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Full text of "Boletin de la Academia Nacional de Ciencias"

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Boletin  de  la  Academia  Nacional 

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BOLETÍN 


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DE  LA. 


ACADEMIA   NACIONAL 


DE 


CIENCIAS  EXACTAS 


EXISTENTE 


EN  LA  UNIVERSIDAD  DE  CORDOVA 


ENTREGA   I. 


BUENOS  AIRES 


Imprenta  de  LA  TRIBUNA,  Calle  Victoria  N.  31 


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COMPARATIVE    ZOOLOGY, 

AT  HARVARD  COLLEGE,  CAMBRIDGE,  MASS. 
iFouníie'&  ü»  ptfbate  subscrfptíon,  fn  1861. 

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No.  6/f~3, 


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BOLETÍN 


DE  LA 


ACADEMIA    NACIONAL 


DE 


CIENCIAS  EXACTAS 


EXISTENTE 


ES  LA  UNIVERSIDAD  DE  CORDOVA 


TOMO    I. 


BUENOS  AIRES 


Imprenta  de  LA  TRIBUNA,  Calle  Victoria  N.  31 


18  74 


PROEMIO 


El  Boletín  de  In.  Academia  ^Nacional  de  Cien- 
cias Exactas  en  Córdova,  tiene  por  objeto  el  dar 
noticia  del  cultivo  de  dichas  ciencias  en  nuestra 
República,  y  formar  un  centro  para  los  sainos 
dedicados  á  ellas,  dispersados  en  su  territorio. 

Confiada  su  redacción  por  el  ilustre  Director 
de  la  Academia  al  infrascripto,  él  ha  aceptado 
este  honorífico  encargo,  no  sin  temor  de  la  insu- 
ficiencia de  sus  facultades  para  este  oñcio  ;  pero 
animado  por  la  benévola  asistencia  del  Director, 
por  su  promesa  de  ayudarle  en  todos  los  casos 
problemáticos,  el  Redactor  se  pone  á  su  vez,  á  la 
disposición  de  su  superior  y  de  los  sabios  natura- 
listas y  matemáticos  del  pais,  que  quieran  tomar 
parte  en  su  progreso  científico,  invitándoles  á 
confiar  al  Boletin  las  noticias  de  sus  estudios 
para  su  publicación,  dando  sobre  ellos  previa- 
mente razón  al  señor  Director  de  la  Academia. 

Para  ser  miembro  corresponsal  de  la  Academia 
es  suficiente  mandar  al  señor  Director  una  obra 
escrita  en  idioma  castellana,  francés  6  latina,  que 


--  IV  — 

pruebe  claramente  las  ocupaciones  científicas  de 
su  autor,  obra  que  se  imprimirá  en  el  Boletín  en 
caso  que  el  Exmo.  Gobierno  acepte  la  presenta- 
ción de  la  persona  por  el  Director.  La  lista 
contenida  en  esta  entrega  del  Boletin  comprende 
ya  seis  miembros  corresponsales  liltimamente 
nombrados  por  el  Superior  Gobierno,  y  una 
pequeña  obra  de  uno  de  estos  caballeros  figura 
ya  en  la  presente  entrega. 

Así,  apoyado  en  la  benevolencia  y  el  vivo 
interés  científico  de  la  Administración  actual  de 
la  República,  no  dudamos  que  la  Academia  será 
de  mucha  utilidad  para  el  pais ;  y  descando  que 
pronto  se  verifique  nuestra  opinión,  damos  á  luz 
esta  primera  entrega,  recomendándola  al  interés 
del  público,  del  cual  esperamos  la  debida  atención 
que  esta  clase  de  publicaciones  merecen. 

Córdova,  Abril  15  de  1874. 

Dr.  Adolfo  Doering. 


RESERA  HISTÓRICA 

sobre  la  fundación,  y    progresos  de    la  Academia  de 
Ciencias  Exactas  en  Córdova, 

por  el  Director  Científico  de  la  misma. 


Al  principiar  la  Administración  de  su  Exce- 
lencia, el  actual  Presidente  de  la  República,  Dr. 
I).  Domingo  Faustino  Sarmiento,  presentó  á  él 
una  nota  (véase  el  anexo,  numero  1)  expresando 
mis  ideas  ¡-obre  la  Instrucción  Pública  Científica 
en  este  pais,  y  principalmente  sobre  la  necesidad 
de  reformar  la  Universidad  Nacional  de  San 
Carlos  en  Córdova,  agregándole  una  Facultad  de 
Ciencias  Matemáticas  y  lisicascon  el  doble  fin, 
de  formar  maestros  aptos  para  enseñar  dichas 
ciencias  en  los  Colegios  Nacionales,  y  reunir  en 
el  centro  principal  de  la  enseñanza  superior  un 
gremio  de  sabios  aptos  para  estudiar  y  dar  á 
conocerlas  riquezas  naturales  del  pais  argentino. 

Su  Excelencia,  el  señor  Presidente  y  su  Minis- 
tro de  Instrucción  Pública  en  aquella  época,  Dr. 
D.  Nicolás  Avellaneda,  aceptaron  mi  presentación 
con  grandes  muestras  de  aprecio,  y  el  señor  Mi- 
nistro pidió  inmediatamente  al  Honorable  Con- 
greso de  la  Nación  la  autorización  para  proceder 


en  ese  sentido,  lo   que  las  Honorables   Cámaras 
han  aceptado. 

Entonces  recibí  de  su  Exc?,  el  señor  Ministro, 
una  nota  extendida  (veáse  el  anexo,  núm.  2) 
autorizándome  de  dejar  venir  ocho  profesores 
alemanes  para  la  fundación  de  la  Eacultad  de 
Ciencias  Exactas  en  la  Universidad  de  Córdova. 

En  consecuencia  de  esta  autorización  oficial 
me  puse  inmediatamente  en  relación  con  mis 
antiguos  colegas  de  la  Universidad  Real  Prusiana 
de  Halle,  invitándoles  á  buscar  personas  compe- 
tentes bajo  las  condiciones  en  la  nota  del  Ministro 
indicadas  y  una  vez  halladas,  hacer  que  ellas  me 
declaracen  su  deseo  de  aceptar  los  em  pieos  tal  como 
estaban  dotados,  entrando  asi  en  corresponden- 
cia directa  conmigo  sobre  los  pormenores  del 
asunto. 

Durante  largo  tiempo  fueron  inútiles  mis 
exfuerzos ;  la  novedad  del  ofrecimiento  en  mi 
país  natal  habia  sorprendido  muchos  jóvenes 
sabios.  Ninguno  quiso  aceptar  desde  luego  las 
simples  ofertas,  reservándose  tomar  informes  y 
adquirir  seguridades  á  cerca  de  la  efectividad  de 
aquellas,  hasta  que  al  fin  mis  repetidas  declara- 
ciones, refiriéndome  á  lo  que  por  mi  mismo  habia 
pasado,  desvanecieron  los  escrúpulos  de  alguna 
que  otia  persona  competente. 

De  este  modo  he  tenido  la  satisfacción  de  poder 
presentar  al  señor  Ministro  por  nota  fecha  12  de 
Mayo  de  1870  dos  candidatos,  el 


Dr.  D.  Max  Sicwcrt,  de  la  Universidad  de 
Halle  para  la  Química;  y  el 

Dr.  D.  P.  O.  Lorentz,  de  la  Universidad  de 
Muenicb  para  la  Botánica. 

Esta  presentación  fué  aceptada  por  el  Superior 
Gobierno  de  la  Nación  en  fecha  16  de  Mayo 
(véase  el  anexo,  número  3)  y  los  dos  caballeros 
inmediatamente  invitados  por  mí  de  tomar  pose- 
cion  de  sns  empleos  tan  pronto  que  sea  posible. 

Al  mismo  tiempo  solicitó  del  Superior  Gobierno 
de  la  Provincia  de  Buenos  Aires,  como  mi  legí- 
timo superior,  permiso  para  aceptar  mi  encargo 
nuevo  de  Comisario  Extraordinario  del  Exmo 
Gobierno  de  la  ^Nación  para  la  Eacultad  de  Cien- 
cias Exactas  en  Córdova,  habiéndole  recibido  por 
nota  del  señor  Ministro  de  la  Provincia  fecha  6 
de  Junio  (véase  anexo,  número  4.) 

Los  dos  nuevos  Catedráticos  llegaron  en  breve 
á  Buenos  Aires,  continuando  su  viage  á  Córdova, 
previa  presentación  personal  hecha  por  mí,  al 
señor  Ministro  de  Instrucción  Pública.  El  Dr. 
JSiewert  fué  el  que  primero  llegó  en  el  mes  de- 
Agosto  y  en  seguida  el  Dr.  Lorentz  en  eiraes 
de  Octubre  de  1870. 

Poco  antes  se  me  habia  presentado  un  nuevo 
candidato  para  el  profesorado  de  Matemáticas,  el 
Dr.  D.  Gustavo  Holzmiller,  á  quien  el  señor  Minis- 
tro nombró  Catedrático  por  decreto  de  4  de  Julio 
1S70.  Pero  las  consecuencias  de  la  guerra  entre 
Alemania  y  Francia,    iniciada  en  ese  tiempo, 


impidieron   á   dicho  señor  hacerse   cargo  de  su 
empleo. 

Habiendo  muerto  su  hermano  en  esa  guerra, 
su  familia  se  opuso  á  que  el  único  hijo,  que  les 
quedaba,  saliera  del  pais,  obligando  asi  al  señor 
Holzmüler,  á  renunciar  su  nombramiento. 

En  esa  misma  época  con  la  llegada  del  Dr. 
Loreniz,  recibí  una  carta  del  Dr.  D.  Alfredo 
iStelzner,  de  la  Academia  Real  de  Minería  de 
Sajonia,  en  Ereiberg,  proponiéndose  para  profesor 
de  Mineralogía;  y  habiéndole  presentado  en  29 
de  Octubre  de  1870  al  señor  Ministro  de  Instruc- 
ción Púb'ica,  se  me  entregó  el  decreto  en  el  que 
se  le  nombraba  Catedrático  de  Mineralogía  con 
fecha  7  de  Noviembre  (véase  anexo,  número  5). 

Pero  aquel  caballero  no  llegó  al  pais  sino  en  el 
mes  de  Marzo  de  1871,  continuando  su  viage 
directamente  de  Montevideo  á  Oórdova,  para  evi- 
tar los  inconvenientes  que  causaba  en  Buenos 
Aires  la  fiebre  amarilla,  reinante  entonces  en  esta 
ciudad. 

Largo  tiempo  ha  pasado  sin  que  me  haya  sido 
posible  proponer  al  Superior  Gobierno  un  nuevo 
profesor ;  hasta  que  al  fin  se  me  dirijió  el  Dr.  D. 
H.  Weyerib&rgh  de  Harlem  en  Holanda,  para 
optar  ala  Cátedra  d«  Zoología.  Viendo  las  obras 
científicas  recomendables  de  este  señor  lo  propuse 
para  la  indicada  cátedra,  y  el  Exmo.  Gobierno 
aceptó  mi  presentación  por  decreto  de  21  de 
Noviembre  de  1871 ;  pero  el  Dr.  Weymbergh  no 


—  5  — 

La  llegado  al  pais  sino  en  Mayo  de   1872  (véase 
anexo,  número  6.) 

Con  el  ingleso  de  este  cuarto  profesor  el  perso- 
nal de  los  catedráticos,  era  sino  completo,  á  lo 
menos  ya  considerable,  y  la  fundación  de  la  facul- 
tad me  parecía  por  entonces  bastantemente  ase- 
gurada; pero  varias  dificultades  han  em pedid) 
su  'continuación    en  aquel   satisfactorio   estado. 

Los  catedráticos,  no  suficientemente  versados 
en  el  idioma  castellano,  lian  retárdalo  mucho  el 
dar  principio  á  sus  lerdones,  aplicándose  mas 
preferentemente  al  estudio  científico  del  país, 
que  á  la  enseñanza  de  los  ramos  cientif.cos  que 
cultivan.  Alguien  han  viajado  repetidas  veces 
por  el  Norte  y  Occidente  de  la  Kepública,  sin  dar 
durante  los  2  hasta  3  años  pasados,  lecciones  á  los 
estudiantes. 

Mucho  me  aflijió  esta  conducta  poco  recomen- 
dable, «  orno  también  la  dificulta!  de  reunir  los 
catedráticos  qne  aun  faltaban. 

Renuncié  entonces  mi  comisariado  para  la  ins- 
talación de  la  facultad,  soLcitan-io  del  Exmo. 
Gobierno  que  autorizara  á  los  catedráticos  pre- 
sentes, para  que  se  procurasen  los  colegas  que 
faltaban;  y  en  esa  virtud  han  sido  presentados,  y 
aceptados  por  el  Exmo.  Gobierno  de  la  .Nación 
(véase  el  anexo,  núin.  7)  el 

Dr.  D.  Carlos  8.  JSellacTc  para  catedrático  de 
física  (1)  y  el 

(1)    Deede  el  11  de  Febrero  de  1874,  el  Dr.  D.  Carlos  S.  Sellack.  está 
dimitido  del  empleo  de  catedrático  de  física.    ( Vóaae  aiiexo,  mím.  11.) 


—  6  — 

Dr.  D.  Ch.  Augusto  Vogler  para  catedrático 
de  matemáticas,  entrando  el  primero  en  posesión 
de  sn  empleo  con  el  principio  de  1873  y  el  segun- 
do al  fin  del  mismo  año. 

Como  con  este  aumento,  el  personal  de  la  fa- 
cultad se  halla  actualmente  casi  completo,  el 
Exm(>.  Gobierno  de  la  Nación  lia  puesto  en 
práctica  su  antigua  idea  de  cambiar  la  facultad 
en  Academia  Nacional  de  Oi  ncias  Exactas,  edifi- 
cando parí  esta  academia  un  extenso  edificio  con 
el  objeto  de  reunir  en  ella,  como  Museo  Nacional, 
todas  las  aulas  y  las  colecciones  principiadas 
anteriormente. 

Invitado  por  el  Ministro  de  Instrucción  Pública 
Labia  hecho  ya  un  plano  general  del  nuevo  esta- 
blecimiento á  fines  de  1871,  v  el  señor  Ministro 
presentó  dicho  plano  á  la  aprobación  del  Hono- 
rable C  ngreso  de  la  Nación  durante  las  sesiones 
de  1872  y  1873.  Habiendo  sido  aprobada  la  eje- 
cución del  magnifico  edificio,  trazado  por  el 
Departamento  de  Ingenieros  en  conformidad  con 
mis  indicaciones,  en  el  año  de  1872,  su  construc- 
ción se  ha  principiado  en  el  pasado  año  de  1873, 
aunque  la  aprobación  de  la  organización  de  la 
Academia  no  se  verificó  e  » las  sesiones  de  ese  año, 
al  parecer  á  causa  de  haber  renunciado  el  Minis- 
tro de  Instrucción  Publica,  Dr.  D.  Meólas  Avt  Ua- 
neda,  del  puesto  qui  habia  desempeñado  durante 
cinco  años  con  tanto  talento  y  con  tan  gran 
suceso. 


Afortunadamente,  su  sucesor  el  Dr.  D.  Juan 
C.  Albarracin,  entró  decididamente  en  las  ideas  y 
pasos  de  su  predecesor,  y  en  breve  tomó  en  consi- 
deración la  constitución  definitiva  de  la  Actdcmia 
Nacional  de  Ciencias  Exactas,  nombrándome  el 
Exmo.  Gobierno,  por  decreto  de  15  «le  Dicie  i»bre 
de  1875,  Director  Oientifico  de  dicha  Academia 
(véase  anexo,  núm.  8)  y  autorizándome  para  for- 
mular el  reglamento  que  debe  regir  al  nuevo 
establecimiento. 

Ef4e  Reglamento  ha  sido  aceptado  por  el  Supe- 
rior Gobierno  y  publicado  en  el  Boletín  Oficial 
de  la  Nación,  núm.  855,  pág.  78.  (véase  los 
anexos,  núms.  9  y  10.) 

Aprovechando  entonce-*  la  autorización  que  me 
da  el  artículo  tercero  del  Reglainen:o,  he  nombra- 
do el : 

Dr.  D.  Adolfo  Doering  mi  substituto  déla  Aca- 
demia en  Oórdova  (véase  anexo,  núm  12),  encar- 
gándole también  de  la  Redacción  del  Boletín  de 
la  Academia,  que  se  publicaráen  entregas  trimes- 
trales, dando  á  conocer  todos  los  sucesos  científicos 
y  oficiales  de  la  Academia  al  publico  interesado. 

Para  mas  informes  signen  aqui  los  citados  do- 
cumentos en  el  anexo  adjunto. 

Dr.  Germán  Burmeister. 


—  8  — 

ANEXO 

délos  documentos  oficiales  á  que  se  aludeenlareseña 
histórica  precedente. 

No.  1. 

MEMORÁNDUM  presentado  al  señor  Presidente  de  la  República 
antes  de  tomar  posesión  de  su  puesto. 

Buenos  Aires,  Octubre  5  de  1868. 
Al  señor  Dr.  D.  Domingo  Faustino  Sarmiento. 
Distinguido  señor  y  amigo  : 

En  el  deseo  de  ser  útil  al  pais  donde  actualmente  resido,  disfru- 
tando de  uoa  posición  honorable  y  ocupándome  seriamente  con  el 
estudio  científico  de  sus  productos  naturales,  me  permito  presentar 
á  Vd.  algunas  ideas  sobre  la  fundación  de  un  establecimiento 
necesario  en  el  pais,  para  adelantar  el  estudio  de  las  ciencias 
exactas,  que  profeso,  y  facilitar  así  á  los  hijos  de  la  Eepública 
Argentina  el  examen  de  sus  riquezas  naturales  con  mavor  suceso, 
que  el  que  hasta  hoy  ha  sido  posible  por  la  falta  de  instrucción 
relativa  á  este  estudio  en  el  pais. 

Siendo  la  instrucciou  pública  la  base  de  todos  los  progresos  de 
una  nación  civdizada,  lo  que  Vd.  conoce  tan  bien  como  yo,  me  pare- 
ce una  necesidad  urgente,  que  la  Eepública  Argentina  tenga  en  su 
propio  suelo  un  establecimiento  científico  capaz  de  educar  maes- 
tros, no  solamente  para  la  enseñanza  primaria,  sino  también  para 
los  estudios  mas  avanzados  de  las  altas  ciencias. 

Maestros,  en  estas  condiciones,  no  se  encuentran  fácilmente  en 
el  estrangero  y  aun  si  se  les  halla,  no  son  tan  útiles  y  convenientes, 
para  la  enseñanza  de  la  juventud,  como  los  de  igual  capacidad 
nacidos  en  el  pais. 

La  juventud  siempre  juzga  con  lijereza  y  generalmente  está 
prevenida  coutra  sus  maestros  ;  ella  los  estima  tanto  mas  cuanto 
que  hablan  mejor  el  idioma  de  ella,  y  desprecia  á  los  que  lo  hablan 
peor  que  sus  discípulos. 

Las  naciones  mas  ilustradas  de  la  antigüedad  han  formado  su 
juicio  sobre  las  otras,  del  mismo  modo ;  los   Griegos  llamaban 


—  í)  — 

bárbaros  á  todos  los  estrangeros,  significando  con  este  epíteto,  que 
los  creian  sus  inferiores  y  enemigos  de   su  nacionalidad 

Por  esta  razón  me  parece  un  error  el  llamar  estrangeros  para  la 
enseñanza  de  la  juventud,  por  que  los  maestros  no  servirán  á  causa 
de  que  no  poseerán  la  confianza  de  sus  discípulos.  Ellos  deben 
ser  sus  compatriotas,  y  para  educar  estos  sabios  capaces,  es  necesa- 
rio fundar  en  el  pais,  uu  establecimiento  para  la  enseñanza  cientí- 
fica mas  elevada. 

Un  establecimiento  de  esta  clase,  es  la  Universidad.  Uníversitas 
litterarum  hanse  llamados  estos  establecimientos  que  surjieron  en 
el  siglo  décimo  cuarto,  porque  en  ellos  se  unieron,  todos  los  cono- 
cimientos científicos  existentes  hasta  entonces;  ■  estos  estableci- 
mientos fueron  los  que  levantaron  la  soci-  dad  moderna  á  la  a' tura 
del  sentimiento  de  humanidad,  con  el  cual  se  tratan  en  la  actualidad 
las  naciones  civilizadas,  y  también  son  ellas  las  que  presentan  y 
conservan  las  producciones  mas  sublimes  del  genio  humano. 

Pero  no  solamente  para  la  enseñanza  pública  se  han  fundada 
Universidades  en  países  civilizados,  sino  también  para  adornarlos 
con  estas  fundaciones  y  dar  un  testimonio  de  respeto  á  las  cien- 
cias y  á  sus  cultivadores.  Por  la  veneración  á  la  ciencia  prueba 
una  nación  su  progreso  intelectual  y  su  interés  para  la  hu- 
manidad. 

Ocuparse  de  ella  es  la  ocupación  mas  hones'a  del  hombre,  y 
tratarla  con  negligencia  ó  desprecio  es  mostrar  su  propia  ignoran- 
cia ó  la  falta  de  educación  espiritual. 

A  los  establecimientos  científicos  se  debe  el  mismo  respeto  que 
á  los  religiosos,  en  unos  y  otros  se  cultiva  la  verdadera  humanidad, 
y  ambos  son  los  principales  garantizadores  de  la  paz  y  el  escudo 
mas  eficaz  para  defender  y  resguardar  al  hombre  civilizado. 

No  existe  en  la  R/jpública  Argentina,  un  establecimiento  que 
responda  á  esta  elevada  tarea.  La  Universidad  de  San  Carlos  en 
Córdova  está  disposeida  de  catedráticos  para  todas  las  ciencias 
teóricas  y  exactas;  ni  las  matemáticas,  ni  la  química,  ni  los  otros 
ramos  de  las  ciencias  físicas  pueden  estudiarse  allí;  como  tampoco  es 
posibleen  ella  el  estudio  de  la  historia  y  de  las  lenguas  antiguas,  el 
griego  y  el  latiu  con  sus  ricas  literaturas,  que  han  conservado 


—  10  — 

aun  en  la  oscuridad  de  la  edad  inedia,  la  civilización  entre  las  na- 
ciones europeas. 

Es  este  uu  defecto  muy  grande,  que  debe  ser  reparado  cuanto 
antes,  y  para  cooperar  á  la  reforma  que  requiere,  con  mis  débiles 
conocimientos,  me  presento  á  Vd.  solicitando  la  reforma  de  esta 
establecimiento,  colocándolo  sobre  bases  que  est-?n  mas  en  rela- 
ción con  las  necesidades  modernas,  y  elevándolo  á  la  altura  de  una 
verdadera  Universidad. 

No  doy  esta  propuesta,  con  el  adjunto  plano  (*)  como  vn  esta- 
tuto concluido,  es  solamente  un  borrador  que  tiene  la  misión  de 
llamar  vuestra  atención  y  la  de  la  nueva  administración  del  país 
que  pronto  principiara  Vd.  á  dirigir,  rogándole  se  sirva  honrarla 
con  su  lectura  y  llamarme  para  su  ejecución,  cuando  el  futuro 
Gobierno  de  Vd.  crta  deber  entrar  en  la  realización  de  las  ideas 
aqui  explayadas. 

Proponiendo  asi  mi  cooperación  á,  este  fin,  no  es  mi  intención 
pedir  al  Superior  Gobierno  Nacional  un  empleo  en  el  estableci- 
miento regenerado;  no  estoy  dispuesto  á  abandonar  mi  puesto 
como  Director  del  Museo  Púbüco  jde  Buenos  Airer,  porque  amo 
este  estableciini-mto  y  dedico  á  el  con  el  mayor  placer  todas  mis 
facultades;  lo  único  que  ruego  a!  Superior  Gobierno  es  el  oir  mi 
consejo  y  que  rae  ocupe  estraordinariamente,  como  comisario  cien- 
tífico, para  concurrir  á  la  regeneración  de  alguaos  ramos  del  nuevo 
establecimiento,  los  que  se  tocan  principalmente  con  mis  estudios 
particulares, 

Soy  con  todo  el  respeto  debido  S.  S.  S. 

Germán  Burmeister. 


(*)    Este  plano  no  lo  imprimo  por  contiierarlo  innecesario. 


—  11  — 

N.  2 

Nota  del  señor  Ministro  de  la  Instrucción  Pública 

Buenos  Aires,  14  de  Octubre  de  1809. 

Al  señor  Dr.  D.  Germán  Burmeister. 

El  señor  Presidente  de  la  Eepubliea  pidió  al  Congreso  y  obtuvo 
autorización  para  hacer  venir  profesores  del  estrangero,  habiendo 
entonces  manifestado  que  uno  de  sus  designios  era  fundar  una 
facultad  de  ciencias  matemáticas  y  físicas,  en  la  Universidad  do 
Córdova,  para  que  este  antiguo  establecimiento  de  educación  venga 
á  responder  á  nuestras  necesidades  sociales  y  á  los  adelantos  de 
las  ciencias. 

Pensando  desde  entonces  en  la  ejecución  de  este  proyecto  el 
señor  Presidente  siempre  creyó,  que  era  vd.  la  persona  mas  com- 
petente, á  la  que  podia  confiarse  su  realización,  ya  por  su  alto 
renombre  científico,  por  sus  relaciones  con  las  Universidades  y  los 
sabios  de  la  Alemania,  como  por  tratarse  de  las  ciencias,  á  cuyo 
cultivo  ha  dedicado  Vd.  principalmente  su  vida.  Así,  apenas 
obtenida  la  autorización  del  Congreso,  recibí  encargo  del  señor 
Presidente,  para  ponerme  de  acuerdo  con  Vd.,  sobre  la  venida  de 
los  profesores. 

Es  inútil  que  yo  exponga  á  Vd.  los  pormenores  de  nuestras 
extensas  conferencias,  puesto  que  la  presente  nota  no  tiene  otro 
objeto  sino  el  dejar  una  constancia  oficial  de  las  autorizaciones 
con  que  ha  sido  Vd.  investido.  De  este  modo,  me  limitaré  á 
recordar  á  Vd.  que  hemos  arreglado  lo  siguiente : 

Io  Establecimiento  de  una  facultad  de  ciencias  matemáticas  y 
físicas  en  la  Universidad  de  Córdova. 

