUARZAL.
T. M. Olmedillas. || D. J. A 5 km. de la estacién de Sigiien-
za. || 7. G. Calizas jurasicas.
GUIPUZCOA.
AZPEITIA,
CUEVA DE SAN ADRIAN.
T. M. Cegama. || D. 7. A 6 km. de la estacién de Otzaurte
(linea de Madrid a Irtin); hay 3 posadas. || 7. G@. Calizas infra-
cretaceas.
CUEVAS DE APASTDOZA.
T. M. Cerain. || D. 7. A 9,5 km. de la estacién de Benasain
(linea de Madrid 4 Irtin). || 7. @. Calizas cretaceas.
CUEVA DE ERCHINA.
ZT’. M. Cestona. || D. 7. Diligencias 4 San Sebastian y a Azpei-
tia; hay 7 fondas y posada. || 7. G@. Calizas infracretaceas.
CUEVAS DEL IZARRAIZ.
T. M. Cestona. || 7. G. Calizas cretaceas.
ANALES DE HIST. NAT. — XXV. 21
322 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (68)
CUEVA DE ITZIAR.
T. M. Deva. || D. 7. Estacion de la nea de Deva 4 Malzaga;
carreteras a San Sebastian, Zumarraga y Lequeitio; hay 5 ca-
fés, fonda y 12 casas de huéspedes. |] Z. @. Calizas cretaceas.
SAN SEBASTIAN.
CUEVAS DE LA PENA DE AYA.
T. M. Oyarzun. || D. 7. A 4 km. de la estacién de Renteria
(linea de Madrid 4 Irtin); hay 4 casas de huéspedes. || 7’. G. Ro-
cas graniticas; gcalizas devonianas?
CUEVAS DE AITZBITARTE.
T. M. Renteria. || D. 7. Estacién de Lezo-Renteria en la linea
férrea de Madrid 4 Irin; hay un tranvia desde San Sebastian
por Pasajes a Renteria y una fonda. || 7. @. Calizas infra-
cretaceas.
CUEVA DE URDABURU.
T. M. Renteria. || 7’. G. Calizas triasicas.
CUEVA DEL CASTILLO.
7. M. San Sebastian. || D. Z. Estacién en la linea de Madrid
a Irtn; diligencias para Irtin, Hernani, Bilbao y pueblos de la
costa. || T. G. Margas y areniscas cretaceas.
CuEVA DE ALCANO.
7. M. San Sebastian. || 7. G. Calizas miocenas.
CUEVA DE URNIETA.
. F. M. Urnieta. || D. 7. Caminos vecinales; 4 3 km. de la esta-
cidn de Hernani (linea de Madrid a Irtn). || 7. G. Calizas infra-
cretaceas.
TOLOSA.
CUEVA DE JRUMENDI.
T. M. Anoeta. || D. 7. A 3 km. de la estaciOn de Tolosa (linea
de Madrid 4 Irun). || 7. G. Calizas liasicas.
469) Puig.—CAVIDADES NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 323
CUEVA DE ZOPITE.
T. M. Alquiza. || D. 7. A 7 km. de Tolosa; hay posada. ||
T. G. Calizas liasicas.
MINA DE LOS Moros.
fT. M. Cizurquil. {|.D. 7. A.7 km. de Tolosa. || 7. G. Calizas
liasicas?
CUEVA DE MENDECUTE, CUEVA DE MENDIZUT.
T. M. (2). || Z. G. Calizas jurasicas?
VERGARA.
CAVERNA DE ACATEGUI.
T. M. Oniate. || D. 7. A 11 km. de la estacién de Vergara
(linea de Bilbao 4 Zumarraga); hay 4 cafés, alquiladores de
carruajes y caballerias y 4 fondas. || 7. G. Calizas cretaceas.
CUEVA DE ALONA.
T. M. Onate. || 7. G. Calizas cretaceas.
CAVERNA DE San ELIAS.
T. M. Onate. || T. G. Calizas cretaceas.
CUEVA DE GUESALZA. BOQUERON DE GUESALZA.
T.M. Onate.||7Z. G. Calizas cretaceas.|| ¥zpl. Gordon en 1893.
BOQUERON DE SAN ELIAS.
T. M. Onate. |! 7’. G. Calizas cretaceas.
CUEVA DE AITZQUIRRI.
T. M. Onate. || 7. G. Calizas cretaceas. || Hxrpl. Gascue, Ro-
driguez Ferrer, Adan de Yarza, Vilanova y otros. Se han en-
contrado abundantes restos del Ursus spele@us; los frailes domi-
nicos del Seminario de Vergara han conseguido formar dos
esqueletos completos de oso y de hiena de las cavernas.
CUEVA DE SAN VALERIO.
7. M. Mondrag‘én. || D. J. A 8 km. de Vergara (linea de
324 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (70)
Bilbao 4 Zumarraga); hay 4 cafés y fonda. || 7. G. Calizas cre—
taceas.
CUEVA DE GARAGAIZA.
7. M. Mondragon. || 7’. G. Calizas cretaceas. || Hxpl. Zavala
(D. Casto).
HUELVA.
ARACENA.
GRUTA DE LA PENA.
T. M. Alajar. || D. 7. Carretera de Cortegana 4 Aracena; hay
posada. || 7’. G. Calizas del estrato cristalino.
CUEVA DE ARACENA.
7. M. Aracena. || D. J. Carreteras de Aracena 4 Ayamonte y
de la Venta del Alto 4 Repilado; caminos vecinales 4 Sevilla y
Huelva; hay 3 fondas, 4 cafés y 5 posadas. || 7’. G@. Calizas del
estrato cristalino.
HUESCA.
BARBASTBO.
CUEVA DE CHIMIACAS.
T. M. Alquézar. || D. 7. A 14 km. de la estacién de Barbas—
tro (linea de Selgua 4 Barbastro); camino carretero a las Cellas
(carretera de Huesca a Barbastro). || 7. G. Calizas numuliticas.
CUEVA PALOMERA.
T. M. Alquézar. || 7. G. Calizas numuliticas.
CUEVA DE LA REINA Mora.
TL. M. Alquézar. || 7. G. Calizas numuliticas.
BENABARRE.
CuEVA VIEJA.
T. M. Espés. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G. Calizas cre-
taceas.
(71) Puig.—CAVIDADES NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 225
CuEVA FORNAZOS.
T. M. Espés. || 7. G. Calizas triasicas.
CUEVA DE GABASA.
7. M. Gabasa. || D. 7. A 12 km. de la estacién de Binefar
(linea de Barcelona 4 Zaragoza). || 7’. G. Calizas cretaceas.
CUEVA DE LA PENA DE SAN CLEMENTE.
T. M. Perarrua. || D. 7. Carretera de Barbastro 4 Francia,
por Perarruia y Benasque. || 7’. G. Calizas eocenas.
BOLTANA,
CUEVA DE LAS BACHELLAS,
T. M. Rodellar. || D. 7. Caminos vecinales; hay posada. ||
T. G. Calizas eocenas.
CUEVA DE ANDREBOT.
7. M. Rodellar. || 7. G. Calizas eocenas?
ForATS DE MINGOT.
7. M. Sahin. || D. 7. Caminos vecinales. || 7. G@. Calizas de-
vonianas.
Trd DE Los Moros, CUEVA DE Los Moros.
ZT’. M. Sahin. || 7. G. Calizas devonianas.
CUEVA DE SaHtn, CuEvA DE PENAS TRENCADAS.
T. M. Sahin. || 7’. G. Calizas devonianas.
GRUTA DE LA ZORRA.
7’. M. San Juan. || D. 7. Caminos provinciales. || 7. G. Cali-
zas numuliticas.
CUEVA DE SAN PEDRO.
T. M. Seira. || D. 2. Caminos vecinales. || Z. G. Calizas cre-
taceas.
CUEVA DE EJEA.
T. M. Serrate. Valle de Lierp. || D. 7. Caminos vecinales. ||
T. G. Calizas cretaceas.
326 ANALES DE HISTORIA NATURAL. ; (72)
HUESCA.
CUEVA DE CHAVES.
7. M. Panzano. || D. J. Caminos vecinales. || T. G. Calizas.
eocenas.
CUEVA DE SOLENCIO.
T. M. Panzano. || T. G. Calizas eocenas.—#zpl. Mallada.
CUEVA DE LAS OVEJAS.
T. M. Panzano. || T. G. Calizas eocenas.
CUEVA DEL MELIZAR.
T. M. Panzano. || T. G. Calizas eocenas.
CUEVAS DE FABANA.
T. M. Panzano. || T. G. Calizas eocenas.
CUEVA DE LA VENTOSA.
T. M. Panzano. || T. G. Calizas eocenas?
CUEVA DE SAN GINES.
T. M. Panzano. || T. G. Calizas eocenas?
CUEVA DE LA GRIMA.
T. M. Panzano. || T. G. Calizas cretaceas?
CUEVA DE SAN COSME.
T. M. Panzano. || T. G. Calizas cretaceas?
JACA.
Los Forats.
T. M. Agiiero. || D. 7. Caminos vecinales. || T. G. Calizas cre-
taceas.
Las FORATIESES.
T. M. Agiiero. || T. G. Calizas cretaceas.
(733) Puig.—CcAVERNAS NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 327
CUEVA DE LaS GRALLAS.
T. M. Agiiero. || T. G. Calizas miocenas.
CUEVA DEL PALOMAR.
T. M. Ansé6. || D. Z. Carretera de Ansé a Laspufia; hay 3 ca-
fés y 2 posadas. || T. G. Calizas numuliticas.
Curva F6RCALA.
T. M. Anso. || T. G. Calizas numuliticas.
CUEVA DE ESPATO.
T. M. Anso. || T. G. Calizas numuliticas.
GRUTA DE LA GLORIOSA.
T. M. Biescas. || D. 7. Carretera de Jaca 4 Pau (Francia). ||
T. G. Calizas cretaceas.
CUEVA DE SAN JUAN DE LA PENA, CUEVA DE PANO.
T. M. Botaya. || D. 7. Caminos vecinales. || T. G. Conglome-
rados eocenos.
CUEVA DE OROEL, CUEVA DE URUEL.
T. M. Jaca. || D. 7. Carretera de Huesca; estacion de la linea
de Tardienta 4 Jaca; hay 2 cafés, 2 fondas, 3 casas de huéspe-
des y 4 posadas. |j T. G. Conglomerados calizos eocenos.
CUEVAS DE LAS GUIXAS.
T. M. Villaniua. || D. 7. Carretera de Zaragoza 4 Francia. ||
T. G. Calizas cretaceas. | Hzpl. Mallada.
TAMARITE.
Ext ForaT DE PISTOLES.
7. M. Albelda. || D. 7. A 12 km. de la estacién de Binefar
(linea de Barcelona 4 Zaragoza). || 7. G. Calizas miocenas,
EL CLotT DEL TORRENT.
T.M. Alcampel. || D. 7. Caminos de herradura. || Z. G. Cali-
zas miocenas.
328 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (74)
GRUTA DE LA ALGARETA.
7. M. Estadilla. || D. 7. A 12 km. de Barbastro (linea de Sel-
gua a Barbastro); hay establecimiento de aguas minerales. ||
T. G. Calizas cretaceas.
CUEVA DE LA TENALLETA.
T. M. Estadilla. || 7. G. Calizas cretaceas.
CUEVA DE San NICOLAS.
7. M. Tamarite de Litera. || D. 7. Carretera de 3. orden de
Guell 4 Binefar; diligencias 4 Benabarre y a Binefar; hay 2
cafés, 1 casa de huéspedes y 1 posada. || 7. G. Calizas mio-
cenas.
JAEN.
ALCALA LA REAL.
CUEVA DEL AGUA.
7. M. Alcala la Real. || D. 7. Diligencias alternas 4 Jaén,
Granada y Priego; carretera de Madrid 4 Granada; hay café,
fonda, 2 casas de huéspedes, 6 posadas y observatorio meteo-
rolégico. || 7’. G. Calizas jurasicas.
CUEVA DE LA PIEDRA DE LUQUE.
T. M. Alcala la Real. || 7. G. Calizas jurasicas?
CAZORLA.
CUEVA DE BRUNEL.
T. M. Quesada. || D. 7. Coche diario 4 Peal, Ubeda y Baeza;
a5 km. de Cazorla; hay casinos, 2 cafés, casa de huéspedes y
2 posadas. || 7’. G. Calizas cretaceas.
JAEN.
La CIMBRA DEL COBARRON.
T. M. Jaén. || D. 7. Estacién de la linea de Madrid 4 Malaga
por Jaén; hay fondas y posadas. || 7’. G. Calizas titdnicas.
(75) Puig.—CAVERNAS NATURALES Y MINAS PRIMORDIALES. 329
MANCHA REAL.
CUEVA DE La SIERRA.
7. M. Albanchez. || D. 7. Dista de Mancha Real 11 km. de
camino vecinal. || 7’. G. Calizas titdnicas. || Hvp/. Gongora. Se
han hallado restos humanos, vasijas de barro y armas de pe-
dernal.
CUEVA DE LoS Moros.
T. M. Bedmar. || D. 7. Caminos vecinales; hay 3 posadas. ||
7. G. Calizas cretaceas.
MARTOS.
CUEVA DE LA PENA.
7. M. Martos. || D. 7. Estacién en la linea de Madrid a Ma-
laga por Jaén; diligencias 4 Jaén; hay casinos, 2 cafés, 6 po-
sadas y 2 casas de huéspedes. || 7. G. Calizas infracretaceas.
CUEVA DEL ToscON.
7. M. Martos? || 7. G. Calizas cuaternarias?
ORCERA.
SIMA DEL PINAR DEL RISCO.
7. M. Pontones. || D. 7. Caminos vecinales: hay posada. ||
T. G. Calizas dolomiticas infracretaceas.
CUEVA DEL AGUA.
7. M. Pontones. || 7. G. Calizas infracretaceas.
(Continuara.)
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OBSERVACIONES SOBRE ALGUNOS PUNTOS DE LA TECNICA
PARA EL
ESTUDIO DE LA CONTRACCION MUSCULAR
EN LA RANA,
POR
D. ENRIQUE PEREZ ZUNIGA.
(Sesién del 4 de Marzo de 1896.)
Cuando se emplea el método grafico en el estudio de la con-
traccién muscular importa muy mucho tener presentes una
_ porcién de circunstancias que pueden influir en el trazado
grafico 6 miograma, alterando.su forma, amplitud, etc., y
haciendo muchas veces errénea su interpretacién por traducir
como modalidades de la contraccién misma lo que no es sino
producto del modo de actuar los aparatos que se empleen 6 de
condiciones organicas andmalas, en que se coloca a los anima-
les sujetos 4 la experimentacién. Siempre que se trate de hacer
comparables las curvas correspondientes 4 la contraccién mus-
cular y de poder sacar partido de este método de investigacion
fisioldgica es menester tomar toda suerte de precauciones para
evitar influencias extrafias que vengan 4 alterar los resultados
y consignar, al publicar las observaciones, todas las condicio—
nes experimentales realizadas, por ejemplo: Aparato empleado
(midgrafo)—peso tensor—longitud del estilo inscriptor—velo-
cidad de la superficie receptora—excitante empleado é inten—
sidad del mismo. Condiciones del animal—(especie,—talla,—
sexo, etc., etc.) Sdlo asi se podria llegar 4 un acuerdo entre
los diversos experimentadores.
332 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2)
Kstudiando este punto de la fisiologia de la rana y a la
vuelta de obtener un numero muy considerable de curvas
miogramicas, me ha sido dable advertir algunas causas de
modificacién del trazado, unas dependientes de condiciones
organicas en que se coloca al animal, como es la ligadura de
un miembro, la posicién, la sangria previa, etc., etc., y otras
achacables a los distintos aparatos que se utilizan para dicho
fin. Senalaré las principales, no consignadas, que yo sepa, por
ningun autor.
1. ILnfluencia de la ligadura de una de las patas de la rana.—
Entre los varios medios aplicables al estudio de la contraccién
muscular sabese que uno de ellos consiste en hacer actuar
substancias diversas que modifican de un modo 6 de otro la
curva miogramica. Y nada mejor que obtener dos curvas
simultaneas de los gemelos de ambas patas, colocandolas en
idénticas condiciones experimentales salvo el que sobre uno
se haga actuar el veneno 6 substancia modificadora y sobre el
otro no; para esto es bien sabido que se apela entre otros
medios a la ligadura de una de las patas. Inyectando en el
saco dorsal de la rana una disolucién de la substancia que se
va a ensayar, esta por absorcidén y con el torrente circulatorio
llega al gemelo de un lado, pero no al correspondiente a la
pata ligada. Pues, bien, el mero hecho de la ligadura cuyos
vasos se hallan obstruidos, hace cambiar por completo la
forma de la curva obtenida y por consiguiente deja de ser
comparable con la curva de la pata envenenada. Hé aqui
algunas observaciones que lo comprueban, tomadas de mi
coleccién de estudios graficos hechos en el Laboratorio de
Fisiologia de la Facultad de Medicina de Madrid.
Observacion nim. 7. (Hoja nim. 51.)\—Condiciones: Midgrafo
doble de Marey.—Velocidad del cilindro registrador 40 vueltas
por minuto. Rana grande, se liga la pata 4 ambos. Excitacién
de nervios ciaticos por redforos bifurcados procedentes de la
bobina de Ranvier, separacién del carrete inducido 120.
Notase una diferencia muy grande entre las curvas: La de
la pata ligada se prolonga mucho (semi-contractura); sobre
todo al interrumpir la corriente. Como se ve en el trazado el
tiempo de contraccion latente no varia.
Observaciones 164 y 166. (Hoja nun. 78.)—Condiciones: Velo-
cidad del cilindro registrador 6 vueltas por minuto.—Se
(3) Pérez Zufliga.—CONTRACCION MUSCULAR EN LA RANA. 333
emplea el-interruptor de ruedas dentadas, de Marey. Las
demas condiciones como en observaciones anteriores.
Comparese la primera en que todavia no se ha hecho la
ligadura con la segunda. Las diferencias se senalan mas al
interrumpir la corriente.
Desde luego crei que la modificacidn dependia del estanca-
miento de sangre en el musculo. Para comprobarlo hice ensa-
yos sangrando previamente a la rana, y en efecto, no se pro--
dujo alteracién alguna en la curva, como puede notarse en las
Observaciones 179 a@ 183. (Hoja nim. 81.)—Rana mediana. Se
la sangra totalmente por el corazon.
La sangria sola no produce modificacion apreciable como
puede comprobarse por la inspeccién de la curva 179.
2. Influencia de los aparatos empleados.—Modificaciones en
los miogramas segun la manera de interrumpir y establecer
la corriente eléctrica excitadora.—Es de todos sabido que
cuando se emplean las corrientes eléctricas inducidas, es
necesario interrumpir el circuito inductor y restablecer alter-
nativamente para producir ondas inducidas que provocan la
contraccién del musculo con una intensidad mayor en el pri-
mer caso, esto es, cuando la corriente se interrumpe, que en
el segundo. Para efectuar estas interrupciones hemos hecho
uso unas veces del mismo interruptor que lleva el aparatito
de induccién de Ranvier; otras de la llave interruptora de mer-
curio; otras de la llave de Morse, 6 de la rueda dentada de
Marey, etc., y en igualdad de todas las demas circunstancias
y segtin el modo de emplear dichos interruptores resultan
diferencias en las curvas que es preciso tener presentes. Por
ejemplo; levantando con mas 6 menos suavidad la manivela
del interruptor del carrete de Ranvier se obtienen trazados
como el correspondiente a la observacién 1.614 (hoja num. 198),
en la que la separacién fué pronta y enérgica, y el de la obser-
vacién 1.615 en que fué suave.
Influencia del interruptor de ruedas dentadas de Marey.—
Utilizando este aparato pudimos observar diferencias tan nota-
bles, que, en apariencia al menos, se llega a invertir por com-
pleto aquella ley, antes citada, de la mayor intensidad de la
corriente inducida, al concluir que al empezar la inductora.
Kjemplo: observacién 431 (hoja nim. 133.) gDe qué depende
semejante efecto? Desde luego supuse que dada la manera de
334 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4)
funcionar el aparato, habria de producirse al caer la palanca
(establecerse la corriente 6 cerrarse el circuito), no un contacto
unico, sino una serie de repetidos contactos infinitesimales
por rebote, digamoslo asi, que inapreciables 4 simple vista,
multiplican de un modo extraordinario la accidn de la corriente
y falsean por completo el resultado. Para comprobarlo se prac-
ticaron una serie de experimentos que confirmaron la inter-
pretacién que acabamos de indicar.
Observaciones 444, 445 y 447. (Hoja nim. 135.)—Condiciones:
Rana de tamano mediano.—Velocidad del cilindro 6 vueltas
por minuto.—Separacién de las bobinas 120.—Excitacién de
los ciaticos.
Primeramente se hacen las interrupciones con el interruptor
de la bobina y la curva (444) expresa la ley consabida; es
mas alta al ¢ que al e. Interpdnese luego la rueda dentada y
se observa (445) la inversion del fendmeno, mas alta al e que
al 7. Lo mismo ocurre haciendo caer la palanca desde cierta
altura, mas no asi cuando haciendo 4 mano las interrupciones
y los contactos se comprime lgeramente la palanca para
cerrar el circuito, evitando asi la produccién de los rebotes
segtin se observa en 447. Claro esta que el efecto sera tanto
mas marcado cuanto mayor sea la altura de que caiga la
palanca, pues las oscilaciones resultantes del choque seran
mas numerosas y amplias, lo cual se comprueba haciendo que
dicha altura vaya siendo cada vez menor hasta que llegue un
momento en que desaparezca esa influencia, como acontece en
la observacién 454 (hoja num. 136), en la cual se produjo la
caida de la palanca retirando con cuidado un pedacito de
papel-tela entre los dos puntos de contacto. En el momento en
que la altura se hizo mayor (interposicién de una cartulina),
observacion 456, se volvié 4 producir el fendmeno.
Todos estos ensayos fueron repetidos, con igual resultado,
aplicando directamente a los gemelos la excitacién, ejem-
plo 457 (hoja num. 137). ;
Por si estas pruebas no eran suficientes, instituimos una
serie de experimentos valiéndonos de la seal eléctrica de
M. Desprez, haciéndose patente la causa eficiente del fend-
meno. (Hoja num. 180), observaciones de 1.265 a 1. 273. a ae
diciones: Rueda con 15 clavillos.
(5) Pérez Zufiga.—CONTRACCION MUSCULAR EN LA RANA. 335
Rueda sola............. Observacién 1.265
Velocidad =1..) — conl1 plomo...... _ 1.266
— con2 — ...... _ 1,267
Rueda sola............. Observacioén 1.268
Velocidad —6.. — conl plomo....... —_— 1.269
— con2 — ...... — 1.270
Rueda sola............- Observacién 1.271
Velocidad= 40.’ — con1plomo....... _— 1.272
— CON 2). = ..... : — 1.273
Como se puede notar en las graficas, cuando la velocidad es
de 6 vueltas por minuto y mucho mas cuando es de 40, existen
465 ondulaciones al efectuarse el contacto, lo que indica que
este contacto, al parecer wnico, es en realidad multiple; y el
no producirse con la velocidad minima es consecuencia de que
siendo menor la energia los rebotes han de ser menos nume-
rosos é intensos, de igual modo que aumentando el peso, aun-
que las velocidades sean de 6 y de 4 vueltas por minuto.
Por ultimo, existe una influencia combinada del modo de
producir las interrupciones y las resistencias interpuestas en
el circuito. Introdujimos la bobina de Ranvier y las ondula-
ciones producidas por la rueda dentada de Marey 4 que nos
acabamos de referir desaparecieron completamente. Véase la
observacion 1.625 (hoja nim. 199). Lo mismo se consigue con
resistencias mucho mas pequenas. Haciendo uso de la caja de
resistencias de Gaiffe. Sdlo la resistencia minima propia del
aparato bast6 a producir el resultado, observacién 1.630’. Com-
parense con la 1.635’ en que se suprimidé totalmente la caja de
resistencias. Otra cosa se observa en estos trazados, a saber:
que la forma de los mismos cambia también y conforme se
puede notar en las observaciones 1.336’ y siguientes, su altura
va disminuyendo hasta llegar 4 desaparecer por completo en
la 1.641’.
De todo lo expuesto se desprende la mucha cautela con que
hay que proceder cuando se trata de experimentacién fisiolo-
gica. Son tantas las causas de error que pueden falsear los
resultados, que nunca serén bastantes todas las precauciones
que hemos de tomar para poder mas tarde interpretar recta-
mente los trazados y sacar consecuencias de algun valor cien-
tifico.
OBSERVACIONES RECOGIDAS
SOBRE
LAS CIRCUNVOLUCIONES CBREBRALES DEL CRRDO DOMESTICO
POR
ee a ee A ee
(Sesion del 2 de Diciembre de 1896.)
Estudiando la morfologia macroscépica del encéfalo en los
vertebrados y examinando con este objeto un numero consi-
derable de peces, anfibios, reptiles, aves y mamiferos (1), ha
llamado mi atencidn la disposicién, compleja en cierto modo,
que ofrecen las circunvoluciones cerebrales del cerdo, sobre
todo si se consideran desde el punto de vista de la inferioridad
intelectiva del citado mamifero y del lugar que éste ocupa en
la escala zoologica.
No se me oculta que hay mucho escrito sobre el encéfalo de
los mamiferos. El profesor Ch. Debierre y el Dr. Bole han es-
tudiado en el Laboratorio anatémico de la Facultad de Medi-
cina de Lille un gran numero de cerebros de perro, zorro,
turén y gato (2). También tengo noticia de los trabajos que
sobre este y otros asuntos analogos tienen publicados Broca,
Schwalve, Giacomini, Zuckerkand, Trolard, Guldberg, Ebersta-
ller, Cunningham y otros muchos distinguidos anatomistas y
(1) La mayor parte de estas observaciones confirman las de Gegenbaur, Wie-
dersheim, Vogt y demas tratadistas cldsicos contempordineos de Anatomia compa-
rada. Algunas, sin embargo, por no estar de acuerdo con las citadas, las destino 4 la
publicidad.
(2) Essai sur la Morphologie comparée des circunvolutions cérébrales de quelques
ecarnassiers.—/Jowrnal de l’ Anatomie et de la Physiologie.—Novemb. et Decemb., 1893.)
ANALUS DE HIST. NAT.—XXV. 22
338 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2)
antropologos; pero no conozco ninguna tesis especial sobre las
circunvoluciones del cerdo y de la cabra, sino sdélo algunos
datos incompletos dispersos en otras publicaciones no mono—
eraficas, como son todos los que se consignan en los tratados.
elementales 6 magistrales de Zoologia 6 Anatomia comparada
que circulan entre nosotros. Estos conocimientos los considero.
fundados todos ellosen los trabajos de Huschke (1), Gratiolet (2),
Waener (3) y Paasch (4); quiza por ignorancia de algunas len—
g@uas extranjeras 6 por deficiencia de mis recursos, yo des—
conozco alguna publicacion de indole especial sobre el asunto-
que ha de ocuparme; y este desconocimiento es el que me im-
pele a publicar, en primer término, mis observaciones sobre
el cerebro del cerdo, teniendo en cuenta, como ya he indicado,.
lo chocante que aquél me ha sido dada la colocacién taxo-
nomo-zooldgica del citado artiodactilo y las reflexiones a que
con tales motivos se prestan las teorlas reinantes en asuntos.
filogénicos.
Mis observaciones han recaido sobre un considerable nu—
mero de ejemplares pertenecientes a cerdos adultos y a em-
briones de dos edades distintas, y en la descripcion siguiente:
adopto el término medio 6 tipico 4 que pueden referirse todas.
ellas (5).
HEMISFERIO CEREBRAL DEL CERDO ADULTO.
Examinaré sucesivamente lo relativo 4 cada una de sus tres.
caras, supero-interna, interna & inferior; me ocuparé luego de:
algunos detalles que no hayan podido ser comprendidos en
las descripciones indicadas y terminaré senalando la lobuliza—
cién y las deducciones que quepa establecer como derivadas.
de los datos que he de exponer.
a. Cara supero-externa.—Ofrece de alto a bajo, de dentro a
(1) Schadel Hirn und Seele. Jena, 1854.
(2) Sur les plis cérébraux de l’homme et des primates, Paris, 1854.
(8) Vorstudien zu einer wissenschaftlichen. (Morphologie d. Gehirns./
(4) De sulcis et gyris in cerebro simiarum et hominum. Kiliae, 1866.
(5) Los ejemplares embrionarios me los facilitaron dos de mis alumnos: los se-
hores Granados Ruano y Castroviejo (D. Ramon).
(3) Pelaez.—cIRCUNVOLUCIONES CEREBRALES DEL CERDO. 339
afuera y de delante 4 atras las circunvoluciones y anfractuosi-
dades siguientes (fig. 1.* y 2."):
Bios a2
| fi
: Ya Aa Ys ag
SS
Vista general superior del encéfalo de un cerdo Cara externa del hemisferio
adulto. cerebral derecho.
1.° Unacircunvolucién que, empezando en la extremidad
anterior del hemisferio, costea el borde superior de éste, pasa
en parte a la cara interna y llega hasta la mitad del mencio-
nado borde superior; alli termina continuandose con otra cir-
cunvolucién situada inmediatamente por debajo, y forma con
ella el labio anterior de una depresién cisuraria de un centi—
metro a centimetro y medio de extensién, oblicua hacia ade-
lante y abajo y comparable con la cisura de Rolando de los
mamiferos superiores. Al continuarse con la circunvolucion 2.",
de que hablaré en seguida, constituye un angulo agudo me-
nor de 45°, cuyo vértice se prolonga por la cara interna
hasta cerca de lo que puede compararse con la cisura sub-
frontal.
2.° Por debajo de la precedente y 4 continuacidn de la co-
rrespondiente cisura separatoria existe una segunda circunvo-
lucién, que empieza también en el extremo anterior del
340 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4)
hemisferio, unida 4 la primera por un pliegue oblicuo; en se-
cuida se dirige, oblicuamente también, ensanchandose de un
modo paulatino, hasta la unién del cuarto anterior con los
tres cuartos posteriores de la cara externa que nos ocupa,
donde ofrece un surco oblicuo que la reduce a la tercera parte
de su anchura. Mas arriba y atras se reconstruye en su pri-
mitivo diametro transversal y converge con la circunvolucién
precedente, para formar el labio anterior de la cisura pseudo-
rolandica citada y el angulo de la cara interna, ya descrito.
3.° Por delante del punto en donde es casi interrumpida
por adelgazamiento la circunvolucion 2.*, empieza otra que es
cortada también, aunque de un modo completo, por el mismo
surco que adelgaza 6 amenaza segmentar aquélla; y las dos
porciones resultantes quedan unidas a dicha circunvolu-
cidn 2.*° mediante anastémosis superficiales independientes y
bien ostensibles; después, mas alla del surco interruptor, la
circunvolucién que me ocupa, 6 3.* de la serie que reseno, va
ensanchandose progresivamente y termina en un abulta-
miento libre que forma parte del labio anterior de una nueva
y notable cisura. Es ésta oblicua y larga, y existe en la union
del tercio posterior con los dos tercios anteriores de la cara
externa del hemisferio.
4.° Mas afuera y abajo hay otra circunvolucién que em-
pieza también unida a la 2.* por una comisura oblicua hacia
arriba, atras y afuera; en seguida que nace, asciende oblicua-
mente como la 2.* y la 3.*, y asi que llega 4 la cisura oblicua
y larga citada anteriormente, se acoda en angulo recto, forma
la parte de labio anterior de aquella que no ha constituido
la 3." y se bifurca formando dos circunvoluciones, cuyo tra-
yecto, situacién y disposicién recuerdan las dos temporales
primeras de los mamiferos superiores; ambas terminan unién-
dose en comisura bastante notable para poderla referir a la
constitucién de la punta de un pequeno lébulo.
5.° Por detras del punto donde queda dicho que esta si-
tuada la cisura pseudo-rolandica y formando el labio posterior
de ésta, arrancan dos circunvoluciones, de las cuales la in-
terna es muy delgada y termina afilandose en la extremidad
posterior del hemisferio para dividirse después en dos peque-
nas ramas que se unen en la parte mas declive de dicha ex-
tremidad posterior y se continuan con las de la circunvolucién
ae
(5) Pelaez.—CIRCUNVOLUCIONES CEREBRALES DEL CERDO. 341
externa y con otra situada en la cara interna del hemisferio.
6.° La circunvolucion infero-externa de la zona situada por
detras de la cisura pseudo-rolandica, nace unida 4 la ante-
riormente descripta, es mucho mas ancha que ella y engruesa
cada vez mas al dirigirse oblicuamente abajo, afuera y atras,
paralela 4 lainterna; se bifurca como ésta, y sus dos ramas,
ademas de unirse 4 la interna, se unen entre si, se prolongan
por la cara inferior y terminan, también uniéndose, a las dos
temporales antes citadas. Kn esta ultima parte de su trayecto
y ya verdaderamente en la cara inferior del hemisferio, se
hacen paralelas 4 las mismas y parecen una 3.* y una 4.” tem-
porales. Por fin, el borde antero-externo de la circunvolucién
que acabo de describir es el labio superior de la cisura oblicua
y larga que citamos como situada en la unidén del tercio pos-
terior con los dos anteriores de la cara externa del hemisferio.
b. Cara interna. (Fig. 3.")—De delante 4 atras y de arriba
a abajo, ofrece:
Cara interna del hemisferio cerebral derecho.
1.° La prolongacién ya citada de la circunvolucidn 1.* de la
cara externa, que se abulta considerablemente en la extremi-
dad anterior del hemisferio.
2.° Una parte de la cisura pseudo-rolandica, separada de la
sub-frontal por su comisura correspondiente.
3.° Debajo de estas partes, la cisura sub-frontal, larga, con-
tinua hasta mas alla de la zona pseudo-rolandica, rodeando
todo el lé6bulo limbico y llegando hasta la cara inferior, donde
se termina en un surco que puede interpretarse sin violencia
como el representante de aquel que en los mamiferos supe-
riores corresponde 4 la eminencia intraventricular denomi-
nada por Meckel eminencia colateral del hipocampo 6 pierna de
palo, de las antiguas y chistosas nomenclaturas anatiémicas.
342 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6)
En la referida cisura sub-frontal existen dos pliegues de paso
muy superficiales, que por su situaciOn en el tercio anterior
le dan el aspecto de doble hoz, tan frecuente en muchos ma-
miferos.
4.° Debajo de la cisura subfrontal se ve la circunvolucién
calloso-marginal, limbica tt olfatoria, cuya continuacién, con
todas las partes del sub-aparato del nervio olfatorio, es bien
evidente.
5.° Por debajo hay un surco calloso-marginal indudable,
y mas debajo todavia el cuerpo calloso; pero entre éste y la
circunvolucién limbica no he encontrado nada que pueda
compararse 4 nervios de Lancisi y fasciolas de Giacomini.
6.° Por ultimo, en la cara interna del hemisferio aislado es
visible el septum lucidum, y separado éste, la amplia abertura
que conduce al ventriculo lateral, en cuyo suelo son aprecia—
bles el nucleo caudal, el surco opto-caudal y el talamo 6ptico;
sobre éste se ve el trigono adherido al cuerpo calloso solamente
al nivel del rodete, lo cual indica que las partes vestigiosas
del septum lucidum se prolongan muy atras y quiza se atrofian
y destruyen en cierto periodo de la vida. De aqui resulta la
existencia en el cerdo de un extenso ventriculo de Berga, y
quiza una comunicacidn entre los dos ventriculos laterales en
la vida adulta. Nuestras observaciones, sin embargo, no con-
sienten todavia tomar como definitiva ninguna de las dos in-
dicadas deducciones hipotéticas. Tampoco podemos decir nada
de epifisis, hipdfisis y parafisis en el cerdo adulto.
ce. Cara inferior. (Fig. 4.°)—En una primera mirada inves-
tigadora parece una superficie plana 6 casi plana, en la que
no cabria admitir mas que ligeros indicios de lobulizacién;
pero observando detenidamente la regién, se aprecian de atras
a adelante los detalles siguientes:
1.°. Dos formaciones redondeadas que corresponden a la
superficie de seccién del pedunculo cerebral y de la zona sub-
Optica.
2.° Por fuera y delante un surco, que es el del hipocampo,
y en su fondo la fascia dentata.
3.° Mas por fuera aun se ve un abultamiento continuo ha-
cia atras con la circunvolucioén callosa y con las dos ramas de
la postero-interna de la cara externa, al unirse con la infero-
externa que le es paralela; este abultamiento es indiscutible-
(7) Pelaez.— CIRCUNVOLUCIONES CEREBRALES DEL CERDO. 343
mente el representante de la circunvolucién temporal 5.* de
los mamiferos superiores; pero en su.parte mas ancha y antero-
inferior se contintia con una superficie triangular, que a la
vez se continua también con una pequena eminencia no visi-
ble en la fig. 4.", y que es la representante del lobulo olfatorio;
Fig. 4.3
Encéfalo de cerdo adulto, visto por su region inferior.
éste termina en el punto de arranque de la primera circunyo-
Jucion descrita en la cara externa, y de ella le separa un surco
transversal.
d. Cisuras y surcos no citados.— Entre éstos pueden contarse
los siguientes:
1.° El correspondiente, por su topografia, a la cisura de
Sylvio. El labio inferior de esta cisura se halla constituido por
el bulbo olfatorio hacia adelante y adentro; y un poco mas
hacia afuera y atras, por su continuacion con la representante
del lobulillo del hipocampo. El labio superior lo forman lo mas
inferior y anterior de la circunvolucién antero-externa 4.", y
lo mas superior de lo que puede interpretarse como tempo-
ral 1.*, que al continuarse con la temporal 2.* forma también
-
314 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8p
una incisura pre-limbica muy acentuada, y abierta en la ci-°*
sura que me ocupa. En el fondo de ésta se ve un lobulillo trian-
evular, sin diferenciacién circunvolucidnica apreciable, y que,
como se comprendera, es el representante del l6bulo insular.
Hacia delante, la cisura silviana se bifurca en dos pequenas.
ramas que remedan la disposicién de las correspondientes del
hombre: una es vertical posterior y a su nivel se deprime lige-
ramente la corteza cerebral; esta depresidn corresponde al
mismo nivel en que se continuan las dos primeras tempora—
les; la otra es horizontal, transversa U oblicua, y se confunde
unas veces con el Himite anterior del lébulo olfatorio, y otras
veces avanza distintamente mas alla de dicho limite, por pleno
territorio cértico-frontal. Por fin, por detras se continua con
la cisura limbica y con la rama larga que corresponde al codo
del dobladillo; razén por la cual puede terminarse diciendo
que la cisura silviana en el cerdo es bifida hacia adelante y
hacia atras, y que la bifidez anterior es mucho mas pequena.
que la posterior.
2.° En la regidn frontal existen tres surcos de segundo or—
den, antero-posteriores 6 ligeramente oblicuos, superior, me-
dio é inferior; de ellos, los dos ultimos se abren en la cisura
larga y oblicua de la cara externa del hemisferio.
3.° Confundido en parte con los surcos frontales dichos,
existe otro mas profundo y oblicuo, que es el que segmenta
las dos primeras circunvoluciones descritas.
4.° Hxisten ademas el interparietal y los cuatro temporales-.
perfectamente distintos; de estos ¢! empieza por arriba, donde,
la que podemos suponer como F"', se continua con 7" y 7; ¢
es continuo con el surco largo y oblicuo 6 fronto-parietal de
la cara externa; /? se contintia con lo que podemos interpretar
como ¢. parietal 2.*, segtin diremos ahora; y, por ultimo, ¢',
alojado en el espesor de la supuesta c¢. parietal 2.*, viene a
continuarse directamente, aunque con Cierta oblicuidad, con
la cisura limbica, que si esta separada de dicho surco es sélo
en la profundidad.
..° También hay los tres surcos que resultan de la doble
bifurcacion de las circunvoluciones existentes por detras de la
zona pseudo-rolandica.
6.° Por fin existen también algunos surcos de tercer orden,
pero de escasa importancia.
(9) Pelaez.— CIRCUNVOLUCIONES CEREBRALES DEL CERDO. 345
e. Lobulizacion.— De cuanto llevo expuesto resulta que son
perfectamente distintos en el cerebro del cerdo adulto los lébu-
los frontal, parietal, temporal y imbico, y estan apenas bos—
quejados el occipital y el insular.
El lobulo frontal tiene cuatro circunvoluciones independien-
tes, de las cuales, contadas con arreglo a la nomenclatura de
Broca, la 3.* 6 #3 esta dividida por completo en dos porciones,
una anterior menor y otra posterior mayor; F? casi llega a di-
vidirse también al nivel del mismo punto en donde esta divi-
dida 7%; #! tiene una porcidn interna bastante notable en ex-
tension; y # es la mas larga é interesante de todas. Ninguna
de ellas aparece diferenciada en la cara inferior; las dos supe-
riores parecen pertenecer a un sistema distinto por su enlace
supero-interno, y por formar parte de la zona pseudo-rolan-
dica; las dos inferiores son independientes, fronto-parietales,
y en parte representarian lobulillo anterior de lac. parietal 2.*
de los mamiferos superiores; el limite posterior del ldbulo es
la cisura pseudo-rolandica, y otra, muy notable por su exten-
sidn, que separa lo fronto-temporal de lo parietal, y que es lo
que he denominado en la descripcion precedente cisura oblicua
y larga de la cara externa.
Kl lébulo parietal, en su mitad inferior, pertenece en abso-
luto a territorio frontal, y en su mitad superior ofrece dos cir-
cunvoluciones que tienen mucho parecido en su disposicion
con la propia de los mamiferos mas elevados de la escala.
Kl /dbulo temporal casi no se separa en nada de la disposi-
cidn mas sencilla considerada como tipica en los cuadrumanos
y en el hombre.
Kl /dbulo limbico es completo, pero 4 él se halla anejo un
bulbo olfatorio no tan desarrollado en el cerdo adulto como
a priori pudiera suponerse.
El /ébulo occipital se dice ordinariamente que no existe,
hasta llegar 4 los cuadrumanos, en la escala zooldgica; sin
embargo, en el cerdo estan bosquejadas cuatro circunvolucio-
nes occipitales, que corresponden evidentemente a la bifurca—
cidn de las dos parietales; asi, pues, no existira cisura perpen-
dicular interna, ni perpendicular externa, ni lobulillo cunei-
forme, ni cisura calcarina, ni lobulo occipital con la forma
simia titulada en calota; pero no es menos cierto que existen
en bosquejo las cuatro circunvoluciones dichas.
346 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10)
Algo semejante puede decirse del /dbu/o insular, que, aun-
que pequeno, y sin tener mas que la forma de un mamelon
triangular, existe.
*
* *
Respecto de consideraciones de otra indole que resultan del
paralelo que puede establecerse entre el cerebro del cerdo y el
de otros mamiferos de jerarquia mucho mas elevada en la es—
cala que senalan las taxonomias zooldgicas clasicas, es poco
lo que podemos decir, porque nuestras observaciones han re-
caido sobre un corto numero de especies; pero desde luego
puede asegurarse que el cerebro del cerdo es mucho mas com-
plicado qué el del perro y el del gato, entre los carniceros,
animales evidentemente mas inteligentes que el cerdo.
También podemos afirmar, atendiendo a los estudios de
Eberstaller y Gratiolet sobre el cerebro de los cuadrumanos,
que hay muchos de éstos cuyas circunvoluciones tienen una
disposicidn evidentemente mas sencilla que la que hemos
comprobado para el cerdo. Igualmente el cerebro de los ani-
males citados, asi como el del castor, el de muchos titis y
algunos otros de animales de los mismos grupos 6 de otros
proximos, son inferiores en organizacion circunvolucidénica al
cerebro del asno, el del buey, el del carnero y aun el de mu-
chos cetaceos.
Esto indica, no solo que no es indicio de superioridad inte-
lectual la mayor complexidad de la plegadura cerebral, sino
que tampoco lo es, aunque la comparacion se establezca entre
animales de la misma talla 6 de igual volumen, como se habia
venido creyendo. Manouvrier, sin embargo, ha demostrado
por medio de pesadas minuciosas, lo mismo en el hombre que
en varios animales, que todas las partes del encéfalo no estan
igualmente influidas por la talla, el peso 6 el volumen, del
organismo a que corresponda el cerebro examinado, y afirma,
en vista de sus observaciones, que el ldbulo frontal, 6 sea el
territorio considerado como asiento de los fendmenos intelec-
tuales y del lenguaje articulado, es relativamente indepen-
diente, en su desenvolvimiento, del volumen de la totalidad
del cerebro y del volumen de todo el cuerpo.
Por nuestra parte, atin afladiremos que el ldbulo frontal del
cerdo ofrece circunvoluciones mas complicadas que las del
(11) Pelaez.—CIRCUNVOLUCIONES CEREBRALES DEL CERDO. 347
perro y el gato, razon por la cual la superioridad intelectual
de estos animales respecto del cerdo debe atribuirse 4 otra
razon distinta de la morfoldgica 6 de las puramente anatomi-
cas. Los descubrimientos histoldgicos é hipotesis fisioldgicas
del profesor S. Ramon y Cajal, pueden aportar alguna luz a la
interpretacidén de los referidos hechos anatémicos; pero no
entra por hoy en nuestro propésito mas que el senalar aque-
llos, pues nos falta experiencia personal para poder sustentar
alguna hipdtesis que explique el dinamismo y condiciones
morfolégicas de agregacién elemental é histoldgica, en lo
relativo al lébulo frontal del cerebro.
Il.
CEREBRO DE EMBRIONES.
De los embriones que hemos examinado unos tentan 65 mi-
limetros de longitud y otros 124.
Los primeros eran completamente lisencéfalos y en ellos
cada hemisferio cerebral estaba reducido a una
pequena bolsa ovoide, elipsoide, 6 cuneiforme
(fig. 5."). Esta forma se hallaba hgeramente
modificada en virtud de cierto aplanamiento
de las regiones interna é inferior; pero en cuan-
to se refiere a su configuracién exterior, dicha
vesicula nada ofrecia de notable en ambos
lados.
Los segundos (fig. 6.*) ya presentan algunos
datos de interés. Carecen, como los anteriores,
de cuerpo calloso y de toda clase de comisuras
blancas interhemisféricas; pero cada hemisfe-
rio ofrece dos regiones distintas: olfatoria y uo
olfatoria. La primera tiene un tinte mas blanco
y es mas apreciable por la cara inferior que por
la cara interna; por delante, y a beneficio de
un estrechisimo pediculo, se prolonga forman-
Encéfalo de un
embrion de cer-
do de 65 mm. de
longitud , visto
por arriba. La
gran cisura in-
terhemisférica
se ha entreabier
to para hacer vi-
sible el talamen-
céfalo.
do el bulbo olfatorio que es elipsoideo como en casi todas las
especies que hemos examinado. La regién no olfatoria ofrece
en la parte media de la cara externa un surco estelar; por
343 » ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12)
debajo, por fuera y por delante de este, otro longitudinal, y
por encima, por dentro y por detras, otro, con una disposicién
idéntica 4 la Ultimamente citada, y el cual parece continuarse
siquiera sea por una linea corta, imaginaria, con el que se-
para toda esta regidn de la olfatoria del hemisferio (fig. 7.*).
Bigs 7.2
Fig. 6.2
ES ie
ae
‘i
° Hemisferio cerebral de-
Vista superior del en- recho del encéfalo re-
céfalo de un embrién presentado en la figura
de cerdo de 124 mm. de precedente. /, cara ex-
longitud. terna; J, cara interna.
En la cara interna existe, 4 menos de medio centimetro del
borde superior del hemisferio, un surco anteroposterior exten-
dido por toda esta regiédn y de una a otra extremidad hemis-
férica, aunque interrumpido en un corto trecho hacia la unidn
del tercio anterior con los dos tercios pos—
teriores; debajo y en la mitad posterior hay
otro que le es paralelo y presenta algunas
ramificaciones, y todavia otro menos pro-
fundo, aunque paralelo al anterior, tan ex-
tenso como éste é inferiormente colocado;
a los detalles. citados puede anadirse la
existencia de algunas incisuras estelares
que indican la tendencia a la lobulizacion.
Por ultimo, en la cara inferior de la tota-
Vista inferior del encé- lidad del cerebro (fig. 8.*) y entre las partes
we Teas ess que representan las puntas de los dos lobu-
los temporales, queda un espacio de forma
tuberculosa con un punto mas obscuro en el centro. En otro,
diametralmente opuesto, se ve otra formacién semejante. Es-
Fig. 8.4
(18) Pelaez.—_CIRCUNVOLUCIONES CEREBRALES DEL CERDO. 349
tan, pues, bosquejadas: hipdfisis y epifisis. Hay también indi-
cios de fimbria, hipocampo y trigono.
Respecto de otras partes encefalicas, el proceso morfogénico
esta bastante avanzado aun en los embriones mas jOvenes que
hemos observado; los tubérculos cuadrigéminos, de aspecto
semejante al que ofrecen en el perro adulto, estan los cuatro
completamente diferenciados: hemisféricos 6 semiovoideos y
mayores, los anteriores, y casi semilunares, complanados de
delante 4 atras y mucho mas pequetios, los posteriores.
El cerebelo, apenas visible en los embriones mas pequenos.
tiene ya en los mayores Iébulo medio y lobulos laterales.
~En los embriones de mas edad se observan otros dos datos
de interés: el bulbo aparece doblado sobre si mismo al nivel
de su corvadura nucal, pero de tal modo, que una ligera trac-
cién deshace la mencionada corvadura, y la médula ofrece un
engrosamiento braquial de doble longitud que el crural (1).
(1) Las figuras que comprende este trabajo han sido dibujadas, frente 4 las prepa-
raciones originales, por el habil dibujante de la Facultad de Medicina de Granada
D. Manuel Ruiz Morales.
ayy iW) fe
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nes iss,
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NUEVAS EXPLORAGIONES
AG:
YACIMIENTOS PREHISTORICOS
BNC VE ASSP RONEN CA °D ES EVELILA,,
POR
Owl, Cua im tO Ss GAIN oie
Poco mas de un ano ha transcurrido desde que vid la luz
nuestra Sevilla prehistérica = Vacimientos prehistoricos de la
provincia de Sevilla, y sin embargo tenemos ya necesidad de
adicionarla, pues los nuevos é interesantes descubrimientos
de objetos prehistéricos, hechos en la fértil vega de Carmona,
y muy especialmente en los términos municipales del citado
pueblo y de Mairena del Alcor, son acreedores 4 que se les de-
dique, no una monografia como la presente, sino un estudio
concienzudo y extenso en el cual las minuciosas descripciones
de los productos del arte y de la industria de las Ultimas razas
que en aquellos remotos tiempos ocuparon el suelo de Anda-
lucia vayan aderezadas con los textos, que vienen a comple-
tarlas, de los gedgrafos é historiadores clasicos que escribieron
acerca de los primeros pobladores histéricos de la peninsula
ibérica. Y si fecunda é interesante ha de ser siempre tal com-
paracién, bien A las claras se notan sus ventajas en el caso
presente, pues si en el trabajo ya citado logramos entrever la
unién que puede establecerse entre la Prehistoria y la Histo-
ria de Espana, merced a los hallazgos realizados en el S. y SE.
de nuestro territorio, ahora, ante las recientes exploraciones,
vemos, con mas claridad aun, el transito de una a otra edad,
352 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (2)
sin abismo alguno que las separe, y que haga, como en otros
paises, que, por no conocerse la verdadera extensidn del mis-
mo, 4 los restos procedentes de la primera de aquéllas se les
atribuya una antigiiedad que realmente no tienen.
Como entre nosotros existen, por fortuna, quienes, cual
Fernandez y Gonzalez, el R. P. Fita y Costa, sobre todo el pri-
mero, dedican su tiempo 4 la fructifera pero penosa labor de
concordar los testimonios antropologicos y arqueolégico-pre-
histéricos con las mas antiguas memorias histéricas, hemos
de limitarnos 4 resenar los descubrimientos, examinando, en
primer término, los lugares donde se han llevado 4 cabo, y,
después, los numerosos restos encontrados; pues si emprendié-
ramos el otro trabajo, cuya conveniencia reconocemos, nos
saldrian al paso, de una parte, porcién de dificultades que no
venceriamos, y, de otra, seria necesario traer aqui el recuerdo
de muchos hallazgos que, juntamente con los que vamos a
describir, podrian ser utilizados como base, teniendo datos de
varias regiones de la Peninsula, para hacer dicho estudio com-
parativo. No quiere decir esto que consideremos de poco inte—
rés lo encontrado recientemente en Carmona y Mairena; antes
al contrario, de tanto lo creemos, que, como se dira mas ade-
lante, gracias a ello pasamos con perfecta continuidad desde
los tiempos verdaderamente prehistéricos, revelados hoy por
los monumentos y objetos estudiados con anterioridad, a la
época romana, de la cual Carmona conserva importantes ves—
tigios, como el anfiteatro y la necrdépolis.
A 2km. al 0. de Carmona, en terrenos que pertenecen al
Exemo. Sr. Conde de Casa-Galindo, y frente al ventorrillo lla-
mado de la Cruz del Negro, se encuentra una planicie, en la
actualidad plantada de olivos, de figura ovalada, de 125 m.
de longitud por 70 de latitud, proximamente, y 465 de altura,
de donde procede la mayor parte de los objetos en que hemos
de ocuparnos. Con seguridad, las gentes de los alrededores
jamas sospecharon que aquel lugar, cuya topografia nada in-
dica, era la necrépolis de uno de los pueblos que alla en remo-
tos tiempos vivieron en la linea de a/cores, que comienza alli
43) Cafial.— YACIMIENTOS PREHISTORICOS DE SEVILLA. 353
y que termina en Alcala de Guadaira, pues dicho ¢#mulo no
presenta exteriormente ninguna particularidad digna de ser
mencionada, apareciendo mas bien como una elevacién ente-
ramente natural del terreno.
Que ya se tenian noticias de estos enterramientos antes de
realizarse su verdadera exploracion en el pasado aio de 1895,
es también indudable, pues en la memoria de algunos estaba
que, cuando fué construido el ramal de ferrocarril que une a
Carmona con la estacién de Guadajoz, en la linea de Sevilla 4
Madrid, ramal que casualmente divide el tumulo en dos partes
casi iguales, dada la elevacién de éste, hubo necesidad de
abrir por su parte central un paso 6 trinchera, y que, al prac-
ticar tales obras, habian aparecido varias anforas y otros obje-
tos, cuyo paradero se ignora. Hecho el corte, quedaron a la
vista en la parte mas alta de ambas caras, esto es, a muy poca
distancia de la superficie de la meseta, unos espacios circula-
res, completamente llenos de tierra de distinta clase que la
que los rodea y muy mezclada con carbon, por lo cual los em-
pleados en la reparacién de la via y otras personas de las in-
mediaciones conocian dichos huecos con el nombre de carbo-
neras, cuando, en realidad, no eran mas que quince 6 veinte
sepulturas que habian sido cortadas verticalmente al hacer el
desmonte.
El recuerdo de los primeros hallazgos y la existencia de las
carboneras motivaron que concibiera fundadas esperanzas acer-
ca de lo que alli pudiera descubrirse el Sr. D. Rafael Pérez y
Gonzalez, vecino de Carmona, diligente investigador de las
antigtiedades prehistéricas, y cuyo nombre ha pasado en si-
lencio, injusta aunque involuntariamente, para cuantos he-
mos hablado de los yacimientos de #7 Acebuchal, Hl Judio y
otros, explorados por D. Juan Pelaez desde el ano 1891 al 1894,
a pesar de haber tomado el Sr. Pérez parte activa en estos tra-
bajos y de realizar él por su cuenta algunos mas. Guiado por
tales sospechas, hizo ligeras excavaciones en el lugar de las
tumbas, y comprendié la importancia de aquella estacion,
pues nunca dejé de encontrar restos en abundancia y de tipo
distinto de lo conocido hasta el dia; en vista de lo cual se dis—
puso a practicar un reconocimiento mas minucioso de aque-
llas sepulturas, cosa que llevé a cabo en los primeros meses
del pasado afio, segun hemos dicho. De la importancia de lo
ANALES DE HIST. NAT.— XXV. 23
304 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (4y
descubierto el lector juzgara ; nos limitamos 4 manifestar que
mucha mayor sera la que adquiera el yacimiento, si, de un
lado, el propietario del terreno, y, de otro, alguna persona de
las que se ocupan en estos trabajos, deciden-explorar por com-
pleto toda la meseta, pues, en realidad, hasta hoy sdlo han
sido practicadas las bisquedas en las paredes laterales del
desmonte y no en el resto de la planicie, que debe de estar
también llena de enterramientos.
A juzgar por las observaciones que hicimos sobre el terreno,
la construccién de la sepultura y el entierro del cadaver veri-
ficarianse del siguiente modo: en la roca terciaria (a/cor), a
medio metro de la superficie, formaban una cavidad de figura
ovoide, de 0,75 m. de diametro en su parte central y de 1,20
de altura (fig. 1), en el fondo de la cual esparcian gran can-
tidad de carbon, al parecer de encina (1); el cadaver era colo—
Mies,
tii
g Y
G Y
Fig. 1.
cado en cuclillas, pues en otra posicién no cabria en la tumba,
sobre el combustible, y 4 su lado las armas, vajilla, objetos de
adorno, candiles y otros utensilios, que sufrian la cremacion,
seguin puede notarse al examinarlos, a la vez que el cuerpo
del difunto; las cenizas eran recogidas cuidadosamente cuando
(1) No podemos afirmarlo, pues Marshall Ward, profesor extranjero, ha examinado’
varios trozos de carbon, semejantes 4 los de la Cruz del Negro, hallados en el Justum
de la necrépolis romana, y no le ha sido posible precisar de qué madera procediesen.
(5) Canal.— YACIMIENTOS PREHISTORICOS DE SEVILLA. 355
la hoguera se apagaba, y colocadas luego, por regla general,
en urnas cinerarias, que se encuentran, rellenas de tierra arci-
llosa muy amarillenta, en la parte central de la cavidad; enci-
ma de todo esto hallanse a las veces huesos de animales sin
calcinar, lo que demuestra la existencia de sacrificios U ofren-
das; después echaban tierra hasta cubrir en su totalidad el
hueco abierto poco antes, y terminaba la ceremonia, sin que,
de seguro, alos que a ella concurrian les viniera 4 la mente
la idea de que aquel lugar, tenido desde entonces por sagrado,
habia de sufrir profanaciones sin cuento por parte de los que
reconstruyen el pasado de nuestra historia.
Los objetos que proceden de la necropolis de la Cruz del
Negro se hallan casi todos actualmente en poder del citado
Sr. Pérez, y algunos en el de D. José Vega, quien ha descu-
bierto varias tumbas de las que alli existen. Llama muy espe-
cialmente la atencién el caracter propio que el mobiliar fune-
rario ofrece, visto en conjunto. No es la reunidn de toscas pun-
tas de piedra, de osamentas humanas sin calcinar y de otros
restos de grandes animales, caracteristica de los mas antiguos
yacimientos prehistoricos, ni aun la de instrumentos de piedra
perfectamente pulimentados, 6 de grandes hachas de cobre 6
bronce, que si indican un adelanto en la industria, muestran
a la vez la persistencia de una vida de trabajo y de lucha,
para la que eran necesarios los tales utensilios. Lo recogido
ultimamente revela el pasado de un pueblo que moraba con
tranquilidad en aquellas colinas y cuyo ejercicio habitual no
era la guerra, pues apenas se han encontrado armas ofensivas
ni defensivas; que atendia preferentemente a las exigencias
del espiritu, y que daba fijeza a sus ideas, representandolas en
la forma que podia, que no por otra cosa que por representa—
ciones de los actos que el hombre realiza debemos tomar las
placas de hueso y las de pasta en que aparecen grabados dis—
tintos animales y vegetales.
Damos comienzo a la descripcidn de lo hallado en el yaci-
miento que ahora estudiamos, haciendo notar la ausencia de
toda clase de instrumentos de piedra. Cualquiera creeria que
el uso de los metales, que ya venian desde antiguo siendo
utilizados por los habitantes de la vega de Carmona, hubo de
desterrar el del silex, roca de la cual ningtin utensilio queda
en estas sepulturas; mas no fué esto asi, seguin veremos luego.
306 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (6)
Si hemos de ser logicos, hablaremos en primer término de
las vasijas 6 urnas cinerarias, y despues de los objetos que
encerraban. El Sr. Pérez guarda en su coleccioén seis de aqué-
llas en perfecto estado y fragmentos de quince 6 veinte. Ta-
les cantaros (figuras 2 y 3) tienen la particularidad de estar
ee 7 i
Fig. 2. Fig. 3.
pintados, en su exterior, a franjas, paralelas a4 la base de los
mismos, rojas y amarillas, alternando, y separadas las unas de
las otras por una linea negra: en aleunos apenas quedan res-
tos de esta decoracién, pero en otros pueden verse claramente.
Las dimensiones varian; el representado en la fig. 3 tiene
0,30 m. de altura por 0,20 de diametro en su parte mas ancha,
y el de la fig. 2, 0,22 por 0,20 m.; hay, sin embargo, uno que
mide 0,40 por 0,25, dentro del cual se encontraban los mas
valiosos vestigios.
No reproducimos los broches de cobre para cinturones, ani-
llos, fibulas y agujas, porque son muy semejantes a los que
proceden de los tumulos de #7 Acebuchal y del de Don Modesto,
ya descritos con toda suerte de detalles (1). Fueron recogidas
también varias puntas de flecha (fig. 4); muchos clavos de
forma idéntica, por regla general, a la de los conocidos, aun-
que con la particularidad de que algunos tienen de cobre sdlo
(1) Véase nuestra Sevilla Prehistorica, paginas 78-82.
a.
(7) Cafial.— YACIMIENTOS PREHISTORICOS DE SEVILLA. 357
la cabeza, que suele ser semiesférica, y el espigén de hierro;
hay, sin embargo, uno que difiere de los restantes (fig. 5);
una especie de cincel 6 hacha ‘
pequena (fig. 6), y porcidn de =f a
rodajitas que acaso formarian é
parte de un collar. Todos estos
objetos son de cobre. re
Juntamente con ellos, se en-
contraban en las sepulturas va-
rias cuentas de oro pertenecien- i if | pte
tes & cualquier objeto de ador- |
no; candiles de barro, de forma ~ « 2
bastante rara, con uno, dos y Fig. 4. Fig. 5.
hasta cuatro mecheros (figu-
ra 7) (1); fragmentos de platos; otros de huevo de avestruz,
habiendo logrado el Sr. Pérez reconstruir
uno de éstos casi en su totalidad; porcién
de amuletos, dos de los cuales, hechos de
una pasta negra, cuya composicién igno-
ramos en parte (2), merecen ser estudiados
detenidamente; tienen en el anverso, en—
tre los dos agujeros que servirian acaso
para pasar por ellos una fibra vegetal con
que poder colocarselos, el signo que se ve
en la figura adjunta (fig. 8), si bien dicho
signo no aparece en el otro amuleto con
el guidn que en éste le hace semejarse a
nuestra A; en el reverso ostentan grecas
que corren paralelamente a los bordes, y
en el centro, y perpendicularmente 4 las pe
de los lados que tienen mas extensién, diez
franjitas formadas por finisimas lineas en
ziszas. Ks también muy interesante el hallazgo, verificado en
(1) El que aqui reproducimos se halla‘en poder de D. José Vega.
(2) El Sr. D. Salvador Calderon me comunica que, examinados unos fragmentos
que le remiti, resulta que la substancia es indudablemente una arcilla carbonosa,
porque se adhiere a la lengua, da la reaccion de la alumina con el nitrato de cobalto
y se vuelve blanca por la accion del calor; la descomposicion de la materia orgdnica
(carbonosa) es la que hace que las superficies alteradas presenten un color blan-
quecino. mr, \
358 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (8)
estos enterramientos, de dos falos, uno de hueso (0,02 m.) y
otro de barro (0,05 m.), pues utilizaremos en gran modo su
si@nificacién, asi como la de algunos otros objetos de los ya
enumerados, para determinar, hasta donde sea posible, qué
gentes eran las que dejaron tales restos y de
donde procedian.
Pero el grupo verdaderamente notable y
que mas llama la atencién es el de las obras
de arte, formado por una diadema, dos pei-
netas y porcién de fragmentos de otros ador-
nos. La diadema estaba dentro de una de las
anforas, con las cenizas de una joven, a juz-
gar por los dientes y demas restos de la osa—
menta que resistieron la accién del fuego,
siendo logico el suponer, dada la escasez de
aquéllas, que adornaria la frente de la que
en vida debio de figurar como dama de ele-
vada jerarquia; dicha joya, que es algo con-
vexa y de pasta como los amuletos, ha podido
ser reconstruida en parte (fig. 9), 4 pesar de
que cuando fué descubierta se hallaba rota
en muchos pedazos. Las peinetas son com-
pletamente planas y han de producir admiracién en los que
las examinen, por lo correcto del dibujo y la valentia de las
(9) Cafial.— YACIMIENTOS PREHISTORICOS DE SEVILLA. 359
lineas; la que reproducimos aqui (fig. 10) representa un ledn
y varias aves, y por el reverso un animal que parece de la fa-
milia de los rengiferos; la otra, en uno de los lados, ostenta
AZVANAYE
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preciosas combinaciones de lineas rectas y en ziszas, y en el
opuesto dos rumiantes muy bien dibujados, entre flores de
Jotus: ambas estan hechas de dos placas que creemos de hueso.
Same
NANA
Fig. 10.
Son también dignos de mencidén algunos trocitos de huevo de
avestruz y de concha, en los cuales hay grabados distintos
animales, como el toro (figuras 11 y 12).
360 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (10y
Aqui terminamos la relacién del descubrimiento de la necré-
polis de la Cruz del Negro, en la seguridad de que muy pronto
tendremos necesidad de ampliar estas notas, pues no ha de
pasar mucho tiempo sin que nuevas exploraciones vengan a
Suministrar porcién de objetos interesantes para los historia—
dores y arquedlogos.
Kn la misma linea férrea de Carmona 4 Guadajoz, 44,50 km.
de aquella ciudad, junto 4 un olivar de la Mata del Toro, existe
otro desmonte parecido al ya descrito, en donde a primera
vista hemos reconocido mas de diez sepulturas, si bien los tra-
bajos practicados hasta el dia en dicho punto han sido mera-
mente superficiales. Muy conveniente seria que a la mayor
brevedad se realizase la exploracién de estos enterramientos.
El ya citado D. Rafael Pérez y Gonzalez, descubridor del
yacimiento de la Cruz del Negro, tiene en su coleccion otros
muchos objetos prehistdricos que proceden de #1 Acebuchal,
del grupo de sepulturas que existe junto a la mina de la Carne,
y de algunas mas que se hallan, por regla general, proximas
a Carmona.
Como la base del Museo-Pelaez, al que hemos dedicado no
pocas paginas (1), son los objetos encontrados en #7 Acebuchal,
y los que el Sr. Pérez posee de este punto no difieren de aquée-
(1) Sevilla prehistorica, paginas 89-128.
(11) CGafial.— YACIMIENTOS PREHISTORICOS DE SEVILLA. 361
llos, para evitar repeticiones diremos tan sdlo que abundan
los instrumentos de silex,—buriles de punta, dardos, puntas
de flecha sin entalladuras en los bordes, cuchillos, discos,
puntas de flecha con pedinculo, otras con aletas, nucleos, ras-
padores, laminas, barrenas 6 punzones, sierras, etc., etc.;
muchos fragmentos de platos y vasijas; otros de hueso, con
animales grabados; amuletos; hachas de diorita; un instru-
mento de piedra, sumamente raro (fig. 13), muy pulimentado,
con dos cortes oblicuos en doble
bisel, y en cuyo centro hay labra-
da una ranura, como la de los
martillos, acaso para ser unido a
un mango, lo cual lo haria muy
semejante a los de hierro que los
carniceros usan en la actualidad;
dos craneos dolicocéfalos; un ma-
xilar inferior algo prognato, y
varios huesos largos, entre ellos
una tibia, en la cual se nota la
huella de una lesidn que debid
de ser producida en vida por un
lanzazo U otro golpe semejante;
varios trozos de minerales de dis-
tintos colores, que servirian para
tenir las telas, de las que tambien
ha recogido algunos pedacitos el
Sr. Pérez, y otros muchos utiles,
entre los cuales sobresale uno de
hueso (fig. 14), que representa una mano en la extremidad
mas pequena y una cara en la mayor, con la particularidad de
-—~ = = ~~ SH
> iY)
que esta atravesado por un agujero en su parte central, lo que
indica que fué usado como amuleto.
