Skip to main content

Full text of "Boletin de la Sociedad de Biología de Concepción"

See other formats


NANO 
TN 
Ñ SN) 
AOS 
NA 
AIN ) 
TIOS y 

Y RAS 
NO 


NOA 


SN 


O 
ONO 


NOS 
ION 


[Mélica os e Os: Nac. Hist. Nat.) 
Hugo. ¡Campos C. (U. Austral) 
Ñ Edmundo Pisano V. (U: IVERENENES) 

Carlos Ramírez G. (U. Austral) 
de Patricio Rivera (U. Concepción) 
de ¡Manuel Rodríguez LOL Austral) 

Mario Rosenmann A. (U: de Chile) 
Francisco Saiz G. (UL. Católica, Valparaíso) 
? Bernabé Santelices G. (P. U. Católica) 

“Roberto P. Schlatter (U: Austral) 

PAS Federico Schlegel (FAO) 

Mario Silva O. (U. Concepción) 
seo Haroldo Toro G. ((U. Católica, Valparaíso) 

+ Luis Vargas E. (P. U. Católica) 

Juan Vial C. (P. U: Católica) 

ES Ennio Vivaldi C. (U. Concepción) 

E Raúl Zemelman Z. (U. Concepción) 
Nibaldo Bahamonde N. (0. de Chile) 
¡Germán Pequeño R. (U. Austral) 
'Krisler Alveal V. (U. Concepción) 


DURA 


AE 


me 


hd 


BOLETIN 
DE LA 
SOCIEDAD DE 
BIOLOGIA 


DE 


CONCEPCION 


TOMO 67 
CONCEPCION 
1996 


BOLETIN DE LA SOCIEDAD DE BIOLOGIA 
DE CONCEPCION - (CHILE) 
ISSN 0037 - 850X 


Organo oficial de las Sociedades de Biología 
y Bioquímica de Concepción 


Publicación auspiciada por la Universidad de Concepción 


TOMO 67 AÑO 1996 


CONTENIDO 


EVELYN M. HABIT y JUAN CARLOS ORTIZ. Ciclo reproductivo de Phymaturus flagellifer 
CEA osa roo oO 7 


VICTOR H. RUIZ R. Ictiofauna del Río Laja (VIII Región, Chile): Una evaluación preliminar ..... 15 


GERMAN PEQUEÑO R. y JULIO LAMILLA G. Peces de la familia Serranidae en las Islas Des- 
venturadas, Chile (Osteichthyes, Perciformes) ..cooconoconocinononononanonnonnnonconnnonconnonncononnnnonnononnnncnncnnnooncnnooo 23 


JOAQUIN H. IPINZA-REGLA, MARIA A. MORALES y VERONICA AROS. Hermetismo entre 
RSE O ROA ORO 33 


R. MURUA, L.A. GONZALEZ, M. GONZALEZ y C. JOFRE. Efectos del florecimiento del arbusto 
Chusquea quila (Poaceae) sobre la demografía de poblaciones de roedores de los bosques templados 
AE NS ci Ra o ER Sl) 


ROLANDO P. MONTOYA, PATRICIA I. GOMEZ, MARIELA A. GONZALEZ, MARIO HENRI- 
QUEZ y ARTURO CANDIA. Amplificación de genes por PCR y su aplicación al estudio de la bio- 


O ios 43 
MARCO A. RETAMAL y MARIA E. NAVARRO. Nuevo registro de Leptograpsus variegatus 

Fabricius, 1793, en el Pacífico Sur Oriental (Decapoda, Grapsidae) ..ooooncccncionnnnnnonnccnocanononconcnoso 53 
MARIA ETCHEVERRY. Trayectoria científica de Jorge Arrau Escobar (1939-1993) .ooccccoccc.... 57 
NIBALDO BAHAMONDE N. Perspectivas de desarrollo de la zoología en los próximos años ..... 61 


ROBERTO MELENDEZ C. y GERMAN PEQUEÑO R. Peces móridos de las Islas Desventuradas 
(MelcosteriGaditomnes Monda eo SIA O iaa E ic 69 


JORGE N. ARTIGAS. Martintella a new name for Martinella Artigas 8 Papavero, 1995 (Diptera, 
ASA A O O A O a in e iaa 75 


A e o o e EA <A NR a NN o 


e 
ES 


e 


o id rc ci il ll ii ici A rr e 


ra orig amo dl 0) BULJAD MAUL Y TIA 


AGA hr e Ad AR Abd HI RRA ALO pr A 


e 


a pra sides li Y Alte 


UA AA mr dd 


PANA dr nidad ide iras q adi ji idpd ns: Parma 


s0ñaH oi ADO ARA SEDO ACIITAS ALO 
LS sb: ln narices ana 9d Mier pei 

przal ryan A mn; da N dad e ve > aber PON PSA HIRO 
0 m mm PASÓ saca ARAYA Ñ als A : 


ale tae ci put | o 


paa ad a a do ems ed A Ara pide A 


Bol.Soc. Biol. Concepción, Chile, Tomo 67, pp. 7-14, 1996 


CICLO REPRODUCTIVO DE PHYMATURUS FLAGELLIFER 
(REPTILIA, TROPIDURIDAE) 


Reproductive Cycle of Phymaturus flagellifer (Reptilia, Tropiduridae) 


EVELYN M. HABIT* Y JUAN CARLOS ORTIZ** 


RESUMEN 


Se caracteriza el ciclo reproductivo de una población de P. 
flagellifer que habita en el Parque Nacional Laguna del Laja, 
Chile. Se capturaron 143 ejemplares entre octubre de 1986 y 
marzo de 1987, de los cuales 57 (31 hembras y 26 machos) 
fueron utilizados para determinar el ciclo reproductivo. Los 
machos fueron analizados realizando cortes histológicos de 
testículos y en las hembras midiendo los folículos ováricos, 
huevos y nonatos. Se determinó que la cópula ocurre entre 
febrero y marzo, cuando los machos se encuentran en el pico 
reproductivo. Entre abril y mayo comienza la hibernación, por 
lo que el nacimiento de los infantiles ocurre al año siguiente, 
entre enero y febrero. Además, se determina que algunas hem- 
bras dan a luz y no son fecundadas durante el mismo período, 
mientras otras copulan para dar a luz al año siguiente. 


INTRODUCCION 


Los ciclos reproductivos en reptiles se encuen- 
tran estrechamente relacionados con factores am- 
bientales (Duvall et al., 1982). La reproducción de 
los lagartos en zonas templadas presenta ciclos 
estacionales característicos, con un período de acti- 


*Centro EULAChile, Casilla 156C, Universidad de Con- 
cepción, Concepción, Chile. 

**Departamento de Zoología, Universidad de Concepción, 
Casilla 240710, Concepción, Chile. 


ABSTRACT 


The reproductive cycle of a population of Phymaturus 
flagellifer from Parque Nacional Laguna del Laja, was 
characterized. We captured 143 individuals from October 1986 
through March 1987, and 57 (31 females and 26 males) out over 
143 were analyzed for establishing their reproductive stages. 
Males were analyzed by studing the spermatogenic stages and 
females by measuring ovaric folicles, eggs and embryos/fetuses. 
Fecundation period occurs during February - March, coinciding 
with the reproductive peak of the males. Hibernation begins 
during April -May, and the birth of infants takes place during 
January - February of the following year. However, it was found 
that some females give birth but do not getinseminated, but only 
after hibernation. 


KEYWORDS: Reproduction. Viviparity. Phymaturus 
Jlagellifer. Chile. 


vidad reproductiva en los meses de primavera y una 
de inactividad en los meses de otoño e invierno 
(Fitch, 1970; Heatwole, 1976; Fox, 1977). La estra- 
tegia reproductiva más común es la oviparidad, 
pero los lagartos pueden presentar estrategias de 
ovoviviparidad e incluso viviparidad, dependiendo 
de factores ambientales como la altitud, latitud, 
temperatura, precipitación, humedad y fotoperíodo 
(Guillette et al., 1980; Guillette, 1982). 
Phymaturus flagelliferes un lagarto altoandino, 
saxícola y herbívoro (Lamborot y Navarro, 1984), 
distribuido en Chile entre los 32? y 37% S. La 
población de P. flagellifer presente en el Parque 
Nacional Laguna del Laja habita bajo condiciones 


de clima muy severas durante el invierno (Ortiz, 
1993), lo que implica que este tipo de lagartos 
presenta largos períodos de hibernación (Gregory, 
1982). La actividad reproductiva queda restringida 
a un período corto, en el cual se debe desarrollar 
alguna estrategia reproductiva que les permita ase- 
gurar su descendencia. En el presente trabajo se da 
a conocer el ciclo reproductivo de P. flagellifer, de 
cuya reproducción poco o nada se conoce (Donoso 
Barros, 1966; Cei, 1986). 


MATERIALES Y METODOS 


Los ejemplares fueron capturados en el Parque 
Nacional Laguna del Laja (VII Región, 37% 20” S; 
71% 18” O; 1.700 ms.n.m.) durante los meses de 
octubre de 1986 a marzo de 1987. Paralelamente, se 
realizaron observaciones del comportamiento (Habit 
y Ortiz, en prensa), que permitieron determinar los 
períodos de actividad diarios y estacionales, así 
como la época en que se realiza la cópula. 

El clima del Parque se caracteriza por presentar 
abundantes precipitaciones en forma de nieve entre 
junio y septiembre, alcanzando a 2.170 mm en un 
año normal. La temperatura media en invierno es de 
0.3 *C (Ortiz, 1993). 

Se capturó un total de 143 ejemplares (72 hem- 
bras y 71 machos), los cuales fueron medidos y 
pesados en terreno. De éstos, 57 individuos (31 
hembras y 26 machos) fueron sacrificados para el 
análisis de su estado reproductivo, fijándose con 
inyección de formalina al 10% para luego ser con- 
servados en alcohol al 70%. Estos fueron deposita- 
dos en la colección herpetológica del Museo de 
Zoología de la Universidad de Concepción (MZUC). 

Los datos obtenidos a partir de los 143 ejempla- 
res que fueron medidos permitió determinar la 
relación longitud-peso y las clases de tamaño por 
sexo. Para ello los datos de longitud hocico-cloaca 
(mm) y peso (gr) fueron ajustados a un modelo de 
regresión multiplicativo para cada sexo. La compa- 
ración de las pendientes de regresión entre machos 
y hembras se realizó mediante la prueba tde Student 
(Zar, 1984). 

El ciclo reproductivo de las hembras fue estu- 
diado removiendo los ovarios y los oviductos. Los 
folículos en vitelogénesis, huevos oviductales y 
nonatos fueron contados y medidos con un vernier 
digital 0,001 mm de precisión. La madurez de los 
folículos se determinó en función de su tamaño, 
considerando a aquellos iguales o mayores a 3 mm 
como folículos maduros (Vitt, 1982; Rodríguez- 


PESO (9) 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


Ramírez y Lewis, 1991). El ciclo reproductivo y las 
clases de tamaño de las hembras se establecieron de 
acuerdo al tamaño de sus folículos o huevos, al 
estado de desarrollo en que éstos se encontraban y 
a su ubicación dentro del sistema reproductor (ova- 
rio u Oviducto). Estos datos fueron complementa- 
dos con el mes de recolección y la LHC. Paralela- 
mente se realizaron experiencias de marcaje y 
recaptura de 10 hembras, las cuales fueron medidas 
(LHC) y pesadas en cada ocasión de recaptura, para 
verificar probables pérdidas de peso por alumbra- 
miento, entre noviembre de 1986 y marzo de 1987, 
con un mínimo de dos capturas por hembra. 

Para determinar el estado reproductivo de los 
machos se midió el eje mayor del testículo derecho, 
individualizándolo junto al epidídimo para luego 
realizar cortes histológicos de ambos. Los cortes de 
7 um fueron teñidos con hematoxilina de Mayer y 
contrastados con floxina. La nomenclatura utiliza- 
da para la descripción de los estados espermatogé- 
nicos corresponde a la proporcionada por Mayhew 
y Wright (1970). Las clases de tamaño y ciclo 
reproductivo de los machos fueron establecidos en 
base al tamaño corporal, tamaño testicular, estado 
espermatogénico y fecha de recolección. 


RESULTADOS 
Relación Longitud-Peso 


La relación longitud-peso de machos y hembras 
resultó altamente significativa (r =0.98 y r = 0.94, 
p< 0.0001), (Fig. 1), mientras que las pendientes de 
regresión no fueron diferentes entre ambos sexos 
(t = -0.506, 137 g.1., p > 0.05). 


40 
El Machos a 
log Peso = -10.386 + 3.03 log Longitud Ve 
35 +4 u Poo 
O Hembras 000 O 
log Peso = - 10.508 + 3.05 log Longitud %, $, ? 
30 + a 
AN 7) 
[-] Y? 
25 — 5 E " 
en 
20 + a ea 
15 mo E 
e 
[-] 
ue » 
10 +4 
Bo 
5 s» E 
0 y 
05 T T T T T T 
40 50 60 70 80 90 100 110 


LONGITUD (mm) 
FIGURA 1. Relación longitud-peso de machos y hembras. 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


Estado reproductivo 


Hembras: La longitud hocico-cloaca(LHC)fluc- 
tuó entre 42.9 y 100.1 mm. Las hembras menores a 
84,7 mm LHC presentaron sólo folículos en los 
ovarios. De éstas, aquellas menores a66,0 mm LHC 
tenían folículos transparentes y pequeños (0,75 a 
2,00 mm de diámetro), mientras que las hembras 
entre 66,0 a 84,7 mm LHC presentaron folículos 
levemente más opacos pero no mayores a 3,00 mm 
de diámetro. Aquellas mayores a 84,7 mm presen- 
taron folículos en vitelogénesis, los que midieron 
hasta 4,8 mm. Las hembras mayores a 86,0 mm LHC 
presentaron huevos desarrollados y nonatos. 

Las hembras con folículos en vitelogénesis co- 
rrespondieron a aquéllas capturadas en los meses de 
octubre, febrero y marzo. Ejemplares recolectados 
en octubre y diciembre presentaron huevos en el 
oviducto y los nonatos aparecieron sólo en hembras 
capturadas durante el mes de febrero (Tabla 1). 


Tabla I. Ubicación, número y talla de huevos y neonatos en los 
diferentes meses. N = número de hembras. 


Fecha N Estado de Rango de Posición N* por 

Desarrollo Tamaño (mm) Hembra 
Marzo 4 Folículo Vitelino  13.16-18.78 Ovario 2 
Octubre 3 Folículo Vitelino  11.79-13.14  Ovario 2 
2 Huevo* 22.29-23.02  Oviducto 2 

Diciembre 3 Huevo* 17.04-23.02  Oviducto 162 
Febrero 3 Folículo Vitelino  1.00-13.00  Ovario 2 


2 Nonato 37,34-38.00** Oviducto 162 


*En los huevos en el oviducto se advierte la presencia de un embrión. 
**Los nonatos fueron medidos enrollados dentro del oviducto. 


Las hembras con nonatos presentaron muy po- 
cos restos o ausencia de contenido estomacal, y sus 
estómagos se encontraban fuertemente comprimi- 
dos. 


Tamaño potencial de la camada y época de 
nacimientos 


El tamaño potencial delacamada de P. flagellifer 
es de una o dos crías. Ninguna hembra estudiada 
presentó más de dos huevos en desarrollo, y sólo 
uno o dos nonatos en los oviductos. 

Laépoca de nacimientos ocurre desde mediados 
de enero a fines de febrero, cuando se encuentran 
ejemplares infantiles en terreno, desde 48,7 a 52,0 
mm LHC (con un promedio de peso de 3.8 g). Los 
nonatos encontrados en los oviductos de las hem- 


bras de febrero midieron, una vez extendidos, entre 
46,0 y 47,8 mm LHC. Además, dos de las hembras 
marcadas y recapturadas durante la segunda quin- 
cena de enero sufrieron pérdidas de peso de 7,5 y 
11,2 gen un lapso detres días (Fig. 2), que concuer- 
da con el peso promedio de los tres nonatos encon- 
trados en los oviductos (4,1 g). 


A AAA 
30 ”ó 


40 


PESO (9) 


5 
N D E F M 
MESES 


FIGURA 2. Registro del peso (gr) de 10 hembras marcadas y 
recapturadas entre enero y diciembre. La flecha indica las 
pérdidas de peso por alumbramientos. 


Clases de tamaño de hembras 


De acuerdo al estado reproductivo de las hem- 
bras analizadas, se establecen las siguientes clases 
de tamaño: 


Clase I: Infantiles yjuveniles: 48,0-65,0mmLHC, 
con folículos menores a 2 mm de diáme- 
tro. Se consideran infantiles aquellos in- 
dividuos que midieron entre 48,0 y 52,0 
mm LHC y que corresponden a los indi- 
viduos más pequeños encontrados. Aque- 
llos individuos entre 53,0 y 65,0 mm 
LHC fueron designados como juveniles. 


Inmaduros: 66,0-84,9 mm LHC. Las 
hembras en esta clase de tamaño corres- 
ponden a aquéllas aún sexualmente in- 
maduras, con folículos entre 2 y 3 mm de 
diámetro. 


Clase MI: Adultos: > 85,0 mm LHC. Las hembras 
en clase de tamaño III son sexualmente 
maduras y son potencialmentereproducti- 
vas. 


Clase II: 


Machos: El tamaño de los machos fluctuó entre 
53.5 y 103.2 mm LHC. El tamaño de las gónadas 


varió de acuerdo al mes de muestreo y a la longitud 
hocico cloaca del ejemplar. Los individuos entre 
53,5 y 80,0 mm de LHC, se caracterizaron por 
presentar testículos sin lumen en los túbulos 
seminíferos y rodeados por pocos fibroblastos. El 
epitelio germinal constó sólo de células de Sertoli y 
espermatogonias (Fig. 3.1). Por el contrario, todos 
los ejemplares mayores a 80,0 mm LHC presenta- 
ron algún estado espermatogénico entre los meses 
de octubre y marzo. 

La media del tamaño testicular de machos adul- 
tos fue 5,34 mm en noviembre; 7,13 en diciembre; 
7,06 mm en enero; 7,06 mm en febrero y 6,47 en 
marzo. Los machos con testículos menos desarro- 
llados correspondieron a un ejemplar de marzo y 
uno de noviembre (100,40 mm LHC y 5,34 mm; 
87,88 mm LHC y 4,00 mm, respectivamente). 

Los estados espermatogénicos encontrados en 
los diferentes meses de muestreo fueron los si- 
guientes. Los ejemplares de noviembre se encontra- 
ron en estado espermatogénico 2 (Fig. 3.11). En 
ellos los túbulos seminíferos se caracterizaron por 
la presencia de espermatocitos primarios en el mar- 
gen luminal y algunas espermatogonias en el borde 
interno. Tanto el lumen como las células columnares 
del epidídimo se encontraron poco desarrollados. 
Los machos recolectados durante el mes de diciem- 
bre alcanzaron estado espermatogénico 3 (Fig. 3.11), 
el que se caracterizó por la presencia de espermato- 
citos secundarios en el borde del lumen. Además, 
las células de Sertoli, espermatogonias y esperma- 
tocitos primarios se encontraron desde la base del 
túbulo hacia el lumen. Los individuos de enero 
presentaron estado 5 (Fig. 3.1V), en el que los 
túbulos seminíferos tienen espermátidas en meta- 
morfosis en el margen luminal. El diámetro de los 
túbulos seminíferos se caracterizó por ser mayor al 
observado en machos de noviembre y diciembre. 
Los machos de febrero presentaron estado esperma- 
togénico 6, o pico reproductivo (Fig. 4.1). En ellos, 
los túbulos seminíferos mostraron gran cantidad de 
espermatozoides tanto en el margen como dentro 
del lúmen. Todos los restantes estados de las células 
germinales se encontraron presentes y con abun- 
dante cantidad de gametos maduros en el epidídimo 
(Fig. 4.1). En marzo, algunos machos aún presen- 
taron estado 6, sin embargo, la mayoría se encontra- 
ron en estado 7 o regresión testicular temprana 
(Figs. 4.111 y 4.IV). En ella los túbulos seminíferos 
se caracterizaron por una desorganización del epi- 
telio germinativo y desechos celulares en el lumen. 


10 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 
Clases de tamaño de los machos 


A partir delos datos de tamaño corporal, testicular 
y estado espermatogénico se establecen las siguien- 
tes clases de tamaño: 


Clase I: Infantiles y juveniles: 48,7-64,9 mm LHC. 
Machos con testículos sin lumen en los 
túbulos seminíferos. Se consideran infan- 
tiles alos individuos entre 48,7 y 52,9 mm 
LHC, y juveniles aquéllos entre 53,0 y 
64,9 mm LHC. 


Clase II: Inmaduros: Individuos entre 65,0 y 79,9 
mm LHC. Machos sexualmente inmadu- 
ros, con testículos sin lumen en los túbulos 
seminíferos. 


Clase III: Adultos: >80,0 mm LHC. Machos sexual- 
mente maduros y potencialmente repro- 
ductivos. 


Ciclo reproductivo de Phymaturus flagellifer 
(Fig. 5) 


De acuerdo a las observaciones realizadas en 
terreno y a la información obtenida del análisis 
gonádico se postula el siguiente ciclo reproductivo. 
La cópula ocurre durante el mes de febrero y co- 
mienzos de marzo, época en que fue observada en 
12 oportunidades y los machos se encuentran en 
estado espermatogénico 6. Durante los meses de 
abril a junio, cuando los machos se encuentran en 
regresión testicular, y algunas hembras están fecun- 
dadas, comienza la hibernación, debido ala caída de 
nieve y bajas temperaturas. 

La emergencia desde el estado de hibernación 
ocurre conjuntamente con los incrementos de la 
temperatura, durante el mes de octubre. Los machos 
adultos emergen en estado testicular 1 ó 2 para 
comenzar la espermatogénesis, la que se completa- 
ráen febrero. Las hembras, en cambio, se dividenen 
dos grupos que emergen con estados reproductivos 
diferentes. Aquellas que fueron fecundadas en fe- 
brero de ese año presentan embriones en los oviduc- 
tos (tal como las hembras encontradas en octubre), 
los que continuarán su desarrollo hasta enero o 
febrero del año siguiente, cuando ocurren los naci- 
mientos. Las demás hembras corresponden a aque- 
llas que se encontraban grávidas el verano anterior. 
Estas comienzan su vitelogénesis luego del alum- 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


DURA 


se 
do cl 
load 


MN 

Win, 
mo 

iy 


MO 
AN 


3; IV) Estado espermatogénico 5. Rótulos: A) núcleo célula de Sertoli; B) espermatogonia; C) espermatocito primario; D) 
espermatocito secundario; E) espermátidas en diferenciación. 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


FiGURA 4. I) Túbulo seminífero en estado espermatogénico 6; II) Epidídimo en estado 6; II) Túbulo seminífero en estado 
espermatogénico 7; IV) Epidídimo en estado 7. Rótulos: A) espermatozoides; B) espermátidas; C) espermatocitos secundarios; D) 
células columnares; E) desechos celulares. 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


FIGURA 5. Ciclo reproductivo de P. flagellifer. Desde el exterior 
del círculo hacia adentro se indican los meses del año (iniciales), 
el ciclo de hembras y el ciclo de los machos. 


bramiento (lo que se infiere a partir de los folículos 
vitelinos encontrados en hembras de marzo y octu- 
bre), pero pronto entran en hibernación. Por lo 
tanto, su estado reproductivo al emerger es el co- 
mienzo o continuación de la vitelogénesis. 


DISCUSION 


El cicloreproductivo propuesto para P. flagellifer 
sugiere que las hembras no dan a luz todos los años, 
sino que año por medio. Este patrón no es común en 
reptiles, incluso para aquellos lagartos que habitan 
en condiciones similares, en los que la fecundación 
se produce al momento de la emergencia de la 
hibernación, tal como en Sauromalus obesus 
(Johnson, 1965). Ello podría ocurrir en P. flagellifer 
si se disminuyera el tiempo del desarrollo ovular y 
se depositara el vitelo antes de entrar en hiberna- 
ción. Sin embargo, las hembras grávidas pasan por 
un período de inanición, debido a que sus estóma- 
gos se encuentran fuertemente comprimidos por la 
presión que ejercen los nonatos, obstaculizando su 
capacidad de alimentación. Por ello necesitan un 
lapso de recuperación y acumulación de reservas 
para el invierno luego de los nacimientos, y antes de 
entrar en hibernación. Por otro lado, a pesar de que 
en P. flagellifer la vitelogénesis puede. comenzar 
previo a la hibernación, las hembras no pueden ser 
fecundadas a comienzos de primavera (septiembre- 


octubre), ya que los machos se encuentran en esa 
época en estado espermatogénico 2. Considerando 
lo anterior, los huevos con embriones encontrados 
durante los meses de octubre y diciembre deben 
haber sido fecundados el verano anterior. 

De igual forma, los machos presentan su estado 
de reproducción plena (estado 6) al tiempo de la 
ovulación de las hembras. Este período tiene una 
duración relativamente breve, lo cual es compara- 
ble a lo observado en Liolaemus nigromaculatus 
kuhlmani (Ortiz y Zunino, 1976), Sceloporus 
scalaris (Newlin, 1976) y S. virgatus (Ballinger y 
Ketels, 1983), todas con una sola postura al año, lo 
cual implica un menor esfuerzo reproductivo que en 
especies con múltiples posturas (Ballinger y Ketels, 
1983). La breve época de cópulas de P. flagellifer 
está acompañada de un intenso despliegue de com- 
portamientos territoriales y jerárquicos (Habit y 
Ortiz, 1995; Habit y Ortiz, en prensa). Ellos asegu- 
ran el encuentro de los machos con las hembras 
aptas para ser fecundadas y la protección de las 
hembras grávidas. Así, el corto período de repro- 
ducción es aprovechado para una actividad repro- 
ductiva que signifique un breve esfuerzo en la 
producción de gametos, pero un mayor esfuerzo en 
asegurar la fecundación y el nacimiento de los 
infantiles. 

Por lo tanto, P. flagellifer produce una postura 
de 16 2 individuos al año, reteniendo los huevos y 
asegurando la supervivencia del embrión, al contra- 
rio de lo que ocurre en especies que habitan en 
ambientes temperados (Andrews y Rand, 1974). 
Esta característica, más un período de gestación 
prolongada (1 año), sugieren que P. flagellifer es 
una especie viví para, tal como lo había mencionado 
Donoso Barros (1966). Dicha estrategia reproduc- 
tiva, más una organización social, sugiere una adap- 
tación especial de esta población a un hábitat alta- 
mente inhóspito. 


AGRADECIMIENTOS 


Agradecemos a la Dirección de Investigación 
de la Universidad de Concepción que financió par- 
cialmente este estudio (Proyecto 92.38.24-1); a la 
Coorporación Nacional Forestal (CONAP); al Labo- 
ratorio de Biología del Desarrollo de la Universidad 
de Concepción por su cooperación para realizar los 
cortes histológicos; a Pedro Victoriano y Héctor 
Ibarra por su ayuda en terreno y al Dr. Miguel 
Cristie por la revisión del manuscrito. 


13 


BIBLIOGRAFIA 


Andrews, R. y A.S. Rand. 1974. Reproductive effort in anoline 
lizards. Ecology 55: 1317-1327. 

Ballinger, R.E. y D.J. Ketels. 1983. Male reproductive cycle of 
the lizard Sceloporus virgatus. Journal of Herpetology 
17(1): 99102. 

Cei, J.M. 1986. Reptiles del centro, centro-oeste y sur de la 
Argentina. Herpetofauna de las zonas áridas y semiáridas. 
Mus. Reg. di Sc. Nat. Torino. Monografie IV. Mendoza, 
Argentina. 527 págs. 

Donoso Barros, R. 1966. Reptiles de Chile. Ed. Universidad de 
Chile, Santiago, Chile. 458 págs. 

Duval, D., L.J. Guillette, y R. Jones. 1982. Environmental 
control of Reptilian reproductive cycles. En: C. Gans (ed). 
Biology of the Reptilia. Academic Press. Vol. 13: 201-223. 

Fitch, H.S. 1970. Reproductive cycles in lizards and snakes. 
Univ. Kansas Mus. Nat. Hist., Lawrence. 

Fox, H. 1977. The urogenital system of reptiles. En: C. Gans 
(ed). Biology of the Reptilia. Academic Press. Vol 6: 1 157. 

Gregory,P. 1982. Reptilian hibernation. En C. Gans (ed). Biology 
of the Reptilia. Academic Press. Vol 13: 53-154. 

Guillette, L.J. 1982. The evolution of viviparity and placenta- 
tionin the high elevation, mexican lizard Sceloporus aeneus. 
Herpetologica 38(1): 94-103. 

Guillette, L.J., R.E. Jones. K. Fitzgerald y H. Smith. 1980. 
Evolution of viviparity in the lizard genus Sceloporus. 
Herpetologica 36(3): 201-215. 

Habit, E. y J.C. Ortiz. 1995. Ambito de hogar de Phymaturus 
flagellifer (Reptilia, Tropiduridae). Boletín Sociedad de 
Biología de Concepción. Vol. 65. (En prensa). 


14 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


Habit, E. y J.C. Ortiz. (En prensa). Patrones de comportamiento 
y organización Social de Phymaturus flagellifer (Reptilia: 
Tropiduridae). Actas del II Congreso Latinoamericano de 
Herpetología. Mérida, Venezuela. 

Heatwole, H. 1976. Reptile Ecology. University of Queensland 
Press, St. Lucia. 

Johnson, S.R. 1965. An ecological study of the chuckwalla 
Sauromalus obesus Baird, in the Western Majove D Desert. 
The American Midland Naturalist 73(1): 129. 

Lamborot, M. y J. Navarro Suarez. 1984. Karyotypes and sex 
determination in Phymaturus flagellifer Molina (Iguanidae). 
Herpetologica 40(3): 258264. 

Mayhew, W. y S. Wright. 1970. Seasonal changes in testicular 
histology of three species of the lizard genus Uma. J.Morph. 
130: 163-186. 

Newlin, M.E. 1976. Reproduction in the bunch grass lizard, 
Sceloporus scalaris. Herpetologica. 32: 171-184. 

Ortiz, J.C. y S. Zunino. 1976. Ciclo reproductor de Liolaemus 
nigromaculatus kuhlmani. An.Mus.Hist.Nat. Valparaíso. 
9: 127-132. 

Ortiz, J.C. 1993. Areas silvestres protegidas de la VIII Región. 
En: Una visión caleidoscópica de los recursos naturales. 3: 
49-68. 

Rodríguez-Ramírez, J. y A. Lewis. 1991. Reproduction in the 
Puerto Rican teiids Ameiva exsul and A. wetmorei. 
Herpetologica 47(4): 395-403. 

Vitt, L.J. 1982. Reproductive tactics of Ameiva ameiva (Lacertlia: 
Teiidae) in a seasonally fluctuating tropical habitat. Can. J. 
Zool. 60: 3113-3120. 

Zar, J. 1984. Bioestatistical analysis. 2% Edition. 718 págs. 


Bol.Soc. Biol. Concepción, Chile, Tomo 67, pp. 15-21, 1996 


ICTIOFAUNA DEL RIO LAJA (VIII REGION, CHILE): UNA 
EVALUACION PRELIMINAR 


The Rio Laja ichthyofauna (VIII Region, Chile): A 
preliminary evaluation 


VICTOR H. RUIZ R.* 


RESUMEN 


Se estudió la fauna íctica de 16 localidades de muestreo en 
el río Laja (VI Región). Encada unase analizó la riqueza espe- 
cífica, abundancia relativa y diversidad. 

Se encontró un total de 11 especies, de las cuales 3 son 
introducidas (Oncorhynchus mykiss, Salmo trutta y Gambusia 
affinis) y 8 son autóctonas. La especie dominante es 
Trichomycterus areolatus y O. mykiss es la especie de más 
amplia distribución en el área de estudio. Se entregan patrones 
de distribución y requerimientos de hábitat. 


INTRODUCCION 


Frente a la creciente contaminación y alteración 
de los hábitats naturales se ha resaltado la necesidad 
de conservar la biodiversidad en ambientes acuáti- 
cos (American Fisheries Society 1992), tanto de 
especies de invertebrados (Ward, 1984) como ícticas 
(Maitland y Lyle, 1991); (Arratiaetal. 1981; Arratia, 
1983; Glade, 1988). Tal gestión de conservación de 
la biodiversidad en ecosistemas acuáticos dulcea- 
cuícolas no puede llevarse a cabo sin un adecuado 


*Depto. de Zoología, Casilla 2407. Universidad de Concep- 


ción. Concepción-Chile. 


ABSTRACT 


Speciesrichnessrelative abundance and taxonomic diversity 
of Laja river (Chilean VIIIth Region) ichthyofauna in 16 sam- 
pling stations were studied. 

Itwas found that eight out of 11 collected species are native 
and the remaining three introduced ones (O. mykiss, Salmo 
trutta y Gambusia affinis). The native Trichomycterus areolatus 
was shown to be the dominant species and the introduced O. 
mykiss was encountered to have the widest distribution within 
the study area. Distribution patterns and habitat requirements 
are also included. 


KEYWORDS: Laja River. VIII Region. Chile. Freshwater 
Fishes. Biological Aspects. Ecology. 


conocimiento científico del medio y de las especies 
que en él habitan (Boon, 1992). 

Dentro de los ríos chilenos uno de los importan- 
tes es el río Biobío que presenta numerosos afluen- 
tes que contribuyen a aumentar su caudal. Contribu- 
ye a esto en forma significativa el río Laja, que a los 
pies de la Cordillera de la Costa vierte sus aguas 
junto con el Vergara al Biobío. 

Alafecha, no se ha realizado ninguna investiga- 
ción detallada de la ictiofauna del río Laja. Este río 
está sometido en la actualidad a múltiples usos, 
como son la generación de energía hidroeléctrica, la 
extracción de agua para riego, turismo, recreación, 
dilución de aguas residuales urbanas e industriales, 
etc. A pesar de lo anterior, se conoce muy poco 


15 


acerca de las especies de peces presentes en este 
sistema fluvial, así como sobre sus distribuciones, 
dietas, historias de vida y requerimientos de hábitat. 

Si se revisa la literatura científica se encontrará 
que prácticamente no existen estudios acerca de los 
recursos hidrobiológicos del río Laja. La informa- 
ción disponible es escasa y la mayoría de las veces 
sólo se encuentra en informes técnicos de circula- 
ción restringida. En relación ala fauna íctica del río, 
sólo se tiene menciones indicando la presencia de 
algunas especies en determinadas localidades (Mann 
1954; de Buen 1959; Wetzlar 1979; Arratia et al. 
1981), pero no existe un catastro de especies basado 
en una investigación ad hoc. 

En base a lo anterior, los objetivos generales de 
este trabajo preliminar son elaborar un listado deta- 
llado de las especies ícticas presentes en el río Laja 
y estudiar su distribución dentro del sistema. Si bien 
esta investigación tiene un carácter general y en 
buena medida contempla un estudio taxonómico, 
también permitirá caracterizar en forma preliminar 
algunos aspectos de la ictiofauna del río Laja perti- 
nentes ala gestión ambiental del ecosistema fluvial. 


MATERIALES Y METODOS 
1. Area de Estudio: 


El río Lajanace enla Laguna de la Laja(37%20'”S; 
71%18”0), cuerpo lacustre de gran tamaño (112 
km?) (Wetzlar, 1979). Ubicado en la cordillera de 
“Polcura”, a orillas del Volcán Antuco, situado a 
1.360 m sobre el nivel del mar (Novion, 1971), entre 
las provincias de Ñuble y Biobío (Chile). 

La Laguna de la Laja es de reciente formación, 
Novion (1971) estima que data sólo desde 1851. En 
este sistema no se efectuaron estudios biológicos ni 
ecológicos antes de poblarlo con especies 
salmonídeas. Posteriormente no se han efectuado 
estudios biológicos, salvo el de Wetzlar op. cit., que 
registra allí la existencia de O. mykiss y el trabajo de 
Artigas et al. (1985), que establece la presencia de 
sólo dos especies (O. mykiss y Salmo trutta fario), 
siendo O. mykiss la más abundante. 