2o  Que  esta  facultad  principiará  de  ser  desempeñada  por 
ocho  Profesores,  distribuidos  del  modo  siguiente  : 

Dos  Profesores  de  Matemáticas 

Uno  de  Física 

Uno  de  Química 

Uno  de  Mineralogía  y  Geología 


-  12  — 

Uno  de  Botánica 

Uno  de  Zoología 

Uno  de  Astronomía. 

3o  Que  los  siete  Profesores  se  liarán  venir  de  Alemania,  bajo 
la  dirección  y  encargo  de  Vd.,  dejando  la  cátedra  de  Astronomía 
para  ser  desempeñada  por  una  de  las  personas  que  dirijirau  en  la 
misma  ciudad  de  Córdova,  el  Observatorio  Astronómico. 

4o  Que  el  sueldo  mensual  que  Yd.  convendrá  con  los  profe- 
sores, no  excederá  la  cantidad  mensual  da  doscientos  pesos  fuertes» 
concediéndoles  ademas  una  pequeña  suma  para  que  pueda  cada 
uno  costear  os  gastos  de  viage. 

Después  de  consignados  estos  antecedentes,  no  necesito  agre- 
garle sino  que  uno  de  los  primordiales  objetos  de  mi  primer  viage 
á  Cordova,  es  activar  los  arreglos  y  las  construcciones  para  el 
establecimiento  de  las  nuevas  aulas. 

Anticipando  al  Dr.  Bunneister  mis  agradecimientos  por  el  gran 
servicio  que  se  dispone  á  prestar  al  progreso  intelectual  de  la  Ee- 
pública,  tengo  el  honor  dj  saludarle  respetuosamente. 
Dios  guarde  al  Dr.  Burmeisíer. 

Firmado—  N.  Avellaneda. 


—  13  — 

N.  3 

Buenos  Aires,  16  de  Marzo  de  1870. 
El  Presidente  de  la  República 

HA.  ACOEDADO  T  DECEETA 

1°  Nombrase  Comisario  Extraordinario  para  dirigir  e  inspecio- 
nar  la  Facultad  de  Cieücias  Matemáticas  y  Físicas  en  la  Univer- 
sidad de  Córdova. 

Dr.  D.  Germán  Burmeister. 

El  Dr.  Burmeister,  procediendo  de  acuerdo  con  los  catedráticos 
nombrados,  ó  que  se  nombren  en  adelante,  someterá  á  la  aproba- 
ción del  Ministerio  de  Instrucción  Pública,  el  plan  de  estudios, 
que  ha  de  regir  en  la  mencionada  Facultad,  como  todos  los  regla- 
mentos concernientes  á  su  buen  régimeu. 

2o  Nómbrase  Catedráticos  para  la  espresada  Facultad  á  los 
Doctores 

D.  Max  Siewert  y 
D.  P.  G.  Lorentz, 

el  primero  para  la  Cátedra  de  Química,  con  el  sueldo  de  2c0  pesos" 
fuertes  mensuales  y  el  segundo  para  la  de  Botánica  con  el  de  200 
pesos  fuertes. 

3o  Dése  cuenta  de  este  Decreto  al  H.  Congreso  de  la  Nación  en 
la  forma  que  prescribe  la  ley  citada  del  14  de  Octubre  1869,  sobre 
los  20  Profesores  estrangeros. 

Firmado—  SARMIENTO 

N.  Avellaneda» 


—  14  .- 
N.  4 

Resolución  del  Superior  Gobierno  de  la  Provincia  sobre  el  encargo 
nuevo  del  Dr.  Burmeister. 

Buenos  Aires,  Junio  6  de  1870. 

Al  señor  Director  del  Museo  Público. 

En  repuesta  á  su  nota  fecha  18  del  ppdo.,  por  la  que  solicita 
autorización  de  este  Gobierno  para  aceptar  el  cargo  de  Comisario 
Extraordinario  del  de  la  Nación  para  la  instalación  é  inspección 
de  la  Facultad  Matematico-Fisica  en  la  Universidad  de  Córdova 
tengo  la  satisfacción  de  comunicar  á  vd.  que,  deseando  el  gobierno 
por  su  parte  auxiliar  la  acción  del  Exm.  Gobierno  Nacional  para 
la  mejora  de  la  Instrucción  Pública  en  tuda  la  República,  ha  re- 
suelto con  verdadera  satisfacción  prestar  su  asentimiento  á  fin 
de  que  preste  vd.  á  aquel  Exm.  Gobierno  el  servicio,  que  indica 
la  Comisión,  de  que  dá  cuenta  en  su  referida  nota. 

Dios  guarde  vd. 

Firmado—  Antonio  E.  Malaver 


—  15  — 

N.  5 

Nombramiento  del  Profesor  D.  Alfredo  Stelzner. 

Buenos  Aires,  Noviembre  7  de  1870. 

Haciendo  uso  de  la  autorización  qu«  confiere  la  ley  de  11  de 
Setiembre  del  año  ppdo.  y  en  vista  de  la  propuesta  elevada  por 
el  Dr.  Burmeister,  Comisario  Extraordinario  de  la  Facultad  de 
Ciencias,  Matemáticas  y  Físicas  de  la  Universidad  de  Cordova. 

El  Presidente  de  la  República — 

HA  ACORDADO   Y  DECRETA  : 

1.  Nombrase  Profesor  de  Mineralogía  de  la  Facultad  de  Cien- 
cias Matemáticas  y  Fisicas  de  la  Universidad  de  Córdova  al   Dr. 

D.  Alfredo  Stelzner, 

2.  Comuniqúese  á  quienes   corresponde,  publíquese  y  de'se  al 

E.  N. 

Firmado-  SARMIENTO 

N.  Avellaneda. 


—  16  — 

N.  6 

Nombramiento  del  Profesor  H.  Weyenbergh 
Boletín  Oficial  de  la  Nación.  Tom.  I.  pt.  2.  No.  229.  png.  958. 

Buenos  Aires,  Noviembre  21  de  1871. 

Haciendo  uso  de  la  autorización  que  confiere  la  ley  de  11  da 
Setiembre  del  año  pasado,  y  en  vista  de  la  propuesta  elevada  por 
el  Dr.  Burmeister,  Comisario  Extraordinario  de  la  Facultad  de 
Ciencias  Matemáticas  y  Físicas  de  la  Universidad  de  Córdova 

El  Presidente  de  la  República  ha  acordado  y 

DECBETA 

Io  Nombrase  Profesor  de  Zoología  de  la  Facultad  de  Ciencias 
matemáticas  y  físicas  de  la  Universidad  de  Córdova  á  Dr.  D.  H. 
Weyenbergh. 

2o  El  Profesor  nombrado  tomará  á  su  cargo  la  colección  que  el 
Gobierno  Nacional  compró  en  años  pasados  al  señor  Bravard, 
que  se  halla  depositada  en  poder  del  Dr.  Burmeister,  á  fin  de  darle 
con  acuerdo  de  este  la  aplicación  mas  ade<  uada,  tanto  para  la 
enseñanza  de  la  Zoulogia,  como  para  el  estudio  mismo  del  país  en 
este  ramo  de  su  historia  natural. 

3o  Comuniqúese  á  quienes  corresponde,  publíquese  é  insórtese 
en  el  Registro  Nacional. 

Firmado—  SARMIENTO 

N.  Avellaneda. 


—  17  — 

No.  7 

Nombramiento  del  Profesor  D.  Carlos  Sellack. 
(Boletín  Oficial  de  la  Nación,  III.  1,  No.  G00.  pag.  411). 

Buenos  Aires,  Febrero  28  de  1873. 

Debiendo  hacerse  efectivo  en  la  Academia  de  Ciencias  Mate- 
máticas y  Físicas  de  Córdova,  el  aumento  que  á  su  cuerpo  docente 
asigna  la  ley  del  presupuesto, 

El  Presidente  de  la  Eepública  acuerda  y 

DECEETA 

Io  Nómbrase  Catedrático  de  Física  para  la  mencionada  Acade- 
mia al  Dr.  D.  Carlos  S.  Sellack. 

2°  El  espresado  Profesor  devengará  su  sueldo  desde  el  dia  Io 
de  Enero  último,  por  haber  practicado  los  trabajos  necesarios  para 
informar  al  Ministerio  de  Instrucción  Pública  sobre  el  estado 
actual  y  las  necesidades  del  Gabinete,  de  Física. 

3o  Comuniqúese  á  quienes  corresponda,  publíquese  é  insértese 
en  el  Eegistro  Nacional. 

Firmado—  SARMIENTO 

N.  Avellaneda. 


*. 


—  18  — 

Nombramiento  del  Profesor  O.  A.  Vogler 

(Boletín  Oficial  de  la  Nación,  III.  1.  No.  647.  pag.  791.) 

Buenos  Aires,  Abril  26  de  1873. 

No  habiéndose  provisto  todavía   el  puesto  de  Profesor  de  Ma- 
temáticas de  la  Academia  de  Ciencias  en  Córdova, 

El  Presidente  de  la  República  acuerda  y 

DECRETA 

Io  Nómbrase  para  la  mencionada  cátedra,  al  Dr.  D.  Cristiano 
Augusto  Vogler,  actual  Profesor  de  Geodesia  é  Hidrotécnica  de  la 
Academia  politécnica  de  Muenich. 

2o  El  Profesor  nombrado  devengará  el  sueldo  que  le  asigna  el 
presupuesto  desde  que  se  ponga  en  marcha  para  su  destino, 
acordándole  para  sus  gastos  de  viaje  quinientos  pesos  fuertes,  que 
se  imputarán  á  la  partida  de  sus  sueldos   por  los  meses  vencidos. 

3o  Comuniqúese,  publíquese  y  dése  al  Registro  Nacional. 

Firmado—  SARMIENTO 

N.  Avellaneda. 


—  19  — 

N.  8. 

Nombramiento  del  Dr.  Burmeister  para  Director  de  la  Academia 

(Boletín  Oficial  de  la  Nación,  IV.  2.  No.  855.  pag.  2259.) 

Buenos  Aire?,  Diciembre  15  de  1873. 

En  vista  de  las  iuformaciones  producidas  por  el  Dr.  D.  Germán 
Burmeister  en  el  carácter  de  Comisario  Extraordinario,  con  que 
fué  investido  para  el  Establecimiento  de  la  Academia  de  Ciencias 
Exactas  en  la  Universidad  de  Córdova,  en  el  deseo  de  continuar 
aprovechando  los  importantes  servicios  gratuitos  que  presta  á  la 
Nación  el  Director  del  Museo  Público  de  Buenos  Aires,  y  mien- 
tras el  Honorable  Coügreso  dicta  la  ley  orgánica  de  aquella 
institución. 

El  Presidente  de  la  Eepúhlica  ha  acordado  y 

DECRETA 

Io  Confiérese  la  Dirección  Científica  de  la  espresada  Academia 
al  Dr.  D.  Germán  Burmeister. 

2o  El  Director  nombrado  formulará,  de  acuerdo  con  el  Ministro 
de  Instrucción  Pública,  los  reglamentos  y  programas  que  han  de 
regir  los  estudios,  la  disciplina  y  la  colocación  de  grados,  para  ser 
sometidos  al  conocimiento  del  Honor.  Congreso. 

3o  El  mismo  Director  propondrá  al  Ministro  de  Instrucción 
Pública  el  modo  y  forma  de  dar  publicidad,  primeramente  en  el 
país,  los  informes,  memorias  y  demás  trabajos  científicos  que  los 
Catedráticos  de  la  Academia  deben  producir  por  resultado  de  las 
investigaciones  y  estudios  que  hagan  á  costa  de  la  Nación  y  en 
pro  de  las  ciencias  que  respectivamente  ensenan  y  cultivan. 

4o  Cada  Catedrático  se  entenderá,  en  cuanto  le  concierne,  con 
el  Director;  se  dedicará  á  sus  tareas  docentes  durante  los  meses 
que  permanecen  abiertas  las  aulas  de  la  Universidad,  yten  tiempo 
de  vacaciones  efectuará  las  excursiones  científicas,  que  determina 
el  Director,  con  el  asentimiento  del  Gobierno. 


—  20  — 

5o  En  todo  lo  conveniente  á  la  conservación  y  fomento  de  los 
Museos,  Laboratorios  y  Gabinetes  científicos,  los  Profesores  res- 
pectivos procederán  de  acuerdo  con  el  Director,  quien  propondrá 
al  Ministerio  de  Instrucción  Pública  la  inversión  mas  conveniente 
de  las  asignaciones  que  señale  la  Ley  de  Presupuesto  para  estos 
objetos. 

6o  Comuniqúese  á  quienes  corresponda,  publíquese  é  insértese 
en  el  Eegistro  Nacional. 

Firmado—  SARMIENTO 

Juan  C.  Albarraci» 


—  21  — 

No.  9 

Reglamento  aceptado  por  el  Exmo.  Gobierno  de  la  Nación,  para  regir 
en  la  Acad  mia  de  Ciencias  Exactas. 

Departamento  de  Instrucción  Pública. 

Buenos  Aires,  Enero  10  de  1870. 

Visto  el  reglainenao  que  para  la  dirección  científica  y  el  perso- 
nal docente  de  la  Academia  de  Ciencias  Exactas,  existente  en  la 
Universidad  de  Córdova,  ha  presentado  el  Dr.  D.  Grerman  Bur- 
meister,  en  su  carácter  de  Director  de  la  misma  Academia;  y 
mientras  el  Congreso  Nacional  dicta  la  ley  que  ha  de  regir  á  esta 
institución. 

El  Presidente  de  la  República — 

ACUERDA  Y  DECRETA 

Art.  1.  °  Apruébase  el  espresado  reglamento  en  todas  sus 
partes  y  póngase  desde  luego  en  vigencia. 

Art.  2.  °  Imprimase  en  suficiente  número  de  ejemplares, 
comuniqúese,  publiquese  ó  insértese  en  el  E.  N. 

,  SARMIENTO. 
Juan  C.  Albarraoin. 


—  22  — 

REGLAMENTO  PARA.  LA.  DIRECCIÓN  CIENTÍFICA  Y  EL  TEESONAL 
DOCENTE  DE  LA  ACADEMIA  DE  CIENCIAS  EXACTAS  EXISTENTE  EN 
LA  UNIVERSIDAD  DE  CÓRDOYA. 

SECCIÓN  I. 

DEL  OBJETO  Y  DE  LA  DIRECCIÓN  CIENTIEICA  DE  LA  INSTITUCIÓN 

Art.  1.  °  La  Academia  de  Ciencias  debe  llenar  los  fines  si- 
guientes : 

1.  °  Instruir  á  la  juventud  en  las  ciencias  exactas  y  natu- 
rales, por  medio  de  lecciones  y  experimentos. 

2.  °  Formar  Profesores  que  puedan  enseñar  esas  mismas 
ciencias  en  los  Colegios  de  la  Kepública. 

3.  °  Explorar  y  hacer  conocer  las  riquezas  naturales  del 
pais,  fomentando  sus  gabiuetes,  laboratorios  y  museos  de  ciencias, 
y  dando  á  luz  obras  científicas,  por  medio  de  publicaciones,  que 
se  titularán  "Actas  y  Boletin  de  la  Academia  Argentina  de 
Ciencias  Exactas"  y  que  contendrán  las  obras,  memorias,  informes 
etc,  que  produzcan  los  profesores. 

Art.  2.  °  La  Dirección  Científica  de  la  Academia  tiene  por 
objeto  dar  á  la  actividad  de  cada  profesor,  las  direcciones  mas  ten- 
dentes á  la  realización  de  los  dos  diversos  fines  expresados  en  el 
articulo  anterior. 

Art.  3.  °  El  Director  podrá  nombrar  con  el  acuerdo  del  Mi- 
nisterio de  Instrucción  Publica,  un  substituto  suyo  en  Córdova, 
cuyas  funciones  se  limitarán  á  comunicar  las  ordenes  de  la  Direc- 
ción á  los  Catedráticos,  y  á  recibir  de  estos  los  programas,  notas, 
informes  y  demás  documentos  que  deban  remitirse  al  Director. 

Art,  4.  °  El  substituto  del  Director,  tendrá  su  oficina  en  la  Se- 
cretaria de  la  TJniveisidad. 

SECCIÓN  II. 

DE     LA     ENSEÑANZA 

Art.  5.  °  Todo  Catedrático  de  la  Academia,  tiene  la  obligación 
de  dar  una  bora  de  lección  diariamente,  con  excepción  de  los  do- 


—  23  — 

mingos  y  demás  dias  festivos,  durante  el  curso  de  la  Universidad 
desde  el  1.  °  de  Marzo  hasta  el  30  de  Noviembre. 

Art.  6,  °  El  Eector  de  la  Universidad  formará  el  horario  de 
las  lecciones  que  han  de  dar  los  Profesores  de  la  Academia,  y 
cuidará  de  que  sea  observado  con  la  mayor  puntualidad. 

Art.  7.  °  Cada  Catedrático  presentará  al  Director  de  la  Acá  - 
demia,  en  la  primera  semana  del  mes  de  Febrero,  ó  antes,  un  pro- 
grama detallado  de  las  lecciones  que  ha  de  dar  durante  el  año 
escolar. 

Art.  8.  °  El  Director  examinará  los  programas  y  con  las  modi- 
ficaciones que  estime  convenientes  los  remitirá  al  Ministerio,  para 
su  aprobación,  y  los  devolverá  á  los  Catedráticos  antes  del  dia  en 
que  estos  deban  principiar  sus  lecciones. 

Art.  9.  °  Los  Catedráticos  que  se  hallen  impedidos  de  princi- 
piar ó  continuar  sus  lecciones,  deben  dar  inmediatamente  aviso 
al  Director,  exponiéndole  las  causas  impedientes. 

Art.  10  Las  solicitudes  ó  peticiones  de  los  catedráticos,  relati- 
vas á  la  enseñanza  ó  á  los  instrumentos,  aparatos  y  colecciones  que 
tengan  á  su  inmediato  cuidado,  pasarán  por  manos  del  Directorio» 
quien  la  presentará  al  Ministerio  de  Instrucción  Pública,  propo- 
niendo la  resolución  que  conceptué  mas  conveniente. 

Art.  11  Los  Catedráticos  deben  dar  gratuitamente  los  informes 
que  sobre  objetos  de  su  ramo  cientifico  les  pidan  los  gefes  de  los 
diferentes  D apartamentos  de  la  Administración  Nacional. 

Art.  12  Ningún  Catedrático  puede  aceptar  empleo  accesorio, 
sin  solicitar  y  obtener  previamente  la  autorización  del  Gobierno, 
por  conducto  del  Director  de  la  Academia. 

SECCIÓN  III 

DE  LAS  OBEaS  CIENTÍFICAS 

Art.  13  Cada  miembro  de  la  Academia  tiene  la  obligación  de 
escribir  anualmente,  una  Memoria  cientifica  fundada  en  estudios 
propios  sobre  ojetos  del  pais,  para  ser  publicada  por  la  Academia. 

Art.  14  También  se  publicarán  las  obras  de  ese  mismo  género 
que  sean  presentadas  por  los  Ayudantes  de  los  Catedráticos. 

Art,  15  Los  Catedráticos  tienen  la  obligación  de  poner  en  co- 


—  24  — 

nocirniento  del  Director,  á  principios  del  arío,  los  temas  de  las 
obras  que  han  de  escribir,  y  el  Director  se  lo  dará  á  todo  aquel 
que  no  lo  eliga  por  si  mismo. 

Art.  16  Los  Catedráticos  deberán  entregar  los  manuscritos  á 
fines  de  Setiembre,  para  ser  impresos  en  los  meses  restantes  del 
ano. 

Art.  17  Ningún  Catedrático  ni  Ayudante,  podrá  publicar  en 
periódicos  estrangeros,  relaciones  de  sus  estudios  sobre  objetos 
del  pais,  antes  de  haber  sido  insertadas  en  las  publicaciones  de 
la  Academia. 

Art.  18  La  redacción  general  de  las  publicaciones,  estará  á 
cargo  del  Director  de  la  Academia,  y  los  gastos  que  ocasionen  estas 
publicaciones,  se  harán  por  cuenta  del  Ministerio  de  Instrucción 
Pública. 

SECCIÓN  IV 

DE  LOS   ESTABLECIMIENTOS     CIENTÍFICOS   DE   LA   ACADEMIA 

Art.  19  La  Academia  tiene  para  el  cumplimiento  de  sus  obli- 
gaciones científicas,  los  siguientes  establecimientos. 

1.  °  Un  Gabinete  de  Física. 

2.  °   Un  Laboratorio  de  Química. 

3.  °   Colecciones. 

a  de  Mineralogía  y  Geognosia. 
b  de  Botánica. 
c  de  Zoología. 

4.  °   Una  Biblioteca. 

Estos  establecimientos  estarán  respectivamente  al  cuidado  in- 
mediato de  los  Profesores  de  los  diferentes  ramos  científicos,  y  ba- 
jo la  superintendencia  general  del  Director  de  la  Academia. 

Art.  20  Los  profesores  están  obligados  á  aumentar,  conservar  y 
clasificar  científicamente  los  objetos  de  los  diferentes  Estableci- 
mientos; y  para  este  fin,  cada  profesor  recibe  la  asignación  men- 
sual que  le  señala  el  presupuesto,  tiene  un  Ayudante  y  un  sirviente 
y  debe  trabajar  con  ellos  en  su  establecimiento  por  lo  menos, 
cinco  horas  de  cada  dia  lectivo. 


—  25  — 

Art.  21  El  arreglo  general  de  los  Establecimientos,  sus  salones, 
sus  muebles,  sus  objetos  y  su  modo  de  administración  interna, 
serán  dispuestos  según  las  instrucciones  que  el  Director  dé  á  los 
Profesores. 

Art.  22  El  Director  dispondrá  los  arreglos  necesarios  para  que 
las  colecciones  correspondientes  á  los  ramos  de  Zoología,  Botánica 
y  Mineralogía,  sean  reunidas  en  un  departamento  de  la  Academia 
bajo  el  titulo  de  "Museo  Nacional  Argentino". 

Art.  23  Todo  Profesor  encargado  de  un  Establecimiento  tiene 
la  obligación  de  recoger  en  sus  excursiones  científicas,  no  solamen- 
te los  objetos  de  su  ramo,  sino  también  los  que  accidentalmente 
encuentre  de  los  demás,  para  remitirlos  á  los  Establecimientos  á 
que  correspondan. 

Art.  24  Cada  Profesor  debe  formar  los  inventarios  ó  catálogos 
de  los  objetos  del  Establecimiento  á  su  cargo. 

Art.  25  Sin  solicitar  y  obtener  la  aprobación  del  Director,  los 
Profesores  no  podrán  remitir  á  Establecimientos  ó  sabios  estran- 
geros,  ninguno  de  los  objetos  conservados  en  la  Academia  ni  los 
recogidos  en  las  excursiones  científicas,  para  obtenor  otros  en 
cambio. 

Art.  26  Nínguo  objeto  de  ningún .  Establecimiento  podrá  ser 
trasportado  á  fuera  de  la  Academia,  sin  permiso  del  Director. 

Art.  27  Anualmente,  en  el  mes  de  Enero,  cada  Profesor  pro" 
pondrá  al  Director,  la  inversión  que  convenga  dar  á  la  asignación 
que  el  presupuesto  le  señale  para  los  gastos  que  demande  su  ramo 
científico. 

Art.  28  La  Biblioteca  de  la  Academia  estará  al  cuidado  inme- 
diato de  un  bibliotecario,  y  se  abrirá  diariamente  para  los  Profe- 
sores y  Estudiantes,  durante  dos  horas  en  que  no  estén  funcionan- 
do las  cátedras  de  la  Academia. 

Art.  29  No  deberá  hacerse  uso  de  los  libros  sino  en  la  biblio- 
teca misma;  pero  si  alguno  de  los  Profesores  necesita  un  libro  para 
usarlo  en  su  establecimiento,  podrá  tenerlo  en  su  poder  diez  dias} 
dejando  un  recibo  al  bibliotecario,  quien  no  podrá  dar  jamás  una 
obra  completa  de  muchos  tomos,  sino  un  volumen  de  ella  cada 
vez. 

Art.  30  Para  el  fomento  de  la  biblioteca,  cada  Profesor  entre- 


—  26  :- 

gara  al  bibliotecario  treinta  pesos  fuertes  de  toda  mensualidad,  que 
cobre  de  la  asignación  señalada  para  gastos  de  su  ramo  científico. 

Art.  31  Cada  profesor  pedirá  la  compra  de  los  libros  que  desee 
para  la  biblioteca,  inscribiéndolos  en  un  registro  que  estará  siem~ 
pre  expuesto  en  la  misma  biblioteca. 

Art.  32  El  bibliotecario  dará,  por  medio  de  notas  trimestrales 
al  Director,  conocimiento  detallado  de  las  cantidades  de  dinero  que 
haya  recibido  de  los  Profesores,  y  de  los  libros  deseados  para  la 
biblioteca;  y  procederá  á  comprarlos,  observando  las  instrucciones 
que  al  efecto  estime  conveniente  darle  el  Director  de  la  Aca- 
demia. 


t  -27- 

No.  10 

Buenos  Aires,  Enero  17  de  1874* 

Permiso  del  Superior  Gobierno  de  la  Provincia  de  Buenos  Aires 
pira  aceptar  el  encargo  de  Director  de  la  Academia 

Al  señor  Director  del  Museo  Público. 

En  repuesta  á  su  nota  de  22  de  Diciembre  ppdo.  en  la  que 
participa  que  el  Exmo.  Gobierno  Nacional  lo  ha  nombrado  Direc- 
tor Científico  de  la  Facultad  de  Ciencias  Exactas  de  la  Universidad 
de  Córdova,  participo  á  vd.  que  el  P.  E.  le  autoriza  para  aceptar 
dicho  cargo. 

Dios  guarde  á  vd. 

Firmado—  A.  Alcorta 


—  28  —  t 

No.  11 

El  Dr.  D.  Carlos  S.  Sellack  vino  de  Norte  America  al  país  en 
el  año  1872,  contratado  por  una  sociedad  de  allí  para  hacer  vistas 
fotográficas  del  cielo  nocturno  para  uso  del  Observatorio  Astronó- 
mico bajo  la  dirección  del  Dr.  B.  A.  Gould.  En  esta  tuncion  ha 
sido  ocupado  hasta  el  fin  del  año,  cuando  fué  presentado  por  los 
catedráticos  Lorentz,  Siewert  y  Stelzner  para  la  cátedra  de  física  en 
la  Universidad  de  Córdova.  El  Exmo.  Gobierno  habia  aceptado  esta 
presentación,  nombrando  al  Dr.  D.  Carlos  S.  Sellack  Catedrático, 
bajo  la  condición  de  cumplir  al  mismo  tiempo  sus  obligaciones 
pendientes  con  el  señor  Gould.  Como  el  Dr.  Sellack  no  ha  hecho 
caso  de  esta  obligación  hasta  la  fecha  de  su  dimisión,  el  Exmo. 
Gobierno  se  ha  visto  obligado  á  dimitirle  de  su  empleo  por  el  De- 
creto siguiente: 


o 


(Boletín  Oficial  de  la  Nación.    Año  IV,  Tom.  1  pag.  287) 
Departamento  de  Instrucción  Pública. 