En el yacimiento proximo a la mina de la Carne, han sido re-
362 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (12)
cogidas osamentas humanas en abundancia; instrumentos de
silex; dos placas de basalto negro taladradas en uno de los
angulos; vasijas hechas 4 mano y cocidas alsol; un gran plato
de asiento plano, de 0,30 m. de diametro, y algunos restos de
menor interés.
Luis Reyes descubrié hace poco tiempo un sepulcro prehis-
torico en el Campo del Real, junto 4 la huerta denominada
Isabela, propiedad de D. Francisco Pérez. Los escasos restos
encontrados carecen de importancia.
Ademas de los muchos tumulos que existen en los alrededo-
res de la antigua Carmo, ya citados en obras, revistas y otras
publicaciones, y que aun no han sido abiertos, hay que hacer
mencion de los que estan situados en el cerro del Hsparraguero,
dentro de la dehesa de la Trinidad, propia del marqués de las
Torres de la Pressa; de los de la dehesa de la Higuera, a dere-
cha é izquierda del carril Namado de la Motilla, cuyo propie—
tario es D. Jorge Gémez; y de otros, entre los que sobresale
el conocido con el nombre de /a motilla de Parias, en fincas
de D. Lorenzo Dominguez y D. Ramon Gavira.
Mile
Conocida la importancia que bajo el punto de vista prehis—
torico tiene la linea de colinas que se extiende desde Carmona
hasta las proximidades de Alcala, pasando por el Viso y Maire-
na, no es de extranar el considerable numero de objetos recogi-
dos en los alrededores del ultimo de los citados pueblos, objetos
que con gran solicitud, y con no menos provecho para la cien-
cia guarda el ilustrado vecino D. Felipe Méndez, poseedor de
un curioso museo de toda clase de antigiiedades, si bien dedica
preferentemente su atencién a las que han de servir de base a
nuestro estudio. Aunque, como decimos, tales restos proceden
de todo el término de Mairena, hemos, sin embargo, de fijar la
atencidn, en primer lugar, en los dos yacimientos mas nota-
bles que alli existen, enumerando después los hallazgos ais-
lados, siquiera varios de éstos tengan excepcional interés.
Muy cerca de Gandul, a 4 km. de Mairena, junto 4 las ruinas
de una importante poblacién romana, cuyo nombre es en estos
413) Cafial.— YACIMIENTOS PREHISTORICOS DE SEVILLA. 363
momentos objeto de discusién entre los eruditos, pero que en
tiempo de los arabes recibié el de Bencarrdn, y en el olivar
llamado de /a raya, se encuentra un grupo de doce timulos, que
acaba de ser explorado por el Sr. Méndez. El mobiliar funera—
rio hallado es muy semejante al de #7 Acebuchal en Carmona:
cuchillos, puntas y otros utensilios de silex; fragmentos de va-
jilla tosca con dibujos ya conocidos, y multitud de restos huma-
nos, calcinados la mayor parte. Tambien procede de estas sepul-
turas una fi¢urita de piedra (fig. 15) que, a juzgar por su forma
y dimensiones, debiéd de ser un idolillo.
Los cadaveres aparecieron sin quemar en
dos enterramientos, pero en completo es-
tado de descomposicion, y a su lado varios
montoncitos de piedras redondas , no muy
grandes, que semejan cantos rodados.
Kn terrenos de esta misma heredad ha
sido descubierto otro timulo cuya cons-
trucciOn difiere algo de la de los anterio-
res. 4 0,50 m. de la superficie del suelo y
en un espacio circular se hallaban coloca-
das simétricamente siete vasijas (fig. 16),
de 0,35 m. de altura, completamente lle-
nas de osamentas que sufrieron la crema-
cion.
Algunas tumbas de las mencionadas pre-
sentan evidentes senales de profanacion, lo cual se compa-—
dece con las noticias que se conservan acerca de los muchos
trabajos que D. Francisco Bruna, asistente
de Sevilla hacia los ultimos anos del pa-
sado siglo, realizé en aquellos lugares para
conseguir buen numero de restos romanos
y otros de época anterior, que mand6 tras-
ladar al Alcazar de esta ciudad, de donde
pasaron con posterioridad al Museo Ar-
queologico Provincial. Fig. 16.
Cerca de Bencarron, y a la izquierda de
la linea férrea de Sevilla 4 Carmona por Alcala, existen varios
tumulos mas pequenos que los anteriores, que piensa explo-
rar su propietario D. Francisco Pacheco y Nunez de Prado,
marques de Gandul.
364 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (14)
El otro yacimiento, digno de ser estudiado detenidamente,
es el que se encuentra en el olivar de los toruios de Santa
Lucia (1), propiedad del Sr. Méndez, donde han sido abiertos
cinco tiimulos, quedando atin diez 6 doce por explorar; uno de
éstos alcanza dimensiones considerables (fig. 17). Los terrenos
a
tials Gai
Sete! ASI =
conocidos con elnombre de Santa Lucia estan situados a la
mitad del camino que une 4 Mairena con el Viso, y en todos
ellos ha recogido multitud de vestigios prehistoricos el infati-
gable arquedlogo Mr. J. Bonsor, residente en Carmona.
De las cinco sepulturas examinadas por los Sres. Méndez y
Bonsor, cuatro no ofrecian particularidad alguna en su cons-
truccidn ni en lo que encerraban, si se exceptia una, cuya
apertura presenciamos, y en la cual fué hallado medio huevo
de avestruz, roto en muchos pedazos, con lineas rectas y en Zis-
zas de color rojo, en su parte exterior. La otra, que esta un poco
separada de las anteriores, parece ser algo mas antigua, pues
en ella no se ven huellas de la cremacion y si sdlo los restos
de un hombre, que se conservaban en mal estado: el cadaver
encontrabase completamente tendido; la cabeza descansaba
sobre una piedra circular de 0,25 m. de diametro y 0,06 m. de
espesor, & modo de almohada; encima de aqueélla y eutre la
tierra que la cubria, fué descubierta otra piedra de 0,23 m. de
altura, & primera vista informe, pero que, examinada con
mas detencién, representa la figura de un gato (fig. 18),
(1) Llaman en la localidad torufos a los timulos prehistoricos, del mismo modo
que en Carmona son conocidos con el nombre de motillas, y en otros lugares de Ks-
pana con los de mamoas, garitas, etc.
(15) Gafial.— YACIMIENTOS PREHISTORICOS DE SEVILLA. 365
siendo, por tanto, idéntica a las varias existentes en el Museo-
Peldez (1); al lado del esqueleto habia unas cuantas hachas de
piedra toscamente labradas, un instrumento de forma extrana,
de 0,10 m. de longitud y a propdésito para ser unido a un
mango (fig. 19), y muchos huesos de otros animales: la dis-
posicién interior del tu-
mulo consiste, segun pue-
de observarse en el ad-
junto corte (fig. 20), en
una cavidad rectangular
abierta en la roca que for-
ma el subsuelo, dentro de
la cual colocaban el cuer-
po del difunto y todos los Fig. 18. Fig. 19.
utensilios y ofrendas; des-
pués de rellenar con tierra los huecos que quedaban, ponian
cincuenta 6 sesenta pefascos 4 manera de tapa, y encima
construian el otero que actualmente vemos.
Al pié de la colina en donde se encuentra la necrépolis des-
Le
| Lj jj d Yj Y
i ha
Fig. 20.
cripta hallanse las llamadas cuevas de Santa Lucia, que, en
realidad, no son mas que unas oquedades, abiertas acaso por
el hombre en lejana fecha, pero en las cuales no se ha reco-
(1) Sevilla Prehistorica, pig. 94.
366 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (16)
gido, que sepamos, objeto alguno que proceda de los tiempos
prehistoricos.
Deciamos antes que en todos aquellos olivares es muy fre-
cuente el hallazgo de instrumentos de piedra, segtin hemos
podido comprobar sobre el terreno. En el que llaman de/ so-
nido, el Sr. Coca, antiguo médico del pueblo, encontré hace
aleunos anos un hacha y una piedra para moler granos; ambos
objetos estan en el museo de la Sociedad Arqueoldgica de Car-
mona. Al lado de este predio hay una vina, en medio de la
cual se levanta un enorme penasco de 2,50 m. de altura que
los campesinos conocen con el nombre de /@ piedra del gallo,
y que, en sentir de varias personas, es un menhir, hipotesis a
la cual da fuerza el hecho de haberse recogido a su alrededor
objetos de silex. Desde estos lugares, que distan de Mai-
rena poco mas de 1 km., hasta la misma entrada del pueblo,
toda la linea de a/coves esta sembrada de timulos y de sepul-
turas abiertas en la roca; nosotros hemos visto hace muy poco
tiempo los restos extraidos de dos de esta ultima clase que
fueron descubiertos cn el corral de una casa.
Entre las demas antigiiedades prehistoricas que conserva el
Sr. Méndez hay algunas que suministran preciosas ense-
hanzas para discurrir con seguro pulso acerca de los graves
problemas que suscita el estudio de los yacimientos explo-
rados en la provincia de Sevilla, y muy especialmente en su
parte meridional. Abundan los objetos de piedra, como puntas
de flecha; laminas; mas de veinte hachas de diorita, de basalto
y de otras materias, presentando la menor de ellas la par-
ticularidad de tener un corte en cada extremidad; amule-
tos (fig. 21 y 22) (1); un instrumento que semeja un cuchillo
de carnicero, provisto de mango labrado en el mismo trozo de
roca que la hoja (fig. 23): varios picos, pulimentadores, una
piedra para moler granos y ocho martillos del tipo corriente,
muy grandes, pues uno de ellos mide 0,39 m. de longitud por
0,18 m. de diametro.
(1) El primero fué recogido en la Vega, junto al rio Guadaira, y el segundo ep
los alcoves de Carmona.
(17) Cafial — YACIMIENTOS PREHISTORICOS DE SEVILLA, 367
Los instrumentos de metal escasean no poco. De esta clase
sdlo posee el Sr. Méndez un hacha, una punta de flecha de
0,08 m. de largo (fig. 24),
encontrada al pie de uno
de los tumulos de Santa
Lucia; un cuchillo de co-
bre (fig. 25), que acaso
pertenezca a una época
posterior, del Viso del Al-
cor, y varios clavos, uno
de los cuales ofrece de cu-
rioso, segun se ha notado
ya al ocuparnos de la es-
tacidn carmonense, que
la cabeza es de cobre y el
resto de hierro.
La ceramica cuenta con
numerosa representacion.
Fig. 22.
Los muchos fragmentos hoy coleccionados nada de notable tie-
nen, pues su ornamentacion es la ordinaria en esta parte dejla
Peninsula, y muy especialmente en los yacimientos de Carmo-
Fig. 23.
Fig. 24. Fig. 2.
na. Pero, en cambio, hemos de llamar la atencién hacia una
copa de forma elegante (fig. 26), de paredes muy delgadas, y,
3638 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (18)
al parecer, hecha a mano, tnico ejemplar de esta clase que
registramos en la parte occidental de Andalucia (1). Tambien
merece ser citada especialmente una vasija (fig. 27), de fond¢
Fig. 27. Fig, 28.
semiesférico, que, con varios platos y algunos botones 6 cuen-
tas de barro (fig. 28), completan la serie de objetos que ha
logrado reunir el Sr. Méndez.
ri.
Si no han de resultar infructiferos los descubrimientos cuya
relacion acabamos de hacer, es necesario que, elevandonos a
puntos de vista mas generales, notemos la importancia que
aquéllos tienen como eslabén que enlaza la cadena de los tiem-
pos prehistéricos con la de los historicos; que expongamos
las consideraciones que su examen nos ha sugerido acerca del
estado en que la poblacién indigena del 8. de Espana se ha-
llaba a la llegada de las primeras gentes de procedencia
oriental que aqui se establecieron; veamos de qué modo ade-
lantaron en el camino de la cultura los habitantes de la vega
de Carmona, y, por ultimo, tratemos de fijar en qué tiempo
(1) Conviene advertir que el borde superior de la copa esti vuelto hacia dentro,
de modo que no pudo ser usada para beber; acaso serviria como joyero, esto es,
para colocar dentro de ella algunos objetos de valor que parientes y amigos deposi-
taran en la tumba del difunto.
(19) Cafial.— YACIMIENTOS PREHISTORICOS DE SEVILLA. 369
vivieron aquellos hombres cuyos restos estudiamos ahora,
para asi contribuir en la medida de nuestras fuerzas 4 la re-
construccién de las primeras paginas de la Historia de la
peninsula ibérica.
Ante todo, no estara de mas el advertir que el unico yaci-
miento que ha de suministrarnos preciosas ensenanzas en este
respecto es el de la Cruz del Negro, porque los de Mairena y
los otros de Carmona pertenecen a un periodo francamente
prehistorico y no modifican lo que en otras ocasiones hemos
dicho acerca de la prehistoria de la provincia de Sevilla; y, si
bien es cierto que en el primero de los mencionados pueblos
han sido hallados varios objetos de extraha procedencia, a los
cuales daremos oportunamente el valor que tienen, no lo es
menos que no se ha descubierto, como en Carmona, una esta-
cién que pertenezca a esa época, algo mas proxima a nosotros,
en que las pruebas arqueologico-prehistoricas vienen a com-
probar lo que de antiguo sabiamos por los testimonios histé-
ricos; en una palabra: que pueda ser incluida en los tiempos
protohistoricos de Broca.
Los tumulos explorados en Mairena del Alcor fueron eri-
gidos en su mayor parte durante todo el periodo neolitico; asi
se explica el que varios presenten gran tosquedad en su fa-
brica y en los instrumentos que encierran, dado que hubieron
de transcurrir algunos siglos entre la construccidn de unos y
otros. No queremos con esto atribuirles una remota antigte-
dad, cosa que sdlo creeran quienes, con un concepto equivo-
cado de la Prehistoria, tomen por norma 6 patron la del centro
de Europa, siendo asi que es un conjunto de conocimientos
enteramente local que tiene por objeto el estudio de un pe-
riodo que en cadaregién suele tener duracién, comienzo y
fin distintos. El no encontrarse en Mairena sepulturas con
objetos de metal wnica y exclusivamente, no demuestra que
los pobladores abandonasen aquellas necrdépolis en los ultimos
tiempos de la piedra pulimentada, puesto que algunos utiles,
de cobre han sido hallados con los de silex, sino que a los in-
digenas les era mucho mas sencilla y econdmica la fabricacion
de éstos, y sdlo empleaban aquéllos cuando tenian verdadera
necesidad; de modo que el uso de la piedra coexiste en nuestra
patria con el del metal, como se prueba por otras razones que
no es del caso aducir, hasta muy pocos siglos antes de J.-C.,
ANALES DE HIST. NAT.—XXY. 24
370 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (20)
quiza en los mismos dias en que las armas romanas penetran
en el suelo ibérico.
El que pasare la vista por las paginas anteriores no podra
menos de preguntarse: si los timulos mas modernos de Mai-
rena, como algunos de #/ Acebuchal en Carmona, nos ponen
en los albores de la Historia propiamente dicha, a pesar de sus
toscas armas y de la rusticidad que en sus constructores nos
revelan los restos que dejaron, ~4 qué época hemos de referir
el yacimiento de la Cruz del Negro, con su delicada industria
y con las muestras de Arte que denotan ingenio, perspicacia y
habilidad en sus autores? De dificil solucién parece este pro-
blema, que no lo es mas que en la apariencia, pues bien claros
y patentes estan los objetos encontrados, que 4 nuestra manera
de ver resuelven, sin género aleuno de duda, las dificultades
que puedan presentarse acerca de la procedencia del mobiliar
funerario, en cuya significacién, importancia y antigiiedad
vamos a entrar.
«Al ocuparnos del Campo de timulos de #7 A cebuchal,—de-
»clamos a otro propdsito (1),—llamamos la atencidn respecto
»de las sepulturas existentes entre aquéllos, considerandolas
»como hijas de una industria y de un arte extranos 4 la in-
»dustria y al arte indigenas. Nos levoé 4 tal conclusién, no
»sdlo la distinta construccién de las mismas, comparandola
»con la de los tiumulos, sino también los objetos que en-
»cerraban.»
«No deja de sorprender, en efecto, el hallar grabada la flor
»del dotus en algunas de las placas de hueso ya descritas (2),
»lo que hace pensar en los medios por virtud de los cuales
»llegaron a conocer aquella planta caracteristica, aunque no
»propia ni exclusiva del valle del Nilo, los antiguos moradores
»de esta region. Si tratando de descubrir el enigma estudiamos
»detenidamente cuantos objetos encierra el Museo-Pelaez, he -
»mos de fijarnos bien pronto en algunos que parecen resolver,
»que quiza resuelven realmente, el problema que se nos pre-
»senta, problema cuya solucién acabada en modo alguno as-
»piramos a dar. »
«Entre los grabados en hueso existe el que hemos desig—
ee — —
(1) Sevilla Prehistorica, paginas 167-168.
(2) Sevilla Prehistérica, pagina 88-93,
(21) Cafial.— YACIMIENTOS PREHISTORICOS DE SEVILLA. 371
»nado con el nombre de la mujer asiria (1), que representa la
»cara y la mitad superior del tronco de una mujer con un to-
»cado marcadamente oriental y semejante, si no igual, al que
»usaban las asirias, Wamado avrabaa. También debemos men-
»cionar una placa donde se've la figura de un carnero cuyos
»cuernos estan tratados al estilo caldeo (2), y que debe ser
»una divinidad; asi como otro fragmento de hueso en donde
»se halla grabado un rumiante que parece estar saliendo de
»un arco, del cual, si realmente lo es, esta a la vista la mayor
» parte (3); un vaso (4), idéntico a los recogidos en Caldea; y
»por ultimo, anillos 6 brazaletes de cobre, cubiertos con una
»ligera capa de oro», iguales a los que eran fabricados en
Egipto y Asiria.
Discurriamos después acerca del pueblo que pudo traer a
Espana estos productos orientales, concluyendo que, ya que
no obedecen exclusivamente al arte egipcio ni al asirio-cal-
deo, hubieron de ser importados por gentes de procedencia
africana, que, con practicas y ritos tomados de las civilizacio-
nes que nacieron, y se desarrollaron y murieron en las orillas
del Nilo, del Kufrates y del Tigris, pasaron el Estrecho en dis-
tintas ocasiones (5).
Los hallazgos de la Cruz del Negro suministran nuevos y
poderosos argumentos en pro de nuestra teorla. Examinemos
con detencién algunos objetos encontrados en esta necropolis
y deduzcamos después las consecuencias oportunas.
Los grabados en hueso, concha, pasta y huevo de avestruz
son enteramente asirio-caldeos por el modo como estan hechos
y por la materia sobre que se hallan. El leén de la peineta
que reproduce la figura 10 parece copiado de los que ador-
naban los palacios de Koyoundjik y Khorsabad, y algunas de
las aves que se ven en otras placas son muy semejantes al
avestruz que decora los vestidos de los reyes asirios (6); lo
mismo decimos del toro (fig. 12), y de los dibujos que ostenta
la diadema (fig. 9), casi iguales 4 algunos de pinturas mu--
(1) Sevilla prehistorica, pag. 1, fig. 81.
(2) Ibid., pag. 92, fig. 84.
(3) Ibid., pag. 90, fig. 75.
(4) Ibid., pag. 97, fig. 89.
(5) Sevilla prehistorica, paginas 168-170.
(0) Layarp: The monuments of Nineveh, Londres, 1849, pl. 47.
372 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (22)
rales citadas por Perrot y Chipiez (1); en el Museo Briténico
se conservan, por ultimo, grabados sobre concha, recogidos
en la Baja Caldea, en los cuales se ven las flores de lotus (2)
reproducidas de idéntica manera que en Carmona. Y res-
pecto de la materia sobre que estan hechos tales grabados
baste consignar que fragmentos de marfil, de huevo de aves-
truz, de concha y aun de pasta con dibujos varios, han sido
encontrados en Asiria (3), en Caldea (4), y en Vulci (Etruria),
en la tumba de Polledrara, adonde parece que los llevaron los
fenicios (5).
No han de ser menos interesantes para el esclarecimiento
del punto que ahora tratamos los dos falos, uno de hueso y
otro de barro, encontrados en este yacimiento. Muchos anos
llevaban los aficionados a los estudios prehistéricos haciendo
exploraciones en Europa y América principalmente, y jamais
hallaron cosa semejante; mas en el ano de 1894, con motivo de
ciertos trabajos practicados en el lago de Constanza, en Suiza,
que, como es sabido, esta lleno de restos de habitaciones
lacustres (palaffitos), aparecieron algunos objetos prehistéri-
cos y entre ellos varias esculturas, de las cuales llamé la
atencién en sumo grado una representacién, en madera, del
falo, que, en sentir de M. Leiner (6), significa que entre los
habitantes de aquellas estaciones recibia culto y estaba divi-
nizada la fuerza generatriz, explicando M. Volkov (7) el que
estas representaciones falicas no abunden, por la poca consis-
tencia de la madera en que, 4 semejanza de la descubierta,
debieron de estar hechas para resistir la accién continuada
del tiempo. Bien a las claras esta el poco valor que, 4 nuestro
juicio, tiene este hallazgo, pues, careciendo como carecemos,
de otros datos que puedan venir 4 confirmar las opiniones
expuestas, no estara fuera de proposito el pensamiento de que
(1) Histoire del Art dans Vantiquite; tomo u, Caldea y Asiria, Paris, 1884, pag. 290,
figuras 116 y 117, y pag. 310, fig. 126.
(2) Perrot ET Cuiprez: ibid., tomo 11, pag. 670, fig. 32s.
(8) Ibid., tomo m1, Meniciu y Chipre, Paris, 1885, pag. 801.
(4) Ibid., tomo 11, paginas 669-670.
(5) Ibid., tomo 111, piginas 855-856.
(6) Bildnereien und Symbole in den Pfahibauten des Bodenseegebietes. Archiv fiir
Anthropologie; tomo xxi, Braunschw. , 1894.
(7) Sculptures et symboles des stations lacustres dela région du lac de Constance.
LT Anthropologie; tomo vi, 1895, paginas 198-199.
(28) Cafial.— YACIMIENTOS PREHISTORICOS DE SEVILLA. 378
puede ser de otra época posterior lo que se reputa prehistorico
en este caso, porque no basta el hecho de haber sido extraidos
del lago de Constanza muchos restos pertenecientes a tiempos
tan remotos para asegurar que el falo alcanza también dicha
antigiiedad. En cambio, la existencia de los de Carmona se
explica perfectamente; si todo el mobiliar funerario de la
Cruz del Negro presenta un caracter marcadamente oriental,
hemos de suponer que de Oriente vinieron tales representa-
ciones, hipdtesis que encuentra fundamento en los cultos
sensualistas de Babilonia, Biblos y Odeypur, que se extendie-
ron, en parte, 4 Fenicia, Siria y Cartago (1), lugares en donde
fué objeto de verdadero culto la fuerza generatriz.
También hicimos mencién de dos amuletos (fig. 8) en los
cuales se ve grabado un signo especial, muy semejante a nues-
tra A el del primero, y sin el guidn central que esta letra tiene,
el del segundo. Desde luego han de ser considerados estos sig-
nos, por su figura, como pertenecientes a4 un abecedario, y el
primero en que los encontramos es el griego, cuyas letras
whoa Y Adpéda, capitales 6 mayulsculas, son iguales a las dibuja-
das en los fragmentos de pasta que damos a conocer. Pero
teniendo en cuenta que carecemos de noticias acerca de colo-
nias griegas que hubieran podido establecerse aqui en los
tiempos en que los pobladores de la Vega enterraban a sus
muertos en la Cruz del Negro, y no ignorando los origenes del
primitivo alfabeto conocido en Grecia, hemos de encontrar
estos mMismos signos con muy pocas variantes, y con el mismo
valor fonico que la A y Z de nosotros, en el fenicio, é idénti-
cos en las inscripciones de antiguas medallas ibéricas (2), y
aun en el dialecto turdetano, usado por las tribus del Mediodia
de Espana que, con el bastulo-fenicio y el ibérico, forma una
de las ramas que Lenormant, en su Hssai sur la propagation de
Valphabet phenicien, considera derivadas del alfabeto fenicio.
Lo que no aparece tan claro es la significacién que puedan
tener estas letras grabadas en los amuletos, 4 pesar de que
(1) Véase entre los escritores antiguos 4 Herodoto y Estrabon, y las obras moder-
nas de Tiele, Lecky y la espanola de Sales y Ferré, Ystudios de sociologia = Hvolu-
cion social y politica, 1.4 parte, Madrid, 1889, paginas 33-49 y 49-51, en los capitulos
que dedican 4 las creencias religiosas entre los asirios, caldeos y fenicios.
(2) DELGADO: Nuevo método de clasificacion de las medallas auto.omas de Espana.
Sevilla, 1871.
374 ANALES DE HISTORIA NATURAL. (24)
no es el que ahora resenamos el primer descubrimiento de
esta clase hecho en el 8. de Europa, pues en Etruria, en el
lugar de Vu/ci, ya citado antes, encontraron los exploradores
varios pedazos de huevo de avestruz con estas dos marcas (1).
Si, pues, nos encontramos en presencia de enterramientos
diferentes de los que construia el elemento indigena, y de
restos también distintos de los que éste dejaba, nos ha de ser
licito el pensar en un pueblo extraho que Hegd a nuestro
suelo, que entro en relaciones con los habitantes del mismo, y
que, a cambio de los preciados objetos que tenian, les entre-
gaba los productos de su muy adelantada industria, a4 la ma-
nera que Colén cuando descubriéd el Nuevo Mundo repartia
cuentas de vidrio y otras baratijas 4 los de Guanahani, y estos
le Hevaban ricos presentes. No de otro modo se explica, en
nuestro concepto, el que en algunos tumulos de #7 Acebuchal
hayan aparecido dos 6 tres placas de hueso de las que hemos
dicho que proceden, a no dudarlo, del Oriente, y el que fuese
encontrada en Mairena una copa (fig. 26), cuya forma no se
parece a la que los alfareros prehistoricos de esta region daban
a Sus vasijas y si a la de alguna de las encontradas en las
tumbas de la necropolis de Warka (2), habiéndolos hallado
MM. Siret exactamente iguales 4 la nuestra en las concienzu-
das exploraciones que hace algunos anos practicaron en el SE.
de la Peninsula, antiguo territorio Batistano (3), y que pusie-
ron de manifiesto gran numero de objetos, 4 juicio del senor
Fernandez y Gonzalez, de indudable procedencia oriental (4).
Investigar ahora con toda precisidn qué pueblo fué el esta-
blecido aqui, es cosa ya dificil en grado sumo y superior a
nuestras fuerzas. Pudieron ser los fenicios, que en todas partes
dejaron restos en abundancia, y cuya civilizacion, como mez-
cla de todas las orientales, retratada en sus obras, hace que
éstas parezcan unas veces egipcias y otras asirio-caldeas, y
pudieron ser otras gentes de las muchas que, antes y después
de la Negada de los de Tiro, pasaron el estrecho de Gibraltar
(1) PERRoT ET CuiPiEz: Hist. de ?Art., tomo m1, paginas 55-856.
(2) PErRRoT ET CuipiEz: Hist. del Art., tomo ir, pég. 711, fig. €57.
(3) Srrev: Les premiéres dges du métal dans le sud-est de V’ Espagne. Anvers, 1887,
album.
(4) Primeros pobladores historicos de la peninsula ibérica, paginas 105 y siguien-
tes, en la Historia de Espana que en la actualidad publica la Academia.
(25) Cafial.— YACIMIENTOS PREHISTORICOS DE SEVILLA. 875
y continuaron viviendo én nuestro suelo. Que esto sucedia en
época muy proxima relativamente a la de la entrada de los
ejércitos romanos, pruébalo el uso del hierro, que hemos visto,
si bien de un modo muy limitado, en Carmona y Mairena, y
cuya propagacion coincidié con las luchas habidas en Espana
entre fenicios, cartagineses y naturales del pais.
;Lastima grande que las pruebas antropologicas, de las cua-
les casi carecemos, a causa de la cremaciodn que sufrieron los
cadaveres, no puedan venir a decirnos con toda claridad a
qué raza pertenecian aquellos extranjeros, llegados de lejanas
tierras, que encuentran a los antiguos pobladores de la vega
de Carmona en pleno periodo prehistérico, aunque con una
civilizacién muy adelantada, y que acaso abren la serie de
colonizaciones que la antigua Iberia ha recibido durante todo
el curso de la Historia!
Sevilla, 15 Enero 1896.
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ACTAS
DE LA
SOCIEDAD ESPANOLA
DE
HISTORIA NATURAL.
Sesion del 8 de Enero de 1896.
PRESIDENCIA DEL SENOR DON JOSE MARIA SOLANO.
Leida el acta de la sesién anterior fué aprobada.
—E]l Sr. D. Marcos Jiménez de la Espada, Presidente de la
Sociedad en el afio anterior, con sentidas y elocuentes frases
dié gracias por el honor que la Sociedad le habia dispensado
al elegirle para el cargo que habia venido desempenando y
por la eficaz cooperacion que todos los sefiores socios le habian
prestado facilitando su tarea, y al mismo tiempo se congratul6
de la préspera situacién de la Sociedad, que después de vein—
ticuatro anos de laboriosa existencia acredita con sus publica-
ciones, cdmo ha sabido, con sdélo sus propias fuerzas y sin sub-
vencion alguna, cumplir los fines para que fué creada.
Acto continuo invité al Sr. Presidente elegido por la Socie-
dad para desempefiar este cargo en el corriente ano, 4 que
tomase posesién de su cargo, cediéndole la Presidencia de la
Sociedad.
—E]l Sr. Solano tomé posesién de su cargo y did a la Socie—
dad las mas cumplidas gracias por el honor que le hacia al
acordarse de su persona para el cargo de Presidente, que
aceptaba por el carifio que siempre habia tenido a la Sociedad
y por gratitud & los senores socios que le habian honrado con
su voto.
—Puestas sobre la mesa las publicaciones remitidas como
donativo y a cambio, la Sociedad acordo hacer constar su gra-
ACTAS DE LA SOC. ESP.—XXV. ]
2 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
titud a los senores donantes, y muy especialmente con res-
pecto 4 la donacién de D. Primitivo Artigas, de su interesan-
tisimo estudio sobre Los alcornoques y la industria corchera.
—Fué admitido como socio numerario
D. Marcelo Rivas Mateo, Licenciado en Farmacia, resi-
dente en Madrid,
propuesto por D. Blas Lazaro é Ibiza.
—Se hizo una propuesta de socio.
Kl Sr. Vicesecretario did cuenta de una comunicacion del
Sr. Director del Museo de la Plata, D. Francisco de Paula Mo-
reno, saludando a la Sociedad de Historia natural, ofrecién-
dola el envio de las publicaciones de dicho Museo, y rogan-
dola acepte el cambio de las mismas, que acogerian con el
mayor gusto por ser las de una nacién hermana y por tantos
vinculos ligada 4 aquel pais.
—KEl Sr. Jiménez de la Espada manifestd a la Sociedad el
agrado con que se enteraba de aquella proposicion, que de ser
aceptada habia de estrechar las relaciones cientificas de na-
ciones tan intimamente unidas por mil lazos y tradiciones, y
propuso que 7” continenti se correspondiese a la oferta del se-
nor Director del Museo de la Plata, dandole las gracias por las
publicaciones cuyo envio anunciaba, y aceptando gustosa la
Sociedad el cambio que proponta.
—El Sr. Presidente, después de consultar a la Sociedad su
conformidad con lo propuesto por el Sr. Jiménez de la Espada,
acordé acceder a ello y que constase la satisfacciOn y agrado
con que se recibia la proposicion del Sr. Director del Museo de
la Plata.
—KEl Sr. Lopez de Zuazo, en nombre de la Comisién nombra-
da por la Sociedad en la sesidn anterior para dar informe de
las cuentas presentadas por el Sr. Tesorero de la misma, did
lectura del siguiente dictamen:
«Los que suscriben , comisionados por la Sociedad espanola
de Historia natural, en la sesién ultima del ano préximo pa-
sado, para el examen y comprobacion de las cuentas presen-
tadas por el Sr. Tesorero D. Ignacio Bolivar, referentes al ano
de 1895, tienen la satisfaccién de manifestar 4 sus consocios
que, habiéndolas revisado con detenimiento, las hallan en un
DE HISTORIA NATURAL. 3
todo conformes con sus respectivos comprobantes, y acusan
un estado satisfactorio de la Sociedad, gracias 4 su buena ad-
ministracidn, como lo demuestra la liquidacién total, exis—
tiendo un saldo en efectivo a favor de la misma de 588,86 pe-
setas y crédito 4 su favor de 3.149,03 pesetas.
»Hemos de manifestar que no se ha hecho efectiva la sus—
cripcién de 50 ejemplares, que importan 750 pesetas, que tenia
el Ministerio de Fomento, en cuyo caso los ingresos hubieran
llegado a la cifra del ano anterior, explicandose la diferencia
atin sobrante por no haberse repartido en tiempo oportuno el
cuaderno 1.°, por causas independientes de la Comisién de
publicacion.
»Al proponer a la Sociedad la aprobacidn de las cuentas pre-
sentadas por su digno Tesorero, pedimos 4 la misma le con-
ceda un voto de gracias por su celo en pro de los intereses que
tan a satisfaccién de todos administra.
»Madrid 8 de Enero de 1896.—Jos& L. pk Zuazo.—Jost Fuser
y TuBiA.—MAXIMINO SANZ.»
—La Sociedad oyo con agrado el informe de la Comisién, y
cumpliendo lo que en él se propone, acordé conceder un voto
de gracias al Sr. Tesorero y a toda la Junta Directiva por su
gestion en el pasado ano.
—E] Sr. Ramon y Cajal dio lectura de la siguiente nota:
Sobre la existencia en el papiloma y polipos mucosos de cuerpos
semejantes a blastomicetos.
«fxaminando varios papilomas mucosos (dos anales y tres
de los 6rganos genitales externos de la mujer), hemos hallado
en gran abundancia, y en el espesor del dermis, infiltrado de
células emigrantes, un gran numero de esferas brillantes, ri-
gurosamente contorneadas, hialinas, y dispuestas en grupos
que contienen de 2 hasta 10 6 12 individuos. Los mas gruesos
de estos cuerpos yacen, por lo comun, extracelulares, alojan-
dose ya entre elementos embrionarios, ya entre haces conjun-
tivos; los medianos y pequenos, constitutivos de pléyades 6 co-
lonias de muchos individuos, residen en el protoplasma de cé-
lulas notablemente transformadas y dificilmente reconocibles.
Tales esferas faltan por completo en las formaciones epitelia
les. La talla es muy variable oscilando entre 2 y 14 u, exis—
4 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
tiendo pléyades en que casi todas las esferas son diminutas, y
otras en que dominan las grandes.
»Las citadas esferas son, como hemos dicho, absolutamente
hialinas y se coloran vivamente por las anilinas basicas, re-
chazando las acidas y el carmin y hematoxilina. La tionina la
presta una débil tinta azulada. Pero el colorante por excelen-
cia de las mismas es la fuchina 6 rojo magenta, con la cual, y
usada simplemente en solucién acuosa se obtienen enérgicas
impregnaciones. Aun decolorando por completo los ntcleos por
el alcohol no pierden los citados corpusculos su tintura roja
intensa. Hl proceder de Gram 6 la modificacién de Weigert los
tiien también, asi como el método propuesto por Sanfelice
para la coloracién de los blastomicetos. Un tenido exclusivo
de ellos puede obtenerse de varias maneras: 1.” Tinendo pri-
meramente por la hematoxilina y colorando después en fu-
china; decolorando suficientemente en alcohol, apareceran los
nticleos violados y rojos los parasitos. 2.° Empleando una mez-
cla de dos partes de una solucién concentrada de azul de me-
tileno B, y una parte de una solucion de fuchina: decolorando
en alcohol los nucleos apareceran azules y rojos 6 rojo viola-
dos los nicleos. 3.° Tratando los cortes por el método Gram-
Weigert, en el cual el carmin dara un tinte rojo a los nucleos
y el violado de genciana un color violado a las esferas hiali-
nas. 4.° Colorando en una mezcla, compuesta de tres partes de
tionina y una de fuchina, en la cual, después de decolorar en
alcohol los nucleos se mostraran violados y rojas las esferas a.
»Con todos estos métodos se logran buenos resultados; empe-
ro, por ser el mas facil y seguro, nosotros preferimos el si-
gwuiente, que sirve ademas para obtener espléndidas colo-
raciones de la piel y tejidos compuestos de epitelios y transa—
conectiva. 1.° Los cortes de piezas induradas en alcohol 6
en sublimado, permaneceran por algunos minutos en una so-
lucién concentrada de fuchina. 2.° Lavado rapido de estos cor-
tes en agua. 3.° Inmersidn por algunos minutos en una solucién
saturada de acido picrico y adicionada de 2,5 dg. por 100 de
carmin de Indigo. 4.° Lavado por algunos segundos en una
solucioén de acido acético al 2 por 100. 5.° Decoloracién y des-
hidratacién en alcohol absoluto. 6.° Aclaramiento en xilol 6
bergamota 6 montaje en balsamo 6 Damar disueltos en xilol.
Los fasciculos conjuntivos apareceran azules; los nuicleos ro-
DE HISTORIA NATURAL. 5
sados, los epitelios verdosos claros, y las esferas hialinas in-
tensamente rojas. Forzando la decoloracién, solamente estos
corpusculos conservaran el tinte rojo.
»aQué representan semejantes esferas hialinas tan abun-
dantes en los papilomas y mixomas? No podemos pronunciar-
nos todavia sobre este punto. Es preciso, para que puedan ser
estimadas por parasitos, probar su condicién de cuerpos vivos,
su cultivabilidad artificial y su poder patégeno en los anima-
les, cosas que todavia, por no disponer de tumores frescos, no
hemos podido intentar. Es de toda necesidad, ademas, excluir
por completo la idea de que son 6 producto de secrecién celu-
lar 6 una materia especial hialina recogida en los vasos por
células emigrantes (hagamos notar que la fibrina de los exu-
dados antiguos se tiie también en rojo vivo por la fuchina y
por el método de Weigert). :
»En el supuesto que nuestras ulteriores indagacionss nos
permitan afirmar la condicién parasitaria de tales cuerpos
fuchindfilos, cabria sin esfuerzo asimilarlos 4 los llamados
blastomicetos recientemente descritos en el sarcoma por Busse,
Sanfelice, Roncali, Frisco y Corselli y Kahané. Quizas repre-
sentan una especie 6 raza afine de dichos blastomicetos, 4 los
que les aproximarian su gran talla, su forma esférica, su
multiplicacién por gemacién y afinidad por el verde de mala-
quita y violado de genciana; pero de los que parecen sepa-
rarse por su residencia casi exclusivamente conjuntiva, por
su disposicién en colonias y por algunos otros detalles.
»Las referidas esferas fuchindfilas se encuentran también
en otros tumores. En tres casos de sarcoma alveolar, es decir,
de tumores sarcomatoides compuestos de actiimulos de cor-
pusculos globulosos y pequefios separados por robustos tabi-
ques conjuntivos, mostrabanse abundantisimas, residiendo
de preferencia en las masas embrionarias. Algunas de ellas
yacian dentro de células reducidas, por dilatacién progresiva,
a una ténue pelicula envolvente. En algunos parajes, estas
esferas fuchindfilas parecian haber suscitado una necrosis y
un reblandecimiento de los nidos sarcomatosos. Coloreados por
la safranina, ciertas esferas se tehian intensamente en rojo
mientras que otras tomaban solamente un matiz amarillo 6
anaranjado claro. Finalmente, los corpusculos embrionarios
constitutivos de los focos presentaban los caracteres de leuco-
6 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
citos monocelulares. Esta circunstancia y el formarse tales
focos en torno de capilares, nos hacen sospechar que muchos
de los Namados sarcomas alveolares, por lo menos los de pe-
quenas células a que nosotros aludimos, representan verdade-
ros granulomas infecciosos, y no tumores genuinos.
»Recientemente, en un tumor mamario extirpado por el
Dr. Sanmartin, y en el cual se velan nddulos carcinomatosos
entremezclados con fuertes zonas fibrosas, salteadas de focos
de infiltracién inflamatoria, las esferas hialinas se mostraban
abundantes, pero no en las masas carcinomatosas sino en el
tejido fibroso inflamatorio que las circundaba. En el supuesto
que tales esferas correspondan a4 los blastomicetos hallados
por Busse, Roncali, etc., en el sarcoma y carcinoma, en el
caso actual parecian haber causado solamente una infeccion
secundaria imprimiendo al tumor caracteres francamente
inflamatorios.
»Digamos para concluir que nuestras tentativas para hallar
los blastomicetos de Busse en el carcinoma, epitelioma y sar-
coma genuinos, sin mezclas flegmasicas no han tenido ningun
resultado. En nuestro sentir, los parasitos descritos por estos
autores representan simplemente, como Jos anunciados en
estos ultimos anos por numerosos investigadores, ya degene-
raciones intracelulares, ya fendmenos de destruccién nuclear,
ya alteraciones producidas por los reactivos. Con lo cual no
pretendemos negar la realidad de los blastomicetos del sar-
coma, puesto que dichos sabios han logrado, segun parece,
cultivar el parasito y provocar con é! efectos patégenos en los
animales. Mas como tales blastomicetos no se encuentran en
sarcomas genuinos sino en afecciones dudosamente sarcoma-
tosas, y como ademas los referidos sabios no han suscitado en
los animales por inoculacién de cultivos tumores positivos,
sino infecciones inflamatorias de los ganglios, nosotros nos
inclinamos a4 creer que Busse, Roncali, Corselli, etc., han ha-
llado en realidad el parasito de una afeccién inflamatoria
nueva, de un verdadero granuloma infeccioso, confundido
hasta aqui con el fibrosarcoma, sarcoma alveolar quizas como
el mismo linfoma y que seria preciso apartar del grupo de los
tumores para constituir una especie patoldgica con el nombre
de dlastomicosis sarcomatosa.
»Si ulteriores experiencias nos consienten alejar toda duda
DE HISTORIA NATURAL. 7
acerca de la naturaleza parasitaria y del poder patdgeno de
aquellos corpusculos semejantes a blastomicetos hallados por
nosotros en los papilomas y pdlipos mucosos, cabria conside-
rar también el papiloma como una infeccién inflamatoria
proliferante, la cual seria preciso desglosar del fibroma 6 mi-
xoma, tumores en los que viene siendo englobado por los
autores.»
—kIl1 Sr. Rivas Mateos did lectura de las siguientes
Notas para la Flora Espanola.
«Si al conocimiento de las especies espontaneas de una deter-
minada regién Namamos Flora, deduccién l6gica y axiomatica
es, que si una 6 varias de las partes que componen la region
no se halla explorada, no se halla conocida, el todo Flora ha
de ser incompleto. Esto es, pues, lo que ocurre con la espa-—
hola, pudiéndose afirmar, sin temor a equivocacidn, que todos
los libros hasta hoy escritos sobre la Flora Espanola 6 Ibérica
no son, ni mas ni menos, que series imperfectas de nuestra
rica y hermosa flora. En prueba de lo que decimos, bastenos
indicar que Extremadura, uno de los territorios espanoles
mas vastos en vegetacién, mas importante, por ser limitrofe a
Portugal, aparece, entre la generalidad de los botanicos, su-
mida en el mas profundo silencio 6 ignorancia; y en este caso
2como es posible establecer y fijar el limite geografico de las
especies?; y an mas, no existiendo entre Espana y Portugal
un obstaculo ni climatolégico, ni geoldgico, ni orografico que
impida el correrse las especies 4cOmo es posible y con qué
datos hemos de responder al hacer indicacién de especies pro-
pias de Espana y especies propias de Portugal? A la par que
todo esto encierra dentro de si un maximo y reconocido inte-
rés, quiza en ninguna como Extremadura pueda observarse
con mayor precisién los imites geograficos de las regiones
botanicas, su diversidad de terrenos, sus multiples y variados
climas, los repentinos y continuados cambios orograficos, cau-
sas por las cuales hacen que su flora sea rica en especies y a
la par sustente en sus valles y montanas los seres vegetales
mas culminantes de la Flora espafiola.
»Entre los diversos datos que hemos recogido en nuestras
8 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
excursiones por las provincias de Badajoz, Caceres, Avila y
Toledo, se encuentran las siguientes:
»Mibora Desvauacii Lge.; Agrostis minima Schous.—Hé aqui
una especie indicada como propia de sitios humedos en la
regidn Septentrional (Galicia), como también en Portugal,
segun Schousboé, y es, sin embargo, una planta frecuente en
la regién Central de nuestra Peninsula, en donde, ya se la
considere como especie 6 como simple forma local de la
M. verna, se encuentra perfectamente caracterizada. Valle de
Plasencia (Caceres), Gredos (Avila).
»Crypsis alopecuroides Schrad.; Cr. macrostachya Brot.; Helea-
chloa alopecuroides Host.—Especie indicada por Brotero en las
margenes del Duero durante el trayecto portugués. Nosotros
la hemos recogido en los arenales del Tajo, Derriscadero,
Lance de la Mora (Caceres).
»A lopecurus agrestis L.; A. Creticus Wilk.— Esta, que es en
efecto una de las especies mas comunes en la regién Central,
no es, como dice el Sr. Amo y Mora, nula en Portugal. Ver-
dad es que decrece el predominio 4 medida que se acerca la
regidn Occidental, pero no tan en absoluto que no pueda verse
en la frontera portuguesa. (Rosmaninha, Salvaterra do Ex-
tremo.)
»Arisarum vulgare Kunth.; Arum Arisarum L.—Segiin dice el
Sr. Amo y Mora en su Flora Espafola, t. 1, pag. 393, es una
especie muy rara en la regidn Central. En nuestras excursio-
nes hemos podido ver esta especie muy abundante en las pro-
vincias de Badajoz y Caceres, dehesas boyales de Serradilla,
huertas de Abuelo, Santa Catalina, Virgen de la Montana en
Caceres, Virgen del Puerto de Plasencia, valle de Plasencia,
toda la sierra de Gredos, cordillera Oretana, sierra del Ba-
rrao, etc., etc., todas ellas de la regién Central, donde reciben
los nombres vulgares de candiles, candilejas y jarrillos.
»Arum Italicum Mill.—Especie cuya area la reducen a la zona
Meridional y region Oriental de nuestra Peninsula, no encon -
trada en la regién Central y Septentrional, dudandose pueda
existir en Portugal (Amo y Mora). No es ciertamente esta espe-
cie una de las que por su predominio en la regién Central
hayamos de colocarla al lado de las caracteristicas, pero no
por eso hemos de negar su presencia. En una excursiOn veri-
ficada al Valle de Plasencia, en el mes de Julio, pudimos verla
DE HISTORIA NATURAL. 9
en flor y muy caracteristica entre unas pizarras de los arroyos
venidos de la sierra del Villar y muy proximo al Jerte. Tam-
bién la vimos en la misma época entre los castanos de la sie-
rra de Hervas (Caceres). ES mas comun en la frontera, y de
ésta en los terrenos htiimedos y sombrios del Tajo, Salvaterra
do Extremo (Portugal).
»Lemna arrhiza L.—Indicada en la Extremadura portuguesa,
y como probable en la parte de esta antigua regién correspon-
diente hoy 4 nuestro reino (Amo y Mora). La incertidumbre de
existir en Espafia puede desaparecer por completo; hemos re-
cogido flotando en las aguas del manantial que hay junto a la
estacién del ferrocarril de Herreruela (Caceres).
» Endymion cernuus Wilk.; Hyacinthus cernuus L.; Scilla cer-
nua Hoft.; Agraphis cernua Link.—Vive en la sierra Arrabida,
cerca de Coimbra, y en la Beira (Link, Hoffm.). Considérase
como especie diferente 6 simple variedad del Hudymion nutans.
Nosotros la hemos recogido perfectamente caracterizada en
los montes de la Gibe (Aliseda) y en lo alto del tunel de Mira-
bel. El Sr. Rivas y Santos la ha recogido en lo alto de la cor-
dillera central de San Pablo (Cruz del Caucho).
»Sali2 nigricans Smith.—Lange dice haber visto en el her-
bario de Schousboé una ramita procedente de Extremadura,
poniendo en duda sea de esta especie (M. Laguna, /lor. Hsp.,
t. 1, pag. 165). Sin haber visto el ejemplar 4 que se refiere
Lange, creemos pertenezca 4 la especie en cuestién, por la
razon de haberla nosotros recogido en un arroyo proximo a
Caceres (Marco), sitios explorados, aunque a la ligera, por
Schousboé. En una excursién que verificamos en unidn de
mis distinguidos amigos H. Pacheco y M. Montanchez pudi-
mos volverla 4 ver en la Virgen de la Montana. Existe en ma-
yor abundancia en la orilla del rio Salor (Herreruela), Badajoz
(Septentrional, Mérida) y garganta de Serradilla.
»Rhododendron ferrugineum L.—Madronera angosta , madro-
fera menor; nombres vulgares que a esta rarisima especie
dan los pastores que andan por la Sierra de Gredos, sitios
donde se encuentran escasos ejemplares de esta especie (Her-
manitas). Es, por consecuencia, especie de interés, desde el
momento que baja de la regidn Septentrional a la Central
(2.311 m.).»
—El Sr. Lazaro leyo la siguiente nota:
10 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
«El botanico francés M. Auguste de Coincy, cuya predilec-
cién por nuestra flora es conocida por sus anteriores y valiosos
trabajos, ha publicado recientemente un nuevo estudio refe—
rente a ciertas especias espanolas, trabajo, que ciertamente
merece llamar la atencidn de los botanicos, tanto por su nove-
dad y valor cientifico, como por las excelentes condiciones de
la edicién.
»Titulase la nueva publicacién Leloga altera plantarum his-
panicarum, y en ella aparecen minuciosamente descritas y
comparadas en algunos casos con otras especies afines para
fijar bien los caracteres distintivos, las siguientes especies y
variedades; Alyssum Amoris Coincy, de Caravaca; Viola co-
chieata Coincy, de Alcaraz; Paronychia Rouyana Coincy, de
Plasencia; Kuwudmannia sicula var. longiseta del monte Hifac;
Valeriana longiflora Wk. de la Sierra de Guara; Lcehium frati-
cescens Coincy, de Gobantes; Linaria Gobantesiana Coincy, de
Gobantes; Origanum compactum var. Rouyanum, de Cortes;
Teucrium floccosum Coincy, de Aranjuez; Phalaris hispanica
Coincy, de Aranjuez; Panicum eruciforme var. brevifolium, de
Bobadilla; Agrostis castellana var. pilosa, de Chiclana.
»Casi todas estas formas son de aquellas que solo una obser-
vacidn sagaz y bien aplicada ha podido deslindar bien, sepa-
randolas definitivamente de formas congéneres con las cuales
pudieran confundirse, y deste trabajo, que al par que el mas
dificil, es el que mas se necesita hacer hoy para ir ultimando
el conocimiento de la rica flora de la Peninsula Ibérica, se ha
consagrado esta vez M. de Coincy con no menos acierto al
confeccionar su primera Fcloga.
»Las descripciones detalladas y completas que la nueva con-
tiene demuestra bien claramente la razén con que suautor ha
procedido al escribir como nuevas siete de ellas, igualmente
que las cuatro variedades indicadas, y en cuanto ala Valeriana
longiflora, aunque dada 4 conocer por Willkomm, debe a la
investigacién de M. de Coincy nuevos datos y algun aumento
en su area conocida.
»Las doce laminas de la Heloga altera, en las que figuran las
plantas mencionadas en su conjunto y todos los detalles que
pueden contribuir 4 su conocimiento, son de un dibujo per-
fecto y tan detenido, que pueden ponerse como ejemplos de
dibujos cientificos. Son debidos al trabajo de Mad. Hériucq,
DE HISTORIA NATURAL. ll
cuya cooperacion ha sido, indudablemente, muy util al autor.
»De esperar es que no sera esta la ultima vez que M. de Coin-
cy nos dé 4 conocer los frutos de sus exploraciones fitografi-
cas en nuestra patria.»
—lKl Sr. Martinez y Fernandez (D. Antonio) presentO un es-
tudio del género Caloptenus y sus afines (ortdpteros acrididos),
en el que describe las especies conocidas, rectificando la sino-
nimia de algunas y dando a conocer otras nuevas. Las diag-
nosis de estas Ultimas son las siguientes:
Euryphymus capensis sp. nov. Pronotum carina media leviter
arcuata a sulcis transversis via interrupta, carine lateralis sul-
cis transversis luxate; elytra apicem femorum via attingentia;
ale disco interno flavescentes ; tuberculum prosternale apicem
versus haud angustatum , apice truncato-rotundatum 9.
Long. corporis 29"™™"; pron. 6, 8; elytr. 20: femorum post, 16.
Loc. Cabo de Buena Esperanza (Col. Bol.).
Caloptenspsis Saussurei sp. nov. Ferrugineus; calcare secundo
tibiarum posticarum apice pone ungiculam parce producto atgue
piloso; tuberculum prosternale cilindricum apice acuminatum.
Femora postica intus nigra &.
Long. corp. 35™™; pron. 7; elytr. 30; fem. post. 21.
Loc. India oriental (Col. Bol.).
Caloptenopsis crassiusculus sp. nov. Flavus, pallidus; calcare
secundo interiore tibiarum posticarum pone unguiculam haud
producto; tuberculum prosternale transversum; intervalum labo-
rum mesosternalium transversum; femorum posticorum facies
externa haud longitudinaliter nigro-fasciata; ale disco interno
1'0S€0.
Long. corp. S 20™™; pron. 4; elytr. 14,5; fem. post. 12.
— 026 ; — 6 — 19; — 15.
Loc. India oriental (Col. Pantel y Bol.).
—Ei Sr. Bolivar presenté la siguiente nota:
Accediendo 4 los deseos de nuestro consocio D. Napoleon
M. Kheil, de Praga, he estudiado varios ortépteros recogidos
por el Sr. Uraz en la cuenca del rio Atalapo, afluente del
Amazonas, presentando 4 la Sociedad en la siguiente nota el
resultado de este estudio, 6 sea la lista de las especies recolec-
tadas y las descripciones de las que creo nuevas.
Stratocles forcipatus sp. nov. o Caput supra nigro-nitidum,
occipitem versus lineis impressis longitudinalibus tribus. Prono-
12 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
tum nigrum, subleve, linea mediatimpressa, marginibus angus-
tissime flavescentibus. Mesonotum nigrum, granuloso-rugosum.
Elytra marginem posticum metanott subattingentia, fusco-nigra,
margine interno fasciaque media flavescentibus, medio obtuse
gibbosa. Ale parte antica fusca, venis longitudinalibus nec non
margine antico fiavo-virescentibus, parte postica fusco-nebulosa,
basi hyalinis, venis radiantibus fuscis, basi favis. Pectus flavum.
Femora fusca, basi carinisque rufo-flavescentibus. Tibie fusce.
Tarst subtus dense rufo-villost. Abdomen gracile apice clavatum.
Segmentum anale apice semicirculariter sinuatum et fere biden-
tatum. Cerci elongati apicem versus intus compresso-subamplia-
ti, ante medium biramosi, ramo antico brevi, spiniformi, postico
magis elongato, subcylindrico.
Long. corporis 47°"; pronoti 3™™; mesonoti 4™™,5; elytrorum
4mm; glarum 30"; femorum ant. 14"; fem. interm. 11™™; fem.
post. 14™™,
Tiene analogia con el Phasma flavomaculatum Gray, del que
difiere como se hace notar en la diagnosis que antecede. Poseo
otro ejemplar o” de Cumbase (Pert), recogido por Garlepp,
que solo se diferencia por tener el pronoto con granillos ama-
rillentos.
Aun cuando el mesonoto es horizontal y mas largo que el
pronoto, incluyo esta especie en el género Stratocles y no en
el Phocylides, porque los restantes caracteres me parecen con-
venir mejor al primero de los géneros citados, sobre todo la
longitud de los fémures posteriores, que alcanzan casi la ex-
tremidad del cuarto seemento abdominal.
Pseudophasma auriculatum sp. nov. o”. Colore brunneo-palli-
do, fusco-variegatum. Caput fusco-septem-lineatum. Pronotum
granulatum fusco-variegatum. Mesonotum granoso-rugulosum,
medio sulcatum, lateribus subtuberculatum. Hlytra marginem
posticum metanoti haud superantia, postice oblique truncata,
angulo postico subrotundato, disco medio lobo magno compresso-
elevato atque rotundato formantia; campo interno fusco, venis
valde expressis, campo externo pallide-brunneo. Ale parte antica
pallide brunnea, fusco-variegata, parte postica pallidissime flava
Sere hyalina, margine postico anguste nebuloso, venis radianti-
bus pallide ochraceis. Pedes fusco-variegati. Femora apicem ver-
sus infuscata, pone medium annulo pallido. Femora 4 posteriora
prope apicem distincte compresso-dilatata. Segmenta dorsalia
DE HISTORIA NATURAL. 13
abdominis juxta apicem gibbosa. Segmentum anale medio rotun:-
datum, lateribus angulatum. Cerci brevi, subcylindrici, intus
subindistincte sinuati, apice hebetato.
Long. corp. 47™™; pron. 2™™,5; mes. 4™™,5; elytr. 4™™; alar.
32™™; fem. ant. 14™™; interm. 9™™; post. 13™™,5.
Pseudophasma a gen. Phasma divert: femoribus quatuor pos-
terioribus distincte clavatis, apicem versus compressiusculis atque
elevatis, carinis superioribus curvatis et subapproximatis.
Phasma Urazi sp. nov. 9. Colore brunneo. Antenne fusce,
pone medium, articulis basi pallidis. Caput utrinque fascia lata
Susca. Pronotum fusco-varium. Mesonotum ruguloso-scabrum
medio sulcatum. Elytra marginem posticum metanoti haud su-
perantia, postice oblique truncata atgue subsinuata, angulo pos-
tico interno subrotundato, disco medio angulato-producto, supra
cinereo-brunnea, extus fusca. Ale parte antica omnino fusca
venis angustissime hyalino circundatis, parte postica rubiginosa
marginem versus dilute infuscata. Pedes fusco-variegati.
Long. corp. 70™™; pron. 3™™,8; mes. 6™™; elyir. 7™™; alar. 48™™;
Jem. ant. 18™™; interm. 13™™; post. 17™™.
Afine al Ph. necydaloides L., y es quiza la variedad 4 que se
refiere Westwood como procedente de Bogota, si bien no dice
que tenga las alas de color de orin con todo el borde negruzco
formando una banda difusa hacia el interior del ala.
Dedicada al Sr. Uraz, viajero y recolector de estas especies
en el rio Atalapo.
Phasma Kheili sp. nov. 9. Colore badio. Antenne fusco-cin-
gulate. Caput nec granulatum nec spinatum, tantum lineis tri-
bus subindistinctis fuscis ornatum. Mesonotum medio sulco lev,
lateribus appendicibus seriatis subcylindricis nigris, 6 erectis, 7°
decumbenti. Hlytra marginem posticum metanoti distincte supe-
rantia, ante medium compresso-rotundato-elevata. Ale parte an-
tica corpore concolores , parte postica transverse, dense diluteque
Jusco-fasciate, prope venas radiantes fusco-tessellate. Femora
antica margine superiore tantum compressiuscula sed haud di-
latata.
Long. corp. 79™™; pron. 5™™; mes. 6™™,5; elytr. 10™™,5; alar.
2mm: fem. ant. 20™™; enterm. 15™™; post. 20™™,5.
A pesar de que los élitros son algo mayores que en las espe-
cies de este género, puesto que se extienden hasta pasar un
poco (2™™) del borde posterior del metanoto, aunque sin llegar
14 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
a la mitad del segemento mediano, incluyo esta especie en el
owénero Phasma, porque tiene la cabeza y el protédrax comple-
tamente lisos, no espinosos ni granosos, y el mismo metanoto
es liso aparte de los curiosos apéndices de que se ha hecho
mencién, y de los que alguno esta bifurcado, y el ultimo de
cada lado dirigido hacia atras en vez de estar derecho como
los otros.
Dedicada al distinguido entomdélogo de Praga, nuestro con-
socio, Sr. Kheil, 4 quien debo el haber conocido estas especies.
Paratettix heteropus sp. nov. 9. Fusco-ferrugineus. Vertice
oculo angustiore, medio obtuse carinato. Costa frontali inter an-
tennas arcuato-rotundata. Pronoto longe subulato, dorso granu-
loso, inter humeros converiusculo, pone eos transverse distinctis-
simeque depresso et fusco—bimaculato, carina media lenuissima
inter sulcos tectiforms et versus marginem anticum suboblitterata;
angulo postico loborum lateralium apice oblique truncato. Ely-
tris subacuminatis. Alis caudatis. Femoribus anticis angustis,
supra carina integra, subtus medio subsinuata. Femoribus inter-
mediis clypeatis, carinis compresso-dilatatis; carina superiort
prope apicem sinuato-subundulata, carina inferiori pone medium
magis dilatata et ante apicem valde sinuata. Femoribus posticis
carinis haud dilatatis, subintegris, superior tantum et fere in-
distincte lobata. Tibiis posticis pallide biannulatis, canthis inter
spinas minute serrulatis. Articulo primo tarsorum posticorum
ceteris unitis haud vel viz longiore; pulvillo tertio duobus pri-
mis unilis subeque longo. Valvulis ovipositoris valde serrato-
dentatis.
Long. corp. 15™™; pron. 14™™; fem. post. 7™™,
Proximo al P. Schochit Bol., pero de mayor tamano, con la
quilla frontal bastante elevada y arqueada entre las antenas
y distintamente sinuada entre los ojos; el dorso del pronoto
convexo entre los angulos humerales y distintamente depri-
mido después, en cuya parte la quilla media es undulada; el
ldbulo lateral del pronoto tiene el Angulo postero-inferior trun-
cado-redondeado. Los fémures anteriores no dilatados, estre-
chos, con la quilla superior integra y la inferior ligeramente
sinuada; los intermedios con las quillas comprimidas y ensan-
chadas, la superior menos que la inferior, y ésta mas ancha
después del medio, con una gran sinuosidad antes del apice;
los fémures posteriores tienen enteras sus quillas pero granu-
DE HISTORIA NATURAL. 15
losas, y la superior con dos 6 tres pequenias elevaciones casi
imperceptibles.
Celopterna Stali Scudd.
Mastax nigra Scudd.
Orphula jncunda sp. nov. 9. Colore fusco—ferrugineo, supra
viride. Antenne distincte ensiformes, capite et pronoto unitis
valde breviores. Vertex triangularis, antice fere rotundatus, mar-
ginibus obtusis, haud carinulatus; inter oculos subsulcatus. Fo-
veolis triangularis, antice prope oculos apertis, incompletis.
Frons declivis a latere visa leviter subsinuata; costa inter anten-
nas deplanata, angusta, subparallela, ante ocellum subsulcata
et clypeum versus ampliata. Pronotum planiusculum, antice
truncatum, postice obtusissime angulato-subrotundatum; margine
antico ruguloso-punctato; disco prozone sublevi, subcarinato,
disco metazone impresso-punctato haud carinato; carinis latera-
libus parallelis, pone sulcum transversim oblitteratis, extus fas-
cia nigro—fusca ab oculos oriunda apposita. Lobis mesosternt
spatio subquadrato sejunctis. Elytra subparallela apicem abdo-
minis superantia; campo mediastino bast ampliato; area anali
viridt. Ale hyaline apicem versus leviter infumatis; margine
antico pone medium vitta opaca angusta. Femora postica fusco-
ferruginea; subtus olivacea, area infero-externa obscuriori. Tibie
postice fusco-olivacea, spinis apice nigris. Abdomen fusco ferru-
gineum.
Long. corp. 22°"; pron. 4% 5; elytr. 19™™.
Esta especie tiene bastante semejanza con la O. pagana Stal
por su tamano y coloracién. La quilla frontal es plana y
mas estrecha entre las antenas, pero no al unirse con el tu-
bérculo del vertex, el cual es menos anguloso por delante; las
quillas laterales del pronoto son paralelas y faltan en la meta-
zona, y la quilla media falta 6 apenas quedan de ella vestigios
en la prozona; los élitros estan redondeados en el apice y los
fémures posteriores son mas anchos en la base, y por tanto
sus quillas son mas sinuosas que en aquella especie.
Orphula patruelis sp. nov. Colore fusco-ferrugineo. Antenne
distincle ensiformes marginem posticum pronoti haud attingen -
tes. Vertex triangularis , superne deplanatus ;i foveolis completis,
triangularis. Costa frontalis basi valde angusta, apicem versus
levissime dilatata atque subsulcata. Pronotum planiusculum,
antice truncatum, postice obtuse angulatum, tricarinatum, cari-
16 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
nis lateralibus antice posticeque divergentibus, linea fusca secan-
tibus. Flytra angusta apicem abdominis superantia, apice ro-
tundata, pallide ferruginea, fusco-maculata, area analt ferru-
ginea, campo mediastino basi ampliato. Ale hyaline apicem
versus leviter infumatis, margine antico ad medium vitta opaca
angusta. Femoribus posticis punctis adspersis, macula media
dorsali nec non area infero-externa fuscis. Tibie postice pallide,
Susco variegata, bast annulo-pallido; spinis apice nigris. Abdo-
men fusco-varium.
Long. corp. 19™™; pron. 4™™; elytr. 16™™,5.
Recuerda esta especie la O.. maculipennis Scudd. (S'tenobo-
thrus maculipennis Scudd.), pero es algo mas corta y propor-
cionalmente mas gruesa, y el surco posterior del pronoto esta
situado después del medio, de modo que la metazona es mas
corta que la prozona, mientras que en la especie de Scudder
son proximamente iguales. Los élitros son proporcionalmente
mas cortos y los fémures posteriores mas anchos en la base.
Protomachus depressus Stal.
Colpolopha obsoleta Serv.
Procolpia emarginata Serv.
Rhomalea miles Drury.—El ejemplar corresponde a una va-
riedad con el dorso del pronoto verde negruzco en la meta-
zona, sin manchas; las patas anteriores son también de un
verde obscuro con sdlo un pequeno anillo incompleto en la
mitad de las tibias y dos fajas amarillas en los fémures pos-
teriores.
Rhomalea peruviana Pict. et Sauss.
Titanacris Velasquezi Nieto.— Un ejemplar notable por su
aspecto y tamafio, asi como por la longitud de los élitros; a
primera vista se le tomaria mas bien por 7’. Ol/erst Burm..,
pero la cresta del pronoto es mas alta y comprimida que en
esta especie, y sus lébulos estan separados por escotaduras
profundas como en el 7’. Velasquezi Nieto; ademas, los fémures
posteriores presentan dos series bien distintas de manchas oli-
vaceas como es caracteristico en esta ultima especie.
Tropidacris cristata L.
Copiocera lepida Gerst.
Vilerna rugulosa Stal.
— tibialis Gerst.
-— geneo-oculata De Geer.
DE HISTORIA NATURAL. 17
Xiphiola nov. gen. Corpus compressiusculum. Fastigium verti-
cis triangulare, horizontaliter prominulum, acuminatum. Frons
valde reclinata, a latere visa sinuata, carine laterales os versus
parum divergentes. Costa frontalis angusta, inter antennas com-
presso-producta, ante ocellum suhoblitierata. Antenne elongate ,
ensiformes. Articulus ultimus palporum macillarium depres -
siusculus. Pronotum superne planiusculum antice truncatum
postice angulato-productum, carina media nulla, sulco postico
pone medium sito; lobis deflecis perpendiculariter inserlis , cart-
ne@ laterales recte, fere parallele, punctate. Elytra per fecte ex-
plicata, angusta, apice rotundato-angulata; area mediastina basi
dilatata. Ale elytrorum longitudinis. Tuberculum prosternale
gracile, conicum, acuminatum. Metapleure carina obliqua divise
postice area triangulari levi formantes. Lobi metasternales 2 fere
quam mesosternales remoti, ~ minus remoti. Femora postica
crassiuscula basi supra oblique truncata, carinis superioribus
serrulatis, area supero-externa scabriuscula, infero-externa lata.