El río Laja se orienta con dirección al oeste (si 
eliminamos algunas irregularidades de su curso. En 
promedio lleva un caudal de 65 m'/seg, con un 
máximo en diciembre (75 m'/seg) y un mínimo en 
febrero (58 m'/seg). Después de atravesar el valle 
longitudinal, el río sejunta al Biobíoen San Rosendo. 
En esta parte su caudal medio es del orden de 200 
m/'/seg. 


16 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 
2. Estaciones muestreadas: 


En total se muestrearon 16 estaciones, durante 
tres salidas a terreno (7 a 10 de noviembre; 13 a 16 
de noviembre y 9 y 10 de diciembre de 1992); 
realizadas desde el nacimiento de río Laja, en la 
Laguna de la Laja hasta la junta con el río Biobío, 
cerca del Pueblo de Laja (Tablas L, II y ID. 


TABLA I. Localización de las estaciones ícticas muestreadas en 
el río Laja entre el 7 y 10 de noviembre de 1992 


Fecha Estación Ubicación 


08/11/92 1 Laguna de la Laja, Estero Chorrillos. 
09/11/92 2 Río Laja, junta con Estero Los Pangues, 
drenaje Biobío. 1,5 km aguas arriba del 
Abanico. (Lagunillas) 
3 Río Laja, El Abanico, drenaje Biobío. 


4 Río Laja, 1 km bajo El Abanico con junta 
Estero Trubunleo. 
5 Río Laja, Pueblo Abanico. 
10/11/92 6 Río Rucue, tributario al río Laja 10 km al 
oeste de la carretera a Antuco. 


TABLA II. Localización de las estaciones ícticas muestreadas 
en el río Laja entre los días 13 y 16 de noviembre de 1992. 


Fecha Estación Ubicación 


13/11/92 7 
14/11/92 8 
14-15/11/92 9 
15/11/92 10 


Río Manco, 4 km al oeste de Polcura. 

Río Laja, Polcura cerca del cementerio. 
Río Laja, Puente, 2 km al sur de Tucapel. 
Río Laja, en el valle 4 km sur de Tucapel. 


11 Río Laja, rama norte, cerca Cruz de Pie- 

dra. 
16/11/92 12 Río Laja Fundo Siberia cerca de Cholguán. 
13 Río Laja, Fundo Curanilahue, 3 km aguas 


arriba del Salto del Laja 


TABLA III. Localización de las estaciones ícticas muestreadas 
entre los días 9 y 10 de diciembre de 1992. 


Fecha Estación Ubicación 


09/12/92 14 Río Laja, La Cantera 7 km abajo del Salto 
del Laja. 

15 Río Laja, 3 km bajo puente Perales, alre- 
dedor de 2 km abajo Salto del Laja. (San 
Isidro) 

Río Laja, aeropuerto de Laja, 800 m aguas 


arriba junta con río Biobío. 


10/12/92 16 


3. Muestreo Biológico: 


Muestreo de peces: se utilizó como arte de pesca 
un equipo de pesca eléctrica, una red barredera y 
una red de arrastre superficial. Los peces fueron 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


fijados con formalina al 10% y trasladados al labo- 
ratorio de Ictiología, Departamento de Zoología, 
Universidad de Concepción. 

En el laboratorio, fueron identificados según las 
descripciones de Eigenmann (1927), Mann (1954), 
de Buen (1959) y Arratia et al., (1981). Para el 
análisis merístico-morfométrico se siguió las reco- 
mendaciones de Hubbs y Lagler (1958) y Nielsen y 
Johanson (1983). Se contabilizó el número de ejem- 
plares capturados por especie aplicando algunos 
parámetros comunitarios tales como: diversidad: 
Indice de Shanon-Weaver (Pielou, 1975); Indice de 
homogeneidad (E) para poder establecer relaciones 
comparativas respecto alas distribuciones de abun- 
dancia entre las estaciones de muestreo e Indice de 
semejanza faunística de Pirlot modificado por 
Duellman (1965). El índice de Shannon-Weaver se 
calculó de acuerdo a la siguiente fórmula: 


S 
H' =3,3219 (Log N - 1/N Y ni Log ni) 
i=1 


Donde: N = número total de individuos de todas las 
especies. 

ni = número de individuos de la especie i. 

3,3219 = factor de conversión de log10 en log2. 


La fórmula de Pirlot es la siguiente: 
26 


En que C = número de especies en común a las 2 áreas. 
N1 = número de especies presentes en un área. 

N2 = número de especies presentes en la segunda área. 
FRE = factor de semejanza faunística. 


Un FRF = 0, indica que no hay especies en 
común en dos áreas y un FRF= 1, indica que todas 
las especies son comunes a las dos áreas. 

Para la confección del dendrograma se hizo uso 
de una matriz (no incluida aquí) y para el tratamien- 
to de los datos se utilizó la técnica UPGMA que usa 
la media aritmética no ponderada (Crisci y López, 
1983). Los valores de similitud son el promedio de 
los valores de similitud entre los pares posibles. 


RESULTADOS 
FAUNA ICTICA DEL RIO LAJA 


a) Lista Sistemática: de las especies encontradas en 
el área de estudio y su nombre vulgar. 


Orden Petromyzoniformes 
Familia Geotriidae 
Género Geotria 
Especie G. australis “lamprea de bolsa” 


Orden Salmoniformes 
Familia Salmonidae 
Género Oncorhynchus 
Especie O. mykiss “trucha arcoiris”. 
Género Salmo 
Especie $. trutta “trucha café”. 


Orden Cypriniformes 
Familia Characidae 
Género Cheirodon 
Especie C. galusdae “pocha”. 


Orden Siluriformes 
Familia Diplomystidae 
Género Diplomystes 
Especie D. nahuelbutaensis “tollo” 


Familia Trichomycteridae 
Género Bullockia 
Especie B. maldonadoi “bagrecito” 
Género Trichomycterus 
Especie 7. areolatus “bagre” 


Orden Atheriniformes 
Familia Atherinidae 
Género Basilichthys 
Especie B. australis “pejerrey chileno”. 


Familia Poecilidae 
Género Gambusia 
Especie G. affinis “gambusia” 


Orden Perciformes 
Familia Percichthyidae 
Género Percichthys 
Especie P. trucha “perca trucha” 


Familia Perciliidae 
Género Percilia 
Especie P. irwini “carmelita” 


b) Distribución cuantitativa de los peces: (Tabla IV). 
Se encontró un total de 11 especies de peces de 
las cuales tres son introducidas (Oncorhynchus 


mykiss, Salmo trutta y Gambusia affinis) y ocho son 
autóctonas (Geotria australis, Cheirodon galusdae, 


17 


Diplomystes nahuelbutaensis, Trichomycterus 
areolatus, Bullockia maldonadoi, Basilichthys 
australis, Percichthys trucha y Percilia irwini). De 
estas últimas, Diplomystes nahuelbutaensis y 
Percilia irwini son especies consideradas en 
peligro a nivel nacional (GLADE, 1988) y las 
restantes se ubican en la categoría de vulnerables. 

La especie dominante es Trichomycterus 
areolatus, con un 33,45% del total de individuos 
capturados. Le siguen Basilichthys australis 
(18,56%), Perciliairwini(18,23%) y Onchorhynchus 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


mykiss 11,52%. Onchorhynchus mykiss es la espe- 
cie de más amplia distribución en el área de estudio. 
Otras especies ampliamente distribuidas son 7. 
areolatus en 11 y P. irwinien 10 estaciones respec- 
tivamente. 

La estación mejor representada con respecto al 
número de ejemplares fue la 16, con 258 peces y 8 
especies. La estación 14 contiene 224 ejemplares y 
9 especies. La estación con menor cantidad de 
ejemplares y de especies resultó ser la número tres, 
con una sola especie y 4 ejemplares. 


TABLA IV. Distribución de las especies ícticas en las distintas estaciones de muestreo del río Laja, total de ejemplares y porcentajes. 


Especie Localidades 1 1 1 1 1 1 1 Total To 
1 2 3 4 5 CAS 9.0 1 A Eli AS Ejempl. 
G. australis 4 4 0,34 
O. mykiss O Y) 4.12 3) ALS ALO 4 25 IA: 134 11,52 
S. trutta 1 1 2 0,17 
C. galusdae 2 1 LS 23 1,98 
D. nahuelbutaensis 16 4 1 1 11 33 2,84 
T. areolatus 5 3 WIN EA LSO MS A A 389 33,45 
B. maldonadoi LES O RA 79 6,79 
B. australis 1 3 1 38 6 168 217 18,56 
G. affinis 1 42 43 3,70 
P. trucha 18 2 ZA: 1 27 2,32 
P. irwini 8 3 29 20 9 Baal má. 2 212 18,23 
TOTALES 18 20 4 12 10 12 11 34 87 67 58 89 151 224 108 258 1.163 10000 


TABLA V. Diversidad según estación. N: número de indivi- 
duos; S: Riqueza específica; H”: Diversidad de Shanon-Weaver; 
Hmax: diversidad máxima; E: equidad. 


Estac. N S ¡5% H max E 

1 18 2 0,991 1 99,1 

2 20 1 0 0 0 

3 4 1 0 0 0 

4 12 1 0 0 0 

5 10 2 1 1 100 

6 12 4 1,96 2) 98 

7 11 1 0 0 0 

8 34 2 0,989 1 98,9 

9 87 6 2,26 2,58 87,4 
10 67 5 1 7/7) 2,32 76,29 
11 58 4 1,08 2 S4 
12 89 6 1,65 2,58 64,14 
13 151 5 0,39 2,32 16,86 
14 224 9 2,06 3,17 64,98 
15 108 9 2,26 3,17 71,26 
16 258 8 1,59, 3 53 


La diversidad es variable entre las distintas 
estaciones estudiadas con una tendencia a aumentar 
a medida que nos acercamos a áreas potamales. La 
menor diversidad se presenta en cuatro estaciones 


18 


(2,3, 4 y 7), con 0 equidad debido a la presencia de 
una única especie (O. mykiss, TablaIV). Encambio, 
La estación 5 presentó una muy alta equidad (100), 
seguida de las estaciones 1, 6, 8 (cercano a 99), 
mientras que la estación 13, presentó el valor más 
bajo (16,86), debido a la gran abundancia relativa 
de la especie Trichomycterus areolatus (Tablas IV, 
V). 

Los valores altos se deben seguramente a que los 
taxa presentes tiene abundancias similares. 

La afinidad íctica de las estaciones deducida del 
dendrograma (Fig. 1) permite distinguir dos gran- 
des grupos a un nivel de 0,5. Con tres subgrupos en 
cada uno, las estaciones (2, 3, 4 y 7) y (3 y 8) con un 
FRF igual a 1 unidos a nivel 0, 66. La estación 1 se 
une a estos dos grupos a un nivel de 0,58. 

En el segundo grupo, conformado por las esta- 
ciones 9 y 12 se une con un ERF igual a 1; con 0,88 
se unen 6 y 10. A estas últimas, se les une la estación 
11 con un nivel de 0,81. Estos dos subgrupos se 
reúnen a un nivel de 0,73. El tercer subgrupo está 
compuesto por las estaciones 14 y 16 unidas a 0,82, 
posteriormente se le unen la estación 15 (0,79) y 13 
(0,68). A 0,63 se unen los tres subgrupos. 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


1.2:3.06.1 80.9 Yo D0 DDD 


0.74 


0.6 + 


FIGURA 1. Dendrograma de afinidad de las estaciones muestreadas 
en el río Laja sobre la base de las especies ícticas recolectadas. 


El primer grupo de estaciones corresponde al 
primer tramo del río Laja, hasta Polcura, siendo el 
hábitat principal de O. mykiss. La laguna de la Laja 
es un área aislada, encontrándose allí O. mykiss y 
Percilia irwini, especie que no había sido reconocl- 
da anteriormente para el área. Cabe destacar que en 
esta oportunidad Salmo trutta, no fue recolectada 
aquí. 

Dentro del área reconocida en el primer grupo, 
se excluye la estación 6 (río Rucue); la cual es afín 
con la estacion 10 (río Laja, en el valle 4 km sur de 
Tucapel), con especies nativas además de O. mykiss. 
Estas estaciones conforman la parte media del río 
Laja junto con las estaciones 9, 12, y 11, en el área 
de Tucapel. 

La parte baja del río está caracterizada desde la 
estación 13, 3 km aguas arriba del salto del Laja, 
hasta la junta con el río Biobío. 


DISCUSION Y CONCLUSIONES 


El conocimiento de la fauna íctica del río Laja se 
limita a los trabajos de Wetzlar (1979) y Artigas et 
al. (1985), el primero en un estudio sobre Salmo 
gairdneril y Salmo trutta en Chile, principalmente 
su biología y manejo y el segundo sobre el conoci- 
miento de la biología y de los hábitos alimentarios 
de Salmo gairdnerii (= O. mykiss) en la laguna de la 
Laja. Allí se establece la presencia de sólo dos 
especies de peces O. mykiss y S. trutta, siendo la 
primera la más abundante. 


En el presente estudio no se recolectó Salmo 
trutta, sin embargo, se registra por primera vez la 
presencia de Percilia irwini. 

De las 11 especies de peces recolectadas en el 
curso del río, sólo una (G. affinis) no fue registrada 
por Campos et al.(1993) para el río Biobío, lo que 
probablemente se debió a las artes de pesca utiliza- 
das o simplemente al azar, ya que en el río Laja se 
presenta en un área próxima a la unión de éste con 
el Biobío. Conociendo los hábitos biológicos de la 
especie, que es sumamente invasora y capaz de 
sobreviviren condiciones extremas de temperatura, 
oxígeno e incluso salinidad, podemos asegurar sin 
temor a equivocarnos que también está presente en 
el Biobío. De hechoes observada en cuerpos lentícos 
dentro de su cuenca (Laguna Chica y Grande de San 
Pedro). 

Es interesante destacar la presencia de 
Diplomystes nahuelbutaensis citado por Arratia 
(1987) para la Hoya del Biobío, pero restringido a 
ciertos sectores más bien relacionados con el Alto 
Biobío. En el Laja se presenta en áreas cercanas a la 
parte baja del río en relación con sectores aislados 
de ritrón. 

Comparado con el Andalién (Ruiz, 1993) su 
ictiofauna se ve notablemente disminuida, ya que 
allí se registran 27 especies de peces incluidos 
cuatro ocasionales, pero relacionados con el siste- 
ma a través de su desembocadura. Sin embargo, 
todas las especies presentes en el Laja se encuentran 
enel Andalién conexcepción de D. nahuelbutaensis. 

Entre el río Biobío, Laja, Andalién se comparte 
la presencia de B. maldonadoi, especie que ha sido 
registrada también en muestreos posteriores a 1994 
para la cuenca del Itata (Comun. Personal, E. Habit, 
1996). 

Comparada la fauna íctica registrada hasta el 
momento en el Laja con el aporte de Habit (1994, 
1996) para el Itata se puede ver que nueve de las 11 
especies son comunes para ambos sistemas, exis- 
tiendo coincidencia en la presencia de las mismas 
especies introducidas (haciendo excepción de 
Ameiurus para el Itata) de manera que en ambos 
sistemas están presentes O. mykiss, S. trutta y G. 
affinis. 

Lo anterior demuestra la amplia distribución 
alcanzada por estas especies en muestro medio y la 
amenaza potencial para algunas especies nativas 
(Ruiz et al., 1993). 

En ambos sistemas (Laja e Itata) se comparte D. 
nahuelbutaensis, S. trutta, O. mykiss, Tri- 
chomycterus sp., B. maldonadoi, B. australis, C. 
galusdae, G. affinis, y P. trucha. Mientras P. irwini 


19 


del Laja es reemplazada aquí por otra “carmelita” 
(P. gillissi). Además en el Itata se registran B. 
bullocki, A. nebulosus, G. maculatus y C. itatanum, 
no presentes en el Laja. Hasta este estudio, en el 
Itata parece existir una mayor diversidad específi- 
ca, lo mismo que en los ríos Biobío y Andalién, 
comparados con el Laja. 

Probablemente, el río Laja seguirá sufriendo 
impactos ambientales si se lleva a cabo la construc- 
ción del proyectado Canal Laja-Diguillín. Esta subs- 
tracción adicional de aguas desde la cuenca del Laja 
alterará probablemente aún más el régimen de cau- 
dales en el río, disminuyendo así el hábitat disponi- 
ble, tanto de los peces como de su principal fuente 
de alimentación, los macroinvertebrados. 

Los peces que existen en el área son de innega- 
ble valor científico y naturalístico. Debe recordarse 
la importancia que asigna la comunidad científica, 
e incluso la política, a la conservación de la 
biodiversidad. 

No existe hasta ahora un estudio completo de la 
ictiofauna de este río, ni de sus parámetros fisico- 
químicos, a pesar de ser el más importante afluente 
del río Biobío y de tener una fuerte gravitación por 
su considerable aporte de caudal, por la generación 
de energía hidroeléctrica, su uso en regadío y su 
condición de atracción turística por la gran belleza 
escénica manifestada en sus saltos de agua. Consi- 
derando la inminente construcción de un nuevo 
proyecto de desarrollo en la cuenca (Comisión 
Nacional de Riego, 1990), se tiene propuesto seguir 
muestreando en el área para aclarar los límites 
distribucionales y otros aspectos biológicos de las 
especies involucradas. 


En resumen, con respecto al Río Laja podemos 
concluir que: 

— Se recolectaron 11: especies de peces de las 
cuales tres son introducidas (Onchorhynchus 
mykiss, Salmo trutta y Gambusia affinis) y ocho 
son autóctonas. De estas últimas Diplomystes 
nahuelbutaensis y Percilia irwini son especies 
consideradas en Peligro a nivel nacional 
(GLADE, 1988) y las restantes se ubican en la 
categoría de Vulnerables. 

— Tiende a existir una mayor diversidad específica 
a medida que se avanza hacia áreas potamales. 

— La especie dominante es Trichomycterus 
areolatus y Onchorhynchus mykiss es la especie 
de más amplia distribución en el área de estudio. 
La estación mejor representada con respecto al 
número de ejemplares fue la estación 16, con 258 
peces y 8 especies. La estación con menor can- 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


tidad de ejemplares y de especies resultó ser 
la número tres, con una sola especie y 4 
ejemplares. 

— Percilia irwini se registra por primera vez para la 
laguna de la Laja, originalmente no se habían 
recolectado otras especies distintas a las 
salmonídeas (O. mykiss y S. trutta). 

— El registro de Bullockia maldonadoi en el siste- 
ma confirma la presencia de la especie en la hoya 
hidrográfica del río Biobío. La que anteriormen- 
te había sido mencionada como especie de distri- 
bución disjunta y para los ríos Rahue y Andalién 
(Arratia et al., 1978; Arratia et al., 1981). 


BIBLIOGRAFIA 


American Fisheries Society. 1992. “Biodiversity”. Fisheries 
(Bethesda, Maryland), 17(3). 

Arratia, G., A. Chang, S. Menu-Marque é G. Rojas. 1978. 
About Bullockia gen. nov., Trichomycterus mendozensisn. 
sp. and Revision of the Familiy Trichomycteridae (Pisces, 
Siluriformes). Studies on Neotropical fauna and 
Environment 13: 157-194. 

Arratia, G., G. Rojas y A. Chang. 1981. Géneros de peces de 
aguas continentales de Chile. Mus. Nac. Hist. Nat. Publ. 
Ocas., 34: 3-108. 

Arratia, G. 1983. Preferencias de hábitat de peces siluriformes 
de aguas continentales de Chile (Fam. Diplomystidae y 
Trichomycteridae). Studies on Neotropical Fauna and 
Environment, 18 (4): 217-237. 

Arratia, G. 1987. Description of the primitive family 
Diplomystidae (Siluriformes, Teleostei, Pisces): 
morphology, taxonomy and Phylogenetic implications. 
Bonner Zoologische Monographien, 24: 1-120. 

Artigas, J.; Campusano, E. y U. González. 1985. Contribución 
al conocimiento de la biología y hábitos alimentarios de 
Salmo gairdneri (Richardson, 1836) en Lago Laja (Chile). 
Gayana, Zoología, Vol. 49(1-2): 3-29. 

Boon, P.J. 1992. Channelling scientific information for the 
conservation and management of rivers. Aquatic 
Conservation: Marine and Freshwater Ecosystems, 2: 115- 
123. 

Campos, H., V. H. Ruiz, J. F. Gavilán y F. Alay. 1993. Peces del 
río Biobío. In: F. Faranda y O. Parra (Eds.).Gestión de los 
recursos hídricos de la cuenca del río Biobío y del area 
marina costera adyacente. Serie. Publicaciones de Divulga- 
ción vol. 5 pp. 1-100. Univ. de Concepción. 

Comisión Nacional de Riego. 1990. “Proyecto canal Laja- 
Diguillín: Informe”. Ingeniería y planificación (IPLA), 
Santiago. 

Crisci, J. V. y M. F. López. 1983 Introducción a la teoría y 
práctica de la Taxonomía numérica. Organización de los 
Estados Americanos. Programa Regional de Desarrollo 
Científico y Tecnológico. Washington., 132 págs. 

De Buen, F. 1959. Los peces exóticos en las aguas dulces de 
Chile. Investigaciones Zoológicas Chilenas, 5: 103-135. 

Duellman, W. E., 1965. A biogeographic account of the 
Herpetofauna of Micoacán, Mexico. Univ. Kansas, Publ. 
Mus. Nat. Hist., 15 (14): 627-709. 

Eigenmann, C. 1927. The fresh-water fishes of Chile. Memoirs 
of the National Academy of Sciences, 22: 1-63. 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


Glade, A.(Ed.) 1988. Libro Rojo de los Vertebrados Terrestres 
de Chile. Proceed. del Simposium “Estado de Conserva- 
ción de los Vertebrados Terrestres de Chile”. CONAF., 67 
págs. 

Habit, E. 1994. Contribución al conocimiento de la fauna íctica 
del río Itata. Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. 65: 143- 
147. 

Hubbs, C. y K. F. Lagler. 1958. Fishes of the Great Lakes 
Region. Univ. of Michigan Press. Ann Arbor, 213 pp. 
Maitland, P.S y A.L. Lyle, 1991. Conservation of freshwater 
fish in the British Isles: the current status and biology of the 
threatened species. Aquatic Conservation: Marine and 

Freshwater Ecosystems, 1: 25-54. 

Mann, G. 1954. “La Vida de los Peces en Aguas Chilenas”. Min. 
Agric. y Univ. de Chile. Santiago, 342 pp. 

Nielsen, L. y D.L. Johanson (Eds.), 1983. “Fisheries Techni- 
ques” American Fisheries Society, Bethesda, Maryland, 
225 pp. 


Novion,R.A. 1971 “El Laja” Un río creador. Edit. Jerónimo de 
Vivar. Santiago, Chile, 335 pp. 

Pielou, E. 1975. Ecological Diversity. Wiley-Interscience. USA. 
165 pp. 

Ruiz, V. H. 1993. Ictiofauna del río Andalién (Concepción, 
Chile). Gayana, Zool., 57(2): 109-278 

Ruiz, V. H., M.T. López, H. I. Moyano y M. Marchant. 1993. 
Ictiología del Alto Biobío: Aspectos taxonómicos, 
alimentarios, reproductivos y ecológicos, con una discu- 
sión sobre la hoya. Gayana, Zool., 57(1): 77-88. 

Ward, J.V. 1984. Ecological perspectives in the management 
Of aquatic insect habitat. /n: “The Ecology of Aquatic 
Insects”. Resh V.H. y Rosenberg D.M. (Eds.), Praeger, 
New York. 

Wetzlar, H.J. 1979. Beitráge zur Biologie und Bewirtschaftung 
von Forellen (Salmo gairdnerii und S. trutta) in Chile. 
Dissertation zur Erlangung des Doktorgrades vorgelegt der 
Fakultát fúr Biologie der Albert-Ludwigs-Universitát in 
Freiburg am Bresgau. (Tesis mimeografiada), 264 pp. 


21 


Pd 18 tivo a 


: Jl %. 


Mm 


Se 


Saito 


ETE, E) Jj ¡oa 


pr 
Ah patio AE suas Hp, 
TE MN 6 AarA; id UN 
"EE AREA Vanddd ¡a 200 
) hip” 
pa al 
Ñ El A ved 
Po 
: o o RAR 
P ER e 
pl ion 
vá Ñ h Y . mL 
. 0 
A Mi y y 
IA o Y 
O o 
i í z 
ene 
A Di y 
16] 
y 
LL 
= van. 
; EPA % E re: e arts eS y 
US; Ñ 
rd Esa AESIY 7 e 3 an 
3 mE AMET: de r fur ma 4 N Mr Hb 0 


És y d d- 


ne MES 


bad iS de 
Mine fas pe he 


0 Fan le be, ed. Mob 
TOA bea a UA do 

: Cin Y Mo Marque A 
e: de al y e ao PA pre 
Me Palnids Tiida E 
ibi an m5 
1 Hd 
Chesbl. 108 Ga 


: é mE 
7 ha UPA Pr 
pl A Mo 
bl SPEMA 
1 Inn, 121) 
Dl O sa Dies or impida hl il 
-Dipjeomystigad (Streitrais, Tol 


LES Ígrbp 
LES 


í má 
e ei 

Ñ o 
14m. E 
Miói di! mes Any 


izo? Lar NN 


EIN pde, 3, E, USD nur 
dls ya hs E 


A uy mi PAN  ¡fvagraima pri 
0 J A 
grci. unto. 


Bol.Soc. Biol. Concepción, Chile, Tomo 67, pp. 23-32, 1996 


PECES DE LA FAMILIA SERRANIDAE EN LAS ISLAS 
DESVENTURADAS, CHILE (OSTEICHTHYES, PERCIFORMES) 


Fishes of the Family Serranidae in the Desventuradas Islands, 
Chile (Osteichthyes, Perciformes) 


GERMAN PEQUEÑO R. Y JULIO LAMILLA G.* 


RESUMEN 


Nuevos muestreos de peces litorales en las Islas Desventu- 
radas (San Félix y San Ambrosio, muestran la existencia de tres 
especies de la Familia Serranidae: Caprodon longimanus 
(Gúnther, 1859), Hypoplectrodes semicinctum (Valenciennes, 
1833) y Trachypoma macracanthus Gúnther, 1859. La segunda 
era conocida en las islas, pero las otras dos constituyen nuevos 
registros. C. longimanus es de amplia distribución en el Pacífi- 
co, existiendo registros previos en el archipiélago de Juan 
Fernández e Isla de Pascua y no resulta sorpresivo su encuentro 
en las Islas Desventuradas; en cambio, 7. macracanthus es 
conocida en Isla de Pascua, Nueva Zelandia y Australia, pero no 
en las costas de América del Sur propiamente tales y constituye 
un nuevo vínculo zoogeográfico de las Islas Desventuradas con 
la Polinesia. HA. semicinctum se encuentra en el Archipiélago de 
Juan Fernández, pero tampoco se le conoce en costas de Amé- 
rica del Sur; además, se han planteado dudas sobre su presencia 
en Isla de Pascua. En relación con la Familia Serranidae, las 
Islas Desventuradas muestran una mayor afinidad con el Océa- 
no Pacífico occidental que con las costas de América del Sur. 


INTRODUCCION 


En los últimos veinte años, el conocimiento 
sobre la composición taxonómica de la ictiofauna 
de Chile ha sufrido cambios mayores, tanto en la 
configuración taxonómica misma ya existente, pro- 


*Instituto de Zoología “Ernst F. Kilian”, Universidad Aus- 
tral de Chile, Casilla 567, Valdivia, Chile. 


ABSTRACT 


New fish samplings in the Desventuradas Islands (San 
Félix and San Ambrosio) showed three species of the Family 
Serranidae living in their littoral waters: Caprodon longimanus 
(Giinther, 1859), Hypoplectrodes semicinctum (Valenciennes, 
1833) and Trachypoma macracanthus Ginther, 1859. The 
second species is known from these islands, but the other two 
are new records. C. longimanus has a wide distribution in the 
Pacific, with previous records in Juan Fernandez archipelago 
and Easter Island and is not a surprise the finding in Desventu- 
radas Islands. Meanwhile, 7. macracanthus is known from 
Easter Island, New Zealand and Australia, but never recorded in 
coastal South America, being this new record other 
icthyogeographic link between Desventuradas Islands and 
Polynesia. A. semicinctum is known from the Juan Fernandez 
archipelago, but unknown from coastal South America. Doubts 
about its presence in Easter Island are weaker, after this record. 
In relation to the Family Serranidae, Desventuradas Islands 
show a major affinity with the western Pacific Ocean than the 
South America coastline. 


KEYWORDS: Fishes. Serranidae. Chile. 


ducto de avances en la sistemática, como en el 
aumento del número de taxa. Este conocimiento ha 
abierto vías para numerosos estudios posibles en 
este mismo terreno de la ordenación sistemática de 
los peces de Chile y en asuntos de probables relacio- 
nes de parentesco, distribución geográfica y otros 
(Pequeño, 1989). 

Los autores han dispensado especial interés a 
problemas básicos de distribución geográfica, como 
un camino en busca a una explicación de por qué 


23 


están en Chile las especies que hoy conocemos. En 
el recorrer de tal camino, las relaciones de la ictio- 
fauna marina con otras regiones del océano Pacífico 
resultan clave. En tal sentido, los peces de las islas 
oceánicas juegan un rol muy importante, pues po- 
drían explicar en parte la distribución, al tener una 
presencia más o menos continua en ese vasto océa- 
no. Uno de los conjuntos insulares más desconoci- 
dos ictiológicamente son las Islas Desventuradas, 
constituidas principalmente por las islas San Félix 
y San Ambrosio, más dos pequeños islotes práctica- 
mente inaccesibles, conocidos como Islote Gonzá- 
lez e Islote Catedral de San Petersbourgh o simple- 
mente Islote Catedral, respectivamente. El conjun- 
to seencuentra emplazado aproximadamente en 25% 
15” S y 80 7” W (Bahamonde, 1966) (Fig. 1). 


Iquique 


E Islas 
Desventuradas 


Coquimbo 309 


Arch. Juan Fernández IAS 


909 eos 709 


FiGUuRA 1. Emplazamiento geográfico de las Islas Desventura- 
das. La isla más occidental es San Félix y se ubica aproximada- 
mente a diez millas de San Ambrosio. 


Por otro lado, hay familias de peces que habitan 
tanto en las costas occidentales, como en las orien- 
tales del Pacífico y nunca han sido analizadas en su 
perspectiva taxonómica y biogeográfica. Tal es el 
caso de la familia Serranidae que constituye, según 
la mayoría de los ictiólogos, parte importante de la 
base desde la cual surgen los demás componentes 
del gran orden Perciformes y, en Chile, tampoco ha 
sido revisada en su conjunto. Dada la importancia 
de la familia y su abundancia y diversidad en el 
Pacífico occidental, es necesario conocer su 
representatividad en las islas oceánicas más orien- 
tales del Pacífico sur. Hasta ahora, las Islas Desven- 


24 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


turadas han mostrado muy escasa relación con la 
ictiofauna de Chile continental sudamericano 
(Bahamonde, Op. Cit., Sepúlveda, 1987) y los auto- 
res de esta contribución han supuesto que esta 
situación debería prevalecer en cuanto se refiere ala 
Familia Serranidae. 


MATERIALES Y METODOS 


Se hicieron capturas de peces litorales en San 
Ambrosio y en San Félix, entre 1992 y 1994, prin- 
cipalmente con línea de mano. También se extraje- 
ron aquellos ejemplares que entraron en trampas 
para atrapar “langostas”, Jasus frontalis (H. Milne- 
Edwards, 1837). Las capturas fueron a una profun- 
didad máxima de 20 m. Los peces fueron fijados en 
formalina al 10% y almacenados en envases plásti- 
cos adecuados, para ser trasladados hasta el labora- 
torio en Valdivia, donde fueron puestos en alcohol 
etílico de 70”. Las especies se determinaron taxonó- 
micamente mediante el uso de literatura especiali- 
zada (Gúnther, 1859; Steindachner, 1875 y 1898; 
Jordan y Eigenmann, 1890; Mann, 1954; Katayama, 
1960; De Buen, 1959 y 1961; Heemstra y Ander- 
son, 1983; Kharin y Dudarev, 1983; Anderson y 
Heemstra, 1989). 

Las mediciones se hicieron en mm utilizando 
ictiómetro y pie de metro con precisión de 0,05 mm, 
siguiendo las normas de Hubbs y Lagler (1958). 
También se consultaron colecciones de referencia 
del Museo Nacional de Historia Natural (MNHNC) 
y del Museo del Instituto de Zoología de la Univer- 
sidad de Concepción (IZUC). Otras abreviaturas 
usadas en el texto se refieren a la longitud estándar 
(LE) y longitud de la cabeza (LC). 

Los antecedentes sobre los ejemplares analiza- 
dos se entregarán oportunamente, según se vaya 
realizando la entrega de los Resultados. 


RESULTADOS 


El análisis de los peces de la familia Serranidae 
provenientes de las Islas Desventuradas arrojó la 
siguiente cCOMposición taxonómica: 

Género Caprodon Temminck y Schlegel, 1843 
Caprodon longimanus (Gúnther, 1859) 

Género Hypoplectrodes Gill, 1862 
Hypoplectrodes semicinctum (Valencien- 
nes, 1833) 

Género Trachypoma Ginther, 1859 
Trachypoma macracanthus Gúnther, 1859 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


Sólo la segunda especie señalada ha sido descri- 
ta para las Islas Desventuradas (Anderson y 
Heemstra, 1989). Las otras dos constituyen nuevos 
registros. 


Caprodon Temminck y Schlegel, 1843 


De acuerdo con Kharin y Dudarev (1983), la 
diagnosis del género es la siguiente: “Cuerpo 
elongado, fuertemente comprimido, moderadamente 
alto. Boca grande, protráctil. Mandíbula superior 
sin hueso suplementario. Hay 1 a3 caninos grandes 
en la parte anterior de las mandíbulas, arriba y 
abajo. Además, hay también una hilera de dientes 
caninos en el maxilar y en el dentario. Los dientes 
son pequeños, villiformes y forman bandas sobre 
las mandíbulas, lengua, palatino y mesopterigoides. 
El grupo de dientes sobre el vómer tiene forma 
romboidal. Sobre los infrabitales segundo y tercero 
hay una proyección suborbital bien notoria. Opér- 
culo con 2 a 3 espinas; el preopérculo es, como 
norma, finamente dentellado. Las branquispinas 
son largas y delgadas. Aleta dorsal con 10 espinas 
y 192 21 radios blandos. Aletas pectorales largas, 
con radios blandos ramificados. La aleta caudal 
puede ser de tres formas: 1) Con o sin una débil 
escotadura, 2) con una profunda escotadura media 
y 3) con notorias escotaduras en la parte de arriba y 
de abajo, mientras los radios centrales son más 
largos. Origen de las aletas pélvicas ligeramente por 
detrás del nivel de la base de las pectorales. La línea 
lateral forma una curva normal (no forma un ángulo 
bajo los últimos radios de la aleta dorsal). Escamas 
pequeñas, débilmente dentelladas. La cabeza, apar- 
te de los labios y de la nuca, está densamente 
cubierta por escamas. Hay 26 a 27 vértebras y 8 
ciegos pilóricos. 


Caprodon longimanus (Gúnther, 1859) (Fig. 2). 


Anthias longimanus Gúnther, 1859: 94, pl. 7, Fig. B 
(Localidad tipo sin especificar, la descrip- 
ción indica mares Índicos o Australianos). 
Quijada, 1913: 20 (Catálogo). 


FIGURA 2. Caprodon longimanus, IZUA-PM-1664. 


Pseudanthias longimanus Gill, 1893: 116 (Refe- 
rencia). 

Caprodon longimanus Fowler, 1943: 79 (Catálo- 
go); Boulenger, 1895: 315 (Catálogo, Juan 
Fernández); Steindachner, 1898: 283 
(Descripción); Delfín, 1901: 50 (Referen- 
cia); Rendahl, 1921a: 50 (Referencia); Mann, 
1954: (Clave, figura); De Buen, 1959: 42 
(Lista); Kharin y Dudarev, 1983:20-25(Mor- 
fometría, taxonomía); Francis, 1988: 26 
(Guía, características, fotografía); Paulin et 
al.,1989: 176 (Clave); Paxton et al., 1989: 
504 (Catálogo); Pequeño, 1989: 59 (Lista); 
Meléndez et al.,1993: 129-130 (Catálogo). 