Buenos  Aires,  Febrero  II  de  1874. 

No  habiendo  cumplido  el  Dr.  D.  Carlos  S.  Sellack,  las  instruc- 
ciones que  se  le  dieron,  cuando  se  le  nombró  Profesor  de  Física  de 
la  Facultad  de  Ciencias  y  habiendo  desentendido  las  reiteradas 
órdenes  del  Ministerio  de  Instrucción  Pública,  para  que  se  pre- 
sentase en  el  Observatorio  Nacional  á  continuar  los  trabajos 
fotográficos,  que  ha  dejado  pendiente  con  perjuicio  de  las  publica- 
ciones científicas,  que  debe  hacer  el  Director  del  Establecimiento. 

El  Presidente  de  la  República 

DECRETA 

Artículo  1?  Queda  separado  el  Dr.  D.  Carlos  S.  Sellack  del 
puesto  de  Profesor  de  Física  de  la  Academia  de  Ciencias. 

Artículo  2?  Comuniqúese,  publíquese  y  dése  al  Eegistro  Na- 
cional. 

Firmado—  SARMIENTO. 

Juan  O,  Albarracin, 


—  29  — 

No.  12. 
Directorio  de  la  Academia  de  Ciencias  Exactas. 

Buenos  Aires,  Enero  14  de  1874. 
Al  Substituto  del  Director  de  la  Academia,  Dr.  D.  Adolfo  Doering. 

Habiendo  sido  aceptado  por  el  Exmo.  Gobierno  el  Eeglamento 
para  la  Academia  de  Ciencias  Exactas  en  Córdova,  autorizándome 
para  nombrar  un  Substituto,  residente  en  aquella  ciudad,  nombro 
por  esta  mi  nota  á  vd.  con  las  funciones  siguientes  : 

Io  Tiene  vd.  la  obligación  de  estar  presente  diariamente  en  la 
Secretaría  de  la  Universidad  de  las  once  hasta  la  una,  previa 
presentación  al  señor  Rector  y  arreglo  conveniente  con  él,  para 
aceptar  las  comunicaciones  délos  Catedráticos  de  la  Academia  y 
comnnicarles  mis  notas  y  las  resoluciones  del  Exmo.  Gobierno. 

2o  Todas  estas  notas,  las  recibidas  como  las  remitidas  á  los 
catedráticos,  deben  ser  inventariadas  en  un  libro  á  proposito 
según  número  corriente,  notando  de  cada  una  la  fecha  y  el  sumario 
del  contenido. 

3o  Las  notas  y  las  comunicaciones  á  los  catedráticos  deben  ser 
marcadas,  como  esta  mi  nota,  arriba  al  lado  izquierdo,  con  el  sello 
del  Directorio  ;  cuyo  sello  comunico  á  vd.  bajo  la  condición  de  no 
dejarlo  pasar  jamás  en  manos  agenas. 

4o  Cartas,  documentos  y  folletos,  que  quiera  vd.  comunicarme 
por  el  correo,  deben  ser  marcados  también  en  el  exterior  con  el 
mismo  sello,  para  pasar  libre  del  pago  de  correo,  como  también 
las  mias  á  vd. 

5o  No  tiene  vd.  la  libertad  de  hacer  ningún  acto  oficial,  sin  ser 
autorizado  por  mi  y  haber  recibido  mi  aprobación  en  caso 
de  proponerme  vd.  tal  acto. 

6o  Al  fin  recomiendo  á  vd.  la  urbanidad  la  mas  exacta  en  todos 
sus  negocios  oficiales  con  las  personas  respectivas,  y  principal- 
mente con  las  de  la  Universidad. 

Dios  guarde  á  vd. 

Dr.  Germán  Burmeister. 


—  so- 
lí 
IKPOEME 

sobre  la  actividad  de  los  miembros  de  la  Academia, 

respecto  á  las  lecciones  dadas 

y  á  las   obras  científicas,  publicadas  en  el  año  de  1878. 


I.  Por  el  Director  Df.  D.  Germán   Bnrmeister. 

Sus  publicaciones  científicas  en  el  año  pasado 
son  las  siguientes : 

Anales  del  Museo  Público  de  Buenos  Aires, 
etc.  Entrega  XI,  4  to. 

Uebersiclit  der  Glyptodonten  ;  en  Wiegmanns 
ArcMv,  fortg  v.  Troscbel.  Tom.  38;  pág.  250,  sig. 

Studien  an  Megatberium  aniericanum — Mül- 
ler's  ArcMv,  fortg.  v.  Beicliart  u.  Du  Bois  Bey- 
niond. 

On  the  Guamul ;  en  el  periódico  ingles  :  Nature, 
Torn.  IX,  pág.  82. 

Laruellicornia  Argentina,  no.  1.  Coprophaga. — 
Stettiner  en  tom.  Zeitg,  Tom.  34,  pág.   403,  sig. 

Description  des  clienilles  des  Horplionides. — 
Bevue  et  Magasin  de  Zoologie.  Tom.  36,  pág.  17. 

lotices  sur  les  cranes  et  l'industrie  des  Jndiens 
de  la  pampa  avant  kla  conquéte. — Oompte  renda 
du  congrés  internationale  anthropologique  etc.  0. 
sess.  á  Bruxelles,  pág.  342,  sig. 

Iguales  noticias  en  lengua  alemana  en  la:  Zeit- 
schr.  f.  Etbnologie.  Tom.  IV.  Sitzungsber.  pag. 
196,  3. 


—  31  — 

II.  Por  el  Substituto  del  Director 
Dr.  D.    Adolfo    Do  e  ring. 

Este  caballero  lia  sido  desde  el  año  de  1872 
hasta  Octubre  de  1873  Ayudante  de  Química, 
trabajando  al  lado  del  Dr.  Siewert  en  el  labora- 
torio químico  de  la  Academia,  hasta  que  ha  sido 
dimitido  por  solicitación  de  sus  colegas  de  este 
empleo.  Pero  su  laboriosidad  le  ha  recomendado 
al  Director,  dándole  el  empleo  que  ahora  ocupa, 

Sus  publicaciones  científicas  son  las  siguientes : 

Estudios  sobre  la  proporción  química  y  física 
del  terreno  en  la  formación  de  la  pampa. — Ana- 
les de  Agricultura,  Tom.  1,  pág.  143,  sig. 

Ueber  die  Mollusken  Eauna  der  Argenti- 
nischen  Eepublik;  enMenckes  Zeitschf.  Malaco- 
zoologie. 

III.  Por  el  catedrático  de  Química, 

Dr.  D.    Max    Siewert. 

Este  catedrático  ha  dado  lecciones  de  Química 
y  exercicios  prácticos  en  el  laboratorio  durante 
el  curso  de  la  Academia,  desde  Marzo  hasta 
Noviembre,  con  regularidad. 

Obras  científicas  no  ha  publicado,  sino  un 
corto  ensayo  industrial  sobre  la  fábrica  de  papel 
en  los  Anales  de  Agricultura,  Tom.  I,  pág. 
191,  sig. 

IV.  Por  el  Catedrático  de  Botánica 
Dr.  D.  P.    Ge.  Lorentz. 

El  Dr.  Lorentz  no  ha  dado  hasta  Marzo  del 
año  de  1874  ninguna  lección  en  los  cursos  de  la 


—  32  — 

Universidad  y  de  la  Academia,  aunque  lia  sido 
presente  en  el  país  desde  Octubre  de  1870 ;  via- 
jando por  el  Norte  de  la  Kepública  y  la  frontera 
de  Bolivia,  para  hacer  colecciones  botánicas,  sin 
publicar  tampoco  nada  sobre  sus  resultados  cien- 
tificos ;  ocupándose  en  sus  informes  al  Ministerio 
de  la  Instrucción  Pública,  publicados  de  tiempo 
en  tiempo  en  diferentes  diarios,  mas  con  sus  pro- 
pios acontecimientos,  que  con  los  datos  de  sus 
estudios  botánicos. 

Ofendido  por  la  reprobación  verbal  del  Direc- 
tor de  la  Academia  á  diferentes  personas  sobre 
esta  conducta,  poco  satisfactoria  para  cumplir  con 
el  primer  deber  del  catedrático,  de  dar  lecciones 
á  los  jóvenes  estudiantes,  el  Di.  Lorentzha  publi- 
cado en  el  Eco  de  Córdova  algunos  artículos  llenos 
de  insultos  y  calumnias  contra  el  Director,  diri- 
giéndolos también  el  Exmo,  Gobierno,  y  ha 
repetido  estos  insultos  en  el  Discurso  Inaugural 
de  sus  lecciones  del  10  de  Marzo  de  1874,  ante  los 
estudiantes  y  otros  auditores,  en  un  modo  tan 
ofensivo,  que  el  Exmo.  Gobierno  se  lia  visto 
obligado,  á  decretar  la  dimisión  del  Dr.  Lorentz 
de  su  cargo  de  catedrático  de  botánica  en  la 
Academia.  (*) 

V.  Por  el  Catedrátio  de    Mineralogía 
Dr.    ~D.   Alfredo    Stelzner 

Viajando  en  el  año  1872  y  al  principio  de  1873 

(*)  Véase  el  anexo  No.  13,  al  fin  de  este  informe. 


—  33  — 

por  la  parte  occidental  de  la  Kepública,  para 
estudiar  la  constitución  geognostica  de  esta  región 
hasta  hoy  poco  conocida,  el  catedrático  no  ha 
principiado  sus  lecciones  antes  de  Mayo  del  año 
pasado,  continuando  en  el  curso  de  la  Mineralogía 
hasta  fin  de  Noviembre. 

A  consecuencia  de  estos  viages  el  Dr.  Stelzner 
ha  publicado  en  los  Anales  de  Agricultura,  tomo 
I,  pág.  123  sig.  sus:  "Comunicaciones  sobre  la 
"geología  y  minería  de  la  Kepública  Argentina" 
que  dan  un  sumario  de  sus  observaciones;  ocu- 
pándose el  autor  actualmente  con  la  redacción 
mas  extensa  del  mismo  tema,  que  ya  ha  sido  pre- 
sentado como  principiada  por  los  mapas  y  cortes 
geológicos,  enviados  al  Ministerio  de  la  Instruc- 
ción Pública. 

Algunas  noticias  de  sus  resultados  se  leen 
también  en  el  Jahrbuch  der  Mineralogie  etc.,  de 
1873.    Heidelberg,  8vo. 

VI  Por  el  Catedrático  de  Zoología 
Dr.  £>.  H.  Weyenbergli 

Este  Catedrático  no  ha  principiado  en  el  año 
pasado  sus  lecciones  en  la  Academia,  dando  su 
discurso  inaugural  el  15  de  Octubre  de  1873  y 
explicando  en  él  la  tarea  de  la  Zoologia.  Pero 
el  autor  ha  sido  muy  laborioso  en  estudiar  los 
objetos  naturales  del  pais,  publicando  muchos 
informes  sobre  Sericultura,  Apicultura  y  Insec- 
tos dañinos  á  la  Agricultura  en  los  Anales  do 
Agricultura,  tomo  I,  pág.  69,  77,  93,  etc.,  etc. 

3, 


—  34  — 

Sus  publicaciones  en  periódicos  estrangeros 
son  también  numerosas;  nombramos  las  siguien- 
tes, pero  sin  indicación  de  los  periódico?,  que  las 
contienen,  porque  el  autor  no  ba  dado  aviso  de 
ellos. 
De  metamorpbose  van  JEJuclia  diagonális  H. 

Schf.  con  lámina. 
Metamorpbose    van      Grapholitha    Hoffmani 

Weyenb.  con  lámina. 
Een  snel  entwickelingsproces,  con  lámina. 
Over    psorospermien  en  bare  beteekenis  ais 

ziekteo  virgank . 
Iets  over  den  neusbeer  (Nasua  socialis  Neuw). 
En  nederlander  in  den   vremde.     Brieven  uit 

Zud- America  (no.  1-8.) 
Note  on  tbe  Lepidopterous-Fauna   of  tbe  isle 

of  St.  Yincent. 
Bañáis  Arcliippus  Leo",  und  seine  Parasiten; 

con  lámina. 
Hypostovms  plecostomus  Val.     Mómoire   ana- 

tomique  pour  servir  á  l'bistoire  naturelle 

des  Loricaires;  con  6  láminas. 
Bydragen  tot   de   Kennis  van  bet  Visscben- 

geslacbt  Poecilia,  con  2  láminas. 
Note  sur  le  développement   d'une   espoce   de 

Nepa  de  l'Amerique  méridionale,   con 

láminas. 
Over  de  baring  der  Poecilien. 
Al  fin  el  Dr.  WeyenbcrgJi  ba  fundado   en   el 
pais  una  Sociedad  entomológica,  que  se  propone, 
como  lo  dice  el  artículo  1.  °  del  Reglamento, 


—  35  — 

continuar  los  estudios  principiados  en  años  ante- 
riores por  el  Director  de  la  Academia.  Ura 
invitación  para  dicha  fundación  lia  publicado  el 
autor  en  los  Anales  de  Agricultura,  Toni.  I. 
pág,  192. 


Anexo  No.  13. 

Departamento  de  Instrucción  Pública. 

Buenos  Aires,  Marzo  16  de  1874. 

Vista  la  nota  del  Dr.  D.  P.  G.  Lorentz  de  21  de  Pobrero  ppdo., 
en  que  dá  cuenta  de  sus  exploraciones  científicas  como  Profesor 
de  la  Academia  de  Ciencias  Exactas,  y  considerando  que  los  tér- 
minos de  esta  nota,  á  mas  de  ser  impropios  de  un  documento 
oficial,  son  ofensivos  á  la  dignidad  de  un  superior,  á  quien  debe 
acatamiento  en  el  ejercicio  de  las  funciones  que  le  han  sido  enco- 
mendadas; teniendo  en  vista  ademas  la  propuesta  del  Director  de 
la  Academia, 

El  Poder  Ejecutivo  resuelve  y 

DECEETA 

Queda  separado  el  Dr.  D.  P.  Gr.  Lorentz  de  la  Cátedra  de  Botá- 
nica, que  desempeña  en  la  Facultad  de  Ciencias  de  Córdova. 

Nómbrase  para  llenar  la  vacante  al  señor  D.  Jorge  Hieronymus 
con  el  sueldo  que  le  asigna  el  Presupuesto. 

Firmado—  SARMIENTO 

Juan  C.  Albarraoin. 


—  36  — 
III 

SCOLIAE  AEGEKTINAE 


Quelques  notices  sur  les  especes  ele  1' anclen,  genre 
Scolia,  vivant  dans  le  territoire  du  Rio  de  la  Plata, 
par    Mr.    Hermann    Burmeister 


II  y  a  vingt  ans  que  j'ai  publié  un  essai  sur 
l'organisation,  l'arrangement  systématique  et  les 
différences  spécifiques  de  l'ancien  genre  Scolia 
Pabr.  dans  les  Ménioires  de  la  Société  d'hist. 
natur.  de  Halle,  Torne  I,  quatriérne  trim.  (1854. 
4to.) 

Dans  ce  temps,  ou  j'avais  distingué  64  espéces 
qui  rn'étaient  connues,  je  n'avais  pas  vu  ni  exa- 
miné aucune  espéce  du  terrain  de  notre  Républi- 
que  Argentine;  aussi  les  différents  auteurs,  qui 
ont  disserté  sur  les  Scoliae  de  l'Amérique  niéri- 
dionale,  n'ont  pas  mentionné  aucune  espece  Ar- 
gentine, jusqu'au  rnonient  oú  les  deux  savants 
modérnes,  M.  M.  H.  de  Saussuee  et  I.  Sichel, 
ont  publié  en  1864,  en  langue  latine,  leur: 

Cátalo g us  specierum  generis  /Scolia,  etc.  etc.  Pa* 
ris  et  Geneve,  8vo. 

Dans  cet  ouvrage  spécial,  qui  ne  veut  donner, 
cornme  dit  le  titre,  qu'un  catalogue  des  especes 
connues,  figurent  liuit  especes  de  Montevideo 
(8c.  jucunda,  136 — 8c.  vidua,  138 — 8c.  liy  aliña, 
219— 8c.  Servilla,  221— Se.  Lueasia,  222— Se. 


-  37- 

miitanda,  233 — /Se.  fossor,  240 — Se,  Gerstaeckcri, 
243);  mais  aucune,  d'une  autre  partie  du  terrain 
du  Rio  de  la  Plata,  sauf  une  de  Paraguay,  (#c. 
Talpa,  241).  II  me  semble  alors  convenable, 
d'examiner  ees  huit  espoces,  sous  le  point  de  vue 
de  leur  propagation  sur  tout  le  terrain  argentin, 
en  donnant  mes  propres  observations  sur  celles-ci, 
que  j'ai  trouvées  dans  ce  pays,  pendant  mon 
sójour  de  15  ans. 

Sans  entrer  en  discussion  sur  les  diffórences 
de  notre  point  de  vue,  concernant  la  nomencla- 
ture  et  l'arrangement  systématique;  discussion 
stérile  et  inutile,  parce  qu'il  est  impossible  de 
reunir  jamáis  les  regards  des  différents  auteurs, 
qui  croient  tous  él  re  en  possession  de  la  vraie 
métbode  pbilosopbique,  je  m'accommode  á  la  con- 
séquence  des  especes,  aceptée  par  les  deux  auteurs 
modernes  deja  cites,  mentionant  ici  seulement, 
qu'ils  divisent  l'ancien  genre  JScolia  en  trois, 
nomines:  Liacos,  Scolia  et  Mis.  Les  vraies  8co- 
liac  sont  les  especes,  qui  n'ont  pas  la  derniére 
cellule  (no.  9)  de  mon  exposition  antérieure ;  les 
Mis  ont  cette  cellule,  a  la  fin  du  troisiéme  rang 
longitudinal  des  cellules  discoidales.  Ohacun 
de  ees  deux  genres  est  divisé  en  deux  groupes, 
d'aprés  Tabsence  ou  présence  de  la  troisiéme 
petite  cellule  du  deuxiéme  rang  longitudinal  des 
cellules  discoidales  (les  cubitales),  que  j'avais 
signaló  par  le  numero  buit  (8).  Chez  les  vraies 
JScoliae,  les  auteurs  nomment  les  especes  ayant 
cette  buitiéme  cellule  Triscolia  et  celles  qui  ne 


—  38  — 

l'ont  pas  Discolia;  dans  leur  genre  Elis,  le  pre- 
mier groupe  est  nominé  d'aprés  lámeme  méthode 
Trielis,  et  le  second  Diclis. 

Leur  genre  JScolia  correspond  au  deuxeme  et 
an  quatriéme  des  groupes  fondés  par  moi  dans 
mon  arrangement  antérieur,  et  le  genre  Elis  au 
troisiéme  uni  au  deuxieme  sous-groupe  de  mon 
premier  groupe.  Sur  le  premier  sous-groupe  de 
mon  premier  groupe,  les  auteurs  ont  fon  dé  leur 
sous-genre  Triliacos  du  genre  Liacos,  renfermant 
les  espéces  dont  la  neuviéme  cellule  est  présente, 
et  qui  s'unit  non  pas  directement  avec  la  sixiéme 
discoidale  (ou  deuxieme  cubitale),  mais  indirecte- 
ment  par  une  petite  branche  séparée,  sortant  en 
avant  de  la  nervure  periphérique  de  la  neuviéme 
cellule  assez  petite. 

Regardant  avec  soin  ees  différences  du  numero 
et  de  la  figure  des  cellules  de  la  nervure  des  alies, 
je  n'ai  pas  trouvé  aucune  influence  sur  la  forme 
genérale  des  Insectes;  les  espéces  du  genre  Scólia 
ont  toutes  la  méme  configuration  genérale  et  tous 
les  caracteres  génériques  des  organes  extérieurs 
de  leur  corps  comme  celles  du  genre  EMs,  et  prou- 
vent  par  cette  uniformité,  qu'elles  appartiennent 
á  un  seul  genre  naturel,  que  je  conserve,  comme 
auparavant,  sous  le  nom  de  JScolia,  admettant  les 
genres  et  sous-genres  cites  des  auteurs  nomines, 
seulement  comme  groupes  subordonnés.  Mais 
pour  faciliter  la  vue  genérale  des  espéces,  on  peut 
admettre  les  noms  proposés  par  les  auteurs,  pour 
les  divisions  et  subdivisions  du  genre, 


—  39  — 

Beaucoup  plus  remarquable  est  la  différence 
des  deux  sexes  entre  eux,  différence  qui  se  présen- 
te toujours,  cliez  les  males,  par  la  grandeur 
inoindre  de  la  tete,  la  gracilité  du  corps  entier  et 
des  organes  externes.  J'ai  expliqué  dans  mon 
essai  principalement  cette  différence,  comme  un 
carácter e  particulisr,  non  pas  seulemcnt  du  genre 
Scolia,  niais  de  la  famille  des  Hymcnopteres  en 
general,  á  laquelle  apartient  le  genre.  On  peut 
diviser  les  especes  du  genre  Scolia,  d'aprés  cela, 
en  deux  groupes  principaux:  dans  l'un  la  différen- 
ce sexuelle  est  relaUve,  se  bornant  á  la  grandeur, 
les  niales  et  les  fenielles  ayaut  la  meine  couleur 
et  les  nieines  dessins;  dans  l'autre  groupe  cette  dif- 
férence est  positive,  les  niales  différent  aussi  des 
femelles  par  la  couleur  et  leurs  dessins. 

Quoique  les  auteurs  cites  ne  veuillent  pas 
admettre  cette  différence  sexuelle  comme  carac- 
tére  principal,  ils  ont  accepté  ce  méme  carac- 
tére  pour  diviser  leurs  sous-genres,  donnant  par 
cette  application  la  preuve  de  la  valeur  du  carac- 
tére  en  question. 

Pour  le  monograpbe  d'un  terrain  pas  ricbe  et 
bien  circonscrit,  comme  laRépublique  Argentine, 
cette  métbode  de  classer  les  especes  du  groupe  Elis 
est  la  plus  conven able  par  sa  grande  importance 
spécifique,  et  c'estpourquoijepréfére,  classer  ici 
mes  especes  d'aprés  cette  métbode. 


—  40  — 

Genre^  Scolia. 

División    premiére.     Iliacos. 

De  ce  groupe,  il  n'en  existe  aucune  espéce  dans  l'Amé- 
rique. 

División  deuxiéme.  Scolia. 
De  la  subdivisión  Triscolia  on  n'en  trouve  aucune  espe- 
ce dans  l'Amérique  méridionale;  il  reste  alors  le  groupe 
Discolia,  comme  représentant,  chez  nous,  des  vrais  Scoliae. 
J'ai  trouve,  jusqn'á  present,  une  seule  espéce  du  méme 
groupe,  dans  la  Képublique  Argentine,  c'est  la: 

1.  Scolia  Tufiventris  Fabr.  S.  Piez  245.37 — Burm.    Sjst 
Uebers.  33.49,  Note.—  Saussube}  et  Sichel,  Catal.  136.142. 
Var.    thorace    abdomineque  guttis  flavis:  So.  jucunda, 
Sauss  et  Siohel  136.141. 

J'ai  cliassé  cette  espéce  au  Paraná  et  á  Tucuman,  et  je 
l'ai  méme  regué  derniérement  de  Córdova.  Elle  est  noire, 
l'abdonien  rouge,  générahnent  sans  taches;  mais  ayant  aussi 
deux  taches  jaunes,  rondes,  a  chacun  du  deuxiénie,  troi- 
siéme  et  quatriéme  anneaux. 

Plus  raremement  on  trouve  des  indi  vid  us  avec  des  peti- 
tes  taches  jaunes  sur  le  thorax.  Les  ailes  sont  noires,  au 
reflet  bleu. 

Les  M.  M.  de  Saussure  et  Sichel  ont  separé  les  indivi- 
clus  ayant  des  taches  jaunes  spécifiquement  des  autres  sans 
taches.  Je  ne  trouve  aucune  différence  dans  la  sculpture 
du  thorax,  il  est  fortement  ponctué  aux  cotes,  presque 
lisse  au  milieu  du  mesothorax;  mais  le  metathorax  a  les 
points  enfoncés  plus  petits  et  plus  rapprochús  les  uns  des 
autres. 

La  coloration  est  tres  variable;  quelques  uns  des  indivi- 
dus  sont  presque  entiérernent  rouge-brun;  les  pieds  et  l'ab- 
domen  plus  clairs,  comme  aussi  le  metathorax,  principale- 
ment  aux  cotes;  quelques  autres  ont  la  tete,  le  thorax  et  les 


—  41  — 

pieds  noirs.  Les  femelles  surtout  ont  les  taches  Jaimes  de 
l'abdomen,  mais  mes  males  n'en  ont  aucune.  Les  indivi- 
dus  de  la  République  Argentino  ne  snrpassent  pas  un  pou- 
ce  (22  mili.)  de  longueur,  les  Brésiliens  sont  plus  grands 
(26—27  millim.) 

Annotation.  M.  de  Saussuee  a  décrit  sous  le  ñora  de 
Scolia  (Discolia)  vidua  une  espece  de  Montevideo,  appar- 
tenant  a  ce  groupe,  au  corps  noir,  hérissé  de  poils  gris  et 
noirs,  ayant  le  dessus  du  deuxiéme  et  troisieme  anneaux 
de  l'abdomen  jaune,  et  les  ailes  presqne  bruñes;  de  19  mil- 
lim. de  longueur.  Cette  espece  m'est  imconnue.  L'indi- 
vidu  étant  un  mále.  Voyez  Stett.  entom.  Zeit.  1859.176  et 
Catal.  etc.  pag.  138  No.  145. 

División  troisieme.     Elis. 

Aussi,  de  la  subdivisión  Trielis,  on  n'en  trouve  aucune 
espece  dans  l'Amérique  méridionale;  toutes  sont  de  l'An- 
cien-Monde.  Alors  restent  pour  l'Amérique  seulement  les 
Dielip,  qui  forment  deux  groupes. 