Tibie postice teretes, extus 7 intus 9 spinose, spina apicali ex-
terna nulla. Tarsorum posticorum articulus secundus articulo
primo valde brevior. Lamina supraanali <7 lanceolata, basi sulco
medio, carina laterali terminato, apicem versus granuloso sca-
bra. Cerci acuminati. Lamina subgenitali breviter conica.
Este género viene 4 colocarse 4 continuacién de la seccién
Vilerne (Brunner), con la que tiene indudablemente analogia
por la forma y direccién del tubérculo del vértice y por las
antenas ensiformes, 4 pesar de que los palpos tienen el ultimo
artejo algo deprimido.
Xiphiola cyanoptera sp. nov. Dilute ochracea, supra foveolato-
punctata. Antenne subtus nigro-nitide, medio et ante apicem
pallide annulate. Palpi articulo ultimo pallidi. Pronotum pos-
tice rectangulum, angulo immo breviter truncato et utringue
distincte sinuato. Elytra area mediastina basi, nec non area dis-
coidalt fusco-nigris atque nitidiusculis. Alis cyaneis, antice api-
ceque fuscescentes. Metaipleure parte postica nigerrime. Femora
postica area infero-externa nigro-nitida, supra fasciis duabus
obliquis geniculisque fuscis, latere interno nigro quadri-fusciato,
area infero- interna b:st plus minusve cerulea. Tibie postice
cerulee, basi supra pallescentes et fusco-maculate , spinis plus
minusve nigris. Pectus abdominisque basi nigro-nitidis.
Long. corp. % 24™™; pron. 5™™,8; elytr. 24™™; fem. post. 15™™,5.
ACTAS DE LA SOC. ESP —XKXV. 2
18 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
Long. corp. 2 31™™; pron. 7™™; elytr. 30™™; fem. post. 18™™.
Poseia ya esta especie procedente de Cumbase (Pert) y re-
cogida por Garlepp.
Osmilia violacea Th.
Ceraia cornuta Brunn. 9.
Long. corp. 25™™; pron. 6™™,5; elytr. 40™™; Lat. elytr. medio
SHE: LONG. fem. Posts Lone 0vIse. Ale.
Esta especie es notable por el aspecto particular que ofrecen
sus élitros, merced 4 que las venas transversas son bastante
salientes y de coloracién algo mas obscura que el fondo; los
ldbulos laterales del pronoto y los de todo el térax son de color
e@lauco-nacarado, coloracién que en vida debe ser muy viva;
el borde anterior de los lébulos laterales del pronoto esta en-
grosado y es rojizo. El oviscapto es encorvado al principio y
ascendente oblicuamente en la mitad apical, truncado-redon-
deado en el apice que es obscuro y crenulado; la placa infra-
anal es algo comprimida y tricispide; los cercos son bastante
largos y conservan algo de la forma sigmoidea que tienen
eneld.
Scaphura nitida Perty.
Conocephalus maxillosus F.
Subria amazonica Redt. Como solo se conoce la © de esta
especie, me queda alguna duda de que el ejemplar <7 4 que
me refiero corresponda a la especie citada, si bien creo que
mejor podra corresponder A ella que 4 la S'. nitida Redt., cuyo
o” es también desconocido.
Sus caracteres son: Segmentum dorsale ultimum productum,
processo bidentato medio truncato-subemaginato. Cerci tereti,
curvati haud dentati. Lamina subgenitalis inter stylos longiuscu-
los subproducta.
Long. corp. 27™™; pron. 7™™; elytr. 40™™; fem. post. 21™™.
El Sr. Calderén did lectura de la siguiente nota:
La sal azul de Villarubia de Santiago.
«Los ejemplares de sal gema que presento, destinados a la
coleccién de minerales espafioles del Museo de Historia natu-
ral, son cubos, unos perfectamente limpidos y otros, que no
lo son menos, conteniendo en su interior un nucleo azul, tras-
lucido y perfectamente limitado. Proceden de la Mina Dolores,
DE HISTORIA NATURAL. 19
en Villarubia de Santiago, 4 orillas del Tajo, en la provincia
de Toledo.
»El primero que did noticia, que yo sepa, de esta sal azul,
fué el diligente profesor D. Juan Vilanova, de feliz recuerdo,
quien lo hizo en esta Sociedad (1), ocupandose de su visita a
dicho yacimiento, si bien limitandose 4 consignar el hecho.
Segun mis averiguaciones, dicha variedad no es exclusiva en
Espana del yacimiento de Villarubia, pues ademas de Aran-
juez, donde la ha encontrado una vez nuestro consocio el
Sr. Fernandez Navarro, se presenta asimismo en Cardona
g@eneralmente asociada a la blanca, y en las colecciones de la
Universidad Central existen ejemplares con bandas azules
que tienen de localidad Minglanilla, aunque yo no pueda res-
ponder de la exactitud de dicha indicacidn de procedencia.
»En el extranjero se conoce la variedad azul en bastantes
yacimientos de sal piedra, siendo, sobre todo, notable en este
respecto el de Stassfurt y sus alrededores; la hay tambien en
Wieliczka, Hallstadt y otros varios depésitos, y de color vio-
leta al S. de Sicilia, en Castro Giovanni.
»Por lo que se refiere 4 los ejemplares de Villarubia de San-
tiago, donde no parece abundar mucho la variedad, consti-
tuye el pigmento azul cobalto intenso zonas de contorno ondu-
lado dentro de la sal didfana, siendo limpio el contacto de las
dos variedades; es decir, que la zona azul, aunque traslucida
en sus bordes, no se difunde por la masa transparente que la
envuelve. Esta circunstancia es bastante singular. Como ya
lo noté Kenngot en los ejemplares alemanes, el color azul se
debilita y hasta desaparece por la accion del calor, y como
observé F. Bischof (2), la disolucién acuosa es perfectamente
transparente. Una seccién delgada de un ejemplar de Villa -
rubia examinada al microscopio no ha ofrecido cavidad algu-
na, cosa rara en la sal gema.
»Es notable que los mineralogistas y los quimicos no hayan
podido atin resolver cual sea la causa de esta singular colora-
cién azul. Se han propuesto varias teorlas, pero ninguna
parece basarse en observaciones seguras y comprobadas. La
(1) Salinas de Villarubia de Santiago. (ANAL. DE LA SOC. ESPAN. DE HIST. NAT.,
tomo try. Actas, pag. 89.)
(2) Steinsalzbergwerke bei Stassfurt, 1875.
20 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
primera suposicion fué la de que dependiera el pigmento de
interposiciones de hidrdgeno carbonado, de subcloruro de
sodio, como pretendian Johnson y Gmelin (1), y aun de azu-
fre (Ochsenius); pero Wittjen y Precht (2) hicieron observar
que ni el subcloruro de sodio ni el azufre pueden ser los cau-
santes de este color, puesto que no cambia por la accién del
cloro. Cuanto al hidrégeno carbonado, determinaron, en efecto,
su existencia por medio del analisis, mas en cantidad tan
reducida, que no les parece puede achacarse a este cuerpo
influencia colorante. En vista de semejantes observaciones,
deducen estos quimicos, aunque sin dar comprobacién de su
teoria, que la coloracién azul de las variedades que la presen-
tan es un puro efecto éptico, originado por pequenas cavida-
des, por lo cual el polvo es siempre blanco.
»Recordando que mi eminente amigo el profesor Arzruni,
de Aachen, tuvo el propdsito de estudiar esta cuestion, le hice
donacién de un ejemplar de Villarubia de Santiago, pregun-
tandole su parecer sobre la teoria de Wittjen y Precht y la
suya propia. Asi ha tenido la complacencia de hacerlo, mani-
festando que él no puede participar de la opinién de aquellos
investigadores, ni cree suficiente para sustentarla la escasez
de los hidrocarburos en la variedad azul de que trato, al modo
como tampoco Wyrouboff (3) los ha encontrado en abundan-
cia en diversas fluoritas coloreadas, y nadie duda por eso del
origen organico de las materias que las timen. «Tenia, en
efecto, aflade, el propdésito de ocuparme de esta cuestién y de
resolverla, si era esto posible, introduciendo una disolucion
muy concentrada de sal azul en un largo tubo delgado y
observar, poniéndole en rotacién, si el liquido incoloro daba
las mismas bandas de absorcién que la sal en estado sdlido.
Yo imaginaba que el hidrocarburo colorante podia no obrar
de la misma manera en estado de disolucién que en estado
sdlido y depositandose en el fondo del recipiente, donde per-
maneceria invisible 4 causa de su cantidad minima. Otros tra-
bajos han absorbido mi tiempo y me han impedido terminar
estas experiencias.»
(1) Handbuch der Chemie, 11, pag. 204.
(2) Berichte der Chem. Ges. Berlin, 1883, x1v, pag. 1454.
(3) Bull. Soc. chim. de Paris, 1866, Mai.
DE HISTORIA NATURAL. 21
»Es lamentable, sin duda, que tales investigaciones no ha-
yan sido concluidas por mineralogista tan habil; pero yo no
creo que hubieran llegado 4 llevar la persuasién al animo de
todos, pues si bien se mira, no solo es cierta la escasez de
hidrocarburos en la variedad azul de la sal piedra, sino que
estos existen en cambio en las que no presentan dicha colo-
racion.
»En vista de semejantes dificultades, y por analogia con lo
que se ha dicho por algunos naturalistas, y especialmente por
Jolly, sobre la naturaleza del pigmento rojo de la sal de Car-
dona, que atribuye a monadas y bacillarias, pemsé yo si se
trataria aqui de una piocianina 6 cosa semejante, producida
también por organismos rudimentarios; mas extrano que
semejante explicacién no se haya ocurrido alin 4 otros mine-
ralogistas, y me hace dudar esto de la verosimilitud de ella.
»De todos modos, es indudable que para ensayos ulteriores,
y sobre todo quimicos, se necesita disponer de mucho mate-
rial, lo cual no ha sido posible hasta ahora tratandose de la
variedad azul de sal que ha motivado la presente nota.»
—E] Sr. Vicesecretario did lectura de la siguiente acta:
SECCION DE SEVILLA.
Sesion del 18 de Diciembre de 1895,
PRESIDENCIA DE D. FRANCISCO DE LAS BARRAS.
—Se leyé y aprobé el acta de la anterior.
—Se repartié el cuaderno 1.° de los ANALEs.
—Se leyé y aprobé el siguiente presupuesto para el ano 1896:
Mozo para repartir....... iar otcrekars es... 30 pesetas.
Gastos de Tesoreria y Secretaria....... 10 —
MOWAT cveafate cfereiels oitaiel sieve! Moke 40 —
—Procedidse 4 elegir la Mesa que ha de actuar en el pré-
ximo afio de 1896, quedando ésta constituida en la forma
siguiente:
22 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
Presidente: D. Antonio Gonzalez y Garcia de Meneses.
Vicepresidente: D. Romualdo Gonzalez Fragoso.
Tesorero: D. Manuel de Patil y Arozarena.
Secretario: D. Federico Chaves y Pérez del Pulgar.
Vicesecretario: D. Francisco de las Barras de Aragon.
Sesion del 5 de Febrero de 1896.
PRESIDENCIA DE DON JOSE MARIA SOLANO.
Leida el acta de la sesién anterior fué aprobada.
Enterada la Sociedad de las publicaciones ultimamente re-
cibidas como donative 6 4 cambio, acordé hacer constar su
eratitud & los senores donantes.
—Fué admitido como socio
D. Enrique de la Vega, subdelegado de Farmacia en San-
tona,
propuesto por D. Ignacio Bolivar, 4 nombre de D. José
Hernandez Alvarez.
—Se hizo una propuesta de socio, que segun dispone el
Reglamento, quedé pendiente de informe hasta la sesién
proxima.
—HEl Secretario did lectura de una comunicacion de D. Car-
los H. Porter, dando las gracias por el honor que le ha hecho
la Sociedad al admitirle entre sus individuos.
—También se recibié una comunicacion del Sr. Carez, direc-
tor del Anuario Geoldgico Universal, participando a la Socie-
dad, que 4 consecuencia del nuevo giro que se da a dicho
Anuario, reservandole unicamente a la geologia francesa, muy
a su pesar se ve obligado 4 renunciar al cambio que mantenia
con nuestra Sociedad.
—Los Sres. Hernandez y Cazurro presentaron 4 la Sociedad
ejemplares de trigo y centeno atacados por un insecto diptero,
la Cecidomyia destructor Say, que actualmente causa en gran
parte de Castilla graves dafios en los cereales, y dieron curio-
sas noticias acerca de sus caracteres, costumbres y medios para
prevenir y destruir esta plaga.
DE HISTORIA NATURAL. 23
—KHl Sr. Calderon (D. Salvador) did lectura de la siguiente
nota:
Plagioclasas espanolas.
«Kl conocimiento que hasta hace poco tiempo se tenia de
este interesantisimo grupo de minerales en la Peninsula era
tan deficiente, que parecia no existir en ella ninguna repre-
sentacidn macroscopica de feldespatos triclinicos; porque aun-
que el Sr. Naranjo, en sus Hlementos de Mineralogia, habla ya
en 1862 de la albita, la oligoclasa y el labrador de varias rocas
espanolas, parece se refiere, las mas veces, & que estos feldes—
patos intervienen en la composicidn de ellas, pero no & que
constituyan verdaderos minerales en la acepcién usual de la
palabra.
»Los estudios petrograficos modernos, iniciados entre nos—
otros por los Sres. Macpherson y Quiroga, empezaron 4 dar lu-
ces sobre la naturaleza de estos y otros componentes de las
rocas con una exactitud desconocida hasta que supieron apli-
carse 4 Su investigacion los caracteres édpticos, y se descubrie-
ron los medios de separacion de los elementos litolégicos pre-
cisos para su ulterior analisis, asi como los procedimientos
microquimicos. Pero no es mi propdsito ocuparme en esta
breve nota de la naturaleza de los feldespatos constitutivos de
las rocas macizas espanolas, sino enumerar los datos dispersos
en varios trabajos sobre las plagioclasas conocidas hasta ahora
en estado macroscépico en la Peninsula, 6 sea presentar en
resumen el estado de nuestros conocimientos sobre dicha
cuestion.
»Para que no se dude de la significacién de los nombres que
voy a emplear y para fijar el orden seguido y el numero de
especies representadas en este resumen, conviene tener en
cuenta que sigo el plan y nomenclatura del catalogo clasico del
profesor Groth (1).
»Microclina.—M. Barrois (2) describe entre las dioritas de As-
turias una masa consistente en cristales de feldespato re-
unidos por una pasta cloritica. Entre estos cristales dominan
(1) Tabellarische Uebersicht der Mineralien. Braunschweig, 1889.
(2, Recherches sur les terrains anciens des Asturies et dela Galice Lille. 1882.
24 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
los de microclina en forma de individuos, que en el campo del
microscopio aparecen muy rotos y montados unos en otros.
A ellos se asocian otros cristales igualmente voluminosos y
fracturados, con estrias hemitropas muy marcadas y las extin-
ciones propias de la oligoclasa. Semejante agregado, que he
creido debia mencionarse aqui como un producto mineralé-—
gico, constituye un filén cerca de la Pola de Allande.
»También en el gneis de Goirriz ha visto el mismo gedlogo
erandes microclinas, asi como el Sr. Macpherson (1) en el de
San Come, en Galicia.
»El inolvidable profesor Quiroga (2) descubriéd que algunas
ortoclasas de la Sierra de Guadarrama, como sucede 4 las de
Segovia y a las interestratificadas con caliza granular en Ro-
bledo de Chavela, son bastante ricas en microclina. En efecto,
se recogen en algunos de estos filones trozos de esta ultima de
aspecto espatizado bastante grandes y bien conservados. En el
interesantisimo trabajo en publicacién del Sr. Fernandez Na-
varro referente 4 minerales espanoles del Museo de Historia
Natural de Madrid, se dardn detalles de estos ejemplares de
plagioclasa de la citada sierra, por lo que me limito aqui a ci-
tarlos solamente.
»A lbita.—E1 Sr. Naranjo (3) cita como muy frecuentes los
cristales de esta plagioclasa en el distrito de Hiendelaencina,
aunque sin dar otra prueba de esta determinacién que la de
presentar éstos la macla de la albita, lo cual no es extraiio.
dado el escaso conocimiento que de los feldespatos se tenia
atin en la época en que escribia el distinguido ingeniero. Mis
averiguaciones para hallar ejemplares 6 nuevas noticias de la
albita de Hiendelaencina no han dado resultado alguno, pero
como luego diré, me inclino 4 suponer que pertenezcan mas
bien a la oligoclasa.
»La tunica noticia segura de la existencia de albita en Es-
pana que conozco, es la hecha recientemente por el Sr. Chaves,
que reproduzco textualmente:
(1) Descripcion petrograjica de los nateriales arcdicos de Galicia. (ANAL. SOC. ESP. DE
HIstT. NAT. t. xv, 1836.)
(2) Historia natural, t x11. Mineralogia, por G Tschermak, traduccion, etc., por
F. Quiroga. Barcelona, 194; pag. 329.
(3) Elementos de Mineralogia general, Madrid, 1862; pag. 470 y fig. 136.
DE HISTORIA NATURAL. 25
«En un desmonte de la carretera de Almunecar situado en
»las proximidades de la Torre de Calaturco, hallanse peque-
»fos prismas blancos de albita, implantados directamente en
»las porciones mas compactas del gneis, de tal modo, que
»forman geodas en sus grietas. Sus caracteres son los de la
»especie: es fusible al soplete y se ataca algo por el acido clor-
»hidrico en caliente. La disolucién diluida y filtrada, esta
»exenta de hierro y precipita copitos de alumina por un ex-
»ceso de amoniaco. En el liquido quedan vestigios de cal. El
»acido fluorhidrico daexclusivamente cristales de fluosiliciuro
»sddico.>
»Las circunstancias especiales del yacimiento de esta albita
»denotan su origen evidentemente secundario y lo corrobora la
»asociacion de ella con cristales de pirita totalmente hematiti-
»zados, asi como la ausencia del silicato en cuestidn en el
»gneis de Maro y sus alrededores (1).»
»Oligoclasa.—Como muestra sometida 4 mi examen con pro-
posito industrial me presentaron este ano unos trozos proce-
dentes de Hiendelaencina, de mas de un decimetro algunos,
de esta plagioclasa, que encerraban algunas particulillas y
nodulos de galena. Es una oligoclasa sumamente fresca,
blanco azulada, de estructura hojosa alabeada, con aspecto de
pegmatita, que debe formar filones en un gneis cloritico.
Quizas se halle otras veces en cristales maclados y sean estos
los que como de albita cita el Sr. Naranjo, como antes dije;
lo que es indudable es que la muestra a que aludo debe
referirse 4 la oligoclasa, pues ofrece las extinciones y demas
caracteres fisicos y quimicos de dicha especie. Como acontece
en la de los porfidos de varias regiones de Europa, se asocia
con la ortosa, destacando esta ultima por su color de carne.
La de Hiendelaencina recuerda la de Cotton (estado de Nueva-
York), descrita por M. Des Cloizeaux (2), que la considera
como una oligoclasa de su segundo grupo (anormales), en las
que el plano de los ejes es sensiblemente paralelo 4 la base.
»Este es el Unico hallazgo de oligoclasa en masa de que
tengo noticia en Espafia, pues las demas citas se refieren a
(1) CHaves. Notas mineralogicas. Contribuciones al estudio de los minerales de Maro
(provincia de Malaga). (ANAL Soc. ESP. DE HIST, NAT., t. XxIV, 1895.)
(2) Bull. Soc. min., t. vit, pig. 270.
26 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
cristales porfidicos en rocas diversas, como indicaré a conti-
nuacion.
»E1 Sr. Macpherson (1) mencioné cristales de oligoclasa en
una porfirita situada al O. de la ciudad de Avila, como a4
0,50 km. de la margen izquierda del Adaja, que adquieren a
veces mas de 1 cm. en su maxima direccion. También el
Sr. Brenosa (2) ha indicado que este feldespato constituye
cristales macroscépicos en algunas porfiritas de San Ildefonso.
»También parecen pertenecer a la oligoclasa unos grandes
y abundantes cristales que contienen ciertas ofitas porfidicas
recogidas por el Sr. Macpherson en la provincia de Cadiz,
entre Zahara y el Gastor, y en la de Malaga en un manchén
cercano 4 Antequera (3), y por mien las inmediaciones de
Coripe, en la provincia de Sevilla. Los de esta ultima localidad,
que figuran en las colecciones de la Universidad de Sevilla,
son de color azulado, aleanzando algunos 1,5 cm. a 2 cm.
Aunque no se ha hecho un ensayo quimico preciso de estos
cristales, inclinan & referirlos a la oligoclasa sus caracteres
Opticos y su insolubilidad en los acidos, conservando después
de ser tratados por estos la misma viveza de colores 4 la luz
polarizada que tenian antes de sufrir su accidn.
»Las quersantitas de Salave, Pola de Allande y otras locali-
dades de Asturias presentan también, seguin el Dr. Barrois (4),
bellos y grandes cristales de hasta 0,2 m. de longitud de oli-
goclasa, en masas verdosas, vitreas, que consisten en maclas,
generalmente seguin la ley de la albita y otras veces asocia—
ciones de ésta y de la periclina.
»Labradorita.—Esta plagioclasa es, sin duda, la mas abun-
dante bajo la forma de individuos porfidicos en las rocas ba-
sicas de nuestra Peninsula. Bastard citar en comprobacidn de
ello, la composicién de las eufétidas, muchas diabasas y de
las porfiritas anfibélicas estudiadas por el Sr. Macpherson en
la provincia de Sevilla (5). En estos cristales, por regla gene-
(1) Astmilacion de los materiales adyacentes por las rocas eruptivas. (ANAL. Soc.
ESP. DE HIST. NAT., t. xxI.) Memorias, pag. 409 y siguientes.
2) Porfiritas y microdioritas de San Ildefonso. (ANAL. SOC. ESP. DE HIST. NAT.,
t XIII.)
(3) Roeas eruptivas de la provincia de Cadiz. (ANAL. SOC. ESP. DE HIST. NAT., t. V.)
(4) Obra citada; pag. 130 y 145.
(5) Estudio geoldgico y petrograjico del Norte dela provincia de Sevilla. (Boletin de la
Comision del Mapa geoldgico, 1879.)
DE HISTORIA NATURAL. 27
ral de color verde .claro 6 blanco sucio, y sobre todo cuando
su dimension lega 4 1 cm., no es raro ver que se transforman
en saussurita, como lo indicd el Sr. Macpherson tratando de
las eufétidas de la desembocadura del Huesna y del 8S. de Ca—
zalla y después nosotros en la epidiorita cercana a esta ultima
localidad (1). Un origen labradorico deben reconocer los filo-
nes de epidota que arman entre las rocas diabasicas de Sierra
Morena, como ocurre en Penaflor, aunque no lo he podido
comprobar todavia en el yacimiento.
»Ya el Sr. Naranjo (2) refirid 4 esta plagioclasa los ecristales
de la roca de Chillén y de otros sitios al NE. de Almadén.
Nosotros, estudiando petrograficamenteé dichos materiales (3),
hemos hallado que consisten en diabasas y melafidos, siendo
en ambos la labradorita el feldespato predominante por lo
menos. Hay una variedad de melafido porfidico en la que los
cristales del feldespato en cuestién son bastante voluminosos
y a veces quedan libres después de la descomposicién de la
roca que los encerraba, pudiendo figurar como ejemplares
mineralogicos en las colecciones.
»En estos cristales he reconocido 4 veces agrupaciones muy
bellas consistentes en maclas complicadas, en parte de la de
Carlsbad y de la albita y en otras reunidas la de la periclina
y la de la albita. Dichos grupos del melafido porfidico perte-
necen, a juzgar por los angulos de extincién observados, 4 un
feldespato intermedio entre la anortita y la labradorita.
»Anortita.—En un precedente estudio (4) he dado cuenta
del hallazgo que tuve la fortuna de realizar de esta plagio-
clasa (5), aunque bajo una forma anémala, con otros minera-
les secundarios en los planos de juntura de! cerro eruptivo
del Calvario, 4 lasalida de Moron. Constituye agregados fibro-
laminosos y radiados de color blanco. Los prismas que los
(1) CALDERON y Det Rio: Hpidiorita de Cazalla de la Sierra (provincia de Sevilla).
(ANAL. SOC. ESP. DE HIST. NAT., t. x1x, 1890.)
(2) Obra citada.
(8) CALDERON: Rocas eruptivas de Almadén. (ANAL. SOC. ESP. DE HIST. NAT., t. XIII,
1884.)
(4) CALDERON: Notas mineraldgicas. Nuevos hallazgos en la provincia de Sevilla.
(ANAL. SOC. ESP. DE HIST. NaT., t. xxu1I, 1894.)
(5) Por errata no subsanada dice en el mencionado estudio: «Se trata de un sili-
cato monosimétrico», en vez de asimétrico.
28 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
forman suelen medir 1,5 cm. de largo por 2 mm. de seccidén;
pero se hallan demasiado deformados y alterados en su super-
ficie para poder medir el indice de sus caras.
»La anortita es también el feldespato preponderante en los
individuos porfidicos de las andesitas augiticas 6 hipersténi-
cas del Cabo de Gata, segun el Dr. Osann (1), y del Mar Menor
en Cartagena, segtin el malogrado profesor Quiroga (2), ad-
quiriendo en las variedades de color claro, que son las ricas
en plagioclasa, volumen a4 veces bastante considerable.
»De la rapida enumeracién que precede se deduce que todas
las especies fundamentales de plagioclasas, con excepcidn
hasta ahora de la andesina, tienen representacidn macroscé-
pica en la Peninsula (3). Unas aparecen en forma filoniana,
como las microclinas de Asturias y Sierra de Guadarrama, y
la oligoclasa de Hiendelaencina, otras en la de individuos
porfidicos,'como la labradorita de Sierra Morena y Almadén y
la oligoclasa de ciertas ofitas porfidicas andaluzas y de las
quersantitas asturianas, y el resto son formaciones secunda-
rias, como la albita de Almuifiecar y la anortita de Mordn.
»Indudablemente es poco todavia lo que se sabe respecto a
estos importantes minerales en la Peninsula, como, en gene-
ral, ocurre en ella en punto a silicatos; pero, con todo, si se
tiene en cuenta que casi todas las noticias antes extractadas
datan de una fecha relativamente tan moderna y el escaso
numero de exploradores nacionales en punto 4 mineralogia,
hay que reconocer que no es poco lo adelantado. Por eso ter-
minaré recomendando 4 los aficionados se fijen en las cavida-
des y diaclasas de las rocas basicas sobre todo, y en los indi-
viduos porfidicos de las mismas, cuyo reconocimiento puede
proporcionar hallazgos importantes en este y otros grupos de
la gran clase de los silicatos.»
—E]l Sr. Presidente manifesté 4 la Sociedad, que estando 4
(1) Beitrige zur Kennbtnis der Eruptivgesteine der cabo de Gata ‘prov. de Almeria).
(Zeitschr. d. Deutsch. geolog. Gesselischaft), 1889.
(2) Andesitas del Mar Menor y Cartagena. (ANAL. SOC. ESP. DE HIST. NAT., t. X,
1891. Actas, pag. 58 y siguientes.)
(8) El Dr. Barrois afirma que corresponden al tipo andesitico, parte de los cantos
sueltos de diabasa de Santa Eulalia de Tineo, en Asturias, siendo ésta la Gnica in-
dicacién que conozco referente al hallazgo en nuestro suelo de dicha plagioclasa, si
bien bajo una forma en que no puede mencionarse como mineral macroscopico.
DE HISTORIA NATURAL. 29
punto de terminarse la mudanza del Museo de Historia natu-
ral, que tan generosa hospitalidad venia concediendo 4 nues-
tra Sociedad, y no siendo facil que en el nuevo local pudiese
seguir albergandola, era preciso pensar en buscar una nueva
residencia para la Sociedad.
—E] Sr. Bolivar dijo que el Sr. Director del Museo le habia
manifestado que haria cuanto pudiera por proporcionar local
a la Sociedad en el nuevo edificio que se destinaba al Museo,
y que de todos modos la mudanza no era tan urgente, sobre
todo por lo que 4 la biblioteca se referia, pues las bohardillas
del Museo en que la biblioteca de la Sociedad esta provisio-
nalmente instalada, no se habian de desocupar tan inmedia-—
tamente.
A pesar de los buenos deseos expresados por el Sr. Director
del Museo, que la Sociedad debe agradecer muchisimo, como
es de todos conocida la exigiiidad del nuevo local, manifesto
el Sr. Bolivar la conveniencia de que se buscase una solucién
para esta cuestién, en la forma mas ventajosa para la Sociedad.
—EI]%$r. Antén hizo uso de la palabra para enterar a la So-
ciedad de que por gestiones oficiosas habia tratado de inqui-
rir si en el caso de que la Sociedad lo deseara, el Ateneo de
Madrid la podria facilitar algun local para sus reuniones, y
que la Junta directiva del mismo habia respondido favorable-
mente, por estar autorizada para ello, puesto que en el regla—
mento de dicho centro se la autoriza 4 ceder local para las
reuniones de Sociedades cientificas. Y por tanto, manifesté el
Sr. Anton, que si llegase el momento en que la Sociedad se
viese en el caso de buscar sitio para sus sesiones fuera del
Museo, el Ateneo de Madrid se lo podria facilitar.
—KE1 Sr. Cazurro dijo que aun cuando este ofrecimiento era
muy de agradecer por parte de la Sociedad, no resolvia por
completo el conflicto en que nuestra Sociedad se puede encon-
trar, puesto que el Ateneo no podria facilitar local para la
biblioteca, que ha de estar siempre 4 la disposicién de los
Sres. Socios.
—H] Sr. Presidente hizo constar la gratitud con que la Socie-
dad acogia el ofrecimiento que privada y oficiosamente trans-
mitia el Sr. Antén, y que de todos modos presentaba una solu-
cidn que quizds habria que utilizar para satisfacer parte de
las necesidades de la Sociedad.
30 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
—Después de varias observaciones de los Sres. Uhagén, Bo-
livar y Puig, se acordo dar a la Junta directiva amplias facul-
tades para que propusiera y resolviera cuanto en esta cuestion
fuese preciso.
Sesion del 4 de Marzo de i896.
PRESIDENCIA DE D. JOSE MARIA SOLANO.
—K1 Sr. Secretario did lectura del acta de la sesién anterior,
que fué aprobada.
—Enterada la Sociedad de las publicaciones ultimamente
recibidas, acordé dar gracias a los sefores donantes.
—(Juedé admitido como Socio numerario
D. Angel Cabrera y Latorre,
propuesto por D. Ignacio Bolivar, y residente en
Madrid.
—Se hicieron dos propuestas de Socios.
—KHl Sr. Presidente did lectura de una carta del Sr. Jiménez
de la Espada, remitiendo a la Sociedad una Memoria del senor
Cadevall (D. Juan) titulada Apuntes para la flora del Valles,
extenso estudio en el que se da cuenta de las especies obser=
vadas en dicha regién, consignando su estacién y época en
que florecen y citando numerosas especies hasta ahora no
conocidas en aquel distrito.
—La Sociedad, en cumplimiento de lo dispuesto por el Re-
glamento, acordd pasase 4 informe de la Comisién de publi-
cacion.
—KEl mismo Sr. Presidente did cuenta 4 la Sociedad de que
invitado por el Sr. Calleja en nombre del Comité formado en
Espana para erigir una estatua al insigne sabio francés M. Pas-
teur, y 4 titulo de Presidente de la Sociedad espafnola de His-
toria natural, se habia creido en el deber de asistir 4 dicha
reunidn para representar a la Sociedad; y habiéndose desig-
nado una Junta encargada de promover la suscripcion nece-
saria para el citado objeto, como Presidente de la Sociedad de
Historia natural tuvo la honra de que se le designara para el
cargo de Vocal de la misma.
DE HISTORIA NATURAL. 31
—El Sr. Secretario did lectura de una carta del Sr. Tesorero
(D. Ignacio: Bolivar) excusando su asistencia a la sesién por el
estado de su salud y llamando la atencién a la Sociedad sobre
la necesidad de resolver el problema pendiente acerca de su
nueva instalacién, ya que la mudanza del Museo, tan proxima
a terminarse, obliga a buscar un nuevo local para la Sociedad.
En dicha carta el Sr. Bolivar propone que al buscar para la
Sociedad un nuevo local, se tengan presentes no sélo sus nece-
sidades actuales, sino las que en lo futuro pudiera tener, pues
si hasta ahora se ha concretado nuestra Sociedad a la publi-
cacion de sus ANALES, asegurada ya su vida, quizas para cum-
plir mejor con su fin de cultivar y propagar en nuestra patria
el estudio de las ciencias naturales, podria convenir que la
Sociedad contribuyese a ello en otra forma, reuniendo colec-
ciones espafiolas que fueran una sdlida base para el estudio
de nuestra historia natural y para la difusién de estos conoci-
mientos, logrando asi aficionar a estas ciencias mayor numero
de personas que las cultivasen, y ampliando de este modo la
vida y porvenir de la Sociedad espanola de Historia natural.
—EIl Sr. Presidente, haciéndose intérprete de los sentimien-
tos de los Sres. Socios presentes, manifesté el agrado con que
la Sociedad habia escuchado la lectura de la carta del Sr. Bo-
livar y lo conveniente que era el tomar en consideracion las
ideas que exponia, y propuso que se nombrase una Comision
que estudiase detenidamente esta cuestidn y diese cuenta de
su dictamen en sesidn extraordinaria, ya que como se trataba
de asuntos que exigian alguna reforma en el Reglamento de
la Sociedad, era preciso este tramite.
—Consultada la opinién de la Sociedad, se designaron para
formar esta comisién a los Sres, Solano, Martinez y Saez, Uha-
gon, Bolivar y Cazurro.
—El Sr. Merino (D. Miguel), director del Observatorio astro-
ndmico de Madrid, que honraba la sesidn con su presencia,
invitado por el Sr. Presidente, presentd a la Sociedad dos inte-
resantisimos ejemplares del meteorito caido en Madrid en la
manana del 10 de Febrero ultimo. Pesa uno de estos ejempla-
res 52 g@. y presenta numerosas vetas condriferas, y el otro
pesa 19 g. solamente. El menor de ellos fué recogido el mismo
dia 10 en la carretera de Vallecas, por un pedén caminero, de
quien lo adquirieron los ayudantes del Observatorio que en
32 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
aquel dia recorrieron las inmediaciones de Madrid, buscando
datos y ejemplares del meteorito, sin que sus pesquisas tuvie-
sen éxito en ninguno de los pueblos inmediatos como Vical-
varo, San Fernando, etc., en los que en los primeros momentos
se dijo habia caido el meteorito. A juzgar por los datos reuni-
dos opina el Sr. Merino, con su autorizado criterio, que la des-
carga debid verificarse entre Vallecas y la cuenca alta del arro-
yo Abronigal, como lo prueban los fragmentos recogidos en las
inmediaciones del Hipédromo y la Prosperidad, uno de ellos en
un jardin de la propiedad del Sr. Medina, que es el ejemplar de
mayor peso, que ha sido regalado por dicho senor al Sr. Cano-
vas del Castillo. En aquellas inmediaciones en que segun pa-
rece se verificé la descarga, dicese que se presenté acompanado
en algunos puntos de fendmenos eléctricos. En el Asilo del
Corazén de Jestis, se dice que la descarga eléctrica que se
pretende acompano la caida del meteorito, hizo saltar las tejas
al lado del pararrayos partiéndolas y fundiendo algo la arga-
masa que las unia, corrid por el conductor del pararrayos y
rompidé uno de los gruesos aisladores de cristal que le sujeta-
ban. El Sr. Merino refiere que lleno de entusiasmo por la cien-
cia solicité se le permitiese subir al tejado para examinar los
pretendidos destrozos, pero que no le fué concedido.
Termin6 el Sr. Merino ofreciendo algunos ejemplares de las
fotografias de los interesantes fragmentos del meteorito.
—E] Sr. Presidente en nombre de la Sociedad, did las gra-
cias al Sr. Merino por el honor que la habia dispensado hon-
randola con su asistencia y comunicandola tan interesantes
datos.
—E] mismo Sr. Presidente presenté también otro fragmento
del citado meteorito recogido al final del barrio de Salamanca,
cerca del Hipédromo, por un caballero que marchaba por la
calle leyendo un periddico que el meteorito atravesé en su cal-
da, de modo que dicho senor pudo apreciar el momento preciso
de las mismas circunstancias que la acompanaron. Dicho ejem-
plar le fué vendido por el citado senior y es de forma redondea-
da, alargada de color negruzco, de un peso de 33 g. y atraible
por la barra imantada.
—El Sr. Sanz de Diego presenté otro pequeno fragmento re-
cogido en las inmediaciones del Puente de Vallecas.
—Kl Sr. Calderén en nombre del Sr. Macpherson presenté a
DE HISTORIA NATURAL. 33
la Sociedad una curiosa fotografia de la nube que se formd
cuando se verificé la explosién que acompano la caida del me-
teorito. Un aficionado 4 fotografia tuvo la fortuna de poder
aprovechar aquellos momentos y obtener una reproduccion
bastante exacta y detallada del fendmeno. El mismo Sr. Mac-
pherson pudo también adquirir un fragmento del meteorito
que remitié a Paris a M. Meunier, que tanto se ha ocupado del
estudio de cuanto a estos cuerpos se refiere.
—EI Sr. Dusmet dio lectura de la siguiente nota:
El EHumenes pomiformis Rossi y el #. mediterraneus
Kriechbaumer.
«El Humenes pomiformis Rossi es una especie que presenta
mucha variedad en algunos detalles de su coloracién. A pesar
de esto, Kriechbaumer crey6 encontrar motivo para crear una
nueva especie, el #. mediterraneus, faundandose en una man-
cha semicircular amarilla del segundo segmento ventral. No
he visto la descripcién original, pero André en su Species des
Hyménoptéeres d'Europe et d’ Algerie, admite como especie el
E. mediterraneus Kriechb., y aunque indica la posibilidad de
que sea tan sdlo una variedad del 2. pomiformis Rossi, la
considera, en este caso, como una variedad constante.
»Ahora bien, del estudio de los Humenes del Museo de Histo-
ria Natural de Madrid, parece que resulta inadmisible la sepa-
racién entre ambas especies. En efecto, prescindiendo de
diversos ejemplares recogidos en Madrid por los Sres. Chicote
y Gogorza y en Sierra Morena por el Sr. Laguna, nos fijaremos
tan sdlo, como mas numerosos y mejor conservados, en los
procedentes de Ciudad Rodrigo, de donde los trajo el senor
Sanz de Diego. Se trata, pues, de individuos de una misma
localidad y cazados a la vez, lo que borra la idea de que la
especie 6 variedad #. mediterraneus dependa de influencias
climatolégicas.
»Con los ejemplares indicados he podido formar una serie
de 10, entre los cuales figuran o’o”’ y 99. En el nim. 1 el se-
gundo segmento ventral tiene una estrecha cenefa amarilla
con sdlo dos ligeros ensanchamientos centrales, separados por
una escotadura (2. pomiformis); en los numeros siguientes se
van haciendo mayores esas dos manchas amarillas, las cuales
ACTAS DE LA SOC. ESP.— XXV. 8
34 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
se reunen y acaban por constituir una gran mancha semicir-
cular que ocupa mas del tercio del segmento y se halla unida
con los costados por una delgada raya amarilla. La escotadura
central de dicha mancha llega 4 desaparecer (num. 10 #. me-
diterraneus ).
»En cuanto al tamafo, que es menor en el #. mediterraneus,
seglin André, varia también notablemente, tanto en los o’o%
como en las ©°, y sin guardar relacién con la mayor 6 menor
extensién de la mancha amarilla en los ejemplares citados.
»Creo, pues, salvo opinién mas autorizada que la mia, que el
F. mediterraneus Kriechb., no sdlo no es una especie distinta ni
aun una variedad constante del #. pomiformis Rossi, sino que
depende solamente de variaciones puramente individuales.»
—KE1 Sr. Pau (D. Carlos) remitié la siguiente
Lista de las especies a que pertenecen las plantas recogidas en la
Sierra de Albarracin por D. Doroteo Almagro.
«Este verano, a fines de Julio, tuve en mi casa la coleccién
de casi todas las hierbas recogidas en el partido de Albarracin
por el Sr. Almagro, subdelegado del partido de Calamocha
(Teruel) y veterinario de Blanas; 4 primeros de Enero me
comunicé la lista, que intitula: «Catalogo de las plantas que
remiti a D. Carlos Pau, de Segorbe, en Agosto de 1895»; y
anade: «Todas estan recolectadas por mi; si hubiera alguna
excepcion, ya la expresaré. Después del nombre se expresa la
localidad y época de su recoleccién.»
»Ha de permitirme el Sr. Almagro la variacién y modifica-
ciones que pienso introducir en su Catdlogo, pues algunas de
las especies que indica no las conozco; otras, por su rareza,
habitacién 6 novedad, necesitan de algun comentario; algunas
no las recibi, y de bastantes tengo que rectificar las determi-
naciones por no parecerme exactas.
»Y he de advertir, antes de comenzar, que muy pocas, pero
muy pocas plantas de las especies que aqui indico las poseo en
mi herbario. Cuando la necesidad me obligue y lo dudoso del
asunto lo requiera, me veré en la precision de escribirle.
»Dos cartas, fecha 6 de Julio del 95, y otra, contestacién a la
mia, del 13 de Agosto, debieran aqui servirnos de proélogo y
debieran también tener presentes cuantos a estudios cientificos
DE HISTORIA NATURAL. 35
se dedican, vienen de molde 4 mi manera de considerar las
colecciones de los amigos que trato, que sudando y trabajando
salen del montén anonimo, y que no quiero que luego, por su
modestia, den motivo 4 que puedan decir: «Hoy comprendo
que el Sr..... aprovechése cuanto pudo de mis pobres indica-
ciones y tiempo tendremos de probar que algunos de los fa-
mosos hallazgos que ha publicado (1) no los hubiera hecho
sin mi humilde concurso. Yo, haciendo de pobre obrero de la
ciencia...» Almagro, 6 Julio 95.
»Que no se trata de pobres recolecciones ni de insignificante
obrero de la ciencia, lo demuestra la presente relacién, que
tengo el gusto de presentar a esta respetable Sociedad, como
lo haria gustoso igualmente de todo aquel que me proporcio-
nara el placer de entretenerme un rato en el estudio de las
plantas, que es una de mis distracciones; y de ahi la ligereza
con que acometo estos trabajos que requieren mas formalidad
y cuidado, y sobre todo mas independencia.
Thalictrum flavum L.—Villar del Cobo. Julio.
Th. fetidum L.—Villar del Cobo y Tramacastilla. Julio.
Th. tuberosum L.—Blancas. Mayo.
Anemone Hepatica L..—Comun en la Sierra.
A. montana Hoppe, forma grandiflora.—A. Pulsatilla auct.
tur. (an L.?).—Villar del Cobo, Bronchales. Junio.
Véase acerca de esta forma cuanto digo en mi fasciculo 6.°
de las Nolas botainicas; pues no me parece que corresponde
con exactitud al tipo.
Adonis estivalis L.—Blancas. Mayo.
Ceratocevhalus incanus Stev.—Blancas. Abril.
— — forma Albarracini Pau.—Pozuel.
Kl Sr. Almagro incluye en su lista el C. falcatus P. tipo. No
lo he visto, ni lo creo probable. El C. falcatus auct. arag. creo
que es igual al C. incanus Stev. gQue pudiera existir? No hay
duda; pero es otra cuestion.
Ranunculus confusus Gr. et Godr., forma heterophylla, car-
pellis hixspidis.—Blancas, en Charconde. Agosto.
(1) Meconsta, aunque no he leido ni visto nada, que esos descubrimientos han
sido publicados en el extranjero, ocultando el nombre del descubridor Sr. Almagro.
36 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
Me parece que esta especie no se indica en Aragén. El re-
ceptaculo es francamente peloso, y los frutos en el apice con
pelos cerdudos.
Fl Sr. Almagro trae en su lista de la misma localidad el
R. trichophyllus Chaix; no lo he visto, y por si estaba equivo-
cado he repasado mis apuntes tomados 4 medida que revisaba
sus plantas, y tampoco aparece tal especie. El &. trichophyllus
difiere por las hojas uniformes y pedunculus mas largos que
las hojas. Esta misma especie, de hojas uniformes, se encuen-
tra abundante en Monreal del Campo (Benedicto, V-1894), que
es la variedad sudmersus Freyn.
El R. trichophyllus Chaix en Calatayud (B. Vicioso; 19 de
Octubre de 1894).
R. flabellatus Desf. var. cinerascens Freyn.—R. Monspeliacus
Asso! (et auct.).—Al pie del monte Herrera. Julio.
Esta forma es interesantisima para conocer el verdadero
R. Monspeliacus de Asso, que, como decia en mi fasciculo 6.°,
pagina 9, no se encuentra en Espana mas que en Llangostera
(Gerona), descubierto y recogido por D. Federico Trémols en
Abril del afio 1886, y alli propuesto como nuevo para la Flora
espanola.
La forma del monte Herrera es muy parecida al R. flabella-
tus Desf., var... de Cadaques (Trémols) y Reverchon, P/. de
VAnd., nim. 455 (1889).
R. gramineus L..—Blancas. Junio.
R. sceleratus L.—Blancas. Junio.
R. arvensis L.—Tramacastilla. Julio.
R. Ale@ Willk.—Blancas. Mayo.
Helleborus fetidus L.—Calomarde. Mayo.
Nigella dicvaricata Beaupré. Tramacastilla. Julio.
La lista coloca, en vez de ésta, la N. arvensis L., que no he
visto, ni es probable su existencia.
Delphinium hispanicum Willk.—Tramacastilla. Junio.
El catalogo trae también como diferente el D. orientale Gay.
var. hisyanicum Pau, cuando son sindnimos. (Véase Nol. crit.
sur les pl. distr. en el «Bulletin de l’Association pyrénéenne»,
pag. 6, num. 2.)
Por estas determinaciones deduzco que en el estudio de las
plantas del Sr. Almagro anduvieron varios botanicos. La va—
riedad Aispanicum en Blancas.
DE HISTORIA NATURAL. 37
Berberis hispanica B. R.—Tramacastilla; fruct. Agosto.
Papaver Rheas L.—General?
P. argemone L.—Blancas. Abril.
P. hybridum L..—Blancas. Abril.
Remeria hybrida DC.—Blancas. Mayo.
Glaucium corniculatum Curt.—Blancas, Tramacastilla. Mayo-
Agosto.
Chelidonium majus L.—Blancas, Tramacastilla. Junio.
Hy pecoum gradiforum Benth.—Blancas, Tramacastilla. Todo
el ano.
Me parece que esta especie, que no he visto, ha de pertene-
cer al 1. procumbens L. Véase mi opinion en las paginas 6 y 7
de mi fasciculo 5.°
H. pendulum L.—Blancas, mas rara. Julio.
Fumaria Vaillantii Lois.—Blancas. Junio.
F. cespitosa Loscos.—Blancas. Junio.
F.. spicata L.—Tramacastilla. Junio.
Fruca vesicaria Cav.—Blancas. Todo el aio.
Diplotazis Barrelieri DC.—Blancas. Julio.
También cita el Catalogo, con duda, la D. brassicoides Rouy
en el mismo sitio; no la he visto. La muestra remitida no lo es.
Esta especie, Unicamente indicada en Aragon por Asso, ha
sido observada en los sitios estériles de Monreal del Campo
por D. Juan Benedicto, en donde anade que abunda.
Malcolmia africana R. Br.—Ojos negros. Junio.
Mathiola tristis L. var. hispanica Pau.—Blancas. Mayo y Julio.
Erysimum Kunzeanum B. R.—Blancas. Junio.
E. australe Gay.—Tramacastilla. Mayo.
£. perfoliatum Crtz.— Blancas, Tramacastilla. Todo el ano.
Sisymbrium asperum L.—Blancas. Mayo.
S. rio L.—Tramacastilla, Blancas. Mayo.
S. Sophia L.—Tramacastilla, Blancas. Mayo.
Nasturtium pyrenaicum R. Br.—Monte Herrera. Mayo.
LV. officinale R. Br.—Blancas. Todo el ano.
Arabis auriculata Lam.—Blancas. Mayo.
A. hirsuta Scop.—Monte Herrera. Junio.
Alyssum calycinum L. b) hispidum Pau. —Tramacastilla,
Blancas. Mayo.
Puede existir en alguno de los dos pueblos el tipo.
A. campestre L.—Blancas. Junio.
38 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
Existe una.discusion entre el Sr. Zapater y el Sr. Reverchon:
el primero afirma que se encuentra en la Sierra; el segundo
lo niega. Puede estar tranquilo el Sr. Zapater; consta en mi
herbario recolectada por usted mismo.
A. spinosum L.—Tramacastilla. Junio.
A. sergyllifolium Desf.—Blancas. Junio.
Kk. Peyronsianum Gay.—Blancas. Mayo.
Meniocus linifolius Desv.—Blancas. Mayo, Junio.
Clypeola Jonthlaszi L.—Blancas, Tramacastilla. Mayo.
Draba Zapaterit Willk. —- Tramacastilla, Villar del Cobo.
Mayo.
Hay que tener en cuenta que la D. hispanica B. R. puede
confundirse con ésta; la muestra de Tramacastilla la he visto,
pero no la de Villar del Cobo. Y digo esto, porque la D. hispa-
nica se encuentra en Guadalaviar y no ha sido todavia reco-
gida por los Sres. Zapater, Benedicto y Almagro. — Véase
Not. bot., fase. 4.°, pag. 17, en donde indico la tinica manera
de distinguirlas, faltando las flores. Puede consultarse tam—
bién el fasciculo 6.°
D. verna L.— Blancas. Mayo.
Camelina microcarpa Andrz.— Blancas. Mayo.
Biscutella auriculata L.—Blancas. Mayo.
B. pyrenaica Willk.!—Blancas. Mayo, Junio.
4 thionema ovalifolium Boiss.— Blancas. Mayo.
Thiaspi alpinum Jacq.—Blancas. Abril, Mayo.
Th. per foliatum L.— Blancas. Mayo.
Lepidium satioum L.—Tramacastilla. Mayo.
L. hirtum DC. b) parviflorum Pau.—Blancas. Mayo.
El Sr. Almagro indica ademas una variedad pauciflora en
Blancas.
L. graminifolium L. b) suffruticosum Pau, Not. bot., fas—
ciculo 6.°—Z. /beris Almagro.—Tramacastilla. Junio.
L. latifolium \..—Tramacastilla. Junio.
Rapistrum rugosum All.
Cistus laurifolius L.—Noguera, Blancas, Bronchales. Julio.
Tuberaria vulgaris Willk.—Blancas. Junio.
Helianthemum paniculatum Dun.—Tramacastilla, Blancas.
Mayo.
i. ledifolium W.b) micropetalum Coss.—Blancas. Mayo.
H. intermedium Thib.—Blancas. Mayo, Jnnio.
DE HISTORIA NATURAL. 39
HI. montanum Vis. incanum acutifolium Willk. — Blancas.
Junio.
Al. glaucum (Cay.) 7’. erectum.— Blancas. Junio.
H. vulyare G. flavum genuinum, discolor oblongifoliwm Willk.
—Tramacastilla. Junio.
H. polifolium P. var. angustifolium Koch.—Tramacastilla.
Junio.
H. hirtum P.—Blanecas. Junio.
H. wmbellatum Mill.—Blancas, Monte Herrera. Julio.
Hl. Fumana Mill.—Tramacastilla, Blancas. De Mayo a Sep-
tiembre.
Viola arenaria DC.—Blancas. Mayo.
V. arvensis Murr., forma ¢asifolia Pau, Not. bot., fasc. 6.°—
Blancas. ?
Reseda aragonensis Los. Pard.—Blancas. Mayo.
k. lutea L.—Blancas. De Mayo a Septiembre.
£. virgala B. et R.— Monte de Herrera. Junio. Cf. Pau, Not.
bot., fasc. 6.°, pag. 20.
Parnasia palustris L.—Bronchales, Griegos. Septiembre.
Polygala rosea Desf. var. occidentalis Willk.—Ojos negros. Julio.
P. calcarea F. Schultz.—Tramacastilla. Mayo, con la varie-
dad sudrosea Loscos, que no conozco.
Silene inflata Sm.—Blancas. Junio.
iS. contca L.—Blancas. Junio.
S. nutans L. var. viridella Otth.—Blancas. Junio.
S. nevadensis Boiss.—Blancas. Julio?
Melandryum pratense Boehl.—Monte Herrera. Julio.
También indica el Sr. Almagro en el mismo sitio el M. si-
vestre Roehl., que no he visto ni conozco de Aragon.
Agrostemma Githago L.—Tramacastilla. Junio.
Saponaria ocymoides L.— Monte Herrera. Junio.
Vaccaria parvifiora Mench., forma grandiflora Pau, Not.
bot., fasc. 6.°—V. grandiflora J. et Sp.—Blancas. Junio.
Dianthus Armeria L.—Prados del Monte Herrera. Junio.
D. laricifolius B. et R.—D. Caryophylius Asso.—Tramacas-
tilla. Junio.
Hoy creo que el D. /aricifolius Asso constituye en totalidad
el D. Caryophylius de Asso.
D. brachyanthus Boiss. var. alpinus Willk.—Tramacastilla,
Junio.
40 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
D. lusitanicus Brot.—Riscas de Herrera. Junio.
Mi D. furcatus de la pagina 24 y fasciculo 4.° es una forma
poco diferente.
Alsine tenuifolia Crtz.—Blancas. Junio.
Arenaria montana L.—Monte Herrera. Junio.
A. Loscosit Tex.—Blancas. Junio.
Stellaria media Vill.—Blancas. Abril.
Cerastium per foliatum L.—Blancas. Abril.
Holosteum umbellatum L..—Blancas. Mayo.
Linum suffruticosum L.—Blancas. Junio.
L. Narbonense L.— Blancas. Junio.
Malva trifida Cav.—Tramacastilla. Junio.
Geranium pyrenaicum L.—Tramacastilla. Junio.
G. molle L..—Al] pie de las riscas de Herrera. Junio.
G. lucidum L.—Idem, id.
Erodium cicutarium 1”H.—Todo el ano.
Hypericum hyssozifolium Vill.—Tramacastilla. Junio. Unica
localidad aragonesa.
H. perforatum L..—Tramacastilla, Blancas. Agosto.
Rhamnus lycioides L.—Gea, Blancas. Mayo.
kh. pumila L.—Tramacastilla, Blancas. Mayo.
Rh. Alaternus L.—Tramacastilla, Blancas. Mayo.
Rh. Frangula L.—Orihuela, Al. Septiembre.
Genista purgans DC.—Bronchales, Orihuela. Julio.
G. pilosa LL.—Ojosnegros, en la Sierra Herrera. Julio.
G. florida 1..— Riscas de Bronchales. Julio.
G. Lobelit DC.—Blancas, comunisima. Junio.
También abunda en Monreal del Campo (Benedicto), y tam-
bién es conocida con el nombre vulgar de Toyago.
G. Scorpius DC.—Blancas. Junio.
G. hispanica L..—Orihuela. Julio.
Argyrolobium Linneanum Walp.—Tramacastilla. Junio.
Ononis rotundifolia L.—Tramacastilla. Julio.
O. Natriz L.—Tramacastilla. Junio.
O. procurrens Wallr.—Tramacastilla. Junio.
Anthyllis Webbiana Brot. R., forma hispida.—Blancas. Mayo,
Junio.
Véase mi parecer acerca de esta planta aragonesa en el fas-
ciculo 6.° y pag. 43.
Medicago sativa L..—Blancas. Mayo.
DE HISTORIA NATURAL. 4]
MM. minima Lam.— Blancas. Junio.
M. Gerardi \Kit.—Blancas. Junio.
Trifolium rubens L.—Blancas, Tramacastilla. Julio.
T. arvense L.—Blancas. Julio.
T. resupinatum L.—Prados del Monte Herrera. Julio.
T. repens L.—Blancas. Junio.
T. celiibericum Pau.—Blancas. Junio y Julio.
Astragalus hamosus L.—Tramacastilla. Junio.
A. austriacus L.—Tramacastilla, Blancas. Julio.
A. turolensis Pau.— Blancas, Tramacastilla. Junio muy
comun.
A. incurvus Desf.—Blancas, Tramacastilla. Mayo.
A. macrorhizus Cav.—Blancas. Mayo.
A. muticus Pau.—Villar del Cobo. Julio.
Sus diferencias y sinonimia en mi fasciculo 6.°, pag. 46.
Vicia striata M. B.—Tramacastilla, Blancas. Junio.
V. onobrychioides L.. b) microphylla Willk.—Blancas. Julio.
V. tenuifolia Rth.—Blancas. Julio.
Orobus canescens L. f.—Blancas, Tramacastilla. Julio.
Lroum hirsutum L.—Monte Herrera. Junio.
Hippocrepis glauca Ten.—Blancas. Junio.
H. comosa L.—Tramacastilla. Junio.
Coronilla minima L.—Tramacastilla. Junio.
Prunus spinosa L.—Tramacastilla, Blancas. Junio.
P. Mahaleb L..—Tramacastilla, Noguera. Julio.
Spirea Filipendula L. — Tramacastilla, Blancas. Junio-
Agosto.
Geum urbanum L.—Villar, Blancas. Mayo.
G. nivale L.—Villar. Mayo.
Potentilla opaca L.— Blancas. Abril.
P. verna X subacaulis Pau.—Blancas. Abril.
P. subacauli X verna Pau.— Blancas. Abril.
P. verna L.—Blancas. Abril.
P. Nevadensis Boiss.—Blancas. Abril.
Aunque no he visto esta planta, no considero dudosa su
existencia, por parecerme haberla recogido en Penagolosa,
segtin dije en mi fasciculo 6.°, pag. 49. Le rogaré al Sr. Alma-
ero me regale algun pliego.
P. velutina Lehm.—Blancas. Mayo.
P. reptans L.—Blancas. Junio.
42 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
P. rupestris L.—Bronchales, Herrera. Junio.
P. argentea L.—Orihuela, Ojosnegros. Junio-Septiembre.
P. recta L.—Monte Herrera. Julio.
Como nueva para la flora aragonesa.
P. hirta L.—No Ueva el Catalogo esta especie, que recibi y
guardo en mi coleccién, segin hago constar en la pag. 49 de
mi fasciculo 6.° con estas palabras: «La muestra del Sr. Alma-
gro parece pertenecer al tipo y no a la variedad angustifolia
(P. angustifolia DC.=P. lata Rchb.).»
P. pensylvanica L.—Tramacastilla, Villar. Junio.
Rosa micrantha Sm.—Blancas. Junio. |
Rk. dunalis Bedwt.—Blancas, Tramacastilla. Junio.
Rk. myriacantha DC.—Blancas. Junio.
R. rubiginosa L.—Pozuel. Junio.
R. canina L.—Blancas. Julio.
Poterium dictyocarpum Spach.— Blancas, Tramacastilla.
Julio.
Sorbus Aria L.—Tramacastilla, en las riscas de las Hoces.
Agosto.
Amelancher vulgaris M. -- Tramacastilla, Blancas. Mayo,
Junio.
Epilobium parviforum Schreb.—Tramacastilla. Agosto.
E. hirsutum L.—Tramacastilla, Blancas. Julio.
Bryonia dioica L.—Blancas, Ojosnegros.
Telephium Imperati L.—Ojosnegros, Blancas. Julio.
Paronichia argentea Lam.— Blancas. Mayo.
Herniaria glabra L.—Blancas. Mayo.
Pistorina hispanica DC.—Blancas. Agosto.
Scleranthus annuus L.—Blancas. Junio.
Sedum album L.—Tramacastilla, Blancas. Junio.
S. amplexicaule DC.—Tramacastilla, Blancas. Junio.
S. brevifuliwm DC.—Tramacastilla, Monte Herrera. Julio.
Ribes Uva crispa L.—Tramacastilla, Villar del Cobo. Julio.
R. alpinum L.—Villar del Cobo. Julio.
Sazifraga carpetana B. et R.—Blancas. Junio.
Caucalis daucoides L— Blancas. Mayo.
Angelica villosa Lag.—Tramacastilla: flor, Junio; fr. Sep-
tiembre.
Bupleurum rotundifolium L.—Tramacastilla. Junio.
B. cpacum Lge.—Tramacastilla, Blancas. Mayo.
DE HISTORIA NATURAL. 43
B. rigidum L.—Tramacastilla, Blancas. Agosto.
Trinia vulgaris DC.—Blancas. Mayo.
Scandiz australis L.—Blancas. Junio.
Viburnum Lantana L.—Tramacastilla. Agosto.
Lonicera hispanica Boiss.—Riscas de Bronchales. Junio.
Lonicera Etrusca Santi.— Monte Herrera. Julio.
Lonicera Xylosteum L.—Tramacastilla, Noguera. Agosto.
Galium tricorne ;With.—Blancas. Mayo.
Sherardia arvensis L.—Blancas. Mayo.
Crucianella angustifolia L.—Blancas. Mayo.
Centranthus Calcitrapa DC.—Blancas. Junio.
Valeriana oficinalis L.—Villar del Cobo. Agosto.
V. tuberosa L.—Tramacastilla, Blancas, Pozuel. Mayo, Junio.
Valerianella carinata Lois.—Blancas. Mayo.
Solidago Virga aurea L.—Tramacastilla. Julio.
Dipsacus pilosus L.—Tramacastilla, Blancas. Julio.
Linosyris vulgaris Cass. b) pratensis.—Guadalaviar, Bron—
chales. Agosto.
Aster Willkhomm#ti C. H. Sch.—Tramacastilla, Blancas. Julio.
A. acris L,—Tramacastilla. Septiembre.
Bellis perennis L.—Blancas. Todo el afio.
S. celtibericus Pau.—Tramacastilla, Dehesa de Guadalaviar.
Agosto.
Artenisia Assoana Willk.—Tramacastilla, Blancas. Agosto.
Anthemis tinctoria L.—Villar del Cobo. Junio.
Pyretrum pulverulentum Lag. d) a/pinum.—Monte Herrera.
— — b) favum.—Blancas. Julio.
Acerca de esta especie polimorfa véase mi opinién Wot. bot.,
fasc. 6.°, pag. 61.
Achillea tomentosa L.—Blancas. Mayo-Julio.
A. microphylla W.—Blancas. Junio.
A. Zapaterti Pau.— Guadalaviar, Orihuela. Septiembre.
Ormenis nobilis Gay.—Monte Herrera. Julio.
Inula montana L.—Tramacastilla. Agosto.
Jasonia tuberosa DC.—Tramacastilla. Blancas. Agosto.
J. glutinosa DC.—Tramacastilla, Blancas. Agosto.
Filago spathu'ata Pr.—Pozuel. Agosto.
Echinops Ritro L.—Tramacastilla, Blancas. Julio-Septiembre,
Onopordum acaule L.— Blancas. Julio.
Picnomon Acarna Cass.—Blancas, Tramacastilla. Julio.
44 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
Cirsium castellanum W.—Tramacastilla. Julio.
C. lanceolatum Scop.—Tramacastilla, Blancas, Agosto.
C. Odontoleyis Boiss. —Tramacastilla, Blancas. Agosto.
C. acaule All. b) microcephalum Wk.—Tramacastilla, Blan-
cas. Julio.
Carduus Gayanus Dur.—Blancas. Mayo.
Este es el Carduus nim. 2623 de Loscos, supl. 2.°, pag. 187,
seglin dije en la pag. 66 del fasciculo 6.°
Carduncelius milissimus DC.—Tramacastilla. Junio.
C. Monspeliensium All.—Tramacastilla, Blancas. Junio.
Centaurea lingulata Lag. — Guadalaviar, Monte Herrera.
Mayo y Septiembre.
C. Cyanus L.—Tramacastilla. Mayo.
C. cephalariefolia Wk.—Tramacastilla, Blancas. Junio-Sep-
tiembre.
C. tenuifolia Duf.—Blancas. Julio.
C. ornata W.—Blancas, Tramacastilla. Agosto.
C. amara L.—Guadalaviar. Agosto.
Kentrophyllum lanatum DC.—Tramacastilla, Blancas. Julio.
Crupina vulgaris Cass.—Tramacastilla, Blancas. Julio.
En Blancas, ademas la forma microplera.
Jurinea humilis Willk.—Blaneas. Junio.
Serratula albarracinensis Pau.—Blancas. Julio.
Leuzea conifera L.—Blancas, Tramacastilla. Junio.
Atraclylis humilis L.—Blancas, Tramacastilla. Junio.
Xeranthemum inapertum W.—Blancas, Tramacastilla. Junio.
Catinauche cerulea L..— Blancas. Junio.
Lapsana communis L.—Tramacastilla. Mayo.
Taraxacum obovatum DC.—Blancas. Mayo, Septiembre.
Lactuca muralis Gertn.—Bronchales. Mayo.
L. tenervima Pourr.—-Tramacastilla. Mayo.
Zollikoferia pumilla DC.—Blancas. Julio.
Hieracium Pilosella L.—Tramacastilla. Julio.
H. jabalambrense Pau.—Blancas. Junio.
La sinonimia de esta especie es H. Hliseanum Arv. Touv.!
= H. aragonense Scheele var.
Trae el Catalogo, del mismo Blancas, un #. Reverchonit
Willk. que desconozco en absoluto.
Andryala ragusina J.—Tramacastilla. Junio.
Scolymus hispanicus L..—Tramacastilla, Blancas. Julio.
DE HISTORIA NATURAL. 45
AXanthium Strum+rium L.—Tramacastilla, Blancas. Agosto.
X. spinosum L.—Blancas. Septiembre.
Jassione montana L.— Blancas. ~
Specularia castellana Lange.—Blancas
Campanula iusitanica L.—Monte Herrera. Julio.
Con este nombre hase dado en Espana otra especie, para
nosotros muy diversa; por lo que precisa consultar mi fas-
ciculo 6.° y paginas 76 y 77.
C. Frinus L.—Blancas. Junio.
Arctostaphylos Uva ursi Spr —Blancas, Tramacastilla: flor,
Mayo; frut. Septiembre.
Primula oficinalis Jaq.—Tramacastilla. Mayo.
Androsace maxima L.—Blancas. Mayo.
Glauz maritima L.—Blancas, en Charcondo. Julio.
Coris monspeliensis L.—Blancas. Junio.
Ligustrum vulgare L.—Tramacastilla. Julio.
Jasminum fruticans L.—-Tramacastilla. Junio.
Vincetoxicum nigrum L.—Tramacastilla, Ojosnegros. Julio.
Erythrea Barreliert Duf.—forma? (F#. turolensis Pau?).—
Tramacastilla, Blancas. Julio.
También trae el Catalogo la &. Centaurium P. con duda,
que no he visto.
La F. turolensis se aparta de la #. major H. et L: = F&. Bar-
reliert Duf. por sus hojas radicales mas cortas, mas anchas y
corolas menores.
FE. tenuiflora H. et L —&. pulchella Fr. b) maxima.— £. lati-
Jolia auct. hisp (Pau, Wot. Got., fasc. 6.°, pag. 79).—Villar del
Cobo. Agosto.
Convolvulus lineatus L.—Tramacastilla, Blancas.
Sympytum Almagroi Pau, Not. bot. fasc. 6.°, pag. 79.— Rio
de Tramacastilla. Junio, 1894.
El] Catalogo trae el 8. tubcrosum L. de Tramacastilla, pro-
bablemente refiriéndose al anterior, pues yo no vi otro; y si
asi fuera, extrano la determinacidn comunicada, porque nada
tiene que ver, especificamente, el S. Almagroi con el 8. tube-
rosum, por sus corolas pequenas y por el habito de S. medtter-
raneum K.