Cuerpo fusiforme, bien comprimido, su altura 
máxima entre el 27 y el 35 % de la LE. Cabeza 
aproximadamente entre el 27 y el 30 % de la LE, su 
extremo posterior por detrás del nivel de implanta- 
ción de las aletas pectorales; opérculo bien escama- 
do, con dos espinas notorias en el ángulo, la inferior 
de tamaño más pequeño y otra espina, que no 
emerge, está cubierta parcialmente porel ángulo del 
preopérculo; preopérculo bien escamado, con bor- 
de finamente aserrado que, en su brazo inferior, 
alcanza hasta el nivel del centro del ojo. Espacio 
interorbital ancho, escamado, aproximadamente 6 a 
9 % dela LE. Distancia preorbital aproximadamen- 
te 6,7 a 8,4 % de la LE y alrededor del 25 al 30 % de 
la LC; distancia postorbital alrededor del 11 al 16 % 
de la LE y de 39 al 53 % en la LC. Sector nasal 
escamado, hasta el reborde que limita con los 
premaxilares. Boca de perfil oblicuo, con maxilar 
escamado; longitud maxilar más premaxilar aproxi- 
madamente 11 al 13 % de la LE y entre 39 y 45 % 
de la LC; ambos no alcanzan más atrás del borde 
posterior del ojo. Superficie inferior del dentario 
escamada. Premaxilar con dos caninos en su por- 
ción más anterior, los cuales son seguidos de una 
agrupación de dientecillos villiformes hacia atrás. 
Dentarios con un canino a cada lado, como contra- 
partida de los caninos premaxilares, también están 
seguidos de una agrupación villiforme. Los denta- 
rios también presentan otros dos caninos más atrás, 
inclinados en sentido caudal; la banda de dientes 
villiformes de los dentarios se extiende hasta casi su 
límite posterior, aesa altura bien cubierto por la cara 
interna de los maxilares. Palatinos dentados; vómer 
con una agrupación de dientes villiformes con for- 
ma romboidal, mientras que la lengua presenta 
dientes similares en tamaño, pero en forma más 
ovalada. Membranas branquiostegales sinescamas, 
se cuentan seis radios branquiostegales. Diámetro 


25 


orbital entre 5,8 y 8,3 % dela LE y aproximadamen- 
te 20 al 28 % de la LC. Distancia predorsal entre el 
28 yel31 % dela LE, aproximadamente. Base de las 
dos aletas dorsales entre el 57 y el 64 % de la LE, 
muestra una abundante escamación en toda su lon- 
gitud; primera espina de la dorsal más pequeña, la 
tercera la mayor; la primera dorsal se inicia ligera- 
mente por detrés del nivel posterior de la cabeza y 
de laimplantación de las pectorales, mientras que el 
término de la segunda dorsal con los radios apega- 
dos contra el cuerpo no alcanza al inicio de los 
radios caudales. Base de la anal entre el 16 y el 20 
Jo de la LE, también provista de escamas a su largo 
y con tres espinas, de las cuales la segunda es 
notoriamente mayor; esa aleta se inicia ligeramente 
por detrás del nivel de inicio de la dorsal blanda y su 
último radio se implanta ligeramente por detrás del 
nivel medio de la dorsal blanda. Distancia preanal 
aproximadamente 59 al 66 % de la LE. Aletas 
pectorales largas, aproximadamente entre el 29 y el 
37 % de la LE, apegadas contra el cuerpo alcanzan 
ligeramente más atrás que el nivel de la primera 
espina anal y su forma es peculiar, pues tienen un 
fuerte declive desde el extremo de su primer radio 
superior hasta los radios centrales. Aletas pélvicas 
implantadas ligeramente por detrás de la implanta- 
ción de las pectorales, miden entre el 16 y el 20 % 
de la LE y presentan entre las bases de ambas un 
escudete escamado. Aleta caudal relativamente gran- 
de, alrededor del 25 % de la LE, presenta el lóbulo 
superior un poco más grande que el inferior y una 
escotadura variable, dependiendo aparentemente 
del tamaño del pez: en los más pequeños más 
profunda y en los mayores mostrando una caudal 
sólo ligeramente escotada. Pedúnculo caudal firme, 
escamado hasta la base de los radios caudales, mide 
entre el 8 y el 10 % de la LE. Línea lateral suave- 
mente curvada, con 59 a65 escamas. Branquispinas 
en el primer arco, 6 a 9 en la rama superior; 22 a 26 
en la rama inferior, variando el total entre 30 y 34 
branquispinas. 


D.X,19-20; A. IIL, 7-8;P. 16-18. 


Color: En fresco, el cuerpo es de color rosado 
algo violaceo, incluyendo las aletas dorsales. La 
caudal de color más pálido. La cabeza también 
rosada-violacea, pero con tintes anaranjados en la 
región bucal y nasal, así como en las piezas 
operculares. Esclerótica del ojo con igual viso ana- 
ranjado. Aletas pectorales y anal con el mismo color 
anaranjado, más marcado hacia el sector basal de 
cada una. Luego de fijados en formalina al 10 % y 


26 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


traspasados a alcohol etílico de 70%, los colores se 
pierden y los ejemplares quedan de un color amari- 
llento suave, parejo. 


Distribución: Archipiélago de Juan Fernández 
(Steindachner, 1898; Quijada, 1913; Rendahl, 
1921a; Mann 1954; Sepúlveda y Pequeño, 1985; 
Meléndez et al., 1993), Islas Desventuradas 
(Meléndez et al., 1993); Isla de Pascua (Randall y 
Cea-Egaña, 1984), Islas Hawaii (Midway Island), 
Mar de Tasmania, Chile (Kharin y Dudarev, 1983), 
Austral subtropical (Parin, 1991), Islas Kermadec, 
Nueva Zelandia (Francis, 1988); Nueva Zelandia 
(Paulin etal., 1989); Australia de aguas temperadas, 
Pacífico Indo-occidental (Paxton et al.,1989). 


Material examinado: La descripción prece- 
dente se basó en los siguientes 8 especímenes pro- 
venientes de las Islas Desventuradas: 
MNHNC-6209, 2 ejs., 193 y 202 mm LE, 6 sept., 
1960, San Félix. 

MNHNC-6194, 1 ej., 189 mm LE, 19 sept., 1960, 
San Ambrosio. 

IZUA-PM-1664, 4 ejs., 191 a 258 mm LE, 20 
oct.,1991, San Félix. 

IZUA-PM-1640, 1 ej., 212 mm LE, marzo 1992, 
San Ambrosio. 

Además se revisaron los siguientes especímenes: 
IZUC-43609, 1 ej., 225 mm LE, 9 abril 1967, Arch. 
Juan Fernández. 

IZUC-4320, 1 ej., 214 mm LE, 4 febr. 1967, Arch. 
Juan Fernández. 

IZUA-PM-1431, 1 ej., 284 mm LE, 18 sept.,1991, 
Isla de Pascua. 

IZUA-PM-1665, 2 ejs., 184 y 188 mm LE, 24 mayo 
1992, Isla de Pascua. 


Hypoplectrodes Gill, 1862. 


De acuerdo con Anderson y Heemstra (1989), el 
género se distingue por lo siguiente: “27 a 28 
vértebres (generalmente 27, muy rara vez 26), tres 
huesos predorsales, 17 radios caudales principales 
(15 ramificados); una a tres espinas antirostrales en 
el borde inferior preopercular; supramaxilar típica- 
mente presente y maxilar sin escamas”. 


Hypoplectrodes semicinctum (Valenciennes, 1833) 
(Fig. 3). 

Plectropoma semicinctum Valenciennes, 1833: 442 
(Localidad tipo Islas de Juan Fernández); 
Guichenot, 1848: 153 (Descripción); Giin- 
ther, 1859: 160 (Mención); Steindachner, 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


1875: 448 (Registro); Quijada, 1913: 20 
(Catálogo) 

Gilbertia semicincta Jordan y Eigenmann 1888: 
347 (Referencia, sinonimia); Boulenger, 
1895: 307 (Referencia); Steindachner, 1898: 
282-283 (Descripción); Delfín, 1901: 64 
(Catálogo); Rendahl, 1921a: 55 (Registro, 
morfología); Fowler, 1943: 74-75 (Catálo- 
g0); Mann, 1954: 68 (Mención, clave); De 
Buen, 1959: 42 (Lista); Sepúlveda y Peque- 
ño, 1985: 88 (Lista); Pequeño, 1989: 59 
(Lista). 

Hypoplectrodes semicinctum Anderson y Heemstra, 
1989: 1010-1016 (Redescripción, taxono- 
mía); Melendez et al.,1993 (Catálogo). 

Scopularia rubra De Buen, 1959 (Descripción, 
figura); Yáñez- Arancibia, 1975: 35 (Distri- 
bución); Sepúlveda y Pequeño, 1985: 88 
(Lista); Sepúlveda, 1987: 238 y 241 (Lista); 

Ellerkeldia huntii Paulin et al., 1989:175 (Clave, 
esquema). 

Ellerkeldia rubra (non De Buen) Pequeño, 1989: 59 
(Lista); Randall y Cea-Egaña, 1984: 6(Men- 
ción). 

Ellerkeldia semicincta Sepúlveda, 1987: 241 (Lis- 
ta). 


FiGURA 3. Hypoplectrodes semicinctum, IZUA-PM-1161; A, 
vista lateral; B, vista exterior de la región cefálica, con la boca 
abierta y C, perfil del preopérculo. 


La revisión de Anderson y Heemstra (1989) 
entrega una clara descripción de la especie. Sin 
embargo, en base a nuestros ejemplares considera- 
mos conveniente enriquecer los datos, entregando 
algunas cuantificaciones y observaciones adiciona- 
les. Cuerpo alto, 33 al 38 % en la LE. Cabeza 
grande, entre 38 y 46 % de la LE; diámetro orbital 
horizontal 7 a 9 % de la LE y 19 al 25 % en la LC; 


distancia preorbital 7 a 15 % de la LE y 31 al 36 % 
de la LC; distancia postorbital 19 al 24 % de la LE 
y 47 al64 % de la LC; rama superior del preopérculo 
alcanza el nivel del borde orbital inferior, mientras 
que la rama inferior no alcanza el nivel del borde 
anterior de tal órbita; el preopérculo posee 
dentelladuras en su borde superior, que se van 
haciendo más ásperas y fuertes a medida que des- 
cienden, para terminar presentando tres espinas 
cuyas puntas se dirigen hacia adelante, éstas últimas 
en el borde preopercular inferior; opérculo alcanza 
justo al nivel de la inserción de las aletas pectorales 
y presenta tres espinas en su sector angular. Espacio 
interorbital menor que el diámetro orbital. Borde 
posterior del maxilar alcanza al centro del ojo. 
Maxilar y premaxilar sin escamas, la longitud de 
ambos alrededor del 17 al20 % dela LE. Premaxilar 
con dientes villiformes, en su sector anterior se 
agrupan en amplia superficie, destacando en la 
parte aún más anterior dos a tres dientecillos más 
alargados, agudos. Dentario con dientes villiformes, 
destacando dos caninos por lado, aproximadamente 
en la mitad del hueso. Estos últimos dientes se 
observan un poco mayores que los señalados para el 
premaxilar. Vómer con dientes villiformes que se 
disponen como letra “v”. Palatinos dentados en 
delgada superficie. Lengua sin dientes. Base de las 
aletas dorsales 50,8 al 58,1 % de la LE; base de la 
porción espinosa ligeramente menor que aquella de 
la porción blanda; la quinta o la sexta espina es la 
más larga, pero la porción blanda es, en general, un 
poco más alta que la espinosa y apegada contra el 
pedúnculo caudal limita justamente con el inicio de 
los radios caudales. La primera espina dorsal se 
inserta a nivel de la base de las aletas pectorales, 
ligeramente por detrás del nivel posterior de la 
orejuela opercular. La base de la aleta anal mide 
entre el 13 y el 19 % de la LE y se inicia a nivel de 
la inserción del primer radio dorsal, pero termina 
antes que el término de la base de aquella; la 
segunda espina anal es claramente más larga que las 
otras dos. Pectorales apegadas contra el cuerpo 
miden entre el 25 y el 28 % de la LE y se extienden 
un poco más atrás que el nivel del ano, alcanzando 
el de inserción de la primera espina de la anal. 
Pélvicas insertas por detrás del nivel de inserción de 
las pectorales, más cortas que ellas, su extremo 
posterior tampoco las excede en el sentido caudal. 
Altura mínima del pedúnculo caudal entre el 10 y el 
13 % de la LE. Línea lateral bastante curvada por 
encima de las aletas pectorales, alcanza su mayor 
curvatura cerca de las espinas centrales de la prime- 
ra aleta dorsal y presenta entre 48 y 52 (Promedio 


2) 


49,5; n= 6). Aleta caudal ligeramente redondeada. 
Branquispinas cortas, gruesas, en la rama ascen- 
dente del primer arco branquial se cuentan entre 2 y 
3 branquispinas ubicadas más cerca del ángulo de la 
rama y 3 a4 mamelones, hacia la parte superior; la 
rama inferior presenta entre 8 y 11 branquiespinas, 
siendo generalmente más larga la ubicada en el 
ángulo y 3 a 5 mamelones. 


D.XaXI-19a20; A. III, 7-8; P. 15-16 


Color: Sector anterior premaxilar con banda 
anaranjada oscura que se prolonga hacia las órbitas. 
Dentario con manchas del mismo color, que tienden 
a formar una unidad cromática con aquellas de la 
mandíbula superior. Con bandas menores, irregula- 
res, entre el sector nasal y el interorbital. Alrededor 
de seis bandas irregulares, del mismo color, longi- 
tudinales y algo paralelas sobre el preopérculo, 
continuándose hacia el dorso de la cabeza. Opércu- 
lo con manchas irregulares café claras. Dos bandas 
verticales, muy juntas, descienden desde el sector 
predorsal hacia el opercular. Desde el nivel de las 
primeras espinas dorsales hasta el pedúnculo cau- 
dal, siete bandas más oscuras, que descienden hasta 
poco más abajo de la línea media lateral longitudi- 
nal del cuerpo. Vientre de color claro parejo. Una 
banda anaranjada oscura en el sector anterior de las 
aletas pélvicas. Pectorales claras, su base con tonali- 
dad café suave. Anal con una banda anaranjada oscura 
en la porción cercana a su base. Caudal más clara que 
el resto. Membranas branquiostegales claras. 


Distribución: Juan Fernández (Valenciennes, 
1833; Steindachner, 1898; Rendahl, 1921a; Fowler, 
1943; Mann, 1954; De Buen, 1959; Sepúlveda y 
Pequeño, 1985; Sepúlveda, 1987; Anderson y 
Heemstra, 1989; Islas Desventuradas (Anderson y 
Heemstra, 1989; Meléndez et al.,1993); Isla de 
Pascua (Yáñez-Arancibia, 1975; Randall y Cea- 
Egaña, 1984). 


Material examinado: La descripción prece- 
dente se hizo en base a los siguientes especímenes: 

IZUC-2768, 1 ej., 150 mm LE, 31 agosto 1962, 
San Félix; IZUC-4309, 1 ej., 163 mm LE, 9 abril 
1967, Juan Fernández. MNHNC-6083, 1 ej., 160 
mm LE, 11 sept. 1960, San Félix; IZUA-PM-1024, 
l ej., 198 mm LE, 5 febr. 1985, Isla Robinson 
Crusoe; IZUA-PM-1160, 1 ej., 89 mm LE, 18 
febr. 1985, Isla Robinson Crusoe; IZUA-PM- 
1161, 1ej..99 mmLE, 6febr. 1985, Isla Robinson 
Crusoe. 


28 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


Un ejemplar más, IZUC-H-2991, recolectado 
por O. Wilhelm y determinado por A. Hulot (en 
1963) como Scopularia rubra De Buen, 1959, fue 
estudiado, confirmándose que se trata del mismo 
ejemplar dibujado por Yañez-Arancibia (1975). La 
etiqueta indica: “presumido Isla de Pascua”. 


Trachypoma Ginther, 1859 


De acuerdo con Ginther (1859), el género se 
distingue por las siguientes características: “Siete 
branquiostegales. Dientes en bandas villiformes, 
sin dientes caninos; dientes sobre los huesos 
palatinos; lengua lisa. Una dorsal, con doce espinas; 
la anal con tres. Opérculo con puntas moderadas; 
preopérculo con dientes espinosos en su brazo infe- 
rior, dirigidos hacia adelante. Escamas pequeñas. 
Número crecido de ciegos pilóricos (13)”. 


Trachypoma macracanthus Gúnther, 1859 (Fig. 4). 


Trachypoma macracanthus De Buen 1961: 29-30 
(Descripción); Yáñez-Arancibia, 1975: 35 
(Distribución); Randall y Cea-Egaña, 
1984: 9 (Lista); Rendahl, 1921b: 63-64 (re- 
gistro, descripción); Allen et al., 1976: 396 
(Registro, distribución); Sepúlveda, 1987: 
238 (Lista); Paulin et al., 1989: 174 (Clave, 
figura); Paxton et al., 1989: 500 (Catálogo); 
Pequeño, 1989: 60 (Lista); Meléndez et al., 
1993: 131 (Catálogo). 


FIGURA 4. Trachypoma macracanthus, IZUA-PM-1728 ; A, 
vista lateral; B, perfil del preopérculo y C, esquema del perfil 
superior de la cabeza. 


Cuerpo alto, entre 33 y 40 % de la LE, a nivel de 
la inserción de las aletas pectorales. Cabeza 41 al 48 
Jo de la LE, se extiende notoriamente hasta más 
atrás de la base de las aletas pectorales y alcanza el 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


nivel de implantación de la tercera a cuarta espinas 
de la primera aleta dorsal, su orejuela sobresale 
también con holgura. Distancia postorbital aproxi- 
madamente el doble de la preorbital, constituye 
entre el 20 y el 24 % de la LE y entre el 48 y el 55 
% delaLC. Distancia preorbital 11 al 13 % dela LE. 
Opérculo totalmente escamado, con tres espinas en 
el ángulo superior la central más saliente y aguda. 
Preopérculo escamado, su borde ascendente alcan- 
za sólo al nivel del borde inferior de la órbita, 
mientras que el borde inferior se adelanta hasta el 
nivel de la mitad del ojo; el borde preopercular es 
redondeado y provisto de dentelladuras, especial- 
mente en su zona más angular donde presenta una 
espina, mientras en el sector inferior presenta dos 
espinas antirostrales: una aproximadamente en su 
mitad y la otra en el extremo anterior. Orbita ocular 
limita con el perfil superior de la cabeza, su diáme- 
tro constituye entre el 11 y el 13 % de la LE y entre 
el 26 y el 30 % de la LC. Ancho interorbital 
aproximadamente la mitad del diámetro orbital. Las 
narinas anteriores poseen visible brocal membrano- 
so, mientras que las posteriores caracen de todo 
vestigio de él. Maxilar más premaxilar alcanzan al 
nivel medio del ojo y juntos miden entre el 18 y el 
21 % de la LE. Premaxilar con dientes villiformes, 
ocupan una mayor superficie en el extremo anterior 
y también allí, pero hacia el interior de la boca, 
alcanzan mayor tamaño. Dientes del vómer son 
villiformes, en su conjunto con forma de punta de 
flecha. Palatinos finamente dentados. Dentariotam- 
bién con dientes villiformes. No hay caninos en 
ninguno de estos huesos. Lengua lisa. Membrana 
branquiostegal sin escamas, cuenta con ocho radios 
branquiostegales. Primera espina de la dorsal, la 
más corta, mientras que la sexta es la que alcanza 
mayor longitud. Altura de la dorsal blanda ligera- 
mente mayor que la porción espinosa. Base de las 
aletas dorsales entre el 45 y el 58 % de la LE; 
primera dorsal se inicia ligeramente por delante de 
la base de las aletas pectorales, pero su última 
espina se inserta poco detrás del nivel del ano. 
Dorsal blanda apegada contra el cuerpo no alcanza 
la base de los radios caudales y su base termina poco 
más atrás del extremo posterior de la base de la aleta 
anal. Base de la anal entre el 13 y el 16 % de la LE. 
Segunda espina anal notoriamente más fuerte que 
las otras dos. Distancia preanal entre el 64 y el 68 % 
de la LE. Aletas pectorales redondeadas, entre el 21 
y el 25 % de la LE, se insertan bien por delante de 
las pélvicas y su extremo posterior no supera el 
extremo posterior de aquellas. Extremo posterior de 
las aletas pélvicas alcanzan un poco más atrás que 


el ano; su longitud significa entre el 19 y el 23 % de 
la LE. Altura mínima del pedúnculo caudal entre el 
8 y el 14 % de la LE: Caudal ligeramente redondea- 
da. Branquispinas de forma variable, existiendo 
tanto alargadas, como mamelones. En algunos 
ejemplares las de la rama ascendente del primer 
arco branquial se presentan cortas y gruesas, mien- 
tras que en otros son más alargadas y delgadas. En 
larama ascendente varían entre 1 y 6 branquispinas, 
más cuatro a cinco mamelones. En la rama inferior 
varían entre 11 y 15 branquispinas, más 3 a 4 
mamelones. Línea lateral alta, separada conrespec- 
to a las aletas pectorales, presenta una suave curva- 
tura en su sector anterior, para terminar en forma 
paralela alos bordes del pedúnculo caudal; presenta 
entre 49 y 52 escamas tubulares. 


D. XI-XIH, 13-14; A. IL 5-8; P. 14-17 


Color: Los ejemplares preservados en formol 
presentan una tonalidad pareja, en algunos especí- 
menes café oscuro, en otros café claro, pero siempre 
un poco más oscuro en el sector superior de la 
cabeza, base de las dorsales, aletas pectorales y 
pélvicas y parte posterior de la caudal. Se observan 
vestigios de una banda de color más oscuro en el 
borde de la dorsal espinosa. En los ejemplares más 
oscuros hay puntitos blancos esparcidos por el 
cuerpo y las aletas dorsales, en un ejemplar tales 
puntitos están orlados de negro. Un ejemplar foto- 
grafiado en Nueva Zelandia se muestra de color 
anaranjado, con puntitos blancos esparcidos por 
todo el cuerpo y aletas (Francis, 1988). 


Distribución: 7. macracanthus fue descrita para 
Islas Norfolk (Ginther, 1859), pero luego se le ha 
registrado en Australia y se le considera habitante 
del sur de Oceanía (Allen et al., 1976; Paxton et al., 
1989); Nueva Zelandia (Paulin et al., 1989); Nueva 
Zelandia e Islas Kermadec (Francis, 1988); Isla de 
Pascua (Rendahl, 1921b; Wilhelm y Hulot, 1957; 
De Buen, 1961; Yáñez-Arancibia, 1975; Randall y 
Cea-Egaña, 1984; Sepúlveda, 1987; Pequeño, 1989). 


Material examinado: La descripción prece- 
dente se basó en los siguientes cinco especímenes: 

IZUC-4431, 1 ej., 148 mm LE, 14 agosto 1972, 
Isla de Pascua; IZUC-2875, 1 ej., 159 mm LE, año 
1963, Isla de Pascua; IZUC-2875, 1 ej., 152 mmLE, 
año 1963, Isla de Pascua; IZUA-PM-1711, 1 ej., 
178 mm LE, 10 Marzo 1992, Isla San Ambrosio; 
IZUA-PM-1728, 1 ej., 228 mm LE, 19 Sept. 1993, 
Isla de Pascua. 


29 


DISCUSION 


En nuestra más reciente apreciación sobre la 
composición taxonómica de la Familia Serranidae, 
hemos contabilizado 24 especies nominales (Pe- 
queño, 1989). Pero hoy esa cifra es necesariamente 
distinta, si aceptamos que la Familia Percichthyidae 
es una entidad aparte, así como sucede con 
Callanthidae. Sin embargo, aún es necesario asegu- 
rar la composición taxonómica de Serranidae, to- 
mando en cuenta que su presencia en las islas 
oceánicas es evidente y que, con mucha probabili- 
dad, las especies son diferentes entre el continente 
sudamericano y las islas más apartadas de él. 

De allí que este estudio haya circunscrito su 
campo de acción en la Familia Serranidae sensu 
stricto y, poreso, hareconocido sólo a tres especies, 
aunque también se sabe que en las Islas Desventu- 
radas habitan especies otrora incluidas en Serranidae, 
como porejemplo Polyprion oxygeneios Schneider, 
1801 y Callanthias platei Steindachner, 1898. 

La presencia de Caprodon longimanus era de 
esperar, ya que existían registros previos en Juan 
Fernández y aguas del Pacífico central. Sin embar- 
go, pese a que se le citó para una zona de pesca que 
enfrenta a la costa de Chile centro-norte y sur del 
Perú (Chirichigno et al.,1982), no conocemos re- 
glstros del sector costero de América del Sur. El 
encuentro de la especie en las Islas Desventuradas 
constituye un nuevo registro para la especie. Por lo 
tanto, interesa también conocer rasgos de morfolo- 
gía externa. En términos generales, los ejemplares 
analizados coincidieron muy bien con la descrip- 
ción original (Giúnther, 1859). En cambio, varias 
características se mostraron sólo parcialmente so- 
brepuestas con otras descripciones (Kharin y 
Dudarev, 1983); por ejemplo, en nuestros ejempla- 
res coincidieron en proporción de la LE la longitud 
de la cabeza, distancia preocular, altura máxima del 
cuerpo, la longitud de la base de las aletas dorsales 
y la distancia predorsal; pero, comparados con los 
datos de esos autores, nuestros ejemplares tuvieron 
diámetro ocular, longitud de la mandíbula superior, 
longitud de las aletas pectorales y distancia preanal 
menores, siempre como porcentaje de la LE. En 
aspectos merísticos, las aletas dorsales y la anal, así 
como el número de escamas de la línea lateral 
fueron coincidentes, en tanto que el número de 
branquispinas fue diferente: en nuestros ejemplares 
la rama superior del primer arco tuvo 7 a 9, mientras 
que según Kharin y Dudarev (Op. cit.) tuvieron 9 a 
11 y, en la rama inferior, los ejemplares de nuestro 
estudio tuvieron 22 a 26, mientras que los de Kharin 


30 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


y Dudarev mostraron 24 a 29. Estos nuevos antece- 
dentes sugieren revisar muestras de C. longimanus 
de diferentes localidades del Océano Pacífico, con 
el fin de auscultar la mayor firmeza de estas va- 
riaciones, que podría servir de base para sugerir que 
existen diferentes poblaciones. En resumen, sobre 
este hallazgo de C. longimanus, tenemos un nuevo 
registro para las Islas Desventuradas, ratificando 
que de las tres especies de Serranidae allí encontra- 
das, esta es la de más amplia distribución, por su 
presencia en el Pacífico Norte, en Islas Midway y en 
el Mar de Tasmania (Kharin y Dudarev, 1983), así 
como en Nueva Zelandia (Paulin et al. 1989) y 
Australia (Paxton etal.,1989). Estaespecie ya había 
sido considerada en un “conjunto de peces 
estenotermos de aguas calurosas” (Mann, 1954 y 
1964), con delimitación de aguas característica- 
mente oceánicas del Pacífico central, que incluirían 
a todas las islas oceánicas chilenas, lo cual está de 
acuerdo con los resultados de este trabajo. 

En cuanto a Hypoplectrodes semicinctum, nues- 
tros ejemplares coinciden bien con las descripcio- 
nes de De Buen (1959) y Anderson y Heemstra 
(1989). Solamente dos medidas fueron discrepantes: 
la longitud de la base de las aletas dorsales en 
nuestros ejemplares significaron entre 50,8 y 58,1 
%. de la LE, mientras que Anderson y Heemstra 
(1989) registraron entre 50,0 y 53,8. Por otro lado, 
la distancia preanal de nuestros ejemplares estuvo 
entre 60,3 y 60,9 % de la LE, mientras que aquellos 
autores registraron entre 65,4 y 73,0 % de la LE. En 
cuanto a caracteres merísticos, en general son con- 
cordantes. La especie es endémica de las islas del 
Pacífico Oriental, pero se ha mantenido la duda 
referente a la cita para Isla de Pascua (Yañez- 
Arancibia, 1975) planteada por Anderson y 
Heemstra (1989), ya que si ha sido capturada en las 
Islas Desventuradas, en cierta medida se está abar- 
cando una región que bien permitiría considerar su 
presencia en todas las islas del Pacífico Sur Orien- 
tal. Al revisar el espécimen dibujado por Yáñez- 
Arancibia (1975), no sólo hemos constatado la gran 
fidelidad del dibujante para con las características 
del espécimen, sino también hemos constatado que 
la etiqueta dice: “Pisces. Fam Serranidae. Scopularia 
rubra de Buen, 1959. 1 ej.:175 mm; presumido Isla 
de Pascua. Col. O. Wilhelm. Det.: A. Hulot 1963”. 
Esta etiqueta es importante, por cuanto el recolector 
era muy meticuloso y, por la fecha, ya había hecho 
expediciones a Isla de Pascua personalmente, antes 
que a otras islas. La fecha de la determinación 
taxonómica por Hulot es otro indicador. Nosotros 
creemos que el ejemplar pudo ser puesto en duda, en 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


algún momento, pero en relación con ictiofauna de 
Chile continental sudamericano, en un tiempo en 
que tal ictiofauna era mucho más desconocida. Pero 
consideramos que su origen puede ser asignado a 
Isla de Pascua. 

Finalmente, Trachypoma macracanthus, cuya 
captura en las Islas Desventuradas además de ser un 
nuevo registro para tales islas, es también la locali- 
dad más oriental conocida para la distribución de la 
especie. Tal como se señala en los Resultados, 7. 
macracanthus ha sido capturada en las riberas occi- 
dentales del Pacífico Sur, pero no en las orientales, 
razón que invita a convocar a una serie de factores, 
para reconocer que en las Islas Desventuradas se va 
perfilando una interesante situación de mayor pare- 
cido ictiofaunístico con el sector de Oceanía que 
con América del Sur propiamente tal. Efectivamen- 
te, de las tres especies de la Familia Serranidae que 


Í , 


( 


A 


vd A E 

A LAZO, Y 
pool te i 
% Caprodon longimanus modi 

al a 

e Hypoplectrodes semicinctum Ln pS 
SS 
O Trachypoma macracanthus e 


reconocemos para las Islas Desventuradas, dos son 
comunes con Isla de Pascua (C.longimanus y T. 
macracanthus), mientras que la tercera (H. semicinc- 
tum), parece despejar sus dudas sobre lo mismo. 
Esta última especie aparece como endémica de las 
islas del Pacífico Sur Oriental, pero no debería 
descartarse su posible presencia en otras islas más 
occidentales que Pascua. En todo caso, dos de las 
especies habitan el Pacífico Sur Occidental (C. 
longimanus y T. macracanthus), con mayor o me- 
nor amplitud, pero ninguna ha sido registrada en la 
costa de América del Sur propiamente tal (Fig. 5). 
Suponemos que la cita de C. longimanus de Chiri- 
chigno ef al.(1982) fue hecha en base a los registros 
de Juan Fernández, pues no conocemos datos de la 
literatura ni de colecciones, que nos permitan ase- 
gurar su existencia en el litoral del continente ame- 
ricano. 


(a 
D? 
WS E 
EN y - 
E A 
pa 
') 
20 
, 
$ 
> 
i 
$ 
¿ a 
1 « % 
7 Le O a 
2 4 en 
A y pi 
g as) 


FIGURA 5. Distribución geográfica de las especies de serránidos de las Islas Desventuradas. 


AGRADECIMIENTOS 


Los autores agradecen la captura y donación de 
especímenes por el Capt. Alex Wilder, la colabora- 
ción del Dr. Walter Fischer (FAO, Roma), así como 
de Jaime Rucabado y Domingo Lloris (Instituto de 
Ciencias del Mar, Barcelona), del Ministerio de 
Educación y Ciencia de España, de León Matamala 
(Instituto de Zoología, Universidad Austral de Chi- 
le), del Programa Oceanopolítico Integrado (POLI, 


Armada de Chile) y del Comité Oceanográfico 
Nacional (CONA) de Chile. Viviane Jerez, Minerva 
Contreras y Víctor Hugo Ruiz (Universidad de 
Concepción), prestaron valiosa colaboración en 
cuanto al estudio de los ejemplares preservados en 
su Universidad. El Sr. Rodrigo Castillo (Escuela de 
Biología Marina, Universidad Austral de Chile) 
realizó los dibujos de los peces. Este trabajo es un 
resultado parcial del Proyecto S-93-41 de la Uni- 
versidad Austral de Chile. 


31 


BIBLIOGRAFIA 


Allen, G.R., D.F. Hoese, J:R: Paxton, J:E: Randall, B:C: Russell, 
W:A: Starck II, F:H: Talbot y G:P: Whitley. 1976. Annotated 
checklist of the fishes of Lord Howe Island. Rec. Austr. 
Mus., 30 (15):365-454. 

Anderson, W.D. y P.H. Heemstra. 1989. Ellerkeldia, a junior 
synonim of Hypoplectrodes, with descriptions of the type 
species of the genera (Pisces: Serranidae: Anthiinae). Proc. 
Biol. Soc. Washington, 102 (4): 1001-1017. 

Bahamonde, N. 1966. Islas Desventuradas. Mus. Nac. Hist. 
Nat., Chile, Ser. Educ., 6: 1-15. 

Chirichigno, N., W. Fischer y C.E. Nauen. 1982. INFOPESCA, 
Catálogo de especies marinas de interés económico actual 
O potencial para América Latina. Parte II - Pacífico Centro 
y Suroriental. FAO, Roma, 588 pp. 

De Buen, F. 1959. Lampreas, tiburones, rayas y peces, en la 
Estación de Biología Marina de Montemar, Chile. Rev. 
Biol. Mar., Valparaíso, 9 (1 - 3): 1-200. 

De Buen, F. 1961. Los peces de la Isla de Pascua. Bol. Soc. 
Biol., Concepción, 35-36: 3-80. 

Fowler, H.W. 1943. Fishes of Chile, Systematic Catalog. Part 
II, Teleostomi, 46-47 (1942-1943): 15-116. 

Francis, M. 1988. Coastal fishes of New Zealand, a diver's 
identification manual. Heinemann Reed, Auckland: 63. 

Gúnther, A. 1859. Catalogue of the fishes in the British Museum, 
1: 93-95. 

Heemstra, P.C. y W.D. Anderson. 1983. A new species of the 
serranid fish genus Plectranthias (Pisces, Perciformes) 
from the Southeastern Pacific Ocean, with comments on 
the genus Ellerkeldia. Proc. Biol. Soc. Washington, 96: 
632-637. 

Hubbs, C.L. y K.F. Lagler. 1958. Fishes of the Great Lakes 
region. Cranbrook Inst. Sci. Bloomfield Hills, Michigan, 
Bull. 26: 1-213. 

Jordan D.S. y C.H. Eigenmann. 1890. A review of the genera 
and species of Serranidae found in the waters of America 
and Europe. Bull. U.S. Fish. Comm., 8 (for 1888): 329-441. 

Katayama, M. 1960. Serranidae (Pisces), Fauna Japonica, 
Biogeogr. Soc. Jap., Tokyo Electr. Engin. Coll. Press, 
Tokyo, 197 pp. 

Kharin, V. Ye. y V.A. Dudarev. 1983. A new species of the 
genus Caprodon Temminck et Schlegel, 1843 (Serranidae) 
and some remarks on the composition of the genus. J. of 
Ichthyol., 23(1): 20-25. 

Mann, G. 1954. La vida de los peces en aguas chilenas. Inst. 
Invest. Veterin. y U. de Chile, Santiago: 343 . 

Mann, G. y S. Mann. 1964. Compendio de Zoología. I, Ecología 
y Biogeografía. Centro Invest. Zool., Univ. de Chile, San- 
tiago: 104. 


32 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


Meléndez, R., O. Gálvez y A. Cornejo. 1993. Catálogo, Colec- 
ción de Peces depositada en el Museo Nacional de Historia 
Natural de Chile. Mus. Nac. Hist. Nat., Chile, Publ. Oc., 47: 
1-224, 

Parin, N.V. 1991. Fish fauna of the Nazca and Salas y Gomez 
submarine ridges, the easternmost outpost of the Indo-west 
Pacific zoogeographic region. Bull. Mar. Sci., 49(3): 671- 
683. 