Premier  groupe.  Les  deux  sexes  sont  relativement 
difterents,  c'est  á  diré,  sans  différence  de  couleurs  et  de 
dessins. 

2.  Scolia  peregrina  Lep.  Hym.  III  534.1— Bukm.   Syst. 
Uebers.  22.19— Saussuke  et  Sichel,  Catal.  217.232 
— Scolia  atraía,  Külg,  Webee  et  Mohk.  Beitr.  I 
21.  1. 

J'ai  cliassé,  cette  gi  ande  espece  ton  te  noire,  avec  des 
ailes  donnant  une  reflexión  bleue,  á  Córdova,  á  Santiago 
del  Estero  et  á  Tucumao;  elle  n'est  pas  rare,  au  moins  les 
femelles.  Le  mále  ressemble  beaucoup  á  la  femelle,  mais 
il  est  plus  gréle  et  plus  velu  sur  l'abdomen. 

Nos  individus  ont  le  milieu  du  mésonotum,  du  scutellum 
et  du  postscutellum  lisse;  seulement  les  cotes  fortement 
ponctués.  Cette  observation  me  fait  croire,  que  les  espé- 
ces:    El.  regina  et  El.  nigra  de  Saussuke,  Catal.  pag.  218 


~  42  — 

No.  233  et  234,  ne  sont  autre  cliose  que  varietés  de   la 
Scolia  peregrina. 

3.  Scolia  hyalina,  Lep.  Hym.  III  497.  1.— Bürm.  Syt. 
Uebers.  23.  21. — Saussure  et  Sichel,  Oatal.  219. 
236. 

Espéce  que  ne  se  trouve  pas  dans  l'intérieur  de  la  Répu- 
blique  Argentine;  appartenant  au  Paraguay,  Corrientes  et 
la  Képublique  de  1' Uruguay. 

Un  peu  pluspetite  que  la  precedente,  toute  noire,  l'abdo- 
men  sans  lustre  au-dessus,  sauf  la  moitié  postérieure; 
tliorax  trés-fortement  ponctué,  bicarené  au  milieu;  les  ailes 
tout  limpides  avec  la  nervure  noire;  la  deuxiéme  cellule 
radiale  (No.  2)  trés-allongée,  plus  longue  que  généralement- 

Les  individus,  que  j'ai  cbassés  á  Rio  de  Janeiro,  ont  les 
ailes  d'un  clair  limpide;  elles  ont  la  seconde  cellule  radiale 
plus  longue  que  toutes  les  autres  espéces,  dont  les  ailes  sont 
d'un  jaune  brun  ou  noir.  Males  avec  une  bordure  jaune 
interrompue  du  deuxiéme  et  troisiéme  anneaux  de  1' abdo- 
men, comme  les  décrit  M.  de  Saussure,  je  n'en  ai  pas  vu- 

4.  Scolia  Servittii,   Güeein  Voy.  d.  1.  Coquille,  II.  250, 
pl.  8.  fig.  8— Sauss.  et  Sichel  Catal.  221.  23  í. 

Var.  Scolia  Lucasia,  Sauss.  ibid.  222.  38. 

Nous  avons  dans  notre  collection  le  mále  de  Córdova, 
envoyé  par  le  Professeur  Weyenbergb,  et  la  femelle  de 
Bolivia  (Santa  Cruz  de  la  Sierra),  mais  non  pas  de  Patago- 
nie;  patrie  qui  me  semble  douteuse,  parce  que  je  ne  con- 
nais  aucun  insecte  vivant  en  meme  temps  en  Bolivie  et  en 
Patagonie. 

Le  mále  a  les  ailes  limpides  á  la  base  et  d'un  brun  obscur 
á  l'autre  moitié,  la  femelle  montre  seulement  une  raie  bru- 
ñe tout  prés  du  cóté  antérieur,  son  corps  est  noir;  elle  a 
l'abdomen  velu  au-dessus,  le  mále  l'a  luisant,  avec  une  bor- 


—  43  — 

dure  finé,  janee,  interrompue  au  milicu  ou  manquant  ton t, 
sur  le  deuxieme  et  troisiéme  anneanx. 

5.  Scolia  Gerstaeckeri  Sauss.    Ann.  d.   1.   Soc.  ent.  de 

France  1858.  244.  60.— Cata!,  pag.  243.  258. 

Je  no  connais  pas  cette  espece,  qui  habite  la  Répúbliquc 
de  rUrngaay;  elle  est  toute  noire,  velue  de  poils  d'un  gris- 
blane,  formant  sur  les  bordures  des  anneanx  de  l'abdomen 
de  longnes  franges.  Ailes  ferruginenses.  Long  26  millim. 

Deuxieme  groupe  —Les  deux  sexes  montrent  nne  difíe- 
rence  positive,  de  couleurs  et  de  dessins. 

A.  Males  ayant  des  taches  jaunes  sur  l'abdomen,  íemel- 
les  non. 

6.  Scolia  cÍ7ieraria. 

Mis  cineraria  Sichel   Catal.  et  225,  241  bis.  pl. 
2.  íig.  13  et  13— App.  pag.  301. 

Espece  remarquable  de  Montevideo,  inconnuepour  moi; 
je  ne  l'ai  jamáis  recontrée  dans  le  territoire  de  la  Républi- 
que  Argentine. 

Les  deux  sexes  sont  noirs  au  fond,  mais  velus  de  longs 
poils  gris.  Lei  males  ont  une  tache  jaune  aux  premier  et 
deuxieme  anneaux  de  l'abdomen,  et  une  bordure  jaune  aux 
troisiéme  et  quatriéme.  La  femelle  est  sans  taches,  l'ab- 
domen saus  lustre  au-dessus;  le  thorax  avec  une  pelure 
d'un  gris-jaune  plus  courte  et  plus  épaisse.  Long.  30-35 
millim. 

7.  Scolia  mutanda.    Sauss. 

Catalog.  etc.  233.  248  pl.  2.  fíg.  15— App.  pag.  303. 
Mas:  margine  segmentorum   abdominis   2,  3   et  4 

albis,  alis  limpidis. 
Femina:  tota  nigra,  alis  ferruginosis. 

Espece  pas  rare  á  Buenos  Aires,  mais  moins  común, 
ne  que  la  suivante;  je  l'ai  regué  aussi  de  Córdova. 


—  44  — 

Figure  genérale  saris  particularités,  rnais  le  mále  un  peu 
plus  gréle  que  celui  de  lasuivante  espéce,  et  la  femelle  plus 
grosse.  Les  deux  sexes  noirs  au  fond,  avec  des  poils  éga- 
lement  noirs  purs,  plus  courts  et  deprimes  au  corps;  celuici 
fortement  ponctué,  le  milieu  du  dos  lisse. 

Le  mále  a  géuéralement  une  petite  tache  jaune-blanch- 
átre  ovale  sur  le  premier  anneau  de  l'abdomen,  une  bordu- 
re  étroite  de  la  mérae  couleur  au  deuxiéme,  au  troisiéme 
et  quelquefois  aussi  au  quatrióme;  mais  s'il  manque  la 
tache  du  premier  anneau,  aussi  il  manque  toujours  la 
bordure  du  quatriéme.  La  femelle  est  toute  noire,  sans 
taches,  le  deuxiéme  et  troisiéme  anneaux  au-dessus  sans 
lustre,  de  l'apparence  du  velours.  Les  ailes  des  males 
complétement  limpíeles,  la  nervure'  jaune-brunne;  des 
femelles  ferrugineuses,  la  bordure  antérieure  plus  foncée  et 
quelquefois  la  moitié  termínale  un  peu  plus  obscure. 
Chez  les  males  la  cellule  derniére  discoidale  (la  neuviéme) 
est  souvent  divisée  par  une  branche  transversale  en  deux, 
et  cette  méme  cellule  est  toujours  tres  etroite  et  rétrécie 
au  milieu  chez  les  deux  sexes. 

Annotation.  Mr.  de  Saussure  a  uni,  á  tort,  une  femelle, 
qu'il  avait  décrite  sous  le  ñora  á\Elis  variegata  (Ann.  d.  1. 
Soc.  entom.  d.  France,  1858.  239.  53.  pl.  5.  fig.  5)  á  cette 
espéce.  La  véritable  femelle  ressemble  beaucoup  á  la 
JScolia  hyalina  (no.  3.),  sauf  la  couleur  des  ailes  et  la  lon- 
gueur  de  la  seconde  cellule  cubitale,  plus  grande  chez  la 
Scolia  hyalina  que  chez  la  Se.  mutanda. 

B.  Mále   et  femelle  avec   des  taches  et  bordures 
jaunes  des  anneaux  de  l'abdomen. 

8.  Scolia  talpa  Saussure. 

Ann.  d.  1.  Soc.  ent.  d.  France,  185S.  241.  56.— 
Catal.  etc.  241.  255. 

L'espéce  la  plus  commune  de  toutes  de  notre  pays;  on  la 
trouve  réguliérement   chaqué  année,  méme  dans  les  rúes 


—  45  - 

de  Buenos  Aires;  je  l'ai  recu  aussi  de  Patagonie  et  chassée 
dans  la  Képublique  de  l'Uruguay,  iríais  pas  dans  l'interieur 
du  territoire  Argén tin. 

Les  denx  sexes  sont  noirs  au  iond,  mais  hérissés  avec 
des  poils  longs,  gris,  assez  donx,  et  les  ailes  d'un  clair 
límpide,  avec  la  cote  antérieur  jaime,  principalement  cliez 
la  femelle.  Tete  et  thorax  sont  sans  taches;  l'abdomen  du 
mále  a  sur  le  deuxiume  et  troisieme  anneaux  une  bordure 
jaune  s'agumentant  á  chaqué  cóté  et  formant  une  tache 
triangulaire;  le  quatriéme  annean  a  une  bordure  fine,  au 
milieu  un  peu  échancrée,  et  quelqnefois  les  trois  bordures 
sont  interrompues  au  milieu.  La  femelle  est  plus  lourde 
que  le  mále,  également  luisante  sur  1' abdomen,  avec  deux 
taches  rondes,  pas  grandes,  jaunes  sur  le  deuxiéme  et  troi- 
sieme anneaux,  une  á  chaqué  cóté,  bien  distantes  et  ne 
touchant  pas  la  bordure  herisée  de  lougs  poils  gris. — Long 
25-30  millim. 

Anjstotation — Mr.  de  Saussuee  a  déciit  de  Montevideo 
une  espéce,  appertenant  á  ce  groupe,  qu'il  nomme:  Elis 
fossor  (Catal.  240,  254.).  Je  l'ai  chassé  aussi  une  fois  á 
Buenos  Aires,  mais  ne  connaissant  pas  le  mále,  je  m'  absti- 
ens  de  la  décrire.  Je  la  crois  identique  á  Y  Elis  variegata 
Fabe. 

C.  Le  mále  avec  des  taches  jaunes,  la  femelle   avec  des 
rouges  sur  l'abdomen. 

9  /Scolia  terrestris.     Saussuee. 

Aun.  d.  1.  Soc.  entom.   de  Fr.  1858.  240.  54— Catal 
etc.  235  No.  250. 

Cette  espéce  ressemble  beaucoup  á  la  Scolia  dorsata  du 
Brésil,  et  se  distingue  principalement  par  la  pelure  noire  du 
corps  de  la  femelle,  et  par  la  couleur  plus  claire  des  ailes; 
elle  n'est  pas  rare,  je  l'ai  chassé  a  Paraná,  á  Mercedes  de 
la  Kepúblique  de  l'Uruguay,  á  Córdova;  aussi  un  mále  de 
Bolivie  se  trouve  dans  notre  collection. 


—  46  — 

Le  mále  est  noir,  velu  avec  des  poils  longs  et  gris;  il  ales 
ailes  d'un  clair  limpide,  quelquefois  un  peu  brunátres  á  la 
cote  antérieure.  Le  premier  anneau  de  l'abdomen  a  tantot 
une  tache  jarme,  tantót  non;  le  deuxiéme  atoujours  deux 
taches  grandes,  trés-souvent  unies  dans  une  seule,  qui  cou- 
vre  tout  l'anneau;  le  troisieme  a  une  bordurejaune  et  fine. 
La  femelle  est  plus  noire,  avec  une  pelure  de  la  méme  cou- 
leur,  l'abdomen  en  reflexión  soyeuse,  portan t  deux  grandes 
taches  transverses,  oranges  au  deuxiéme  et  troisieme  anne- 
aux.  Les  ailes  sont  ferrugineuses,  avec  un  lustre  violet. — 
Long  22 — 26  millim. 


'o 


10  Scolia  co?isularís,    Nobis. 

Nigra,  nigro-pilosa;  abdomine  guttis  quatuor  maris 
sulphureis,  feminae  aurantiacis;  alis  ferruginosis, 
violaceo-micantibus.     Long.  20-22  millim. 

Cette  espéce,  je  l'ai  trouvée  assez  rarement,  dans  différen- 
tes  parties  du  territoire  du  Kio  de  la  Plata ;  á  Mercedes  de 
la  République  de  l'Uruguay,  dans  FEntre-Rios  á  Paraná 
et  á  Tucuman.  Elle  a  une  configuration  un  peu  plus  forte 
que  la  precedente,  quoiqu'elle  ne  soit  pas  plus  grande. 
Principalement  le  mále  se  distingue  de  celui  de  la  derniére 
espéce,  par  une  tete  et  un  thorax  plus  gros.  Le  corps  est 
noir,  fortement  ponctué  a  la  tete  et  au  thorax,  aussi  comme 
les  pattes,  assez  velus;  mais  les  poils  sont  courts  et  deprimes- 
L'abdomen,  luisant  chez  le  mále,  soyeux  chez  la  femelle,  a 
cjuatre  grandes  taches  rondes  sur  le  deuxiéme  et  troisieme 
anneaux,  jaunes  chez  le  mále  et  oranges  chez  la  femelle, 
qui  sont  separées  entre  elles  par  une  ligne  longitudinale  tres 
fine  sur  chaqué  anneau.  Les  ailes  des  males  sont  assez 
claires;  mais  celles  des  femelles  sont  ferrugineuses,  un  peu 
plus  jaunes  á  la  bordure  antérieure  et  plus  obscure  sur  la 
moitié  terminale. 

Annotation.    II  est  possible  que  Y  Mis  mriegata  de 


-  47  - 

Sauss.  (Ann.  d.  1.  Soc.  ent.  de  Fr.  de   1858.  239.  53  pl.  5. 
fig.  5)  appartient  á  la  remelle   de  notre  Scolia  consularis; 
mais  aucun  de  mes  exemplaire  n'a  pas  les   deux  taches 
oranges,  du  second  anneau  abdominal,  unies  en  une  seule 
transversalc.     Aussi  la  figure   citée   est  plus  grande  que 
aucune  des  femelles  qui  sont  á  ma  disposition. 


—  48  — 
IV 

APUNTAMIENTOS 

sobróla  Fauna  de  Moluscos  de  la  República  Argentina 
por  el  Dr.  33.  A  d  o  1  f  o    D  o  e  r  i  n  g  . 

El  territorio  de  la  República  Argentina,  ape- 
sar  de  su  gran  extensión  de  mas  de  45,000  leguas 
cuadradas,  forma  principalmente  una  planicie 
poco  inclinada  del  Oeste  al  Este,  sin  producir 
en  su  superficie  una  vegetación  densa  de  grandes 
selvas  umbrosas,  que  son  por  su  humedad  natural 
la  localidad  mas  favorable  al  desarrollo  y  creci- 
miento de  los  animales  blandos  y  viscosos,  conoci- 
dos bajo  el  título  de  Moluscos.  Mientras  que  las 
partes  tropicales  de  Sud- América,  con  sus  inmen- 
sos bosques  primitivos  al  rededor  de  los  muchos 
rios  caudalosos,  abundan  en  la  producción  de  mo- 
luscos terrestres  y  fluviales,probando  bien  por  esta 
riqueza  su  verdadero  carácter  tropical,  se  dismi- 
nuye ya  rápidamente  la  exuberancia  de  diferentes 
especies  de  estos  animales  en  la  zona  extratropical 
templada  de  nuestro  continente,  hasta  que  en  la 
zona  fria  del  Sud  se  pierden  casi  completamente. 
Así  sucede,  que  el  número  de  los  moluscos 
vivientes,  conocidos  del  territorio  argentino 
hasta  los  últimos  tiempos,  no  asciende  á  mas  de 
85  especies,  que  mencionan  los  autores  científicos 
anteriores.  Actualmente  tiene  el  Museo  Na- 
cional en  Oórdova  mas  6  menos  100  especies,  y 
con  las  que  se  conservan  en  el  Museo  Público  de 


—  49  — 

Buenos  Aires,  el  número  de  todas  ascenderá 
probablemente  á  115;  las  cuales  juntas  con  las 
descriptas  por  D'Oübigny  y  Strobel,  pero  no 
recogidas  por  nosotros  de  nuevo,  darán  un  número 
completo  de  130  especies  conocidas  de  la  Repú- 
blica Argentina,  hasta  Patagones  y  el  Estrecho 
de  Magallanes.  Si  se  supone,  lo  que  debe  presu- 
mirse con  razón,  que  no  todas  las  especies  de 
moluscos  de  nuestro  pais  ya  son  conocidas,  se 
calcula  con  probabilidad  bien  fundada,  que  el 
número  de  ellas  no  ascenderá  á  mas  de  200  dife- 
rentes especies  en  el  territorio  argentino.  Este 
número  sería  de  todo  modo  pequeño,  si  lo  com- 
paramos con  el  número  de  un  territorio  de  la 
misma  extensión  en  el  hemisferio  del  Norte  de 
nuestro  globo. 

Las  causas  de  este  fenómeno  quizá  son  mas 
complicadas,  que  lo  que  puede  imaginarse  bajo 
un  punto  de  vista  superficial.  Pero  es  indudable, 
que  principalmente  la  falta  de  suficiente  riqueza 
de  precipitados  acuosos  forma  el  mas  importante 
motor  de  dicho  fenómeno.  Depende  también  de 
la  misma  caúsala  escasez  de  selvas  umbrosas, 
como  de  grandes  praderas  en  nuestro  país,  que 
son  en  todas  partes  del  mundo  las  verdaderas 
habitaciones  de  los  moluscos. 

Sin  entrar  aquí  mas  en  el  examen  difícil  de  las 
causas  fundamentales,  que  podrían  haber  deter- 
minado las  diferencias  en  la  configuración  de  las 
especies  de  moluscos  existentes  en   la   superficie 

de  ese  territorio,  damos  al  principio  la  lista  de 

4, 


—  50  — 

los  moluscos  terrestres  y  fluviales  del  país,  en 
cuanto  lian  sido  recogidos  y  descritos  por  autores 
anteriores,  y  adjuntamos  á  esta  lista  las  descrip- 
ciones mas  extendidas  de  algunos  de  ellos  ó  de 
especies  nuevas,  hasta  hoy  desconocidas  :  princi- 
piando nuestras  observaciones  con  las  especies 
del  grupo  JSucdnea  y  sus  aliados. 


Lista 

de  los  Moluscos  terrestres  y  fluviales,  recogidos  en  el  territorio 
del  Rio  de  la  Plata  y  de  la  República  Argentina. 


La  obra  principal  pasa  el  estudio  de  los  Moluscos  Argen- 
tinos es  el  viage  de  D'Orbigny,  publicado  en  París  bajo 
el  título : 

Voy  age  dans  üAmérique   méridionale,    etc ,  etc., 
exécuté  jpendant  les   années  1826-33,  ^/"Alcide 
D'Orbigny.  Mo. 
La  tercera  parte  del  tomo  quinto  se  ocupa   de   los  Mo- 
luscos recogidos  en  este  viage,  de  cuyos  animales  el  autor 
describe  787  especies  diferentes,  el  mayor  número  también 
figuradas  en  las  85  láminas,  que   acompañan   dicho  tomo. 
Entre  las  787  especies,  descritas  en  la   obra,  son  78   reco- 
gidas en  el  territorio  argentino. — Antes  el  autor  Labia  dado 
una  synopsis  de  las  especies    terrestres   y   fluviales  en   el 
Magasin  de  Zoologie  de  Guerest  del  año   1S35,   niirn.  61. 
Después  el  Dr.  Burmeister  lia  significado  una  y  otra  espe- 
cie nueva  en  su  viage  por  la  República,  titulada  : 

Jteise  durch  die  La  Plata — Staaten.  2  T.  Halle, 
1860-61  8vo. 
Al  fin  el  Dr.  D.  Pelegrino  Strobel,  antes  catedrático 
de  la  Universidad  de  Buenos  Aires,  ha  publicado   un  lo- 


—  51  — 

lleto,  describiendo  dos  especies  nuevas  de  Moluscos,  reco- 
gidas por  él  durante  sus  viages  por  la  República,  bajo  el 
título  : 

Alcune  note  di  Malacólogia  Argentina,  extracto  de 

los  Atti  delta  Societa  italiana  di  scienze  natural*. 

Vol.  IX,  entreg.  3.  Milano,  186S,  8vo. 

Algunas  anotaciones    y    descripciones  de   una   y  otra 

especie  nueva  de  los  países  del  Rio  de  la  Plata,  se   hallan 

esparcidos  en  diferentes  periódicos   del  ramo,  como  en  los 

"  Malacozoologischen  Blaettem  de   L.  Pfeiffer  y  otros." 

I.  GASTROPODA. 
A  Pulmón  ata. 

a  Terrestria. 

1.  Vaginulus  solea  D'Orb.,  1.  l.pag.  22,  pl.  21,  fig. 
1-4. — En  los  contornos  de  Buenos  Aires,  debajo 
de  tablas  y  pedazos  de  palos,  hallándose  tranqui- 
lamente, durante  el  dia ;  también  en  Buenos 
Aires  mismo,  de  los  pozos,  de  donde  sale  el  ani- 
mal durante  la  noche. 

2.  Vaginulus  pa?*anensis,RvRN..  Reise,  I.  494,  II. 
21. — Cerca  del  Paraná  y  de  Santa-Fé,  abajo  de 
piedras  y  ladrillos.  (*) 

De  figura  oblonga  angosta,  2  pulgadas  de  largo  y  4 
líneas  de  ancha,  bastante  convexa,  con  las  márgenes  late- 
rales agudas;  separadas  del  cuerpo  como  lista  muy  an- 
gosta plana.  Superficie  dorsal  finamente  granulada,  cu- 
bierta de  viscosidad  clara,  diáfana,  que  da  al  animal  un 
aspecto  resplendente,  como  de  raso  ;  de  color  pardo -ne- 
grizo,  mezclado  con  algunos  puntitos  amarillos  entre  los 
granitos  mas  finos,  mas  órnenos  pronunciados, produciendo 


(*)  No  estando  descripta  esta  especie  hasta  ahora,  damos  acá  la  des- 
cripción, según  las  notas  nianuscriptas  del  autor. 


—  52  — 

una  vista  marmoriada  del  lomo,  compuesta  de  granos 
pardos  y  amarillos,  poco  mas  grandes  que  los  otros,  y 
parcidos  regularmente  entre  ellos.  La  cabeza,  saliendo  de 
afuera  de  la  capa  del  escudo  dorsal  descrito,  es  blanquiza, 
formando  una  trompa  corta,  dividida  en  la  superficie  por 
surcos  finos  longitudinales,  pero  bien  pronunciados,  en 
muchos  lobubos  convexos,  entre  los  cuales  los  siete  de  la 
superficie  dorsal  son  mas  anchos  y  mas  altos  que  los  nueve 
de  la  superficie  ventral.  En  el  centro  de  estos  lóbulos  se  vé 
la  boca,  cubierta  de  un  labio  superior,  fin  amenté  eren ulado 
y  de  dos  lóbulos  casi  circulados  hacia  abajo.  Al  lado  ex- 
terno de  esta  cabeza  salen,  atrás  de  los  lóbulos,  dos  tentá- 
culos pequeños  de  figura  de  verrugas  subeónicas  obtusas, 
y  encima  de  ellos,  peco  mas  al  interior,  casi  del  vértice  de 
la  cabeza,  dos  otros  cuernos  mas  altos,  retráctiles  y  de 
íigura  de  majadero,  cada  uno  con  un  ojo  pequeño  negro  en 
su  punta  engrosada.  Estos  cuernos  cou  negros  y  no  pardos, 
como  las  dos  verrugas  y  la  superficie  del  vértice. — Todos 
estos  órganos  pueden  retirarse  con  la  cabeza,  bajo  el  capucho 
anterior  del  escudo  dorsal. — La  superficie  plana  ventral 
del  animal  se  forma  por  una  suela  angosta  blanca  en  el 
medio,  apenas  mas  ancha  que  la  tercera  parte  de  la  super- 
ficie, y  dos  ribetes  pardos  negrizos  del  escudo  dorsal,  casi 
de  la  mis'na  anchura,  separados  de  la  suela  por  un  plie- 
gue fino  pero  profundo,  en  cuyo  pliegue  se  halla  al  lado 
derecho  del  animal  la  apertura  genital,  y  al  fin  del  cuerpo 
la  boca  para  la  respiración. 

3    Vaginulus  bonnaerensis,  Stkobel,  1.  1.  núm.  2. 
Buenos  Aires  * 

4.  Omalonyx  unguis    Fek.,  D'Orb.,  1.  1.  228,  pl. 
22,  fíg.  1-7. 

Corrientes,  Entre-Eios,  Eosario. 

5.  Succinea  meridionalis,  D'Orb.,  1.  1.  711. 
Antes  8.  oblonga,  Drai\,  ibid.  231. 


—  53    - 

S.  Burmeisteri,  Ñor..  Malacol.  Bl.  Tom.  XXI,  p. 
50,  pL  III,  fíg.  15-19. 
En  los  mismos  lugares. 

6.  Ildix  láctea,  Mull.  D'Orb.,  1.  I  238. 

Copiosa  en  los  contornos  de  Buenas  Aires  y  Ro- 
sario, pero  introducida  por  frailes,  para  comida 
de  cuaresma . 

7.  Ilel.  Tranqaelleonis  Grat.   Pfeiff.    Zeitsclir.  f. 
Malacozol.    1850  p.  13. 

Ilel.  monographa  Bürm.  Reis.  etc.  II  pág.  77. 
Sierra  de  Córdoba.   El   cuerpo   del   animal  tiene 
un  color  pardo. 

