Skip to main content

Full text of "Anales del Instituto Médico Nacional"

See other formats


e 


ren 


> 


COSITA 
z 

z A A 5 
5 2 Ñ 


) 


5 ES El E az. ÓN » 


el 
( íS 
A AA EA 


ÁS A 


e ES 


0 "id . 0 A | | | k 


ñ 
. 
i 
4 
» 
. 
1 
" 
, 
* 
' 
. 
4 
e 
, 
A 
4 
s 
r , 
, 
+ 
L . 
v s 
. 
. 
, 
' 
' 
' , 
EN Ñ 
Y 
' 5 , 
¡ : a . AR 
1 mo y ' p 
LK e , O 
j ; Ó 18 | 
' k A 
e ha $ 1d ¡ h 
' A e D y 2] 
VEA Y Fa 5 UM. 


ANALES 0, 2 


STITUTO MÉDICO NACIONAL a 


mestros lectores. 

jgramas de los trabajos del Instituto Médico Nacional durante el año de 1899. 

Informes del mes de Enero de 1899.—Sección 1? Sección 2?—Sección 3?—Sección 4?—Anexos al informo an- 
_ terior, —Sección 5* 

obre la presencia de esferitas en el agave mexicano, nota preventiva del Dr. Leuge Re. 

ibliografía de las publicaciones recibidas en el Instituto, durante el mes de Noviembre de 1898. 


OFICINAS DE LA PUBLICACION, 
INSTITUTO MEDICO NACIONAL. 


JARDIN CARLOS PACHECO, 3.—MEXICO, D. F. 


Ex-plazuela de la Candelarita núm. 3 (Av, Poniente 12 A.) 


MÉXICO 


os OFICINA TIPOGRAFICA DE LA SECRETARÍA DE FOMENTO 
Calle de San Andrés número 15, [Avenida Oriente, 61.] 


1899 


MIEMBROS DEL INSTITUTO MEDICO NACIONAL 


INDICADOR DE SUS DIRECCIONES, Y DE LOS 


3MOS DE LAS CIENCIAS QUE CON ESPECIALIDAD CULTIVAN 


Dirección. 

Sr. Dr. Fernando Altamirano.—Director del Instituto Médico. Profesor de Terapéutica 
en la Escuela Nacional de Medicina de México, encargado de la Historia de las Drogas en el 
Instituto. Especialidad que cultiva: Química y BorÁNICA APLICADAS. Villa de Guadalupe 
(D. F.) Calle del Mirador número 147. 

Sr. Dr. Secundino Sosa.—Secretario del Instituto Médico. Profesor Adjunto de Clínica In- 
terna en la Escuela Nacional de Medicina de México. ALtenIsta. Calle 1% del Indio Triste 
núm. 7. México (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Carlos Espino Barros.—Prefecto del Instituto Médico.—En el 
Instituto. 


Sección primera: Historia Natural Médica. 


Sr. Dr. José Ramírez.—Jefe de esta Sección. Secretario General del Consejo Superior 
de Salubridad. BacTERIOLOGISTA. 10% Calle de la Violeta núm. 21. México (D. F.). 

Sr. Gabriel Alcocer.—Conservador del Herbario y del Museo en esta Sección Profesor de 
Matemáticas. MATEMÁTICO Y BOTÁNICO. Calle del Hospicio de San Nicolás nú: o) 
(D. F.). 

Sr. Adolfo Tenorio.—Dibujante de esta Sección. PROFESOR PAISAJISTA. Pl» 
núm. 10. México (D. F.). 


Sección segunda: Química Analítica. 


Sr. Prof. Francisco Río de la Loza.—Jefe de esta Sección Profesor de Química General, 
Industrial y Agrícola en la Escuela Normal para Profesores en México. Químico. Calle 2% de 
Vanegas núm. 82. México (D. F.). y 

Sr. Prof. Mariano Lozano y Castro.—Ayudante de esta Sección. Químico inspector de 
bebidas y comestibles en el Consejo Superior de Salubridad. Químico. Calle de Patoni nú- 
mero 4. (Botica Humboldt). México (D. F.). 

Sr. Dr. Federico F. Villaseñor.—Ayudante de esta Sección. Quimico. Calle del Cuadrante 
de Santa Catarina número 7. México (D. F.). 


Sección tercera: Fisiología experimental. 


Sr. Dr. Eduardo Armendaris.—Jefe de esta Sección. Médico del Museo Anatomo-—patoló- 
gico. ANÁLISIS CLÍNICOS. Calle de las Ratas núm. 2 México (D. F.). 

Sr. Dr. Daniel Vergara Lope.—Ayudante de esta Sección. Preparador de la clase de Tera- 
péutica en la Escuela Nacional de Medicina de México. Profesor de Anatomía en la Escuela 
de Bellas Artes. FisióLOGO. 5% Calle de Guerrero núm. 2,122. México. (D. F.). 


Sección cuarta: Terapéutica Clínica. 


Sr. Dr. José 'Terrés.—Jefe de esta Seccion. Profesor de Patología Interna en la Escuela 
Nacional de Medicina. 3% Calle del Reloj núm. 2. México (D. F.). 

Sr. Dr. Juan Martínez del Campo.—Ayudante de esta Sección. Médico del Museo Anato- 
mo-—patológico 2% Calle de Sor Juana Inés de la Cruz núm. 12. México (D. F.). 

Sr. Prof. Juan Manuel Noriega.—Farmacéutico de esta Sección en el Instituto Médico 
Preparador de Análisis Química en la Escuela Nacional de Medicina. 


Sección quinta: Climatología y Geografía médicas. 


Sr. Dr. Domingo Orvañanos.—Jefe de esta Sección. Miembro del Consejo Superior de Sa- 
lubridad del Distrito Federal. Profesor de Clínica Interna enla Escuela Nacional de Medici- 
na. CLÍNICA INTERNA. Calle de Chavarría número 25. México (D. F.). 


AUN ar Bo 


DEL 


INSTITUTO MEDICO NACIONAL 


CONTINUACION DE “EL ESTUDIO.” 


TOMO IV. 


MEXICO 
UFICINA TIPOGRÁFICA DE LA SECRETARÍA DE FOMENTO 


Calle de San Andrés núm. 15 (Avenida Oriente 51.) 


1900 


2peL, 20 1008 YA PAY UN 
ee O 


SR CURA, <o 


INE OM 


Lámina 


” 


INDICE DE LAS LAMINAS DEL TOMO 1V DE LOS “ANALES.” 


EPIA IMON Lao doeea deca 
MS, o socio atoods pesodq Rae 
MTM— ,, e e a AAA AA ev SA 
IV— ,, A Cd. O O. AE 
W==BeyoteldelVallerde México. ont ls ooe io nineao 
VES Beyotode Tepic td occ 
WIIE=4 0001 dl Exit coso sorasconocccods OROsOOOOdOENaPeNcobOue 
VHr— s Willansl cdas ellos de eccdotero 
DEE Olsson rorcanuc oca oSAProOo do Rob SIbRGDAO 
AO IE Cl Wa Eee Ob dis donbcaseon to sb LoousaU OO UOCOBLSREEO 


Páginas. 


Soc 


07 
NDDb 


2 
¿ 
Q 
; 
pra 
= 
A 
A 
S 
E 
y 
E 
Í. 


E E NS O PE | 


PEA id o ¡rd A TS A Y hs A - Wi 
A E EDEMA ts a macia AT 
o EIA A A ETT O yo IN 


MATTE CON sudan adds sic rs E y! 
WEI cesa o 1d er EN E i dirt ob hr cresta A 


e delciiddd 


A A a 
| 
| 


y e 
Ñ Dd y 
AT] 
E 
y 
e A 
JT ' . 
J 
: . 


A NUESTROS LECTORES. 


Comenzamos el tomo IV de estos “Anales,” habiendo logrado, como lo 
ofrecimos, estar al corriente en la publicación de los documentos del Institu- 
to. En efecto, el último número del tomo anterior contiene los últimos docu- 
mentos relativos al año que acaba de pasar, y en esta entrega primera del 
presente tomo y correspondiente al mes actual de Febrero, publicamos los 
programas del presente año y todos los documentos relativos al mes de Ene- 
ro que acaba de transcurrir. Solamente nos resta completar el folletín del 
tomo pasado y en el cual se continúa la publicación de las “Monografías me- 
xicanas de Materia Médica.” 

Con el objeto de hacer más conocidos los trabajos de nuestro Instituto, 
está resuelto que en lo venidero publicará periodicamente la Secretaría una 
revista acerca de dichos trabajos, ya para ampliar acerca de ciertos puntos 
los informes de los jefes de Sección, ya para hacer públicos algunos hechos 
que no se mencionan en dichos informes y que son del resorte de la Dirección 
ó de la Secretaría. 


México, Febrero de 1899, 
SECUNDINO ÑOSA. 


Tomo IV,—1 


2 ANALES DEL INSTITUTO 


TESEO ¡A ME AS 
PARA LOS TRABAJOS DEL INSTITUTO MÉDICO NACIONAL DURANTE EL AÑO DE 180) 


Para formar el proyecto de programa que hoy tenemos el gusto de pre- 
sentar á la ilustrada deliberación de la Junta, hemos tenido en cuenta las si- 
guientes consideraciones: 

En los años anteriores se ha adquirido la convicción de que no es posible 
estudiar más de doce plantas anualmente, si se quiere, además, atender á los 
trabajos extraordinarios que cada Sección tiene siempre que llevar á cabo. Es 
preciso además, tener presente, que en el año de 1899 esos trabajos serán im- 
portantes, pues comprenderán los referentes á la participación que ha de to- 
mar el Instituto en la Exposición de Paris. 

Para elegir las plantas que deberán estudiarse nos hemos informado de 
cuáles tienen bastante consumo, y especialmente de las que se exportan en 
regular abundancia; habiendo también tenido en cuenta las que en nuestro 
país gozan aceptación por sus propiedades, terapéuticas. 

Nos hemos preocupado igualmente, de que sean plantas que se puedan co- 
lectar en cantidad suficiente para los primeros días del mes de Enero próxi- 
mo, con la mira de substituir las que para entonces no se hayan podido obte- 
ner en suficiente abundancia, por otras ya colectadas. 

Creemos que el estudio de doce plantas, la terminación y publicación de 
los artículos de las estudiadas en este año, y los trabajos para la participa- 
ción del Instituto en la Exposición de Paris, son los puntos que debe com- 
prender el programa de labores para el año entrante, y por lo mismo propo- 
nemos que sea el siguiente: 


Programa general de trabajos del Instituto Médico Nacional 
+ enel año de 1899. 


1? Se terminará la redacción de los artículos que deben constituir la ter- 
cera parte de los Datos para la Materia Médica Mexicana, y se publicará 
esta parte. 

2? Se estudiarán las plantas que figuran en la adjunta lista. 

3? Cada Sección hará los trabajos que ha ofrecido como contingente para 
la representación del Instituto en la próxima Exposición Internacional de 
Paris. 

México, Septiembre 30 de 1898.— Fernando Altamirano.—José Ramúrez.— 
José Terrés. 


MÉDICO NACIONAL, 3 


Lista de las plantas del Programa general, 


AXOCOpaque' scemoniconcccnnscciones Gaultheria ¿ovata? 

CNO enanos Phytolaca octandra. 
Costomate ocnooccccncronsnonronansona Physalis coztomatl. 
(METE conosco UacodabO Himen+ea courbaril. 


DamiaNa........ deco LL Chrysactinia mexicana. 
Veo cenoparcor coco cocOnddEt orcos Turnera aphrodisiaca. 
Jatropha ¿purgans? 
Geranium carolinianum. 
Anhaloniun ¿lewimi? 


¿Cacalia? 
VA coo onroco ra osacOSiOrTE Croton ciliato glandulosus. 
Tabaquillo .=. Calamintha macrostema. 
ANDO coroorecononocacornto no Ehamnus humboldtianus. 
Yerba de la golondrina. .......oo Euphorbia prostrata. 


PROGRAMAS PARTICULARES. 


SECCIÓN PRIMERA. 


De acuerdo con lo que previene el Reglamento del Instituto Médico, en el 
que se definen terminantemente las principales labores encomendadas á esta 
Sección, su programa especial para el presente año consistirá en la recolec- 
ción, clasificación y arreglo de las plantas que se destinen al Herbario y Mu- 
seo de Drogas; así como en la ejecución de los dibujos de las mismas, cuando 
presten algún interés, desde el punto de vista de sus aplicaciones. 

Como el Instituto Médico quedó designado como el centro de los estudios 
que se han de hacer en México, para la formación de la parte que le corres- 
ponde á nuestro país de la Farmacopea Pan—Americana, la Sección 1? tendrá 
una participación muy activa en aquellas labores, que se sujetarán al pro- 
grama que acepte la Comisión mexicana. 

Habiendo ordenado la Secretaría de Fomento que el Instituto mande su 
contingente respectivo á la Exposición Universal que se verificará el año 
próximo en Paris, esta Sección también incluye en su programa el que remi- 
tió oportunamente y fué aprobado por la Superioridad. 

En consecuencia, el programa particular de la Sección 1* para el año de 
1899, será el siguiente: 

I. Clasificación de las plantas que se colecten, ó de las que ya existen en 
el Herbario, dando la preferencia á las que tengan alguna aplicación á la 
medicina. 

II. Arreglo del Herbario, conforme al plan seguido en los años anteriores. 

TIT. Estudios histoquímicos de las drogas de las plantas señaladas en el 
programa general. 

IV. Arreglo y publicación de la sinonimia vulgar y científica de las plan- 
tas mexicanas. 


4 ANALES DEL INSTITUTO 


V. Descripciones botánicas y farmacológicas é historia de las plantas del 
programa general. 

VI. Labores preparatorias para la formación de la Farmacopea Pan- 
Americana, según lo disponga el programa de la Comisión de México, radi- 
cada en el Instituto Médico. 

VII. Trabajos y colecciones para la Exposición de Paris de acuerdo con 
lo aprobado por la Secretaría de Fomento. 

VIII. Lectura de turno. 

ÍX. Redacción de los informes respectivos que pida la Secretaría de Fo- 
mento. 

X. Dibujos y acuarelas de plantas y otros objetos de Historia Natural. 

México, Diciembre 31 de 1898.—José Ramírez. 


SECCIÓN SEGUNDA. 


El contingente que esta Sección enviará á la próxima Exposición de Paris, 
exige que se preparen varios de los principios que se han extraído de algunas 
plantas, en cantidad regular; circunstancia que aprovechará la Sección para 
volver á hacer otras investigaciones sobre esos mismos principios que vendrán 
á servir de complemento ó perfeccionamiento á los que ya se han hecho. A 
este trabajo importante y que por sí solo demanda tiempo, se agregará el es- 
tudio de las nuevas plantas que señala el Programa general del presente 
año. : 

Los artículos relativos á las plantas estudiadas en el año próximo pasado 
y que se están imprimiendo, exigen una revisión, y algunos de ellos nuevas 
investigaciones aclaratorias que no parecieron importantes cuando se escri- 
bió el artículo; pero que resultan serlo cuando se examina ese artículo con 
relación á los estudiados y á las conclusiones de las otras Secciones. 

Por último, los estudios para los turnos de lectura y otros que accidental- 
mente, pero con frecuencia se ofrecen, han decidido á la Sección 2* proponer 
el siguiente programa particular: 

I. Estudio de las plantas que constan en el lista del Programa general. 

IT. Preparación y estudio complementario de los principios extraídos de 
algunas plantas y que deben formar el contingente de la Sección para la Ex- 
posición de Paris de 1900. 

III. Revisión é investigaciones aclaratorias de los artículos que están en 
prensa y formarán la tercera parte de los Datos para la Materia Médica Me- 
xicana. 

IV. Trabajos para los turnos de lectura. 

México, Enero 11 de 1899.—Francisco Río de la Loza. 


SECCIÓN TERCERA. 


Como dijimos en la parte expositiva del programa particular de esta Sec- 
ción el año anterior, y habiendo palpado las ventajas que resultan del esta- 


MEDICO NACIONAL. 5 


blecimiento de un pequeño laboratorio de química biológica, así como del 
estudio histo-químico de las plantas bajo el punto de vista farmacodinámico; 
y cuyos trabajos servirán también para la Exposición de 1900, insistimos en 
el presente en la subsistencia del mencionado laboratorio mejorándolo en cuan- 
to sea posible. 

El programa que tengo la honra de proponer es el siguiente: 

1? Estudio de la acción farmaco-dinámica de las preparaciones ó princi- 
pios activos relativos á las plantas que señala el programa general. 

2% Estudio histo-químico de varias plantas desde el punto de vista farma- 
co-dinámico. 

3? Formar una colección con todas las preparaciones microscópicas que re- 
sulten del trabajo anterior, así como un álbum con las fotografías que se ten- 
gan de dichas preparaciones. 

4? Preparación y reconocimiento de algunas substancias que abrevien el 
estudio de las plantas señaladas en el programa general. 

5? Suministrar datos experimentales sobre preparaciones farmacéuticas 

que remita la Secretaría de Fomento ó las otras Secciones del Instituto. 

México, Enero 11 de 1899. — Eduardo Armendaris. 


SECCIÓN CUARTA. 


Teniendo en cuenta los trabajos exigidos por el programa general, los com- 
promisos que el Instituto ha contraído con el hospital de San Andrés, el con- 
tingente que se ha convenido que esta Sección preste á la 3* y el participio 
que debe tomar en la Exposición Internacional, deberá su programa especial 
ser el siguiente: 

1? Estudiará la acción terapéutica de las plantas que figuran en el Progra- 
ma general y redactará la parte que le corresponde para que los artículos 
respectivos figuren en los Datos para la Materia Médica Mexicana, auxiliada 
en esto por la Sección 5% 

2? Proporcionará á los médicos del hospital de San Andrés las preparacio- 
nes farmacéuticas de las plantas del Programa. 

3? Proveerá de algunas preparaciones á la Sección 3* para la experimen- 
tación fisiológica. 

4% Continuará la averiguación de los manantiales de aguas minerales que 
existen en el país, y si completa la de algunos Estados, la publicará. 


5% Hará preparaciones farmacéuticas de las plantas ya estudiadas, para 
enviarlas á la Exposición de Paris. 


México, Enero 3 de 1899.—José Terrés. 
SECCIÓN QUINTA. . 
Esta Sección tiene que terminar el Indice de Geografía Médica de la Re- 
pública Mexicana, para fines del mes de Junio, pues ha de servir de contin- 
gente para la Exposición de Paris, y terminado este trabajo comenzará la 


6 ANALES DEL INSTITUTO 


formación de un cuadro de los alimentos más usados en las municipalidades 
de la República, acompañando dicho cuadro de las reflexiones á que hubiere 
lugar. La terminación de este asunto ereo que será á fines de Septiembre. 
En los meses de Octubre y Noviembre se ocupará de la Geografía Médica 
detallada de alguno de los Estados que haya contestado los cuestionarios en 
todas las municipalidades. Por lo tanto propongo á la Junta el siguiente pro- . 
grama: 

1? Terminación del Indice de Geografía Médica de la República Mexicana 
para el 30 de Junio. 

22 Terminación de un cuadro de los principales alimentos usados en la Re- 
pública para el 30 de Septiembre. 

3% Geografía Médica detallada de alguno de los Estados de la República en 
el resto del año. 

4? Además, esta Sección continuará, como en años anteriores, auxiliando á 
la Sección 4* en el estudio de las plantas que se le designen. 

México, Enero 1? de 1899.—D. Orvañanos. 


x= 


IS 


El Programa general fué aprobado en la junta mensual del 30 de Septiem- 
bre de 1898 y los programas particulares fueron aprobados en las juntas es- 
peciales de programas efectuadas en los días 4 y 11 del corriente Enero. 

Debe advertirse que la clasificación botánica de algunas de las plantas que 
constan en la lista del Programa general, no ha de considerarse como defini- 
tiva, pues precisamente uno de los trabajos de la Sección 1* consiste en la 
rectificación ó ratificación de dichas clasificaciones. 

Por lo que se refiere al estudio de las aguas minerales, punto contenido 
en el programa de la Sección 4%, debe saberse que ya la Dirección ha desig- 
nado para dichas investigaciones en el presente año los Estados de Puebla, 
Michoacán y Chihuahua, contándose en el primero las famosas aguas de Te- 
huacán, cuyo estudio se hará por especial orden del Señor Presidente de la 
República. 


> A s ¿ 
México, Enero 16 de 1899. —Secundino Sosa, secretario. 


INFTORMHES 


De los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional 
durante el mes de Enero de 1899. 


SECCIÓN PRIMERA. 


En el curso del mes, el subserito ha continuado examinando la copia de los 
manuscritos de Mociño y Sessé, que trajo el Sr. Altamirano de España. Jl 
trabajo ya está terminado, y en el mes próximo se redactará la Memoria, 
dando cuenta del contenido de dichos documentos, y señalando aquellos que 
sean dignos de publicación. 


MEDICO NACIONAL. 7 


Se clasificó otro tepozán que fué enviado como perteneciente á la Buddleia 
americana, lo que no fué así, pues el ejemplar correspondía por sus caracte- 
res más bien á la B. ovalifolia ó á la B. macrophyla. 

Desde los primeros días del mes se han comenzado los trabajos para pre- 
parar el contingente de la Sección 1*, para la Exposición de Paris. El Sr. 
Gabriel Alcocer comienza la traducción de las descripciones latinas de los 
árboles de México, con cuyos datos se formará el folleto de que tiene conoci- 
miento esta Junta. El Sr. Delgado, nombrado escribiente de la Sección, co- 
mienza sus labores, arreglando, para copiarlos en máquina, los nombres vul- 
gares y científicos de las plantas mexicanas; además, ha prestado su contin- 
gente para otras labores relacionadas con los trabajos de la Exposición. Por 
último, el Sr. C. E. Pringle ha llegado á la Capital, trayendo el herbario que 
se le encargó, formado de los representantes de los géneros que existen en el 
país. Esta colección contiene sus ejemplares elegantemente presentados, y ya 
dispuestos y arreglados para su envío á su destino. Inmediatamente se pro- 
cederá á hacer el catálogo, para que se remita á la Secretaría de Fomento. 

Para la biblioteca se recibieron siete volúmenes de la obra titulada “The 
Silva of North America,” de la que ya existían los cuatro primeros tomos. . 

El mismo Sr. Pringle trajo su colección anual, compuesta ahora de 207 
ejemplares de plantas, colectadas principalmente en los alrededores de Cuer- 
navaca. Como de costumbre, son notables los ejemplares y vienen perfecta- 
mente arreglados. La colección pasó á sus cajones respectivos, y el Sr. D. 
Gabriel Alcocer ya se ocupa de catalogar la colección. 

El Sr. A. Tenorio dibujó lo siguiente: para el Album Iconográfico: cuatro 
láminas que representan: el AaSIón Rhysephora sp?; la guámara, Bromelia 
pinguin; rizomas del peyote Senecio sp?, y el tepozán, Buddleia sp?; para la 
Materia Médica una reducción del tepozán, y por último, copió tres láminas 
de la obra de Asa Gray titulada “Genera Florae Americae Boreali Orienta- 
lis lustrata.” 

México, 31 de Enero de 1899.—José Ramirez. 


SECCIÓN SEGUNDA. 


Aprobada la lista de las plantas que se han de estudiar en el presente año, 
se distribuyeron de acuerdo entre el personal de la Sección, para que cada 
uno fuera haciendo las investigaciohes necesarias y relativas á las plantas 
que eligieron y así evitar demoras ocasionadas por no saber qué planta debía 
estudiarse, ó que dos personas hicieran el mismo trabajo. Por esa distribu- 
ción*correspondieron al Sr. Villaseñor: la pata de León, las Damianas, la 
Tullidora ó Capulincillo y el Costomate; al Sr. Lozano se le señalaron el Coa- 
pinole, la yerba de la Golondrina, el Axocopaque y la Jicamilla, y por últi- 
mo, al que subscribe, el Pabaquillo, la Picosa, el Peyote y el Colorín. 

De entre estas plantas, se comenzó á hacer el estudio de la pata de León, 


8 ANALES DEL INSTITUTO 


de la yerba de la Golondrina y del Tabaquillo, que son las que se encontra- 
ron en cantidad suficiente. De las tres se ha hecho la dosificación del agua 
que contienen, la análisis mineral de sus cenizas y se están agotando por el 
éter de petróleo. 

Por no haber en el Establecimiento algunas plantas ó por no estar identi- 
ficadas otras que hay, no se ha podido comenzar á hacer también su estudio. 

Por orden del Dr. Altamirano y según sus indicaciones, el Sr. Villaseñor 
hizo algunas investigaciones preliminares para saber si existe algún glucosi- 
do en el Alfilerillo, obteniendo resultados negativos. Este mismo señor ha 
llevado cuenta de las altas y bajas que han tenido lugar en la Sección duran- 
te el presente mes. 

En el mes se ha estado preparando para la Exposición de Paris, el ácido 


pipitzoico y el plumbagín. 
México, Enero 31 de 1899. —Francisco Río de la Loza y Miranda. 


SECCIÓN TERCERA. 


Tengo el honor de poner en conocimiento de la Junta de profesores, que 
durante el mes actual se han efectuado en esta Sección del Instituto las si- 
guientes labores: 

Los Dres. Vergara Lope y Martínez del Campo comenzaron á estudiar la 
“Pata de León,” la “Yerba de la Golondrina” y la raíz de “Peyote.” 

Con la primera se hicieron trece experimentos para investigar su acción * 
general y sus efectos locales. El cocimiento fué dado á una perra de 5 kilos 
de peso, á-las dosis de 50 y 100 gramos de la planta respectivamente, con 
tres días de intervalo; no se presentó más accidente que un vómito contenien- 
do parte de la substancia, treinta y sesenta minutos después de haberla inge- 
rido. Al mismo animal y algunos días después, en tres sesiones distintas, se. 
le ministraron 10, 15 y 20 gramos del polvo de la misma planta en suspen- 
sión en agua destilada, sin que hubiera presentado accidente alguno con las 
dos primeras dosis, y habiendo vomitado parte de la última (20 gramos) dos 
horas después de haberla ingerido, en atención, tal vez, á la gran cantidad 
de agua que hubo necesidad de ponerle para facilitar su ingestión. 

A tres palomas distintas se les puso el cocimiento de la propia planta en 
inyección en el buche, á través de la piel, á las dosis de 5, 10 y 20 gramos, 
habiendo observado que les provocaba efecto hipnótico ligero algunos minu- 
tos después, cuya duración era, por término medio, de hora y media á dos 
horas; pero temiendo que este efecto no fuera debido á la substancia, inyec- 
tamos otra paloma con 10 ce. c. de agua y observamos igual resultado, por lo 
que creemos fuera aquél debido al exceso de presión brusca dentro del estó- 
mago del animal. Las tres palomas tuvieron varias evacuaciónes del color 
de la substancia (amarillo-moreno), y á la que se inyectaron 20 gramos, ade- 
más del efecto hipnótico, que fué marcadísimo, tuvo evacuaciones sanguino- 


MEDICO NACIONAL. 9 


lentas y murió de congestión pulmonar y de otras vísceras, según indicó la 
autopsia. 

La maceración de la “Pata de León,” igualmente en inyección en el buche 
á otras dos palomas, á las dosis de 10 y 15 gramos, les produjo ligero sueño. 
En inyección sub—cutánea, á la dosis de 5 gramos á otra paloma, le produjo 
un absceso en el lugar de la inyección, sin ningún otro accidente. En inyec- 
ción también en el saco dorsal de una rana, á la dosis de 10 gramos, no le 
provocó accidente alguno, é introducida debajo de la piel del dorso á un ra- 
tón, á la dosis de gramo y medio de planta, produjo la muerte de este ani- 
mal, sin que la autopsia explicara la causa. 

De estas experiencias podemos deducir que la “Pata de León” ministrada 
á perros, palomas y ranas, no ha presentado acción general alguna, ni ha si- . 
do tóxica, aun á dosis elevadas; pues la única paloma que murió, fué á con- 
secuencia de la congestión accidental de que hemos hablado. 

La yerba de la Golondrina se comenzó á estudiar en los últimos días del 

presente, habiéndose ministrado el polvo, á las dosis de 10 y 15 gramos, á 
dos perros de mediana talla, sin haber observado accidente alguno, y en in- 
yección, en el espesor del músculo pectoral, á una paloma de 305 gramos de 
peso, cinco gramos de maceración de la planta, habiendo sido también com- 
pletamente inofensiva. 
La raíz de “Peyote” se ministró á la perra que sirvió para experimentar 
con la “Pata de León.” 31 gramos de la raíz se pusieron á macerar en 60 c. c. 
de agua, se pasó por un lienzo y se exprimió; el jugo que resultó se hizo in- 
gerir con sonda al animal. Media hora después tuvo un vómito abundante, 
arrojando gran parte de la substancia, sin presentar ningún otro accidente. 

Se hicieron algunos ensayos con el aparato de Kronecker sobre circulación 

artificial en el corazón de la rana, y se han seguido los trabajos para la Ex- 
posición de Paris. Estos han consistido en preparar por el Sr. Altamirano y el 
subserito algunos tejidos vegetales haciendo cortes transversos y longitudi- 
nales de raíces, tallos y hojas, fotografiando estas preparaciones unas veces 
en conjunto y otras por partes. Se aumentó en este mes en 18 el número de 
foto—micrografías. $ 

Por disposición del Sr. Director, se prepararon algunos reactivos para aná- 
lisis de jugo gástrico, que se remitieron al Consejo Superior de Salubridad el 
día de la oposición de Química médica. 

México, Enero 31 de 1899.—E. Armendaris. 


SECCIÓN CUARTA. 


Prescribí el extracto fluido de tecoraa, remitido á este Instituto por el Sr. 
farmacéutico Ramón Rodríguez, de Querétaro, á una señora diabética, la 
misma de que hice mención en mi informe del mes de Abril de 1898, y que 
entonces no mejoró con infusión del propio tecoma. Ahora el resultado fué 

Tomo 1V.—2 


10 ANALES DEL INSTITUTO 


peor, pues con la dosis de 40 gotas, tomadas cinco ó seis veces al día, no sólo 
aumentó la orina, sino que se hizo sanguinolenta y había ardor al orinar; por 
lo que inmediatamente dejó la paciente el medicamento, sin habérsele ocu- 
rrido mandar analizar su orina; pero esta observación hace pensar que la 
planta puede producir congestión renal. 

Me he ocupado en recoger algunos datos relativos á las indicaciones de las 
plantas que se han de estudiar en este año, y apenas he comenzado algunas 
observaciones. 

Acompaño los informes de los ayudantes de esta Sección. 

México, Enero 31 de 1899.—José Terrés. 


Tengo el honor de poner en conocimiento de vd., que durante el mes que 
hoy termina he desempeñado los trabajos siguientes como ayudante de la 
Sección 4* del Instituto Médico Nacional. 

Visita diaria á los enfermos de la Sala de Terapéutica Clínica en el Hospi- 
tal de San Andrés. 

He aplicado en algunos enfermos del mencionado servicio, la yerba del zo- 
rrillo (Croton dioicus), el tatalencho (Gymmosperma multiflorum), el ñamole | 
(Phytolaca octandra) y la picosa (Croton siliato glandulosa). 

La primera fué ministrada á Esteban Muñoz, que ocupa la cama núm. 1 
y que está afectado de sífilis en el 2? período, bajo la forma de cocimiento, 
uno, dos, tres y hasta cuatro gramos de polvo de la planta, por espacio de 
diez días, sin haber observado modificación alguna en el aspecto de las sifíli- 
des, y sin que le haya producido efecto purgante, cuya propiedad también se 
le atribuye. 

El tatalencho lo usé en dos enfermos bajo formas distintas y por diversos 
motivos. Antonio Maldonado, que padece gastraleía por gastritis de causa 
alcohólica, ha tomado ocho días el cocimiento de la planta hasta al 25 por 
ciento, sin mejoría bien apreciable, pues aunque algunos días manifestaba 
que se le calmaba algo su dolor cuando usaba el remedio, este mismo efecto 
obtenía con cualquiera otra preparación reconocida como inerte, por lo que 
no se debe atribuir á aquél el resultado referido. Crescencio Mendoza padece 
reumatismo articular crónico y decía que se le calmaban sus dolores cuando 
se le aplicaba la tintura de tatalencho en las articulaciones enfermas. 

En la cama núm. 19 estuvo un enfermo afectado de cirrosis hepática vul- 
gar con gran derrame peritoneal y escasez marcada de orina. Se le ministró 
durante tres días el extracto hidro-alcohólico de ñamole á la dosis de 0.80 e., 
y comenzaba á aumentar la cantidad de su orina, pero se suspendió la obser- 
vación porque el enfermo pidió su alta, á consecuencia de un asunto urgente 
que lo obligaba á salir del hospital. 

Pedro Rodríguez llegó á la Sala quejándose de calenturas intermitentes 
que le daban, según decía, todas las tardes. Se hizo el examen de la sangre 


MEDICO NACIONAL. 11 


y no se encontró el hematozoario de Laveran. A pesar de no ser palúdico el 
enfermo, y con objeto de rectificar las propiedades anti-térmicas de la pico- 
sa, se le dió el cocimiento de esta planta al 20 por ciento, y á los tres ó cua- 
tro días desaparecieron los accesos para no volver á presentarse. 

Protesto á vd. mi estimación. 

México, Enero 31 de 1899.—Juan Martínez del Campo.—Al Sr. Dr. José 
Terrés, jefe de la Sección 4* del Instituto Médico Nacional.—Presente. 


Tengo la honra de informar á vd. que durante el mes que hoy termina he 
preparado 500 gramos de extracto hidro—alcohólico de tepozán y se han em- 
pleado las preparaciones de tejocote, tatalencho, ñamole, raíz del zorrillo, za- 
pote, espinosilla. He principiado á hacer las preparaciones para la Exposi- 
ción, comenzando por los extractos fluidos de tepozán y de ñamole. 

Protesto á vd. mis respetos. 

México, Enero 31 de 1899.—J. M. Noriega.—Al jefe de la Sección 4* del 
Instituto Médico Nacional Dr. D. José Terrés.—Presente. 


SECCIÓN QUINTA. 


Tengo la honra de informar á la Junta, que durante el mes que hoy ter- 
mina la Sección se ha ocupado en lo siguiente: 

El Sr. Galindo y Villa pasó al “Indice de Geografía Médica” las Munici- 
palidades que á continuación se expresan, todas del Estado de Oaxaca: 


Endemias. 


SA NA EII AIR AA cda ad ) 

Move Santa Marie ds sasenvascodoacacozana "PAS 

A A A A 
Macia Santa ChUZ nooo andpnsaans PI . + Villa de Juárez. 
A e Ped OE Po O a Ro OD E 

Malbuio a panta Catalina rides 
Em 


CAL ANCIO A II tii lt ' Yautepec. 


ISI E A 


Geografía Médica. 


0 A ie ] 
LL A o A A | 
o ES RT tanda 
A NE pr A + Coistla ES 
La JE A A >| 
1 A A Y sel) 


12 ANALES DEL INSTITUTO 


1 Sm A atonio Abhd ct rs alot cd ) 
A A A E A | 
LA A A A 


Do Maso o deL A o AM 
AL o A A 
2 TS A A A E A IS 
E A A A ION A | 
+ A A A 


2 A O A A ff 
A a RS A IA 
DUO 
oie Sano ae A O A 
32 Malixtacióbanta Maracas, 10 BRUT dial 10 | 
A 1 
Da A A A 120 | 


DE O pr LOA ACES 

o EC o Sl ea 

0 Nacatepec Sana. AI LA a 
A O A OO : 

Lo Mi Aoi JU lt UL bi Joe + Cuicatlán. 
E E E A 

a Depa la al nc o IA na dí AER 

45: Espalo, Santos Reyes tocaba ela 

Es A A A VE UA | 
II A A 

do Cuyaltepes Sam, Pedro. cios conse ei: 

49. Cuicatlán | 


Pron orProsrr cons aon::” enc rcnaaanocn.». nooo sscconses 


ss tapalo Sata Maria os cado 


osa ero Uhicoza potes es o A do ie 
MI SI 
TINA Al ES RAIN 
DIE E e e a e e ) 
TL AR E AS o a O ] 


ACA ct os A L Choapan! 
ALO Í al 


OO 


O E O parc o o 
66. Metaltepec, San Juan 


PRO rs ss rr rs 


MEDICO NACIONAL. 13 


Además, el mismo Sr. Galindo se ha ocupado en vigilar la impresión de 
los números de los “Anales del Instituto” correspondientes á Septiembre, 
Octubre y Noviembre de 1898 que están ya terminados; y en corregir las 
pruebas respectivas. En empezar el Indice del tomo III de los mismos “Ana- 
les;” y en formar la lista de las publicaciones recibidas por el Instituto du- 
rante el mes de Diciembre último y Enero actual. 

El subscrito ha hecho lo siguiente: 

Pasar al Indice de Geografía Médica las municipalidades siguientes del 
Estado de Oaxaca. 


Endemias. 


Jareta, Analco Santa María, Yojoví, Suchixtepec, Villa Alta, Temascalapa, 
Totontepec, Betaza, Tepustepec, Lachicila, Talea, Yate, Tabaa, Villa Hidal- 
go, Tepitongo, Xagalaxi, Yalahuí, Cajonos San Mateo, Yaviche, Zoochina, 
Solaga, Tavehua, Yacochi, Mixistlán, Ayutla San Pablo, Ihueduxía, Tayata, 
Tecaltepec. 

México, Enero 31 de 1899.—D. Orvañanos. 


Tengo la honra de incluir á vd. la lista de las publicaciones recibidas por 
este Instituto durante los meses de Diciembre de 1898 y Enero actual, y de 
participarle que el informe de los trabajos que durante el mes actual he de- 
sempeñado en el Establecimiento, va comprendido en el que el Jefe de la Sec- 
ción 5* rendirá hoy á la Junta de Profesores. 

Protesto á vd. mis respetos. 

México, 31 de Enero de 1899.—Jesus Galindo y Villa.—C. Secretario del 
Instituto Médico Nacional.—Presente. 


Sobre la presencia de esferitas en el agave mexicano (de Lamk), 
nota preventiva del Dr. Leuge Re. 


Con la presente nota preventiva intento dar á conocer la presencia de esfe- 
ritas especiales que he observado en grandísimo número, en ciertas partes 
del agave mexicano durante las investigaciones anatómicas sobre las hojas 
de las amarilidáceas, de las cuales me ocupo hace mucho tiempo en el Real 
Instituto Botánico de Roma. 

El material que me ha servido de estudio para estas observaciones ha sido 
tomado de un bello ejemplar de la especie que se encuentra en fructificación, 
pero cuyo fruto no está completamente maduro en el Real Jardín Botánico 
de Panisperma y de otro conservado por muchos meses en alcohol muy fuer- 
te (92 Gay Lussac). 

Las partes en que he encontrado tales formaciones son las siguientes: Las 


14 ANALES DEL INSTITUTO 


brácteas que envuelven el escapo á la altura casi de dos metros, en cuyo tra- 
mo son mucho más grandes, carnosas y de un color rosado. 

La producción de que se trata se presenta bajo la forma de pequeñas gotas 
incoloras ó débilmente coloridas en amarillo, fuertemente refringentes, muy 
abundantes, y numerosas también en una sola celdilla, difundidas en toda la 
masa del parenquima: este estado se puede fácilmente observar en la porción 
inferior de la bráctea. En seguida, procediendo hacia el ápice, se encuentra 
agrupada en gruesas esferitas, de color amarillo muy subido, y como dispues- 
tas en grandísimo número al derredor de los haces fibro-vasculares; hacia los 
lados se encuentran también abundantísimas en las células de toda la masa 
del parenquima. Generalmente presentan una especie de núcleo en el centro 
y una película en la periferie. 

Procediendo más arriba, el escapo se ramifica en brazos de segundo, ter- 
cero, etc., orden, y la última ramificación es el pedúnculo fructífero. En este 
último se encuentran esferitas abundantísimas de un tamaño enorme, al gra- 
do de poderse ver perfectamente á la simple vista en una sección. En un lar- 
go trayecto se encuentran rodeando enteramente los haces fibro—vasculares y 
de trecho en trecho al derredor de éstos, pero sin llenar toda la masa del pa- 
renquima, se reunen formando bolas gruesísimas. El pedúnculo presenta en 
su extremidad una superficie cóncava sobre la cual se inserta el fruto; en cu- 
ya última porción se encuentran numerosas esferitas. de menores dimensio- 
nes, de color poco subido y de formas más regularmente redondas. Se en- 
cuentran también esferitas pero en masas más pequeñas y menos numerosas 
en los pedúnculos, en los brazos del último orden, que, como ya se dijo, cons- 
tituyen la inflorescencia. 

En el fruto desarrollado pero no completamente maduro he comprobado 
la presencia de esferitas bellísimas y muy regulares, de color que tiende mu- 
cho al moreno, de forma redonda y con la superficie de apariencia granulosa. 
También se encuentran en gran número en la porción media del pericarpio. 
También las he encontrado al derredor de los haces que recorren el rafe en 
la semilla no madura; pero no con el aspecto de las esferitas que se encuen- 
tran en el fruto, sino de color amarillo más claro y de forma más irregular. 

He buscado además, si en la flor se encuentra algo análogo, valiéndome 
del material conservado largo tiempo en alcohol fuerte. He encontrado las 
esferitas bastante bellas y numerosas de color amarillo claro en el perigonio 
y también en el ovario, especialmente en su parte externa. No son bastante 
abundantes en el pedúnculo antes de que venga la fructificación. 

Las esferitas que hemos descrito presentan las siguientes reacciones: son 
solubles en el agua fría y más rápidamente en el agua caliente; en los ácidos 
diluídos, en la potasa diluída y en el cloroioduro de zinc. No se coloran con los 
colores de anilina. El ácido sulfúrico diluído los disuelve formando bellos 
cristales de sulfato calizo, los que presentan frecuentemente la característica 
germinación. 

Haciendo obrar el oxalato de amonio se forman pequeñísimos cristales de 


MEDICO NACIONAL. 15 


oxalato de calcio. Esta reacción tiene mucho mejor éxito operando sobre la 
sección reciente, y sumergiéndola en la solución hirviente de oxalato de amo- 
nio. Se puede con mejor resultado, sustituir el oxalato de amonio por el áci- 
do oxálico. 

El nitrato de plata diluído colora en moreno la parte central y la periféri- 
ca de las esferitas (en la bráctea); pero, prolongando bastante su acción, 
parece que la destruye enteramente. 

Si se quiere deducir de estas reacciones la composición química de las es- 
feritas, se puede con certeza afirmar, en ellas, la presencia de la cal compro- 
bada por la formación de cristalitos de yeso como resultado de la acción del 
ácido sulfúrico, y por la del oxalato de calcio bajo la acción del oxalato de amo- 
nio ó del ácido oxálico. Acerca de la naturaleza del ácido con el que esté com- 
binada, parece que debe ser uno de los ácidos del fósforo, lo que indica la 
reacción con el molibdato de amoníaco. 

Además, por la acción del nitrato de plata, se evidencía también en las 
esferitas la presencia de la materia orgánica, la cual, en las numerosísimas 
esferitas que se encuentran en las brácteas del escapo, parece que forman el 
núcleo central y un revestimiento periférico. 

Observando en una sección hecha sobre material fresco (por ejemplo en 
una bráctea) la substancia que por la acción del alcohol se violenta la forma- 
ción de tal producción, aparece bajo el aspecto de un contenido granuloso, 
de color moreno, formado de pequeñísimas gotitas que llenan casi por com- 
pleto las células. Como ya se ha dicho, se unen en seguida para formar go- 
titas más gruesas que toman un tinte amarillo: y finalmente, se obtienen las 
esferitas de color amarillo-subido. 

La precipitación en forma de esferitas por la acción del alcohol sobre los 
tejidos frescos de la planta, con excepción de la inulina y de otras substan- 
cias orgánicas (esperidina, etc.), se ha notado hasta ahora en pocos casos: 
de éstos solamente dos han sido notados en los monocotilidones, á saber: las 
esferitas encontradas en los órganos aéreos de la Galtonia candicans, Gigliacea 
de Leitgeb, y los indicados por Rodier en el tronco del Pandanus utilis. Los 
otros casos conocidos se refieren á Dicotiledones (diversas especies del géne- 
ro Mesembryanthemum, tubérculos de la Dahlia, troncos de las Euforbias 
cactoideas, de la Stapelia, de la Ceropegia); y dos que son notados por Felci 
(Marattiaceae). 

La composición química de estas esferitas está lejos de ser conocida con 
exactitud; generalmente se tienen como constituidas por el fosfato de calcio, 
solo, ó unido á compuestos orgánicos. 

De todo lo expuesto aquí resulta cuán raros son los ejemplos conocidos de 
plantas que presentan tales producciones de esferitas; y por supuesto en nin- 
guna de ellas se nos presenta en tanta abundancia como en las ya descritas. 
Por esto es que yo he creído oportuno hacer de este asunto una nota preven- 
tiva. 

Mi intención es continuar y extender el estudio de estas esferitas, con el fin 


/ 


16 ANALES DEL INSTITUTO 


de acercarse al lugar de su génesis, su distribución en los tejidos de la plan- 
ta en los diversos estados de su desarrollo y, si es posible, su exacta compo- 
sición química. Por último, habiendo yo encontrado análogas formaciones 
igualmente en el Agave coerulensis (Salmdyck), bueno sería extender la ob- 
servación también á las otras especies del género. 


(Traducido del “Anuario del R. Istituto Botanico di Roma.” Anno V. Fasc. 1%, 1892.) 


LISTA DE COLABORADORES - 


TTUTO MEDICO NACIONAL DE MEXICO 


En la República Mexicana. 


Francisco Bulman.—3* del Reloj 13. 

Jr. Carbajal Antonio.—Calle del Jardín de San Fernando núm. 10. México (D. F.). 
ugés Alfredo.—N ATURALISTA. Guanajuato. (E. de Guanajuato.) 

niero Ferrari Pérez Fernando.—Director de la Sección de Historia Natural de la 
Geográfico Exploradora. Profesor de Tecnología en la Escuela Nacional de Agri- 
sico. Químico. NaruraLista. Calle de los Siete Príncipes n% 16. México. (D. F.) 
ol Fernando.—Calle Cerrada de Santa Teresa núm. 5. México (D. F.). 

ez Elías. —Cuernavaca (E. de Morelos). 

Hernández Francisco.—Apatzingán (E. de Michoacán). 

r en Farmacia Herrera Alfonso.—Profesor de Historia Natural en la Escuela 
a Profesores y de Historia de Drogas en la Escuela Nacional de Medicina de 
(TURALISTA. Calle 3% de la Ribera de Santa María núm. 6. México (D. F.). 
sor en Fdrmacia Herrera Alfonso L.—Ayudante Naturalista en el Museo Nacio- 
léxico. ZooLoaIsTa. Calle 3% de la Ribera de Santa María núm. 6. México. (D. F.). 
fesor en Farmacia Lasso de la Vega José María.—3* Calle del Reloj. Botica. México 


Prol 

Men 
Dr. León Nicolás.—Tepeji del Rio (Estado de Querétaro). 
Jr. Medal Juan.—Morelia. (E. de Michoacán). 

., Mendizabal Gregorio.—Calle de Montealegre núm. 10. México. (D. F.). 
oriega Tomás.—Hospital de Jesús. México. (DEJE): 
tero Miguel.—San Luis Potosí. (E. de $. L. P.). 
arra Gabriel. —Tlatlauquitepec (E. de Puebla). 
sor en Farmacia Puga Adrián.—Química Y FARMACOGNOSIA. Botica de la Compa- 
lajara (E. de Jalisco). 
niero Puga Guillermo B.—México. Tacubaya. (D. F.). 
Peña Cutberto.—Córdoba (E. de Veracruz). 
Rebollar Rafael.—2* Calle de Necatitlán núm, 22. México (D. F.). 
esor en Farmacia Reyes Julio.—México (D. F.). 
eniero Robirosa José N.—San Juan Bautista (E. de Tabasco). 
José C. Segura. —Escuela de Agricultura. 
orres Ezequiel.—Chihuahua (E. de Chihuahua). 
. Profesor Urcelay y Martínez Alberto M.—Mérida (E. de Yucatán.) 
Dr. Urbina Manuel. —Director interino y Profesor de Zoología Botánica del Museo 
1 de México. Profesor de Botánica en la Escuela Nacional Preparatoria. BOTÁNICO. 
e San Juan. Botica. México (D. F.). 
illada Manuel. —Profesor de Mineralogía, Geología y Paleontología en el Museo 
e México. Profesor de Botánica Agrícola en la Escuela Nacional de Agricul- 


illa de Guadalupe (D. F.). 


En el Extranjero. 

¡Von Limousin Henry.—Pharmacien de 1" classe a Paris, Pharmacologiste. 

e. Paris. 
leckel Edouard.— Professeur á la Faculté des Sciences et á PEcole de Medicine de 
, et Directeur de les Annales de l'Institut Colonial de Marseille. 

. Profesor Jules Hudas. —Paris. 

Profesor Joseph P. Remington.—Phyladelphia. E. U. 

fesor Henry A: Rusby.—Nebraska. (N. J.). 

Profesor Casimiro De Candolle.—Ginebra. 

. E. Janssens.—Bruselas. 

fesor Fernand Ranwetz.—Lovaina (Bélgica). 

fesor Leon Crismer.—Bruselas. 

amel, Lord Briton.—Nueva York, E. U. 


2 ble 


A.—Se suplica á los Señores Miembros y Colaboradores del Instituto Médico, 
sortunamente noticia de los cambios de dirección, etc., para publicarlos con 


Está dividido en las siguientes Boada 
19 —De Historia natural Médica. Se ocupa en colectar, nicas desc 
var CEE diferentes especies de plantas y animales. 


a de las substancias aisladas por los e de Química. 

42 De Terapéutica clínica. Hace la aplicación á la patología human 
mentos ya experimentados en los animales. 

—De Climatología y Geografía médicas. 


Este periódico es el órgano del Instituto, y sus redactores, que tienen gra: 
adquirir todas las noticias relativas al objeto del Establecimiento, se permiten « 
á las corporaciones científicas análogas se sirvan establecer el canje re pe: : 
blicaciones. : 


LA PRIMERA PARTE DE LOS DATOS 


PARA LA 


MATERIA MEDICA MEXIC. 


Y Se encuentra de venta: 


E É a y en las principales librerías de la a 
; - —. En Paris.—Chez M. Géorges Carré, editeur, 3 rue Racine A Paris. 


- AVIS. 


Tout ouvrage dont il sera envoyé deux exemplaires á Vadresse ci-dess 
jet Pune étude bibliographique qu'on publiera dans les Annales. 


Nons prions les directeurs de journaux qui voudront bien établir Véchange. 
Annales d'hdresser leurs publications 4 PInstituto Médico Nacional de México 
3 la de la Candelarita núm 3.—México. (D. F.) 


ANALES 


DyL 


SUMARIO. 5 


Í — 


rmes del mes de Febrero de 1899. —Sección 1% Sección 22—Sección 3% —Sección 4%—Anexos al informo 
: anterior. —Sección 5% 

“bed turno.—Los escritos inéditos de Martín Sessé y José Mariano Mociño. 

os originales. —Tres mazorcas anómalas. 

grafía Mexicana.—La vida en las antiplanicies.—La Coca de México. 

afía de las publicaciones recibidas en el Instituto, durante los meses de Diciembre de 1898 y Enero 
de 1899. , 


OFICINAS DE LA PUBLICACION, 
INSTITUTO MEDICO NACIONAL. 


JARDIN CARLOS PACHECO, 3.—MEXICO, D. F. 


- Ex-plazuela de la Candelarita núm. 3 (Av. Poniente 12 A.) 


Pr Me MÉXICO 
OFICINA TIPOGRAFICA DE LA SECRETARÍA DE FOMENTO 
Calle de San Andrés número 15, [Avenida Oriente, 51.] 


1899 


MIEMBROS DEL INSTITUTO MEDICO NACIONAL 


INDICADOR DE SUS DIRECCIONES, Y DE LOS 


RAMOS DE LAS CIENCIAS QUE CON ESPECIALIDAD CULTIVAN 


Dirección, 

Sr. Dr. Fernando Altamirano.—Director del Instituto Médico. Profesor de Terapéutica 
en la Escuela Nacional de Medicina de México, encargado de la Historia de las Drogas en el 
Instituto. Especialidad que cultiva: Química Y BorÁáNiCa APLICADAS. Villa de Guadalupe 
(D. F.) Calle del Mirador número 147. ' 

Sr. Dr. Secundino Sosa.—Secretario del Instituto Médico. Profesor Adjunto de Clínica In- 


terna en la Escuela Nacional de Medicina de México. ALIENISTA. Calle 12 del Indio Triste 


núm. 7. México (D. F.). y 
Sr. Profesor en Farmacia Carlos Espino Barros.—Prefecto del Instituto Médico.—En el 
Instituto. 


Sección primera: Historia Natural Médica. 


Sr. Dr. José Ramírez.—Jefe de esta Sección. Secretario General del Consejo Superior 
de Salubridad. BAcTERIOLOGISTA. 10% Calle de la Violeta núm. 21. México (D. F.). 

Sr. Gabriel Alcocer.—Conservador del Herbario y del Museo en esta Sección. Profesor de 
Matemáticas. MATEMÁTICO Y BOTÁNICO. Calle del Hospicio de San Nicolás núm. 19. México 
(D. F.). 


tds so IC 


Sr. Adolfo Tenorio.—Dibujante de esta Sección. PROFESOR PAISAJISTA. Plazuela del Risco zo 


núm. 10, México (D. F.). , 


Sección segunda: Química Analítica. 


Sr. Prof. Francisco Río de la Loza.—Jefe de esta Sección Profesor de Química General, 
Industrial y Agricola en la Escuela Normal para Profesores en México. Químico. Calle 22 de 
Vanegas núm. 82. México (D. F.). a : 

Sr. Prof. Mariano Lozano y Castro.—Ayudante de esta Sección. Químico inspector de 
bebidas y comestibles en el Consejo Superior de Salubridad. Químico. Calle de Patoni nú- 
mero 4. (Botica Humboldt). México (D. F.). 

Sr. Dr. Federico F. Villaseñor.—Ayudante de esta Sección. Quimico. Calle del Cuadrante 
de Santa Catarina número 7. México (D. F.). 


Sección tercera: Fisiología experimental. 


Sr. Dr. Eduardo Armendaris.—Jefe de esta Sección. Médico del Museo Anatomo-patoló- 
gico. ANÁLISIS CLÍNICOS. Calle de las Ratas núm. 2 México (D. F.). , 

Sr. Dr. Daniel Vergara Lope.—Ayudante de esta Sección. Preparador de la clase de Tera- 
péutica en la Escuela Nacional de Medicina de México. Profesor de Anatomía en la Escuela 
de Bellas Artes. FisióLOGO. 5* Calle de Guerrero núm. 2,122. México. (D. F.). 


Sección cuarta: Terapéutica Clinica. 


Sr. Dr. José Terrés.—Jefe de esta Sección. Profesor de Patología Interna en la Escuela 
Nacional de Medicina. 32 Calle del Reloj núm. 2. México (D. F.). 

Sr. Dr. Juan Martínez del Campo.—A yudante de esta Sección, Médico del Museo Anato- 
mo-patológico 2% Calle de Sor Juana Inés de la Cruz núm. 12. México (D. F.). 

Sr. Prof. Juan Manuel Noriega.—Farmacéutico de esta Sección en el Instituto Médico 
Preparador de Análisis Química en la Escuela Nacional de Medicina. 


» 
Sección quinta: Climatología y Geografía médicas. 
Sr. Dr. Domingo Orvañanos.—Jefe de esta Sección. Miembro del Consejo Superior de Sa- 


lubridad del Distrito Federal. Profesor de Clínica Interna enla Escuela Nacional de Medici- 
na. CLiNICA INTERNA. Calle de Chavarria número 25. México (D. F.). 


da e 5 


MEDICO NACIONAL. 17 


INFORMES 


De los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional 
durante el mes de Febrero de 1899. 


SECCIÓN PRIMERA. 


El subscrito se ha ocupado de preferencia en redactar la Memoria que pre- 
senta como lectura de turno, con el título “Los escritos inéditos de Martín 
Sessé y José M. Mociño.” El resto del tiempo se dedicó en la revisión del 
borrador definitivo de la “Sinonimia vulgar y científica de las plantas de 
México,” terminándose la letra A. 

El Sr. G. Alcocer distribuyó en sus cajillos respectivos las plantas que en- 
tregó el mes de Enero el Sr. C. G. Pringle, y también se ocupó en la redac- 
ción de algunos artículos relativos á los árboles de México. 

El Sr. Adolfo Tenorio dibujó lo siguiente: Dos acuarelas que representan 
el Peyote de la frontera, Anhalonium Lewinii y A. Williamsii; otras dos des- 
tinadas á los Anales figurando preparaciones histológicas de los rizomas y 
pelos del Peyote del Valle de México, Senecio ¿Secmannii? una quinta lámina 
de la raíz, tallo y hojas de la misma planta y la sexta y última de los mis- 
mos órganos del Peyote de Tepic, Senecio Secmannil. 

Por recomendación del Sr. C. G. Pringle, el Sr. Treleau, Director del Jar- 
dín Botánico de San Luis Missuri, E. U., me ha ofrecido remitir para la Bi- 
blioteca de la Sección 1% los nueve Reports de aquel Establecimiento, tan 
conocido en el mundo científico por los importantes estudios que ha publica- 
do. El Sr. Treleau espera que el Instituto Médico le remita sus publicacio- 
nes como me permití ofrecerle. 

México, Febrero 28 de 1899. —José Ramírez. 


SECCIÓN SEGUNDA. 


El Sr. Villaseñor continúa el estudio de la Pata de León (Geranium caro- 
linianum), agotándola por el éter sulfúrico después de haberla agotado por el 
éter de petróleo. También se ha ocupado de la análisis de una agua que se 
recibió el 3 del presente por disposición de la Dirección, y á la que la remi- 
tió el Sr. Dr. Rafael Martínez Freg. con los datos siguientes: El agua pro- 
viene del manantial de Alhuelican (agua sabrosa) de una profundidad de 4 
metros, es el que surte de agua á la ciudad de Tehuacán y su temperatura 
es de 26? c., siendo la del ambiente de 16? c. En dicha agua dosificó hidro- 
trimétricamente las sales terrosas; los cloruros volumétricamente por el ni- 
trato de plata. El residuo salino total se determinó directamente evaporando 
el agua y desecando el residuo á 120 e. e., y por último, los gases se dosifi- 
caron por ebullición del agua en el aparato ideado por el Dr. Altamirano, 
para este objeto. Todas estas operaciones se repitieron el número de veces 
necesario hasta obtener resultados comparables. El mismo señor ha tenido 
% Tomo 1V.—3 


18 ANALES DEL INSTITUTO 


cuidado de anotar las altas y bajas de la Serción en dos libros en blanco que 
para tal fin entregó el señor Prefecto. 

El Sr. Lozano, continuando el estudio de la Yerba de la Golondrina (Lu- 
phorbia prostrata), ha determinado la composición del extracto de éter de pe- 
tróleo y la del éter sulfúrico, encontrando que el primero está en la propor- 


ción de 3.030 por ciento de planta, y el segundo en la de 2.021: aquél con- 
tiene: 


Grasa liquidar. ..ooaponcosanoroososcosanonesnceneon <> addeapaen 0.804 

Esencia y clorofila....ooccocooccocnncnoana corronnrcnranerenonns 1.060 

Caucho y clorofila........oooccommorononororoneneccanacancananns 1.166 
—— 3.030 

y el segundo, 

RESINA Meu econ potes oa deseara ooo Se cono NS 1.430 

O Ne aos piedea ml. ¿seda 0.591 
2.021 


Este ácido precipita por el percloruro de fierro en negro, no reduce el licor 
de Fehling pero sí después de hervido en el ácido clorhídrico. 

El que subscribe ha continuado el estudio del Tabaquillo, del que ha obte- 
nido por agotamiento un extracto etéreo de petróleo en la relación de 1.53 
por ciento y compuesto de aceite esencial, clorofila y una resina ácida. El 
éter sulfúrico dió otro extracto en la proporción de 1.73 por ciento, compuesto 
de clorofila, la misma resina que en el extracto anterior y una pequeña can- 
tidad de otra resina neutra. Al mismo tiempo comenzó el estudio de los Pe- 
yotes; pero por las experiencias fisiológicas hechas por el Dr. Altamirano, 
demostró este señor que los tubérculos de las plantas que llevan este nombre 
y pertenecen á las compuestas, no son activas, por lo que determinó el señor 
Director que sólo se hiciera el estudio del 4nhalonium. Como de éste se reci- 
bieron dos especies, la Williamsii y la Lewinnii, se comenzó por el estudio de 
este último. 


México, Febrero 28 de 1899.—Francisco Río de la Loza y Miranda. 


SEccióN TERCERA. 


Los Dres. Vergara Lope y Martínez del Campo se han ocupado en estu- 
diar la Yerba de la Golondrina, la raíz de Costomate y el Peyote de las Cac- 
táceas, así como de hacer experiencias con el aparato de Kronecker para la 
circulación artificial de la rana, y con el miógrafo de Marey para obtener el 
trazo de la contracción muscular del mismo animal, tanto al punto de vista 
fisiológico, como bajo la influencia de algunas de las plantas en estudio. 

Con la Yerba de la Golondrina hicieron los experimentos siguientes: los 
cocimientos hechos con 20, 30, 50, 80 y 100 gramos de tallos, hojas y flores 
de esta planta fueron ministrados á un perro de mediana talla, en cinco días 


MÉDICO NACIONAL. 19 


distintos, sin haber observado en él accidente alguno, si no es vómitos de la 
substancia y una evacuación fluida con la dosis más alta. 

A tres ranas se les inyectó en el saco dorsal, á la primera una infusión he- 
cha con 5 gramos de la planta, á la segunda un cocimiento hecho con 3 gra- 
mos de la misma, y á la última un cocimiento de 5 gramos, sin que se hu- 
biera presentado en dichos animales ningún fenómeno digno de mención. 

La raíz de Costomate la ministraron cuatro veces en cocimiento hecho con 
20, 30, 51 y 70 gramos á una perra de 5 ks. 200 gramos de peso, sin más ac- 
cidente que vómitos de la substancia con las dos últimas cantidades; y á otro 
animal de la misma especie, de 4 ks. 800 gramos de peso, y al que se minis- 
tró el cocimiento hecho con 100 gramos de la propia planta, dos veces, con 
dos días de intervalo, murió de gastro—enteritis aguda cuarenta y ocho horas 
después de haber tomado la última dosis. 

A una rana se le inyectaron en el saco dorsal 15 c. c. de cocimiento hecho 
con 9 gramos de la misma planta, y el animal murió cinco horas después, 
demostrando la autopsia que había congestión intensa de las principales vís- 
ceras, debida probablemente al aumento de tensión vascular brusca por la 
gran cantidad de líquido inyectado. 

El Peyote de las Cactáceas lo hicieron tomar en maceración hecha con 20 
gramos de esta planta á un perro de 14 kilos de peso, sin que hubiera tenido 
más que un vómito, en parte fluido y transparente, y en parte espumoso, dos 
horas después de la ingestión; y á la dosis de 35 gramos, también en mace- 
ración, á otro animal de la misma especie, de 5 kilos de peso, sin que hubie- 
ra presentado ningún accidente. 

A una paloma se le inyectó debajo de la piel la maceración de 1 gramo de 
la substancia y tuvo náuseas y ligero abatimiento, y á otra se le inyectaron 
igualmente 2 gramos y tuvo vómitos y somnolencia. 

De dos ranas inyectadas cada una con la maceración de 2 gramos del Pe- 
yote, una tuvo paresia marcada y exaltación de los reflejos, cuyos accidentes 
duraron 24 horas, poco más ó menos, y la otra presentó los mismos fenóme- 
nos, pero más marcados, y murió ocho ó nueve horas después del principio 
de la experiencia. 

Dedo expuesto anteriormente se puede deducir: 

Que la Yerba de la Golondrina se ha manifestado hasta ahora inerte para 
los animales á los que se les ha aplicado. 

Que la raíz de Costomate ha dado casi el mismo resultado, pues si bien es 
cierto que uno de los perros murió de gastro-enteritis aguda, provocada tal 
vez por la substancia, hay que tener en cuenta que era un animal flaco, de 
poco peso, y que las dosis ministradas de la substancia fueron muy altas 
(100 gramos cada vez) y dadas á muy corto intervalo una de la otra. 

Que el Peyote de las Cactáceas parece activo, sin que pueda decirse toda- 
vía cuál es su modo de obrar. 

Quince experimentos hicieron con el aparato de circulación artificial de la 
rana, de Kronecker, obteniéndose algunos trazos, que se conservan, y corri- 


20 ANALES DEL INSTITUTO 


giendo en cada uno de dichos experimentos los defectos que notaban en el 
anterior, tanto de la técnica para la extracción del corazón de la rana y colo- 
cación de la cánula, como del manejo del cardiógrafo en sus diversas partes. 
Una vez que se llegue á poseer perfectamente la técnica, se comenzarán á es- 
tudiar los principios correspondientes de algunas plantas del programa actual. 

Como decía, se han ocupado también, en los últimos días del mes, de arre- 
glar y disponer los aparatos necesarios para tomar el trazo de la contracción 
muscular de la rana, á fin de estudiar la acción del Peyote de las Cactáceas. 

Revisamos los artículos del Chichicamole y se amplió la parte química del 
de la Canagria. 

Se prepararon algunos reactivos para los estudios micro-químicos: coci- 
mientos, maceraciones y extractos de las plantas, que han sido estudiados en 
el presente mes. 

El programa particular de esta Sección se ha completado con las prepara- 
ciones histológicas de varias plantas, teniendo ya terminadas las de los Pe- 
yotes de México, Tepic y Cactácea, así como las foto-micrografias correspon- 
dientes. 

México, Febrero 28 de 1899.— Eduardo Armendaris. 


SECCIÓN CUARTA. 


En la Sala del Sr. Dr. Cicero se usó la yerba del zorrillo en enfermos de 
sífilis. 

Arcadio Acevedo tuvo chancro infectante hace dos meses é ingresó al hos- 
pital con sifílides pústulo-crustáceas. Desde el día 16 se le administró el co- 
cimiento de croton dioicus, al 5 por ciento, en dosis de 500 gramos diarios, 
además de un tratamiento local apropiado (compresas con solución de biclo- 
ruro). 

Hasta la fecha no se ha notado modificación en las lesiones cutáneas. 

Arcadio Segura tuvo su chancro dos meses antes de ingresar al hospital. 
Entró con placas mucosas superficiales del velo del paladar, istmo de la gar- 
ganta, pene y escroto. Se le prescribieron toques con nitrato de plata y coci- 
miento de yerba del zorrillo, de la misma manera que á Acevedo. Salió del 
hospital curado de las placas del pene y del escroto, y mejorado de las de la 
garganta. 

Luis Rodríguez contrajo la enfermedad hace seis meses. Al ser recibido 
en el hospital tenía una erupción eritematosa en vías de escamadura, y sifí- 
lides pústulo-crustáceas. El día 18, siguiente al de su ingreso, se le prescri- 
bieron dos semillas de yerba del zorrillo, y hasta hoy no se nota modificación 
en la enfermedad. 

Acompaño los informes de los señores ayudantes de esta Sección. 

México, Febrero 28 de 1899.—José Terrés. 


MEDICO NACIONAL. 21 


Tengo la honra de informar á vd. que durante el mes que hoy termina he 
preparado extractos fluidos de chichicamole, tepozán y zoapatle, 1,000 gramos 
de cada uno; en estos momentos me ocupo de preparar extracto acuoso de 
tatalencho; para proceder á la preparación del extracto fluido de costomate, 
únicamente espero la identificación de la droga que recibí, la cual ya supli- 
qué al señor Director se sirva hacerla. Se han empleado durante el mes los 
preparados de zapote, zorrillo, tabaquillo, tejocote, tepozán, palillo y semi- 
llas de yerba del zorrillo. 

- Protesto á vd. mis respetos. 

México, Febrero 28 de 1899.—J. M. Noriega.—Al jefe de la Sección cuar- 

ta del Instituto Médico Nacional, Dr. D. José Terrés.—Presente. 


Tengo el gusto de poner en conocimiento de vd. que durante el mes que 
hoy termina he desempeñado los trabajos siguientes, como ayudante de la 
Sección 4* del Instituto Médico Nacional: 

Visita diaria á los enfermos de la Sala de Terapéutica Clínica en el hospi- 
tal de San Andrés. 

Se han estudiado, en el mismo espacio de tiempo, los medicamentos nacio- 
nales que á continuación se expresan: Yerba del zorrillo (Croton dioicus), 
yerba de la golondrina (Euphorbia prostrata), la primera como purgante y 
como anti-sifilítica y la segunda como astringente en las diarreas; el palillo 
(Croton morifolius) y el tabaquillo (Calamintha macrostema) como analgésicos, 
y el tatalencho (Gymnosperma multiflorum) en aplicaciones externas, como 
analgésico también. 

La yerba del zorrillo se ha ministrado ocho veces, en la forma de cápsu- 
la, á las dosis de 0.50 c. á 1.50 grs. del polvo de la raíz, y en los ocho casos 
ha hecho efecto purgante, más ó menos marcado, según la dosis, pero siem- 
pre suficiente para llenar las indicaciones buscadas; en la mayor parte de los 
casos se ha acompañado de cólicos intestinales, y en dos ha habido vómitos. 
El efecto purgante se ha manifestado, por término medio, tres horas después 
de la ingestión de la droga. 

Las semillas de la misma planta no tuvieron acción purgante las dos ve- 
ces que se usaron, en número de dos y cuatro respectivamente, pero sí pro- 
vocaron contracciones dolorosas del intestino. 

El cocimiento de la propia planta (tallos, hojas y flores) al 10, 15, 20 y 25 
por ciento, fué ministrado, durante veintidós días en dosis de 100 gramos, á 
Esteban Muñóz, afectado de sífilis en el segundo período, y hasta ahora pa- 
rece no haber tenido influencia alguna sobre el padecimiento, pues éste se 
encuentra en el mismo estado que antes de comenzar la observación. 

La yerba de la golondrina se usó dos veces, sin éxito: la primera fué en 
Lázaro Enríquez, afectado de enteritis catarral de origen alcohólico, y á quien 
se dió, por espacio de diez días, 100 gramos de cocimiento de la planta al 10 


22 ANALES DEL INSTITUTO 


y al 20 por ciento, sin haber obtenido mejoría sensible, viéndonos obligados 
á ministrarle medicamentos reconocidamente eficaces, para combatir su dia- 
rrea. Otro tanto sucedió con J. L. Soto, que padecía tuberculosis pulmonar 
y laringea, y el que de cuando en cuando se veía afectado de diarrea que re- 
conocía probablemente la propia causa bacilar; á este enfermo se le ministró 
inútilmente, durante seis días, 100 gramos del cocimiento al 20 por ciento 
de la Euphorbia prostrata. 

Antonio Maldonado padece una gastritis crónica con accesos dolorosos in- 
tensos vespertinos ó nocturnos; se le han ministrado durante ocho días de se- 
senta á ochenta gotas diarias, en tres ó cuatro dosis de veinte, de tintura de 
palillo, y siempre ha manifestado que se le calma su dolor un rato después 
de haber tomado el remedio. Igual resultado obtenía con la infusión de taba- 
quillo al 20 por ciento, pues un cuarto de hora después de tomarla, según su 
dicho, desaparecía el dolor; la dosis ha sido regularmente de 100 gramos de 
la infusión, y la ha tomado durante diez días. 

Ningún éxito ha obtenido Luis Peña, afectado de reumatismo muscular, 
con el uso de la tintura de Gymnosperma multiflorum, en aplicaciones loca- 
les durante ocho días. 

Protesto á vd. mi estimación. 

México, Febrero 28 de 1899.—Juan Martínez del Campo.—Al Sr. Dr. José 
Terrés, jefe de la Sección 4? del Instituto Médico Nacional.—Presente. 


SECCIÓN QUINTA. 


Tengo el honor de informar á la Junta, que durante el mes que hoy ter- 
mina, se ha hecho lo siguiente en la Sección de mi cargo: 

El Sr. Galindo y Villa ha pasado al “Indice de Geografía Médica” las 
Municipalidades que á continuación se expresan: 


Estado de Oaxaca.—Geografía Médica. 


Jicayantean Bedro.. come conectarlo gel SES 
tayutla [SAntiano..omomacabe secan lia oinaeo= 028 lea 
AO yac San PedrOx. costs coca Es PORRAS 
Zacatepec Santa Maria A cs “o 
Cacahuaxtepec San Juan........... PR IIA PTOS 
Pinotepa de Don Ls. bobo e ia O | 
Tamiltepec st. <epariso soya cales ie ABE: 
Meehoacan: Santa Catarina... ..mccnecia boat sois e UBA e 
Ipalapa Santa María.............. A AAA. ACE 
ION Armenta Santo DOI Oct tensa eo caen ee NA 
E. Cortijos Santa Mario TA A codos 
185 Husrpaltepec.. 0/02. its ci ERE da La NR | 


' Jamiltepec. 


URI UA SES 


¡yl DOtepDeO pedir rada der mate ces co bso 
14. La de Soto San Juan........... dopado AS ) 


MEDICO NACIONAL. 23 


AGUS OS Sam Pedro lcos o ooatcocion da sico isa nai coloco cacon 1 
CN e 
E Comaltepec ¡Santa ElBDA. hiso indoqaacicn add dde 
18. Jicaltepec Santa María Asunción....occoocoomnooccornccccnncos | 
1 EN. OS SORA 
20 MENA A AS. MAS AA 
A Es A A e O 
lfcamama San MISUOL: ooo... dioicao daddcoe ocacion born ronoa 
E lano Grande Santo. iberia o Di 
A O e O, 
Estanzuela. o 
PE stanzuela Gran de eso orto sado. 
San Crnstobal..... LL A o E ds am 
o A OA OA o 41 
2 Dra E Oc Í amiltepec. 
IS OA ORI ot e dl 
2 EA AA 
22 NUDO SEM O OA 
0 MA AA A A RENA 
+ VEROS AO A 
NO coca San Antona. asocia conca coco co cenas ce cncoicamo oe | 
Sor Iincon Santa Maria os. IA q dEn al aos oras ad 
AA A 
O. A A A A 
o as lores ad O e cid esol salones Bad 
2 A A A 
CES IILIABO .. Mo ene scout sonetos asa so darads sesos 
E AA Ed e AAN ) 
MS A RR A O y) 
A A A A A 
OI A AI AA | 
A A A RS A 
E MO o. E O O. 
AS Ma ua blamsanta Mu oa aan ete 
AG anisan PrancislO tc ton odioso encon 
0 Ozol0tepec ¡San EisstOBad toco id Doa dbl gens eoñaco nda sanos | 
ie Ozalotepec Santa CIA ici IL. e dia e : , 
DRA mablanisan UldetonsoR da es + Miahuatlán. 
53. San José del Pacífico......... A E O A AS 
AO E A | 
¿2 raro ci NAO A A 
50 To london OOOO USAR 
aianagula Santa Catarina. cada cina caca ib 
SECO A A AA il A ato iA 
a Ozolote pee Santo. DOmingO.ji. opositor idpjsnncipdo cid | 
0 Ozolotenec San ADE acanenerias dida na elisa ) 


Además, el mismo Sr. Galindo ha corregido las pruebas del número 1, to- 
mo IV de los “Anales del Instituto,” que está próximo á salir; formó la Bi- 
bliografía de las publicaciones recibidas por el Establecimiento en el trans- 
curso del mes actual y empezó la copia de un trabajo sobre “Estadística 
Forestal,” que le ha encomendado el señor Director del Instituto. 


24 ANALES DEL INSTITUTO 


El que subscribe ha pasado al Indice de Geografía las siguientes munici- 
palidades del Estado de Puebla: 

Puebla, San Jerónimo Caleras, San Miguel Canos, San Felipe Hueyetlipan, 
Resurrección, Aquizlla, Iztacamaztitlán, Xocoxiutla, Texocuispan, Tepeso- 
xuca, Huaquechula, Atlixco, Tianguismanalco, Tochimilceo, Atzitzihuacan, 
Chalchicomula, Atzitzintla, Morelos, Zoltepec San Hipólito, San Salvador el 
Seco, San Nicolás del Malpais, Aljojuca, Tlachichuca, San Pedro Chilchotla. 

México, Febrero 28 de 1899.—D. Orvañanos. 


LECTURAS DE TURNO. 


Los escritos inéditos de Martín Sessé y José Mariano Mociño, 


El Sr. Dr. Fernando Altamirano, Director del Instituto Médico Nacional, 
en su informe de fecha 3 de Junio de 1898, dirigido á la Secretaría de Fo- 
mento, relató cómo, por iniciativa del que esto escribe, adquirió para este 
Establecimiento las copias de los manuscritos relativos á la Expedición de la 
Nueva España; y el subscrito, en el informe mensual correspondiente al cl- 
tado Junio, indicó de una manera general la importancia histórica de estos 
documentos, prometiendo desde entonces presentar una noticia más detallada 
de cada uno. 

La revisión cuidadosa de aquellos manuscritos la hemos terminado, y hoy 
cumplimos nuestra promesa presentando este informe á la ilustrada Junta 
que nos escucha. 

Antes de comenzar nuestro análisis, debemos advertir que estos manuscri- 
tos están numerados, para que en cualquiera época sea fácil su confronta, y 
que, la numeración que ponemos, es la que corresponde á la copia que tene- 
mos depositada en la Biblioteca de la Sección 1*%; además que dejamos anota- 
dos en ellos las páginas de la Plantee Novsee-—Hispanise y Flora Mexicana en 
que se encuentran las descripciones ya publicadas. 

I. Flora de Guatemala: contiene las definiciones específicas y alguna otra des- 
cripción genérica y específica por Don José M. Mociño, 183 hojas en folio, en 
latín. ; 

Comprende desde la Monandria hasta la Decandria triginia. Muchas de 
las plantas se hallan descritas en la Flora Mexicana y en las plantas Novee— 
Hispaniee, y pocas son las que pudieran citarse como especiales de la región. 
Las descripciones en su mayor parte consisten en simples diagnosis, lugar y 
fecha de vegetación, y en algunas sólo se encuentran estas indicaciones. En 
ciertos lugares el autor se limita á enumerar las especies, haciendo referen- 
cia á que son las mismas que las de la Nueva España, también se señala nu- 
merosas veces á Nicaragua como lugar de vegetación. El manuscrito es de 


MEDICO NACIONAL. 25 


importancia y creo que por lo menos se debe traducir la Introducción para 
publicarlo con otros de estos documentos inéditos. Supongo que es un borra- 
dor que el autor se proponía perfeccionar para publicar una verdadera 
Flora. 

TI. Descripciones de los géneros de plantas de Nueva España desde la clase 
primera de Linneo hasta la vigésima tercera inclusive. Un tomo en folio, en 
latín. 

Este manuscrito es de importancia, porque contiene datos que nos pueden 
servir para explicar lo dudoso de lo que se ha publicado ya. En general con- 
tiene, como lo dice el título, la descripción de varios géneros que aparecen 
sin nombre, pero que ya fueron publicados en su mayor parte en las Plantae 
Novee-Hispanize, así como en la Flora Mexicana. Es muy probable que 
fuera un borrador ya muy perfeccionado, y que sirvió de base para la redac- 
ción de aquellas obras, quedando sólo sin eopiar aquellas descripciones de 
géneros que no se pudieron confrontar, y de los que se dudó aun si eran nue- 
vos; así como también las descripciones de otros que, aunque descubiertos 
por los naturalistas que trabajaban en México, les fueron arrebatados por los 
de Europa; tales como el Enthomanthus ú sea la Lopezia, el Chirostemom, y el 
que se designa actualmente con el nombre de Cobea. Los géneros que esta- 
blecieron Sessé y Mociño fueron los siguientes: Enthomanthus (Lopezia) Ces- 
pedesia (Verbena?) Dicarpon, Mitrocarpon, Spirantera, Pennia, Echeverria, 
Malleolaria, Tetraptera, Psitatrophe (Cupania Dentata?), nombre vulgar sa- 
caxquihitl. El manuscrito contiene además la descripción del zapote blanco 
y la del árbol de las Manitas, al que designa con el nombre de Quirostemon. 
De lo que dice de esta planta, importa dar á conocer lo siguiente: Los indí- 
genas del lugar cercano á Toluca, en donde se recogieron los primeros ejem- 
plares del árbol de las Manitas, aseguraban á los miembros de la expedición, 
que aquel árbol era el único que existía en el país y que era imposible su re- 
producción por medio de semillas ó de estacas, por haberlo dispuesto así la 
Divinidad. Esta leyenda, como lo sabemos todos, ha llegado hasta nuestros 
días, pero ya desde en tiempo de Sessé, este mismo naturalista, ayudado por 
Cervantes, logró reproducir el árbol de las Manitas en el jardín del actual 
Palacio nacional, y ahora fácil es conseguir ejemplares cultivados de este cu- 
rioso representante de la vegetación de México. 

Debemos advertir que los números de los dibujos que acompañaban á es- 
tas descripciones, no corresponden á los de las mismas plantas que están des- 
critas en las obras que se publicaron de los autores. 

Respecto del género Psitatrophae que corresponde á la Cupania dentata de 
De Candolle, pudiera darse la descripción, puesto que en el Prodromus está 
muy incompleta. Otro tanto debe decirse del Hedyosmum artocarpus, que Mo- 
ciño y Sessé refirieron eon acierto al género Tafalla que acababan de publi- 
car Ruíz y Pavón. Esta Clorantácea es un árbol de aspecto hermoso, con 
fruto de sabor acre, de piper, que lo tenemos muy cerca, en Cuernavaca, Mo- 
relos; y como su descripción incompleta está basada en ejemplares de herba- 

Tomo 1V.—4 


26 ANALES DEL INSTITUTO 


rio, valía la pena mandar sacar un buen dibujo y publicarlo acompañado de 
la excelente descripción que hicieron nuestros naturalistas. 

Cuando dispongamos de más tiempo, nos prometemos identificar los géne- 
ros nuevos de Mociño y Sessé, refiriéndolos á los admitidos actualmente. 

TIT. Definiciones especificas de plantas de Nueva España; 1 tomo en 4* en 
latín. 

No se encontró en la Biblioteca del Jardín Botánico de Madrid. 

IV. Descripciones de algunos géneros y de varias especies de plantas con algu- 
mas específicas de aves y de otros animales, etc.; 33 hojas en fol. en latín. En la 
copia que tenemos de este manuscrito tiene además este otro título: Suplemen- 
to y géneros NUEVOS. 

La mayor parte de las descripciones de plantas creo que fueron los borra- 
dores, por decirlo así, de las que se encuentran en las Plants Novee-Hispa- 
nie y Flora Mexicana; hay algunas que están inéditas pero no merece la pena 
su publicación, pudiendo separarse algunos datos de nombres vulgares, como 
el de la Damiana que se refirió muy bien á una Turnera, y lo de las aplica- 
ciones á la medicina vulgar. 

Este manuscrito contiene además dos documentos que merecen publicarse 
en los “Anales del Instituto:” uno es el que se refiere á la seda de encino de 
la Mixteca, que aunque muy conocida la materia, tiene importancia histórica 
como documento, y el otro, es la carta que dirige el Sr. Sessé al Sr. Don Pedro 
de Acuña y Malver, avisándole la remisión de diez cajones con plantas vivas, 
y dos aves preparadas por un sistema original, ideado por el indígena Mateo 
Sánchez, sistema que en compendio, consiste en aplicar con una paciencia 
inaudita en un maniquí ad-hoc y copiando del natural, las plumas, una por 
una, del ave que se trata de representar. Valdría la pena indagar si existen 
todavía aquellas aves en el Gabinete de Zoología de Madrid. La carta fecha- 
da en México el 21 de Mayo de 1793, termina con este dato histórico de im- 
portancia: 

“No acompaño los dibujos, herbario y descripciones de lo colectado en la 
última excursión, por no haberse podido coordinar y sacar los duplicados, á 
causa de no haber llegado aún lo trabajado por Don J. Mociño y el pintor 
Echeverría, que pasaron á Nootka con la Expedición de Límites, por dispo- 
sición de este año.” 

Respecto de la descripción de las aves, tiene su importancia histórica, pe- 
ro no es este el momento para ocuparse del asunto, que dejo encomendado á 
mi buen amigo el Dr. Manuel Villada. 

V. Descripciones de géneros de plantas indeterminados; 34 fojas en folio, en 
latín. 

Este manuscrito, como los anteriores, contiene en su mayor parte descrip- 
ciones ya publicadas ó de las contenidas en el manuscrito núm. II. 

Como importantes señalamos las de los Copales, que pueden dar alguna 
luz respecto á puntos obscuros que aún hoy no se han podido aclarar; la des- 
eripción del Gnetum heterophilla 6 Tlaltepotztli, cuya raíz lechosa se comen 


MEDICO NACIONAL. 27 


los indígenas que habitan las montañas próximas á Chilpancingo. La lámina 
que acompañaba á esa descripción tenía el núm. 554. 

Debemos observar que muchas de las descripciones de estos borradores 
tienen indicados los números de los Icones, pero que estos números en nin- 
gún caso corresponden á los que tienen en las descripciones de las Plantee 
Novee-Hispanise y en las de la Flora Mexicana. También debe conservarse, 
por exacta, la descripción del Tlalocopetate ó Coriaria atropurpurea, cuyo gé- 
nero no fué clasificado. Por último, se describe un Cytinus, que probablemen- 
te es el americanus. 

VI. Descripciones y definiciones específicas con algunas descripciones genéricas 
de plantas de varias clases; 194 hojas en fol. y 5 cuartillas en latín. 

Como los otros manuscritos, éste contiene una multitud de plantas descri- 
tas ya en la Flora Mexicana y Plantee Novee-Hispanize, y también muchas 
inéditas, pero que requieren un examen escrupuloso antes de publicarlas; en- 
tre ellas las hay con los nombres vulgares señalados por Hernández, y que 
pueden referirse por lo menos á géneros bien determinados, como por ejem- 
plo el Totoncaxoxocoyolin ó Atehuapatli, el que tiene una raíz bulbosa, sóli- 
da y blanca, usada por los indígenas. 

Los géneros Justicia, Verbena, Salvia, Dianthera y Piper, por lo numeroso 
de las especies merecen también una revisión más atenta de la que yo he po- 
dido hacer para esta Memoria. 

Desde la clase 5* las descripciones son más compendiadas y á muchas les 
falta el lugar de vegetación, y las plantas son de México, Puerto Rico y Cu- 
ba. Después siguen otras descripciones completas, pero, como ya se dijo, el 
mayor número es de las publicadas. En la última parte de este manuscrito, 
hay una copia de las diagnosis de muchas plantas, tomadas de los autores 
europeos, con el objeto, indudablemente, de cotejarlas con las de Nueva Es- 
paña. 

VII. Descripciones genéricas y definiciones específicas con algunos dibujos ilu- 
minados de plantas; 50 hojas en fol. en latín, con 36 dibujos. 

Se trata más bien de las diagnosis de las cinco primeras clases de Linneo, 
comprendiendo como en los otros manuscritos, plantas que se publicaron en 
la Flora Mexicana y Plante Nov:e-Hispanize, también hay muchas de Euro- 
pa. En estas descripciones se sigue una numeración progresiva de los Icones, 
que no corresponde con la numeración que tienen en las obras publicadas. 
La numeración de los ejemplares secos, por lo menos en las primeras págl- 
nas, corresponde á los que aparecen descritos en la Flora Mexicana, pero tal 
vez para lo que sirva esta numeración, es para buscar los ejemplares y con- 
frontarlos en el Herbario de Madrid. La numeración de estos Icones también 
pudiera servir para ver si coincide con la de las plantas figuradas en los cal- 
cos inéditos de De Candolle. 

La última parte de este manuscrito contiene la descripción de los siguien- 
tes géneros nuevos, ya señalados algunos en el núm. Il: £nthomantus, tres 
especies; Cespedezia, dedicado al Dr. Antonio Céspedez, de Oaxaca, conocedor 


28 ANALES DEL INSTITUTO 


de la Botánica; Moronia, dedicado al Botánico y Farmacéutico Sr. Sebastián 
Morón; Maldonadia, dedicado á José M. Maldonado, de Puebla, compañero 
de Mociño en la primera peregrinación, perito en disecación de animales y 
en asuntos de zoología y botánica; Campsistemon, ó estambres curvos; Rudicu- 
laria, ó de estambres en forma de espátula; Coleostemon, Dicarpon, Spiranthe- 
ra, Ignaleonia, dedicado al Farmacéutico y Botánico tlaxcalteca Don Ignacio 
de León, quien remitía á los miembros de la Excursión plantas notables; 
Pennia, en honor de Don José Vicente de la Peña, de México, uno de los pri- 
meros discípulos de Sessé en el Jardín Botánico, que sustentó su acto públi- 
co en la Universidad, tratando un asunto de Botánica; Wuestea, dedicado al 
Sr. Westis, de la Isla de Santa Cruz; la planta es de la Isla de Puerto Rico; 
Echeverria, en honor de Don Atanasio Echeverría, mexicano. Juzgo opor- 
tuno identificar estos géneros por su importancia histórica. 

VIIL. Descripciones genéricas y específicas de plantas de la clase Singenesia, 
de la ginandria y de alguna monoica; 23 hojas en fol. en latín, menos la des- 
eripción de la Castilla elástica que está en español. 

Las descripciones consisten casi todas en las descripciones de las Plantee 
Nove-Hispanize y se puede asegurar que es uno de los borradores. La des- 
eripción del árbol del hule (varias veces publicada), tanto por su extensión 
como por su claridad, es muy notable. Aquí conviene rectificar que la Castilla 
elástica es del Sr. Sessé y no de Cervantes, como éste mismo lo advirtió en 
su discurso al inaugurar las clases de botánica en el año de 1794. 

IX. Borrador de descripciones genéricas y especificas de plantas de varias cla- 
ses; 86 hojas en fol. y 5 cuartillas en latín. 

Simple borrador de descripciones ya publicadas. No contiene sino dos co- 
sas de importancia: la descripción de un preparado para las enfermedades 
del útero, hecho con la pulpa de las semillas de Geo¡froya inermis y que me- 
rece la publicación, así como la descripción de una Myrodia turbinata, cuyo 
nombre vulgar es el de Garrocha y que suponemos proviene de alguna de las 
Antillas. 

X. Descripciones específicas de plantas de varias clases; 86 hojas en fol. y 5 
cuartillas en latín. 

Ls el borrador de las plantas de Cuba y Puerto Rico que están descritas 
en la Flora Mexicana y probablemente estaban reunidas en un solo manus- 
erito para su publicación, como Flora de aquellas Islas. 

XI. Descripciones específicas y algunas genéricas de plantas de todas clases 
fanerógamas; 338 hojas en fol. en latín. 

Como los manuscritos anteriores, es el borrador de las descripciones de las 
Plants Nove—Hispanise y Flora Mexicana, conteniendo algunas que han 
quedado inéditas. Comienza el t. 1? con la Diadelfia decandria, señalándose 
en muchas que las acompaña un Icone con número ó sin él. Tn el t. 2? con- 
tinúan esas descripciones, pero compendiadas en la Poligamia monoecia, y 
retrocediendo después hasta la Didinamia angiosperma. Jin los dos tomos 
siguientes se continúan las descripciones ya publicadas; además, se describe 
una especie del género Borbonta. 


MEDICO NACIONAL. 29 


XII. Index icomum rariores omnes novasque vegetabilium stirpes ab Expedi- 
tione botánica Nove-Hispanic in secunda excursione detectas representantium; 
1 pliego; son 180 los dibujos indicados. 

Este pliego es de suma importancia porque los números corresponden á 
los de los dibujos señalados en las Plantee Novee-Hispanize, y en consecuen- 
cia, sirven para numerar los Icones que no lo están en aquella obra. Algu- 
nos de estos números corresponden á los dibujos de la lista inédita de los Ico- 
nes que posee De Candolle, pero no corresponden á sus números, puesto que 
los dibujos que copió este botanista están arreglados y numerados por su Mé- 
todo natural. 

El “Vovorum generum nominae” que contiene 22 nombres, no tiene impor- 
tancia. 

XIII. Indices plantarum. 

Tiene mucha importancia este manuscrito, porque el que se titula Indice 
de la Flora Mexicana y que corresponde á la Obra que publicamos con el 
nombre de Plantee Nov.ee-Hispanize, contiene la numeración de los Icones y 
sirve para completar los números que faltaron en el manuscrito que sirvió 
para la publicación de la mencionada obra. Se debe publicar una lista de lá- 
minas tomándolas de estos índices. Igualmente es importante el índice de 
los nombres de las plantas recogidas en las tres excursiones, porque se pue- 
de decir que es el catálogo de las plantas que se conservan en el Herbario 
del Jardín Botánico de Madrid. Contiene además, en la lista de 209 ejempla- 
res de herbario recogidos en la tercera excursión y enviados á Madrid en el 
mes de Julio de 1791, señaladas 59 especies nuevas, descritas por los autores. 

XIV. Listas de los nombres botánicos de las plantas de todas las clases descri- 
tas en los tomos 1, 11 y III de la Flora Mexicana. 

Supongo que son los borradores que sirvieron para hacer los índices de la 
Flora Mexicana y Plantee Novsee-Hispanize, con la anotación de las láminas, 
y si constan ó no en el herbario, así como la foja del M. S. en que se encuen- 
tran las descripciones originales. 

XV. Virtudes de la corteza del palo nombrado Copalchi. Receta del Té balsá- 
mico. Observaciones sobre la Quasia amarga y sus virtudes. Observaciones sobre 
una especie de Helianthus. Lista de plantas vivas y desecadas: de semillas, corte- 
zas, gomas, resinas, dibujos, animales y minerales remitidos al Rey, al Real Ga- 
binete de Historia Natural y Real Jardín Botánico de Madrid, y al Jardín Bo- 
tánico de México. Lista de las maderas del Curato de Chicontepec (comunicada 
á los autores de la Flora Mexicana) 48 hojas en fol. y 12 cuartillas. 

Manuscrito de suma importancia para la historia de la expedición de Nue- 
va España; además de los datos curiosos que contienen las noticias referentes 
á las aplicaciones terapéuticas del Copalchi, Helianto y Quasia amarga, son 
de valor los que se refieren á las maderas, pues corresponden á los árboles de 
los lugares cálidos, y que tienen aún hoy bastantes aplicaciones. 

La lista de los objetos remitidos á España en Agosto y Octubre de 1793, 
además de que da una idea de la actividad con que se trabajó por los expe- 


30 ANALES DEL INSTITUTO 


dicionarios, suministra datos acerca de los objetos remitidos. Así, por ejem- 
plo, ya sabemos hoy que en Madrid se recibió y se examinó por la Reina el 
contenido de un cajón que consistía en un Herbario de 385 plantas con 180 
dibujos, 35 aves y 3 cuadrúpedos. Las plantas eran nuevas, y raras, recogl- 
das en los alrededores de México. Tampoco ya cabe la menor duda de que 
las semillas de las plantas que, sembradas en el Jardín Botánico de Madrid, 
y que produjeron las que le sirvieron á Cavanilles para sus lecciones, fueron 
remitidas por el Sr. Dr. Sessé. No pudiéndose dudar ya que las descripcio- 
nes que hizo este botanista fueron, conociendo y aprovechándose de los tra- 
bajos, ejemplares y dibujos que habían remitido á Madrid los naturalistas de 
la Expedición de Nueva España; circunstancia que jamás mencionó Cavani- 
lles, atribuyéndose todo el mérito científico de las descripciones, y robando así 
el fruto recogido con tanta labor por aquellos ilustres viajeros, en cuyo nom- 
bre protestamos contra aquel despojo que indebidamente han sancionado los 
botanistas. 

Igualmente debemos mencionar la importancia de las noticias que acom- 
pañaban á los ejemplares de gomo-resina de mangle, sangre de Drago, laca 
del Croton lacciferum, goma de cuapinole, goma de la gobernadora, texcala. 
ma y materia colorante de la yerba del pollo. Este manuscrito casi en su to. 
talidad merece publicarse. 

XVI. Plantas descritas en el viaje 4 Acapulco, por Castillo (Juan Diego)- 
Cartas y descripciones de plantas del Valle de Santa Rosa, por León (Ignacio)- 
Lista de plantas de Cuernavaca (comunicada á los autores de la Flora Mexi- 
cana). 

Este manuscrito no lo encontró el Sr. Altamirano en la Biblioteca del Jar- 
dín Botánico de Madrid. 

XVII. Plantas descritas hasta la clase duodécima del sistema de Linneo. 

Como lo dice Colmeiro, están en poder de los descendientes de Boutelou en 
Sevilla. 

XVIII. Comunicación dirigida al Conde de Revillagigedo en 1791 por Sessé 
(Martín) sobre el descubrimiento de las nueces moscadas de México. Manuscrito 
prestado por el mismo Sr. Colmeiro al Sr. Altamirano, para que se tomara 
copia, así como la de los dos dibujos que lo acompañan; merece la publi- 
cación. 

Los manuscritos siguientes no los indica Colmeiro, pero existen en la Bi- 
blioteca del Jardín Botánico, de donde sacó la copia el Sr. Altamirano. 

XIX. Especies de plantas que han servido de ejemplo á la demostración de las 
Lecciones en el curso del año de 1788. 

Lista importante por estar señaladas ya muchas de las plantas que fueron 
descritas después en la Flora y las Plantee Nove-Hispanicve. El manuscrito 
se termina con ejemplos de morfología botánica, señalando plantas del país. 

XX. Nombre de las Misiones, Poblaciones y Parajes con aqua, etc., que ha en- 
contrado D. José Longinos en sus expediciones por las Californias. Contiene ade- 
más: Cordillera de los Curatos del Arzobispado de México, en orden alfabético; 


MEDICO NACIONAL. 31 


noticia del múmero de Partidos que componen la Provincia de Valladolid con ex- 
presión clara de las poblaciones que pertenecen 4 cada uno, y por último, un In- 
dex Locorum natalium plantarum in historibus Voluminibus memoralarum. 

Merece publicarse todo el manuscrito, 

XXI. Correspondencia de la Expedición de Nueva España. 

Manuscrito el más importante porque contiene documentos oficiales, con 
noticias respecto á la Expedición; tropiezos para inaugurar el Jardín Botáni- 
co, fecha de las excursiones, dificultades con la Universidad que siempre se 
opuso al establecimiento de una cátedra de botánica, noticias acerca de los ejer- 
cicios hechos por los alumnos más aprovechados, y nombres de estos alumnos. 
La mayor parte de estos documentos son cartas del Sr. Sessé al Sr. Doctor Ca- 
simiro Gómez Ortega. Inútil es decir que este manuscrito debe imprimirse. 

XXII. Papeles de oficio sobre un curso de Botánica tenido en México y sobre 
pretensiones del título de Botánico por algunos mexicanos. 

Este manuscrito es indispensable para la historia de la Expedición botá- 
nica de Nueva España; él da á conocer las labores de aquellos sabios infati- 
gables que lograran implantar aquí, hace más de un siglo, el estudio de la 
Botánica, consiguiendo su adelanto á tal altura, que comparado con el que 
tiene actualmente, nos causa vergúenza el atraso en que nos encontramos, 
empezando por nuestra misma Capital, 

XXIII. Inventario de las plantas que pertenecieron al Sr. Doctor Eugenio 
Peña. 

Este documento es importante, porque de él se deduce que el manuscrito 
original de las Plantee Novsee-Hispanize, estuvo en poder del Sr. Eugenio de 
la Peña, catedrático del Colegio de San Carlos de Madrid, y además, que los 
87 dibujos inéditos del Jardín Botánico, y de los que se trajo los fotoralcos 
el Sr. Altamirano, también fueron recuperados del poder de la familia de 
aquel señor. En este documento aparece la lista de dibujos de animales cla- 
sificados por los miembros de la Expedición de Nueva España, así como el 
inventario de las plantas secas que pertenecieron á dicho Sr. Peña. Il docu- 
mento tiene unas notas del Sr. Mariano Lagasca. Merece la publicación. 

XXIV. Indice de los manuscritos, dibujos y lúminas del Real Jardín Botáni- 
co. 4* División. Manuscritos de Sessé y Mociño. 

Indice que sirvió al Sr. Colmeiro para formar el que presentó en su obra 
de la “Botánica y los Botánicos de la Península Hispano Lusitana;” pero 
que contiene más datos que el anterior. Merece publicarse. 

XXV. Catálogo Botánico de las 281 especies de semillas mexicanas, que con- 
tiene, con sus correspondientes números, el adjunto cajoncito, más una comunica- 
ción para que lo reciba el Sr. M. Lagasca. 

Documento que no pertenece realmente á la Expedición de Nueva España: 
es una remesa del Sr. Cervantes hecha el año de 1815, según se desprende 
del oficio citado. Merece publicarse. 

XXVI. Comunicación ordenando el Rey al Director del Jardín Botánico que 
entregue á los profesores encargados de la publicación de la Flora Peruana los 


32 ANALES DEL INSTITUTO 


manuscritos, etc., que el Sr. Boutelou había recogido de la casa que habitaba el Sr. 
Mociño en Madrid, cuando se fué á Francia. 

Este documento tiene de importante, que nos da una idea de la manera de- 
sastrosa como se repartieron los frutos de aquella memorable expedición, tan 
desgraciada como sus infatigables viajeros. Además, este documento nos ex- 
plica perfectamente, cómo en las colecciones de plantas de Pavón, y que ac- 
tualmente se encuentran en Kew y el British Museum, aparecen numerosas 
plantas mexicanas, que hoy sabemos, á no dudarlo, que pertenecieron al her- 
bario de Mociño y Sessé; y también se explica cómo Ruíz y Pavón pudieron 
describir especies de México, en donde nunca estuvieron, pues por sus manos 
pasaron las colecciones de la Expedición de Nueva España. 

El Sr. Altamirano también adquirió otros documentos históricos de suma 
importancia: el primero es el proyecto de una “Ordenanza del Jardín Botá- 
nico de México,” reglamento que demuestra el conocimiento administrativo 
y la ilustración de su autor; y el segundo una copia en catalán, como el ori- 
ginal, del acta de defunción del ilustre Mociño, así como la traducción hecha 
por el mismo Cura Párroco que proporcionó la primera. Sería de desearse 
que al publicar este valioso documento, pudiéramos acompañarle el acta del 
nacimiento de nuestro compatriota. 

Tal es el resumen sucinto de los documentos que por tantos años se ha tra- 
bajado por conseguirlos. Como se ve por la noticia anterior, lo más impor- 
tante para la gloria de aquellos intrépidos expedicionarios ya había sido pu- 
blicado por la Sociedad de Historia Natural y por este Instituto; pero los 
nuevos datos que hoy tienden á enriquecer la historia de aquella memorable 
Expedición, no son de desdeñarse, y por ese motivo propongo que los publi- 
quemos en nuestros “Anales,” bajo el título de “Documentos relativos á la 
Expedición de Nueva España, por los Sres. Martín Sessé y José Mariano 
Mociño.” 

Réstame sólo felicitar al Instituto Médico y á su Director por la adquisi- 
ción de estos documentos históricos, que prueban una vez más cuánto debe- 
mos y cuánto tenemos que imitar de Sessé, Mociño, Cervantes, Castillo, Lon- 
ginos, Cerda, Echeverría, Larreástegui y Maldonado. 

México, 28 de Febrero de 1899.—Dr. José Ramírez. 


TRABAJOS ORIGINALES. 


Tres mazorcas anómalas. 


Desde el momento en que se encontró la explicación ó mecanismo de las 
anomalías de la organización de los animales y vegetales, adquirieron éstas 
un valor inmenso, en proporción del que perdían como simples curiosidades, 
dignas sólo del asombro momentáneo de los visitantes de los Museos, que las 
encontraban en algún rincón de los escaparates. 


“YSONALSNOW VDIIAsa 


PELE JDUOID|* OMPOJ * OU) GSUY pop Soypupo l NN "Y 


o 


E 
IAE 


sue 
; Ñ É£ 
be S b 


y// UY DI ¿PUMA odnpo), és 0J1949U/ 1P SOJDUJ E 1/ UO] 


Lám. MH 


lacional 


f 
dico * 


25 del Instituto) 


Anal 


> 


Lom. 1 


ESPIGA MONSTRUOSA. 


| 2 a O ED ia 4 AAA 


Tlom.IV Anales del Instituto Medico Nacional 


ESPIGA MONSTRUOSA. 


MEDICO NACIONAL. 33 


Las anomalías vegetales que vamos á estudiar, tienen importancia, porque 
no son de las más frecuentes, y á consecuencia de las circunstancias en que 
se las recogió, no es fácil dar la explicación de su origen. 

En las láminas 1 y II representamos una anomalía que consiste en una 
mazorca de maíz ordinario, sencilla en su base y después dividida en cuatro 
ramificaciones, que forman cada una una espiga rodeada, casi por toda su 
superficie, por los frutos bien desarrollados. Estas cuatro espigas, que son 
casi de la misma dimensión, no tienen de anormal sino la atrofia de las ca- 
riopsis en donde se comprimen por su proximidad; es decir, en la parte in- 
terna de la base de dichas ramificaciones. Dos de las espigas son más grue- 
sas y de mayor longitud, y en la base común de todos los frutos tienen una 
disposición particular muy marcada, sobre todo en la parte que no es visible 
en las láminas tercera y cuarta. Del centro del eje, es decir, entre las cuatro 
espigas ó mazorcas, sale una porción de la bráctea normal, circunstancia que 
complica el caso, haciendo más difícil la explicación del mecanismo como se 
produjo la anomalía. 

La figura de la lámina 111 es una mazorca de cortas dimensiones, 12 cen- 
tímetros de largo por 5 de diámetro; el maíz es de una variedad de granos 
pequeños y con su color ordinario. En la parte superior la mazorca tiene do- 
ce hileras de frutos, sin que éstos presenten nada de anómalo, pero en la ba- 
se y hasta la mitad de la altura de la espiga, estas hileras son más numerosas 
y con una colocación irregular que es causa de un ensanchamiento de toda esa 
parte de la mazorca. Pero lo más importante de este ejemplar son diez y nue- 
ve ramificaciones que nacen entre las hileras de frutos, especialmente de los de 
la base, ramificaciones que son otras tantas espigas estériles y alargadas, apli- 
cadas contra las cariopsis, y de cuatro á cinco centímetros de largo por siete 
ú ocho milímetros de ancho, Estas pequeñas mazorcas, sin granos, tienen los 
alveolos dispuestos en hileras y con sus bordes con restos atrofiados de las 
glumillas: Existen también estilos más ó menos largos y maltratados que 
nacen de algunos ovarios abortados. Como es natural, estas espigas están co- 
locadas en espiral sobre el eje que las sostiene. 

El cromo que representa á esta anomalía nos dispensa de más detalles des- 
criptivos. 

El ejemplar que representa la lámina número IV, es una mazorca estéril, 
que por las ramificaciones terminales que tiene presenta el aspecto de una 
mano deforme, con una porción de antebrazo. Este ejemplar me fué obse- 
quiado por el Dr. Fernando Sologuren, quien no tenía ningún dato respecto 
de los antecedentes de esta curiosa anomalía, que le fué regalada por lo ex- 
traño de la figura que representa. 

Estudiando el ejemplar, desde luego se nota que en ningún punto de su 
superficie se desarrollaron los ovarios, percibiéndose solamente los alveolos 
vacíos, con unas escamas que son los rudimentos de las glumillas que debían 

envolver á los frutos. 

El eje de la espiga nace con su forma normal, pero pronto se altera ésta, 

Tomo 1V,—5 


34 ANALES DEL INSTITUTO 


perdiendo su contorno cilíndrico, aplanándose para formar como dos caras 
que se ensanchan después y que representan la palma y dorso de la mano, y 
de donde nacen cinco prolongaciones, irregulares en todos sentidos, y que vie- 
nen á ser los cinco dedos de esta mano. 

En toda la mazorca los alveolos están con su situación normal, formando 
hileras perfectamente marcadas. 

Tales son las anomalías que presentamos y cuyo estudio motiva esta Memo- 
ria. Desde luego confesamos nuestra impotencia para explicar el mecanismo 
de su producción, y lo que expondremos al fin, son suposiciones que tratamos 
de apoyar con lo que se conoce acerca de otros casos análogos, y en los que 
la explicación se ha considerado satisfactoria hasta ahora, unas veces, y en 
otras se ha descubierto la verdadera causa del fenómeno; pero antes de aven- 
turar nuestras suposiciones, es necesario que recordemos algo de importan- 
cia respecto al asunto que nos ocupa. 

El estudio de las anomalías en el Reino Animal, principalmente en el 
hombre, ha adelantado extraordinariamente en estos últimos años, gracias á 
los progresos de la embriología en toda la serie zoológica y al perfeccionamien- 
to de los métodos de investigación. Desgraciadamente en la Botánica no ha 
sucedido lo mismo, y aún falta una buena definición de lo que se debe enten- 
der por anomalía vegetal, circunstancia que ha influído mucho para sostener 
ese atraso. 

Recorriendo las obras y los diccionarios de botánica, desde luego se ad- 
vierte la confusión que se ha hecho de los estados que se designan con los 
nombres de variación, anomalía, monstruosidad y enfermedad. 

Esta falta de definiciones indudablemente proviene, en parte, de la dificul- 
tad de connotar la palabra enfermedad, pues en la biología vegetal, como en 
la animal, los límites de la patología no están bien conocidos, y en el grupo 
de las anomalías se describen, en ambas ciencias, muchos estados que cierta- 
mente son patológicos. Por otra parte, creemos que lo más urgente para es- 
tablecer estas definiciones primordiales es desterrar por completo de la bio- 
logía el término teratología, y todos sus derivados, en cualquier idioma, pues 
si es cierto que prestó servicios de trascendencia cuando se sirvió de él Jeo- 
froy Saint Hilaire para crear la ciencia que designó con ese nombre, hoy ya 
no sirve para comprender todos los estados que se deben referir á aquella, y 
hay que separar otros, que entran, como hemos dicho, en el cuadro de la pa- 
tología. Cuando más podemos reservar en biología animal la palabra mons- 
truo, para aquellos estados que resultan de la unión de dos gérmenes conce- 
bidos y fecundados al mismo tiempo; pero esta misma palabra hagámosla 
desaparecer de la botánica, por su inutilidad y por las confusiones que oca- 
siona. 

Pero si es grande la dificultad para distinguir el estado patológico del es- 
tado fisiológico, mayor es, tal vez, dentro de este último, establecer la dife- 
rencia entre anomalía y variación, y no se debe olvidar nunca, que estos esta- 
dos son más confusos en los vegetales, porque aquí se trata de seres cuya 


MEDICO NACIONAL. 35 


individualidad no tiene semejanza con la de la mayoría de los animales; es 
decir, que más bien se pueden considerar como colonias agrupadas y cuyos 
caracteres morfológicos, en ciertos casos, se hacen independientes en cada una 
de las partes que concurren á formar la agregación total. A esto hay que 
agregar el crecimiento indefinido y el desarrollo, también indefinido, que es 
lo que distingue á las plantas de los animales superiores; entonces se explica 
que las anomalías y las variaciones sean más frecuentes en aquéllos. 

Se ha definido la anomalía por A. Saint Hilaire, diciendo que es una dife- 
rencia orgánica accidental que aleja á un individuo de la estructura propia de 
la especie; y para evitar que se confunda con la enfermedad, agrega, que la 
anomalía es una modificación que se opera en la formación ó desarrollo de 
los órganos, independientemente de toda influencia sobre la salud. Definicio- 
nes que basta exponerlas para que resalte su insuficiencia. 

De la anomalía también se ha dicho que siempre es congénita y que tal es 
su carácter, ¿pero una fasciación que se muestra en una rama, se tiene segu- 
ridad de que tiene tal origen? Y por otra parte, ¿no hay enfermedades con- 
génitas? 

“Las variaciones son modificaciones individuales de caracteres de impor- 
tancia secundaria, es decir, de aquellos que no sirven para establecer la es- 
pecie.” Como se ve por la anterior definición, que tomamos de la Botánica 
de Willis, publicada el año pasado, esta definición más bien tiene por objeto 
establecer la diferencia entre la variedad y la variación desde el punto de 
vista taxonómico, pero como otro de los caracteres de las variaciones es el 
de ser generalmente continuas, es decir, que existen todos los intermedios 
posibles entre dos extremos que se toman como tipos; si no se tiene toda la 
serie, tropezamos con la misma dificultad para establecer la diferencia entre 
los dos estados, tanto más, que según algunos botanistas, cuando estas varia- 
ciones son interrumpidas, como suele haberlas, como por ejemplo las que re- 
presentan las repetidas en varias generaciones, en ese caso los individuos 
aparecen como una variación que no se liga ó conecta con otra de las exis- 
tentes, y si es muy frecuente, se toma por variedad, y si es insólita y muy 
marcada, alcanza el grado que se designaba con el nombre de una monstruo- 
sidad. y 

Sin embargo, hay un recurso para conocer si una variación lo es en efecto; 
esto se logra por medio de otra variación concomitante, que tan frecuente- 
mente acompaña á la primera, aun cuando no sea tan aparente como ella. 
Estas variaciones que consisten en que, cuando varía un órgano, igualmente 
se modifica otro ú otros, aun cuando aparentemente no tengan conexión en- 
tre sí; estas variaciones, decimos, se conocen con el nombre de correlativas, 
y cuando se les encuentra, indudablemente que ayudan á establecer la diag- 
nosis. 

El estado de cultivo es un signo que no siempre nos permite guiarnos para 
establecer la diferencia, porque si es cierto que en las plantas cultivalas las 
variaciones son más frecuentes, por estar sometidas á condiciones más varia- 


36. _. ANALES DEL INSTITUTO 


das, igual cosa se observa respecto de las anomalías, y los dos estados tam- 
bién están dentro de la regla general que establece que, una especie es tanto 
más variable cuanto que es más cosmopolita y que pertenece á un género con 
especies muy numerosas. 

Pero repetimos que la distinción más importante es la que hay que esta- 
blecer entre las anomalías y las enfermedades. 

Recientemente el estudio de las relaciones establecidas entre los organis- 
mos ha permitido definir los estados que se han llamado simbiosis, comensa- 
lismo y parasitismo, permitiendo clasificar con toda seguridad muchos casos 
que hasta la fecha se tenían como dudosos y que no se sabía colocar entre los 
estados fisiológicos ó patológicos. El descubrimiento de la fertilización por me- 
dio de los insectos dió la clave para explicar muchas variaciones de las flores, 
que se habían tomado como anomalías cuando no se sabía que se presentaban 
siempre que las condiciones de su producción eran semejantes, y al contrario, 
lo que se había tomado por anomalías se llegó á determinar como enferme- 
dades. 

El descubrimiento reciente de que la vida de los vegetales superiores de- 
pende de un fenómeno de simbiosis, tiene también mucha importancia, por- 
que confirma la dificultad para establecer una distinción precisa entre un 
estado fisiológico y otro patológico; en efecto, parece confirmado que los grupos 
de las Betuláceas y Coníferas no extraen el alimento por sus raíces, sino que 
éstas lo toman de la tierra por intermedio de las hifas ó micorrhisas de un 
hongo que las envuelve. Un estado más avanzado de esta simbiosis es el que 
ofrecen las raíces de las leguminosas, que, como se sabe, están sembradas de 
pequeños tubérculos en donde se alojan unas bacterias que desempeñan la 
importante función de fijar el ázoe que consume la planta; descubrimiento de 
una trascendencia enorme y que ha cambiado la faz de la agricultura prác- 
tica. 

Hemos escogido estas dos formas de simbiosis, porque la primera no se 
acompaña de ninguna modificación aparente de los tejidos de la planta supe- 
rior, y la segunda, porque se acompaña de un estado que se aproxima al pa- 
tológico, puesto que el tubérculo representa un trabajo de defensa del orga- 
nismo. 

Como tipo de un estado simbiótico, más avanzado, podemos citar el que nos 
ofrece la Acacia cornígera, la que no puede vivir si no se alojan en sus estí- 
pulas las hormigas que se encargan de defenderla de los animales que la bus- 
can como alimento. Este caso es ya mucho más complicado que el anterior, 
pues la substracción de los tejidos de la estípula y su transformación bajo la 
irritación que le produce la presencia de aquellos huéspedes, no puede con- 
siderarse como un estado fisiológico. 

Los fenómenos de comensalismo con tan conocidos que no merecen la pena 
de señalarse en este momento. Igual cosa acontece con el parasitismo descri- 
to hasta hace poco tiempo, pero no sucede lo mismo con los estados patológi- 
cos conocidos últimamente como tales, porque hasta ahora se habían tomado 
como simples anomalías. 


MEDICO NACIONAL. 31 


El poco tiempo de que podemos disponer para describir algunos de estos 
estados nos impide el darlos á conocer en estos momentos, y nos bastará 
anunciar que las anomalías designadas con el nombre de fasciaciones, atro- 
fias, desalojamientos, ramificaciones anómalas, etc., son debidas casi siempre 
á la presencia de organismos parásitos, que no son fáciles de descubrir. 

Hechas las explicaciones anteriores, y volviendo á nuestros ejemplares, re- 
petimos que confesamos nuestra impotencia para explicar sus anomalías, im- 
potencia que depende en gran parte de la carencia de los otros órganos de 
estas plantas, lo que nos impide encontrar la causa de la desviación del tipo 
en los tres ejemplares que nos ocupan. 

En el tercero y cuarto ejemplares no cabe duda que se trata de una rami- 
ficación insólita, atendiendo al tipo de la inflorescencia del género Zea. En 
el ejemplar número IV lo más probable es que la anomalía sea debida á una 
enfermedad no aparente ó á una lesión precóz que no dejó huella; pero en el 
ejemplar número III, como la espiga principal presenta su desarrollo ordina- 
rio y las ramificaciones tienen una disposición espiral sobre el eje, aquí tal vez 
no podría invocarse el parasitismo; pero tampoco un fenómeno atávico, por- 
que esta clase de ramificación no se encuentra en los otros géneros de las Gra- 
míneas, ni en las familias que les son próximas se encuentra una disposición 
semejante de la espiga. 

Respecto del primer ejemplar, también queda la duda de si se trata de un 
estado patológico, por la lozanía que manifiesta toda la mazorca; pero en cam- 
bio ni se puede invocar un estado atávico ni tampoco un acortamiento del 
eje. 

Queda, pues, por encontrar la explicación de estas anomalías. 

México, Diciembre 5 de 1898.—Dr. José Ramirez. 


BIBLIOGRAFIA MEXICANA. 


LA VIDA EN LAS ALTIPLANICIES. 


Esta obra, escrita por los Sres. Dr. Daniel Vergara Lope y profesor Alfon- 
so L. Herrera, ha sido objeto de un elogio muy caluroso que le dedica el Pre- 
sidente de la Academia Médica de Austin (Texas). En dicho elogio hace un 
resumen acabado de la obra, intercalando muy atinados comentarios, y con- 
cluye con estas palabras: 

“Todo el libro es tan inesperadamente rico en datos científicos de la más 
momentánea importancia práctica, que ninguna persona que se ocupe de los 
asuntos en él tratados puede prescindir de él, y la República hermana me- 
rece ser felicitada públicamente por la aparición de esta obra.” 

Un periódico, después de reproducir ese juicio, agrega lo siguiente: 

“La obra de que habla el Presidente de la Academia de Texas honra al 


38 ANALES DEL INSTITUTO 


país; es, puede decirse, el producto de muchos años de estudios y observacio- 
nes laboriosísimas, que han venido á enriquecer á la ciencia médica con ense- 
ñanzas de valor inapreciable. 

“El Sr. Dr. Vergara Lope, desde que obtuvo su título de médico, vislum- 
bró en la tesis que presentó para su examen profesional, la importancia magna 
del estudio que en ella inició. Marchó á Europa para precisar sus observa- 
ciones y aumentar el caudal de sus conocimientos, se asoció al Sr. Profesor 
D. Alfonso Herrera, cuyos vastos conocimientos como naturalista se pusieron 
al servicio de la idea, y tras de largas vigilias por desentrañar una verdad 
científica, vino á luz la importantísima obra que, á no dudar, dará lustre y 
prestigio á sus autores y honra y gloria al país. 

“La obra de los Sres. Herrera y Vergara Lope es un estudio de la biolo- 
gía en las altiplanicies, objeto principal de dicha obra, y en ella encontra- 
rán el médico, el naturalista, el industrial, el geógrafo y el sociólogo datos 
de sumo interés, muchos enteramente nuevos, sobre la distribución, anato- 
mía y fisiología del hombre, de los animales y de los vegetales; su desarrollo, 
su vigor, en una palabra, su aclimatación. Unido á éstos se encontrarán da- 
tos sobre diversas enfermedades, ligadas íntimamente con la presión atmos- 
férica como la tuberculosis, por ejemplo, cuyo valor apreciarán, sin duda, el 
médico y el higienista.” 

Como los estudios que dieron base á esa obra fueron hechos en el Instituto 
Médico Nacional, nos complacemos en reproducir esos honrosos juicios. 


La Coca De MÉxico. 


El periódico titulado “American Journal of Pharmacy” correspondiente al 
mes de Mayo de este año, en su Sección destinada á las revistas y noticias 
bibliográficas dice: 

“La Naturaleza.” Periódico científico de la Sociedad Mexicana de Historia 
Natural. Publicado bajo la dirección del Sr. Dr. Manuel M. Villada. Segun- 
da Serie. Tomos II y III. Cuardernos números 12, 1 y 2. 

“Esta publicación de la Sociedad de Historia Natural de México, contiene 

interesantes informes acerca de la fauna y flora de México. Entre éstos se 
encuentra un dibujo excelente con descripción del Erythrozylon ellipticum, J 
Ramírez.” 
- Esta Memoria que, como se recordará, fué hecha en el Instituto Médico 
Nacional, la reprodujo “la Naturaleza,” gracias á cuya publicación debemos 
que circulen más en el extranjero nuestros trabajos relativos á las ciencias 
naturales.—J. Ramirez. 


es 


LISTA DE COLABORADORES 


DEL 


INSTITUTO MEDICO NACIONAL DE MEXICO 


Dl 


A En la República Mexicana. 


Sr. Dr. Francisco Bulman.—3* del Reloj 13. 

Sr. Dr. Carbajal Antonio.—Calle del Jardín de San Fernando núm. 10. México (D. F.). 

Sr. Dr. Dugés Alfredo.—NATURALISTA. Guanajuato. (E. de Guanajuato.) 

Sr. Ingeniero Ferrari Pérez Fernando.—Director de la Sección de Historia Natural de la 
Comisión Geográfico Exploradora. Profesor de Tecnología en la Escuela Nacional de Agri- 
cultura. Fisico. Químico. NATURALISTA. Calle de los Siete Príncipes n? 16. México (1.$) 

e. Dr. Gayol Fernando.—Calle Cerrada de Santa Teresa núm. 5. México (D. F.). 

Sr. Dr. Gómez Elías. —Cuernavaca (E. de Morelos). 

Sr. Dr. Hernández Francisco.—Apatzingán (E. de Michoacán). 

Sr. Profesor en Farmacia Herrera Alfonso.—Profesor de Historia Natural en la Escuela 
Normal para Profesores y de Historia de Drogas en la Escuela Nacional de Medicina de 
México. NATURALISTA. Calle 3% de la Ribera de Santa María núm. 6. México (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Herrera Alfonso L.—Ayudante Naturalista en el Museo Nacio- 
de México. ZooLoGIsTA. Calle 3% de la Ribera de Santa María núm. 6. México. (D. F.). 
. Profesor en Farmacia Lasso de la Vega José Maria.—3* Calle del Reloj. Botica. México 


. 


EE Sr. Dr. León Nicolás. —Tepeji del Rio (Estado de Querétaro). 

Sr, Dr. Medal Juan.—Morelia. (E. de Michoacán). 

Sr. Dr, Mendizabal Gregorio.—Calle de Montealegre núm. 10. México. (D. F.). 
) 


Sr. Lic. Rebollar Rafuel.—2* Calle de Necatitlán núm. 22. México (D. F.). 
Sr. Profesor en Farmacia Reyes Julio. —México (D. F.). 

Sr. Ingeniero Robirosa José N.—San Juan Bautista (E. de Tabasco). 

Sr. Ing. José C. Segura.—Escuela de Agricultura. 
Sr. Dr. Torres Ezequiel.—Chihuabua (E. de Chihuahua). 
Sr. Profesor Urcelay y Martínez Alberto M.—Mérida (E. de Yucatán.) 
Sr. Dr. Urbina Manuel.—Director interino y Profesor de Zoología Botánica del Museo 
Nacional de México. Profesor de Botánica en la Escuela Nacional Preparatoria. BoTÁNICO. 
3% Calle de San Juan. Botica. México (D. F.). 
Sr. Dr. Villada Manuel. —Profesor de Mineralogía, Geología y Paleontología en el Museo 
acional de México. Profesor de Botánica Agrícola en la Escuela Nacional de Agricul- 
ura. Villa de Guadalupe (D. F.). 


de En el Extranjero, 


Mr. Bocquillon Limousin Henry.—Pharmacien de 1 classe a Paris. Pharmacologiste. 2” 
Rue Blanche. Paris. 

Mr. Heckel Edouard.— Professeur á la Faculté des Sciences et á Ecole de Medicine de 
Marseille et Directeur de les Annales de l'Institut Colonial de Marseille. 

Sr. Profesor Jules Hudas. —Paris. 

Sr, Profesor Joseph P. Remington.—Phyladelphia. E. U. 

Sr,,Profesor Henry A. Rusby.—Nebraska. (N. J.). 

Sr. Profesor Casimiro De Candolle.—Ginebra. 

Sr. Dr. E. Janssens.—Bruselas. 

Sr. Profesor Fernand Ranwetz.—Lovaina (Bélgica). 

Sr, Profesor Leon Crismer.—Bruselas. 

Sr. Nathamel Lord Briton.—Nueva York, E. U. 


NOTA. —Se suplica á los Señores Miembros y Colaboradores del Instituto Médico, 
mitan oportunamente noticia de los cambios de dirección, etc., para publicarlos con 


EL INSTITUTO MEDICO NACIONAL. 


Es un Establecimiento científico que tiene por objeto el estudio de la fauna, flora, 
climatología y geografía médica nacionales y sus aplicaciones terapéuticas. - 

Está dividido en las siguientes Secciones: 

19—De Historia natural Médica. Se ocupa en colectar, clasificar, describir y conser- 
var las diferentes especies de plantas y animales. p 

22—De Quimica analítica. Tiene por objeto la análisis respectiva, y suministrar los 
principios activos y preparaciones necesarias para la experimentación. 

32— De Fisiología experimental. Esta Sección está encargada de estudiar los efectos 
fisiológicos de las substancias aisladas por los profesores de Química. 

42—De Terapéutica clínica. Hace la aplicación á la patología humana, de los medica- 
mentos ya experimentados en los animales. 

5% —De Climatología y Geografía médicas. 


Este periódico es el órgano del Instituto, y sus redactores, que tienen gran interés en 
adquirir todas las noticias relativas al objeto del Establecimiento, se permiten suplicar 
á las corporaciones científicas análogas se sirvan establecer el canje respectivo de pu- 


blicaciones. 


LA PRIMERA PARTE DE LOS DATOS 


PARA La 


MATERIA MEDICA MEXICANA. 


Se encuentra de venta: 
Fm México.—En la Plazuela de la Candelarita núm. 3; en la 22 calle de Vanegas (Bo- 
tica) y en las principales librerías de la capital. 
En Paris.—Chez M. Géorges Carré, editeur, 3 rue Racine 4 Paris. 


AVIS. 


Tout ouvrage dont il sera envoyé deux exemplaires á l'adresse ci-dessous sera Ob- 
jet d'une étude bibliographique qu'on publiera dans les Annales. 


Nons prions les directeurs de journaux qui voudront bien établir échange avec nos 
Annales d'adresser leurs publications á l*Instituto Médico Nacional de México Plazue- 
la de la Candelarita núm 3.—México. (D. F.) 


E Li EN EIA RATO 


SiNMWEA. EN. 


de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional durante el mes de Marzo de 1899.—Sec- 
ción 1% Sección 22—Seeción 3% Sección 4% —Anexos al informe anterior.—Sección 52 


ra a de turno. — Algunos datos relativos á los Estados de Querétaro y de Jalisco y al Territorio de Tepic, 
porel Prof. Francisco Río de la Loza. 


OFICINAS DE LA PUBLICACION, 
INSTITUTO MEDICO NACIONAL. 


IRDIN CARLOS PACHECO, 3.—MEXICO, D. F. 


Ex-plazuela de la Candelarita núm. 3 (Ay. Poniente 12 A.) 


MÉXICO 


Calle de San Andrés número 15. [Avenida Oriente, 51.] 


E: 1899 


» 


O O a UE, EAS a JA 


MIEMBROS DEL INSTITUTO MEDICO NACIONAL 


INDICADOR DE SUS DIRECCIONES, Y DE LOS 


RAMOS DE LAS CIENCIAS QUE CON ESPECIALIDAD CULTIVAN — 


Dirección. 


Sr. Dr, Fernando Altamirano. —Director del Instituto Médico. Profesor de Terapéutica 
en la Escuela Nacional de Medicina de México, encargado de la Historia de las Drogas en el 
Instituto. Especialidad que cultiva: Química Y BorÁNICA APLICADAS. Villa de Guadalupe 
(D. F.) Calle del Mirador número 147. 

Sr. Dr. Secundino Sosa.—Secretario del Instituto Médico. Profesor Adjunto de Clínica In- 


terna en la Escuela Nacional de Medicina de México. ALIENISTA. Calle 12 del Indio Triste 


núm. 7. México (D. F.). 
Sr. Profesor en Farmacia Carlos Espino Barros,—Prefecto del Instituto Médico.—En el 
Instituto. ; 


Sección primera; Historia Natural Médica. 


Sr. Dr. José Ramirez.—Jefe de esta Sección. Secretario General del Consejo Superior 
de Salubridad. BacrerioLoGIsTa, 10% Calle de la Violeta núm. 21: México (D. F.). 

Sr. Gabriel Alcocer.—Conservador del Herbario y del Museo en esta Sección.- Profesor de 
Matemáticas. MATEMÁTICO Y BOTÁNICO. Calle del Hospicio de San Nicolás núm. 19. México 
DR: 
: Sr. Adolfo Tenorio.—Dibujante de esta Sección. PROFESOR PAISAJISTA. Plazuela del Risco 
núm. 10. México (D. F.). 


Sección segunda: Química Analítica. 


Sr. Prof. Franci 
Industrial y rial en la Hséuala: Nor mal para Pr Blesoros en Méxica QuíxicO. Calle 22 de 
Vanegas núm. 82. México (D. F.). 

Sr. Prof. Mariano Lozano y Castro.—Ayudante de esta Sección. Químico inspector de 
bebidas y comestibles en el Consejo Superior de Salubridad. Químico. Calle de Patoni nú- 
mero 4. (Botica Humboldt). México (D. F.). 

Sr. Dr. Federico F. Villaseñor.—Ayudante de esta Sección. Quimico. Calle del Cuadrante 
de Santa Catarina número 7. México (D. F.). 


* Sección tercera: Fisiología experimental. 


Sr. Dr. Eduardo Armendaris.—Jefe de esta A Médico del Museo Anatomo-patoló- 
gico. ANÁLISIS CLÍNICOS. Calle de las Ratas núm. 2 México (D. F.). 

Sr. Dr. Daniel Vergara Lope.—Ayudante de esta Sección. Prepar: ador de la clase de Tera- 
péutica en la Escuela Nacional de Medicina de México. pez ofesor de Anatomía en la Escuela 
de Bellas Artes. FisióLOGO. 5% Calle de Guerrero núm. 2,122. México. (D. F.). 


Sección cuarta: Terapéutica Clínica. 


Sr. Dr. José Terrés.—Jefe de esta Sección. Profesor de Patología Interna en la Escuela 
Nacional de Medicina. 3% Calle del Reloj núm. 2. México (D. F.). 

Sr. Dr. Juan Martínez del Campo.—Ayudante de esta Sección. Médico del Museo Anato- 
mo-patológico 2% Calle de Sor Juana Inés de la Cruz núm. 12. México (D. F.). 

Sr. Prof. Juan Manuel Noriega.—Farmacéutico de esta Sección en el Instituto Médico 
Preparador de Análisis Química en la Escuela Nacional de Medicina. 


Sección quinta: Climatología y Geografía médicas. 


Sr. Dr. Domingo Orvañanos.—Jefe de esta Sección. Miembro del Consejo Superior de Sa- 
lubridad del Distrito Federal. Profesor de Clínica Interna enla Escuela Nacional de Medici- 
na. CLÍNICA INTERNA. Calle de Chavarría número 25. México (D. F.). 


AA 


A A TAG e A 


E 


lia 


SEA 


ES dd e ds 


nó a rt is ti E A a 


e 


MEDICO NACIONAL. 39 


INFORMES 


De los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional 
durante el mes de Marzo de 1899. 


SECCIÓN PRIMERA. 


.La Direeción remitió, con objeto de que se identificaran, para los estudios 
ulteriores, la Picosa y dos Peyotes; siendo la primera el Croton ciliato glandu- 
losus, y los segundos, los Lophophora 6 Anhalomium Williamsii y Lewinú. De 
estos últimos se hicieron las descripciones respectivas, en vista de los ejem- 
plares vivos, que procedían de las colecciones que vende el Sr. Mac. Dowell, 
de Tacubaya. 

Se ha corregido el manuscrito de “Las zonas de vegetación de México” pa- * 
ra que se pueda enviar á la imprenta. 

Se ha perfeccionado la “Sinonimia vulgar y científica de las plantas de 
México” en sus letras A. B y C. 

El Sr. Gabriel Alcocer se ocupó en copiar las descripciones de los árboles, 
de los que se enviarán muestras de su madera á la Exposición de Paris. 

El Sr. Tenorio dibujó lo siguiente: dos copias á pluma de las láminas de la 
obra de Asa Gray, que representan el /sopyrum y el Coptis; dos acuarelas de 


los Peyotes, con detalles, para la Memoria del Sr. Altamirano; una copia 


de un calco de los dibujos inéditos de Mociño y Sessé, y tres copias, á lápiz, de 

otros tantos foto—calcos de los dibujos de plantas de los mismos naturalistas, 

representando la 4/lonia incarnata, Coriaria cuneifolia y Arbutus ferruginea. 
Estos trabajos son los que se han ejecutado hasta el día de la fecha. 
México, á 23 de Marzo de 1899.—José Ramírez. 


SECCIÓN SEGUNDA. 


El Sr. Villaseñor hizo los cálculos relativos á la análisis del agua de Ahue- 


lican (Tehuacán) que terminó el mes pasado, y escribió los datos analíticos- 


que hoy tengo la honra de presentar; además continuó el estudio que tenía 
comenzado sobre la Pata de León ((Greranium carolinianum), habiendo termi- 
nado el agotamiento de esa planta por el éter sulfúrico, y como de costumbre 
ha llevado nota de las altas y bajas que en la Sección han tenido lugar en el 
presente mes. 

El Sr. Lozano, continuando el estudio de la yerba de la golondrina (Lufor- 
bia prostrata), ha terminado de agotarla por el alcohol, y el extracto que deja 
este vehículo está en la proporción de 5.3125 por ciento, constituído por 


Se O IN A AN RS ELE A UA: 3.0250 
A A AO 0.4377 
CN e A A A IA A 1.8498 
Suma igual.......... Ea o sigo 5.3125 

; Tomo IV.—6 


40 ANALES DEL INSTITUTO 


Además, preparó para la Sección tercera un extracto de Peyote (Anhalo- 
nium Lewinúi) preparado, tratando el jugo de la planta descortezada por el 
alcohol absoluto, y después de concentrado ese jugo hasta la consistencia de - 
jarabe, para precipitar las sales y los principios gomosos y el líquido hidro 
alcohólico filtrado, se evaporó hasta la consistencia de extracto. 

El que subscribe ha continuado el estudio del tabaquillo (Calamintha ma- 
crostema), en el que ha terminado el agotamiento por el alcohol. Al mismo 
tiempo terminó de agotar el Peyote (Anhalonium Lewinii) por el éter sulfúri- 
co. Ha escrito el trabajo que tiene la honra de presentar como turno de lec- 
tura y ha continuado la preparación de algunos de los principios que se en- 
viarán á la Exposición de Paris, debiendo advertir que sólo se ha preparado 
en el mes algo del principio activo del Pambotano, porque no ha sido posible 
conseguir que el yerbero traiga las otras plantas que se le han encargado, y 
por más empeño que hemos puesto en encontrar otra persona que se encar- 
gue de colectar las plantas necesarias, no ha sido posible conseguir ninguna. 

México, Marzo 23 de 1899.—Francisco Río de la Loza y Miranda. 


SECCIÓN TERCERA. 


Tengo el honor de poner en conocimiento de la Junta de profesores, que 
durante el presente mes se han efectuado en esta Sección las siguientes la- 
bores. 

Los Dres. Vergara Lope y Martínez del Campo se han ocupado del estudio 

* de la yerba de San Pedro y del Peyote Lewinii. 

Inyectaron la primera á la dosis de 8 gramos en cocimiento, á una rana, 
sin que hubiera presentado ningún accidente; en ingestión á palomas, bajo la 
forma de extracto fluido, representando dosis de 20 y 40 gramos de planta, y 
tuvieron algunos vómitos y evacuaciones líquidas, y en ingestión igualmente 

. con sonda, á tres perros de talla mediana y en cantidades de 60, 100 y 150 
gramos de la planta en cocimiento; cuyos animales no tuvieron accidente dig- 
no de mención, exceptuando el que tomó la dosis de 150 gramos de Tecoma, 
que tuvo un vómito abundante, compuesto de restos alimenticios y gran par- 
te de la substancia ingerida. 

A reserva de multiplicar las observaciones, creemos por las apuntadas que 
la yerba de San Pedro es casi inactiva para los animales referidos á las dosis 
y en la forma.mencionadas. 

En cambio la bisnaga, conocida con el nombre de Peyote Lewinii, ha re- 
sultado bastante activa y acaso se preste á aplicaciones terapéuticas impor- 
tantes en la especie humana. 

Numerosas experiencias han hecho inyectando á las ranas la maceración 
de esta planta y observando que á dosis de 3 gramos viene un aumento del 
poder éxito—reflejo en estos animales pocos minutos después de la inyección, 


ESFTA ED 


MEDICO NACIONAL. 41 


y media hora más tarde y á veces más, una parálisis completa, que invade no 
sólo los músculos de la vida de relación, sino los de la vida orgánica. 

Se han hecho los experimentos conducentes, de los cuales vamos á relatar 
en extracto los más importantes para fundar nuestras conclusiones. 

A una rana de 85 gramos de peso se le hizo la raquiotomía y sección com- 
pleta de la médula al nivel de la región cervico-dorsal; la médula se aisló de 
sus conexiones vasculares completamente á fin de que la substancia inyectada 
no pudiera obrar más que sobre el cerebro y las extremidades nerviosas de 
todo el cuerpo. Inmediatamente después de la sección, los movimientos vo- 
luntarios se paralizaron en el tren posterior pero se conservaron los reflejos 
y la excitación eléctrica; el movimiento en los miembros superiores y en la 
cabeza, así como la respiración, eran normales. Veinte minutos después se le 
puso una inyección de 3 gramos de Peyote bisnaga, en maceración, y poco 
menos de media hora más tarde se notó una exaltación de sus reflejos en el 
tren anterior seguida de paresia y después de parálisis completa; pero ni una 
ni otra se presentaron en los miembros posteriores cuyas relaciones nervio- 
sas con la médula aislada se conservaban intactas. El animal murió entre 4 
y 5 de la tarde, habiendo conservado paralizado el tren anterior y sin refle- 
jos, mientras que en los miembros abdominales la excitabilidad refleja y la 
sensibilidad á la corriente farádica se conservaron hasta poco tiempo antes 
de morir. 

Dos ranas del mismo peso fueron descerebradas: los reflejos al principio 
desaparecieron en los dos animales, á consecuencia del traumatismo, como 
sucede siempre; pero media hora después eran ya más intensos que al estado 
fisiológico por la falta de la acción cerebral. Entonces se inyectaron á una de 
las ranas 3 c. c. de maceración de Peyote bisnaga, correspondiendo á 3 gra- 
mos de planta, y fué notable la exaltación de sus reflejos, mientras que en la 
otra rana que sirvió de testigo, se conservaron al principio al grado que te- 
nían y después fueron disminuyendo hasta que llegaron á ser casi impercep- 
tibles, tres horas más tarde. Entonces se inyectó á la testigo la misma dosis 
de la propia planta y los reflejos reaparecieron. 

Nuestros experimentos han demostrado también que el corazón de la rana 
se paraliza. Pusimos á descubierto el corazón de diversas ranas tomando tra- 
zos por medio de la pinza cardiográfica de Marey, antes y después de la in- 
yección del veneno. Estos trazos demuestran la diminución marcada y pro- 
gresivamente creciente del número y energía de las contracciones del corazón 
hasta la parálisis, en los casos de la aplicación de altas dosis del Peyote. 'Pu- 
vimos la precaución de comparar estas gráficas con otras tomadas en idénti- 
cas circunstancias en ranas no envenenadas y los resultados fueron muy dis- 
tintos. 

Esta acción sobre el corazón pudiera ser únicamente de origen central, co- 


: mo pasa para los músculos de la vida de relación, ó bien resultar de alguna 


modificación local sobre el órgano mismo. Para averiguarlo desprendimos el 
corazón vivo y enteramente sano, introduciéndolo inmediatamente en un 


42 ANALES DEL INSTITUTO 


líquido nutritivo compuesto de suero artificial y sangre de res, en donde se- 
guía latiendo con su ritmo y energía normales; de este líquido lo pasamos ya 
á una maceración de Peyote, ya á una solución ligera de digitalina, observan- 
do en todos los casos el debilitamiento y la parálisis de las contracciones en 
el Peyote, su excitación en la digitalina. Repetido el experimento con la pun- 
ta, separada de sus conexiones nerviosas é introducido por bastante tiempo 
en el Peyote, no se modificó su contractilidad. 

De dos ranas alcohólizadas y ya en estado parético, una de ellas fué inyec- 
tada con un gramo de macéración de Peyote; de pronto hubo una ligera exci- 
tación de los movimientos reflejos, desaparecidos por completo en ambos 
animales; al día siguiente, la rana únicamente alcoholizada estaba casi por 
completo repuesta, la otra muy poco y á las 48 horas murió. 

De todo lo expuesto relativo al Peyote bisnaga podemos deducir lo si- 
guiente: 

1” En las ranas es muy activo. 

2? Es notablemente tóxico. 

3? Mata atacando especialmente el sistema nervioso. 

4? Provoca 'una exageración del poder éxito-reflejo de la médula. 

5% Produce una parálisis de los músculos de la vida de relación por acción - 
directa sobre los centros motores del encéfalo. 

6? Tiene una acción local marcada sobre el aparato nervioso del músculo 
cardíaco, el cual se paraliza. 

7% Aplicado en ranas alcoholizadas, la excitación medular casi no aparece 
y el animal muere envenenado por el Peyote. 

El programa particular de la Sección se ha proseguido con los trabajos de 
histología vegetal que los Sres. Altamirano y el subscrito han emprendido 
para el contingente con que:contribuirá la Sección tercera en el certamen de 
Paris de 1900. Se ha aumentado la colección con preparaciones del Peyote 
de las Cactáceas, la Salvia de bolita, tallo y hoja, el Zacatechichi y la Pico- 
sa, también tallo y hoja, y el Palo del Muerto, el Suachalalate y la Tulli- 
dora. 

Pertenece también al programa especial el estudio preliminar que, por or- 
den de la Dirección, se ha hecho de la yerba de San Pedro, y cuyo informe 
se rendirá el mes próximo. 

También hemos verificado algunas reacciones micro-químicas con objeto 
de reconocer rápidamente la existencia de algunos principios inmediatos con- 
tenidos en las plantas que estamos estudiando. 

Algunas plantas que se remitieron á esta Sección, como el Cuachalalate y 
la Tullidora, han empezado á estudiarse, tanto histológica como farmacológi- 
camente, investigando primero su acción tóxica. 

Hemos principiado también un trabajo que tiene por objeto copiar las cal- 
cas de las plantas que existen inéditas en la colección que últimamente ad- 
quirió el Instituto y que es de gran interés. Tengo la honra de presentar dos 
muestras. 

México, Marzo 23 de 1899.—J. Altamirano.—.LE. Armendaris. 


MÉDICO NACIONAL. 43 


SECCIÓN CUARTA. 


En la Sala del Dr. Cicero se continuó la aplicación de la yerba del Zorrillo 
como antisifilítica, y del tatalencho como astringente y calmante. 

Los enfermos Acevedo y Rodríguez, de quienes se hace mención en el in- 
forme del mes pasado, salieron del hospital el día 2, mejorados de sus acci- 
dentes sifilíticos. 

Luis García ingresó el día 8, diciendo que el principio de su sífilis data de 
cinco años, y llevando elementos de sifílide acneiforme en la frente y de pús- 
tulocrustáceos en los miembros inferiores. Se le preseribieron dos semillas 
diarias de yerba del Zorrillo y pomada con óxido de zinc. El día 19 salió el 
paciente del hospital mejorado de los elementos pústulocrustáceos y sin mo- 
dificación apreciable en los acneiformes. 

Genaro Pineda, con sifilides pústulocrustáceas en las nalgas y piernas, en- 
tró al hospital el dís 10 y salió mejorado el día 19, habiendo tomado dos se- 
millas diariamente. 

Enrique Godínez padece sifílide impetiginoide de la piel del cráneo. Tomó 
desde el día 11 dos semillas diarias de yerba del Zorrillo; pero como desde 
el 12 tuvo cólicos y diarrea, se le suspendió la medicación el 13, sin prescri- 
birle nada. El día 14 persistían los síntomas abdominales, y entonces se le 
prescribió una píldora cada hora, de á diez centígramos, de extracto acuoso 
de tatalencho. El día 16 se suspendió esta medicación porque desde luego 
desaparecieron los síntomas abdominales, y dos días después volvieron á mi- 
nistrarse las semillas de Croton dioicus, sin observar trastorno intestinal. La 
erupción ha mejorado muy poco. 

Feliciano Tabares, con púrpura simple, diarrea y dolores en la cabeza y 
músculos, curó de la diarrea y dolores tomando una píldora cada hora de á 
diez centígramos de extracto acuoso de tatalencho durante 24 días. 

La tintura del propio Gymnosperma multiflorum fué prescrita por el Dr. 
Cicero á algunos enfermos que se quejaban de dolores vagos en las piernas ó 
tronco, habiendo obtenido con ella, en fricciones, el mismo resultado que con 
las de aceite de beleño y láudano. 

Los señores ayudantes de esta Sección me han remitido los informes que 
acompaño. 

México, Marzo 23 de 1899.—José Terrés. 


Tengo el honor de poner en conocimiento de vd. que durante los días que 
van transcurridos del presente mes he desempeñado los trabajos que expon- 
go á continuación, como ayudante de la Sección cuarta del Instituto Médico 
Nacional. 

Visita diaria á los enfermos de la Sala de terapéutica clínica en el hospital 
de San Andrés. 

Ministré á dos enfermos el polvo dE la raíz de yerba del Zorrillo (Croton 


44 ANALES DEL INSTITUTO 


divicus), á la dosis de 0.50 centígramos, con efectos purgantes manifiestos, 
cuyos casos pueden agregarse á los que referí en mi informe del mes an- 
terior. > 

El cocimiento de Picosa (Croton ciliato glandulosus) lo apliqué por espacio de 
seis días, en cocimiento al 20 por ciento, y á la dosis de 100 á 150 gramos 
cada 24 horas, á Santos Baldera, afectado de paludismo, sin observar modi- 
ficación alguna en su padecimiento y teniendo que recurrir á las sales de qui- 
nina para combatirlo. 

El alquitrán de Ahuehuete (Taxodiuwn mucronatum) lo tomaron igualmente 
dos enfermos: el primero, Vicente Betancourt, afectado de tuberculosis pul- 
monar, y Juan González de bronquitis catarral ligera. El tuberculoso no ha 
obtenido beneficio alguno para su tos, ni con dosis de 2 gramos diarios del 
remedio; y el segundo dice haberle desaparecido aquella con 1 gramo diario 
de la mencionada droga, tomada durante siete días. 

En dos casos de insomnio observados en el servicio en estos días, ha falla- 
do el extracto hidro-alcohólico de zapote blanco (Casimiroa edulis). Pantaleón 
Garcia, de 90 años, afectado de ateroma generalizado, accidentalmente de una 
bronquitis catarral, dice padecer insomnios frecuentes y rebeldes desde hace 
algún tiempo. Se le ministra la Casimiroa por espacio de cinco ó seis días, á 
dosis hasta de 1.60 cents. de extracto hidro—alcohólico, sin éxito. Resiste 
también al cloral en cantidad de 60 gramos de jarabe de Follet, y comienza 
á ceder con 4 gramos de hipnal fraccionado en dos tomas, que se le ministra 
desde hace tres días. 

Lázaro Enríquez es un alcohólico que padece igualmente insomnios con - 
alguna frecuencia. Se le ha estado dando el extracto de zapote, hasta la dosis 
de gramo y medio diario, durante cerca de una semana, sin éxito, el cual se 
ha obtenido con el jarabe de cloral últimamente. 

México, Marzo 23 de 1899.—Juan Martínez del Campo.—Al Sr. Dr. José 
Terrés, jefe de la Sección cuarta del Instituto Médico Nacional.—Presente. 


Tengo la honra de informar á vd. que durante los días transcurridos del 
presente mes he preparado 1,000 gramos de extracto fluido de tumbavaque- 
ros, 500 gramos de extracto acuoso de tatalencho y se han empleado las pre- 
paraciones siguientes: extractos de zapote, zorrillo, tepozán, madroño borra- 
cho y fatalencho; cocimiento de tejocote, semillas de zorrillo, polvo de raíz 
de zorrillo, alquitrán de ahuehuete y tintura de tatalencho. 

Protesto á vd. mis respetos. 

México, Marzo 23 de 1899.—J. M. Noriega.—Al jefe de la Sección cuarta 
del Instituto Médico Nacional, Dr. D. José Terrés.—Presente. 


MEDICO NACIONAL. 45 


SECCIÓN QUINTA. 


Tengo el honor de informar á la Junta, que los trabajos ejecutados en esta 
Sección durante el mes en curso, han consistido en lo siguiente: 

El Sr. Galindo y Villa ha continuado copiando los anexos al trabajo del 
Sr. Dr. Altamirano, intitulado “Estadística Forestal.” 

Ha pasado también al “Indice de Geografía Médica” las Municipalidades 


que siguen: 


. Tavichí San Pedro 


CO 00 1D) UA CO wa 


. Yaxe 


. Chilateca San Jacinto 
. Guegorexe San Pedro 
. Jalieza Santo Domingo 
. Ocotlán San Lucas 


. Zegaghe San Jerónimo 
. Luchicuvica 
. Ixcatlán San Cristóbal 
. Jalieza Santa Cecilia 


A o A 1 A A ) 
. San Pedro el Alto ) 
. Loxicha San Agustín | 
. Piñas San Mateo ' 


Estado de Oaxaca.—Geografía Médica. 


o MA ooo POOL rn Ubica 


Zegache Santa Ana 


on oros orssnpssorr rca or.o..o 
conos onno.on.onosp.pooson$opsnn$prorssss..o.. 


Chichicapan 


coronar ro ronrrososarrr$< so ononsr$>»orsS$spsossssssaso 


Minas Santa Catarina 


MB A A oi 
. Ocotlán de Morelos 


eno neonrsnsrrsrrs$ rara ao oono.csoo.o 


. Apóstol San Pedro 


MOcolán Magislend nn aipin. ii dí ll Opine | 
. Ocotlán San Antonio 


cono ooosssrn<rrnoossnorssr$prpponooooo..os 


an. noo. .ocsrrnrrrnns rororcrsassoscrnrrsosoosptornsssssn.oo.. 


l d 
Otoblams anta Mara asas. oa a vo od des de 
Ocotlán San Sebastián 


rs ainia de. e O 4 | 


creo noornsarsn$rarsrsonnoooo.ponno.o.o 


earn Mad: a a Md talas | 
. San Felipe Apóstol 


. Guelavichigana 


Corra earn oosnnsnornsrrnsrn2orsssoor.oss 


no... rss. corsa .<»osrS$nsosass$».onsossosor..oo 


roo. ooocsorsssnpas$r<snpososspnnoo. 


ron oo .oonnn.ospnoooosssooSs$opoooooo.o 


oro nononoposop9onsnooop$ppoonoooooo 


Manor enana nosr9».9 ona nanoospn.spp... 


ASE E a AOS AA 
. Ocotlán San Dionisio 
. La Gachupina 


ne. .oonon.asorsssprnanoraanoonrancaaranssa 
ero... oo ncosorsncson coran *onssnnorsrsoss 
Prnrorrnn nooo osnooonsss or.» ropppooso 
nooo... oonsrssnssrsrsrrossarrsrn paras. oo.r.o 
one nconnropararaoss sanar sss...os 


ron. oonosararsr9nonsrssroscsssssssss.o.o 


nr... o... oooooo9nnossnannoonpossrnnrsrsssrr..o 
coro ooonnnonssno sonas soso... 
rr. onnoonrursssnpssrsospposssrross$passrsssas 


Pochutla. 


rr... e oooporsosronpsrsnrrrsssspsa= oo... 


. Loxicha Santa Catarina............ ARPA o CE 
Si Tonamecafdanta Mari acococincnicannncnoncnaiios A 


46 ANALES DEL INSTITUTO 


El mismo Sr. Galindo se ha ocupado en formar la noticia bibliográfica de 
las obras recibidas en el Instituto desde el 1? del presente á la fecha. 

El que subscribe ha pasado al “Indice de Geografía Médica” las siguien- 
tes municipalidades del Estado de Puebla: 

1? Las diez municipalidades del Distrito de Cholula; 2?, 11 del Distrito de 
Huauchinango; 3?, 5 del de Huexotzingo; 4?, 6 del de San Juan de los Lla- 
nos; 5”, 13 del de Matamoros; 6?, 9 del de Tecali y 8 del de Tecamachalco, y 
72, 15 del de Tehuacán. 

México, Marzo 23 de 1899.—D. Orvañanos. 


LECTURA DE TURNO. 


Algunos datos relativos á los Estados de Querétaro y de Jalisco 
y al Territorio de Tepic. 


Con motivo de los trabajos preliminares para la participación que tomará 
México en la Exposición de Paris de 1900, tuve que hacer una excursión por 
los Estados de Querétaro y de Jalisco y el Territorio de Tepic, en Diciembre 
del año anterior. Como uno de los principales objetos de mi expedición, era 
el de recoger los productos naturales de origen mineral, vegetal y animal que 
encontrara en esas localidades, tuve oportunidad de tomar al mismo tiempo 
algunos datos sobre esos productos, de los que algunos están en poder del Sr. 
Dr. José Ramírez, jefe de la Sección primera de este Instituto, y otros más 
tarde pasarán á formar parte también de las colecciones del Establecimien- 
to, así es que he creído conveniente dar á conocer los datos que sobre ellos 
adquirí y que me alegraré puedan ser de alguna utilidad. 

Bien conocidos son los elementos naturales del reino mineral y vegetal que 
encierra el suelo queretano; así como la importancia queen él han alcanzado 
algunas industrias, tales como la de hilados, tejidos, estampados y otras, pa- 
ra que me detenga en hablar de ellas, y por lo que sólo me referiré á los 
asuntos que más directamente interesan al objeto de mi expedición, ó. que 
por otro motivo llamaron mi atención. 

Importante es la riqueza minera del Estado en toda clase de minerales; 
pero las localidades que en él descuellan, son: los Distritos de Cadereyta, de 
Tolimán y de Jalpan, en los que se encuentran toda clase de metales, siendo 
notables por su abundancia y buena calidad, las Arcillas, el Kaolín, las Pi- 
ritas, Galena, Estibina, Fluorina y Salitre. 

Las arcillas y el kaolín son importantes por su excelente calidad. 

El sulfuro de antimonio es abundante en Maconí, Distrito de Cadereyta, 
con una ley de 65 á 70 por ciento, y se explota con buenos rendimientos, no 
obstante el costo de los fletes para transportarlo del yacimiento á San Juan 
del Río, estación más próxima del Ferrocarril Central. Hay casiterita en Co- 


MEDICO NACIONAL. 47 


lón, municipalidad de Tolimán, con un 50 á 60 por ciento; pero es ferrugino- 
sa. Otra muestra de la misma localidad contiene un 15 por ciento de estaño 
y además fierro y zinc. El Sr. Samaniego me dió otra muestra de casiterita 
muy arsenical; no está ensayada y proviene del Mineral de San Antonio del 
Oro, cerca de Dolores Hidalgo, en el Estado de Guanajuato. 

El Sr. ingeniero Uriel J. de Samaniego, profesor del Colegio del Estado, 
tan modesto como inteligente mineralogista, tuvo la amabilidad de darme 
importantes datos sobre diversos yacimientos y proporcionarme ejemplares 
de algunos minerales; entre los que es notable, por su cristalización, uno de 
Cervantita, que se encuentra en Estorax, municipalidad de Jalpan, Distrito 
de Tolimán, y otro de Olivenista, procedente de Esperanza. Hasta ahora no 
se ha encontrado Pirolusita en el Estado. 

También me prestó importantes servicios el Sr. Luis A. Olvera, quien me 
facilitó muestras de cera de colmena, de guariche, de abeja, de jicote y de 
Campeche; varios ejemplares de resinas y de gomo—resinas; otros de bálsa- 
mos; goma de Mesquite, de Nopal y de Perú y algunas plantas tanantes y 
tintoreales. 

A los productos anteriores hay que agregar otros que existen en el mismo 
Estado y sólo mencionaré: tales como mantos de pizarra, canteras de mármo- 
les, piedras propias para pavimentos y otras para construcción, y cuya ex- 
plotación podría hacerse ventajosamente si se hiciera en forma debida y aun 
con mayores utilidades, el día en que ramales de vías ferreas de poca exten- 
sión pusieran en rápida y económica comunicación los criaderos de esos pro- 
ductos, con alguna de las estaciones de la gran arteria que forma el Ferroca- 
rril Central y que une, entre otras, dos de las principales plazas de consumo, 
New-York y México. 

La abundancia de ganado cabrío, el gran consumo que se hace de su carne 
ahí y en los lugares comarcanos y la abundancia de materiales curtientes, 
permitirían establecer curtidurías de bastante importancia y no limitarse, 
como hoy se hace, á expedir las pieles en bruto. 

La rica flora del Estado es ya conocida para que me detenga en especificar 
la variedad y abundancia de las plantas balsámicas, textiles, tintoreales ó 
productoras de gomas, de resinas, de gomo—resinas, esencias, trementinas y 
otras, cuyo cultivo y explotación son el manantial inagotable en el que se de- 
be buscar nuestra riqueza y bienestar. De algunas de esas plantas he traído 
ejemplares, como antes dije, y espero recibir ramos florales y raíz de la plan- 
ta llamada Congota, que vegeta en San Juan del Río y cuya raíz usan vul- 
garmente como vomi-purgante, en pequeña dosis (para obtener ese efecto 
dejan macerar la raíz pulverizada en el agua durante una noche, la cuelan 
al día siguiente y la beben en ayunas); pero en mayor cantidad su efecto es 
funesto, originando hasta la muerte. -En otros lugares de la República lleva 
esta planta el nombre de Namole. 

Otra planta abundante en el mismo Estado y de la que podrían obtenerse 


buenos resultados, es el ricino, que crece silvestre. Sus semillas valen actual- 
Tomo 1V.—7 


48 ANALES DEL INSTITUTO 


mente en Querétaro $0.25 los 11.50 kilos, ó sean $2.17 los 100 kilos. De 
Querétaro á México el flete cuesta por cada 100 kilos $1.50; así es que en 
este último punto el costo de los 100 kilos es de $3.67. El aceite de estas se- 
millas lo extraen allá por procedimientos muy imperfectos y es por lo quese 
vende á $ 60 los 100 kilos; que si á ese precio se agrega el flete á ésta, resul- 
tarían costando los 100 kilos $ 61.50. 

Indudablemente es mayor el número de minerales y de vegetales que falta 
conocer, que abundan én el Estado y que pueden tener importantes aplica- 
ciones en las artes, la Medicina ó la Industria; pero que encontrándose en 
los Distritos más lejanos de las vías rápidas de comunicación y de los prin- 
cipales centros de población, obligan á hacer dilatadas excursiones por los 
Distritos de Jalpan, Tolimán y Cadereyta, que á la vez que son los más ricos, 
son también los más accidentados. 

Falto de tiempo para verificar esa expedición, salí de Querétaro para Gua- 
dalajara, de donde por conducto de la Secretaría del Gobierno del Estado, 
espero recibir algunos de los productos de cada uno de sus Cantones. 

El sabio y modesto profesor en Farmacia, Sr. Adrián Puga, tuvo la bon- 
dad de proporcionarme importantes datos sobre los minerales y vegetales 
más abundantes en el Estado y entre los que son dignos de mencionarse: el 
yeso, que existe en la Barranca de Ibarra, cerca de Guadalajara; otro del 
pueblo de Ajijí que se encuentra en todo el camino para Jocotepec y del que 
hay una variedad incolora y otra color de rosa. El Kaolín de muy buena ca- 
lidad abunda en Santa Lucía. En Ameca existen grandes cantidades de Pi- 
ritas y de Blenda, pura ó con Galena; pero no se explotan. Buenos riñones 
de Casiterita se encuentran en la hacienda de los Sauces, municipalidad de 
Villita de la Concepción. 

Sobre todo, es digna de llamar la atención la abundancia y variedad de 
minerales de Manganeso que se encuentran en el Estado y de los que hay 
unos cristalizados y otros amorfos, compactos ó pulverulentos. De entre ellos, 
la Pirolusita abunda al otro lado de la Barranca de Ibarra, cerca de Guada- 
lajara. De todos estos minerales traigo ejemplares que me regaló el Sr. Ig- 
nacio Portugal, y algunos en cantidad suficiente, para su ensaye. 

Además, traigo ejemplares de una Arcilla ferruginosa, roja, que abunda 
mucho en Tecolotlán, y que hoy sólo usan para mezclarla con la arcilla co- 
mún de Guadalajara y dar así un aspecto bronceado rojizo á las figuras y 
demás objetos de barro que fabrican en tan regular cantidad. Otro ejemplar 
de Casiterita muy pura, proviene de la hacienda las Pilas, en Venta de Pe- 
gueros, en el camino de Guadalajara á San Juan de los Lagos, y por último, 
Manganesa cristalizada, de Ameca. 

Siendo los minerales de Manganeso abundantes y de muy buena calidad, 
fácil y productivo sería establecer en ese Estado alguna de las industrias 
químicas que tienen por base ese metal, y entre las qguales, la fabricación de 
los cloruros y del cloro mismo, que en tan gran cantidad consumimos ya, sea 
como decolorante ó bien como desinfestante, nos emanciparía del tributo que 


| 


MEDICO NACIONAL. 49 


hoy pagamos al extranjero, con beneficio para las industrias que lo usan y 
que ya huy un buen número en el país. 

Los accidentes naturales del terreno que ocupa el Estado de Jalisco pro- 
ducen necesariamente altitudes diversas que, unidas á la latitud y á la buena 
calidad de sus tierras, hacen que en él se produzcan con exuberancia toda 
clase de plantas, siendo notables entre ellas, las de las tierras frías y templa- 
das; pero sin que por eso dejen de ser también interesantes los vegetales de 
las cálidas y bajas. De estos últimos me ocuparé principalmente; pero como 
ellos son comunes y más abundantes en el Territorio de Tepic, y de éste son 
los ejemplares que he traído, de ellos hablaré al ocuparme de ese Territorio. 

Antes de pasar adelante, advertiré que las flores de Sábila que traje son de 
Guadalajara, y que en una huerta, propiedad del Sr. Mauricio Lamadrid, ví 
y tomé una fotografía del Abacá, planta semejante al plátano, originaria de 
Manila, que este mismo señor trajo. El fruto de ella es desagradable, pero 
da una fibra muy resistente y que se emplea mucho para hacer cuerdas, ca- 
labrotes y otros tejidos análogos. El mismo señor ha hecho tentativas para 
desarrollar el cultivo del té de China; pero hasta hoy no ha tenido éxito. Por 
último, me regaló unas semillas que trajo del Japón y con cuya planta pre- 
paran un extracto que emplean contra la diabetes. 

Como en el Territorio de Tepic no hay ferrocarril alguno, el viajero que 
quiera ir á ese Territorio debe despedirse de las comodidades y economías 
que ofrecen esas vías de comunicación; porque si bien es cierto que la vía del 
ferrocarril Central corre ya hasta Ameca y pronto unirá este lugar con Coli- 
ma por Zapotlán, esta línea poca ó ninguna utilidad presta á Tepic, y sólo 
por estar así arreglado el servicio de guayines, se toma ese ferrocarril hasta 
la estación de Orendain, situada á 41 kilómetros de Guadalajara, y cuyo tra- 
yecto se recorre en una hora veinte minutos; allí espera el coche que debe 
conducir á los viajeros hasta Tequila. Durante el camino que se recorre en 
este Cantón, sólo se ven plantaciones de la especie de agave que produce el 
aguardiente tan conocido con el nombre de mezcal de Tequila. Este agave, 
en cuya especie parece no están conformes todos los naturalistas, se presenta 
con el aspecto de un maguey de poca altura, 0,50 á 0,75 y hasta un metro 
cuando más, con sus pencas de color verde cenizo, rígidas, rectas, no doblán- 
dose como las del maguey que produce el pulque ú otros y con sus pencas 
más angostas. El terreno en que vive generalmente es árido y situado en las 
laderas de pequeñas colinas. La planta no recibe más cuidado que el de lim- 
piar los alrededores de ella de los brotes nuevos ó de las pequeñas yerbas 
que nacen, y ni agua de riego recibe; llegada la planta á la época, de su com- 
pleto desarrollo, pero antes de que brote el quiote que ha de llevar sus flores, 
se cortan las pencas del maguey y se saca el centro de él, que recibe el nom- 
bre de cabeza. 

Como próximamente en la misma época del año, que generalmente es la 
Primavera, es cuando brota el quiote, en esa misma es en la que se hace el 
corte de las pencas y de la cabeza, operación que recibe el nombre de castra- 
ción ó de capar los magueyes. 


50 ANALES DEL INSTITUTO 


——= 


Reunidas las cabezas de los magueyes, se asan en hornos especiales, que 
como es sabido son oquedades cónicas practicadas en la tierra; en ellas se 
pone el combustible hasta que las piedras llegan á una temperatura próxima 
á la del rojo, y así dispuestos, se revisten las piedras del pozo con pencas de 
los mismos magueyes sobre las que se colocan las cabezas hasta llenar el 
horno, que se tiene cuidado de cubrir con otras pencas y piedras que sostie- 
nen á éstas y cierran lo más herméticamente que sea posible. Después de 
unas veinticuatro horas el calor, durante ese tiempo, se ha encargado de pro- 
ducir el desdoblamiento de los principios amiláceos contenidos en la cabeza, 
en destrina y glucosa; en ese estado se les lleva á cubas de madera en que 
acaban de enfriarse y comienzan á sufrir la fermentación alcohólica. En se- 
guida se machacan estas cabezas en unas tinas de madera llamadas canoas y 
de las que el jugo extraído junto con el bagazo, se echan en otras cubas en 
las que se continúa la fermentación, y cuyo término aprecian por los diver- 
sos aspectos del líquido. 

Ese líquido fermentado y el bagazo se someten á la destilación, la que se 
hace por dos procedimientos: uno, llamado el de hornitos, que es el antiguo, 
el más imperfecto, el menos económico y que da el producto más estimado 
por los catadores de esta bebida, y el otro, que es moderno, porque hace uso 
de alambiques continuos y con los últimos perfeccionamientos, pero cuyo pro- 
ducto no es tan apreciado por los bebedores. 

En uno y en otro caso, la preocupación, la costumbre, ó realmente el gusto 
que puede adquirir el producto, han hecho que al líquido fermentado se le 
agreguen diversas substancias, tales como lazos que están hechos con la fibra 
de otro maguey llamado lechuguilla, pencas del maguey de mezcal y otras 
muchas substancias con las que se cree que el producto será más estimado 
por su gusto y fuerza. 

El procedimiento llamado de hornitos consiste en un imperfecto aparato 
destilatorio hecho oon grandes ollas ó recipientes de barro que desempeñan 
el papel de cucúrbita del alambique, y las que se cubren en su parte superior 
ó boca con otras ollas, cajetes ó recipientes que corresponden al capitel del 
alambique y del que los productos de la destilación pasan al refrigerante por 
narices ó serpentines hechos con tubos de barro ó de carrizos. 

Como se comprende, este procedimiento da lugar á pérdidas del producto 
por mala condensación de sus vapores, y además, á que el calor directo so- 
bre las materias orgánicas del bagazo las descomponga, dando lugar á pro- 
ductos pirogenados que comunican su olor y sabor empireumáticos al alcohol 
que proviene de esta destilación; pero este es precisamente el gusto que más 
aprecia el catador de esta bebida. 

Ninguno de estos inconvenientes presenta el mezcal preparado por medio 
de los alambiques modernos más ó menos perfeccionados; pero también es 
cierto que carecen del gusto á humo que busca el consumidor, y tal vez ten- 
ga otro inconveniente más serio que yo no he comprobado; pero del que me 
han hablado varias personas y creo deberlo revelar para que se fijen en él 


MÉDICO NACIONAL. " 51 


AS 


los encargados de vigilar por la salubridad pública. Lo que me han dicho 
varias personas es, que el mezcal que proviene de los alambiques contiene 
cobre, y que la presencia de este metal ha sido comprobada por diferentes 
análisis. Yo no he visto señalado el cobre en las diferentes análisis que co- 
nozco; pero si el hecho es cierto, sólo me explicaría la existencia del cobre 
por descuido de los fabricantes que hacen uso de alambiques de ese metal, 
sin vigilar que se conserven bien estañados; y una vez descubierto aquel me- 
tal, éste sería fácilmente' atacado por el ácido acético que se produce en la 
fermentación y cuya presencia sí han revelado todas las análisis que se han 
hecho del Tequila y el que puede ser un producto inherente á la fermentación 
ó provenir de defectos de ella, que hacen que parte del alcohol se desdoble 
en este ácido y agua. 

Saliendo de Tequila y después de atravesar los plantíos de magueyes has- 
ta poco más allá del rancho de la Magdalena y de la laguna del mismo nom- 
bre que se ve á la izquierda del camino, se llega al rancho de Otates, en el 
que se cambia el vehículo por caballos ó mulas que llevan al viajero al tra- 
vez de las barrancas de Mochitilti, en las que los accidentes tan profundos y 
cortos hacen que se deleite la vista con la variedad y riqueza de la vegeta- 
ción; allí se encuentran plantas de todas las zonas, desde el pino, el encino, 
los cactus, el maíz, cuajiotes y ciruelos, hasta el plátano, papallos, caña de 
azúcar, tabaco y otras muchas de las tierras cálidas y bajas. 

El descenso se hace hasta un pueblo llamado Plan de Barrancas, y desde 
el que se comienza el ascenso para alcanzar el otro lado. En ellas se encuen- 
tra la parte más abrupta y difícil del camino; pero al mismo tiempo la más 
hermosa y exuberante. En el lado opuesto de la barranca se cambia la cabal- 
gadura por otro coche que nos llevará á descansar á Ixtlán. 

De esta villa, subiendo y bajando siempre, según los accidentes del camino 
y con él cambiando de vegetación, se nota pronto á la derecha el volcán del 
Ceboruco, de una altura de mil quinientos veinticinco metros sobre el nivel 
del mar, y cuyas erupciones han llevado la lava é inmensos blocks de piedra 
hasta la orilla del camino. En la falda del volcán, cubierta de lava que pa- 
rece fertilizar esos terrenos, se encuentra el pueblo de Jala, en el que hay que 
admirar la feracidad de su tierra; ahí las cosechas, como en todo el territo- 
rio, se recogen dos veces por año; pero aquí sus productos son más notables 
por las dimensiones que alcanzan las plantas y sus frutos; he visto y se en- 
viarán á la próxima Exposición de Paris, mazorcas de maíz hasta como de 
unos 0,60 de longitud, y las comunes miden unos 0,40 á 0,50; de grano 
grande. 

Continuando el camino se llega al llamado Monte de los Cuartos, en el que 
llaman la atención, entre los pinos, encinos, cuajiotes, ciruelos y cactus, unos 
maguéyes pequeños que tienen el aspecto de esferas como hasta de un metro 
de diámetro y formadas por puntas ó pencas que irradian en todos sentidos 
y no son más que las pencas de este maguey, muy angostas, casi cilíndricas, 
ó mejor ligeramente elipsoidales en su corte transverso, de unos 0,50 á 0,60 


52 y ANALES DEL INSTITUTO 


de longitud, de color verde obscuro, flexibles y terminados en una punta agu- 
da; del centro de ellos nace el quiote que adquiere una longitud tan grande, 
que después de llegar á unos dos metros de altura, se encorva hasta volver á 
tocar el suelo y formando un arco de círculo como de 1,50 4 2 metros de diá- 
metro, y algunas veces, no pudiendo penetrar en la tierra, vuelve á encor- 
varse verticalmente hasta unos 0,20 para arriba. De esta planta tomé foto- 
grafías, flores y pencas, de las que me aseguran se obtiene una fibra muy 
suave y resistente; pero que hasta hoy nadie se ocupa en explotar. Esta mis- 
ma planta que en ese Monte de los Cuartos crece silvestre, la ví cultivada en 
la Alameda de Tepic y en jardines de Tuxpan y otras localidades, llamán- 
dole Magueicillo, Magueguillo ó Maguey erizo. 

Por fin se llega á Tepic, capital del Territorio de su nombre; la ciudad es 
bonita, con bien cultivados jardines de naranjos y otras hermosas plantas; 
tiene edificios públicos notables, como la Parroquia y la Penitenciaría, en la 
que el Sr. general Pablo Rocha y Portú, actual Jefe político del Territorio, 
ha tenido empeño en implantar muchas mejoras, entre las que son dignas de 
mención, los talleres de herrería, carrocería, carpintería, zapatería, tejido 
de esteras, de sombreros y telares de cambayas. También hay buenos edifi- 
cios particulares que demuestran la prosperidad que debe haber alcanzado 
esta ciudad en algún tiempo; pero hoy, decaída y moribunda por la falta de 
población, que han originado nuestras guerras intestinas en otros tiempos y 
que hoy sostiene y aumenta la falta de movimiento comercial, que no puede 
activarse por la falta de vías rápidas y económicas de comunicación. Para 
dar una idea de las dificultades del tráfico, referiré un hecho que me relata- 
ron allí: una casa de Tepic tenía trecientas cajas de petróleo en San Blas y 
en aquella población se carecía en absoluto de este combustible, porque no 
había sido posible conseguir fleteros que se encargaran del transporte. Más 
adelante tendré ocasión de señalar otros hechos que comprueban también los 
sufrimientos á que están sujetos los habitantes de ese Territorio por la misma 
causa, de falta de vías de comunicación; pero volvamos á nuestro asunto prin- 
cipal. 

Respecto á minería, supe que á pesar de existir buenas minas de plata, es- 
te ramo está poco y mal explotado, y que otros minerales que pudieran en- 
contrarse en el Territorio, no se han buscado ni se tiene noticia de ellos. En 
cambio la flora es riquísima y puedo decir que los Estados de la costa del 
Golfo que conozco y en los que otras veces he admirado la exuberancia de la 
vegetación, no llega al grado que alcanza en este privilegiado suelo. 

Ya en Tepic se admiran muchas plantas, tales como los naranjos, limones, 
limas, plátanos, gardenias, cafetos, ciruelos, tamarindos y otros mil. 

En algunos lugares del Territorio los limoneros forman bosques que se ha- 
cen impenetrables cuando el fruto ha madurado, porque la putrefacción de 
los que han caído al suelo impide soportar la pestilencia. 

Entre los plátanos hay infinidad de variedades, desde el que da los peque- 
ños plátanos que por acá llamamos dominicos, hasta el plátano largo y el 


MEDICO NACIONAL. y 53 


llamado macho, que por allá alcanzan dimensiones desconocidas para noso- 
tros. 

Las llamadas entre nosotros calabazas de Castilla, tienen dimensiones enor- 
mes y son tan baratas que el ciento de esas calabazas sólo vale de 0.50 á $1 
cuando más caro, y puesto en la casa del comprador; con ellas se engorda á 
los cerdos. 