Paulin, C., A. Stewart, C. Roberts y P. McMillan. 1989. New 
Zealand Fish, a complete guide. National Museum of New 
Zealand, Misc. Ser., 19: 14 +279. 

Paxton, J.R, D.F. Hoese, G.R. Allen y J.E. Hanley. 1989. Pisces, 
Petromyzontidae to Carangidae, In: Zoological Catalogue 
of Australia, Canberra, 7: 12 + 664. 

Pequeño, G. 1989. Peces de Chile, Lista Sistemática Revisada 
y Comentada. Rev. Biol. Mar., Valparaíso, 24(2): 1-132. 

Quijada, B. 1913. Catálogo ilustrado i descriptivo de los peces 
chilenos 1 estranjeros conservados en el Museo Nacional. 
Mus. Nac. Hist. Nat., Chile, Bol. 5: 7-130. 

Randall, J. E. y A. Cea Egaña. 1984. Native names of Easter 
Island fishes, with comments on the origin of the Rapa Nui 
people. Occ. Pap., B.P. Bishop Mus., Hawaii, 25 (12): 1-16. 

Rendahl, H. 1921a. The fishes of the Juan Fernandez Islands, In: 
C. Skottsberg (Ed.), The Natural History of Juan Fernandez 
and Easter Island, Uppsala: 49-58. 

Rendahl, H. 1921b. Thefishes of Easter Island, In: C. Skottsberg 
(Ed.), The Natural History of Juan Fernandez and Easter 
Island, Uppsala: 59-68. 

Sepúlveda, J.I. 1987. Peces de las islas oceánicas chilenas, In: 
J.C. Castilla (Ed.), Islas oceánicas chilenas: conocimiento 
científico y necesidades de investigaciones. Ed. Univ. Ca- 
tólica de Chile, Santiago: 225-245. 

Sepúlveda, J.I. y G. Pequeño. 1985. Fauna íctica del Archipié- 
lago de Juan Fernández, In: P. Arana (Ed.), Investigacio- 
nes Marinas en el Archipiélago de Juan Fernández. Ed. 
Universitaria, Santiago: 81-91. 

Steindachner, F. 1875. Ichtyologische Beitráge (II), I, Die 
Fische von Juan Fernandez in den Sammlungen des Wiener 
Museums. Sitz.Ber. Akad. Wiss. Wien, 75(1): 443-480. 

Steindachner, F. 1898. Die Fische der Sammlung Plate. Fauna 
Chilensis. Abhand. Kenntniss Zool. Chiles Samm, Zweit. 
Heft, L. Plate, 1: 281-338. 

Valenciennes, A. 1933. In: G. Cuvier y A. Valenciennes, Histoire 
Naturelle des Poissons, París, 9: 1-512. 

Wilhelm, O.E. y A. Hulot. 1957. Pesca y peces de la Isla de 
Pascua. Bol. Soc. Biol. Concepción, 32: 139-155. 

Yánez-Arancibia, A. 1975. Zoogeografía de la fauna ictiológica 
de la Isla de Pascua (Easter Island). An. Centro Cienc. del 
Mar. y Limnol., Univ. Nac. Autón. México, 2 (1): 29-52. 


Bol.Soc. Biol. Concepción, Chile, Tomo 67, pp. 33-36, 1996 


HERMETISMO ENTRE TRES ESPECIES DE HORMIGAS” 


Closure among three species of ants 


JOAQUIN H. IPINZA-REGLA”, MARIA A. MORALES””, Y VERONICA AROS” 


RESUMEN 


Se estudia la influencia que la distancia filogenética tiene 
enel hermetismo de sociedades de Camponotus morosus Smith, 
1858; Camponotus chilensis Spinola 1851 (ambas pertenecien- 
tes a la subfamilia Formicinae) y Solenopsis gayi Spinola 1851 
(subfamilia Myrmicinae) en nidos artificiales. 

Se mide el tiempo de latencia de presentación de las 
siguientes unidades conductuales: exploración antenal, abertu- 
ramandibular, apercollamiento, levantamiento del gáster, flexión 
del gáster, movimientos bruscos de retroceso, lucha, transporte 
y muerte de la intrusa. 

Los individuos del género Camponotus son herméticos 
frente a ejemplares del mismo género como a aquéllos de 
distinta subfamilia. 


INTRODUCCION 


En hormigas como en otros insectos —termites, 
avispas, abejas— las sociedades son consideradas 
herméticas; es decir, no aceptan individuos de otra 
sociedad, sea ésta congenérica o no congenérica. Se 
puede considerar una serie de factores que estarían 
influyendo en el hermetismo de las sociedades. 
Experimentalmente Lenoir y Provost (1986) de- 


“Proyecto FONDECYT 92-0959 y Fondo Investigación y 
Desarrollo Universidad Mayor. 

“Laboratorio de Zoología y Etología. Facultad de Ciencias 
Silvoagropecuarias. Universidad Mayor. Camino La Pirámide 
5057, Huechuraba, Santiago. 

“Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias. Universi- 
dad de Chile. Casilla 2 (15), Santiago, Chile. 


ABSTRACT 


The influence of phylogenetic distance over the interactions 
between individuals of the same or different species in societies 
of Camponotus morosus Smith 1858, Formicinae; Camponotus 
chilensis Spinola 1851, Formicinae and Solenopsis gayiSpinola 
1851, Myrmicinae, was studied in artificial nests in a laboratory 
setting. The nests were collected in the region of Los Andes 
(Central Chile). 

The time latency in the presentation of the following 
behavioral units was measured: antennal exploration, mandibular 
opening, snatching, dorsal or ventral abdominal flexion, abrupt 
retreat movements, fight, expulsion and killing of the intruder. 

Closureis observed inindividuals ofthe genus Camponotus 
in front of individuals of the same genus as in front of those of 
different sub-family. 


KEYWORDS: Hermetismo. Formicidae. Camponotus. 
Solenopsis. 


mostraron que individuos de otras colonias ho- 
moespecíficas, pueden ser tolerados en el área de 
encuentro o forrajeo, pero no se les permite penetrar 
al interior del nido, ni participar en la vida social. 

También es importante considerar dentro de los 
factores del hermetismo, la edad de la intrusa. 
Nowbahari y Lenoir (1984) observaron que existe 
mayor tolerancia hacia las crías y estados juveniles 
que hacia los adultos. Según Jaisson (1985), ésto 
sería posible porque los individuos jóvenes no ha- 
brían aprendido aún las características olfatorias de 
su grupo y además, no tendrían todavía el olor 
distintivo de su colonia. 

De Vroey y Pasteels (1978) indican que las 
conductas fuertemente agresivas entre sociedades 
homoespecíficas, parecen ser propias de subfamilias 
filogenéticamente más primitivas, tales como 


33 


Ponerinae. En cambio, Ipinza et al. (1991 y 1994), 
difieren del planteamiento anterior, ya que sus ob- 
servaciones establecieron que Camponotus morosus, 
filogenéticamente evolucionada, presenta conduc- 
tas agresivas frente a otras sociedades homoespecí- 
ficas. Consideramos que este último factor sería 
interesante abordar a fin de determinar la importan- 
cia que las diferencias genéricas tienen frente al 
hermetismo de sociedades de hormigas, bajo el 
supuesto que individuos del mismo género son más 
cercanos filogenéticamente que individuos de dife- 
rente subfamilia. 


MATERIALES Y METODOS 


Se recolectaron 50 a 60 individuos de cuatro 
sociedades: una sociedad correspondiente a 
Camponotus morosus, Smith, 1858, perteneciente a 
la subfamilia Formicinae; una sociedad de 
Camponotus chilensis, Spinola, 1851, pertenecien- 
te a la misma subfamilia que la especie anterior; y 
dos sociedades de Solenopsis gayi, Spinola, 1851, 
que pertenece a la subfamilia Myrmicinae. Este 
muestreo se llevó a cabo en una zona de matorral 
precordillerano, específicamente en San Carlos de 
Apoquindo. 

Las hormigas se mantuvieron en nidos artificia- 
lesen el laboratorio de Zoología consistentes en una 
caja plástica transparente de 9x 9x9 cm, con su tapa 
correspondiente (área de residencia o nido propia- 
mente tal) y otra caja transparente de 35 x 20 x 10 
cm con tapa (área de encuentro o forrajeo), conec- 
tada a la anterior por una manguera de 30 cm de 
largo. Además, el nido contó con una fuente de agua 
consistente en una caja plástica de 9x 9 x 9 cm, en 
cuyo interior se deposita agua que sube por capila- 
ridad a través de una esponja al piso del nido en 
cuestión, al cual se encuentra conectado por una 
malla con espacios de 0.3 mm. de diámetro. 

La dieta artificial consistió en pulpa de manzana 
adicionada de miel y trozos de carne de pollo 
(Dejean, 1986; Ipinza et al., 1991). 

La temperatura ambiental se mantuvo en 20*C + 
22C; y la humedad relativa entre 45%-50%. Las doce 
horas de luz se proveyeron con tubos fluorescentes y 
difusores blancos (Cosens y Toussaint, 1985). 

Después de tres semanas de permanencia en el 
laboratorio de las hormigas en estudio, período 
considerado suficiente para la adaptación, se trans- 
firieron 10 hormigas obreras que fueron designadas 
intrusas, de una en una, a los nidos residentes. 

Las transferencias se realizaron transportando 


34 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


hormigas desde los nidos de intrusas hacia nidos de 
receptoras como se muestra en el siguiente cuadro: 


TRANSFERENCIAS DE HORMIGAS ENTRE NIDOS 


Nidos de receptoras 


Nidos de intrusas S. gayi C. chilensis C.morosus 
S. gayi + + + 

C. morosus + + 

C. chilensis > + 


Se registró durante dos minutos la reacción de 
una hormiga residente en contra de cada intrusa 
transferida, a fin de visualizar la presentación de 
conductas observadas, en ambiente artificial, al 
introducir individuos de una sociedad en nidos de 
otra sociedad (Ipinza ef al. 1991 y 1993). Estas 
conductas son: exploración antenal (EA), abertura 
mandibular (AM), apercollamiento (A), flexión del 
gáster (FG), levantamiento del gáster (LG), movi- 
mientos bruscos de retroceso (MBR), lucha (L), 
transporte de la intrusa (TI) y muerte de laintrusa (MD. 

Con los datos obtenidos se calculó: la distribu- 
ción de frecuencias de cada unidad conductual para 
cada una de las transferencias, la distribución de 
frecuencias de la presentación ordinal de las unida- 
des conductuales; para la variable tiempo el prome- 
dio (X) y desviación estándar (DE) en cada unidad 
conductual; análisis de varianza de Kruskal Wallis 
(Hollander y Wolfe, 1973) para comparar entre 
transferencias el tiempo de latencia de presentación 
de cada unidad conductual. 


RESULTADOS Y DISCUSION 


Se observa en la tabla I que todas las formas de 
transferencia presentan las conductas abertura 
mandibular y exploración antenal (AM/EA), lo que 
confirma que se trata de conductas de reconoci- 
miento como fue señalado en trabajos anteriores 
(Ipinza et al. 1991 y 1993). 

Apercollamiento y levantamiento del gáster son 
conductas que, al igual que la anterior, también se 
presentaron en la totalidad de las transferencias 
pero con una frecuencia menor que las anteriores. 
Solenopsis gayi de un nido enfrentado a Solenopsis 
gayi de un nido diferente las presentó escasamente, 
lo que señala la falta de agresividad de esta hormiga 
respecto de individuos de su misma especie, confir- 
mado con la no presentación del resto de las conduc- 
tas en esta transferencia. 

La lucha es una conducta que se presenta en 
forma más frecuente en las transferencias ($. gayia 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


TABLA LI. Número de hormigas que presentaron las unidades conductuales en las distintas transferencias 


Unidades conductuales 


Tipo de 

Transferencia EA/AM A FG LG MBR LL, TI MI 
S. gayi-C. morosus 10 8 4 8 8 4 - 5 
S. gayi-C. chilensis 10 10 1 10 8 10 1 3 
C. morosus-S. gayi 10 10 8 9 4 9 1 - 
C. chilensis-S. gayi 10 8 8 8 2 7 = - 
C. chilensis-C. morosus 10 9 6 10 4 9 - 3 
C. morosus-C. chilensis 10 6 =- 6 8 8 - - 
S. gayi-S. gayi 10 1 =- 2 - - - 


EA/AM: Exploración Antenal/Abertura mandibular 
A : Apercollamiento 


FG : Flexión del Gáster 
LG : Levantamiento del Gáster 
MBR  : Movimientos Bruscos de Retroceso 


L : Lucha 
TI : Transporte de la Intrusa 
M : Muerte de la Intrusa 


C. chilensis y C. morosus a S. gayi), de distinta sub- 
familia como también entre transferencias conge- 
néricas (C. chilensis a C. morosus y C. morosus a C. 
chilensis) y no se presenta en la transferencia 
homoespecífica. 

Transporte de la intrusa, que consiste en una 
forma de expulsión de ésta, se presentó sólo dos 
veces (S. gayia C. chilensis y C. morosus a S. gayi). 

En cambio la muerte de la intrusa se presentó 11 
veces y fue en dos transferencias entre distintas 
subfamilias (C. morosus y C. chilensis frente a S. 
gayi) y también al introducir C. chilensis a un nido 
C. morosus, lo que confirma la fuerte agresividad de 
esta última (Ipinza et al. 1991 y 1993). 

Respecto del orden de presentación de los even- 
tos conductuales (Tabla IT), lo más frecuente es que 
se presenten conductas hasta en un quinto orden, 
pocos individuos presentan conductas en un sexto o 
séptimo orden. 


Destaca en esta tabla que la primera conducta es 
EA/AM con excepción de la transferencia C. 
chilensis a S. gayi en que hubo una hormiga que 
primero manifestó apercollamiento y otra que en 
primer lugar mostró flexión del gáster. En segundo 
lugar la conducta más frecuente fueron los movimien- 
tos bruscos de retroceso (C. morosus y C. chilensis frente 
a S. gayi) y entre ambas congenéricas. Un segundo 
lugar de importancia también lo ocupan el apercolla- 
miento y el levantamiento del gáster. También la lucha 
se manifestó en segundo lugar en tres casos. En tercer 
orden las conductas más manifiestas son apercolla- 
miento y levantamiento del gáster. En cuarto y quinto 
lugar la lucha es el evento más frecuente. 

La muerte de la intrusa se empieza a manifestar 
a nivel de un cuarto orden, siendo esta conducta la 
más frecuente en ocupar el sexto lugar junto con la 
lucha y la única observada en el séptimo orden en 
las transferencias anteriormente indicadas. 


TABLA Il. Frecuencia de presentación según orden de aparición de las unidades conductuales en las diferentes transferencias. 


Orden de Aparición 


1 2 3 4 5 6 7 
Transfer. EA/AM A FGEAAM A FG LG MB L A FG LG MB LEA/AM A FG LG MB L M A FG LG MB L M FG LG MB LT M M 
Sg.aCA. 10 2d ad DIS 02 3 IA A 10992 1 2h 
S.g.aCch 10 3 1.6 5 4 1 2 10 5 DEIA 1 1 1 
CaaSg. 10 SEI ll DO 3 1 13 DA AA ol 1 
CAS Ll INES 2: 982 MUA 5 1 1 DL 2 
C.ch.aCa. 10 1 GE lA eZ 2 ISA NL MM A 1 
C.a.aC.ch. 10 2 IAS 2 4 3 3 1 2 
S.g.aS.g. 10 1 1 
SPA Exploración Antenal/Abertura Mandibular 

: Apercollamiento 

se : Flexión del Gáster 
LG : Levantamiento del Gáster 
MB : Movimientos Bruscos de Retroceso 
1É, : Lucha 
T : Transporte de la Intrusa 
M : Muerte de la Intrusa 


35 


En relación al tiempo de presentación de los 
eventos conductuales (Tabla III) EA/AM muestran 
una media de 2,0 segundos en la transferencia C. 
morosus a $. gayi hasta 17,8 segundos en la trans- 
ferenciaS. gayiaS. gayi. Se observa que C. Morosus 
y C. chilensis reaccionan rápidamente frente a la 
introducción de S. gayi, lo que se repite cuando se 
enfrentan las primeras entre sí. Ipinza et al, (1994) 
observaron que C. morosus también muestra un 
bajo período de latencia de los eventos conductua- 
les frente a individuos homoespecíficos. Por otra 
parte, existe una alta variabilidad, evidenciada con 
los valores de las desviaciones estándar, tanto en las 
transferencias congenéricas como entre subfamilias. 
El resto de las unidades conductuales para las dife- 
rentes transferencias también presentan la caracte- 
rística de ser altamente variables, lo que determinó 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


que se usara la prueba de Kruskal Wallis para la 
comparación de valores promedios. El resultado de 
las distintas comparaciones indicó que la única 
conducta que presentó diferencias significativas fue 
la combinación EA/AM. Esta conducta presentó un 
mayor tiempo de latencia en la transferencia C. 
chilensis aS. gayicomparada con el resto, observán- 
dose que lo mismo ocurre con la transferencia S. 
gayi a S. gayi respecto de las otras formas de 
transferencia. 


CONCLUSIONES 


El evento conductual más frecuente y que a la 
vez se presenta en primer lugar, tanto en transferen- 
cia homo como heteroespecíficas, fue exploración 
antenal asociada a abertura mandibular. 


TABLA III. Tiempo (seg.) de presentación de las unidades conductuales en las diferentes transferencias. 


Unidades conductuales 


Tipo de transferencia EA/AM A LG FG MBR IL, MI 
XD.E. X D.E. X D.E. X D.E. X D.E. X D.E. X D.E. 

S. gayi a C. morosus 2,8 (1,2) 2,8 (28,9) 48,2 (32,1) 24,9 (34,6) 21,7(26,1) 38,2 (39,9) 49,6 (38,3) 

S. gayi a C. chilensis 2,6 (2,1) 22,2(25,7) = - 33,7 (24,5) 19,5(25,9) 38,8 (32,7) 65,0 (42,1) 

C. morosus a S. gayi 2,0 (1,2)  32,7(27,0)  38,0(35,3)  27,3(23,9) 39,5 (33,1) 54,9 (31,4) == 

C. chilensis a $. gayi 15,6(19,3)  37,5(29.0)  17,6(16,5)  43,9(26,5) 70,0 (15,5)  51,6(29,3) == 

C. chilensis a C. morosus 3,0 (1,7) 29,7 (23,4)  35,5(38,0) 18,1 (16,5) 16,0 (12,7) 19,8 (15,1) 96,3 (17,9) 

C. morosus a C. chilensis 2,7:(1,5) 26,8 (22,3) = ME 18,0 (7,0) 37,2 (33,4)  35,7(34,7) = - 

S. gayi a S. gayi 17,8 (12,3) = - = - 63,5 (47,4) - - = - = - 

Xx z Media aritmética 

D.E. : Desviación estándar 

EA/AM Exploración Antenal/Abertura Mandibular 

A : Apercollamiento 

LG . Levantamiento del Gáster 

FG E Flexión del Gáster 

MBR Movimientos Bruscos de Retroceso 

L z Lucha 

MI z Muerte de la Intrusa 


Considerando la frecuencia de presentación de 
las unidades conductuales S. gayi se manifiesta 
como no hermética frente a individuos de su propia 
especie; en cambio, C. morosus y C. chilensis, son 
especies herméticas frente a individuos de cada una 
de ellas entre sí, como también son herméticas 
frente a individuos de $. gayl. 


BIBLIOGRAFIA 


Cosens, D. y Toussaint, N. 1985. An experimental study of the 
foraging strategy of the wood ant Formica aquilonia. 
Animal Behaviour 33: 541-552. 

Dejean, A. 1986. Etude du comportement de predation dans le 
genre Strumigenys (Formicidae-Myrmicinae). Insectes 
sociaux 33(4): 388-405. 

De Vroey, C. y Pasteels, J.M. 1978. Agonistic behavior of 
Moyrmica rubrica L. Ins. Soc. 25: 247-265. 


36 


Hollander, M. y Wolfe, D. 1973. Non parametric statistical 
methods. John Willey $ Sons. New York. 

Ipinza, J.; Lucero, A. y Morales, M. A. 1991. Hermetismo en 
sociedades de Camponotus morosus Smith, 1858 
(Hymenoptera, Formicidae) en nidos artificiales. Rev. 
Chilena Entom. 19: 29-38. 

Ipinza, J.; Morales, M.A. y Sepúlveda, S. 1993. Hermetismo y 
distancia geográfica en sociedades de Camponotus morosus 
Smith, 1858 (Hymenoptera, Formicidae). Acta Ent. Chile- 
na. 18: 127-132. 

Ipinza, J.; Carbonell, C.; Morales, M.A. 1994. Hermetismo en 
sociedades mixtas de hormigas (Hymenoptera, Formicidae) 
en nidos artificiales. Rev. Chilena Ent. 2/: 41-45. 

Jaisson, P. 1985. Social behavior. /n: G.A. Kerkut y L.I. Gilbert 
(Editors) Comprehensive Ins. Phys., Biochem. and Pharmac. 
Pergamon Press. Oxford 9: 673-694. 

Lenoir, A. y Provost, E. 1986. La fermeture chez les insects 
sociaux. Bull. S.F.E.C.A. 17 (2): 293-296. 

Nowbahari, M. y Lenoir, A. 1984. La fermeture de sociétes de 
la fourmi Cataglyphis cursor: relation con la distance 
gtographique. In processus d'acquisition précoce - les 
communications. A. de Haro y Espadaler. Eds. Univ. Autó- 
noma Barcelona y S.F.E.C.A. pp: 457-461. 


Bol.Soc. Biol. Concepción, Chile, Tomo 67, pp. 37-42, 1996 


EFECTOS DEL FLORECIMIENTO DEL ARBUSTO CHUSQUEA QUILA 
KUNTH (POACEAE) SOBRE LA DEMOGRAFIA DE POBLACIONES DE 
ROEDORES DE LOS BOSQUES TEMPLADOS FRIOS DEL SUR CHILENO 


Flowering effects of the shrub Chusquea quila Kunth (Poaceae) on demography 
of rodent populations of the temperate rain forest in Southern Chile 


R. MURUA,' L. A. GONZALEZ”, M. GONZALEZ” Y C. JOFRE" 


RESUMEN 


El florecimiento y posterior semillación del arbusto 
Chusquea quila es un fenómenorecurrente y cíclico en periodos 
supranuales. La producción estival de semillas de Ch. quila en 
1994, medida en el bosque nativo, alcanzó la cifra de 51.3 
millones/ha con una viabilidad entre el 76-89%. La enorme 
cantidad de recursos alimentarios disponibles ha permitido 
sostener la hipótesis que los aumentos en densidad de 
roedores(ratadas) estarían compuestas principalmente por es- 
pecies granívoras del bosque que tendrían una respuesta instan- 
tánea a la cantidad de recurso. 

En dos áreas con Ch. quila florecida, en 1994 en el Bosque 
Experimental San Martín y en 1995 en Peulla (Parque Nacional 
Vicente Pérez Rosales) se establecieron retículos de 12 x 12m 
y 10 x 10m respectivamente, con una trampa Sherman por 
estación durante el otoño-invierno. Se utilizó el método de 
Captura Marcaje y Recaptura. La densidad se calculó con el 
índice de Lincoln. 

En ambas áreas se detectó una explosión poblacional. Esta 
fue 14 veces más elevada en el mes de abril que en el mismo mes 
de años previos en San Martín, alcanzando en invierno a 172 
animales/ha. En Peulla alcanzó 255 animales/ha en el mes de 
julio. En San Martín el incremento se produjo por aumento de 
la especie granívora Oryzomys longicaudatus (85%- 90% de la 
población total). En Peulla la especie omnívora Abrothrix 
olivaceus fue un 93% del total colectado. Los individuos adul- 
tos de O. longicaudatus de la población de San Martín fueron 
más grandes y pesados (10-50g machos y 13-43g hembras) en 
cambio A. olivaceus de la población de Peulla los individuos 
adultos mantienen sus pesos (14g-23.5g en machos y 13.5g - 
26.5g en hembras). Hay diferencias también en la proporción de 
sexos. En San Martín dominan inicialmente (abril) los machos 
(74,63%) para finalizar sin diferencias (julio); en cambio en la 
población de Peulla dominan la hembras con un 60,23%. 


*Instituto de Ecología y Evolución, Fac. de Ciencias, 


ABSTRACT 


Flowering and seeding of a Chilean shrub (Chusquea quila) 
occur in long interannual cycle. The enormous amount of seeds 
produced (51.3 millions/ha in 1994) provided abundant food 
resources for granivorous rodent species inhabiting temperate 
rain forests.This would explain the outbreak of rodents, named 
locally “ratadas”, that are associated with this cyclic phenome- 
non. 

Two areas with flowering of Ch. quila, in 1994 in San 
Martin Experimental forest and in 1995 in Peulla sector of 
Vicente Perez Rosales National Park were studied. 

Two grids of 12x12 and 10x10 traps, one Sherman trap per 
station were established in San Martin and Peulla, respectively. 
Abundance was estimated with Capture and Recapture Method. 
The Lincoln indice was utilized. 

In San Martin a population increase of 14 times greater was 
detected than figures found in the month of the peak in previous 
years. The total of animals collected in winter was 172 animals/ 
ha in San Martin, whereas in Peulla in one month (july) were 
collected 255 animals/ha. Ninety percent of the total population 
collected in San Martin was formed by the granivorous species 
Oryzomys longicaudatus but in Peulla 93% of the population 
was the omnivorous species Abrothrix olivaceus both species 
codominant in these forests. There were also found differences 
on demographic features in both populations. Animals from San 
Martin were bigger and heavier with a sex proportion skewed to 
males (76,63%).In Peulla no changes in weight or sizes were 
detected in A. olivaceus and sex proportion was skewed to 
females with a 60,23%. 


KEYWORDS: Rodents outbreaks. Plant-animal interac- 
tions. Small mammals populations. Chile. Chusquea quila. 


**Instituto de Silvicultura, Fac, Cs.Forestales, Universidad Austral de Chile, casilla 567, Valdivia, Chile,S.A. 


S)1) 


INTRODUCCION 


En la zona centro-sur de Chile, extensas super- 
ficies con bosques nativos son y han sido alteradas 
y destruidas por causas antrópicas tales como incen- 
dios y explotación forestal, y en menor grado, por 
catástrofes naturales. 

Entre las especies arbustivas que profusamente 
colonizan estas áreas se encuentran principalmente 
quila (Chusquea quila Kunth) y coligúe (Chusquea 
coleou Desvaux), dependiendo de la altitud en la 
cual se hayan producido estas alteraciones. 

La bambúcea Chusquea quila en Chile, se distri- 
buye entre las provincias de Cautín y Chiloé, bajo 
los 600 msnm aproximadamente (Muñoz, 1980; 
Hoffmann, 1982). Cuando crece en áreas despeja- 
das, forma matorrales monoespecíficos impenetra- 
bles que son comúnmente llamados “quilantales” o 
“quilantos” (Veblen et al., 1979; Hoffmann, 1982). 
Su crecimiento vigoroso y exuberante presentando 
incluso una condición de trepadora facultativa al- 
canzando hasta más de 20 m de altura (Donoso, 
1993; Schlegel, 1993) determina que la regenera- 
ción de especies arbóreas, principalmente intole- 
rantes a la sombra, como son las especies de 
Nothofagus, sean inhibidas en su crecimiento o 
presenten serias dificultades para establecer su re- 
generación, lo que complica notoriamente las ope- 
raciones de manejo del bosque nativo (Medina y 
Ojeda, 1972). 

Uno de los rasgos peculiares de esta especie, 
como de muchas bambúceas, es su prolongado ciclo 
vital. Ella presenta una floración periódica y grega- 
ria (sincrónica) y posteriormente muere. Esto signi- 
fica que un 70 a 90 % de su población florece en una 
misma temporada en un área relativamente extensa 
(Schlegel, 1993). 

No existe un consenso claro en la literatura sobre 
la periodicidad en que ocurriría cada ciclo y se habla 
de que las floraciones se presentarían aintervalos de 
10 a 30 años aproximadamente (Muñoz, 1980; 
Schlegel, 1993). 

Asociados a esos florecimientos cíclicos de la 
quila, se tienen informaciones anecdóticas y aisla- 
das, de aumentos incontrolados de especies de roe- 
dores, asociados alos hábitats de matorral y bosque 
higrófilo templado, ocurrida después de una flora- 
ción masiva y fructificación de Chusquea, llegando 
en algunos casos a constituir plagas en cultivos y 
sitios de almacenaje. Un caso es el descrito para la 
especie Oryzomys longicaudatus que multiplica su 
población en exceso como respuesta a la rica ali- 
mentación que le brindan las semillas de Ch. quila 


38 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


(Mann, 1978). Este mismo autor señala también, 
que bajo la influencia de esta alimentación (proba- 
blemente rica en vitamina E) aumenta la reproduc- 
ción de esta especie, agudizando la problemática de 
sobrevida de enormes masas poblacionales. 

Otras “ratadas” con grandes números de roedo- 
res, han sido descritas en Chile, Perú y en el lado 
este de los Andes, pero éstas parecen estar relacio- 
nadas con sucesos extrínsecos, no predecibles, tales 
como precipitaciones y consecuentes cambios en la 
producción de biomasa vegetal en zonas áridas 
(Hershkovitz, 1962; Pearson, 1975; Pefaur et al., 
1979). 

En los bosques nativos dominados por 
Nothofagus de tierras bajas, las especies de cricétidos 
más abundantes son Abrothrix olivaceus, Oryzomys 
longicaudatus y Abrothrix longipilis (González et 
al., 1982; Murúa y González, 1985; Murúa et al., 
1986). Las dos primeras especies muestran predeci- 
bles aumentos durante otoño e invierno y fuertes 
declinaciones a fines de éste. Es importante desta- 
car que O. longicaudatus presenta fluctuaciones 
interanuales relacionadas con la disponibilidad de 
semillas por seruna especie esencialmente granívora 
(González et al., 1989). 

Por las características señaladas, la floración 
acaecida en la primavera y verano del año 1992- 
1993 de una de las bambúceas (Ch. quila) constitu- 
ye un hecho muy especial y de significativa impor- 
tancia. Esto permite estudiar, por un lado, la diná- 
mica regenerativa de los bosques nativos de las 
tierras bajas del sur de Chile dominados por espe- 
cies arbóreas de Nothofagus, y por otro el efecto de 
la semillación sobre la dinámica poblacional de los 
roedores cricétidos habitantes de estos bosques. 

En el presente trabajo se analiza la influencia de 
la abundancia de semillas sobre las poblaciones de 
roedores. Se postula que la mayor cantidad de 
recurso alimentario disponible en el bosque produ- 
ciría una respuesta instantánea de las especies esen- 
cialmente granívoras de los ensambles de roedores, 
con aumentos en sus tamaños poblacionales y cam- 
bios demográficos ya sea en su estructura etaria, 
proporción de sexos y peso corporal. 


MATERIAL Y METODOS 


En la región de los Lagos en el sur de Chile, se 
eligieron dos áreas, una en la zona de la cordillera de 
la costa, el Bosque Experimental San Martín (39% 
38'"Lat. S 737” Long. O) y otra en la pre Cordillera 
de los Andes, el Parque Nacional Vicente Pérez 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


Rosales, sector Peulla (41* 15” Lat. S72* 10” Long. 
O) que presentaban abundantes matorrales de 
Chusquea spp. con diferentes grados de floreci- 
miento (Fig. 1). 


742 722 j 


Bosque Experimental a $ 


San Martín Z a A 


AN, 
4 S) OS CHILE 
Valdivia NN Ñ 


Vicente Pérez 
Rosales 1 


920 420 


Dd: 
£hoitén | a 


S 


Ze AF NS y 
Bao zed. 
- EN a 
Mapa de distribucion geografica generalizada de la floración de Chusquea spp. 
en la X Region de los Lagos. 


O Localizacion de los sitios de estudio. 


NS Q 
No 
S 


Fuente. (M.Gonzdlez, observaciones personales 1992-93-94,CONAF, 1993.) 


FIGURA 1. Distribución geográfica del florecimiento de la 
Chusquea spp. en la Décima Región Administrativa de Chile 
(Región de Los Lagos) en 1993-94. 


El Bosque Experimental San Martín, que ha 
venido siendo monitoreado desde hace 15 años, se 
encuentra a 60 msnm y se caracteriza por presentar 
las especies arbóreas dominantes como Roble 
(Nothofagus obliqua), Mañío (Podocarpus saligna), 
Olivillo (Aextoxicon punctatum) y Ulmo (Eucryphia 
cordifolia), en suelos de origen volcánico y con 
precipitaciones que superan los 2000 mm concen- 
trados en un 80% en los meses de otoño e invierno. 

El sector Peulla del Parque N. Vicente Pérez 
Rosales está ubicado a 500 msnm y se caracteriza 
por un bosque siempre verde con alta participación 
de especies como Ulmo (E. cordifolia), Tepa 
(Laurelia phillipiana), Coigúe (Nothofagus 
dombeyi) y Olivillo (A. punctatum) con suelos vol- 
cánicos y precipitaciones que superan los 2500 mm 
anuales. 


1. Estimación de la producción de semilla 
de Chusquea spp. 


En el bosque San Martín se instalaron 21 cajo- 
nes de 50 x 25 x 15 cm (0.125m?) cada uno para 
colectar semillas y hojarasca de Chusquea spp. que 
fueron dispuestos al azar en distintos sectores del 
bosque cubiertos por esta especie, en los meses de 
verano y otoño de 1993, los cuales fueron controla- 
dos semanalmente. Esta medición no se hizo en 
Peulla porque no se tenía un monitoreo continuo del 
área. 


2. Estimación de la abundancia de los 
roedores cricétidos 


En los sitios de muestreo se emplearon retículos 
de diferentes tamaños. En San Martín se mantuvo el 
retículo con el que se han monitoreado las especies 
de roedores cricétidos dominantes desde 1979 a la 
fecha. El retículo tiene una configuración de 12x 12 
trampas Sherman medianas, una porestacióna 10m 
de intervalo cubriendo un área de 1.21 has. Los 
censos se realizaron por 6 días mensualmente y los 
animales capturados fueron marcados con anillos 
numerados. En Peulla la configuración del retículo 
fue de 10 x 10 m, una trampa Sherman por estación 
a 10 mintervalo, cubriendo un área de 0.81 has. Los 
animales fueron también marcados con anillos y los 
censos se realizaron en julio y septiembre de 1995 
durante 5 días. 

Los individuos colectados fueron pesados, me- 
didos y estimada su condición reproductiva por 
caracteres externos, testículos escrotales en machos 
y vaginas perforadas, evidencias de preñez o lactan- 
cia en las hembras. Todos los animales fueron 
liberados en el punto de captura. 

La densidad para cada retículo se calculó me- 
diante el índice de Lincoln modificado por Bailey 
(1951). Para efecto del método se consideró como 
primer censo a los animales capturados en los 
primeros 3 días y como segundo censo los captura- 
dos en los restantes días del período de muestreo. Se 
agregó un área de influencia correspondiente a una 
cinta cuya dimensión es la mitad de la distancia 
máxima entre dos capturas sucesivas. Se estimaron 
parámetros demográficos como el peso corporal, la 
proporción de sexos y edad según Krebs (1978) y 
Jensen (1982). 


39 


RESULTADOS Y DISCUSION 


En la Fig. 2 se muestran los resultados de la 
producción de semillas colectada semanalmente en 
el verano 1993-94 para la especie Chusquea quila. 
Para una mayor claridad se hace presente que en 
años anteriores desde que se inició el monitoreo no 
ha habido producción de semillas de quila. La 
mayor caída de semillas se observa en la segunda 
semana de enero, donde alcanza su valor máximo de 
51,3 millones de semillas /ha. A partir de este punto 
se inicia la declinación de la caída de semillas, que 
se hace gradual en las semanas siguientes, hasta 
fines de febrero, donde los valores de semillas son 
bajos y se mantienen sin grandes variaciones hasta 
marzo. 


