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BOLETÍN
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DE LA.
ACADEMIA NACIONAL
DE
CIENCIAS EXACTAS
EXISTENTE
EN LA UNIVERSIDAD DE CORDOVA
ENTREGA I.
BUENOS AIRES
Imprenta de LA TRIBUNA, Calle Victoria N. 31
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OF
COMPARATIVE ZOOLOGY,
AT HARVARD COLLEGE, CAMBRIDGE, MASS.
iFouníie'& ü» ptfbate subscrfptíon, fn 1861.
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No. 6/f~3,
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BOLETÍN
DE LA
ACADEMIA NACIONAL
DE
CIENCIAS EXACTAS
EXISTENTE
ES LA UNIVERSIDAD DE CORDOVA
TOMO I.
BUENOS AIRES
Imprenta de LA TRIBUNA, Calle Victoria N. 31
18 74
PROEMIO
El Boletín de In. Academia ^Nacional de Cien-
cias Exactas en Córdova, tiene por objeto el dar
noticia del cultivo de dichas ciencias en nuestra
República, y formar un centro para los sainos
dedicados á ellas, dispersados en su territorio.
Confiada su redacción por el ilustre Director
de la Academia al infrascripto, él ha aceptado
este honorífico encargo, no sin temor de la insu-
ficiencia de sus facultades para este oñcio ; pero
animado por la benévola asistencia del Director,
por su promesa de ayudarle en todos los casos
problemáticos, el Redactor se pone á su vez, á la
disposición de su superior y de los sabios natura-
listas y matemáticos del pais, que quieran tomar
parte en su progreso científico, invitándoles á
confiar al Boletin las noticias de sus estudios
para su publicación, dando sobre ellos previa-
mente razón al señor Director de la Academia.
Para ser miembro corresponsal de la Academia
es suficiente mandar al señor Director una obra
escrita en idioma castellana, francés 6 latina, que
-- IV —
pruebe claramente las ocupaciones científicas de
su autor, obra que se imprimirá en el Boletín en
caso que el Exmo. Gobierno acepte la presenta-
ción de la persona por el Director. La lista
contenida en esta entrega del Boletin comprende
ya seis miembros corresponsales liltimamente
nombrados por el Superior Gobierno, y una
pequeña obra de uno de estos caballeros figura
ya en la presente entrega.
Así, apoyado en la benevolencia y el vivo
interés científico de la Administración actual de
la República, no dudamos que la Academia será
de mucha utilidad para el pais ; y descando que
pronto se verifique nuestra opinión, damos á luz
esta primera entrega, recomendándola al interés
del público, del cual esperamos la debida atención
que esta clase de publicaciones merecen.
Córdova, Abril 15 de 1874.
Dr. Adolfo Doering.
RESERA HISTÓRICA
sobre la fundación, y progresos de la Academia de
Ciencias Exactas en Córdova,
por el Director Científico de la misma.
Al principiar la Administración de su Exce-
lencia, el actual Presidente de la República, Dr.
I). Domingo Faustino Sarmiento, presentó á él
una nota (véase el anexo, numero 1) expresando
mis ideas ¡-obre la Instrucción Pública Científica
en este pais, y principalmente sobre la necesidad
de reformar la Universidad Nacional de San
Carlos en Córdova, agregándole una Facultad de
Ciencias Matemáticas y lisicascon el doble fin,
de formar maestros aptos para enseñar dichas
ciencias en los Colegios Nacionales, y reunir en
el centro principal de la enseñanza superior un
gremio de sabios aptos para estudiar y dar á
conocerlas riquezas naturales del pais argentino.
Su Excelencia, el señor Presidente y su Minis-
tro de Instrucción Pública en aquella época, Dr.
D. Nicolás Avellaneda, aceptaron mi presentación
con grandes muestras de aprecio, y el señor Mi-
nistro pidió inmediatamente al Honorable Con-
greso de la Nación la autorización para proceder
en ese sentido, lo que las Honorables Cámaras
han aceptado.
Entonces recibí de su Exc?, el señor Ministro,
una nota extendida (veáse el anexo, núm. 2)
autorizándome de dejar venir ocho profesores
alemanes para la fundación de la Eacultad de
Ciencias Exactas en la Universidad de Córdova.
En consecuencia de esta autorización oficial
me puse inmediatamente en relación con mis
antiguos colegas de la Universidad Real Prusiana
de Halle, invitándoles á buscar personas compe-
tentes bajo las condiciones en la nota del Ministro
indicadas y una vez halladas, hacer que ellas me
declaracen su deseo de aceptar los em pieos tal como
estaban dotados, entrando asi en corresponden-
cia directa conmigo sobre los pormenores del
asunto.
Durante largo tiempo fueron inútiles mis
exfuerzos ; la novedad del ofrecimiento en mi
país natal habia sorprendido muchos jóvenes
sabios. Ninguno quiso aceptar desde luego las
simples ofertas, reservándose tomar informes y
adquirir seguridades á cerca de la efectividad de
aquellas, hasta que al fin mis repetidas declara-
ciones, refiriéndome á lo que por mi mismo habia
pasado, desvanecieron los escrúpulos de alguna
que otia persona competente.
De este modo he tenido la satisfacción de poder
presentar al señor Ministro por nota fecha 12 de
Mayo de 1870 dos candidatos, el
Dr. D. Max Sicwcrt, de la Universidad de
Halle para la Química; y el
Dr. D. P. O. Lorentz, de la Universidad de
Muenicb para la Botánica.
Esta presentación fué aceptada por el Superior
Gobierno de la Nación en fecha 16 de Mayo
(véase el anexo, número 3) y los dos caballeros
inmediatamente invitados por mí de tomar pose-
cion de sns empleos tan pronto que sea posible.
Al mismo tiempo solicitó del Superior Gobierno
de la Provincia de Buenos Aires, como mi legí-
timo superior, permiso para aceptar mi encargo
nuevo de Comisario Extraordinario del Exmo
Gobierno de la ^Nación para la Eacultad de Cien-
cias Exactas en Córdova, habiéndole recibido por
nota del señor Ministro de la Provincia fecha 6
de Junio (véase anexo, número 4.)
Los dos nuevos Catedráticos llegaron en breve
á Buenos Aires, continuando su viage á Córdova,
previa presentación personal hecha por mí, al
señor Ministro de Instrucción Pública. El Dr.
JSiewert fué el que primero llegó en el mes de-
Agosto y en seguida el Dr. Lorentz en eiraes
de Octubre de 1870.
Poco antes se me habia presentado un nuevo
candidato para el profesorado de Matemáticas, el
Dr. D. Gustavo Holzmiller, á quien el señor Minis-
tro nombró Catedrático por decreto de 4 de Julio
1S70. Pero las consecuencias de la guerra entre
Alemania y Francia, iniciada en ese tiempo,
impidieron á dicho señor hacerse cargo de su
empleo.
Habiendo muerto su hermano en esa guerra,
su familia se opuso á que el único hijo, que les
quedaba, saliera del pais, obligando asi al señor
Holzmüler, á renunciar su nombramiento.
En esa misma época con la llegada del Dr.
Loreniz, recibí una carta del Dr. D. Alfredo
iStelzner, de la Academia Real de Minería de
Sajonia, en Ereiberg, proponiéndose para profesor
de Mineralogía; y habiéndole presentado en 29
de Octubre de 1870 al señor Ministro de Instruc-
ción Púb'ica, se me entregó el decreto en el que
se le nombraba Catedrático de Mineralogía con
fecha 7 de Noviembre (véase anexo, número 5).
Pero aquel caballero no llegó al pais sino en el
mes de Marzo de 1871, continuando su viage
directamente de Montevideo á Oórdova, para evi-
tar los inconvenientes que causaba en Buenos
Aires la fiebre amarilla, reinante entonces en esta
ciudad.
Largo tiempo ha pasado sin que me haya sido
posible proponer al Superior Gobierno un nuevo
profesor ; hasta que al fin se me dirijió el Dr. D.
H. Weyerib&rgh de Harlem en Holanda, para
optar ala Cátedra d« Zoología. Viendo las obras
científicas recomendables de este señor lo propuse
para la indicada cátedra, y el Exmo. Gobierno
aceptó mi presentación por decreto de 21 de
Noviembre de 1871 ; pero el Dr. Weymbergh no
— 5 —
La llegado al pais sino en Mayo de 1872 (véase
anexo, número 6.)
Con el ingleso de este cuarto profesor el perso-
nal de los catedráticos, era sino completo, á lo
menos ya considerable, y la fundación de la facul-
tad me parecía por entonces bastantemente ase-
gurada; pero varias dificultades han em pedid)
su 'continuación en aquel satisfactorio estado.
Los catedráticos, no suficientemente versados
en el idioma castellano, lian retárdalo mucho el
dar principio á sus lerdones, aplicándose mas
preferentemente al estudio científico del país,
que á la enseñanza de los ramos cientif.cos que
cultivan. Alguien han viajado repetidas veces
por el Norte y Occidente de la Kepública, sin dar
durante los 2 hasta 3 años pasados, lecciones á los
estudiantes.
Mucho me aflijió esta conducta poco recomen-
dable, « orno también la dificulta! de reunir los
catedráticos qne aun faltaban.
Renuncié entonces mi comisariado para la ins-
talación de la facultad, soLcitan-io del Exmo.
Gobierno que autorizara á los catedráticos pre-
sentes, para que se procurasen los colegas que
faltaban; y en esa virtud han sido presentados, y
aceptados por el Exmo. Gobierno de la .Nación
(véase el anexo, núin. 7) el
Dr. D. Carlos 8. JSellacTc para catedrático de
física (1) y el
(1) Deede el 11 de Febrero de 1874, el Dr. D. Carlos S. Sellack. está
dimitido del empleo de catedrático de física. ( Vóaae aiiexo, mím. 11.)
— 6 —
Dr. D. Ch. Augusto Vogler para catedrático
de matemáticas, entrando el primero en posesión
de sn empleo con el principio de 1873 y el segun-
do al fin del mismo año.
Como con este aumento, el personal de la fa-
cultad se halla actualmente casi completo, el
Exm(>. Gobierno de la Nación lia puesto en
práctica su antigua idea de cambiar la facultad
en Academia Nacional de Oi ncias Exactas, edifi-
cando parí esta academia un extenso edificio con
el objeto de reunir en ella, como Museo Nacional,
todas las aulas y las colecciones principiadas
anteriormente.
Invitado por el Ministro de Instrucción Pública
Labia hecho ya un plano general del nuevo esta-
blecimiento á fines de 1871, v el señor Ministro
presentó dicho plano á la aprobación del Hono-
rable C ngreso de la Nación durante las sesiones
de 1872 y 1873. Habiendo sido aprobada la eje-
cución del magnifico edificio, trazado por el
Departamento de Ingenieros en conformidad con
mis indicaciones, en el año de 1872, su construc-
ción se ha principiado en el pasado año de 1873,
aunque la aprobación de la organización de la
Academia no se verificó e » las sesiones de ese año,
al parecer á causa de haber renunciado el Minis-
tro de Instrucción Publica, Dr. D. Meólas Avt Ua-
neda, del puesto qui habia desempeñado durante
cinco años con tanto talento y con tan gran
suceso.
Afortunadamente, su sucesor el Dr. D. Juan
C. Albarracin, entró decididamente en las ideas y
pasos de su predecesor, y en breve tomó en consi-
deración la constitución definitiva de la Actdcmia
Nacional de Ciencias Exactas, nombrándome el
Exmo. Gobierno, por decreto de 15 «le Dicie i»bre
de 1875, Director Oientifico de dicha Academia
(véase anexo, núm. 8) y autorizándome para for-
mular el reglamento que debe regir al nuevo
establecimiento.
Ef4e Reglamento ha sido aceptado por el Supe-
rior Gobierno y publicado en el Boletín Oficial
de la Nación, núm. 855, pág. 78. (véase los
anexos, núms. 9 y 10.)
Aprovechando entonce-* la autorización que me
da el artículo tercero del Reglainen:o, he nombra-
do el :
Dr. D. Adolfo Doering mi substituto déla Aca-
demia en Oórdova (véase anexo, núm 12), encar-
gándole también de la Redacción del Boletín de
la Academia, que se publicaráen entregas trimes-
trales, dando á conocer todos los sucesos científicos
y oficiales de la Academia al publico interesado.
Para mas informes signen aqui los citados do-
cumentos en el anexo adjunto.
Dr. Germán Burmeister.
— 8 —
ANEXO
délos documentos oficiales á que se aludeenlareseña
histórica precedente.
No. 1.
MEMORÁNDUM presentado al señor Presidente de la República
antes de tomar posesión de su puesto.
Buenos Aires, Octubre 5 de 1868.
Al señor Dr. D. Domingo Faustino Sarmiento.
Distinguido señor y amigo :
En el deseo de ser útil al pais donde actualmente resido, disfru-
tando de uoa posición honorable y ocupándome seriamente con el
estudio científico de sus productos naturales, me permito presentar
á Vd. algunas ideas sobre la fundación de un establecimiento
necesario en el pais, para adelantar el estudio de las ciencias
exactas, que profeso, y facilitar así á los hijos de la Eepública
Argentina el examen de sus riquezas naturales con mavor suceso,
que el que hasta hoy ha sido posible por la falta de instrucción
relativa á este estudio en el pais.
Siendo la instrucciou pública la base de todos los progresos de
una nación civdizada, lo que Vd. conoce tan bien como yo, me pare-
ce una necesidad urgente, que la Eepública Argentina tenga en su
propio suelo un establecimiento científico capaz de educar maes-
tros, no solamente para la enseñanza primaria, sino también para
los estudios mas avanzados de las altas ciencias.
Maestros, en estas condiciones, no se encuentran fácilmente en
el estrangero y aun si se les halla, no son tan útiles y convenientes,
para la enseñanza de la juventud, como los de igual capacidad
nacidos en el pais.
La juventud siempre juzga con lijereza y generalmente está
prevenida coutra sus maestros ; ella los estima tanto mas cuanto
que hablan mejor el idioma de ella, y desprecia á los que lo hablan
peor que sus discípulos.
Las naciones mas ilustradas de la antigüedad han formado su
juicio sobre las otras, del mismo modo ; los Griegos llamaban
— í) —
bárbaros á todos los estrangeros, significando con este epíteto, que
los creian sus inferiores y enemigos de su nacionalidad
Por esta razón me parece un error el llamar estrangeros para la
enseñanza de la juventud, por que los maestros no servirán á causa
de que no poseerán la confianza de sus discípulos. Ellos deben
ser sus compatriotas, y para educar estos sabios capaces, es necesa-
rio fundar en el pais, uu establecimiento para la enseñanza cientí-
fica mas elevada.
Un establecimiento de esta clase, es la Universidad. Uníversitas
litterarum hanse llamados estos establecimientos que surjieron en
el siglo décimo cuarto, porque en ellos se unieron, todos los cono-
cimientos científicos existentes hasta entonces; ■ estos estableci-
mientos fueron los que levantaron la soci- dad moderna á la a' tura
del sentimiento de humanidad, con el cual se tratan en la actualidad
las naciones civilizadas, y también son ellas las que presentan y
conservan las producciones mas sublimes del genio humano.
Pero no solamente para la enseñanza pública se han fundada
Universidades en países civilizados, sino también para adornarlos
con estas fundaciones y dar un testimonio de respeto á las cien-
cias y á sus cultivadores. Por la veneración á la ciencia prueba
una nación su progreso intelectual y su interés para la hu-
manidad.
Ocuparse de ella es la ocupación mas hones'a del hombre, y
tratarla con negligencia ó desprecio es mostrar su propia ignoran-
cia ó la falta de educación espiritual.
A los establecimientos científicos se debe el mismo respeto que
á los religiosos, en unos y otros se cultiva la verdadera humanidad,
y ambos son los principales garantizadores de la paz y el escudo
mas eficaz para defender y resguardar al hombre civilizado.
No existe en la R/jpública Argentina, un establecimiento que
responda á esta elevada tarea. La Universidad de San Carlos en
Córdova está disposeida de catedráticos para todas las ciencias
teóricas y exactas; ni las matemáticas, ni la química, ni los otros
ramos de las ciencias físicas pueden estudiarse allí; como tampoco es
posibleen ella el estudio de la historia y de las lenguas antiguas, el
griego y el latiu con sus ricas literaturas, que han conservado
— 10 —
aun en la oscuridad de la edad inedia, la civilización entre las na-
ciones europeas.
Es este uu defecto muy grande, que debe ser reparado cuanto
antes, y para cooperar á la reforma que requiere, con mis débiles
conocimientos, me presento á Vd. solicitando la reforma de esta
establecimiento, colocándolo sobre bases que est-?n mas en rela-
ción con las necesidades modernas, y elevándolo á la altura de una
verdadera Universidad.
No doy esta propuesta, con el adjunto plano (*) como vn esta-
tuto concluido, es solamente un borrador que tiene la misión de
llamar vuestra atención y la de la nueva administración del país
que pronto principiara Vd. á dirigir, rogándole se sirva honrarla
con su lectura y llamarme para su ejecución, cuando el futuro
Gobierno de Vd. crta deber entrar en la realización de las ideas
aqui explayadas.
Proponiendo asi mi cooperación á, este fin, no es mi intención
pedir al Superior Gobierno Nacional un empleo en el estableci-
miento regenerado; no estoy dispuesto á abandonar mi puesto
como Director del Museo Púbüco jde Buenos Airer, porque amo
este estableciini-mto y dedico á el con el mayor placer todas mis
facultades; lo único que ruego a! Superior Gobierno es el oir mi
consejo y que rae ocupe estraordinariamente, como comisario cien-
tífico, para concurrir á la regeneración de alguaos ramos del nuevo
establecimiento, los que se tocan principalmente con mis estudios
particulares,
Soy con todo el respeto debido S. S. S.
Germán Burmeister.
(*) Este plano no lo imprimo por contiierarlo innecesario.
— 11 —
N. 2
Nota del señor Ministro de la Instrucción Pública
Buenos Aires, 14 de Octubre de 1809.
Al señor Dr. D. Germán Burmeister.
El señor Presidente de la Eepubliea pidió al Congreso y obtuvo
autorización para hacer venir profesores del estrangero, habiendo
entonces manifestado que uno de sus designios era fundar una
facultad de ciencias matemáticas y físicas, en la Universidad do
Córdova, para que este antiguo establecimiento de educación venga
á responder á nuestras necesidades sociales y á los adelantos de
las ciencias.
Pensando desde entonces en la ejecución de este proyecto el
señor Presidente siempre creyó, que era vd. la persona mas com-
petente, á la que podia confiarse su realización, ya por su alto
renombre científico, por sus relaciones con las Universidades y los
sabios de la Alemania, como por tratarse de las ciencias, á cuyo
cultivo ha dedicado Vd. principalmente su vida. Así, apenas
obtenida la autorización del Congreso, recibí encargo del señor
Presidente, para ponerme de acuerdo con Vd., sobre la venida de
los profesores.
Es inútil que yo exponga á Vd. los pormenores de nuestras
extensas conferencias, puesto que la presente nota no tiene otro
objeto sino el dejar una constancia oficial de las autorizaciones
con que ha sido Vd. investido. De este modo, me limitaré á
recordar á Vd. que hemos arreglado lo siguiente :
Io Establecimiento de una facultad de ciencias matemáticas y
físicas en la Universidad de Córdova.
2o Que esta facultad principiará de ser desempeñada por
ocho Profesores, distribuidos del modo siguiente :
Dos Profesores de Matemáticas
Uno de Física
Uno de Química
Uno de Mineralogía y Geología
- 12 —
Uno de Botánica
Uno de Zoología
Uno de Astronomía.
