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Full text of "Boletín de la Sociedad Española de Historia Natural"

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BOLETIlsT 


DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 


DE  HISTORIA  NATURAL 


MADRID 

ESTABLECIMIENTO    TIPOGRÁFICO   DE   FORTANET 

IMPRESOS  DE  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA 

Calle  de  la  Libertad,  núm.  2R 
•1  903 


vv 


JUNTA    DIRECTIVA 


SOCIEDAD   ESPAÑOLA   DE   HISTORIA   NATURAL 

:f_a.:r,_a.   1903 

Presidente Excmo.  Sr.  D.  Zoilo  Espejo. 

Vicepresidente D.  José  Rodríguez  Mourelo. 

Tesorero D.  Igmacio  Bolívar  y  Urrutia. 

Secretario D.  Salvador  Calderón  y  Arana. 

Vicesecretario D.  José  María  Dusmet  y  Alonso. 

Bibliotecario D.  Rafael  Blanco  y  Juste. 

Vicetesorero D.  Antonio  García  Várela. 

Comisión  de  publicación. 

D.  Francisco  de  P.  Martínez  y  Sáez. —  D.  Germán  Cerezo  y 
Salvador.— D.  Florentino  Azpeitia  y  Moros. 

Comisión  de  Catálogos. 

D.  Gabriel  Puig*  y  Larraz.  — D.  Blas  Lázaro  é  Ibiza.— D.  Fe- 
derico Gredilla  y  Gauna. — D.  José  María  Dusmet  y  Alonso. — 
D.  Juan  Manuel  Díaz  del  Villar. — D.  Enrique  Pérez  Zúñig-a. — 
D.  Ángel  Cabrera  Latorre. 

SECCIÓN      DE     BARCELONA. 

Presidente D.  Carlos  Ferrer. 

Vicepresidente D.  Carlos  Calleja  y  Borja-Tarrius. 

Tesorero D.  Ig-nacio  Tarazona. 

Secretario D.  Marcelo  Rivas  Mateos. 

Vicesecretario D.  Manuel  Carbó  y  Domenech. 

SECCIÓN      DE     SEVILLA. 

Presidente D.  Julio  Ferrand  y  Couchoud. 

Vicepresidente D.  Manuel  Miquel  é  Irizar. 

Tesorero D.  Enrique  Crú  y  Marqués. 

Secretario.. D.  Federico  Chaves  y  Pérez  del  Pulg-ar. 

Vicesecretario D.  Míg-uel  de  Bago  y  Rubio. 

SECCIÓN      DE     ZARAGOZA. 

Presidente D.  Pedro  Ramón  y  Cajal. 

Vicepresidente D.  Pedro  Aramburu. 

Tesorero D.  Félix  Gila  y  Fidalgo. 

Secretario D.  Pedro  Moyano  y  Moyano. 

Vicesecretario D.  Juan  P.  Soler  y  Carceller. 


\  n  o  n 


Socios  fundadores. 


D.  José  Argumosa.  f 

D.  Jgnacio  Bolívar  y  Urrutia. 

Excma.  Sra.  D.a  Cristina  Brunetti 

de  Lasala,  Duquesa  de  Mandas. 
D.  Francisco  Cala,  f 
Excma.  S.a  D.a  Amalia  de  Heredia, 

Marquesa  Viuda  de  Casa  Loring. 
Excmo.  Sr.  D.  Miguel  Colmeiro.  f 
D.  Antonio  Cipriano  Costa,  f 
Excmo.  Sr.  D.  Cesáreo  Fernández 

Losada. 
D.  Saturnino  Fernández  de  Salas,  f 
D.  Manuel  María  José  de  Galdo.  f 
D.  Joaquín  González  Hidalgo. 
D.  Pedro  González  de  Velasco.  f 


D.  Ángel  Guirao  y  Navarro,  f 

D.  Joaquín  Hysern.  f 

D.  Marcos  Jiménez  de  la  Espada,  f 

D.  Rafael  Martínez  Molina,  f 

D.  Francisco  de  Paula  Martínez  y 

Sáez. 
D.  Manuel  Mir  y  Navarro. 
D.  Patricio  María  Paz  y  Membiela.  f 
Excma.  Sra.  Condesa  de  Oñate.  f 
D.  Sandalio  Pereda  y  Martínez,  f 
D.  Laureano  Pérez  Arcas,  f 
D.  José  María  Solano  y  Eulate. 
D.  Serafín  de  Uhagón. 
D.  Juan  Vilanova  y  Piera.  f 
D.  Bernardo  Zapater  y  Marconell. 


Presidentes  que  ha  tenido  esta  Sociedad  desde  su  fundación 
en  8  de  Febrero  de  1871. 


1871- 

-72.  Excmo.  Sr.  D.  Miguel  Col- 

1887. 

limo.  Sr.  D.  Carlos  Castel. 

meiro.  f 

1888. 

Excmo.  Sr.  D.  Manuel  M.  J. 

1873. 

D.  Laureano  Pérez  Arcas,  f 

de  Galdo.  f 

1874. 

limo.  Sr.  D.  Ramón  Llórente 

1889. 

D.  Ignacio  F.  de  Henestrosa, 

y  Lázaro,  f 

Conde  de  Moriana.  f 

1875. 

limo.   Sr.    D.    Manuel   Abe- 

1890. 

D.  Francisco  de  P.  Martínez 

leira.  f 

y  Sáez. 

1876. 

Excmo.  Sr.  Marqués  de  la  Ri- 

1891. 

D.  Carlos  de  Mazarredo. 

vera,  f 

1892. 

D.  Laureano  Pérez  Arcas,  f 

1877. 

limo.  Sr.  D.  Sandalio  Pereda 

1893. 

Excmo.  Sr.   D.  Máximo  La- 

y Martínez,  f 

guna,  f 

1878. 

D.  Juan  Vilanova  y  Piera.  f 

1894. 

Excmo.  Sr.  D.  Daniel  de  Cor- 

1879. 

Excmo.   Sr.   D.   Federico   de 

tázar. 

Botella  y  de  Hornos,  f 

1895. 

D.  Marcos  Jiménez  de  la  Es- 

1880. 

D.  José  Macpherson.   f 

pada,  f     . 

1881. 

D.  Ángel  Guirao  y  Navarro,  f 

1896. 

D.  José  Solano  y  Eulate,  Mar- 

1882 

Excmo.    Sr.   D.  Máximo  La- 

qués del  Socorro. 

guna,  f 

1897. 

D.  Santiago  Ramón  y  Cajal. 

1883. 

Excmo.  Sr.  D.  Manuel  Fer- 

1898. 

D.  Manuel  Antón  y  Ferrándiz. 

nández  de  Castro,  f 

1899. 

D.  Primitivo  Artigas. 

1884. 

D.  Pedro  Sáinz  Gutiérrez,  f 

1900. 

D  Gabriel  Puig  y  Larraz. 

1885. 

D.  Serafín  de  Uhagón. 

1901. 

D.  Blas  Lázaro  é  Ibiza. 

1886. 

D.  Antonio  Machado  y  Núñez  f 

1902. 

D.  Federico  Oloriz  y  Aguilera. 

LISTA     TDJE1     SOCIOS 

de  la  Española  de  Historia  natural 

EN    7   DE   ENERO   DE    1903. 


Socios  protectores. 


EN    ESPAÑA. 


S.  M.  el  Rey  D.  Alfonso  XIII. 

S.  A.  el  Archiduque  Luís  Salvador. 

EN    EL     EXTRANJERO. 

S.  M.  G.  el  Rey  D.  Carlos  de  Portugal. 
S.  A.  S.  el  Príncipe  Alberto  de  Monaco. 

Socios  honorarios. 

Sir  Archivald  Geikie,  Director  of  Geological  Survey  of  England 
and  Wales  —28,  Fermyn  Street,  S.  W.,  Londres. 

Ph.  Van  Thiegen,  Professeur  administrateur  au  Museum  d'His- 
toire  naturelle. — 22,  rué  Vauquelin,  Paris. 

Adolf  Engler ,  Dr.  Geheimer  Regierungsrath,  Professor  der 
Botanik,  Director  des  Kgl.-botanischen  Gartens  und  Mu- 
seums. — Motzstrasse,  89,  Berlin  W. 

D.  Santiago  Ramón  y  Cajal,  de  las  Reales  Academias  de  Medi- 
cina y  Ciencias,  Catedrático  en  la  Facultad  de  Medicina, 
Consejero  de  Instrucción  pública. — Calle  de  Atocha,  64, 
Madrid. 

Carl  Brunner  von  Wattenwyl,  Consejero  áulico. — Trautsohn- 
gasse,  6,  Viena. 

Sir  John  Lubrock,  Lord  Abevury." — Bart.  M.  D.  Saint  James,  2, 
London,  S.  W.;  también  en  Down  (Kent),  High  Elms 
(Inglaterra).    . 

Albert  Gaudry,  Professeur  de  Paleontologie  au  Museum  d'His- 
toire  naturelle.— 7  bis,  rué  des  Saints-Péres,  Paris. 

Samuel  Hubbard  Scudder. — 156,  Brattle  Street,  Cambridge  (Es- 
tados-Unidos de  la  América  del  Norte). 


LISTA    DE   SOCIOS 


Socios  Correspondientes  extranjeros  (1). 

MM.  Acloque  (Alexandre).— 69,  Avenue  de  Segur,  Paris.— (His- 
toria natural  general.) 

André  (Ernest),  Notario  honorario;  de  la  Sociedad  ento- 
mológica de  Francia.  — 17,  rué  des  Promenades,  Gray 
(Haute-Saóne,  Francia). — ( Himenópteros ,  especialmente 
Formícidos  y  Mutilidos.) 

Arnold  (Dr.  J.) — Munich. 

Balsamo  (Francesco). — Via  Salvator  Rosa,  "290,  Napoli  (Ita- 
lia).— (Botánica  y  principalmente  algas.) 

Bedel  (Louis),  de  la  Sociedad  entomológica  de  Francia. — 
20,  rué  de  l'Odéon,  Paris. — (Coleópteros  palear cticos.) 

Blanchard  (Dr.  Raphaél),  Profesor  en  la  Facultad  de  Me- 
dicina, Director  de  los  Archives  de  Parasitologie. — 
226,  Boulevard  Saint-Germain  ,  Paris. — (Entomología 
general,  Hirudíneos.) 

Bois  (D.),  Asistant  au  Muséum. — 15,  rué  Faidherhe  á  Saint- 
Mandé  (Seine),  Francia.  —  (Botánica.) 

Bombici  (Prof.  L.),  Director  del  Gabinete  mineralógico  de 
la  Universidad. — Bologna  (Italia). — (Mineralogía.) 

Brizi  (Ugo).  —  Museo  Agrario,  Via  Santa  Susana,  Roma.  - 
(Botánica  y  principalmente  flora  de  Italia.) 

Bucking-  (Dr.  H.),  Profesor  en  la  Universidad.  -Strasburgo 
(Alemania). 

Camerano  (Lorenzo),  Profesor  de  Anatomía  comparada  y 
Director  del  Museo  zoológico  de  la  Universidad. — Palazzo 
Garignano,  Torino  (Italia). —  (Anatomía  comparada, 
Gordiidos.) 

Cannaviello  (Prof.  Eurico). — Villa  Bruno,  Portici  (Nápoli). 

Chevreux  (Edouard). — Roule  du  Gap,  Bóne  (Gonstantine) 
Argelia. — (Crustáceos  anfípodos.) 

Cohén,  Profesor  en  la  Universidad.  —  Greifswald  (Alema- 
nia).— (Mineralogía.) 


(1)  Con  el  objeto  de  fomentar  las  relaciones  científicas  entre  los  socios,  se  indica 
entre  paréntesis  y  con  letra  bastardilla,  después  de  las  señas  de  su  domicilio,  si  el 
socio  cultiva  en  la  actualidad  más  especialmente  algún  ramo  de  la  Historia  natural. 


DE    LA    ESPAÑOLA    DE    HISTORIA   NATURAL.  7 

MM.  Goingy  (Auguste  de). — Gháteau  de  Gourtoiseau  par  Trigue- 
res (Loiret),  Francia. 

Delacroix  (Dr.  G.),  Maestro  de  conferencias  en  el  Instituto 
nacional  agronómico  y  Director  de  la  Estación  de  Pato- 
logía vegetal. — 11  bis,  rué  d'Alésia,  Paris. 

Dervieux  (Ermanno). — Via  Massena.  34. — Torino  (Italia). 

De  Toni  (Joannes  Baptista). — Via  Rogate,  2236. — Padova 
(Italia). 

Dollfus  (Adrien),  Director  de  La  Feuille  des  Jeunes  natu- 
ralistes. — Rué  Pierre  Gharron,  35,  Paris. 

Finot  (P.  Adrien  Prosper),  Capitán  de  Estado  Mayor,  reti- 
rado.— 27,  rué  Saint-Honoré,  Fontainebleau  (Francia). — 
(Ortópteros. ) 

Foumouze  (Armand),  Doctor  en  Medicina. — 78,  Faubourg 
Saint-Denis,  Paris.  —  (Entomología  médico -farmacéu- 
tica.) 

Oestro  (Raffaello),  Doctor,  Vicedirector  del  Museo  cívico  de 
Historia  natural. — Villeta  Dinegro,  Genova  (Italia). — 
(Coleópteros.) 

G-iard  (Alfred),  Profesor  de  Zoología  en  la  Facultad  de  Cien- 
cias, Director  del  Laboratorio  de  Wimereux  y  del  Bulle- 
tin  Scienti fique  de  la  France  el  de  la  Belgique. — 14,  rué 
Stanislas,  Paris. — (Evolución,  Parasitismo,  Crustáceos.) 

Girard  (Albert  Alexandre),  Secretario  científico  de  S.  M. — 
Lisboa  (Portugal). — (Ictiología  y  Malacología.) 

Heckel  (Edouard),  Profesor  en  la  Facultad  de  Ciencias. — 
31,  Gours  Lieutaud,  Marseille  (Francia). — (Botánica.) 

Horváth  (Géza) ,  Doctor  en  Medicina,  Director  del  Museo 
nacional   de    Hungría.  —  Museumring,    12,    Budapest 
(Austria-Hungría). — (Hemipteros.) 
Janet   (Charles).  —  Rué   Saint-Jacques,    Beauvais   (Oise), 
Francia. — (Costumbres  y  anatomía  de  las  hormigas.) 

Konow  (Friedrich  Wilhelm).  —  Teschendorf,  Grossherz. 
Meklenburg  (Alemania).  —  ( Himenópteros  y  especial- 
mente Tentredinidos,  Chalastogastra.J 

Kraatz  (Gustav) ,  Doctor  en  Filosofía,  Redactor  de  la 
Deutsche  Entomologische  Zeitschrift.  -W.  9,  Linkstras- 
se,  28,  Berlín. — (Coleópteros.) 

Lo  Bianco  (D.  Salvador),  Comendador.  —  Estación  Zoológi- 
ca, Ñapóles  (Italia). 


8  LISTA   DE    SOCIOS 

MM.  Meunier  (Stanislas),  Profesor  de  Geología  del  Museo  de 
Historia  natural. — 7,  Boulevard  Saint-Germain,  Paris. 
— (Litologia.) 

Montandon  (Arnald  L.)  —  Filarete,  Strada  Viilor,  Bukarest 
(Rumania). — (Hemípteros,  principalmente  heterópteros.) 

Nery  Delgado  (J.  F.),  Geólogo. — Rúa  de  D.  Carlos  I,  35, 
Lisboa. — (Geología.) 

Olivier  (Henry). — Baroches-au-Houlme  (Orne),  Francia. 

Piccioli  (Gomm.  Francesco),  Director  del  Instituto  fores- 
tal.— Vallombrosa  (Italia) . — (Botánica.) 

Piccioli  (Lodovico),  Sub-Inspector  forestal.— Capo  del  dis- 
tretto  foréstale  di  Siena  (Italia). — (Botánica.) 

Porter  (Garlos  E.) — Director  general  del  Museo  y  de  la 
Revista  Chilena  de  Historia  natural. — Casilla,  1108,  Val- 
paraíso, Chile. —  (Histología.  Crustáceos  decápodos  y 
hemípteros.) 

Preudhomme  de  Borre  (Alfred),  Individuo  de  varias  Socie- 
dades científicas.— Villa  la  Fauvette,  Petit  Saconnex, 
Gene-ve  (Suiza). — (Entomología  general,  geografía  ento- 
mológica, coleópteros  y  principalmente  heterómeros  é 
hidrocántarosj 

Richard  (Jules),  Doctor  en  Ciencias,  Director  del  Museo 
oceanógrafico. — Monaco. — (Crustáceos  inferiores.) 

Salomón  (Dr.  W.) — Instituto  Mineralógico  de  la  Universi- 
dad.— Heidelberg  (Alemania). 

Sodiro  (R.  P.  J.)— Quito  (Ecuador). 

Turnez  (W.  Henri),  De  la  Comisión  Geológica. — Washing- 
ton (Estados-Unidos)  DC— (Geología.) 

Socios  numerarios  (1). 

1901.  Agell  y  Agell  (D.  José),  Alumno  de  Farmacia. —  Bar- 
celona. 

1901.  Agütlar  Amat  y  Banus  (D.  Juan  de). — Consejo  de  Cien- 
to, 387,  Barcelona. — (Entomología). 

1896.  Aguilar  y  Cuadrado  (D.  Miguel),  Paseo  de  Atocha,  9, 
2.°,  Madrid. 

1894.    Aguilar  y  Esteran  (D.  Cipriano  Luís),  Licenciado  en 


(1)    El  nombre  de  los  socios  numerarios  va  precedido  de  la  cifra  que  indica  el  año- 
de  su  admisión  en  la  Sociedad  y  el  de  los  socios  fundadores  de  la  abreviatura  S.  F. 


DE   LA    ESPAÑOLA    DE    HISTORIA    NATURAL.  » 

Ciencias  físico-químicas.  —  Plaza   del   Olivo,    7,   Cala- 
tayud . — (Botánica.) 
1902.     Alabern  (D.  Enrique),  Doctor  en  Medicina.  —  Port-Bou 
(Gerona). — (Histología.) 

1897.  Alaejos  y  Sanz  (D.  Luís),  Licenciado  en  Ciencias  natu- 

rales.— Estación  de  Biología  marina.  Santander. 

1898.  Alloza  Blasco  (D.  Leandro),  Ingeniero  de  Caminos. — 

Castellón. — (Geología.) 

1901.  Almera  (D.  Jaime),  Canónigo  de  la  Catedral.— Sagris- 

tans,  1,  3.°,  Barcelona. — (Geología  y  Paleontología.) 

1902.  «Alrededor  del  Mundo.» — Progreso,  1,  Madrid. 

1836.  Alorda  y  Sampol  (D.  Jaime).— Harina,  28,  pral.,  Palma 
de  Mallorca. — (Lepidópteros  y  moluscos.) 

1894.  Álvarez  de  Toledo  y  Acuña  (D.  Fernando),  Conde  de 
Caltabellota. —  Palazzo  Bivona,  Largo  Fernandina,  Ña- 
póles (Italia). 

1894.  Álvarez  Sereix  (D.  Rafael),  Ingeniero  de  Montes,  Ex- 
Gobernador  civil  de  las  Baleares.— C.  de  las  Huertas, 
41,  3.°,  Madrid. 

1893.  Antiga  (D.  Pedro).— C.  de  Lauria,  125,  Barcelona. 

1875.  Antón  y  Ferrándiz  (D.  Manuel),  Catedrático  en  la  Facul- 
tad de  Ciencias,  Jefe  de  la  Sección  de  Antropología  y 
Secretario  del  Museo  de  Ciencias  naturales. — C.  de  Oló- 
zaga,  5  y  7,  Madrid. — (Antropología.) 

1894.  Aragón  y  Escacena  ( D.  Federico),   Doctor  en  Ciencias 

naturales. — Astorga  (León). 

1898.  Aramburu  y  Altuna  (D.  Pedro),  Doctor  en  Medicina,  Ca- 
tedrático en  la  Escuela  de  Veterinaria.  — San  Felipe,  4, 
Zaragoza. 

1885.  Aranzadi  y  Unamuno  (D.  Telesforo),  Doctor  en  Farmacia 
y  en  Ciencias  naturales,  Catedrático  en  la  Facultad  de 
Farmacia  déla  Universidad.— Barcelona. —  (Antropolo- 
gía y  Botánica.) 

1896.  Arráez  y  Carriás  (D.  José),  Abogado.— C.  de  Miguel 
del  Cid,  28,  Sevilla. — (Antropología  criminal.) 

1902.  Arevalo  (D.  Celso),  alumno  de  la  facultad  de  Ciencias, 
calle  de  Guillermo  Rollan,  1  duplicado,  Madrid. 

1887.  Artigas  (D.  Primitivo),  Ingeniero  Jefe  de  Montes. — 
Calle  del  Reloj,  9,  principal  izquierda,  Madrid.— (Silvi- 
cultura.) 


10  LISTA   DE    SOCIOS 

1889.  Aulet  y  Soler  (D.  Eugenio),  Presbítero,  Doctor  en  Cien- 
cias físico-químicas  y  Licenciado  en  naturales,  Catedrá- 
tico en  el  Instituto  de  Huesca. — Olot  (Gerona). 

1900.  Azam  (D.José),  Arquitecto. — 14,  rué  de  Trans,  Dragui- 

gnan  (Var),  Francia. — (Ortópteros  y  Hemipteros.) 

1897.  Azpeitia  y  Moros  (D.  Florentino),  Profesor  en  la  Escuela 

de   Minas.  —  Glorieta   del  Cisne,   3,   hotel,    Madrid. — 
(Malacología.) 
1902.     Bago  y  Rubio  (D.  Miguel),  Comandante  de  Ingenieros. — 
C.  Trajano,  15  y  17,  Sevilla. 

1901.  Ballestero  Pardo  (D.  Mariano),  Doctor  en  Ciencias. — 

Calatayud  (Zaragoza). 
1872.     Barboza  du  Bocage  (Excmo.  Sr.  D.  José  Vicente),  Direc- 
tor del  Museo  de  Historia  natural. — Lisboa. — (Mamífe- 
ros, aves  y  reptiles.) 

1891.  Barras  de  Aragón  (D.  Francisco  de  las),  Doctor  en  Cien- 

cias  naturales,   Catedrático  en  el  Instituto. — Huelva. — 
(Entomología  y  Botánica.) 

1901.  Barreiro  Martínez  (R.  P.  Agustín).—  C.  de  Porlier,  2, 

Madrid. — (Botánica  y  Lepidópteros.) 
1895.     Bartolomé  del  Cerro  (D.  Abelardo),  Doctor  en  Ciencias 
naturales.  Profesor  ayudante  del  Laboratorio  Central  de 
Medicina  legal. — C.  de  Daoíz,  5,  Madrid. 

1902.  Bartomeu  y  Martorell  (D.  Ramón),  Doctor  en  Farma- 

cia.—Plaza  de  la  Universidad,  2,  Barcelona. 