Las ciruelas no estaban en flor, y el árbol, de poca altura, muy ramifica- 
do, con la corteza de un color obscuro y brillante, no tiene en este tiempo ni 
flores, ni frutos, ni hojas; pero han quedado de mandarme los ramos florales 
de las cinco variedades que me dicen que hay, y son: uno que da la ciruela 
roja y grande, otro de ciruela del mismo color pero pequeña, otro de fruto 
grande y amarillo, otro chico y también amarillo, y por último, la ciruela ce- 
niza que es la más estimada por su gusto agradable. 

Los tamarindos son silvestres y de gran corpulencia. 

En un pueblo próximo á Tepic llamado Jalisco, existen bosques de arra- 
yán, cuya corteza puesta á macerar en agua da una bebida ácida y refrescan- 
te. Hay arbustos de sangre de drago ó sangregrado; así como unos fresnos, 
que tal vez sean de diferente especie á los de México; porque me hicieron no- 
tar y observé en uno, que las abejas van con gusto á libar el jugo de sus flo- 
res y caen muertas; hecho que no he observado en el fresno que vive en Mé- 
xico. 

De la misma localidad recogí ejemplares de malva babosa ó huinar, de 
ñiamole ó cóngora, de zapote blanco que tiene hojas más grandes que las de la 
especie de México, y otra variedad infinita de plantas, de las que me dijeron 
el nombre y aplicaciones vulgares de algunas. 

En una huerta perteneciente al Sr. Amado Fletes saqué una fotografía de 
un árbol de hule cultivado allí. 

De Santiago traje plantas de vainilla que vive silvestre, da el fruto Ancho, 
llamado en otros lugares plátano vainilla ó vainillón; de ella saqué una foto- 
grafía en la que la vainilla está enredada en un almendro; ni se cultiva ni se 
explota está hermosa y rica planta. El capomo es tan abundante, que forma, 
bosques llamados capomales; es un árbol corpulento que llega á tener hasta 
unos veinte metros de altura, con follaje frondoso en su parte superior; sus 
hojas y ramas tiernas las usan como forraje, dicen que aumenta mucho la 
leche de las vacas que las comen y el ganado busca con empeño las hojas 
caídas de este árbol, escogiéndolas de entre otras. Me dijeron que además 
del nombre de capomo, se le da el de apomo y el de mojo rechinador ó sim- 
plemente mojo; pero parece que este último nombre es más usado en el Es- 
tado de Colima y el adjetivo de rechinador lo ha merecido por el ruido espe- 
cial que producen sus ramas agitadas por el viento. 

También traigo ejemplares de una planta trepadora que llaman Sacasile y 
cuya raíz, que es un tubérculo, me dijeron que la usaban para curar las frac- 
turas, sobre las que aplican aquella raíz, después de asada entre las cenizas 
y malaxada con alcohol, 


54 ed ANALES DEL INSTITUTO 


De Tepic á Santiago y Mezcaltitán las plantas más abundantes son unos 
magueyes de pencas angostas, espinosas y rígidas; su quiote estaba en fruto 
y lo traje con fotografías y pencas; á este maguey le dan el nombre de guá- 
mara, y me dijeron que en Sinaloa le llaman ayuama ó guaguama; los frutos 
son ácidos, astringentes y escaldan la boca, dicen que comiéndolos desapare- 
cen inmediatamente los síntomas de la embriaguez. Hay otro maguey muy 
semejante al anterior por su aspecto; pero que se distingue porque sus frutos 
los da pegados á la tierra y no en un pequeño quiote vertical como el otro, 
cuyos frutos son esféricos y de un verde que pasa al amarillo al madurar; en 
esta segunda especie los frutos son alargados, blancos que pasan al rojo y le 
llaman jocuixtle Ó xocuixtle y es la misma. que el timbiriche de otros Esta- 
dos; de las pencas de ambas plantas se extrae una fibra resistente, pero que 
no se ocupan de preparar en el territorio. 

También se encuentra en esos caminos una gran variedad de bejucos; pero 
este nombre es poco conocido por allá y en su lugar emplean el de cuamecate 
ó cuamecatl, que sirve para designar á todas las plantas que se enredan y 
que pueden usarse como plantas fibrosas para amarrar ó para sacar agua de 
sus tallos; algunas de las principales las distinguen añadiendo á aquel nom- 
bre genérico otro calificativo, como el cuamecate colorado, que es el más abun- 
dante y lleva ese nombre por el color rojo de sus flores; el cuamecate blanco, 
semejante al anterior pero con las flores blancas; el cuamecate barbas de viejo, 
de flor blanca con apéndices largos, que groseramente semejan la barba la- 
cia, blanca y larga de algunos ancianos; el cuamecate cuaco, que es una Aris- 
toloquia; el cuamecate de agua ó bejuco de agua, que es el que más usan para 
extraer este líquido por tenerlo en más abundancia que los otros bejucos ó 
cuamecates, y por último, el cuamecate oreja de burro, que da unas vainas an- 
chas y aplastadas á las que les encuentran semejanza con las orejas de ese 
animak 

Las falmeras de todas clases son también muy abundantes; pero ese nom- 
bre lo reservan particularmente á la palma que da el coco de agua y á otras 
cuyas hojas sirven para techar las chozas, para hacer sombreros, esteras y 
otros objetos tejidos; son las palmas reales de otros lugares; su fruto es una 
esfera negra, del tamaño de unos dos centímetros de diámetro, con hueso, de 
sabor desagradable y que sólo comen los cerdos; al tronco le llaman viga de 
palma ó palma de viga, ó con más frecuencia y simplemente viga; sirve para 
hacer los caballetes que sostienen los techos de las chozas y algunas veces 
también las paredes de ellas. A las palmas que dan el coguito de aceite, el 
coyol ó coco de coyol, también llamado cuacoyol ó cocoyol, les dan el nombre 
de palapas; así como á otra que da un fruto llamado biscoyol ó coco baboso. 
Por último, dicen palma de datil ó simplemente dátil á la palma que da este 
fruto, que no es muy abundante. A los bosques de palmeras les dicen pala- 
pares. 

Hay tres clases de otates: uno grueso que viveen las partes bajas, cerca de | 
las costas; otro delgado que vegeta en las partes elevadas, y el de mediano 


MEDICO NACIONAL. 55 


grueso que se encuentra en las alturas intermedias. Los tres dan otates por 
espacio de unos siete años, después de los cuales florecen y mueren; antes de 
la floración son macizos, después se ahuecan; más comunmente se les llama, 
sacotates. 

De Santiago, por el camino de Sentispac, llegué á los esteros de Mezcalti- 
tán que forma el agua del mar entrando por las bocas del Camichín, y des- 
pués de hora y media de navegación en canoa, llegué al pueblo de Mezcalti- 
tán, construído sobre la pequeña isla de su nombre y formado por dos hileras 
de casas, en anfiteatro, concéntricas y aisladas entre sí por calles de regular 
anchura, dos de ellas sin fin circulares y las otras rectas irradian del centro 
de la isla, ocupado por la plaza principal y única, para ir á terminar en las 
playas que limitan la isla. Como es natural, sus habitantes viven y se dedi- 
can á la pesca, que es muy abundante. 

Los esteros que rodean esta isla están limitados por el lado opuesto por 
costas bajas cubiertas de abundante vegetación en la que dominan los mangles 
y los mangles candelones, ó simplemente candelones, y dan á la isla y á sus 
contornos un aspecto muy hermoso, que se hace más agradable y contribu- 
yen á recrear la vista el sin número de aves que pueblan sus contornos; á 
esas bellezas se añade la riqueza acumulada ahí, por la abundancia de peces 
y mariscos de todas clases que viven en las aguas de esos mismos esteros y 
entre los que son dignos de mención el robalo, la liza, las mojarras, el cama- 
rón, las jaibas, los ostiones, el pargo ó huahuchinango de Veracruz y otros más. 
También abunda el caimán hasta de unos 4.50 metros de longitud, y no es 
raro encontrar casones. 

Los manglares espesos é impenetrables, con sus hojas de un verde claro y 
lustrosas, se ven cubiertos de un follaje lozano, cuyas ramas inferiores pare- 
cen gozar con la frescura del agua que besan al deslizarse á sus pies; pero 
aún llama más la atención la otra especie de mangle, llamada candelónacuyo 
aspecto semejante al del anterior, tiene la particularidad de dar largas'ramas 
que forman con el tronco superior un ángulo como de unos 45” y de cuya 
extremidad nacen las hojas y flores; en los brazos de esas ramas, entre el 
tronco y la extremidad de aquella, nacen de trecho en trecho apéndices ver- 
ticales que bajan hasta encontrar tierra en que hacer fondo para transfor- 
marse en nuevas raíces, que como las del tronco principal, tomará del agua 
y la tierra el alimento que ha de llevar á la rama de que depende y de ella 
al resto del vegetal. Las extremidades florales de estos árboles dan grupos 
de flores con cinco pétalos, en cuyo centro se desarrolla el ovario ovoide has- 
ta del tamaño de un huevo de paloma, y del que nace un apéndice de color 
verde, semejante por su forma á los puros llamados de perilla y cuyo color 
también adquieren al madurar; en este estado se desprende el ovario de los pé- 
talos de la flor, y su apéndice, más denso que él, hace que flote verticalmente 
por la superficie de las tranquilas aguas, cuya corriente lo llevarán hasta al- 
gún punto en que encontrando fondo, la extremidad del apéndice se fija para 
formar la raíz de un nuevo individuo de la misma especie de plantas, que 

Tomo IV,—S 


56 ANALES DEL INSTITUTO 


más tarde, dando ramas con sus brotes de raíces aéreas constituirán otro 
bosque, en el que troncos, ramas y raíces dependen todas de un solo indi- 
viduo. 

Los isleños hacen la pesca de distinta manera según el marisco de que se 
trate; para el pescado rodean con carrizos espacios limitados y determinados 
á los que llaman corrales; para construirlos usan carrizos de unos dos á tres 
metros de longitud, colocados paralelamente, á distancias cortas, regulares, 
y unidos entre sí por medio de lazos que fabrican con hojas de palmeras; á 
esta especie de emparrillado le llaman cañales y los colocan verticalmente 
dentro del agua por los lugares porque debe pasar el pescado, afectando una 
forma circular, y al lado del cual ponen otros cañales, formando una serie de 
varios de ellos que cierra casi completamente el ancho del estero, el pescado 
entra por la boca a y se encuentra encerrado en el espacio B. El robalo lo 
pescan más comunmente con chinchorro ó con fisga, y esta última también 
la usan para el caimán, al que es más común cogerlo con la billarda, palo de 
unos 0,25 á 0,30 centímetros de longitud, terminado en puntas agudas por 
sus extremidades, y en cuyo centro se ata una cuerda larga y resistente. El 
palo se oculta dentro de una vejiga atravesada por la cuerda unida á él y 
cuya extremidad libre sostiene un hombre. A la vista de la vejiga el caimán 
la muerde, ó como dicen ahí, tapea, y al tapear se clava el palo entre el pa- 
ladar y la parte inferior del ocico, pudiendo así ser conducido por el hombre 
que tiene la otra extremidad de la cuerda. Estos caimanes son en general 
más pequeños que los del Estado de Tabasco, menos feroces, pues rara vez 
atacan al hombre, y es menos desconfiado que aquellos, debido esto á la poca 
persecución que hasta ahora se les ha hecho; pero cuyos instintos aparecerán 
pronto en vista de que ya hay una casa China establecida ahí que se ocupa 
de cazarlos para quitarles la piel, salarla y exportarla á San Francisco Cali- 
fornia. Esta misma casa y otras exportan para ese mismo punto y para Gua- 
dalajara grandes cantidades de pescado salado ó seco, particularmente lizas, 
robalos, mojarras y camarón. Este último lo pescan en una especie de chiqui- 
huites de forma ovoide, que hacen con carrizos como ya se dijo antes, los que 
también colocan en series que cierran el ancho de los esteros. 

De Mezcaltitán embarcado y después de dos horas de camino en los este- 
ros se llega al desembocadero de Ticha, del que á caballo se va á Tuxpan, 
donde recogí varias plantas, entre las que debo mencionar el Anacahuite que 
llaman también Jonacaste y Juanacaste; diciéndome que en Colima le llaman 
Parota, en Sinaloa Huinacaste Ó Ayal y en las boticas de Tepic Quiyá ó To- 
rote. 

En los pantanos encontré la especie de Chichicuilotes del Valle de México 
llamados Zildios, y el Pinolillo de las costas del Golfo; que también abunda 
por éstas, lleva el nombre de Gúinas, vive en las pequeñas ramas que existen 
en las orillas de los caminos y están sombreadas por los árboles de los bos- 
ques, formando racimos compactos que se desprenden y esparcen el sinnú; 
mero de animalitos sobre el cuerpo del hombre para adherirse á él formando 


, 


MEDICO NACIONAL. 57 


una esferita que en el Golfo llaman conchuda y por aquí conchuela ó conchilla 
y la que se transforma en garrapata. 

De las aves de Mezcaltitán traigo una colección. 

De Tuxpan volví á Santiago con objeto de bajar por el río de ese nombre 
hasta San Blas. El río en Santigo es bastante ancho pero de muy poco fon- 
do, sobre todo en la época de secas, en la que puede vadearse por algunos 
puntos; en tiempo de aguas el río crece y aun inunda las calles bajas de San- 
tiago, que se extiende desde la orilla del río por la ladera de una colina; en 
- ese tiempo se pasa el río en canoas comunes ó en dos canoas unidas por ta- 
blas transversales rodeadas de una barandilla formando una especie de balsa 
cuadrangular, sobre las que pueden pasar con seguridad y comodidad bestias 
de carga; á estas canoas unidas dan el nombre de batangas ó de pangos, aun- 
que es más común dar este último nombre á la verdadera balsa. 

Al salir de Santiago la corriente del río es bastante sensible, pero poco á 
poco va disminuyendo su velocidad por la poca diferencia en el nivel del le- 
cho del río que acaba por hacer estacionarias sus aguas; bajando más, el re- 
flujo del mar comienza á producir una contracorriente que se hace más y más 
notable hasta los esteros, en el que el agua escasea ó abunda en relación con 
las mareas, siendo frecuente, como me sucedió, tener que pasar algunas ho- 
ras descansando la canoa sobre la arena de estos esteros. 

San Blas es un puerto de altura sobre la playa arenosa de suave declive, 
descubierta y sin protección ninguna para las embarcaciones, que en algún 
tiempo gozaron de buen abrigo refugiándose en los esteros, á los que entra- 
ban fácilmente por la barra que hoy está completamente obstruída, imposibi- 
litando el paso de las embarcaciones y hasta haciéndola peligrosa para los 
botes. Como consecuencia de estas dificultades para el tráfico, su comercio 
está arruinado, los vapores hacen sus escalas con irregularidad, y hasta para 
ir á las Islas Marías, la comunicación con ellas es tan difícil, por falta de un 
vapor, que se pasan hasta tres meses sin poderse comunicar entre ellas y San 
Blas. 

En ese puerto colecté unos ejemplares de Mata-iza que también llaman 
Lzcahue 6 Tztacahue, planta que produce una erupción dolorosa sobre la piel, 
con pústulas de difícil curación, y que usan para curar las llagas que hace á 
los animales la picadura de un insecto llamado ¿za. 

Dos caminos unen San Blas con Tepic, uno que llaman el de abajo, es ca- 
rretero, pero por lo bajo de sus terrenos se inunda, permaneciendo muchos 
meses del año intransitable; el otro, llamado de arriba, es de herradura y pa- 
sa por los ranchos de Singaita y de la Libertad para irse á unir con el otro 
en la hacienda de Navarrete, á poco menos de la mitad de la distancia á 
Tepic. 

El camino de Singaita y de la Libertad fué el que seguí, y en la corta dis- 
tancia que los separa se encuentra la vegetación más exuberante y variada 
que he visto, desde las plantas de los terrenos bajos y cálidos de la costa, 
hasta las que sólo viven en las alturas y lugares fríos; en ese camino se pue- 


58 ANALES DEL INSTITUTO 


den colectar todos los ejemplares de la flora del territorio, de los que muchos 
había colectado ya y otros recogí en este trayecto. Sólo de éstos me ocuparé: 
El árbol del hule, corpulento, con ramas rectas, casi horizontales, de las que 
salen hojas grandes, opuestas, ovadas y de color verde obscuro. Otro árbol 
también corpulento, de corteza ceniza con ramificaciones en su vértice que 
lleva hojas semejantes á las de las papayas; de este árbol sacan un jugo al 
que le dan los mismos usos que á nuestro chicle; pero que allá lleva el nom- 
bre de chilte, que también aplican al árbol. Hay papayas silvestres de dos 
clases, unas que dan el fruto esférico y grande, y otras también de fruto gran- 
de pero alargado. También son comunes los chirimoyos, las anonas, el añil sil- 
vestre, el palo de tinte 6 de Campeche, los cuautecomates, las piñas, diversas 
clases de bejucos Ó cuamecates, el pochote; otra planta parecida al piñoncillo, 
el achiote, al que le dicen algodoncillo; una planta que llaman cascalote, que 
no es el de curtir y parece ser la Bocconia; recogí también las llamadas mal- 
va del golpe, cordoncillo, el barbasco.que usan para envenenar á los peces y 
como se usa en otras partes la pysidea, el jojote Ó suelda con suelda, el copali- 
llo, el cacote ó jacote, la yerba del sapo, la pata de cabra, la agualama ó flor de 
Tila y otras más cuyos nombres no supieron darme. 

A la lista anterior agregaré que en San Blas son comunes los almendros, 
que dan almendras dulces y grandes como la llamada almendra esperanza. 
El algodón se cultiva en diferentes puntos con buen éxito. En los esteros de 
Mezcaltitán también recogí ejemplares de carrizo cuamalote, llamado en otras 
partes camalote 6 camelote y que emplean para hacer flores y figuras. En esos 
y otros esteros recogí el carrizo común y el puyeque, cuya madera usan mucho 
como combustible y la prefieren á otros porque el humo que produce al ar- 
der dicen que ahuyenta á los moscos grandes llamados sancudos y á otros pe- 
queños llamados jejenes, que se presentan á la puesta del sol en compactas 
masas llamadas perjuicio. 

En Navarrete recogí la yerba del alacrán y el chicalote, usadas ambas para 
combatir el envenenamiento producido por la picadura de aquel animal. 

El nombre de majagua lo dan á muchos árboles susceptibles de dar una 
corteza fibrosa que fácilmente separan de la madera secando al sol sus ramas 
ya cortadas del árbol y golpeándolas después para separar la corteza, que em- 
plean para amarrar las cercas, los techos y otras partes de que se componen 
las chozas que usan. 

Traje una planta llamada jarilla que emplean para hacer el carbón que 
usan para fabricar la pólvora, también traje una planta cultivada en Santia- 
go, llamada berenjena y que emplean para curar las hinchazones; así como 
otra planta llamada chicorea, muy distinta de la verdadera chicorea, y que 
dicen que es buena para las enfermedades del hígado. 

En los bosques es común ver las plantas atacadas y moribundas á conse- 
cuencia de otras parásitas que viven á sus expensas y designan con el expre- 
sivo nombre de mal ojo; de ellas traje dos clases. . 

Por último, recogí una planta herbácea llamada peyote, cuyos tubérculos 


MEDICO NACIONAL. 59 


emplean molidos y mezclados con sebo para combatir toda clase de reuma- 
tismos; una persona respetable me contó que con el uso de ellos se había ali- 
viado de la ciática. Los indios Coras y los Huicholes que viven en la Sierra 
del Nayarit, usan mucho la raíz molida y con sebo para untársela en las ro- 
dillas y poder hacer grandes marchas sin fatiga; me contaron que los Hui- 
choles tienen esta planta por sagrada y en cierta época del año se remontan 
al Norte de la Sierra para recoger dichos tubérculos que traen en peregrina- 
ción y haciendo otras prácticas religiosas de su culto. También acostumbran 
masticarla para soportar más tiempo la vigilia. Esta planta existe principal- 
mente en un pueblo de la Sierra que se llama por eso mismo San Juan Pe- 
yotán, pero también se suele encontrar, aunque diseminada, en otros lugares 
de la misma Sierra, y aun cerca de Tepic, en la hacienda de Bellavista. 

Conviene agregar que el Sr. Dr. Fernando Altamirano, Director del Ins- 
tituto, ha colectado esta misma planta en el Valle de México y ha hecho ex- 
periencias que dió á conocer en un interesante trabajo que leyó el mes de 
Enero anterior, ante esta misma Junta, y que demuestra que el llamado Pe- 
yote de Tepic es análogo al del Valle, ambos de la familia de las compuestas 
y los dos sin acción fisiológica notable; así es que la única planta de las co- 
nocidas con este nombre, que debe fijar nuestra atención por su acción fisio- 
lógica, es una cactea del género Anhalonium abundante en Querétaro y de 
donde el mismo señor Director ha hecho venir una buena cantidad de dos 
de sus especies; el A. Lewinii y el A. Williamis. La primera de estas espe- 
cies es en estos momentos objeto de estudio en el Instituto. 

Tabién juzgo de interés, antes de terminar, extractar algunos datos que 
M. Henri Jumelle, Profesor adjunto de la Facultad de Ciencias de Marsella, 
ha publicado en los números 20 y 22 de la “Revue Generale de Sciences pures 
et Appliquées,” correspondiente á los meses de Octubre y Noviembre del año 
próximo pasado y relativos á la aclimatación de la Castilloa elástica. 

El autor, después de ocuparse de las especies de plantas de que proviene 
el cautcho del Senegal, que se cosecha al Sur de la Colonia de Casamanza, 
admite en resumen que los cautchos originarios de ese punto y que se en- 
cuentran en toda la costa occidental de Africa, desde el Senegal hasta Angola, 
pero sobre todo en la costa oriental, en Mozambique y en Zanzibar, provie- 
nen de distintas especies de plantas, y agrega que en esos lugares distinguen 
las diferentes clases de cautcho con los nombres de tol! y mada, y otro con el 
de nofi en Sierra Leona. El primero, que es el de mejor calidad, proviene de 
la Landalofia tomentosa, aunque algunas veces le mezclan el segundo, que 
proviene de otras especies de Landalofia; tales como la L. Senegalensis, L. 
Heudelotii, L. calophylla, y principalmente de la £. florida ó L. comorensis, 
variedad florida. 

En seguida se ocupa el mismo autor de las plantas de cautcho aclimatadas 
en las colonias francesas, tales como la Hevea brasiliensis, que produce el caut- 
cho de Para y el Manihot Glaziovii que da el cautcho de Céara, prefiriéndo- 
se la primera de estas plantas porque rinde el cautcho de mejor calidad; pero 


60 ANALES DEL INSTITUTO 


que desgraciadamente su cultivo está restringido por condiciones climatéri- 
cas muy limitadas, que hacen difícil su aclimatación en otras regiones distin- 
tas de su país de origen, y por esto es que se prefiere el cultivo del Glaziovii, 
que si bien es cierto no produce un cautcho de tan buena calidad como el 
anterior, en cambio se aclimata fácilmente aun en los terrenos áridos, roca- 
llosos y secos; así es que esta planta, la Manisoba del Brasil, es la que se ha 
aclimatado de preferencia, no obstante que sólo rinde 175 gramos anuales 
con los mejores procedimientos de incisiones. 

Por lo dicho, concluye el autor que se debe intentar la aclimatación de otra 
planta productora de cautcho, y es la Castilloa elástica, con la que la Ingla- 
terra ha establecido cultivos en sus posesiones. 

Esta Castilloa pertenece á la familia de las Higueras y es un árbol grande 
originario de la América Central; ocupa una área geográfica bastante extensa 
que comprende: México, en donde se llama ulaquahuitl, Guatemala, Nicara- 
gua, el Istmo de Panamá, la Colombia y el Ecuador. En estos últimos paí- 
ses se limita por el Este en la Cordillera de los Andes, donde comienza la 
región de la Hevea. 

De una manera general se puede decir que la costa occidental de la Amé- 
rica es la más favorable para la vegetación de la Castilloa elástica. Los terre- 
nos en que vive son bastante variables; pero prefiere principalmente los te- 
rrenos bajos; rara vez se le encuentra á más de 500 metros de altura, las 
tierras grasas ó arenosas y sobre todo los bordes de las pequeñas corrientes 
de agua, y á la inversa del Hevea que gusta de los lugares pantanosos; la 
Castilloa no puede vivir en los terrenos en que el agua se estanca ó que están 
expuestos á inundaciones. En cuanto á la temperatura, ésta no debe bajar de 
17 grados centígrados y debe ser algo húmeda, aunque esta humedad no sea 
constante; en muchos puntos de la costa del Pacífico, donde vive la Castilloa, 
la estación de secas dura de tres á cuatro meses, y sin embargo los árboles 
prosperan. En estas condiciones se encuentra en México, Nicaragua y el 
Ecuador árboles que miden 20 y 25 metros de altura y su crecimiento es 
bastante rápido. 

Las cantidades de cautcho dadas por estos árboles bien desarrollados son 
ampliamente remuneradoras. Estas cantidades han sido exageradas por mu- 
chos exploradores; así, Cross habla de árboles de 60 metros de altura que dan 
50 kilos de cautcho, otros dicen que árboles de 50460 centímetros de diáme- 
tro, bien explotados, dan próximamente 90 litros de leche, lo que representa 
unos 25 kilos de cautcho; pero la verdad es que el latex escurre en abundan- 
cia de esta planta y puede dar después de algún tiempo de cultivo algunos 
kilos de esta goma. La cantidad fijada por el Dr. Morris parece la más exae- 
ta, y es de 8 kilos próximamente por año y por árbol de 70 centímetros de 
diámetro. 

La explotación puede comenzarse á los seis años, á los que el árbol tiene 
un diámetro de 15 á 28 centímetros, ha podido florecer ya, pero no ha dado 
granos, puesto que los frutos no se forman sino después de ocho á diez años. 


e 


MEDICO NACIONAL. 61 


La época de la floración es la de secas y los frutos aparecen tres ó cuatro 
meses después. Antes de comenzar aquella, las hojas comienzan á caerse, y 
antes que las nuevas yemas aparezcan, es cuando se debe generalmente co- 
menzar á recoger el latex. 

Este latex se coagula por distintos procedimientos según la región; en Ni- 
caragua hacen uso del jugo del achete, que es la Ipomea Bona—nox, ó también 
del jugo de otra planta indeterminada que llaman coasso. 

En México emplean la sal de cosina ó el bicarbonato de sodio. Indudable- 
mente estos diversos procedimientos hacen que se obtengan productos de dis- 
tinta clase. Los cautchos obtenidos con el mayor cuidado, como los de Vica- 
ragua sheets, valen de 54 6 francos el kilo, en Londres. El cautcho de la 
Castilloa elástica es por lo dicho un producto que puede alcanzar en el comer- 
cio una importancia más grande que la que actualmente tiene y que sólo re- 
presenta un 6 por ciento de la exportación total del cautcho de América. Y 
creemos que su precio aumentaría, si se obtuviera como se prepara el de Pa- 
ra por ejemplo, es decir, ahumándolo para coagularlo, método que presenta 
muchas ventajas. 

La Castilloa puede propagarse por estacas ó por semillas; pero las estacas, 
según Cross, son preferibles á las semillas. Las estacas que se siembran de- 
ben ser bastante gruesas, deben tomarse en el momento en que todavía tie- 
nen hojas, se les entierra profundamente sobre la longitud de varios entre— 
nudos, después de tener cuidado de lavar bien la sección para evitar la acu- 
mulación del latex coagulado que impediría la absorción del agua. 

Por último, el autor habla de un hecho de importancia, y es el dimorfismo 
de las ramas. Cuando la Castilloa es joven, todas las ramas que se forman 
son caducas, no se ramifican, se liñifican poco, y después de formar con el 
tallo un ángulo, más y más grande caen como hojas dejando una ancha ci- 
catriz. Hasta el quinto ó sexto año es cuando el árbol comienza á florecer, y 
entonces aparecen otras ramas que se ramifican y persisten. Estas son las 
únicas ramas que pueden prender; las ramas caducas no prenden. ; 

Para terminar, agregaré que por el interés que ofrecen otras plantas, tales 
como el donete, los papayos que dan un fruto pequeño, el linaloé y el liguidam- 
bar las busqué con empeño sin encontrarlas en el Territorio de Tepic. 

México, Marzo 23 de 1899.—Francisco Río de la Loza y Miranda. 


LA HEROINA. 
POR EL Dr. Dazrí! 


La terapéutica moderna cuenta con un nuevo producto. Se le conoce bajo 
la denominación de heroína. No es más que un éter diacético de la morfina. 


1 Gaceta medica catalana. 


62 ANALES DEL INSTITUTO Ñ 


Se presenta en la forma de un polvo cristalino; se disuelve muy lentamente 
en el agua y más rápidamente en el alcohol. 

La heroína tiene sobre las sales de morfina y otros narcóticos ventajas de 
importancia; no ocasiona la astricción de vientre y se da á dosis mucho más 
pequeñas; además, tampoco produce náuseas, vómitos, ni pérdida del apeti- 
to, fenómenos que se ven alguna vez después del uso de la morfina. La pre- 
sión sanguínea no sufre alteración ninguna bajo la influencia de la heroína, 
y, por lo tanto, puede emplearse sin temor á efectos secundarios en todas 
aquellas personas en las cuales el corazón y el sistema arterial se encuentren 
lesionados. 

Una de las indicaciones más importantes de la heroína es la tos. Difícil- 
mente en la terapéutica actual se encuentra otro medicamento de efectos tan 
rápidos y tan satisfactorios para la tos como los tiene la heroína. La he em- 
pleado en algunos casos de bronquitis, laringitis y catarros pulmonares, y los 
resultados han superado con mucho á mis esperanzas. La acción calmante 
de la heroína en todos estos casos se ha hecho sentir en el momento de la in- 
gestión ó á lo más al cabo de media hora. Esta rapidez de acción es de una 
ventaja inapreciable. Bajo la influencia de dosis moderadas de heroína, la 
capacidad de cada movimiento respiratorio aumenta proporcionalmente al 
estado normal. De aquí resulta que hay gran ventilación pulmonar, y, como 
consecuencia, mayor número de capilares pulmonares participan de la hema- 
tosis. Por lo tanto la heroína calma la tos, pero no á costa de la ventilación 
pulmonar. 

Se administra á la dosis de 0,005 g. repetidos tres veces al día. Floret, de 
Elberfeld, la da bajo la forma de papeles, cuyo contenido no es inás que azú- 
car y heroína. Como se disuelve muy poco en el agua, es preciso añadirle 
algunas gotas de ácido acético, y de este modo la disolución es rápida. La 
dosificación resulta así mucho más exacta y se la puede prescribir del siguien- 
te modo: 


NO AAA PS dos 10 gramos. 
YA CIOO ACELICO se cacao sico cono E Elo tae coloco 10 gotas. 
MELO oracnosaioo pasee Is y AA ...... 10 centígramos. 


Para tomar X gotas tres veces al día. 


Otras indicaciones cumple el empleo de la heroína, pero ninguna de ellas 
tiene la importancia que para la curación de la tos se ha descrito. 

Se la emplea en los sudores de los tísicos y también en el asma. En estos 
casos la dosis puede llegar hasta á 2 cg. en las veinticuatro horas. 


En la República Mexicana. 


Sr. Dr. Francisco Bulman.—3? del Reloj 13. 
- Sr. Dr. Carbajal Antonio.—Calle del Jardín de San Fernando núm. 10. México (D. F.). 
Sr. Dr. Dugés Alfredo. —NATURALISTA. Guanajuato. (E. de Guanajuato.) 
MOT: Ingeniero Ferrari Pérez Fernando.—Director de la Sección de Historia Natural de la 
Comisión Geográfico Exploradora. Profesor de Tecnología en la Escuela Nacional de Agri- 
cultura. Fisico. Químico. NATURALISTA. Calle de los Siete Príncipes n? 16. México (D. Y) 
- Sr. Dr. Gayol Fernando.—Calle Cerrada de Santa Teresa núm. 5. México (D. F.). 
-8r. Dr. Gómez Elías.—Cuernavaca (E. de Morelos). 
Sr. Dr. Hernández Francisco. —Apatzingán (E. de Michoacán). 
- Sr. Profesor en Farmacia Herrera Alfonso.—Profesor de Historia Natural en la Escuela 
Normal para Profesores y de Historia de Drogas en la Escuela Nacional de Medicina de 
México. NATURALISTA. Calle 3% de la Ribera de Santa María núm. 6. México (D. F.). 
Sr. Profesor en Farmacia Herrera Alfonso L.—Ayudante Naturalista en el Museo Nacio- 
nal de México. Zootoersra. Calle 32 de la Ribera de Santa María núm. 6. México. (D. F.). 
Ne Profesor en Farmacia Lasso de la Vega José Maria.—3? Calle del Reloj. Botica. México 
F. 

3 po Sr. Dr. León Nicolás. —Tepeji del Rio (Estado de Querétaro). 
Sr. Dr. Medal Juan.—Morelia. (E. de Michoacán). 
Sr. Dr, Mendizabal Gregorio.—Calle de Montealegre núm. 10. México. (D. F.).. 
Sr. Dr. Noriega Tomás.—Hospital de Jesús. México. (DES: 
Sr. Dr. Otero Miguel.—San Luis Potosí. (E. de S. L. P.). 
Sr. Dr. Parra Gabriel. —Tlatlauquitepec (E. de Puebla). 
Sr. Profesor en Farmacia Puga Adrián. —Química Y FARMACOGNOSIA. Botica de la Compa- 
y ña, Guadalajara (E. de J alisco). 

Sr. Ingeniero Puga Guillermo B.—México. Tacubaya. (D. F.). 
MUST. Dr. Peña Cutberto.—Córdoba (E. de Veracruz). * 
Sr. Lic. Rebollar Rafael.—2? Calle de Necatitlán núm. 22. México (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Reyes Julio.—México (D. F.). 

Sr. Ingeniero Robirosa José N.—San Juan Bautista (E. de Tabasco). 

- Sr. Ing. José C. Segura.—Escuela de Agricultura. 

Sr. Dr. Torres Ezequiel.—Chihuabua (E. de Chihuahua). 

4 Sr. Profesor Urcelay y Martinez Alberto M.—Mérida (E. de Yucatán.) 

Sr. Dr. Urbina Manuel.—Director interino y Profesor de Zoología Botánica del Museo 
Nacional de México. Profesor de Botánica en la Escuela Nacional Preparatoria. BorÁNICo. 
E 32% Calle de San Juan. Botica. México (D. F.). 

- Sr. Dr. Villada Manuel.—Profesor de Mineralogía, Geología y Paleontología en el Museo 

Nacional de México. Profesor de Botánica Agrícola en la Escuela Nacional de Agricul- 
pe tura. Villa de Guadalupe (D. F.). 


En el Extranjero. 


- Mr. Bocquillon Limousin Henry.—Pharmacien de 1'* classe a Paris. Pharmacologiste. 2” 
ue Blanche. Paris. 

Mr. Heckel Edouard.—Professeur a la Faculté des Sciences et á l'Ecole de Medicine de 
Marseille et Directeur de les Annales de l'Institut Colonial de Marseille. 

Sr. Profesor Jules Hudas.—Paris. 

- Sr. Profesor Joseph P. Remington.—Phyladelphia. E. U. 

Sr. Profesor Henry A. Rusby.—Nebraska. (N. J.). 

Sr. Profesor Casimiro De Candolle.—Ginebra. 

Sr. Dr. E. Janssens.—Bruselas. 

Sr. Profesor Fernand Ranwetz.—Lovaina (Bélgica). 

Sr. Profesor Leon Crismer.—Bruselas. 

Sr. Nathamel Lord Briton.—Nueva York, E. U. 


'mitan oportunamente noticia de los cambios de dirección, etc., para publicarlos con 
exactitud. 


E 


- Es un Establecimiento científico que tiene por objeto el estudio de la faun 
climatología y geografía médica nacionales y sus aplicaciones terapénticas. 
; A dividido en las siguientes Secciones: 
—De Historia natural Médica. Se ocupa en colectar, clasificar, 
var a diferentes especies de plantas y animales, . 
22 —De Química analítica. Tiene por objeto la análisis respectiva, y suministre 
nu principios activos y preparaciones necesarias para la experimentación. : 
Da De Fisiología experimental. Esta Sección está encargada de estudiar los eficto 
75 fisiológicos de las substancias aisladas por los profesores de Química. 4 
42—De Terapéutica clínica. Hace la aplicación á la patología humana, de losa me 
mentos ya experimentados en los animales. ES 
52—De Climatología y Geografia médicas. 


Este periódico es el órgano del Instituto, y sus redactores, que tienen gran int 
adquirir todas las noticias relativas al objeto del Establecimiento, se permiten sI 1 
á las corporaciones científicas análogas se sirvan establecer el canje respectivo. 
blicaciones. 


LA PRIMERA PARTE DE LOS DATOS 


PARA LA 


Se encuentra de venta: 


En México.—En la Plazuela de la Candelarita núm. 3; en la 22 calle de Vanegas 
tica) y en las principales librerías de la capital. ea 
En Paris.—Chez M. Géorges Carré, editeur, 3 rue Racine á Paris. 


AVIS. 


Tout ouvrage dont il sera envoyé deux exemplaires á Vadresse ci-dessous sera ob= 
jet une étude bibliographique qu'on publiera dans les Annales. ' -. 


Nons prions les directeurs de journaux qui voudront bien établir 'échange avec nos Ñ 
Annales d'adresser leurs publications 4 Instituto Médico Nacional de México Plazue- 
la de la Candelarita núm 3.—México. (D. F.) 


a ejecutados en el Instituto Médico Nao en durante el mes de Abril de 1899. —Sec- 
1 rn Sección 2—Sección O hd —Anex yal informe anterior. —Sección 5% 


OFICINAS DE A PUBLICACION, 
da INSTITUTO MEDICO »Blors. 


MIEMBROS DEL INSTITUTO MEDICO NACIONAL 


INDICADOR DE SUS DIRECCIONES, Y DE LOS 


RAMOS DE LAS CIENCIAS QUE CON ESPECIALIDAD CULTIVAN 
27 ¡cacio 


Dirección. 


Sr. Dr. Fernando Altamirano.—Director del Instituto Médico. Profesor de Tap 
en la Escuela Nacional de Medicina de México, encargado de la Historia de las Drogas en el 
Instituto. Especialidad que cultiva: Química Y BorÁNICA APLICADAS. Villa de Guadalupe 
(D. F.) Calle del Mirador número 147. 

Sr. Dr. Secundino Sosa.—Secretario del Instituto Médico. Profesor Adjunto de Clínica In, 
terna en la Escuela Nacional de Medicina de México. ALIENISTA. Calle 1% del Indio Triste 
núm. 7. México (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Carlos Espino Barros.—Prefecto del Instituto Médico.—En el 
Instituto. 


Sección primera: Historia Natural Médica, 


Sr, Dr. José Ramirez.—Jefe de esta Sección. Secretario General del Consejo Superior 
de Salubridad. BAcrERIOLOGISTA. 10% Calle de la Violeta núm. 21. México (D. F.). 

Sr. Gabriel Alcocer.—Conservador del Herbario y del Museo en esta Sección. Profesor de 
Matemáticas. MATEMÁTICO Y BOTÁNICO. Calle del Hospicio de San Nicolás núm. 19. México 
105 E. 
: Sr. "Adolfo Tenorio.—Dibujante de esta Sección. PROFESOR PAISAJISTA. Plazuela del Risco 
núm. 10. México (D. F.). 


Sección segunda: Química Analítica. 


Sr. Prof. Francisco Rio de la Loza.—Jefe de esta Sección Profesor de Química General, 
Industrial y Agrícola en la Escuela Normal para Profesores en México. Químico. Calle 2% de 
Vanegas núm. 83. México (D. F.). 

Sr. Prof. Mariano Lozano y Castro.—Ayudante de esta Sección. Químico inspector de 
bebidas y comestibles en el Consejo Superior de Salubridad. Químico. Calle de Patoni nú- 
mero 4. (Botica Humboldt). México (D. F.). 

Sr. Dr. Federico F. Villaseñor.—Ayudante de esta Sección. Quimico. Calle del Cuadrante 
de Santa Catarina número 7. México (D. F.). 


Sección tercera: Fisiología experimental. 


Sr. Dr. Eduardo Armendaris.—Jefe de esta porción. Médico da Museo Anatomo-patoló- 
gico. ANÁLISIS OLÍNICOS. Calle de las Ratas núm. 2 México (D. F 


Sr. Dr. Daniel Vergara Lope.—Ayudante de esta Sección. Preparador de la clase de Tora- 


péutica en la Escuela Nacional de Medicina de México. O de Anatomía en la Escuela 
de Bellas Artes. FisióLOGO. 5% Calle de Guerrero núm. 2,122. México. (D. F.). 


Sección cuarta: Terapéutica Clínica. 


Sr. Dr. José Terrés.—Jefe de esta Sección. Profesor de Patología Interna en la Escuela 
Nacional de Medicina. 3? Calle del Reloj núm. 2. México (D. E). 
Sr. Dr. Juan Martinez del Campo.—Ayudante de esta Sección. Médico del Museo Anato- 


mo-—patológico 2% Calle de Sor Juana Inés de la Cruz núm. 12. México (D. F.). pan 
Sr. Prof. Juan Manuel Noriega.—Farmacéutico de esta Sección en el Instituto Médico z 


Preparador de Análisis Química en la Escuela Nacional de Medicina. 


Sección quinta: Climatología y Geografía médicas. 


Sr. Dr. Domingo Orvañanos.—Jefe de esta Sección. Miembro del Consejo Superior de Sa- 
lubridad del Distrito Federal. Profesor de Clínica Interna enla Escuela Nacional de Medici- 
na. CLíniCA INTERNA. Calle de Chavarría número 25. México (D. F.). 


ps 


A A 


MEDICO NACIONAL. , 63 


INFORMES 


De los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional 
durante el mes de Abril de 1899. 


SECCIÓN PRIMERA. 


He continuado revisando y perfeccionando la Memoria relativa á las re- 
giones de vegetación de México, y en el curso del mes traduje de la obra del 
Sr. Dr. Oscar Drude, titulada “Manual de Geografía botánica,” la parte que 
se refiere á nuestro asunto, pero al redactar el juicio crítico de este capítulo, 
decidí no agregarlo á mi Memoria, porque en realidad no contiene ningún 
dato nuevo y sólo alargaría inútilmente aquel escrito. Sin embargo, conside- 
ro que merece publicarse en los “Anales del Instituto,” en donde estamos 
recopilando todo lo que se refiere á la flora de México, por lo que pongo á 
disposición de la Dirección el artículo traducido y los comentarios que ya 
tengo escritos. 

Desde hace mucho tiempo tengo el propósito de conseguir la fe de bantis- 
mo del insigne Mociño, y ahora que ya poseemos la copia de la acta de de- 
función, pensaba que sería oportuno publicar estos documentos históricos; 
desgraciadamente mis gestiones no han tenido resultado no obstante el inte- 
rés que manifestó el Sr. Ingeniero D. Abel Espinosa, á quien le hizo el en- 
cargo el Sr. D. Gabriel Alcocer para conseguir el documento en el pueblo de 
Temascaltepec. Según el informe del Sr. Espinosa, el Cura de aquel lugar 
no ha encontrado el nombre del ilustre naturalista en el Registro de naci- 
mientos, y sólo figura como padrino de bautismo en una acta de fecha que no 
- senos ha comunicado. No obstante este fracaso, no desistimos de nuestro 
prdpósito. 

El Sr. profesor Francisco Río de la Loza, como agente del Grupo IX de 
la Comisión mexicana de la Exposición Universal de Paris, verificó un viaje 

á los Estados de Morelos y Guerrero para conseguir algunos productos na- 

- turales. Entre los ejemplares numerosos para herbario que recogió este se- 

ñor, vinieron algunos del fruto que se conoce con el nombre de Papaya vola- 
dora, que hasta ahora no se sabía á qué especie pertenecía. Esta Papaya 
voladora, según los informes del Sr. Río de la Loza, siempre es pequeña y el 
nombre le viene de que en lugar de estar sentada como el fruto de las otras 
papayas, se balancea en la extremidad de su larguísimo pedúnculo. Por el 
examen cuidadoso de los ejemplares, cuyos pedúnculos miden unos 34 centí- 
metros y llevan las cicatrices de ramificaciones que han desaparecido, y por 
los datos ministrados por el colector, resulta que la Papaya voladora no es 
sino el fruto que proviene de un ovario fertilizado de una flor masculina de la 
-Carica papaya; ovario que en vez de atrofiarse como sucede en el caso ordina- 
rio, se fecunda y sigue su desarrollo hasta la maduración perfecta de las se- 
millas. Sería de resultados de mucha importancia sembrar estas semillas, 


Tomo IV.—9 


64 ANALES DEL INSTITUTO 


para observar las modificaciones sexuales de la especie por medio de esta 
selección. El asunto vale la pena de un estudio experimental. 

A esta Sección se remitieron dos plantas para que fueran identificadas, re- 
sultando del estudio que se hizo de ellas, que una es del género Turnera y la 
otra el Zecoma stans. Respecto de la primera, debo señalar un carácter orga- 
noléptico que juzgo de alguna importancia para su identificación farmacoló- 
gica, y consiste en que restregando sus hojas, dejan percibir un olor seme- 
jante al de la cera de Campeche. Esta propiedad la he encontrado en otras 
Turneras. 

El Sr. G. Alcocer ha continuado ocupado en los trabajos destinados á pre- 
parar el contingente de esta Sección para el Certamen de Paris. 

El Sr. Tenorio dibujó lo siguiente: para el Album Iconográfico, las lámi- 
nas que representan unas ramificaciones anómalas del Anhalonium William- 
sí, el fruto de la Papaya voladora y el fruto del Zapote Domingo; para la 
Dirección un dibujo al óleo y la iluminación de varias fotografías de diversas 
Cactáceas, y por último, una copia de un foto-calco de los dibujos de la obra 
de Mociño, representando el Achras pruniformis. 

México, 29 de Abril de 1899.—José Ramírez. 


SECCIÓN SEGUNDA.* 


Tengo el honor de informar de los trabajos que se han ejecutado en el la- 
boratorio de mi cargo, durante el presente mes. 

Se continuó y concluyó el estudio analítico de la yerba de la golondrina 
(Euphorbia prostrata), cuyos principios inmediatos constitutivos son los si- 
guientes: > 

100 gramos de planta contienen: 


Gramos. 
¿A pua hIgrOSCÓPiCA Ii. bom: E cds li seno 11,52000 
Sales minerales:....oooconn.....s te CN ARTS: ...  10,80000 
Materia grasa......... A A E A oo 1,65650 
Aceite esencial........ A ee aio dro O 1,06000 
A A. ARA e 1,16600 
PET AVE, 1 ST e PR A A OSO. 
A TA rd 11h 10S CUIDA 0,57750 
Resina Acida. iiiclicon 080 APR E .. 0143770 
HUECOS + br eel Ae 7. A eN 4,28900 
Principios pécticos............ fnac oa RS 2 OD 
Hidratos de carbón.................. A 3 2,60000 
Almidón, principios no dosificados y esqueleto ve- 
e al ES ES A odos 54,01625 
Total..$%-. linda a 100,00000 


1 El jefe de esta Sección, Dr. Francisco Río de la Loza, estuvo ausente excursionando con moti- 
vo de los trabajos para la Exposición de Paris. Los preparadores rindieron los adjuntos informes. 


4 


SE es 


MAN AO 


MEDICO NACIONAL. 65 


Adjunto á éste remito á vd. algunos de los principios inmediatos separa- 
dos en el curso de la análisis. 

Con fecha 15 del presente me ordenó el señor Director me encargara de 
continuar el estudio del Peyote (Anhalonium lemmi), y hasta ahora sólo se ha 
hecho el estudio del extracto del éter sulfúrico y parte del alcohólico. 

Protesto á vd. las seguridades de mi atenta consideración. 


México, Abril 30 de 1899.—M. Lozano y Castro.—Presente. 


Tengo el honor de informar, que durante el presente mes me he ocupado 
en proseguir el estudio que tenía emprendido acerca de la Pata de león ((re- 
ranium carolineanum), habiendo terminado hoy mismo la análisis cuantitati- 
va, por lo que falta de esta planta únicamente hacer el folleto correspondien- 
te, que próximamente entregaré, y por si vd. juzga conveniente poner en 
conocimiento de la H. Junta de profesores la composición de dicha planta, la 
transcribo á continuación: 

100,000 de Pata de león (Geranium carolineanum) contienen: 


Agua higroscópica.....o.oo.... e e. «PT 11.0629 
CEA STO ¿ Ie 19.4636 
Substancias minerales........oooommm...... SU 209— 309205 
Grasa fusible á 50%... E el] det. 1.1028 
Resmacácida y clorofilania basó... ¡eb . 33140 
Mamnore isa La db. 6.5740 
Eúuecosar hata oc IX 3.1480 
Materias pécbicas.ciccco.connbdoadicino cos 3 61:0:1600 


Hidratos de carbón análogos á la dextrina. 2.2200 
Almidón, esqueleto vegetal y principios 


no dosificados.......... O : asenc 92.2947 
Substancias OrgánicaAS....o.coooomocmor.o... asnñoo»  69.4735= 69.4135 
ee. + 8 u..=.. 100.0000=100.0000 


Recibí para su análisis la Damiana (Zouwrnera afrodisiaca) y la Cóngora 
(Phytolaca octandra); de la primera se trató de extraer la esencia, obteniendo 
una cantidad inapreciable; es ella también la que elegí para hacer en primer 
lugar su análisis, y al efecto, la tengo en maceración en éter de petróleo, y 
empezaré á ocuparme de ella el mes próximo. 

Por encargo del señor Director he dosificado la glucosa en cuatro orinas 
de un diabético, habiéndole participado los resultados. 

*Por último, como de costumbre, he anotado las bajas habidas en la Sec- 
ción, 


66 ANALES DEL INSTITUTO 


Ruego á vd. se sirva aceptar las seguridades de mi atenta y respetuosa 
consideración. 


México, Abril 30 de 1899.—F. F. Villaseñor. 


SECCIÓN TERCERA. 


Tengo el honor de poner en conocimiento de la Junta de profesores, que 
durante el presente mes se han efectuado en esta Sección las siguientes la- 
bores: 

Los Sres. Vergara Lope y Martínez del Campo han seguido ocupándose 
en el estudio del Peyote biznaga (Anhalonium Lewini) y de la Tullidora 
(Rhamnus Humboldtianus). El primero se aplicó á perros y á ranas, á los pri- 
meros por las vías gástrica é hipodérmica, y á las segundas por ésta sola- 
mente. Las preparaciones usadas fueron la maceración, el jugo, la infusión 
y el extracto hidro-alcohólico, y el objeto principal de estas experiencias, la 
determinación de las dosis fisiológica y tóxica correspondiente á cada una de 
estas substancias. De la maceración se dió solamente la dosis de 9 gramos 
de la planta á un perro, el cual no tuvo accidente alguno. El jugo se hizo in- 
gerir á un perrito de dos meses de edad, á dosis progresivamente crecientes, 
desde uno y medio hasta 20 c. c.; habiendo tenido desde que tomó 4 gramos 
de jugo algunas evacuaciones líquidas que han aumentado, aunque poca cosa, 
con el aumento de las dosis. A otro perro de mayor talla se le aplicó el jugo 
en inyección subcutánea, en dosis de 0.20 y 0.23 c. c., sin más accidente que 
la formación de un absceso en el sitio de la inyección. 

El extracto hidro-alcohólico del mismo peyote se hizo ingerir á un perrito 
de dos meses de edad y 1,100 gramos de peso, á la dosis de 5 gramos disuel- 
tos en 35 c. c. de agua; este perrito murió tres cuartos de hora después con 
síntomas semejantes á los de la intoxicación por la estricnina. A otros ani- 
males de la misma especie y de distintas tallas y pesos, se les ministró ex- 
tracto en dosis correspondientes de 0.40 cents. á 4 gramos por kilo, habién- 
dose producido únicamente con las dosis altas una pasajera pero bien mar- 
cada excitación nerviosa, manifestada por gritos, aullidos y gran inquietud. 
Ha habido pérdida del apetito y una que otra evacuación alvina, líquida. A 
una rana se le inyectó el extracto de peyote en dosis de 0.08 cents. y tuvo los 
accidentes de exaltación de reflejos y parálisis que observamos el mes ante- 
rior en animales de la misma especie inyectados con la maceración de la mis- 
ma planta. 

Se ha aplicado la corteza de Tullidora en infusión por inyección hipodér- 
mica á varias ranas y á un conejo. A una de las primeras se ha inyectado 
0.05 cents. diarios sin haber observado más accidente que ligera torpeza en 
los movimientos, que pudiera atribuirse á la inmobilidad en que permaneció 
el animal durante ese tiempo (más de ocho días). Otras cinco ranas fueron 
inyectadas con 0.20 cents. diarios cada una de ellas; las dos primeras murie- 


MEDICO NACIONAL. 67 


ron algunas horas después de la inyección, otras dos recibieron dos inyeccio- 
nes y el último animal soportó diez de la misma dosis muriendo después de 
la décima. Todas ellas tuvieron derrames hemorrágicos subcutáneos é intra— 
abdominales, y ninguna presentó síntomas de parálisis. El conejo recibió 
debajo de la piel 5 gramos de la misma planta en cocimiento y no tuvo acci- 
dente alguno. 

Se instilaron unas gotas del jugo de la yerba de la golondrina, fresca, en 
la conjuntiva de un perro sin que produjeran fenómenos de irritación local. 

Se ocuparon también con el subscrito en recibir, armar é inventariar algu- 
nos aparatos que fueron remitidos á la Sección. 

El mismo subscrito se ha ocupado en fotografiar algunas cactáceas por or- 
den del señor Director, hacer algunas “experiencias con el radiógrafo en su 
compañía, seguir con los trabajos del programa especíal de la Sección, y por 
último, redactar la lectura de turno que tiene la honra de presentar hoy á la 
Junta. 

México, Abril 29 de 1899.—E. Armendaris. 


SECCIÓN CUARTA. 


Tengo el honor de dar cuenta á la Junta de profesores con los trabajos lle- 
vados á cabo en esta Sección, durante el presente mes. 

Visita diaria por el subscrito á los enfermos de la Sala de Terapéutica clí- 
nica en el hospital de San Andrés. 

Se ministró el extracto hidro-alcohólico de Tatalencho (Gymnosperma mul- 
tiflorum) á seis enfermos del mencionado servicio, en dosis de 0.60 cents. á 
2.50 en las 24 horas, como astringente en las diarreas, y el resultado fué ne- 
gativo en casi todos los casos, como se verá en seguida. 

Marciano Rojas, que ocupó la cama número 1, afectado de enteritis tuber- 
culosa, comenzó á tomar, el día 13 del actual, tres píldoras de á 0.20 cents. 
cada una, de extracto hidro-alcohólico del Gymnosperma, y se fué aumentan- 
do progresivamente la dosis hasta alcanzar, en el espacio de diez días, la de 
gramos 2.50 diarios, sin haber obtenido éxito alguno, pues el número de de- 
posiciones y los caracteres de éstas no variaron en lo más mínimo, por lo que 
nos vimos obligados á recurrir á otra droga. 

Lo mismo sucedió á Ildefonso García, afectado de una diarrea abundante, 
de origen alcohólico, el cual estuvo tomando, durante seis días, el mismo re- 
medio en dosis de 2 gramos cada 24 horas, en cápsulas de á 0.50 cents. sin 
resultado alguno. 

Cipriano Salcedo padecía igualmente de diarrea alcohólica, y obtuvo el 
mismo resultado negativo con el Tatalencho. 

A Francisco Ramírez, que entró al hospital á mediados del mes con una 
diarrea catarral ligera, ocasionada, al parecer, por alimentación inadecuada; 
como persistiera aquella después de la ministración de un purgante, se le dió 


68 ANALES DEL INSTITUTO 


el extracto de Tatalencho en dosis de 1.50 al día, en tres cápsulas de á 0.50 
cents. cada una, y se vió disminuir el húmero de deposiciones hasta que lle- 
garon á desaparecer por completo. 

Pero Miguel Pérez y Juan Rodríguez que sufrían de entero—colitis cata- 
rral, no obtuvieron beneficio alguno con el uso de la droga, y fué preciso re- 
currir á otras reconocidamente eficaces para combatir su mal. 

Apliqué á Ramón Ponce, que se decía afectado de fríos, y en el que los sig- 
nos clínicos y el lugar en donde había contraído la enfermedad, parecían 
autorizar para hacer el diagnóstico de paludismo, pero que no se encontró 
en su sangre el hematozoario de Laveran; apliqué, digo, el extracto fluido de 
Picosa (Croton siliato glandulosa) en dosis de 20 gramos diarios, y los accesos 
de fiebre fueron disminuyendo de importancia hasta desaparecer después de 
cinco días, para no volver á presentarse. 

Acompaño los informes de los ayudantes Sres. Dr. Ricardo E. Cicero y 
profesor Juan M. Noriega. 

México, Abril 29 de 1899.—Juan Martínez del Campo. 


Hospital de San Andrés.—2* Sala de Sífilis. —Tengo la honra de informar 
á vd. que en el período transcurrido desde la junta pasada hasta la fecha, he 
ensayado en un enfermo del servicio el extracto acuoso de Tatalencho como 
anti-diarreico, y en dos las semillas de yerba del zorrillo como anti-sifilí- 
ticas. 

Hé aquí el resumen de las observaciones respectivas. 

El día 25 de Marzo ocupaba la cama número 16 Antonio Guerra, quien 
entró á curarse de una disenteria. Se le prescribieron píldoras de 10 centí- 
gramos de extracto de Tatalencho á tomar una cada hora, notándose alivio 
desde el primer día y saliendo el susodicho Guerra sano el día 6 del co- 
rriente. 

En la misma fecha ocupaba la cama número 11 Luis Herrera. Padecía de 
sifilide impetiginoide confluente de la cabeza, pápulo-costrosa confluente 
de la cara y ectimatosa diseminada en el cuerpo. La sífilis es reciente, data de 
dos meses. Prescripción: 2 semillas de yerba del zorrillo. No sólo no hay 
mejoría, sino que las erupciones aumentan de número y de intensidad. El 
día 1” del corriente se le cambió el tratamiento por el clásico de protoyoduro 
de mercurio, y desde luego se nota mejoría que se va acentuando hasta la fe- 
cha en que ya no quedan más que algunos elementos en vía de resolución 
franca en la cara. 

El día 31 de Marzo entró á la cama número 4 Mónico Aguilar. Su sífilis 
también es reciente como la del anterior y sus manifestaciones son: Sifílides 
papulosas lenticulares en la cara, el pecho y la espalda y pápulas mucosas 
hipertróficas en las ingles. Se le prescriben 2 semillas diarias de yerba del 
zorrillo sin notar en una semana mejoría alguna, y el día S son reemplaza- 
das por píldoras de protoyoduro de mercurio, cuya eficacia se muestra desde 


MEDICO NACIONAL. 69 


luego. Este enfermo también abandonará el hospital en estos días sano de 
sus manifestaciones. 
Como se ve, el extracto de Tatalencho se ha seguido mostrando eficaz co- 
- mo anti- diarreico, pero no así la yerba del zorrillo como anti-sifilítica. 
Protesto á vd. mi atenta consideración y particular aprecio. 
México, Abril 30 de 1899.—R. E. Cicero.—Sr. Dr. Juan Martínez del Cam- 
po, jefe de la Sección 4* del Instituto Médico Nacional.—Presente. 


Tengo la honra de informar á vd. que durante el mes que cursa me he ocu- 
pado en hacer las preparaciones siguientes: Extracto de peyote preparado 
según el procedimiento que recibí del Sr. Lozano, habiendo obtenido, operan- 
do con 9460 gramos de planta, 1730 gramos de parte acre, 1200 gramos de 
corteza, 6530 gramos de parte utilizable, que sometida á la presión dió 3540 
gramos de jugo y 2990 de residuo, y finalmente, obtuve 240 gramos de ex- 
tracto; además, dió 180 gramos de substancias albuminoides coaguladas por 
el alcohol. Preparé también 1000 gramos de extracto fluido de picosa. 

Se han empleado durante el mes, además de las preparaciones anteriores, 
las de zapote, tatalencho, tejocote y tepozán. Actualmente preparo nueva 
cantidad de extracto de peyote. 

Protesto á vd. mis respetos. 

México, Abril 29 de 1899.—Juan Manuel Noriega.—Al jefe de la Sección 
4* del Instituto Médico Nacional, Dr. D. Juan Martínez del Campo.—Pre- 
sente. 


SECCIÓN QUINTA. 


Tengo el honor de poner en conocimiento de la Junta, que durante el mes 
que va á terminar se ha hecho en esta Sección lo siguiente: 

El Sr. Galindo y Villa se ha ocupado en la corrección de pruebas y vigi- 
lancia del periódico del Instituto. 

Formó ta Bibliografía de las publicaciones recibidas por el Instituto du- 
rante el mes en curso. 

Pasó al “Indice de Geografía Médica” las siguientes municipalidades, to- 
das de Geografía y pertenecientes al Estado de Oaxaca, Distrito de Tlaxiaco. 


1.—Molinos San Pedro. 
2.—Tlacotepec San Agustín. 
3.—Peñasco San Mateo. 
4.—Tayata Santa Catarina. 
5.—Achiutla San Miguel. 
6.—Cuquila Santa María. 
7.—Yucuite Santa María. 


70 ANALES DEL INSTITUTO 


8.—Santa María del Rosario. 

9.—Yucuxaco San Pedro. 
10.—Tlaxiaco. 
11.—Tijaltepec Santiago. 
12.—San Miguel el Grande. 
13.—Yosondúa Santiago. 
14.—Itundujía Santa María. 
15.—Chicahuaxtla San Andrés. 
16.—Nundiche Santiago. 
17.—Huamelulpan San Martín. 
18.—Ocotepec Santo Tomás. 
19.—Nuyoo Santiago. 
20.—Achiutla San Juan. 
21.—Chalcatongo Santa María. 
22.—Ticua Santa Catarina. 
23.—Yosoyúa Santa María. 
24. —Peñasco Santiago. 
25.—Y ucuane San Bartolomé. 
26.—Atatlahuca San Esteban. 
27.—Ixcatlán Santo Domingo. 
28.—Monte Verde Santa Lucía. 
29.—Itunyoso San Martín. 
30.—La Concepción. 
31.—Putla Santa María. 
32.—Tindaco San Felipe. 
33.—Peñasco Magdalena. 
34.—Tayata Santa Cruz. 
35.—Nundaco Santa María. 
36.—Huendio Santo Domingo. 
37.—Teita San Juan. 
38.—Sinicahua San Antonio. 
39.—Y ujía Santa Catarina. 
40.—Cañada de Cortés. 
41.—Nopalera. 
42.—Santos Reyes. 


El que subscribe ha pasado al “Indice de Geografía Médica” las munici- 
palidades siguientes del Estado de Puebla. 

1. Tepeaca. 2. Acajete. 3. Acatzingo. 4. Chiapa. 5. Nopalucan. 6. Los 
Reyes. 7. Tepeji. 8. Ahuatempan. 9. Atexcal. 10. Coyotepec. 11. Cuayu- 
ca.: 12. Chimecatitlán. 13. Huatlatlauca. 14. Huehuetlán. 15. Moleaxac. 
16. Tlatlauquitepec. 17. Ixaquistla. 18. Zacapala. 19. Tezuitlán. 20. Atem- 
pam. 21. Chignautla. 22. Huitamalco. 23. San José Acateno. 24. Xiutetel- 
co. 25. Tetela de Ocampo. 26. Chautempan. 27. Huitzilán. 28. Tonampulco. 


MEDICO NACIONAL. 71 


29. Tuzamapa. 30. Xochiapulco. 31. Jonotla. 32. Zapotitlán. 33. Zongozotla. 
34. Zoquiapan. 35. Tlatlauqui. 36. Huayapan. 37. Ayotoxco. 38. Yoana- 
huac. 39. Tetela. 40. Zacapoaxtla. 41. Nauzontla. 42. Cuetzalan. 43. Xochi- 
tlán. 44. Zacatlán. 45. Ahuacatlán. 46. Amixtlán. 47. Athequizayan. 48. Ca- 
momantla. 49. Huehuetla. 50. Hueytlalpan. 51. Olintla. 52. Tepango. 53. 
Tepetzintla. 54. Tlapacoya. 55. Jopala. 56. Acatlán. 57. Chila. 58. Chinan- 
tla. 59. Petlaleingo. 60. Piaxtla. 61. San Jerónimo. 62. Tecomatlán. 63. Te- 
huitzingo. 64. Totoltepec. 65. San Pedro Yeloixtlahuaca. 66. San Pablo. 67. 
Chiautla. 68. Chietla. 69. Coetzalan. 70. Teotlaco. 71. Xicotlán. 72. Jalal- 
pan. 73. Atzala. 74. Chila. 75. Huehuetlán. 76. Tulzingo. 
México, Abril 29 de 1899.—D. Orvañanos. 


a 


LECTURA DE TURNO. 


LAS DIFICULTADES EN LA EXPERIMENTACION. 


Siempre que se practica alguna experiencia fisiológica, aun de las más sen- 
cillas, se encuentran dificultades más ó menos grandes para llegar al objeto 
que se busca. Se monta un aparato, se practica el experimento tal como lo 
describen los autores siguiendo al pie de la letra sus indicaciones hasta en 
los más ligeros detalles, y sin embargo, el resultado no es satisfactorio ó no 
conduce al efecto que se ambiciona. Las condiciones de los animales, la tem- 
peratura, el manejo de los aparatos, y en una palabra, la técnica operatoria 
son otras tantas causas comunes de los fracasos en la experimentación. 

Encontramos en las obras didácticas todo lo relativo á la manera de veri- 
ficar tal ó cual experimento, algunas con gran número de detalles, pero los 
que por primera vez emprenden esta clase de estudio, con seguridad no en- 
contrarán en dichos libros los pequeños detalles, que no por ser pequeños 
dejan de ser de suma importancia para llevar á cabo una experimentación 
fisiológica. 

Ya en otra vez tuve oportunidad de hablar ante esta misma Junta de los 
numerosos escollos que encontramos al practicar la fístula gástrica por el mé- 
todo de Paulow y Khigini. De la misma manera señalé los defectos de las 
digestiones artificiales, así como algunos pequeños detalles para obtener el 
jugo gástrico del perro en las mejores condiciones fisiológicas, ahora me voy 
á ocupar del manejo del aparato de Kronecker para el estudio de la circula- 
ción del corazón de la rana. 

El método que describe Frederick en la pág. 151, es el siguiente: 

Descubierto el corazón de la rana viva, se corta el frenulum y se levanta 


el corazón colocando la punta hacia la cabeza del animal, de manera que que- 
Tomo IV,—10 


72 ANALES DEL INSTITUTO 


de á descubierto su cara dorsal. Se hace en el seno venoso una incisión pe- 
queña por la cual se introduce la extremidad de la cánula de Kronecker, se 
empuja ésta hasta el ventrículo y se la fija por una ligadura que abarque to- 
do el corazón inmediatamente arriba del surco aurículo-ventricular. Se des- 
prende el corazón por un corte de tijera. Se le pone, llevando consigo la 
cánula en el pequeño recipiente de vidrio. Se hace entonces la circulación 
artificial del líquido nutritivo mantenido á una temperatura constante por 
medio de una lámpara.de alcohol, y cuando el corazón lata uniformemente 
se comunicará el aparato con el cilindro ahumado en que han de inscribirse 
las contracciones cardíacas. 

El líquido nutritivo se compone de una parte de sangre de buey y cuatro 
de solución fisiológica de cloruro de sodio. 

Como se ve, no puede ser más sencilla en teoría la técnica aconsejada por 
Frederick, y sin embargo, en la práctica hay que hacer muchas operaciones 
para obtener un buen trazo, siendo extraordinariamente raro sacarlo en la 
primera vez. Las causas principales de los fracasos en esta experimentación, 
según nuestras propias observaciones, son las siguientes: 

1* La colocación de la ligadura. Esta, según el autor, debe hacerse inmé- 
diatamente arriba del surco aurículo-ventricular. Es muy común, y nos ha 
sucedido varias veces, que dicha ligadura quede precisamente en el surco y 
no arriba, en cuyo caso las contracciones del ventrículo se paralizan, debido 
á que los ganglios motores quedan comprendidos en ella y sólo vemos latir 
las aurículas. : 

2* La temperatura del líquido nutritivo. Gran influencia tiene la tempe- 
ratura del líquido que se usa para la circulación, así, cuando es muy caliente 
ó muy frío las contracciones del corazón se verifican al principio con energía, 
pero no tardan en desaparecer por la parálisis completa del corazón. Después 
de algunos tanteos, porque en la técnica no se fija el grado de calor á que de- 
be operarse, nosotros encontramos que la temperatura más apropiada es la 
de 20* c. 

3* La composición del mismo líquido. Con objeto de hacer más práctica 
la manipulación, usamos en lugar del líquido que aconseja Frederick el sue- 
ro artificial, sin alcanzar éxito, porque las contracciones cardíacas, si bien se 
verificaban con alguna regularidad al principio de la experiencia, pronto 
se hacen irregulares y débiles. 

4? La colocación de la cánula. Esta, bien sencilla por cierto, nos ha ense- 
ñado que cuando la colocamos después de separado el corazón del cuerpo de 
la rana, viene muy pronto la parálisis de este órgano y el fracaso es seguro 
en los demás tiempos de la operación, mientras que colocada antes de sepa- 
rar el músculo cardíaco, sigue éste latiendo uniforme y enérgicamente. 

5* La desgarradura de los ventrículos. Sucede con alguna frecuencia, que 
al tomar con pinzas el corazón, bien-sea para cortar el frenulum, ó bien para 
colocar la cánula, se hiera alguno de los ventrículos sin que dicha herida se 
perciba por el momento, y como es natural, se lleva el órgano al recipiente, 


MEDICO NACIONAL. 73 


se adapta éste al aparato y se observa que por la herida sale el líquido nu- 
tritivo, dando por resultado la pérdida del experimento. 

6* La introducción accidental del aire al aparato. Puede suceder que en 
las diversas operaciones de abrir y cerrar llaves para establecer la circulación 
Ó bien por otra causa cualquiera, se introduzca alguna ó algunas burbujas de 
aire por los ajustes; con tal accidente, que por cierto no es raro, hemos obser- 
vado que un corazón que al principio se encontraba en las mejores condicio- 

nes, de pronto cesa de latir ó la energía de sus latidos no es bastante para 
hacer variar la varilla del manómetro ni mucho menos la aguja inscriptora. 

7% La distensión exagerada de las cavidades cardíacas. Si las llaves que 
comunican el corazón con el recipiente que contiene el líquido nutritivo se 
abren rápida y completamente, pasa una cantidad de líquido superior á la 
que pueden contener las cavidades cardíacas, el órgano se dilata y sus movi- 
mientos se paralizan, es, pues, necesario abrir poco á poco estas llaves y tener 
cuidado de no mover la del recipiente hasta que se haya abierto la que da 

salida al líquido al exterior. 

8* Irregularidad en los movimientos de la aguja del manómetro. Sucede 

algunas veces que los movimientos del corazón se,verifican con energía y re- 
-gularidad, y sin embargo no son percibidos en la aguja del manómetro, en 
tales cireunstancias hemos encontrado que la varilla metálica corre por las 
carretillas, no desliza entre ellas, sea por oxidación de alguno de sus puntos, 
-Ó porque el frotamiento es demasiado y no puede vencerse por la elevación 
de la columna de mercurio. En tales circunstancias, fácil es el remedio, lim- 
piar la varilla. 
9% Y por último, causas hay que no dependen del operador ni del aparato 
y que nosotros llamamos fisiológicas porque las hemos encontrado en algunos 
animales; que bien sea por su permanencia prolongada en el estanque ó por 
otros motivos, su corazón no se presta para esta clase de experimentación. 
Esto nos indica que se deben elegir ranas vigorosas, ágiles y que no hayan 
sido aprisionadas con muchos ea de anticipación á la experiencia. 

Siguiendo la técnica aconsejada por Frederick y teniendo en cuenta los 
detalles que acabo de exponer, es seguro el éxito de la experimentación fisio- 
lógica con el aparato de Kronecker para el estudio de la circulación de la 
rana ó la tortuga, y es así cómo el Sr. Vergara Lope, ayudante de la Sección, 
ha obtenido el trazo adjunto: 

El trazo superior corresponde á la contracción del ventrículo, y el inferior 
á casi todo el corazón menos el seno venoso. 
México, 30 de Abril de 1899.—K. Armendaris. 


74 ANALES DEL INSTITUTO 


Nueva aplicación del zapote blanco. 


En el 2? tomo de la obra intitulada “Datos para la Materia Médica Mexi- 
cana” se publicó un artículo de los más interesantes acerca del zapote blanco 
y en él queda bien demostrado por la experimentación farmacodinámica y la 
observación clínica que el árbol productor posee en la corteza y la fruta en- 
cierra en los huesos un principio hipnótico de eficacia bien reconocida. All 
mismo se dan importantes pormenores acerca de las preparaciones farmacéu- 
ticas que deban usarse, las dosis, los modos de administración y todo cuanto 
importa saber á médicos y farmacéuticos para el empleo de de esta droga. 

Ultimamente una persona residente fuera de México escribió al Director * 
del Instituto participándole que por haber padecido reumatismo articular ge- 
neralizado, aquella persona sufrió constantemente dolores que no lograba ali- 
viar ó desterrar con el tratamiento adecuado. Casualmente un día comió za- 
pote en buena cantidad y vió como por encanto desaparecer sus dolores, ere- 
yendo desde luego que este resultado satisfactorio era debido sin duda á la 
ingestión de aquella fruta. Para comprobarlo aconsejó á otras dos personas 
también afectadas de dolores articulares reumáticos que tomaran fruta de za- 
pote blanzo y el resultado fué igualmente benéfico. 

El Sr. Dr. Altamirano tuvo á los pocos días una enferma de reumatismo 
que sufrió crueles dolores y le propinó el consabido zapote, suspendiendo la 
administración de todo medicamento varias horas antes, y el resultado fué in- 
mediato é indudable, sintiendo la enferma el mayor consuelo. Al escribir es- 
ta nota no pretendemos fijar conclusiones ni dar por resuelto el punto: que - 
si una golondrina no hace verano, tampoco una observación que al vuelo re- 
sefñíiamos puede servir para establecer una acción terapéutica. Todo lo ante- 
rior solamente ha servido en el Instituto para saber que se debe estudiar este 
punto y es lo que se va á hacer; pero nos apresuramos á publicarlo porquees 
tan fácil emprender la observación clínica en este asunto que bien pueden los 
lectores de “Los Anales” ayudarnos á investigar si realmente el fruto del za- 
pote blanco calma los dolores reumáticos. 


SECUNDINO SOSA. 


E 


LISTA DE COLABORADORES 


- 


DEL 


INSTITUTO MEDICO NACIONAL DE MEXICO 


En la República Mexicana. 


Sr. Dr. Francisco Bulman.—3* del Reloj 13. 

Sr. Dr. Carbajal Antonio.—Calle del Jardín de San Fernando núm. 10. México (D. F.). 

Sr. Dr. Dugés Alfredo.—NATURALISTA. Guanajuato. (E. de Guanajuato.) 

Sr. Ingeniero Ferrari Pérez Fernando.—Director de la Sección de Historia Natural de la 
Comisión Geográfico Exploradora. Profesor de Tecnología en la Escuela Nacional de Agri- 
cultura. Fisico. Químico. NamuraLista. Calle de los Siete Príncipes n? 16. México (D. F.) 

Sr, Dr. Gayol Fernando. —Calle Cerrada de Santa Teresa núm, 5. México (D. F.). 

Sr. Dr, Gómez Elias. —Cuernavaca (E. de Morelos). 

Sr. Dr. Hernández Francisco.—Apatzingán (E. de Michoacán). 

Sr. Profesor en Farmacia Herrera Alfonso. —Profesór de Historia Natural en la Escuela 
Normal para Profesores y de Historia de Drogas en la Escuela Nacional de Medicina de 
México. NATURALISTA. Calle 3% de la Ribera de Santa María núm. 6. México (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Herrera Alfonso L.—Ayudante Naturalista en el Museo Nacio- 
nal de México. ZooLoaIsTa. Calle 3% de la Ribera de Santa María núm. 6. México. (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Lasso de la Vega José Maria.—3* Calle del Reloj. Botica. México 

mE: 


Sr. Dr. León Nicolás. —Tepeji del Rio (Estado de Querétaro). 
Sr. Dr. Medal Juan.—Morelia. (E. de Michoacán). 


fila. Guadalajara (E. de Jalisco). 

Sr. Ingeniero Puga Guillermo B.—México. Tacubaya. (D. F.). 

Sr. Dr, Peña Cutberto.—Córdoba (E. de Veracruz). 

Sr. Lic. Rebollar Rafael.—2* Calle de Necatitlán núm. 22. México (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Reyes Julio.—México (D. F.). 

Sr. Ingeniero Robirosa José N.—San Juan Bautista (E. de Tabasco). 

Sr. Ing. José O. Segura.—Escuela de Agricultura. 

Sr. Dr. Torres Ezequiel.—Chihuabua (E. de Chihuahua). 

Sr. Profesor Urcelay y Martínez Alberto M.—Mérida (E. de a 

Sr. Dr. Urbina Manuel.—Director interino y Profesor de Zoología Botánica del Museo 
Nacional de México. Profesor de Botánica en la Escuela Nacional Preparatoria. BoTÁNICO. 
32 Calle de San Juan. Botica. México (D. F.). 

Sr. Dr. Villada Manuel. —Profesor de Mineralogía, Geología y Paleontología en el Museo 
Nacional de México. Profesor de Botánica Agricola en la Escuela Nacional de Agricul- 
tura. Villa de Guadalupe (D. F.). 


En el Extranjero, 


Mr. Bocquillon Limousin Henry. —Pharmacien de 1* classe á Paris, Pharmacologiste. 2% 
Rue Blanche. Paris. 

Mr. Heckel Edouard.—Professeur á la Faculté des Sciences et á Ecole de Medicine de 
Marseille et Directeur de les Annales de l'Institut Colonial de Marseille. 

Sr. Profesor Jules Hudas.—Paris. 

Sr. Profesor Joseph P. Remington.—Phyladelphia. E. U. 

Sr. Profesor Henry A. Rusby.—Nebraska. (N. J.). 

Sr. Profesor Casimiro De Candolle.—Ginebra. 

Sr. Dr. E. Janssens.—Bruselas. 

Sr. Profesor Fernand Ranwetz,—Lovaina (Bélgica). 

Sr. Profesor Leon Crismer.—Bruselas. . 

Sr. Nathamel Lord Briton.—Nueva York, E. U. 


NOTA.—Se suplica á los Señores Miembros y Colaboradores del Instituto Médico, 


remitan oportunamente noticia de los cambios de dirección, etc., para publicarlos con 
exactitud. 


Es un Establecimiento científico ue tiene por objeto el estudio de la fauna, flora, — E 
climatología y geografía médica nacionales y sus aplicaciones terapéuticas. 4 
Está dividido en las siguientes Secciones: E 5 
1*—De Historia natural Médica. Se ocupa en colectar, clásica: describir y conser- 4 
var las diferentes especies de plantas y animales, EY : 
22—De Quimica analítica. Tiene por objeto la análisis respectiva, y suministrar los 
prinerpios activos y preparaciones necesarias para la experimentación. e 
32— De Fisiología experimental. Esta Sección está encargada de estudiar los efectos 
fisiológicos de las substancias aisladas por los profesores de Química. E $ 
42— De Terapéutica clínica. Hace la aplicación á la patología humana, de los medica 
mentos ya experimentados en los animales. E 
52 De Climatología y Geografía médicas. 


Este periódico es el órgano del Instituto, y sus redactores, que tienen gran interés en 
adquirir todas las noticias relativas al objeto del Establecimiento, se permiten suplicar 
á las corporaciones científicas análogas ge sirvan establecer el canje respectivo de pu- 
blicaciones. : 


LA PRIMERA PARTE DE LOS DATOS 
o 


PARA LA 


MATERIA MEDICA MEXICANA. 


Se encuentra de venta: 


En México.—En la Plazuela de la Candelarita núm. 3; en la 2% calle de Vanegas (Bo- 
tica) y en las principales librerías de la capital. 
En Paris.—Chez M. Géorges Carré, editeur, 3 rue Racine á Paris. 


AVILS. 


Tout ouvrage dont il sera envoyé deux exemplaires á l'adresse ci-dessous sera Ob- 
jet d'une étude bibliographique qu'on publiera dans les Annales. 


*Nons prions les directeurs de journaux qui voudront bien établir l'échange ayec nos 
Annales d'adresser leurs publications á Instituto Médico Nacional de México Plazue- 
la de la Candelarita núm 3.—México. (D. F.) 


IA 


ANTI 


1 99a 1 


hub ob “SUMARIO. 


e orar e A ANT 


dolós trabajos ejecutados en: al Eillacto: Médico” Nacional di el mes de Mayo de 1899.—Sec- 

ción 12 Sección 2-—Sección 32 Sección 4%-Sección B2- 0 > 

urm ).—Un caso de absceso hepático curado por punciones múltiples, seguidas qe Invéldba del foco 

E inyección yodada, por el Dr.-Juan Martínez del Campo. 35d 

E la tuberculosis, por el Dr. Eduardo Licéaga. o 
Torra ; ATA e o a 


Ñ 


OFICINAS DE LA PUBLICACION, 
INSTITUTO MEDICO NACIONAL. 


ARDIN CARLOS PACHECO, 3.—MEXICO, D. F. 


: OS de la ia núm. 3 (Av. Poniente 12 A. ) 


don + ¡MÉXICO 


- Calle de San Andrés número 15. [Avenida Oriente, 51.] 


1899 


MIEMBROS DEL INSTITUTO MEDICO NACIONAL 


INDICADOR DE SUS DIRECCIONES, Y DE LOS 


RAMOS DE LAS CIENCIAS QUE CON ESPECIALIDAD CULTIVAN 


Dirección. 

Sr. Dr. Fernando Altamirano.—Director del Instituto Médico. Profesor de Terapéutica 
en la Escuela Nacional de Medicina de México, encargado de la Historia de las Drogas en el 
Instituto. Especialidad que cultiva: Química Y BorÁNICA APLICADAS. Villa de Guadalupe 
(D, F.) Calle del Mirador número 147. 

Sr.:¿Dr. Secundino Sosa.—Secretario del Instituto Médico. Profesor Adjunto de Clínica In- 
terna en la Escuela Nacionál de Medicina dé México. ¡ALrenisTa. Calle r del Angy Triste 


núm. 7. México (D.'F.). 
Sr. Profesor en Farmacia Carlos Espino “Barros. —Prefecto del Instituto Médico. —En el 


Instituto. 


Sección primera: Historia Natural Médica. 


Sr. Dr. José Ramirez.—Jefe de esta Sección. Secretario General del Consejo Superior 
de Salubridad. BacrerIoLoGIsTa. 10% Calle de la Violeta núm. 21. México (D. F 

Sr. Gabriel Alcocer.—Conservador del Herbario y del Museo en esta Sección. Profesor de 
Matemáticas. MATEMÁTICO Y BOTÁNICO. Calle del Hospicio de San Nicolás núm. 19. México 
D. F.). 
; s Sr. Adolfo Tenorio.—Dibujante de esta Sección. PROFESOR PAISAJISTA. Plazuela del Risco 

núm. 10. México*(D. F.). 


Sección segunda: Química Analítica. 


Sr. Prof. Francisco Río de la Loza.—Jefe de esta Sección Profesor de Química General, 
Industrial y Agrícola en la Escuela Normal para Profesores en México. Químico. Calle 2% de 
Vanegas núm. SE México (D. F.). 

Sr. Prof. Mariano Lozano y Castro.—Ayudante de esta Sección. Químico inspector de 
bebidas y comestibles en el Consejo, Superior de Salubridad, (Químico. Calle,de Patoni nú- 
mero 4. (Botica Humboldt). México (D. F.). 

Sr. Dr. Federico F. Villaseñor.—A yudante de esta Sección. Quimico. Calle del AOS 
de Santa Catarina número 7. México (D. F.). 


Sección tercera: Fisiología experimental. 


Sr. Dr. Eduardo Armendaris.—Jefe de esta EEEción, Médico del Museo Anatomo-—patoló- 
gico. ANÁLISIS CLÍNICOS. Calle de las Ratas núm. 2 México (D. F.). 
Sr. Dr. Daniel Vergara Lope.—Ayudante de esta SON: Preparador de la clase de Tera- 
péutica en la Escuela Nacional de Medicina de México. a de Anatomía en la Escuela 
de Bellas Artes. FistóLoGO. 5% Calle de Guerrero núm. 2,122. México. (D. F.). 


Sección quarta: Terapéutica ERE 


Sr. Dr. José Terrés.—Jefe de esta Sección. Profesor de Patología Interna en la Escuela 
Nacional de Medicina. 3% Calle del Reloj núm. 2. México (D. F.). 

Sr. Dr. Juan Martínez del Campo.—Ayudante de esta Sección. Médico del Museo Anato- 
mo-patológico 2% Calle de Sor Juana Inés de la Cruz núm. 12. México (D. F.). 

Sr. Prof. Juan Manuel Noriega.—Farmacéutico de esta Sección en el Instituto Médico 
Preparador de Análisis Química. en la Escuela Nacional de Medicina. 


Sección quinta: Climatología y Geografía médicas. 


Sr. Dr. Domingo Orvañanos.—Jefe de esta Sección. Miembro del Consejo Superior de Sa- 
lubridad del Distrito Federal. Profesor de Clínica Interna enla Escuela Nacional de Medici- 
na. CLÍNICA INTERNA. Calle de Chavarria número 25. México (D. F.). 


A 


iS 


MEDICO NACIONAL. 75 


INFORMES 


De los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional 
durante el mes de Mayo de 1899. 


SECCIÓN PRIMERA. 


El subscrito remitió á la Dirección los artículos históricos y botánicos de la 
pata de León, Geranium carolimianum, yerba de la golondrina, Luforbia pros- 
trata y los de los Cereus grandiflorus y serpentinus. 

Se rectificaron las clasificaciones de las drogas que se han de usar en las 
otras Secciones, determinándose las del colorín, cóngora y las de las plantas 
señaladas en el párrafo anterior. 

El Sr. J. N. Rose regaló para las colecciones de esta Sección, los siguien- 
tes ejemplares: Hanburia mexicana, Agave sp! Agave mexicana, Agave Tholo- 
zeni, Echinocactus sp?, Echinocactus Parri y Yucca rupicola. 

El Sr. Profesor Francisco Río de la Loza, como Agente colector de la Co- 
misión mexicana para la Exposición de Paris, enviado por el subscrito al Es- 
tado de Michoacán, recogió para nuestro herhario ejemplares de plantas que 
se están secando para distribuirse después en sus lugares respectivos. 

Ingresaron á la biblioteca de la Sección, obsequiados por el Director del 
Jardín Botánico de San Luis Missouri, E. U., los Reports correspondientes á 
los años de 1890 á 1898, faltando el volumen segundo. 

Esta adquisición, que es de suma importancia por las monografías que 
contiene, la debemos en gran parte al Sr. Pringle, quien la solicitó, por indi- 
cación mía, del estimable Sr. William Trelease. 

El Sr. Gabriel Alcocer ha continuado ocupado en los trabajos relativos á 
la Exposición de Paris. 

El Sr. Adolfo Tenorio, dibujó lo siguiente: varias acuarelas de cacteas y 
tres láminas destinadas á la “Materia Médica” que representan la planta y 
raíz del chichicamole, Microsechium Helleri y el tepozán, Buddleia americana. 

México, Mayo 31 de 1899.—José Ramírez. 


SECCION SEGUNDA. 


Ausente de la Capital durante el mes de Abril, y la primera quincena del 
presente, hasta el día diez y ocho volví á ocuparme de los asuntos de la Sec- 
ción, encontrando que, per disposición del Sr. Director, el Sr. Lozano se había 
encargado de continuar el estudio que dejé comenzado sobre el Peyote, por lo 
que le proporcioné los datos que tenía sobre esa planta, y por disposición del 
mismo Sr. Director comencé el estudio de otra planta cuyo nombre vulgar se 
ignora pero que técnicamente es el cereus grandiflora. 

También me ocupé en examinar los principios que se tienen ya dispuestos 
para la próxima Exposición de Paris, así como los que faltan por preparar y 


Tomo IV.—11 


76 ANALES DEL INSTITUTO 


las plantas que se necesitan, y estas son plantas que unas no se encuentran 
en el Valle de México y otras que no se pueden colectar todavía por la esta- 
ción en que estamos; sin embargo, se han encargado y aun para ganar tiem- 
po y por economía se dispuso que el mozo de la Sección saliera al campo con 
un alambique á hacer la destilación del Tabaquillo (calamintha macrostema), 
pero la falta de planta verde hizo que tampoco se obtuviera buen resultado; por 
lo que hay que esperar á que la estación de lluvias avance un poco mas. A fin 
de comenzar á empacar convenientemente las substancias que se han de man- 
dar, se han pedido los frascos necesarios y de acuerdo con las demas seccio- 
nes, á fin de que se tengan uniformes en la forma, si bien de distinto tamaño. 

El Sr. Lozano escribió el artículo relativo á la Yerba de la Golondrina 
(Euforbia prostrata) y lo entregó á la Secretaría. Al mismo tiempo, se ha se- 
guido ocupando del estudio del Peyote (anhalonium ¿lewini?) del que ha de- 
terminado y dosificado los principios inmediatos del extracto alcohólico y en- 
tre los cuales ha encontrado uno de los alcaloides que contiene la planta y el 
que se ocupa en preparar en mayor cantidad para su estudio. 

El Sr. Villaseñor escribió el artículo referente á lo Pata de león (Geranium 
carolineanum) y lo remitió á la Secretaría, así como el del Palo del muerto 
(Ipomce murucoides) que hizo desde el año pasado. Ha emprendido el estu- 
dio de la Damiana (Tournera afrodisiaca) en la que ha analizado los extrac- 
tos de éter de petróleo y de éter sulfúrico, ocupándose en la separación y do- 
sificación de los principios contenidos en dichos extractos, habiendo encontra- 
do los siguientes: 


Extracto de éter de petróleo. 


A o eco 0.544 pS 
CAUCA rain a dre oooO 0.105 pS 
A 0.721 p3 
Resma ácida y clorofila... conecto Re 1.010 p3 

Extracto nm nto adode so coo 2.380 p3 


o ao: huellas. 
Tanino y huellas de alcaloide (?)..........ooonoocconoo..ooomoo: 0.097 pS 
Resina sol. en alcohol y clorofila........... A cs 1.743 pS 
Resina sol.:en éter y clorofila A DS 0.480 pS 
Extracto núm IDA MI LN 2.320 pS 


Como de estos principios el que parece más importante es la esencia, ha 
procurado obtenerla en cantidad suficiente para su estudio y de ella se segui- 
rá ocupando por no haber logrado hasta ahora obtenerla. Por último como 


MEDICO NACIONAL. “7 


de costumbre ha llevado nota de las bajas que ha habido en la sección duran- 
te el mes que hoy termina. 


Libertad y Constitución. México, Mayo 31 de 1899, —Francisco Río de la 
Loza, 


SECCION TERCERA. 


En el presente mes el personal de la Sección ha disminuído quedando re- 
ducido al Sr. Vergara Lope y el subscrito, por tal motivo hubo que suspen- 
der los trabajos especiales para la exposición y otras del Programa particu- 
lar. Para la experimentación, arreglos de aparatos, llevar los apuntes dia- 
rios, escribir artículos para la Materia Médica é informes y cierta clase de 
operaciones que á veces se tienen que practicar no bastan dos personas, como 
ya nos lo ha probado la práctica y menos si no concurren estrictamente á un 
mismo tiempo. 

Hecha esta aclaración indispensable para que se pueda juzgar de los traba- 
jos de la Sección 3* paso á referir los practicados en el presente mes. 

A las experiencias con la corteza de Tullidora hay que agregar los si- 
guientes: 

Dos ranas inyectadas, una con la corteza de Tullidora (Rhamnus Hum- 
boldtiana) y otra con agua destilada para ver si los abscesos eran producidos 
por la inyección del cocimiento del Rhamnus; ninguna presentó signos de 
consideración ni abscesos en el lugar inyectado por cuya razón la acción irri- 
tante que al principio habíamos atribuído á la planta no tiene fundamento. 

El estudio del Peyote biznaga se ha continuado. Se ha determinado ya la 
dosis fisiológica y la mortal. La primera fué de 1 gramo de extracto hidroal- 
cohólico para el perro y la segunda 5 gramos también por kilo para el mis- 
mo animal. Pero hay que advertir que no todos los extractos que se nos han 
remitido han sido igualmente activos, pues unos han mostrado la propiedad 
paralizante desde el principio mientras que otros producen primero la excita- 
ción y luego la parálisis del perro. Por estas razones creemos que debe con- 
tinuarse la experimentación con preparaciones mejor definidas, como el prin- 
cipio activo por ejemplo. Hemos determinado ya con el referido extracto la 
acción sobre el sistema nervioso, sobre el corazón y los vasos, sobre el apara- 
ta locomotor y la respiración. También se han practicado varias experiencias 
para medir la tensión sanguínea y la dilatación ó contracción de los vasos y 
todas ellas con buen éxito. 

Por orden del Sr. Director hemos practicado algunas experiencias con plan- 
tas que no figuran en el Programa general, como el Cereus serpentinus y Ha- 
matus, encontrando en ambas propiedades iguales, como se ve en las experien- 
cias de la primera. : 

Cereus serpentinus. Inyección á una rana de 55 gramos de peso, de una 
maceración de la flor que pesa poco más ó menos 25 gramos de la tercera par- 


78 ANALES DEL INSTITUTO 


te de la preparación (8 gramos poco más ó menos). Dicha rana murió con es- 
ta dosis á las 5 horas. 

Otra rana de 63 gramos fué también inyectada con la misma preparación 
á las 9 a.m. recibiendo primero 2 centímetros cúbicos. No se percibió al- 
gún síntoma digno de mencionarse. A las 10 se le aplicó otra inyección de 3 
centímetros cúbicos y media hora después se notó diminución en sus mo- 
vimientos voluntarios, que aunque eran débiles y lentos bastaban para que el 
animal pudiera cambiar de postura. El corazón latía con menos energía que 
al principio. A las 11 los latidos eran menos marcados, sin notarse como an- 
tes al través de las paredes del tórax. Los movimientos eran tan débiles y 
lentos que no podía la rana cambiar de postura. Los reflejos se conservaban. 
A la 1 la parálisis del corazón se produjo ocacionando la muerte. 

Estos experimentos nos obligaron á repetir nuestras observaciones, fijándo- 
nos de preferencia en el corazón de la rana, el cual descubrimos aplicando 
luego inyecciones en los flancos del animal. La nueva rana inyectada con 2 
centímetros cúbicos de la preparación á las 9.30 se observó que su corazón 
en este momento latía 69 veces por minuto y media hora después el órgano 
se contraía con más energía y menos frecuencia (64 veces). A las 10.10 se le 
inyectaron otros dos centímetros cúbicos, notándose á los 5 minutos un des- 
censo considerable de las pulsaciones cardíacas (21). Los reflejos, lo mismo 
que la energía del músculo, disminuídos. A las 10.30 se aplica nueva inyección 
de 1 centímetro cúbico, con la cual los movimientos reflejos desaparecieron 
por completo, sobrevino la parálisis y un estado de inercia que sólo se cono- 
cía la vida por las palpitaciones que de cuando en cuando se veían en las au- 
rículas seguidas de una que otra de los ventrículos. A las 12.15 el animal 
murió. 

El subscrito se ha ocupado, además, en escribir el artículo del Peyote, que 
ya tiene casi terminado, el de la Pata de León que remitió á la Secretaría y 
en obtener algunas fotografías de plantas entre ellas el Echinocactus Punji. 

Tengo la honra de acompañar las fotografías citadas y las gráficas tomadas 
en las experiencias del Peyote, láminas que no dejo en la Secretaría por nece- 
sitarse en la Sección para coleccionarlas. 

México, 31 de Mayo de 1899.—E. Armendaris. 


SECCION CUARTA. 


Se comenzó el estudio del Peyote (Anhalonium Lewini), y de la Pata de 
León (Geranium Carolinianum), se continuó el de la Picosa (Croton ciliato 
glandulosus), el del Tepozán (Buddleia americana), el del Tatalencho (Gym- 
nosperma multiflorum), el del Tabaquillo (Calamintha macrostersa), y nos 
servimos de las propiedades purgantes de la raíz de yerba del Zorrillo (Cro- 
ton dioicus), de las hipnóticas del extracto hidro-alcohólico de Zapote blanco, 
(Casimiroa edulis), buscamos en un nuevo caso las diuréticas que se han atri- 


MEDICO NACIONAL. 79 


buido al Chichicamole (Microsechium Helleri), y comenzamos igualmente la 
aplicación del agua del Alhuelican de Tehuacán, recomendada para curar las 
litiasis biliar y úrica. : 

Se ministró el Peyote á cuatro enfermos, tres de la Sala de Terapéutica 
Clínica del Hospital de San Andrés, que es á cargo del subscrito, y uno de 
la 2% de Sífilis, á cargo del Dr. Cicero. El primero, de nombre Bartolomé Ra- 
mírez, que ocupa la cama núm. 24 del primer servicio, afectado de alcoholis- 
mo crónico, y que tiene una debilidad profunda, con pulso pequeño, blando, 
depresible y temblor de las extremidades superiores, comenzó á tomar el me- 
dicamento el día 6 del actual en dosis de 0.01 de extracto hidro-alcohólico en 
las 24 horas, la misma dosis tomó el 7 y el 8, y no observando ningun efecto, 
elevamos aquella á 0,10 el día 9, á 0,20 el día 10, á 0,40 el 11, 4 0,75 el 12, y 
así progresivamente hasta llegar el día 21 á la de 10 gramos, la cual sostuvi- 
mos durante tres días, al fin de los cuales nos vimos obligados á suspender el 
medicamento por haber aparecido náuseas y deposiciones abundantes con có- 
licos. El resultado hasta el día 27 sobre el pulso ha sido nulo, pero el tem- 
blor ha disminuído bastante. Enrique Gerbino, alcohólico y convaleciente 
de una neumonía infecciosa, en estado de debilidad profunda, comenzó á to- 
mar el extracto de Anhalonium el 18 del propio mes en dosis de 0,50, que pro- 
gresiva y rápidamente se fué elevando hasta 10 gramos el día 23, en cuya fe- 
cha vomitó una gran parte del remedio inmediatamente después de haberlo 
tomado, tuvo una deposición y cefalalgia; los mismos accidentes se repitieron 
con igual dosis el día 24 y nos obligaron á suspender la droga. El resultado 
terapéutico fué igualmente nulo, pues las fuerzas de este enfermo no han vuel- 
to ni el pulso se ha modificado. Eleuterio Jácome, que ocupa la cama núm. 17, 
afectado de debilidad senil, con pulso lento (64 por minuto), tomó el día 19 
un gramo del extracto mencionado, aumentando gradualmente la dosis hasta 
6 gramos el día 30 sin resultado ostensible, pues el pulso tiene los mismos 
caracteres que al principio. Andrés Camacho, que pertenece á la 2* Sala de 
Sífilis, padece de alcoholismo crónico, tiene temblor muy marcado y su pulso 
es débil; el día 7 se le administran 2 cápsulas de á 0,50, dosis que se sostiene 
hasta el día 22, en que el enfermo pide su alta, saliendo mejorado del tem- 
bior, pero sin que el pulso se haya modificado. 

El resultado terapéutico en los casos mencionados ha sido negativo, como 
se ve, pues el medicamento en cuestión no ha obrado como tónico, y si el tem- 
blor ha mejorado en dos enfermos, esto se debe atribuir más bien al reposo 
en que han estado muchos días y á la supresión lenta, gradual y oportuna del 
alcohol. 

La Pata de León se ha usado doce veces en ocho enfermos, buscando las 
propiedades purgantes que se le atribuyen: en siete casos se obtuvo ese resul- 
tado, con el cocimiento al 15 por ciento una vez, al 20 por ciento dos veces, al 25 
por ciento dos veces; con la maceración de 2 horas al 20 por ciento dos veces tam- 
bién: en dos enfermos no dió resultado á pesar de haberse administrado á uno 
de ellos el cocimiento al 25 por ciento en dosis de 200 gramos, la maceración 


80 ANALES DEL INSTITUTO 


de 2 horas y la maceración de 24 horas de 25 gramos de planta, pero hay que 
advertir que este enfermo tiene una parálisis intestinal por lesión medular, y 
sólo obtiene efectos purgantes con dosis altas de polvo de la raíz de yerba 
del zorrillo (18:50). El otro es un cardíaco á quien se le ministraron 25 gra- 
mos de la maceración de 2 horas por haber tenido una indigestión, y que no 
obtuvo ningún efecto purgante. 

Hemos usado el extracto fluido de Picosa en dosis de 20 gramos en tres en- 
fermos afectados de fiebres de distinta naturaleza; en dos de ellos que tenían 
los signos clínicos de Paludismo sin haber encontrado el hematozoario de 
Laveran en su sangre, la fiebre fué dominada en tres ó cuatro días y el ter- 
cero resultó ser un tifoso en el que el medicamento no hizo bajar la fiebre, y 
que fué oportunamente remitido al Hospital “Juárez.” 

El Tepozán se usó como hipnótico en dos casos, con resultado variable, en 
dosis de 1 gramo á 1.50. En el enfermo Antonio Terán el insomnio es habi- 
tual y algunas noches ha conciliado el sueño con el Tepozán, otras con el Sul- 
fonal, algunas sin droga ninguna, y otras no ha dormido á pesar del medica- 
mento, ya sea uno ú otro. Alberto Alvarez se quejaba de insomnio desde 4 ó 
5 días antes y á pesar de haberle ministrado durante cuatro noches de 1 gra- 
mo á 1,50 de Buddleia, no concilió el sueño sino la última vez que tomó esta 
dosis y que se cambió su alimentación, suprimiéndosele el café, que era á lo 
que el enfermo atribuía el insomnio. 

El extracto hidro-alcohólico de Tatalencho se ha empleado en dos enfer- 
mos en el mes como analgésico, en dosis de 0,75 á 1,50 sin resultado alguno. 

El Tabaquillo lo han tomado cuatro enfermos, buscando las propiedades 
estomáquicas que se dice posee. Tres de ellos, afectados de ligeros dolores 
gastro—intestinales á consecuencia de indigestión, dijeron que habían desapa- 
recido aquéllos algún tiempo después de haber tomado bebidas hechas con la 
planta mencionada en cocimiento al 20 y 25 por ciento, en dosis de 100 gra- 
mos. El paciente Francisco Rubalcava, afectado de cirrosis grasosa del híga- 
do, se quejaba de inapetencia desde hacía algunos días, y á pesar de haberle 
administrado durante cuatro 100 gramos del cocimiento de Calamintha, pri- 
mero al 10 y luego al 20 por ciento, aquella subsistió sin modificarse en lo 
más mínimo. 

El polvo de raíz de yerba del Zorrillo fué administrado como purgante á 
tres enfermos en dosis de 0,50 á 1,50, habiéndose presentado su efecto en ge- 
neral hora y media ó dos horas después de tomado, y produciendo dos ó tres 
evacuaciones líquidas sin cólicos. 

Lázaro Enríquez, afectado de enteritis alcohólica é insomnio accidental que 
duró algunas noches, tomó desde el 5 hasta el 15 de Mayo, 0,60 de extracto 
hidro-alcohólico de Casimiroa edulis, y no comenzó el efecto hipnótico sino 
hasta la tercera noche. 

El Chichicamole fué ministrado á Marcos Martínez que padece Nefritis pa- 
renquimatosa y en el que la cantidad de orina en 24 horas era en la fecha de 
su entrada de 210 gramos, habiendo subido ésta en los días subsecuentes has+ 


MÉDICO NACIONAL. s1 


ta 600 c.c. una vez, coincidiendo con la ministración de 0,80 del extracto hi- 
dro-alcohólico del medicamento, pero bajando á su volumen primitivo á pe- 
sar de haber sostenido y aun aumentado la dosis del Microsechium, por lo 
que fué necesario recurrir á otro diurético conocido y el cual sí dió resul- 
tado. 

Con fecha 15 del presente fué enviada á la Sección una muestra del agua 
del Manantial del Alhuelican de Tehuacán con objeto de estudiar sus efectos 
terapéuticos en los casos de litiasis biliar y úrica. El Sr. Director proporcio- 
nó dos días después una enferma afectada al parecer del primero de esos ma- 
les y á la que se recomendó el uso de la mencionada agua, tomada á pasto, por 
única medicina. Hasta ahora no es fácil decir el resultado á pesar de sentir- 
se aliviada la enferma; pues si bien es cierto que el cólico ha pasado, no hay 
la seguridad de su naturaleza puesto que el examen microscópico del sedi- 
mento intestinal no reveló la existencia de la colesterina y no se ha encontra- 
do ningún cálculo biliar característico. 

Se han hecho algunos análisis de la orina de varios enfermos de la Sección 
de Terapéutica Clínica, así como exámenes microscópicos de sangre, de espu- 
tos y de arenillas intestinales, aplicación del esfigmógrafo y exploración ra- 
dioscópica en dos pacientes. > 

Este último medio de exploración lo aplicamos con el Sr. Dr. Altamirano, 
y en uno de los enfermos proporcionó datos muy interesantes que, unidos á 
los clínicos y al estudio microscópico del esputo, hizo perfecto el diagnóstico. 
Se trata de Ursulo Anaya, que ocupa la cama núm. 12 del servicio menciona- 
do: los signos estetoscópicos indican la existencia de una gran caverna en la 
región antero-superior del pulmón derecho, pues se percibe un soplo muy in- 
tenso en ese sitio; pero el estado general del enfermo habla en contra de 
la idea de tuberculosis, sobre todo en el período ulceroso. Por indicación 
del Sr. Director, y guiados por él, le aplicamos los rayos X y pudimos 
ver una sombra perfectamente marcada en el lugar referido, que hace con- 
traste con la claridad que se nota del lado opuesto, y la existencia de nume- 
rosos bacilos de Koch en el esputo nos dió la evidencia de la tisis pulmonar de 
Anaya. 

Se notará que hemos usado algunos preparados de plantas que no pertene- 
cen al programa actual, como la yerba del Zorrillo y el Zapote blanco; pero 
esto lo hacemos en atención á la positiva utilidad que presentan, la primera 
como purgante y la segunda como hipnótica en muchos casos y nos pro- 
ponemos seguir aplicando todas aquellas plantas nacionales de efectos segu- 
ros, aun cuando no estén sometidas ya á la experimentación terapéutica. 

Me he ocupado también en el mes en redactar una memoria para mi lectu- 
ra de turno que tengo el honor de presentar hoy á la Junta, y que se ocupa 
de la curación de un caso de absceso hepático por punciones múltiples, segui- 
das de lavado del foco é inyección yodada. 

El Sr. Dr. Ricardo E. Cicero ha concurrido con puntualidad al Hospital y 
al Instituto, y-ha ayudado eficazmente en todas las labores de la Sección. 


82 ANALES DEL INSTITUTO 


Doy lectura al informe que me ha enviado el Sr. Prof. D. Juan M. Noriega, 
ayudante de la sección. 
México, Mayo 31 de 1899.—Juan Martínez del Campo. 


SECCION QUINTA. 


Durante el mes que hoy termina ha pasado el subscrito al “Indice de Greo- 
grafia Médica” los cuestionarios que siguen: 


OAXACA. 
Geografía Médica. 


1.—Villa Juárez. 

2.—Cacalotepec. 

3.—Atepec San Juan Bautista. 

4.—Yaureni Santa Ana. 

5.—Teococuilco. 

6.—Ixtepeji Santa Catarina. 

7.—Amatlán San Miguel. 

8.—Capulálpan San Mateo. 

9.—Jaltianguis Santa María. 
10.—Lachatao Santa Catarina. 
11.—San Antonio. 
12.—San Miguel del Río. 
15.—Zoquiapan Santiago. 
14.—Analco San Juan Evangelista. 
15.—Quistepec. 
16.—Guelatao San Pablo. 
17.—1xtlán la Trinidad. 
18.—Xia el Dulce Nombre. 
19.—Aloapan San Miguel. 
20.—Yolox San Pedro. 
21.—Temextitlán El Rosario. 
22.—Nieves Santa María. 
23.—Maninaltepec San Miguel. 
24.—Yagavila Santa Cruz. 
25.—Yaneri San Pedro. 
26.—Y ahuiche Santa María. 
27.—Xiacuí Santiago. 
28.—Y atuní San Andrés. 
29.—Yavexia Santa María. 
30.—Nexicho San Pedro. 


MEDICO NACIONAL. 83 


31.—Abejones San Miguel. 
32.—Macuiltianguis San Pablo. 
33.—Comaltepec Santiago. 
34.—Totomoxtla Santa María. 
35.—Techitlán la Soledad. > Villa Juárez. 
36.—Tepauzacualco San Juan. 
31.—Zoogochi Santa María. 
38.—Guiloxi San Sebastián. 
39.— Yautepec San Carlos. 


40.—Quierí Santa Catarina. 
41.—Yautepec San Bartolo. 
42.—Juquila Mixes San Juan. 
43.—Acatlancito Asunción. 
44. —(Quezaltepec San Miguel. + Yautepec. 
45.—(Quiechapa San Pedro Martín. 
46.—Cacalotepec Asunción. 

"47 —Quiegolani Santa María. 

. 48.—Tlacolulita. 


IN= 


. Además concluí el Indice alfabético del tomo III de los “Anales” del Ins- 
tituto y la copia de los Anexos á la Estadística Forestal del Dr. Don Fernan- 
do Altamirano. 

Se formó igualmente la Bibliografía correspondiente al mismo mes de Ma- 
yo, documento que tengo la honra de acompañar. 

México, 31 Mayo de 1899.—Jesús Galindo y Villa. 


LECTURA DE TURNO. 
bad 


Un caso de absceso hepático curado por punciones múltiples, seguidas de 
lavados del foco é inyección yodada. 


En los primeros días del mes de Noviembre del año próximo pasado se 
- presentó en mi consultorio el Sr. B....... 4 pedirme consejo respecto del pade- 
cimiento que tenía desde hacía muchos meses, y que lo había agotado por com- 
pleto (fueron sus palabras). 

Interrogado sobre sus antecedentes, manifestó: ser natural de México, ca- 
sado y de 30 años de edad. Sin tara hereditaria alguna, de buena constitu- 
ción y salud anteriores, y de costumbres alcohólicas, adquiridas tres ó cuatro 
años antes, había comenzado su padecimiento á fines de Marzo del propio 
año de 1898 y había consistido: en dolor al nivel del hipocondrio derecho, que 
se irradiaba al hombro del mismo lado, sensación de pesantez en la región 
hepática, perturbaciones digestivas y fiebre, todo esto á raíz de un exceso ex- 


tra-ordinario de bebidas alcohólicas; que estos primeros accidentes tuvieron 
: Tomo IV.—12 


84 ANALES DEL INSTITUTO 


una duración de un mes, poco más ó menos, al fin del cual cambió el tipo de 
la fiebre, que, de continua que era, se hizo intermitente, vespertina, cotidia- 
na, precedida de calosfríos y seguida de abundantes sudores; que el dolor ha- 
bía disminuído de un modo considerable, que su apetito era nulo, sus diges- 
tiones lentas y difíciles, y que la persistencia de la fiebre lo había enflaqueci- 
do y debilitado notablemente. 

En efecto: lo primero que llamaba la atención era el estado caquéctico de 
este enfermo; profundamente pálido y demacrado, con ligero tinte sub—icté- 
rico, pulso frecuente y muy pequeño, disnea intensa y casi sin poder soste- 
nerse. Al explorarlo encontré signos claros de un absceso del hígado: aumen- 
to considerable del volumen de la glándula, dolor espontáneo y á la presión, 
al nivel del 8? y 9? espacios intercostales, y fluctuación bien apreciable. 

Con estos datos no vacilé en formular el diagnóstico de absceso hepático, y 
al manifestarlo al enfermo, trabajo y grande me costó convencerlo de la exis- 
tencia de ese mal, pues le habían asegurado, según me indicó, quepadecía de 
paludismo, y que por esta enfermedad había sido tratado desde hacía síete 
meses. Lo único que solicitaba era el cambio de tratamiento, pues, como era 
natural, su mal no cedía á las altas dosis de quinina que se le habían minis- 
trado y sentía agravarse más y más cada día. 

Ya se comprenderán los esfuerzos que tuve que hacer para convencerlo de 
la necesidad absoluta que había de que se dejara hacer una punción explora- 
dora, que nos diera la evidencia de la supuración hepática, para poder inter- 
venir quirúrgicamente de un modo conveniente y radical. Varios días lo pen- 
só, decidiendo al fin, de un modo terminante, que en la punción y sólo en ella 
consentiría, cualquiera que fuese el resultado. 

Ante resolución tan decisiva, no era posible insistir. Le hice una punción 
en el 8” espacio intercostal, al nivel de la línea axilar anterior, extrayendo 
1700 gramos de pus hepático, que tenía el aspecto del champurrado. Los pri- 
meros días el enfermo se sintió aliviado, alabando los beneficios de la punción, 
pero una semana después volvió la fiebre y demás accidentes y fué necesario 
repetir aquélla, extrayendo una cantidad de pus igual á la primera vez, es de- 
cir, que se había reproducido el absceso al mismo grado y teniendo el pus los 
propios caracteres que al principio. 

Naturalmence el estado general del enfermo era cada día peor: la desnu- 
trición era completa, el agotamiento profundo. Viéndonos privados del recur- 
so quirúrgico supremo, cual es la debridación y canalización del foco, por la 
renuencia del paciente, me propuse hacer el lavado de la cavidad y la modi- 
ficación de sus paredes por medios apropiados, y en la misma segunda sesión 
á que me he referido, llené estas indicaciones, sirviéndome del aspirador Po- 
tain, para inyectar, primero: una solución de ácido bórico al cuatro por cien- 
to, é inmediatamente después de extraída ésta, una de tintura de yodo al cua- 
tro por ciento con doble cantidad de yoduro de potasio. (Solución yodo-yodu- 
rada de Bonnet.) 

Desde luego se advirtieron las ventajas de este modo de obrar pues el ali- 


MEDICO NACIONAL. 85 


vio duró algunos días más que después de la primera invervención, y si bien 
es cierto que el pus se reprodujo en esa vasta cavidad, y que fué necesario 
hacer una tercera punción, esta no dió salida más que á la sexta parte de la 
cantidad que había suministrado en las dos primeras veces, es decir, no se 
extrajeron más que 280 gramos de pus del hígado enfermo. Como es de su- 
ponerse, se hizo nuevo lavado con solución bórica y nueva inyección yodada. 
El resultado fué mejor pues la reproducción fué en mucha menor cantidad y 
tardó un tiempo mayor en aparecer. 

En resumen: fueron cinco las punciones, una simple y cuatro seguidas de 
lavado del foco € inyección yodada, todas hechas por el mismo punto y cada 
una de ellas seguida de visible mejoría. El hígado, se retrajo por completo, 
lNegando á adquirir sus dimensiones normales, como lo indicaban claramente 
la percusión y la palpación; dejó de ser doloroso, desapareció por completo la 
fiebre, renació el apetito, las digestiones se regularizaron, volvieron poco á 
poco las fuerzas y el color, pronto engordó el enfermo, y aquel cadáver am- 
bulante recobró la vida y el vigor que tenía un año antes y que correspondía 
á la edad de 30 años que le hemos señalado. 

Desde la primera punción tuve cuidado de recoger un poco del pus extraí- 
do del hígado de B........ y llevarlo al laboratorio de Anatomía—patológica y 
Bacteriología, del que es Jefe mi estimado amigo el distinguido Dr. Toussaint, 
para que fuera examinado por este Señor, el cual declaró que el mencionado 
producto tenía los caracteres del pus hepático y no contenía amibas. 

Ultimamente he tenido noticias de este enfermo, el cual se conserva en es- 
tado de completa salud. 


REFLEXIONES. 


El interesante caso que acabo de referir, se presta á hacer algunas consi- 
deraciones tocante á una enfermedad que, por desgracia, es de relativa fre- 
cuencia entre nosotros. Desde el año de 1855 en que el sabio médico mexica- 
no D. Miguel Jiménez aplicó la punción al tratamiento de los abscesos de hí- 
gado, introduciendo el trócar por los espacios intercostales, muchos enfermos 
han obtenido el beneficio de tal intervención. Sucesivamente se ha ido per- 
feccionando el procedimiento de curación de los abscesos menciónados, á me- 
dida que se les ha ido estudiando, y así se vió aparecer después de la punción 
simple, la canalización, al principio con el trocar por el mismo Dr. Jiménez, 
y después con los tubos de caoutehouc por el Dr. José M. Vértiz, más tarde la 
irrigación continua, el lavado con líquidos antisépticos como el ácido bórico, 
las inyecciones de líquidos modificadores como la solución yodo—yodurada, y 
por último, la debridación de la glándula con resección de una ó varias COs- 
tillas, según los casos. 

Decíamos que la frecuencia de este mal en México ha hecho que se ocupen 
de él las personalidades científicas mas distinguidas entre nosotros, y así te- 
nemos, además de las citadas, á los célebres Cirujanos D. Rafael Lavista de- 
bridando valientemente hígados supurados antes que Stromeyer Little lo hi- 


86 ANALES DEL INSTITUTO 


ciera en la India, D. Francisco Montes de Oca puncionando por el epigastrio 
los abscesos del lóbulo izquierdo y demostrando que esta práctica estaba des- 
provista de peligros *, el Dr. D. Demetrio Mejía puncionando, debridando, la- 
vando y curando en una palabra, una multitud de focos hepáticos supurados 
con la habilidad que le es característica, y haciendo el diagnóstico aun de los 
mas pequeños, sea cual fuere el lugar que ocupen en la glándula, y otra infi- 
nidad de médicos mexicanos que han estudiado este asunto y que han escri- 
to memorias muy interesantes. 

Con cada uno de los procedimientos referidos se han curado en distintas 
épocas numerosos enfermos afectados del mal que nos ocupa, y se han presen- 
tado también muchos inéxitos pues bien sabido es que en infinidad de casos 
son múltiples los factores que intervienen en las enfermedades y múltiples 
por consiguiente las condiciones para recobrar la salud. 

Pero el método general de evacuación del pus de cualquiera cavidad es sin 
duda alguna perfectamente racional y útil en todos los casos, y si bien es cier- 
to que es mejor debridar el foco, lavarlo y curar á fondo, como se hace actual- 
mente, no puede negarse que hay casos, y no en pequeño número, en que la 
simple punción ha curado lo mismo que la punción y canalización, el lavado 
del foco ó la modificación de éste por líquidos irritantes, que provoca la re- 
tracción ó aproximación de sus paredes y la cicatrización consecutiva. 

Cuáles sean las condiciones indispensables para la curación de los abscesos 
por los procedimientos apuntados en los anteriores párrafos, creemos que no 
es difícil decirlo, pues bien se comprende qué la primera y principal es la ter- 
minación completa del proceso flemásico de la glándula hepática, pues si es- 
te persiste, el mal sigue adelante y termina con la vida del enfermo. Si la ca- 
vidad es muy grande, difícilmente se retrae y sin esta condición el foco se 
vuelve necesario, el pus se hace inagotable y el enfermo sucumbe igualmen- 
te. La existencia de más de un foco en el órgano es otra de las condiciones 
para el iméxito, pues bien puede suceder que vaciado uno y en vía de cura- 
ción la existencia de una ó varias cavidades ignoradas, ó que sean inaccesi- 
bles, haga fracasar todas las tentativas de curación. El estado general del en- 
fermo puede ser, y es en efecto, un factor importantísimo para el pronóstico, 
pues si está muy agotado, por mucho que las condiciones locales se modifi- 
quen, la curación es muy dudosa. Por último, la situación que ocupe el foco 
en la glándula hepática, influye evidentemente para el pronóstico del mal, pues 
en general los abscesos colocados en el lóbulo derecho del hígado, y cerca de 
la pared de éste, son más accesibles á la intervención por los espacios inter- 
costales, después vienen los del lóbulo izquierdo y que hacen eminencia por 
el epigastrio; pero los que ocupan la convexidad del órgano son, como se com- 
prende, difíciles de alcanzar por los instrumentos, y por consiguiente de pro- 
nóstico mucho más serio. 


En el caso que hemos referido, B...... tenía un vasto absceso situado en el 


1 Traité pratique de médecine clinique et thérapeutique publié sous la direction de $. 
Berhheim et E. Laurent. Paris 1895. Tomo V. páginas 463 y 464. 


SA 


5 
] 
5555555 


Lám. XIV. 


SÍ 


IN 


SS 


SN 
e 


y 
S 
: 


; 


Deravansta nara al laharataria da Pelalania Exnarimantal dal Inmatituta Mádina Manianal 


- => 


ve 


9 wJ09sq 


sopor 


To TIL. 


Y 


y 
Sy 
dl 


ANALES DEL Insriruro MÉDICO NACIONAL. 


PLANO WN? Z 1% Piso 


Proyeoto para el laboratorio deFlslología Experimental del Instituto Médico Nacional. 


Lám. XIV. 


"SVLOPIOG PI 


41518 006 ANALES DEL Insriruro MÉDico NACIONAL. Lám. XV. 


CédeBalderas. 


metros. 


PLANO NS 3, 27 Pisn. 


Proyecto para el laboratorio de Fisiología Experimental del Instituto Médico Nacional. 


"TA A AN 


¿AMADA 


NE 


> 8 4 1 
42” is ría E 


MEDICO NACIONAL. 87 


lóbulo derecho del hígado muy cerca de la pared de éste, pues como se recor- 
dará, la fluctuación era muy clara, tanto como pocas veces la hemos sentido; 
la edad del absceso era antigua ya (siete meses), y el enfermo estaba en un 
estado profundo de desnutrición, circunstancias casi todas ellas, exceptuando 
la situación del foco, completamente desfavorables para esperar una termina- 
ción feliz. Y en esto se fundaban mis temores del principio, y el empeño que 
tenía para que B...... consintiera en la debridación; pero la edad del enfermo 
y su buena constitución y salud anteriores fueron las armas poderosas que le 
permitieron luchar contra tan terrible enemigo, y le otorgaron la victoria. 

¿De qué modo influyeron las operaciones practicadas á B...... para la cica- 
trización de su foco? Pues probablemente fueron varios los factores que inter- 
vinieron en esta feliz terminación. Recuérdese que después de la primera 
punción, que fué simple, el pus se reprodujo pronto y en la misma cantidad, 
puesto que en la segunda se extrajeron igualmente 1,700 gramos, es decir, 
que el foco no se retrajo nada; en esta segunda intervención se lavó la cavi- 
dad y se introdujo la solución de yodo, que provocó seguramente una inflama- 
ción de sus paredes y la retractilidad de ellas, pues el órgano, afortunadamen- 
te, no estaba adherido en ninguna parte y permitía la verificación de aquel 
hecho. Como después de esta segunda, las punciones fueron repetidas y en 
todas ellas se lavó el foco y se hizo la inyección mencionada, con esta con- 
ducta no se permitió la distensión de las paredes, sino que se favoreció su 
retractilidad por la inflamación que después de cada una de ellas se provo- 
caba. De suerte que la falta de adherencias del hígado con los órganos veci- 
nos, ó con las paredes abdominales, la evacuación completa del foco, el lavado 
de su cavidad, la inflamación sustitutiva provocada por el yodo y la frecuen- 
cia de las intervenciones, en nuestro concepto fueron otros tantos elementos 
que intervinieron directa y eficazmente en la curación de B...... 

Bien sabido es que la mayor parte de nuestros prácticos han obtenido éxi- 
tos más ó menos numerosos con la simple punción, y como este modo de in- 
tervenir sirve en el mayor número de los casos para perfeccionar el diagnós- 
tico, creemos que sería prudente, siempre que se llenen las condiciones que 
hemos apuntado antes, proceder como en el caso de B...... , es decir, puncio- 
nar, lavar el foco y hacer la inyección yodada. 

Esta práctica podría tener la ventaja de evitar, en algunos casos, la debri- 
dación de la glándula con resección costal más ó menos amplia, cuyo trauma- 
tismo es siempre considerable, sobre todo tratándose de enfermos de la clase 
de nuestro pueblo que casi siempre vienen al Hospital en el último grado de 
su dolencia, y no ofrecería inconveniente serio ninguno, pues el resultado, 
favorable ó adverso, no se hace esperar y siempre queda tiempo, en el segun- 
do caso, para intervenir de un modo radical. 

Naturalmente que yo soy partidario de la debridación amplia, canalización 
y curación á fondo del foco supurante, pero repito, para terminar, que la pun- 
ción con lavado é inyección yodada, no ofrece inconvenientes y sí puede, en 
algunos casos, curar los abscesos hepáticos. 

México, Mayo 31 de 1899.—Juan Martínez del Campo. 


88 ANALES DEL INSTITUTO 


Defensa contra la tuberculosis por el Dr. Eduardo Licéaga. 


L 
DEFENSA CONTRA LA TUBERCULOSIS. 


El 15 de Enero de 1895 tuve la honra de someter á la aprobación del Con- 
sejo unas instrucciones para dar á conocer al público el peligro de contagiarse 
de tuberculosis y los medios más adecuados para defenderse de ese contagio. 

La cuestión de la herencia como causa de la tuberculosis suscitó una viva 
discusión. Para resolver los puntos á que esta cuestión se refería y acoplar 
los documentos que habían de ilustrar mi manera de considerarla, se aplazó 
la discusión. El Consejo tuvo que ocuparse, entretanto, de cuestiones de mu- 
cha gravedad y de inmediata resclución, y el estudio de las instrucciones pa- 
ra defenderse de la tuberculosis ha quedado en cartera; pero las circunstan- 
cias por las que atravesamos en este momento, me imponen la obligación de 
traer este asunto al debate, dándole una nueva forma para hacerlo entera- 
mente ejecutable y dejando la cuestión de doctrina para tratarlo en el seno 
de esta misma Corporación ó en el de la Academia de Medicina, pues creo in- 
dispensable que todos los médicos nos pongamos de acuerdo sobre esta doc- 
trina que está universalmente aceptada en todos los países civilizados; pues 
si la cuestión misma de la herencia ha sido motivo de grandes discusiones, 
éstas han sido originadas—á mi juicio—por no haberse planteado el proble- 
ma de una manera clara y bien definida. 


1 
LA MORTALIDAD EN MÉXICO Es CONSIDERABLE. 


El año de 1898 el Consejo Superior de Salubridad ha registrado la cifra 
enorme de 18,067 defunciones. El deber de esta Corporación es estudiar las 
causas que han ido aumentando la mortalidad en los últimos años y propo- 
ner los medios propios para disminuirla. Las prescripciones del Código Sa- 
nitario tienden á remediar las enfermedades evitables, procurando el sanea- 
miento de las habitaciones, vigilando la pureza de los alimentos y bebidas, 
ordenando el aislamiento de las personas que sufren enfermedades transmi- 
sibles, haciendo la desinfección de las habitaciones que han ocupado y de to- 
dos los objetos que han podido contaminar. 

Los Congresos médicos que se han reunido en la Capital desde el año de 
1876, el Consejo de Salubridad y las Corporaciones científicas estuvieron acon- 
sejando á la Administración Pública, la canalización del Valle de México, es- 
timulando á que se llevara á cabo la Obra del Desagiúe y la de canalización y 
drenaje de la ciudad. 

La Administración Pública prestó su atención á estas excitativas; pero has- 
ta que el Sr. General Díaz concedió á esta empresa el poderoso contingente 


MEDICO NACIONAL. 89 


de su inteligencia, de su energía y de su constancia, estas obras se empren- 
dieron activamente hasta consumarse la primera y estar en ejecución la se- 
gunda. 

El Ministerio de Gobernación, el Gobierno del Distrito y la Corporación 
Municipal han dedicado preferente atención á la provisión de agua potable, 
en la abundancia que la necesitan los habitantes de la Capital. Según sabe- 
mos, está á punto de realizarse un proyecto que proveerá á la Ciudad de agua 
pura en cantidad suficiente. El agua abundante y pura es la primera necesi- 
dad higiénica de todas las agrupaciones humanas. 

Como se ve, la Administración Pública, ni ha desconocido las causas que 
hacen tan elevada nuestra mortalidad, ni ha dejado de empeñarse con extraor- 
dinario celo en remediarlas; pero el tiempo transcurrido desde que se ha em- 
prendido esta tarea, no ha sido bastante para llevarla á cabo, y por eso no 
podemos palpar todavía el beneficio que de ella se espera. Por fortuna, todas 
las obras emprendidas están en vía de ejecución y á su conclusión las cifras 
enseñarán con su elocuencia irrecusable, cuánta era la necesidad de llevar- 
las á buen término y cuánto mejorará con ellas la salubridad pública de la 
Capital. 

Entretanto el Consejo de Salubridad tiene la obligación de seguir mejoran- 
do y perfeccionando los medios de que dispone para disminuir las enferme- 
dades evitables, y de proponer los nuevos que la ciencia ha sancionado. 


¿A 
LA TUBERCULOSIS ES UNA ENFERMEDAD MORTÍFERA. 


“Según las estadísticas contemporáneas admitidas y comprobadas por 
Grancher, la tuberculosis ataca á la cuarta parte de los individuos que com- 
ponen una generación, y por lo menos hace sucumbir una sexta parte. Es, 
pues, la más mortífera de todas las enfermedades epidémicas y contagiosas 
reunidas.” (Chuquet.) 

Estas proposiciones verdaderas, si se considera el conjunto de las naciones 
europeas en donde han sido tomados los datos, no resultan exactas si las apli- 
camos á la Mesa Central del Anáhuac. En efecto, en México es menos mor- 
tífera la enfermedad, como lo enseña el cuadro que copio aquí y presenté en 
el Congreso Internacional de Berlin de 1890. 


90 ANALES DEL INSTITUTO 


Mortalidad Mortalidad por afec- Proporción 
Años. general. ciones tuberculosas. por 100. 
E a contadaco ains JAAT aa A A 495 
¡E (ERICA AUD aereos soe 5'32 
E 7640. AL. Lo. A 556 
A 8172... drasas csalna o AA 5'92 
E 69071... E. conta o SIA 9'08 
IES A SADO. nee EU) a RE 7:10 
MOS: tr creaeoa ALAVA DAS 6'13 
A SEA IOSIO A as a A A 597 
ENANOS 122420. a SB. anota. 6'64 
Adoro EA 1OLG1 0 Ate hos Tala dios 772 
ET A 10223... Eo bezios po, UPM 789 
¿o O DADO adas UA 8S'54 
EA OST. o Php os A S'05 
1 toas caer 11523... Manco sa a O ca 8S'34 
O oe VLOAT 1 A Sl RRA 762 
o SIMA... EA peo A 792 
1 alo. ASOGT A e los 1008. ::0t4o5 pto re S'09 
o A 10D a e LOS oie 8'83 
MSN act 13200... A e IE 8"72 
USOS unid 13218... TIA Es 873 
o ADO A as Es AAA 793 
Sumas...... ZU LAAT .. RECIO. 16689:6x:1.0b 7.00 753 


De la lectura de este cuadro se desprende que la mortalidad en México, 
causada por las afecciones tuberculosas de todos los órganos, era de 7.53 por 
ciento. La de Paris, en la misma época, era de 17.57 por ciento. Esta dife- 
rencia en la proporción, demuestra cuán menos frecuente es la tuberculosis 
en nuestra Capital que en la de Francia. 

Sin embargo, ya sea por el aumento de la población ó por las facilidades 
del contagio, esta cifra se ha elevado en los años transcurridos entre 1890 y 
1898, como lo enseña el siguiente cuadro: . 


Mortalidad Mortalidad por afec- Proporción 
Años. general. ciones tuberculosas. por 100. 
E IA: 16 Lcd E S'09 
lo tras? E 11 Denton: 8'87 
O sa 16320. . Ecos 1 sa as 977 
MIL 1ISDO.... e UA o ba 915 
pe DI e A an o a le Oe dea AS - 930 
PO izda 1AODO: . O teen 9'52 
O 15406... roots DIS La 9'85 
UA 16201... alos 1 A 9'68 
IR AS 1SOG/ .... A naaa ¡E AA 8S'47 
Sumas...... 116239... aio co ile ES 9'29 


[ Coniinuará. ] 


PN-AA 


E 

13 
4 
: 
E 
. 
q 


LISTA DE COLABORADORES 


'* DEL 


INSTITUTO MEDICO NACIONAL DE MEXICO 


En la República Mexicana. . 


Sr. Dr. Francisco Bulman.—3* del Reloj 13. 

Sr. Dr. Carbajal Antonio.—Calle del Jardín de San Fernando núm. 10. México (D. F.). 

Sr. Dr. Dugés Alfredo.—NATURALISTA. Guanajuato. (E. de Guanajuato.) 

Sr. Ingeniero Ferrari Pérez Fernando. —Director de la Sección de Historia Natural de la 
Comisión Geográfico Exploradora. Profesor de Tecnología enla Escuela Nacional de Agri- 
cultura. Fisico. Químico. NATURALISTA. Calle de los Siete Príncipes n? 16. México (D, E) 

Sr. Dr. Gayol Fernando.—Calle Cerrada de Santa Teresa núm.-5. México(D. F.). 

Sr. Dr. Gómez Elías. —Cuernavaca (E. de Morelos). 

Sr. Dr. Hernández Fráneisto.—Apatingán (E. de Michoacán). 

Sr. Profesor en Farmacia Herrera Alfonso.—Profesor de Historia Natural en la Escucla 
Normal para Profesores y de Historia de Drogas en la Escuela Nacional de Medicina de 
México. NaTURALISTA. Calle 3% de la Ribera de Santa María núm. 6. México (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Herrera Alfonso L.—Ayudante Naturalista en el Museo Nacio- 
nal de México. ZooLOGISTA. Calle 3% de la Ribera de Santa María núm. 6. México. (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Lasso de la Vega José María.—32 Calle del Reloj. Botica. México 

D. F.). 

; Sr. Dr. León Nicolás.—Tepeji del Rio (Estado de Querétaro). 
Sr. Dr. Medal Juan.—Morelia. (E. de Michoacán). 
Sr. Dr. Mendizabal Gregorio.—Calle de Montealegre núm. 10. México. (D. F.). 
Sr. Dr. Noriega Tomás.—Hospital de Jesús. México. (D. F.). 

Sr. Dr. Otero Miguel.—San Luis Potosí. (E. de $. L. P.). 

Sr. Dr. Parra Gabriel. —Tlatlauquitepec (E. de Puebla). 

Sr. Profesor en Farmacia Puga Adrián. —Química Y FarmAcoGNosIa. Botica de la Compa- 
ñía. Guadalajara (E. de Jalisco). 

- Sr. Ingeniero Puga Guillermo B.—México. Tacubaya. (D. F.). 

Sr. Dr. Peña Cutberto.—Córdoba (E. de Veracruz). 

Sr. Lic. Rebollar Rafael.—2* Calle de Necatitlán núm. 22. México (D. Ed 

Sr. Profesor en Farmacia Reyes Julio.—México (D. F.). 

Sr. Ingeniero Robirosa José N.—San Juan Bautista (E. de Tabasco). 

Sr. Ing. José C. Segura.—Escuela de Agricultura. 

Sr. Dr. Torres Ezequiel. —Chihuahua (E. de Chihuahua). 

Sr. Profesor Urcelay y Martínez Alberto M.—Mérida (E. de Yucatán. ) 

Sr. Dr. Urbina Manuel.—Director interino y Profesor de Zoología Botánica del Museo 
Nacional de México. Profesor de Botánica en la Escuela Nacional Preparatoria. BoTÁNICO. 
3% Calle de San Juan. Botica. México (D. F.). 

Sr. Dr. Villada Manuel.—Profesor de Mineralogía, Geología y Paleontología en el Museo 
Nacional de México. Profesor de Botánica Agricola en la Escuela Nacional de Agricul- 
tura. Villa de Guadalupe (D. F.). 


En el Extranjero, 


Mr. Bocquillon” Limousin Henty.—Pharmacien de 1'* classe á Paris. Pharmacologiste. 2” 
Rue Blanche. Paris. 

Mr. Heckel Edouard.—Professeur á la Faculté des Sciences et a Ecole de Medicine de 
Marseille et Directeur de les Annales de PInstitut Colonial de Marseille. 

Sr: Profesor Jules Hudas.—Paris. 

Sr. Profesor Joseph P. Remington.—Phyladelphia. E. UD. 

Sr. Profesor Henry A. Rusby.—Nebraska. (N. J.). 

Sr. Profesor Casimiro De Candolle.—Ginebra. 

Sr. Dr. E. Janssens.—Bruselas. 

Sr. Profesor Fernand Ranwetz.—Lovaina (Bélgica). 

Sr. Profesor Leon Crismer.—Bruselas. 

Sr. Nathamel Lord Briton.—Nueva York, E. U. 


NOTA.—Se suplica á los Señores Miembros y Colaboradores del Instituto Médico, 
remitan oportunamente noticia de los cambios de dirección, etc., para publicarlos con 
exactitud. 


E 


no : he 
EL INSTITUTO MEDICO NACIONAL. 
ODEXAM HA JAVOIDAN IM: OTUTUPAN 
Es un Establecimiento científico que tiene por objeto el estudio'de la fauna, flora, 
climatología y geografía médica nacionáles y sus aplicaciones terapéuticas. 
Está dividido en las siguientes Secciones: 
12—De Historia natural Médica. Se ocupa en colectar, clasificar, describir y conser- 
Yer las diferentes especies de plantas y animales. 
22—De Química analítica. Tiene por objeto la análisis respectiva, y suministrar los 
O activos y preparaciones necesarias para la experimentación. 
— De Fisiología experimental. Esta Sección está encargada de estudiar los efectos 
ed de las substancias aisladas por los profesores de Química. 
42 De Terapéutica clínica. Hace la aplicación á la patología humana, de los medica- 
mentos ya experimentados en los animales, 10 
52—De Climatología y Geografia médicas. 


Y 


En P A 
Este periódico es el órgano del Instituto, y sus redactores, que tienen gran interésen 


adquirir todas las noticias relativas al objeto del Establecimiento, se permiten suplicar 
á las corporaciones científicas análogas se sirvan establecer el canje respectivo de pu- 


blicaciones. 


LA PRIMERA PARTE DE LOS DATOS 


PARA LA 


MATERIA MEDICA MEXICANA, 


Se encuentra de venta: ¡ 
En México.—En la Plazuela de la Candelarita núm. 3; en la 2% calle de Vanegas (Bo- 
tica) y en las principales librerías de la capital. E 

En Paris.—Chez M. Géorges Carré, editeur, 3 rue Racine á Paris. 


AVIS. 


Tout ouvrage dont il sera poye deux exemplaires a Padresse ci-deseouliE sera pt 
jet Pune étude bibliographique qu'on publiera dans les Annales. 


Nons prions les directeurs de journaux qui voudront bien établir l'échange avec nos 
Annales d'adresser leurs publications á Instituto Médico Nacional de México Plazue- 
la de la Candelarita núm 3.—México. (D. F.) 


a 


E A e a 


TOMO IVY. Junio, 1899. NUM. 6. 


ANALES 


DEL 


- 


INSTITUTO MÉDICO NACIONAL 


SIDA A E A. 


informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional durante el mes de Junio de 1899.—Sec- 
. ción 12—Sección 22—Sección 32—Sección 4*—Anexos al informe anterior.—Sección 5? 
Lectura de turno.—Errores y- dificultades quese observan en la experimentación terapéutica de las plantas 
del país, por el Dr. D. Orvañanos. 
Defensa contra la tuberculosis, por el Dr. Eduardo Licéaga.—Continuación. 


OFICINAS DE, LA PUBLICACION, 
INSTITUTO MEDICO NACIONAL. 


JARDIN CARLOS PACHECO, 3.—MEXICO, D. F. 


Ex-plazuela de la Candelarita núm. 3 (Av, Poniente 12 A.) 


MÉXICO 


OFICINA TIPOGRAFICA DE LA SECRETARÍA DE FOMENTO 
Calle de San Andrés número 15. [Avenida Oriente, 51.] 


1899 


MIEMBROS DEL INSTITUTO MEDICO NACIONAL 


INDICADOR DE SUS DIRECCIONES, Y DE LOS 


RAMOS DE LAS CIENCIAS QUE CON ESPECIALIDAD CULTIVAN 


Dirección. 


Sr, Dr. Fernando Altamirano.—Director del Instituto Médico. Profesor de Terapéutica 
en la Escuela Nacional de Medicina de México, encargado de la Historia de las Drogas en el 
Instituto. Especialidad que cultiva: Química Y BorÁNIiCcA APLICADAS. Villa de Guadalupe 
(D. F.) Calle del Mirador número 147. y 

Sr. Dr. Secundino Sosa.—Secretario del Instituto Médico. Profesor Adjunto de Clínica In- 
terna en la Escuela Nacional de Medicina de México. ALIENISTA. Calle 1% del Indio Triste 
núm. 7. México (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Carlos Espino Barros.—Prefecto del Instituto Médico.—En el 
Instituto. 


Sección primera: Historia Natural Médica. 


Sr. Dr. José Ramirez.—Jefe de esta Sección. Secretario General del Consejo Superior 
de Salubridad. BacrrrIoLoGIsTa. 10% Calle de la Violeta núm. 21. México (D. F.). 

Sr. Gabriel Alcocer.—Conservador del Herbario y del Museo en esta Sección. Profesor de 
Matemáticas. MATEMÁTICO Y BOTÁNICO. Calle del Hospicio de San Nicolás núm. 19. México 
D. F.). 
, Sr. AO Tenorio.—Dibujante de esta Sección. PROFESOR PAISAJISTA. Plazuela del Risco 
núm. 10. México (D. F.). 


Sección segunda: Química Analítica. 


Sr. Prof. Francisco Río de la Loza.—Jefe de esta Sección Profesor de Química General, 
Industrial y Agricola en la Escuela Normal para Profesores en México. Químico. Calle 22 de 
Vanegas núm. 83. México (D. F.). 

Sr. Prof. Mariano Lozano y Castro.—Ayudante de esta Sección. Químico inspector de 
bebidas y comestibles en el Consejo Superior de Salubridad. Químico. Calle de Patoni nú- 
mero 4. (Botica Humboldt). México (D. F.). 

Sr. Dr. Federico F. Villaseñor.—Ayudante de esta Sección. Químico. Calle del Cuadrante 
de Santa Catarina número 7. México (D. F.). 


Sección tercera: Fisiología experimental. 


Sr. Dr. Eduardo Armendaris.—Jefe de esta Sección. Médico del Museo Anatomo-patoloó- 
gico. ANÁLISIS CLÍNICOS. Calle de las Ratas núm. 2 México (D. F.). q 

Sr. Dr. Daniel Vergara Lope.—Ayudante de esta Sección. Preparador de la clase de Tera- 
péutica en la Escuela Nacional de Medicina de México. Profesor de Anatomía en la Escuela 
de Bellas Artes. FisióLOGO. 5% Calle de Guerrero núm. 2,122. México. (D. F.). 


Sección cuarta: Terapéutica Clínica. 


Sr. Dr. José Terrés.—Jefe de esta Sección. Profesor de Patología Interna en la Escuela 
Nacional de Medicina. 3% Calle del Reloj núm. 2. México (D. F.). 

Sr. Dr. Juan Martínez del Campo.—Ayudante de esta Sección. Médico del Museo Anato- 
mo-patológico 2% Calle de Sor Juana Inés de la Cruz núm. 12: México (D. F.). 

Sr. Prof. Juan Manuel Noriega.—Farmacéutico de esta Sección en el Instituto Médico 
Preparador de Análisis Química en la Escuela Nacional de Medicina. 


Sección quinta: Climatología y Geografía médicas. 


Sr. Dr. Domingo Orvañanos.—Jefe de esta Sección. Miembro del Consejo Superior-de Sa- 
lubridad del Distrito Federal. Profesor de Clínica Interna enla Escuela Nacional de Medici- 
na. CLÍNICA INTERNA. Calle de Chavarría número 25. México (D. F.). 


MEDICO NACIONAL. 91 


INFORMES 


De los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional 
durante el mes de Junio de 1899. 


SECCIÓN PRIMERA. 


El subscrito remitió á la imprenta de la, Secretaría de Fomento, por dispo- 
sición del Señor Ministro, la primera parte de la Memoria relativa á las Re- 
giones botánicas de México, y que se va á publicar en los “Anales” de la 
mencionada Secretaría. Las pruebas de las primeras páginas se corrigieron 
oportunamente. 

Una parte considerable de tiempo se ha consagrado á recoger datos histó- 
ricos relativos á los usos, del Peyote, y creemos que el artículo de la Materia 
Médica tendrá importancia y novedad para los médicos, pues los documentos 
consultados contienen noticias de suma importancia y que habían pasado des- 
apercibidas, tal vez porque no se daba crédito á los hechos consignados en los 
escritos antiguos. En los últimos días de este mes se comenzó la redacción 
del mencionado artículo, y se juzgó conveniente preceder la Sección de Histo- 
ria de algunas noticias acerca de los usos generales de las Cactáceas, con ob- 


jeto de darle más atractivo. 
En la primera semana de este mes, tuve oportunidad de visitar una de las me- 


jores haciendas productoras de pulque, observando que la elaboración de esa be- 
bida fermentada se sigue haciendo conforme á la rutina que se ha transmitido 
desde tiempo inmemorial; habiendo resultado superfluos para esta industria los 
adelantos de la Química y la Bacteriología. Creo que con poco trabajo, y sin 
gran dispendio, mucho podría mejorarse la calidad de esta bebida que, en la 
actualidad, carece de los requisitos que impone la higiene ménos exigente. 
Consigno estos datos en el presente informe, porque el estudio del pulque cae 
bajo el dominio del programa del Instituto, según lo prescrito por el Señor 
Ministro. 

El Sr. Gabriel Alcocer ha coutinuado en sus labores habituales, y una par- 
te de tiempo la consagró á formar una colección, por duplicado, de todas las 
Labiadas y Verbenáceas que existen en el Herbario de la Sección de mi cargo, 
para remitirlas al de Ginebra. 

El Sr. Adolfo Tenorio dibujó lo siguiente: para el Album Iconográfico, dos 
láminas que representan la planta conocida con el nombre vulgar de Chamal, 
y un fruto de jitomate; para la colección de dibujos de drogas, los del Echino- 
cereus Merkeri, Schinus molle, Cereus serpentinus, Phytolacca decandra y varias 
especies indeterminadas del género Opuntia. Por último, dos pequeños dibu- 
jos de un Euforbio que produce chicle. 

Se recibió para la Biblioteca de la Sección el volumen segundo de la colec- 
ción de los Reports anuales del Jardin Botánico de San Luis Missouri, Esta- 
dos Unidos, que bondadosamente repuso el Sr. Trelease, Director de aquel 
establecimiento, por no haber llegado en la remesa en que vinieron los otros 
volúmenes. 


Tomo IV,—13 


92 ANALES DEL INSTITUTO 


El Herbario se ha enriquecido con una colección de 659 ejemplares de plan- 
tas mexicanas, colectadas por el Dr. Palmer en Chihuahua y Jalisco. Estas 
plantas han sido donadas á este Instituto, á iniciativa del Sr. Dr. J. N. Rose, 
por el Museo Nacional de Washington, teniendo carácter dicho donativo de cam- 
bio por ejemplares botánicos similares. Me complazco en haber intervenido en 
este asunto que aumenta el valor científico de nuestras colecciones. 

México, Junio 30 de 1899.—José Ramírez. 


SECCION SEGUNDA. 


Las plantas del programa que han sido objeto de investigaciones en el pre- 
sente mes, han sido una Damiana (Zurnera afrodisiaca) de distinta especie á 
la que otra vez se ha estudiado, y cuyo estudio químico está terminado, que- 
dando sólo por escribir el artículo químico correspondiente. El estudio del 
Peyote (Anahalonium lewinii) también está terminado; pero se está trabajando 
en separar los alcaloides que contiene. El Cereus grandiflora se ha sometido 
á tratamientos sucesivos por el éter de petróleo, éter sulfúrico y alcohol, y se 
tienen en estudio estas soluciones. Se ha hecho con la misma planta un ex- 
tracto hidroalcohólico para preparar el principio que contiene, que parece ser 
un alcaloide. 

Igualmente se ha ocupado la Sección en la preparación de algunos de los 
principios que se enviarán á la Exposición de Paris, y al mismo tiempo recti- 
ficar algunas de sus propiedades; para tal objeto, se han recibido 43 kilos de 
frutos de sabino, de los que se extrajeron 300 grs. de esencia; 4,600 grs. de se- 
milla de Chicalote, de las que se ha extraído parte del aceite graso que con- 
tienen 31 kilos de Atanasia (Brickelia cavanillesi), de la que se separará la 
briquilina; se ha preparado una poca de psoralina. Con la Boconia (Bocconia 
arborea), que existe desde hace tiempo en el Instituto, se pretendió preparar 
la boconina; pero no fué posible obtener ese principio que ya otras veces se 
había obtenido de esa misma corteza; este hecho, digno de llamar la atención, 
hizo que se investigara la presencia del alcaloide en la corteza que existe en 
un frasco de la Sección de Drogas, y se vió que tampoco contenía boconina; 
así es que debe haber habido transformación del principio activo, y para com- 
probar esto, esperamos recibir corteza reciente de Boconia é investigar si real- 
mente hay esa transformación. 

Por último, se ha extraído y se estudia la grasa de las semillas de una plan- 
ta recibida de Cosamaloápam con el nombre de lala yerba, que es una Eu- 
forbiácea, y se remitió con el objeto de estudiar el jugo lechoso que escurre de 
ella; no habiendo podido hacer nada sobre el particular por el mal estado en 
que llegó la planta, por lo que sólo se aprovecharon las semillas para su aná- 
lisis. 

Libertad y Constitución. México, Junio 30 de 1899.—Francisco Río de la 
Loza. 


MEDICO NACIONAL. 93 


SECCION TERCERA. 


Se remitió á la Secretaría el artículo de la Yerba de la Golondrina, que se 
escribió por orden de la Dirección. 

Se escribió también el correspondiente al Rhamnus Humboldtianus (Tu- 
llidora) con las experiencias que hasta ahora hemos practicado, y como no tie- 
ne noticia la Junta de este trabajo, en extracto dice así: 

La corteza de Tullidora fué experimentada en las ranas, de la manera si- 
guiente: 

A un animal de 70 gramos de peso le inyectamos una infusión hecha con 
5 centígramos de Tullidora en el saco dorsal, y como no se presentó ningún 
fenómeno, repetimos varias veces esta experiencia con otras ranas del mismo 
peso, poco más ó menos, obteniendo siempre el mismo resultado negativo. 
Esta dosis fué, sin duda, insuficiente para operar en los animales algún cam- 
bio patológico. Aumentamos entonces la cantidad de corteza usando la mis- 
ma forma farmacéutica y la inyectamos de nuevo en la proporción de 10, 15, 
20 y 40 centígramos; con esta última dosis se formó bajo el saco dorsal de la 
rana inyectada una colección de líquido de color amarillo rojizo turbio, según 
pudimos apreciar al practicar la punción de dicha ámpula. 

El animal murió. . 

Repetida esta experiencia en las mismas condiciones, obtuvimos de nuevo 
la formación de la bolsa de líquido, y, además, un derrame hemorrágico en la 
misma cavidad. 

Esta rana también murió. 

Estos resultados nos obligaron á continuar las experiencias en el sentido 
indicado, viendo con sorpresa que no se volvieron á presentar los fenóme- 
nos antes descritos, por cuya razón abandonamos la idea de que fueran pro- 
ducidos por la droga. Si notamos en todas las ranas en que experimentamos 
cierta torpeza de sus miembros para ejecutar los movimientos voluntarios, y 
como el nombre vulgar de la planta (Tullidora) induce á creer que produce 
la parálisis, en esta propiedad, fijamos más nuestra atención, no habiéndola 
comprobado en ninguna de las experiencias; y si bien es cierto, como lo diji- 
mos ya, que produce torpeza en las ranas, ésta es muy ligera y dura unos 
cuantos minutos. 

Habiendo visto en las anteriores experiencias que la dosis de 40 centígra- 
mos era insuficiente para provocar accidentes en las ranas, elegimos el cone- 
jo para los siguientes estudios, principiando por ministrar al primero 25 gra- 
mos de Rhamnus, sin conseguir tampoco ejercer alguna acción, ni siquiera la 
que se había observado en la rana respecto á la motilidad. Aumentamos la do- 
sis 430, 35, 40, 45 y 50 gramos, inyectando igualmente el cocimiento á conejos 
de un peso aproximadamente igual, y el resultado fué lo mismo que con las do- 
sis menores. 

De todo lo anterior hemos podido concluir, que el Rhamnus Humboldtiana 
que hemos estudiado, usando la infusión y el cocimiento de la corteza, no tie- 


94 ANALES DEL INSTITUTO 


ne las propiedades paralizantes que se le atribuyen, ni alguna otra de impor- 
tancia para la terapéutica. 

La Picosa—Croton Ciliato-glandulosus—figura en el programa general, y 
por tal motivo empezamos en el presente á ocuparnos de ella. 

Ministramos el cocimiento de esta planta á conejos por la vía subcutánea. 
Al primer animal se le inyectaron 8 gramos sin obtener efecto alguno. Au- 
mentamos á 10 gramos la dosis para la segunda experiencia, y en esta vez só- 
lo se produjo un abceso in citu. En la tercera experiencia usamos ya de doble 
cantidad de picosa, observándose lo mismo que en la anterior. La cuarta la 
hicimos administrando una dosis triple que aquella con la que se empezó, 
siempre teniendo en cuenta el peso del animal. Se observó diarrea, que per- 
sistió por varios días, acompañándose las evacuaciones de gran cantidad de 
moco; hubo, además, abundante emisión de orina, postración, y murió sin ha- 
ber presentado convulsiones. La muerte sobrevino un poco después de las 24 
horas del experimento. 

Habiendo visto después de estas experiencias que el cocimiento de esta plan- 
ta se había practicado sin separar de las hojas las semillas, tuvimos especial 
cuidado en las siguientes de evitar esta mezcla, haciendo una limpia escrupu- 
losa para emplear solamente las hojas. Esto lo hicimos con el fin de averi- 
guar si la acción irritante que se observó en las primeras experiencias se de- 
bía á la presencia de los principios irritantes, que en general contienen las 
semillas de los croton. 

El primer conejo inyectado con este nuevo cocimiento, correspondiendo á 4 
gramos de la planta, presentó exactamente los mismos fenómenos que los an- 
teriores y murió al siguiente día, encontrándose en la autopsia también los 
mismos signos anotómo—patológicos que el muerto anteriormente, es decir, 
corazón lleno de sangre semi-coagulada, pulmones ligeramente congestiona- 
dos; hígado, lo mismo, en mayor grado; estómago é intestinos poco inyectados, 
enchidos de alimentos, y en la parte terminal del tubo digestivo, materias lí- 
quidas, mezcladas con gran cantidad de gases; riñones voluminosos, también 
congestionados; vejiga y uréteres Siehidos de orina fluida, ambarina y trans- 
parente. 

En el sitio de la inyección el tejido celular subcutáneo era enfisematoso y 
contenía aún restos de la substancia inyectada. 

Repetimos estas experiencias con dosis de 5 gramos, 2 y 1 gramo, observan- 
do siempre el mismo cuadro sintomático; subsistiendo los animales más tiem- 
po en relación con las dosis menores, y sin llegar á morir con la de 1 gramo. 

Las lesiones cadavéricas fueron siempre las mismas, observándose solamen- 
te que la congestión pulmonar era tanto más pronunciada cuanto más tiempo 
tardaba el animal en morir. Como para practicar estas inyecciones nos rodea- 
mos siempre de todas las precauciones requeridas á fin de evitar la infección, 
creemos que las lesiones dichas no pueden haber sido producidas sino por la 
planta, y que, en consecuencia, podremos afirmar que esta es tóxica y mortal 
para los conejos, á la dosis de 2 gramos para animales de casi un kilo de peso. 


MEDICO NACIONAL. 95 


Para poder decidir respecto á la acción especial que trae todos estos tras- 
tornos en los órganos mencionados, hemos emprendido otra serie de experi- 
mentos; tenemos tres conejos en observación respecto á este estudio. 

Aprovechando los experimentos que el Dr. Uribe y Troncoso está practi- 
cando en la Sección sobre la tensión intraocular en conejos y perros, y las 
causas que pueden hacer que varíe esta tensión, se han practicado nuevos ex- 
perimentos con el extracto hidroalcohólico del Peyote, administrándolo por la 
vía intraperitoneal y midiendo dicha tensión antes y después de practicar 
la introducción de la substancia. Los resultados obtenidos han demostrado 
que la tensión intraocular aumenta siempre de una manera marcadísima, lo que 
es una confirmación de los experimentos que hicimos el mes próximo pasado 
sobre medida de la tensión arterial, la que vimos también aumentar extraor- 
dinariamente bajo la influencia del mismo extracto. Quédanos, sin embargo, 
por averiguar si en la relación entre la tensión intraocular y la sanguínea ge- 
neral conservan siempre una proporción absoluta, cualquiera que sea la causa 
que engendre dicho aumento. Para decidir esto tenemos determinado prose- 
guir ocupándonos del asunto que sin duda nos proporcionará datos de mucha 
utilidad para los estudios subsecuentes, y en caso de resultar constante la re- 
lación una ventaja real en tomar la tensión intraocular para deducir la de la 
sangre, operación mucho más sencilla. 

Las mismas experiencias que acabamos de referir nos enseñaron cuánto más 
rápida es la absorción del extracto del Peyote por el peritoneo, pues perros 
que habían soportado perfectamente 5 gramos por la vía intestinal han muer- 
to con 2 gramos del mismo extracto inyectado por el peritoneo. 

He continuado arreglando el álbum de microfotografías de histología vege- 
tal, terminando un ejemplar que consta de cincuenta figuras. 

México, 30 de Junio de 1899.—E. Armendaris. 


SECCION CUARTA. 


Comenzamos el estudio del Cereus serpentinus, del Cereus grandiflorus y de 
la Cóngora (Phytolaca octandra); continuamos el de la Pata de León (Gera- 
nium carolinianum), el del Tatalencho (Gymnosperma multiflorum), el de la 
Picosa (Croton ciliato glandulosus), el de la Yerba del Zorrillo (Croton dioi- 
cus), y nos servimos en algunos casos de insomnio de las propiedades hipnó- 
ticas reconocidas al Tepozán (Buddleia americana) y al Zapote blanco (Casi- 
miroa edulis). 

Respecto de la primera planta, es decir, del Cereus, se usaron dos especies, 
el serpentinus y el grandiflorus, como tónicos generales, bajo la forma de tin- 
tura de las flores del primero y de tintura de tallos del segundo, en casos de 
diminución de la tensión vascular por diversas enfermedades, y como tónico 
cardíaco el grandiflorus, en forma de tintura de tallos, en dos enfermos afecta- 
dos, de insuficiencia de la válvula mitral uno, y de insuficiencia y estrecha- 
miento de la misma el otro. 


96 ANALES DEL INSTITUTO 


La Sra. T......., afectada de bronquitis crónica, tiene su pulso débil, regular 
y frecuente (92 pulsaciones por minuto). Se le prescribe la tintura de las flo- 
res del Cereus serpentinus en dosis de 10 gotas tres veces al día durante una 
semana, aumentando á 12 gotas el mismo número de veces en las 24 horas 
dos ó tres días más, y después de este tiempo su pulso ha disminuído de fre- 
cuencia (92 por minuto) y ha aumentado algo en fuerza. Igual observación 
hicimos en Alberto Alvarez, afectado de tuberculosis pulmonar; su pulso ganó 
algo en fuerza y perdió en frecuencia con una dosis igual de tintura de tallos del 
grandiflorus. Pero Bartolomé Ramírez y Enrique Gervino, el primero alcohó- 
lico consumado y con su pulso muy débil, blando y depresible, y el segundo 
convaleciente de neumonía, con pulso también bastante débil, no obtuvieron 
beneficio con el mismo medicamento tomado en igual dosis durante tres ó cua- 
tro días. Tampoco observamos modificación importante en los cardíacos An- 
tonio Barrera y Francisco Bariteau, cuyo pulso es muy variable en frecuencia 
y fuerza relativamente, revistiendo en general los caracteres que corresponden 
á las lesiones de que son portadores. 

Como se ve, en los casos hasta ahora observados no ha dado este remedio 
el resultado benéfico que señalan Bocquillon—-Limousin en sus “Nuevos medi- 
camentos” y David Cerna en sus “Novísimos remedios,” pero nos propone- 
mos buscar nuevos casos y aumentar prudentemente las dosis si necesario 
fuere, para reunir un número suficiente de observaciones que nos permitan 
decidir sobre la utilidad ó inutilidad de las mencionadas cactáceas. 

La Cóngora (Phytolaca octandra) fué ministrada á nueve enfermos de las 
Salas de Terapéutica clínica y 2* de sífilis del Hospital de San Andrés, bus- 
cando las propiedades purgantes que se le atribuyen. Comenzamos por dosis 
de 0.30 gramos al día y llegamos á 1.25 gramos del extracto hidro—alcohólico 
de la raíz, sin efecto purgante en el mayor número de los casos, y solamente 
en uno de los enfermos se presentaron seis evacuaciones líquidas acompaña- 
das de cólicos después de tomar 0.80 del remedio. Suspendimos el estudio de 
la Phytolaca mientras resuelve la Sección 2* si la raíz seca, que era la que es- 
tábamos usando, contiene ó no ácido fitolácico, principio al que indudablemen- 
te se deban las propiedades purgantes que se dice tiene esta planta. 

La Pata de León (Geranium carolinianum) se ha ministrado catorce veces 
en el mes á otros tantos enfermos de los servicios referidos, que por diversos 
motivos (recargo intestinal, indigestión, constipación habitual, etc.) necesita- 
ban purgarse. Cuatro veces se dió la maceración de 25 gramos de la planta 
(sin la raíz) durante dos horas, y en ninguna de ellas se obtuvo el efecto bus- 
cado, habiendo tenido que recurrir á purgantes reconocidamente eficaces para 
combatir el accidente. En diez casos se aplicó el cocimiento al 20 y al 25 por 
ciento en dosis de 200 gramos, dando resultado en seis y siendo inútil en cua- 
tro. En los favorables, el efecto purgante se hizo sentir de una á tres horas 
después de tomar el remedio; éste no provocó cólicos intestinales, y el núme- 
ro de evacuaciones fué, por término medio, de tres, y todas ellas eran líquidas. 

A un enfermo que padecía constipación habitual le dimos, durante dos ó 


A 


MEDICO NACIONAL. 97 


tres días, 200 gramos del cocimiento de la propia planta al 5 por ciento, bus- 
cando efecto tan sólo laxante; pero pronto nos convencimos de que á ese gra- 
do de concentración el Geranium carolinianum era completamente inerte. 

El Tatalencho (Gymnospermia multiflorum) ha prestado buenos servicios 
como analgésico en tres casos de reumatismo sub-agudo, dos veces radicado 
en las articulaciones y una en los músculos, y como antidiarreico en un caso 


de colitis disenteriforme. Antonio Sánchez entró al hospital el 18 del presen- 


te, afectado de dolores reumatoides poliarticulares; se le ministraron tres cáp- 
sulas de á 0.50 de extracto hidro-alcohólico de Fymnospermia durante dos 
dias, cuatro cápsulas el tercero y cinco de la misma dosis seis días más; la 
mejoría comenzó con la dosis de 2 gramos y fué aumentando hasta ser com- 
pleta el día 27. Se le hicieron también aplicaciones locales de tintura de la 
misma planta en las articulaciones enfermas. El mismo buen efecto obtuvo 
Santos León, que padecía igual forma de reumatismo, pero en menor tiempo 
(seis días), y con menos dosis de medicamento (1 gramo 50 de extracto dia- 
riamente y unciones con la tintura). Alberto Alvarez se quejaba á principios 
del mes de dolores intensos y constantes en los músculos trapecios desde ha- 
cía algunos días. La ministración, durante semana y media, de un gramo dia- 


rio del extracto de Tatalencho y el empleo de la tintura en el sitio de los do- 


lores, hizo desaparecer estos gradualmente, y hasta ahora no han vuelto á 
presentarse. 

Abraham Valencia llegó al hospital el día 18 afectado de disenteria. El 19 
le ministró el Dr. Cicero un purgante oleoso; el 20 no tomó medicamento al- 
guno y tuvo numerosas evacuaciones cortas, muco-sanguinolentas y con te- 
nesmo intenso; el 21 se le dieron diez píldoras, una cada hora, de 0.10 de ex- 
tracto hidro—alcohólico de Tatalencho, y tuvo una sola deposición con los ca- 
racteres señalados; el 22, igual tratamiento y una sola evacuación natural; el 
23, se disminuye el número de píldoras (una cada dos horas) y se aumenta 
el alimento, que desde el principio era dieta láctea, y al día siguiente se le de- 
ja sin medicina; sigue evacuando normalmente y sale curado por completo el 
día 25. 

La Picosa (Croton ciliato glandulosus) se ha usado dos veces en el mes, una 
como antitérmico en un enfermo afectado de reumatismo poliarticular agudo, 
con temperaturas de 39? y 3995, en dosis de 20 gramos de extracto fluido du- 
rante tres días, habiéndose observado que disminuyó gradualmente la fiebre 
hasta que despareció por completo. El segundo caso de aplicación del reme- 
dio mencionado fué en un enfermo de paludismo perfectamente comprobado 
por los accesos cuotidianos característicos desde seis meses antes, el tinte ca- 
quéctico de la piel especial á esta enfermedad, el crecimiento considerable de 
su bazo y la existencia de hematozoarios de Laveran en su sangre. El día 23 
se le ministra una dosis de 20 gramos de extracto fluido, lo mismo que los 
días subsecuentes hasta el 30; siguieron las accesos hasta el 24 en que subió 
la temperatura á 3997; pero desde el 25 no han vuelto á presentarse y el enfer- 
mo se considera completamente sano, pues, según él, durante medio año, como 


98 ANALES DEL INSTITUTO 


hemos dicho, no había dejado de tener el acceso un solo día. El examen de su 
sangre hecho el día 28 nos permitió ver que ésta no contenía ya hematozoa- 
rios, lo cual, unido á la diminución del área esplénica y á la mejoría del esta- 
do general, nos permite concluir en la acción antipalúdica cierta del medica- 
mento en este caso. 

La Yerba del Zorrillo (Croton dioicus) bajo la forma de polvo de la raíz, se 
ha usado como purgante, propiedad que le es ya perfectamente reconocida, 
cinco veces en el mes, y si hacemos constar el hecho en este informe es tar só- 
lo por aumentar el crédito de que debe gozar, pues alguno de los casos es bien 
notable. Se trata de Autonio García, que ocupa la cama número 23 del Servi- 
cio de Terapéutica Clinica, y que entró al hospital el 22 del presente, afectado 
de una congestión hepática intensa; se le ministró un gramo del polvo men- 
cionado en dos cápsulas, y el efecto purgante se hizo sentir al cabo de una 
hora con una deposición abundante, líquida, sin cólicos, seguida de otras cua- 
tro con los mismos caracteres durante la-noche, y observamos en la visita del 
dia siguiente, que el hígado de este enfermo, que desbordaba cuatro centíme- 
tros, había recobrado sus dimensiones normales y había desaparecido el dolor 
de la glándula. Los otros casos de aplicación de este remedio en el mes, entre 
los que se cuentan dos personas ilustradas, estudiantes de medicina, han tenido ' 
el mismo buen efecto purgante con dosis desde O gramo 50 hasta 1 gramo 50. 

Las semillas de la misma planta, usadas como antisifilíticas en tres casos, 
durante diez ó quince días, no han modificado en lo más mínimo las manifes- 
taciones secundarias de que eran portadores los enfermos respectivos, y sí les 
ha hecho efecto laxante cuando el número de las semillas machacadas se ha 
elevado á dos ó tres. 

El Tepozán (Buddleia americana) fué ministrado á seis enfermos varias ve- 
ces en el mes como hipnótico, en dosis de 1 gramo diario en dos cápsulas en 
el momento de acostarse. Los resultados en general fueron satisfactorios, muy 
particularmente en el enfermo Alberto Alvarez, tuberculoso, que padece in- 
somnios frecuentes, y en quien diversas ocasiones hemos notado el efecto be- 
néfico de la droga citada, comprobando su eficacia por la falta del efecto hip- 
nótico cuando se le ministraban cápsulas de azúcar quemada de igual tamaño 
y aspecto que las del Tepozán. 

Antes se había administrado al mismo enfermo, por igual motivo, la Casi- 
miroa edulis en dosis de 1 gramo 50, obteniendo también efecto hipnótico mar- 
cado. 

Se han hecho diversos exámenes de esputo, de orina, de sangre y radioscó- 
picos; se tomó el trazo esfigmográfico de un cardíaco y la tensión, arterial con 
el Pletismógrafo de Marey á una enferma, en la que se suponía que aquella 
estaba disminuida. 

Nos ocupamos también de hacer el Indice de las Municipalidades de los 
Estados de Chihuahua, Puebla y Michoacán, que no han contestado al Cues- 
tionario que se les dirigió pidiéndoles datos sobre los manantiales de aguas 
minerales que pudieran existir en esas localidades, cun objeto de enviárselos 


MEDICO NACIONAL. 99 


nuevamente, encareciéndoles la urgencia de pronta contestación, para poder 
redactar la Memoria respectiva. 

Dedicamos igualmente algún tiempo á la corrección de pruebas de impren- 
ta relativas á los artículos del Tepozán, del Chichicamole y del Alquitrán de 
Ahuehuete. 

El Dr. Cicero ha concurrido con puntualidad al hospital y al Instituto y ha 
ayudado en todas las labores mencionadas. 

Acompaño los informes del Sr. Profesor Noriega, Ayudante de la Sección, 
y del Sr. Dr. Bulman, Colaborador del Instituto. 

México, Junio 30 de 1899.—Juan Martínez del Campo. 


Tengo la honra de informar á vd. que durante el mes que hoy termina me 
he ocupado con especialidad de las preparaciones de la Exposición, de las cua- 
les he remitido ya la mayor parte. Se han usado durante el mes las prepara- 
ciones de Cereus, Tatalecho, Tepozán, Peyote, Tejocote, Zorrillo, Cóngora, de 
- cuya raíz preparé 250 gramos de extracto hidro-alcohólico. , 

Protesto á vd. mis respetos. 

México, Junio 30 de 1899.—J. M. Voriega.—Al Jefe de la Sección 4* del 
Instituto Médico Nacional, Dr. D. Juan Martínez del Campo.—Presente. 


En la 2? Sala de Medicina de Mujeres se han ensayado en el presente mes 
el polvo de raíz de la Yerba del Zorrillo, á la dosis de un gramo, en cuatro en- 
fermas, obteniéndose efecto purgante y siendo las evacuaciones acompañadas 
de fuertes cólicos. El extracto de Tepozán á la dosis de 0.50 centígramos en 
una cápsula ha obrado como hipnótico en tres enfermas: una de cirrosis mix- 
ta, otra histérica y la tercera convaleciente de reumatismo articular agudo. 

México, Junio 30 de 1899.— Bulman. 


SECCION QUINTA. 


Tengo el honor de informar á la Junta, que durante el mes que hoy termi- 
Da se ha hecho en esta Sección lo que sigue: 

El Sr. Galindo ha escrito algunos trabajos encomendados por la Secretaría. 

Ha formado la lista de las publicaciones enviadas al Instituto durante el 
mes de Junio. 

Pasó al “Indice de Geografía Médica” los siguientes cuestionarios, todos 
- del Estado de Oaxaca y de Geografía: 

Choápam. Comaltepec. Metaltepec. Lalana San Juan. Alotepec. Lealao. 
Atitlán Santiago. Lovani. Lacova. Chisme Santa María. Ozolotepec. Pux- 


metacán. Ayacastepec. Candayoc San Juan. Jalahui San Juan. Toavela. Teo- 
Tomo 1V,—14 


100 ANALES DEL INSTITUTO 


talcingo. Yaveo Santiago. Lachixola San Miguel. Teotalcingo. Latani Santo 
Domingo. Jaltepec. Cotzocon. Petlapa. 

El que subscribe ha pasado al “Indice” los siguientes cuestionarios de Greo- 
grafía Médica del Estado de Puebla: 

Aljojuca. San Nicolás del Malpaís. San Salvador el Seco. Zoltepec. Mo- 
relos. Atzitzintla. Chalchicomula. Chichiquila. Chilchotla. Quimixtlán. Tlal- 
chichuca. Cholula. Huauchinango. Ahuazotepec. Tlacuilotepec. Zihuateutla. 
Jalpan. Naupan. Chiconcuautla. Jicotepec. Pahuatlán. 

También se redactó la Memoria que debe leerse en esta Junta. 

México Junio 30 de 1899.—D. Orvañanos. 


LECTURA DE TURNO. 


Errores y dificultades que se observan en la experimentación terapéutica 
Ñ de las plantas del país. 


Es muy común en la aplicación terapéutica de las plantas del país que los 
observadores difieran respecto de las propiedades de las mismas, pues mien- 
tras unos les atribuyen efectos marcados y seguros, á otros les parecen incier- 
tos, y también hay quien les niegue virtud alguna, considerándolas completa- 
mente inertes. Pensando detenidamente en las causas que puedan originar 
estas opiniones tan distintas, consultando con los demás profesores del “Ins- 
tituto” y revisando los “Datos para la Materia Médica Mexicana,” he creído 
poder fijarme en las principales causas de estas divergencias; y este es el ob- 
jeto de la presente Memoria, que ahora tengo la honra de leerá la Junta 
cumpliendo con la prescripción reglametaria. 

Una de las causas de error más comunes consiste en que un mismo nom- 
bre vulgar de una planta comprende varias especies que tienen propiedades 
distintas; así, refiriéndome á las plantas del programa de este año, cuyo estu- 
dio me ha tocado, se puede ver que con el nombre de Damiana se comprende, 
tanto la Chrysactinia mexicana como la Turnera afrodisiaca; con el de Pata 
de León, el Geranium carolinianum y el Geranium mexicanum; el Tabaquillo 
comprende la Calamintha macrostena y la Nicotiana glauca; la Yerba de la 
Golondrina, Euphorbia prostrata y Euphorbia maculata; ahora bien, como es 
costumbre casi general el recetar en castellano los nombres de las plantas, re- 
sulta que como unas especies son más activas que otras, y también hay algu- 
nas completamente inactivas, los resultados, según la que se emplea, difieren 
también notablemente. De la Pata de León dice la Farmacopea Mexicana lo 
siguiente: “Se usa toda la planta como emoliente y el sumo como laxante. 
- Esta última propiedad no la tiene el extracto, aplicado á los adultos, según 
las observaciones hechas en el “Hospital Juárez,” por el Dr. Hidalgo Carpio.” 


MÉDICO NACIONAL: 101 


Pues bien, el Sr. Armendaris, que la ha experimentado en la Sección de Pi- 
siología, la encontró inerte. Lo mismo sucede con la Yerba de la Golondrina, 
de la que dice Oliva y la Farmacopea Mexicana, que se usa en algunas afec- 
ciones de la piel, la tiña, úlceras y las manchas de la córnea, y á la que el 
Sr. Armendaris ha encontrado completamente inerte. 

El punto en que se cosecha la planta tiene también, como se sabe, bastante 
influencia en sus propiedades, pues todos sabemos la diferencia que hay, por 
ejemplo, entre la raíz de granado y las semillas de calabaza de tierra caliente 
con las de plantas cosechadas en otras Zonas. 

Influeye también, en algunos casos de una manera notable, el estado fresco 
ó seco de la planta, y se recordará lo que dije en alguno de mis informes el 
año pasado, hablando de la diferencia de acción del extracto preparado con 
el Madroño Borracho seco ó con el fresco, que se había notado una actividad 
mayor con el último. 

La edad de la planta contribuye también, como es bien sabido, en sus pro- 
piedades, y en los casos en que se usa de toda la planta para hacer diversos 
preparados, como cocimientos ú otros, he oído referir varias veces al Sr. Doc- 
tor Armendaris y á otros profesores del Instituto, que como unas veces se ha 
usado de la planta con flor ó sin flor, con semillas ó sin ellas, se ha podido ver 
que los resultados han variado de una manera muy notable. 