3o Que los siete Profesores se liarán venir de Alemania, bajo
la dirección y encargo de Vd., dejando la cátedra de Astronomía
para ser desempeñada por una de las personas que dirijirau en la
misma ciudad de Córdova, el Observatorio Astronómico.
4o Que el sueldo mensual que Yd. convendrá con los profe-
sores, no excederá la cantidad mensual da doscientos pesos fuertes»
concediéndoles ademas una pequeña suma para que pueda cada
uno costear os gastos de viage.
Después de consignados estos antecedentes, no necesito agre-
garle sino que uno de los primordiales objetos de mi primer viage
á Cordova, es activar los arreglos y las construcciones para el
establecimiento de las nuevas aulas.
Anticipando al Dr. Bunneister mis agradecimientos por el gran
servicio que se dispone á prestar al progreso intelectual de la Ee-
pública, tengo el honor dj saludarle respetuosamente.
Dios guarde al Dr. Burmeisíer.
Firmado— N. Avellaneda.
— 13 —
N. 3
Buenos Aires, 16 de Marzo de 1870.
El Presidente de la República
HA. ACOEDADO T DECEETA
1° Nombrase Comisario Extraordinario para dirigir e inspecio-
nar la Facultad de Cieücias Matemáticas y Físicas en la Univer-
sidad de Córdova.
Dr. D. Germán Burmeister.
El Dr. Burmeister, procediendo de acuerdo con los catedráticos
nombrados, ó que se nombren en adelante, someterá á la aproba-
ción del Ministerio de Instrucción Pública, el plan de estudios,
que ha de regir en la mencionada Facultad, como todos los regla-
mentos concernientes á su buen régimeu.
2o Nómbrase Catedráticos para la espresada Facultad á los
Doctores
D. Max Siewert y
D. P. G. Lorentz,
el primero para la Cátedra de Química, con el sueldo de 2c0 pesos"
fuertes mensuales y el segundo para la de Botánica con el de 200
pesos fuertes.
3o Dése cuenta de este Decreto al H. Congreso de la Nación en
la forma que prescribe la ley citada del 14 de Octubre 1869, sobre
los 20 Profesores estrangeros.
Firmado— SARMIENTO
N. Avellaneda»
— 14 .-
N. 4
Resolución del Superior Gobierno de la Provincia sobre el encargo
nuevo del Dr. Burmeister.
Buenos Aires, Junio 6 de 1870.
Al señor Director del Museo Público.
En repuesta á su nota fecha 18 del ppdo., por la que solicita
autorización de este Gobierno para aceptar el cargo de Comisario
Extraordinario del de la Nación para la instalación é inspección
de la Facultad Matematico-Fisica en la Universidad de Córdova
tengo la satisfacción de comunicar á vd. que, deseando el gobierno
por su parte auxiliar la acción del Exm. Gobierno Nacional para
la mejora de la Instrucción Pública en tuda la República, ha re-
suelto con verdadera satisfacción prestar su asentimiento á fin
de que preste vd. á aquel Exm. Gobierno el servicio, que indica
la Comisión, de que dá cuenta en su referida nota.
Dios guarde vd.
Firmado— Antonio E. Malaver
— 15 —
N. 5
Nombramiento del Profesor D. Alfredo Stelzner.
Buenos Aires, Noviembre 7 de 1870.
Haciendo uso de la autorización qu« confiere la ley de 11 de
Setiembre del año ppdo. y en vista de la propuesta elevada por
el Dr. Burmeister, Comisario Extraordinario de la Facultad de
Ciencias, Matemáticas y Físicas de la Universidad de Cordova.
El Presidente de la República —
HA ACORDADO Y DECRETA :
1. Nombrase Profesor de Mineralogía de la Facultad de Cien-
cias Matemáticas y Fisicas de la Universidad de Córdova al Dr.
D. Alfredo Stelzner,
2. Comuniqúese á quienes corresponde, publíquese y de'se al
E. N.
Firmado- SARMIENTO
N. Avellaneda.
— 16 —
N. 6
Nombramiento del Profesor H. Weyenbergh
Boletín Oficial de la Nación. Tom. I. pt. 2. No. 229. png. 958.
Buenos Aires, Noviembre 21 de 1871.
Haciendo uso de la autorización que confiere la ley de 11 da
Setiembre del año pasado, y en vista de la propuesta elevada por
el Dr. Burmeister, Comisario Extraordinario de la Facultad de
Ciencias Matemáticas y Físicas de la Universidad de Córdova
El Presidente de la República ha acordado y
DECBETA
Io Nombrase Profesor de Zoología de la Facultad de Ciencias
matemáticas y físicas de la Universidad de Córdova á Dr. D. H.
Weyenbergh.
2o El Profesor nombrado tomará á su cargo la colección que el
Gobierno Nacional compró en años pasados al señor Bravard,
que se halla depositada en poder del Dr. Burmeister, á fin de darle
con acuerdo de este la aplicación mas ade< uada, tanto para la
enseñanza de la Zoulogia, como para el estudio mismo del país en
este ramo de su historia natural.
3o Comuniqúese á quienes corresponde, publíquese é insórtese
en el Registro Nacional.
Firmado— SARMIENTO
N. Avellaneda.
— 17 —
No. 7
Nombramiento del Profesor D. Carlos Sellack.
(Boletín Oficial de la Nación, III. 1, No. G00. pag. 411).
Buenos Aires, Febrero 28 de 1873.
Debiendo hacerse efectivo en la Academia de Ciencias Mate-
máticas y Físicas de Córdova, el aumento que á su cuerpo docente
asigna la ley del presupuesto,
El Presidente de la Eepública acuerda y
DECEETA
Io Nómbrase Catedrático de Física para la mencionada Acade-
mia al Dr. D. Carlos S. Sellack.
2° El espresado Profesor devengará su sueldo desde el dia Io
de Enero último, por haber practicado los trabajos necesarios para
informar al Ministerio de Instrucción Pública sobre el estado
actual y las necesidades del Gabinete, de Física.
3o Comuniqúese á quienes corresponda, publíquese é insértese
en el Eegistro Nacional.
Firmado— SARMIENTO
N. Avellaneda.
*.
— 18 —
Nombramiento del Profesor O. A. Vogler
(Boletín Oficial de la Nación, III. 1. No. 647. pag. 791.)
Buenos Aires, Abril 26 de 1873.
No habiéndose provisto todavía el puesto de Profesor de Ma-
temáticas de la Academia de Ciencias en Córdova,
El Presidente de la República acuerda y
DECRETA
Io Nómbrase para la mencionada cátedra, al Dr. D. Cristiano
Augusto Vogler, actual Profesor de Geodesia é Hidrotécnica de la
Academia politécnica de Muenich.
2o El Profesor nombrado devengará el sueldo que le asigna el
presupuesto desde que se ponga en marcha para su destino,
acordándole para sus gastos de viaje quinientos pesos fuertes, que
se imputarán á la partida de sus sueldos por los meses vencidos.
3o Comuniqúese, publíquese y dése al Registro Nacional.
Firmado— SARMIENTO
N. Avellaneda.
— 19 —
N. 8.
Nombramiento del Dr. Burmeister para Director de la Academia
(Boletín Oficial de la Nación, IV. 2. No. 855. pag. 2259.)
Buenos Aire?, Diciembre 15 de 1873.
En vista de las iuformaciones producidas por el Dr. D. Germán
Burmeister en el carácter de Comisario Extraordinario, con que
fué investido para el Establecimiento de la Academia de Ciencias
Exactas en la Universidad de Córdova, en el deseo de continuar
aprovechando los importantes servicios gratuitos que presta á la
Nación el Director del Museo Público de Buenos Aires, y mien-
tras el Honorable Coügreso dicta la ley orgánica de aquella
institución.
El Presidente de la Eepúhlica ha acordado y
DECRETA
Io Confiérese la Dirección Científica de la espresada Academia
al Dr. D. Germán Burmeister.
2o El Director nombrado formulará, de acuerdo con el Ministro
de Instrucción Pública, los reglamentos y programas que han de
regir los estudios, la disciplina y la colocación de grados, para ser
sometidos al conocimiento del Honor. Congreso.
3o El mismo Director propondrá al Ministro de Instrucción
Pública el modo y forma de dar publicidad, primeramente en el
país, los informes, memorias y demás trabajos científicos que los
Catedráticos de la Academia deben producir por resultado de las
investigaciones y estudios que hagan á costa de la Nación y en
pro de las ciencias que respectivamente ensenan y cultivan.
4o Cada Catedrático se entenderá, en cuanto le concierne, con
el Director; se dedicará á sus tareas docentes durante los meses
que permanecen abiertas las aulas de la Universidad, yten tiempo
de vacaciones efectuará las excursiones científicas, que determina
el Director, con el asentimiento del Gobierno.
— 20 —
5o En todo lo conveniente á la conservación y fomento de los
Museos, Laboratorios y Gabinetes científicos, los Profesores res-
pectivos procederán de acuerdo con el Director, quien propondrá
al Ministerio de Instrucción Pública la inversión mas conveniente
de las asignaciones que señale la Ley de Presupuesto para estos
objetos.
6o Comuniqúese á quienes corresponda, publíquese é insértese
en el Eegistro Nacional.
Firmado— SARMIENTO
Juan C. Albarraci»
— 21 —
No. 9
Reglamento aceptado por el Exmo. Gobierno de la Nación, para regir
en la Acad mia de Ciencias Exactas.
Departamento de Instrucción Pública.
Buenos Aires, Enero 10 de 1870.
Visto el reglainenao que para la dirección científica y el perso-
nal docente de la Academia de Ciencias Exactas, existente en la
Universidad de Córdova, ha presentado el Dr. D. Grerman Bur-
meister, en su carácter de Director de la misma Academia; y
mientras el Congreso Nacional dicta la ley que ha de regir á esta
institución.
El Presidente de la República —
ACUERDA Y DECRETA
Art. 1. ° Apruébase el espresado reglamento en todas sus
partes y póngase desde luego en vigencia.
Art. 2. ° Imprimase en suficiente número de ejemplares,
comuniqúese, publiquese ó insértese en el E. N.
, SARMIENTO.
Juan C. Albarraoin.
— 22 —
REGLAMENTO PARA. LA. DIRECCIÓN CIENTÍFICA Y EL TEESONAL
DOCENTE DE LA ACADEMIA DE CIENCIAS EXACTAS EXISTENTE EN
LA UNIVERSIDAD DE CÓRDOYA.
SECCIÓN I.
DEL OBJETO Y DE LA DIRECCIÓN CIENTIEICA DE LA INSTITUCIÓN
Art. 1. ° La Academia de Ciencias debe llenar los fines si-
guientes :
1. ° Instruir á la juventud en las ciencias exactas y natu-
rales, por medio de lecciones y experimentos.
2. ° Formar Profesores que puedan enseñar esas mismas
ciencias en los Colegios de la Kepública.
3. ° Explorar y hacer conocer las riquezas naturales del
pais, fomentando sus gabiuetes, laboratorios y museos de ciencias,
y dando á luz obras científicas, por medio de publicaciones, que
se titularán "Actas y Boletin de la Academia Argentina de
Ciencias Exactas" y que contendrán las obras, memorias, informes
etc, que produzcan los profesores.
Art. 2. ° La Dirección Científica de la Academia tiene por
objeto dar á la actividad de cada profesor, las direcciones mas ten-
dentes á la realización de los dos diversos fines expresados en el
articulo anterior.
Art. 3. ° El Director podrá nombrar con el acuerdo del Mi-
nisterio de Instrucción Publica, un substituto suyo en Córdova,
cuyas funciones se limitarán á comunicar las ordenes de la Direc-
ción á los Catedráticos, y á recibir de estos los programas, notas,
informes y demás documentos que deban remitirse al Director.
Art, 4. ° El substituto del Director, tendrá su oficina en la Se-
cretaria de la TJniveisidad.
SECCIÓN II.
DE LA ENSEÑANZA
Art. 5. ° Todo Catedrático de la Academia, tiene la obligación
de dar una bora de lección diariamente, con excepción de los do-
— 23 —
mingos y demás dias festivos, durante el curso de la Universidad
desde el 1. ° de Marzo hasta el 30 de Noviembre.
Art. 6, ° El Eector de la Universidad formará el horario de
las lecciones que han de dar los Profesores de la Academia, y
cuidará de que sea observado con la mayor puntualidad.
Art. 7. ° Cada Catedrático presentará al Director de la Acá -
demia, en la primera semana del mes de Febrero, ó antes, un pro-
grama detallado de las lecciones que ha de dar durante el año
escolar.
Art. 8. ° El Director examinará los programas y con las modi-
ficaciones que estime convenientes los remitirá al Ministerio, para
su aprobación, y los devolverá á los Catedráticos antes del dia en
que estos deban principiar sus lecciones.
Art. 9. ° Los Catedráticos que se hallen impedidos de princi-
piar ó continuar sus lecciones, deben dar inmediatamente aviso
al Director, exponiéndole las causas impedientes.
Art. 10 Las solicitudes ó peticiones de los catedráticos, relati-
vas á la enseñanza ó á los instrumentos, aparatos y colecciones que
tengan á su inmediato cuidado, pasarán por manos del Directorio»
quien la presentará al Ministerio de Instrucción Pública, propo-
niendo la resolución que conceptué mas conveniente.
Art. 11 Los Catedráticos deben dar gratuitamente los informes
que sobre objetos de su ramo cientifico les pidan los gefes de los
diferentes D apartamentos de la Administración Nacional.
Art. 12 Ningún Catedrático puede aceptar empleo accesorio,
sin solicitar y obtener previamente la autorización del Gobierno,
por conducto del Director de la Academia.
SECCIÓN III
DE LAS OBEaS CIENTÍFICAS
Art. 13 Cada miembro de la Academia tiene la obligación de
escribir anualmente, una Memoria cientifica fundada en estudios
propios sobre ojetos del pais, para ser publicada por la Academia.
Art. 14 También se publicarán las obras de ese mismo género
que sean presentadas por los Ayudantes de los Catedráticos.
Art, 15 Los Catedráticos tienen la obligación de poner en co-
— 24 —
nocirniento del Director, á principios del arío, los temas de las
obras que han de escribir, y el Director se lo dará á todo aquel
que no lo eliga por si mismo.
Art. 16 Los Catedráticos deberán entregar los manuscritos á
fines de Setiembre, para ser impresos en los meses restantes del
ano.
Art. 17 Ningún Catedrático ni Ayudante, podrá publicar en
periódicos estrangeros, relaciones de sus estudios sobre objetos
del pais, antes de haber sido insertadas en las publicaciones de
la Academia.
Art. 18 La redacción general de las publicaciones, estará á
cargo del Director de la Academia, y los gastos que ocasionen estas
publicaciones, se harán por cuenta del Ministerio de Instrucción
Pública.
SECCIÓN IV
DE LOS ESTABLECIMIENTOS CIENTÍFICOS DE LA ACADEMIA
Art. 19 La Academia tiene para el cumplimiento de sus obli-
gaciones científicas, los siguientes establecimientos.
1. ° Un Gabinete de Física.
2. ° Un Laboratorio de Química.
3. ° Colecciones.
a de Mineralogía y Geognosia.
b de Botánica.
c de Zoología.
4. ° Una Biblioteca.
Estos establecimientos estarán respectivamente al cuidado in-
mediato de los Profesores de los diferentes ramos científicos, y ba-
jo la superintendencia general del Director de la Academia.
Art. 20 Los profesores están obligados á aumentar, conservar y
clasificar científicamente los objetos de los diferentes Estableci-
mientos; y para este fin, cada profesor recibe la asignación men-
sual que le señala el presupuesto, tiene un Ayudante y un sirviente
y debe trabajar con ellos en su establecimiento por lo menos,
cinco horas de cada dia lectivo.
— 25 —
Art. 21 El arreglo general de los Establecimientos, sus salones,
sus muebles, sus objetos y su modo de administración interna,
serán dispuestos según las instrucciones que el Director dé á los
Profesores.
Art. 22 El Director dispondrá los arreglos necesarios para que
las colecciones correspondientes á los ramos de Zoología, Botánica
y Mineralogía, sean reunidas en un departamento de la Academia
bajo el titulo de "Museo Nacional Argentino".
Art. 23 Todo Profesor encargado de un Establecimiento tiene
la obligación de recoger en sus excursiones científicas, no solamen-
te los objetos de su ramo, sino también los que accidentalmente
encuentre de los demás, para remitirlos á los Establecimientos á
que correspondan.
Art. 24 Cada Profesor debe formar los inventarios ó catálogos
de los objetos del Establecimiento á su cargo.
Art. 25 Sin solicitar y obtener la aprobación del Director, los
Profesores no podrán remitir á Establecimientos ó sabios estran-
geros, ninguno de los objetos conservados en la Academia ni los
recogidos en las excursiones científicas, para obtenor otros en
cambio.
Art. 26 Nínguo objeto de ningún . Establecimiento podrá ser
trasportado á fuera de la Academia, sin permiso del Director.
Art. 27 Anualmente, en el mes de Enero, cada Profesor pro"
pondrá al Director, la inversión que convenga dar á la asignación
que el presupuesto le señale para los gastos que demande su ramo
científico.
Art. 28 La Biblioteca de la Academia estará al cuidado inme-
diato de un bibliotecario, y se abrirá diariamente para los Profe-
sores y Estudiantes, durante dos horas en que no estén funcionan-
do las cátedras de la Academia.
Art. 29 No deberá hacerse uso de los libros sino en la biblio-
teca misma; pero si alguno de los Profesores necesita un libro para
usarlo en su establecimiento, podrá tenerlo en su poder diez dias}
dejando un recibo al bibliotecario, quien no podrá dar jamás una
obra completa de muchos tomos, sino un volumen de ella cada
vez.
Art. 30 Para el fomento de la biblioteca, cada Profesor entre-
— 26 :-
gara al bibliotecario treinta pesos fuertes de toda mensualidad, que
cobre de la asignación señalada para gastos de su ramo científico.
Art. 31 Cada profesor pedirá la compra de los libros que desee
para la biblioteca, inscribiéndolos en un registro que estará siem~
pre expuesto en la misma biblioteca.
Art. 32 El bibliotecario dará, por medio de notas trimestrales
al Director, conocimiento detallado de las cantidades de dinero que
haya recibido de los Profesores, y de los libros deseados para la
biblioteca; y procederá á comprarlos, observando las instrucciones
que al efecto estime conveniente darle el Director de la Aca-
demia.
t -27-
No. 10
Buenos Aires, Enero 17 de 1874*
Permiso del Superior Gobierno de la Provincia de Buenos Aires
pira aceptar el encargo de Director de la Academia
Al señor Director del Museo Público.
En repuesta á su nota de 22 de Diciembre ppdo. en la que
participa que el Exmo. Gobierno Nacional lo ha nombrado Direc-
tor Científico de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad
de Córdova, participo á vd. que el P. E. le autoriza para aceptar
dicho cargo.
Dios guarde á vd.
Firmado— A. Alcorta
— 28 — t
No. 11
El Dr. D. Carlos S. Sellack vino de Norte America al país en
el año 1872, contratado por una sociedad de allí para hacer vistas
fotográficas del cielo nocturno para uso del Observatorio Astronó-
mico bajo la dirección del Dr. B. A. Gould. En esta tuncion ha
sido ocupado hasta el fin del año, cuando fué presentado por los
catedráticos Lorentz, Siewert y Stelzner para la cátedra de física en
la Universidad de Córdova. El Exmo. Gobierno habia aceptado esta
presentación, nombrando al Dr. D. Carlos S. Sellack Catedrático,
bajo la condición de cumplir al mismo tiempo sus obligaciones
pendientes con el señor Gould. Como el Dr. Sellack no ha hecho
caso de esta obligación hasta la fecha de su dimisión, el Exmo.