1889.  Becerra  y  Fernández  (D.  Antonio),  Doctor  en  Ciencias 

naturales,    Catedrático    en    el    Instituto. — Almería. — 

(Entomología  agrícola  y  dibujo  científico.) 
1894.     Benedicto  Latorre  (D.  Juan),  Farmacéutico. —  Monreal 

del  Campo  (Teruel).  —(Botánica  y  moluscos  terrestres.) 
1901.     Benet  Andreu  (D.  José),   Catedrático  en  el  Instituto. — 

Teruel. 

1898.  Benjumea  y  Pareja  (D.  José).— C.  de  Pedro  del  Toro,  11, 

Sevilla. 
1901.     Biblioteca  de  Administración  Militar. — Madrid. 
1901.     Biblioteca  del  Instituto  de  Almería. 
1901.     Biblioteca  del  Instituto  de  Soria. 

1890.  Blanco  del  Valle  (D.  Eloy),  Catedrático  de  Historia  na- 

tural en  el  Instituto. — León. 

1892.  Blanco    y   Juste  (D.  Rafael),  Doctor  en  Ciencias   na- 


DE    LA    ESPAÑOLA    DE    HISTORIA   NATURAL.  11 

tárales,  Conservador  por  oposición  en  el  Museo. — G.  ele 
Sandoval,  4,  pral.,  Madrid. 

1898.  Blas  y  Manada  (D.  Macario),  Doctor  en  Farmacia. — 
G.  del  Caballero  de  Gracia,  3,  Madrid. 

1901.  Bofill  (D.  José  María),  Doctor  en  Medicina.  —  Bar- 
celona. 

s.  f.  Bolívar  y  Urrutia  (D.  Ignacio),  Catedrático  en  la  Facul- 
tad de  Ciencias,  Jefe  de  la  Sección  de  Entomología  en  el 
Museo. — Jorge  Juan,  17,  Madrid. — (Ortópteros,  Hemíp- 
teros  y  Arquipteros.) 

1872.  Bolívar  y  Ubrutia  (D.  José  María),  Jefe  facultativo  de  la 
Casa  de  Socorro  de  Chamberí. — C.  de  las  Salesas,  2, 
Madrid. 

1882.  Bolos  (D.    Ramón),  Farmacéutico,  Naturalista. — G.  de 

San  Rafael,  Olot  (Gerona). — (Botánica. ) 
1898.     Borobio  (D.  Patricio),  Catedrático  en  la  Facultad  de  Me- 
dicina.— Coso,  100,  Zaragoza. — (Pediatría. ) 
1872.     BoscÁ  y  Casanoves  (D.  Eduardo),  Licenciado  en  Medici- 
na, Catedrático  de  Historia  natural  en  la  Universidad. 
— Paseo  del  Grao,  Valencia. — (Reptiles  de  Europa.) 
1900.     BoscÁ  y  Seytre  (D.  Anlimo),  Doctor  en  Ciencias  natura- 
les, Profesor  auxiliar  en  la  Facultad. — Valencia. 

1900.  Brañas  y  Sánchez  Boado  (D.  Gonzalo),  Doctor  en  Farma- 

cia, Profesor  libre  de  Ciencias. — Ancha  de  San  Andrés, 
3,  La  Coruña. — (Cristalografía  geométrica  y  física.) 
1877.     Breñosa  (D.    Rafael),   Ingeniero  de  Montes  de  la  Real 
Casa. — San  Ildefonso  (Segovia). — (Cristalografía.) 

1901.  Brugués  y  Escuder  (D.  Casimiro),  Doctor  en  Farmacia  y 

en  Ciencias. — C.  del  Bruch,  66,  Barcelona. — (Histología 
vegetal.) 

1883.  Buen  y  del  Cos  (D.  Odón),  Catedrático  de  Historia  natu- 

ral en  la  Universidad. — Barcelona. — (Botánica.) 

1897.  Burr  (D.  Malcolm). — Dormans  Park,  East  Grinslead  (In- 
glaterra).— (Ortópteros  y  Dermápteros.) 

1901.  Caballero  (D.  Arturo),  Alumno  de  la  Facultad  de 
Ciencias. — Cenicero  (Logroño). 

1892.  Caballebo  (D.  Ernesto) ,  Catedrático  de  Física  en  el  Ins- 
tituto. —  Pon  tevedra .  —  (Diatomeas.) 

1891.  Cabbera  y  Díaz  (D.  Anatael) ,  Médico  cirujano. — Laguna 
de  Tenerife  (Islas  Canarias). — (Himenópteros.) 


12  LISTA    DE    SOCIOS 

1902.  Cabrera  y  Díaz  (D.  Agustín),  Alumno  de  la  Facultad  de 
Ciencias.-  -C.  de  Jesús  del  Valle,  5,  Madrid. 

1896.  Cabrera  y  Latorre  (D.  Ángel). —  C.  de  la  Beneficencia, 

18,  Madrid.— (Vertebrados  y  Dibujo  científico.] 

1900.  Cáceres  Gómez  (D.  Mariano),  Doctor  graduado  en  Ciencias 

físico-químicas. — C.  del  Dr.  Riesco,  56,  Salamanca. — 
(Estudios  agrológicos.) 

1897.  Cáceres  y  González  (D.  Juan). —  C.  del  Duque,  8,  Carta- 

gena.— (Entomología.) 

1892.  Calandre  y  Lizana  (D.  Luís).  —  Pasaje  de  Conesa,  Car- 
tagena. 

1872.  Calderón  y  Arana  (D.  Salvador),  Catedrático  de  Minera- 
logía y  Botánica  en  la  Facultad  de  Ciencias,  Jefe  de  la 
Sección  de  Mineralogía  en  el  Museo. — C.  de  Sagasta,  9, 
3.°,  Madrid. — (Geología  y  Petrología.) 

1902.  Calvo  y  Antón  (D.  José).— C.  de  Gerona,  111,  Bar- 
celona. 

1901.  Calleja  y  Borja-Tarrius  (D.  Carlos),  Catedrático  en  la 

Facultad  de  Medicina.— Cortes,  248,  pral.,  Barcelona.— 
(  Histología. ) 

1889.  Camps  (Sr.  Marqués  de).  — Canuda,  16,  principal,  Bar- 
celona. 

1872.  Cánovas  (D.  Francisco),  Catedrático  jubilado  de  Historia 
natural. — Lorca  (Murcia). — (Paleontología  y  Estudios 
prehistóricos.) 

1894.  Carbó  y  Domenech  (D.  Manuel),  Profesor  auxiliar  por 
oposición  en  la  Facultad  de  Ciencias.  —  C.  del  Notaria- 
do 2,  3.°,  2.a,  Barcelona. 

1877.  Carvalho  Monteiro  (Excmo.  Sr.  D.  Antonio  Augusto  de), 
Doctor  en  Derecho  y  en  Ciencias  naturales  por  la  Uni- 
versidad de  Coimera,  y  miembro  de  la  Sociedad  de  Acli- 
matación de  Río  Janeiro.  —  Rúa  do  Alecrim,  70,  Lisboa 
(Portugal). — (Lepidópteros.) 

1901.  Casamada  Mauri  (D.  Ramón).  — Pelayo,  17,  2.°,  Bar- 
celona. 

1900.  Casares  Bescansa  (D.  Román),  Farmacéutico. — aLa  Tri- 

nidad», fábrica  de  productos  químicos,  Málaga. 

1901.  Casares  Gil  (D.  José),  Decano  de  la  Facultad  de  Farma- 

cia en  la  Universidad  de  Barcelona. — Rambla  de  Cata- 
luña, 29. — (Análisis  químico  mineral.) 


DE    LA    ESPAÑOLA.    DE    HISTORIA   NATURAL.  13 

1901.     Casares  Gil  (D.  Antonio),  Médico  militar.— Rambla  de 

Cataluña,  29. — (Hepáticas  y  Musgos.) 
1901.     Casino  de  Zaragoza. 

1901.     Casino  Mercantil,  Industrial  y  Agrícola  de  Zaragoza. 
1874.     Castel  (limo.  Sr.  D.  Carlos),  Ingeniero  de  Montes,  de  la 

Real  Academia  de  Ciencias  exactas,  físicas  y  naturales. 

— C.  del  Desengaño,  1,  pral.,  dra.,  Madrid. 

1876.  Castellarnau  y  de  Lleopart  (D.Joaquín  María  de),  In- 

geniero Jefe  de  Montes. — Segovia. —(Micrografia.) 

1901.  Cátedra  de  Historia  natural  de  la  Universidad  de  Bar- 

celona. 

19Q1.'  Cátedra  de  Historia  natural  de  la  Universidad  de  San- 
tiago. 

1884.  Cazurro  y  Ruiz  (D.  Manuel),  Doctor  en  Derecho  y  en 
Ciencias  naturales,  Catedrático  en  el  Instituto. — Gerona. 
— (Ortópteros  y  dípteros  de  Europa,  Micrografia.) 

1895.  Cerezo  (D.  Germán),  Catedrático  de  Zoología  y  Mineralo- 
gía aplicadas  á  la  Farmacia.  —  Desengaño,  19,  Ma- 
drid. 

1872.  Cervera  (Excmo.  é  limo.  Sr.  D.  Rafael),  de  la  Real  Aca- 

demia de  Medicina.  — C.  de  Jacometrezo,  66,  2.°  dere- 
cha, Madrid. 

1891.  Chaves  y  Pérez  del  Pulgar  (D.  Federico),  Doctoren  Cien- 

cias físico-químicas.— C.  de  Jesús,  17,  Sevilla.  —  (Mine- 
ralogía y  Cristalografía.) 

1873.  Codorniu  (D.  Ricardo),  Ingeniero  de  Montes.— Murcia. 
1898.     Colomina  y  Carolo  (D.  Alejandro  de),  Doctor  en  Ciencias 

naturales,  Catedrático  en  el  Instituto. — Pontevedra. 
1878.     Comerma  (D.  Andrés   A.),    Ingeniero  de   la   Armada.— 
Ferrol. 

1902.  Compañía  de  Tabacos  de  Filipinas.— Barcelona. 

1877.  Corral  y  Lastra  (D.  Rafael),  Farmacéutico,  Socio  corres- 

ponsal del  Colegio  de  Farmacéuticos  de  Madrid,  Indivi- 
duo de  la  Academia  Nacional  de  Agricultura,  Industria 
y  Comercio  de  París,  de  la  Sociedad  Linneana  Matri- 
tense y  de  la  de  Higiene. — C.  de  Daoíz  y  Velarde,  5, 
Santander. 

1892.  Corrales  Hernández  (D.  Ángel),  Licenciado  en  Ciencias 

naturales,  Profesor  auxiliar  en  el  Instituto.  —  Merced 
baja,  10,  Jaén. 


14  LISTA   DE    SOCIOS 

1901.  Correa  de  Barros  (D.  José  Maximiano). — San  Martinho 
d'  Anta,  Sabroza  (Portugal). 

1872.  Cortázar  (Excmo.  Sr.  D.  Daniel  de),  Ingeniero  Jefe  de 
Minas,  de  las  Reales  Academias  de  la  Lengua  y  de  Cien- 
cias exactas,  físicas  y  naturales,  Consejero  de  Instruc- 
ción pública. — C.  de  Velázquez,  32,  hotel,  Madrid. 

1901.  Coscollano  y  Burillo  (D.  José),  Profesor  auxiliaren  el 

Instituto. — C.  de  la  Concepción,  29,  Córdoba. 

1874.     Couder  (D.  Gerardo),  Ingeniero  de  Montes. — Avila. 

1872.  Crespí  (D.  Xntonio),  Licenciado  en  Farmacia  y  en  Cien- 
cias naturales,  Catedrático  en  el  Instituto. — C.  de  Pere- 
grina, 80,  2.°,  Pontevedra. 

1902.  Cru  y  Marqués  ( D.  Enrique),   Naturalista  disecador. — 

Sevilla. — (Entomología  y  Ornitología  ) 

1889.  Dargent  (D.  Florismundo),    Ingeniero.  —  Moralejo,  5, 

Aguilar  (Córdoba). 

1902.  Deulofeu  (D.  José),  Catedrático  de  Química  inorgánica 
en  la  Facultad  de  Farmacia. — Santiago. 

1899.  Díaz  (R.  P.  Filiberto),  Doctor  en  Ciencias,  Conservador 
por  oposición  en  el  Museo  de  Ciencias  naturales. — C.  de 
San  Miguel,  21  duplicado,  Madrid. 

1898.  Díaz  de  Arcaya  (D.  Manuel),  Doctor  en  Ciencias,  Direc- 
tor y  Catedrático  de  Historia  natural  en  el  Instituto. — 
C.  de  la  Independencia,  7,  Zaragoza. 

1890.  Díaz  del  Villar  (D.  Juan  Manuel),  Licenciado  en  Medi- 

cina, Catedrático  en  la  Escuela  de  Veterinaria. — C.  de 
Atocha,  127  duplicado,  Madrid. — (Epizoarios  y  Entomo- 
zoarios.) 
1894.     Díez  Solorzano  (D.  Manuel). — C.  de  Blanca,  Santander. 

1898.  Domenech  (R.  P.  Estanislao),  Profesor  de  Historia  natu- 

ral en  el  Colegio  del  Sagrado  Corazón. — C.  deLauria,  13, 
Barcelona,  Apartado  143. 

1899.  Domínguez  (D.  Antonio  A.)— Laguna  de  Tenerife.— ( Co- 

leópteros de  Canarias.) 

1898.  Dosset  (D.  José  Antonio),  Doctor  en  Farmacia.  —  Plaza 
de  Sas,  2,  Zaragoza. — (Diatomeas.J 

1902.  Duran  (D.  Narciso),  Licenciado  en  Farmacia,  Título  de 
honor  de  los  Ilustres  Colegios  provinciales  de  Barcelona, 
Lérida  y  Navarra,  Director  de  la  Revista  científica  pro- 
fesional.— Canet  de  Mar  (Barcelona). 


DE   LA   ESPAÑOLA   DE   HISTORIA   NATURAL.  15 

1890.  Dusmet  y  Alonso  (D.  José  M.),  Doctoren  Ciencias  natura- 
les.— Plaza  de  Santa  Cruz,  7,  Madrid.— (Himen ápteros.) 

1898.  Egaña  (D.  Jesús  de),  Ingeniero  industrial,  Comandante 
de  Artillería.  — C.  de  Santa  Engracia,  3,  Zaragoza. — 
(Geología.) 

1898.  Eleicegui  (D.  Antonio),  Catedrático  en  la  Facultad  de  Far- 
macia.—  Plaza  de  la  Universidad,  5,  3.°,  Santiago. 

1888.  Elizalde  y  Eslava  (D.  Joaquín),  Licenciado  en  Ciencias 
naturales,  Catedrático  en  el  Instituto.— Logroño. 

1894.  Enciso  y  Mena  (D.  Juan),  Licenciado  en  Derecho.— 
Huercal-Overa  (Almería).— (Entomología.) 

1902.  Escribano  (D.  Cayetano),  Licenciado  en  Ciencias  natura- 
les, Conservador  interino  del  Jardín  Botánico. — C.  de 
Hortaleza,  76,  Madrid. 

1902.  Escribano  García  (D.  Víctor),  Catedrático  de  Anatomía  en 
la  Universidad. — Granada. 

1875.  Espejo  (Excmo.  Sr.  D.  Zoilo),  Catedrático  numerario  de 
Fitotecnia  en  el  Instituto  Agrícola  de  Alfonso  XII,  Vice- 
presidente 1.°  de  la  Real  Sociedad  Matritense  de  Amigos 
del  País,  de  la  Asociación  general  de  Agricultores  de 
España  y  de  la  Cámara  Agrícola  de  Madrid,  Ingeniero 
agrónomo,  Gran  Cruz  de  Isabel  la  Católica  y  del  Mérito 
naval  de  3.a  clase  con  distintivo  blanco,  Vocal  del  Con- 
sejo de  Agricultura,  Industria  y  Comercio  y  Presidente 
de  su  Sección  7.a— C.  de  Fuencarral,  97,  pral.,  Madrid. — 
(Agricultura  y  Botánica.) 

1875.  Espluga  y  Sancho  (D.  Faustino),  Catedrático  de  Historia 
natural  en  el  Instituto. — Trinidad,  3,  Toledo. 

1902.  Esplugues  y  Armengol  (D.  Julio),  Profesor  auxiliar  del 
Instituto  y  Jardinero  2.°  del  Botánico. — Valencia. 

1902.  Esteva  (D.  José),  Presbítero.—  Gerona.—  (Botánica  gene- 
ral y  Criptogamia.) 

1902.     Facultad  de  Ciencias  de  la  Universidad  de  Oviedo. 

1901.     Facultad  de  Farmacia  de  la  Universidad  de  Barcelona. 

1890.  Fereal  (D.  César).— C.  de  la  Salud,  13,  principal  dere- 
cha, Madrid. 

1874.  Fernández  de  Castro  (D.  Ángel),  Ingeniero  de  Montes.— 
C.  de  Fabiola,  5,  Sevilla. 

1900.  Fernández  de  Gatta  y  Galache  (D.  Manuel),  Doctor  en 
Farmacia. — Villavieja  (Salamanca). 


K3  LISTA   DE    SOCIOS 

1890.  Fernández  Navarro  (D.  Lucas),  Catedrático  de  Cristalo- 
grafía en  la  Facultad  de  Ciencias.— C.  de  Sandoval,  4, 
Madrid. 

1875.  Ferrand  y  Couchoud  (D.  Julio),  Ingeniero  Jefe  de  la  pri- 
mera sección  de  vía  y  obras  de  los  Ferrocarriles  Anda- 
luces.— C  de  Infanzones,  5,  Sevilla. 

1900.  Ferrando  y  Más  (D.  Pedro),  Catedrático  de  Mineralogía 

y  Botánica  en  la  Universidad.— Salamanca. 

1885.  Ferrer  (D.  Carlos),  Doctor  en  Medicina  y  Bachiller  en 
Ciencias.  —  Ronda  de  la  Universidad,  16,  1.°,  Bar- 
celona. 

1902.  Ferrer  Dalmau  (D.  Eugenio),  Profesor  de  la  Escuela  de 
Industrias.— C.  de  Santo  Domingo,  20,  Tarrasa. 

1901.  Ferrer  y  Hernández  (D.  Jaime). — Montaner,  66,  Barce- 

lona.— (Mineralogía.) 
1901.     Finestres  y   Foch    (D.  Eduardo).—  Vila  Vilá,    134,  3.°, 

Barcelona. — (Mineralogía.) 
1879.     Flórez   y   González    (D.    Roberto)  .  —  Cangas    de  Tineo 

(Oviedo) . — (Entomología.) 
1901.     Folch  y  Andreu    (D.   Rafael),   Alumno  de  Farmacia.— 

Casa  de  Caridad,  Barcelona.— (Botánica.) 
1901.     Font  Sagué  (D.   Norberto),  Presbítero.— Plaza  de  San 

Ildefonso,  1,  Madrid.— (Geología.) 

1901.  Fontseré  y  Ribas  (D.  Eduardo),  Catedrático  de  la  Facul- 

tad de  Ciencias. —  Barcelona. 

1902.  Forteza  Rey  y  Forteza  (D.  José).— Barcelona. 

1902.  Francois  (Ph.),  Jefe  de  trabajos  prácticos  en  la  Sorbona. 
20,  rué  Monsieur  le  Prince,  Paris. 

1888.  Fuente  (D.  José  María  de  la),  Presbítero.  — Pozuelo  de 
Calatrava  (Ciudad-Real).—  (Entomología,  Coleópteros  de 
Europa.  Admite  cambios  de  estos  insectos.) 

1890.  Fuset  y  Tubiá  (D.  José),  Doctor  en  Ciencias  naturales, 
Catedrático  en  el  Instituto  de  Palma.— Mallorca.— 
(Gusanos  y  Dibujo  científico.) 

1902.  Galán  y  Jiménez  (D.  Demetrio),  Catedrático  en  la  Escuela 
de  Veterinaria. —Fin,  2,  Zaragoza. 

1899.  Galleros  y  Sardina  (D.  Ventura),  de  las  Sociedades 
entomológicas  de  Bélgica  y  Stettin,  de  la  de  Higiene  de 
París,  de  la  Central  de  Apicultura  é  Insectología  de 
Francia.— Mendoza  (República  Argentina). 


DE   LA   ESPAÑOLA   DE    HISTORIA    NATURAL.  17 

1872.  García  y  Arenal  (D.  Fernando),  Ingeniero  del  puerto. — 
Vigo  (Pontevedra). 

1901.  García  Fraguas  (D.  José  Esteban),  Doctor  en  Medicina, 

Catedrático  en  el  Instituto. — Coso,  120,  Zaragoza. 
1894.     García  y  García  (D.  Antonio),  Profesor  auxiliar  en  el 

Instituto. — Huelva. 
1877.     García  y  Mercet  (D.  Ricardo),  Farmacéutico  de  Sanidad 

militar. — C.  de  Goya,   1,  Madrid.  —  ( Himenópteros  de 

Europa.) 

1899.  García  Várela  (D.  Antonio),  Licenciado  en  Ciencias  na- 

turales, Conservador  por  oposición  en  el  Museo. — G.  de 
Relatores,  24,  Madrid.  (Hemipteros.) 

1902.  Garriga  y  Barberán  (D.Gerardo),  Alumno  de  la  Facultad 

de  Farmacia. — Barcelona. 

1900.  Gelabert  Rincón  (Rvdo.  D.  José). — Llagostera,  Gerona. 

— (Mineralogía  y  Geología.) 

1901.  Gigirei  Morentin  (D.  Luis),  Catedrático  en  la  Universi- 

dad.— G.  Pelayo,  17,  Barcelona. — (Mineralogía.) 

1884.  Gila  y  Fidalgo  (D.  Félix),  Catedrático  de  Historia  natural 
en  la  Universidad.— C.  de  San  Miguel,  56,  Zaragoza. — 
(Botánica  y  Geología.) 

1890.  Goitia  (D.  Alejandro),  Licenciado  en  Ciencias.— C.  de 
Alcalá,  4,  Madrid. 

1894.  Gómez  Ocaña  (D.  José),  de  la  R.  Academia  de  Medicina; 
Catedrático  de  Fisiología  en  la  Facultad  de  Medicina. — 
C.  de  Atocha,  127  dup.°,  Madrid. 

s.  f.  González  Hidalgo  (D.  Joaquín),  de  la  Real  Academia  de 
Ciencias,  Catedrático  de  Malacología  y  animales  infe- 
riores en  la  Facultad  de  Ciencias,  Jefe  de  la  Sección  de 
Malacología  en  el  Museo.— C.  de  Alcalá,  36,  Madrid. 

1887.  González  y  García  de  Meneses  (D.  Antonio),  Ingeniero 
industrial.  —  C.  de  Martínez  Montañés,  15,  Sevilla. 

1872.  González  Linares  (D.  Augusto),  Catedrático  en  la  Fa- 
cultad de  Ciencias  de  Madrid  y  Director  de  la  Estación 
de  biología  marina. — Santander. 