La diversa manera de hacer las preparaciones farmacéuticas es otra causa 
de error, muy frecuente también en los resultados terapéuticos. El extracto 
hidro-alcohólico de la corteza del Casimiroa Edulis me ha parecido más acti- 
vo que el preparado con las semillas de la misma planta, y el Dr, D. Fernan- 
do Altamirano pudo comprobar, tratándose del Calliandria Grandiflora, que 
las propiedades del extracto variaban según la participación que habían to- 
mado la corteza ó la madera al preparar el referido extracto. En la página 
177 de la primera parte de la Materia Médica Mexicana se expresa así el 
Dr. Terrés, hablando de este asunto: “Cuando prescribí yo el extracto fluido 
nada se sabía aún respecto á la muy distinta composición de la corteza y la 
madera de la raíz, y á primera vista parecerían de conciliación algo difícil los 
resultados de mis observaciones, pues mientras que en unos casos en dosis de 
60 centígramos al día, divididos en tres tomas, era muy marcado el efecto vomi- 
purgante del extracto, y por lo mismo los enfermos no lo toleraban, en otras 
ocasiones esto sólo acontecía en dosis dobles. Las observaciones posteriores 
del Dr. Altamirano, comprobadas por el profesor Río de la Loza, vinieron á 
dar la explicación del fenómeno, que indudablemente era debido á la distinta 
proporción en que tomaban participio en la formación del extracto, según los 
casos, la corteza y la madera. Hoy no debe prepararse el extracto como hasta 
aquí se ha hecho por todos los que lo han preparado, sino que se empleará 
exclusivamente la corteza cuando se quiera aprovechar los taninos, es decir 
cuando se busque una acción astringente, y la madera cuando se pretenda uti- 
lizar las propiedades de la caliandreina.” 

La alteración que sufren á veces algunos preparados origina, como se ha 


102 ANALES DEL INSTITUTO 


visto muchas ocasiones en este Instituto, gran diferencia en las propiedades 
terapéuticas; así, el Dr. Altamirano cree que las diferencias que presentan 
entre sí el Aloes del comercio y el acíbar del Aloes vulgaris, dependen de 
que el del comercio ha sido sometido mucho tempo al contacto del aire, mien- 
tras que el que se preparó en el laboratorio de química de este Instituto ni 
había sufrido la acción del fuego ni del aire largo tiempo, ni se había de- 
purado de las partes mucilaginosas. Experimentando el acíbar los Señores 
Huici y Terrés con dos extractos del Aloes vulgaris de distinta procedencia, 
pudieron observar que mientras unos producían efectos purgantes á dosis 
de 30 á 80 centígramos, el otro no los producía ni con dosis de 1 gramo 40 
centígramos. 

Se recordará también lo que se dice del aceite de las semillas de chicalote 
y de la boconina en las páginas 162 y 33, respectivamente, de la Materia Mé- 
dica: que el primero va perdiendo con el tiempo sus propiedades purgantes, 
y la segunda cree como muy probable el Dr. Armendaris que pierde también 
con el tiempo sus propiedades anestésicas. 

Otro de los errores que es muy común en la experimentación terapéutica 
de las plantas del país, consiste en la falta de criterio suficiente para elegir 
los casos patológicos en que deben aplicarse, pues se ve con frecuencia que 
porque una planta es hipnótica ó antitérmica en determinadas circunstancias, 
ó tiene alguna otra propiedad, se administra en todo caso en que falta el sue- 
ño, hay calentura ó se quiere aprovechar otra virtud de las que se le conocen, 
Se puede ver en la citada Materia Médica las opiniones tan contradictorias que 
se han emitido acerca de la psoralea pentaphila, así como sobre el llamado Pam- 
botano; pero quizá ninguna planta ha sido objeto de opiniones tan contradic- 
torias como la Casimiroa edulis, pues mientras vemos al Sr. Dr. López Her- 
mosa recomendarla calurosamente en los casas de insomnio ó agitación, en los 
casos de enajenación mental, otras personas no han podido encontrar en esa 
planta propiedad alguna, y es que, como se dice en el artículo respectivo de 
esta planta en la Materia Médica, no tiene propiedades anestésicas ni analgé- 
sicas, y su virtud se limita, según parece hasta ahora, á producir el sueño en 
los casos de insomnio de naturaleza enteramente nerviosa. 

ES y as 

La principal dificultad que yo he encontrado en la administración de las 
plantas del país, consiste en que los enfermos se rehusan á tomar grandes 
cantidades de la substancia medicamentosa, y también en otros casos, aunque 
la cantidad no es muy considerable, el sabor la hace completamente imposi- 
ble de deglutir, ó bien, una vez deglutida, origina náuseas y hasta vómitos. 

La enunciación de los errores que se han señalado indica desde luego la 
manera de corregirlos, que, en resumen, es la siguiente: No usar sino el nom- 
bre botánico de la planta; fijarse en el punto en que se debe cosechar, así co- 


MEDICO NACIONAL. 103 


mo en la época de la recolección, y en la parte de la planta que debe usarse, 
y si es toda la planta, notar las diferencias cuando ésta tiene flores, semillas, 
etc., así como cuando es fresca ó seca. No debe despreciarse ningún detalle 
en la manera de hacer las preparaciones. Hay que tener presente los casos en 
que se ha observado alteraciones en los distintos preparados, y si es posible la 
época en que dichas alteraciones se presentan. 

Hay que poner el mayor cuidado en la indicación terapéutica de cada caso 
patológico y administrar las plantas cuando van á llenar aquellas indica- 
ciones, 

Respecto de la forma farmacéutica, comprendo bien las dificultades casi in- 
superables que se presentan, tratándose de plantas cuyas propiedades comien- 
zan á experimentarse; pero la farmacia moderna tiene tales recursos en los 
extractos fluidos, las cápsulas, las pastillas comprimidas, grajeas azucaradas 
y Otros, que tal vez no sería enteramente imposible encontrar en muchos ca- 
sos una solución satisfactoria. 

México, Junio 30 de 1899.—D. Orvañanos. 


Defensa contra la tuberculosis, por el Dr. Eduardo Licéaga. 


(Contimía.) 


En él se ve que la mortalidad se ha elevado á 9.29 por ciento, cifra supe- 
rior á la de 7.53 por ciento que teníamos en 1890, pero inferior á la de las 
principales ciudades de Europa y de los Estados Unidos. 

En México, el promedio de las defunciones por toda clase de enfermedades 
tuberculosas es de 1,490, y el mismo promedio por la tuberculosis pulmonar 
es de 1,072. Estas cifras son las correspondientes á la Capital, pero en nues- 
tro litoral del Pacífico es más alta, y lo es mucho más en el del Golfo. Hay 
muchos Estados en donde la tuberculosis es especialmente dominante, como 
en el de Yucatán. Por el contrario, en algunas ciudades de la Mesa Central 
la cifra de las defunciones por tuberculosis es muy reducida. En Zacatecas, 
según la opinión del Dr. Breña, la tuberculosis es muy rara, y asegura que 
no ha visto morir de tuberculosis á ninguno de los nacidos y radicados en esa 
ciudad, que pertenecían á la clase acomodada. El Dr. Rosalío Torres, que ha 
residido allí más de 20 años, es de la misma opinión. 

En un país en donde la tuberculosis no es frecuente, se concibe la posibili- 
dad de extinguirla; pero refiriéndonos á México, la Capital, la cifra de 1,490 
es bastante elevada para que despierte nuestra solicitud por disminuirla. 


TI 
LA TUBERCULOSIS ES UNA ENFERMEDAD CONTAGIOSA. 


Desde los memorables estudios de Villemin de 1865 á 1869, quedó demos- 


104 ANALES DEL INSTITUTO 


trada esta proposición. Pero en 1882 el célebre Roberto Koch, médico de 
Berlin, descubre el germen de la tuberculosis, el bacilo que lleva su nombre. 
Los médicos de todos los países confirman el descubrimiento, y demuestran, 
á la vez, que la enfermedad reconoce el mismo origen en todos los países y 
que todas las manifestaciones que antes se atribuían á las tisis y á la escrófu- 
la reconocen la misma causa. 

Una vez que la tuberculosis es engendrada por un microorganismo, las afir- 
maciones de Villemin quedan sancionadas, y las observaciones anteriores á 
nuestra época y los experimentos multiplicados de todos los observadores de 
todas partes, enseñan el modo con que se hace la transmisión de la enfermedad 
y ponen en el camino de la profilaxia. 

Las proposiciones que van á seguir han sido confirmadas por la observa- 
ción ó por la experimentación, y no vamos á intentar demostrarlas en este 
momento, pues forman ya la doctrina de la tuberculosis universalmente adop- 
tada. 

1* El bacillus tuberculoso sale del organismo humano ó del de los anima- 
les conducido por las excreciones del aparato respiratorio; menos frecuente- 
mente por las del aparato digestivo; en condiciones excepcionales, pero bien 
definidas, por la secreción mamaria, y más raras veces por la vía genital. 

2* El germen tuberculoso penetra en el organismo humano frecuentemen- 
te por la vía respiratoria; mucho menos frecuentemente por la vía digestiva; 
más raras veces por la superficie de las heridas, y excepcionalmente por la vía 
subcutánea. ñ 

3* El bacilo de Koch conserva su vitalidad durante mucho tiempo fuera del - 
organismo. La obscuridad y la humedad son favorables á su existencia. La 
luz del sol lo mata en pocas horas. La luz difusa necesita muchos días para 
ello. El mejor medio de destruirlo es el fuego. Una temperatura de 65%5, cen- 
tígrado, lo destruye en 10 minutos, y una de 100" en 2; por consiguiente, la ebu- 
llicion prolongada lo mata. Una solución de ácido fénico al 5 por ciento lo 
destruye. Una solución de un litro de agua con 20 gramos de sal marina y 2 
gramos de bicloruro de mercurio, lo destruye también. La desecación, la pu- 
trefacción y el frío de la nieve no lo destruyen. Se conserva indefinidamente 
en los espulos secos. La influencia de la luz tenue le permite vivir por meses 
enteros dentro de un cuarto. 

Si pues conocemos las vías por donde el germen sale del organismo, aque- 
llas por donde penetra y las condiciones de vida que son favorables al bacilo 
de Koch y las que lo aniquilan, tenemos los elementos necesarios para evitar 
su propagación. 

En la tisis pulmonar, que es la más frecuente de las afecciones tuberculo- 
sas, la secreción brónquica, el pus ó los detritus del tejido pulmonar ulcerado 
contienen el bacilo de Koch. Al ser proyectados en el esfuerzo de tos, pueden 
ir á encontrar la mucosa bucal ó la nasal de la persona que esté al alcance de 
la proyección. Este es un medio posible de contaminación. 

Esos productos pueden quedar y quedan en la boca del tuberculoso, y pue- 
den contaminar al besar en la boca á otra persona. 


A a 


o ts a a id 


MEDICO NACIONAL. 105 


Estos medios de transmisión son menos frecuentes que el que vamos á exa- 
minar. 

El esputo que cae en el suelo, en la pared, en las alfombras, en las colgadu- 
ras, en los muebles, en las ropas de cama, en los pañuelos, en las ropas de uso 
ó en cualquier otro objeto, se seca; seco se reduce á polvo, y los movimientos 
de la atmósfera producidos al barrer, al sacudir los muebles ó por cualquier 
otro mecanismo, lo mezclan en esa misma atmósfera. Si una persona predis- 
puesta absorbe esos polvos, le producirán la enfermedad. 

Las reglas más triviales de urbanidad enseñan que no se debe toser enfren- 
te y á la cara de otra persona; pero se hará indispensable sancionar esta re- 
gla, recordando que con infringirla se expone á una persona á contraer la tu- 
berculosis. 

El enfermo tuberculoso no debe besar á ninguna persona en la boca. 

Admitido el hecho de que los esputos secos contienen vivo el bacilo de 
Koch y que se pueden mezclar en la atmósfera en donde respiran personas 
sanas, el ideal de la profilaxia sería el de impedir que los esputos se secaran. 

Para llevar á la práctica este ideal, se necesitan dos medios: el uno es ha- 
cer saber á la persona que padece la tuberculosis pulmonar, que es un foco de 
contaminación; pero solamente por los productos de la secreción y de la excreción 
de las vías respiratorias; no por el aliento, ni por el sudor, ni por el contacto. 

Este no es el momento para discutir la manera de revelar al tuberculoso 
cuál es su enfermedad y el peligro á que expone á sus semejantes; pero sí lo 
es para consignar el hecho, y para aconsejar á los médicos que, rodeándose de 
todos los recursos de su tacto y de su elocuencia é inspirándose en los senti- 
mientos de humanidad, de respeto y de benevolencia hacia sus enfermos, y te- 
niendo en cuenta el carácter de cada uno de ellos, les comuniquen con la ma- 
yor prudencia y suavidad la situación en que se encuentran; convenciéndoles 
de que el conocimiento que adquieren de la naturaleza de su enfermedad, no 
sólo les librará del remordimiento de perjudicar á otra persona, sino que les 
permitirá colaborar eficazmente con su médico á la curación de su dolencia. 
Es indispensable que el médico inspire al enfermo la convicción de que su 
enfermedad es curable si se somete al plan que se le proponga y si tiene la 
constancia suficiente para seguir un método de tratamiento que siempre es 
largo y difícil, pero realizable frecuentemente. 

Es imposible en unas cuantas líneas trazar la conducta que el médico debe 
seguir respecto á su enfermo, en cada caso particular; pero no se puede dejar 
de pedir á todos los compañeros de profesión su concurso inteligente para rea- 


lizar esta obra en que tan directamente está interesada la humanidad. 


El otro medio que á la vez se debe emplear, es impedir que los esputos lle- 
guen á secarse. Para conseguirlo, es necesario recomendar á los tuberculosos 
y aun á los que no lo son, es decir, á todo el mundo, que no escupa en el sue- 
lo, ni en las paredes, ni en los muebles, ni los vestidos, ni en las ropas de ca- 
ma, ni sobre algún otro objeto, etc. Supuesto que el peligro está en los espu- 
tos de los tuberculosos, bastaría aconsejar á ellos solos las precauciones de que 


- 


106 ANALES DEL INSTITUTO 


acabamos de hablar; pero como pueden ellos mismos ignorarlo, como podría 
lastimarles la distinción hecha á ellos solos, como en una reunión de personas 
no se podría hacer la recomendación á unos y á otros no, y como, por último, 
las recomendaciones no son más que reglas de buena educación, es más prác- 
tico aconsejar á todo el mundo que no escupa en el suelo, para evitar la posi- 
bilidad de que lo hagan los tuberculosos. 

Pero como en alguna parte se ha de escupir, se aconsejan los medios si- 
guientes: multiplicar las escupideras en las habitaciones, en las escuelas, en 
los colegios, en los museos, en los cuarteles, en los teatros, en las iglesias, en las 
oficinas, en los talleres; en suma, en todos los lugares de reunión. Este conse- 
jo, que es un recurso precioso para ese objeto de la higiene, es por otra parte 
un precepto de urbanidad que es conveniente inculcar en el público. 

Para que las escupideras llenen su objeto higiénico, se deberán disponer de 
manera que estén al alcance de las personas, para que el esputo no sea pro- 
yectado fuera de ellas; elegirlas de forma tal, que los esputos no queden en su 
superficie, sino que vayan hasta el fondo, en donde se pondrá un líquido des- 
infectante; que el material de que estén hechas y su forma permitan lavarlas 
y desinfectarlas completamente. 

Para que el uso de las escupideras alcance el resultado que se propone la 
higiene, es preciso recomendar que al vaciarlas no se haga esta operación en 
los corrales, en donde puede haber aves ú otros animales que pudieran infec- 
tarse ingiriendo los esputos, animales que á su vez serían medios de conta- 
gio; ni depositar esos esputos en la tierra, pues se sabe que esos gérmenes 
conservan mucho tiempo su vitalidad y pudieran ser llevados á la superficie 
por medio de ciertos animales, como las lombrices (hecho que está demostra- 
do para otros gérmenes), ó por las remociones del terreno. El medio más per- 
fecto para la destrucción de los esputos, será el de consumirlos por el fuego; 
pero si esto no se puede, se deberán arrojar directamente en los comunes ó 
albañales juntamente con los líquidos desinfectantes que han servido para 
asear las escupideras. 

Para acostumbrar al público á servirse siempre de las escupideras, es con- 
veniente multiplicar el número de avisos que contengan esta recomendación. 

Pero como no en todas partes puede haber escupideras, como, por ejemplo, 
en los coches, en los carros de ferrocarriles y tranvías y en las vías públicas, 
se aconseja escupir en los pañuelos; pero á los individuos tuberculosos no se 
les puede hacer esta recomendación, porque se verían obligados á desinfectar 
su pañuelo al volver á su casa. Para ellos se recomiendan las escupideras por- 
tátiles de bolsa: las hay de los materiales y formas más variados, que se aco- 
modan á todos los gustos y á todas las fortunas. Serían de recomendarse las 
del “papel japonés” por su baratura, y porque se destruyen por el fuego des- 
pués de haberlas usado. Si no se encontraran éstas, se podría recurrir á los 
“pañuelos japoneses” impermeables, más baratos, y que serán destruídos tam- 


bién por el fuego. 
[ Continuard.] 


LISTA DE COLABORADORES 


DEL 


INSTITUTO MEDICO NACIONAL DE MEXICO 


En la República Mexicana. 


Sr. Dr. Francisco Bulman.—3* del Reloj 13. 

Sr. Dr. Carbajal Antonio.—Calle del Jardín de San Fernando núm. 10. México (D. F.). 

Sr. Dr. Dugés Alfredo. —NATURALISTA. Guanajuato. (E. de Guanajuato.) 

Sr. Ingeniero Ferrari Pérez Fernando.—Director de la Sección de Historia Natural de la 
Comisión Geográfico Exploradora. Profesor de Tecnología en la Escuela Nacional de Agri- 
cultura. Fisico. (Químico. NATURALISTA. Calle de los Siete Príncipes n? 16. México (D. F.) 

Sr. Dr, Gayol Fernando.—Calle Cerrada de Santa Teresa núm. 5. México (D. F.). 

Sr. Dr. Gómez Elias.—Cuernavaca (E. de Morelos). 

Sr. Dr. Hernández Francisco.—A patzingán (E. de Michoacán). 

Sr. Profesor en Farmacia Herrera Alfonso.—Profesor de Historia Natural en la Escuela 
Normal para Profesores y de Historia de Drogas en la Escuela Nacional de Medicina de 
México. NaruraLista. Calle 3? de la Ribera de Santa María núm. 6. México (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Herrera Alfonso L.—Ayudante Naturalista en el Museo Nacio- 
nal de México. ZooLocIsTa. Calle 32% de la Ribera de Santa María núm. 6. México. (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Lasso de la Vega José María.—3* Calle del Reloj. Botica. México 
D:SE.). 

h Sr. Dr. León Nicolás.—Tepeji del Rio (Estado de Querétaro). 

Sr. Dr. Medal Juan.—Morelia. (E. de Michoacán). 

Sr. Dr. Mendizabal Gregorio.—Calle de Montealegre núm. 10. México. (D. F.). 

Sr. Dr. Noriega Tomás.—Hospital de Jesús. México. (D. F.). 

Sr. Dr. Otero Miguel.—San Luis Potosí. (E. de S. L. P.). 

Sr. Dr. Parra Gabriel. —Tlatlauquitepec (E. de Puebla). 

Sr. Profesor en Farmacia Puga Adrián.—Química Y FARMACOGNOSIA. Botica de la Compa- 
ñia. Guadalajara (E. de Jalisco). 

Sr. Ingeniero Puga Guillermo B.—México. Tacubaya. (D. F.). 

Sr. Dr. Peña Cutberto.—Córdoba (E. de Veracruz). 

Sr. Lic. Rebollar Rafael.—2% Calle de Necatitlán núm. 22. México (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Reyes Julio.—México (D. F.). 

Sr. Ingeniero Robirosa José N.—San Juan Bautista (E. de Tabasco). 

Sr. Ing. José C. Segura.—Escuela de Agricultura. 

Sr. Dr. Torres Ezequiel.—Chihuahua (E. de Chihuahua). 

Sr. Profesor Urcelay y Martínez Alberto M.—Mérida (E. de Yucatán.) 

Sr. Dr. Urbina Manuel.—Director interino y Profesor de Zoología Botánica del Museo 
Nacional de México. Profesor de Botánica en la Escuela Nacional Preparatoria. BoTÁNICO. 
3% Calle de San Juan. Botica. México (D. F.). 

Sr. Dr. Villada Manuel. —Profesor de Mineralogía, Geología y Paleontología en el Museo 
Nacional de México. Profesor de Botánica Agrícola en la Escuela Nacional de Agricul- 
tura. Villa de Guadalupe (D. F.). 


En el Extranjero. 


Mr. Bocquillon Limousin Henry.—Pharmacien de 1'* classe á Paris, Pharmacologiste. 2** 
Rue Blanche. Paris. 

Mr. Heckel Edouard.—Professeur á la Faculté des Sciences et á l'Ecole de Medicine de 
Marseille et Directeur de les Annales de l'Institut Colonial de Marseille. 

Sr. Profesor Jules Hudas.—Paris. 

Sr. Profesor Joseph P. Remington.—Phyladelphia. E. U. 

Sr. Profesor Henry A. Rusby.—Nebraska. (N. J.). 

Sr. Profesor Casimiro De Candolle.—Ginebra. 

Sr. Dr. E. Janssens.— Bruselas. 

Sr. Profesor Fernand Ranwetz.—Lovaina (Bélgica). 

Sr. Profesor Leon Crismer.—Bruselas. 

Sr. Nathamel Lord Briton.—Nueva York, E. U. 


NOTA.—Se suplica á los Señores Miembros y Colaboradores del Instituto Médico, 
remitan oportunamente noticia de los cambios de dirección, etc., para publicarlos con 
exactitud. 


: 
EL INSTITUTO MÉDICO NACIONAL. 


A 


Es un Establecimiento científico que tiene por objeto el estudio de la fauna, flora, 
climatología y geografía médica nacionales y sus aplicaciones terapéuticas. 

Está dividido en las.siguientes Secciones: 

12— De Historia natural Médica. Se ocupa en colectar, clasificar, describir y conser- 
var las diferentes especies de plantas y animales. ; 

2—De Quimica analitica. Tiene por objeto la análisis respectiva, y suministrar los 
principios activos y preparaciones necesarias para la experimentación. 

32— De Fisiología experimental. Esta Sección está encargada de estudiar los efectos 
fisiológicos de las substancias aisladas por los profesores de Química, 

43 De Terapéutica clinica. Hace la aplicación á la patología humana, de los medica- 
mentos ya experimentados en los animales, 
, 52—De Climatología y Geografía médicas. 


Este periódico es el órgano del Instituto, y sus redactores, que tienen gran interés en 
adquirir todas las noticias relativas al objeto del Establecimiento, se permiten suplicar 
á las corporaciones científicas análogas se sirvan establecer el canje respectivo de pu- 


blicaciones. 


LA PRIMERA PARTE DE LOS DATOS 


PARA LA 


MATERIA MEDICA MEXICANA. 


Se encuentra de venta: 
Fin México.—En la Plazuela de la Candelarita núm. 3; en la 2* calle de Vanegas (Bo- 
tica) y en las principales librerías de la capital. 
En Paris.—Chez M. Géorges Carré, editeur, 3 rue Racine da Paris. 


AVIS. 


Tout ouvrage dont il sera envoyé deux exemplaires á l'adresse ci-dessous sera ob- 
jet d'une étude bibliographique qu'on publiera dans les Annales. 


x qui voudront bien établir l'échange avec nos 
V Instituto Médico Nacional de México Plazue- 
. F.) 


Nons prions les directeurs de jour 
Anmñales d'adresser leurs publigations: 
la de la Candelarita núm 3.—México. 


A 11 1500. NUM. 7. 


ANALES 


DKL E 


SUMARIO. 


ción 1%—Sección 22—Sección 3*—Sección 44—A nexos al informe anterior.—Sección 5* 

$ ara de turno.—El Herbario de Berlandier. Trabajo leído por Gabriel Y. Alcocer en la Junta celebrada 
E el 31 de Julio de 1899. 

Defensa contra la tuberculosis, por el Dr. Eduardo Licéaga.—Continuación. 


OFICINAS DE LA PUBLICACION, 
INSTITUTO MEDICO NACIONAL. 


JARDIN CARLOS PACHECO, 3.—MEXICO, D. F. 


z 5 Ex-plazuela de la Candelarita núm. 3 (Av. Poniente 12 A.) 


30 MÉXICO 
OFICINA TIPOGRAFICA DE LA SECRETARÍA DE FOMENTO 


y Calle de San Andrés número 15. [Avenida Oriente, 51.] 


ee A IL 


$ 
a 
. 


MIEMBROS DEL INSTITUTO MEDICO NACIONAL 


INDICADOR DE SUS DIRECCIONES, Y DE LOS 


RAMOS DE LAS CIENCIAS QUE CON ESPECIALIDAD CULTIVAN 


Dirección. 

Sr. Dr. Fernando Altamirano.—Director del Instituto Médico. Profesor de Terapéutica 
en la Escuela Nacional de Medicina de México, encargado de la Historia de las Drogas en el 
Instituto. Especialidad que cultiva: Química Y BorÁNICA APLICADAS. Villa de Guadalupe 
(D. F.) Calle del Mirador número 147. 9 

Sr. Dr. Secundino Sosa.—Secretario del Instituto Médico. Profesor Adjunto de Clínica In- 
terna en la Escuela Nacional de Medicina de México. ALIENIsTA. Calle 1% del Indio Triste 
núm. 7. México (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Carlos Espino Barros.—Prefecto del Instituto Médico.—En.el 
Instituto. 


Sección primera: Historia Natural Médica. 


Sr. Dr. José Ramirez.—Jefe de esta Sección. Secretario General del Consejo Superior 
de Salubridad. BacrerIoLoGIsTA. 10% Calle de la Violeta núm. 21. México (D. F.). 

Sr. Gabriel Alcocer.—Conservador del Herbario y del Museo en esta Sección. Profesor de 
Matemáticas. MATEMÁTICO Y BOTÁNICO. Calle del Hospicio de San Nicolás núm. 19. México 
D. F.). 
- Sr. Adolfo Tenorio.—Dibujante de esta Sección. PROFESOR PAISAJISTA. Plazuela del Risco 
núm. 10, México (D. F.). 


Sección segunda: Química Analítica. 


Sr. Prof. Francisco Río de la Loza.—Jefe de esta Sección Profesur de Química General, 
Industrial y Agrícola en la Escuela Normal para Profesores en México. Químico. Calle 2% de 
Vanegas núm. 83. México (D. F.). 

Sr. Prof. Mariano Lozano y Castro.—Ayudante de esta Sección. Químico inspector de 
bebidas y comestibles en el Consejo Superior de Salubridad. Químico. Calle de Patoni nú- 
mero +, (Botica Humboldt). México (D, F.). 

Sr. Dr. Federico F. Villaseñor.—A yudante de esta Sección. Químico. Calle del Cuadrante 
de Santa Catarina número 7. México (D. F.). 


Sección tercera: Fisiología experimental. 


Sr. Dr. Eduardo Armendaris.—Jefe de esta Sección. Médico del Museo Anatomo=patoló- 
“ico. ANÁLISIS CLÍNICOS. Calle de las Ratas núm. 2 México (D. F.). 

Sr, Dr. Daniel Vergara Lope.—Ayudante de esta Sección. Preparador de la clase de Tera- 
péutica en la Escuela Nacional de Medicina de México. Profesor de Anatomía en la Escuela 
de Bellas Artes. FistóLoGO. 5% Calle de Guerrero núm. 2,122. México. (D. F.). 


Sección cuarta; Terapéutica Clínica. ; 


Sr. Dr. José Terrés.—Jefe de esta Seccion. Profesor de Patología Interna en la Escuela 
Nacional de Medicina. 3% Calle del Reloj núm. 2. México (D. F.). 

Sr. Dr. Juan Martínez del Campo.—Ayudante de esta Sección. Médico del Museo Anato- 
mo-patológico 2% Calle de Sor Juana Inés de la Cruz núm. 12. México (D. F.). 

Sr. Prof. Juan Manuel Noriega.—Farmacéutico de esta Sección en el Instituto Médico 
Preparador de Análisis Química en la Escuela Nacional de Medicina. 


Sección quinta: Climatología y Geografía médicas. 


Sr. Dr. Domingo Orvañanos.—J efe de esta Sección. Miembro del Consejo Superior de Sa- 
lubridad del Distrito Federal. Profesor de Clínica Interna enla Escuela Nacional de Medici- 
na. CLinica INTERNA. Calle de Chavarria número 25. México (D. F.). 


MEDICO NACIONAL. 5 107 


INFORMES 


De los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional 
durante el mes de Tulio de 1899. 


SECCIÓN PRIMERA. 


El subscrito ha continuado recogiendo datos para el artículo del Peyote, te- 
niendo ya terminada la parte relativa á la historia del uso de la droga por los 
indígenas, así como la traducción de dos artículos publicados, uno en los Es- 
tados Unidos, y otro en Inglaterra, en que se describen los fenómenos deter- 
minados en el hombre sano por esta planta ingerida por la vía digestiva. Juz- 
go que sobre ella ya se ha dicho lo suficiente para conocer sus propiedades, y 
sl el Instituto no presenta algo original, sería preferible publicar lo estudiado 
por los médicos alemanes, americanos é ingleses; y por lo mismo para que el 
artículo sea completo, habrá necesidad de tener á la vista las memorias de que 
dí parte á la Dirección, para que se traigan del extranjero. 

El Sr. Alcocer se ha ocupado en el arreglo del Museo de drogas así como 
en el de la numeración de los ejemplares botánicos de la colección Palmer, pa- 
ra su distribución en el herbario. 

El Sr. Tenorio dibujó una acuarela que representa una ciruela de España, 
de las plantas cultivadas en Coyoacán y algunas drogas, según indicación del 
Sr. Altamirano. El resto del tiempo lo ocupó en arreglar las láminas de la 
Iconografía, por fechas, según lo ordenó el Director. 

Respecto de los trabajos para la Exposición de Paris, paso á informar co- 
mo lo ordenó la dirección: Tenemos ya dispuestos para enviarse el herbario 
que sirve como de muestra, compuesto de 500 ejemplares. La memoria rela- 
tiva á las Zonas de vegetación de México, se ha entregado á la Imprenta de 
Fomento previo acuerdo del señor Ministro, para que además de formar el fo- 
lleto especial para el Certamen, aparezca en los Anales de aquella Secretaría 
de Estado. El manuscrito relativo á la vegetación del Valle, casi está termi- 
nado y podría muy bien comenzarse su impresión. El Diccionario de Plantas 
Medicinales está poco adelantado, pero dedicándole estos cinco meses, podría 
contener un buen número de páginas, si no interrumpen estos trabajos otros 
de los que requiere la Sección. En cuanto á la colección de 80 drogas, como el 
Sr. Altamirano se encargó de formarla no tengo noticia de ella; y por último, 
parece que no se ha ordenado nada respecto de la Iconografía que figuró en el 
programa que presentó la Sección y que fué aprobado oportunamente. 

México, Julio 31 de 1899.—José Ramírez. 


SECCIÓN SEGUNDA. 


Las plantas del programa que han estado en estudio en la Sección han sido: 


Una Damiana (Turnera Sp.) de la que se terminó la análisis y con cuyos da- 
Tomo IV.—15 


108 ANALES DEL INSTITUTO 


A ÉÁ 


tos se escribió el artículo correspondiente que se publicará en los Datos para 
la Materia Médica; pero, al leer al señor Director ese artículo, dispuso que se 
agregara en él una análisis de la infusión de la planta, por ser esta la forma 
farmacéutica bajo la que se usa, así como un estudio más detallado de la esen- 
cia y procurar determinar con más precisión la naturaleza del principio que 
tienen algunos de los carácteres de los alcaloides. Por tal motivo, el artículo 
volvió á la Sección y se procedió á cumplir con lo dispuesto, pudiendo contes- 
tar á la primera cuestión de la manera siguiente: 

La infusión de esta Damiana en agua hirviendo da 4.50 por ciento de ex- 
tracto, que contiene: esencia, resinas ácidas, materia colorante amarilla, cloro- 
fila, tanino, glucosa, principio especial indeterminado, materias pécticas, ma- 
terias albuminoides, materias análogas á la dextrina y sales minerales; el ex- 
tracto que proviene de esta infusión es sólido, amorfo, brillante, de color café 
rojizo, olor de melaza y sabor ligeramente azucarado, ácido y astringente. La 
segunda cuestión no se ha resuelto porque aún no se recibe la esencia que por 
disposición del mismo señor Director, se mandó extraer en el Hospital de San 
Andrés y para cuyo efecto se mandaron 20 kilos de planta. Por último, la ter- 
cera cuestión está en estudio. 

El Peyote (Anhalonium ¿lewini?) ha seguido ocupándo la atención de la Sec- 
ción, con el fin de aislar y obtener puros y en cantidad los alcaloides que con- 
tiene, y para esto se han sometido nuevas porciones de la planta seca á trata- 
mientos adecuados, con objeto de obtener soluciones menos cargadas de otros 
principios que entorpecen el aislamiento y purificación de los alcaloides. 

Ha quedado terminado la análisis de los tallos del Cereus grandiflorus, faltan- 
do sólo escribir el artículo correspondiente. En el curso de la análisis se encon- 
tró entre otros principios uno amorfo y con algunos caracteres que lo coloca- 
rían en el grupo de los alcaloides y que tal vez pudiera ser el mismo que se 
ha señalado en las flores y retoños tiernos de esta planta; pero como ne po- 
seemos los artículos relativos á él hemos querido prepararlo de esas partes de la 
planta, para lo cual se han encargado, y mientras se reciben nos ocupamos en es- 
tudiar las flores de otro cereus, el serpentinus, pero del que todavía no es posi- 
ble decir nada. 

Para completar el artículo sobre la Yerba del Zorrillo (Croton dioicus) se 
ha hecho un estudio de las semillas y tengo la honra de presentar el artículo 
que se ha de llevar á la imprenta. 

Se han continuado preparando los principios que formarán el contingen- 
te de la Sección para la Exposición de Paris en 1900, y consisten en los si- 
guientes: 


Esencia del Perú.............. MO aa .. 1,000 grs. 
Esencia de Sabino, está en preparación y no 

se ha terminado por falta de carbón. 
Grasa de yoyote...... A A ROS 500 
Grasa de chicalote. ......:....otenroocoos.. 0,0) 


i 


MÉDICO NACIONAL. 109 


Psoralina: ivi sio. rublo A 15 grs. faltan 15 grs. 
Caleandreina . ...... SABÍA A os 500 ,, 
aquel as A - o Dar, 
Piquerina.......... A O] o 201,0 faltan: 10'grs: 
Acido pipitzahoico ............ A o 500 ,, 


En preparación: Casimirosa, Plumbagín y Helenina. 

Faltan: Boconina, Tevetosa, más 8 esencias, 3 grasas y 3 principios tánicos. 

En el mes recibió la Sección algunos aparatos á los que se dió de alta en la 
Sección, enviando á la Secretaría el recibo correspondiente; también se han 
anotado las bajas. 

Libertad y Constitución. México, Julio 31 de 1899.— Francisco Río de la 
Loza. 


SECCIÓN TERCERA. 


Continuación de las experiencias para averiguar la acción especial de la Pi- 
cosa (Croton ciliato glandulosus) sobre los órganos de la circulación, respira- 
ción y sobre la irradiación térmica del organismo; al efecto escogimos tres co- 
nejos jóvenes, machos y en condiciones del todo semejantes: se observaron du- 
rante algún tiempo al estado fisiológico, á fin de prefijar con la mayor exacti- 
tud posible lo que se refiere á su circulación, respiración y temperatura nor- 
males. 

Después uno á uno los fuimos inyectando con el cocimiento de la picosa, de- 
jando á los otros dos como testigos, y observamos: En el número 1, de 200 4 
288 pulsaciones, 94 á 160 respiraciones y de 38%7 á 39%6 de temperatura du- 
rante 10 días. 

En el mismo número 1 después de la inyección, se vió: 

Pulsaciones, 256 á 280. 

Respiración, de 100 á 124. 

Temperatura, de 38.2 á 39.8. 

Durando estas observaciones tres días. Después de este tiempo se inyectó 
de nuevo, con un gramo de la planta, también en cocimiento, y observamos á 
los 20 minutos que la temperatura se elevó un poco, y más tarde empezó el ani- 
mal á estar triste y escaso de apetito hasta que sucumbió ocho días después 
de la experiencia. Por la autopsia pudimos determinar que la causa de la 
muerte fué una infección generalizada. 

Entretanto el conejo número 2 que no se había inyectado nos dió los siguien- 
tes datos: 

Pulsaciones, de 128 á 288. 

Respiraciones, de 68 á 128. 

Temperatura, de 38.8 á 39.8. 

Se inyectó este conejo con un gramo de la planta en cocimiento y solamen- 
te pudimos observar un abatimiento de temperatura como causa de la inyec- 


110 ANALES DEL INSTITUTO 
ción y dos días después sobrevino la muerte con los mismos signos que ya he- 
mos descrito en otras experiencias, y las mismas lesiones anatomo—patológicas 
descritas en la necropsia de esos animales. 

El otro animal, testigo único que nos quedaba y que fué marcado con el nú- 
mero 3, nos suministró durante todo este tiempo los datos siguientes: 

Número de pulsaciones, de 256 á 288. 

Respiraciones, de 100 á 160. 

Temperatura, de 39 á 39.6. 

Inyectamos después á este animal como á sus compañeros, y obtuvimos el 
mismo abatimiento de temperatura señalado en el número 2, solamente que á 
este fenómeno muy poco duradero siguió el opuesto, es decir, elevación de tem- 
peratura. Repuesto de su primera inyección, le hicimos otra con igual dosis 
de planta y presentó el mismo abatimiento de calor. Este conejo vive aún sin 
presentar signos que indiquen su muerte próxima por la administración de la 
dosis de 2 gramos de picosa. 

Los signos más comunes observados durante los efectos producidos por la 
picosa han sido, abatimiento de temperatura, abatimiento nervioso, diarrea 
mocosa y anorexia. Así, pues, durante toda esta serie de observaciones hemos 


visto que la picosa no tiene acción marcada ni sobre la circulación general ni 
sobre la respiración. 


Respecto á la temperatura hemos notado que se deprime de una manera po- 
co marcada. Creemos que esta acción real sobre la temperatura debe estar ba- 
jo la influencia de una modificación de los centros térmicos, puesto que no ha 
existido perturbación vascular suficiente para explicarnos el fenómeno. 

Como en general, en los conejos que han perecido hemos encontrado siem- 
pre la congestión pulmonar, nos queda por averiguar si este fenómeno pato- 
lógico es constante y cuál es la causa probable que pueda producirlo. Con es- 
te fin vamos á hacer algunas preparaciones histológicas de esos Órganos. 

Del programa particular se ha hecho lo siguiente: 50 micro-fotografías mon- 
tadas en su nuevo Album. Otras 50 de reserva para el archivo de la Sección. 
Tres fotografías de Cácteas y cuatro de grupos de Drogas del Museo. Estos 
trabajos con la Obra de los Sres. Vergara López y Herrera constituyen el ma- 
terial que la Sección tiene preparado para la Exposición de 1900. 

México, 31 de Julio de 1899. —E. Armendaris. 


SECCION CUARTA. 


Continuamos el estudio del cereus, del tepozán (Buddleia americana), de la 
yerba del zorrillo (Croton divicus), de la pata de león (Geranium coralinianum), 
del tatalencho (Gimnosperma multiflorum), de la salvia de bolita (Buddleia 
perfoliata) y comenzamos el del axocopaque (Gaulteria ¿ovata?). 

En cuatro enfermos de la Sala de Terapéutica Clínica del Hospital de San 
Andrés, que es á mi cargo, aplique la tintura de flores del cereus serpentinus, 


MEDICO NACIONAL. 111 


tratando de averiguar si obra como tónico general ó como tónico cardíaco, y 
en ninguno de los casos manifestó tales propiedades, como se puede ver por 
el resumen de las observaciones que paso á exponer. 

El enfermo que ocupa la cama número 13 del servicio mencionado, Juan 
Solorio, padece una enteritis catarral crónica de origen alcohólico, que lo ha 
debilitado bastante, teniendo de 70 á 76 pulsaciones por minuto y siendo éste 
en las radiales débil y depresible, y la cantidad de su orina en 24 horas de 
620 c. c. por término medio, datos que fueron recogidos antes de ministrarle 
medicamento tónico alguno. El día 17 se le prescriben 10 gotas de tintura de 
flores de cereus serpentinus, tres veces al día, y se aumentan diariamente 5 
gotas en cada toma, es decir, 15 gotas hasta el 25, en que llega á la dosis de 
50 gotas bis, y en la que permanece hasta esta fecha, sin que se haya notado 
modificación alguna en el estado de su circulación, pues el número de pulsa- 
ciones ha permanecido poco más ó menos igual, su tensión arterial no ha au- 
mentado y su secreción urinaria casi no ha variado. 

Igual observación hemos hecho en Lázaro Enríquez que está en condicio- 
nes semejantes por la misma causa, es decir, por el alcoholismo, y en el que 
tampoco ha sufrido variación marcada su tensión arterial ni su secreción 
renal, á pesar de haber tomado el remedio durante dos semanas y haber alcan- 
zado la dosis diaria de 8 grms. de la tintura mencionada. 

Agustín Jiménez, enfermo de pleuresía izquierda con derrame, teniendo su 
pulso débil y frecuente de 112 á 116 pulsaciones por minuto, y su orina de 600 
á 800 c. c., no ha manifestado cambio sensible y favorable, con dosis progre- 
sivamente creciente, desde gramo y medio diario de la tintura de cereus, has- 
ta la de 8 gramos durante igual tiempo que los anteriores. 

Arcadio Arciniega ingresó al servicio el día 23, afectado de doble lesión mi- 
tral y en período de descomposición (dispnea, palpitaciones, edemas en los 
miembros inferiores y diminución de la cantidad de orina). Ese mismo día le 
ministramos un purgante drástico, que le produjo abundante derivación intes- 
tinal, y al siguiente se le prescribió la tintura del cereus en la misma dosis 
que á los anteriores enfermos, aumentándola diaria y progresivamente, y has- 
ta el 27 que ha alcanzado la de 4 gramos no ha obtenido beneficio alguno, vién- 
donos obligados á variar la medicación por la urgencia del caso. 

Como se ve, en las cinco observaciones apuntadas se ha hecho uso de la tin- 
tura preparada con las flores del cereus serpentinus exclusivamente, despre- 

-ciando por ahora la de los tallos de que me serví el mes anterior y que dió 
también resultado negativo. Hubiera deseado emplear la tintura de las flores 
de la misma planta de la especie grandiflorus, pero no se ha hecho esta prepa- 
ración por la carencia de las flores mencionadas. 

El tepozán se ha ministrado siete veces contra el insomnio, por el Dr. Ci- 
cero en cinco casos, y por el subscrito en dos, á la dosis media de un gramo, 
tomado dos horas después de cenar y obteniendo en todos los casos el efecto 
buscado, con excepción de dos, en que fué preciso subir la dosis á 1 gr. 50 y 
2 gramos. 


112 ANALES DEL INSTITUTO 


La raíz de la yerba del zorrillo se ha usado cuatro veces en el mes en la 
forma de polvo, como purgante en tres casos, y como laxante en uno, y en dos 
de ellos se ha manifestado activa, provocando dos evacuaciones líquidas en el 
enfermo Maximino Cruz, tantas veces citado, que padece constipación habitual 
y tenaz, y en número de doce en Antonio Barrera que tuvo una indigestión; 
en Refugio Ruiz que padecía congestión hepática y constipación no hizo efec- 
to purgante un gramo de la raíz del Croton dioicus y se tuvo que recurrir á 
un purgante salino por seguir enfermo. 

Francisco Aragón padecía constipación habitual y se le ha dado por espacio 
de nueve días una dosis cotidiana de 0.30 gr. del consabido polvo, consiguien- 
do regularizar sus funciones intestinales. 

Las semillas de la propia planta se propinaron á dos sifilíticos con acciden- 
tes secundarios, durante doce días consecutivos á cada uno de ellos, y en nú- 
mero de dos semillas machacadas y puestas en una cápsula de Planten, sin 
haber observado beneficio alguno. 

- La pata de león en la forma de cocimiento al 20 por ciento y en dosis de 
200 gramos se ha hecho tomar á dos enfermos: uno que tenia recargo intes- 
tinal desde hacía tres días, tuvo una evacuación líquida abundante, cinco ho- 
ras después de tomar el remedio, y otro que tuvo una indigestión tomó la mis- 
ma dosis y en igual forma sin efecto alguno. 

El tatalencho ha sido prescrito cuatro veces: dos como analgésico y dos co- 
mo anti-diarreico. Entre los primeros un caso fué de reumatismo poliarticu- 
lar agudo, que mejoró con el uso de esta droga en la forma de extracto hidro- 
alcohólico, en dosis de 2 gramos pro die durante nueve días; el otro fué Eva- 
risto Carrera afectado de reumatismo muscular, que tomó durante tres días 5 
cápsulas de á 0.50 gr. y los nueve subsecuentes 6 cápsulas de la misma dosis, 
obteniendo alivio temporal, que no persistió á pesar de continuar el uso del 
medicamento, y hubo necesidad de ministrarle salicilato de sosa para curar su 
dolencia. En ambos enfermos se usó constantemente la tintura de Gymnos- 
perma en aplicaciones locales. 

En cuanto á su acción para curar las diarreas, se ha manifestado poco eficaz 
en dos casos de enteritis catarral crónica de origen alcohólico, en dosis de 1 
gramo diario, fraccionada en píldoras de 4 0.10 gr., durante cuatro y cinco días, 
pues el alivio ha sido pasajero, á pesar de haber sostenido el medicamento. 

La salvia de bolita se ha ministrado á Alberto Alvarez que ocupa el número 
11 de Terapéutica Clínica, afectado de tuberculosis pulmonar, y que se quejaba 
de tener abundantes sudores nocturnos limitados al tronco y á la cabeza. Desde 
el día 7 del presente comenzó á tomar 40 gotas de tintura de salvia al apare- 
cer el sudor, y 40 una hora más tarde si no hacía efecto; pues bien, dismi- 
nuyó el molesto síntoma esa noche, y la siguiente se le dieron dosis de 50 go- 
tas el mismo número de veces y desapareció aquel por completo, y así ha su- 
cedido todas las noches del mes hasta esta fecha, habiéndose dado el caso de 
que se le retardara al enfermo la medicina por algunas horas y observar que 
persistió el sudor por todo ese tiempo y desapareció en el acto que la tomó. 


ys 


MÉDICO NACIONAL. 113 


Al mismo enfermo se le ha dado la tintura de salvia en iguales y aun mayo- 
res dosis, fraccionadas en el día, y aun poco tiempo antes de la hora en que 
habitualmente comenzaba la diaforesis, sin evitar ésta. 

J. Refugio Ruiz, que ocupa la cama número 22 de la segunda de sífilis, y 
afectado igualmente de tuberculosis pulmonar, acompañada de sudores, ha ob- 
tenido igual resultado benéfico con el uso de la tintura de salvia, en dosis de 
30 gotas al comenzar el sudor y cortarse éste todas las noches, muy poco tiem- 
po después de haberla tomado, y de igual modo que al enfermo Alvarez, per- 
sistir el síntoma cuando no toma la droga. 

Por estos dos casos parece que el remedio mencionado no sirve de profilác- 
tico de los sudores; pero sí tiene acción evidente contra ellos una vez que han 
comenzado. 

La diferencia de las dosis en los dos enfermos citados acaso sea debida á la 
diferencia en la intensidad del síntoma que estudiamos. 

Al axocopaque se le atribuyen propiedades analgésicas, y en los tres casos 
en que con tal objeto la hemos aplicado este mes parece haber proporcionado 
ligero alivio á los enfermos. David Blancas padece reumatismo muscular cró- 
nico, y ha tomado durante catorce días dosis progresivamente crecientes de la 
tintura, desde 10 gotas bis hasta 60, el mismo número de veces, y aplicaciones 
de la misma tintura loco dolenti, y dice que han disminuído sus dolores. Lo 
propio ha sucedido á Maximino Cruz, que sufre calambres dolorosos en los 
miembros inferiores, consecutivos á una compresión medular; dice que aquellos 
han disminuido los diez días que ha tomado tres dosis diarias de 50 gotas ca- 
da una de la tintura y fricciones con la misma en los miembros enfermos. Me 
propongo seguir esta observación porque temo que el alivio que dice sentir 
Maximino sea debido á la sugestión que en su ánimo haya ejercido la idea de 
la aplicación de una medicina nueva. 

El tercer caso pertenece al Dr. Cicero y se refiere á Felipe Gutiérrez, sifilí- 
tico que tiene dolores musculares en los cuatro miembros, y los que desapare- 
cieron tres días después de estarle haciendo aplicaciones locales de la tintura 
en las regiones enfermas. 

Se han hecho diversos análisis de orina y de esputo pertenecientes á enfer- 
mos de los servicios de Terapéutica y Sífilis. 

Me he ocupado también en el mes de redactar la parte terapéutica de los 
artículos de la yerba del zorrillo y del tatalencho para la materia médica, y los 
cuales entrego hoy á la Secretaría. : 

El Dr. Cicero ha concurrido puntualmente y ha ayudado en todas las labo- 
res de la Sección. E 

Acompaño los informes del Profesor J. M. Noriega, Ayudante de la Sección, 

y del Dr. Bulman, colaborador del Instituto. 
México, Julio 31 de 1899.—Juan Martínez del Campo. 


Tengo la honra de informar á vd. que, durante el mes que hoy termina, ade- 
más de haberme ocupado en las preparaciones para la Exposición de 1900, cu- 


114 ANALES DEL INSTITUTO 


ya lista adjunto á vd., suplicándole se sirva decirme en su concepto qué otros 
preparados debo hacer; he preparado 1,000 gr. de tintura de salvia de bolita, 
1,000 gr. de polvo de damiana y se ha procurado la extracción de la esencia 
de la damiana afrodisiaca, en la cual es muy pobre, teniendo ya á la disposi- 
ción de la Sección segunda lo que resultó y el residuo de la planta. Se han 
usado durante el mes las preparaciones de tepozán, zapote, damiana, cereus, 
axocopaque y tatalencho. Adjunto á vd. un breve estudio sobre los prepara- 
dos farmacéuticos de las plantas que hemos tenido en estudio, comenzando 
por el zapote blanco, cumpliendo así con lo ordenado por el señor Director. 

Protesto á vd. mis respetos. México, Julio 31 de 1899.—J. M. Noriega.— 
Al Jefe de la Sección cuarta del Instituto Médico Nacional Dr. D. Juan Mar- 
tínez del Campo.—Presente. 


En el presente mes se han ensayado en la segunda Sala de Medicina de Mu- 
jeres del Hospital de San Andrés las siguientes preparaciones: 

El extracto de tepozán como ón y á la dosis de 0.50 centígrs., en 
píldoras, dió resultado en cinco enfermos de cirrosis mixta, cirrosis vulgar, 
reumatismo crónico, enteritis alcohólica y gastritis aguda. 

La dosis de 10 gotas ter al día, aumentando á 20 gotas ter de Cereus Ser- 
pentinus fracasó en dos cardíacas, la una de insuficiencia mitral y la otra de 
estrechamiento aortico, no modificó la tensión vascular ni aumentó la cantidad 
de orina durante cuatro días que tomaron el medicamento. 

El polvo de la raíz de la yerba del zorrillo á la dosis de 1 gramo produjo 
efecto purgante con cólico en diez enfermas, cinco de catarro seco del intestino, 
dos de hemorragia en la cápsula interna, una de cirrosis vulgar; en una de em- 
bolia cerebral tuvo cólicos sin evacuación, habiendo sido necesario adminis- 
trarle al día siguiente 30 gramos de aceite de ricino; en una reumática cólicos 
y evacuaciones con sangre. 

La tintura de exocopaque en aplicaciones externas calmó los dolores á dos 
reumáticas antiguas y á una de neuralgia del trigémino. . 

Cien gramos de cocimiento de yerba de Costomate al 10 por ciento en una 
enteritis alcohólica aumentó el número de evacuaciones por espacio de tres 
días que tomó la preparación. 

Cincuenta gotas bis de la tintura de salvia de bolita en pleno período de su- 
dación suspendieron la diaforesis, mas no la evitaron, dadas antes del sudor en 
tres enfermas de granulia tuberculosa. 

México, Julio 31 de 1899.— Bulman. 


Preparados que tiene la Sección cuarta para la Exposición de 1900, hasta 
la fecha. 


Gramos. 


1,000 Extracto fluido de gayuba. 
1,000 55 > atanasia amarga. 


MEDICO NACIONAL. 


115 


AAA 


Gramos. 


2,000 


1,000 
2,000 
2,000 
2,000 
2,000 
2,000 
1,000 
2,000 


2,000 


1,000 
1,000 
1,000 


2,000 


1,000 
2,000 
1,000 
1,000 
1,000 
1,000 
1,000 
1,000 
1,000 
1,000 
1,000 
1,000 
1,000 
1,000 
1,000 
1,000 
2,000 
1,000 
1,000 
2,000 
2,000 
3,000 
1,000 
1,000 
1,000 


Extracto fluido de yoloxochitl. 


w oo zapote. 

pe p tumba vaqueros. 
” 9 yerba del poyo 
sy AE palillo. 

» ” tepozán. 

55 AN zoapatle. 

; ho tlalocopetate. 

»” e pambotano. 

” .) ñamole. 

Ae > yerba del tabardillo. 
” » picosa. 

” > contrayerba. 

» ño capulincillo. 


Tintura de yorasangre. 
palo del muerto. 


5 cuauchichic. 

d% pañete. 

E nopalillo. 

E calatola. * 

da pegajosa. 

E zoapatle. 

- artemisa. 

da matarique. 

de tlaxcosilosochitl. 
as espinosilla. 

A sacatechichi. 

a chilpanxochitl. 


Alquitrán de ahuehuete. 
Jarabe de zapote. 
Zapote granulado. 
Tepozán granulado. 
Chapuz granulado. 
Gránulos de chapuz. 
Grageas de sangregrado. 


% atanasia. 
S zapote. 
53 tepozán. 


Cápsulas de raíz de pipitzahoac. 


México, Julio 31 de 1899.—J. M. Noriega. 


Tomo TV,—16 


116 ANALES DEL INSTITUTO 


€AAAAAAÁAÁAÁAÁAÁAAÁAAAÁAÁA<A<ÁáÁKÁKÁKÁKÁ= 
PREPARACIONES FARMACÉUTICAS DE LAS DROGAS NACIONALES. 
1* El zapote blanco. 


Acatando la disposición del señor Director de este Instituto, doy principio 
al estudio de los preparados farmacéuticos de las drogas nacionales estudiadas 
en el mismo Instituto, y de acuerdo con sus consejos principiaré por la descrip- 
ción de la droga. 

El zapote blanco, Casimiroa edulis. Llav. et Lex. Rutaceas.—Las partes de 
la planta usadas en medicina son los huesos, la corteza y el fruto. 

Las semillas secas son de forma ovoide, con dos caras más Ó menos marca- 
das de tres á seis centímetros de largo por dos á tres de espesor en su parte 
media, con una cresta delgada muy marcada que corresponde al funículo y de 
la que nacen fibras curvas hacia la parte opuesta, que es arredondada y tiene 
un rafe bien marcado. Epispermo de color blanco más ó menos amarillento, 
lustroso cuando está seco, apergaminado, ligero y correoso. 

Su cara interior es lisa y muy brillante. Almendra muy retraída sobre sí, 
por lo que se desaloja libremente dentro del epispermo, tiene multitud de plie- 
gues irregulares y debidos á la desecación, de consistencia cerosa, de forma 
ovalada muy comprimida representando algo la forma de dicho epispermo. 
Su sección representa por esta razón una superficie triangular. 

La parte más delgada correspondiente al vértice de este triángulo lleva los 
restos fibrosos del funículo; en el centro de este triángulo se nota mejor que 
en el exterior de la almendra la juntura de los cotiledones, marcada por una 
línea dirigida del vértice á la base. Con cierto esfuerzo se logra separar los co- 
tiledones cuando no se ha endurecido la almendra, porque si la desecación ha 
producido la consistencia leñosa no se consigue ya la separación de los cotile- 
dones y ni aun se percibe la juntura. 

El endospermo es muy delgado, aparece con un barniz rojizo, lustroso, cu- 
briendo'toda la almendra. 

Cotiledones muy blancos, de consistencia cerosa ó leñosa, inodoros de sabor 
algo dulce y amargo. La superficie de sección blanca y harinosa. 

Las semillas se conservan bien por largo tiempo; algunas que tengo desde 
hace cuatro años están aún en buen estado. Se ne abundantemente en 
nuestros mercados y por mayor se compran á 4 pesos quintal. 

Los meses en que el árbol del zapote da su fruto son Julio y Agosto. 

Las cortezas son más ó menos gruesas, de 1 á 2 centímetros, muy duras, 
epidermis rugosa y de color moreno en las más antiguas, y gruesa y verde en 
las de menor tiempo, la parte suberosa y liberiana es de color amarillo claro y 
su sección tiene aspecto granuloso, la parte interna es amarillo obscuro y de 
aspecto fibroso. ; 

Por el cocimiento da un líquido de color amarillo y de sabor ligeramente 
amargo. ' 

De las semillas y de la corteza se prepara en primer lugar un extracto hi- 
dro-alcohólico, al 25 por ciento de extracto, al cual es de color amarillo más 


MEDICO NACIONAL. 117 


ó menos claro, según la temperatura á que se ha preparado, difícil de obtener 
seco pues absorbe con facilidad la humedad atmosférica, es rico en glucosa, 
tiene un olor particular, un sabor dulzacho y ligeramente amargo, precipita 
abundantemente por el acetato de plomo, cuyo precipitado quitado por filtra- 
ción, así como el exceso de plomo por el ácido sulfhídrico se obtiene un nue- 
vo extracto, más claro y de mejor aspecto que el anterior y conservando sus 
propiedades terapéuticas. 

Es soluble en el agua, poco y difícilmente soluble en el alcohol, reduce el 
¿licor cupro-potásico, su solución tratada por los ácidos mo nerales enérgicos 
no presenta fenómeno apreciable. 

La conservación de este extracto requiere algunos cuidados, pues su rique- 
za en glucosa lo expone á alterarse rápidamente, observándose en el extracto 
conservado sin precauciones la presencia de micro-organismos no mucho tiem- 
po después de su preparación. Es lo mejor darle una consistencia firme y ca- 
si seca y tenerlo en pequeños frascos bien cerrados. 

Se prepara también con las semillas un extracto acuoso, de color amarillo 
muy obscuro, de sabor ligeramente amargo v de conservación perfecta. 

| Con el extracto se hicieron las siguientes preparaciones: grageas de 0.25 

- centígramos, dos sacaruros preparados por dos distintos procedimientos, am- 

bos representan por una cucharada cafetera 0.25 centígramos de extracto, tie- 

- nen un buen sabor y buena conservación, siendo á mi entender una de las me- 

- jores formas de administrarlo, y un Lo que después de algunos meses ha 
E dejado un abundante Conta pero que recientemente preparado es muy 
aceptable. 

Las dosis á que se administra varían desde 0.10 centígramos á 5 gramos. 
Lo más común es darlo en píldoras, usando el polvo de altea como excipiente. 

De los preparados del Instituto es el zapote el que se ha propagado más y 
desde su estudio que data del año de 1895 á la fecha no ha decaído su uso en 
los hospitales ni su demanda en el público. Ultimamente se comenzó á usar 
el fruto del zapote que es una baya subglobosa, pomiforme, con pulpa blanca 
y sápida. He preparado una conserva y procurado su conservación primero, 
cortándolo en rebanadas delgadas, puestas á secar, y segundo, poniendo las re- 
banadas en el alcohol, el cual hue perfecta su conservación. 

México, Julio 30 de 1899.—J. M. Noriega. 


ds ii di 


is ati, si da ci id 


SECCION QUINTA. 


Tengo la honra de informar á la Junta acerca de los trabajos llevados á ca- 
bo en esta Sección, durante el mes que hoy termina, manifestánole que se ha 
hecho lo siguiente: 

El Sr. Galindo y Villa se ocupó en copiar nuevamente, por disposición del 
señor Director, el trabajo intitulado “Estadística Forestal,” que se halla para 
concluirse. 


118 ANALES DEL INSTITUTO 


Pasaron al Indice de Geografía Médica las Municipalidades de Lacova, La- 
chixola, Chisime, Lovani, Metlaltepec, Ozolotepec, Yaveloxi, Taltepec, Alote- 
pec, Zacaltepec, Puxmetacan, Caudayoc, Cotzocon, Tuabela, Choapan, Ya- 
lahuy, Lataní, Ayacaztepec, Atitlán, Tepinapa, Comaltepec, Petlapa, Ejutla, 
Logolava, Hacienda de San Joaquín y el Vergel; todas pertenecientes al Es- 
tado de Oaxaca. 

Debo advertir que los trabajos preparatorios para el Certamen de Paris se 
han concretado á terminar el Indice mencionado; para que una vez listo se pro- 
ceda á la formación de los cuadros estadísticos que esta Sección presentará. 

El Sr. Galindo, además, hizo la lista de las publicaciones recibidas por el 
Instituto durante el mes que hoy finaliza. 

El que subscribe ha pasado al Indice las Municipalidades siguientes del Es- 
tado de Puebla: Tlaola, Pantepec, El Verde, Texmelucan, Huejotzinco, Chiau- 
tzingo, Tlatinapan, Cuautinchan, Tecali, Atoyatempan, Amozoc, Hueyotlipan, 
Tzicatlacoyan, Huetzitlepec, Mixtla, Totimehuacán, Tlalnepantla, Xochitlán, 
Yehualtepec, San Agustín del Palmar, Tochtepec, Quechalac, Tlacotepec, Te- 
camachalco, Chilac, San Gabriel, Tepanco y Ajalpan. 

Se ha estudiado también la acción terapéutica de la Turnera Mexicana y se 
dará cuenta en su oportunidad de los resultados obtenidos. 

México, Julio 31 de 1899.—D. Orvañanos. 


LECTURA DE TURNO. 


EL HERBARIO DE BERLANDIER. 


Trabajo leído por Gabriel V. Alcocer en la Junta celebrada el 31 de Julio de 1899. 


Los estudios históricos acerca de los trabajos emprendidos para la explora- 
ción botánica del vasto territorio que antes fué la Nueva España, y hoy, mu- 
tilado, es la República Mexicana; son muy incompletos, muy deficientes y los 
pocos datos que existen están diseminados en diversas obras y archivos; acaso 
muchos de ellos se han perdido del todo. Solamente en la parte botánica de la 
Biología Central Americana, escrita por Mr. W. Botthing Hemsley, hemos 
visto un resumen bastante condensado de las diversas exploraciones efectua- 
das en México y en Centro América, desde la del célebre Dr. Hernández en 
1571, hasta las recientes de Parry y Palmer; y las de Mr. Pringle, el infati- 
gable colector americano, cuyas colecciones han sido de tanta utilidad prácti- 
ca en los trabajos de clasificación en nuestro Instituto. 

Hace dos años, al ocuparnos en un pequeño trabajo de la importancia ca- 
pital que tendría el hacer la Flora mexicana completa, resumiendo con los da- 
tos enumerados por Mr. Henmsley, los relativos á los naturalistas mexicanos 
que este Botánico no menciona, bien porque no le fuesen conocidos, ó porque 


eu 


e ts E e DR y E tc id e 


E A A A A A A A A 


MEDICO NACIONAL. 119 


los creyese sin importancia, al acopiar materiales para ese resumen pudimos 
comprobar la falta de datos que señalamos. 
Estábamos aún bajo esa impresión, ante la imposibilidad de reunir datos 


fijos, exactos, para el trabajo que mencionamos, cuando casualmente llegó á 


nuestras manos un pequeño libro poco conocido, que se refiere á una explora- 
ción bastante notable, á la que hizo el naturalista Juan Luis Berlandier y á 
la que Mr. Hemsley dedica solamente seis líneas en su resumen. 

El libro á que nos referimos consta de 298 páginas en 4* y lleva la siguien- 
te portada: “Diario de viaje-de—la comisión de límites-que puso—-el Gobierno 
de la República—bajo la dirección del Exmo. Sr. General de División—Don 
Manuel de Mier y Terán,-lo escribieron por su orden los individuos—de la 
misma comisión-Don Luis Berlandier y Don Rafael Chovel.-México—Tipo- 
grafía de Juan KR. Navarro—Calle de Chiquis número 6-1850—” 

La lectura de esta portada nos hizo muchas promesas, y nos dedicamos á 
leer la obra con toda atención, esperando obtener datos exactos y seguros acer- 
ca de esa expedición. Desde luego se nota una contradicción manifiesta, y es 
la siguiente: después de la portada sigue una dedicatoria en la cual el impre- 
sor Don Juan Remigio Navarro, dirigiéndose al Exmo. Sr. General Don Jo- 
sé María Tornel, le ofrece la obra como escrita por el mismo General Mier y 
Terán, Director de la Comisión; cuando como acabamos de leer, se dice con 
toda claridad en la portada que está escrita por orden suya; y este equívoco 
llama tanto más la atención, cuanto que en la hoja siguiente y bajo el rubro 
de “Motivo de esta obra,” explican su objeto y firman Luis Berlandier y Ra- 
fael Chovel. Además la lectura de las diversas partes de la obra da á conocer 
que una de ellas la firma Berlandier y Chovel juntos, y todas las demás sólo 
Berlandier. 

Después de este error que tiene cierta importancia, se nota que no se tuvo 
cuidado al imprimir la obra, de poner en riguroso orden cronológico las diver- 
sas partes de que consta; y en la primera lectura semejante disposición ocaslo- 
na alguna confusión al querer hacerse cargo del relato. Jsto llama sobrema- 
nera la atención, porque como esas partes son fragmentos de un diario, las fe- 
chas que llevan bastan para'indicar el orden en que debieron imprimirse. 

Esos fragmentos son seis: el primero relata el viaje desde México, de donde 
salió la Comisión el 10 de Noviembre de 1827, tocando á Querétaro el 17 yá 
Guanajuato el 25 del mismo mes; á San Luis Potosí el 3 y á Saltillo el 27 de 
Diciembre siguiente; á Monterrey el 7 de Enero de 1828, á Laredo Texas el 
1? de Febrero, llegando á Bejar el 1? de Marzo, casi cuatro meses después de 
su salida de esa capital. 

Diremos de una vez que el principal objeto con que el Gobierno Mexicano 


envió esa Comisión, era para estudiar y fijar los límites de la República en la 


región N.E., conforme al tratado celebrado en 1819 por Don Luis Onys, co- 
misionado del Gobierno español, con el Gobierno de los Estados Unidos; pero 
á los Ingenieros se agregaron naturalistas para hacer una exploración lo más 
completa posible de la Frontera. El personal facultativo de la Comisión lo for- 


120 ANALES DEL INSTITUTO - 


maban los siguientes individuos: Director, Exmo. Sr. General de Mier y Te- 
rán; Encargados de las observaciones militares y geográficas, los Tenientes Co- 
roneles Don José Batres y Don Constantino Tarnava; Dibujante, el Teniente 
Don José M. Sánchez, y naturalistas, los señores Luis Berlandier y Rafael 
Chovel. : 

Como los miembros de la Comisión iban en carruajes, llevando carros y mu- 
las para los instrumentos y provisiones, con arrieros y escolta, hacían jorna- 
das de cuatro, seis ú ocho leguas, rara vez diez, y esto explica por qué tarda- 
ron casi cuatro meses en llegar á Béjar. 

Volviendo al primer fragmento, se ve que el diario refiere casi día por día 
el camino recorrido; señala su carácter geológico; menciona algunas de las plan- 
tas que se colectaron y los animales que se vieron; da mezcladas algunas no- 
ticias geográficas, estadísticas, y algunas veces históricas y etnográficas. Pro- 
cura señalar longitudes, altitudes y temperaturas de los principales lugares, 
pero en muchas ocasiones faltan los números respectivos, comprendiéndose 
por los huecos reservados, que se esperaba llenarlos con las observaciones de 
otros de los miembros de la Comisión. El segundo fragmento escrito lo mis- 
mo que los siguientes, bajo el mismo plan que el primero, relata el viaje de 
regreso de Béjar de donde salieron, no dice quienes, el 14 de Julio de 1829 
con dirección á Laredo, adonde llegaron el 28 del mismo mes y año; de allí 
siguieron la margen derecha del río Bravo, tocando á Mier, Camargo y Rey- 
nosa, llegando á Matamoros el 21 de Agosto siguiente. En esta última pobla- 
ción se estableció Berlandier según veremos después. 

Entre los dos fragmentos que acabamos de señalar, debería colocarse el que 
en la obra está en último lugar, pues éste se refiere á una expedición que hizo 
Berlandier para cazar osos y cíbolos, acompañado por algunos de los indios 
de una tribu de comanches del desierto; habiendo salido de Béjar el 19 de No- 
viembre de 1828, para regresar el 18 de Diciembre siguiente, fechas compren- 
didas en el período que permaneció en Béjar. 

Los fragmentos restantes que están impresos en tercero, cuarto y quinto lu- 
gares, refieren las expediciones que hizo Berlandier partiendo siempre de Ma- 
tamoros, una á Monterrey, y otras dos á diversos lugares”del Estado de Ta- 
maulipas. Estos fragmentos debían haberse impreso en orden inverso, ponien- 
do primero el quinto; en seguida el cuarto y al último el tercero, pues las fe- 
chas lo indican con toda claridad respecto del cuarto y del quinto, y solamen- 
te del tercero queda duda de si hizo la expedición en Abril de 1830 ó de 1831. 

Redactadas también por Berlandier, vienen después unas cortas memorias 
sobre la Zoología y la Botánica del Departamento de Tamaulipas, que sumi- 
nistran algunas noticias útiles y curiosas, y también algunos nombres ies 
res usados en aquellos lugares. 

Ordenados como indicamos más antes, los fragmentos del libro, se ve con 
precisión la extensa zona del país que recorrió el naturalista Berlandier; y so- 
lamente nos referimos á él, porque del texto del diario no se puede deducir si 
estuvieron siempre juntos todos los miembros de la Comisión, si los natura- 


PRA ME 


dió 


PRI A O IES AA 


j 
| 


A das si A 
ss yl 


MEDICO NACIONAL. 121 


listas se separaron de los Ingenieros, ni siquiera si aquellos hicieron reunidos 
la exploración, ó trabajaron separados después de su salida de Béjar; llaman- 
do la atención que sólo en el primer fragmento aparezca la firma de Chovel al 
lado de la de Berlandier. 

La obscuridad que se nota en el Diario acerca de este punto y de otros muy 
importantes para nosotros, no obstante la prolijidad con que enumera otros 
datos, nos impulsaron á recorrer los escasos libros que tuvimos á nuestro al- 
cance, pretendiendo aclarar y completar, si era posible, todo lo referente á la 
historia de la Comisión, y muy especialmente de su sección botánica; desgra- 
ciadamente obtuvimos bien poco, y eso poco lo consignamos aquí, para que no 
resulten del todo estériles nuestras pesquisas, y poner de manifiesto que las 
hicimos con toda diligencia. 

En la obra intitulada “Breve reseña histórica de los acontecimientos más 
notables de la nación mexicana desde el año de 1821 husta nuestros días,” es- 
erita por el General Don José María Tornel y Mendivil, publicada en 1852, 
en la página 171 y siguiente se lee:” que el 6 de Septiembre de 1827 aprobó 
el Congreso el Presupuesto de gastos de la Comisión de límites encargada de 
arreglar los de la República mexicana con los Estados Unidos del Norte en los 
términos siguientes: 


Del viático........... A $ 5,200 

” Sueldo del médico Botánico. ........oooooommomo..... 2,400 
Sueldo del mineralogista................. E 1,500 
Para compra de instrumentos. .....oomocoocommo... . 2,000 
Grastoside: ESCLÉOLÍO s.oióniio cos: ... «¡BS AD 500 
Gastos anexos á la Comisión imprevistos......... 3,400 
SUMA. 0. ... $ 15,000 


Que “el Gobierno no se limitó á nombrar sólo un Comisario y un Geóme- 
tra, sino también una Comisión científica, para que á más de cumplir con el 
principal objeto que era el de marcar los puntos para el arreglo de límites, se 
adquiriesen noticias sobre la física y la historia natural de los países fronteri- 
zos no explorados;” que “la elección de Terán fué muy acertada porque era 
profundo matemático y había cultivado por gusto varios ramos de las cien- 
cias naturales sin que le sirvieran de impedimento las más graves atenciones 
de Estado, como lo acreditó siendo Ministro de la Guerra en tiempos muy di- 
fíciles, en que concurría como uno de tantos discípulos á recibir las lecciones 
del sabio botánico Don Vicente Cervantes.” 

Menciona además que el Sr. General Tornel (el autor de la Reseña), facili- 
:tó al impresor J. R. Navarro, el original del Diario de la Comisión, para que 
lo publicara en el periódico titulado La Civilización. 

Don Manuel Payno escribió para la obra intitulada “Hombres Ilustres Me- 
xicanos” la biografía del General Terán que está en el volumen cuarto de esa 


obra, y de la página 273 tomamos el siguiente párrafo; 


122 ANALES DEL INSTITUTO 


“En cuanto á Texas, ¡oh! Texas era la adoración del General Terán. Aque- 
llas vastas y verdes llanuras, aquellos bosques de nogal y roble, aquellos ríos 
anchos, majestuosos á la vez que risueños eran su encanto y embeleso. No hu- 
bo río que no sondeara, bosque que no reconociera, floresta ni playa que no 
hubiera visitado. Lo acompañaban en sus expediciones el Coronel Noriega, 
que era su Secretario y los individuos que componían la Comisión de lími- 
tes que eran Don Constantino Tarnava, Teniente Coronel de Ingenieros y exce- 
lente matemático; Don Rafael Chovel hermano de ese héroe joven que fué man- 
dado decapitar en Granaditas, y Don Luis Berlandier, conservador del Museo 
de Ginebra y que por amor al General Terán y á esos fértiles campos de Te- 
xas, renunció su carrera y sus derechos de ciudadano suizo, por tomar los de 
IGBLSTO mexicano. 

“¿Quien hubiera visto á esa reunión de hombres civilizados, vagando por los 
desiertos y entre las tribus bárbaras, les habría tenido compasión. Pero no, 
estos hombres con sus telescopios, con sus sextantes, con sus libros y cálculos, 
eran felices y muy felices, descubriendo nuevas familias á las plantas, nuevas 
clases á los peces, etc., etc.” 

En otra obra alada “Apuntes para la historia de la Guerra entre México 
y los Estados Unidos” publicada en esta capital en 1848 y escrita por quince 
publicistas y literatos entre los cuales se contaban los Sres. Don Ramón I. Al- 
caraz, Don Ignacio Ramírez, Don Guillermo Prieto, y otros bien conocidos, 
en la página 42, en el relato de la Batalla de la Resaca, se lee que el General 
Arista escogió ese punto para esperar las fuerzas invasoras mandadas por Tay- 
lor, siguiendo la opinión del capitán Berlandier, en concepto del cual, era el lu- 
gar más á propósito en todo el camino desde allí hasta Matamoros. ¿Quién 
fué ese Berlandier? ¿el mismo naturalista ó algún hijo suyo? no lo sabemos. 

En los periódicos literarios de la época, tales como el Museo Mexicano, el 
Registro Trimestre y otros, no hemos hallado nada referente al asunto que nos 
ocupa; solamente en el Boletín de la Sociedad de Geografía y Estadística, en 
el primer tomo de la primera época, hay una memoria sobre un plano del Es- 
tado de Tamaulipas formado con las observaciones del General Terán, pero 
con la extensión que tiene después de la guerra de 1846-47; y en el tomo V, 
página 125 están reproducidas las memorias de Berlandier que citamos, sobre 
la Botánica y la Zoología del Departamento de Tamaulipas; de estas memo- 
rias la primera se halla reproducida en el tomo 4* del Museo Mexicano, pag 
na 418. 

En el mismo Boletín, en el tomo segundo de la segunda época, página 204, 
se halla una “Noticia de las tribus salvajes conocidas que habitan en el De- 
partamento de Texas y del número de familias de que consta cada tribu, puntos 
en que habitan y terrenos en suo acampan.” Esta curiosa noticia está firmada 
por Terán en Nacogdoches el 7 de Julio de 1829. 

Muy pocas memorias del Ministerio de la Guerra nos fué posible recorrer, 
y precisamente las de la época no dicen nada útil. 

Una firmada por el tristemente célebre Don José Antonio Facio, del 16 de 


MEDICO NACIONAL. 123 


Marzo de 1830, en la página 8 dice: “El interesante Estado de Coahuila y Te- 
xas se halla al parecer amagado por algunos aventureros del Norte y como el 
Gobierno está en la obligación de conservar Ja integridad del territorio mexi- 
cano, ha dispuesto que el Greeneral Don Manuel de Mier y Terán que á sus 
conocimientos facultativos y científicos reune los prácticos de aquellos terre- 
nos, emprenda una expedición á Texas con fuerzas suficientes, persuadido de 
que este General por su aptitud y eficacia es muy capaz de desempeñar con 
acierto dicha comisión.» 

En la siguiente memoria publicada con fecha 24 de Enero de 1831, el mis- 
mo Facio vuelve á decir: «no son de menos importancia los servicios que está 
prestando á la patria el Comandante General de los Estados internos de Orien- 
te, Don Manuel de Mier y Terán, á quien el Gobierno encomendó la intere- 
sante comisión de la demarcación de límites entre los Estados Unidos del 
Norte y los Estados Unidos Mexicanos; y aunque no se ha verificado por no 
haberse aprobado los tratados celebrados por ambas Repúblicas, aquel Gene- 
ral ha dedicado toda su atención á conservar la integridad del territorio me- 
xicano, venciendo obstáculos que parecían insuperables y sosteniendo con dig- 
nidad el decoro nacional.» 

Los datos mencionados tomados de autoridades mexicanas, son bien escasos 
é insuficientes para lo que deseábamos conocer, pero son los únicos que hemos 
hallado sobre el asunto. 

En los archivos de la Secretaría de Guerra y de Relaciones, acaso en el Ar- 
chivo General de la Nación, en los periódicos políticos de la época y especial- 
- mente en el Diario Oficial, es probable que haya datos suficientes para com- 
pletar los que nos faltan; pero estos elementos ni están á nuestra disposición, 
ni en caso de estarlo sería fácil recorrerlos rápidamente para tomar los que 
necesitamos. 

En los datos tomados de fuentes extranjeras, hay más interés y más exac- 
titud, á la vez que son los más apropiados para nuestro objeto, y dos autores 
europeos nos los van á suministrar. 

Mr. A. Laségue, conservador de las colecciones botánicas de M. Benjamín 
Delessert tan notables como tan interesantes, publicó en París en 1845 una 
obra titulada: «Musée botanique-de M.. Benj. Delessert—Notices—sur les col- 
lections de plantes et la Bibliothéque—qui la composent; contenant en outre 
des documents sur les principaux herbiers d'Europe.—Et Pexposé des voya- 
ges entrepris dans Vinteret de la Botanique.»—Esta obra metódicamente es- 
erita, en la parte referente á la América del Norte, dice en la página 207, re- 
firiéndose á Berlandier: «De 1827 á 1830, M. Berlandier a fait plusieurs envois 
de plantes du Mexique, recoltées principalment, savoir: 1? dans l' Etat de Coa- 
huila et Texas; aux environs d'Austin, du Río Brazos, du rio de la Trinidad, 
de Saltillo, San Antonio de Bejar et la colonie de San Felipe de Austin, dans 
les lagunes de San Nicolas, prés de la baie de Aransasua; 22 a Monterrey, 
Etat de Nuevo León; 32 dans 'Etat de Tamaulipas; á Tampico de Tamaulipas, 


au Río Grande del Norte, entre Laredo et Matamoros, á San Fernando; 4? un 
Tomo IV.—17 


AE ESE AE AAA e dd lA A E A 


ds 


Y 


e 


a e as a 


dro 


ida e 


A. 


, 


124 ANALES DEL INSTITUTO 


petit nombre dans 1'Etat de San Luis Potosí; 5? et enfin, dans 1 Etat de Me- 
xico; aux environs de la Ville de Mexico, á Chapultepec et a Tacubaya, ainsi 
que dans la vallée de Toluca, a Lerma, a Cuernavaca, sur le versant méridio- 
nal de la cordiliére de Huitzilac, a Zacualpan, etc.» 

Por lo que hemos copiado se ve que es considerable el número de plantas 
mexicanas enviadas por Berlandier solamente al herbario de Delessert hasta 
el año de 1845, fecha de la publicación de la obra de Mr. Laségue; quién sabe 
si después remitió más, lo que tuvo oportunidad de hacer, pues según vere- 
mos después falleció en Matamoros en 1851. De paso haremos notar que tam- 
bién la enumeración de Mr. Laségue está en orden inverso de cómo Berlan- 
dier hizo sus exploraciones, y por consiguiente sus colectas y sus remesas. 

El otro autor, que es el que nos va á dar mayor contingente útil para este 
trabajo, es Mr. Hemsley con su obra ya citada, la parte botánica de la «Biolo- 
gía Centrali-A mericana.» 

En esta obra interesantísima para nosotros, que alguna vez hemos llamado 
el esqueleto de la futura Flora mexicana, y que como saben nuestros oyentes, 
es la enumeración de todas las plantas mexicanas descritas hasta el año de 
1888, señalando en cada una de ellas además de la bibliografía, los lugares en 
que se colectaron, los nombres de los colectores, y los respectivos números de 
ordex de la colecta; recorriendo sus numerosas páginas se encuentra cón mu- 
cha frecuencia el nombre de Berlandier, sobre todo en aquellas familias que 
cuentan con muchas especies en nuestro país, como son las Leguminosas las 
Compuestas, las Labiadas y las Gramíneas; y de muchísimas de esas plantas 
colectadas por Berlandier, está indicado que existen en el herbario de Kew, 
del cual Mr. Hemsley, empleado suyo, aprovechó los copiosos materiales para 
su obra. 

Examinando con atención las plantas numeradas de Berlandier, se nota 
que los números más bajos corresponden á plantas colectadas en Tampico y 
sus alrededores, por ejemplo el Bidens brachycarpa, DC., tiene los números 
5 y 113, y el Gnaphalium attenuatum, DC. el número 70. El Gnaphalium ame- 
ricanum, Mill. colectado entre Tampico y Real del Monte lleva el número 310; 
el Sisymbrium Berlandieri, Fourn, el $. streptocarpum, Fourn, y el S. patulum, 
Fouwrn, de los alrededores de México, llevan los números 570, 782 y 823; la 
Laennecia parvifolia, DC., de Toluca, el 1124; el Eupatorium mendezii, DC., 
de Querétaro, el 1268; el Eupatorium conyzoides, Vahl., de Matamoros, el 2355. 
El número más alto que hemos hallado es el 3159 y corresponde al Pectis 
longipes, A. Gr., colectado en Nuevo León. 

Hemos citado esos números para intentar justificar una hipótesis nuestra, 
enteramente gratuita; y es que cuando Berlandier llegó al país desembarcó 
en Tampico y allí comenzó á formar su herbario; vino á la capital por el ca- 
mino de la Huasteca á Pachuca, y radicado aquí algún tiempo, recorrió pri- 
mero los alrededores, Tacubaya, Chapultepec, etc., saliendo más tarde á reco- 
rrer el Valle de Toluca y Cuernavaca. Formando después parte de la Comi- 
sión de límites tantas veces citada, recorrió el camino descrito en el libro que 


A A ct 


A A 


, 


MÉDICO NACIONAL. 125 


examinamos hasta fijarse en Matamoros. Los números que hemos tomado con 
otros que omitimos por no ser prolijos, parecen justificar nuestras conjeturas. 

Sin embargo, de vez en cuando hay algunos números que alteran el orden y 
que tal vez provienen de alguna equivocacion, y en muchas ocasiones faltan del 
todo; por ejemplo la Krameria parvifolia, Benth.; la Sida anomala, St. El, la 
Sida filiformis, Moric. y otras muchas carecen de número, y llama mucho la 
atención que una persona tan ejercitada y tan capaz, que parece estaba pene- 
trada de la necesidad de numerar los ejemplares en orden progresivo, omitie- 
ra muchas veces el hacerlo. También puede reprochársele la vaguedad de los 
lugares, pues á veces se conforma con indicar que la planta es de Nuevo León, 
cuando él mismo pudo apreciar la vasta extensión de ese Estado; otras oca- 
siones dice, como más arriba citamos, «entre Tampico y Real del Monte,» y 
entre ambos lugares media una distancia considerable, que comprende un te- 
rreno muy accidentado y por consiguiente muy diversas altitudes y climas; 
y no puede saberse en cual es verdaderamente espontánea la planta colecta- 
da. Mr. Hemsley dice de Berlandier lo siguiente en el tomo IV, página 123: 
«Juan Luis Berlandier, natural de Ghent llegó á México por el año de 1826, 
hizo numerosas colecciones en los Estados del Noroeste, en San San Luis Po- 
tosí, Nuevo León y Coahuila de 1827 á 1830; pero sus más grandes coleecio- 
nes fueron hechas en fecha posterior en el Estado de Texas. Murió en Mata- 
moros en 1851. Existe una remesa de sus plantas en el Herbario de Kew, pe- 
ro por lo caprichoso de la numeración es imposible juzgar si está completa 
Ó NO.» 

Lo que hemos relatado con cuanta claridad nos ha sido dable y fundados 
en autoridades históricas y científicas, demuestran que Berlandier recorrió una 
gran extensión de nuestro país; que una parte muy considerable de sus viajes 
los hizo expensado por el Gobierno de México; que recogió una considerable 
cantidad de plantas que puede estimarse de 3500 á 4000 ejemplares; que los 
duplicados de sus colecciones existen con toda evidencia, por lo menos, en 
Francia, Inglaterra y los Estados Unidos; y como es lógico suponer que al 
concluir ó suspender la Comisión sus labores debió entregar, con los planos y 
memorias de los Ingenieros, las memorias y colecciones de los naturalistas, 
lo primero que viene á la mente es preguntarse, ¿dónde está el herbario for- 
mado por Berlandier? ¿lo recibió el Gobierno mexicano? ¿está en algún ar- 
chivo, en alguna biblioteca? ¿las frecuentes revoluciones de esa época impi- 
dieron que el Gobierno lo recibiera, ó bien los diferentes Gobiernos que se 
sucedían unos á otros con pasmosa rapidez, no se dieron cuenta de lo que ha- 
bían de recibir ó de exigir? 

Estas preguntas son difíciles, acaso imposibles de contestar; tal vez el her- 
bario se quedó en Matamoros, en poder de Berlandier, y después que éste fa- 
lleció, ó el clima y el abandono lo habrán destruído, ó bien, y esto es también 
verosímil, fué á dar á los Estados Unidos. 

A muchas conjeturás se presta el caso, pero sin detenernos en ellas, cree- 


mos que es de positivo interés científico investigar el paradero de ese herba- 


126 ANALES DEL INSTITUTO 


rio, que con toda justicia pertenece á la Nación, salvo pacto en contrario; una 
formal gestión de la Secretaría de Fomento á la de Guerra, solicitada por la 
Dirección del Instituto, tal vez diera la clave del misterio. Que algo llegó á 
poder del Gobierno mexicano, lo prueba el hecho de que el General Tornel, 
que fué Ministro de Guerra en diversas épocas, facilitó el original del Diario 
que hemos examinado para que se publicara. 

Si ese Herbario se llegase á encontrar, sería de suma utilidad práctica pa- 


para la identificación de muchas plantas, y añadiría un gran contingente pa- 


ra los materiales de la Flora mexicana, sobre todo en las plantas de nuestros 
Estados fronterizos, que no las conocemos sino por los trabajos de los natura- 
listas americanos. 

Para concluir emitiremos una idea final: tal vez sería conveniente reimpri- 
mir el Diario de Berlandier, como se ha hecho con otros muchos artículos y 
documentos antiguos ó agotados relativos á la historia natural de México, cui- 
dando naturalmente de poner en orden cronológico las partes de que está for- 
mado. 

México, Julio 31 de 1899.—Gabriel V. Alcocer, Conservador del Herbario 
del Instituto Médico Nacional. 


Defensa contra la tuberculosis, por el Dr. Eduardo Licéaga. 


(Continúa.) 


Pero si los esputos de los tísicos no han caído en escupidera, se secan como 
hemos dicho y esparcen en la atmósfera los bacilos de Koch. Para evitar este 
peligro, se recomienda no barrer el suelo en donde han caído esos esputos, si- 
no limpiarlo con lienzos húmedos ó regarlo mucho antes de barrerlo y em- 
plear para las alfombras los cepillos húmedos. Podrían recomendarse para 
este uso los barrenderos americanos que al barrer depositan las basuras y los 
polvos dentro de una caja. No deben sacudirse los muebles con plumeros, sino 
que han de limpiarse con lienzos ligeramente humedecidos. Esta es la pres- 
cripción para los lugares que habitan los tísicos; pero ¡cuán útil sería intro- 
ducirla en la práctica del aseo de todas las habitaciones. 

Dijimos que los productos tuberculosos pueden salir del cuerpo humano 
con las excreciones de las vías digestivas. Los tuberculosos pueden tragar sus 
esputos inconscientemente y encontrarse los gérmenes en las excreciones, así 
como en el caso en que haya lesiones tuberculosas intestinales. Para esta even- 
tualidad se debe aconsejar recoger estas materias en vasijas que contengan so- 
luciones desinfectantes ó vaciar aquellas en los excusados inmediatamente des- 
pués de que han servido. 

Dijimos que la secreción mamaria podía llevar el bacilo de Koch. Este es 
un hecho de observación que hace considerar como peligrosa la leche de las 
vacas tuberculosas; pero estudios cuidadosísimos han llegado á demostrar que 


siempre que se encontraban esos gérmenes en la leche, provenían, no de la 


seba 


"a 


dd a DS 


MEDICO NACIONAL. 127 


misma leche, sino de afecciones de naturaleza tuberculosa de las glándulas 
mamarias. Mas como no siempre es posible descubrir la mamitis en sus prin- 
cipios, se ha aceptado la regla general de no emplear la leche de las vacas tu- 
berculosas. Como en cada caso particular no se puede averiguar si la leche que 
se consume proviene de un establo en donde haya alguna ó algunas vacas tu- 
berculosas, se recomienda hacer hervir la leche antes de tomarla. 

Los higienistas hacen observar que siendo pocos los bacilos que se mezclan 
á la leche, ésta no es peligrosa sino cuando constituye el único medio de ali- 
mentación, como es el caso en el niño ó en el adulto sometido á dieta láctea. 
En estas condiciones es de rigor hacer hervir la leche. 

Señalamos antes la posibilidad de infección por la vía genital. Creemos que 
se debe confiar al médico de cada familia el cuidado de indicar, en los casos 
particulares, el peligro del contagio, y por este motivo no nos extendemos en 
este asunto. 

Dijimos que la vía de absorción más frecuente del bacilo tuberculoso en la 
respiratoria. Las reglas dadas para impedir que se seque el esputo tuberculo- 
so y su polvo se disemine en la atmósfera, encuentran de nuevo aquí su lu- 
gar y no debemos agregar más que aquellas que se refieren á la habitación del 
tuberculoso. 

Es conveniente que la habitación reciba la luz del sol, pues este es el mejor 
microbicida de los gérmenes que hayan podido escapar de los cuidados de lim- 
pieza de que antes se habló. Por esta misma razón el aire del cuarto se debe- 
rá renovar fácil y frecuentemente, se evitarán las alfombras, tapices y mue- 
bles que no sean necesarios. Estos cuidados no solamente tienen por objeto 
evitar la propagación de la enfermedad á las personas sanas, sino evitar la 
reinfección del enfermo mismo, por los gémenes que ha esparcido en su de- 
rredor. Con objeto de conservar la pureza dél aire y de impedir que una per- 
sona sana permanezca 8 ó 10 horas en la alcoba cerrada de un tuberculoso, se 
recomienda que en la recámara de un tuberculoso no duerma otra persona. 

En este lugar debemos recordar el precepto de que en las salas de estudio 
y en los obradores y talleres, no vivan juntos con las demás personas los en- 
fermos tuberculosos, si no se toman las precauciones que se recomiendan en las 
«Instrucciones para las personas que padecen del pecho y para las que les ro- 
dean,» que van á expedirse por el Consejo de Salubridad. Las dificultades prác- 
ticas para realizar esta prescripción, hasta el momento actual, la dejan redu- 
cida al papel de consejo ó advertencia; pero el hecho en que se funda está de- 
mostrado por la observación. 

Como sería imposible proponer reglas generales para las escuelas, colegios, 
talleres, fábricas, etc., bastará hacer conocer las que anteceden á los jefes de 
esas agrupacienes para que tomen precauciones á propósito de cada caso par- 
ticular. Pero no es posible que se queden sin recordar las consideraciones que 
hizo Grancher el año pasado ante la Academia de Medicina de Paris, á pro- 
pósito de los cuarteles, do la facilidad de contagio entre los soldados y de la 


posibilidad de evitarlo; no confiando solamente á los médicos de regimiento 


128 ANALES DEL INSTITUTO 


> . 


la vigilancia de las reglas de la higiene, sino instruyendo en ellas á los capita- 
nes que están en contacto inmediato y continuo con los soldados que infringen 
frecuentemente las disposiciones de higiene más bien meditadas. 

Otra vía de introducción del bacilo de Koch en la economía, es la vía diges- 
tiva. Prácticamente la infección se hace por una de estas maneras: por la le- 
che, por la carne de los animales de consumo, por los utensilios de mesa que 


han servido á los enfermos tuberculosos ó por los alimentos que accidental-- 


mente se hayan contaminado con gérmenes de esa enfermedad. 

Respecto de la leche, ya dijimos las precauciones que los particulares tienen 
que tomar. Las otras prescripciones son del resorte de la autoridad adminis- 
trativa, y felizmente entre nosotros hay disposiciones reglamentarias que or- 
denan las buenas condiciones higiénicas de los establos y la vigilancia de los 
ganados, hecha por veterinarios que cuidan de separar las vacas tuberculosas. 
Será objeto de un estudio especial, la manera de hacer más extenso y perfecto 
este servicio administrativo. 

Los animales que sirven para el consumo pueden hacerse tuberculosos. 

Al principio se creía que la carne de los animales llevaba el contagio; pero 
observaciones precisas y experimentos repetidos han demostrado que el con- 
tagio se puede hacer solamente por los ganglios tuberculosos ó por las vísce- 
ras: pulmones, hígado, riñón, intestinos, cerebro, ete., pero que la carne mus- 
cular, es decir, la que se come ordinariamente, esa no tiene absolutamente el 
bacilo de Koch, ó lo tiene en tan pequeña cantidad, que es inofensivo. Porque 
es preciso recordar aquí que los gérmenes tuberculosos en muy pequeño nú- 
mero no producen el contagio. 

Ya dijimos que las aves de corral pueden infectarse en los basureros ó bus- 
cando sus alimentos en los desperdicios de las casas, con las evacuaciones de 
tuberculosos, que hayan tragado sus esputos ó que padezcan de afecciones in- 
testinales de aquella naturaleza. Este medio de infección es mucho más raro, 
pero debe señalarse. 

La Administración pública tiene establecido ya el servicio de inspección de 
carnes, y los veterinarios encargados de hacerla separan siempre las vísceras 
enfermas y, en su caso, la carne muscular que les parece sospechosa. 

La posibilidad de contagiarse por intermedio de los utensilios de mesa que 
sirven al tuberculoso, aun cuando no es frecuente, impone la obligación de se- 
parar los utensilios de que se sirve el enfermo de los del resto de la familia ó 
de la comunidad. 

En cuanto á la infección posible de alimentos accidentalmente contamina- 
dos por estar descubiertos en una atmósfera cargada de bacilos de Koch, ha 
inspirado el consejo dado á los que asisten á un enfermo tuberculoso, de no 
comer en la recámara donde él habita y de lavarse las manos y la boca antes 
de comenzar á comer. : 

Las ulceraciones tuberculosas contienen los gérmenes de esa enfermedad, y 
los líquidos que escurren de ellas, puestos en una herida, pueden determinar 
la tuberculosis localizada. Las reglas de limpieza que actualmente están en 


DA 


| 
' 
3 
| 
: 


MEDICO NACIONAL. 129 


uso en todas partes del mundo para hacer la curación de las heridas, alejan la 
posibilidad de este modo de contagio; pero en una memoria de la índole de la 
actual no debe dejar de recordarse. 

Dijimos antes que la inoculación por vía subcutánea es excepcional. Es ver- 
dad y se ofrece entre personas de la profesión médica que pueden inocularse 
haciendo autopsias ú operaciones en órganos tuberculosos. Así se originan los 
tubérculos anatómicos que merecen propiamente esa denominación. La regla 
para evitar que la infección se haga general es extirpar el tubérculo. 


EY 
LA TUBERCULOSIS ES UNA ENFERMEDAD EVITABLE. 


El medio más eficaz de disminuir el número total de defunciones, es, des- 
pués de considerar cada grupo de enfermedades que causan la muerte aisla- 
damente, procurar disminuir las de ese grupo. En apoyo de este hecho puedo 
presentar estos datos: la viruela causaba en México numerosas defunciones; 
pero desde que se ha organizado convenientemente el servicio de vacuna; des- 
de que se ha aumentado el personal que la propaga, compuesto de médicos 
inteligentes y penetrados de la eficacia de la vacuna bien administrada, la vi- 
ruela ha disminuido hasta el grado de que en el año que acaba de pasar, ha 
causado solamente 78 defunciones, sobrevenidas éstas principalmente en per- 
sonas fuera de la Capital, adultas, ó extranjeras que no habían recibido el be- 
neficio de la vacuna en su país ó que habían recibido una vacuna de las que 
dan inmunidad limitada. El número de personas salvadas de la muerte por 
viuela, se debe á que la Administración Pública no economiza gasto alguno 
para propagar la vacuna. Otro ejemplo: antes de que Pasteur enseñara al mun- 
do su prodigioso invento de las vacunaciones preventivas de la rabia, eran 
atacadas de esa enfermedad, al menos, 12 por ciento de las personas mordidas 
por perros rabiosos ó sospechosos de serlo, y todas las que eran atacadas de 
rabia morían. En México, desde que se estableció el servicio de las vacuna- 
ciones antirrábicas, hará pronto 11 años, se han presentado á recibir las va- 
cunaciones 2,700 personas y han muerto de rabia 7, lo que da, conforme al 
cómputo del Dr. Prieto, 0.29 por ciento de mortalidad. Compárese esta cifra 
con la de 12 por ciento y se comprenderá en cuánto ha disminuído la de defun- 
ciones por esta causa. 

Estas consideraciones deben animarnos á emprender una cruzada contra la 
tuberculosis, con tanta más razón cuanto que en todos los pueblos civilizados 
se ha emprendido una campaña activa contra esa enfermedad, y ya en algu- 
nas ciudades, como Bruselas y Nueva York, se van palpando los resultados. 

Dice Janssens: “En efecto, gracias á las medidas de saneamiento que han 
transformado las condiciones higiénica de nuestra ciudad y al bienestar de que 
gozan sus habitantes desde hace un cuarto de siglo; gracias también á la or- 
ganización de su servicio de Salubridad y á la aplicación enérgica de los pre- 
ceptos de higiene sobre los cuales está basado ahora al tratamiento preventivo 


> 


130 ANALES DEL INSTITUTO 


y curativo de la tuberculosis; gracias, en fin, á la medicación preventiva que 
la ciudad ha instituído la primera en 1874 y por lo que se ha beneficiado cer- 
ca de 3,000 niños en sus escuelas, la Capital ha tenido la satisfacción de ver 
disminuir en proporción notable y progresiva las defunciones causadas anual- 
mente por la tisis pulmonar desde hace 20 años. 

Los datos estadísticos siguientes prueban esta diminución creciente de la 
mortalidad por tisis tuberculosa en Bruselas: si se dividen en tres períodos 
decenales los 30 años, de 1864 á 1893, se encontrará que en el primero hubo 
7,746 defunciones, en el segundo, 6,914 y en el tercero solamente 5,588. Estas 
cifras, en relación con la población calculada para cada período, dan respecti- 
vamente coeficientes anuales de 4'6, de 4 y de 3'1 defunciones causadas por la 
tisis pulmonar, por mil habitantes.” 

Estas cifras nos demuestran ya que la tuberculosis es una enfermedad evi- 
table, y que si logramos disminuir el número de defunciones causadas por ella, 
contribuiremos á disminuir la mortalidad general. 

Esto en las condiciones ordinarias; pero si hay circunstancias especiales, co- 
mo por las que atravesamos en esto momento en que la epidemia de influenza, 
agravando las enfermedades tuberculosas, principalmente los pulmonares, ha 
aumentado el número de defunciones por esta causa, nos sentimos obligados 
á iniciar la campaña contra la tuberculosis. El número de defunciones causa- 
das semanariamente por tuberculosis pulmonar, oscila de ordinario entre 20 
y 22; habiéndose comprobado con datos estadísticos que en las 26 semanas 
comprendidas en los meses de Agosto á Diciembre de 1898 y en las 4 de Ene- 
ro de 1899 el promedio semanario fué de 22 defunciones; pues bien, en la se- 
mana comprendida del 6 al 12 de Febrero se elevó á 36; en la semana del 13 
al 19, á 27, y en la del 20 al 26, á 28. Si pues ha habido este aumento; si to- 
das las demás condiciones quedan iguales y sólo se introduce el factor nuevo 
de la influenza, debemos atribuir á ella ese aumento de mortalidad. Por otra 
parte, la historia de las epidemias de gripa y la experiencia de todos los mé- 
dicos, enseña que esta enfermedad agrava la tuberculosis pulmonar y precipi- 
ta su terminación fatal. El pequeño aumento que acabamos de anotar en las 
defunciones por esta última causa representa solamente las víctimas ya he- 
chas; pero debemos pensar en que muchos tuberculosos que han sufrido el ata- 
que de influenza morirán á causa de la agravación producida en su enferme- 
dad en semanas ó en meses ulteriores, pues esto es lo que ha sucedido en las 
pasadas epidemias. Además, en muchos individuos en que la tuberculosis per- 
manecía latente, la gripa pone al organismo en condiciones de que se desarro- 
lle aquella enfermedad. 

Estas consideraciones me han decidido á propouer al Consejo una serie de 
medidas que tiendan á disminuir la propagación de la tuberculosis. Pero ¿se- 
rá esto posible? Sí lo es, porque la tuberculosis, como se acaba de demostrar, 
es una enfermedad evitable. 

[ Continuarda. | 


ye py 
> EE dl 


in 


| 


LISFA DE COLABORADORES 


DEL 


INSTITUTO MEDICO NACIONAL DE MEXICO 


En la República Mexicana. 


Sr. Dr. Francisco Bulman.—3* del“Reloj 13. 

Sr. Dr, Carbajal Antonio.—Calle del Jardín de San Fernando núm. 10. México (D. F.). 

Sr. Dr. Dugés Alfredo.—NATURALISTA. Guanajuato. (E. de Guanajuato.) 

E Sr. Ingeniero Ferrari Pérez Fernando.—Director de la Sección de Historia Natural de la 
[Comisión Geográfico Exploradora. Profesor de Tecnología en la Escuela Nacional de Agri- 

2 cultura. Fisico. Químico. NATURALISTA. Calle de los Siete Príncipes n? 16. México (D. F.) 
O Sr. Dr. Gayol Fernando.—Calle Cerrada de Santa Teresa núm. 5. México (D. F.). 

Sr. Dr. Gómez Elias. —Cuernavaca (E. de Morelos). 

2 Sr. Dr. Hernández Francisco.—Apatzingán (E. de Michoacán). 

Sr. Profesor en Farmacia Herrera Alfonso.—Profesor de Historia Natural en la Escuela 
Normal para Profesores y de Historia de Drogas en la Escuela Nacional de Medicina de 
México. NATURALISTA. Calle 3% de la Ribera de Santa María núm. 6. México (D. F.). 

E Sr. Profesor en Farmacia Herrera Alfonso L.—Ayudante Naturalista en el Museo Nacio- 
nal de México. ZooLoqIsta. Calle 3% de la Ribera de Santa María núm. 6. México. (D. F.). 
E Sr. Profesor en Farmacia Lasso de la Vega José Maria.—3* Calle del Reloj. Botica. México 
E s Sr. br. León Nicolás.—Tepeji dol Rio (Estado de Querétaro). 

Sr. Dr. Medal Juan.—Morelia. (E. de Michoacán). 

Sr. Dr. Mendizabal Gregorio.—Calle de Montealegre núm. 10. México. (D. F.). 

Sr. Dr. Noriega Tomás.—Hospital de Jesús. México, (D. F.). 

Sr. Dr, Otero Miguel.—San Luis Potosí. (E. de S. L, P.). 

Sr. Dr. Parra Gabriel. —Tlatlauquitepec (E. de Puebla). 

Sr. Profesor en Farmacia Puga Adrián.—QuimicA Y FARMACOGNOSIA. Botica de la Compa- 
ía. Guadalajara (E. de Jalisco). 

Sr. Ingeniero Puga Guillermo B.—México. Tacubaya. (D. F.). 

Sr. Dr. Peña Outberto.—Córdoba (E. de Veracruz). 

Sr. Lic. Rebollar Rafael.—2* Calle de Necatitlán núm. 22. México (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Reyes Julio.—México (D. F.). 

Sr. Ingeniero Robirosa José N.—San Juan Bautista (E. de Tabasco). 

Sr. Ing. José C. Segura.—Escuela de Agricultura. 

Sr. Dr. Torres Ezequie!.—Chihuahua (E. de Chihuahua). 

Sr. Profesor Urcelay y Martínez Alberto M.--Mérida (E. de Yucatán.) 

Sr. Dr. Urbina Mamuel.—Director interino y Profesor de Zoología Botánica del Museo 

Nacional de México. Profesor de Botánica en la Escuela Nacional Preparatoria. BOTÁNICO. 
3% Calle de San Juan. Botica. México (D. F.). 

Sr. Dr. Villada Manuel. —Profesor de Mineralogía, Geología y Paleontología en el Museo 
Nacional de México. Profesor de Botánica Agricola en la Escuela Nacional de Agricul- 
tura. Villa de Guadalupe (D. F.). 


En el Extranjero. 


Ñ Mr. Bocquillon Limousin Henry.—Pharmacien de 1* classe á Paris. Pharmacologiste. 2” 
Rue Blanche. Paris. 
Mr, Heckel Edouard.— Professeur á la Faculté des Sciences et á Ecole de Medicine de 
Marseille et Directeur de les Annales de Institut Colonial de Marseille. 
Sr. Profesor Jules Hudas. —Paris. 

Sr. Profesor Joseph P. Remington.—Phyladelphia. E. U. 
E Sr. Profesor Henry A. Rusby.—Nebraska. (N. J.). 

Sr. Profesor Casimiro De Candolle.—Ginebra. 

Sr. Dr. E. Janssens.—Brusclas. 

Sr. Profesor Fernand Ranwetz.—Lovaina (Bélgica). 
Sr. Profesor Leon Crismer.—Bruselas. 
Sr. Nathamel Lord Briton.—Nueva York, E. U. 


-NOTA.—Se suplica á los Señores Miembros y Colaboradores del Instituto Médico, 
remitan oportunamente noticia de los cambios de dirección, etc., para publicarlos con 


EL INSTITUTO MEDICO NACIONAL. 


Es un Establecimiento científico que tiene por objeto el estudio de la fauna, flora, 
climatología y geografía médica nacionales y sus aplicaciones terapénticas. 
Está dividido en las siguientes Secciones: 
12— De Historia natural Médica. Se ocupa en colectar, clasificar, describir y conser- 
var las diferentes especies de plantas y animales. 
22— De Química analítica. Tiene por objeto la análisis respectiva, y suministrar los 
principios activos y preparaciones necesarias para la experimentación. 
32— De Fisiología experimental. Esta Sección está encargada de estudiar los efectos 
fisiológicos de las substancias aisladas por los profesores de Química. 
42—De Terapéutica clínica. Hace la aplicación á la patología humana, de Jos medica- 
mentos ya experimentados en los animales. 
52—De Climatología y Geograjía médicas. 


Este periódico es el órgano del Instituto, y sus redactores, que tienen gran interés en 
adquirir todas las noticias relativas al objeto del Establecimiento, se permiten suplicar 
á las corporaciones científicas análogas se sirvan estableger el canje respectivo de pu- 
blicaciones. s 


LA PRIMERA PARTE DE LOS DATOS 


PARA LA 


MATERIA MEDICA MEXICANA. 


Se encuentra de venta: 


Ein México.—En la Plazuela de la Candelarita núm. 3; en la 2% calle de Vanegas (Bo- 
tica) y en las principales librerías de la capital. 
En Paris.—Chez M. Géorges Carré, editeur, 3 rue Racine á Paris. 


AVIS. 


Tout ouvrage dont il sera envoyé deux exemplaires á l'adresse ci-dessous sera o0b- 
jet d'une étude bibliographique qu'on publiera dans les Annales. 


Nons prions les directeura de journaux qui voudront bien établir l'échange avec nos 
Annales d'adresser leurs publications 4 Instituto Médico Nacional de México Plazue- 
la de la Candelarita núm 3.—México. (D. F.) 


ción 12—Sección 22—Sección 32 Sección 4%—A nexos al informe anterior.—Sección 5% 

e turno: — Algunos datos químicos acerca de la Psoralina, por el Sr. Prof. M. Lozano y Castro. 
iones experimentales acerca de la tensión intraocular en México, por el Dr. Manuel Uribe Tronco- 

80M. S. A. te: 

contra la tuberculosis, por el Dr. Eduardo Licéaga. —Continuación. 


5h 


-- OFICINAS DE LA PUBLICACION, 
INSTITUTO MEDICO NACIONAL. 


JARDIN CARLOS PACHECO, 3.—MEXICO, D. 


Ala de la Didac núm. 3 (Ay. Poniente 12 A.) 


lo 
Y. 


EE: 7 » 


PAN 


MÉXICO - 
A TIPOGRAFICA DE LA SECRETARÍA DE FOMENTO 
- Calle de San Andrés número 15. [Avenida Oriente, 51.] 


7 1899 


MS. 
MIEMBROS DEL INSTITUTO MEDICO NACIONAL - 


pra 
y 


INDICADOR DE SUS DIRECCIONES, Y DE 1.08. 


RAMOS DE LAS CIENCIAS QUE CON ESPECIALIDAD CULTIVAN 


Dirección. 

Sr. Dr. Fernando Altamirano.—Director del Instituto Médico. Profesor de Terapéutica 
en la Escuela Nacional de Medicina de México, encargado de la Historia de las Drogas en el 
Instituto. Especialidad que cultiva: Química y BoráNICA APLICADAS. Villa de Guadalupe 
(D. F.) Calle del Mirador número 147. 

Sr. Dr. Secundino Sosa.—Secretario del Instituto Médico. Profesor Adjunto de Clínica In- 
terna en la Escuela Nacional de Medicina de México. ALrEnisTa. Calle 1% del Indio Triste 
núm. 7. México (D. F.). 5 

Sr. Profesor en Farmacia Carlos Espino Barros.—Prefecto del Instituto Médico.—En el 
Instituto. 


Sección primera: Historia Natural Médica. 


Sr. Dr. José Ramíirez.—Jefe de esta Sección. Secretario General del Consejo Superior 
de Salubridad. BacrerIoLoGIsTA. 10? Calle de la Violeta núm. 21. México (D. F.). 

Sr. Gabriel Alcocer.—Conservador del Herbario y del Museo en esta Sección. Profesor de 
Matemáticas. MATEMÁTICO Y BOTÁNICO. Calle del Hospicio de San Nicolás núm. 19. México 
D. F.). : 
S Sr. Adolfo Tenorio.—Dibujante de esta Sección. PROFESOR PAISAJISTA, Plazuela del Risco 
púm. 10. México (D..F.). 


Sección segunda: Química Analítica. 


Sr. Prof. Francisco Río de la Loza.—Jefe de esta Sección Profesor de Química General, 
Industrial y Agrícola en la Escuela Normal para Profesores en México, Químico. Calle 2% de 
Vanegas núm. 83. México (D. F.). 

Sr. Prof. Mariano Lozano y Castro.—Ayudante de esta Sección. Químico inspector de 
bebidas y comestibles en el Consejo Superior de Salúbridad. Químico. Calle de Patoni nú- 
mero 4. (Botica Humboldt). México (D. F.). 

Sr. Dr. Federico F. Villaseñor.—Ayudante de esta Sección. Quimico. Calle del Cuadrante 
de Santa Catarina número 7. México (D. F.). 


Sección tercera: Fisiología experimental. 


Sr. Dr. Eduardo Armendaris.—Jefe de esta Sección. Médico del Museo Anatomo-patolo- 
gico. ANALISIS CLÍNICOS. Calle de las Ratas núm. 2 México (D. F.). 
Sr. Dr. Daniel Vergara Lope.—Ayudante de esta Sección. Preparador de la clase de Tera- 
éutica en la Escuela Nacional de Medicina de México. Profesor de Anatomía en la Escuela 
de Bellas Artes. FisióLOGO. 5% Calle de Guerrero núm, 2,122. México. (D. F.). 


Sección cuarta; Terapéutica Clínica. 


Sr. Dr. José Terrés.—Jefe de esta Sección. Profesor de Patología Interna en la Escuela 
Nacional de Medicina. 3? Calle del Reloj núm. 2. México (D. F.). 

Sr. Dr. Juan Martínez del Campo.—Ayudante de esta Sección. Médico del Museo Anato- 
mo-patológico 2% Calle de Sor Juana Inés de la Cruz núm. 12. México (D. F.). 

Sr. Prof. Juan Manuel Noriega.—Farmacéutico de esta Sección en el Instituto Médico 
Preparador de Análisis Química en la Escuela Nacional de Medicina. 


Sección quinta: Climatología y Geografía médicas. 


Sr. Dr. Domingo Orvañanos.—Jefe de esta Sección. Miembro del Consejo Superior de Sa- 
lubridad del Distrito Federal. Profesor de Clínica Interna enla Escuela Nacional de Medici- 
na. CLÍNICA INTERNA. Calle de Chavarría número 25. México (D. F.). 


MEDICO NACIONAL. 131 


TNTORMES 


De los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional 
durante el mes de Agosto de 1899. 


SECCIÓN PRIMERA. 


El suscrito, hizo por tercera vez la parte histórica de los artículos corres- 
pondientes á la Yerba del Zorrillo, Croton dioicus, y Talalencho, Gymnosper- 
ma corymbosum, destinados á la tercera parte de la Materia Médica Mexica- 
na. Se clasificó un falso Coztomate, Physalis chenopodifolia, se rectificó como 
Phitolacca octandra, la planta que, como droga, se está estudiando actualmen- 
te en las tres Secciones. 

Se ha hecho un examen cuidadoso de la Damiana, que como droga para su 
rectificación se envió en los primeros días de este mes, y hasta ahora lo único 
que se puede asegurar, como lo dije en otro informe, es que, no corresponde 
con la descripción que se ha hecho de los caracteres de la Zurnera diffusa; 
viz. aphrodisiaca. Espero para terminar este estudio, que el Sr. J. N. Rose, 
me envíe la descripción, que según parece aun está inédita, de la Turnera 
Pringlei, con la que tiene alguna semejanza, para poder establecer los carac- 
teres diferenciales, pues es probable que la planta en cuestión, sea una espe- 
cie nueva. Como el suscrito posee el folleto en ingles en que se dieron á co- 
nocer extensamente las propiedades de la Damiana, se ha emprendido una 
traducción de la parte conducente, que se aprovechará al escribirse el artículo 
para la Materia Médica. 

También se emprendió el estudio de un ejemplar monstruoso ó anómalo de 
un fruto de Opuntia que lleva sobre el borde un tallo ramificado y también 
anómalo, pues consiste en una serie de fasciaciones, que le dan una aparien- 
cia de un tallo de Crasulácea, pues aun permanecen las pequeñas hojas, cadu- 
cas, propias del género. Desgraciadamente no se tomó un dibujo del natural 
como se indicó por la Sección, y la fotografía que se hizo resultó muy defi- 
ciente. 

Se ha continuado recogiéndose datos acerca del Peyote, y ya solo faltan los 
artículos que se pidieron á la Dirección para que se comiense á redactar el 
artículo. 

El Sr. Alcocer hizo los Catálogos de los dibujos y acuarelas qne forman la 
Iconografía de la Biblioteca. Distribuyó en sus lugares respectivos, las plan- 
tas de la colección de Palmer, quedando refundidas en el herbario Pringle; y 
por último, comenzó el arreglo de algunos de los duplicados de las plantas de 
Schaffner, quedando numeradas conforme al Index Durand. 

El Sr. Tenorio dibujó lo siguiente: una lámina que representa al Pihsalis 
chenopodifolia, falso coztomate; una copia del dibujo del Styrax Ramirez, 
destinado á su publicación con la descripción de esta especie nueva, dedicada 
al subscrito por el Sr. Greenman, Botánico de la Universidad de Cambridge, 
y por último, un dibujo destinado á la Materia Médica, tomado de la lámina 

Tomo 1V.—18 


132 ANALES DEL INSTITUTO 


grande del Phisalis mencionado. Además, el Sr. Tenorio prestó sus servicios 
en el arreglo del Museo de Drogas. 

El Sr. C. €. Pringle entregó la primera parte de sus plantas colectadas en 
el presente año, constando de 130 ejemplares, que fueron distribuídos en sus 
lugares respectivos. Esta remesa, como las anteriores, es de sumo interés y 
aumenta el valor de nuestro herbario. 

México, Agosto 31 de 1899.—José Ramírez. 


SECCIÓN SEGUNDA. 


Tres han sido las plantas del programa recibidas en el presente mes: La 
Picosa (Croton ciliatus glandulosus), la Retama ó Tronadora (Tecoma stans) 
y el Costomate (Physalis ¿Chenopodi ifolia?) Se ha emprendido el estudio de 
la primera de esas plantas por el personal de la Sección y simultáneamente; 
así es que espero quedará terminado para mediados del mes próximo y se po- 
drá comenzar el estudio de cualquiera de las otras dos. De esas dos la Reta- 
ma no figura en el programa; pero el Señor Director dispuso que se estudia- 
ra para reemplazar á alguna de las del programa y que no es posible conse- 
guir. 

También se han continuado haciendo estudios de perfeccionamiento con 
otras plantas, como: la Damiana (Tournera sp?), la Mazorquilla (Plytolaca 
octandra) Organillo (Cereus serpentinus) el Chapuz (Helenium autonale) y 
la Contrayerba blanca (Psoralea pentaphilla). En la Damiana se encontró 
además de los cuerpos señalados en su estudio un principio amorfo, transpa- 
rente, de color amarillo-verdoso, ligeramente aromático, de aspecto resinoso 
y de reacción neutra; soluble en el alcohol, en el éter, en el agua acidulada 
sobre todo caliente y cuya solución precipita en abundancia por los licores de 
Tanret, Mayer y Bouchardat y por el amoníaco. 

La Mazorquilla contiene en sus frutos el ácido fitolásico que fué aislado por 
los procedimientos que describe Terreil y con los caracteres que el mismo le 
asigna. El mismo ácido se buscó en la raíz de esa planta y no se encontró. 

De la Contrayerba no diré nada porque es el estudio que el Señor Lozano 
eligió como tema para su turno de lectura que le corresponde hoy. 

En cuanto al Chapuz emprendí su estudio con metivo de que era una de 
las plantas cuyo principio activo había que enviar á la Exposición de Paris; 
pero en vista de las dificultades que se notaron en su preparación, para ob- 
tenerlo cristalizado, y con los otros caracteres que se le han asignado resolví 
hacer su estudio y no he conseguido el resultado apetecido; pues siguiendo el 
procedimiento que han indicado las personas que lo han estudiado; lo que se 
obtiene cristalizado es el sulfato de cal; en tanto que el principio amargo solo 
lo he obtenido amorfo y con los otros caracteres que se le han atribuido á 
aquellos cristales. 

Se ha llevado nota de las altas y bajas que han tenido lugar en la Sección 


MÉDICO NACIONAL. 133 


= === A—AAAAAA__Á__KÁKÁKÁKÁKÁKÁKÁKÁKÁKÁKÁKÁKÁKÁKÁKÁKÁKÁKÁKÁKX<K<]<]>]>];];á]á]á]> 


y entre las primeras es digna de mencionarse un alambique de cincuenta li- 

tros de capacidad que se hacía indispensable para poder hacer destilaciones 

en regular cantidad, pues los alambiques con que contaba la Sección son muy 

pequeños. 

e Libertad y Constitución. México, Agosto 31 de 1899.— Francisco Río de la 
024. 


SECCIÓN TERCERA. 


Tengo la honra de presentar ante la Junta de Profesores del Instituto Mé- 
dico el informe de los trabajos que han sido practicados en la Sección 3* du- 
rante el mes de Agosto del corriente. 

Con la planta denominada “Tabaquillo ó Té nurite” practicamos varios ex- 
perimentos haciendo uso de ella en infusión ó en cocimiento. La infusión fué 
ministrada á un conejo de 1290 gramos de peso, por inyección subcutánea en 
la dosis correspondiente á 5 gramos de planta. No se observó, ni dolor al 
practicar la inyección, ni algún otro fenómeno digno de llamar la atención. 

Aumentamos la dosis á 25 gramos y aplicamos la inyección á otro conejo 
sin notar tampoco cambio en el estado fisiológico del animal. Seguimos ele- 
vando la proporción de la referida planta hasta la cantidad de 50 gramos y 
tampoco en esta vez se observó fenómeno alguno; si bien es cierto que el ani- 
mal murió, su muerte fué ocasionada por una infección general consecutiva á 
un absceso formado en el lugar inyectado. De lo visto hasta ahora se des- 
prende que el Tabaquillo ó Té nurite, á las dosis ya indicadas no produce ac- 
cidentes tóxicos para los conejos. 

Hemos seguido el estudio de la Picosa practicando nuevas experiencias con 
el objeto de averiguar si los trastornos causados en los órganos á que hicimos 
referencia en el informe pasado debieran ser atribuídos:á la droga; pero nos 
encontramos con que en estas últimas experiencias los animales inyectados 
con cantidades mayores que en las pasadas no presentaron trastorno alguno 
en sus funciones fisiológicas, y en consecuencia creemos que esta droga es 
igualmente inactiva en las cantidades ya bastante elevadas de que hemos he- 
cho uso. 

Por indicaciones nacidas de la experimentación terapéutica, y según las ob- 
servaciones recogidas en el hospital de San Andrés por el Sr. Dr. Martínez 
del Campo, tratamos de averiguar la acción que pudiese tener la Salvia de 
bolita, sobre la secreción sudoral, y de no ser posible observar ésta en los 
animales de que nos valemos en la experimentación, la que pudiese te- 
ner sobre otras secreciones glandulares. Con este fin nos servimos del elorhi- 
drato de pilocarpina, cuya acción es tan bien determinada, y procuramos ver 
si en algún caso las preparaciones de dicha salvia tenían algún efecto sobre 
los fenómenos secretorios que provocaba la pilocarpina. Inyectamos un cone- 
jo con 4 milígramos de pilocarpina y en unos cuantos minutos vimos produ- 


134 ANALES DEL INSTITUTO 


cirse una emisión de orina muy abundante y diarrea. Estos fenómenos fue- 
ron observados en varios conejos y nunca dejaron de producirse con la minis- 
tración de la Salvia, ya junto con la pilocarpina, ya antes, ya después. Lo 
mismo pudo notarse operando con perros de corta edad y por último ponien- 
do varias ranas en condiciones de ver la circulación de su sangre, así como el 
aumento ó diminución en el calibre de los capilares sanguíneos, observamos 
que: inyectando el cocimiento de dos gramos de salvia esperamos (inúltilmen- 
te) media hora para ver si durante este tiempo se producía alguna modifica- 
ción en los capilares que teníamos á la vista proyectándose sobre la imágen 
del micrómetro ocular. Después de este tiempo inyectamos otra dosis igual y 
tampoco notamos cambio; nuevo reposo de media hora y tercera inyección, 
sin resultado. Al mismo animal se le aplica el clorhidrato de pilocarpina en 


la dosis de un milígramo y en muy poco tiempo se notó que el calibre del 
capilar que ocupaba nuestra observación, aumentnba en dos divisiones del 


micrómetro, sin volver á su estado primitivo con la inyeccion de 4 gramos de 
cocimiento de Salvia de bolita, correspondientes al mismo peso de planta. 

De manera que creemos que si la salvia de bolita corrige los sudores de los 
tísicos como se desprende de las observaciones citadas por el Sr. Martínez del 
Campo, no es debida probablemente esta acción á la diminución en el calibre 
de los capilares sanguíneos ni corrige en manera alguna la exageración de las 
otras secreciones modificadas por la pilocarpina. 

Se hicieron 40 negativas de las plantas del Museo, dos de cacteas y S0 po- 
sitivas. Además de los trabajos de programa mencionados nos ocupamos en 
corregir algunas pruebas de imprenta de los artículos de la Materia Médica; 
escribir de nuevo el artículo referente al Té nurite ó Tabaquillo y pasar al li- 
bro de inventarios el que se practicó en Julio del año pasado y el últimamen- 
te formado con los nuevos útiles y aparatos que recibió la Sección. 

Tengo la honra de dar cuenta con los trabajos que el Sr. Doctor Manuel 
Uribe y Troncoso ha»practicado en esta Sección y que le han servido, en unión 
de los que ha practicado ya en meses anteriores, para formar la memoria que 
se adjunta al presente informe. 

Libertad y Constitución. México, Agosto 31 de 1899.—X. Armendáris. 


SECCION CUARTA. 


Tengo el honor de poner en conocimiento de la Junta de Profesores, que 
durante el mes que hoy termina se han desempeñado en la Sección 4? del 
Instituto Médico Nacional las labores siguientes: 

Se continuó el estudio de la Pata de León, (Geranium carolinianum), del 
Axocopaque, (Gaultheria ¿ovata?) de la Yerba del Zorrillo (Croton dioicus) 
y de la Salvia de bolita (Buddleia perfoliata) y comenzamos el de la Cóngo- 
ra fresca (Phytolaca octandra) y el de la Yerba de la Golondrina (Euphorbia 
prostrata). 


MEDICO NACIONAL. 135 


La primera de estas plantas, es decir, la Pata de Leon se ha usado seis ve- 
ces en la forma de cocimiento al 15 y 20 por ciento y en dosis de 200 gra- 
mos, buscando las propiedades purgantes que se le atribuyen, y sólo en un 
caso se observó que el enfermo tuviera una evacuación de materias duras dos 
horas después de tomar el remedio, y en los cinco restantes hubo necesidad 
de recurrir á otros laxantes conocidos. Los seis enfermos sufrían una consti- 
pación accidental por diversos motivos y hacía tres ó cuatro días que no eva- 
cuaban. 

Las seis observaciones parecen negativas, pues el caso de Nazario Patlan, 
en el que hubo una evacuación después de tomar el remedio, como esta fué 
de aspecto normal, es de creerse que haya sido una simple coincidencia, pues 
la circunstancia de haber sido de consistencia dura las materias arrojadas y no 
haber habido ningún otro accidente, aleja la idea del efecto purgante del men- 
cionado cocimiento. 

El Axocopaque se siguió ministrando en la forma de tintura y en dosis 
de ochenta á noventa gotas tres veces al día, al enfermo Maximino Cruz que, 
como hemos dicho en informes anteriores, padecía calambres intensos en dife- 
rentes regiones, consecutivos á una lesión medular, y el resultado que en Ju- 
lio parecía haber sido benéfico, calmándole sus dolores, fué en este mes com- 
pletamente negativo, pues no llegó á sentir el más ligero efecto analgésico á 
pesar de haber elevado la dosis hasta quince gramos y haber sostenido la mi- 
nistración cotidiana de esta dosis del remedio durante once días. A otros va- 
rios enfermos con dolores reumatoides musculares y articulares, de intensi- 
dad variable, se les ha aplicado la tintura de Gautheria ¿ovata? tópicamente, 
con distintos resultados favorables unas veces y adversos otras. 

La Yerba del Zorrillo, en la forma de polvo de la raíz, en dosis de 0.30 
centígramos diarios, se prescribió durante siete días á un enfermo habitual- 
mente constipado y le produjo efecto laxante los cuatro primeros días, pero los 
tres subsecuentes no evacuó, por lo cual hubo necesidad de darle un gramo 
de la propia raíz que le produjo una deposición abundante, acompañada de 
cólicos, siete horas después de haberla tomado. Otro enfermo, igualmente 
constipado, llevaba tres días sin evacuar, se le administró un gramo del pol- 
vo de raíz del Croton divicus, á las 4 p.m. del 3 del actual, y á las 8 p.m. tu- 
vo una evacuación líquida abundante y con cólicos; desde esa hora hasta me- 
dia noche tuvo otras cuatro con los mismos caracteres. Desde el día siguien- 
te se le continuaron administrando 0.30 centígramos cada 24 horas, los cua- 
les no produjeron ningún efecto laxante en tres días consecutivos; al cuarto, 
sintiéndose molesto el enfermo, se le aumentó la dosis á un gramo veinte cen- 
tígramos y no le produjo efecto alguno, viéndonos precisados á prescribir un 
día más tarde 30 gramos de sulfato de sosa. 

La Salvia de bolita se ha seguido ministrando á Alberto Alvarez, afectado 
de Tuberculosis pulmonar con abundantes sudores nocturnos, los cuales des- 
aparecen de media á una hora después de tomar sesenta gotas de tintura de 
esa planta; algunas veces vuelve el sudor dos ó tres horas más tarde y enton- 


136 ANALES DEL INSTITUTO 


ces tiene necesidad el enfermo de repetir la dosis del remedio, el cual le da 
siempre el mismo resultado; pero otras, y en los últimos días se ha repetido 
el caso con frecuencia, bastan las primeras sesenta gotas para agotar la dia- 
foresis, la que no vuelve á presentarse en el resto de la noche. 

José Mendieta es un tuberculoso en quien el sudor nocturno era tan abun- 
dante que le impedía conciliar el sueño. El día 4 del presente mes se le pres- 
criben treinta gotas de tintura de Salvia con muy poco efecto, se sostuvo la 
dosis los días subsecuentes hasta el 9 y el sudor disminuyó considerablemen- 
te durante esos días, el 10 vuelven tan copiosos como antes y se aumenta la 
dosis á cincuenta gotas y de entonces á la fecha el efecto ha sido muy varia- 
ble, disminuyendo unas veces con el uso del remedio en la dosis últimamente 
indicada y otras persistiendo á pesar de ella. Nos proponemos seguir la ob- 
servación de este enfermo aumentando la cantidad del medicamente hasta ver 
si obtiene Mendieta el alivio de su molesto síntoma como lo consigue Al- 
varez. 

Jesús Ortiz es un sifilítico que padece abundante salivación esté ó no suje- 
to al tratamiento mercurial. Con objeto de ver si disminuye la sialorrea, se 
le prescriben treinta gotas de tintura de salvia; durante los cuatro primeros 
días creyó el enfermo que algo disminuía la salivación, pero después se ha 
podido convencer de que fué ilusoria la mejoría. Sin embargo, como en el ca- 
so anterior, vamos á seguir la observación un tiempo más largo, aumentando 
las dosis para decidir este punto. 

Estos dos últimos casos pertenecen al Dr. Cicero. Tanto en el servicio de 
este señor, como en el del subscrito y en otros del Hospital de San Andrés, 
procuraremos aprovechar todos los casos análogos que se presenten y dare- 
mos cuenta con los resultados. 

Como no tuvimos en el presente mes otros enfermos semejantes á nuestra 
disposición, nos propusimos ver si la diaforesis y la sialorrea artificiales eran 
dominadas por la tintura de Buddleia perfoliata, y para esto escogimos dos pa- 
cientes de condiciones generales semejantes é hicimos con ellos los experimen- 
tos siguientes. 

Al que ocupaba el núm. 4 de Terapéutica Clínica, hombre de muy buena 
constitución y afectado en esos días de una bronquitis catarral generalizada, 
se le hizo una inyección hipodérmica de un centígramo de clorhidrato de pi- 
locarpina el día 8 á las 8:50 de la mañana: diez minutos después comenzó el 
sudor, á las 9.20 era éste tan abundante y generalizado que nos pareció el 
momento oportuno para comenzar la observación, y en consecuencia se le mi- 
nistraron sesenta gotas de tintura de Salvia de bolita: 15 minutos más tarde, 
9.35, se observó que el sudor disminuía; á las 9,40, segunda toma de sesenta 
gotas de la tintura mencionada y poco después disminuyó de una manera no- 
table el sudor hasta desaparecer por completo á las 10*10 quedando sólo la 
salivación que terminó una hora después. 

Al día siguiente á las 9 a.m. se inyectó un centígramo de pilocarpina á otro 
enfermo que ocupaba la cama núm. 20, muy bien constituído igualmente, 


MEDICO NACIONAL. 137 


afectado de una hemorragia cerebral antigua y en esos momentos de un lige- 
ro catarro brónquico. Veinte minutos después comenzó á sudar y á salivar 
abundantemente, y se le dieron sesenta gotas de la mencionada tintura, dis- 
minuyendo á los 5 minutos de una manera notable los dos síntomas sudor y 
salivación y desapareciendo por completo con una segunda toma de sesenta 
gotas que se le ministró á las 10 de la mañana. 

Tres días más tarde se inyectó la misma dosis de pilocarpina á cada uno 
de los enfermos mencionados, á las 9:10 de la mañana. Un cuarto de hora 
después estaban los dos en plena sudación y salivando abundantemente; en- 
tonces se ministra al núm. 20 la dosis de 60 gotas de tintura de salvia y al 
núm. 4 un gránulo de medio milígramo de atropina. A las 9:40 el núm. 20 
siente que disminuye el sudor notablemente y el núm. 4 sigue sudando en 
abundancia; á las 9:45 el núm. 20 toma otras 60 gotas de salvia y el núm. 4 
otro gránulo de atropina de igual dosis que el primero; á las 10 el sudor casi 
ha desaparecido en el núm. 20, quedando la salivación aunque algo disminuí- 
da; en el núm. 4 el sudor y la salivación siguen abundantes; á las 10%15 todo 
terminó en el núm. 20 y en el núm. 4 acabó el sudor y queda algo de saliva- 
ción, la cual desaparece á las 10135. 

No damos por concluídos estos experimentos pues nos quedan algunas du- 
das que nos proponemos aclarar tan pronto como se presente una nueva opor- 
tunidad, es decir, dos enfermos semejantes, en buenas condiciones de desarro- 
llo y en los que la ministración de la pilocarpina esté indicada, como en los 
que hemos mencionado. ¿Cuál es la duración natural de los períodos diaforé- 
tico y sialorreíco que provoque la pilocarpina en los enfermos que sirvan para 
el experimento sin la intervención ulterior de substancia alguna que pudiera 
detenerlos? Los gránulos de sulfato de atropina ¿estarían bien dosificados? 

Hubiéramos deseado aclarar estas dudas en el mes actual y habíamos dis- 
puesto una solución titulada de la sal de atropina; pero el enfermo del núm. 4 
sanó y pidió su alta y el del núm. 20 salió también del Hospital temporal- 
mente. 

La Cóngora fresca ha sido empleada cuatro veces en la forma de extrac- 
to hidro-alcohólico y en dosis desde 0.sms-20 hasta 0.2750 como diurética en 
un caso de cirrosis atrófica del hígado y como purgante en tres de constipa- 
ción habitual. El caso de cirrosis fué negativo, pues no aumentó la cantidad 
de orina de las 24 horas con dosis de 0.30 á 0.40 centígramos que se le estu- 
vieron ministrando durante cinco días. De los casos en que se buscó su pre- 
tendido efecto catártico se mostró ineficaz en dos en que la dosis fué de 0.20 
y 0.30 centígramos; en uno de 0.50 se obtuvo una evacuación líquida acom- 
pañada de cólicos intestinales, cuatro horas después de administrado el medi- 
camento y otras dos deposiciones pequeñas, con colicos también, á las doce 
horas. 

La Yerba de la Golondrina se ha usado nueve veces en el mes en la for- 
ma de cocimiento al 20 y 25 por ciento en dosis de 200 gramos durante un 
número variable de días, desde tres hasta nueve, en casos de enteritis catarral 


138 ANALES DEL INSTITUTO 


crónica de orígen alcohólico cinco veces, tres de la misma afección en la for- 
ma aguda y uno de enteritis tuberculosa. Los cinco de enteritis crónica y el 
de naturaleza tuberculosa fueron negativos, pues las diarreas no sufrieron 
modificación alguna, desapareciendo en los que padecían enteritis aguda en 
tres, cinco y siete días respectivamente. 

Como vulneraria ha sido empleada en seis casos de úlceras simples de la 
pierna desde el día 14 hasta la fecha y en este período de tiempo ha podido 
observarse que las yemas carnosas han tomado buen aspecto y el trabajo de 
cicatrización avanza. Seguiremos observando á estos enfermos y daremos 
cuenta con el resultado oportunamente. 

Se han hecho análisis de esputos, de orina y de sangre y aplicación del es- 
fismógrafo en la Sala de Terapéutica Clínica del Hospital de San Andrés. 

Se han corregido las pruebas de imprenta del artículo sobre la Yerba del 
Zorrillo, escrito por el que subscribe para la materia Médica. 

El Dr. Cicero ha concurrido con puntualidad y ha ayudado en todas las la- 
bores de la Sección. 

Acompaño los informes del Profesor J. M. Noriega, Ayudante de la Sec- 
ción y del Dr. F. Bulman colaborador del Instituto. 

México, Agosto 31 de 1899.—Juan Martínez del Campo. 


Tengo la honra de informar á vd. que durante el mes que hoy termina se 
han hecho 250 gramos de extracto de Yerba de la golondrina, 200 de pata de 
león, 80 de cóngora fresca y 250 de tepozán; se destilaron, con objeto de pro- 
curar la extracción de la esencia, 70 kilos de yerba del Zorrillo, el producto 
que resultó que fué una agua aromática y cargada de esencia, así como el re- 
siduo de la planta, se remitieron al Instituto; la esencia no se obtuvo por el 
estado de la planta. Se han usado durante el mes las preparaciones de taba- 
quillo, Salvia de bolita, Tatalencho, Damiana, Zapote, Raíz de Zorrillo; Ita- 
mo, Cóngora, Grolondrina, Axocopaque, Pata de León, Tepozán, Madroño 
Borracho y Chapuz. 

Protesto á vd. mis respetos. 

México, Agosto 31 de 1899.—J. M. Noriega.—Al Jefe de la Seccion Cuar- 
ta del Instituto Médico Nacional, Dr. D, Juan Martínez del Campo.—Pre- 
sente. 


En la 2 Sala de Medicina de Mujeres del Hospital de San Andrés se han 
ensayado en el presente mes las siguientes preparaciones: Cocimiento al 20 
por ciento de yerba de la golondrina como antidiarreíca en cinco enteritis 
agudas que curaron, mejoró cuatro alcohólicas y fracasó en tres crónicas y en 
dos de causa tuberculosa. La dosis de 0.20 centígramos de Cóngora, en píl- 
doras provocó una evacuación diaria, todo el tiempo que se administró á una 


MEDICO NACIONAL. 139 


enferma que padece catarro seco del intestino. El cocimiento, al 20 por cien- 
to, de Pata de León, no produjo efecto purgante en una doliente de hemorra- 
gia cerebral. La tintura de Salvia de bolita, á la dosis de 60 gotas ter, sus- 
pendió la diaforesis que se prolongaba en una enferma que, á causa de un 
resfrío, se le habían administrado la noche anterior 0.02 centígramos de clor- 
hidrato de pilacarpina. La tintura de flores de Cereus serpentinus, á la dosis 
de 30 gotas bis, por espacio de cuatro días, no modificó ni la diuresis, ni el 
pulso, en una insuficencia mitral. El polvo de raíz de la Yerba del Zorrillo, 
á la dosis de 1 gramo, determinó cinco evacuaciones con cólico en una enfer- 
ma de catarro seco del intestino; la misma preparación, á la dosis de 1.50 
centígramos provocó evacuaciones con los caracteres designados, á la enferma 
anterior y vómitos alimenticios en una doliente de gastritis alcohólica. La do- 
sis de 0.50 centígramos de tepozán obró como hipnótica en tres tuberculosas, 
una de cirrosis atrófica y una de insuficiencia mitral. La tintura de Axoca- 
paque en aplicaciones externas calmó el dolor en una neuralgía intercostal, 
El cocimiento de hojas de costomate al 25 por ciento, no modificó ni el núme- 
ro ni la naturaleza de las evacuaciones en tres enfermas de enteritis crónica. 
México, Agosto 31 de 1899.—Dr, F. Bulman. 


SECCION QUINTA. 


Tengo el honor de informar á la Junta que durante el mes que hoy termi- 
na se han ejecutado en esta Sección los trabajos siguientes: 

Pasar al Indice de Geografía Médica los cuestionarios que siguen, perte- 
necientes al Estado de Oaxaca: 

Tonaltepec San Juan.—Tepeucila.—Zahuivé.—Yaveo.—Jocotepec.—Teo- 
talcingo.—Lacova. — Lachixola. —Lagolava San Juan.—Hacienda de San 
J in 20 Vergel.—San Miguel Ejubla 239A Martín Cancecos.—La Com- 
pañía.—Chichihualtepec.—Tameche.— Zabaché San Andrés.—Lachilá San 
Martín. —Nexila.—Amatengo.—Hacienda de Yogana.—Coatlán San Vicen- 
te.—Coatecas Altas.—Poblete. 

El Sr. Galindo y Villa formó también la lista de las publicaciones recibi- 
das por el Instituto durante el mes de Agosto actual. 

El que subscribe ha pasado al Indice de Geografía Médica los siguientes 
cuestionarios del Estado de Puebla: 

Coxcatlán. — Zapotitlán. —Zinacatepec. — Coyomeapan.—Eloxochitlán.— 
Zoquitlán.—Miahutlán Santiago.—Miahuatlán San José.—San Antonio de la 
Cañada.—Caltepec.—Tehuacán.— Atolotitlán.—Acatitlán.—Chapulco.—No- 
palucan. — Chiapa. — Los Reyes. — Tepeaca.—Acatzinco.—Ahuatempan.— 
Atexcal.—Coyotepec.—Coayuca.—Chimecatitlán. 

México, Agosto 31 de 1899, —D, Orvañanos. 


Tomo IV.—19 


140 ANALES DEL INSTITUTO 


LECTURA DE TURNO. 


Algunos datos químicos acerca de la Psoralina. 


Diez años hace que emprendí el estudio químico de la raíz de contrayerba 
blanca (Psoralea pentaphylla) señalando los principios inmediatos que con- 
tenía; desde entonces he venido estudiando la manera de aislar el principio 
activo, ensayando, si no todos, la mayor parte de los procedimientos aconse- 
jados por muchos autores, y en todos ellos no obtenía más que fracasos, ya 
fuera por no obtener el principio puro, ó por no llegar á aislar más que can- 
tidades mínimas después de emplear mucho tiempo y mucha planta, resul- 
tados inaceptables para llevarlos al terreno de la práctica y poder explotar 
debidamente esta droga de una manera científica y económica. 

Los datos fisiológicos y clínicos me enseñaban que era una planta activa á 
pequeña dosis; luego el principio inmediato que contenía ó era muy activo, ó 
existía en gran cantidad. La observación constante me dió á conocer que este 
principio existía, no en las pequeñas cantidades que podía aislar, sino en muy 
regular cantidad; pues después de separar esas cantidades mínimas y conser- 
vando los extractos que me habían servido para este objeto, y que los consi- 
deraba agotados de principio activo, al cabo de algún tiempo, tres ó cuatro 
meses, los encontraba cubiertos de finísimas agujas en mucha mayor cantidad 
de lo que había yo podido obtener por los procedimientos que seguía. 

Casi desistía ya de llegar á obtener un procedimiento industrial, tanto más, 
cuanto que supe por el Sr. profesor Bustillos, que habiendo remitido la raíz 
de contrayerba á una de las principales casas de Francia que se ocupa en 
aislar los principios inmediatos activos de las plantas, con el objeto de que 
explotara esta raíz, le manifestaron, después de algún tiempo, que el alcaloi- 
de que contenía la raíz existía en muy pequeña cantidad y era muy dificil obte- 
nerlo. Pero al fin puedo decir con entera satisfacción, que he llegado á obtener 
la Psoralina enteramente pura; que existe en la cantidad de 0,26 pS y que el 
procedimiento que me ha dado estos buenos resultados, es enteramente prác- 
tico, sencillo y económico. 

Obtenida la Psoralina de este modo, he podido determinar sus constantes 
físicas y químicas y llegar á obtener su composición elemental en centésimos. 

La Psoralina pura cristaliza en agujas blancas de un olor aromático muy 
pronunciado y especial, así como su sabor, que es aromático y ligeramente 
amargo. 

Es casi insoluble en el agua fría, poco soluble en el agua hirviente, muy 
soluble en el alcohol absoluto y á 85*, en el éter sulfúrico, en el cloroformo, 
en la glicerina y en los aceites fijos. 

El calor la funde y la volatiliza sin descomposición. Es un principio cua- 
ternario azoado. 


MEDICO NACIONAL. 141 


==> 


Se combina con los ácidos para formar sales definidas cristalizadas, lo que 
demuestra que es un alcaloide. 

Además de presentar las reacciones generales que caracterizan á los alca- 
loides, tiene algunas que le son especiales y que sirven para distinguirlo de 
los otros alcaloides, reacciones todas que he descrito en mis estudios anterio- 
res, habiendo encontrado últimamente la siguiente: El ácido sulfúrico con- 
centrado y caliente la disuelve con una coloración amarilla, y neutralizando 
el ácido por el amoníaco toma el líquido un color rojo vivo, que cambia de 
nuevo al amarillo por adición de nueva cantidad de ácido. 

El análisis elemental me dió á conocer la composición centesimal siguiente: 


A AS O A A AR 67.90 
A A A rata caióna 3.88 
ZOO bir soria Mead. al res mias 14.00 
Miipeno:s q «nimoleinie «feo oie A 14.22 

Motal. .... Matos 100.00 


cantidades que dan aproximadamente la fórmula empírica 0” H* Az0?; pero 
como no eonozco aún su peso molecular, no se debe considerar esta fórmula 
como definitiva. 
Estos son los datos que tengo el honor de presentar á la H. Junta de Pro- 
- fesores, como lectura de turno. Me propongo continuar este estudio para de- 
terminar su fórmula definitiva y sus funciones químicas. i 
México, Agosto 31 de 1899.—M. Lozano y Castro. 


Investigaciones experimentales acerca de la tensión intraocular en México, 


Por EL Dr. MANUEL URIBE TRONCOSO, M. $. A., 


Director del Dispensario Oftalmológico del Hospital de Jesús, médico del Hospital de la Beneficencia Española, 
Director de los “Anales de Oftalmología,” etc. 


(AL Sr. Dr. D. FERNANDO ALTAMIRANO.) 


En el curso de una serie de estudios experimentales sobre la tensión intra- 
«ocular al estado patológico, para las cuales el Señor Director del Instituto 
Médico Nacional tuvo la bondad de facilitarme los elementos con que cuenta 
la Sección de Fisiología de dicho Instituto, tuve necesidad de determinar en 
primer lugar la tensión normal como base de cualquiera investigación ulte- 
rior, pues las cifras asignadas por los diferentes autores están lejos de ser 
concordantes. 
Para ser exactas las medidas de la tensión intraocular necesitan ser hechas 
por medio de una aguja hundida en la Cámara anterior ó en el vítreo en co- 


142 ANALES DEL INSTITUTO 


municación por medio de un tubo de paredes inextensibles con un manóme- 
tro de mercurio. Los diferentes aparatos ideados para tomar esta tensión al 
exterior del ojo (tonómetros) y basados: 1%, en la medida de la profundidad 
de la depresión que sobre la esclerótica produce un tallo impelido por una 
presión determinada; 2%, en la medida de la presión necesaria para producir 
una depresión determinada en la esclerótica; 3?, en el aplastamiento del ojo por 
una superficie plana que ejerce una presión determinada é indica el tamaño de 
la área aplastada, y 4”, en la estimación de la cantidad de presión necesaria 
para aplastar una área determinada, son solamente aproximativos y están su- 
jetos á muchas causas de error. 

La medida de la tensión por medio de los dedos aplicados sobre el globo, 
buena en clínica, es enteramente insuficiente cuando se desea obtener datos 
exactos. ; 

Procedí á mis investigaciones ayudado eficazmente por mi- buen amigo el 
Dr. D. Vergara Lope, cuyos conocimientos en fisiología y cuya práctica de 
laboratorio me han sido en extremo útiles allanándome muchísimas dificul- 
tades que quizá no hubiera vencido sin su ayuda. 

Empleamos como manómetro un tubo de vidrio en forma de U, lleno de 
mercurio, una de cuyas ramas estaba conectada por medio de un tubo ma- 
leable de plomo con un trócar. Una llave colocada entre el extremo del tubo 
de plomo y el trócar permitía abrir ó interrumpir á voluntad la comunica- 
ción, y tanto el tubo metálico como el trócar y la parte superior de las ramas 
de la U estaban llenos de agua destilada. A cada lado de las ramas del ma- 
nómetro una escala en milímetros permitía hacer la medida exacta de la pre- 
sión interior. 

Después de varios ensayos logramos adquirir la destresa manual indispen- 
sable, pues son numerosas las dificultades prácticas con que hay que tropezar. 
Una vez cocainizado el ojo del animal y previa desinfección minuciosa, es 
necesario fijar el globo entre dos pinzas para que no deslice efectuando movi- 
mientos de rotación sobre sí mismo. En las diversas mediciones preferí hun- 
dir el trócar en el vítreo y no en la cámara anterior, porque en esta última 
es muy fácil el escape del humor acuoso si el instrumento no está bien afila- 
do y no obtura perfectamente la abertura producida, y sobre todo si la expe- 
riencia ha de durar algún tiempo. Una vez hundida la aguja, es necesario 
mantenerla siempre en la misma situación, pues si se saca una parte del ví- 
treo puede escapar, y si se introduce más la tensión intraocular aumenta no» 
tablemente. 

Hemos buscado la tensión normal en 15 conejos y en un perro, y los resul- 
tados han sido los siguientes: 


MEDICO NACIONAL. 143 


Número de orden. CONEJOS. 
1 Vítreo T — 24 4 26 milimetros de mercurio. 
2 Da a 20 
3 oil 24 
4 pct dee 23 
5 SA 24 
6 Abd 208 
di o” 23 
8 a PA 23 
9 A 22 

10 AS k 23 

11 o = J 23 

12 lA 23.5 

13 oy pes 225 

14 da 22.5 

15 IIA E 22.5 
PERRO, 


áÑ Vítreo T — 23 á 24. 


Media proporcional 23""-2, 


Como se ve, la media en las 16 observaciones ha sido de 23.2, cifra muy 
inferior á la de 26 que varios observadores han encontrado en Europa. 

Hamburger* admite esta última cifra en sus investigaciones comparativas 
acerca de la tensión en la cámara anterior y el vítreo (que ha encontrado 
siempre igual en ambas); y para Fuchs la presión normal en el ojo humano 
sería también de 26 milímetros, mientras que para Priestley Smith y True 
y Valude no llegaría sino á 25 milímetros. 

Una diferencia tan notable no puede atribuirse á errores de observación ó 
defectos de experimentación y reside seguramente en otro factor. Como es 
bien sabido, la presión intraocular depende de la cantidad de líquidos que 
existen dentro de la envoltura corneo—esclerotical. Como ésta es casi inexten- 
sible, la tensión varía únicamente con el volumen del contenido, constituído 
por el vítreo, el humor acuoso y la masa de sangre que contienen los vasos 
de la coroide y la retina. El papel de esta última es tan grande que se puede 
considerar la tensión en el ojo normal, cuyas vías de filtración están intactas, 
como enteramente subordinada á la tensión sanguínea general. * 

El papel considerable del sistema nervioso en el aumento de la tensión se 
ejerce casi exclusivamente por intermedio de los vasos. 


1 Centralblatt fir practische Augenheilkunde, Septbre. de 1898, analiz. en Annales d' Oculistt- 
que, Abril de 1899. 

2 Haciendo abstracción de otras causas como el cambio de volumen del iris y cuerpo ciliar, 
la presión de los músculos externos del ojo, etc., cuya acción es poco marcada, 


144 ANALES DEL INSTITUTO 


Las medidas de la presión sanguínea hechas en México por el Dr. Vergara 
Lope,* han demostrado plenamente que á consecuencia de la diminución de 
la presión atmosférica la tensión de la sangre es mucho menor; así, mientras 
que en Paris la cifra media es de 19 centímetros de mercurio, en México, á 
2.282 metros sobre el nivel del mar y á una presión de 58 centímetros, la 
media de la tensión sanguínea es solamente 15 centímetros. 

A esta diminución de la presión sanguínea debe corresponder necesaria- 
mente una diminución de la tensión intraocular que le está subordinada y de 
allí que las cifras que hemos encontrado sean mucho menores que en Europa. 

Nuestras investigaciones vienen, pues, á proporcionar un dato más en com- 
probación de los hechos avanzados por el Dr. Vergara Lope y son interesan- 
tes de anotar como base de cualquiera investigación sobre manometría ocular 
entre nosotros. 

Deseando darme cuenta de las variaciones que la presión intraocular sufre 
por los cambios de la tensión sanguínea general, procedí á una serie de expe- 
riencias aumentando artificialmente esta última y observando en el manóme- 
tro los cambios que se producían en el ojo. 

Los autores hablan vagamente de la relación estrecha que existe entre am- 
bas. Así Fuchs?” asienta que “todo aumento ó diminución de la presión de la 
sangre en estos vasos (los de las membranas internas del ojo) debe tener por 
resultado un cambio correspondiente de la presión intraocular;” Priestley 
Smith* dice que varía con la fuerza de la corriente sanguínea y que está bajo 
la influencia del 5? par y True y Valude* asientan que de una manera gene- 
ral la tensión ocular es función de la presión sanguínea, pero hasta ahora no 
sé que se hayan señalado exactamente los límites en que estas variaciones 
pueden presentarse. 

Para los autores citados, cuando la presión sanguínea se eleva y con ella 
la proporción de los líquidos intraoculares, la regulación se opera por medio 
del aumento de la excreción por las vías de filtración, especialmente por el 
canal de Schlem, y cuando éste está sano el aumento es enteramente transl- 
torio y la balanza casi perfecta. Mis experiencias me han probado, sin embar- 
go, que aun con vías de filtración sanas el aumento de la presión intraocular, 
en relación con la tensión sanguínea, puede alcanzar cifras bastante ele- 
vadas. 

Aunque el número de observaciones no es ciertamente considerable, algu- 
nas han sido tan demostrativas que creo pueden sacarse de ellas conclusiones 
interesantes. Las experiencias se practicaron en 7 conejos, pero en tres de ellos 
fracasaron, debido á dificultades de técnica, mala contención del animal, etc. 

Como la experiencia tenía que durar varias horas, una vez introducida la 


1 La Vie sur les hauts plateaux. Ouvrage couronnée par l'Institut Smithsonien de Wash- 
ington. Traduction frangaise. México, 1899, pág. 518. 

2 Fuchs, Manuel d'Ophtalmologie, 2me. édition francaise. 

3 System of diseases of the Eye. Norris € Oliver; articulo Glaucoma. 

4 Eléments d'Ophtalmologie, tomo 1. 


MEDICO NACIONAL. 145 


aguja en el ojo, se colocaba el tubo de plomo que la ponía en comunicación 
con el manómetro sobre un soporte, de manera que quedara fija y conservara 
la aguja á la misma altura del ojo. Una vez obtenida la tensión intraocular 
normal, se practicaba una inyección de solución fisiológica de cloruro de so- 
dio en la vena auricular en cantidad que varió según el peso del animal. 

Hé aquí el detalle de las observaciones: 

Conejo número 10. Peso 15952. Ojo derecho. Tensión normal 22 milíme- 
tros. Se practica una inyección de 70 centímetros cúbicos de suero normal 
esterilizado en la vena auricular. Tres minutos después de comenzada la in- 
yección se inicia el aumento de la tensión intraocular que llega á 29 milíme- 
tros en el espacio de diez minutos. A los 25 iminutos, 40 milímetros; á los 
35, 41 milímetros. La cánula sale del ojo por un movimiento fuerte del 
animal. 

Conejo número 11. Peso 15522. Tensión normal 23%":5, A las 5.35 p. m. 
inyección de 140 centímetros cúbicos de suero en la vena auricular. 


A las 5.40 p. m. 28 milímetros. 
» om 950 , 325, 
190097 6.3 ” 40.5 ” 
ne d2.5 Me 
OO 6.10 ” 30.5 ” 
” 6.14 ” 21.5 ” 
” y 616, 245, 
yn 618, 235, 


Conejo número 13. Peso 15"722. No se hizo uso de cocaina. Tensión nor- 
mal 22"""-5. El animal hace un esfuerzo desesperado y sube á 26.5, pudién- 
dose observar muy bien cómo la columna de mercurio sigue los movimientos 
respiratorios. A las 5.35 p. m. inyección de 165 gramos de suero en la vena 
auricular. 


A las 5.35 p. m. 29 milímetros. 
” o» 5.40 ” 39 93 
” ” 5.50 ” 35 ” 


me. ANALES DEL INSTITUTO 


En estos momentos se interrumpe la experiencia. A partir de los 48 milí- 
metros de presión, se observan en la columna de mercurio movimientos isó- 
eronos con el pulso del animal. 

Conejo número 15. (Hembra en gestación.) Peso 4%904. Tensión normal 
22.5 milímetros. A las 5.40 p. m. inyección de 175 gramos de suero en la ve- 
na auricular. 


A las 5.45 p. m. 24 milímetros. 
ugrel6 ri 26 , 
LL RAND el 
rO.25 328 Ri 
» 1 64. , 37 » 
9 556.47 ME 542 A 


” » 6.52 ” 37 ” 
Í o 6:58: ALO is 
»” »” 7 2” 28 »” 
»” ” 71.5 »” 25 ” 
” ” 7.10 ” 22 »” 


Llama desde luego la atención la cifra elevada que ha alcanzado la tensión 
intraocular y que demuestra que aun con vías de excreción fisiológicas, la re- 
gulación de los líquidos en el interior del ojo puede llegar á ser difícil. Es 
natural, en efecto, que pasados ciertos límites de tensión el aumento de la 
excreción no baste á contrabalancear la secreción, pues la rapidez de la exós- 
mosis por el canal de Schlem, á través de las venas esclerales anteriores, de- 
be tener un límite, más allá del cual es insuficiente para librar al ojo del ex- 
ceso de líquidos que contiene. 

La elevación más ó menos grande de la tensión y la rapidez de su ascenso 
y descenso, que ha sido variable en los diferentes animales, depende de la ra- 
pidez mayor ó menor con que se hace la inyección y del tiempo que tarda el 
animal en emitir la orina. 

En el conejo número 13, en el que la micción tardó en presentarse, la ele- 
vación del vientre, que tenía colgante á través de la abertura del aparato de 
contención y la expresión manual de la vejiga produjeron la salida de la ori- 
na, seguida poco después del descenso de la tensión intraocular. 

En los conejos 10 y 11, al cabo de 30 y 35 minutos la tensión había alcan- 
zado su máximum de 41 y 42 milímetros. En la número 15 que estaba car- 
gada y en el número 13 el ascenso máximo se produjo al cabo de una hora y 
llegó á 42 milímetros para la primera y á 49 milímetros para el último. 

Estando en estudio en la Sección de Fisiología del Instituto una planta de 
la familia de las cactaceas; el peyote, Anhalonium Llewini, cuya acción sobre 
la tensión sanguínea había sido ya bien comprobada, pues midiéndola diree- 
tamente en la arteria por medio del manómetro diferencial de Claudio Ber- 
nard se había llegado á obtener un amento de 3 centímetros de mercurio, me 


MEDICO NACIONAL. 147 


propuse ver si la tensión intraocular aumentaba también en la misma pro- 
porción. 

Las experiencias se hicieron en dos perros, el primero de 5,400 gr. de pe- 
so, en el cual la tensión normal fué de 26 milímetros de mercurio. Habién- 
dosele inyectado en el peritoneo 2.75 gramos de extracto de peyote, á los tres 
minutos la tensión intraocular se elevó á 40 milímetros; sobrevinieron des- 
pués convulsiones muy intensas que hicieron elevar muchísimo la tensión y el 
animal murió diez minutos después de la inyección. 

El segundo perro, de 3.800 grs. de peso y con una tensión intraocular de 
23 á 24 milímetros, fué inyectado también en el peritoneo con extracto de pe- 
yote, y á los tres minutos la tensión comenzó á elevarse hasta llegar á 26 mi- 
límetros; cinco minutos después 40 milímetros. Ataques de convulsiones, pa- 
sados los cuales la columna baja á 30 milímetros; doce minutos después de 
la inyección 28 milímetros, y en ese momento muerte del animal. 

Estos hechos demuestran que aun bajo el punto de vista puramente fisio- 
lógico, la medida de la tensión intraocular puede ser muy útil, suministrando 
datos valiosos acerca de la tensión sanguínea general cuando la medida de 
esta última directamente sea difícil de realizar. Es en todos casos una nueva 
vía abierta á los investigadores, y sobre la cual se pueden hacer grandes pro- 
gresos multiplicando las observaciones, variando las substancias empleadas 
y estableciendo una proporción entre las cifras que señalan la tensión san- 
guínea y la tensión intraocular, para poder deducir de esta última el aumen- 
to ó la diminución que ha sufrido la primera. 

México, Agosto 30 de 1899.—M. Uribe Troncoso. 


Defensa contra la tuberculosis, por el Dr. Eduardo Licéaga. 


(Continúa.) ; 


Es preciso hacer la declaración de que, si hemos entrado en tantos detalles 
para exponer las vías por donde sale del organismo el germen tuberculoso y 
los diversos modos de producirse el contagio, no es para alarmar al público y 
hacerle desconfiar de todo lo que toca ó del aire que respira, sino para ins- 
truirlo en asuntos sobre los cuales no tiene ideas precisas y para enseñarle có- 
mo se puede precaver de una enfermedad terrible. 

Por fortuna, si son muchas las ocasiones de adquirir el contagio, son muy 
numerosos y eficaces, ordinariamente, los recursos que emplea la Naturaleza 
para defenderse del contagio de la tuberculosis y ellos son los que defienden 
todos los días á los hombres sanos, robustos, á los que no tienen predisposi- 
ción hereditaria, á los que no han debilitado su energía por ei exceso del tra- 


bajo ó por el abuso de los placeres. Pero las instrucciones que vamos á pro- 
Tomo IV,—20 


148 ANALES DEL INSTITUTO 


poner conservan todo su valor para aquellas personas que han llegado á la 
miseria fisiológica, así por la herencia como por ciertas enfermedades, la in- 
fluenza, el sarampión, la viruela. 


México, Marzo 11 de 1899. 


¿t 


INSTRUCCIONES PARA LAS PERSONAS QUE PADECEN 
DEL PECHO Y PARA LAS QUE LES RODEAN. 


INTRODUCCIÓN. 


Al hacer públicas todas las consideraciones en que hemos entrado anterior- 
mente, esperamos encontrar en la sociedad las resistencias que se han encon- 
trado en todos los demás países al querer vulgarizar en el público el conoci- 
miento de una enfermedad tan temida porque se le supone incurable; enfer- 
medad que ocultan las familias, de ordinario, como vergonzosa, cuando no lo 
es, como no lo son la escarlatina, el sarampión ó la viruela que son mucho 
más contagiosas que aquella. Siempre que se trata de introducir en el públi- 
co alguna innovación se encuentran resistencias semejantes. 

Las medidas que ahora proponemos han sido dictadas después que fueron 
sancionadas por la práctica en la ciudad de Nueva York, que es la que quizá 
ha dado más amplitud á sus instrucciones para defenderse de la tuberculosis 
y que ha elevado á la categoría de leyes muchas recomendaciones, muy úti- 
les, pero que carecían de la sanción legal. Hemos tenido á la vista las:ins- 
trucciones publicadas por los Consejos de Salubridad de varios Estados de la 
Unión Americana; las de la Provincia de Quebec, en el Canadá; las que fue- 
ron redactadas por Janssen, para Bélgica; la interesantísima relación presen- 
tada por la Comisión respectiva á la Academia de Medicina de Paris, re- 
dactada por Grancher; las que en Londres acaban de presentar en este mismo 
año los Inspectores Sanitarios de aquella ciudad; las que se han adoptado en 
Liverpool, y por último, las contenidas en los libros especiales que tratan de 
la materla. 

Estas instrucciones, redactadas para el enfermo, no solamente van á ser- 
virle á él y á los que les rodean inmediatamente, sino que servirán para ex- 
tender conocimientos útiles entre todos los ciudadanos. En efecto, la persona 
que está sana no tendrá que sujetarse á ellas, pero recordará desde luego una 
regla de urbanidad que puede haber olvidado, la de escupir en las escupide- 
ras solamente; les servirá también para defenderse cuando en su presencia 
un enfermo del pecho escupa en un lugar en donde sus esputos se pueden se- 
car. Si ella misma se enferma ó una de las personas de su familia, pondrá 


MEDICO NACIONAL. 149 


desde luego en práctica las reglas y contribuirá, por su parte, á impedir la 
propagación de la enfermedad. 

El día en que las reglas de higiene privada se divulguen entre las masas, 
la Administración pública tendrá tantos colaboradores para evitar la trans- 
misión de las enfermedades, cuantos son los ciudadanos que se han instruído 
en los medios de defenderse de aquéllas. La observación enseña que las en- 
fermedades han disminuído de frecuencia y que la mortalidad se ha reducido 
en las naciones civilizadas, en proporción con la cultura de sus habitantes. 
Así ha sucedido en los Estados Unidos, en Inglaterra, en Bélgica y en Ale- 
mania. 

La frase que se ha empleado comunmente para oponerse á la divulgación 
de las medidas de defensa contra la tuberculosis, es ésta: “el público no está 
preparado,” ó esta otra: “es preciso esperar á que se extienda la cultura en 
las masas para proporcionarles ciertos conocimientos técnicos.” Yo pienso 
precisamente, que mientras más incultas son las masas, hay mayor necesidad 
de instruirlas y esta es la razón que me ha movido para venir á proponer al 
Consejo que se sirva adoptar las Instrucciones que propongo para los “enfer- 
mos del pecho y las personas que les rodean.” 


LA ENFERMEDAD DEL PECHO Ó TISIS Ó CONSUNCIÓN 
ES LA TUBERCULOSIS PULMONAR. 


Esta enfermedad es originada por un microbio que se llama: “el bacilo de 
Koch.” Este nombre lo debe al célebre médico Roberto Koch que descubrió 
el bacilo. 

Cuando este bacilo penetra por la respiración en personas predispuestas 
por herencia Ó por cualquiera otro motivo que haya deteriorado su organis- 
mo, se aloja en el pulmón y lo altera formando un pequeño nódulo ó tubér- 
culo que contiene dichos bacilos. 

Multiplicándose el microbio en un terreno que le es propicio, se extiende 
en el pulmón y puede llegar á invadir porciones más ó menos considerables 
de él. Los esputos de las personas así enfermas van cargados de bacilos de 
Koch. Si caen en el suelo, en la pared, en los tapices, en las colgaduras, en 
los muebles, en las ropas de uso, en las de cama ó en los pañuelos, se secan 
y secos se reducen á polvo, y en este estado el menor movimiento del aire los 
levanta y los esparce en la atmósfera. 

Si el hombre predispuesto ó un animal respiran en esta atmósfera, absorben 
el bacilo de Koch y puede causar en ellos una enfermedad igual á la de la per- 
sona que arrojó el esputo. 

De manera que un enfermo del pecho puede contagiar á una persona sana 
y predispuesta si el esputo que arroja se llega á secar y su polvo se difunde en 
la atmósfera. 


150 ANALES DEL INSTITUTO Ñ 


Este es el modo ordinario de contagio de la tisis pulmonar; pero el enfermo no 
es peligroso para los que le rodean, ni por su aliento, ni por su contacto, ni 
por su sudor, de manera que se puede vivir por años enteros cerca de un en- 
fermo del pecho sin contraer la enfermedad, á condición de recoger sus espu- 
tos en una escupidera que contenga un líquido que no les permita secarse é 
impidiendo que al toser, proyecte su saliva á la cara de una persona sana. 
Las escupideras se lavarán con agua hirviendo y sus productos se arrojarán 
en el fuego, ó si esto no se pudiere, se desinfectarán con uno de los líquidos 
de que se hablará después y se verterán con ellos directamente en el común 
ó en el albañal, pero nunca en los patios, ó en los corrales (porque puede ha- 
ber en éstos animales domésticos que los coman, que se enfermen y que se 
transformen á su vez en nuevos focos de enfermedad). 

En suma: el enfermo del pecho es peligroso por sus esputos, pero solamen- 
te en el caso de que llegen á secarse y á esparcirse en la atmósfera ó que sean 
proyectados á la cara de una persona predispuesta. 

Si se evita esta desecación y este esparcimiento, deja de haber peligro. 

Como se ve, el modo práctico de evitar que la tisis sea contagiosa, es reci- 
bir los esputos en escupideras que contengan un líquido. 

Las escupideras pueden ser las que se usan comunmente con tal de que es- 
tén dispuestas de manera de que los esputos no queden en su superficie por- 
que allí se podrían secar y ser peligrosos. Es conveniente que las escupideras 
tengan una disposición que permita lavarlas y desinfectarlas completamente. 

Es necesario multiplicar su número, lo suficiente, para que el enfermo las 
encuentre en todos los cuartos de su casa, si puede andar. 

Si el enfermo está en la cama, se le recomendará que use una escupidera 
que se pueda lavar fácilmente, que tenga una tapa que oculte los esputos y 
que no permita á las moscas que los toquen y cargarse de gérmenes que po- 
drían ir á depositar en otros objetos y hasta en los alimentos. 

Una forma de escupidera muy recomendable para los enfermos que están 
en la cama, es la que ha sido aprobada por el Consejo de Salubridad de Ham- 
burgo,' y que consiste en un vaso de vidrio enteramente liso, encerrado en 
un estuche de fierro esmaltado, provisto de una tapa. El vaso se puede sacar 
para lavarlo y desinfectarlo. El estuche mismo puede serlo sin que se altere. 


1 La han recomendado igualmente los Dres. Bergman, Fránkel y Brigúh. 


[ Concluirá. ] 


¿3 


DEL 


WSTITUTO MEDICO NACIONAL DE MEXICO 


En la República Mexicana. 


Sr. Dr. Francisco Bulman.—3* del Reloj 13. 

Sr. Dr. Carbajal Antonio.—Calle del Jardín de San Fernando núm. 10. México (D. F.). 
Sr. Dr. Dugés Alfredo.—NATURALISTA. Guanajuato. (E. de Guanajuato.) 
Sr. Ingeniero Ferrari Pérez Fernando.—Director de la Sección de Historia Natural de la 

Comisión Geográfico Exploradora. Profesor de Tecnología en la Escuela Nacional de Agri- 
ultura. Fisico. Químico. NATURALISTA. Calle de los Siete Príncipes n?2 16. México (D. F.) 
Sr. Dr. Gayol Fernando.—Calle Cerrada de Santa Teresa núm. 5. México (D. F.). 

Sr. Dr. Gómez Elías. —Cuernavaca (E. de Morelos), 

Sr. Dr. Hernández Francisco.—Apatzingán (E. de Michoacán). 

Sr, Profesor en Farmacia Herrera Alfonso.—Profesor de Historia Natural en la Escuela 
Normal para Profesores y de Historia de Drogas en la Escuela Nacional de Medicina de 
México. NATURALISTA. Calle 32 de la Ribera de Santa María núm. 6. México (D. F.). 
Sr, Profesor en Farmacia Herrera Alfonso L.—Ayudante Naturalista en el Museo Nacio- 
nal de México. ZooLocIisTa. Calle 3% de la Ribera de Santa María núm. 6. México. (D. F.). 
> > en Farmacia Lasso de la Vega José Maria.—3* Calle del Reloj. Botica. México 

. E Sr. Dr. León Nicolás.—Tepeji del Rio (Estado de Querétaro). 

Sr. Dr. Medal Juan.—Morelia. (E. de Michoacán). 
Sr. Dr. Mendizabal Gregorio.—Calle de Montealegre núm. 10. México. (D. F.). 

Sr, Dr. Noriega Tomás.—Hospital de Jesús. México. (D. F.). 

Sr. Dr. Otero Miguel.—San Luis Potosí. (E. de S. L. P.). 

Sr. Dr. Parra Gabriel. —Tlatlauquitepec (E. de Puebla). 

Sr. Profesor en Farmacia Puga Adrián.—Química Y FARMACOGNOSIA. Botica de la Compa- 
ía. Guadalajara (E. de Jalisco). - 

Sr. Ingeniero Puga Guillermo B.—México. Tacubaya. (D. F.). 

Sr. Dr. Peña Cutberto.—Córdoba (E. de Veracruz). 

*. Lic. Rebollar Rafael.—2? Calle de Necatitlán núm. 22. México (D. F.). 
. Profesor en Farmacia Reyes Julio.—México (D, F.). 

. Ingeniero Robirosa José N.—San Juan Bautista (E. de Tabasco). 

". Ing. José €. Segura.—Escuela de Agricultura. 

. Dr. Torres Ezequiel.—Chihuahua (E. de Chihuahua). 

- Sr. Profesor Urcelay y Martínez Alberto M.—Mérida (E. de Yucatán.) 

Sr. Dr. Urbina Manuel.—Director interino y Profesor de Zoología Botánica del Museo 
Nacional de México. Profesor de Botánica en la Escuela Nacional Preparatoria. BOTÁNICO. 
32 Calle de San Juan. Botica. México (D. F.). . 

Sr. Dr. Villada Manuel.—Profesor de Mineralogía, Geología y Paleontología en el Museo 
Nacional de México. Profesor de Botánica Agrícola en la Escuela Nacional de Agricul- 
tura. Villa de Guadalupe (D. F.). 


ON En el Extranjero. 


3 Mr. Bocquillon Limousin Henry.—Pharmacien de 1” classe á Paris, Pharmacologiste. 2” 
Rue Blanche. Paris. Sas 

Mr. Heckel Edouard.—Professeur á la Faculté des Sciences et a l'Ecole de Medicine de 
arseille et Directeur de les Annales de PTnstitnt Colonial de Marseille. 

Sr. Profesor Jules Hudas.—Paris. 

. Profesor Joseph P. Remington.—Phyladelphia. E. U. 

. Profesor Henry A. Rusby.—Nebraska. (N. J.). 

. Profesor Casimiro De Candolle.—Ginebra. 

. Dr. E. Janssens.—Bruselas. 

Sr. Profesor Fernand Ranwetz.—Lovaina (Bélgica). 

Sr. Profesor Leon Crismer.—Bruselas. 

Sr. Nathamel Lord Briton.—Nueva York, E. U. . 


pe 


- NOTA.—Se suplica á los Señores Miembros y Colaboradores del Instituto Médico, 
“remitan oportunamente noticia de los cambios de dirección, etc., para publicarlos con 
xactitud. 


A 


me 


Dirección. 
Sr. Dr. Fernando Altamirano.—Director del Instituto Médico. Profesor de Terapé 
en la Escuela Nacional de Medicina de México, encargado de la Historia de las Drogas 
Instituto. Especialidad que cultiva: (Quimica Y BOTÁNICA APLICADAS. Villa de Guada 
(D. F.) Calle del Mirador número 147. ; 
Sr. Dr. Secundino Sosa.—Secretario del Instituto Médico. Profesor Adjunto de Clínica ¡In . 3 
terna en la Escuela Nacional de Medicina de México. ALIENISTA. Calle 12 del Indio Tri 
núm. 7. México (D. F.). A 
Sr. Profesor en Farmacia Carlos Espino Barros.—Prefecto del Instituto Médico. A cuen 
Instituto. AA 


Sección primera: Historia Natural Médica. 


Sr. Dr. José Ramírez.—Jefe de esta Sección. Secretario General del Consejo Superior. 
de Salubridad. BacrerIoLoGIsTa, 10* Calle de la Violeta núm. 21. México (D. F.).- 2 
Sr. Gabriel Alcocer.—Conservador del Herbario y del Museo en esta Sección. Profesor de SE 43 
Matemáticas. MATEMÁTICO Y BOTÁNICO. Calle del Hospicio de San Nicolás núm. 19. México 
(D. F.). Ea EY 
Sr. Adolfo Tenorio.—Dibujante de esta Sección. PROFESOR PAISAJISTA. Plazuela dl Risco 


núm. 10. México (D. F.). 


Sección segunda: Química Analítica. + 


Sr. Prof. Francisco Río d a Sección Profesor de Química General, 

- Industrial y Agrícola en la Escuela Normal para Profesores en México. Quíwco. Calle 2% de Sa 

Vanegas núm. “83. México (D. E.). 