Lithospermum frut cosum L —Blancas, Tramacastilla. Mayo.
L. officinale L.—Tramacastilla. Junio.
L. arvense L.—Tramacastilla, Blancas. Julio.
46 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
Echium vulgare L.— Blancas, Tramacastilla. Mayo, Sep-
tiembre.
Con seguridad en estas localidades e] #. flavum Desf. tam-
bién. Ya ha tiempo que D. Bernardo Zapater lo recogidé en la
Sierra.
Myosotis stricta Lk.—Monte Herrera. Junio.
Cynog'ossum cheirifolium L.—Blancas. Junio.
Asperugo procumbens L—Blancas, Tramacastilla. Julio.
Solanum nigrum L.—Blancas, Tramacastilla. Septiembre.
S. Dulcamara L.—Tramacastilla. Julio.
Anarrhinum bellidifoliunm Desf.—Tramacastilla. Agosto.
Linaria robusta Loscos.—Blancas. Junio-Septiembre.
. Tournefortii Lge.—Monte Herrera. Julio.
. hirta M.—Blancas. Mayo.
. aragonense Loscos.—Blancas. Mayo.
. melanantha B. & R.—Blancas. Abril.
. crassifolia DC.— Blancas. Mayo.
. delphinioides Gay.— Monte Herrera. Julio.
. repens Mill.—Blancas. Junio.
Veronica jabalambrensis Pau.—Monte Herrera, Tramacasti-
lla, Pozuel. Junio-Agosto.
En alguna de las localidades indicadas la V. A ssocum Willk.
—La V. jabalambrensis Pau (1887)= V. commutata Willk.
(1891). Cf. Wot. bot., fasc. 6.°, paginas 84 y 85.
V. polita Fr.—Blancas. Mayo.
V. hederafoliz L..— Blancas. Junio.
El Sr. Almagro indica en la lista la V. arenarva? (nombre
que desconozco) cerca de Blancas, en las Riscas del Orcajo.
aQuiso escribir V. arvensis?
Digitalis purpurea L. b) tomentosa Wbb.—Bronchales. Agosto.
D. obscura L..—Tramacastilla, Blancas.—Junio-Agosto.
Odontites longifora Whb.— Tramacastilla, Blancas. Sep-
tiembre.
0. commutata Pau, Not. bot., fasc. 6.°, pag. 85.—0O. viscosa
auct. tur.—O. hispanica auct. arag. — Tramacastilla. Sep-
tiembre.
0. albarracinensis Pau in litt. ad Almagro.—0O. aragonensis
Willk.!—Noguera, camino de Tramacastilla. Agosto.
El Sr. Almagro fué el primer naturalista que descubrio esta
especie nueva; comunicé el descubrimiento a los Sres. Zapa-
NNN WAWAYa
DE HISTORIA NATURAL. 47
ter y Reverchon, y este ultimo viajero la publicé en el extran-
jero como cosa suya, ocultando el nombre del verdadero des-
cubridor.
O rubra P.—Tramacastilla. Julio.
Origanum valgare L —Tramacastilla, Bronchales. Agosto.
Thymus Mastichina L.—Tramacastilla. Junio.
T. angustifolius P.—Blancas. Junio.
Calamintha al;ina Bth.—Monte Herrera. Junio.
Salvia lavandulefolia Vah\.—Blancas, Tramacastilla. Julio.
S. @thiopis L —S. argentea Clem.—Blancas, Tramacastilla.
Junio.
S. Verbenaca L.—Blancas, Tramacastilla. Mayo.
S. pratensis L.—Monte Herrera. Junio.
Marrubium vulgare L. —Blancas, Tramacastilla. Junio-Sep-
tiembre.
Brunella vulgaris L.—Tramacastilla. Mayo.
B. hyssoprfolia Lamk.—Monte Herrera. Junio.
B. alba Pall.—Monte Herrera. Junio.
Nepeta Nepelella K.—Tramacastilla. Mayo.
N. amethystina Desf.—Blancas Junio.
Lamium amplexicaule L.— Blancas, Tramacastilla. Mayo-
Agosto.
Ballota nigra L.—Blancas, Tramacastilla. Junio-Septiembre.
Phlomis Herba-venti L.—Blancas. Septiembre.
Sideritis hirsuta L.—Tramacastilla. Mayo.
S. spinosa Lam.—Blancas. Junio-Agosto.
S. montana L.—Blancas. Junio.
Ajuga Chamepitys Schreb.—Blancas. Junio.
Teucrium expassum Pau.—Z'. capitatum Loscos.—Tramacas-
tilla. Julio.
T. Chameirys L.—Blancas. Junio.
T. gnaphalodes Vah\.—Blancas. Junio.
Verbena oficinalis L.—Blancas, Tramacastilla. Julio.
Pilantago serpentina Vill.—Blancas. Mayo.
P. carinata Schrad.— Blancas. Orihuela, Guadalaviar. Sep-
tiembre. ,
P. Lagopus L.—Blancas. Junio.
P. lanceolata L.—Blancas. Julio.
_ var. eriophylla.—Guadalaviar. Julio.
P. albicans L.—Blancas. Julio.
48 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
Armeria allioides Boiss.— Blancas. Julio.
Globularia valentina Ort.—Pozuel. Junio.
Amarantus viridis L.—Tramacastilla. Agosto.
Blitum virgatum L.—Tramacastilla, Orihuela. Septiembre.
Kochia prostrata Schrad —Daroca, Teruel. Septiembre.
Rumex intermedius DC.—Blancas. Agosto.
También viene indicado el R. papillaris B. & R., que no he
visto.
Polygonum aviculare L. var. vegetum.—Blancas. Julio.
Thymelea thesioides Endl.—Th. pubescens Loscos!—Blancas.
Mayo-Agosto.
Thesium divaricatum A. DC.—Th. linophyllum Asso.—Blan-
cas. Julio.
Oxyris alba L.—Blancas. Julio.
Aristolochia Pistolochia L.—Blancas. Junio.
Euphorbia serrata L.—Blancas. Junio.
E. polygalefolia Boiss.—Blancas. Julio.
Quercus Tozza Bosc.—Noguera, Bronchales, Octubre.
Q. Lusitanica Lam.—Tramacastilla. Septiembre.
Saliz alba L.—Tramacastilla. Junio.
S. inewma Schrad.—Tramacastilla. Septiembre.
Ephedra scoparia Lee.—Blancas. Junio.
Merendera Bulbocadium Ram.—Blancas, Tramacastilla, Ori-
huela. Agosto, Septiembre.
Colchicum triphyllum Kze.— Blancas, Tramacastilla. Sep-
tiembre, Marzo.
Ornithojalum belicum Bois.—Blancas. Julio.
El Catalogo Neva un Allium multiflorum Desf., variedad
Zapatert sin autor alguno. Es muy dificil que este tipo se en-
cuentre en la Sierra de Albarracin.
Musecrri racemosum DC.—Blancas. Abril.
M. comosum Mill.— Monte Herrera. Julio.
Asphodelus fistulosus L.—Blancas Agosto.
A. curasiferus Gay.— Blancas. Julio.
Polygonatum vulgare Desf.—Tramacastilla. Junio.
Narcissus triandrus . (Asso). — Meneras de Ojosnegros.
Mayo.
N. juncifolius Lag. b) parviforus.—Blancas. Febrero-Abril.
N. Bulbocodium L.—Blancas, Bronchales, Griegos, Villar
del Cobo. Marzo.
“DE HISTORIA NATURAL. 49
Orchis carpetana Willk.— Monte Herrera. Junio.
O. laxifiora Lam.—Monte Herrera. Junio.
Luzula montana DC.—Blancas. Mayo.
Ni he visto esta planta, ni conozco esta especie.
Carex dioica L.—Blancas. Abril.
No he visto muestras de esta especie.
C. muricata L.—Blancas. Junio.
C. glauca Scop.— Blancas. Abril.
C. humilis Legss.—_Blancas. Abril, Marzo.
C. hordeistichos Vill.—Blancas. Mayo.
Anthoxanthum odoratum L.—Blancas. Mayo.
Alopecurus castellanus B. et R.—Blancas. Junio.
Echinaria capitata Desf.—Blancas, Tramacastilla. Junio.
Mibora verna P. B.—Blancas. Abril.
Pertenece esta plantita a género nuevo en la flora arag‘o-
nesa, descubierta el ano anterior por D. Benito Vicioso.
Agrostis truncatula Parl.—Tramacastilla. Junio.
No indicada en Aragon hasta el dia.
Stipa barbata Desf.—Tramacastilla, Blancas. Julio, Agosto.
S. Lagasce P. B.—Blancas. Julio.
Piplatherum paradozum P. B.—Cristo M. Herrera. Julio.
Aira lendigera Lag.—Blancas. Julio.
Avena bromoides Gm.— Blancas. Julio.
Trisetum ovatum P.—Blancas. Julio.
Kelleria vallesiaca Gau.—Blancas. Mayo.
XK. phleoides P.—Blancas. Mayo.
Schismus marginatus P. B.—Blancas. Julio.
Poa bulbosa L..—Blancas. Mayo.
P. pratensis L.—Blancas. Mayo.
Briza media LL.—Tramacastilla. Julio.
Melica Magnolw Godr.—Tramacastilla, Blancas. Julio.
Scleropoa rigida Gris.—Blancas. Julio.
Dactylis glomerata ..—Tramacastilla, Blancas. Julio.
Molineria minuta Par|.—Blancas. Julio.
Cynosurus elegans Dest.—Blancas. Mayo.
Festuca ovina L. —Blancas. Julio.
F. indigesta Boiss.—Blancas. Julio.
F. Hystriz Boiss.—Blancas. Julio.
Bromus arvensis ..—Tramacastilla, Blancas. Julio.
B. Tectorum L..—Blancas. Julio.
ACTAS DE LA SOC. ESP — XXV. q
50 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
B. rubens L..—Blancas. Julio.
B. erectus Huds.—Blancas. Mayo.
B. mollis \..—Blancas. Mayo.
Elymus Caput;Meduse L..—Blancas, Tramacastilla. Julio.
Hygilops ovata U.-—Blancas, Tramacastilla. Julio.
Wangenheima Lima Trin.—Blancas. Julio.
Lolium rigidum Gaud.—Blancas. Mayo.
Nardurus tenuiforus Boiss.—Blancas. Junio.
N. Lachenalii Godr. b) aristatus Bss.—Monte Herrera. Julio.
Ceterach oficinarum W.—Blancas, Tramacastilla. Mayo.
Polypodium vulgare L.—Blancas, Tramacastilla. Junio.
Asplenium leptophyllum Lag. Rodr.—Blancas. Junio.
A. Trichomanes LL.— Blancas. Junio.
A. Adiantum nigrum L.— Blancas. Julio.
Cystopterts fragilis Bernh.—Blancas. Junio.
Adiantum Capillus Veneris L.—Tramacastilla. Junio.
Bee SINT
Flelianthemum lineare P.—Blancas. Junio.—Crategus mono-
gyna Jacq.— Blancas. Mayo.— Silene nutans L. var. viridella
Otth.— WS. viridifora Asso!—Monte Herrera. Junio.— Reseda
luteola L.—Blancas. Mayo.—Anthericum intermedium Willk.—
Blancas. Agosto.—Dipcadi fulvoum Webb.—Blancas. Agosto.—
Periballia hispanica Trin.—Teesdalia nudicaulis R. Br.—Seselt
montanum L.—Cynodon Dactylon P.—Silene nevadensis Boiss.
—Crucianella angustifolia L.—Lepidium fruticosum L..— Ruta
montana L.—Calamintha rotund/folia Willk.— Allium panicu-
latum L.—Scabiosa monspeliensis Jacq.—Preslia cervind Fresen.
—Veronica Anagallis L.—Carlina vulgaris L. b) spinosissima
Willk.— Mentha tomentella Hee. Lk.—Centaurea Pouzini DC.
— Andropogon Ischenum L.—Scilla autumnalis L. (Montes de
Blancas; Sept. 1895, como nueva para la flora aragonesa).—
Armeria plantaginea W. (como nueva también en Aragon) —
Rhamnus Cathartica L. (Tramacastilla). — Datum Tatula UL.
(Tramacastilla).—Aphyllanthes Monspeliensis L.—A llium sphe-
rocephalum L. (Tramacastilla).— Agrostis nebulosa Boiss. & Rt.
DE HISTORIA NATURAL. 51
— Leontodon carpetanus Lge. — Taraxacum erythrospermum
Andrz.—Symphytum tuberosum L. (Consta en mis notas, toma-
das al tiempo-de revisar las muestras, 4 continuacién del
S. Almagroi; por lo cual lo dicho atras debe pasarse por alto.)
—Scorzonera crispatula Boiss.— Rhinanthus major Ehrh.— Lu-
zula campestris DC.—(lapsu calami gmontana?— Orchis sestu-
lata L..—Vicia onobrychioides L.—Thymus vulgaris L.—Cam-
panula glomerata L.
La adicién del Catalogo no consta de tantas especies; pero
he creido oportuno afiadir las anotadas en mis apuntes y omi-
tidas por el Sr. Almagro en su lista. También incluyo unas
pocas que recibi estos dias.
Seria de mucho consuelo para mi que la presente lista fuera
del agrado del Sr. Almagro.
SECCION DE SEVILLA.
Sesién del 20 de Enero de 1896.
PRESIDENCIA DE D. ANTONIO GONZALEZ Y GARCIA DE MENESES.
—Leida el acta de la sesién anterior, fué aprobada.
—Tom06 posesion la nueva Junta.
—KEl Sr. Barras leyé y entrego para que sea remitida a Ma-
drid y pase a la Comisién de publicacion de los ANALES una
Memoria acerca del género Acridium y géneros proximos que
se han ido desmembrando de él.
—Terminada la lectura, y no habiendo otros asuntos de qué
tratar, se levantdé la sesion.
Sesi6én del 16 de Febrero de 1896.
PRESIDENCIA DE D. MANUEL DE PAUL.
—Se leyé y aprobo el acta de la anterior.
—KEl Sr. Presidente dijo breves palabras manifestando el
g@usto con que la Sociedad veia llevadas a cabo las excursio-
52 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
nes que algunos de sus individuos tienen proyectadas con
objeto de recoger ejemplares de los aerolitos que se dicen
haber caido en esta provincia.
—KEl Sr. Secretario ley la siguiente nota:
«Tenantita de Rio-Tinto.
»Ignorando si hasta la presente ha sido descrita 6 siquiera
mencionada la tenantita de Rio-Tinto, me ha parecido opor-
tuno presentar a la Sociedad esta ligera nota, resultado del
estudio de ejemplares de mineral conocido con el nombre de
negrillos, que ha puesto a mi disposicion nuestro distinguido
consocio el Sr. D. Antonio Gonzalez, el cual hizo una deter-
minacién del cobre de dichos negrillos con un objetivo pura-
mente industrial.
»Los ejemplares que he examinado muestran un color gris
de acero muy uniforme. Su homogeneidad es completa, y al
primer golpe de vista parece tratarse de una especie aislada y
no de una mezcla, como realmente acontece.
»Se trata, en efecto, de una mezcla equiponderal de galena y
tenantita de densidad 6,19 4 la temperatura de 21°,2 C., den-
sidad muy aproximadamente igual a la tedrica. El color, gris
acerado, como he dicho, aparece brillante y metalico en la
raya. La dureza es algo menor que lia ordinaria de la tenan-
tita y esta comprendida entre 3,5 y 4. Tine de negro el bizco-
cho de porcelana.
»Funde al soplete, dando una escoria negra de grafito muy
magnética. Sobre el carbon da fuerte olor sulfuroso y humos
ligerisimos de antimonio, dejando un residuo pardo, muy fra-
gil y no magnético. Este mismo residuo se obtiene también
en el tubo abierto.
»En el tubo cerrado da sublimado rojo en caliente y ama-
rillo en frio, y algo lejos del punto de caldeo se depositan
pequenisimos cristales brillantes.
»Calentado con la sosa en el tubo cerrado, deja un subli-
mado blancuzco casi imperceptible y se desprenden vapores
de fuerte olor arsenical.
»E1 acido nitrico lo ataca vivamente en frio, separandose azu-
fre y un ligero depésito blanco debido a la presencia del anti-
monio.
DE HISTORIA NATURAL. 53
»La disolucioén filtrada y tratada por el minio en caliente no
produce ni Aun una tinta rosada, sefal evidente de la ausen-
cia del manganeso.
»La disolucién en el acido nitrico diluido precipita en
blanco por el acido sulftirico (plomo).»
—El Sr. Barras ley la siguiente
Lista de los liquenes de Andalucia que existen en el Museo de
Historia natural de la Universidad de Sevilla, coleccionados
por D. Salvador Calderon.
_Leptogium sp.—Moron.
Cladonia fimbriata.—Constantina. Marzo.
— endiviefolia.—Sobre tierra. Alcala de Guadaira, Mo-
ron, Fuente Piedra. Julio.
— alcicornis F\k.—Sobre tierra. Morén. Enero.
— pyxidata Fr. var. pocillum Ach.—Sobre caliza descom-
puesta. Alcala de Guadaira. Mayo.—Constantina.
Marzo.
Evernia Prunastri L.—Dos Hermanas, Constantina. Marzo.
Ramalina fastigiata Ach.—Sobre encinas. Fuente Piedra. Ju-
lio.—Constantina. Marzo.
= evermioides Nyl.— Sobre pino. Dos Hermanas.
Peltigera sp.—En el suelo. Constantina. Marzo.
Parmelia caperata L.— Alcala de Guadaira.
— perlata? L.—Dos Hermanas.
= conspersa Khrh.—Sobre pizarra. Constantina.
— tiliacea Ach.—Moron. Enero.
— proliza Ach.—Sobre cuarcita. Constantina. Marzo.
Usnea ceratites.— En el corcho. Provincia de Sevilla.
— barbata Fr.—Constantina. Marzo.
Physcia parietina L.—Tejados de Sevilla. Troncos de alamos.—
Idem. Mayo.— Moron. Diciembre...
— — L. var. ectanea Ach.—Moron. Enero y Julio.
— Stellaris L. var. aipolia Ach.—Constantina. Marzo,—
Sobre encinas. Fuente Piedra. Julio.
Unbilicaria pustulata Hoffm.—Fregenal (Badajoz).
Squameria crassa D. C.—Sobre la tierra. Moron. Julio.— Sobre
caliza. Alcala de Guadaira. Mayo.
_ lentigera D. C.—Carmona.
54 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
Squameria saxicola Poll.—Moron. Julio.
Placodium callopismum Ach.—Sobre caliza. Alcala de Guadaira.
— murorum Hoffm.—Tejados de Sevilla. Diciembre. —
— circinatum Pers.—Moron. Enero.
— fulgens D.C.—Sobre caliza descompuesta. Alcala de
Guadaira. Mayo.
Lecanora conferta Daby.—Tejados de Sevilla.
— cinerea Nyl. var. contorta.—Sobre caliza. Constantina.
— subfusca Ach. var.2—Sobre paraiso. Sevilla. Di-
ciembre.
— atrynea Ach.—Sobre pizarra. Constantina.
— campestris Schaer.—Sobre arenisca. Constantina.
Marzo.
— aurantiaca Nyl., var. erythrella Ach.—Sobre caliza.
Alcala de Guadaira. Mayo.
Pertusaria sorediata Frier.— Moron. Enero.
Urceolaria ocellata D. C.—Sobre una noria. Alcala de Guadai-
ra. Mayo.
Lecidea vesicularis Ach.—Sobre la tierra. Alcala de Guadaira.
Verrucaria rupestris D. C. (Tallus cinereus).—Sobre caliza. Al-
cala de Guadaira. Mayo.
—El Sr. Cafial entregd una Memoria titulada Nuevas explo-
vaciones de yacimientos prehistoricos en la provincia de Sevilla.
Sesion del 9 de Abril de 1896.
PRESIDENCIA DE D. SALVADOR CALDERON.
—Leida el acta de la sesién anterior, fué aprobada.
—Quedaron admitidos como Socios
D. Federico Oloriz, Catedratico de la Facultad de Medi-
cina de la Universidad de Madrid,
propuesto por D. José Rodriguez Mourelo, y
D. Francisco Vinals y Torrero, Doctor en Medicina,
propuesto por D. Enrique Pérez Zuniga.
DE HISTORIA NATURAL. ah)
—Se hizo una nueva propuesta.
—El Sr. Bolivar, en nombre de nuestro consocio D. Miguel
Cunt y Martorell, presenté un trabajo de que es autor este tl-
timo, y que versa sobre la fauna entomoldgica de Calella, y
en el cual se enumeran multitud de especies observadas en
aquella regién y se dan interesantes datos acerca de su ha-
bitat y época en que aparecen. .
—HEl Sr. Rivas Mateo presenté una extensa Memoria titulada
Apuntes para la flora de Caceres, en la que después de un razo-
nado prélogo acerca de la geografia botanica de dicha region
y sus confines y condiciones naturales, se citan mas de 2.326
especies de vegetales, muchos de ellos por primera vez encon-
trados en aquella provincia.
—La Sociedad acogiéd con gusto las citadas Memorias, y
cumpliendo con lo dispuesto en el Reglamento acord6 pasasen
a informe de la Comisién de publicacién.
—E]I Sr. Calderén presentd también un trabajo de nuestro
malogrado consocio D. Miguel Cala, acerca de la Geologia de
Moron y sus yacimientos diatomiferos. Dicha Memoria, que
comprende las laboriosas investigaciones del Sr. Cala, quedo
a su muerte algo incompleta y falta de ordenacién, pero el se-
for Calderén y algtin otro amigo del Sr. Cala han tratado de
completarla y piensan que seria lastimoso dejar inédito tan
importante trabajo.
Acompanan a dicha Memoria numerosas fotografias, per-
fectamente ejecutadas, de las diatomeas descritas, que pueden
seguramente competir con los mejores trabajos de esta dificil
parte de la fotomicrografia.
—La Sociedad, haciéndose cargo de las razones expuestas
por el Sr. Calderén, acogié dicha Memoria y acordé pasase a
estudio de la Comisién de publicacién.
—El Sr. Calderon dié algunas noticias biograficas sobre el
sabio ingeniero y gedlogo mejicano D. Antonio del Castillo,
fallecido en 27 de Octubre préximo pasado, en la capital de su
pais, 4 los 80 anos de edad. Dijo que al expresar su senti-
miento por tan sensible pérdida, pagaba una deuda de grati-
tud hacia un hombre eminentisimo, 4 quien era acreedor de
inmerecidas atenciones.
Sucedidé el Sr. Castillo 4 su famoso maestro D. Andrés del
Rio en la catedra de mineralogia de la Escuela de Mineria,
56 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
siendo después director de ésta, desde 1876 hasta su muerte,
en cuyo tiempo aumentd las ensefanzas y colecciones de tan
importante centro. Obra no menos trascendental fué la Comi-
sidn Geolégica mejicana, que él fundé y presidiéd durante mu-
chos aos, y de cuya utilidad da testimonio la carta geoldgica
de aquella Repwblica.
Hl Sr. Castillo escribiéd numerosos trabajos sueltos sobre mi-
neralogia mejicana, tanto monograficos como de conjunto,
que desgraciadamente andan dispersos y que quizas él mismo
hubiera coleccionado y depurado, como estaba haciendo tam—
bién con su carta geolégica mejicana. Otras importantes pro-
ducciones de sabio tan preclaro, cuya actividad parecia crecer
con los anos, versaron sobre Paleontologia, y entre ellos es
verdaderamente admirable la monografia titulada Mauna fosil
de la Sierra de Catorce, en colaboracién con el reputado ged-
logo D. José G. Aguilera.
Cuantas veces asistid el finado 4 Congresos cientificos en
representaciOn de su pais, obtuvo las mayores distinciones,
como fué concederle la presidencia de una de las sesiones en
el de Paris de 1889 y formarle una vez valla de honor 4 la
salida de la sala en el de Washington de 1891. No pudo con-
currir, como se proponta, al Congreso de Americanistas, pero
a él dedicé su tiltimo trabajo cientifico, remitiendo una piedra
hallada en Amanalco, que tiene una capa de lava en que se
ven huellas de pies humanos. A este ejemplar concedia mu-
cha importancia como testimonio de la existencia del hombre
prehistorico en Méjico.
En todos los ramos de la ciencia geolégica dejé rastro la
actividad y el talento de D. Antonio del Castillo; pero ademas
su gran cultura abarcaba otras diversas materias, y particu-
larmente la literatura, de que era muy apasionado. Sabio,
diligente, honrado y buen ciudadano, el finado llend como
pocos su fecunda existencia.
DE HISTORIA NATURAL. a
SECCION DE SEVILLA. f-
Sesi6én del 13 de Marzo de 4896. \
PRESIDENCIA DE D. MANUEL DE PAUL. ‘
-—Se ley6 y aprobéo el acta de la anterior.
—E]l Sr. Presidente did, ante todo, cuenta del fallecimiento
de nuestro consocio D. Miguel Cala y Sanchez, dedicandole
sentidas frases y encareciendo la necesidad de que alguno de
los amigos del finado se encargara de escribir una noticia
necroldgica de éste, como se acordd, haciendo constar el una-
nime sentimiento de los miembros de la Seccién por tan sen—
sible é irreparable pérdida.
—Fué admitido como Socio el senor
D. José Joaquin Arraez y Carnas,
propuesto en la sesién anterior por el Sr. Barras.
—E] Sr. Secretario participd el propdsito de algunos senores
Socios de la Seccién encaminado 4 formar un Museo regional
de productos naturales en Sevilla con los donativos y recolec—
ciones de cuantas personas se interesan en el pais por este
@énero de estudios; y después de varias observaciones para el
mejor éxito de tan loable propdésito, quedé encargada la Junta
directiva de hacer las gestiones preliminares para la conse-
cucién del proyecto.
—E] Sr. Barras did cuenta de las noticias que ha podido
reunir referentes 4 la percepcién en Andalucia del gran fend-
meno de la explosién del bélido que tuvo lugar en Madrid el
dia 10 de Febrero ultimo y de Ja supuesta caida de fragmen-
tos del mismo en Mairena del Alcor y algun otro punto;
diciendo respecto 4 ésta, que, no obstante asegurar algunas
personas haberla presenciado, la verdad es que hasta ahora
han resultado inttiles las gestiones hechas para confirmarlo,
y que conviene suspender el juicio respecto a si ha habido 6
no proyeccion de fragmentos en la provincia de Sevilla.
58 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
—Hl mismo sefor se ocupo después de un trabajo del senor
Calderon sobre la «Estructura del terreno terciario del Gua-
dalquivir en la provincia de Sevilla», publicado en el Boletin
de la Comision del Mapa Geologico de Espana, 1896.
—KHl Sr. Cafial leyé la nota siguiente:
«El Sr. D. José Vega, vecino de la inmediata ciudad de Car-
mona y aficionado a los estudios prehistéricos, ha publicado
en La Andalucia del 20 del pasado Febrero una carta, en la
que se ocupa principalmente de los hallazgos arqueoldgicos
realizados en el ultimo mes, entre los cuales sobresale uno
que completa la relacidn de los que tuve el honor de dar
cuenta a la Sociedad en la sesién anterior.
»Dice asi el Sr. Vega:
»Por un querido amigo nuestro nos ha sido donada una
lanza de bronce (?) de 16,50 mm. de largo y 0,04 mm. de ancho.
Su figura es alargada y puntiaguda, los bordes afilados y cor-
tantes, y relativamente bien forjada, constituyendo por esta
circunstancia uno de los ejemplares mas notables del periodo
de los metales que hemos visto en esta region.
»E1 descubrimiento de esta punta de lanza en la necrdépolis
de la Cruz del Negro, es un dato mas para su historia y au-
menta el numero de los objetos encontrados en este sitio, que
tiene un nombre conocido entre los célebres yacimientos de
Carmona.
»De la misma sepultura donde fué hallada la lanza extrajo
el descubridor, entre los carbones, varios pedazos de cobre
convertidos casi en escorias.
»La circunstancia de ser esta lanza la primera encontrada
en dicho lugar (al menos nosotros no tenemos noticias de
otras), aquilata su valor y es un nuevo aliciente, pues la com-
pleta exploracién de la necrépolis, cuyo estudio, hecho por el
Sr. Canal de la parte descubierta, tal vez resuelva un gran
problema y aclare un tanto la densa niebla que hasta ahora
ha envuelto lo relativo 4 los ultimos tiempos prehistoricos y el
comienzo de los histéricos.»
DE HISTORIA NATURAL. BY)
Sesién del 6 de Mayo de 1896.
PRESIDENCIA DE D. JOSE MARIA SOLANO.
—Leida el acta de la sesidn anterior fué aprobada.
—(Jued6 admitido como socio
D. Federico Muguruza,
presentado en la sesién anterior por el Sr. Bolivar
en nombre de D. Domingo Sanchez y Sanchez, de
Manila.
—Kl Sr. Vicesecretario did cuenta de las publicaciones ulti-
mamente recibidas por la Sociedad como donativo y a cambio,
y se acordé hacer constar el agrado con que la Sociedad habia
recibido dichos donativos, dando las gracias 4 los senores do-
nantes y muy especialmente al Sr. Puig y Larraz por los ejem-
plares remitidos del indice de los trabajos publicados en el
Boletin de la Comisién del Mapa geoldgico, y 4 D. I. M. Ruiz
de Salazar por los que envia de la biografia de su senor her-
mano D. Emilio, recientemente fallecido.
—Se hizo una propuesta de Socio, que cumpliendo lo dis-
puesto en el Reglamento, quedé para ser admitido en la sesion
siguiente.
—E] Sr. Presidente did cuenta a la Sociedad de haberse re-
unido la Junta Directiva de la misma para ocuparse de las
cuestiones referentes a la instalacioén de la Sociedad, y parti-
cipO que la Biblioteca habia sido trasladada al edificio del
Museo del Dr. Velasco, que hoy en parte pertenece al Gabinete
de Historia Natural, cuyo Director habia tenido la bondad de
autorizar su instalacién, hasta tanto que pudiera encontrarse
local mas apropiado. La Junta Directiva acordé tambien que
Jas sesiones se siguieran verificando interinamente en el nuevo
local del Museo de Historia Natural, por la tarde, puesto que
las horas en que dicho Museo esta abierto no consentian cele—
brar las sesiones por la noche.
—Participéd también el Sr. Presidente, 4 los sefores Socios
reunidos, los propdsitos que animaban a la Junta Directiva,
60 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
con objeto de que refiejando el espiritu que anima 4 la Socie-
dad, se emprendiese en ocasién oportuna una activa campana
de propaganda destinada 4 aumentar el niimero de los asocia-
dos y a procurar por cuantos medios fuera posible el engran-
decimiento de la Sociedad espanola de Historia Natural, que
siempre, dentro de lo que sus pocos medios han consentido,
ha sabido cumplir dignamente con los fines para que fué
creada.
—KEl Sr. Vicesecretario did lectura de una extensa noticia
necrologica en castellano que remite nuestro consocio, el ilus-
trado entomdlogo D. Napoleén Kheil de Praga, referente al
botanico Willkomm, que consagré tantos anos de su laboriosa
vida al estudio de la botanica de nuestra patria.
Necrologia del profesor Mauricio Willkomm.
«El 26 de Agosto de 1895 falleciéd en Wastenberg, Bohemia,
ala edad de 74 anos el ilustre profesor de botanica de la Uni-
versidad de Praga, cuyo nombre encabeza esta ligera resena.
Kl recuerdo de sabio tan eminente esta de tal modo unido a la
historia cientifica de Espana, que no es posible dejara de dedi-
carse un testimonio de carino en la publicacién de esta Socie-
dad, a quien como él consagré casi toda su fecunda vida al
esclarecimiento de la flora de ila Peninsula Ibérica, que como
nadie conocia.
»Nacid Willkomm en Herwigsdorf, en Sajonia, en 1821. Pas6
a Leipzig en 1841 para estudiar alli la medicina y las ciencias
naturales, en época en que agitaban a la juventud alemana
ideas reformistas con aspiracién 4 la unidad de los pueblos
germanicos, cuyo credo, hoy realizado después de la terrible
guerra de 1871, era en la fecha antes citada el de un partido
perseguido tenazmente como revolucionario. No pocos estu-
diantes fueron con semejante motivo juzgados por delito de
alta traicién, y entre ellos Willkomm, que se asocié con en-
tusiasmo 4 este movimiento liberal, tuvo que emigrar, hacién-
dolo 4 Espana, donde vivid subvencionado por amigos que le
protegieron, acogiendo con entusiasmo el propdésito de her-
borizar por la Peninsula que animaba al joven botanico. Entre
estos se distinguid el profesor Kuntz, algunos directores de
jardines botanicos y otros amantes de esta ciencia.
DE HISTORIA NATURAL. 61
»En estas circunstancias llegd Willkomm a Barcelona en la
primavera del ano 1844, entregandose desde luego a su aficién
favorita en el Principado y en los alrededores de Valencia; fué
después a Madrid, recorrid durante varios meses Andalucia,
pasando desde ella al Algarbe, en Portugal, viaje penosisimo
y atrevido en aquellos tiempos. Mas le recompensé amplia-
mente de sus fatigas el gran numero de plantas nuevas para
la ciencia 6 raras al menos que le proporciono. Fruto del mis-
mo fué su importante obra «Dos afos en Espana y Portugal»,
que publico en aleman, dividida en tres tomos, cuando regresé
en 1846 a su patria; libro que aun no ha perdido interés, gra-
cias a la transcendencia de las excursiones cientificas que
contiene.
»Graduado de doctor en la Universidad de Leipzig, realizé
en 1850 otro segundo viaje por Espana, durante nueve meses,
fijandose esta vez en la region de Castilla y de las Provincias
Vascongadas.
»Regresé después a su pais y se consagré entonces con ardor
a componer varias obras de capital importancia que labraron
su justo renombre. Entre estas figuran su «Viaje por las pro-
vincias del Nordeste y del centro de Espana», Leipzig, 1852 (en
aleman); «Investigaciones sobre la organografia y la clasifica-
cidn de las globulasicas» (en francés); «Las regiones de costa
y de estepas de la Peninsula ibérica y su vegetacién», Leipzig,
1852 (en latin), y «Sertum floree hispanice», Leipzig, 1852. Por
entonces comenzo su memorable trabajo titulado «Icones et
descriptiones plantarum novarum, criticarum et rariorum
Europe austro-occidentalis, preecipue Hispanize» (1852 a 1864),
en dos tomos y con 166 laminas. Simultaneamente did a luz
otra obra de distinta indole y no mencs famosa: «La Peninsula
de los Pirineos» (en aleman), la cual ha sido la fuente princi-
pal de cuantos se han ocupado despues de asuntos relaciona—
dos con la geografia fisica y botanica de Espana.
»Kn 1852 fué nombrado Willkomm privat-docent de botani-
ca en la Universidad de Leipzig y mas tarde profesor en la
Escuela de Montes de Tharandt, Sajonia, donde publicé en
aleman su trabajo sobre «Los enemigos microscépicos de los
montes». Desde 1868 hasta 1873 fué catedratico de la Univer-
sidad de Dorpart (Rusia) y director del jardin botanico de la
misma, en cuyo tiempo escribid algunas obras importantes,
62 ACTAS DE LA SOCIED3ID ESPANOLA
como todas las suyas, sobre la flora del imperio moscovita.
»Mas los nuevos trabajos y obligaciones no apagaron un
momento las preferencias por la flora espanola que abrigo
siempre el gran botanico sajén. Desde Dorpat vino por tercera
vez A Espana; fijandose entonces en la parte meridional de
ella y en el archipiélago balear, recogiendo nuevos datos para
su libro «Espana y las Baleares», que vid la luz en Berlin,
en 1876.
»Nombrado catedratico de Praga en 1873, abandono la Rusia
para consagrarse 4 la ensefianza de la botanica en su nuevo
destino, que ejercid hasta 1893, en que, cumpliendo los 70
anos, fué jubilado, segtin dispone la ley de Instruccién publica
de Austria, que por este medio inexorable se propone dar en-
trada 4 los catedraticos jévenes y evitar el estancamiento de
la ensenanza.
»Retirado 4 la vida privada, atin no pudieron los anos en-
friar el entusiasmo de Willkomm por el estudio y en particu-
lar por el de la flora ibérica, asi es que los dos ultimos anos de
su vida (de 1893 4 1895) se consagraron a componer la gran
obra «Sobre la distribucién geografica de las plantas en Kspa-
fia», de cuyo libro corrigié once pliegos y el resto ha podido
imprimirse, habiendo aparecido el trabajo después de la muer-
te de su infatigable autor.
»La gran obra del_venerable profesor de Praga es, sin duda,
el «Prodromus flor Hispaniz, seu synopsis methodica omnium
plantarum in Hispania sponte nascentium vel frequentis cul-
tarum que inotuerunt». Este memorable trabajo, fruto de mas
de treinta anos de asidua labor, constituye el principal monu-
mento que se posee referente a la flora espanola y un modelo
de trabajo en su género. Se publicd en colaboracién con
J. Lange (aunque la inmensa mayortia es obra de Willkomm,
como me lo dijo él mismo confidencialmente), apareciendo en
tres tomos, en Stuttgart, de 1861 4 1880. Con objeto de com
pletarla con sus nuevos descubrimientos y con los datos pro-
porcionados merced & los envios de los botanicos espanoles
que le remitian numerosos ejemplares en consulta, did a luz
en 1893 un Suplementum & su obra magistral, en 188] 4 1892
un atlas magnifico titulado J//ustrationes fore Hispania insu-
larumque Balearicum, que consta de 20 cuadernos con 183 la-
minas y multitud de notas y trabajos sueltos.
DE HISTORIA NATURAL. 63
»Tratando 4 Willkomm sorprendia tanto como su ciencia su
afabilidad y su modestia verdaderamente extraordinarias.
Mi amistad con él data de hace once anos y partié de mi pro-
yecto de realizar un segundo viaje por Espana, de la que soy
muy afecto, y con el proposito preferente de recorrer la Sierra
de Filabres, por la que con tanto fruto habia herborizado en
1845 aquel sabio maestro y que tan magistralmente describié
en su libro «Las sierras de Granada», aparecido en Viena en
1882. Ninguin titulo mayor podia ostentar para mi amigo que
el serlo yo de los espanoles, y asi desde aquel dia reind entre
nosotros un afecto y una cordialidad, que no hubiera sido
mayor si nos hubiesemos conocido de antiguo y no mediase
entre ambos una diferencia de edad de treinta anos. Durante
los diez de nuestro trato he visitado seis veces el suelo espanol,
nada menos, y debo declarar que mi viejo amigo ha sido la
causa principal de que haya menudeado tanto los viajes. Era
tanta la alegria que experimentaba leyendo las cartas que
desde Espana le escribia y tal su complacencia oyéndome a
mi vuelta contar los incidentes y sucesos de mis correrias, que
pasabamos en ello largas horas gratamente transcurridas que
me incitaban a emprender de nuevo mis excursiones a la pa-
tria de Cervantes y Calderon.
»Fisicamente era Willkomm hombre de estatura mediana y
de finas facciones, tez colorada y fresca y semblante apacible;
usaba larga melena cana, asi como el bigote, a la edad avan-
zada en que solo le he conocido, Su complexién era sana y
vigorosa, conservandose tan incdlume aun en su vejez, que
recuerdo me decia no ha mucho, dando una patada en el sue-
lo:—jAh, todavia me siento joven!—jPobre Willkomm! ,Quién
habia de decirle que poco después aleve enfermedad contraida
veraneando en un pueblo del Norte de la Bohemia le habia de
conducir tan rapidamente al sepulcro? Cumpliendo su volun-
tad fué enterrado en el pueblo de su nacimiento, Herwigsdorf,
en Sajonia, donde reposa al lado de los suyos.
»Willkomm ejerciéd muchos cargos de caracter cientifico y
pedagdgico, presidiéd algunas sociedades sabias y humanitarias
de Praga, fué miembro de numerosas sociedades de Historia
natural y academias, entre ellas la de Madrid, y obtuvo muchas
condecoraciones, como las de comendador de la orden de Esta-
nislao de Rusia, de la de Isabel la Catdélica, de la de mérito
64 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
de Oldenburgo (Gran Ducado) y caballero de la de Carlos II.
»Descanse en paz el venerable maestro, de quien puede de-
cirse que fué en vida perfecto caballero, amigo leal, hombre
afable y sabio eminentisimo de universal renombre.»
—KEl Sr. Calderén did lectura a una carta escrita por Will-
komm en que contestaba a unas consultas hechas por este
senor; carta que acredita el dominio de nuestra lengua que
poseia el ilustre finado, su vivo interés por cuanto se refiere
al movimiento cientifico de nuestro pais, y el vigor que con-
servaba a los 71 anos, todo lo cual confirma las aseveraciones
de la sentida necrologia que acababa de leerse.
Anadioé el Sr. Calderon que asi como era justo tributo a la
memoria de un sabio casi compatriota nuestro el dedicarle en
nuestros ANALES la bien escrita noticia del Sr. Kheil, deberia
también constar en ellos el sentimiento de la Sociedad por la
pérdida de otro finado no menos ilustre por lo que a la bota-
nica fdsil se refiere: el marqués Gaston de Saporta, fallecido el
26 de Enero de 1895. También con Saporta nos unijan lazos, no
sdlo de admiracién hacia el sabio genial, sino de patriotismo
por su abolengo espanol, del cual hacia gala, y por sus traba-
jos sobre la flora fosil ibérica.
Una excelente necrologia y retrato del autor de Za evolucion
del reino vegetal, escrita por D. Wenceslao de Lima, ha apa-
recido en las Communicacées da Direccao dos Trabalhos geologi-
cos de Portugal, tomo ul, fase. 1, 1895-1896.
—FEl1 mismo Sr. Calderon dijo que el Sr. Macpherson poseia
un pequeno ejemplar (3,91 gramos) del meteorito Ultimamente
caido en Madrid, cuyo ejemplar esta envuelto por una costra
obscura y brillante en casi su totalidad.
Anadio que segun el estudio publicado por el Sr. Meunier
en los Comptes rendus de la Academia de Ciencias de Paris, la
densidad de esta piedra meteorica es de 3,4 y esta compuesta
de peridoto, fayalita, piroxeno y feldespato, con granitos de
hierro niquelado y pirrotina. Segun este sabio debe referirse
al grupo Chiantonita.
Por ultimo, indicé el Sr. Calderon que habian llegado a su
poder trozos del supuesto meteorito. caido en Mairena del Al-
cor (Sevilla), el mismo dia que en Madrid, los cuales desgra-
ciadamente no son mas que fragmentos de ofitas transporta-
das alli, sin duda, por accidente casual.
DE HISTORIA NATURAL. 65
—HEl Sr. Lazaro dio lectura de la siguiente nota:
«Segun me indica el botanico D. José Secall, en carta de
fecha reciente, ha tenido ocasiédn de observar en la Escuela
especial de Ingenieros de Montes del Escorial la existencia del
Merulius lacrimans Fabr., especie interesante de hongo poli-
poraceo, y acerca de cuya aparicidn me envia las siguientes
noticias:
«Esta especie, que vive sobre las maderas de construccién y
ha causado y causa grandes danos en el Norte y Centro de
Europa, en las maderas puestas en obra, sobre todo cuando
estan colocadas en sitios himedos, creo haya sido importada
en nuestro pais con las muchas maderas del Norte que entran
en Espana, principalmente por Bilbao.
»Tal especie, ya citada en Portugal, sin duda debe hacer
bastantes anos que vive en las maderas de la citada proceden-
cia, de las cuales estan construidos no pocos edificios de nues-
tras provincias del litoral cantabrico, pero el no haber sido
observada por quien la pudiera clasificar ha hecho que hasta
ahora no hayamos tenido conocimiento de ella.
»A San Lorenzo del Escorial ha sido conducida en un madero
de pino silvestre que, entre otras maderas del Norte, se adqui-
rid cuando, hara unos tres afios, se construyé el laboratorio
ictiogénico de dicha Escuela.
»Al encontrarse esa viga, que es la que sin duda alguna
traia el micelio del Merulius lacrimans en las condiciones favo-
rables, por ser el laboratorio un sitio muy humedo, desarrollé
su receptaculo y cuerpos reproductores, que son los que se han
mostrado al exterior, y mas tarde he podido también observar
las distintas formas de las linfas que constituyen su variado
micelio.
»No creo que esta especie pueda ocasionar en Espana gran-
des danos en las maderas de construccion, 4 no ser en el litoral
cantabrico, por necesitarse un estado de gran humedad para
su desarrollo y porque las corrientes de aire seco bastan en
muchos casos para destruirla.»
»Siendo realmente interesante la noticia que debo a la ama-
bilidad del Sr. Secall, tanto mas cuanto que creo que es la
primera vez que en las provincias del interior se ha obser-
vado esta curiosa especie, tengo el gusto de transmitirla 4 la
Sociedad.»
ACTAS DE LA SOC. ESP.— XXY. 5)
66 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
SECCION DE SEVILLA.
Sesion del 6 de Abril de 1896,
PRESIDENCIA DE D. ANTONIO GONZALEZ Y GARCIA DE MENESES.
—Se leyé y aprobé el acta de la anterior.
—Se dio lectura 4 la siguiente nota necrolégica enviada por
D. Salvador Calderén:
El Dr. D. Miguel Cala y Sanchez.
«Mal repuestos todavia del quebranto experimentado en las
filas de los escasos naturalistas jévenes espanoles con la pér-
dida de Laureano Calderon, Francisco Quiroga y Manuel
Janer, un nuevo golpe viene 4 destruir otra esperanza de
regeneraciOn cientifica de nuestro pais y a sumir nuestro
animo en honda amargura. El querido companero y consocio
cuyo nombre encabeza esta noticia, fallecido en Madrid el
dia 7 de Marzo ultimo, a4 los 27 anos de edad, apartado del
seno de su amorosa familia, era uno de los mejores obreros
de dicha abrumadora tarea.
»La historia externa del infortunado Cala ha sido demasiado
breve para ofrecer sucesos notables ni éxitos ostentosos. Tras
brillante carrera habia obtenido el titulo de Doctor en Ciencias
naturales, desarrollando como tesis el estudio de la geologia
de la region de Moron de la Frontera, de donde era natural, y
en particular el del incomparable yacimiento diatomifero que
se extiende por el término de aquella ciudad. ;Cuantas dificul-
tades se ofrecieron al joven naturalista para llevar a cabo su
empeno! La falta de obras de consulta y clasificacién, el apren-
dizaje de una técnica tan ardua como especial para separar y
preparar las diatomeas, la carencia de medios que aquel
estudio delicado requeria, todo lo vencieron las especiales
condiciones de inteligencia y caracter tenaz y perseverante
del pobre Cala, no sin la ayuda de sacrificios pecuniarios rela-
tivamente considerables. Las personas peritas en estos asuntos
DE HISTORIA NATURAL. 67
admiran la rara perfeccién con que habia llegado, con elemen-
tos notoriamente deficientes, 4 obtener fotografias de las dia-
tomeas, incluso las formas mas pequenas, que no desmerecen
de lo mejor realizado en este género en el extranjero.
»Desgraciadamente estaba ocupandose el finado en ampliar
y reformar su trabajo cuando la muerte descargé sobre él
subito golpe, y asi los apuntes y materiales han quedado en
un estado en que es dificil a otra persona que el mismo autor
coordinarlos debidamente; trabajo que intento con temor,
aunque alentado por la ayuda insustituible del reputado mi-
crografo el Sr. Fungairino, grande amigo del malogrado Cala.
»Ni el mencionado trabajo, con dar gallarda muestra de las
sobresalientes aptitudes de nuestro desgraciado amigo para
este @énero de investigaciones y de su loable tendencia &
seguir derroteros originales, ni su hoja de estudios que acre-
dita un excesivo esfuerzo, que influyé mas que otra causa
alguna en el quebrantamiento de su salud, constituyen sus
mayores titulos a esta modesta pero espontanea manifestacién
de simpatico recuerdo. Lo que tenia Cala de mas hermoso eran
sus condiciones personales, en que maestros y companeros
fundaban tantas esperanzas, hoy bruscamente desvanecidas.
Inteligente, dotado de una perseverancia incomparable, atrac-
tivo por su modestia y noble sinceridad, todos cuantos le han
tratado le querian entranablemente. No olvidaran, segura-—
mente, sus companieros de estudios de Sevilla la gran partici-
pacién que tuvo en los constantes trabajos del arreglo de las
colecciones de aquella Universidad y en la formacién de las
que alli se crearon. Nadie como él siempre dispuesto 4 encar-
garse de las tareas mas penosas y a consagrar a ellas con en-
tusiasmo y jovial alegria todas las horas que le dejaban libres
sus estudios oficiales.
»Cifraba el malogrado naturalista su mayor anhelo en la
posesién de una catedra, como medio de consagrarse al cultivo
de sus aficiones, para lo que iba reuniendo elementos 4
medida que se lo permitian sus recursos, habiéndose adquirido
un magnifico microscopio petrografico, el gran modelo Rei-
chert, completo. Manifestaba decidida vocacién hacia los
estudios geolégicos, y en las excursiones que con él realicé
tuve ocasién de descubrir su notable perspicuidad y elevacién
de miras para semejante linaje de investigaciones.
68 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
»La muerte de Cala, al atraer el pensamiento 4 los penosos
sucesos de las otras pérdidas analogas que hemos experimen-
tado en breve tiempo, viene a acrecentar el desaliento que ya
sentiamos, viéndonos, al parecer, condenados en este pais a
vivir estéril y lastimosamente en prolongado marasmo cienti-
fico. Para mayor crueldad la muerte viene a ensanarse con lo
mas sano y entusiasta del elemento joven, con cuya pérdida se
desvanece hasta esa esperanza de reemplazo que dejan tras si
los hombres encanecidos y ya probados, de que otros, dotados
de juvenil ardor, continuen la vida cientifica con mayores
brios, desarrollando su obra con sangre nueva y no gastada.
»Descanse en paz el naturalista entusiasta, el leal amigo,
el hijo carinoso, y si de algtin consuelo puede servir esta
manifestacién & su buena madre y hermanos, sepan que la
SociepAp EspANoLA DE HISTORIA NATURAL Se asocia a su duelo
por tan grande é inesperada desventura.»
Sesion del 3 de Junio de 1896.
PRESIDENCIA DE D. JOSE MARIA SOLANO.
—Leida el acta de la sesién anterior, fué aprobada.
—Puestas sobre la mesa las publicaciones recibidas como
donativo y 4 cambio, la Sociedad acordé hacer constar su gra-
titud a los sefores donantes.
—(Juedé admitido como socio
D. Francisco de Salazar y Quintana, Licenciado en Far-
macia,
propuesto por D. Blas Lazaro.
—KEl Sr. Oloriz dié gracias 4 la Sociedad por haberle admitido
en el nimero de sus miembros, y presenté un ejemplar del
notabilisimo trabajo del Dr. Livi, médico militar italiano,
acerca de la talla en los reclutas de Italia y consideracioén de
sus relaciones con las diversas razas y regiones de aquella
nacion. Dicho trabajo, que el Dr. Livi habia remitido al senor
Olériz para que en su nombre le ofreciese 4 alguna corporacién
cientifica, le ofrece el Sr. Olériz 4 nuestra Sociedad.
DE HISTORIA NATURAL. 69
El Sr. Presidente, interpretando los sentimientos de los
senores socios, manifesto al Sr. Oloriz el agrado y placer con
que la Sociedad le veia en su seno y la gratitud por el regalo
que 4 nombre del Sr. Livi hacia a la Sociedad.
—El Sr. Gredilla (D. Apolinar Federico) presentd a la Socie-
dad y dio lectura de una interesaniisima Memoria acerca del
meteorito caido en Madrid en el mes de Febrero ultimo, en la
cual se hace un detenido estudio de su composicién y caracte-
res petrograficos, y a la que acompanan fotografias de los
ejemplares recogidos y de los detalles mas interesantes de su
estructura microscopica.
La Sociedad oy6 con agrado la lectura del trabajo del senor
Gredilla, y, segtin previene el Reglamento, qued6 a informe
de la Comision de publicaciones.
—E] Sr. Calderén ley6 lo siguiente:
«Durante el ultimo tiempo de mi residencia en Sevilla me
fueron enviadas de Bollullos del Condado, en la provincia de
Huelva, unas muestras de arenisca blanquecina basta, sacadas
a cierta profundidad al hacer los trabajos para la perforacién
de un pozo, y que despertaron la curiosidad del propietario de
la finca en que dicha obra se realizé por los abundantes Car-
diwm que contenia la roca. El trozo enviado llamo desde luego
mi atencién, porque sospeché correspondia 4 un horizonte mas
moderno que la formacién pliocénica que atraviesa el Guadal-
quivir en la provincia de Sevilla (1) y hallaba interesante
comparar las faunas de ambos; asi es que rogué al remitente
me enviase abundante material, como lo hizo, y a fuerza de
partir pedazos consegui recoger bastantes fdsiles, aunque des-
graciadamente mal conservados, como sucede de ordinario en
el seno de las rocas arenosas.
»Enviados en consulta al distinguido especialista el doctor
Schrodt, de Heidelberg, no ha podido comunicarme sus deter-
minaciones hasta después de mi salida de Sevilla, por lo cual
y para que no se pierdan estos datos interesantes por el escaso
conocimiento que atin se tiene de la sucesién de las formacio-
nes terciarias en la Andalucia, baja, doy 4 continuacién la
lista de los mencionados fosiles:
(1) CaLDERON: Estructura del terreno terciario del Guadalquivir en la provincia de
Sevilla (Bol. de la Com, del Mapa geol. de Espaiia, 1896.)
70 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
Ostrea cochlear Poli. Clavagella bacillaris Desh.
Pecten aduncus Kichiw. Solarium caracollatum Lam.
Lima inflata Chen. Murex sp. (grupo Torularius).
Modiola barbata lL. FUssus sp.
— cf. Brocchi May. Nassa semistriata Brocch.
Arca barbata L. — limata Chen.
Pectunculus sp. Ficula cf. ficoides Brocch.
Glycimeris Faujasi Men. Chenopus cf. pes-pelecani L.
Cardium sp. Turritella sp.
Cytherea sp. (grupo Chione). Natica sp.
Corbula gibba Oliv. Sigaretus haliotideus L.
Tellina compressa Brocch. Calyptrea chinensis L.
— planata Brocch.
»Comparando esta fauna con la del pliocénico que se halla
en la veguada del Guadalquivir, se observa que hay una dife-
rencia considerable entre ambas, tanto por la escasez de espe-
cies comunes, que son sdlo dos (la Corbula gibba y la Nassa
semistviata), como por predominar en aquella los pectenes y
la Cytherea islandicoides, al paso que en Bollullos del Conda-
do lo hacen las Zellinas, los Cardium y \a Caliptrea chinensis.
Dije en el mencionado trabajo que el pliocénico de Sevilla.
corresponde al horizonte inferior; el de la arenisca de Bollullos
del Condado lo hace al superior, y es probable que el medio
sean los alcores 6 calizas margosas con Ostrea plicata y Pecten
scabrellus que coronan los cerros de denudacién que cercan la
veguada, quedando asi completa la serie de capas del mencio-
nado terreno en la region de que se trata.»
SECCION DE SEVILLA.
Sesi6n del 6 de Mayo de 1896.
PRESIDENCIA DE D. MANUEL DE PAUL.
—Se leyé y aprobé el acta de la anterior.
—E] Secretario did cuenta de un oficio en que con fecha
8 de Abril el Sr. Presidente del Ateneo y Sociedad de Excur-
DE HISTORIA NATURAL. 71
siones comunica el acuerdo tomado por la Junta Directiva de
aquel Centro de ceder local a esta Seccién para establecer sus
colecciones regionales, entregandole ademas, previa formacién
de inventario, y solo en concepto de deposito, el material de
Historia natural que posee el Ateneo.
—Hl Sr. Barras leyé la siguiente nota bibliografica:
«Por lo interesante y sin duda poco conocido, creo deber dar
cuenta de un librito que recientemente ha venido 4 mis manos,
impreso en Madrid en 1795, en casa de Sancha, y que se titula:
Memoria en que se trata del insecto Grana 6 Cochinilla, de su
naturaleca y de su vida, como también del método para propa-
garla y vreducirla al estado en que forma uno de los ramos mas
utiles de comercio, escrita en México en 1777 por D. José Anto-
nio de Alzate.
»Este autor, que también lo fué de otros trabajos de Historia
natural, como los publicados en la Gaceta de Literatura de
México y las notas a la historia de Clavijero, demuestra en las
numerosas citas y notas de la obra un gran conocimiento de
los trabajos mas importantes de los naturalistas de su tiempo
y serlo él, y muy notable, como se desprende de la detalladi-
sima descripcién que hace del macho y la hembra de la cochi-
nilla y su manera de vivir y de las curiosas experiencias que
verificd para el estudio de sus metamorfosis. También son
notables sus observaciones criticas respecto 4 si son 6 no espe-
cies distintas la Cochinilla fina y la silvestre, y el estudio de
las variedades de la Grana.
»La obra va acompanada de tres laminas, de las que la pri-
mera esta dedicada 4 representar en distintas figuras muy
exactas el macho y la hembra del insecto en cuestidn. En la
explicacién de esta lamina dice el autor: «Si se vé tan corpu-
lenta (la Grana) en la estampa 6 lamina, depende esto de
haber executado las observaciones con microscopio de mucha
amplitud: esto es, que abulta mucho los objetos. Tengo la
satisfaccion de que el instrumento se fabricé aqui por mi direc-
cion, el que se hallara entre los muebles de mi grande y
eficaz protector el Sr. D. Melchor de Paramas, secretario que
fué del Virreinato y Oydor honorario de esta Real Audiencia.»
»Aunque el resto del trabajo no sea de interés esencial para
nosotros, por considerar la cochinilla desde el punto de vista
industrial, se observa en él que su autor era un acabado natu-
2 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
ralista, sobre todo al tratar de los animales que la destruyen y
de las plantas sobre que se cria.
»Aunque sea alterando el orden que siguié el autor, no
puedo resistir 4 la tentacidn de citar, antes de concluir, la
introduccién de la obra, en que echa una ojeada magistral 4
la Historia natural americana y copiar los siguientes ren-
glones:
«Los hombres (dice Alzate) por lo general encerrados en sus
casas 6 embebecidos en pensamientos dirigidos 4 dar ensan-
ches 4 su fortuna, desdefian aun el mirar un pequeno insecto;
llegados 4 un lugar, lo primero 6 lo nico 4 que se dedican es
a registrar los edificios publicos y 4 pensar arbitrios con que
establecer 6 aumentar los caudales, sin considerar que en el
mas despreciado viviente se hallan mas maravillas en su
constitucion orgdnica que en el conjunto de todas las obras
antiguas y modernas fabricadas por la direccion de los mor-
tales.»
«La Historia natural no presenta 4 primera vista medios
proporcionados 4 establecer fortuna; pero la complacencia que
se experimenta en la contemplacion de cualesquiera produc-
cion, acarrea al alma un regocijo que no es capaz de expli-
carse, solo lo siente quien lo experimenta...»
»Mas adelante, hablando de las producciones de América y
de lo abandonado que estaba el estudio de su Historia natural,
que «por la mayor parte yace olvidada 6 desconocida», dice:
«Si tantas ventajas se logran cuando sdélo se han visto las
cosas por la corteza, gun estudio particular no traeria infinitas
utilidades 4 la humanidad? »
»Con lo dicho basta para hacerse cargo de los profundos
conocimientos histdrico-naturales y de la alteza de miras en
este sentido de tan eminente espanol, que si bien es bastante
conocido por otros conceptos, lo es muy poco como naturalista.»
Sesion del 1.° de Julio de 1896.
PRESIDENCIA DE DON CARLOS MAZARREDO.
—Leida el acta de la sesién anterior fué aprobada.
—El Sr. Secretario did cuenta de las publicaciones ultima-
DE HISTORIA NATURAL. 1
mente remitidas como donativos 6 a cambio, y la Sociedad
acordé dar las gracias a los sefores donantes.
—Se hicieron dos propuestas de socios que, en conformidad
con lo prevenido en el Reglamento de la Sociedad, queda-
ron pendientes de informe para ser admitidos en la sesién si-
guiente.
—FE1 Sr. Calderén did las siguientes noticias bibliograficas:
«l.° Die Meteoriten von Laborel und Guarena. Von EK. Cohen
in Greifswald. (Annal. des kK. K. naturhist. Hofmuseum, x1.
Wien. 1896.)
«En el trabajo asi titulado, el eminente profesor de Greifs—
wald recopila noticias ya publicadas sobre dichos meteoritos
y proporciona algunas nuevas ampliaciones. Por lo que toca
al de Guarena, el Sr. Cohen da una completa noticia del estu-
dio que el malogrado Quiroga y yo realizamos y aparecié en
el tomo xxr de estos ANALES, confirmando con su gran auto-
ridad nuestras observaciones en vista de un trocito que de
dicha piedra metedrica le envié hace algun tiempo. Resu-
miendo su opinidn sobre ella, termina su nota haciendo las
siguientes observaciones:
«La estructura del meteorito de Guarena es de grano bas-
tante grueso para una condrita, y se ven en ella destacar casi
porfidicamente individuos aislados mas gruesos, especialmen-
te de olivino. Los componentes se limitan en general muy dis-
tintamente unos a otros. Hay agregados de silicatos tan fina-
mente distribuidos que toman forma pulverulenta é impreg-
naciones de particulas opacas pulverulentas también, que
otras veces faltan por completo.»
«En vista de mis preparaciones aparece como disposicion
caracteristica, no sdlo en la caida de Guarefia, sino de otras
condritas cristalinas, la escasez de condros, su forma irregu-
lar y sus contornos poco marcados, asi como la falta de cris—
tales desarrollados hendidos.»
»2.° Sur les terrains secondaires des provinces de Murcie,
Almeria, Grenade et Alicante (Espagne), par M. René Nickles.
(Compt. rend. Acad. des Scienc., 1896.)
»Kn esta interesante nota resume el autor sus transcen-
dentales observaciones sobre la tecténica de la vasta region
74 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
del SE. de la Peninsula, ampliandolas con el estudio estrati-
grafico de los terrenos secundarios, comprendidos entre la
Sierra Sagra, al NE. de la provincia de Granada y la provin-
cia de Alicante.
»Encuentra este gedlogo confirmada en esta regidn la es—
tructura atribuida por MM. Bertrand y Kilian 4 la zona sub-
bética, la cual se halla recorrida por un sistema de pliegues
paralelos a la direccién general de la cordillera bética y de la
gran falla del Guadalquivir. Ademas se revela en toda la zona
la existencia de un segundo sistema de dislocaciones en direc-
cién perpendicular 4 la primera, de donde infiere el senor
Nickles una cierta analogia con la red octogonal que Bertrand
reconocid hace algunos anos en Francia.
»Como consecuencia de sus investigaciones sobre los terre-
nos secundarios de la regién mencionada, llega el autor de la
nota de que doy cuenta a las siguientes consecuencias:
«Los mares jurasicos y cretacicos, dice, circularon libre-
mente por el estrecho bético: la facies tan constante del neo-
comiense (facies fangosa con cefalépodos) parece hasta excluir
toda idea de costa préxima, y permite atribuir al mar una
anchura mas considerable que la que se supondria exami-—
nando los mapas geoldgicos. Las faunas ofrecen un caracter
decididamente alpino, que no vuelve a encontrarse ni en el
lias de Portugal ni en el malm de la provincia de Teruel. En
esto se halla una confirmacién de la hipdétesis de M. Munier-
Chalmas,. sobre el transporte de estas formas alpinas por co-
rrientes orientales durante los tiempos secundarios.
»Queda por estudiar la posibilidad de una discordancia
transgresiva del cenomaniense, no obstante todas las obser-
vaciones perseguidas con este objeto. La presencia, sin em-
bargo, del cretacico superior en el estrecho bético es induda-
ble; parece presentarse en él con facies andlogas a las que
ofrece en las provincias de Alicante y de Valencia, en forma
de macizos frecuentemente dolomiticos, tratandose de las eda-
des mas antiguas; en cambio en las mas recientes la escasez
relativa de sus afloramientos puede explicarse por la retroce-
sién del mar al fin del cretacico y su acantonamiento en el
fondo de los sinclinales, particularmente durante el damiense,
segun la observacién de M. Munier-Chalmas.»
»3.° El Sr. Waliszewsky, ingeniero director de la mina de
DE HISTORIA NATURAL. wh)
carbon de Pola de Gordon, ha enviado a la Sociedad Geoldgica
de Francia una importante nota Sw des fossiles dévoniens re-
cucillis @ Santa Lucia, en la provincia de Ledn. Estos fosiles,
recogidos en rocas calizas y pizarrosas , componen un total de
mas de 80 especies, mereciendo citarse entre los braquiépodos
los géneros Orthotheles, Cyrtina, etc., entre los crinoideos los
Megistocrinus, Codiacrinus y otros, y entre los blastoideos, la
familia de los pentatremitidios. La investigacién de esta rica
fauna ha proporcionado 4 su autor resultados importantes,
tanto en punto a la organizacioén de esos antiguos seres como
en relacién con la estratigrafia, revelando la existencia en
dicha localidad de diferentes niveles que corresponden a los
de Ferronés, Moniello y Arnao.
»A este primer trabajo seguira otro destinado a dar a cono-
cer los hallazgos de los demas grupos de tan importante yaci-
miento, que por tratarse de una localidad espanola he creido
interesaria doblemente 4 nuestra Sociedad.»
SECCION DE SEVILLA.
Sesién del 6 de Junio de i896.
PRESIDENCIA DE DON ANTONIO GONZALEZ Y G. DE MENESES.
—Se ley el acta de la anterior, que fué aprobada.
—Hl Sr. Secretario manifesté la complacencia con que la So-
CIEDAD veia la actividad y celo desplegados por algunos de sus
individuos con objeto de llegar 4 la formacién de colecciones
regionales que sirvan en su dia para el conocimiento de las
producciones naturales del pais. Did cuenta de los siguientes
donativos hechos 4 este fin recientemente:
Varios ejemplares interesantes de carbonatos de manganeso
de la provincia de Huelva, donados por el Sr. Presidente;
Una coleccién de 50 ejemplares de minerales, rocas y fo-
siles de la region andaluza, clasificados en su mayoria, dona-
tivo de D. Manuel Paul y Arozarena;
Numerosos ejemplares de minerales, rocas y fosiles, unos
76 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
del Norte de la provincia de Sevilla y el resto de otras proce-
dencias, cedidos por D. Carlos del Rio;
Una coleccion de minerales y rocas de la regién y una serie
de fésiles del pliocénico de Huelva, donativo de D. Francisco
de las Barras;
Un ejemplar de albita secundaria procedente del gneis de
los alrededores de Maro (Malaga), recogido y regalado por
D. Federico Chaves.
Manifestd, por ultimo, el Sr. Secretario, que estando co-
locando y catalogandose actualmente los objetos reunidos
ya para el Museo regional que trata de formarse, la enumera-
cidn detallada de ellos no puede hacerse atin, pero sera objeto
de ulteriores comunicaciones.
—KE]l Sr. Barras did lectura 4 la siguiente nota bibliografica:
«El reputadisimo Dr. William Nylander ha tenido reciente-
mente la bondad, que le estimo infinito, de enviarme un
ejemplar de su importante trabajo intitulado Hnumération des
lichens de Vile Annobon.
Este trabajo (que en realidad no es mas que un suplemento
al de los Lichenes insularum Guineensis, que publicd el mismo
autor en 1889, y en el que did noticia de 129 especies), con -
siste en una lista de 31 especies de liquenes de nuestra po-
sesidn del Golfo de Guinea, los cuales fueron recogidos en 1892
por Mr. F. Newton en un viaje que en aquélla realizo. Acom-
panan ala enumeracién las /rases de las nuevas especies que
da a conocer Nylander en dicho estudio, y una lista general
de todos los liquenes conocidos del mencionado Golfo.
La competencia del autor, por nadie superada en este ramo
de la criptogamia, excusa todo encomio respecto de la impor-
tancia del trabajo, y el referirse 4 una posesién espanola ex-
plica bien el motivo de esta ligera noticia.