1900.  Gota  y  Casas  (D.  Antonio),  Doctor  en  Medicina. — C.  del 
Pilar,  16,  Zaragoza. 

1899.  Graiño  y  Cauvet  (D.  Celestino),  Doctor  en  Farmacia,  pre- 
miado en  varias  Exposiciones. — Aviles  (Asturias). — (Or- 
nitología. Admite  cambios.) 

T.  ni.- Enero,  1903.  2 


18  LISTA   DE   SOCIOS 

1882.  Gredilla  y  Gauna  (D.  Apolinar  Federico),  Catedrático  de 
la  Facultad  de  Ciencias,  Jefe  déla  Sección  de  cultivos 
en  el  Jardín  Botánico.— C.  de  la  Estrella,  7,  principal, 
Madrid. —  f Geología  y  Botánica.) 

1898.  Gregorio  y  Rocasolano  (D.  Antonio),  Catedrático  de  Quí- 
mica en  la  Facultad  de  Ciencias. — Barcelona. —  (Gra- 
míneas.) 

1893.  Guillen  (D.  Vicente),  Médico-cirujano,  Jardinero  mayor 
del  Botánico. — Valencia. 

1901.  Gutiérrez  Martín  (D.  Daniel).— C.  del  Pez,  20,  Madrid, 

y  en  el  verano  en  Olmedo  (Valladolid). 

1902.  Gutiérrez  Sobral*(D.  José),  Capitán  de  Navio  de  1.a  cla- 

se.— G.  de  la  Palma,  40,  Madrid. — (Hidrografía.) 

1898.  Halcón  (D.  Fernando),  Marqués  de  San  Gil.— C.  de  Al- 
fonso XII,  50,  Sevilla. — (Patología  vegetal.) 

1890.  Hernández  y  Álvarez  (D.  José),  Licenciado  en  Ciencias 
naturales,  Conservador  por  oposición  en  la  Escuela  de 
Montes. —  El  Escorial  (Madrid),  ó  C.  de  Montserrat,  9  y 
11,  pral.  dra. ,  Madrid. —  (Botánica.) 

1893.  Hernández  Pacheco  y  Esteban  (D.  Eduardo),  Doctor  en 
Ciencias  naturales,  Catedrático  en  el  Instituto. — Córdo- 
ba.— (Geología.) 

1875.  Heyden  (D>  Lucas  von),  Mayor  de  reserva,  Doctor  en 
Filosofía,  honoris  causa,  individuo  de  las  Sociedades 
Entomológicas  de  Alemania,  Francia,  San  Petersburgo, 
Suiza,  Italia,  etc.,  Caballero  de  las  Ordenes  del  Águila 
Roja  prusiana,  de  la  Cruz  de  Hierro  y  de  San  Juan. — 
Schlosstrasse  ,  54,  Bockenheim,  Frankfurt  am  Main. — 
(Coleópteros.) 

1898.  Hierro  (D.  Fibicio),  Farmacéutico.— Osorno  (Palencia).— 

(Botánica.) 

1888.  Hoyos  (D.  Luís),  Doctor  en  Ciencias  naturales  y  en  Dere- 
cho, Catedrático  en  el  Instituto.—  Toledo.—  (Antro- 
pología.) 

1895.  Huidobro  y  Hernández  (D.  José),  Doctor  en  Ciencias  na- 
turales.—C.  de  San  Bernardo,  52,  Madrid. 

1901.  Hueso  (D.  José),  Doctor  en  Ciencias,  Profesor  numerario 
de  la  Escuela  Normal.— Granada. 

1899.  Ibáñez  Díaz  (D.  Francisco  Antonio),  Duque,  9,  Cartagena. 

— (Botánica.) 


DE    LA   ESPAÑOLA   DE    HISTORIA   NATURAL.  19 

1895.     Ibarlucea  (D.   Gasto),  Catedrático  de  Agricultura  en  el 

Instituto. — Moreras,  6,  2.°,  Gáceres. 
1902.     Imprenta  de  Fortanet. — G.  de  la  Libertad,  29,  Madrid. 
1901.     Instituto  general  y  técnico  de  Avila. 

1901.  Instituto  general  y  técnico  de  Burgos. 

1902.  Instituto  general  y  técnico  de  Cáceres 

1872.  Instituto  general  y  técnico  de  Córdoba. 
1901.  Instituto  general  y  técnico  de  Guadalajara. 
1901.  Instituto  general  y  técnico  de  Palma  de  Mallorca. 
1901.  Instituto  general  y  técnico  de  Santiago. 

1880.  Instituto  general  y  técnico  de  Valencia. 

190 1.  Instituto  general  y  técnico  de  Vitoria. 

1901.  Instituto  general  y  técnico  de  Zaragoza. 

1873.  Iñarra  y  Echevarría  (U.  Fermín),  Catedrático  en  el  Ins- 

tituto general  y  técnico  de  Guipúzcoa. — Urbieta,  13,  en- 
tresuelo, San  Sebastián. 

1899.  Iranzo  (D.  Juan  Enrique),  Catedrático  en  la  Facultad  de 
Medicina. — C.  del  Cinco  de  Marzo,  1,  Zaragoza. 

1901.  Isabal  (D.  Marceliano),  Doctoren  Derecho  civil,  Diputado 
á  Cortes. —  Coso,  102,  Zaragoza. 

189G.  Jiménez  Gano  (D.  Juan),  Licenciado  en  Ciencias  natura- 
les.— Casa  Blanca  (Cuenca). — (Lepidópteros.) 

1884.  Jiménez  de  Cisneros  (D.  Daniel),  Catedrático  de  Historia 
natural  en  el  Instituto. —  Muelle  de  Fomento,  4,  Gijón. 

1899.  Jiménez  Munuera  (D.  Francisco  de  P.) — Alto,  9,  Carta- 
gena.— (Botánica.) 

1898.  Jimeno  (D.  Hilarión),  Doctor  en  Ciencias,  Director  del 
Laboratorio  químico  municipal.  —  Coso,  127,  Zara- 
goza. 

1901.  Jimeno  Egurbide  (D.  Florentino),  Doctoren  Farmacia.— 
Plaza  Real,  1,  Barcelona. 

1895.  Rheil  (D.  Napoleón  M.),  Profesor  en  la  Escuela  de  Co- 
mercio, Socio  del  Club  de  Historia  natural  de  Praga  y  de 
las  Entomológicas  de  Berlín,  Stettin  y  Dresde. — Ferdi- 
nandstrasse,  38,  Praga  (Bohemia). 

1884.  Lauffer  (D.  Jorge).— C.  de  la  Lealtad,  13,  2.°  derecha, 
Madrid. — {Coleópteros  de  Europa.) 

1901.  Laza  (D.  Enrique),  Director  propietario  del  Laboratorio 
químico. — C.  del  Duque  de  la  Victoria,  6,  Málaga. 

1880.     Lázaro  é  Ibiza  (D.  Blas),  de  la  Real  Academia  de  Cien- 


20  LISTA   DE    SOCIOS 

cias,  Doctor  en   Farmacia  y  en  Ciencias,    Catedrático- 
de  la  Facultad  de  Farmacia. — C.  de  Carranza,  10,  3.°, 
Madrid. — (Botánica.) 
1897.     Llanas  (D.  José  María),  Farmacéutico  militar. — Madrid, 

1901.  Llenas  y  Fernández  (D.  Manuel). — C.  del  Carmen,  44,  2.°, 

1.a,  Barcelona. — (Botánica.) 

1902.  Llobet  y  Pastors  (D.  Luís). — Tallers,  48  bis,  Barcelona. 
1902.     Llord  y  Gamroa  (D.  Ramón),  Doctor  en  Medicina  y  Li- 
cenciado en  Ciencias. — Jorge  Juan,  13,  Madrid. 

902.  López  Capdepón  (D.  José),  Catedrático  en  la  Facultad  de 
Farmacia. — Barcelona. 

1900.  López  García  y  Mir  (D.  Julián),  Farmacéutico. — San  Ci- 

prián,  Vivero  (Lugo). 
1889.     López  de  Zuazo  (D.  José),  Doctor  en  Ciencias  naturales,,. 
Catedrático  en  el  Instituto. — Burgos. 

1901.  López  Mendigutia  (D.  Fernando),  Alumno  de  la  Facultad 

de  Ciencias. — C.  de  Campoamor,  12,  Madrid. 
1897.     Maciñeira  y  Pardo  (D.  Federico  G.),  Cronista  oficial  de 

Ortigueira  (Coruña). — (Prehistoria.) 
1878.     Mac-Lennan  (  D.  José) ,  Ingeniero. — Portugalete  (Bilbao). 
1887.     Madrid  Moreno  (D.  José),  Doctor  en  Ciencias,  Jefe  del- 

Gabinete  micrográfico  municipal  y  Profesor  auxiliar  en 

la  Facultad  de  Ciencias. —  C.  de  Serrano,  40,  Madrid. 

—  (Micrografia.) 

1873.  Marín  y  Sancho  (D.  Francisco),  Licenciado  en  Farmacia.. 

C.  de  Silva,  49,  2.°  derecha,  Madrid. 

1878.  Martí  y  Lleopart  (D.  Francisco  María  de),  Licenciado- 
en  Derecho  civil  y  canónico. — C.  de  Santa  Ana,  8,  prin- 
cipal, Tarragona. 

1899.  Martín  Ayuso  (D.  Dionisio),  Catedrático  de  Agricultura 
en  el  Instituto.  —  Oviedo. 

1901.  Martínez  (D.  Cesáreo),  Licenciado  en  Ciencias  naturales. 
— Madrid. 

1893.  Martínez  (R.  P.  Zacarías),  Licenciado  en  Ciencias  natu- 
rales, Real  Colegio. — El  Escorial  (Madrid). 

1874.  Martínez  y  Ángel  (D.  Antonio),  Doctor  en  Medicina. — 

C.  de  Goya,  9,  pral.,  Madrid. 
1874.     Martínez  Añirarro  (D.  José),  Doctor  en  Ciencias,  Miem- 
bro de  las  Sociedades  Entomológicas  de  Francia  y  de 
Bélgica,  Correspondiente  de  la  Española  de  Antropolo- 


DE   LA    ESPAÑOLA   DE    HISTORIA    NATURAL.  21 

gía  y  de  las  Económicas  de  León  y  Gerona,  Presidente 
de  la  Comisión  Antropológica  de  la  provincia  de  Burgos. 
C.  de  Alcalá,  101,  Madrid. — (Mineralogía  y  Geo- 
logía.) 
Martínez  de  la  Escalera  (D.  Manuel). — G.  de  Núñez  de 
Balboa,  7,  Madrid. — (Coleópteros  de  Europa.) 

1892.  Martínez  Fernández  (D.  Antonio),  Doctor  en  Ciencias 
naturales,  Profesor  auxiliar  en  la  Facultad  de  Ciencias. 
—  Oviedo. — (Entomología  é  Histología.) 

-1897.  Martínez  Gámez  (R.  P.  Vicente),  Profesor  de  Ciencias 
naturales  en  el  Colegio  Galasancio. — Sevilla. — (Ornito- 
logía de  España.) 

1889.  Martínez  Pacheco  (D.  José),  Doctor  en  Farmacia. — G.  de 
San  Miguel,  21  duplicado,  principal,  Madrid. 

s.  f.  Martínez  y  Sáez  (D.  Francisco  de  Paula),  Catedrático  en 
la  Facultad  de  Ciencias,  Jefe  de  la  Sección  de  Osteozoolo- 
gía  en  el  Museo. — G.  de  San  Quintín,  6,  principal,  Ma- 
drid.— (Coleópteros  de  Europa.) 

-1873.  Martínez  Vigil  (limo.  Sr.  D.  Ramón),  Obispo  de  la  dió- 
cesis, ex-Catedrático  de  Historia  natural  en  la  Univer- 
sidad de  Manila. — Oviedo. 

4898.  Más  y  Guindal  (D.  Joaquín),  Oficial  2.°  de  Sanidad  mili- 
tar.— C.  del  Conde  Duque,  40,  pral.  dra.,  Madrid. 

1901.  Mascareñas  y  Boscasa  (D.  Manuel),  Licenciado  en  Cien- 
cias.— Paseo  de  Gracia,  72,  2.°,  Barcelona. 

1898.  Mateos  Pérez  (D.  Félix),  Profesor  en  la  Escuela  de  Vete- 
rinaria.— G.  de  la  Montera,  8,  Zaragoza. 

1882.  Mazarredo  (D.  Carlos),  Ingeniero  de  Montes. — C.  de 
Claudio  Coello,  24,  Madrid.  —  (Neurópteros  y  Arác- 
nidos.) 

1897.  Mazo  y  Franza  (D.  Julio  del),  Abogado. — Arguijo,  5,  Se- 
villa.— (Ornitología.) 

1884.  Mederos  y  Manzanos  (D.  Pedro),  Licenciado  en  Ciencias 
naturales. — San  Lorenzo  (Gran  Canaria). 

•1888.  Medina  Ramos  (D.  Manuel),  Doctor  en  Medicina,  Cate- 
drático de  Anatomía  en  la  Escuela  de  Medicina. — San- 
ta María  de  Gracia,  15,  Sevilla.  —  (Himenópteros.) 

1892.  Mendoza  (D.  Antonio),  Jefe  del  Laboratorio  provincial  en 
el  Hospital  de  San  Juan  de  Dios. — C.  de  Santa  Isabel, 
34,  Madrid. 


22  LISTA   DE    SOCIOS 

1879.  Mercado  y  González  (D.  Matías),  Médico  cirujano  titular. 
— Nava  del  Rey  (Valladolid).— ( Entomología.) 

1897.  Merino  (R.  P.  Baltasar),  S.  J.,  Profesor  de  Física  y  Quí- 

mica en  el  Colegio  de  La  Guardia  (Pontevedra). — (Bo- 
tánica.) 

1894.  Miquel  é  Irizar  (D.  Manuel  de),  Teniente  Coronel  Jefe 
del  2.°  batallón  del  3.er  regimiento  de  Zapadores  mina- 
dores de  Ingenieros. — Plaza  del  Pacífico,  9,  Sevilla. 

s.  f.  Mir  y  Navarro  (D.  Manuel),  Catedrático  de  Historia  na- 
tural en  el  Instituto.— -Paseo  de  Gracia,  43,  2.°,  1.a,  Bar- 
celona. 

187G.  Miralles  de  Imperial  (D.  Clemente) .—Rambla  de  Estu- 
dios, 1,  2.°,  1.a,  Barcelona. 

1902.     Moles  Ormella  (D.  Enrique).— -Balines,  19,  Barcelona. 

1894.  Mora  y  Vizcayno  (D.  Manuel  de),  Licenciado  en  Ciencias 
naturales. — Valverdedel  Camino  (Huelva). 

1881.  Moragues  y  de  Manzanos  (D.  Fernando),  Presbítero. — 
C.  del  General  Barceló,  Palma  (Mallorca). — (Coleópteros, 
himenópteros,  dípteros,  hem/'pteros  y  ortópteros  de  las 
Baleares  y  concitas  de  Europa  y  exóticas.  Admite  conchas 
á  cambio  de  cualquier  orden  de  insectos  de  la  isla.) 

1900.  Moroder  y  Sala  (D.  Federico).—  Alboray a,  8,  Chalet, 
Valencia. 

1898.  Moyano  y  Moyano  (D.  Pedro),  Catedrático  en  la  Escuela 

de  Veterinaria.— Coso,  129,  Zaragoza.— (Etnología  zoo- 
técnica.) 

1896.  Muguruza  (D.  Federico  de),  Licenciado  en  Medicina  y  Ci- 
rugía.— Elgoibar  (Guipúzcoa). 

1898.  Muñoz  Ramos  (D.  Eugenio),  Doctor  en  Farmacia,  Licen- 
ciado en  Ciencias  físico-químicas,  Director  del  Labora- 
torio municipal  y  provincial.  —  Valladolid.  —  (Micro- 
grafía.) 

1902.  Muñoz  Coro  (D.  Luís),  Alumno  de  la  Facultad  de  Cien- 
cias.—  Madrid. 

1902.  Murua  Valerdi  (D.  Agustín),  Catedrático  en  la  Facultad 
de  Farmacia. — Barcelona. 

1889.  Muso  y  Moreno  (D.  José),  Ingeniero  de  Montes.— C.  de 
los  Dos  Amigos,  3,  principal,  Madrid. 

1901.  Nacente  y  González  (D.  Moisés),  Catedrático  en  la  Fa- 
cultad de  Ciencias.— C.  de  la  Diputación,  415,  Barcelona. 


DE    LA   ESPAÑOLA   DE    HISTORIA   NATURAL.  23 

1889.  Nacher  y  Vilar  (D.  Pascual),  Catedrático  en  la  Facultad 

de  Ciencias. — Granada. 
1902.     Nathan  (D.  Ángel  B.  de  la  Cruz),  Director  de  la  Acade- 
mia «La  Cruz». — G.  de  Don  Juan  de  Villarrasa,  12,  Va- 
lencia. 

1896.  Navas  (R.  P.  Longinos),  S.  J.,  Profesor  del  Colegio  del 

Salvador. — Zaragoza. — (Neurópteros.) 
1902.     Novella  (D.  Joaquín),  Licenciado  en  Ciencias  naturales 
y  Abogado. — Murcia. 

1898.  Novoa  y  Alvarez  (D.  Francisco),  Socio  corresponsal  del 

Instituto  arqueológico  de  Pontevedra,  Comendador  de  la 
Real  Orden  militar  de  Cristo  de  Portugal,  Médico  muni- 
cipal de  Tomiño.— (Por  Tuy),  Goyan. 

1872.  Oberthür  (D.  Carlos),  de  la  Sociedad  Entomológica  de 
Francia.— Faubourg  de  Paris,  20,  Rennes  (Ile-et-Vilai- 
ne),  Francia. — (Lepidópteros.) 

1872.  Oberthür  (D.  Renato),  de  la  Sociedad  Entomológica  de 
Francia.— Faubourg  de  Paris,  20,  Rennes  (Ile-et-Vilai- 
ne),  Francia.— (Coleópteros.) 

1897.  Olavarría  y  Gutiérrez  (D.   Marcial  de),   Ingeniero  de 

Minas. — C.  de  las  Huertas,  82,  pral.,  Madrid. 

1901.  Oliver  Rodés  (D.  Benito).— Rambla  de  San  José,  23, 

Barcelona. — (Análisis  de  química  mineral.) 

1896.  Olóriz  (D.  Federico),  de  la  Real  Academia  de  Medicina, 

Catedrático  en  la  Facultad  de  Medicina. — G.  de  Atocha, 
96,  Madrid. — (Antropología.) 
1887.     Onís  (D.  Mauricio  Carlos  de),  Licenciado   en  Ciencias, 
Conservador  interino  en  el  Museo  de  Ciencias  Natura- 
les.— C.  de  Santa  Engracia,  23,  principal,  Madrid. 

1899.  Oramas  y  González  (D.  Pablo).— La  Orotava.—  (Coleópte- 

ros y  Ornitología  de  Canarias.) 

1890.  Ortega  y  Mayor  (D.  Enrique). — C.  de  Carretas,  14,  Labo- 

ratorio químico,  Madrid. 

1897.  Orueta  (D.  Domingo  de),  Ingeniero  de  Minas.— Gijón. — 

(Fauna  inferior  marina  del  Cantábrico.) 
1899.     Otero  (D.Julio)  Ingeniero  agrónomo  y  Director  de  la  Granja 
experimental. — C.  de  la  Independencia,  32,  Zaragoza. 

1902.  Pacault  (M.  Edgard),  Preparador  del  Laboratorio  Aragó. 

Banyuls-sur-Mer  (Francia). — (Ictiologia  y  Fauna  de  la 
Mesopotamia  y  de  la  Argelia.) 


24  LISTA   DE   SOCIOS 

1894.  Palacios  (D.  Pedro),  de  la  Real  Academia  de  Ciencias,  In- 
geniero Jefe  del  Cuerpo  de  Minas.— C.  de  Cedaceros,  8, 
Madrid. 

1898.  Palomar  de  la  Torre  (D.  Alejandro),  Médico  de  la  Ar- 
mada.— C.  de  las  Danzas,  5  y  7,  pral.,  Zaragoza. 

1873.  Palou  y  Flores  (limo.  Sr.  D.  Eduardo),  Consejero  de 
Instrucción  pública,  Decano  y  Catedrático  en  la  Uni- 
versidad.— C.  de  los  Reyes,  8,  Madrid. 

1881.  Pantel  (R.  P.  José),  S.  J.— Castel  Gemert  par  Helmond 

Holanda  (Bravante  septentrional).  —  (Anatomía  de  ins., 
Ortópteros.) 

1898.  Pardo  y  Sastrón  (D.  José),  Licenciado  en  Farmacia.— 
Valdealgorfa,  por  Zaragoza  y  Alcañiz  (Teruel).  —  (Bo- 
tánica.] 

1898.  Passapera  Campderá  (D.  Mariano),  Farmacéutico.— C.  de 
Fuencarral,  110,  Madrid. 

1890.  Pau  (D.  Carlos),  Farmacéutico.— Segorbe  (Castellón).— 
(Botánica.) 

1882.  Paúl  y  Arozarena  (D.  Manuel  José  de).— C.  de  San  Pa- 

blo, 71,  Sevilla.—  (Patología  vegetal.) 
1898.  Pella  y  Forgas  (D.  Pedro),  Ingeniero  industrial,  químico 
y  mecánico,  Socio  de  mérito  de  las  Económicas  Arago- 
nesa y  Gerundeuse  de  Amigos  del  País  y  del  Ateneo  de 
Teruel,  Ingeniero  Jefe  de  la  explotación  del  Ferrocarril 
de  Cariñena  á  Zaragoza. — Zaragoza. — (Geología.) 

1901.  Pérez  Cano  (D.  Vicente),  Cirujano-dentista.— C.  Mayor, 

59,  Madrid. — (Odontología.) 

1881.  Pérez  Lara  (D.  José  María).— Jerez  de  la  Frontera  (Cá- 
diz) . — (Botánica . ) 

1873.  Pérez  Ortego  (D.  Enrique),  Doctor  en  Ciencias.— Pro- 
fesor auxiliar  en  el  Instituto  del  Cardenal  Cisneros.— 
C.  de  San  Bernardino,  95,  Madrid. 

1894.  Pérez  Zúñiga  (D.  Enrique),  Profesor  auxiliar  en  la 
Facultad  de  Medicina.— C.  del  Fúcar,  19  y  21,  Ma- 
drid. 

1902.  Pi  y  Suñer  (D.  Augusto),  Profesor  auxiliar  en  la  Facul- 

tad de  Medicina. — Ausias  Marcli,  21,  Barcelona. 
1901.     Pie  (D.  Mauricio),  de  la  Sociedad  entomológica  de  Fran- 
cia.— Digoin  (Saóne-et-Loire),  Francia.— (Ent.  general 
de  Argelia.  Col.  é  Himenopt.  palearct.  Mellridos,  Ptíni- 


DE   LA    ESPAÑOLA   DE    HISTORIA    NATURAL.  25 

dos,  Anticidos,  Pedilidos,  Brúquidos  y  Nanophyes  de 
todo  el  mundo.) 