Sr. Prof. Mariano Lozano y Castro.—Ayudante de esta Sección. Químico inspector de 

bebidas y comestibles en el Consejo Superior de Salubridad. Químico: Calle de Patoni nú- 
mero 4. (Botica Humboldt). México (D. F.). SÁ 

Sr. Dr. Federico F. Villaseñor.—A yudante de esta Sección. Quimico. Calle del Cuadrante ES 

de Santa Catarina número 7. México (D. F.). 


Sección tercera: Fisiología experimental. 


Sr. Dr. Eduardo Armendaris.—Jefe de esta peorión Médico del Museo Anatomo-patoló- 
gico. ANÁLISIS CLÍNICOS. Calle de las Ratas núm. 2 México (D. F. 
Sr. Dr. Daniel Vergara Lope.—Ayudante de esta Sección. Pre eparador de la clase de Tera- 
éutica en la Escuela Nacional de Medicina de México. Profesor de Anatomía en la Escuela 
de Bellas Artes. FisióLOGO. 5% Calle de Guerrero núm. 2,122, México. (D. F.). 


Sección cuarta; Terapéutica Clínica, 


Sr. Dr. José Terrés.—Jefe de esta Sección. Profesor de Patología Interna en la Escuela e 
Nacional de Medicina. 3% Calle del Reloj núm. 2. México (D. FJ). EAS 
Sr. Dr. Juan Martínez del Campo. —Ayudante-de esta Sección. Médico del Museo AROS dl 
mo-patológico 2% Calle de Sor.Juana Inés de la Cruz núm. 12. México" (D. F.). 
* Sr. Prof. Juan Manuel Noriega.—Farmacéutico de esta Sección en el Instituto Médico 
Preparador de Análisis Química. en la Escuela Nacional de Medicina.” 


Sección quinta: Climatología y Geografía médicas. 


Sr. Dr. Domingo Oryañanos.—Jefe de esta Sección. Miembro del Consejo Superior de Sa- 
lubridad del Distrito Federal. Profesor de Clínica Interna enla Escuela Nacional de Medici- 
na. CLÍNICA INTERNA. Calle de Chavarría número 25. México (D. F.). 


MEDICO NACIONAL. 151 


INFORMES 


De los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional 
durante el mes de Septiembre de 1899. 


SECCIÓN PRIMERA. 


Habiendo remitido la Dirección del Instituto tres de las publicaciones que 
tenía pedidas esta Sección, por contener artículos relativos al Peyote, el subs- 
crito hizo la traducción de la parte de la memoria que se refiere al asunto, 
publicada por el Sr. Carl Lumholtz, con el título de “Tarahumari dances and 
plant worship” en el número del “Scribner Magazine” correspondiente á Oe- 
tubre de 1894. 

Habiéndose solicitado para una publicación de los Estados Unidos, datos 
acerca del cultivo de las quinas en México, se recogieron éstos, redactándose 
un pequeño artículo que fué enviado á su destino. 

Se identificó uno de los falsos Peyotes que se usan tanto en el Valle de Mé- 
xico como en algunos lugares de Jalisco, como medicinas populares, encon- 
trándose que la planta corresponde á la Cacalia cordifolia H. B. K., y que 
es la misma que alguna vez estudió el Sr. Oliva, y de la que se ha ocupado 
recientemente el Sr. José Loza en una memoria que presentó al examinarse 
de farmacéutico en Guadalajara, y á la que erróneamente atribuye el Sr. San- 
toscoy las propiedades del verdadero Peyote, suponiendo que á ella se refie- 
ren los escritos de los misioneros que se han ocupado del asunto. En uno de 
los informes anteriores manifesté que para mayor seguridad en la identifica- 
ción de la Damiana que se está estudiando en el Instituto, había remitido un 
ejemplar de la planta al Sr. Rose de Washington, con objeto de que expre- 
sara su Opinión acerca de ella. He recibido una carta de este sabio botanista, 
y en ella me manifiesta, que él también opina que no se puede referir á la 
Turnera difusa y ásus variedades, que sería preferible considerarla más bien 
como la Turnera pringlei establecida por él, aunque es necesario admitir que 
no corresponde completamente con su descripción. El Sr. Rose me promete 
enviar un cuaderno, que próximamente publicará, y que contiene una llave 
de todas las especies mexicanas de este género. 

El subscrito se ha ocupado también en perfeccionar la sinonimia vulgar y 
científica de las plantas de México, cuyo manuscrito cada día se enriquece 
más. 

El Sr. Alcocer concluyó la refundición de las gramíneas y helechos de la 
colección Palmer, en el Herbario Pringle, distribuyendo en el mismo herba- 
rio las 130 plantas que entregó este señor el mes anterior. También terminó 
las etiquetas de la colección Schaffner, cedida por la Sociedad Mexicana 
de Historia Natural; guiándose para hacerlas, en la confronta de los núme- 
ros que tienen, con eS de la numeración de la revisión que hizo de ellas el 
Sr. Watson; con los de la obrá del Sr. Hemsley, la botánica de la Biología 


Centrali-Americana; y comparando é identificando las plantas con las de 
Tomo IV,—21 


152 ANALES DEL INSTITUTO 


nuestros herbarios arreglados ya. Por último, hizo el catálogo de las calcas 
de las láminas de las plantas mexicanas del “Genera et Species plantarum,” 
etc., etc., por Humboldt y Bonpland. 

El Sr. Tenorio dibujó dos copias de las fototipías del “Missouri Botanical 
Garden Report” de 1898, representando el Ariocarpus fissuratus y el Ariocar- 
pus Kotschubeyanus, destinadas á la Materia Médica, para el artículo del Pe- 
yote. El resto del tiempo lo ocupó en trabajos que le fueron encomendados 
por el señor Director. 

México, Septiembre 30 de 1899.—José Ramírez. 


SECCIÓN SEGUNDA. 


Se ha terminado el estudio de la Picosa (croton ciliatus glandulosus) em- 
prendido por el personal de la Sección y el que se retardó para fijar mejor 
la naturaleza de dos principios que se encuentran en esta planta; uno de ellos 
es un ácido particular, sólido, amorfo, de color amarillo claro, inodoro y sa- 
bor ligeramente ácido y astringente, además picante; esta última sensación 
no se nota al principio de gustarlo, sino después de algún tiempo, es persis- 
tente y se generaliza á toda la mucosa de la boca, la garganta y las fosas na- 
sales. Como la planta masticada produce la misma sensación, hay que atri- 
buírsela á este ácido. El otro principio es también amorfo, de color amarillo 
obscuro, con aspecto y consistencia de un extracto blando, de sabor algo aro- 
mático como el que se nota en esta planta y en algunas otras, inodoro; solu- 
ble en el agua, esta solución tiene reacción neutra á los reactivos coloridos, 
precipita porel yoduro yodurado, con el reactivo de Mayer, y reduce el licor 
de Fehling, después de hervida aquella con los ácidos. 

En cuanto á los otros principios de la misma planta son los comunes á 
ellas: caucho, aceite esencial, grasa líquida, dos resinas ácidas, ácido máli- 
co (?), tánico, materias gomosas, glucosa, clorófila, albúmina y materia colo- 
rante. 

Se ha comenzado el estudio de la Retama ó Tronadora (Tecoma stáns). 

El Sr. Villaseñor se ha ocupado en hacer algunos estudios de la raíz y 
fruto de la Phytolaca octandra que presenta hoy como turno de lectura. 

Se han anotado las altas y bajas que ha tenido la Sección y entre aquellas 
merece mencionarse la adquisición de los frascos para envasar las substan- 
cias que se han de remitir á la Exposición de Paris. 

Se ha preparado para la misma Exposición un litro de esencia de tabaqui- 
llo y otra de la de: estafiate. 

México, Septiembre 30 de 1899. —Francisco Río de la Loza. 


MEDICO NACIONAL. 153 


SECCIÓN TERCERA. 


En el presente mes ocupó nuestra atención el estudio del Ñamole congora 
ó mazorquilla (Phytolaca octandra) bajo la impresión de las propiedades eme- 
to—catárticas, que el Sr. Velasco asegura haber comprobado tanto en la plan- 
ta fresca como en la seca. 

El Sr. Valentín que se ha ocupado también de la fitolaca dice que la raíz 
fresca sustituye bien al emético, pero seca es inerte, en contra de lo que el 
Sr. Velasco refiere en su memoria sobre purgantes indígenas. 

Nosotros nos hemos servido de la raíz seca y de los frutos frescos para 
nuestras experiencias. 

Con la primera practicamos varios experimentos, más ó menos como el si- 
guiente: 

Dos gramos de raíz de Congora seca fueron ministrados á un perro chico sin 
que este animal presentara algún fenómeno digno de mencionarse. Elevamos 
la dosis á 3 gramos sin obtener tampoco resultado alguno; luego ministra- 
mos 5 gramos á otro perro más chico y éste tuvo un vómito á los 10 minutos 
de ingerido el cocimiento, arrojando todo el contenido del estómago; dos ho- 
ras después una evacuación líquida no muy abundante, y durante la noche 
algunas más. 

Comparando estas experiencias con las que refiere el Sr. Velasco, encon- 
tramos desde luego que dicho señor ministrando un escrúpulo de la raíz fres- 
ca logró hacer vomitar á un perro, siendo el vómito de materias alimenticias, 
semi-líquido. Después tuvo el animal nuevos vómitos compuestos de ma- 
terias blancas, con pequeños grumos en suspensión y por último evacuacio- 
nes que le duraron cinco días. Con la raíz seca obtuvo el mismo resultado. 

Consta en la referida memoria que la raíz seca en la dosis de seis granos 
produce en el hombre efectos emetocatárticos poderosos. Nosotros no hemos 
observado esos efectos en los animales con dosis mucho mayores, ni en la Te- 
rapéutica experimental se han presentado los fenómenos á que se refiere el 
Sr. Velasco á propósito del hombre. Trayendo á la memoria las observacio- 
nes que en el mismo mes de Septiembre de 1897 referimos ante esta misma 
Junta y que versaron sobre la raíz de chichicamole, tomada entonces por 
Namole, puede comprobarse que los resultados obtenidos en aquella época 
con aquella planta fueron muy semejantes á los que refiere el autor de la tan 
citada memoria, por cuyo motivo creemos quees probable que el Sr. Velasco 
haya tomado también por ñamole la raíz de chichicamole. 

Como dijimos al principio, estudiamos también los frutos frescos y obtu- 
vimos los resultados siguientes: 

Con una preparación hecha machacando 5 gramos de frutos en una poca 
de agua, filtrando y haciendo ingerir el líquido á un perro de los citados ante- 
riormente se le produjo al animal, 20 minutos después, un vómito contenien- 
do cierta cantidad de alimentos en descomposición, tres ascárides como de 
seis centímetros de longitud y tres milímetros de grueso y un líquido del co- 


154 ANALES DEL INSTITUTO 


= 


lor del ingerido. Se repitieron los vómitos en número de cinco hasta dos horas 
después del principio de la experiencia sin producirse otro fenómeno no- 
table. 

A otro perrito, hermano del anterior, le dimos 5 gramos del tallo que nos 
quedó de los frutos. Una hora después tuvo un vómito con parte del líquido 
que había tragado. A los 20 minutos de esto, otro vómito más abundante y 
conteniendo alimentos; después otro menos copioso que los dos primeros. 

Estas experiencias varias veces repetidas nos suministraron los datos para 
poder deducir: 

Que la raíz de mazorquilla seca no es vomi-purgante para los perros á la 
dosis de 1.20 como lo afirma el Sr. Velasco. 

Que los frutos frescos de la misma planta producen efectos eméticos para 
estos animales desde la dosis de un gramo de jugo por kilo de animal. 

De la misma manera ensayamos el ácido fitolácico comenzando por dosis 
de 50 centígramos, después de 0.75, luego un gramo y así sucesivamente 
hasta llegar á dar cinco gramos en una sola vez. Sólo en este último caso lle- 
gamos á producir un efecto ligeramente laxante. 

Hay que llamar la atención sobre un hecho interesante que se desprende de 
los experimentos que se han hecho con las diversas preparaciones de la fito- 
laca, y es el siguiente: que los dos perritos únicos que recibieron casi diaria- 
mente las preparaciones que ensayamos se han mantenido durante todo el 
tiempo de la experiencia en perfecto estado normal, ni su apetito, ni su di- 
gestión se han resentido en lo más mínimo, lo cual es una prueba inequívoca 
de la inocuidaá de esta substancia y hace creer que sí es posible usar cumo 
purgante el jugo del fruto á razón de un gramo por kilo de peso ó cualquie- 
ra otra preparación farmacéutica que contenga sin modificación los elemen- 
tos que en aquel se encuentran y que comunican sus efectos purgantes; estos 
pueden favorecer con un fin curativo sin temor de causar la menor irritación 
en el tubo intestinal. 

Hemos continuado también los trabajos de fotografía de plantas del Mu- 
seo de Drogas aumentando en este mes con 32 negativas y 96 positivas. 

México, 30 de Septiembre de 1899. —£. Armendaris. 


SECCION CUARTA. 


Visita diaria por el subscrito, á los enfermos de la sala de Terapéutica Clí- 
nica del Hospital de San Andrés. 

Continuación del estudio de la Cóngora (Phytolaca octondra), del Chichi- 
camole (Microsechium Helleri), de la Yerba de la Golondrina (Euphorbia 
prostrata), de la salvia de bolita (Buddleia perfoliata) del Tepozán (Buddleia 
americana), de la Yerba del Zorrillo (Croton dioicus), y del Cereus serpen- 
tinus. 


La Cóngora ha sido usada en siete enfermos, en el mes, buscando las pro- 


MEDICO NACIONAL. 155 


piedades purgantes que se le atribuyen sin haberlas observado en ninguno de 
los casos, según puede verse en seguida. 

Arcadio Arciniega es un pobre enfermo afectado de una doble lesión mi- 
tral en período de descompensación y que muy frecuentemente tiene pertur- 
baciones digestivas. El 18 del presente tuvo una indigestión y se le ministra- 
ron dos píldoras de extracto de frutos frescos de Cóngora, de á 0.20 centígra- 
mos cada una y no tuvo ninguna evacuación; al día siguiente se le aumenta 
la dosis del mismo extracto á 1 gramo sin efecto alguno, y como persistiera la 
constipación y demás molestias, un día más tarde se le prescribe el Chichi- 
camole con buen resultado, como se verá adelante. 

Jesús González y Manuel Tagle padecían enteritis catarral aguda, la cual 
no sufrió modificación alguna con la ministración de 1 gramo de Cóngora 
fresca, bajo la forma de extracto de frutos, el 6 y el 8 del presente respectiva- 
mente. 

Filomeno Duarte tenía un recargo intestinal desde hacía varios días, el 
cual no se venció con dosis de 0.50 centígramos primero y 1 gramo después 
del mencionado extracto de frutos de Phytolaca octandra, teniendo que recu- 
rrir á un purgante salino para conseguir ese efecto. 

Feliciano Rosas tenía constipación hacía tres días, la cual no cedió á pesar 
de haberle dado 1 gramo del referido extracto y desapareció al día siguiente 
con la ministración de 30 gramos de aceite de ricino. 

En las mismas condiciones estuvo Félix Saucedo que padecía constipación 
habitual, 1 gramo de extracto de Cóngora no le provocó evacuación alguna. 

Canuto Pérez padecía una pleuresía con derrame abundante del lado dere- 
cho: se le hizo una toracentesis extrayendo una parte del líquido, y con objeto 
de apresurar la reabsorción ó eliminación del resto, se pensó recurrir á las 
medicaciones purgante ó diurética. Con tal objeto se le ministró el extracto 
de frutos frescos de Cóngora, en la misma dosis que á los anteriores, sin ha- 
ber conseguido efecto alguno. 

En cambio el Chichicamole sí ha producido acción catártica en algunos ca- 
sos, entre otros el de Arcadio Arciniega, á quien nos referimos al principio, 
que después de haber tomado dos días el extracto de Cóngora sin efecto algu- 
no, una dosis de 1 gramo de extracto hidro-alcohólico de Chichicamole le pro- 
dujo siete evacuaciones líquidas de color amarillo y acompañadas de cólicos 
intestinales, desapareciendo la molestia intestinal que tenía; Félix Saucedo con 
atascamiento intestinal, el cual desapareció con 1 gramo del mismo remedio 
y Manuel Mata con recargo intestinal de cinco ó seis días, lo hizo evacuar 1 
gramo del Microsechium Helleri, quitándole las molestias de su retención de 
materias fecales. 

Me permito llamar la atención sobre los distintos efectos observados con 
estos dos medicamentos Cóngora ó Niamolle y Chichicamole ó falso Niamolle, 
pues mientras que el primero, como se ha visto, no ha hecho efecto purgante 
ni diurético en ningún caso, al segundo si se le han observado desde hace va- 
rios años tales efectos. En 1896 y 1897 conocíamos con el nombre de Nia- 


156 ANALES DEL INSTITUTO 


molle lo que ahora se nos da como Chichicamole y las observaciones pre- 
sentadas en esa época por mí y por otras personas eran demostrativas á ese 
respecto y algunas verdaderamente elocuentes. Por lo mismo creo que se de- 
bía aclarar este punto pues se recordará que el Dr. Ildefonso Velasco atribuía 
al Niamolle efectos purgantes intensos aun con dosis de 0.20 y 0.30 centígra- 
mos. l 

La Yerba de la Golondrina se ha prescrito á cuatro enfermos en el mes, 
tres afectados de enteritis crónica y uno con la misma enfermedad en la for- 
ma aguda. Los tres primeros estuvieron tomando durante ocho ó diez días el 
extracto hidro-alcohólico de la raíz de esta planta, en dosis hasta de 4 gra- 
mos diarios, sin haber observado modificación alguna en el número ni en el 
aspecto de las deposiciones. El de la forma aguda tomó 8 días tres gramos 
diarios del mencionado extracto y sus deposiciones fueron disminuyendo po- 
co á poco hasta que desaparecieron por completo. En la actualidad subsiste 
el alivio. 

La salvia de bolita se usó en dos enfermos: Jesús Ortiz afectado de sífilis 
en el tercer período y tialismo tomó durante tres días 50 gotas ter de la tin- 
tura de salvia de bolita y dijo que la salivación había disminuído, pero apa- 
reció diarrea disenteriforme y náuseas que obligaron á retirar la droga y no 
pudo volver á ministrarsela porque se resistió absolutamente el enfermo. 

Victor Terrazas padece adenitis tuberculosa ulcerada del cuello y tiene su- 
dores profusos nocturnos. Desde el día 21 se le prescriben 30 gotas de la tin- 
tura consabida y el efecto hasta la fecha ha sido muy variable, pues unas ve- 
ces, según dice, disminuyen los sudores y otras no. 

El Tepozán, cuyas propiedades diuréticas hemos apreciado otras veces, lo 
aplicamos al enfermo de pleuresía Canuto Pérez, de quien hablamos antes, y 
hemos venido notando la diminución de su derrame diaria y rápidamente. 

La Yerba del zorrillo fué aplicada en dosis de 2 gramos de polvo de la 
raíz, á un enfermo afectado de insuficiencia mitral descompensada con ana- 
sarca notable, y le produjo seis evacuaciones líquidas muy abundantes y sin 
cólicos intestinales, la primera una hora después de tomar el medicamento y 
la última quince horas más tarde. 

El cereus se ministró al cardíaco Arciniega, de que tantas veces hemos ha- 
blado, con objeto de ver si aumentaba su tensión arterial. Durante 15 días 
estuvo tomando dosis progresivamente crecientes, desde diez hasta sesenta go- 
tas, tres veces al día, sin observar modificación alguna en el estado de su!pul- 
so ni en la cantidad de su orina. La preparación usada fué la tintura de flo- 
res del Cereus Serpentinus que ya hemos ensayado en los meses anteriores 
con el mismo negativo resultado. 

Al tuberculoso Jesús Mondragón cuyo pulso era muy pequeño y depresi- 
ble, se le prescribió la propia tintura durante cuatro ó cinco días, en dosis 
iguales, sin conseguir aumentar la energía de sus contracciones cardíacas. 

Nos hemos ocupado también de corregir pruebas de imprenta relativas á 
la lectura de turno del subscrito y á informes mensuales del mismo; así como 
de arreglar el radiógrafo que ha estado descompuesto. 


MEDICO NACIONAL. 157 


Se han hecho varios análisis de esputos y de orinas correspondientes á en- 
fermos de la sala de Terapéutica Clínica. 

El Dr. Cicero ha concurrido con puntualidad y ha ayudado en todas las la- 
bores de la sección. 

Acompaño los informes del Profesor Juan M. Noriega ayudante la la Sec- 
ción y del Dr. F. Bulman, colaborador del Instituto. 

México, Septiembre 30 de 1899. —Juan Martínez del Campo. 


Tengo la honra de informar á vd. que durante el mes que hoy termina, ade- 
más de haberme ocupado de las preparaciones para la Exposición, preparé 150 
gramos de Extracto hidro-alcohólico de frutos frescos de Cóngora, 100 gra- 
mos de Pata de León, y 100 gramos de yerba de la Golondrina y he suminis- 
trado las preparaciones siguientes: Tinturas de cereus grandiflorus y tintura 
de flores del mismo, de salvia de bolita y de Tatalencho; extracto de Chichi- 
camale, Cóngora, Tepozán, Go!londrina, Zapote, Chapús, Madroño borracho 
y frutos de Cóngora; Cocimientos de Golondrina, ó de Itamo y de Damiana. 

No he dado el extracto de Jicamilla por falta de la planta. 

Protesto á vd. mis respetos. 

México, Septiembre 30 de 1899.—J. M. Noriega.—Al Jefe de la Sección 4* 
del Instituto Médico Nacional Dr. D. Juan Martínez del Campo.—Presente. 


En el presente mes y en la 2* Sala de Medicina de mujeres se han ensaya- 
do las preparaciones siguientes: 

El polvo de raíz de la yerba del Zorrillo como purgante á la dosis de 1.50, 
en ayunas ha dado el efecto buscado en cuatro enfermos: catarro seco del in- 
testino, insuficiencia mitral, hemorragia cerebral y bronquitis, en todas pro- 
vocó evacuaciones abundantes acompañadas de cólicos. 

El tepozán comu hipnótico á la dosis de 0.50 á 0.75 da resultado de tres á 
cuatro horas después de su administración, se empleó en cuatro tuberculosas, 
dos de cirrosis vulgar, una de cirrosis mixta y tres de reumatismo crónico. » 

El cocimiento de hojas de costomate al 10 por ciento no modificó ni el ca- 
rácter, nila frecuencia, ni el número de evacuaciones en tres de enteritis cró- 
nica; se administró por espacio de cinco días la mencionada preparación. 

La tintura de axocopaque fracasó en una ciática. 

El cocimiento al 30 por ciento de yerba de la golondrina curó tres enteri- 
tis agudas al quinto día de su administración, mas no modificó la diarrea de 
dos enteritis tuberculosas y una crónica. 

El extracto de Cóngora á la dosis de 0.20 centígramos no obró como diuré- 
tico en una afectada de cirrosis de Laenec, ni tampoco tuvo efecto evacuante. 

La pata de león en cocimiento al 25 por ciento no tuvo efecto purgante en 
un catarro seco del intestino, ni en otra de tabes dorsal espasmódica. 


158 ANALES DEL INSTITUTO 


Cien gotas de tintura de salvia de bolita suspendieron los sudores en cinco 
tuberculosas ulcerosas del pulmón. 

La dosis de 0.50 de chichicamole no provocó efecto purgante en una de 
ataxia locomotrix, mas la dosis de 1 gramo produjo cuatro evacuaciones agua- 
das, amarillas, sin cólico en la misma enferma; igual dosis se aplicó á tres en- 
fermas: embolia cerebral, hemorragia cerebral, insuficiencia mitral, obtenién- 
dose idénticos resultados. 

México, Septiembre 30 de 1899. — Bulman. 


SECCION QUINTA. 


El Sr. Galindo y Villa ha pasado al “Indice de Geografía Médica” las Mu- 
nicipalidades que siguen, todas del Estado de Oaxaca: 

Miahuatlán San Andrés, Hacienda de Monjas, Velató Santa María, Ha- 
cienda de San Guillermo, Hacienda de San Nicolás, Almolongas, San Simón, 
Miahuatlán San Bernardo, Hacienda de Santa Ana, Santa Cruz Xitla, Cuix- 
ta, Yogovana San Miguel, Miahuatlán Santa Lucía, Tamazulapan, Roatina 
Santa Catarina, Xitlapehua, Coatlán San Pablo, Coatlán San Pedro, Rancho 
de Santa Catarina, Coatlán Santa Catarina, Coatlán San Jerónimo, Coatlán 
Santo Domingo, Coatlán San Sebastián, Coatlán San Francisco, Coatlán San 
Miguel, Coatlán Santa María, Hacienda de la Lana, Ozolotepec Santa María. 

Zautla, San Andrés, San Sebastián Sedas, Hacienda de la Viguera, Sosola 
San Jerónimo, Tlaltinango Santo Domingo, Apazco Magdalena, Tejalopan, 
San Pablo Etla. San Pablo Huitzo, Felixtlahuac, Santo Domingo barrio de 
abajo, San Sebastián Xochimilco, Santiago Etla y Guadalupe Etla. 

Además formó la lista de las publicaciones recibidas durante el mes en el 
Instituto. 

El que subscribe ha pasado al “Indice de Geografía Médica” las Munici- 
palidades siguientes del Estado de Puebla: 

Huatlatlauca, Huchuetlán, Ixtaquistla, Molcaxac, Tlatlauquitepec, Zaca- 
pala, Chicuautla, Atenpan. Huitetelco, Hueytamalco, San José Acateno, Te- 
ziutlán, Tetela, Cuautempan, Zapotitlán, Zongozotla, Huitzilan, Yuganapa, 
Tecampalco, Zoquiapan, Xonotla, Xochiapulco, Yauhuahuac, Tetetes, Hue- 
yapan, Acatlán y Chila. 

Además, esta Sección ha continuado el estudio de la yerba de la Grolondri- 
na y ha comenzado el de la Cóngora. 

Se redactaron también los artículos referentes á la acción terapéutica del 
Geranium Carolinianum y de la Euphorbia prostrata. 

México, 30 de Septiembre 1899.—Dr. Orvañanos. 


MEDICO NACIONAL. 159 


LECTURA DE TURNO. 


Algunas aclaraciones al estudio de los Ñamoles. 


En el año de 1896 emprendí el estudio de un rizoma cuya clasificación 12- 
noraba y que tenía el nombre vulgar de Famole; terminado este estudio se en- 
tregó á la Secretaría y ésta pidió á la Sección 1* la clasificación de la planta, 
y el jefe de la Sección, informó que el Sr. Urbina(que entonces se ocupaba en 
estudiar los amoles), le había comunicado que el nombre técnico de esa plan- 
ta era Mierosechium Helleri. Posteriormente, para aclarar algunas dudas, 
se volvió á pedir este rizoma y en lugar de él se trajo otro que vino con el 
nombre de verdadero ñamole; hecha la comparación de ambos, se vió que eran 
- distintos y con ese motivo quedó aplazado ese artículo sin ser publicado. Ac- 
tualmente consta entre las plantas del Programa la Mazorquilla ú verdadero 
ñamole, cuyo nombre técnico es Phytolacca octandra, planta á cuyo rizoma pa- 
rece haberse atribuído la composición química y los efectos fisiológicos del 
primer rizoma estudiado y que, según los Sres. Dres. Urbina, y Ramírez es 
la cucurbitácea que acabamos de nombrar, Además, esta confusión que ha- 
bía al principio entre nosotros con estos dos rizomas, parece que también 
existió entre los terapeutas; pues unos han experimentado uno y otros otro; 
creyendo que las investigaciones se han efectuado siempre sobre el mismo, 
y resultando de aquí diversidad de efectos y por consecuencia dudas respec- 
to á su acción que se han querido resolver recurriendo á la química; y el ob- 
jeto de este trabajo, es contribuir á esclarecer estas dudas, aunque sea en 
parte; pues urgido por el tiempo, no he podido concluir aún todas las inves- 
tigaciones necesarias. 

Aunque la botánica parece suficiente para demostrar diferencias entre una 
y otra planta, no es este el asunto que me incumbe, y además la Química se 
presta para resolver nuestras dudas, puesto que la mayor parte de ellas tie- 
nen por causa la presencia ó ausencia de un principio cuyas propiedades ha- 
cen ó no posible tal ó cual aplicación vulgar ó científica de esos rizomas, prin- 
cipio de las divergencias que han surgido entre todas las personas que se han 
ocupado del asunto. 

En efecto, cuando el año de 96 hacía el estudio del primer rizoma cono: 
ciéndolo, como antes digo, únicamente por su nombre vulgar de Zamole, el 
Sr. Dr. Urbina me dijo que no era ñamole sino iyamolli el nombre vulgar, y 
que este nombre vulgar no correspondía al rizoma que estudiaba sino á la 
mazorquilla; que lo que estudiaba se llamaba chichicamole Ó amole amargo; 
además, corroborá su dicho, por haberle yo manifestado que había encontra- 
do una gran cantidad de saponina, pues, según él, el chichicamole tiene sapo- 
nina en el rizoma y la mazorquilla no la tiene sino en los frutos que son los 
- que se emplean para el lavado, 


Tomo IV,—22 


160 ANALES DEL INSTITUTO 


Así, por esto se vé que además de las diferencias botánicas que hay entre 
ambas plantas, puesto que una es fitolacácea y la otra cucurbitácea, existen 
diferencias químicas siendo la principal la presencia ó ausencia de la saponi- 
na que determina la aplicación de estas plantas como amoles. 

A propósito ocurre preguntar ¿la existencia de la saponina caracteriza los 
amoles? sin duda no; puesto que la saponina se encuentra en una infinidad de 
plantas sin relación ninguna entre sí, ni de familia, ni de aspecto, ni de-uso 
industrial ó medicinal, es un principio que entra en el grupo de los glucóci- 
dos y que aunque cuando fué descubierta por Schrader en la Saponaria [Sa- 
ponaria officinales] causó grande entusiasmo por sus propiedades especiales, 
perdió mucho de su interés desde que otros muchos químicos demostraron su 
presencia en un gran número de plantas, * y sobre todo, desde que estudian- 
do más á fondo el papel fisiológico que desempeña en el organismo vegetal, 
se llegó á comprender que es un material de reserva que fabrica la planta pa- 
ra utilizarlo ella misma en cierto momento de su desarrollo; así, indudable- 
mente es un principio que, como el tanino, las azúcares, gomas y otros, exis- 
te en infinidad de plantas en cantidades mas ó menos apreciables y no siem- 
pre capaces de determinar una aplicación, y creo, que, como son plantas cur- 
tientes, por ejemplo, no todas las que contienen tanino, sino las que lo con- 
tienen en cantidad; deben considerarse como amoles, no todas las que contie- 
nen saponina sino las que la contienen en cantidad suficiente para poder em- 
plearlas en sustitución del jabón, debido á la propiedad de la saponina de 
emulsionar los cuerpos grasos. 

Pues bien, si tenemos en la existencia de este principio la explicación del 
uso vulgar que en diversas partes del globo se hace de multitud de plantas 
empleadas para sustituir al jabón, y en cuyo nombre vulgar se revela esta 
aplicación (como saponaria, jaboncillo, jabonera, amole, etc), debemos encon- 
trarlo, y en cantidad, en nuestras dos plantas que ambas son consideradas co- 
mo amoles.? En efecto, en el rizoma primeramente estudiado (cucurbitácea), 
encontré todo ó casi todo el extracto alcohólico formado por saponina que, por 
los efectos fisiológicos tan enérgicos que produjo al ser experimentado en la 


1 Las plantas en las que hasta ahora se ha encontrado la saponina en cantidad suficiente para 
poderlas emplear en el lavado son: Cariofileas: Saponaria officinalis, Gypsophylla struthium, Lych- 
nis flos cuculi, Lychnis githago, Lychnis chaledonica, Lychnis dioica, Silene nutans, Dianthus ca- 
ryophyllus, D. coesius, D. carthusianorum, D. prolifer, Gypsophylla fastigiata, G. acutifolia, G. altissi- 
ma, etc; Sapiíndáceas: Sapindus galeotti, S. incequalis, S. saponaria, S. ¿amalli?; Leguminosas: 
Gymnocladus canadensis; Rosáceas: Quillaja smegmadermos; Cucurbitáceas: Schizocarpum filifor- 
me, Cucurbita fotidissima, Melothria scabra, Microsechium Helleri; Prímuláceas: Anagalis arven- 
sis, A. coerulea; Fitolacáceas: Phytolacca octandra, P. decandra, P.icosandra; Amarilideas: Zephy- 
rantes carinata, Polianthes tuberosa, Bravoa geminiflora, Prochnianthes viridescevs, Agave brachys- 
tachys, A. filifera, A. gutlata, heteracantha, A. mexicana, Á. parryi, A. variegata; Dioscoreas: D. 
convolvulácea, D. sp?; Laliáceas: Yucca rupicola; y otra infinidad que sería prolijo enumerar. 

2 M. Urbina.—“Notas acerca de los amoles mexicanos.” —Lectura de turno en la Sesión del 4 
de Octubre de 1897 en la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, correspondiente de la 
Real de Madrid, 


MEDICO NACIONAL. 161 


RE 


Sección 3*, se me pidió la dosificación, habiendo encontrado que el rizoma pro- 
duce próximamente el 30 por ciento de extracto alcohólico en el que más del 
90 por ciento era de saponina; mientras en el 2? rizoma (Phytolacca), el ex- 
tracto alcohólico forma apenas el 5 por ciento, y en él, aunque se pudo demos- 
trar la presencia de saponina, es en cantidad poco apreciable; pero la aplica- 
ción vulgar se ha encargado de resolver el problema, pues de la fitolaca em- 
plea para el lavado la espiga verde, que se dice es la que contiene saponina. 

Hé aquí, pues, resuelto un primer punto: el de la aplicación vulgar de es- 
tas plantas consideradas como amoles, y que se resuelve así: el 1% rizoma es- 
tudiado en el Instituto y que según los Sres. Dres. Urbina y Ramírez es una 
cucurbitácea [ Microsechium Helleri] y su nombre vulgar chichicamole (amole 
amargo) contiene de 25 á 30 por 100 de saponina; el 2? rizoma estudiado que es 
de la Phytolacca octandra y su nombre vulgar Mazorquilla 6 Cóngora, tiene 
una cantidad muy pequeña de Saponina, conteniendo en cambio regular can- 
tidad en el fruto verde. 

Pasemos á otro punto, el de la aplicación terapéutica de la planta. Muchas 
son las aplicaciones terapéuticas que, sobre todo en los Estados Unidos se han 
dado al rizoma de la Phytolacea decandra (ú octandra, que parece ser la mis- 
ma), de entre ellas descuella el efecto purgante que se ha demostrado ya 
fisiológica y terapéuticamente aunque de una manera inconstante; por lo que 
podemos preguntarnos ¿qué principio produce el efecto purgante? y ¿á qué es 
debida la inconstancia de este efecto? 

En cuanto á lo primero, tres principios activos de importancia se disputan 
el efecto purgante: la saponina, la fitolacina y el ácido fitolácico. 

Químicamente hablando, los tres principios son de importancia: la saponi- 
na es, como ya he dicho, un glucósido descubierto por Schrader en la Sapo- 
naria [Saponaria officinalis], que presenta curiosas propiedades químicas de 
que no me ocuparé por ser ya muy bien conocidas y cuyos efectos fisiológi- 
cos, según Malapert, pueden resumirse diciendo que “obra sobre las vías di- 
gestivas á la manera de los venenos irritantes y produce, después de absor- 
ción y difusión, perturbaciones circulatorias y respiratorias graves de depre- 
sión al mismo tiempo que parálisis muscular”; es decir, es un drástico que 
explica satisfactoriamente la acción del rizoma del chichicamole; habiéndose 
encontrado cuando se experimentó en la Sección de fisiología, no sólo el efec- 
to vomi-purgante, sino todos los demás producidos, según los autores, por 
esta substancia y sólo ellos y el Sr. Dr. Armendaris está perfectamente de 
acuerdo en atribuir á la saponina, todos los efectos observados al experimentar 
el rizoma del chichicamole. 

La fitolacina, es un alcaloide encontrado por Preston en la raíz de la P/y- 
tolacca octandra, de donde la extrajo por el procedimiento siguiente: * “Se con- 
centra el cocimiento de la raíz, se trata por el acetato de plomo, agregando 
una solución saturada de alumbre, después amoníaco en ligero exceso; eva- 


1 Dupuy.— Alcaloides.—T. 11. pág. 322. 
uy: pag 


162 ANALES DEL INSTITUTO 


porando y agotando el residuo pulverizado por el alcohol. Se separan crista- 
les amarillos que decolorados por el carbón y sometidos á una nueva cristali- 
zación son casi blancos. Esta substancia es un poco soluble en el agua, inso- 
luble en el alcohol, el éter y el cloroformo. Se volatiza sin dejar residuo cuan- 
do se le calienta en una lámina de platino; su solución acuosa da precipitado 
con los reactivos de los alcaloides. Los ácidos nítrico, clorhídrico y sulfúrico 
concentrados la disuelven sin dar coloración particular. Su solución alcohóli- 
ca neutralizada por el ácido clorhídrico da nacimiento á agujas cristalinas ca- 
si incoloras poco solubles en el alcohol, muy solubles en el agua y de un sa- 
bor ácido muy fuerte que constituyen el clorhidrato de fitolacina.” 

“La fitolacina parece constituir el principio activo de la fitolaca empleada 
en los Estados Unidos como emético y purgante popular.” , 

“La fitolacina se ha mostrado ligeramente laxante, pero colagogo bastante 
poderoso.” * 

Como se ve por lo anterior la fitolacina parece ser también un purgante; 
pero, séalo ó no, no me ha sido dable comprobarlo, por no haber podido has- 
ta ahora encontrarla en ninguno de los dos rizomas por más que he tenido es- 
pecial empeño en ello; no una, sino muchas veces lo he intentado, empleando 
ya el procedimiento de Preston, ya otros, y siempre con el mismo resultado 
negativo; así es que, no habiéndola podido encontrar, me creo dispensado de 
suponer que á ella sean debidos los efectos purgantes observados con los dos 
rizomas. 

El ácido fitolácico encontrado por Terreil en los frutos de la Phytolaoca 
Kempheri y en la P. decandra, es un principio que, aunque poco estudiado, 
tiene importancia en el caso actual y merece detenernos un poco en él. 

Terreil que lo descubrió se expresa así al hablar de él: * 

“Haciendo investigaciones sobre las materias colorantes rojas de los vege- 
tales, he descubierto en los frutos de la Phytolacca Koempheri un nuevo ácido 
orgánico, que existe en esta planta al estado de sal de potasa, y al que doy el 
nombre de ácido fitolácico para recordar su origen. Los frutos de la P. decan- 
dra contienen igualmente este ácido, pero en menores proporciones.” 

“Extraigo el ácido fitolácico de la manera siguiente: trituro las bayas de la 
Phytolacca con alcohol á 40? ó 50%, decanto el líquido y exprimo el residuo 
en un lienzo, filtro el líquido obtenido, lo evaporo á suave calor, hasta con- 
sistencia de extracto casi seco; después se trata este extaacto por alcohol á 
90?, malaxando fuertemente la masa gomosa insoluble que envuelve el fitola- 
cato ácido de potasa que contiene. Esta sal que es muy soluble en alcohol 
concentrado se disuelve al mismo tiempo que principios azucarados y una pe- 
queña cantidad de materia colorante. Filtro el extracto alcohólico, expulso 
en seguida el alcohol por el calor y redisuelvo el extracto siruposo en el agua. 
Es en esta última disolución, que enrojece fuertemente el papel tornasol, que 


1 Dujardin-Beaumetz.—Diccionaire de Therapeutique.—T. TV. pág. 239. 
2 Comptes rendus.—T. XCI.—Julio á Diciembre de 1880 pág. 856. 


MEDICO NACIONAL. 163 


he demostrado la presencia del nuevo ácido observando la reacción siguiente 
que es característica. En efecto, agregando ácido clorhídrico á esta disolución, 
no se produce nada en frío, pero calentando he visto todo el líquido conver- 
tirse en una jalea bastante consistente para no escurrir cuando invertía el tu- 
bo en el que hacia el ensaye; además he demostrado que, al contrario de las 
propiedades ordinarias de las jaleas vegetales, este ácido coagulado, insolu- 
ble en el agua, es muy soluble en el alcohol á 90*.” 

“En fin, para aislar el ácido filolácico de la disolución de quese trata, vier- 
to primero algunas gotas de acetato neutro de plomo que no tiene ninguna 
acción sobre el fitolacato ácido de potasa, pero que precipita la materia colo- 
rante; después en el licor filtrado agrego subacitato de plomo que precipita 
el ácido fitolácico. Después de he: ber lavado el fitolacato de plomo, lo he des- 
compuesto por el hidrógeno sulfurado en presencia del agua, en seguida, des- 
pués de filtración para separar el sulfuro de plomo, he evaporado el líquido 
á sequedad.” 

“El ácido fitolácico es incristalizable; se le puede llevar al estado de dese- 
cación completa sin alterarlo. Se presenta entonces bajo la forma de un bar- 
niz gomoso, transparente, de color amarillo-moreno, no delicuescente; es muy 
soluble en el agua y en el alcohol concentrado; el éter no disuelve sino una 
débil cantidad. Su disolución acuosa enrojece fuertemente el tornasol; se le 
puede llevar á la ebullición sin alterarlo; pero si se le agrega previamente 
ácido clorhídrico ó sulfúrico el ácido fitolácico se transforma en jalea, como se 
ha dicho arriba; el ácido acético no produce esta transformación. La disolu- 
ción alcohólica del ácido fitolácico coagulado, siendo evaporada, deja deposi- 
tar este ácido bajo su forma gelatinosa.” 

“Los álcalis diluídos y el amoníaco disuelven fácilmente el ácido gelatino- 
so; pero los ácidos lo reprecipitan de estas soluciones aun en frío.” 

“El ácido fitolácico libre no precipita ni el nitrato de plata, ni el cloruro de 
bario, ni las sales de cal; á la ebullición reduce sin embargo la sal de plata.” 

“Los fitolacatos alcalinos son incristalizables.” : 

“El ácido fitolácico, saturado por un ligero exceso de amoníaco, da, después 
de avaporación á sequedad, cuando se vuelve á tratar por el agua una diso- 
lución que posee todavía reacción ácida. Esta disolución da con nitrato de 
plata un precipitado amarillento, soluble en el ácido nítrico y en el amonía- 
co, no precipita el cloruro de bario sino en presencia de un exceso de amonía- 
co; no precipita las sales de cal aun en presencia de un exceso de amoníaco.” 

“La sal de plomo que se obtiene por precipitación con el subacetato de plo- 
mo contiene 44.55 por 100 de plomo metálico, lo que da sensiblemente el nú- 
mero 130 para el equivalente químico del ácido fitolácico considerado como 
ácido monobásico ó el número 260 si se le considera como ácido bibásico, lo 
que parece admisible en presencia de la acidez de la sal de potasa que existe 
en las Phytolaccas.” 

“La falta de materia, estando la estación muy avanzada para procurarme 
frutos de Phytolacca Kempferi en cantidad suficiente, me ha impedido deter- 


164 ANALES DEL INSTITUTO 


minar la composición elemental del ácido. fitolácico. Me queda igualmente 
por estudiar las causas de la transformación de este ácido del estado soluble 
al estado insoluble. ¿Hay simple modificación isómera ó desdoblamiento á la 
manera de los glucósidos? cuestiones importantes de resolver. Envío pues á 
una época más propicia la cuestión del estudio del ácido fitolácico.” 

Con estos datos, me puse á buscar el ácido en el fruto de nuestra fitolaca, 
habiéndolo encontrado en cantidad regular; lo busqué igualmente en la raíz, 
donde se encuentra también según Eberhart, sin lograr encontrarlo. 

De los procedimientos que seguí para su investigación, uno tiene semejan- 
za con el de Terreil y me parece un poco menos complicado; lo llevé á cabo 
por indicación del Sr. Río de la Loza y consiste en tratar el jugo del fruto 
por el subacetato de plomo, neutralizar el plomo por el hidrógeno sulfurado 
concentrar en B. M. y agotar por el alcohol; este procedimiento es bueno, pe- 
ro es un poco más dilatado y penoso que el siguiente que se me ocurrió por 
las propiedades del ácido: el jugo del fruto se concentra en B. M. hasta con- 
sistencia de extracto y, se agota por alcohol absoluto que por evaporación de- 
ja el ácido mezclado con azúcar. 

Este ácido se presenta con los mismos caracteres que lo describe Terreil; es 
decir: es un cuerpo amorfo, blando, de consistencia de extracto, de color ama- 
rillo moreno, de olor de melasa, de sabor ligeramente ácido y astringente que 
se nota principalmente en la a al tragar, de reacción ácida marcada; es 
soluble en el agua y en el alcohol, casi Bl en el éter. 

Tratada su solución acuosa por los reactivos, presenta las reacciones si- 
guientes: percloruro de fierro, nada; nitrato de plata, nada inmediatamente, 
reducción al cabo de un rato; subacetato de plomo, ligero enturbiamiento; ace- 
tato neutro de plomo, nada; cloruro de bario, nada; cloruro de calcio, nada; 
carbonato de amoníaco, nada; potasa, nada; bicloruro de mercurio, nada; agua 
de barita, ligero precipitado blanco; los ácidos minerales diluídos dan la 
reacción característica, es decir: calentados ligeramente, producen la coagula- 
ción de la solución en forma de jalea que los álcalis disuelven; en frío, se pro- 
duce la misma reacción, pero es mucho más lenta, pues dilata de hora y me- 
dia á dos horas según el ácido mineral empleado, siendo más rápido con el 
clorhídrico y un poco menos con el sulfúrico; haciéndose también más lenta 
la solución de la jalea por los álcalis. - 

Experimentado en la Sección 3*, he tenido noticia que sólo puede atribuír- 
sele una ligera acción laxante, sin producir irritación ninguna en las mu- 
COSAS. 

Este ácido que no tiene de notable, químicamente hablando, más que la cu- 
riosa propiedad de coagularse bajo la influencia de los ácidos minerales, es 
considerado por algunos autores como perteneciente al grupo químico de las 
saponinas; es decir, es un glucósido que por la ebullición con los ácidos mi! 
nerales sufre un desdoblamiento, en el que se produce glucosa y una substan- 
cia resinoide insoluble en el agua y soluble en el alcohol, propiedad que he te- 
nido oportunidad de rectificar, así como otras que efectivamente son semejan- 


MEDICO NACIONAL. 165 


. tes á las de la saponina, como producir abundante y persistente espuma por 
agitación y emulsionar los cuerpos grasos pero, difiere de ella por varias reac- 
ciones, por ejemplo: la del acetato neutro de plomo que en las soluciones de 
saponina produce un precipitado gelatinoso. Decisivo sería para demostrar 
esta semejanza, ver sl el producto del desdoblamiento por los ácidos era sapo- 
genina; pero no he tenido tiempo de hacerlo; sin embargo, con las reacciones 
comunes que ambos presentan y entre las que se cuentan las principales (es- 
pumear, emulsionar los cuerpos grasos, y sufrir descomposición por la ebulli- 
ción con los ácidos) que determinan las aplicaciones de la saponina, podemos 
sin gran temor considerar realmente á este ácido como una saponina; tanto 
más, cuanto que en este grupo se encuentran, como en,todos los gru- 
pos químicos, cuerpos que presentan reacciones comunes ó de grupo y espe- 
ciales á cada uno de ellos; nada raro tiene, pues, el que el ácido fitolácico ten- 
galas propiedades emulsionantes de la saponina, determinando así su aplica- 
ción vulgar de servir para el lavado y carezca de sus propiedades irritantes 
y depresoras que explican la falta de efecto fisiológico. 

En vista de esto ¿los frutos verdes de la fitolaca contienen realmente sapo- 
nina como lo dicen los autores, ó no es más que el ácido fitolácico que, como 
ella, puede servir para lavar? ó bien ¿la saponina del fruto verde se transfor- 
ma en ácido fitolácico en el fruto maduro? Son preguntas que no puedo con- 
testar por no haber estudiado el fruto verde ni conocer aún debidamente el 
ácido fitolácico; pero que creo de importancia resolver. 

Volviendo á nuestras primeras preguntas respecto á la acción purgante, 
ereo que con lo anterior tenemos datos bastantes para resolverlas; en efecto, 
la acción de los tres principios de que me acabo de ocupar puede resumirse 
así: la saponina es un purgante enérgico; la fitolacina (que si existe en estos 
rizomas, no ha podido encontrarse), es un purgante dudoso, y el ácido fitolá- 
cico (que no se ha encontrado en la raíz, sino en el jugo del fruto maduro de 
la Phytolacca), es un ligero laxante; luego, 19, los efectos purgantes observa- 
dos en el primer rizoma (de la Cucurbitácea), son debidos á la saponina; 22, 
los efectos observados en el segundo rizoma (de la fitolaca), pueden ser debi- 
dos á la saponina ó á otro principio no estudiado aun; 3?, la variabilidad é 
inconstancia de estos efectos purgantes se deben 1% á la confusión de los dos ri- 
zomas; 2* á la mayor ó menor cantidad de saponina que contiene la fitolaca 
según la época de su cosecha, y 32á la mayor ó menor proporción de agua 
que contienen ambos rizomas, lo que hace variar la relación en la proporción 
de saponina; por último, los efectos del fruto de la fitolaca parecen debidos 
en parte á la saponina que se dice existe en ellos y en parte al ácido fitoláci- 
co que parece no ser sino una modificación de ella; explicando la diversa pro- 
porción de uno y otra, según las necesidades fisiológicas de la planta, la va- 
riabilidad de los efectos. 

Así pues, creo con las anteriores reflexiones, haber puesto de manifiesto lo 
que conocemos de cierto en las propiedades de estas dos plantas y lo que hay 
en ellas de dudoso y que, todo lo dicho, da derecho para asentar las siguien- 
tes finales conclusiones: 


166 ANALES DEL INSTITUTO 


1? Han sido dos las plantas estediadas en el Instituto con el nombre vul- + 
gar de Vamole, la 1% que el Sr. Dr. Urbina creía primero que fuera una dios- 
corea y que después clasificó entre las cucurbitáceas, correspondiéndole el nom- 
bre de Microsechium Helleri, y la 2% identificada en la Sección 1* por el Sr. 
Dr. Ramírez con el de Phytolacca octandra. 

2* De estas plantas, el rizoma de la 1* ha sido completamente estudiada en 
todas las Secciones y el artículo correspondiente para la Materia Médica es- 
tá ya en disposición de ser publicado. La fitolaca está aún en estudio. 

3* Las propiedades y usos del rizoma de la Cucurbitácea son debidos á la 
gran cantidad de saponina que contiene. 

4* Para explicar los efectos de la raíz de la fitolaca, se han buscado sin en- 
contrarlos hasta ahora, la fitolacina y el ácido fitolácico; habiendo en cambio 
demostrado la presencia de la saponina aunque en pequeña cantidad y pu- 
diendo referir á ella su acción, ó á otro principio no encontrado aún. 

5% Los usos y efectos de los frutos de la Phytolacca se deben á la existen- 
cia de la saponina y del ácido fitolácico. 

6* Químicamente hablando queda por resolver: 19, Si hay en la raíz de fito- 
laca algún otro principio activo á que atribuir sus efectos; 2*, si existe Sapo- 
nina en sus frutos, sobre todo verdes; 3?, si la saponina se transforma en ácido 
fitolácico, y 4”, estudiar los productos de descomposición del ácido fitolácico. 

México, Septiembre 30 de 1899.—Federico F. Villaseñor. 


e 


Defensa contra la tuberculosis, por el Dr. Eduardo Licéaga. 
(Concluye.) 


Si el enfermo sale de su casa y no encuentra escupideras, es conveniente 
que lleve una escupidera portátil, de bolsa. Las hay de muchas formas, de 
materiales diversos y de precios tales, que se pueden acomodar á todas las 
fortunas, pero las que se recomiendan especialmente, son: la de “Dettweiler,” 
Director del Sanatorio de Falkestein, en Alemania. Es un pequeño vaso de 
cristal obscuro, de forma aplanada, y que está cerrado en su parte superior 
por una tapa metálica, que se abre y se cierra fácilmente. El esputo cae di- 
rectamente en un embudo, de manera que si la escupidera se voltea acciden- 
talmente, su contenido no puede escurrir. Para facilitar el aseo, la escupidera 
está cerrada en su parte inferior por una pieza de metal que se atornilla so- 
bre el vidrio; su aseo es muy fácil y puede hacerse perfecto. 

Otra eseupidera muy útil y más barata, es la que se hace con papel del Ja- 
pón. Esta escupidera, después de usarse, debe ser destruída por el fuego. 

Un recurso para no escupir en el suelo, es, por último, el pañuelo de ““pa- 
pel japonés,” que también debe ser destruído por el fuego después de haber- 
se usado. 

No es de recomendarse á las personas enfermas del pecho que escupan en 


MEDICO NACIONAL. 167 


* sus pañuelos, porque pueden secarse en ellos los esputos y su polvo espar- 
cirse en la atmósfera y contagiar á las personas predispuestas. Si el enfermo 
se viere en la obligación de escupir en su pañuelo, al volver á su casa debe 
desinfectarlo antes de mandarlo á la lavandería, y voltear hacia afuera y des- 
infectar la bolsa del vestido que llevó el pañuelo. 

Como resumen diremos: el enfermo del pecho no es peligroso para los de- 
-más, sino cuando arroja sus esputos en lugares donde puedan secarse. 

El principal consejo, consiste, pues, en escupir exclusivamente en las es- 
cupideras. 

Como se ve, la recomendación que se hace á estos enfermos no es más que 
una regla de urbanidad y buena educación. 

Para evitar que el enfermo mismo vuelva á infectarse con el polvo de sus 
esputos, se le recomienda que se lave las manos si han sido ensuciadas por 
sus esputos. Si usa bigote ó barba, como la experiencia ha probado que el 
simple lavado no basta para desinfectarlos satisfactoriamente, se le aconseja 
rasurarse completamente. Si los esputos han caído accidentalmente en las 
ropas de uso ó de cama, las hará desinfectar inmediatamente con los líquidos 
de que se hablará después, antes de mandarlas á la lavandería. 

Las personas que rodean al enfermo cuidarán de dar aviso al Consejo Su- 
perior de Salubridad del día en que el enfermo deje una casa para que otra 
persona no vaya á ocuparla antes de que se haya hecho la desinfección. 


* A *+ 

La persona que sospeche estar enferma del pecho, debe consultar inme- 
diatamente con su médico para que la examine y examine sus esputos y le 
diga si realmente padece de la tuberculosis pulmonar. 

Es preciso que el enfermo del pecho sepa que su enfermedad es curable 
si se atiende prontamente, si sigue los consejos de su-médico, si procura evi- 
tar todo desorden, si habita en un cuarto solo, bien ventilado y que reciba la 
luz directa del sol, y si tiene la energía y la constancia de seguir el trata- 
miento que le recomienden, pues esta enfermedad es lenta en su curación. 

También debe saber que sus esputos secos no solamente son perjudiciales 
á los demás, sino para él mismo, si continúa respirando en una atmósfera en 
donde haya esparcidos los bacilos de Koch de los esputos que él mismo arrojó. 
Si su enfermedad está en todo su desarrollo, se agravará por esta infección; 
si estaba ya en convalecencia, volverá á enfermarse por aspirar el aire en 
donde se secaron sus esputos. 

Las reglas generales de higiene privada son más recomendables para el 
efermo del pecho que para cualquiera otra persona; pero es preciso recordar 
aquí que las reglas de higiene se confunden con las de aseo y limpieza para 
este caso. 


Tomo IV.-—23 


168 ; ANALES DEL INSTITUTO 


* 
k xk 


Estos últimos consejos se dan á las personas que tienen elementos sufi- 
cientes para curarse en su propia casa; pero á las personas muy escasas de 
recursos, es de recomendarles que soliciten su admisión en un hospital, pues 
en los que el Gobierno se propone terminar próximamente, se han previsto 
todas las buenas condiciones posibles para que los enformos obtengan el ali- 
vio de su mal. 

Abril de 1899. 


SOLUCIONES PARA DESINFECTAR LAS ESCUPIDERAS. 


1* Solución de bicloruro de mercurio: 


YN E AS o acto ROS 1 litro. 
De IRAN 20 gramos. 
Bicloruto de Mercurio olas 2 gramos. 
AA o A TA 1 milígramo. 


Esta solución estará colorida con la anilina, y el frasco que la contenga 
deberá llevar una etiqueta que diga: “Solución de bicloruro de mercurio pa- 
ra lavar las escupideras.” (Venenosa.) 

2% Solución de ácido fénico. 


A A 1 litro. 
IO A - - O 50 gramos. 


Esta solución se revela por su olor, y el frasco que la contenga deberá lle- 
var una etiqueta que diga: “Solución de ácido fénico para lavar las escupi- 
deras.” (Venenosa.) 


TT 
. INSTRUCCIONES PARA IMPEDIR SU DIFUSION. 


El progreso que la medicina ha realizado en los últimos años, llegando á 
demostrar la contagiosidad de la tuberculosis y los esfuerzos que especial- 
mente ha hecho la higiene para evitar la transmisión de esa enfermedad, re- 
sultarían estériles si las diversas personas encargadas del cuidado ó la asis- 
tencia de los enfermos, no contribuyeran á divulgar en el público esos cono- 
cimientos y si no ayudan á la autoridad pública á evitar la propagación del 
mal. 

Los hospitales públicos, los privados y las casas de salud, cualquiera que 
sea la denominación que lleven, pueden contribuir eficazmente á impedir la 


sr > 


MÉDICO NACIONAL. 169 


propagación de la tuberculosis. Si esos establecimientos reservan un depar- 
tamento enteramente aislado para el servicio de los enfermos tuberculosos, 
realizarán la primera condición que preceptúa la higiene: el aislamiento de los 
enfermos contagiosos. Si ponen en práctica las instrucciones de que nos hemos 
venido ocupando, evitarán la infección del personal que cuide de esos enfer- 
mos; á éstos les evitará la reinfección y los pondrá en condiciones de esperar 
la curación de su enfermedad. 

Esos mismos establecimientos presentarán un verdadero servicio á la Ad- 
ministración pública, si en sus informes mensuales que envíen al Consejo Su- 
perior de Salubridad, agregan el nombre, sexo y edad de los enfermos, así 
como la dirección del domicilio que ocupaban antes de su ingreso al hos- 
pital. 

Los jefes de asilos públicos ó privados que observen entre los miembros 
de su comunidad á una persona sospechosa de tuberculosis, prestarán un 

gran servicio á las personas sanas que forman esa agrupación, si hacen exa- 
minar por un médico á la que se sospecha ser tuberculosa. Si el médico con- 
firma el hecho, se tomarán con el enfermo las precauciones que aconsejan las 
“Instrucciones” que anteceden á este informe. Los jefes de esas casas de 
agrupaciones prestarán igualmente un servicio á la autoridad administrati- 
va, si envían al Consejo Superior de Salubridad el nombre, sexo y edad de 
la persona enferma, y si es posible la noticia de que aquella persona se so- 
mete á las reglas recomendadas en las citadas “Instrucciones,” ó la imposi- 
bilidad de hacerlo por las cireunstancias especiales de determinada agru- 
pación. 

Los dueños de hoteles, mesones ó casas de huéspedes, pueden impedir la 
propagación de la tuberculosis si dan aviso al Consejo Superior de Salubri- 
dad, de que acaba de desocuparse el cuarto habitado por un enfermo tuber- 
culoso. Los propietarios de esos establecimientos son los más interesados en 
dar esos avisos para que se haga la desinfección del cuarto que habitó el en- 
feymo, pues sin esa precaución, el pasajero ó pasajeros que ocupen ulterior y 
sucesivamente ese cuarto, podrán contraer la tuberculosis, y conocido el hecho 
por el público, su establecimiento se desacreditará. 

Los encargados de los despachos en que se dan consultas médicas deberían 
igualmente dar avisos semejantes á los arriba mencionados. En México exis- 
te la costumbre de establecer anexo á ciertas boticas un despacho para con- 
sultas médicas gratuitas para los pobres. Los dueños de esos establecimien- 
tos contribuirían á disminuir la propagación dela tuberculosis si dieran avi- 
sos semejantes á los ya mencionados. 

Los médicos encargados directamente de la asistencia de los enfermos, pue- 
q den prestar el más Aito contingente en esta lucha contra la tuberculosis. 
4 Ellos son los verdaderos instructores de la higiene privada. Su posición en 
| el seno de la familia les da la autoridad que no pueden tener en ella los con- 
E de de los Cuerpos sanitarios. Los médicos, conocedores al mismo tiempo 
A 


de la enfermedad y de las condiciones de fortuna de cada familia, son los que 


170 ANALES DEL INSTITUTO 


pueden aconsejar á las personas acomodadas que se rodeen de todas las con- 
diciones que la terapéutica moderna ha encontrado ser más propicias para la 
curación de la tuberculosis. Ellos podrán aconsejar al enfermo rico que se 
atienda en alguno de los sanatorios especiales que existen actualmente; á los 
que no tengan recursos suficientes para pagar la asistencia en esos estable- 
cimientos, pero que puedan vivir en el campo, les recomendarán el mejor 
lugar de los que rodean á su localidad para que se radiquen en él; á aque- 
llos á quienes sus condiciones de fortuna no les permita abandonar la ciudad 
en que vivan, les podrán aconsejar tomen habitación en el barrio más sano 
ó que presente las mejores condiciones higiénicas, recordando que la tisis es 
tanto menos frecuente cuantó menos densa es la población del cuartel en que 
viven. Si aun este cambio no es posible, elegirán para su enfermo el cuarto 
de la casa que reciba la luz directa del sol, que se pueda ventilar mejor y que, 
“hasta donde sea posible, esté aislado de los otros. 

Los médicos, por su ciencia, por su autoridad y por el hábito que han ad- 
quirido de la persuación, son, como ya dijimos, los llamados á iniciar al en- 
fermo en el conocimiento de su mal. Ellos elegirán el momento, la oportu- 
nidad y la manera de hacerles esta delicada confidencia, y, según las circuns- 
tancias, les darán á conocer las “Instrucciones” publicadas por el Consejo ó 
se las darán de palabra para no alarmarlos con las instrucciones escritas. 


Abril de 1899. 


e e 


| 
| 
| 


E 


ACIONAL DE MEXICO 


» 


En la República Mexicana. 


Sr. Dr. Francisco Bulman.—3* del Reloj 13. . 

Sr. Dr, Carbajal Antonio.—Calle del Jardin de San Fernando núm. 10. México (D. F.). 
Sr. Dr. Duges Alfredo.—NATURALISTA. Guanajuato. (E. de Guanajuato.) 

Sr. Ingeniero Ferrari Pérez Fernando.—Director de la Sección de Historia Natural de la 
Comisión Geográfico Exploradora. Profesor de Tecnología en la Escuela Nacional de Agri- 
cultura. Fisico. Químico. NATURALISTA, Calle de los Siete Príncipes n2 16. México (D. E.) 
Sr. Dr. Gayol Fernando.—Calle Cerrada de Santa Teresa núm. 5. Méxivo (D. F.). 

Sr. Dr. Gómez Elias. —Cuernavaca (E. de Morelos). 

Sr. Dr. Hernández Francisco.—Apatzingán (E. de Michoacán). 

Sr, Profesor en Farmacia Herrera Alfonso.—Profesor de Historia Natural en la Escuela 
- Normal para Profesores y de Historia de Drogas en la Escuela Nacional de Medicina de 
México. NATURALISTA. Calle 32 de la Ribera de Sauta María núm. 6. México (D. F.). 
Sr. Profesor en Farmacia Herrera Alfonso L.—Ayudante Naturalista en el Museo Nacio- 
nal de México. ZooLoaIsTa. Calle 32 de la Ribera de Santa María núm. 6. México. (D. F.). 
Sr, Profesor en Farmacia Lasso de la Vega José Maria.—3* Oalle del Reloj. Botica. México 


Sr. Dr. León Nicolás.—Tepeji del Rio (Estado de Querétaro). 
Sr. Dr. Medal Juan.—Morelia. (E. de Michoacán). 
Sr. Dr. Mendizabal Gregorio.—Calle de Montealegre núm. 10. México. (D. F.). 
Sr. Dr. Noriega Tomás.—Hospital de Jesús. México. (D. F.). 
Sr. Dr. Otero Miguel.—San Luis Potosí. (H. de S. E. P.). 
Sr. Dr. Parra Gabriel. —Tlatlauquitepec (E. de Puebla). 
Sr. Profesor en Farmacia Puga Adrián, —Química Y FARMACOGNOSIA. Botica de la Compa- 
_ñia. Guadalajara (E. de Jalisco). 
- Sr. Ingeniero Puga Guillermo B.—México. Tacubaya. (D. Y.). 
- Sr. Dr, Peña Cutberto.—Córdoba (E. de Veracruz): 
Sr. Lic. Rebollar Rafael.—2* Calle de Necatitlán núm. 22. México (D. F.). 
Sr. Profesor en Farmacia Reyes Julio.—México (D. F.). 
Sr. Ingeniero Robirosa José N.—San Juan Bautista (E. de Tabasco). 
-Sr. Ing. José C. Segura. —Escuela de Agricultura. 
Sr. Dr. Torres Ezequiel.—Chihuahua (E. de Chihuahua). 
Sr. Profesor Urcelay y Martinez Alberto M.—Mérida (E. de Yucatán.) 
Sr. Dr. Urbina Manuel. —Director interino y Profesor de Zoología Botánica del Museo 
Nacional de México. Profesor de Botánica en la Escuela Nacional Preparatoria. BorÁNICO. 
-3% Calle de San Juan. Botica. México (D. F.). ; 
Sr. Dr. Villada Manuel.—Profesor de Mineralogía, Geología y Paleontología en el Museo 
ps Nacional de México. Profesor de Botánica Agrícola en la Escuela Nacional de Agricul- 
a 


En el Extranjero. : 


Mr. Heckel Edouard.—Professeur á la Faculté des Sciences et á Ecole de Medicine de 
Institut Colonial de Marseille. 


Sr. Profesor Jules Budas. —Paris. 
Sr. Profesor Joseph P. Remington.—Phyladelpbia. E. U. 
Sr. Profesor Henry A. Rusby.—Nebraska. (N. J.). 
Sr. Profesor Casimiro De Candolle.—Ginebra. 
- Sr. Dr. E. Janssons.—Bruselas. 

Sr. Profesor Fernand Ranwetz.—Lovaina (Bélgica). 
Sr. Profesor Leon Crismer.—Bruselas. 
Sr. Nathamel Lord Briton.—Nueva York, E. U. 


NOTA.—Se suplica á los Señores Miembros y Colaboradores del Instituto Médico, 
tan oportunamente noticia de los cambios de dirección, etc., para publicarlos con 


INSTITUTO a” 


Es un Establecimiento científico que tiene por objeto el estudio de la fauna, flo: 
climatología y geografía médica nacionales y sus aplicaciones terapéuticas. 
Está dividido en las siguientes Secciones; z 
19— De Historia natural Médica. Se ocupa en colectar, clasificar, describir y: conser-. 


var las diferentes especies de plantas y animales. ER A 


22—De Química analítica. Tiene por objeto la análisis respectiva, y suministrar los ; 

PA activos y preparaciones necesarias para la experimentación. Es : 
— De Fisiología experimental. Esta Sección está encargada de estudiar los efectos 
Eo de las substancias aisladas por los profesores de Química. MN 


4% —De Terapéutica clínica. Hace la aplicación á la patología humana, de los medica- 
mentos ya experimentados en los animales. : 
5%—De Climatología y Geografia médicas. 


Este periódico es el órgano del Instituto, y sus redactores, que tienen gran interésen 
adquirir todas las noticias relativas al objeto del Establecimiento, se permiten suplicar Ms 
á las corporaciones científicas análogas se sirvan establecer el canje respectivo de] pue 
blicaciones $ 


LA PRIMERA PARTE DE LOS DATOS 


PABA LA ; E 


MATERIA MEDICA MEXICANA. 


Se encuentra de venta: 


£in México.—En la Plazuela de la Candelarita núm. 3; en la 2% calle de Vanegas (Bo- 
tica) y en las principales librerías de la capital. 
En Paris —Chez M. Géorges Carré, editeur, 3 rue Racine a Paris. 


Tout ouvrage dont il sera envoyé deux exemplaires á l'adresse ci-dessous sera ob= 
jet d'une étude bibliographique qu'on publiera dans les Annales. j 


Nons-prions les directeurs de journaux qui voudront bien établir léchange avec nos 
Annales d'adresser leurs publicationsá Instituto Médico Nacional de México Plazne- 
la de la Candelarita núm 3.—México. (D. F.) 


A Pe, 


TOMO 1V. Octubre, 1899. NUM. 10. 


DEL 


SS UAWME A FUE OD: 


Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional durante el mes de Octubre de 1899.— 
. Sección 19—Sección 22—Sección 382—Sección 44—Anexos al informe anterior. 
Lectura de turno.—Los Sanatorios para tuberculosos en el Valle de México, por el Sr. Dr. Daniel Vergara 
Lope, M. $. A., Profesor ayudante de la Sección 3% 


OFICINAS DE LA PUBLICACION, 
INSTITUTO MEDICO NACIONAL. 


JARDIN CARLOS PACHECO, 3.—MEXICO, D. F. 


Ex-plazuela de la Candelarita núm. 3 (Ay. Poniente 12 A.) 


MÉXICO 
OFICINA TIPOGRAFICA DE LA SECRETARÍA DE FOMENTO 
Calle de San Andrés número 15, [Avenida Oriente, 51.) 


1899 


_ 


Es 


e: a 
MIEMBROS DEL INSTITUTO MEDICO NACIONAL 


$ 


INDICADOR DE SUS DIRECCIONES, Y DE LOS 


RAMOS DE LAS CIENCIAS QUE CON ESPECIALIDAD CULTIVAN 


Dirección. 


Sr. Dr. Fernando Altamirano.—Director del Instituto Médico. Profesor de Terapéutica 
en la Escuela Nacional de Medicina de México, encargado de la Historia de las Drogas en el 
Instituto. Especialidad que cultiva: Química Y BoTÁNICA APLICADAS. Villa de Guadalupe 
(D. F.) Calle del Mirador número 147. 

Sr. Dr. Secundino Sosa.—Secretario del Instituto Médico. Profesor Adjunto de Clínica In- 
terna en la Escuela Nacional de Medicina de México. ALIENISTA.* Calle 12 del Indio Triste 
núm. 7. México (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Carlos Espino Barros.—Prefecto: del Instituto Médico.—En el 
Instituto. 


Sección primera: Historia Natural Médica. 


Sr. Dr. José Ramirez.—Jefe de esta Sección. Secretario General del Consejo Superior 
de Salubridad. BAcTERIOLOGISTA. 10* Calle de la Violeta núm. 21. México (D. F.). 

Sr. Gabriel Alcocer.—Conservador del Herbario y del Museo en esta Sección. Profesor de 
Matemáticas. MATEMÁTICO Y BOTÁNICO. Calle del Hospicio de San Nicolás núm. 19. México 
D.F.). ( : 

Sr. Adolfo Tenorio.—Dibujante de esta Sección. PROFESOR PAISAJISTA. Plazuela del Risco 
púm. 10. México (D. F.). 


Sección segunda: Química Analítica. 


Sr. Prof. Francisco Río de la Loza.—Jefe de esta Sección Profesur de Química General, 
Industrial y Agrícola en la Escuela Normal para Profesores en México. Químico. Calle 2% de 
Vanegas núm. 82. México (D. F.). 

Sr. Prof. Mariano Lozano y Castro.—Ayudante de esta Sección. Químico inspector de 
bebidas y comestibles en el Consejo Superior de Salubridad. Químico. Calle de Patoni nú- 
mero 4. (Botica Humboldt). México (D. E). 

Sr. Dr. Federico F. Villaseñor.—Ayudante de esta Sección. Quimico. Calle del Cuadrante 
de Santa Catarina número 7. México (D. F.). 


Sección tercera: Fisiología experimental. 


Sr. Dr. Eduardo Armendaris.—Jefe de esta Sección. Médico del Museo Anatomo-patolo- 
gico. ANÁLISIS CLÍNICOS. Calle de las Ratas núm. 2 México (D. F.).* 

Sr. Dr. Daniel Vergara Lope.—Ayudante de esta Sección. Preparador de la clase de Tera- 
péutica en la Escuela Nacional de Medicina de México. Profesor de Anatomía en la Escuela 
de Bellas Artes. FisióLOGO. 5% Calle de Guerrero núm. 2,122. México. (D. F.). 


Sección cuarta: Terapéutica Clínica. 


Sr. Dr. José Terrés.—Jefe de esta Sección. Profesor de Patología Interna en la Escuela 
Nacional de Medicina. 3% Calle del Reloj núm. 2. México (D. F.). 

Sr. Dr. Juan Martínez del Campo.—Ayudante de esta Sección. Médico del Museo Anato- 
mo-patológico 2% Calle de Sor Juana Inés de la Cruz núm. 12. México (D. F.). , 

Sr. Prof. Juan Manuel Noriega.—Farmacéutico de esta Sección en el Instituto Médico 
Preparador de Análisis Química en la Escuela Nacional de Medicina. 


Sección quinta: Climatología y Geografía médicas. 


Sr, Dr. Domingo Orvañanos.—Jefe de esta Sección. Miembro del Consejo Superior de Sa- 
lubridad del Distrito Federal. Profesor de Clínica Interna enla Escuela Nacional de Medici- 
na. CLínica INTERNA. Calle de Chavarria número 25. México (D. F.). 


Ed 


s 


| 


ES O A e IS 


MEDICO NACIONAL. 171 


TN FORMES 


De los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional 
durante el mes de Octubre de 1599. 


SECCIÓN PRIMERA. 


Fueron enviadas á la Sección, para que fueran clasificadas, las plantas si- 
guientes: El Chamal y la Cabeza de Chamal, dos Umbelíferas, dos Tepozanes 
y el Ololiuqui. 

El chamal corresponde al Dioon edule, Lindl., Cicadácea muy variable en 
forma y tamaño, según su edad, abundante en las regiones cálidas de la costa 
del Golfo, extendiéndose hastá una altura de 800 metros, y cuyas semillas se 
aprovechan para fabricar pan, por la cantidad abundante que contienen de fé- 
cula. Los ejemplares vinieron al Instituto por atribuírsele á la planta propie- 
dades venenosas. 

Las Umbelíferas correspondieron, una, á la Prionosciadium mexicanum, cuyo 
nombre vulgar es Jalocote, y la otra á la Arracacia multifida, y que se creía 
era la planta conociaa con el nombre de Cominos rústicos; pero ésta correspon- 
de á la Arracacia atropurpurea, Benth. 

De los dos tepozanes, uno es la Buddleia humboldtiana, y el otro la B. ma- 
crophylla. 

En el extenso artículo relativo á los Peyotes (Anhalonium Lewinii, y A. 
Williamsi), que tengo preparado para la tercera parte de la Materia Médica 
Mexicana, en el párrafo correspondiente á la historia de esas plantas, con fre- 
cuencia se hace alusión al Ololiuqui; y si aquéllas tienen tal interés, que de- 
bemos considerarlas como unas de las de más importancia de la flora mexicana, 
la última no lo es menos, y su papel en la etnología de las razas que pobla- 
ron el país, antes de la conquista, era superior al de aquellas. El Ololiuqui, 
así como el Peyote, eran las drogas de que hacían uso los hechiceros para sus 
conjuros, los sacerdotes para sus ritos religiosos, los médicos para sus cura- 
ciones y el pueblo para entregarse en días determinados á la dulce y maravi- 
llosa embriaguez que le proporcionaban estas plantas, que con razón las había 
divinizado, colocándolas siempre entre sus penates. 

Si el estudio científico del Peyote nos ha revelado sus propiedades sorpren- 
dentes, no dudo que nos reserva mayores sorpresas el estudio del Ololiuqui, 
cuando la fisiología analice sus efectos sobre el cerebro humano. 

Por esta razón, desde que emprendí compendiar lo que se había escrito acer- 
ca del Peyote, me propuse hacer la identificación del Ololiuqui, que por sus 
propiedades tan activas produjo tal impresión en el Padre Jiménez, que al 
hablar de él no quiso decir en dónde crecía. 

Para lograr mi objeto, acudí á los Sres. Hunt y Adrian Puga, suplicándo- 
les que me consiguieran ejemplares vivos de la planta; el primero los remitió 
al Sr. Urbina, y no llegaron á mi poder, pero afortunadamentelos ejemplares del 
Sr. Puga vinieron en buenas condiciones y me permitieron poder afirmar que 

Tomo IV.—24 


172 ANALES DEL INSTITUTO 


uno de los Ololiuqui es la Ipomea sidefolia, Chois. Después estudié los ejem- 
plares del herbario, y comparándolos con una planta que la Dirección había 
mandado pedir de Ozuluama, en donde abunda el Ololiuqui, llegué á la con- 
clusión de que por lo menos dos especies de Ipomeas llevan este nombre 
vulgar; lo que no es de extrañarse, pues como lo he indicado repetidas veces, 
regla general, los nombres vulgares indígenas más bien deben tomarse como 
nombres genéricos. Lo que se comprende fácilmente, puesto que aún ahora 
con los elementos de que dispone el botánico, repetidas veces vacila para de- 
cidir si dos plantas son dos especies, Ó una es variedad de la otra. 

Hecha la determinación botánica del Ololiuqui, corresponde á las otras Sec- 
ciones mostrar la misma actividad y empeño en hacer los estudios respectivos, 
pues de no ser así, dentro de algunos meses veremos en los diarios científicos 
extranjeros, el estudio químico y fisiológico de esta planta tan interesante, y 
una vez más el Instituto, por decidia, perderá el honor que le corresponde en 
el estudio de un representante de la flora mexicana. 

Debo decir, por último, que la parte usada del Ololiuqui son las semillas, 
y que en ninguna obra de materia médica se encuentra la menor indicación 
de que las semillas de las Ipomeas tengan principios tan activos como el que 
contiene el Ololiuqui. Esta noticia, al comunicarse al mundo científico, provo- 
cará desde luego estudios que deben estar precedidos por los que el honor y 
el deber le imponen al Instituto. 

Queda, pues, consignado que la Sección primera del Instituto, al presentar 
la identificación del Ololiuqui, ha llamado la atención oportunamente para que 
no se pierda la ocasión de hacer un estudio que le corresponde emprender des- 
de luego, si en algo aprecia el compromiso que tiene contraído con la Ciencia. 

El Sr. G. Alcocer dedicó el tiempo útil en el arreglo del Herbario, colocan- 
do en sus secciones respectivas algunos de los numerosos ejemplares de plan- 
tas que habían permanecido en las mesas de trabajo. 

El Sr. Tenorio dibujó lo siguiente, para el Album Iconográfico: dos figuras 
que representar la hoja y la cabeza de Chamal, Dioon edule, con detalles, en 
acuarela, de las semillas; para la Materia Médica dos Tepozanes Buddleia 
macrophylla y B. Humboldtiana, y el Junco, ó sea el Cereus serpentinus. 

México, Octubre 31 de 1899.—José Ramírez. 


SECCIÓN SEGUNDA. 


Se ha continuado el estudio de la Retama ó Tronadora (Tecoma stans) en la 
que hasta ahora se han encontrado los principios siguientes: 

Aceite esencial, grasa, cera, caucho, clorofila, materia colorante amarilla, re- 
sina ácida, ácido tánico, ácido orgánico indeterminado y tal vez un alcaloide 
Ó principio amargo. 

El Sr. Villaseñor pasó en limpio el trabajo que presentó el mes próximo 
pasado como turno de lectura, después de que el Sr. Ramírez le hizo las co- 


MEDICO NACIONAL. 173 


rrecciones que creyó convenientes y conforme se acordó en esa Junta; esperan- 
do solamente las observaciones que sobre él haga el Sr. Urbina para entregarlo 
á la Secretaría, y como de costumbre ha desempeñado los trabajos de escrito- 
rio y llevado cuenta de las altas y bajas de la Sección. 

Se recibreron 48 kilos de corteza de Boconia, con la que el Sr. Lozano co- 
menzó á extraer el principio activo que contiene y antes de que se altere. 

En el tiempo que estuvo en Amecameca un enviado de la Sección, extrajo: 
mil gramos de esencia de tabaquillo, otro tanto de esencia y de estafiate, unos 
cien gramos de esencia de otra planta cuyo nombre vulgar es Yerba endina y 
quinientos gramos de las semillas de la planta llamada Cominos rústicos 
(Arracacia multifida), y los que estudiándolos he encontrado hasta ahora y ade- 
más de la esencia una resina, azúcar, sales minerales, y un principio particu- 
lar que aún no he determinado. 

Se ha comenzado á destilar la semilla de otra Umbelífera, el Prionosciadium 
mexicanum, llamada Jalocote y se han envasado en sus frascos las prepara- 
ciones ya dispuestas para enviar á la Exposición de Paris. 

México, Octubre 31 de 1899. — Francisco Río de la Loza. 


SECCIÓN TERCERA. 


Por orden del Sr. Director nos ocupamos del Chamal desde el principio del 
mes en que se nos remitió, haciendo con el fruto un buen número de experien- 
cias, encaminadas todas ellas á investigar si dicho fruto posee las propiedades 
toxicas que se le atribuyen. 

A este efecto le ministramos á un perrito de 4,810 gramos de peso un coci- 
miento que contenía los principios de 10 gramos de pulpa del fruto, y duran- 
te el tiempo que duró la observación nose notó ningun síntoma que revelara 
la acción de la substancia en el arimal. 

El mismo día le ingerimos á otro perro, casi del mismo peso y edad, una 
emulsión hecha con las semillas machacadas del citado Chamal, en la dosis de 
10 gramos y tampoco observamos algo que llamara nuestra atención. 

Aumentamos la dosis de la pulpa lo mismo que la de las semillas á 20 gra- 
mos. Tampoco entonces vimos que se produjera acción alguna. 

Con la cantidad de 30 gramos de pulpa dada al perrito que nos sirvió en la 
primera experiencia no obtuvimos resultado. Y con la misma dosis de semi- 

Ma ministrada al mismo tiempo que la pulpa al perro de la segunda experien- 
cia logramos producir un vómito, compuesto en su mayor parte de alimentos. 

40 gramos de pulpa ingerida á un perro, cuyo peso daba la relación de 8 gra- 
mos por kilo de animal, no produjeron acción; pero la misma cantidad de se- 
millas machacadas ministrada á otro perro del mismo peso que el anterior le 
produjo á éste un vómito á la hora y 30 minutos de haberla tomado; otros dos 
vómitos un poco después. Al siguiente día se encontró el animal muy triste, 
no quiso comer y había en su madriguera huellas de haber vomitado y eva- 


174 ANALES DEL INSTITUTO 


cuado durante la noche. Así siguió el perro con un abatimiento notable, ape- 
nas probaba los alimentos, sus fuerzas fueron disminuyendo rápidamente y 
por fin murió, sin presentar otro signo cuatro días después de haber tumado 
las semillas de Chamal. 

Aumentamos todavía más las dosis de la pulpa y de las semillas á SO gra- 
mos, por haber encontrado insuficientes las anteriores, y obtuvimos con la pul- 
pa la prueba de su inercia, y con los frutos, después de una hora cuarenta 
minutos de su ingestión, el perro empezó á vomitar abundantemente arrojan- 
do á la vez gran cantidad de saliva. Los vómitos se componían en parte de 
alimentos no digeridos y en parte de un líquido blanquizco espumoso. La pér- 
dida del apetito fué completa, no volvió á comer y murió al siguiente día Do- 
mingo por lo que no se hizo la autopsía. 

Con esta dosis que supusimos tóxica seguimos experimentando siempre con 
los mismos resultados, y á uno de los perros que murió 60 horas después de 
la aplicación de la droga le hicimos la autopsia, encontrando: el corazón muy 
dilatado y llenas ambas cavidades de sangre muy fluida. Pulmones en su es- 
tado normal, Hígado congestionado y blando. Estómago sin alimentos, con- 
gestionado, con sus paredes engrosadas y retraídas de tal manera que hacían 
desaparecer su cavidad. El intestino tenía los mismos caracteres que el órga- 
no antes citado. Mesenterio, bazo y riñones congestionados. De todos los da- 
tos de la necropsia se deduce que el perra murió por gastro—-enteritis produ- 
cida por la droga. 

Podemos también concluir del estudio anterior que las semillas de Chamal 
son tóxicas para los perros á la dosis de 17 gramos por kilo. De manera que 
si como se supone estas semillas envenenan al ganado, una vaca por ejemplo, 
de un peso de 480 kilos necesita comer 8 kilos de semilla para morir, supo- 
niendo que á estos animales les produzca el Chamal el mismo efecto que á los 
perros. He seguido en el presente mes ocupándome de los asuntos de la Ex- 
posición, corrigiendo algunas pruebas para el periódico y arreglando los libros 
de informes. 

México, 31 de Octubre de 1899.—E. Armendaris. 


SECCIÓN CUARTA. 


Visita diaria por el subserito á los enfermos de la Sala de Terapéutica Clí- 
nica en el Hospital de San Andrés. 

Continuación del estudio del Chichicamole (Microsechium Helleri), de la 
Cóngora, (Phytolaca octandra), de la Salvia de bolita, (Buddleia perfoliata), 
y de la Yerba del zorrillo (Croton dioicus). 

A Felipe García que ocupaba la cama número 9 de la Sala de Terapéutica 
Clínica afectado de pleuresía con derrame del lado derecho, y á quien se ha- 
bía hecho una punción á fines de Septiembre, extrayéndole 1,500 c.c. de líqui- 
do sero fibrinoso, se ministró á principios del presente 1 gramo de Chichica- 


mole bajo la forma de extracto hidro—alcohólico, tratando de aprovechar sus 
pretendidas propiedades diuréticas. El éxito fué negativo, pues la cantidad 
de orina de 24 horas no aumentó; el día 2 se sube la dosis del remedio á 1 gra- 
no 50 con el mismo resultado, y entonces se le sustituye por una preparación 
con cafeina que inmediatamente provoca la diuresis y el alivio consiguiente 
del enfermo. l 

La Cóngora se usó siete veces en el mes buscando las propiedades purgan- 
tes que se dice posee: en cinco de los casos el resultado fué completamente ne- 
gativo y dudoso en dos, como puede verse por el resumen de las observaciones 
que pasamos á exponer. 

Juan Vargas, que ocupaba la cama número 1 de la 2* Sala de sífilis, afec- 
tado de atascamiento intestinal, tomó 1 gr. 50 de extracto hidro-alcohólico de 
frutos frescos de Cóngora y no tuvo ninguna evacuación. 

Manuel Bardane, de la cama número 22 de la misma Sala, con igual pade- 
cimiento, tomó 2 gramos del extracto mencionado y tampoco le produjo efecto 
alguno. 

Agustín Luna, del propio servicio, y con un padecimiento análogo, tomó 
igualmente 2 gramos del mismo extracto de Phytoloca octandra sin que le pro- 
vocara una sola evacuación. 

A J. M. Arteaga, del número 15 de Terapéutica y afectado de un gran re- 
cargo intestinal, se le prescribieron cuatro cápsulas de á O gramos 50 del ex- 
tracto que venimos estudiando, el cual se manifestó completamente inerte. 

A Francisco Soto, que ocupaba el número 4 del propio servicio y que lle- 
vaba seis ó siete días sin evacuar y tenía por consiguiente un gran recargo in- 
testinal, se le prescribieron 3 gramos del extracto consabido sin que le provo- 
cara ninguna evacuación; se le repitió el remedio en la misma dosis al siguien- 
te día con el mismo resultado negativo, viéndonos obligados á recurrir á un 
purgante oleoso para vencer la constipación de Soto. 

Bonifacio González afectado de enteritis catarral, tonió el día 21 seis cápsu- 
las de á O gramos 50 del extracto de frutos frescos de Cóngora, y cuatro horas 
después tuvo una evacuación pequeña pastosa y otra igual más grande nueve 
horas más tarde, sin que se hubiera notado modificación en el padecimiento 


de este enfermo. 
Arcadio Arciniega que, como hemos dicho varias veces, padece una doble 


lesión mitral descompensada y á quien urgía el día 20 provocar una deriva- 
ción intestinal, se le prescribió igual dosis (3 gramos), del propio extracto de 
Cóngora y tuvo tres evacuaciones líquidas muy «bundantes y acompañadas 
de cólicos intestinales, siendo la primera tres horas después de tomar el reme- 
dio y las siguientes diez y doce horas más tarde. 

La Salvia de bolita fué ministrada á Manuel Lebrija enfermo de tubercu- 
losis pulmonar con abundantes sudores nocturnos, desde el día 10 hasta el 17, 
bajo la forma de tintura y á la dosis de sesenta gotas al comenzar el sudor, el 
cual cesaba generalmente tres cuartos de hora después, y cuando esto no su- 
dedía tomaba otra dosis igual, entonces desaparecía aquel de quince á cuaren- 
ta y cinco minutos después de la segunda toma. 


176 ANALES DEL INSTITUTO 


El Sr. Dr. Fernando Altamirano posee dos observaciones favorables á la 
acción de la Salvia de bolita como anti-diaforética, que ha tenido la bondad de 
comunicarme y cuyos detalles voy á solicitar de dicho señor para dejarlos con- 
signados en mi próximo informe. 

Los Sres. Dres. José León Martínez y Francisco Bulman poseen también 
algunos casos de aplicación de la Buddleia perfoliata como antisudorífica, Cu- 
yos resultados se verán en los informes que han tenido la bondad de enviarme 
y que voy á tener el gusto de leer á continuación. 

La Yerba del zorrillo se ha usado como purgante dos veces en el mes, una 
bajo la forma de extracto de raíz ála dosis de Ogramos50 para combatir una 
enteritis con repleción del colon descendente, produciendo abundante efecto 
catártico sin cólicos y determinando el alivio inmediato del enfermo, y la otra 
en un constipado habitual en el que buscando efecto laxante, se le administró 
muchos días la dosis de Ogramos50 del polvo de la raíz sin éxito y con efec- 
to purgante cuando se aumentaba la dosis á 1 gramo, lo cual se hacía cada vez 
que estaba indicado. 

Nos hemos ocupado también en el mes, de formar un cuadro sobre la exis- 
tencia de manantiales de aguas minerales en diversos Distritos del Estado de 
Chihuahua, con las contestaciones que han dado los Presidentes Municipales 
de aquellos al cuestionario que-á este respecto les propuso el Instituto Médi- 
co Nacional y cuyo cuadro, que tengo la honra de presentar hoy á la Junta, 
servirá para formar la memoria respectiva en su oportunidad. 

Se han hecho diversos análisis de esputos y de orina pertenecientes á enfer- 
mos de la Sala de Terapéutica Clínica, se continuó el arreglo del Radiógrafo 
y se hicieron diversas correcciones de pruebas de imprenta correspondientes 
á trabajos de la Sección 4* 

El Dr. Cicero ha concurrido puntualmente y ha ayudado en todas las labo- 
res de la Sección. 

Acompaño los informes del Profesor Juan M. Noriega y de los Dres. Bul- 
man y León Martínez á que antes hice referencia. 

México, Octubre 31 de 1899.—Juan Martínez del Campo.—Tengo el gusto 
de entregar á la Secretaría hoy la parte Terapéutica del artículo sobre la Cón- 
gora Ó Mazorquilla (Phytolaca octandra). 


Tengo la honra de informar á vd. que durante el mes que hoy termina he 
preparado 100 gramos de extracto hidro-alcohólico de Salvia de bolita, 100 
de raíz de Yerba de zorrillo y 1,000 de tintura de Salvia de bolita. Se han 
empleado durante el mes las preparaciones siguientes: polvo de raíz de zo- 
rrillo, extractos de Tatalencho, Chapuz, Zapote, Cóngora y Chicamole, coci- 
mientos de Itamo, Grolondrina, Pata de león, tintura de Salvia y extracto de 
frutos de Cóngora y raíz de zorrillo. 

Protesto á vd. mis repetos. 

México, Octubre 31 de 1899.—J. M. Noriega.—Al Jefe de la Sección 4* del 
Instituto Médico Nacional Dr, D. Juan Martínez del Campo,—Presente, 


MEDICO NACIONAL. 177 


Tengo la honra de informar á vd. que en el curso del mes próximo pasado, 
he tenido oportunidad de emplear la Salvia de bolita, bajo la forma de tintu- 
ra, en tres tuberculosos á quienes aquejaban sudores nocturnos; en todos tres 
se ha empezado por la dosis de veinte gotas, ministradas en una sola toma. 
poco antes de que el enfermo se entregara al sueño, subiendo gradualmente 
hasta llegar á ochenta gotas. En uno de los casos, el resultado ha sido bastan- 
te halagador, pues los sudores han desaparecido enteramente, siendo de ad- 
vertirse que habían resistido á la acción de la atropina á dosis de un milígramo 
por día. En un segundo obsérvase diminución de los sudores; pero insignifi- 
cante y notoriamente menor que la producida por la atropina. En el último, 
los resultados fueron nulos. 

El día 24 del que corre empezó á ministrarse la tintura de Salvia de bolita 
á la dosis de cuarenta gotas al enfermo Juan Mendoza, quien ocupaba la ca- 
ma número 6 del Servicio de mi cargo; el enfermo en cuestión ingresó al Hos- 
pital en los últimos días de Septiembre, con el fin de curarse una neuralgía 
sciática. A mediados de Octubre empezó á tener calenturas vesperales segui- 
das de sudores profusos que se prolongaban durante la noche, y con el fin de 
curarle dichos sudores se le ministró la Salvia; durante el 25 y el 26 la situa- 
ción no se modificó y en tal virtud se aumentó la dosis de Salvia á sesenta go- 
tas, desde el día siguiente los sudores disminuyeron de gran manera y han 
desaparecido casi en la actualidad. 

Al comunicar á vd. el resultado de mis observaciones, me es grato recordarle 
cuanto le estima su afectísimo servidor y compañero. 

México, á 30 de Octubre de 1899.—José León y Martínez.—Sr. Dr. Juan 
Martínez del Campo.—Presente. 


En la 2 Sala de Medicina de Mujeres, á cargo del Sr. Dr. Don Juan N. Cas- 
tellanos en el Hospital de San Andrés, se han ensayado las siguientes prepa- 
raciones: 

El polvo de la raíz de la Yerba del zorrillo á la dosis de un gramo en cáp- 
sula, en ayunas y como purgante, en cinco enfermas: tres de hemorragia cere- 
bral, y dos de catarro seco del intestino, todas tuvieron cólicos y evacuaciones 
aguadas y abundantes. 

El Tepozán en cápsula á la dosis de 50 centígramos provocó efecto hipnó- 
tico á las tres horas de su administración en ocho enfermas: cuatro tuberculo- 
sas, tres de hemorragia cerebral y una de insuficiencia mitral. 

El cocimiento de la Yerba de la golondrina al 25 por ciento como antidia- 
rreico fracasó en cuatro de enteritis tuberculosa. 

El cocimiento al 20 por ciento de Pata de león como purgante fracasó en 
una hemorragia cerebral. La misma dosis (100 gramos) del cocimiento como 
diurético en un caso de insuficiencia mitral no dió resultado. 

80 gotas ter de la tintura de Salvia de bolita suspendieron los sudores en 
tres tuberculosas pulmonares. 


178 ; ANALES DEL INSTITUTO 


, 5 y , E : 

El cercus grandi-florus á la dosis de 30 gotas ter al día y por espacio de 
cinco, no produjeron modificaciones en el pulso y en la orina en una enferma 
afectada de insuficiencia mitral. 


México, Octubre 31 de 1899.—Dr. F. Bulman. 


LECTURA DE TURNO. 


Los Sanatorios para tuberculosos en el Valle de México 
por el Dr. Daniel Vergara Lope, M. $. A. 


PROFESOR AYUDANTE DE LA SECCIÓN 32 


La mesa central de la República Mexicana, y más aún el Valle de México, 
se encuentran en condiciones climatéricas especiales para establecer en ellos 
casas de salud ó sanatorios apropiados para el tratamiento de un gran número 
de enfermedades generales y del aparato respiratorio. 

Esta clase de establecimientos sanitarios han sido muy útiles en toda época 
á la humanidad doliente, y en la actualidad, que las ciencias médicas aprove- 
chan de una manera más amplia y directa los medios que ofrece la Naturale- 
za en la climatología y en un gran número de factores del orden biológico, los 
que mejor se conocen y en consecuencia mejor se aplican, los sanatorios celi- 
mato—terápicos, y muy especialmente los de altitud, adquieren cada día una 
importancia mucho mayor. Los ingleses acuden en busca de su salud hasta 
las cumbres elevadísimas del Himalaya ó se remontan á las altiplanicies de 
los Andes. Los europeos, en general, pueblan llevados por el mismo fin, los 
valles y cañadas habitables en las altitudes del viejo continente, y así vemos 
cómo han surgido Davos, Arosa, Falkenstein, etc., que se yerguen con su as- 
pecto pintoresco al pie de los ventisqueros de los Alpes y de otras cordilleras 
europeas. En los Estados Unidos de América, en el Estado de Colorado, su 
capital, Denver, es también el sitio elegido por los pobladores de ese país, y 
en él también buscan la mejoría Ó la curación de sus afecciones pulmonares, 
de la terrible é inexorable tuberculosis. Mas ninguna, absolutamente ningu- 
na de las estaciones mencionadas, y son de las de primer orden en su género, 
podrían competir con las ventajas que tendría un sanatorio establecido sobre 
las vertientes de las cordilleras que circundan nuestro hermosísimo valle de 
México. 

El establecimiento de sanatorios especiales para el tratamiento de los tísi- 
cos es tanto más importante cuanto que cada día sabemos más que el éxito de 
dicho tratamiento depende sobre todo del régimen, del modus vivendi á que 
deben someterse esta clase de enfermos, y que nunca puede realizarse debida- 
mente, si no es sometiéndolos por completo á una vigilancia médica constante, 
secuestrándolos en estas casas de salud, y obligándolos á regir con método 


MEDICO NACIONAL. 179 


riguroso todas sus costumbres; deben de esta manera someterse á una verda- 
dera y nueva educación de su modo de ser físico y moral. Mientras más trata- 
mos esta enfermedad procurando conocer mejor la multitud de sus condicio- 
nes patológicas y el carácter habitual en esta clase de enfermos, más desgra- 
clada nos parece la tarea, aunque empleemos los tratamientos más apropiados, 
los mejor aconsejados y aun en medio de las condiciones climatéricas más pro- 
picias; nada de esto sirve si no podemos ejercer una vigilancia absoluta, tanto 
sobre el estado físico como sobre el estado de ánimo de estos pacientes, en quie- 
nes debemos procurar por todos los medios posibles el desarrollo de costum- 
bres nuevas y buenas y la supresión de los malos hábitos, que se encuentran 
con tanta frecuencia en ellos desgraciadamente. 

El Dr. Otis, de Boston,* refiriéndose á este asunto, compara los efecto ob- 
tenidos en el tratamiento de la tuberculosis, según que el enfermo se encuen- 
tre libre en todos sus movimientos ó sujeto á las prescripciones y encierro de 
un sanatorio, á los que se obtienen en la curación de cualquiera enfermedad 
grave, más ó menos aguda, antes y después de haberlo confiado á los cuidados 
de un enfermero eficaz, hábil é inteligente. ¡Qué diferencia respecto al pronós- 
tico antes y después de llenada esta condición! El tuberculoso, libre ó encerra- 
do y ante la vigilancia médica, se encuentra en idénticas condiciones. 

Mas es indudable, que en igualdad de estas condiciones determinadas, siem- 
pre que las particularidades del clima regional sean de las más satisfactorias, 
las ventajas que ofrezca un sanatorio estarán forzosamente en relación con di- 
chas ventajas, pues á nadie se le ocurre que sea igualmente benéfico un sana- 
torio en Mérida ó en Veracruz, que en México ó Zacatecas. Vamos, pues, á 
hacer una comparación, aunque no tan extensa como yo lo deseara, entre las 
condiciones y ventajas que nos ofrecen los sanatorios que hay en la actualidad 
ya establecidos, y las que puede disfrutar un sanatorio que se estableciese en 
las alturas de nuestro valle. 

Con excepción de las regiones del Himalaya, en las cordilleras de la Indo 
China, y en la de los Andes del Perú y Bolivia, no hay alguna otra entre las 
que existen, que posea la dulzura y uniformidad de estaciones que tiene el 
clima de México. Los sanatorios europeos, sin llegar á tener la altura sobre 
el nivel del mar que tienen nuestros valles, son inhabitables durante el invier- 
no para multitud de enfermos delicados, para quienes se hace muy peligroso, 
y á veces imposible, arrostrar el frío de tales regiones. En Davos, por ejem- 
plo (1,560 metros de altitud), que es una de las estaciones más afamadas en 
Europa por la bondad de su clima y por los buenos resultados que ahí se ob- 
tienen en la curación de los tubreulosos, el frío es tan intenso, que el termó- 
metro señala algunas veces hasta —25%y —30*centígrados; nieva en'toda esta- 
ción, siendo Agosto el mes en que se observa menor cantidad de nieve. Desde 
Noviembre hasta Abril y en ocasiones hasta el mes de Mayo, el Valle de Da- 
vos está cubierto por la nieve, la que llega á alcanzar más de 1 metro de altu- 

1. Edward O. Otis, M, D,, de Boston. Transactions of the American Chimatological Association. Vol. 12: 


—1896.—p. 26, 
Tomo 1V.-—25 


+ 


A 


180 ANALES DEL INSTITUTO 


ra y hasta 2 metros 10 centímetros (el 8 de Febrero de 1892). La época de la 
fusión de las nieves que comienza hacia el mes de Marzo, es un período muy 
desagradable y muy temido por los huéspedes de «Davos»' y sin embargo de 
esto, durante el estío la columna termométrica asciende hasta cerca de 30? 
(2798 según Moeller). 

Cuán diferentes son los datos que se recogen en los observatorios meteoro- 
lógicos del Valle de México. Según el Observatorio Meteorológico Central de 
la Ciudad de México, y después de 21 años de observaciones cotidianas, la 
temperatura media anual es +-15%5, la media de las mínimas ha sido+6%5 y la 
mínima absoluta observada durante todo ese perívdo de tiempo ha sido—197. 
La máxima media ha sido 25% y la máxima absoluta (maxima maximorum), 
igual á 3198. Este Observatorio y el de Tacubaya, cuyas observaciones difie- 
ren muy poco entre sí (1 décimo de grado casi siempre), están situados cerca 
del extremo S.0. de dicho valle y á una altura sobre el nivel del mar de 2,280 
metros, el Central, y de 2,322 el de Tacubaya. En el extremo N.E. y sobre las 
vertientes de la cordillera que lo circunvalan por este rumbo, se encuentra el 
Observatorio Meteorológico de la ciudad de Pachuca, distante de los primeros 
80 kilómetros próximamente, y á una altura de 2,425 metros sobre el nivel 
del mar. En este lugar, las observaciones llevadas á cabo el año de 1896 nos 
ofrecen una media anual de+14?1, siendo las temperaturas máxima y mínima 
observadas iguales 44-307 y +0%2, respectivamente. 

Estos datos y los primeros, tomados como han sido en los dos extremos 
opuestos del valle de México, cuya orientación es de N.E. á S.O., bastan por 
sí solos para formarse una buena idea acerca de la temperatura y de la bon- 
dad del clima de casi todos los puntos intermedios, puesto que solamente cir- 
cunstancias muy localizadas podrán modificarlo ¿an situ, y naturalmente pode- 
mos concluir en pro de las ventajas y comodidad de nuestro clima. Hacemos 
aquí uso de la palabra «comodidad» recordando la clasificación que hace el Dr. 
Dettweiler (Director del sanatorio de Falkenstein), respecto al clima de las 
estaciones dedicadas á los tuberculosos. Este señor dice: “Se distinguen climas 
“cómodos y climas incómodos: los primeros son los que exigen menos, los otros, 
““los que exigen más cuidados en la manera de vestirse, de abrigarse y de evi- 
“tar toda influencia nociva. Entre las condiciones más ó menos incómodas, 
“consideradas desde este punto de vista, se deben señalar todas las del centro 
“de Europa, á causa de las variaciones bruscas de temperatura; pero esto no 
““quiere decir que las estaciones del Sur de Europa dejen de tener igualmente 
“sus peligros.” 

El Dr. Licéaga sustituye á esta clasificación la de «climas absolutamente 
ventajosos» y «climas relativamente útiles» colocando entre los primeros por 
todos motivos los de la Mesa Central de México, y entre los segundos los eli- 
mas de las estaciones europeas citadas por Dettweiler. ? 

1. Dr. Moeller—““Davos”—Reyue de questions scientifiques—Vol. V.—Avril, 1894. 


2. Una visita al sanatorio de Falkenstein.—Memoria leída en la Academia Nacional de Medicina de la Ciu- 
dad de México, en Diciembre de 1890. 


Y 
MEDICO NACIONAL. : 181 


Puesto que el grado de altitud es un factor tan importante de tener en cuen- 
ta para estos sanatorios, es necesario no perder nunca de vista que los sanato- 
rios europeos están lejos de poseer la altitud á que pueden fundarse los nues- 
tros y esto en medio de un clima tan dulce y uniforme. Ya vimos cuál es la 
altitud del sanatorio del valle de Davos, uno de los más elevados: el de Fal- 
kenstein se eleva solamente á 400 metros. (En el Taunus, cerca de Francfort 
an Main.) 

Lo repetimos, pues, solamente en el Himalaya y sobre los Andes puede el 
hombre elevarse á mayor altura que la que tiene nuestra Mesa Central y po- 
seer climas tan suaves y saludables como el nuestro; pero si en este sentido 
gozan de iguales ó mayores ventajas dichas regiones, tienen en cambio un gra- 
ve inconveniente para la gran masa de humanos que pueblan la Europa y el 
Norte de América, cuyas poblaciones son precisamente las más interesadas en 
este asunto, pues que ellas son las más perseguidas, las más minadas por la 
tuberculosis, y las más ávidas de verse libertadas de tan terrible mal: este in- 
conveniente grave es, la enorme distancia á que se encuentran tales regiones 
así de Europa como de Norte América. Esta distancia mucho más considera- 
ble, origina forzosamente grandes deficultades muy fáciles de prever; gastos 
cuantiosos, travesías más largas y peligrosas, la habitación en regiones en don- 
de la vida social está lejos de ofrecer todas las grantías que ofrecen ya actual- 
mente las ciudades y poblaciones situadas en nuestro valle. 

Por parte nuestra, en favor de los sanatorios que aquí se establecieran, te- 
nemos desde luego amplias vías de comunicación con todas las principales 
ciudades de los Estados Unidos y de Europa, fáciles, seguras y rápidas; una 
travesía de cuatro ó seis días en ferrocarriles muv cómodos, basta para que 
nos traslademos á Nueva York, á Nueva Orleans, á Quebec, á Montreal, etc.; 
quince ó veinte días bastan para llegar á la mayor parte de las grandes ciu- 
dades de Europa, con la misma comodidaa y rapidez. No es necesario acumu- 
lar mayor número de datos para comprender cuanto más fácil sería el acceso 
á un sanatorio establecido en el valle de México, que á los que se establecie- 
sen en la meseta de Palmira ó á orillas del Titicaca. 

El valle de México no solamente halaga por su espléndido clima, sino tam- 
bién por sus bellos panoramas, su azul y hermoso cielo y por la transparencia 
y la pureza de su clara atmósfera. Sabido es que en todos los países de altitud, 
la transparencia del aire, el poder de la irradiación luminosa y los celajes cre- 
pusculares de colores variadísimos y brillantes, imprimen un sello de singu- 
lar encanto al paisaje y que estas condiciones de belleza han hecho siempre 
célebres los valles y cordilleras de la Suiza. Mas sin perder de vista nuestro 
objeto principal, debemos fijar nuestra atención en que estas bellezas no sola- 
mente tienen importancia por lo mucho que deben ayudar al médico distra- 
yendo al enfermo de su terrible enfermedad y obrando poderosamente sobre 
su ánimo enfermizo; hay que recordar igualmente que la abundancia de luz 
hace que el poder bactericida de este agente pueda tener lugar en las altitudes 
en una escala mucho mayor que en los lugares menos iluminados. El poder 


182 ' ANALES DEL INSTITUTO 


bactericida de la luz es un hecho ya perfectamente demostrado, y su acción 
debe necesariamente tener influencia sobre un buen número de estados pato- 
lógicos de origen bacteriano. 

En artículos y en libros especiales me he ocupado de estudiar los medios 
anatomo-fisiológicos que tienden á inmunizar más ó menos para la tisis al 
hombre habitante de las altitudes; las estadísticas nos han dado ya la seguri- 
dad sobre la enorme diferencia que hay entre el número de tuberculosos que 
existen en las ciudades de los Estados Unidos, de Europa y de nuestras cos- 

s, y el numero mucho menor de estos enfermos en las ciudades de nuestras 
altiplanicies; y sin necesidad de recurrir á los datos que nos proporcionan la 
comparación de los números y los datos científicos, la ventaja del clima de Mé- 
xico para los tuberculosos es reconocida desde hace mucho tiempo, tan sólo por 
la observación vulgar, por la fuerza de los hechos, y este conocimiento se ge- 
neraliza más cada día entre los habitantes de Norte América y de nuestras 
ciudades situadas en los niveles inferiores. 

Muy por encima de las opiniones vulgares pero ok favorables, han 
sido desde hace largo tiempo las opiniones de muchos clínicos y de sabios ex- 
perimentadores, siendo en México el campeón decidido en favor del tratamien- 
to de la tuberculosis por los climas de altitud, el Sr. Dr. Don Eduardo Licéaga. 
Con su autorizada voz, ha llamado siempre la atención sobre la conveniencia 
que había indudablemente en el establecimiento de sanatorios para tuberculo- 
sos en las ciudades de la Mesa Central, y por mi parte atendiendo á este lla- 
mamiento del Maestro, y vivamente interesado en los estudios que tienen por 
objeto libertar á la humanidad de plaga tan horripilante, acudo también con 
mi humilde labor, la que tantas veces he dedicado al mismo fin. Con el esta- 
blecimiento de dichos sanatorios, cerca de nuestra Capital, entre las cordille- 
ras que guarnecen nuestro Valle, ganará la humanidad muchísimo y ganará 
también nuestro país. 

El Dr. Licéaga nos dice: “En los alrededores de la ciudad de México, en 
“donde es muy reducida la mortalidad por tisis; que se encuentran situados 
“casi á 3,000 metros sobre el nivel del mar; cerca ó en medio de bosques de 
“coníferas; en donde se puede permanecer al aire libre en todas las estaciones 
“del año y durante la mayor parte de todos los días, es más conveniente esta- 
“blecer un Hospital para los tísicos (Sanatorium) que en cualquier otro de 
“los sitios en donde existen establecimientos similares.” * 

Efectivamente, cerca de nuestra Capital, hacia el S.O. en la región de la cor- 
dillera en donde se desarrolla la línea del Ferrocarril de Cuernavaca, un po- 
co más allá y á mayor altura de los pintorescos pueblecillos de Mixcoac, San 
Angel y Contreras, entre las gargantas sinuosas y cubiertas de rica vegetación 
que se abren en las vertientes del Ajusco y de la sierra de Las Cruces, se en- 


cuentra gran cantidad de sitios bellísimos y de los más adecuados para ese 
objeto. 


1. E. Licéaga.—Menm. cit.—pág. 19. 


MEDICO NACIONAL. 183 


La cordillera ó sierra del Ajusco forma el macizo más elevado entre la sie- 
rra del Popocatépetl é Ixtacíhuatl (Sierra Nevada) y la cordillera de Las Cru- 
ces; mide en varios puntos hasta cerca de 4,000 de altura sobre el mar. El 
suelo de su vertiente oriental ó sea la que declina hacia el Valle de México, 
está formado en una gran extensión por los productos de poderosas corrientes 
de lava volcánica emanada de cráteres situados en esa región, sobre todo del 
cráter del cerro del Xitle, situado en el mismo costado de esta vertiente y muy 
próximo del vértice del Cerro de Ajusco, de cuyo, macizo principal depende. 

La región formada por este manto de roca es bien conocida con el nombre 
de «El Pedregal»! forma en toda su extensión, desde Contreras hasta Tlál pam, 
un suelo por completo impermeable, pero excesivamente accidentado. En sus 
múltiples abras y demás sinuosidades se ha venido depositando el humus, que 
existe sobre él en grandes capas, hacia los macizos más poderosos de las ver- 
tientes, y alimenta una vegetación ricamente variada y vigorosa, en gran par- 
te formada por coníferas. Esta poderosa vegetación, lo escabroso de la super- 
ficie y la gran altura que tiene esta región sobre el nivel del Valle la hacen en 
general de lo más pintoresca y encantadora, pues que en ella se puede disfru- 
tar de incomparables puntos de vista, con extensísimos y espléndidos panora- 
mas, que vienen á realzar las condiciones de primer orden que en ella se en- 
cuentran para la salud general y principalmente para el establecimiento de 
un sanatorio para tuberculosos. 

Subsuelo impermeable y rocalloso, impropio en lo absoluto para el desarro- 
llo de bacterias, suelo permeable cubierto de rica vegetación y con declives 
considerables que dificultan y en general impiden el estancamiento de las 
aguas; corrientes y manantiales de agua potable en número bastante, peque- 
ños valles y cañsdas poblados de gigantescas coníferas y abrigadas de los vien- 
tos arrasantes por los macizos rocallosos, tales son las condiciones y aspecto 
de esta región deliciosa y saludable, en donde á cada momento se sorprende 
la vista con el paisaje cuyos términos llegan algunas veces á espaciarse en 
proporciones gigantescas, dejando que ella se dilate hasta el más lejano hori- 
zonte, hasta el extremo opuesto del inmenso valle, en una extensión de más 
de 100 kilómetros. En los primeros relieves de esta vertiente pueden contem- 
plarse desde esta altura los pintorescos y fértiles villorios que ya hemos men- 
cionado: Tizapán, Mixcoac, ete., se distinguen las númerosas calzadas ornadas 
de árboles que las unen entre sí, con la Capital y con el famoso Castillo de 
Chapultepec rodeado de su hermoso y secular bosque. La Capital se ostenta 
majestuosa, reclinada en el fondo del valle, á una distancia de 25 á 30 kiló- 
metros, perceptible por su extensión y la blancura de sus edificios, y haciendo 
aparecer tras ella, más suaves y delicados los tintes azules y argentados de los 

lagos que la rodean. Por último, hacia la derecha, por el Oriente, los dos gran- 
des volcanes de la Sierra Neváda, el Popocatépetl y el Ixtacíhuatl, levantan 


1. Puede leerse la descripción de “El Pedregal” en el Informe de la Comisión de Aguas de la Ciudad de 
méxico al Ayuntamiento de esta Ciudad, presentado por el Sr. Ingeniero Guillermo B. y Puga—Jefe de dicha 
Comisión—pág. 165 del original. Véase también el plano de la región que acompaña á nuestro escrito 


184 ANALES DEL INSTITUTO 


sus vértices deslumbradores de blancura á una altura que contemplada desde 
estos sitios parece elevarse mucho más de lo que aparecen cuando se ven des- 
de el fondo del valle. 

Esta perspectiva grandiosa, con multitud de cambiantes en sus efectos se- 
gún la hora del día puede disfrutarse desde un gran número de puntos de di- 
cha vertiente, ya sea remontándose hacia los bosques de El Desierto, por Cua- 
Jimalpa (2,760 metros de altitud), ya desde San Nicolás Totolapa, simpática 
aldea que se encuentra arriba de Contreras y de la Hacienda de Eslava (á 
2,628 metros), Ó ya en terrenos de esta última hacienda ó desde «La Cañada 
de la Magdalena.» . j 

En todos estos sitios la temperatura está en general uno ó dos grados cen- 
tígrados más baja que la de la Ciudad de México; pero es más regular en su 
marcha, como lo demuestran las observaciones del Sr. Dr. Altamirano, reco- 
gidas casi simultáneamente en la casa de la Hacienda de Eslava (2,300 ms. de 
altitud ap.), en la Ciudad de México y en la Villa de Guadalupe. Fundándose 
en los resultados así obtenidos durante el curso del mes de Julio de 1895 di- 
ce el Dr. Altamirano que: “la temperatura media es más elevada en La Villa, 
“menos en México, y menos aún en Eslava. La Villa es, pues, más caliente 
“que Eslava y que México; pero en cambio las variaciones de la temperatura 
“de la mañana á la tarde son mucho más marcadas en Guadalupe que en los 
“otros dos puntos. Estas oscilaciones están representadas próximamente así: 
723 para Eslava, 78 para México y 11? para la Villa.” 

“En general el clima de Eslava” y podríamos nosotros añadir de toda la 
“región montañosa de S.O. del Valle: es más frío, más humedo y menos va- 
“riable que el de la Capital.” 

Para aumentar en lo posible estos datos meteorológicos que tanto deben de 
tenerse en cuenta, siempre que se trata del establecimiento de un sanatorio, 
hemos tomado en persona algunas observaciones en esta región, en los meses 
de Noviembre y Diciembre de 1898 y en Febrero, Abril y Mayo de 1899. Es- 
tas observaciones confirman los resultados que obtuvo el Dr. Altamirano. 

La hidrometría de las mismas regiones es naturalmente muy importante 
de conocer y en este sentido proporciona muy buenos datos el informe oficial 
de Beltrán y Puga, que ya hemos mencionado, y en el que se lee lo siguiente: 

“Las lluvias se presentan generalmente en dos períodos del año: uno pri- 
maveral y otro que se extiende del estío al otoño. En el primer período las 
lluvias vienen casi siempre del S.0.; en el segundo vienen del N.E. y van 
al S.0. 

El primer período es menos abundante que el segundo, aun cuando es más 
común que el primero tenga lluvias más impetuosas en los meses de Febrero 
á Abril. 

El segundo constituye la verdadera estución de aguas, comienza regular- 


mente en el mes de Mayo, después de una temporada corta que lo separa del — 


1. Informe á la Secretaría de Fomento del Director del Instituto Médico Nacional, Dr. Fernando Altami- 
rano. sobre algunas excursiones á las montañas del Ajusco y serranía de Las Cruces. —México, 1895. 


a 


y 


MEDICO NACIONAL: 185 


anterior en la cual se observan las temperaturas más elevadas del año (20? á 
24" centígrados ordinariamente). Este segundo período termina en los meses 
de Septiembre ú Octubre. 

Ml baesoter especial con que se presentan 148 lluvias durante este segundo 
período, es el siguiente: Habitualmente pasan tres ó cuatro días sin llover y 
en el espacio de un mes caen tres ó cuatro aguaceros de 30 ó 40 milímetros. 

En Septiembre y Octubre tienen lugar+los aguaceros más copiosos del año 
que pasan algunas veces de 40 milímetros y vienen en general del N.E. 

Hé aquí los promedios mensuales de la cantidad de lluvia, deducidos de más 
de 19 años de observaciones en la ciudad de México y de 10 de observaciones 
en Tacubaya, población que se encuentra cargada más hacia el S.O. del valle, 
que la ciudad de México. 


MEXICO. TACUBAYA. 
CO RAS 4.1 2.3 
ELECO ds 5.5 02 
IA a tod 15.4 14.9 
o. sei ia Rad SAA ÓN 14.9 ES 
AO sl oc caidos 51.0 48.5 
POROS IRE CS e o 103.9 136.0 
AA e UNA e EE AA 104.3 107.5 
OSO iio ca diia molto e e 123.3 140.1 
SOpuemibre uDani nda 101.0 128.3 
WEI da e al 43.4 62.5 
MA A 1143 12.4 
INICIO Depa, e EA e 3.8 4.5 
Término medio mensual......... 581.6 683.5 


Lo que manifiesta un exceso de 101 milímetros más en Tacubaya que en 
México. 

Ya estos números indican algo respecto á la Mayor cantidad de lluvias en 
las regiones elevadas del S.O., pues sabemos que Tacubaya está en esa di- 
rección respecto á la Capital y más elevada que ésta. Los datos siguientes, 
tomados como los anteriores del informe del Sr. Puga, confirman este modo 
de ver. 


ALTITUDES. LUGARES. MESES. (1897.)* 

a A Mayo. JON Julio. Agosto. Septbre. 
2282 México (Ob Met. Cent.)...... 19.0... 1999. 1296 15391304 
2324 Tacubaya (Ob. Astr.)......... 290 TBB'5S MIT5 14L5 1645 

1.2350 Urbina(Estacióndel F.N.M) 238 1670 2129 1478 1133 
EA San Bartolo caidas isabel LO oda 165.5 153.4 
2880... El Contadero: cocaina conicninco. BENE 83.1 1770 1584 184.2 
62. Huisquilucan..n.ioio conocio 620. 2113 1784 2224 1346 
CA A OA 2391 ASIS 
MUDA SanBedro ALÍSPulco.: 00.0 ccócio Bean cos 188.4 188.1 
E E Ema parasitos. tasocados Cecanoo o BRA ad ISI 


* El año de 1897 fué excepcionalmente abundante en lluvias (nota de Puga). 


186 ANALES DEL INSTITUTO 


Por estos datos y otros estudios especiales del Sr. Puga expuestos extensa- 
mente en su informe, deduce éste señor el promedio anual que corresponde á 
la cantidad de lluvia que cae normalmente en el 5.0. del valle de México, se- 
ñalando este promedio igual á 850 milímetros ó sea 268 milímetros más que 
en la Capital. 

Si por una parte la abundancia de lluvias en esta región del Valle tiende 
á aumentar la cantidad de humedad relativa, no pasa así con la cantidad ab- 
soluta de vapor de agua en suspensión en la atmósfera: el grado de tensión 
del vapor de agua, la evaporación, se encuentran como siempre en relación con 
el grado de la presión atmosférica, la que más disminuída cuanto más eleva- 
do es el sitio de la atmósfera que se considera, trae como consecuencia directa 
la evaporación más rápida, la desecación más pronta de todo cuerpo que con- 
tenga agua, y por lo que toca á los organismos, una actividad mucho mayor, 
que se traduce igualmente por la evaporción de mayor cantidad de ese líqui- 
do al través de las superficies cutánea y respiratoria. Constituyendo este últi- 
mo fenómeno, según se encuentra demostrado en obras especiales, la causa 
directa del fenómeno de la concentración de la sangre del hombre que vive en 
tales alturas (hiperglobulia de algunos autores). 

Este hecho, la concentración de la sangre, que influye de una manera tan 
importante én la fisiología humana, es uno de los factores poderosos que con- 
tribuyen á la inmunidad para la tuberculosis, * y la que encontraremos siem- 
pre en los sanatorios de altitud tanto más marcada cuanto más notable es ésta. 
En la Mesa Central de México, tenemos estas alturas ya tan considerables, en 
unión de una temperatura uniforme que casi nunca desciende hasta el O cen- 
tímetros y que en el estío se modera agradablemente por las lluvias. Esto se 
une á una iluminación sorprendente en medio de paisajes espléndidos, en un 
país en el que se hallan bien aseguradas las garantías individuales, á inme- 
diaciones de una gran ciudad, provista de todos los elementos de vida, con la 
que esta región del S.O. está unida por medio de un ferrocarril seguro y fácil 
que conduce en un espacio de 50 á 145 minutos. 

Creo que todo esto manifiesta con suficiencia la necesidad del establecimiento 
de un sanatorio para tuberculosos en nuestro valle de México, y las grandes 
ventajas que tendría sobre cualquiera de los establecidos ó que se estableciesen 
en otras regiones. Triste es que hasta la fecha no contemos entre nosotros 
ni con la más humilde casa de salud dedicada especialmente á este género de 
enfermos, cuando la natnraleza de nuestro clima nos está brindando á poder 
ofrecer entre nosotros un beneficio tan magno á la humanidad doliente, y cuan- 
do, conforme lo hemos dicho,.es el único medio bien demostrado para obtener 
mejores resultados en el tratamiento de la tuberculosis. 


1. Consultar—““La vie sur les hauts plateaux'”” por Herrera y Vergara Lope, 


> 30 
E LISTA DE COLABORADORES 


+ ¿Que — A ad he “SA ne 
re z Td % 
E > ne 


ro A 


an A 
INSTITUTO MEDICO NACIONAL DE MEXICO 


En la República Mexicana. 
Sr. Dr. Francisco Bulman.—3? del Reloj 13, 


Sr. Dr. Carbajal Antonio. —Callo del Jardín de San Fernando núm. 10. México (D. F.. 
0 Sr. Dr. Dugés Alfredo. —NaruraLisra. Guanajuato. (E. de Guanajuato.) 
Sr. Ingeniero Ferrari Pérez Fernando.—Director de la Sección de Historia Natural de la 


Comisión Geográfico Exploradora. Profesor de Teenología en la Escuela Nacional de Agri- 
cultura. Fisico. Químico. NATURALISTA. Calle de los Siete Principes n? 16. México (D. E.) 
Sr. Dr. Gayol Fernando.—Calle Cerrada de Santa Teresa núm. 5. México (D. F.). 

Sr. Dr. Gómez Elías. —Cuernavaca (E. de Morelos). 
Sr. Dr. Hernández Francisco.—A patzingán (E. de Michoacán). 
Sr. Profesor en Farmacia Herrera Alfonso.—Profesor de Historia Natural en la Escuela 
Normal para Profesores y de Historia de Drogas en la Escuela Nacional de Medicina de 
México. NaturaLIsTa. Calle 3% de la Ribera de Santa María núm. 6. México (D, F.). 
Sr. Profesor en Farmacia Herrera Alfonso L.—Ayudante Naturalista en el Museo Nacio- 
nal de México. ZooLoGIsTa. Calle 3% de la Ribera de Santa María núm. 6. México. (D. F.). 
E Profesor en Farmacia Lasso de la Vega José María.—3* Calle del Reloj. Botica. México 
PLE E Sr. De. León Nicolás.—Tepeji del Rio (Estado de Querétaro). 
Sr. Dr. Medal Juan.—Morelia. (E. de Michoacán). 
- Sr. Dr. Mendizabal Gregorio.—Calle de Montealegre núm, 10. México. (D. F.). 
Sr. Dr. Noriega Tomás.—Hospital de Jesús. México. (D. F.). 
Sr. Dr. Otero Miguel.—San Luis Potosi. (E. de $. L. P.). 
Sr. Dr, Parra Gabriel.—Tlatlauquitepec (E. de Puebla). 
Sr. Profesor en Farmacia Puga Adrián.—Química Y FArMAcoGNosIa. Botica de la Compa- 
fia. Guadalajara (E. de Jalisco). > : 
Sr. Ingeniero Puga Guillermo B.—México. Tacubaya. (D. F.). 
Sr, Dr. Peña Cutberto.—Córdoba (E. de Veracruz). 
Sr. Lic, Rebollar Rafael.—2* Calle de Necatitlán núm. 22. México (D. F.). 
- Sr. Profesor en Farmacia Reyes Julio.—México (D. F.). 
Sr, Ingeniero Robirosa José N.—San Juan Bautista (E. de Tabasco). 
Sr. Ing. José C. Segura. —Escuela de Agricultura. 
Sr. Dr. Torres Ezequiel.—Chihuabua (E. de Chihuahua). 
Sr. Profesor Urcelay y Martínez Alberto M.—Mérida (E. de AS 
; Sr. Dr. Urbina Manuel.—Director interino y Profesor de Zoología Botánica del Museo 
Nacional de México. Profesor de Botánica en la Escuela Nacional Preparatoria. BorÁNIcO. 

-32 Calle de San Juan. Botica. México (D. F.). 

Sr. Dr. Villada Manuel. —Profesor de Mineralogía, Geología y Paleontología en el Museo 

Nacional de México. Profesor de Botánica Agricola en la Escuela Nacional de Agricul- 

tura. Villa de Guadalupe (D. F.). 


í En el Extranjero, 


Mr. Bocquillon Limousin Henry.—Pharmacien de 1'* classe á Paris. Pharmacologiste. 2” 
+ Rue Blanche. Paris. 
Mr. Heckel Edouard.—Professeur á la Faculté des Sciences et á Ecole de Medicine de 
Marseille et Directeur de les Annales de l'Institut Colonial de Marseille. 
- Sr. Profesor Jules Hudas.—Paris. E 
Sr. Profesor Joseph P. Remington. —Phyladelphia. E. U. 
Sr. Profesor Henry A. Rusby.—Nebraska. (N. J.). 
Sr. Profesor Casimiro De Candolle.—Ginebra. 
Sr. Dr. E. Janssens.—Bruselas. 
Sr. Profesor Fernand Ranwetz.—Lovaina (Bélgica). 
Sr. Profesor Leon Crismer.—Bruselas. 
Sr. Nathamel Lord Briton.—Nueva York, E. U. 


-—NOTA.—Se suplica á los Señores Miembros y Colaboradores del Instituto Médico, 
remitan oportunamente noticia de los cambios de dirección, etc., para publicarlos con 
- exactitud. 


sr: 


EL INSTITUTO MEDICO NACIONAL. 


Es un Establecimiento científico que tiene por objeto el estudio de la fauna, flora, 
climatología y geografía médica nacionales y sus aplicaciones terapéuticas, 

Está dividido en las siguientes Secciones: 

192— De Historia natural Médica, Se ocupa en colectar, clasificar, describir y conser- 
var las diferentes especies de plantas y animales. 

22—De Química analítica. Tiene por objeto la análisis respectiva, y suministrar los 
principios activos y preparaciones necesarias para la experimentación. 

32— De Fisiología experimental. Esta Sección está encargada de estudiar los efectos 
fisiológicos de las substancias aisladas por los profesores de Química. 

49— De Terapéutica clínica. Hace la aplicación á la patología humana, de los medica- 
mentos ya experimentados en los animales. 

52— De Climatología y Geografía médicas. 


Este periódico es el órgano del Instituto, y sus redactores, que tienen gran interés en 
adquirir todas las noticias relativas al objeto del Establecimiento, se permiten suplicar 
á las corporaciones científicas análogas se sirvan establecer el canje respectivo de pu- 
blicaciones 


LA PRIMERA PARTE DE LOS DATOS 


PARA LA 


MATERIA MEDICA MEXICANA. 


——_—_— 


Se encuentra de venta: 


Ein México.—En la Plazuela de la Candelarita núm. 3; en la 2* calle de Vanegas (Bo- 
tica) y en las principales librerías de la capital. 
£n Paris —Chez M. Géorges Carré, editeur, 3 rue Racine á Paris. 


AVIS 
Tout ouvrage dont il sera envoyé deux exemplaires á l'adresse ci-dessous sera Ob- 
jet d'une étude bibliographique qu'on publiera dans les Annales. 


Nons prions les directeurs de journaux qui voudront bien établir Péchange avec nos 
Annales d'adresser leurs publications 4 Instituto Médico Nacional de México Pluzue- 
la de la Candelarita núm 3.—México. (D. F.) 


las estas debe platas el estudio de las ¿20 nacionales reputadas útiles por el. 
lento local de las enfermedades cutáneas, por el Sr. Dr. Ricardo E. Cicero, 
de e 42 
¿mollis 6 Bignonia - 


MIEMBROS DEL INSTITUTO MEDICO NACIONAL 


INDICADOR DE SUS DI RECCIONES, Y DE LOS 


RAMOS DE LAS CIENCIAS QUE CON ESPECIALIDAD CULTIVAN 


—_—— 


Dirección. 


Sr. Dr. Fernando Altamirano.—Director del Instituto Médico. Profesor de Terapéutica - 


en la Escuela Nacional de Medicina de México, encargado de la Historia de las Drogas en el 
Instituto. Especialidad que cultiva: Quimica Y BoráNI0A APLICADAS. Villa de Guadalupe 
(D. F.) Calle del Mirador número 147. * 

Sr. Dr. Secundino Sosa.—Secretario del Instituto Médico. Profesor Adjunto de Olínica In- 


terna en la Escuela Nacional de Medicina de México. ALienNIisTa. Calle 1% del Indio Triste 


núm. 7. México (D, F.). Ñ 


Sr. Profesor en Farmacia Carlos Espino Barros.—Prefecto del Instituto Médico.—En el ; 


Instituto. 


Sección primera: Historia Natural Médica. 


Sr. Dr. José Ramírez.—Jefe de esta Sección. Secretario General del Consejo Superior 
de Salubridad. BacrerIO0LOGISTA. 10* Calle de la Violeta núm. 21. México (D. F.). 

Sr. Gabriel Alcocer.—Conservador del Herbario y del Museo en esta Sección, Profesor de 
Matemáticas. Matemático Y Boránico. Calle del Hospicio de San Nicolás núm. 19. México 
D. F.). 
: Sr. Adolfo Tenorio.—Dibujante de esta Sección. Proresor PAIsaJista, Plazuela del Risco 
vúm. 10, México (D. F.). 


Sección segunda: Química Analítica. 


Sr. Prof. Francisco Río de la Loza.—Jefe de esta Sección Profesor de Química General, 
Industrial y Agricola en la Escuela Normal para Profesores en México. Químico. Calle 2% de 
Vanegas núm. 83. México (D. F.). 

Sr, Prof. Mariano Lozano y Castro.—Ayudante de esta Sección. Químico inspector de 
bebidas y comestibles en el Consejo Superior de Salubridad. Químico. Calle de Patoni nú- 
mero 4. (Botica Humboldt). México (D. F.). 

Sr, Dr. Federico F. Villaseñor.—Ayudante de esta Sección. Químico. Calle del Cuadrante 
de Santa Catarina número 7. México (D. F.).> 


Sección tercera: Fisiología experimental. 


Sr. Dr. Eduardo Armendaris.—Jefe de esta Sección. Médico del Museo Anatomo-patoló- 
gico. ANALISIS CLÍNICOS. Calle de las Ratas núm. 2 México (D. F.). 

Sr. Dr. Daniel Vergara Lope.—Ayudante de esta Sección. Preparador de la clase de Tera- 
péutica en la Escuela Nacional de Medicina de México. Profesor de Anatomía en la Escuela 
de Bellas Artes. FisióLOGO. 5% Calle de Guerrero núm. 2,122. México. (D. F.). 


Sección cuarta; Terapéutica Clínica, 


Sr. Dr, José Terrés.—Jefe de esta Sección. Profesor de Patología Interna en la Escuela 
Nacional de Medicina. 3% Calle del Reloj núm, 2. México (D. F.). 

Sr. Dr. Juan Martínez del Campo.—Ayudante de esta Sección. Médico del Museo Anato- 
mo-—patológico 2% Calle de Sor Juana Inés de la Cruz núm. 12. México (D. F.). 

Sr. Prof. Juan Manuel Noriega.—Farmacéutico de esta Sección en el Instituto Médico 
Preparador de Análisis Química en la Escuela Nacional de Medicina. 


Sección quinta: Climatología y Geografía médicas. 


Sr. Dr. Domingo Orvañanos.—Jefe de esta Sección. Miembro del Consejo Superior de Sa- 
lubridad del Distrito Federal. Profesor de Clínica Interna enla Escuela Nacional de Medici- 
na. CLÍNICA INTERNA. Calle de Chavarría número 25. México (D. F.). 


MEDICO NACIONAL. 187 


INFORMIHS 


De los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional 
durante el mes de Noviembre de 1899. 


SECCIÓN PRIMERA. 


El subserito ha ocupado la mayor parte del tiempo útil en ordenar las plan- 
tas que se encontraban aún sin distribuir, en espera de la clasificación por lo 
menos de los órdenes, para que pudieran alzarse en los estantes respectivos, 
Además, ha continuado traduciendo del inglés los datos que se han publicado 
relativos al Peyote, completándose así y dando por terminada la parte histó- 
rica del artículo destinado á la Materia Médica; por último, se redactó la In- 
troducción de la tercera parte de esta obra. 

El Sr. D. Gabriel Alcocer se dedicó á las atenciones habituales del Herba- 
rio, haciendo de preferencia el cambio de papel á'muchas plantas que lo ne- 
cesitaban y numerándolas á la vez para que, queden definitivamente en sus 
órdenes respectivos. 

El Sr. A. Tenorio dibujó lo siguiente: para la Materia Médica una lámina 
del Hikori Sunami, ó sea el Peyote; para los Anales, el Senecio Cardiophillus, 
y copió de los foto-calcos de Mociño los dibujos del Achras capiri y Begonia 


| syphilitica. 


México, Noviembre 30 de 1899.—José Ramírez. 


SECCIÓN SEGUNDA. 


Durante el mes que hoy termina se concluyó el estudio general de la Pro- 
nadora ó Retama (Tecoma Stans), planta que sustituyó á alguna de las seña- 
ladas en el programa de este año, porque no fué posible conseguir. En esa 
planta se determinó el agua higroscópica y las sales minerales, entre las que 
es digna de mencionarse la de cal, por su abundancia. Además, se han en- 
contrado huellas de un aceite esencial, pero por estar en tan pequeña canti- 
dad en la planta seca que se analizó, no fué posible estudiar sus caracteres; 
cera, caucho y dos resinas, una ácida y otra neutra, cuyo estudio se hizo; 
clorofila, materia colorante amarilla, tanino, glucosa, materias gomosas y al- 
buminoides; principios análogos á la dextrina y celulosa. Por último, otros 
dos principios que merecen fijar la atención, por ser especiales á esta planta, 
y son uno ácido y otro amorfo, cuya naturaleza no ha sido determinada por 
no haberlos obtenido en cantidad suficiente para su estudio especial. 

Se han terminado las preparaciones de los principios que se propuso la 
Sección enviar á la Exposición de Paris, en número de 24, debiendo advertir 
que el número propuesto fué de 26; pero que no ha sido posible conseguir 
las semillas del Yoyote ni las del Yoloxochilt para la extr acción de sus prin- 
cipios. 

Tomo 1Y,—26 


188 ANALES DEL INSTITUTO 


También se hizo la análisis de dos aguas, de las que una se envió á la Se- 
cretaría en el curso del mes, y la otra tengo hoy la honra de entregar á la 
Junta. 

Por encargo del Señor Director, el Sr. Villaseñor hizo un extracto hidro- 
alcohólico con las flores del Palo del Muerto (Ipomea murocoides), y en el 
que investigó la presencia de algún alcaloide; así como en unas semillas cuyo 
nombre y procedencia se ignora. El extracto de las flores se entregó al mis- 
mo Señor Director, y en cuanto á las investigaciones practicadas, obtuvo re- 
sultados muy dudosos, por la pequeñez de las cantidades con las que se 
operó. 

Por último, se hizo un resumen de los trabajos ejecutados en la Sección 
durante el presente año, agregando los hechos en años anteriores, pero aún 
no publicados, y como de costumbre, se llevó nota de las altas y bajas que ha 
tenido la Sección en el mes. 

México, Noviembre 30 de 1899.—Francisco Río de la Loza y Miranda. 


SECCIÓN TERCERA. 


Tengo la honra de informar á la Junta de los trabajos que se llevaron á 
cabo en esta Sección el presente mes. 

Como teníamos pendiente el estudio de la raíz fresca de Cóngora, tan pron- 
to como se nos proporcionó ésta procedimos al estudio, para aclarar si real- 
mente tiene dicha raíz una acción más marcada sobre el aparato digestivo 
estando fresca que al estado de desecación en que antes la habíamos em- 
pleado. 

En general, los efectos vomipurgantes que obtuvimos en perros muy pe- 
queños, se hicieron más notables que cuando hicimos uso de la misma raíz 
seca; pero fueron también variables en intensidad y se necesitó una dosis que 
podemos calificar de exagerada (2 gramos por kilo). A la de 1 gramo por kilo 
el efecto fué muy poco notable. A la de 5 gramos lo fué bastante y no trajo 
consecutivamente daño alguno, puesto que al tercer día los animales estaban 
ya en su estado normal. 

Podemos, pues, concluir respecto á la acción de esta raíz: 

1? Que existe realmente su efecto vomipurgante. 

22 Que este efecto es bastante variable en intensidad, siendo en general un 
poco más notable con la raíz fresca. 

3? Que para producir su efecto se necesita una dosis relativamente elevada 
(2 gramos por kilo); 125 gramos ó algo más para un hombre adulto. 

4? y último. Que no es tóxica sino á dosis mucho más elevadas. 

Los trabajos del programa particular de la Sección consistieron en seguir 
aumentando las micro—fotografías del Album de histología vegetal y las fo- 
tografías de las drogas del Museo. De las primeras se hicieron seis negati- 
vas y Otras tantas positivas, y de las últimas, 23 negativas de nueve plantas 
cada una, y 69 positivas. 


MEDICO NACIONAL. 189 


El Sr. Vergara Lope se ocupó también en arreglar algunos aparatos que 
estaban en uso para guardarlos listos, para ser utilizados en el próximo año. 

Parte del tiempo lo ocupé en corregir algunas pruebas y pasar en limpio 
el trabajo que me remitió el Dr. Jesús Alemán, de Guanajuato, y que hoy 
tengo la honra de presentarlo, á su nombre, á esta H. Junta, por si lo cree 
de importancia para que se publique en nuestro periódico. 

México, 30 de Noviembre de 1899.—E. Armendaris. 


SECCIÓN CUARTA. 


- Tengo el honor de poner en conocimiento de la Junta de profesores, que 
los trabajos llevados á cabo en esta Sección durante el mes que hoy termina, 
han consistido en lo siguiente: 

Visita diaria á los enfermos de la Sala de Terapéutica Clínica en el Hospi- 
tal de San Andrés. 

Continuación del estudio de la Yerba del Zorrillo (Croton dioicus), de la 
Salvia de bolita (Buddleia perfoliata), de la Canagria (Rumex hymenosepa- 
lus), del Axocopaque (Gaultheria ¿ovata?) y del Chichicamole (Microse- 
chium Helleri). 

La Yerba del Zorrillo fué ministrada á cinco enfermos como purgante, 
cuatro veces bajo la forma de extracto hidro-alcohólico de la planta, y una 
en la de polvo de la raíz, á las dosis y por las causas que en seguida se in- 
dicafk: 

Andrés Tejeda venía sufriendo, hacía varios días, de constipación y cefa- 
lalgia tenaz. El 3 del presente se le prescriben 0.30 cengs. de extracto hidro— 
alcohólico de Yerba del Zorrillo, y no le producen efecto alguno; al día si- 
guiente se sube la dosis á 0.60 cengs. y tiene una evacuación natural; desde 
entonces se le hace tomar diariamente 0.30 cengs. del remedio, sigue evacuan- 
do normalmente y desaparece la cefalalgia. 

Agustín Santana padece constipación habitual tenaz que se vence tan sólo 
con el empleo de purgantes que toma periódicamente cada cuatro ó cinco días. 
Desde el 3 hasta el 9 del presente se le prescriben 0.30 cengs. diarios del ex- 
tracto de Yerba del Zorrillo y se consigue que tenga todos los días una eva- 
cuación de aspecto y consistencia normales. 

Eduardo Ceballos padece también constipación habitual y evacua cada tres 
días. Del 8 al 9 de este mes comenzó á tener cefalalgia ligera, anorexia, pe- 
santez en el vientre y cólicos intestinales; el 10 se le prescriben 0.30 cengs. 
del extracto mencionado, los que le provocan una evacuación natural á las 
doce horas; pero como persistieran las molestias, se le hace tomar un día 
más tarde, una onza de aceite de ricino que le produce abundante efecto. Dos 
ó tres días después reaparecen los accidentes y se recurre de nuevo al extrac- 
to de Croton divicus en la dosis de 0.30 cengs., la cual se sostiene todos los 


190 ANALES DEL INSTITUTO 


días hasta la actualidad, habiéndose conseguido por este medio regularizar 
el régimen de Ceballos y hacer que desaparezca su cefalalgia. 

Juan Espinosa tuvo un recargo intestinal á mediados del mes, y para ven- 
cerlo se le prescribieron tres cápsulas de á 0.30 cengs. del extracto de Yerba 
del Zorrillo, que le provocaron tres evacuaciones líquidas, abundantes y sin 
cólicos, la primera una hora después de tomar el remedio. 

J. Trinidad Ramos, afectado de cirrosis atrófica del hígado, tuvo una indi- 
gestión el día 11 de este mes; para remediarla se le dieron tres cápsulas de á 
0.50 cengs. cada una de polvo de la raíz de Yerba del Zorrillo, á las 3 p. m.; 
una hora después tuvo una evacuación abundante de consistencia blanda y 
acompañada de cólicos intestinales, en seguida tuvo otras ocho líquidas, me- 
nos abundantes y con ligeros cólicos, y el efecto purgante terminó al día si- 
guiente á las 9 a. m. 

La Salvia de bolita fué usada por los Dres. Bulman y León Martínez en 
cinco casos de sudores provocados por tuberculosis pulmonar, suspendiéndo- 
los en las cuatro enfermas que pertenecen al primero de dichos Señores, á la 
dosis de 80 gotas ter. de la tintura de esa planta, y no teniendo ningún efecto 
anti-diaforético en el paciente del Dr. León, á las dosis de 60 á 100 gotas de 
la propia tintura, según puede verse en los informes que han tenido la bon- 
dad de rendirme y que acompaño al presente. 

El polvo de raíz de Canagria, en dosis de 4 y 5 gramos diarios, fué em- 
pleado en dos enfermos afectados, el uno de enteritis catarral de origen al- 
cohólico, y de enteritis tuberculosa el otro, durante una semana y sin resul- 
tado alguno, pues no disminuyó el número de deposiciones ni se modificaron 
éstas en lo más mínimo. 

El Axocopaque fué empleado en aplicaciones externas como analgésico en 
tres casos, dos de dolores musculares de origen reumatismal radicados en el 
dorso y en la nuca, con éxito completo, y uno de origen medular probable- 
mente, sin alivio alguno, debiéndose advertir que el segundo enfermo tenía 
los dolores en la nuca hacía dos semanas y llevaba ocho días de estar en re- 
poso en el hospital sin conseguir alivio, y el último paciente no obtuvo bene- 
ficio alguno con la tintura de Gaultheria, pero tampoco lo había obtenido con 
antipirina que había usado por la vía gástrica. 

El Chichicamole fué prescrito como diurético á Jesús Aguilar que padecía 
una pleuresía izquierda con abundante derrame, y oliguria marcada, pues no 
pasaba la cifra de su orina de 350 gramos en las 24 horas. El día 5 del pre- 
sente se le hizo una toracentesis extrayendo abundamte cantidad de líquido 
sero—fibrinoso, y al día siguiente se le comenzó á ministrar el Chichicamole 
bajo la forma de extracto hidro-alcohólico, en dosis de tres píldoras de á 
0.10 cengs. cada una, la que se le aumentó á cuatro y á cinco en los días sub- 
secuentes, y al llegar á esta dosis subió la cantidad de su orina á 880 gramos; 
se sostuvo la medicación una semana, el riñón siguió funcionando mejor que 
antes y el derrame pleural reabsorbiéndose. Actualmente está el enfermo ca- 
si sano y á punto de salir del hospital. 


MEDICO NACIONAL. 191 


Nos hemos ocupado también en acabar las preparaciones farmacéuticas de 
las plantas nacionales que presentará la Sección 4* en la Exposición de Paris 
del año próximo, y cuya lista tengo el gusto de acompañar al presente in- 
forme. 

Otra parte del tiempo se ha invertido en hacer la versión al francés del 
catálogo de plantas nacionales que se presentará también á la Exposición de 
Paris. En esta labor se ha ocupado de preferencia el Dr. Cicero. 

Se han hecho diversos análisis de sangre, de orina y de esputos pertene- 
cientes á enfermos de la Sección de Terapéutica Clínica. 

El Dr. Cicero ha concurrido con puntualidad y ha ayudado eficazmente en 
todas las labores de la Sección. 

Tengo el gusto de acompañar los informes del Sr. Profesor Juan M. No- 
riega, ayudante de la Seción, y de los colaboradores del Instituto Dres. Fran- 
cisco Bulman y José León Martínez. 

México, Noviembre 30 de 1899. —Juan Martínez dei Campo. 


Tengo la honra de informar á vd. que durante el presente mes he prepa- 
rado 500 gramos de tintura de Axocopaque, 500 gramos de tintura de Salvia 
de bolita, 30 gramos de extracto hidro—alcohólico de la misma, 500 gramos de 
jugo concreto de Cóngora. Se han usado las preparaciones de zapote, zorrillo, 
chapuz, canagria, ñamole, tepozán, cóngora y axocopaque. Me he ocupado 
también en terminar los preparados de la Exposición. 

Protesto á vd. mis respetos. 

México, Noviembre 30 de 1899.—J. M. Noriega.—Al Jefe de la Sección 4* 
del Instituto Médico Nacional, Dr. D. Juan Martínez del Campo.—Pre- 
sente. 


En el presente mes y en la segunda Sala de Medicina de mujeres hemos 
usado las siguientes preparaciones: 

El extracto de frutos frescos de Cóngora á la dosis de 0.50 centígramos co- 
mo purgante y sin resultado, en un catarro seco del intestino. 
“SO Gotas ter de tintura de Salvia de bolita contra los sudores de las tuber- 
culosas, suspendiéndolos en cuatro enfermas. 

El cocimiento de Yerba de la Golondrina al 10 p3 no modificó el número 


de evacuaciones en tres enteritis crónicas. 
México, Noviembre 30 de 1899.— Bulman. 


Tengo el honor de informar á vd. que el 20 del que corre comenzó á mi- 
nistrarse al enfermo número 7 del servicio de mi cargo, la Salvia de bolita 
bajo la forma de tintura, empezando por la dosis de 40 gotas. 


192 ANALES DEL INSTITUTO 


El enfermo en cuestión parece ser tubérculoso, estando su tuberculosis en 
el primer período; aquejándolo movimiento febril intermitente, vesperal, y 
que no ha pasado nunca de 37.8; este movimiento termina por sudores pro- 
fusos que se localizan en la cabeza y tronco. Con el fin de combatir los refe- 
ridos sudores se ministró la Salvia, no habiéndose obtenido resultado alguno 
durante los días 20 y 21; el 22 se subió la dosis á 60 gotas, dadas como las 
anteriores, á la caída de la tarde, habiendo aumentado los sudores, según re- 
firió el enfermo, en vista de lo cual se subió la dosis á 80 gotas. Al pasar vi- 
sita el 25 por la mañana, refirió el enfermo que los sudores habían desapare- 
cido completamente, pero un día después decía eran más copiosos que nunca; 
subióse la dosis á 100 gotas, siempre sin resultado, y en esta fecha el enfermo 
pidió su alta, siendo por este motivo imposible continuar la observación. 

Debo hacer notar á vd. que abrigo mis dudas acerca de la veracidad con 
que se haya producido el enfermo objeto de esta observación, pues como es- 
taba sometido á régimen lácteo y deseaba á' todo trance que se le cambiara 
esta alimentación, tenía el cuidado de informarse del efecto que se esperaba 
de los medicamentos, para hacerme creer que había producido el resultado 
que se buscaba, suponiendo tal vez que de esta manera lograría que se le 
cambiara el régimen alimenticio. 

Al comunicar á vd. el resultado de mi observación, me es grato recordarle 
cuánto le estima su afectísimo servidor y compañero. 

México, á 28 de Noviembre de 1899.—José León y Martínez.—Al Sr. Dr. 
Juan Martínez del Campo.—Presente. 


SECCIÓN QUINTA. 


Tengo la honra de informar á la Junta que los trabajos ejecutados en esta 
Sección durante el mes que hoy termina, han consistido en lo siguiente: 

El Sr. Galindo pasó los siguientes cuestionarios de Geografía, todos del 
Estado de Oaxaca: 

Santa Marta Loxicha, Pochutla, San Isidro del Camino, Pluma de Hidal- 
g0, Candelaria Loxicha, San Baltazar Loxicha, San Bartolomé Loxicha, San- 
ta María Colotepec, San Miguel del Puerto, San Agustín Loxicha, Xadaui, 
Huatulco, Santa Catarina Loxicha, Santa María Tonameca, Santa María 
Magdalena, San Mateo Piñas, San Francisco Cosualtepec, San Pedro Alto, 
Santiago Sagaleza, San Jerónimo Taviche, San Cristóbal Ixcatlán, Hacienda 
de Yaxe, Hacienda de Gachupina, Hacienda de Lachicuvica, Santa Cecilia, 
Hacienda de Santa Rosa, Hacienda de San José, Hacienda de Guegorene, 
San Martín Tilcajete, San Juan Chitateca, San Jerónimo Zegache, San Pedro 
Apóstol, San Jacinto Chilateca, San Pedro Taviche, San Pedro Guegorene, 
Santo Domingo Jalieza, Santa Lucía Ocotlán, San Felipe Apóstol y San Mi- 
guel Tilquiapan. 

El mismo Sr. Galindo ha comenzado á pasar en limpio y en otro libro to- 


MEDICO NACIONAL. 193 


dos los datos que hemos ido reuniendo del “Indice de Geografía,” y aun cuan- 
do es labor dilatada, se trata de que se halle lista lo más pronto posible. 

Dicho Sr. Galindo formó también la bibliografía de las publicaciones reci- 
bidas durante el presente mes en el Instituto. 

El que subscribe pasó al “Indice de Geografía Médica” las siguientes mu- 
nicipalidades del Estado de Oaxaca: 

San Miguel Cajonos, Xagacia, Santo Domingo, San Pedro Cajonos, Chi- 
huitán, Guienagati, Santiago Guevea, Chimaltepec, Huilotepec, San Blas, 
Tehuantepec, Tequisistlán, Comitancillo, Tlacotepec, San Mateo del Mar, 
Tenango, Magdalena, Mistequilla, Jalapa, Totolapilla, Chacalapa, Huame- 
lula, Santiago Astata, Lachiguirí, San Juan Zaragoza y Teposcolula. 

En el hospital se ha estado usando del zapote blanco y del madroño borra- 
cho, con los mismos buenos resultados que se han señalado otras veces. 

México, Noviembre 30 de 1899.—D. Orvañanos. 


LECTURA DE TURNO. 


Reglas á que debe sujetarse el estudio de las plantas nacionales reputadas 
útiles por el vulgo para el tratamiento local de las enfermedades cutá- 
neas. 


Trabajo de turno presentado al Instituto Médico Nacional el día 30 de Noviem- 
bre de 1899 por el Dr. Ricardo E. Cicero, médico ayudante de la Sección 
cuarta. 


Después de muchas vacilaciones para escoger un tema de trabajo que al 
mismo tiempo que dotado de alguna importancia práctica tuviera relación 
bien definida con el objeto para que fué creado este Instituto, me decidí por 
el que encabeza estas líneas, pues me parece llenar ambos requisitos, y espe- 
ro sea recibido con indulgencia al menos, ya que no con agrado, por las ilus- 
tradas personas que me escuchan. 

Seguramente nada nuevo se encontrará en este trabajo, ni abrigué nunca 
semejante pretensión; no es más que un resumen imperfecto de lo que todos 
sabemos, pero espero se le reconozca su utilidad, pues la tiene siempre el re- 
cuerdo de lo que á diario tenemos que hacer en nuestra práctica. 

Muchas son las plantas nacionales á las que el vulgo atribuye acción cura- 
tiva sobre las dermatosis, pero por desgracia, en la enorme mayoría de los 
casos, las indicaciones que se dan para su uso son enteramente vagas é insu- 
ficientes, siéndolo aún mucho más las relativas á la oportunidad de su apli- 
cación. Por lo mismo, al presentársenos una de estas plantas, podemos supo- 
ner en general, que ni un solo dato tenemos, pues no lo es casi el vaguísimo 
de que es útil para curar las enfermedades de la piel. Para todas no lo es, 
¿para cuáles? ¿en qué período de su evolución? No lo sabemos, ni mucho 


194 ANALES DEL INSTITUTO 


menos lo sabe la persona iletrada, por lo menos en achaques médicos, que 
con tan sincera fe la recomienda. Con algunas plantas, sin embargo, no pasa 
lo mismo. Se dice claramente que son útiles para la sarna, para las tiñas, 
para los empeines, etc. Con éstas algo se simplifica la experimentación, pero 
no por completo. 

Lo primero que importa averiguar es si la planta en estudio está ó no do- 
tada de acción nociva sobre la piel sana, de lo cual en general es fácil con- 
vencerse, pero si lo es, claramente se infiere que deberá desecharse su uso de 
un modo general, á menos que precisamente esté indicado en una enfermedad 
producir cierto grado de irritación ó que la dicha planta goce de un poder 
tóxico para el agente causal, si éste es de naturaleza animada. 

Sería útil, á no dudarlo, para apreciar mejor las indicaciones de estas dro- 
gas, recordar la patología general cutánea y la evolución natural de las en- 
fermedades; pero esto nos llevaría demasiado lejos y distraería nuestra aten- 
ción del objeto principal de este trabajo. 

Sin entrar en esos detalles, me limitaré á exponer de un modo general las 
indicaciones que pueden satisfacer las plantas y las formas en que pueden ser 
utilizadas. 

Respecto á indicaciones, podemos agruparlas en dos secciones principales: 
relativa la primera á combatir directamente la causa de la enfermedad, refe- 
rente la segunda á modificar simplemente sus manifestaciones sintomáticas. 

Recuérdese que me refiero únicamente á la acción local, no á la general. En 
tal concepto, sólo es posible combatir la causa por medio de drogas, cuando di- 
cha causa es un organismo vivo, pues con los agentes físicos y mecánicos y aun 
con los químicos, la supresión de la causa es más bien asunto de profilaxia, 
y por lo demás casi es de regla que cuando ellos han causado el mal, con el 
efecto producido y no ya con la causa, tenemos que habérnoslas. No sucede 
lo mismo cuando se trata de un organismo vivo que ha elegido como domi- 
cilio alguna de las partes constitutivas del tegumento externo; si así lo ha 
hecho, ahí crece y se multiplica, y mientras exista, subsistirá el mal, que no 
cesará sino hasta que se haya logrado destruir el agente causal. 

Ahora bien, éste, en el círculo á que nos hemos confinado, puede ser un 
organismo relativamente elevado en la escala vital, ó un microbio. De aquí 
dos indicaciones causales: la parasiticida y la antiséptica. Pero en uno ú otro 
caso es esencial tener presente que para que un medicamento, sea cual fuere, 
llegue á matar un parásito alojado en la piel, se necesita que llegue á poner- 
se en contacto inmediato con él, y que por consiguiente será inútil toda apli- 
cación en que no intervengan los medios auxiliares conducentes al fin expues- 
to. Así, por ejemplo, si se recomienda una planta como útil para la tiña 
tonsurante, no nos contentemos nunca con aplicarla sobre la región enferma 
en tal ó cual forma aconsejada ó discurrida; con seguridad fracasaremos si no 
hacemos la depilación, la avulsión mecánica del parásito, la abertura de los 
folículos en donde se aloja, para que el parasiticida pueda alcanzarlo, y así 
no nos expondremos á desconocer en la clínica esta acción que por supuesto 


: 


MEDICO NACIONAL. 195 


conviene siempre de antemano averiguar ¿n vitro. Por este ejemplo se verá 
que el plan al que en mi concepto debe sujetarse el estudio de una planta de 
fama parasiticida ó antiséptica, es averiguar ante tudo en el laboratorio si lo 


-es Ó no, y después al emplearla en la clínica, hacerlo de un modo rigurosa- 


mente científico, atendiendo á los principios que nos pueden permitir afirmar 
que nuestro medicamento se ha puesto real y positivamente en contacto con 
el parásito. En lo que se refiere á buscar la acción antiséptica, hay que tener 
presente otro principio, y es: no hacer la aplicación en enfermedades cuya 
naturaleza microbiana no esté perfectamente demostrada. Con los eczemas, 
por ejemplo, pasa, que á la par que algunos autores admiten su naturaleza 
microbiana, otros la niegan ó la admiten solamente para ciertas formas, apo- 
yándose en distintos hechos, pero sobre todo, en dos muy importantes, á sa- 
ber: uno de laboratorio, y es la no demostración hasta la fecha de la especifi- 
cidad de los organismos encontrados, y el segundo, de orden clínico, que nos 
demuestra que para muchos eczemas los antisépticos no sólo no son útiles, 
sino que pueden ser perjudiciales. Eczemas hay que, sometidos á los anti- 
sépticos, han perdurado ó se han agravado incesantemente, para ceder tan 
pronto como se les ha sometido á un tratamiento más anodino. 

Pasemos á las indicaciones derivadas de los síntomas. Estas pueden ser 
muy variadas. Trátase ya de que los tejidos están muy tensos, duros, engur- 
gitados; ya de que las superficies enfermas rezuman líquidos en abundancia, 
Óó que se cubren de costras ó de escamas; ya de que las extremidades nervio- 
sas están muy irritadas por el proceso morboso; ya en fin, de que éste sigue 
una marcha lenta, penosa, atónica, difícil. 

Los emolientes disminuyen la tensión de los tejidos y favorecen también 
la eliminación de los exudados; los secantes y los astringentes están indica- 
dos cuando los líquidos son segregados abundantemente; los calmantes hallan 
su indicación cuando las extremidades nerviosas sufren; los irritantes susti- 
tutivos, finalmente, dan nueva vida á las lesiones atónicas y favorecen de es- 
te modo su tendencia á la curación. 

Investigar si las plantas poseen alguna de estas propiedades es asunto de 
información empírica, de estudio de su composición química y de experimen- 
tación. Chando se les aplique en la clínica, hay que cuidar de que la forma 
farmacéutica aceptada sea aséptica para evitar infecciones que agravarían la 
situación en vez de mejorarla, y no sólo la forma, sino los detalles todos de 
la aplicación deben sujetarse á las reglas de la asepsia, sin la cual no se lleva 
á buen término ninguna dermatosis. 

En cuanto á las formas en que pueden ser empleadas las plantas, son va- 
riables. Desde luego, puede ser el agua el vehículo en que se empleen, ya en 
forma de baños, ya de lociones, de defensivos, de cataplasmas ó aplicadas 
en pulverizaciones. 

Los baños no son en general lo útiles que vulgarmente se cree en las afec- 


Tomo 1V,—27 


. 


196 ANALES DEL INSTITUTO 


ciones cutáneas, antes al contrario, sus indicaciones son muy limitadas,! y 


respecto á las plantas que se puedan emplear, serán solamente las que en rea- 
lidad de por sí no tengan gran acción ó sean algo mucilaginosas y por consi- 
guiente emolientes. 

Para hacer las lociones se puede preparar ya una maceración, ya una infu- 
sión, ya un cocimiento, siendo preferible de un modo general este último 
medio, pues con él es como mejor se realizan las condiciones de asepsia. No 
cabe duda de que los resultados obtenidos con ciertas plantas son idénticos á 
los que se obtienen empleando simplemente agua hervida; pero en la prácti- 
ca tenemos que definir no simplemente si las plantas que estudiamos son po- 
sitivamente útiles, activas, sino también si son inocentes, si no son nocivas, 
y si por esto mismo, aunque parezca ilógico á primera vista, son dignas de 
recomendarse. Pues bien, el uso de los cocimientos para lociones viene á res- 
ponder de un modo favorable á esto, pues muy á menudo, cuando se reco- 
mienda á nuestros pacientes que usen agua hervida, no la hierven verdade- 
ramente, dejan sólo, como vulgarmente se dice, que suelte el agua el primer 
hervor; mientras que si se prescribe un cocimiento, sí se puede tener la segu- 
ridad de que la ebullición se efectúe á conciencia y que por consiguiente el 
líquido quede bien aséptico. Las infusiones y maceraciones son en general 
de desecharse para este uso, pues no satisfacen casi nunca las primeras, nun- 
ca, se puede decir, las últimas, á las condiciones de asepsia. Huelga por su- 
puesto el recordar que sea cual fuere la forma usada, el cocimiento, la infu- 
sión ó la maceración deben ser perfectamente filtrados ó decantados, para no 
contener ninguna partícula extraña. 

Las mismas preparaciones usadas para las lociones, son las recomendadas 
para los defensivos, y están sujetos por lo mismo á idénticas reglas. Otro 
tanto se puede decir de las pulverizaciones. 

Para las aplicaciones en cataplasmas, además del lavado de la planta y de 
desembarazarla de las partículas extrañas que pudieran traumatizar la piel, 
hay que hacerlas siempre con agua bien hervida, con el fin capital, sobre el 
que tanto he insistido, de realizar todas las condiciones de la asepsia. Por es- 
ta misma razón no deberán permanecer muy largo tiempo en contacto con 
las partes enfermas, sino que se les cambiará con frecuencia, pues” constitu- 
yen un excelente medio de cultivo para todo género de bacterias. 

El uso de las tinturas y pomadas se puede decir que debe reservarse para 
las plantas verdaderamente activas, sobre todo para aquellas en que la quí- 
mica haya revelado la existencia de algún principio al que se pueda ó deba 
atribuir la acción que posee. Se utilizarán, sobre todo en los casos en que se 
busca la acción parasiticida, la astringente, ó se trata de producir una irrita- 
ción sustitutiva. 

En cuanto á la incorporación en emplastos, nos parece á todas luces incon- 
veniente, por lo fácil que es que se infecte esta clase de preparaciones. 


1 Véase mi artículo: “La Balneoterapia en Dermatología.” Memorias de la Sociedad cien- 
tífica “Antonio Alzate,” México, 1896, pág. 375. ' 


AAA 


A SS A NA 


MEDICO NACIONAL. 197 


Creo, por último, que muy rara será la planta que pueda ser utilizada en 
forma pulverulenta, sobre todo como secante; pero si la hubiere, será de en- 
sayarse, particularmente en los eczemas húmedos, en que tan buenos resul- 
tados produce este género de tópicos. 

Resumiendo, podemos decir, que el estudio de la acción de las plantas en 
las dermatosis está basado ante todo en la evolución natural de estas últimas, 
que siempre que puedan satisfacer á la indicación causal deberán usarse, pe- 
ro sujetándose á las condiciones necesarias para que puedan obrar realmente 
de una manera eficaz, y que por último, si sólo satisfacen á indicaciones sin- 
tomáticas, convendrá investigar si son realmente activas; pero que cuando 
sean inertes, podrá ser permitido su uso, y aun aconsejado en determinadas 
circunstancias; debiéndose combatir tan sólo el uso de las notoriamente noci- 


vas, y también el de las formas farmacéuticas inapropiadas. 


APUNTES SOBRE LA TRONADORA. 


(Tecoma mollis ó Bignomia stans.) 


En mi artículo anterior, después de describir la planta objeto de estos y de 
aquellos renglones, manifesté las reacciones químicas que me indujeron á 
creer en la existencia del alcaloide que denominé bignonina, y en la de un 
ácido de la serie tánica, el ácido bignotánico. 

Estudios posteriores me han ratificado en lo antes expuesto, y al manifes- 
tarlos procuraré ser breve. 

Hice un cocimiento de hojas de Tronadora en agua destilada y le concen- 
tré medianamente. Filtré para quitar los grumos de albúmina vegetal y des- 
pués agregué ácido sulfúrico en cantidad suficiente para dejar el líquido con 
acidez bien marcada; hubo enturbiamiento y el líquido subió de color; filtré 
en seguida repetidas veces; concentré, y al enfriamiento se formó una costra 
café—rojizo, la cual puesta al microscopio dejó ver entre sus fragmentos mul- 
titud de agujas cristalinas, que he creído formadas por sulfato de bignonina. 

En el líquido de un color medio café nadaban multitud de cristalitos muy 
pequeños, que procuré aislar tratando por el alcohol á 85”. Les lavé muchas 
veces con esta substancia, y cuando ya salía limpia, sequé el precipitado y 
recogí un polvo ligero blanco sucio, con sabor algo amargo y formano por 
muy pequeños cristales. Este polvo se disuelve en frío en el sulfúrico y da 
un color violeta; pero al quemarse con el fuego deja un residuo blanco, que 


reconocí estaba formado de cal. 
Con anterioridad á esta experiencia, presenté al Sr. farmacéutico D. Elías 


Villafuerte, catedrático de química y de análisis química en el Colegio del 
Estado, un polvo formado por abundantes cristales agujosos, los cuales, des- 


198 ANALES DEL INSTITUTO 


> 


pués de haber sido reconocidos por él, dijo que eran de sulfato de cal; y como 
en tales cristales yo había reconocido la existencia de una substancia orgáni- 
ca de caracteres alcalóidicos, quise por nuevas experiencias encontrar la ver- 
dad y poner de manifiesto la existencia del álcali orgánico. 

De los líquidos que quedan después de eliminar la cal, ya sean acuosos, ya 
alcoholizados, se pone una gota ó dos en un porta—objeto, y después de secar 
á la lámpara ó sin esta precaución, se pone nítrico, clorhídrico y aun sulfú- 
rico diluído, y después de secar á la llama de alcohol, se ven al microscopio 
cristales muy bien formados. A veces se dificulta conseguir esto; pero ordi- 
nariamente se vence la dificultad, poniendo alcohol y evaporando ó bien que- 
mando éste sobre el vidrio. Es de notar que al hacerse la combinación con 
alguno de los ácidos citados, se forma un círculo transparente en donde abun- 
dan cristales y una circunferencia obscura en donde no faltan, siendo en oca- 
siones en mayor cantidad que en el centro, pero se hallan enmedio de una 
substancia incristalizable y de color rojizo, la cual es sin duda el ácido con el 
que el alcaloide y la cal forman natural combinación. 

Cuando en el cocimiento de la planta que estudio se pone percloruro de 
fierro, se forma un tanato, ó mejor dicho, un bignotanato de fierro, que por 
transparencia es negro verdoso, y el cual, concentrando el líquido, llega á 
descomponerse, y entonces en el microscopio se ven agujas finísimas de clo- 
ruro de bignonina. 

El Sr. Vicente Flores, mi alumno en farmacia y discípulo del Sr. Villa- 
fuerte en análisis química, por indicaciones mías aplicó á la Tronadora el 
método general de Gautier para la extracción de alcaloides, y en el éter al- 
coholizado que se usa en la última operación de ese método pudimos ver con 
el ácido sulfúrico la formación de agujas cristalinas. 

El mismo Sr. Villafuerte, empleando cocimiento que yo mismo le propor- 
cioné, trató por ácido tártrico y obtuvo abundante precipitado; luego trató 
por carbonato de sosa y después por éter, dejando todo en reposo por algu- 
nos días. Al separar el éter y después de evaporación espontánea, se obtuvo 
un residuo en el cual poniendo clorhídrico y sulfúrico, se entiende en propor- 
ciones distintas, se formaron agujas cristalinas. 

Por otra parte, deseando tener el alcaloide en cantidad suficiente para ca- 
racterizarle, traté el cocimiento hecho en agua destilada por acetato de plo- 
mo, filtré y por medio del sulfhídrico hice la separación del plomo contenido 
en el líquido; evaporé hasta sequedad, y después tratando por agua destilada 
y amoníaco formé una solución en la que puse cloroformo. Con la adición de 
éste se formó una mezcla espesa y de apariencia homogénea; pero poco á po- 
co se separaron los líquidos y una capa acuosa de color café obscuro, casi ne- 
gro, sobrenadaba en la de cloroformo, y entre ambas parecía estar contenida 
la substancia orgánica, pero poniendo ácido sulfúrico hay disolución en parte 
y la capa de cloroformo se carga teniendo en suspensión gran parte del pre- 
cipitado que se observa. Ya en estas condiciones puede lavarse el contenido 
para separar, decantando, la solución acuosa que. se ve sobre el cloroformo; 


MEDICO NACIONAL. 199 


mas si el sulfúrico es puesto muy en exceso, la solución es casi completa y 
parte del cloroformo se mezcla con el agua acidulada, á la vez que, entre el 
que queda y ésta, aparecen grumos de una substancia esponjosa y más den- 
sa que el agua acidulada y menos que la capa clorofórmica. 

De la capa acuosa se obtienen por concentración abundantes agujas de sul- 
fato del alcaloide, y también se obtienen residuos del cloroformo enmedio de 
una substancia de color amarillo obscuro. El cuerpo esponjoso que entre las 
dos capas aparece, se disuelve en parte en el aleohol y deja un precipitado 
blanco en el que puede reconocerse plomo, y que se hace más abundante po- 
niendo agua y clorhídrico. Es probable que el plomo está formando parte de 
un compuesto orgánico mineral, muy semejante al que se forma cuando para 
privar al cocimiento del plomo excedente, se le pasa una corriente de sulfhí- 
drico, pues éste no sólo forma el sulfuro negro y pesado del plomo, sino que 
en la masa líquida deja flotando un precipitado rojo más ligero, y el cual por 
esta razón puede separarse aisladamente. En el agua tiene un color de azat- 
cón y es pulverulento; pero cuando se le seca se aglutina, tiene un aspecto y 
consistencia de resina blanda, que conserva de un modo definitivo. Su sabor 
es muy amargo y recuerda el de la Tronadora. Cuando se disuelve en alcohol 
y se trata por sulfúrico, da sulfato de plomo, se desprende sulfhídrico y en 
el líquido queda una substancia orgánica de color rojizo. 

He dicho que cuando se pone sulfúrico en exceso, se disuelve el precipitado 
y también el cloroformo, y si en este líquido se pone amoníaco como para 
precipitar una base, de pronto no se forma residuo, pero como á las 24 horas 
hay un depósito que, puesto al microscopio, presenta multitud de esferitas, 
ya separadas, ya unidas de cuatro en cuatro como sarsinas ó de dos en dos 
como celdillas en proliferación ú oasferas en conjugación; mas si en el mismo 
porta—objeto se pone sulfúrico, de cada esférula se forma un centro de donde 
irradian agujas cristalinas. Curioso es este fenómeno, y sólo se explica admi- 
tiendo la formación de una base capaz de unirse al sulfúrico para formar cris- 
tales y tener un aspecto oleoso como aparece al microscopio. Podría decirse 
que las esférulas son formadas por sulfato de amoníaco, pero esto sería olvi- 
dar que el último compuesto nunca se presenta así en el agua. 

A mayor abundamiento, traté el cocimiento por alcohol á 85%; hubo preci- 
pitado abundante, blanquizeo y muy amargo; loseparé del líquido, y después 
de ponerle amoníaco le puse eloroformo, el cual, al evaporarse, deja un resi- 
duo que con los ácidos cristaliza en agujas. Este procedimiento es del todo 
semejante al que se emplea para extraer la dubaisina. 

No conforme con estos datos, aunque todos conducen á inferir la existencia 
de un alcaloide, traté las hojas de la repetida planta por alcohol á 85?, y la 
tintura que resultó tenía un color verdoso dado por la clorofila, y evaporando 
el alcohol se obtiene un residuo de pequeñísimos cristales, los cuales con ní- 
trico, clorhídrico y aun sulfúrico no muy concentrados, dan cristales en 
agujas. 

El sulfúrico del comercio produce un color violado del todo semejante al 


200 ANALES DEL INSTITUTO 


que hemos visto en el polvo blanco que contiene cal, y destruyendo por com- 
pleto la substancia, aunque se caliente á la lámpara, el líquido parece aumen- 
tar en cantidad al parecer doble de lo que era. 

Con el fin de formar un extracto con la tintura alcohólica, puse ésta á des- 
tilar; pero el alcohol salía cargado de una substancia que le hace aparecer 
blanco ligeramente verdoso, y la cual por evaporación espontánea queda co- 
mo residuo y forma con los ácidos cristales fácilmente reconocibles. Guiado 
por esto, puse en tubos de reacción el alcohol destilado, y á uno le agregué 
sulfúrico, á otro oxálico y á un tercero tártrico, y observé que la opalinidad 
se aumentaba, y al día siguiente en el fondo de los tubos había un depósito 
blanco y escaso y el líquido era completamente transparente. De estos hechos 
podemos inferir que á la vez que se precipita la cal, se precipita con ella lo 
que yo.no vacilo en llamar alcaloide, fenómeno que al principio de nuestros 
estudios hacía dudosos los resultados. 

A una parte de la tintura alcohólica de la Tronadora le puse agua destila- 
da y se formó un precipitado de sabor muy amargo, el cual, tratado por ní- 
trico, no se disolvió; pero en gran parte perdió su sabor. Puesto en un porta— 
objetos y calentando, con los cristales pequeñísimos de que está formado ese 
precipitado, se producen agujas cristalinas. 

El mismo precipitado puesto en una cápsula y evaporando, poniendo al- 
cohol á fin de que el nítrico en exceso no destruya el alcaloide y sí forme éter 
con el etilo, se obtuvo por residuo una masa amarillenta de finos cristales, 
amargos, y que al disolverse colora en amarillo. ¿Se formó un nitrato de big- 
nonina? me inclino á creer en la formación de un nitrato, pero de un alcaloi- 
de derivado de la bignonina y distinto de ésta. 