Al examinar estudios como el referido no puede menos de
notarse con pena que casi todo el conocimiento que se tiene
de nuestras posesiones es debido a los exploradores y natura-
listas extranjeros. Parece increible que no se haya pensado
todavia en enviar una comisién que estudie y recoja las pro-
ducciones de territorios tan importantes para nuestro porvenir
colonial como los del Golfo de Guinea, trayendo colecciones
que debieran figurar en nuestros Museos y evitandonos el bo-
chorno de tener que acudir 4 los extranjeros y 4 los escritos
DE HISTORIA NATURAL. 77
de sus sabios para saber algo referente a nuestros propios
dominios.
No terminaré sin consignar mi agradecimiento al Dr. Ny-
lander por la atencién con que me ha honrado enviandome el
importante trabajo a que me he referido.»
—EI1 Sr. Arraez leyo la’siguiente nota:
Piel y sistema piloso de los delincuentes andaluces.
«Es un hecho innegable que no obstante la pacientisima y
enorme labor realizada en estos Ultimos tiempos por los an-
tropdlogos criminalistas, los documentos, los datos hasta el
dia obtenidos distan mucho aun de ser tan homogéneos y com-—
pletos como fuera de desear. De aqui ciertas dudas, ciertas
aparentes contradicciones faciles de observar en el campo de
la moderna Antropologia criminal, debidas seguramente, mas
que a otra causa, a la insuficiencia de las cifras de que se ob-
tienen los medios proporcionales, insuficiencia que ya hiciera
resaltar M. Manouvrier en el segundo Congreso de Antropologia
Criminal, celebrado en Paris en 1889, y que pone de manifiesto
lo mucho que aun resta por hacer y el interés que para la
ciencia tienen cuantas investigaciones y estudios vengan a
aumentar el caudal de los hechos ya observados y anotados.
»Los estudios personales de Antropologia Criminal que ins-
pirado en las ideas ya expuestas llevo realizados, si bien to-
davia no permiten sentar afirmaciones decisivas 6 dar expli-
caciones precisas, me parecen, sin embargo, dignos de ser
conocidos por si en algo pueden contribuir 4 la determinacién
de los caracteres antropoldgicos de los delincuentes.
»Voy, pues, a exponer algunas observaciones que hacen
referencia a la piel y sistema piloso de los delincuentes anda-
Juces, resultado del examen comparativo de una serie de 150
criminales procedentes todos de las provincias de Andalucia,
y de otra de 150 individuos honrados 6 normales también pro-
cedentes de la misma regién de Espana.
»Nada de particular he observado acerca de la coloracion de
la piel de los delincuentes. Desde luego en los 150 estudiados
predominaba el color obscuro 6 moreno, que asigna Lombroso
a los criminales, pero cosa analoga ocurria en la serie de in-
78 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
dividuos honrados, por ser el tipo moreno, el color subido de
la piel el general y corriente en esta regidén del Mediodia de
la Peninsula.
»En algunos delincuentes observé, sin embargo, un cierto
color amarillento verdoso en la piel, debido quizas a la diliver-
dina, que engendrada en el higado colora de amarillo los te-
jidos en la ictericia.
»He notado ya signos diferenciales muy marcados entre los
delincuentes y los normales estudiados, en las arrugas del
rostro. Estas aparecieron como mucho mas frecuentes y pre-
coces en los primeros que no en los segundos.
»La arruga zigomdtica que Ottolenghi senala como predomi-
nante entre las que se observan en el rostro de los criminales
y el Dr. Francotte llama «la arruga del vicio», «la caracte-
ristica del delincuente», la he hallado en un 58 por 100 de los
delincuentes y sélo en un 11,5 por 100 de los honrados.
»La proporcién en que he observado las arrugas en el rostro
de los criminales andaluces de la serie por mi examinada y
en los normales que servian de tipo de comparacion, se halla
determinada en el siguiente cuadro, que puede compararse a
su vez con el que Ottolenghi nos da como resultado del estudio
por él realizado de dos series, de 200 individuos normales la
una y de 200 delincuentes la otra:
ANTES DE LOS 25 ANOS. ENTRE LOS 25 Y 50 ANOS.
Se ncn nk
Normales. Delincuentes. Normales. Delincuentes.
Arrugas de lafrente. 5,5 por100 25 por 100. 61 por 100. 77 por 100.
Arruga naso-labial.. 17 = 58 — 59 — 740 —
Arruga zigomatica.. 1 = 130 — 10,5 — 45 —
»E1 cabello en los 150 delincuentes sdélo era escaso en el 11
por 100; en el resto era espeso, daspero y duro.
»La canicie sélo la observé en el 12 por 100 de los delin-
cuentes y en el 25 por 100 de los honrados, y siempre en unos
y otros en individuos que pasaban de los 28 anos.
»La calvicie no la hallé en ninguno de los criminales, y si
en el 3 por 100 de la serie de normales estudiados, en indivi-
duos de mas de 40 anos.
»l1 color de los cabellos resulté ser el que indican las si-
guientes cifras:
DE HISTORIA NATURAL. 79
Normales. Delincuentes.
Cabellos negros...... Fs 39 por 100. 53 por 100.
— castanios..... 50 = 39 —
= TUDTOS arses 11 — "i —
— rojos........ 3 — 1 —
»Predominé, pues, en los delincuentes estudiados el color
negro de los cabellos, mientras que en los honrados predomi-
no el color castano.
»La barba era escasa y rala en los delincuentes de la serie
objeto de estudio, con mucha mas frecuencia que en los hon-
rados; y mientras en la serie de éstos sdlo hallé que carecieran
de ella 2 de los 150 individuos que la componian, en los cri-
minales faltaba en un 17 por 100.
»En dos estupradores y un violador, que no formaban parte
de la serie 4 que me vengo refiriendo en estas observaciones,
y que recientemente he estudiado, faltaba por completo en
uno de los primeros y en el segundo, y en el otro estuprador
era tan rala que apenas se conocia.
»Como el objeto de esta nota es sdlo suministrar algunos
nuevos datos que puedan servir al estudio del delincuente,
limito 4 esto mi trabajo y me abstengo de sacar consecuencias
que no encajarian dentro de los moldes de este ligerisimo re-
sumen antropologico.»
Sesion del 5 de Agosto de 1896.
PRESIDENCIA DE DON FEDERICO DE BOTELLA.
—Leida el acta de la sesién anterior fué aprobada.
—Puestas sobre la mesa las publicaciones ultimamente re-
cibidas como donativo 6 4 cambio, la Sociedad acordé que
constase su gratitud a los sefiores donantes.
—Quedaron admitidos como socios los sefiores
Aguilar y Cuadrado (D. Miguel), Doctor en Ciencias y
Auxiliar del Observatorio de Madrid,
propuesto por D. Enrique Pérez Zuniga; y el
Sr. Rector de San Juan de Letran, de Manila,
propuesto por D. Ignacio Bolivar.
80 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
—Se hizo una propuesta de socio.
—El Sr. Botella (D. Federico) did noticias del hallazgo, en
la ciudad de Valencia, de una losa del empedrado, que conte-
nia notables impresiones fésiles de un alga curiosa; dicho fosil,
por pertenecer a los terrenos secundarios, es bastante intere-
sante, y el Sr. Botella dijo que se proponia adquirir dicha losa
para poderla conservar y estudiar con mayor facilidad.
—El Sr. Pau remitidé la siguiente
Nota sobre mi «Arenaria betica.»
«En las paginas 36 y 37 de mi fasciculo 6.° propongo la
A. spathulata de los autores espanoles, bajo 4. betica; porque
«no siendo la misma planta, sino muy diferente la planta
espanola de la argelina, segun muestras recogidas por el
excelente botanico Sr. O. Debeaux, precisa darla nombre dife-
rente. Desfontaines dice que su especie crece en Argelia: ésta
debe considerarse como tipica.
»Nuestro estimado colega el Sr. O. Debeaux, en su trabajo
Les régions botaniques de Varrondissement d’ Oran, indica en las
paginas 14 y 16 la Arenaria spathulata Desf., que es la misma
de mi herbario y que tomo por tipo, y se aparta enormemente
de la planta espanola; Unicamente el habito lo tiene parecido.
»J. Ball, Spic. fl. mar., pag. 364, cita de Tanger cierta
Stellaria Arenaria Salzm., que es muy posible se refiera a
nuestra especie propuesta. Como mas abajo indica la A. spathu-
lata Desf. también, y no las describe, es imposible conocer a
cual de las dos puede convenir la A. dbetica. Al citar la
St. Arenaria Salzm. dice: «Species mihi non satis cognita,
facie Avrenarie spathulate Desf., valde similis. An propia
dicionis Tingitane ?
»Una de las dos, con certeza, se refiere a la A. betica.»
Pails leaCe
»Con el fin de comparar mi especie con las variedades del
Sr. Debeaux, este amable botanico me remitié el siguiente
extracto:
»Observations sur l’Arenaria spathulata Dest., par O. De-
beaux («Revue de botanique», numéro de Novembre, 1890,
page 398).
»M. Debeaux admet 3 formes dans l'A. spathulata Desf.
DE HISTORIA NATURAL. 81
»l° Var. « typica O. Deb.; A. spathulata Desf., Fl. atlant. 1,
358 (1798); DC. in Prod7. 1, 413; O. Debx. in Soc. Dauph. exsice.
n° 1993.—Tiges dressées, filiformes, pubescentes, rameuses
souvent dés la base, de 10 a 18 centimétres de haut, rarement
simples, rameaux dressés, paniculés; feuilles inférieures lar-
gement ovales-lancéolées, spathulées, obtuses, pubescentes,
atténuées en pétiole, larges de 2-4 millimetres, longues de
4-14 millimétres, les supérieures lancéolées, ciliées; fleurs
blanches terminales, pedicellées, a divisions calicinales ova-
les, membraneuses sur la marge, pubescentes sur le dos.
Fleurs avril, mai.—Habite les sables maritimes et les collines
du littoral algérien, depuis La Calle jusqu’a Némours. Com-
mun & Oran (O. Debx.).
»2° Var. 8 cerastoides; A. cerastoides Poiret, Voyage en Bar-
barie 11, p. 166 (1789) et Hacycl. méth. v1, 363 (1804) non DC.;
Balansa, Plant. algéer. exs. n° 453 (1852); Billot Flora gall. et
germ. exsicc. n° 5542.
»Tiges gréles elancées, dressées, simples ou rameuses dans
leur partie supérieure seulement, pubescentes, de 8-12 centi-
métres de haut; feuilles supérieures ovales-lencéolées, atté-
nuées en un courte pétiole, les supérieures linéaires-lancéo-
lées ou souvent linéaires sessiles; péduncules floraux dressés
avant l’anthese. Fleur. mi-mars a fin avril. — Habite les co-
teaux incultés a Mostaganem, Oran, Alger, Bone, etc. Gibral-
tar (Dautez).
»3° Var. c. crassifolia O. Debx. in Hb. et in sched. (1859).
»Plante ayant un port court et trapu bien plus velue que
dans les variétés a) et 0) & tiges couchées rameuses dés la base
etalées sur le sol, fortement glanduleuses, pubescentes; feuilles
épaisses, charnues, a limbe largement ovale, arrondi au som-
met et brusquement rétréci en un court pétiole, large de
8-10 mm. sur 10-15 mm. de longueur; péduncules fioriferes
trés courts (48 mm.) paraissant parfois presque sessiles, tres
glanduleux, penchés, avant l’anthese. Fleur. du 15 au 30 mars.
Des falaises de la Pointe-Pescade a Alger (O. Debx.).»
»Yo distingo la A. betica de la verdadera A. spathulata por
sus semillas unicamente; asi es que estas variedades, no refi-
riéndose para nada a los caracteres que presentan sus semi-
llas, creo que nada mas pueden servirnos que para distinguir
estas formas en la especie fontainesiana.
ACTAS DE LA SOC, ESP.—XXV. 6
82 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
»A. SPATHULATA Desf.—Semillas arrifonadas, de color pardo
y mate, cubiertas de tubérculos.
»A. BuTiIca Pau, Vol. dot., fasc. 6.°, pag. 36.—A. spathulata
auct. hisp. Semillas discoideas 6 globoso-lenticulares, de color
negro y brillante; superficie levisima.
»No hay que confundir mi A. betica con la A. betica Salz-
mann Pl. exsicc., que se refiere a la A. emarginata Brot. Y por
ultimo, los caracteres sacados de las semillas no permiten
reunirlos en una misma especie, ni como variedades, ni como
sindnimos, segtin hasta el dia venta haciéndose.»
SECCION DE SEVILLA.
Sesi6n del 30 dade Julio de 1896.
PRESIDENCIA DE DON MANUEL DE PAUL.
—Fué leida y aprobada el acta de la sesién anterior.
—Kl Sr. Presidente propuso se hiciera constar en el acta el
sentimiento vivisimo con que la Seccién ha recibido la noti-
cia de la muerte del profesor D. Antonio Machado, activo y
distinguido naturalista, maestro de larga y respetable historia
y a cuya laboriosidad é inteligencia debe gran parte de sus
colecciones el Museo de Historia Natural de la Universidad de
Sevilla. Asi se acordo.
—Se leyé el siguiente trabajo remitido desde Madrid por el
Sr. Calderén:
Aves de Andalucia existentes en el Museo de Historia Natural
de la Universidad de Sevilla.
«Posee el Museo de la Universidad de Sevilla tres series de
ejemplares de ornitologia: la pequena coleccién de ensenanza
compuesta de 130 ejemplares en piel, tanto de Espana como
exdticos entre los que estan representadas las principales
familias, 6 esqueletos y algunos 6rganos caracteristicos; una
coleccién de 150 aves exdticas, en su mayoria de Guatemala,
procedentes de un donativo hecho en remota época al profesor
DE HISTORIA NATURAL. 83
Sr. Machado, y la coleccién de Andalucia, que es de la que
vamos a decir algunas palabras.
»Siendo las aves los animales que siempre han llamado mas
la atencidn del hombre por su privilegiada locomocién, sus
bellos y variados colores y sus admirables y simpaticas cos-
tumbres, no es mucho que existan de ellas mas intentos que
de ningtin otro grupo de colecciones regionales. En muchos
Institutos y en casi todas las Universidades de la Peninsula
figuran, en efecto, series locales, cuya compilacién y estudio
seria, sin duda alguna, muy provechosa y enriqueceria seg@u-
ramente el catalogo de las aves de Espana. En Sevilla, encon-
tramos al hacernos cargo de la catedra de Historia Natural, la
coleccién de los seres de esta clase casi tan rica en especies
como se encuentra en la actualidad, habiéndose reducido
nuestra misidn en este ramo a conservar lo existente 6 renovar
algunas piezas, adquirir ciertas especies que faltaban, sobre
todo de las pequenas, y a clasificarlas con arreglo a las obras
clasicas mas modernas.
»La fauna ornitol6gica de Andalucia considerada en con-
junto, esto es, incluyendo en ella las aves sedentarias y las de
paso, comprende una gran parte de las especies europeas,
“algunas exclusivas de la Peninsula y las del N. del Africa.
Las sierras numerosas de la zona 8. de Espana y entre ellas,
la Nevada y la Morena, la abundancia de manantiales y
corrientes de agua que en ella existen y el gran nimero de
cotos y dehesas como el de Donana y otros, favorecen la mul-
tiplicacidn de numerosas especies de pajaros, asi como de
palmipedas y zancudas en las marismas meridionales, como
en las de la margen izquierda del Guadalquivir, en las salinas
de la Isla de Leén y Chiclana y en las costas de Rota y
Puerto Real. Las lagunas, y particularmente la de Fuente
Piedra antes de su desecacién, también han proporcionado un
crecido numero de aves 4 los naturalistas.
»Por lo que se refiere a las especies de paso no es mucho
que en Andalucia se halle la regidn por excelencia para su
estudio, siendo el Africa la parte del mundo a4 que se dirigen
casi todas las aves europeas, atravesando el Estrecho de
Gibraltar y costas inmediatas. En Septiembre y Octubre el
-cabo de Gador frente 4 Cadiz, el de Trafalgar, Tarifa y Alge-
ciras son, entre otros, lugares especiales de reuniédn como
81 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
punto de partida para estos admirables viajes periddicos.
Algunos individuos en vez de pasar a Africa, se establecen en
esta regidn meridional, y de aqui que no sea raro hallar en
invierno ejemplares de formas extranas 4 su fauna ornitolé-
gica habitual, como la Ciconia Abdimii Licht., especie de la
Nubia, la Querquedula marmorata, de Cerdefia y el Ligurinus
chloroticus Licht., de Persia y Siria.
»No es extrano que fauna tan interesante haya sido objeto
de sabias investigaciones por parte de los naturalistas nacio—
nales y extranjeros, El Sr. Machado es uno de los iniciadores
de este estudio (1), continuado por Rosenhauer (2), por los seno-
res Lopez Seoane (3) y Sainz Gutiérrez (4) en Granada y com-
pletado con los trabajos clasicos de Saunders (5) y de Irby (6).
La ornitologia de esta parte de Espana se conoce merced a estas
investigaciones bastante bien en sus lineamientos generales;
mas para agotar su interesante pormenor, para seguir en dis—
tintos periodos la vida de los individuos, determinar las épo-
cas y parajes en que crian, observar las emigraciones y reco-
ger, en fin, el material preciso para una ornitologia local, que
no se reduce a meros catalogos, falta la labor lenta pero cons-
tante de los especialistas del pais, desgraciadamente poco
numerosos, aunque entusiastas: permitasenos recordar aqui
los nombres de D. Francisco de los Rios, preparador y cazador
experto de Malaga; del doctor D. Alberto Ruiz, de Sevilla; de
D. José Soto, de Jeréz de la Frontera, y de D. Anatael Cabrera,
que durante su estancia en Sevilla, se dedico con su actividad
de naturalista expedicionario y su competencia como ornit6-
logo a estas interesantes y bellas investigaciones.
»La zona de los cotos del Rey y de Dofana es famosa desde
antiguo y desafia 4 los mejores de Europa por su brillante tra-
dicién cinegética, su clima benigno, su posicién pintoresca a
(1) Catalogo de las aves observadas en algunas de las provincias de Andalucia.
Sevilla, 1854.
(2) Die Thiere andalusiens. Erlangen, 1856.
(8) Catdlogo de las aves observadas en Andalucia. (« Revista de los progresos de las
Ciencias», Madrid, 1861.)
(4) Observaciones al Catalogo de aves de Andalucia publicado por D. Victor Lépez
Seoane. («Revista ibérica.»» Madrid, 1862.)
(5) On the Birds of Southern Spain; The Ibis. Londres, 1869.
(6) The ornithology of the Straits of Gibraltar. Londres, 1875.
DE HISTORIA NATURAL. 85
la orilla del mar y lo variado de su terreno, que consiste tan
pronto en inmensos arenales, como en selva virgen. La repu-
tacion de estos cotos remonta a una gran antigiiedad; don
Pedro Lépez de Ayala, cronista de D. Pedro I, el Crwe/, que
era muy dado a la caceria, en su libro titulado De la caza de
las aves, é de sus plumages, é dolencias, é melecinamientos, nota-
ble por mas de un concepto, ya habla de la abundancia de
aves en dicha regién. Los historiadores nos refieren el esplen-
dor inaudito que en ella alcanzaron las reuniones cinegéticas
celebradas en honor de los Austrias, que fueron tales, que
causaron la admiracién de toda Europa. Todavia algunos
potentados, y particularmente ingleses, tienen marcada pasidn
por cazar en los referidos cotos, y aunque estas partidas no
llegan a la opulencia de las antiguas, constituyen campanas
cinegéticas ricas, elegantes y confortables.
»Si las condiciones naturales son por todo extremo favora-
bles para el desarrollo de las aves en Andalucia, en cambio
las creadas por el hombre constituyen causas permanentes de
destruccion. De una parte tienden 4 esta obra la desecacién
de las lagunas, la disminucién creciente del arbolado y la
introduccién de nuevos cultivos; cooperan de otra los milla-
res de cazadores que pululan por todas partes sin respeto a
vedas ni 4 consideracién de ninguna especie, poseidos de la
idea de que realizan una buena misién con su obra de exter-
minio. Ni remotamente sospechan que la destruccién de las
aves trae consigo el aumento inevitable de seres nocivos para
la vida del hombre y destructores de todas las plantas utiles,
tanto espontaneas como cultivadas; y las mismas autoridades
y corporaciones, lejos de emplear los medios que se ponen en
practica con éxito en otras naciones, ven impasibles los des—
trozos que ano tras ano se advierten en el mundo alado.
Hemos tenido ocasién de citar las disposiciones sabias y acerta-
das, segun el Diario de Sevilla, dictadas por la Intendencia de
esta provincia en 1829 para la extincidn de los gorriones, y las
ideas sobre la utilidad de los pajaros no se han modificado
aqui mucho desde entonces. La ley de caza de 10 de Enero
de 1879, se ocupa de la proteccién de las aves insectivoras;
pero el reglamento no se ha dado todavia (al menos en 1896).
Hace falta que se dé y que se cumpla...
»Sabida es, ademas, la manera como cazan los pateros en
86 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
los grandes cotos de la provincia de Huelva, haciendo verda—
deras descargas de artilleria con sus colosales trabucos cons—
truidos ad hoc y el inmenso numero de piezas que destruyen.
»Otro poderoso elemento de destruccién de las mas bellas
especies de aves de Andalucia, son ciertos cazadores que co—
mercian con los naturalistas extranjeros y particularmente
con los ingleses, persiguiendo a los individuos adultos, a los
polluelos y, sobre todo, buscando los huevos, de los que hay
algunos muy estimados para las colecciones. A esta industria
se debe la préxima desaparicion de la Aguila imperialis Bechs,
una de las bellezas de esta regiédn zooldgica, del Porphyrio
hyacinthinus Temm., abundante antes en el Coto de Donana
y de otras varias especies. Algunas hay, como la Zadorna ru—
tila Pall., que por si mismas, y sin que sean conocidas las.
causas del hecho, tienden 4 desaparecer 6 han desaparecido
ya, no obstante de haber sido frecuentes en otro tiempo.
»El Museo de la Universidad de Sevilla posee ejemplares de
las especies citadas y de otras varias que se van haciendo
raras, sobre todo de falcénidas. También se han reunido en lo
posible los huevos y los nidos de las aves de la regién, reco—
giendo los nombres vulgares y cuantas indicaciones locales
ha sido dado averiguar. Hemos consignado sélo los nombres
que tienen interés local y que nos ha parecido se aplican con
precision en el pais, pues hay otros con que designan diversas
especies 6 que tienen una acepcidn colectiva.
»Compone nuestra coleccion ornitoldgica de Andalucia un
total de 500 ejemplares, representantes de 208 especies, que
no son ciertamente todas las de la regién, pero si una buena
parte de ellas. La escasez de sitio hace que se encuentren
demasiado amontonados los ejemplares y la penuria de recur-
sos no ha permitido uniformar por completo las peanas ni
llegar a la meta en otros detalles de instalacién, aunque estas
deficiencias no son tales, por fortuna, que impidan estudiar
la coleccién. En su ordenacién, asi como en la de la enume—
racién que va 4 continuaciédn, hemos seguido el plan adop-
tado en el excelente Catdlogo de las aves de Espana, de D. Ven-
tura Reyes y Prosper (1).
(1) ANAL. DE LA SOC. ESP. DE HIST. NAT.; tomo xv, 1883.
DE HISTORIA NATURAL. 87
»Acompanan a los ejemplares montados los de los nidos y
huevos que han podido reunirse, aunque en esta parte falta
mucho que hacer todavia, asi como seria muy conveniente
tener duplicados en piel sin montar para poderlos estudiar
completa y cémodamente; pero es de esperar que, conti-
nuando la labor emprendida, se llegue mas 6 menos pronto a
realizar todos estos propositos.
Accipitres.
Gypaétus barbatus Z.—Coto de Donana.
Neophron percnopterus Z.—Idem.
Vultur monachus Z.—#Buitre.—Cazalla de la Sierra y Coto de
Donana.
Gyps fulvus Briss.— Coto de Donana.
Aquila imperialis Bechst.—Idem.
— fasciata Vieil/ (A. Bonelli Zemm.)—Idem.
— pennata Gme/.—idem.
— nevia Briss.—Idem.
Circaétus gallicus V7e7/7.—Sevilla.
Buteo vulgaris Z.—Idem.
Milvus regalis Briss.—Coto del Rey.
— niger Briss.— Milano negro.— Sevilla.— Es tan abun-
dante que destruye la caza. El Conde de Paris paga
a 10 rs. cada cabeza de este milano que le presentan
en sus cotos de la provincia de Huelva.
Falco subbuteo Z.—Sevilla y Coto del Rey.
— vespertinus Z.—Sevilla.
— tinnunculus Z.—Cernicalo.—Idem.
— cenchris Nawm.—Cernicalo.—Idem.
Accipiter nisus Z.—Primilla.—\dem.
Astur palumbarius Z.—A zor, aguilucho.—Coto de Donana.
Circus eruginosus Z.—dA guila marismena.—ldem.
— cineraceus Montagu.—Provincia de Sevilla.
Bubo maximus Flemm.—Buho grande (1).—Sevilla.
(1) En los nombres vulgares de las estrigidas hay mucha confusiO6n en Andalucia;
pues aunque usan los castizos, los aplican 4 diferentes especies que en Castilla, y
esta misma aplicaciOn varia notablemente segtin las provincias.
88 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
Scops Aldrovandi W7lug.—Corneja.—Idem.
Otus brachyotos Gmel.—Lechuza.—Idem.
— vulgaris Plemm.—Buho mediano.—Idem.
Surnia passerina Z.—Mochuelo.—Idem.
Noctua minor B7iss.—Mochuelo?—Idem.
Strix flammea Z.—Zechuza.—Idem.
Scansores.
Picus major Z.—Cazalla.
Gecinus viridis Z.—Pito real.—Coto de Donana.
— — var. Sharpii Saund.—Cazalla.
— canus Gmel.—Arahal.
Yunx torquilla Z.—Hormiguero.— Sevilla.
Cuculus canorus Z.—Cuco.—Idem.
Oxylophus glandarius Z.— Cuco real.—Sevilla y Coto del Rey.
Passeres.
Caprimulgus europeus Z.—Zamaya.—Sevilla.
— ruficollis Zemm.—Zamaya,—Idem.
Cypselus murarius Zemm.—A vidn.—Idem.
— melba Z.— Idem.
El C. melba L. es la especie dominante hasta llegar al Cho-
rro, en la provincia de Malaga, y desde alli se extingue casi
ésta para ser reemplazada por el C. pallidus Shel.
Chelidon urbica Z.—G@olondrina.—Sevilla.
Hirundo rustica Z.—Idem.
Cotyle riparia Z.—Golondrina de ribera.—idem.
Coracias garrula Z.—Carlanco.—Gerena, Alcala de Guadaira.
Merops apiaster Z.— A bejarruco.—Sevilla.
Alcedo ispida Z.—Martin pescador.—Orillas del Guadalquivir.
Sitta cesia Mey. et Volf.—Provincia de Sevilla.
Certhia familiaris Z.— Sevilla.
— brachydactyla Brehm.—Coria del Rio.
Upupa epops Z.—A dudilla.—Sevilla (frecuentisima durante
todo el verano).
DE HISTORIA NATURAL. 89
Saxicola enanthe Z.—Sevilla y Jerez de la Frontera.
— aurita Zemm.—Sevilla y Coria.
— stapazina Gmel.—Idem.
Pratincola rubicola Z.—Cagaarrope.—Idem.
Accentor alpinus Gme/.—Idem.
Sylvia hortensis Gme/.—Idem.
— atricapilla Z.—Idem.
Curruca garrula Briss.—Idem.
— melanocephala Gmel.—Hsculamatas.—ldem.
Melizophilus provincialis Gmel.—Cagachin.—lIdem.
Phyllopneuste rufa Briss.—Idem.
— trochilus Z.—Idem.
ad sibilatrix Bechst.— Pajarita rubia. — Constan-
tina (Sevilla).
Regulus ignicapillus BreAm.—Sevilla.
Cisticola scheenicola Bp.—Gileisito.—Coria.
Calamodyta schcenobeenus Scop.—Idem.
Calamoherpe arundinacea Gme/.—Sevilla.
Aidon galactodes Zemm.—Coria.
Ruticilla tithys Scop.—Colirojo.—Sevilla.
— phenicura Z.—Colirojo.—Idem.
Rubecula familiaris Blyth.—Gargantirojo.—Sevilla y Coria.
Cyanecula suecica Z.—Idem.
Lusciola luscinia Z.—Ruiseior.—Seviila, Gerena y Constantina.
Motacilla alba Z.—Pepita.—Sevilla.
Budytes flava Z.—Pepita.—Idem.
Agrodroma campestris Briss.—Sevilla y Coria.
Anthus arboreus &riss.—Pajarilla.—Coria.
— pratensis Z.—Sevilla y Constantina.
Parus major Z.—/Herreril/o.—Sevilla y Coria.
— ater Z.—Granada.
Ampelis garrulus Z.—(Véase Machado.)
Turdus merula Z.—Mir/o.—Sevilla.
— iliacus Z.—A /cogela (en Sierra Morena).—Idem.
— torquatus Z.—Idem.
— viscivorus Z.—Guila de zorzales.—Hueévar.
— musicus Z.—T7ordo.—Sevilla.
— pilaris Z.—Zorzal.—Idem.
Petrocincla cyanea Z.— Idem.
— saxatilis Z.—Mirlo de rocas.—Constantina.
90 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
Oriolus galbula Z.—Ovropéndola.—Sevilla y Guadalcanal,
Lanius meridionalis Zemm.—A /lcaudon.—Sevilla.
— excubitor 7.—Alcaudon real.—ldem.
— minor Gmel.—A /caudon.—ldem.
— rufus Briss. — Alcauddn.—Penafior, Sevilla y Cons-
tantina.
Telephonus tschagra Zev.
Esta especie del N. de Africa dicen suele presentarse acci-
dentalmente en Andalucia; pero el ejemplar de la Universidad
procede de Tetuan.
Muscicapa atricapilla Z.—Coria.
Butalis grisola Z.—Idem.
Corvus corax L.—Cuervo, cuervo negro.—Sevilla y Constantina.
— corone Z.—Graja.—Pedroso.
— monedula Z.—Sierra Morena.
Pica caudata Z.—Uvraca, marica.—Sevilla.
— cyanea Pall.— kabudo, mohino.—Sevilla, Penaflor y Gua-
dalcanal.
Garrulus glandarius Z.—Avrrendajo, cabezon.—Gerena.
Sturnus vulgaris L.—Estornino.—Sevilla.
— unicolor Za Marm.—Idem.
Passer montana Z.—Guadalcanal.
— domestica Z.—Gorridn.—sSevilla.
— hispaniolensis Zemm.—Gorrion morisco.—Idem.
Petronia rupestris Bp.—Gorridn de bosque.—Sevilla y Moron.
Fringilla celebs Z.—Pinzon.—Sevilla y Penafior.
—- montifringilla Z.—d7//ero.— Sevilla.
Montifringilla nivalis Briss.—Idem.
Carduelis elegans Steph.—Jilguero.—ldem.
Ligurinus chloris Z.—Verdon.— Idem.
chloroticus Zicht.—Idem.4
Chrysomitris spinus Z.— Zugano.—Idem.
Citrinella alpina Bp.—Cadiz.
Serinus meridionalis Bp.—Chamari.—Sevilla.
Cannabina linota Gmel.—/Jamds.—Idem.
Linaria borealis Vieil/.—Pardillo.—Idem.
Coccothraustes vulgaris Viei//.—Pico grande.—ldem.
Loxia curvirostra Z.—Piquituerto.— Idem.
DE HISTORIA NATURAL. 91
Emberiza cia Z.—Hortelano (segun Machado).—Coria del Rio.
Miliaria europea Sws.—Triguero.—Sevilla.
Alauda arvensis Z.—TZerrera de wia larga.—Sevilla y Penaflor.
— arborea Z.—Alondra.—idem.
— brachydactyla Zezs/.— Idem.
— calandra Z.~TZerrera.—Idem.
Calandrella betica Zil7._—Cujadilla.—Idem.
Galerida cristata Z.—Terrera, cogujada.—ldem.
Columbe.
Columba palumbus Z.— Paloma torcaz.— Sevilla.
— cenas Z.—Zurita.—Idem.
Turtur auritus Ray.—TZortola.—ldem.
Gallince.
Pterocles alchata Z.—Ganga.—Sevilla.
— arenarius Pall.—Corteza, ortega.— Coto del Rey.
Tetrao andalusicus Gme/.—Sevilla.
Perdix rubra Briss.—Perdiz roja.—lidem.
— petrosa Gmel.—Gibraltar?
Coturnix communis Bonnat.—Codorniz.—Sevilla.
Turnix sylvaticus Des/.—Torito.—Idem.
Grallatores.
Otis tarda Z.—Avutarda, barbon (el g&).-—Sevilla.
— tetrax Z.—Sison real.—Idem.
Glareola pratincola Z.—Alcala del Rio.
(Hdicnemus crepitans Zemm.— A/lcaravdan.— Provincia de Se-
villa. Sus huevos.
Charadrius pluvialis Z.—Chorlito.—Coto del Rey y Sevilla.
— minor Mey.—Frailecillo.—Marismas.
_— cantianus Lath.—Charran.—Orillas del Guadal-
quivir.
Pluvialis varius Briss.—Chorlito marismeio.—Marismas.
Vanellus cristatus Mey.—Ave fria, dominguillo.—Orillas del
Guadalquivir.
92 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
Strepsilas interpres Z.—Revuelve piedras.—Coto de Donana.
Numenius arquata Z.—Zarapito real.—Idem.
Limosa rufa Briss.—Idem.
Scolopax rusticola Z.—G@allineta.—Sevilla.
Gallinago scolopacinus Bp.— Agachadiza. — Orillas del Gua-
dalquivir.
— gallinula Z.—A gachadiza.—Idem.
Tringa subarquata Gii/d.—Sevilla.
Machetes pugnax Z.—Pajarilla de agua.—Marismas.
Totanus calidris Z.—Coto del Rey.
— ochropus Z.—Anda rio.—Orillas del Guadalquivir.
Actitis hypoleucos Z.—Caballero del vientre blanco, lavandero.
—Idem.
Recurvirostra avocetta 7.—Idem.
Himantopus candidus Bonnat.—Caballero del manto negro.—
Marismas.
Rallus aquaticus Z.—Rascon.—Orillas del Guadalquivir.
— crex LZ.—Guidn de las codornices.—Idem.
Porzana maruetta Zeach.—Polluela.—Coria.
— Baillonii Viei/?.—Polluela.—Idem.
Gallinula chloropus Z.—Pol/wela.— Coria y Alcala del Rio.
Procedentes de las orillas del Guadaira y de Coria, se han
cazado ejemplares sin placa frontal.
Porphyrio cesius Barr.— Gallo azul.—Coto de Donana.
Fulica atra Z.—G@allina de agua.—Cordoba.
— cristata Gmel.— Gallina de agua.—Orillas del Guadal-
quivir.
Grus cinerea Bechst.—Grulla cenicienta.— Cadiz.
Anthropoides virgo L.—G@rulla moruna.—Coto de Donana.
Ardea cinerea Z.— Garza real.—Orillas del Guadalquivir.
— purpurea Z.—Garza imperial.—idem.
Kgretta garzetta Z.—Garceta menor.— Coto de Donana.
Bubulcus ibis Hassel.—Hspurga bueyes.— Guadaira.
Buphus ralloides Scop.— Garza cangrejera.—Orillas del Gua-
dalquivir.
Ardeola minuta Z.—Martinito, mira para el cielo.—Lebrija y
Sevilla.
Nycticorax europreus Heph.—Garza de noche.—Orillas del Gua-
dalquivir.
Botaurus stellaris Z.—A ve fovo.—Idem.
DE HISTORIA NATURAL. 93
Ciconia alba Willug.—Cigitiena.—Sevilla.
— nigra Z.—Cigiieia negra.— Coto de Dofana.
Platalea leucorodia Z.—/spdtula, paleto.—Orillas del Guadal-—
quivir.
Falcinellus igneus Gme/l.—Morito.— Marismas.
Anseres.
Phalacrocorax carbo Z.—Pato cuervo.— Marismas.
Larus fuscus Z.—A /catraz.—Idem.
— leucopterus /ab.—Coto de Donana.
— ridibundus Z.—Orillas del Guadalquivir.
— melanocephalus Vazer.—Coto de Donana.
Sterna anglica Wont.—Golondrina de mar.—Sanlicar.
— minuta Z.—Golondrina charrana.—Marismas.
Hydrochelidon nigra Z.—Golondrina morisca.—ldem.
— hybrida Pall.— Golondrina de mar.—l\dem.
Pheenicopterus roseus Pall.—Flamenco, cagarzo.—Coto de Do-
nana y laguna de Fuente Piedra.
Anser cinereus Mey.—Ganso.—Coto de Donana.
— sylvestris Briss.—Silvon, ganso silvestve.—Idem.
— brachyrhynchus #ai//.—Idem.
Tadorna casarca 1.—Pato tarro.—Idem.
Spatula clypeata Z.—Pato sardinero, cuchareta.—Coto de Dona-
na y orillas del Guadalquivir.
Anas boschas Z.—Pato real.—Orillas de] Guadalquivir.
Mareca Penelope Z.—Si/vdn.—Coto de Donana.
Dafila acuta 4.—Pato de cola larga.—Orillas del Guadalquivir.
Querquedula circia 1.—Zarceta real.—Idem.
— crecca L.—Zarceta menor.—\dem.
— angustirostris Menet.—Pardilla.—Idem.
Nyroca leucophtalmos Bechst.— Negrete, pato gitano.—Coto de
Donana.
Podiceps cristatus Z.—Zarabujon.—Idem.
— fluviatilis Briss.—Idem.
— nigricollis Suad.—Zarabujon real.—Orillas del Gua-
dalquivir.
Colymbus glacialis L.—Zarabujon.—Coria.
Fratercula arctica Z.—/railecillo,—Cadiz.
D4 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
El Sr. Paul record6, a propdsito de este trabajo, el proyecto
de ley que en 1876 presentd la Sociedad protectora de anima-
les y plantas, proyecto que no llegé a realizarse, y describid
varios procedimientos empleados por los cazadores en algu-
nos pueblos de Andalucia, procedimientos casi exclusivamente
destructores muchas veces.
—KE] Sr. Chaves leyo la nota siguiente:
Sobre las inclusiones de materias orgdnicas en los cristales de
cuarzo coloreados de las rocas eocénicas de Andalucia y sobre
la cubierta 6 envuelta de jacinto de Compostela que ofrece un
ejemplar de cuarzo de localidad dudosa.
«La lectura de una nota presentada en el pasado ano por el
profesor L. Bombicci 4 la Real Academia de Ciencias del Ins-
tituto de Bolonia, y titulada Sulle velature carboniose bitumi-
noidi e sulle incrostazioni ferro-manganesifere e finamente
sabbiose vricuoprenti il quarzo cristallizeatto del macigno di
Porretta, me ha sugerido consideraciones acerca de una cues-
tidn relacionada con hechos de bastante interés bio-mineralé-
gico local, cuestién que tuve ocasidn de tocar, aunque super-
ficialmente en otro trabajo presentado 4 esta Sociedad (1). En
él relacionaba el resultado de las inclusiones de los cristales
de cuarzo que yacen con los yesos de las margas eocenas de
la Andalucia baja, con el origen y evoluciones de dichos cris—
tales de cuarzo, los cuales ofrecen un vasto campo de investi-
ewacion y de estudio desde el punto de vista quimico-genético
y en sus relacioaes con problemas atin no resueltos de orden
dinamico.
»A dichos puntos de vista afectan, sin duda, las considera-
ciones que hace el profesor Bombicci acerca de las variadisi-
mas fases del metamorfismo de los materiales de Porretta, en
la nota antes citada, al par que estudia el caracter geoldgico
de aquellos terrenos en donde se halla la piedra de construc-
cién (macigno), rica en cristalizaciones de variadas especies
minerales. Entre estas se encuentran cristales de cuarzo
(1) Sobre las inclusiones de los cristales de cuarzo dispersos en las rocas epigénicas de
Andalucia. (ANALES DE LA SOC. ESP. DE HIST. NAT., tomo XXIV.)
DE HISTORIA NATURAL. 95
J
cubiertos por patinas 6 incrustaciones, ya carbonosas, ya
ferruginosas, ya manganesiferas.
»Todas las cristalizaciones del terreno del macigno de
Porretta, indican, seguin el autor, un origen evidentemente
acueo, y se han formado a la temperatura ordinaria 6 poco
elevada, desenvolviéndose en una fase relativamente reciente,
posterior al levantamiento de aquellos terrenos. En opinidn
del Sr. Bombicci, estas cristalizaciones necesitaron para cons-
tituir una agrupacién molecular estable, y para consolidarse,
un espacio de tiempo inmensamente largo: el de toda la época
cuaternaria. Recordando después la extremada lentitud de las
formaciones madreporicas, tales como las que constituyen la
Peninsula de la Florida, cuyo proceso exigiria, segiin Sterry
Hunt, 54.000 anos, no vacila en asignar también a los fendé-
menos cristalogénicos de las rocas terciarias, como las de
Porretta, una duracién infinitamente mas larga; por !o cual
no puede ser ni aun remotamente comparable al brevisimo
espacio concedido a las experiencias del labératorio.
»E] Sr. Calderon (1) ha precisado ya bien la edad y caracter
de los terrenos en donde yacen las rocas que aprisionan los
cristales de cuarzo 4 que he hecho referencia. El mismo senor
Calderén (2) ha emitido la hipdtesis razonable de que el volca-
nismo barroso de esta parte de Andalucia, no es mas que un
resto moribundo de las actividades quimicas que transforma-
ron las capas eocénicas que hoy aparecen metamorfizadas en
toda la regién que él llama epigénica. A mas de estas consi-
deraciones, que revelan una estrecha dependencia entre ma-
nifestaciones locales y fendmenos geoldgicos de cierta genera-
lidad, conviene recordar que las mismas formaciones barrosas
de épocas pasadas alcanzan gran espesor en los parajes 4 que
aludimos, y que su actividad fué grande y enérgica, como
vigorosas fueron las manifestaciones quimicas que acompa-
Naron a la génesis de las diferentes especies minerales que
aquella zona ofrece.
»Las formaciones de minerales epigénicos de los barros ma-
calubicos de Morén hubieron de efectuarse, como consecuen—
(Ll) Los volcanes fungosos de Moron. (AN. DE LA SOC. ESP. DE HIST. NAT., t. XX.)
(2) La région épigénique de V Andalousie. (Bull. Soc. géol. de Fr., 3° série, t. xvi.)
96 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
cia del volcanismo barroso, durante todo el periodo de mayor
actividad de éste, como efectos de un proceso distinto y conti-
nuado. Este punto de vista es el que trato de hacer resaltar en
la presente nota, y solo a este titulo relaciono los cristales de
cuarzo coloreados de Morén con los recubiertos por barnices 6
patinas bituminosas, ferruginosas 6 manganesiferas de los
yacimientos de Porretta.
»Hs de notar que entre las formaciones minerales de Porretta,
que, como se desprende del trabajo del profesor Bombicci, se
relacionan directamente con las manifestaciones de las sa/zas,
macalubas 6 volcancitos de barro de caracter geyseriano, y las
formaciones minerales de los volcanes de Moron, existe una
gran analogia de productos y de circunstancias genéticas
que no deben pasar desapercibidas, no obstante tratarse de
fendmenos de orden geoldgico diferente.
»Para no repetir lo que en mi citada nota dije acerca
de la naturaleza y propiedades de las materias pigmentarias
de los cuarzos incluidos en los yesos eocenos de Andalucia,
recordaré solamente que alli indiqué el origen organico de
dichas materias y su distribucién en forma de tunica interna
no bien limitada y como difundida.
»Con posterioridad a aquellas observaciones he tenido oca-
sidn de examinar un ejemplar curiosisimo, cuya procedencia
supone el Sr. Calderén sea la Sierra de Guadarrama. Esta
constituido por un grupito de cristales implantados de cuarzo
lechoso, recubiertos totalmente por una tunica de otro hema-
toideo, unas veces en forma de cara lisa y brillante, y otras en
la de diminutos cristales bien reflejantes. La zona de limitacién
de ambas formaciones esta claramente definida, 4 pesar de la
fuerte adherencia entre ellas, que no permite sino considerar
estas como un solo edificio molecular operado por un proceso
no interrumpido. La masa de los cristales esta dispuesta, a
veces, en zonas irregulares alternativamente hialinas y lecho-
sas 6 blancas.
»La distribucién en capas 6 envueltas no bien limitadas y
como difundidas en la masa del cristal, de los pigmentos de
los cuarzos de Moron, Puerto-Real y otros muchos sitios, pare-
cen acusar un cambio quimico en las condiciones del medio
cristalogénico, el cual aportaba silice como precedentemente;
pero, al propio tiempo, y como consecuencia de reacciones en
DE HISTORIA NATURAL. 97
que intervinieron las materias organicas, cedia substancias
carbonosas, principios analogos a los designados con el nom-—
bre de productos ulmicos. Terminada esta fase de perturbacién,
este cambio accesorio en las condiciones del medio, se recons-
tituyé la primitiva fase, y por esto los cristales ofrecen esa
especie de tunica pigmentaria interna cubierta a su vez por
cuarzo hialino. Pero estas alteraciones del medio cristalog@é—
nico se verificaron sin duda de una manera paulatina, insen—
siblemente, y fueron de tal indole, que no afectaron en modo
alguno a la continuidad del edificio molecular, quedando
constituido el cristal en un periodo de tiempo secular, pero
unico y continuado.
»Respecto a los cristalitos de cuarzo cubiertos por una capa
hematoidea de que antes hice mérito, parecen haber sido ori-
ginados por un proceso cristalogénico no interrumpido, pero
en el que, a diferencia de lo que acontecidé en los de Morén, el
cambio quimico accesorio en las condiciones del medio, tuvo
lugar de una manera brusca.
»Los cristales de Porretta corresponden, sin duda, a dos
procesos aislados. Las dos formaciones que los constituyen son
perfectamente independientes, y entre ambas medio un pe-
riodo de tiempo indeterminado que puede suponerse de corta
6 de muy larga duracidn; tiempo quiza medido tnicamente
por las evoluciones geoldgicas locales, pero ajeno en un todo
a la marcha de los fendmenos de orden molecular que concu-
rren en la génesis de los cristales.
»Como conclusién de estos hechos y observaciones es forzo-
so suponer que la discontinuidad substancial de los cristales
esta invariablemente ligada alos cambios quimicos del medio
cristalogénico, sean estos intermitentes 6 continuos. Si en
un medio semejante sujeto 4 cambios quimicos predominase
una accidn cristalogénica determinada, y esta acciédn conti-
nuase indefinidamente, las acciones perturbadoras causantes
de la discontinuidad quimica de la masa, obedecerian proba-
blemente a cierto ritmo, sin el cual la actividad diologica de
los minerales decreceria rapidamente y cesaria, por ultimo,
bajo la influencia de las leyes de la estatica quimica. Quiza la
periodicidad, ley desatendida hasta ahora en el campo de los
fendmenos minero-genésicos, explicara muchos problemas no
resueltos y arrojara luz sobre diversos fendmenos relacionados
ACTAS DE LA SOC. ESP.—XXV. 7
98 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
de una manera directa con las diferentes fases que los mine-
rales atraviesan en el ciclo de su evolucién.»
—E] Sr. Cafial dond, para las colecciones de la Seccion, esta-
lactitas procedentes de la cueva de Careses en Pola de Siero
(Oviedo), y otras de una cueva de Cazalla.
—E]l Sr. Chaves presentéd ejemplares de flores de cana de
azucar, de Maro (Malaga), que donaba igualmente para dichas
colecciones.
Sin otros asuntos de que tratar se levanté la sesién.
Sesion del 2 de Septiembre de 1896.
PRESIDENCIA DE DON ENRIQUE PEREZ ZUNIGA.
—Abierta la sesidn el Sr. Secretario did lectura del acta de
la anterior que fué aprobada.
—()ued6 admitido como socio numerario
D. Federico de Muguruza y Recio, de Manila, licenciado
en medicina que se dedica a estudios de botanica,
propuesto por D. Ignacio Bolivar, en nombre de don
Domingo Sanchez.
—Kl Sr. Presidente did cuenta 4 la Sociedad del falleci-
miento de D. Antonio Machado, catedratico de Malacologia y
Actinologia en la Facultad de Ciencias naturales de la Univer-
sidad central y Museo de Historia natural y uno de los natu-
ralistas mas antiguos é¢ ilustrados de nuestra patria que siem-
pre se habia dedicado con el mayor entusiasmo al cultivo de
las ciencias naturales.
D. Antonio Machado era doctor en Ciencias y en Medicina
y habia hecho gran parte de sus estudios en Paris, luego pasé
a América, completando alli sus conocimientos sobre las cien-
cias naturales; regresé después 4 Europa y fué catedratico de
la Universidad de Sevilla y mas tarde rector de la misma y
gobernador de dicha provincia.
Sus estudios, sus viajes y las excursiones hechas por Anda-
lucia en compania de du Verneuil y otros distinguidisimos
gedlogos, le dieron no escasos conocimientos en esta rama de
DE HISTORIA NATURAL. 99
la Historia natural y en la Zoologia, que cultivaba con gran
amor.
Public6é varios trabajos de Geologia, sobre todo acerca de
las provincias andaluzas, v los catalogos de mamiferos y peces
de aquella region, contribuyendo con sus escritos 4 propagar
los conocimientos de las ciencias naturales y las ideas moder-
nas, de que era acérrimo y entusiasta defensor.
Ya entrado en anos paso por concurso a la catedra que ulti-
mamente desempenaba en la Universidad Central, y en la que
con un entusiasmo verdaderamente juvenil propagaba siem-
pre sus conocimientos y su amor a las ideas modernas que
dominan en el campo de la Zoologia.
D. Antonio Machado fué siempre un naturalista entusiasta
que contribuyo no poco a introducir en nuestra patria las afi-
ciones a las ciencias naturales, en especial a la Geologia y
Prehistoria; pertenecia a una generacién que por desgracia
va desapareciendo, maestra de la presente, y cuyas pérdidas
no se reparan con facilidad.
Cumple, pues, a nuestra Sociedad, ala que tanto tiempo
hacia que pertenecia y de la que fué su dignisimo presidente,
rendir aqui un justo tributo de respeto y carino a la memoria
de tan meritisimo naturalista.
—Kl Sr. Secretario did lectura de la siguiente é interesante
nota que remite el Sr. D. José Duart, y que, previo informe de
la Comision de publicacion, se acord6 se insertase en las actas.
Verdadera estructura de la flor del «Arachis hypogea»
6 cacahuet.
«La flor del cacahuet ha sido descrita por varios autores
que se contradicen unos a otros, y todos los que yo he podido
consultar distan muchisimo de la verdad.
»MM. A. Payen y A. Richard, en su Precis d Agriculture
(Paris, 1851, pag. 526), dicen: «Esta planta singular lleva dos
especies de flores: unas superiores, amarillas, colocadas en la
axila de las hojas, son estériles; otras inferidres, @eneral-
mente desprovistas de corola, sostenidas por un largo pe-
dunculo, son las inicas que dan frutos; pero por un fendmeno
fisioldgico singular, asi que los ovarios de estas flores han
sido fecundados, su pedunculo se encorva, se dirige hacia
100 ACTAS DE LA SUCIEDAD ESPANOLA
tierra, hunde en ella el ovario fecundado, y en esta posicién
es como maduran los frutos y los grands».
»E] Sr. D. Joaquin Carrascosa, en una monografia titulada
«Del cacahuete, su cultivo y aprovechamiento» publicada en
el tomo primero de 1863 a 1864 de la revista Za Agricultura
Valenciana, dice que sus flores son amarillas, hermafroditas y
fértiles, axilares, cada una sobre su pedtnculo, y nacen dos
en cada axila; y mas adelante: «después de la fecundacidén el
pedunculo de la flor se alarga poco a poco y termina por en-
corvarse hacia abajo, introduciéndose en el suelo para dilatar
la legumbre a corta profundidad».
»Cuando lei este autor valenciano no pude admitir eso de
que el pedtnculo de la flor se introduzca en la tierra después
de la fecundacién, porque mi experiencia de diez anos culti-
vandolo me habia ensenado que la flor parece marchitarse y
caer con su pedtinculo después de la fecundacion, apareciendo
al mismo tiempo unas como raices gruesas, llamadas agujas
por los valencianos, las cuales se introducen bajo tierra, y
cuya punta, engrosando poco a poco, queda convertida en
fruto.
»Estando el afio pasado en mi campo de cacahuet, acordéme
de esto, y habiendo examinado con alguna detencidn de
dénde nacian las agujas, vi que salian de la base misma de
lo que parecia el pedtinculo marchito de la flor, del interior
de éste, desgarrando para ello sus tejidos. Este descubri-
miento es de importancia y ha sido verdaderamente el punto
de partida que me ha conducido a la verdad; sin embargo,
entonces le atribui bien poca, pues me constaba con cuanta
ligereza suele escribirse en los periddicos y pensaba que los
verdaderos botinicos no dejarian de conocer bien dicha flor.
Pero algun tiempo después, cuando ya no habia flores que
estudiar, llegd 4 mis manos la obra de las dos eminencias
antes citadas, MM. Payen y Richard, y vi con asombro que
sustentaban semejante error, aumentado con otros. Desde
entonces he estado esperando que aparecieran las primeras
flores para estudiarlas y darlas 4 conocer, pues, si bien los
autores citados son algo antiguos y pudiera habérseme ade-
lantado aleuien, nada se habria perdido; mas una considera-
cién me hace esperar que no ha de resultar innecesario mi
trabajo y es que, en varios tratados de botanica mas moder-
DE HISTORIA NATURAL. 101
nos que los libros anteriormente citados, no he podido encon-
trar que digan nada de caliz pedunculiforme 6 cosa parecida,
ni de podogino desarrollado después de la fecundacién, sin-
gularidades de esta flor que se podran ver en la descripcién
que de ella voy a hacer y en las dos flores que, para su com-
probacidn acompanan a esta memoria.
»Considerando las contradicciones tan enormes en que han
incurrido los autores que se han ocupado de dicha flor, crei
que seria muy dificil su estudio, que no podria distinguir los
estambres y el pistilo sin hacer antes preparaciones micros—
copicas; pero a la primera flor que abri 4lo largo desde la
base de lo que parecia su pedunculo hasta el extremo del
tubo de los estambres, vi a simple vista que la flor es sentada
y no pedunculada como parece mirada superficialmente; que
lo que se ha tomado por pedunculo no es otra cosa que el
tubo del caliz, el cual es tan delgado y prolongado como no
hay ejemplo, por lo cual he creido poder dar a esta forma el
nombre de cié/liz pedunculiforme. Del cuello del caliz, que a
primera vista parece el receptaculo, parte en primer lugar
su limbo, que al primer golpe de vista parece él sdélo el caliz,
compuesto de dos ldbulos, uno entero y otro cuadridentado;
sigue una corola amariposada de color amarillo y, finalmente,
los diez estambres reunidos en un tubo hasta la mitad de su
longitud, continuando unidos algo mas alla los tres del seno
de la curvatura, dos de los cuales carecen de antera y el del
medio con el filamento mas corto que apenas sobresale del
punto de separacidn.
»En la base de esta flor sentada, es decir, en la misma
axila de donde nace la flor, rodeado, por la base de lo que
parece pedunculo y es tubo del caliz, vése un ovario libre
también sentado en forma de una bellota pequenisima, aun-
que algo irregular en la punta por tener el estilo hacia un
lado; el estilo es muy largo, se prolonga por el interior del
tubo formado por el caliz y los estambres y, doblandose con
estos a modo de hoz, termina 4 la altura de las anteras. Si se
aplasta el ovario después de fecundado entre dos vidrios,
vense dos puntitos verdes en el sitio que mas tarde han de
ocupar los granos de cacahuet. Después de la fecundacién la
flor se marchita, y en el ovario, que hasta entonces era senta-
do, se desarrolla poco 4 poco un podogino muy largo del mismo
102 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
erosor, teniendo el conjunto la apariencia de una raiz @ruesa
y carnosa, llamada aguja por los labradores, que se va intro—
duciendo en tierra, bajo la cual se desarrolla el fruto cuando
el podogino ha alcanzado toda 6 casi toda su longitud. En
este estado no queda de la flor mas que el fruto y dos bracteas
que la rodeaban en forma de caliz, una de las cuales es entera
y la otra bifida, y no cabe duda que esto es lo que los dos
autores citados han tomado por una flor fértil y sin corola.
»Termino llamando la atencién de los botanicos sobre las
dos formas nuevas con que el estudio de esta flor singular
viene a enriquecer la organografia vegetal :
»].* Un caliz pedunculiforme.
»2." Un podogino que no aparece hasta después de la fecun-
dacion, ofreciéndonos el fenomeno singular de un /ruto con
podogino, procedente de un ovario sentado.»
SECCION DE SEVILLA.
Sesién del 314 de Agosto de 1896.
PRESIDENCIA DE DON JULIO FERRAND.
—Se leyé y aprobé el acta de la sesion anterior.
—lKl Sr. Medina did lectura a la siguiente nota:
«Datos para el conocimiento de la fauna himenopterologice
de Espana.
(Adiciones y rectificaciones.)
Tentredinidos.
Hylotoma melanochroa Gmel.—Aranjuez (Barras!).
— Rosé Deg.—Idem.
Athalia Rose L..—Sevilla!
Evanidos.
Evania appendigaster 1.—Sevilla!
DE HISTORIA NATURAL. 103
Icneumodnidos.
Ichneumon nudicoxa Thom. (1).
Braconidos.
Bracon wrinatoy Fab.—Pozuelo de Calatrava (La Fuente! ).
Crisididos.
Ellampus punctulatus Dahlb.—Sevilla!
Chrysis Taczanowskyi Rad.—Fuente-Piedra (Calderon!).
— estiva Dahlb.—Villaharta (Cordoba) (Paul!).
— ignita L. var. wncifere afinis Ab.
— wncifera Ab. (2).
Mutilidos (3).
Mutilla montana Panz.—7. Cazalla (Rio! ).
— — var.? Pozuelo de Calatrava (La Fuente!).
— greca Lep. var. nigra Saund.—c’. Sevilla!
— barbara lL. var. decoratifrons Costa.—Q. Sevilla!; Villa-
harta (Sanchez-Navarro! ); Sierra de Espada (Pau!).
— (Myrmilla) capitata Lucas—y. Sevilla!
— — calva Vill. var. distincta Lep.—Q. Calanas
y Moron (Calderon!)
— Dasylabris regalis Fab.—Q. Jerez y Cadiz (Sanchez-
Navarro!)
— _ maura L. var.—-Q. Cadiz (Sanchez-Navarro!).
— (Stenomutilla) argentata Vill. var. bifasciata K\.—®.
Villaharta (Sanchez-Navarro!).
(1) En mi nota del tomo xxi de los ANaLES, pag. 149, Actas, dice medicora, en vez
de nudicoxa.
(2) En mi nota publicada en el tomo xxu1 de los ANALES, pag. 116, Actas, dice por
errata Chi. ignita var. crucifera y Chr. crucifera, debiendo decir wucifera en ambos
casos.
(3) Consultados con M. Ernest André.
104 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
Esfégidos.
Ammophila hirsuta Scop.—Peguerinos (Guadarrama) (Barras! .
Pelopeus spirifexr L.—Jerez y Cadiz (Sanchez-Navarro)).
— pensilis l.—Alcala de Guadaira!
Sphex pubescens Fab.—Cadiz (Sanchez—Navarro!).
Trypoxylon albipes Smith. (1).
Cerceris quadricincta Panzer. — Pozuelo de Calatrava (La
Fuente! ).
Philanthus apivorus Latr.—Sevilla!
Nysson maculatus Van der Lind.—Alcala de Guadaira!
Véspidos.
Vespa Germanica F.—Cadiz (Sanchez-Navarro! ).
Euménidos.
Odynerus Buyssoni Medina.
— Pauli Medina.
Consultadas estas especies con M. Robert de Buysson, cree
este distinguido himenopterdlogo que no son mas que varia-
ciones de coloracién del Odynerus regulus Sauss.
Odynerus regulus Sauss.—Cazalla (Rio!).
Pterocheilus hispanicus Medina.
Cree M. R. du Buysson que los individuos con que se ha for-
mado esta especie pertenecen al P/. grandis Lep. con algunas
variaciones de coloracién, insuficientes para crear una espe-
cie nueva.
Masaridos.
Ceramius Fonscolombe:i Latr. — Pozuelo de Calatrava (La
Fuente!).
(1) En mi nota del tomo xx de los ANALES, pig. 260, Actas, dice: «Esta especie
no ha sido descrita todavia», debiendo decir que no ha sido citada de Espana todavia.
DE HISTORIA NATURAL. 105
Apidos.
Anthophora nidulans Lep.—° ~. Sevilla!; Coria del Rio!; Can-
tillana y Morén (Calderén!); Constantina!; Hue-
var (Paul!); Cazalla (Rio!); Puerto-Real (Paul!);
Pozuelo de Calatrava (La Fuente!); Laguna (Ca-
narias) (Cabrera!).
— estivalis Panz.—°2 oo. Sevilla!; Dos-Hermanas!: Al-
cala de Guadaira!; Constantina!; Cazalla (Rio! ):
Pozuelo de Calatrava (La Fuente! ).
— nigro-cincta Lep.—® co. Sevilla!; Pozuelo de Cala-
trava (La Fuente!).
— pilipes F.—Q 7. Sevilla!; Dos-Hermanas!; Pozuelo
de Calatrava (La Fuente! ).
— personata INl.—° %. Sevilla! ; Alcala de Guadaira!;
Pozuelo de Calatrava (La Fuente!).
—_— senescens Lep.—® co. Sevilla!; Dos-Hermanas!; Po-
zuelo de Calatrava (La Fuente!).
— Jemorata Latr. — ~~. Pozuelo de Calatrava (La
Fuente!).
-- albigena Lep. —©. Constantina!; Cazalla (Rio! ):
Puerto—Real (Paul!); Pozuelo de Calatrava (La
Fuente!).
Tetralonia pollinosa Lep.—Sevilla!
Bombus hortorum V..—Barcelona (Cabrera!).
— nivalis Dahlb.—Cazalla (Rio!).
— agrorum ¥.—Coruna (Bolivar!); Barcelona (Cabrera!).
— lapidarius U.—Barcelona (Cabrera!).
— soroeensis F.—Canarias (Cabrera!).
— mastrucatus Gerst.—Pirineos (Cabrera! ).
— terrestris L.—Sevilla!; Cazalla (Rio!); Llerena (Calde-
rén!); Puerto—Real (Paul!).
— — var. —Cazalla (Rio!); Constantina!; Cala-
fas (Huelva) (Calderén!); Hornachuelos
(G. Nufiez!).
Psithyrus quadricolor Lep.—Barcelona (Cabrera! ).
Apis mellifica L.—En toda Andalucia!; Pozuelo de Calatrava
(La Fuente!); Coruna (Bolivar!).
103 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
Systropha spiralis Ol._—Sevilla!; Hueévar (Paul!); Hornachue-
los (G. Nufiez! ).
Yylocopa violacea ¥.—¥n toda Andalucia!; Pozuelo de Cala-
trava (La Fuente!).
Ceratina albilabris F.—Sevilla!; Alcala de Guadaira!; Cazalla
(Rio!); Morén (Calderon!); Chiclana (L. Cepero!); Puerto-
Real (Paul!); Pozuelo de Calatrava (La Fuente!).
Panurgus cephalotes Latr.—Utrera!; Chiclana (L. Cepero!); Hor-
nachuelos (G. Nunez!); Coruna (Bolivar!).
Andrena nigro-olivacea Dours.—Barcelona (Cabrera!).
Halictus malachurus W.—Idem.
Chalicodoma sicula? Rossi.—Carmona!
Osmia tricornis Latr.—Pozuelo de Calatrava (La Fuente!).
— Latreillei Spin.—Idem.
Anthidium sticticum F.—Sevilla!; Alcala de Guadaira!; Chi-
clana (L. Cepero!).
Escolidos.
Tiphia morio F.—Pozuelo de Calatrava (Ciudad-Real) (La
Fuente! ).
Pompilidos.
Priocnemis luteipennis F.—Chiclana (L. Cepero!); Pozuelo de
Calatrava (La Fuente!).
Pompilus quadripunctatus F.—Idem.
Ceropales variegata? Spin.—Chiclana (L. Cepero!).
Esfégidos.
Anthophilus nov. sp.?-—Pozuelo de Calatrava (La Fuente!).
Philanthus apivorus Latr.—Idem.
_— coronatus F.—Idem.
Larra nitida? Spin.—Idem.
Sticus tridens F.—Idem.
— rapaxr? var. vel nov. sp. Handl.—Idem.
Hoplisus punctuosus? Evers.—Idem.
— fallax Handl.—Idem.
Tachysphex Panzeri V. der L. var. Oraniensis Lep.—Idem.
(Consultados con M. R. du Buysson.)
DE HISTORIA NATURAL. 107
Sesion del 7 de Octubre de 1896.
PRESIDENCIA DE D. SALVADOR CALDERON.
—Leida el acta de la anterior fué aprobada.
—Puestas a disposicién de los Sres. Socios las publicaciones
ultimamente recibidas como donativo 6 a cambio, la Sociedad
acordé que constase su gratitud a los sehores donantes.
—Il Sr. Secretario did cuenta a la Sociedad del fallecimiento
de los Socios D. José Capdebou, Rvdo. P. Ibanez Puerta, don
Carlos Hernandez y D. José Sanchez Gomez; la Sociedad oyé
con verdadera pena la noticia de la muerte de tan queridos
consocios, que constituia una irreparable pérdida para la So-
ciedad, y acordé que se hiciera constar el dolor con que se ha-
bia enterado de tan lamentables desgracias.
—HK1 Sr. Secretario presentéala Sociedad dos interesantisimas
Memorias que remite nuestro consocio de Filipinas D. Domingo
Sanchez, acerca de la fauna de los mamiferos y aves de aque-
lla regién, tan falta de estudio por los naturalistas espanoles.
Dichas Memorias vienen, pues, a llenar un vacio en nues-
tros estudios, y aumenta su mérito el ser su autor D. Domingo
Sanchez, agregado a la comisién de la Flora de Filipinas, que
desde hace tanto tiempo se viene dedicando al estudio de la
fauna de aquellas islas que ha recorrido en sus numerosas ex-
cursiones, recogiendo abundantes materiales para su estudio.
La Sociedad oyé con agrado el extracto que de ellas hizo el
Sr. Secretario, y cumpliendo con lo prevenido en el Regla-
mento, se acordé pasasen a informe de la comisién de publi-
cacion.
—Hl Sr. Rivas Mateos (D. Marcelo) leyé la siguiente nota:
Una excursidn al Lance de la Mora (provincia de Caceres).
«La excursién objeto de este pequenisimo estudio la verifi-
camos en unidn de mi padre, el farmacéutico D. José Rivas y
Santos, el dia 30 de Julio de 1896.