1887.  Prado  y  Sáinz  (D.  Salvador),  Doctor  en  Ciencias  natu- 
rales, Catedrático  en  el  Instituto. — Guadalajara. 

1874.  Puig  y  Larraz  (D.  Gabriel),  Ingeniero  de  Minas.— C.  de 
Fomento,  1  duplicado,  1.°  derecha,  Madrid. 

1895.  Ramón  y  Cajal  (D.  Pedro) ,  Catedrático  en  la  Facultad  de 

Medicina.— Sitios,  6,  Zaragoza.— (Histología.) 
1901.     Real  Biblioteca  de  Berlín  (Koaigliche  Bibliothek).— Beh- 
renstrasse,  40,  Berlín  W.  64. 

1883.  Reyes  y  Prosper  (D.  Eduardo),  Catedrático  de  Fitografía 

en  la  Facultad  de  Ciencias,  Jefe  de  la  Sección  de  herba- 
rios en  el  Jardín  Botánico. — C.  de  la  Palma  Alta,  30, 
Madrid. — (Dibujo  científico,  Cristalografía  y  Botánica.) 
1886.  Rio  (D.  José),  Ingeniero  de  Montes.  — C.  de  Fernando  el 
Santo,  7,  Madrid. 

1901.  Rio  (D.  Carlos  del),  Naturalista  agregado  al  Museo  de 

Ciencias.— C.  de  Alberto  Bosch,  12,  Madrid. 
1886.     Rioja  y  Martín  (D.  José),  Catedrático  en  la  Facultad  de 
Ciencias.  —  Oviedo.  —  (Anatomía    de    animales   infe- 
riores.) 

1902.  Riva  (D.  Maximino  de  la),  Profesor  auxiliar  en  la  Facul- 

tad de  Farmacia. — Santiago. 

1901.  Rivas  Mateos  (D.  Aurelio),  Licenciado  en  Farmacia.— 

Serradilla  (Cáceres) . 

1896.  Rivas  Mateos  (D.  Marcelo),  Catedrático  en  la  Facultad  de 

Farmacia  de  la  Universidad.— Barcelona.— (Botánica.) 

1902.  Rivera  y  Ruiz  (D.  Miguel),  Catedrático  en  el  Instituto.— 

Cabra. 

1901.  Rives  Mampoey  (D.  José).— Diputación,  441,  Barcelona.— 
(Botánica.) 

1872.  Rivera  (D.  Emilio),  Doctor  en  Ciencias  naturales,  Cate- 
drático y  Secretario  de  Historia  natural  en  el  Instituto. 
—Plaza  de  la  Aduana,  13,  Valencia. 

1884.  Rodríguez  Aguado  (D.  Enrique),  Doctor  en  Ciencias  y 

Medicina,  Profesor  auxiliar  de  la  Facultad  de  Ciencias. 
— C.  de  Silva,  2,  1.°,  Madrid. 
1898.     Rodríguez  Ayuso  (D.Manuel),  Ingeniero  Agrónomo.— 
C.  de  la  Independencia,  14,  Zaragoza.— (Plantas  de  gran 
cultivo.) 


26  LISTA   DE    SOCIOS 

1872.  Rodríguez  y  Femenías  (D.  Juan  .1.)— G.  de  la  Libertad,  48, 

Mahón  (Menorca). — (Botánica.) 

1880.  Rodríguez  Mourelo  (D.  José),  Profesor  de  Química  in- 
dustrial orgánica  en  la  Escuela  Superior  de  Artes  é  In- 
dustrias.—  G.  del  Piamonte,  14,  Madrid. — (Minera- 
logia.) 

1890.  Rodríguez  Pérez  (D.  Felipe),  Licenciado  en  Giencias  na- 
turales.— Largo  Fernandina,  Palazzo  Bivona,  Ñapóles 
(Italia) . — (Botánica,  fanerógamas.) 

1902.  Rof  y  Codina  (D.  Juan),  Veterinario  Militar. — Plaza  de  la 
Feria,  19,  Lugo. 

1887.  Ruiz  Arana  (D.  Segundo  S.),  Licenciado  en  Farmacia. — 
Caparroso  (Navarra). 

1873.  Saavedha  (Excmo.  Sr.  D.  Eduardo),  Ingeniero  de  Cami- 

nos, Individuo  de  las  Reales  Academias  de  la  Lengua, 
de  Ciencias  y  de  la  Historia,  Consejero  de  Instruc- 
ción pública.  —  C.  de  Fuencarral,  74  y  76,  principal, 
Madrid. 

1890.  Sáenz  y  López  (D.  Juan),  Licenciado  en  Giencias  natura- 

les, Director  del  Colegio  de  Sania  Ana. — Mérida  (Badajoz) . 
1901.     Salvador  y  Gil  (D.  Andrés),  Alumno  de  Medicina. — Coso, 

3,  Zaragoza. 
1901.     Sánchez  Bruil  (D.  Mariano),  Catedrático  en  el  Instituto 

general  y  técnico. — G.  de  Alfonso  I,  28,  Zaragoza. 

1891.  Sánchez  Navarro  y  Neumann  (D.  Emilio),  Doctor  en  Cien- 

cias naturales,  Profesor  auxiliar  en  el  Instituto. — C.  de 
San  José,  48,  Puerto  Real  (Cádiz). — (Entomología.) 

1885.  Sánchez  y  Sánchez  (D.  Domingo),  Doctor  en  Ciencias  na- 
turales y  en  Medicina,  Conservador  por  oposición  en  el 
Museo. — C.  de  Atocha,  116,  Madrid. —  (Anatomía  com- 
parada.) 

1899.  Sanchíz  Pertegas  (Excmo.  Sr.  D.  José).— C.  de  San  Vicen- 
te, 151,  Valencia. 

1901.  San  Román  Elena  (D.  Manuel),  Doctor  en  Teología,  Licen- 

ciado en  Derecho,  Canónigo  Doctoral  de  la  S.  I.  C.  de 
Calahorra  (Logroño). 

1902.  San  Salafranca  (D.  Francisco). — Condal,  9,  Barcelona. 

1895.  Santo  Domingo  y  López  (D.  Agustín),  Licenciado  en  Cien- 
cias naturales,  Profesor  auxiliar  en  el  Instituto. — C.  de 
San  Segundo,  16  y  18,  Ávila. 


DE   LA   ESPAÑOLA  DE    HISTORIA    NATURAL.  27 

1898.  Santos  y  Abreu  (D.  Elias) ,  Licenciado  en  Medicina  y  Ci- 
rugía y  Director  del  Museo  de  Historia  natural  y  Etno- 
gráfico.— Santa  Cruz  de  La  Palma  (Canarias).  —  f Ento- 
mología y  Botánica.) 

1879.  Sanz  de  Diego  (D.  Maximino),  Disecador  1.°  por  oposi- 

ción del  Museo  de  Ciencias  naturales. — C.  de  San  Ber- 
nardo, 94,  1.°,  Madrid. — (Comerciante  en  objetos  y  libros 
de  Historia  natural  y  en  utensilios  para  la  recolección, 
preparación  y  conservación  de  las  colecciones,  cambio  y 
venta  de  las  mismas  en  todos  los  ramos.) 

1900.  Saulcy  (Feliciano  Caignart  de). —  3,  rué  Chátillon,  Metz 

(Lorraine). — (Coleópteros  y  Ortópteros  de  Europa.) 
1902.     Schramm    (D.  Jorge).  — C.  de  Quintana,  13,  Madrid. — 

(Coleópteros  Cerambícidos.) 
1886.     Seebold  (D.  Teodoro),  Ingeniero  civil,  de  la  Sociedad  de 
Ingenieros  civiles  de  París,  Comendador  de  la  Orden  de 
Carlos  III,  Caballero  de  varias  órdenes  extranjeras. — 
Square  du  Roule,  2,  París. — (Lepidópteros.) 

1898.  Segovia  y  Corrales  (D.  Alberto),  Catedrático  de  Zoología 

general  en  la  Facultad  de  Ciencias. — C.  de  Leganitos, 

47,  Madrid. 
1902.     Seminario  conciliar  de  Orihuela. 
1897.     Seras  y  González  (D.  Antonio).— C.  de  Oriente,   Sevilla. 

— (Histología. ) 

1899.  Silva  Tavares  (Excmo.  Sr.  D.  Joaquín  de),  Profesor  en  el 

Colegio  de  San  Fiel,  Portugal. 

1889.  Simarro  (D.   Luís),  Doctor  en  Medicina,   Catedrático  de 

Psicología  experimental  en  la  Facultad  de  Ciencias. — 
C.  del  Conde  de  Aranda,  1,  Madrid. — (Histología.) 

1880.  Simón  (D.  Eugenio).— Villa  Said,  16,  París.— (Arácnidos.) 

1890.  Siret  (D.  Luís),  Ingeniero. — Águilas  (Murcia).— (Geolo- 

gía y  Antropología.) 

1901.  Sobrado  Maestro  (D.  César),  Catedrático  en  la  Facultad 

de  Farmacia. — Santiago. 

1902.  Sola  y  Bosch  (D.  Francisco  de  A.) — Rosellón,  62,  Bar- 

celona. 
s.  f.       Solano  y  Eulate  (D.  José  María),  Marqués  del  Socorro, 
Catedrático  en  la  Facultad  de  Ciencias,  Jefe  de  la  Sec- 
ción de  Geología  en  el  Museo. — C.  de  Jacomelrezo,  41 , 
Madrid. — (Mineralogía  y  Geología.) 


28  LISTA   DE    SOCIOS 

1901.  Soler  y  Batlle  (D.  Enrique),  Farmacéutico  militar. — 

C.  de  Cortes,  37*2,  Barcelona. — (Botánica). 

1898.  Soler    y  Garceller  (D.  Juan   Pablo},  Profesor  auxiliar 

en  la  Facultad  de  Ciencias. — Coso,   156,  Zaragoza.^— 

(Microquimica.) 
1903.     Sueiras  Olave  (D.  José). — Barcelona. 
1897.     Surmely  y  Marchal  (D.  Eduardo),  Profesor  de  Lenguas. 

— C.  de  la  Concepción  Jerónima,  15  y  17,  pral.,  Madrid. 

— (Botánica  y  Entomología.) 

1899.  Tarazona  y  Blanch  (D.  Ignacio),  Catedrático  en  la  Facul- 

tad de  Ciencias. — C.  de  Mallorca,  309,  Barcelona. 

1899.  Tarin  y  Juaneda  (D.  Rafael),  Doctor  en  Ciencias  natura- 

les, Profesor  auxiliar  de  la  Universidad. —  Francos,  30, 
Valladolid. 

1902.  Tejeiro  y  Moreno  (D.  Germán),  Profesor  auxiliar  en  la 

Escuela  de  Veterinaria. — Madrid. 

1901.  Tío  y  Salvador  (D.  José). — C.  de  Balmes,  7,  3.°  —  Barce- 
lona.—  (Histología  vegetal.) 

1901.  Tomás  y  Gómez  (D.  Calixto),  Catedrático  de  Anatomía  en 
la  Escuela  de  Veterinaria. — Córdoba. —  (Anatomía  com- 
parada.) 

1901.  Tomás  y  Radó  (D.  Juan).— C.  de  Fortuny,  4,  entr.0,  Bar- 

celona. — (Mineralogía.) 

1900.  Torremocha  Tellez  (D.  Lorenzo),  Médico  militar. — C.  del 

Doctor  Mata,  3,  Madrid. 

1882,  Torrepando  (Sr.  Conde  de),  Ingeniero  de  Montes. — C.  de 
Ferraz,  48,  hotel,  Madrid. 

1893.  Traizet  (D.  Emilio).— 42  Rué  Notre  Dame  de  Nazareth, 
París. — (Coleópteros  de  Europa.) 

1893.  Truán  (D.  Luís),  Director  facultativo  en  la  Sección  Vi- 
driera de  la  Sociedad  anónima  «Gijón  industrial». — Gi- 
jón  (Asturias). — (Coleópteros.) 

1902.  Turró  (D.  Ramón). —  Notariado,  10,  Barcelona.—  (Bacte- 

riología.) 

1896.  Tutor  (D.  Vicente),  Doctor  en  Medicina. — Calahorra  (Lo- 
groño) . — (Coleópteros.) 

s.  f.  Uhagón  (D.  Serafín  de),  Miembro  de  las  Sociedades  En- 
tomológicas de  Francia  y  Berlín.  —  C.  de  Montalvan,  7, 
Madrid. — (Coleópteros  de  Europa.) 

1900.     Urdaniz  (D.  Julián  José).— San  Ciprián,  Vivero  (Lugo). 


DE    LA    ESPAÑOLA    DE    HISTORIA   NATURAL.  29 

1897.  Urquía  y  Martín  (D.  Ildefonso).— P.a  de  Villasis,  Se- 
villa. 

1895.  Val  y  Julián  (D.  Vicente  de),  Licenciado  en  Farmacia, 

Subdelegado  de  Farmacia  del  partido  de  Borja,  Vocal  2.° 
de  la  Junta  de  Gobierno  del  Colegio  provincial  de  far- 
macéuticos de  Zaragoza,  Socio  corresponsal  de  los  Ilus- 
tres Colegios  de  Farmacia  de  Madrid  y  Barcelona,  de  la 
Sociedad  española  de  Higiene,  Corresponsal  de  la  Médico- 
Quirúrgica  española  y  de  otras  varias  Corporaciones, 
premiado  en  varias  Exposiciones. —  Boquiñeni  y  Luceni 
(Zaragoza).— (Botánica.)  . 

1900.  Vales  Failde  (D.  Javier),  Presbítero  y  Abogado.— C.  de 

las  Fuentes,  1,  Madrid. 

1902.  Vallespinosa  Ruíz  (D.  Florencio).  — Consejo  de  Ciento, 
247,  Barcelona. 

1887.  Vázquez  Figueroa  y  Canales  (D.  Aurelio),  Inspector  Jefe 
de  Telégrafos,  jubilado.— C.  de  Mendizábal,  39,  3.°,  Ma- 
drid.— (Lepidópteros  de  Europa.) 

1902.  Vázquez  Figueroa  y  Mohedano  (D.  Antonio),  Arquitecto 
municipal. — Guadalajara. — (Coleópteros  de  Europa.) 

1873.  Velaz  de  Medrano  (D.  Fernando),  Ingeniero  de  Montes. 
— Soria. 

1902.  Vicente  (D.  Melchor),  Maestro  normal.— Ortigosa  de  Ca- 
meros (Logroño). —  (Geología.) 

1894.  Vicioso  y  Trigo  (D.  Benito),  Licenciado  en  Farmacia. — 
C.  de  Bodeguilla,  9,  Calatayud. — (Botánica.) 

1899.  Vidal  y  Compaire  (D.  Pío),  Doctor  en  Ciencias  naturales, 
Conservador  por  oposición  en  el  Museo.  —  C.  del  Pia- 
monte,  6,  Madrid. 

1893.  Vila  y  Nadal  (D.  Antonio),  Catedrático  en  la  Facultad  de 
Ciencias. — Santiago. 

1901.  Vila  Vendrell  (limo.  Sr.  D.  Simón),  Catedrático  y  Deca- 

no de  la  Facultad  de  Ciencias,  Exdiputado  á  Cortes  y 
Exdirector  general  de  Hacienda  de  Ultramar. — Zaragoza. 

1896.  Viñals  y  Torrero  (D.  Francisco),  Doctor  en  Medicina.— 

C.  de  la  Espada,  4,  principal,  Madrid. 

1897.  Zamora  y  Garrido  (D.  Justo),  Licenciado  en  Farmacia, 

Director  del  Colegio  de  segunda  enseñanza  de  San  Agus- 
tín.—  Siles  (Jaén),  por  Valdepeñas  é  Infantes. — (En- 
tomología y  especialmente  de  la  Sierra  de  Segura.) 


3  LISTA    DE    SOCIOS 

s.  f.     Zapater  y  Marconell  (D.  Bernardo),  Presbítero. — Alba- 

rracín  (Teruel). — (Botánica.) 
1901.     Zorrilla  y  Arroyo  ID.  Francisco),  Abogado. — Sepúlveda 

(Segovia.) 

Socios  agregados. 

1897.  Ángulo  y  Tamayo  (D.  Francisco),  Doctoren  Medicina. — 

Lagasca,  51,  Madrid. 

1898.  Goscolla  Diez  (D.  Emeterio). — Calatayud  (Zaragoza). 
1901.     Criado  (D.  Melquíades).— Madrid. 

1901.  Diez  Tortosa  (D.  Juan  Luís),  Estudiante  de  Ciencias  y 
de  Farmacia,  Encargado  de  Clases  prácticas  de  Historia 
natural  en  la  Facultad  de  Ciencias. — Granada. — (Taxi- 
dermia.) 
,1899.  Escribano  y  Ramón  de  Moncada  (D.  Francisco),  Licen- 
ciado en  Medicina. — Argamasilla  de  Alba  (Ciudad-Real). 

1890.     Fernández  y  Cavada  (D.  Pedro  L.)— C.  de  Santa  Clara,  8 
y  10,  Santander. 

1901.     Ferrer  ID.  Modesto). — Coso,  78,  Zaragoza. 

1901.     Guerricabeitia  (D.  Alejandro).— Coso,  78,  Zaragoza. 

1900.  Gutiérrez  Ángulo  (D.  Andrés).  — San   Miguel,  50,  Za- 

ragoza. 
1898.     Izquierdo  (D.  Juan  Antonio),  Catedrático  de  Ampliación 

de  Física  en  la  Universidad. — Zaragoza. 
1898.     Llórente  dé  Pablos  (D.  Julián). — Valverde  (Segovia). 

1901.  Munagorriz  (D.  Luís).— C.  de  la  Parra,  14,  Zaragoza. 
1898.     Ossuna(D.  Manuel  de). —Puerto  de  laCruz(IslasCanarias). 
1897.     Relimpio  y  Ortega  (D.  Federico),  Catedrático  en  la  Facul- 
tad de  Ciencias.— C.  de  Cervantes,  16,  Sevilla. 

1901.     Sánchez  Pérez  (D.  José  Augusto).  —  Alfonso  1,  28,  Za- 
ragoza. 
1901.     Urzola  y  Gil  (D.  Luís).— Coso,  37  y  39,  Zaragoza. 

RESUMEN. 

Socios  protectores 4 

—  honorarios 8 

—  correspondientes 42 

—  numerarios 319 

—  agregados 16 

Total 419 


DE   LA    ESPAÑOLA   DE    HISTORIA   NATURAL.  31 


Socios  que  han  fallecido  en  1902. 

s.  c.  Bormans  (Auguste  de). 

1901.  Chaquert  (D.  Eduardo). 

1872.  Cuni  y  Martorell  (D.  Miguel). 

1893.  Dávila  (D.  Marino). 

1872.  Magpherson  (D.  José). 

1873.  Nieto  y  Serrano  (Excmo.  é  limo.  Si*.  D.  Matías). 
1886.  Pieltain  y  Bartolí  (D.  José  María). 

1872.     Rubio  y  Galí  (Excmo.  é  limo.  Sr.  D.  Federico). 
1896.     Sánchez  (D.  Bartolomé). 

Madrid  1  de  Enero  de  U>03. 

i 

El  Vicesecretario, 

José  M.  Dusmet  y  Alonso. 


RELACIONES 
del  estado  de  la  Sociedad  y  de  su  Biblioteca 

LEÍDAS  EN  LA  SESIÓN  DE  DICIEMBRE  DS  1902 

POR   EL   SECRETARIO 

D.  SALVADOR  CALDERÓN  Y  ARANA 

Y  EL   BIBLIOTECARIO 

D.    RAFAEL    BLANCO    Y    JUSTE 


Memoria  del  Secretario. 

Vuestra  excesiva  benevolencia  tiene  la  culpa  de  que  sea  yo 
nuevamente  quien  haya  de  molestaros,  aunque  pienso  hacerlo 
en  breves  palabras,  historiando  la  obra  que  habéis  realizado 
sin  oropeles  y  bajo  la  forma  recatadamente  modesta  que  acos- 
tumbra esta  Sociedad,  en  el  año  transcurrido  de  1902  á  1903, 
que  es  el  trigésimo  primero  de  su  existencia.  En  él  no  ha  de- 
caído la  tradicional  perseverancia  con  que  persigue  aquélla 
sus  desinteresados  fines. 

Fruto  de  tan  larga  y  perseverante  labor  es  la  consideración 
que  hemos  conquistado  y  va  en  creciente  aumento,  así  en  el 
país  como  en  el  extranjero,  en  las  esferas  oficiales  y  en  el 
concepto  de  cuantos  se  interesan  por  el  progreso  científico. 
Consocios  nuestros  son  algunos  de  los  sabios  más  eminentes 
del  extranjero,  cuya  enumeración  hicimos  el  año  pasado  en 
ocasión  semejante  á  la  presente,  á  los  que  tenemos  que  añadir 
los  nombres  ilustres  del  Dr.  G.  Delacroix,  de  París,  maestro  de 
Conferencias  en  el  Instituto  nacional  agronómico  y  Director 
de  la  Estación  de  Patología  veg-etal,  y  los  de  M.  Ph.  Francois, 
Secretario  de  la  Sociedad  entomológica  de  Francia,  y  Edg.  Pa- 
cault,  de  Banyuls-sur-Mer. 

Dan  testimonio,  además  de  nuestras  buenas  relaciones  en  el 
extranjero,  la  parte  que  hemos  tomado  en  los  homenajes  ren- 
didos en  el  año  transcurrido  á  los  eminentes  sabios  Gaudry  y 

T.  ni. -Enero,  1903.  3 


34  RELACIONES   DEL    ESTADO    DE   LA   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Lacaze-Duthiers;  en  el  primero  tuvo  la  complacencia  de  repre- 
sentarnos el  profesor  Stanislas  Meunier,  y  recibimos  un  autó- 
grafo por  todo  extremo  halagüeño  del  festejado;  al  seg-undo 
fuimos  invitados  por  la  Facultad  de  Ciencias  de  París,  y  asistió 
en  nombre  de  la  Sociedad  el  Sr.  Rivas  Mateos,  el  cual  trajo  la 
grata  impresión  de  que  los  sabios  reunidos  en  Banyuls-sur- 
Mer  recordaban  aquélla  con  cariño,  haciendo  votos  por  su 
prosperidad. 