Aunque sin mucha razón, podría decirse que en las experiencias que acabo 
de referir todo es debido á la clorofila, y con objeto de atender esta objeción, 
una parte de la tintura fué puesta con carbón animal y completamente deco- 
lorada por éste, lo cual indica que la clorofila fué absorbida, y no obstante, 
en el alcohol filtrado, evaporándose espontáneamente, se forma un precipita- 
do ligero y nuboso que poco á poco va oeupando el fondo. Este precipitado 
no forma una masa compacta, sino que al microscopio se ve formada de cris- 
talitos muy pequeños de figura romboide; son de un blanco amarillento, sus- 
ceptibles de cristalizar en agujas ó prismas con los ácidos clorhídrico, sulfú- 
rico y más fácil con agua regia no muy concentrada. Su sabor es de un amar- 
go idéntico al que tiene el cocimiento de Tronadora, y no dudo sea el principio 
sápido de esta planta; y lo creo tanto más, cuanto que en su preparación no 
ha intervenido ninguna substancia capaz de obrar modificando el producto. 

Con otra parte de la tintura alcohólica, y fué la mayor, hice un extracto al 
cual le puse clorhídrico, y el todo formó una especie de coágulo negruzco, 
untuoso al tacto y como resinoso al masticarse; es muy poco soluble en el 
agua y más en el alcohol, y poniéndole potasa cáustica se convierte en un 
líquido negruzco de sabor alcalino y á la vista denso. A éste le añadí éter, y 
después de mezclado y de quedar en reposo por más de 48 horas, separé la 


E MEDICO NACIONAL. 201 


capa etérea y me dejó un residuo susceptible de combinarse con los ácidos, y 

en el cual se ven eristalitos como los que he descrito anteriormente y que jus- 

go son los representantes del principio amargo de la 'Pronadora. 

Teniendo en consideración que al evaporar los cocimientos para formar 
extractos se desprende un aroma abundante y agradable, me propuse cono- 
cer su naturaleza, y más, recordando que al destilar el alcohol de la tintura 
había obtenido en el destilado un residuo que con el sulfúrico formó cristales, 
y á fin de evitar pérdidas hice macerar en agua destilada 200 gramos de 
Tronadora (hojas), y el líquido obtenido le sometí á la destilación. Hubo un 
hidrolado opalino con el mismo olor que exhala el cocimiento, y el cual pues- 
to al microscopio con los ácidos, forma agujas cristalinas. Aquí también se 
trata sin duda de la combinación de un alcaloide y no de la existencia de un 
aceite esencial, pues de éste no hay ni las más ligeras trasas. De esta opera- 
ción me quedó un líquido muy concentrado, el cual traté por ácido oxálico, 
obteniendo un precipitado abundantísimo de color blanquizco y un líquido 
rojizo como teniendo en suspensión el cuerpo que tal color le da, y el cual no 
pierde por filtración en papel, pero del que se despoja casi en totalidad fil- 
trándole en carbón animal. Este líquido, antes y después de filtrado, cuidan- 
do de neutralizar con la cal el oxálico en exceso, da con el percloruro de fie- 
rro y con el sulfato del mismo metal un color negro verdoso, debido al tanato 

de fierro, compuesto no muy soluble y que por esto al quedar en reposo per- 
mite ver que el color rojizo ha desaparecido, y por tanto permito inducir que 
estos fenómenos son debidos al ácido que he llamado bignoténico. 

| El líquido decolorado y filtrado se le trató por agua de cal á fin de quitar- 
le el oxálico excedente; pero como no había precipitación, aunque el agua ca- 
liza sí la daba, le agregué amoníaco, y entonces hubo gran cantidad, pero sin 
presentar al microscopio las formas cristalinas del oxalato de cal y sin tener 
la densidad de este compuesto. El parecido de los cristalitos con los obteni- 
dos por el alcohol puro es notable, y por tanto es posible que el amoníaco 
haya desalojado el alcaloide de su combinación con el ácido oxálico. El líqui- 
do que después de largo reposo es de sabor amargo y deja en el porta—objeto 
un residuo de aspecto gomoso y transparente, amargo como la Tronadora, y 
en él se ven cristales en cruz no muy perfectos, éstos parecen debidos á un 
compuesto amoniacal. Este mismo líquido al contacto del aire sube de color 
- probablemente por oxidación de sus elementos. Lo mismo se observa cuan- 
do atacando por los ácidos se hierve el líquido, y aun sucede que su contenido 
orgánico se resinifica, produciendo una masa negra, blanda, si la oxidación no 
es muy fuerte, y en caso contrario se endurece, pero se ablanda con el calor 
de la boca y se pega á los dientes á la vez que se siente un ligero sabor de 
bencina. 

Cuando se concentran las aguas madres y se ponen alcalinos hay combina- 
ción y resulta un cuerpo untuoso negro, sin sabor amargo, incristalizable, 
- soluble en alcohol y menos en agua. 

Hasta ahora no he obtenido el ácido en estado de pureza, porque al perder 


. 


| 
| 
| 


202 ANALES DEL INSTITUTO 


la cal, con que también forma combinación, se altera rápidamente y aun pier- 
de la propiedad de ennegrecerse con las sales de fierro. 

De lo expuesto se infiere: 

1” Que en la Tronadora (Bignonia stans ó Tecoma mollis) hay un princi- 
pio amargo, el cual por combinarse con los ácidos y formar con ellos sales 
bien definidas es un verdadero alcaloide, al que he denominado bignonina. 

2" Que hay un principio que pasa por destilación en el alcohol y también 
en el agua, y el cual cristaliza con los ácidos; se combina con ellos más fácil- 

_mente que la substancia antes descrita; que es aromática y no produce sabor 
notable; caracteres que la distinguen del primero y por cuya razón podría lla- 
marse tecomina. 

3” Que en los líquidos que se obtienen por cocimiento ó maceración abun- 
da la cal en compuesto muy soluble y muy estable. 

4” Que hay un ácido de la serie tánica, el cual se halla en combinación con 
la cal, y probablemente también con los alcaloides formando bignotanatos. 

Así, pues, bignonina, tecomina, ácido bignotánico y abundancia de cal, son 
las substancias que hasta hoy he encontrado en la Tronadora. Tal vez más 
tarde, si puedo hacer un estudio más delicado, encuentre algunas otras subs- 
tancias ó bien aclare el desdoblamiento que sospecho de algnno de los alca- 
loides arriba indicados. 

Habiéndome ocupado con alguna extensión de esa planta, para mí de im- 
portancia, y á la cual debo algunos servicios, no pasaré en silencio las apli- 
caciones que de ella hace el vulgo, consiguiendo con frecuencia buenos resul- 
tados. 

Por lo común se usa del cocimiento en todas las enfermedades de estóma. 
go; pero tan sólo da resultado favorable en aquellas dispepsias sostenidas por 
atonía del tubo digestivo y en algunas diarreas producidas por la misma 
causa. 

El vulgo la ha considerado como antidiabética, y bajo este punto de vista 
goza de buena reputación. Yo, como diabético, la he empleado en mí mismo, 
y aunque no dejo de serlo, me conservo en un estado aparente de salud, que 
un día uno de mis compañeros, el Dr. Jesús Chico, me decía: “Si no hubiera 
reconocido tu orina, no habría creído en tu diabetes, pues no tienes el aspec- 
to que esa enfermedad imprime á los que la padecen.” 

No creo que la benignidad de mi padecimiento se deba exclusivamente á la 
Tronadora, pues con frecuencia tomo alcalinos; pero sí reconozco que la sed, 
que por fortuna ha mucho tiempo no me molesta con tenacidad, desaparece 
después de tomar una ó más veces el cocimiento de ese vegetal. Hay veces 
que sufro de malas digestiones, y entonces, con la Tronadora y salicilato de 
sosa, logro que desaparezcan los trastornos del estómago y del intestino. 

Una vez uno de mis clientes que sufría mucho con la polidepsia, la paluria, 
la polifagia y la autofagia, me consultó, y como era bebedor, le preparé un 
vino con Tronadora. Tomó dos ó tres botellas en cucharadas y todos los sín- 
tomas disminuyeron, pudo levantarse y aún vive, aunque ciego por la misma 
enfermedad. 


? * 
A NS 


MEDICO NACIONAL. 203 


Cuando esto sucedió hace más de cuatro años, y es probable que de enton- 
ces á la fecha haya seguido alguna otra medicación, pero esto lo ignoro por 
haberme separado del lugar de su residencia. 

En algunos lugares se usa como antiperiódica y se dice que da buenos re- 
sultados; no los he visto, pero no lo creo difícil considerando: que por sus 
efectos sobre la digestión y quizá por sus alcaloides, ayude á los esfuerzos que 
la naturaleza hace para eliminar los gérmenes maláricos ó bien contribuya á 
la destrucción de éstos. 

En vista de los principios encontrados en la planta que nos ocupa, se com- 
prende cause alivios en las dispepsias por atonía, pues si su amargo obra exci- 
tando como el de la cuasia, los resultados deben ser como cuando se usa de 
ésta. Y á la verdad, no puede ser de otro modo, pues cuando se toma, sus 
efectos no se dejan sentir en otros órganos, aunque debe obrar sobre el simpá- 
tico puesto que favorece la salivación. 

Se registran casos en que el cascarón de huevo, por la cal que contiene. 
ha sido de gran utilidad en algunos diabéticos, y siendo esto cierto, y siendo 
también la existencia de ese mineral en los líquidos acuosos que se obtienen 
de la Tronadora, no es extraño que obre bien en algunos casos de diabetes, 
¿Los alcaloides combatirán este mal? 

Por otra parte, no hay que perder de vista que el ácido bignotánico favo- 
rece la disolución de la cal; que por esto la hace más asimitable y que, perte- 
neciendo á la serie tónica, hay que esperar de él los efectos de su astringen- 
cia, si como es de suponer al ácido del estómago le pone en libertad aunque 
sea en parte. 

Como he dicho, se usa mucho del cocimiento; yo le he tomado muchas ve- 
ces, he prescrito el vino; he preparado un extracto que siendo tan amargo 
como el de cuasia le he adminitrado en lugar de éste, y para los diabéticos 
uso un granulado alcalino sin azúcar. 

Me parece que el extracto obtenido después de purificar los líquidos ex- 
tractivos por el acetato de plomo y de eliminación perfecta de este metal, es 
la mejor preparación que debe adaptarse como base de las NS farmacéu- 
ticas que se le quieran dar. 

Guanajuato, Noviembre 8 de 1899.—Jesús Alemán. 


PEYOTES. * 


DATOS PARA SU ESTUDIO. 


El nombre de Peyote corresponde al de Peyotl en idioma mexicano. 

El Dr. Hernández, en su Historia de las Plantas de Nueva España, refie- 
re que los mexicanos conocían dos especies de peyotes, que distinguían según 
su origen, á uno le llamaban de Xochimilco y al otro de Zacatecas. Lo que 


de estos dos peyotes dice lo voy á transcribir aquí íntegro, por ser útil cono- 
Tomo IV.—28 


204 - ANALES DEL INSTITUTO 


cer todo lo que se relacione con esta droga, que actualmente está llamando la 
atención del mundo médico. 


PEYOTL DE XOCHIMILCO. 


El Peyotl, ó sea medicina excelente, lleva una raíz gruesa, redonda, rodea- 
da de lanilla, además de otras raíces semejantes á bellotas por su forma y 
tamaño, procediendo de aquí y de allí: tallo único, verde, redondo y ligero: 
hojas escasas, algo parecidas á las del peral, suspendidas de pedículos purpú- 
reos: flores amarillas, en las extremidades de los tallos, contenidas en cáli- 
ces escariosos. Su temperamento es frío, por lo cual su raíz se administra 
contra las fiebres en la dosis de una dragma, y también contra el flujo del 
vientre. 


PEYOTL DE ZACATECAS Ó RAÍZ SUAVE Ó LANUGINOSA. 


Es una raíz mediana que no presenta ningún ramo sobre la tierra, ni ho- 
jas, pero está cubierta de cierta clase de lana, por lo cual no pude pintarla 
convenientemente. Se dice que hay macho y hembra. Su sabor parece dulce 
y de calor moderado. Molida y aplicada sobre las articulaciones dolorosas, 
las cura. Se dice una cosa admirable, si es que ha de darse fe á una relación 
muy común entre ellos, que los que la ingieren presagian cualquiera cosa, 
v. g., si al siguiente día los enemigos han de atacarlos, si les vendrán pros- 
peridades, quién se haya robado algún mueble ó algún otro objeto, y á este 
modo otros acontecimientos que los chichimecas desean conocer con esta me- 
dicina. Además, los mismos buscadores de esta raíz la comen para saber 
dónde la encontrarán bajo la tierra para recogerla, ó6 dónde nacerá. Se pro- 
duce en los terrenos húmedos y calcáreos. 

De las descripciones anteriores se desprende que las plantas de esos dos pe- 
yotes son enteramente distintas, y que la de Zacatecas es de propiedades mu- 
cho más enérgicas, debiendo obrar especialmente sobre el sistema nervioso. 
Además, se puede asentar que los caracteres que describe Hernández del peyo- 
te de Xochimilco se encuentran en los ejemplares de un senecio, que yo reco- 
gí hace varios años en el Desierto con el nombre de Peyote: en los que nos 
acaba de traer el herbolario del Cerro del Pino, y en fin, en los ejemplares que 
nos trajo de Tepic el Sr. Río de la Loza en la expedición que hizo el mes próxi- 
mo pasado. El Sr. Dr. J. Ramírez nos dice que el peyote de Tepic proviene 
del Senecio Seemanii, y que sólo puede asentar por ahora que el del Valle de 
México es producido por un senetio. A este respecto puedo decir que es pro- 
bable sean distintas las especies, puesto que las hojas de la de aquí son pecio- 
ladas y las del de Tepic son sentadas. Las raíces tienen también diferencias 
al exterior y en su extructura histológica, como veremos más adelante. 

En un periódico médico de Londres se publicó últimamente un artículo 
titulado: “Il Peyote.—Anhalonium lewinii.” La traducción de este intere- 
sante documento, que debo á la bondad delSr. Pr. Alfonso Herrera (padre), 
es la siguiente: 


p: 


A 


MEDICO NACIONAL. 205 


/ 


EL PeYyoTE.—ANHALONIUM LEWINIL.—CACTÁCEAS. 


El Dr. W. E. Dixon, del hospital de Santo Tomás, ha estudiado la farma- 
cología de los alcaloides extraídos de esta planta. Mr. Edmundo White K. 
B. Sc., farmacéutico del mismo hospital, extrajo cuatro alcaloides del peyote 
por el procedimiento de Heftter modificado. Estos alcaloides se encuentran 
en las siguientes proporciones: 


Mescalina ....... o 
aid ' o A Age 1,16 pe 
Ama. TAI o A A IAS 0,46 ,, 
HOPhophorFDA 0 A it O DIO USA. 


Todos son cristalizables y solubles en el agua, su acción fisiológica es muy 
parecida. Cuando se aplican sobre la piel no producen la menor irritación, 
probablemente convendría emplearlos en inyecciones. Una solución al 5 p3 
de cualquiera de ellos no produce efecto cuando se aplica sobre la conjun- 
tiva; sobre la boca estos alcaloides obran como sialagogos: á dosis mayores 
tomadas al interior producen náuceas y vómitos. En pequeñas dosis consti- 
pan y en mayor cantidad producen diarrea y en algunos casos evacuaciones 
sanguinolentas. Se obtienen estos efectos ya sea que se tomen por la boca ó 
que se inyecten. 

Las dosis pequeñas disminuyen el número de contracciones cardíacas pero 
aumentan su energía y se eleva considerablemente la presión arterial. Las 
dosis tóxicas producen la parálisis de las terminaciones del nervio vagus: las 
moderadas no obran sobre el aparato respiratorio, pero las tóxicas aceleran 
la respiración y puede sobrevenir la muerte por falta de acción del centro 
respiratorio. 

Su acción sobre el sistema nervioso consiste en un estado de excitación, lo- 
cuacidad, excesiva actividad cerebral á la que sigue un período de embria- 
guez. Sus efectos son variables en diversos individuos, como sucede con la 
marihuana (cannabis indica). Durante el período de embriaguez aumentan 
los fenómenos reflejos, las pupilas se dilatan mucho, hay hiperestecia olfativa 
y auditiva, incordinación, convulsiones, embotamiento de la sensibilidad cu- 
tánea, abundante flujo de ideas, dificultad de fijar la atención, alucinaciones 
de los sentidos, principalmente de la vista, consistiendo ésta en un juego ka- 
leidoscópico de colores, que están siempre moviéndose y cuyos matices cam- 
bian constantemente. Los movimientos son lineales, rotatorios ó pulsátiles: 
generalmente no se ven estas visiones sino con los ojos cerrados. La colora- 
ción de los objetos se ve más intensa de lo que es. Parece que la inteligencia 
se conserva en su estado normal. En algunos casos se nota una sensación in- 
descriptible de doble existencia. Las dosis mortales producen parálisis com- 
pleta y la muerte sobreviene por asfixia. Los efectos terapéuticos importantes 
de los referidos alcaloides son: primero, un estímulo directo del ganglio in- 
tracardíaco; segundo, lentitud de las contracciones del corazón; tercero, au- 


206 ANALES DEL INSTITUTO 


mento de la tensión arterial; cuarto, estímulo del cerebro y de los centros 
motores, que se pone de manifiesto por el aumento de la excitabilidad refleja. 
Traducido del “British Medical Journal.” 971, 1. 60. 

Este peyote á que se refiere el articulista inglés corresponde probablemen- 
te al Peyote de Zacatecas de que nos habla is 

He sabido por datos particulares que la droga estudiada en Londres He si- 
do llevada de nuestros Estados fronterizos del Norte, donde se dice que los 
indios salvajes usan mucho esa raíz como medicina. El Sr. Francisco Río de 
la Loza nos ha referido que en Tepic es tan abundante el peyote en cierto 
lugar, que por eso se le ha dado el nombre de Peyotán. Agrega además, que 
los indios lo usan como medicina fortificante para los caminantes. Les frotan 
con la raíz molida al nivel de las articulaciones, y así pueden andar largas 
distancias sin cansarse. Usan también de esta medicina para curar los dolo- 
res reumáticos. 

Esta propiedad fortificante del peyote la señala también en su farmacolo- 
gía el Sr. Oliva, quien parece que la atribuía á la presencia del arsénico en 
dicha raíz, arsénico que no llegó á encontrar el Sr. Herrera, según nos decía 
en sus lecciones sobre drogas del país. 

Por mi parte he comenzado á hacer algunas observaciones sobre esta dro- 
ga notable. Me he ocupado, tanto de los ejemplares traídos de Tepic por el 
Sr. profesor Francisco Río de la Loza, como de los que trajo al Instituto 
el herbolario. 


PEYOTES DE LA FAMILIA DE LAS COMPUESTAS. 
Peyote del Valle de México.—Senecio sp?—Lámina V. 


Descripción de la droga.—Origen, Cerro del Pino, al Oriente del Valle de 
México. 

Caracteres exteriores. —Rizoma principal (fig. 1). —Tuberosa, ovoide, del ta- 
maño de un huevo chico de gallina, algo encorvada hacia arriba, llevando ca- 
si todas en la extremidad gruesa restos del tallo, que es herbáceo, delgado, 
manchado, fibroso y con abundante médula. En la extremidad delgada sobre- 
sale un pincel de fibras gruesas rodeadas generalmente de una mancha obs- 
cura resinosa. Toda la superficie está cubierta de felpa formada de largos 
pelos entretejidos de color de canela; de numerosas raíces largas como de 10 
á 20 centímetros y del diámetro en su origen como de 24 3 milímetros, flexi- 
bles y fibrosas; de abundantes tuberosidades esféricas ú ovaladas de diversos 
tamaños. 

Rizomas secundarias. —Las más grandes llegan á lo más á igualar á la ri- 
zoma principal y tienden á encorvarse hacia arriba y están adheridas por un 
pedículo angosto más ó menos recogido; su extremidad libre no lleva marca 
de haces fibrosos, como la rizoma madre; la superficie de estas tuberosidades 
está cubierta también de felpa que es más abundante en ellas y no llevan raí- 
Ces sino raras veces. 


po 


Acta ts AE 


—< 


NS 


PT A 


E E 


> e 


ES E A 
ANALES DEL INSTITUTO 


Lám. V 


€ A 
+ 


- PEYOTE DEL VALLE DE MEXICO 
Senecio sp. ? 


e y - A 


e. 


E MEDICO NACIONAL. > 207 


Un corte hecho en la rizoma principal (fig. 2, lám. V) en el sentido de su 
longitud por la parte media y procurando que comprenda también longitu. 
dinalmente una de las tuberosidades grandes, presenta muy claramente la 
forma ovalada y la distribución de los haces leñosos (c). Se ve cómo se reu- 
nen en el pincel de la extremidad delgada (f); partiendo de allí se ensanchan 
en seguida acercándose mucho á la superficie, y vuelven á reunirse en el cue- 
llo de la rizoma para continuar en el tallo. La tuberosidad presenta también 
esta zona fibrosa desprendiéndose de un pedículo que nace de la zona leñosa 
principal, se ensancha y se pierde en la superficie antes de reunirse en la ex- 
tremidad. Representan estas tuberosidades unas ramificaciones de la rizoma 
principal. 

Pasados algunos minutos de hecho el corte, exudan en muchísimos puntos 
de la superficie dividida, gotitas de un líquido resinoso incoloro. El olor de 
la rizoma no tiene nada de especial y el sabor es algo amargo y acre. 

Hojas.—Las hojas pertenecientes á este peyote (fig. 4, lám. V) son opues- 
tas, lobadas, de lóbulos cortos y terminados en punta agudita, palminervadas 
y con peciolo de 14 milímetros de largo, de color rojo morado, lo mismo que 
muchas de las nervaduras y el tallo en su parte inferior. El limbo mide 6 
centímetros de largo por 5 y medio de ancho, término medio. 

Felpa.—Está constituída por numerosos pelos color de canela (fig. 5 lámi- 
na V) muy largos, entretejidos y formados de varias células unidas unas con 
otras en forma de pico de flauta. 


EXTRUCTURA HISTOLÓGICA DE UNA RAÍZ. 
(Fig. 6, lám. V.) 


Capa pelífera (a) desgarrada cubierta en muchos puntos por súber. 

Parenquima cortical (b). Formado de pequeñas células alargadas tangen- 
cialmente, arredondadas, en capas circulares concéntricas confusamente y en 
hileras radiales muy claramente, espacios intercelulares pequeños. 

Periciclo interrumpido. 

Líber (c) en haces aislados bien distintos. 

Haces fibro-vasculares (d) aislados unos de otros, con vasos poco anchos, 
forman una zona concéntrica que rodea la médula. 
Médula (m) muy desarrollada. 


PEYOoTE DEL VALLE DE MÉXICO. 


Explicación de las láminas. 


Lámina V. 
Fig. 1.—a. Rizoma principal, tamaño natural. 
b. Raíces. 
ecc. Rizomas de segundo orden. 
iii. Inserción de las hojas en el tallo. . 


208 ANALES DEL INSTITUTO 


Fig. 2.—Corte longitudinal de una rizoma principal pasando por una gran 
tuberosidad ó rizoma secundaria (tamaño natural). 
c. Zona de los haces leñosos. 
f. Extremidad de la rizoma. 
g. Gotitas de exudación resinosa. 
Fig. 3.—Otro corte longitudinal de la rizoma principal (tamaño natural). 
Fig. 4.—Hoja peciolada (tamaño natural). 
Fig. 5.—Pelos de la felpa que envuelve á la rizoma (aumentados). 
Fig. 6.—Corte transversal de una raíz. 


a. Capa pilífera muy desgarrada. 
b. Parenquima cortical. 
- c. Zona liberiana. 
d. Zona formada por los haces fibrovasculares. 
m. Médula. 


PEYOTE DE TEPIC (LÁM. VI). 
Senecio hartwegii, Benth. 


Descripción de la droga.—Origen, Tepic. Colectado por el Sr. Profesor Fran- 
cisco Río de la Loza. 

Caracteres exteriores de la rizoma principal (fig. 1).—Se le pueden asignar 
los mismos que hemos dado para el peyote del Valle de México, pero se dis- 
tingue de éste por lo siguiente: Tamaño menor, forma más globosa, falta de 
médula en las radículas y el color amarillento que toman los haces fibrovas- 
culares con el ácido láctico. Además, las hojas no tienen peciolo largo. Por 
otra parte, comparando minuciosamente los tejidos y los elementos histológi- 
cos se encuentran también diferencias, á lo menos en los cortes que yo he he- 
cho en las radículas y que están representados en la figura 3. Véase la des- 
cripción adelante. 

No contiene alcaloide ni almidón. Contiene principios gomosos, glucosa, 
resina y esencia. Contiene también, lo mismo que el peyote de México, cler- 
tos cuerpos esfervidales, de los que me ocuparé más tarde. Los extractos 
acuoso y alcohólico fueron inactivos en la paloma y en el ratón en la dosis de 
0.10 á 15 centígramos en tres experiencias que practiqué. 


EXTRUCTURA HISTOLÓGICA DE UNA RAÍZ. 


Parenquima cortical (a) formado de grandes células poliédricas de paredes 
gruesas en capas circulares concéntricas y en hileras radiales con anchos es- 
pacios intercelulares. 

Periciclo (b) continuo, forma una zona completa que marca bien los límites 
entre el parenquina cortical y los haces libero-leñosos. 

Haces libero-leñosos («) confusamente unidos forman un cilindro fibrovas- 
cular leñoso que ocupa todo el centro de la raíz. Los vasos son anchos, no se 
distinguen rayos medulares, ni médula. 


4 
ad 1] 


O ! : E al 
NALES DEL INSTITUTO | CO NACIONAL. 


A 


MEDICO NACIONAL. 209 


PEYOTE DE Tep1c. 
Explicación de la lámina VI. 


Fig. 1.—Representa la planta de menor tamaño que el natural. 
a. Rizoma principal. 
b. Rizomas secundarias. 
c. Raíces. 
d. Hojas casi sentadas. 
Fig. 2.—Corte longitudinal pasando por una tuberosidad. 
a. Rizoma. 
b. Tuberosidad. 
e. Zona formada por los haces leñosos. 
Fig. 3.—Corte transversal de una radícula. 
a. Parenquima cortical. 
b. Periciclo. 


Cc. Haces fibro-leñosos. 


PEYOTES DE LA FAMILIA DE LAS CACTÁCEAS. 
Anhalonvum Lewinúi y Anhalonium Williamsi.—Peyotes de Monterrey. 


Origen: de las cercanías de Monterrey. Se vendió al Instituto por el Sr. 
Mc. Dowell, colector de cactáceas. Trajo dos especies que designó con los 
nombres de Anhalonium Lewinii y Anhalonium Williamsii, lo que fué rati- 
ficado por el Sr. Dr. José Ramírez, jefe de la Sección 1%. Estas plantas son 
las que designamos vulgarmente con el nombre genérico de biznagas. 

Descripción de la droga producida por el Anhalonium Lewinii de Monterrey. — 
Lám. VII.—De forma cónica (fig. 1), largo de 10 á 20 centímetros y de 6 á 7 
centímetros de diámetro en su parte más gruesa, que es la superior. Color 
moreno, excepto en la parte superior que es verde. Superficie longitudinal 
del tallo subterráneo (ed) rugosa con estriaciones transversales y numerosas, 
haces pelosos más ó menos alterados por las modificaciones de la corteza. La 
superficie transversal (ac) de la parte superior es verde y lleva muchas tube- 
rosidades prismáticas (fig. 2, bbb) separadas entre sí por unos zurcos radia- 
les y transversales, sinuosos y profundos (fig. 2, cc). Cada mamila lleva un 
haz de pelos blancos (a) sedosos, cortos y sin espinas. El ceutro de esta su- 


_perficie (fig. 3, p) presenta un hundimiento lleno de pelos blancos entre los 
cuales aparece la flor. 


La porción propiamente radical (fig. 1, d e) comprende como la tercera 
parte de la longitud total de la biznaga, se caracteriza por su superficie me- 
nos áspera, la falta de restos de haces pelosos y la presencia de más ó menos 
radículas (f) largas y gruesas como de 5 milímetros. : 

En un corte longitudinal llama la atención desde luego hacia la periferie 
una zona obscura (a) delgada, que corresponde á la corteza alterada en la por- 
ción subterránea: en seguida, otra zona ancha (b) verde en la parte superior 


210 ANALES DEL INSTITUTO 


de la planta y blanca en la inferior, muy suave y jugosa con algunas fibrillas 
delgadas que le atraviesan. Viene en seguida una capa leñosa (d) formada 
por los haces fibrovasculares, separada de la anterior por una angosta lista 
(c) más blanquecina, de tejido más unido que el de la zona cortical que repre- 
senta el líber. Por último, en el centro existe otra zona (c) correspondiente 
á la médula de tejido suave y jugoso, verde hacia arriba y blanco hacia 
abajo. 

En el corte transversal y longitudinal de la figura 4 se notan las mismas 
zonas que acabamos de describir, pero además se nota mejor la disposición 
de los haces fibro-leñosos. Están dispuestos en láminas delgadas radiales al- 
ternadas con rayos medulares. Se ve también la capa blanquizca de que he- 
mos hablado atrás, interpuesta entre los haces leñosos y la corteza, la cual 
corresponde al líber. 

En la figura 5 se representa la extructura histológica de una raíz secundaria 
para que se haga la comparación con la extructura de la de las raíces de los 
otros peyotes pertenecientes á la familia de las compuestas. Se nota así cuán 
grandes diferencias hay entre esas dos clases de raíces. 


ANHALONIUM WILLIAMSI.—PEYOTE DE MONTERREY. 


En cuanto al Anhalonium Williamsii, originario de Monterrey, tiene los 
mismos caracteres estructurales y exteriores que su congénere del mismo ori- 
gen, excepto los relativos á los pezones. Estos, menos numerosos, más alar- 
gados y triangulares, de vértice hacia el centro, formando como gajos separa- 
dos entre sí por surcos sinuosos y profundos. Los surcos transversales son 
muy poco marcados y escasos. Véanse las explicaciones de la lámina VIIL 

En los peyotes Anhalonium Lewinii y Anhalonium Williamsii he demos- 
trado la presencia de los siguientes principios: alcaloide en abundancia, ma- 
teria colorante amarilla (peyote de Querétaro) que reside principalmente en 
los haces fibrovasculares, azúcar, aceite esencial, materias gomosas, abundan- 
tes cristales de oxalato de cal ?, agua en la proporción de un 50 pS próxi- 
mamente. 

El extracto acuoso lo obtuve en la proporción de un 6 p3 y el alcohólico 
en la de un 445p3. La cantidad de cenizas en el extracto acuoso fué de 9 
p3 y la de materia orgánica de 22 pS . e 

La porción leñosa es fácilmente aislable de la parenquimatosa, lo mismo 
que la parte suberificada que forma como corteza. Es conveniente privarla 
de estas porciones para evitar la presencia de la mayor parte del color obs- 
curo y de las impurezas de la corteza suberificada. Así se facilitará grande- 
mente la purificación del alcaloide. 

Esta planta es fácilmente alterable por la putrefacción que pronto la inva- 
de. Para conservarla bien, es necesario dividirla en rebanadas delgadas y se- 
carlas lo más pronto posible. 


A 


e 


ANALES DEL InstITUTO MÉDICO NACIONAL. 


¿E 


C 


ANHALONIUM LEWINII (HenniNGS.) 


MEDICO NACIONAL. 


ECHINOCACTUS TURBINATUS.—OTRO PEYOTE DE QUERÉTARO. 


En Querétaro se vende también, entre los herbolarios, con el nombre de 
Peyote, el Echinocactus turbinatus que se distingue desde luego de las dos 
especies de Anhalonium que acabamos de describir, en la disposición espira- 
lada de sus pezones y en que son muy pequeños, triangulares y terminados 
en punta. Tienen, sin embargo, algún parecido á los Anhalonium, sobre todo 
para los herbolarios, por la forma y tamaño de la planta, cuando está seca, 
deformada y dividida, condiciones en que se puede confundir. Aún no he ave- 
riguado si tiene la misma actividad que los Anhalonium. 


ANHALONIUM LeEwINI HeENNINGO.—LAÁm. VII. 


Fig. 1.—Planta en su tamaño natural. 
a. Haces de pelos en el centro de los pezones. 
b. Pezones con la corteza no suberificada. 
e d. Porción subterránea del tallo con la corteza suberificada. 
d e. Porción radical. 
fff. Raíces secundarias. 
Fig. 2.—Porción aérea del tallo. 
a. Porción central llena de pelos largos donde aparece la flor g. 
bbb. Pezones prismáticos en series radiales de 3 á 4 y en círcu- 
los concéntricos, separados entre sí por surcos radiales y trans- 
versales (cc). 
Fig. 3.—Corte longitudinal (tamaño natural). 
a. Zona suberosa de la corteza. 
b. Parenquima cortical. 
c. Líber. 
d. Zona de haces leñosos. 
e. Médula. 
f. Haz de pelos en un pezón. 
p. Pelos en la cavidad central. 
Fig. 4.—Corte transversal y longitudinal casi al nivel del cuello de la raíz. 
a. Zona suberosa de la corteza. 
b. Parenquima cortical. 
c. Líber (se puso obscuro por error). 
d. Haces. 
e. Médula. 
Fig. 5.—Corte transversal de una raíz secundaria (60 diámetros). 
a b. Gruesa capa suberosa formada de muchas hileras de células 
suberosas. , 
be. Parenquima cortical de células grandes irregulares, floja- 
mente unidas, formando una capa muy delgada. 


d e. Haces fibro-leñosos. 
Tomo IV,—29 


212 ANALES DEL INSTITUTO 


f. Parenquima de células jugosas flojamente unidas y constitu- 
yendo anchos rayos medulares. 


EXPLICACIÓN DE LA LAMINA VIII. 
Anhalonium Williamst. Lam. 


Fig. 1.—Porción aérea del tallo. 

a. Porción central llena de pelos. 

b. Pezones triangulares de base periférica, dispuestos en un solo 
círculo y separados entre sí por surcos radiales y profundos (€) 
con algunas ramificaciones laterales (e) poco marcadas. 

. 2.—Corte longitudinal, tamaño natural. 

a. Zona suberosa de la corteza. 

b. Parenquima cortical. 

c. Líber. 

d. Zona amarilla de haces leñosos. 

e. Médula. 

f. Haz de pelos en un pezón. 

p. Pelos de la cavidad central. 

Fig. 3,—Corte transversal y longitudinal, casi al nivel del cuello de la raíz 
(tamaño natural). 
a. Zona suberosa de la corteza. 
b. Parenquima cortical. 
c. Líber. 
d. Haces leñosos amarillos. 
e. Médula, 


Q 


Fj 


3 


De las experiencias fisiológicas hechas con los peyotes Anhalonium Lewi- 
nii de Monterrey y de Querétaro y con el Williamsii, bajo mi dirección en 
el laboratorio de Fisiología, resulta lo siguiente: 

En el perro produjeron efectos dudosos vomipurgantes. No hubo ptialismo 
ni efectos sobre el sistema nervioso aparentes. El animal se conservó bien 
durante tres días que se le observaron. Las dosis de jugo de planta adminis- 
tradas por el estómago, correspondieron de 12 4 2 gramos de extracto. El pe- 
so de los animales fué de 14 kilos en uno y de 5 en el otro. 

En dos palomas de 198 y 278 gramos de peso cada una, se produjeron con 
las dosis de 6 á 12 centígramos, inyectadas bajo la piel, un malestar general 
y náuseas, movimientos parésicos, tendencia al sueño y efectos evacuantes. 
Accidentes locales en el lugar de la inyección, ningunos. 

En una rana de 7 gramos de peso se produjo lo siguiente: Después de una 
hora de la inyección subcutánea de 2 gramos de extracto aleohólico: parecia 
general; exaltación de los reflejos, especialmente de los miembros posteriores 
y bajo la acción de pequeños golpes sobre el animal. La simple excitación 
de la piel no los provocaba ¿por anestesia cutánea? Los movimientos espon- 
táneos eran torpes, particularmente en los miembros anteriores. La tenden-. 


mo EV: ANALES DEL .INstiruro Mépico NACIONAL... Lám. VII 


ANHALONIUM WILLIAMSIT (Lem) 


tom.I1V Anales del Instituto Médico Nacional. Lam 1 


SENECIO (CARDIOPHYLLUS, Hems. 


MEDICO NACIONAL. 213 


cia á la parálisis se marca más en todo el tren anterior del animal, que en el 
posterior; deja caer la cabeza, cierra los ojos y se relajaron los miembros an- 
teriores. La respiración se hizo más y más lenta hasta paralizarse, lo mis- 
mo que el corazón. Los nervios sciáticos quedan excitables, y los músculos 
estriados, torpes para extenderse después de la contracción voluntaria ó pro- 
vocada. 

En resumen, puedo inferir de lo observado en todas las experiencias di- 
chas, que el extracto del peyote de las cactáceas producía depresión de las 
facultades cerebrales, anestesia cutánea ?, exaltación de los reflejos, paresia 
muscular y parálisis respiratoria y cardíaca, de origen nervioso más proba- 
blemente. Además, provocó efectos vomipurgantes y no causó alteración lo- 
cal en el tejido subcutáneo. y 

Hagamos ahora una comparación entre los síntomas señalados en el perió- 
dico de Londres y los fenómenos fisiológicos que nosotros hemos observado 
y se notarán las analogías y diferencias siguientes: Encontramos, como el 
autor inglés, exaltación de los reflejos, anestesia cutánea, parálisis respirato- 
ria y cardíaca, acción sobre las facultades cerebrales, efectos vomitivos y nin- 
guna irritación local. No observamos el aumento de la tensión arterial, ni 
menos ese cuadro de síntomas tan interesantes relativos á las perturbaciones 
de las facultades intelectuales y ópticas. Esto no lo podíamos tampoco de- 
mostrar en los animales de que disponíamos y sólo en la clínica se podrá en- 
sayar. 

En vista, pues, de nuestras experiencias personales con el jugo y extractos 
de los Anhalonium y de las observaciones publicadas en el periódico de Lon- 
dres, ya tenemos los datos suficientes para que la Sección de Clínica Terapéu- 
tica haga algunas aplicaciones de esta droga en los enfermos del hospital. 
Será el Peyote un excitante del sistema nervioso análogo á la estricnina y po- 
drá ser un buen modificador cerebro-medular en los dipsómanos ?. 

La preparación farmacéutica más propia por ahora para la clínica será el 
extracto hidro-alcohólico, puesto que no podemos tener el principio alcalói- 
dico puro. El extracto suplirá perfectamente, tanto para inyecciones subcutá- 
neas, como para aplicaciones por la vía gástrica. Las dosis para comenzar 
podrán ser desde 10 6 20 centígramos para un adulto, en 24 horas. Pero si 
se quiere tener más seguridad, bastará determinar en el extracto que se apli- 
que á la medicina humana, su actividad fisivlógica en los animales antes de 
usarla en el hombre. 

Para terminar, diré como resumen de todo lo expuesto: 

1? Que los peyotes que hemos recibido para su estudio los podremos divi- 
dir en dos clases, unos son producidos por plantas de las compuestas del gé- 
nero Senecio y que no tienen actividad fisiológica, y los otros son producidos 
por la familia de las cactáceas del género Anhalonium. Estos tienen una ac- 
ción fisiológica muy marcada y caracterizada por la exaltación de los reflejos 
y producción de accesos convulsivos. 

2% Que estas dos clases de peyotes no tienen entre sí parecido alguno ni en 


214 ANALES DEL INSTITUTO 


sus caracteres exteriores, ni en su acción sobre el organismo animal. No me 
explico, pues, por qué se les haya puesto el mismo nombre, pero sí debemos 
tener presente, que la palabra peyote se usa por el vulgo para designar una 
droga producida por plantas muy diversas. 


MATERIA MÉDICA MEXICANA. 


Acaba de salir de las prensas de la Secretaría de Fomento la 3* parte de 
la obra denominada: “Algunos datos para la Materia Médica Mexicana.” 
Escrita bajo el mismo plan que los tomos I y II, contiene artículos en que se 
trata de las plantas medicinales estudiadas en el Instituto Médico Nacional, 
y cada artículo contiene el estudio botánico, químico, farmacodinámico y tera- 
péutico, llevando además láminas que representan dichos vegetales para ilus- 
trar la descripción botánica. 

Se continúan con empeño en el Instituto los trabajos científicos para la re- 
dacción de la parte IV, siendo muy probable que al terminar el año de 1900 
se dé á la prensa ese nuevo tomo. 


e 
| LISTA DE COLABORADORES 


DEL 


INSTITUTO MEDICO NACIONAL DE MEXICO 


En la República Mexicana. 
Sr. Dr, Francisco Bulman.—3* del Reloj 13. an 


Sr. Dr. Gómez Elías. —Cuernavaca (E. de Morelos). 


Sr. Dr, Hernández Francisco. —A patzingán (E. de Michoacán). 


“nal de México, ZooLoGIsta. Calle 3% de la Ribera de Santa María núm. 6. México. (D. F.). 
Sr, Profesor en Farmacia Lasso de la Vega José María.—3* Calle del Reloj. Botica. México 


Dr. León Nicolás. —Tepeji del Rio (Estado de Querétaro). 

Sr. Dr. Medal Juan.—Morelia, (E. de Michoacán). OLE 

Sr, Dr. Mendizabal Gregorio. —Ualle de Montealegre núm. 10. México. (D. F.). 

Sr. Dr, Noriega Tomás.—Hospital de Jesús. México, (D, F.). 

Sr. Dr. Otero Miguel.—San Luis Potosí. (E. de S. L. PJ. 

Sr. Dr. Parra Gabriel. —Tlatlauquitepec (E. de Puebla). 

Sr, Profesor en Farmacia Puga Adrián.—Química Y FARMACOGNOSIA. Botica de la Compa- 
iia. Guadalajara (E. de Jalisco). Res 

Sr. Ingeniero Puga Guillermo B.—México. Tacubaya, (D. F.). 

"Sr. Dr. Peña Cutberto.—Córdoba (E. de Veracruz). 

Sr. Lic. Rebollar Rafaol.—2? Calle de Necatitlán núm, 22. México (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Reyos Julio.—México (D. F.).. 

Sr. Ingeniero Robirosa José N.—San Juan Bautista (E, de Tabasco). 

Sr. Ing. José C. Segura.—Escuela de Agricultura. ES 

Sr. Dr. Torres Ezequiel.-—Chihuabua (Y. de o 

Sr. Profesor Urcelay y Martínez Alberto M.—Mérida (E. de Yucatán.) 

Sr. Dr. Urbina Manuel.—Director interino y Profesor de Zoología Botánica del Museo 
cional de México. Profesor de Botánica en E Escuela Nacional Preparatoria. BoTÁNICO. 
Calle de San Juan. Botica. México (D. F.). ES 
Sr. Dr, Villada Manuel. —Profesor de Mineralogía, Geología y Paleontología en el Museo 
cional de México. Profesor de Botánica Agrícola en la Escuela Nacional de Agricul- 
ra. Villa de Guadalupe (D. F.). ES : 


En el Extranjero, 


Mr. Bocquillon Limousin Henry.—Pharmacien de 1" classe a Paris. Pharmacologiste, 2 en 
e Blanche. Paris. OS 

Mr. Heckel Edouard. —Professeur á la Faculté dos Sciences et á l'Ecole de Medicine de 
arscille et Directeur de les Annales de VInstitut Colonial de Marseille. 

Sr. Profesor Jules Hudas. —Paris. E 

Sr. Profesor Joseph P. Remington.—Phyladelphia. E. Ú. 

Sr. Profesor Henry A. Rusby.—Nebraska. y, J.). 

. Profesor Casimiro De Candolle.—Ginebra. 

. Dr. E. Janssens.— Bruselas. 

Sr. Profesor Fernand Ranwetz.—Lovaina (Bélgica). 

Sr. Profesor Lieon Crismer.—Bruselas. 

Sr, Nathamel Lord Briton.—Nueva York, E. U. 


NOTA.—Se suplica á los Señores Miembros y Colaboradores del Instituto Médico, 
mitan oportunamente noticia de los cambios de dirección, etc., para, publicarlos con 
tud. ! y que 


1%—De Historia natural Médica. St 
var las diferentes especies de plantas 
22—De Química analitica. Tiene por 
ES activos y preparaciones necesarias para la A 
— De Fisiología experimental. Esta Sección está encargada de estudi 
OR de las substancias aisladas: s por los profesores de Química. 
4% — De Terapéutica clínica. Hace la aplicación á la patología eS de 
mentos ya experimentados en los animales. A. 
52 De a y Geografía 


adquirir todas las noticias Ellativas > del Establecimiento, se Para 
á las corporaciones científicas 0 se sirvan establecer el canje respecira de] E 
blicaciones . 


Se encuentra de venta: 


£in México.—En la Plazuela de la Ca andelarita núm. 3; en la 22 calle de Y: negas 
tica) y en las principales librer s de la capital. : z 
En Paris —Chez M. Géorges Carré, pisas 3 rue Racine á Paris. 


Tout ouvrage dont il sera envoyA a exemplaires á l'adresse ci-dessons ss sera ( 
jet d'une étude bibliographique qu "on aa dans les Annales. 


0 e 
Ss 


Nons prions les directeurs de j journaux qui voudront bien établir Pa avec n 
Annales d'adresser leurs publicationsa PInstituto Médico N: anual. de México Plazu 
la de la Candelarita núm 3. Moi A F.) 


ANA LBS 


DEL 


SUMA RIO. 


Programas para los trabajos del Instituto Médico Nacional, durante el año de 1900. 

Informes de los'trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional durante el mes de Enero de 1900.— 
Sección 1% —Sección 22%—Anexo al informe anterior -——Sección 32—Sección 44—Anexo al infor- 
me anterior.—Sección 5* 

E racinra de turno.—Tequampatli, por el Sr. Dr. F. Altamirano. 

3 - Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional durante el mes de Febrero de 1900. 

ñ Sección 1% —Sección 22—Anexos al informe anterior.—Sección 8*—Sección 44*—Anexo al informe 
E anterior.—Sección 5* 
A Lectura de turno.—El Peyote, por el Sr. Dr, José Ramírez. 


OFICINAS DE LA PUBLICACION, 
INSTITUTO MEDICO NACIONAL. 


JARDÍN CARLOS PACHECO, 3.—MEXICO, D. F. ; 


Ex-plazuela de la Candelarita núm. 3 (Av. Poniente 12 A.) 


MÉXICO 


OFICINA TIPOGRAFICA DE LA SECRETARÍA DE FOMENTO 
e ' Calle de San Andrés número 15. [Avenida Oriente, 51.] 


1900 


Dirección. 


Sr. Dr. Fernando Altamirano.—Director del Instituto Médico. Profesor de Torapdntios 
en la Escuela Nacional de Medicina de México, encargado de la Historia de las Drogas en el 
Instituto. Especialidad que cultiva: a Y BoTÁNICA APLICADAS. Villa de Bio 
(D. F.) Calle del Mirador número 147. * ed 

Sr. Dr. Secundino Sosa.—Secretario del Instituto Médico. Profesor Adjunto de Clínica In: 24 
terna en la Escuela Nacional de Medicina de México. ALrenisra, Calle 1% del Indio Triste 
núm. 7. México (D. F.). 08 

Sr. Profesor en Farmacia Carlos Espino" Barros.—Prefecto del Instituto Médico. —En al y 
Instituto. E 3 


Sección primera: Historia Natural Médica. 


Sr. Dr. José Ramirez.—Jefe de esta Sección. Secretario General del Consejo Superior. a 
de Salubridad. BacrERIoLOGISTA. 10* Calle de la Violeta núm. 21. México (D. FJ). , y 

Sr. Gabriel Alcocer.—Conservador del Herbario y del Museo en esta Sección. Profesor dé 
Matemáticas. MatemÁTICO Y BOTÁNICO. Calle del Hospicio de San Nicolás núm. 19. México 
D.F. 3 
É Sr. Adolfo Tenorio.—Dibujante de esta Sección. PROFESOR PAISAJISTA. Plazuela del Risco 
núm. 10. México (D. F.). : 


Sección segunda: Química Analítica. 


“Sr. Prof. Francisco Río de la Loza.—Jefe de esta Sección Profesor de Química congrs 
Industrial y Agrícola en la Escuela Normal: para Profesores en México. Químico. Calle 2 
a e núm. 83. México (D. F.). m 


rof. Mariano Lozano y Castro. —Ayudante de esta Sección. Químico inspector de 


bebidas y comestibles en el Consejo o de Salubridad. Químico. Calle de Patoni nú- 
mero 4. (Botica Humboldt). México (D. PF : 

Sr. Dr. Federico F. Villaseñor. — Ayudante de esta Sección. Químico. Calle del Cuadrante 
de Santa Catarina número 7. México (D.E.). 


Sección tercera: Fisiología experimental. y 


Sr. Dr. Eduardo Armendaris.—Jefe de esta Sección. Médico del Museo Anatomo-patoló. 8 


gico. ANÁLISIS CLÍNICOS. Calle de las Ratas núm. 2 México (D. F.). 


Sr. Dr. Daniel Vergara Lope.—Ayudante de esta Sección. Preparador de la clase de Tera- 
péutica en la Escuela Nacional de Medicina de México. Profesor de Anatomía en la Escuela 


de Bellas Artes. a 52 Calle de Guerrero núm. 2,122. México. (D. F.). 


Sección cuarta; Terapéutica Clínica, 


Sr, Dr. José Terrés.—Jefe de esta Sección, Profesor de Patología Interna en la onald 
Nacional de Medicina. 3% Calle del Reloj núm. 2. México (D. F.). 

Sr. Dr. Juan Martínez del Campo.— Ayudante de esta Sección. Médico del Museo Anato- 
mo-patológico 2% Calle de Sor Juana Inés de la Cruz núm. 12. México (D. F.). 


Sr. Prof. Juan Manuel Noriega.—Farmacéutico de esta Sección en el Instituto Médico 


Preparador de Análisis Química en la Escuela Nacional de Medicina. 


Sección quinta: Climatología y Geografía médicas. 


Sr. Dr. Domingo Orvañanos.—Jefe de esta Sección. Miembro del Consejo Superior de Sa- a 
lubridad del Distrito Federal. Profesor de Clínica Interna enla Escuela Nacional de Medici- 


na. CLÍNICA INTERNA. Calle de Chavarría número 25. México (D. F.). 


——_—_— 


NA 
SE 


MEDICO NACIONAL. 215 


PROGRAMAS PARA LOS TRABAJOS DEL INSTITUTO MEDICO NACIO- 
NAL DURANTE EL AÑO DE 1900. 


PROYECTO DE PROGRAMA GENERAL DE TRABAJOS DEL INSTITUTO 
MéÉpico NACIONAL EN EL AÑO DE 1900. 


De acuerdo con las bases que sirvieron para formar los programas de los 
años de 1898 y 1899, la Comisión que subscribe propone para el año venidero 
el estudio completo de las diez y seis plantas que constan en la lista adjunta. 

De las plantas señaladas, unas ya se han estudiado en parte, y fácil será 
completar los artículos respectivos; de otras se han publicado memorias que 
contienen datos acerca de ellas, y del resto será del que se ocupen todas las 
Secciones. 

En cuanto á la manera de hacer los trabajos, así como en la redacción de los 
artículos, la Comisión acepta y propone el programa que sirvió en el año de 
1896 y, por lo mismo, el programa del año venidero quedará sujeto á las si- 
guientes reglas. 

En el mes de Enero, el Jefe de la Sección 1* redactará la parte histórica y 
botánica de aquellas plantas de las que no haya entregado esos apuntes á la 
Sección 2*, y tan pronto como termine aquella redacción, la remitirá á la Se- 
cretaría, para que ésta, á su vez, la haga llegar á la Sección 2* 

En el mismo mes de Enero, las Secciones 22 y 3? continuarán y perfeccio- 
narán los trabajos que tienen emprendidos de algunas de las plantas que es- 
tán enumeradas en la lista. 

Entretanto, el Sr. Altamirano hará la descripción de las drogas de aquellas 
plantas que ya hayan sido estudiadas por las Secciones 1* y 2% 

En los meses siguientes, el trabajo en todas las Secciones, ya seguirá esca- 
lonado; es decir, que la Sección 2* estudiará las plantas de las que le haya re- 
mitido la descripción la 1*; y la Sección 3?, las que hayan sido analizadas por 
la 22%, ocupándose la Sección 4* de la aplicación de aquellas que hayan sido 
terminadas por todas las Secciones anteriores, sin que esto sea un obstáculo 
para que al mismo tiempo aplique las otras plantas de las que ya tiene datos 
suficientes para usarlas con provecho. 

En cada junta mensual, las secciones darán lectura de los trabajos que ha- 
yan hecho, referentes á este programa general, y los entregarán á la Secreta- 
ría, para que el Director pueda circularlos como queda indicado. 

En consecuencia, el programa general para el año de 1900, será el siguiente: 

12 Se hará y terminará la redacción de los artículos que corresponden á las 
plantas que constan en la lista adjunta y que constituirán la cuarta parte de 
los Datos para la Materia Médica Mexicana, procurando que quede publica- 
da en el curso del año esta misma parte, y quedando facultada la Dirección 
para cambiar esta lista según las contingencias que se presenten. 

2? Se gestionará la remisión de datos para la Geografía Médica de aquellas 

Tomo IV.—30 


3 4 
216 ANALES DEL INSTITUTO 


municipalidades que no los han remitido, y con ellos se complementará el In- 
dice que ya se ha hecho. 

3? Lecturas de turno acerca de asuntos pertinentes al objeto del Instituto. 
—F. Altamirano.—J. Ramírez. 


Lista de las plantas del Programa general. 


¡AGTO PAQUES es «pate aloe toiiess >= Gaultheria sp. ? 
AR Escobedia linearis, Sch!. 
A A A Erythrina corallodendron, Linn. 
olor Chiquito. tcojasieaos pedos Rhynchosia precatoria, DC. 
A Physalis chenopodiifolia, Lam. 
Miapmnmole rodas leapaicaecinos Hymen:zea courbaril, Linn. 

OS O E Dioon edule, Lindl. 
A Chrysactinia mexicana, A. Gr. 
MAA Arracacia multifida, Wats. 
A o A Galium ? 

DilbquÍ- ojos. dEqoche ndo to Ipomcea sideefolia, Choisy. 

alo tdel muertas... concirreninnoo ss Tpomcoea murucoides, Roem. et Schuitz. 
la AN A Anhalonium Lewinii, Hennings. 
Eúmuentar de tierTa:...c.o...to jon.» Peperomia umbilicata, Ruiz et Pav. 
Quina de Michoacán............... Coutarea latiflora, DC. ? 

LM A AA Rhamnus humboldtianus Roem. et Schultz, 


PROGRAMAS PARTICULARES DE LAS SECCIONES PARA EL AÑO DE 1900. 
Sección Primera. 


De acuerdo con lo que previene el Reglamento del Instituto Médico, en el 
que se definen terminantemente las principales labores encomendadas á esta 
Sección, su programa especial para 1900 consistirá en la recoleccción, clasifi- 
cación y arreglo de las plantas que se destinen al Herbario y Museo de Dro- 
gas; en la descripción farmacológica é histoquímica de las plantas del Progra- 
ma general; así como en la ejecución de los dibujos de las mismas, cuando 
presten algún interés, desde el punto de vista de sus aplicaciones. 

En consecuencia, el programa particular de la Sección 1% para el año de 
1900 será el siguiente: 

I. Excursiones botánicas á fin de colectar drogas para su estudio y ejem- 
plares botánicos para su identificación. 

II. Clasificación de las plantas que se colecten, ó de las que ya existen en 
el Herbario, dando la preferencia á las que tengan alguna aplicación á la me- 
dicina. 

II. Arreglo del Herbario, conforme al plan seguido en los años anteriores. 


MEDICO NACIONAL. 217 


==> 


IV. Descripciones botánicas y farmacológicas é historia de las plantas del 
programa general. 

V. Estudios histoquímicos de las drogas de las plantas señaladas en el pro- 
grama general. 

VI. Arreglo y publicación de la sinonimia vulgar y científica de las plan- 
tas mexicanas. 

VII. Redacción de los informes respectivos que pida la Secretaría de Fo- 
mento. 

VIII. Dibujos y acuarelas de plantas y otros objetos de Historia Natural. 

México, Noviembre 23 de 1899.—José Ramírez. 


Sección Segunda. 


La experiencia de algunos años nos ha venido demostrando las dificultades 
que se presentan para terminar el estudio de alguna planta, en el corto tiempo 
que le corresponde, cuando el número de las que se señalan en el programa 
general es considerable; y como en algunas se suele encontrar algún principio 
digno de fijar la atención, debemos procurar que los trabajos particulares del 
reducido personal de la Sección, no lo distraigan de los trabajos principales, 
que son los marcados en el programa general, y al mismo tiempo que esos es- 
tudios particulares tengan por objeto complementar los trabajos del mismo 
programa general. Otra dificultad que se debe taner en cuenta es, que el es- 
tudio particular de un principio exige su preparación en cantidad regular, y 
esta es otra operación que demanda tiempo; sea por la pequeña cantidad que 
del principio exista en la planta, ó por las dificultades para purificarlo y ob- 
tenerlo en condiciones apropiadas para las investigaciones ulteriores. 

Por lo expuesto, el programa particular de la Sección 2* quedará reducido: 

I. A la preparación y estudio de los principios que presenten alguna impor- 
tancia y cuya presencia revele la análisis general de una planta. 

II. Análisis de las aguas de la República que se envíen al Instituto ó que 
se proporcione la Sección. 

III. Trabajos extraordinarios encomendados por la Dirección del Instituto. 

México, Noviembre 30 de 1899. — Francisco Río de la Loza. 


Sección Tercera. 


Teniendo en cuenta el escaso personal de esta Sección, así como los traba- 
jos del Programa general y algunos otros extraordinarios que con frecuencia 
se presentan en el curso de año, el programa particular de la Sección 3* para 
el año de 1900 será el siguiente: 

1? Estudiar la parte que le corresponde de las plantas señaladas en la lista 
del Programa general. 


218 ANALES DEL INSTITUTO 

2% Redactar la parte fisiológica de cada una de las plantas que se vayan 
terminando, para que esos artículos formen la cuarta parte de los datos para 
la Materia Médica. 

3? Proporcionar los datos que se necesiten para otras Secciones respecto á 
la acción tóxica de alguna planta ó respecto á la dosis que deba usarse. 

4? Colaborar con la Sección 1? para la formación y aumento de micro—foto- 
grafías y fotografías de drogas. 

5% Resolver de preferencia á todo lo anterior las preguntas que en el curso 
del año sean dirigidas á esta Sección. 


México, 30 de Noviembre de 1899.—E. Armendaris. 


Sección Cuarta. 


Para desempeñar los trabajos exigidos por el Programa general relativo al 
estudio de las plantas y cumplir los compromisos que el Instituto tiene con- 
traídos con el Hospital de San Andrés, esta Sección deberá ocuparse el próxi- 
mo año de 1900 en lo siguiente: 

12 Estudiar la acción terapéutica de las plantas que figuran en el Programa 
general, redactando en su oportunidad la parte correspondiente de los artícu- 
los para la Materia Médica Mexicana, siendo auxiliada en una y otra labor 
por la Sección 5* 

2? Se harán las preparaciones farmacéuticas de las plantas del programa 
necesarias para los estudios de esta Sección. 

3? Proveerá de algunas preparaciones á la Sección 3* para la experimenta- 
ción fisiológica. 

4% Continuará haciendo el estudio de los manantiales de aguas minerales 
que existen en el país, y si completa el de algunos Estados, lo publicará. 

5% Continuará también la experimentación terapéutica de las plantas ya es- 
tudiadas en la Sección, en las que hubiere que ratificar ó completar los resul- 
tados obtenidos. Dichos estudios podrán ser el asunto de lecturas de turno ó 
suplementos para la Materia Médica. 

México, Noviembre 30 de 1899.—Juan Martinez del Campo. 


Sección Quinta. 


Los trabajos que exige la recolección de los datos que faltan para el com- 
plemento del “Indice de Geografía Médica” y la concentración y asiento de 
estos mismos datos, no dejarán tiempo alguno libre á esta Sección para em- 
prender otro trabajo, tanto más que tiene que auxiliar, como en los años an- 
teriores, á la Sección 4*; en tal virtud se ocupará de lo siguiente: 

1? Del Programa general. 

2% Del estudio terapéutico de las plantas que le señale la Sección 4* 

México, Noviembre 30 de 1899.—D. Orvañanos. 


| 
| 
] 


MEDICO NACIONAL. 219 


Estos programas fueron discutidos y aprobados en las juntas verificadas los 
días 24 y 30 de Noviembre del año pasado, habiéndose cumplido las prescrip- 
ciones reglamentarias. 

Mexico, Enero 2 de 1900.—Secundino Sosa, secretario. 


INFORMES 


De los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional 
durante el mes de Enero de 1900. 


SECCIÓN PRIMERA. 


El subscrito se ocupó en redactar la introducción á la tercera parte de los 
Datos para la Materia Médica Mexicana que próximamente se repartirá en- 
tre el público. 

Rindió el informe pedido por la Secretaría de Fomento, á consecuencia de 
la cuestión que tiene que resolver relativa á los nombres vulgares y científi- 
cos de los peces conocidos en el Mar Pacífico como tintoreras y tiburones. 

Remitió á la Secretaría del Instituto la clasificación de dos plantas “que ha- 
bían sido enviadas para su estudio, siendo una de ellas la misma Damiana de 
que se ocupó la Sección el año pasado; es decir, una variedad de la Turnera 
Pringlei, y la otra la Lippia oaxaqueña, llamada Canelilla, planta aromática 
que fué determinada recientemente por los Sres. J. N. Rose y Greenmann. 

Una parte del tiempo disponible se consagró á corregir las pruebas del fo- 
lleto titulado «Las zonas de vegetación de México,» así como el índice alfabé- 
tico de la vbra del Padre Jiménez, el que facilitará considerablemente su con- 
sulta. 7 

Se remitió á la Direción un duplicado del Catálogo de las plantas que for- 
man el Herbario que se va á enviar á la Exposición de Paris. 

El Sr. G. Alcocer se ocupó de preferencia en arreglar algunos paquetes de 
plantas en los que se colocaron varias de las que están pendientes de distri- 
bución, y por orden del Sr. Director, en el arreglo, por familias naturales, y 
según el Index de Durand, del Catálogo del Museo de drogas, así como en 
formar el Catálogo de las calcas inéditas de la Flora Mexicana de Mociño y 
Sessé. 

El Sr. Tenorio dibujó lo siguiente: cinco láminas que representan una Jí- 
cama procedente de Jojutla, las hojas del Bonete, la Anona verde, la Anona 
morada, estas dos en acuarela, y unos tallos con frutas, de la Jícama mencio- 
nada; y por último, dos copias á lápiz de las foto-calcas de la obra de Moci- 
ño, correspondiendo á los números 7 y 30. El mismo señor ha auxiliado al 
establecimiento en los trabajos que le ha encomendado, referentes al arreglo 
del Museo de drogas. 

México, Enero 31 de 1900.—José Ramírez. 


220 ANALES DEL INSTITUTO 


SECCIÓN SEGUNDA. 


Se comenzó el estudio de la raíz de Costomate (Physalis chenopodifolia), 
planta que se escogió de entre las que quedaron pendientes del año pasado, 
con el objeto de dar principio á los trabajos, mientras se recibía el nuevo pro- 
grama de este año y el Sr. Director designaba las plantas que se debían estu- 
diar. Se hizo el estudio del extracto de éter de petróleo y en los últimos días 
de este mes, cuando ya estaba agotada la raíz por el éter sulfúrico, el Sr. Di- 
rector ordenó se suspendiera este trabajo y se comenzara el del Chamal (Dioon 
edulea), haciendo una análisis separada de las hojas y de los frutos. Este es 
el trabajo qne se comenzó el día 27. 

Protesto á vd. las seguridades de mi atenta consideración. 

Libertad y Constitución. México, Enero 30 de 1900.—M. Lozano. 


Tengo el honor de informar á vd. que durante el presente mes me he ocu- 
pado de lo siguiente: 

En los primeros días del mes, terminé algunas labores que habían quedado 
pendientes de los trabajos del año pasado. 

Por encargo del Sr. Director se hizo y se le entregó un extracto etéreo de 
Canelilfa y se hizo la investigación del alcaloide en la razura de la corteza de 
Tequampatli. 

Estos trabajos se hicieron mientras se conocía el programa del presente 
año; pero por un encargo del mismo señor, se empezó la análisis de la misma 
' razura de Tequampatli que se agregó al Programa, teniendo actualmente en 
estudio el extracto número 1 (de éter depetróleo) y estando la razura macerán- 
dose con el éter sulfúrico. 

Ruego á vd. acepte las seguridades de mi atenta y respetuosa consideración. 

Libertad y Constitución. México, Enero 30 de 1900.—F.. Villaseñor. 


SECCIÓN TERCERA. 


Tengo la honra de informar á la Junta de los trabajos ejecutados en la Sec- 
ción 3* del Instituto durante el mes de Enero de 1900. 

Me ocupé desde luego en revisar y copiar la primera parte del trabajo del 
Sr. Dr. Aleman, de Guanajuato, copia que presento hoy para que quede ter- 
minado dicho trabajo y pueda ser publicado. 

Por orden de la Dirección comenzamos el estudio de la corteza de Tequam- 
patli practicando las primeras experiencias en ranas. Uno de estos animales 
fué inyectado con el cocimiento de 50 centígramos de corteza desprovista del 
corcho, y en todo ese día y el siguiente no se observó ningún fenómeno nota- 
ble. A la vez se inyectó otra rana con cocimiento del corcho de dicha corteza, 
siendo igualmente nulo el resultado. Se aumentó la dosis á 1 gramo, ministra- 


E 


. 


ed 


MEDICO NACIONAL. 221 


+= 


do en la misma forma farmacéutica y de la misma manera, notándose á los 
pocos minutos que el animal se pone triste, algo torpe para brincar; los mo- 
vimientos de extensión de los miembros posteriores son bruscos y sin cordi- 
nación, los de flexión son lentos y algo más torpes. Tal estado es pasajero, 
pues á la media hora dichos movimientos son casi normales, y por la tarde 
han vuelto enteramente á su estado habitual. Con la misma cantidad del cor- 
cho no se produjo fenómeno alguno. 

Otra experiencia aumentando la dosis de corteza sin corcho y de éste sin 
corteza nos dió el resultado siguiente: 

Pocos minutos después de ministrada la primera en cocimiento observamos 
los mismos fenómenos citados anteriormente pero más marcados. Se ve la ra- 
na imposibilitada para marchar, cuando lo intenta extiende bruscamente los 
miembros posteriores y muchas veces se queda con ellos en la extension for- 
zada sin lograr trasladarse más adelante. 

La sensibilidad refleja y el dolor se conservan bien. Dos horas después es- 
tos fenómenos disminuyen de intensidad pero son aún aparentes. Voluntaria- 
mente la rana no se mueve de su sitio. Al siguiente día amanece algo más re- 
puesta, pero todavía bajo la influencia de la substancia; puede ya arrastrarse 
sin coordinar sus movimientos aunque son estos bastante vigorosos. 

La rana inyectada con el cocimiento del corcho no presentó ninguno de los 
fenómenos á que antes nos hemos referido y por esta razón creímos inútil se- 
guir aplicándola aisladamente. 

Pruebas hechas después con mayores cantidades de la droga (2 gramos y 
23 gramos) fueron más bien contrarias con los resultados obtenidos con las 
dosis inferiores. 

Preparamos un extracto hidroalcohólico para investigar si era más eficaz 
esta preparación que la primera, y con tal objeto inyectamos dos ranas, cada 
una de ellas con diez centígramos de la preparación disuelta en agua y otra 
rana con 20 centígramos sin conseguir que se manifestara en ninguno de los 
tres animales la acción de la corteza de Tequampatli. Como algunas experien- 
cias practicadas por el Sr. Altamirano con el polvo de la corteza, administra- 
do directamente por el ostómagoa á varios perros y palomas, dieron marcadas 
trazas de actividad, vamos á continuar estudiando la droga en estos animales, 
para investigar si su acción se hace más marcada á expensas del jugo gástri- 
co ó más bien del ácido clorhídrico ó dicha planta es más activa para los ani- 
males de escala superior á la rana. 

El que subscribe se ha ocupado además en aumentar el número de microfo- 
tografías con tres negativos y el de fotografías de plantas del Museo de Dro- 
gas con 28 negativas y 84 positivas. 

Ha dedicado también alguna parte de su tiempo en revisar una obra de 
Bacteriología que fué remitida á la Sección con ese objeto y que tan pronto 
como la termine dará informe por separado. 

El Ayudante ha asistido aunque á horas distintas y ha experimentado la 
corteza de Tequampatli y el extracto hydroalcohólico. 

México, 31 de Enero de 1900.—A. Armendaris. 


222 ANALES DEL INSTITUTO 


SECCIÓN CUARTA. 


Visita diaria á los enfermos de la Sala de Terapéutica Clínica en el Hospi- 
tal de San Andrés. 

Aplicación de los medicamentos nacionales siguientes: 

Polvo de raíz de Yerba del Zorrillo (Crotón dioicus). Extracto del hueso 
de Zapote blanco (Casimiroa edulis). Tintura de Salvia de bolita (Buddeia 
perfoliata). Tintura de Axocopaque (Gaultheria ¿ovata?) 

La Yerba del Zorrillo se prescribió á siete enfermos, cuatro de la Sala de 
Terapéutica, que está á cargo del subserito y tres de la 2* de Sífilis á cargo del 
Dr. Cicero, y en los cuales, por diversos motivos, estaba indicada la adminis- 
tración de un purgante. A todos ellos se les prescribió un gramo del polvo de 
la raíz de la planta mencionada, en dos cápsulas, obteniéndose el efecto busca- 
do de dos á seis horas después de tomar el remedio, en tres casos con cólicos 
intestinales y en cuatro sin ellos; las deposiciones en todos fueron líquidas, 
abundantes y en número de dos á tres por término medio, 

El zapote blanco, bajo la forma de extracto hidro—alcohólico del hueso, fué 
ministrado como hipnótico á tres enfermos de la Sección de Terapéutica que 
sufrían insomnio, y todos ellos obtuvieron aquel efecto con dosis de 0%*60,- 
08-75 y 1 gramo de la droga á los dos ó tres días de usarla, y siendo de no- 
tar que uno de dichos pacientes á quien se le suspendió intencionalmente una 
noche el uso de la Casimiroa, no durmió, conciliando de nuevo el sueño en 
cuanto se le volvió á prescribir á la noche siguiente. 

La Salvia de bolita fué aplicada á un tuberculoso de la Sala del Dr. Cicero 
que tenía sudores abundantes. La primera noche que tomó treinta gotas de la 
tintura de Salvia al comenzar el sudor, le pareció que éste había desapareci- 
do pronto; pero las noches subsecuentes el sudor persistió á pesar de haber 
aumentado la dosis progresivamente hasta cien gotas y haber sostenido el uso 
del medicamento durante diez y siete días más. 

El Axocopaque fué prescrito como analgésico en aplicaciones externas en 
dos casos: uno de pleurodinia en el que cedió ésta á los tres días sin la inter- 
vención de ningún otro remedio, y otro de dolores reumatoides en Jas piernas 
de un enfermo sifilítico, en el cual cedieron los dolores á los ocho días de ha- 
cerle aplicaciones con la tintura mencionada; pero al que se le hizo también 
durante ese tiempo el tratamiento específico, por lo que el efecto analgésico no 
debe atribuirse exclusivamente al Axocopaque, sino que éste debe haber obrado 
únicamente como adyuvante. 

Por orden del Sr. Director, que me fué comunicada el día 22 del presente, 
hemos comenzado á reunir las publicaciones en las que hay estudios sobre hi- 
drología de la República Mexicana; y de las que tenemos ya en nuestro poder, 
hemos sacado los análisis de los manantiales de Ajolote, Peñuelas, Teponax- 
tle, Cañada honda, San Pablo, Gachupina, La Alberca, Tlapanco y Potreros 
pertenecientes á ña Serranía de las Cruces, Chapultepec, cuyo ejemplar fué to- 
mado en la fuente de este Instituto; pue Desierto y Santa Fé, cuya agua 


o 


MEDICO NACIONAL. 223 


se tomó de la fuente de una casa de la 1* calle de Guerrero, y Alhuelican y 
San Lorenzo en Tehuacán. Tan luego como tengamos reunido todo lo que á 
este respecto hay publicado, clasificaremos los manantiales por orden alfabé- 
tico y entregaremos á la Dirección los correspondientes á las letras A y B, obe- 
deciendo las órdenes que se ha servido darnos. 

Algunos días del mes de Diciembre próximo pasado tuvo que ocuparse el 
personal de esta Sección en ultimar los arreglos para el contingente que pre- 
sentará en la Exposición de Paris del presente año, y tengo el gusto_de mani- 
festar que quedaron enteramente listas y entregadas con toda oportunidad, tres 
cajas, que contienen las muestras de algunos medicamentos nacionales que se 
había comprometido á exhibir en el mencionado certamen. 

El Dr. Cicero ha concurrido con puntualidad y ha ayudado en todas las la- 
bores de la Sección. : 

Doy lectura al informe del Profesor J. M. Noriega, Ayudante de esta Sección. 

México, Enero 31 de 1900.—Juan Martínez del Campo. 


Tengo la honra de informar á vd. que durante el mes que hoy termina se 
han usado las praparaciones siguientes: Extractos de Zorrillo, Tepozán, Za- 
pote blanco, Chapuz. Tintura de Axocopaque y Salvia de bolita, Yerbá del Zo- 
rrillo y se han hecho preparaciones de tintura de Axocopaque y Salvia de bolita 

Protesto á vd. mis respetos. 

México, Enero 31 de 1900.—J. M. Noriega. 


SECCIÓN QUINTA. 


Tengo la honra de informar á la Junta, que durante el mes que hoy termi- 
na se empezaron á organizar los trabajos de la Sección para el presente, de 
conformidad con el Programa que habrá de seguirse. 

Además, y como trabajo principal, se ha dado comienzo á pasar en limpio 
el “Indice de Geografía Médica,” qne deberá quedar listo en el transcurso del 
año. 

México, 31 de Enero de 1900.—D. Orvañanos. 


LECTURA DE TURNO. 


| TEQUAMPATLI. 


Historia.—Hace mucho tiempo que en mis diversas excursiones, sobre todo 


h ., , . s 
al Estado de Morelos, se me refirió que había un bejuco con que se envene 
Tomo 1V.—31 


224 AN ALES. DEL INSTITUTO 


naba á los coyotes. Se les hace tomar este veneno machacándo la raíz de la 
planta entre dos piedras y mezclando el jugo y parte de pulpa con carne, la 
que se colocaba en sitios adecuados para que fuera comida por los animales. 

Yo colecté un ejemplar de tallo simplemente, por ser el único que había de 
la planta en el camino que conduce de Miacatlán á Palpan en el año de 1876. 
Era en efecto de una planta sarmentosa, recubierta por un súber grueso, blan- 
do y de color moreno. Ensayado en los animales después de algún tiempo de 
colectado no produjo fenómeno alguno. En vista de este resultado negativo se 
abandonó el estudio de esta planta, creyendo que era inerte ó que no era el ver- 
dadero Tequampatli el que yo había recogido. 

Mas en este último viaje que hiceá Jojutla en el mes próximo pasado, se me 
volvió á referir la misma historia de la planta en cuestión, asegurando los in- 
dios que ellos lo tenían bien ensayado. 

Habiendo recibido la raíz que envió el Dr. Espinosa por mi encargo, hice 
su estudio morfológico y fisiológico, y encontré, como veremos, que esa planta 
es probablemente una gonolobus dotada de propiedades enérgicas. Pero antes 
de referir mis estudios quiero dar á conocer lo que escribió el Dr. Hernández 
sobre dos plantas que llamó Tequampatli y cuyos datos copio de la traduce- 
ción que hice de la obra. 

Tequampatli. Veneno de fieras. pacas? ¿Asclepiadeas? 

«Caracteres, según Hernández.» 

Raíz, semejante á rábano; hojas del tamaño y figura de corazón, por abajo 
hirsutas, por encima blanquiscas. 

Tallo: aspero y delgado de dos palmos de largo (50 á 60 centímetros). 

Flores blancas y medianas. * 

Lugar de vegetación: en los montes de Palpan. 

Propiedades: mata á los leones, tigres y otras fieras, 

Tequampatli. 

Caracteres, según Hernández. 

Raíz: semejante al Gamón ó Camotl,suave y blanca. Tallos delgados y redon- 
dos. Hojas como las del Diente de León. Flor ninguna, según dicen. : 

Propiedades: de sabor algo amargo. 

Aplicaciones: cura los tumores malignos; se le unta después de molida. 

Lugar de vegetación: lugares templados, altos ó planos, de las Mistecas in- 
feriores. 

Hay pues dos plantas distintas que llevan el nombre de Tequampatli. De 
una se dice terminantemente que es tóxica y de la otra no se dice que lo sea. 
La primera está escrita de distinto modo que la segunda, lleva m donde la 
otra tiene n, sin que se sepa si esto constituye un signo distintivo. 

Veamos lo relativo á la planta que se me remitió de Jojutla. 


DESCRIPCIÓN DE LA DROGA. 


Tequampatli. ¿Asclepiadeas. Gonolobus? 


e A RAS e e A 


MEDICO NACIONAL. 22% 


== 


Origen.—Remitido de Jojutla, Estado de Morelos, por el Sr. Dr. Amador 
Espinosa. Refiere que el lugar de vegetación es Xicatlacotla, del Estado, de 
Guerrero á cuatro leguas de Jojutla. 

Caracteres. —Rizomatosa en fragmentos de 10 á 40 centímetros de largo, 
cilíndrica, algo flexuosa, con muy pocas ramificaciones y casi privada de radí- 
culas. Superficie exterior rugosa con tierra y con estrías longetudinales en el 
súber que es muy grueso, blando, de color de café. 

Corte transversal: porción cortical de color blanco obscuro y firme, dejando 
exudar un abundante jugo lechoso. Entre la corteza y el leñoso una delgada 


línea obscura que corresponde al cambium. 


El cilindro leñoso central, blanco amarillento, con finas estrías radiales, an- 
chos vasos cuyas secciones abiertas se ven á la simple vista. 

El centro está ocupado en algunos ejemplares por médula blanca pequeñita. 

Olor y sabor, nulos. 

Caracteres anatómicos. 

Súber grueso de células en hileras radiales conteniendo una substancia café. 

Parenquima cortical con abundantes cristales en macles, laticíferos y almidón. 

Líber sin fibras, con abundantes cristales y laticíferos y constituído por un 
tejido denso cuyas células pequeñas están dispuestas en series radiales, que 
contienen almidón y cristales. 

El leñoso presenta abundantes rayos medulosos de una sola hilera de célu- 
las punteadas conteniendo almidón. 

Los vasos son anchos, varios acuplados y encerrandos todos, ¿un abundan- 
te micelio de hongos? 

La médula pequeña. 

Laticíferos no articulados, bastante anchos, con numerosas ramificaciones 
transversales. Aparecen con un color moreno y su contenido finamente granu- 
loso, pero el látex que se hace brotar es enteramente blanco inodoro é insí- 
pido. Se concreta pasado algún tiempo en una masa suave de consistencia ce- 
rosa y de color negro en ciertos puntos. 

Según estos caracteres anatómicos, la raíz del tequampatli es una Asclepia- 
dea probablemente del género gonolobus. 

Es además tóxica, produciendo fenómenos análogos á los de la estricnina, 
como se puede ver en la parte fisiológica, y encierra un principio alcaloídico 
en abundancia. 


Experimentación fisiológica. 


Ensayé el cocimiento de la corteza inyetándolo bajo la piel en varias palo- 
mas. El resultado obtenido fué que 1 gramo de corteza produjera los síntomas 
de intoxicación sin la muerte y que 2 gramos mataran al animal. 

Los síntomas principales fueron la pérdida de la coordinación de los movi- 
mientos al principio y después contracciones tetaniformes y suspensión de los 
movimientos respiratorios, produciéndose la muerte por asfixia. 


226 ANALES DEL INSTITUTO 


Durante los accesos tetaniformes, éstos no se aumentaban ni se provocaban 
una vez pasado el acceso por los tocamientos del animal ni por el sonido, ca- 
rácter distintivo con los accesos estricnicos. 

A un perro administré 25 gramos de polvo de corteza fresca mezclados 
con carne. Hice ingerir la mezcla al animal en ayunas y se produjeron los sín- 
tomas tóxicos bien marcados como una hora después. Lo principal que se ob- 
servó fué abundantísimo ptialismo, más que si hubiera tomado el perro pilo- 


carpina, perturbación de la motilidad y accesos tatiformes como en la palo- - 


ma sin llegar á interrumpirse la respiración. El animal duró con los sínto- 
mas de envenenamiento como 6 á 8 horas y volvió á su estado normal. 

Se ve, pues, que el Tequampatli es bien tóxico y que se confirma la creencia 
antigua de sus propiedades venenosas. Se confirma también que es útil para 
envenenar á las fieras como hacen los campesinos actualmente, siguiendo el 
método que puse yo en práctica: la ingestión por el estómago con carne. Lla- 
ma sí la atención que la dosis de 28 gramos no haya sido mortal para el perro, 
pues en esta cantidad ya se dificulta que los animales coman espontáneamen- 
te la mezcla tóxica, no obstante que la corteza carece de todo sabor y olor, lo 
que es gran ventaja para su administración comio veneno. 

Nuevas investigaciones nos aclararán esta duda. 

México, Enero 31 de 1900.—F. Altamirano. 


INFORMES 


De los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional 
durante el mes de Febrero de 1900. 


SECCIÓN PRIMERA. 


El subscrito se ha ocupado en corregir las pruebas del folleto relativo á las 
regiones de vegetación en la República, y en arreglar el apéndice que está for- 
mado de los siguientes documentos: lista de las alturas de multitud de locali- 
dades de la República; datos meteorológicos de veinte y tantas ciudades; per- 
files de los principales ferrocarriles que recorren el país; cartas altimétrica y 
elimatérica de la República. 

Estos documentos todavía no han sido totalmente arreglados, pues algunos 
de cllos aún no se han impreso en la litografía. 

Otra parte del tiempo se ha ocupado en el arreglo de la memoria destinada 
á la lectura de turno. 

Se remitió á la Dirección un informe haciendo la identificación del Casahua- 
te blanco y del Casahuate prieto, correspondiendo el primero á la Ipomea ar- 
borescens y el otro á la Ipomea murucoides. 

El Sr. E. W. Holway, banquero de la ciudad de Decorah, Iowa, Estados 
Unidos, quien se dedica al estudio y colección de los hongos, se ha servido ob- 


A o O 


MÉDICO NACIONAL. 2921 


sequiar, por mi conducto, á la Sección 1? del Instituto, una magnífica colección 
de hongos, la mayor parte recogidos en México, En la lista adjunta se enume- 
ran los géneros que forman csta colección así como el número de especies y 
ejemplares, los que forman, respectivamente, un total de 137 y 165. 

Esta colección viene á llenar un vacío que existía en nuestro herbario, y 


prestará servicios eficaces para facilitar las labores de clasificación. 


Ya se dieron al Sr. E. W. Holway las gracias por este donativo, á nombre 
del Señor Presidente de la República, como en oficio me pidió la Secretaría 
de Fomento que lo hiciera. 

El Sr. G. Alcocer se ha dedicado, como de costumbre, á sus labores de arre- 
glo del herbario. 

El Sr. Tenorio dibujó lo siguiente: nueve láminas, copiando las plantas fo- 
tografiadas por orden del Sr. Altamirano, de los dibujos originales de Mociño 
que existen en el herbario de Madrid; además, ha auxiliado al Señor Director 
en los trabajos relativos á un catálogo de drogas que se está formando. 

México, Febrero 28 de 1900.—José Ramírez. 


Lista de los géneros de la colección de hongos donada por Mr. E. Holway 
al Instituto Médico Nacional. 


o A OO ADA 14 ejemplares y 13 especies. 
OSORIO MUA ON is 1 
ColeospoeriuM .......ooo.o... Ms 
Entyloma ... loan dictadas. 
Epicloe ........ Rae sabio de 
IIPyalpho GOL IRNOn Ada 
GA0COS pOr 10.0 0id 
GymnosporanglUM...o.ommoo.o... 
y A AAN 
IO A AA ES SA 
E E 
PEeronos porros. Dodo dada 
PAra ases SANTOS 
UNS LlOS pura ys atrio zdeso > 
¡PIASIOPARA: our niro e deiraseea meno 
[AMA O FOO PA PON 8 
AN e 
Ravenallas cue ot 00bro ost nes sel 
PAPA EA 
Sarcoscypha...ooomocoo. 0... a 
Sobhizghella.. atacó e nto ds: 
SN A O PAS 


SA 0JA, 3 3M9E) 


RN 


NAO IS 
op) a . 
Ware RAONAyRAAR ANNA RIA AO 


228 ANALES DEL INSTITUTO 


Spathularia....... SACRA e. 
SPOCOM UA or. aia EN: 


1 ejemplar y 1 especie. 
1 
Triphragenium ................ ¿AN 1 >, 
1 
1 
1 


” 


” 
Tubercolina Ree do! cda 05Ha 


Uroe YI MIRRALOA ici e. 
Uromyces ida 00.5. . A h5 1 
stilo ato: LR 000. 8 5 


0 HHAapa 


163 ejemplares y 137 especies. 
México, Febrero 28 de 190C.—José Ramírez. 


SECCIÓN SEGUNDA. 


Tengo el honor de informar á vd. de los trabajos que se han ejecutado en el 
Laboratorio de mi cargo, durante el presente mes. 

Iniciado el estudio de la planta llamada Chamal (Dioon edule) el dia 27 
del mes próximo pasado, se continuó en el presente, sometiendo al análisis las 
semillas y las hojas separadamente. 

Con las semillas se han llegado separar y dosificar los principios inmedia- 
tos contenidos en los extractos de éter de petróleo, de éter sulfúrico y alcohó- 
lico; se dosificó la cantidad de agua, de cenizas y de materia orgánica, hacien- 
do un análisis cualitativo de las cenizas; además se ha buscado, tanto en las 
semillas ¿n natura como en los diversos extractos obtenidos, si existe algún al- 
coloide y no se ha llegado á encontrar. 

Se remitieron á la Sección de Fisiología dos cocimientos de la misma semi- 
lla, hecho uno de ellos, agregando al agua una poca de ceniza, y el otro con 
una poca de cal, para experimentar tanto los filtrados como los residuos; en 
cuanto á las hojas, sólo se han llegado á determinar y dosificar los principios 
inmediatos contenidos en el éter de petróleo. 

Protesto á vd. las seguridades de mi atenta consideración. 

Libertad y Constitución. México, Febrero 28 de 1900.—M. Lozano.—Al GC. 
Jefe de la Sección 2* del I. M. N.—Presente. 


Tengo la honra de informar á vd. que durante el mes que hoy termina me 
he ocupado de continuar la análisis de la razura de corteza de Tequampatli 
que empecé el mes pasado y de la que he terminado hasta el extracto de éter 
sulfúrico, estando en actualidad la razura macerándose con el alcohol absolu- 
to; espero concluir este estudio en el mes próximo. 

Entre los princpios que hasta ahora se han separado y que consisten en dos 
grasas, una sólida y una líquida, un aceite esencial, dos resinas, tanino y cau- 


a PA 


MEDICO NACIONAL. 229 


cho, éste merece llamar la atención por encontrarse en más del 2 por ciento. 
Cuando termine la análisis daré algunos pormenores acerca de los caracteres 
de los principales principios. : 
Ruego á vd. acepte las seguridades de mi atenta consideración y respeto. 
Libertad y Constitución. México, Febrero 28 de 1900.—F. Villaseñor.—Al 
C. Jefe de la Sección 2* del I. M. N.—Presente. 


Tengo la honra de informar á vd. que desde el día 17 á la fecha, me he ocu- 
pado del análisis mineral de los insectos llamados Jumiles (Euchlistur sp.) 
fam. Pentatomid:e, y habiendo terminado éste encontré, después de haber su- 
jetado á la incineración una cantidad de los insectos, los principios siguientes: 
Bases: potasa, sosa, cal, magnesia, fierro huellas, alumina y estronciana; áci- 

) , , [e] ) ) , 
dos: fosfórico, clorhídrico, sulfúrico y silícico. 
) , 
Del análisis orgánico, tengo ya agotado el polvo de los insectos por el éter 
S > 8 ] 
de petróleo, habiendo puesto á evaporar al aire libre 10 cent. cub. de esta so- 
, 
Jución para valorizar y estudiar la grasa que contienen. 

Ruego á vd. acepte las seguridades de mi atenta consideración y respeto. 

Libertad y Constitución. México, Febrero 28 de 1900.—£. Dozal.—Al C, 
Jefe de la Sección 2? del 1. M. N.—Presente. 


SECCIÓN: TERCERA. 


Como comuniqué á la Junta en el mes pasado, teníamos en preparación un 
extracto de la corteza de Tequampatli para experimentar con él, como en efec- 
to lo hicimos en el presente mes. 

Con dosis de 10, 20, 30 y 50 centígramos no tuvimos resultado. Nuevas ex- 
periencias con el mismo extracto, un poco acidulado por ácido clorhídrico, pro- 
dujercn también resultado negativo; teniendo, sin embargo, la convicción de 
la actividad de la raíz, objeto de nuestro estudio, tanto por casos observados 
en palomas como por experiencias del Dr. Altamirano que presenciamos, in- 
sistimos de nuevo ministrando la dicha raíz, solamente que la usamos sepa- 

. rando la parte cortical de la leñosa, y nos servimos exclusivamente de la última. 

El resultado de esta nueva serie de experimentos es el siguiente: 

La primeca paloma á la que le hicimos ingerir el cocimiento de 2 gramos 

- de raspadura de raíz de Tequampatli, estuvo algo triste y soñolienta todo el 
- día de la observación. Al siguiente se aumentó la dosis á 4 gramos. Se con- 

servó el animal perfectamente hasta la hora justa de haber tomado el coci- 

miento; en este momento le vino una convulsión violenta de todo el cuerpo 
acompañada de vómitos. Quedó, después de esto, en un estado vacilante, vol- 
— teando el cuello forzadamente hacia atrás hasta pegar el pico sobre el dorso; 
cierra los ojos como si sufriera fuerte dolor $ espasmo del orbicular; dirige las 
patitas hacia adelante de manera que su cuerpo vacila constantemente y tien- 


ES 


230 ANALES DEL INSTITUTO : 


de á caer hacia atrás sobre el dorso; después de diez minutos de permanecer 
en tal situación, sobreviene un acceso canvulsivo mucho más enérgico que el 
anterior, cae entonces sobre el dorso y rueda girando con rapidez sobre su eje 
longitudinal, y, sin apartarse de la línea recta, recorre el pavimento dando 
saltos hacia atrás en una extensión como de siete metros. Pasado este acceso, 
el animal queda agotado, quiere rehacerse y sólo consigue arrastrarse dando el 
pico contra el suelo y en aleteo casi constante; de tiempo en tiempo los acce- 
sos se repiten dejándole cada vez más postrado, hasta que por fin muere cua- 
tro horas después de ministrada la substancia. 

Disminuimos la dosis á 3 gramos para experimentar en otra paloma, y en 
esta vez pudimos observa1 los mismos fenómenos descritos antes, y que á pe- 
sar de sobrevivir 17 horas, al fin de este tiempo sucumbió, al parecer por pa- 
rálisis de la respiración. 

La autopsia no nos dió signos bastantes para determinar alguna lesión ana- 
tómica atribuible á la droga; pero creemos, por el conjunto de signos clínicos 
recogidos, que la droga en cuestión obra sobre el bulbo raquídeo probablemen- 
te al nivel de las pedúnculas cerebrales. 

Dosis de dos gramos no produjeron los efectos que hemos descrito ya. 

Queda, pues, comprobado que la raíz de Tequampatli es tóxica para la pa- 
loma á la dosis de 2.50 á 3 gramos. 

Que la substancia activa existe en mayor cantidad en la parte leñosa de la 
raíz, y que es probable que dicha substancia sufra alguna transformación que 
le hace disminuir su actividad, como lo hemos comprobado por experimentos 
posteriores. 

Preparamos un extracto agotando la raspadura de la raíz por alcohol á 859 
primero, y por agua después; con estas dos soluciones hicimos dos extractos 
que experimentamos sucesivamente en las palomas. Como era natural espe- 
rar que ambos extractos fueran más activos que el polvo de esa misma droga, 
empezamos á usar el acuoso á la dosis de 3 centígramos sin resultado alguno; 
tampoco lo hubo con 40 centígramos ni con un gramo. De la misma manera 
y con iguales resultados, usamos el extracto alcohólico. Por las razones cita- 
das nos hemos visto obligados á continuar el estudio de esta planta, esperan- 
do que la química nos dé alguna indicación sobre la paradoja de los extractos. 

Advertimos que las preparaciones fueron hechas con todo cuidado y las eva- 
poraciones en B. M. 

Se han seguido tomando fotografías de las plantas del Museo, siendo en este 
mes el número de 18 negativas y 54 positivas. 

Algunos días se interrumpió el trabajo por la compostura del salón, 

México, 28 de Febrero de 1900.—E. Armendaris. 


SECCIÓN CUARTA. 


Tengo el honor de poner en conocimiento de la Junta de Profesores, que los 
trabajos desempeñados en la Sección 4* del Instituto Médico Nacional duran- 
te el mes que hoy termina, han consistido en lo siguiente: 

Visita diaria á los enfermos de la Sala de Terapéutica Clínica en el Hospi- 
tal de San Andrés. 

Recolección de datos sobre Hidrología de la República Mexicana, á cuya 
labor ha dedicado el personal de la Sección todo el tiempo de que ha podido 
- disponer, aun en horas extraordinarias, con objeto de obsequiar la disposición 
del Señor Director relativa á este asunto; teniendo el gusto de presentar, den- 
tro de uno ó dos días, el informe correspondiente. 

Hubiera deseado hacerlo hoy; pero el trabajo ha sido tan laborioso que, por 
más que hicimos, no fué posible conseguirlo, pues el tiempo que se concedió 
para hacer este estudio fué cortísimo, y hubo que hacer grandes esfuerzos pa- 
ra no pasarse del plazo que se señaló á la Sección para llevarlo á cabo. 

Sirvan estas explicaciones de disculpa por las deficiencias que puedan o0b- 
servarse en el mencionado documento, que, según he dicho, entregaré próxi- 
mamente por conducto de la Secretaría. 

Aplicación á algunos enfermos de la Salvia de bolita (Buddleia perfoliata). 
del Axocopaque (Gaultheria ¿ovata?), y del Chichicamole, (Microsechium Heller). 

La primera fué ministrada á un enfermo que ocupaba la cama número 23 
de la 2* Sala de Sífilis, que tenía un eczema del pubis é infartos escrófulo—tu- 
berculosos en ambas ingles. Este individuo se quejaba de sudores nocturnos 
abundantes, motivo por el cual se le prescribieron, el día 1? de este mes, 50 
gotas de tintura de Salvia de bolita al acostarse, se sostuvo la dosis durante 
una semana, y, según el dicho del enfermo, los sudores no volvieron á pre- 
sentarse. 

La tintura de Axocopaque fué aplicada en fricciones á varios enfermos, por 
no haber en esos días el extracto fluido que pretendíamos dar al interior. 

A Jesús Mejía, atacado de reumatismo muscular, se le comienzan las apli- 
caciones locales con la tintura el día 12, asociándolas con un gramo de yoduro 
al interior que ya estaba tomando; los dolores comenzaron á disminuir desde 
luego y el día 26 salió el enfermo curado. 

Agustín González tenía un chancro simple, un bubón supurado y dolores 
musculares y articulares en los miembros inferiores. Además del tratamiento 
por el salicilato de sosa, que se le estaba haciendo desde algunos días antes, 
se le prescribe el día 12 una friega de tintura de Axocopaque, y en esta fecha 
los dolores han disminuído sin desaparecer por completo. 

Pantaleón Martínez se quejaba el día 16 de dolores reumatoides en el gran 
dorsal izquierdo, por lo que se le ordenó friega con la propia tintura de Axo- 
copaque, y si bien es cierto que los primeros días no experimentó mejoría, al 
cabo de una semana disminuyeron considerablemente sus dolores, y el día 27 
salió curado. 

Tomo IV,—32 


232 ANALES DEL INSTITUTO 


Gerónimo Chávez, es un sifilítico que padece también calambres en las pier- 
nas. Está sometido al tratamiento específico, que no ha tenido influencia sobre 
sus calambres. El día 24 se le prescribe friega de tintura de Axocopaque y 
comienza desde luego á notarse alguna mejoría, que á la fecha se va acentuando. 

Tenemos en observación á un enfermo afectado de cirrosis atrófica del hí- 
gado con diminución notable de la cantidad de orina emitida en 24 horas, y 
al cual le estamos aplicando el extracto hidro-alcohólico de Chichicamole á la 
dosis de 0.60 centígramos diarios, desde hace cuatro ó cinco días. Hasta ahora 
no se ha obtenido ningún efecto diurético; oportunamente daremos cuenta con 
el resultado definitivo. 

Corregimos las pruebas de imprenta del informe de la Sección, correspon- 
diente al mes de Agosto del año próximo pasado, y los anexos de los Sres. No- 
riega y Bulman. 

El Dr. Cicero, ayudante de la Sección, ha concurrido puntualmente y ha co- 
laborado con eficacia en todas las labores. 

Acompaño el informe del otro ayudante, Profesor Juan M. Noriega. 

México, Febrero 28 de 1900.—Juan Martínez del Campo. 


Tengo la honra de informar á vd., que durante el mes que hoy termina se 
han empleado en el servicio de este Hospital General de San Andrés las si- 
guientes preparaciones: Tintura de Axocopaque, extracto de Chichicamole, 
extracto de hueso de zapote blanco, extracto de chapuz y tintura de Tatalen- 
cho. Se ha gastado la mayor parte del agua de Hunyadi Janos. 

Actualmente me ocupo de terminar la preparación de 2,000 gramos de ex- 
tracto fluido de Axocopaque. 

Protesto á vd. mis respetos. 

México, Febrero 28 de 1900.—J. M. Noriega.—Al Jefe de la Sección 4* del 
Instituto Médico Nacional, Dr. Juan Martínez del Campo.—Presente. 


N 


SECCIÓN QUINTA. 


Tengo la honra de informar á la Junta que, durante el mes que hoy termi- 
na, se ha ocupado el Sr. Galindo en hacer el recuento de las municipalidades 
que no han remitido datos de geografía médica, y ha formado también la lista 
de las publicaciones recibidas en el Instituto durante este mes. 

El que subscribe ha pasado al “Indice de Geogrefía Médica” las siguientes 
municipalidades del Estado de Oaxaca: Tixa, San Felipe Ixtapa, Tecolotitlán, 
Río Delgado Santa Catarina, Tolomecal, Ticun Santo Domingo, Nonayaco, 
Nuñá San Vicente, Teposcolula San Juan, Laguna San Andrés, Canadaltepec, 
Tixa Guadalupe, Nicananduta, Nundó, Tamazuluápam, Teotongo Santiago, 
Nopal, San Pedro, La Trinidad Vista Hermosa, Tejupán, Zoyaltepec, Añañe 


MEDICO NACIONAL. 233 


San Pedro, Tiltepec, Topiltepec, Nejapilla, Tlatayapan, Tlachitongo, Chila- 
pa, San Pedro Topiltepec y Yucunama San Pedro. 
México. Febrero 28 de 1900.—D. Orvañanos. 


LECTURA DE TURNO. 


EL PEYOTE. 


ANHALONIUM LEwINI Y ANHALONIUM WILLIANSIT. CACTEAS. 


Por mucho tiempo los médicos y los naturalistas de Europa han ignorado 
casi por completo las numerosas aplicaciones que se han hecho en México, de 
las Cactáceas, que abundan, sobre todo, en los lugares cálidos y secos. 

Lo poco que han conocido los extranjeros de los innumerables usos de estas 
plantas se reduce á lo siguiente: 

Buchner, que fué uno de los que primero analizó el jugo de la Mamillaria 
cirrhifera, del Cereus Aagelliformis y del Cereus speciosissimus, encontró además 
de la albúmina y mucina, varios ácidos vegetales en combinación con la cal. 

Descourtilz, autor de la “Flore pithoresque des Antilles,” en análisis pos- 
teriores, señaló en la Pereskia lychnidiflora (Cactus fimbriatus) un principio 
muy volátil, y nauseoso cuando está expuestoá la acción del calor; además, 
materia extractiva y albúmina; substancias que están contenidas en el jugo 
gomo-resinoso que, como el de otras especies congéneres, tiene tal acritud y 
es tan cáustico, que sólo se le debe emplear al exterior, como succedáneo del 
Garou; y como estornutatorio, con muchas precauciones. Por su acción irritan- 
te se le puede comparar al jugo de los euforbios. 

En la Pereskia aculeata, cuyos frutos se recomendaron en tisanas béquicas 
y antisifilíticas, no se encontró el principio volátil de que hicimos mención. 
El mismo Descourtilz indica que el jugo latescente del Cereus grandiflorus, es 
gomo-—resinoso; que seco y concreto por la acción del aire y del calor es inodo- 
ro; que si se le mastica se pone acre, cáustico y nauseoso. La acción cáustica 
reside en la resina, la que por otra parte es inflamable. El jugo aplicado so- 
bre la piel produce al cabo de cierto tiempo un prurito insoportable, erosiones 
y aun pústulas; quemado provoca estornudos y si su acción se prolonga, so- 
breviene una inflamación violenta de las mucosas nasal y faringea. Por estas 
- propiedades se recomendaba como un poderoso vermífugo; pero Descourtilz 
aconsejó, y con razón, que se atemperara su acción cáustica por medio del ja- 
rabe mucilaginoso que se prepara con las flores del gombo. 

Aplicaciones semejantes han tenido los jugos de los Cereus Aagelliformis Y 
Cereus pentagonus, y también como odontálgicos y para reprimir las verrugas. 


234 ANALES DEL INSTITUTO 


En los frutos del Cereus triangularis se encontró un principio mucoso azu- 
carado, un poco de ácido málico, y una materia colorante de un hermoso color 
rojo—escarlata. 

De las aplicaciones económicas de las cactáceas sólo es conocido en Europa, 
el uso de la tuna como alimento, porque la Opuntia vulgaris se ha propagado 
en las costas del Mediterráneo. 

Tales eran los datos que se encontraban en las obras de medicina y botáni- 
ca, hasta que en los Estados Unidos se comenzó á emplear con resultados be- 
néficos el extracto fluido del Cereus grandiflorus, en las enfermedades del cora- 
zón. Esto pasaba en el año de 1891, cuando posteriormente se dió á conocer 
la composición química del Peyote, y algo de su acción fisiológica; estudios 
que han despertado el interés científico hacia este grupo de vegetales que en 
su mayoría se les tenía como inertes. 

Antes de tratar del Peyote, creemos conveniente indicar lo que en México 
se ha sabido respecto de las Cactáceas, así como cuáles han sido sus principa- 
les aplicaciones en la alimentación, en la economía doméstica y la medicina 
popular. 

Indudablemente que el principal papel lo han desempeñado las Opuntias y 
en seguida los Cereus. Los dos géneros, pero especialmente el primero, encie- 
rran especies que producen unos frutos azucarados (feculentos), muy jugosos 
y de un sabor agradabie, que desde tiempo muy remoto hasta nuestros días 
han servido de alimento, cada año por un período de cuatro meses á una par- 
te considerable de los habitantes de los Estados de San Luis Potosí, Guana- 
juato, Querétaro, etc. Las Opuntia tuna, vulgaris, Larreyi, Engelmanni, etc., dan 
el sustento á multitud de indígenas, quienes en la época de la cosecha aban- 
donan las labores agrícolas y fabriles para refugiarse en los montes de nopa- 
leras, en donde viven alimentándose casi con sólo estos frutos, fabricando al 
mismo tiempo los productos obtenidos con ellos, y que se conocen con los nom- 
bres de queso y miel de tuna, y que vienen á vender á los mercados de las po- 
blaciones, en donde tienen un gran consumo. 

Con los frutos de la tuna cardona, Opuntia sp? se hace una bebida embria- 
gante llamada Colonche; y la pulpa de estos mismos frutos mezclada al pulque, 
le comunica mayor riqueza alcohólica y un sabor peculiar. 

Las pitahayas, frutos de diversos Cereus, principalmente el Cereus Engel- 
mannii, Cereus giganteus, Cereus thurberi, Cereus stramineus, Cereus pitajaya, 
Cereus striatus y Cereus gommosus, aunque de un sabor menos agradable, se 
consumen tanto como las tunas. Con estas pitahayas también se prepara una 
bebida embriagante en las poblaciones fronterizas. 

El fruto del garambullo, Cereus geometrizans, se come fresco y pasado, es de- 
cir, conservado por la desecación; con él se hace una buena conserva de sabor 
agradable y de un aspecto hermoso. 

También consumen las clases indígenas y pobres las pencas tiernas de la 
Opuntia vulgaris, sometidas al cocimiento y condimentadas después con chile 
de diferentes clases. Este platillo se conoce con el nombre de nopalitos nave- 
gantes, denominación debida á la gran cantidad de caldo en que se guisan. 


MEDICO NACIONAL. 235 


El xoconoztle, que es el fruto de otra Opuntia, se usa, por su sabor ácido, 
como condimento en la confección de varios platillos nacionales; también se 
consume como postre, conservado en azúcar. 

Las biznagas, Echinocactus, también se condimentan con azúcar, consti- 
tuyendo el dulce tan conocido con el nombre de acitrón, y cuyo consumo es de 
importancia en algunas poblaciones de la República, tales como Guadalajara, 
Puebla y Querétaro. 

Las pencas de varios Opuntias constituyen el alimento ordinario de muchos 
animales domésticos, en los sitios en que abundan estas plantas, y en los años 
en que se pierden las cosechas, son el recurso más valioso de que se puede dis- 
poner para evitar la muerte de los ganados y animales de tiro y carga. 

La savia dulce de los Echinocactus wizlizenii y Echinocactus lecontei, sirve 
para apagar la sed de los viajeros que atraviesan los desiertos en donde crecen 
estas plantas; y se dice que las semillas de la primera especie, tostadas y des- 
pués machacadas, tienen un sabor agradable y sirven de alimento. El £chino- 
cactus Johmsoni, mondado, se lo comen los indios bárbaros del Utah. 

La materia colorante roja de los frutos de algunas Opuntias se elimina, por 
la orina. 

En cuanto á las aplicaciones de las Cacteas á la medicina popular, son tan 
numerosas como sus usos en la alimentación; y se puede decir, que casi no 
hay inflamación de la piel y tejido celular que no traten los indígenas por me- 
dio de la aplicación de cataplasmas hechas con las pencas cocidas de varios 
nopales y biznagas, atribuyéndole también al jugo fresco, obtenido por expre- 
sión, las mismas propiedades emolientes. 

La goma de nopal que destila de algunos Opuntias y que el padre Alzate 
llamó alquitira del país, se ha usado como un remedio eficaz contra las enfer- 
medades renales, así como en las inflamaciones del intestino, usándola al mis- 
mo tiempo que el fruto de la pitahaya. Esta goma, por su composición, tiene 
alguna semejanza con la goma tragacanto. 

El Cactus heptagonus era reputado como antídoto de la rabia; y la raíz del 
nopalillo ó Cereus antidisentericus de la F. M.T., se usaba mucho en tiempo de 
Cervantes para curar las diarreas y la disenteria; y por último, el Cereus mar- 
ginatus DC., llamado vulgarmente órgano, se usa todavía para teñir de negro 
las canas y el pelo de color claro. 

Hasta aquí la historia compendiada de los usos y aplicaciones de las Cac- 
teas. Veamos ahora en lo particular los del peyote, pero antes diremos algu- 
nas palabras acerca de la etimología de esta palabra. 

- Peyote, en nahoa, Peyotl, que significa: capullo de gusano de seda, pericar- 
dio ó envoltura del corazón. Según Molina, capullo de seda ó de gusano. 

El Sr. Hunt nos proporciona los siguientes datos acerca de la etimología de 
que tratamos: 

El Peyotl pertenece á la familia de las Cactáceas ó Teocomitl. Es un cacto 
sin espinas, ó como dicen los nahoas, Teocomitl áhuitzyó, que también equivale 
á biznaga sin espinas ó no espinoso. 


236 ANALES DEL INSTITUTO 


Peyotl, viene del verbo intensivo pepeyoni, pepeyon, mover, menear, poner 
en movimiento, incitar, excitar, activar; también quiere decir: niño. 

Como nombre: pericardio, capullo, talismán, meneo, excitación; metafórica- 
mente: lo que despierta, alucina, hace prever, da vigor ó valor. 

Algunos de los nombres que se aplican á las personas afectadas por el uso 
interior del Peyotl preparado: Volteohwiani, el que saca secretos por adivina- 
ción; Hueca ontlachiani, profeta, vidente, veedor; Tlamacehuani, dichoso, feliz. 

Derivados de la palabra Peyotl, usados todavía: Peyotán, un pueblo del 
Nayarit, en el Territorio de Tepic; Peyotlán, en lengua mexicana, lugar de Pe- 
yotes: Poyula, alteración fonética de Peyotl. 

Como veremos, en la frontera esta planta es conocida con el nombre de Jí- 
cori, Xicori ó Hiícori, y el Sr. Alberto Santoscoy, en su folleto titulado Naya- 
rit, supcne que la palabra Xícori es del idioma cora, el que la tomó á su vez 
de la lengua cahita; y con esta palabra designaron también por la abundan- 
cia de la planta, á la Sierra de Xícora, lo que significa en realidad Sierra del 
Peyote. 

Pasando ahora álo que de esta planta han dicho los historiadores antiguos, 
comenzaremos por transcribir lo que escribió Hernández en su obra monu- 
mental. 

En el capítulo consagrado al peyote, lo describe imperfectamente; pero con- 
signa tales datos, que desde luego hacen comprender la importancia que tevía 
la planta en la vida privada y social de las razas aborígenes de México. Her- 
nández dice: 

“Del Peyotl zacatecano ó raíz blanda y lanuginosa.” “Es una raíz mediana 
que no tiene ramas ni hojas, sino que está cubierta de cierta borra, por lo que 
no pude dibujarla con precisión. Dicen que se encuentra macho y hembra. Es 
dulce al gusto y de un calor moderado. Machacada y aplicada á la parte en- 
ferma, según dicen, alivia los dolores de las articulaciones. Refieren también 
esta maravilla de la raíz, si es de darse crédito á la creencia general entre 
ellos, y que consiste en que los que la comen pueden predecir y adivinar todo; 
como si los enemigos atacaran al día siguiente? si permanecerán los tiempos 
bonancibles? quién robó una alhaja ó cualquier otro objeto? y así otras mu- 
chas cosas que los chichimecas se proponen saber por medio de este medica- 
mento. Pues aun para encontrar esta raíz oculta en la tierra, lo consiguen co- 
miéndose otra. Nace en lugares húmedos y que contienen cal.” 

Sahagún, en el tomo tercero de su obra, pág. 241, dice: 

“Hay una yerba que se llama Coatlxoxouhqui, y cría una semilla que se 
dice Ololiuhqui; esta semilla emborracha y enloquece, danla por bebedizos pa- 
ra hacer daño á los que quieren mal, y los que la comen paréceles que ven vi- 
siones y cosas espantables: danla á comer ó á beber los hechiceros á los que 
aborrecen á algunos para dañarlos. Esta yerba es medicinal, y su semilla úsase 
para la gota, moliéndola y poniéndola en el lugar donde está.* Hay otra yer- 


1. Esta planta ha sido identificada por nosotros, y corresponde á la Ipomeea sidefolia. 


MEDICO NACIONAL. 237 


ba como tunas de tierra, se llama Peyotl, es blanca, hácese hacia la parte del 
Norte, los que la comen ó beben ven visiones espantosas ó risibles; dura esta 
borrachera dos ó tres días y después se quita: es común manjar de los chichi- 
mecas, pues los mantiene y da ánimo para pelear y no tener miedo, ni sed ni 
hambre, y dicen que los guarda de todo peligro.” 

El Padre Ortega llamó á esta planta, raíz diabólica, y refiere que los coras, 
al festejar por el mes de Septiembre la recolección de su cosecha de maíz, la 
bebían molida para no decaecer al quebranto de tan larga función; y el Padre 
Arlegui, hablando de la misma planta, dice: “Los indios huazancoros, tepe- 
cuanos, coras y nayaritas, la raíz que más veneran es una llamada peyotl, la 
cual muelen y beben en todas sus enfermedades: y no fuera esto tan malo, si 
no abusaran de sus virtudes, porque para tener conocimiento de los futuros, y 
saber cómo saldrán en las batallas, la beben deshecha en agua; y como es tan 
fuerte, les da una embriaguez con resabios de locura; y todas las imaginacio- 
nes fantásticas que les sobrevienen con la horrenda bebida, cogen por presa- 
gios de sus designios, imaginando que la raíz les ha revelado sus futuros su- 
cesos; y lo peor es que no sólo los bárbaros ejecutan esa diabólica superstición, 
sino que aun en los indios domésticos dura este infernal abuso, bebiendo á ex- 
cusas de los ministros, procurando hacerlo con todo secreto; pero como no cabe 
secreto entre embriagados, como lo aseguran los proverbios (Prover. 31, Ce- 
lius 40), y aun Celio lo manifiesta en sus versos, por más que procuren ocul- 
tarse son descubiertos y con severidad castigados. Sucede aun entre los indios 
políticos, que los padres cuelguen á sus hijuelos unas bolsillas, y dentro de 
ellas, en lugar de los cuatro evangelios que ponen á los niños en España, me- 
ten el peyotl ú otra verba; y preguntados de sus virtudes, dicen sin empacho 
ni vergiienza, que es admirable para muchas cosas, pues con ellas saldrán sus 
hijos diestros toreadores, ágiles para domar caballos y de buenas manos para 
matar novillos; de suerte que juzgan que los que se crían con esta yerba al 
cuello, son para todo á propósito.” 

También las tribus de Sonora empleaban el peyote para la curación de las 
heridas, y los indios Caxcanes de Teocaltiche la aplicaban, según Don Andrés 
Estrada Flores: “para diferentes achaques de hinchazones ó pasmos, y esto con 
mucho recato, porque se les prohibe el tomarla porque se embriagan con ella 
y con la embriaguez dicen que ven diversas figuras horribles y hacen ciertas 
ceremonias al tomarla.” 

Siempre que los nahoas ofrecían algún sacrificio á sus dioses, este era orde- 
nado por algún sátrapa, médico, sortílego ó adivino, fundándose ó en sus pro- 
pios sortilegios ó en las alucinaciones que les producía la bebida compuesta 
con el peyote. 

- El mismo peyote era idolatrado como uno de sus principales dioses y las 
ofrendas se le ofrecían en cualquier lugar, también adorado, como un cerro, 
un río, una fuente ó una laguna, depositándolas en días señalados. La bebida 
preparada con el peyote ó el ololiuhqui, los privaba del juicio, y los misione- 
ros que tuvieron oportunidad de observar sus efectos, creían que por este me- 


238 ANALES DEL INSTITUTO 


dio se comunicaban con el demonio, el que solía hablarles engañándolos con 
diferentes apariencias, que atribuían á la deidad que creían estaba en la droga. 

Fernando Ruiz de Alarcón, de quien tomamos la mayor parte de estos da- 
tos, tuvo la oportunidad de comprobar esta adoración, encontrando en los ce- 
rros, entre montones de piedra, muchas ofrendas del copal que usaban como 
incienso, junto con hilos, trapos, velas, ramilletes; siempre depositados en los 
lugares más recónditos y dispuestos de tal manera, que quedaban guarecidos 
del sol.y del agua. Solía encontrarse en estos montones de piedra algunos ído- 
los que tenían semejanza con rostros humanos; y entonces á ellos iba endere- 
zada la ofrenda, pretendiendo que les fuera favorable la deidad que suponían 
que allí residía. 

Cuando algún anciano que hacía cabeza de alguna familia ó tribu, to- 
maba como abogado al peyote ó al ololiuhqui, le confeccionaban á éste un 
cestito lo más curioso y bien hecho que podían, en donde lo guardaban, po- 
niendo también dentro las ofrendas con incienso, pañitos bordados, vestiditos 
de niños y otras cosas semejantes; y desde entonces las guardaban y venera- 
ban á tal grado que nadie se atrevía á abrir la petaquilla ni mucho menos á 
tocar la ofrenda que tenía dentro, ni al ololiubhqui ó peyote. Este cesto con su 
contenido lo heredaban los hijos y descendientes y nunca se descuidaban de 
su custodia; y cuando aesaparecía alguna generación, ninguna persona se atre- 
vía á mudarla del lugar donde la tuvieron y dejaron los dueños y herederos, 
lugar que de ordinario era un altar de sus oratorios que llamaban Santocalli. 

Este respeto á sus ídolos estaba tan arraigado, que Ruiz de Alarcón al sor- 
prender á una india que guardaba uno de estos cestos, trabajo tuvo para ha- 
cerle confesar que le pertenecía; y cuando ya no pudo negarlo por haberla lle- 
vado á su casa, en donde le encontraron aquél, no se atrevió á tocarlo con la 
mano y se limitaba á decir cuando le interrogaban para qué tenía aquello, 
que el cesto no le pertenecía por herencia sino que se lo encentró en su casa 
cuando fué á servir en ella; y en efecto, su contenido estaba de tal modo alte- 
rado, que las imágenes casi tenían perdidos sus colores. 

Otras veces estos cestos con ídolos y ofrendas los tenían escondidos en las 
trojes, cuando suponían que les aumentaban las cosechas; pero lo más frecuen- 
te era que los ocultaran dentro de una peana de algún santo cristiano, ú otro 
lugar semejante, porque como veremos después al imponerles su religión, los 
conquistadores semi—bárbaros á estos pueblos apenas separados del salvajis- 
mo, unieron éstos las supersticiones religiosas de ambas razas, resultando el 
conjunto más monstruoso que se pudiera imaginar. 

La fé que tenían en el peyote y el ololiuhqui era inmensa, así es que la be- 
bida preparada con ellos la tomaban para consultarla como un oráculo, siem- 
pre que deseaban saber alguna cosa, aun de aquellas que están fuera del co- 
nocimiento humano, como la causa de las enfermedades que generalmente 
atribuían á hechizo. Los tísicos, los éticos, los diarreicos, recurrían á este me- 
dio para salir de dudas, así como también los que deseaban saber el paradero 
de las cosas hurtadas, de sus agresores, etc. Para ello recurrían al médico, que 


MEDICO NACIONAL. 239 


más bien participaba de sortílego, el que era conocido con el nombre de Payni, 
cuando para sus curaciones tenía por oficio tomar la bebida hecha con el pe- 
yote. Este sortílego para responder á las cuestiones ó para buscar la medica- 
ción adecuada, se encerraba en aposento, que generalmente era su oratorio y 
donde nadie había de entrar mientras duraba la consulta, que consistía en los 
efectos de la planta bajo cuya influencia creían que ésta les revelaba lo que 
deseaban saber. Terminada la especie de embriaguez originada por la bebida, 
salían del aposento contando mil patrañas, entre las cuales algunas coincidían 
con lo que de buena fé esperaban los consultantes. Frecuentemente se excu- 
saban los adivinos de tomar el peyote, y entonces lo tomaba el mismo enfer- 
mo ú otra persona alquilada para tal objeto; pero entonces el médico señalaba 
el día y hora en que lo había de beber, y le decía para qué fin lo bebía, instru- 
yéndole en el modo y sobre todo en la sospecha con todas sus circunstancias. 

Pero antes de proseguir queremos llamar la atención de cómo ya era per- 
fectamente conocido entre aquellos curanderos, el fenómeno recientemente es- 
tudiado con tanto ahinco, el de la sugestión; fenómeno que conocían en muchos 
de sus detalles y que explotaban admirablemente para sus designios. En efec- 
to, para lograr la adivinación era condición indispensable que la persona que 
tomaba el brebaje estuviera perfectamente al tanto del asunto que deseaba re- 
solver el interesado, es decir, bajo la influencia de una sugestion perfectamen- 
te impuesta para provocar sus efectos. Una vez que se encontraban en ese es- 
tado psicológico ingerían la bebida, y poco tiempo se hacía esperar la embria- 
guez producida por ella, y las numerosas alucinaciones quedaban sujetas á las 
ideas sugestionadas previamente; y como entre aquellas la más común consis- 
tía en escuchar una voz que les comunicaba datos nacidos en su fantasía en- 
ferma, los intoxicados después de uno á tres días de ese efecto, salían con la 
convicción íntima de haber estado en relaciones con algún ser extraordinario 
que consideraban como un dios; de aquí vino la personificación del peyote y 
del ololiuhqui á los que reverenciaban tanto como á sus ídololos. 

Naturalmente las revelaciones ó más bien las alucinaciones sugestionadas 
raras veces coincidían con la verdad; y lo más frecuente era que al anunciar el 
resultado la persona que había tomada el peyote, designara á personas total- 
mente ajenas al asunto y de aquí nacían desde luego las discordias entre las 
familias ó entre las tribus, pues alguno era el sospechoso de haber sido causa 
del hechizo ó el autor del robo que se trataba de descubrir; y entonces nacía 
el ódio y era causa de desastres y venganzas innumerables entre aquellos des- 
dichados; rencores que se transmitían á muchas generaciones. 

También los celosos consultaban al peyote para saber si su consorte los en- 
gañaba, ó para encontrar á la mujer que había huido con el amante, abando- 
nando el hogar; pero entonces se acudía á los servicios de otros sortílegos que 
llamaban Zlachixque, que en castellano quiere decir profeta ó adivino. Merece 
transeribirse aquí por su importancia lo que consigna Ruiz de Alarcón en su 
yaliosísimo «Tratado de las supersticiones de los naturales de esta Nueva Es- 


Tomo IV.—33 


240 ANALES DEL INSTITUTO 


paña,» publicado por primera vez en el tomo V. de los «Anales del Museo 
Nacional de México.» 

“Así sucedió en provincia de Chietla, del Obispado de Tlaxcala, que habién- 
dosele huido su mujer á un indio natural de Nauituchco, y cansado el indio 
de buscar la mujer, acudió por último refugio al ololiubqui, y según decla- 
ró después ante el fraile Agustín Guerra, religioso agustino y buena lengua, 
habiendo bebido aquella mala bebida se le apareció aquel viejo que dijo ser el 
ololiuhqui y venía á socorrerle; el indio dijo: “que su pena era no saber de su 
mujer ni dónde la hallaría;” respondió el viejo: “no te dé cuidado que presto 
la hallarás, ve mañana al pueblo de Ocuylucan y ponte en frente del convento 
á tal hora, y cuando veas entrar en el convento un religioso en un caballo de 
tal color, ve luego á tal casa, y sin pasar del zaguan de ella, busca tras la puer- 
ta y allí la hallarás;” salido el indio de la consulta y embriaguez, fué al pueblo, 
que había diez leguas de camino, púsose enfrente del convento y sucedióle lo 
que el demonio le había dicho: halló la mujer tras la puerta señalada, trá- 
jola á su casa donde la miserable aquella noche se ahorcó; para esto andu- 
vo el enemigo tan solícito y echó todos sus cartabones; y como tan gran filó- 
sofo, casó bien las contingencias para aquel desastroso caso.” 

“Un acierto de estos escapa y excusa dos mil hierros y del acierto quedan 
estos desdichados tan engolosinados que ningún desengaño basta para que 
vuelvan en sí y se reduzcan al conocimiento de la verdad, antes por el con- 
trario, suele el demonio en aquellas sus apariciones mezclar algo de nuestra 
sagrada religión, con que revoca su malicia y da color de bien á tan gran mal- 
dad como se verá en este caso.” 

Atribuyéndole tales virtudes al peyote, natural era que lo usaran en muchas 
enfermedades y especialmente para combatir las calenturas y siempre su uso 
iba precedido de un conjuro del médico ó Tizite que lo aplicaba, manifestando 
en él al mismo tiempo la veneración que tenían para esta planta. 

Todas estas prácticas supersticiosas trataron de extirparlas los sacerdotes 
católicos, valiéndose de todos los medios de que disponían como conquistado- 
res, haciendo uso ya de la persuación, ya del castigo, ó lo que era más común, 
poniendo en frente de aquellos idólatras sus ceremonias igualmente idolátri- 
cas, pretendiendo que cambiaran aquellos por las nuevas no menos pernicio- 
sas ni menos falsas. Los resultados bien sabemos que fueron contraproducen- 
tes con ciertas tribus, no obstante el trabajo secular de aquellos misioneros. 

Como un ejemplo de esa clase de conversión, referiremos cómo procedió en 
un caso de esta naturaleza el gran teólogo y visitador general de arzobispado 
Don Jacinto de la Serna, según lo describe en su “Manual de Ministros de 
Indias.” 

El caso fué el siguiente: tratábase de una india llamada Agustina, que es- 
taba enferma, según decían en Tenancingo, á causa del hechizo que le había 
causado otra india, Leonor María, resentida con aquella por una riña. Esta 
Leonor María, para satisfacer su rencor había asistido á una fiesta y ceremo- 
nia en que se habían comido, á modo de comunión, unos hongos llamados 


MEDICO NACIONAL. 241 


A 


Quautlan manacatl y cuyo efecto consiste en una embriaguez con pérdida del 
sentido, semejante á la que producen el ololiuhqui y el peyote, por lo que se 
les consideraba como una deidad. Su efecto, unido al del pulque, se acentuó 
mucho más, y después de aquella orgía religiosa, que fué presidida por un 
hechicero, que ofició de sacerdote en aquella solemnidad, Leonor María hechi- 
zóÓ á Agustina. Sigue ahora el ilustre teólogo, rector, cura y examinador sino- 
dal Don Jacinto de la Serna: 

'“Me sucedió que aquella tarde de este dicho día, me llamaron á toda prisa 
para confesar una india que me servía, llamada Agustina, que hoy es viva 
y hacía poco que había salido de mi casa á lavar á el río, porque se estaba 
muriendo de un flujo de sangre que echaba por la boca, y cuando fuí á toda 
diligencia, la traían ya sin habla y como muerta, al fin de allí á buen rato vol- 
vió en sí con grandes agonías y congojas y pudo confesarse y olearse, porque 
en todo manifestaba estar ya de muerte; pasó aquella noche y todo el día si- 
guiente y á las veinticuatro horas que le había dado aquel accidente, volvió á 
las mismas agonías y visajes como si tuviese ya las ansias de la muerte, y con- 
tinuó la sangre; y viendo que no había remedio que hacerle ni había conoci- 
miento del mal para aplicarle alguno casero: yo tenía un pedazo de hueso del 
Santo y venerable Gregorio López, que me había dado una persona de toda 
satisfacción y que no había duda de que fuese reliquia del Santo Varon, asom- 
bro de contemplativos y con la mayor devoción que pude, fiando poco de mi 
indignidad y mucho de los méritos del Santo, en una cucharada de agua le dí 
á beber un pedacito del hueso, exhortándola á que se encomendase á aquel 
santo que la sanaría y libraría de aquel mal que padecía, y así como lo bebió 
sintió alivio en sus ansias y bascas, porque estaba como si tuviese en el estó- 
mago un gran veneno; pudo pasar la noche con alivio y otro día como á las once 
del día le acometió aquel mal como la primera y segunda vez; y dándole ga- 
na de trocar, persona de toda satisfacción que cuidaba de ella, le llevó un vaso 
en que trocase, y en el vómito echó un pedazo de lana como atado, y de una 
parte estaba ensangrentado como si estuviera pegado á la carne y dentro ha- 
bía carbón, cáscaras de huevos quemados y cabellos; y así como hizo este true- 
que, quedó la enferma aliviada de aquellas bascas y agonías y luego se le hi- 
zo en una corba de una pierna una postema de que lastó muchos días porque 
todo lo removido de aquel hechizo ó encanto ocurrió á aquella parte: con que 
conocidamente el Santo Gregorio López, á mi entender, hizo dos milagros, el 
uno dar salud á aquella enferma, como testifico como testigo de vista y que lo 
juro haber sucedido así y lo juraré siempre quese ofrezca para gloria de Dios 
y de este Santo. Y el otro milagro fué que con ocasión de la enfermedad de esta 
india tan repentina é inopinada y que terminó con echar aquella lana con lo que 
dentro tenía, se comenzó á rugir que era hechizo y que había reñido con una 
india de aquel pueblo que tenía mala fama y que hacía pocos días que la ha- 
bía amenazado sobre que hice muchas diligencias para descubrir la verdad.” 

Hasta aquí son los datos que nos han comunicado los historiadores antiguos 
acerca del uso de esta planta que tuvo tanta influencia en la vida social de las 
razas primitivas de la Nueva España. 


242 ANALES DEL INSTITUTO 


Por la relación anterior se ve que los misioneros y los sacerdotes católicos 
procuraron extirpar el uso de esta planta y que al fin lograron su objeto, pues 
sabemos que la mayor parte de los indios que actualmente viven entre la gen- 
te civilizada, llegaron á perder la tradición de las virtudes de este medicamen- 
to excitante de las facultades cerebrales. 

Pero no sucedio así entre las tribus que hasta la fecha han quedado sin some- 
terse, como lo vamos á ver por la relación de las ceremonias que practican los 
indios huicholis en el Territorio de Tepic, los Tarahumares en Chihuahua y 
los Kiowas en las riberas del Rio Grande. 

El Sr. Alberto Santoscoy, en su interesante folleto transcribe lo siguiente, 
que está tomado de los apuntes de viaje del Sr. Don Rosendo Corona, quien 
como ingeniero del Estado de Jalisco, fué enviado en Diciembre de 1888 para 
zanjar ciertas cuestiones de terrenos que se ventilaban entre los indios huicho- 
les del pueblo de Santa Catarina: 

“Los huicholes acostumbran comer cruda una viznaga pequeña que llaman 
Peyote, y beben el agua de esta misma, fermentándola. Les causa, según di- 
cen, el mismo efecto que la mariguana. Como esta viznaga no se da en sus te- 
rrenos, tiene que ir una comisión á traerla al Real de Catorce. Al volver, en 
cada jornada le hacen una fiesta, y al llegar al pueblo, otra, que es la mejor. 
Poco antes de esa llegada se reunen en el caliguey hombres, mujeres y niños, y 
" al presentarse los peyoteros salen todos aquellos, unos tras otros, formándose 
los hombres en batalla y las mujeres al frente, unas tras otras. Los peyoteros 
quedan formados también en batalla frente á las mujeres, delante de las cuales 
va una niñita que lleva en sus manos la cabeza de venado que estaba en el 
caliguey adornada con flores frescas y listones. Desfilan las mujeres frente á 
los peyoteros, quienes las obsequian con pedazos de peyote, que ellas conser- 
van ó se comen luego, volviendo en seguida á formarse; después desfilan los 
hombres y se hace lo mismo. En tanto los danzantes bailan al compas de un 
violín. Después cada peyotero entrega á su mujer respectiva bolsas con pe- 
yote, agua lustral que traen del lugar en que se proveen de esa viznaga, y otros 
saquitos con las demás cosas que le trajo. En seguida se acercan las mulas de 
carga que traen en huacales la planta sagrada, y se va á descargarlas cada 
uno á su casa. Después con un hisopo hecho de flores, rocían las mujeres á las 
mulas y otro tanto hacen los maridos peyoteros. Luego en cada casa los ma- 
ridos verbosamente cuentan las aventuras del camino. Al oirlas, las mujeres y 
hombres de la familia sueltan el llanto; en seguida dan como ofrenda un pe- 
dazo de peyote, é hincados reciben de manos del conductor de éste, asperges 
de «agua bendita» en la cabeza, en el pecho y en la boca. A continuación de 
esa ceremonia en el hogar, se reunen otra vez en el caliguey los hombres nada 
más, y en voz alta hablan todos á la vez y mucho. En el centro hay una gran 
hoguera que no deja de arder. Los peyoteros y otros se sientan en equipales 
al derredor del fuego, y dan la espalda al peyote que está depositado en el sue- 
lo y que antes colocaron allí. Reclinados contra el muro del caliguey se ven 
carcajes, flechas, arcos, cuchillos y demás instrumentos de guerra, y colgados 


MEDICO NACIONAL. 243 


frente á las covachas, saquitos, sartas de peyote, flores, cintas, frutas, carne 
seca de venado, etc. Después de aquella larga plática, voltean los equipales, 
dando la espalda al fuego, y en seguida de hablar, canta uno y le responden 
los demás. Antes del canto acuden las mujeres que esperan la señal de entra- 
da en la plazoleta de los templos. Así pasan toda la noche, alumbrando el pe- 
yote con rajas de ocote. Esta es la gran fiesta del peyote, que tuve la oportu- 
nidad de presenciar el 9 de Diciembre de 1898.” 

El Sr. Carlos Lumholtz, en un artículo publicado en el «Scribner's Magazi- 
ne» de Octubre de 1894, titulado «Danzas tarahumares y culto á las plantas,” 
describe detalladamente las creencias que tienen los indios tarahumares, acer- 
ca de las propiedades de estas plantas, ligadas con una mitología particular, 
convertida en culto, así como las ceremonias que practican cuando consumen 
los peyotes. El Sr. Lumholtz dice: 

“Todos los cactos pequeños ó Hikori son vistos con reverencia supersticio- 
sa por los tarahumares. Estos cactos tienen diferentes propiedades, pero la más 
marcada de ellas es la de alejar á los hechiceros, ladrones y apaches y preser- 
var de las enfermedades. Estos Hikori se encuentran creciendo en los campos 
del Este del Ferrocarril Central Mexicano, particularmente en Santa Rosalía 
de Camargo. Cuando la tribu los necesita, diez ó doce Tarahumares empren- 
den el viaje para cosecharlos, usando primero copal para incensarse. La jor- 
nada es larga y emplean una semana y tres días para llegar á la Sierra Mar- 
gosa, en donde se encuentra principalmente. Hasta que llegan al lugar en 
donde crecen los Hikori, los Tarahumares pueden comer lo que gusten, pero 
una vez allí, deben abstenerse de todo, aun del pinole. Las mujeres pueden 
acompañar á los que cosechan el Hikori; pero no deben tocar la planta. Al 
llegar á la Sierra, lo primero que hacen es levantar una cruz junto á la cual 
colocan el poco Hikori que han encontrado, con objeto de que este Hikori pue- 
da decir en dónde pueden encontrarse los otros en abundancia. 

“Los indios mascan y comen las primeras plantas que encuentran, y en con- 
secuencia, se intoxican fuertemente; como está prohibido hablar en este lugar, 
se acuestan en silencio. Al segundo día, cuando están en su juicio, comienzan á 
recoger la planta muy temprano, en la mañana, tomándola con mucho cuida- 
do con palos, con objeto de que no se maltrate, porque la planta se enojaría y 
se vengaría enloqueciéndolos y haciéndolos caer en los precipicios. Las espe- 
cies diferentes se les guarda en sacos distintos, porque de otra manera «ellas» 
se pelearían. «El,» los indios hablan siempre de la planta como si fuera un 
individuo, es una divinidad ruidosa y canta cuando está metida en el saco. Un 
hombre que usó su bolsa de Hikori como almohada, me dijo que fué tal el 
ruido que hizo la planta, que no pudo dormir. 

“Cuando los Tarahumares regresan con el Hikori, se verifica una fiesta en 
honor de la planta. El pueblo sale á darle la bienvenida á los viajeros con 
música, y en la noche se bebe mucho tehuino ó cerveza del país. La noche se 
pasa bailando en honor de la planta. El montón de Hikori, tal vez como dos 
bushels, se coloca debajo de una cruz y rociado con tehuino, porque al Hikori 


244 ANALES DEL INSTITUTO 


le agrada el tehuino así como á los Tarahumares. Al día siguiente se sacrifi- 
can un borrego, un buey ó dos cabras. El Hikori se vende á los gentiles en las 
barrancas, quienes son bastante tímidos para ir ellos mismos á traerlo. Una 
planta cuesta un borrego, y el comprador celebra una fiesta en honor de su 
adquisición, y repite la fiesta en la misma época. 

“Varias clases de Hikori serán descritas. Hay el Wanami (superior), el que 
además de usarse para confeccionar una bebida embriagante, es famoso como 
remedio para las mordidas de víboras, quemadas y heridas. Se le humedece 
en la boca y se aplica sobre la parte que se trata de aliviar. Se le atribuye que 
prolonga la vida. El Sunami que se parece á una alcachofa pequeña, es un 
Hikori aún más poderoso que el Wanami. Si se le lleva consigo, el venado 
no puede correr y los osos no pueden causarle áuno ningún daño. Los ladro- 
nes no tienen poder contra él, porque el Sunami llama á los soldados en su 
ayuda. Un licor llamado Hikori, se hace con ambos cactos, particularmente 
con el primero, y es muy embriagante. Ocupa el primer lugar en todas las 
fiestas celebradas en honor de la planta, y es bebido por todos los curanderos 
(hombres—medicina) y por sus ayudantes, y también por toda la asamblea, 
como una salvaguardia contra toda brujería y para conseguir la salud de la 
tribu. El Rosapara es un Hikori blanco y espinoso, diferente de los dos aca- 
bados de mencionar. Se debe tocar con las manos limpias y sólo por persona 
que esté «bien bautizada,« porque «él» es un buen «Cristiano,» llamado Tara- 
humare cristiano, y mantiene un ojo perspicaz sobre las personas que están 
al rededor de él. El Rosapara es particularmente eficaz, espantando á los apa- 
ches y ladrones. Rubio, uno de los curanderos, (hombres—medicina), amigo 
mío, me dijo que los apaches una vez volvieron las espaldas porque tenía es- 
tas dos plantas consigo. «El» es muy cruel: vuelve locos á los malos y los arro- 
ja á los precipicios. El Mulato, es un Hikori que hace á los ojos más grandes 
y más penetrantes, para ver á las brujas; da larga vida y celeridad al corre- 
dor. 

“El Hikori más importante de todos ellos es, sin embargo, el Wallasalia- 
nee, llamándose, literalmente, una grande autoridad. Esta es una planta rara 
que jamás he visto. Se dice que crece en grupos apiñados de poca altura, de 
ocho á doce pulgadas de diámetro, pareciéndose al Wanami, con muchos re- 
toños al rededor de él. Todos los otros Hikoris son «sus» sirvientes; «él» es tan 
voraz que necesita un buey para su comida, y ninguna otra cosa podrá satis- 
facerlo, y por lo mismo, pocos de los Tarahumares podrán «alojarlo» Si no se 
mata un buey para «él,» «él» se comerá al indio. «El» jamás muere. En las ce- 
remonias y sacrificios para ayudar á una persona enferma, el curandero (hom- 
bre-medicina), en ausencia de este importante Hikori, volará á «su» país en 
donde «él» permanece mirando hacia donde están sus hijos, los Tarahumares, 
y «les» ofrece el alma del buey que ha sido sacrificado. «El» se la come y en- 
vía los beneficios, en respuesta, con «sus» sirvientes, que están especialmente 
enseñados, y llevan sombreros de paja iguales á los americanos, según se ex- 
presó Rubio. Sólo los curanderos (hombres=medicina) pueden verlo cuando 


MEDICO NACIONAL. 245 


«ellos» llegan á limpiar las almas y á curar los corazones de los Tarahumares. 

“Hay una clase de Hikori que tiene espinas largas y blancas y que se su- 
pone que viene del diablo, y se usa con propósitos depravados. Si se enoja, la 
pierna que dé un puntapié se romperá. Una vez, que deseaba coger uno de es- 
tos cactos globosos y con apariencia lanosa, con un palo, un indio me dijo: 
“Ságalo solo, porque te hará caer en un precipicio.” En la parte Este de la 
Sierra y en otros lugares, y naturalmente al pie de las colinas, al rededor del 
Fuerte Riber, el Hikori no se usa del todo. 

“Según las tradiciones de los indios, cuando su dios se fué al cielo, al co- 
menzar el mundo, dejó al Hikori en la tierra como el gran remedio de los Ta- 
rahumares. El Hikori canta muy bonito, de manera que los Tarahumares pue- 
den encontrarlo. Canta en el campo y en la frazada en que se le lleva, y tam- 
bién en la bodega en que se le guarda. Cuando ellos van para cogerlo en su 
país, le dicen: “Deseo ir á tu país contigo; así es que puedes cantar un encan- 
tamiento para mí.” Los indios lo guardan dentro de una jarra en una bodega 
muy cuidadosamente, y no lo sacan sin ofrecerle cerveza y comida. Si se olvi- 
dara esto, se comería el alma del indio. Si alguna cosa acontece al Hikori; si, 
por ejemplo, se lo comieran las ratas, los indios creen que el Hikori en «su» 
enojo (cólera), los anonadaría con la locura. El Hikori es un personaje muy 
importante y es necesario quitarse el sombrero antes de acercársele; los Tara- 
humares cristianos hacen la señal de la cruz. Es saludado como si fuera un 
Tarahumare, con el saludo formal y de costumbre y se supone que correspon- 
de como es de costumbre. Las plantas pequeñas aun son algunas veces vesti- 
das, teniendo un aspecto risible. Niá las mujeres ni á los niños se les permi- 
te que lo toquen. 

“En los cantos de los indios se describe el Hikori como de pie sobre una 
cuenta gigantesca, tan grande como una montaña; la semilla pulida de una 
grama llamada Coix lacryma. Esta semilla, con la cual se fabrican collares, se 
le considera como medicinal y preservando de cualquier mal. Hombres, mu- 
jeres y niños la llevan. Las mujeres campesinas en Italia y España usan esta 
misma semilla de grama como una protección contra el mal, y se sabe que las 
mujeres americanas la usan en los niños que están en la dentición, porque se 
supone que les es agradable. 

“Al cabo de cuatro años, el Hikori pierde sus virtudes, y crece mohoso cuan- 
do se le entierra en un rincón de la bodega; entonces se le devuelve al lugar 
de donde vino, y se obtienen nuevas plantas. 

“En todas las fiestas de importancia, algunos curanderos (hombres—medici- 
na) se consagran por completo al Hikori, reverenciándolo con objeto de que 
preserve la salud de los participantes de la fiesta y para que puedan tener vi- 
gor para sus danzas. Si hay mucha enfermedad, las danzas del Hikori se ce- 
lebran con frecuencia. En la noche, antes del festival, el dueño de la casa en 
que tendrá lugar, da cierto número de plantas Hikori á la mujer conocida co- 
mo Roakoro, ayudante de los curanderos (hombres-medicina), quienes la mue- 
len sobre una piedra con agua y teniendo cuidado de no derramar una sola 


246 ANALES DEL INSTITUTO 


gota. Las Roakoro representan á los estambres, mientras que los curanderos 
(hombres-medicina) son el pistilo de la flor. Aun la piedra después es lavada 
cuidadosamente y el agua guardada. El curandero (hombre—medicina) espe- 
cial que se consagra á venerar el Hikori, dibuja con su dedo sobre la arena 
una figura mística, en el centro de la cual planta el Hikori. A éste lo cubre 
con una Calabaza, encima de la cual descansa la extremidad de un palo con 
muesca, que raspa con un pedazo de madera, de modo de producir un sonido 
que sirve de acompañamiento á su canto. El Hikori es apasionado del ruido, 
porque «él» es poderoso. 

“¿Mientras que el curandero (hombre—medicina) canta, un hombre ó una 
mujer, pero nunca los dos sexos unidos, está danzando siempre delante de él, 
consistiendo la danza en un torcimiento ó brinco de los dedos de los pies, dan- 
do vueltas violentamente el cuerpo al rededor. Ahora y después el hombre 
que baila, da desahogo á lo que se supone ser una imitación de la conversa- 
cion del Hikori, la que recuerda uno de los cantos del gallo. El canto del cu- 
randero (hombre—medicina) es una oración al Hikori, para que venga á aliviar 
á la persona enferma y á conocer una “hermosa embriaguez.” 

“¿Ahora y después, la bebida espesa y morena se sirve en pequeñas cantida- 
des en una calabaza, y el ánimo de la concurrencia se levanta en proporción 
de sus libaciones, seguido de una depresión soporosa. La ceremonia dura toda 
la noche. Si el curandero (hombre—medicina) se detiene por un momento, pi- 
de permiso al Hikori cuando regresa. Algunas veces sólo el curandero (hom- 
bre—-medicina) y sus ayudantes beben; otras veces todas las personas presen- 
tes comparten el licor.” 

De un artículo publicado por el Sr. James Mooney, en la Therapeutic Ga- 
zette, Sanuary 1896, titulado “The Mescal Plant and Ceremony,” traducimos 
lo siguiente: 

“¿Hace cinco años, cuando por encargo del Bureau of Etlnology hacía inves- 
tigaciones entre los indios Kiowa, me fijé en el uso ceremonial de una planta á 
la que se le atribuían maravillosas propiedades médicas y psicológicas. Tan 
numerosas é importantes son sus aplicaciones médicas y tan exhilarante y 
magnífico su efecto, de acuerdo con las narraciones de los nativos, que es con- 
siderada como la encarnación vegetal de una deidad, y la comida ceremonial 
de la planta se ha convertido en el mayor rito religioso de todas las tribus de 
las familias del Sudeste. 

“Como dato importante, hay algunas variedades, probablemente todas del mis- 
mo género, usadas por los indios con carácter ceremonial. El viajero Lumholtz 
menciona tres variedades entre los tarahumares del Norte de México. Una 
forma diferente de la parte más baja del Río Grande inferior, es usada por los 

“kiowas y tribus asociadas, y una variedad más pequeña se encuentra entre, 
los apaches mescaleros del Este de Nuevo México. En cada lengua tiene su 
nombre diferente, generalmente referido á las espinas. Entre los kiowas es el 
señi; entre los comanches wokowi, con los mescaleros ho, y con los tarahuma- 
ris, hikori, Los mercaderes del territorio indio comunmente le llaman mescal, 


MEDICO NACIONAL. 247 


pero no se debe confundir con otro mescal de Arizona, el agave con el cual los 
apaches preparan una bebida embriagante. El nombre local á lo largo del 
Río Grande es peyote ó pellote, del nombre antiguo azteca peyotl. 

“El uso de la planta con designio médico ó religioso, probablemente es tan 
antiguo como la ocupación por los índios de la región en que crece. Hay evi- 
dencia de que el rito ceremonial era conocido de todas las tribus esparcidas 
desde Arkansas hasta el Valle de México, y desde la Sierra Madre hasta la 
costa. Los apaches mescaleros toman su nombre de esta planta. Investigacio- 
nes personales entre los navajos y mokis prueban que ellos no la conocían. 

““En proporción que la planta fué reputada como sagrada por los indios, así 
fué considerada por los primeros misioneros como la invención directa del de- 
monio, y la comida del peyote se tuvo como un crimen igual, por su enormi- 
dad, con el de la comida de carne humana. 

“Desde un principio ha sido condenada sin investigación de ninguna clase, 
y aun en el presente sistema, con penas muy severas se ha amenazado, y aun 
se han aplicado á los indios que usan ó tienen en su poder esta planta. No 
obstante esto, prácticamente todos los hombres de las tribus de las planicies 
del Sur la comen habitualmente en la ceremonia, y no tienen dificultad en con- 
guir toda la que pueden pagar. 

A pesar de su uso universal y de la constante aserción de los indios de que 
la planta es una medicina de valor, y de que la ceremonia es un hermoso rito 
religioso, ningún médico cirujano, misionero ó maestro, con una sola excep- 
ción, ha testificado la planta ó presenciado la ceremonia. 

“Una relación detallada de la mitología histórica y rito sagrado unidos á 
este mescal, llenaría un volumen. Tal relación se publicará alguna vez por el 
Bureau of Ethnologie; el que esto escribe la está preparando ahora, como el re- 
sultado de algunos años de estudio en el campo, entre las tribus de las plani- 
cies del:Sur. Como este artículo fué escrito primeramente para los lectores 
médicos, la parte ceremonial sólo se expondrá aquí brevemente. 

“La ceremonia dura de doce á catorce horas, comenzando por las nueve ó 
las diez de la noche, y prolongándose algunas veces hasta casi al medio día del 
siguiente. El sábado en la noche es ahora el momento escogido generalmente, 
en respeto á las ideas de los hombres blancos de que el domingo es día sagra- 
do y un día de descanso. Los adoradores se sientan en círculo alrededor del 
lado interior del tipi sagrado, con un fuego encendido en el centro. Los ejer- 
cicios comienzan con una oración del jefe, quien entonces distribuye cuatro 
mescales á cada hombre, los que toma y come sucesiva y rápidamente, arran- 
cando primero las pequeñas borlas de pelitos que están en el centro. Al co- 
merlo, el mescal seco primero es mascado eu la boca, después es enrollado en 
las manos formando una gran pelota y tragado; el hombre, al mismo tiempo, 
restrega su pecho y el dorso del cuello para ayudar el descenso. Después de 
la primera vuelta, el jefe toma la sonaja mientras sus ayudantes toman e! tam- 
bor, y juntos entonan el primer canto cuatro veces, á toda voz, tocando al mis- 
mo tiempo el tambor y sacudiendo la sonaja con toda la fuerza de sus brazos. 


Tomo IV.—34 


248 ANALES DEL INSTITUTO 


El tambor y sonaja se entregan después á la próxima pareja, y así el canto re- 
corre todo el círculo con una sola pausa para la ceremonia bautismal á la me- 
dia noche, y otra para la ceremonia de la luz del día, hasta tal vez las nueve 
de la mañana siguiente. Entonces los instrumentos se pasan fuera del tipi, los 
alimentos sagrados se comen y la ceremonia toca á su fin. A media noche, una 
vasija con agua se pasa en rededor, y cada uno toma un trago y rocía algunas 
gotas sobre su cabeza. Antes de esta hora ninguno. ha cambiado su postura, 
sentados con las piernas cruzadas sobre el suelo y sin ningún respaldo para 
su espalda; pero ahora cualquiera queda en libertad de salir y pasearse por 
un rato y volver después. Pocos, sin embargo, hacen esto, porque es eonside- 
rado como un signo de flaqueza. El alimento sagrado, al terminar la ceremo- 
nia, consiste en trigo tostado y agua endulzada; arroz ú otro grano cocido; fru- 
tos cocidos, generalmente ciruelas Ó manzanas secas, y carne seca molida con 
azúcar. Cada persona toma un poco de cada cosa, bebiendo antes un trago de 
agua para limpiarse la boca. 

“Después de media noche el jefe distribuye otra vez en redondo el mescal, 
dando á cada hombre tantos como pide. En esta segunda vuelta he visto fre- 
cuentemente algún hombre pedir diez y comérselos uno después de otro tan 
rápidamente como podía mascarlos. Continúan comiendo á intervalos hasta 
el fin. Escupen mucho y probablemente tragan poco jugo. Todos fuman ciga- 
rros hechos á la mano, siendo considerado el humo como un incienso sagrado. 
A intervalos algún devoto ferviente prorrumpe en una ardiente oración, ex- 
tendiendo sus manos por unos instantes hasta el fuego y el mescal sagrado. 
El resto del tiempo, cuando no están cantando y tocando el tambor y la sona- 
ja con todas sus fuerzas, se sientan quietos con su manta tirada cerca de ellos 
y sus ojos fijos sobre el mescal sagrado en el centro, ó tal vez con los ojos ce- 
rrados y aparentemente dormidos. Sin embargo; están completamente listos 
cuando les toca su turno de canto Ó para pronunciar una oración al requerir- 
los uno de los presentes, así es que, es evidente, que los sentidos siempre estén 
alertas y bajo el dominio de la voluntad. 

“No hay preparación especial como el ayuno ó baño de sudor, y la comida 
la toman como de costumbre antes de entrar. Ln comida que se da, una ó dos 
horas después de la ceremonia, siempre se prepara como para un banquete, 
según como puede darlo el huésped. El resto del día se emplea en charlar, 
fumar y cantar las nuevas canciones hasta que es tiempo de regresar á la ca- 
sa, Se acuestan á la hora de costumbre y generalmente se levantan á la mis- 
ma hora de la mañana siguiente. No ponen sal en los alimentos sino un día 
después de la ceremonia. 

“¿Como una regla, sólo los hombres toman parte en la ceremonia ordinaria, 
pero á las mujeres enfermas y á los niños se les introduce y después de las 
oraciones por su alivio, se les permite comer uno ó más mescales preparados 
para ellos por el sacerdote.” : 

Cosa digna de llamar la atención, estas propiedades tan peculiares de algu- 
nas cacteas no sólo fueron conocidas por los indios de la América del Norte, 


MEDICO NACIONAL. 249 


sino que también en la del Sur; en el Perú fueron descubiertas en otro género 
de la misma familia, en una planta llamada achuma, y por :05 conquistadores 
cardón; la que, según parece, corresponde al cereus lanatus H. B. K. En efec- 
to, el Padre Bernabé Cobo, en un capítulo de la Historia del Nuevo Mundo, 
dice lo siguiente: : 

“La achuma es cierta especie de cardón de los del segundo género; crece un 
estado de alto y á veces más, es tan grueso como la pierna, cuadrado y de co- 
lor de závila; produce unas pitahayas pequeñas y dulces. Es ésta una planta 
con que el demonio tenía engañados á los indios del Perú en su gentilidad, de 
la cual usaban para sus embustes y supersticiones. Bebido el zumo de ella, 
saca de sentido, de manera que quedan los que lo beben como muertos, y aun 
se ha visto morir algunos por causa de la mucha frialdad que el celebro reci- 
be. Transportados con esta bebida los indios, soñaban mil disparates y los 
creían como si fueran verdades. 

1 Es de temperamento frío en el tercer grado y húmedo en el segundo; apro- 
vecha su zumo contra las intemperies cálidas, contra el ardor de los riñones; 
y bebido en poca cantidad, es bueno contra las calenturas largas, contra la icte- 
ricia y ardor de orina. ” 

Tal es la historia del peyote, la que, unida con la del ololiuhqui, forman la 
parte más interesante de la Materia Médica, conocida por las razas indígenas 
de México. En un capítulo especial de la Materia Médica Mexicana daremos 
todos los datos que hasta la fecha se tienen acerca de la composición química 
del peyote, así como los efectos fisiológicos observados en los experimentos de 
laboratorio, tanto en el hombre como en los animales, y las aplicaciones tera- 
péuticas que se han hecho hasta la fecha. 

México, Febrero 28 de 1900.— Dr. José Ramírez. 


BIBLIOGRAFÍA. 


Henning P.—A Poisonous Cactus Anhalonium lewinii n.sp. Gartenflora 
37: 410-412. 1888. 

Lewin L.—On Anhalonium lewinii and other Cacti. Arch. fiir exp. Path. 
ú Pharm. 34: 374. 1894. 

Heffter A.—Contribution to the pharm. knowledge of the Cactacews. Arch. 
f. Exp. Path. ú Pharm. 31: 65-86. 1894. Colored plates of 4 prismaticum, 
williamsii and lewini; text fig. of fissuratum. 

Kalischer S.—Poisonous Cacti monatsheft f. Kakteenkunde 4: 59-60. 1895. 

Prentiss D. W.and Francis P. Morgan.—Anhalonium lewinii (Mescal But- 
tons). Therap. Gaz. Ser. 3. 11: 577-585. 1895. 

Préntiss D. W., F. P. Morgan and James Mooney.—Mescal Buttons. (Anha- 


1 Del nombre de esta planta deriva indudablemente el verbo actual criollo del Perú y Chile chu- 
marse, sinónimo de emborracharse ó embriagarse. 


250 ANALES DEL INSTITUTO 


lonium lewinii). Terapeutic uses. Plant and Ceremony. Repr. from. Therap. 


Gaz. pp. 24. Jan. 1896. 

Ewell Ervin E.—The Chemistry of the Cactacese. Journ. Am. Chem. Sa 
18. N. 7, July, 1896. 

Haffter A.—On the Alkaloids of Cacti (second communication) Ber. d. d. 
- Chem. Gesellschaft. Jahrg. 2: 316-337. 1896. 

Moony, J.—The Mescal plant and ceremony. Thorap: Gaz. Detroit. 30. 12: 
7-11. 1896. 

Prentiss, D. W. and Morgand, F. P.—Mescal buttons. Acoialeostiaial lewinii 
Hennings (Lophophora williamsii lewinii Coulter). Med. Rec., N. Y. 4: 258- 
266. 1896. 

Prentiss, D. W. and Morgan, F. P.—The alkaloids of Anhalonium lewinii 
(mescal buttons) with notes upon therapeutic uses. Tr. M. Soc. Dist. Columb. 
1896. Wash. 1897. 1. 123-127. 

Ellis, H.—A note on the phenomena of mescal intoxication. Lancet, Lond., 
1897. 1. 1540-1542. 

Ellis, H.—Mescal: a new artificial paradise. Contemp. Rev. London, 73: 
130-141: 1898. 

Dixon, W. E.—A preliminary note on the pharmacology of the alkaloids 
derived from the mescal plant. Brit. M. J., London, 1898. II. 1860. 

Kauder, E.—Uéber alkaloide aus Anhalonium lewinii. Arch. d. Pharm. 
Berl., 237: 190-198. 1899. 


ns rs ds 


AS LISTA DE COLABORADOR: 


3 . 


DEL 


INSTITUTO MEDICO NACIONAL DE MEXICO 


En la República Mexicana. 
r, Francisco Bulman.—3* del Reloj 13, Sn 
Y, Dr. Carbajal Antonio.—Calle del Jardín de San Fernando núm. 10. México (D. F.). 
. Dr. Dugés Alfredo.—NATURALISTA. Guanajuato. (E. de Guanajuato.) 
”. Ingeniero Ferrari Pérez Fernando.—Director de la Sección de Historia Natural de la 
ión Geográfico Exploradora. Profesor de Tecnología en la Escuela Nacional de Agri- 
Fisico. Químico. NATURALISTA. Calle de los Siete Príncipes n? 16. México (D. F.) 
r. Gayol Fernando.—Calle Cerrada de Santa Teresa núm. 5. México (D. F.). 
Jr, Gómez Elías. —Cuernavaca (E. de Morelos). + 
Dr, Hernández Francisco.—Apatzingán (E. de Michoacán). 
Profesor en Farmacia Herrera Alfonso. —Profesor de Historia Natural en la Escuela 
al para Profesores y de Historia de Drogas en la Escuela Nacional de Medicina de 
léxico. NaruraLisTa. Calle 32 de la Ribera de Santa María núm. 6. México (D. F.). 
Profesor en Farmacia Herrera Alfonso L.—Ayudante Naturalista en el Museo Nacio- 
México. ZooLoGIsTA. Calle 32 de la Ribera de Santa María núm. 6. México. (D. F.). 
fesor en Farmacia Lasso de la Vega José María. —3* Calle del Reloj. Botica. México 


dio 
AS 
o 
A 
ES 


r. Dr. León Nicolás. —Tepeji del Rio (Estado de Querétaro). 
r. Dr. Medal Juan.—Morelia. (E. de Michoacán). 
Sr. Dr. Mendizabal Gregorio.—Calle de Montealegre múm. 10. México. (D. F.). 
Sr. Dr, Noriega Tomás.—Caleras núm. 6. México. (D, F.). 
Sr. Dr. Otero Miguel.—San Luis Potosí. (E. do S. L. P.). 
. Dr. Parra Gabriel.—Tlatlauquitepec (E. de Puebla). : 
r. Profesor en Farmacia Puga Adrián.—Química Y FARMACOGNOSIA, Botica de la Compa- 
Guadalajara (E. de Jalisco). 
Sr. Ingeniero Puga Guillermo B.—México. Tacubaya. (D. F.). 
r, Dr. Peña Cutberto.—Córdoba (E. de Veracruz). 
r. Lic. Rebollar Rafael.—2* Calle de Necatitlán núm, 22. México (D. F.). 
. Profesor en Farmacia Reyes Julio.—México (D. F.). 
- Sr. Ingeniero Robirosa José N.—San Juan Bautista (E. de Tabasco). 
Sr. Ing. José C. Segura.—Escuela de Agricultura. 
Sr. Dr, Torres Ezequiel.—Chibuahua (E. de Chihuahua). 
Sr. Profesor Urcelay-y Martínez Alberto M.—Mérida de Yucatán.) 
Sr. Dr, Urbina Manuel.—Director interino y Profesor de Zoología Botánica del Museo 
Nacional de México. Profesor de Botánica en la Escuela Nacional Preparatoria. BoTÁNICO. 
Calle de San Juan. Botica. México (D. F.). sx 
. Dr. Villada Manuel. —Profesor de Mineralogía, Geología y Paleontología en el Museo 
¡onal de México. Profesor de Botánica Agricola en la Escuela Nacional de Agricul- 
ura. Villa de Guadalupe (D. F.). e 


E En el Extranjero. 

Mr. Bocquillon Limousin Henry.—Pharmacien de 1% elasse á Paris, Pharmacologisto. 2” 
ue Blanche. Paris. : 

Mr. Heckel Edouard.—Professeur a la Faculté des Seienees et a l'Ecole de Medicine de 
arseille et Directeur de les Annales de Institut Colonial de Marseille. 

- Sr. Profesor Jules Hudas.—Paris. ds 

Sr. Profesor Joseph P. Remington.—Phyladelphia. E. U. 

Sr. Profesor Henry A. Rusby.—Nebraska. (N. J.). sw 

Sr. Profesor Casimiro De Candolle.—Ginebra. 

Sr. Dr. E. Janssens.—Bruselas. 

- Sr. Profesor Fernand Ranwetz.—Lovaina (Bélgica). 

Sr. Profesor Lieon Crismer.—Bruselas. 

Sr. Nathamel Lord Briton.—Nueva York, E. U. 


NOTA.—Se suplica á los Señores Miembros y Colaboradores del Instituto Médico, 
an oportunamente noticia de los cambios de dirección, etc., para publicarlos con 
titnd. A : 


, 


Es un Establecimiento científico que tiene por objeto el estudio de la fauna, flora 
climatología y geografía médica nacionales y sus aplicaciones E a 
Está dividido en las siguientes Secciones: 
19—De Historia natural Médica. Se ocupa en colectar, clasificar, describir y. conser- Y 
var las diferentes especies de plantas y animales. 
23—De Quimica analítica. Tiene por objeto la análisis respectiva, y; suministrar 10 
principios activos y preparaciones necesarias para la experimentación. 
32— De Fisiología experimental. Esta Sección está encargada de estudiar los efectos 
fisiológicos de las substancias aisladas por los profesores de Química. , 
42 —De Terapéutica clínica. Hace la aplicación á la patología aus de los medica. E 
mentos ya experimentados en los animales. Mes: 
5%—De Climatología y Geografía médicas. 


i_—_——— 
yA 


adquirir todas las noticias relativas al objeto del Establecimiento, se permiten suplic: 
á las corporaciones científicas análogas se sirvan establecer el canje respocuia de P 1- 
blicaciones : P , E 


mm 


LA PRIMERA PARTE DE LOS DATOS 


PARA LA 


MATERIA MEDICA MEXICANA. 


Se encuentra de venta: 


l 4 

£in México.—En la Plazuela de la Candelarita núm. 3; en la 2* calle de Veneno (0 9 
tica) y en las principales librerías de la capital. * 

£n Paris —Chez M. Géorges Carré, editeur, 3 rue Racine á Paris. e 


t 8 Ñ : 

s AVIS. nl 

Tout ouvrage dont il sera BRroye deux exemplaires a Padresse ci-dessous sera ob- 
jet d'une étude bibliographique qu'on publiera dans les Annales. ] 


A 

Nons prions les directeurs de journaux qui voudront bien établir 'échange avec nos 34 
Annales d'adresser leurs publications á PInstituto Médico Nacional de México lnea 
la de la Candelarita núm 3.—México. ¿A F.) 


- 
— 


A 


y 
: 


TOMO LY. Marzo y Abril, 1900, NÚM. 13. 


o 5 EA A MIMI A O O IIAKA A AO 


ANATES 


DEL 


INSTITUTO MEDIOO NACIONAL 


SL. A. EE 


Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional durante el mes de Marzo de 1900.— 
Sección 12—Anexo al informe anterior. —Sección 22—Anexo al informe anterior --—Sección 3* 
—Sección 4*—Anexos al informe anterior. —Sección 5* 


Lectura de turno.—Fórmula racional de la Psoralina, por el Sr. Prof. M. Lozano y Castro. 


Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional durante el mes de Abril de 1900.— 
Sección 12+—Anexo al informe anterior.—Sección 22—Anexo al informe anterior.—Sección 31— 
Sección 44*—Anexos al informe anterior,—Sección 5% 

Lectura de turno.—Medida de la presión sanguínea por la intra-ocular, por el Sr. Dr. E. Armendáris. 


OFICINAS DE LA PUBLICACION, 
INSTITUTO MEDICO NACIONAL. 


JARDIN CARLOS PACHECO, 3.—MEXICO, D. F. 


Ex-plazuela de la Candelarita núm. 3 (Av. Poniente 12 A.) 


MÉXICO 


OFICINA TIPOGRAFICA DE LA SECRETARÍA DE FOMENTO 
Calle de San Andrés número 15, [Avenida Oriente, 51.] 


1900 


Dirección. 
Sr. Dr. Fernando Altamirano.—Director del Instituto Médico. Profesor de Terapéutica — 
en la Escuela Nacional de Medicina de México, encargado de la Historia de las Drogas en el 


Instituto. Especialidad que cultiva: (QUÍMICA y Boránica apLicaDas. Villa de Guadalupe y 
Le Ed Calle del Mirador número 147. po 


:, Dr. Secundino Sosa.—Secretario del Instituto Médico. Profesor Adjunto de Clínica In- 


a: na en la Escuela Nacional de Medicina de México. ALIENIsTa. Calle 1% del Indio Triste 
núm. 7. México (D. F.). - 

Sr, Profesor en Farmacia Carlos Espino Barros.—Prefecto del Instituto Médico.—En el 
Instituto. 


Sección primera: Historia Natural Médica. 


Sr. Dr. José Ramirez.—Jefe de esta Sección. Secretario Greneral del Consejo Superior 
de Salubridad. BacrerioLoGIsTa. 10% Calle de la Violeta núm. 21. México (D. F.). 
Sr. Gabriel Alcocer.—Conservador del Herbario y del bee en esta Sección. Profesor d8 


Matemáticas. MatEMáTICO Y BOrÁNICO. Calle del Hospicio de San Nicolás núm. 19. México 


(D. F.). 
Sr. Adolfo Tenorio. —Dibujante de esta Sección. PROFESOR PAISAJISTA. Plazuela del Risco. ; 
rúm. 10, México (D. F.). 


Sección segunda: Química Analítica. 


. Prof. Francisco Rio de la Loza.—Jefe de esta Sección Profesor de Química General, 
Pee al y Agricola en la Ese pe ' Normal para Profesores en México. QuÍMICO. Calle 2 28 de 
Vanegas núm. 83. México (D. 1 

Sr. “Prof. Mariano Lozano y Castro.—Miigante de esta Sección. Químico inspector de 
bebidas y comestibles en el Consejo Superior de Salubridad. Químico. Calle de Patoni nú- 
mero 4. (Botica Humboldt). México (D. E.). 

Sr. Dr. Federico F. Villaseñor.—A y udante de esta Sección. Quimico. Calle del Conde 
de Santa Catarina número 7. México (D. E.). 


Sección tercera: Fisiología experimental. 


Sr. Dr. Eduardo Armendaris. 
gico. ANALISIS CLÍNICOS. Calle de las Ratas núm. 2 México (D. F.). 

Sr. Dr. Daniel Vergara Lope.—Ayudante de esta Sección. Preparador de la clase de Tera- 
péutica en la Escuela Nacional de Medicina de México. Profesor de Anatomía en la Escuela 


de Bellas Artes. FisióLnoGO. 5% Calle de Gruerrero núm. 2,122. México. (D, F.). 


Sección cuarta: ránóutica Clínica. 


Sr. Dr. José Terrés.—Jefe de esta Sección. Profesor de Patologia Interna en la Escuela 
Nacional de Medicina. 3% Calle del Reloj núm. 2. México (D. F.). . 

Sr. Dr. Juan Martínez del Campo.—Ayudante de esta Sección. Médico del Museo Anato- 
mo-patológico 2% Calle de Sor Juana Inés de la Cruz núm. 12. México (D. F.). 

Sr. Prof. Juan Manuel Noriega.—Farmacéutico de esta Sección en el Instituto Médico 
Preparador de Análisis Química en la Escuela Nacional de Medicina. 


Sección quinta: Climatología y Geografía médicas. 


Sr. Dr. Domingo Orvañanos.—J efe de esta Sección. Miembro del Consejo Superior de Sa- 
lubridad del Distrito Federal. Profesor de Clínica Interna enla Escuela Nacional de Medici- 
na. CLÍNICA INTERNA. Calle de Chavarria número 25. México (PD. F.). 


Jefe de esta EStción, Médico del Museo Anatomo=patoló- 


| 
| 
4 


MÉDICO NACIONAL. 251 


INFORMES 


De los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional 
durante el mes de Marzo de 1900. 


SeEccIÓN PRIMERA. 


Tengo la honra de informar á vd. que en el mes que concluye me he ocu- 
pado, como de costumbre, en los trabajos propios de la conservación del Her- 
bario, colocando en sus respectivos grupos varias de las numerosas plantas 
que están pendientes de distribución, cambiando papel á algunas de ellas, é 
identificando á la vez algunas especies del orden de las Labiadas. 

Numeré además, según el Index de Durand, los tomos 111 y IV del Catá- 
logo de Drogas. 

Sírvase vd. aceptar mi atenta consideración. 

México, Marzo 31 de 1900.—G. Alcocer.—Al Sr. Director del Instituto Mé- 
dico Nacional.—Presente. 


Tengo el honor de informar á vd. de los trabajos que he desempeñado en el 
departamento de Dibujo del Instituto Médico Nacional durante el mes de Mar- 
zo de 1900. 

Dos láminas para la Materia Médica, de los Buddelleia Humboldtiana y 
americana. 

- Cuatro láminas al lápiz y esfumino, copiadas de las fotografías de las plan- 
tas de Mociño y que corresponden á los números iconográficos: 413—414—y 
394: +-284. 

Para el álbum iconográfico, dos dibujos al lápiz y acuarela, de la cactea «Gre- 
matus» y un dibujo de la «Ceratozamia.» 

He continuado en los trabajos del catálogo fotográfico de las drogas. 

He concurrido también á la oficina impresora del Timbre para vigilar los 
trabajos de las láminas de la Materia Médica. 

Lo que tengo el honor de informar á vd. de los trabajos que he hecho, pro- 
testándole las seguridades de mis respetos. 

México, Marzo 31 de 1900.—Adolfo Tenorio.—Al Sr. Dr. Don Fernando 


- Altamirano, Director del Instituto Médico Nacional.—Presente. 


_———- 


SECCIÓN SEGUNDA. 


Tengo el honor de informar á vd. que durante el mes que hoy termina me 
he seguido ocupando de la análisis de la rasura de corteza de Tequampatli que 
ya estoy para terminar, pues no falta más que la dosificación de algunos de 
los principios solubles en el extracto acuoso, redactar el artículo para la Ma- 


teria Médica, y si es posible, tratar de aislar un cuerpo que parece ser alca- 


Tomo IV.—35 


252 ANALES DEL INSTITUTO 


loide, para conocer sus propiedades; en consecuencia, espero muy pronto po- 
der entregar concluído este estudio. 
Reitero á vd. las seguridades de mi atenta y respetuosa consideración. 
Libertad y Constitución. México, Marzo 31 de 1900.—F. F. Villaseñor.—Al 
C. Jefe de la Sección 2* del Instituto Médico Nacional.—Presente. 


Tengo la honra de informar á vd. que durante el mes que hoy termina 
me he ocupado del análisis orgánico de los insectos llamados jumiles, del or- 
den de los Hemípteros, Género Euschistus, especie desconocida, familia Pen- 
tatomidee, sub-familia Pentatominee. 

Dosifiqué la cantidad de cenizas poniendo en una mufla 5.00 de jumiles y 
sujetándolos á la incineración obtuve una cantidad de 0.060. 

Puse á secar al calor otros cinco gramos de insectos, para determinar la can- 
tidad de agua, y habiendo pesado varias veces en un crisol de platino tarado 
hasta obtener un peso constante deduje la cantitad de 0.30. 

De manera que relacionando á 100 gramos de substancia hay: 


Agua hIgroscópIC MALE l ot daplo aras 6.00 
A o 1.20 
Materia orgánica montos aiasticddn 92.80 

100.00 


Habiendo agotaio el polvo de los insectos por el éter de petróleo, operación 
que duró diez días, obtuve una solución de un color amarillo, aromática y 
de reacción neutra; evaporando una cierta cantidad al B.M. quedó un extracto 
fluído de color amarillo y cuyo olor se parece al de las chinches comunes; de 
sabor desagradable, nauseoso, insoluble en el agua destilada hirviendo aun en 
presencia de los ácidos minerales. Hecho el análisis, sólo encontré una mate- 
ria grasa neutra. Los reactivos de los alcaloides no me dieron ningún preci- 
pitado que me indicara la presencia de alguno. 

La grasa la dosifiqué, poniendo en una cápsula de porcelana tarada 10c.c. de 
licor primitivo, evaporando á B.M. hasta que perdió completamente el olor 
de éter de petróleo; pesando de nuevo obtuve una cantidad de 0.40, así es que 
en estos insectos hay 4 por ciento. 

Agotado el polvo de los jumiles por el éter de petróleo, lo que-se conoció 
en que evaporando unas gotas de la solución en un vidrio de reloj no deja- 
ron residuo; extraje el polvo del aparato de desalojamiento, lo dejé evaporar 
al aire libre hasta perder el olor de éter de petróleo y lo sometí á la acción di- 
solvente del éter sulfúrico, por espacio de ocho días. El éter se coloreó en 
amarillo, teniendo una reacción ácida; haciendo un extracto como en el trata- 
miento anterior y hecho el análisis correspondiente, encontré una grasa ácida. 


Con el alcohol absoluto hice la misma operación; traté por este disolvente el * 


MEDICO NACIONAL. 253 


úHA—————————_————————————====AAAÁAÁAÁAÁAÁAÁAAA—--==2=AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAKAKÁA 


polvo agotado por el éter sulfúrico, para obtener otro extracto que era de color 
amarillo, de olor agradable, de un sabor algo dulce al principio, después amar- 
go; Da el análisis correspondiente encontré con la reacción de Pettenkofer 
la presencia de ácidos biliares, un precipitado por los reactivos de los alcaloi- 
des, soluble en alcohol y pequeñas cantidades de grasa ácida. En el extracto 
obtenido con el alcohol á 85*, casi hubo los mismos principios, con la diferen- 
cia de haber albúmina en gran cantidad. 

Agotando después con el agua destilada puse 250.00 de polvo de los insec- 
tos y 2500.00 de vehículo, obteniendo al fin del agotamiento, que duró dos días 
solamente, 1520.00 de una solución de un color verdoso, de reacción neutra, 
formando gran cantidad de espuma por la agitación, sabor ligeramente amar-, 
go, olor desagradable; á medida que se evaporaba se ponía más verde y toma- 
ba una consistencia viscosa. 

Hecho el extracto que fué de un color moreno y sujetado al análisis busqué 
primero la existencia de la glucosa sin éxito; los reactivos de los alcaloides me 
dieron precipitado como en el extracto anterior, hubo además ácidos biliares y 
albúmina. En los tratamientos por agua acidulada y alealinizada con potasa 
sólo obtuve precipitado con los reactivos de los albuminoides y con los de los 
ácidos biliares. Sospechando la existencia de un alcaloide por haberme dado 
precipitado con sus reactivos especiales, procedi á extraerlo por el método de 
Stas; pero hasta ahora no he podido separarlo. 

Por la destilación obtuve las reacciones características del ácido fórmico y 
un cuerpo blanco que no pude determinar. 

Fáltame sólo las experiencias fisiológicas, que bondadosamente se prestó á 
hacer el Sr. Dr. Don Fernando Altamirano, para terminar este pequeño es- 
tudio. 

Ruego á vd. acepte las seguridades de mi atenta consideración y respeto. 

Libertad y Constitución. México, Marzo 31 de 1900.—.£milio Dozal.—Al 
C. Jefe de la Sección 2% del Instituto Médico Nacional. —Presente. 


SECCIÓN TERCERA. 


No habiendo tenido resultado la experimentación de los extractos acuoso y 
alcohólico de Tequampatli á la dosis de 1 gramo, como informé el mes pasado, 
seguimos en el presente ministrando mayores dosis, como se ve en seguida. 

El primer extracto lo hicimos ingerir á una paloma á la dosis de un gramo 
y no presentó el animal signo alguno que nos indicara la acción de ¿a droga, 
tres días después, á este mismo animal le dimos 1 gramo también de extracto 
alcohólico y á las dos horas empezó á observarse que la paloma tenía algunas 
convulsiones, tomando la actitud que otras veces hemos descrito. Semejante 
estado aumentó en intensidad por tres horas y media en que se suspendió la 
observación. Al siguiente día amaneció aún vacilante, temblorosa, en cuyo es- 
tado permaneció todo el día con tendencia á mejorar. 