NUMERO SEMILLAS / ha. 
(millones) 


Y Bra CE A CASA 1 2 semana 
DIC. ENERO FEBRERO MARZO mes 


FIGURA 2. Número de semillas de Chusquea quila colectadas 
durante el verano 1993-94 en la localidad de San Martín, 
Valdivia. 


La Fig. 3 muestra la producción de materia seca 
total desglosada en semillas y hojarasca. La tenden- 
cia de la curva del peso seco en las primeras 6 
semanas, sigue el patrón observado en la produc- 
ción de semillas. De hecho el peso seco de las 
semillas es el componente que aporta más biomasa 
en esa fase. Sin embargo, el peso seco de la hojaras- 
ca es más abundante al inicio y al final del verano, 
lo que eleva la curva cambiando su patrón. Los 
períodos de mayor cantidad de hojarasca corres- 
ponden a la caída de hoja y desecamiento de las 
plantas de quilas. 

Otro aspecto de interés es la viabilidad de las 
semillas. Se observó durante el verano 93-94 que 
las semillas colectadas en las cajas trampas presen- 
taron una alta viabilidad, con un rango entre 76 al 
89% de semillas viables. Sería esperable que los 
depredadores de semillas prefieran las que son 


40 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


o 
eS 


035 
0.3 PITT 
0.25 : EEE 
SABERES Y Y, 
0.2 , EBEIÍ 
0.15 ODRÍA, 
0.1 AD 
0.05 Pesoseco total 
¡ Peso seco semillas 


Peso seco hojarasca 
GTVeSo esa m2. snm 


l | 


DIC ENERO FEBRERO 


PRODUCCION BIOMASA (Ton/ha) 


MARZO mes 


FIGURA 3. Cantidad de materia seca estimada durante el verano 
1993-94 en la localidad de San Martín. 


viables pues contienen la energía y nutrientes en 
niveles apropiados comparadas con las semillas 
vanas que presentan solo cáscara. 

Los roedores cricétidos que habitan el bosque 
templado frío presentan un ciclo anual que se carac- 
teriza por un incremento del número de individuos 
en los meses de otoño e invierno en las especies A. 
olivaceus y O. longicaudatus, y en verano en A. 
longipilis (Murúa y González, 1986, en revisión). 
En el año de florecimiento de la quila en el Bosque 
Experimental San Martín (93-94) en abril de 1994 se 
observó un incremento en el número de individuos 
de O. longicaudatus de 14 veces sobre los valores de 
animales supuestos vivos registrados para ese mes 
en años anteriores y en el siguiente (Tabla 1). 

Pero no sólo se presenta un cambio en los núme- 
ros totales de individuos, sino también hay un cam- 
bioen la proporción de las especies presentes duran- 
te el otoño. En San Martín, en 1994 predomina 
claramente O. longicaudatus representando entre el 
83 al 91% de los animales colectados. Este mayor 
aumento en número y en la importancia relativa en 
el ensamble, puede interpretarse como una respues- 
ta instantánea de O. longicaudatus al aumento im- 
portante de semillas de quila en el piso del bosque 
que alcanza su punto máximo en el verano previo. 


TABLA 1. Número de animales colectados en el mes de abril en 
el retículo de Bosque en el Fundo San Martín. 


Año Abrothrix olivaceus Oryzomys 
longicaudatus 
1989 12 10 
1993 3 7 
1994 13 140 
1995 8 2 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


Este hallazgo es coincidente con la conducta de esta 
especie con otras semillas arbóreas del bosque, que 
lo han definido como un seguidor de las condicio- 
nes del ambiente “environmental tracker”, fluc- 
tuando sus números según la abundancia del recur- 
so semilla (González et al., 1989). 

La ratada registrada en Peulla en julio de 1995, 
es diferente a la registrada en San Martín. En primer 
lugar la especie de roedor cricétido que domina 
ampliamente en el sitio de muestreo fueA. olivaceus, 
constituyendo el 93% del total de los animales 
colectados que incluyó también a O. longicaudatus. 
A. olivaceus no es granívoro estricto sino más bien 
omnívoro ya que incluye en su dieta componente 
animal (insectos), componente vegetal, plantas ver- 
des, hongos, además de semillas (Murúa y Gonzá- 
lez,1981). En segundo lugar los animales eran pe- 
queños, livianos y de la muestra sacrificada para 
estudios de laboratorio se constató que el 88% 
correspondían a animales jóvenes. El muestreo rea- 
lizado en julio en el retículo entregó un valor de 255 
animales /ha. Esta cifra cae violentamente en sep- 
tiembre donde un solo animal fue colectado con el 
mismo esfuerzo de captura, es decir en dos meses la 
población desapareció en forma completa. 

Se observaron otras diferencias demográficas 
como fueron los pesos corporales y la proporción de 
sexos de los animales en las especies que produje- 
ron la ratada en San Martín y Peulla. 

En cuanto al peso de los animales no se observa- 
ron diferencias significativas entre machos y hem- 
bras en las dos localidades, por lo cual los datos se 
agruparon y se compararon los totales entre ellas. 
Los A. olivaceus colectados en San Martín fueron 
significativamente más pesados que los animales de 
Peulla (Z=6.20922, prueba para términos no parea- 
dos, P < 0,05) (Tabla.2). 

Los O. longicaudatus capturados en San Martín 
son también grandes y pesados observándose una 
disminución gradual de los pesos promedios a lo 
largo del otoño-invierno (abril=32.3 g; mayo=29.64 


TABLA.2. Pesos de ejemplarese Abrothrix olivaceus colecta- 
dos en las localidades de Peulla y San Martín en el mes de Julio 
de 1995. 


Abrothrix olivaceus Peulla San Martín 
Total animales 132,0 30,0 
Peso promedio 17,4 g 21,8 g 
Desviación estándar 2,70 3,07 
Peso máximo 26,5 g 28,0 g 
Peso mínimo 13,5 g 17,0 g 


(Test Unpaired, Z= 5.3466, P < 0,001) 


g; junio=28.73 g y julio=26.22 g), lo que se puede 
asociar con la disminución de la cantidad de recur- 
sos alimentarios, que determina una caída gradual 
de los pesos y números. En Peulla los pesos de los 
animales son menores y la población se caracteriza 
por estar conformada por animales jóvenes. 

En cuanto a la proporción de sexos de O. 
longicaudatus se observó en San Martín un mayor 
número de machos en el mes con el punto máximo 
de la ratada (abril) con un 74,6 %, y luego una 
disminución en los meses siguientes para alcanzar 
enjulio una proporción de 1:1. En cambio, en Peulla 
A. olivaceus presentó una mayor proporción de 
hembras en el mes máximo (julio) de la ratada con 
un 60.2%. 

La situación descrita en el Bosque Experimental 
San Martín se ajusta a la hipótesis planteada inicial- 
mente, en que la mayor abundancia de recursos 
alimentarios (semillas de quila) produce un aumen- 
to en el tamaño de la población de los roedores 
granívoros como es el caso de O. longicaudatus. 
Esta abundancia de recursos hace las veces de un 
“dispersal sink” (sensu Lidicker, 1975) que atrae 
hacia el área a individuos de zonas periféricas, que 
pueden establecerse por la mayor cantidad de ali- 
mento disponible y explica la respuesta instantánea 
de la población que en la misma estación aumenta 
sus números. El claro sesgo observado hacia una 
mayor proporción de machos característico de esta 
especie (Murúa et al. 1986), apoya las condiciones 
de elevada vagilidad que presenta la especie. 

En Peulla la colecta realizada en julio, que 
corresponde al final del período de reclutamiento 
dentro del ciclo anual descrito (Murúa y Gonzá- 
lez,1986), muestra una población constituida por 
animales jóvenes nacidos en la estación y que 
sobrevivirían en el área por la cantidad de recurso 
disponible. Laratada estuvo formada por los anima- 
les nacidos y reclutados en la estación. Por otra 
parte, se ha detectado en A. olivaceus hembras muy 
precoces de 13g de peso preñadas y con varias 
preñeces y grandes camadas en la estación (Gonzá- 
lez etal., 1988). Una elevada fecundidad y sobrevi- 
vencia podría dar cuenta de los números de anima- 
les encontrados en el área en el punto máximo de la 
ratada. Este hecho estaría de acuerdo con la idea de 
un aumento de la fecundidad debido a la presencia 
de algún compuesto químico, en la semilla de quila 
como ha sido sugerido por Mamn (1978), que afec- 
tas positivamente la fecundidad de las hembras. Los 
animales emigran del lugaruna vez que los recursos 
escasean, con fuertes mortalidades en la población 
que la lleva a una extinción local. La extinción casi 


41 


completa fue observada en las colectas de septiem- 
bre dos meses más tarde de la ratada. 

De acuerdo a las hipótesis adelantadas para 
explicar la ratada, las dos especies de roedores 
cricétidos responderían de forma diferente a la 
mayor abundancia de recursos de semillas de quila 
enel área. Estas respuestas serían concordantes con 
el perfil demográfico de las poblaciones, el que se 
ajusta a las condiciones ambientales y a las restric- 
ciones internas (morfológicas, ecoetológicas, 
genéticas) de la especie. 


AGRADECIMIENTOS 


Se agradece a Freddy Mondaca y Pedro Muñoz 
su colaboración en terreno. Se agradece además a la 
Corporación Nacional Forestal (CONAE) por la 
autorización para trabajar en el Parque Vicente 
Pérez Rosales. (Financiado por Proyectos DIUACH 
N? S-94 -21 y FONDECYT N* 1951206) 


BIBLIOGRAFIA 


Bailey, J.A. 1951. In estimating the size of mobile populations 
from recapture data. Biometrika 38(3-4):293-306. 

Donoso, C .1993. Bosques templados de Chile y Argentina. 
Variación, Estructura y Dinámica. Ecología Forestal. Ed. 
Universitaria, Santiago, Chile, 487 págs. 

González, L.A., Murúa, R. y Feito, R. 1982. Densidad poblacio- 
nal y padrones de actividad espacial de Akodon olivaceus 
(Rodentia, Cricetidae) en hábitats diferentes: 935-947. In: 
P.Salinas (Ed) Zoología Neotropical, Actas VIII Congreso 
Latinoamericano de Zoología, Mérida, Venezuela. 1521 
págs. 

González, L.A., Murúa, R, Meserve, P.y C. Jofré 1988. Conse- 
cuencias demográficas de la manipulación experimental en 
la composición de edades de Akodon olivaceus (Rodentia, 
Cricetidae). Bol.Soc. Biol. Concepción.58:57-67. 

González, L.A., Murúa, R y Jofré, C. 1989. The effect of seed 
availability on population density of Oryzomys in southern 
Chile. Journal of Mammalogy, 70(2): 401-403. 


42 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


Hershkovitz, P. 1962. Evolution of Neotropical cricetine rodents 
(Muridae) with special reference to the phylogeny group. 
Fieldiana Zoology 46: 1-254. 

Hoffmann, A. 1982. Flora silvestre de Chile. Zona Araucana. 
2da Edición, Fundación Claudio Gay. Santiago. 258 págs. 

Jensen, J. 1982. Seed production and outbreaks of no-cyclic 
rodent populations in decidous forest. Oecologia (Berlin), 
54: 184- 192. 

Krebs, C.J. 1978. Ecology. The experimental Analysis of Dis- 
tribution and Abundance, 2nd edition, Harper and Row, 
London, 694 págs. 

Lidicker, WZ. 1975. The role of dispersal in the demography of 
small mammals: 103-128, In: Golley F, Petrusewicz K, and 
L. Ryszkowski (eds.). Small mammals: their productivity 
and population dynamic. Cambridge University Press, 
Cambridge,U.K. 

Mann, G. 1978. Los pequeños mamíferos de Chile. Gayana, 
Zoología (Concepción-Chile) 40:1-342. 

Medina, G.y Ojeda, J.F. 1972. Alcance sobre el comportamien- 
to regenerativo del raulí (Nothofagus alpinaN(Poepp. et 
Endl. Oerst) y sus principales especies asociadas. Tesis, 
Fac. Ing. Forestal, U. Austral de Chile. 

Muñoz, M. 1980. Flora de Parque Nacional Puyehue. Santiago. 

Murúa, R., y González, L.A. 1981. Estudio de preferencias y 
hábitos alimentarios en dos especies de roedores cricétidos. 
Medio Ambiente (Valdivia-Chile) 5: 115-124. 

Murúa, R., y González, L.A. 1985. A cycling population of 
Akodon olivaceus (Cricetidae) in a temperate rain forest in 
Chile.Acta Zoologica Fennica,173: 77-79. 

Murúa, R., González, L.A. y Meserve, P.L. 1986. Population 
ecology of Oryzomys longicaudatus Philippii (Rodentia: 
Cricetidae) in southern Chile. Journal of Animal Ecology, 
55: 281-293. 

Murúa, R., y González, L.A. 1986. Regulation of numbers in 
two neotropical rodent species in southern Chile. Revista 
Chilena de Historia Natural, 39 : 193-200. 

Pearson, O. 1975. An outbreak of mice in the coastal desert of 
Perú.Mammalia, 39:375-386. 

Pefaur, J., Yáñez,J €: Jaksic, F. 1979. Biological and environ- 
mental aspects of a mouse outbreak in the semiarid region 
of Chile. Mammalia,43: 313-322. 

Schlegel, F. 1993. El problema de la floración. Revista Chile 
Forestal, 206: 36-37. 

Veblen, T., Donoso,C.,Schlegel, F. M.£ Escobar, B. 1981. 
Forest dynamics in South-Central Chile.Journal of 
Biogeography.8: 2111-2247. 

Veblen, T.,Veblen, A.y Schlegel, F. 1979. Pattern in mixed 
evergreen- decidous Nothofagus forest in the valdivian 
Andes, Chile. Journal of Ecology 67: 809-823. 


Bol.Soc. Biol. Concepción, Chile, Tomo 67, pp. 43-51, 1996 


AMPLIFICACION DE GENES POR PCR Y SU APLICACION AL 
ESTUDIO DE LA BIODIVERSIDAD 


PCR genes amplification and its utility in biodiversity studies 


ROLANDO P. MONTOYA*, PATRICIA I. GOMEZ**, MARIELA A. GONZALEZ**, MARIO 
HENRIQUEZ*** Y ARTURO CANDIA*+*. 


RESUMEN 


En el presente trabajo se muestra la aplicación de la técnica 
de amplificación de genes por PCR en organismos procarióticos 
y eucarióticos. Como ejemplos, se amplifican genes conocidos 
(específicos), tales como el espaciador ribosomal y el gen eae 
involucrado en la patogenicidad de Escherichia coli y otros 
desconocidos, mediante la técnica de RAPD. Los organismos 
utilizados en el estudio correspondieron a 5 taxa del reino 
Monera, 2 taxa del reino Plantae y 1 taxa del reino Animal. En 
algunos casos, los patrones de amplificación permitieron dife- 
renciarlos organismos, aniveles genérico, específico y/o pobla- 
cional, demostrando la potencialidad de esta técnica molecular 
enestudios de biodiversidad organísmica y/o en la resolución de 
problemas taxonómicos puntuales. 


INTRODUCCION 


El creciente desarrollo y simplificación experi- 
mentado por las técnicas de biología molecular ha 
facilitado su uso en áreas de las ciencias biológicas 
diferentes de las tradicionales; en la actualidad, el 
análisis de la molécula de ADN se considera una 
herramienta de gran potencialidad y resolución en 


*Depto. Biología Molecular, 

***Depto. Microbiología, Fac. de Cs. Biológicas; 

**Depto. Botánica, Fac. Cs. Nat. y Oceanográficas. Uni- 
versidad de Concepción. 


ABSTRACT 


The use of PCR to amplify known and unknown genes in 
prokaryotes and eukaryotes to infer relationships among taxa is 
shown. As examples, particular sequences such as the one in the 
ribosomal intergenic spacer and the gene eae involved in 
Escherichia coli pathogenesis and unknown genes applying the 
RAPD technique are included. The organisms used comprise 5 
taxa of the kingdom Monera, 2 taxa of the kingdom Plantae and 
one taxa of the kingdom Animalia. In some cases, the 
amplification patterns allow differentiations at genera, species 
and/or populations level, demonstrating the potential use of this 
molecular technique in biodiversity studies and/or in the 
resolution of particular taxonomical problems. 


KEYWORDS: PCR. ITS. REFLP. RAPD and biodiversity. 


taxonomía y filogenia. Los atributos moleculares 
son una medida directa de cambios en el genotipo, 
por lo tanto, su utilización evita los problemas 
asociados a la plasticidad fenotípica que, como se 
sabe, está influenciada por el ambiente. Desde hace 
más o menos una década, los sistemáticos han 
comenzado a incluir data molecular en sus estudios 
tradicionales. Los resultados obtenidos han contri- 
buido tanto a solucionar problemas sistemáticos 
irresolutos como a corregir algunos errores genera- 
dos de la utilización de caracteres taxonómicos 
clásicos. 

Las variaciones presentes en el genoma nuclear 
y organelar (mitocondrial y cloroplastidial) pueden 


43 


ser detectadas a través de variadas técnicas molecu- 
lares; entre ellas, el establecimiento de polimorfis- 
mos en la longitud de los fragmentos de restricción 
(RFLPs), la secuenciación, la hibridación y la reac- 
ción en cadena de la polimerasa (PCR). Dadas las 
ventajas de esta última, su uso en estudios de la 
biodiversidad es cada vez más frecuente (Arnheim 
et al., 1990; Coleman and Goff, 1991; González et 
al., 1995; Weising et al., 1995). 

La PCR desarrollada por Mullis y Faloona en 
1987, es un método de amplificación enzimática in 
vitro de secuencias nucleotídicas específicas que 
proporciona grandes cantidades de copias de una 
secuencia blanco; de esta manera se supera el cons- 
tante problema de la escasa disponibilidad y pureza 
del gen que se someterá a análisis (Taylor, 1991). 
Esta técnica ha sido aplicada a la identificación y 
caracterización genética de diversos organismos, 
tanto procarióticos (Gannon et al., 1993; Nowak et 
al., 1995; Smith-Vaughan et al., 1995) como 
eucarióticos (Bhattacharya et al., 1991; Irwin et al., 
1991; Bird et al., 1992; Sang et al., 1995). Su 
utilización ha llegado incluso al análisis de organis- 
mos fijados y fosilizados (Páábo, 1990). La técnica 
se basa en la unión y extensión de dos 
oligonucleótidos utilizados como partidores que 
flanquean la secuencia de ADN a amplificar. Entre 
los genes que han sido amplificados con fines 
comparativos se citan los genes de las subunidades 
mayor y menor de la enzima Rubisco y, cuando 
existe, el espaciador intergénico que los separa 
(Destombe and Douglas, 1991; Fujiwara et al., 
1994), el gen de citocromo b y la zona D-loop del 
ADN mitocondrial (Irwin ef al., 1991; Meyer, 
1994a), los genes y espaciadores ribosomales (Hillis 
and Dixon, 1991), entre otros. La información 
obtenida de la amplificación de los genes que codi- 
fican para el ARNr ha sido intensamente utilizada 
en estudios taxonómicos de niveles jerárquicos 
superiores al específico, mientras que los espacia- 
dores intra e intergénicos se han empleado en com- 
paraciones a niveles inferiores (subespecífico, po- 
blacional e individual) (Schaal and Learn, 1988; 
Hillis and Dixon, 1991; Meyer, 1994b; Sang et al., 
1995). Las secuencias amplificadas son compara- 
das en cuanto a tamaño y/o secuencia, por digestión 
con enzimas de restricción (RELP) (Scholfield et 
al., 1991; Adachi et al., 1994) o secuenciando 
directamente el fragmento (Hillis and Dixon, 1991; 
Goff et al., 1994, Manhart et al., 1995; Sang et al., 
1995). 

En 1990, Williams et al. y Welsh y McClelland 
reportaron separadamente una modificación de la 


44 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


técnica de PCR clásica que permite la detección de 
polimorfismo genético, denominada ADN polimór- 
fico amplificado al azar (RAPD); en este caso, se 
utiliza un solo partidor de secuencia arbitraria, con 
un contenido de GC superior al 50%. Este método 
ha sido usado en la caracterización de bacterias, 
hongos, algas, plantas vasculares y animales (Welsh 
and McClelland, 1990, 1991; Caetano-Anollés et 
al., 1991; Mazurier et al., 1992; Waugh and Powell, 
1992; Patwary et al., 1993; Williams et al., 1993, 
González et al., 1996). 

El polimorfismo generado con estas técnicas, se 
manifiesta por la presencia o ausencia de un trozo de 
ADN producido por PCR y/o su fragmentación con 
enzimas de restricción que luego se visualiza en un 
gel de agarosa. En el análisis de la data se debe tener 
en cuenta: la calidad del ADN, la digestión comple- 
tao parcial del ADN, las condiciones de separación 
electroforética, la intensidad de las bandas y la 
presencia o ausencia de bandas comigrantes. Para el 
procesamiento de la data se cuenta con variados 
métodos disponibles en paquetes computacionales 
(Romesburg, 1984; Patwary et al., 1993; Olmstead 
$ Palmer, 1994). En nuestro laboratorio hemos 
utilizado el paquete computacional NTSYS-pc ver- 
sión 1.60. Parala comparación de diferentes taxa, se 
prepara una matriz basada en la presencia o ausen- 
cia de bandas; a partir de ella se calcula un coefi- 
ciente de similitud para cada par de taxa, en este 
caso “simple matching” (Cjk = a+d/a+b+c+d; 0.0 < 
Cjk< 1.0) y se genera una matriz de similitud de la 
cual se construye un fenograma aplicando el agru- 
pamiento UPGMA (Rohlf,1988). 

El objetivo de este trabajo es entregar informa- 
ción sobre la potencialidad de la técnica de ampli- 
ficación por PCR de genes específicos (ITS, gen 
eae) y desconocidos (RAPD) para la caracteriza- 
ción genética de individuos, poblaciones, especies 
y géneros. 


MATERIALES Y METODOS 


MATERIAL BIOLOGICO: Talos de Gracila- 
ria chilensis Bird, McLachlan á Oliveira prove- 
nientes de praderas naturales (2 a 4 morfotipos), 
fueron recolectados en Caleta Lenga (36%46'S; 
7310"W), Isla Santa María (37%03"S; 73%30"W) y 
Maullín (41%36*S; 73%38"W). El ADN nuclear de 
Gracilariopsis lemaneiformis (Bory) Dawson, 
Acleto £ Foldvik de California, USA, fue propor- 
cionado por la Dra. Lynda Goff (Universidad de 
California, Santa Cruz, USA). Cepas bacterianas de 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


Shigella flexneri, Shigella sonnei, Escherichia coli 
enteropatógenas y Yersinia enterocolitica, fueron 
aisladas de deposiciones de humanos de Concep- 
ción, VIII Región, excepto una cepa de E. coli 
proveniente de Canadá. Cepas de Yersinia ruckeri 
fueron aisladas desde peces cultivados en la X 
Región. Ejemplares de Merluccius gayi Guichenot 
(merluza) fueron capturados en el Golfo de Arauco, 
VIII Región. 

AISLAMIENTO DE ADN: El ADN nuclear de 
G. chilensis fue obtenido por ultracentrifugación en 
gradientes de CsCl - Hoechst, siguiendo el protoco- 
lo descrito por Rice y Bird en 1990. El ADN 
genómico de bacterias se obtuvo por ebullición de 
las bacterias previamente resuspendidas en agua 
destilada, según la metodología de Mazurier et al., 
1992. El ADN genómico de merluza se extrajo por 
homogenización del tejido en presencia de la resina 
Chelex 100, proporcionada en el kit de aislamiento 
de ADN InstaGene matrix (BioRad). 

AMPLIFICACION DE GENES: Los progra- 
mas de amplificación fueron realizados en un 
termociclador Perkin Elmer 480. Los reactivos uti- 
lizados en las reacciones de PCR, excepto los 
partidores, fueron adquiridos en Perkin Elmer. Los 
partidores fueron sintetizados por el Centro de 
Síntesis y Análisis de Biomoléculas de la Universi- 
dad de Chile. 


1. Específicos: 


a) Espaciador ribosomal eucarionte: Las mez- 
clas de amplificación contenían tampón de reacción 
1X, 1.5 mM de MgSO,, 200 uM de cada dNTP, 0.4 
uM del partidor TW-81, 0.4 uM del partidor AB-28 
(Tabla I), 1 U de Taq ADN polimerasa y 50 ng de 
ADN nuclear, en un volumen de 50 ul. El programa 
de PCR tuvo las siguientes etapas: 5 min a 95%C; 5 
ciclos de 1 min a 92*C, 2 min a90*C y 1 min a 72*C; 
30 ciclos de 1 min a 90*C, 1 min a 60€ y 1 mina 
72*C; 10 min a 72*C. (Coleman, Com. pers.). 

b) Espaciador ribosomal procarionte: Las mez- 
clas de amplificación contenían tampón de reacción 
1X, 1.5 mM de MgSO,, 100 uM de cada dNTP, 0.1 
uM del partidor SP-1, 0.1 uM del partidor SP-2 
(Tabla I), 1 U de Taq ADN polimerasa y 60 ng de 
ADN genómico bacteriano, en un volumen de 50 ul. 
El programa de PCR tuvo las siguientes etapas: 7 
min a 94*C; 40 ciclos de 1 min a 94*C, 1 min a46'C 
y 2 min a 72*C; 6 min a 72*C. (Nowak et al., 1995) 

c) Gen eae: Las mezclas de amplificación con- 
tenían tampón de reacción 1X, 1.5 mM de MgS0O,, 


200 uM de cada dNTP, 1uM del partidor EC-1, 1 
uM del partidor EC-2 (Tabla 1), 1 U de Taq ADN 
polimerasa y 20 ng de ADN genómico bacteriano, 
en un volumen de 50 ul. El programa de PCR tuvo 
las siguientes etapas: 35 ciclos de 1 min a 94*C, 1 
min a 60%C y 2 min a 72*C; 5 min a 72'C (Gannon 
et al., 1993). 

Digestión del gen eae amplificado: 10 ul de 
ADN amplificado por PCR fueron digeridos inde- 
pendientemente con 10 U de las endonucleasas de 
restricción Dpn II, Hha I, Hpa Ill, MspI, Rsal y Tag 
I, cuyas secuencias de reconocimiento son de 4 
nucleótidos. Las condiciones de reacción para cada 
enzima fueron ajustadas a las indicaciones del pro- 
veedor (BioLabs). 


2. Inespecíficos (RAPD) 


Con el objeto de establecer las condiciones 
óptimas de amplificación por RAPD (presencia, 
nitidez y reproducibilidad de las bandas) se ensayó 
el efecto de distintas variables como son las concen- 
traciones de Mg”, de Tag ADN polimerasa, de 
partidor, de ADN molde y la temperatura de unión 
de los partidores. La mezcla de amplificación con- 
tenía: tampón de reacción 1X, 1.5 mM de MgSO,, 
100uM de cada dN TP, 0.2 uM de partidor (Tabla D, 
1 U de Taq ADN polimerasa y 60 ng de ADN 
nuclear (G. chilensis, G. lemaneiformis) o total 
(bacterias y peces), en un volumen de 25 ul. El 
programa de PCR tuvo las siguientes etapas: 40 
ciclos de 1 min a 94*C, 1 min a 42*C y 2 mina 72*C. 

ANALISIS ELECTROFORETICO: Los frag- 
mentos resultantes de la amplificación por PCR y de 
la digestión del gen eae fueron separados por elec- 
troforesis en geles de agarosa sumergidos en tam- 
pón TAE, al 2% y al 4% respectivamente. La 
separación electroforética se realizó a 60 V durante 
60-90 min, los geles fueron teñidos en bromuro de 
etidio 0.5 ug/ml por 30 min, visualizados bajo luz 
UV y fotografiados con cámara Polaroid y película 
667. 


RESULTADOS 
Amplificación y digestión de genes específicos 
En la Fig. 1A se muestra el análisis electroforé- 
tico de los productos de amplificación por PCR del 


fragmento ITS de 4 morfotipos de G. chilensis y de 
G. lemaneiformis. El tamaño del fragmento para los 


45 


Haelll MD ME 


MG MY 6.1. 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


1234556758 


FIGURA 1: Amplificación del espaciador ribosomal de morfotipos MD, ME, MG y MV de G. chilensis y G. lemaneiformis 
(A) y de cepas de Y. ruckeri (ranuras 2 a 7) y Y.enterocolitica (ranura 8) (B). Marcador de pesos moleculares (ranura 1). 
Electroforesis en geles de agarosa al 2%. 


TABLA 1: Secuencia y % de GC de los partidores utilizados en las amplificaciones por PCR de genes específicos e inespecíficos 


(RAPD). 
Partidor Secuencia GC (%) 
TW-81 S'GGGATCCTTTCCGTAGGTGAACCTGT-3” S8 
AB-28 S'-GGGATCCATATGCTTAAGTTCAGCGGGT-3” S0 
SP-1 5'-GAAGTCGTAACAAGG-3” 47 
SsP-2 5'-CAAGCCATCCACCGT-3” 60 
AE-13 5'-GTGGCGAATACTGGCGAGACT-3” Sl) 
AE-14 5'-CCCCATTCTTTTTCACCGTOG-3” 2 
P-1 5'-ACGTATCTGC-3” S0 
P-2 5'-ACAACTGCTC-3” S0 
P-3 5'-TGACTGACGC-3” 60 
P-4 5'-AGCAGCCTGC-3” 70 
P-5 5'-GCATATTCCG-3” S0 
P-10 5'-GCOGATCCCCA-3” 70 
P-17 S'-CCTGGGCCTC-3” s0 
P-30 S'-COGGCCTTAG-3” 70 
P-50 S'-TTCCCCGCGC-3” 80 
P-61 5'-TTCCCCGACC-3” 70 
P-100 5'-ATCGGGTECG-3” 70 
D-1 5'-ACCGCGAAGG-3” 70 
D-2 S'-GGACCCAACC-3” 70 
OPA-2 5 -TGCGGAGCTG-3” 70 
OPA-3 5'-AGTCAGCCAC-5” 60 
OPA-4 5'-AATCGGGCTG-3” 60 
OPA-13 5'-CAGCACCCAC-3” 70 
M-13 S' -GAGGGTGGCGGTTCT-3” 67 


46 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


morfos de G. chilensis fue de 1400 pb y de 950 pb 
para G. lemaneiformis. Las bandas tenues observa- 
dasen todos los casos se deberían a amplificaciones 
inespecíficas. 

En las 6 cepas de Y. ruckeri se obtuvo la ampli- 
ficación de 2 espaciadores ribosomales cuyos ta- 
maños fueron de 700 y 800 pb mientras que en Y. 
enterocolitica se amplificó un solo espaciador de 
750 pb (Fig. 1B). 

La amplificación del gen eae en E. coli 
enteropatógenos generó un producto de 890 pb, 
cuya digestión con las endonucleasas Dpn II, Rsa L, 
y Taq 1 produjo patrones de restricción idénticos 
para las dos cepas de E. coli (Chile y Canadá). Por 
otro lado, se obtuvo patrones de restricción diferen- 
tes para ambas cepas con las endonucleasas Hha l, 
Hpalll y MspI (estas dos últimas son isosquisómeros 
ya que reconocen la misma secuencia de corte) (Fig. 2). 


M eae Mspl Rsal Tag! 


Dpnll — Hhal — Hpall 


FiGURA 2: Digestión de un fragmento del gen eae amplificado 
previamente por PCR en doscepas de E. coli (una de Chile y otra 
de Canadá). Las enzimas de restricción usadas son Dpn II, Hha 
I, Hpa II y su isosquizómero Msp I, Rsa I y Taq I. Marcador de 
pesos moleculares ranura M y en eae, el fragmento no digerido. 
Electroforesis en geles de agarosa al 4%. 


Amplificación de genes inespecíficos (RAPD) 


Normalización de las condiciones de 
amplificación por RAPD: 


En la Fig. 3 se observa el efecto de la concentra- 
ción de Mg” (A), enzima Taq ADN polimerasa (B), 
partidor (€) y ADN molde (D) así como la tempe- 
ratura de unión del partidor (E) en la amplificación 
por RAPD. Estos ensayos nos permitieron elegir las 
condiciones óptimas de amplificación: 1.5 mM de 
Mg”, 0.04 U de Taq ADN polimerasa/ul, 0.2 uM de 
partidor, más de 2.4 ng/ul de ADN molde y 42*C 
como temperatura de unión del partidor. 

La Fig. 3F muestra los perfiles de amplificación 
de G. chilensis con partidores de diferente secuen- 
cia y contenido de GC, en las condiciones óptimas 
señaladas. Con los partidores P-1, P-5 y P-61 se 


obtuvo una amplificación débil o nula, por lo 
cual estos partidores no son apropiados para 
caracterizar G. chilensis. Por el contrario, con los 
partidores restantes: P-2, P-3, P-4, P-6, P-17, P- 
30, P-50 y P-100, se obtienen perfiles de ampli- 
ficación apropiados en número, longitud y canti- 
dad de fragmentos. 


Aplicaciones de RAPD en organismos 
eucarióticos y procarióticos: 


En la Fig. 4 se muestra la amplificación del 
ADN total de merluza con diferentes partidores. 
Con algunos (D-1, D-2, M-13, OPA-3, OPA-4 y 
OPA-13), se obtuvo patrones de amplificación de 
intensidad apropiada para estudios comparativos. 

En la Fig. 5, se muestran los patrones de 
amplificación de morfotipos de G. chilensis con 
el partidor P-17. Se observan diferencias respec- 
to al patrón común para uno de los morfos de 
Maullín (ranura 6) y uno de los morfos de Isla 
Santa María (ranura 10). 

En la Fig. 6A se muestra la amplificación de 
ADN genómico de Yersinia con el partidor M-13. 
En las 6 cepas de Y. ruckeri analizadas se obtuvo un 
patrón de amplificación idéntico (ranuras 2 a 7) y 
diferente al presentado por Y. enterocolitica (ranu- 
ra 8). Por otro lado, en la Fig. 6B se observa que el 
partidor M-13 generó patrones de amplificación 
diferenciales para las cepas de S. flexneri y S. 
sonnel analizadas. 


DISCUSION 


Los genes que codifican parael ADN ribosomal, 
en procariontes y eucariontes, se organizan en una 
región que se repite en el genoma. Esta región 
contiene zonas relativamente conservadas, que co- 
difican para los distintos tipos de ARNr y regiones 
altamente variables, que corresponden a espacia- 
dores intra e intergénicos (Schaal and Learn, 1988; 
Smith-Vaughan et al., 1995). Las secuencias codi- 
ficantes, por su carácter conservativo, proporcio- 
nan información útil en el establecimiento de rela- 
ciones taxonómicas en niveles jerárquicos superio- 
res al específico; las regiones no codificantes en 
cambio, por ser más variables, permiten su uti- 
lización en estudios de variaciones a nivel inferior 
al específico llegando incluso al individual (Schaal 
and Learn, 1988; Bhattacharya et al., 1991; Bird et 
al., 1992; Nowak et al., 1995). 


47 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. ''omo 67, 1996 


P50 P50 


M 0.0 0.5 15 25 3.5 4.5 mMMg?” M 0.5 1.0 2.0 3.0 4.0 UTaq 


M 0.0 0.1 0.2 0.4 0.8 1.6 PM P50 M 5 10 20 40 80 ngADN 


duscaccciciad — ARA der 


O 
| ll Dile traca 


P50 


A 
Haelll 30 36 42 50 60% ICAA NA 


FIGURA 3: Estandarización de la amplificación por PCR-RAPPD. Variaciones de la concentración de Mg” (A), de la enzima Taq ADN 
Polimerasa (B), del partidor P-50 (C), del ADN molde (D) y de la temperatura de unión del partidor P-50 (E). En Fse observan patrones 


de amplificación de G. chilensis con diferentes partidores: P-1 (B), P-2 (C), P-3 (D), P-4 (E), P-S (E), P-6 (G), P-17 (B), P-30 (D, 
P-S0 (3), P-61 (K) y P-100 (L). Electroforesis en geles de agarosa al 2%. 


48 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


Comose muestra en la Fig. 1A, la amplificación 
de la región ITS (espaciadores internos transcritos 
ITS-1 e ITS-2 más gen 5.88 del ARNr) generó un 
fragmento de 1400 pb paralos morfos de G. chilensis 


P D M OPA 


M 6 100 1 MENO IN E] 


FiGURA 4: Amplificación por PCR-RAPD para el ADN de M. 
gayi con partidores de las series P, D, M y OPA. Separación de 
los fragmentos amplificados por electroforesis en geles de 
agarosa al 2%. 