»El «Lance de la Mora,» es uno de esos sitios que debido a
su majestad y hermosura parece encantado; todo aquel que
por vez primera lo visite, no podra por menos de quedar sor-
108 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
prendido ante tan bello panorama. Yo ya lo conocia hace bas-
tante tiempo y a él habia dirigido diversas exploraciones en
distintas épocas del afio, pero en ninguna encontré material
suficiente de interés para poderlo publicar, hasta que en la
excursién de fines del mes de Julio pasado, pude apreciar
algunos datos que creo valgan la pena de ser dichos. Para for-
marse idea de este sitio, que sin disputa aleuna es uno de los
mas encantadores y pintorescos de la provincia de Caceres, no
hay mas remedio que observarlo de cerca y contemplarlo muy
despacio; todo lo que sea describirlo con la palabra 6 la pluma,
es vana pretension de querer imitar al libro universal llamado
«Naturaleza.» Este sitio, que los naturales del pais Haman
«Lance de la Mora» por referirse a él ciertas leyendas y pasa-
jes ocurridos en tiempos de los reyes de Toledo, esta colocado
en la Cordillera Central de San Pablo, junto al rio Tajo, frente
al castillo arabe denominado «Monfragiie,» & unos 2 km. del
«Puente del Cardenal» y unos 100 m. de la carretera de Pla-
sencia 4 Trujillo. Alli, y notorio es de todas las gentes de los
pueblos limitrofes (Serradilla, Torrejon, etc.), se presenta el
Platanus orientalis L., en todo su vigor y lozania. Claro es que
no lo suponemos y ni es posible suponerlo espontaneo, sino
que por seimillas arrastradas por las aguas desde Aranjuez,
Talavera de la Reina U otros tan frecuentes jardines que hay
en las vegas del Tajo, llegé a este sitio y encontré suelo abo-
nado y condiciones climatolégicas aptas para su germinacién
y completo desarrollo. No es la presencia del platano lo que
sorprende, sino la de otras especies que, bien propias de sitios
alpinos 6 terrenos yesosos, se encuentran tan lozanas en un
sitio cuya altitud sobre el nivel del mar es de 209 m. y cuyo
suelo es cambrico, cosa que, la verdad, es curiosa, atendiendo
4 que el resto de la sierra es silurico con minimos afloramien-
tos dioriticos.
En la pequena lista de especies que a continuacién damos,
se notara este contraste. De todas las especies recogidas, solo
publicamos las mas importantes y aquellas otras que caracte—
rizan el soto. De los insectos que recogimos, no haremos men-
cién alguna, porque todos eran, segun nuestro malogrado
amigo D. Carlos Hernandez, que fué quien los clasifico, muy
comunes y de ningun interés. Las especies vegetales son las
siguientes:
DE HISTORIA NATURAL. 109
Milium montanum Parl.
Aira multiculmis Dum.
Narcissus multifiorus Lamk.
Tris fetidissima lL.
Crocus Carpetanus Boiss. et
Reut.
Gynandriris sisyrichium Parl.
Orchis maculata L.
Serapias pseudo-cordigera Mori.
Spiranthes estivalis Rich.
Salix cinerea L.
— triandra L.
Celtis Australis L.
Humulus Lupulus L.
Ficus carica L.
Cerathophyllum submersum lL.
Chenopodium Botrys L.
—_— ambrosioides L.
— Bonus-Henricus lL.
Atriplex glauca L.
— hastata L.
— hortensis L.
Salsola vermiculata L.
Polycnemum arvense L.
Tliecebrum verticillatum L.
Daphne Laureola L.
Passerina Thymelea DC.
Alnus glutinosa Gertn.
Quercus Tozza Bosc.
Hronymus Buropeus L.
Securinega buxifolia Mill.
Malva Alcea \.
Althea hirsuta L.
Hypericum hirsutum L.
Tamariz Anglica Webb.
Drosera rotundifolia lL.
Nasturtium sylvestre R. Br.
Cardamine pratensis L.
Sedum Dasyphyllum lL.
— altissimum Poir.
Ruta montana Clus.
Rosa Pouzini Trant.
— rubiginosa lL.
Alchemilla microcarpa Boiss.
et Reut.
Genista Hispanica \.
Melilotus alba Lamk.
Oxrytropis montana DC.
Vicia Pyrenaica Pourr.
Dianthus Armeria L.
Thalictrum minus L.
— flavum L.
Torilis helvetica Gm.
Lythrum Salicaria L.
Calystegia sepium R. Br.
Solanum Dulcamara L.
Erinus Alpinus L.
Acanthus mollis L.
Origanum virens Link et Hoff.
Thymus Zygis L.
Preslia cervina Fresen.
Lrythrea spicata Pers.
Orobanche Castellana Reut.
Samolus Valerandi lL.
Armeria cespitosa Boiss.
Wahlenbergia hederacea Rehb.-
Lobelia urens L.
Rubia peregrina L.
Galium pedemontanum All.
— vrotundifolium L.
— tenellum Jord.
— Aparine L.
Sambucus nigra L.
Pulicaria dysenterica Gert.
Evar Carpetana Lge.
Santolina rosmarinifolia L.
110 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
—l] Sr. Calderon did noticia de haber fallecido en Santiago
de Chile, siendo profesor en aquella Universidad, el reputado
gedlogo 6 ingeniero francés Alfonso Francisco Nogues, el cual,
durante su larga residencia en Espana, habia pertenecido 4
nuestra Sociedad.
Los primeros trabajos de Nogues, que desde luego le dieron
a conocer como un cientifico de altos vuelos, versan sobre la
geologia del Mediodia de Francia y remontan al ano 1856.
Durante su larga carrera cientifica ha publicado multitud de
notas y comunicaciones, tanto en el Boletin de la Sociedad geolo-
gica de Francia, como en otras muchas revistas. De estos escritos
versan, entre otros, sobre nuestro suelo, los siguientes: Memo-
via sobre la California espanola; Comparacion de la rigueza de
los terrenos auriferos de Granada con los yacimientos de Penaflor;
Les tremblements de terre de ? Andalousie, publicado en La Ne-
lwie y El oro de la Sierra de Penaflor, aparecido en el tomo x11
del Boletin de la Comision del Mapa geologico de Espana.
—Kl mismo Sr. Calderén dié a continuacién cuenta de un
trabajo recientemente aparecido, del profesor Sr. Cohen, de
Greifswald, sobre el meteorito de Madrid (1).
Puede dividirse éste en dos partes: una en que resefia las
circunstancias de la caida del bélido y otra petrografica. En la
primera se atiene a las publicaciones del Sr. Calderon sobre el
fendmeno del 10 de Febrero del corriente, y en esta parte no
ofrece novedad el trabajo; en cambio la segunda merece una
resena, siquiera sea ligera.
El estudio ha sido llevado 4 cabo con un trozo de3y % gr.,
adquirido al Sr. Sanz de Diego, de Madrid; cantidad insufi-
cliente para realizar todos los ensayos necesarios para una in-
vestigacion detenida, pero de la que el citado profesor ha sabido
sacar gran partido, gracias a su excepcional competencia.
Por los caracteres megascopicos pertenece el meteorito de
Madrid a la seccién de las condritas blancas venosas de la cla-
sificacidn de Brezina. Kl examen microscépico en las secciones
delgadas revela como elementos constitutivos predominantes
el olivino y el piroxeno rémbico, tanto en grandes individuos
como en granillos, pero no en estado de polvo. Son muy pobres
(1) Ueber den Meteoritenfall bei Madrid: Mittheilungen des naturwissenschaftlichen
Vereines fitr Neu-Vorpommern und Riigen. 23 Jahrg. 186.
DE HISTORIA NATURAL. 111
en inclusiones ambos minerales, viéndose solo en los grandes
olivinos escasos granos ferruginosos, granos pardos, que pro-
bablemente pertenecen a la cromita, y poros gaseosos.
Los hierros niquelado y sulfurado suelen hallarse en canti-
dad aproximadamente igual y asociados.
Entre los componentes ahora citados yacen entremezclados
unas particulas 6 granos alargados, diafanos, de contorno irre-
gular, que poseen casi el mismo indice de refraccién que el
balsamo del Canada y que calcinando el polvo de la roca me-
tedrica permanecen inalterables. A veces se asocian con otros
elementos de ésta, simulando condros. Deduce el sabio profe-—
sor de sus ensayos (que no pueden mencionarse sin reprodu-
cir su trabajo integro), que estos granos pertenecen a la mas—
quelinita, mineral que se conoce de otros meteoritos condriti-
cos y respecto a cuyas afinidades mineraldgicas no reina aun
acuerdo. El Sr. Cohen, cree debe referirse al grupo de la leu-
cita, como ya lo suponia Groth, y que disponiendo de suficiente
cantidad de materia, esta piedra meteorica podria servir para
dilucidar definitivamente la naturaleza de dicho silicato.
En el campo del microscopio es bastante reducida la canti-
dad de condros y faltan los redondeados, asi como las agrupa-
ciones radiantes bien conformadas.
Fuera de la abundancia verdaderamente excepcional de la
masquelinita, nada encuentra de nuevo el profesor Cohen en
el meteorito de Madrid que no se conozca ya de las condritas
del grupo a que pertenece.
—Hl Sr. Gredilla (D. Federico), dié lectura de la siguien-
te nota:
La masquelinita sin lugar fijo en las clasificaciones
mineralogicds.
«Con gran satisfaccidn he oido de labios del Sr. Calderén, la
traduccién que del aleman ha vertido a nuestro idioma refe-
rente al estudio petrografico sobre el meteorito de Madrid, por
el profesor Cohen, de la Universidad de Greifswald.
»Todos los aqui congregados habéis tenido el gusto de
escucharla, y yo con tanto mas motivo, cuanto que de persona
tan autorizada como Cohen, su estudio habia de servir para
comprobacion del practicado sobre la misma piedra metedrica,
112 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
por el que tiene el honor de dirigiros la palabra, y que os lei
en la sesidn del 3 de Junio del presente ano.
»La comprobacién solo es en parte: y digo ésto, porque el
sabio profesor aleman nos hace conocer un cuerpo nuevo
llamado masquelinita que cree abunda en el meteorito de
Madrid, muy distinto de el que con el mismo nombre fué des-
crito por Tschermak; y en cambio, no ha tenido ocasién de
admirar en el fragmento 6 fragmentos que le han proporcio-
nado los hermosos cristales del triclinico /eldespato oligoclasa,
los marcadisimos de piroxeno dugita y los no menos caracte-
risticos de schreibersita enclavados en la masa de_hierro
niquelado, probablemente correspondiente a la aleacion
hamacita.
»jCuanto siento que por causa de nuestra peculiar tardanza
no haya ojeado el profesor Cohen a su debido tiempo todos
nuestros trabajos referentes al asunto y no conozca otros
escritos serios que los publicados por el distinguidisimo com-
panero Sr. Calderén! Porque, si hubiera llegado a sus manos
en tiempo oportuno el optsculo del dignisimo catedratico
de Astronomia Sr. Iniguez (1), en el que sinceramente se han
resenado los profesores que han colaborado en tan importante
estudio; quiza hubiera fijado mejor Cohen la posicién de la
nube que se formo en la trayectoria del meteorito y con el
examen quimico habilmente practicado por el Sr. Bonilla y
estampado también en dicho folleto, creo 4 mi humilde modo
dle ver, hubiera deducido algo mas concreto referente al nuevo
cuerpo llamado masquelinita, y digo nuevo, porque en nada
se parece al que describe el padre de la criatura, Sr. Tschermak.
»Encauzada la cuestidn en ese terreno, me limito solo a
indicarla dejando que el tiempo abra camino al derrotero de
la verdad.sobre la substancia mineraldégica antedicha, aun
cuando algo de anormal y confuso debe caracterizar esta espe-
cie mineral, desde el momento en que cada petrografo aleman
le asigna atributos distintos, lo cual contribuye lamentable-
mente a un forzoso retraso en el conocimiento de la misma.
»Abandonada dicha divergencia sobre el tapete de la ver-
dad, no habra uniformidad para la tipica colocacién de la
(1) Zos dolidos publicado en el Magisterio Espaiol. Madrid, 1896.
DE HISTORIA NATURAL. 118
masquelinita segun el parecer de los clasicos petrégrafos ale-
manes y resultara, que con gran detrimento de la ciencia, no
surgira la verdadera posicion que en las clasificaciones mine-
raldgicas corresponde a este mineral, hasta tanto que un me-
teorito de grandes dimensiones caiga sobre la tierra que pro-
porcione al profesor Cohen los cientos de gramos que él nece-
sita para el analisis quimico de dicha substancia mineral.
»Para Tschermak que did nombre a esta substancia y fué el
primero en describir los caracteres de este mineral, es un ele-
mento incoloro, isotropo, con contornos de cristales alargados,
estriacidn que recuerda la plagioclasa y cuya composicién
quimica corresponde 4 la labradorita.
»La misma opinion acepta Dana (1) y creo no dudaréis que
la obra de Mineralogia de este autor es la mas completa de
cuantas se han publicado, lo cual no tiene nada de extrano si
tenemos en cuenta que los mineralogistas norte-americanos
viven entre tanta montana pedregosa.
»Si nos fijamos en los catalogos modernos (2), sean france-
ses, ingleses 6 norte-americanos, todos y cada uno de ellos
colocan esta substancia mineral en el mismo lugar respetando
la ciencia de Tschermak, y mi humilde persona, que ha bebido
en todas estas fuentes de conocimientos, siempre ha tenido la
misma opinion.
»Ahora bien: gse halla esta especie en el meteorito de Madrid?
el mismo Cohen asegura que no, y si dais crédito a mi humil-
de parecer, que he estudiado el meteorito en cuestidn, yo no
he visto cuerpo isdtropo alguno en las placas que he tenido la
satisfaccién de estudiar.
»No era facil encontrarla tampoco, supuesto que sabiendo
que la labradorita tiene bastante cal en su composicion, no
estaria conforme con el examen quimico habilmente practi-
cado por el Sr. Bonilla que ha determinado el medio por ciento
de dicha base, suficiente cantidad para la distribucién basica
entre los minerales augita y oligoclasa.
»Resulta de esto, que masquelinita con los caracteres asig-
nados por Tschermak y aceptados por la casi totalidad de los
(1) A text book of Mineralogy .. Dana. New-York, 1890.
(2) Catalogue of Minerals ..Geo L. England & Co 1890,
ACTAS DE LA SOG EKSP.— XXV. 8
114 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
mineralogistas europeos y americanos, no se encuentra en el
meteorito de Madrid.
»Para Groth (1) y Cohen la masquelinita es una especie
afine a la leucita, presentandose en los condros, generalmente
en granos redondeados y en cristalitos alargados en la masa
@eneral, pero careciendo de la estriacién que recuerda la pla—
gioclasa con refraccién doble muy débil y sin isotropismo com-
pleto por consiguiente.
»Refiriéndose a Tschermak, dice ademas Cohen: si los granos.
de masquelinita tienen estriacidn semejante a la plagioclasa,
es porque ordinariamente esta substancia parece ser su acom—
panante, y por consiguiente, dicha especie mineral debe con-
siderarse como una masquelinita con doble refraccién anormal.
»De modo que segtn Cohen, el meteorito de Madrid le ha
servido para asegurar que la masquelinita determinada por
él es muy semejante a los granos de la misma substancia del
meteorito de Umjhiawar hasta donde es posible afirmarlo sin
realizar un analisis quimico de la misma, y que ademas debe
considerarse dicha substancia como la masquelinita mas pura
y neta, mientras que la descrita por Tschermak en otros me-
teoritos es anormal.
»De mi puedo decir que en las preparaciones que he tenido
el gusto de examinar no he encontrado ningun grano mas 6
menos isétropo que pudiera referir 4 la especie indicada, y por
consiguiente, que asi como Cohen afirma con Ciertas reservas
la presencia de esta especie en el meteorito de Madrid, yo dudo
que se encuentre, por lasrazones que expongo a continuacidn.
»En primer lugar, porque si es especie afine a la deucita
como mineral feldespatico que es, hubiera obtenido el Sr. Bo-
nilla buenos precipitados de bases alcalinas 6 alcalino-térreas
como la cal en su analisis, y ha resultado todo lo contrario.
»En segundo lugar, que aun cuando el fragmento 6 fragmen-
tos que ha analizado el Sr. Cohen hayan sido favorecidos en
tan gran cantidad de esta substancia, no por eso dejarian de
presentarse en proporcion mas limitada en las preparaciones
que he examinado, asi es que ante la respetabilidad de Cohen,
me pone en duda si conoceré los cuerpos isétropos de puro.
olvidados.
(1) Tabelarische Uebersicht der Mineralien. 3 Aufi.: Braunsweig, 1889.
DE HISTORIA NATURAL. 115
»Y finalmente, que el agregado finamente granudo que se
advierte en los condros muy abundantemente, y que yo llamo
condros oolitico-clasticos, son sencillamente de olivino (sili-
cato de magnesia y hierro) con la unica particularidad que
han perdido la rugosidad y son incoloros, y han tomado la
forma globular todos aquellos que estan bordeados por las
erietas que circulan por la masa, mientras que conservan tal
estructura fragmentaria los demas.
»He terminado; dispensadme os haya molestado con la lec-
tura de estas cuartillas; pero bien comprenderéis estaba obli-
gado a hacer estas observaciones, supuesto que como en Kspa-
ha se me brindd a que hiciera el estudio petrografico del me-
teorito de Madrid, respetuoso y obediente accedi a los deseos
de mis companeros; y aunque conocia que el trabajo era muy
superior a mis fuerzas, ofuscado por el sendero conocido y pro-
verbial que mds hace el que quiere que el que puede, pude salir
sino airoso, por lo menos en el lugar digno que con el titulo
académico y profesional me coronaron mis maestros.»
SECCION DE SEVILLA.
Sesion del 30 de Septiembre de 1896.
PRESIDENCIA DE DON MANUEL DE PAUL.
—Se leyé y aprobo el acta de la anterior.
—El Sr. Chaves did noticia de un trabajo del profesor Cohen,
de Greifswald, sobre el meteorito de Madrid, haciendo algunas
consideraciones referentes al hallazgo en él de la masquelinita
eu abundancia, si bien para su reconocimiento es preciso
practicar secciones sumamente delgadas. Lamenté que la esca-
sez y poco tamano de los ejemplares recogidos no permitan
proseguir aqui la investigacién emprendida por tan eminente
profesor con el propdsito de esclarecer la verdadera naturaleza
y afinidades de dicho mineral meteoritico.
—Los Sres. Barras y Medina presentaron el siguiente escrito:
116 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
Notas antropologicas.
«Deseosos de contribuir en la escasa medida de nuestras
fuerzas al esclarecimiento de los problemas. antropolégicos en
nuestra patria, hemos emprendido una serie de trabajos enca-
minados 4 lograr el objeto expresado; meros observadores
modestisimos, simples obreros de la ciencia, queremos poner
nuestro grano de arena en el edificio que han levantado en
nuestro pais hombres tan eminentes como los Sres. Ol6riz,
Anton, Hoyos, Aranzadi y otros, algunas de cuyas publicacio-
nes han visto la luz en nuestros ANALES.
»Justo es consignar aqui, y lo hacemos con el mayor placer,
que la iniciativa de los trabajos que ofrecemos se debe al digno
Director de la Escuela de Medicina de Sevilla, Dr. D. José
Moreno Fernandez, el cual nos anim6é 4 emprender estos tra-
bajos, poniendo 4 nuestra disposicién el, hasta hoy, reducido
material técnico con que cuenta este Hstablecimiento y una
coleccién de craneos, en su mayoria de andaluces.
Al comienzo de nuestros estudios en la Escuela de Medicina
(estudios que habremos de comunicar mas tarde a esta Socie-
dad) nos ocurrié la idea de consultar las colecciones regionales
del Museo de Historia Natural de nuestra Universidad, creadas,
ordenadas y clasificadas por el infatigable y dignisimo cate-
dratico que fué de esta asignatura hasta hace poco, nuestro
sabio amigo D. Salvador Calderon; las esperanzas que conce-
bimos al visitar dicho Museo, no quedaron defraudadas, pues
alli hemos recogido preciosos datos que habremos de comuni-
car sucesivamente en estas WVotas antropologicas.
»Réstanos anadir que en nuestros trabajos hemos de seguir
casi siempre las indicaciones de la Técnica antropologica de los
Sres. Hoyos y Aranzadi.»
Restos humanos procedentes de la Cueva de la Mujer.
«Dada la importancia que tiene la determinacidén de las pri-
mitivas razas que poblaron a Espana en las épocas prehistori-
cas, hemos creido deber comenzar estas Notas por las medidas
realizadas en los restos humanos recogidos por D. Guillermo
Macpherson en la Cueva de la Mujer (Alhama de Granada) y
DE HISTORIA NATURAL. 117
que se encuentran en las colecciones de la Universidad de
Sevilla.
»Como no es nuestro proposito hacer deducciones de los tra-
bajos llevados 4 efecto, nos remitimos 4a las Memorias del
Sr. Macpherson sobre la citada cueva, publicadas en Cadiz
en 1870 y 1871 y 4 la del Sr. Canal (1) en lo tocante a la parte
prehistérica de dichos restos, y nos limitamos 4 consignar aqui
los resultados de nuestro estudio puramente antropoldgico.»
Num. 165. Calvaria. Falta el temporal izquierdo y parte
del parietal del mismo lado.
Milimetros.
Antero-posterior MAaximo.......... i290)
TransversoO Maximo..... UE OR NE a a hs 13
Dknceiet. eastesyerucal MED ATO: Mae glee atote ce Woe
Basio-bregmatico....... B mtanses: eae sre hl kee)
| FromtalmiaimiO:s: eas Bah ede orOays eAce P09
PrantSVeLsO AStCEICOs.:-t ees fe ecece ce Like
Horizontal mWaximMds co .ncoh 36 Se OS
Horizontal ofriaca.. 2... were eal)
ieren een Veruical MAasio—OpilStiGaiove meus icoe cto LOUD
Vertical nasio-lambdica. ....... is fet, geo
Vertical nasio-bregmatica.......... 137
Vertical nasio-ofriaca...... BR herons 20
Orificio ocei-\( Longitud........2..0.... BPE endian cn diese 37
Ditties sat atime: ees Rec wiaane natal aay ts S20
Transverso-longitudinal........... ‘ 71.05
Wertico—loneitudimalin seuss. 2k ct 81.57
Indices... =e TRANSMELRSO—VETtLCALY fe)swniakies sige. PLILALST
| Fronto-transversal maximo......... 80.74
(
Del ormtieio,ocerpital ces. S scree ayet-r ‘ 78.37
hatiimdes dex Biorbitaria externa, 5 2.62 i... Bee aes LOD
la cara.... ' Interorbitaria......... Pee ay ot (OA?
DISEAN CLA MASIO—DASICALh ovas-o% 2%, oils 0 ie #\0is ost HEE 112
Num. 1. Calvaria incompleta. Por carecer de occipital se
han tomado el diametro antero-posterior y las curvas hasta el
lambda.
(1) Sevilla prehistorica, 1894. Pag. 105, nota 5.4
118 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
Milimetros-
{ Antero-posterior lambdico.......... 191
ve \ PransVverso* MAX UMNO .2/5.40 Gees, sl s bbjet pt ee
Dirametros... <= Ae
Frontal imimimOs seen ose Jer Wes EHOES
\ Transverso astérico........ Pe cute ld nar neeal e
/ Horizontal maximo-lambdica....... 560?
Horizontal ofriaco-lambdica........ 550?
GilemaSices
~~) Vertical ofrio=lambdica......2..-..5.) 7200
\ Vertical ofrio-bregmatica........... 115
( Transverso-longitudinal............ 74.34
Indices...... ea soe ‘
( Fronto-transversal maximo.’........ 76.0:
Num. 2. Frontal completo.
Diametro frontal mimimo:. sc... Dine hte aioe tices : 92
Curva vertical nasio-bregmatica....... Pepi teaeny 127
Curva vertical nasio-ofriaca........... Puree Loar 20
Distancia bi-orbitaria externa....... pt Mowe euats tot ae 98
Num. 3. Frontal incompleto. Le falta la porcién corres-
pondiente al bregma.
Milimetros.
Diametro frontal mimimo........... Wags Waa plalestoveres same Oe
Curvavertical masio-ofciacay ws csc. 6.02 be eee eeiee 2)
Distancia bi-orbitaria externa.......... ieee aleree chee LOO
Num. 4. Occipital y parietal derecho reunidos.
Curva vertical bregmatico-opistica................ 246
Curva vertical bregmatico-lambdica............... 136
Curva, vertical lam Ddico—OpistiCa .% wt cis... <.ceclae see ae LO
ToOWMer iif «especies oe Bees ray BARE og HS 34
Orificio occi- es : ; *
ee pace abba Hie eats ss Seen ae te tears a reeetere 29
yeaa ce Cinder. simu Mee ee RAC SONG eM aiganag
Num. 9. Occipital y parietal derecho reunidos (el primero
incompleto).
Milimetros.
Diametro transverso maximo (tomada su mitad en
PLOY CCCWOM)oavercie jo arse Sia ie ebaretou mele eie/ sues ete oy eee A ela 2
Diametro transverso astérico........ SP aielae ean ee OO
Curvasvertical am bdico-opistica. .4 2 ag. os0.< soak bed
Latitud delOriicio Occipital cee. cee sre ere ec 30
DE HISTORIA NATURAL. 119
Num. 5. Maxilar superior izquierdo. he
Milimetros.
EMME WASTO— eo VCO lui else os icc erat aoialacsieuke Gi ala i amelbiena ahs 70
Altura espino-alveolar........ ........ Bef iiae te 24
Latitud bimalar inferior (ind neta aay, as lt ase O2
TLE OME TELOT DU LALIO.-icc0)0 verde 'e alt satisl Slee leidie tiara O% « 20?
Lge eee ON Ge edb gie se us 68262
PHOW Ors UI ray a2 48 Sahoke be of oneieiore saiphens eis 2 “ell 48
ete copweee se ocy pate aA GGL yagells c's eaters lala asta so tues Shee AA 28?
frnneetya ey Sake A eat asad ese Sin MeOSTaBe
FST ORVO MAE. yore ct miei ol sfe arene eho S 2 eve ie an a 53
Paladar.2.... iri eye ae RO ee 40?
SIMGICEh ae enh dow SER Gh SS a55 Sass Poe
Num. 6. Dos maxilares superiores unidos.
Altura DAasiO-alVveOlatin. i. 2 oases Bere hvarakeee t. ciet eke 63?
Altura espino- coe BS does AHS Gunn Cita stag cae 20
Latitud bimalar inferior (Bimalar MAaXani A) 31 eet 88
Latitud interorbitaria..... Je, Seat ae igre vrei ate om Siete eels 18
fd gc CEE STE as el aa ee
MOM: itis aise c aierole ay c2r0 Peto ret Setst 45
WNATIZA. % <c PPK MEMMG choice ccselorays Aens,s @ ate ieatn wine < 22
Ea? Tec eet ale ie At oR Bs AR ED 48.88
AOTC Mek iccversisreve che ese vind ad tae sts oie 53
Paladar. 5.2; ey aed Shela ust sta attest eua arenes 38
Goupe ere ais ores e Met haere te Js 71.69
Num. 7. Mandibula inferior rota en dos trozos.
DIS CAMO OUMACH cr re atten ors sate oe Be sictei de Ia slatlwiste & 88
Distancia bicondileo-externa................ Bre Season ANG 7
Altura, dela. sinfisiss.¢ 5.4... Bieter as hha ay eb aves 25
Distancia sinfisio-goniaca............ Apne le Wee war 81
Alforade larama ascendenté.: 2... 2s. ¢.%..0.. ee ae 56
Latitud minima de la rama ascendente...... State « 32
Indice de la rama ascendente..............---.--. 57.14
Num. 8. Media mandibula inferior.
PIS LAME IAL OMIA s Soeyse ors Boal ree ns.0 aim brane ao 96?
UCU Needy Cheedl sie SUM EL ST Sis. tereyaveiiy ener sici sieves acsroans wealo aise eee 31
120 ) ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
Milimetros.
Distancia sinfisio—Goniaca.: 4 <<... <>. «2's sents shthel seca 92
Altura-dedaeramaascendente ¢ a/c 3c s.-= » state eloreed aie-sts 63
Latitud minima de la rama ascendente............ 35
Indice de la rama ascendente..............-.0000- 55.55
Num. 13. Mandibula incompleta, careciendo de la rama
ascendente izquierda y del céndilo derecho.
Milimetros.
DIStAHCIA DIG ONTACA MS .te's sista We aise slore wa he eo Elsie lens 112
Alturatde: la’ Sim iisise etek togeeeraet se os eoniataem eka bite 26
Dista wea sINHSIO-—GOMIACA,-~,cercs se vec sic ad aide iets 87
Latitad minimadevlaramiar nu sco bcs sae ddtelaers cee 30
Num. 13, 1.” Mandibula incompleta.
Altura de 18 Sinitsis: 252 te ctone ate keh cveseiretee ees eta 27
Num. 13, 2.° Mandibula incompleta.
ATLAS: 1a, SUMEISISe) oi «0-6 avctaiatsare Settee SORCT AM aH TRE, 26
Num. 10. Fémur.
Alta atin Kame TOGA AS Sonovscecs aroeet whe Biotec «alte seraket aoe mens 478
Alturasen posicion (trocanteriana)=: <2’... Jvc cas. 470
Cin @uMiGlLenClacGess oad s cic ce ee CO Coat Omar 95
Num. 44. Fémur.
AT GU LOA KdTA OLalns chetaie Rickans eretcisl ta clabeache oem ake 476
Alturasen posicion (trocanteriama): <.. <.o..cisseiinest. 469
GUE CHILE TCT Cla s).ces cualecc's ores eee eld, deere etter cerns hay cease 93
Num. 42. Hiimero.
ATP a KAA eee: Vane ences Sale ae ee aes oe 363
AdGare em "POSICLOM yar o/s. torsere atnare sate etleles wre te 304
CIECUNTErEN CHA Ya ea oes ee Se ae 71
Num. 14. Sacro.
BNE OH D Wes RM Rennes ex A A Caan SM Set tN AG AN ait He AN AAAS ALG of 103
Anchiltasesvetseret cree eae oe Ae ST a pre Bie eed BIE C8 NE Se 107
DE HISTORIA NATURAL. 121
Sesion del 4 de Noviembre de 1896.
PRESIDENCIA DE DON JOSE MARIA SOLANO.
—Leida el acta de la sesidn anterior fué aprobada.
—Puestas sobre la mesa las publicaciones ultimamente re-
cibidas como donativo 6 a cambio, la Sociedad acordd hacer
constar su gratitud a los senores donantes.
—Se hicieron siete propuestas de socio.
—El Sr. Botella (D. Federico) did lectura de algunas paginas
de su interesantisima Memoria sobre la orografia de nuestra
Peninsula, en las cuales, haciendo resaltar el grandisimo in-
terés de estos estudios, demuestra la importancia que ofrece
al considerar el relieve, no sdlo en la porcién emergida, sino
también en las profundidades cubiertas por los mares, enla-—
zando ias curvas hipsométricas con las batimétricas y ha-
ciendo ver las verdaderas formas y dimensiones de la masa
continental, al propio tiempo que los enlaces y conexiones
que nuestra Peninsula tiene y tuvo en tiempos geoldgicos no
muy remotos con otros continentes.
De este modo la unién entre la Peninsula y las islas Baleares
a unos 1.000 m. de profundidad en el fondo del Mediterraneo
se hace patente, como los vestigios de la union entre Espana
y el continente africano, aun casi ligada por una especie de
puente 6 profundidad minima en el Estrecho de solo 300 m. de
fondo, que demuestra, como facilmente expuso el Sr. Botella
con pruebas geoldégicas é histéricas, que el Estrecho se ha ido
ensanchando paulatinamente aun en tiempos que la historia
recuerda. Asimismo el gran continente atlantico pudo existir
aun a principios del cuaternario, sirviendo de union entre
nuestra Peninsula y América y siendo aniquilado por una te-
rrible y rapidisima catastrofe de que atin se conservo la tra-
dicién en los tiempos antiguos, como demuestran los dialogos
de Platén y los escritos de otros filésofos de Grecia.
El Sr. Botella presenté y regaldé 4 la Sociedad algunos ma-—
pas que sirven de demostracién a su doctrina, y el Sr. Presi-
dente, interpretando los deseos de la Sociedad, did las gracias
al Sr. Botella por su estimable regalo y le manifesté el gusto
122 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
con que la Sociedad habia escuchado la lectura de su intere-
sante Memoria.
—Hl Sr. Macpherson presenté una fotografia obtenida con
un objetivo telescépico, en la que se ve un gran pliegue
que en la vecina sierra presentan las capas de gneis, hecho
que explica perfectamente el fendmeno que se habia obser-
vado de que se presentaran repetidas veces y a niveles muy
diversos series de las mismas rocas. En las fotografias que el
Sr. Macpherson hizo ver a la Sociedad, aparece claramente este
pliegue, formando en el gneis una gran onda que buza hacia
el SE. en una gran extension.
—H] Sr. Fernandez Navarro (D. Lucas) did lectura de la si-
guiente nota:
«Verhalten der Mineralien eu den Rintgenschen X-Strahlen. (La
conducta de los minerales bajo los rayos X. de Réntgen).
Neues Jahrbuch fiir Mineralogie, etc., 1 Band, 1896, pag. 87.
»En vista de la gran diferencia que ofrecen algunos mine-
rales en cuanto a los rayos X de Réntgen, el autor ha exami-
nado sistematicamente las relaciones entre la permeabilidad,
el peso especifico y la composicién quimica de mayor numero
dle especies. Resultd que en algunos casos, sobre todo en la
distincidén de las gemas, el ensayo con los rayos Réntgen
puede suministrar un caracter diagnostico. Los métodos ac-
tuales de la distincién de las piedras preciosas se basan casi
exclusivamente en la dureza, el peso especifico y las propie—
dades O6pticas y exigen piedras no engastadas. Kl ensayo
Réntgen es aplicable 4 piedras engastadas y sirve, por ejem-
plo, para distinguir el diamante de sus imitaciones.
»Los experimentos del autor le inducen aestablecer, entre
los minerales, ocho grupos, segin su permeabilidad, y lo
llevan a las siguientes conclusiones:
»1.* La permeabilidad de los diferentes minerales es muy
distinta. No se pueden establecer en general relaciones entre
el peso especifico y la permeabilidad; solamente parece que
los minerales cuyo peso especifico es superior a 5, son imper-
meables. No hay relaciones generales con la composicién qui-
mica, pero las combinaciones con azufre y arsénico son, en su
mayor parte, impermeables; el contenido de hierro aumenta
DE HISTORIA NATURAL. 123
en los silicatos la impermeabilidad. No se pueden encontrar
relaciones con el peso molecular. Los minerales dimorfos pre-
sentan diferencias insignificantes.
»2.° Los cristales no presentan en diferentes direcciones
sino diferencias minimas.
»3.° Las condiciones de permeabilidad se prestan para ob-
jetos diagndésticos con respecto a las piedras preciosas.
Lista de los minerales segin la permeabilidad.
»l Grupo (completamente permeables): Acido bérico, ambar,
azabache, grafito, diamante;
»LT Grupo (muy permeables): Borax, corinddn, sepiolita,
kaolin, amianto, criolita;
»LTT Grupo (permeables): Talco, épalo, andalucita, distena,
analcima, crisoberilo;
»IV Grupo (semi-permeables): Albita, cuarzo, enstatita, an-
tofilita, labradorita, anortita, adularia, topacio;
»V Grupo (poco permeables): Leucita, moscovita, horn-
blenda, flogopita, espinelita, sal gema, hessonita, biotita,
nitro, espato fluor;
»VI Grupo (casi impermeables): Yeso, turquesa, turmalina,
biotita ferruginosa, augita de Oxido de hierro y aluminio, es-
pato calizo, aragonito, apatito, blenda, pirita magnética;
»VII Grupo (impermeables): Brookita, melanita, alman-
dina, berilo, hierro oligisto, epidotita, rutilo, hierro magneé-
tico, marcasita, azufre, pirita, cerusita, zircdn, cinabrio;
»VITT Grupo (completamente impermeables): Baritina,
braunita, senarmontita, arsenita, oropimente, rejalgar.»
Kl mismo Sr. Fernandez Navarro dijo que en la sesidn de
13 de Abril del ano corriente de la Sociedad Geoldgica de
Francia ha presentado M. de Lapparent algunos ejemplares de
mineral de cobre procedentes de los Pirineos espanoles. Estos
ejemplares consisten en porfido petrosiliceo y espilita con
nucleos de calcita, ambas rocas impregnadas de cobre nativo
en condiciones idénticas 4 las que caracterizan el yacimiento
del Lago Superior.
Respecto a la localidad fija de donde puedan provenir di-
chos ejemplares, nada de cierto sabe M. de Lapparent, sino
que han sido recogidos cerca de Canfranc, tal vez en el pico
124 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
Anayet, donde la leyenda coloca una mina de cobre, oro y
plata, en otro tiempo explotada y después perdida.
Como por la indole del yacimiento seria interesante llegar
a conocerle con exactitud, me ha parecido conveniente re-
producir la anterior noticia, por si pudiera servir de base a
las investigaciones de algtin aficionado a este género de
estudios.
—KH] Sr. Pau (D. Carlos) remitié la siguiente nota:
Consideraciones sobre algunas curiosas plantas recogidas
en Cataluna por el Sr. Cadevall.
«Nuestro querido companero y distinguido amigo D. Juan
Cadevall pertenece al reducido grupo de botanicos espanoles
que, sin hacer que hacen, sin ruido ni pretensiones, llaman
hacia sila atencién de los inteligentes por sus notables descu-
brimientos. Sorprende, en efecto, que en Cataluna, que pasa
justamente por ser una de las regiones mas y mejor estudia—
das de la Peninsula, haya nuestro amigo descubierto unica-
mente del género Carex cuatro especies nuevas para la flora
espanola, y que poseo en mi herbario determinadas con acierto
por tan laborioso como inteligente naturalista. Son las C. alba
Scop., C. nitida Host. =C. obesa auct., C. olbiensis Jord. y
C'. tomentosa L. Y se puede aumentar la lista con la C. basila-
ris Jord., de Moncada, admitida en nuestra flora solamente de
Algeciras por J. Ball.
Ciento diez son los nimeros recibidos; pero aqui tnica-
mente me ocuparé de aquellos que, a4 mi entender, merezcan
cuatro palabras.
Centaurea cerulescens W. 8 contracta Cadevall.
Difiere del tipo por sus cabezuelas Hevadas en cortos pe-
dunculos, resultando su panoja abreviada. Encuéntrase esta
forma en Moncada acompanada del tipo.
Costa (#7. cat., pag. 140) supone que la planta catalana per-
tenece a la C. cw@rulescens de los autores franceses; es posible
que las muestras procedentes de los sitios que alli se indican
pertenezcan realmente al tipo de Jordan; pero no la planta de
Cardona, seguin ejemplares de los Dres. Tremols y Cadevall.
Los autores franceses se refieren a la C. spina belia Bub.,
variedad parcesquamata de la C. cwrulescens W., que muy pro-
DE HISTORIA NATURAL. 125
bablemente se encuentra en Cataluia, aunque no se indica.
Bunium Coste Pau, Not. bot., fasc. 6.°, pag. 56.—Conopodium
ramosum Costa (loc. class.).
Para llevar esta especie del género Conopodium Koch al Bu-
nium L., segin hice en el fasciculo 6.° de mis Notas botanicas,
atendi a la divergencia de sus estilos y habito de Bunium Ma-
cuca Boiss. Y esta afinidad es tan notable, que me extrana no
haya sido advertida antes por los botanicos, pues tengo al
Bunium Cost@ como subespecie 6 variedad del 2. Macuca Boiss.
En Alazor (Navas de Torrijas 6 Avejuela, probablemente el
Sacaniet del viajero Reverchon), el tipo y la variedad son veci-
nos; pero el B. Macuca en lus campos y el B. Coste en los pi-
nares; uno en tierras cultivadas y otro en terrenos incultos.
Las semillas del ultimo, arrastradas por las aguas hasta los
campos cercanos, producen probablemente el B. A/acuca, por
mejorar la planta de terreno.
Saxifraga paniculata Cav. 6 angustisecta. —S. exarata var.
intricata 1. Gorb ad Soc. bot. bare. (1876).
Sierra la Llena, 12 Mayo, 1876, Gorb; San Llorens del Munt,
Junio, Cadevall. Forma perteneciente a especie no indicada
en la flora catalana.
La muestra de San Llorens del Munt la tomé por especie
nueva (S. 7remolsiana Pau in litt. ad Cadevall), y difiere de la
S. paniculata Cav. por sus hojas con los segmentos divergen-
tes, divisiones Ultimas partidas y no enteras, como general-
mente se presentan en las especies cercanas.
La forma mas afine de mi coleccién es la §. paniculata Cav.,
forma leptophylla, recogida por el Sr. Vicioso en las rocas de
Campiel; pero la planta catalana parece pertenecer a tipo in-
termedio entre la S. paniculata Cav. y S. Pentadactylis Lap.
La estrechez de sus sépalos apartan esta forma de la S. ¢77-
furcata Schrad. y de su variedad S. canaliculata B. et R. (1);
(1) Saxifraga trifurcata Schrad. 8 condensata. Los botanicos Leresche y Levier di-
cen (Deus exc., pag. 191) que los sépalos «dentibus calycis sublinearibus, acutis» son
lineales y agudos. Agudos lo son como en el tipo, pero no lineales, si hemos de creer
en su misma estampa, que los trae aovado-triangulares. Sin embargo, la muestra de
mi coleccion los lleva lineales, conforme la descripcion.
El nombre especifico tampoco es exclusivo en esta forma, pues que la S. trifurcata
Schrad. presenta algunos peciolos con esa plegadura.
La S. canaliculata B. et R. difiere muy poco de la S. trifwreata Schrad.; y me apoyo,
126 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
las hojas con su lamina de figura arriNonada no pueden per-
mitir que la unamos a la S. Pentadactylis Lap.; su panoja,
hojas y flores la separan de la S. Wil/hommiana Boiss.
Tamarix hispanica Boiss.
Riera de Tarrasa, Mayo, Cadevall: «Rambla seca», junto a
Segorbe, 1.° de Mayo, 1886.
Las especies de este género son dificiles de distinguir por
las descripciones que conozco; con el fin de facilitar su deter-
minacion, presento el siguiente cuadro de las especies espa—
nolas.
Seccion I.—Parvifloree.— Flores pequefiitas; en capullo apenas exce-
den la altura de 1 mm.
Bracteas.mas.cortas quevel caliz.. oe. tein bw icte ta T. gallica L.
Bracteas mas largas que los capullos 6 muy poco menores. T. Anglica Web.
Seccton Il.— Grandiflorze.—Flores mayores; 2 mm. de altura lo menos.
CAPSUla AO VAadeiaonaain dist sortase hacdencibonena deere omelets T. Africana Poir.
Capsula trigona, piramidal; flores menores......... T. hispanica Boiss.
La 7. hispanica no se ha indicado en Cataluna y Valencia;
los caracteres de las capsulas tampoco eran conocidos.
La localidad catalana es de mucha importancia porque me
demuestra que los autores franceses tomaron por 7’. 4 /ricand
nuestra 7’. hispanica de Boissier.
Dijo Godron, en Grenier y Godron, Flore de France, 1, pa-
gina 601: «Capsule courte ovoide trigone, un peu attenuée au
sommet.» Caracteres que no convienen ala 7’. A/ricana Poir,
y siala 7. hispanica Boiss.
Los Sres. Rouy y Joucaud, en su reciente tomo 11 de la Flore
de France, todavia hacen mas imposible la identidad de su
T. Africana con la T. Africana de Poiret, pues expresan (pa-
gina 318), en la llave dicotémica capsule ovoide trigone para las
A. Anglica y T. Africana, y efectivamente asi las lleva la
T. hispanica Boiss., pero no la T. Africana Poir.
para creerlo, en la poca importancia que tienen los caracteres aducidos por los auto-
res Leresche y Levier para separarlas, a pesar de escribir que « C’est une trés belle
espece, d’entre les plus distinctes du genre.»
Es un tipo de los mas variables y de los mis extendidos en la Peninsula, existiendo
en mi herbario hasta cinco «especies» diferentes.
DE HISTORIA NATURAL. 127
Hieracium cesium ¥r. f. rubescens.—H. rubescens Auct. cat.
Monserrat, Junio, Cadevall.—E1 difunto Willkomm asimi-
laba esta forma al H. murorum L.; nosotros creemos que cabe
bien en el H. cesium, no indicado en Espana.
Papaver setigerum DC.
Los autores suponen que esta especie es variedad del P. som-
niferum L., y asi la formulan, equivocandose ciertamente,
pues no concebimos como puede ser variedad de un tipo cul-
tivado la especie que produce ese tipo, asi venga apoyando
ese raro discurrir, todas las leyes de nomenclatura habidas y
por haber. Debera expresarse el P. somniferum L.=P. setige-
rum DC. 8 hortense y no al contrario.
Sideritis littoralis Gaut. & Timb.—S. hirsuta L. 8 bracteosa
Willk.
Tarrasa, sitios aridos; Junio.—Ademas de sus bracteas trae
sus hojas mayores anchas y es planta mas robusta.
Veronica tenuifolia Asso. & Cadevalli.
Difiere del tipo por sus lacinias foliares capilares y racimo
mas alargado.—Bosque del Cairat, inmediato a la Puda de
Monserrat; Mayo.
La V. tenuifolia Asso. =V. Assoana Willk. no creo que
difiera especificamente de la V. austriaca L. y la V. commutata
Willk.! es idéntica a mi V. jabalambrensis.
Haplophyllum Hispanicum Sp. & latifolium forma pubescens.
Castellgali, orillas del Llobregat, raro.—Entre las varieda-
des latifolium y angustifolium existen diferencias importantes,
ademas de sus hojas, si atendemos al caliz y corola, por lo
cual creemos infundada y exagerada la teoria de los autores
del Prodromus Fl. Hisp. al presentar bajo una sola denomi-
nacion plantas tan diferentes.
Trinia Dufouret DC. ’
Kl Sr. Cadevall ha recogido en San Llorens del Munt dos
ejemplares que pertenecen probablemente a la 77. Dufoure/,
por sus pedunculillos muy cortos, peciolos de los ramos mem-—
branosos y sin hojas. Pedidas muestras de la misma localidad
en fruto, este laborioso naturalista nos ha complacido con dos
fragmentos, en donde observo los caracteres que todos cono-
cemos en la 77. vulgaris DC.; luego la 77. Dufourei no resulta
otra cosa que planta muy joven de la 77. vulgaris, y por lo
mismo un sindnimo.
128 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
Carex nitida Host. C. obesa auct. (Not. bot., 6, 103.)
Encinares de Ubach, Tarrasa; 10 de Abril de 1885. Pertenece
esta planta 4 especie nueva en nuestra flora.
C. olbiensis Jord. (Not. bot., 6, 102.)
San Llorens del Munt, Montalegre, etc. 12 de Abril de 1881.
También es nueva para Espana.
C. alba Scop.
Puigreig (debe pronunciarse, segun mis paisanos, Pude-
rrech), bosque Pinebret, Mayo de 1896.
Esta especie, nueva para la flora espanola, ha sido compa-
rada con los cuatro pliegos de mi herbario, procedentes de
Haut-Marne, Iser, Tosserberg y Muhlnethel (Francia y Suiza).
CG. Linki W.
Matorrales de Montalagre en compania de la C. olbiensis.
Junio, 1896. Esta especie no ha sido indicada por los botanicos
catalanes en esta region.
C. tomentosa L.
Sitios herbosos, aridos de Ribas; 16 de Agosto de 1896. Es
nueva para la flora espafiola, y no difiere de mis muestras de la
Kuropa Central mas que por su humildad y escamas mas cortas.
C. basilaris Jord.
Bosques de Moncada; 13 de Mayo de 1883. Es nueva para la
flora catalana, yen Espana se indicé unicamente en Algeciras
por J. Ball.
Este descubrimiento demuestra que la especie se extiende
por toda la costa espanola; y el no indicarse por los autores se
debe a que probablemente fué considerada por algunos como
C. Halleriana Asso, especie que ciertamente es de las mas
extendidas y frecuentes.
Lamium flecuosum Ten.
Kn San Llorens del Munt, en donde se ha indicado el @. Ga-
leobdolon Crtz.; pero nosotros no hemos recibido mas que la
apuntada.
Astragalus Pentaglottis L.
Este tipo especifico se presenta en Espana bajo dos formas:
pico del fruto prolongado (vostratum) 6 sin pico (erostris). La
planta catalana pertenece a la primera.
Saxifraga capitata Lap.—S. aquatica X ajugefolia Timb.
Montes de Nuria (Tremols, Julio de 1877); sitios aguanosos
de Nuria (Cadevall, 11 Agosto 1896).
DE HISTORIA NATURAL. 129
Unica localidad conocida en la flora espanola y wnicos na-
turalistas que la recogieron.
Suncus pyrendicus Cad. & Pau.
Planta de 9 cm., cespitosa; hojas filiformes, mas cortas que
el tallo, de 7 cm.; tallos derechos, largamente desnudos; inflo-
rescencia terminal, unica, en cabezuela; bractea aovada, lan-
ceolado y aristado su apice, 3 nervios; perigonio de piezas
oblongas, tan largas como las dos terceras partes de la cap-
sula.
Junco de la Seccion Stye Fries, é intermedio entre los
J. Stygius L. y J. Triglumis L. Del primero difiere por sus tallos
desnudos, bractea y piezas del perigonio mucho mas anchas;
del J. Zriglumis L., muy parecido por su cesped y tallos des—
nudos, se aparta notablemente por el color y forma de las
bracteas y longitud de las capsulas.
Nuria, frente al Salt del Aigua; 12 de Agosto de 1896.
Thlaspi virgatum G.G.
Es interesante esta especie de Nuria, por no estar indicada
en Espana mas que en Cataluna, faltando en muchos herba-
rios espanoles, como en el mio, hasta que la he recibido del
Sr. Cadevall.
Trifolium aureun Poll.
Bosques de Ribas. En mi coleccién todavia no constaba como
muestra de Espana.
Veronica latifolia lL.
Hace tiempo que poseo una variedad de esta especie, reco-
gida por el Sr. Tremols, que es la misma de Ribas enviada
por el Sr. Cadevall y distinta del tipo por sus capsulas bilobu-
ladas (var. di/oba). D. Juan Cadevall remite el tipo también.
Melica pyramidalis Lam.
Ksta planta curiosa no la traen los naturalistas espafioles
como diversa de la I/. minuta L., y yo la considero como inter-
media entre las WM. major 8. & S. y M. minuta L., siguiendo el
parecer de algunos botanicos europeos.
Las hojas angostas, rigidas y arrolladas, asi como las ligu-
las cortas, le acercan 4 la MW. minuta y la separan de la MW. ma-
jor; pero sus espiguillas de J/. major la apartan bien de la
M. minuta.
Cytissus Gallicus Kern.—C. supinus L. var. gallicus.
Varios autores espanoles han dado como especies diversas
ACTAS DE LA SOC. ESP.—XXV. 9
130 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
los C. hirsutus L., C. capitatus Jacq. y C. supinus L., y & mi
parecer, estas tres especies, con el C. prostratus Scop., perte-
necen al mismo tipo especifico; y apartandose estas formas
entre si por caracteres de tan poca importancia, que apenas se
pueden crear variedades (morfologicas) de verdadero valor
taxonomico.
Kerner ha demostrado que el C. supinus L. es idéntico al
C. capitatus Scop., Jacq.; y siendo esto evidente, resulta que
las indicaciones de algunos autores no se contradicen, como
parecia (Costa, fl. cat., pag. 56; ampl., 74; supl., 18; Vayre-
da, pl. not., pags. 48 y 194). Pero el Sr. Kerner anade que el
C. supinus de los autores franceses difiere del verdadero C. supi-
nus L. y ha dado a esta forma occidental el nombre de C. Ga-—
Hlicus.
La identidad de la forma catalana con la francesa es cierta,
solamente que es forma parvifolia, y difiere ligeramente del
C. capitatus Jacq., de la Hungria, y se acerca bastante al
C. prostratus Scop., sino atendemos 4 su inflorescencia.
La muestra del Sr. Cadevall fué recogida en los montes de
Matadepera, Olesa y Ribas.
Scleranthus Delorti Gren.—S. polycarpus DC.—S. pseudopo-
lycarpus de Lerx.
Terrenos arenosos del Monseny, 8. Hilario y 8. Llorens del
Munt.
Loscos! did bajo S. De/orti otra forma muy diversa, perte—
neciente probablemente al S. annuus L.
S. perennis L. 8 polycnemoides.—S'. polycnemoides Willk. &
Costa.
A esta especie 6 variedad asimilaba con duda el S. /iennis R1.
recogido por el Sr. Cadevall en la riera de Tarrasa (ot. bot.,
fasc. 6.°, pag. 51), considerando al S. polycnemoides diferente
del S. perennis; mas, comparados con la descripcién, encontré
que no podia pertenecer al S. polycnemoides mas que la planta
recogida por el Sr. Tremols (Junio de 1884) en la localidad cla-
sica, diversa inicamente del S. perennis por su cesped, hojas
y entrenudos inferiores; pues segun muestras de ambos explo-
radores, en el Monseny se encuentran todas las especies cita-
das en Espana, menos el S. wacinatus Sdner.
Viola sciaphila Koch. —
Matadepera y Ubach (1896) en Tarrasa. Aspecto de V’. alba
DE HISTORIA NATURAL. 131
Bess., sin renuevos rastreros y capsulas lampinas, pero no
creo que pertenezca a especie nueva.»
—El Sr. Rivas Mateos (D. Marcelo) did lectura de la siguien-
te nota:
«Preliminares para el estudio de las especies espanolas del género
GratioLa (Lscrofulariaceds ).
»Notorias son para los botanicos las caprichosas divisiones
de que son objeto las especies vegetales; el caracter mas acci-
dental y pasajero producido por el medio de vida, es causa su-
ficiente para que haya quien vea en aquel anormal individuo
una nueva variedad, viniendo, por consecuencia, a introducir
en el campo de la Botanica un farrago ininteligible y confuso
de variedades, fantasticas las unas, incomprobables y sin re-
presentacién las otras. No es, en verdad, el género Gratiola
uno de los que mas hayan corrido tal suerte, y sin embargo,
hoy existe tal confusiOn y tan poca certeza en el conocimiento
y distincién de sus especies, que muchas veces se encuentra
uno con ejemplares de imposible 6, a lo menos, de indecisa
clasificacion.
»En las investigaciones y estudios que hemos hecho de las
especies espanolas hasta hoy conocidas del género Gratiola,
hemos tenido 4 la vista ejemplares procedentes de la Sierra
de Gredos, cordillera central de San Pablo, garganta y arroyo
Barbaon de Serradilla, arroyos de Garganta de Banos, Isla de
Plasencia (Caceres), Puerto de Béjar, arroyos limitrofes a Can-
delario, rio Tormes (Salamanca), orillas del rio Tajo en Aran-
juez (Madrid) y, por ultimo, todos los existentes en el herbario
del Jardin Botanico de Madrid. Del estudio detenido de estos
ejemplares deducimos: 1.°, que racionalmente sdlo podemos
admitir hasta hoy dos especies espanolas del género Gratiola;
y 2.°, que una de las especies debe llevar el nombre de Gra-
tiola officinalis L., como ya Linneo la denominé en su Species
plantarum, y \a otra el de Gratiola crassifolia. Veamos las
razones: Al hacer la caracteristica, no ya de un género, sino
de una determinada especie, lo racional, lo cientifico, es el
marcar los caracteres naturales que ligan y separan con cla-
ridad, con precisién, unas especies de otras colocadas en el
mismo género; ademas, estos caracteres deben ser persisten-
132 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
tes. Hé aqui, pues, los fundamentos que nos han servido para
deducir y dar conclusiones nada mas que preventivas para
rectificar en caso necesario.
»Respecto a la Gratiola officinalis L. nada hemos de decir,
pues esta perfectamente caracterizada y no admite discusién
alguna. Ahora, respecto a la Gratiola linifolia Vahl. queda
mucho que desear, tanto la especie como las variedades 8 /us7-
tanica (Gratiola linifolia Brot.) y y Salmantica (Gratiola crassi-
Jolia et Salmantica Lag.). Discutamos: Si la var. 8 Lusitanica
se halla caracterizada por tener las hojas lanceolado-lineares,
crasas, enteras 6 débilmente dentadas, y las dos bracteitas
que llevan en la terminacion del pedunculo iguales en longi-
tud a las lacinias del caliz y la var. y Salmantica por tener las
hojas enterisimas y crasas, lo natural es que estos caracteres
sean persistentes 6, a lo menos, no se hallen confundidos
todos en un solo individuo; si esto asi no ocurriera, los carac—
teres indicados podrian, aunque malamente, formar las dos
variedades antes indicadas; pero como no es asi, sino que el
caracter de las hojas, como el de las bracteas, son tan fugaces
é inconstantes, que no es dificil ni raro, sino lo normal, el en-
contrarse con ejemplares que reunan la caracteristica de una
y otra variedad. Asi, pues, vemos que la presencia de tales
caracteres son insuficientes para poder por si solos distinguir
y formar los dos grupos. Ocurre, por ejemplo, que la Gratiola
recogida en la Sierra de Gredos presenta las hojas lanceolado-
obtusas, crasas, cubiertas de pelos brillantes y cristalinos; son
ademas trinerviadas 6 por excepcidn uninerviadas, con los bor-
des enteros en unas, casi invisiblemente dentados en otras.
La recogida en el Tormes de Salamanca conviene con ésta en
la crasitud, forma, nerviacién y pubescencia, y difiere en que
Jos bordes son enteros en todas las hojas. Las de Aranjuez
recogidas por los Sres. Lazaro y Aterido presentan, ademas de
los caracteres de crasitud y pubescencia, las hojas visible-
mente trinerviadas y dentadas. Una cosa analoga ocurre con
las procedentes de Candelario y Serradilla. De los ejemplares
existentes en el herbario del Jardin Botapico de Madrid, sdlo
merece indicacién para nuestro objeto el que lleva nombre
de Gratiola crassifolia Lag., el cual efectivamente tiene las
hojas crasas y enteras, siendo, por consecuencia, idéntico al
que nosotros poseemos del rio Tormes. En resumen, podemos
DE HISTORIA NATURAL. 133
decir que no existe un caracter por el cual podamos separar
una de otra variedad. Sin duda alguna observé Willkomm
todas estas analogias, despreciando las fugaces diferencias
producidas por la adaptacion al medio de vida, cuando en su
Prodromus flore hispanice reune, sin admitir variedades, la
Gratiola linifolia Hoftm. et Link., G. crassifolia y G. Saliman-
tica Lag. bajo el sindnimo de Gratiola linifolia Vahl.
»Ahora, respecto al nombre especifico de esta especie, nin-
uno creo, a mi juicio, se acomoda mejor que el de G@. crassi-
folia, por ser la crasitud de la hoja el caracter mas sencillo y
constante; de ningtin modo el de @. linifolia, pues la forma
de la hoja dista bastante de parecerse a la del lino.
»Después de las anteriores reflexiones, hagamos un estudio
detenido de la caracteristica de las dos especies Gratiola offici-
nalis y G. crassifolia.
»Gratiola oficinalis L.—Planta de 3 4 4 decimetros, con raiz
rastrera, poco dividida y de matiz rojizo. Tallos erguidos, fis—
tulosos y muy marcadamente tetragonos, con las aristas algo
salientes. Hojas opuestas, sentadas, abrazadoras, lanceoladas,
de unos 5 cm. de longitud por 4a 5 mm. de ancho, completa-
mente lampinas, 6 cuando mas, las del centro con una ligeri-
sima pubescencia en la base y por el haz; nunca son agudas,
notandose que las inferiores son un poco mas romas y obtusas
que las superiores, son trinerviadas y dentadas sélo en la mi-
tad superior; los dientes, débilmente mucronados, estan en
trechos de 5 en 5 mm.; los nervios, en numero de 3, rara vez 5,
aparecen indivisos, 6 a lo mas, los laterales dan casi imper-
ceptibles nerviecitos que van 4 parar al vértice del diente.
Las flores, que son axilares y solitarias, constan de un pe-
dunculo ascendente igual en longitud a la corola y lleva en
su parte superior 2 6 3 bracteitas dos veces mas largas y an-
chas que las lacinias del caliz; el caliz, formado por 5 lacinias
que llevan en la parte interior y junto al nervio medio una 6
dos series de pelitos casi imperceptibles mates é indivisos, que
decrecen en ntimero a medida que se acercan al vértice de la
lacinia; la corola, irregular tubulosa 6 ligeramente tetragona
y barbada en el interior, consta de 4 ldbulos, dispuestos en
2 labios, de los cuales’ el superior es bifido, mientras que el
inferior aparece de 3 ldbulos iguales; el matiz de la corola es
blanco-rosaceo, con los nerviecitos muy marcadamente rojos;
134 ACTAS DE La SUCIEDAD ESPANOLA
los estambres en numero de 4, de los cuales, 2 son estériles y
poco desarrollados, constan de un filamento corto y una antera
redondeada y bilocular; el ovario esta compuesto de 2 car-
pelos cerrados y multiovulados. Fruto en caja, aovado-cénica,
compuesta de 2 valvas que terminan en punta rigida, debido
a que el nervio medio de cada carpelo es fuerte y prominente
en el apice; las semillas, que son pequenisimas, alveoladas y
rugosas, presentan un color leonado. Fl. Julio a Septiembre.
Es frecuente en sitios humedos de toda Espana, siendo mas
comun en la region Central.
»Gratiola crassifolia R. M. (Gratiola linifolia Martin Vahl.
Gratiola linifolia Hoftm. et Link.—Gratiola Salmantica et cras-
sifolia Lag). Planta de 1 4 2 decimetros con raiz casi indivisa
y de un tinte algo rojizo. Tallo fistuloso semirastrero, cuadran-
cular y con pelos carnosos, brillantes y cristalinos. Hojas crasas,
sentadas, abrazadoras, aovado-lanceoladas, obtusas, general-
mente trinerviadas, 6, por excepcidn rarisima, uninerviadas,
repletas por ambas caras de pelos carnosos, cortos é indivisos;
los bordes aparecen: en las hojas inferiores enéeros, en las su-
periores ligerisimamente dentados. Las flores son axilares, soli-
tarias y constan de un pedunculo vez y media mds largo que la
corola, pubescente, cilindrico en la parte inferior, ensanchado
y tetragono en la superior; bracteitas de igual longitud que las
lacinias calicinales; caliz compuesto de cinco lacinias pubescen-
tes en el exterior y lampiias en el interior; corola irregular, tu-
bulosa, barbada, compuesta de cuatro lébulos, de los cuales el
superior es generalmente escotado, los restantes iguales; el
matiz de la corola es rojo violaceo; estambres dos por aborto
constante de los otros dos, que suelen hallarse rudimentarios
6 nulos; filamento corto y antera alargada y bilocular. Ovario
bicarpelar y multiovulado. Fruto caja, redondeada, bi-valve y
polisperma. Semillas alveoladas, rugosas y blanquecinas. Flo-
rece Agosto-Septiembre. Habita en los arroyos y sitios hume-
dos de Salamanca, Caceres, Madrid y Portugal.»
—El Sr. Calderén presento, por encargo del profesor del
Instituto de Huelva, D. Manuel Paz Sabugo, dos fotografias de
un borrego monstruoso encontrado y disecado por dicho se-
nor, y ley6 ademas una descripcidn remitida por el mismo
senor del citado ejemplar, que pertenece A la familia de los
monstruos aprosopos.
DE HISTORIA NATURAL. 135
—El Sr. Bolivar (D. I.) manifestd que en una nota que pre-
sentd en la sesidn de Enero de este ano y que fué publicada
en el acta correspondiente, se habian deslizado algunas inco-
rrecciones que creia conveniente rectificar; son éstas el nom-
bre del viajero que recogio los insectos, y que fué el Sr. Vraz,
y el del rio explorado que es el Atabapo, afluente del Orinoco.
SECCION DE SEVILLA.
Sesién del 2 de Noviembre de 1896.
PRESIDENCIA DE DON MANUEL DE PAUL.
—Se leyo y aprobo el acta de la anterior.
—E] Sr. Secretario, dando cuenta de un moderno trabajo
del profesor aleman Kamtz sobre la relaciOn que existe entre
la temperatura de los manantiales y la del aire ambiente,
expuso algunas consideraciones sobre los datos instructivos
que proporciona la observacidn de la temperatura de los rios
y la comparacion de la de los pozos y de los manantiales mas
proximos durante un periodo algo largo, unico medio de sa-
ber la temperatura de la zona acuifera de una localidad y la
influencia térmica de la lluvia en cada region, encareciendo
la utilidad de practicar estas observaciones en Andalucia.
Se hicieron algunas aclaraciones por parte de los senores
socios presentes.
—KHl Sr. Barras leyo la siguiente nota, escrita en colabora-
cion con el Sr. Medina:
Notas antropologicas.
(Continuacion.)
Craneo prehistorico hallado con otros objetos (martillo, huesos de cier-
vo, ete.), en la mina «La Preciosa», término de Penaflor, existente con
el num. 164 en el Museo de Historia natural de la Universidad de
Sevilla. Donativo de D. Antonio Gonzalez y Garcia de Meneses.
v
Esta calavera se halla impregnada de sales cupricas, y sdlo
135 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
conserva la boveda del craneo y la cara sin mandibula infe-
rior (1). Estan osificadas las suturas en parte.
Nora. Por faltar el occipital se han tomado los diametros
y curvas hasta el lambda.
Milimetros.
Diametro antero-posterior maximo-lambdico......... 170
— transverso Maximo....... Sroahcla ete et arm ereiok ak we OO
— frontalsm immo yee fos i srsoetie bl bevel cuctaccis neo
Curva orizontal:maximo-lam bdica wn 26% aiesens acess 490
—— — Olriaco-lam DdI1 Car. eiey. seen wna tie eaOO
~ _— PLrCAUTICWIAL.... <cicjseereiowas permis ce LOO
=e BVETUGAl MASIO=ldIM DEUCE ve on cert ete rca ie eee
— a = SDTELMALICA a ces ss ee wis cae hieeree ee:
— — re LTTE Dad oie sao Pails fel stoie ae tle at rare ADO
Indice transverso longitudinal.......:.--.e.e++es0+. 80.00
===\i¢ TP OMLO-tLLaNSVELSAl ys cic wiaere eh ov ekcn Baew eee are ATO sO
Altura ofrio-alveolar.............. boc u Rok thn egbteverend avelaiouslce tee aro
amine MIVA SLO seh VCORE. Los te of spaub bee avuntsat eal A 8 4m, Syst nce wphee/sbayeeO
== Se SUMO mA MO OLA oie o.ayo tous yeh ioherohsce aie,/s(s) or5, epeus ieee feels
gt POMNULLO -ORDILALI A= 5.0 ts aps Since tyaiciaie tieiaeip.s oe Guelawinto SO
Latitud-picmalar SU BeriOL ..:. sic:0iei sie ieis arches /e/einkein sig erode Ue
— — ATTRETL OTatury feet vata stent wtewes s alain acape aptinteicrs OO
== ,( DLOLDLtATIA) CX CETIND 4 Sodas ae ele sas Waee eclosion s erred
en os MINCE TIO TAO HROLTSUOL 3'fy voxels faites s pol sgt tesaadine hel camara suces Suse aman
nasio-alveolar >< 100
Indice bi-malar inferior
ofrio-alveolar >< 100
a Saad eteland Blake apsie te bis avarei ei Ree tebancter ph OUSUO
bi-malar inferior
Bonoitudsde Va Oroitan) SMe ve cee weeenares as ee eee OD
AEVULUUDEL CBSA chet. Lista)’ iad tucstara sola Beater siaermatoe ecstaletaanes Gtalete as rnOM)
TROUT Noel Wiel a Oe Ee ee ok AE on ole oe og
Longitud de la nariz..... DN FAR Cae ec ceyee siete OO
Latitudtz 775% cig lerbts eis kis\va oe’ Stakefetaiensene (ora. casters felst accurate, ee
Pan COS CARIN ark hee cies srw ake Verein Stati, MRR Ios ore Meer HPL
Longitudidelpaladar ii. oiic gis ie clsten,siale ee. eee weer WO
Fea Aso; sie hoRe estas lsh elena ap Meera chelate Bieta ahdccltls Mean Gee
[rad MOO RsiiAy: ee le, Sei 3%. GitoReR te ONS St loa nie chet ra OS
(1) CANAL: Sevilla prehistorica, 1894, pag. 141.—Canpau: Prehistoria de la provin-~-
cia de Sevilla, 1894, pag. 43.
DE HISTORIA NATURAL. 137
YACIMIENTO PREHISTORICO DEL CORONIL.
Restos humanos recogidos por D. Feliciano Candau, existentes en el
Museo del Ateneo y Sociedad de Excursiones de Sevilla (1).
Num. 143. Frontal.
Milimetros.