Numerosos  trabajos  y  sobre  variados  asuntos  han  aparecido 
durante  el  último  año  en  nuestras  Memorias  y  en  el  Boletín, 
de  los  cuales  me  permitiré  recordaros  que  en  el  cuaderno  3.° 
del  tomo  xxx  de  los  Anales  han  visto  la  luz  la  conclusión  de 
la  «Revisión  y  estudio  del  grupo  Catyitenfa ,  por  el  Sr.  Martí- 
nez y  Fernández-Castillo,  y  además  las  siguientes  Memorias: 
«Noticia  necrológica  de  D.  Máximo  Laguna  y  Villanueva», 
por  el  Sr.  Artigas  y  Teixidor;  «Breve  estudio  antropológico 
acerca  del  pueblo  Maragato» ,  por  el  Sr.  Aragón  y  Escacena; 
«Crisídidos  de  España»,  por  el  Sr.  Medina  y  Ramos,  y  la  «Enu- 
meración de  las  plantas  de  Cataluña»,  trabajo  postumo  de 
D.  Estanislao  Vayreda  y  Vila ,  que  tanto  contribuyó  en  vida 
á  dar  importancia  é  interés  á  nuestra  publicación. 

Con  este  tomo  terminamos  la  2.a  serie  de  los  Anales,  com- 
puesta de  10  tomos,  que  con  los  20  que  forman  la  1.a  consti- 
tuyen los  30  tomos  publicados  bajo  esa  denominación ,  y  á  los 
que  han  de  seguir  las  Memorias,  que  empezarán  á  aparecer 
en  el  año  de  1903,  y  que  con  el  Boletín  han  de  constituir  en 
lo  sucesivo  nuestras  dos  Revistas,  aquélla  sin  sujetarse  en  su 
aparición  á  períodos  regulares,  sino  dependiendo  de  los  me- 
dios de  que  se  disponga  y  de  los  trabajos  que  se  presenten ,  y 
esta  última  regular,  periódica,  repartiéndose  todos  los  meses,. 
como  viene  haciéndose  desde  el  año  pasado. 

No  desmerecen  en  punto  á  variedad  de  asuntos  y  novedad 
los  trabajos  breves  insertos  en  el  Boletín,  entre  los  cuales 
dominan  los  referentes  á  las  producciones  naturales  de  nues- 
tro suelo,  redactados  en  forma  concisa  y  ceñidos  al  asunto  que 
los  motiva,  lo  cual  permite  aparezcan  con  una  prontitud  im- 
posible de  obtener  en  los  escritos  que  por  su  extensión  han  de 
reservarse  para  la  sección  de  Memorias.  No  son  estos  trabajos 
breves  menos  importantes  que  los  extensos,  y  buena  prueba 
de  ello  es  el  número  relativamente  crecido  de  especies  y  va- 


DE    HISTORIA   NATURAL   Y   DE    SU   BIBLIOTECA.  35 

riedades  nuevas  que  se  han  descrito  en  el  tomo  del  Boletín 
del  pasado  año,  entre  las  que  recordaré,  limitándome  solo  á 
las  primeras,  tres  de  hongos  (Dictyolus  Laguna  j  pedicellatus 
y  Scleroderma  hemisphcericum) ,  por  el  Sr.  Lázaro;  dos  de  fane- 
rógamas de  Galicia  (Cladium  Zúcense  y  Frica  occidentaüs), 
por  el  P.  Baltasar  Merino;  tres  «le  pérlidos  (Tceniopteryx  ar- 
quata,  Nemura  Bolivari  y  N.  fuhiceps),  por  el  Sr.  Klapalek; 
tres  de  ortópteros  (Pamphagus  punctatus,  Gryllodes  Carrascoi  y 
Helioscirtus  Fonli),  por  el  Sr.  Bolívar;  seis  de  coleópteros,  una 
de  ellas  ( Tachyphlmis  picturatus),  por  el  Sr.  La  Fuente,  y  el 
resto  (Dorcadion  neilense,  almarzense,  terohnse,  mosquerueJense, 
demándense,  parmeniforme,  pruinosum  y  villoshcdense),  por  el 
Sr.  Martínez  de  la  Escalera;  y,  en  fin,  una  de  mamífero  (Her- 
pestes  Almodovari),  por  el  Sr.  Cabrera  Latorre. 

Tampoco  nos  ha  faltado  este  año  la  colaboración  de  sabios 
extranjeros,  como  el  Profesor  Fr.  Klapalek,  de  Praga,  que  ha 
descrito  los  pérlidos  españoles  antes  enumerados,  y  el  Dr.  Eu- 
rico  Cannaviello,  de  Ñapóles,  autor  de  la  «Contribución  al  es- 
tudio de  los  Microlepidópteros  de  la  Italia  meridional»,  á  cuyos 
distinguidos  naturalistas  me  complazco  en  consignar  aquí  en 
nombre  de  la  Sociedad  la  expresión  de  su  profunda  gratitud. 

Los  viajes  de  nuestros  consocios  Sr.  Martínez  de  la  Escalera 
á  Persia,  y  del  presbítero  D.  Norberto  Font  y  Sag-ué  á  Río  de 
Oro  y  las  Canarias,  han  suministrado  un  valioso  contingente 
de  datos  solo  publicados  en  parte  hasta  ahora,  permitiéndoles, 
así  como  á  alg-unos  de  nuestros  especialistas,  ocupar  su  fecun- 
da actividad  en  la  determinación  de  lo  recolectado  en  aque- 
llas exploraciones,  extendiendo  el  área  de  sus  estudios  á  re- 
giones que  pocas  veces  es  dado  alcanzar  entre  nosotros. 

Y  ya  que  de  viajes  científicos  nos  estamos  ocupando,  recor- 
daremos que  los  naturalistas  encargados  del  estudio  de  los 
materiales  recogidos  por  la  expedición  realizada  el  pasado 
año  á  las  posesiones  españolas  del  golfo  de  Guinea  continúan 
su  labor,  cuyos  frutos  han  de  aparecer  en  las  Memorias  de 
nuestra  Sociedad.  Recordaréis  que  el  Sr.  Ministro  de  Estado 
dispuso  de  Real  orden  se  nos  auxilie  á  este  fin,  y  para  que  los 
trabajos  puedan  ir  acompañados  de  las  láminas  y  demás  ilus- 
traciones necesarias,  de  conformidad  con  lo  solicitado  por  la 
Comisión  de  estudio  que  preside  el  Sr.  Bolívar. 

Como  en  años  anteriores,  las  Secciones  de  Barcelona,  Sevilla 


36     RELACIONES  DEL  ESTADO  DE  LA  SOCIEDAD  ESPAÑOLA 

y  Zaragoza,  han  contribuido  en  este  último  á  mantener  la  ac- 
tividad no  interrumpida  de  nuestras  sesiones,  y  á  ir  suminis- 
trando contingente  para  la  obra  del  conocimiento  del  suelo 
patrio,  fin  supremo  á  que  dirige  su  desinteresado  esfuerzo 
nuestra  Sociedad.  Numerosas  notas  de  diversa  índole  y  exten- 
sión, comunicadas  en  las  sesiones  de  Madrid  y  provincias,  dan 
testimonio  de  que  el  entusiasmo  que  reinó  desde  los  primeros 
años  de  nuestra  existencia  social  no  se  ha  apagado,  y  de  que 
ni  por  un  momento  se  ha  desviado  de  la  orientación  que  su- 
pieron iniciar  los  fundadores  de  esta  Sociedad. 

Como  veréis  por  la  Memoria  del  Sr.  Bibliotecario,  nuestros 
cambios  con  el  extranjero  y  con  otras  publicaciones  del  país, 
que  persiguen  análogo  fin  al  nuestro,  ha  ido  en  constante 
aumento,  lo  que  nos  permite  consultar  muchos  trabajos  que 
solo  en  nuestra  Biblioteca  podrían  ver  los  socios  y  seguir  el 
movimiento -científico  en  los  diferentes  ramos  de  la  Historia 
natural.  Estos  cambios  de  publicaciones  son  solicitados  del 
extranjero  especialmente,  lo  cual  es  sumamente  lisonjero 
para  nosotros,  siendo  solo  de  lamentar  que  lo  limitado  de 
nuestros  recursos,  pues  no  contamos  con  apoyo  pecuniario 
oficial  de  ning'una  especie,  nos  obligue  á  ser  más  bien  parcos 
que  pródigos  en  punto  á  aceptar  todos  los  ofrecimientos  de 
cambio  con  que  se  nos  brinda  de  continuo. 

Dolorosas  pérdidas  de  inolvidables  y  laboriosos  consocios, 
que  sumen  al  espíritu  en  honda  pena,  hemos  experimentado 
en  el  año  transcurrido,  varias  de  las  cuales  han  motivado  tra- 
bajos necrológicos  sentidos  é  interesantes.  Dos  de  los  finados 
llegaron  á  presidir  nuestra  Congregación  y  nos  favorecieron 
con  sus  valiosísimas  investigaciones.  Al  Sr.  Artigas  se  debe 
la  biografía  de  D.  Máximo  Laguna,  aparecida  en  las  Memorias 
del  tomo  xxx  de  nuestros  Anales,  y  al  Sr.  Rodríguez  Mourelo 
la  de  D.  José  Macpherson,  que  figura  en  el  acta  de  Diciembre 
por  acuerdo  especial  de  la  Sociedad,  y  acompañadas  ambas  de 
retratos  en  fototipia  de  los  finados;  el  Sr.  Vázquez  dio  noticias 
de  la  vida  de  D.  Miguel  Cuní  y  Martorell,  de  Barcelona,  en  la 
sesión  de  Junio,  y  el  Sr.  Presidente  comunicó  el  fallecimiento 
del  socio  correspondiente  extranjero  M.  Auguste  Bormans,  de 
Ginebra,  y  el  de  los  Sres.  D.  Federico  Rubio  y  Gali,  D.  Matías 
Nieto  Serrano,  marqués  de  Guadalerzas,  de  D.  Eduardo  Cha- 
quert,  de  Barcelona,  D.  Marino  Dávila,  D.  José  María  Pieltain 


DE    HISTORIA    NATURAL   Y   DE    SU    BIBLIOTECA.  37 

y  D.  Bartolomé  Sánchez  (1),  para  todos  los  cuales  se  acordó 
constase  en  acta  el  sentimiento  de  la  Sociedad  por  la  irrepara- 
ble pérdida  de  hombres  de  tan  relevante  historia,  caídos  como 
caen  y  se  desploman  los  héroes  del  trabajo. 

Hemos  tenido,  además,  en  el  último  año  transcurrido,  las 
siguientes  bajas  de  socios  numerarios:  Sres.  Albutt,  de  Ingla- 
terra;  Avila,  de  Madrid;  Capelle,  de  Toulouse;  Cortina,  de  Ma- 
drid; García  Baza  y  Garrido  Barron,  de  Filipinas;  González 
Arrintero,  de  Cangas  de  Tineo;  Quadras  y  Rodríguez  (Don 
Ulpiano),  de  Manila;  Secall,  de  Madrid,  y  Steva,  de  Santoña, 
todos  numerarios,  y  los  Sres.  Ariño,  Beops  y  Herranz,  de  Zara- 
goza, que  figuraban  como  agregados. 

Tan  deplorables  pérdidas  producidas  por  causa  de  falleci- 
miento y  bajas  se  han  compensado,  hasta  donde  esto  es  posi- 
ble, con  las  alzas  que  en  este  año  han  tenido  lugar  en  número 
verdaderamente  considerable,  puesto  que  llegan  á  50  los  ad- 
mitidos, correspondiendo  en  su  mayoría  este  aumento  á  la 
Sección  de  Barcelona,  que,  justo  es  decirlo,  está  dando  un  gran 
ejemplo  de  entusiasmo  científico  y  de  amor  á  la  Sociedad; 
como  halagüeñas  esperanzas  de  renovación  y  vida,  recibimos 
cariñosamente  en  nuestro  seno  á  nuestros  nuevos  consocios, 
cual  elementos  de  un  organismo  cuyas  células  se  desgastan 
y  renuevan  sin  cesar  por  ley  ineludible  de  todo  cuanto  forma 
parte  del  combate  jamás  interrumpido  de  la  vida. 

El  Secretario, 

Salvador  Calderón. 

Madrid,  1.°  de  Diciembre  de  1902. 


Estado  de  la  Biblioteca. 

Al  cumplir  el  deber  reglamentario  de  dar  cuenta  á  los  se- 
ñores socios  del  estado  en  que  se  encuentra  la  Biblioteca  de 
esta  Sociedad  al  finalizar  el  presente  año,  tengo  la  satisfacción 
de  manifestar  que,  como  en  los  años  anteriores,  ha  continua- 
do acrecentando  su  material  científico,  y  como  consecuencia 


(1)    Este  último  ha  ocurrido  después  de  leída  esta  Memoria  y  de  él  se  ha  dado 
cuenta  en  la  sesión  de  Enero. 


38     RELACIONES  DEL  ESTADO  DE  LA  SOCIEDAD  ESPAÑOLA 

que  va  adquiriendo  de  año  en  año  nuestra  Biblioteca  mayor 
importancia. 

El  aumento  correspondiente  al  año  actual  viene  á  estar 
representado  por  un  conjunto  de  publicaciones  variadas,  poco 
diferente  en  número  de  las  ingresadas  en  los  años  anteriores, 
y  que  llega  á  alcanzar  la  respetable  cifra  de  650  publicaciones 
sumadas  todas  las  recibidas,  lo  que  sin  duda  alguna  constitu- 
ye una  prueba  bien  evidente  de  la  consideración  con  que  es 
mirada  la  obra  de  esta  Sociedad  entre  los  naturalistas ,  tanto 
del  extranjero  como  de  nuestro  país,  y  que  sirve  de  justa  re- 
compensa á  la  asidua  labor  que  viene  realizando  desde  hace 
muchos  años. 

Siguiendo  la  costumbre  establecida,  reunimos  las  obras  in- 
gresadas durante  el  año  corriente  en  dos  grupos,  que  corres- 
ponden el  primero  á  las  obras  recibidas  en  concepto  de  dona- 
ción, y  el  segundo  á  las  ingresadas  como  cambio  con  nuestras 
publicaciones;  examinaremos  brevemente  ambos  grupos. 

Este  año,  como  los  anteriores,  han  continuado  favoreciéndo- 
nos con  sus  valiosos  donativos  S.  M.  D.  Carlos,  rey  de  Portu- 
gal, y  el  príncipe  Alberto  I,  de  Monaco,  quienes  con  una  cons- 
tancia digna  de  todo  elogio  vienen  honrando  á  esta  Biblioteca 
con  sus  publicaciones,  en  las  que  se  encuentran  expuestos  los 
resultados  de  las  exploraciones  marinas  que  se  hacen  bajo  sus 
auspicios;  y  á  tan  egregios  donantes,  podemos  añadir  los 
nombres  de  eminentes  naturalistas  y  de  conocidos  aficiona- 
dos, todos  los  que  con  su  laboriosidad  científica  y  generoso 
desprendimiento  se  han  hecho  acreedores  al  más  sincero  reco- 
nocimiento por  parte  de  esta  Sociedad.  Entre  estas  donaciones 
se  encuentran  algunas  obras  de  carácter  serial  y  regular,  como 
acontece  con  el  donativo  hecho  por  el  sabio  maestro  y  ex-Pre- 
sidente  de  esta  Sociedad,  D.  Santiago  Ramón  y  Cajal,  de  la 
«Revista  trimestral  micrográfica»,  en  la  que  bajo  su  dirección 
se  publican  las  observaciones  realizadas  en  el  Laboratorio  his- 
tológico de  la  Facultad  de  Medicina  de  Madrid,  lo  mismo  que 
con  los  boletines  de  la  Academia  internacional  de  Geografía 
botánica  de  Le  Mans,  los  pertenecientes  al  Laboratorio  muni- 
cipal de  Madrid,  Laboratorio  de  Farmacia  militar  y  otros  va- 
rios menos  constantes  en  sus  envíos.  Á  todos  estos  donantes 
en  g-eneral,  y  á  cada  uno  de  ellos  en  particular,  hacemos  pre- 
sente el  agradecimiento  de  esta  Sociedad,  rog-ándoles  vean  en 


DE    HISTORIA    NATURAL  Y   DE    SU    BIBLIOTECA.  39 

•él  el  aprecio  con  que  sus  donativos  lian  sido  recibidos  en  la 
Biblioteca,  debiendo  servirles  como  acuse  de  recibo  la  lista 
detallada  que  á  continuación  exponemos. 

Y  pasando  ahora  al  concepto  de  «cambios  establecidos», 
señalaremos  la  variación  sufrida  en  el  número  de  los  ya  exis- 
tentes el  pasado  año,  variación  favorable  al  incremento  de 
esta  Biblioteca,  por  consistir  en  el  establecimiento  de  diez  nue- 
vos cambios  con  otras  tantas  sociedades  ó  revistas  científicas, 
que  vienen  á  aumentar  las  ya  existentes  por  no  haber  sido 
interrumpida  ó  considerada  como  baja  ninguna  de  las  anterio- 
res. Estos  nuevos  cambios  acordados  por  la  Junta  general, 
agreg-ados  á  los  106  existentes  el  pasado  año,  forman  los  116 
establecidos  con  diferentes  centros  del  país  y  del  extranjero, 
y  cuyo  detalle  puede  apreciarse  en  la  adjunta  enumeración 
alfabética  de  dichos  centros. 

Academia  nacional  de  Ciencias,  Córdoba  (República  Argentina). 

Academia  Real  das  Sciencias  de  Lisboa. 

Académie  des  Sciences  de  Cracovie. 

Académie  des  Sciences  de  Paris. 

Académie  internationale  de  Géographie  botanique,  Le  Mans. 

Academy  of  Sciences,  Chicago. 

Academy  of  Sciences,  Iowa. 

Academy  of  Science,  St.  Louis,  Mo.  (E.-TJ.) 

Academy  of  Natural  Sciences  of  Philadelphia. 

Allgemeine  Entomologische  Gesellschaft  von  Dr.  Chr.  Schroder-Itzehoe 

und  Udo  Lehmann-Neudamm. 
American  Association  for  the  Advancement  of  Sciences,  Cincinnati  (E.-U). 
American  Museum  of  Natural  History,  Nueva  York, 
i^nnaes  de  Sciencias  Naturaes,  Foz  do  Douro  (Porto). 
Association  francaise  de  Botanique,  Le  Mans,  Francia. 
Australian  Museum,  Sydney  (Australia). 
Broteria.  Lisboa. 

BufFalo  Society  of  Natural  Sciences. 
Bulletin  scientifique  de  la  France  et  de  la  Belgique,  sous  la  direction  de 

MM.  Alfred  Giard  et  Jules  de  Guerne.  Paris. 
■Comisión  del  Mapa  geológico  de  España,  Madrid. 
Comissao  dos  trabalhos  geológicos  de  Portugal,  Lisboa. 
Davenport  Academy  of  Natural  Sciences,  Scott  Co.,  Iowa  (E.-U.) 
Entomological  tíociecy,  Chicago. 
Entomologische  Nachrichten,  Berlín, 
üntoniologische  Vereine,  Stettin. 


40  RELACIONES    DEL    ESTADO    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Entomologische  Zeitung,  Wien. 

Entomologiska  Foreninguen,  Stockolni. 

Essex  Institute,  Salero,  Mass.  (E.-U.) 

Faculté  des  Sciences  de  Marseille. 

Feuille  des  jeunes  naturalistes,  París. 

Field  Columbian  Museum,  Chicago  (E.-U.) 

Fondation  de  P.  Teyler  van  der  Hulst,  Haarlem  (Holanda). 

Institució  catalana  d'  Historia  natural,  Barcelona. 

Instituto  geológico  de  México. 

Instituto  Médico  Farmacéutico,  Barcelona. 

Jardín  botánico  de  Tiflis. 

K.  K.  Naturhistoriscbes  Hofrnuseum,  "Wien. 

K.  K.  Zoologisch-botanische  Gesellscbaft,  Wien. 

Laboratorio  ed  Orto  Botánico  della  R.  Universitá  di  Siena,  Italia. 

Meriden  Scientifique  Association. 

Missouri  Botanical  Garden,  St.-Louis  (E.-U.) 

Musée  zoologique  de  l'Académie  impériale  des  Sciences  de  St.  Pétersbourg 

Musei  di  Zoología  ed  Anatomia  cornp.  della  Peale  Universitá  di  Torino. 

Museo  Cívico  di  Storia  naturale  di  Genova. 

Museo  de  Historia  natural,  Valparaíso. 

Museo  de  La  Plata,  Buenos-Aires. 

Museo  nacional  de  Buenos-Aires. 

Museo  nacional  de  Ciencias  naturales,  Montevideo. 

Museo  nacional  de  Costa-Rica. 

Museu  Paraense,  Para  (Brazil). 

Museu  Paulista,-  San  Paulo  (Brazil). 

Muséum  d'Histoire  Naturelle,  Paris. 

Museum  national  Hongrois,  Budapest. 

Museum  of  Comparative  Zoology  at  Harvard  College.  Cambridge  (E.-U). 

Natural  History  Society  of  Glasgow. 

Natura?  Novitates,  Berlín. 

Naturforschende  Gesellscbaft  in  Basel,  Suiza. 

Naturhistoriscbe  Gesellschaft,  Nürnberg. 

New-York  State  Museum  University  of  the  State  of  New- York. 

Oberlin  College,  Ohío. 

Peabody  Museum  of  American  Archselogy  and  Etbnology,  Cambridge. 

Pbysikalisch-Medicinische  Gesellscbaft,  Würzburg. 

Portugalia,  Porto. 

Real  Academia  de  Ciencias  y  Artes  de  Barcelona. 

Real  Sociedad  Geográfica  de  Madrid. 

Reale  Academia  dei  Lincei,  Roma. 

Royal  Microscopical  Society,  London. 

Royal  Physical  Society,  Edinburgh  (Inglaterra). 


DE    HISTORIA    NATURAL   Y   DE    SU    BIBLIOTECA.  41 

Smithsonian  Institution,  Washington. 

Sociedad  científica  c  Antonio  Álzate  >,  México. 

Sociedad  científica  Argentina,  Buenos-Aires. 

Sociedad  entomológica  de  Ontario. 

Sociedad  Mexicana  de  Historial  natural,  México. 

Sociedade  Broteriana,  Coimbra. 

Societá  di  Naturalisti,  Napoli. 

Societá  di  Scienze  naturali  et  economiche  di  Palermo. 

Societá  entomológica  italiana,  Firenze. 

Societá  italiana  di  Scienze  Naturali  é  Museo  Cívico  di  Storia  naturale, 

•Milano. 
Societá  romana  per  gli  studi  zoologici,  Roma. 
Societá  toscana  di  Scienze  naturali,  Pisa. 
Societas  entomológica  Rossica,  St.  Pétersbourg. 
Société  botanique  de  Copenhague. 
Société  botanique  de  France,  Paria. 
Société  botanique  de  Lyon. 

Société  des  Sciences  naturelles  de  l'Ouest  de  la  France,  Nantes. 
Société  d'Histoire  naturelle  de  Toulouse. 
Société  entomologique  de  Belgique,  Bruxelles. 
Société  entomologique  de  France,  Paris. 
Société  entomologique  de  St.  Pétersbourg. 

Société  entomologique  Suisse,  Schaffhausen.  Suiza. 
Société  francaise  de  Botanique,  Toulouse. 
Société  géologique  de  France,  Paris. 