Gobierno se ha visto obligado á dimitirle de su empleo por el De-
creto siguiente:
o
(Boletín Oficial de la Nación. Año IV, Tom. 1 pag. 287)
Departamento de Instrucción Pública.
Buenos Aires, Febrero II de 1874.
No habiendo cumplido el Dr. D. Carlos S. Sellack, las instruc-
ciones que se le dieron, cuando se le nombró Profesor de Física de
la Facultad de Ciencias y habiendo desentendido las reiteradas
órdenes del Ministerio de Instrucción Pública, para que se pre-
sentase en el Observatorio Nacional á continuar los trabajos
fotográficos, que ha dejado pendiente con perjuicio de las publica-
ciones científicas, que debe hacer el Director del Establecimiento.
El Presidente de la República
DECRETA
Artículo 1? Queda separado el Dr. D. Carlos S. Sellack del
puesto de Profesor de Física de la Academia de Ciencias.
Artículo 2? Comuniqúese, publíquese y dése al Eegistro Na-
cional.
Firmado— SARMIENTO.
Juan O, Albarracin,
— 29 —
No. 12.
Directorio de la Academia de Ciencias Exactas.
Buenos Aires, Enero 14 de 1874.
Al Substituto del Director de la Academia, Dr. D. Adolfo Doering.
Habiendo sido aceptado por el Exmo. Gobierno el Eeglamento
para la Academia de Ciencias Exactas en Córdova, autorizándome
para nombrar un Substituto, residente en aquella ciudad, nombro
por esta mi nota á vd. con las funciones siguientes :
Io Tiene vd. la obligación de estar presente diariamente en la
Secretaría de la Universidad de las once hasta la una, previa
presentación al señor Rector y arreglo conveniente con él, para
aceptar las comunicaciones délos Catedráticos de la Academia y
comnnicarles mis notas y las resoluciones del Exmo. Gobierno.
2o Todas estas notas, las recibidas como las remitidas á los
catedráticos, deben ser inventariadas en un libro á proposito
según número corriente, notando de cada una la fecha y el sumario
del contenido.
3o Las notas y las comunicaciones á los catedráticos deben ser
marcadas, como esta mi nota, arriba al lado izquierdo, con el sello
del Directorio ; cuyo sello comunico á vd. bajo la condición de no
dejarlo pasar jamás en manos agenas.
4o Cartas, documentos y folletos, que quiera vd. comunicarme
por el correo, deben ser marcados también en el exterior con el
mismo sello, para pasar libre del pago de correo, como también
las mias á vd.
5o No tiene vd. la libertad de hacer ningún acto oficial, sin ser
autorizado por mi y haber recibido mi aprobación en caso
de proponerme vd. tal acto.
6o Al fin recomiendo á vd. la urbanidad la mas exacta en todos
sus negocios oficiales con las personas respectivas, y principal-
mente con las de la Universidad.
Dios guarde á vd.
Dr. Germán Burmeister.
— so-
lí
IKPOEME
sobre la actividad de los miembros de la Academia,
respecto á las lecciones dadas
y á las obras científicas, publicadas en el año de 1878.
I. Por el Director Df. D. Germán Bnrmeister.
Sus publicaciones científicas en el año pasado
son las siguientes :
Anales del Museo Público de Buenos Aires,
etc. Entrega XI, 4 to.
Uebersiclit der Glyptodonten ; en Wiegmanns
ArcMv, fortg v. Troscbel. Tom. 38; pág. 250, sig.
Studien an Megatberium aniericanum — Mül-
ler's ArcMv, fortg. v. Beicliart u. Du Bois Bey-
niond.
On the Guamul ; en el periódico ingles : Nature,
Torn. IX, pág. 82.
Laruellicornia Argentina, no. 1. Coprophaga. —
Stettiner en tom. Zeitg, Tom. 34, pág. 403, sig.
Description des clienilles des Horplionides. —
Bevue et Magasin de Zoologie. Tom. 36, pág. 17.
lotices sur les cranes et l'industrie des Jndiens
de la pampa avant kla conquéte. — Oompte renda
du congrés internationale anthropologique etc. 0.
sess. á Bruxelles, pág. 342, sig.
Iguales noticias en lengua alemana en la: Zeit-
schr. f. Etbnologie. Tom. IV. Sitzungsber. pag.
196, 3.
— 31 —
II. Por el Substituto del Director
Dr. D. Adolfo Do e ring.
Este caballero lia sido desde el año de 1872
hasta Octubre de 1873 Ayudante de Química,
trabajando al lado del Dr. Siewert en el labora-
torio químico de la Academia, hasta que ha sido
dimitido por solicitación de sus colegas de este
empleo. Pero su laboriosidad le ha recomendado
al Director, dándole el empleo que ahora ocupa,
Sus publicaciones científicas son las siguientes :
Estudios sobre la proporción química y física
del terreno en la formación de la pampa. — Ana-
les de Agricultura, Tom. 1, pág. 143, sig.
Ueber die Mollusken Eauna der Argenti-
nischen Eepublik; enMenckes Zeitschf. Malaco-
zoologie.
III. Por el catedrático de Química,
Dr. D. Max Siewert.
Este catedrático ha dado lecciones de Química
y exercicios prácticos en el laboratorio durante
el curso de la Academia, desde Marzo hasta
Noviembre, con regularidad.
Obras científicas no ha publicado, sino un
corto ensayo industrial sobre la fábrica de papel
en los Anales de Agricultura, Tom. I, pág.
191, sig.
IV. Por el Catedrático de Botánica
Dr. D. P. Ge. Lorentz.
El Dr. Lorentz no ha dado hasta Marzo del
año de 1874 ninguna lección en los cursos de la
— 32 —
Universidad y de la Academia, aunque lia sido
presente en el país desde Octubre de 1870 ; via-
jando por el Norte de la Kepública y la frontera
de Bolivia, para hacer colecciones botánicas, sin
publicar tampoco nada sobre sus resultados cien-
tificos ; ocupándose en sus informes al Ministerio
de la Instrucción Pública, publicados de tiempo
en tiempo en diferentes diarios, mas con sus pro-
pios acontecimientos, que con los datos de sus
estudios botánicos.
Ofendido por la reprobación verbal del Direc-
tor de la Academia á diferentes personas sobre
esta conducta, poco satisfactoria para cumplir con
el primer deber del catedrático, de dar lecciones
á los jóvenes estudiantes, el Di. Lorentzha publi-
cado en el Eco de Córdova algunos artículos llenos
de insultos y calumnias contra el Director, diri-
giéndolos también el Exmo, Gobierno, y ha
repetido estos insultos en el Discurso Inaugural
de sus lecciones del 10 de Marzo de 1874, ante los
estudiantes y otros auditores, en un modo tan
ofensivo, que el Exmo. Gobierno se lia visto
obligado, á decretar la dimisión del Dr. Lorentz
de su cargo de catedrático de botánica en la
Academia. (*)
V. Por el Catedrátio de Mineralogía
Dr. ~D. Alfredo Stelzner
Viajando en el año 1872 y al principio de 1873
(*) Véase el anexo No. 13, al fin de este informe.
— 33 —
por la parte occidental de la Kepública, para
estudiar la constitución geognostica de esta región
hasta hoy poco conocida, el catedrático no ha
principiado sus lecciones antes de Mayo del año
pasado, continuando en el curso de la Mineralogía
hasta fin de Noviembre.
A consecuencia de estos viages el Dr. Stelzner
ha publicado en los Anales de Agricultura, tomo
I, pág. 123 sig. sus: "Comunicaciones sobre la
"geología y minería de la Kepública Argentina"
que dan un sumario de sus observaciones; ocu-
pándose el autor actualmente con la redacción
mas extensa del mismo tema, que ya ha sido pre-
sentado como principiada por los mapas y cortes
geológicos, enviados al Ministerio de la Instruc-
ción Pública.
Algunas noticias de sus resultados se leen
también en el Jahrbuch der Mineralogie etc., de
1873. Heidelberg, 8vo.
VI Por el Catedrático de Zoología
Dr. £>. H. Weyenbergli
Este Catedrático no ha principiado en el año
pasado sus lecciones en la Academia, dando su
discurso inaugural el 15 de Octubre de 1873 y
explicando en él la tarea de la Zoologia. Pero
el autor ha sido muy laborioso en estudiar los
objetos naturales del pais, publicando muchos
informes sobre Sericultura, Apicultura y Insec-
tos dañinos á la Agricultura en los Anales do
Agricultura, tomo I, pág. 69, 77, 93, etc., etc.
3,
— 34 —
Sus publicaciones en periódicos estrangeros
son también numerosas; nombramos las siguien-
tes, pero sin indicación de los periódico?, que las
contienen, porque el autor no ba dado aviso de
ellos.
De metamorpbose van JEJuclia diagonális H.
Schf. con lámina.
Metamorpbose van Grapholitha Hoffmani
Weyenb. con lámina.
Een snel entwickelingsproces, con lámina.
Over psorospermien en bare beteekenis ais
ziekteo virgank .
Iets over den neusbeer (Nasua socialis Neuw).
En nederlander in den vremde. Brieven uit
Zud- America (no. 1-8.)
Note on tbe Lepidopterous-Fauna of tbe isle
of St. Yincent.
Bañáis Arcliippus Leo", und seine Parasiten;
con lámina.
Hypostovms plecostomus Val. Mómoire ana-
tomique pour servir á l'bistoire naturelle
des Loricaires; con 6 láminas.
Bydragen tot de Kennis van bet Visscben-
geslacbt Poecilia, con 2 láminas.
Note sur le développement d'une espoce de
Nepa de l'Amerique méridionale, con
láminas.
Over de baring der Poecilien.
Al fin el Dr. WeyenbcrgJi ba fundado en el
pais una Sociedad entomológica, que se propone,
como lo dice el artículo 1. ° del Reglamento,
— 35 —
continuar los estudios principiados en años ante-
riores por el Director de la Academia. Ura
invitación para dicha fundación lia publicado el
autor en los Anales de Agricultura, Toni. I.
pág, 192.
Anexo No. 13.
Departamento de Instrucción Pública.
Buenos Aires, Marzo 16 de 1874.
Vista la nota del Dr. D. P. G. Lorentz de 21 de Pobrero ppdo.,
en que dá cuenta de sus exploraciones científicas como Profesor
de la Academia de Ciencias Exactas, y considerando que los tér-
minos de esta nota, á mas de ser impropios de un documento
oficial, son ofensivos á la dignidad de un superior, á quien debe
acatamiento en el ejercicio de las funciones que le han sido enco-
mendadas; teniendo en vista ademas la propuesta del Director de
la Academia,
El Poder Ejecutivo resuelve y
DECEETA
Queda separado el Dr. D. P. Gr. Lorentz de la Cátedra de Botá-
nica, que desempeña en la Facultad de Ciencias de Córdova.
Nómbrase para llenar la vacante al señor D. Jorge Hieronymus
con el sueldo que le asigna el Presupuesto.
Firmado— SARMIENTO
Juan C. Albarraoin.
— 36 —
III
SCOLIAE AEGEKTINAE
Quelques notices sur les especes ele 1' anclen, genre
Scolia, vivant dans le territoire du Rio de la Plata,
par Mr. Hermann Burmeister
II y a vingt ans que j'ai publié un essai sur
l'organisation, l'arrangement systématique et les
différences spécifiques de l'ancien genre Scolia
Pabr. dans les Ménioires de la Société d'hist.
natur. de Halle, Torne I, quatriérne trim. (1854.
4to.)
Dans ce temps, ou j'avais distingué 64 espéces
qui rn'étaient connues, je n'avais pas vu ni exa-
miné aucune espéce du terrain de notre Républi-
que Argentine; aussi les différents auteurs, qui
ont disserté sur les Scoliae de l'Amérique niéri-
dionale, n'ont pas mentionné aucune espece Ar-
gentine, jusqu'au rnonient oú les deux savants
modérnes, M. M. H. de Saussuee et I. Sichel,
ont publié en 1864, en langue latine, leur:
Cátalo g us specierum generis /Scolia, etc. etc. Pa*
ris et Geneve, 8vo.
Dans cet ouvrage spécial, qui ne veut donner,
cornme dit le titre, qu'un catalogue des especes
connues, figurent liuit especes de Montevideo
(8c. jucunda, 136 — 8c. vidua, 138 — 8c. liy aliña,
219— 8c. Servilla, 221— Se. Lueasia, 222— Se.
- 37-
miitanda, 233 — /Se. fossor, 240 — Se, Gerstaeckcri,
243); mais aucune, d'une autre partie du terrain
du Rio de la Plata, sauf une de Paraguay, (#c.
Talpa, 241). II me semble alors convenable,
d'examiner ees huit espoces, sous le point de vue
de leur propagation sur tout le terrain argentin,
en donnant mes propres observations sur celles-ci,
que j'ai trouvées dans ce pays, pendant mon
sójour de 15 ans.
Sans entrer en discussion sur les diffórences
de notre point de vue, concernant la nomencla-
ture et l'arrangement systématique; discussion
stérile et inutile, parce qu'il est impossible de
reunir jamáis les regards des différents auteurs,
qui croient tous él re en possession de la vraie
métbode pbilosopbique, je m'accommode á la con-
séquence des especes, aceptée par les deux auteurs
modernes deja cites, mentionant ici seulement,
qu'ils divisent l'ancien genre JScolia en trois,
nomines: Liacos, Scolia et Mis. Les vraies 8co-
liac sont les especes, qui n'ont pas la derniére
cellule (no. 9) de mon exposition antérieure ; les
Mis ont cette cellule, a la fin du troisiéme rang
longitudinal des cellules discoidales. Ohacun
de ees deux genres est divisé en deux groupes,
d'aprés Tabsence ou présence de la troisiéme
petite cellule du deuxiéme rang longitudinal des
cellules discoidales (les cubitales), que j'avais
signaló par le numero buit (8). Chez les vraies
JScoliae, les auteurs nomment les especes ayant
cette buitiéme cellule Triscolia et celles qui ne
— 38 —
l'ont pas Discolia; dans leur genre Elis, le pre-
mier groupe est nominé d'aprés lámeme méthode
Trielis, et le second Diclis.
Leur genre JScolia correspond au deuxeme et
an quatriéme des groupes fondés par moi dans
mon arrangement antérieur, et le genre Elis au
troisiéme uni au deuxieme sous-groupe de mon
premier groupe. Sur le premier sous-groupe de
mon premier groupe, les auteurs ont fon dé leur
sous-genre Triliacos du genre Liacos, renfermant
les espéces dont la neuviéme cellule est présente,
et qui s'unit non pas directement avec la sixiéme
discoidale (ou deuxieme cubitale), mais indirecte-
ment par une petite branche séparée, sortant en
avant de la nervure periphérique de la neuviéme
cellule assez petite.
Regardant avec soin ees différences du numero
et de la figure des cellules de la nervure des alies,
je n'ai pas trouvé aucune influence sur la forme
genérale des Insectes; les espéces du genre Scólia
ont toutes la méme configuration genérale et tous
les caracteres génériques des organes extérieurs
de leur corps comme celles du genre EMs, et prou-
vent par cette uniformité, qu'elles appartiennent
á un seul genre naturel, que je conserve, comme
auparavant, sous le nom de JScolia, admettant les
genres et sous-genres cites des auteurs nomines,
seulement comme groupes subordonnés. Mais
pour faciliter la vue genérale des espéces, on peut
admettre les noms proposés par les auteurs, pour
les divisions et subdivisions du genre,
— 39 —
Beaucoup plus remarquable est la différence
des deux sexes entre eux, différence qui se présen-
te toujours, cliez les males, par la grandeur
inoindre de la tete, la gracilité du corps entier et
des organes externes. J'ai expliqué dans mon
essai principalement cette différence, comme un
carácter e particulisr, non pas seulemcnt du genre
Scolia, niais de la famille des Hymcnopteres en
general, á laquelle apartient le genre. On peut
diviser les especes du genre Scolia, d'aprés cela,
en deux groupes principaux: dans l'un la différen-
ce sexuelle est relaUve, se bornant á la grandeur,
les niales et les fenielles ayaut la meine couleur
et les nieines dessins; dans l'autre groupe cette dif-
férence est positive, les niales différent aussi des
femelles par la couleur et leurs dessins.
Quoique les auteurs cites ne veuillent pas
admettre cette différence sexuelle comme carac-
tére principal, ils ont accepté ce méme carac-
tére pour diviser leurs sous-genres, donnant par
cette application la preuve de la valeur du carac-
tére en question.
Pour le monograpbe d'un terrain pas ricbe et
bien circonscrit, comme laRépublique Argentine,
cette métbode de classer les especes du groupe Elis
est la plus conven able par sa grande importance
spécifique, et c'estpourquoijepréfére, classer ici
mes especes d'aprés cette métbode.
— 40 —
Genre^ Scolia.
División premiére. Iliacos.
De ce groupe, il n'en existe aucune espéce dans l'Amé-
rique.
División deuxiéme. Scolia.
De la subdivisión Triscolia on n'en trouve aucune espe-
ce dans l'Amérique méridionale; il reste alors le groupe
Discolia, comme représentant, chez nous, des vrais Scoliae.
J'ai trouve, jusqn'á present, une seule espéce du méme
groupe, dans la Képublique Argentine, c'est la:
1. Scolia Tufiventris Fabr. S. Piez 245.37 — Burm. Sjst
Uebers. 33.49, Note.— Saussube} et Sichel, Catal. 136.142.
Var. thorace abdomineque guttis flavis: So. jucunda,
Sauss et Siohel 136.141.
J'ai cliassé cette espéce au Paraná et á Tucuman, et je
l'ai méme regué derniérement de Córdova. Elle est noire,
l'abdonien rouge, générahnent sans taches; mais ayant aussi
deux taches jaunes, rondes, a chacun du deuxiénie, troi-
siéme et quatriéme anneaux.
Plus raremement on trouve des indi vid us avec des peti-
tes taches jaunes sur le thorax. Les ailes sont noires, au
reflet bleu.
Les M. M. de Saussure et Sichel ont separé les indivi-
clus ayant des taches jaunes spécifiquement des autres sans
taches. Je ne trouve aucune différence dans la sculpture
du thorax, il est fortement ponctué aux cotes, presque
lisse au milieu du mesothorax; mais le metathorax a les
points enfoncés plus petits et plus rapprochús les uns des
autres.
La coloration est tres variable; quelques uns des indivi-
dus sont presque entiérernent rouge-brun; les pieds et l'ab-
domen plus clairs, comme aussi le metathorax, principale-
ment aux cotes; quelques autres ont la tete, le thorax et les
— 41 —
pieds noirs. Les femelles surtout ont les taches Jaimes de
l'abdomen, mais mes males n'en ont aucune. Les indivi-
dus de la République Argentino ne snrpassent pas un pou-
ce (22 mili.) de longueur, les Brésiliens sont plus grands
(26—27 millim.)
Annotation. M. de Saussuee a décrit sous le ñora de
Scolia (Discolia) vidua une espece de Montevideo, appar-
tenant a ce groupe, au corps noir, hérissé de poils gris et
noirs, ayant le dessus du deuxiéme et troisieme anneaux
de l'abdomen jaune, et les ailes presqne bruñes; de 19 mil-
lim. de longueur. Cette espece m'est imconnue. L'indi-
vidu étant un mále. Voyez Stett. entom. Zeit. 1859.176 et
Catal. etc. pag. 138 No. 145.
División troisieme. Elis.
Aussi, de la subdivisión Trielis, on n'en trouve aucune
espece dans l'Amérique méridionale; toutes sont de l'An-
cien-Monde. Alors restent pour l'Amérique seulement les
Dielip, qui forment deux groupes.