8.  Ilel.  monographa,  Burm.  1.  1.  Nob. 

Próximo  aliada  á  la  especie  precedente  pero  mas 
grande,  mas  angosto  umbicada  y  por  todo  bien 
diferenciada  de  la  anterior;  el  cuerpo  del  animal 
es  de  color  de  naranja.     Sierra  de  Catamarca. 

9.  Sel.  cuyana  Strob.  1. 1.  núm.  1.  Sierra  de  Mendoza 

10.  ITel.  costellata  D'Orb.  1.  1.  252;  pl.  26.  fig.  6-9. 
Buenos  Aires,  Montevideo 

11.  Ilel.  Paraguayana  Pfeiff,  Symb.  [I,  p.  93. 
H.  elevata  D'Orb.   [nec   Say]  D'Orb.  Voy.  1. 1. 
254,  pl.  28,  f.  5-8.     Montevideo 

12.  Reí.  heliaea  D'Orb.  1.  1.  254,  t.  26,  f.  1-5. 
Misiones  de  Corrientes 

13.  Ilel.  hylophila  D'Orb.  Voy.  1.  253,  t.  28,  f.  13-16. 
Entre-Rios,  Corrientes 

14.  Bulimus  oblongus  Mull.  [Verm.  II.  1.  86.  n. 
248.]     Turbo  haemostomus  Gmel.  p.  3597. 

B.  oblongus  var  D'Orb.  1.  1.  297,  pl.  37,  f.  1. 
Borns  oblongus  Múll.  var  crassa.  v.  Martens, 
llelicen.  p.  191. — Tucuman,  Corrientes,  Córdova. 
El  caracol  mas  grande  de  los  moluscos  terrestres 
del  país. 

15.  Bul.  mccleus  Sow.,  D'Orb.  1.  1.  302. 


—  54  — 

B.   lutescens  Ejng.,  Zoo!.  Journ.  V.  340. 
Bahía  Blanca,  Patagones  y  Montevideo 

16.  Bul.  ereades,  D'Orb.  1.  1.  270.  pl.  32,  f.  11-15. 
Corrientes 

17.  Bul.  sporadicns  D'Orb.,  1.  1.  271.  pl.  32,  í. 
12-15.     Buenos   Aires,  Corrientes 

18.  Bul.  apódemeles  D'Orb.    Voy.  1.  1. 
San  Lorenzo,  Cordera,  Cataraarca 

10.  Bul.  montevidensis,   Pfeiff.  Proc.    Zool.   Soc. 

1S46.     p.  33.     Montevideo,  Buenos  Aires 
20  Bul.  pajyyraceus,  Mawe  [1823]  Lin.  syst.  tab. 

tit,  í.  7. 

B.  lita  Fer.  D'Orb.,  Voy.  pag.  268.  Corrientes. 

21.  Bul.  Foumiersi,  D'Orb.  1.  1.  273,  pl.  30  f. 
12-14.     Corrientes,  Paraná,  Santa-Fé. 

22.  Bul.  montivagus  D'Orb.  1.  1.  275.  pl.  34.  fíg. 
1-3.     Entre-Kios  [Caballo-cuatia] 

23.  Bul,  Guaraní  D'Orb.,  1. 1.  318.  pl.  41,  bis.  fíg. 
1.     Corrientes  [Las  Misiones] 

24.  Bul.  Alvarezii  D'Orb.,  1.  1.  319.  Entre-Kios 
[Feliciano] 

25.  Bul.patago?iicus  [Pupa]  D'Orb.  Synops  p.  22. 
Pupa  Sowerbiana  var.  D'Orb.,  1.  1.  pl.  41  bis.  f. 
17-18. — Bul.  dentatus  B.  Pfeiff.  Monograpb. 
ílelic.  viv.  II.  87.     Patagones 

26.  Bul.  Daedalus,  Desbates  en  Ferus.  bistor.  II. 
217.  num.  19,  pl.  162,  f.  23-24.  Córdova,  Cata- 
marca. 

b  Fluvial  ¿a. 

27.  CMlina  teMielcha,  D'Orb.,  1.1.  336.  pl.  43.  fíg. 
6-7.     Patagones.  Bio  Negro,   cerca  San  Xavier. 

28.  CMlina 2melcha,  D'Orb.  1.  1.  336.  pl.  43.  fig. 
8-12.  Patagones.  Rio  Negro,  mas  cerca  á  la  boca. 

29.  CMlina  Parchajyi,  D'Orb.,  1.  L  33S  pl.  43  fíg. 


—  55  — 

3-4.  Patagones.  Arroyos  de  la  Sierra    Ventana. 

30.  CMJina  fluminea,  D'Orb.  1.1.  337  pl.  43.  fig. 
19-20.  Copiosa  en  el  Rio  de  la  Plata  cerca  de 
Buenos  Aires. 

31.  Planorbis  per egrinus^  D'Orb.  1.  1.  348.  pl.  44. 
fig.  13-16.  Montevideo,  Buenos  Aires,  Patago- 
nes, Entre-Rios  y  Corrientes. 

32.  Planorbis  heloicus,  D'Orb.  1.1.  349.  pl.  40. 
fig.  9-12.  Montevideo,  en  las  lagunillas  al  pié 
del  Cerro. 

33.  Planorbis  anatinus,  D'Orb.  1.  1.  351.  pl.  45.  í. 
17-20.     Entre-Rios 

34.  Planorbis  tenagophilus,  D'Orb.  1.  1.  347  pl.  44 
í.  9-12.     Corrientes. 

35.  Ancylus  concentricus.  D'Orb.  1.  1.  354.  pl.  42. 
fig.  18-21.  Montevideo,  Buenos  Aires,  Corrientes 

B  Pectinibranchia. 
a  AmpMlÁa. 

36.  Ceratodes  cornu  arietis  Linn,  D'Orb.  1.  1.  368. 
pl.  48  fig.  7-9.     Corrientes,  Paraná,  Rosario 

37.  Amptdlaria  neritoides,   D'Orb.   1.    1.  368.  pl. 

49.  fig.  1-2.    Rio  Uruguay;  isla  de  los  dos  herma- 
nos. 

38.  Ampullaria  scalaris,    D'Orb.    1.  1.    369.    pl. 

50.  fig.  1-2. — Paraná,  Corrientes,  Rosario. 

S9.  Ampullaria   canalicidata,     D'Orb.     371      pl. 

50.  fig.  4-6.     Buenos  Aires,  Monte  video,  ¿Rosario, 
Paraná,    Corrientes   y   en   todas  las  lagunas  de 

Entre-Rios.     También  fósil  en   el  terreno  alu- 
viano  antiguo  de  la  época  actual. 
4W.  Ampullaria  i?isularum,  D'Orb.  1.  1.  374.   pl. 

51.  fig.  1-2.    Copiosamente  en  el   Rio  Paraná, 
(Rosario,  Paraná.) 


—  56  — 

41.  Ampullaría  australis,  D'Orb.  1.  1.  375.  pl. 
51.  fig.  3-4.  Laguna  de  los  contornos  de  la  Sierra 
Tandil,  provincia  de  Buenos  Aires. 

42.  Ampulloídea  Platee,  D'Okb.  1. 1.  379.  pl.  49.  fig. 
3-6.  Costa  del  Rio  de  la  Plata;  [Ensenada,  Boca] 
y  del  Rio  Salado  de   Santa-Fé. 

b.  Líttorínoídea. 

43.  Paludestrina  peristomata,  D'Okb.  1.  1.  382 
263.  pl.  47.  fig.  1-3.     Corrientes 

44.  P  alud  estriña  lapidum,  D'Okb.  1.  1.  382.  264. 
pl.  47.  íig.  4-8.     Buenos  Aires,  Corrientes 

45.  Pahidestrma  piscium,  D'Orb.  1.  1.  385.no.  265. 
pl  47.  fig.  17-21.     Buenos  Aires  [Rio  Lujan.] 
Hemos  sacado  del  estómago  de   un  pato  muchí- 
simos individuos  de  esta  especie. 

46.  Paludestrína  Par chappi,  D'Okb.  1.  1.  385.  no. 
266.pl.  48.  fig.  1-3.  Provincia  de  Buenos  Aires 
al  Sud  [Rio  Salado].  También  fósil  en  el  terreno 
aluviabo  antiguo  déla  época  actual. 

47.  Paludestrína  australis,  D'Orb.  1.  1.  384.  no. 

267.  pl.  48.  fig.  4-6.     Patagones,  [Babia  Blanca.] 

48.  Paludestrína  charruana,   D'Orb.  1.  1.    384.  n. 

268.  pl.  75.  fig.  1-2.  Montevideo. 

49.  Paludestrína  Isahellana,  D'Orb.  1.  1.   3S5.  no. 

269.  pl.  75.  fig.  4-6.     Montevideo. 

50.  Paludestrína  Petitiana,  D'Orb.  1.  1.  387.  no. 
277.  pl.  75.  fig.  19-21.  Rio  Paraná,  cerca  de  San 
Pedro. 

II.  CORMOPODA  ó  LAMELLIBRANCÍIIA. 

51.  Óyelas  paranensis,  D'Orb.  1.  1. 567,  no.  6 12.  pl. 
83.  fig.  25-27. 

52.  Óyelas  variegata,  D'Orb.  1.  1.  567,  no.  613,  pl. 


-  57  — 

82.  fig.  14-16.  var.  C.  limosa  D'Obb.  ibid.    Duc- 
hos Aires 

53.  Cydas  Argentina.  D'Orb.  1.  1.  568,  no.  914.  pl. 

83.  fíg.  7-5.     Montevideo 

54.  Cyclas ptdchetta,  D'Orb.  1.  1.  568.  no.  615.  pl. 
83,  fig.  8-10.     Buenos  Aires,  Maldonado. 

55.  Azara  labiata,  D'Orb.,  1.  1.  573.  no.  624.  pl. 
82.  fía  22-23.  Boca  del  Eio  de  la  Plata,  desde 
Montevideo  hasta  Buenos  Aires.  Copiosa  tosil 
en  los  depósitos  antiguos  del  terreno  aluvial,  for- 
mando grandes  capas  cerca  Belgrano,  Puente 
Chico  y  en  otras  localidades. 

56.  Indina  trapezoidalis,  D'Orb.  1.  1.  596.  no. 
660.     Paraná,  Corrientes. 

57.  Castalia  ambigua,  La.m.  D'Orb.   1.   1.    598.  no. 
662.— Antes  C.  innata  D'Orb.  pl.  72  fig.  4-10. 
Corrientes,  Entre-Kios,   [Eio  Uruguay.] 

58.  Myeetopus  siliquosus,  Spix.,  D'Orb.  1.  1.  601. 
no.  665.  pl.  67.      Corrientes. 

59.  Unió  par anensis,  Lea,  D'Orb,  1.  1.  602.  no.  667. 
Paraná,  Corientes. 

60.  Unió  Solisianus,  D'Orb.  1.1.  604.  no.  668.  pl. 
69.  fig.  1-3.     Buenos  Aires 

61.  Unió  variabilis,  Wood,  D'Orb.  1.  1.  604.  no. 
669.  fig.  1-3.— TJn.  Matonianus,  D'Orb.  antes  1.  1. 
Buenos  Aires 

62.  Unió  delodontes,  Lam.  D'Orb.  1. 1.  605,  no.  67.1. 
Montevideo,  Buenos  Aires,  Paraná,  Corrientes 

63.  Unió  charruanus,  D'Orb.  1. 1.  606.  no.  672.  pl. 
71.  fig.  8-14.  Maldonado,  Montevideo,  Kio 
Urugua}7. 

64.  Unió  rhuacoicus,  D'Orb.  1.  1.  606.  no.  673.  pl. 
69.  fig.  4-5.  Arroyo  de  Maldonado  y  Eio  Cañe 
Ion  grande. 


—  58  — 

65.  Unió  Guaranianus,  D'Orb.  1. 1.  608.  no.  676. 
pl.  69.  fig,  10-12.     Corrientes 

66.  linio  psammoicus,  D'Orb.  1.  1.  608.  no.  677. 
pl.  71.  fig.  4-7.  Corrientes,  Paraná,  Santa-Fé. 

67.  Unió  Burroughianus,  Lea.,  D'Orb.  1.  1.  609. 
no:  678.  Montevideo,  Buenos  Aires,  Paraná  y 
Comentes 

68.  Unió  paraUelepipedon,  Lea.,  D'Orb.  1.  1.  609. 
no.  679.  Buenos  Aires,  Paraná,  Corrientes  y 
Rio  Uruguay. 

69.  Unió  patagónicas,  D'Orb.  1. 1.  610.  no.  6S0. 
pl.  70.  fig.  4.     Eio  Negro, 

70.  Monocondylaea paraguayana,  D'Orb.  1.  1.  612., 
no.  684.  pl.  70.  fig.  8-10.  Paraná,  Itaty,  Corrientes 

71.  Monocondylaea  minuana,  D'Orb.,  1.  1.  012.  no. 
684.  pl.  70.  fig.  8-10.     Eio  Canelón  grande. 

72.  Monocondylaea  Parchappi,  D'Orb.,  1.  1.  613. 
no  685.  pl.  65  fig.  1-3.  Paraná,  Itaty,  Corrientes 

73.  Monocondylaea  corrientma,  D'Orb.  1. 1.  613. 
no.  686.  pl.  68.  fig.  S-10.     Corrientes 

74.  Monocondylaea  fossiculif era,  D'Orb.  1.1.614. 
no.  6SS.  pl.  50.  fig,  5-7.  Corrientes  cerca  de  Iri- 
bú cu  a. 

75.  Anodonta  Sitiónos,  D'Orb.  1.  1.  615.  no.  689.  pl 
74.  fig.  4-6  y  pl.  80.  fig.  1-4.  Var.  A.  Ferrarisi, 
D'Orb.  En  el  Rio  de  la  Plata  y  Paraná,  desde 
Buenos  Aires  hasta  Corrientes;  también  en  el 
Arroyo  Canelón   grande. 

76.  Anodonta  tenébricosa,  Lea,  D'Orb.  1.  1.  616, 
no.  690.  Arroyos  de  la  Banda  Oriental  y  en  el 
Rio  de  la  Plata  cerca  Buenos  Aires. 

77.  Anodonta  membranacea,M.kT. D'Orb.  1.1.  616. 
no.  691.  pl.  70.  fig.  11.  Var.  A.  lato-marginata. 
En  las  mismas  aguas  ;  una  de  las  especies  mas 
copiosas. 


—  59  — 

78.  Anodonta  soleniforniis,  D'Orb.  1,  1.  617.  do.  69. 
pl.  74.  fig.  1-3.  En  las  aguas  de  la  Provincia  do 
Corrientes. 

79.  Anodonta  trígona,  Snx,  D'orb.  1. 1.  618.  no.  694. 
En  las  mismas  aguas. 

SO.  Anodonta  trapeziana,  Spix,  D'orb.  1.  1.  619.  no. 
695.  Var.  Anodon  rotundum  Spix.  En  las  mis- 
mas aguas. 

81.  Anodonta  limosa,  D'Orb.  1.  1.  619.  no.  696.  pl. 
79.  fie;.  1-3.  Lagunas  centrales  de  la  Provincia 
de  Corrientes. 

82.  Anodonta  lucida,  D'Orb.  1.  1.  620.  no.  697.  pl. 
79.  fig.  4-6.  En  el  arroyo  Canelón  Grande  de  la 
Banda  Oriental. 

83.  Anodonta  puelchana,  D'Orb.  1.  1.  620.  no.  69S. 
pl.  79.  fig.  7-9.  En  el  Kio  Salado  y  Kio  Negro 
de  Patagones. 

84.  Anodonta  exótica,  Lam.  D'Orb.  1.  1.  621.  no. 
699. 

Anodon  anserinus  Spix,  29.  3,  de  media  edad. 

radiatus  Spix,  31.   6,  jovencita. 

giganteus  Spix,27.  1,  individuo  adulto. 

Casi  en  todas  las  aguas  de  la  Banda  Oriental,  de 
Entre-Pios  y  de  Corrientes. 
85.  Byssodonta  Paranensis,   D'Orb.  1.  1.   622.  no.  700. 
pl.  84.  fig.  21-25. 

Rio  Paraná,   cerca   de    Iribucoa,    provincia   de 
Corrientes. 


—  60  — 
1.  Omalonys  iiuguis  Fer 

"Testa  ovali,  depressa  unguieuliformi,  tenui,  subundu- 
lata,  diaphana,  succinea,  spira  milla ;  apertura  patilla, 
columella  lsevigata.  [  D'Okb.  Voyag.  dans  V Amériquc 
mér.    V.  3.  229.] 

La  concha  se  asemeja  á  la  forma  de  una  chinela  ovala, 
deprimida,  hemisférica  ;  bastante  convexa  á  un  lado  ; 
tenue  y  transparente,  verde  ambarina  ;  en  el  exterior  poco 
lucida  y  mucho  en  el  interior,  con  pliegues  diminutos  é 
irregulares,  excéntricos,  formados  por  el  crecimiento  gra- 
dual de  la  concha.  La  espira  rudimental,  formando  una 
corcovita  obtusa,  retorcida,  poco  dilatada  sobre  el  polo 
de  atrás  de  la  concha,  considerada  horizontalmente,  sobre- 
saliendo un  poco  lateralmente.  La  apertura  es  amplia, 
ovalada  v  su  embocadura  en  forma  de  ángulo.  La  orilla 
de  la  apertura  es  recta,  aguda,  continuada  y  soluda  ;  la 
columela  poco  inclinada,  bastante  gruesa  y  sobresaliente, 
encarnadina  ó  íuscada  ;  la  sutura  en  forma  de  un  garaba- 
tito.  La  orla  exterior  de  la  apertura,  en  el  punto  donde 
tiene  el  animal  la  apertura  de  aliento,  ofrece  una  pequeña 
ondulación. 

Dimensiones    de     lo,    concha' 


CONCHA 

S           APER 

TURA 

Altura 

Longitud 

Latitud 

Altura 

Longitud 

a  7.00  mm. 

4.75  mm. 

210  mm. 

6.35  mm. 

4.50  mm. 

h    7.75    " 

5.00     " 

2.40    " 

7.00     " 

4.60    " 

c    9.20     " 

5.80     " 

3.20    " 

1  S.35     " 

5.50   " 

¿11.35     " 

7.50    " 

4.00    " 

10.00    " 

7.15    " 

e  11.50     " 

7.50     " 

4.00    " 

10.40     " 

7.25   " 

f  11.75     " 

8.00     '• 

4.35    " 

10.50     " 

7.40   " 

g  11.75    " 

7.75    '• 

4.25    " 

10.75     " 

7.35   « 

h  12.50     " 

8.25     " 

4.50    « 

11.50     " 

7.85    « 

—   61  — 

Animal— En  comparación   con   la   apertura  muy   am- 
pliada, como  dos  ó  tres  veces  mas   grande   que   la  concha 
convexa;  el  pié  muy  grande  hacia  adelante  y  redondeado, 
atrás  enangostado  en  forma  de  lanceta.    La  parte  superior 
del  animal,  de  un  color  gris  negro,  formado  por  numerosas 
manchas  y  puntos  generalmente  ordenados  en  una  serie  de 
líneas  longitudinales.  Delante  y  atrás  de   la  concha,    de 
parte  á  parte,  hay  una  raya  longitudinal,  bastante  ancha, 
que  naCe  del  pié  de  los  tentáculos,  formada  por  un  oscuro 
y  espeso  grupo  de  manchitas,  terminando   adelante  en  una 
raya  mas  angosta  del  lado  externo   de  los  tentáculos.    La 
concha  está  depositada  sobre  el  medio  del  lomo,    un   poco 
hacia  atrás,  al  rededor  del   borde,    cubierta  hasta   medio 
milímetro  por  la  orla  de  la  capa.  Esta  es  maculada  y   pin- 
tada adelante  por  5   hasta  6   fajas    oscuras,  transparentes 
dentro  de  la  concha,  convergentes   hacia  atrás  y  bajo   la 
cima  de  la  concha,  perdiéndose  gradualmente  á  la   vista. 
La  apertura  de  aliento  está  casi  en  el  medio,    entre  la  ca- 
beza y  la  punta  del  pió,  en  una  posición  en  que  está  casi  á 
la  orilla  de  la  concha.  La  parte  anterior  ó  delantera   del 
cuerpo  y  los  tentáculos,  bastante  largos,  son  parecidas  com- 
pletamente á  las  formas  análogas  del  genus  Succinea — Los 
movimientos  del  animal  son  muy  vivos. 

La  m axil] a  repite  las  formas  del  género  Succinea,  con  un 
apéndice  rayado. 

Órganos  sexuales  — El  penino,  cerca  del  medio,  es 
grueso  en  forma  de  clavo,  prolongado  por  un  apéndice  en 
forma  de  látigo.  El  principio  de  éste  está  plegado  en  forma 
de  nudo,  la  parte  final  arrollada  espiralmente  y  el  punto, 
en  que  termina  bajo  la  inserción  del  "vas  deferens,"  una 
veruga  gruesa. 

El  "vas  deferens"con  un  apéndice  grande  oval  y  semi- 
convexo  de  glándulas,  está  provisto  en  su  lado  plano  é 
interno,  de  un  canal  hondo,  adonde  se  halla  depositado  el 
"vas  deferens."  El  conducto  comunal   de  las  glándulas 


—  62  — 

hermaíroditas  es  oscuro,  arrollado  espiralinente  y  o-rüeso 
como  en  Succinea.  La  glándula  de  albúmina,  muy  gruesa 
y  doblada. 

Encontré  esta  especie  en  el  territorio  de  los  bañados  de 
las  costas  bajas  del  Paraná,  cerca  del  Kosario.  El  animal 
vive  sobre  el  suelo  húmedo  y  cobijado  por  pequeñas  yer- 
bas, ya  en  las  orillas  de  esas  lagunas,  ó  sobre  las  isletas  de 
céspedes  depositadas  ó  flotantes  en  aquellos  esteros.  Es 
raro  que  abandone  el  suelo  húmedo  para  vivir  sobre  las 
plantas,  y  nunca  sube  sobre  ellas,  sino  unos  cuantos  centí- 
metros arriba  del  suelo. 

Supuesto,  que  el  nivel  del  agua  en  aquellos  esteros  co- 
municados con  el  Paraná,  se  muda  con  el  cambio  del 
tiempo,  como  el  nivel  de  aquel  rio,  el  animal  se  vé  preci- 
sado á  cambiar  el  lugar  de  su  residencia.  Durante  mi  pri- 
mera residencia  en  el  Rosario,  en  Octubre  de  1872,  tiempo 
que  el  agua  del  Paraná  estaba  creciendo,  no  me  pudo 
sorprender  el  hallar  tantos  individuos  de  esta  especie  en 
medio  de  los  esteros,  flotando  perezosos  en  el  agua,  ó  ar- 
rastrándose sobre  los  despojos  de  las  plantas,llevados  sobre 
la  superficie  de  aquellos. 

El  animal,  durante  el  tiempo  seco,  en  que  el  agua  de  las 
lagunas  disminuye,  va  cada  vez  mas  en  seguimiento  de  la 
orilla,  á  medida  que  ella  estrecha  sus  límites,  buscando 
abrigo  y  amparándose  en  el  suelo  húmedo.  Indudable- 
mente se  había  declarado  en  derrota  en  el  territorio  inun- 
dado de  agua,  en  los  tiempos  en  que  subió  el  nivel  del 
Paraná  ;  y  no  pudo  volver  hacia  atrás  en  el  mismo  grado 
que  las  aguas  del  rio  trasladaron  su  orilla  rápidamente.  El 
animal  en  este  estado  de  alejamiento,  busca  un  asilo  sobre 
las  isletas,  ó  sobre  las  sustancias  vegetales  que  flotan  en 
esas  lagunas. 

Observado  de  lejos,  tiene  alguna  semejanza  con  una 
limaza;  la  Conchita  bastante  pequeña  en  comparación  con 
la  corpulencia  del  animal  jaleoso  y   asegurada  sobre  la 


—  63  — 

parte  superior  en  el  medio  del  lomo,  aparece  casi  como  un 
órgano  completamente  inepto  y  sin  utilidad  ;  y  tal  supo- 
sición se  puede  comprobar  haciendo  notar,  que  el  animal 
se  baila  bajo  las  circunstancias  favorables  de  una  resi- 
dencia impregnada  de  humedad  suficiente,  para  llevar  sus 
principales  necesidades,  conducentes  el  aire  al  desarrollo 
de  su  actividad  pulmonar. 

Pero  no  poco  sorprendente  es  la  metamorfosis  que  se 
efectúa  en  él,  estando  espuesto  durante  unos  dias  al  aire 
seco.  El  animal,  antes  muy  ágil  y  reptil  muy  veloz,  se 
reduce  por  efecto  de  la  salida  del  aire  pulmonar  y  de  pér- 
dida de  humedad,  á  casi  una  tercera  parte  de  su  volumen 
anterior ;  y  observado  de  arriba  no  es  visible  mas  que  la 
concha  con  los  tentáculos  semiretractados  y  apenas  sobresa- 
lientes. A  consecuencia  de  la  poca  actividad  de  la  respira- 
ción, la  facultad  del  movimiento  se  reduce  casi  completa- 
mente. En  este  estado  el  animal  parece  tan  diferente  en  su 
exterior,  del  estado  normal,  que  se  puede  dudar  si  se  tiene 
á  la  vista  especies  diferentes,  si  no  se  ha  tenido  conoci- 
miento del  procedimiento  de  esta  metamorfosis.  El  animal 
busca  guarida  durante  la  falta  de  agua,  ó  al  declararse  un 
tiempo  de  seca,  en  las  cavidades  del  suelo,  en  las  locali- 
dades de  su  vecindad,  cobijadas  y  sombreadas  por  plantas, 
cavando  con  el  pié  en  la  arcilla  pampeana  hasta  tocar  con 
ella  la  concha,  pues  el  terreno  reserva  siempre  cierto  grado 
de  humedad.  Guardada  de  este  modo  por  la  concha  la 
parte  superior  de  su  cuerpo  contra  el  influjo  del  aire 
seco,  el  animal  se  halla  en  un  estado  de  soñolencie, 
esperando  el  momento  favorable  en  que  una  abundante 
lluvia,  ó  el  aumento  del  agua  en  el  rio,  traiga  nuevamente 
la  posibilidad  ó  condiciones  suficientes  á  desplegar  su 
actividad  vital. 