Société  hollandaise  des  Sciences,  Harlem  (Holanda). 

Société  impériale  des  naturalistes  de  Moscou. 

Société  Linnéenne  de  Bordeaux. 

Société  Linnéenne  de  Normandie,  Caen. 

Société  Linnéenne  du  Nord  de  la  France,  Amiens. 

Société  ouralienne  d'Amateurs  des  Sciences  nat.,  Ekathérinenburg  (Rusia). 

Société  Royale  malacologique  de  Belgique,  Bruxelles. 

Société  scientifique  du  Chili,  Santiago. 

Société  zoologique  de  France,  Paris. 

Société  zoologique  suisse  et  Musée  d'Histoire  naturelle  de  Genéve. 

The  American  Naturalist,  Boston. 

The  Canadian  Entomologist  London-Ontario. 

Unión  escolar,  Madrid. 

United  States  Department  of  Agriculture,  Washington. 

United  States  Geological  Survey,  Washington. 

United  States  national  Museum,  Washington. 

Universidad  de  Sassari  en  Italia. 

Universitas  Regia  Fredericiana,  Cristiania. 


12  RELACIONES   DEL    ESTADO   DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

University  of  Colorado. 

Université  de  Toulouse. 

Université  Royale  d'Upsala. 

Vereins  für  natunvissenchaftliche  Unterhaltung  zu  Hamburg  (Alemania). 

"Wisconsin  Academy  of  Sciences. 

"Wisconsin  Geological  and  Natural  History  Survey,  Madison  (E.-U.) 

Zoologischer  Anzeiger,  Leipzig. 

De  todo  esto  se  puede  deducir  la  importancia  de  esta  Biblio- 
teca, la  cual  cuenta  al  finalizar  el  presente  año  con  un  caudal 
científico  de  extraordinario  valor  constituido  por  numerosos 
opúsculos,  folletos  y  trabajos  monográficos  de  Historia  natural, 
y  más  principalmente  por  gran  cantidad  de  publicaciones  de 
otras  Sociedades,  y  de  las  que  la  generalidad  son  únicas  en 
nuestro  país,  viniendo  en  su  conjunto' todos  ellos  á  constituir 
en  la  actualidad  más  de  7.000  volúmenes  y  unos  8.000  folletos. 


Obras  recibidas  á  cambio. 

Academia  nacional  de  Ciencias  en   Córdoba   (República   Argentina.) — 

«Boletín».  Tomo  xvn,  entrega  1.a 
Academia  Real  das  Sciencias  de  Lisboa.— «Jornal  de  Sclencias   mathe- 

maticas,  physicas  é  naturaes».  2.a  serie,  tomo  vi,  n.  xxiv  (1902). 
Académie  de  Sciences  de  París  — «Comptes-rendus«.  Tome  cxxxiii,  n.  25- 

27;  cxxxiv,  n.  1-26;  cxxxv,  n.  1-24. 
-  «Tables  des  Comptes-rendus  des  séances».  Premier  et  2.eme  semestre, 

1901;  premier  semestre  1902. 
Académie  de  Sciences  de  Cracovie.  —  «Bulletin  international».  Année  1901, 

n.  7-9;  année  1902,  n.  1-5,  7. 
Académie  Internationale  de  Géographie  Botanique.  Le  Mans.  — «Bulle- 

tin».  Année  lle,  n.  146-158. 
Academy  of  Natural  Sciences  of  Philadelphia.— «Proceedings  ►.  Vol.  luí, 

part.  ii  (1901). 
Academy  of  Science,  St.Lodis.  Mo  (E.-U.)  —  «Transactions».  Vol.  x,  n.  9-11; 

xi,  n.  1-5. 
Allgemeine  Entomologische  Gesellschaft.  Neudamm.  —  «Zeitschrift  für 

Entomologie».  Band  6,  n.  24;  Band  7,  n.  1-23. 
Annaes  de  Sciencias  Naturaes.  Porto.  —  Vol.  vn. 
Association  francaise  de  Botanique.  Le  Mans.—  «Bulletin» .  Année  5.e, 

n.  49-60. 


DE    HISTORIA    NATURAL   Y   DE    SU   BIBLIOTECA.  43 

Australian  Museum.  Sydney. — «Report  of  the  Trustees  of  the  Australian 
Museum  for  the  Year  1900». 

-  «Records  of  the  Australian  Museum».  Vol.  iv,  n.  6,  7. 

Broteria.  Lisboa. —  «Revista  de  Sciencias  naturaes  do  collegio  de  f?.  Fiel». 
Volume  1." 

Comisión  del  Mapa  geológico  de  España.  Madrid. — «Memorias».  Expli- 
cación del  Mapa  geológico  de  España,  por  D.  Lucas  Mallada;  tomo  iv 
(sistemas  permiano,  triásico,  básico  y  jurásico.) 

-  «Boletín».  Tomo  vi  (2.a  serie). 

Commission  du  service  géologiqüe  du  Portugal. — «Recueil  d'études  pa- 

léontologiques  sur  la  Faune  crétaciquedu  Portugal»,  par  Paul  Choftát. 

Vol.  i.  Lisbonne,  1902. 
Department  of  Agricültdre.  Washington. —  «North  American   Fauna». 

N.  22. 
Entomological    Societt    of    Ontario.    Toronto.  —  «  Annual    Report  ». 

1901. 
Entomologischb   Vere*ine.   Stettin.  —  €  Entomologische   Zeitung».    Jahr- 

gang,  63. 
Entomologische   Zeitung.   AVien. —  Jahrgang   xx,    Heft.    x;    Jahrg.   xxi, 

Heft.  i-ix. 

-  «General-Índex  der  Abhandlungen  in  den  Jahrgiingen  xi-xx. 
Faculté  de  sciences  de  Marseille. — «Anuales».  Tome  xii. 

Field  Columbian  Museum  Chicago  (E.-U.) — Publicatioii  58  (Zool.  Series). 

Vol.  ni,  n.  4;  ibd.  59.  Vol.  ni,  n.  5. 
Fondation    Teyler.    Haarlem. —  « Archives  du  Musée».  Serie  it,  vol.  vm, 

premiére  partie. 
Geological  Survey  of  Canadá.  Ottawa. — «  Contributions   to    Canadian 

paleontology».  Vol.  n. 
Geological  Survey  (U.  S.)  "Washington. —  «Annual  Report».  1899-1900. 

Part.  i-vi  y  vi  continuación. 
Institució  catalana  d'Historia  Natural.  Barcelona.  —  «Butlletí».  Any  i, 

num.  6;  any  n,  números  8-11,  13. 
Instituto  geológico  de  México. — «Boletín»,  n.  15. 
Instituto  Médico-Farmacéutico.  Barcelona. — «Acta  de  la  Sesión  pública 

inaugural  del  curso  de  1900-1901». 

-  «ídem  de  la  Sesión  del  curso  de  1901-1902». 

Instituto  Paraguayo.  Asunción. — «Revista».  Año  iv,  núm.  36. 

Jardín  Botánico  de  Tiflis.  Cáucaso.  —  «Libro  v»  (en  ruso);  vi,  cuaderno 
primero.  (Comprende  la  Flora  Caucasi  de  Lipsky,  W.) 

Laboratorio  ed  Orto  botánico.  Siena. — «Bullettino».  Anno  quarto;  quin- 
to, fase,  i— ni. 

Musée  national  Hongrois.  Eudapest. — «Termeszetrajzi  Füzetek».  Vol.  xxv, 
part.  i-iv. 


44  RELACIONES    DEL    ESTADO   DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

MUSÉE   ZOOLOGIQTJE   DE   l'AcADÉMIE    1MPÉBULE    DES    SCIENCES   DE   St.  PÉTERS- 

bourg. —  «Annuaire».  Tome  vi,  n.  2-4;  vn,  n.  1-2. 
Müseí  di  Zoología  ed  Anatomía  comparata  della  R.  Universita  di  Tori- 

no. — «Bollettino».  n.  404-415. 
Museo  de  la  Plata.  —  «Revista».  Tomo  x,  1902. 
Museo  de  Valparaíso.— «Revista  chilena  de  Historia  natural».   Año  v, 

n.  10-12;  Año  vi,  n.  1,  2. 
Museo  nacional  de  Buenos  Aires. —  «Comunicaciones».  Tomo  i,  n.  10. 
Museo  nacional  de  Montevideo. —  «Anales».  Tomo  iv,  parte  primera. 
Museu  Paraense.  Para  (Brazil). —  «Boletim».  Vol.  ni,  n.  1-2. 
Muséum  d'Histoire  natürelle.  París. — «Bulletin».  Année  1901,  n.  4-6. 

MüSEUM     OF    CoMPARATIVÉ    ZOOLOGT    AT     HARVARD    CoLLEGE.    CAMBRIDGE. — 

«Bulletin».   Geological  series.  Vol.  v,  n.  5-7   (Vol.  xxxvm);  xxxix,. 
n.  1-4;  xl,  n.  1  3;  xli,  n.  1. 

-  «Annual  Report».  1901-1902. 

Naturhistorische  Gesellschaft.  Nürnberg. —  «Jahresbericht».  1900. 

-  «Abliandlungen».  Baud.  xiv.  1901. 

Oberling  College.  Ohio. —  «Laboratory  Bulletin,  n.  11.  Laboratory  Direc- 
tions  for  the  study  of  Ampbioxus». 

-  «Laboratory  Bulletin.  n.  12.  Winter  studies  of  Birds  in  Lorain  County, 

Obio». 
Ohio  state  University.  Colombus. — «Thirtieth  Annual  Report».  Series  5, 

number  1.  Year  Ending  June  30,  1900. 
Physikalisch-medicinische  Gesellschaft  zu  Würzburg.  —  «Sitzungs-Be- 

ricbte».  Jahrg.  1900,  n,  5;  1901,  n.  1-7;  1902,  n.  1-2. 

-  «Verhandlungen».  Band  xxxiv,  n.  7-11;  Band  xxxv,  n.  1-3. 

Real  Academia  de  Ciencias  y  Artes  dr  Barcelona. — «Boletín».  Vol.  n, 
n.  1-4. 

-  -Memorias».  Vol.  iv,  n.  1-27. 

-  «Nómina  del  personal  Académico».  1901-1902. 

Real  Sociedad  geográfica.  Madrid. — «Boletín».  Año  1901,  3. o  y  4.°  trim. 
Tomo  xliv,  Io  et  2o  trim.  (1902.) 

-  «Revista  de  Geografía  colonial  y  mercantil».  Tomo  n,  n.  7-9;  12. 
Royal  Microscopical  Society.  London. —  «Journal»,  n.  145-150. 

Royal  Physical  Society.  Edinburgh. — «Proceedings».  Session  1900-1901 . 
Sociedad  científica  «Antonio  Álzate»  México. —  «Memorias  y  Revista*. 

Tomo  xv,  n.  11  y  12;  xvi,  n.  1. 
Sociedade  BitOTERlANA.  Coimbra.  — «Boletim» .  T.  xvni,  fase.  1-4  (1901). 
Societa  di  naturalisti  in  Napoli. —  «Bollettino».  Volume  xv. 
Societa  entomológica  italiana.  Firence. —  «Bollettino».  Anno  xxxm  (1901) 

trim.  ni  e  iv;  Anno  xxxiv  (1902),  trim.  i  e  n. 
Societa  toscana  di  Scienze  naturali.  Pisa. —  «Atti».  Processi   verbali, 

Vol.  xm  (Gennaio,  Marzo,  Luglio,  Novembre,  1901). 


DE   HISTORIA   NATURAL   Y   DE    SU   BIBLIOTECA.  45 

Societá  toscana  di  Scienze  natubali.  Pisa. — «Memorie».  Vol.  XVIII. 

SOCIETA   DI   SCIENZE    NATURALI    ED    ECONOMICHE   DI   PaLERMO.  —  «Gioriiale     di 

scienze  naturali  ed  econoruiche».  Vol.  xxxm  (anno  1901). 

SOCIETA  ITALIANA  DI  SCIENZE  NATURALI  E  MüSEO    CÍVICO    DI   STORIA    NATURALE. 

Milano.— «Atti».  Vol.  xl,  fase.  4.o  (fogli  20-27);  xli,  fase.  l°-3.°  (fo- 
gli  1-25). 
Societas  entomológica  RossiCA. — «Horae».  Torno  xxxv,  n.  3-4. 
Société  botaniqüe  de  France.  París. —  «Bulletin».  Torne  xlviii  (Session 
extraordinaire  en  Corsé.  Mai-Juin  (lere  partie);  xlix,  1-7;  xlv,  n.  10. 
-  « Session  extraordinaire  á  Hyéres  (Var),  May  1899>.  (deuxiérne  et  der- 
niére  partie). 
Société  botaniqüe  de  Copenhague.  — «Journal    de   botaniqüe,   Botanisk 

Tidsskrift»,  Tome  24,  fascicule  3. 
Société  des  Sciences  naturalles  de  l'ouest  de  la  Frange.  Nantes. — «Bu- 
lletin». Tome  i  (2eme  serie),  1er  et  2e  trimestres. 
Société  entomologique  de  Belgique.  Bruxelles. — «Annales».  Tome  xliv, 

n.  xii-xiii;  xlv,  n.  xii-xm;  xlvi,  n.  i-ix,  xi. 
Société  entomologique  de  Stockolm. — «Entomologisk  Tidskrift».  Arg.  22. 

Háft.  1-4;  Arg.  23.  Háft.  4. 
Société  entomologique  suisse  Schaffausen. —  «Bulletin».  Vol.  x.  Heft.  9. 
Société  géologique  de  France.  París.— «Bulletin».  Tome  xxvn  (3me serie), 

n.  6;  T  (4me  serie),  n.  1-4;  n  (4me  serie),  n.  1. 
Société  hollandaise  des  sciences  a  Harlem.  La  Haya. — <Archives  Néer- 
landaises  des  Sciences  exactes  et  naturelles».   Tome  iv  (serie  u),  4" 
et  5e  livraison;  Tome  vn  (serie  n),  ler-5e  livraisons. 
Société  impériale  des  naturalistes  de  Moscou.  —  «Bulletin».  Année  1902, 

n.  1-4. 
Société  linnéenne  de  Bordeaux.  — «Actes».  Volume  lvi  (6e  serie  vi). 
Société  linnéenne  du  Uord  de  la  France.  Amiens.— «Bulletin».  Tome  xv, 

n.  323-332. 
Société  ouralienne  d'Amateurs  des  sciences  naturelles.  Ekaterinembürg. 

«Bulletin».  Tome  xxn  (1901). 
Société   Royale   malacologique   de   Belgique.   Bruxelles.  —  «Annales». 

Tome  xxxv. 
Société  scientifique  du  Chili.  Santiago.— «Actes».  Tome  xi,  2erae-5eme  li- 
vraisons. 
Société  zoologique  de  Frange.  París. — «Bulletin».  Tome  xxvi. 
Société  zoologique  suisse  et  Musée  d'Histoire  naturelle  de  Geneve. — 
«Revue  suisse  de  Zoologie».  Tome  9,  fase.  3  et  dernier;  10,  fase,  i,  2 
et  dernier. 
The  American    Naturalist.    Boston.— Vol.   xxxv,    n.  420;  xxxvi,  n.  421- 

429,  431. 
The  Canadian  Entomologist.  London.  — Vol.  xxxm,  n.  1-12;  xxxiv,  n.  1-12. 


46     RELACIONES  DEL  ESTADO  DE  LA  SOCIEDAD  ESPAÑOLA 

The  Wilson  Bulletin.  Oberlin  Ohio. — Vol.  ix,  n.  1-3. 

Universitt  of  Colorado  Stüdies. — Vol.  i,  numb.  i. 

Université  de  Tolouse. — Archives  de  Zoologie  experiméntale  et  genérale. 

París.— Tome  8e  (3me  serie,  1900),  n.  4.  Tome  9e  (3me  serie,  1901),  n.  2-4. 

Tome  10e  (3.me  serie,  1902),  n.  1. 
-  «Notes  et  revue».  Tome  ix,  n.  3-5. 
Wisconsin  Geological  and  Natural  History  Sdrvey.  Madison. —  «Bulle- 

tin>.  N.o  vil  (part.  i)  (Economic  series,  n.°  4). 
Zoologisch-botanischeGesellschaft.  Wien.  —  <  Verhandlungen>.  BandLi, 

Heft  9-10;  Band  lii,  Heft  1-9. 
Zoologischer  Anzeiger.  Leipzig.— Números  646-650;  652-674. 


Como  donativo. 

S.  M.  F.  D.  Carlos  de  Braganca. —  «Campagnes  scientifiques  accomplies 

sur  le  yacht  Amelia*.  Bulletin.  Vol.  i,  fase.  i. 
S.  A.  S.  le  Prince  Albert  Ier  de  Monaco.— «Notes  de  géographie  biologi- 

que  marine.  Communication  faite  au  VÍIeme  congrés  international  de 

géographie  á  Berlín  en  1899 >.  Berlin,  1900. 

-  «Résultats  des  campagnes  scientifiques  accomplies  sur  son  yacht». 

Fase.  xix.  Étude  de  fonds  marins  provenant  du  voisinage  des  Acores 
et  de  la  portion  oriéntale  de  l'Atlantique  nord.  Monaco.  1901.  Fasc.xx. 
Alcyonaires  provenant  des  campagnes  de  l'Hirondelle.  Monaco, 
1901.  Fase.  xxi.  Holothuries  provenant  des  campagnes  de  la  «Prin- 
cesse  Alice».  Monaco,  1902. 

-  «La  troisiéme  campagne  scientifique  de  la  Princesse  Alice  lle  (Acadé- 

mie  des  Sciences  de  Paris,  1 902.) 

-  i  Campagnes  scientifiques.  Histoire  des  voyages».  Cartes,  m-v. 

(Don.  de  S.  A.  S.) 
Agdilar  (Cipriano). — «Miocénico  lacustre  de  la  comarca  bilbilitana».  (So- 
ciedad española  de  Historia  natural.  1902). 
André  (Ernest).— «Hyménoptéres  du  Delagoa.  Mutilles».  (Soc.  Vaud.  Scien- 
ces nat.  1899.) 

-  Diagnoses   d'insectes   recueillis  par  l'expédition   antarctique  belge». 

(Soc.  entom.  de  Belgique,  1900.) 

-  Matériaux  pour  servirá  la  connaissance  des  Mutillides  d'Afrique>. 

(Zeitschrift  für  Hymenopterologie  und  Dipterologie,  1901.) 

-  Sur  la  femelle  probable  de  l'Anomma  nigricans  111.   (Hyménoptére). 

(Bul!,  du  Museum  d'Histoire  nat.,  1900.) 

-  «Descriptions  de  quelques  espéces  et  varietés  nouvelles  de  Mutilles 

d'Amérique,  appartenant  au  Musée  civique  de  Genes».  'Zeitschrift 
für  Hymenopterologie  und  Dipterologie,  1901.) 


DE    HISTORIA   NATURAL   Y   DE    SU   BIBLIOTECA.  47 

André  (Ernest). — «Description  de  cinq  nouvelles  espéces  de  Mutilles  de 
Madagascar.  (ídem,  1901.)  (Don.  del  autor.) 

Aragón  t  Escacena  (Federico). —  «Breve  estudio  antropológico  acerca  del 
pueblo  maragato».  (Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  1902.) 

Arechavaleta  (J.)—< Flora  Uruguaya»  (pág.  57  á  final)?     (Don.  del  autor.) 

Artigas  y  Teixidou  (Primitivo).— «Noticia  necrológica  de  D.  Máximo  La- 
guna y  Villanueva».  (Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  1902.) 

Ayuntamiento  de  Madrid. —  «Estadística  demográfica».  Enero-Junio. 

-  «Resumen  del  año  1901».  (Don.  del  Excruo.  Ayuntamiento.) 
Bedel  (L.) — Catalogue  raisonné  des  coléoptéres  de  Tunisie.  l.er  partie.  Ci- 

cindelidfe.  Staphylinidaa».  Paris,  1900. 

-  «Descriptions  et  mceurs  d'un  nouveau  genre  de  curculionides  de  Fran- 

ce».  (Soc.  entom.  de  France,  1902.)  (Don.  del  autor.) 

Bibliothéque  de  feü  Alphonse  Milne-Edwards.  París.  — «Troisiérne  cata- 
logue». Paris,  1902. 
Blanchard  (Raphilel). — «Hirudineen».  Hamburg,  1900. 

-  «Notes  historiques  sur  la  peste».  (Archives  de  Parasitologie,  1900.) 

-  «Notes  de  parasitologie  sino-japonaise».  ídem,  1900. 

-  «Transmission  de  la  filariose  par  les  moustiques».  ídem,  1900. 

-  «Nouveau  cas  de  Filaría  loa*.  ídem,  1899. 

-  «Instructions  a  l'usage  des  médecins,  des  naturalistes  et  des  voyageurs, 

rédigées  au  nom  de  la  commission  du  paludismo».  Paris,  1900. 

-  «Notes  sur  la  faune  du  Haut-Tonkin,  IV  Nouveau  type  d'hirudinée 

(Torix  Mirns)>.  (Bulletin  scientifique  de  la  France  et  de  la  Belgique, 
1898.)  (Don.  del  autor.) 

Bois  (D.)—  «La  récolte  et  l'expédition  des  graines,  et  des  plantes  vivantes 
des  pays  chauds».  (Revue  des  cultures  coloniales,  1902.) 

-  Une  nouvelle  espéce  de  Cotoneaster  du  Yunnau,  le  Cotoneaster  Fran- 

cheli».  (Revue  Horticole,  1902.) 

-  «Notice  nécrologique  sur  M.  le  Professeur  Mussat,  ancien  Vice-prési- 

dent  de  la  Société  nationale  d'Horticulture  de  France».  (Soc.  d'Hor- 
ticulture  de  France,  1902.) 

-  «Tableau  synoptique  des  principaux  genres  d'Orchidées  cultivées». 

(ídem,  1902.)  (Don.  del  autor.) 

Bolívar  (Ignacio).— «Ortópteros  nuevos  de  España».  (Soc.  esp.  de  Histo- 
ria natural,  1902.) 

-  «Un  nuevo  ortóptero  mirmecófilo  Attaphila  Bergi-n.  (Museo  nacional  de 

Buenos-Aires,  1901.) 

-  «Contributions  a  l'étude  des  Pbaneropterinaa  de  la  Ncuvelle-Guinée, 

appartenant  au  Museum  national  de  Budapest».  (Termeszetrajzi  Fü- 
zetek,  1902.) 

-  «Apuntes  para  el  estudio  de  los  Pérlidos  de  España».  (Soc.  esp.  de 

Hist.  nat.,  1902.) 


48  RELACIONES   DEL    ESTADO    DE    LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Bolívar  (Ignacio). — «Les  Orthopteres  de  St.  Joseph's,  collége  á  Trichino- 
poly  (S.  de  l'Inde)».  (Soc.  entom.  de  France,  1902.» 

-  «Nuevo  Helioscirtus  de  Río  de  Oro>.   (Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  1902.) 