Premier groupe. Les deux sexes sont relativement
difterents, c'est á diré, sans différence de couleurs et de
dessins.
2. Scolia peregrina Lep. Hym. III 534.1— Bukm. Syst.
Uebers. 22.19— Saussuke et Sichel, Catal. 217.232
— Scolia atraía, Külg, Webee et Mohk. Beitr. I
21. 1.
J'ai cliassé, cette gi ande espece ton te noire, avec des
ailes donnant une reflexión bleue, á Córdova, á Santiago
del Estero et á Tucumao; elle n'est pas rare, au moins les
femelles. Le mále ressemble beaucoup á la femelle, mais
il est plus gréle et plus velu sur l'abdomen.
Nos individus ont le milieu du mésonotum, du scutellum
et du postscutellum lisse; seulement les cotes fortement
ponctués. Cette observation me fait croire, que les espé-
ces: El. regina et El. nigra de Saussuke, Catal. pag. 218
~ 42 —
No. 233 et 234, ne sont autre cliose que varietés de la
Scolia peregrina.
3. Scolia hyalina, Lep. Hym. III 497. 1.— Bürm. Syt.
Uebers. 23. 21. — Saussure et Sichel, Oatal. 219.
236.
Espéce que ne se trouve pas dans l'intérieur de la Répu-
blique Argentine; appartenant au Paraguay, Corrientes et
la Képublique de 1' Uruguay.
Un peu pluspetite que la precedente, toute noire, l'abdo-
men sans lustre au-dessus, sauf la moitié postérieure;
tliorax trés-fortement ponctué, bicarené au milieu; les ailes
tout limpides avec la nervure noire; la deuxiéme cellule
radiale (No. 2) trés-allongée, plus longue que généralement-
Les individus, que j'ai cbassés á Rio de Janeiro, ont les
ailes d'un clair limpide; elles ont la seconde cellule radiale
plus longue que toutes les autres espéces, dont les ailes sont
d'un jaune brun ou noir. Males avec une bordure jaune
interrompue du deuxiéme et troisiéme anneaux de 1' abdo-
men, comme les décrit M. de Saussure, je n'en ai pas vu-
4. Scolia Servittii, Güeein Voy. d. 1. Coquille, II. 250,
pl. 8. fig. 8— Sauss. et Sichel Catal. 221. 23 í.
Var. Scolia Lucasia, Sauss. ibid. 222. 38.
Nous avons dans notre collection le mále de Córdova,
envoyé par le Professeur Weyenbergb, et la femelle de
Bolivia (Santa Cruz de la Sierra), mais non pas de Patago-
nie; patrie qui me semble douteuse, parce que je ne con-
nais aucun insecte vivant en meme temps en Bolivie et en
Patagonie.
Le mále a les ailes limpides á la base et d'un brun obscur
á l'autre moitié, la femelle montre seulement une raie bru-
ñe tout prés du cóté antérieur, son corps est noir; elle a
l'abdomen velu au-dessus, le mále l'a luisant, avec une bor-
— 43 —
dure finé, janee, interrompue au milicu ou manquant ton t,
sur le deuxieme et troisiéme anneanx.
5. Scolia Gerstaeckeri Sauss. Ann. d. 1. Soc. ent. de
France 1858. 244. 60.— Cata!, pag. 243. 258.
Je no connais pas cette espece, qui habite la Répúbliquc
de rUrngaay; elle est toute noire, velue de poils d'un gris-
blane, formant sur les bordures des anneanx de l'abdomen
de longnes franges. Ailes ferruginenses. Long 26 millim.
Deuxieme groupe —Les deux sexes montrent nne difíe-
rence positive, de couleurs et de dessins.
A. Males ayant des taches jaunes sur l'abdomen, íemel-
les non.
6. Scolia cÍ7ieraria.
Mis cineraria Sichel Catal. et 225, 241 bis. pl.
2. íig. 13 et 13— App. pag. 301.
Espece remarquable de Montevideo, inconnuepour moi;
je ne l'ai jamáis recontrée dans le territoire de la Républi-
que Argentine.
Les deux sexes sont noirs au fond, mais velus de longs
poils gris. Lei males ont une tache jaune aux premier et
deuxieme anneaux de l'abdomen, et une bordure jaune aux
troisiéme et quatriéme. La femelle est sans taches, l'ab-
domen saus lustre au-dessus; le thorax avec une pelure
d'un gris-jaune plus courte et plus épaisse. Long. 30-35
millim.
7. Scolia mutanda. Sauss.
Catalog. etc. 233. 248 pl. 2. fíg. 15— App. pag. 303.
Mas: margine segmentorum abdominis 2, 3 et 4
albis, alis limpidis.
Femina: tota nigra, alis ferruginosis.
Espece pas rare á Buenos Aires, mais moins común,
ne que la suivante; je l'ai regué aussi de Córdova.
— 44 —
Figure genérale saris particularités, rnais le mále un peu
plus gréle que celui de lasuivante espéce, et la femelle plus
grosse. Les deux sexes noirs au fond, avec des poils éga-
lement noirs purs, plus courts et deprimes au corps; celuici
fortement ponctué, le milieu du dos lisse.
Le mále a géuéralement une petite tache jaune-blanch-
átre ovale sur le premier anneau de l'abdomen, une bordu-
re étroite de la mérae couleur au deuxiéme, au troisiéme
et quelquefois aussi au quatrióme; mais s'il manque la
tache du premier anneau, aussi il manque toujours la
bordure du quatriéme. La femelle est toute noire, sans
taches, le deuxiéme et troisiéme anneaux au-dessus sans
lustre, de l'apparence du velours. Les ailes des males
complétement limpíeles, la nervure' jaune-brunne; des
femelles ferrugineuses, la bordure antérieure plus foncée et
quelquefois la moitié termínale un peu plus obscure.
Chez les males la cellule derniére discoidale (la neuviéme)
est souvent divisée par une branche transversale en deux,
et cette méme cellule est toujours tres etroite et rétrécie
au milieu chez les deux sexes.
Annotation. Mr. de Saussure a uni, á tort, une femelle,
qu'il avait décrite sous le ñora á\Elis variegata (Ann. d. 1.
Soc. entom. d. France, 1858. 239. 53. pl. 5. fig. 5) á cette
espéce. La véritable femelle ressemble beaucoup á la
JScolia hyalina (no. 3.), sauf la couleur des ailes et la lon-
gueur de la seconde cellule cubitale, plus grande chez la
Scolia hyalina que chez la Se. mutanda.
B. Mále et femelle avec des taches et bordures
jaunes des anneaux de l'abdomen.
8. Scolia talpa Saussure.
Ann. d. 1. Soc. ent. d. France, 185S. 241. 56.—
Catal. etc. 241. 255.
L'espéce la plus commune de toutes de notre pays; on la
trouve réguliérement chaqué année, méme dans les rúes
— 45 -
de Buenos Aires; je l'ai recu aussi de Patagonie et chassée
dans la Képublique de l'Uruguay, iríais pas dans l'interieur
du territoire Argén tin.
Les denx sexes sont noirs au iond, mais hérissés avec
des poils longs, gris, assez donx, et les ailes d'un clair
límpide, avec la cote antérieur jaime, principalement cliez
la femelle. Tete et thorax sont sans taches; l'abdomen du
mále a sur le deuxiume et troisieme anneaux une bordure
jaune s'agumentant á chaqué cóté et formant une tache
triangulaire; le quatriéme annean a une bordure fine, au
milieu un peu échancrée, et quelqnefois les trois bordures
sont interrompues au milieu. La femelle est plus lourde
que le mále, également luisante sur 1' abdomen, avec deux
taches rondes, pas grandes, jaunes sur le deuxiéme et troi-
sieme anneaux, une á chaqué cóté, bien distantes et ne
touchant pas la bordure herisée de lougs poils gris. — Long
25-30 millim.
Anjstotation — Mr. de Saussuee a déciit de Montevideo
une espéce, appertenant á ce groupe, qu'il nomme: Elis
fossor (Catal. 240, 254.). Je l'ai chassé aussi une fois á
Buenos Aires, mais ne connaissant pas le mále, je m' absti-
ens de la décrire. Je la crois identique á Y Elis variegata
Fabe.
C. Le mále avec des taches jaunes, la femelle avec des
rouges sur l'abdomen.
9 /Scolia terrestris. Saussuee.
Aun. d. 1. Soc. entom. de Fr. 1858. 240. 54— Catal
etc. 235 No. 250.
Cette espéce ressemble beaucoup á la Scolia dorsata du
Brésil, et se distingue principalement par la pelure noire du
corps de la femelle, et par la couleur plus claire des ailes;
elle n'est pas rare, je l'ai chassé a Paraná, á Mercedes de
la Kepúblique de l'Uruguay, á Córdova; aussi un mále de
Bolivie se trouve dans notre collection.
— 46 —
Le mále est noir, velu avec des poils longs et gris; il ales
ailes d'un clair limpide, quelquefois un peu brunátres á la
cote antérieure. Le premier anneau de l'abdomen a tantot
une tache jarme, tantót non; le deuxiéme atoujours deux
taches grandes, trés-souvent unies dans une seule, qui cou-
vre tout l'anneau; le troisieme a une bordurejaune et fine.
La femelle est plus noire, avec une pelure de la méme cou-
leur, l'abdomen en reflexión soyeuse, portan t deux grandes
taches transverses, oranges au deuxiéme et troisieme anne-
aux. Les ailes sont ferrugineuses, avec un lustre violet. —
Long 22 — 26 millim.
'o
10 Scolia co?isularís, Nobis.
Nigra, nigro-pilosa; abdomine guttis quatuor maris
sulphureis, feminae aurantiacis; alis ferruginosis,
violaceo-micantibus. Long. 20-22 millim.
Cette espéce, je l'ai trouvée assez rarement, dans différen-
tes parties du territoire du Kio de la Plata ; á Mercedes de
la République de l'Uruguay, dans FEntre-Rios á Paraná
et á Tucuman. Elle a une configuration un peu plus forte
que la precedente, quoiqu'elle ne soit pas plus grande.
Principalement le mále se distingue de celui de la derniére
espéce, par une tete et un thorax plus gros. Le corps est
noir, fortement ponctué a la tete et au thorax, aussi comme
les pattes, assez velus; mais les poils sont courts et deprimes-
L'abdomen, luisant chez le mále, soyeux chez la femelle, a
cjuatre grandes taches rondes sur le deuxiéme et troisieme
anneaux, jaunes chez le mále et oranges chez la femelle,
qui sont separées entre elles par une ligne longitudinale tres
fine sur chaqué anneau. Les ailes des males sont assez
claires; mais celles des femelles sont ferrugineuses, un peu
plus jaunes á la bordure antérieure et plus obscure sur la
moitié terminale.
Annotation. II est possible que Y Mis mriegata de
- 47 -
Sauss. (Ann. d. 1. Soc. ent. de Fr. de 1858. 239. 53 pl. 5.
fig. 5) appartient á la remelle de notre Scolia consularis;
mais aucun de mes exemplaire n'a pas les deux taches
oranges, du second anneau abdominal, unies en une seule
transversalc. Aussi la figure citée est plus grande que
aucune des femelles qui sont á ma disposition.
— 48 —
IV
APUNTAMIENTOS
sobróla Fauna de Moluscos de la República Argentina
por el Dr. 33. A d o 1 f o D o e r i n g .
El territorio de la República Argentina, ape-
sar de su gran extensión de mas de 45,000 leguas
cuadradas, forma principalmente una planicie
poco inclinada del Oeste al Este, sin producir
en su superficie una vegetación densa de grandes
selvas umbrosas, que son por su humedad natural
la localidad mas favorable al desarrollo y creci-
miento de los animales blandos y viscosos, conoci-
dos bajo el título de Moluscos. Mientras que las
partes tropicales de Sud- América, con sus inmen-
sos bosques primitivos al rededor de los muchos
rios caudalosos, abundan en la producción de mo-
luscos terrestres y fluviales,probando bien por esta
riqueza su verdadero carácter tropical, se dismi-
nuye ya rápidamente la exuberancia de diferentes
especies de estos animales en la zona extratropical
templada de nuestro continente, hasta que en la
zona fria del Sud se pierden casi completamente.
Así sucede, que el número de los moluscos
vivientes, conocidos del territorio argentino
hasta los últimos tiempos, no asciende á mas de
85 especies, que mencionan los autores científicos
anteriores. Actualmente tiene el Museo Na-
cional en Oórdova mas 6 menos 100 especies, y
con las que se conservan en el Museo Público de
— 49 —
Buenos Aires, el número de todas ascenderá
probablemente á 115; las cuales juntas con las
descriptas por D'Oübigny y Strobel, pero no
recogidas por nosotros de nuevo, darán un número
completo de 130 especies conocidas de la Repú-
blica Argentina, hasta Patagones y el Estrecho
de Magallanes. Si se supone, lo que debe presu-
mirse con razón, que no todas las especies de
moluscos de nuestro pais ya son conocidas, se
calcula con probabilidad bien fundada, que el
número de ellas no ascenderá á mas de 200 dife-
rentes especies en el territorio argentino. Este
número sería de todo modo pequeño, si lo com-
paramos con el número de un territorio de la
misma extensión en el hemisferio del Norte de
nuestro globo.
Las causas de este fenómeno quizá son mas
complicadas, que lo que puede imaginarse bajo
un punto de vista superficial. Pero es indudable,
que principalmente la falta de suficiente riqueza
de precipitados acuosos forma el mas importante
motor de dicho fenómeno. Depende también de
la misma caúsala escasez de selvas umbrosas,
como de grandes praderas en nuestro país, que
son en todas partes del mundo las verdaderas
habitaciones de los moluscos.
Sin entrar aquí mas en el examen difícil de las
causas fundamentales, que podrían haber deter-
minado las diferencias en la configuración de las
especies de moluscos existentes en la superficie
de ese territorio, damos al principio la lista de
4,
— 50 —
los moluscos terrestres y fluviales del país, en
cuanto lian sido recogidos y descritos por autores
anteriores, y adjuntamos á esta lista las descrip-
ciones mas extendidas de algunos de ellos ó de
especies nuevas, hasta hoy desconocidas : princi-
piando nuestras observaciones con las especies
del grupo JSucdnea y sus aliados.
Lista
de los Moluscos terrestres y fluviales, recogidos en el territorio
del Rio de la Plata y de la República Argentina.
La obra principal pasa el estudio de los Moluscos Argen-
tinos es el viage de D'Orbigny, publicado en París bajo
el título :
Voy age dans üAmérique méridionale, etc , etc.,
exécuté jpendant les années 1826-33, ^/"Alcide
D'Orbigny. Mo.
La tercera parte del tomo quinto se ocupa de los Mo-
luscos recogidos en este viage, de cuyos animales el autor
describe 787 especies diferentes, el mayor número también
figuradas en las 85 láminas, que acompañan dicho tomo.
Entre las 787 especies, descritas en la obra, son 78 reco-
gidas en el territorio argentino. — Antes el autor Labia dado
una synopsis de las especies terrestres y fluviales en el
Magasin de Zoologie de Guerest del año 1S35, niirn. 61.
Después el Dr. Burmeister lia significado una y otra espe-
cie nueva en su viage por la República, titulada :
Jteise durch die La Plata — Staaten. 2 T. Halle,
1860-61 8vo.
Al fin el Dr. D. Pelegrino Strobel, antes catedrático
de la Universidad de Buenos Aires, ha publicado un lo-
— 51 —
lleto, describiendo dos especies nuevas de Moluscos, reco-
gidas por él durante sus viages por la República, bajo el
título :
Alcune note di Malacólogia Argentina, extracto de
los Atti delta Societa italiana di scienze natural*.
Vol. IX, entreg. 3. Milano, 186S, 8vo.
Algunas anotaciones y descripciones de una y otra
especie nueva de los países del Rio de la Plata, se hallan
esparcidos en diferentes periódicos del ramo, como en los
" Malacozoologischen Blaettem de L. Pfeiffer y otros."
I. GASTROPODA.
A Pulmón ata.
a Terrestria.
1. Vaginulus solea D'Orb., 1. l.pag. 22, pl. 21, fig.
1-4. — En los contornos de Buenos Aires, debajo
de tablas y pedazos de palos, hallándose tranqui-
lamente, durante el dia ; también en Buenos
Aires mismo, de los pozos, de donde sale el ani-
mal durante la noche.
2. Vaginulus pa?*anensis,RvRN.. Reise, I. 494, II.
21. — Cerca del Paraná y de Santa-Fé, abajo de
piedras y ladrillos. (*)
De figura oblonga angosta, 2 pulgadas de largo y 4
líneas de ancha, bastante convexa, con las márgenes late-
rales agudas; separadas del cuerpo como lista muy an-
gosta plana. Superficie dorsal finamente granulada, cu-
bierta de viscosidad clara, diáfana, que da al animal un
aspecto resplendente, como de raso ; de color pardo -ne-
grizo, mezclado con algunos puntitos amarillos entre los
granitos mas finos, mas órnenos pronunciados, produciendo
(*) No estando descripta esta especie hasta ahora, damos acá la des-
cripción, según las notas nianuscriptas del autor.
— 52 —
una vista marmoriada del lomo, compuesta de granos
pardos y amarillos, poco mas grandes que los otros, y
parcidos regularmente entre ellos. La cabeza, saliendo de
afuera de la capa del escudo dorsal descrito, es blanquiza,
formando una trompa corta, dividida en la superficie por
surcos finos longitudinales, pero bien pronunciados, en
muchos lobubos convexos, entre los cuales los siete de la
superficie dorsal son mas anchos y mas altos que los nueve
de la superficie ventral. En el centro de estos lóbulos se vé
la boca, cubierta de un labio superior, fin amenté eren ulado
y de dos lóbulos casi circulados hacia abajo. Al lado ex-
terno de esta cabeza salen, atrás de los lóbulos, dos tentá-
culos pequeños de figura de verrugas subeónicas obtusas,
y encima de ellos, peco mas al interior, casi del vértice de
la cabeza, dos otros cuernos mas altos, retráctiles y de
íigura de majadero, cada uno con un ojo pequeño negro en
su punta engrosada. Estos cuernos cou negros y no pardos,
como las dos verrugas y la superficie del vértice. — Todos
estos órganos pueden retirarse con la cabeza, bajo el capucho
anterior del escudo dorsal. — La superficie plana ventral
del animal se forma por una suela angosta blanca en el
medio, apenas mas ancha que la tercera parte de la super-
ficie, y dos ribetes pardos negrizos del escudo dorsal, casi
de la mis'na anchura, separados de la suela por un plie-
gue fino pero profundo, en cuyo pliegue se halla al lado
derecho del animal la apertura genital, y al fin del cuerpo
la boca para la respiración.
3 Vaginulus bonnaerensis, Stkobel, 1. 1. núm. 2.
Buenos Aires *
4. Omalonyx unguis Fek., D'Orb., 1. 1. 228, pl.
22, fíg. 1-7.
Corrientes, Entre-Eios, Eosario.
5. Succinea meridionalis, D'Orb., 1. 1. 711.
Antes 8. oblonga, Drai\, ibid. 231.
— 53 -
S. Burmeisteri, Ñor.. Malacol. Bl. Tom. XXI, p.
50, pL III, fíg. 15-19.
En los mismos lugares.
6. Ildix láctea, Mull. D'Orb., 1. I 238.
Copiosa en los contornos de Buenas Aires y Ro-
sario, pero introducida por frailes, para comida
de cuaresma .
7. Ilel. Tranqaelleonis Grat. Pfeiff. Zeitsclir. f.
Malacozol. 1850 p. 13.
Ilel. monographa Bürm. Reis. etc. II pág. 77.