No  me  ocuparía  de  estos  fenómenos  característicos  del 
sistema  de  vida  de  estos  animales,  sino  creyese  conve- 
niente hacer  algunas  reflexiones  sobre  ellos,  considerados 


—  64  — 

en  relación  ó  combinación  con  las  apariciones  en  general 
de  la  familia   de  las  Succineas. 

Los  representantes  de  la  íamilia  de  Snccinoideos  se 
pueden  considerar,  respecto  á  la  forma  de  sus  conchas, 
como  una  escala  de  escalones  mas  ó  menos  continuados. 
Las  alas  finales  hacia  la  una  dirección,  forman  los  represen- 
tantes de  la  Succinea  oblonga  Drap.,  con  una  espira  desar- 
rollada y  amplia  y  una  apertura  regular  ;  las  alas  finales 
hacia  la  otra  dirección,  forman  las  especies  del  gemís  Orna- 
lonyx  D'Oeb.,  dotado  de  una  apertura  amplísima  y  una 
espiral  rudimental. 

Al  principio  de  mis  estudios  científicos,  se  me  ha  pre- 
sentado la  ocasión  de  dirijir  mi  vista  á  la  conexión  entre 
la  formación  déla  concha,  en  las  proporciones  de  la  ampli- 
tud de  su  espiral  y  de  su  apertura,  con  respecto  á  la  vida 
y  la  residencia  local  del  animal  del  genero  Succinea  en 
sus  representantes  europeos  [  Untersuchungen  ueber  die 
Bedeutung  und  chemische  Co?nj)osition  der  Pulmonaten 
Schaale.  Gcettingen,  1872,  8.]  Poco  tiempo  después  enca- 
minando por  las  costas  del  Rio  Paraná,  me  era  reser- 
vada la  satisfacción  de  hallar  en  las  primeros  moluscos 
que  se  me  presentaron,  una  contestación  á  mis  declara- 
ciones anteriores. 

Al  ver,  que  la  concha  de  los  pulmonatos  terrestres  tiene 
para  el  animal  una  importancia  grave,  como  medio  de 
abrigo  contra  el  influjo  del  aire  seco,  que  los  mortifica  en 
casos  de  períodos  largos  de  tiempo,  no  estaba  distante  de 
deducir  que  todos  aquellos  pulmonatos,  que  tuviesen  una 
concha  desarrollada  desfavorablemente  en  el  sentido  alu- 
dido, no  podrian  tener  la  posibilidad  de  vivir  en  locali- 
dades que  caen  periódicamente  bajo  la  acción  de  la  seca. 

En  el  Omalonyx  ahora,  la  concha  asegurada  al  lomo  del 
animal  durante  su  estancia  en  una  localidad  húmeda  favo- 
rable á  su  actividad  vital,  parece  como  un  adherente  subal- 
terno é  inconducente  del  cuerpo,  mientras  que  gran   parte 


—  G5  — 

de  los  representantes  de  Succinóideos  y  otros  Pulmonatos, 
pueden  encojerse  completamente  en  el  interior  de  su 
concha,  después  de  la  exhalación  del  aire  de  sos  pulmones, 
cerrándose  al  mismo  tiempo  la  apertura  de  esta,  por  medio 
de  una  membrana  transparente  y  hecha  por  evaporación 
del  animal.  En  el  genero  Omalonyx  no  se  halla  esta  circun- 
stancia. Aunque  no  obstante,  el  animal,  durante  el  tiempo 
seco,  se  reduce  por  falta  del  aire  pulmonar  y  del  agua,  á 
la  tercera  parte  de  su  volumen  anterior,  él  no  se  puede 
retraer  en  su  concha;  siempre  muestra  la  margen  de  su 
pié,  conservando  aun  en  este  estado  el  mismo  perfil  oval 
del  cuerpo, que  es  sobresaliente  al  rededor  déla  apertura  de 
la  concha  con  la  parte  externa. 

En  tales  circunstancias  la  orilla  del  pié,  ánte3  muy 
enflautada  por  la  absorción  del  agua,  tiene  numerosos 
pliegues  y  un  distinto  color  naranjado.  Ahora  cuando  el 
animal  con  el  auxilio  de  su  pié  se  hunde  un  poco  en  el 
terreno  húmedo,  hacia  la  orilla  de  su  concha,  se  defiende 
por  esto  de  la  enjugacion  ;  mientras  que  la  concha  de  enci- 
ma sirve  hacia  arriba  como  cubierta  del  cuerpo,  contra  la 
influencia  del  aire  secante. 

La  concha,  bajo  las  circunstancias  normales  de  la  activi- 
dad vital,  asegurada  sobre  el  lomo  del  animal  en  una 
postura  horizontal,  cambia  entre  estos  procedimientos,  su 
posicion.de  una  manera  visible.  En  el  lado  del  cuerpo  del 
animal,  donde  su  pulmón,  que  ocupa  todo  el  interior  de  su 
concha,  alcanze  mayor  extensión,  vésc  bajar  aquella  concha 
mas  ostensivamente,  durante  la  expiración  del  aire  pulmo- 
nar, que  en  la  otra  porción  del  cuerpo ;  y  la  concha  recibe 
así  una  dirección  inclinada. 

El  animal,  en  este  estado  reducido  de  su  actividad  vital,  es 
comparable  fiisiológicamente  con  un  representante  de  Suc- 
cineaó  Ilélix  encojido  en  su  concha,  con  la  diferencia  do 
que  el  tránsito  de  un  estado  al  otro,  es  menos  rápido  y 
menos  pendiente  de  sa  arbitrio,  y  producido  mas  gradual- 

5 


—  66- 
mente  por  provocación  externa,  que   por  pérdida  gradual 
del  agua  en  las  partes  musculosas  del  cuerpo  y  del  pié  ;  pro- 
cedimiento que  parece   indicar,  por  la  rizacion  del   pié,  el 
estado  de  vida  reducida  del  animal. 

Encontraríamos  así  en  el  género  Omalonyx  un  exemplo 
en  que  lo  principal  de  la  facultad  de  defenderse  contra  el 
influjo  del  aire  secante,  se  funda  menos  sobre  la  forma  y 
amplitud  de  su  concha,  pero  si  principalmente  en  la 
facultad  de  absorver  por  las  partes  musculosas  una  provi- 
sión relativamente  considerable  de  agua,  para  la  consuin- 
cion  á  la  entrada  de  un  tiempo  seco. 

Se  vé  entonces  en  el  género  Omalomjx  una  especie  de 
pulmonatos  que  está  acostumbrada  como  ninguna  otra,  á 
localidades  liúmedas,  y  que  igualmente  no  se  halla  en 
otras  localidades  cerca  del  Paraná,  sino  en  medio  de  los 
territorios  de  estos  bañados,  cerca  del  rio;  viviendo  en  ellos 
ceñida  de  agua  y  de  un  aire  saturado  con  los  vapores 
acuosos.  Nunca  se  halla  el  animal  en  regiones  distantes 
del  rio.  Luego  que  durante  un  bajo  nivel  del  rio  ha  desa- 
parecido el  agua  de  los  esteros,  reserva  siempre  el  terreno 
gredoso,  generalmente  cubierto  con  plantas,  por  atracción, 
una  cierta  cantidad  de  humedad,  que  es  suficiente  á  con- 
servarla vida  del  animal, hasta  entraren  un  nuevo  período 
de  crecimiento  él  nivel  de  las  aguas  del  Paraná.  Después 
el  animal  absorve  gradualmente  una  cantidad  de  agna  en 
su  cuerpo,  é  igualmente  se  estiende  su  actividad  vital.  Así 
el  animal  vuelve,  también  del  mismo  modo,  al  estado  en 
que  se  hallaba  antes. 

Envié  estos  apuntamientos  sobre  el  modo  especial  de 
la  vida  del  Omalonyx,  á  la  redacción  de  un  periódico  cien- 
tífico en  Alemania  [  Maldkozool.  Blaetter  ]  antes  de  que 
hubiese  venido  á  mis  manos  la  obra  de  D'Okbigny  sobre  su 
viage  á  la  América  Meridional.  Me  han  sido  muy  satisfac- 
torias las  observaciones,  que  D'Okbtgny  ha  hecho  sobre  este 


-  G7  - 

animal  (*),  adémasele  ver  que  mis  propias   son   compleja- 
mente conformes  con  ellas. 

lie  aquí  lo  que  el  dice : 

"Elle  est,  sans  doute,  un  des  plus  aquatiques  du  génre, 
car  elle  ne  se  trouve  que  pres  des  eaux  sur  les  tiges  des 
plantes  inondées  ou  méme  flotantes  ;  et  nous  nous  soinmes, 
assuré  l'experience,  que  le  manque  d'eau  lui  fait  perdre, 
immédiatcment,  sa  ferce  locomotive  et  la  vie.  La  marche 
en  est  rapide." 

Después  délos  conocimientos  referidos  sobre  el  modo  de 
vivir,  que  posibilita  y  hace  muy  fácil  el  arrollamiento  del 
animal  hacia  localidades  lejanas,  debe  ser  muy  probable  la 
suposición,  de  que  él  se  encontrará  en  todos  los  lugares  de 
las  costas  del  Paraná.  Al  contrario,  es  muy  improbable 
hallarle  en  las  partes  arenosas  de  las  costas  de  ese  rio,  que 
en  su  superficie  decaen  muy  pronto,  durante  un  tiempo  seco, 
en  el  estado  sin  a<ma. 

El  animal  ha  sido  obsevardo  hasta  ahora  en  las  siguien- 
tes  regiones  de  las  costas  del  Paraná  :  Corrientes  [D'Ok- 
bigny],  Buenos  Aires  [D'Orbigny]  y  Eosario  [Dóring.] 

2.  ©íiialossyx  patera,  Nob. 

Testa  ovalís,  depressissiraa,  unguiculiformis,  tenuis, 
corneo-luteo-fusca ;  apertura  máxima,  perfecte  ovalis, 
superne  arcuatim  angulata,  intus  submargaritacea.  Colu- 
mella  subrecta,  leniter  incrassata,  dentata,  lútea.  Pe- 
ristoma  acutum,  paulo  inflexum;  marginibus  acutis, 
callo  junitis,  solutis.  Spira  milla. 

Long,  11.5  mm.  Lat.  7  muí.  Alt,  3.5  mm.  Ap.  10.75 
mm.  longa,    6.6  mm.  lata. 

(*)  El  animal  que  describe  D'Orbigny  como  Omalonyx  unguis  Fer., 
es  idéntico  al  que  hemos  observado.  El  retrato  hecho  por  D'Orbigny, 
representa  el  animal  en  el  estado  de  su  mas  grande  amplitud  y  actividad 
vital ;  pero  debemos  establecer  que  la  pintura  parece  ser  hecha  de  me- 
moria. La  parte  anterior  dal  cuerpo,  la  cabeza  con  sus  tentáculos,  no 
restituye  á  un  representante  del  genus  Succinca;  ,sino  que  se  asemeja  irua 
bien  á  una  especie  de  Vaginuluz, 


—  68  — 

Concha — La  concha  es  casi  completamente  ovalada, 
muy  deprimida,  poco  convexa,  de  color  caramelo,  con  una 
lijera  mancha  rosada,  poco  transparente,  lucida  y  en  el 
interior  poco  nacarada.  La  apertura  es  completamente  de 
la  misma  figura,  apenas  con  un  ángulo  obtuso  hacia  atrás, 
La  orilla  de  la  apertura  es  unida,  aguda,  con  una  pequeña  in- 
flexión gradual  hacia  ei  interior  déla  concha.  La  columela 
es  poco  espesa,  sobresaliendo  casi  en  forma  de  un  diente;  su 
color  con  una  lijera  mancha  fusca.  La  espira  sobre  el  polo 
de  atrás  de  la  concha  es  pequeñísima,  ofreciendo  á  la  vista 
la  figura  ele  una  jibita  obtusa ;  pero  no  sobresaliendo  al  lado, 
como  en  el  Omalonyx  unguis  Fer.,  considerada  vertical- 
mente.  La  sutura  corresponde  á  la  forma  de  un  garabatito 
corvado.  En  el  borde  exterior  de  la  apertura,  en  el  punto 
donde  tiene  el  animal  la  apertura  de  aliento,  se  halla  una 
ondulación  pequeña,  pero  ostensible. 

Animal — El  animal  en  su  color  es  semejante  al  Omalo- 
nyx unguís  Fer,  pero  mucho  mas  limpio,  con  numerosos 
puntos  obtusos  y  muy  finos,  que,  como  en  el  Omalonyx  un- 
guis,se  agrupan  en  forma  de  dos  rayas  angostas  á  los 
lados  del  lomo  del  animal.  La  capa  es  de  color  amarillo  cla- 
ro, y  no  tiene  las  fajas  como  la  especie  anterior. 

Tanto  por  el  colorido  del  cuerpo  del  animal,  como  tam- 
bién por  la  forma  de  la  concha,  distingüese  suficientemente 
esta  especie  de  la  anterior  ;  y  tanto,  que  es  difícil  de  con- 
fundirlas. Sin  embargo,  entre  el  Omalonyx  se  hallan  indivi- 
duos, que  por  lo  poco  distinguible  de  la  convexidad  de  la 
concha,  y  por  la  jibita  mas  diminuta  del  polo  de  atrás  de 
la  misma,  acércanse  á  esta  especie.  Pero  siempre  es  fácil 
distinguir  nuestra  especie  de  la  otra,  por  el  borde  exterior 
de  la  concha,  con  su  inflexión  gradual  hacia  el  interior  de 
la  apertura,  y  el  animal  por  la  falta  de  las  fajas  sobre  la 
capa  debajo  de  la  concha. 

De  menos   consideración   parece   la   diferencia   en   los 
pocos  ejemplares  que  descubrí,  respecto   al  grandor  mas 


—  69  — 

pequeño  de  su  cuerpo,  cu  comparación  con  la  concha ; 
porque,  como  hemos  dicho,  en  el  Omalonyx  miquis  Fek., 
el  volumen  del  cuerpo  del  animal  está  sujeta  á  un  gran 
cambio,  por  causa  délas  circunstancias  húmedas  de  su  resi- 
dencia ;  debiendo  determinarse  en  lo  sucesivo,  por  otras 
observaciones,  si  esta  diferencia  es  característica  de  esta 
especie. 
3.  SucciiMMi  BMerMioiíalis  D'Obbigny,  Voy.  1.  1.  711. 

Testa  oblongo  ovata  tenui  fusculenta  vel  luteocornea, 
diaphana,  irregularitcr  rugoso-substriata.  Spira  acuta, 
anfractibus  3-4  valde  convexis,  celeriter  accressentibus  ; 
apertura  oblicua,  rotundato-ovata,  superne  vix  arcuata. 
Sutura  lata,  profunda. 

Long.  12  mm.  lat.  7.25  mm. — Long.  aperturao  8  mm. 
lat.  5.3  mm. 

Succinea  oblonga,  Dkap.  D'Oiibigny  Voy.  1.  1.  231. 
Succ.  JBurmeisteri,  ISTobis.  1.  1. 

La  concha — La  concha  es  ovada,  aguda,  un  poco  ven- 
trudo, transparente,  de  color  lúteo  corneo,  á  menudo  bastante 
rugosa  y  poco  lucida.  Los  anfractos  son  bastante  convexos 
y  bastante  crecientes;  el  álticao  poco  mas  ventrudo.  La  espi- 
ra es  aguda  ;  la  apertura  redonda,  ovalada  ;  el  borde  ex- 
terno del  labio  de  poca  apariencia,  y  unido  con  el  bordo 
externo  de  la  apertura.  El  pneumofragma  es  tenue,  crista- 
lino, elástico  y  pegajoso. 

Animal — El  animal  es  de  una  forma  recojida  ;  durante 
su  marcha  casi  1  4  mas  largo  que  su  concha,  limpio  ; 
toda  la  parte  superior  del  cuerpo  cubierta  por  numerosas 
maculitas  y  puntos  obtusos  de  figura  irregular,  que  en 
parte  se  agrupan  en  forma  ele  rayas  longitudinales.  Sobre 
la  línea  del  medio  del  cuerpo  de  adelante,  desde  la  margen 
de  la  concha,  hacia  el  espacio  entre  los  tentáculos  y  hasta 
la  margen  de  los  labios,  hay  una  angosta  raya  negra.  Los 
tentáculos  son  limpios  y  un  poco  oscuros  hacia  arriba.  Una 
angosta  raya  negra  continua,  desde  el  punto,  á  lo  largo  de 


-  70  — 

los  tentáculos  y  sobre  el  lomo,  hacia  la  margen  ele  la  concha. 
La  capa  del  cuerpo,  transparente  dentro  de  la  concha, 
está  pintada  con  1012  fajas  oscuras  convergentes,  que  van 
enangostándose  hacia  atrás,  produciendo  un  golpe  de  vista 
muy  característico  del  animal  durante  su  actividad  vital. 
Las  fajas  al  laclo  déla  columela  tienen  siempre  una  curva 
mas  ó  menos  distinta,  correspondiente  á  la  curva  de  la 
espira  de  la  concha.  El  borde  anterior  de  la  concha  está 
cubierto  hasta  ¿  mm.  con  la  orilla  endoblada  de  la  capa. 
Los  primeras  espirales  de  la  concha  del  animal  vivo  son 
regularmente  de  color  oscuro,  poi  causa  de  las  partes  oscu- 
ras del  cuerpo,  transparentes  dentro  de  la  concha. 

Los  individuos  jóvenes  son  siempre  mas  limpios,  y  el 
colorido  regularmente  menos  claro  y  ostensible. 

Órganos  sexuales— El  penino  es  en  su  principio  un 
poco  ovalado,  después  sigue  una  porción  llana  y  una  espesu- 
ra bastante  robusta.  Iláeia  el  fin  sigue  prolongándose  hasta 
terminar  en  un  doblez ;  pero  su  "prolongación  es  pequeña 
en  comparaciun  con  la  dol  Omalonyx.  El  apéndice  de  las 
glándulas  del  "'vas  deferens"  bastante  pequeño. 

Esta  especie  caracterizada  suficientemente  por  la  con- 
vexidad de  la  espira  y  por  el  color  claro  y  distinto  del 
cuerpo  del  animal,  tuvo  la  suerte  de  ser  considerada  al 
principio  por  D'Orbigny,  igualmente  que  las  especies  que 
determinaremos  luego,  idéntica  con  la  Succinea  ob- 
longa Drap.  de  Europa;  porque  su  concha  no  le  ofreció 
muchos  puntos  característicos  para  la  distinción,  como 
todos  los  representantes  del  género  Succinea,  y  porque  la 
formo  exterior  de  ella  tenía  alguna  semejanza  con  la  Suc- 
cinea  oblonga  Drap. 

Este  error  do  D'Orbigny,  aunque  fué  después  rectificado 
por  él  mismo  pág.  711.  de  su  obra,  llamando  entonces  á  la 
especie  sud-americana  :  Succinea  oneridionalis,  se  ha  repe- 
tido en  casi  todas  las  obras  científicas,  con  la  observación, 
que  la  Suceinea  oblonga  Drap.,  está   esparcida   sobre   el 


—  71  — 

Viejo  y  el  Nuevo  Mundo;  porque  en  todo  el  continente  de 
América  hay  especies  parecidas  y  semejantes  á  la  grupa  de 
Suc.  oblonga  Dbap.  Pero  mas  tarde,  con  el  auxilio  do  ob- 
servaciones nuevas  mas  exactas,  lia  resultado,  que  bajo  la 
forma  Succinea  oblonga  Deap.  se  ocultan  diferentes  espe- 
cies de  ese  género;  y  ahora  también,  después  de  mis  obser- 
vaciones hechas  anteriormente,  se  sabe  bien  que  dicha 
especie  del  Rio  de  la  Plata  es  bastante  diferente,  para  que 
en  lo  futuro  no  haya  dificultad  en  distinguirla  fácilmente 
de  sus  aliadas.  Yo  mismo,  habiéndola  recogido  al  principio 
de  mi  llegada  al  país,  la  he  distinguido  pronto  de  la  Suc- 
cinea oblonga,  describiéndola  bajo  el  título  de  S.  Bur- 
oneisterí  en  los  Malacolog.  Ulaettern,  antes  de  haber  con- 
sultado la  obra  de  D'Oebigny,  que  no  poseía  entonces. 

Encontré  la  especie  en  las  barrancas  del  Paraná  y  en  las 
costas  bajas  del  Rosario.  Cerca  de  60  pasos  del  pueblo,  al 
frente  del  rio,  se  halla  en  aquella  localidad  la  rápida  pared 
de  la  ribera,  que  tiene  en  algunas  partes  surcos  hondos, 
formados  por  los  torrentes  de  lluvia  y  cubiertos  de  bosque- 
cilios  y  yerbas  ;  en  cuyas  entradas  no  faltan  algunes  luga- 
res de  sombra. 

Después  de  una  fuerte  lluvia  encontré  también  el  animal 
en  número  considerable,  en  una  de  aquellas  tapias  gredo- 
sas;  arrastrándose  bajo  el  suelo,  sobre  las  malezas ;  ó  en 
algunos  puntos  déla  pared,  acompañados  de  una  especie  de 
Pivpa,  es  decir  de  Pupa  minutíssima.  Inmediato  á  una 
gran  cantidad  de  individuos  adultos,  se  encontraban  mu- 
cho menos  crecidos.  Todos  estos  ejemplares  estaban 
cubiertos  con  un  baño  de  greda,  la  cual  no  dejaba  duda 
sobre  la  elección  de  su  escondrijo  durante  el  tiempo  seco. 
Habría  asi  en  esta  especie,  como  en  la  siguiente,  acostum- 
brada á  las  mismas  localidades,  una  circunstancia  análoga 
en  el  modo  de  vivir,  con  la  parecida  S.  oblonga  Deap. 
en  Europa  ;  y  mi  opinión  sobre  la  correlación  entre  la 
forma  de  la  concha  y    el  modo  de  vivir    del    animal 


—  72  — 

en   el  genero  Succinea,  tendría   una   nueva   calificación. 

La  convexidad  y  la  espira  corta  y  aguda  de  la  concha 
de  esta  especie  la  caracteriza  y  la  distingue  muy  bien  de  las 
otras  de  este  país.  Principalmente  en  el  animal  vivo  la 
convexidad  de  la  concha  parece  muy  sobresaliente  hacia 
afuera. 

En  los  ejemplares  ele  esta  especie,  coleccionados  por 
el  Dr.  Stelzner  en  la  provincia  de  San  Luis, la  concha 
es  mas  límpida  y  unpooo  mas  suelta,  también  la  apertura 
poco  mas  oblicuada.  Estos  ejemplares  tienen  un  carácter 
de  cierto  modo  análogo  con  los  ejemplares  de  la  especie 
siguiente,  coleccionados  en  la  misma  localidad.  Pero  esta 
similitud  se  halla  solamente  en  Jos  ejemplares  mas  grandes 
y  viejos,  mientras  que  los  individuos  pequeños  bien  se  dife- 
rencian. Estos  tenían  el  misma  bailo  de  greda  como  los  del 
Rosario.  El  ejemplar  mas  grande  tenía  las  siquientes 
dimensiones : 


CONCHA 

APERTURA 

Longitud 

Latitud 

Altura 

Latitud 

12.5  mm. 

7.0  7nm. 

8.0  mm. 

5.5  mm. 

De  todos  los  representantes  del  genero  Succinea,  esta 
especie  parece  la  mas  esparcida.  D'Obbigny  la  encontró 
en  todas  las  localidades  de  las  riveras  del  Paraná,  y  el 
Museo  Nacional  tiene  ejemplares  de  Buenos  Aires,  Rosario, 
Sierra  de  Córdoba,  San  Luis  y  del  Rio  Guayquiraro  en  el 
Sud  de  la  Provincia  de  Corrientes. 

4.  Succinea  labiosa  PniLirr. 
Var.  S.  cornea,  Nobis. 

"Testa  parva,  oblonga  tenui,  longitudinaliter  striatula, 
diaphana  cornea,    lútea ;  spira  acuta   bisquintam  partera 


-  73  - 

totius  longitudinis  occupante,  anfratibus  3  %  convenís; 
apertura  augusta,  ovata,  superne  rotundata ;  columella  vix 
arcuata,  labio  valde  distincto. — Long.*  4  lin.  lat.  2  ^  lin. ; 
Apertura  2  -}  lin.  longa,  -J  lin.  lata." — Philippi,  viage  al 
Desierto  de  Atacama,  pag.  164,  núm.  50,  lam.  VII.  fig.  7. 
Concha — La  concha  es  oblonga,  muy  poco  ventruda, 
trasparente,  de  color  cornea,  bastante  bien  cubierta  con 
surguitos  pequeños  é  irregulares,  un  poco  espléndida,  con 
3-4  anfractos  regularmente  convexos.  La  sutura  regular- 
mente profunda  ;ia  espiral  muy  suelta.  La  apertura  es 
oblonga,  ovalada,  redondeada  debajo  y  bastante  angosta  ; 
mas  larga  en  proporción  que  la  espiral  de  S.  Hosarinensis 
Non,  y  mas  angosta  que  la  de  S.  meridionális.  El  borde 
exterior  de  la  apertura  es  arriba  poco  curvo,  continuando 
hacia  abajo  sin  encorvadura  amplia.  El  labio  sobre  el  bulto 
de  la  columella  en  el  interior  de  la  apertura,  se  distingue 
bien,  pero  y  en  muchos  ejemplares  es  tan  angosto,  que  no 
toca  al  pumo  de  la  inserción  del  borde  exterior  de  la  aper- 
tura; sino  que  corre  hacia  el  interior  de  la  concha,  como  un 
labio  separado  [  lo  que  es  visible  también  en  la  figura  cita- 
da de  Philippi.] 


D 


i  m  e  n  s  i  o  n  e  s 


CON 

Longitud 

CHA 

Latitud 

APEE 

TUKA 

Latitud 

Longitud 

7.00  mm. 

4.00  mm. 

4.50  mm. 

2.75  mm. 