Mime iro-trontalemimMimMos. 21. ice ates. snc ee s Saversleftin TOS
Circa NASIO— Dre MaAid. «5... sje' kia © «eles ee aie tamed ve SG
— Seeni oy AMONG EY Ste te, oncka tn ncom pans o: beste fatty eke Lee eee
Este frontal esta algo incompleto y ofrece de notable ser
bastante pronunciados los arcos superciliares, ast como la gla-
bela que resulta prominente y la curva de su cara anterior
inclinada repentinamente hacia atras, lo que produciria una
frente bastante deprimida. La cresta coronal (cara posterior)
bastante pronunciada.
Num. 146. Maxilar superior derecho.
Milimetros.
Altura.espimo-alveolaric:. its. sisi ccnmes b Sec iack Se iciaiels a eee
Monetauds del aladartsistc «26 see crows core eee a clehaie’e sss Saree
A SAE fkcvc en pa Ve rotate aycys bidet Bed i oF a-oeniar hie! cm ond Eat A aiioin chav gralren Oe
WCE cy ities nt Oot ewer secre at ieee, BIEN NON aay OT Se
Num. 144. Mandibula inferior. Esta incompleta, faltan-
dole toda la rama ascendente derecha y una parte de la iz-
quierda.
Milimetros.
Distal a SiN MSI O-COMIACA. 55. n5. chs oa we wc vlareie ob ale Piss OU)
Ml Turache laxSiMisis;.% cies, isla oos. es Be ATCA wile wie s Se seme
Latitud minima de la.rama ascendentée...:.......6.... 33
Num. 145. Tibia platicnémica. Trozo de la tibia izquierda
de 124 mm. de longitud, correspondiente al tercio superior,
faltando la epifisis.
(1) CALDERON: ANALES DE LA Soc. ESP. DE HIST. NAT., tomo xvnil: Actas, pagi-
nas 23, 24, 31 y 389.—CaNaL: Sevilla prehistorica, pag. 131.—CaANDAU : Prehistoria de la
provincia de Sevilla, pig. 99.
138 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
Milimetros.
Distancia maxima antero-posterior en la extremidad
INLERIOT MeL LLOZO's (5: «gascertse as ys wise @ o areheie olce'a/o eben mame
Separacién minima de las caras interna y externa.... 18
Occipital procedente de La Campana (Sevilla), existente en el Museo de
Historia natural de la Universidad de Sevilla, donde figura con el
num. 163. Donativo de D. José Dominguez Venegas, médico titular de
dicha villa (1).
Presenta un exostosis entre las dos lineas curvas del lado
derecho, en forma de mamila y dirigido hacia abajo.
Milimetros.
Diametro! transverso-asteriGO. (<r! isp chs atailoifiesacies sue
Curva vertical lambdico-opistica.......... che di ehaheberaas pres WAZ)
Longfitud.delvorificionocerpital. 1.5.5) s te sly seiatieniaes viene
GATT GUG fete ego) hallo a tacese a's: disv since eae wie, Soays love ain pelebt esos sapets ie Oo) PMO
Indice..... ssl levaohenaya feta Metiateue wee a ocak, Seta orate gaeNple 73.80
Maxilares superiores derecho 6 izquierdo, procedentes de Coria del Rio
(Sevilla), existentes en el Museo del Ateneo y Sociedad de Excursiones
de Sevilla, recogidos y donados por M. Arthur Engel, encontrados en
una sepultura arabe (segtin la inscripcion con que figuran en el Catalogo).
Estan algo incompletos.
Latitdaebi—imal ar aMPeriGe. i tee wc oie wie eer el ene etree 86?
MIGUTARESpINO-AlW COLA a6 aegis ae cidiesaoers alae aah ielevcneoie anL
Latitud de la: mWarigic. jc. %-o. 2 kee aielete s wi teeeieatiows aye erarara 20?
Longitud del paladar..... Galatatosiaete eee ee cha coke MOOS
Mee da Chae Oo ae re ie: St itenacadges el iol olae are ee eer ODN
[ive coal atm Orie 2 ease soe et aed ate igh a toamiaces se) 68.682
(1) ANALES DE LA SOC. ESP. DE HIST. NAT., tomo xx, pag. 186 de las Actas. Por
un error se dice en esta nota, y lo copia el Sr. Canal (ob. cit., pag. 137,, que el do-
nante de este ejemplar al Museo fué el Sr. Rodriguez Arias, cuando en realidad lo ha
sido el Sr. Dominguez Venegas, el cual hizo llegar el ejemplar 4 manos del Sr. Cal-
deron por mediacion del Sr. Medina.
DE HISTORIA NATURAL. 139
Mandibula inferior completa y dividida en tres trozos, de la misma proce-
dencia, y existentes también en el Museo del Ateneo y Sociedad de
Excursiones de Sevilla.
Milimetros.
Distancia bigoniaca..... Petcta cist Witaen Sate cietineiette aaa, nO
— bicondileo-externa...’.\sec.0 5: Demat adeno 1 OO
_ HN OU TES LOE F200) 111131 Cr: leeane es ae aie Ete eR ae they
PUPAE yar Sin Sigetete nec citts ken Sdn te ote ae eet OD
— delarama ascendente...... She Bite Menten Rar PO
Hanbuds minim, deta misma: dc so.o. eNitesiec esc Cee be 22
Indice de la rama...... Ree eR tech TEA RA og ae oS TE 55.17
Num. 166 del Museo de Historia natural de la Universidad de Sevilla.
Craneo hallado en un pozo de la Macarena (Sevilla). Donativo de
D. Antonio Machado y Nunez.
Tiene osificadas casi todas las suturas; prognatismo bastante
acentuado. Carece de parte del maxilar superior izquierdo,
pomulo y arco zigomatico del mismo lado. Por su aspecto pa-
rece prehistorico; tiene alguna patina y los huesos son muy
fragiles. La linea curva que limita la fosa temporal esta bas-
tante acentuada.
Milimetros.
CAVE Ved Omt AOI be le MV TA cate oy nhs-oreieca ers oehatek eee ee areier: O00
VOM ICeeh MIS 1O-ODI SCA <a icpe «yo stoiary a erelehaieleiece'siis, , SOO)
= tee UEATISN CMSA) TOU Lape sia) 0 tas a age Cee tare SA tae ays Ruesla su tna AEE
Indice transverso-longitudinal. .....jc..2+-s.040e4+- - 83.52
SVC ULC OS LOMO T LUG Le hy, is).. sais, sc.ohlcvamielae sm 6's 5. 4) 18:82
<a DEANS VETSO-VeL tla locates cies <ieysceuaca aneiate dishes (tve-ct) 2-04.50
— fronto-transversal maximo..... eG Se cashes i te
Powonnid see Wor Wi elOnOCClPMLAL. |<)... eras siete ieiagansios 6has) ori, OM
Grdtce del orien o. 4a Ae hie aaa Chr aired ee tO 12
MISANICTAMASKOADASICH Sac wicte vise t.0ehacjeiewe ciswtewdecan 9d
inte eran braAriOus ose wea ee oes os. 89.417
Sa MUSE ee abet olen necr eds (ele aps ah astea tay/eetisva aks eins s1are 2 Oo
Trea UcAAVMNNE gets Binge teins letalists dy ate) afayal's.o/ase, «vei af ticversie.o tue « ec Oldaeed
Distancia bigoniaca..... DERE A ooh sd neiene enatepaiayeys eden stele coe OMe
Altura de-la ‘sinfisis...... Ret RSL SE iarieciae bst ekyons A teow
Indice dedaawamarascendenmter {uch eu's.« oe cuchoeuen acaree 50.00:
140 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
Num. 167 del Museo de Historia natural de la Universidad de Sevilla.
Craneo procedente de Sevilla, donado por D. Manuel Sales y Ferré.—
Falta la mandibula inferior.
= Milimetros.
Curva horizontal waxiMa, so pceeies. o-es Seaman a rye, 2 62)
2 Vertical MASTO-OPIStICAk.4 s).-n deste pie ceug ee arse wire eee
SPP LTANSVELS a COPA ees feos ecclesia reueleater sayin ceaie rata Sete ree
Indice transverso-longitudinal.......... spat glint a stra 86.82
Seat VEL COTOMO TUM GUMal oo". cheno pinata ancy ans) ke 77.84
== {fransverso-verbitaly 1:5...2% -ecien actus eT ieee RSA
— fronto-transversal maximo.......... bisaheaniece ee OLOO
Lonsitud: delsoritvero Occipital: fierce sccete wievanee Mel ag oS
Indice del mismo....... eae ME A eee eee hee 86.84
Distancia nasio-basica....... Fee PAE IE fs a eee)
Indice facial superior de Brocal.): vse. s55.* eee, oe oe 68.00
OLD UGALLO sare ctole ator stsid tavie re lavete el ansemeee iat 5 Seas oe 92800
Se ASA Lye Sink creep ia 6 ctulebs Cake.@ Gn iatinie th Sato eceteminye len alee
yo MAULINO Sears ors e oibke & cus bic lei ahs ata feroeieinie bdo sase,a0 OU Me
Sesion del 2 de Diciembre de 1896.
PRESIDENCIA DE DON JOSE MARIA SOLANO.
—Leida el acta de la sesidn anterior fué aprobada.
—(Quedaron admitidos como socios los siguientes senores
propuestos en la sesién anterior.
Rvdo. P. Longinos Navas (Soc. Jes.) del colegio del Salva-
dor de Zaragoza,
propuesto por los Sres Antiga y Martinez y Saez.
D. Vicente Tutor, doctor en Medicina y residente en Cala-
horra,
propuesto por D. Francisco de P. Martinez y Saez.
D. José Jiménez Cano,
propuesto por D. José Maria Solano.
D. Isidoro Garcia Barrado,
propuesto por D. José Maria Solano.
DE HISTORIA NATURAL. 141
D. Jaime Alorda y Sampol, de Mahon,
propuesto por D. Ignacio Bolivar.
D. Bartolomé Sanchez en memoria de su senor hijo
D. José Sanchez Gomez,
propuesto por D. Ignacio Bolivar.
D. Miguel Mercader y Benlloch,
propuesto por D. Ignacio Bolivar en nombre de D. Pe-
dro Antiga.
—Se hizo una propuesta de socio que seguin lo dispuesto en
el reglamento quedé pendiente de informe hasta la sesién
siguiente.
—ll] Sr. Presidente manifestd a la Sociedad que la Junta
Directiva y Comision de publicacién, preocupandose siempre
del mayor progreso de nuestra Sociedad y de que sus publi-
caciones resultasen lo mas interesantes que fuese posible,
habian acordado que en lo sucesivo, la publicacién de las
actas se hiciese mensualmente, con objeto de que los senores
socios las pudiesen recibir a poco de celebrada la sesidn y los
autores lograran ver publicadas con prontitud sus comunica-
ciones, evitando asi que algunas veces por aguardar la publi-
cacién del cuaderno de Memorias, pudieran perder su origi-
nalidad trabajos de cierto caracter 6 que fuesen de marcada
oportunidad y que en su consecuencia la Junta Directiva pro-
ponia la aprobacion de los siguientes acuerdos.
Bajo el nombre de ANAuzEs de la Sociedad espanola de His-
toria natural se comprenden las Memorias y las Actas.
Las Memorias seguiran publicandose como hasta aqui, divi-
didas en tres cuadernos anuales. En ellas se insertaran los
trabajos originales que arrojen mas de seis paginas de impre-
sidn, acompanados 6 no de laminas 6 de grabados intercala-
dos en el texto, y también los de menor extensién que la indi-
cada si requiriesen una 6 mas laminas.
Cuando los trabajos destinados a las Memorias hayan de ir
acompanados de laminas 6 de grabados intercalados, estara
obligado el autor 4 entregar con el manuscrito dibujos defini-
tivos, ejecutados con la perfeccién necesaria para que puedan
ser reproducidos por la litografia, el grabado 6 cualquiera de
los procedimientos fototipograficos hoy en uso; de lo contrario,
142 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
correran por cuenta del autor los gastos que ocasione el tener
que recurrir previamente 4 un dibujante para el arreglo de la
lamina.
La Sociedad abonara el coste de los grabados que se hayan
de intercalar en el texto, siempre que su niimero no fuese
excesivo, y contribuira con la mitad de los gastos a la ejecu-
cién de las laminas cuya publicacién haya sido acordada,
siendo de cuenta de los autores el abono de la otra mitad.
Compréndese aqui toda clase de gastos que ocasione la ejecu-
cién 6 impresién de los ejemplares que constituyen la tira-
da de la Sociedad, asi como el importe del papel para los
mismos.
Los autores de los trabajos publicados en las Wemorias reci-
biran 50 ejemplares de su trabajo libre de gastos, exceptuados
los de encuadernacién, sin variacién alguna en el texto ni en
las laminas: los que deseen mayor numero de ejemplares, 6
quisieren introducir en ellos variaciones, abonaran los gastos
que éstas ocasionen con arreglo 4 las tarifas que la Sociedad
publicara todos los anos en las cubiertas de las Ac/as del mes
de Enero. Los trabajos destinados 4 las Memorias, y cuya in-
clusién en ellas sea acordada por la Comisién de publicacién,
habran de ser originales é inéditos, y apareceran por orden
de presentacién dentro de cada uno de los grupos geologico,
botanico y zoolégico. La Comisién de publicacién podra, sin
embargo, por acuerdo especial, alterar dicho orden y dar pre-
lacién 4 los trabajos que a su juicio la reclamen, y también
acordar la insercién de otros cuyo conocimiento pueda intere-
sar a la Sociedad aun cuando estuvieren ya publicados.
Las Actas de las Sesiones se publicaran por pliegos mensua-
les y en el plazo mas breve posible después de las sesiones
correspondientes. Se excepttiian los meses de Julio y Agosto,
en los que no se celebrara sesiOn.
En ellas se incluiran los trabajos y noticias de poca exten-
sin de que den cuenta los socios en las sesiones y que no
requieran laminas, y también los extractos de las Memorias
que presenten los autores con este objeto. La publicacién de
unos y otros habra de ser acordada por la Comision de publi-
cacion.
Los manuscritos de estas notas, asi como los clichés interca-
DE HISTORIA NATURAL. 143
lados que requieran, habran de quedar en poder del Secreta-
rio en la sesién en que se dé cuenta de ellos, pues de otro
modo no seran incluidos en el acta correspondiente. Los gastos
de los clichés seran reintegrados 4 los autores por la Sociedad
con arreglo 4 los precios corrientes & que ésta acostumbra
pagarlos. Se concede a los autores un maximum de seis pagi-
nas para cada comunicacién que hicieren, contando en ellas
las figuras que comprendan.
La Sociedad no regala tiradas aparte de las notas publica-
das en las Actas, pero los autores podran obtener el numero
de ejemplares que deseen del pliego 6 pliegos en que apa-
rezca su trabajo, abonando el papel y la tirada de ellos a ra-
zon de 2 pesetas por cada 50 ejemplares de un pliego (16 pa-
ginas).
Los autores indicaran en los manuscritos que presenten a
la Sociedad la cuantia y condiciones de la tirada aparte que
deseen; de no hacerlo asi, sdlo recibiran los 50 ejemplares, sin
levantar forma, que regala la Sociedad a los autores de los
trabajos publicados en las Memorias.
En las tiradas aparte en que los autores introduzcan varia—
ciones, no podra dejar de consignarse que el trabajo ha sido
publicado en los ANALES DE LA SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA
NATURAL.
Después de breve discusién fueron aprobados los referidos
acuerdos en su totalidad, asi como las tarifas modificadas que
han de aplicarse en las tiradas aparte de los ANALES y que se
insertaran en las cubiertas del acta de Enero.
Igualmente, segun expuso el Sr. Presidente, se acordé bus-
car un local para poder instalar la Biblioteca de la Sociedad
ya que en el del Museo de Historia natural era imposible efec-
tuarlo y la instalacién de un Hospital militar en el Museo del
Doctor Velasco obligaba a la Sociedad 4 desalojar las habita-
ciones en que se hallaba instalada la Biblioteca.
—E] Sr. Jiménez de Cisneros (D. Daniel), catedratico del
Instituto de Gijén, remitid la siguiente nota necroldgica de
nuestro malogrado consocio D. José Sanchez Gémez.
«Triste impresién produce en el animo de los que en tan
reducido numero formamos la Sociedad Espanola de Historia
natural, ver desaparecer uno tras otro nuestros respetables
maestros y no menos doloroso es ver interrumpida la brillante
144 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
carrera de jovenes que, Henos de vida y entusiasmo por las
ciencias naturales se hunden de improviso en la muerte, cor-
tando a un tiempo las esperanzas de sus consocios y llenando
de luto el hogar paterno. La Sociedad Espanola conocia bien las
excelentes disposiciones del infortunado Sanchez, cuyo pre-
maturo fin me pone, bien a mi pesar, la pluma en la mano
para dar cuenta del desgraciado accidente que motivo su
muerte.
»E1 10 de Agosto salid Sanchez Gomez de su casa de Carta-
gena con animos de banarse, y como transcurriesen las horas
y Sanchez no volvia, su atribulada familia buscé con ansiedad
la causa de la desaparicién, no tardando en encontrarlo aho-
gado en el puerto, 4 consecuencia, segun dictamen facultati-
vo, de un derrame seroso ocurrido mientras se hallaba en el
banho. Su cadaver aparecid flotando en aguas del Hspalmador
chico y \levado al depésito.
»Era Sanchez hijo tnico del condestable mayor del Arsenal
de Cartagena D. Bartolomé Sanchez, y por su apacible condi-
cidn y agradable trato fué estimado en vida por cuantos le
trataron. Hizo sus estudios de 2.* ensenanza en el Colegio Po-
litécnico de Cartagena, y me llamo desde entonces la atencion
aquel nino de 13 anos, de tan vivo caracter y tan aficionado a
la Historia natural. Desde el 1890 asocié 4 Sanchez 4 mis ex-
cursiones por el campo de Cartagena, y aunque al principio
manifesto aficiones por los diferentes ramos de la Historia na-
tural, no tardé en decidirse por la Entomologia y asi es, que
acabé regalandole mi pequena coleccion de insectos. En 1892
me trasladé a Asturias, pero Sanchez ya tenia bastante entu-
siasmo para seguir él solo sus estudios y excursiones mante-
niendo conmigo una frecuente correspondencia; todos sus
deseos eran adelantar en conocimientos; sus afanes, visitar
museos, hacer colecciones y contribuir al adelanto de las
Ciencias naturales en Espana. Jamas en sus cartas ni en sus
conversaciones habia manifestado otros deseos, ni siquiera el
de elevarse él 4 expensas de sus trabajos. Habia nacido para
estudiar ciencias naturales y nada mas que para eso, asi es
que no habia que buscarle en diversiones ni en paseos, su
unico placer era hacer, excursiones.
»Recibid el grado de bachiller con gran lucimiento en 1893,
y paso en seguida a estudiar Facultad. Sus aficiones le abrie-
DE HISTORIA NATURAL. 145,
ron paso en Madrid, y a los pocos meses tenia corresponden-—
cia, no sélo con algunos catedraticos del Museo y otras perso-
nas doctisimas en esta clase de estudios, sino ademas con afi-
cionados del extranjero. ;
»Aproboé su primer ano de Facultad en 1894 y aprovecho el
verano para conseguir otros conocimientos. A esta época co-
rresponden nuestras excursiones por las provincias de Alme-
ria y Murcia, y a pie recorrimos, en unidn de nuestro consocio
Sr. Enciso y Mena, el valle de Almanzora, las estribaciones
de Filabres y las sierras de Somontin y Lucar, los campos de
Lorca y los de Cartagena. Sanchez fué mi companero insepa—
rable y en aquella época que, como toda dicha pasada, la re-
cuerdo siempre con tristeza, era ya mi amigo individuo de la
Sociedad espafola y uno de sus activos socios.
»En 1895 aprobé el segundo ano de preparatorio, y aunque
su naturaleza se habia resentido algo a consecuencia de sus
continuos estudios no por eso el animoso joven se abandona- .
ba. En sus asiduas investigaciones recogia fdsiles, rocas,
plantas, objetos antiguos, etc., que luego regalaba a sus ami-
gos aficionados a estos objetos. El ultimo envio que me hizo
consistia en fosiles del Mioceno del campo de Cartagena, yaci-
mientos que conocia como pocos conoceran, y en su ultima
carta me hablaba con entusiasmo de los insectos que iba a
cazar... Y asi eran todas sus cartas. jPobre joven, sin mas am-
bicidn que saber! Muchas veces se elogia en los articulos
necrologicos a personas de mérito muy dudoso, habiendo en
estas resehas mas piedad que verdad. En la vida de Sanchez
no habia otra cosa que nobles sentimientos... j;Cuan léjos es—
taria el pueblo de Cartagena de pensar que el ahogado de/
Espalmador estaba quizas destinado a ser uno de sus hijos
mas ilustres! Descanse en paz mi querido discipulo en quien
veia mi futuro maestro en dia no lejano. Sean estos renglones
un homenaje a la memoria de mi querido compafniero.»
—Kl mismo senor remitio la siguiente
«Noticia acerca de un balenoptérido encontrado y remolcado por
el vapor «Sultan» en aguas de Gijon.
»E1 dia 11 de Octubre de 1895, en ocasién en que el Sultan,
vapor de pesca de esta villa, se encontraba como 4 unas 15
ACTAS DE LA SOC. ESP.—XxXV. 10
146 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
millas al NO. de este puerto, distinguieron los tripulantes una
masa obscura que flotaba 4 alguna distancia, conociendo al
aproximarse que era un gran cetaceo muerto. Diéronle remol-
que, y a la media tarde de aquel dia entraba en el puerto de
Gijon.
»Tuve noticia del hecho momentos antes de entrar en clase,
y 4 la salida me dirigi al puerto, donde supe que las autorida-
des habian ordenado su traslacién a la boya de Torres, y no
permitiéndome lo avanzado de la hora ir al sitio donde se en-
contraba el cetaceo, dejé para el dia siguiente la visita de ins-
peccion. La autoridad maritima ordend de nuevo su traslado
ala playa de la Salmoriera, distante unos 2 km. al I. de la
poblacion, y alli me dirigi acompanado del Sr. Castillo, Direc-
tor del Instituto de Jovellanos, y de los Sres. Garcia Molina y
Gonzalez Lépez, catedraticos del Instituto y Escuela de Artes
y Oficios respectivamente. Gran concurrencia de vecinos de
esta villa se habia reunido en aquellos sitios para ver el ani-
mal que se encontraba varado en una pequena playa y ama-
rrado fuertemente de la cola 4 los penascos, reposando el ter-
cio anterior en las rocas y con 1 m. escaso de agua, pues era
la hora de bajamar. Esta situacién hacia dificil aproximarse a
la cabeza y poderla estudiar de cerca, y 4 costa de esfuerzos
pudimos acercarnos el Sr. Gonzalez y el que suscribe y tomar
algunos antecedentes. El animal estaba echado de dorso, in-
clinado al lado derecho, de suerte que la nadadera de este
lado tocaba a tierra, mientras que la izquierda se levantaba
sobre el suelo 3 6 4 m. de esta parte. La longitud total era
proximamente 22 m.; 4m. de extremo a extremo de la cola;
la aleta dorsal arranca 4 unos 5 m. de la cola, y tiene proxi-
mamente 1 m. de longitud, 0,50 de alta y 126 15cm. de grueso
por la base. Este drgano es de forma triangular, muy escotado
por el borde posterior y de punta redondeada. El ano esta si-
tuado a los 5 66 m. de la cola. El dorso y los costados son de
un negro intenso, y blanco sonrosado el vientre, siendo de un
rojo mas vivo el fondo de los pliegues abdominales. Se trataba
de una hembra, y la hinchazon del cuerpo producida por la
descomposicion distendia los pliegues abdominales y hacia
que el recto se proyectase en parte al exterior, asi como tam—
bién los érganos genitales. Los O6rganos de la lactancia eran
de pequeno tamano relativamente al del animal; la piel se
DE HISTORIA NATURAL. 147
desprendia en grandes hojas impregnadas de grasa y de unos
3 mm. de espesor, descomponiéndose facilmente en pequenos
prismas perpendiculares a4 la superficie. Mucho me Ilamé la
atencién la deleadez de esta cubierta, comparada con la del
ballenato cogido en Cabo de Palos en Marzo de 1892 y del que di
oportunamente cuenta a la Sociedad Espanola. Debajo de esta
piel se encuentra un tejido adiposo abundantisimo, y del que
fluia la grasa en gran cantidad. Esta masa blanca adiposa se
encuentra perforada de trecho en trecho por agujeros oblicuos
de 1 cm. de diametro proximamente.
»Las aletas toracicas algo estropeadas, asi como también la
cola, efecto de una larga permanencia en el mar después de la
muerte, tienen unos 2 m. de largas y de 0,50 a 0,60 de anchas.
Respecto al diametro y circunferencia del animal no puede
precisarse, dado el estado de hinchazén en que se encontraba.
»Comenzaron los trabajos para la extraccién de la grasa, y
facilmente se comprende las dificultades con que tropezarian
gentes no acostumbradas 4 semejantes faenas y desprovistas
de medios adecuados al efecto. Cortaron el tejido adiposo en
grandes pedazos para transportarlos al lugar en que estaban
emplazadas las deficientes vasijas en que se hizo la coccién.
Grandes esfuerzos costé poder acercar tan enorme masa a
tierra, y dificultades no menores surgieron a consecuencia de
ser varios los propietarios del cetaceo, de tal modo que no
tuvieron en cuenta, 6 no pudieron, por el estado del mar, co-
locar a cada pieza ésea que iban extrayendo una senal 6 un
numero para su mas facil colocacion después. A los pocos dias
desarticularon el craneo, y las extremidades toracicas desde
su porcidn basilar, y fué no poca suerte el que se retiraran a
lugar seguro estos huesos, porque un temporal arrolldé el
tronco envolviéndolo en algas y arenas, y en esta disposicién
se encontraba el 25 de Octubre, fecha en que volvi a la Salmo-
riera, tras unos cuantos dias lluviosos en extremo que me im-
pidieron salir de la poblaciOn. Admirable fué la paciencia de
los tripulantes del Sw/¢tan, trabajando en aquellas carnes in-
fectas, bajo una lluvia continua y azotados por las olas furiosas
en algunos dias. A fines de Octubre la operaciOn pudo hacer-
se mas facil, trabajando principalmente durante la bajamar,
yen Noviembre ya tenian los huesos recogidos en lugar segru-
ro, excepto el craneo, que, encallado en las arenas, no pudo
148 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
moverse hasta el dia de su traslado a la estacion del ferrocarril.
»Grande hubiera sido mi satisfaccién al poder conservar
algunas visceras del animal; pero el estado de descomposi-
cidn en que se encontraba me lo impidié. Los huesos, algo de
las destrozadas barbas y algunos pedazos de epidermis fué lo
tinico que pude enviar al Museo de Madrid, cuando recibi 6r-
denes de su celoso Director para adquirirlos, y tras de no pocos
trabajos y consultas con los duenos (1) y mediante el pago de
1.000 pesetas fueron los restos de la balenoptera colocados en
un vagon el 2 de Enero del presente afio (2).
»Dos productos grasos obtuvieron del cetaceo: uno de color
amarillo, transparente y fluido, que era verdadero aceite de
ballena, y otro pastoso y de color agrisado, formado quizas por
aceite, materias extranas en abundancia y una parte de agua.
A pesar de las pérdidas de grasa, consiguientes a la operacion
hecha por gentes inexpertas, pudieron sacarse 114 barriles de
unos 70 kg. cada uno, por término medio.
»En el presente ano, en la segunda quincena de Septiembre,
algunas lanchas pescadoras de esta villa han dado caza a un
ballenato de unos4m. de longitud, y perteneciente, en mi opi-
nion, a la misma especie que la descrita anteriormente. De ello
tuvo noticia el Museo de Madrid el dia siguiente de la captura.
»Fué imposible conservar el esqueleto por su estado cartila-
ginoso, y tampoco se pudieron sacar fotografias ni tomar me-
didas exactas 4 consecuencia de que habian empezado 4 des—
pedazarlo cuando nos disponiamos a ello.»
—Kl Sr. Lopez Pelaez remite para su publicacién un estudio
sobre Las circunvoluciones cerebrales del cerdo doméestico, que
pas6é a la comisién de publicacién.
—KE] Sr. Fernandez Navarro manifesté que posteriormente a
la publicacién del trabajo del Sr. Doelter de que habia dado
cuenta en la sesion anterior, la Sociedad geologica de Francia
habia tratado del mismo asunto en la sesién del 9 de Noviem-
bre ultimo, en la que M. Lemoine presentd una interesante
comunicacion sobre aplicaciones de los rayos Réntgen a los
estudios paleontolégicos,
(1) Tuvieron parte en el cetdceo todos los tripulantes del vapor y los duefios del
barco, hasta que los Sres. Fernandez y Somonte, propietarios del Sultan, llevaron &
cabo un arreglo con los primeros, y con dichos senores fué ya facil entenderse.
(2) Pesaron los huesos mas de dos toneladas y media.
DE HISTORIA NATURAL. 149
En dicha comunicacidén, que no copio integra por ser dema-
siado extensa, su autor hace ver los resultados que se ob-
tienen de la aplicacién de este nuevo procedimiento de inves-
tigacién al examen de la estructura interna de las piezas
paleontolégicas, obteniendo resultados verdaderamente admi-
rables. En las fotografias de los huesos se ve perfectamente la
estructura de la pared, 6 sea canales nutricios del hueso, con-
torno de los alvéolos y raices de los dientes si se trata de man-
dibulas, conformacidn del encéfalo si se opera con frag mentos
de craneo. etc., todo ello mucho mejor que en los cortes me-
jor dados y sin la pérdida del ejemplar, a veces insustituible,
que representan esos cortes. Los mismos resultados se obtie-
nen de la aplicacién del procedimiento al examen de la es-
tructura y conformacién interna de las conchas, placas dér-
micas, espinas, etc.
Con lo indicado se comprende la importancia que en estos
estudios ha de tener el empleo de la fotografia por los rayos
Réntgen y el ancho campo que se abre a la investigacién,
hasta ahora tan dificil, dela estructura de los séres extin-
gwuidos. Los trabajos de Doelter en los minerales y de Lemoine
en los restos paleontologicos son los primeros pasos dados en
unos estudios que pueden ser campo fecundo de sorprendentes
revelaciones, y cuya importancia no hay necesidad de enca-
recer. De esperar es que los investigadores que dispongan de
medios para ello apliquen su actividad 4 esta nueva via, acu-
mulando en plazo breve gran cantidad de datos que seran
otras tantas adquisiciones para las ciencias mineralogica y
paleontologica.
—K] Sr. Tesorero presento el siguiente
Estado de los ingresos y gastos de la Sociedad Espanola de Historia
Natural, desde 1.° de Diciembre de 1895 a 30 de Noviembre de 1896.
INGRESOS.
PESETAS.
Saldo sobrante en 1.° de Diciembre de 1895...... do dodaagosoodansund0o00dEn 532,6
Cobrado por cuotas atrasadas...........--.06-- Saddiona 5s bido050 Aadacconas sistem leah)
Id. por cuotas corrientes de socios numerarioS..............+008- Heisie e Be DOO)
ld. por cuotas de socios agregados............. SoobdsooapoudodoSeDddoT 10
Tare PON SUSCRUN CLONES) OSVAINATIEIS 5) <1. crovelAciels els)eleve felele/a(0 «(6 = cle\iele/elelsloiele 285
Id. por venta de tomos de los mismos....... ete N oe ctseee Mois he Anaparin 11
Id. por préstamo de los clichés de una memoria del Dr. Ramon y Ca-
jalbpara uUnaspublicaciOnaleManas ac aqic)01s vite sm eis elie cisiele eisieiale 50
TOTATisis; 4 asters omteistes stars ee canes - 4.568,86
150 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
GASTOS.
Abonado por papel para la impresién, tiradas aparte y cubiertas de los
PASNUATA Bore shave seve releierentre eet ietetolctel sielelecetoienelocd-Tovaievelet<isversiolereh-lers wieictelororsts 870
Id. por impresion y tirada de los ANALES..... alten cre rclemtcraree Gin seine 2.333, 39
Id. Co) py she of: (0 (ol: Reet GEER D pam ae HASOn DOU OMOngnGaeOBdS aos DSUDEORC 156, 17
Asignacion del dependiente de la Sociedad durante el ano................. 480
Abonado por gastos de correo y reparto de los ANALES:.............. 0-00 224,93
Id. por gastos menores y portes de libros recibidos, etc., etc......... 315,59
ROWAT Of, ois, seve core yensp ste eeis es eee 4.3>0, 08
RESUMEN.
Suman loS inGresos 3... seen eesice sees Fasbastasnnoeaau de 4.568,86
Id. los gastos........ Bae Doccdd dcospoCOoCUGec bdodhans 4.380,08
Saldo sobrante 4 favor de la Sociedad en 1.° de Diciembre
de 1896..... aiatetalecisianis tare clerieaste Bia sntn lave ahelloleisisysie-acienetole es 188,78
Las cuentas y sus comprobantes quedaron sobre la mesa y
para cumplir lo prevenido en el Reglamento se acordé desig—
nar a los Sres. Macpherson (D. José), Puig y Pérez Zuniga para
constituir la Comisién que ha de examinarlas y dar cuenta a
la Sociedad en la sesién proxima.
—H]1 Sr. Secretario cumpliendo con lo dispuesto en el art. 21
del Reglamento de la Sociedad, did lectura del resumen que
a’ continuacidn se inserta, del estado del personal y trabajos
en que se ha ocupado la Sociedad en el presente ano.
El vigésimo quinto ano de existencia de nuestra Sociedad
Espanola de Historia Natural no ha desmerecido ciertamente
de los que le han precedido; como siempre, ha sabido llenar con
verdadero entusiasmo la misién para que fué creada, traba—
jando con afan constante en cuanto se refiere al cultivo de la
Historia Natural en nuestra patria y publicando valiosas Me-
morias que prueban de qué modo se cultivan las ciencias natu-
rales en Espana. Un cuarto de siglo ha pasado la Sociedad
Espanola de Historia Natural en esta vida laboriosa, trabajando
con sus propios recursos y sin subvencién ni auxilio oficial
alguno, y en esos cinco lustros ha logrado siempre dar gallarda
muestra de su vitalidad y del entusiasmo y cultura de los
senores socios que la forman, enriqueciendo cada vez mas con
nuevos estudios y monografias el conocimiento de la natura—
leza de nuestra patria.
Dificultades surgidas en el ano anterior para la confeccién de
algunas laminas y la gran abundancia de original retrasaron
DE HISTORIA NATURAL. 151
algo la aparicién de los cuadernos correspondientes a dicho
ano, y por tanto, los del presente, y asi el cuaderno segundo
del tomo xxiv, no aparecidé hasta el 31 de Diciembre, y el ter-
cero hasta el 15 de Mayo del corriente ano. Pero este retraso,
hijo solamente del deseo de que las Memorias apareciesen
debidamente acompanadas de sus grabados y laminas, fué
absolutamente inevitable a pesar de los esfuerzos de la Comi-
sidn de publicacién y Junta directiva, y no es de extrafar en
publicaciones de este género, en las cuales es sumamente fre-
cuente aun en las que poseen mas recursos, como ocurre con
varias del extranjero.
De todos modos, deseosa la Junta directiva y Comisién de
publicaciones de vencer esta dificultad, ha procurado apresu-
rar la aparicidn de sus cuadernos, y ha logrado poner comple-
tamente al corriente la publicacién, repartiendo el primero,
del tomo xxv, en 30 de Septiembre de 1896, y el segundo, en
15 de Noviembre, con lo cual, vencido ya el atraso, no se hara
esperar el reparto del tercero.
La abundancia de original que ya se hizo observar en el ano
anterior, ha aumentado aun mas en el presente, de tal modo,
que después de las Memorias que se incluyen en el tomo
correspondiente a este ano, atin quedara un buen nimero de
ellas para ser publicadas en el ano siguiente.
En el corriente ano han sido publicadas las siguientes Me-
morias y comunicaciones:
E] cuaderno primero comienza con un trabajo tan notable é
interesante como todos los que publica el sabio profesor don
Santiago Ramon y Cajal sobre La fagocitosis de las plaquetas
de los vertebrados inferiores, al que sigue otro atin mas impor-
tante del mismo senor sobre la #structura del ,rotoplasma ner-
vioso, en el cual resume y discute las observaciones de los his-
tologos modernos y las completa con sus interesantisimos
estudios y descubrimientos sobre tan interesante punto.
En el mismo cuaderno bajo el modesto titulo de Noles orthop-
lerologiques, incluye tres notables estudios sobre los ortdépteros,
nuestro respetable consocio el Rvdo. P. Pantel. En el primero
examina ciertas cuestiones relativas 4 la morfologia del género
Nemobius y descubre un nuevo organo tactil en la armadura
espinosa de sus patas. En el segundo describe un nuevo @énero
de mantido, Geomantis y otras especies que enriquecen la fauna
152 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
de ortépteros de Espana, y en el tercero, al propio tiempo que
enumera las especies de ortdpteros del Sitio en la serrania de
Cuenca, precisa las diagnosis de muchas de ellas y da curio-
sas noticias sobre su biologia.
A continuacién se publica otro trabajo de entomologia, del
Sr. Dusmet y Alonso que aunque solo le titula A/yunos datos
para el estudio de los tentredinidos de Espana, constituye una
monografia de las especies de este grupo que viven en nuestro
pais. En él describe todos los géneros del grupo, expone tablas
dicotémicas para su determinacién y enumera todas las espe-
cies conocidas, buena parte de ellas encontradas por el senor
Dusmet y algunas completamente desconocidas.
Forman también parte de este cuaderno las Actas corres—
pondientes a los meses de Enero, Febrero y Marzo, que con-
tienen interesantes comunicaciones: del Sr. Cajal sobre la
existencia en el papiloma y pélipos mucosos de cuerpos seme-
jantes 4 los blastomicetos; del Sr. Rivas Mateos, acerca de
especies criticas para la flora de la regién extremena, en cuya
nota estudia un gran nimero de plantas no citadas de aquella
regidn y precisa la distribucién geografica de buen numero
de especies; del Sr. Lazaro, dando noticia de una publicacién
del botanico Augusto Coincy, titulada Leloga altera plantarum
Hispanicorum, en la que describe varias especies nuevas de
nuestra flora; del Sr. Martinez y Fernandez del Castillo, pre-
sentando un estudio del género Caloptenus y otros afines, en
el cual describe varias especies nuevas; del Sr. Bolivar, una
nota acerca de los ortépteros que le remitid nuestro distin-
guido consocio D. Napoleon Kheil, recogidos por el Sr. Vraz
en la cuenca del rio Atabapo, y del Sr. Calderén, acerca de la
sal azul de Villarrubia de Santiago.
Kn el acta de la sesidn de Febrero se incluye una importante
nota del Sr. Calderon sobre /as plagioclasas espaiolas, y en la
de Marzo interesantes comunicaciones verbales del Sr. D. Mi-
guel Merino, director del Observatorio de Madrid, que honr6
con su presencia la sesion y presenté diversos ejemplares del
meteorito caido en Madrid, dando curiosos datos acerca del
mismo, que aumentaron también presentando asimismo otros
ejemplares los Sres. D. José Maria Solano y D. Maximino Sanz.
En dicha sesidn se did lectura también de otras comunicacio-
nes: del Sr. Dusmet sobre la sinonimia de dos especies de Hu-
DE HISTORIA NATURAL. 1533
menes, el HB. pomiformis Rossi y el £. mediterraneus Wriech;
del Sr. Pau acerca de las plantas recogidas en la serrania de
Albarracin por D. Doroteo Almagro, y finalmente, las actas
correspondientes a las sesiones celebradas por la seccion de
Sevilla en los meses de Enero y Febrero, que contienen comu-
nicaciones del Sr. Chaves sobre la tenantita de Rio-Tinto, y
del Sr. Barras sobre los liquenes de Andalucia que existen en
las colecciones del Museo de Historia natural de Sevilla.
En el segundo cuaderno termina el trabajo citado del senor
Dusmet, sigue la continuacién del no menos importante del
Sr. Pérez Lara titulado Wlorula Gaditana, de cuyo mérito se ha
podido juzgar por lo ya publicado en voltiimenes anteriores.
Contiene también el estudio del Sr. Gredilla acerca del me-
teorito caido en Madrid en el mes de Febrero, trabajo en el
cual se examinan los elementos que le forman, estudiando su
composicion quimica, analizada por el Sr. Bonilla, catedratico
de esta asignatura; sus caracteres fisicos, estudiados por los
Sres. D. Gonzalo Quintero y D. Ignacio Gonzalez Marti, cate-
dratico y auxiliar respectivamente de Fisica de la Facultad de
Ciencias, estudios tan precisos y exactos como era de esperar
de fisicos y quimico tan competentes; su estructura micros-
copica determinando los minerales que le constituyen, dificil
trabajo que acredita la gran competencia del Sr. Gredilla en
este género de estudios, y finalmente, que va acompanado de
cuatro preciosas laminas en fototipia, ejecutadas por los seno-
res Hauser y Menet, una de ellas costeada por el Sr. Gredilla,
en las que se representan con gran exactitud los principales
fragmentos recogidos del citado meteorito y las preparaciones
micrograficas del Sr. Gredilla, que ofrecen los detalles mas
interesantes, fotografiadas con gran precision, a pesar de las
dificultades que esto ofrece, por el Sr. Lopez Dominguez, ayu-
dante de Fisica de la Facultad de Ciencias.
En dicho segundo cuaderno se incluye asimismo un estudio
del Sr. D. Federico Chaves acerca de las inclusiones en los
cristales de cuarzo, sumamente interesante, en el cual exa-
mina los materiales que las forman y su génesis probable, y
que va acompanado de una lamina en fotograbado en que se
representan sus principales clases, y finalmente, tambien el
comienzo del catalogo de las cuevas de Espana, de D. Gabriel
Puig, ingeniero de la Comision del Mapa geoldgico, en el cual
154 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
se recopilan cuantos datos existen acerca de estas Cuevas, pre-
cisando su situacién, terreno en que estan formadas, obras en
que se hallan descritas y medios de comunicacion para visi-
tarlas. Este trabajo, que viene a llenar un verdadero vacio en
la geografia y geologia de Hspana, es extracto de otro mas
extenso publicado en el Boletin de la Comision del Mapa geo-
l6gico por nuestro consocio.
Las actas de Marzo, terminacién, Abril y Mayo, son las in-
cluidas en este cuaderno, y contienen comunicaciones y no-
tas del Sr. Calderén dando noticias biograficas del gedlogo
americano D. Antonio del Castillo; del Sr. Canal acerca de
objetos prehistéricos encontrados en Carmona; del Sr. D. Na-
poleon Kheil, de Praga, referentes a la biografia del ilustre
botanico Willkomm, recientemente fallecido, y a quien tanto
debe la botanica espanola. El Sr. Kheil, que, como Willkomm,
profesa gran carino a nuestra patria, remitid a nuestros
ANALES una extensa noticia necroldgica del gran botanico,
que constituye un detenido estudio de su vida y obras, en
puro castellano, que prueba el dominio que de esta lengua
posee nuestro distinguido consocio de Bohemia. Y también
otras del Sr. Calderén sobre el estudio hecho por el Sr. Meu-
nier del meteorito de Madrid y del Sr. Lazaro sobre una especie
de hongo, el Aerulius lacrimans, observado en el Escorial por
el Sr. Secall, catedratico de la Escuela de Montes.
Estas son las Memorias y actas hasta ahora publicadas, y
en el tercer cuaderno, actualmente en prensa, se incluira: la
continuacidn del Catalogo de las cuevas de Espana, del senor
Puig; un estudio sobre la contraccidn muscular, de D. Enrique
Perez Zuniga, profesor de la Facultad de Medicina, en el cual
resume el resultado de numerosisimas observaciones sobre
este punto; las observaciones sobre las circunvoluciones cere-
brales del cerdo doméstico, trabajo de investigacidn verificado
por el profesor D. Pedro Lopez Pelaez en su laboratorio de
la Facultad de Medicina de Granada, y finalmente, los resul-
tados de las nuevas exploraciones de yacimientos prehistoricos
en la provincia de Sevilla, de D. Carlos Canal.
Terminara el cuaderno con las actas correspondientes a los
restantes meses del ano, en las que se incluyen interesantes
notas y observaciones de los Sres. Calderén, Gredilla, Pau,
Medina, Botella, Cajal, Macpherson, Navarro, Cisneros, Barras,
DE HISTORIA NATURAL, 155
Chaves, Rivas y tantos otros que con su celo por las Ciencias
naturales han contribuido a sostener la vida cientifica de
nuestra Sociedad.
Aun después de publicadas las citadas Memorias en el tomo
correspondiente al ano de 1896 quedan sin publicar casi otras
tantas, entre las que citaremos la continuacion del Catalogo
de las cuevas de Espana, del Sr. Puig, y la de la Florula gadi-
tana, del Sr. Pérez Lara. Ademas quedan referentes a zoologia
los catalogos de mamiferos y aves de Filipinas, extensas é im-
portantes Memorias del Sr. D. Domingo Sanchez; el Catalogo
de coledpteros de Calella, del Sr. Cuni, que tanto tiene hecho
por el estudio de la fauna catalana; las monografias de los gé-
neros Acridium y Caloptenus, de los Sres. Barras y Martinez
Fernandez; referentes a botanica, la flora del Vallés, del senor
Cadevall; la de la provincia de Caceres, del Sr. Rivas Mateos,
cuyos trabajos en botanica ya conoce y aprecia la Sociedad, y
de geologia las Memorias del Sr. Chaves acerca del metamor-
fismo, y la de nuestro malogrado consocio el’Sr. Cala sobre la
geologia de Moron y su yacimiento diatomifero.
La ligere enumeracién que antecede de las Memorias y prin-
cipales comunicaciones hechas a la Sociedad en el corriente
ano, prueba evidentemente el fruto de sus tareas y el entu-
siasmo que sus autores demuestran por estas ciencias. Sdlo asi
puede explicarse la préspera vida de nuestra Sociedad, y que
en veinticinco anos de existencia no haya decaido un mo-
mento siquiera en el cumplimiento de los fines para que fué
instituida. Justo es, pues, consignar aqui la gratitud que la
Sociedad debe a los autores de tan valiosos estudios, que tanto
interés demuestran por las Ciencias naturales y por la cultura
cientifica de nuestra patria. Justo sera también consignar la
valiosa parte que en sus tareas toma la seccién de Sevilla,
fundada por nuestro querido consocio D. Salvador Calderon y
sustentada merced a los trabajos de los Sres. Paul, Chaves,
Barras, Garcia de Meneses, Canal y tantos otros distinguidos
naturalistas de aquella regién, que llenos de entusiasmo tra-
bajan con afan constante en el progreso de las Ciencias
naturales.
Ocasion es ésta de hacer constar la gratitud que debe la So-
ciedad al Sr. Rodriguez Femenias por haberse ofrecido a abo-
nar la mitad del coste de las dos laminas grabadas en acero,
156 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
correspondientes 4 su Memoria titulada «Datos algoldgicos»,
asi como al Sr. Gredilla, que ha abonado el gasto total de una
de las cuatro laminas fototipicas que acompanhan 4 la suya
sobre el meteorito.
Una modificacion se prepara para el aio proximo en las
publicaciones de la Sociedad. La Junta de gobierno y Comision
de publicacién han creido que darian mayor interés 4 nues—
tros ANALES si las actas se publicasen mensualmente, como
han venido hoy a hacer casi todas las Sociedades cientificas
del extranjero. De este modo los socios estaran en relacién
mas constante con la Sociedad y tendran con mucha mayor
frecuencia y prontitud noticia de sus trabajos. Ademas, ciertos
estudios de oportunidad, diagnosis de especies, etc., podran
ver antes la luz, aumentando el interés de nuestras publica-
ciones. Por efecto de estas modificaciones y habiéndose acor-
dado publicar la lista de socios al principio de las actas, no se
insertara al fin del cuaderno m1, como era costumbre.
Si el movimiento cientifico de nuestra Sociedad ha sido tan
satisfactorio, desgraciadamente en su personal ha tenido que
lamentar dolorosisimas pérdidas; pocos anos han sido tan
tristes bajo este aspecto como el corriente de 1896. Once seno-
res socios han fallecido, privandonos de su valiosisima coope-
racion. El Sr. Conde de Moriana, antiguo presidente de
nuestra Sociedad; D. Antonio Machado, catedratico del Museo
y entusiasta y distinguido naturalista; D. Vicente Martin de
Argenta, profesor de la Facultad de Ciencias y académico de
Medicina; D. Juan Gundlach, a quien se debe el conocimiento
de la fauna de Puerto-Rico, antiguo y constante socio y cola-
borador de nuestros ANALES; D. Miguel Cala, D. Carlos Her-
nandez y D. José Sanchez Gomez, jovenes y entusiastas natu-
ralistas, muertos en lo mejor de su vida, cuando empezaban
a coger el fruto de sus trabajos en las ciencias naturales; el
reverendo P. Ibanez Puerta, religioso dominico y distingui-
do naturalista; D. Juan Montserrat y Archs y D. José Cap-
debou y Singala, antiguos socios y entusiastas naturalistas
de Cataluna y Baleares, y finalmente, D. Vicente de la Riva
Palacio, embajador de Méjico, socio desde 1892 y distinguido
gedlogo. Todos ellos dejan en la Sociedad un vacio dificil de
llenar y un recuerdo en la memoria de los que han sido sus
consocios.
DE HISTORIA NATURAL. 157
—Los Socios que se han dado de baja en el presente ano son
son los siguientes:
1872 Baranpica (D. Torcuato), de Bilbao.
1892 Camino (D. Tadeo), de Irun. Ka
1893 FERNANDEZ PinEDA (D. Cayetano), de Sevilla. fs a
1887 Girona y VitANnova (D. Ignacio), de Barcelona i
1894 Gurrras Satcepo (D. Félix), de Avila. iy
1874 Henriques (D. Julio A.), de Coimbra. \e
1872 Luiucu y Diaz (D. José Marta), de Boston. ie #
1893 Mutier (D. Daniel), de Barcelona. Ney
1894 OtiveE y Prieto (D. Federico de), de Madrid. =
1890 Rivera y Ruiz (D. Miguel), de Madrid.
1880 RopriguEz NuNez (D. Eduardo), de Santa Cruz (Te-
nerife).
1872 SuArez (D. Sergio), de Madrid.
Estas bajas han sido compensadas con el ingreso de los
18 nuevos Socios que han sido admitidos en el alo que acaba
de transcurrir.
—EI Sr. Bibliotecario manifestd que se estaba imprimiendo
el Catalogo de las obras de la Biblioteca, retrasado por causas
ajenas 4 la voluntad de la Junta Directiva, y presento la si-
guiente lista de las obras recibidas 4 titulo de donacién gra-
tuita y por cambio durante el ano 1896.
A cambio:
ACADEMIA NACIONAL DE Ciencias EN CorpoBa (ReetBiicaA ARGENTINA ).—
Boletin. Tomo xiv, entregas 3.° y 4.3
Acapemra R. pas Sciencias DE Lissoa.---Jornal das Sciencias mathematicas,
physicas e naturaes. Segunda serie, 0. XIII, XIV, XV.
AcADEMIe DES ScieNcES DE Cracovis.—Builletin international. Année 1895,
Octobre, Novembre, Décembre. Année 1896, Février, Mars, Mai-No-
vembre.
AcApEMY oF Scrence or St. Lours.— Transactions. Vol. vi, n. 18; vol. vu,
ine eae
American AssociaTiON FOR THE ADVANCEMENT OF Scrence. SaLem.—Procee-
dings. Vol. xii, xiv (1894, 1895).
ANNAES DE SCIENCIAS NaTuRAES. Porto.— Volume 1; terceiro anno, n. 1, 2, 33.
1894 (pags. 53 4 100 y 165 al final).
158 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
Australian Museum. Syoney.—Records. Vol. 11, n. 7.
— Report. Year 1895.
ComisiON DEL Mara Gko.ocico pe EseaNa. Maprip.-- Boletin. Tomos xx
y. XSi.
— Indice de la primera serie. Tomos I-XX (1874-1893).
DirecCAO DOS TRABALHOS GEOLOGICOS DE PortucaL. Lissoa.— Communi-
cacées. T. 11, fase. 1. ‘
— Description des Echinodermes tertiaires du Portugal. Lisbonne, 1896,
por P. de Loriol.
EyromMoLociscHe NACHRICHTEN. BeruiIn.—xx1 Jahrg., heft. xiv, xvi, XVIiI,
XXUI y xxiv; xxu Jahrg., heft. 1-v, vil-x, X1I-xxXIv.
Facutté pes Scrences pE Marsritte.— Annales. Tome vy, fase. iv; t. v1,
fase. 11; t. Vit.
GeotocicaL Institution oF THe University oF Upsata.—Bulletin. Vol. 1,
part. 2, n. 4.
GeoxocicaL Survey. Wasuinetron.— Bulletin, n. 118-126, 128, 129, 131-134.
— Annual report. 1892-93, 1893-94, 1894-95 (Part. 11, 111, Iv).
Missouri BoranicaL Garpen Sr. Louis.—Sixth and Seventh Annual Rep-
port, 1895-1896.
Moser pi ZooLocia EO ANATOMIA COMPARATA DELLA R. Untversira pi To-
r1N0.—Bolletino. Vol. x, nu. 210-220; vol. x1, n. 221-242.
Museo pe LA Piata.—Revista. Tomo vu (parte 1.°*).
— Anales: Seccidn zoologica. II. (Contributions wl’ étude des edentés a ban-
des mobiles de la République Argentine, par F. Lahille; premiére
partie.) III. (Nota sobre los restos de hyperodontes conservados en el
Museo de la Plata, por D. Francisco P. Moreno.)
Museo pt Zootocia E ANATOMIA CoMPARATA DELLA R, Universita Di Ge-
nova.— Bolletino. N. 34-39.
Mostum p’Hisroire NATURELLE. Paris.— Bulletin. Année 1895, n. 1, 4-6,
7, 8; année 1896, n. 1. .
Museum or Comparative Zootocy at Harvard CoLLece. CAMBRIDGE.—
_ Bulletin. Vol. xxvu, n. 6, 7; vol. xxvin, n. 2; vol. xxcx, n. 1-6.
— Annual report. 1894-95.
Nationan Museum (U.S.). Wasuincron.— Bulletin. N. 48.
— Proceedings. Vol. 17.
— Report (Smithsonian), 1893.
Narurat uistory Sociery or Giascow.— Transactions. Vol. 1v (N. 8.),
part. 11, 1894-95.
NaturHistoriscHeN Hormuseums. Wirn.—Annalen. Band x. Nr. 1-4.
New-York Strate Museum. ALbany.—Annual Repport. 47: (1894).
PHYSIKALISCH-MEDICINISCHEN GESELLSCHAFT ZU WurzBure.— Verhandlungen.
Band. xxix, n. 2-7. Bd. xxx, n. 1-4.
— Sitzungsberichte. Jahrg. 1895, n. 1-9.
DE HISTORIA NATURAL. 159
Rea AcApemIA DE CipNnciAS y Artes. BArceLona.— Sesidn solemne dedi-
cada a& honrar la memoria del esclarecido botdénico D. Antonio Ci-
priano Costa. 1896.
— Boletin. Tercera época. Vol. 1, n. 18.
— Las radiaciones Réntgen. Qué son y para qué sirven. (Conferencia dada
en la R. Academia de Ciencias y Artes, por D." E. Lozano.) Barce-
lona, 1896. Don. de la Academia.
— Las radiaciones Rontgen. (Segunda conferencia.) Barcelona, 1896. Do-
nativo de la Academia.
Revista DE SCIENCIAS NATURAES E SOCIAES. Porro.—Vol. 1, n. 11, 14-16.
Revue suisse Dé Zoo.ocis et ANNALES bU Musée v’HIsTorre NATURELLE DE
GrENeve.—Tome 111, fasc. 3, 4; t. Iv, fase. 1.
RoyaL Microscoricat Society. Loxpon.— Journal. N. 110, 112-114.
Royat Paysicat Soctety or Epinsurcu.—Session, 1894-95.
Smirusonran Insrirution. Wasuinerox.— Smithsonian Miscellaneous Co-
llection. 140, 141, 167, 168, 181, 189, 20!, 219, 230, 234, 235, 236, 237,
247, 253, 266, 279, 282, 283, 469.
— Smithsonian Contributions to Knowledge. 175 y 186. (Discussion of the
magnetic and meteorological observations.)
— Smithsonian Report. 1863, 1884, 1885 (Par. 1), 1886 (Part. 1), 1887, 1888,
1890, 1891.
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(por W. G. Binney).
— Synopsis on the described Lepidoptera of North America. Part. 1. Was-
hington, 1862 (por John G. Morris).
Soctepap Cientirica «Antonio ALZATE>. Mexico.—Zemorias. Tomo 1x, ni-
meros 1-10.
— Datos para la historia del Colegio de Mineria. México, 1894 (por don
Santiago Ramirez).
SociepaD CIENTIFICA ARGENTINA. BueNnos-Aires.— Anales. Tomo Lx, entre-
gas vy VI; t. LXI, entr. I-V1; t. Lxu, entr. 1-v.
SociepaAD GroGRAFica DE Maprip.— Boletin. Tomo xxxvit, n. 7-12; t. XXxVIIL,
n. 1-6.
SOCIEDADE BROTERIANA. Coimpra.— Boletim. xu, fase. 2, 3, 4; xl.
SocieTa ENTOMOLOGICA ITALIANA. Frrenze.— Bollettino. Anno xxvil, trim. 3,
4; anno xxvilt, trim. 1, 2.
SociEvA ROMANA PER GLI stupI zoo:oGtct. Roma.— Bolletino. Vol. iv, n. v,
vI; vol. v, fase. 1, 1.
Soctera ToscANA pr Scienze NatuRALt. Pisa.—Atti; Memorie. Vol. xiv.
— Atti; Processi verbali. Vol. 1x, pags. 243-310; vol. x, pags. 1-167.
Socisrk BoTANIQUE DE CopenHAGue.— Journal de Botanique. Tome xx,
PASC Oe
SociETE BOTANIQUE DE France. Paris.—Bulletin. T, x1 (1894), Sess. extraor-
160 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
dinaire en Suisse, deuxieme et derniere partie; t. x11 (1895), 8, 9;
t. xLir (1896) 1-7.
Sociére Boranigue dE Lyon.—Bulletin. Années 1883-1891; 1892 (n. 1-3);
1893 (n. 1, 2).
— Annales, T. x-xtt, xvI-xx.
SoclkTE ENTOMOLOGIQUE A StockHoim.— Journal entomologique. Tome xv,
fase. 4.
SocikTE ENTOMOLOGIQUE DE BeLeique. BruxeLLes.— Annales. Tome xxxIx,
{ASCs X11; La XL, TASC: 1, Vi-viIl.
SocikTe ENTOMOLOGIQUE DE France. Parts —Annales. Année 1895 (vol. xiv).
Soci£TE ENTOMOLOGIQUE SUISSE. SCHAFFHAUSEN.— Bulletin. Vol. 1x, heft 7,
8, 9.
Sociirk GkOLOGIQuE DE France. Parts. — Bulletin. 3° série. Tome xxii,
De enol ts ke Vey Or
Socim#ré HOLLANDAISE Des Sciences A HartemM.—Archives néerlandaises des
Sciences exactes et naturelles. Tome xxix, livr. 4, 5; t. xxx, livr. 1,
2,9.
Socisrh IMPERIALE DES NATURALISTES DE Moscov.—- Bulletin. 1829, 4-11;
1830, 2; 1832; 1837-1841; 1844; 1845; 1847, 1; 1848, 2-4; 1849; 1852, 4;
1853; 1854, 1855, 1, 4; 1860; 1862, 3; 1867, 3, 4; 1868, 2; 1869, 3; 1872,
4; 1873; 1874, 1, 3, 4; 1875, 2-4; 1886, 2; 1889, 4; 1890, 4; 1895, 3, 4.
— Mémoires. 1, ur-v.
— Nouveaux Mémoires. v1, 1x-xu, x1 (livr. 1-5), xiv (livr. 1, 2, 4), xv (livr. 1,
2: 3, B).
Socikth LINNEENNE DE Borpeaux.—Actes. Cinquieme série. T. vii, 1x.
Sociffh OURALIENNE pD’AMATEURS DEs SCIENCES NATURELLES. EKATERINEN-
BuRG.— Bulletin. Tome xiv, livr. 5; t. xv, livr. 2.
Socimré sciENTIFIQUE DU CHILI. SantiAco.— Actes. Tome 1 (1892), 5° livr.;
t. v (1895); t. vi, 1° livr.
Sociéré ZOOLOGIQUE DE France. Parts.— Bulietin. Année 7° (1882), 6° partie.
Tae American Narurauist. PHILADELPHIA.— Vol. xxIx, n. 348; vol. xxx,
n. 349-351, 354, 355, 857-360.
Unirep States DevartMent of AGricuLTuRE. Div. oF ORNITHOLOGY AND
Mammatocy. Wasnincton.—Synopsis of the Weasels of North Ame-
rica. Washington, 1896, por el Dr. C. Hart Merrian.
— Revision of the Shrews of the American Genera Blarina and Notiosorex.
Washington, 1895, por el Dr. C. Hart Merrian.
— Synopsis of the American Shrews of the Genus Sorex. Washington, 1895,
por el Dr. C. Hart Merrian.
— The Long tailed Shrews of the Eastern United States. Washington,
1895, por el Dr. Gerrit S. Miller.
— Genera and Subgenera of Voles and Lemmings. Washington, 1896, por
el Dr. Gerrit S. Miller.
DE HISTORIA NATURAL. 161
Unirep Stares Department or Acricunture.— The Jack Rabbits of the
United States. Washington, 1896, por T. S. Palmer.
VerREINS FUR NaTURWISSENSCHAFTLICHE UNTERHALTUNG ZU HamBurc.—Ver-
handlangen, 1894-1895.
Zoouoaican Society or Tokyo.— The zoological magazine. Vol. vu, n. 85-88;
vol. viu, n. 89-95.
ZOOLOGISCH-ROTANISCHEN GESELLSCHAFT. WipN.— Verhandlungen. Band xiv,
Heft. 3, 4, 9, 10; Band xuvi, Heft. 1-6, 8, 9.
ZOOLOGISCHER ANZEIGER. Letrzic.—N. 487-514.
Como donativos:
Axonimo.— Censo de las aguas minero-medicinales de la Peninsula é islas
adyacentes. Afio de 1895. Madrid, 1896. Don. del Ministerio de la
Gobernacion.
A Nova Revista. Rio DE Janetro.—Vol. 1, n. 1, 2.
Artigas (D. Primitivo).— Alcornocales é industria corchera. (Impresa de
Real orden.) Madrid, 1895. Don. del autor.
Associazione Scientisica Ligure pi Porto Mavrizio.— Bulletino. Anno
primo.
Barsoza pu Bocace (J. V.)\—Ainda a doninha de S. Thomé. (Extr. do
Jorn. das Sciences math. phys. e nat.) Lisboa, 1895. Don. del autor.
Borivar (D. Ignacio).—Descriptions d Orthopteres et observations synony-
| miques diverses. (Ann. de la Soc. ent. de France.) 1882.
— Monografia de los Pirgomorfinos. (Soc. esp. de Hist. nat.) 1884.
— Ortépteros del viaje del Dr. Ossorio a Fernando Poo y al Golfo de Gui-
nea (Soc. esp. de Hist. nat.)
— Lista de la coleccidn de crustéceos de Espatia y Portugal del Museo de
Historia natural de Madrid. (Soc. esp. de Hist. nat.) 1892.
— Viaje de Mr. Ch. Alluaud a las islas Canarias. Ortdpteros.. (Soc. esp.
de Hist. nat.) 1893.
— Les especes du genre Cyrtaspis Fisch. (Rev. d’ent. de Caen )
— Mission sc. de M. Ch. Alluaud aux tiles Séchelles, 6° mémoire, Orthopte-
res. (Soc. ent. de France.) 1895.
Carpzroy (D. Salvador).—Origen de la sal comin y de los sulfatos de los
terrenos terciarios lacustres de la Peninsula. Madrid, 1895. Don. del
autor.
— Plagioclasas espafolas. Madrid, 1896. Don. del autor.
Careuie S. J. (Edouard).— Notes sur quelques découvertes préhistoriques
autour de Segobriga dans l Espagne central. Madrid, 1895. Don. del
autor.
ACTAS DE LA SOG. ESP. — xxv. 11
162 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
Cuaves (D. Federico).— Notas mineralogicas. Contribuciones al estudio de
los minerales de Maro (Malaga). Madrid, 1895. Don. del autor,
— Sobre las inclusiones de los cristales de cuarzo dispersos en las rocas
epigénicas de Andalucia. Madrid, 1896. Don. del autor.
Cuicaco Academy or Scrences.—Bulletin. Vol. 1, n. u. Chicago, 1895.
— Thirty-Eighth Annual Report for the Year 1895. Chicago, 1896.
Cuorrat (M. Paul).— Coup d'wil sur la géologie de la province d’Angola.
(Extr. des Comm, da Dir. das Trab. geolog.) Lisbonne, 1895. Don. del
autor. |
— Espagne et Portugal. (Extr. de l’Ann. géolog. univ.) Paris, 1895. Dona-
tivo del autor.
— Coup d’eil sur les mers mésozoiques du Portugal. (Sonderabdruck aus
Jahrg xt, 1896). Don. del autor.
CoutteEr (John M.) — The botanical outlook. Lincoln. 1895. Don. del autor.
De Toni (Dr. J. B.)— Le malattie cripttogamiche della pianta del tabacco.
Padova, 1872. Don. del autor.
— Secondo pugillo di Alghe tripolitane. (Rediconti della R. Accad. dei
Lincei.) Roma, 1892. Don. del autor.
— Ueber die Bacillarieen-Gattung Lysigonium Link. (Ord. Mitgl. der
Kais. Gesells. der Nat. in Moskau.) 1892. Don. del autor.
— Intorno alla nota di D. Levi-Morenos «Le diverse ipotesi sul fenomeno
del «Mar sporco» nell Adriatico». Venezia, 1893. Don. del autor.
— Appunti diatomologici sul Lago di Fedaia. (Atti dell’ Acad. Pontif. de
Nuovi Lincei). Roma, 1893. Don. del autor,
— Diuna floridea nuova per la Toscana. (Bull. de la Soc. bot. it.) 1894.
Don. del autor.
— Sopra la sinonimia e la distribuzione geografica del Gloeotenium Loit-
lesbergerianum Hausg. (Nuova Notarisia). 1895. Don. del autor.
— Terzo pugillo di Alghe tripolitane. (Red. della R. Accad. dei Lincei).
Roma, 1895. Don. del autor.
— Intorno a Marco Antonio dalla Torre. Venezia, 1896. Don. del autor.
— Ueber eine seltene Alge und ihre geographische Verbreitung. Don. del
autor.
Doparc (Prof. L.)—Le Mont-Blanc au point de vue géologique et pétrographi-
que. (Extr. des Arch. des Se. phys. et nat.) Geneve, 1896. Don. del autor.
— Notices pétrographiques. (Extr. des Arch. des Sc. phys. et nat.) Genéve,
1896. Don. del autor.
— Publications scientifiques de M. le professeur Duparc. Don, del autor,
— Sur les roches éruptives de la chaine de Belledonne. (Extr. des Comptes:
rendus de l’Acad. des Sc.) Paris, 1896. Don. del autor.
Dupraro et Rirrer (Etienne). — Etude pétrographique des schistes de Ca-
sanna du Valais. 1° note. (Extr. des Arch. des Sc. phys. et nat.) Ge-
neve, 1896. Don. de los autores.
DE HISTORIA NATURAL. 163
Dusmet y Atonso (D. José Maria).— Algunos datos para el estudio de los
Tentredinidos de Espafia. Madrid, 1896. Don. del autor.
Fernanpez Navarro (D. Lucas).—Minerales de Esparia del Museo de His-
toria natural. (Tercera nota.) Madrid, 1896. Don. del autor.
Fevitie DES JeUNES NaTURALISTES. Paris.— Catalogue de la bibliotheque.
Fasc. xvu1; Mammifeies. Don. de M. A. Dollfus.