Sierra de Córdoba. El cuerpo del animal tiene
un color pardo.
8. Ilel. monographa, Burm. 1. 1. Nob.
Próximo aliada á la especie precedente pero mas
grande, mas angosto umbicada y por todo bien
diferenciada de la anterior; el cuerpo del animal
es de color de naranja. Sierra de Catamarca.
9. Sel. cuyana Strob. 1. 1. núm. 1. Sierra de Mendoza
10. ITel. costellata D'Orb. 1. 1. 252; pl. 26. fig. 6-9.
Buenos Aires, Montevideo
11. Ilel. Paraguayana Pfeiff, Symb. [I, p. 93.
H. elevata D'Orb. [nec Say] D'Orb. Voy. 1. 1.
254, pl. 28, f. 5-8. Montevideo
12. Reí. heliaea D'Orb. 1. 1. 254, t. 26, f. 1-5.
Misiones de Corrientes
13. Ilel. hylophila D'Orb. Voy. 1. 253, t. 28, f. 13-16.
Entre-Rios, Corrientes
14. Bulimus oblongus Mull. [Verm. II. 1. 86. n.
248.] Turbo haemostomus Gmel. p. 3597.
B. oblongus var D'Orb. 1. 1. 297, pl. 37, f. 1.
Borns oblongus Múll. var crassa. v. Martens,
llelicen. p. 191. — Tucuman, Corrientes, Córdova.
El caracol mas grande de los moluscos terrestres
del país.
15. Bul. mccleus Sow., D'Orb. 1. 1. 302.
— 54 —
B. lutescens Ejng., Zoo!. Journ. V. 340.
Bahía Blanca, Patagones y Montevideo
16. Bul. ereades, D'Orb. 1. 1. 270. pl. 32, f. 11-15.
Corrientes
17. Bul. sporadicns D'Orb., 1. 1. 271. pl. 32, í.
12-15. Buenos Aires, Corrientes
18. Bul. apódemeles D'Orb. Voy. 1. 1.
San Lorenzo, Cordera, Cataraarca
10. Bul. montevidensis, Pfeiff. Proc. Zool. Soc.
1S46. p. 33. Montevideo, Buenos Aires
20 Bul. pajyyraceus, Mawe [1823] Lin. syst. tab.
tit, í. 7.
B. lita Fer. D'Orb., Voy. pag. 268. Corrientes.
21. Bul. Foumiersi, D'Orb. 1. 1. 273, pl. 30 f.
12-14. Corrientes, Paraná, Santa-Fé.
22. Bul. montivagus D'Orb. 1. 1. 275. pl. 34. fíg.
1-3. Entre-Kios [Caballo-cuatia]
23. Bul, Guaraní D'Orb., 1. 1. 318. pl. 41, bis. fíg.
1. Corrientes [Las Misiones]
24. Bul. Alvarezii D'Orb., 1. 1. 319. Entre-Kios
[Feliciano]
25. Bul.patago?iicus [Pupa] D'Orb. Synops p. 22.
Pupa Sowerbiana var. D'Orb., 1. 1. pl. 41 bis. f.
17-18. — Bul. dentatus B. Pfeiff. Monograpb.
ílelic. viv. II. 87. Patagones
26. Bul. Daedalus, Desbates en Ferus. bistor. II.
217. num. 19, pl. 162, f. 23-24. Córdova, Cata-
marca.
b Fluvial ¿a.
27. CMlina teMielcha, D'Orb., 1.1. 336. pl. 43. fíg.
6-7. Patagones. Bio Negro, cerca San Xavier.
28. CMlina 2melcha, D'Orb. 1. 1. 336. pl. 43. fig.
8-12. Patagones. Rio Negro, mas cerca á la boca.
29. CMlina Parchajyi, D'Orb., 1. L 33S pl. 43 fíg.
— 55 —
3-4. Patagones. Arroyos de la Sierra Ventana.
30. CMJina fluminea, D'Orb. 1.1. 337 pl. 43. fig.
19-20. Copiosa en el Rio de la Plata cerca de
Buenos Aires.
31. Planorbis per egrinus^ D'Orb. 1. 1. 348. pl. 44.
fig. 13-16. Montevideo, Buenos Aires, Patago-
nes, Entre-Rios y Corrientes.
32. Planorbis heloicus, D'Orb. 1.1. 349. pl. 40.
fig. 9-12. Montevideo, en las lagunillas al pié
del Cerro.
33. Planorbis anatinus, D'Orb. 1. 1. 351. pl. 45. í.
17-20. Entre-Rios
34. Planorbis tenagophilus, D'Orb. 1. 1. 347 pl. 44
í. 9-12. Corrientes.
35. Ancylus concentricus. D'Orb. 1. 1. 354. pl. 42.
fig. 18-21. Montevideo, Buenos Aires, Corrientes
B Pectinibranchia.
a AmpMlÁa.
36. Ceratodes cornu arietis Linn, D'Orb. 1. 1. 368.
pl. 48 fig. 7-9. Corrientes, Paraná, Rosario
37. Amptdlaria neritoides, D'Orb. 1. 1. 368. pl.
49. fig. 1-2. Rio Uruguay; isla de los dos herma-
nos.
38. Ampullaria scalaris, D'Orb. 1. 1. 369. pl.
50. fig. 1-2. — Paraná, Corrientes, Rosario.
S9. Ampullaria canalicidata, D'Orb. 371 pl.
50. fig. 4-6. Buenos Aires, Monte video, ¿Rosario,
Paraná, Corrientes y en todas las lagunas de
Entre-Rios. También fósil en el terreno alu-
viano antiguo de la época actual.
4W. Ampullaria i?isularum, D'Orb. 1. 1. 374. pl.
51. fig. 1-2. Copiosamente en el Rio Paraná,
(Rosario, Paraná.)
— 56 —
41. Ampullaría australis, D'Orb. 1. 1. 375. pl.
51. fig. 3-4. Laguna de los contornos de la Sierra
Tandil, provincia de Buenos Aires.
42. Ampulloídea Platee, D'Okb. 1. 1. 379. pl. 49. fig.
3-6. Costa del Rio de la Plata; [Ensenada, Boca]
y del Rio Salado de Santa-Fé.
b. Líttorínoídea.
43. Paludestrina peristomata, D'Okb. 1. 1. 382
263. pl. 47. fig. 1-3. Corrientes
44. P alud estriña lapidum, D'Okb. 1. 1. 382. 264.
pl. 47. íig. 4-8. Buenos Aires, Corrientes
45. Pahidestrma piscium, D'Orb. 1. 1. 385.no. 265.
pl 47. fig. 17-21. Buenos Aires [Rio Lujan.]
Hemos sacado del estómago de un pato muchí-
simos individuos de esta especie.
46. Paludestrína Par chappi, D'Okb. 1. 1. 385. no.
266.pl. 48. fig. 1-3. Provincia de Buenos Aires
al Sud [Rio Salado]. También fósil en el terreno
aluviabo antiguo déla época actual.
47. Paludestrína australis, D'Orb. 1. 1. 384. no.
267. pl. 48. fig. 4-6. Patagones, [Babia Blanca.]
48. Paludestrína charruana, D'Orb. 1. 1. 384. n.
268. pl. 75. fig. 1-2. Montevideo.
49. Paludestrína Isahellana, D'Orb. 1. 1. 3S5. no.
269. pl. 75. fig. 4-6. Montevideo.
50. Paludestrína Petitiana, D'Orb. 1. 1. 387. no.
277. pl. 75. fig. 19-21. Rio Paraná, cerca de San
Pedro.
II. CORMOPODA ó LAMELLIBRANCÍIIA.
51. Óyelas paranensis, D'Orb. 1. 1. 567, no. 6 12. pl.
83. fig. 25-27.
52. Óyelas variegata, D'Orb. 1. 1. 567, no. 613, pl.
- 57 —
82. fig. 14-16. var. C. limosa D'Obb. ibid. Duc-
hos Aires
53. Cydas Argentina. D'Orb. 1. 1. 568, no. 914. pl.
83. fíg. 7-5. Montevideo
54. Cyclas ptdchetta, D'Orb. 1. 1. 568. no. 615. pl.
83, fig. 8-10. Buenos Aires, Maldonado.
55. Azara labiata, D'Orb., 1. 1. 573. no. 624. pl.
82. fía 22-23. Boca del Eio de la Plata, desde
Montevideo hasta Buenos Aires. Copiosa tosil
en los depósitos antiguos del terreno aluvial, for-
mando grandes capas cerca Belgrano, Puente
Chico y en otras localidades.
56. Indina trapezoidalis, D'Orb. 1. 1. 596. no.
660. Paraná, Corrientes.
57. Castalia ambigua, La.m. D'Orb. 1. 1. 598. no.
662.— Antes C. innata D'Orb. pl. 72 fig. 4-10.
Corrientes, Entre-Kios, [Eio Uruguay.]
58. Myeetopus siliquosus, Spix., D'Orb. 1. 1. 601.
no. 665. pl. 67. Corrientes.
59. Unió par anensis, Lea, D'Orb, 1. 1. 602. no. 667.
Paraná, Corientes.
60. Unió Solisianus, D'Orb. 1.1. 604. no. 668. pl.
69. fig. 1-3. Buenos Aires
61. Unió variabilis, Wood, D'Orb. 1. 1. 604. no.
669. fig. 1-3.— TJn. Matonianus, D'Orb. antes 1. 1.
Buenos Aires
62. Unió delodontes, Lam. D'Orb. 1. 1. 605, no. 67.1.
Montevideo, Buenos Aires, Paraná, Corrientes
63. Unió charruanus, D'Orb. 1. 1. 606. no. 672. pl.
71. fig. 8-14. Maldonado, Montevideo, Kio
Urugua}7.
64. Unió rhuacoicus, D'Orb. 1. 1. 606. no. 673. pl.
69. fig. 4-5. Arroyo de Maldonado y Eio Cañe
Ion grande.
— 58 —
65. Unió Guaranianus, D'Orb. 1. 1. 608. no. 676.
pl. 69. fig, 10-12. Corrientes
66. linio psammoicus, D'Orb. 1. 1. 608. no. 677.
pl. 71. fig. 4-7. Corrientes, Paraná, Santa-Fé.
67. Unió Burroughianus, Lea., D'Orb. 1. 1. 609.
no: 678. Montevideo, Buenos Aires, Paraná y
Comentes
68. Unió paraUelepipedon, Lea., D'Orb. 1. 1. 609.
no. 679. Buenos Aires, Paraná, Corrientes y
Rio Uruguay.
69. Unió patagónicas, D'Orb. 1. 1. 610. no. 6S0.
pl. 70. fig. 4. Eio Negro,
70. Monocondylaea paraguayana, D'Orb. 1. 1. 612.,
no. 684. pl. 70. fig. 8-10. Paraná, Itaty, Corrientes
71. Monocondylaea minuana, D'Orb., 1. 1. 012. no.
684. pl. 70. fig. 8-10. Eio Canelón grande.
72. Monocondylaea Parchappi, D'Orb., 1. 1. 613.
no 685. pl. 65 fig. 1-3. Paraná, Itaty, Corrientes
73. Monocondylaea corrientma, D'Orb. 1. 1. 613.
no. 686. pl. 68. fig. S-10. Corrientes
74. Monocondylaea fossiculif era, D'Orb. 1.1.614.
no. 6SS. pl. 50. fig, 5-7. Corrientes cerca de Iri-
bú cu a.
75. Anodonta Sitiónos, D'Orb. 1. 1. 615. no. 689. pl
74. fig. 4-6 y pl. 80. fig. 1-4. Var. A. Ferrarisi,
D'Orb. En el Rio de la Plata y Paraná, desde
Buenos Aires hasta Corrientes; también en el
Arroyo Canelón grande.
76. Anodonta tenébricosa, Lea, D'Orb. 1. 1. 616,
no. 690. Arroyos de la Banda Oriental y en el
Rio de la Plata cerca Buenos Aires.
77. Anodonta membranacea,M.kT. D'Orb. 1.1. 616.
no. 691. pl. 70. fig. 11. Var. A. lato-marginata.
En las mismas aguas ; una de las especies mas
copiosas.
— 59 —
78. Anodonta soleniforniis, D'Orb. 1, 1. 617. do. 69.
pl. 74. fig. 1-3. En las aguas de la Provincia do
Corrientes.
79. Anodonta trígona, Snx, D'orb. 1. 1. 618. no. 694.
En las mismas aguas.
SO. Anodonta trapeziana, Spix, D'orb. 1. 1. 619. no.
695. Var. Anodon rotundum Spix. En las mis-
mas aguas.
81. Anodonta limosa, D'Orb. 1. 1. 619. no. 696. pl.
79. fie;. 1-3. Lagunas centrales de la Provincia
de Corrientes.
82. Anodonta lucida, D'Orb. 1. 1. 620. no. 697. pl.
79. fig. 4-6. En el arroyo Canelón Grande de la
Banda Oriental.
83. Anodonta puelchana, D'Orb. 1. 1. 620. no. 69S.
pl. 79. fig. 7-9. En el Kio Salado y Kio Negro
de Patagones.
84. Anodonta exótica, Lam. D'Orb. 1. 1. 621. no.
699.
Anodon anserinus Spix, 29. 3, de media edad.
radiatus Spix, 31. 6, jovencita.
giganteus Spix,27. 1, individuo adulto.
Casi en todas las aguas de la Banda Oriental, de
Entre-Pios y de Corrientes.
85. Byssodonta Paranensis, D'Orb. 1. 1. 622. no. 700.
pl. 84. fig. 21-25.
Rio Paraná, cerca de Iribucoa, provincia de
Corrientes.
— 60 —
1. Omalonys iiuguis Fer
"Testa ovali, depressa unguieuliformi, tenui, subundu-
lata, diaphana, succinea, spira milla ; apertura patilla,
columella lsevigata. [ D'Okb. Voyag. dans V Amériquc
mér. V. 3. 229.]
La concha se asemeja á la forma de una chinela ovala,
deprimida, hemisférica ; bastante convexa á un lado ;
tenue y transparente, verde ambarina ; en el exterior poco
lucida y mucho en el interior, con pliegues diminutos é
irregulares, excéntricos, formados por el crecimiento gra-
dual de la concha. La espira rudimental, formando una
corcovita obtusa, retorcida, poco dilatada sobre el polo
de atrás de la concha, considerada horizontalmente, sobre-
saliendo un poco lateralmente. La apertura es amplia,
ovalada v su embocadura en forma de ángulo. La orilla
de la apertura es recta, aguda, continuada y soluda ; la
columela poco inclinada, bastante gruesa y sobresaliente,
encarnadina ó íuscada ; la sutura en forma de un garaba-
tito. La orla exterior de la apertura, en el punto donde
tiene el animal la apertura de aliento, ofrece una pequeña
ondulación.
Dimensiones de lo, concha'
CONCHA
S APER
TURA
Altura
Longitud
Latitud
Altura
Longitud
a 7.00 mm.
4.75 mm.
210 mm.
6.35 mm.
4.50 mm.
h 7.75 "
5.00 "
2.40 "
7.00 "
4.60 "
c 9.20 "
5.80 "
3.20 "
1 S.35 "
5.50 "
¿11.35 "
7.50 "
4.00 "
10.00 "
7.15 "
e 11.50 "
7.50 "
4.00 "
10.40 "
7.25 "
f 11.75 "
8.00 '•
4.35 "
10.50 "
7.40 "
g 11.75 "
7.75 '•
4.25 "
10.75 "
7.35 «
h 12.50 "
8.25 "
4.50 «
11.50 "
7.85 «
— 61 —
Animal— En comparación con la apertura muy am-
pliada, como dos ó tres veces mas grande que la concha
convexa; el pié muy grande hacia adelante y redondeado,
atrás enangostado en forma de lanceta. La parte superior
del animal, de un color gris negro, formado por numerosas
manchas y puntos generalmente ordenados en una serie de
líneas longitudinales. Delante y atrás de la concha, de
parte á parte, hay una raya longitudinal, bastante ancha,
que naCe del pié de los tentáculos, formada por un oscuro
y espeso grupo de manchitas, terminando adelante en una
raya mas angosta del lado externo de los tentáculos. La
concha está depositada sobre el medio del lomo, un poco
hacia atrás, al rededor del borde, cubierta hasta medio
milímetro por la orla de la capa. Esta es maculada y pin-
tada adelante por 5 hasta 6 fajas oscuras, transparentes
dentro de la concha, convergentes hacia atrás y bajo la
cima de la concha, perdiéndose gradualmente á la vista.
La apertura de aliento está casi en el medio, entre la ca-
beza y la punta del pió, en una posición en que está casi á
la orilla de la concha. La parte anterior ó delantera del
cuerpo y los tentáculos, bastante largos, son parecidas com-
pletamente á las formas análogas del genus Succinea — Los
movimientos del animal son muy vivos.
La m axil] a repite las formas del género Succinea, con un
apéndice rayado.
Órganos sexuales — El penino, cerca del medio, es
grueso en forma de clavo, prolongado por un apéndice en
forma de látigo. El principio de éste está plegado en forma
de nudo, la parte final arrollada espiralmente y el punto,
en que termina bajo la inserción del "vas deferens," una
veruga gruesa.
El "vas deferens"con un apéndice grande oval y semi-
convexo de glándulas, está provisto en su lado plano é
interno, de un canal hondo, adonde se halla depositado el
"vas deferens." El conducto comunal de las glándulas
— 62 —
hermaíroditas es oscuro, arrollado espiralinente y o-rüeso
como en Succinea. La glándula de albúmina, muy gruesa
y doblada.
Encontré esta especie en el territorio de los bañados de
las costas bajas del Paraná, cerca del Kosario. El animal
vive sobre el suelo húmedo y cobijado por pequeñas yer-
bas, ya en las orillas de esas lagunas, ó sobre las isletas de
céspedes depositadas ó flotantes en aquellos esteros. Es
raro que abandone el suelo húmedo para vivir sobre las
plantas, y nunca sube sobre ellas, sino unos cuantos centí-
metros arriba del suelo.
Supuesto, que el nivel del agua en aquellos esteros co-
municados con el Paraná, se muda con el cambio del
tiempo, como el nivel de aquel rio, el animal se vé preci-
sado á cambiar el lugar de su residencia. Durante mi pri-
mera residencia en el Rosario, en Octubre de 1872, tiempo
que el agua del Paraná estaba creciendo, no me pudo
sorprender el hallar tantos individuos de esta especie en
medio de los esteros, flotando perezosos en el agua, ó ar-
rastrándose sobre los despojos de las plantas,llevados sobre
la superficie de aquellos.
El animal, durante el tiempo seco, en que el agua de las
lagunas disminuye, va cada vez mas en seguimiento de la
orilla, á medida que ella estrecha sus límites, buscando
abrigo y amparándose en el suelo húmedo. Indudable-
mente se había declarado en derrota en el territorio inun-
dado de agua, en los tiempos en que subió el nivel del
Paraná ; y no pudo volver hacia atrás en el mismo grado
que las aguas del rio trasladaron su orilla rápidamente. El
animal en este estado de alejamiento, busca un asilo sobre
las isletas, ó sobre las sustancias vegetales que flotan en
esas lagunas.
Observado de lejos, tiene alguna semejanza con una
limaza; la Conchita bastante pequeña en comparación con
la corpulencia del animal jaleoso y asegurada sobre la
— 63 —
parte superior en el medio del lomo, aparece casi como un
órgano completamente inepto y sin utilidad ; y tal supo-
sición se puede comprobar haciendo notar, que el animal
se baila bajo las circunstancias favorables de una resi-
dencia impregnada de humedad suficiente, para llevar sus
principales necesidades, conducentes el aire al desarrollo
de su actividad pulmonar.