254 ANALES DEL INSTITUTO 


Seguimos después experimentando en perros pequeños, tomando primero 
por base 1 gramo del extracto alcohólico por kilo de animal y no llegó á pre- 
sentarse con esta cantidad ninguno de los fenómenos que se verificaron en las 
palomas. Con la dosis de 1.50 por kilo sólo se vió que el perrito estuvo algo 
triste durante la acción del medicamento. 

Aumentando la cantidad de extracto, de manera que correspondiera á 2 gra- 
mos por mil de perro, se observó una tristeza marcada del animal á la media 
hora de ministrada la droga, vómitos alimenticios que continuaron siendo mu- 
cosos toda la tarde y día siguiente acompañadas de diarrea. 

Hasta el tercer día come, pero permanece aún en su estado de abatimiento 
y tristeza. Por fin se repone del todo y vuelve por completo á su estado ha- 
bitual. 

Dos gramos y medio por kilo le produjeron á otro perro, vómitos alimen- 
ticios seguidos de otros mucosos producidos por espasmos terribles del diafrag- 
ma. Hora y media después apareció el primer acceso convulsivo; el tren pos- 
terior se paraliza casi por completo y es muy poco sensible; aparecen movi- 
mientos de oscilación rotatoria y circunducción en el cuello. La temperatura 
rectal antes de la experiencia fué de 39%. En el momento de iniciarse el rela- 
jamiento general y contracturas de algunos miembros la temperatura bajó á 
38%5. Este descenso se acentuó más en el curso de la tarde llegando en la úl- 
tima visita á 37%. Toda esta tarde, el día siguiente y noche hubo vómitos y 
diarrea, pero la temperatura era normal al siguiente del en que hicimos la 
experiencia. Tres días fueron suficientes para que el animal se repusiera, ce- 
saran los vómitos y evacuaciones y volviera el apetito. 

Cumo nos llamara la atención el descenso de temperatura encontrado en la 
observación anterior, tanto más cuanto que no fué producido, sin duda, por la 
expoliación causada por los vómitos y diarrea, nos propusimos averiguar por 
nuevas observaciones si en realidad la causa de ese descenso era la droga ad- 
ministrada, y con tal objeto sometimos un perrito á una observación cuidado- 
sa durante seis días, tomando la temperatura, el número de pulsaciones y el 
de respiraciones. El resultado obtenido fué como sigue: 


Marzo 16. Temperatura rectal.................. 38%7 
za Pulsaciones...... eN ENDE 180 por minuto. 
e Respiraciones.notaccrccioo O le 
Marzo 17. Temperatura rectal.................. 38%6 
Pulsaciones ..... Lo AA .. 168 por minuto. 
Respiraciones ....coccomommm... A 0 pS 
Marzo 18. Temperatura rectal.............. 03857. 
Pulsaciones......... a 168 
Respiraciones...... Tdi a... 40más profundas. 
Marzo 19. Temperatura rectal.................. 38%6 


Pulsaciónes ¿Mile 160 
Respiraciones Mi ca 40 


MEDICO NACIONAL. 205 


Marzo 20. Temperatura rectal....... : OSO 
IOISACIOMES Tarts. o.0..0mooo ae 168 
Respiraciones........ooo....cmo. DO 42 

Marzo 24. Temperatura rectal....... 7... 38%6 
'EUISARIONES -..... 00000000. BEE SO 
Respiraciones............... a 30 


El término medio de estas y otras observaciones, resultó así: 


Para la temperatura rectal .............. e. D806 
ara ell pulso o acaciejiao 02000.» EN ...... 168 por minuto. 
IEA la TespiraciO No raceccaciónonos o ». : BE os 52 03 


Teniendo ya estos datos indispensables le hicimos tomar al animal 3 gra- 
mos del extracto de Tequampatli y justamente á la media hora, como en todos 
los otros casos, se prensentaron los vómitos y 15 minutos más tarde el relaja- 
miento, estado semi-convulso del animal, y por último convulsiones genera- 
les corciformes. 

No pudimos apreciar el cambio de la respiración y del pulso, porque las 
contracciones tan frecuentes y enérgicas del diafragma nos lo impidieron. La 
temperatura bajó en una hora 5 décimos y dos después de la ingestión de la 
droga 1 grado y un décimo. 

Diez días más de experiencias nos demostraron, que en efecto la tempera- 
tura desciende, la respiración se hace menos frecuente pero más profunda y el 
pulso disminuye también su frecuencia. Dichos fenómenos son independientes, 
como lo dijimos ya, de los vómitos y diarrea, supuesto que ésta no desaparece 
luego y el animal vuelve á su estado normal. 

Tenemos en estudio otras plantas del programa, las semillas de cazahuate 
y las hojas de axocopaque. Las semillas las hemos usado en cocimiento á do- 
sis de 2 gramos sin resultado alguno. En la cantidad de 3 gramos tampoco 
han dado resultado; así sucesivamente con 4, 5 y 10 gramos que estuvimos mi- 
nistrando á varias palomas. Experimentadas en perros pequeños, desde 20 has- 
ta 100 gramos, tampoco se les notó á dichas semillas acción alguna. Por tan- 
to creemos que las semillas del Cazahuate, así como la madera, no tienen ac- 
ción sobre los animales referidos en las dosis y formas citadas. 

Las hojas de axocopaque han resultado igualmente inertes para las palomas 
en la cantidad de 4, 12 y 15 gramos ministrados en cocimiento. 

El que subscribe ha seguido fotografiando las plantas del Museo, siendo el 
número de negativas 24 y 72 el de positivas que se hicieron en este mes. 

México, 31 de Marzo de 1900.—E. Armendaris. 

Terminada la lectura de la obra del Sr. Del Río y de Lara, tengo la honra 
de presentar el artículo en que consta la opinión que acerca de esa obra me he 
formado. - 


* 


256 ANALES DEL INSTITUTO 


SECCIÓN CUARTA. 


Tengo el honor de poner en conocimiento de la Junta de profesores, que 
los trabajos llevados á cabo en esta Sección durante el presente mes han si- 
do los siguientes: 

Visita diaria á los enfermos de la Sala de Terapéutica clínica en el hospi- 
tal de San Andrés. 

Aplicación de la Salvia de bolita (Buddleia perfoliata), del Palillo (Croton 
morifolius), del Axocopaque (Gaultheria ¿ovata?) y del agua de Alhuelican en 
Tehuacán. 

La Salvia de bolita fué ministrada á J. Trinidad Hernández, enfermo de 
tuberculosis pulmonar, que ocupa la cama núm. 17 del servicio de terapéu- 
tica, el cual se quejaba de abundantes sudores nocturnos; el día 17 del actual 
tomó 60 gotas de tintura de Salvia al comenzar el sudor, y notó que éste dis- 
minuyó diez minutos después; entonces repitió la dosis del medicamento y la 
diaforesis desapareció por completo; las noches subsecuentes hasta la del 21, 
se siguió la misma medicación con igual resultado; se suspendió en seguida el 
medicamento y hasta ahora los sudores no han vuelto á presentarse. 

El Palillo se prescribió á tres enfermos, afectados los dos primeros de ac- 
cidentes gastrálgicos de distinto origen, los que se mejoraban con la minis- 
tración de diez gotas ter. de tintura de Croton morifolíus en tres ó cuatro días; 
y el tercero con dolores reumatoides en los miembros inferiores, los que dis- 
minuyeron en cinco días que tomó diez gotas ter de la mencionada tintura. 

El Axocopaque se ha aplicado en nueve casos, siete de ellos de accidentes 
reumatismales muy variables en intensidad, desde dolores reumatoides lige- 
ros localizados en los músculos de los miembros, hasta el reumatismo crónico 
muscular ó articular. En todos estos enfermos se ha comenzado por dosis de 
243 gramos al día de extracto fluido de la planta, aumentando progresiva 
y rápidamente, y llegando algunos á tomar hasta 20 gramos diarios; siendo 
los resultados en este mes en do negativos, pues si bien es cierto que al- 
gún enfermo dijo haberse mejorado, el alivio fué muy pasajero y obtenido 
con una dosis muy alta, la cual fué insuficiente cuando los dolores volvieron 
y el remedio completamente ineficaz á pesar de haberlo sostenido por va- 
rios días. 

Los otros dos casos corresponden á enfermos gastrálgicos, los cuales no sin- 
tieron alivio alguno con dosis de 10 á 15 gramos del extracto fluido de Axo- 
copaque. 

En ninguno de estos casos se ha notado que produjera efectos purgante ó 
diurético. 

Estos enfermos fueron observados en los servicios de terapéutica y 2* de 
sífilis, á cargo del subscrito y del Dr. Cicero, respectivamente. 

En la Sala de Clínica de tercer año, el Dr. J. León Martínez aplicó el ex- 
tracto fluido de Axocopaque en dosis de 6 gramos diarios durante siete días 
á un enfermo afectado de neuralgía sciática del lado derecho, muy rebelde á 


MEDICO NACIONAL. 257 


la acción de los analgésicos, pues había usado la antipirina, fenacetina, exal- 
gina, etc., sin resultado con éstos ni con aquél, por lo que no se puede sacar 
de este caso deducción alguna en favor ni en contra del remedio que venimos 
estudiando. 

El Dr. Bulman ha visto mejorar á tres enfermas de la Sala que está á su 
cargo en el hospital de San Andrés: una afectada de otitis media, á la que 
hizo tomar 50 gotas bis de extracto fluido de Gaultheria y aplicar un algodón 
impregnado de tintura de esa planta; otra hemiplégica y con neuralgías en 
los miembros inferiores, á la que ministró 80 gotas bis y fricciones con la tin- 
tura loco dolenti, y la última con caries dentaria, en la cual disminuyó la 
odontalgia con 60 gotas bis tomadas con intervalo de una hora del extracto 
fluido tantas veces mencionado. 

El mismo señor dice que en las reumáticas la aplicación sola de la tintura 
al exterior no proporciona alivio alguno, pero que asociada con la ingestión 
de 50 gotas ter., minora sus sufrimientos. 

Olvidaba decir que el Dr. Cicero y yo hemos usado también la tintura en 
la mayor parte de los casos que he referido, sin ventaja alguna. 

El Dr. Bulman me informa también que ha usado el agua de Tehuacán 
que le fué proporcionada en la Sección, en una enferma de su clientela par- 
ticular, afectada de cólicos nefríticos desde hace cinco años, y cuyas crisis do- 
lorosas que le daban cada ocho ó quince días, durando hasta quince horas, 
eran seguidas de la expulsión de arenillas úricas: que el último cólico fué el 
12 de Febrero próximo pasado; que á los cuatro días comenzó á tomar el agua 
de Tehuacán en ayunas, con los alimentos y fuera de ellos, suspendiendo 
desde entonces los otros medicamentos á que estaba sujeta, y que desde esa 
fecha no le ha vuelto el dolor. Promete seguir observando á la enferma y dar 
cuenta con el resultado. 

Corregimos las pruebas de imprenta del artículo que habíamos escrito pa- 
ra la Materia Médica á propósito del Tatalencho. 

El Dr. Cicero ha concurrido con puntualidad y ha ayudado en todas las 
labores de la Sección. 

Acompaño los informes del profesor Juan M. Noriega, ayudante de la Sec- 
ción, y de los Dres. Bulman y León Martínez, colaboradores del Instituto. 

México, Marzo 31 de 1900.— Juan Martínez del Campo. 


Tengo la honra de informar á vd., que durante el mes que hoy termina he 
preparado primero 2,000 gramos y últimamente 3,000 de extracto fluido de 
axocopaque, y 500 gramos de extracto hidroalcohólico de raíz de tepozán. 
Durante el mes se han usado las siguientes preparaciones: tintura y extracto 
fluido de axocopaque, extracto de tepozán, tintura de salvia de bolita, tintura 
de tatalencho y extracto de zapote. 

Protesto á vd. mis respetos. 


258 ANALES DEL INSTITUTO 


México, Marzo 31 de 1900.—J. M. Voriega.—Al jefe de la Sección 4* del 
Instituto Médico Nacional Dr. D. Juan Martínez del Campo.—Presente. 


Tengo el honor de informar á vd. que usé el agua de Tehuacán que se sir- 
vió vd. proporcionarme, en la Srita. profesora E. G., de 21 años de edad, 
obesa, y que viene padeciendo de cólicos nefríticos, seguidos de la expulsión 
de arenillas úricas, desde hace cinco años. Las crisis dolorosas le daban cada 
ocho ó quince días, le duraban de 12 á 15 horas, y la última que tuvo fué el 
12 de Febrero del presente año. Cuatro días después principió á tomar el 
agua de Tehuacán con los alimentos, en el intermedio de ellos y en ayunas. 
Hasta esta fecha no le ha vuelto el dolor. Advertiré á vd. que ha suprimido 
las medicaciones anteriores á que estaba sometida, empleando exclusivamen- 
te el agua de Tehuacán en la forma referida. Prometo continuar observando 
á la señorita enferma y comunicar á vd. la marcha que siga su padecimiento. 


Protesto á vd. mi consideración y aprecio. 
México, Marzo 31 de 1900.—F. Bulman.—Al jefe de la Sección de Tera- 
péutica. 


En la 2* Sala de Medicina de mujeres hemos ensayado en el presente mes 
la tintura de axocopaque y el extracto fluido de la misma planta; la primera 
preparación para fricciones al exterior, la segunda en gotas; tanto una como 
otra, con fin analgésico y siempre simultáneamente; así, la enferma Carlota 
Sánchez, afectada de otitis media, tomó 50 gotas bis y se introdujo en el con- 
ducto auditivo externo un algodón impregnado de tintura, y la neuralgía me- 
joró notablemente. | 

La enferma Josefa Hernández, hemiplégica de causa embólica, se queja de 
neuralgías en los miembros inferiores, que han disminuido con friegas de 
tintura y con la dosis de 80 gotas bis del extracto fluido. 

La doliente María Acosta, hepática y con caries del segundo molar inferior 
izquierdo, ve disminuir su dolor con 60 gotas bis, dadas con diferencia de 
una hora. 

En las reumáticas la tintura en fricciones no ha minorado en manera algu- 
na los dolores; asociando este preparado á la ingestión de 50 gotas ter. duran- 
te el día, han notado minorar sus sufrimientos. 

México, Marzo 31 de 1900.—F. Bulman. 


Cumpliendo las indicaciones que se sirvió vd. comunicarme, he ensayado 
durante el presente mes el axocopaque, tratando de investigar las propieda- 
des analgésicas que pudiera tener. 


MEDICO NACIONAL. 259 


Desgraciadamente sólo he tenido un enfermo adecuado, el que ocupa la 
cama número 30 del servicio de mi cargo. 

El enfermo á que me refiero, padece de neuralgía sciática en el lado derecho, 
muy rebelde, y últimamente, después de una permanencia prolongada en el 
servicio, ha empezado á tuberculizarse. Se le han ministrado, sin éxito, anti- 
pirina, fenacetina, exalgina, veratrina, bromurados, morfina y salofeno. 

El día 17 del que corre, se le empezó á dar el extracto fluido de axocopa- 
que á la dosis de 40 gotas bis; no habiendo producido resultado, se aumentó 
la dosis al día siguiente á 50 gotas bis, la que se mantuvo durante los días 
18, 19 y 20. 11 21, por la misma razón que antes, se aumentó nuevamente 
la dosis, llevándola á 60 gotas bis y manteniéndola los días 21, 22 y 23 sin 
éxito, en vista de lo cual se suspendió la experimentación. 

No creo que pueda sacarse ninguna conclusión ni en pro ni en contra de 
las propiedades analgésicas del axocopaque por este hecho, pues ya he dicho 
que el padecimiento es muy rebelde, y que en el caso, antes que el axocopa- 
que, han fracasado otros analgésicos de acción indiscutible, y lo único que 
puede concluirse con todo derecho, es que la dosis de 120 gotas de extracto 
fluido de axocopaque puede ministrarse sin inconveniente alguno. 

Lo que tengo el honor de participar á vd., protestándole las seguridades de 
mi atenta consideración. 

México, Marzo 29 de 1900.—J. León M.—Al Sr. Dr. Juan Martínez del 
Campo.—Presente. 


SECCIÓN QUINTA. 


Tengo la honra de informar á la Junta que durante el mes que hoy ter- 
mina el Sr. Galindo ha concluído la investigación de las municipalidades re- 
gistradas en el “Indice de Geografía Médica,” y de la que faltan de remitir 
datos. 

El que subscribe ha pasado al referido Indice las siguientes municipalida- 
des del Estado de Oaxaca: 

Tucunapama, Santiago Tejupán, San Bartolo Soyaltepec, Santo Domingo 
Jonaltepec, Teposcolula, Santiago Tolometatl, Pozoltepec, Ixcatlán. Ojitlán, 
Tuxtepec, Soyaltepec, Sochiapan, Totolapan, Tlacolula, Buenavista, San Se- 
bastián Teitipac, Santa Ana del Río, San Juan del Río, Santiago Matatlán, 
Santo Tomás de Arriba, Quialana, Santa María Albarradas, San Juan Gue- 
zoyache, Tlacochahuaya, Hacienda de San Bartolo, Santa María Guelasé, 
Giila, San Mateo Macuilzochil, San Lorenzo Albarradas, Rancho de Rojas, 
San Pedro Quiatoni, San Juan Guelavia y Santa Ana del Valle. 

México, Marzo 31 de 1900.—D. Orvañanos. 


Tomo IV.—86 


ANALES DEL INSTITUTO 


LECTURA DE TURNO. 


Fórmula racional de la Psoralina. 


La psoralina es el alcaloide extraído de la raíz de Contrahierba blanca Pso- 
ralea pentaphylla Leguminosas, planta cuyo estudio emprendí desde el año de 
1889 sirviéndome de tema en la tesis inaugural que presenté al Jurado cali- 
ficador. 

Muy imperfecto tenía que salir este estudio, no contando en aquella época 
con otros elementos que los propios, para abordar un trabajo de esa natura- 
leza; limitándome solamente á dar una idea de la composición de la raíz, á 
indicar la presencia de un alcaloide y asentar métodos deductivos teóricos, 
pero no prácticos, para la extracción del principio activo. 

La creación de este Instituto Médico Nacional me abrió amplio campo, 
para continuar de una manera metódica y científica el estudio de tan intere- 
sante raíz, pues contaba ya con todos los elementos que son necesarios en es- 
ta clase de investigaciones. 

Desde esta época, he seguido dedicándome día á día al perfeccionamiento 
de este estudio, fijándome sobre todo en el principio activo, la psoralina; á la 
vez que las Secciones 1?, 3* y 4* hacían respectivamente sus estudios, ratifi- 
cando la clasificación botánica de la planta, y haciendo experimentos fisioló- 
gicos y terapéuticos con los diversos principios extraídos de la raíz y sobre 
todo con la psoralina, comprobando de una manera patente la grande utilidad 
que podría prestar á la terapéutica esta planta y principalmente su principio 
activo, como antitérmico y antiperiódico. 

En la brillante tesis presentada por el Dr. Federico Villaseñor el año de: 
1896 se puede ver el acopio de datos científicos con que se contaba en esa 
época, datos muchos de ellos proporcionados por el mismo Dr. Villaseñor, que 
corroboraban las ideas ya emitidas sobre las propiedades curativas de la raíz 
y hacían ver de una manera evidente las ventajas tan grandes que presenta- 
ba su empleo sobre los otros antitérmicos y antiperiódicos conocidos, genera- 
lizando aún más sus aplicaciones. 

Métodos prácticos de extracción del alcaloide hicieron fácil su empleo en 
terapéutica y sólo faltaba conocer bien este principio químicamente, es decir, 
determinar su composición elemental y sus funciones químicas. 

La psoralina pura existe en la raíz en la cantidad de 0,26 por ciento; cris- 
taliza en agujas blancas, de un olor aromático muy pronunciado y especial, 
así como su sabor que es aromático y ligeramente amargo. 

Es casi insoluble en el agua fría, poco soluble en el agua hirviente, muy 
soluble en el alcohol absoluto y á 85, en el éter sulfúrico, en el cloroformo, la 
glicerina y los aceites fijos. 

El calor la funde y la volatiliza sin descomposición. Es un principio cua- 
ternario azoado. 


MEDICO NACIONAL. 261 


Se combina con los ácidos para formar sales definidas cristalizadas, lo que 
demuestra que es un alcaloide. 

Además de presentar las reacciones generales que caracterizan á los alca- 
loides, la psoralina tiene algunas que les son especiales y que sirven para dis- 
tinguirla de los otros principios básicos orgánicos, siendo la más característi- 
ca la siguiente: el ácido sulfúrico concentrado y caliente la disuelve con una 
coloración amarilla, y neutralizando el ácido por el amoníaco toma el líquido 
un color rojo vivo, que cambia de nuevo al amarillo por adición de nueva can- 
tidad de ácido. 

El análisis elemental me dió á conocer la composición centesimal si- 
guiente: 


A A EA 67.90 
A A E 3.88 
AN A A A 14.00 
ATEO AS A -- - A CN 14.22 

a A bot o AS 100.00 


cantidades que dan aproximadamente la fórmula empírica C* H* AzO”. 

La determinación del peso molecular se hizo combinando la psoralina con 
los ácidos sulfúrico y clorhídrico, y dosificando en cada una de las sales for- 
madas las cantidades de ácidos que habían entrado en combinación con el 
alcaloide en un peso determinado de sal. 

Los resultados obtenidos fueron casi idénticos para los dos ácidos, habien- 
do encontrado un peso molecular de cerca de 330. 

Teniendo ya la fórmula centesimal C'* H* AzO0* y el peso molecular 330, 
por diversas proporciones se encontró la fórmula racional siguiente: 


Equivalentes Ed Uh: AA CES A7705= 391 
ANNO decos PERRA eel APA AAA: E Ear OS = dal 


Este es el trabajo que como lectura de turno tengo el honor de presentar 


á la H. Junta de Profesores. 
México, Marzo 31 de 1900.—M. Lozano y Castro. 


262 ANALES DEL INSTITUTO 
= E =5 


INFORMES 


De los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional 
durante el mes de Abril de 1900. 


SECCIÓN PRIMERA. 


Informando á vd. acerca de los trabajos que he desempeñado en el mes 
que hoy concluye, tengo la honra de manifestarle, que durante los primeros 
días, comenzaba á arreglar algunos de los paquetes de las Labiadas que en 
el mes anterior quedaron pendientes de guardarse, por haberse agregado en 
ellas algunas plantas de ese orden, cuando se suspendieron las labores por 
las vacaciones de primavera que principiaron el día 6. 

Terminadas éstas, el 16 empecé de preferencia á numerar la colección de 
plantas que trajo el Sr. Pringle el citado día 6, para distribuirlas en sus gru- 
pos; cuya tarea interrumpí cuando recibí la orden verbal de vd. de hacer los 
preparativos necesarios, para que la Sección 1* concurriese á la Exposición 
de flores, pájaros, peces y aves de corral, que actualmente se celebra en la 
villa de Coyoacán, D. F.; en cuyos preparativos y trabajos me ocupé lo res- 
tante del mes. 

Conforme á las instrucciones de vd. se enviaron á esa Exposición 273 ejem- 
plares vivos de cacteas en macetas, numeradas y etiquetadas las plantas, de 
las que adjunto el catálogo respectivo; 50 ejemplares montados del Herbario; 
veinte cuadros con dibujos y acuarelas, y un cuadro al óleo representando un 
fruto monstruoso de tuna; un álbum de dibujos y acuarelas; otro de microfo- 
tografías, y otro más de fotografías de drogas; 28 fotografias de la colección 
de las cacteas, y 24 fotografías de diversas cacteas en mayor tamaño; 122 
frascos con raíces, y 20 de drogas conservadas en formol, 2 frutos de Chamal, 
y por último los dos volúmenes publicados de la materia médica. 

La instalación de estas diversas colecciones se hizo por el personal de la 
Sección, quedando dispuestas para exhibirse desde antier; habiéndose abierto 
ayer al público la citada Exposición, durante la cual habrá siempre de guar- 
día un mozo, para cuidar el departamento del Instituto. 

Como indiqué más antes, con fecha 6 recibí 206 plantas colectadas por el 
Sr. Pringle en el año anterior, y que completan la colecta de ese año, pues ya 
había entregado 130 en Agosto próximo pasado. Asimismo recibí 243 ejem- 
plares de las plantas de Schaffner que se entregaron al mismo Sr. Pringle 
para montarlas convenientemente, las que devolvió ya arregladas en la mis- 
ma fecha. 

Sírvase vd. aceptar mi atenta consideración. 

México, Abril 30 de 1900.—G, Alcocer.—Al Director del Instituto Médico 


Nazional.—Presente. 


MEDICO NACIONAL. 263 


Tengo el honor de informar á vd. de los trabajos que he desempeñado en 
el mes de Abril en la Sección 1? del Instituto Médico Nacional. 

Cuatro copias al lápiz y esfumino, tomadas de las fotografías de las plan- 
tas de Mociño y que representan: La “Bocconia frutescens,” la Buddleia 
Americana,” la “Buchnera grandiflora” y la “Capparis umbellata.” 

He desempeñado los trabajos para el catálogo fotográfico de las drogas. 

- Arreglé 22 cuadros de acuarelas con pinturas al óleo, para que figuren en 
la Exposición de Coyoacán y concurrí con el Sr. Alcocer á disponer todo lo 
que era necesario en el salón respectivo. 

A la oficina impresora de estampillas he concurrido con frecuencia, para 
que violenten los trabajos pendientes de la obra de la Materia Médica, cuyas 
láminas están ya por terminarlas. 

Lo que tengo en honor de informar á vd. protestándole las seguridades de 
mis respetos. 

México, Abril 30 de 1900.— Adolfo Tenorio.—Al Sr. Dr. D. Fernando Al- 
tamirano, Director del Instituto Médico Nacional.—Presente. 


SECCIÓN SEGUNDA. 


Tengo el honor de informar á vd. de los trabajos que se han ejecutado en 
el laboratorio de mi cargo durante el presente mes. 

Se formó el artículo para la Materia Médica, sobre las semillas de Cha- 
mal (Dioon edule), cuya composición es la siguiente: 

100 gramos de semillas contienen: 


AA ao sexo cres 8.000 
Cenizas, compuestas de las bases: potasa, sosa, cal, mag- 
nesia, alúmina y fierro, unidas á los ácidos: clorhídrico, 


LOS IOrI6uCALLÓNICO: Y «SIÍCICO somo». <> UI bs Vd 1.200 
EE A A A MR 0.850 
SAPORÍIN Ac rqonidres rd O MD e 0 A Il 0.380 
A A A 3.870 
Principios albuminoides, solubles en el agUa.......o..ommo... 5.120 

> $ ES y Alcalinizada. 3.700 
Principios pécticos...... AECE + E A 1.020 
A a o ida. BA alias od 65.000 
Esqueleto vegetal y substancias no dosificadas................ 10.860 

A O 100.000 


Igualmente se concluyó el estudio analítico de las hojas de la misma plan- 
ta y sólo falta reunir los datos, para ver su composición y formar el artículo 
correspondiente. 

Se investigó si había algún alcaloide en el macerado alcohólico de las flo- 
res del Cereus grandiflorus, habienáo encontrado este principio. 


264 ANALES DEL INSTITUTO 


Protesto á vd. las seguridades de mi atenta consideración. 
Libertad y Constitución. México, Abril 30 de 1900.—M. Lozano y Castro. 
—Al Jefe de la Sección 2* del Instituto Médico Nacional. —Presente. 


Tengo el honor de informar á vd. que durante el mes que hoy termina me 
he ocupado en redactar y escribir el artículo para la Materia Médica corres- 
pondiente á la razura de Tequampatli (?) trabajo que necesita una amplia- 
ción en lo referente al principio activo, que parece ser un alcaloide y del que 
tengo emprendido ya el estudio; pero por no retardar más este trabajo, cuya 
demora tal vez entorpezca la marcha de las otras secciones, lo pongo desde 
luego á disposición de la H. Junta de Profesores, reservando para más tarde 
dar á conocer el estudio del mencionado principio, que es un poco dilatado y 
que me propongo hacer simultáneamente con otro que por encargo de la 
Dirección he emprendido también en este mes y es el de las semillas de jí- 
cama (Pachyrhisus angulatus, Rich.) de las que tengo ya hecho el agotamien- 
to por el éter de petróleo. 

Por la importancia que pueda tener, transcribo á vd. la composición quimi- 
ca de la razura de corteza de Tequampatli (?): 


INN e A A PA 12.5920 
CA | AA A 5.0431 
Pricipios minerales. ..oootnemsennenno: 17.6351 
EEE AE. A 1.3010 
PO UA EE. 5 A. 5 0.7480 
UE O A A Huellas. 
A A A AN 3.4100 
Resina ácida DUI Diao cito aio 088 EA SET RT A 1.0060 
> »»  Nhúm. 2 y resina neutra......... ¿oe hos 0.3250 
a A AA 4.1260 
Alcaloide, tanino, materias albuminoides y coloran- 
ME A. Da A A 2.2968 
E A A E A z 0.9478 
SACAROS Dc... 0 a ddids Al ió E o e ico 9.8874 
Matenias péctiCAS..mconoenne don. 00038 SIRIA 1.0360 
Hidratos de carbón análogos á la dextrina ............ 2.3800 
Esqueleto vegetal, almidón y principios no dosifica- 
dos (por diferencia) ctas». MEETS siones 54.9009 
Principios orgánico. o... lts ao 82.3649 
Total... ...£ A odas deis 100.0000  100.0000 


En el artículo doy las propiedades de estos principios, el modo de separar- 
los y algunos otros datos que pueden tener importancia. 


L MEDICO NACIONAL. 265 


Ruego á vd. acepte las seguridades de mi atenta y respetuusa considera- 
ción. 

Libertad y Constitución. México, Abril 30 de 1900.—F. F. Villaseñor.—Al 
ciudadano Jefe de la Sección 2* del Instituto Médico Nacional.—Presente. 


SECCIÓN TERCERA. 


Tengo la honra de informar á la Junta de los trabajos verificados en la 
Sección 3? del Instituto Médico, durante el mes de Abril de 1900. 

Continuando el estudio sobre el axocopaque resultó que las hojas son en- 
teramente inertes para las palomas y los perros, á la dosis de 20 gramos para 

* las primeras y 120 para los segundos. 

Comenzamos también el estudio de la raíz de costomate, Physolis Cheno- 
podiifulia con la que hemos hecho algunas experiencias sin poder obtener 
hasta ahora algún dato que comunicar á la Junta. 

Gran parte del mes lo hemos empleado en preparar caldos para cultivos, 
distribuyéndolos en frascos de Pasteur y probetas. 

También por orden del Sr. Director se hicieron 27 negativas de las cacteas 
y otras tantas positivas que se montaron en cartones y además otras 27 po- 
sitivas que se emplearon en la formación del catálogo de ese grupo de plan- 
tas. 

Como se nos comunicó por la Secretaría que hay ya cantidad suficiente de 
la tullidora en el próximo mes terminaremos el estudio de esa planta. 

México, 30 de Abril de 1900.—£. Armendaris. 


SECCIÓN CUARTA. 


Tengo el honor de dar cuenta á la Junta de Profesores con el resultado de 

los trabajos llevados á cabo en la Sección 4* del Instituto Médico Nacional 
«durante el mes que hoy termina. 

Visita diaria á los enfermos de la Sala de Terapéutica Clínica en el Hos- 
pital de San Andrés. 

Aplicación en algunos casos del Axocopaque (Gaultheria ¿ovata?) de la 
yerba del zorrillo (Croton dioicus), del Palo del Muerto (Ipomea murucoi- 
des), y del agua de Tehuacán. 

El Axocopaque se ha usado como analgésico y como diurético en diversos 
servicios de este hospital á cargo de los Dres. Bulman, León Martínez, Cice- 
ro y del subscrito, sin haber observado esas propiedades en ninguno de los ca- 
sos en que fué prescrito, como se verá en seguida. 

El primero de estos señores ministró 50 gotas bis durante tres días y 60 
gotas cuatro veces al día, durante dos, del extracto fluido de Axocopaque á 
una enferma afectada de neuralgía dentaria, sin proporcionarle alivio alguno. 


266 ANALES DEL INSTITUTO 


A otra paciente con reumatismo del músculo trapecio, prescribió 50 gotas 
ter del propio extracto fluido durante cinco días, y aplicaciones loco dolenti 
con la tintura de la misma planta, sin modificación favorable del padecimien- 
to mencionado. 

El Dr. León aplicó á un enfermo que padece neuralgía ciática, la tintura 
de Gaultheria en el miembro enfermo durante nueve días sin éxito alguno. 

El Dr. Cicero hizo tomar á un enfermo afectado de arterio—esclerosis gene- 
ralizada incipiente, sin alteración ninguna en su orina ni en cuanto á su can- 
tidad ni á su calidad, y sclamente con objeto de averiguar si aumentaba la 
primera, hizo tomar, digo, tres cucharadas diarias, durante diez días, del ex- 
tracto fluido de Axocopaque, sin haber conseguido provocar la diuresis. 

El subscrito prescribió el propio remedio bajo igual forma de extracto flui- 
do, y en dosis fraccionadas hasta de 20 gramos al día, á tres enfermos de reu- 
matismo muscular sub-agudo, sosteniendo la medicación durante 6, 8 y 9 
días respectivamente, sin haber proporcionado ningún alivio á los pacientes. 
A los tres se les estuvo observando la orina y nose notó aumento en la can- 
tidad de 24 horas. 

La Yerba del Zorrillo fué ministrada bajo la forma del polvo de la raíz y á 
la dosis de 1.50 gramos en tres cápsulas tomadas juntas, sin haber obtenido 
efecto purgante, pero hay que advertir que el enfermo, que es un hemiplégi- 
co, padece una constipación tenaz que no se vence sino muy difícilmente y 
con purgantes enérgicos. En cambio otro individuo que tenía una saburra 
gástrica y cuatro días de estar constipado, tuvo seis evacuaciones líquidas 
acompañadas de cólicos intestinales, comenzando este efecto á las tres horas 
después de haber tomado la misma dosis del remedio citado. 

El Palo del Muerto comenzamos á aplicarlo en el presente mes á dos en- 
fermos que tienen hemiplegia por hemorragia cerebral. Uno de ellos es al 
que nos acabamos de referir al hablar de la Yerba del Zorrillo, y que ocupa 
el núm. 19 del servicio de Terapéutica, y otro que está en el núm. 18. Como 
este remedio está recomendado bajo la forma de baños contra las parálisis, y 
en el Hospital es difícil aplicarlo de este modo, recurrimos al extracto fluido 
dado por la vía gástrica. Llevamos diez días de observación y hemos llegado 
á la dosis de 60 gotas ter. sin haber observado efecto alguno. Oportunamente 
daremos cuenta con el resultado definitivo. 

El agua de Tehuacán la hemos aplicado á tres enfermos en el Hospital y 
á otros tantos de nuestra práctica privada, dos de los últimos pertenecientes 
al subscrito y uno al Dr. Bulman. De los primeros hay uno afectado de cirro- 
sis biliar que ha tomado desde el día 10 del presente hasta la actualidad, de 
900 á 1,500 c.c. de agua de Tehuacán, durante sus comidas y fuera de ellas, 
y en el que se ha logrado vencer la constipación que tenía, ha acabado de 
desaparecer la icteria que sufría y el hígado se ha seguido reduciendo de vo- 
lumen. Estas dos últimas modificaciones habían comenzado antes de hacer 
uso del agua medicinal. En los otros dos á los que se ministraba para ven- 
cer la constipación que por diversas causas padecían, no se obtuvo resultado, 


MEDICO NACIONAL. S 


26 


en uno por ser el hemiplégico 4 que hemos hecho alusión, y en el otro por 
insuficiencia del líquido, que en esos días se acabó y no tomó más de 900 c.c. 
diarios durante dos días. 

En las enfermas de la calle sí obtuvimos resultado muy halagador pues la 
Srita. D......., queatiende el que esto escribe, y que padece probablemente una 
colelitiasis y constipación tenaz, no ha tenido el cólico hepático en todo el mes 
(toma diariamente 900 c.c. de agua de Téhuacán, sin otro medicamento, 
desde el 3 del presente), y el régimen se ha regularizado, teniendo una eva- 
cuación de consistencia blanda, abundante todos los días, y antes se le pasa- 
ban hasta 4 6 5 sin evacuar, teniendo muy seguido que recurrir á los purgan- 
tes, y la Sra. D........ que padece una dispepsia hiperclorhídrica, ha comenza- 
do á modificarse ésta favorablemente con el uso continuado y exclusivo du- 
rante 25 días de la mencionada agua como único remedio, y ha podido pa- 
sarse sin el bicarbonato de sosa, del que antes abusaba. 

La enferma del Dr. Bulman que padece cólicos nefríticos ha tomado tam- 
bien el agua todo este mes y no ha tenido el cólico. 

El Dr. Cicero ha concurrido con puntualidad y ha ayudado en todas las 

labores de la Sección. 

Tengo el gusto de acompañar los informes del Profesor J. M. Noriega, 
ayudante, y de los Dres. Bulman y León Martínez, colaboradores del Insti- 
tuto. 

México, Abril 30 de 1900.—Juan Martínez del Campo. 


Tengo la honra de informar á vd. que durante el mes que hoy termina, he 
preparado 1,000 gramos de tintura de Palo del Muerto, 2,000 gramos de ex- 
tracto fluido y 1,000 de polvo y 1,000 de tintura de tecuampatle, cuya pre- 
paración no ha podido terminar sino hasta esta fecha. Agotadas casi comple- 
tamente las preparaciones de Axocopaque por lo mucho quese han usado en 
estos días, no he podido reponerlas por haberse agotado esta planta en el 
Instituto. Se han usado las preparaciones de Axocopaque, Palo del Muerto, 
Salvia de Bolita, Cereus grandiflorus, Tepozán, Zapote y Zorrillo. Adjunto á 
vd. recibo 'é inventario valorizado del botiquín remitido por el Ministerio de 
Fomento y entregado á esta Sección. 

Protesto á vd. mis respetos. 

México, Abril 30 de 1900.—J. M. Noriega.—Al Jefe de la Sección 4* del 
Instituto Médico Nacional Dr. D. Juan Martínez del Campv.—Presente. 


En la 2 Sala de Medicina de Mujeres en el Hospital de San Andrés, hemos 
ensayado como analgésico el extracto fluido de Axocopaque á la dosis de cin- 
cuenta gotas dos veces por día, y por espacio de tres, en una enferma atacada 
de neuralgía dentaria, sin obtener el efecto buscado, subimos la dosis á 60 go- 
tas cuatro veces al día, durante dos, y también fracasó. En una doliente de 


Tomo 1V.—37 


268 y ANALES DEL INSTITUTO 


reumatismo del músculo trapecio, usamos la tintura de Axocopaque al exte- 
rior y 50 gotas, tres veces por día, del extracto fluido de la planta mencionada 
por espacio de cinco días, pero no se enmendó en manera alguna el dolor. 
Hemos continuado observando á la Srita. Profesora E. G., de quien nos 
ocupamos en nuestro informe próximo pasado, y no ha vuelto á tener el cóli- 
co nefrítico, ha seguido tomando el agua de Tehuacán. 
México, Abril 30 de 1900.— Bulman. 


Tengo el honor de poner en conocimiento de vd. que desde el día 1* al Y 
del corriente, se empleó en el enfermo número 30 de la Sección de mi cargo, 
la tintura de Axocopaque, con el fin de utilizar sus propiedades analgésicas, 
no habiéndose obtenido resultado alguno. 

Hago observar á vd. que el enfermo en cuestión tiene neuralgías bastante 
rebeldes. 

Protesto á vd. las seguridades de mi atenta consideración. 

México, Abril 28 de 1900.—José León y Martínez.—Al Sr. Dr. D. Juan 
Martínez del Campo, Jefe de la Sección 4* del Instituto Médico Nacional, 


SECCIÓN QUINTA. 


"Tengo la honra de informar á la Junta, que durante el mes que hoy ter- 
mina, el Sr. Galindo se ocupó en alistar la copia del “Indice de Geografía 
Médica,” y en los encargos que le encomendó el Sr. Director del Instituto, 
con motivo de la actual Exposición de Coyoacán. 

El que subscribe ha pasado al “Indice de Geografía Médica” las siguien- 
tes municipalidades del Estado de Vaxaca: 

Mitla San Pablo, Teotitlán del Valle, Tectipa San Juan, Teitipac Santa 
María Magdalena, Albarradas Santo Domingo, Abasolo San Sebastián, San- 
ta Cruz, Papalutla, Zoquitlán, Ixtaltepec, Tlapazola, San Francisco Lachigo- 
lo, Villa Díaz Ordaz, San Lucas Quiavini, Hacienda de Santa Catarina, Le- 
chisiega San Pablo, Guelavila San Baltazar y Albarradas San Miguel. 

Se ocupó el Sr. Galindo dos días solamente en los trabajos de Exposición, 

México, Abril 30 de 1900.—D. Orvañanos. 


AA 


LECTURA DE TURNO. 


Medida de la presión sanguínea por la intra-ocular. 


Todos los autores están conformes en que la presión sanguínea está en re- 
lación íntima con la tensión ocular. Fuchs asienta que todo aumento ó dimi- 


MEDICO NACIONAL. 


nución de la presión de la sangre debe tener por resultado en las membranas 
del ojo, la repleción de sus vasos y por consiguiente el aumento de la presión 
intra—ocular. 

Priestley Smith dice que la presión “intra-acular varía con la fuerza dela 
corriente sanguínea, de manera que esta es función de aquélla. 

Para los autores citados, cuando la presión sanguínea se eleva y con ella la 
proporción de los líquidos intra—oculares la regularización se opera por el au- 
mento de la excreción por las vías le filtración, especialmente por el canal de 
Schlem, y cuando éste está sano el aumento es enteramente transitorio y la 
balanza casi perfecta. Las experiencias practicadas por el Dr. Uribe en la Sec- 
ción de Fisiología del Instituto Médico, prueban que aun con las vías de fil- 
tración sanas el aumento de la presión intra—ocular está en relación con la 
tensión sanguínea. 

Los autores citados hablan vagamente de la relación estricta que existe en- 
tre ambas presiones, pero de los datos recogidos podemos nosotros inferir que 
si no hay una relación matemática entre ambas, sí la hay directa, de manera 
que el aumento de la sanguínea trae forzosamente el crecimiento de la ocular 
y de la misma manera de diminución de la primera trae el decrecimiento de 
la segunda. 

Esto nos es suficiente para poder asentar que la medida de la tensión intra- 
ocular nos basta para conocer la sanguínea por lo menos en las necesidades 
farmacológicas que á diario se nos presentan cuando queremos investigar la 
acción de tal ó cual medicamento sobre la circulación. Por esto nos vino la idea 
de sustituir el manual operatorio tan molesto y laborioso para tomar la ten- 
sión sanguínea, por el de la medida de la tensión ocular que es relativamen- 
te mucho más sencillo. 

Ya dije antes que no buscamos la exactitud matemática, tampoco queremos 
establecer la relación íntima que exista entre una y otra presión, sino única- 
mente saber si la medida de la tensión ocular nos basta para conocer de una 
manera segura si la presión sanguínea aumenta ó disminuye bajo la influen- 
cia de una droga cualquiera aunque ese aumento ó diminución nose traduz- 
ca en milímetros de mercurio, esto es, que no podemos decir con seguridad si 
realmente el aumento fué de tres, de cinco ó de uno, supuesto que no se cono- 
ce la relación entre el líquido que llena las arterias y el que llena los espacios 
del ojo. ¿ 

Para poder apreciar las ventajas del método que propongo, es necesario pa- 
sar revista á los pormenores de uno y otro. Empezaré, pues, por ocuparme de 
la medida de la tensión sanguínea por el método que llamaremos directo y 
luego describiré el método indirecto ó sea el de la medida de la tensión intra- 
ocular para deducir de ella la de la sangre. 

Método directo. La operación se ejecuta en los animales, caballos, perros y 
gatos. Nosotros usamos generalmente el perro. í 

Después de sujetar al animal se le lava perfectamente la región inguinal, 
se anestesia y luego se descubre la arteria crural en una extensión como de 8 


270 ANALES DEL INSTITUTO 


centímetros; se aisla perfectamente el vaso y se colocan en su trayecto dos li- 
gaduras, de manera que al cortar entre ellas queden cerrados el cubo periféri- 
co y el central; se abre un ojal en este último, de manera de colocar una cánula 
de Franck, que de antemano se ha puesto en comunicación por medio de un 
tubo de paredes inextensibles con un manómetro de mercurio. Este tubo debe 
contener una solución de sulfato ó carbonato de sosa, de una densidad de 1.080, 
para impedir la coagulación de la sangre y estar privado, lo mismo que el res- 
to del aparato, de toda burbuja de aire. Dispuesto así el aparato y el mano- 
metro marcando el cero se abre la comunicación de la arteria con dicho ma- 
nómetro, viéndose en el acto ascender el mercurio en la otra rama, siendo la 
diferencia de nivel tanto más marcada cuanto más alta la presión de la san- 
gre. Como el ascenso y descenso se hacen rápidamente para observar el lími- 
te, es preciso tener mucho cuidado y acostumbrarse á leer rápidamente el nú- 
mero á donde llega el menisco mercurial en cada oscilación. La diferencia de 
nivel del mercurio en ambas ramas nos da en milímetros la tensión arterial 
sanguínea. 

Si se pone subre el menisco de mercurio un flotador capaz de poder aplicar 
su extremo superior al cilindro ahumado del polígrafo se apreciará mejor la 
movilidad de la columna de mercurio y se verá cómo su altura varía de dos 
maneras: 13, irregularmente, es decir, que se abate y se eleva más ó menos sin 
causa aparente ó por esfuerzos musculares del animal; 2%, regularmente, su- 
biendo y bajando con cada latido del corazón y con cada movimiento respira- 
torio. Estas variaciones pueden perfectamente ser grabadas en el cilindro ins- 
criptor y á la vez la curva respiratoria si se desea. 

Este es, á grandes rasgos, el manual operatorio, para tener la medida de la 
tensión sanguínea arterial por el método directo. 

Método indirecto. Para que puedan ser exactas las medidas de la tensión 
intra-ocular necesitan ser hechas por medio de una aguja hundida en la cá- 
mara anterior ó en el vítreo, en comunicación por medio de un tubo de pare- 
des inextensibles con un manómetro de mercurio. Así procedieron los señores 
Vergara y Uribe para practicar una serie de experiencias que fueron hechas 
en el Instituto Médico. 

Como no tuvieron á la mano los citados señores un aparato adecuado al ob- 
jeto, tuvieron que improvisarlo de la manera siguiente: Un tuborde vidrio en 
forma de U lleno de mercurio sirvió de manómetro, una de cuyas ramas se 
conectó por medio de un tubo maleable de plomo de 13 milímetros de diáme- 
tro con un trócar. Una llave colocada entre el extremo del tubo de plomo y el 
trócar permitía abrir ó interrumpir á voluntad Ja comunicación, y tanto el tu- 
bo metálico como el trócar y la parte superior de las ramas de la U estaban 
Menos de agua destilada. A cada lado de las ramas del manómetro una escala 
dividida en milímetros permitía hacer la medida exacta de la presión interior. 
Dispuesto así el aparato se cocainiza el ojo del animal y previa desinfección 
minuciosa se fija el globo ocular entre dos pinzas para que no deslice; se hun- 
de el pequeño trócar en el vítreo y no en la cámara anterior, porque en esta 


MEDICO NACIONAL. 271 


última es muy fácil el escape del humor acuoso si el instrumento no está bien 
afilado y no obtura perfectamente la abertura producida, sobre todo si la ex- 
periencia ha de durar algún tiempo. Una vez hundida la aguja, es necesario 
mantenerla siempre en la misma situación, pues si se saca una parte del vi- 
treo puede escapar, y si se introduce más la tensión intra—ocular aumenta no- 
tablemente. Hundida la aguja ó trócar se abre la llave y se lee en la escala el 
nivel del mercurio. 

Desde luego se ven las ventajas que resultan de la sustitución del método 
indirecto por el común. En primer lugar en este último hay que anestesiar al 
animal, y bien se haga la anestesia por el cloroformo ó por la solución de Ri- 
chet, que es muy conveniente, se invierte siempre un tiempo más considerable 
que para anestesiar el ojo, como en el caso de tomar la presión intra—ocular. 

La ligadura, aislamiento y colocación de la cánula en la arteria, además de 
exigir mayor destreza del operador, requiere también mayores cuidados que 
la introducción+de la cánula en la cámara anterior ó en el vítreo; pues con al- 
guna frecuencia sucede en la primera operación que el ojal se desgarre ó bien 
se deje-escurrir alguna cantidad de sangre antes de fijar bien la cánula de 
Franck, siendo perdida la operación en el primer casu y errónea la experien- 
cia en el segundo. 

Por otra parte, la sangre se coagula con suma facilidad á pesar de la solu- 
ción anti-coagulante, en cuyo caso la obstrucción de los tubos conductores es 
segura y en consecuencia el resultado de la experiencia no se ve llegar; con el 
humor acuoso no hay que temer esa coagulación, pero sí el que se escurra en- 
tre la herida y la aguja y en tal caso la presión que señale el manómetro no 
será la verdadera. 

Hay que elegir animales de cierta talla, porque con frecuencia nos ha suce- 
dido con perros chicos que su arteria femoral sea tan delgada que no permita 
colocar la cánula de Frank. 

Por último, suponiendo las operaciones efectuadas con toda habilidad y en 
las mejores condiciones posibles la referencia para la presión sanguínea no 
puede prolongarse, una vez abierta la arteria, más de cuatro minutos, mientras 
la de la presión intra—ocular puede sin inconveniente prolongarse el triple ó 
cuádruple del tiempo. 

Además de todo lo dicho existen otras razones para preferir el método in- 
directo, razones puramente económicas, pero también de consideración tratán- 
dose de la frecuencia con que esta experiencia tiene que practicarse en nuestro 
laboratorio. Tales son, la clase y mantención de animales; pues se comprende 
á priori que el costo y mantención de conejos es mucho menor que el de pe- 
rros, así como la anestecia de estos últimos es también más dispendiosa que 
la cocainización del ojo del conejo. 3 

El inconveniente único que en la actualidad se nos presenta para adoptar 
desde luego la sustitución del método que he señalado es la carencia de un 
aparato perfecto y que llenando las condiciones de exactitud requeridas pue- 
dan sin temor tomarse como ciertas las indicaciones que el nivel del mercu- 
rio nos señale. 


272 ANALES DEL INSTITUTO 


Ignoro si en otros laboratorios se han hecho experiencias análogas á las des- 
critas en esta memoria, así como si algún autor ha propuesto ya la sustitución 
de que me he ocupado, pero de todos modos juzgo de importancia para nues- 
tras investigaciones farmacológicas el método indirecto de la medida de ten- 
sión sanguínea. Método nacido en la Sección de Fisiología expesimental del 
Instituto Médico de México de las ideas emitidas por los Sres. Altamirano y 
el subserito, en el curso de las experiencias que practicaron los Sres. Uribe y 
Vergara Lope con el fin de conocer la presión intra-ocular normal en México. 


E. ARMENDARIS. 


En la República Mexicana. 

Sr. Dr. Francisco Bulman.—3* del Reloj 13. 

Sr. Dr. Carbajal Antonio.—Calle del Jardín de San Fernando núm. 10. México (D. F.). 

. Dr, Dugés Alfredo.—NaArURALISTA. Guanajuato, (E, de Guanajuato.) 

Ingeniero Ferrari Pérez Fernando.—Director de la Sección de Historia Natural de la 
isión Geográfico Exploradora. Profesor de Tecnología en la Escuela Nacional de Agri- 
ura. Fisico. Químico. NaruraLisTa. Calle de los Siete Príncipes n% 16. México (D. F.) 
. Dr. Gayol Fernando.—Calle Cerrada de Santa Teresa núm. 5. México (D. F.). 
. Dr. Gómez Elías.—Cuernavaca (E. de Morelos). 

r. Dr. Hernández Francisco.—A patzingán (E. de Michoacán). 

_Sr. Profesor en Farmacia Herrera Alfonso.—Profesor de Historia Natural en la Escuela 
ormal para Profesores y de Historia de Drogas en la Escuela Nacional de Medicina de 
léxico. NaturaLista. Calle 3% de la Ribera de Santa María núm. 6. México (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Herrera Alfonso L.—Ayudante Naturalista en el Museo Nacio- 
| de México. ZooLoaista. Calle 3% de la Ribera de Santa María núm. 6. México. (D. F.). 
por e Farmacia Lasso de la Vega José Maria.—3* Calle del Reloj. Botica. México 
D. FJ. 
mE Dr. León Nicolás. —Tepeji del Rio (Estado de Querétaro). 

Sr. Dr. Medal Juan.—Morelia. (Y, de Michoacán). 

r. Dr. Mendizabal Gregorio.—CUalle de Montealegre núm. 10. México. (D. F.). 

Sr. Dr. Noriega Tomás. —Caleras núm. 6. México. (QUIE): ; 

Sr. Dr. Otero Miguel.—San Luis Potosí. (E. de S. L. P.). 

Sr. Dr. Parra Gabriel. —Tlatlauquitepec (E. de Puebla). 

Sr. Profesor en Farmacia Puga Adrián.—Química y FARMACOGNOSIA. Botica de la Compa- 
la. Guadalajara (E. de Jalisco). 

Sr. Ingeniero Puga Guillermo B.—México. Tacubaya. (D. F.). 

Sr. Dr. Peña Cutberto.—Córdoba (E. de Veracruz). 

Sr. Lic. Rebollar Rafael.—2*% Calle de Necatitlán núm. 22, México (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Reyes Julio.—México (D. F.). 

Sr. Ingeniero Robirosa José N.—San Juan Bautista (E. de Tabasco). 

Sr. Ing. José C. Segura.—Escucla de Agricultura. 

Sr. Dr. Torres Ezequiel.—Chihuahua (E. de Chihuahua). 

Sr. Profesor Urcelay y Martínez Alberto M.—Mérida (E. de Yucatán.) 

Sr. Dr. Urbina Manuel.—Director interino y Profesor de Zoologia Botánica del Museo 
N acional de México. Profesor de Botánica en la Escuela Nacional Preparatoria. BoTÁNICO. 
Calle de San Juan. Botica. México (D. F.). 

r. Dr. Villada Manuel. —Profesor de Mineralogía, Grcología y Paleontología en el Museo 
cional de México. Profesor de Botánica Agrícola en la Escuela Nacional de Agricul- 
a. Villa de Guadalupe (D. F.). 


En el Extranjero. 


- Mr. Bocquillon Limousin Henry.—Pharmacien de 1 classe a Paris, Pharmacologiste. 2” 
Rue Blanche. Paris. - 
Mr. Heckel Edouard.— Professeur á la Faculté des Sciences et 4 l' Ecole de Medicine de 
rseille et Directeur de les Annales de Institut Colonial de Marseille. 
Sr. Profesor Jules Hudas. —Paris. 
Sr. Profesor Joseph P. Remington.—Phyladelphia. E. U. 
Sr. Profesor Henry A. Rusby.—Nebraska. (NX. J.). 

Sr, Profesor Casimiro De Candolle.—Ginebra. 
Sr. Dr. E. Janssens.—Brusclas. 
Sr. Profesor Fernand Ranwetz.—Lovaina (Bélgica). 

Sr. Profesor Leon Crismer.—Bruselas. 

; Nathamel Lord Briton.—Nueva York, E. U. 


. NOTA.—Se suplica á los Señores Miembros y Colaboradores del Instituto Médico, 
remitan oportunamente noticia de los cambios de dirección, etc., para publicarlos con 
exactitud. : 


- Es un Establecimiento científico que déno por objeto a estudio de la nu 
climatología y geografía médica nacionales y sus aplicaciones terapénticas. 
+3 dividido en las siguientes ScciptieS: 
—De Historia natural Médica. Se ocupa en colectar, clasificar, describir y 
var clas diferentes especies de plantas y: animales, y 


DEUEIpIOs activos y preparaciones necesarias para la experimentación. 


32— De Fisiología experimental. Esta Sección está encargada de estudiar los efec: ct 
fisiológicos de las substancias aisladas por los profesores de Química. pes 
42 —De Terapéutica clínica. Hace la aplicación á la patología humana, de los m: 
mentos ya experimentados en los animales. 

—De Climatología y Geografía médicas. 


Este periódico es el órgano del Instituto, y sus redactores, que tienen gran interés 
adquirir todas las noticias relativas al objeto del Establecimiento, se permiten suplic 
á las corporaciones científicas análogas se sirvan establecer el canje respectivo dep p 
blicaciones 


LA PRIMERA PARTE DE LOS DATOS 0 


PARA LA 


- MATERIA MEDICA MEXICANA. 


Se encuentra de venta: 


En México. —En la Plazuela de la Candelarita núm. 3; en la 22 calle de Vanegas (Bo - 
tica) y en las principales librerías de la capital. el 
En Paris —Chez M. Géorges Carré, editeur, 3 rue Racine á Paris, 


a 


AVIS. 


Tout ouvrage dont il sera envoyé deux exemplaires á l'adresse ci-dessous sera Ob». 
jet Vune étude bibliographique qu'on publiera dans les Annales. t 


Aa 


Annales d'adresser leurs publicationsA Instituto Médico Nacional de México Plaz 
la de la Candelarita núm 3. Mois «(D. FP.) 


diia dE 


ti 


SUNNY A. TAO 


Inf 2 los trabajos ejecutados en el Instituto Médico asional durante el mes de Mayo de 1900.— 
, > Sección 12—Anexo al informe anterior.—Sección 22—Anexo al informe anterior, ——Sección 3% 
—Sección 4 —Anexo al informe anterior.—Sección 5% 


dico Nacional, por el Sr. Dr, Juan Martínez del Campo. 
de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional durante el mes de Junio de 1900.— 
Sección 12—Sección 2% —Anexo al informe anterior.—Sección 32—Sección 42—Anexos al infor- 
me anterior.—Sección 5% 
' turno.—¿Hay focos de lepra en México y sus cercanías? por el Sr. Dr. D. Orvañanos. 

La Medicina entre los mexicanos primitivos. 


qe 


OFICINAS DE LA PUBLICACION, 
INSTITUTO MEDICO NACIONAL. 


JARDIN CARLOS PACHECO, 3.—MEXICO, D. E. 


Ex-plazuela de la Candelarita núm. 3 (Av. Poniente 12 A.) 


x 


> MÉXICO 
OFICINA TIPOGRAFICA DE LA SECRETARÍA DE FOMENTO 
Calle de San Andrés número 15. [Avenida Oriente, 51.] 


1900 


7 O O e e 
MIEMBROS DEL INS 'TUTO MEDICO NACIONAL 


INDICADOR DE SUS DIRECCIONES, Y DE LOS 
> t 


RAMOS DE LAS CIENCIAS QUE CON ESPECIALIDAD CULTIVAN 


Dirección. 

Sr. Dr. Fernando Altamirano.—Director del Instituto Médico. Profesor de Terapéutica 
en la Escuela Nacional de Medicina de México, encargado de la Historia de las Drogas en el 
Instituto. Especialidad que cultiva: Química Y BOTÁNICA APLICADAS. Villa de Guadalupe 
(D. F.) Calle del Mirador número 147. 

Sr. Dr. Secundino Sosa. —Secretario del Instituto Médico. Profesor Adjunto de Clínica In- 
terna en la Escuela Nacional de Medicina de México. ALrenIsTa. Calle 1? del Indio Triste 
núm. 7. México (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Carlos Espino Barros.—Prefecto del Instituto Médico.—En el 
Instituto. 


Sección primera! Historia Natural Médica, 


Sr. Dr. José Ramírez.—Jefe de esta Sección. Secretario General del Consejo Superior 
de Salubridad. BAcTERIOLOGISTA. 10% Calle de la Violeta núm. 21. México (D. F.). 
Sr. Gabriel Alcocer.—Conservador del Herbario y del Museo en esta Sección. Profesor de 
Matemáticas. MATEMÁTICO Y BOTÁNICO. Calle del Hospicio de San Nicolás núm. 19. México 
D. F.). 
; Sr. Xdolto Tenorio.—Dibujante de esta Sección. PROFESOR PAISAJISTA. Plazuela del Risco 
núm. 10. México (D. F.). 


Sección segunda: Química Analítica. 


Sr. Prof. Francisco Río de la Loza.—Jefe de esta Sección Profesor de Química General, 
Industrial y Agrícola en la Escuela Normal para Profesores en México. Químico. Calle 2% de 
Vanegas núm. 83. México (D. F.). 

Sr. Prof. Mariano Lozano y Castro.—Ayudante de esta Sección. Químico inspector de 
bebidas y comestibles en el Consejo Superior de Salubridad. Químico. Calle de Patoni nú- 
mero 4. (Botica Humboldt). México (D. F.). 


Sr. Dr. Federico F. Villaseñor.—Ayudante de esta Sección. Químico. Calle del Cuadrante 


de Santa Catarina número 7. México (D. F.). 


Sección tercera; Fisiología experimental. 


Sr. Dr. Eduardo Armendaris.—Jefe de esta Sección. Médico del Museo Anatomo-patoló- 
gico. ANÁLISIS CLÍNICOS. Calle de las Ratas núm. 2 México (D. F.). 

Sr. Dr. Daniel Vergara Lope.—Ayudante de esta Sección. Preparador de la clase de Tera- 
péutica en la Escuela Nacional de Medicina de México. Profesor de Anatomía en la Escuela 
de Bellas Artes. FisióLOGO. 5% Calle de Guerrero núm. 2,122. México. (D. F.). 


Sección cuarta: Terapéutica Clínica. 


Sr. Dr. José Terrés.—Jefe de esta Sección. Profesor de Patología Interna en la Escuela 
Nacional de Medicina. 3% Calle del Reloj núm. 2. México (D. F.). 

Sr. Dr. Juan Martínez del Campo.—Ayudante de esta Sección. Médico del Museo Anato- 
mo-patológico 2% Calle de Sor Juana Inés de la Cruz núm. 12. México (D. E). 2 


Sr. Prof. Juan Manuel Noriega.—Farmacéutico de esta Sección en el Instituto Médico - 


Preparador de Análisis Química en la Escuela Nacional de Medicina. 


Sección quinta: Climatología y Geografía médicas. 


Sr. Dr. Domingo Orvañanos.—Jefe de esta Sección. Miembro del Consejo Superior de Sa- 
lubridad del Distrito Federal. Profesor de Clínica Interna enla Escuela Nacional de Medici- 
na. CLÍNICA INTERNA. Calle de Chavarría número 25. México (D. F.). 


MEDICO NACIONAL. 273 


AAA 


INFORMES 


De los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional 
durante el mes de Mayo de 1900. 


SECCIÓN PRIMERA. 


p- 
3 
| 
¿ 
Tengo el honor de informar á vd. de los trabajos que he desempeñado en 
el departamento de dibujo del Instituto Médico Nacional, durante el mes de 
Mayo del presente año. - 
Cuatro copias al lápiz y esfumino de las fotografías de plantas de Mociño y 
que representan: “Carica papaya; Cassia alata; Ceanothus Africanus y Convol- 
vulus Queretarensis.” 
Tres dibujos que representan: unas flores de color de las Cacteas del “Anha- 
lonium Williansii;” tallo y flores del “Cereus triangularis” y una parásita de 
| la “Tillandsia.” 
Me ocupé también en quitar y volver á colocar las láminas de las acuarelas 
A que ocupan los marcos que sirvieron para presentarse en la Exposición de Co- 
- yoacán, las plantas medicinales. 
Lo que tengo el honor de informar á vd. protestándole las seguridades de 
mis respetos. : 
México, Mayo 31 de 1900.—Adolfo Tenorio.—Al Sr. Dr. D. Fernando Al- 
3 tamirano, Director del Instituto Médico Nacional.—Presente. 
] 


En mi informe del mes anterior hice relación de los preparativos verifica- 
dos en la Sección 1?, con el objeto de que el Instituto Médico Nacional con- 
curriera á la Exposición de flores, pájaros, peces y aves de corral que se cele- 
bró en Coyoacán, D. F., y también de la instalación de las colecciones en el 
local que se les asignó. 

Me resta manifestar á vd. que la referida Exposición se clausuró el 6 del 
que fina, en cuya fecha se verificó la distribución de premios á los expositores, 
habiéndole tocado al Instituto un primer premio, consistente en medalla y di- 

-—ploma, por las colecciones de plantas medicinales que presentó, el cual tuve la 
honra de recibir en representación del Establecimiento, por haberme comisio- 
nado vd. para el efecto. Ese premio lo entregué oportunamente en la Secre- 
-taría, según lo acredita el recibo respectivo. 

Terminada la Exposición, hice á Coyoacán, acompañado del Sr. Tenorio y 
con dos mozos, los viajes necesarios para hacer empacar y remitir á este lugar 
los objetos que fueron expuestos; los que definitivamente se trasladaron el día 
10 en un furgón y una plataforma, llegando todos en buen estado, siendo co- 
- locados en los días siguientes en su respectivo lugar. 

Libre ya de las atenciones de la Exposición, me dediqué á continuar la nu- 

—meración de las plantas que trajo el Sr. Pringle el mes pasado, para distri- 

buirlas en sus Fespectivos grupos. En esta operación invertí algún tiempo; 
Tomo IV.—38 


y ANALES DEL INSTITUTO 


porque llegando á 449 el número de plantas que debían colocarse, y estando 
totalmente llenas las cajas de los estantes, por las remesas anteriores, fué in- 
dispensable remover el contenido de todas las cajas y hacer una nueva distri- 
bución, habiendo resultado sobrando las plantas que cabían en diez de ellas. 
Este sobrante que comprendía un número considerable de plantas, lo coloqué 
en el estante nuevo que carece de cajas de cartón, y donde estaban anterior- 
mente las Ciperaceas, Gramíneas y Helechos, que también fué preciso remo- 
ver para obtener el orden necesario. 

Por esta nueva distribución quedaron resguardadas desde las Ranunculá- 
ceas, orden 1, hasta las Euforbiáceas, orden 160; y sin cajas que las protejan 
del polvo y de los insectos, desde las Urticáceas, orden 162, hasta los Hele- 
chos y otras Criptógamas. 

Aprovecho la relación de este incidente para suplicar á vd. se sirva dictar 
alguna disposición para la mejor conservación de esas plantas que, por diver- 
sos conceptos, son tan interesantes para nosotros, mientras se adquieren las 
treinta cajas de cartón que se necesitan para el estante en que están. Asimis- 
mo me permito indicar la conveniencia de que se haga otro estante igual, pa- 
ra esperar las futuras remesas de plantas que se obtengan del Sr. Pringle ó de 
otros colectores. 

El 24 llegaron unas plantas colectadas por vd. en Chapala é Isla de los Ala- 
cranes, Jalisco, en las que vinieron 20 especies distintas; de las que he forma- 
do una lista provisional, entretanto se secan las plantas para identificar las 
que no se conocen á primera vista. También vinieron tres cacteas vivas, y de 
una de ellas que es probablemente el Cereus triangularis, llegaron bastantes 
flores, las que pasaron á la Sección 2* por disposición de vd. 

Sírvase vd. aceptar mi atenta consideración. 

México, Mayo 31 de 1900.—G. Alcocer.—Sr. Director del Instituto Médico 
Nacional.—Presente. 


SECCIÓN SEGUNDA. 


Tengo el honor de informar á vd. de los trabajos que se han ejecutado en el 
laboratorio de mi cargo durante el presente mes. 

Se entregó el artículo para la Materia Médica relativo á las semillas de 
Chamal (Dioon edule). 

Se acabaron de reunir todos los datos analíticos de la planta Chamal (Dioon 
edule) y el artículo relativo, proximamente será enviado á la Secretaría. 

Se comenzó el estudio analítico del Capulincillo (Rhamnus Humboldtianus), 
habiendo determinado y dosificado los principios inmediatos contenidos en el 
extracto de éter de petróleo. 

El señor Director remitió para su análisis la planta y semillas del Ololiuqui, 
habiendo dado principio á estos análisis. 

Protesto á vd. las seguridades de mi atenta consideración. 


MEDICO NACIONAL. 275 


Libertad y Constitución. México, Mayo 31 de 1900.—M. Lozano y Castro. 
—Al Jefe de la Sección 2? del Instituto Médico Nacional.—Presente. 


Tengo el honor de informar á vd. que durante el mes que hoy termina me 
he ocupado de principiar la análisis de las semillas de jícama (Pachyrrhyus 
angulatus) en las que he encontrado una regular cantidad de una grasa líquida, 
cuyas principales propiedades me he ocupado en investigar. 

- Otro trabajo en que he empleado también algún tiempo ha sido la separa- 
ción del alcaloide del Tequanpatli (Apocinacea) del que aún no puedo decir 
nada por no haber podido hasta ahora tener resultados satisfactorios. 

Por último, también he comenzado por encargo del señor Director á em- 
- prender la análisis de dos muestras de aguas traídas de Chapala, y de las que 

tengo averiguada la cantidad de materias fijas que contienen. 

He llevado cuenta de las bajas habidas en el Laboratorio durante el pre- 
sente mes. 

Ruego á vd. acepte las seguridades de mi atenta y distinguida considera- 
ción. ; 

Libertad y Constitución. México, Mayo 31 de 1900.—F.. F. Villaseñor.—Al 
C. Jefe de la Sección 2* del Instituto Médico Nacional.—Presente. 


SECCIÓN TERCERA. 


Continuamos el estudio de la Tullidora (Rhamnus Humboldtianus) habien- 
do practicado numerosas experiencias en ranas y palomas. 

Con un gramo de planta y cantidad suficiente de agua destilada hicimos un 
cotimiento en baño de María, resultando 4 c. c. de líquido que inyectamos á 
una rana de 75 gramos de peso sin haber obtenido dato alguno que revelara 
la acción de la planta. 

Se aumentó la cantidad de planta á 1.50, inyectamos el nuevo cocimiento 
al mismo animal y notamos desde luego que el líquido inyectado la víspera 
no había desaparecido por completo del saco dorsal. Tampoco en esta vez se 
observó signo alguno. Se repite el experimento con la misma cantidad de plan- 
ta, y media hora después de la inyección se nota en el animal una torpeza 
marcadísima de sus movimientos hasta llegar á la parálisis completa. Muere 
á los 45 minutos y la autopsía descubre como causa de la muerte una apople- 
gía pulmonar que indudablemente no fué producida por la Tullidora sino más 
bien por algún golpe. 

Estas experiencias repetidas en la misma forma nos probaron que la Tulli- 
dora es activa y tóxica algunas veces para la rana á la dosis de 1 4 1.50; pero 
que la acción paralizante que se le atribuye no es de tenerse en consideración 
puesto que en todos los casos observados fué apenas perceptible, notándose en 


276 ANALES DEL INSTITUTO 


cambio una parálisis de la respiración muy marcada, una acción también mar- 
cada sobre la masa encefálica. 

Una segunda serie de experiencias en palomas, con objeto de averiguar la 
acción de la planta á que venimos refiriéndonos, nos dieron resultados contra- 
rios á los que ya hemos descrito al señalar las primeras experiencias con ranas. 

Una paloma inyectada con 2 gramos de la planta en cocimiento, no presen- 
tó señales de la acción de la Tullidora. Fuimos aumentando gradualmente la 
dosis eligiendo dos palomas para ministrarles diariamente la misma cantidad 
de cocimiento del Rhamnus, usando la vía hipodérmica para las pequeñas can- 
tidades y la estomacal para las mayores. Durante veinte días que duró la ob- 
servación de esos animales, llegando á tomar cada uno de ellos la cantidad co- 
rrespondiente á 25 gramos de planta, en una sola vez, y más de 50 en los vein- 
te días, no llegó á presentarse ningún síntoma de los que se atribuyen á la 
Tullidora, pudiendo por tanto considerarse ésta como muy poco activa para 
las palomas. : 

La crecida dosis de 95 gramos de planta bajo la forma de extracto hidroal- 
cohólico, ministrada á un pequeño perro tampoco produjo acción. 

De todo lo anterior se puede deducir que la Tullidora (tallos y hojas) en co- 
cimiento, extracto acuoso é hidro-alcohólico, es poco activa para la rana é inac- 
tiva para la paloma y el perro á la dosis que hemos citado. 

Empezamos á estudiar los frutos, para dar cuenta en el mes entrante de los 
resultados que obtengamos. 

La Sección 2* nos remitió un extracto de éter de petróleo de las semillas de 
jícama, un verdadero aceite, el cual fué experimentado en perros pequeños y 
produjo efectos purgantes constantes á la dosis de 2 gramos. 

Hicimos también algunos experimentos con una planta remitida por la Se- 
cretaría, recomendada como insecticida; dicha planta según opinión del señor 
Director no es otra que la hierba de la Cucaracha. Preparamos un extracto 
acuoso de ella, lo extendimos en papeles secantes mezclado con polvo de azú- 
car, y colocamos dicho preparado en lugares muy accesibles á las moscas. Al 
poco tiempo se notó que algunos de estos animales se encontraban tan torpes 
que no podían volar, otros caian muertos cerca del tócigo, y en aquellos en que 
pudo observarse el principio del envenenamiento se les veía dar vueltas muy 
rápidamente en el viento para caer al suelo en parálisis completa con las alas 
desplegadas. Sin embargo, la planta mencionada es menos activa para las 
moscas que la cuasia, pues esta última causó mayor número de muertes con 
la misma preparación que la primera. 

Entre los trabajos del presente mes, contamos con dos operaciones hechas 
con el objeto de practicar una fístula gástrica y una biliar, ambas practicadas 
con el fin de estudiar los efectos del agua de Tehuacán. 

A las experiencias del mes anterior, relativas á la raíz-de costomate, agre- 
gamos las del presente, que nos dieron los resultados siguientes: 

En la paloma, con dosis de 5 gramos, ningún efecto. Con 10 y 15 gramos 
efectos purgantes. 


MEDICO NACIONAL. 277 


En los perros, ministrándoles bajo forma de cocimiento 5, 10, 15 y 20 gra- 
mos, no se produjo efecto; pero desde 25 gramos empezó á verificarse el efecto 
purgante. Desde 30 gramos los efectos evacuantes fueron más acentuados y 


- persistentes hasta la dosis de 50, que fué el máximum. 


El subscrito, en compañía del Sr. Ingeniero Ordóñez y con anuencia del 
señor Director, trabajó algunos ratos para obtener fotografías de las prepara- 
ciones microscópicas que el referido Sr. Ordóñez trajo al Instituto con ese ob- 
jeto. Esas preparaciones representan varios cortes para el estudio petrográfico. 

Hice 'además algunas siembras del agua de la fuente del Patio para conocer 
aproximadamente el número de bacterias que contiene. Preparé algunos coci- 
mientos y extractos esterilizados para usos de la experimentación farmacoló- 
gica. 

El Sr. Vergara Lope se ocupó en preparar algunos caldos para cultivos, en 
las curaciones de perros operados y otros trabajos que se le encomendaron. 

La Secretaría-nos remitió las semillas de Ololiuque para que se proceda á 
su estudio. : 

México, 31 de Mayo de 1900.—£. Armendaris. 


SECCION CUARTA. 


Tengo el honor de poner en conocimiento de la Junta de Profesores que los 
trabajos desempeñados en la Sección 4* del Instituto Médico Nacional duran- 
te el mes que hoy termina, han sido los siguientes: 

Visita diaria á los enfermos de la Sala de Terapéutica Clínica en el Hospi- 
tal de San Andrés. 

Continuación del estudio del Palo del Muerto (Hypom+ea murucoides), del 
Peyote (Anhalonium Lewini), del Axocopaque (Gaulteria ¿ovata?), de la 
hierba del Zorrillo (Croton dioicus), del Tequampatli (Gonolobus........ ), del 
Cereus grandiflorus y del agua de Tehuacán. 

El Palo del Muerto lo siguieron tomando los enfermos Vicente Gutiérrez 
y Trinidad Cárdenas afectados de hemiplegia por hemorragia cerebral; la pre- 


-paración usada fué el extracto fluido de la planta y se llegó á la Snte de 20 


gramos diarios en cada uno, sin observar modificación alguna en sus miem- 
bros paralizados, por lo cual se suspendió ya la observación. 

El Peyote fué ministrado á ocho enfermos en el mes, seis pertenecientes á 
la Sala de Terapéutica Clínica, á cargo del que suscribe, y dos á la 2 de Sífi- 
lis, á cargo del Dr. Cicero, y el resultado es como sigue: 

Rafael Díaz padece tuberculosis pulmonar y está sumamente debilitado. El 
día 2 se le ministró el extracto fluido del Peyote, hecho con el extracto seco 
que anteriormente existía, á la dosis de 20 gotas bis diariamente, la cual fué 
subiendo hasta 40 gotas bis, pero el día 8 hubo que variar el tratamiento, por 


_reclamarlo así la gravedad del enfermo. 


La cama núm. 2 de Terapéutica está ocupada por Francisco Martínez que 


278 ANALES DEL INSTITUTO 


llegó al Hospital con delirium tremens, y en cuyo Establecimiento tuvo una 
neumonía que lo dejó profundamente debilitado; su pulso era pequeño, blan- 
do y regular, la orina escasa. Se le comenzó á ministrar el mismo extracto á 
igual dosis que en el enfermo anterior, y se fué aumentando ésta rápidamen- 
te hasta 15 gramos diarios. En diez ó doce días se notó un cambio favorable 
en las condiciones del pulso, el cual fué haciéndose menos débil y la orina au- 
mentando hasta llegar á su cifra normal. El día 17 se cambió la preparación 
por tintura de Anhalonium hasta el 26 que hubo extracto fuido bien prepa- 
rado. Hace más de una semana que el pulso de este enfermo es regular, fuer- 
te y late de S0 4 84 veces por minuto. 

Fermín García es un alcohólico y padece reumatismo. Al entrar ál Hospi- 
tal llamaba la atención lo pequeño y lento de su pulso, pues en la radial de- 
recha era filiforme y latía de 48 450 veces por minuto y en la izquierda gran 
trabajo costaba percibirlo. El día 11 se le comenzó á ministrar el Peyote en 
las diversas formas que hemos indicado, y parece que algún resultado favora- 
ble se ha obtenido, pues el pulso se percibe bien en las dos radiales, y ha lle- 
gado á la cifra de 68 á 70 pulsaciones. La dosis máxima ha sido de 15 gramos 
de tintura. 

Remigio Cubillas es un alcohólico cuyo pulso estaba muy debilitado. Le fué 
ministrado el Peyote desde el día 12 hasta el 19 sin observar cambio notable 
en el estado de su circulación. Pidió su alta. 

Tampoco lo ha habido hasta ahora en Antonio González, alcohólico que lle- 
gó á curarse de neuralgia intercostal y cuyo pulso estaba algo débil. Ha to- 
mado hasta 15 gramos diarios de tintura de Anhalonium Lewini y las condi- 
ciones de su pulso no han variado. 

Lo mismo sucedió con Antonio Galindo que padece tuberculosis pulmonar; 
iguales dosis de la propia preparación no han modificado las condiciones:de 
su pulso, que ha sido desde que entró al Hospital pequeño y frecuente. 

Ponciano Santa Ana padece arterio—esclerosis, polineuritis alcohólica, pare- 
sia notable de los miembros inferiores, que casi llega á la paraplegia, y ha to- 
mado mucho tiempo ioduro y estricnina sin éxito. Desde principios del mes 
se le han hecho fricciones con tintura de Palo del Muerto que se ha mostrado 
completamente ineficaz. Se ha comenzado en los últimos días del mes á minis- 
trarle Peyote y hasta ahora no hay modificación favorable. 

José Barajas padece cirrosis vulgar, ascitis considerable,su pulso es peque- 
fiisimo y no se puede contar. Se le comienza á ministrar el extracto fluido de 
Peyote y dos días después el pulso parecía percibirse algo mejor, pues podía 
contarse. Hubo que suspender la observación por la gravedad del enfermo. 

El extracto fluido de Axocopaque fué prescrito á Bonifacio González, que 
padece reumatismo crónico en los miembros inferiores, llegando á la dosis de 
10 gramos diarios sin obtener ningún alivio en sus dolores. 

La hierba del Zorrillo fué ministrada á dos enfermos que por distintos mo- 
tivos reclamaban un purgante y á los que les hizo este efecto el polvo de la 
raíz en dosis de 2 y 2.50 gramos respectivamente, sin cólicos intestinales, 


MEDICO NACIONAL. ZA 


El Tequampatli fué prescrito á Jesús García bajo la forma de polvo de la 
raíz, en dosis de 2 gramos durante tres días y 4 gramos más de quince, con 
objeto de ver si desaparecía la anorexia que sufría este enfermo, que está afec- 
tado de un epitelioma inoperable de la cara. No ha habido ninguna modifica- 
ción en su apetito, ni como es natural, en la terrible enfermedad de este in- 
feliz. 

Angel Hinojosa es un tuberculoso pulmonar que tuvo una indigestión el 
15 de Mayo. Se le preseriben 25 gramos de raíz de Tequampatli en cocimien- 
to en 300c.c. de agua, en dos tomas, con una hora de intervalo. A las ocho ho- 
ras tuvo una evacuación abundante con cólico y ligero tenesmo, otra, cuatro 
horas más tarde y algunas al día siguiente. A los pocos días se le ordenan 4 
gramos del polvo de la raíz para combatir su anorexia, y á pesar de haber sos- 
tenido esta dosis varios días, no se obtuvo beneficio. 

Leonardo León tuvo un recargo intestinal con ligera fiebre. Se le prescriben 
25 gramos de raíz de Tequampatli en cocimiento en 300c.c. de agua, sin éxi- 
to. Al día siguiente purgante de aceite de ricino que hace su efecto. 

El Cereus grandiflorus se ministró á Domingo Calderón, que padece un es- 
trechamiento mitral descompensado (congestión pulmonar, edemas en los 
miembros inferiores, pulso muy débil, irregular y frecuente). A principios del 
mes comienza á tomar 10 gotas de tintura de Cereus, y una mejoría general 
aparece á los pocos días, al grado que el enfermo pide su alta el 21 obligando 
con esto á suspender la observación. 

El agua de Tehuacán la han seguido tomando las dos enfermas de que ha- 
blé en el informe del mes anterior, una la Sríta. D..... afectada al parecer de 
cólicos hepáticos, y la Sra. D..... de dispepsia hiperclorídrica, con el mismo 
buen resultado, pues la primera no ha tenido acceso doloroso durante el pre- 
sente mes, y la segunda ha visto mejorarse sus digestiones sin recurrir al bi- 
carbonato de sosa como antes. 

Otra enferma afectada de cólicos nefríticos desde hace tres años y cuyos ac- 
cesos dolorosos se presentaban cada ocho días, comenzó á hacer uso del agua 
de Tehuacán desde hace veintiocho días sin otra medicina, y ni una sola vez 
ha tenido amagos de dolor y ha mejorado su apetito. La orina de esta enfer- 
ma contenía regular cantidad de sangre al día siguiente del último cólico y 
persistió dos ó tres días más. 

Esta observación pertenece al Sr. Dr. Armendaris que ha tenido la bondad 
de comunicárnosla, por lo que le damos las gracias. 

Una parte del tiempo tuve que dedicarla á redactar una pequeña memoria 
á propósito de algunas de las plantas purgantes mexicanas estudiadas en el 
Instituto Médico Nacional, cuyo trabajo tengo el honor de presentar en esta 


Junta como lectura de turno. 
El Dr. Cicero ha concurrido con puntualidad y ha ayudado eficazmente en 


todas las labores de la Sección. 

Acompaño los informes del Profesor Juan M. Noriega, Ayudante de la Sec- 
ción y del Dr. Bulman, colaborador del Instituto. 

México, Mayo 31 de 1900.—Juan Martínez del Campo. 


280 ANALES DEL INSTITUTO 


Tengo la honra de informar á vd. que durante el mes que hoy termina me 
he ocupado en hacer las preparaciones siguientes: 2,000 gramos de extracto 
fluido de Tequampatli que ofrece los caracteres siguientes: color amarillo mo- 
reno, olor semejante á la droga, sabor poco amargo, es de difícil conservación. - 
Se prepararon también 1,000 gramos de tintura de la misma planta en la pro- 
porción de 100 de planta para 500 de alcohol á 60%, es de color amarillo, olor 
semejante al anterior y sabor amargo franco. Tratando de preparar extracto 
fluido de Peyote con el extracto seco qne existía, se obtuvo un producto muy 
imperfecto, por lo cual preparé 2.500 gramos tomando igual cantidad de dro- 
ga, habiendo resultado un buen producto de color moreno amarillento, sabor 
dulce al principio y con resabio amargo y olor especial; también preparé 1,000 
gramos de tintura, en la proporción de 100 de droga para 500 de alcohol, que 
ofrece un aspecto semejante al extracto fluido, siendo de color más claro, cuya 
preparación me parece que debe ser la preferida entre las que se han hecho 
de esta droga. He extraído el aceite de las semillas de jícama operando en 
1,500 gramos de semillas reducidas á polvo grueso, y tratado este polvo por 
éter de petróleo, he obtenido 345 gramos de un aceite amarillo claro, cuyo olor 
quedó enmascarado por el éter de petróleo, cuyos residuos no pudo hacer des- 
aparecer el calor obtenido por este camino; este aceite resultó muy costoso y 
quizá para la experimentación terapéutica fuese mejor ocurrir á un industrial 
que haga dicha extracción. Se han usado durante el mes las preparaciones de 
Palo del Muerto, Chapuz, Salvia de bolita, Peyote, Zapote y Tequampatli. 

Protesto á vd. mis respetos. 

México, Mayo 31 de 1900.—J. M. Noriega.—Al Jefe de la Sección 4* del 
Instituto Médico Nacional, Dr. Don Juan Martinez del Campo.—Presente. 


En el presente mes y en la 2* Sala de Medicina de Mujeres del Hospital de 
San Andrés, se han ensayado las siguientes preparaciones: la tintura de ce- 
reus serpentinus como tónico cardíaco en un estrechamiento aórtico, á la dosis 
de 14 gotas bis, tomadas por espacio de diez días, no modificaron ni el pulso 
ni la diuresis. El extracto fluido de condurango, á la dosis de diez gotas antes de 
cada alimento, aumentó el apetito á una afectada de gastritis catarral; otro tan- 
to aconteció en una gastritis alcohólica. La dosis de 30 gotas ters del extracto 
fluido de Palo del Muerto en una polineuritis alcohólica no ha producido nin- 
gún síntoma de mejoría; la misma dosis de dicha preparación la hemos em- 
pleado en dos hemiplégicas de causa hemorrágica, sin resultado. El cocimien- 
to de 25 gramos del polvo de la raíz machacada del Tequampatli, provocó tres 
evacuaciones, líquidas, amarillas y sin cólico en un-catarro seco del intestino. 
El extracto fluido del Peyote á la dosis diaria de 20 gotas, por espacio de una 
semana, aumentó el número de pulsaciones en una cardíaca al tercer día de su 
adminstración y la diuresis creció ligeramente 50 gramos de orina. El agua de 


MEDICO NACIONAL. 281 


Tehuacán ha impedido la vuelta de los cólicos á la Srita. E. G.. En el servicio 
hospitalario la usamos con buen resultado en un catarro de las vías biliares. 
México, Mayo 31 de 1900.— Bulman. 


SECCION QUINTA. 


Tengo la honra de informar á la Junta que durante el mes que hoy termi- 
na, el Sr. Galindo ha continuado alistando el segundo ejemplar de la «Geogra- 
fía Médica» de la República, pasando en limpio lo que en el primer ejemplar 
tenemos ya acopiado. 

El que subscribe ha pasado al «Indice de Geografía Médica» las siguientes 
municipalidades del Estado de México: 

Almoloya, Metepec, Tlacilalcalpa, Villa Victoria, Zinacantepec, Ecatzingo, 
Chalco, Cuautzingo, Cuautitlán, Ixtapaluca, Cocotitlán, Tlalmanalco, Ameca 
de Juárez, Ozumba, Atlantla, Ayotzingo, Temamatla, Tenango, Ayapango, 
Juchitepec, Tepetlixpa, Ixtlahuaca, Atlacomulco, Jocotitlán, Mineral del Oro, 
San Felipe del Progreso, Temascalcingo, Jilotepec, Acambay, Chapa de Mo- 
ta, Morelos, Villa del Carbón, Soyaniquilpan, Jimilpan, Lerma, Ocoyoacac, 
Otumba, San Miguel Chiconcuac, Tenango del Valle, Tianguistenco, Calimaya, 
San Antonio la Isla, Almoloya del Río, Ruyón, Mexicalcingo, Chapultepec, 
Atizapán, Xalatlaco, Texcalyacac, Joquicingo, Sultepec, Zacualpan, Texcalti- 
tlán, Amatepec, Tlatlaya, San Simón de Guerrero, Caatepec Harinas, Ixta- 
pan, Malinalco, Ocuilán de Arteaga, Villa Guerrero, Jonatico, Zumpahuacán, 
Ecatepec de Morelos y Valle de Bravo. 

México, Mayo 31 de 1900.—D. Orvañanos. 


LECTURA DE TURNO. 


Algunas plantas mexicanas de efecto purgante manifiesto estudiadas 
en el Instituto Médico Nacional. 


Uno de los importantes servicios que presta á la ciencia el Tustituto Médi- 
co es la publicación, en el periódico que le es propio, de todos los trabajos que 
emprende en las distintas Secciones de que aquél está formado. 

Los informes detallados de las labores desempeñadas mes á mes en cada 
uno de sus Laboratorios, los interesantes de la Dirección á la Secretaría de 
Fomento, las lecturas de turno, y sobre todo los artículos sobre cada una de 
las plantas del programa anual, los cuales están compuestos del estudio botá- 
nico, químico, fisiológico y terapéutico de la planta y que hacen parte de los 
volúmenes que este plantel está dando á luz desde hace algunos años, titulados: 

Tomo 1V.—39 


282 ANALES DEL INSTITUTO 


«Datos para la Materia Médica Mexicana, 1*, 2* parte, etc., dan idea del mo- 
vimiento científico de esta Institución y del empeño decidido que tiene su ilus- 
trado y progresista Director por el adelanto de esta rama tan importante de 
la medicina nacional. 

Numerosos son ya los asuntos de nuestra terapéutica que han sido diluci- 
dados en el Instituto Médico desde su fundación, hará pronto diez años, hasta 
la fecha, unas veces destruyendo errores OIE que atribuían á determina- 
da planta virtudes medicinales que no posee y que por consiguiente harían, 
cuando menos, perder al enfermo el tiempo que debe utilizar en la aplicación 
de remedios conocidos y eficaces; otras, por el contrario, ratificando las propie- 
dades desde remotas épocas concedidas por el vulgo á algunas plantas ó reme- 
dios minerales ó animales; descubriendo á veces en otras más, propiedades 
hasta entonces ignoradas; y siempre haciendo sus investigaciones á la luz de 
la ciencia y con todo el vigor que es de exigirse en esta época, dado el estado 
actual de nuestros conocimientos sobre materia tan delicada. 

En los dos volúmenes hasta hoy publicados, se encuentran los artículos se- 
gún el orden en que fueron estudiadas las plantas respectivas, por mucho que 
posean propiedades diferentes, y era natural hacerlo así, pues la obra no es- 
tá terminada aún, sino que se va dando á luz gradualmente el producto del 
estudio concluído ó que por lo menos está muy avanzado y, además, son sim- 
plemente «Datos para la Matería Médica» como su nombre lo indica, y no una 
obra completa de esta clase. 

Creyendo que podría tener alguna utilidad el agrupamiento de plantas que 
posean la misma propiedad, he creído conveniente reunir algunas de las que 
son verdaderamente purgantes y cuya acción ha sido bien comprobada en el 
Instituto, tanto por el estudio experimental en la Sección de Fisiología, como 
por la aplicación terapéutica en la especie humana. Colocaré también algunas 
en las que el efecto catártico no es constante pero que sí se manifiesta algunas 
veces. 

Ciertas plantas, como la hierba del Zorrillo, cuyos efectos purgantes nos cons- 
tan personalmente por haber estado encargados de ese estudio, y aplicado el 
polvo de la raíz una multitud de veces, obteniendo siempre el efecto buscado 
sin grandes molestias v sí con positivas ventajas, pues ese polvo en las-dosis 
ordinarias se puede ministrar en cápsulas que ocultan su mal sabor, que en 
el mayor número de casos no produce cólicos intestinales y sus efectos se ha- 
cen sentir por término medio dos horas después de tomar el medicamento, pro- 
vocando tres ó cuatro evacuaciones líquidas, es decir, que produce el resulta- 
do que se busca sin debilitar al enfermo; esta planta, repetimos, debe constar 
an nuestro grupo de purgantes nacionales, y ser ella la que encabece nuestra 
lista. 

Yerba del Zorrillo. (Croton divicus) Euforbiáceas. 

Vegeta en el Valle de México y en varios lugares de los Estados de Pue- 
bla, México, Jalisco y Michoacán. 

A esta planta se le ha atribuído desde época remota propiedades antisifilí- 


* MEDICO NACIONAL. 283 


ticas y purgantes. Los estudios hechos en el Instituto Médico han demostra- 
do que no posee las primeras y sí las segundas. 

En efecto, aplicada hasta mediados del año próximo pasado, cincuenta y tres 

veces por los Dres. Cicero, Loaeza, Bulman, Terrés y el que esto escribe, en 
todos los casos produjo efecto purgante bien marcado, pues los enfermos tu- 
vieron de 3 á 4 evacuaciones líquidas, de una y media á tres horas después de 
tomar el remedio, en la mayor parte de las observaciones (40), sin cólicos in- 
testinales y en 13 con ellos. 

Después de esa época, el subserito ha aplicado el Croton divicus en otros vein- 
te ó veinticinco casos, sin que haya fallado una sola vez, y si bien es cierto que 
en algunos ha sido necesario elevar la dosis, esto ha sido excepcional y en ca- 
sos de constipación tenaz. 

Pero hay algunos como el de un enfermo que padecía constipación por ato- 
nía intestinal consecutiva á una lesión medular, que solamente se vencía con 
el uso del Croton dioicus, resistiéndose á veces á los purgantes salinos ó mecá- 
nicos en las dosis comunes, y otro enfermo con intensa congestión hepática, la 
cual desapareció en 24 horas con el abundante efecto catártico que le produjo 
la ministración de un gramo de polvo de la raíz de Hierba del Zorrillo. 

Se ha observado también que en dosis peqneñas produce efecto laxante, y 
tenemos algunas observaciones en que con la de 0.30 gr. diarios del polvo de 
la raíz, enfermos habitualmente constipados han logrado regularizar su régi- 
men intestinal. 

- Modo de administración y dosis: 

Se usa el polvo de la raíz de la Hierba del Zorrilo á la dosis de 1 4 3 gr. 
como purgante. 

Como laxante el mismo polvo á la dosis de 0.30 gr. á 0.40 gr. ministrados 
varios días consecutivos. 

El Pipitzahoac (Perezia adnata). Compuestas. 

Vegeta en el Estado de Guerrero. 

Esta planta la usaban los antiguos como purgante enérgico en los casos de 
Tabardillo, debiéndose su acción, según el Dr. Mariano Ortega, á la resina 
que contiene. El Dr. Hidalgo Carpio comprobó la acción purgante drástica 
en la Clínica de San Pablo, diciendo que su efecto era seguro y que tenía la 
ventaja sobre la raíz de Jalapa, de ser insípida; que comienza á producir su 
efecto á las dos horas y desde la dosis de una dracma. El Dr. Leopoldo Río 
de la Loza presentó el principio inmediato del Pipitzahoac perfectamente pu- 
ro, demostrando que era un ácido y no una resina. El Profesor Severiano Pé- 
rez y varios químicos alemanes y americanos, se han ocupado del ácido Pi- 
pitzahoico llevando su análisis hasta la perfección. 

La acción fisiológica estudiada en el Instituto Médico, comprobó el efecto 
purgante numerosas veces en los perros, en los que provocaba evacuaciones 
mucosas algo teñidas de sangre y acompañadas de fuertes contracciones peris- 
tálticas del intestino. 

Acción terapéutica: 


284 ANALES DEL INSTITUTO 


= = ——— 


Los indígenas la usaban machacando una corta cantidad de raíz, la dejaban 
macerar ocho ó diez horas en 8 onzas de tlachique y colaban después; de este 
modo es un purgante drástico muy enérgico que provoca inflamaciones intes- 
tinales. 

El Dr. Ortega usaba un cocimiento de 2 dracmas de raíz machacada en 6 
onzas de agua endulzada con media onza de jarabe simple, produciendo con 
esto de seis á ocho evacuaciones abundantes precedidas de algunos dolores de 
vientre, bastante sed y ligera transpiración de la piel. 

El Dr. Terrés ha usado el polvo de la raíz y con la dosis de 3 á 5 gr. ha 
obtenido acción purgante: las evacuaciones han sido pastosas ó algo líquidas, 
sin aspecto bilioso y precedidas frecuentemente de ligeros cólicos y á veces de 
vómitos algún tiempo después. Cree que obra principalmente sobre las fibras 
lisas del tubo digestivo, y que está indicado en aquellos casos en que simple- 
mente se trata de vaciar el intestino; que su efecto á la dosis indicada es igual 
al que produce 1 gramo de polvo de raíz de Jalapa. 

Modo de administración y dosis: 

Polvo de la raíz: 3 á 5 gr. en cápsulas. 

Acido pipitzahoico 0. 15 á á 0.25 centígs. en CARA: 

La Zábila. (Aloe vulgaris). Liliáceas. 

El jugo purgante se obtiene cortando 8 á 12 de las pencas del centro de la 
planta que son las que proporcionan un Jíquido amarillo, después se suspen- 
den de modo que la parte seccionada quede hacia abajo y se recibe en una va- 
sija apropiada el jugo amarillento que escurre. Este es muy amargo, con fuer- 
te olor de acíbar ó de yodoformo al desprenderlo de las vasijas en donde se ha 
secado y ha tomado el aspecto de laminillas delgadas y quebradizas; dicho jugo 
contiene entre otros principios, cristales de aloesina que es el principio activo, 
según el Dr. altamirano. 

El carácter distintivo del áloe vulgaris comparado con el del comercio, con- 
siste en que el primero toma poco á poco una coloración morada por la acción 
del aire, y en que encierra aloesina cristalizada en mayor cantidad que el del 
comercio. 

Terapéutica: El áloe de la zábila posee las mismas propiedades que el áloe 
que en el comercio se da como socotrino, pero es un poco menos activo que él: 
es un purgante tardío que congestiona las hemorroides, según las observacio- 
nes de los Dres. Terrés, Huici y Govantes. El efecto purgante se manifiesta 
acompañado de cólicos, con dosis de 0.30 á 0.80 centígramos. 

El Chicalote (Argemone mexicana). Papaveráceas. Vegeta en muchos Esta- 
dos de la República y se ha aclimatado fácilmente en Europa. 

Oliva dice que las semillas se consideran como emeto—catárticas, lo propia 
dicen algunos otros médicos respecto del jugo; el aceite ha sido estudiado más 
tarde encontrándole igual propiedad. El Sr. Charbonnier ingirió en ayunas 
30 gotas del aceite en un terrón de azúcar y después de una hora, tuvo tres 
deposiciones sin cólico ni molestia alguna; dos horas más tarde tuvo náuseas 
seguidas de vómitos. El mismo señor, experimentando en otras personas, ob- 


s 


MEDICO NACIONAL. 


285 


tuvo con la misma dosis efectos emeto—catárticos y con menor cantidad acción 
puramente purgante. El Sr. Ortega aplicó el aceite de semillas á tres indivi- 
duos que tenían su aparato digestivo en estado fisiológico, obteniendo los mis- 
mos efectos emeto—catárticos aun con menores dosis de las usadas por Char- 
bonnier. 

El Dr. Toussaint, en el Instituto Médico, obtuvo efectos purgantes en los pe- 
rros usando el aceite de las semillas. 

Algunos médicos extranjeros como Ainsle, Affleck y Bonavia, lo han reco- 
mendado como un buen purgante. 

Según la Farmacopea de la India, se debe usar el aceite recientemente pre- 
parado porque así tiene acción enérgica. 

Boequillon Limousin lo considera también como emeto—catártico. 

El Dr. Terrés dice que ha podido comprobar la acción purgante del aceite 
de las semillas, repetidas veces, pero que es necesario usar la preparación fres- 
ca, como aconseja la Farmacopea de la India, porque va perdiendo sus pro- 
piedades á medida que envejece, lo que hace suponer que contiene algún prin- 
cipio volátil. 

Las evacuaciones observadas por Terrés son abundantes, muy líquidas y no 
biliosas. 

Dosis: El aceite como emeto—catártico 20 á 40 gotas. 

El Añil (Zndigofera anil). Leguminosas. 

Vegeta en Michoacán. 

Esta planta se ha usado desde la antigiiedad tanto en la medicina como en 
la industria; el pigmento preparado con ella servía para teñir, y las hojas, fru- 
tos y raíces para curar; con las hojas se hacían cataplasmas ó cocimientos que 
se aplicaban para calmar el dolor y excesivo calor de la cabeza en los niños, y 
con Jas semillas en polvo curaban las úlceras. Los chinos toman la planta co- 
mo antídoto del arsénico y del mercurio, y un grano de añil puesto en la bo- 
ca, desleído con la saliva y tragado, les cura el hipo, según dice el Padre Al- 
zate; el Dr. Oliva cita el índigo como un buen anti-espasmódico; Duchesne 
dice que puede usarse para curar los cólicos intestinales, la locura, las inter- 
mitentes y la epilepsia; O'Reveil dice también que el índigo es muy alabado 
para curar la epilepsia, en la que había dado buenos resultados; entre nosotros 
el vulgo lo aplica con éxito sorprendente á veces, para curar el empacho de 
los niños (Enteritis con retención de materias indigestas); varios médicos me- 
xicanos lo han usado para combatir, sea los empachos de los niños ó la eclam- 
sia infantil, en cuya enfermedad lo usaba también Jaccoud envolviendo á los 
niños en una camisa teñida con añil. 

Los Dres. Altamirano y Domínguez se han ocupado de este asunto y han 
hecho estudios fisiológicos y aplicaciones terapéuticas del añil, encontrando 
por la aplicación del índigo blanco y el azul á varios perros, que estas subs- 
tancias provocaban siempre efectos purgantes más ó menos intensos; algunas 
veces los animales defecaban con tanto pujo que arrojaban en vez de heces, go- 
tas de sangre; los efectos purgantes aparecían hasta pasadas 14 ó 16 horas, y 


286 ANALES DEL INSTITUTO 


el tenesmo duraba 4 ó 5 días; las dosis fueron de 10 á 15 gramos de añil del 
comercio; nunca se presentaron fenómenos de intoxicación. 

De los experimentos hechos por los Dres. Domínguez y Altamirano, dedu- 
jeron estos señores: que el índigo azul y el blanco no tienen acción fisiológica 
general, y que obran como purgantes, ejerciendo este efecto sobre las últimas 
porciones del intestino; que duran largo tiempo y provocan fuertes contrac- 
ciones intestinales. 

Como hemos visto, se ha usado el añil contra varias enfermedades, princi- 
palmente para curar la epilepsía y el empacho en los niños. Las observacio- 

- nes hechas en el Instituto Médico por el Dr. Govantes, prueban que sus efec- 
tos sobre la epilepsía son muy variables, por lo que cree que se puede consi- 
derar este medicamento útil para mejorar á esos enfermos y alternarlo con los 
bromuros para evitar los inconvenientes de éstos. 

Pero para lo que ha servido verdaderamente ha sido para curar los empa- 
chos de los niños, pues la práctica de los Dres. Altamirano, Armendaris, Al- 
cacio, Morales, Dugés, de Guanajuato, y otros muchos, así lo comprueban. Las 
dosis han sido de 0.40 á 0.50 centígs. y hasta 1 gr., pero algunas personas han 
obtenido efectos purgantes enérgicos ton la primera, por lo que se cree que 
debe comenzarse por la de 0.25 centígs. en individuos cuya susceptibilidad no 
se conoce. Una fórmula muy usada contra.el empacho es como .sigue: Aceite 
de ricino 30 gr., añil en polvo fino 0.50 centígs. En una toma. 

Pega—ropa amarilla (Mentzelia hispida). Loaseas. 

Crece en el Estado de Oaxaca. 

Los indios le atribuyen propiedades purgantes, pero en el Instituto Médico 
en donde se ha ensayado, estos efectos han sido muy variables, pues sólo en 
algunos enfermos se ha observado la acción purgante. Esta se ha obtenido con 
el cocimiento de 25 gr. de la planta en 300 c. c. de agua, ó con el de 20 gr. 
de raíz. 

A los perros los purga á la dosis de 15 y 20 gramos el polvo de la raíz di- 
luído en agua, ó el extracto hidro-alcohólico en dosis de 10 gramos. 

El Palillo (Croton morifolius, variedad spherocarpus). Euforbiáceas. 

Crece en Guanajuato y es usada vulgarmente para curar dolores de estó- 
mago. 

El Dr. J. Chico se ocupó de la acción purgante de las semillas con las ob- 
servaciones recogidas por el Dr. Armendaris en el hospital de Belem. 

En el Instituto Médico se ministró á un perro de 4*400 el polvo preparado 
con tallos, hojas é inflorescencia á la dosis de 10 gr., y le produjo acción laxan- 
te ligera. 

El Dr. Armendaris tomó distraidamente una semilla de Palillo y tuvo eva- 
cuaciones, y le ocurrió preparar el aceite ensayándolo en enfermos del hospi- 
tal de Belem, en los que obtuvo efecto purgante á la dosis de 4 gotas emulsio- 
nadas con goma. Ese aceite untado en la piel no produjo pápulas. 

La Espinosilla (Leselia coccinea). Polimoniáceas. 

Vegeta en el Valle de México, en Puebla, Querétaro, ete. 


MEDICO NACIONAL. 287 


Oliva la considera como emeto—catártica algunas veces. 

En el Instituto siempre se obtuvo efecto vomi-purgante aplicando á perros 
el cocimiento ó infusión al 10 por ciento ó el extracto acuoso. Estos animales - 
tuvieron dos ó tres vómitos biliosos y otras tantas evacuaciones líquidas en 
dos ó tres horas. 

En la Clínica se observó que la acción vomi-purgante era manifiesta algu- 
nas veces en dosis de 80 gramos de tintura, 4 gr. 50 de extracto hidro-alcohó- 
lico y 2 gramos de extracto acuoso. 


Como se ve, presentamos algunas plantas mexicanas que poseen propieda- 
des purgantes indudables y unas cuantas cuyos efectos son dudosos. De las 
primeras se puede hacer uso desde luego tanto en la práctica nosocomial co- 
mo en la civil. ñ 

Alguna de estas como el Croton dioicus es, como hemos dicho, un purgan- 
te fiel y que se puede administrar fácilmente porque ofrece positivas ventajas. 

Más tarde completaremos el primer grupo, agregando las que se vayan es- 
tudiando en el Instituto Médico y que posean realmente esta propiedad, para 
aumentar el catálogo de plantas mexicanas útiles. 

México, Mayo 31 de 1900.—Juán Martinez del Campo. 


INFORMES 


De los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional 
durante el mes de Junio de 1900. 


SECCIÓN PRIMERA. 


Tengo la honra de poner en conocimiento de vd. que en el mes que finaliza 
concluí de numerar según el «Index» de Durand, los tomos V y VI del Catálo- 
go del Museo de Drogas. : 

Habiendo encontrado errado en la “Biología Centrali-Americana” el nú- 
mero de cita de una lámina del “Botanical Magazine,” al hacer la identifica- 
ción de una Cactea del género Cereus; recorrí los índices de los 119 volúmenes 
que hay de esa obra en la Biblioteca de la Sección, para rectificar las citas de 
ese género, y añadir los números de las láminas publicadas posteriormente á 
la Biología. 

Finalmente revisé los paquetes de dos estantes del Herbario con el objeto 
de agregar algunas plantas de las que están por distribuir, y también para 
separar aquellas que estuviesen atacadas por la larva de la palomilla. 

Renuevo á vd. mi atenta consideración. 

México, Junio 30 de 1900.—G. Alcocer.—Sr. Director del Instituto Médico 
Nacional.—Presente, 


288 ANALES DEL INSTITUTO 


Tengo el honor de informar á vd. de los trabajos'que he desempeñado en el 
departamento de Dibujo, del Instituto Médico Nacional, durante el mes de 
Junio del presente año. 

1 acuarela para el Album iconográfico de las plantas; de una “Tillandsia.” 

11 acuarelas de frutos secos y comestibles, procedentes de Guadalajara, pa- 
ra ilustrar una Memoria de la Dirección. 

2 copias al lápiz, de las fotografías de las plantas de Mociño que represen- 
tan: la «Cordia gerascanthus y la Cordia sebestena. 

Lo que tengo el honor de informar á vd., protestándole las seguridades de 
mis respetos. 

México, Junio 30 de 1900.—Adolfo Tenorio.—Al Sr. Director del Instituto 
Médico, Dr. Fernando Altamirano.—Presente. 


SECCIÓN SEGUNDA. 


Tengo el honor de informar á vd. de los trabajos que se han efectuado en 
el Laboratorio de mi cargo, durante el presente mes. 

Además de continuar los trabajos ya mencionados en el informe anterior, 
se hizo el análisis de una agua del depósito. general de la Penitenciaría, la cual 
con el oficio respectivo fué enviada por la Secretaría. 

Igualmente, por orden del Sr. Director, se comenzó el estudio analítico de 
las aguas de Tehuacán, cuyo trabajo está ya bastante avanzado y pronto se 
dará cuenta de él. 

Protesto á vd. las seguridades de mi atenta consideración. 

Libertad y Constitución. México, Juniv 30 de 1900.—M. Lozano y Castro. 
—Al Jefe de la Sección 2* del Instituto Médico Nacional.—Presente. 


Tengo el honor de informar á vd. que durante el mes que hoy termina, me 
he ocupado en hacer la análisis de dos muestras de aguas traídas de Chapala 
(E. de Jalisco), hechas por encargo del Sr. Director; estas análisis están ente- 
ramente concluídas y á las órdenes de la H. Junta de Profesores. 

También por encargo del Sr. Director y en unión del Sr. Lozano, nos he- 
mos ocupado de la análisis de las aguas de Tehuacán (E. de Puebla); tan pron- 
to como esté terminada tendremos la honra de remitir á vd. el resultado. 

Como de ordinario me he ocupado de llevar nota de las altas y bajas habi- 
das en la Sección, contándose entre aquellas diez volúmenes Apéndices á la 
obra de «la farmacia» de Dorvault. 

Ruego á vd. se sirva aceptar las seguridades de mi atenta y respetuosa con- 
sideración. 

Libertad y Constitución, México, Junio 30 de 1900.—F. F. Villaseñor.—Al 
C. Jefe de la Sección 2* del Instituto Médico Nacional.—Presente, 


M Y NACIO 289 


SECCIÓN TERCERA. 


Continuamos el estudio de la Tullidora teniendo en cuenta las observacio- 
nes que hizo el Sr. Godoy tratando de esta planta. Para este objeto se eligie- 
ron una paloma y un perro. A la primera le ministramos diariamente 10 gra- 
mos de jugo de frutos secos durante 29 días sin obtener más resultado que 
provocar una diarrea que aún persiste en el animal. 

El perro se sujetó también á esta experiencia durante los mismos 29 días, 
tomando 15 gramos del jugo por 15 veces y 20 gramos por los 14 días restan- 
tes. Dicho animal no presentó fenómeno alguno en todo el tiempo de esta ob- 
servación á pesar de haber tomado durante todo este tiempo 1,105 gramos de 
frutos de Tullidora. ' 

Dice el Sr. Godoy, hablando de esta planta: “En vista de los resultados cons- 
tantemente negativos, hay que suponer: ó que el capulineillo no es tóxico para 
los animales en que se ha experimentado ó que la substancia empleada no ha 
contenido el principio activo, ó que la administración por una sola vez no pro 
duce resultado, porque se necesite la ingestión repetida, según sucede normal- 
mente en las condiciones en que se presenta el fenómeno morboso en los ni- 
ños.” 

Ya hemos probado con experimentos que la planta no es tóxica para las pa- 
lomas y los perros en dosis relativamente considerables. Igualmente hemos 
comprobado que si en los frutos existe el principio tóxico como se infiere de 
las observaciones citadas por varios autores, serían éstos los que produjeran 
los fenómenos de parálisis que se les atribuye y hasta hoy nise han produci- 
do dichos fenómenos ni se les ha encontrado acción alguna manifiesta. 

Para completar el estudio del referido Sr. Godoy, hemos ministrado el ju- 
go de frutos á varios animales por un período de tiempo que no ha sido me- 
nor de 29 días y tampoco se ha visto la acción paralizante. Sin embargo, la 
experiencia de varios médicos, la convicción profunda que ha engendrado en 
otros el deseo, y la obra de experimentación, son razones para pensar que á 
juicio de estos facultativos el fenómeno patológico de la parálisis en los niños 
es indudablemete debido al Capulincillo ó Tullidora; pero los hechos resultan- 
tes de la experimentación ceñida rigurosamente á la ciencia farmacológica nos 
demuestran que tal acción paralizante no se produce en los animales. Dije en 
mi informe anterior que teníamos un perro portador de una fístula biliar ar- 
tificial y que el objeto principal con que se practicó ésta fué el de conocer la 
composición química de la bilis secretada por ese animal; pues bien, he hecho 
ya algunos análisis, determinando la cantidad de mucina, materias sólidas, áci- 
dos biliares, grasas, colesterina y sales minerales, datos que nos servirán pa- 
ra proseguir el estudio del agua de Tehuacán. Con este mismo objeto tenemos 
en observación varios animales á los que diariamente se les toma la tempera- 
tura, se mide su orina, se valoriza su uréa, alimentándolos siempre con la mis- 
ma cantidad de alimentos, 


Tomo IV.—40 


290 ANALES DEL INSTITUTO 


RA = = A —= 


El Sr. Dr. Altamirano contivúa su estudio bacteriológico de la misma agua 
y Otros trabajos que ha emprendido en esta Sección. 

El Sr. Vergara Lope sigue ocupándose de recoger las observaciones de los 
animales que tiene á cargo. 

El subscrito se ha ocupado además en redactar el artículo sobre la Tullidora 
que está casi concluído, en concurrir al Hospital de San Andrés con objeto de 
estudiar en compañía del Sr. Dr. Toussaint la anatomía patológica de los co- 
nejos muertos con signos de tuberculosis y de unas vísceras de puerco remiti- 
das á esta sección. 


México, 30 de Junio de 1900.—£. Armendaris. 


SECCION CUARTA. 


Tengo el honor de poner en conocimiento de la Junta de Profesores que los 
trabajos llevados á cabo en la Sección 4% del Instituto Médico Nacional han 
sido los que á continuación se expresan: 

Visita diaria á los enfermos de la Sala de Terapéutica Clínica en el Hospi- 
tal de San Andrés. 

Continuación del estudio de la Jícama (Dolicos palmatilobus), del Tequam- 
patli (Gonolobus.....), del Cereus, del Axocopaque (Gaultheria ¿ovata?) y del 
agua de Tehuacán. 

La Jícama fué ministrada bajo la forma de-aceite extraído de las semillas, 
emulsionado con goma y aromatizado con esencia de menta, en dosis de 30 á 
60 gramos, á nueve enfermos, en los que por distintos motivos estaba indica- 
do un purgante. En seis de ellos el efecto indicado fué manifiesto y se obtuvo 
de dos á cinco horas después de haberlo tomado, en cuatro casos sin cólicos 
intestinales y en dos con ligeros dolores de vientre. A un enfermo no le hizo 
efecto porque lo vomitó poco tiempo después de haberlo tomado, y en los dus 
últimos tampoco se obtuvo resultado, á pesar de haber tomado uno 40 y otro 
60 gramos del mencionado aceite. l 

El Tequampatli se prescribió á cuatro enfermos: en tres con el intento de 
buscar las propiedades purgantes que se le han atribuído, y en uno con el de 
averiguar si posee las arti-térmicas que también se le han señalado. 

Jesús Ortiz padece de tuberculosis pulmonar crónica. A principios del mes, 
como sufriera de recargo intestinal por defecación insuficiente, y de inapeten- 
cia marcada, se le prescribió un cocimiento hecho con 25 gramos de raíz de 
Tequampatli en 200 de agua, y no le produjo una sola evacuación, por lo que 
fué necesario recurrir á un purgante reconocidamente eficaz. 

Mariano León padece constipación tenaz. El 24 del presente llevaba tres 
días sin evacuar, y se le ordena que tome un cocimiento hecho con 30 gramos 
de la misma raíz de Tequampatli, que tampoco produjo efecto alguno, por lo 
que fué necesario recetarle al día siguiente 30 gramos de aceite de ricino. 

Estanislao Andrade tuvo una indigestión el día 19 del presente, y se le re- 
cetó cocimiento de 25 gramos de la susodicha raíz, sin efecto alguno. 


MEDICO NACIQINAn 291 


No se observó acción anti-térmica en el enfermo Bonifacio González 
que padecía, entre otros males, una pleuresía del lado izquierdo, y á quien se 
ministró el cocimiento de toda la planta desde el 10 hasta el 30 por ciento, du- 
rante cinco días, y en dosis de 120c.c. diarios. Se tuvo cuidado de tomar la 
temperatura de este enfermo pocos momentos antes de darle la bebida de Te- 
quampatli, y media hora después de haberla tomado, y en ninguna de las ob- 
servaciones se notó la menor defervecencia; antes por el contrario, en dos días 
se observó que el O subió algunos décimos después de hacer uso de 
la droga. 

El Cereus se usó dos veces en el mes: en una se prescribió á Manuel Hidal- 
go que ocupa la cama número 14 del servicio de Terapéutica, afectado de le- 
sión doble de la válvula mitral y taquicardia marcada, la tintura de flores de 
Cereus serpentinus, en dosís de diez gotas tres veces al día durante tres días, 
quince gotas durante otros tres, y veinte gotas también ter por espacio de seis 
días, y el resultado ha sido que la taquicardia ha disminuído considerablemen- 
te, que la orina ha aumentado y que el estado general del enfermo se ha me- 
jorado. 

El otro caso se refiere á Justo Macías que ocupa la cama núm. 5 de la 2% 
Sala de Sífilis y que está afactado de chancros simples y sufre con frecuencia 
palpitaciones nerviosas para las que ha tomado bromuros sin éxito. Desde fines 
de Mayo se le prescriben quince gotas ter de tintura de tallos de Cereus gran- 
diflorus; cuya medicación se sostiene durante una semana, al fin de la cual el 
enfermo se siente muy aliviado de sus palpitaciones y pide su alta. 

El "Axocopaque bajo la forma de extracto fluido, fué ministrado á Bonifa- 
cio González y á F. García, que padecían reumatismo articular crónico, y á 
pesar de haber subido las dosis hasta diez y doce gramos diarios, y haberla 
sostenido más de una semana. no obtuvieron dichos enfermos modificación al- 
guna en sus padecimientos. Se hizo uso también en ellos de la tintura en apli- 
caciones externas á los lugares dolorosos. 

La enferma de cólicos nefríticos que tiene en observación el Dr. Armenda- 
ris ha seguido tomando durante el presente mes agua de Tehuacán y no ha 
tenido el cólico. 

Lo mismo ha pasado con las señoras D..... afectadas una de cólicos hepáti- 
cos y otra de dispepsia hiperclorhídrica, que atiende el subscrito. Las dos han 
estado bien el mes actual y han seguido tomando el agua de Tehuacán por 
única medicina. 

Nos hemos ocupado también de seguir coleccionando datos sobre los ma- 
nantiales de aguas minerales que existen en el país; corregimos las pruebas 
de imprenta correspondientes al informe de la Sección de Noviembre de 1899 
y al trabajo reglamentario del Dr. Cicero. 

Este señor ha prestado su contingente en todas las labores y además hizo 
la versión al francés de un artículo del Sr. Dr. Altamirano sobre la Pimienta 
de tierra (Peperonia umbilicata), y otro sobre la acción fisiológica del Estafia- 
te (Artemisia mexicana).: 


292 ANALES DEL INSTITUTO 


Acompaño los informes del Dr. Orvañanos, Jefe de la Sección 5%, del pro- 
fesor Juan M. Noriega, Ayudante de esta Sección, y del Dr. Bulman, Colabo- 
rador del Instituto. sl 

México, Junio 30 de 1900.—Juan Martínez del Campo., 


Instituto Médico Nacional.—Tengo el honor de poner en conocimiento de 
vd. que durante el mes que hoy termina, se han usado en el servicio que está 
á mi cargo en el Hospital de San Andrés, los medicamentos nacionales siguien- 
tes: Chapuz, Zapote blaneo y Axocopaque. 

El primero, es decir el Chapuz, lo he ministrado á un enfermo afectado de 
hemiplegia con las precauciones que exige ese medicamento y no puedo decir 
todavía el resultado. 

El Zapote lo he prescrito como hipnótico á varios enfermos y he notado úl- 
timamente que no les produce ese efecto, sin saber hasta altora la causa. 

El Axocopaque se ha aplicado en fricciones á aos enfermos afectados de reu- 
matismo muscular sub—agudo, con buen resultado. 

Protesto á vd. mi estimación. 

México, Junio 30 de 1900.—D. Orvañanos.—Al Jefe de la Sección 4% Dr. 
Juan Martínez del Campo.—Presente. 


- 

Tengo la honra de informar á vd., que en el curso del mes que hoy termi- 
na he preparado una nueva cantidad de aceite de Jícama, siguiendo el mismo 
procedimiento que en la preparación anterior ó sea por medio del éter de pe- 
tróleo, cuya cantidad es de 580 gramos. Antes de terminar esta preparación 
se empleó una pequeña cantidad del mismo aceite facilitado por la Sección de 
Fisiología. Se han usado los medicamentos siguientes: Para el servicio de la 
Sala de su cargo: aceite de Jícama, extracto fluido de Axocopaque, tintura de 
Cereus serpentinus y cocimiento de Tequampatli. Para la Sala del Sr. Dr. Ci- 
cero: extracto fluido de Cereus gradiflorus, cocimiento de Tequampatli y aceite 
de Jícama. Para la del Sr. Dr. Orvañanos: extracto de Chapuz, de Zapote 
blanco y de Axocopaque y para la del Sr. Dr. Bulman: aceite de Jícama y ex- 
tracto fluido de Palo del Muerto. 

Protesto á vd. mis respetos. 

México, Junio 30 de 1900.—J. M. Noriega.—Al Jefe de la Sección 4* del 
Instituto Médico Nacional, Dr. Juan Martínez del Campo.—Presente. 


En la 2? Sala de Medicina de Mujeres se han ensayado en el presente mes 
el aceite de Jícama como purgante y á la dosis de 30 gramos, emulsionado, y 
con dos gotas de menta, en una enferma de gastro-gnteritis; á la media hora 


MEDICO NACIONAL. 293 


de la ingestión tuvo vómitos alimenticios y diez evacuaciones cortas, líquidas, 
con cólico, de notorio mal olor. En otra doliente de tabes dorsal fracasó; una 
alcohólica lo tomó adicionado con 20 gramos de leche y tuvo al día siguiente 
evacuación abundante, líquida, amarilla, sin cólico. 

El agua de Tehuacán tomada á pasto y como único medicamento curó el 
catarro biliar de la enferma Antonia González. La Srita. Profesora E. Gr. de- 
jó de tomar el agua de Tehuacán y se presentaron los cólicos con los caracte- 
res descritos en informes anteriores. 

Hice la necropsia de un conejo y cortes histológicos de intestino y pulmón, 

México, Junio 30 de 1900.— Bulman. 


SECCIÓN QUINTA. 


Tengo la honra de informar á la Junta, que durante el mes que hoy termi- 
na se han ejecutado los trabajos siguientes en la Sección de mi cargo: 

Se continuó pasando en limpio el «Indice de Geografía Médica.» 

Se redactó el trabajo reglamentario anual que hoy tengo la honra de pre- 
sentar á la Junta, bajo el título. «¿Hay focos de lepra en México y sus cerca- 
nías.» 

Y por último se continuó el estudio en el Hospital, de algunas plantas na- 
cionales, según consta en el informe que se remitió á la Sección 4* 

México, Junio 30 de 1900.—D. Orvañanos. 


LECTURA DE TURNO. 


¿Hay focos de lepra en México y sus cercanías? 


El Dr. Douglass W. Mongomery, de San Francisco California, remitió á 
este Instituto un opúsculo titulado “Contagio de la Lepra, según se observa 
en San Francisco (“Contagion in Leprosy, as observed in San Francisco.” 
En este opúsculo demustra el Dr. Montgomery que en los Estados Unidos la 
región que está al Oeste de las Montañas Rocallosas, parece ser no sólo el 
recipiente de un gran número de leprosos, que provienen de diversos países 
donde prevalece la enfermedad, sino también un foco del cual se pr ayan la 
misma, y amenaza extenderse al resto del país. 

El opúsculo del Dr. Montgomery pasó, por acuerdo del Sr. Director de 
este Instituto, al Dr. D. Ricardo E. Cicero, para que se sirviese informar, y 
en un escrito lleno de erudición, analiza dicho señor el opúsculo ya referido. 


294 ANALES DEL INSTITUTO 


Indica estar de acuerdo con la opinión del Dr. Montgomery, y más adelante 
dice así: “A nosotros, como vecinos inmediatos de este último país (Estados 
Unidos), nos interesa también mucho el asunto, tanto porque las comunica- 
ciones fáciles y las relaciones crecientes nos exponen á que, una vez domici- 
liada allí la enfermedad, invada igualmente nuestro territorio, cuanto porque 
la inmigración, cada día en crecientes proporciones, de chinos á nuestro país, 
constituye directamente un peligro del mismo orden.” 

Dice después: “Aquí tal vez debiéramos preocuparnos más todavía, pues 
en varios puntos de nuestro país hay fucos activos de lepra que se ven seña- 
lados en el interesante “Ensayo de Greografía Médica” del Dr. Orvañanos, 
publicado bajo los auspicios de nuestro Instituto. Uno de dichos focos está á 
las puertas mismas de la Capital, en la Prefectura de Xochimilco, y sería po-. 
sitivamente una fatalidad, que es necesario evitar, que los focos se multipli- 
casen ó adquiriesen mayor actividad.” 

El Señor Director del Instituto, en vista del dictamen del Dr. Cicero, con 
el objeto de averiguar si hay focos de lepra cercanos á la Capital, dispuso que 
la Sección 5* hiciese un estudio del asunto, y rindiese su informe dentro del 
curso del mes, teniendo presente el opúsculo sobre “El mal de San Lázaro,” 
publicado por los Dres. Lucio y Alvarado. Por lo tanto, esta Sección se ha 
encargado del estudio referido, y rinde ahora su informe, aprovechando su 
turno de trabajo reglamentario. 


ES 
Ho * 


Para poder averiguar si hay focos de lepra en la ciudad de México ó sus 
cercanías y si, como asientan los Dres. Lucio ¡y Alvarado en su opúsculo, es 
muy común que los enfermos de lepra que hay en esta ciudad, provengan 
del Distrito de Xochimilco, pasé el día 20 del corriente al Hospital Juárez, 
con el objeto de tomar personalmente todos los datos que fuesen conducentes 
al esclarecimiento de este asunto. El Sr. Dr. D. Manuel Soriano, tan empe- 
ñoso en la formación de las estadísticas de este hospital, como en todo lo que 
tiene á su cargo, me facilitó desde luego casi todos los datos que necesitaba; 
y después, en los días siguientes, adquirí, con los enfermos mismos, algunos 
otros que me faltaban para completar el cuadro adjunto. 

Se puede ver, por dicho cuadro, que hay actualmente diez enfermos de le- 
pra en el Hospital Juárez; de éstos, siete hombres y tres mujeres. El año de 
1851 había en el antiguo hospital de San Lázaro cuarenta y un enfermos?, 
y el año de 1888 solamente treinta en el departamento del Hospital Juárez 
destinado á los lazarinos; así es que disminuyó la enfermedad un 27.50 pS 
en 37 años. Como actualmente hay diez enfermos, según hemos visto, ha dis- 
minuído un 66.60 p = en los últimos 12 años, y si hacemos la comparación 


1 “Opúsculo sobre el Mal de San Lázaro ó Elefunciacis de los Griegos,” escrito por los 
Profesores de Medicina y Cirugia Rafael Lucio é Ignacio Alvarado.—México, 1852, pági- 
na $. 


MEDICO NACIONAL. 295 


del año de 1851 con el presente, se verá que en la actualidad ha disminuido 
un 75.60 pe. 

Ahora bien, ¿esta diminución es real; es decir, esta cifra es la expresión de 
lo que pasa en el Distrito Federal? Creemos que no se puede llegar de una 
manera absoluta á esta conclusión, pero que si se considera: 1% Que la mayor 
parte de Jos médicos antiguos que ejercen en el Distrito Federal han creído 
notar una diminución cada vez más marcada del Mal de San Lázaro; 2? Que 
cuando los que padecen de esta enfermedad llegan al último período, es tal 
el horror que inspiran y l. dificil que se hace para ellos el ganarse la sub- 
sistencia, que no pueden menos que recurrir á la caridad pública y recluirse 
en el hospital, sí podremos concluir que ha disminuido la lepra en el Distri- 
to Federal. 

Sin embargo, la diminución no es considerable, pues los médicos que tie- 
nen oportunidad, por su ejercicio especial, de ver leprosos, pueden atestiguar 
que éstos no son tan raros como se cree generalmente. 

El Dr. Fernando López me ha dicho que ve alguna que otra vez afeccio- 
nes oculares de naturaleza leprosa, y el Dr. Francisco de P. Leal, Inspector 
Sanitario de la Prefectura de Xochimilco, ha podido observar en las muni- 
cipalidades de Tulyehualco y Tlahuac, de esta prefectura, que viven allí uno 
que otro leproso, y cada año, en los cuadros de mortalidad que este señor pre- 
senta al Consejo Superior de Salubridad, indica que uno ó dos individuos han 
muerto del mal de lepra. Por el año de 1851, que tenía á su cargo el hospi- 
tal de San Lázaro el Sr. Dr. Lucio, la mayor parte de los enfermos prove- 
nían de Xochimilco y de los pueblos situados á orillas del canal nacional, y 
ahora, como se puede ver en el cuadro que acompaña á esta memoria, no 
hay ninguno que provenga de esas localidades. De manera que puede ase- 
gurarse que muchos de los enfermos atacados de lepra pasan casi desaperci- 
bidos y que solamente los que se hallan en el último grado de pobreza son 
los que solicitan asilo en el hospital. 

Otra circunstancia puede explicar también el reducido número de enfermos 
que ahora existen, y es la siguiente: en los siglos pasados se creyó, y con justi- 
cia, tanto en México como en Europa, que la lepra era un mal contagioso; así 
es que se obligaba á todos los enfermos á recluirse en el hospital, que en Méxi- 
co, como se sabe, estaba fuera del recinto de la ciudad y muy lejos de las ha- 
bitaciones. Todo el mundo veía con horror á los enfermos, quienes, por lo 
mismo, aun gozando á veces de alguna comodidad, buscaban una vida más 
tranquila y libre de desaires y desengaños en el hospital de San Lázaro. No 
cabe duda para mí que el sostenimiento de este hospital, durante casi tres 
siglos, en las condiciones de aislamiento en que se encontraba, ha tenido una 
buena parte en la diminución progresiva de la enfermedad entre noso- 
tros. 

El año de 1851, cuando apareció el opúsculo del Sr. Dr. Lucio, en el que 
aducía muchas pruebas de la no contagiosidad de la enfermedad, tanto el pú- 
blico como los enfermos mismos comenzaron á ser menos severos en lo que 


296 ANALES DEL INSTITUTO 


se refería al aislamiento, y por último, el año de 1863 se dispuso que los en- 
fermos del hospital de San Lázaro pasasen al hospital de San Pablo, hoy 
Juárez. Tuvieron allí durante algunos años una sala separada, pero después 
se les acomodó indistintamente en diversas salas, donde se juzgó más ade- 
cuado. Esta circunstancia dió origen para que algunos se separaran del hos- 
pital, según me refirió el Dr. Joaquín Gómez, que estaba encargado,entonces 
del departamento de lazarinos, y disminuyendo estos enfermos en el hospital, 
se puede creer, ahora que se estudia la estadística referente á este asunto, que 
esa diminución ha tenido también por causa la diminución de esta clase de 
enfermos, tanto en la ciudad como en sus alrededores, lo que no es del todo 
exacto. 

En la actualidad hay otra razón para que estos enfermos no ingresen al. 
hospital Juárez, pues los tienen asilados en el departamento de infecciosos y 
confundidos de hecho con los de erisipela y de tifo, de tal manera, que no 
hace mucho murieron dos de estos enfermos, que contrajeron el tifo en el 
hospital. 

Se deduce de todo lo anterior que, aunque es seguro que la lepra ha dismi- 
nuído entre nosotros, no lo es al grado que A los datos que arroja la 
estadística del hospital Juárez. 


* 
xk 


Vamos á averiguar ahora si existen todavía en la capital y en sus cerca- 
nías algunos focos activos del mal de lepra. En el cuadro que acompaña á 
esta memoria se puede ver que tres de los enfermos, á saber: Juan Cerezo, 
Soledad Cañedo y María Díaz, han nacido en la capital, nunca han salido de 
ella y son bastante jóvenes, pues el primero tiene veintinueve años, la segun- 
da diez y ocho y la tercera diez y siete; así es que puede asegurarse que han con- 
traído la enfermedad en esta capital y en una época relativamente reciente. 

Respecto de dos de ellos no hay antecedentes de contagio, pero sí respecto 
de Soledad Cañedo, quien, según todas las probabilidades, se contagió de la 
madre. 

Tenemos otros tres enfermos, que son: Pedro Cano, Tiburcio Olvera y Juan 
Cisneros, que no es imposible que hayan adquirido la enfermedad en Méxi- 
co, pues el primero la contrajo seis años después de residencia en la capital, 
el segundo cuatro años y el tercero seis años después. Pudiera ser que vi- 
nieran á México durante el período de incubación de la enfermedad, la cual, 
como se sabe, suele ser á veces hasta de veinte y treinta años de duración; 
pero como este período tan largo de incubación es excepcional, es muy po- 
sible, como antes deciamos, que la hayan contraído, los enfermos de que ha- 
blamos, durante su residencia entre nosotros. 

Que hay un foco activo en la prefectura de Xochimilco lo comprueba lo 
observado por el Sr. Dr. Leal, como antes indicamos, y los informes sobre 
mortalidad que este señor rinde al Consejo anualmente. Uno ó dos muertos 


de lepra al año en la prefectura de Xochimilco, que tiene más de cuarenta 
«mil habitantes, es de llamar la atención, é indica que subsiste de una mane- 
ra activa el foco de lepra que hemos tenido allí desde tiempo inmemorial. 

Una vez llegado aquí, debería yo poner fin á mi Memoria, pero no creo 
deba dispensarme de entrar en algunas consideraciones, aunque sea somera- 
mente, acerca del estado actual de la lepra entre nosotros. 

Hemos visto que la enfermedad ha venido disminuyendo, pero no en el 
grado que pudiera creerse después de un estudio poco detenido del asunto, 
mas también hemos visto que todavía tenemos focos activos de la enfermedad 
en la ciudad de México y en las Municipalidades de Tulyehualco y Tláhuac, 
de la Prefectura de Xochimilco. 

Ahora bien, no conocemos, como dice el Dr. Montgomery en su opúsculo, 
las condiciones que favorecen la propagación de la enfermedad; no sabemos 
por qué ciertas enfermedades contagiosas se propagan cou una rapidez alar- 
mante en algunos años ó en algunas series de años, y después disminuyen ó 
aun llegan á desaparecer, y si no estamos alerta y ponemos en práctica las 
medidas que después indicaremos, nos puede suceder lo que ha pasado en 
Riga y que refiere de este modo el expresado Dr. Montgomery: 

“Riga, una ciudad de 250,000 habitantes, es el centro comercial más activo 
de las provincias rusas del Báltico. Von Bergmann dice que indudablmente 
en la Edad Media hubo lepra en la ciudad, pero que desapareció con el trans- 
curso del tiempo, y que el último hospital para leprosos se clausuró hace dos- 
cientos años, quedando Riga tan libre de la plaga como Berlin ó Viena. El 
conocimiento mismo de la enfermedad se había desvanecido, y dice el escri- 
tor que cuando ahora se muestra algún caso de lepra á los médicos más vie- 
jos, aseguran no haber visto antes enfermedad alguna que se le pareciera. 
Los registros del hospital manifiestan, sin embargo, que desde el principio 
de la sexta década se habían admitido dos ó tres pacientes cada año, con el 
carácter de leprosos; pero que provenían de otros distritos. Entre 1870 y 
1880, sin embargo, se registraron ya algunos habitantes de Riga como lepro- 
sos, y después el número aumentó rápidamente, porque en los años de 1881 
á 1886 se admitieron 27 pacientes, y de 1887 á 1890, 64. Según Von Berg- 
mann, los hechos parecen demostrar que Riga estuvo libre de lepra, con 
excepción de algunos pocos pacientes que había en otras ciudades, y que es- 
tos pacientes no propagaron el padecimiento en la ciudad, porque las condi- 
ciones no fueron favorables para su propagación.” 

La descripción que hace Von Bergmann de lo que ha pasado en Riga, se 
podría también aplicar á la ciudad de México, con cortas variaciones, y el 
ejemplo de esa ciudad nos debe servir de enseñanza para poder conjurar el 
peligro oportunamente. 

En la página 60 del “Ensayo de Geografía Médica y Climatología de la 
República Mexicana,” decíamos lo siguiente: 

“Es necesario, por lo mismo, que se practique un censo minucioso de los 
distritos donde hay lazarinos, castigando con penas muy severas la oculta- 


Tomo TV.- 41 


298 : ANALES DEL INSTITUTO 


ción de los enfermos, y examinando, á propósito de éstos y con todo el cuida- 
do que requiere la importancia del asunto, la influencia que hayan podido te-* 
ner la herencia y el contagio, así como la parte que se puede atribuir á las 
causas que sólo son predisponentes. Según el resultado que se obtenga con 
esas investigaciones y su comparación con el censo siguiente, practicado dos 
ó tres años más tarde, se podrá concluir si, como lo creemos, es necesario el 
aislamiento de los enfermos en lazaretos especiales, colocados conveniente- 
mente; si bastará cambiar las condiciones higiénicas de las localidades, ó siá 
la iniciativa particular solamente le corresponderá ponerse á cubierto de los 
peligros de contraer la enfermedad. 

“Urge resolver estas cuestiones, que interesan tanto á los desgraciados en- 
fermos como al desarrollo y prosperidad de la República.” 

Tenemos ahora otro peligro inminente de propagación de la lepra, y es el 
que podrá traernos la inmigración china, cada vez más creciente en nuestro 
país, y hacia el lado del Pacífico particularmente. 

A este propósito dice el Dr. Cicero lo siguiente: “Sise examinan en el men- 
cionado Ensayo de Geografía Médica la carta relativa á la distribución del 
Mal de San Lázaro, se nota fácilmente que es en las costas del Pacífico (más 
particularmente en el Estado de Sinaloa) donde los focos son más abundan- 
tes y más activos. Ahora bien, la inmigración china se efectúa sobre todo en 
esa costa, y si no se le ponen ciertas trabas, el remedio aconsejado por el Dr. 
Montgomery, la segregación ó deportación de los leprosos y el examen cui- 
dadoso de los inmigrantes de países de lepra, ú otros que se juzguen más hu- 
manos y eficaces, veremos con tristeza multiplicarse y aumentar de actividad 
los focos leprosos.” 

Por nuestra parte creemos que sería un medio más radical prohibir la in- 
migración china, pues es bien sabido que el 20 pS de los habitantes del Ce- 
leste Imperio están afectados de lepra (Ensayo, pág. 56), y siendo el período 
de incubación de la enfermedad tan largo á veces, es enteramente seguro que 
muchos presentarían después de algún tiempo los caracteres de la enferme- 
dad, y cuando se pusieran, si era posible en todos los casos, las medidas con- 
venientes para evitar el contagio, no sería difícil que éste se hubiera verifi- 
cado ya en un número mayor ó menor de personas. 

Toca á las autoridades administrativa y sanitaria resolver en definitiva so- 
bre tan importante asunto. 


México, 30 de Junio de 1900,—D. Orvañanos. 


299 


IONAL. 


" 
4 


MEDICO NAC 


'006T 9p OLtIN 9P 08 “999 


"SOJ8P SO] OPUBULO) UB(EIS9 IS AND UA SEIP SO] UD OLIDUL OWIIAJUA MIS 


"ey on | Ate on | ** oxejoonty) | **“""oue T 9 | “"eors9o3souy |66  “914(T 93 | 8S | "*9YA SNS9f 9P "A 
“gp e e] "019uq01g O A 0 “ g| esopnoieqnL |6g6 ommpsg | 8T |" 0pasueo peparos 
09 66 *==*:**O9IXOTA] "001x9[ 10 OLYN 6 9 cono... wap] 36 orun f G JN A ET LIB IN 
“ “6 "180304 5T, "8 .... 6 Ol e p room. no.. vwopT 006 OXBIN 9% D£ ******SOJ9USIO) uenf 
e ds o OO" **"*"SOUR ZT (99 g ..o...oo. wep] 66 "910 () €T TZ "RIA TO 0rm.MQqLL 
00 00 +=" O0IX9 “001X9[ 10 or Ñ Ys OI .oo..o... vop] 66 "9190 em 6% se OZ9O6) uen f 
a ds “=== uedena y | ssosou 1 | ssoue 6 | 0000000 uepI [66 “exqdg pI| <z “949 4 OPS 
d En ss igor | >" uep] | uep] | eors9jssuy [66 OZIBIN S | 93 | *29UIJIBIL 09.689) 
sl E BR) GT pas esopnolsqn 6. UNE] Se | UE 01 pad 
'£egy ON | “ty ON |“ ouezodenh) | e soure g | "soUt 9 | *"eors93sou y |/6 TMV 83 | Sc "zon bze A oueridr) 
*"sOUB 
| 
*SOTI8J1P919U "0158]U09 *0JU9JUIIOBU DP “1eydeo Pepau19Juo *"pepa1u.1oJua 6] op “rey dsoy *“PBDH *00119JU9 [9P SIQUON "uopio | 
soyuopadaJuy aaa 130 a 1) as O dE 'BUIIOH [8 8PB.1JU9 IP BUYDIA MÍN 


e] ap toodH 


¿ZAUYAL,, ¡ppdsoy 79 ua vyof D 
DISDY SOUDNSILO VAART 9p SOWIILUS SO] Y SOMDJ94 sOPDP soppdiowrd so] msoYJa and) 


OUVLISA : 


0 NO HO O 00 O 


300 ANALES DEL INSTITUTO 


La Medicina entre los mexicanos primitivos. 


Con este título publica “Le Correspondant Médical” de Paris lo siguiente: 


159 

La Medicina gozaba gran favor en México antes del descubrimiento de 
América. El Doctor Raffour, que se ha ocupado de este tema en su tesis, re- 
fiere ejemplos muy instructivos. 

Supieron los mexicanos reconocer y clasificar las principales enfermedades 
y los principales remedios. Cada uno de éstos iba acompañado de un verda- 
dero régimen. 

En algunos puntos eran superiores á nosotros: practicaban la puericultura 
desde el seno materno. Toda embarazada debía descansar, se la prohibía 
cualquier fatiga que pudiera perjudicarla. Esas mismas recomendaciones las 
ha hecho el profesor Pinard en los últimos años de este siglo. 

La comadrona sabía practicar la versión por maniobras externas. Practi- 
caba la embriotomía introduciendo en la matriz su mano armada de un cu- 
chillo especial. 

Los mexicanos estimaban mucho la balneación fría y los baños de vapor; 
era uno de sus remedios favoritos para numerosas enfermedades. 

Conocían la sangría y la practicaban con espinas de maguey; incindían los 
abscesos, reducían las fracturas y hasta practicaban la trepanación. 

Cuando los cirujanos hacían una operación dolorosa, daban á los pacientes 
plantas narcóticas y estupefacientes para que no sintieran el dolor. En cam- 
bio, en Europa no se conoció ningún anestésico hasta 1840, en que se descu- 
brió el éter. 

Podríamos multiplicar las citas. Basten las anteriores para demostrar que 
los mexicanos superaban quizás, por los conocimientos médicos, á sus con- 
quistadores europeos. ' 

Hasta aquí lo escrito por nuestro colega parisiense. Podemos añadir que 
los nombres empleados por nuestros antecesores para designar las plantas en 
muchos casos llevan en su etimología, ó bien los caracteres botánicos para 
distinguirlas, ó bien las propiedades terapéuticas; ejemplo de lo primero es 
el cempoalzuchitl y de lo segundo el yolozochitl. Mucho antes que los botá- 
nicos europeos, los botánicos mexicanos habían fijado su atención en los ca- 
racteres de las flores y tenían estudiadas en plantas medicinales propiedades 
terapéuticas no desmentidas por el tiempo. 


Es un , Establecimiento cieftifico que tiene por objeto el estudio de la fatlto, flora, 
- climatología y geografía médica nacionales ] y sus aplicaciones terapéuticas. 
Está dividido en las siguientes Secciones: - > 
12— De Historia natural Médica. Se ocup en colectar, clasificar, describir y conser- 
mn SER diferentes especies de plantas y animales. : 
il —De Química analítica. Tiene por objeto la análisis respectiva, y suministrar los 
pino activos y preparaciones necesarias para la experimentación. 
—De Fisiología experimental. Esta Sección está encargada de estudiar los efectos 
RS de las substancias aisladas por los profesores de Química. 
43 —De Terapéutica clínica. Hace la aplicación á la patología humana, de los medica- 
- mentos ya experimentados en los animales, 3 
-5%—De Climatología y Geografía médicas. - 


Este periódico es el órgano del Instituto, y sus redactores, que tienen gran interésen 
adquirir todas las noticias relativas al objeto del Establecimiento, se permiten suplicar 
á las corporaciones científicas análogas se sirvan establecer el canje respectivo de pu- 
blicaciones 


LA PRIMERA PARTE DE LOS DATOS 


PARA LA 


MATERIA MEDICA MEXICANA. 


Se encuentra de venta: 


En México.—En la Plazuela de la Candelarita núm. 3; en la 22 calle de Vanegas (Bo- h 
tica) y en las principales librerías de la capital. 
£n Paris —Chez M. Géorges Carré, editeur, 3 rue Racine á Paris. 


AVIS. 


Tout ouvrage dont il sera envoyé deux exemplaires A l'adresse ci-dessous sera ob-- AE 
jet d'une étude bibliographique qu'on publiera dans les Annales. 


Nons prions les directeurs de journaux qui voudront bien établir Véchange avec nos 
Annales d”adresser leurs publications a PInstituto Médico Nacional de México Plazuez 
la de la Candelarita núm 3.—México. (D. F. ) 7 


DEL 


INSTITUTO MEDICO NACIONAL DE MEXICO 


En la República Mexicana. 


Sr. Dr. Francisco Bulman.—3* del Reloj 13. 

Sr. Dr. Carbajal Antonio.—Calle del Jardin de San Fernando núm. 10. México (D. F.). 

Sr. Dr. Dugés Alfredo.—NATURALISTA. Guanajuato. (E. de Guanajuato.) 

Sr. Ingeniero Ferrari Pérez Fernando.—Director de la Sección de Historia Natural de la 
Comisión Geográfico Exploradora. Profesor de Tecnología en la Escuela Nacional de Agri- 
cultura. Fisico. Químico. NATURALISTA. Calle de los Siete Príncipes n% 16. México (D. F.) 

Sr. Dr. Gayol Fernando.—Calle Cerrada de Santa Teresa núm. 5. México (D. F.). 

Sr. Dr. Gómez Elías.—Cuernavaca (E. de Morelos). 

Sr. Dr. Hernández Francisco.—Apatzingán (E. de Michoacán). 

Sr. Profesor en Farmacia Herrera Alfonso.—Profesor de Historia Natural en la Escuela 
Normal para Profesores y de Historia de Drogas en la Escuela Nacional de Medicina de 
México. NATURALISTA. Calle 3? de la Ribera de Santa María núm. 6. México (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Herrera Alfonso L.—Ayudante Naturalista en el Museo Nacio- 
nal de México. ZooLoGIsTa. Calle 3? de la Ribera de Santa María núm. 6. México. (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Lasso de la Vega José Maria.—3* Calle del Reloj. Botica. México 

D. F.). 
, Sr. De. León Nicolás.—Tepeji del Rio (Estado de Querétaro). 

Sr. Dr. Medal Juan.—Morelia. (E. de Michoacán). 

Sr. Dr. Mendizabal Gregorio.—Calle de Montealegre núm. 10, México. (D. F.). 

Sr. Dr. Noriega Tomás.—Caleras núm. 6. México. (D. F.). 

Sr. Dr. Otero Miguel.—San Luis Potosí. (E. de 8. L. P.). 

Sr. Dr. Parra Gabriel. —Tlatlauquitepec (E. de Puebla). 

Sr. Profesor en Farmacia Puga Adrián.—QuímICA Y FARMACOGNOSIA. Botica de la Compa- 
ñia. Guadalajara (E. de Jalisco). 

Sr. Ingeniero Puga Guillermo B.—México. Tacubaya. (D. F.). 

Sr. Dr. Peña Cutberto.—Córdoba (E. de Veracruz). 

Sr. Lic. Rebollar Rafael.—2* Calle de Necatitlán núm. 22. México (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Reyes Julio.—México (D. F.). 

Sr. Ingeniero Robirosa José N.—San Juan Bautista (E. de Tabasco). 

Sr. Ing. José C. Segura.—Escuela de Agricultura, 

Sr. Dr. Torres Ezequiel.—Chihuahua (E. de Chihuahua). 

Sr. Profesor Urcelay y Martínez Alberto M.—Mérida (E. de Yucatán.) 

Sr. Dr. Urbina Manuel.—Director interino y Profesor de Zoología Botánica del Museo 
Nacional de México. Profesor de Botánica en la Escuela Nacional Preparatoria. BoTÁNICO. 
32 Calle de San Juan. Botica. México (D. F.). 

Sr. Dr. Villada Manuel.—Profesor de Mineralogía, Geología y Paleontología en el Museo 
Nacional de México. Profesor de Botánica Agricola en la Escuela Nacional de Agricul- 
tura. Villa de Guadalupe (D. F.). 


En el Extranjero. 

Mr. Bocquillon Limousin Henry.—Pharmacien de 1"* classe a Paris. Pharmacologiste. 2** 
Rue Blanche. Paris. 

Mr. Heckel Edouard.—Professeur á la Faculté des Sciences et á l' Ecole de Medicine de 
Marseille et Directeur de les Annales de l'Institut Colonial de Marseille. 

Sr. Profesor Jules Hudas.—Paris. 

Sr. Profesor Joseph P. Remington.—Phyladelphia. E. U. 

Sr. Profesor Henry A. Rusby.—Nebraska. (N. J.). 

Sr. Profesor Casimiro De Candolle.—Ginebra. 

Sr. Dr. E. Janssens.— Bruselas. 

Sr. Profesor Fernand Ranwetz.—Lovaina (Bélgica). 

Sr. Profesor Leon Crismer.—Bruselas. 

Sr. Nathamel Lord Briton.—Nueva York, E. U. 


NOTA.—Se suplica á los Señores Miembros y Colaboradores del Instituto Médico, 
. remitan oportunamente noticia de los cambios de dirección, etc., para publicarlos con 
exactitud. 


TOMO (Y. Julio, 1900. NUM. 15. 


E ANALES 


DEL 


INSTITUTO MÉDICO NACIONAL 


SODA A ERTRO” 


Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional durante el mes de Julio de 1900. — 
Sección 12—Anexo al informe anterior.—Sección 22—Amnexo al informe anterior. ——Sección 3* 
—Anexos al informe anterior, —Sección 4*—Anexos al informe anterior.—Sección 5* 

Lectura de turno.—El mangle, por el Sr. Prof. Gabriel Y. Alcocer. 

Bibliografía. 


OFICINAS DE LA PUBLICACION, 
INSTITUTO MEDICO NACIONAL. 


JARDIN CARLOS PACHEOO, 3.—MEXICO, D. F. 


Ex-plazuela de la Candelarita núm, 3 (Ay. Poniente 12 A.) 


MEXICO 
OFICINA TIPOGRAFICA DE LA SECRETARÍA DE FOMENTO 
Calle de San Andrés número 15, [Avenida Oriente, 51.] 


£ 1900 


INDICADOR DE SUS rerocionas, Y DE LOS 4 : E 


RAMOS DE LAS CIENCIAS QUE CON ESPECIALIDAD CULTIVAN 


e 


Dirección. 


Sr. Dr. Fernando Altamirano.—Director del Instituto Médico. Profesor de Terapéutica 
en la Escuela Nacional de Medicina de México, encargado de la Historia de las Drogas en el 
Instituto. Especialidad que cultiva: Química Y BoTÁNICA APLICADAS. Villa de Guadalupe 
(D. F.) Calle del Mirador número 147. » 

Sr. Dr. Secundino Sosa.—Secretario del Instituto Médico. Profesor Adjunto de Clínica In- 
terna en la Escuela Nacional de Medicina de México. ALrenista. Calle 1? del Indio. Triste 
núm. 7. México (D. F.). 


Sr. Profesor en Farmacia Carlos Espino Barros.—Prefecto del Instituto Médico. —En el e: 


E Instituto. 


Sección primera: Historia Natural Médica. 


Sr. Dr. José Ramírez.—Jefe de esta Sección, Secretario General del Consejo Superior 


de Salubridad. BAcrERIOLOGISTA. 10% Calle de la Violeta núm. 21. México (D. F.). 

Sr. Gabriel Alcocer.—Conservador del Herbario y del Museo en esta Sección. Profesor de 
Matemáticas. MATEMÁTICO Y BOTÁNICO. Calle del Hospicio de San Nicolás núm. 19. México 
(D. F.). 


Sr. Adolfo Tenorio.—Dibujante de esta Sección. PROFESOR PAISAJISTA. Plazuela del Risco 


núm. 10. México (D. F.). 


Sección segunda: Química Analítica. 


Sr. Prof. Francisco Río de la Loza.—Jefe de esta Sección Profesor de Química General, 
Industrial y Agrícola en la Escuela Normal pon Profesores en México. Químico. Calle 2* de 
Vanegas núm. 82. México (D. F.). 

- Sr. Prof. Mariano Lozano y Chistro.—Ay aBRES de esta Sección. Químico inspector de 
bebidas y comestibles en el Consejo Superior de Salubridad. Químico. Calle de Patoni nú- 
mero 4. (Botica Humboldt). México (D. F.). 

Sr. Dr. Federico F. Villaseñor.—Ayudante de esta Sección. Químico. Calle del Cuadrante 
"de Santa Catarina número 7. México (D. F.). 


Sección tercera: Fisiología experimental. 


Sr. Dr. Eduardo Armendaris.—Jefe de esta Sección. Médico del Museo Anatomo-patoló- 
gico, ANÁLISIS CLÍNICOS. Calle de las Ratas núm, 2 México (D. F. 

Sr. Dr. Daniel Vergara Lope.—Ayudante de esta Sección. Prepar ador de la clase de Tera 
péutica en la Escuela Nacional de Medicina de México. Profesor de Anatomía en la Escuela 
de Bellas Artes. FisióLOGO. 5% Calle de Guerrero núm. 2,122, México. (D. F.). 


Sección cuarta: Terónticn Clínica. 


Sr. Dr. José Terrés.—Jefe de esta Sección. Profesor de Patologia Interna en la Escuela 
- Nacional de Medicina. 3% Calle del Reloj núm. 2. México (D: F.). 

Sr. Dr. Juan Martínez del Campo.—Ayudante de esta Sección. Médico del Museo Anato- 
mo-patológico 2% Calle de Sor Juana Inés de la Cruz núm. 12. México (D. F.). 


Sr. Prof. Juan Manuel Noriega.—Farmacéutico de esta Sección en el Instituto Médico 


Preparador de Análisis Química en la Escuela Nacional de Medicina. Ñ 


de Sección quinta: Climatología y Geografía médicas. 


Sr. Dr. Domingo Orvañanos.—Jefe de esta Sección. Miembro del Consejo Superior de Sa- 
lubridad del Distrito Federal. Profesor de Clínica Interna enla Escuela Nacional de Medici- 
na. CLÍNICA INTERNA, Calle de Chavarría número 25. México (D. F.). 


p 
. 
” 
j 


MEDICO NACIONAL. 301 


INFORMES 


De los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional 
durante el mes de Julio de 1900. 


SECCIÓN PRIMERA. 


Tengo la honra de informar á vd. que en el mes que concluye continué 
numerando las calcas de los dibujos de las plantas de Mociño y haciendo el 
catálogo de las numeradas, según lo dispuesto por vd.; habiendo concluído 
de hacerlo con las calcas que estaban en la Dirección, quedando pendientes 
aún las que están en la Sección 1* 

Me ocupé también de tomar las notas necesarias para redactar y escribir 
la lectura de turno, que me corresponde hacer en la sesión de hoy. 

A principios del mes tuve oportunidad de hallar con bastante abundancia 
y en un pequeño cerro próximo á la ciudad de Pachuca, una bromeliácea 
idéntica á la llamada Gruapilla que tuvimos viva en el Instituto en años an- 
teriores, y cuyo estudio apareció en la primera parte de la Materia Médica. 

Por carecer de útiles adecuados no pude arrancar una planta, pero sí logré 
desprender una gran inflorescencia, pues estaban en flor, de metro y medio 
de longitud. 

Esta inflorescencia se dibujó ya, y se dividió en pedazos para colocarla en 
el Herbario. 

Pude identificarla con el Herbario Pringle que tiene un ejemplar colecta- 
do en la misma localidad, y que tiene el nombre específico de lHechtia podan- 
tha, Mez.; pero no conozco la descripción, porque esta especie no está enume- 
da en la Biología Centrali-Americana, ni tampoco se halla en el Handbook 
of the Bromeliacew, de J. Gr. Baker, publicado en 1889. 

Después hallé en una de las calcas de Mociño un dibujo sumamente pare- 
cido á la planta que señalo, y que trae el nombre de Lochnera bromeliefolia, 
y en seguida como corrección, Pochnera; pero ni Lochnera ni Pochnera se en- 
cuentran mencionados en las dos obras publicadas de Mociño, y probablemen- 
te la descripción estará entre las copias manuscritas que aún no se publican. 

Me propongo traer plantas vivas de esta especie para observarlas en el 
Instituto. Ñ 

Reitero á vd. mi atenta consideración. 

México, Julio 31 de 1900.—(7. Alcocer.—Al Director del Instituto Médi- 
co Nacional.—Presente. 


Tengo el honor de informar á vd. de los trabajos que he desempeñado en 
el Departamento de dibujo del Instituto Médico Nacional, durante el mes de 
Julio del presente año: 

Un dibujo al lápiz, tomado del natural, de la Guapilla, colectada por el Sr. 

Tomo IV,—42 


302 ANALES DEL INSTITUTO 
profesor Alcocer, en Pachuca, y que representa dos tallos florales y otros de- 
talles de la flor. 

Un dibujo al lápiz y acuarela de la cactea núm. 60. 

Una acuarela de un alacrán, procedente de la Isla de Alacranes. 

Cinco copias al lápiz y esfumino, de las fotografías de plantas de Mociño, 
y que representan: Cratagus inermis, Croton vulpinum, Cithareaylum quadran- 
gulare, Citharexylum racemosum y Dalechampia scandens. 

Lo que tengo el honor de informar á vd. protestándole las seguridades de 
mis respetos. 

México, Julio 31 de 1900.—Adolfo Tenorio.—Al Sr. Dr. D. Fernando Al- 
tamirano, Director del Instituto Médico Nacional.—Presente. 


SECCIÓN SEGUNDA. 


Tengo el honor de informar á vd. de los trabajos que se han efectuado en 
el laboratorio de mi cargo durante el presente mes. 

Se continuó el estudio analítico del agua de Tehuacán, que en unión del 
Sr. Villaseñor se ha estado haciendo, habiendo ya terminado la dosificación 
de los gases y de las sales que normalmente se encuentran en las aguas mi- 
nerales, faltando sólo determinar si existen metales raros. 


Adjunto á éste, tengo el honor de remitir á vd. el estudio analítico del agua 
de la Penitenciaria. 


Protesto á vd. las seguridades de mi atenta consideración. 
Libertad y Constitución. México, Julio 31 de 1900.—M. Lozano y Castro. 
—Al jefe de la Sección 2* del Instituto Médico Nacional.—Presente. 


ANÁLISIS DEL AGUA QUE PRODUCEN LOS POZOS DE LA PENITENCIARIA, 
TOMADA DEL DEPÓSITO GENERAL. 


Caracteres generales. 


Incolora, muy ligeramente opalina, olor y sabor de ácido sulfhídrico; sin 
dejar ninguna impresión al tacto. 

Densidad á 15" e. 1018. 

Residuo fijo obtenido por la evaporación de un litro de agua á la tempera» 
tura del B. de M. y desecado á 120? c. 0g.72 c. 

Reacción alcalina franca. 


Caracteres químicos. 


El papel rojo de tornasol se azulea marcadamente. 


El papel de acetato de plomo se colora en gris, Presencia de ácido sulfhí- 
drico. 


A A AS 


MEDICO NACIONAL. 303 


La tintura de nuez de agallas, produce una coloración amarilla, ligeramen- 
te verdosa con reflejos obscuros, y se enturbia. Presencia del fierro y de 
la cal. 

Los ácidos minerales hacen más marcado el olor de ácido sulfhídrico, pre 
sencia de sulfuros en cantidad regular. 

El ácido oxálico no produce precipitado. Ausencia de cal en exceso. 

El oxalato de amonio produce un precipitado. Presencia de la cal. 

Los álcalis no producen ningún enturbiamiento, ponen el agua diáfana. - 

El agua de cal produce un enturbiamiento que desaparece en el seno del 
agua; un exceso produce un precipitado. Presencia de ácido carbónico libre. 

El agua de barita produce también un precipitado. 

El fosfato de sodio no produce precipitado. Ausencia de cal en exceso. 

El fosfato de sodio amoniacal produce precipitado. Presencia de la mag- 
nesia. 

El sulfato de cobre produce un enturbiamiento azul pálido, algo gris, por 
el ácido sulfhídrico. 

El sulfocianuro de potasio en el agua acidulada de ácido nítrico, produce 
una coloración rosada. Presencia del fierro en poca cantidad. 

El nitrato de plata en el agua acidulada con ácido nítrico, da un precipita- 
do blanco gris, por la presencia de los ácidos clorhídrico y sulfhídrico. 

El cloruro de bario no produce nada. Ausencia de sulfatos. 

Calentando el residuo de la evaporación del agua desprende un olor desa- 
gradable y se pone gris. 

Por la ebullición del agua se forma un abundante precipitado. 


Composición quimica. 
Un litro de agua contiene: 
Acido carbónico libre 15 c. c. 


a e RADIO. q sc MAA 0,193 
A A A AA 0,132 
ao a, QU 0,081 
A E ¿O 0,035 
O O adenda ao ora ni sans 0,062 
CI an aero. + : talado AA 0,020 
A A a CD a 0,017 
IMAtELIa Or acatar nanro edo riñas dica 0,090 
Acido sulfhídrico y sulfuros por diferencia....oooomocommmmo.. cdo: 0,090 

SiO ar HLTO mm... 0-00: vos dd cen 0,720 

Conclusiones. 


De los caracteres y composición del agua se pueden deducir las conclusio- 
nes siguientes: 
1* No es una agua potable. 


304 ANALES DEL INSTITUTO 


2% Es una agua sulfurada, bicarbonatada, sódica. 
México, Julio de 1900.—M. Lozano y Castro. 


Tengo el honor de informar á vd. que durante el mes que hoy termina me 
he ocupado en investigar y analizar los gases de dos muestras de agua de 
Chapala (E. de Jalisco), que aunque Mibina sido consideradas como termina- 
das, el señor Director ordenó que se hiciera la análisis de los gases aunque 
los resultados no fueran del todo exactos, pues para ello era indispensable 
dosificarlos en el lugar mismo del manantial; hecha esta adición, están estas 
análisis enteramente concluídas y sólo falta pasarlas en limpio, lo que haré 
luego para remitir los resultados á la Secretaría. 

En unión del Sr. Lozano he continuado la análisis de una muestra de agua 
de Tehuacán, en la que también se dosificaron los gases y que está bastante 
avanzada, pues sólo nos falta para concluirla la investigación de los metales 
raros. 

Por último, como de ordinario, he tenido cuidado de llevar cuenta de las 
bajas habidas en los laboratorios. 

Ruego á vd. acepte las seguridades de mi atenta y distinguida considera- 
ción. 

L. y C. México, Julio 31 de 1900.—F.. Villaseñor.—Al C. jefe de la Sección 
2% del I. M. N.—Presente. 


Análisis de dos muestras de aguas de Chapala [ Estado de Jalisco]. 


Estas aguas fueron remitidas en doce medias botellas, seis de cada mues- 
tra y venían tapadas simplemente con corchos no muy apretados sobre los 
que se habían anotado los núms. 1 y 2, viniendo la núm. 1 con el carácter de 
ferruginosa y la núm. 2 con el de sulfurosa; los resultados de la análisis fue- 
ron los siguientes: 


Agua núm. 1.—Caracteres generales. 


Dolor incre podre Nulo 

Doro crdanrtzrdi conos O EII Sulfuroso 

IAS POEÍO acenortisraclcds a SERA ON 507 Límpido. 
O A A .. Sulfuroso. 
LO AA lali ade . 100 14 á 15%. 
Temperatura to.: 0.6. Ens ? 


INCACCIÓN acontecen E Ligeramente alcalina. 


MÉDICO NACIONAL. 


305 


Análisis cualitativa. 


Reactivos. Resultados. 


Tintura de tornasol....... codDonOs Nota aalo 00 Conccocaos 
Acido pipitzahoico.......ooo..o.=» Ligerísima coloración rosada 


Papel de acetato de plomo...... Coloración NegruZCA...co..mo... 

COMO rca costos co Sas mata Nadar cosacos. AE 

Tintura de nuez de agallas...... [loo 0. ARAN PE 

O sica MA AA osa o odesE 

Cianuro amarillo patásico ...... loli conosco poo rcoipccoaas : 

A rojo so iepocas Idem... 

Sulfocianuro AS Td. qa dedos «0 

Id. más ácido NÍbriCO........... .- Ligerísima coloración rosada 

NGIAO SUÍLULICOS Ine A A oso coccosaUóS 
A CLORDIATICO Ss. coccario aia Wan es 0028 ae 
PP  DÉGLICO: -<00c 0 s once ass OA ocócandunaods 

E css ooo ¿e RARA ess 

OB ato O SAI A 

A TOMÍACO:: sesvcsoera sos o > 

Nostatofde SOSA: ..ocoacoranecanocas 

Idem amoniacal........... 

Acido oxálico...... A A 

Carbonato de sosa en exceso... IdeM.....ommmmmm...o.. a caana 

Oxalato de amonÍaco.......... ... Ligero enturbiamiento........ 

Nitrato de plata......... esvscsosss  Einturbiamiento notable que 


desaparece casi en totali- 
dad poradición de ácido ní- 


trico, desapareciendo el 
resto por adición de amo- 
AA Eo 


Cloruro de bario ....coocommocm.»... Ligerísimo enturbiamiento.. 


Permanganato potásico .... Nada.... 
Tintura de Campeche............ Mao coo lodonós 
Agua de Calo. coisanececaas pUdbnoda Idem..... 
Carbonato de potasio ... Idem... 
Sulfato de cobre....... 5u0 ¡Lo diocodo0oo o RO UREdRboDocO c00SogadS 


Análisis cuantitativa. 


Interpretaciones. 


Reacción ligeramente alca- 
lína. 

Acido sulfhídrico. 

Ausencia de sulfatos en can- 
tidad. 

Ausencia ó ligeras huellas de 
ficrro. 

Idem. 

Idem. 

Idem. 

Idem. 

Mínima cantidad de fierro al 
máximo. 

Ausencia de carbonatos en 
cantidad. 

Idem. 

Idem. 

Ausencia ó pequeña cantidad 
de sales alcalino terrosas. 

Idem. 

Idem. 

ídem. 

Idem. 

Idem. 

Idem. 

Pequeña cantidad de cal. 


Algunos carbonatos, pocos 
cloruros. 

Pequeña cantidad de sulfatos 

Poca materia orgánica. 

Ausencia de carbonatos en 
cantidad. 

Idem. 

Pequeña cantidad de cal. 

Ausencia de carbonato en 
cantidad. 


Residuo salino fijo.—8Se pusieron á evaporar en B. M. 250 e. cub. de agua 
en una cápsula de porcelana tarada; después de evaporar hasta sequedad y 
desecar el residuo tuvo un peso de 0.*'081 que multiplicado por 4 da para el 


residuo de un litro de agua 0.324. 


306 ANALES DEL INSTITUTO 


En seguida se sometió este residuo á la acción del calor sin notar casi enne- 
grecimiento ni diminución de peso, por lo que se dedujo que existía la mate- 
ria orgánica en muy pequeña cantidad, como ya lo había revelado la análisis 
cualitativa. 


Uno, como medio de tres experiencias. 
Dos, termino medio de tres experiencias. 


Cloruro de sodio.—Se dosificó por el método volumétrico, habiendo encon- 
trado la cantidad de 0.*'008 por litro. 

Hidrotimetría.—Se hizo por este método la dosificación de las principales 
sales, siendo los resultados dos, como siguen: 


19% prado; AQUAEN .NALUTA. Arrivals cuevas ee A 9- 
E tratada por HRalato amO... coito do Uoe=peceas 50 
rd Pl SIG - A io e E 
e »)» hervida y tratada por Ox. AMON....oomoooooros Ao 


De estos datos se deduce que contiene: 


De acido carbónico......... ¿OT E ib Y 
Sales de CALCIO... ccoo eros ajos aMSN 4o 
2 - SOlubles: (cloruro) HEMeAlCIO... aftosa ao anon 18 
»  » Insolubles (carbonato) de calcio.................. socio E 
RO o A veia A 40 


Haciendo los cálculos correspondientes resulta que un litro de agua con- 
tiene: 


(GAS CALDODICO ética de odos e 0.005 litros. 
Cloruro: de Calclo..:oqumro e Eos cada aos ace 0.0114 gramos. 
Carbonato de calcio............ did de A 0.0309 
Sulfato de Mmagnesio......: O OS anos 0.0500 3 


De las anteriores dosificaciones puede deducirse que habiendo pocos ele- 
mentos salinos disueltos, la mayor parte del residuo está formado por siliza. 

Gases.—La dosificación de los gases se hizo empleando el aparato del Dr. 
Altamirano, siendo los resultados siguientes la media de tres experiencias: 


Wolumen*total de ¡agua ... ao samanss ces. 345 cent. cúb. 

ña NN O Ido TE O RS 
Presión barométrica reducida á 0%.......... Alo ade LO] 
VTeMperabUL Av mchacacchonano donas ana 1992 
Agregando sulfato de cobre, vol. de gases... IA 

$ ¡TUE AAA O o celosecaes IE 

se ácido pirogáHco co. 1 MONTE, ó 4.4 


Con estos datos, haciendo los cálculos correspondientes y aplicando la fór- 
mula 


¡EAT o A 


AS AAA A AAA 


MEDICO NACIONAL. . 307 


pino Y. El 
760 (1 Y) 


resulta que un litro de agua contiene á 0? y á 760%" 


JN IEA A dass DECO) 
OO e A dida 5. 84 
A A cc AN 1. 25 
NN O A TA o O dde 9. 17 
Total de gases As autias 20 05) 19.18 

Resumen. 


Haciendo un resumen de todas las dosificaciones, se ve que un litro de agua 
núm. 1 contiene: 


a oo O AS es 0.0114 
SA O o O. 0500 
Carbonato de calcio............ oa os > e O. 0309 
A A AAN O. 0080 
Siliza y cuerpos no dosificados (por diferencia)...... O. 2237 
Residuo total secada á 120*....... Ni 0,8"3240 
Gases: gas sulfhídrico reducido 4 0 y 760 ooccoccnn.o 2,92 
» carbónico e 5. ARA 5.84 
Oxígeno 55 reas edo 1.25 
Azoe E O Ads 7 
Total de Maso AOS 19.18 

Conclusiones. 


1? Es una agua ligeramente sulfurada. 

22 Aunque el residuo total por litro es 0.324 superior á 0.3502, no pue- 
de considerarse como mineral por estar este residuo formado en su mayor 
parte por siliza. 

32 Prescindiendo de la siliza y de la pequeña cantidad de gas sulfhídrico 
que contiene, las exiguas proporciones de los demás elementos mineralizado- 
res hacen que pueda considerarse como potable, teniendo en cuenta que 

4% Para hacer esta agua potable bastará filtrarla y airearla un poco. 

5% No puede ser considerada como ferruginosa, pues apenas contiene lige- 
rísimas huellas de fierro, encontrándose este elemento en proporciones mucho 
mayores en otras aguas que son potables y no se consideran como ferrugino- 
sas; á no ser que ge haya precipitado en los sedimentos del manantial, 


308 ANALES DEL INSTITUTO 
Agua núm. 2.—Caracteres generales. 
Col dano peo a UNALO. 
Ola IN O SUTOSO: 
ASPeCto cusccoos tt ea . Límpido. 
Sabor ..... ada AR +0 500 SS MUTOSo: 
Densidad....... A o LOU los 
Temperatura... IS 
NP CCIO a, atado 00ss +28 Dinmmacinonoo. Ligeramente alcalina. 
Análisis cualitativa. 
Reactivos. Resultados. Interpretaciones. 
Dintura tornasol. seso qsceeneos ss Nada. eE casados O EOL od 
Acido pipitzaholico. .o.oocororoom.. Ligerísima coloración rosada Es alcalina. 


Papel de acetato de plomo...... 
Alcohol...... (d0 11600 ¡00ddoQoconocuOS 


Tintura de nuez de agallas...... 


TM dao sosa 
Cianuro amarillo potásico 

53 rojo 7 oonone 
Sulfocianuro ás 
Idem más ácido NÍtriCO...o.ooo.. 


Potasa, s0sa y AMONÍACO.....o..o. 


Fosfato de SOSa......o.o... 
Idem amonlacal:....o..oocoosocosos 
INAO <A IMA O bsooro rss nSOOSOdUORS 
Carbonato de sosa en exceso... 
Oxalato de amonlaco ....oooomm.o.. 
Nitrato de plata......o.ooommomm».. 


Cloruro de Dario... sasossacasos 
Permanganato potásiCO......... 
Tintura de Campeche............ 


Agua de cal.......... O IAOóS 
Carbonato de potasio 
Sulfato de cobre 


Coloración NegruZzCi...... 2000 
Nada casacas es 
Idem..... RENA ias E ASS 
Idem 

Idem..... 

RA oo O 


Io jindo: couotos sono Jo BbEObbcoa E 
Ligerísima coloración rosada 


Nada... 0% o des 
Tdem... AE aa ODA 
Tdem. OS OS 
dem... AE NO SORO 


Ligero enturbiamiento........ 
Ligerísimo enturbiamiento 
que desaparece en parte 
por adición de ácido nítri- 
co y en totalidad por la de 
AMOMIACO autos dsida dios 


Ligerísimo enturbiamiento.. 


Tdem.. Me... 

dé mA IBA ELE 240 
Ldéóm ¿He tl AS 
Tdem.. 2 nens nes 


Análisis cuantitativa. 


Gas sulfhídrico. 

Ausencia de sulfatos en can- 
tidad. 

Ausencia ó ligeras huellas de 
fierro. 

Idem. 

Idem. 

Idem. 

Idem. 

Ligeras huellas de fierro al 
maximum. 

Ausencia ó pequeña cantidad 
de sales alcalino—terrosas. 

Idem. 

Idem. 

Idem. 

Idem. 

Pequeña cantidad de cal, 


Carbonatos y cloruros en pe- 
queña cantidad. 

Pequeña cantidad de sulfatos 

Poca materia orgánica. 

Pequeña cantidad de carbo- 
natos. 

Idem. : 

Pequeña cantidad de cal. 

Pequeña cantidad de carbo- 
natos. 


Residuo salino fijo.—Se obtuvo por evaporación directa del agua en B. M. 


MEDICO NACIONAL. 309 


y desecación del residuo á 1207, obteniéndose la cantidad de 0.5336 para un 
litro de agua. 

Este residuo por la acción del calor no sufrió ennegrecimiento ni dimi- 
nución de peso, prueba de la pequeña cantidad de materia orgánica que con- 
tiene. 

Cloruro de sodio.—Dosificado por el método volumétrico se obtuvo para un 
litro de agua la cantidad de 0.010, como media de tres experiencias. 