9.65     " 

5.25     " 

6.35     " 

3.65     " 

10.50     " 

5.50     " 

6.50     " 

3.75    " 

11.00    " 

6.00     " 

7.35     " 

4.50     " 

11.00    " 

6.00     " 

7.00    " 

4.25     " 

11.00     " 

6.00     " 

7.25     " 

4.35     " 

12.35     " 

6.50     " 

7.75     " 

4.75     " 

12,50     " 

6.50     " 

8.00     " 

5.00     " 

—  74  - 

Animal  no   conocido —No  sin  alguna  duda  he  aceptado 
la  especie  presente  en  mi  lista,  bajo  el  nombre  designado. 
Sin  embargo,    la   observación    de  Philippi,   respecto  á  la 
presencia  de  un  labio  distinguido  sobre  el  bulto  de  la  coiu- 
mela,  como  también  la  diagnosis  de  aquel  autor,  se  acomo- 
da á  los  ejemplares  del  pais,  con  excepción  del  tamaño  que 
es  difei'ente  y  mas  largo  en  estos  que  él  dado  en  la  descrip- 
ción de  dicho  autor.  Sin  embargo  me  veo  en  el  caso  de  ma- 
nifestar que  debo  reservarla  definición  final  de  esta  especie 
para  lo  futuro;  porque  la  determinación    de   una   espe- 
cie  de  Succinea,  basada   únicamente  en  el   carácter  de  la 
concha,   siempre   resta   problemática,  y   puede    dar   oca- 
sión á  los  mas  grandes   errores,    si   no  hay   otros   reme- 
dios para  su  reconocimiento. 

Los  caracteres  de  la  concha  en  el  genero  Succinea  son 
tan  poco  diferentes,  que  no  se  tendrá  conocimiento  claro  en 
ese  caos  de  formas  entre  ellas,  y  principalmente  de  las 
parecidas  de  S.  oblonga  Dr.,  antes  que  se  haya  puesto  mas 
atención  sobre  los  caracteres  externos  y  anatómicos  de  los 
respectivos  animales. 

Yo  he  visto  claramente,  cuales  grandes  son  las  esperanzas 
que  pueden  abrigarse  sobre  esta  atención,  por  la  compara- 
ción de  los  animales  de  las  especies  vecinas  de  S. 
meridionalis  D'Orb.  y  S.  Bosarinensis  Nob.  En  cuanto  á 
la  especie  presente,  comparada  con  la  &  labiosa  Philippii,  ó 
también  con  la  S.  Chiloensis  clol  mismo  autor,  puede  ser 
difícil  de  definirla  de  otro  modo,  que  por  la  c  unparacion 
de  las  formas  respectivas,  ó  después  de  un  conocimiento 
exacto  de  los  vivos  animales  de  cada  una. 

Por  desgracia  no  pude  conseguir  hasta  ahora  animales 
de  esta  especie.  Al  principio  estaba  inclinado  á  conside- 
rarla como  una  variación  de  la  S.  meridionalis,  como 
parece  ha  creído  D'Orbigny,  por  lial^pr  tenido  también  en 
su  poder  esta  especie. 
Pero  debo  considerar  la  actual  cómo  una  especie  distintaa 


—  75  — 

porque  se  diferencian  los   respectivos   ejemplares  jóvenes 

de  ella  y  de  S.  morídionaüs,  hasta  de  un  modo  mas  visible 

que    los  viejos,    por  la  forma  general  y  la  apertura    mas 

angosta  ; 

La  especie  indicada  ha  sido  coleccionada  por  el  Dr. 
Stelzner,  en  la  provincia  de  San  Luis,entre  el  Rio  Salado 

y  Loreto,  acompañada  du  la  anterior. 

5.  Succiiaea  Rosariucsisis  Nobis. 

Testa  oblonga,  luteo-cornea,  diaphana;  spira  acuta, 
snbporreeta  ,  anfractibus  3-4  convexis ;  sutura  incisa,  an- 
gusta  ;  apertura  liqua,  angusta,  oblongo-ovata,  intus  obso- 
leto labiata.  Peristoma  superne  uncinatum.  Long.  11.5. 
mm.  lat.  6  mm.  Ap.  6  ^  mm.  alt.  4  £  mm.  lata. 

Concha — La  erncha  es  un  poco  sólida,  oblonga,  bastante 
suelta,  de  color  limpio  acaramelado,  transparente,  con  sur- 
quitos  bastante  distinguidos  ;  poco  lucida.  Los  anfractos 
son  moderados,  convexos.  La  apertura  es  oblonga,  ovada, 
en  el  interior  un  poco  nacarada  ;  el  labio  de  la  vuelta  de  la 
columela  muy  poco  distinguido,  tocando  su  borde  la  inser- 
ción de  la  orilla  exterior  de  la  apertura.  El  borde  externo 
de  la  apertura,  en  el  punto  de  su  inserción,  torcido  en 
forma  de  un  garabatito  pequeño,  correspondiente  con  la 
pequeña  y  muy  angosta  hendidura  acanalada,  de  la 
sutura. 

Animal — El  animal  es  mas  suelto  que  el  de  S.  meri- 
dionalis;  limpio,  sin  manchitasó  colorido  oscuro,  las  puntas 
de  los  tentáculos  y  una  raya  longitudidal  angosta  en  cada 
lado,  desde  el  fondo  de  los  tentáculos  hacia  la  margen  de  la 
concha,  son  mas  negros.  La  capa  no  tiene  manchitas  ni 
fajas,  es  transparente  y  limpia  dentro  de  la  concha. 

Órganos  sexuales — El  penino,  hacia  su  punto,  es  grueso 
en  forma  de  pera.  Apenas  existe  un  apéndice  de  prolon- 
gación. El  apéndice  de  glándulas  del  "vas  deferens"  es 
pequeño  y  tiene  una  forma  ovada. 


—  76  — 

Encontró  esta  especie,  muy  bien  distinguible  de  las 
demás,  en  las  mismas  localidades  que  la  de  S.  meridio- 
nalis,  sobre  las  barrancas  en  las  riberas  del  Paraná  abajo 
del  Rosario.  El  animal  vive  debajo  de  los  matorrales, 
entre  el  íbllage  del  suelo.  Parece  ser  muclio  mas  raro  que 
la  otra  especie,  habiendo  bailado  yo  solo  algunos  ejempla- 
res. El  colorido  del  animal  indica  un  modo  de  vivir  mas  en 
oscuro.  Las  diferencias  entre  estas  dos  especies  son  tan  mar- 
cadas, que  no  es  posible  confundirlas.  La  forma  es  mucho 
mas  suelta  y  estirada;  el  colorido  claro  del  animal,  y  las 
diferencias  en  las  formas  anatómicas  del  cuerpo,  juntas 
con  los  caracteres  distinguidos  de  la  concha,  son  mas  que 
suficientes  para  caracterizar  esta  especie.  La  encorvacion 
de  la  margen  exterior  de  la  concha,  en  forma  de  un 
garabatito  pequeño  en  el  punto  de  su  inserción,  y  la  sutura 
muy  distinguida  por  su  pequeña  excavación  acanalada, 
son  los  caracteres  mas  visibles ;  y  por  las  mismas  circunstan- 
cias diferencia  muy  bien  esta  especie,  de  la  anterior  y 
siguiente. 

Entre  tocias  las  otras  Succineas,  la  especie  presente  podría 
ser  la  mas  aproximada  á  la  Sucoinea  oblonga;  de  cuya 
especie  yo  tengo  en  este  momento  para  la  comparación 
algunos  ejemplares  de  Kandern,  en  Badia.  La  forma  de 
la  apertura  es  muy  semejante,  pero  la  tercedura  del  borde 
de  la  apertura  y  el  canalito  de  la  sutura,  son  menos  distin- 
guidos ;  en  fin  la  apertura  es  menos  oblicua  que  la  de  S. 
meridionalis. 

6.  Succinea  porrecta,  Nocís 

Testa  elongata,  eleganter  porrecta,  tenui,  cornea, 
hyalina  etnitente,  substriata,  intus  nítida;  spira  elongata, 
anfractibus  3  ^  subconvexis  ;  apertura  vix  obliqua,  au- 
gusta, oblongo-ovata,  subtus  rotundata  ;  columella  por- 
recta, parum  arcuata.  Long.  11.5  mm.  Apertura  7.5  mm. 
longa,   4.7  mm.  lata. 


-  77  — 

Conoiia — La  concha  es  oblonga,  muy  estirada,  casi  am- 
plia y  cristalina,  con  surquitos  muy  regulares  y  elegan- 
tes. El  exterior  es  algo  espléndido  ;  el  interior  mucho.  Los 
anfractos  son  moderadamente  convexos.  La  apertura  es 
poco  oblicua,  oblonga,  ovada,  creciendo  hacia  abajo,  de 
regular  amplitud  y  redondez.  El  labio  sobre  el  bulto 
de  la  columela  es  distinguido,  angosto  y  suelto,  tocando 
apenas  la  inserción  de  la  orilla  exterior  de  la  apertura.  El 
borde  exterior  de  la  concha,  arriba  poco  redondeado,  y 
corriendo  hacia  atrás  sin  curva  ostensible. 

Esta  hevmosa  especie  podría  ser  considerada  como  mas 
aproximada  á  la  S.  comea,  por  la  forma  suelta  de  la  con- 
cha y  apertura  ;  pero  debe  diferenciarse  á  primera  vista, 
por  su  formas  elegantes  y  mucho  mas  estiradas,  y  por  la 
apertura  relativamente  mas  amplia  y  mucho  menos  obli- 
cua. Con  la  Succinea  meridionalis  y  Rosarinensis,  no 
podría  ser  confundida  fácilmente.  La  especie  fué  coleccio- 
nada por  el  Dr.  Stelzner  en  la  Sierra  de  Tucuman,  en  el 
valle  de  Juntas,  como  á  1020  metros  de  altura. 


—  78  — 

Y. 

N  ombr.ainiento 

de 

Miembros  Corresponsales  ele  la  Academia 


Para  aumentar  el  gremio  de  la  Academia  y 
extender  su  actividad  sobre  toda  la  República 
Argentina,  el  Director  lia  propuesto  al  Exmo. 
Gobierno  nombrar  Miembros  Corresponsales  de 
la  Academia  con  la  obligación  de  entrar  con  ella 
en  relación  científica,  comunicándola  sus  estudios 
y  recibiendo  las  publicaciones  de  la  Academia. 

El  Exmo.  Gobierno  ba  aceptado  esta  propuesta 
y  ha  nombrado  los  seis  caballeros  presentados  en 
la  nota  del  Director,  con  fecha  del  decreto  ad- 
junto. 

Dai 
sobre  este  asunto  : 


Damos  en  seguida  los  dos  documentos  oficiales 


No.  1 
Presentación  del  Director  de  la  Academia 


Directorio  de  la  Aca- 
demia de  Ciencias 
Exactas, 


Buenos  Aires,  Marzo  30  de  1874. 


Al  señor  Ministro  de  Instrucción  Pública,  Dr.   D.   Juan 
C.  Albarracin. 

Es  una  costumbre  general,  que  las  Academias  científicas 
nombren  personas  competentes  del  país,  que  no  son  Miem- 
bros Activos  de  ellas,  para  Miembros  Corresponsales,  invi- 


-  79  — 

tándolos  á  entrar  en  relación  con  la  Academia,  recibiendo 
de  ella  sus  publicaciones  científicas  y  obligándolos  también 
á  dar  á  la  Academia  sus  obras  científicas,  sea  para  la 
publicación  ó  sea  para  tomarlas  en  consideración. 

Me  permito,  proponer  á  V.  E.  la  recepción  del  mismo 
uso  también  en  la  Academia  de  Ciencias  Exactas  en 
Córdova,  nombrando  para  Miembros  Corresponsales,,  con 
el  fin  de  entrar  con  la  Academia  en  contacto  científico,  las 
personas  siguientes  : 

1.  D.  Federico  Schiclcendante,  Director  del  ingenio  de 

Minas  de  Pilciao  en  la  provincia  de  Catamarca. 

2.  D.  Francisco  J.  San  Román,  Director  del   Depar- 

tamento de  Minería  en  el   Colegio  Nacional   de 
Catamarca. 

3.  Dr.  D.  F.  W.  /Seecampj  Profesor  del  Colegio  Nacio- 

nal de  la  Concepción  del  Uruguay. 

4.  D.  Juan  J.  J.  Kyle,  Profesor  del  Colegio  Nacional 

de  Buenos  Aires. 

5.  D.  Francisco  P.  Moreno,  natural  de  Buenos  Aires. 

6.  D.  Carlos  Berg,  Inspector   del   Museo   Público   de 

Buenos  Aires. 

Conozco  diclios  seis  caballeros  personalmente  y  sé,  que 
son  personas  científicamente  laboriosas  y  de  mucho  interés 
para  ser  útil  al  pais  ;  y  por  esta  razón  les  recomiendo  á 
Y.  E.  de  nombrarlos  Miembros  Corresponsales  de  la  Aca- 
demia Nacional  en  Córdova. 

Dios  guarde  á  Y.  E.  muchos  años. 

Firmado—  Dr.  Germán  Burmeister. 


—  80  — 

No.  2 
Contestación  del  señor  Ministro 


Ministerio  de  Ins- 
trucción Pública, 
etc. 


Buenos  Aires,  Abril  14  de  1874. 


Al  señor  Director  de  la  Academia  Nacional  de   Ciencias 
Exactas,  Dr.  D.  Germán  JBurmeister. 

Me  es  grato  comunicar  i  usted,  en  contestación  á  su 
nota  de  fecha  30  de  Marzo  ppdo.,  que  se  lia  hecho  el  nom- 
bramiento de  Miembros  Corresponsales  de  la  Academia 
Nacional  de  Ciencias  Exactas  por  el  decreto,  que  en  copia 
legalizada  acompaño.  (*) 

Con  este  motivo  reitero  á  usted,  las  seguridades  de  mi 
distinguido  aprecio. 

Firmado—  Juan  C.  Albarracin. 


(*)  El  decreto,  conforme  con  la  proposición  del  Director,  se  ha  publi- 
cado en  el  Boletín  Oficial  de  la  Nación,  Año  IV,  pt.  I.— encargando  al 
Director  para  comunicar  su  nombramiento  á  cada  uno  de  los  miembros 
designados. 


—  81  ~ 

VI. 

El  bicho  de  cesto,  por  D.    Carlos   Berg, 


Bajo  esto  título  ó  el  de  bicho  canasto,  conocen  los  argen- 
tinos un  gusano  que  se  encuentra  casi  en  todos  los  arboles 
de  la  República,  atado  á  los  ramitos  y  hojas,  figurando  un 
cartucho  pequeño  de  2-3  pulgadas  de  largo,  tejido  con 
restos  de  ramitos  unidos  entre  si  por  los  hilos  de  seda,  que 
produce  el  animal,  el  que  vive  en  el  interior  del  cartucho, 
saliendo  de  tiempo  en  tiempo,  con  su  cabeza  y  sus  patas 
anteriores  de  la  porción  anterior  mas  ancha  y  abierta  del 
cartucho,  para  caminar,  comer  y  atarse  tranquilamente  en 
los  lugares  donde  quiere  descanzar  de  sus  movimientos. 

ISÍo  siéndole  obligatorio  el  comer  solamente  una  planta 
particular,  como  muchos  otros  guzanos  de  mariposas,  que 
están  concretados  á  una  comida  fija,  sin  tocar  otras  plantas, 
el  bicho  de  cesto  come  casi  tocias,  y  con  una  voracidad  que 
muestra  pronto  al  ojo  de  los  transeúntes  las  devastaciones 
producidas  por  millones  de  estos  bichos. 

Hay  años,  en  los  cuales  ninguna  hoja  se  ve  en  los  alamos 
y  sauces  de  nuestros  campos ;  y  si  no  existen  los  bichos  en 
tanta  abundancia,  á  lo  menos  hay  siempre  algunas  docenas 
en  cada  árbol,  y  aun  en  los  arbustillos  menores  como  en  las 
yerbas  bajas  del  suelo  se  ven  muchísimos  de  estos  anima- 
les dañosos.  Destruyen  con  estas  devastaciones  muchos 
árboles,  que  al  fin  se  secan  por  la  pérdida  de  sus  hojas  y 
ramitos  nuevos,  necesarios  como  órganos  de  respiración 
para  la  integridad  de  la  vida  de  cada  organismo  vegetal ; 
y  si  no  les  matan,  deformen  á  lo  menos  la  hermosura  délas 
plantas  y  cambian  la  verdura  fresca  de  nuestros  paseos  y 
jardines  en  un  aspecto  triste  y  ofensivo  á  la  vista  de  los 
propietarios  y  personas,  que  desean  obtener  de  estos  esta- 
blecimientos su  placer  y  su  recreo.— Principalmente  los 

6. 


—  82  — 

estrangeros  recien  llegados  á  Buenos  Aires  esperimentan 
una  mala  impresión,  cuando  ven  los  árboles  colgados  con 
miles  de  estos  cartuchos  feos ;  y  muchas  de  las  personas 
recien  venidas  están  dispuestas  á  creer  en  la  negligencia  de 
la  población  rural,  que  permite  el  aumento  excesivo  de 
estos  animales,  sin  pensar,  que  la  destrucción  de  estos 
millones  de  bichos  de  cesto  no  es  una  cosa  tan  fácil  como 
se  imaginan. 

Ningún  animal,  ni  pájaro  alguno  como  estos  bichos,  que 
están  muy  bien  asegurados  contra  todos  los  ataques  en  su 
seguro  canastillo,  y  aun  la  mauo  del  hombre  tiene  dificul- 
tad para  sacarlos,  porque  se  atan  muy  firmemente  á  los 
ramos  por  medio  de  su  tejido.  Al  fin  el  trabajo  del  hombre 
es  el  único  remedio,  que  puede  aplicarse  contra  estos  ani- 
malitos  dañosos;  aunqne  no   todos   son   tan    sedentarios 

durante  toda  la  vida,  como   los  gusanos,   que   se   transfor- 
man en  mariposas. 

Sabemos,  que  las  mariposas  son  por  lo   general    anima- 

litos  con  alas,  que  vuelan  libremente  en  el  aire,  sacando  la 

miel  de  las  flores  para  su  alimento.   Pero   en   el   bicho   de 

cesto,  solamente  el  macho  se  cambia  en  mariposa  voladora; 

la  hembra  nunca  está  prevista  de  alas  y  jamas  abandona  su 

canasto  y  por  este  modo   de  vivir   es  posible  disminuir  el 

número  de  estos  bichos,  si  los  propietarios  los  sacan    de  sus 

árboles,  destruyendo  en  los  cartuchos   de    las  hembras   no 

solamente  á  ellas,  sino  también   muchísimos  huevos   que 

deponen  allí  las  hembras.  Como  de  estos   huevos  no  salen 

1  s  gusanitos  antes  déla  primavera  siguiente,  y  los  canastos 

llenos  de  ellos  están  atados  á  los  ramos    secos  de  los  árboles 

durante  el  invierno,  es  preciso  cortarlos    en  esta  estación, 

y  quemarlos  con  los  ramitos.  Muchos  de  los  canastos,  llenos 

de    huevos,    caen  también   al   suelo,    sacudidos   por   los 

vientos  fuertes  que  en  el  invierno  reinan  en  nuestra  zona, 

y  es  una  gran  negligencia,  dejarlos  en    el   suelo,   hasta  la 

primavera  en  que  salen  los  gusanitos  ;  mucho   mejor  sería 

recojerlos  y  quemarlos  también,  para  destruir  asi  algunos 


—  83  — 

millones.  A  este  trabajo  pueden  dedicarse  fácilmente  niños 
v  viejos,  que  no  tengan  otra  ocupación,  porque  la  obra  es 
fácil  y  cada  uno  conoce  los  canastos,  que  son  muy  visible3 
por  su  tamaño  y  su  figura  particular.  He  reconocido  por 
cálculo  exacto,  que  cada  hembra  depone  3,000  huevos  mas 
ó  menos,  y  como  los  canastos  de  las  hembras  son  mayores 
en  tamaño,  que  los  de  los  machos,  es  fácil  distinguirlos. 
Con  mil  de  estos  canastos  de  hembras,  quemados  en  el 
invierno,  se  matan  pues  tres  millones  de  gusanitos ;  y  reco- 
ger esa  cantidad  es  obra  de  algunas  horas,  tal  es  el  número 
de  bichos  en  nuestros  alrededores.  Las  personas  que  pongan 
en  práctica  este  remedio  para  limpiar  su  jardín,  pronto 
verán  el  resultado,  y  si  no  matan  jamás  todos,  á  lo  menos 
disminuirán  mucho  el  número  de  los  bichos  de  cesto  en  sus 
propidades  particulares. 

Tomando  en  consideración  el  bicho  de  cesto  como  ob- 
jeto científico,  que  es  el  principal  para  nosotros,  debemos 
advertir  en  primer  lugar  al  lector,  que  ya  es  conocido  y 
bien  descripto  desde  hace  cerca  de  cincuenta  años.  En 
1826  un  sabio  ingles,  Mr.  Lan,sdown  Guilding,  vecino  de 
Honduras,  publicó  en  los  :  Transactions  of  the  Linnean 
Society  of  London,  Tom.  XV.pag.  371-377,  la  descripción 
del  bicho  de  cesto  bajo  el  título  de  Oiketicus  Kirhii,  expli- 
cando su  organización  y  modo  de  vivir  en  las  láminas  VI 
y  VII  de  dicho  tomo  [The  natural  history  of  Oiketicus,  á 
new  and  singular  genus  of  L&pidoptera.~\  Pero  esta  des- 
cripción, escondida  en  un  periódico  caro  y  poco  conocido 
por  esta  razón  entre  los  sabios,  se  habia  olvidado  tanto,  que 
en  los  años  mas  modernos  otros  dos  sabios  han  dado  de 
nuevo  figuras  y  descripciones  del  mismo  animal  bajo  otros 
nombres.  El  primero  de  los  dos,  Dr.  II  erricii  Schaeffer 
de  Ratisbona,  publicó  en  su  :  Sammlung  neuer  exotiscltev 
Sehmetterlinge  en  1854,  en  la  figura  519,  una  nueva  figura 
del  macho  bajo  el  título  de  Oiketicus  ful gurator  de  Bahía,  y 
17  años  mas  tarde  describió  el  profesor  Zeller  el  canasto  de 


—  84  — 

un  individuo  muy  grande,  recibido  de  Pernaníbuco,  en  la 
Stettiner  entomol.  Zeitung  del  año  1851,  pag.  49,  lam.  2. 
con  el  nuevo  apelativo  Psyche  [Oiketicus]  gigantea,  sin 
conocer  mas  que  el  cadáver  bastante  seco  de  la  hembra, 
encontrado  en  el  mismo  canasto.  Pero  pronto  el  autor 
reconoció  su  error,  describiendo  el  animal  bajo  un  nuevo 
título,  y  rectiñcó  su  apelativo  en  la  pag.  80  del  mismo 
periódico.  Contemporáneamente  con  la  figura  del  macho 
de  Herrich  Schaeffer  el  sabio  entomologista  ingles  J. 
O.  Westwood  publicaba  de  nuevo  en  les  Proceedings  of 
the  Zoolog.  Society  of  London  de  1854,  tomo  22,  pag.  219. 
lám.  34.  f.  2.  la  antena  y  la  ala  del  macho,  según  un 
ejemplar  auténtico  del  British  Iluseum,  recibido  ante- 
riormente del  mismo  Láistsdown  G-uilding. 

Por  todas  estas  comunicaciones  científicas  el  animal  es 
muy  bien  conocido  ahora  según  su  figura  y  sus  órganos 
externos,  pero  su  modo  de  vivir  ha  sido  observado  sola- 
mente por  el  primer  autor,  que  lo  describió,  y  para  per- 
feccionar esta  parte  de  su  historia  natural  hemos  creído 
útil,  dar  estas  nuevas  noticias  mas  completas.  (*) 

Antes  hablaremos  un  poco  de  la  colocación  sistemática 
del  animal  entre  las  mariposas  (Lqpidqptera)  ó  Insectos  con 
cuatro  alas  cubiertas  de  escamas  pequeñas  microscópicas, 
pintadas  generalmente  con  muy  vivos  colores.  Pertenece 
el  bicho  de  cesto  ó  canastillo  al  grupo  que  entre  ellos  se 
llama  :  Mariposas  de  noche  ó  Bombyces,  conocidas  por  su 
gran  habilidad  para  hacer  tejidos  de  hilos  de  seda.  Hay  en 
este  grupo  una  pequeña  sección,  llamada  Psychidae,  que 
se  diferencia  principalmente  de  las  otras  por  su  modo  de 
vivir  en  canastillos,  tejidos  por  los  gusanos  con  diferentes 
objetos  pequeños  de  las  plantas,  en   las  cuales   viven,  y 


(*)  Algunas  noticias  de  su  modo  de  vivir  ha  dado  también  un  sabio 
Porteño,  Dr.  D.  M.  Esteves  Sagui,  en  la  li:vista  de  Buenos  Aires,  Tooi. 
VI,  pág.  294. 


—  85  — 

también  por  la  grande  diferencia  de  los  dos  sexos,  siendo 
únicamente  el  macho  una  verdadera  mariposa  con  alas,  y  la 
hembra  un  bicho  sin  alas,  mas  parecido  á  un  gusano  corto 
grueso  y  desnudo,  que  á  una  mariposa  verdadera. — La 
historia  natural  de  este  grupo  de  Psychidae  tiene  muchas 
dificultades,  y  como  se  encuentran  miembros  de  dicho 
grupo  en  casi  todas  partes  de  la  tierra,  su  historia  ya  está 
muy  bien  estudiada.  Remitimos  al  lector  á  las  observacio- 
nes del  señor  D.  Otto  IIoffmán  en  la:  Berliner  entomól. 
Z>  itschrift,  VI.  pag.  1.  sig.  (1860.8)  y  á  la  Mbnographie 
des  Psyóhides  de  Mr.  Bruand  danslos:  Mem.  de  la  Soe. 
d'Mmul.  du  Doubsde  1853. 

Nosotros  hemos  estudiado  los  bichos  de  cesto,  tan  sor- 
prendente para  un  extrangero  recien  llegado,  desde  nuestra 
llegada  en  el  país,  el  Mayo  de  1873,  y  hemos  obtenido 
por  nuestros  estudios  algunas  datas  nuevas,  observando 
de  tiempo  en  tiempo  su  modo  de  "vivir,  que  comu- 
nicamos ahora  extensamente  al  público,  que  sin  duda 
tomará  mucho  interés  en  este  animalito,  cuya  fama  es  malí- 
sima entre  nosotros. 