Pero no poco sorprendente es la metamorfosis que se
efectúa en él, estando espuesto durante unos dias al aire
seco. El animal, antes muy ágil y reptil muy veloz, se
reduce por efecto de la salida del aire pulmonar y de pér-
dida de humedad, á casi una tercera parte de su volumen
anterior ; y observado de arriba no es visible mas que la
concha con los tentáculos semiretractados y apenas sobresa-
lientes. A consecuencia de la poca actividad de la respira-
ción, la facultad del movimiento se reduce casi completa-
mente. En este estado el animal parece tan diferente en su
exterior, del estado normal, que se puede dudar si se tiene
á la vista especies diferentes, si no se ha tenido conoci-
miento del procedimiento de esta metamorfosis. El animal
busca guarida durante la falta de agua, ó al declararse un
tiempo de seca, en las cavidades del suelo, en las locali-
dades de su vecindad, cobijadas y sombreadas por plantas,
cavando con el pié en la arcilla pampeana hasta tocar con
ella la concha, pues el terreno reserva siempre cierto grado
de humedad. Guardada de este modo por la concha la
parte superior de su cuerpo contra el influjo del aire
seco, el animal se halla en un estado de soñolencie,
esperando el momento favorable en que una abundante
lluvia, ó el aumento del agua en el rio, traiga nuevamente
la posibilidad ó condiciones suficientes á desplegar su
actividad vital.
No me ocuparía de estos fenómenos característicos del
sistema de vida de estos animales, sino creyese conve-
niente hacer algunas reflexiones sobre ellos, considerados
— 64 —
en relación ó combinación con las apariciones en general
de la familia de las Succineas.
Los representantes de la íamilia de Snccinoideos se
pueden considerar, respecto á la forma de sus conchas,
como una escala de escalones mas ó menos continuados.
Las alas finales hacia la una dirección, forman los represen-
tantes de la Succinea oblonga Drap., con una espira desar-
rollada y amplia y una apertura regular ; las alas finales
hacia la otra dirección, forman las especies del gemís Orna-
lonyx D'Oeb., dotado de una apertura amplísima y una
espiral rudimental.
Al principio de mis estudios científicos, se me ha pre-
sentado la ocasión de dirijir mi vista á la conexión entre
la formación déla concha, en las proporciones de la ampli-
tud de su espiral y de su apertura, con respecto á la vida
y la residencia local del animal del genero Succinea en
sus representantes europeos [ Untersuchungen ueber die
Bedeutung und chemische Co?nj)osition der Pulmonaten
Schaale. Gcettingen, 1872, 8.] Poco tiempo después enca-
minando por las costas del Rio Paraná, me era reser-
vada la satisfacción de hallar en las primeros moluscos
que se me presentaron, una contestación á mis declara-
ciones anteriores.
Al ver, que la concha de los pulmonatos terrestres tiene
para el animal una importancia grave, como medio de
abrigo contra el influjo del aire seco, que los mortifica en
casos de períodos largos de tiempo, no estaba distante de
deducir que todos aquellos pulmonatos, que tuviesen una
concha desarrollada desfavorablemente en el sentido alu-
dido, no podrian tener la posibilidad de vivir en locali-
dades que caen periódicamente bajo la acción de la seca.
En el Omalonyx ahora, la concha asegurada al lomo del
animal durante su estancia en una localidad húmeda favo-
rable á su actividad vital, parece como un adherente subal-
terno é inconducente del cuerpo, mientras que gran parte
— G5 —
de los representantes de Succinóideos y otros Pulmonatos,
pueden encojerse completamente en el interior de su
concha, después de la exhalación del aire de sos pulmones,
cerrándose al mismo tiempo la apertura de esta, por medio
de una membrana transparente y hecha por evaporación
del animal. En el genero Omalonyx no se halla esta circun-
stancia. Aunque no obstante, el animal, durante el tiempo
seco, se reduce por falta del aire pulmonar y del agua, á
la tercera parte de su volumen anterior, él no se puede
retraer en su concha; siempre muestra la margen de su
pié, conservando aun en este estado el mismo perfil oval
del cuerpo, que es sobresaliente al rededor déla apertura de
la concha con la parte externa.
En tales circunstancias la orilla del pié, ánte3 muy
enflautada por la absorción del agua, tiene numerosos
pliegues y un distinto color naranjado. Ahora cuando el
animal con el auxilio de su pié se hunde un poco en el
terreno húmedo, hacia la orilla de su concha, se defiende
por esto de la enjugacion ; mientras que la concha de enci-
ma sirve hacia arriba como cubierta del cuerpo, contra la
influencia del aire secante.
La concha, bajo las circunstancias normales de la activi-
dad vital, asegurada sobre el lomo del animal en una
postura horizontal, cambia entre estos procedimientos, su
posicion.de una manera visible. En el lado del cuerpo del
animal, donde su pulmón, que ocupa todo el interior de su
concha, alcanze mayor extensión, vésc bajar aquella concha
mas ostensivamente, durante la expiración del aire pulmo-
nar, que en la otra porción del cuerpo ; y la concha recibe
así una dirección inclinada.
El animal, en este estado reducido de su actividad vital, es
comparable fiisiológicamente con un representante de Suc-
cineaó Ilélix encojido en su concha, con la diferencia do
que el tránsito de un estado al otro, es menos rápido y
menos pendiente de sa arbitrio, y producido mas gradual-
5
— 66-
mente por provocación externa, que por pérdida gradual
del agua en las partes musculosas del cuerpo y del pié ; pro-
cedimiento que parece indicar, por la rizacion del pié, el
estado de vida reducida del animal.
Encontraríamos así en el género Omalonyx un exemplo
en que lo principal de la facultad de defenderse contra el
influjo del aire secante, se funda menos sobre la forma y
amplitud de su concha, pero si principalmente en la
facultad de absorver por las partes musculosas una provi-
sión relativamente considerable de agua, para la consuin-
cion á la entrada de un tiempo seco.
Se vé entonces en el género Omalomjx una especie de
pulmonatos que está acostumbrada como ninguna otra, á
localidades liúmedas, y que igualmente no se halla en
otras localidades cerca del Paraná, sino en medio de los
territorios de estos bañados, cerca del rio; viviendo en ellos
ceñida de agua y de un aire saturado con los vapores
acuosos. Nunca se halla el animal en regiones distantes
del rio. Luego que durante un bajo nivel del rio ha desa-
parecido el agua de los esteros, reserva siempre el terreno
gredoso, generalmente cubierto con plantas, por atracción,
una cierta cantidad de humedad, que es suficiente á con-
servarla vida del animal, hasta entraren un nuevo período
de crecimiento él nivel de las aguas del Paraná. Después
el animal absorve gradualmente una cantidad de agna en
su cuerpo, é igualmente se estiende su actividad vital. Así
el animal vuelve, también del mismo modo, al estado en
que se hallaba antes.
Envié estos apuntamientos sobre el modo especial de
la vida del Omalonyx, á la redacción de un periódico cien-
tífico en Alemania [ Maldkozool. Blaetter ] antes de que
hubiese venido á mis manos la obra de D'Okbigny sobre su
viage á la América Meridional. Me han sido muy satisfac-
torias las observaciones, que D'Okbtgny ha hecho sobre este
- G7 -
animal (*), adémasele ver que mis propias son compleja-
mente conformes con ellas.
lie aquí lo que el dice :
"Elle est, sans doute, un des plus aquatiques du génre,
car elle ne se trouve que pres des eaux sur les tiges des
plantes inondées ou méme flotantes ; et nous nous soinmes,
assuré l'experience, que le manque d'eau lui fait perdre,
immédiatcment, sa ferce locomotive et la vie. La marche
en est rapide."
Después délos conocimientos referidos sobre el modo de
vivir, que posibilita y hace muy fácil el arrollamiento del
animal hacia localidades lejanas, debe ser muy probable la
suposición, de que él se encontrará en todos los lugares de
las costas del Paraná. Al contrario, es muy improbable
hallarle en las partes arenosas de las costas de ese rio, que
en su superficie decaen muy pronto, durante un tiempo seco,
en el estado sin a<ma.
El animal ha sido obsevardo hasta ahora en las siguien-
tes regiones de las costas del Paraná : Corrientes [D'Ok-
bigny], Buenos Aires [D'Orbigny] y Eosario [Dóring.]
2. ©íiialossyx patera, Nob.
Testa ovalís, depressissiraa, unguiculiformis, tenuis,
corneo-luteo-fusca ; apertura máxima, perfecte ovalis,
superne arcuatim angulata, intus submargaritacea. Colu-
mella subrecta, leniter incrassata, dentata, lútea. Pe-
ristoma acutum, paulo inflexum; marginibus acutis,
callo junitis, solutis. Spira milla.
Long, 11.5 mm. Lat. 7 muí. Alt, 3.5 mm. Ap. 10.75
mm. longa, 6.6 mm. lata.
(*) El animal que describe D'Orbigny como Omalonyx unguis Fer.,
es idéntico al que hemos observado. El retrato hecho por D'Orbigny,
representa el animal en el estado de su mas grande amplitud y actividad
vital ; pero debemos establecer que la pintura parece ser hecha de me-
moria. La parte anterior dal cuerpo, la cabeza con sus tentáculos, no
restituye á un representante del genus Succinca; ,sino que se asemeja irua
bien á una especie de Vaginuluz,
— 68 —
Concha — La concha es casi completamente ovalada,
muy deprimida, poco convexa, de color caramelo, con una
lijera mancha rosada, poco transparente, lucida y en el
interior poco nacarada. La apertura es completamente de
la misma figura, apenas con un ángulo obtuso hacia atrás,
La orilla de la apertura es unida, aguda, con una pequeña in-
flexión gradual hacia ei interior déla concha. La columela
es poco espesa, sobresaliendo casi en forma de un diente; su
color con una lijera mancha fusca. La espira sobre el polo
de atrás de la concha es pequeñísima, ofreciendo á la vista
la figura ele una jibita obtusa ; pero no sobresaliendo al lado,
como en el Omalonyx unguis Fer., considerada vertical-
mente. La sutura corresponde á la forma de un garabatito
corvado. En el borde exterior de la apertura, en el punto
donde tiene el animal la apertura de aliento, se halla una
ondulación pequeña, pero ostensible.
Animal — El animal en su color es semejante al Omalo-
nyx unguís Fer, pero mucho mas limpio, con numerosos
puntos obtusos y muy finos, que, como en el Omalonyx un-
guis,se agrupan en forma de dos rayas angostas á los
lados del lomo del animal. La capa es de color amarillo cla-
ro, y no tiene las fajas como la especie anterior.
Tanto por el colorido del cuerpo del animal, como tam-
bién por la forma de la concha, distingüese suficientemente
esta especie de la anterior ; y tanto, que es difícil de con-
fundirlas. Sin embargo, entre el Omalonyx se hallan indivi-
duos, que por lo poco distinguible de la convexidad de la
concha, y por la jibita mas diminuta del polo de atrás de
la misma, acércanse á esta especie. Pero siempre es fácil
distinguir nuestra especie de la otra, por el borde exterior
de la concha, con su inflexión gradual hacia el interior de
la apertura, y el animal por la falta de las fajas sobre la
capa debajo de la concha.
De menos consideración parece la diferencia en los
pocos ejemplares que descubrí, respecto al grandor mas
— 69 —
pequeño de su cuerpo, cu comparación con la concha ;
porque, como hemos dicho, en el Omalonyx miquis Fek.,
el volumen del cuerpo del animal está sujeta á un gran
cambio, por causa délas circunstancias húmedas de su resi-
dencia ; debiendo determinarse en lo sucesivo, por otras
observaciones, si esta diferencia es característica de esta
especie.
3. SucciiMMi BMerMioiíalis D'Obbigny, Voy. 1. 1. 711.
Testa oblongo ovata tenui fusculenta vel luteocornea,
diaphana, irregularitcr rugoso-substriata. Spira acuta,
anfractibus 3-4 valde convexis, celeriter accressentibus ;
apertura oblicua, rotundato-ovata, superne vix arcuata.
Sutura lata, profunda.
Long. 12 mm. lat. 7.25 mm. — Long. aperturao 8 mm.
lat. 5.3 mm.
Succinea oblonga, Dkap. D'Oiibigny Voy. 1. 1. 231.
Succ. JBurmeisteri, ISTobis. 1. 1.
La concha — La concha es ovada, aguda, un poco ven-
trudo, transparente, de color lúteo corneo, á menudo bastante
rugosa y poco lucida. Los anfractos son bastante convexos
y bastante crecientes; el álticao poco mas ventrudo. La espi-
ra es aguda ; la apertura redonda, ovalada ; el borde ex-
terno del labio de poca apariencia, y unido con el bordo
externo de la apertura. El pneumofragma es tenue, crista-
lino, elástico y pegajoso.
Animal — El animal es de una forma recojida ; durante
su marcha casi 1 4 mas largo que su concha, limpio ;
toda la parte superior del cuerpo cubierta por numerosas
maculitas y puntos obtusos de figura irregular, que en
parte se agrupan en forma ele rayas longitudinales. Sobre
la línea del medio del cuerpo de adelante, desde la margen
de la concha, hacia el espacio entre los tentáculos y hasta
la margen de los labios, hay una angosta raya negra. Los
tentáculos son limpios y un poco oscuros hacia arriba. Una
angosta raya negra continua, desde el punto, á lo largo de
- 70 —
los tentáculos y sobre el lomo, hacia la margen ele la concha.
La capa del cuerpo, transparente dentro de la concha,
está pintada con 1012 fajas oscuras convergentes, que van
enangostándose hacia atrás, produciendo un golpe de vista
muy característico del animal durante su actividad vital.
Las fajas al laclo déla columela tienen siempre una curva
mas ó menos distinta, correspondiente á la curva de la
espira de la concha. El borde anterior de la concha está
cubierto hasta ¿ mm. con la orilla endoblada de la capa.
Los primeras espirales de la concha del animal vivo son
regularmente de color oscuro, poi causa de las partes oscu-
ras del cuerpo, transparentes dentro de la concha.
Los individuos jóvenes son siempre mas limpios, y el
colorido regularmente menos claro y ostensible.
Órganos sexuales— El penino es en su principio un
poco ovalado, después sigue una porción llana y una espesu-
ra bastante robusta. Iláeia el fin sigue prolongándose hasta
terminar en un doblez ; pero su "prolongación es pequeña
en comparaciun con la dol Omalonyx. El apéndice de las
glándulas del "'vas deferens" bastante pequeño.
Esta especie caracterizada suficientemente por la con-
vexidad de la espira y por el color claro y distinto del
cuerpo del animal, tuvo la suerte de ser considerada al
principio por D'Orbigny, igualmente que las especies que
determinaremos luego, idéntica con la Succinea ob-
longa Drap. de Europa; porque su concha no le ofreció
muchos puntos característicos para la distinción, como
todos los representantes del género Succinea, y porque la
formo exterior de ella tenía alguna semejanza con la Suc-
cinea oblonga Drap.
Este error do D'Orbigny, aunque fué después rectificado
por él mismo pág. 711. de su obra, llamando entonces á la
especie sud-americana : Succinea oneridionalis, se ha repe-
tido en casi todas las obras científicas, con la observación,
que la Suceinea oblonga Drap., está esparcida sobre el
— 71 —
Viejo y el Nuevo Mundo; porque en todo el continente de
América hay especies parecidas y semejantes á la grupa de
Suc. oblonga Dbap. Pero mas tarde, con el auxilio do ob-
servaciones nuevas mas exactas, lia resultado, que bajo la
forma Succinea oblonga Deap. se ocultan diferentes espe-
cies de ese género; y ahora también, después de mis obser-
vaciones hechas anteriormente, se sabe bien que dicha
especie del Rio de la Plata es bastante diferente, para que
en lo futuro no haya dificultad en distinguirla fácilmente
de sus aliadas. Yo mismo, habiéndola recogido al principio
de mi llegada al país, la he distinguido pronto de la Suc-
cinea oblonga, describiéndola bajo el título de S. Bur-
oneisterí en los Malacolog. Ulaettern, antes de haber con-
sultado la obra de D'Oebigny, que no poseía entonces.
Encontré la especie en las barrancas del Paraná y en las
costas bajas del Rosario. Cerca de 60 pasos del pueblo, al
frente del rio, se halla en aquella localidad la rápida pared
de la ribera, que tiene en algunas partes surcos hondos,
formados por los torrentes de lluvia y cubiertos de bosque-
cilios y yerbas ; en cuyas entradas no faltan algunes luga-
res de sombra.
Después de una fuerte lluvia encontré también el animal
en número considerable, en una de aquellas tapias gredo-
sas; arrastrándose bajo el suelo, sobre las malezas ; ó en
algunos puntos déla pared, acompañados de una especie de
Pivpa, es decir de Pupa minutíssima. Inmediato á una
gran cantidad de individuos adultos, se encontraban mu-
cho menos crecidos. Todos estos ejemplares estaban
cubiertos con un baño de greda, la cual no dejaba duda
sobre la elección de su escondrijo durante el tiempo seco.
Habría asi en esta especie, como en la siguiente, acostum-
brada á las mismas localidades, una circunstancia análoga
en el modo de vivir, con la parecida S. oblonga Deap.
en Europa ; y mi opinión sobre la correlación entre la
forma de la concha y el modo de vivir del animal
— 72 —
en el genero Succinea, tendría una nueva calificación.
La convexidad y la espira corta y aguda de la concha
de esta especie la caracteriza y la distingue muy bien de las
otras de este país. Principalmente en el animal vivo la
convexidad de la concha parece muy sobresaliente hacia
afuera.
En los ejemplares ele esta especie, coleccionados por
el Dr. Stelzner en la provincia de San Luis, la concha
es mas límpida y unpooo mas suelta, también la apertura
poco mas oblicuada. Estos ejemplares tienen un carácter
de cierto modo análogo con los ejemplares de la especie
siguiente, coleccionados en la misma localidad. Pero esta
similitud se halla solamente en Jos ejemplares mas grandes
y viejos, mientras que los individuos pequeños bien se dife-
rencian. Estos tenían el misma bailo de greda como los del
Rosario. El ejemplar mas grande tenía las siquientes
dimensiones :
CONCHA
APERTURA
Longitud
Latitud
Altura
Latitud
12.5 mm.
7.0 7nm.
8.0 mm.
5.5 mm.
De todos los representantes del genero Succinea, esta
especie parece la mas esparcida. D'Obbigny la encontró
en todas las localidades de las riveras del Paraná, y el
Museo Nacional tiene ejemplares de Buenos Aires, Rosario,
Sierra de Córdoba, San Luis y del Rio Guayquiraro en el
Sud de la Provincia de Corrientes.
4. Succinea labiosa PniLirr.
Var. S. cornea, Nobis.
"Testa parva, oblonga tenui, longitudinaliter striatula,
diaphana cornea, lútea ; spira acuta bisquintam partera
- 73 -
totius longitudinis occupante, anfratibus 3 % convenís;
apertura augusta, ovata, superne rotundata ; columella vix
arcuata, labio valde distincto. — Long.* 4 lin. lat. 2 ^ lin. ;
Apertura 2 -} lin. longa, -J lin. lata." — Philippi, viage al
Desierto de Atacama, pag. 164, núm. 50, lam. VII. fig. 7.