Hidrotimetría.—Be usó este método para dosificar los principales elemen- 
tos sólidos, siendo los resultados siguientes la media de tres operaciones: 


le arado» agua 1. DGtUTA sr dle as 004 aportadas ases «ba 850 
In » tratada por oxalato de amoníaco........... 4 75 
As A e ed 6 00 
MINA de ¡1 y tratada por oxalato.......... o... 4 00 


Haciendo los cálculos correspondientes, se deduce que un litro de agua 
contiene: 


Gas carbónico .......... oo 50 A ed 0.'00375 
Cloruro deealcrol. 20... 208 28020, 90., CIRROQIOS 20 O. 02280 
Carboñato'de'cdtctO 19 GORDA. EIA EQU O. 00515 
Sulfato "de mapeo. PONS 11020 POTUME . 0. 05000 


Gases. —Dosificados por el mismo procedimiento que en el agua anterior, 
siendo la media de tres experiencias lo siguiente: 


Volumen total del agua.................... corsaco. 945 cent. cubs. 
Ea de gases le ás Dio 52 . 28.404 

Presión barométrica reducida á O%......o........ 5994."73 

¡Nemperaturao seo aso ncodaos uascans»: UI 197E 


Haciendo los cálculos correspondientes resulta que un litro de agua con- 
tiene, reducidos á 0? y á 760%»: 


Gasisulihidricon. e daa asas An A 2.0925 
¡GAR DÓNDICU SL sacos debidas y oo do is 8. 358 
OxÍgeno:..soals acid daa tas de IS a dai sl Oy dd 
LAZO as A PE e A a e RN o 8. 774 
Total de gases.......o..... adri A UY (0) 

Resumen. 


Haciendo un resumen de todas las dosificaciones, resulta que un litro de 


agua contiene: 
Tomo IV,—43 


310 ANALES DEL INSTITUTO 


Cloruro. de calcioninsa a ado IVA 0.'02280 


Marhonato/de calcio -;...c.. «NIE AO: omocos cba iento O. 00515 
Sulfatolde magnesioni2113. MU. AQUEL. ¿20 JIDIODA, de. 0. 05000 
Qlorúrorde sodios:0. ¿0 NEIRA EEES AA O. 01000 
Siliza y elementos no dosificados (por diferencia) .. 0. 24805 
Residuo total desecado á 120".......... O. 33600 

Conclusiones. 


1% Es una agua sulfurada. 

2 Aunque el residuo total por litro es 0.*336 superior á 0.*'302, no puede 
considerarse esta agua como mineral por estar el residuo formado en su ma- 
yor parte por siliza. 

32 Prescindiendo de la siliza y la pequeña cantidad de gas sulfhídrico, se 
puede considerar como potable, teniendo en cuenta que 

42% Para hacer esta agua potable bastará filtrarla y airearla un poco. 


Observaciones. 


1* La semejanza de composición de estas dos aguas hace suponer que los 
veneros que las producen tienen comunicación entre sí, ó que, por lo menos, 
las aguas que á ellos afluyen recorren terrenos idénticos. 

2% Para hacer la valorización exacta de los gases, sobre todo del gas sulf- 
hídrico que en el caso es el más interesante, es indispensable hacer esta ope- 
ración en el lugar mismo del manantial. 

32 Habiendo venido el agua núm. 1 como ferruginosa y no habiéndose en- 
contrado en ella sino huellas indosificables de fierro, es conveniente analizar 
los depósitos ó concreciones que esta agua deje en su manantial. 

México, Julio de 1900.—F. F. Villaseñor. 


SECCIÓN TERCERA. 


Desde el día 26 del mes de Junio me ordenó el señor Director que estable- 
ciera definitivamente el departamento de Química biológica y me hiciera car- 
go de él, pero como tenía pendiente el estudio de los frutos de Tullidora, tu- 
ve también que seguir experimentando éstos, como lo dije en el informe pa- 
sado. Durante 24 días de este mes estuvo tomando el animal 20 gramos dia- 
rios del jugo de los frutos sin que se notara que dicho perro sufriera alguna 
perturbación fisiológica. Creo por lo tanto que ya se puede concluir que los 
frutos de capulincillo usados en los animales, tal como consta en este y otros 
informes, no producen los fenómenos de parálisis que se les atribuyen. 

En el gabinete de química biológica empecé con el análisis cuantitativo de 
la bilis de un perro, portador de fístula biliar. 


4 


MEDICO NACIONAL. 311 


Al principio noté una variación marcadísima de los principios constitu- 
yentes de la bilis, muy particularmente la mucina, pero al poco tiempo se 
fué normalizando la composición de la bilis vesicular hasta obtener en varios 
cuanteos las mismas cantidades de principios y formar un cuadro cuya com- 
posición media resulta así: 


SÓ des da titi Hada ans A o A 802.60 
Materias: sóLd aso. actina donado dis. es. sia A . 197.40 
1.000.00 
Materias sólidas: 

ena. lor. ot Ao leas. e EA ¿0 CIO, 6.21 
Mtasasiyrmaterla colorante... meros. «- Eten noo cojones oo nenes 56.00 
Sales biliares, jabón y materia colorante.....oooococcoccomm.m...- 131.10 
E ro ca ento ME LN 4.09 
A AA 197.40 


Regularizada ya la secreción y reunión de bilis en la vesícula, volví á ha- 
cer nuevas análisis, resultando como término medio para la composición de 
esta bilis: 


Mt on oe dE e tee dd 852.66 
e eo ee IS: er ELSE Pd 147.34 
Sumasli lo. al a Ds: .. 1.000.00 


Las materias sólidas contienen: 


Juliet Id A A A occ ptr 6.21 
CRASAS y Materia Colorados nc» ca cocos Seems 33.17 
Sales billares y materia COLOFANte.......oquocestonoonccoaneneaos: 103.27 
demande roy tcintos E 4.09 

SL A TIO 147.34 


Conocida la proporción de los componentes de la bilis normal del perro, se 
le ministró al animal el agua de Tehuacán, y se volvió á hacer el cuanteo de 
los elementos de la bilis, resultando que éstos no variaron en proporciones 
sino que quedaban tal como estaban antes de tomar el agua de Tehuacán, co- 
mo se ve en seguida. 


Bilis del perro después de tomar espontáneamente el agua de Tehuacán. 


NS AI IA IA IA RADA 004 IR 852.94 
Materia MSolMda sI Bo Sara ao SUPE CO A ROS TA TOG 


1.000.00 


4 


312 ANALES DEL INSTITUTO 


Las partes sólidas se componen de 


HS: Me pas Medel +: Deere dl A, Es 0.66 
Sales bihates y inateria colorante. ....nceneacrnpato cor oonvebhas 101.34 
Sas y atera Color ante. leaenco toro roporrcesarrorcase vos 33.00 
Sales minerales..iios. sosochion: ESA Lara ODE doménel mo se el - 4.09 

147.09 


La composición de la bilis del perro antes de tomar el agua de Tehuacán 
y después de tomarla espontáneamente, no amerita deducir que ésta tenga 
influencia sobre la secreción biliar, ó más bien, sobre la composición de la 
bilis. 

Una buena parte del tiempo de asistencia la he ocupado en preparar reac- 
tivos titulados como la solución de nitrato de plata, fosfato de sosa, nitrato 
de uranio, licor de Fehling, etc., ete., que son indispensables para el estudio 
de la orina que voy á emprender. 

Por último, es necesario mencionar también el tiempo gastado en apuntes, 
cálculos é informes. 


México, 31 de Julio de 1900.—£. Armendaris. 


Por disposición del Sr. Dr. D. Fernando Altamirano redacté el presente 
informe sobre los trabajos, que en calidad de profesor ayudante de esta Sec- 
ción, he practicado en su compañía. 

Las labores practicadas en la Sección de Fisiología durante el mes de Ju- 
lio, en la parte que me corresponde informar, pertenecen á dos órdenes: 1*, 
experimentación fisiológica acerca del estudio de la acción del agua de Te- 
huacán y de la del aceite de Jícama; 2?, estudios bacteriológicos relativos 
también á la acción del agua de Tehuacán. 

Para el primer orden de observaciones hemos contado con la perrita con 
fístula biliar artificial, operada el día 10 de Mayo, y casi totalmente repuesta 
de las consecuencias de la operación desde el 1* de Junio. 

Desde esta fecha nos hemos ocupado en observar y anotar en un diagrama 
especial núm. 1, los distintos factores que debían conducirnos al perfecto co- 
nocimiento de las funciones normales, las más interesantes para nuestro caso, 
tales como el peso, la medida y examen físico de la secreción biliar; la medi- 
da de la orina, su examen fisico y los análisis cuantitativos de la urea y de 
los cloruros contenidos diariamente en ella. A estos datos agregamos más 
tarde la medida de los alimentos consumidos (carne, pan y agua); para esto 
último se han tenido que pesar diariamente dos porciones iguales de carne 
de la misma clase, de las cuales una consumía la perrita, mientras que la otra 
que servía de testigo, se sometía á la desecación y se volvía á pesar para co- 
nocer con precisión la cantidad real de alimentos sólidos que tomaba y la que 
correspondía al agua así ingerida. Otro tanto se ha hecho con el pan, y todo 


MEDICO NACIONAL. 313 


esto después de calcular, así para la carne como para el pan, valiéndose de 
observaciones previas, la cantidad que espontáneamente consumía el animal. 

Respecto al agua ordinaria de bebida, se ha tenido cuidado de ponerle de 
tiempo en tiempo una cantidad determinada y medir después el resto que 
espontáneamente dejaba el animal. Diariamente también se ha pesado el ex- 
cremento del día, y el mismo excremento después sometido á la desecación, 
se ha tomado la temperatura rectal á las ocho de la mañana y á las cinco de 
la tarde. Por último, habiendo notado la influencia muy marcada que han 
tenido las variaciones de temperatura y humedad de la atmósfera, especial- 
mente sobre la cantidad de orina expelida, hemos colocado junto á la jaula 
de la perra un termómetro y un higrómetro registradores, que nos facilitarán 
establecer la relación que existe entre unos y otros elementos de una manera 
mucho más precisa. 

Según se ve en el diagraina núm. 2 que acompañamos, el día 20 de Julio 
se administró por vez primera el agua de Tehuacán, y con esto evincidieron 
cambios notables en el estado nutritivo de la perra; ¿fué esto una consecuen- 
cia de la ingestión de esta agua? No puede decirse nada todavía, pues hubo 
dos factores al mismo tiempo muy dignos de tener en consideración, y que 
ya por sí cada uno de ellos, ya los dos juntos, pudieron ser única causa de 
dichos cambios; estos factores fueron: 1%, la ingestión forzada con la sonda 
de una gran cantidad de líquido (200 c. e. de agua de Tehuacán) en una sola 
vez; mientras que los días anteriores, en 24 horas y en varias porciones, ha- 
bía bebido espontáneamente cantidades notablemente más pequeñas; 2*, el 
mismo día en que tomó el agua por primera vez, coincidió con un aguacero 
torrencial y abundante granizada. Uno y otro factor tienen que haber coad- 
yuvado para aumentar la presión intravascular, disminuir por otra parte la 
evaporación cutánea pulmonar y obligar, en consecuencia, á funcionar acti- 
vamente al riñón, haciendo subir la cantidad de orina de 140 c. c. á 425 y 
350 c. c. que hubo en los dos días que tomó el agua de Tehuacán. 

En vista de este resultado, se suspendió la ingestión del agua con el fin de 
hacer lugar para la reposición de las condiciones normales, y pasados tres 
días procedimos de nuevo á que la tomara; pero esta vez en las mismas con- 
diciones en que había estado tomando su bebida ordinaria. 

Los pocos días transcurridos en este último período de observación y las 
variaciones habidas en cada uno de los factores que atendemos, no son aún 
suficientes para indicar nada positivo sobre la acción real que pueda poseer 
el agua de Tehuacán sobre el organismo y sus funciones; pero esperamos que 
con los datos más completos que ahora se recojen, y los resultados del aná- 
lisis químico de la bilis (conferido al Dr. Armendaris), y persistiendo cons- 
tanté y metódicamente en el mes de Agosto, llegaremos antes de muy poco 
á una decisión fundada y bien ilustrativa sobre el asunto. 

Para continuar estudiando la acción del aceite de Jícama, el que en otra 
serie de experiencias ha presentado efectos vomi-purgantes (á la dosis de 2 
gramos emulcionados con goma y agua filtrada), administramos á una perra 


314 ANALES DEL INSTITUTO 


de 4,800 gramos de peso, las dosis de 2, 3, 4 y 6 gramos del aceite in natura, 
contenido en cápsulas gelatinosas. Con las dosis de 1 gramo, 2 y 6 se produ- 
jeron vómitos y ninguna evacuación intestinal; con la dosis de 4 gramos ni 
una ni otra cosa; queda pues aún por definir de una manera precisa la cons- 
tancia de estos efectos, su relación con las dosis y su causa. 

Los estudios bacteriológicos han tenido dos objetos por dilucidar: 1*, clasi- 
ficar y contar el número de bacterias contenidas en un volumen dado; 22, es- 
tudiar la acción fisiológica ó tóxica que puedan tener los cultivos de estas 
mismas bacterias sobre el organismo animal. Para lo primero, se han prac- 
ticado metódicamente diversos cultivos y los resultados de la siembra cons- 
tan con toda claridad en los diagramas relativos, números 3 y 4, que se acom- 
pañan. Notando desde luego que la primera agua remitida de Tehuacán con- 
tenía una cantidad enorme de bacterias, al grado de hacerse incontables sus 
colonias, se recomendó al Sr. Dr. Martínez, de Tehuacán, que remitiese el 
agua en latas, remitidas de este Instituto para el objeto, y que antes de reco- 
jer el agua se hirviesen las latas á fin de esterilizarlas por completo. Así se 
hizo: mas al llegar las latas á México, por ignorancia de los desempacadores, 
fueron vaciadas de su contenido dichas latas en unos botellones antes de prac- 
ticar la siembra. Es de notarse, sin embargo, que la clase de bacterias obte- 
nidas en la primera siembra antes de permanecer mucho tiempo en el bote- 
llón, presentó bacterias de distinto género á las que se observaron en la segun- 
da, lo cual hace creer que las primeras venían ya con el agua de Tehuacán, 
mientras que las segundas fueron adquiridas posteriormente. 

Para hacer la prueba relativa á la acción fisiológica de estas bacterias he- 
mos comenzado por escoger seis palomas y seis conejos, semejantes entre sí; 
los hemos separado del departamento común de los otros animales de su es- 
pecie, y procurándoles una alimentación siempre igual, se ha tenido el cui- 
dado diario de observarlos y de tomar su temperatura rectal. Durante los 
primeros quince días se tomaba su temperatura á las 6 de la mañana, á las 
12 del día, á las 6 de la tarde y á las 12 de la noche. Se observó que la cur- 
va de la temperatura fué progresivamente elevándose al mismo tiempo que 
se produjo en todos ellos una rectitis, causa sin duda del aumento de la tem- 
peratura local. Nos vimos, pues, obligados á suspender la toma de la tempe- 
ratura durante más de ocho días que tardó en desaparecer la inflamación 
local. Se volvió á tomar la temperatura solamente á las ocho de la mañana 
y á las cinco de la tarde; más al cabo de ocho días se notó que se reproducía 
la rectitis, y desde entonces se ha hecho de manera que tres días se toma la 
temperatura y durante cuatro se les deja descansar, y se ha conseguido vigi- 
lar este fenómeno sin que se altere el estado normal. 

Sembradas ya las bacterias del agua de Tehuacán en caldo de Roux, va- 
mos á proceder, ya conociendo el estado fisiológico de estos seis animales, á 
inyectarlos con dicha substancia en el próximo mes de Agosto. 

Para contar con todos los elementos necesarios al cultivo, hemos arreglado 
la estufa de Babés con cuatro nuevas lámparas de petróleo, y llevamos un 


MEDICO NACIONAL. 315 


registro comparativo de la temperatura que marca el termómetro de la estu- 
fa y la que marca otro colocado bajo la influencia del ambiente exterior. 

En el mismo mes de Julio se han practicado dos autopsias de conejos muer- 
tos, ó matados por traumatismo en su conejera. 

México, Julio 31 de 1900.—D. Vergara Lope. 


«ple late ile Loire 


hs EN (ax AT 
a ptr abasidias ISA caba Pot ¿dere 


ios RR ven 


0 civil oa 2 ol pei 
pe o Só “dedo bi 
"E O00V Sh 18 dba 
dos A EA Flor a 
on veda 0 A oran duda 
Y puedes ret ls mbtivos 
A 
lus ¿en aba Le Ue cari 

yo, UA 3 Y A que 


A y 2 05 a de bel 
pal V yrado E Ac MICON 
Min A POS. (138. Ye 
Ñ A HOR que stes 
y A E 
A A 
ha ts rca boa lonas 1:04 
lo LA; a aso di bai 
WN: perio tocar sia inpo e 
Mrs 4 las 1er obseruároo a 
Qi vanlao ya “omel «sia e 
a dr putero rnóda ha +0 
A MIDA 114 Hg 15A de WELEAN Er 7 
Móiva y seis curnion, sotnciaias: 
MS IAWED de los otros anidan ha, 
RON tija us, ss A LAW 
E para Pura reía vel DOES 
Minbeiátoca á las Bdo la scan y 
MIDA de o, Ba nbapoh que 
Añon le elrsvihodise al ais Me 
WIRE DOASA Ma Cta de 1 aumen de la 
¡iigarios £ per la home dy 
Mo Len A AA ln 4 Y 
Rs ño e des echa dé lod 
dido ro Mo. od a O 
Milo 4) pauera que tros dre 
an erro e, y, ee 
Mattalo noc a pa 
A UN ADA ecsido dls 
idolos de ab ada 
AN perras de Zdazoalí, 
a 1icórer TD dl cultivo oa 
AO dp es de, paolríiso, «y. He 


UN 


SE 


! 
' 


ESTUDIO DES-AGUA DE TERUACAN. 


ESTUDIO fisiológico de una perrita con una fístula biliar artificial practicada el día 10 de Mayo.—Continuación durante el mes de Junio.—La operación de la fístula está descrita en la foja 45 


de este libro.—Señas y condiciones de la perra: joven, de mediana talla, color blanco con manchas amarillas, pesó antes de ser operada 4,800 gramos. 


Alimentación. 


go. 


Penó después do oporna. 


co 


IS 
soaiorauami on? 


hco co; 


ESTE 
»Noos» 


Amurillo claro. 


Muy obscuro. 


Amarillo obscuro. 


IES 
| Casi transparente. 


Con ligeros copos blancos. 
Transpurente. 


OBSERVACIONES. 


Mezclada con sangre y moco. Ksto fué la 2% yez que se 
extrajo; la 1% fué el' 81 de Mayo. 


Ya con muy poca sangre. 
Sin sangre. 


No se extrajo en estos díns. 


Hasta el día 18 se extrajo siempre la bilis por sondeo y 
absorción, nunca salió espontaneamente. Eldía 18 des- 
pués de varios días de sondeo, la fístula se cerró casi por 
completo, fué preciso forzar de nuevo el puso con lason= 
da, lo que dió por resultado que los días siguientes 19, 
20, 21 y 22 se derramuse sola y no se pudiese extraer con 
la sonda sino de 0.5 ú 1cc. Se dejó sin sondear los días 
23 al 26 y esto bastó para impedir su salida. 

Desde el día 26 se siguió obteniendo porsondeo solamente. 


Con algunos copos blancos. 


Cantidad en 24 


Ambarino. 


OBSERVACIONES. 


No todos los días se ha podido recoger la cifra 
exucta de Ins 24 horas. 

Las cifras marcadas con interrogación son las 
incorrectas. 


Dingrama núm. ]. 


Diagrama núm. 2. 


ESTUDIO “DEL ACGUASDE TEHUACAN: 


CONTINUACION del estudio sobre la perrita 4 que se refiere el cuadro anterior, durante el mes de Julio de 1900. 


A 3 5 TEMPERATURAS 
Alimentación. | Exeremeoto, 4 a 


PEOHAS. OBSERVACIONES. 


OBSERVACIONES RELATIVAS A LA BILIS. 


De Tehuacán 
Kcacción. 
Ku 24 horas. 


1 
Poco ubscura. | Transp 150 y | na 1048 | $4 1/12 6 
Idem. Idem con algunos copos. | 140 Idem. Idem 1.051 [13.44 
Idem. Idem, ídem | 160 Idem. Idem. 1.050 14 40 
Idem. Idem, ídera | 190 Idem. Neutra. 9 | 16.98 La víspera de esta fecha en la tarde llovió to- 
TENCIA Mente can rronnncccnnncnonanannnn non nnnrnonnannas 
Obscura. Í . | 120:(2) Idem. | Alcalina. | 2.| 92 |1196(2) 
Í 160 | Idem. | Pocoulcalina. 16 4 
165 (2) Idem. | dem. ñ a... 
165 | Idem. Alcalin. 
167 1dem. Idem. 
170 | Idem. Idem. 
160 | Idem. Idem. 
150 1dem. Idem. 
No se recogió, 
y obtenido después de dos 
días de no extraerla.. AD Me sido 
Transparente sin copos. i Alcalina. | 
Idem, ídem 1d Idem. 
1dem, 
Con copos. El agua que tomó este día y el siguiente fué in- 


gerida por medio de la sonda 2 Idem. La tarde de este día llovió torrencinlmente y 


cayó una gran cantidad de granizo 
Idem. 


Alcnlina. 1050 
Obscura. Amarilla. | Idem. 1.048 
Idem. E 
mente en vez de su agua de bebida. y: Idem. Idem 1.054 
Idem. Idem, ídem.. 4 Anarmnjada. | Idem. 1052 
Idem. Idem. | 1dem: | 1048 
Clara. Si Amarilla moy poco turbia. 1dem. | 1.054 
Idem. Idem. | Tdem 1 058 
Idem Idem. | 1 058 
Idem. Amarilla turbia. | 


MEDICO NACIONAL. 


Tomo IV.—44 


0 “« £ e tl ...... “ 
£“( “e £ 1 “ ..... sl 
“e sl 103 Ss | tl “ 
se 03 4 “e “e “ 
BUI|RO] uu 0 s“ “ se 
"opuorpay “opupinbrr] *pioy ES Es a | E >> 
he “ “e e “e ...... “e 
BU!]BO]8 00 “e 4 5“ ..o... 4 
“opuorpoyg ozod 'epepmby 031 y BpIoy 0 4 > O e 
Y “ .“ 9910 “ “ 
“epepmb:] 'epuorpoy 0904 ss Lo ce Se “we 1181 | cc ovaonu 9yueny e op unóy | ¿e 
"vpuolpaH 13 "08 8 27 ys s“ | 4 ......... se 90 
«e Le “e “e 13 99 00'1 | A Al +=**“**** UBOBN UL OP en3 y cG 
sl sl “ “UB 8'ez e 00 | 0 ..o....... .. se $G 
Y e Y Le « Yu | “e *"19q94 9p vad y eg 
yu «e .e “e Yu .e | “e «e 0 79 
"opepmbr] “opuoripay BUI[Bo]e ' “ur 6 el EE “pr 1000 | “WBOTZl e a 19 
*10]0 Ulg Bp1oy Le 1 o) 00'1 0 “e s“ 09 
Ll .“ se 4 “e «e se «“ «“ Lt 6P 
Qe “e “e eL Yi « “e | “ 8 Q“ Sp 
| “9piaa vuaSouoo 'u9roorjand op 1010) BU![BO]Y u ' Ce 10 UL gy LP 
0u 0 “e «e “e ( (e 5 0 
| ; 9p 
se qu e “e £“ | sl '“ 1 cp 
*10]0 UIS Bpior “« “« “ | “ Ki Y + 
*OPpB19)]8 9p JOLO BUL|BO]Y E pes | SS | z me E ES 
“e “e “we OT 11 0 9.910 “UB OL6 0 Y ZP 
'10]O UIS vpo | “w"vQT'IL | “195 qn 2910 "we0oL6 | :sooduoveyuenjopeniy | 17 
E “opea¡d e 
3 “up [oouay *09Joe a OEI 9P |*epe1quas *ppyueo “8104 Á BU09A E 
"SOUOTOBATOSQO a sha: cl 7 "VaVvAILIDO VIONVISIMS | 2 
E "OATLTAOO THU SANOIOIANOS g 
0061 9P OJUN£ ap sar "IVNOIOSVN ODICAN OLALILSNI 
SVOINOTOTIHLTLO VE SHENOIOVAYHHSIO 


ANALES DEL INSTITUTO 


318 


tersrersss 1830) “JOA SI[IST 


98 


1 PL A TA 


6P 3) Z9 eg coosonos men y 2522 0919 UI9J9X Y 


L8 Sp 0p TF e *BpI]9S 9911 J 


pa UTTO) 


PSO"1 8601 390'T |” “pRpIsuo(] 
G81L GLI8 098 .. US TAN TO/A 


Le9v"T SLI 198" Lve"T ds O 


OIG 06P A O UIENA 2 CO) 
LOTT 098 L+8 LS8 "07490118 [9 109 YPRUO |, 


09€ EE A Mn Meco ""»pIqOg 


eonenccnsononns 6829 0) 0) .... pps] 


“ BLIBUIPIO 


201 002 £0l £69 E LEN 


eLz | EL% 0LZ 89% renannnnnnnncncnannot ono nnn narra rn necnnecos yy [OPS OJUO Y 
0OSP | LGP Sep Gap ...nnnn.nr.nrrsrrrrrrsrrrrranrssrr.... “*Qur, ) 


| | Fo8€ 108£ | SO8E Co8£ Go8£ Poner rec nro ro recorro nnrvorenrocanonns dinos. "183004 vanquaod wo Y, 


1 [ 


| 
| 
| “si3 009'€ “sa 0082 “13 007'9 SUB 0079 | SMA OOR O | rrrrrrrrrereenernnnnnnanrnncannnnnnannnananancnannanss “[euu1ur 19 989 q 


'SINOIOVATISIO “08 18 <z 190 | “18 03194 | “07 18C119d | “SITRBOLPA | “ore IiRa "g18 51 190 "“SOTCOITIHAI 


"2 UNU OLPDNI ]2 UN SDPDIIDJOP 07805 7 9p SU J9P SOUOLIMALISGO SD] IP SOLO 09UI9 UO 09UL9 IP NAWOSTA 


NOAA ANA HE TO SOLIS 


*f “UDU OIPEND 


MEDICO NACIONAL. 319 


SECCIÓN CUARTA. 


Tengo el honor de poner en conocimiento de la Junta de profesores, que 
los trabajos llevados á cabo en la Sección 4* del Instituto Médico Nacional 
durante el mes que hoy termina, han consistido en lo siguiente: 

Visita diaria á los enfermos de la Sala de Terapéutica Clínica en el hospi- 
tal de San Andrés. 

Continuación del estudio del Palo del Muerto (Ipomea murucoides), del 
Tepozán (Buddleia americana), del Tecuampatli (Gonolobus......... ), del Za- 
pote blanco (Casimiroa edulis), del aceite de jícama (Dolicos palmatilobus) 
y del agua de Tehuacán. 

El Palo del Muerto fué administrado á Andrés Rodríguez, que ocupa la 
cama núm. 9 del servicio de Terapéutica, afectado de hemiplegia derecha por 
hemorragia cerebral; dicha planta le fué dada bajo la forma de extracto flui- 
do, comenzando por la dosis de cincuenta gotas bis, y ha llegado á la de qui- 
nientas sesenta en las veinticuatro horas, sin éxito alguno; se le han hecho 
también aplicaciones externas en los miembros enfermos con la tintura de la 
propia planta. La observación de este enfermo ha durado cerca de un mes. 

A José María Rodríguez, que ocupa el núm. 20 del mismo servicio, afec- 
tado de cirrosis atrófica del hígado con abundante ascitis y marcada oliguria, 
se le prescribió durante diez y seis días, dosis progresivamente crecientes, des- 
de tres hasta seis gramos de extracto hidro-alcohólico de Tepozán, sin obte- 
ner el efecto diurético que se buscaba. 

A J. Merced Ramírez, que ocupa la cama núm. 10 de la 2* Sala de sífilis, 
que padecía insomnio, obtuvo efecto hipnótico con la dosis de un gramo del 
mismo extracto de Tepozán. 

El Tecuampatli se ministró á dos enfermos de la Sala del Dr. Cicero bajo 
la forma de cocimiento, de treinta y cincuenta gramos de raíz respectivamen- 
te, por recargo intestinal de cuarenta y ocho horas en uno, y de varios días 
en el otro, sin efecto purgante ni laxante alguno; habiendo tenido que recu- 
rrir en ambos al sulfato de sosa, en la dosis ordinaria, para vencer la consti- 
pación. 

El extracto hidro-alcohólico de zapote blanco se prescribió como hipnótico 
á cuatro enfermos de la Sala de terapéutica, núms. 7, 10, 18 y 25, los que por 
diversos motivos sufrían insomnios. En los tres primeros hubo que subir la 
dosis hasta 1g.50 y sostenerla tres ó cuatro días para obtener el efecto bus- 
cado; en el último ni con dosis de 2 gramos durante tres noches se consiguió 
que durmiera, por lo que hubo que recurrir al sulfonal, que inmediatamente 
le'dió buen resultado. 

El aceite extraído de las semillas de la jícama en dosis de 40 á 50 gramos, 
emulsionado, fué prescrito á doce enfermos durante el mes actual, en los que 
por diversas causas estaba indicado un purgante: tres de las observaciones 
pertenecen al Dr. Cicero, dos al Dr. E. Latapí, dos al Dr. León Martínez y 
cinco al subserito. En once de los casos el efecto fué manifiesto, teniendo los 


320 ANALES DEL INSTITUTO 


PAE A AA oo A _ _<2<2 2 2 22 A 


£ 


enfermos de tres á cuatro evacuaciones líquidas, abundantes, en la mayor 
parte sin cólicos intestinales, y en algunos con ligeras contracciones doloro- 
sas del intestino; á dos de los pacientes les provocó vómitos, debidos tal vez 
al mal sabor y olor de la droga, y la acción catártica se manifestó entre una 
y ocho horas después de tomar el remedio, siendo en el mayor número de los 
casos á las cuatro horas. 

A uno de los enfermos del Dr. León no le dió resultado la dosis de 40 gra- 
mos por ser un ceonstipado habitual de razón medular, como se verá en el 
documento respectivo. 

Se recordará que en el informe del mes anterior dí cuenta con el resultado 
favorable de la ministración del aceite de jícama como purgante en nueve Ca- 
sos en que fué aplicado. Durante el mes de Julio he querido que algunos 
otros médicos del hospital de San Andrés ratificaran ó rectificaran esta pro- 
piedad de dicho aceite, y dichos señores han tenido la bondad de atender mi 
súplica, y ya comienzo á recibir, como se ha visto, las observaciones de algu- 
nos de ellos. Hasta ahora el éxito ha sido completo, pues puede decirse que 
en casi todos los casos se ha presentado el efecto purgante. 

Las enfermas de los Dres. Armendaris, Bulman y del que subscribe, suje- 
tas á la medicación por el agua de Tehuacán, han estado bien durante el mes 
actual, pues no han tenido los cólicos hepáticos Ó nefríticos que respectiva- 
mente sufren y sus digestiones han sido normales. 

El Dr. Cicero concurrió con puntualidad, ayudó en las diversas labores de 
la Sección y corrigió las segundas pruebas de imprenta, en francés, delos ar- 
tículos relativos á la Artemisia mexicana, Casimiroa edulis, Chenopodium 
fétidum y Hetheroteca inuloides. 

Acompaño los informes del Dr. Orvañanos, jefe de la Sección 5%; del pro- 
fesor Juan M. Noriega, ayudante de la 42, y de los Dres. Bulman y León 
Martínez, colaboradores de este plantel. 

México, Julio 31 de 1900.— Juan Martínez del Campo. 


Tengo la honra de informar á vd. que durante el mes que hoy termina, he 
administrado á varios enfermos el Cereus grandiflorus, el Casimiroa edulis y el 
Chapuz. 

El Cereus lo he usado en la forma de extracto fluido, y á dosis que han va- 
riado de 20 á 80 gotas en las veinticuatro horas. En dos de los casos en que 
se administró, se trataba de ateroma arterial, acompañado de arritmia, dolo- 
res en la región precordial, desvanecimientos y diminución notable de la ori- 
na. Con las dosis altas de la medicina, me ha parecido notar que el pulso se 
regulariza, disminuyen los vértigos notablemente y hay algún aumento en 
la secreción de la orina. Este aumento no es muy notable, y nunca llega, ni 
con mucho, al que se observa durante la administración de la digital. En 
otro caso usé el cocimiento de la flor; se trataba de una aortitis crónica que 
había producido hipertrofia del corazón izquierdo y que después se acompa- 


MEDICO NACIONAL. 321 


ñó de dilatación del corazón derecho y de insuficiencias mitral y tricúspide. 
El enfermo tenía arritmia acompañada de desvanecimientos y escasez de ori- 
na; se mejoraron estos síntomas durante algunos meses; pero después la en- 
fermedad siguió su curso y terminó fatalmente. Otro enfermo de enfisema, 
con dilatación del corazón derecho, ha comenzado á tomar el extracto fluido 
del Cereus, con el objeto de averiguar si aumenta la secreción renal, elevan- 
do la tensión sanguínea en las arterias. Todavía en este momento no he po- 
dido formar un juicio exacto sobre el resultado. 

El Casimiroa edulis lo he seguido usando como hipnótico, administrando 
el extracto hidro-alcohólico á dosis de un gramo y algo más, y generalmente 
no he podido conseguir resultado alguno. 

El Chapuz lo he seguido administrando á un hemiplégico antiguo, que de- 
be su padecimiento á una hemorragia cerebral. El enfermo reclama con in- 
sistencia la administración de la medicina, pues dice que le mejora notable- 
mente, pero el examen físico no ha dado á conocer hasta ahora que se haya 
verificado esa mejoría. 

Protesto á vd. mi consideración. 

México, Julio 31 de 1900.—D. Orvañanos.—Sr. Dr. D. Juan Martínez del 
Campo, jefe de la Sección 4?—Presente. 


Tengo la honra de informar á vd. que durante el mes que hoy termina, he 
repetido las preparaciones de tintura y extracto fluido de Palo del Muerto y 
aceite de jícama, y he distribuído los medicamentos del modo siguiente: Pa- 
ra la Sala de su cargo, aceite de jícama, extracto de tepozán, extracto de za- 
pote, extracto fluido de palo del muerto, tintura de palo del muerto y tintura 
de flores de cereus serpentinus. Al Sr. Dr. León Martínez: tintura de salvia 
de bolita y aceite de jícama. Al Sr. Dr. Cicero: aceite de jícama, extracto de 
tepozán y extracto fluido de peyote. Al Sr. Dr. Latapí: aceite de jícama. Al 
Sr. Dr. Orvañanos: extracto de zapote, tintura de cereus y extracto de cha- 
puz; y al Sr. Dr. Bulman, aceite de jícama, tintura de cereus serpentinus, 
tintura de palo del muerto, extracto de tepozán y extracto de zapote. 

Protesto á vd. mis respetos. 

México, Julio 31 de 1900.—J. M. Noriega.—Al jefe de la Sección 4* del 
Instituto Médico Nacional Dr. D. Juan Martínez del Campo.—Presente. 


Tengo el gusto de informar á vd. que en la 2? Sala de Medicina de muje- 
res en el hospital de San Andrés, á cargo del Sr. Dr. Castellanos, se han en- 
sayado en el presente mes las preparaciones siguientes: 

La tintura de salvia de bolita á la dosis de 90 gotas ter. suspendió los su- 
dores en cuatro tuberculosas pulmonares. 

Se obtuvo efecto hipnótico en seis enfermas, cuatro tuberculosas y dos reu- 
máticas á las tres horas de administración de un gramo de extracto de te- 
pozán, 


322 ANALES DEL INSTITUTO 


Treinta gramos de aceite de jícama, con dificultad los tomó una enferma de 
gastritis, quejándose de su repugnante sabor; á la media hora tuvo vómitos 
que contenían la preparación, y á las dos horas evacuación abundante. 

El cocimiento de pata de león al 20 pS y á la dosis de 100 gramos, fraca- 
só como purgante en una dolienta de hemorragia cerebral. 

México, Julio 31 de 1900.—Dr. Bulman.—Al jefe de la Sección de tera- 
péutica.—Presente. 


Tengo el honor de poner en conocimiento de vd., que en el curso del pre- 
sente mes se ha ministrado á dos enfermos el aceite de jícama con el fin de 
investigar su acción purgante. 

El primero, que padece de esclerosis de los cordones antero-laterales de 
la médula, tiene, por razón de su padecimiento, pereza en su intestino, lo que 
obliga á ponerle lavativas glicerinadas para que evacue. El 28 del que cur- 
sa, no habiendo obtenido ningún resultado por este medio, se le dieron 40 
gramos del aceite en cuestión, sin éxito. 

El segundo enfermo á quien se ministró el aceite, es un convaleciente de 
reumatismo poli-articular, que en el curso de su convalecencia tuvo algunos 
trastornos gástricos. En este enfermo, con la misma dosis de 40 gramos so- 
brevinieron siete evacuaciones líquidas, la primera de las cuales se acompa- 
ñó de cólicos. 

Se ha ministrado también en el presente mes, tintura de salvia de bolita á 
la dosis de 40 gotas bis á los enfermos 4 y 11 de la Sala de Clínica de tercer 
año, ambos tuberculosos, habiéndose notado disminución marcada de los su- 
dores desde el segundo día. 

Protesto á vd. las seguridades de mi atenta consideración. 

México, Julio 30 de 1900.—J. Loón M.—Al Sr. Dr. Juan Martínez del 
Campo, jefe de la Sección 4* del Instituto Médico Nacional.—Presente. 


SECCIÓN QUINTA. 


Tengo la honra de informar á la Junta, que durante el mes en curso se si- 
guió pasando en limpio el “Indice de Geografía Médica” y se compendiaron 
y anotaron en el borrador del mismo Indice las respuestas dadas por todas 
las municipalidades del Estado de México. 

Se ha colaborado con la Sección 4? en el estudio terapéutico de las plantas 
medicinales del país, y el informe relativo se remitió al jefe de la referida 
Sección. 

México, Julio 31 de 1900.—D. Orvañanos. 


MEDICO NACIONAL. 323 


LECTURA DE TURNO. 


EL MANGLE. 


RHIZOPHORA MANGLE L.— RIZOFORÁCEAS. 


En el periódico político titulado “El Diario del Hogar,” que se publica en 
esta capital, y en el número 173 impreso con fecha 6 de Abril del presente 
año, leí en la Sección científica un artículo titulado: —“La curación de la le- 
pra. ”—“Los efectos del mangle rojo,” —cuyo artículo como se verá más ade- 
lante, está formado en realidad por dos diversos, uno de ellos traducido del 
“Western Druggist” de Chicago; y el otro tomado de la “Crónica Médico-qui- 
rúrgica de la Habana;” refiriéndose ambos á las propiedades curativas del ci- 
tado vegetal en la mencionada enfermedad. 

Como el mangle es indígena en nuestro país y existe en abundancia en las 
extensas costas de la República, lo mismo que en los terrenos pantanosos 
cercanos á ellas, me pareció de interés reunir los datos que hubiera sobre ese 
árbol, para ofrecerlos á la consideración de los ilustrados profesores que me 
escuchan, y puedan juzgar por sí mismos si son de interés tal, que amerite 
que se haga por las secciones respectivas del Establecimiento, el estudio 
químico, fisiológico y terapéutico de las propiedades del mangle, en cuyo ca- 
so podrá figurar en alguno de los próximos programas anuales del Insti- 
tuto. 


DaATos BOTÁNICOS DEL MANGLE. 


El mangle es un árbol del continente americano que por su porte, su pe- 
culiar manera de vegetar y por algunas otras particularidades que presenta, 
debió llamar la atención desde luego de muchos de los primeros viajeros que 
llegaron á las playas del Nuevo Mundo en la época del descubrimiento; pues 
figura en el mayor número de los relatos de esos viajeros. 

Oviedo, designado como el primer cronista de Indias, * que vino á Améri- 
ca poco tiempo después de la conquista (1512), lo menciona con ese nombre 
diciendo: “Mangle es un árbol de los mejores que en estas partes hay, y es 
común en estas islas é tierra firme,” (Oviedo Hist. Nat. y Gen. Ind. lib. IX, 
cap. 6. Sevilla. 1535.) por lo que es de suponer que el nombre de mangle es- 
tá tomado de alguna de las lenguas ó dialectos de los primitivos habitantes 
de nuestro continente. 

En Cuba le llaman mangle colorado, según el Index de la Flora Cubana, 
núm. 667; y mangle amarello en el Brasil, según Colmeiro; en la Martinica y 
demás colonias francesas manglier, según Descourtilz, y en los Estados Uni- 
dos y colonias inglesas lleva el nombre de mangrove.—En el Occidente de 
nuestro país es conocido con el nombre de mangle candelon ó simplemente 


1 Capitán Gonzalo Fernández de Oviedo, Madrid, 1478. Valladolid, 1557, 


324 ANALES DEL INSTITUTO 


candelón, pues con ese nombre trajo en 1898 unas ramas el Sr. Profesor Fran- 
cisco Río de la Loza, quien las tomó de los extensos y abundantes manglares 
de Mexcaltitán, pueblo situado sobre la pequeña isla del mismo nombre, la 
que está próxima á las playas del Territorio de Tepic en aguas del estero lla- 
mado Camichín. 

Linneo lo clasificó con el nombre técnico de Rhizophora mangle, admitiendo 
como específico el nombre vulgar primitiva y más generalmente conocido, 
para distinguirlo tal vez de sus congéneres del antiguo mundo, los que lle- 
van en francés el nombre vulgar de paletuviers.' 

El género Rhizophora fué también establecido por el mismo Linneo y pues- 
to por el célebre naturalista en la octandria monoginia. Después cuando se 
trató de establecer el método natural, fué colocado por Jussieu en las Capri- 
foliáceas, y posteriormente por Richard en las Lorantáceas. 

Más tarde y á medida que progresaban los conocimientos botánicos sobre 
las afinidades de los géneros y órdenes, R. Brown, en 1814, lo consideró como 
el tipo de un nuevo orden natural que él denominó de las RIZOFORÁCEAS, 
asignándole los caracteres que comprendían los dos géneros Rhizophora L. y 
Carallia, Roxb. 

Establecido así el orden de las RIZOFORÁCEAS, y admitido sucesivamen- 
te con diversas adiciones y modificaciones en los Genera publicados en época 
posterior, por A. P. De Candolle, Endlicher, Lindley, Brongiart y otros au- 
tores, subsiste en el /ndex de Durand que se ha aceptado como guía para el 
arreglo del Herbario del Instituto respecto de las plantas Fanerógamas, y con 
el mismo número de tribus y géneros que le asignaron los Sres. Benthan y 
Hooker en su obra publicada de 1862 á 1883. 

La revisión de los géneros que constituyen en ambas obras el orden de las 
RIZOFORÁCEAS manifiesta que con excepción de los dos géneros Rhizophora y 
Cassipouwrea que tienen escasos representantes en el continente americano, tal 
vez uno sólo cada uno de ellos, los restantes que ascienden á quince con poco 
más ó menos de cuarenta especies, pertenecen exclusivamente al Asia, Afri- 
ca é islas del Pacífico. 

Siguiendo pues la obra de Th. Durand, el orden de las RIZOFORÁCEAS per- 
tenece á las Dicotiledóneas polipétalas; serie III, Calicifloras; cohorte XII, 
Mirtales; y el género Rhizophora es el primero de la tribu de las Rhizoforec, 
primera de las tres en que está dividido el orden. 

Para precisar mejor las afinidades de este orden y su colocación en la se- 
rie, me parece conveniente agregar que la cohorte señalada más arriba, la de 
las Mirfales, comprende además de las Rizoforáceas, las Combretáceas, Mir- 
táceas, Melastomáceas, Litrarieas y Onagrarieas; de cuyos órdenes existen en 
México numerosos representantes. 

Se han descrito 4 ó 5 especies del género Rhizophora, las que en opinión de 
Benthan y Hooker, y Durand tal vez pueden reducirse á 2 solamente, sien- 
do las demás variedades de éstas. 

Los caracteres botánicos del género son los siguientes: 


> 


MEDICO NACIONAL. 325 


Cáliz ceñido en la base por bracteolas soldadas en cúpula; de tubo pequeño 
soldado á la base del ovario; de limbo 4— partido, lóbulos lanceolados, gruesos, 
coriáceos y valvados. Pétalos 4, enteros, insertados en la base del disco car- 
noso. Estambres 8-12, insertados con los pétalos, filamentos cortos; anteras 
alargadas, acuminadas, conniventes. Ovario semi-infero, 2- locular, levantán- 
dose sobre el cáliz en cono carnoso; estilo de base cónica, subulado, estigma 
2-dentado; óvulos 2 en cada lóculo, pendientes de la parte superior uno al 
lado del otro. Fruto coriáceo, ovoide ú obcónico, ceñido en su base por el 
limbo reflejado del cáliz, 1-locular y con un solo grano. Grano suspendido 
y mientras germina soldado con los cotiledones; embrión sin albumen; radí- 
cula alargada en forma de clava que perfora la extremidad del fruto, persis- 
tente por mucho tiempo en el árbol, y desciende al cieno. Arboles de ramitas 
rollizas cicatrizadas. Hojas opuestas, pecioladas, gruesas, corláceas, ovadas ó 
elípticas, enteras y lampiñas. Estípulas interpeciolares, caedizas. Pedúnculos 
axilares, 2-3 cótomos, de pocas flores. Flores grandes, coriáceas, sentadas ó 
con piececito. Anteras primeramente multiloceladas, después 2-valvas (Benth 
€ Hook. Gen. plant. I. p. 678). 

Como no conozco el mangle, pues nunca he estado en las regiones en que 
vegeta, y en el Herbario del Instituto solamente hay unas pequeñas ramas 
con las hojas desprendidas, pocas flores y un solo fruto, las que fueron traí- 
das, según dije antes, por el Sr. Río de la Loza, en la expedición que hizo 
hasta Tepic, enviado por el Grupo IX de la Comisión mexicana para la Ex- 
posición de Paris; para poder describir el árbol he recurrido á diversas obras 
que lo mencionan; siguiendo en lo general la descripción hecha por Mr. Ch.S. 
Sargent en su magnífica obra intitulada: “The Silva of North América,” vol. 
V. pag. 15; complementándola con otros datos tomados principalmente en las 
obras siguientes: “The treasury of Botany” de Jhon Lindley y Thomas Moore; 
“Flore pittoresque et Médicale des Antilles” de Mr. M. C. Descourtilz; “The 
Natural History of plants” de Kerner von Marilaun, traducida al inglés por 
F. W. Oliver; la “Histoire des plantes” de H. Baillon; y otras obras de impor- 
tancia, en las que también he hallado las noticias referentes á las aplicacio- 
nes del mangle. 

El árbol de que me ocupo, es de copa redonda y espesa, con las ramas ex- 
tendidas; comunmente tiene de 15 á 20 pies de altura, y forma un bosque ca- 
si impenetrable con'sus numerosas raíces aéreas; excepcionalmente llega á 
tener de 70 á 80 pies de altura, con su tronco recto y elevado, desprovisto de 
ramas en más de la mitad de su longitud, y llevando arriba una reducida co- 
pa. La corteza del tronco, casi de media pulgada de grueso, es de color gris 
rojizo; la superficie está irregularmente surcada por grietas ó hendeduras, é 
interiormente dividida en tenues y agrupadas escamas. Los renuevos y ra- 
mas principales son lisos y de color rojizo-moreno lustroso. Las ramitas son 
rollizas, de color opaco rojizo-moreno también, llegando á ser lustrosas en el 
segundo año de su edad, cuando están marcadas claramente, con grandes ci- 
catrices ovales, ligeramente elevadas, que dejan las hojas que cayeron. Las 

Tomo IV.—45 


326 ANALES DEL INSTITUTO 


hojas opuestas y coriáceas que persisten sobre los ramos durante uno ó dos 
años, son ovales ó elípticas, arredondadas en su extremidad, estrechándose 
gradualmente en la base en peciolos rollizos; tienen 32-5 pulgadas de largo 
y de 1-23 de ancho, con peciolos que varían desde 3 pulgada hasta 13 de lon- 
gitud; de color verde obscuro y muy lustrosas en la cara superior y pálidas 
en la inferior; levemente gruesas en los márgenes, con las nervaduras me- 
dianas anchas y salientes por debajo y las secundarias reticuladas. Las estí- 
pulas son lanceoladas, agudas de 13 pulgadas de largo, y caen cuando las ho- 
jas se desarrollan. Las flores que se producen en toda época del año, están 
dispuestas en cimas pedunculadas, ramoso -2-3—cótomas, que nacen en las 
axilas de las hojas tiernas; los pedúnculos son fuertes y gruesos, alcanzan 
13-2 pulgadas de largo y los pedicelos, bastante cortos, pues á veces parece 
que las flores están sentadas, llevan en la base una pequeña cúpula formada 
por las bracteolas laterales soldadas. Esas flores, un poco inclinadas cuando 
se abren, son regulares y hermafroditas; su receptáculo cóncavo, aloja la por- 
ción inferior del ovario y lleva en sus bordes los estambres y el perianto que 
es doble; el cáliz formado por cuatro sépalos valvares, lanceolados, persisten- 
tes, gruesos y coriáceos; y la corola por cuatro pétalos alternos y enteros, tam- 
bién valvares, que llevan en su superficie interior unos pelos largos descolori- 
dos, que nacen del borde de los mismos pétalos y que algunas veces cubren los 
ocho estambres. Estos están formados por un filamento muy corto ó nulo y 
por una antera basifija alargada, de dos lóculos dehiscentes según su longi- 
tud. El ovario semi-ínfero está dividido en dos lóculos 2-ovulados y lleva 
encima un estilo muy corto casi inmediatamente dividido en dos pequeños ló- 
bulos estigmatíferos. El fruto de una pulgada de largo, de color rojizo—obs- 
curo, y ligeramente áspero en su superficie, está acompañado en su base por 
el cáliz persistente y algunas veces reflejado; y es coriáceo, indehiscente y 
monospermo. 

Los Mangles son vegetales sumamente curiosos, bajo dos aspectos distin- 
tos: primero por su porte mismo á causa de sus raíces en forma de zancos que 
levantan el tronco encima del cieno; y segundo por la germinación del grano 
que se verifica en el mismo fruto antes que éste se haya desprendido del 
árbol. 

Explicando ambos aspectos, dicen los autores consultados, que después de 
que un mangle nacido en el cieno de las márgenes inundadas de los esteros, 
ha llegado á alcanzar cierto desarrollo, empiezan á brotar en la parte baja 
del tronco y á diversas alturas sobre la superficie del agua, unas raíces obli- 
euas que encorvándose cada vez más, penetran en-el mismo cieno en derre- 
dor del tronco afirmando sólidamente el árbol. Entonces, y por una destruc- 
ción progresiva de las raíces primitivas y de la porción inferior del tronco, 
aparece éste desprendido del suelo, quedando definitivamente así levantado 
para lo restante de su vida. Es indudable que á esta particularidad deben el 
mangle y sus congéneres el nombre genérico impuesto por Linneo; pues la 
palabra Rhizophora formada con dos elementos radicales griegos, significa ¿le- 


MEDICO NACIONAL. 327 


vado por las raíces, haciendo alusión el nombre compuesto á las largas raíces 
en forma de zancos que sostienen el tronco del árbol encima del pantano. El 
flujo del mar cubre periódicamente estas raíces, y cuando baja el agua apa- 
recen cubiertas por numerosas conchas de moluscos que se fijan en ellas. Js- 
te hecho ha dado lugar, según afirma el Dr. W. Hamilton en el “Pharma- 
ceutical Journal” de Londres, á que algunos viajeros antiguos aseveraran que 
ciertas especies de ostras nacían y vivían sobre los árboles. 

- También las ramas horizontales ú oblicuas ascendentes de los mangles 
Mc raíces largas y delgadas que crecen verticalmente hacia abajo Hal 
penetrar en el suelo, lo mismo que acontece con el Ficus indica; estas raíces 
las llama columnares uno de los autores citados, y otro dice que los que ca- 
minan sobre el suelo pantanoso en que están los Manglares, lo hacen asién- 
dose de esas raíces para evitar el hundirse en el lodo. 

Todos Ins que describen los mangles llaman la atención sobre su extraño 
porte, levantados sobre el terreno por las numerosas arcadas que forman las 
raíces inferiores; y por el laberinto que llegan á formar también los troncos y 
las numerosas raíces verticales que en derredor de ellos descienden de las 
ramas. 

Hice notar más arriba que la germinación de los granos de los mangles se 
verifica en el fruto mismo, cuando aún está fijo éste en el árbol. En la ma 
yor parte de las plantas se observa que los granos no germinan sino hasta 
que han alcanzado un completo estado de madurez; y también que la facul- 
tad de germinar después de la separación del grano de la planta sufre una 
detención temporal, más ó menos amplia según las especies, hasta que el gra- 
no está en condiciones adecuadas para hacerlo. Esa detención no existe en los 
granos del mangle; la madurez tiene lugar inmediatamente, y el desarrollo 
comienza en el interior mismo del pericarpo, por lo que se ha propuesto para 
los Rhizophora y algunas otras plantas en que se produce el mismo fenómeno, 
el significativo nombre de plantas vivíiparas; nombre que parece justificado, 
pues todavía dentro del fruto pendiente del árbol, el embrión del único óvulo 
que se desarrolla, á consecuencia del aborto de los demás, produce una radí- 
cula gruesa y larga que perfora la extremidad del fruto, y sale al exterior di- 
rigiéndose verticalmente de arriba hacia abajo. Cuando el peso de esta radí- 
cula llega á ser considerable, la plantita entera ya formada se desprende de 
su cuna aérea, del fruto que permanece en el árbol, y cae ella al pie del mis- 
mo árbol hundiéndose en el lodo por la extremidad más gruesa, que muy en 
breve emite raicecitas para fijarse; á la vez que la extremidad libre, que es la 
más delgada y en donde está la gémula, despliega rápidamente un par de ho- 
jas radiqales, verdes y frondosas. $ 

Como se ve en el mangle, no es la semilla, el grano completo el que se 
desprende de la planta madre que lo ha producido, sino únicamente el em- 
brión, y por esto puede considerársele como vivíparo. Este embrión llega á 
alcanzar gran- desarrollo, de 30 á 50 centímetros de largo, y de 1á5 centí- 
metros de grueso, y con peso hasta de unos 80 gramos. — 


328 ANALES DEL INSTITUTO 


Para concluir con lo referente á los datos botánicos, mencionaré que la ma- 
dera del mangle es sumamente dura, sólida, de grano compacto y fuerte; de 
superficie satinada y susceptible de un hermoso pulimento; de color rojizo 
moreno obscuro, veteada de moreno claro. Según Sargent, su densidad es de 
1,1617 cuando está absolutamente seca, y un pie cúbico pesa 72,40 libras in- 
alesas, y agrega que se usa mucho en los desembarcaderos de la Florida, 
principalmente para hacer las estacas ó. pilotes que sostienen los muelles, 
tanto por su fuerza como por su inmunidad para los ataques de las larvas de 
los insectos que perforan la. madera. 


APLICACIONES DEL MANGLE. 


Recorriendo las obras consultadas para este trabajo, se lee que el fruto del 
Mangle es dulce y comestible, y que el jugo fermentado produce un vino 
(alcohol?) embriagante; que de sus raíces aéreas se.extrae una sal amarga y 
corriente, y que hallándose en abundancia el tanino en todas las partes de 
los mangles, se utilizan frecuentemente en el curtido de las pieles. Además, 
la corteza calificada de acídula y estíptica, la emplean los tintoreros, porque 
su decocción amarga y astringente, produce con sales de fierro y cobre, tin- 
tes diversos, aceitunado moreno, castaño rojizo y apizarrado ó negro. 

También la misma corteza ha sido usada medicinalmente como. astringen- 
te en el tratamiento de los flujos, de las hemorragías y de las anginas; y So- 
bre todo como excelente febrífugo, pues según Descourtilz, puede sustituir á 
la quinina. Los pescadores usan la raspadura de las raíces contra las mor- 
deduras de los peces y picaduras de los insectos venenosos. Guibourt refiere 
que en el Brasil y Colombia se practican incisiones en el tronco de los man- 
gles para recoger un jugo rojizo que secado al sol constituye una falsa espe- 
cie de sangre de drago, introducida algunas veces en Europa como Kino de 
América, y que tiene las mismas cualidades astringentes que el verdadero 
de la India. 

En la Nueva Farmacopea Mexicana se halla descrita entre las gomas, la 
goma mangle, de la cual no se conoce el vegetal que la produce, y solamente 
se señala como lugar de su procedencia á Tampico y puntos cercanos de la 
costa. Por el nombre y el lugar de donde viene, pudiera uno sentirse incli- 
nado á creer que esa goma mangle la produce el Rhizophora mangle, L.; pero 
no puede afirmarse el hecho, no sólo porque el entendido naturalista que es- 
cribió esa parte de la Farmacopea no señala ningún indicio, sino también 
porque en todos los libros que he recorrido, no se menciona que el mangle ó 
alguna otra de las especies del género Rhizophora produzca goma. Tal vez 
esto dependa de que el nombre de mangle ó manglier, y también el de paletu- 
wier, se da no sólo á los árboles del género Rhizophora, sino que á menudo se 
aplican esos nombres á otros muchos vegetales de familias muy diversas, 
que crecen con aquellos y de la misma manera, sobre las playas inundadas 
de los esteros; tales son los Avicennia, los Conocarpus, ete., que hunden en 


MEDICO NACIONAL, 329 


el lodo las numerosas y largas raíces adventicias que soportan sus tallos, for- 
mando selvas acuáticas, á veces muy espesas, que sirven de asilo á muche- 
dumbres de animales marinos, y que se consideran en los países tropicales 
como focos peligrosos de infecciones miasmáticas. 


Con lo expuesto hasta aquí he dado á conocer los caracteres botánicos del 
mangle, su especial manera de vegetar y de reproducirse, y además los usos 
de su madera, corteza y fruto, los que interesan no sólo á la industria, sino 
también á la medicina; y ha llegado la ocasión de dar á conocer á mis bené- 
volos oyentes (algunos de los cuales pueden haberse fijado como yo en el 
asunto), el artículo del “Diario del Hogar” á que hice referencia al principio 
de esta lectura, y que fué el que me sugirió la idea de estudiar y conocer el 
mangle. Dice así: 


LA CURACIÓN DE LA LEPRA. 
Los efectos del Mangle Rojo. 


“Hace pocos días nos apresuramos á hacer públicas las primeras noticias 
que nos llegaron acerca de un medicamento aplicado, según los informes re- 
cibidos, con éxito asombroso á la curación de la lepra. : 

Quisimos dar desde luego, á las personas á quienes pudiera interesar, una 
base para dar principio á sus investigaciones y estudios; pero nos propusimos 
entonces ampliar los datos que poseíamos, lo cual hemos tenido el gusto de 
conseguir, pudiendo ahora insertar á continuación lo que acerca del asuntose 
lee en el Western Druggist de Chicago y en la Crónica Médico-Quirúrgica de 
la Habana: | 

Traducimos del Western Druggist: 


“La corteza del Mangle Rojo como específico contra la Lepra 
«y la Elefantiasis.” 


La lepra, hasta la presente fecha, ha sido considerada como incurable, y 
así lo declaran todos los textos y tratados que se ocupan en dicha enferme- 
dad. Sin embargo, he descubierto el verdadero remedio contra la lepra, con- 
siderando un deber mío hacerlo público, en beneficio de la humanidad do- 
liente. 

Ciertas observaciones me indujeron hace algunos años á creer que la corte- 
za del mangle rojo (rhizophora mangle, L.) pudiera ser útil contra la lepra. 
Cuando llegué á Cayo Hueso encontré muchos casos de esta enfermedad y 
sentí gran deseo de ensayar el remedio, pero no siendo yo médico me ví obli- 
gado á procurar que el Dr. A. Moreno, de aquel lugar, hiciese algunos expe- 
rimentos, lo cual verificó, quedando asombrado de los resultados, 

Los efectos de la medicación son los siguientes: la sensibilidad se recobra 
en los lugares de donde había desaparecido; el pelo vuelve á crecer en los si- 


330 ANALES DEL INSTITUTO 


tios de donde había caído; el enfermo recupera su apetito y su fuerza; los tu- 
bérculos si son recientes, comienzan á empequeñecer hasta que desaparecen, 
y si son antiguos, se abren, supuran y cicatrizan; las manchas se hacen páli- 
das y disminuyen de tamaño hasta que la piel vuelve á tomar su aspecto sa- 
no; si hay úlceras cicatrizan en el segundo mes; el enfermo gana en peso, re- 
cobra el sueño y adelanta hasta ponerse bueno. 

El medicamento es perfectamente inofensivo, no ocasiona síntomas des- 
agradables, nada de extreñimiento, ni de diarrea, ni jaquecas, ni descompo- 
siciones de estómago. 

El mangle rojo es mangle, L.) es un arbusto que crece á lo lnea 
de la costa en las Indias Octidentales y en algunos lugares de Florida. ld 
parte que se emplea es la corteza. Puede ser tomada en forma de decocción, 
poniendo media onza de la corteza entre seis onzas de agua, dividiéndola en 
tres dosis durante el día, pero es mejor macerarla en agua fría porel espacia 
de doce horas. 

Se obtiene también un extracto por medio de percolación en el agua, eva- 
porándola luego hasta la sequedad al baño maría. Con una onza de extracto 
pueden prepararse sesenta píldoras de las que se toman tres al día. 

Dicho extracto, incorporado con cerato ó manteca, da una untura para apli- 
car á las úlceras. Estas deberán ser lavadas á diario con agua tibia y jabón 
de Castilla, poniéndose en seguida la untura. Asimismo pueden hacerse los 
lavados con la decocción de la corteza. 

El enfermo ha de darse diariamente un baño tibio, al que se agregará si 
fuere posible algo de la decocción. 

Este tratamiento ha curado no tan sólo la lepra, sino también la elefan- 
tiasis. 

Los señores médicos no harán más que ensayar la corteza del mangle rojo 
(rhizophora mangle, L.) para adquirir el convencimiento de que es el verda- 
dero específico contra la lepra.—P. Guichard.—Cayo Hueso, Florida, Sep- 
tiembre de 1899. í 

Hé aquí lo que por su parte, dice la Crónica Médico--Quirúrgica de la Ha- 
bana, periódico de que antes hicimos mención: 


“El Red Mangrove” y la Lepra. 


Sr. Dr. D. Juan S. Fernández, Director de la Crónica Médico-Quirúrgica de 
la Habana.—Estimado compañero: —En 1896 el Sr. Pedro Guichard, farma- 
céutico del Estado de la Florida, experimentó con conocimiento de un médi- 
co, los efectos maravillosos de este remedio en la Lepra—sabía del medica- 
mento por tradiciones de familia —El enfermo curó y entonces dicho señor, 
asociado á un profesional, ofreció en el mercado americano su remedio, guar- 
dando el secreto á los leprosos. Varios enfermos de lepra, bien diagnostica- 
dos, acudieron al remedio y hoy tengo noticias de que están curados. Por ese 
entonces ejercía yo en Tampa y supe de las curaciones sin conocer el reme- 


MEDICO NACIONAL. 331 


dio. A mi vuelta de la emigración, encontré leprosas á dos hermanas de un 
querido compañero de esta ciudad, le indiqué lo que sabía con esa repugnan- 
cia natural del médico en presencia de Específicos Secretos y lo induje, por lo 
inusitado del asunto, á la experiencia. De eso hace ya 6 meses y los resulta- 
dos son tan satisfactorios que mi compañero dice que se conforma con la me- 
joría obtenida, suponiendo que no se llegará á la curación. La enferma más 
grave notó que en su tiempo habitual no acudía el brote de tubérculos, des- 
pués que se restablecieron las reglas; como á los cuatro meses se cicatriza- 
ban las ulceraciones, y hoy sale nuevamente el cabello, cejas y pestañas, de 
modo que él considera un éxito el remedio. 

Siendo médico el Sr. Guichard y su familia, aprovechaba la cierta influen- 
cia que siempre tiene el médico sobre sus pacientes para inducir á dicho se- 
ñor á publicar el secreto por bien de la humanidad. Por fin, el Sr. Guichard 
me lo ha revelado, dejándome en libertad de hacer de él el uso que quiera y 
yo me apresuro á comunicarlo á mis compañeros para que lo utilicen. Gui- 
chard usa 50 centígramos de extracto seco de Mangle rojo para una píldora, 
tres píldoras al día. Donde no se pueda conseguir el extracto puede hacerse 
maceración de corteza de Mangle rojo, media libra para un litro de agua y 
tomar 100 gramos una, dos ó tres veces al día. 

Pero hay más: por una extraña coincidencia yo sabía, aunque nunca le dí 
importancia, que el Dr. Juan Bruno Zayas había curado algunos tísicos con 
cocimiento de cáscara de Mangle y entre esos á un miembro de mi familia. 
Como he dicho, nunca dí importancia al hecho; pero recordando hoy el pare- 
cido bacteriológico de la lepra y la tuberculosis, me he atrevido á ensayar en 
algunos tuberculosos averiados el remedio, y aunque nada pueda decir por 
hoy sobre eso que está en estudio, recomiendo á mis colegas que lo en- 
sayen.” 

De vd. S. S. amigo compañero.—Dr. José León de Mendoza. 


El artículo que acabo de reproducir, que repito, me indujo á tomar el man - 
gle como asunto para esta lectura, habrá dado á conocer, ó tal vez, solamente 
recordado á los señores Profesores del Instituto, las aplicaciones que de los 
productos de ese árbol se han hecho en la Habana y en los Estados Unidos 
del Norte, en la curación de la lepra y de la tisis. Incapaz de caminar por 
este sendero, me limito únicamente á llamar la atención de los que pueden 
seguirlo con éxito; añadiendo para concluir, que sin ningún conocimiento 
acerca de la naturaleza de las enfermedades, también me “sobrevino la idea 
con ese artículo, de que en México pudieran ensayarse los efectos del mangle 
en la curación del mal de San Lázaro. 

México. Julio 31 de 1900.—Gabriel V. Alcocer, conservador del Herbario 
del Instituto Médico Nacional, 


332 ANALES DEL INSTITUTO 


BIBLIOGRAFIA. 


El Sr. Dr. D, José Ramirez, Jefe de la Sección de Historia Natural en el Instituto Médico 
Nacional, al marchar á Paris en Marzo último, como miembro de la Comisión Mexicana para 
la Exposición Universal que se celebra en aquella ciudad, dejó en prensa un libro sumamen- 
te interesante, el cual acaba de publicarse y tiene por título: «La Vegetación de México.—Re- 
copilación y análisis de las principales clasificaciones propuestas.» 

Como lo indica el título, el Dr. Ramirez reproduce vertidas al castellano, y en orden cro- 
nológico las «Consideraciones sobre la geografía botánica de México,» publicadas en francés por 
los Sres. M. Martens y H. Galeotti; las «Consideraciones generales sobre la Vegetación de Méxi- 
co y las diversas estaciones en donde crecen las especies de orquideas mexicanas»—en el mismo 
idioma, por el Sr H. Galeotti solo; «La Vegetación del Dominio mexicano» del Sr. A. Grise- 
bach, también en francés, lo mismo que «Las regiones botánicas de Mexico» del Sr. E. Fournier; 
y por último, el notable «Bosquejo de la geografía y rasgos prominentes de la Flora de México,» 
que en idioma inglés publicó el Sr. W. B. Hemsley. En seguida hace el Dr. Ramirez el «Dra- 
men crítico de las clasificaciones anteriores,» y concluye proponiendo otra clasificación suya de 
las «Regiones botánico-geográjicas de México.» 

Puso además, y como ensayo de descripción, la «Introducción para una Flora del Vale de. 
México.» ; 

Por lo que contiene, se comprenderá el interés que lleva-en si el libro, pues se han reunido, 
en un solo volumen, las opiniones más autorizadas que se han emitido sobre la Geografía bo- 
tánica de la República Mexicana, las que están diseminadas en obras especiales, costosas, ra- 
ras y algunas agotadas ya, y que sólo se hallan en las Bibliotecas de cierta categoría; cir- 
cunstancias por las que el Dr. Ramírez ha hecho positivo servicio á la ciencia, y 4 muchos de 
sus adeptos, reuniendo esos materiales dispersos, que no están al alcance de todos, y estu- 
diándolos con su reconocida competencia. 

El Sr. Ministro de Fomento, Tlugeniero D. Manuel Fernández Leal, apreciando el interés 
de la obra, dispuso que se publicara en los «Anales de la Secretaria de Fomento,» y.se ha hecho 
además un sobretiro especial. 

La obra tiene todavía otra recomendación más, que la hace útil á mayor número de lecto- 
res que la consulten; y es que lleva un apéndice en el que se han recopilado otros documen- 
tos también diseminados en publicaciones de distinta indole, pero que por su conjunto ayu- 
dan á formarse mejor idea de los diversos climas que hay en México, y por consiguiente, de 
las diversas zonas de vegetación señaladas y propuestas por los autores mencionados. 

Esos documentos, son: primero, unas tablas de alturas de numerosos lugares de la Repú- 
blica, tomados de una obra alemana sobre Geología y Paleontología de México, de los Dres. 
Félix y Lenk, cuyas tablas fueron traducidas por el Sr. Ingeniero I. Epstein. Segundo, las 
alturas absolutas de los principales puntos que recorren los Ferrocarriles mexicanos. Terce- 
ro, los perfiles litografiados de estos mismos Ferrocarriles. Cuarto, datos meteorológicos de 
las principales ciudades del país; y quinto y último, dos cartas de la República litografiadas 
en colores, una altimétrica y otra termométrica. 

El conjunto es utilísimo y agradable, pues está impreso el libro con la elegante sencillez 
y corrección característica de los trabajos que salen de la Oficina tipográfica de la Secretaría 
de Fomento. 

Debe felicitarse al Dr. Ramirez por esta publicación, y al Sr. Ministro do Fomento porque 
dispuso que se hiciera, sin omitir gasto, una obra de esta naturaleza, que favorece la difusión 
y el estudio de conocimientos de tanto interés. 

México, Julio de 1900.—G, V. Alcocer. 


e 


-———Enla República Mexicana. 
r, Dr. Francisco Bulman.—3* del Reloj 13. y 
pes Carbajal Antonio.—Calle del Jardín de San Fernando núm. 10. México (D. F.). 
r. Dr. Dugés Alfredo.—NATURALISTA. Guanajuato. (E. de Guanajuato.) 
S geniero Ferrari Pérez Fernando.—Director de la Sección de Historia Natural de la 
bs ión Geográfico Exploradora. Profesor de Tecnología en la Escuela Nacional de Agri- 
cultura. Fisico. Químico. NarurRaLIsTA, Calle de los Siete Príncipes n% 16. México (D. F.) 
Sr. Dr. Gayol Fernando.—Calle Cerrada de Santa Teresa núm. 5. México (D. F.). 
Sr, Dr. Gómez Elías.—Cuernavaca (E. de Morelos). 
r. Hernández Francisco.—Apatzingán (E. de Michoacán). 
Profesor en Farmacia Herrera Alfonso.—Profesor de Historia Natural en la Escuela 
al para Profesores y de Historia de Drogas en la Escuela Nacional de Medicina de 
ATURALISTA, Calle 3% de la Ribera de Santa María núm. 6. México (D. F.). 
'ofesor en Farmacia Herrera Alfonso L.—Ayudante Naturalista en el Museo Nacio- 
México. ZooLoGIsTA. Calle 3% de la Ribera de Santa María núm. 6. México. (D. F.). 
Profesor en Farmacia Lasso de la Vega José María.—3* Calle del Reloj. Botica. México 


De. León Nicolás.—Tepeji del Rio (Estado de Querétaro). 
r. Dr. Medal Juan.—Morelia. (E. de Michoacán). 

Dr. Mendizabal Gregorio.—Úalle de Montealegre núm. 10, México. (D. F.). 
Dr. Noriega Tomás.—Caleras núm. 6. México. (D, F.). 
Sr. Dr. Otero Miguel.—San Luis Potosí. (E. de $. L. P.). 
Sr. Dr. Parra Gabriel. —Tlatlauquitepec (E. de Puebla). 
Sr Profesor en Farmacia Puga Adrián.—Química Y FARMACOGNOSIA. Botica de la Compa- 
lia nadalajara (E. de Jalisco). 

- Sr. Ingeniero Puga Guillermo B.—México. Tacubaya. (D. F.). 
3 Dr. Peña Cutberto.—Córdoba (E. de Veracruz). cé ' 
Sr. Lic. Rebollar Rafael.—2? Calle de Necatitlán núm. 22. México (D. F.). 
Profesor en Farmacia Reyes Julio.—México (D. F.). : 
geniero Robirosa José N.—San Juan Bautista (E. de Tabasco). ; 
s. José C. Segura.—Escuela de Agricultura. 
Dr. Torres Ezequiel.—Chihuahua (E. de Chihuahua). 
Sr. Profesor Urcelay y Martínez Alberto M.—Mérida (E. de Yucatán.) 
S1 o Urbina Manuel.—Director interino y Profesor de Zoología Botánica del Museo HS: 


mal de México. Profesor de Botánica en la Escuela Nacional Preparatoria. BoTÁNICO. 
le-de San Juan. Botica. México (D. F.). 

r. Dr. Villada Manuel.—Profesor de Mineralogía, Geología y Paleontología en el Museo 
acional de México. Profesor de Botánica Agrícola en la Escuela Nacional de Agricul- 
ra. Villa de Guadalupe (D. F.). 


kl 


EN En el Extranjero. 


- Mr. Bocquillon Limousin Henry.—Pharmacien de 1" classe á Paris. Pharmacologiste. 2 

ue Blanche. Paris. + j Se 

- Mr. Heckel Edouard.—Professeur á la Faculté des Sciences et 4 Ecole de Medicine de 
seille et Directeur de les Annales de l'Institut Colonial de Marseille. : 

. Profesor Jules Hudas.—Paris. 

. Profesor Joseph P. Remington.—Phyladelphia. E. U. 

Profésor Henry A. Rusby.—Nebraska. (N. J.). 

- Sr. Profesor Casimiro De Candolle.—Ginebra. 

Sr. Dr, E. Janssens.—Bruselas. 

Sr. Profesor Fernand Ranwetz.—Lovaina (Bélgica). 

- Sr. Profesor Leon Crismer.—Bruselas. 

Sr. Nathamel Lord Briton.—Nueva York, E. U. 
Mora Ek 


"'A¡—Se suplica á los Señores Miembros y Colaboradores del Instituto Médico, 
an oportunamente noticia de los cambios de dirección, etc., para publicarlos con 


tud. | EN 


E a 
Es un Establecimiento científico e tiene. por e el “estadio de 
- climatología y geografía médica nacionales y sus aplicaciones terapénticas. 


O. Está dividido en las siguientes Secciones: á 
E AS 19—De Historia natural Médica. Se ocupa en colectar, clasificar, describir yo 
A var las diferentes especies de plantas y animales. 


2—De Química analitica. Tiene por objeto la análisis respectiva, y sumini 
BETA prinexpios activos y preparaciones necesarias para la experimentación. 
qe 32— De Fisiología experimental. Esta Sección está encargada de estudiar los el 
e de las substancias aisladas por los profesores de Química. 
42 —De Terapéutica clínica. Hace la aplicación á la patología humana, de lo 
7 CA a ya experimentados en los animales. 
52—De Climatología y Geograjía médicas. 


e Este periódico es el Órgano del Instituto, y sus redactores, que tienen gran il eré 


blicaciones 


e LA PRIMERA PARTE DE LOS DATOS 


FA : -PARA LA $ 


Z 4 Se encuentra de venta: 


Ñ ; En México.—En la Plazuela de la Candelarita núm. 3; en la 22 calle de Van e 
E tica) y en las principales librerías de la capital. 
e En Paris —Chez M. Géorges Carré, editeur, 3 rue Racine á Paris. 


AS: 


7 4h étude bibliographique qu'on publiera dans les eS 


—— 


Nons prions les directeurs de journaux qui voudront bien établir Péchange a 
Annales d'adresser leurs publications A Instituto Médico Nacional de México 
la de la Candelarita núm 3.—México; (D. F.) 


TOMO 1V. Agosto y Septiembre, 1900. Nun. 16. 


ANALES 


DEL 


INSTITUTO MÉDICO NACIONAL 


SiULM A FR IQ 


Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional durante el mes de Agosto de 1900.— 
Sección 12—Anexo al informe anterior. —Sección 22—Anexo al informe anterior --Sección 32— 
—Anexos al informe anterior.—Sección 44—Sección 5*—Anexos al informe anterior. 

Lectura de turno.—Algunas consideraciones acerca del análisis de las aguas potables, por el Sr. Dr. Federico 
F. Villaseñor. 

Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional durante el el mes de Septiembre de 1900. 
—Sección 1*—Anexo al informe anterior.—Sección 22—Anexo al informe anterior.—Sección 3% 


MIRA 


—Anexo al informe anterior. —Sección 44—Anexos al informe anterior. —Sección 5% % 
Lectura de turno.—Los aparatos para el estudio químico de la respiración del hombre y de los animales, por 
el Sr. Dr. Daniel Vergara Lope. 
Delegados y temas. 
Jícama y Uhamal. 


OFICINAS DE LA PUBLICACION, 
INSTITUTO MEDICO NACIONAL. 


JARDÍN CARLOS PACHECO, 3.—MEXICO, D. F. 


Ex-plazuela de la Candelarita núm. 3 (Av. Poniente 12 A.) 


MÉXICO 


OFICINA TIPOGRAFICA DE LA SECRETARÍA DE FOMENTO 
Calle de San Andrés número 15. [Avenida Oriente, 51.) 


1900 


MIEMBROS DEL INSTITUTO MEDICO NACIONAL 


INDICADOR DE SUS DIRECCIONES, Y DE LOs 


RAMOS DE LAS CIENCIAS QUE CON ESPECIALIDAD CULTIVAN 


Dirección. 

Sr. Dr. Fernando Altamirano.—Director del Instituto Médico. Profesor de Terapéutica 
en la Escuela Nacional de Medicina de México, encargado de la Historia de las Drogas en el 
Instituto. Especialidad que cultiva: Química Y BorÁNICA APLICADAS. Villa de Guadalupe 
(D. Ep Calle del Mirador número 147. 

S . Seeundino Sosa.—Secreturio del Instituto Médico. Profesor Adjunto de Clínica In- 
terna en la Escuela Nacional de Medicina de México. ALrenista. Calle 1% del Indio Triste 
núm. 7. México (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Carlos Espino Barros.—Prefecto del Instituto Médico, —En el 
Instituto. 


Sección primera: Historia Natural Médica. 


Sr. Dr. José Ramirez.—Jefe de esta Sección. Secretario General del Consejo Superior 
de Salubridad. BacrerroLoGIsTa. 10% Calle de la Violeta núm. 21. México (D. F.). 

Sr. Gabriel Alcocer.—Conservador del Herbario y del Museo en esta Sección. Profesor de 
Matemáticas. MATEMÁTICO Y BOTÁNICO. Calle del Hospicio de San Nicolás núm. 19. México 


(D. F.). | 
Sr. Adolfo Tenorio.—Dibujante de esta Sección. PROFESOR PAISAJISTA. Plazuela del Risco 
vúm. 10. México (D. F.). E 


Sección segunda: Química Analítica. 


Sr. Prof. Francisco Río de la Loza.—Jefe de esta Sección Profesur de Química General, 
Industrial y Agrícola en la Escuela Normal para Profesores en México. Químico. Calle 22065 
Vanegas núm, 83. México (D. F.). 

Sr. Prof. Mariano Lozano y Castro.—Ayudante de esta Sección. Químico inspector de > 
bebidas y comestibles en el Consejo Superior de Salubridad. Químico. Calle de Patoni nú- 
mero 4. (Botica Humboldt). México (D. F.). 

Sr. Dr. Federico F. Villaseñor.—Ayudante de esta Sección. Químico. Calle del Cuadrante 
de Sanfg Catarina número 7. México (D. F.). 


Sección tercera: Fisiología experimental. 


Sr. Dr. Eduardo Armendaris.—Jefe de esta Sección. Médico del Museo Anatomo=patolo> > 
gico, ANÁLISIS CLÍNICOS. Calle de las Ratas núm. 2 México (D. F.). Ñ 
Sr, Dr. Daniel Vergara Lope.—Ayudante de esta Sección. Preparador de la clase de Tera= — 
péutica en la Escuela Nacional de Medicina de México, Profesor de Anatomía en la Escuela o: 
de Bellas Artes. FistóLOGO. 5% Calle de Guerrero núm, 2,122. México. (D. F.). 


Sección cuarta: Terapéutica Clínica. 


, y 
Sr. Dr. José Terrés.—Jefe de esta Seccion. Profesor de Patología Interna en la Escuela > 
Nacional de Medicina. 3* Calle del Reloj núm. 2. México (DP. F.). ; 
Sr. Dr. Juan Martínez del Campo.—Ayudante de esta Sección. Médico del Musco Anato- 
mo-patológico 2% Calle de Sor Juana Inés de la Cruz núm. 12. México (D. F.). p, 
Sr. Prof. Juan Manuel Noriega. —Farmacéutico de esta Sección en el Instituto Médico. 
Preparador de Análisis Química en la Escuela Nacional de Medicina. 


Sección quinta: Climatología y Geografía médicas. 


Sr. Dr. Domingo Orvañanos.—J efe de esta Sección. Miembro del Consejo Superior de Sa= 
lubridad del Distrito Federal. Profesor de Clínica Interna enla Escuela Nacional de Medic 
na. CLÍNICA INTERNA. Calle de Chavarría número 25. México (D. F.). 


A A e a 


Bo , MEDICO NACIONAL. SS 


INFORMES 


De los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional 
durante el mes de Agosto de 1900. 


SECCIÓN PRIMERA. 


En el informe del próximo pasado Julio, tuve la honra de manifestar á vd. 
que había concluido de numerar y catalogar las calcas de Mociño que esta- 
ban en la Dirección, y que solamente faltaban las que existían en esta Sec- 
ción 1* 

Al arreglar éstas para continuar el trabajo, pude notar que su número, 
que asciende á 286, no alcanzaba para completar la numeración ya empezada 
por el número 400. Hice entonces un cómputo de unas y otras, y hallé que 
el total de calcas era el que trae el Catálogo general manuscrito formado por 
Augusto Piramo De Candolle; por lo que propuse á vd. y fué aceptado, que 
en vez de reformar la numeración hecha, que resultaba con un vacío de más 
de un centenar de números, se admitiese la que traen las mismas calcas. 

Las ordené entonces según esa numeración, y comencé á hacer la con- 
fronta con el catálogo citado, anotando en él las que existen, para saber con 
certeza si las tenemos completas. 

A la vez, según lo nuevamente dispuesto por vd., he ido poniendo en el nue- 
vo Catálogo los números de los órdenes según Durand, tarea que ya está muy 
avanzada y que se concluirá muy pronto, y que en algunos casos presenta di- 
ficultades; porque muchos de los géneros establecidos por Mociño y Sessé, 
no han sido admitidos ni por De Candolle que conoció la Iconografía Mexi- 
cana, ni mucho menos por Durand, lo que me ha obligado á poner unas pe- 
queñas notas para aclarar y dirigir las investigaciones posteriores. 

Hasta ayer he puesto números á 860 tarjetas. 

Hice la identificación de las plantas que han traído para las preparaciones; 
y que fueron la Saracha jaltomata; Physalis chenopodifolia; Prionosciadium 
mexicanum y Árracacia multifida. 

La muestra del Jaltomate dulce que trajo el hierbero, es también un P/y- 
salis, pero sin que pueda precisar la. especie, porque presenta caracteres co- 
munes á varias especies, de tal manera, que hay que creer en una variedad 
de alguna de esas especies, no señalada; ó-en una hibridación entre especies 
conocidas, lo que es factible en plantas del mismo género que habitan las mis- 
mas localidades. Como una indicación aproximada me fijé en el Physalis bar- 
badensis, Jacq. que existe en el Herbario Pringle, y que Dunal considera co- 
mo variedad de su Physalis hirsuta. 

Sírvase vd. aceptar mi atenta consideración. 

México, Agosto 31 de 1900.—G. Alcocer.—Sr. Director del Instituto Mé- 
dico Nacional.—Presente. 


Tomo IV.—48 


O 


334 AR ANALES DEL INSTITUTO 


Tengo el honor de informar á vd. de los trabajos que he desempeñado en 
el departamento de Dibujo, del Instituto Médico Nacional, durante el mes de 
Agosto del presente año. 

Tres láminas para el Album iconográfico, de las plantas siguientes: Phy- 
salis barbadensis? (Jaltomate dulce), dibujo al lápiz de un ramo con hojas, 
flores y frutos, más tres detalles de las hojas y el fruto; (Tecuanpatli) acuare- 
la de unos tallos con hojas y frutos; “Escobedia scabrifolia”” (Azafrancillo), 
acuarela de unas raíces. 

Tres láminas para los estudios farmacológicos de la raíz del Jalococote y 
de las cuales dos son al lápiz y esfumino y la otra á la acuarela. 

Cuatro láminas tomadas de las fotografías de las plantas de Mociño y que 
representan: la “Dalecham pia scandens.—Dianthera sexangularis.—Dorste- 
nia drakena y Echites revoluta.” 

Lo que tengo el honor de informar á vd. protestándole las seguridades de 
mis respetos. 

México, Agosto 31 de 1900.—Adolfo Tenorio.—Al Sr. Dr. D. Fernando 
Altamirano, Director del Instituto Médico Nacional.—Presente. 


SECCIÓN SEGUNDA. 


Tengo el honor de informar á vd. de los trabajos que se han ejecutado en 
el laboratorio de mi cargo durante el presente mes. 

Terminado el análisis del agua de Tehuacán sólo falta concluir los cálculos 
respectivos para entregar el trabajo á la Secretaría. 

Igualmente se hicieron algunos estudios sobre algunas aguas potables del 
Distrito Federal. 


Se hicieron tres extractos de las hojas de Chamal, con el éter de petróleo, . 


el éter sulfúrico y el alcohol; dos extractos de Capulincillo: de éter de petró- 
leo y de éter sulfúrico y uno de éter de petróleo de las semillas de ololiuqui, 
con el objeto de hacer su estudio analítico y remitirlos á la Sección 3* para 
su experimentación fisiológica. 

Protesto á vd. las seguridades de mi atenta consideración. 

Libertad y Constitución. México, Agosto 31 de 1900.—M. Lozano y Cas- 
tro.—Al Jefe de la Sección 2* del Instituto Médico Nacional.—Presente. 


A KÁ 


Tengo el honor de informar á vd. que durante el mes que hoy termina me 
he ocupado de concluir, en unión del Sr. Lozano, el estudio de las aguas de 
Tehuacán, de las que sólo falta hacer los cálculos correspondientes. 

Con el objeto de continuar el estudio de las semillas de jícama (Pachyrhi- 
zus angulatus) que tengo emprendido, se hicieron los extractos etéreo, alco- 
hólico y acuoso, así como la extracción de un poco de aceite con el objeto de 
estudiar sus caracteres. $ 


MEDICO NACIONAL. 335 


 — ——_—_———_—__ 


También se emprendieron unos análisis de dos muestras de aguas remiti- 
das del Estado de Querétaro, no habiéndose concluído aún, por lo que me re- 
servo para dar más tarde los resultados. 

El resto del tiempo lo he empleado en estudiar y escribir el trabajo que 
como lectura de turno tengo que presentar y que á pesar de mis esfuerzos no 
está concluído por haber estado algunos días enfermo, 

Como de costumbre he apuntado las bajas habidas en los laboratorios. 
Ruego á vd. acepte las seguridades de mi atenta y respetuosa considera- 
ción. 0% 

Libertad y Constitución. México, Agosto 31 de 1900.—F. F. Villaseñor.— 
Al C. Jefe de la Sección 2 del Instituto Médico Nacional.—Presente. 


SECCIÓN TERCERA. 


Tengo la honra de informar á la Junta de los trabajos que he desempeña- 
do en el Gabinete de Química Biológica de la Sección 3* durante el mes que 
terminó. Los trabajos pendientes del mes de Julio los continué en el pre- 
sente, terminando lo relativo á la composición química de la bilis del perro 
fistuloso. Dividí en tres períodos el estudio químico mencionado de 10 días 
cada uno. En el primero, en que el perro estuvo tomando agua de Tehuacán 
dió su bilis la composición siguiente: 


IMUCID A: 0:02. A CA SA y 0 REA 8.020 
Grasas y materias colorantes........ cae e A Ú 
Sales biliares y materias colorantes ........... Mea 127.142 
Materias sólidas minerales.............. Deracoo: Aro 4.590 

Total de materia sólida................ 154.022 
A aaa SA ore A a 845.978 

E oros a PAGO 1,000.000 


En todos los análisis de esta decena se notó una diminución de las grasas 
comparándolos con los análisis hechos anteriormente cuando el perro no to- 
maba el agua mencionada. Ocurrió desde luego atribuir esta diferencia al uso 
del agua en experiencia. 

Después de los primeros diez días se suprimió el uso del agua de Tehua- 
cán y obtuve entonces como término medio de los 10 análisis: 


a A A A A 16.14 
Sales biliares.y materia colorante................ Dead 136.78 
Grasas y %s a a dopaje smje 7.36 
Sales MineraleS.osccocorossoionos A Ad dadas 4.09 

ESTO UO TO ...000o.- q o censo 164.37 
ERA AO EA ER, AOTUIESA O NI ZL 835.63 


Tabale ans tl atanacassss. ODOLOO 


336 ANALES DEL INSTITUTO 


Vemos que en este período la cantidad de grasas siguió disminuyendo á 
pesar de la supresión de la bebida de agua de "Tehuacán. 

En el último período se le volvió á dar al animal la referida agua y el tér- 
mino medio encontrado en la composición de la bilis fué: 


MC cas A IE EA E 17.15 
Grasas y, materia colorante esaades pre aaosnaps 3 iasencóA 12.31 
Sales biliares y materia Colorante.....comncoom.o o.omo.oo 84.91 
Sales minerales........... IS ao e anO 5.60 

Materias fijas....... piba ES 119.97 
a aos a A 880.03 

Total: .. 00% A A 1,000.00 


La materia grasa, punto objetivo de la investigación, en este nuevo perío- 
do volvió á aumentar con relación al anterior pero 'no pasa de la cantidad 
normal que ántes he encontrado. , 

De todo lo anterior creo poder deducir que la secreción biliar del perro 
en observación no sufre cambio notable ni alteración manifiesta en sus prin- 
cipios constitutivos tomando agua de Tehuacán en lugar del agua ordi- 
naria. 

Terminado este estudio empecé el de la orina del mismo animal, dividien- 
do como anteriormente dije en tres decenas el período de observación. Los 
primeros diez análisis constan en el cuadro siguiente y se refieren á la orina 
recogida cada 24 horas y á un litro de esa secreción. 

Las otras dos decenas quedan pendientes para el próximo mes. 


| | | | 
Aspecto. Color. Cantidad. | Reacción. | Densidad | a | Cloruros, | ad | Trea. Bedimento. 
| co. | | Sl! 
al | ¡TIC | | | | 
1 | Turbio ...... Am, claro. | 24500 | Alcalina | 1.047 | 441 | 8.00 | 100.00 | 87.60 | Blanco. 
2 AS > 5) 257.00 | Eo | 1.049 ¡ 475 | 800 | 100.00 | 7440 | Id. escaso. 
3| sm Hátoo -y cr | 250.00 | SS 1010 ¡ 4.10 | 5.50 | 9500 | 69.60 » 
4 | 2er E 3 63 300 00 =h | 1.041 | 3.98 | 480 ¡| 70.00 | 62.00 | Abundante. 
5 e | IES > 285.00 | e 1.035 | 4.04 4.00 | 7000 | 6000 | Escaso. 
6 | Pocoturbio. | ,, + 330.00 | $ 1.031 | 3.34 | 3.00 | 70.00 | 56.60 5 
e MEDUEDION =>... % A 325.00 | y 1.035 | 4.40 | 1110 | 7200 | 35.00 5 
8 ES A 0 286 00 a 1.040 | 520 | 700 | 98.00 | 4400 5 
9 OS > > 320 00 A 1.027 | 290 | 400 | 63.00 | 44.00 5 
10 | Poco turbio. | ,, 5 240.00 e 1.033 | 800 | 450 | 66.00 | 64.00 ” 
| | | 


—= E 


Nada nuevo tengo que agregar á los métodos tan conocidos para dosificar 
las substancias mencionadas, pero sí aconsejo á las personas que emprendan 
estos estudios que nunca desprecien ciertas minuciosidades que los autores 
señalan para llegar á resultados más constantes y ciertos, como por ejemplo, 
agregar una poca de azúcar común á la orina para que la urea se descompon- 
ga totalmente por el hipobromito de sosa; neutralizar la orina por ácido acé- 
tico Ó por carbonato de cal igualmente puros para valorizar los cloruros por 
el nitrato de plata y el cromato neutro de potasio, pues cuando la orina no 


MEDICO NACIONAL. 337 


tiene esa cualidad, muy particularmente cuando es ácida en demasía, el mé- 
todo volumétrico no da indicaciones exactas ni puede apreciarse el cambio de 
coloración. 

En cuanto á los fosfatos es preciso fijarse si la orina es sedimentosa, en cu- 
yo caso se trata dicho sedimento por el ácido acético, con el objeto de disolver 
los fosfatos que se han precipitado y en lugar de usar del ferro-cianuro de 
potasio como indicador empleese la tintura de cochinilla, que acusa un cam- 
bio de coloración muy marcado al contacto de la sal de uranio en libertad. 

Para determinar la densidad es mejor hacerlo por el método del frasco, 
porque los densímetros que se encuentran en el comercio son por lo general 
malos y no dan indicaciones exactas. Otro tanto hay que decir respecto al 
cálculo, porque se verá en la tabla anterior cuánto"discrepa el residuo sólido 
de una orina calculado por cualquiera de las fórmulas aconsejadas (2. 2.22 Ú 
233) del que se tiene por la evaporación y pesada. 

Además de los trabajos que acabo:de mencionar me ocupé en otros que se 
ofrecieron en el curso del mes: como de la investigación de alcaloide en la 
raíz de Jalococote (Prionosciadum mixicanum), de lo mismo en el comino 
rústico, encontrando dicho principio en el primero y no en el segundo; prepa- 
rar para la experimentación farmacológica extracto hydro-alcohólico de se- 
millas de ololiuque (Hipomea sedifolia) y de azafrancillo (Scobedia scabri- 
folia). 

Preparar algunos reactivos y llevar las anotaciones diarias de los trabajos 
del Gabinete de Química biológica, así como redactar, pasar al libro de infor- 
mes y poner en limpio el presente informe. 

México, 31 de Agosto de 1900.—LE. Armendaris. 


_Durante el mes de Agosto las labores de la Sección de Fisiología Experi- 
mental han tenido por io la continuación del estudio fisiológico y bacte- 
riológico del agua de Tehuacán; el estudio sobre la acción purgante del aceite 
de la semilla de Jícama “Pachyrhizus angulatus,”” y el estudio sobre el efec- 
to general y local de las siguientes plantas: semillas de Ololiuhqui “Hipomea 
sidefolia:”” comino rústico, “Árracacia multifida,” el costomate, “Physalis cos- 
tomatl,” el Xalococote “Prionosciadium mexicanum'” y el Azafrancillo (HEsco- 
bedia scabrifoia). » 

Siguiendo el plan trazado y ya descrito en informes anteriores, se ha se- 
guido diariamente el estudio de la perrita con fístula biliar, cuyos resultados 
pueden verse en los dos cuadros 3 y 4 que acompañan este informe; el prime- 
ro muestra el producto de la observación diaria y el segundo, obtenido del an- 
terior, muestra los resúmenes correspondientes á cada período de cinco días 
y señala con mucha más claridad los resultados obtenidos. 

Sin duda que estamos aún lejos de establecer una relación segura entre la 
- administración del agua de Tehuacán y las modificaciones observadas en la 


338 ANALES DEL INSTITUTO 


producción de bilis, de orina y sobre otros fenómenos relacionados con los 
cambios nutritivos. Es cierto que durante los dos períodos de cinco días en 
que tomó la perra agua de Tehuacán, y el inmediato siguiente, se manifestó 
un aumento en la cantidad de bilis 155, 1587 y 17 gramos en Agosto; 15%5 
en Julio contra 13 gramos en Agosto y 11*"2, 14*'9 en períodos semejantes 
de Julio. Pero se comprende desde luego que este fenómeno debe comprobar- 
se muchas veces y siempre en el mismo sentido, para darlo como hecho bien 
averiguado é inequívoco. 

Esto es lo que podemos decir respecto á la acción sobre la secreción biliar, 
la más importante en nuestro caso, y respecto á los demás cambios pueden 
consultarse los cuadros á que nos referimos. 

Respecto al estudio bacteriológico ha podido hacerse una observación muy 
importante, esta es: la diminución notabilísima de colonias obtenidas en nues- 
tros cultivos en relación con el envase más perfecto de estas aguas en su ori- 
gen; pues tomadas directamente del manantial, en latas de fierro estañado, 
herméticamente cerradas, ha llegado á disminuir hasta casi desaparecer el 
número de colonias. Para este resultado es preciso tener en cuenta la acción 
que directamente pueda tener la substancia de que está formado dicho enva- 
se, pues en efecto, el agua sembrada muy poco tiempo después de Hegada de 
Tehuacán, daba un promedio de 27 colonias por centímetro cúbico, en tanto 
que la última siembra practicada el día 26 á los diez y ocho días de recibida 
dió nueve colonias por centímetro cúbico. Si se demuestra subsecuentemente 
que este hecho está en relación con la naturaleza del envase, será muy im- 
portante esta depuración del agua por medio de un procedimiento tan senci- 
llo, cual es el envase en depósitos de fierro y al abrigo del contacto del 
aire. xe 

El cultivo de estas colonias en caldo de Roux fué inyectado dos veces en 
palomas, á la dosis de 5 centímetros cúbicos á cada una, después cinco y de 
diez días, respectivamente, de practicada la siembra. Ni local ni general 
se presentó modificación alguna; la substancia inyectada se reabsorbió pronto 
sin producir inflamación local. 

Como lo indicamos el mes pasado, se ha procurado recoger igualmente los 
datos meteorológicos que pudieran influir directamente sobre la fisiología de 
la perrita. Las observaciones suministradas, ya de una manera regular, por 
medio del termómetro y del higrómetro registradores, constan en las gráficas 
originales que acompañan “al informe. 

Los datos que no parecen aún en los lugares correspondientes de los cua- 
dros, están aún por recoger algunos, y otros los ha recogido el Sr. Dr. Ar- 
mendaris. 

Respecto al aceite de Jícama hemos continuado haciendo operaciones, intro- 
duciendo en perciones intestinales diferentes, este aceite y el de ricino. A pe- 
sar de las modificaciones que hemos introducido en las cuatro experiencias 
practicadas, no hemos podido obtener aún sino resultados muy dudosos que 
nos precisan á insistir por más tiempo sobre lo mismo, Como acción positiva 


_ MEDICO NACIONAL. 339 


y bien demostrada, pero inconstante, hemos encontrado el efecto vomitivo, 
cuando el aceite, bajo cualquier forma, es ingerido por la boca. 

El comino rústico, la maceración ó el cocimiento de las semillas y el ex- 
tracto seco han sido administrados por la boca á los perros y en inyeccion 
subcutánea á las ranas. Los resultados han sido algo variables y el único 
efecto observado ha sido el de vomitivo en unos y en otros animales. De los 
perros que sirvieron para esto, tres vomitaron durante un tiempo, variable 
en duración, y en el momento que tardaron en aparecer después de ingerida 
la substancia (de diez minutos á hora y media después de la ingestión). En 
otros tres no se presentó ni este fenómeno. El estado general no se alteró en 
lo más mínimo. Las dosis administradas en estos animales fueron de 50 á 
180 gramos de jugo de dicha planta. A uno de los mismos perros se le in- 
yectó bajo la piel la solución de 25 centígramos del extracto seco de esta mis- 
ma planta, sin resultado alguno. E 

En las ranas hicimos uso del mismo extracto seco, en la primera rana que 
pesaba 82 gramos se le inyectaron bajo la piel del dorso 20 centígramos del 
extracto seco: se obtuvo el vómito con singular energía, el animal llegó á ex- 
pulsar de su estómago un gran número de animalillos de aquellos con que se 
_ alimenta; en todas las demás ranas inyectadas aun con dosis superiores, se 
observaron solamente náuseas pero ninguna llegó á vomitar como la primera. 
El estado general de las ranas no sufrió tampoco en lo más mínimo, todas 
sobrevivieron perfectamente. 

Esta planta podemos reputarla casi inofensiva puesto que solamente los 
vómitos de energía variable y que no siempre aparecen es casi el único fenó- 
meno observado; respecto á la causa de este fenómeno, á juzgar por los expe- 
rimentos hechos en la rana, y el tiempo. más ó menos largo que ha pasado 
para producirse en el perro, nos inclinamos á creer que debe ser de origen 
nervioso central. 

EL Ololiubqui ha sido experimentado en perros, palomas y ranas, haciendo 
uso de la maceración en frío y de la infusión del polvo de la semilla de esta 
planta; 40 centígramos han bastado para producir en una perrita de 4,600 
gramos de peso y en una paloma de 327 gramos un estado de excitación ce- 
rebral especial, caracterizado por miedo cerval, dilatación desmesurada de 
la pupila, probablemente alucinaciones, temblor general, extremecimientos 
fibrilares de los músculos (algo de pérdida del equilibrio en la paloma sola- 
mente). La sensibilidad en todas sus formas permaneció intacta. 

Tal estado fué transitorio durando desde media hora después de la inges- 
tión hasta tres horas más tarde en que desapareció después de disminuir gra- 
dualmente. En la paloma se produjo el fenómeno introduciendo la substancia 
por inyección subcutánea; pero una inyección, también subcutánea, en el pe- 
rro no produjo resultado alguno. 

En la primera rana, inyectada con esta substancia, se presentaron fenóme- 
nos nerviosos notables: parálisis general, diminución de la excitabilidad re- 
fleja, parálisis de la respiración y muerte. Después hemos repetido en nueve 


340 ANALES DEL INSTITUT 


ranas más el experimento, y los resultados han sido todos negativos, á pesar 
de haber empleado dosis muy superiores. 

Con excepción de la primera rana, en la que algún estado especial originó 
los síntomas ya indicados y la muerte, todos los demás animales han sobre- 
vivido, y su estado general ha quedado perfectamente bien. 

Lo contradictorio de estos resultados, nos obligará á insistir para obtener 
datos más positivos y fijar la acción real de dicha planta. 

El Costomate (ingestión de la maceración acuosa de 20 gramos de polvo) 
ha sido aplicada una sola vez y produjo abundantes vómitos y salivación; el 
animal sobrevivió y quedó enteramente bueno. 

El jugo de Xalococote ha sido administrado á dosis medianas y fuertes en 
cinco perros (hasta 180 gramos en un perro de pequeña talla). No ha produ- 
cido el más ligero accidente. 

El jugo del azafrancillo, planta que posee una substancia colorante de gran 
poder tintoreal y que se acostumbra en la alimentación como sustituto. del 
azafrán, ha sido administrado á dosis también considerables, 133 gramos en 
un perro de 5,200 gramos de peso, sin que haya originado el accidente más 
pequeño. Con el fin de averiguar si la materia colorante se eliminaba por la 
orina, fué colocado el animal en la jaula, aparato que sirve para recoger este 
líquido. Apareció realmente con un color muy subido que fué disminuyendo 

gradualmente en los siguientes días y que hace creer que realmente se elimi- 
na por el riñón dicha substancia; aunque la investigación con los ácidos y los 
álcalis no fué susceptible para descubrirla, pues ni en este líquido ni en una 
gota concentrada del jugo puro de la planta se obtuvo reacción alguna. La 
conclusión que se impone respecto á la inocuidad del azafrancillo es impor- 
tante, por tratarse, como hemos dicho, de una planta que suele sustituir en 
los alimentos al Azafrán verdadero. 

El resto de las labores de la Sección ha consistido en el arreglo é instala- 
ción de aparatos de inyección, jeringas, aparatos de contención, instrumentos 
y material operatorios, termógrafo, higrómetro registrador, etc. 

México, Agosto 31 de 1900.—Fernando Altamirano. 


Cuadro núm. 3. 


ESTUDIO fisiológico del e Agosto de 1900. 


Alimentación. TEMPERATURA 


RECTAL. 


| FECHAS. A E msi 
| 2 E > z = El E 
| E S ES a E raciones. E E 
és A 
| Gr. ¡| Gr. | Grm. | Gr | 
| Agosto 12 250 75 60 DT | AS 3805 | 3895 
0 a 250 | 95 | 60 |54|...... A 
a 
RS 2501 74 |60|583|....... A 
a 50 an BO odo ....... ñe 
€ 
1 38 5138 7 
ID 250 GOR 2A |... eo 
| - E A pe 3 PES coco corococoo Ecol] [heces 
Es 6 DIO (Oe os 
M7 2501 87 | 60 |54'| ........ EASeiS 
el 8 250 | 82 | 60 |54 | ........ E. EE 
de 9 250 90 ADA te parte de la bilis ......-- 38 a 38 = 
LO OI BO A ....... a 
1 250 95| 60 |55 0 la... E... 38 4 | 39 1 
A 1 a) A A A 
A 18 95011 88. | 60 154]  60|.| : 
a: | br ser domingO...meme=so..- 38 4 386 
AE: 250 | 883 | 60 |55 (oca icooccoo o 88 [386 
16 250 | 77 | 60 |54 al E E 
Y 300. 891 50 155 Vil a 
IE 300 94 | 60 155 [o ES 
iS 300 | 105 | 60 |55 ¡8 e 
DON 18 300 97 | 60 |54 Sere aBiS 
“20 300 95| 60 |54 po IEBBra 
A 300 105 | 60 |55 E 
9 800 90 | 60 |55 E] a 
pe: 9, 3001 85| 60 |55 ..110 gramos de grasa ....... 37 5| 38 6 
SEDA 300 | 105 | 60 |55 E ] ra 
ob 300 | 101 | 60 |54 Le alguna cantidad........- 38 6 | 38 2 
OS O AN A E O E e : 
2 01m 0 a 
UB 23 300 ESA 60 |53| na 
” S E Sec A! ... | 38 0 | 384 
Y s01.2p 37 |35| 350 38 5 [386 
o PSA sm. 01 22 |] 885 E 
| | | 
y ye | TE 


Cuadro núm. 3. 


PEOHAS. 


Agosto 


” 


105 
90 
85 

105 

101 

110 

) 


Pan frosco, 


Grm. 


50 


60 
50 
50 


60 
50 
60 
50 
60 
60 


1900. 


15 
Ne perdió alguna 
cantidad que ti- 
ró el animal... 


Excromento fresco 


No hubo, 


35 
21 


5 | Idem, (dem mccooo 


Productos excrementicios 


ORINA. 


¿ ¿ 

Color y aspecto. Henación É B 
e 
Ambarino turbia. | Alcalina. [1.058 1416 178] 15 
Idem, ídem +. Idem. | 1051, 1440 140| 33 
Idem, ídem Idom. 1054 | 1452 | 182 | 37 
Idem. | 1032) 14:00 40 


Amburino turbia. Aleulina 1051 
Idem, ídem. Idem. 1.057 | 
Idem, ídem Idem. 1060.) 
1dem, idem 1dum. 1054 
Idem, idem Idem. 1058 | 


Ambarino turbia. — Alculina. 
Idem, ídem > Idem. 
Idem, ídem . 1dem. 


| 
Cantidad. | 
| 
| 


y secreción biliar. 


BILIS. 


Color 5 aspecto 


Amarilla poco obscu- 
ra Lranspurente...... 
Idem, ídem, ídem... 
Idem, ídem, ídem... 


Idem bastante ubs- 
cura transparente... 


Amarilla poc 
ra transparente 
Idem, ídem, idem... 
Idem, ídem, ídem. 
Idem, ídem, ídem. 
Idem, ídem, ídem... 


sun- 


Amarilla poco obscu= 
ra trans purente 
Idem, ídem, idem... 
Idem, ídem, idem... 
Idem, ídem, ídem... 
Idem, ídem, 
Idem, ídem 
Idem, ídem, 
1dem, ídem, 
Idem, ídem, ídem... 
Idem, ídem, ídem... 
Idem, ídem, ídem... 
Idem, idem, idem... 
Idem, ídem, ídem.. 
Idem, ídem, íden:... 
Idem, ídem, ídem 
Muy obscura... 
Amarilla clara trans- 
parente..... 
Poco obscura 


No se extrajo 


Observaciones. 


Ayer no se extrajo por ser domingo 
No se extrajo. 


Se agregó á la carne 10 gramos de grasa 


Sulió expontáneamente purte de la bilis ....... 


A AS 


Snlió expotáneamente alguna cantidad ...... cen 


TEMPERATURA 


RKOTAL. 


Mañaua 


38 7 


38 3886 
38 2| 88 3 
884 382 
0886/38 4 
382 |884| 
884391 
38 41386 
38 88 6 
38 882 
885 384 
384 4 
37? 3 
38 3 5 
38 3 5 
38 4/387 
38 4|384 
37 61386 
382/1385 
886 382 


386/3860 
380/38 4 
38 5/38 6 
384 


MEDICO NACIONAL. 


Z'gl LT L'G1 | o AAC OU CONOS PALO [1103 [04 SUL | 


| | 
TGL ZOL PL O (AN | 


6P €l Z9 ee hrno.... morros errors rr rr rr 2 2... vas y 
e Sp OP 1P DIOR OLE | 


CAD - mo) | 
O PRpIsua ta BunIO | 
098 AO DOAÓN “"*"*"U9UIN[O A 


LGP"I GLTL LG8"I LPE"T O 
donororerasn... mororansancon.. OL 06? ES E A A uns y 


LOUT 048 18 188 | 'oquaUaIe 1909 ep mo Y e errgy ip | 
0Sg | ze m........ ogosa | reno pa nen s9ba [ico dpbnoo a "ers." BDIQOH . . ) 


26) 00, £0L 269 Lo 


A A 'OPIJ9S OJUSWIL Y 


OSP Lap eep | CZp PA ra arias does IB A) 


1088 9088 A ernrnnranaranannenanerenrarerernrarcorese [91004 Banpuo da y | 


"SIS 0089 “SIS 003: "SIS 0039 "suas 007 9 ....... A A A ALLE, 19 0394 


"CI 51 190 ¡SOTO TRER AE EE 


¡"SENOTOVAJTHASTO "03 18 <1 19 | “CIIBOLIPA | “OLIBSIea 


"Q "UNU OLPONO 19 UN SVDPDIIODIOP OSOS” 9p SM J9P SIUOLIPALISGO SD] IP SVIP 09ULI UD 09129 IP NAMWMASTUA 


'NVOVOAHHL 40d VASDV TH HATOS OIdGALSH 


* "UDU OAPEno 


Tomo 1V.—47 


342 E ANALES DEL INSTITUTO 


SECCIÓN CUARTA. 


Tengo el honor de poner en conocimiento de la Junta de Profesores que 
los trabajos desempeñados en la Sección 4* del Instituto Médico Nacional 
durante el presente mes, han consistido en lo siguiente: ' 

Visita diaria á los enfermos de la sala de Terapéutica Clínica en el. Hos- 
pital de San Andrés. 

Continuación del estudio del aceite de jícama (Dolicos palmatilobus), de 
la Salvia de bolita (Buddleia perfoliata), del Tepozán (Buddleia americana), 
del Cercus serpentinus, del Peyote (Anhalonium Lewinii) y del agua de Te- 
huacán. 

El aceite de jícama, á la dosis de cuarenta gramos, ha sido prescrito ocho 
veces durante el mes, cuatro por el Dr. Cicero y cuatro por el subserito, á 
enfermos de sus respectivos servicios que por diversos motivos reclamaban 
la administración de un purgante. En seis de los casos hizo el efecto busca- 
do por término medio dos horas después de ingerido, teniendo los enfermos 
de tres á cuatro evacuaciones líquidas y sólo á dos de ellos les produjo cóli- 
cos. El paciente Hipólito Jiménez ha tomado en dos fechas distintas la mis- 
ma dosis de 40 gramos de aceite de jícama sin haber conseguido que lo tole- 
rara su estómago, pues á los cinco minutos lo ha arrojado totalmente por vó- 
mito, debido tal vez al mal sabor y olor de la preparación. 

La Salvia de bolita fué ministrada á un enfermo de la segunda sala de sí- 
filis y á dos de la clínica de tercer año, esta última á cargo del Dr. León. 
Como hemos dicho en informes anteriores, el medicamento en cuestión obra 
como anti-diaforético, sirviendo en consecuencia para disminuir ó quitar los 
sudores que tanto molestan y debilitan á los tísicos. De este modo obró 
en los enfermos de la sala de clínica Jesús Montero y Fernando Acevedo en 
quienes se modificaron notablemente los sudores, ministrándoles la tintura de 
salvia de bolita en dosis hasta de dos cucharaditas diarias y diminuyendo ó 
desapareciendo el síntoma en cuestión en tanto estaban sujetos á la tintura 
mencionada para reaparecer cuando ésta se suspendía. El paciente del Dr. 
Cicero estaba afectado de sífilis en el segundo período y se quejaba de sudo- 
res nocturnos copiosos desde tres días antes de aquel en que se le prescribió 
la salvia. Con dosis de 50 gotas bis de la tintura de esta planta, durante dos 
días consecutivos, los sudores disminuyeron el primero, desaparecieron el se- 
gundo y no volvieron á presentarse en lo sucesivo. 

El Tepozán ha servido como hipnótico en un caso del Dr. Cicero y en otro 
del subscrito durante el mes actual. Estos hechos pueden agregarse á otros 
análogos con que hemos dado cuenta anteriormente, pues han producido igual 
resultado á la misma dosis de un gramo del extracto hidro--alcohólico de la 
planta. 

El enfermo Manuel Hidalgo afectado de doble lesión mitral, lo volvimos á 
sujetar á la medicación por la tintura de flores de Cereus serpentinus, alcan- 
zando dosis hasta de sesenta gotas tres veces al día, comenzando por diez el 


SA 


MEDICO NACIONAL. 343 


mismo número de veces, y sosteniendo este tratamiento durante veintisiete 
días observamos aumento en la diuresis y que el estado general se conservó 
bastante bien. 

Il Peyote lo hemos aplicado á cuatro enfermos, tratando de investigar si 
es un excitante del sistema nervioso análogo á la estrienina. El primer pa- 
ciente era un alcohólico sumamente debilitado, al que se comenzó á ministrar 
el extracto fluido de esta planta en dosis de veinte gotas dos veces al día, y 
aumentando diez cada veinticuatro horas, rápidamente llegó á ciento veinte 
gotas, sin obtener beneficio alguno; lo mismo sucedió con otros dos enfermos 
afectados de alcoholismo erónico con accidentes intestinales anteriores que 
habían desaparecido ya, y en estado de debilitamiento marcado, tampoco ob- 
tuvieron mejoría con las mismas dosis de la propia droga sostenida durante 
15 y 18 días respectivamente. Otro tanto aconteció al último paciente, que á 
consecuencia de un padecimiento bronco-pulmonar de tres meses de duración, 
quedó en estado de gran debilidad, el resultado de la medicación por el Pe- 
yote ha sido igualmente negativo con dosis de 50 gotas bis de la misma pre- 
paración. Nos proponemos seguir observando á estos enfermos y aumentar 
prudentemente la dosis y con el resultado dar cuenta oportunamente. 

Debemos advertir que tanto en estos casos como en otros con que hemos 
dado cuenta en anteriores informes, no hemos observado fenómeno cerebral 
alguno igual ó parecido á los que refiere el Dr. Dixon de Londres, pues en 
ninguno de los enfermos que han tomado cualquiera de las preparaciones de 
Peyote ha habido excitación, locuacidad, alucinaciones ó cualquier otro de 
los curiosos síntomas referidos en el artículo del mencionado doctor. 

El agua de Tehuacán la han seguido tomando las enfermas de los Dres. 
Armendaris, Bulman y del subscrito, afectadas de litiasis renal la primera y 
biliar las demás, con buen resultado, pues no han tenido el cólico durante el 
mes actual. Otros dos enfermos comenzaron esta medicación en Agosto: la 
Sra. A. L. afectada, según se dice, de litiasis biliar y el Dr. T...... de litiasis 
úrica. No tenemos aún datos exactos de estos últimos casos. 

Se hizo la versión al francés de artículos sobre el Tepozán, el Madroño bo- 
rracho y el Ahuehuete. 

Se corrigieron las pruebas en francés de los artículos sobre la Pingúlica, el 
Chicalote, el Llora-sangre, la Espinosilla, el Capulín y la Pimienta de tierra 
y en español del informe de Febrero. En lo relativo á la versión y corrección 
de pruebas en francés se ocupó de preferencia el Dr. Cicero, que colaboró 
también en los demás trabajos de la Sección y concurrió puntualmente todo 
el mes. ) 

“Tengo el gusto de acompañar los informes de los Dres. Orvañanos, Jefe de 
la Sección 5*?, Profesor Noriega, ayudante de la 4%, y de los Dres. Bulman y 
León Martínez, Colaboradores de este Plantel. 

México, Agosto 31 de 1900.—Juan Martínez del Campo. 


344 ANALES DEL INSTITUTO 


SECCIÓN QUINTA. 


Tengo la honra de informar á vd. que durante el mes que hoy termina se 
ha seguido usando, con buen éxito, el extracto fluido de “Cereus Grandiflo- 

rus” en un enfermo ateromatoso y con algunos síntomas de insuficiencia car- 
díaca, la cual había producido escasez de orina, vértigos y edemas notables 
en las piernas. El referido extracto á la dosis de 50 gotas bis produjo el au- 
mento de la orina hasta más de litro y medio, siendo así que antes no exce- 
día de 300 á 400 gramos en las veinticuatro horas; los vértigos desaparecie- 
ron, el ritmo cardíaco se regularizó y los edemas fueron diminuyendo hasta 
desaparecer por completo. Es de advertir que no se ministró al enfermo nin- 
guna otra medicina y que el régimen alimenticio continuó el mismo que ha- 
bía sido desde hace varios meses. 

El aceite de jícama (Dolicus palmatilobus) se ha usado también en tres en- 
fermos á la dosis de 45 gramos y ha producido efecto purgante moderado, 
provocando de 3 á 5 evacuaciones líquidas que no han sido acompañadas de 
cólicos. 

La Canagria (Rumex hymenosepalus) se ha usado también en tres enfer- 
mos de diarrea, dos de los cuales eran alcohólicos y uno tuberculoso; la dosis 
ha sido de 20 á 25 gramos en las 24 horas del polvo de la raíz y no se ha po- 
dido observar efecto alguno favorable. 

Reitero á vd. el testimonio de mi atenta consideración. 

México, Agosto 31 de 1900.—D. Orvañanos.—Al Sr. Dr. Juan Martínez 
del Campo, Jefe de la Sección 4% del Instituto Médico Nacional.—Presente. 


Tengo la honra de informar á vd. que durante el mes que hoy termina, se 
repitió la preparación del aceite de jicama y del extracto fluido de palo del 
muerto. Los señores médicos de este hospital han hecho uso de los medica- 
mentos del Instituto, del modo siguiente: El Sr. Dr. Orvañanos, extracto flui- 
do de peyote, aceite de jícama y polvo de raíz de canagria. El Sr. Dr. Cice- 
ro, aceite de jícama, tintura y extracto fluido de peyote, salvia de bolita y 
extracto de tepozán. El Sr. Dr. León Martínez, tintura de salvia de bolita. 
El Sr. Dr. Bulman, extracto fluido de peyote, aceite de jícama, tinturas de 
los dos cereus y de salvia de bolita y extracto de yerba del zorrillo. El $Sr. 
Dr. González de la Vega, tintura de salvia de bolita y para la sala de su dig- 
no cargo, extractos de tepozán, peyote y zapote, tintura de cereus, aceite de 
jícama y polvo de contrayerba. 

Protesto á vd. mis respetos. 

México, Agosto 31 de 1900.—J. M. Noriega.—Al Jefe de la Sección cuar- 


ta del Instituto Médico Nacional, Dr. D. Juan Martínez del Campo.—Pre- 
sente. 


MEDICO NACIONAL. 345 


En la segunda sala de medicina de mujeres se dieron las preparaciones si- 
guientes: noventa gotas tres veces al día de la tintura de salvia de bolita sus- 
pendieron los sudores en dos tuberculosas pulmonares. 

El aceite de jicama á la dosis de 30 gramos adicionado de 20 gramos de 
leche, provocó efecto vomi-purgante en una doliente afectada de catarro seco 
del intestino. 

El extracto fluido de peyote á la dosis de 20 gotas bis no produjo mejoría 
en tres alcohólicos. 

Treinta gotas tres veces al día de cereus grandiflorus no produjeron modifi- 
caciones en el pulso, ni en la orina en dos enfermos que padecen de insufi- 
ciencia mitral. 

Un gramo de extracto de raíz de la yerba del zorrillo determinó tres eva- 
cuaciones aguadas abundantes y con cólico en dos enfermas de gastritis al- 
cohólica. 

México, Agosto 31 de 1900.—Dr. Bulman. 


Tengo el honor de poner en conocimiento de vd. que en el curso del pre- 
sente mes he ensayado en dos enfermos la tintura de salvia de bolita, con 
resultados que se consignan en las observaciones que adjunto. 

Protesto á vd. las seguridades de mi atenta consideración. 

México, Agosto 30 de 1900.—J. León M.—Al Sr. Dr. Juan Martínez del 
Campo Jefe de la Sección cuarta del Instituto Médico Nacional.—Presente. 


Jesús Montero, adulto tuberculoso, está aquejado por sudores nocturnos pro- 
fusos que ocupan de preferencia la mitad superior del tronco; con el fin de 
corregir los mencionados síntomas se le comenzó á ministrar el 1? de Agosto 
la tintura de salvia de bolita á la dosis de treinta gotas bis sin que se notara 
ningún cambio; durante los días 2, 3 y 4, la dosis fué de cuarenta gotas, dos 
veces al día, observándose desde luego"diminución de los sudores del 6 al 15, 
la dosis se subió á cincuenta gotas en la mañana y tarde habiendo sido du- 
rante este período los sudores sumamente ligeros; del 16 al 21 se dieron 120 
gotas en dos tomas de á sesenta, habiendo permanecido el enfermo poco más 
ó menos como los días anteriores; del 22 al 24 se dió el medicamento por cu- 
charaditas cafeteras una en la mañana y otra en la tarde con éxito bastante 
halagador pues se vieron desaparecer totalmente los sudores; el 25 se sus- 
pendió el medicamento y desde el día siguiente han reaparecido los su- 
dores. 

Fernando Acevedo, adulto tuberculoso, comenzó á tomar la salvia de bo- 
lita á la dosis de cincuenta gotas dos veces al día, sin que se modificaran los 
sudores que le aquejaban el día 8 de Agosto; el 9 las cosas continuaron en el 
mismo estado siendo la dosis la misma; el 10 se llegó á la dosis de cien gotas 


346 ANALES DEL INSTITUTO 


en dos tomas de á cincuenta, habiéndose observado diminución de los su- 
dores. 

No se pudo continuar esta observación porque el enfermo se negó á seguir 
tomando la medicina. 


México, 30 de Agosto de 1900.—J. León M. 


SECCIÓN QUINTA. 


Tengo la honra de informar á la Junta, que durante el mes que hoy ter- 
mina se ha seguido pasando en limpio el índice de Geografía Médica y se ha 
hecho el estudio y la concentración de las contestaciones á las preguntas so- 
bre endemias de todo el Estado de Guavajuato. Estas contestaciones se han 
pasado al índice respectivo. 

La sección ha seguido colaborando con la sección cuarta en el estudio y 
experimentación de las plantas señalados en el programa y el informe res- 
pectivo se remitió al Jefe de dicha sección. 

México, Agosto 31 de 1900.—D. Orvañanos. 


LECTURA DE TURNO. 


Algunas consideraciones acerca del análisis de las aguas potables, 


Grandes han sido siempre los afanes de los pueblos para proporcionarse uno 
de los principales elementos de vida: el agua potable; no menores se han ma- 
nifestado los esfuerzos de los gobernantes para el mismo fin, y por consiguien- 
te, numerosos y concienzudos son los trabajos de los sabios que, preocupados 
por el bien común, han ayudado eficazmente á unos y otros con sus consejos; 
inútil sería, pues, que elevara mi débil voz para tratar un asunto tan debati- 
do, tan estudiado y tan conocido de todo hombre de ciencia, si la experiencia 
no me hubiera hecho patente que falta uniformidad en la manera de analizar 
las aguas, en la de estimar los resultados, y entre nosotros, aun en la manera 
de colectarlas, y el objeto de este trabajo no es otro, que entrar en ciertas con- 
sideraciones que hagan palpable la necesidad que tenemos de uniformar estos 
trabajos para obtener de ellos todo el fruto que es de desear. 

Sabido es que en otros países como Alemania, Inglaterra, Francia, Estados 
Unidos, etc., se ha llegado á reglamentar por un comité, llamado “Comité Con- 
sultativo de Higiene,” tanto la manera de proceder á la colección y análisis 
de las aguas potables, como los límites que deba haber en las cantidades de 
sus principios constitutivos; hace dos ó tres años se verificó en Ginebra un 


MEDICO NACIONAL. 347 


Congreso internacional de Hidrología en el que se trató este punto; por últi- 
mo en el Congreso de Demografía é Higiene de Paris de este año se ha pues- 
to á discusión este mismo tema; todo lo cual indica: 19, que si el asunto no es nue- 
vo en sí para esas ciudades, no ha quedado definitivamente dilucidado; 2?, que 
tiene una importancia capital, y que por tanto urge resolverlo de una mane- 
ra definitiva. 

Ahora bien, México ha entrado en una éra de progreso; marcha al lado de 
las naciones más cultas; comprende la importancia demasiado seria y trascen- 
dental de una cuestión que, como ésta, atañe de manera tan directa á la Hi- 
giene; cuenta felizmente por todas partes con abundantes y variados manan- 
tiales de toda clase de aguas, y por último, dispone ya de multitud de esta- 
blecimientos científicos bien montados y servidos por hombres diestros en el 
estudio; está, pues, en el caso de proponer, según sus necesidades, la formación 
de un reglamento, cuyas bases, si bien semejantes á las de las otras naciones 
puesto que dimanan de una misma idea, no pueden ser idénticas, siendo que 
su geología, su clima, su vegetación, sus costumbres y modo de ser en general 
no pueden tener identidad con las de ellas. 

Probada ya la importancia del asunto, la imperiosa necesidad de dilucidar- 
lo y la posibilidad de hacerlo, he creído conveniente que nuestro Instituto to- 
me bajo su protección mi idea, para que la estudie, la ensanche y la pulimente, 
limitándome yo en esta lectura á dar algunos datos sugeridos por la experien- 
cia y que quizá puedan servir de punto de partida de ese interesante trabajo. 


59 


ES 


Acerca de cuatro puntos princiapales tiene que versar la reglamentación pa- 
ra la análisis de una agua potable: la colecta, los métodus de análisis, los lí- 
mites de los componentes y la manera de enunciar los resultados; pero como 
el estudio detenido de todos y cada uno de estos puntos daría á este trabajo 
una gran extensión, voy á limitarme solamente á hacer unas consideraciones 
acerca de cada uno de ellos. 


I 


Cuando recibe el químico una muestra de agua para su análisis, lo primero 
que le llama la atención y que algunas veces le hace vacilar en los resultados 
obligándolo á poner notas y hacer salvedades que hacen nacer dudas, y aun 
en ciertos casos hacer inútiles todos sus trabajos y hasta comprometer su re- 
putación, es la pésima manera como vienen envasadas; ya el envase está vi- 
siblemente sucio, ya el tapón mal ajustado, ya la cantidad de líquido enviado 
no pasa de unos cuantos centímetros cúbicos, ete.; todos estos defectos son de- 
bidos en general á la ignorancia en que se está de la manera de colectar las 
aguas y á la poca importancia que el vulgo dá á este género de trabajos; la 
ignorancia, pues, más común en este asunto que en otros muchos, es la que 
trae la incuria, el abandono y poco cuidado que se tiene al recoger una agua, 


348 ANALES DEL INSTITUTO 


y hace que el interesado se valga de personas no muy cultas para desempe- 
ñar este cargo, que le parece extremadamente sencillo y casi sin importancia, - 
y sin embargo, como arriba digo, ¡cuántos chascos por el mal envase! y ¡qué 
importancia debe darse á una operación que, ni es sencilla, y que mal hecha 
puede comprometer el éxito de una análisis! Abundan los ejemplos de estos 
hechos que no quiero citar y que de todos vosotros son bien conocidos; ahí te- 
nemos una multitud de botellas con aguas de toda la República que, á decir 
verdad, sólo al verlas se pierden los deseos de emprender sus análisis, por el 
fundado temor detrabajar sin fruto, como la experiencia lo ha demostrado en 
los casos en que, venciendo esa natural repugnancia, se emprenden por circuns- 
tancias excepcionales, obteniendo un resultado que es dudoso por lo menos aun 
para el mismo que la emprende y que justamente teme el publicarlo por te- 
mor de comprometerse. Y si todos estos defectos han sido hasta ahora tan cons- 
tantes y tan poco estimados aun para los mismos interesados que creen nimias 
y de ningún valor las precauciones indispensables para recoger una agua des- 
tinada á ser analizada desde el punto de vista químico, ¿qué decir cuando es- 
te análisis tenga que hacerse bacteriológicamente? Basta para contestar, el saber 
que hasta ahora no se ha tenido fé en una sola muestra remitida y que siem- 
pre que el bacteriólogo desea emprender un trabajo de esta naturaleza, toma 
él personalmente sus muestras, ¿por qué, pues, el químico no ha de hacer lo 
mismo? ó por lo menos, puesto que esto no es siempre posible, que debía ser- 
lo, ¿por qué no reglamentar de una manera debida la manera de colectar las 
aguas? La Higiene reclama imperiosamente el uso de buenas aguas potables 
y exige de la Química poderosa ayuda para reconocerlas, que sólo le puede 
prestar contando con la buena voluntad del colector. Así, pues, necesítase en 
primer lugar, hacer comprender la importancia del asunto, para lo que es pre- 
ciso ilustrar en este sentido al público para que sin dificultad acepte las pres- 
cripciones de un reglamento, comprendiendo su utilidad y verdadero sentido, 
y no lo juzgue, como vulgar y generalmente sucede, honeroso, necio y aun aten- 
tatorio. 


II 


En cuanto al segundo punto, los métodos más adecuados para poner en prác- 
tica una análisis, creo que debemos entender por tales, los que al mismo tiem- 
po que presten garantía por la exactitud de los resultados, sean rápidos y so- 
bre todo comparables. 

No necesitamos decir que siendo el análisis de las aguas un asunto tan an- 
tiguo casi como la química, que ha ocupado la atención de multitud de sabios 
dedicados á esta hermosa ciencia y que aun les ha permitido hacerla avanzar, 
que ha sido el punto de partida del descubrimiento de algunos elementos, etc., 
existen una enorme. variedad de métodos amparados todos por sabios de re- 
nombre, variedad que por más que sea una ventaja, en la práctica tiene un 
doble inconveniente: hacer vacilar al químico en su elección, é impedir la com- 
paración de los resultados, y como al elegir un método dado de preferencia á 


MEDICO NACIONAL. 349 


otro, siendo ambos igualmente buenos, tiene el práctico la plausible disculpa 
de ser ó el que más conoce, ó el que satisface mejor sus ideas, ó en fin, el que 
más ha ejecutado y por lo mismo maneja con más exactitud y destreza, se per- 
petuará el ya mencionado inconveniente de no poder tener resultados compa- 
rables si un reglamento convencional aceptado por todas las corporaciones 
científicas y sancionado por la ley no impone la necesidad de seguir siempre 
un método dado, por más que en algunos casos parezca algo desacorde con 
nuestras ideas ó habilidades; pues si bien es cierto que el químico debería te- 
ner amplio derecho para elegir un procedimiento por tal ó cual razón que no 
nos importa conocer por el momento, hay casos bien conocidos de todos los 
químicos en los que los autores mismos recomiendan indicar el procedimien- 
to seguido por las diferencias obtenidas en el resultado, y como en la práctica 
urge tener siempre resultados comparables, pues de otra manera no se po- 
drían utilizar en infinidad de casos en que el objeto capital de la investiga- 
ción es el poner en paralelo dos ó más aguas, ó dos ó más muestras de una 
misma agua, tomada ó en distintos puntos ó en diferentes épocas, para averi- 
guar, por ejemplo, si ha sufrido una polución ó en qué punto se ha efectuado 
ésta, ó bien para elegir entre varias la que reuna determinadas condiciones, 
ó si se quiere determinar entre ellas la de más ó menos pureza, ó la más ade- 
cuada á tal ó cual fin, etc., pues los objetos pueden ser incontables y su enu- 
meración inútil, tanto más cuanto que es muy fácil figurarse las consecuen- 
cias y ventajas, la grande utilidad é importancia y hasta la conveniencia de 
poder hacer siempre comparables unos resultados que se van á utilizar en la 
práctica, que van á ser empleados por todos, á los que el público tiene dere- 
cho y que no van á quedar arrumbados en alguna biblioteca ó relegados al ol- 
vido en la papelera de algún hombre de ciencia. Bien sabido es de todos cuán- 
ta verdad hay en mi dicho, y que el poder hacer estas comparaciones de ca- 
pital importancia, sólo puede llevarse á cabo, fijando un procedimiento siem- 
pre el mismo para cada operación. 

Esto naturalmente entraña otra idea: la de la elección del método; asunto 
que en algunos casos se allana considerablemente, y en cambio en otros está 
erizado de grandes tropiezos y dificultades, que sólo pueden vencer grandes 
conocimientos y muchos y pacientes estudios, y si esto es hablando de una ma- 
nera general, ¿cuánto mayores no serán cuando, como en el presente caso, se 
requiere que llenen las dos condiciones ya dichas de rapidez y exactitud? Así, 
yo propondría que se estudiaran detenidamente los diversos métodos, eligien- 
do los más adecuados á las necesidades y que se ajusten mejor á los requisitos 
señalados, y una vez hecha la elección, sean sometidos al fallo de las socieda- 
des científicas para que se discutan en sus senos y sean ellas las que después 
de aceptarlos ó modificarlos sancionen su aceptación legal. 


TI 


Al tratar de conocer las proporciones extremas de los elementos contituti- 
Tomo IV.—48 


350 ANALES DEL INSTITUTO 


vos de una agua se tropieza con enormes obstáculos; pues se comprende la 
dificultad de poner límites á la composición tan variada y rica con que la Na- 
turaleza nos proporciona la inmensa serie de aguas en las que podemos encon- 
trar toda una gama, desde el agua de lluvia ó de deshielo hasta las más mine- 
ralizadas, que sólo pueden contener tan enorme proporción de sales debido á 
cireunstancias especiales, como una gran presión, uva elevadísima temperatu- 
ra, la disolución de determinados principios que favorecen la solución de otros, 
ete., y sin duda que el punto es tan interesante como difícil, puesto que no se 
ha llegado á resolver después de años y más años de ser estudiado y someti- 
do á la consideración de los sabios, y si reflexionamos y queremos buscar la 
razón, veremos que depende de que no hay aún fijeza ni para definir de una 
manera precisa lo que deba servir de término de comparación, es decir, lo que 
deba entenderse por agua potable; en efecto, todos los autores dicen que el 
agua potable debe ser incolora, inodora, de sabor fresco y agradable,que debe 
ser aereada, contener pocas sales en solución, hacer espuma con el jabón, co- 
cer las legumbres, etc.; pero esto es tan vago que sin duda nadie podrá tomar 
tal definición como un tipo á que ajustar una muestra dada, sobre todo si no 
pasa de estos límites de una manera tan visible que á ninguno, aun sin la 
definición se oculte su nocuidad; pero en los términos medios, en donde más 
necesario se hace un término de comparación, éste siempre falta y el químico 
obligado á dar su dictamen, no tiene para ello otro criterio que su buen juicio 
y un “poco más ó menos,” que de ninguna manera podemos considerar con- 
forme con los progresos de la ciencia. 

Ahora bien, ¿por qué no hay una definición precisa de agua potable? Para 
contestar á esta pregunta se necesita entrar en un gran uúmero de considera- 
ciones que están aquí fuera de su lugar; pero sí diremos que la Química sola 
es impotente para dar esa definición que más bien corresponde á la Fisiología, 
siendo el organismo normal el criterio para juzgar, y la definición que sin ser 
precisa es más aceptable, es la que considera como agua potable “la que sirve 
para la bebida del hombre y los animales sin producir trastorno alguno en el or- 
ganismo normal.” Como se ve, esta definición trae consigo la necesidad de una 
experimentación, y sólo después de ella podría la Química averiguar la com- 
posición de esa agua para tenerla como normal; pero como son tantas y de tan 
variada composición las aguas que por experiencia no producen trastorno en 
el organismo, para llegar á fijar los límites de composición ha tenido necesi- 
dad la Química hacer un resumen de todas estas composiciones y adoptar 
convencionalmente la media de estos resultados; por eso, si no tenemos, porque 
no es posible tenerla, una definición química de agua potable, ó en otros tér- 
minos, una composición tipo única, puesto que la definición química debería 
ser: “agua potable es la que tenga tal composición,” la misma experiencia ha 
enseñado: 19, que ciertos elementos por su sola presencia la hacen dañosa; 2*, 
que hay cuerpos que deben entrar forzosamente en su composición para hacer- 
la potable, y 3?, que la mayoría de principios existentes en la naturaleza pue- 
den estar ó no estar presentes, debiendo, cuando existen, encontrarse en pro- 
porciones que no pueden pasar de ciertos límites. 


MEDICO NACIONAL. 351 


De esto se deduce que deben rechazarse las aguas que contengan principios 
dañosos, las que carezcan de los elementos necesarios y las que contengan los 
indiferentes en proporciones indebidas. ¿Qué cuerpos forman cada uno de es- 
tos grupos? 

Se comprende que, según su procedencia, el agua puede contener una in- 
mensa cantidad de cuerpos dañosos, y como sería un trabajo ímprobo tener la 
necesidad de buscarlos todos y cada uno de ellos, el químico debe empezar por 
eliminar toda una serie inmensa de aguas sospechosas que sin duda nadie pen- 
sará en usar como bebida; no es este pues un punto que nos toca dilucidar y 
únicamente diremos, para hacer de una vez esta eliminación, que no deben em- 
plearse para bebida más que las aguas subterráneas ó fluviales; pero aun en 
éstas tenemos que hacer algunas salvedades, porque las subterráneas pueden 
contener un exceso de materias minerales tomadas á los terrenos que atravie- 
san; las aguas de ríos son eminentemente variables éimporta en ellas exami- 
nar no sólo su riqueza mineral, sino la naturaleza y proporción de materias 
orgánicas que contienen y que pueden provenir de la vegetación acuática ó de 
residuos industriales ó humanos; las que contengan residuos orgánicos, deben 
ser absolutamente rechazados de la alimentación. De aquí la necesidad de pre- 
cisar el origen y la naturaleza de las capas geológicas que atraviesa una agua, 
y para los cursos de agua, si han recibido residuos de oficinas ó albañales; pues 
bien, sucede algunas veces, que aguas impuras en su origen, parecen por cual- 
quier circunstancia purificadas y no se tiene escrúpulo en acerptarlas para 
los usos domésticos; entonces es cuando debe intervenir el químico, y para ello 
debe invertigar la presencia, no de los elementos primordiales salidos de una 
agua sucia ó de un albañal que generalmente desaparecen ó mejor se tranfor- 
man, sino los productos de su descomposición: fosfatos y nitratos, cloruros en 
cantidad notable, amoníaco sobre todo albuminoide, materia orgánica en exce- 
so, nitratos y sulfuros y quizá algun otro especial; así, pues, estos cuerpos 
por su sola presencia hacen dañosa el agua, y el químico encargado de una 
análisis, debe por ley investigar su presencia y rechazar enérgicamente todas 
las que contengan alguno ó algunos de estos cuerpos. 

Por el contrario, sabemos que el agua químicamente pura es igualmente im- 
propia para la bebida, que es pesada, de difícil digestión por faltarle gases y 
sales que el organismo necesita y utiliza, como está plenamente demostrado, 
tanto por el estado malsano de las poblaciones que en general consumen aguas 
muy puras como por la experimentación curiosísima y muy interesante á que 
se han entregado algunos sabios, entre otros Chossat* investigando en el pi- 
chón y Boussingault ? en el cerdo, habiendo demostrado que en 93 días un cer- 
do había absorbido 52 grs. de cal en sus huesos y 12 grs. en sus tejidos, exclu- 
sivamente del agua; por eso es una necesidad que el agua potable contenga 
forzosamente ciertos materiales en solución y entre éstos deben contarse prin- 


1 Chossat, Comptes rendus. T. XVI, pág. 356. 
2 Boussingault. Ibid. T. XXIV, pág. 486 y T. XXII, pág. 356. 


352 ANALES DEL INSTITUTO 


cipalmente el oxígeno, el gas carbónico y pequeñas cantidades de carbonatos, 
sulfatos y cloruros calada y alcalino—terrosos. 

Viene por último una tercera categoría de cuerpos que pueden existir ó no 
en el agua, sin alterar su potabilidad, siempre que no excedan de determina- 
das proporciones; por ejemplo la alúmina, el fierro, el manganeso, la siliza, 
etc., no habiendo ni pudiendo haber otra regla para normar nuestra conducta 
en caso de encontrarlos que la siguiente, debida al mismo Boussingault: “to- 
da substancia salina qne tenga su representante en el organismo, es por esto mis- 
mo útil sino necesaria, y toda substancia que al contrario no sea propia para en- 
trar en la composición de nuestros tejidos será inútil y alguna vez peligrosa.” 

Para terminar con esta cuestión, debemos ahora indicar las proporciones 
en que los principales principios pueden estar contenidos en una agua, sin al- 
terar su potabilidad. Esta parte de la cuestión, quizá la más ardua y la más 
debatida, no está aún resuelta, y sólo la experiencia ha podido proporcionar 
algunas cantidades, que á falta de otras mejores han sido los cánones que du- 
rante muchos años no sólo han servido de norma, sino que han sido intangi- 
bles por los químicos, por más que se hayan intentado más de una vez tra- 
bajos de experimentación bien laboriosos, enteramente técnicos y de no poca 
importancia; pero que, ó han caído en el olvido, ó no han sido suficientemen- 
te conocidos ó aceptados, ó no han quedado del todo completos; estos trabajos 
de experimentación tendían á investigar la acción fisiológica de los principios 
existentes en las aguas, y á decir verdad, este tiene que ser el camino recto 
que deba conducir á un fundamento sólido en que apoyarse al dilucidar tan 
alambicada cuestión; pero, repito, desgraciadamente carecemos de esos datos, 
y en obsequio á la brevedad paso muy á mi pesar por alto el detallar los pri- 
meros pasos dados, aunque vacilantemente, para hacer dimanar de la experi- 
mentación bases sólidas en que apoyar nuestras ideas; pero puesto que no te- 
nemos esta experimentación, contentémonos con las conquistas de la experien- 
cia, que en el caso presente son perfectamente aceptables, tanto porque son el 
resultado de muchos años de pacientes investigaciones de multitud de emi- 
nentes sabios, como porque, aunque indirectamente, tienen su apoyo en princi- 
pios científicos. 

Estas proporciones que han sido unánimemente aceptadas por las ciudades 
europeas y norteamericanas (salvo muy contadas excepciones), desde que fue- 
ron sancionadas por el Congreso de Bruselas en 1853, son las siguientes: 


Grs. Grs. 
Residno totali... st en 0.130 á 0.500 
Carbonato de calcio a o AO 0.040 á 0.150 
Cloro todoo OR estas ceR A 0,015 á 0.040 
A a rr iba 0.025 á 0.060 
Acido SUI ULICO ....3n RR SRA 0.005 á 0.030 
Sulfatos....... a A 0.037 á 0.040 
Materia orgánica en OXÍgeNO...oocconorcoicnos. ..... 0.001 á 0.002 


Materia orgánica y productos volátiles ......... 0.015 á 0.040 


MEDICO NACIONAL. 353 


CC. ca, 
Acido ¡carbóbIcor LIDO. v.tocaóóos 304 «os cipnajós: aloe 12.00 á 35.00 
OA ao El lentos an dl ad 8.00 á 10.00 
LAZO ER sa ts rá atte TANIA 7.00 á 30.00 


Pero, necesitamos decir que si estas cantidades son las apropiadas para las 
ciudades europeas, quizá, en vista de las diferentes condiciones climatéricas, 
geológicas, etc., de México, necesiten modificarse aunque sea ligeramente; por 
lo que creo que este es un nuevo punto de estudio que, como los anteriores, 
después de dilucidado debe someterse al juicio de las Sociedades Científicas 
para que se discuta en su seno y después de aceptado ó modificado, sean ellas 
las que le den sanción legal; pues de no ser así, nos exponemos á ser unos tor- 
pes imitadores, porque si nada vituperable es imitar, sobre todo lo bueno; sí lo 
es y mucho, no saber adecuar lo imitado á las necesidades. 


ive 


Permítaseme hacer, por último, unas brevísimas consideraciones acerca de 
la forma en que creo conveniente indicar los resultados de la análisis. 

El método es sin duda la sólida base sobre la que descansa el portentoso 
edificio de la ciencia; las ciencias físicas y naturales, y sobre todo la química, 
deben su avance á ese mentor y en vano se pretenderá emprender ninguna 
operación analítica sin tener en cuenta sus sabios preceptos, pues el fracaso y 
la confusión son el castigo del imprudente que osa infringirlos, y si esto es ha- 
blando de una manera general ¿cuánto más no deberá preocuparnos, cuando 
deseamos la rapidez y la comparabilidad? Así, no sólo al elegir un procedi- 
miento para investigar ó dosificar un elemento, sino también para expresar 
los resultados, el método debe ser la primera y esencialísima cuestión que de- 
bemos tener en cuenta y el que debemos seguir para dar á conocer el resulta- 
do de estas análisis, debe ser tal, que á la primera vista se nos presenten las 
cualidades ó defectos del agua analizada, sin llevarnos á digresiones y mos- 
trándonos todo y sólo lo necesario. 

La comparabilidad, sobre la que tanto he insistido, exige que los datos sean 
expresados de una manera concisa y puestos siempre en el mismo orden, 0b- 
servando la categoría de su importancia. En efecto, la concisión es virtud obli- 
gada en un resultado en el que no deben aparecer sino de manera excepcional, 
explicaciones, advertencias, digresiones, etc., que en toda análisis en general, 
tienen otra colocación antes del resultado en la parte expositiva, donde el quí- 
mico, por lo común, acostumbra entrar en algunos pormenores, ya sobre los mé- 
todos que ha seguido ó los procedimientos que ha adoptado, ya haciendo la 
historia del producto analizado, ya expresando la importancia de la muestra 
en cuestión ó comporándola con otras de su especie, ete., etc.; pero en el resul- 
tado, jamás debe entrar en detalles y debe procurar indicar con una breve ex- 
presión, ó aun con una palabra ó un número la cualidad, defecto ó beneficio 


354 ANALES DEL INSTITUTO 


sobre que hayan recaído sus investigaciones ó desee llamar la atención, y co- 
mo en el asunto de que nos venimos ocupando, los procedimientos y métodos 
de investigación serán siempre los mismos, aun en la parte expositiva podrá 
ser muy breve; sin embargo, al establecer las conclusiones, puede, y aun en 
algunos casos debe, por supuesto siempre concisamente, fundar su opinión, to- 
mando para ello como base, el tipo aceptado por el Reglamento ó la ley; pero, 
no por ser conciso, debe caer en el defecto de la obscuridad que tanto repugna 
á la Química, cuyos resultados son siempre tan exactos, que no sólo no hay en 
ellos duda ni confusión, sino que la claridad es la compañera obligada de la 
exactitud, al grado de considerarse ambas cualidades como correlativas: reac- 
ciones claras, resultado exacto y viceversa. 

El orden es el hijo predilecto del método y la comparabilidad; no puede 
existir el consorcio de éstos, sin engendrar y dar á luz aquél; quien quiera que 
desee hacer fácil una tarea ingrata ahorrándose tiempo y trabajo y por lo mis- 
mo recurra al método, y al mismo tiempo, quiera hacer su labor útil para los 
demás y por tanto comparable, forzosamente tendrá que emplear el orden, y 
en el asunto que nos ocupa, el orden deberá ser el natural, el que indica la re- 
flexión, el que pase de lo simple á lo compuesto, de la reacción que infunde 
sospecha á la que da seguridad y á la que indica cantidades. Por eso deberá 
empezarse por los caracteres generales que son el primer indicio de la bondad 
é impureza de una agua, se considerarán el color, olor, sabor, aspecto, densi- 
dad, temperatura, reacción, sedimento, etc.; se pasará en seguida á la análisis 
cualitativa que en muchos casos puede bastar para hacer su clasificación, y al 
emprenderla, se buscarán por su orden los elementos nocivos, los necesarios 
y los indiferentes; después se dirán los resultados de la cuantitativa siguiendo 
igualmente el orden de importancia de los elementos: residuo total, sales mi- 
nerales, materia orgánica y gases; se pasará á continuación al examen de las 
organizadas ó sea al microscópico y bacteriológico, considerando á las bacte- 
rias en su cantidad y más aún en-su calidad; terminando por fin, con las con- 
clusiones en las que se condensará bajo Ja forma de proposiciones lo deducido 
de los anteriores datos, indicando si el agua analizada es ó no potable y por 
qué; diciendo si en caso de no serlo, puede hacerse y cómo, y en caso de no 
poderse, dar su clasificación, propiedades y usos. 

Inútil me parece decir que en esta cuestión, como en las anteriores, me he 
limitado á dar una opinión que deseo se estudie, se medite, se amplíe y se dis- 
cuta, siendo yo mismo el primero en acatar lo resuelto y someterme gustoso 
all fallo del más docto. 


* 
* * 


He terminado, señores, comprendo que la aridez del tema y, sobre todo, mi 
falta de oratoria os han hecho ingrata mi lectura: pero la importancia del asun- 
to, no desconocida de vuestra ilustración, me ha hecho abusar de vuestra be- 
nevolencia, deseando únicamente que mis esfuerzos sean premiados, tomando 


MEDICO NACIONAL. 355 


el Instituto la iniciativa que propongo para llevar á cabo este estudio tan Jle- 

no de interés, que se hace cada día' más urgente, apetecido por todo hombre 

lustruído y amante del progreso y que la Patria necesita para el bien común. 
México, Agosto 31 de 1900.— Federico F. Villaseñor. 


INPTPORMHS 


De los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional 
durante el mes de Septiembre de 1900. 


SECCIÓN PRIMERA. 


Habiendo concluído el catálogo por tarjetas, de las calcas de las plantas de 
Mociño y Sessé, cuyo trabajo se sirvió vd. encomendarme, lo confronté con los 
dos catálogos que vinieron de Europa, encontrando los siguientes resultados. 

El primer catálogo que está impreso, comprende las calcas de los dibujos 
de las plantas que han servido de tipos de especies en dos obras de A. P. De 
Candolle, el Systema y el Prodromus; y las calcas correspondientes están com- 
pletas y son 279. 

El catálogo manuscrito com rende la lista de todas las calcas, tanto de las 
anteriores como de las demás que no han servido para tipos de especies. El 
total de números que figuran en ese catálogo, pues las calcas vienen numera- 
das, es de 1337; pero muchos de ellos se repiten una, dos y hasta tres veces; y 
hay dos números, el 703 repetido en siete calcas, y el 1184 repetido en diez, 
y distinguidos por series de letras ó números. 

Faltan muchas calcas que tal vez no sea posible reponer porque en el catá- 
logo manuscrito está indicado que no existían en 1873, época en que probable- 
mente se hizo alguna revisión ó arreglo de los dibujos en Ginebra. Los núme- 
ros de esas calcas son los siguientes. 4-7-8-9-25-43-48-100?-108-163-199- 
207*-222-328-344*-348-349-350-351 -352-353-354-356-466-478*-488*-— 
510-523-528-529-539-540**-540**-540***2560*-570-571*-595%*. 599-604 
-619-622-625-646-659-660-661-666-672-697-701-714-718-729-130-736- 
137-763-764--765-766-767-—768-769-786-831-892-893-896-911*-927-943- 
943*-965-1034-1037-1073-1074*-1092-1093*-1104*-1108*-1108**- 1108 
-1120- 1123*- 1130*- 1134*- 1154*- Eap '-1193*- 1217-1227*- 1228- 1233 
1240*-1244*-1248*-1249-1250-1253*-1257*-1288-1290*-1294 y 1299; total 

“106 calcas, de las que se puede quitar E número 100 que marcada con el nú- 
mero romano Í, viene entre las calcas de los análisis, cuando es una figura de 
conjunto. Hay además varios análisis, aunque pocos, que corresponden á al- 
gunos de estos números que faltan, y que pueden aprovecharse por consiguien- 
te para sustituir á aquéllos. 


356 ANALES DEL INSTITUTO 


No vinieron copias de otra regular cantidad de calcas; de las que en el ca- 
tálogo no se indica que no existan, y que se podrían pedir nuevamente. Los 
uúmeros son los siguientes: 22-22*-23-24-26-27*-30-61*-143*-177-181-216 
-248*-280-347-355*-380-381*-382**- 387 -388-390-396-397-398-399-400- 
401-402-403-404-405-406-407-408-409-410-411-412-413-413*-413**-415 
-416-416* -417-419- 420-497- 735-750-780-894*- 913-1162**- 1186-1198 
1231*-1316-1323 y 1329; total 61 calcas que creo será conveniente volver á 
pedir á Mr. C. De Candolle. 

Debo hacer notar que algunas de estas calcas que no vinieron, se citan co- 
mo publicadas en obras que tal vez supusieron que las habría en el Instituto, 
y por eso no mandaron aquéllas. Esas obras son la Revue des Cactées y la 
Mémoire des Crasulacées, de A. P. De Candolle que sería conveniente adquirir 
para la Biblioteca. 

Resultaron de más 14 es marcadas con los números 261-435-499- 
624-656-752-753-792-898-967-1195-1238-1274 y 1332 las cuales, no venían 
señaladas en el catálogo, en el que con los mismos números estaban citados 
otros nombres. Les agregué á los números de esas 14 calcas la señal adopta- 
da que indica la repetición y las intercalé en su lugar respectivo. 

Igualmente sobraron 14 calcas que vinieron duplicadas; sus números son 
41-53-105-121-129-131-133-197-210-489-589-719 y 720-740 y 741. 

Hay dos calcas marcadas con el número 10, con el mismo nombre, pero con 
figuras diferentes, que es preciso estudiar para saber si representan la misma 
especie y anotarlo así en el Catálogo que no lo menciona. 

Hay seis láminas dobles: las señaladas con los números 111-278-762-1096 
-1207 y 1245. 

He ordenado las calcas según la numeración que trajeron, esto es, conforme 
al catálogo manuscrito, que es el que creo debe servir de guía para todo lo que 
se ofrezca en lo sucesivo, supuesto que es copia del que existe en Ginebra. 

El que se hizo aquí, lo he puesto de 100 en 100 tarjetas dentro de cubier- 
tas, expresando sobre ellas los números que contiene cada una, y los núme- 
ros que faltan; de estos últimos, los tachados indican que faltan también en 
Ginebra, y los no tachados que probablemente pueden reponerse. 

Se puso el número de las familias según Durand, á todas las tarjetas que 
se pudo; pero muchas quedaron sin ese número, ó porque no tienen nombre, ó 
bien porque si lo tienen no ha sido admitido; y en algunos casos los nombres 
admitidos corresponden á familias muy distintas de las que señala el catálogo. 

Sírvase vd. aceptar mi atenta consideración. 

México, Septiembre 29 de 1900.—G. Alcocer.—Al Director del Instituto 
Médico Nacional.—Presente. 


Tengo el honor de informar á vd. de los trabajos que he desempeñado en el 
Departamento de Dibujo, del Instituto Médico Nacional, durante el mes de 
Septiembre del presente año. 


MEDICO NACIONAL. 357 


Cuatro láminas para el Album iconográfico de las plantas siguientes: el 
dibujo de una monstruosidad en una penca con muchas tunas y dos penqui- 
tas provenientes de una tuna que nació casi á un lado del centro de una de las 
caras de la penca;—dibujo de una raíz del “Comino rústico:”—dibujo de un 
ramo, tomado de herbario, del “Azafrancillo.” 

Cinco copias al lápiz, tomadas de las fotografías de las láminas de Mociño 
y que representan: Echites undulata, Erinus humilis, Euphorbia junciformis, 
Fuchsia arborea y Gentiana corymbosa. 

Lo que tengo el honor de informar á vd. protestándole las seguridades de 
mis respetos. 

México, Septiembre 29 de 1900.—Adolfo Tenorio.—Al Sr. Dr. Don Fernan- 
do Altamirano, Director del Instituto Médico Nacional. —Presente. 


SECCIÓN SEGUNDA. 


Tengo el honor de informar á vd. de los trabajos que se han efectuado en el 
laboratorio de mi cargo durante el presente mes. 

Se continuaron los estudios analíticos de las plantas: Chamal, Capulincillo 
y Ololiuqui, estando ya casi para concluirse. 

Protesto á vd. las seguridades de mi atenta consideración. 

Libertad y Constitución. México, Septiembre 29 de 1900.—1M. Lozano y Cas- 
tro.—Al Jefe de la Sección 2* del Instituto Médico Nacional.—Presente. 


Tengo el honor de informar á vd. que durante el presente mes me he ocu- 
pado de seguir los estudios qne tenía emprendidos desde el mes pasado, te- 
niendo además como estudio nuevo la análisis de la yerba de la Cucaracha 
(Haplophytum cimicidum) en la que hasta ahora se ha encontrado como im- 
portante un cuerpo que parece ser alcaloide y al que sin duda debe la planta 
su actividad; este estudio, al que se ha dado preferencia por haberlo recomen- 
dado así el Sr. Director, espero concluirlo el entrante mes, reservándome para 
entonces el dar la composición de la planta y los caracteres que se puedan del 
ya mencionado principio. 

Como de costumbre, he llevado cuenta de las bajas habidas en la Sección 
durante el mes. 

Ruego á vd. acepte las seguridades de mi atenta y respetuosa consideración. 

Libertad y Constitución. México, Septiembre 29 de 1900.—F. Fillaseñor.— 
Al C. Jefe de la Sección 2? del Instituto Médico Nacional,—Presente. 


Tomo LV,--49 


358 ANALES DEL INSTITUTO 


SECCIÓN TERCERA. 


Departamento de Química Biológica.—Tengo la honra de informar á la Jun- 
ta, de los trabajos ejecutados en el Gabinete de Química Biológica de la Sec- 
- ción tercera del Instituto Médico Nacional en el presente mes. 

Como consta en el informe anterior, este mes empecé á analizar la orina del 
perro bajo la influencia del agua de Tehuacán en un período de diez días, co- 
mo lo hice en el mismo tiempo cuando el animal no tomaba sino agua común. 
El resultado de estos trabajos consta en el cuadro siguiente: 


Número Densidad Acido, Residuo Sedi- 
de orden. Aspecto. Color. Cantidad. Reacción. 4 189 fosfórico.  Cloruros. fijo. Urca. mento. 
1 Turbio...... Pálido. 515 cc. Alcalina.. 1.020 1.84 3.50 41.40 32.80 Escaso. 
9 y o OA A 1.020 1.86 1.10 38.00 30.00. ,, 
3 : a 0 1.030 2.86 2.70 64.00 44.00, 
4 2 O Ls E 1.020 250 2.50 41.00 30.40, 
5 A A da 1.023 4.54 1.10 35.00 32.00, 
6 Ñ A E 1.020 3.30 1.30 35.00 29.60 Muy poco. 
7 E A ds 1.023 3.64 2.60. 41.80 3400,» 
8 S dd LR E 1.020 3.68 2.20 32.00 30.30 Escaso. 


9 7 BODA k 1.022 3.70 3.70 33.00 3200, 
10 y da B0 ) 1.030 280 4.50 64.50 36.80, 


Comparando estas cifras con las de la tabla del informe anterior que corres- 
ponden al período en que el animal tomaba agua común notamos algunas di- 
ferencias notables; en primer lugar el aumento constante de la cantidad de 
orina emitida en las 24 horas, pues mientras en el primer cuadro la cifra ma- 
yor fué 325 c. c. en éste la menor alcanza á los 325 y la mayor á 665. 

Por el contrario, la densidad resulta menor en el segundo período. 

El ácido fosfórico, los cloruros, la urea y en general el residuo sólido resul- 
tan también en menor cantidad en este cuadro que en el correspondiente al 
primer período. 

De todos estos datos podría inferirse que la diuresis verificada en el animal 
fuese debida á la administración del agua de Tehuacán, pero hay que notar 
que la cantidad de agua que el perro tomaba espontáneamente fué también 
mayor durante todo el tiempo de esta observación que la queingerida también li- 
bremente en el tiempo que estuvo con agua común. 

Si por otra parte fijamos nuestra atención en los componentes de la orina, 
encontraremos que la diuresis señalada se ha verificado únicamente á expen- 
sas de la parte líquida supuesto que los fosfatos, los cloruros y la urea se en- 
cuentran relativamente en menor cantidad en el segundo cuadro. 

Creo de suma importancia hacer de nuevo otros análisis dejando pasar al- 
gunos días y privando al animal del uso del agua de Tehuacán para ver si la 
orina vuelve á las condiciones del primer período, que consideraré igual al 
nuevo ó tercero. 

Respecto á la bilis, tengo que agregar á lo que he dicho en anteriores infor- 
mes, que hice nuevos análisis y resultó que no se alteraron sus componentes 


MEDICO NACIONAL. 359 


con el uso que hizo el perro del agua de Tehuacán, ni aumentó la cantidad de 
materias grasas á pesar de haberse sujetado el animal á una alimentación más 
rica en esos elementos. 

Además de lo anteriormente citado me he ocupado en la preparación de al- 
gunos licores titulados y de extractos para la experimentación. 

México, Septiembre 30 de 1900.—£. Armendaris. 


Tengo el honor de informar sobre los trabajos que han tenido lugar en la 
Sección tercera de Fisiología Experimental durante el mes de Septiembre del 
presente año. 

Se ha proseguido el estudio de la acción del agua de Tehuacán. Respecto á 
la cantidad de bilis, tenemos que consignar, que por segunda vez se ha presen- 
tado el fenómeno del aumento notable de esta secreción en relación con la in- 
gestión del agua. 

La Hierba de la Cucaracha en polvo, en infusión, cocimiento, tintura alco- 
hólica y extracto de éter de petróleo, ha ocupado asimismo lugar preferente 
entre las labores de este mes. La acción de esta planta ha sido buscada sobre 
perros, conejos, ranas, peces y varios insectos, arácnidos, gusanos pequeños 
crustáceos y moluscos. 

En general se ha notado que es bastante activa sobre los animales pequeños 
y que ocupan los grados inferiores de la escala zoológica, mientras que sobre 
los superiores parece inofensiva hasta hoy; pues, por lo menos, acción inme- 
diata notable no ha presentado ninguna. 

La ingestión del polvo y del cocimiento en grandes cantidades, la inyección 
de fuertes dosis de extracto (2 y 5 grs.) en perros y conejos, han tenido resul- 
tados siempre negativos. Varias ranas han permanecido diez días en infusión, 
cada día más y más concentrada de dicha hierba, sin experimentar la más li- 
gera perturbación. Sobre el ciático aislado de sus relaciones inmediatas en el 
muslo de una rana y seccionado en el mismo sitio, se hizo obrar la substancia, 
inmergiendo el cabo del cordón nervioso que iba á terminar en el muslo, du- 
rante cuatro horas, en una solución concentrada de extracto hidro-alcohólico. 
De tiempo en tiempo se investigaba el estado de la sensibilidad nerviosa y de 
la muscular por medio de la corriente de una pila de bicromato de potasa 
de Grenet; esta sensibilidad se conservó sin alteración durante todo el tiempo de 
la obseración (6 horas). 

Una pequeña cantidad de tintura muy diluída en agua fué colocada direc- 
tamente en el mediastino de una rana, algún tiempo después se inició un es- 
tado parético: no llegó á paralizarse por completo; pero la torpeza para la mo- 
tilidad se hizo marcadísima una hora después de colocada la tintura en el me- 
diastino. Pasado este tiempo, el animal fué reponiéndose poco á poco, y cua- 
tro horas después, á pesar de la gran herida del tórax y de la sangre perdida, 
la rana saltaba con bastante energía para poder salirse del eristalizador en 
donde estaba aprisionada. 


360 ANALES DEL INSTITUTO 


Varios pececillos de color han estado también viviendo más de cinco días 
en infusión de esta planta, al 5 por ciento, sin ningún accidente; no así con la 
tintura: esta última, diluída en el agua de los peces al 0.5 por ciento no les 
hizo nada, pero al 1 por ciento les ha producido una torpeza de movimiento: 
muy notable, verdadera paresia locomotriz y de la respiración, la cual fué des-. 
apareciendo gradualmente después de cinco horas, á pesar de permanecer aún 
en el mismo líquido. ¿Se había modificado la actividad del principio activo 
por alguna transformación de éste? ¿Había intervenido para esta transforma- 
ción el mismo organismo del pececillo que ahí vivía? Esperamos poder más 
tarde resolver estos problemas. 

Estos últimos experimentos los hicimos buscando la comparación con peces 
testigos, en cuya agua se vertía una cantidad de alcohol equivalente á la que 
tenía el agua con tintura de la Hierba de la Cucaracha. En los peces testigos, 
nunca se produjo la paresia, por el contrario, la excitación debida al alcohol 
era muy marcada, y la vivacidad de sus movimientos contrastaba con la lan- 
guidez de los primeros. Si en esta disposición invertíamos los sujetos y pasá- 
bamos los testigos al agua que contenía el principio activo de la planta, y los' 
que en ésta se encontraban eran trasladados al agua puramente alcoholizada, 
el resultado no desdecía absolutamente del ya observado, y los entorpecidos 
eran siempre los que sufrían la acción del agua que contenía el tósigo de la 
Hierba de la Cucaracha. 

Ni por la vía estomacal ni por la subcutánea se obtuvieron resultados po- 
sitivos en perros ó en conejos, y la última experiencia con los peces despertó 
en nosotros la idea de aprovechar como vía de introducción en perros y cone- 
jos la mucosa respiratoria, cuyo poder de absorción se sabe que es muy rápi- 
do. A este fin practicamos la punción de la tráquea é instilamos gota á gota 
en ella hasta la relativamente enorme cantidad de 15 centímetros cúbicos de 
agua que contenía 2 grs. de tintura de esta planta. Los resultados fueron en- 
teramente nulos. 

Los experimentos sobre insectos y otros animalillos pequeños, han ofrecido 
resultados muy notables. Un perro cuyo pelo se impregna con infusión ó tin- 
tura, queda al cabo de poco tiempo, media hora ó una hora, sin una pulga vi- 
va, y durante los días que permanece con la substancia adherida, es seguro 
que no está capaz de prestar abrigo á alguno de estos insectos. 

Un pedazo de carne muerta humedecida con la infusión de la hierba, ahu- 
yenta las moscas, y éstas depositan centenares de sus larvas en otro pedazo 
de la misma carne, no humedecida como la primera y colocada á su lado. Las 
moscas que en aquella se detienen por algún tiempo y liban la infusión de la 
planta en cuestión, se paralizan, se incoordinan sus movimientos y al fin mue- 
ren. 

Verdaderamente notable es esta planta, cuyo estudio científico-fisiológico 
no está más que iniciado y que esperamos nos conducirá á conclusiones defi- 
nitivas de la mayor importancia. 

En el informe del mes de Agosto indicamos nuestra opinión respecto á la 


MÉDICO NACIONAL. 361 


inocuidad del Azafrancillo (Escobedia scabrifolia) usado frecuentemente como 
sustituto del azafrán verdadero. Hemos podido confirmar nuestra opinión á este 
respecto, pues los extractos hidro-alcohólicos con y sin materia colorante, em- 
pleados en fuertes dosis, en perros y conejos (24 5 grs. en animales de 1 á 4 
kilos de peso) han dado siempre resultados negativos. El Azafrancillo (Escobe- 
dia scabrifolia) queda, pues, declarado definitivamente, como planta inactiva y 
puede emplearse como el Azafrán en la condimentación de los manjares, sin 
peligro para quien lo ingiera. 

Hemos continuado estudiando también el Ololiuqui. Su extracto hidro-al- 
cohólico á fuertes dosis (2 y 5 grs. en perros y conejos de 1 á 4 kilos) y en pa- 
lomas de 80 á 150 grs. no ha dado resultado; mas como con el cocimiento y la 
maceración obtuvimos en el mes de Octubre fenómenos muy interesantes y 
seguramente ocasionados por esta planta, dejamos aún pendientes para más 
adelante algunos otros experimentos que probablemente serán definitivos. 

México, Septiembre 30 de 1900.—Fernando Altamirano. 


SECCIÓN CUARTA. 


Visita diaria á los enfermos de la Sala de Terapéutica Clínica en el Hospi- 
tal de San Andrés. 

Continuación del estudio del Peyote (Anhalonium Lewini), de la Jícama, 
(Dolicos palmatilobus), del Tepozán (Buddleia americana), del Cereus serpen- 
tinus, del Tecuampatli (Gonolobus), de la Yerba de la Cucaracha (Haplophy- 
ton cimicidum), y de la Salvia de bolita (Buddleia perfoliata). 

Como ofrecimos en el informerdel mes próximo pasado, seguimos aplicando 
el extracto fluido de Peyote á dos de los enfermos que entonces lo estaban to- 
mando (de los otros dos pacientes uno salió de alta y el otro pasó á un servi- 
cio de Cirugía); aumentamos la dosis de la preparación hasta cien gotas bis y 
sostuvimos su uso durante veinte días más, sin obtener beneficio marcado, pues 
el pulso de esos individuos no se modificó ni sus fuerzas reaparecieron. Pade- 
cían alcoholismo crónico y estaban sumamente debilitados. Otro enfermo, al- 
cohólico igualmente y en convalecencia de una neumonía, con pulso blando y 
depresible, tomó también, más de veinte días, dosis crecientes, hasta cincuenta 
gotas tres veces cada veinticuatro horas, del extracto fluido de Peyote, sin ha- 
ber notado modificación favorable en su estado general, pues la convalecencia 
ha sido larga y las fuerzas difícilmente vuelven. 

El aceite de Jícama á la dosis de 40 gramos emulcionado con yema de hue- 
vo, fué prescrito cumo purgante á Santos Hernández, con objeto de corregir 
una indigestión de que fué afectado el 1? del presente. Hora y media después 
de haberlo tomado, tuvo una evacuación líquida, abundante y sin cólicos in- 
testinales, á las tres horas otra con los mismos caracteres y á las ocho horas 
de ésta una tercera y última igual á las anteriores, con lo que bastó para que 
desapareciera el accidente mencionado. 


362 ANALES DEL INSTITUTO 


El Tepozán fué usado como hipnótico en dos casos: el primero pertenece á 
Juan Solís, que padecía insomnio desde hacía ocho días y al que se prescribió 
un gramo de extracto hidro-alcohólico de esa planta la noche del 17 del actual 
con éxito completo, según el Dr. Cicero, pues le permitió conciliar el sueño 
desde esa noche; se sostuvo la medicación dos días más y aquel accidente no 
volvió á presentarse; y el segundo caso es el de Vicente Gutiérrez, que con 
mucha frecuencia padece insomnio, el cual desaparece con la ministración de 
igual dosis de la propia preparación. 

El Cereus serpentinus, bajo la forma de tintura de flores, lo siguió usando 
durante seis días de este mes el enfermo Manuel Hidalgo, afectado de doble 
lesión mitral, alcanzando la dosis de setenta y cinco gotas tres veces al día. El 
estado general de este individuo se ha conservado bien, pero hay que tener en 
cuenta que ha estado en completo reposo durante un tiempo bastante largo. 

El Tecuampatli se ha ministrado á tres enfermos en los que, por distintos 
motivos, estaba indicado un purgante: á dos de ellos se les dió el cocimiento 
de 20 gramos de raíz en 200c.c. de agua, y al tercero 25 gramos en la misma 
cantidad de vehículo, sin que á ninguno de ellos les provocara el más ligero 
efecto catártico. 

La Yerba de la Cucaracha se ha usado como insecticida para destruir los 
moscos, por el subserito, en su casa habitación, y para éstos y los piojos en la 
casa de niños expósitos, por el Dr. Cicero, obedeciendo las indicaciones del Sr. 
Dr. Altamirano. Para lo primero se usaron los papeles preparados por el 
Sr. Profesor Don Alfonso L. Herrera, con un cocimiento de la mencionada 
hierba fuertemente azucarado, y humedecidos aquéllos con pulque ó con vi- 
nagre; y para los piojos se ha empleado la tintura de la propia hierba diluída 
en agua en la proporción de 5 de tintura por 100 de agua. 

Los resultados han sido como sigue: los papeles del Profesor Herrera, hu- 
medecidos como queda dicho, atraen á los mosquitos en gran número, liban 
éstos el veneno y mueren, algunos en el espacio de una y dos horas, otros has- 
ta uno y dos días después, pero todos quedan imposibilitados desde luego pa- 
ra picar y aun para volar á gran distancia. El número de mosquitos que re- 
cogí muertos ó moribundos á la mañana siguiente de la noche en que usé por 
primera vez los papeles mencionados, se elevó por término medio á 150 por 
cada papel, de suerte que la cosecha de esa noche fué de muy cerca de 1,000 
animales que inutilizamos con la benéfica preparación. Las noches subsecuen- 
tes ha sido poco más ó menos igual el éxito, y he entregado al Sr. Herrera los 
cadáveres de los moscos que he recogido desde que estoy usando la prepara- 
ración tantas veces citada. Otro tanto, poco más ó menos, se ha notado en la 
casa de la Cuna, según me informa el Dr. Cicero. 

Para destruir los piojos en este Establecimiento, se ha aplicado en la cabe- 
za de los niños una esponja empapada en la solución á que antes hicimos re- 
ferencia y se ha visto que aquellos animalitos salen en abundancia y en se- 
guida mueren; pero como casi siempre quedan liendres, hay que repetir la 
aplicación de la tintura al cabo de cierto número de días; en algunos niños de 
la enfermería se ha visto que los piojos no se han reproducido. 


MEDICQG NACIONAL. 363 


Con la Salvia de bolita se hicieron en el mes actual algunas observaciones y 
experimentos con objeto de ratificar ó rectificar las propiedades anti-diaforé- 
tica y anti-sialorreica de esta planta. En la Sala de tuberculosas de este Hos- 
pital, á cargo de los Dres. Manuel Gutiérrez y Manuel González de la Vega, 
se ha usado la tintura de Salvia en siete enfermas, con resultado favorable en 
seis de ellas, y sin éxito en una. Si bien es cierto que en algunas de las pri- 
meras los sudores han vuelto, esto no arguye en contra de la bondad de la dro- 
ga, puesto que el síntoma desaparece, ó por lo menos disminuye de intensi- 
dad cuando de ella se hace uso, y creemos también que la dosis enpleada ha 
sido insuficiente, pues las observaciones recogidas por otras personas han sido 
con dosis más elevadas. Acompañamos el informe respectivo firmado por el 
Dr. González de la Vega. 

En la Sala de Clínica interna de tercer año, á cargo del Dr. León Martínez, 
se aplicó la tintura de Salvia de bolita á dos enfermos en este mes, con resul- 
tados muy dudosos, como se verá por el informe que este señor ha tenido la 
bondad de rendir. 

En el servicio de Terapéutica Clínica, á cargo del subscrito se escogieron dos 
enfermos afectados, uno de laringitis sifilítica y el otro de hemiplegia por he- 
morragia cerebral, ambos de buena constitución, y se les hizo á cada uno de 
ellos una inyección hipodérmica de un centígramo de clorhidrato de pilocar- 
pina el día 17 del presente á las 7.55 de la mañana, y 10 minutos después co- 
mienza la diaforesis y el ptialismo que provoca siempre esa substancia; dura 
la primera una hora y el segundo hora y cnarto en los dos enfermos, casi sin 
diferencia alguna, pues apenas transcurrieron dos ó tres minutos de la inyec- 
ción del primero á la del segundo. 