Al  principio  de  Setiembre,  se  encuentran  generalmente 
á  las  hembras  muertas  y  secas  en  sus  cartuchos,  y  atrás  del 
cuerpo  arrugado  muchos  huevos  vivos  amarillos  y  peque- 
ños, lié  contado  dos  veces  el  número  de  huevos  contenidos 
en  el  cartucho,  y  lié  recogido  de  uno  3.010  y  del  otro 
2.869,  lo  que  prueba,  que  el  número  medio  será  de  2,935 
huevos  en  cada  uno,  acercándose  casi,  como  hemos  dicho 
antes,  á  3,000  en  el  cartucho  femenino.  Desde  mediados  del 
mes,  cuando  principian  los  dias  algo  mas  calientes,  los  gusa- 
nitos  salen  de  los  huevos,  abandonando  el  cartucho  de  su 
madre  no  desnudos,  sino  ya  cubiertos  con  un  cartucho  pe- 
queño y  fino,  tejido  con  los  restos  de  la  lana  fina,  que 
cubre  el  cuerpo  de  su  madre,  principalmente  en  la  porción 
posterior.  Como  no  es  difícil  en  la  clase  de  comida,  agarra 
el  animalito  las  hojas  finas  de  las  plantas   mas   vecinas  y 


—  86  — 

come  con  tanta  rapidez,  que  se  aumenta  casi  á  los  ojos  del 
observador  el  tamaño  de  su  cuerpo.  Durante  esta  época 
busca  el  gusanito  de  tiempo  en  tiempo  algunos  objetos  secos 
y  pequeños  de  sus  contornos,  como  ser  partes  de  ramitos, 
para  unirlos  con  la  porción  anterior  abierta  de  su  cartuclio, 
aumentando  de  este  modo  su  extensión.  Al  principio  toma 
siempre  el  animal  objetos  muy  pequeños,  pero  poco  á  poco, 
cuando  se  aumenta  su  tamaño,  también  se  aumentan  los 
objetos  adheridos  á  su  canasto,  cortando  entonces  de  los 
ramitos  secos  de  los  alrededores  partes  correspondientes  á 
su  extensión,  para  unirlas  por  medio  de  su  tejido  á  su  cesto. 
El  autor  inglés  Lansdowjst  Guilding  figura  estos  pedazos 
de  ramitos,  unidos  al  canastillo,  en  colocación  vertical,  lo 
que  nunca  he  visto  en  los  nuestros;  todos  los  que  lié  exami- 
nado, han  tenido  los  pedazos  de  los  ramitos  colocados  hori- 
zontalmente,  y  de  este  mismo  modo  los  figura  el  autor 
alemán  Zellee  en  su  gran  cartucho.  La  longitud  de  estos 
pedazos  es  diferente,  según  la  colocación  en  el  canasto  ;  los 
de  la  porción  media  son  generalmente  los  mayores,  pero  es 
raro  ver  mas  grandes  que  media  pulgada  ó  7  líneas 
[13-14  m)«,],como  lo  dice  también  Zellee.  No  cuadra  igual- 
mente su  observación  del  espesor  de  los  pedazos  con  los 
mios,  diciendo  que  tienen  dos  hasta  tres  líneas  de  grueso ; 
no  he  visto  jamas  ramitos  tan  gruesos  en  nuestros  canastos, 
superándolos  mas  gruesos  á  penas  1-1-J  líneas,  ó  3  mm. 

También  el  tamaño  general  del  canasto  es  diferente, 
porque  nunca  he  visto  mas  largos  de  4  pulgadas  [10  e.  mX 
y  el  tamaño  general  es  de  3  pulgadas  [7  o.  m.~]  en  los  de  las 
hembras,  y  2  pulgadas  [5  e.  m.~\  los  de  los  machos.  Estos 
canastos  nunca  están  tan  artificialmente  construidos  como 
los  de  las  hembras,  y  principalmente  no  son  tan  bien  cu- 
biertos con  el  tejido  de  seda,  que  tapa  también  en  los  car- 
tuchos femeninos  la  superficie  externa  del  canasto  con  los 
ramitos  contenidos  en  ella.  Con  esta  cubierta  externa  del 
tejido,  el  gusano  ya  principia  de  la   construcción   del  car- 


—  87  - 

tuclio,  pero  no  es  muy  exacto  confeccionada,  reservan  dose 
la  renovación  hasta  el  fin  de  sn  vida  como  gusano,  antes 
de  cambiarse  en  crisálida;  en  cuyo  momento  el  animal 
cubre  todo  el  cartucho  al  lado  exterior  con  una  nueva  capa 
de  tejido  de  seda  pardo-blanquizo,  cerrando  también  enton- 
ces la  apertura  grande  anterior  del  cartucho,  con  la  cual 
el  gusano  ata  el  canasto  á  un  ramo  mas  fuerte.  Es  un  error 
de  Zeller,  el  creer  que  el  animal  ata  su  cartucho  con  la 
extremidad  mas  delgada,  que  es  la  posterior;  el  canasto 
está  siempre  atado  con  su  punta  mas  ancha  y  gruesa,  que 
es  la  anterior,  durante  la  vida  del  animal.  Pero  como 
cambia  el  gusano  su  colocación  en  el  interior  del  canasto 
al  lado  opuesto,  cuando  quiere  entrar  en  el  estado  de  crisá- 
lida, tiene  asi  su  cabeza  en  el  estremo  mas  delgado  del 
canasto  y  la  punta  posterior  del  cuerpo,  con  el  ano,  en  el 
mas  grueso,  donde  estaba  antes  la  cabeza. 

La  otra  extremidad  mas  delgada  del  canasto  está  también 
abierta,  y  permanece  siempre  en  este  estado,  aunque  nada 
sale  por  ella,  ni  aun  los  excrementos  del  gusano,  que  siem- 
pre son  arrojados  por  el  mismo  conducto,  de  donde  sale  la 
cabeza;  solamente  el  macho  entra,  para  la  copulación  de  la 
hembra,  con  la  parte  posterior  de  su  cuerpo  por  esta  aper- 
tura posterior  bastante  angosta. 

Es  bien  conocido  que  los  gusanos  de  las  mariposas  cam- 
bian tres  y  hasta  cuatro  veces  su  cuero  externo,  durante  la 
vida;  rompiendo  el  antiguo  en  el  medio  del  lomo  y  salien- 
do por  ese  punto  el  animal  con  el  nuevo  y  c;n  tamaño  un 
poco  mayor  que  el  que  tenia  anteriormente.  JSTo  se  exa3- 
tamente,  cuantas  veces  el  gusano  de  cesto  cambie  su  cuero, 
pero  he  observado  bien,  que  esta  operación  dura  cada  vez 
de  dos  á  tres  dias.  El  gusano  ata  entonces  su  canasto  á 
un  ramito  y  permanece  tranquilo  en  el  interior,  hasta 
que  la  operación  concluye,  arrojando  el  cuero  viejo  por  la 
apertura  anterior  mas  grande  del  canasto  y  nunca  por  la 
posterior,  que  es  bastante  chica,  para  no    dejar  pasar  el 


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cuero  arrugado  viejo.  He  visto  regularmente  salir  de  esta 
apertm  a  anterior  los  excrementos  y  el  cuero  viejo,  pero 
nunca  por  la  posterior,  como  lo  dice  D.  Otto  Hoffman  de 
los  gusanos  de  Psyohidae  en  Europa. 

La  unión  del  o-usano  con  su  canasto  es  doble;  una  se 
forma  por  los  ocho  pies  medios  de  su  cuerpo,  que  tienen 
principalmente  la  ocupación  de  sostener  atado  el  canasto,  y 
la  otra  por  un  cordón  tejido  con  algunos  filos  de  seda,  que 
se  ata  al  vientre  del  gusano  entre  el  anillo  séptimo  y  octavo 
de  su  cuerpo,  y  también  en  dirección  opuesta  al  canasto. 
El  gusano  usa  los  tres  pares  de  grandes  patas  anteriores 
para  caminar,  saliendo  con  ellas  afuera  de  la  apertura  del 
canasto  y  arrastrándolo  con  la  parte  posterior  del  cuerpo 
con  pasos  reiterados,  permaneciendo  por  un  momento 
tranquilo  con  las  patas  anteriores.  Este  modo  de  caminar, 
no  es  lijero,  sino  bastante  despacio. 

Desde  el  fin  de  Enero  basta  principios  de  Febrero,  el 
gusano  es  adulto.  Su  color  principal  es  entonces  verde- 
pardo,  amarillo-oscuro,  principalmente  en  la  juventud.  La 
cabeza  es  apenas  mas  oscuro  que  el  lomo,  pero  poco  mas 
azul  que  verde,  y  marmoreada  con  manchas  amarillas,  ne- 
gras y  blancas,  ó  fajas  de  los  mismos  colores,  y  puede  alejarse 
en  el  anillo  del  cuerpo,  que  sigue,  cubierta  con  algunos 
pelos  finos  mas  cortos  que  los  que  son  dispersos,  de  2-3 
mm.  largos,  sobre  el  cuerpo.  Los  tres  primeros  anillos 
del  cuerpo  están  cubiertos,  como  la  cabeza,  con  cuero 
duro,  corneo,  y  d  e  igual  color;  el  primero  es  mas  ancho 
que  los  otros  dos,  y  el  segundo  poco  colorado  á  los  costados. 
Los  otros  anillos  atrás  del  tercero  (4-12)  están  cubiertos 
con  un  cuero  muy  fino,  teniendo  un  color  poco  mas  oscuro, 
en  el  medio  del  lomo,  y  están  plegados  transversalmente  á 
los  lados.  Alli  están  las  aperturas  respiratorias,  llamadas 
estigmas,  de  color  rojo  ó  ñuco  amarillo,  con  contornos  ele- 
vados, prolongados  hacia  abajo,  formando  á  cada  lado  un 
rodete  longitudinal  sobre  todo  el  cuerpo.      Las   patas   de 


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los  tres  primeros  anillos  son  muy  fuertes,  principalmente  el 
Begundo  y  tercer  par,  y  de  color  pardo,  con  manchas  blan- 
quizas; las  del  primer  par  son  bastante  cortas  (3.  m/m.  de 
largo)}  las  del  segundo  y  tercero  tienen  7-8  mm.  de  largo  é 
son  iguales  entre  si,  no  siendo  mas  largo  el  tercero  que  el  se- 
gundo, como  lo  dice  el  señor  Zeller.  Las  otras  patas 
cortas  del  medio  del  cuerpo  y  del  fin  son  un  poco  esten- 
didas, y  de  color  algo  mas  claro  que  el  fondo  del  cuerpo, 
con  garabatos  pequeños  pero  agudos,  al  fin ;  el  último  es 
mas  oscuro,  y  la  tapa  del  ano,  encima  del  último  par  de 
patas,  es  casi  negra;  teniendo  la  superficie  con  lustre,  como 
la  cabeza  y  los  tres  primeros  anillos.  Todo  el  cuerpo  del 
animal  mide  2  \  hasta  3  cm.  ó  1  ■$•  1  £  pulgada;  pero  los 
gusanos  femeninos  son  siempre  mas  gruesos  y  mas  robustos 
que  los  de!  macho. 

Los  gusanos  adultos  no  buscan  un  lugar  especial  para 
atar  su  cesto,  sino  que  se  colocan  en  cada  objeto  vecino, 
sea  un  ramito  ó  una  oja,  y  aun  los  palos  y  las  paredes  de 
los  cercos  y  casas  están  cnbiertos  con  cartuchos  atados. 
Siempre  se  atan,  como  ya  hemos  dicho,  con  la  porción  mas 
gruesa  del  cartucho,  que  es  la  anterior,  y  nunca  con  la  mas 
angosta  ó  posterior ;  y  la  posición  del  cartucho  es  la  pen- 
diente ;  el  estremo  angosto  hacia  abajo  y  el  grueso  hacia 
arriba.  Pero  el  gusano  cambia  su  colocación  en  el  interior 
del  canasto  inmediatamente  después  de  haberse  atado  y 
cerrado  la  punta  gruesa  del  cartucho  ;  volviendo  su  extre- 
midad posterior  hacia  el  principio  grueso  del  canasto  y  su 
extremidad  anterior  con  la  cabeza  hasta  el  extremo  angosto 
del  mismo.  En  esta  posición  se  transforma  el  gusano  en  cri- 
sálida, sacando  su  cuerpo  nuevo  del  cuero  viejo  del  gusano 
en  la  dirección  regular,  desde  la  cabeza  hasta  el  ano,  y  en  la 
misma  posición  permanece  también  la  hembra  en  el 
interior  del  canasto,  durante  el  último  período  de  su  vida 
como  insecto  perfecto.  También  sale  de  su  encierro  el 
macho  volador  por  la  parte  angosta  del  canasto, 


—  90  — 

La  crisálida  del  niacho  es  completamente  diferente  por 
su  figura  de  la  de  la  hembra;  pero  como  esta  diferencia  está 
ya  bien  explicada  por  los  autores  anteriores,  Lansdown 
Gdtlding  y  Zellek,  no  quiero  ocuparme  aquí  con  una  nue- 
va descripción;  lo  único  que  me  parece  digno  de  repetir  es, 
que  la  crisálida  mas  angosta  y  pequeña  del  macho,  sale  con 
la  mitad  de  su  cuerpo  afuera  de  la  apertura  del  estremo  an- 
angosto  del  canasto,  después  de  haberse  roto  la  cascara, 
para  dejar  salir  la  mariposa,  mientras  que  la  de  la  hembra 
queda  en  el  interior  de]  canasto,  cubierta  con  su  cascara 
vieja,  sin  moverse  de  su  lugar  fijo. 

Después  de  cinco  hasta  seis  semanas  de  tranquilidad  en 
el  estado  de  crisálida  sale  la  mariposa  perfecta.  Los  machos 
con  alas  salen  al  ponerse  del  sol,  mas  ó  menos  temprano, 
arrojando  del  canasto  la  mitad  déla  cascara  de  la  crisálida, 
y  vuelan  pronto  en  los  contornos  para  buscar  hembras  aun 
no  fecundadas;  pero  las  hembras  abren  solamente  la  cascara 
de  la  crisálida  sobte  la  cabeza  y  permanecen  con  su  cuerpo 
en  el  interior  de  su  antiguo  cuero.  Como  en  todas  las  Psychi- 
dae  la  cascara  de  la  cabeza  de  la  crisálida  se  divide  por  dos 
rasgaduras  en  tres  partes  triangulares,  dos  de  cuyas  partes 
corresponden  al  cráneo  y  una  á  la  porción  de  la  boca. 

Los  machos  tienen  una  anchura  entre  las  alas  abiertas  de 
35  ñwn.  Sus  alas  son  de  color  fusco  bastante  claro,  con  una 
mancha  negra  en  el  medio  de  las  alas  superiores  y  dos 
manchas  blanquiscas  al  lado  externo  de  la  negra.  Esta  man- 
cha negra  ocupa  la  celdilla  media;  en  el  lado  externo  de  ella 
cada  ala  está  casi  desprovista  de  las  escamas  pequeñas,  y 
estos  puntos  son  por  consiguiente  transparentes  ó  casi  blan- 
cos. También  la  porción  terminal  de  la  ala  supesior  tiene 
muy  pocas  escamas.  Las  astas  (anteimae)  son  negras,  la  mi- 
tad basal  bien  peinada  á  cada  lado,  y  la  punta  está  solamen- 
te dentada  á  los  dos  lados.  La  cabeza,  el  tórax  y  el  vientre 
son  fuscos,  cubiertos  de  largos  pelos  muy  densos ;  lo  mismo 
que  en  las  patas.  La  figura  del  macho,  que  ha  dado  Lans- 


—  91  — 

down  Guilding  es  bastante  mala,  muy  oscura  y  casi  negra, 
y  por  este  defecto  ha  sido  imposible  conocer  el  animal ;  muy 
buena  al  contrario  es  la  del  macha,  dada  por  IIerricii- 
Scuaeffer  (1. 1.  fig.  519),  con  excepción  de  la  mancha  central 
negra  de  las  alas  superiores,  que  no  es  bastante  oscura,  y  el 
vientre  anormalmente  estendido.  Solamente  en  el  acto  de 
la  copulación  se  estiende  el  vientre  de  esa  manera  y  aun 
mas,  cuando  la  copulación  es  perfecta. 

La  hembra  no  tiene  alas,  como  ya  liemos  dicho,  y  de  nin- 
gnn  modo  se  parece  á  otra  mariposa.  Su  cuerpo  es  de  figu- 
ra oval  alargada,  generalmente   de  25  mm  de  largo,  y  casi 
10  muí  de  ancho  en  el  medio.  La  cabeza  y  los  tres  primeros 
anillos  del  cuerpo  son  poco  mas  amarillo-oscuro?,  y  todo  el 
resto  del  cuerpo  amarillo  claro.  Estas  cuatro  partes  tienen 
una  superficie   luciente,  y  la   otra  porción  del  cuerpo  no 
tiene  lustre.  En  la  cabeza  se  pronuncian  bien  los  ojos  bas- 
tante pequeños,  sobresalientes  y  de  figura  elíptica;  en  lugar 
de  las  astas  (antennae)  se  ven  dos  hendiduras   pequeñas 
oblongas  y  los  órganos  de  la  boca  faltan  casi  completamen- 
te. Los  tres  primeros  anillos  del  cuerpo  tienen  dos  patas 
muy  cortas  cada  uno,  de  figura  de  una  verruga  poco  eleva- 
da, con  una  punta  cónica  mas  sobresaliente,  y  lo  indicación 
de  una  pequeña  articulación  en  ella  antes  del   último  ter- 
cio. Las  figuras,  que   dá  Lansdown-Güilding  de  las  patas, 
no  son  exactas,  y  mejores  son  las  de  Zeller.   El  resto  del 
cuerpo  de  la  hembra  es  muy  blanda  y  completamente  des- 
nuda, con  excepción  de  los  tres  últimos  anillos,  que  están 
cubiertos  de  pelos  finos  de  seda  amarilla.  Ya  he  dicho,  que 
la  hembra   no  sale  de  la  cascara  de  la  crisálida,  sino  que 
queda  en  ella  como  un  chiquito  envuelto  en  su  pañales. 

Foco  tiempo  después  de  haber  abandonado  la  crisálida, 
los  machos  vuelan  en  la  vecindad  del  lugar  de  su  naci- 
miento, para  buscar  una  hembra  no  fecuntada,  en  su  ca- 
nasto. Habiéndola  encontrado  el  macho,  se  posa  sobre  el 
canasto  generalmente  del  lado  inferior,  que  no  está  colocado 


—  92  — 

completamente  perpendicular,  sino  algo  inclinado  á  uno  y 
otro  lado,  agarrándose  con  sus  patas  á  la  porción  angosta 
del  cesto  y  buscando  de  entrar  en  ella  con  su  vientre  encor- 
vado Inicia  arriba,  perforando  la  punta  del  canasto  con  la 
tenaza  fuerte  que  contiene  los  órganos  genitales.  liara  vez 
entra  con  prontitud  la  punta  del  vientre,  porque  estando 
mas  ó  menos  cerrado  el  canasto  por  hilos  de  seda  vieja, 
mezclados  entre  sí  por  el  movimiento  perpetuo  del  gusano 
en  el  estado  jovenil  de  la  vicia;  el  maclio  cambia  repetidas 
veces  ele  posición  y  busca  la  entrada  por  diferentes  lados, 
hasta  que  al  fin  sus  perpetuas  operaciones  con  la  tenaza 
terminal  de  su  vientre  abren  la  punta  del  canasto.  Entonces 
entra  en.  su  interior  no  solo  con  la  punta  del  vientre, 
sino  también  con  toda  la  porción  posterior  de  su  cuerpo, 
hasta  el  tórax,  buscando  los  órganos  sexuales  de  la  hembra, 
que  se  hallan  bastante  distantes,  por  la  colocación  inversa 
del  animal  en  sn  canasto,  teniendo  la  hembra  la  cabeza  en 
el  lado  angosto,  por  donde  entra  el  macho,  y  su  extremidad 
posterior  con  el  ano  y  los  dichos  órganos  al  estremo  grueso 
opuesto.  Es  por  consiguiente  nn  largo  camino  el  que  la 
punta  del  vientre  del  macho  debe  recorrer  para  cumplir  con 
su  deseo ;  pero  consígnelo  al  fin,  en  verdad,  como  prueba 
la  tranquilidad  perfecta  del  animal  mientras  se  halla  en  el 
estado  de  la  copulación.  Nada  puede  distraerle  en  este  acto, 
y  aun  tocado  por  el  observador,  moviéndole  de  un  lado  al 
otro,  no  se  aflije  pomada  en  esa  operación,  que  dura  gene- 
ralmente mas  de  una  hora. 

La  cuestión  de  mas  grande  interés  es  la  de  saber,  como 
el  macho  alcanza  los  genitales  de  la  hembra,  aunque  ella 
está  encerrada  todavía  en  la  antigua  cascara  de  la  crisálida, 
con  todo  su  vientre  y  aun  con  el  tórax.  Muchos  autores, 
que  observaron  la  historia  natural  de  las  Psychidm 
en  Europa,  han  creído,  que  la  hembra  cambia  de  nuevo  su 
colocación  en  el  interior  del  canasto,  volviendo  la  cabeza  al 
lado  grueso  del  mismo  y  la  extremidad  posterior  del  cuerpo 


—  93  — 

al  laclo  angosto;  pero  es  un  error  á  lo  menos  en  nuestra  es- 
pecie. ITeinos  muerto  instantáneamente  por  medio  del  clo- 
roformo los  dos  animales  durante  el  acto  de  la  copulación } 
y  liemos  observado,  que  la  cabeza  permanece  en  su  coloca- 
ción lija  atrás  de  la  parte  angosta  y  abierta  del  canasto,  y 
la  extremidad  del  vientre  en  el  extremo  ancho.  Sacando  en- 
tonces los  dos  individuos  muertos  juntos  todavia  hemos  ob- 
servado lo  que  sigue : 

El  macho,  después  de  haber  perforado  la  punta  del  canas- 
to con  su  tenaza,  entra  también  con  esta  misma  en  la  casca- 
ra abierta  de  la  crisálida,  sobre  la  hembra,  por  la  rasgadura 
transversal,  que  separa  la  porción  Je  la  boca  del  animal  de 
los  dos  lóbulos  de  la  cascara  sobre  el  cráneo,  y  estendiéndose 
milagrosamente  la  punta  muy  delgada  de  su  vientre,  situa- 
da detrás  de  la  tenaza,  marcha  esta  parte  del  macho  sobre  el 
pecho  y  el  vientre  de  la  hembra  hasta  la  extremidad  de  su 
cuerpo,  siempre  tapada  por  la  cascara  de  la  crisálida  feme- 
nina y  ajustado  seguramente  por  ella  en  su  camino  hasta 
los  órganos  sexuales  de  la  hembra.  Esta  participa  también 
activamente  de  la  copulación,  volviendo  la  punta  fina  y 
expansiva  del  vientre  hacia  adelante,  prendida  entonces  por 
la  tenaza  terminal  del  macho  y  sostenida  en  unión  fija, 
cuando  el  macho  mete  en  la  apertura  genital  su  verga  larga 
cubierta  con  muchísimas  espinas  finas,  como  le  pinta  bien 
Lansdown  Güilding  (fig.  2).  En  este  estado  quedan  jun- 
tos, como  ya  he  diche,  los  dos  individuos  mas  de  una 
hora. 

La  cuestión  es  saber  si  un  macho  se  junta  con  diferentes 
hembras,  como  en  el  caso  de  los  Psychidae  de  Europa,  se- 
gún la  observación  de  Hoffman.  Es  posible  esto  también 
en  nuestro  bíeho  canasto,  porque  el  macho,  que  he  matado 
después  de  haber  estado  una  hora  en  el  acto  de  la  copula- 
ción, ha  tenido,  anatómicamente  examinado,  aun  muchísi- 
mos espermatozoides  en  sus  órganos  internos.  Estos  corpús- 
culos moleculares  de  la    esperma  viril  son  de   figura  de 


—  98  — 
Suplemento  al  anexo  núm.  11,  pág.  28 

De  paso  últimamente  por  Buenos  Aires  el  señor  profesor 
B.  A.  Gould,  Director  del  Observatorio  Astronómico  en 
Córdova,  he  mostrado  á  él  los  pliegos  ya  imprimidos  del 
.Boletin,  para  se  impusiera  de  su  contenido,  y  viendo  el 
anexo  no.  11,  me  ha  dicho,  que  los  datos  sobre  la  contrata- 
ción del  señor  D.  C.  SellacTc  no  son  exactos,  y  me  ha  escrito 
la  carta^sig  diente,  para  corregir  estas  noticias,  avisándome 
que  su  informe,  imprimido  en  el  Boletín  Oficial  de  la 
Nación,  Año  IV.  pt.  1.  no.  8S3.  pág.  302,  dá  los  pormeno- 
res de  este  asunto. 

Buenos  Aires,  Abril  22  de  1874. 

D¡\  Burmeister. 

My  dear  Sir: 

At  your  request  y  take  the  liberty  of  adding  a  few  words  of 
correction  to  the  accouut  given  by  you  of  the  relations,  whieh 
Dr.  Sellad-  held  toward  me. 

It  is  a  mistake  that  this  person  vas  sent  to  me  by  any  society 
whatever.  My  eudeovors  to  obtain  a  liberal  subscription  for  this 
purpose  having  failed  of  fall  success.  Y  requested  my  fricud,  Mr. 
Rotherford  in  New  York,  to  engage  a  photographer  as  my  prívate 
assistant,  and  to  cause  him  to  be  inatructed  in  the  astronomical 
applications  of  his  art. 

The  photographer  engaged  was  the  person  alludedto,  who  has 
been  knowa  iu  this  country  under  de  ñame  of  Sellad:  His 
expenses  of  every  kind,  transportación,  materials,  apparatns, 
salary  and  subsistance  were  depayed  by  me  and  by  me  alone ;  and 
the  theory  of  his  having  been  sent  by  an  American  Society  to  the 
work,  for  whieh  I  paid  him,  and  which  he  did  not  perfora),  was 
bis  own  invention  and  withont  foundation  in  truth. 

Very  respectfully 

Your  friend  and  servant 

B,  A.  Gould. 


M 


m 


FÉ  DE  ERRORES  TIPOGRÁFICOS 


Pag.     8.  fila  16  de  arriba  léase:  mayor  en  lugar  de  mavor 


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-12  de  abajo 
-12  de  arriba 
.  3 

-  i . 

-17 

-  7 

.  7 . 

.  2 

-18  de  abajo 

-15  de  arriba 

-14  de  abajo 


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ellos  los  — 
1874  — 
reglamento- 


-ellas  las 

-1870. 

-  reglamenao 


comunicaciones — eomunicaoiones 

comunicarles comunicarles 

al  el. 


u  Saussuse— 

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1871 

sobre 


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— Sattssitbe. 
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