Concha — La concha es oblonga, muy poco ventruda,
trasparente, de color cornea, bastante bien cubierta con
surguitos pequeños é irregulares, un poco espléndida, con
3-4 anfractos regularmente convexos. La sutura regular-
mente profunda ;ia espiral muy suelta. La apertura es
oblonga, ovalada, redondeada debajo y bastante angosta ;
mas larga en proporción que la espiral de S. Hosarinensis
Non, y mas angosta que la de S. meridionális. El borde
exterior de la apertura es arriba poco curvo, continuando
hacia abajo sin encorvadura amplia. El labio sobre el bulto
de la columella en el interior de la apertura, se distingue
bien, pero y en muchos ejemplares es tan angosto, que no
toca al pumo de la inserción del borde exterior de la aper-
tura; sino que corre hacia el interior de la concha, como un
labio separado [ lo que es visible también en la figura cita-
da de Philippi.]
D
i m e n s i o n e s
CON
Longitud
CHA
Latitud
APEE
TUKA
Latitud
Longitud
7.00 mm.
4.00 mm.
4.50 mm.
2.75 mm.
9.65 "
5.25 "
6.35 "
3.65 "
10.50 "
5.50 "
6.50 "
3.75 "
11.00 "
6.00 "
7.35 "
4.50 "
11.00 "
6.00 "
7.00 "
4.25 "
11.00 "
6.00 "
7.25 "
4.35 "
12.35 "
6.50 "
7.75 "
4.75 "
12,50 "
6.50 "
8.00 "
5.00 "
— 74 -
Animal no conocido —No sin alguna duda he aceptado
la especie presente en mi lista, bajo el nombre designado.
Sin embargo, la observación de Philippi, respecto á la
presencia de un labio distinguido sobre el bulto de la coiu-
mela, como también la diagnosis de aquel autor, se acomo-
da á los ejemplares del pais, con excepción del tamaño que
es difei'ente y mas largo en estos que él dado en la descrip-
ción de dicho autor. Sin embargo me veo en el caso de ma-
nifestar que debo reservarla definición final de esta especie
para lo futuro; porque la determinación de una espe-
cie de Succinea, basada únicamente en el carácter de la
concha, siempre resta problemática, y puede dar oca-
sión á los mas grandes errores, si no hay otros reme-
dios para su reconocimiento.
Los caracteres de la concha en el genero Succinea son
tan poco diferentes, que no se tendrá conocimiento claro en
ese caos de formas entre ellas, y principalmente de las
parecidas de S. oblonga Dr., antes que se haya puesto mas
atención sobre los caracteres externos y anatómicos de los
respectivos animales.
Yo he visto claramente, cuales grandes son las esperanzas
que pueden abrigarse sobre esta atención, por la compara-
ción de los animales de las especies vecinas de S.
meridionalis D'Orb. y S. Bosarinensis Nob. En cuanto á
la especie presente, comparada con la & labiosa Philippii, ó
también con la S. Chiloensis clol mismo autor, puede ser
difícil de definirla de otro modo, que por la c unparacion
de las formas respectivas, ó después de un conocimiento
exacto de los vivos animales de cada una.
Por desgracia no pude conseguir hasta ahora animales
de esta especie. Al principio estaba inclinado á conside-
rarla como una variación de la S. meridionalis, como
parece ha creído D'Orbigny, por lial^pr tenido también en
su poder esta especie.
Pero debo considerar la actual cómo una especie distintaa
— 75 —
porque se diferencian los respectivos ejemplares jóvenes
de ella y de S. morídionaüs, hasta de un modo mas visible
que los viejos, por la forma general y la apertura mas
angosta ;
La especie indicada ha sido coleccionada por el Dr.
Stelzner, en la provincia de San Luis,entre el Rio Salado
y Loreto, acompañada du la anterior.
5. Succiiaea Rosariucsisis Nobis.
Testa oblonga, luteo-cornea, diaphana; spira acuta,
snbporreeta , anfractibus 3-4 convexis ; sutura incisa, an-
gusta ; apertura liqua, angusta, oblongo-ovata, intus obso-
leto labiata. Peristoma superne uncinatum. Long. 11.5.
mm. lat. 6 mm. Ap. 6 ^ mm. alt. 4 £ mm. lata.
Concha — La erncha es un poco sólida, oblonga, bastante
suelta, de color limpio acaramelado, transparente, con sur-
quitos bastante distinguidos ; poco lucida. Los anfractos
son moderados, convexos. La apertura es oblonga, ovada,
en el interior un poco nacarada ; el labio de la vuelta de la
columela muy poco distinguido, tocando su borde la inser-
ción de la orilla exterior de la apertura. El borde externo
de la apertura, en el punto de su inserción, torcido en
forma de un garabatito pequeño, correspondiente con la
pequeña y muy angosta hendidura acanalada, de la
sutura.
Animal — El animal es mas suelto que el de S. meri-
dionalis; limpio, sin manchitasó colorido oscuro, las puntas
de los tentáculos y una raya longitudidal angosta en cada
lado, desde el fondo de los tentáculos hacia la margen de la
concha, son mas negros. La capa no tiene manchitas ni
fajas, es transparente y limpia dentro de la concha.
Órganos sexuales — El penino, hacia su punto, es grueso
en forma de pera. Apenas existe un apéndice de prolon-
gación. El apéndice de glándulas del "vas deferens" es
pequeño y tiene una forma ovada.
— 76 —
Encontró esta especie, muy bien distinguible de las
demás, en las mismas localidades que la de S. meridio-
nalis, sobre las barrancas en las riberas del Paraná abajo
del Rosario. El animal vive debajo de los matorrales,
entre el íbllage del suelo. Parece ser muclio mas raro que
la otra especie, habiendo bailado yo solo algunos ejempla-
res. El colorido del animal indica un modo de vivir mas en
oscuro. Las diferencias entre estas dos especies son tan mar-
cadas, que no es posible confundirlas. La forma es mucho
mas suelta y estirada; el colorido claro del animal, y las
diferencias en las formas anatómicas del cuerpo, juntas
con los caracteres distinguidos de la concha, son mas que
suficientes para caracterizar esta especie. La encorvacion
de la margen exterior de la concha, en forma de un
garabatito pequeño en el punto de su inserción, y la sutura
muy distinguida por su pequeña excavación acanalada,
son los caracteres mas visibles ; y por las mismas circunstan-
cias diferencia muy bien esta especie, de la anterior y
siguiente.
Entre tocias las otras Succineas, la especie presente podría
ser la mas aproximada á la Sucoinea oblonga; de cuya
especie yo tengo en este momento para la comparación
algunos ejemplares de Kandern, en Badia. La forma de
la apertura es muy semejante, pero la tercedura del borde
de la apertura y el canalito de la sutura, son menos distin-
guidos ; en fin la apertura es menos oblicua que la de S.
meridionalis.
6. Succinea porrecta, Nocís
Testa elongata, eleganter porrecta, tenui, cornea,
hyalina etnitente, substriata, intus nítida; spira elongata,
anfractibus 3 ^ subconvexis ; apertura vix obliqua, au-
gusta, oblongo-ovata, subtus rotundata ; columella por-
recta, parum arcuata. Long. 11.5 mm. Apertura 7.5 mm.
longa, 4.7 mm. lata.
- 77 —
Conoiia — La concha es oblonga, muy estirada, casi am-
plia y cristalina, con surquitos muy regulares y elegan-
tes. El exterior es algo espléndido ; el interior mucho. Los
anfractos son moderadamente convexos. La apertura es
poco oblicua, oblonga, ovada, creciendo hacia abajo, de
regular amplitud y redondez. El labio sobre el bulto
de la columela es distinguido, angosto y suelto, tocando
apenas la inserción de la orilla exterior de la apertura. El
borde exterior de la concha, arriba poco redondeado, y
corriendo hacia atrás sin curva ostensible.
Esta hevmosa especie podría ser considerada como mas
aproximada á la S. comea, por la forma suelta de la con-
cha y apertura ; pero debe diferenciarse á primera vista,
por su formas elegantes y mucho mas estiradas, y por la
apertura relativamente mas amplia y mucho menos obli-
cua. Con la Succinea meridionalis y Rosarinensis, no
podría ser confundida fácilmente. La especie fué coleccio-
nada por el Dr. Stelzner en la Sierra de Tucuman, en el
valle de Juntas, como á 1020 metros de altura.
— 78 —
Y.
N ombr.ainiento
de
Miembros Corresponsales ele la Academia
Para aumentar el gremio de la Academia y
extender su actividad sobre toda la República
Argentina, el Director lia propuesto al Exmo.
Gobierno nombrar Miembros Corresponsales de
la Academia con la obligación de entrar con ella
en relación científica, comunicándola sus estudios
y recibiendo las publicaciones de la Academia.
El Exmo. Gobierno ba aceptado esta propuesta
y ha nombrado los seis caballeros presentados en
la nota del Director, con fecha del decreto ad-
junto.
Dai
sobre este asunto :
Damos en seguida los dos documentos oficiales
No. 1
Presentación del Director de la Academia
Directorio de la Aca-
demia de Ciencias
Exactas,
Buenos Aires, Marzo 30 de 1874.
Al señor Ministro de Instrucción Pública, Dr. D. Juan
C. Albarracin.
Es una costumbre general, que las Academias científicas
nombren personas competentes del país, que no son Miem-
bros Activos de ellas, para Miembros Corresponsales, invi-
- 79 —
tándolos á entrar en relación con la Academia, recibiendo
de ella sus publicaciones científicas y obligándolos también
á dar á la Academia sus obras científicas, sea para la
publicación ó sea para tomarlas en consideración.
Me permito, proponer á V. E. la recepción del mismo
uso también en la Academia de Ciencias Exactas en
Córdova, nombrando para Miembros Corresponsales,, con
el fin de entrar con la Academia en contacto científico, las
personas siguientes :
1. D. Federico Schiclcendante, Director del ingenio de
Minas de Pilciao en la provincia de Catamarca.
2. D. Francisco J. San Román, Director del Depar-
tamento de Minería en el Colegio Nacional de
Catamarca.
3. Dr. D. F. W. /Seecampj Profesor del Colegio Nacio-
nal de la Concepción del Uruguay.
4. D. Juan J. J. Kyle, Profesor del Colegio Nacional
de Buenos Aires.
5. D. Francisco P. Moreno, natural de Buenos Aires.
6. D. Carlos Berg, Inspector del Museo Público de
Buenos Aires.
Conozco diclios seis caballeros personalmente y sé, que
son personas científicamente laboriosas y de mucho interés
para ser útil al pais ; y por esta razón les recomiendo á
Y. E. de nombrarlos Miembros Corresponsales de la Aca-
demia Nacional en Córdova.
Dios guarde á Y. E. muchos años.
Firmado— Dr. Germán Burmeister.
— 80 —
No. 2
Contestación del señor Ministro
Ministerio de Ins-
trucción Pública,
etc.
Buenos Aires, Abril 14 de 1874.
Al señor Director de la Academia Nacional de Ciencias
Exactas, Dr. D. Germán JBurmeister.
Me es grato comunicar i usted, en contestación á su
nota de fecha 30 de Marzo ppdo., que se lia hecho el nom-
bramiento de Miembros Corresponsales de la Academia
Nacional de Ciencias Exactas por el decreto, que en copia
legalizada acompaño. (*)
Con este motivo reitero á usted, las seguridades de mi
distinguido aprecio.
Firmado— Juan C. Albarracin.
(*) El decreto, conforme con la proposición del Director, se ha publi-
cado en el Boletín Oficial de la Nación, Año IV, pt. I.— encargando al
Director para comunicar su nombramiento á cada uno de los miembros
designados.
— 81 ~
VI.
El bicho de cesto, por D. Carlos Berg,
Bajo esto título ó el de bicho canasto, conocen los argen-
tinos un gusano que se encuentra casi en todos los arboles
de la República, atado á los ramitos y hojas, figurando un
cartucho pequeño de 2-3 pulgadas de largo, tejido con
restos de ramitos unidos entre si por los hilos de seda, que
produce el animal, el que vive en el interior del cartucho,
saliendo de tiempo en tiempo, con su cabeza y sus patas
anteriores de la porción anterior mas ancha y abierta del
cartucho, para caminar, comer y atarse tranquilamente en
los lugares donde quiere descanzar de sus movimientos.
ISÍo siéndole obligatorio el comer solamente una planta
particular, como muchos otros guzanos de mariposas, que
están concretados á una comida fija, sin tocar otras plantas,
el bicho de cesto come casi tocias, y con una voracidad que
muestra pronto al ojo de los transeúntes las devastaciones
producidas por millones de estos bichos.
Hay años, en los cuales ninguna hoja se ve en los alamos
y sauces de nuestros campos ; y si no existen los bichos en
tanta abundancia, á lo menos hay siempre algunas docenas
en cada árbol, y aun en los arbustillos menores como en las
yerbas bajas del suelo se ven muchísimos de estos anima-
les dañosos. Destruyen con estas devastaciones muchos
árboles, que al fin se secan por la pérdida de sus hojas y
ramitos nuevos, necesarios como órganos de respiración
para la integridad de la vida de cada organismo vegetal ;
y si no les matan, deformen á lo menos la hermosura délas
plantas y cambian la verdura fresca de nuestros paseos y
jardines en un aspecto triste y ofensivo á la vista de los
propietarios y personas, que desean obtener de estos esta-
blecimientos su placer y su recreo.— Principalmente los
6.
— 82 —
estrangeros recien llegados á Buenos Aires esperimentan
una mala impresión, cuando ven los árboles colgados con
miles de estos cartuchos feos ; y muchas de las personas
recien venidas están dispuestas á creer en la negligencia de
la población rural, que permite el aumento excesivo de
estos animales, sin pensar, que la destrucción de estos
millones de bichos de cesto no es una cosa tan fácil como
se imaginan.
Ningún animal, ni pájaro alguno como estos bichos, que
están muy bien asegurados contra todos los ataques en su
seguro canastillo, y aun la mauo del hombre tiene dificul-
tad para sacarlos, porque se atan muy firmemente á los
ramos por medio de su tejido. Al fin el trabajo del hombre
es el único remedio, que puede aplicarse contra estos ani-
malitos dañosos; aunqne no todos son tan sedentarios
durante toda la vida, como los gusanos, que se transfor-
man en mariposas.
Sabemos, que las mariposas son por lo general anima-
litos con alas, que vuelan libremente en el aire, sacando la
miel de las flores para su alimento. Pero en el bicho de
cesto, solamente el macho se cambia en mariposa voladora;
la hembra nunca está prevista de alas y jamas abandona su
canasto y por este modo de vivir es posible disminuir el
número de estos bichos, si los propietarios los sacan de sus
árboles, destruyendo en los cartuchos de las hembras no
solamente á ellas, sino también muchísimos huevos que
deponen allí las hembras. Como de estos huevos no salen
1 s gusanitos antes déla primavera siguiente, y los canastos
llenos de ellos están atados á los ramos secos de los árboles
durante el invierno, es preciso cortarlos en esta estación,
y quemarlos con los ramitos. Muchos de los canastos, llenos
de huevos, caen también al suelo, sacudidos por los
vientos fuertes que en el invierno reinan en nuestra zona,
y es una gran negligencia, dejarlos en el suelo, hasta la
primavera en que salen los gusanitos ; mucho mejor sería
recojerlos y quemarlos también, para destruir asi algunos
— 83 —
millones. A este trabajo pueden dedicarse fácilmente niños
v viejos, que no tengan otra ocupación, porque la obra es
fácil y cada uno conoce los canastos, que son muy visible3
por su tamaño y su figura particular. He reconocido por
cálculo exacto, que cada hembra depone 3,000 huevos mas
ó menos, y como los canastos de las hembras son mayores
en tamaño, que los de los machos, es fácil distinguirlos.
Con mil de estos canastos de hembras, quemados en el
invierno, se matan pues tres millones de gusanitos ; y reco-
ger esa cantidad es obra de algunas horas, tal es el número
de bichos en nuestros alrededores. Las personas que pongan
en práctica este remedio para limpiar su jardín, pronto
verán el resultado, y si no matan jamás todos, á lo menos
disminuirán mucho el número de los bichos de cesto en sus
propidades particulares.
Tomando en consideración el bicho de cesto como ob-
jeto científico, que es el principal para nosotros, debemos
advertir en primer lugar al lector, que ya es conocido y
bien descripto desde hace cerca de cincuenta años. En
1826 un sabio ingles, Mr. Lan,sdown Guilding, vecino de
Honduras, publicó en los : Transactions of the Linnean
Society of London, Tom. XV.pag. 371-377, la descripción
del bicho de cesto bajo el título de Oiketicus Kirhii, expli-
cando su organización y modo de vivir en las láminas VI
y VII de dicho tomo [The natural history of Oiketicus, á
new and singular genus of L&pidoptera.~\ Pero esta des-
cripción, escondida en un periódico caro y poco conocido
por esta razón entre los sabios, se habia olvidado tanto, que
en los años mas modernos otros dos sabios han dado de
nuevo figuras y descripciones del mismo animal bajo otros
nombres. El primero de los dos, Dr. II erricii Schaeffer
de Ratisbona, publicó en su : Sammlung neuer exotiscltev
Sehmetterlinge en 1854, en la figura 519, una nueva figura
del macho bajo el título de Oiketicus ful gurator de Bahía, y
17 años mas tarde describió el profesor Zeller el canasto de
— 84 —
un individuo muy grande, recibido de Pernaníbuco, en la
Stettiner entomol. Zeitung del año 1851, pag. 49, lam. 2.
con el nuevo apelativo Psyche [Oiketicus] gigantea, sin
conocer mas que el cadáver bastante seco de la hembra,
encontrado en el mismo canasto. Pero pronto el autor
reconoció su error, describiendo el animal bajo un nuevo
título, y rectiñcó su apelativo en la pag. 80 del mismo
periódico. Contemporáneamente con la figura del macho
de Herrich Schaeffer el sabio entomologista ingles J.
O. Westwood publicaba de nuevo en les Proceedings of
the Zoolog. Society of London de 1854, tomo 22, pag. 219.
lám. 34. f. 2. la antena y la ala del macho, según un
ejemplar auténtico del British Iluseum, recibido ante-
riormente del mismo Láistsdown G-uilding.
Por todas estas comunicaciones científicas el animal es
muy bien conocido ahora según su figura y sus órganos
externos, pero su modo de vivir ha sido observado sola-
mente por el primer autor, que lo describió, y para per-
feccionar esta parte de su historia natural hemos creído
útil, dar estas nuevas noticias mas completas. (*)
Antes hablaremos un poco de la colocación sistemática
del animal entre las mariposas (Lqpidqptera) ó Insectos con
cuatro alas cubiertas de escamas pequeñas microscópicas,
pintadas generalmente con muy vivos colores. Pertenece
el bicho de cesto ó canastillo al grupo que entre ellos se
llama : Mariposas de noche ó Bombyces, conocidas por su
gran habilidad para hacer tejidos de hilos de seda. Hay en
este grupo una pequeña sección, llamada Psychidae, que
se diferencia principalmente de las otras por su modo de
vivir en canastillos, tejidos por los gusanos con diferentes
objetos pequeños de las plantas, en las cuales viven, y
(*) Algunas noticias de su modo de vivir ha dado también un sabio
Porteño, Dr. D. M. Esteves Sagui, en la li:vista de Buenos Aires, Tooi.
VI, pág. 294.
— 85 —
también por la grande diferencia de los dos sexos, siendo
únicamente el macho una verdadera mariposa con alas, y la
hembra un bicho sin alas, mas parecido á un gusano corto
grueso y desnudo, que á una mariposa verdadera. — La
historia natural de este grupo de Psychidae tiene muchas
dificultades, y como se encuentran miembros de dicho
grupo en casi todas partes de la tierra, su historia ya está
muy bien estudiada. Remitimos al lector á las observacio-
nes del señor D. Otto IIoffmán en la: Berliner entomól.
Z> itschrift, VI. pag. 1. sig. (1860.8) y á la Mbnographie
des Psyóhides de Mr. Bruand danslos: Mem. de la Soe.
d'Mmul. du Doubsde 1853.