(Don.  del  autor.) 
Bolos  (Ramón). — «Necrología  de  D.  Estanislao  Vayreda  y  Vila».  Olot,  1901. 

(Don.  del  autor.) 
Bombicci  (Prof.  Luigi). — «Di  un  sensibile  aumento  di  volume,  negli  aghetti 
di  Rutilo  (Sagenite)  difíusi  nei  limpide  cristalli  di  Quarzo».  Bolog- 
na,  1901. 

-  «Alcune  obbiezioni  circa  i  supposti  cristalli  liquidi  ed  i  pretesi  cristalli 

viventi».  Bologna,  1901. 

-  «Sui  probabili  irodi  di   formazione  di   cristalli  di  granato».  Bolog- 

na, 1902. 

-  Sulle  cause  probabili  delle  eruzioni  vulcanicbe  delle  isole  Martinica  é 

San  Vicente».  (Del  periódico  de  Bolonia  II  Resto  del  Carlino,  Mag- 
gio,  1902.)  (Don.  del  autor.) 

BoscÁ  t  Casanoves  ÍE.) — «Notas  sobre  un  Megaterio  existente  en  Valen- 
cia». (Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  1902.) 

Cabrera  Latorre  (Ángel). — «Nota  sobre  el  verdadero  habitat  del  Myotis 
Thomasi*.  (Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  1902.) 

-  «Sobre  un  Gtobicephalus  encontrado  en  la  costa  del  Mediterráneo». 

ídem. 
Calderón  (Salvador). — «La  atacamita  de  Chile».  (Revista  chilena  de  His- 
toria natnral,  1902.) 

-  Estudio  biográfico  crítico,  ilustrado  con  reproducciones  de  fotografías 

científicas  de  D.  José  Macpherson».  (De  la  Revista  Nuestro  Tiempo). 

Madrid,  1902.  (Don;  del  autor.) 

Cannaviello  (Prof.  Enrique). — «Contribución  al  estudio  de  los  microlepi- 

dópteros  de  la  Italia  meridional».  (Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  1902.) 
Casares  Gil  (Antonio). — «Catálogo  délas  muscíneas  de  los  alrededores  de 

Barcelona».  (Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  1902.) 
Charpentier  (T  ) — «Libellulinae  europaeae».  Lipsiae,  1840. 

(Don.  del  Sr.  Mercado.) 
Chevreux  (Ed.) — «Diagnose  d'un  crustacé  amphipode  nouveau  de  la  fami- 

lle  des  Stenothoide* .  (Soc.  des  Amis  des  Sciences  naturelles  de  Rouen, 

1901.) 

-  «Amphipodes  des  eaux  souterraines  de  France  et  d'Algerie».  (Soc.  zoo- 

logique  de  France,  1901.) 

-  «Mission  scientifiques  de  M.  Ch.  Alluaud  aux  iles  Sechelles.  Crustaces 

amphipodes».  ídem. 

-  «Amphipodes  recueillis  par  la  Melita  sur  les  cotes  occidentale  etineri- 

dionale  de  Corsé».  (Association  Francaise  pour  l'Avancement  des 
Sciences,  1901,)  (Don.  del  autor.) 


DE   HISTORIA   NATURAL   Y   DE    SU    BIBLIOTECA.  49 

Cohén  (E.)  —  «Das  Meteoreisen  von  N'Goureynia,  unweit  Djeune,  Provinz 
Hacina,  Sudan.  Greifswald.  1902. 

-  «Ueber  ein  Meteoreisen  von  Mukerop,  Bezirk  Gibeon,  Grossnaina- 

land».  Stuttgart,  1902. 

-  «Das  Meteoreisen  von  Rafrüti  im  Eranienthal,  Cantón  Bern,  Schweiz». 

(Mittheilungen  des  naturwissenschaftlichen  Vereins,  1902.) 

(Don.  del  autor.) 
Dangeard  (P.  A.)  —  «Le  Caryophysérne  des  Eugléniens».  (Extrait  du  Bota- 

niste.  París.)  (Don.  del  autor.) 

Delacroix  (Dr.  G.) — «La  graisse,  rnaladie  bactérienne  des  haricots>.  Nan- 

cy,  1899. 

-  <Sur  la  rnaladie  des  QEillets  produite  par  le  Fusarium  Dianthi».  Prill  et 

Delacrois.  (Académie  des  Sciences  de  París,  1900.) 

-  Contríbution  á  l'étude  d'une  rnaladie  nouvelle  de  la  Pormne  de  terre 

produite  par  le  Bacillus  salanincola,  nov.  sp.»  ídem. 

-  «Sur  une  rnaladie  bactérienne  de  la  Pomtne  de  terre».  ídem. 

-  «Sur  une  forme  conidienne  du  champignon  du  Black-rot  Guignardia 

Bidwellii  (Ellis),  Víala  et  Ravar».  ídem. 

-  «Rapport  sur  les  traitement  á  appliquer  aux  maladies  qui  attaquent  le 

chapignon  de  conche,  dans  les  environs  de  París».  (Bull.  du  Minis- 
tére  de  l'Agriculture,  1901.) 

-  «Les  Ennemis  et  les  Maladies  du  Théier».  (Journal  d'Agriculture  Tro- 

picale.  París,  1902.) 

-  «Rapport   sur   une   rnaladie  bactérienne  nouvelle   de  la  Pomme  de 

terre».  (Bull.  du  Ministére  de  l'Agriculture.  París,  1902.) 

(Don.  del  autor.) 
Delacroix  et  Prillieux.— «Maladie  des  branches  des  Muriera  de  la  Tur- 
quie  d'Europe».  (Comp.-rend.  de  la  Académie  de  Sciences  de  Pa- 
rís, 1897.) 

-  «La  jaunisse,  maladie  bactérienne  de  la  Betterave».  ídem,  1898. 

-  sLes  maladies  des  noyers  en  France».  (Bull.  du  Ministére  de  l'Agricul- 

ture. París,  1898.) 

-  «Sur  une  maladie  des  raisins  des  vigues  du  Caucase».  (Comp.-rendu 

de  l'Académie  des  Sciences  de  Paris,  1900.) 

-  «Rapport  sur  une  maladie  des  pruniers  dans  l'arrondissement  de  Vil- 

leneuve-sur-Lot».  (Bull.  du  Ministére  de  l'Agriculture.  París,  1900.) 

(Don.  de  M.  Delacroix.) 
Département  d'Immigration  et  du  Bureaü  d'Informations  et  Echanges. 
Asunción  (Paraguay).— «Revue  mensuelle  du  Paraguay».  Vol.  i,  nú- 
meros 8,  9,  11;  2eme  année,  n.  4-5. 
Dusmet  y  Alonso  (José  María).— «Noticia  de  lo  publicado  en  1901  sobre 

Entomología  de  España».  (Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  1902.) 
Fernández  Cavada  (Pedro). — «Páginas  útiles:  Apuntes  importantes  para 
T.  ni.- Enero,  1903.  4 


50     KELACTONES  DEL  ESTADO  DE  LA  SOCIEDAD  ESPAÑOLA 

servir  de  base  á  la  formación  de  los  Museos  escolares».  Santander, 
1902.  (Don.  del  autor.) 

Fernández  Navarro  (L.)— «Cristalografía».  Barcelona,  1902.  (De  la  Biblio- 
teca Soler).  (Don.  del  autor.) 

Flamand  (G.  B.  M.) — «Sur  la  position  géographique  d'ln-Salah  oasis  de 
l'archipel  touatien  (Tidikelt)  Sahara  central».  (Académie  des  Scien- 
ces de  Paris,  1902.)  (Don.  del  autor.) 

Fournier  (Gervasio). — «La  raza  negra  es  la  más  antigua  de  las  razas  hu- 
manas». Valladolid,  1901.  (Don.  del  autor.) 

Fuente  (José  María  de  la).  — «Datos  para  la  fauna  de  la  provincia  de  Ciu- 
dad Real».  (Soc.  esp.  de  Hist.  nat,  1902.) 

Gallardo  (Ángel).— «Interpretación  dinámica  de  la  división  celular».  Bue- 
nos Aires,  1902.  (Don.  del  autor.) 

García  Mercet  (Ricardo). —  «Sobre  la  emisión  de  sonidos  por  las  mutilas*. 
(Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  1902.) 

-  «Nota  sobre  algunos  Crisídidos  de  Siria».  ídem. 

Gaudry  (Albert). — «Sur  la  similitude  des  dents  de  l'homme  et  de  quelques 

animaux».  (Extrait  de  L'Anthropologie,  1901.)  (Don.  del  autor.) 

Gcérin  (E.)  et  Percheron  (A.) — «Genera  des  Insectes».  (Un  tomo  con  60 

láminas  coloreadas.)  Paris,  1835-1838.  (Don.  del  Sr.  Mercado.) 

Girard  (Maurice). — «Traite  élémentaire  d'Entomologie».  Paris,  1873.  (Tres 

tomos  y  atlas  con  117  láminas  coloreadas).  (Don.  del  Sr.  Mercado.) 
Hernández  Pacheco  (Eduardo). —  «Apuntes  de  geología  extremeña».  Cáce- 

res,  1902. 

-  «Los  filones  estanníferos  de  Cáceres  y  su  comparación  con  los  de  otras 

regiones  (Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  1902.) 

Hierro  (Fibicio). — «Datos  para  la  florula  de  Castilla  la  Vieja.  Herboriza- 
ciones efectuadas  en  el  Partido  de  Carrión  de  los  Condes  (Palencia). 
(Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  1901.) 

Hotos  Sainz  (D.  Luís  de). — «Lecciones  de  Antropología.  Tomo  m.  Etno- 
grafía, clasificaciones,  prehistoria  y  razas  americanas».  Madrid,  1900. 

(Don.  del  autor.) 

Instituto  de  San  Isidro.  Madrid. — «Resumen  acerca  de  su  estado  en  el  cur- 
so de  1899  á  1900,  por  D.  Elias  Alfaro».  Toledo,  1902.  (Don.  del  autor.) 

Jimeno  (Hilarión). — «La  miel  de  abejas».  (Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  1902.) 

Jubilé  de  M.  Albert  Gaudrt.  9  Mars  1092. — «Descripción  de  la  cere- 
monia que  tuvo  lugar  el  día  referido,  para  entregar  una  medalla 
commemorativa  á  M.  Albert  Gaudry».  París,  1902. 

(Don.  del  Comité  de  organización.) 

Kabezon  Killota  (Karlos) -«La  Ortografía  Rrazional».  París,  1902. 

(Don.  del  autor.) 

Klapalek  (Prof.  F.)— «Tres  pérlidos  de  España».  (Sociedad  española  de 
Historia  natural,  1902. 


DE    HISTORIA    NATURAL   Y    DE    SU   BIBLIOTECA.  51 

Konow  (W.)— <Die  Nematidem  Gattung  Pristiphora  Latr.  soweit  dieselbe 
bisher  aus  der  Palearctischen  zone  Bekannt  ist».  St.  Petersbourg, 
1902.  (Don.  del  autor.) 

L'Industrie  Francaise  des  Instruments  de  Precisión. — «Catalogue  publie 
par  le  syndicat  des  constructeurs  en  instrumenta  d'optique  de  pre- 
cisión». París,  1901-1902. 

Laboratorio  histológico  déla  Facultad  de  Medicina  de  Madrid. — «Revis- 
ta trimestral  micrográfica>.  Tomos  i-v.  (Don.  del  Sr.  Ramón  y  Cajal.) 

Laboratorio  municipal  de  Madrid. — «Boletín».  Tomo  i,  núm.  3;  n,  núme- 
ros 1-8.  (Donativo  del  Dr.  Chicote.) 

Lameere  (A.) — Revisión  des  Prionides.  troisiéme  mémoire.  Spondylines». 
(Soc  entom.  de  Belgique,  1902.)  (Don.  del  autor.) 

Lázaro  é  Ibiza  (Blas).— «Discurso  leído  en  la  Universidad  Central  en  la 
solemne  inauguración  del  curso  académico  de  1902-1903».  Madrid, 
1902.  (Don.  del  autor.) 

León  (Í)r.  N.) — «Recherches  morphologiques  sur  les  piéces  labiales  des 
Hydrocores».  Jassy  (Rumania),  1901.  (Don.  del  autor.) 

Llenas  y  Fernández  (Manuel). — «Algunos  liqúenes  de  los  alrededores  de 
Barcelona».  (Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  1902.) 

Macpherson  (José). — «Ensayo  de  Historia  evolutiva  de  la  Península  Ibé- 
rica». (Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  1901.) 

Maluquer  (Joseph). — «Descripció  d'una  especie  nova  de  Lirnníea  de  Cata- 
lunya (Limnwa  Maluquer  i  Fagot)».  (Institució  Catalana  d'Historia 
natural).  (Don.  del  autor.) 

Martínez  de  la  Escalera  (Manuel). — «Especies  nuevas  del  género  Dorca- 
dion>.  (Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  1902.) 

Martínez  y  Fernández  Castillo  (Antonio). — «Revisión  y  estudio  del  gru- 
po Caloptenu.  (Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  1901.) 

Más  y  Guindal  (Joaquín). — «Memorándum  de  sinonimias,  procedencias, 
nombres  científicos  y  vulgares  de  los  productos  químicos,  vegetales 
ó  animales,  plantas  y  sus  partes  y  preparaciones  de  aplicación  á  la 
Farmacia».  Madrid,  1901. 

-  «Estudio  de  los  salicilatos  de  bismuto».  Madrid,  1902. 

-  «Incompatibilidades   químico-farmacéuticas  de   los   medicamentos». 

Madrid,  1902.  (Don.  del  autor.) 

Merino  (P.  Baltasar). — «Contribución  á  la  Flora  de  Galicia.  Suplemen- 
to III».  (Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  1899.) 

-  «Tres  plantas  nuevas  de  Sierra  Nevada».  (Sociedad  aragonesa  de  Cien- 

cias naturales,  1902.) 

-  «Algunas  especies  raras,  nuevas  ó  críticas  de  la  flora  española  en  ge- 

neral, y  particularmente  de  la  gallega».  (Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  1902.) 
Meunier  (Stanislas). — «Note  sur  la  faculté  dont  jouissent  les  Escargots  de 
perforer  des  roches  calcaires».  (Soc.  de  naturalistes  de  l'Ain,  1901.) 


52  RELACIONES   DEL   ESTADO    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Meunier  (Stanislas). — «Etude  stratigraphique  et  experiméntale  sur  la  sé- 
dimentation  souterraine>.  París,  1901. 

-  « Observa tions  sur  la  structure  intime  du  diluvium  de  la  Seine».  Pa- 

rís, 1901. 

-  «La  visite  du  Congrés  international  de  Geologie  au  pare  de  l'Ecole 

d'Agriculture  de  Grignon».  (Le  Naturaliste,  1902.) 

-  «Sur  les  causes  de  la  disparition  des  anciens  glaciers  des  Vosges».  Pa- 

rís, 1902.  (Don.  del  autor.) 

Ministkre  oes  Colonies.  París. —  «Kessources  vegetales  des  Colonies  fran- 

caises,  représentées  dans  les  collections  de  V  Office  Colonial  du  Minis- 

tere  des  Colonies  i.  Paris,  1902.  (Don.  del  Gobierno  francés.) 

Moyano  (P.)  —  «Ganado  lanar;  guía  práctica  para  su  multiplicación;  cría  y 

explotación».  Madrid,  1902.  (Don.  del  autor.) 

Moyano  (P.)  y  Galán  (D.) — «Concurso  regional  de  ganados  en  Zaragoza». 

(Octubre  de  1900.)  Zaragoza,  1901.  (Don.  del  Sr.  Moyano.) 

Navas  (P.  L.) — «Notas  liquenológicas.  II.  El  Gen.  Parmelia  en  España». 

(Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  1901.) 

-  «Notas  neuropterológicas.  I.  El  Ascalaphus  Cunii  Selys».    (Institució 

catalana  d'Historia  natural.) 

-  «Notas  neuropterológicas.  III.  El  Gen.  Chrysopa  en  España».  ídem. 

-  «Notas  neuropterológicas.  V.  Pérlidos  de  España».  ídem. 

-  «Notas  entomológicas.  VIL  El  Gen.  Orthetrum  en  España».  (Sociedad 

esp.  de  Hist.  nat,  1902.) 

-  «Notas  entomológicas.  IX.  El  Gen.  Diplax  en  España».  ídem. 

-  «Notas  entomológicas.  X.  El  Gen.  Pycnogaster  Graells  en  España». 

ídem. 

-  «Nota  bibliográfica.  Dípteros  de  España  por  el  P.  Gabriel  Strobl».  ídem. 

-  «Necrología  de  D.  Miguel  Cuní  y  Martorell».  (Sociedad  aragonesa  de 

Ciencias  naturales,  1902.) 

Olivier  (L'Abbé  H.) — «Exposé  systematique  et  description  des  Lichens  de 
l'Ouest  et  du  Nord'Ouest  de  la  France».  Troisiéme  fascicule.  Paris, 
1902.  (Don.  del  autor.) 

Pardo  Sastrón  (José).  —  «Apéndice  al  catálogo  de  plantas  de  Torrecilla 
de  Alcañiz,  datos  que  podrán  servir  para  escribir  el  catálogo  de 
plantas  de  Valdealgorza».  (Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  1901.) 

Piccioli  (L.)— «11  castagno  dal  mioceno,  a  noi  e  le  sue  presentí  varietá 
colturali».  (Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  1900.) 

-  «Sulla  maturacione  biennale  del  cerro».  (Soc.  botánica  italiana,  1901.) 

-  «Gli  animali  dannosi  al  castagno».  Firenze,  1902. 

-  «Monografía  del  castagno.  Suoi  caratieri,  varietá,  coltivazione,  prodotti 

é  nemici».  Firenze,  1902. 

-  «I  diboscamenti  é  i  vincoli  Forestali».  Siena,  1902.       (Don.  del  autor.) 
Ramón  y  Cajal  (Pedro). — «Algunas   reflexiones  sobre  la  doctrina  de  la 


DE    HISTORIA   NATURAL    Y   DE    SU   BIBLIOTECA.  53 

evolución   orgánica   de   los  corpúsculos  piramidales  del  cerebro». 

(Soc.  esp.  de  llist.  nat.,  1902.) 
Real   Associacao   dos   Architectos  Civis  é  Archeologos   portuguezes. 

Lisboa.  —  «Boletiui».  Quarta  serie,  n.  3.  (Don.  de  la  Asociación.) 

Red  meteorológica  del  Estado  de  México.  Toluca,  Mex. — «Boletín». 

Tomo  i,  n.  8-13;  Tomo,  n  n.  6. 
Revista  científica  profesional.  Barcelona.—  Año  V,  n.  11. 

(Don.  de  D.  N.  Duran.) 
Revista  de  Farmacia  Militar.  Madrid.— Año  i,  n.  1-10. 

(Don.  de  la  Dirección.) 
Richard  (J.) — «Copépodes  et  cladoceres  de  1'ile  Borkum>.  (Soc.  Zool.  de 

France,  1898.) 

-  «Sur  le  Museum  Oceanographique  de  Monaco».  Berlín,  1900. 

-  «Campagne  scientifique  de  la  Princesse  Alice  en  1901  >.  (Soc.  Zool.  de 

France,  1902.) 

-  «Sur  une  nouvelle  bouteille  destinée  á  recueillir  l'eau  de  mer  á  des 

profondeurs  quelconques».  (Acad.  des  Sciences  de  París,  1902.) 

(Don.  del  autor.) 

Schramm  (Jorge). — «Datos  para  el  conocimiento  de  la  Fauna  himenoptero- 
lógica  de  España >.  (Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  1902.) 

Seebold  (T.)— «Notice  nécrologique  sur  le  Dr.  Otto  Staudinger».  (Soc. 
entom.  de  France,  1901.)  (Don.  del  autor.) 

Silva  (Armando  da). —  «O  Aquario  Vasco  da  Gama.  Relatorio  apresentado 
á  sua  Ex.3  Ministro  da  Marinha  é  Ultramar  sobre  o  estado  d'este  es- 
tabelecimento  e  a  sua  reorganizacáo».  Lisboa,  1901.  (Publicado  por 
el  Ministerio  de  Marina  y  Ultramar  de  Portugal.)      (Don.  del  autor.) 

Silva  Tavares  (Joaquín  da). —  «As  Zoocecidias  Portuguezas.  Enumeracao 
das  especies  até  agora  encontradas  em  Portugal  é  descripcao  de  de- 
zenove  aínda  nao  estudadas».  (An.  de  Scienc.  Naturaes.  Porto,  1902.) 

-  «As  Zoocecidias  Portuguezas.  Addeuda  com  a  descripcao  de  quinze  es- 

pecies cecidogenicas  novas>.  (Rev.  de  Scienc.  Naturaes.  Porto,  1902.) 

-  «Zoocecidias  dos  suburbios  de  Vienna  d' Austria».  ídem. 

-  «Description  de  deux  Cecidomyes  nouvelles».  Padova,  1902. 

-  «Descripcao  de  seis  coleopterocecidias  novas».  (Don.  del  autor.) 
Sodiro  (L.)— «Piperáceas  ecuatorianas  (Piper  ecuadorense  Sodiro)».  Quito, 

1900.  (Don.  del  autor.) 

Ubedat  Correal  (José).  — «Los  métodos  de  enseñanza  en  las  ciencias  expe- 
rimentales. Conferencia  dada  en  el  Centro  del  Ejército  y  de  la  Arma- 
da el  sábado  25  de  Octubre  de  1902».  Madrid,  1902.  (Don.  del  autor.) 
Vatreda  y  Vila  (E.) — Notas  geográfico-botánicas.  (Soc.  esp.  de  Hist.  nat., 
1897.) 

El  Bibliotecario, 

Rafael  Blanco  y  Juste. 

Madrid,  1.°  Diciembre  de  1902. 


BOLETÍN 


SOCIEDAD  ESPAÑOLA  DE  HISTORIA  NATURAL 


Sesión  del  7  de  Enero  de  1903. 

PRESIDENCIA    DEL   EXCMO.    SR.    D.    ZOILO    ESPEJO. 

El  Secretario  leyó  el  acta  de  la  sesión  anterior,  la  cual  fué 
aprobada. 

Asisten  los  Sres  Rivera  (D.  'Emilio),  de  Valencia;  R.  P.  Na- 
vas, de  Zaragoza;  Becerra  (D.  Antonio),  de  Almería;  Martínez 
(D.  Antonio),  de  Oviedo,  y  Aragón  y  Escacena  (D.  Federico),  de 
Astorga. 

—El  Sr.  Pérez  Zúñiga,  que  abrió  la  sesión,  invitó  en  nom- 
bre de  la  Junta  directiva  saliente  á  los  señores  socios  eleg-idos 
para  formar  la  nueva  á  tomar  posesión  de  sus  puestos. 