Esta experiencia la hicimos, como se comprenderá, con objeto de averiguar 
el tiempo que duraba la transpiración y salivación provucada en un individuo 
determinado, sin intervención de ningún agente que pudiera detener esos sín- 
tomas, y poder en seguida observar si los mismos eran influenciados de algún 
modo por la tintura de Salvia de bolita. El resultado de este segundo experi- 
mento fué como sigue: 

Cinco días después inyectamos igual dosis de pilocarpina á los mismos en- 
fermos á las 8.50 dela mañana; á los ocho minutos comenzaron á sudar y siete 
más tarde á salivar y á las 9.15 que el sudor y la salivación eran muy abun- 
dantes en los dos sujetos, se les ministró á uno de ellos, Rosalino Ramírez, 
60 gotas de tintura de Salvia de bolita y 4 Andrés Rodríguez una solución 
cuidadosamente dosificada por el Profesor Noriega de medio milígramo de 
sulfato de atropina en 30c.c. de agua. A las 9.30 como continuaran la diafo- 
resis y el ptialismo abundantes en uno y en otro, se les ministró una dosis 
igual de sus respectivos medicamentos, siete minutos después de esto comen- 
zaron á disminuir las secreciones sudoral y salivar, sobre todo la primera, y 
así siguieron decreciendo rápidamente hasta que desaparecieron á las 9”50 en 
el que tomó la Salvia, y á las 9.55 en el que hizo uso de la atropina. 

El resultado de este experimento es, en nuestro concepto, muy elocuente, 


364 ANALES DEL INSTITUTO 


puesto que se acortaron los períodos de transpiración y de salivación de un 
modo marcado, durando tan sólo la mitad ó un poco más del tiempo que la 
vez que no tomaron ningún medicamento (60 minutos la transpiración y 75 
la salivación cuando no intervino ningún agente y 35 y 40 minutos cuando se 
les ministró oportunamente tintura de Salvia de bolita ó solución de sulfato 
de atropina.) : 

Se hicieron traducciones al francés de artículos sobre el Ahuehuete, la Ca- 
nagria, el Chichicamole, Tatalencho, Té de milpa, Atanasia amarga, Sangre 
de Drago, Tumba-vaqueros y Hierba del Toro. 

Se hizo la corrección de pruebas en francés y contras, de la Lceceiia coccínea 
(Espinosilla), el Prunus capuli (capulin), la Peperonia umbilicata (Pimienta 
de tierra), Arctostafilos pungens (la Pingúica), la Argemonse mexicana (El 
Chicalote) y la Bocconia frutescens (El Llora sangre). 

Se hizo el examen radioscópico y radiográfico del Sr. H...., enfermo del Sr. 
Dr. Altamirano, viéndose bien un fragmento de bala en la base del cuello, al 
lado izquierdo y cerca de la columna vertebral. 

Se hicieron también bajo la hábil dirección del Dr. Armendaris, las radio- 
grafías de una rana, que tengo el gusto de presentar á la Junta. En la que es- 
tá marcada con el número 1, la exposición fué de un minuto y la negativa fué 
reforzada, pues no aparecía con toda claridad. En la número 2 la exposición 
fué de dos minutos y no hubo necesidad de reforzarla apreciándose mejor los 
detalles. 

Se ocupó también una parte del tiempo en comenzar á hacer la recolección 
de datos para escribir los artículos correspondientes de la Materia Médica, y 
el relativo á aguas minerales. 

El Dr. Cicero ha concurriáo con puntualidad y ha ayudado eficazmente en 
todas las labores de la Seccción. 

Acompaño los informes de los Dres. Bulman, González de la Vega, León 
y del Profesor Noriega. 

México, Septiembre 30 de 1900.—Juan Martínez del Campo. 


Tengo la honra de informar á vd. que durante el mes que hoy termina, se 
han usado los medicamentos nacionales del modo siguiente: Para la Sala de 
su digno cargo: Extracto hidro-alcohólico de Tepozán, extracto fluido de Pe- 
yote, tintura de Cereus gradiflorus, tintura de Salvia de bolita y cocimiento 
de Tecuampatli. Al Sr. Dr. León Martínez, tintura de Salvia de bolita. Al 
Sr. Dr. Cicero, aceite de Jícama, extracto fluido de Peyote y cocimiento de Te- 
cuampatli. Al Sr. Dr. González de la Vega, tintura de Salvia de bolita. Al Sr. 
Dr. Bulman, cocimientos de la hierba de la Golondrina, tintura de Salvia de 
bolita, tintura de Cereus grandiflorus y extracto de Tepozán y al Sr. Dr. Orva- 
ñanos, extracto de Chapuz, de Peyote, de Zapote blanco, de Cóngora y cocimien- 
to de Tejocote. Actualmente me ocupo de la preparación de nueva cantidad 
de extracto fluido de Peyote y de tintura de hierba de la Cucaracha. 


MEDICO NACIONAL. 365 


Protesto á vd. mis respetos. 
México, Septiembre 30 de 1900.—J. M. Noriega.—Al Jefe de la Sección 4* 
del Instituto Médico Nacional Dr. Don Juan Martínez del Campo.—Presente. 


Hospital “San Andrés.” —México.—Observaciones sobre la tintura de Sal- 
via de bolita en la Sala 1* de Medicina de Mujeres, á cargo de los Sres. Dres. 
Manuel Gutiérrez y Manuel González de la Vega. 

La tintura de Salvia de bolita se comenzó á administrar en esta Sala, el día 
20 de Agosto del presente año á siete enfermas y á la dosis de 50 gotas en el 
momento de acostarse; excepto en una, que se le comenzó á administrar el día 
19 de Septiembre del corriente año y á la dosis de 50 gotas, tres veces al día. 

Las observaciones se han hecho hasta el 23 del presente y son las siguien- 
tes: Jesús Velós, que ocupa la cama número 2 y cuyo diagnóstico es de Tu- 
berculosis pulmonar en segundo período y accidentes terciarios específicos, 
con sudores profusos y abundantes en el tronco y la cabeza, durante una par- 
te del día y toda la noche, sin resultado ninguno ni modificación apreciable de 
dichos sudores por la administración de la Salvia de bolita, pues persisten en 
la misma forma que antes. 

Jesús Magos, que ocupa la cama núm. 6, con diagnóstico de Tuberculosis 
pulmonar, en segundo período y con sudores muy abundantes en el tronco y 
la cabeza, tanto en el día como en la noche, desde la primera vez que se le ad- 
ministró la Salvia de bolita, le desaparecieron por completo dichos sudores; 
sosteniéndose este estado hasta la fecha, sólo con sequedad de la mucosa buco- 
faríngea cada vez que toma las gotas. 

Francisca Morales, que ocupa la cama núm. 8 con diagnóstico de Tubercu- 
losis pulmonar en tercer período y abceso hepático abierto en los bronquios, 
casi curado, con sudores profusos y muy abundantes del tronco y de la cabe- 
za; al principio de la administración de la Salvia de bolita, no hubo ninguna 
modificación apreciable de los sudores, pero á los seis días se le retiraron por 
completo, sosteniéndose este estado; hasta la fecha no acusa sequedad de las 
mucosas bucal y faríngea. 

Luisa Moreno, que ocupa la cama núm. 14, con diagnóstico de Tuberculosis 
pulmonar en tercer período, se le comenzó á administrar la Salvia de bolita 
desde el día 19 de Agosto á la dosis de 50 gotas, tres veces al día: en la maña- 
na, á medio día y en la noche; tenía sudores extremadamente abundantes ge- 
- neralizados á todo el cuerpo, tanto en el día como en la noche; al principio no 
se notó ninguna modificación apreciable, hasta los tres días en que se le su- 
primieron por completo y no han vuelto á aparecer. 

Jesús García que ocupa la cama núm. 15, con diagnóstico de pleuresía con 
derrame del lado izquierdo de origen tuberculoso, tenía sudores abundantes y 
fríos, solamente en la cabeza y en la cara durante la noche; desde el primer 


Tomo IV,—50 


366 ANALES DEL INSTITUTO 


día que tomó la Salvia de bolita se le suprimiron enteramente los sudores has- 
ta hace seis días que le han vuelto con la misma intensidad de antes. 

Angela Rodríguez, que ocupa la cama núm. 17, con diagnóstico de Tuber- 
culosis pulmonar en segundo período, tenía sudores abundantes, generaliza- 
dos á todo el cuerpo y durante la noche; al principio no sufrieron ninguna mo- 
dificación hasta al cabo de nueve días en que desaparecieron por completo los 
del cuerpo, y sólo le quedan los de la cabeza, bastante disminuidos. 

Dionisia Herrera, que ocupa la cama núm. 22, con diagnóstico de tubercu- 
losis pulmonar en el segundo período, é insuficiencia mitral, tenía sudores pro- 
fusos y muy abundantes, generalizados á todo el cuerpo, durante el día y la 
noche; desde la primera vez que tomó las gotas le fueron disminuyendo gra- 
dualmente hasta quitársele por completo, sólo que hace tres, dice, que le han 
vuelto con igual intensidad que antes. 

Septiembre 24 de 1900.—M. González de la Vega. 


En la 2* Sala de Medicina de Mujeres se han ensayado en el presente mes 
las preparaciones siguientes: 

El cocimiento de la hierba de la Golondrina al 25 por ciento por espacio de 
cinco días no modificó las evacuaciones en una enteritis de causa tuberculosa. 

Cien gotas ter. de la tintura de Salvia de bolita suspendieron los sudores en 
una granulia tuberculosa. 

A las tres horas siguientes á la administración de una cápsula de 0.50 cen- 
tígramos de Tepozán, durmió una tuberculosa, consiguiéndose el mismo efec- 
to hipnótico en una cardíaca. 

El Cereus grandiflorus á la dosis de 50 gotas ter. por espacio de una sema- 
na no trajo modificaciones en el pulso, ni en la diuresis en una enferma de 
insuficiencia mitral. 

México, Septiembre 30 de 1900.—F. Bulman. 


El día 25 del que cursa se ministró al enfermo que ocupa la cama núm, 1 
del Servicio de Clínica de tercer año, cuarenta gotas, tres veces al día, de tin- 
tura de Salvia de bolita, con el fin de modificar el síntoma diaforesis, que en 
el curso de una gripa contraída en el Hospital, se le presentó. 

En la visita del 26, manifestó el enfermo que sus sudores no se habían mo- 
dificado en lo más mínimo, por lo que se elevó la dosis á cincuenta gotas, re- 
petidas cuatro veces al día. 

El 27 se me informó que los sudores habían desaparecido casi, la dosis no se 
modificó, á pesar de lo cual, el 28 me informó el enfermo que los sudores ha- 
bían reaparecido, abundantes, generalizados y calientes. 

El 26 se dió al enfermo que ocupa la cama núm. 4 que está atacado de tu- 
berculosis, 30 gotas bis de la referida tintura, dosis que no modificó los sudo- 


MÉDICO NACIONAL. 367 


=== > === === == 


res del enfermo: el 27 se elevó la dosis á 40 gotas, dos veces al día, igualmen- 
te sin resultados; hoy 28 se ha llegado á sesenta gotas, dosis que iré subiendo 
y de cuyos resultados daré á vd. cuenta en el informe del mes próximo. 
Protesto á vd. las seguridades de mi atenta consideración. 
México, Septiembre 28 de 1900.—J. León Martínez.—Al8r. Dr. Juan Mar- 
tínez del Campo, Jefe de la Sección 4* del Instituto Médico Nacional.—Pre- 
sente. 


SECCIÓN (QUINTA. 


Tengo la honra de informar á la Junta que durante el mes que hoy ter- 
mina se ha continuado pasando en limpio el “Indice de Geografía Médica” 
y se ha hecho el estudio, la concentración y la copia en el referido índice de 
las respuestas de geografía médica de las siguientes municipalidades perte- 
necientes al Estado de Guanajuato: Guanajuato, Cuitzeo de Abasolo, Huani- 
maro, Irapuato, La Luz, Pénjamo, Cuerámo, Romita de Liceaga, Salaman- 
ca, Pueblo Nuevo, Silao de la Victoria, Valle de Santiago, Jaral, San Miguel 
de Allende, Dolores Hidalgo, San Diego de la Unión, San Felipe, Ocampo, 
Celaya, Acámbaro, Tarandacuao, Apaseo, Cortazar, Chamacuero, Jerécuaro, 
Coroneo, Moroleón, Salvatierra, Santa Cruz, Tarimoro, Yuririapúndaro, 
Uriangato, Santiago, Maravatío y León. 

México, Septiembre 30 de 1900.—D. Orvañanos. 


LECTURA DE TURNO. 


Los aparatos para el estudio químico de la respiración del hombre 
y de los animales. 


En los momentos en que está para instalarse la Sección 3* en un departa- 
mento nuevo y bien acondicionado para los estudios que en ella se llevan á 
efecto; cuando con este motivo se procura hacer un pedido de aparatos é ins- 
trumentos que completarán su buena instalación, debemos necesariamente 
estudiar cuáles de éstos deben ser para nosotros los más útiles y cómo debe- 
remos instalarlos. 

Todo, pues, lo que se refiera al conocimiento más perfecto de alguno ó va- 
rios de ellos debe ser de verdadera y actual utilidad, y por tal razón escogí 
como trabajo para llenar mi turno, un pequeño estudio sobre algunos de los 
aparatos que sirven para hacer el análisis de los gases de la respiración pul- 
monar del hombre y de los animales. Además, una circunstancia especial me 
ha favorecido para poder hacer mi labor más fácil y más práctica: Hace po- 


368 ANALES DEL INSTITUTO 


co tiempo fuí comisionado en la Escuela Nacional de Medicina para arreglar 
su Laboratorio de Fisiología, y en este laboratorio hice la instalación, entre 
otros aparatos, de dos muy importantes dedicados á investigaciones de este 
género: el primero, de Jolyet y Regnard para el estudio químico de los gases 
de la respiración de los animales, y el segundo de Jolyet, Bergonié y Sigalas 
para el mismo estudio en el hombre. Así pues, este humilde trabajo, sin pre- 
tensiones de ningún género, sin algo verdaderamente nuevo, y bien (sencillo, 
no tiene más que le pudiera dar algún valor, que ser actualmente útil para 
los que hemos de trabajar en el arreglo que dentro de poco tiempo se hará 
en el nuevo departamento de nuestra Sección, lo que procuraremos hacer con 
la mayor perfección posible. 


Me parece conveniente indicar algo, aunque sea brevemente, acerca de al- 
gunas generalidades relativas á esta clase de estudios, siempre importantes, 
como son los que se refieren á los cambios gaseosos que tienen lugar entre el 
aire y la sangre, al nivel del epitelio pulmonar, cambios gaseosos que cono- 
cemos con el nombre de hematosíis. 

El primer método seguido para estudiar estos cambios gaseosos así como 
el más frecuentemente empleado, ha sido el método directo, practicado prime- 
ramente por Lavoisier. 

El segundo método, método indirecto 6 de Bousingault, aunque menos usa- 
do, ha dado también lugar á investigaciones de lo más importantes. 

El primero, en medio de todas sus variantes aplicaciones y del gran núme- 
ro de aparatos á que ha dado lugar, puede reasumirse en lo siguiente: cono- 
cida la composición centesimal del aire atmosférico, si se confina un animal 
en un espacio cerrado y lleno de este aire, pasará necesariamente que dicho 
aire tendrá que modificarse en su composición. La permanencia del animal 
origina naturalmente el consumo de oxígeno, el aumento del ácido carbónico 
y el cambio en las proporciones relativas de ázoe y de vapor de agua. Si des- 
pués de cierto tiempo, el estrictamente necesario, se analiza el aire del reci- 
piente, viciado por la respiración del animal, se podrá deducir por diferencia, 
las cantidades de oxígeno, de ácido carbónico, de ázoe y de vapor de agua 
exhaladas ó absorbidas por la respiración del animal sujeto á la experiencia. 

Tal es en resumen y en toda su sencillez el método que los fisiologistas y- 
químicos designan con el nombre de método directo. 

El método indirecto sigue un camino totalmente distinto. Aquí se hace abs- 
tracción completa de lo que puede pasar en los pulmones del animal y éste 
vive y respira en el aire libre; lo que se vigila atentamente es lo que el ani- 
mal introduce en su aparato digestivo así como los excrementos que arroja. 
Para lograrlo se somete el animal á determinada ración alimenticia, de tal 
manera, que su peso sea siempre el mismo durante toda la duración de la ex- 
periencia; además, se pesa y se hace el análisis elemental de todos los ali- 
mentos, al mismo tiempo que se tiene el cuidado de pesar y de analizar cui- 


MEDICO NACIONAL. 369 


dadosamente todos sus excrementos. De las cantidades totales de oxígeno, 
hidrógeno, carbono y ázoe suministradas por los alimentos se descuentan las 
cantidades totales de oxígeno, hidrógeno, carbono y ázoe que se obtienen del 
análisis de los excrementos. Por este procedimiento resulta para cada cuerpo 
una cifra variable, que indica precisamente la cantidad que de ellos ha sido 
eliminada por el pulmón, puesto que el peso del animal se ha mantenido el 
mismo. 

De esta manera puede obtenerse el peso total del carbono, del hidrógeno y 
del ázoe, porque estos cuerpos se suministran á la economía con los alimen- 
tos ingeridos; pero no sucede lo mismo respecto al oxígeno, puesto que este 
gas es suministrado casi en su totalidad por el aire de la respiración y hemos 
visto que en este método se hace punto omiso de la función pulmonar: para 
poder, pues, saber cuál debe ser la cantidad de oxígeno absorbido, se recurre 
al medio siguiente: Ya averiguamos por la diferencia de pesos y el análisis 
de todo lo que entra y sale al través del tubo digestivo, el valor de las can- 
tidades de carbono y de hidrógeno que son eliminadas por el pulmón, y sa- 
bemos que estos dos cuerpos se exhalan al nivel del epitelio respiratorio, trans- 
formados ya, el uno en ácido carbónico y el otro en vapor de agua, así pues, 
casi el total de la cantidad total de oxígeno necesaria para formar ese ácido 
y esa agua ha sido adquirida por los pulmones, y conociendo las proporcio- 
nes definidas de la combinación de estos cuerpos entre sí, un cálculo muy 
sencillo nos indica cuál es la cantidad de oxígeno que debe penetrar al orga- 
nismo por ese medio, en cambio de los otros cuerpos que por ahí mismo se 
eliminan al estado gaseoso. 

El método indirecto de Boussingault, ha dado buenos resultados en manos 
de su autor, sobre todo para los animales pequeños, como la paloma, y más 
especialmente por lo que se refiere al hidrógeno, transformado en agua por 
el animal. Viene asimismo á completar los resultados obtenidos por el mé- 
todo directo. 

Para el método directo se ha hecho uso en la práctica de aparatos más ó 
menos ingeniosos perfectamente conocidos. Algunos de éstos son bastante 
complicados, pues para estudiar estos cambios gaseosos no basta confinar sim- 
plemente un animal en un espacio cerrado y analizar después el aire, es ne- 
cesario remover constante y totalmente el aire de dicho espacio, viciado por 
la respiración del “animal, á fin de que la función respiratoria se verifique 
hasta donde sea posible en condiciones normales. 

Entre los aparatos más conocidos debemos mencionar desde luego el de Va- 
lentin y Brunner, constituído sencillamente por un frasco en el cual el experi- 
mentador arroja el aire que sale de sus pulmones, teniendo cuidado de que no 
se le escape nada por la nariz y haciendo la inspiración en el aire libre. Cuan- 
do el aire contenido en el frasco ha sido cambiado total ó casi totalmente por 
el aire expirado, se lleva éste bajo una campana de gases, ya dispuesta en la 
cuba de mercurio y se analizan por los procedimientos más usuales. De esta 
manera se obtiene, ya sea simultáneamente, ya por medio de varias experien- 


370 ANALES DEL INSTITUTO 


cias, las cantidades de oxígeno, ácido carbonico, ázoe y agua, que lo constitu- 
yen. 

El aparato de Andral y Gavarret es ya más complicado, y consiste en una 
mascarilla que se ajusta perfectamente á la cara del sujeto: éste respira el aire 
atmosférico por una abertura especial que tiene la mascarilla y expira el con- 
tenido de sus pulmones dentro de unos globos de vidrio en los cuales se ha 
hecho el vacío. Pasado un tiempo fijo, se cierran herméticamente los globos 
y se separa el sujeto. El análisis de los gases contenidos en dichos globos se 
hace igualmente por los procedimientos ordinarios. 

Consideraremos en seguida el aparato de Regnault y Reiset, mucho más 
complicado y muy interesante por los numerosos y buenos resultados que ha 
proporcionado á la Fisiología en manos de sus autores. En este aparato, el 
animal respira en un recipiente cerrado; pero se procura mantener siempre la 
misma composición del aire, suministrando el oxígeno necesario á medida que 
es consumido, y absorbiendo y fijando el ácido carbónico que exhala el animal 
por sus pulmones. Para conseguir esto, el espacio que contiene al animal se 
pone en comunicación, por una parte con un generador de oxígeno que impul- 
sa este gas al interior del recipiente de manera que nunca falte, y por otra es- 
ta relación con dos vasos, comunicantes entre sí, que están llenos de una solu- 
ción de potasa perfectamente pesada y titulada. Estos dos vasos, por medio de 
un ecanismo especial, están sujetos á un moviento de sube y baja que hace 


que su contenido esté pasando alternativamente del uno al otro, y que el aire . 


sea unas veces chupado y otras repelido, del interior de la campana en donde 
está el animal al interior de dichos vasos comunicantes que contienen la solu- 
ción potásica, Se comprende que mezclándose así la solución con el aire, éste 
le abandona su ácido carbónico que va combinándose con la potasa, 

La cantidad de oxígeno que pasa á la campana es medida por los mismos 
recipientes de donde sale, pues estos recipientes son de determinado volumen 
y perfectamente graduados, y así se conoce la proporción centesimal consumi- 
da en un tiempo fijo. Una nueva pesada y un nuevo reconocimiento del título 
de la solución alcalina da á conocer la cantidad de ácido carbónico eliminada 
en el mismo espacio de tiempo. 

Aun cuando este aparato ha dado lugar á resultados precisos y numerosos, 
es sin embargo susceptible de algunos reproches, tales como que el animal no 
respira un aire perfectamente puro, puesto que, según análisis de los mismos 
autores contenía un término medio de 2 por ciento de ácido carbónico en lugar 
de 4 por 10,000 que cuando más contiene el aire ordinario. Por otra parte, los 
productos de la respiración cutánea se confunden con los de la respiración pul: 
monar, y el aire ahí encerrado se carga de tal manera de vapor de agua, que 
algún tiempo después de la permanencia del animal, el interior de las paredes 
de la campana se empaña y el agua de condensación escurre por ellas. 


Con los conocimientos precisos que hoy tenemos respecto á la naturaleza del 
mecanismo á que obedecen estos cambios en la intimidad del epitelio pulmo- 


MEDICO NACIONAL. 371 


nar, punto del mayor interés que hemos estudiado personalmente,! nos ex- 
plicamos por qué á pesar de encontrarse el animal en una atmósfera relati- 
vamente cargada de ácido carbónico, no solamente no se intoxica con este gas, 
sino que los cambios siguen realizándose exactamente en las mismas propor- 
ciones, por lo que el resultado final y objetivo de esta experiencia, la valori- 
zación de estos cambios, no sufre ningún trastorno de trascendencia. Y no se 
crea quenosotros teorizamos para asegurarse de esto no hay más que recordar los 
experimentos de Bohr y los de Richet. El primero ha demostrado práctimen- 
te que aun cuando el oxígeno estuviese en escasa proporción, y lo está normal- 
mente en la parte más profunda de las ramificaciones brónquicas y en los al- 
veolillos terminales, y aun cuando la proporción de ácido carbónico sea gran- 
de, y esta condición existe también constantemente en los mismos alveolillos, 
no por eso dejan de verificarse los cambios en las proporciones necesarias al 
equilibrio orgánico, proporciones que nos son perfectamente conocidas. Res- 
pecto á los experimentos de Richet, debemos recordar como el más elocuente, 
aquel que se refiere á un animal que vivía sin trastorno alguno en una atmós- 
fera de ácido carbónico, con sólo procurar que recibiese constantemente sobre 
sus aberturas nazales un delgado chorro ó corriente de aire puro. 

Aunque estas experiencias disminuyen la fuerza que oponen las objeciones 
principales que pueden hacerse á este aparato, no por eso hay que admitir éste 
como el más perfeccionado y es sin duda más práctico y menos sujeto á error 
el aparato de Jolyet y Regnard, que describo valiéndome de la figura que tuve 
que construir á propósito de la instalación que hice de dicho aparato en la Es- 
cuela Nacionai de Medicina. 

En esta figura hay elementos de otro que describiré después y del que en 
estos momentos hago punto omiso á fin de evitar confusiones. 

Todos los objetos están aquí dibujados con sus debidas proporciones y con- 
forme á la escala métrica que en ella podemos ver. 

En este mecanismo (v. la fig.) se ha aprovechado la disposición del balan- 
cín y los globos del aparato de Regnault y Reisset; pero aprovechándolos pu- 
ra y sencillamente á manera de bomba aspirante é impelente que agita y hace 
circular en varios recipientes los gases de la respiración y el líquido destinado 
á fijar el ácido carbónico en mezcla con los demás. Este líquido, solución ti- 
tulada de potasa cáustica, se encuentra contenido en los frascos P. P. 

El funcionamiento es como sigue: Se sujeta al animal, uu perro suponga- 
mos, en la mesa de Jolyet y se le ajusta al hocico una mascarilla ú hociquera 
de caucho blando que cierra herméticamente. Esta mascarilla se comunica con 
la campana E por medio del tubo de caucho F. Entre este tubo y la campana 
tenemos la cerradura Ll, provista de una llave de tres vías que hace comunl- 
car á voluntad el tubo ya con la atmósfera, ya con el interior de la campana. 
Esta tiene un termómetro t, un manómetro m y un pequeño globo de caucho 


1 V. Memoria de Vergara Lope y Herrera presentada ante la Sección de Fisiología del Congreso 
* Internacional de Medicina en Moscou.—1897. 


372 ANALES DEL ISUnTO” 


G, cuyas paredes muy delgadas están normalmente aplicadas perfectamente la 
una contra la otra, de manera que casi no presenta cavidad y que pueden des- 
alojarse al menor aumento de presión interior, en los momentos en que res- 
pira el animal, evitando así que el aire del interior de la campana sufra com- 
presiones alternativas, de manera que dicha presión permanezca constante- 
mente igual. 

El oxígeno que debe abastecer al animal se encuentra contenido en el fras- 
co 1 de donde es expulsado hacia la campana por medio del aparato de desalo- 
jamiento de nivel constante, Meno de una solución de cloruro de calcio y re- 
presentado en la fig. en J. Según el número de frascos I que se vacían duran- 
te el experimento se sabe qué cantidad de oxígeno ha salido de ellos, pues di- 
chos frascos tienen calculada y graduada su capacidad. 

Como se ve en la figura además de las comunicaciones de la campana E que 
acabamos de ver, hay otras dos K y N que comunican: la primera, K, con el 
globo M del balancín s. D. s., y la segunda, N, con el frasco P, P. que según 
ya se dijo es el que contiene la solución pesada y titulada de potasa que ha de 
fijar el ácido carbónico. Para conseguir esto de la manera más rápida y per- 
fecta, se da á estas distintas partes un movimiento enérgico y regular por me- 
dio del motor hidráulico M T M, que se mueve áimpulsos de una columna de 
agua á la presión de una atmósfera. Este motor pone á su vez en movimiento 
la polea de transmisión C, y por medio de la biela P T imprime un vaivén al 
columpio A A P P en donde se encuentra suspendido el frasco de la potasa; 
la polea € y la biela % % mueven de arriba á abajo el balancín s D s que sos- 
tiene dos globos de cristal M M' llenos de glicerina. Estos globos, según lo 
he indicado, desempeñan el papel de una especie de bomba; en su movimien- 
to de ascenso y descenso alternativos, y como vasos comunicantes que son, va- 
cían alternativamente su contenido el uno en el otro, y de esta manera impe- 
len Ó aspiran los gases por intermedio de los tubos K Y y V Z, ya del inte- 
rior de la campana E, ya del interior del frasco horizontal P P por cuyo me- 
dio se bracea con actividad su contenido, que se mezcla mejor así con los gases 
de la campana E. 

Pasaremos ahora á la descripción del segundo aparato, de los autores Jolyet, 
Bergonié y Sigalas, para el estudio químico de la respiración del hombre y cuya 
instalación se muestra en la misma figura. 

Consta de varias partes comunes con el que acabamos de describir, que son: 
el motor, la polea de transmisión C y el balancín s D s. Los globos M M' des- 
empeñan también el mismo papel pero son sustituídos por otros de una capa- 
cidad mucho mayor; la solución titulada de potasa está contenida en dus gran- 
des depósitos, en vez de uno solo. El mayor tamaño de éstos y de los globos 
de glicerina está en relación con la mayor cantidad de ácido carbónico que de- 
ben fijar en un espacio de tiempo más pequeño, de manera que el braceamien- 
to se haga en este caso mucho más activo. 

Por medio de una embocadura ó mascarilla el hombre respira el aire con- 


tenido en la campana H por medio de un tubo A b que comunica son esta cam-. 


Tomo IV ES. 


Tomo IV. Anales del Instiluto Medico Nacional. Lam. X. 


MEDICO NACIONAL. 373 


pana, provista de una llave igual á la que vimos en Ll del primer aparato. Esta 
campana está provista también de un globo de caucho Gi, más grande que el 
del primer aparato pero que desempeña exactamente el mismo papel. El oxí- 
geno que el hombre sujeto al experimento debe consumir está contenido en 
una bolsa de caucho O, y á medida que el aire de la campana H tiende á en- 
rarecerse por la desaparición del oxígeno que fijan los pulmones y del ácido 
carbónico que fijan los depósitos R R, el nuevo oxígeno va pasando de la bolsa 
á la campana y el contador de gases L va señalando constantemente su volu- 
men. 

No insistimos más en el mecanismo de su funcionamiento y principios en 
que está basado, por ser exactamente los mismos que para el aparato anterior- 
mente descrito. 

Para terminar me queda solamente dar las gracias por la indulgencia que 
han tenido los ilustrados profesores que benévolamente han atendido á la lec- 
tura de mi humilde trabajo.—D. Vergara Lope. 


DELEGADOS Y TEMAS. 


Invitado el Instituto Médico Nacional para tomar participación en el Con- 
curso Científico, cuyas sesiones deben celebrarse en los meses de Noviembre 
y Diciembre del corriente año, fué aceptada la invitación y en la junta ex- 
traordinaria del 25 de Agosto último se discutieron los temas que el Insti- 
tuto debe presentar, y se nombraron dos oradores-que deben sustentarlos, que- 
dando acordado el programa en la forma siguiente: 

Tema.—“Necesidad de reglamentar la explotación y exportación de nues- 
tros productos naturales.” —Sustentante, Dr. Fernando Altamirano. 

Tema.—“La Lepra: Medidas para evitar su propagación en México.” —Sus- 
tentante, Dr. Domingo Orvañanos. 

Tema.—“Necesidad de establecer una composición tipo de las aguas pota- 
bles y reglamentación de la vigilancia en este asunto.”—Sustentante, Dr. Fe- 
derico Villaseñor. 

La importancia notoria de estos temas y el empeño que los delegados es- 
tán demostrando para cumplir su cometido hacen esperar que será satisfac- 
toria la representación del Instituto Médico en el Concurso Científico de 


1900. 


374 ANALES DEL INSTITUTO 


JICAMA Y CHAMAL. 


Se estudian en el Instituto actualmente dos plantas que conteniendo en sus 
rizomas bastante fécula y siendo muy usada una de ellas como alimento tie- 
nen á la vez propiedades tóxicas. La jícama, llamada comunmente jícama de 
agua es usada como fruta y se sabe que es enteramente inofensiva siendo el 
rizoma lo que se ingiere, pero en el Instituto se ha descubierto que las se- 
millas de esa planta son activas y tóxicas, habiendo producido la muerte en 
pequeños animales sujetos á la experimentación. Como esta actividad pudie- 
ra ser susceptible de aplicaciones terapéuticas se vaá continuar el estudio de 
este punto. 

El Chamal crece en abundancia llenando grandes praderas en el Estado 
de Tamaulipas y en algunos otros del interior. Su rizoma muy rico en fécula 
sirve á los indígenas para alimentarse confeccionando tortillas; pero es creen- 
cla muy generalizada que esta planta es un veneno muy activo para el gana- 
do, siendo éste un obstáculo para la cría en esas regiones. En el Instituto se 
han hecho experiencias para investigar esa acción tóxica sin que hasta ahora 
se haya puesto en claro esta circunstancia. De todos modos el asunto tiene 
interés y por ese motivo se incluirá el estudio del Chamal lo mismo que el 
de la jícama en los programas del año entrante. 


AI EA 


y 
4 
' 
La 
, 


LISTA DE COLABORADORES 


DEL 


INSTITUTO MEDICO NACIONAL DE MEXICO 


En la República Mexicana. 
Sr. Dr. Francisco Bulman.—3% del Reloj 13. 
Sr. Dr. Carbajal Antonio.—Calle del Jardín de San Fernando núm, 10. México (D. F.). 
Sr. Dr, Dugés Alfredo.—NATURALISTA, Guanajuato. (E. de Guanajuato.) 
Sr. Ingeniero Ferrari Pérez Fernando.—Director de la Sección de Historia Natural de la 


¿Comisión Geográfico Exploradora. Profesor de Tecnología en la Escuela Nacional de Agri- 


cultura. Fisico. Químico. NaruraLIsta. Calle de los Siete Príncipes n2 16. México (D. F.) 

Sr. Dr. Gayol Fernando.—Calle Cerrada de Santa Teresa núm. 5. México (D. F.). 

Sr. Dr. Gómez Elias. —Cuernavaca (E. de Morelos). 

Sr. Dr, Hernández Francisco.—Apatzingán (E. de Michoacán). 

Sr. Profesor en Farmacia Herrera Alfonso. —Profesor de Historia Natural en la Escuela 
Normal para Profesores y de Historia de Drogas en la Escuela Nacional de Medicina de 
México. NatruraLista. Calle 3% de la Ribera de Santa María núm. 6. México (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Herrera Alfonso L.—Ayudante Naturalista en el Museo Nacio- 
nal de México. ZooLoaIsta. Calle 3% de la Ribera de Santa María nú. 6. México. (DF): 

Sr: Profesor en Farmacia Lasso de la Vega José Maria.—3YCalle del Reloj. Botica, México 
(D. F.. 

Sr. Dr. León Nicolás.—Tepeji del Rio (Estado de Querétaro). 

Sr. Dr. Medal Juan. —Morelia. (E. de Michoacán). 

Sy. Dr. Mendizabal Gregorio.—Ualle de Montealegre núm. 10. México. (D. F.). 


1 Sr. Dr. Noriega Tomás.—Caleras núm. 6. México. (D. F.). 


Sr. Dr. Otero “Miguel. —San Luis Potosí. (JS. de S. L. P.). 
Sr. Dr. Parra Gabriel. —Tlatlauquitepec (E. de Puebla). 
Sr. Profesor en Farmacia Puga Adrián.—Química Y FARMACOGNOSTA. Botica de la Compa- 


Mía. Guadalajara (E. de Jalisco). 


Sr. Ingeniero Puga Guillermo B.—México. Tacubaya. (D. F.). . 

Sr. Dr. Peña Cutberto.—Córdoba (E. de Veracruz). 

Sr. Lic. Rebollar Rafael.—2* Calle de Necatitlán núm. 22. México (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Reyes Julio.—México (D. F.). 

Sr. Ingeniero Robirosa José N.—San Juan Bautista (E. de Tabasco). 

Sr. Ing. José €. Segura.—Escuela de Agricultura. 

Sr. Dr. Torres Ezequiel.—Chibuahua (E. de Chihuahua). 

Sr. Profesor Urcelay y Martínez Alberto M.—Meérida (E. de Yucatán.) 

Sr. Dr. Ucbina Manuel. —Director interino y Profesor de Zoología Botánica del Museo 
Nacional de México. Profesor de Botánica en la Escuela Nacional Preparatoria, Boránico. 
3% Calle de San Juan. Botica. México (D. F.). 

Sr. Dr. Villada M: Profesor de Mineralogía, Geología y Paleontología en el Museo 
VNacioual de México. Profesor de Botánica Agricola en la Escuela Nacional de Agricul- 
tura. Villa de Guadalupe (D. F.). 


En el Extranjero. 


Mr. Bocquillon Limousin Henry.—Pharmacien de 1% classe a Paris. Pharmacologiste. 2'* 
Rue Blanche. Paris. 

Mr. Heckel Edouard.— Professeur á la Faculté des Sciences et á P'Ecole de Medicine de 
Marseille et Directeur de les Annales de Plnstitut Colonial de MarsciHe. 

Sr. Profesor Jules Hudas. —Paris. 

Sr. Profesor Joseph P. Remington.—Phyladelphia. E. U. 

Sr. Profesor Henry A. Rusby.—Nebrasku. (N. J.). 

Sr. Profesor Casimiro De Candolle.—Ginebra. 

Sr. Dr. E. Janssens.— Bruselas. 

Sr. Profesor Fernand Ranwetz.—Lovaina (Bélgica). 

Sr. Profesor Leon Crismer.—Bruselas. 

Sr. Nathamel Lord Briton.—Nueva York, E. U. 


NOTA.—Se suplica á los Señores Miembros y Colaboradores del Instituto Médico, 
remitan oportunamente noticia de los cambios de dirección, etc., para publicarlos con 
exactitud. 


EL INSTITUTO MEDICO NACIONAL. 


Es un Establecimiento científico que tiene por objeto el estudio de la fauna, flora, 
climatología y geografía médica nacionales y sus aplicaciones terapéuticas. 

Está dividido en las siguientes Secciones: 

12— De Historia natural Médica. Se ocupa en colectar, clasificar, describir y conser- 
var las diferentes especies de plantas y animales. 

22— De Química analitica. Tiene por objeto la análisis respectiva, y suministrar los 
prinerpios activos y preparaciones necesarias para la experimentación. 

3a— De Fisiología experimental. Esta Sección está encargada de estudiar los efectos 
fisiológicos de las substancias aisladas por los profesores de Química. 

49 — De Terapéutica clínica. Hace la aplicación á la patología humana, de los medica- 
mentos ya experimentados en los animales. 

52 De Climatología y Greografía médicas. 


Este periódico es el órgano del Instituto, y sus redactores, que tienen gran interés en 
adquirir todas las noticias relativas al objeto del Establecimiento, se permiten suplicar 
á las corporaciones científicas análogas se sirvan establecer el canje respectivo de pu- 
blicaciones 


LA PRIMERA PARTE DE LOS DATOS 


PARA LA 


MATERIA MEDICA MEXICANA. 


Se encueutra de venta: 


En México —En la Plazuela de la Candelarita núm. 3; en la 22 calle de Vanegas (Bo- 
tica) y en las principales librerías de la capital, 
Eu Paris —Chez M. Géorges Carré, editeur, 3 rue Racine á Paris. 


AVIS. 


Tout ouvrage dont il sera envoyé deux exemplaires á l'adresse ci-dessous sera ob 
jet d'une étude bibliographique qu'on publiera dans les Annales. 


Nons prions les directeurs de journaux qui voudront bien établir l'échange avec nos 


Annales d'adresser leurs publications Instituto Médico Nacional de México Plazue- 
la de la Candelarita núm 3.—México. (D. F.) 


=S UTIAA Er O: 


y Sección 12—Anexo al informe anterior.—Sección 22—Anexo al informe anterior —Sección 32— 
—Anexo al informe anterior.—Sección 4£—A nexos al informe anterior. 

turno.—La anestesia general por medio de la inyección subaracnoidea de cocaina, según el método 
jaen na Luílo. iaa en dos Casos de circuncisión por el Dr, Ricardo E. Cicero, ayudante 


5 —Sección 1*—Anexo al informe anterior.—Sección 22—Sección 32—Anexo al informe aa 
; —Sección ES '—Anexo al informe anterior.—Sección 5% 


OFICINAS DE LA PUBLICACION, 
INSTITUTO MEDICO NACIONAL. 


Ex-plazuela de la Candelarita núm. 3 (Ay. Poniente 12 A. y 


MÉXICO 


Pe OFICINA TIPOGRAFICA DE LA SECRETARÍA DE FOMENTO 
Calle de San Andrés número 15, [Avenida Oriente, 51.] 


1900 


e E a AA 0 
MIEMBROS DEL INSTITUTO MEDICO NACIONAL 


INDICADOR DE SUS DIRECCIONES, Y DE LOS 


RAMOS DE LAS CIENCIAS QUE CON ESPECIALIDAD CULTIVAN 


Dirección. 


Sr. Dr. Fernando Altamirano.—Director del Instituto Médico. Profesor de Terapéutica 
en la Escuela Nacional de Medicina de México, encargado de la Historia de las Drogas en el 
Instituto. Especialidad que cultiva: Química Y BoTÁNICA APLICADAs. Villa de Guadalupe 
(D. F.) Calle del Mirador número 147. 

Sr. Dr. Secundino Sosa.—Secreturio del Instituto Médico. Profesor Adjunto de Clínica In- 
terna en la Escuela Nacional de Medicina de México. ALIENISTA. Calle 1% del Indio Triste 
núm. 7. México (D. F.). 

Sr. Profesor en Farmacia Carlos Espino Barros.—Prefecto del Instituto Médico.—En el 
Instituto. 


Sección primera: Historia Natural Médica. 


Dr. José R: de esta Sección. Secretario General del Consejo Superior 
de Salubridad. BacrERIOLOGISTA. 10% Calle de la Violeta núm. 21. México (D. F.). : 
Sr. Gabriel Alcocer.—Conservador del Herbario y del Museo en esta Sección. Profesor de 
Matemáticas. MATEMÁTICO Y BOTÁNICO. Calle del Hospicio de San Nicolás núm. 19. México 
(D. F.). 
Sr. Adolfo Tenorio.—Dibujante de esta Sección. PROFESOR PAISAJIsTA. Plazuela del Risco 
núm. 10. México (D. F.). 


Sección segunda: Química Analítica. 


*. Prof. Francisco Rio de la Loza.—Jefe de esta Sección Profesur de Química General, 
(cal y Agrícola en la Escuela Normal para Profesores en México. Químico. Calle 2% de 
Vanegas núm. 83. México (D. F.). 

Sr. Prof. Mariano Lozano y Castro.—Ayudante de esta Sección. Químico inspector de 
bebidas y comestibles en el Consejo Superior de Salubridad. Químico. Calle de Patoni nú- 
mero 4. (Botica Humboldt). México (D. F.). . 

Sr. Dr. Federico F. Villaseñor.—Ayudante de esta Sección. Quimico. Calle del Cuadrante 
de Santa Catarina número 7. México (D. F.). 


Sección tercera: Fisiología experimental. 


Sr. Dr. Eduardo Armendaris.—Jefe de esta Sección. Médico del Museo Anatomo—patoló- 
gico. ANÁLISIS CLÍNICOS. Calle de las Ratas núm. 2 México (D. F.). 

Sr. Dr. Daniel Vergara Lope.—Ayudante de esta Sección. Preparador de la clase de Tera- 
péutica en la Escuela Nacional de Medicina de México. Profesor de Anatomía en la Escuela 
de Bellas Artes. FisióLOGO. 5% Calle de Guerrero núm. 2,122. México. (D. F.). 


Sección cuarta: Terapéutica Clínica. 


Sr. Dr. José Terrés.—Jefe de esta Seccion. Profesor de Patología Interna en la Escuela 
Nacional de Medicina. 3% Calle del Reloj núm. 2. México (D. F.). 

Sr. Dr. Juan Martínez del Campo.—Ayudante de esta Sección. Médico del Museo Anato- 
mo=patológico 2* Calle de Sor Juana Inés de la Cruz núm. 12. México (D. F.). 

Sr. Prof. Juan Manuel Noriega.—Farmacéutico de esta Sección en el Instituto Médico 
Preparador de Análisis Química en la Escuela Nacional de Medicina. 


Sección quinta: Climatología y Geografía médicas. 


Sr. Dr. Domingo Orvañanos.—J efe de esta Sección. Miembro del Consejo Superior de Sa- 
lubridad del Distrito Federal. Profesor de Clinica Interna enla Escuela Nacional de Medici- 
na. CLÍNICA INTERNA. Calle de Chavarría número 25. México (D. F.). 


MEDICO NACIONAL. 375 


INFORMES 
De los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional 
durante el mes de Octubre de 1900. 


SECCIÓN PRIMERA. 


Tengo la honra de poner en conocimiento de vd., que en el mes que con- 
cluye me ocupé de hacer el catálogo de las fotografías que trajo vd. de Ma- 
drid, de algunas de las plantas de Mociño; quedando pendiente la numera- 
ción que deben llevar, mientras se resuelve cómo y dónde llevará el número 
respectivo cada fotografía. 

También me ocupé de arreglar y or q los numerosos folletos que se han 
recibido de Washington en e últimos meses, procedentes del Ministerio de 
Agricultura. 

He recibido del Sr. Carrasco sucesivamente, y con el objeto de identificar- 
las, dos plantas cuya procedencia ignoro, y que parecen ser el Trachelosper- 
mum stans, A. Gray; pues la falta absoluta de flores no permite identificarlas 
con exactitud. 

Conforme á las indicaciones que se sirvió vd. hacerme en las Juntas cele- 
bradas en los días 15 y 22 del que finaliza, he hecho dos listas de las plantas 
estudiadas en el Instituto y publicadas en las tres partes de la Materia Mé- 
dica Mexicana, y que ascienden á 50; una de esas listas es corrida y puesta 
en orden de familias, y servirá únicamente como índice, y la otra está en tar- 
jetas para llenarlas con los datos bibliográficos é iconográficos que puedan 
obtenerse para cada planta. 

Sírvase vd. aceptar mi atenta consideración. 

México, Octubre 31 de 1900.—(F. Alcocer.—Señor Director del Instituto 
Médico Nacional.——Presente. 


Tengo el honor de informar á vd. de los trabajos que he desempeñado en 
el departamento de dibujo del Instituto Médico Nacional, durante el mes de 
Octubre del presente año. 

Tres láminas para el Album iconográfico de las plantas siguientes: “Xtuc,” 
raíces, tallo y hojas, al lápiz; raíz del “Costomate,” al lápiz y esfumino; “Ocoxo- 
chitl,” tallos con hojas y frutitos, al lápiz. 

Cinco copias al lápiz y esfumino de las fotocalcas de Mociño, y que repre- 
sentan: Grislea herbácea, Guaiacuam afrum, Hedysarum grandiflorum, Hi- 
biscus pedunculatus y Hura erepitans. 

Me he ocupado también en hacer los preparativos de las láminas y dibujos 
para la exhibición en el nuevo edificio del Instituto. 

Lo que tengo el honor de informar á vd. protestándole las seguridades de 
mis respetos. 

México, Octubre 31 de 1900.—Adolfo Tenorio.—Al Sr. Director del Insti- 


tuto Médico Nacional, Dr. D. Fernando Altamirano, —Presente. 
Tomo IV.—51 


376 ANALES DEL INSTITUTO 


SECCIÓN SEGUNDA. 


Tengo el honor de informar á vd. de los trabajos que se han ejecutado en 
el laboratorio de mi cargo durante el presente mes. 

Se concluyó el estudio analítico de las hojas de Chamal (Dioon edule), cu- 
yo artículo para la Materia Médica se está formando. 

Igualmente se continuaron los análisis del Capulincillo y Ololiuqui, estan- 
do estos trabajos ya por terminarse. : 

Se recibieron en esta Sección setenta y cinco k. de Tabaquillo y tres k. de 
Ocoxochitl; habiéndose destilado la mitad de las cantidades de cada una de 
estas plantas, se obtuvieron 60 gramos de esencia de Tabaquillo y simple- 
mente una agua aromatizada con el Ocoxochitl, la cual se va á conservar pa- 
ra ver si sufre alguna modificación. 

Se preparó un extracto hidro-alcohólico de hojas de Coapinole para remi- 
tirlo á la Sección 3* para su experimentación, y se investigó si existía algún 
alcaloide en estas hojas, encontrando que no contienen ningún principio de es- 
ta naturaleza. 

Protesto á vd. las seguridades de mi atenta consideración. 

México, Octubre 31 de 1900.—M. Lozano y Castro.—Al jefe de la Sección 
2% del Instituto Médico Nacional.—Presente. 


Tengo el honor de informar á vd. que durante el mes que hoy termina me 


he ocupado en continuar el estudio de la yerba de la Cucaracha (Haplophy-' 


tum cinicidum), sin haberlo podido terminar como deseaba por haber tenido 
que dedicarme en los últimos días á escribir el tema que se me ha encomen- 
dado desarrolle en los concursos, científicos. 

Por acuerdo de la Dirección hice la análisis del agua de un pozo de Mix- 
coac, que está terminado, y emprendí la análisis general de los frutos de la 
Mazorquilla (Phytolacca octandra). 

Por último, como de costumbre, he llevado cuenta de las altas y bajas ha- 
bidas en la Sección. 

Ruego á vd. acepte las seguridades de mi atenta y respetuosa considera- 
ción. 

México, Octubre 31 de 1900.—F. F. Villaseñor.—Al C. jefe de la Sección 2? 
del Instituto Médico Nacional.—Presente. 


SECCIÓN TERCERA. 


Tengo la honra de informar á vdes. de los trabajos ejecutados en el gabi- 
nete de Química biológica de esta Sección del Instituto Médico Nacional, du- 
rante el mes que hoy termina. 

Como dije en mi informe anterior, tuye que hacer en el presente mes nue- 


MEDICO NACIONAL. 377 


vas observaciones para saber si el aumento de orina que se produjo en el pe- 
rro era debido á la ministración del agua de Tehuacán ó coincidía con la ma- 
yor cantidad de líquido que dicho animal tomó espontáneamente durante este 
período. 

Con tal objeto, dejé pasar diez días después de haber suspendido el uso de 
la referida agua, y volví entonces á recoger la orina de 24 horas para dosifi- 
car de nuevo los elementos de que me he ocupado en otras ocasiones. 

El resultado consta en el siguiente cuadro: 


Cloruro 
Acido de 
Aspecto. Color. Cantidad. Reacción. Densidad. fosfórico. sodio. ñijo. Urea. Sedimento. 


Residuo 


1 turbio. am. claro. 600 c.c. alcalina. 1.016 3.68 2.20 37.00 30.00 Poco. 


2 Es 34 830 ,, de 1.015 0.60 1.10 20.00 15.00 Muy poco. 
UN EOI 1.020 1.84 130 45.00 47.14, , 
A 435, le 1.017 1.10 5.50 39.40 4200, , 
5 E 3 EM y :8 1.018 0.85 130 32.00 30.00 $ o 
e. n 420, E 1.021 3,00 3.70 41.00 34:44 0, 
y É 500, A 1.021 2.24 1.10 50.00 4800, ', 
8 5 pe SS 5 1.023 230 2.50 56.00 48.00 5 5 
9 a E 320 ,, El 1.020 2.96 1.60 44.50 45.00 eS 53 
10D): d 430, y 1.023 230 250 54.00 47.00, , 


Se ve en el cuadro anterior que el aumento de orina siguió constante sin el 
uso del agua de Tehuacán. 

Para mayor seguridad volví á sujetar al auimal á que tomara como bebida 
la referida agua por el mismo tiempo que en los períodos anteriores, siendo 
los resultados distintos, pues no llegó á notarse un solo día el aumento de 
orina, lo cual no es contrario al resultado señalado antes, porque el perro to- 
mó en este período cantidades mucho menores de agua que en el anterior. 


El día 16 tomó 290 c. c. de agua y arrojó 320 c. c. de orina. 


” 17 ” 300 ” ” Pje) 290 ” ” 
” 18 »” 240 »” ” »” 330 e) ” 
” 19 ” 220 ” ” ” 310 ” ” 
»” 20 ” 495 ” ” ” 390 ” ” 
” 22 ” 385 ” ” ” 360 »” ” 
” 24 ” 33) ” ” ” 280 ” ” 
” 25 »” 175 ” ” ” 265 ” ” 
3) 26 ” 215 ” ” ” 240 ” » 
»” 27 ” 215 ” 3) eE) 160 ” e) 
” 28 ” 120 ” ” ” 290 ” ” 


De todos los datos recogidos puede inferirse que el agua de Tehuacán to- 
mada espontáneamente por el perro, no influye de una manera notable sobre 
la secreción urinaria. 

Además de estos trabajos, me ocupé en algunas otras labores, en corregir 
pruebas y hacer un presupuesto de los aparatos y útiles que se necesitan pa- 
ra el gabinete de Química biológica. 

México, 31 de Octubre de 1900.—.E. Armendaris. 


378 ANALES DEL INSTITUTO 


En esta Sección 3* se han hecho en el presente mes por el Dr. J. Altami- 
rano y el Dr. V. G., ayudante de la misma, los estudios siguientes: 

Agua de Tehuacán.—Se ha continuado el estudio de la perrita de la fístula 
biliar á la que se le ha administrado periódicamente el agua de Tehuacán en 
lugar del agua común de bebida, y otra vez más hemos visto durante este 
mes, el aumento de la secreción biliar en los días que toma el agua de Te- 
huacán y la diminución cuando se le da como agua de bebida el agua ordi- 
naria. : 

La proporción es notable: en tres décadas durante las cuales se ha admi- 
nistrado el agua de Tehuacán, la cantidad de bilis extraída con la sonda ha 
sido por término medio algo más de 35 gramos en cada década, mientras que 
en períodos iguales de tiempo, sin agua de Tehuacán, la cantidad de bilis 
extraída no ha llegado á 20 centímetros cúbicos. Como se ve, este resultado, 
constante, se ha repetido ya por tercera vez desde el principio de la experi- 
mentación sobre esta perrita, y nos autoriza ya para declarar que el agua de 
Tehuacán ha producido constantemente el aumento de la cantidad de bilis, 
en un setenta y cinco por ciento de la secretada normalmente. 

Yerba de la Cucaracha.—Los fenómenos tóxicos que la yerba de la Cuca- 
racha produjo en los insectos y la circunstancia de no haber obtenido estos 
fenómenos en los animales superiores habiendo introducido la substancia 
por el estómago y bajo la piel, nos obligó á insistir administrando la droga 
por todas las vías fisiológicas de introducción medicamentosa. A este fin, 
y deseando que los centros nerviosos, el cerebro particularmente, recibie- 
sen más directamente la substancia activa, practicamos varias inyecciones 
intra-arteriales, eligiendo para esto la carótida exterma. Estas inyecciones 
fueron hechas con la infusión de la yerba al 10 p2, conteniendo 1.40 pS de 
extracto seco á 120? y á la dosis de 6 y 12 c. c. en el conejo, y 32446 c. c. 
en perros de 4 kilos. Los fenómenos observados fueron únicamente: dilata- 
ción exagerada de la pupila correspondiente al lado de la inyección, estupor, 
torpeza cerebral, abatimiento general, fenómenos cuya duración no llegó en 
general á seis horas y que desaparecieron gradualmente, reponiéndose por 
completo al estado normal en menos de 12 horas. Como prueba indispensa- 
ble se repitieron las mismas experiencias, inyectando simplemente el suero 
normal de Hayem (agua esterilizada y hervida 100, cloruro de sodio 0.75), 
en dosis equivalentes, los síntomas se repitieron; el cuadro en que se presen- 
taron fué casi el mismo; pues únicamente eran algo más intensos en el caso 
de la inyección de suero. 

Comprobado el resultado algo negativo para la introducción por la vía ar- 
terial, se resolvió inyectar por la vía venosa. En perros de 4 á 5 kilos se in- 
yectó dos veces por la vena femoral y una por la vena auricular con dosis de 
5, 10 y 25 c. c. de la misma infusión. Observamos los fenómenos siguientes: 
primero, una ligera excitación demostrada por gritos y agitación durante cor- 
tos instantes y como al medio minuto de empezar á practicarse la inyección. 
Al terminar ésta, cuya duración ha sido en general de 5 420 minutos, el 


MEDICO NACIONAL. 379 


animal se encuentra abatido, desmayado, indiferente, unas veces poco sensi- 
ble y otras enteramente insensible; su respiración lenta, la temperatura baja 
de 19 á 2" centígrados. No hay parálisis completa; obligado el animal y muy 
rara vez espontáneamente, se para vacilante y se dirige en tal ó cual sentido, 
salva obstáculos y evita bien las caídas; sin embargo, permanece casi cons- 
tantemente acostado y muere en estado de colapsus después de 12 ó 31 horas, 
según las dosis más ó menos grandes. Repetimos esta inyección intravenosa 
en los conejos, en tres casos, á la dosis de 10 y 30 e. c. del mismo cocimiento 
para animales de 2 kilos (aproximadamente del mismo peso los tres). Los 
fenómenos observados estuvieron muy lejos de tener la intensidad de los que 
tuvieron lugar en los perros, y fueron: hipotermia, que llegó á 2%5 abajo de 
la normal en el conejo que recibió la dosis más alta, ligero temblor general, 
como si los animales tuviesen frío, congestión muy exagerada de los vasos 
de la oreja, visible únicamente en el caso de la mayor dosis. 

Aun cuando mucho menos tóxica en el conejo, pues lo dicho fué todo lo 
que se les produjo, y no duró tal estado más de seis horas, y aun mucho me- 
nos (2 horas); siempre queda demostrado que por la vía intravenosa es sola- 
mente por donde introducida esta substancia provoca fenómenos tóxicos, y 
aun la muerte, en perros y conejos. 

Una duda nació, pero fué aclarada al punto fácilmente: ¿se había mezcla- 
do la yerba con alguna otra cosa, se había alterado? Lo primero fué evitado 
cuidadosamente, haciendo los preparados con todo escrúpulo; además, con la 
misma planta, volvimos á introducir por la boca el polvo, y bajo la piel el 
cocimiento y la infusión; y no se produjo trastorno alguno; la inocuidad por 
estas vías se confirmó una vez más. 

Si, pues, dosis aun pequeñas (5 c. c. de infusión), han producido grandes 
trastornos en el perro, y aun la muerte, introducidos por la vía venosa, y no 
se han producido cuando por las arterias cerebrales de los mismos animales 
hemos inyectado dosis mucho más considerables (32 e. e. de la misma infu- 
sión), ¿qué debemos pensar? En el caso de que esta substancia al introducir- 
se por el sistema veneso, recorriendo primeramente la circulación pulmonar, 
sufriese aquí en contacto del aire alguna oxidación ú otro cambio que fuera 
lo que la hiciese tóxica, quedaría explicada la diferencia de acción en uno y 
otro caso; pero por una parte hay que recordar que ya hemos inyectado gran- 
des cantidades de la misma infusión en la tráquea, sin resultado, y más que 
esto, que no tiene para el caso gran valor, hay también que pensar en la cir- 
cunstancia de que en uno ó en otro camino puede suceder que el principio 
activo se encuentre más ó menos próximo de las vías de eliminación natura- 
les, y esto dar motivo á que los síntomas del envenenamiento se presenten ó 
dejen de presentarse. Para resolver este problema algo complexo estamos 
ahora trabajando, y se piensa hacer la ligadura de ambas arterias renales 
(pues ya la análisis ha demostrado en la orina de los animales que han to- 
mado la planta, que existe el principio alcaloídico que en la Sección 2% ha 
aislado el Sr. Dr. Villaseñor), y después introducir la substancia activa otra 


380 ANALES DEL INSTITUTO 


vez por todas las vías ensayadas. Hasta ahora solamente hemos practicado 
la operación de la ligadura de las arterias á fin de observar primeramente 
los trastornos que dependan directamente de la operación. 

Para concluir lo que se refiere á los estudios sobre la misma planta en es- 
te mes, falta sólo añadir, que se ha ensayado como preparado nuevo remitido 
por la Sección 2%, el extracto de éter sulfúrico; que éste es también mortal 
para los insectos y que ha sido inofensivo inyectado bajo la piel en los co- 
nejos. 

Ololiuqui.—La infusión de Ololiuqui al 10 p2 ha sido inyectada también 
en la carótida enferma de un perro de 12 kilos de peso en la cantidad de 46 
centímetros cúbicos, y tres días después, en el mismo perro, se inyectaron 
49 e. ce. de la misma infusión en la vena femoral. Con las dos inyecciones se 
produjeron exactamente los mismos síntomas: dilatación exagerada de am- 
bas pupilas, desmayo, vómitos, respiración lenta y de tipo abdominal, y ano- 
rexia. Estos fenómenos llegaron á su máximo de intensidad, á las siete horas 
después de la inyección, desaparecieron gradualmente, y al día siguiente el 
animal estaba del todo repuesto. 

Coztomate.—En el informe del mes de Agosto está descrito el cuadro sin- 
tomático del envenenamiento agudo del perro por el polvo de la raíz de Coz- 
tomate ingerido á dosis de 10 á 30 gramos. A fin de producir el envenena- 
miento crónico con dosis fraccionadas, se ha estado administrando diaria- 
mente 1 gramo de este polvo á un perro de 9 kilos de peso. No ha presentado 
hasta la fecha perturbación notable de su estado normal. 

El resto de las labores ha consistido en la preparación y alistamiento de 
todos los aparatos y útiles que han sido indispensables para realizar nuestras 
experiencias, y en la consignación diaria de éstas en el libro respectivo. 

México, Octubre 31 de 1900.—J. Aitamirano. 


SECCIÓN CUARTA. 


Tengo el honor de poner en conocimiento de la Junta de profesores que los 
trabajos llevados á cabo en la Sección 4* del Instituto Médico Nacional du- 
rante el mes que hoy termina, han consistido en lo siguiente: 

Visita diaria á los enfermos de la Sala de terapéutica clínica en el hospital 
de San Andrés. 

Continuación del estudio de la Salvia de bolita (Buddleia perfoliata), del 
Tepozán (Buddleia americana), del Peyote (Anhalonium Lewini), del Cereus 
grandiflorus y de la yerba del Zorrillo (Croton dioicus). 

El Dr. Cicero aplicó desde el día 19 del presente la tiptura de Salvia de 
bolita á un enfermo de tuberculosis pulmonar en el último período, con su- 
dores profusos nocturnos, en dosis de 50 gotas tomadas á las 10 p. m. y au- 
mentando aquella hasta 100, durante ocho días, sin obtener resultado alguno 
contra los sudores. El día 27 se suprimió este medicamento y se le prescri- 


MEDICO NACIONAL. 381 


bió sulfato de atropina en dosis de un milígramo, sin éxito igualmente, pues 
los sudores han sido en extremo copiosos. 

A seis enfermos que padecen insomnio por diversos motivos, con frecuen- 
cia, cuatro del Dr. Cicero y dos del suscrito, se les preseribió el extracto hi- 
dro-alcohólico de Tepozán en dosis de un gramo diario y con excepción del 
tuberculoso citado anteriormente, cuyo padecimiento está muy avanzado y 
parece no reaccionar á ningún medicamento, los cinco restantes lograron con- 
ciliar el sueño después de un número variable de días que tomaron la men- 
cionada droga, con la circunstancia de que uno de esos pacientes ve reapare- 
cer el insomnio tan luego como suspende el Tepozán y desaparece en cuanto 
vuelve á hacer uso del medicamento. 

El Peyote fué prescrito á un enfermo que ocupaba el número 27 de la 2% 
Sala de sífilis, afectado de alcoholismo crónico, con temblor debido á esa cau- 
sa, pulso muy debil latiendo 85 veces por minuto, y diarrea. Una vez que 
ésta cedió y después de haberlo tenido sujeto durante tres días á una poción 
con bromuro y alcohol, el Dr. Cicero le ardenó 50 gotas ter de extracto flui- 
do de Peyote, suspendiéndole las otras medicinas. Desde la primera dosis el 
enfermo sintió como si se hubiera embriagado, tuvo locuacidad y excitación 
motriz marcada; estos síntomas se exageraron con la dosis siguiente, y vino 
después un período de depresión, durmiéndose profundamente y amanecien- 
do al siguiente día con el temblor más acentuado y cefalea; el pulso latía 86 
veces por minuto y era un poco menos debil. 

A otro alcohólico de la Sala de terapéutica, cuyo pulso ha sido también 
debil desde hace dos meses que sufrió abundante diarrea, se le estuvo minis- 
trando el propio extracto fluido de Peyote en dosis de 100 gotas bis durante 
todo el mes actual, sin haber notado modificación alguna en su tensión arte- 
rial ni fenómeno alguno de excitación ni de depresión cerebrales. 

El Cereus grandiflorus se prescribió á dos enfermos de la 2* Sala de sífilis. 
Al primero, afectado de nefritis parenquimatosa, anasarca, insuficiencia renal 
(200 e. c. en 24 horas) y pulso frecuente, debil y depresible, se le dió el día 
7 diez gotas ter de tintura de tallos de Cereus grandiflorus, aumentando á 15 
gotas, ter también, dos días después, y sosteniendo la medicación durante 
una semana, sin obtener beneficio alguno. Se cambió entonces el tratamiento 
dando vino diurético de Trousseau, con el cual gradualmente aumentó la ori- 
na, que no llegó á pasar, sin embargo, de 600 e. c., disminuyó la anasarca y 
algo mejoró la tensión arterial. Al segundo paciente, con cirrosis atrófica del 
hígado, orina excesivamente escasa, pulso muy debil y frecuente (120 por 
minuto) y abundante ascitis, que había sido puncionado dos veces y cuyo de- 
rrame se reproducía con mucha rapidez, se le hizo tomar también por ocho 
días dosis de 15 gotas ter de la citada preparación de Cereus sin conseguir 
que aumentara la orina ni mejorara su pulso; pero hay que tener en cuenta 
la naturaleza del padecimiento y lo avanzado de él. 

El polvo de la raíz de Yerba del zorrillo se usó dos veces como purgante 
en dosis de un gramo cada una para combatir una indigestión en un enfermo, 


382 ANALES DEL INSTITUTO 


y vencer un recargo intestinal en otro afectado de cirrosis hipertrófica del 
hígado. En el primero produjo una evacuación líquida muy abundante y sin 
cólicos intestinales, y en el segundo las deposiciones fueron siete, líquidas 
también, menos abundantes que en el caso anterior y acompañadas de lige- 
ras contracciones dolorosas del intestino. 

Se hicieron los estudios siguientes de radioscopía y radiografía. El Sr. M. 
R., afectado de una mastoiditis probablemente supurada ya, vino á esta Ca- 
pital con el objeto de que se le hiciera un examen radioscópico, y á pesar de 
haberle indicado que ese medio de exploración en el caso no daría resultado, 
manifestó gran empeño en ello, y como se había previsto, no se pudo apre- 
ciar alteración alguna en la región enferma. 

El mismo resultado negativo obtuvimos en el enfermo 1. M. que lleva una 
fístula antigua en la región lombar del lado derecho, consecutiva probable- 
mente á un padecimiento huesoso: la radioscopía no permitió apreciar nada 
en el esqueleto, y sometido á la radiografía con exposición de 20 minutos, si- 
guiendo los consejos de Londe, no tuvimos resultado alguno por haberse ve- 
lado la placa. 

Esto último sucedió también en el caso de I. R., afectado de tuberculosis 
pulmonar, y en la que habíamos visto una ligera sombra en el vértice del 
pulmón izquierdo, y en donde por los signos físicos y racionales parece estar 
más avanzado el padecimiento. 

Las placas que existen en la Sección probablemente están todas alteradas, 
pues la segunda de la misma caja también se veló á pesar de habernos ase- 
sorado con el Sr. Dr. Armendaris, que como se sabe, poseé una competencia 
indiscutible en asuntos de fotografía. 

Esta Sección se ocupó igualmente en el mes actual en completar la recolec- 
ción de datos para redactar la segunda Memoria sobre aguas minerales de la 
República y para los artículos sobre la Salvia de bolita, la Jícama, el Te- 
cuampatli y el Palo del Muerto. Tanto el informe sobre aguas minerales co- 
mo la parte terapéutica de los artículos sobre las plantas que acabo de men- 
cionar y que servirá para la Materia Médica, tengo el gusto de entregarlos 
hoy á la Secretaría. 

Se hizo corrección de pruebas en francés y contras de los artículos sobre el 
Tlalocopetate, el Tzonpantle, el Chilpanxochitl, el Zoapatle, la Contrayerba 
blanca, el árbol del Perú, el Yoyote, el Pipitzahoac, el Pañete, el Madroño 
borracho, la Atanasia amarga y el Tepozán, y en español del informe de 
Marzo; y se hizo la versión al francés de los artículos sobre la Yerba del zo- 
rrillo y la Cóngora. 

Como siempre, ha concurrido puntualmente el Dr. Cicero, ayudando eficaz- 
mente en todas las labores de la Sección. 

Acompaño los informes del profesor J. M. Noriega y de los Dres. Bulman, 
León Martínez y González de la Vega. 

México, Octubre 31 de 1900.— Juan Martínez del Campo. 


MEDICO NACIONAL. 383 


z 


Tengo la honra de informar á vd. que durante el mes que hoy termina, se 
hicieron nuevamente 500 gramos de extracto fluido de Peyote y los prepara- 
dos se han usado durante el mes del modo siguiente: para el servicio de su 
departamento en el hospital de San Andrés, extracto fluido de Peyote, ex- 
tracto hidro-alcohólico de Tepozán y raíz de Zorrillo; para el Dr. González 
de la Vega, tintura de Salvia de bolita; al Sr. Dr. León Martínez, Salvia de 
bolifa; al Sr. Dr. Cicero, tintura de Salvia de bolita, extracto de Tepozán, ex- 
tracto fluido de Peyote y tintura de Cereus; al Sr. Dr. Bulman, tinturas de 
Salvia y Cereus grandiflorus y extractos de Tepozán, Peyote, Congora y Chi- 
chicamole, y polvo de Canagría; al Sr. Dr. Orvañanos, cocimiento de raíz de 
tejocote y extracto de zapote. 

Protesto á vd. mis respetos. 

México, Octubre 31 de 1900.—J. M. Noriega.—Al jefe de la Sección 4? del 
Instituto Médico Nacional, Dr. D. Juan Martínez del Campo.—Presente. 


En el presente mes se han ensayado en la 2* Sala de medicina de mujeres 
las preparaciones siguientes: 

La tintura de Salvia de bolita contra los sudores de los tuberculosos á la 
dosis de 30 gotas ter., con buen resultado. 

El extracto hidro-alcohólico de Tepozán á la dosis de 0.50 centígramos, 
como hipnótico, en dos alcohólicas, provocando su efecto tres horas después 
de su ingestión. 

La tintura de Cereus grandiflorus á la dosis de 40 gotas bis, no modificó 
el pulso ni la diuresis en una insuficiencia mitral. 

El extracto fluido de Peyote á la dosis de 30 gotas bis, no dió resultado en 
una ataxia locomotriz. 

Un gramo de polvo de Canagria, en cápsulas y por espacio de seis días, no 
disminuyó el número de evacuaciones en dos enfermas de enteritis tubercu- 
losa. 

El extracto hidro-alcohólico de Chichicamole á la dosis de 0.50 centígra- 
mos, provocó tres evacuaciones en una enferma de catarro seco del intestino. 
Esta misma enferma, diez y ocho días más tarde, tomó un gramo de extracto 
de Cóngora, y no obtuvo efecto purgante. 

México, Octubre 31 de 1900.—Dr. F. Bulman. 


En 22 del mes próximo pasado empecé á atender á la Srita. E. M., quien 
se encontraba enferma de tuberculosis pulmonar, siendo en los momentos en 
que la ví los síntomas más molestos: diarrea y sudores que sobrevenían en las 
noches durante el sueño y después de los alimentos. Sometí á la paciente á 
inyecciones de cacodilato de sosa y traté de atenuar los síntomas antes seña- 
lados, el primero por medio de unas cápsulas que tenían como base el salici- 


Tomo 1V.—52 


384 ANALES DEL INSTITUTO 


lato de bismuto y el opio, y el segundo por unas gotas cuya fórmula es como 
sigue: agua de laurel cerezo 10.00, sulfato de atropina 0.01, á tomar diez en 
la noche. 

Hasta el 25 los sudores persistieron sin modificación, por lo que hice que 
la enferma tomara diez gotas en la mañana y diez en la tarde; bajo la acción 
de esta dosis disminuyeron los sudores nocturnos un poco, pero los que se 
observaban después de los alimentos persistieron sin modificación. El día 29 
empecé á ministrar la tintura de Salvia de bolita á la dosis de 60 gotas bis, 
siendo el resultado bastante bueno, pues desde el día 2 del presente desapa- 
recieron por completo los sudores nocturnos, disminuyendo los otros consi- 
derablemente. 

El 7 se suspendió la tintura de Salvia y poco después recobraron los sudo- 
res su primitivo estado, hasta el 15 en que se volvió á ministrar 70 gotas bis 
de dicho medicamento, obteniendo el mismo resultado, á saber: desaparición 
de sudores nocturnos y diminución de los otros, estado que ha persistido 
hasta la actualidad. 

Comunico á vd. esta observación no obstante que son ya numerosas las que 
acerca de la acción anti-diaforética de la Salvia se tienen, porque en ella se 
miran una al lado de la otra la acción del medicamento referido y la de otro 
cuya eficacia está comprobada. 

Protesto á vd. las consideraciones de mi atención. 

México, Octubre 30 de 1900.—J. León M.—Al Sr. Dr. Juan Martínez del 
Campo, jefe de la Sección 4* del Instituto Médico Nacional.—Presente. 


Observaciones sobre la tintura de Salvia de bolita en la Sala 1% de medicina de 
mujeres núm. 9, á cargo de los Sres. Dres. M. Gutiérrez y M. González de la 
Vega. 


Hospital de San Andrés.—Desde el día 1? de Octubre de 1900 al 30 del 
mismo mes y año, se les administró á once enfermas, á la dosis de cincuenta 
gotas dos veces al día, una dosis en la mañana y la otra en la noche á la ho- 
ra de acostarse. 

Cuatro de las referidas enfermas presentaban sudores profusos y abundan- 
tes en todo el cuerpo, tanto en el día como en la noche; de las restantes, tres 
sólo en el tronco y en la cabeza durante la noche, y las otras cuatro, en todo 
el cuerpo y solamente en la noche. 

En todas se ha obtenido un resultado satisfactorio, pues desde los prime- 
ros días que se les administró la Salvia de bolita les desaparecieron por com- 
pleto los sudores; sosteniéndose este estado hasta la actualidad. Excepto en 
una, en que no ha tenido ninguna acción pues los sudores no han sufrido nin- 
guna modificación. 


México, 30 de Octubre de 1900.—M. González de la Vega. 


MEDICO NACIONAL. 385 


LECTURA DE TURNO. 


La anestesia general por medio de la inyección subaracnoidea de cocaina, se- 
gún el método del Dr. Tuffier.-—Aplicación en dos casos de circuncisión 
por el Dr. Ricardo E. Cicero, ayudante de la Sección 4* del Instituto Mé- 
dico Nacional. 


Reemplazar al cloroformo, lograr sustituirlo por alguna substancia que 
al mismo tiempo que produzca la anestesia tan perfecta como él no tenga sus 
inconvenientes, no ofrezca los peligros, no exponga á los accidentes, que aun- 
que raros por fortuna, no dejan por eso de ser menos reales, y que más hon- 
damente impresionan porque accidentes, no leves sino mortales, han sobre- 
venido en manos peritísimas sin que ninguna falta, el más mínimo descuido, 
expliquen el falaz acontecimiento; hallar la substancia eficaz é inocente á la 
vez, es la aspiración legítima que á muchos espíritus ha inspirado y de la que 
ha derivado la idea de conseguir este fin por medio de las inyecciones de co- 
caina en el espacio subaracnoideo del canal vertebral. En el número 21 de la 
Semaine Médicale de este año, vino un interesante artículo del Dr. Tuffier, re- 
comendando este procedimiento, dando una técnica completa para llevarlo á 
cabo y presentando una seductora estadística. 

Animado por este artículo y estimulado por mi inteligente y laborioso 
compañero y amigo Dr. José León Martínez, que además de alentarme para 
esta experimentación, fué tan bondadoso que me proporcionó la aguja que 
por cuenta propia mandó fabricar especialmente, adecuada á los consejos que 
Tuffier da para el caso, me decidí á emplear el método en la primera oportu- 
nidad, la cual se me presentó en el mes en curso en dos enfermos del servi- 
cio de la 2 Sala de Sífilis del hospital de San Andrés, en los que era necesa- 
ria una circuncisión. 

Hé aquí, de un modo bastante condensado, en lo que consiste el método 
recomendado por el Dr. Tuffier: Hacer una inyección de una solución de co- 
caina en el espacio subaracnoideo de las meninges espinales en un punto tal, 
que asegurada la íntima difusión de la solución empleada en el líquido céfalo— 
raquidiano para obrar por intermedio de él sobre la médula, no haya peligro 
de herir este órgano importante. 

Para tener seguridad del éxito, se necesitan las condiciones siguientes: 
Elección segura del sitio en que se ha de hacer la punción para no herir la 
médula; penetración cierta en la cavidad subaracnoidea; seguridad de que el 
líquido de la inyección se mezcle en totalidad con el céfalo—raquidiano; pure- 
za de la cocaina; dosificación perfecta de la cantidad inyectada. Para evitar 
accidentes se requiere instrumentación adecuada y asepsia bien hecha de la 
región, del instrumental y de la solución inyectable: 

El sitio en que debe hacerse la inyección ha sido perfectamente determina- 
do. Basándose en que la médula no desciende normalmente sino hasta el ni- 
vel de la 2% vértebra lumbar y los nervios de la cola de caballo, no forman 


386 ANALES DEL INSTITUTO 


un paquete compacto sino hasta la 3? ó 4%; que además la cavidad subarac- 
noidea se extiende hasta el interior del sacro, se adquiere el convencimiento 
de que penetrando en el espacio que hay entre las láminas vertebrales de la 
4? y 5* vértebra lumbares, ó mejor aún, en el que existe entre las de la 5* y 
el sacro, que es más amplio, y por su situación más inferior, de mayor segu- 
ridad, se entra con certeza y sin peligro dentro del espacio subaracnoideo. 
Esto que el raciocinio hace prever se realiza en la práctica. 

Tuffier lo realiza de este modo: coloca al enfermo sentado á la orilla de una 
mesa y lo hace inclinarse fuertemente hacia adelante, lo cual tiene por obje- 
to ensanchar los espacios intervertebrales; determina la situación de ambas 
crestas ilíacas y las reune por una línea horizontal, la cual pasa exactamente 
por la apófisis espinosa de la quinta vértebra lumbar. Penetrando á un nivel 
poco más bajo que esta línea, se tiene la seguridad de llegar al espacio que 
existe entre las láminas de la 5% vértebra lumbar y las del sacro. El lugar 
preciso que recomienda es á un centímetro afuera y á la derecha de la apófisis 
espinosa de la vértebra mencionada. En ese sitio recomienda introducir la 
aguja directamente de atrás para adelante. 

Para tener la seguridad de que se penetra en el interior de la cavidad 
subaracnoidea, hay un dato elocuentísimo, inequívoco, brillante, evidente: es 
la salida del líquido céfalo-raquidiano por el talón de la aguja. 

Asegurarse de que la cocaina inyectada va á difundirse en su totalidad con 
el líquido céfalo-raquidiano en el interior de la cavidad subaracnoidea, es un 
detalle de importancia suma, pues si una parte del líquido de la inyección en 
lugar de penetrar en la cavidad lo hace fuera de ella, un fracaso en seguro. 
Ahora bien, es cosa que bien puede suceder con una aguja ordinaria de in- 
yección, en las que, como todos sabemos, el bisel para que penetre la punta 
con facilidad es bastante largo; esto puede ser causa de que el orificio interno 
de la aguja quede, cuando se ha introducido, en parte fuera y en parte dentro 
de la cavidad, aun cuando se vea salir al exterior el líquido céfalo-—raquidia- 
no; si en estas condiciones se efectúa la inyección, es indudable que parte 
quedará dentro y parte fuera del espacio subaracnoideo. Por este motivo re- 
comienda Tuffier que el bisel de la aguja sea muy corto. Esto hace un poco 
menos fácil la penetración, pero da en cambio la seguridad de penetrar por 
completo en el espacio debido. 

Que la substancia que va á inyectarse debe ser pura, se cae de su peso y 
sería ocioso tratar de demostrarlo. 

La dosificación exacta tan importante de modo general en terapéutica, lo 
es mucho más, es sabido, para las substancias inyectables, pero en el caso 
particular lo es aún más para saber con precisión la dosis que se inyecta y 
no exponerse á determinar accidentes tóxicos. La dosis empleada por Tuffier 
que, según dice, siempre ha bastado, es de 15 milígramos de cocaina. En 
Buenos Aires el Dr. O'Farrell ha inyectado en dos ocasiones 30 milígramos, 
y dice que sin obtener ninguna ventaja respecto á la anestesia, se presentaron 
en cambio más acentuados los accidentes que ocasiona. Para inyectar los 15 


MEDICO NACIONAL. 387 


milígramos recomendados, lo mejor es tener una solución al 2 por ciento y 
de ésta inyectar las tres cuartas partes de una jeringuilla de capacidad de 
1 e. c., es decir, poco más de siete divisiones de la escala que traen las jerin- 
guillas para inyecciones subcutáneas. 

El instrumental que se ha de emplear se reduce á una jeringa de Pravaz 
fácilmente esterilizable y á una aguja especial. Hé aquí cómo recomienda 
Tuffier que sea: Debe ser bastante larga para poder penetrar con certeza 
hasta el interior del canal vertebral, cuya profundidad es algo variable según 
Ja musculatura y gordura de los individuos. Con este fin se hace construir de 
9 centímetros de largo, longitud perfectamente suficiente aun en los casos 
de profundidad máxima, pues lo habitual es que el líquido se encuentre á una 
profundidad de 4 á 6 centímetros. 

La aguja debe ser además bastante resistente para no irse á quebrar en su 
trayecto en el interior de los tejidos por un movimiento brusco del enfermo 
ó al chocar con la punta contra las láminas vertebrales; lo cual es muy fácil 
suceda si no se sigue la dirección enteramente precisa para penetrar al espacio 
intervertebral, y por lo demás sin importancia si la aguja es resistente y per- 
fectamente aséptica, pues basta rectificar el trayecto que se ha de recorrer pa- 
ra penetrar en el espacio si no se ha hecho en el primer intento. 

Ya nos explicamos sobre el detalle especial de la punta que debe estar ta- 
llada en bisel muy corto. Finalmente, se recomienda que la aguja sea de pla- 
tino iridiado para poder ser esterilizada más fácilmente. La que hizo cons- 
truir el Dr. León Martínez fué de acero y se esterilizó perfectamente por la 
ebullición. 

La asepsia de la región y de la solución inyectable están sujetas á las re- 
glas generales para estas operaciones. 

Los resultados según Bier, que fué el primero que ideó el método y lo apli- 
có, Tuffier, O'Farrell (de Buenos Aires) y los otros autores que se han ocu- 
pado de él, son que al cabo de 4 á 10 minutos, el enformo comienza á sentir 
adormecimiento en los pies, que luego asciende á las piernas, á los muslos y 
al tronco. Desde este momento, según Tuffier, se puede proceder á la opera- 
ción, la cual se efectúa absolutamente sin dolor, pues la anestesia producida 
que se extiende desde los pies hasta las axilas, y en los casos más favorables 
hasta la base del cuello, es completa, absoluta, y dura de hora á hora y me- 
dia. Dicha anestesia es exclusiva para el dolor, pues la sensibilidad táctil y 
la térmica persisten. La duración bastante prolongada de la anestesia ha 
permitido aplicarla en casos de intervención bastante seria y prolongada, y 
así constan en las estadísticas casos con éxito de histerectomías vaginales 
y abdominales, de hernias, de apendicitis, de amputaciones de pierna y de 
muslo, etc. 

Los accidentes que pueden sobrevenir son en general de poca importancia. 
El más frecuente de todos es una cefalalgia en general poco intensa y que 
desaparece el mismo día de la operación, pero que algunas veces ha sido bas- 
tante fuerte para quitar el sueño y durar hasta 48 horas. En algunos casos 


388 ANALES DEL INSTITUTO 


hay un poco de ansiedad epigástrica, náuseas y vómitos que sobrevienen po- 
cos minutos después de la intervención ó al cabo de algunas horas. Son bas- 
tante frecuentes, pues Tuffier los ha observado 50 veces en 63 operaciones; 
pero siempre han cedido fácilmente por la ingestión de trocitos de hielo. Co- 
mo accidentes menos frecuentes se han presentado sudores, dilatación de las 
pupilas, ligero temblor de las piernas y un poco de rapidez del pulso. Final- 
mente, Tuffier menciona algunos casos en que en la noche de la intervención 
la temperatura se ha elevado á 38%, 39 y aun alguna vez 40%, y siendo esto 
realmente debido á la acción de la cocaina sobre los centros térmicos; pues 
en la operación no había habido nada que explicara esa alza de la tempera- 
tura. Por lo demás, ha sido sin consecuencias, pues desde el día siguiente ha 
vuelto siempre á la normal. 

Tal es en resumen el método recomendado por Tuffier. Se ve que realmen- 
te seduce; teóricamente también satisface, y no es él el único cirujano que 
menciona brillantes hechos. Para no hablar más que de nuestro país, creo 
que de nadie es ignorado el hecho referido por un diario político, “El Im- 
parcial,” de que en Oaxaca fué aplicado con éxito para una amputación de 
muslo. 

Aquí en la capital no tengo noticia de que hasta hoy haya sido aplicado;* 
pero sí sé que nada se ha publicado sobre él en los órganos de nuestra pro- 
fesión. 

Paso ahora á referir muy brevemente y en lo que para el caso interesa, 
mis dos observaciones. En ambas, como decía yo al principio, la interven- 
ción operatoria debía ser una circuncisión. Motivos en ambos casos: chancros 
subprepuciales complicados de fimosis. 

En el primero de ellos se hizo una inyección según todos los preceptos el 
día 4 del corriente; pero no habiéndose producido al cabo de un cuarto de 
hora adormecimiento ninguno y sintiendo perfectamente el paciente los pi- 
quetes de alfiler que por vía de exploración se le hicieron, temiendo que la 
cocaina inyectada no hubiera sido muy pura, y no siendo de suma urgencia, 
la operación, se difirió para otro día y nos limitamos por entonces á anotar 
los fenómenos observados. Nos pudimos dar cuenta desde luego de que si- 
guiendo al pie de la letra los consejos de Tuffier, fué fácil penetrar al interior 
de la cavidad subaracnoidea; en efecto, tan pronto como hubimos llegado fá- 
cilmente con la aguja á una profundidad de unos seis centímetros, apareció 
en su extremo libre una gota de líquido céfalo-raquidiano, que lentamente 
fué seguida por otras dos, con lo cual ya perfectamente convencidos, ajusta- 
mos la jeringa y lentamente hicimos pasar poco más desiete divisiones de la 
solución de cocaina al 2 por ciento previamente esterilizada por el inteligente 


1 Asi sucedió en efecto cuando fué leido este trabajo; pero después sí lo ha sido, y en va- 
rios casos con buenos resultados obtenidos, particularmente por los Dres. Villarreal y F. de 
P. Chacón. Las observaciones del Dr. Villarreal corren publicadas en “La Cirugía Coniem- 
poránea.” 


MEDICO NACIONAL. 389 


farmacéutico del hospital, Sr. Casas. La penetración de la aguja fué poco do- 
lorosa, y ningún accidente importante siguió á la introducción del líquido. La 
analgesia, como ya dije, no se produjo, y al día siguiente que vimos al enfer- 
mo se quejó simplemente de que poco después de nuestra partida, es decir, 
como media hora después de practicada la inyección, comenzó una cefalalgia 
que se acentuó en la noche y que después había disminuído pero sin llegar á 
desaparecer por completo en el momento en que lo interrogábamos. Como á 
las siete de la noche tuvo escalofrío, pero no habiéndolo comunicado el enfer- 
mo, no se le tomó la temperatura. En el momento del examen ésta era nor- 
mal. Al día siguiente no había ya ningún accidente. 

Temiendo que la cocaina inyectada no reuniera las condiciones y á esto se 
debiera el fracaso en la anestesia, hice que para la siguiente inyección fuese 
preparada la solución con pastillas de cocaina para inyecciones hipodérmicas 
de Clinton Worden, que ya tenía yo experimentadas en aplicación local, y el 
día 11 del corriente procedimos á intentar de nuevo la cocainización de la 
médula. Aseptizada la región é instrumentos, procedimos á introducir la agu- 
ja, y de pronto chocamos contra las láminas vertebrales, pero en un segundo 
intento penetramos al canal medular, saliendo como en la vez anterior el lí- 
quido céfalo-raquidiano gota á gota. Se puso la inyección, y al cabo de diez 
minutos no había ningún fenómeno que anunciara que ya la anestesia para 
el dolor principiaba. No obstante esto, procedimos á hacer la operación, y si 
bien la anestesia no fué completa, la intervención fué en realidad poco dolo- 
rosa, llamándome en particular la atención el hecho de que la sensibilidad 
era poca aun en el momento de poner las suturas, pues en la mayoría de los 
casos en que hemos empleado la anestesia local por la cocaina, hemos obser- 
vado que en general casi ha desaparecido en el momento de hacer las sutu- 
ras. Sin embargo, en el caso referido abrigamos la duda de si el poco dolor 
que manifestó el enfermo no sería de atribuirse en gran parte á ser un hom- 
bre de gran entereza y nada pusilánime. En esta segunda ocasión no se pre- 
sentó ningún accidente imputable á la cocaina. 

La segunda observación es enteramente reciente. Se trata igualmente de 
un enfermo con chaneros subprepuciales complicados de fimosis. En él tro- 
pezamos también al primer intento con las láminas vertebrales, pero en el 
segundo penetramos con facilidad al canal, saliendo como en el caso prece- 
dente algunas gotas de líquido céfalo-raquidiano. La cocaina empleada en 
esta vez había sido cuidadosamente analizada por el Sr. Casas, quien com- 
probó su pureza. Se inyectó el centígramo y medio reglamentario, y sin em- 
bargo de haber esperado 15 minutos, no se produjo la anestesia. Quisimos 
empezar; pero al fijar la primera pinza para sujetar el prepucio el dolor del 
enfermo fué tan vivo que hubimos de suspender la intervención y la hare- 
mos mañana bajo la influencia del cloroformo. No tuvo por lo demás ningún 
accidente debido á la inyección. 

En conclusión; de los dos casos en que he aplicado el método para hacer 
circuncisiones, en el primero el resultado fué negativo la primera vez y du- 


390 ANALES DEL INSTITUTO 


doso la segunda; en el otro fué negativo, y no acierto á darme una explica- 
ción satisfactoria de estos inéxitos, pues creo no haber desatendido ningún 
detalle. No obstante, pudiera suceder que algo se me hubiera escapado, y de 
todos modos nada valen estos dos casos negativos enfrente de tantos positi- 
vos que se registran ya en la ciencia. Y como quiera que sea, siempre algu- 
na enseñanza me dieron estos hechos, á saber: que los datos de Tuffier para 
la técnica son muy preciosos, que siguiéndolos se penetra con facilidad den- 
tro del canal vertebral, que la salida del líquido céfalo—raquidiano es un dato 
eminentemente ilustrativo y que no parece que practicado con toda la asep- 
sia debida tenga el método inconvenientes serios. 

Basado en estos conceptos, me pareció conveniente ocuparme de este asun- 
to ante la ilustrada Junta del Instituto, sometiendo así á su consideración es- 
ta nueva vía abierta á la introducción de los medicamentos, lo cual cuadra 
perfectamente con el fin de la Corporación, que es en parte estudiar y expe- 
rimentar todo lo que signifique un adelanto en la manera de aplicar los me- 
dicamentos, ya para la experimentación en los animales, ya para la aplica- 
ción terapéutica á la cabecera del enfermo, hoy sobre todo, en que sabemos 
que los farmacologistas tienen tendencia á admitir que la acción de las subs- 
tancias medicamentosas puede variar según la vía por donde son introdu- 
cidas. 

Bien se comprende que así como para la cocaina, puede ser utilizada esta 
vía para la introducción de otros muchos medicamentos. Quizá sea el medio 
como podamos llegar á dominar más eficazmente algunos padecimientos me- 
dulares, pues es el camino por donde más directamente podemos obrar sobre 
la médula. 

Cierto es que la experimentación está aún en pañales; mis dos casos no pa- 
recen alentadores, pero el mismo Tuffier señala fracasos antes de haber per- 
feccionado su método. Hay, pues, que continuar la experimentación, investi- 
gar en qué circunstancias estribó la falta de éxito, seguir siempre adelante, 
y tan pronto como en nuestras manos dé el satisfactorio resultado que ha da- 
do en otras más peritas, ampliar el campo de la investigación. 

Pudiéramos por ejemplo entonces reanudar el estudio de la boconina y ver 
si era susceptible de esta nueva aplicación; seguir investigando sus analogías 
con la cocaina, averiguar por qué al principio se mostró tan útil y después 
ya nó; tratar de prepararla de un modo irreprochable, y así experimentada, 
enriquecer á la ciencia con un conocimiento nuevo y un producto nacional de 
suma utilidad. 

México, Octubre 31 de 1900. 


MEDICO NACIONAL. 391 


INFORMES 


De los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional 
durante el mes de Noviembre de 1900. 


SECCIÓN PRIMERA. 


Tengo el honor de informar á vd. de los trabajos que he desempeñado en 
el departamento de dibujo, del Instituto Médico Nacional, durante el mes 
que hoy termina. 

Para el Album iconográfico, una acuarela de un fruto y el corte transver- 
sal del mismo, procedente de Veracruz y aún no clasificado. 

Dos amplificaciones tomadas del plano publicado en un folleto que sirvió 
para los Congresistas Americanos y cuyos aumentos, uno á la doble escala 
de 1:50 y el otro á la de cinco veces, y dibujados á tinta de China y grafio, 
representan la planta baja de la Sección 4* y servirán para que dicha sección 
haga la distribución de sus máquinas. 

Una calca del Parthenium incanun, tomada de la obra de Humboldt. 

Cuatro copias al lápiz y esfumino, de las fotocaleas de Mociño y que re- 
presentan: Ixora uniflora;—Lisianthus pauciflorus;—Lithospermun virgina- 
tum; y Lobelia pazquarensis. . 

Además, he estado haciendo unas listas de las plantas estudiadas y que 
tienen que figurar en el programa del año entrante. 

Lo que tengo en honor de informar,á vd. protestándole las seguridades de 
mis respetos. 

México, Noviembre 30 de 1900.—Adolfo Tenorio.—Al Sr. Dr. D. Fernan- 
do Altamirano, Director del Instituto Médico Nacional.—Presente. 


Tengo la honra de informar á vd. que en el mes que concluye hoy, por dis- 
posición de vd., puse los números de los órdenes naturales de Durand, á los 
géneros de las plantas fanerógamas que están consignados en las dos obras 
de M. Sessé y J. M. Mociño, tituladas: “Plante Nov: Hispanizv” y “Flora 
Mexicana.” 

Según lo acordado en las Juntas celebradas el 5 y 12 del presente, con los 
datos que me proporcionaron las Secciones 3* y 4?, formé dos listas de las 
plantas que se han estudiado en el Instituto, y que todavía no se publican 
en la Materia Médica; aun cuando algunas ya lo están en “el Estudio” ó en 
los “Anales.” Una de esas listas que ya está entregada en la Secretaría, es 
corrida y puesta en orden de familias para servir de Indice; y la otra está en 
tarjetas para reunir en ellas los «datos bibliográficos é iconográficos de cada 
planta. En alguna de ellas la clasificación está pendiente de rectificación. 

Empecé á formar otra lista en tarjetas, de algunas de: las plantas del país 
Tomo IV.—53 


392 ANALES DEL INSTITUTO 


que señala la Farmacopea Mexicana, y que tienen importancia, para procu- 
rar reunirlas en el Herbario especial que se va á disponer con las plantas 
estudiadas en el Instituto. 

Hice otra lista de las plantas de México que producen el hule, la que en- 
tregué á vd. en su oportunidad. 

Se recibieron 22 ejemplares de plantas culectadas por vd. en “La Cañada” 
á inmediaciones de la Magdalena, D. F., las cuales están en prensa para se- 
carlas. 

Igualmente se recibió para el Museo de Drogas una muestra de una plan- 
ta hulera enviada á la Secretaría de Fomento por el Sr. General H. Charles; 
la que identificada resultó ser el Parthenium incanum, A. Gr. 

Reitero á vd. mi atenta consideración. 

México, Noviembre 30 de 1900.—G. Alcocer.—Sr. Director del Instituto 
Médico Nacional.—Presente. 


SECCIÓN SEGUNDA. 


Tengo el honor de informar á vd. que durante el mes que hoy termina, 
además de algunos trabajos hechos en unión del Sr. Lozano, tales como la 
formación de algunas listas que ha necesitado la Secretaría, la formación de 
presupuestos para la debida presentación de las muestras de principios ex- 
traídos en la Sección, etc., he terminado el estudio de la hierba de la cucara- 
cha (Haplophytum cimicidum) no faltando sino escribir el artículo corres- 
pondiente que entregaré próximamente; quedándome pendiente la termina- 
ción de los estudios de la semilla «de jícama (Pachyrhizus angulatus) y los 
frutos de cóngora (Phitolacea octandra). 

Como de costumbre he llevado cuenta de las altas y bajas habidas en la 
Sección. 

Reitero á vd. las seguridades de mi atenta y respetuosa consideración. 

Libertad y Constitución. México, Noviembre 30 de 1900.—F. F. Villase- 


ñor.—Al C. Jefe de la Sección segunda del Instituto Médico Nacional.—Pre- 
sente. 


SECCIÓN TERCERA. 


Tengo la honra de informar á la Junta de los trabajos ejecutados en la 
Sección tercera del Instituto Médico Nacional, en el Departamento de Quí- 
mica Biológica, durante el mes que hoy termina. 

Continué las observaciones sobre el agua de Tehuacán, habiendo encontra- 
do un aumento ligero en la cantidad de bilis, lo mismo que en la de orina, 
siendo el último más notable que el primero. 


Las grasas no han vuelto á su proporción primitiva, de manera que tam- 


MÉDICO NACIONAL. 393 


bién puede considerarse que su proporción ha disminuido con el uso del 
agua. 

- Con los datos adquiridos y los de las demás Secciones he empezado á es- 
cribir la Memoria que sobre este punto se me encomendó, la que está muy 
avanzada y contiene: 

La Geología del terreno, Climatología, medios de transporte, composición 
química, acción fisiológica, acción terapéutica, aplicación terapéutica y algu- 
nas observaciones. 

He desempeñado en el presente mes las comisiones siguientes: Asistir á 
las conferencias del padre Soto Mayor, sobre Arqueología antigua de Mé- 
xico. 

Formar en compañía de los Sres. Altamirano y Martínez del Campo el 
Proyecto de programa para el año entrante. 

Por encargo del señor Director, me ocupé también en tomar varias foto- 
grafías de los planos y fachada del Edificio que se construye para el Insti- 
tuto. 

Como en el mes entrante vamos á suspender los trabajos durante el perío- 
do de vacaciones, he dedicado los últimos días al arreglo de los aparatos y 
reactivos, con objeto de conservarlos de una manera conveniente durante el 


mes de receso. 
México, 30 de Noviembre de 1900.—X. Armendaris. 


Tengo el honor de informar á la H. Junta de Profesores del Instituto Mé- 
dico Nacional, respecto á los trabajos de Fisiología experimental que han te- 
nido lugar en la Sección tercera, durante el mes de Noviembre del año que 
cursa. . 

En el informe del mes pasado, al describir nuestros experimentos acerca 
de la acción de la hierba de la cucaracha (Hapophlyton cimicidum), hicimos 
ver que en los animales de orden superior, como el perro y el conejo, sola- 
mente se producían fenómenos tóxicos cuando la substancia activa era intro- 
ducida directamente por la vía venosa; pero fuera de esta vía, la introducción 
por cualquiera otra que fuese, aun la inyección intra—cerebral de la droga, di- 
rectamente por la carótida, no producían accidentes bien marcados; aun con 
dosis casi diez veces mayor que la que bastaba para producir la muerte cuan- 
do se escogía la vía venosa. ' 

Creyendo que estas diferencias en los resultados pudieran depender de las 
condiciones de la eliminación del tóxico; para determinar éstas, y sabiendo 
además que el Sr. Dr. Villaseñor, en exámenes practicados en la Sección se- 
gunda, había encontrado en la orina de nuestros animales en experiencia, el 
principio alcaloídico de esta planta, el Sr. Dr. Altamirano dispuso el expe- 
rimento siguiente, que por primera vez practicamos el día dos de este mes, 

Dos objetos perseguíamos principalmente con este experimento: conocer 
perfectamente las alteraciones funcionales á que pudiese dar lugar la simple 


394 ANALES DEL INSTITUTO 


interrupción del curso de la sangre en las arterias renales, para distinguirlas 
de aquellas que fuesen propias y producidas por el tóxico inyectado; y por 
otra parte, ver si conseguiamos esto, no por medio de una ligadura común y 
corriente que produciría necesariamente la destrucción de la arteria y la pér- 
dida del animal, sino por un medio que nos facilitase interrumpir ó dejar li- 
bre á voluntad ese mismo curso, sin que el vaso se alterase, y de una manera 
suficiente para producir su completa obstrucción en el espacio de tiempo ne- 
cesario para nuestro estudio. Aparte de estos dos objetos principales, procu- 
ramos al emplear este procedimiento, que la ligadura arterial pudiese re- 
tirarse fácilmente desde el exterior, sin tener que volver á abrir la herida y 
de manera que el animal continuase viviendo en su estado normal. Hechas 
estas observaciones sobre los fines principales que perseguíamos, haremos la 
descripción de esta operación: 

A una perra joven de 6 kilos de peso se eloroforma, y se le hacen dos in- 
cisiones longitudinales, de 7 centímetros de extensión, en la región lombar, á 
cuatro centímetros de uno y otro lado de la línea media, calculando aproxi- 
madamente la altura de las glándulas renales. Profundizando una y otra in- 
cisión se llegó hasta la atmósfera celulo-adiposa que rodea el órgano y sepa- 
rándola hasta aislar completamente la glándula, se luxó ésta hacia afuera de 
la herida lombar, cuidando de no maltratar su pedículo. Se pasó en seguida 
una hebra de seda gruesa por debajo del tronco arterial aislado, haciendo á 
un lado los ureteres, nervios, venas, etc.: la arteria era fácilmente reconocible 
por sus latidos. Los dos cabos de la hebra de seda se juntaron formando así 
una asa dentro de la cual quedaba comprendida la arteria, y se introdujeron 
en un tubo de vidrio encurvado, de 6 centímetros de longitud y 3 milímetros 
de diámetro interior. a 

En la extremidad del tubo, opuesta á la que servía de entrada á los cabos 
del asa de seda y que llamaremos extremidad externa, se fijó un pequeño tro- 
zo de candelilla sobre el cual debía hacerse la ligadura, á fin de ceñir y ce- 
rrar el calibre de la arteria extrechada entre el asa y el extremo interno del 
tubo de vidrio. Hecho esto, y vuelta la glándula á su sitio, se pusieron pun- 
tos de sutura profundos y superficiales, dejando solamente el pequeño espa- 
cio que bastaba al paso del extremo externo del tubo de vidrio; este extremo 
quedaba también sujeto contra la piel por la misma candelilla. 

Desconfiando de haber hecho una buena descripción del procedimiento, 
acompaño el informe con los pequeños tubos de vidrio que arreglé para esta 
operación, y en ellos indico objetivamente el procedimiento seguido y el re- 
sultado inmediato de la ligadura sobre la arteria. 

Esta perra se había sometido con anterioridad al régimen lácteo, y se ha- 
bía recogido y medido su orina, á fin de poder juzgar acerca de los efectos de 
la operación sobre la función renal. 

La operación fué además ensayada antes sobre el cadáver de un perro, en 
los últimos días del mes de Octubre. 

Las arterias renales, se dejaron así ligadas durante 10 horas, sin que el 


” 


MEDICO NACIONAL. 395 


animal manifestase molestia ni trastorno alguno. La cantidad de orina. emi- 
tida disminuyó notablemente; de 400 centímetros cúbicos que había sido el 
término medio diario, á 80 centímetros cúbicos. El aspecto de ésta y su den- 
sidad fueron normales. En los días siguientes, el animal permaneció con las 


asas de seda y los tubos en su sitio, pero floja la ligadura, y las cantidades 


de orina volvieron á ser normales: 465, 470, 370, 390 centímetros cúbicos y 
así en lo sucesivo diariamente. 

El día 6 volvimos á estrechar la ligadura á fin de suspender de nuevo el 
curso de la sangre, é inyectamos bajo la piel 45 centímetros cúbicos de coci- 
miento al 10 por ciento de hierba de la cucaracha. Salvo alguna tristeza, una 
tendencia marcada á huir de la luz, y algo de midriasis, no se presentó nin- 
gún otro fenómeno que nos llamase la atención, y seis horas después de la 
inyección, cuando ya el animal debía estar enteramente postrado por los efec- 
tos del tóxico, encontrándose ya en su estado normal sin accidente alguno, 
resolvimos volver á soltar las ligaduras. 

En la práctica esta operación presentaron ciertas dificultades y fracasos 
que ya allanaremos posteriormente, y acerca de los cuales podemos presen- 
tar un ejemplo en el mismo caso de que tratamos. 

Siguió el perro en su estado normal, y el día 11, con gran sorpresa vimos 
desprenderse espontáneamente el tubo de vidrio con el asa de seda intacta, 
lo que nos indicó que la arteria se había trozado. No obstante esto, el ani- 
mal siguió sin presentar accidente alguno y entonces pudimos explicarnos, 
que seguramente el vaso que ligamos no era el tronco principal de la arteria 
de que á esta víscera penetra, sino alguna rama secundaria: así se compren- 
de que la secreción de orina no se suspendiese por completo durante las diez 
horas que se sostuvieron las ligáduras, disminuyendo solamente; y quizá tam- 
bién esto influyó, para que los fenómenos tóxicos de la droga fuesen tan po- 
co marcados. 

Como la repetición de este experimento demanda la preparación cuidadosa 
de un nuevo animal y un buen estudio anatómico de la vascularización y 
constitución del pedículo del riñón del perro, así como la observación conti- 
nua y prolongada de las consecuencias, queda esto aplazado para terminarlo 
en el próximo período de Enero. 

Continuamos el estudio sobre la acción del Ololiuhqui (Ipomeea sideefolia) 
al que se le atribuyen propiedades anestésicas. A este fin repetimos la inges- 
tión y la inyección subcutánea de la maceración de esta planta «en perros y 
palomas. Los fenómenos de excitación cerebral, midriasis exagerada, exof- 
talmía y fotofobia se reprodujeron siempre, desapareciendo después de cua- 
tro á ocho horas y quedando los animales en perfecto estado normal. La sen- 
sibilidad, en todas sus modalidades, permaneció en estos casos sin modifica- 
ción alguna; mas no por estos resultados negativos en número insuficiente 
podemos ya decidir sobre este punto. 

Aprovechando el importante estudio robre la inyección intra=raquidiana 
lombar, que como lectura de turno presentó el Sr. Dr. Cicero, procuramos 


396 ANALES DEL INSTITUTO 


practicar en el perro dicha inyección, con dos fines principales: ver si por 
medio tan sencillo conseguíamos también obtener la anestesia completa en 
los animales por operar, y tener además otra piedra de toque para el análi- 
sis de drogas que pudieran ser anestésicos, como el mismo ololiuhqui, la bo- 
conina, etc. Así, pues, hemos practicado en el mes cuatro veces esta opera- 
ción, inyectando uno á dos centígrados de clorhidrato de cocaina; pero hasta 
ahora el éxito no ha coronado nuestros esfuerzos. Insistiremos sin embargo 
en el próximo año sobre el estudio de este procedimiento nuevo, que de pro- 
porcionarnos resultados prácticos y constantemente positivos, nos será de pre-* 
ciosa utilidad. 

A la perrita de la fistula biliar se le siguió administrando durante la pri- 
mera quincena el agua de Tehuacán, y la cantidad de bilis extraída siguió 
aumentando hasta llegar á ser casi de 5 centímetros cúbicos la producción 
diaria. En la siguiente quincena se le cambió esa agua por la ordinaria y 
poco después empezó á disminuir, y en la actualidad es de uno á tres centí- 
metros cúbicos la que puede extraerse diariamente. La proporción de dicho 
aumento fué como se ve más notable aún que la que vimos en meses pasados 
y que constan ya en otros informes. 

Entre las labores de la sección deberemos comprender la formación de una 
lista inventario de útiles y aparatos que se necesitan para completar el arse- 
nal que debe tener nuestra Sección, á fin de que instalada en su nuevo depar- 
tamento no cgrezca de aquello que más precisa para el lleno de sus labores. 
Esta lista se ha formado muy detallada, consta de nueve series tomadas de 
otros tantos catálogos de casas manufactureras francesas y alemanas, y están 
repartidas estas series en 18 páginas. 

Por disposición del mismo señor Director, formé un cuadro en donde cons- 
ta un resumen de las plantas cuya acción fisiológica se ha estudiado en la 
Sección tercera durante el curso de los años 1899 y 1900. 

En este cuadro se especifican: los meses del año en que tuvo lugar su es- 
tudio, el nombre vulgar, su clasificación, si hay ó no escrito artículo para la 
Materia Médica, si existe ó no borrador para esos mismos artículos, si la 
droga estudiada se ha presentado activa ó inactiva, y si su estudio en dicha 
Sección se ha dado por terminado ó queda aún algo pendiente. 

México, Noviembre 30 de 1900.—D. Vergara Lope. 


SECCIÓN CUARTA. 


Tengo el honor de poner en conocimiento de la Junta de Profesores que los 
trabajos desempeñados en la Sección 4% del Instituto Médico Nacional duran- 
te el mes que hoy termina, han sido los que á continuación se expresan. 

Visita diaria á los enfermos de la Sala de Terapéutica Clínica en el Hospi- 
tal de San Andrés. 

Continuación del estudio del Peyote, (Anhalonium Lewini), del Tepozán 


MEDICO NACIONAL. 397 


(Buddleia americana), del Chichicamolli (Microsechium Helleri), de la Cana- 
gria (Rumex hymenosepalus), y de la Yerba del Zorrillo (Croton dioicus). 

La primera de estas plantas, es decir, el Peyote, continuó ministrándose á 
J. Refugio González que padece alcoholismo crónico y cuyo pulso es bastante 
débil, en dosis de 100 gotas bis de extracto fluido desde el día 1? hasta el 17 
del presente que pidió su alta, sin haber notado que mejorara su tensión ar- 
terial y sin presentar fenómeno alguno de intolerancia. A un hemiplégico por 
embolia cerebral consecutiva á estrechamiento mitral, en el que el pulso era 
muy débil é irregular y el estado general deprimido, se le prescribe una cu- 
charadita tres veces al día del propio extracto durante tres semanas, notando 
que el pulso se regulariza y late de 72 á 80 veces por minuto, aumenta algo 
su tensión y el estado general algo se mejora (aun cuando la parálisis no su- 
fre modificación, estando al contrario en el miembro superior complicada ya 
de contractura). 

El Tepozán fué tomado por un enfermo que padecía insomnios frecuentes 
provocados por una artritis reumatismal de la rodilla izquierda, en dosis de 
1 gramo diario de extracto hidro—alcohólico, todas las noches, dos horas des- 
pués de su alimento y siempre con buen resultado. Lo mismo se observa en 
otro paciente de hemiplegia izquierda, sujeto igualmente á insomnios repeti- 
dos sin causa determinada; igual dosis del propio extracto lo hace dormir siem- 
pre que se le ministra. 

El Chihicamolli bajo la forma de cápsulas de extracto hidro-alcohólico de 
á 0.50 centígramos cada una, y en número de dos, se dió á Francisco Hernán- 
dez el 11 del presente con objeto de combatirle una indigestión, y le produjo 
tres evacuaciones líquidas, abundantes y sin cólicos; con cuyo efecto desapare- 
cieron los accidentes. 

La Canagria fué ministrada á un enfermo que padecía una enteritis de cau- 
sa alcohólica y que había sido tratado sin éxito por bismuto, fosfato de cal, 
opio y diversos astringentes. El día 14 del presente se le comienza el trata- 
miento por la Canagria, en dosis de 0.10 centígramos de extracto hidro-alcohó- 
lico cada dos horas, después cada hora y. gradualmente se le va aumentan- 
do hasta que toma 0.50 centígramos de hora en hora. Con esta dosis hay una 
ligera mejoría, pues llegan á disminuir á cuatro diarias el número de deposi- 
ciones, pero á pesar de insistir en el tratamiento indicado no llega á desapa- 
recer la diarrea. 

El polvo de la raíz de la Yerba del Zorrillo, en dosis de un gramo, se pres- 
cribió á cinco enfermos que por distintos motivos sufrían de recargo intesti- 
nal, y á todos les hizo efecto purgante á las tres ó cuatro horas después de su 
ingestión, provocando de tres á cinco evacuaciones líquidas, abundantes y en 
general, sin cólicos intestinales. A dos individuos que sufren constipación ha- 
bitual, no evacuando sino cada tres días, se les hizo tomar 0.30 centígramos 
diarios del propio extracto, y se consiguió vencer aquélla inmediatamente y 
regularizar el régimen intestinal, pues desde entonces tienen diariamente una 
evacuación de consistencia pastosa. 


398 ANALES DEL INSTITUTO 


== -— 


Se hizo la radioscopia de un niño que tiene una luxación antigua en el codo 
izquierdo, viendo con claridad la desviación de los huesos del antebrazo hacia 
afuera. Se intentó hacer la radiografía correspondiente, pero las placas están 
alteradas, como dijimos en el informe anterior. 

Se hizo la traducción al francés de los artículos sobre la Cicutilla y el Palo 
del Muerto, y la corrección de pruebas en francés y contras, de los artículos 
sobre la Yerba del Zorrillo, Tatalencho, Tumba=vaqueros, Chichicamolli, Ca- - 
nagria, Yerba del Toro, Ahuehuete, y Té de milpa. 

Por encargo de la Dirección se formaron y entregaron á la Secretaría los 
presupuestos de útiles para exploración clínica, muebles, libros y aparatos pa- 
ra la fabricación de preparaciones farmacéuticas de plantas nacionales, para 
uso del Instituto y para la explotación industrial, con una nota de las que es- 
tán apropiadas para este objeto. 

Durante el mes he desempeñado diversas comisiones que son: con los Sres. 
Dres. Altamirano y Armendaris formé el proyecto de programa general pa- 
ra el año de 1901; y con el Dr. Cicero lo relativo al concurso científico en la 
velada que tocó presidir á nuestro Plantel. 

Todo el personal de la Sección ha concurrido á las múltiples juntas extraor- - 
dinarias, que han tenido lugar con objeto de preparar la inauguración del nue- 
vo edificio del Instituto, y la exposición que se verificará en la época de la reu- 
nión del Congreso Pan—Americano de Legislación. 

Se ha invertido también bastante tiempo en la redacción de la parte tera- 
péutica de los artículos sobre el Peyote, el Axocopaque y el Cereus serpenti- 
nus, que hoy tengo el gusto de presentar á la Secretaría. 

Presento también en esta sesión el Proyecto de programa particular de tra- 
bajos para el próximo año, y el informe del Profesor Noriega correspondien- 
te al mes actual. 

En estas diversas labores ha prestado su eficaz ayuda el Dr. Cicero, concu- 
rriendo como de costumbre con regularidad. 

México, Noviembre 30 de 1900.—Juan Martínez del Campo. 


Tengo la honra de informar á vd. que durante el mes que hoy termina, pre- 
paré 500 gramos de extracto hidro-alcohólico de Tepozán y 500 de extracto 
acuoso de Canagria, que estaban agotados. 

Se han usado los medicamentos en estudio del modo siguiente: Para la Sa- 
la de su digno cargo: Extracto de Chichicamolli, Peyote y Tepozán. Para la 
Sala del Dr. Cicero: Extracto de Peyote, Zorrillo y Tepozán. Para la Sala del 
Dr. Orvañanos: Tintura de Cereus, polvo de Canagria, y cocimiento de te- 
jocote, y para la Sala del Dr. Bulman: Extracto de Peyote, Canagria, Tepozán 
y tintura de Salvia de bolita. 

Protesto á vd. mis respetos. 

México, Noviembre 30 de 1900.—J. M. Noriega.—Al Jefe de la Sección 4* 
del Instituto Médico Nacional Dr. D. Juan Martínez del Campo.—Presente. 


MEDICO NACIONAL. 


SECCIÓN QUINTA. 


Tengo la honra de informar á la Junta, que durante el mes que hoy termi- 
na los trabajos de esta sección han consistido: en pasar en limpio el Indice de 
Geografía Médica de la República y en preparar la memoria sobre Medi- 
das que deben adoptarse para evitar la propagación de la lepra en la Repú- 
blica Mexicana. 


México, Noviembre 30 de 1900,—D. Orvañanos, $ 


FIN DEL TOMO CUARTO. 


Tomo IV.—54 


ora 9% pea c ma 


CAST e NA : E Mr" O 
2d /, ' DO 44% A! ATTE ye. 210 7 eh A e 4 quo! ae da si an EN 
ho , 


E ip 
Ava A Sl 
a )) Ib ST e ar dl tel 5g 
7 nia yes el 2 plantes sl > ote 1 Sk A, rompi ab squod, PUT . 
e bo sea lo 09m ISPRAA ap «oMeiacoo gul mólooos ade oh ao vdd 4 


E RS UT Do illo aba OS 
4 ; ib quit, al, asa. Aa 09 ¿del a omtgoba. es : 


Mas Le Viadeo o TIA jsinvo, sia 
AN A ad de dd opel ab 08 edmsivoA..a 
Is 


qe E» 
qe ' mias DA La PA 7. COHOZAOA 2 JA Srdrepil 
l é Ñ ] 
E ve E: ua di DIA A ls Bi: VEIA 1d rta 7. 00 
NN EPR A de po il a de prada canica 
Ñ d+ A pl » ) 
4 o eu A e cd Ye o iii a ua de Pal 
il . . "y z F Mi 

, 4 A L 


. A] E y ¿UN var CATA At | y ena 
IS ME a as LD AMO e á dis eya Errar e de ROS 
e E OR YRA villas - eo el a a o ira 


vis A e, TEN 0d al Gl 0 PATITO: 
d A . ” ) V . ” IN / 
. O JN rd Frost M bt h Lev 
p i . S ¿ E 
2 á rro DEIA A ; 4946 mtlinies 5 til epal 8 
% E 0 A Eos. arta da Vina a 
j ! Y - 


a, ' pe AIN Gin 6 A 00 í veias 10 AO 
* e! mn ' 


es de " Ain Al Tacita cts ñ 
1 RT ¡A poa An yea E 


- UE de Ej rra ista ¡MOT ¿HA Vale 61 Cano 


A , 
LW a y A A Ñ 
e N IT ' . L 24 at na 4 es ATi . e 
Dt 


WAI y má í del er BA > pro Prmá punt to 


id f 
E ] y : s 
me rl DO, A FUALOA Ab ¡Oro mi de REN OR ira pao TOS 
0 4 Do A ray 3 
DA" dl: Wan e! rado: ed Ll. Chen 
o ¡7 ee Bk ara PAN acadida | E! "ARM 2 ” 
» + 5 y Y a SN re y Y y Ñ cd 

Sa . . 

pas y Y 0) Pda Y De MEE TUE A ) BS 
Sl : ay ¡ - % 

Ñ "2 E Le y s E y Al i Ñ 
A . ma a ES 


añ de 1 de lobarziar + Moa rata pl 610 7 De day E pe 

MIA me 4 ls AA ¿hos dé Lapurs hi Pda e 

17 ' A eE 14n , A... | 4 e 
A DS hs ha iad * mica tl PAR ARNO KS Lou mude pia Py 
E eta is AL o tra ler ¿a y TOP 

E nda A MA 
e Mo, rro ini e o 6 Cin có Jan 
e MO MAR de 1004 ó TR A y 
p Munt» de 3 sl e Ear / 0 

Proteo Vik ETA, 1 | - ' y 3 

ORE México, Forbanris PA a AR iaa MY AA 
Feat Bliss Hacican 2000, Tin Miro ICAO 


se. 


y 


Y l Ho Wiúutmt h 5 


ANALES DEL INSTITUTO MÉDICO NACIONAL. 


TOMO TV. 


ÍNDICE CRONOLÓGICO. 


AÑO DE 1899. 
Págs. 


¿ a 
es Mostle cores enano osoaania oiaearaóa ss oca ese leo ea ales bi blda 1 
Programas para los trabajos del Instituto Médico Nacional durante el año de 1899.. 2 


Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional, 
durante el mes de Enero de 1899: 


A A A E A A A 6 
caco iazs di daa CUA eones sao ca nidad nens U 
ia dana tco tocara olas sd Sa NLinO e netas d oo aaron 8 
SOS ANA toco quo aa SONO: 9 

Anexos al informe anterior ....... dao ete 00 00 BSAS ADORO CU LOSAUDE o Edbdgua 10 

SOU o o coins sob Uno ROA AATONO SocuO cg aDO SOLO Ed RpROOO cOn sObNPOROdug: 11 

AE dono OLA Seca aao PRA A A RSGOdE bobo 13 

Sobre la presencia de esferitas en el agave mexicano (de Lamk), nota preventiva del 

Die al MAS dea AO ESSUROS in ss 13 


Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional, 
durante el mes de Febrero de 1899: 


A os AiO o E E INS 1 
as A o COCA O Ye O PURO OS 17 
s DS A a MA ARO EOOSS 18 
E OO A O OE 20 
BER O AA Pao OPENS 21 
SICA Der o aro UTOOonS 22 
Lecturas de turno.—Los escritos médicos de Martín Sessé y José Masaha Mociño, 
PACO ARA tati ace oia AO rones sesos 24 


Trabajos originales. —Tres mazorcas anómalas (con láminas), por el Dr. José Ramí- 


402 ÍNDICE 


Págs 

Bibliografía Mexicana.—La vida en las altiplanicies......ooooononcrnoccnncns os OncnO Dana 37 

TaiCocatde MEXICO POr Ra ooo toa asas SaS 38 

Informes de los trabajos ejecutados en el Intituto Médico Nacional, 
durante el mes de Marzo de 15899: 

A O A O A E ooo By) 
Lao a RO Root nO So OOERE Odo” oooO EEao OOO odas ecopoSab no cobaVón: 39 
REO ESC coda ares pabuVJiso: 40 
A PO ORIO REOOS AOSTA ore econ prabcortos: 43 

'AVexosialintorme anterio ceo acen ea ceo tano c oo aS eo a AR 43 

Sección PL dd LA 1d... di dad da dd oli 45 

Lectura de turno.—Algunos datos relativos á los Estados de Querétaro y de Jalisco 

y al Territorio de Tepic, por el Prof. Francisco Río de la Loza.........ocooooncmmmon.s 46 
Luberoína; por el DE Dal... RE Tia desta a 61 
Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Macional, 
durante el mes de Abril de 1599: 

O A A A Ocio os 63 
DE SO SAS O PO SOSO Poco RR RdORBERO ce: ota PRO SEO ORO OUT p o RoRPdbadsracaoo: 64 
AOS O bad doo RON OS AE OrOCOEEOO acaso sp condrRbongoaoso 66 
o ao sn os odo oa RRUOroro codo optado rdiRiOsSsaupue sr oessepoduecdn dabas 2.1361 

'AMExOs al Afore antenas oe sections aci ateos nas isa do nee EN 68 

LLCIOIMOSE cansan eos loaded isa tee nes Osa 69 

Lectura de turno.—Dificultades en la experimentación, por el Dr. E. Armendaris..... 71 

Nueva aplicación del zapote blanco, por el Dr. Secundino S0OSA......ooomooeoroccrnonenoos 74 

Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional, 
durante el mes de Mayo de 1899: 

ECC od rie stes ORTA 15 
S od aan aora ráno cocos" 75 
Sc TO oooO RODEO ROOHAO SCOCOGO SECC aORaORNacóLpDos: 5: 17 
> ia O O OOO A OPUS REcO SO RDEpcoaooos 78 
illes is ade saeta o Sao TO 82 


Lectura de turno.—Un caso de absceso hepático curado por punciones múltiples, se- 
guidas de lavados del foco é inyección yodada, por el Dr. Juan Martínez del Campo. 83 
Defensa contra la tuberculosis, por el Dr. Eduardo Licéaga........88, 105, 126, 147 y 166 


Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional, 
durante el mes de Junio de 1599: 


DECO icono dore sacos Roe sane es 91 
AOS senos coito an omc naco BBB TEL aude soon eN 92 
A 93 
O Poo oO co cecucuoos ION oO OO PO PEGO SS goods oo dUORRAduMRSO: nos: 95 

Anexos alsinforme anterior... .ecoli be ares ble saco dis dono ones Pass assi 99 

SECaIOn O. dele cesado ns a e o A 99 

Lectura de turno.—Errores y dificultades que se observan en la experimentación te- 

rapéutica de las plantas del país, por el Dr. D. OrvañanoS +.oocoooccoccccnononconnenanos 100 


SA A e 


ÍNDICE. 403 


Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional, 
durante el mes de Julio de 1899. 


Págs 
CE Menor AO O 0 o AAA SEC AO. Me 107 
a a 107 
0 Do AL oca ocos AO os de 109 
20 A A O coco AO US O 110 
A A 113 
AS e o ol rl fea 117 
Lectura de turno.—El Herbario de Berlandier, por el Sr. Gabriel V. Alcocer.......... 118 
Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional, 
durante el mes de Agosto de 1899. 
A A E 131 
” e OE 132 
ES A A Ao 133 
or A ANEUONO -OODOIORON TREO MER RROOUO0 OD roda n ganá noVacAbadoonoRcodonendodoVo 154 
A UR A AI A 138 
A A O O ON 139 
Lectura de turno.—Algunos datos químicos acerca de la Psoralina, por el Prof. M. 
LIO Y A lo roo R Op EEN. 140 
Investigaciones experimentales acerca de la tensión intraocular en México, por el Dr. 
A A 141 
Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional, 
durante el mes de Septiembre de 1899. 
EN Mco An, SO Se 151 
A 152 
o Destrrnnsac cronos EN o OS TEO OE EPOO gon 153 
e A ALAS RAIRTRON <A MIN > AM: 154 
Amos Elo BRUTO oposoldon oooO LOCO DAN OA O OOP UNO POLO PE DU DDanO PUTO OONEdadESO 157 
A E 158 
Lectura de turno.—Algunas aclaraciones al estudio de los Ñamoles......c.cccooono.. 159 
Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional, 
durante el mes de Octubre de 1599. 
arado anos ias aeoaS lo oasis iaa sjesaas 171 
EN a O odo dto tner 172 
A A on oo Si sete AS 173 
A A A cos ao E ios asa ai das 174 
AEROS ANOnme cir ecos oo oct RAR ORO Cco boa PONS Soon od Son uo da RdNPSS SORO EA 176 
Lectura de turno.—Los sanatorios para tuberculosos en el Valle de México, por el 
DAD ante erara lio pee ad e estes else colado ale ds aaa 178 


Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional, 
durante el mes de Noviembre de 1899. 


SEA nt ITA RO CEA COCO. 187 


404 ES ÍNDICE 


Págs 

DECI TO AECA. A O A nda arias 187 
O NR IA Ni 188 

A A A ORO ode 189 
ANCORA Ii E 191 
SECCION DiR OS CARRIL a a ai IRA RISE DIES DIETAS TIAS IE an 192 


Lectura de turno.—Reglas á que deberá sujetarse el estudio de las plantas naciona- 
les reputadas útiles por el vulgo, para el tratamiento de las enfermedades cutáneas, 


por+el Dr Ricardo Ciao A 193 
Apunte sobre la Tronadora [ Tecoma mollis ó Bignonia staus], por el Dr. Jesús Ale- 

Ea) OSO AAABONO Uco acond Rp IOObbnO OE ARNO OOAS sg a POIS OP coSoóodocanar 197 
Peyoltes (datos'para'su estudio): —(Con laminas). c.cacencanonenases nasa aseo aan a cae 203 
Materia: Médica.MexXicanaoedosipnen so colon cano Si dal ele ro IPs ae E 214 


AÑO DE 1900. 


Programas para los trabajos del Instituto Médico Nacional, durante el año de 1900. 215 


Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional, 
durante el mes de Enero de 1900. 


Sección LU SIA O IL A O TIOS, RU Id, EOI 219 
A ot OR RT tte tata Pte Tata tetera MOE, DOTA 220 
oie po aa asar cen 220 
A AA II A OS O IN AAA 222 

ANex0O..... 223 

AA A Sao tosco top boa toa ononpicocOddto mans 223 

Lectura de turno.—Tequampatli, por el Dr. F. AltamiraN0...ooooocccoroconcccnnronananrod ,. 223 


Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional durante el mes de 
Febrero de 1900. 


A PA ias 226 
Lista de los géneros de la colección de hongos donada por Mr. E. Holway al Institu- 
toMédico Naclonal..coantosentoniosoo celos dle ecards 227 
Sección 2 des de A oi NAS 228 
A A A a rre 229 
SOC e A A A A TO 229 
OCC A aaancncha me ccenerons coco co a E O 231 
O A A A o o o do ope R O móons 232 
AO A pd fráncoco 232 
Lectura de turno.—El Peyote,-por el Dr. José Ramirez.......cononnonoocosonnconennccnocons 233 
E eaten ico detona is Cia SiS 249 


Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional durante el mes de 
Marzo de 1900. 


A A A o E On onda 251 
II da das da DAA 1 qUe gia qlo, Att eda. AR E ER AT 25 
A o 253 


ÍNDICE. 405 


Pags, 
A A A A A 256 
A O A de ANO MI Neda do 257 
A ES. A IO CORR 70 
Lectura de turno.—Fórmula racional de la Psoralina, por el Prof. M. Lozano y Cas- 
E 0 AA AE 261 
Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional durante el mes de 
Abril de 1900. 
A si ita IA AI cas DU 262 
e Predoncotono Oi n PORNO poc toa sd ROSS da aE Read, 263 
a OOOO A nl ML Mie ee 365 
e A otnboobbaoog ROO USDUR OS OD ON coo 4 MA e ADE AA 265 
todas ceo OOO ROTO OO rpor ato ooredbo do nopcose 267 
E stat Lada dd os MAN 268 
Lectura de turno.—Medida de la presión sanguínea por la intra-ocular, por el Dr. E. 
AAIEICRIS soap oc OStO O Pop O IO OOP ORADOR AAN bo oo oO A CRUE. Oroso Ob CONS 268 
Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional durante el mes de 
Mayo de 1900. 
aan Moo ARCO DICO AAA ooo AUR Aerea 0 273 
on roo RINPLVADEAO Nero Mo cH Ebo dao RAS oca efi de 274 
sm dansa cacos AN A o IA 275 
nro ra oo AAA OS 277 
O ds ateos dance e decada 280 
EBUAN PARAR a Ar 281 
Lectura de turno.—Algunas plantas mexicanas de efecto purgante manifiesto, estu- 
diadas en el Instituto Médico Nacional por el Dr. Juan Martínez del Campo........ 281 
Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional durante el mes de 
Junio de 1900. 
Seca Wanda ie dia: doo uo cora AMAR AA coso tecnic do ada BA 287 
TO ee aliada nl OSO jeo e ee omo a O CA EDU OSA OA O 288 
00 road OPA OOs AO O OA A e 289 
o a AL ¿Qs 290 
O io ecos asada on AR 292 
SAN ORESTES ODO Sr aaS on O A Na 293 
Lectura de turno.—¿Hay focos de lepra en México y sus cercanías? Por el Dr. Do- 
¡DEE OPA o oo USE ea 293 
ermedicina; entre los, mexicanos primibivoS..e.e.vvtavnstitt jo LU 300 
Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional durante el mes de 
Julio de 1900. 
San A O o O 301 
nr A o USAS 302 


Análisis del agua que producen los pozos de la Penitenciaría, tomada del depósito 
Renca AO eo AMOZano, y CAstrO; moro seo nopoo a ioogogaden nano gana yrenaeploaaóa ara 302 


406 ÍNDICE. 


Pags 

Análisis de dos muestras de aguas de Chapala (Jalisco), por el Dr. F. Villaseñor...... 304 

LAMA ONES rata RSC Robo Ido rTOOR E Rdepáñanes 310 

LNUES IO ondo co BSGIÓDOcÓO prrrrcnnnnncnnnnnrononannnnnnnnnenanaconnnnns risa: 312 

Estudios dellaput deca caco css rocecono nono ceio dae don eos ae osos 310 y 335 

Ate A RRA oO roo Rapa REVUcucdñas- 319 

AEXOS ero oa pres de iones ese oe BRET deceo ee ctlo osa doo Ulea ote 320 

A e as bo e e dd e dt a rabobone 322 . 

Lectura de turno.—El Mangle, por el Sr. Gabriel V. AlcOCeL..oocooococncccccncoroncnncnrs 323 

ori ioctaodade: or corr Oo bo tuebo odo doodsgE ns cbecóRecena 332 

Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional durante el mes de 
Agosto de 1900. 

a A ono 333 
A O A A OO OOO ocioso 334 
A O A A A AN 335 

IND AE OO OS OSA NES n SOS PUGUADOS E0nd ADD CISOSNO SPRODOLOLULO SOC b COLOR bOpagacobnadynVn 337 

a ea O nos bonoleptosc- 342 

AMERO A ININO A E A A 344 

SECCIÓN Di O A cr ese e IA 346 

Lectura de turno.—Algunas consideraciones acerca de la análisis de las aguas pota- 

bles, porel Dr. Federicolb. Villasenor esc sccca donne sion colado doo o aoiS o: 347 
Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional durante el mes de 
Septiembre de 1900. 

SECCION acc boo cocos oines aora ts IPAAAAAON 355 
IS E E A O E E hr LI 357 
A, IC A MOR E RM O 358 

ICO Mes a O O RES olaaa coo 359 

Se A O A SEO Oe SA SONETOS et 361 

IOOS tala ena ss JA IN Sessa doses alo seas da 365 

o OOOO nao aa Sconodoor 367 

Lectura de turno.—Los aparatos para el estudio químico de la respiración del hom- 

bre y los'animales, por el Dr. Daniel Vergara Lope... metenvonnoracanonnoues oo aca 367 
Detesados y temas... ccoo fenionn ooo corro: calco doo O Eo To O OO 3713 
enmnersy (0nenroel desa o poccna ana odo Ud ocasoo convida coda SO OOOO AbOREOODUnOdS Oro cobonepVrraVedes: e 374 

Informes de lós trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional durante el mes de 
Octubre de 1900. 

A AA O 375 

ICO casas desa sones lanos e 3715 

Secció Di II E O ss IONES SSL JUN OSLO 376 

A A lt aa EEN 376 

SETAS oso oda O ESOPO AA uo dadoo roca gpuonO edo B Poco nOsobo ce ldn ada nguonacodédadas se 396 

AM CRO  s s 378 

SECCIÓN A orcos SE Ol as as ON 380 

INM ooo oo oca O ocofebosoco 383 


Lectura de turno.—La anestesia general por medio de la inyección subaracnoidea * 


a gg ss AAA 


ÍNDICE. 407 


Págs. 


de cocaina, según el método del Dr. Tuffier.—Aplicación en dos casos de circun- 
cisión por el Dr. Ricardo E. Cicero, ayudante de la Sección 4% del Instituto Médi- 
20 INE E oso pre coi b saco boo A cocos carac ARDOSASa 385 


Informes de los trabajos ejecutados en el Instituto Médico Nacional durante el mes de 
Noviembre de 1900. 


O A A A Son o RAS 391 
A o o oO 392 
A A A a O 392 
PS E RI e a aia 392 
LSO San Ano no OOOO OSO UCESnO 393 
A O a a oia 396 
caos od noes naa 398 
EA E cc scco on COSA 399 


y Tomo IV,-—57 


7 


A PA 


4 Í 


¿ pudo 050 aplgala súa: silo Mas A do e La in in y an 

ed d id olla lob th ROTIIUE dl ab o Susie ar obra 1: 40010 y 

. 0 A AA AAA cs o esco oi 
6 pazo > AG de" > - ! 208 

A A OLA bes. Va sia o «bplire 43 obre. DN) alo seso Y 


CN A 


He z 
j 
Hi ; A ON + y , + 
, Mr y pa 
' , . Pé ; pr: IA , «ee 
ds y q a 
se < ads PA O ELE 
Da . A 
ñ e 0 » Po PETT E ... ... * e 
A Ñ Hr > yA] Ares? 
id pá a Ps .. , . ara 
4 De, . + 
AA e” , , 1 
' EA E» apor ale nó AA A AS E 
€ $ Él + - " Ñ 
a Ja A Appa «la rel s NS al 1 A no. , AID AA dr A 
; : y AR 
A a 
' ¿ee 
_ 
a . 
' «$ DN 1 
. 
pe . 
p ie . A 
, % UI e sd 
A 
E . 
mr 
K - E 4 
. 
bh * 


. - E 
s Ml ¡1 OA ña) | 


A) 


7 
y e 

A de 108 

o 
a á -d E «$e 11106908 

L z el ELA ES O A ” 
dl > RA 
2 A Pe apa” An O AA 
A . e 


RYL 


ANALES DEL INSTITUTO MÉDICO NACIONAL. 


MIND AAA TICO DEBT. POMO EVE 


A 


Absceso hepático. —Véase Caso de absceso hepático. 

Agave mexicano (de Lamk).—Véase Esforita. 

Agua de Tehuacán. —Véase Estudio. 

Aguas potables. —Véase Algunas consideraciones acerca de su análisis.. 

Algunas aclaraciones al estudio de los Ñamoles, por el Dr. Federico F. Villaseñor...... 

Algunas consideraciones acerca del análisis de las aguas potables, por el Dr. Federico 
7 Vilas oros oro peono baboso Ia oPR RUDO pUAOO nd EnOs coo do Rd ds dO ORO RoNO go po nero bagsaSS 

Algunas plantas mexicanas de efecto purgante manifiesto, estudiadas en el Instituto Mé- 
dico Nacional, por el Dr. Juan Martínez del CAMPO de cotas ateaaeede oblea aos 

Algunos datos químicos acerca de la Psoralina, por el Prof. M. Lozano y Castro......... 

Algunos datos relativos á los Estados de Querétaro y Jalisco y al Territorio de Tepic, 
por el Prof. Francisco Rio; dela Loza niin.oicion ondo ide acacia do dodne canici ali caldo 

Análisis del agua que producen los pozos de la Penitenciaría, tomada del depósito ge- 
menalportelBrof Mi LLOzano) y (MastrO rc cococono oso cego asas sao odee ea elae as aeoeeles 

Análisis de muestras de aguas de Chapala (Jalisco), por el Dr. F. Villaseñor............. 

estos lectores. encantar ls ca ctE aaa leal plejaa edo eos Ebo ale 

Aparatos (Los) para el estudio químico de la respiración del hombre y de los anima- 
lestponlel Dr Daniel Vergara llope-m.eomnnano nooo ooadeaa e ojlopet ea] darla eye ap ose 

Apuntes sobre la Tronadora (Tecoma mollis ó Bignonia stans), por el Dr. Jesús Ale- 


PR OOOO OOOO OO OOOO OOOO DO OO O O O O OOOO 


Berlandier.—Véase Herbario de Berlandier. 
Bibliografía.—“La Vegetación de México. pS y análisis de las naBpales 
clasificaciones propuestas, por el Dr. José Ramirez. Pooocconconnnonernanorenonnaneconannnnos 


Págs. 


332 


410 ÍNDICE. 


C Págs. 
Caso de absceso hepático curado con punciones múltiples, seguidas de lavados del fo- 
co é inyección yodada, por el Dr. Juan Martínez del CaMpO....omcoccocorocorococcnncnnoo 83 
Coca (La) de México, apuntes por J. Ramírez........occococcocsoncconocnnoncoccccacncacana nacen 3 
CH 
Chamal.—Véase Jícama y Chamal. 
Chapala (Jalisco). —Véase Análisis de muestras de aguas. 
D 
Defensa contra la tuberculosis, por el Dr. Eduardo Liceaga, 88, 103, 126, 147 y......... 166 
DEA SO 3713 
Dificultades (Las) en la experimentación, por el Dr. E. Armendaris ....occoncorocconoconooo ql 
E 
Escritos inéditos (Los) de Martín Sessé y José Mariano Mociño, por el Dr. José Ramí- 
CO noO PE Oca SbOn oo RO OO ROS coda dona pai ooo nodo Dn OR nO Papo Nada dno app ARsgos nsuasc 24 
Esferitas. Sobre su presencia en el agave mexicano (de Lamk), nota preventiva del 
Drleure Rei eclo dal sesos ac Sei 13 
Estudio del agua de Tehuacán, —En el Informe de la Sección 3% del Instituto, corres- 
pondiente al mes de Julio de 1900.—Con tres CUAdrOS....ooconooommncnnonoreananonacannos 311 
Estudio del agua de Tehuacán. Sigue en el informe correspondiente á Agosto........... 335 
Errores y dificultades que se observan en la experimentación terapéutica de las plan- 
tas del país, por el Dr. Domingo OrvaMaMos'....oncoconcnennenenc cacon cocoso caco a tasas 100 
Experimentación. —Véase Las dificultades en la experimentación. 
15h 
Fórmula racional de la Psolarina, por el Prof. Mariano Lozano y Castr0.....oomcocooo...o. 260 
H 
¿Hay focos de lepra en México y sus cercanías? Por el Dr. Dic Orvañanos........ 293 
Herbario de Berlandier (El), por Gabriel V. Alcocer.........ooomososcoorarcanconcconecscanncnns 118 
Hero 61 
Holway.—Véase Lista de los géneros de hongos donada al Instituto Médico Nacional. 
Hongos.—Véase. Lista de los géneros de hongos donada por Mr. E. Holway. 
I 
Informes de la Sección 1% Enero AO O aa caia 6 
a A y Febrero AO A A IO A TS 17 
59 AS » Marzo II A A Ad IS ts 39 


” ” ” Abril ” 99 Ovorccaranccaocccr sc.» ORCOS 63 


ÍNDICE. 411 


Informos de la Sección 1% Mayo 


” 


” 


» Junio 

» Julio 

» Agosto 

» Septiembre 
» Octubre 

» Noviembre 
» Enero 

sy Febrero 

,» Marzo 

y Abril 

» Mayo 

» Junio 

» Julio 

y Agosto 

» Septiembre 
» Octubre 

sy Noviembre 


Informes de la Sección 2% Enero 


» Febrero 

» Marzo 

» Abril 

,» Mayo 

s Junio 

» Julio 

» Agosto 

» Septiembre 
» Octubre 

sy Noviembre 
» Enero 

» Febrero 

» Marzo 

» Abril 

» Mayo 

» Junio 

» Julio 

« Agosto 

y Septiembre 
») Octubre 

+», Noviembre 


Informes de la Sección 32 Enero 


” 


” 


” 


» Febrero 
» Marzo 

», Abril 

3» Mayo 

, Junio 

» Julio 

,» Agosto 


” 
” 
” 


” 


” 
” 
” 


s 


” 
eh) 
eh) 
de 
” 


” 


” 


O A INE O 13 
4 A o E DES cc bl 
E E RS A bl: a 171 
o A ados Pedo CNA 187 

19UO;.... EAN o cda a e e Sl 219 
os co E 226 
a. A e E A 251 
A A E NS .. 262 
A A e 273 
A IA Ta i0 287 
A 301 
POS. cds ANS A A 333 
O 335 
O A A io 375 
E bird SSI A A 391 


IE AO o nan cc CTC IcO 7 
io e AI OS cda oo au SdRo Egon UR 


a ESOS EAS dba ob OdOeROnO dada 59 


[o] 
He 


EAS o occ SRGOE ocaso eoacoPogo do OPaooUOdaTóa 15 
co. Lodo oooO Ad SEO OA AS COSDDaS a 92 
Co ae dnodno sono cr opor ODrBsscaon OIE Song adosadas 107 
ao ia RI rea aspas 132 
da ESópecoos Sano coo dUbO O OSADOn Odo UT O USOS SOrOnd 152 
yA as Soano om Er 7 
Sy PEORES aboc or ogó Sac CITE AOS tad 


Informes de la Sección 32 


yn 


yy 


” 


Informes de la Sección 42 


e] 


E] 


Informes de la Sección 52 


INDICE 

Septiembre desl8S990- Dicc IRE e de II Tod. TS 
, Octubre A SR O O 
O E CERA SO CFRODO 
» Enero ALDO. cc As III 
y Febrero A 1 tt LI decae a ee 
» Marzo A O A ORO nPOD EOS 
y» Abril A A A Eon doS: 
» Mayo A A A A EPR S NOE cocoO. 
+ Junio A OS E OEA ARO NOACREDODOS: 
» Julio a A 
»» Agosto A O E AA So uazos: 
A A a Pera da oc Uo nO iado: 
+ Octubre o A o A TT 
A A O Ao nacenocónocos: 

Enero ASUS RN tit a 
s» Febrero A A asasoc 
s Marzo CAS a AN 
y Abril E A A A ce nodaco: 
” Mayo: E O A O UR bas 
y Junio O IN 
s Julio rs tt IA ls EN 
» Agosto O aaa REO RROSSa COB f SOS cnocano . 
SR A A A 
, Octubre ep amoo a 
«Noviembre mdd ras ro dd e AN 
s Enero A O coco odos 
« Febrero O A olaencocos: 
s Marzo A a II NOR 
sy Abril Md IEA eto a 
» Mayo A LS A us ue EOs Meana acocoo diodos: 
y Junio A A o A a nerécinooo: 
s Julio tc CRA eS PTE 
” Agosto E AS O A oceano: 
q DEPLICIDTE rr a IA a saab 
+ Octubre A a E. A 
rn Noviembre sar a A 

Enero AMINO tito ias Ta 
» Febrero in AICA ARO 
+ Marzo O O OR poDocbonant > 
,, Abril ES SIA RNA CTO AO 
» Mayo E EI E IN a PE 
» Junio A E SO Sol IAS ES EOS YO 00TOS” 
» Julio el A dE ts Sc pebóoo” 
» Agosto A A RES RSS ODO ROS On. 
si Septiembre o ados 
¿None a IT oido a 
, Enero det900 isa 
» Febrero a AR OSO OIindo0a” 


ÍNDICE. 413 


Págs 
Informes de la Sección 5% Marzo A M9D0O. RR E A 259 
5 ES » Abril o 268 
4] A ») Mayo A o Ec 281 
ón Es » Junio A A SE o IRA MA ALS eo 8 OA E 293 
$ 5 » Julio II A II A Re 222 
A 55 » Agosto A a o ALS 346 
ñ , SE eo AAA Ol ocA bobo Oda ONO URAC EOS 367 
5 5 y Novlembrel y rios E O AD US 399 
Investigaciones experimentales acerca de la tensión intraocular en México, por el Dr. 
Men elU be Droncoso eiii er tale casal 141 
Inyección yodada.—Véase Caso de absceso hepático. 
J 
Jalisco.—Véase Algunos datos. 
A RS O 000 374 
E 


La anestesia general por medio de la inyección subaracnoidea de cocaina, según el mió- 
todo del Dr. Tuffier.—Aplicación en dos casos de circuncisión, por el Dr. Ricardo 
E. Cicero, ayudante de la Sección 4% del Instituto Médico Nacional ....ocoonccoorocm.>.. 385 
Lepra.—Véase ¿Hay focos de lepra en México y sus cercanías? 
Lista de los géneros de hongos, donada por Mr. E. Holway al Instituto Médico Nacio- 


mel beoncdobeoos DodoaÓde cOdOno OO dO00dMbOcodoRonos cosacos aBddOOdocoPdODO DIAN dc donan 221 
M 

Mangle (El). —(Rhizophora mangle, L.—Rizoforáceas), por D. Gabriel V. Alcocer....... 323 

iiera Mee MEE sonscosnotononiconaco OSO UBARONnO dando oc tOpRdnO O cOTdNOsOcOb dOROSUSOES 214 

Mazorcas anómalas, tres ejemplares, por el Dr. José RamíreZ......oooococo ocoronocnonconoss 32 

Medicina (La) entre los mexicanos primitivos. (Del “Correspondant Médical”)............ 300 

Medida de la presión sanguínea por la intraocular, por el Dr. E. Armendaris............ 268 


Mociño José Mariano y Sessé Martín.—Véase Escritos inéditos 


NN 


Nueva aplicación al Zapote blanco, por el Dr. Secundino Sosa NO e des ia A EN 74 


Ñ 


Ñamoles.--Véase Algunas aclaraciones al estudio de los mismos. 


P 


Peyote (El).—(Anhalonium Lewini y Auhalonium Williansii. Cacleas), por el Dr. José 
EMO adn o caes A o TN adsl: 249 


414 ÍNDICE. 


Peyotes (Datos para su estudio).—(A0DÓNIMO)...cooocoonncoononorononconccnonoconenanennnconnns 203 

Plantas útiles para las enfermedades culáneas.—Véase Reglas á que debe sujelarse su 
estudio. 

Pozos de la Penitenciaría, —Véase Análisis del agua. 

Presión sanguínea. —Véase Medida por la intraocular. 

Programas para los trabajos del Instituto Médico Nacional, durante el año 1899....... 2 

Programas para los trabajos del Instituto Médico Nacional, durante el año 1900....... 215 

Psoralina.—Véase Algunos datos químicos. 

Psoralina.—Véase Fórmula racional. 


Q 


Querétaro. —Véase Algunos datos. 


R 


Reglas á que debe sujetarse el estudio de las plantas nacionales reputadas útiles por 
el vu'go, para el tratamiento local de las enfermedades cutáneas, por el Dr. Ricardo 
NACIO oa asnos el 193 
Respiración del hombre.—Véase Aparatos para el estudio químico. 


S 


Sanatorios (Los) para tuberculosos en el Valle de México, por el Dr. Daniel Vergara 


Sessé Martín y Mociño José Mariano.—Véase Escritos inéditos. 


4h 


Tecuampatli, por el ¿Dr, Hernando Altamirano...» .eoparcneonsssonio osas o ssnepa o iaa 223 
Tepic.—Véase Algunos datos. 

Tronadora (Zecoma mollis ó Bignonia stans).—Véase Apuntes sobre la Tronadora. 
Tuberculosis.-—Véase Defensa contra la tuberculosis. 

Tuberculosos.—Véase Sanatorios para tuberculosos en el Valle de México. 


Y 

“Vegetación de México” (La). —Véase Bibliografía. 

Vida (La) en las altiplanicies. (Apunte bibliográfico).......cocooroonorccnnonorcoroncnaronannos 37 
Z 


Zapote blanco.—Véase Nueva aplicación. 


MEDICÓ NACIONAL. I 


BIBLIOGRAFIA. 


PUBLICACIONES RECIBIDAS DURANTE EL MES DE DICIEMBRE DE 1898 
» Y ENERO DE 1899. 


Publicaciones nacionales. 
DistrirO FEDERAL. 


Boletín de Agricultura, Minería é Industrias de la República, publicado por la Secreta- 
ria de Fomento.—Año VI, núm. 5. 
Boletín del Consejo Superior de Salubridad.—México, D. F.—3? época.—Tomo IV, nú- 
meros 5 y 6. 
Boletín de la Sociedad Agricola Mexicana.—Tomo XXII[, núms. 44 á 48 y XXIII nú- 
meros 1á 3. 
Crónica Médica Mexicana.—Revista de Medicina, Cirujía y Terapéutica.—Tomo II, nú- 
meros 7 y 8. 
_Escuela de Medicina (La).—Periódico dedicado á las Ciencias Médicas.—Tomo XIV, núe 
meros 25 á 28. 
Farmacia (La).—Periódico de la Sociedad Farmacéutica Mexicana.—Tomo VII, núme- 
ro 12 y VIL núm. 1. 
Gaceta Médica —Periódico de la Academia Nacional de Medicina de México.—Tomo 
XXXV, núms. 23 y 24 y XXXVI núms. 1 y 2. 
Homeopatía (La). —Periódico mensual de propaganda, órgano de la Sociedad Hahnemann. 
—México, D. F.—Año VI, núms. 3 y 4. 
Revista Médica. —Periódico quincenal, órgano de la Sociedad de Medicina Interna.— 
Tomo XI, núms. 11 y 13. 


De Los EstTADOs. 


Boletin del Instituto Científico y Literario del Estado de México. Toluca. Tomo 1 
núm. 9. 

Boletín mensual del Observatorio Meteorológico del Estado de Oaxaca. Oaxaca. 
Tomo 11. Año meteorológico de 1898-99, núms. 5 y 6. (Julio á Agosto de 98). 

Boletín mensual del Observatorio Meteorológico de León.—(Guanajuato).—Noviem- 
bre de 1898 y Diciembre. 

Gaceta mercantil. —Órgano de la Cámara de Comercio de Guadalajara (Estado de Jalis- 
co).—Tomo XI, núms. 1 y 2. 

Instructor (El). —Publicación mensual, cientifica, literaria y de agricultura.—Aguasca- 
lientes.—Año XV, núm. 6. 
México Intelectual.—Revista pedagógica y cientifico-literaria.—Jalapa-Enríquez (Esta- 
do de Veracruz).—Tomo XX, núms. 10 á 12. 


7 


Extranjeras. 
Fisrapos UnIDOS, CENTRO Y SUD-AMÉRICA. 


Monthly Bulletin of the Bureau of American Republics.— Washington, D. C.—Decerm- 
ber 1898. 

Modern Medicine and Bacteriological Review.—Battle Creek, Michigan, U. S. A.—Vol. 
VII, núms. 10 y 11. 

Anales del Circulo Médico Argentino. —Buenos Aires. —Año XXI, núms. 17 á 22. 


II ANALES DEL INSTITUTO 


Anales de la Sociedad Cientifica Argentina.—Buenos Aires.—Tomo XLVI, núm. 5. 

Boletín mensual de Estadística Municipal de la ciudad de Buenos Aires.—Septiembre y 
Octubre de 1898. 

Boletin de la Biblioteca Nacional de San José de Costa Rica.—Año I, núm. 5. 

Revista Médica de Bogotá.—(Colombia).—Año XX, núms. 231 y 232. 

Unión Médica (La).—Revista de la Sociedad del mismo nombre. —Santiago de Chile.— 
Año V, Noviembre de 1898. 

Crónica Médica de Lima (La).—Revista quincenal de Medicína, Cirujía y Farmacia.— 
Perú.—Año XV, núms. 235 á 238. 

Centro Farmacéutico Uruguayo.—Montevideo.—Octubre y Noviembre de 1898. 


Europa. 


Jornal da Sociedade Pharmaceutica Lusitana.—Lisboa.—Tomo 4%, 11? serie. —Noviem- 
bre de 1898. 

Jornal da Sociedade das Sciencias Medicas de Lisboa.—Tomo LXIT, núms. 1 á 5. 

Nuevos Remedios (Los).—Periódico quincenal de terapéutica, química médica, hidrolo- 
sia y farmacología. —Madrid.—Año XI, núms. 20 á 23. 

Revista de Medicina Dosimétrica, basada en la Fisiología y experimentación clínica.— 
Madrid.—Año XX, núm. 249. 

Archivos de Ginecopatía, Obstetricia y Pediatria. —Barcelona.—Año XI, múmeros 21 
y 22. 

Gaceta Médica Catalana.—Revista quincenal ilustr ab. —Barcelona.—Tomo XXI, núme- 
ros 513 4516. 

La Gynecología Catalana. —Primera Revista Médica escrita en lengua catalana.- Barce- 
lona. Any I, núms. 244. Publicación nueva. 

Revista Médica de Sevilla. —Periódico quincenal ilustrado de medicina y cirugía.—Año 
X VIT, tomo XXXI, núms. 9, 11 y 12. 

Revista Balear de ciencias médicas.—Organo del Colegio Médico-farmacéutico de Pal- 
ma.—Palma de Mallorca.—Año XIV, núms. 31 á 35. 

Bulletin mensuel de “Biarritz-Association.”"—3*"* année. Nov. et Décembre 1898. 

Journal d'Hygiene.—Climato!ogie.—Bulletins des Conseils d'Hygiéne et de Salubrité.— 
Paris.—23*%* yol.—Núms. 1156 á 1162. 

Le Progres Méedical.—Paris.—Tomo VIII, núm. 47. 

Revue Clinique d'Andrologie et de Gynécologie.—Paris.—4*%"* année. Décembre 1898. 

Revue mensuelle de Bibliographie Médicale. Paris. Núm. 9. Nov. et Décembre, 
1898. Publicación nueva. 

Spitalul.—Revista Medicala.—Bucuresci.—Rumania.—Anul XVIII, núms. 20 á 22. 

Berichte der Deutschen Pharmaceutischen Gesellschaft.—Achter Jahrgang.—Heft 7 
á 10.—Berlin. : 

Beróffentlichungen des Kaiserlichen Getundheitsamtes.—Berlin.—Tomo XXIL.—Nú- 
meros 45 á 50.—Publicación remitida por conducto de la Legación del Imperio Alemán en 
México. 

1898. Delectus seminum quae Hortus Botanicus Tergestinus pro mutua communica- 
tione offert.—Un folleto. 

Upsala Lákarefórenings Fórhaudlingar.—B. IV, núms. 1á 3.—(Suecia). 

Upsala Universitets arsskrift 1897.—Medicin I, IL 

Om den $. K. Prostatahy pertrofiens behahdling.—Envío de la Universidad de Upsala. 

Om sinnessjuka fangar.—Id. Id. 

Bidrg till en Lefnadsteckning ofver Carl von Linné.—VIL.—Ta. Id, 

Om Dissekerande Hjártanevrismer. Id. Id. 


NISSAN AAA A A e di ii ei 


MEDICO NACIONAL. TI 


BIBLIOGRAFIA. 


PUBLICACIONES RECIBIDAS DURANTE EL MES DE FEBRERO DE 1899. 


Publicaciones nacionales. 


DistriTO FEDERAL. 


Boletín del Consejo Superior de Salubridad.—3? Epoca.—Tomo IV, núm. 7. 

Boletín de la Sociedad Agrícola Mexicana. —Tomo XXITI, núms. 4 á 6. 

Escuela de Medicina (La). —Periódico dedicado á las ciencias médicas. —Tomo XIV, nú- 
meros 29 y 30 

Farmacia (La). —Periódico de la Sociedad Farmacéutica Mexicana.—México (D. F.)— 
Tomo VIII, núm. 2. é 

Gaceta Médica.—Periódico de la Academia Nacional de Medicina.—Tomo XXXVI, nú- 
meros 3 y 4. 

Homeopatía (La).—Órgano de la Sociedad Hahnemann.—Año VI, núm. 5. 

Memorias y Revista de la Sociedad Científica “Antonio Alzate.”—Tomo XII, números 
1, 2 y 3. 

Revista Médica.—Órgano de la Sociedad de Medicina Interna.—Tomo XI, números 12, 
14 y 15. 


EsTADOS. 


Boletin del Instituto Científico y Literario del Estado de México.—Tomo I, núm. 10. 

Boletin mensual del Observatorio Meteorológico de León.—Estado de Guanajuato.— 
Enero de 1899. 

Boletín mensual del Observatorio Meteorológico del Estado de Oaxaca.—Tomo Il, 
núms. 7 y 8. 

Gaceta Mercantil. —Órgano de la Cámara de Comercio de Guadalajara.—Tomo X, núme- 
ro 24. 

México Intelectual.—Revista pedagógica y científico-literaria.—Publicación quincenal. 
—Jalapa—-Enriquez (Estado de Veracruz).—Tomo XXI, núms. 2 y 3. 


Extranjeras. 
Esrapos UNIDOS DEL NORTE Y AMÉRICA DEL SUR. 


Modern Medicine and Bacteriological Review.—Battle Creek, Mich, E. U.—Vol. VII 
núm. 10 y VIIL núm. 1. 

Monthly Bulletin of the Bureau of American Republics.—Washington.—January 1899. 

Archivos de la Policlínica. —Habana.—Tomo VII, Febrero de 1899. 

Anales de la Sociedad Científica Argentina (Buenos Aires). —Tomo XLVI, Diciembre 
de 1898. 

Boletín mensual de Estadística Municipal de la Ciudad de Buenos Aires.—Año XII, 
núm. 11. 

Revista de la Sociedad Médica Argentina.—Buenos Aires.—Vol. VI, núm. 32. 

Revista Médica de Bogotá, órgano de la Academia Nacional de Medicina.—República de 
Colombia.—Año XXI, núms. 233 y 234, 

Crónica Médica (La).—Lima (Perú).—Año XV, núms. 239 y 240. 

Centro farmacéutico uruguayo.—Montevideo.—Diciembre de 1898. 


IV ANALES DEL INSTITUTO 


Europa. 


Journal de Sociedade Pharmaceutica Lusitana.—11* Serie, 4% tomo.—Dezembro, 1898. 

Revista de Medicina Dosimétrica.—Madrid (España). —Año XX.—Diciembre de 1898 y 
Enero de 1899. 

Archivos de Ginecopatía, Obstetricia y Pediatría.—Barcelona (España).—Año XII, nú- 
meros 1 y 2 ; 

Gaceta Médica Catalana.—Barcelona.—Tomo XXII, núms. 1 y 2 

El Especialista Médico Farmacéutico.—San Juan as Vilasar (Bspañia) —Año XI, nú- 
meros 17 y 18. 

Revista Balear de ciencias médicas. —Órgano del Colegio Médico-farmacéutico de Pal- 
ma.—Palma de Mallorca.—Año XIV, núm. 36. ; 

Bulletin mensuel de “Biarritz-Association.”—Société des Sciences, Lettres et Arts. — 
4$n* année, núm. 1.—Biarritz (France). 

La Dosimétrie.—“Alcaloidothérapie-pratique.”—Paris.—5** année, núm. 1. 

Journal d'Hygiéne. —Climatologie.—Bulletins des Conseils d'Hygiéne et de Salubrité.— 
Paris.—24*%* yol., núms. 1165 á 1168. 

Revista Terapéntica de los Alcaloides.—Paris.—Año VIII, núm. 39. 

Revue clinique d'Andrologie et de Gynécologie.—Paris.—5%* année, núm. 46. 

Spitalul.—Revistá medicala.—Bucuresci (Rumania).—Anul XIX, núm. 1. 

Berichte der Deutschen Pharmaceutischen Gesellschaft.—Berlín.—Neunter Jabrgang. 
—Heft 1. 

Beroffentlichungen des Kaiserlichen Getundheitsamtes.—Berlin.—XXII Jarhg.—Nú- 
meros 51 y 52,—XXIII, núms. 1á 3. (Publicación remitida por conducto de la Legación del 
Imperio alemán en México.) 


PUBLICACIONES RECIBIDAS DEL 1? AL 24 DE MARZO DE 1899. 


Publicaciones nacionales. 
Distriro FEDERAL. 


Anales del Museo Nacional de México.—Enero y Febrero de 1899. 

Anuario del Observatorio Astronómico Nacional de Tacubaya, para el año de 1899. 

Bien Social (El).—Publicación de la Sociedad Filantrópica Mexicana.—México.—Año 
XI, núm. 22. 

Boletín del Consejo Superior de Salubridad.—México, D. F.—3? época. —Tomo IV, nú- 
mero 8. 

Boletín de la Sociedad Agricola Meadas —Tomo XXIIT, núms. 749. 

Crónica Médica Mexicana.—Revista de Medicina, Cirujía y Terapéutica.—Tomo II, nú- 
mero 9. 

Escuela de Medicina (La).—Periódico dedicado á las Ciencias Médicas. —Tomo XIV, nú- 
meros 33 y 34. 

Gaceta Médica.—Periódico de la Academia Nacional de Medicina de México.—Tomo 
XXXVI, núms. 5 y 6. 

Farmacia (La). —Periódico de la Sociedad Farmacéutica Mexicana.—Tomo VII, núme- 
ro 3. 

Revista Médica.—Periódico quincenal, órgano de la Sociedad de Medicina Interna.— 
Tomo XI, núm. 16. 


MEDICO NACIONAL. V 


De Los EstTADos. 


Gaceta mercantil. —Órgano de la Cámara de Comercio de Guadalajara (Estado de Jalis- 
co).—Tomo XI, núms, 4 y 5. 

Instructor (El). —Publicación mensual, científica, literaria y de agricultura.—AÁ guasca- 
lientes.—Año XV, núms. 7 á 10. 

México Intelectual.—Revista pedagógica y científico-literaria.—Jalapa—-Enriquez (Esta- 
do de Veracruz). —Tomo XXI, núms. 4 y 5. 

Revista pedagógica veracruzana.—Tomo 1, núms. 143. (Publicación nueva.) 


Extranjeras. 
Esrabos UniDOs, ANTILLAS, CENTRO Y SUD-AMÉRICA. 


Bulletin (Monthly) of the Bureau of American Republics.—Washington, D. C,—Fe- 
bruary 1899. 
United States Department of Agriculture: 
Division of Chemistry. Circular 5. 
Division of Agrostology. Circulars 8-9. 
Division of Botany. Circular 16. 
Division of Bureau of Animal Industry. Circulars 24-25. 
Division of Enthomology. Circulars 35-37. 
Office of Experiment Stations. Circular 40. 
Division of Forestry. Circular 19. 
United States Department of Agriculture: 
Farmer's Bulletin núms. 19, 23, 48, 86, 87 y 88. 
United States Department of Agriculture: 
Vol. X, núms. 4 y 5. * 
United States Department of Agriculture: 
Section of Foreign Markets. Bull. n? 14. 
Division of Soils. Bull. n? 14, 
Division of Statistics. Miscellaneous Serie. Bull. n? 16, 
Division of Enthomology. Bull. núms. 16 y 18. New Serie. 
Division of Botany. Bull. n? 21. 
Division of Animal Industry. Bull. n? 23. 
Office of Experiment Stations. Bull. núms. 55, 59 y 61. 
Report of the Director of the Office of Experiment Stations, for 1898. 
Special Report on the Market for American horses, ni foreign Countrées. 1898. 
Annual Report of the Department of Agriculture for the Fiscal Year Ended June 30, 
1898.—Washington, D. C.—Pasta. 
Proceedings of the American Academy of Arts and Sciences.—Vol. XXXIV, números 2 
á 10. 
Archivos de la Policlínica. —Revista Mensual.—Habana, Isla de Cuba.—Tomo VIÍ, Mar, 
zo de 1899. 
Revista Médica de Chile, publicada por la Sociedad Médica.—Santiago de Chile.—Año 
XXVI, núm. 12. 
Crónica Médica de Lima (La).—Revista quincenal de Medicína, Cirujía y Farmacia.— 
Perú.—Año XVI, núms. 241 y 242. 
Anales de la Sociedad Científica Argentina.—Buenos Aires.—Entrega I, tomo XLVIL. 
Boletín mensual de Estadística Municipal do la ciudad de Buenos Aires.—Año XII, nú- 
mero 12. (Diciembre de 1898.) 
Anales del Museo Nacional de Montevideo.—(Rep. Oriental del Uruguay.) —Tomo TIT. 
fascículo X. : 


vI ANALES DEL INSTITUTO 


MWuseo Nacional de Costa Rica.—Informe del primer secuestre de 1898 á 1899. 
La Gaceta. —Diario Oficial de la República de Costa Rica.—Año XII, núms. 23 á 48. 
Boletín de la Biblioteca Nacional de San José de Costa Rica.—Año 1, núm. 7. 


Europa. 


Jornal da Sociedade Pharmaceutica Lusitana.—Lisboa (Portugal).—Tomo V, Enero 
de 1899. 

Nuevos Remedios (Los).—Periódico quincenal de terapéutica, química médica, hidrolo- 
gia y farmacología.—Madrid (España).—Año XI núm. 24 y XII núm. 1. 

Gaceta Médica Catalana.—Revista quincenal ilustrada. —Barcelona.—Tomo XXI, núme- 
ros 20, 21 y 24, tomo XXIT, núms. 3 y 4. 

Archivos de Ginecopatía, Obstetricia y Pediatria. —Barcelona.—Año XII, núm. 3. 

Revista Valenciana de Ciencias Médicas. —Tomo I, núm. 2.—Valencia (España). 

Revista Balear de ciencias médicas.—Organo del Colegio Médico-farmacéutico de Pal. 
ma.—Palma de Mallorca.—Año XV, núms. 349 á 353. 

Archives provinciales de Médecine.—Paris.—Tomo I, núm. 2. (Publicación nueva.) 

Bulletin mensuel de “Biarritz-Association.”—Biarritz.—4%* année, núm. 2. 

La Dosimétrie.—“Alcaloidotherapie pratique.”—Paris.—5** année, núm. 2. 

Journal d'Hygiéne.—Climato!logie.—Bulletins des Conseils d'Hygiene et de Salubrité.— 
Paris.—24%* yol.—Núms. 1169 á 1171. 

Le Progrés Médical.—Paris.—Tomo IX, núms. 6, 8 y 9. 

Revue Clinique d'Andrologie et de Gynécologie.—Paris.—5*%" année, núm. 47. 

Berichte der Deutschen Pharmaceutischen Gesellschaft.—Berlin.—Neunter Jahrgang. 
—Heft 2. 

Beróffentlichungen des Kaiserlichen Gesundheitsamtes.—Berlin.—Tomo XXI, nú- 
meros 4 4 7.—Publicación remitida por conducto de la Legación del Imperio Alemán en 
México. 

Upsala Lákarefórenings Fórhaudlingar.—Enero 20 de 1899.—Upsala (Suecia). 

Spitalul.—Revista Medicala.—Bucuresci.—Rumania.—Anul XIX, núm. 2. 

Sur la Gomme de M'Beppe ou Kongosita.—Par le Dr. Ed. Heckel.—Paris.—Dos folle- 


tos iguales. 
OCEANÍA, 


The Australasian Medical Gazette. —Sydney.—Vol. XVIII, núm. 1. 


ADICIONES. 


La Escuela de Medicina. —México, D. F.—Tomo XIV, núms. 31 y 32. 

Homeopatia (La).—Periódico mensual de propaganda, órgano de la Sociedad Hahnemann. 
—México, D. F.—Año VI, núm. 6. 

La Gaceta del Gobierno.—Toluca.—Tomo XI, núms. 72 y 73. 

El Estado de Veracruz. (Periódico.)—Año I, núm. 3. 

Modern Medicine and Bacteriological Review.—Battle Creek, Michigan, U. S. A.—Vol. 
VIII, núm. 2. 

La Habana Médica.—Año Il, núm. 2. (Publicación nueva.) 


a E A TL bs di Bi 


LISTA DE COLABORADORES 


eE DEI 


INSTITUTO MEDICO NACIONAL DE MEXICO 


En la República Mexicana. 


Sr. Dr. Francisco Bulman.—3* del Reloj 13. 

Sr. Dr. Carbajal Antonio.—Calle del Jardín de San Fernando núm. 10. México (D. F.). 
Sr. Dr. Dugés Alfredo.—NATURALISTA. Guanajuato. (E. de Guanajuato.) 

Sr. Ingeniero Ferrari Pérez Fernando.—Director de la Sección de Historia Natural de la 
Comisión Geográfico Exploradora. Profesor de Tecnología en la Escuela Nacional de Agri- 
cultura. Fisico. (Químico. NATURALISTA. Calle de los Siete Príncipes n? 16. México (D. F.) 
Sr. Dr. Gayol Fernando.—Calle Cerrada de Santa Teresa núm. 5. México (D. F.). 

Sr, Dr. Gómez Elias.—Cuernavaca (E. de Morelos). 

Sr, Dr. Hernández Francisco.—A patzingán (E. de Michoacán). 

Sr. Profesor en Farmacia Herrera Alfonso.—Profesor de Historia Natural en la Escuela 
Normal para Profesores y de Historia de Drogas en la Escuela Nacional de Medicina de 
México. NATURALISTA. Calle 3% de la Ribera de Santa María núm. 6. México (D. F.). 
Sr. Profesor en Farmacia Herrera Alfonso L.—Ayudante Naturalista en el Museo Nacio- 
nal de México. ZooLocIsTa. Calle 3% de la Ribera de Santa María núm. 6. México. (D. F.). 
Sr. Profesor en Farmacia Lasso de la Vega José Maria.—3* Calle del Reloj. Botica. México 


- Sr. Dr. León Nicolás.—Tepeji del Rio (Estado de Querétaro). 
Sr. Dr. Medal Juan.—Morelia. (E. de Michoacán). 
Sr. Dr. Mendizabal Gregorio.—Calle de Montealegre núm. 10. México. (D. F.). 
Sr. Dr. Noriega Tomás.—Caleras núm. 6. México. (D. F.). 
Sr. Dr. Otero Miguel.—San Luis Potosí. (E. de S. L. P.). 
Sr. Dr. Parra Gabriel.—Tlatlauquitepec (E. de Puebla). 
Sr. Profesor en Farmacia Puga Adrián.—QuímiCaA Y FARMACOGNOSIA. Botica de la Compa- 
fia. Guadalajara (E. de Jalisco). 
Sr. Ingeniero Puga Guillermo B.—México. Tacubaya. (D. F.). 
Sr. Dr. Peña Cutberto.—Córdoba (E. de Veracruz). 
- Sr. Lic. Rebollar Rafael.—2* Calle de Necatitlán núm. 22. México (D. F.). 
Sr. Profesor en Farmacia Reyes Julio.—México (D. F.). 
Sr. Ingeniero Robirosa José N.—San Juan Bautista (E. de Tabasco). 
Sr. Ing. José C. Segura.—Escuela de Agricultura. 
Sr. Dr. Torres Ezequiel.—Chihuahua (E. de Chihuahua). 
Sr. Profesor Urcelay y Martínez Alberto M.—Mérida (E. de Yucatán.) 
Sr. Dr. Urbina Manuel.—Director interino y Profesor de Zoología Botánica del Museo 
Nacional de México. Profesor de Botánica en la Escuela Nacional Preparatoria. BOTÁNICO. 
3% Calle de San Juan. Botica. México (D. F.). 
Sr. Dr. Villada Manuel.—Profesor de Mineralogía, Geología y Paleontología en el Museo 
Nacional de México. Profesor de Botánica Agrícola en la Escuela Nacional de Agricul- 
tura. Villa de Guadalupe (D. F.). 


En el Extranjero. 


Mr. Bocquillon Limousin Henry.—Pharmacien de 1'* classe á Paris. Pharmacologiste. 2” 
Rue Blanche. Paris. 
Mr Heckel Edouard.—Professeur á la Faculté des Sciences et á l'Ecole de Medicine de 
Marseille et Directeur de les Annales de PInstitut Colonial de Marseille. 

Sr. Profesor Jules Hudas.—Paris. 

Sr. Profesor Joseph P. Remington.—Phyladelphia. E. U. 

Sr. Profesor Henry A. Rusby.—Nebraska. (N. J.). 

Sr. Profesor Casimiro De Candolle.—Ginebra. 

Sr. Dr. E. Janssens.— Bruselas. 

Sr. Profesor Fernand Ranwetz.—Lovaina (Bélgica). 

Sr, Profesor Leon Crismer.—Bruselas. 

Sr. Nathamel Lord Briton.—Nueva York, E. U. 


- NOTA.—Se suplica á los Señores Miembros y Colaboradores del Instituto Médico, 
remitan oportunamente noticia de los cambios de dirección, etc., para publicarlos con 


JN IS AS 


AS e 
ms 


e nátología y geografía médica nacionales y sus aplicaciones terapénticas. 
Está dividido en las siguientes Secciones: 
12— De Historia natural Médica. Se ocupa en colectar, clasificar, describir y conser: 
var las diferentes especies de plantas y animales. —. 3 
22—De Química analítica. Tiene por objeto la análisis respectiva, y suministrar los :S- 
es activos y preparaciones necesarias para la experimentación. de 
— De Fisiología experimental. Esta Sección está encargada de estudiar los efect: 
EAN de las substancias aisladas por los profesores de Química. y E 
42 — De Terapéutica clínica. Hace la aplicación á la patología humana, de los medica. 3 
mentos ya experimentados en los animales. 
52— De Climatología y Geografía médicas. 


Este periódico es el órgano del Instituto, y sus redactores, que tienen gran interés en 
adquirir todas las noticias relativas al objeto del Establecimiento, se permiten suplicar 
á las corporaciones científicas análogas se sirvan establecer el canje respectivo de pu 
blicaciones E 


LA PRIMERA PARTE DE LOS DATOS 


PARA LA 


MATERIA MEDICA MEXICANA. 


Se encuentra de venta: 


En México —En la Plazuela de la Candelarita núm. 3; en la 22 calle de Vanegas (Bo-' 
tica) y en las principales librerías de la capital. A 
En Paris —Ohez M. Géorges Carré, editeur, 3 rue Racine a Paris. 


AVIS. 


Tout ouvrage dont il sera eno deux exemplaires á l'adresse ci-dessous sera ob. E 
jet d'une étude bibliographique qu'on publiera dans les Annales. : 


Nons prions les directeurs de journaux qui voudront bien stablir Péchange avec nos 
Annales d'adresser leurs publications á Instituto Médic: élonal de México Plazue- 
la de la Candelarita núm 3.—México:*(D. F.) E 


4 
” 


4] 


yA 


EA 
5 E se, 


Pe a] 
OS 
Ye 


y 
te 


e 50 


Y 


(a 


OM 


00278 2397 


AA 
ENS 


E 


SE 


AS RS 


DOCENA 


PS E 
ES a psa 


AOS 
A 


Ia 


E