1234567891011 
Kb ? ¿ 


FIGURA 5: Amplificación por PCR-RAPD con el partidor P-17 
para el ADN de morfotipos de G. chilensis de Lenga (ranuras 2 
a5), Maullín (ranuras 6 a9) e Isla Santa María (ranuras 10 y 11). 
Marcador de pesos moleculares (ranura 1). Electroforesis en 
geles de agarosa 2%. 


12345678 


y de un tamaño considerablemente menor (950 pb) 
para G. lemaneiformis; la diferencia en longitud de 
esta región en ambos géneros es el reflejo de muta- 
ciones ocurridas durante su divergencia taxonómica. 
Porotro lado, la ausencia de variación en la longitud 
de la región IT'S de los morfos de G. chilensis se 
debería a su estrecha relación taxonómica (intraes- 
pecífica). 

A la fecha no se han encontrado diferencias en 
los patrones de restricción de la región ITS en los 
morfos de G. chilensis (manuscrito en preparación), 
lo que no descarta su existencia, la cual podría ser 
determinada mediante RELP con otras enzimas de 
restricción o bien por secuenciación directa del 
fragmento. 

Al igual que en eucariontes, los espaciadores 
ribosomales bacterianos constituyen un buen atri- 
buto taxonómico. En el caso de las cepas de Y. 
ruckeri se obtuvo 2 espaciadores ribosomales cu- 
yos tamaños fluctuaron entre 700 y 800 pb a dife- 
rencia del único fragmento de 750 pb amplificado 
en cepas de Y. enterocolitica (Fig. 1B). En otras 
especies y cepas bacterianas, el número de espacia- 
dores ribosomales puede ser superior a dos y su 
tamaño fluctuar entre 400 a 2000 pb. Sin embargo, 
estos caracteres se mantienen constantes para un 
taxón determinado (resultados no mostrados). 

El gen eae, relacionado con la enteropatogenici- 
dad de E. coli, tiene una longitud aproximada de 
5000 pb y dentro de él se han descrito varias parejas 
de partidores que permiten amplificar distintas re- 
giones del gen (Gannon et al., 1993); una de éstas es 
la acotada por los partidores AE-13 y AE-14 utili- 
zados en este trabajo. La amplificación del gen eae 


LIA 20M SAL: E IAB AE 


a a 


FIGURA 6: Amplificación por PCR-RAPD con el partidor M-13 para el ADN de cepas de Y. ruckeri (ranuras 2 a 7) y Y. enterocolitica 
(ranura 8) (A) y cepas de S. flexneri (ranuras 2 a 4) y S. sonnei (ranuras 5 a 7) (B). Marcador de pesos moleculares en A (ranura 1) 


y en B (ranuras 1 y 8). Electroforesis en geles de agarosa 2%. 


49 


en 2 cepas de E. coli enteropatógenos, una de ellas 
aislada en Chile y la otra en Canadá, produjo un 
fragmento de igual tamaño, pero la digestión del 
fragmento con algunas endonucleasas de restric- 
ción (Hha L, Hpa Il y Msp I) permitió revelar 
diferencias en las secuencias internas de este gen 
(Fig. 2). Estos resultados indican la existencia, en 
algunos casos, de variación en la secuencia de 
regiones codificantes en niveles jerárquicos infe- 
riores al específico. 

Comparado con otros métodos de análisis de 
ADN la detección y uso de marcadores de RAPD es 
relativamente rápida, sencilla y sensible. Otra gran 
ventaja de la técnica es que no se requiere informa- 
ción previa de las secuencias que serán amplifica- 
das, ya que los partidores utilizados son diseñados 
arbitrariamente y un mismo set de ellos puede ser 
empleado para analizar un amplia variedad de 
organismos. Estos partidores se distribuyen al azar 
por todo el genoma, reconocen regiones anónimas 
del mismo e hibridan con ellas estableciendo así los 
puntos de inicio de la amplificación. Una desventa- 
ja importante del análisis de RAPD es su alta 
sensibilidad a las condiciones de PCR empleadas. 
Para asegurar la eficiencia y reproducibilidad de la 
reacción, resulta imprescindible la optimización 
previa de las concentraciones individuales de los 
componentes de la reacción así como de los perfiles 
de temperatura y tiempo; esto último especialmente 
en la etapa de unión del partidor, la cual confiere 
especificidad a la reacción (Adams and Demeke, 
1993; Sardelli, 1993; Skibinski, 1994). Es así como 
las condiciones óptimas de amplificación por RAPD 
obtenidas en este trabajo (Fig. 3) difieren levemente 
de las informadas por Williams et al., 1993 y 
Patwary et al., 1993, tanto en lo relativo a las con- 
centraciones de Mg”, ADN patrón, partidor y Tag 
ADN polimerasa, como a las temperaturas de unión 
a los partidores utilizadas. De aquí la importancia 
que cada laboratorio establezca las condiciones 
ideales para caracterizar un taxón mediante RAPD. 

El análisis de RAPD aplicado a la detección de 
polimorfismo genético en los morfotipos de G. 
chilensis de Lenga, Isla Santa María y Maullín, no 
reveló diferencias con más de 20 partidores ensaya- 
dos. Sinembargo, el partidor P-17 diferenció uno de 
los morfos de Maullín y otro de Isla Santa María 
(Fig.5). Recientemente, ensayos con otros partidores 
han revelado diferencias en los patrones de ampli- 
ficación de los morfos de Lenga vs. los de Maullín 
(manuscrito en preparación); dadas las característi- 
cas de la técnica, se concluye que ensayos de este 
tipo deben realizarse con un gran número de 


50 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


partidores para aumentar la probabilidad de encon- 
trar diferencias entre los taxa sometidos a estudio. 

En procariontes, el RAPD con el partidor M-13 
no diferenció a las cepas de Y. ruckeri a pesar de ser 
aisladas en tiempos y lugares distintos. Se observa 
sin embargo, un patrón de amplificación claramen- 
te diferente del obtenido para otra especie del géne- 
ro Yersinia (Fig. 6A). Por otro lado, los ensayos con 
este mismo partidor señalaron diferencias a nivel 
intraespecífico en la especie S. flexneri, cuyas cepas 
son serotípicamente distintas (Fig. 6B, ranuras 2 a 
4); asimismo, 18 cepas de S. sonnei pertenecientes 
al mismo serotipo e idénticas en cuanto a otros 
partidores, sólo fueron diferenciadas con M-13, 
obteniéndose para todas ellas alguno de los tres 
perfiles de amplificación mostrados en la Fig. 6B 
(ranuras 5 a 7). 

Si bien no existe consenso acerca del nivel 
taxonómico en el cual el RAPD mostraría su máxi- 
ma utilidad, la técnica ha demostrado grandes ven- 
tajas en estudios de sistemática molecular debido a 
la versatilidad de su aplicación (Caetano -Anollés et 
al., 1991; Welsh and McClelland, 1991; Williams 
et al., 1990). El uso de múltiples partidores es 
imprescindible para llegar a obtener patrones de 
amplificación que pueden ser utilizados a niveles 
genéricos, específicos o intraespecíficos. 


AGRADECIMIENTOS 


Los autores agradecen la valiosa colaboración 
del laborante Sr. José L. Vera en el desarrollo de los 
experimentos de amplificación por PCR. Este tra- 
bajo fue financiado a través de los proyectos FON- 
DECYT 193/0428, DIUC 93.35.17-1 y DIUC 
95.31.64-1. 


BIBLIOGRAFIA 


Adachi, M., Sako, Y. and Y. Ishida (1994). Restriction fragment 
length polymorphism of the ribosomal DNA internal 
transcribed spacer and 5.8S regions in Japanese Alexandrium 
species (Dinophyceae). J. Phycol. 30:857-863. 

Adams, R.P. and T. Demeke (1993). Systematic relationships in 
Juniperus based on random amplified polymorphic DNAs 
(RAPDs). Taxon 42:553-571. 

Arnheim, N., White, T. and W.E. Rainey (1990). Application of 
PCR: organismal and population biology. BioScience 40(3): 
174-182. 

Bhattacharya, D., Mayes, C.and L.D. Druehl (1991). Restriction 
endonuclease analysis ofribosomal DNA sequence variation 
in Laminaria (Phaeophyta). J. Phycol. 27(5): 624-628. 

Bird, C.J., Rice, E.L., Murphy, C.A. and M.A. Ragan (1992). 
Phylogenetic relationships in the Gracilariales (Rhodophyta) 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


as determined by 188 DNA sequences. Phycologia 31(6): 
510-522. 

Caetano-Anollés, G., Bassam, B.J. and P.M. Gresshoff (1991). 
DNA amplification fingerprinting using very short arbitrary 
oligonucleotide primers. Bio/Technol. 9: 553-557. 

Coleman, A.W.andL.J. Goff(1991). DNA analysis ofeukaryotic 
algal species. J. Phycol. 27(4): 463-473. 

Destombe, C. and S.E. Douglas (1991). Rubisco spacer sequence 
divergence in rhodophyte alga Gracilaria verrucosa and 
closely related species. Curr. Genet. 19: 395-398. 

Fujiwara, S., Sawada, M., Someya, J., Minaka, N., Kawachi, M. 
and I. Inouye (1994). Molecular phylogenetic analysis of 
rbcL in the Prymnesiophyta. J. Phycol. 30(5): 863-871. 

Gannon, V.P.J., Rashed, M., King, R.K. and E.J. Golsteyn 
Thomas (1993). Detection and caracterization of the eae 
gene of shiga-like toxin-producing Escherichia coli using 
polymerase chain reaction. J. Clin. Microbiol. 3/ (5): 1268- 
1274. 

Goff, L.J., Moon, D.A. and A.W. Coleman (1994). Molecular 
delineation of species and species relationships in the red 
algal agarophytes Gracilariopsis and Gracilaria 
(Gracilariales). J. Phycol. 30: 521-537. 

González, M., Montoya, R. and A. Candia (1995). Organellar 
DNA restriction analysis of four morphotypes of Gracila- 
ria from Lenga, VIIIth Region, Chile. Biol. Res. 28: 177- 
184. 

González, M., Montoya, R., Candia, A., Gómez, P. and M. 
Cisternas (1996). Organellar DNA restriction fragment 
length polymorphism(RFLP) and nuclearrandom amplified 
polymorphic DNA (RAPD) analysis of morphotypes of 
Gracilaria (Gracilariales, Rhodophyta) from Chile. Hydro- 
biologia 326/327: 229-234. 

Hillis, D.M. and M.T. Dixon (1991). Ribosomal DNA: molecu- 
lar evolution and phylogenetic inference. The Quart. Rev. 
Biol. 66(4): 411-453. 

Irwin, D.M., Kocher, T.D. and A.C. Wilson (1991). Evolution 
of the cytochrome b gene of mammals. J. Mol. Evol. 32: 
128-144. 

Manhart, J.R., Fryxell, G.A., Villac, M.C. and L.Y. Segura 
(1995). Pseudo-nitzschia pungens and P. multiseries 
(Bacillariophyceae): nuclear ribosomal DNAs and species 
differences. J. Phycol. 31: 421-427. 

Mazurier, S., Van de Giessen, A., Heuvelman, K. and K. 
Wernars (1992). RAPD analysis of Campylobacter solates: 
DNA fingerprinting without the need to purify DNA. Lett. 
Appl. Microbiol. 14: 260-262. 

Meyer, A. 1994a. Shortcomings of the cytochrome b gene as a 
molecular marker.Tree 9 (8): 278-280. 

Meyer, A. 1994b. DNA technology and phylogeny of fish: 219- 
249, In Beaumont A. R. ed., Genetics and Evolution of 
Aquatic Organisms. Chapman 4 Hall, London. 539 págs. 

Mullis, K. and F. Faloona (1987). Specific synthesis of DNA in 
vitro via a polymerase catalyzed chain reaction. Meth. 
Enzymol. 155: 335-350. 

Nowak, A., Burkiewicz, A. and J. Kur(1995). PCR differentation 
of seventeen genospecies of Acinetobacter. FEMS 
Microbiol. Letters 126: 181-188. 

Olmstead, R.G. and J.D. Palmer (1994). Chloroplast DNA 
systematics: a review of methods and data analysis. Am. J. 
Bot. 8/(9): 1205-1224. 

Páábo S. (1990). Amplifying ancient DNA: 159-166, In Innis, 


M.A., Gelfand, D.H., Sninsky, J.J. and T.J. White eds., 
PCR protocols. Academic Press, San Diego, California. 
482 págs. 

Patwary, M. U., MacKay, R. M. and J. P. Van der Meer (1993). 
Revealing genetic markers in Gelidiumvagum(Rhodophyta) 
through the random amplified polymorphic DNA (RAPD) 
technique. J. Phycol. 29: 216-222. 

Rice,E.L.andC.J. Bird (1990). Relationships among geographi- 
cally populations of Gracilaria verrucosa (Gracilariales, 
Rhodophyta) and related species. Phycologia 29(4): 501- 
510. 

Rohlf,F.J. (1988). NTSYS-pc. Numerical taxonomy and 
multivariate analysis system. Exeter Software. Applied 
Biostatistics Inc. 

Romesburg, H.C. (1984). Cluster analysis for researchers. 
Lifetime Learning Publications. 333 págs. 

Sang, T., Crawford, D.J., Stuessy, T.F. and M. Silva (1995).ITS 
sequences and phylogeny of the genus Robinsonia (Astera- 
ceae). System. Bot. 20(1): 55-64. 

Sardelli A. D. (1993). Analizando las limitaciones del PCR: El 
efecto meseta. Noticiero de Biología 1: 9-12. 

Schaal, B.A. and G.H. Learn (1988). Ribosomal DNA variation 
within and among plant populations. Ann. Missouri Bot. 
Garden 75(4): 1207-1216. 

Scholfield, C., Gacesa, P., Price, J.H., Russell, S.T. and R. 
Bhoday (1991). Restriction fragment length polymorphisms 
of enzymically-amplified small- subunitrRNA-coding 
regions from Gracilaria and Gracilariopsis (Rhodophyta)- 
a rapid method for assessing species “limits”. J. Appl. 
Phycol. 3:329-334. 

Skibinski D. O. F. (1994). DNA technology and genetics of 
aquatic invertebrates: 177-199, In Beaumont A. R. ed., 
Genetics and Evolution of Aquatic Organisms. Chapman $ 
Hall, London 539 págs. 

Smith-Vaughan, H. C., Sriprakash, K. S., MathewsJ. D. and D. 
J. Kemp (1995). Long PCR-ribotyping on nontypeable 
Haemophilus influenzae J. Clin. Microbiol. 33(5): 1192-1195. 

Taylor, G.R. (1991). Polymerase chain reaction: basic principles 
and automatization: 1-14. In McPherson, M.J., Quirke, P. 
and G.R. Taylor eds., PCR a practical approach. IRL Press, 
Oxford, New York. 253 págs. 

Waugh, R. and W. Powell (1992). Using RAPD markers for 
crop improvement. Focus 10: 186-191. 

Weising, K., Nybon, H., Wolff, K. and W. Meyer (1995). DNA 
fingerprinting in plants and fungi. CRC Press, Florida, 
USA. 322 págs. 

Welsh, J. and M. McClelland (1990). Fingerprinting genomes 
using PCR with arbitrary primers. Nuel. Acids Res. 18(24): 
7213-7218. 

Welsh, J. and M. McClelland (1991). Genomic fingerprinting 
using arbitrarily primed PCR and a matrix of pairwise 
combinations of primers. Nucl. Acids Res. 19(19): 5275- 
5279. 

Williams, J.G.K., Kubelik, A.R., Livak, K.J., Rafalski, J.A. and 
S.V. Tingey (1990). DNA polymorphisms amplified by 
arbitrary primers are useful as genetic markers. Nucl. Acids 
Res. 18(22): 6531-6535. 

Williams, J.G.K., Hanafey, M.K., Rafalski, J.A. andS.V. Tingey 
(1993). Genetic analysis using random amplified 
polymorphic DNA markers. Meth. Enzymol. 218: 704- 
741. 


51 


pedo vato 5 
(Y lila "DM leon As 


verionel Dl crei ANS 


7, q '" ¿A ie pus y 

' ml Pas e 5) 
Le ¡ee ] ch BN PE 
| Ba : e ad UN RL 0 a enero 
Wi RNA Dans l A ¿pai q 


] pais ln 4 
E in í me $ Je 


AMENA ON 


pie 
p Iieitatapi 
' AA, q AOS Ms O 
AUN bots ay al, sepa ' 
EA as LA) rato AR ae? Mi e pue AER ] 


e AS de Jr Hd NO 1 has AÑO pe ed dl Aa Ñ 
a y ER k Td ' a 2 641 AS Ae % 
h hi 


. 6 CS 

. al p0AO dde p O A 
p 108 Jo CA DS ea day oi A 
Pel a <p AA bas ¡Ut dove AQ Deo pt 


| q sl 
¡IO y del 
AA E 


e A pes El yn E y k ; una ¿ds y / 
BES he en TEA : Li Ni gen ¿A dé da pe ¡ a 
Pus ) j A B l MRE, 4 dae A pe calor) Ls de 10; y SM NON Ñ 

¿in y AY o PLA LU Ja 
a) Í “ 2aÑi í hy . 
AN ñ sm A 


¿eb Y Qe sj 


4 jinete es a 


LN 


MeUasO a e 
nd ¡deep all que 06 cc 
ca Ie is Hot dl td AA MARES y 
APRO ARA: Eloy PAI end 


¿Diego ' A 
AAN vacila 


Bol.Soc. Biol. Concepción, Chile, Tomo 67, pp. 53-55, 1996 


NUEVO REGISTRO DE LEPTOGRAPSUS VARIEGATUS FABRICIUS, 1793, 
EN EL PACIFICO SUR ORIENTAL (DECAPODA, GRAPSIDAE) 


On a new record of Leptograpsus variegatus Fabricius, 1793, 
in the South Eastern Pacific (Decapoda, Grapsidae) 


MARCO A. RETAMAL* Y MARIA E. NAVARRO** 


RESUMEN 


Se identificó Leptograpsus variegatus Fabricius, 1793, 
entre muestras de Decapoda obtenidas en Isla Salas y Gómez, 
ubicada en el Pacífico Suroriental. 


INTRODUCCION 


Salas y Gómez corresponde aunaisla volcánica, 
posesión oceánica chilena, ubicada en el Pacífico 
Sudeste (26%27"S - 105%28"W). Sus dimensiones 
son muy exiguas, con una longitud máxima de 700 
m en dirección este-oeste y el ancho máximo es de 
400 men dirección norte-sur, mientras que su altura 
máxima es de 30 m. 

En la isla existe sólo un faro y un mareógrafo 
instalados y mantenidos por la Armada de Chile, de 
manera que, si a esto se agrega la lejanía a Chile 
continental, se explica así las escasas posibilidades 


Universidad de Concepción, Fac. de Cs. Naturales y Ocea- 
nográficas 

* Depto de Oceanología, Fax (041) 225400. 

** Depto de Zoología, Fax (041) 240280, E-mail: 
mnavarro Ocondor.dpi.udec.cl 


ABSTRACT 


Leptograpsus variegatus Fabricius, 1793 was identified 
among samples collected in Salas y Gómezisland, located in the 
Southeast Pacific. 


KEYWORDS: Decapod. Grapsidae. Salas y Gómez Island. 


de arribar a sus costas para la obtención de mues- 
tras. 

De la alta diversidad específica, 251 spp. de 
decápodos registrados en aguas territoriales chile- 
nas, la familia Portunidae está representada por 17 
especies, muchas de las cuales son endémicas de las 
islas oceánicas chilenas. 

Existe una serie de trabajos realizados en las 
islas oceánicas chilenas (que se citan posteriormen- 
te) en los cuales se analiza su fauna marina, sin 
embargo, en ninguno de ellos se cita registros de 
decápodos en Salas y Gómez. De esta manera se 
agrega un nuevo registro distribucional de 
Leptograpsus variegatus para la isla. 

Garth (1973 y 1985) publica los resultados ob- 
tenidos por varias expediciones a Isla de Pascua, 
concluyendo que la carcinofauna muestra una estre- 
cha relación con la fauna del indopacífico occiden- 
tal. 

En 1985 Andrade hace una revisión de los 


53 


decápodos del Archipiélago de Juan Fernández 
demostrando que las especies identificadas son más 
afines con especies del Pacífico Sureste, siendo 
muy escasa su presencia en las costas sur de Chile 
y Argentina. 

Báez y Ruiz (1985) analizan la carcinofauna de 
las islas oceánicas de Chile, posteriormente 
Rozbacylo y Castilla (1987) analizan y resumen los 
trabajos realizados con invertebrados marinos en el 
Archipiélago de Juan Fernández. 


MATERIALES Y METODOS 


Durante septiembre de 1995 el Programa 
Oceanopolítico Integrado de la Armada de Chile, 
realiza recaladas en las islas oceánicas chilenas, lo 
cual permitió recolectar muestras de crustáceos 
decápodos en la isla Salas y Gómez. 

El material obtenido fue recolectado en forma 
manual, desde sustratos rocosos de la zona 
intermareal superior y submareal. Los especímenes 
corresponden a 14 machos, 8 hembras, de las cuales 
2 presentaban huevos con vitelo uniforme, clasifi- 
cados generalmente como estado 1. 


RESULTADOS 


Entrelos decápodos recolectados en laisla Salas 
y Gómez, se identificó Leptograpsus variegatus 
(Grapsidae) cuya presencia en esta localidad es 
registrada por primera vez. 

Esta especie, con los especímenes más grandes 
entre los Grapsidae, habita generalmente en el 
intermareal superior sobre sustrato duro fracciona- 
do o entre hendiduras siendo muy ágil y, como es 
característico de Grapsidae y Ocypodidae, despla- 
zándose en forma lateral. 

La morfología general de la especie (Fig. 1) 


FIGURA 1. Vista dorsal de Leptograpsus variegatus Fabricius, 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


responde a un caparazón subcircular con dos dien- 
tes laterales. La superficie de las regiones frontal y 
cardíaca anterior son tuberculadas, mientras que 
entre las crestas transversas y oblicuas es finamente 
reticulada. El borde frontal es crenado. Los dientes 
latero marginales decrecen en tamaño a partir del 
orbital hacia la región posterior. Los quelípodos 
presentan el borde interno del meropodito laminado 
y dentado. Los pereiópodos presentan una espina en 
el extremo del borde superior del meropodito. El 
primer par de pereiópodos es más corto que el resto, 
siendo el tercer par el más largo. 

La distribución geográfica de la especie abarca- 
ríaentonces, Australia, Nueva Zelanda y el Pacífico 
Occidental, en el Pacífico Oriental Isla de Pascua, 
Salas y Gómez, islas Desventuradas y Juan Fernán- 
dez, mientras que en la costa occidental de Sudamé- 
rica se encontraría en Perú y Chile. 


DISCUSION Y CONCLUSIONES 


Entre nuestras islas oceánicas, la fauna de Isla 
de Pascua y del Indopacífico occidental presentan 
una gran afinidad, siendo ésta el límite más oriental 
de la distribución de algunos grupos como son los 
decápodos. En cambio, la carcinofauna identificada 
en Juan Fernández está más relacionada con aquella 
existente en el Pacífico Suroriental, pero muestra 
una escasa relación con la existente en la zona 
Austral de Chile y Argentina. 

El endemismo que alcanza la carcinofauna de 
Juan Fernández, entre las islas oceánicas, es de 
acuerdo a Andrade (op. cit) alrededor de 17 a 
18%, valor alto, asícomo también lo es el número 
de los decápodos presentes, si lo comparamos 
con aquellos que habitan islas oceánicas de otras 
latitudes. 

En la revisión que hace Garth (1973), de los 
decápodos de Isla de Pascua, menciona a 
Leptograpsus variegatus como una de las especies 
cuyo rango de distribución hacia el oeste alcanza 
hasta los márgenes occidentales del Océano Pacífi- 
co, vale decir, Australia y Nueva Zelanda y hacia el 
oriente Juan Fernández, Chile. 

La idea de que la migración de las especies 
oceánicas del Pacífico ha ocurrido de oeste a este, 
esta hipótesis parece estar respaldada por el empo- 
brecimiento que se manifiesta en este eje, en las 
especies asiáticas. La isla más cercana desde la cual 
ha podido arribar Leptograpsus variegatus a Salas 
y Gómez es Isla de Pascua. 

Según Garth (1973) existiría una ruta de disper- 


Boi. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


sión en el Hemisferio Sur que se dirigiría hacia el 
oriente desde Australia y se sugiere una serie de 
islas que serían los puntos de contacto que permiti- 
rían que las corrientes dispersaran las larvas hacia el 
sur del Trópico de Capricornio: Lord Howe, Norfolk, 
Kermadec, Rapa, Moritori, Pitcairn, Henderson y 
Ducie. Este arco de islas estaría completo en Suda- 
méricacon Salas y Gómez, San Félix y San Ambrosio 
(Las Islas Desventuradas). 

La única especie de Brachyura encontrada en 
Juan Fernández, ubicada al sur-este con respecto a 
isla de Pascua, es L. variegatus, lo cual con el 
registro efectuado en Salas y Gómez, reforzaría aún 
más la hipótesis de Garth (1973) acerca de la distri- 
bución transpacífica efectuada por algunas especies 
de decápodos usando el arco de islas del Hemisferio 
Sur. 


BIBLIOGRAFIA 


Andrade, H. 1985. Crustáceos Decápodos marinos del Archi- 
piélago de Juan Fernández. /n Investigaciones Marinas en 
el Archipiélago de Juan Fernández. P. Arana (Editor). pp. 
107-123. 

Báez, P. y R. Ruiz. 1985. Crustáceos de las islas oceánicas de 
Chile depositados en el Museo Nacional de Historia Natu- 
ral de Santiago. /n Investigaciones Marinas en el Archipié- 
lago de Juan Fernández. P. Arana (Editor). pp. 94-116. 

Garth, J. 1973. The Brachyuran Crabs of Eastern Island. Procee- 
dings of California Academy of Sciences, 34 (17): 311- 
336; 6 figs. 

Garth, J. 1985. On a small collection of the Brachyuran crabs 
obtained by the Scripps Institution of Oceanography 
Downwind of 1958. Allan Hancock Foundation. Occasional 
Papers, pp. 1-12. 

Rozbaczylo, N. y J. C. Castilla. 1987. Invertebrados Marinos 
del Archipiélago de Juan Fernández. /n Islas Oceánicas 
Chilenas: Conocimiento Científico y Necesidades de In- 
vestigación. J. C. Castilla (Editor). pp. 169-189. 


55 


Boi.Soc. Biol. Concepción, Chile, Tomo 67, pp. 57-59, 1996 


TRAYECTORIA CIENTIFICA DE JORGE ARRAU ESCOBAR (1939-1993) 


Jorge Arrau Escobar (1939-1993): Life and production of a Chilean scientist 


MARIA ETCHEVERRY* 


RESUMEN 


Se da a conocer la vida y obra de Jorge Arrau Escobar 
(1939-1993) enfatizando su producción científica. 


ASPECTOS BIOGRAFICOS 


Nace el 18 de septiembre de 1939 en Loncoche, 
Novena Región, “Araucanía”; fallece en Santiago 
el 29 de diciembre de 1993, a la edad de 54 años. 

Realiza sus estudios primarios y secundarios en 
el Liceo Juan Bosco y en el Liceo de Hombres N*8. 
Siendo Jorge alumno del Liceo Juan Bosco, le toca 
vivir la tragedia de la muerte de todos sus compañe- 
ros de curso, el 7 de julio de 1953, cuando fueron a 
pasar unos días en el Refugio Lo Valdés en el Cajón 
* del Río Maipo. El grupo pierde la vida bajo una 
avalancha de nieve, cuando paseaban por el camino 
que se adentra en la cordillera. Sólo dos alumnos del 
curso no participaron en esa excursión, uno de ellos 
fue Jorge. 

En 1958 ingresa a la Universidad de Chile, 
Facultad de Filosofía y Educación, para estudiar 
Pedagogía en Biología y Ciencias Naturales. Se 


*Irarrázaval 1628, dpto. 94, Ñuñoa, Santiago 


ABSTRACT 


The life and scientific production of Jorge Arrau Escobar 
(1939-1993) is exposed. 


KEYWORDS: Scientific biography. Human biology. Phy- 
siology. Chile. 


titula en 1963 con distinción máxima. Entre 1972 y 
1979 obtiene dos becas del gobierno francés. La 
primera C.R.O.U.S. de 1972-1974, le permite obte- 
ner el D.E.A., Diplome d'Étude Approfondie en 
Biología Animal de la Facultad de Ciencias de la 
Universidad de París. La segunda C.LS. , le permi- 
tió obtener el Doctorado en Biologie con mención 
en Biología de la Reproducción en la Facultad de 
Ciencias de esa misma Universidad. 

Desde 1960, como alumno de la Universidad de 
Chile, y hasta mediados de 1993 en la Universidad 
de Valparaíso, realiza una gran actividad académi- 
ca que va desde su primera ayudantía hasta la 
calidad de Profesor Titular. En la Universidad de 
Chile de Santiago, desde 1960-69 se desempeña 
tanto de ayudante como de profesor en el Instituto 
Pedagógico, Escuela de Geología y Escuela de 
Servicio Social. 

Desde 1963 hasta 1978,en la Universidad Cató- 
lica de Chile, desempeña cargos de ayudante, inves- 
tigador y docente de anatomía y fisiología humanas 
y de embriología y endocrinología, en las Escuelas 
de Medicina, Psicología y en la Facultad de Cien- 
cias Biológicas. También colaboró en la Academia 


Superior de Ciencias Pedagógicas de Santiago 
(1981-1985) y en la Universidad Metropolitana de 
Ciencias de la Educación (1985-1988) como profe- 
sor de citología y biología de la reproducción y del 
desarrollo, como asimismo en la Universidad 
Gabriela Mistral (1981-1991), en las cátedras de 
biología y morfofisiología del Departamento de 
Psicología. Y finalmente, a partir de 1988 hasta la 
fecha de su muerte, ocupa la cátedra de embriología 
de la Escuela de Medicina de la Universidad de 
Valparaíso. 

Entre 1976 y 1993 obtuvo diversos grants y 
convenios para realizar investigaciones, como co- 
investigador y como investigador principal o res- 
ponsable ante las siguientes instituciones: 
PLAMIRH, DIUC, DICYT (Valparaíso). Desde 
1973 a 1992 fue invitado como profesor visitante 
para exponer temas de su especialidad, en Chile 
como en el extranjero. En esa calidad viaja a Fran- 
cia, Colombia, Bolivia, Paraguay y Venezuela. En 
Chile, es invitado por las universidades de Chile, 
Austral, Concepción, La Serena, Antofagasta, Talca, 
Católica de Santiago, Chillán, Valparaíso, Playa 
Ancha y La Frontera; y porlos hospitales de Quillota, 
Van Buren; como también por la Sociedad de Bio- 
logía. 

Perteneció a diversas sociedades científicas chi- 
lenas y extranjeras. Ingresó a la Sociedad de Biolo- 
gía de Chile en 1964 y fue su tesorero entre 1975- 
1978; en 1966, a la Sociedad de Endocrinología y 
Metabolismo de Chile; en 1974 a la Society for the 
Study of Reproduction; en 1976, a la Societé 
Nationale pour] étude de la sterilité et de la fecondité 
(Francia); en 1982 ala Sociedad chilena de antropo- 
logía y sexología. Participó en diversos congresos 
nacionales e internacionales con trabajos de su 
especialidad. En Chile en las siguientes localida- 
des: Valparaíso, Viña del Mar, Concepción, Santia- 
go, Jahuel, Valdivia, Antofagasta, Punta de Tralca. 
Enel extranjero: México, Argentina, Brasil, Finlan- 
dia y Francia. 

Dirigió varias tesis de pre y postgrado entre 
1976 y 1987. En 1993 formó parte de la comisión 
que tenía por misión organizar la estructura de la 
futura Facultad de Ciencias de la Universidad de 
Valparaíso. 


BIBLIOGRAFIA 


Croxatto, H.B. y J. Arrau 1964. Luteinizing hormone-like 
activity in human median eminence extracts. Nature 
204:584. 

Arrau, J., Croxatto, H. y M. de la Lastra. 1965. Distribución de 


58 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


la actividad luteinizante en complejo hipotálamo hipofisiario 
de adultos y niños. Arch. Biol. Med. Exp. 2:87-91. 

De la Lastra, M. y J. Arrau, 1965. Depresión de la actividad 
luteini- zante del plasma de rata ovariectomizada inducida 
por betame- tazona. Arch. Biol. Med. Exp. 2:138-139. 

Arrau, J. y H. Croxatto, 1965. Actividad gonadotrófica 
luteini- zante en extractos de hipotálamo y neurohipófisis 
humana.. Exerpta Medical International Congress. Series 
99. Vth. Pan American Crongress of Endocrinology, Mexi- 
co D. F. Octubre. 

Croxatto, H. y J. Arrau, 1966. Luteinizing hormone-like 
activity in the pituitary hypothalamic complex of children. 
Proc. 3rd. Inter- national Pharmacol. Meet. Pergamon 
Press Meeting 2:31-39, July 24-30. 

Dela Lastra A, M. y J. Arrau,1968. Inhibitory action of extracts 
of human hypothalamus on ovulation in rats. Proc. 8th 
Internat. Conference I.P.P.F. : 453-457 . Edit. Hertford, S. 
Austin 62 Sons. 

De la Lastra A, M. y J. Arrau, 1970. Inhibitory action of human 
hypo- thalamic extracts on ovulation in the rats. Acta 
Physiol. Latino- amer. 20:68-75. 

Arrau, J, 1970. Anexos embrionarios en aves y mamíferos. En 
Mono- grafía para profesores de 3er año de Enseñanza 
media en Biología. Editado por O.E.A. y el Ministerio de 
Educación (C.P.E.I.P.) :80-115. 

Barros C., Arrau, J. y E. Herrera, 1972. Induction of the 
acrosome reaction of golden hamster espermatozoa with 
blood serum collected at different stages of the oestrus 
cycle. J. Reprod. Fert, 28:67-76. 

Testart, J. y J. Arrau. 1973. Maturation ovocytaire apres stimula- 
tion folliculaire chez la génisse impubere. Ann. Biol. Anim. 
Bioch. Biophys. 13:157-165. 

Arrau, J, 1974. Cynétique folliculaire et maturation ovocitaire 
chez le veau traité par l'acetate de fluorogestone et la 
PMSG. Ann. Biol. Anim. Bioch. Biophys. 14:633-650. 

Arrau, J. y S. Meza,1976. Cambios morfofisiológicos en el 
ovario de cobayo, durante el ciclo estral. XIX Reunión 
anual de la Sociedad de Biología de Chile, 1976. Resúme- 
nes de comunicaciones y simposios.. R-4. 

Arrau, J y L. Roblero. 1979 The method for the in vivo 
experimen- tal study of meiotic prophase in the golden 
hamster (Mesocrice- tus auratus) . Arch. Anat. Microscop. 
Morphol. Exp. 68:7-16. 

Arrau, J., Bustos, E., Hoecker, G. y A. Ramos,1981 Biología 
de la reproducción animal. Editorial Andrés Bello. Chile. 
170 págs. 

Arrau, J., Roblero, L. y M. Cury,1981. New observations on the 
onset and duration of the meiotic prophase in the female 
golden hamster (Mesocricetus auratus). J. Anat. 132:627- 
633. 

Roblero, L., Beas, F. y J. Arrau, 1981. Embryo development 
under the effects of a new placental protein (UTPH) and its 
antiserum. Horm. Metab. Res. 13:124-125. 

Roblero, L., Beas, F. y J. Arrau, 1981. Uptake and incorporation 
Of uridine 3H, leucine 3H and thymidine 3H by delayed 
mouse blastocysts under the effects of a human placental 
protein (UTPH) and its antiserum. Horm. Metab. Res. 
13:188-189. 

Arrau, J, 1981 Control hormonal de la cinética folicular ovárica 
en mamíferos: 27-52. In C. H. del Campo (Ed.) Hormonas 
en producción y reproducción animal. Fac. Med. Veterina- 
ria. Universidad Austral de Chile. 