Fietp CotumBran Museum. Cuicaco.—Pub. 2-13.
Gatuarpo (Angel).— La Carioquinesis. Buenos Aires, 1896.
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GreDILLA y Gauna (D. A, Federico).— Estudio petrografico del meteorito
de Madrid. Madrid, 1896. Don. del autor.
Herman (Otto).—Sprache und Wissenschaft. Budapest, 1881.
Iuuinors State Museum or Narorau History. Serincrizip.— Description
of new and remarkable fossils from the paleozoic rocks of the Missis-
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Iowa Acapemy oF Scrences.— Proceedings for 1894. Vol. 11. Des Moines,
1895.
Lecrura. Revista Lunara. Turnvu-Severin. — Anul. 1, n. 4. Don. de los au-
tores.
Livi (Dr. Ridolfo).—Antropometria militare. Parte I. Dati antropologici ed
etnologict. Roma, 1898. Don. del autor.
Maprip Moreno (D. José).— Zas aguas potables de la villa de Madrid.
Madrid, 1896. Don. del autor.
Merino (R. P. Baltasar).— Algunas plantas raras que crecen espontanea-
mente en las cercanias de La Guardia (Pontevedra). Tuy, 1895. Do-
nativo del autor.
— Plantas que componen el «Herbario del Miro», remitido ala Exposicion
regional de Lugo. Don. del autor.
Merrian (Dr. C. Hart).—Monographic revision of the Pockei Geophers
family Geomyide. (U. S. Dep. of Agr. Div. of Ornith. and Mamm.
North am. f., n. 8.) Washington, 1895. Don. del Sr. Pérez Arcas.
MITTHEILUNGEN DER SCHWEIZERISCHEN ENTOMOLOGISCHEN GESELLSCHAFT.-
ScHAUFFHAUSEN.— Tomos 1, 11 y 11 (1865-1872), y cuadernos 1, 3, 4, 6
y 7 del tomo tv. Don. de D. I. Bolivar. |
Moret (Excmo. Sr. D. Segismundo).— Discurso leido el dia 8 de Diciembre
de 1896 en el Ateneo Cientifico, Literario y Artistico de Madrid.
Madrid, 1896. Don. del Ateneo.
Movrcuzs (L. E.)—La epidemia de la fiebre tifoidea en los cerros Alegre
y Concepcion, y el agua de Quebrada Verde. Santiago de Chile, 1896,
Don. del Sr. Porter.
MUSEE ZOOLOGIQUE DE L’ACADEMIE IMPERTALE DES SCIENCES DE St. Perers-
BoURG.— Annuaire, 1896, n. 1-3.
Musto NACIONAL DE Buenos Atires.— Anales. T. tv; serie 2, t. 1.
164 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
MusekE0 NACIONAL DE Cute. Santraco.—Anales. Segunda seccién. Botanica.
I. El drbol de sandalo de la isla de Juan Fernandez, por Federico
Philippi. II. Za alcayota de los chilenos, cidracayote de los espafioles.
III. Epipetrum bilubum Ph. IV. Stipa amphicarpa Ph. V. Elymus
evianthus Ph., por el Dr. R. A. Philippi.
Moseo nacional DE Montevipeo.— Anales. IV (Las gramineas uruguayas
[continuacion], por el prof. J. Arechavaleta); V (Las gramineas uru-
guayas, por el prof. J. Arechavaleta).
Museu PARAENSE DE Historia NaTuRAL E Erunocrapuia. Pars.—Boletim.
Vol. 1, n. 3.
Museu pauuista. 8S. Pauto.—Revista. Vol. t.
Pater y Barsa (D. Domingo).—Estudio del terreno plioceno de Tarrasa y
de sus relaciones con las formaciones contiguas. Barcelona, 1896. Do-
nativo del autor.
Pantuxnoy (I. I.) —Cavernes et habitations modernes au Caucase. 1896.
Don. del autor.
Pav (D. Carlos).— Notas botanicas a la flora espaviola. Madrid, 1887-1895.
Don. del autor. :
Pérez Lara (Josepho M.— Florula gaditana. Pars quinta. Madrid, 1896.
Don. del autor.
Pierre (Ed.)\— Etudes d’ Ethnographie préhistorique. Les plantes cultivées
de la période de transition au Mas-D'Azil. (Extr. de «L’Antropolo-
gie», T. vu, n. 1.) Don. del autor.
PrecpuomMe DE Borre (Alfred).—Sur une capture en Belgique du Pyrrho-
coris marginatus Kol. (Extr. des Ann. de Ja Soc. ent. de Belgique.)
Gand, 1896. Don. del autor.
Prixce Acsert I®® pe Monaco.—Campagnes scientifiques. Fasc. x (1896).
Don. del autor.
Pusnic Museum or tHe Crry or MitwauKer.— Thirteenth annual report,
Milwaukee, 1895.
Qurroca (D. Francisco).— Cuadros para la determinacion de los minerales
petrograficos. Madrid, 1895. (Péstuma.) Don. de la Sefiora viuda de
Quiroga.
Ramon y Casa (D. Santiago).— Beitrag zum Studium der Medulla oblon-
gata des Kleinhirns und des Ursprungs der Gehirnnerven, Leipzig,
1896. Don. del autor.
— Estructura del protoplasma nervioso. Madrid, 1896. Don. del autor.
— Sobre la fagocitosis de las plaquetas de los vertebrados inferiores. Ma-
drid, 1896. Don. del autor.
Revista Mépica Rurat. Bianes.—Afio J, n. 6, 7.
Roprieuez (J. J.) — Note sur le Nitophillum Lenormandit. Mahon, 1896. Do-
nativo del autor.
— Datos algolégicos. Madrid, 1896. Don. del autor.
DE HISTORIA NATURAL. 165
Scumirz (P. Ernesto).— Die Vogel Madeira’s. (Ornith Monat.) Bernburg.
1896. Don. del autor.
Scuocn (Dr. G.)—Genera und Species meiner Cetoniden-Sammlung. (Mitt.
der schw. ent. Gessells. Bd. 9, H. 9.)
SEMANARIO FARMACEUTICO. Maprip.— Suplementos 17, 18 y 19 al ano xxii.
Don. del Sr. Argenta,
Serrano Monraner (D, Ramon).—Limites con la Republica Argentina.
Santiago de Chile, 1895. Don. del Sr. Porter.
Sociére p’Horticutture pu Dovuss (Besancon). Saunt Vir.— Bulletin. N. 60.
— Série illustrée. Bulletin. N. 2-9, 11, 12.
SOCIETE SCIENTIFIQUE ET STATION ZOOLOGIQUE D ARCACHON.— Travaux des
Laboratoires. Année 1895.
Turrs Contece Srupies. Mass.—N. 1v. (The morphology and classification
of the pauropoda, with notes on the morphology of the diplopoda.)
1895.
Unirep-States ComMission To THE COLUMBIAN HISTORICAL EXPOSITION AT
Maprip.—Report. Washington, 1895.
Vauior (J.) et Durarc (L.)—Sur un synclinal schisteux ancien, formant le
coeur du massif du Mon-Blanc. (Extr. des Comp.-rend. de |’Acad.
des Sc.) Paris, 1896. Don. de los autores.
VERHANDLUNGEN DER K. K. ZooLoGiscH-BOTANISCHEN GESELLSCHAFT 1N
Wien, Tomos xxv, XXVI, Xxvil y xxix. Don. de D. I. Boliyar.
—Hl estado del personal de la Sociedad en fin del ano
corriente es el que se expresa a continuacion :
Socios que la formaban en 1.° de Diciembre de 1895........ SIO ODO Ca SOCIO ASE DOUG 289
: ‘ 2 ( Por fallecimiento. 11 ) :
— dados de baja en el corriente ano.............. ‘ y 23
3 / Por renuncia..... 12 $
266
eae IN PLESAT OSKEM ICL AO) 1896 tis atoersiets atsolarelele o allan eplareisie asi awiaiaisicielelolete Heise sere 18
—MeeXIStenves enwlec dey WIClEMbPRENMe BOG em act teeiss cvla tities cleisisiieltcctesnelstereset 8 284
- oar
De este numero son Socios:
INAUNN CT ATLOSH resererets eer vies cioveierel ci alsisthrevelclceicislelcle\eleietetalctopn acids asaibire epi le ocean am ence 279
POAT eee BAD BONE tic SOOo HOOD O ROTO? COSCON I OT O U0 GN BRE ACER OC are ta CeO on Raaee 5
284
MD SIV Meera cs Ascadratars reine! <faltrvcretatiaee es orsfevesede ovorercielaieroi sisrerets cinta sie tte ttiale!s cia Serelo dls w/ara\es 7
FERRO WLI CTAS Soyer srope:c creFa tate salsycleteparcoclote srecetesabsicis,« Rtetere-cToia rte tibsels old!» aseie cieis sieiste aye,aishe arses 163
AN CIRE KLE AMOR On atsterscioy tered ave Soela ered tarekie cu ner oe deter oietoven atlas siavolels aeisie(ors dtevsrshoe Garters 24
284
os
- —n cumplimiento de lo prevenido en el Reglamento sobre
renovacion de cargos, se suspendid la sesidn por algunos
166 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
minutos, procediéndose al reanudarse aquélla 4 la votacidén,
que dio el siguiente resultado:
Presidente: D. Santiago Ramon y Cajal.
Vicepresidente: D. Manuel Anton y Ferrandiz.
Tesorero: D. Ignacio Bolivar.
Secretario: D. Manuel Cazurro.
Vicesecretario: D. José Maria Dusmet.
Bibliotecario: D. Lucas Fernandez Navarro.
Comision de Publicaciones:
D. José Macpherson.
D. Francisco de Paula Martinez y Saez.
D. Blas Lazaro é Ibiza.
SECCION DE SEVILLA.
Sesi6én del 30 de Noviembre de 1896.
PRESIDENCIA DE DON JULIO FERRAND.
—Se leyé y aprobo el acta de la anterior.
—El Sr. Chaves leyé la nota siguiente:
«Yeso de sintesis accidental por via himeda.
»Hemos tenido recientemente ocasidn de estudiar un ejem-
plar de yeso cristalizado recogido por el Sr. D. Diego Angulo
en los muros de un sdétano. Este ejemplar, interesante por
cuanto constituye un caso de sintesis mineraldgica, esta for-
mado por pequenas concreciones redondeadas 6 gutulares re-
cubiertas por cristalitos entrelazados y dispuestos en rosetas.
La forma de estos cristales no es determinable; pero al romper
una cualquiera de las pequenas concreciones se perciben en
la fractura las exfoliaciones brillantes del clinopinacoide. La
dureza es caracteristica, y el color, amarillo parduzco, se debe
a la presencia de materias organicas y algo de productos ferru-
g@inosos.
DE HISTORIA NATURAL. 167
»Los caracteres quimicos son los ordinarios de la especie.
Existe en mezcla algo de carbonato calcico que se manifiesta
por la ligerisima efervescencia obtenida con el acido clorhi-
drico en caliente. Respecto al estado de este carbonato calcico
no podemos asegurar si se trata de calcita 6 de aragonito,
pues si bien la efervescencia es lenta y perceptible sélo en ca-
liente, preciso es tener en cuenta que se trata de una pequeni-
sima porcion de carbonato distribuido en una masa de yeso re-
lativamente muy considerable. No existe magnesia ni alimina.
»Las investigaciones espectroscdépicas efectuadas por el senor
Relimpio, catedratico de la Facultad de Ciencias de esta Uni-
versidad, que con su amabilidad y entusiasmo habituales ha
puesto 4 nuestra disposicidn todos los medios experimentales
de que dispone, confirman en absoluto los caracteres arriba
indicados, y manifiestan 4 la par la ausencia de otros ele-
mentos cuya existencia tendria para nosotros especial im-
portancia.
»Dadas las numerosas sintesis de via himeda que respecto
al yeso se han observado y conseguido, no acertamos a definir
con precision, el origen de nuestro ejemplar, a cuya forma—
cidn convergen, sin duda, diversas circunstancias.
»Seguin el Sr. Angulo, por el interior del muro en donde este
ejemplar se halldé circulan las aguas de una alcantarilla, de
donde se desprende su patente origen por via himeda, y a la
temperatura ordinaria. Recordando los diversos ejemplos de
produccién accidental por via himeda consignados respecto
al yeso en las obras de sintesis mineralédgica, encontrarilamos
mas de uno de inmediata relacién con el consignado en esta
nota, y de ellos merecen ser recordados los siguientes, que
en nuestro concepto son aplicables al caso actual.
»Oxidacion del hidrégeno sulfurado con formacidn de acido
sulftirico, que actuando sobre el carbonato calcico da anhi—
drido carbdénico y sulfato calcico. Esta sintesis ofrece, pues,
dos fases:
a SH, + 20, SO, H,
2 eaesO. ba C0, (Cal. C0, + W080, Ca
|
Accién del sulfato magnésico sobre el carbonato calcico:
SO, Me + CO, Ca = CO, Mg + SO, Ca
168 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
Accidn del sulfato ferroso sobre el mismo carbonato caélcico:
SO, Fe + CO, Ca = Fe O + CO, + SO, Ca
El éxido ferroso formado se oxida inmediatamente:
2 Fe 0 + 0= Fe, 0,
Por ultimo, reaccionando el sulfato aluminico, procedente
de la accion del acido sulftirico sobre las arcillas, y el carbo-
nato calcico dan yeso, entre otros productos (1):
(SO); Al, 3-CO, Ca = 3°00, Al, 01 2 B80, Cas
—El mismo Sr. Chaves leyé 4 continuacién lo que sigue:
« Recherches sur les formes cristallines des thymoquinones subs-
tituees, de leurs dérives et des quelques derives de la toluhy-
droquinone.
»Con este titulo ha presentado a la Facultad de Ciencias de
la Universidad de Génova, M. Pierre Stroesco, Licenciado en
Ciencias de Bucarest, una importante tesis para obtener el
erado de Doctor, encaminada al estudio del fendmeno obser-
vado por Groth y designado por éste con el nombre de Mor-
Jotropia. Esta, como es sabido de los cristal6grafos, no repre-
senta otra cosa sino el isomorfismo de las combinaciones del
carbono y las relaciones que existen entre la estructura de las
moléculas y la forma cristalina. El trabajo de M. Stroesco, lle-
vado a cabo en el laboratorio de Mineralogia y Petrografia de
la Universidad de Génoya, comprende el estudio cristalogra-
fico del timoquinon y sus derivados halogenados, acetilados y
benzoilados, de sus oximas, y de algunos derivados acetilados
y nitrados del toluhidroquinon.
»E] autor expone en el siguiente orden los resultados del
estudio de estas combinaciones:
Timoquinon.
Timoquinon-oxima 2.
Acetiltimoguinon-oxima 2.
(1) S. Meunier: Uéthodes de syuthese en Mineralogie, pag. 323.
DE HISTORIA NATURAL. 162
Benzoiltimoquinon-oxima 2.
Todotimoquinon 6.
Iodotimoquinén-oxima 2.6.
Acetiliodotimoquinon-oxima 2.6.
Benzoiliodotimoqguinon-oxima 2.6.
Bromotimoquinon 6.
Bromotimoquinon-oxima 2.6.
Acetilbromotimoquinon-oxima 2.6.
Benzoilbromotimoquinon-oxima 2.6.
Clorotimoquinon 6.
Clorotimoquindn-oxima 2.6.
Acetilclorotimoguinén-oxima 2.6.
Benzoilclorotimoguinon-oxima 2.6.
Iodotimoquinon 3.
Jodotimoquinon-oxima 3.5.
Acetiliodotimoquinén-oxima 5.3.
Bromotimoquin6n 3.
Bromotimoquinon-oxima 9.3.
Clorotimoquinon 3.
Clorotimoquinon-oxima 9.3.
Diacetiltoluhidroquinon.
Dinitrotoluhidroquinon.
Monoacetildinitrotoluhidroquinon.
Diacetildinitrotoluhidroquinon.
»Termina exponiendo un cuadro que representa las relacio-
nes halladas.
»Las conclusiones finales a que llega como fruto de su in-
vestigacion el Sr. Stroesco son las siguientes:
»Las relaciones buscadas, que no aparecen cuando se com-
paran el timoquinén con sus derivados monohalogenados, y
el derivado acetilado de la oxima del timoquinon con el deri-
vado benzoilado correspondiente, se muestran, en cambio, de
un modo evidente, entre los timoquinones sustituidos.
»La introduccion de un haldgeno transforma el sistema tri-
clinico del timoquindn en monoclinico.
»En cuanto a los timoquinones correspondientes al carvacrol,
ja analogia es atin mayor, y la introduccidén de un halégeno
se manifiesta por una tendencia hacia una simetria superior.
»Por lo que toca a las oximas del timoquinon, la introduc-
170 ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
cidn del grupo NOH eleva la simetria para la oxima iodada, y
no produce cambio alguno respecto a la bromada y clorada.
La misma analogia se observa para las oximas del carvacrol.
»La introduccién del grupo acetilo en las oximas halogena-
das procedentes del timol aumenta la simetria del sistema y
al mismo tiempo origina tipos perfectamente isomorfos. Para
los tres derivados acetilados, que son susceptibles de cristali-
zar juntos, la sola diferencia consiste en la posicién del plano
de los ejes épticos, que es paralelo 4g en el derivado iodado,
y paralelo a / en los derivados clorado y bromado.
»La introduccion del grupo benzoilo en las oximas del timol
da resultados algo variables, y los derivados nitrados y aceti-
lados del toluhidroquinén no presentan relaciones bien deter-
minadas respecto 4 sus formas cristalinas, pero las dependen-
cias se manifiestan por ciertas relaciones paramétricas.»
A peticién de algunos sefiores socios hizo el Sr. Chaves al—
cunas aclaraciones relativas al fendmeno de la morfotropia, a
que se refiere el trabajo analizado.
—E] Sr. Barras leyé el siguiente trabajo hecho en colabora-
cidn con el Sr. Medina:
Notas antropologicas.
«Continuando nuestra tarea de dar 4 conocer a esta Seccion
los datos antropométricos que vamos coleccionando, daremos
hoy las medidas tomadas en varios huesos humanos proce—
dentes de Canarias y del Riff, existentes en el Museo de His—
toria natural de esta Universidad.
»Craneo num. 159, de Canarias.
Milimetros.
Indice transverso-longitudinal (cefalico)............. 73.29
== vertico—lomoltudinal. vce yo o's .eie terete sete 73 29
—'transverso—-vertieal: . 3. suk ees. fet eae le: TOOVO0
== fronto-transversal-maximo...ioo.se. sce. evr 66.42
ee del Ori f1C10 GECIDLtAl. 1, Lae ee teers seen says eelect y “80,48
— facial: total de: Brocar)..2fie 8: Sethu e he ee OS.
a — \ de Virchow, 25 0. Sets Re ete eee foehs) IT AG
—, orbitario. 24 4: LOA aad Sipe adits WA ATA ED ener rua hee 100.00
DE HISTORIA NATURAL. lil
Milimetros.
SERB A De 1a SCL» ie Jae be ee ap Reed Fa Ne reek ep
SPA CUM MO setter. eine oo sense ebsvehana’s wisigigt eietersia.s sca. VOUS
— delarama ascendente de la mandibula....... 47.54
»Craneo nim. 160, de Canarias.—Suturas muy complicadas
con wormianos grandes y medianos en la sutura lambdoidea.
Presenta un hundimiento al nivel de la parte media de la su-
tura fronto-parietal izquierda.
Milimetros.
Indice transverso-longitudinal :/3..2.0.25ss5¢00+e0 76.50
Se eV GO LOMO als - stsleg sie aive-s. «ares any yevereie 6 | eee
——t HAMS MERSOSVERUICHIS 6 ca Sa ccm thea dese vege etn, Ip-a0
== SON LOstFAMS Mensa ly MAKIN Osc 05% 2s otelajs og. ye-9ime ODL UL
1 MOCMONUTClOPOCEL IMG ci 62, Selva « tlejs so sie Sciny tisies) OOele
rai latOtalsdeeBEOCA.c or esti’. eco des eve a 4Pe pale ean he eOLae
— SLE CVE CIO Wo cea s eens LASS Reena eset ee hated OC
er SOED LULL Os: cot «sce aes Ae PA pea a as Hee RISE tered Acasa 86.84
— TENS SD et Peer ee hr en ee aie, we ee SER ANS adh Bg Oh MU sh AE 39.21
PME ALAM MOceRe a alge Weta Sols ce tliat mmee sieges gsr bea ee
— delarama ascendente de la Aba aimalats ore 7 OF
»Craneo num. 161.—Tiene una inscripcidn en el parietal
izquierdo que dice: «Guanche de Tenerife tomado en una cue-
va 4 78 metros sobre el nivel del mar». Le falta la mandibula
inferior.
Milimetros.
Indice transverso-longitudinal.....0/......c6c00.606.° 81.32
eS PEVCTUICO— LON Hap MENA lates’. gestae cislrselecis ce eeteles J 0 OL. 32
Say AMS VETSOSV.CEUIGAl salsa isbials cious ods cess ie > 100.00
= atrOmtO+LaUSVeLSal MAXMNO.. is. cc. asteee we | ids00
SUCHE] (OLINGLO, OCCIPUEAL. serie hevets ate ole a bale oeie's » ei S2ca0
= weaacielsuperion de) AVOCA. 2 coes. lsc. d scons) GOATS
SSBLOVI I AELOM Otis ce sees ot SSRN via he wists tiara aceset) 2 ODeaO
Seal leat tar te ereiaitict stalls 0 Glaip.eoa's sees of stale Sera ree Ghee Sua 7
<UL A LIMMOL Iles) tk detente cise, alereyud, obs Savin degen Ow sOd
We) ACTAS DE LA SOCIEDAD ESPANOLA
»Mandibula n.° 162.—Inscripeidn: «Guanche de Canarias».
indice devlacrama ascendentevsccce. coc. ens cose 70.83
»Mandibula nim. 339.—Inscripcién: « Mandibula de guan-
che.—Canarias.— Caldera de la Palma.»
Indigeideda rama ascemdemterarga ccs sacctenn acteclote ee 63233
»Craneo nim. 1.—Craneo de riffeho, procedente de Chafa-
rinas, enviado por el Sr. D. Miguel Iborra, farmacéutico mili-
tar. Falta la mandibula inferior.
»La extraordinaria dificultad de procurarse craneos de indi-
viduos de estas razas presta una excepcional importancia al
envio del Sr. Iborra.
» Descripcion.—Los huesos de este craneo presentan un espe-
sor bastante considerable; las suturas estan osificadas en par-
te, principalmente las fronto-parietales y Ja bi-parietal. En la
sutura lambdoidea se observan algunos huesos wormianos
muy pequenos.
Milimetros.
Indice transverso-longitudinal........... eh oe, age tobauatne Ngee
-— vértico-longitudinal............. bibas eeig kg Meehan top dope
=, dransversonvertical,. 25 30 <.aesjel ope orore = oe stoner LOO KO)
==. fronmto—tlanSVersal MUXKIMMO. «. cleas cctee cieunies 64.23
=—#. MOL OPLCLOOCCIPI tals. 2 36 otis ave, ce) aeleretlere oltoi-raroh om OE
<7 FACIAL SULPeTIOL Ge TOCA. siae.sis,aipcve's ste a clamielettin Sedo
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TAAL A LITO ssw Na tapde aici the vavevs Aioue, aho/ustena er anchal oh le nastete ceanaymehcend cs
»Craneo nim. 2.—De igual procedencia que el anterior, y
donativo del mismo Sr. Iborra. Falta el temporal izquierdo y
la mandibula inferior.
»Descripcion.—Los huesos de este craneo, como los del ante-
rior, son también bastante espesos y las suturas se encuentran
osificadas.en parte y en los mismos puntos que en el craneo
num. 1, si bien en menor grado. En las suturas fronto-parie-
tales la osificaciédn se observa hacia los extremos de ellas, es
decir, en el bregma y el pterio.. En la sutura lambdoidea hay
humerosos huesos wormianos, de tamano mediano.
DI
HISTO
RIA
Indice transverso-longitudinal..
VELtCO-lONSItUdiIMal cal sanes Sees
transverso—vertical..
NATURAL.
fronto-transversal maximo........
del orificio occipital
OPDIGALIO sic «cals
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eer ees ee eene
eee es ee eee .
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173
Milimetros.
72.98
73.65
101.48
68.88
83.78
82.50
43.39
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VON BE Oe
DE LO CONTENIDO EN EL TOMO V DE LA SERIE Il (XXY).
MEMORIAS.
Ramon y Casat.— Sobre la fagocitosis de las plaquetas de los ver-
PEWTACOS WNECTHOTES 22 ons 0's 0)s's ce wrels eerste de oe
— Estructura del protoplasma nervioso...........
PawnreL.— Notes orthoptérologiques iv. (Lamina 1)..........0-.ee6.
Dusmer.—Algunos datos para el estudio de los Tentredinidos de
IBROM eG o 6g Che Ge uld ae AECU CEO CON GeO G CUS On Gor Aue O ROE E GUS
Perez Lara.—Florula gaditana. Pars quinta. . ..... Saodoe Jounouk
GREDILLA.— Estudio petrografico del meteorito de Madrid. (Lami-
Cuaves.—Sobre las inclusiones de los cristales de cuarzo dispersos
en las rocas epigénicas de Andalucia. (Lamina vl).........
Puic.—Catdlogo geografico y geolégico de las cavyidades naturales y
minas, primordiales de Bispatias (<i . iss si. c'stsls « «esos sisioisie
Pérez ZtNica.—Observaciones sobre algunos puntos de la técnica
para el estudio de la contraccién muscular en la rana. (La-
TIATIVAS Pvili—=TEXS) ers oHisiate fe) exalews)evaiiel ares ohaltehate. cone ai shop cusses, sf Slefele ielotete
Loprez Pevdrz.—Observaciones recogidas sobre las circunvoluciones
cerebrales del cetdo Gomréstico . 02. c...asles seen ese eree we
CaNat.—Nuevas exploraciones de yacimientos prehistéricos en la
PRONAMEI AY AEHSC Vil sai trol sfotel sheila s\eial = ence sieiste'e: ola levator eysicls orele <%s
ACTAS
WESEOM GLE Side MENELONCE ASI Osc .a ia wteia a\eNtieialoie < Slolece « oleracea 6 eee stan
Ramon y Casau.— Sobre la existencia en el papiloma y polipos mu-
cosos de cuerpos semejantes 4 blastomicetos...........-.
Rivas Mareos.—Notas para la Flora espafiola..........-.-eeeeeees
119
243
176 INDICE DE LO CONTENIDO EN EL TOMO V, SERIE II Geox):
Lizaro.—Nota bibliografica sobre la obra de Coincy titulada Ecloga
altera plantarum hispanicarum.......- eres anor wae. Sn Sete
Martinez FernAnnez.—Descripcién de un nuevo Euryphymus y dos
CAlONLENONSts o <1. stata Rare vise hovers Weal bite ee eee hee
Borivar.— Nota sobre ortépteros del rio Atabapo, recogidos por el
Viajero Sr. Vraz.... 22.26. ec ees e eee e cece renee Seto satan
CatpERON.—La sal azul de Villarrubia de Santiago................
Sesion del 5 de Febrero....... sPoveutisnane deers a SNe erehd mheyvenslate te oorenerone
Herndndez y Cazurro.—Noticia sobre la Cecidomyia destructor Say.
Catperon.—Plagioclasas espafiolas..... Sipe tee rite StS Soh te pelle
Sesion del 4 de Marzo........ EIS ra le es ive tscene a Hosted ans
Merino.—Noticias sobre el meteorito de Madrid................ ne
Dusmer.— El Humenes pomiformis Rossi y el E. mediterraneus
Horie eli reiatctere cz sretasst aoe Seeks srs hpe lu Raseyartiaoh tat hones neta Spee
Pav.—Lista de las especies 4 que pertenecen las plantas recogidas
en la Sierra de Albarracin por D. Doroteo Almagro..... Acc
Cnaves:—TLenantitaide Rio Tinto) sac csneen. 2 PLE See ete Baie
Barras.—Lista de los liquenes de Andalucia del Museo de la Uni-
versidad de Sevilla, coleccionados por D. Salvador Calderon.
Sesion del 9 de Abril... ........00- mache aes My clade ran ncatae hereon sacle, Pore
Catperon.—Noticias biograficas acerca del gedlogo mejicano D. An-
tonio del Castillo...... Deisycislecsaeusts ance dulouseclsesnopevere A Ente
Barras.—Noticias sobre la percepcion en Andalucia de la explosi6n
delipolidovde sMia grid vey. cetera sc easels ede totes slarsteventhe ce euaretre ns
Caxat.—Sobre el hallazgo en la necrépolis de la Cruz del Negro de
una punta de lanza de bronce........ meyeta « TARR st Some
Sesion. del 6. de. Mayo......... d aRetT aoa shehol taste l snes RS ees
Kuert.—Necrologia del profesor Mauricio Willkomm .............
CatpERON.—Mas datos sobre el meteorito de Madrid......... Seyret
LAzaro.—Sobre el hallazgo del Merulius lacrimans Fabr. realizado
por el Sr. Secall en el Escorial.......-......-.. sikishe Sat Sia
Catperon.— Necrologia del Dr. D. Miguel Cala y Sanchez..........
SES107% ACLs GEYI UNG &.. 232 6 wid sw heke + are ee Dies ee re SCaetatieceteya ee tte
OLoriz.—Presentacién del libro del Dr. Livi sobre la talla en los
reclutas de Italia y consideraciones sobre el mismo.....- .-
CaLpERON.—-Fosiles contenidos en unas muestras de arenisca de Bo-
lullosidel;Condado) (Hluelva)aaccs cece ceric ck Bystscdesteis siete
Barras.—Noticia de un libro poco conocido sobre la Grana 6 cochi-
nilla, escrito en México en 1777 por D. José Antonio de
INVENT a SO SO OO IUD OOOU DOOD ANUS CaO fC MOG aO po ea oe
Sesion:del 1° dé Juliow jaccice diel Sodio Sneha tobaerct a otetasieeaits sfeaicaieienrater
CatpEroyx.—Noticias bibliograficas sobre una obra de Cohen relati-
va al meteorito de Guarefia, otra de Nickles sobre geologia
9
11
INDICE DE LO CONTENIDO EN EL TOMO VY, SERIE II (XXV).
de Murcia, Almeria, Granada y Alicante y sobre una comn-
nicacién hecha en la Sociedad geolégica de Francia por
Mr. Waliszewsky acerca de fdésiles devénicos recogidos en
Santa Lucia (Leon)
CC rd
Cuaves.—Donativos hechos 4 la Seccién de Sevilla para sus colec-
ClONEN + Saws sick sk oe OPO COD Oe OC SCOR ei iat are ae ae
Barras.—Nota bibliografica sobre la obra de Nylander acerca de los
lignenes: de; Ammoloem) it t.22% jesrn sR hcttee es acs else eyo ae.s oes go
ARRAEZ.—Piel y sistema piloso de los delincuentes andaluces
Sesion del 5 de Agosto.............- :
Pau: —Nota sobre sa Arenaria OCA. b60. cos oka es Os olde edocs ve
Cuaves.—Sobre inclusiones de materias orgdénicas en cristales de
cuarzo de las rocas eocénicas de Andalucia y sobre la
cubierta de jacinto de Compostela de otro cristal de cuarzo.
Sesion del 2 de Septiembre
Pérez Zonica.— Noticia biografica sobre D. Antonio Machado
Dvuart.— Verdadera estructura de la flor del cacahuet
Ce ed
cee eee
21610) 10 050 ole. «(0 1a lenis:
Meprixa.— Datos para el conocimiento de la fauna himenopteroldégica
Ce aHS JOA TAet tesa tre oro ois) ofc Micra gy lta clave ws oo Ge evalu lea Siase Wa wists
PRE SIOIIO CU (ee LO CEUUT Omer lao cs avin clble Pele a ote ti Ureial wena eles sere avs
Rivas Mareos.—Una excursién (botdnica) al Lance de la Mora
(AU COTOS) ey te ttetoranelcloneiareiaterete ss > Mi svetauaiaem Mera e ke ater nfs: classi nee
Catperon.—Noticia del gedlogo francés A. F. Nogués, fallecido en
Santiago de Chile
Ce re
— Idem de un trabajo publicado por Cohen sobre el me-
teorito de Madrid........ Biavel Gor etenolene stone Nien Sogrerctare
GrepDILLa.—La masquelinita sin lugar fijo en las clasificaciones mi-
MEA NG CIC DS eA cnewea ct oie Sashes See aha wih fey sio sn ECT R Vou he oars
Barras y Mepina.— Notas antropologicas
Cy
Sesion del 4 de Noviembre
ay
Boteiua.—Sobre orografia de la Peninsula....................225
Macpnerson.—Sobre un pliegue del gneis de la sierra préxima con
motivo de la presentacién de una fotografia de la misma...
Fernandez Navarro.—Nota bibliogrdéfica acerca de una publicacién
sobre los rayos X de Réntgen por el sefior
MOeltery ea ee ee PL ai cca eee eed ate Nee
— Sobre minerales de cobre de los Pirineos
CSP AMMEN paysejnis oles tho. te ceyeie' aipya tie alalererers
Pav.—Consideraciones sobre algunas plantas curiosas recogidas en
Cutalnna,porelesr Cadevallic). ois ccd ic a cie dk wcecre asian Be
Rivas Marreos.— Preliminares para el estudio de las especies espa-
folas del género Gratiola
eee eee eee eer eee eee ese eeeesrenee
ACTAS DE LA SOC. ESP.— XXV. 12
17
178 INDICE DE LO CONTENIDO EN EL TOMO V, SERIE II (XXV).
Barras y Mepina.—Notas antropoldgicas. (Continuacién)..........
SesiOn Gel Ade, PCTEMOTE’. ios Bioeais Asie s,< odie se Rie wae ceo crattsletn oe
Acuerdos sobre modificacién en las publicaciones.................
JIMENEZ DE Cisneros.—Nota necroldégica acerca de D. José Sanchez
Gomer ese hore oie Giel h ani Be Se eenotae te ake
— Noticia acerca de un balenoptérido encon-
trado y remolcado por el vapor Sultan en
aguas. de, Gijons.:') Wovens sa eee
Fernandez Navarro.—Mas datos sobre aplicacién de los rayos
Réntgen 4 los estudios paleontolégicos.....,......+...---
Cuaves.— Yeso de sintesis accidental por via himeda............-
— Nota bibliografica sobre Ja tesis de Mr. Stroesco acerca de
las formas cristalinas del timoquinén y sus derivados.
Barras y Mepina.—Notas antropologicas (Continuacion)..........
Indice de lo contenido en el tomo y de la serie 11 (xxv)..... sharaietsie
Indice alfabético de los géneros y especies descritos, 6 acerca de
cuya patria 6 sinonimia se dan noticias interesantes......
NGVETECI CIS Vey cy tastan o Orne ee ete ene BOR chee a Dee ahahaveh anaeate
INDIGE ALFABETIGO
DE LOS GENEROS Y ESPECIES DESCRITOS, 6 ACERCA DE CUYA PATRIA
6 SINONIMIA SE DAN NOTICIAS INTERESANTES EN ESTE TOMO.
Acanthus mollis, 109’. Ampelis garrulus, 89’.
Accentor alpinus, 89’. Anas boschas, 93’.
Accipiter nisus, 87’. | Andesitas, 28!
Acridium, 51’. | Andrena nigro-olivacea, 106’.
Actitis hvpoleucos, 92’. | Anortita, 27’.
Aidon galactodes, 89’. | Anser brachyrhynchus, 93’.
Agrodroma campestris, 89’. — cinereus, 93’.
Agrostis castellana, 10’. . | — sylvestris, 93.
Aira multiculmis, 109’. - Anthidium sticticum, 106’.
Alauda arborea, 91’. | Anthophilus noy. sp.?, 106’.
— arvensis, 91’. Anthophora estivalis, 105’.
— brachydactyla, 91’. — albigena, 105’.
— calandra, 91’. — femorata, 105’.
Albita, 24’, 76’. — nidulans, 105’.
Alcedo ispida, 88’. — nigro-cincta, 105’.
Alchemilla microcarpa, 109’. | — personata, 105!.
Alnus glutinosa, 109’. — pilipes, 105’.
Alopecurus agrestis, 8’. | — senescens, 105’.
Althzea hirsuta, 109’. | Anthropoides virgo, 92’.
Alyssum Amoris, 10’. _ Anthus arboreus, 89’.
Ammophila hirsuta, 104’. — pratensis, 89’.
NOTAS.—1.? Los nombres vulgares van escritos con letra cursiva; los de géneros 6
especies ya conocidos, pero descritos en este tomo, van precedidos de un asterisco, y
de dos los que se dan 4 conocer como nuevos para la ciencia.
2.2 Los nimeros que indican paginas de las Actas van seguidos de una coma.
3.2. No se incluyen en este indice los nombres de los géneros y especies que apare-
cen agrupados formando catdlogos 6 listas en el cuerpo de los ANALES. Los eatélogos
excluidos de este indice en el presente tomo son los siguientes: re
Pantel.—Notes orthoptérologiques.
Dusmet.—Tentredinidos de Espafa.
Perez Lara.—Florula gaditana.
Pau.—lLista de plantas recogidas en Albarracin /Actas, sesion de Marzo),
1x0 INDICE ALBKABHWTICO,
Apatito, 249.
Buteo vulgaris, 87’.
Apis mellifica, 105’. Calamodita schzenobzenus, 89’.
Aquila fasciata, 87’. Calamoherpe arundinacea, 89’.
— imperialis, 87’. Calandrella beetica, 91’.
— nvevia, 87’. | Calcita, 123°.
— pennata, 87/. Calizas margosas, 70’.
Arachis hypogzea, 99’. Caloptenopsis ** crassiusculus, 11’.
Arca barbata, 70’. | — ** Saussurei, 11’.
Ardea cinerea, 92’. Calyptreea chinensis, 70’.
— purpurea, 92’. Calystegia sepium, 109’.
Ardeola minuta, 92’. Cannabina linota, 90’.
Arenaria beetica, 80’. | Caprimulgus europzeus, 88’.
— spathulata, 80’. | — ruficollis, 88’.
Arenisca, 69’. | Cardamine pratensis, 109’.
Arisarum vulgare, 8’. - Cardium sp., 70!.
Armeria ccespitosa, 109!. Carduelis elegans, 90’.
Arum italicum, 8’. | Carex alba, 124’.
Astacus fluviatilis, 37. — basilaris, 124’.
Astragalus Pentaglottis, 128’. — Halleriana, 128’.
Astur palumbarius, 87’. | == Linkii, 1128’.
Athalia Rose, 102’. — nitida, 124’.
Atriplex glauca, 109’. — olbrensis, 124’.
— hastata, 109’. — tomentosa, 124’.
— hortensis, 109’. | Cecidomyia destructor, 22’.
Augita, 228, 112’. | Celtis Australis, 109’.
Bacillus anthracis, 10. Centaurea ccerulescens, 124’.
Bombus agrorum, 105’. | — gpina-beelia, 124’.
— hortorum, 105’. Ceraia cornuta, 18’.
— lapidarius, 105’. | Ceramius Fonscolombei, 104’.
— mastrucatus, 105’. | Ceratina albilabris, 106’.
— nivalis, 105’. | Cerathophyllum submersum , 109’.
— soroeensis, 105’. _ Cerceris quadricincta, 104’.
— terrestris, 105’. | Cerdo, 337.
Botaurus stellaris, 92’. | Ceropales variegata?, 106’.
Bracon urinator, 103’. - Certhia brachydactyla, 88’.
Broncita, 237. | — tamiliaris, 83’.
Bubo maximus, 87’. Chalicodoma sicula?, 106’.
Bubulcus ibis, 92’. | Charadrius cantianus, 91’.
Budytes flava, 89’. | — minor, 91/.
Bunium Coste, 125’. | — pluvialis, 91’.
— Macuea, 125’. | Chelidon urbica, 88’.
Buphus ralloides, 92’. | Chenopodium ambrosioides, 109’.
Butalis grisola, $10’. _ — Bonus-Henricus, 109!,
INDICE ALFABETICO.
Chenopodium Botrys, 109’.
Chenopus cf. pes—pelecani, 70’.
Chrysis estiva, 103’.
— ignita, 103’.
— Taczanowskyi, 103’.
— uncifera, 103’.
Chrysomitris spinus, 90’.
Ciconia Abdimii, 84’.
— alba, 93’.
— nigra, 93’.
Circaétus gallicus, 87’.
Circus sruginosus, 87’.
— cinerascens, 87’.
Cisticola schzenicola, 89’.
Citrinella alpina, 90’.
Cladonia alcicornis, 53’.
— endiviefolia, 53’.
— fimbriata, 53’.
— pyxidata, 53’.
Clavagella bacillaris, 70’.
Cobre nativo, 123’.
Coccothraustes vulgaris, 90’.
Cochinilla, 71’.
Codiacrinus, 75’.
Celopterna Stali, 15’.
Colpolopha obsoleta, 16’.
Columba cenas, 91’.
— palumbus, 91’.
Colymbus glacialis, 93’.
Conejillo de Indias, 26 y siguientes.
Conejo, 12, 15 y siguientes.
Conocephalus maxillosus, 18’.
Copiocera lepida, 16’.
Coracias garrula, 88’.
Corbula gibba, 70’.
Corvus corax, 90’.
— corone, 90'.
— monedula, 90’.
Coturnix communis, 91’.
Cotyle riparia, 88’.
Crocus carpetanus, 109’.
Cromita, 231.
Crypsis alopecuroides, 8’,
Cuarzo, 243 y siguientes, 94’.
Cuculus canorus, 88’.
Curruea garrula, 89’.
— melanocephala, 89’.
Cyanecula suecica, 89’.
Cyprinus carpio, 36.
_ Cypselus melba, 88’.
— murarius, 88’.
— pallidus, 88’.
| Cyrtina, 75’.
Cytherea islandicoides, 70’.
— sp. (grupo Chione), 70’.
Cytissus capitatus, 130’.
— Gallicus, 129’.
— hirsutus, 130’.
— prostratus, 130’.
— supinus, 130’.
Dafila acuta, 93’.
Daphne Laureola, 109’.
Diabasa, 26’.
Dianthus Armeria, 109’.
| Diatomeas, 67’.
Dioritas, 23’.
Drosera rotundifolia, 109’.
Echium fruticescens, 10’.
| Egretta garzetta, 92’.
Ellampus punctulatus, 103’.
Emberiza cia, 91/.
Endymion cernuus, 9’.
— nutans, 9’.
Enstatita, 228.
| Erinus Alpinus, 109’.
| Erythreea spicata, 109’.
Espilita, 123’.
Eufoétida, 26’.
Eumenes mediterraneus, 33’.
— pomiformis, 33’.
Euryphymus ** capensis, 11’.
Evania appendigaster, 102’.
Evax Carpetana, 109’.
Evernia Prunastri, 53’. !
Evonymus Europzus, 109’.
Falcinellus igneus, 93’,
121
182 INDICE ALFABETICO.
Falco cenchris, 87’.
— subbuteo, 87/.
— tinnunculus, 87’.
— vespertinus, 87’.
Fayalita, 232.
Himantopus candidus, 92’.
Hirundo rustica, 88’.
Hoplisus fallax, 106’.
— punctuosus, 106’.
Huniulus Lupulus, 109’.
Feldespato, 228.
Ficula cf. ficoides, 70’.
Ficus carica, 109!.
Hydrochelidon hybrida, 93’.
— nigra, 93’.
Hylotoma melanochroa, 102’.
= Roseze, 1027.
Hypericum hirsutum, 109’.
Fratercula arctica, 93’.
Fringilla czelebs, 90’.
— montifringilla, 90’. Ichneumon nudicoxa, 103’.
Fulica atra, 92’. Illecebrum verticillatum, 109/.
— cristata, 92’.
Fusus sp., 70’.
Galena, 25’.
Galerida cristata, 91’.
Gallinago gallinula, 92’.
— scolopacina, 92’.
Gallinula chloropus, 92’.
Gallium Aparine, 109’.
— pedemontanum, 109’.
— rotundifolium, 109’.
— tenellum, 109’.
Garrulus glandarius, 90’.
Gato, 31.
Gecinus canus, 88’.
— viridis, 88’.
Genista Hispanica, 109’.
Glareola pratincola, 91’.
Glycimeris Faujasi, 70’.
Gneis, 24’.
Gratiola crassifolia, 134’.
— linifolia, 132’.
— officinalis, 133’.
Grus cinerea, 92’.
Gynandriris: sisyrichium, 109’.
Gypaétus barbatus, 87’.
Gyps fulvus, 87’.
Halictus malachurus, 106’.
Haplophyllum hispanicum, 127’.
Helix Pomatia,: 37..
Hieracium, eesium, 127’.
— murorum, 127’.
Tris foetidissima, 109’.
Juncus pyrenaicus, 129’.
— Stygius, 129’.
— Triglumis, 129/.
Kamacita, 231.
Kundmannia sicula, 10’.
Labradorita, 26’.
Lacerta agilis, 35.
Lamium flexuosum, 128’.
Lanius excubitor, 90’.
— meridionalis, 90’.
— minor, 90’.
— rufus, 90’.
Larra nitida?, 106’.
Larus fuscus, 93’.
— leucopterus, 93’.
— melanocephalus, 93’.
— ridibundus, 93’.
Lecanora atrynea, 54’.
— aurantiaca, 54’.
— campestris, 54’.
— cinerea, 54’.
— conferta, 54’.
— subfusca, 54’.
Lecidea vesicularis, 54’.
Lemna arrhiza, 9'.
Leptogium sp.?, 53’.
Ligurinus chloris, 90’.
— chloroticus, 84’, 90’.
Lima inflata, 70’.
Limosa rufa, 92’.
INDICE -ALFABETICO,
Linaria borealis, 90’. -
-— Gobantesiana, 10’.
Lobelia urens, 109’.
Loxia curvirostra, 90’.
Lusciola luscinia, 89’.
Lythrum Salicaria, 109/.
Machetes pugnax, 92’.
Malva Alcea, 109’.
Mareca Penelope, 93’.
Masquelinita, 111’.
Mastax nigra, 15’.
Megistocrinus, 75’.
Melafido, 27’.
Melica major, 129’.
— minuta; 129’.
— pyramidalis, 129’.
Melilotus alba, 109’.
Melizophilus provincialis, 89’.
Merops apiaster, 88.
Merulius lacrimans, 65’.
Mibora Desvauxii, 8’.
— verna, 8’.
Mica, 249.
Microclina, 23’.
Miliaria europea, 91.
Milium montanum, 109’.
Milvus niger, 87’.
— regalis, 87’.
Modiola barbata, 70’.
— ef. Brocchi, 70’.
Montifringilla nivalis, 90’.
Motavilla alba, 89’.
Murciélago, 8.
Murex sp. (grupo Torularius), 70’.
Muscicapa atricapilla, 90’.
Mutilla (Stenomutilla). argentata,
103’,
— barbara, 103’.
— (Myrmilla) calva,. 103’.
— — capitata, 103/> -
— greca, 108’.-~ ..
— (Dasylabris) maura, 103’.
— — montana, 103’,
Ul
183
Mutilla (Dasylabris) regalis, 103’. -
Narcissus multiflorus, 109’.
Nassa limata, 70’.
— semistriata, 70’.
Nasturtium sylvestre, 109’.
Natica sp., 70’.
Neophron perenopterus, 87!.
Noctua minor, 88’.
Numenius arquata, 92!.
Nycticorax europzeus, 92’.
Nyroca leucophtalmos, 93’.
Nysson maculatus, 104’.
Odynerus Buyssoni, 104’.
— Pauli, 104’.
— regulus, 104’.
(Edicnemus crepitans, 91’.
Ofitas, 26’.
Oligoclasa, 25’, 112’.
Olivino, 228.
Orchis maculata, 109’.
Origanum compactum, 10’.
— virens, 109’.
Oriolus galbula, 90’.
Orobanche Castellana, 109’.
Orphula ** jucunda, 15’.
— maculipennis, 16’.
— pagana, 15’.
— ** patruelis, 15’.
Orthoteles, 75’.
Osmia Latreillei, 106’.
— tricornis, 106’.
| Osmilia violacea. 18’.
| Ostrea cochlear, 70’.
— plicata, 70’.
| Otis tarda, 91’.
— tetrax, 91.
Otus brachyotos, 88’.
— vulgaris, 88’.
Oxylophus glandarius, 88’.
Panicum eruciforme, 10’.
Panurgus cephalotes, 106’.
Papaver setigerum, 127’.
— sgomniferum, 127’,
)R4e INDICE ALFABETICO.
Paratettix ** heteropus, 14’.
— Schochii, 14’.
Parmelia caperata, 53’.
— conspersa, 53’.
— perlata?, 53’.
— prolixa, 53’.
— tiliacea, 53’.
Paronychia Rouyana, 10’.
Parus ater, 89’.
— major, 89’.
Passer domestica, #0’.
— hispaniolensis, 90’.
— montana, 90’.
Passerina Thymelza, 109’.
Pecten aduncus, 70’.
— scabrellus, 70’.
Pectunculus sp., 70’.
Pelopzeus pensilis, 104’,
— spirifex, 104’,
Peltigera, 53’.
Perca, 36,
Perdix petrosa, 91’.
— rubra, 91’.
Perro, 22 y siguientes.
Pertusaria sorediata, 54’.
Petrocincla cyanea, 89'.
— saxatilis, 89’.
Petronia rupestris, 90’.
Pheenicopterus roseus, 93’.
Phalacrocorax carbo, 93’.
Phalaris hispanica, 10’.
Phasma flavomaculatum, 12’.
— ** Kheili, 13’.
— necydaloides, 13’.
— ** Vrazi, 13’.
Philanthus apivorus, 106’.
— coronatus, 106’.
Phyllopneuste rufa, 89’.
— sibilatrix, 89’.
— trochilus, 89’.
Physcia parietina, 53’.
— stellaris, 53’.
Pica caudata, 90’,
Pica cyanea, 90!.
Picus major, 88’.
Pirrotita, 233.
Placodium callopismum, 54’.
— circinatum, 54’.
— fulgens, 54’.
— murorum, 54’.
Plagioclasas, 23’.
Platalea leucorodia, 93’.
Platanus orientalis, 108’.
Pluvialis varius, 91’.
Podiceps cristatus, 93’.
— fluviatilis, 93’.
— nigricollis, 93’.
Polyenemum arvense, 109’.
Pompilus quadripunctatus, 106’.
Porfido petrosiliceo, 123’.
| Porfirita, 26’.
Porphyrio cesius, 92’.
— hyacinthinus, 86’.
Porzana Baillonii, 92’.
— maruetta, 92’.
Pratincola rubicola, 89’.
| Preslia cervina, 109’.
Priocnemis luteipennis, 106’.
Procolpia emarginata, 16’.
Protomachus depressus, 16’.
Pseudophasma * * auriculatum, 12’.
Psithyrus quadricolor, 105’.
Pterocheilus grandis, 104’.
— hispanicus, 104’.
Pterocles alchata, 91’.
— arenarius, 91’.
Pulicaria Dysenterica, 109’.
Quercus Tozza, 109’.
Querquedula angustirostris, 93’.
— circia, 93’.
— crecca, 93!.
— marmorata, 84’.
~ Quersantitas, 26’.
Rallus aquaticus, 92’.
— crex, 92’.
Ramalina evernioides, 53’,
INDICE ALFABETICO. 185
Ramalina fastigiata, 53’. Sedum Dasyphyllum, 109’. .
_ Rana, 6, 33 y siguientes. _ Serapias pseudo-cordigera, 109.
Recurvirostra avocetta, 92’. | Serinus meridionalis, 90’.
Regulus ignicapillus, 89’. _ Sideritis littoralis, 127’.
Rhododendron ferrugineum, 9’. | Sigaretus haliotideus, 70’.
Rhomalea miles, 16’, _ Sitta ceesia, 88’.
— peruviana, 16’. _ Solanum Duleamara, 109’.
Rosa Pouzini, 109’. | Solarium caracollatum, 70’.
— rubiginosa, 109’. | Spatula clypeata, 93’.
Rubecula familiaris, 89’. | Spelzochlamys Ehlersi, 262.
Rubia peregrina, 109’. Sphex pubescens, 104’.
Ruta montana, 109’. Spiranthes estivalis, 109’.
Ruticilla phzenicura, 89". Squameria crassa, 53’.
— tithys, 89’. — lentigera, 53’.
Sal gema, 18’. — saxicola, 54’.
Salix cinerea, 109’. Staphilococcus pyogenes aureus, 9.
— nigricans, 8’. Stellaria Arenaria, 80’.
— triandra, 109’. Sterna anglica, 93’.
Salsola vermiculata, 109’. — minuta, 93’.
Sambucus nigra, 109’. Stizus rapax?, 106!.
Samolus Valerandi, 109’. — tridens, 106’.
Santolina rosmarinifolia, 109’. Stratocles ** forcipatus, 11’.
Saussurita, 27’. Strepsilas interpres, 92!
Saxicola zenanthe, 89’. Streptococcus pyogenes, 9.
— aurita, 89’. | Strix flammea, 88’.
— stapazina, 89’. Sturnus unicolor, 90’.
Saxifraga capitata, 128’. — vulgaris, 90’.
— paniculata, 125’. | Subria * amazonica, 18’.
— Pentadactylis, 125’. |, Senitida: 18”
— Tremolsiana, 125’. Surnia passerina, 88’.
— trifurcata, 125/. Sylvia atricapilla, 89’.
— Willkommiana, 126’. — hortensis, 89’.
Scaphura nitida, 18’. Systropha spiralis, 106’.
Schreibersita, 228, 112’. Tachysphex Panzeri, 106’.
Scleranthus annuus, 130’. Tadorna casarca, 93".
— Delorti, 130’. — rutila, 86’.
— liennis, 130’. Tamarix Africana, 126’.
— perennis, 130’. — Anglica, 109’, 126’.
— uncinatus, 130’. — Gallica, 126’.
Scolopax rusticola, 92’. — Hispanica, 126’.
Scops Aldrovandi, 88’. Telephonus tschagra, 90’.
Securinega buxifolia, 109’. Tellina compressa, 70’.
Sedum altissimum, 109’. — planata, 70’,
186
Tenantita, 52’.
Tetralonia pollinosa, 105’.
Tetrao andalusicus, 91’.
Teucrium floceosum, 10’.
Thalictrum flavum, 109’.
— minus, 109’.
Thlaspi virgatum, 129’.
Thymus Zygis, 109’.
Tiphia morio, 106’.
Titanacris Olfersi, 16’.
— Velazquezi, 16’.
Torilis helvetica, 109’.
Torpedo, 38.
Totanus calidris, 92".
— ochropus, 92’.
Frifolium aureum, 129'.
Tringa subarquata, 92’.
Trinia Dufourei, 127’.
— vulgaris, 127’.
Troilita, 228.
Tropidacris cristata, 16’.
Trypoxylon albipes, 104’.
Turdus iliacus, 89’.
— merula, 89’.
— musicus, 89’.
— pilaris, 89’.
torquatus, 89’.
— viscivorus, 89’.
Turmalina, 249.
Turnix sylvaticus, 91’.
INDICE ALPABETICO.
Turritella sp., 70’.
Turtur auritus, 91!.
Umbilicaria pustulata, 53’.
Upupa epops, 88’.
Urceolaria ocellata, 54’.
Usnea barbata, 53’.
— ceratites, 53’.
Valeriana longiflora, 10’.
Vanellus cristatus, 91’.
Veronica austriaca, 127’. -
commutata, 127’.
jabalambrensis. 127 .
latifolia, 129’.
tenuifolia, 127’.
Verrucaria rupestris, 54’.
Vespa Germanica, 104!.
Vicia Pyrenaica, 109’.
Vilerna zeneo-oculata, 16.’
— rugulosa, 16’.
— tibialis, 16’.
Viola alba, 130’.
-— cochleata, 10’.
-- gsciaphila, 130!.
Vultur monachus, 87!.
Wahlenbergia hederacea, 109!.
** Xiphiola cyanoptera, 17’.
Xylocopa violacea, 106/.
Yunx torquilla, 88’.
Zircon, 248.
ADVERTENCIA.
Kl tomo vy, serie m (xxv) de los ANALES DE LA SOCIEDAD
ESPANOLA DE Historia NATURAL se publico dividido en
tres cuadernos de la manera siguiente:
Cuaderno t.", paginas 1-128 de las Memorias y 1-32
de las Ac/as, en 30 de Septiembre de 1896.
CGuaderno 2.°, paginas 129-272 de las Memorias y 35-
64 de las Actas, en 15 de Noviembre de 1896.
Cuaderno 3.°, paginas 273-375 de las Memorias y 65-
[87 de las Actas, en 31 de Marzo de 1897.
Acompanian 4 este tomo nueve laminas, una grabada
en acero, cuatro fototipicas, una fotozincografiada y tres
litografiadas vy 48 grabados intercalados en el texto, y le
forman 23 pliegos vy medio de Memorias v 12 de Actas.
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DE LA SOCIEDAD ESPANULA
DE HISTORIA NATURAL
SRE. 1.
TOMO QUINTO.
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2 AMADRID
‘DON I. BOLIVAR, TESORERO
PASEO DE RECOLETOS, 20, BAJO.—PALACIO DE BIBLIOTECAS Y¥Y MUSEOS NACIONALES
i
: 30 DE SEPTIEMBRE DE 1896
SOCIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL.
Junta Directiva para el afio 1896.
Presidente..... D. José Solano y Eulate.—C. de Jacometrezo, 41.
Vicepresidente. D. Santiago Ramon y Cajal.—C. de Atocha, 64, 3.° dra.
Tesorero...... D. Ignacio Bolivar.— Calle de Moreto; 1, 10
Secretario..... D. Manuel Cazurro.—C. de Alarcon, num. 3.
Vicesecretario.. D. Carlos Hernandez.—Calle Mayor, 18, 3.° dra.
Bibliotecario... D. Lucas Fernandez Navarro.—Santa Engracia, 29, 2.°
Comision de eS DlcaclOr:
D. Francisco de Paula Martinez y Saez. —Calle de San Quintin, | num. 6.
D. José Macpherson.—Calle de la Exposicién, nim. 4. _
D. Blas Lazaro é Ibiza.—Calle de Carranza, num. 10.
4
Por acuerdo de la Sociedad, en la sesién de 4 de Abril de 1877, los
autores de las Memorias que se inserten en los Anaes, tienen derecho 4
50 ejemplares, impresos sin levantar el molde de la méquina, ni mds
correcciones que poner en vez de la sesidn en que se leyé la Memoria, la
indicacién del afio y tomo de los AnaLes en que se publica ésta.
Los autores que deseen mayor nimero de ejemplares en la forma ex-
presada, pagaran con arreglo 4 la siguiente tarifa:
50 100 150 Cada 100
ejemplares. ejen:plares. ejemplares. Siemplare
4 paginas Bais hevarsesaaiile etoheletatelsieretelsielaieteiavantetete Ryn. ~~ 3,50 7 10,50 a
Sy ee his teas ae sleeicelee BeOS 55900 » Pie eS: 19 13
MOT asa iat Parasetn (ecereie e/e Sieias slots vies Sistely ele Soe ae deseo 39 26
Los autores que.quieran tiradas aparte de sus Memorias, dejando una
sola paginacién y afiadiendo sus titulos después del nombre, pagardn con-
forme 4 la tarifa siguiente:
50 100 150 Cada 100
ejemplares. ejemplares. ejemplares. Sener
AAS INA Seas shes sore Neat cuete sieves al tena eas Rvn. 17,50 20 22,50 20
Sire Pe epicictasateiereie oie’ ebuie ere erakssate thor taniohe ae 23 28 33 28
Opa ep tae Loney aes cine Mette icialeleertiteinicic = aan — 34 44 dt 44
En ambos casos seraén iguales los siguientes gastos:
50 100 150 Cada 100
ejemplares. ejemplares. eyemplares. elempleven
OO x
Una lim. grabada en acero é iluminada. Rvn. 64 128 192 128
Una td idsid Sinem TAI. 6 sare) ois a oyels » 20 40 60 40
Uita id yidee ensniedina. islets miele -<)-e-se eie » 8 16 24 16
Cubierta de color sin imprimir.......... » 5 10 15 10
Portadaa pari tery ices tema e \eienie oo icaretoinciels stave enst tefovelalereintetetes nis ate, clevaictals bie year LUV TAS
Poner cierre en la portada para que sirva de marian arc laspintiatare’ dl aislererere inte stays » 1
ADVERTENCIA.
Si la l4mina iluminada contuviese mas figuras de lo ordinario, aumen-
tara su precio proporcionalmente al mayor trabajo que se hubiese de em-
plear; y lo mismo si fuere de tamafio superior al de la caja de impresién
(10™:;por 18°™),
Las laminas cromolitografiadas, fotografiadas 6 de indole Senos de las
que anteriormente se. indican, se pagardn al precio que resulte para la
Sociedad. :
Por las correcciones que mandaren hacer los autores en los moldes se
abonaran 4 rs. por cada hora de trabajo. ~
Ve a
+. ie
pel ee ee
oa
‘DE LO CONTENIDO EN EF!
‘Ramén | vy Caj al.—
brads inferiores.... “SE eee oe
Ramon y Cajal.— Estructura del i naeas mes tee “em :
- Pantel.— Notes orthoptérologiques, LIV. (La lamina correspondiente
epste: articulo se ees con ome: OS
ANALES
DE HISTORIA NATURAL
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“TOMO QUINTO.
(SES Ves
MADRID
DON I. BOLIVAR, TESORERO
PASEO DE RECOLETOS, 20, BAJO.—PALACIO DE BIBLIOTECAS Y MUSEOS NACIONALES
~
15 DE NOVIEMBRE DE 1896
S0CIEDAD ESPANOLA DE HISTORIA NATURAL.
AVISOS A LOS SOCIOS.
Los Socios estan obligados 4 remitir su cuota (15 pesetas) por con-
‘ducto seguro y sin descuento, al Tesorero, en la época de admisién y
posteriormente en el mes de Enero de cada afio.— Articulo 4.0 del Re-
glamento. ; .
La SoctepapD se reune en sesidn ordinaria el primer miércoles, no festivo,
de cada mes, en el Gabinete de Historia Natural, Palacio de Bibliotecas y
Museos, Paseo de Recoletos, 20, bajo.
La primera serie de los ANALEs (1872 4 1891) se compone de 20 tomos,
que se venden separadamente al precio de 15 pesetas, excepto el 1.°, que
esta agotado, y el 5.° y el 11.°, cuyo precio pan el publico se ha fijado en —
25 pesetas.
Los Sres. Socios tienen derecho 4 adquirir por una sola vez un ejem-
plar de cada uno de los tomos de la primera serie, 4 los precios siguientes:
Momog2,2.3.0, 4 oboe aoe, 1° ABs 19.° y 20.°.... 8 pesetas.
EE Aik gs We A fe be aes aaa es
eG OnFs0. NBO BOOP OB Oy On TG ee eee ele SST ee
Los cuadernos sueltos, siempre que de ellos haya sobrantes, sin desca-
balar tomos, para los Socios 4 2 pesetas, para el publico 5 pesetas.
‘La coleccién completa de la 1.* serie (20 tomos) incluyendo el tomo 1.°,
para los Socios y por un solo ejemplar eae hay disponible un cortisimo
numero) 250 pesetas.
Notas. Por reciente acuerdo de la Socrepap, los Sres. Socios deberan
hacer las reclamaciones de los cuadernos que hubieren dejado de recibir
por extravio dentro de los seis meses siguientes 4 su publicacion; pasado
este tiempo habran de adquirirlos al precio fijado y bajo las condiciones
expresadas mas arriba.
Los autores de Memorias con destino 4 los ANaLEs se servirdn indicar
al tiempo de entregar el original el numero de ejemplares que deseen de
la tirada aparte de su trabajo y las condiciones 4 que hayan de ajustarse
con arreglo 4 la tarifa que se publica en la 2.* pagina de la cubierta del
cuaderno primero de todos los tomos; advirtiéndoles que de no hacerlo asi
no recibirAn mas que los 50 ejemplares sin variacién alguna que regala la
Socrepap. Igual adyertencia deberan hacer los que deseen tiradas aparte
de las notas de las Actas, no haciéndose tirada de estas sino 4 peticidn de
aquellos. Los gastos que ocasionen estas tiradas seran de cuenta de los
autores.
ee NS ee a Bee wee ee
CORRESPONDENCIA Y AVISOS.
Lista de los seiiores Socios de provincias que han satislecho sus cuotas desde 1.° de
Mayo 4 15 de Noviembre de 1896.
CUOTA DE 4893. CUOTA DE 1896.
Sdenz Lopez, de Zafra. Becerra, de Baeza.
CUOTA DE 1894. Blanco del Valle, de Ciudad-Real.
Capdebou, de Palma. +
Garcia Arenal, de Pontevedra.
CUOTA DE 1895. Pau, de Segorbe.
Sdéenz Lopez, de Zafra. Saenz Lépez, de Zafra.
Saenz Lépez, de Zafra.
El Tesorero,
I. Boxuivar.
INDICE
DE LO CONTENIDO EN EL CUADERNO 2.° DEL TOMO XXV.
-
Dusmet y Alonso.—Algunos datos para el estudio de los tentredini-
dos de. Mspana (COnCLUSIGH) £.t,2stod's « #' tenis ga inrele slo = eles «arta a
Perez Lara.— Florula gaditana (continuacion).................--
Gredilla.— Estudio petrografico del meteorito de Madrid (con cuatro
l4minas, I1-v)
ee eee ere trees eee ee eee ese eee eeeseeeeseeeeeseseereesee
Chaves.—Sobre las inclusiones de los cristales de cuarzo dispersos en
las rocas epigénicas de Andalucia. (LAm. V1)..........eeeeeeeees
Puig y Larraz.— Catalogo geogrdfico y geologico de las cavidades na-
turales y minas primordiales de Espafta 3
Sere ererereeeeseeeeeeseese
Actas de la Sociedad Espafiola de Historia natural. (Marzo (conclu-
sidn), Abril y Mayo.)
MADRID. — IMP. DE FORTANET, LIBERTAD, 29. -
.
Pags.
i
ANALES
SERIE II.
TOMO QUINTO.
(2S Sein)
MADRID
DON Il. BOLIVAR, TESORE RO |
PASEO DE RECOLETOS, 20, BAJO.—PALACIO DE BIBLIOTECAS Y MUSEOS NACIONALES
|
DE HISTORIA NATURAL
31 DE MARZO DE 1897
-{NDICE
DE LO CONTENIDO EN EL CUADERNO 3.° DEL TOMO XXV.
Puig y Larraz.— Catdlogo geografico y geoldgico de las cavidades na-
turales y minas primordiales de Espafia.........ceeceeeeeeeeee
Pérez Zufiiga.— Observaciones sobre algunos puntos de la técnica
para el estudio de la contraccidén muscular en la rana. (Con tres 1a-
TUUUTRGASD) rsh tavegee tare, ie talav ets) cine aaeee eos on ne eee Geraci es sieves Swe
Lépez Pelaez.— Observaciones recogidas sobre las circunvoluciones
cerebrales del cerdo doméstico en el curso de 1895 d 1896.........
Cafial._Nuevas exploraciones de yacimientos prehistoricos en la pro-
MEDIC UE, LC WS CV ELL Soca ees ate ce ie oP nists Oe Neat a he SR Va wid
Actas de la Sociedad Espafiola de Historia natural. (Mayo (conclu-
NOM) LIICLO MDT) rode e'o ma, wal a SE oe ee ee Sanaa
Indice de lo contenido en el tomo y de la serie 11 (EXV).-++ eee eee
Indice alfabético de los géneros y especies descritos 6 acerca de cuya
patria 6 sinonimia se dan noticias interesantes....... ioe ae Oe
Advertencia..... sieeve Bh sot wie) okt «cal ar dine « ‘ota vaoteeeinuer stain in erate Maxed mise
Pags.
273.
331
337
351
(Con este cuaderno se reparte ademas la ldmina 1.* correspondiente al
articulo del R. P. Pantel titulado Notes orthoptérologiques.)
MADRID.— IMP. DE FORTANET, LIBERTAD, 29.
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