Nosotros hemos estudiado los bichos de cesto, tan sor-
prendente para un extrangero recien llegado, desde nuestra
llegada en el país, el Mayo de 1873, y hemos obtenido
por nuestros estudios algunas datas nuevas, observando
de tiempo en tiempo su modo de "vivir, que comu-
nicamos ahora extensamente al público, que sin duda
tomará mucho interés en este animalito, cuya fama es malí-
sima entre nosotros.
Al principio de Setiembre, se encuentran generalmente
á las hembras muertas y secas en sus cartuchos, y atrás del
cuerpo arrugado muchos huevos vivos amarillos y peque-
ños, lié contado dos veces el número de huevos contenidos
en el cartucho, y lié recogido de uno 3.010 y del otro
2.869, lo que prueba, que el número medio será de 2,935
huevos en cada uno, acercándose casi, como hemos dicho
antes, á 3,000 en el cartucho femenino. Desde mediados del
mes, cuando principian los dias algo mas calientes, los gusa-
nitos salen de los huevos, abandonando el cartucho de su
madre no desnudos, sino ya cubiertos con un cartucho pe-
queño y fino, tejido con los restos de la lana fina, que
cubre el cuerpo de su madre, principalmente en la porción
posterior. Como no es difícil en la clase de comida, agarra
el animalito las hojas finas de las plantas mas vecinas y
— 86 —
come con tanta rapidez, que se aumenta casi á los ojos del
observador el tamaño de su cuerpo. Durante esta época
busca el gusanito de tiempo en tiempo algunos objetos secos
y pequeños de sus contornos, como ser partes de ramitos,
para unirlos con la porción anterior abierta de su cartuclio,
aumentando de este modo su extensión. Al principio toma
siempre el animal objetos muy pequeños, pero poco á poco,
cuando se aumenta su tamaño, también se aumentan los
objetos adheridos á su canasto, cortando entonces de los
ramitos secos de los alrededores partes correspondientes á
su extensión, para unirlas por medio de su tejido á su cesto.
El autor inglés Lansdowjst Guilding figura estos pedazos
de ramitos, unidos al canastillo, en colocación vertical, lo
que nunca he visto en los nuestros; todos los que lié exami-
nado, han tenido los pedazos de los ramitos colocados hori-
zontalmente, y de este mismo modo los figura el autor
alemán Zellee en su gran cartucho. La longitud de estos
pedazos es diferente, según la colocación en el canasto ; los
de la porción media son generalmente los mayores, pero es
raro ver mas grandes que media pulgada ó 7 líneas
[13-14 m)«,],como lo dice también Zellee. No cuadra igual-
mente su observación del espesor de los pedazos con los
mios, diciendo que tienen dos hasta tres líneas de grueso ;
no he visto jamas ramitos tan gruesos en nuestros canastos,
superándolos mas gruesos á penas 1-1-J líneas, ó 3 mm.
También el tamaño general del canasto es diferente,
porque nunca he visto mas largos de 4 pulgadas [10 e. mX
y el tamaño general es de 3 pulgadas [7 o. m.~] en los de las
hembras, y 2 pulgadas [5 e. m.~\ los de los machos. Estos
canastos nunca están tan artificialmente construidos como
los de las hembras, y principalmente no son tan bien cu-
biertos con el tejido de seda, que tapa también en los car-
tuchos femeninos la superficie externa del canasto con los
ramitos contenidos en ella. Con esta cubierta externa del
tejido, el gusano ya principia de la construcción del car-
— 87 -
tuclio, pero no es muy exacto confeccionada, reservan dose
la renovación hasta el fin de sn vida como gusano, antes
de cambiarse en crisálida; en cuyo momento el animal
cubre todo el cartucho al lado exterior con una nueva capa
de tejido de seda pardo-blanquizo, cerrando también enton-
ces la apertura grande anterior del cartucho, con la cual
el gusano ata el canasto á un ramo mas fuerte. Es un error
de Zeller, el creer que el animal ata su cartucho con la
extremidad mas delgada, que es la posterior; el canasto
está siempre atado con su punta mas ancha y gruesa, que
es la anterior, durante la vida del animal. Pero como
cambia el gusano su colocación en el interior del canasto
al lado opuesto, cuando quiere entrar en el estado de crisá-
lida, tiene asi su cabeza en el estremo mas delgado del
canasto y la punta posterior del cuerpo, con el ano, en el
mas grueso, donde estaba antes la cabeza.
La otra extremidad mas delgada del canasto está también
abierta, y permanece siempre en este estado, aunque nada
sale por ella, ni aun los excrementos del gusano, que siem-
pre son arrojados por el mismo conducto, de donde sale la
cabeza; solamente el macho entra, para la copulación de la
hembra, con la parte posterior de su cuerpo por esta aper-
tura posterior bastante angosta.
Es bien conocido que los gusanos de las mariposas cam-
bian tres y hasta cuatro veces su cuero externo, durante la
vida; rompiendo el antiguo en el medio del lomo y salien-
do por ese punto el animal con el nuevo y c;n tamaño un
poco mayor que el que tenia anteriormente. JSTo se exa3-
tamente, cuantas veces el gusano de cesto cambie su cuero,
pero he observado bien, que esta operación dura cada vez
de dos á tres dias. El gusano ata entonces su canasto á
un ramito y permanece tranquilo en el interior, hasta
que la operación concluye, arrojando el cuero viejo por la
apertura anterior mas grande del canasto y nunca por la
posterior, que es bastante chica, para no dejar pasar el
— 88 —
cuero arrugado viejo. He visto regularmente salir de esta
apertm a anterior los excrementos y el cuero viejo, pero
nunca por la posterior, como lo dice D. Otto Hoffman de
los gusanos de Psyohidae en Europa.
La unión del o-usano con su canasto es doble; una se
forma por los ocho pies medios de su cuerpo, que tienen
principalmente la ocupación de sostener atado el canasto, y
la otra por un cordón tejido con algunos filos de seda, que
se ata al vientre del gusano entre el anillo séptimo y octavo
de su cuerpo, y también en dirección opuesta al canasto.
El gusano usa los tres pares de grandes patas anteriores
para caminar, saliendo con ellas afuera de la apertura del
canasto y arrastrándolo con la parte posterior del cuerpo
con pasos reiterados, permaneciendo por un momento
tranquilo con las patas anteriores. Este modo de caminar,
no es lijero, sino bastante despacio.
Desde el fin de Enero basta principios de Febrero, el
gusano es adulto. Su color principal es entonces verde-
pardo, amarillo-oscuro, principalmente en la juventud. La
cabeza es apenas mas oscuro que el lomo, pero poco mas
azul que verde, y marmoreada con manchas amarillas, ne-
gras y blancas, ó fajas de los mismos colores, y puede alejarse
en el anillo del cuerpo, que sigue, cubierta con algunos
pelos finos mas cortos que los que son dispersos, de 2-3
mm. largos, sobre el cuerpo. Los tres primeros anillos
del cuerpo están cubiertos, como la cabeza, con cuero
duro, corneo, y d e igual color; el primero es mas ancho
que los otros dos, y el segundo poco colorado á los costados.
Los otros anillos atrás del tercero (4-12) están cubiertos
con un cuero muy fino, teniendo un color poco mas oscuro,
en el medio del lomo, y están plegados transversalmente á
los lados. Alli están las aperturas respiratorias, llamadas
estigmas, de color rojo ó ñuco amarillo, con contornos ele-
vados, prolongados hacia abajo, formando á cada lado un
rodete longitudinal sobre todo el cuerpo. Las patas de
— 89 -
los tres primeros anillos son muy fuertes, principalmente el
Begundo y tercer par, y de color pardo, con manchas blan-
quizas; las del primer par son bastante cortas (3. m/m. de
largo)} las del segundo y tercero tienen 7-8 mm. de largo é
son iguales entre si, no siendo mas largo el tercero que el se-
gundo, como lo dice el señor Zeller. Las otras patas
cortas del medio del cuerpo y del fin son un poco esten-
didas, y de color algo mas claro que el fondo del cuerpo,
con garabatos pequeños pero agudos, al fin ; el último es
mas oscuro, y la tapa del ano, encima del último par de
patas, es casi negra; teniendo la superficie con lustre, como
la cabeza y los tres primeros anillos. Todo el cuerpo del
animal mide 2 \ hasta 3 cm. ó 1 ■$• 1 £ pulgada; pero los
gusanos femeninos son siempre mas gruesos y mas robustos
que los de! macho.
Los gusanos adultos no buscan un lugar especial para
atar su cesto, sino que se colocan en cada objeto vecino,
sea un ramito ó una oja, y aun los palos y las paredes de
los cercos y casas están cnbiertos con cartuchos atados.
Siempre se atan, como ya hemos dicho, con la porción mas
gruesa del cartucho, que es la anterior, y nunca con la mas
angosta ó posterior ; y la posición del cartucho es la pen-
diente ; el estremo angosto hacia abajo y el grueso hacia
arriba. Pero el gusano cambia su colocación en el interior
del canasto inmediatamente después de haberse atado y
cerrado la punta gruesa del cartucho ; volviendo su extre-
midad posterior hacia el principio grueso del canasto y su
extremidad anterior con la cabeza hasta el extremo angosto
del mismo. En esta posición se transforma el gusano en cri-
sálida, sacando su cuerpo nuevo del cuero viejo del gusano
en la dirección regular, desde la cabeza hasta el ano, y en la
misma posición permanece también la hembra en el
interior del canasto, durante el último período de su vida
como insecto perfecto. También sale de su encierro el
macho volador por la parte angosta del canasto,
— 90 —
La crisálida del niacho es completamente diferente por
su figura de la de la hembra; pero como esta diferencia está
ya bien explicada por los autores anteriores, Lansdown
Gdtlding y Zellek, no quiero ocuparme aquí con una nue-
va descripción; lo único que me parece digno de repetir es,
que la crisálida mas angosta y pequeña del macho, sale con
la mitad de su cuerpo afuera de la apertura del estremo an-
angosto del canasto, después de haberse roto la cascara,
para dejar salir la mariposa, mientras que la de la hembra
queda en el interior de] canasto, cubierta con su cascara
vieja, sin moverse de su lugar fijo.
Después de cinco hasta seis semanas de tranquilidad en
el estado de crisálida sale la mariposa perfecta. Los machos
con alas salen al ponerse del sol, mas ó menos temprano,
arrojando del canasto la mitad déla cascara de la crisálida,
y vuelan pronto en los contornos para buscar hembras aun
no fecundadas; pero las hembras abren solamente la cascara
de la crisálida sobte la cabeza y permanecen con su cuerpo
en el interior de su antiguo cuero. Como en todas las Psychi-
dae la cascara de la cabeza de la crisálida se divide por dos
rasgaduras en tres partes triangulares, dos de cuyas partes
corresponden al cráneo y una á la porción de la boca.
Los machos tienen una anchura entre las alas abiertas de
35 ñwn. Sus alas son de color fusco bastante claro, con una
mancha negra en el medio de las alas superiores y dos
manchas blanquiscas al lado externo de la negra. Esta man-
cha negra ocupa la celdilla media; en el lado externo de ella
cada ala está casi desprovista de las escamas pequeñas, y
estos puntos son por consiguiente transparentes ó casi blan-
cos. También la porción terminal de la ala supesior tiene
muy pocas escamas. Las astas (anteimae) son negras, la mi-
tad basal bien peinada á cada lado, y la punta está solamen-
te dentada á los dos lados. La cabeza, el tórax y el vientre
son fuscos, cubiertos de largos pelos muy densos ; lo mismo
que en las patas. La figura del macho, que ha dado Lans-
— 91 —
down Guilding es bastante mala, muy oscura y casi negra,
y por este defecto ha sido imposible conocer el animal ; muy
buena al contrario es la del macha, dada por IIerricii-
Scuaeffer (1. 1. fig. 519), con excepción de la mancha central
negra de las alas superiores, que no es bastante oscura, y el
vientre anormalmente estendido. Solamente en el acto de
la copulación se estiende el vientre de esa manera y aun
mas, cuando la copulación es perfecta.
La hembra no tiene alas, como ya liemos dicho, y de nin-
gnn modo se parece á otra mariposa. Su cuerpo es de figu-
ra oval alargada, generalmente de 25 mm de largo, y casi
10 muí de ancho en el medio. La cabeza y los tres primeros
anillos del cuerpo son poco mas amarillo-oscuro?, y todo el
resto del cuerpo amarillo claro. Estas cuatro partes tienen
una superficie luciente, y la otra porción del cuerpo no
tiene lustre. En la cabeza se pronuncian bien los ojos bas-
tante pequeños, sobresalientes y de figura elíptica; en lugar
de las astas (antennae) se ven dos hendiduras pequeñas
oblongas y los órganos de la boca faltan casi completamen-
te. Los tres primeros anillos del cuerpo tienen dos patas
muy cortas cada uno, de figura de una verruga poco eleva-
da, con una punta cónica mas sobresaliente, y lo indicación
de una pequeña articulación en ella antes del último ter-
cio. Las figuras, que dá Lansdown-Güilding de las patas,
no son exactas, y mejores son las de Zeller. El resto del
cuerpo de la hembra es muy blanda y completamente des-
nuda, con excepción de los tres últimos anillos, que están
cubiertos de pelos finos de seda amarilla. Ya he dicho, que
la hembra no sale de la cascara de la crisálida, sino que
queda en ella como un chiquito envuelto en su pañales.
Foco tiempo después de haber abandonado la crisálida,
los machos vuelan en la vecindad del lugar de su naci-
miento, para buscar una hembra no fecuntada, en su ca-
nasto. Habiéndola encontrado el macho, se posa sobre el
canasto generalmente del lado inferior, que no está colocado
— 92 —
completamente perpendicular, sino algo inclinado á uno y
otro lado, agarrándose con sus patas á la porción angosta
del cesto y buscando de entrar en ella con su vientre encor-
vado Inicia arriba, perforando la punta del canasto con la
tenaza fuerte que contiene los órganos genitales. liara vez
entra con prontitud la punta del vientre, porque estando
mas ó menos cerrado el canasto por hilos de seda vieja,
mezclados entre sí por el movimiento perpetuo del gusano
en el estado jovenil de la vicia; el maclio cambia repetidas
veces ele posición y busca la entrada por diferentes lados,
hasta que al fin sus perpetuas operaciones con la tenaza
terminal de su vientre abren la punta del canasto. Entonces
entra en. su interior no solo con la punta del vientre,
sino también con toda la porción posterior de su cuerpo,
hasta el tórax, buscando los órganos sexuales de la hembra,
que se hallan bastante distantes, por la colocación inversa
del animal en sn canasto, teniendo la hembra la cabeza en
el lado angosto, por donde entra el macho, y su extremidad
posterior con el ano y los dichos órganos al estremo grueso
opuesto. Es por consiguiente nn largo camino el que la
punta del vientre del macho debe recorrer para cumplir con
su deseo ; pero consígnelo al fin, en verdad, como prueba
la tranquilidad perfecta del animal mientras se halla en el
estado de la copulación. Nada puede distraerle en este acto,
y aun tocado por el observador, moviéndole de un lado al
otro, no se aflije pomada en esa operación, que dura gene-
ralmente mas de una hora.
La cuestión de mas grande interés es la de saber, como
el macho alcanza los genitales de la hembra, aunque ella
está encerrada todavía en la antigua cascara de la crisálida,
con todo su vientre y aun con el tórax. Muchos autores,
que observaron la historia natural de las Psychidm
en Europa, han creído, que la hembra cambia de nuevo su
colocación en el interior del canasto, volviendo la cabeza al
lado grueso del mismo y la extremidad posterior del cuerpo
— 93 —
al laclo angosto; pero es un error á lo menos en nuestra es-
pecie. ITeinos muerto instantáneamente por medio del clo-
roformo los dos animales durante el acto de la copulación }
y liemos observado, que la cabeza permanece en su coloca-
ción lija atrás de la parte angosta y abierta del canasto, y
la extremidad del vientre en el extremo ancho. Sacando en-
tonces los dos individuos muertos juntos todavia hemos ob-
servado lo que sigue :
El macho, después de haber perforado la punta del canas-
to con su tenaza, entra también con esta misma en la casca-
ra abierta de la crisálida, sobre la hembra, por la rasgadura
transversal, que separa la porción Je la boca del animal de
los dos lóbulos de la cascara sobre el cráneo, y estendiéndose
milagrosamente la punta muy delgada de su vientre, situa-
da detrás de la tenaza, marcha esta parte del macho sobre el
pecho y el vientre de la hembra hasta la extremidad de su
cuerpo, siempre tapada por la cascara de la crisálida feme-
nina y ajustado seguramente por ella en su camino hasta
los órganos sexuales de la hembra. Esta participa también
activamente de la copulación, volviendo la punta fina y
expansiva del vientre hacia adelante, prendida entonces por
la tenaza terminal del macho y sostenida en unión fija,
cuando el macho mete en la apertura genital su verga larga
cubierta con muchísimas espinas finas, como le pinta bien
Lansdown Güilding (fig. 2). En este estado quedan jun-
tos, como ya he diche, los dos individuos mas de una
hora.
La cuestión es saber si un macho se junta con diferentes
hembras, como en el caso de los Psychidae de Europa, se-
gún la observación de Hoffman. Es posible esto también
en nuestro bíeho canasto, porque el macho, que he matado
después de haber estado una hora en el acto de la copula-
ción, ha tenido, anatómicamente examinado, aun muchísi-
mos espermatozoides en sus órganos internos. Estos corpús-
culos moleculares de la esperma viril son de figura de
— 98 —
Suplemento al anexo núm. 11, pág. 28
De paso últimamente por Buenos Aires el señor profesor
B. A. Gould, Director del Observatorio Astronómico en
Córdova, he mostrado á él los pliegos ya imprimidos del
.Boletin, para se impusiera de su contenido, y viendo el
anexo no. 11, me ha dicho, que los datos sobre la contrata-
ción del señor D. C. SellacTc no son exactos, y me ha escrito
la carta^sig diente, para corregir estas noticias, avisándome
que su informe, imprimido en el Boletín Oficial de la
Nación, Año IV. pt. 1. no. 8S3. pág. 302, dá los pormeno-
res de este asunto.
Buenos Aires, Abril 22 de 1874.
D¡\ Burmeister.
My dear Sir:
At your request y take the liberty of adding a few words of
correction to the accouut given by you of the relations, whieh
Dr. Sellad- held toward me.
It is a mistake that this person vas sent to me by any society
whatever. My eudeovors to obtain a liberal subscription for this
purpose having failed of fall success. Y requested my fricud, Mr.
Rotherford in New York, to engage a photographer as my prívate
assistant, and to cause him to be inatructed in the astronomical
applications of his art.
The photographer engaged was the person alludedto, who has
been knowa iu this country under de ñame of Sellad: His
expenses of every kind, transportación, materials, apparatns,
salary and subsistance were depayed by me and by me alone ; and
the theory of his having been sent by an American Society to the
work, for whieh I paid him, and which he did not perfora), was
bis own invention and withont foundation in truth.
Very respectfully
Your friend and servant
B, A. Gould.
M
m
FÉ DE ERRORES TIPOGRÁFICOS
Pag. 8. fila 16 de arriba léase: mayor en lugar de mavor
9.-
21.-
<<
29.-
(<
32.-
40.-
47.-
60.-
70.-
73.-
84.-
90.-
93..
96.-
-16
- 5
6-
-12
-13
-12 de abajo
-12 de arriba
. 3
- i .
-17
- 7
. 7 .
. 2
-18 de abajo
-15 de arriba
-14 de abajo
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1874 —
reglamento-
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comunicaciones — eomunicaoiones
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