Roblero, L., Beas, F., Arrau, J. el. Rojas. 1983 Induction ofim- 
plantation by a human uterotrophic placental protein (UTPH) 
in female mice and rats with delayed implantation. Horm. 
Metab. Res. 15:53-55. 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


Barros, C. y J. Arrau. 1983 Embriogénesis en vertebrados. 
Video-tape a color. En colaboración con el Departamento 
Medio Audiovisual. P. Universidad Católica de Chile. 

Arrau, J., Roblero, L., Cury, M. y R. González. 1983 Effects of 
exogenous sex steroids upon the number of germ cells and 
the growth of fetal ovaries grafted under the kidney capsule 
of adultovariectomyzed hamster. J. Embryol. Exp. Morpho!l. 
78:23-34. 

Walker, L. Spotorno, A. y J. Arrau. 1984. Cytogenetic and 
repro- ductive studies oftwo nominal subspecies of Phyllotis 
darwini and their experimental hybrids. J. Mammology 
65:220-230. 

Barros, C. y J. Arrau. 1984. Desarrollo embriológico del aparato 
genital femenino : 16-28. In A. Pérez (Ed.) Ginecología. 
Editorial Mediterránea, Santiago, Chile. 

Arrau, J. 1984. Determinación y diferenciación sexual en ma- 
míferos. In C.H. Del Campo (Ed.) Relaciones morfofetales 
y transferencia de embriones. Universidad austral de Chi- 
le.: 89-155. 

Lara, H., Galleguillos S, X., Arrau, J. y J. Belmar.1985. Effects 
of castration and testosterone on norepinephrine storage 
and on the release of (3H) norepinephrine from rat vas 
deferent. Neurochem. Int. 7:667-674. 

Arrau, J. y M. De la Lastra, 1985. El proceso reproductivo. In 
Rosselot J. y F. Mardones (Eds.) Salud Materno infantil y 
familiar. Cap. V. 

Quijada, O. y J. Arrau. 1985 Vida y sexo. Editorial Universita- 
ria, 160 págs. 2a edición. 

Alvarez, A., Nuñez, S. y J. Arrau. 1986 Aprendizaje de la 
Biología en Cuarto año de Educación Media. Unidad I: La 
reproducción y desarrollo de los seres vivos y su tratamien- 
to en el aula. Unidad II. La transmisión de los caracteres 
hereditarios. 140 págs. Ministerio de Educación Pública. 
(C.P.E.I.P.) 

Brown, D., Bustos Obregón, E. y J. Arrau. 1987. Estudio de la 
cinética de la preespermatogénesis y de laespermatogénesis 


en el hamster dorado (Mesocricetus auratus Waterhouse) 
(Rodentia, Cricetidae, Cricetinae) . Gayana Zool, 51:177- 
199. 

Arrau, J., Cury, M. y F. Madris, 1987. Sex ratio of hamster 
foetuses assessed by gonadal morphology: effect of mother's 
age. J. anat. 151:37-43. 

Bustos Obregón, E., Arrau, J. y R. Cabello.1988. Inhibition of 
growth and differentiation of fetal gonad grafted into testes 
of adult hamsters. In: Parviven et al. (Eds.) Development 
and function of the reproduction organs. Vol. 11:65-70. 
Serono Symposia Review. No. 14. 

Arrau, J. y J. Zuñiga, 1989. Diferenciación gonadal en 
vertebrados. Video-tape a color. Programa para difundir la 
investigación científica. En colaboración con la dirección 
de Extensión y Comuni- caciones y DICYT. Universidad 
de Valparaíso. 

Arrau, J. y C. Barros. 1989. Desarrollo embrionario del ovario 
y del tracto genital en la mujer. Cap. 2:16-28. In Pérez A. 
Ginecología. Editorial Mediterráneo , Santiago, Chile. 

Anselmo, J., Arrau, J., Gutiérrez, R. A. Canales, B.S. y D. 
Casanova, 1990. Separación espermática por swim-up. 
Estudio comparativo utilizando B.W.W. , F 10 y líquido 
amniótico humano Rev. Chilena Obst. y Ginecol. 

Anselmo, J., Arrau, J., Pastore, U. y A. Gutiérrez.1990. Cultivo 
intravaginal de ovocitos humanos (1.V.C.) . Rev. Chilena 
Obst. y Ginecol. 

Arrau, J. y E. Johnson. 1991. Ovario. In A. N. Tchernichin et al. 
(Ed.) Tratado de Histología. Vol. 3-A, Histología de los 
órganos y sistemas, : 497-503. Fac. Med. Univ. de Chile. 
la edición. 

Arrau, J. 1991. Aspectos del desarrollo embrionario y de la 
fetación. In J. Meneghello, E. Fanta y J. Rosselot (Eds.) 
Pediatría, Vol. 1, capit. 36:269-275 (4a edición). Publ. 
Técn. Mediterráneo Ltda. Santiago, Chile. 

Glisser, E., Cury, M. y J. Arrau, 1992. Ovarian organogenesis 
in golden hamster. Revista Chilena de Anatomía. 10(1):32. 


59 


er eh 
¡En Mé be ye 


a ÓN mb 
h Ano 7 j 


ia, Le i 


AH ol 


ke dia we le $ 


La Ea Ae 


a uta cian di 
1 - 113 
EE 2 MATA e 1] oa AN > o 


NONE há em Mob dueY: vu cra 


3 q 
E Mo mm Yi e ml iaa A lg de wa e Y IPN 
E A ee / , A . " Li Í 
E A, 0 so Mi MO AN Y ; Mn 
e aid en 


Ar drid 1 o ( 
Ma AS úl Lal alishi so 
LE MA des 3 


y bas YRaÍ0 
+ "Ea DN Me 
bli eo ALU 
xa PESAR pl ed 
millo ¡e AA me 
EN NR Amd 


al meti sie le pon 
45 Ud dute 
y LN 
Psp A 
ves nin Med cub 
a ] ' 


q bnji De 
Pe: ENDS: AR, 
ad " 


Bol.Soc. Biol. Concepción, Chile, Tomo 67, pp. 61-67, 1996 


PERSPECTIVAS DE DESARROLLO DE LA ZOOLOGIA EN LOS 
PROXIMOS AÑOS* 


Development expectatives of Zoology for the following years 


NIBALDO BAHAMONDE N.” 


RESUMEN 


Se entrega una visión integradora de lo que debiera ser la 
enseñanza de la zoología en los estudios de pre y postgrado y el 
conocimiento de nuestra diversidad faunística. Se recomienda 
la necesidad de crear nuevas vocaciones científicas para, lo cual 
además de publicaciones internacionales de la especialidad se 
editen textos y revistas de difusión dirigidos a estudiantes y 
profesores llegando a la elaboración de una “Fauna Chilensis”. 
Además se proporcionan interacciones entre universidades, 
museos, ministerios, intendencias y municipalidades para el 
desarrollo de laboratorios interinstitucionales en puntos claves 
del país que puedan obtener información de nuestros recursos 
naturales renovables, separar y analizar muestras biológicas y 
confeccionar bases de datos de la biodiversidad de nuestro país. 
Finalmente la integración de los zoólogos se podría realizar en 
una Sociedad Chilena de Zoología. 


Antes que nada quisiera agradecer a la Comi- 
sión Organizadora de este Taller por la amabilidad 
que ha tenido al invitarme a pensar sobre el futuro 
de la Zoología en Chile y cómo podría ser desarro- 
llada. Primero, quise disculparme por mi sordera y 
por tener ya un número considerable de años sobre 
mis espaldas. Pero insistieron en que deseaban 


"Conferencia leída en el Taller: Análisis de la enseñanza de 
la Zoología en los estudios de pre y postgrado en Chile, realiza- 
do el 4 y 5 de enero de 1995. 

“Premio Nacional de Ciencias 1996 


ABSTRACT 


A complete vision of what zoology should be in the study 
of pre and postgrade teaching and the knowledge of our fauna 
diversity are given. The need to create new scientific vocations 
for which besides international publications, the edition of 
diffusing reports and journals of the speciality directed to 
students and professors reaching the elaboration of a “Chilensis 
Fauna”, arerecommended. Also interactions among universities, 
museums, ministries, intendancies, municipalities for the deve- 
lopment of interinstitutional laboratories located in key points 
of the country where informations about our natural renewle 
resources, separation and analysis of biological samples and the 
elaboration of a date base of biodiversity of our country are 
promoted. Finally the integration of zoologists could be realized 
in a Chilean Society of Zoology. 


KEYWORDS: Zoology. Formation. Chile. 


conocer mi pensamiento, sin darse cuenta que sen- 
cillamente nada había pensado que valiese la pena 
trasmitir. Y cuando la semana pasada Juan Carlos 
Ortiz me llamó para darme algunas indicaciones 
sobre el Taller, tenía escritas unas ocho páginas, las 
cuales por esos milagros de los computadores se 
borraron el domingo, cuando recién se iniciaba el 
año, al tratar de completar el texto. 

De tal modo que tuve que improvisar lo que 
ahora expongo. Lo leo siguiendo los consejos de 
mis viejos maestros que decían que cuando se 
asistía a una reunión importante, de trascendencia 
como lo es ésta, debería llevarse un relato escrito 


61 


por respeto a los asistentes. No creo que sea real- 
mente ésta una formalidad que siempre debe respe- 
tarse, sobre todo cuando nos reunimos viejos cono- 
cidos, que somos amigos y lo que más deseamos es 
conversar, dialogar, sin aburrirnos, sobre algunos 
temas de interés común y no escuchar un sermón 
con aire magisterial. 


¿Existirán las zoologías en el siglo XXI? 


Entretanto había aprovechado de conversar so- 
bre las “perspectivas” con otros colegas nuestros y 
la variedad de ideas con que me encontré era tan 
grande, algunos defendían la Zoología a brazo par- 
tido, como cuando nosotros éramos jóvenes, mien- 
tras otros más impetuosos aún y con una experien- 
cia juvenil contemporánea, negaban rotundamente 
el valor de esta rama de la ciencia en las postrime- 
rías del siglo XX. Era para preocuparse, ésas eran 
realmente las perspectivas. 

Quiénes tienen o tenían la razón, no lo sé. No 
estoy en condiciones de juzgar objetivamente la 
situación por ser parte comprometida. Pero creo 
que es indudable que ninguno de los dos grupos 
tenía la verdad en sus manos, y que la visión de 
ambos es aún parcial. Sólo lo sabrán los jóvenes, 
cuando ellos mismos envejezcan y sean otros los 
que niegen sus puntos de vista. Así se va constru- 
yendo el saber, lentamente y con muchas dificulta- 
des, que los de mayor experiencia conocemos muy 
bien al aflorar las canas. Muchas veces somos 
nosotros mismos los que, discutiendo cosas vanas, 
frenamos el desarrollo que anhelamos. 

Entonces meditando si “eso sería todo en cuanto 
aperspectivas de la Zoología”, recordé el directorio 
de Científicos elaborado por la Academia Chilena 
de Ciencias del Instituto de Chile, que ha sido foco 
de algunas discusiones. Sin embargo, parecía ser un 
buen punto de partida para saber si había zoólogos 
en Chile y conocer cuántos se mencionan allí. Lo 
recorrí con cierto cuidado y me di cuenta que allí 
podía distinguir los mismos dos grupos. Algunos se 
reconocieron como zoólogos y curiosamente este 
grupo incluye parte importante, quizá la mayoría de 
los científicos más antiguos que se encuentran en la 
sala. Es una buena noticia para nosotros. Indica que 
aún hay zoólogos activos, aunque algunos les den el 
carácter de relictos. Aún más, su presencia indica 
que estamos convencidos de la necesidad de conti- 
nuar y mejorar tanto la investigación como la do- 
cencia zoológica. Allí en el directorio encontré 
académicos, que en su mayoría son profesores uni- 


62 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


versitarios de diferentes niveles. El número más 
alto está constituido por profesores titulares y Aso- 
ciados (ver anexo 1). Otros son profesores asisten- 
tes. Y encontré varios que desempeñan cargos en la 
administración pública, que son independientes o 
están en el sector privado, estos últimos son los 
menos. Todos ellos de una calidad científica que 
deberíamos destacar y me gustaría realmente poder 
escribir un libro en el que se narre la trayectoria 
histórica de cada uno de ellos pues ya inscribieron 
su nombre en la historia de la ciencia en Chile y 
América Latina, y además atestiguan la vitalidad de 
esta rama de la ciencia que es la zoología. 

Sobre esta base concreta uno puede realmente 
pensar perspectivas de desarrollo si considera ade- 
más lo que sucedía en el país hace poco más de 50 
años, o cuando algunos de nosotros recién egresaba 
de la Universidad. 

La primera Zoología que conocimos en nuestros 
estudios la aprendimos en textos de Zoología, sí de 
ZOOLOGIA, con mayúscula, preparados especial- 
mente para la Enseñanza Media, denominada en ese 
entonces Humanidades, por profesores de tanta 
valía en la ciencia como los fueron don Carlos Silva 
Figueroa y don Bernardino Quijada Burr, que su- 
pongo Uds. conocen de nombre por sus contribu- 
ciones científicas, pioneros en sus respectivos cam- 
pos. Fueron maestros y naturalistas. Me parece que 
con anterioridad sólo los textos de donR.A. Philippi 
se habían referido a aspectos de la fauna chilena que 
deberían ser enseñados en la Educación Secunda- 
ria. 

En ellos se intentaba complementar la cultura 
general humanística con un conocimiento bastante 
amplio de la ciencia, con énfasis en algunos aspec- 
tos de la fauna y flora chilenas. Sin embargo, al 
llegar al Instituto Pedagógico, uno de los pocos 
establecimientos universitarios donde se podía ad- 
quirir cultura zoológica, por razones históricas del 
momento en que se vivía se ilustraban las clases de 
preferencia con ejemplos extranjeros. Esta situa- 
ción, claramente anómala, que se trató de mejorar 
en los años siguientes, en gran parte por el esfuerzo 
incansable de uno de los discípulos de un profesor 
italiano contratado para hacer clases de Biología 
General en la Escuela de Medicina de la Universi- 
dad de Chile: el Prof. Dr. Juan Noé Crevanni, 
discípulo de Grassi. Noé dedicó gran parte de su 
tiempo en la campaña antimalárica y tuvo como 
ayudantes, entre otros, alos Dres. Parmenio Yáñez, 
Ottmar Wilhelm, Guillermo Mann, Amador Neghme, 
Roberto Donoso y Danko Brncic, cuya trayectoria 
e influencia en el desarrollo de diferentes aspectos 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


de la Zoología, por ser conocidos, no es necesario 
volver a destacar en esta oportunidad. 

Todos ellos tuvieron oportunidad de contribuir 
a la formación de la mayor parte de la primera 
generación de investigadores chilenos que ha con- 
tribuido al desarrollo de la Zoología en los últimos 
50 años, por lo cual les debemos un especial reco- 
nocimiento en esta oportunidad. 

Hoy sus discípulos y los discípulos de sus discí- 
pulos continúan su labor, con las dificultades que 
son propias en esta clase de actividades. 

Aunque el panorama de la educación, sensu lato 
quizás podría haber sido mejor que el que vivimos, 
las circunstancias económicas, políticas y sociales 
del país han sido siempre factores indudablemente 
modeladores de la situación que vivimos en esta 
etapa del desarrollo de la Zoología. 

El balance que hemos hecho (o vamos a hacer) 
sobre Planes y Programas de Enseñanza de la Zoo- 
logía en pre y postgrado para lo cual fuimos convo- 
cados, permitereafirmar, categóricamente, que Chile 
cuenta con un núcleo importante de zoólogos, capa- 
ces de gastar parte de su tiempo y energías en formar 
nuevos cuadros, especializar otros y perfeccionar, O 
por lo menos reciclar, a los más antiguos. Además, 
está en condiciones de establecer cursos de capaci- 
tación en esta área de la ciencia, si el país así lo 
requiere. 


Bases de la formación de zoólogos 


La formación de los zoólogos, a mi juicio, 
debería basarse en el cultivo de las vocaciones de 
los más pequeños, hoy prácticamente abandonados 
al azar. Ya en los jardines infantiles es posible 
detectar esta vocación, al igual que otras, e irla 
desarrollando paulatinamente a través de todo el 
proceso educativo hasta llegar a la Universidad. 
Pero este desarrollo vocacional requiere de un cui- 
dado muy especial de los profesores, de los pedago- 
gos que actuarán como guías en los próximos años 
de la enseñanza y durante todo el desarrollo educa- 
tivo. En consecuencia nuestro énfasis, aunque pa- 
rezca raro, debería estar en la Educación Superior. 
Allí es donde deberíamos tener buenos zoólogos, 
desbordantes de entusiasmo, metódicos, constan- 
tes, perseverantes, con gran iniciativa para recupe- 
rar en muchos casos el nivel de la enseñanza de la 
Zoología, y al mismo tiempo ponerla al día, proyec- 
tarla hacia los años futuros. En tal sentido debería- 
mos procurar que, por lo menos, nuestros profeso- 
res universitarios de las escuelas y/o universidades 


formadoras de profesores cultiven esta ciencia al 
más alto nivel posible, constituyendo grupos de 
trabajo homogéneos y solidarios, facilitando las 
comunicaciones entre estos grupos, completando 
nuestras bibliotecas especializadas, proveyéndolos 
de órganos de publicaciones nacionales de calidad 
internacional que al mismo tiempo que publican 
artículos originales en idiomas científicos interna- 
cionales como el inglés, también tengan interés en 
publicar en español, o por lo menos tengan interés 
en incluir buenos resúmenes en este idioma oficial 
del país, para que sus contribuciones alcancen la 
máxima difusión posible, no sólo entre los especia- 
listas, sino entre los educadores nacionales y/o 
latinoamericanos. Revistas de esta naturaleza po- 
drían dar cabida también a algunos trabajos de 
síntesis, actualizados, sobre grupos zoológicos de 
interés nacional. 

Una revista de difusión, bien ilustrada y a nivel 
de enseñanza básica y/o media, dirigida al conoci- 
miento del ambiente de vida del hombre, debería 
complementar esta iniciativa. 

Hay otra necesidad referente a publicaciones. 
Es la producción de textos dirigidos a estudiantes y 
profesores. La experiencia indica que es una tarea 
que debemos asumir y que se requiere no sólo de la 
voluntad de elaborarlos, sino de la capacidad para 
obtener financiamiento para imprimirlos. No es 
fácil hacerlo individualmente. Quizás si intentamos 
un esfuerzo colectivo, comunitario y nos empeña- 
mos por llevarlo adelante a pesar de las dificultades 
inherentes, es probable que con la colaboración del 
Ministerio de Educación, que ha mostrado interés 
en mejorar la enseñanza científica y tecnológica, 
podamos concretarlo en un plazo prudente de uno o 
dos años, a más tardar, sobre la base de nuestro 
conocimiento actual. 


Necesidad de conocer la fauna 


La necesidad de conocer la fauna nacional se ha 
hecho cada vez más urgente ante la briosa acometi- 
da del hombre por explotar los recursos naturales, 
acometida que difícilmente se podrá frenar, pero, 
sería posible regular. La humanidad ha sentido el 
impacto de la explotación indiscriminada de laflora 
y de la fauna. Es así como zoólogos y botánicos 
hacen causa común para conservar la diversidad 
biológica, que algunos piensan es sólo un objetivo 
de carácter comercial. Pero, la celeridad de la des- 
trucción es tal que numerosas especies que con toda 
seguridad han existido ya han mermado sus pobla- 


63 


ciones a un estado crítico o han desaparecido sin que 
hayamos alcanzado a conocerlas por la destrucción 
de su hábitat. 

Hoy los zoólogos son casi los únicos que tienen 
conciencia de la necesidad de incrementar los espe- 
cialistas en esta área del saber al darse cuenta de 
nuestra ignorancia y la necesidad de superarla cuan- 
to antes. Sin embargo, se observa poco interés de 
parte de los estudiantes universitarios por dedicarse 
a carreras de esta naturaleza. Ellos, forzados a 
preocuparse de su futuro, buscan prioritariamente 
buenas posibilidades económicas, cultivando otras 
áreas del saber que a primera vista dan mayores 
remuneraciones en menor tiempo, logrando “un 
buen pasar”, situación que muchas veces no está al 
alcance de los que cultivan una ciencia como la 
Zoología. Creo que la mejoría de salarios para 
zoólogos está, por el momento, fuera de nuestro 
alcance, pero con la ayuda de los economistas 
comprometidos en el progreso de la ciencia, aunque 
sea como herramienta para mejorar la producción y 
la calidad de nuestras exportaciones. 


Congreso Chileno de Zoología 


Quisiera recordar que ya en la década del 60 
hubo una Asociación de Zoólogos de Chile, que 
probablemente por nuestra inconstancia desapare- 
ció, pero dejó una huella indeleble al haber organi- 
zado el Primer Congreso Chileno de Zoología bajo 
el alero del Centro de Investigaciones Zoológicas 
de la Universidad de Chile, en Santiago. En este 
importante evento colaboraron oficialmente la Uni- 
versidad de Chile, la Universidad Católica de Chile, 
la Universidad de Concepción, la Universidad Aus- 
tral de Valdivia y la Universidad Católica de Valpa- 
raíso. En las actividades de este Primer Congreso 
participaron 80 delegados y 87 miembros asociados 
que dieron a conocer 90 comunicaciones distribui- 
das en las siguientes sesiones de trabajo: 


I. Zoología Taxonómica. 
II. Anatomía, Histología, Embriología, Morfolo- 
gía y Fisiología Comparadas. 
TI. Ecología y Biogeografía. 
IV. Genética, Evolución y Paleontología. 
V. Conservación, Protección de la Fauna, Zoolo- 
gía Aplicada. 
VI Temas generales. 


Los esfuerzos de ese Primer Congreso se com- 
plementaron con la presentación y discusión de 14 
relatos oficiales referentes a la fauna chilena de 


64 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


Importancia Sanitaria y Económica. Sus resultados 
están publicados en “Investigaciones Zoológicas 
Chilenas” 7, 163 págs., bajo la dirección de un 
Comité de Redacción integrado por: Carlos Silva 
Figueroa, Zacarías Gómez, Amador Neghme, 
Humberto Fuenzalida y Luis Caparro, Guillermo 
Mann (Director) y Nibaldo Bahamonde N. (Editor). 

¿No sería ya el momento de organizar el segun- 
do? Lograr mejorar esta deficiencia. Es probable 
que la formación de consorcios universitarios en 
diversas áreas específicas, la formación de centros 
interdisciplinarios con la colaboración de institu- 
ciones estatales y/o privadas pudieran permitir au- 
nar esfuerzos, tanto en potencial humano como en 
equipamiento y financiamiento para resolver pro- 
blemas contingentes que requieren de investigación 
básica. 


Asociación de zoólogos 


La unión de los zoólogos en una Sociedad Chi- 
lena de Zoología, que pudiese incorporar en calidad 
de miembros institucionales a Sociedades especia- 
lizadas activas en el campo científico, como las de 
Malacología, Crustaceología, Ictiología, Mastozoo- 
logía, Ornitología y otras, sin perder cada una de 
ellas su autonomía e identidad, me parece que sería 
importante. Podría estimular el desarrollo de todos 
los aspectos de la Zoología e incluso podría ser un 
grupo de presión independiente que permitiría pro- 
mover el mejoramiento de los cursos o la inserción 
de materias sobre Zoología en la educación. Facili- 
taría y ampliaría la cooperación y la colaboración 
entre sus miembros, así como también con laindus- 
tria, gobierno, organizaciones internacionales, etc. 
Permitiría también la organización de Talleres, 
interuniversitarios, para formación en Zoología, 
orientados a profesores de escuelas básicas y me- 
dias de Chile. Además, aceleraría una colaboración 
más expedita y eficaz con grupos orientados hacia 
la Educación Ambiental, teniendo como puntos 
focales: diversidad y calidad de vida. Permitiría 
intercambiar ideas sobre cómo la acción antrópica 
influye sobre la fauna y sobre el desarrollo susten- 
table, y la necesidad de un desarrollo armonioso 
basado en el conocimiento de los recursos físicos y 
sociales. Analizar cómo insertar la Zoología en un 
desarrollo integrado y cómo el conocimiento 
faunístico estimula el potencial creativo en los 
individuos. No hay duda que la formación de esta 
sociedad podría mejorar objetivamente nuestro pa- 
norama actual. 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


Pero, ¿qué estrategias desarrollar para mejorar 
nuestro conocimiento zoológico y conocer mejor la 
fauna chilena? 


Elaboración de la “Fauna Chilensis” 


Quisiera una vez más hacer algunos recuerdos 
históricos para justificar nuestra tarea. Es necesario 
remontarse al 14 de septiembre de 1830, fecha en 
que el gobierno de Chile firma un Contrato con don 
Claudio Gay para escribir una “Historia de Chile” 
que contuviera las “producciones del país”. Como 
uno de sus resultados don Claudio escribió los 8 
tomos de Zoología, que aún consultamos con pro- 
vecho, e ilustró algunos ejemplares en su Atlas 
Zoológico. Chile pasaba a ser uno de los pocos 
países americanos que disponía de un inventario 
con los componentes de su fauna, que se agregaba 
a su flora. En dicha obra en la que Gay aplicó un 
esfuerzo sobrehumano colaboraron los naturalistas 
más distinguidos de Europa. A ello se unía la 
instalación de un Gabinete de Historia Natural, que 
quedó situado en el Museo Nacional, fundado ya 
durante el gobierno de don José Miguel Carrera en 
los albores de la Patria, sobre la base de una colec- 
ción de minerales, conjuntamente con la Biblioteca 
Nacional y el Instituto Nacional. Chile, gracias al 
esfuerzo de sus gobernantes visionarios lograba 
tener su “Fauna chilensis”. 

Han pasado muchos años y aún no ha sido 
posible elaborar una obra semejante; actualizada; 
que, aunque necesaria, requiere de un enorme es- 
fuerzo de organización más que de financiamiento. 
Podríamos pensar que así como en la Dirección de 
Bibliotecas, Archivos y Museos existe un fondo 
para financiar publicaciones históricas, como lo es 
porejemplo el Fondo Histórico y Bibliográfico José 
Toribio Medina, podría crearse por ley otro seme- 
jante, destinado a financiar una magna obra como 
sería ésta. El Museo Nacional de Historia Natural 
podría ser quizá el organismo que encabezará una 
iniciativa de esta naturaleza, formando por ejemplo 
una comisión nacional de carácter multi-insti- 
tucional, donde los zoólogos fueran sus principales 
protagonistas y pudieran aglutinar también esfuer- 
zos de carácter internacional, para lograr una obra 
de gran valía y de relevancia para el desarrollo del 
país, y que conservándola actualizada sería una 
base permanente de consulta para conocer sus re- 
cursos faunísticos. Esta iniciativa podría ser com- 
plementada con mapas zoogeográficos o, mejor, 
biogeográficos que mostrarán la realidad chilena en 


este campo, y de ser posible también los cambios 
históricos. Un esfuerzo parcial en este sentido fue 
hecho por la expedición de la Universidad de Lund 
a Chile en 1948-49 para el área marina y sus 
resultados se completaron sólo en los primeros años 
de esta década. 

Un esfuerzo como éste sólo puede concretarse 
con la colaboración de la comunidad científica 
nacional y a mi juicio requeriría de otras iniciativas 
coordinadas que deberían ejecutarse a nivel regio- 
nal interesando a las municipalidades del país por 
emprender un reconocimiento de los recursos natu- 
rales renovables que existen en las áreas que están 
bajo su jurisdicción, lo cual permitiría además que 
científicos naturalistas pudiesen colaborar 
remuneradamente en una iniciativa que está sin 
duda relacionada con el reconocimiento y aprove- 
chamiento sustentable de los recursos vivos que 
requiere el país, salvaguardándolos, al mismo tiem- 
po, para las generaciones venideras. Así podríamos 
lograr un mejor conocimiento de las áreas naturales 
del país y de la dinámica de sus recursos, en diferen- 
tes escalas de tiempo. 

En cuanto a la fauna marina, su conocimiento es 
notablemente deficitario Además, sabemos, de pri- 
mera mano cuanta información desperdiciamos, al 
retornar al mar muestras de comunidades marinas, 
por carecer deun Centro de Separación y Análisis 
de Muestras Oceánicas bien equipado, ágil y bien 
relacionado nacional e internacionalmente. Un ser- 
vicio de esta naturaleza recién iniciará su funciona- 
miento en el Museo Nacional de Historia Natural, 
sin que se haya valorado realmente la importancia 
de esta iniciativa para el conocimiento biológico de 
nuestro territorio tricontinental. 

Hoy, científicos europeos están preocupados de 
recuperar lo más rápidamente posible la informa- 
ción sobre sus recursos vivos y es así como 
UNESCO, por medio del programa PROMAR, con 
el patrocinio del gobierno holandés y la colabora- 
ción del Centro Experto para Identificación 
Taxonómica (ETI), una institución sin fines de 
lucro de la Universidad de Amsterdam, ha dado ya 
un tratamiento informático ala publicación: “Peces 
del Atlántico Nororiental y del Mediterráneo”, que 
tiene información sobre más de 1250 especies de 
peces. La tarea del ETI fue filtrar e introducir todos 
los datos básicos en el programa informativo 
LINNAEUS Il, de taxonomía normalizada. Eso 
sólo duró un año de trabajo. Sólo la sección biblio- 
grafía cuenta con más de 5.000 referencias. Un 
viejo amigo nuestro el Dr. Jean-Claude Herau, 
distinguido ictiólogo y profesor enel Museo Nacio- 


65 


nal de Historia Natural de París, que es uno de los 
autores del libro, ha sido el Redactor Jefe de la 
versión actualizada en CD-ROM. 

ETI organiza con apoyo de UNESCO una red 
internacional de taxonomía cuyos científicos co- 
Operan para avanzarenlainvestigación taxonómica, 
elaborar monografías electrónicas y ampliar así la 
información sobre biodiversidad. ETI cuenta con 
una “Base Mundial de Datos sobre Biodiversidad”, 
que es un sistema centralizado al cual se podrá 
acceder telefónicamente y estará disponible para 
aquellos científicos que tengan el material de acce- 
so necesario. Está previsto que dicha base de datos 
contenga información sobre más de un millón de 
especies. Esta referencia la obtuve del Boletín In- 
ternacional de Ciencias del Mar (Número 71) que 
publica UNESCO. No sé si alguno de Uds. ha 
acudido ya a esta Base de Datos. 

Quiero recordar una vez más que para que los 
computadores funcionen requerimos de datos que 
sólo pueden ser logrados por investigadores com- 
petentes, y en el caso específico nuestro, por zoólo- 
gos con conocimientos de excelente calidad y expe- 
riencias reconocidos a nivel internacional. Sin per- 
juicio de la necesaria colaboración que deben reci- 
bir de científicos y tecnólogos de otros niveles. 

Nuestra faunaes prácticamente única en el mun- 
do. No podemos esperar que venga desde el extran- 
jero el financiamiento para proyectos que nosotros 
deberíamos realizar íntegramente. Si somos tigres 
en lo económico, también deberíamos serlo en el 
área de la ciencia y de la tecnología. Es otra tarea por 
cumplir. 


Colaboración a nivel regional y comunal para 
explorar el territorio nacional 


Chile es un país largo y angosto, donde la 
naturaleza diariamente realiza sus experimentos 
que muchas veces somos incapaces de observar y 
más difícilmente de interpretar. Trasladarse con 
multitud de equipos de una región a otra es díficil, 
pero tenemos universidades a lo largo de todo el 
territorio, requeriríamos de mayor colaboración entre 
nosotros para proponer y conseguir financiamiento 
para la instalación de una red de laboratorios 
interuniversitarios que pudieran ser de uso común y 
que instalados en puntos claves quizá pudieran 
servir también para lograr registros continuos de 
algunas variables ambientales mínimas, que influ- 
yen sobre la vida de los animales. Este equipo 
podría ser complementado con laboratorios móvi- 


66 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


les que pudieran ser arrendados. En este sentido 
pienso que la colaboración con botánicos y ecólogos 
es fundamental. Facilidades semejantes deberían 
estar disponibles en los parques nacionales. 


Desarrollo de una cultura científica nacional 


Emprender estas y otras tareas más, que aquí por 
muy importantes que sean no alcanzaremos a co- 
mentar, requieren aún de satisfacer la necesidad de 
desarrollar una cultura científica a nivel nacional 
para lo cual es imprescindible gastar mayor esfuer- 
zo en elaborar libros y libritos de difusión, muy bien 
ilustrados, destinados preferentemente ala comuni- 
dad escolar, básica y media, porque es allí donde 
hay mayor potencial de consumo. Esta labor debe- 
ría sercumplida por nuestros mejores zoólogos, que 
deberían considerarla impostergable y prioritaria y 
no como algo despreciable. 

Es probable que dialogando y dialogando pu- 
diésemos ponernos de acuerdo en cuanto a necesi- 
dades; pero será difícil, muy difícil llegar a un 
acuerdo para priorizarlas. La obscuridad aparece 
cuando hablamos de financiamiento. El dinero, en 
múltiples ocasiones ha desviado considerablemen- 
te nuestro interés científico y la urgente necesidad 
de conocer, por ejemplo, los efectos de la contami- 
nación. El impacto ambiental o la recuperación de 
áreas naturales degradadas hace que se ofrezcan 
sumas considerables en sueldos y equipos, asícomo 
otros atractivos para cambiar de línea de investiga- 
ción y/o docencia. Uno puede comprenderlo, pero 
es difícil aceptarlo. Creo que los científicos que 
están hoy en la vanguardia de la ciencia zoológica 
chilena tienen el deber de mostrar que el desarrollo 
de la ciencia básica es fundamental para el progreso 
del país y de la humanidad, que estimula el proceso 
creativo, nos permite comprender nuestro entorno, 
mostrar las interrelaciones entre todos los que habi- 
tamos el planeta tierra y asumir nuestras responsa- 
bilidades como actores en estos procesos. Todo esto 
sin perjuicio de buscar soluciones a los problemas 
contingentes, y avanzar hacia el futuro con paso 
firme, para asegurar la conservación de recursos 
que son únicos y que apenas conocemos y lograr la 
explotación sustentable de los recursos vivos, de la 
cual tanto hablamos. En todo caso no hay que 
desfallecer, siempre el mañana será mejor que el 
ayer. Debemos seguir haciendo esfuerzos coopera- 
tivos para lograr las metas, solos, individualmente, 
no alcanzaremos a insistir en estos tópicos. Sólo 
participando en el desarrollo directo del país podre- 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


mos lograr una influencia real sobre el destino de 
nuestro suelo, de nuestra fauna y de nuestra flora, a 
la cual está tan íntimamente ligada la vida de nues- 
tros organismos autóctonos. Salgamos de vez en 
cuando de nuestro laboratorio y alternemos con 
nuestros semejantes, aunque a veces el diálogo sea 
duro y quizás poco estimulante. 


Proyectos cooperativos interdisciplinarios e 
interinstitucionales 


La elaboración de proyectos interinstituciona- 
les e interdisciplinarios para obtener fondos 
concursables debería ser con el tiempo más fructí- 


fero y alo mejor nos daría más seguridad a nuestro 
quehacer. Además permitiría fomentar el trabajo 
grupal y mejorar la productividad del país, tanto en 
el área de la ciencia como en el de la producción, 
mejorando la calidad de vida y la sustentabilidad de 
los recursos como ahora ya lo desean los gobernantes. 


Chile espera la actividad zoológica 


La Antártica, la cordillera, el océano, la costa, la 
estepa, el desierto, el valle, ríos y lagos esperan 
nuestro accionar. Acerquemos profesionalmente a 
lajuventud hacia la naturaleza, sorprendámosle con 
sus secretos. 


ANEXO 1 
CIENTIFICOS QUE DECLARARON SU INTERES POR LA ZOOLOGIA Y QUE 
ESTAN INCLUIDOS EN EL DIRECTORIO ELABORADO POR LA ACADEMIA 
CHILENA DE CIENCIAS (1993 -1994) 
A) Situación laboral: 
En Universidades: Total 
P.Titular P.Asociado P. Asistente 
24 17 12 55 
En otros sectores: 
Estatal Privado 

5 3 8 
Total General 63 
B) Situación académica: 
Graduados: 

Doctorados Magister Licenciados 

33 13 5 51 

Profesionales: 
Profesores Geólogos M. Veterinarios Biólogo Marino 

9 1 1 1 12 

Total General 63 


Aproximadamente son 63. Hay unos 10 más que se dedican a temas zoológicos, pero no lo han declarado. 


67 


mt AA 
poes E oIAOraNa 


Bol.Soc. Biol. Concepción, Chile, Tomo 67, pp. 69-73, 1996 


PECES MORIDOS DE LAS ISLAS DESVENTURADAS (TELEOSTEL, 
GADIFORMES, MORIDAE) 


Morid fishes from Desventuradas Islands (Teleostei, Gadiformes, Moridae) 


ROBERTO MELENDEZ C.* Y GERMAN PEQUEÑO R.** 


RESUMEN 


Se estudiaron dos ejemplares de Physiculus longicavis 
Parin, 1984, capturados entre 170 y 180 m de profundidad y tres 
ejemplares de Lotella fernandeziana Rendahl, 1921, captura- 
dos a 30 m de profundidad, todos provenientes de la Isla San 
Félix. Se entrega una breve descripción, con aportes sobre su 
morfometría y merística y se discuten aspectos de la distribu- 
ción geográfica de las especies estudiadas. 


INTRODUCCION 


La familia Moridae en Chile ha recibido escasa 
atención, probablemente debido a que en su mayo- 
ría son peces habitantes del talud continental oceá- 
nico, asociados aislas y “guyots” o cadenas monta- 
ñosas sumergidas (Howes, 1991). En una revisión 
de los móridos de Nueva Zelandia, Paulin (1983) 
indica que la familia, a nivel mundial, incluye 17 
géneros y alrededor de 70 especies. Posteriormente, 
en un estudio mundial sobre Gadiformes, Cohen et 
al. (1990) indican que Moridae comprende 18 géne- 


*Museo Nacional de Historia Natural, Casilla 787, Santia- 
go, Chile. 

**Instituto de Zoología “Ernst F. Kilian”, Universidad 
Austral de Chile, Casilla 567, Valdivia, Chile. 


ABSTRACT 


Two specimens of Physiculus longicavis Parin, 1984, 
captured between 170 and 180 m depth, and three specimens of 
Lotella fernandeziana Rendahl, 1921, captured at 30 m depth, 
were studied. All specimens come from San Felix Island, off 
northern Chile. Brief descriptions, with new morphometric and 
meristic data, and a discussion on geographical distribution of 
both species are given. 


KEYWORDS: Moridae. Lotella. Physiculus. South Eastern 
Pacific. 


ros y alrededor de una centena de especies. En su 
listado de peces chilenos, Pequeño (1989) incluye 
ocho géneros en Moridae (Antimora, Austrophysis, 
Halargyreus, Laemonema, Lotella, Melanonus, 
Mora y Tripterophycis), sin embargo, dos géneros 
que incluye en Gadidae, Physiculus y Salilota, 
deben ser removidos y agregados a Moridae. 

El género Physiculus Kaup, 1858, se caracte- 
riza por la presencia de un barbo, un órgano 
luminoso en el vientre y la ausencia de dientes en 
el vómer. Según Pequeño (1989), en aguas chile- 
nas está representado por cuatro especies. Este 
género tiene una amplia distribución en el mun- 
do. 

El género Lotella Kaup, 1858, se caracteriza por 
la presencia de un barbo, dientes caniniformes en el 
vómer y ausencia de un órgano luminoso en el 
vientre. Este género contiene alrededor de una do- 


69 


cena de especies nominales y necesita una revisión 
taxonómica (Cohen et al., 1990). Al parecer, su 
distribución estaría restringida al Océano Pacífi- 
co. 

Las islas San Félix y San Ambrosio (conocidas 
en conjunto como Islas Desventuradas) se ubican a 
unos 850 km al oeste del puerto de Chañaral, aproxi- 
madamente en 26” 17” 00” S y 8005” 40” W. Su 
ictiofauna es poco conocida, registrándose hasta la 
fecha una veintena de familias (Sepúlveda, 1987), 
pero según uno de los autores (G. P.), aumentará 
sustancialmente en una próxima publicación. En 
esta oportunidad señalamos a la familia Moridae, 
nueva para las Islas Desventuradas, con los prime- 
ros registros de Physiculus longicavis, Parin, 1984 
y Lotella fernandeziana Rendahl, 1921. 


MATERIALES Y METODOS 


Los peces provienen de la Isla San Félix y 
fueron capturados con anzuelo o bien porque se 
enredaron en trampas para obtener al decápodo 
macruro Jasus frontalis (H. Milne-Edwards, 1837) 
(“Langosta de Juan Fernández”). El material estu- 
diado se encuentra preservado en alcohol de 70% y 
depositado en la colección de peces marinos de la 
Universidad Austral de Chile (IZUA-PM). 

Las mediciones morfométricas utilizadas si- 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


guen aquéllas descritas por Hubbs y Lagler (1964) 
y Paulin (1989). 


RESULTADOS 
Physiculus longicavis Parin, 1984 (Fig. 1). 


Material examinado: IZUA-PM, 1458, un 
ejemplar, 359 mm LS, Isla San Félix (26? 27” S, 799 
54” W), 180 m prof., 9 octubre 1991; Col. Alex 
Wilder B/P “Carlos Darwin”. IZUA-PM 1687, un 
ejemplar, 345 mm £S, Isla San Félix, aprox. 170 m 
prof., 13 marzo 1992. Col. Alex Wilder B/P “Car- 
los Darwin”. 

Breve descripción: Cuerpo alargado, termina- 
do en un delgado y bajo pedúnculo caudal. Boca 
grande; espacio interorbital generalmente de ma- 
yor tamaño que el diámetro orbital. Barbo de menor 
longitud que el diámetro orbital. Dientes pequeños, 
en felpa, similares en ambas mandíbulas. Sin dien- 
tes en el vómer. Branquispinas cortas, en su extre- 
mo distal con un leve engrosamiento y pequeñas 
espinas. Notorio órgano luminiscente en el vientre, 
circular a ovoide y separado completamente del 
ano. Primera aleta dorsal corta. Segunda aleta dor- 
sal aproximadamente de igual extensión que la 
aleta anal. El radio de mayor longitud de la aleta 
pélvica sobrepasa el ano. Otras características mor- 
fométricas y merísticas, en la Tabla 1. 


FIGURA 1. Physiculus longicavis, IZUA-PM 1458. Arriba: El pez completo; abajo, detalle de la región anterior de la aleta anal, 


precedida por el ano y por el órgano luminoso. 


70 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


TABLA 1. Características morfométricas (en % LS) y merísticas 
de Physiculus longicavis Parin, 1985, capturados en Isla San 
Félix. 


Presente Paulin 

Trabajo 1989 
Longitud estándar (mm) 345-359 132-154 
Morfometría en % LS: 
Longitud de la cabeza 27.1-28.2  24.3-28.2 
Distancia preorbital 7.2-7.5 6.1-7.3 
Distancia interorbital 5.8-5.9 4.3-6.4 
Diámetro orbital 5.8-6.4 6.2-6.8 
Distancia postorbital 15.3-15.6 
Longitud del maxilar 13.0-13.5 11.7-13.4 
Longitud del barbo 4.1-4,3 3.5-7.0 
Distancia pre primera aleta dorsal 30.7-30.9  26.2-31.1 
Base primera aleta dorsal 6.5-7.3 
Distancia pre segunda aleta dorsal 38.1-38.4 
Base segunda aleta dorsal 57.0-57.1 
Distancia pre aleta pectoral 29.2-29.3 
Base aleta pectoral 4.8-5.0 
Distancia pre aleta pélvica 26.1-28.6 
Longitud máxima aleta pélvica 16.8-17.5 
Distancia pre aleta anal 37.3-42,3 
Base aleta anal 60.7-61.2 
Altura corporal en origen de la aleta anal 21.5-23.0 
Altura mínima del pedúnculo caudal 2.8 2.2-2.7 
Altura máxima de la primera aleta dorsal 10.9-11.8 
Distancia inserción aleta pélvica al 
origen de la aleta anal (en mm) 47.9-50.6 
En % de la distancia inserción aleta 
pélvica al origen de la aleta anal: 
Distancia inserción aleta pélvica al 
origen órgano luminiscente 26.0-27.9 26.4-26.9 
Longitud total órgano luminiscente 13.2-16.3 13.6-14.8 
Distancia de margen posterior del órgano 
luminiscente al origen de la aleta anal 15.7-18.9 17.7-18.3 
Merística 
T aleta dorsal 8-9 8-9 
Il aleta dorsal 69 63-67 
Aleta anal 70-71 70-74 
Aleta pectoral 25 23-27 
Aleta pélvica 7 7 
Branquispinas 4+(8-9) (3-4)+(9-12) 


Color en formol 10%: Cuerpo completamente 
café claro, con algunos tintes amarillentos hacia la 
parte posterior del cuerpo. Zona de las vísceras 
azulosa. Bordes de la segunda aleta dorsal y anal 
más obscuras que el resto de las aletas. 

Distribución geográfica y batimétrica: Origi- 
nalmente, Parin (1984) señala a esta especie para la 
porción sur de la Cordillera Sumergida de Nazca y 
a profundidades entre 160 y 290 m. Este nuevo 
registro amplía la distribución conocida de esta 
especie hasta la isla San Félix, encontrándose en los 
rangos batimétricos indicados por el descriptor de 
la especie. 

Comentarios: Según Paulin (1989), esta espe- 
cie es fácilmente reconocible de las demás especies 
de Physiculus por el mayor tamaño y posición del 
órgano luminoso ventral. Otra especie que ocurre 
en simpatría con P. longicavis en la Cordillera de 
Nazca es P. luminosa Paulin, 1983, la cual es 
fácilmente reconocible porque posee branquispinas 
de forma más alargada que aquellas de P. longicavis, 
la cual a su vez presenta branquispinas de pequeño 
tamaño, con pequeñas y notorias espinas en su 
extremo distal. 

El registro de esta especie en aguas profundas de 
laisla San Félix revela la posible relación que existe 
entre esta área y la Cordillera Sumergida de 
Nazca. 

Pequeño (1989) asigna al género Physiculus la 
especie P. marginata (Gúnther, 1878). Sin embar- 
go, Paulin (1989), en surevisión mundial del género 
no considera a tal binomio, debido a que en una 
publicación anterior (Paulin, 1983) la incluyó en el 
género Austrophycisy, por sus argumentos, consi- 
deramos conveniente aceptar su proposición. 


FIGURA 2. Lotella fernandeziana, IZUA-PM 1476. 


71 


Lotella fernandeziana Rendahl, 1921 (Fig. 2). 


Material examinado: IZUA-PM 1674, unejem- 
plar, 268 mm LS, Isla San Félix, 10 octubre 1991, 
Col. Alex Wilder B/P “Carlos Darwin”, aprox. 30m 
prof. IZUA-PM 1476, 2 ejemplares, 301 y 333 mm 
ES, Isla San Félix, 17 diciembre 1991, Col. Alex 
Wilder, aprox. 35 m prof. 

Breve descripción: Cuerpo alargado, termina- 
do en un pedúnculo caudal bajo y comprimido. 
Boca grande, con fuertes dientes caniniformes. Es- 
pacio interorbital generalmente de mayor tamaño 
que el diámetro orbital. Barbo de mayor longitud 
que el diámetro orbital. Sin órgano luminiscente 
ventral. Primera aleta dorsal corta. Segunda aleta 
dorsal de mayor longitud que la aleta anal. Los 
radios más prolongados de la aleta pélvica no sobre- 
pasan el ano. Otras características morfométricas y 
merísticas se presentan en la Tabla 2. 


TABLA 2. Características morfométricas (en % LS) y merísticas 
de Lotella fernandeziana Rendahl, 1921. 


Presente Meléndez y 

Trabajo Villalba (1992) 
Longitud estándar (mm) 296-333 223-292 
Morfometría en % LS: 
Longitud de la cabeza 26.8-28.6 26.8-27.9 
Distancia preorbital 7.0-7.8 
Distancia interorbital 5.3-5.7 5.6-6.6 
Diámetro orbital 4.7-5.8 4.1-4.8 
Distancia postorbital 15.8-17.8 
Longitud del maxilar 12.8-13.5 
Longitud del barbo 8.3-9.2 
Distancia pre primera aleta dorsal 29.2-29.5 
Base primera aleta dorsal 5.6-6.0 
Distancia pre segunda aleta dorsal 34.6-36.3 
Base segunda aleta dorsal 57.6-58.2 58.9-62.0 
Distancia pre aleta pectoral 27.1-29.4 
Base aleta pectoral 4.8-5.6 
Distancia pre aleta pélvica 23.9-27.8 
Longitud máxima aleta pélvica 14.0-14.9 
Distancia pre aleta anal 46.2-48.4 
Base aleta anal 50.0-51.6 48.4-53.2 
Distancia pre ano 43.5-45.7 
Altura del cuerpo en origen aleta anal 22.0-22.7 
Altura mínima pedúnculo caudal 4.3-4.6 
Altura del cuerpo en origen de la 
primera aleta dorsal 10.9-11.8 
Merística: 
T aleta dorsal 5-6 5 
II aleta dorsal 58-62 64 
Aleta anal 52-55 60 
Aleta pectoral 24 24 
Aleta pélvica 9 
Branquispinas (6-73 (01-843 


72 


Bol. Soc. Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


Color en formol 10%: Cuerpo desde totalmen- 
te blanquecino amarillento a pardo claro, en la zona 
superior a media del cuerpo; la parte ventral blan- 
quecina amarillenta. 

Distribución geográfica y batimétrica: Esta 
especie ha sido citada para el Archipiélago de Juan 
Fernández por Rendahl (1921), Sepúlveda y Peque- 
ño (1985); Meléndez y Villalba (1992) y Meléndez 
et al., 1993), entre otros. Años atrás se había publi- 
cado una sinonimia, que incluyó valiosas referen- 
cias, con confirmación de la presencia de L. fernan- 
deziana para el Archipiélago señalado (Fowler, 
1943). Recientemente, Cohen et al. (1990) citan 
entre otras a esta especie para Juan Fernández, bajo 
la advertencia “...Tentative distribution of some 
Lotella species...”. Sepúlveda (1987) la señala tam- 
bién como habitante de la zona Australia-Nueva 
Zelandia. La profundidad de captura de los nuevos 
registros oscila entre 30 y 35 m aproximadamente, 
ya que se obtuvieron con anzuelos y la curvatura de 
las líneas de los hilos no se calculó. 

Comentarios: El presente registro corresponde 
al primero del género y de la especie para las Islas 
Desventuradas, debiendo notarse que las capturas 
sólo corresponden a San Félix y que será necesario 
corroborar su presencia en la cercana San Ambrosio. 
También esta especie corrobora la existencia de una 
importante afinidad ictiogeográfica entre las Islas 
Desventuradas y el Archipiélago de Juan Fernán- 
dez. En cuanto a la distribución batimétrica, aunque 
el descriptor original no señala la profundidad de 
captura (Rendahl, 1921), ni tampoco lo hacen otros 
autores (e.g. Steindachner, 1898; Norman, 1937), 
por el tipo de ictiofauna estudiada en sus respecti- 
vos trabajos, puede colegirse que se trató de captu- 
ras de poca profundidad, probablemente similares a 
las conocidas a través de nuestros nuevos registros. 


DISCUSION 


La presencia de Lotella fernandeziana en las 
Islas Desventuradas puede considerarse como algo 
que estaba en los pronósticos ictiológicos, debido a 
su topotipo geográficamente cercano. Sin embargo 
no había expectativas acerca de otros móridos des- 
critos hace relativamente poco tiempo, como es el 
caso de Physiculus longicavis. Debe aclararse que 
los especímenes aquí estudiados fueron errónea- 
mente considerados como Physiculus luminosa 
Paulin, 1983, en una contribución sobre ictiogeo- 
grafía de las Islas Desventuradas (Pequeño y Lamilla, 
1996); pero ello no cambia mucho la consideración 


Bol. Soc: Biol. Concepción, Chile. Tomo 67, 1996 


ictiogeográfica de las islas que ellos proponen, en el 
sentido que éstas serían el punto más oriental en la 
llamada región zoogeográfica del Indo-Pacífico 
Occidental. Anteriormente, ya existía una proposi- 
ción, en el sentido que tal región zoogeográfica se 
extendería hasta las cordilleras sumergidas de Naz- 
ca y de Sala y Gómez (Parin, 1991). Los autores de 
esta contribución consideran que hay evidencias 
para extender la región hasta las Islas Desventura- 
das y pronostican que seguramente en pocos años, 
se incrementarán las evidencias de ictiofauna en 
común entre estas islas y otras de la Oceanía, 
refiriéndose especialmente a formas bentónicas y 
demersales. En parte, estos conceptos han variado 
por la realización de nuevas exploraciones, pues la 
zona era muy mal conocida. También, los avances 
en topografía submarina del Pacífico Oriental indi- 
can que una larga cordillera vincularía a islas como 
Ducie, Henderson, Pascua, Sala y Gómez e Islas 
Desventuradas, pero no al Archipiélago de Juan 
Fernández (Rodrigo, 1994). Estos últimos hallaz- 
gos probablemente contribuyan a explicar mejor 
algunos de los patrones de distribución geográfica 
de los peces de estos remotos parajes. 


AGRADECIMIENTOS 


Se agradece la colaboración del capitán Sr. Alex 
Wilder (Pesquera “Chris”, Valparaíso), quien obtu- 
vo los ejemplares estudiados, con acuciosa data de 
terreno. El Programa Oceanopolítico Integrado 
(POLI) de la Armada de Chile y el Comité Oceano- 
gráfico Nacional (CONA) otorgaron facilidades 
para conocer los lugares de muestreo en la isla San 
Félix. Este trabajo constituye resultados parciales 
del Proyecto S-93-41, de la Universidad Austral de 
Chile. 


BIBLIOGRAFIA 


Cohen, D.M., T. Inada, T. Iwamoto y N. Scialabba. 1990. FAO 
Species Catalogue. Vol. 10. Gadiform Fishes of the World 
(Order Gadiformes). An annotated and illustrated catalo- 
gue of cods, hakes, grenadiers and other gadiform fishes 
known to date. FAO Fish. Syn., 125 (10): 1-442, Rome. 


Fowler, H.W. 1943. Fishes of Chile, Systematic Catalog. Part, 
Teleostomi, Rev. Chil. Hist. Nat., 46-47 (1942-43): 15-116. 

Howes,G.J. 1991. Biogeography of gadoid fishes. J. of Biogeogr. 
18: 595-622. 

Hubbs, C.L. and K.F. Lagler. 1964. Fishes of the Great Lakes 
Region. Univ. of Michigan Press, 213 pp., Ann Arbor. 

Meléndez C., R., O. Gálvez H. y A. Cornejo C. 1993. Catálogo 
Colección de Peces Depositada en el Museo Nacional de 
Historia Natural de Chile, Mus. Nac. Hist. Nat., Publ. Oc., 
47:1-224. 

Meléndez C., R. y C. Villalba. 1992. Nuevos registros y antece- 
dentes para la ictiofauna del Archipiélago de Juan Fernán- 
dez, Chile. Est. Oceanol., 11: 3-29. 

Norman, J.R. 1937. Coast Fishes. Part II. The Patagonian 
Region. Discovery Reps., 16: 1-150. 

Parin, N.V. 1984. Three new species of the genus Physiculus 
and other marine fishes (Moridae, Gadiformes) from the 
seamounts (submarine uplifts) of the Southeastern part of 
the Pacific Ocean. Vopr. Ikhtiol., 24 (4): 531-544. Citado 
de acuerdo con la traducción al inglés: Parin, N.V. 1985. 
Three new species of the genus Physiculus and other fishes 
(Moridae, Gadiformes) from the submarine seamounts of 
the Southeastern Pacific Ocean. J. of Ichthyol., 24 (4): 46- 
60. 

Parin, N.V. 1991. Fish fauna of the Nazca and Sala y Gomez 
submarine ridges, the easternmost outpost of the Indo-West 
Pacific Zoogeographic region. Bull. Mar. Sci. 49 (3): 671- 
683. 

Paulin, C.D. 1983. A revision of the Family Moridae (Pisces, 
Anacanthini) within the New Zealand region. Rec. Nat. 
Mus. N.Z., 2 (9): 81-216. 

Paulin, C.D. 1989. Review of the morid genera Gadella, 
Physiculus, and Salilota (Teleostei: Gadiformes) with 
descriptions of seven new species. N.Z. J. Zool., 16: 93-133. 

Pequeño R., G. 1989. Peces de Chile. Lista Sistemática Revisa- 
da y Comentada. Rev. Biol. Mar., Valparaíso, 24 (2): 1-132. 

Pequeño, G. y J. Lamilla. 1996. Desventuradas Islands: the 
easternmost outpostof the Indo-West Pacific zoogeographic 
region. Rev. Biol. Trop., 44 (2): 887.889. 

Rendahl, H. 1921. The Fishes of Juan Fernandez Island, /n: C. 
Skottberg (Ed.). The Natural History of Juan Fernandez and 
Easter Island, 3: 49 - 58, Uppsala, Almquist € Wiksells. 

Rodrigo, C. 1994. Características morfológicas, geológicas y 
geofísicas del lineamiento submarino de Pascua. Tesis, 
Fac. Recursos Nats., Univ. Católica de Valparaíso, 150 pp. 

Sepúlveda, J.I. 1987. Peces de las Islas Oceánicas Chilenas, pp. 
225-245, In: J.C. Castilla (Ed.), Islas Oceánicas Chilenas: 
Conocimiento Científico y Necesidades de Investigacio- 
nes, Ed. Univ. Católica de Chile, Santiago. 

Sepúlveda, J.I. y G. Pequeño. 1985. Fauna íctica del Archipié- 
lago de Juan Fernández, pp. 81-91, In: P. Arana (Ed.), 
Investigaciones Marinas en el Archipiélago de Juan Fer- 
nández. Escuela de Ciencias del Mar, Univ. Católica de 
Valparaíso. 

Steindachner, F. 1898. Die Fische der Sammlung Plate. Fauna 
Chilensis. Abhand. Kenntniss Zool. Chiles Samm., Zweit 
Heft, L. Plate, 1: 281-338. 


73 


islas $ EW le 
0 dad a ue sil 


lit a 


MAS 


Jalea Li 
AT A 
y Rial. ed Cua 


ñ Ai LEO 
APTOS 


Bol.Soc. Biol. Concepción, Chile, Tomo 67, pp. 75-75, 1996 


MARTINTELLA A NEW NAME FOR MARTINELLA ARTIGAS Y 
PAPAVERO, 1995 (DIPTERA, ASILIDAE) 


Martintella un nuevo nombre para Martinella Artigas y Papavero, 
1995 (Diptera, Asilidae) 


JORGE N. ARTIGAS* 


ABSTRACT 


Martintella a new name for the preoccupied (Mollusca) 
genus Martinella Artigas y Papavero 1995 (Diptera, Asilidae), 
is proposed. 


KEYWORDS: Asilidae. Taxonomy. Nen name. Martintella. 
Martinella. América. 


RESULTADOS 


Martinella Artigas y Papavero was created in 
1995 in: “The American genera of Asilidae (Diptera): 
Keys for identification with an Atlas of Female 
Spermathecae and other Morphological Details. 
IX.9. Subfamily Asilinae Leach - Myaptex group, 
with the proposal oftwo new genera and a catalogue 
of the neotropical species”. 

During the course of compiling the last volume 
of the Zoological Record, the producer, Mrs. Joan 
Thorne, Editorial Manager, found that the name 
Martinellais preoccupied ina molluscan, published 
by Jousseaume in 1887 as listed in: 


*Jorge N. Artigas. Departamento de Zoología, Universi- 
dad de Concepción, Casilla 2407, Concepción, Chile. e.m.: 
jartigas Ohalcon.dpi.udec.cl 


RESUMEN 


Se propone el nombre Martintella para reemplazar el nom- 
bre Martinella Artigas y Papavero (Diptera, Asilidae), preocu- 
pado en Mollusca. 


Vaught, K.C. A classification of the living 
Mollusca. American Malacogist, Inc. Melborne, 
Florida. 1989. 

The newname for Martinella Artigas y Papavero 
1995 will be Martintella n. name. 

Type species of the genus: Asilus lestes Williston, 
1901. 

The authors thanks Mrs. Joan Thorne for her 
kind help. 


BIBLIOGRAPHY 


Artigas, J. N. y N. Papavero, 1995. The American genera of 
Asilidae (Diptera): Keys for identification with an Atlas of 
Female Spermathecae and other Morphological Details. 
IX.9. Subfamily Asilinae Leach - Myaptex group, with the 
proposal oftwo new generaand acatalogue of the neotropical 
species. Rev. Chilena de Entomología 22: 55-73. 

Vaught, K.C., 1989. A classification of the living Mollusca. 
American Malacogist, Inc. Melbourne, Florida. 

Williston, S.W., 1901. Supplement (part), pp. 249-272, 273- 
296, 297-328, 329-332, pl. 4-5, pl. 6, figs 1-6, in Godman 
y O. Salvin, eds., Biologia Centrali Americana. Zoologia- 
Insecta-Diptera, I: 378 pp.,6 pls. London. 


US 


Ñ PT XÍ 
0 Id cd A 


MA 
pta ES Y aGAN mm AA 
IU olas pg Ian 

e EQ EE Alain eb ani) ade coto 
lod Gar ade ho nofaiado A RA, IA 


an AA A fall DR 
Aj A E A NN do 

gado ag dept ¡ER ESE MENOS 0 

A a o A 


en a isa le iia 


REGLAMENTO DE PUBLICACION DEL BOLETIN DE LA 
SOCIEDAD DE BIOLOGIA DE CONCEPCION 


El Boletín de la Sociedad de Biología de Con- 
cepción publicatrabajos científicos que tengan como 
base las ciencias biológicas en su sentido más 
amplio. Esta revista aparece en la forma de uno o 
más volúmenes al año constituidos por un número 
variable de trabajos. El idioma oficial de esta publi- 
cación es el español, reservándose el editor el dere- 
cho de autorizar la publicación en otras lenguas. 

Los trabajos publicados deberán ser previamen- 
te expuestos en una Sesión de Lectura de la Socie- 
dad de Biología de Concepción, por el Socio intere- 
sado o su representante. Las contribuciones son de 
dos categorías: trabajos propiamente tales y notas 
científicas. Los trabajos mayores son aquellos cuyo 
manuscrito tiene una extensión mínima de seis (6) 
páginas y máxima de treinta (30) páginas tamaño 
oficio dactilografiadas a espacio y medio. Las notas 
científicas son trabajos de menos de seis (6) páginas 
dactilografiadas. En todo caso, el editor decidirá su 
clasificación. 

Los trabajos mayores y las notas se publicarán a 
dos columnas. Los primeros deberán contar a lo 


menos con las siguientes partes: Título en el lengua- 
je original, Título en inglés, Nombre del Autor(es) 
y Lugar(es) de Trabajo, Resumen, Abstract, 
Keywords, Introducción, Materiales y Métodos, 
Resultados, Discusión, Conclusiones, Agradeci- 
mientos y Bibliografía. Las notas por su menor 
extensión podrán no indicar explícitamente algunas 
de estas partes, aunque siempre deberán llevar Títu- 
lo, Keywords, Bibliografía, Resultados. 

Tanto las notas como los trabajos mayores serán 
enviados a revisión por pares. Los autores recibirán 
de vuelta los trabajos con las correcciones sugeri- 
das, debiendo ajustar sus manuscritos a esas suge- 
rencias. La aceptación definitiva de un manuscrito 
dependerá de la evaluación de los pares y de su 
posterior modificación por parte del autor si así 
fuere necesario. 

Ocasionalmente podrá el Directorio de la Socie- 
dad de Biología de Concepción autorizar la dedica- 
ción de un volumen completo a un trabajo de gran 
envergadura si la calidad e importancia de éste lo 
justificaren. 


Características que deben reunir los manuscritos 
para ser aceptados por el Editor 


1. Ser expuestos previamente en una Reunión de la 
Sociedad de Biología de Concepción. 

2. Cada manuscrito entregado con dos copias car- 
bón o xérox debe ser escrito a espacio y medio, con 
margen superior a 2 cm, por todos los contornos de 
la página. Debe incluir las diversas secciones men- 
cionadas más arriba e indicar precisamente dónde 
deben ir figuras, láminas, tablas, gráficos. 

3. Si el trabajo incluye Tablas, éstas deben ir nume- 
radas correlativamente con números romanos, indi- 
cando su lugar en el manuscrito. Cada Tabla debe 
llevar una leyenda apropiada en la parte superior. 
4. Las ilustraciones pueden ser dibujos de figuras o 
gráficos y fotografías. Los primeros deben ser con- 
feccionados con tinta china en papel diamante o 
papel blanco, grueso y de buena calidad. Deben ser 


numeradas correlativamente con números arábigos, 
ser convenientemente aludidas en el texto e indicar- 
se su posición dentro del manuscrito. Las explica- 
ciones de las figuras pueden ser dactilografiadas 
acompañando a cada figura dentro del texto o ser 
agrupadas en hojas aparte. Las fotografías deben ser 
bien contrastadas y en papel brillante. 

5. Tanto las fotografías como los dibujos pueden 
aparecer separadamente en el texto o reunirse en 
láminas que pueden intercalarse en el texto O agru- 
parse al final del mismo. Para los efectos de reduc- 
ción de láminas o figuras debe tenerse en cuenta que 
el tamaño útil máximo de una página impresa es de 
21 cm de alto por 15 cm de ancho, con una diagonal 
de 26 cm. Se recomienda que el tamaño de las 
láminas entregadas en el original no exceda del 


doble de la diagonal indicada más arriba. Si la 
explicación de las figuras de la lámina va al pie de 
la misma, el espacio necesario para ello debe consi- 
derarse dentro de las medidas indicadas. Al reverso 
delas figuras, fotografías o láminas debe inscribirse 
el nombre del trabajo, autor y número que le corres- 
ponda. 

6. En el manuscrito deben subrayarse con línea 
continua sólo los nombres científicos de géneros, 
subgéneros, especies, subespecies, locuciones y 
diagnosis en latín. 

7. No se publicarán palabras con todas las letras 
mayúsculas en el texto. Esta forma se reservará para 
títulos, subtítulos, abreviaturas de Instituciones y 
otros autorizados por el Editor. Los nombres de 
autores irán con mayúsculas y minúsculas sin su- 
brayar. 

8. En el manuscrito se debe indicar con absoluta 
claridad los títulos y subtítulos (dactilografiados 
ambos con mayúsculas). Las cabezas de párrafo que 
sea necesario destacar pueden indicarse imitando 
negrita si el manuscrito se hace con un procesador 
de texto o subrayando con línea cortada. La estruc- 
tura final del manuscrito puede ser alterada respecto 
del original para acomodarse al estilo del Boletín. 
9. La Bibliografía deberá incluir sólo las citas del 
texto. Estas deberán hacerse en la forma más abre- 
viada posible, v. gr. Gómez (1981: 46), lo que 
indica autor, año y página; si son varios autores: 
Gómez et al. (1902:107). No debe indicarse en el 
texto referencias bibliográficas ni aludir a éstas por 
un número guía como se acostumbra en otras publi- 
caciones. Si un autor tiene más de un trabajo en un 
mismo año, se les debe distinguir agregando letras 
consecutivas después del año, v. gr. Gómez (1946a: 
49; Pérez, 1958c). 

10. La lista de los autores aludidos en el texto debe 


llamarse Bibliografía. La forma de presentarla se 
ajustará en lo posible a los siguientes ejemplos: 


a. Cita de libros y folletos: 


Weisz. G. A. 1966. The Science of Biology. 
McCraw-Hill Book Co. USA. 879 págs. 

Borror, J.D. y D. M. DeL ong, 1966. An Introduction 
to the study of Insects. Holt, Rinehart € Winston. 
USA. 819 págs. 


b. Artículos en revistas: 


Androsova, E.I. 1972, Marine Invertebrates from 
Adelie Land, collected by the XIlth and XVth 
Antarctic Expeditions. 6, Bryozoa. Théthys suppl. 
4: 87-102. 


Banta, W. C. 1969. The body wall of the Cheilosto- 
mata bryozoalI. Interzoidal Communication Organs. 
J. Morph. 129 (2): 149-70. 


c. Artículos de un autor en un libro de otro autor 
o editor: 


Theodorides, J. 1963. Nématodes: 693-723, In 
Grassé, P.P. y A. Tétry (Eds.) Zoologie I. 
Encyclopédie de la Pléiade 14. Librairie Gallimard, 
Paris, 1.242 págs. 


11. Los nombres de las revistas botánicas deben 
abreviarse de acuerdo al B-P-H (Botanico- 
Periodicum-Huntianum). 


12. Si un trabajo, por alguna especial circunstancia, 
deba ser publicado en forma diferente a las disposi- 
ciones anteriores, el autor debe exponer su petición 
al Director Responsable del Boletín (el Editor). 


Costos de Publicación 


1. Los socios con sus cuotas sociales al día, que no 
tengan respaldo de proyectos institucionales y cu- 
yos manuscritos fueren aceptados para publicación 
en el Boletín, recibirán 50 apartados libres de cos- 
tos. 

2. Los socios con respaldo de proyectos institucio- 
nales (universitarios, regionales, nacionales o inter- 
nacionales) y cuyos manuscritos fueren aceptados 
para publicación en el Boletín, deberán cancelar 
US$ 15 por página impresa pagaderos antes de la 


entrega de los apartados. Cada socio, en este caso, 
recibirá 50 apartados de su trabajo libres de costo y 
con franqueo incluido. 

3. Los no socios cuyos manuscritos fueren acepta- 
dos para publicación en el Boletín deberán cancelar 
US$ 15 por página impresa pagaderos antes de la 
entrega de los apartados. Cada autor, en este caso, 
tendrá derecho a 50 apartados libres de costo cuyo 
envío dentro del país ascenderá a US$ 5 y fuera del 
país a US$ 20. 


Esta 
publicación 
se terminó de imprimir, 
el 30 de diciembre de 1996, 
en los talleres de 
EDITORA ANÍBAL PINTO S.A., 
Maipú 769, Concepción, 
Chile. 


. - SOCIEDAD DE BIOL: Gl 


Fundada el 30 de abril de 


Presidente: 
Secretario: 
Tesorero: ' 

Director: AA Ñ 
Director: SN . GUILLERMO. GR IT 
O EA O SALVADOR (INDUVA 


SN DIRECTORIO ACTUAL NOS 


Preside o DR. JUAN CARLOS ORTIZ Z. 

Vicepresidente: "0000000 DR.WALDO VENEGAS S. 

Secretaria: os iS O SRA AURORA. QUEZADA OQ. 
Tesorero A FONS: VICTOR Ho RUIZR+ 000 0 o NO 
Bibliotecarios a DR ROBERTO A. RODRIGUEZR. | O ONO 
Director del Boletín: 1,000. o SR. HUGO MOYANO Gs 
Subdirector del Boletín: EEN á DR. RAMON AHUMADA a NN 


PUBLICACIONES DE LA SOCIEDAD. 


—Boletín de la Sociedad de Biología de ope , na da 
e a de la Sociedad de. Biologia de Concepción. 


ir 


Deseamos Ea canje c con ¿todas la publicaciones si ila 
We wish to establish exchange with all similar rada 


CORRESPONDENCI 
Sociédad de BiologíA de Conc 


Casilla 4006; Correo. 3 
CONCEPCION-CHILE 


MU 
ISO) 
A): 


mo E 
AI 


INSTITUTION LIBRARIES 


<Q 


mí 
Y, 


O, 
' SO 4 DTO y eS 


1% 


NN SN 


f Phymaturus Ansellifer 


mile): A preliminary evaluation. : 


Family Serranidae in the Des- 
nani PEO 23 


(AO % 


AROS. Closuré among 


'S $e VERONICA. 


. JORRE. Flowering effects of the shrub 
rodent populations of the temperate rain 


facation and 


SS 


43 


53 


oduction ha Chilean 


a AIN 


q 
NES! 
NS 


61 


ne la Artigas y Papavero, 1995 (Diptera, 


NAS 
OE AOS ASAS 
DEAN A E 
Ep OO DON