— El  Presidente,  Sr.  Espejo,  manifestó  en  breves,  pero  elo- 
cuentes frases,  su  reconocimiento  por  la  distinción  que  le 
había  concedido  la  Sociedad  designándole  para  aquel  puesto, 
al  que  no  se  creía  acreedor,  á  pesar  de  formar  parte  de  ella 
desde  1875,  en  que  fué  invitado  con  este  objeto  por  el  inolvi- 
dable botánico  D.  Miguel  Colmeiro.  Dos  propósitos  se  propone 
realizar  durante  su  presidencia:  colaborar  con  todas  sus  fuer- 
zas á  las  tareas  de  la  Sociedad  y  al  desarrollo  y  engrandeci- 
miento de  la  misma;  opina  que  es  altamente  laudable  que  la 
Sociedad  haya  alcanzado  la  importancia  que  hoy  tiene  y  haya 
realizado  los  fines  que  se  propusieron  sus  fundadores  con  sus 
propios  recursos  y  sin  auxilio  alguno  del  Estado,  pero  cree 
que  después  de  haber  dado  esta  prueba  de  vitalidad  y  de  en- 
tusiasmo debe  recabar  aquel  auxilio  para  aspirar  á  mayores 
resultados;  así  es  que  estima  conveniente  obtener  se  declare 
de  utilidad  pública  á  nuestra  Sociedad  por  lo  que  contribuye 
al  desarrollo  de  la  cultura  nacional,  y  procurar  que  el  Estado 


56  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

la  auxilie  siquiera  no  sea  con  esplendidez,  y  que  á  estos  dos 
fines  ha  de  consagrarse  durante  su  presidencia. 

Tales,  dijo,  eran  sus  propósitos,  que  si  no  llegan  á  reali- 
zarse, no  será  ciertamente  por  negligencia  ni  culpa  suya.  La 
Sociedad  oyó  con  satisfacción  y  repetidas  muestras  de  asenti- 
miento lo  dicho  por  el  Sr.  Espejo. 

Propuso  después  el  Sr.  Presidente  un  voto  de  gracias  para  la 
Junta  saliente,  el  cual  fué  aprobado. 

Aprobación  de  cuentas. — La  Comisión  de  revisión  de  cuentas 
presentó  el  siguiente  dictamen,  que  leyó  su  Presidente  D.  Jor- 
ge Lauffer: 

«Designados  los  firmantes  en  la  sesión  anterior  de  la  Socie- 
dad española  de  Historia  natural  para  examinar  las  cuentas 
presentadas  por  el  Sr.  Tesorero  de  la  misma,  se  reunieron  en 
el  local  donde  se  celebran  las  sesiones  y  examinaron  las  cuen- 
tas, que  concuerdan  con  sus  comprobantes,  y  por  lo  tanto  en- 
tienden que  deben  ser  aprobadas. 

»Ascendieron  los  ingresos  por  todos  conceptos  á  pesetas 
6.557,27,  y  los  gastos  á  pesetas  5.676,64,  quedando  un  saldo  á 
favor  de  la  Sociedad  en  1.°  de  Diciembre  de  pesetas  880,63. 
Existen  además  créditos  á  favor  de  ésta  en  ig'ual  feclía  por 
pesetas  2.167,31. 

>,A1  mismo  tiempo  se  atreven  á  proponer  un  voto  de  gracias 
para  el  Sr.  Bolívar,  que  con  tanto  celo  como  inteligencia  des- 
empeña tan  penoso  cargo,  así  como  para  el  Vicetesorero,  señor 
García  Várela,  que  con  igual  acierto  le  secunda. 

» Además,  entienden  que  debe  hacerse  extensivo  nuestro 
agradecimiento  á  los  Sres.  Tesoreros  de  las  Secciones  y  á  las 
personas  que  hayan  facilitado  las  g'estiones  de  Tesorería. 

»Madrid  5  de  Enero  de  1903. —  ,/.  Laufer. — Ángel  Cabrera 
Latorre. —  Abelardo  Bartolomé  y  del  Cerro». 

La  Sociedad  aprobó  el  dictamen  y  el  voto  de  gracias  á  los 
Sres.  Tesoreros  de  las  Secciones,  Sres.  Rivas  Mateos,  del  Mazo  y 
Gila,  y  á  los  Sres,  D.  Emilio  Rivera,  de  Valencia,  D.  Pedro  Ca- 
vada Somolino,  de  Santander,  y  D.  Antonio  Eleizegui,  de  San- 
tiago, á  quienes  la  Sociedad  es  deudora  de  señalados  servicios 
tan  desinteresados  como  asiduos. 

Correspondencia.— Se  leyó  una  carta  del  Sr.  Bibliotecario  del 


DE    HISTORIA   NATURAL.  57 

«American  Museum  of  natural  History»,  de  Nueva  York,  pi- 
diendo un  ejemplar  de  nuestro  Boletín,  año  1901,  proponiendo 
el  cambio  de  publicaciones  con  nuestra  Sociedad,  y  acompa- 
ñando una  lista  de  los  trabajos  que  han  aparecido  en  su  Bo- 
letín,- acordándose  informara,  como  es  costumbre,  la  Junta 
Directiva. 

Leyóse  á  continuación  un  oficio  de  D.  Eugenio  Ferrer,  de 
Tarrasa,  dando  gracias  por  su  admisión,  y  una  carta  de  D.  Juan 
Cáceres,  de  Cartagena,  en  la  cual  participa  el  fallecimiento 
de  su  padre  político  D.  Bartolomé  Sánchez  Zamora,  que  figu- 
raba en  la  lista  de  socios,  en  recuerdo  de  su  malogrado  hijo 
D.  José  Sánchez  Gómez,  noticia  oída  con  sentimiento,  que  se 
acordó  expresara  el  Sr.  Bolívar  al  mencionado  Sr.  Cáceres. 

Admisiones.— Quedaron  admitidos  como  socios  la  Compañía 
general  de  Tabacos  de  Flipinas,  residente  en  Barcelona,  y  la 
Facultad  de  Ciencias  de  Oviedo,  presentadas  en  la  sesión  ante- 
rior por  el  Sr.  Bolívar. 

Comunicaciones  verbales.— El  Sr.  Dusmet  presenta  un  trabajo 
del  Sr.  Seebold  titulado  «Himenópteros  de  España»,  y  ofrece 
varios  ejemplares  por  encargo  del  mismo  señor  de  una  noti- 
cia necrológica  del  Sr.  O.  Staudinger,  de  que  es  autor,  y  que 
se  repartieron  entre  los  socios  presentes. 

—El  R.  P.  Navas  manifiesto  que  había  estudiado  los  Odona- 
tos  recogidos  por  el  Sr.  Font  en  Río  de  Oro,  y  que  había  reco- 
nocido en  ellos  al  DipJax  fonscolombei  Sélys,  y  el  Cyrtosoma 
ephippifferum  Burm.  Esta  última  especie  representada  por  un 
solo  ejemplar  rf  está  muy  difundida  por  toda  África,  Arabia, 
India  y  sus  islas.  El  Sr.  Martín  («Odonates  des  iles  Séchelles 
1896»)  cree  que  los  ejemplares  cogidos  en  Europa  son  viajeros 
que  venían  de  lejos.  No  lo  ha  visto  citado  en  España  pero  posee 
un  ejemplar  de  Calella  (Cuní).  El  mismo  señor  ofrece  dos  notas 
suyas  sobre  «Exploración  de  la  cueva  de  Sierra  de  Riela  (Zara- 
goza)» la  una,  y  sobre  neurópteros  de  España,  continuación  de 
sus  «Notas  entomológicas»  la  otra;  para  esta  última  entregó 
un  cliché  que  representa  la  Notochrysa  stigmatica  Rb. 

—El  Sr.  Bolívar  presenta  dos  notas  de  los  Sres.  García  Mer- 
cet  y  García  Várela  sobre  Insectos  curiosos  ó  nuevos  de  los 
órdenes  de  los  himenópteros  y  de  los  hemípteros  ,  pasando 


58  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

ambas  á  la  Comisión  de  publicación,  así  como  otras  dos  suyas 
sobre  asunto  también  entomológico. 

— El  Sr.  Cabrera  dijo  que  habiéndose  descubierto  reciente- 
mente restos  de  mastodonte  en  las  cercanías  de  Madrid  en  sitio 
próximo  á  la  estación  del  tranvía  del  Pacífico,  había  acudido 
presuroso  al  referido  sitio,  obteniendo  algunas  fotografías  que 
habían  sido  publicadas  en  el  semanario  Alrededor  del  Mundo, 
pero  que  estando  presente  el  Sr.  Azpeitia,  que  también  los 
había  visto  y  estudiado,  podría  dar  alg-unas  noticias  sobre  tan 
interesante  hallazgo. 

— El  Sr.  Azpeitia  dijo  que  aunque  no  traía  el  propósito  de 
hablar  en  esta  sesión  del  asunto  referido,  accediendo  ala  invi- 
tación diría  solo  por  ahora  algunas  palabras,  á  reserva  de  am- 
pliarlas cuando  termine  el  estudio  de  dichos  hallazgos  y  de 
otros  anteriores  hechos  en  el  mismo  sitio  ó  en  otros  próximos, 
ofreciendo  á  petición  del  Sr.  Presidente  resumir  en  una  nota 
lo  que  acababa  de  exponer. 

—El  Sr.  Gredilla  presentó  un  trabajo  sobre  la  excursión  rea- 
lizada por  el  Museo  de  Ciencias  naturales  á  Andalucía  durante 
las  últimas  vacaciones  de  Semana  Santa,  y  en  el  que  se  enu- 
meraban las  plantas  recolectadas,  acordándose  también  pasara 
á  la  Comisión  de  publicación. 

.  Secciones.— La  de  Barcelona  celebró  sesión  el  4  de  Diciem- 
bre de  1902,  bajo  la  presidencia  de  D.  Carlos  Ferrer. 

Por  ausencia  del  Sr.  Secretario,  D.  Marcelo  Rivas,  le  susti- 
tuye el  Vicesecretario  D.  Manuel  Carbó. 

—Se  procedió  á  la  elección  de  la  Junta  que  ha  de  regir  du- 
rante el  año  1903,  quedando  constituida  de  la  manera  siguiente: 

Presidente,  D.  Carlos  Ferrer. 

Vicepresidente,  D.  Carlos  Calleja. 

Tesorero,  D.  Ignacio  Tarazona. 

Secretario,  D.  Marcelo  Rivas  Mateos. 

Vicesecretario,  D.  Manuel  Carbó  y  Domenech. 

—Fueron  presentados  como  socios  numerarios:  D.  Gustavo 
Pittaluga,  D.  Jesús  Romero  Masó  y  D.  Manuel  Saforcada  Ade- 
ma, el  primero  presentado  por  D.  Odón  de  Buen  y  los  dos  últi- 
mos por  D.  Manuel  Llenas. 

—Quedó  admitido  como  socio  D.  José  Sueiras  Olane,  presen- 
tado en  la  sesión  anterior. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  59 

—El  Sr.  Aranzadi  dio  lectura  de  una  nota  titulada  «Primera 
lista  de  nombres  catalanes  de  hongos  (bolets)»,  y  el  Sr.  Ferrer 
(D.  Jaime)  de  otra  referente  á  «Materiales  para  la  Fauna  ictio- 
lógica de  las  Baleares». 

—El  Sr.  Pi  y  Suñer  presentó  una  «Nota  acerca  de  una  parti- 
cularidad de  la  contracción  muscular  en  la  rana  (La  inexcita- 
bilidad  muscular)»,  trabajo  realizado  en  el  Laboratorio  de 
Fisiología  de  la  Facultad  de  Medicina  de  Barcelona. 

—Fué  presentado  el  siguiente  presupuesto  para  1903: 

Gratificación  al  mozo  Victoriano  Gofii ....  60  pesetas. 

Déficit  del  presupuesto  anterior 9       — 

Sellos  de  franqueo  y  gastos  de  giro 15       — 

Papel  y  objetos  de  escritorio 6       — 

Total 90       — 

La  Sección  de  Sevilla  celebró  sesión  el  día  19  de  Diciembre 
de  1902  bajo  la  presidencia  de  D.  Julio  Ferrand. 

—  Se  hizo  una  presentación  de  socio  numerario. 

—Se  dio  lectura  á  una  nota  remitida  desde  Huelva  por  el 
Sr.  Barras,  titulada  «Excursión  á  Gerena». 

—El  Sr.  Miquel  presentó  una  perla  irregular  de  oriente 
rojizo,  encontrada  en  un  Unió,  recogido  por  él  en  el  río  Gua- 
daira,  y  otro  ejemplar  de  otra  especie  del  mismo  género  con 
una  perla  en  formación.  La  particularidad  del  hallazgo  está 
en  corresponder  ambas  especies  al  subgénero  Limnium  Oken. 
emend.,  y  no  al  Martjaritana  Schumb.,  que  es  el  que  con  más 
frecuencia  produce  perlas. 

También  presentó  unos  ejemplares  procedentes  de  Sanlúcar 
de  Barrameda,  de  conchas  semi-internas  de  Parmacella,  que 
por  ignorar  la  manera  de  haber  sido  encontradas  no  puede 
saberse  si  son  ó  no  fósiles,  pues  este  género  habita  actual- 
mente la  región  mediterránea.  Con  este  motivo  se  extendió  en 
algunas  consideraciones  sobre  dicho  limácido,  comparándolo 
con  un  ejemplar  completo  de  una  TestaceUa  recogida  en  las 
cercanías  de  Sevilla. 

— El  Sr.  Crú  mostró  un  ejemplar  del  Calamoherpe  cisiicola 
O.  des  Murs.,  y  otro  del  Turclus  cyaneus  L. ,  cogidos  en  Sierra- 
Morena.  Tanto  uno  como  otro  merecen  citarse  por  su  rareza 
en  nuestro  país. 


GO  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

También  presentó  el  mismo  señor  una  curiosísima  ninfa  en 
estado  viviente  que  verifica  su  desarrollo  sin  haber  formado 
capullo,  y  ofreció  redactar  una  nota  sobre  ella  en  la  próxima 
sesión. 

— Procedióse  luego  á  la  elección  de  Junta  directiva  para 
el  próximo  año  de  1903,  y  por  aclamación  fueron  elegidos  los 
siguientes  señores: 

Presidente:  D.  Julio  Ferrand  y  Couchoud. 

Vicepresidente:  D.  Manuel  Miquel  é  Irizar. 

Tesorero:  D.  Enrique  Crú  y  Marqués. 

Secretario:  D.  Federico  Chaves  y  Pérez  del  Pulgar. 

Vicesecretario:  D.  Mig-uel  de  Bago  y  Rubio. 

Se  acordó  para  el  año  venidero  el  siguiente  presupuesto: 

Sobrante  del  presupuesto  anterior 5  pesetas. 

Mozo  repartidor  para  1903 30        — 

Total 35        — 


La  Sección  de  Zaragoza  celebró  sesión  el  día  27  de  Diciem- 
bre de  1902,  bajo  la  presidencia  de  D.  Hilarión  Jimeno,  to- 
mando posesión  de  sus  cargos  los  señores  que  componen  la 
nueva  Junta  directiva,  y  pronunciando  con  tal  motivo  los 
Presidentes  saliente  y  entrante  elocuentes  discursos,  encami- 
nados á  manifestar  sus  propósitos  bien  decididos  en  apoyo  de 
esta  Sociedad,  con  la  presentación  de  trabajos  y  de  nuevos 
socios ,  á  lo  que  se  adhirieron  todos  los  individuos  de  la 
misma. 

—El  Sr.  Ramón  y  Cajal  (D.  Pedro),  dio  las  gracias  en  nom- 
bre de  los  de  la  Junta  directiva,  por  haber  sido  designados 
para  los  cargos  que  ocupaban. 

—Terminada  la  lectura  de  las  actas  de  las  Secciones  el 
Sr.  Presidente  puso  á  votación  los  presupuestos  presentados 
por  las  de  Barcelona  y  Sevilla,  los  cuales  fueron  aprobados. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  61 


Notas  y  comunicaciones. 


Species  Acantliaspidi  (snb-generis  Tetroxia  A.  et  S.) 

POR 

D.  ANTONIO  GARCÍA  VÁRELA. 

Acantliaspis  (Tetroxia)  Escaleras  sp.  nov. — Corpus  elong ato-ova - 
tum,  nigrum.  Capul  longius  quam  lalius,  pone  oculos  graciles- 
ceas.  Antcima?  rubro-testacea ,  articulo  secundo  basi  apiceque 
fusco.  Rostrum  nigrum,  articulo  secundo  primo  brcriore.  Thorax 
niger;  pronoli  lobo  antico  spinis  duabus  discoidalibus  ármalo, 
lobo  postico  quadrispinoso.  Scutellum  nigrum  ápice  spina  obliqua 
sursum  rergente,  ápice  leviler  cúrvala  armatum.  Pedes  rubro-testa  - 
cei,  pilosi;  basi  apiceque  femorum  libia runque.J itsris.  Heme) 'gira 
nigra,  basi  imma  maeulaque  rotundata  corii  stramineis;  mem- 
brana a  igra  apicem  versus  pallida;  cenis  concoloribus.  Abdomen 
nigrum;  conex'ni  segmenlis  iestaceis,  ápice fascia  ¡tigra  ornatis. 
Long.  20  mili. 

Kamerun.  (Coll.  Escalera.) 

Acanthaspis  (Tetroxia)  affinis  Schouteden. — Wiener  Entomolo- 
gische  Zeitung-.  1902.  Jalir.  xxi,  pág*.  211.  África  Orientalis: 
Skuta  (Coll.  Schouteden).  Congo:  Niam-Niam,  et  Popocabacca 
(Mus.  Hist.  nat.  Belg\). 

Descriptioni  Schoutedeni  addendutn:  anteance  flavo-testacem, 
articulo  primo  uec  non  articulo  secundo  basi  apiceque  nigris. 

Kamerun.  (Coll.  Escalera.) 

Acanthaspis  (Tetroxia)  Eeauvoisi  Fairmaire.—ln  Thomson. 
Arch.  Ent.  n,  p.  311  (1858).  Guinea. 

Acanthaspis  (Tetroxia)  spinifera  Beauvois.  —  Ins.  p.  15,  Hem. 
pl.  i,  fig-.  4  (1805).  Benin,  Kamerum.  (Coll.  Escalera.)  Cabo  San 
Juan.  (Mus.  Madrid.) 

Dispositio  specierum. 

A     Membrana  venis  testaceis. 

a  Prothorace  sericeo-nitido,  pallide-rubro 

A .  Beauvoisii  Frm . 

b  Prothorace  opaco A,  affinis  Schout. 


62  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

B    Membrana  venís  concoloribus. 

a  Prothoracis  lobo  antico,  maculisque  tribus  lobi  postici 

testaceis A .  spinifera  P.  B. 

I)  Thorace  toto  nig*ro A.  Escalera  G.  Var. 

Notas  geológicas 


EL    R.    P.    LONGINOS   NAVAS. 
II. 

La  cueva  de  la  Sima  en  Riela  (Zaragoza) . 

Como  simple  nota  g-eológica  local,  y  sin  atribuirle  importan- 
cia científica,  voy  á  comunicar  á  la  Sociedad  la  visita  que  hice 
á  la  cueva  de  la  Sima  en  Riela,  invitado  y  acompañado  por 
D.  Luís  Vallino,  propietario  en  la  referida  población. 

Conocida  en  la  localidad  desde  no  muy  antiguo,  y  debido 
su  descubrimiento  á  un  crimen,  no  figura  la  cueva  de  la  Sima 
en  el  Catálogo  de  las  cavernas  y  simas  de  España  de  nuestro 
consocio  D.  Gabriel  Puig  y  Larraz.  Es  una,  la  mayor  y  más 
variada  de  tres  que  se  hallan  en  la  Sierra  de  Riela,  propie- 
dad de  la  señora  condesa  de  Guerrero,  al  occidente  de  la  po- 
blación. 

Su  yacimiento  es  en  las  calizas  liásicas,  que  en  aquella  parte 
tienen  buzamiento  meridional,  una  de  cuyas  fisuras  ó  grie- 
tas constituye  la  boca  ó  entrada,  que  es  un  espacio  alargado  y 
estrecho  situado  entre  rocas.  Su  dirección  es  próximamente 
de  E.  á  O.  Por  ser  la  primera  parte  de  la  caverna  una  verda- 
dera sima,  se  le  ha  dado  el  nombre  que  actualmente  lleva. 

El  suelo  de  esta  primera  porción,  formado  por  arcilla  y  de- 
tritus calizos,  está  en  pendiente  rápida  desde  E  (véase  la 
figura)  hasta  el  fondo  O,  en  que  se  bifurca  ó  más  bien  se  agu- 
jerea, pues  ag*ujeros  parecen  las  entradas  á  los  brazos  ó  ramas 
laterales. 

La  sala  principal  S,  que  se  ve  á  la  derecha,  tiene  el  suelo 
muy  regular,  erizado  de  grandes  peñascos,  desprendidos  in- 
dudablemente del  techo,  y  también  es  muy  desigual  y  peñas- 
cosa la  primera  porción  de  la  g-aleríai?,  siendo  mucho  más 


DE    HISTORIA   NATURAL. 


63 


regular  y  casi  llano  lo  restante  de  la  misma,  así  como  la  de 
su  accesoria  paralela  D  en  plano  superior  á  la  que  se  penetra 
por  una  ventana  F.  Casi  llano  es  asimismo  el  pasadizo  C,  y  en 


ascenso  la  galería  A  de  la  derecha.  La  inspección  de  la  figura 
hace  innecesarias  más  explicaciones. 

Como  se  ve,  esta  cavidad  puede  colocarse  entre  las  mixtas, 
siendo  sima  en  su  primera  porción  EOy  caverna  en  lo  res- 
tante. 

Su  extensión  es  de  15,5  m.  de  longitud  la  parte  correspon- 
diente á  la  sima,  y  de  unos  80  m.  la  rama  derecha,  extendién- 
dose la  izquierda  hasta  100;  debiendo,  por  sus  dimensiones, 
clasificarse  entre  las  medianas,  si  así  apellidamos  las  que  ex- 
ceden de  100  m.  de  longitud  y  no  llegan  á  un  kilómetro. 

Su  origen  se  debe,  á  no  dudarlo,  al  agua  que,  filtrándose 
por  el  suelo,  se  lleva  las  susbtancias  terreas  más  desmenuza- 
das, y  produciendo  huecos  da  origen  á  sucesivos  hundi- 
mientos. 

Para  decir  algo  de  los  mura  dores  habituales  de  la  caverna, 
ya  al  pie  de  la  escalera  que  descolgamos  para  la  entrada  se 
presentó  á  nuestra  vista  un  enorme  sapo  Bufo  vulgaris  Laur., 
que  á  todo  andar  procuró  esconderse  al  ser  sorprendido  por 
nuestra  inesperada  presencia,  y  en  el  mismo  sitio  se  levanta- 
ban del  fresco  suelo  bellísimos  heléchos,  lengua  de  ciervo, 
Scolopendrium  officinale  Sm.,  como  no  recuerdo  haberlos  visto 
en  Aragón.  Y  en  la  parte  alta  de  la  boca  los  liqúenes  Verruca- 
ria Sellaren  El.  Fr.  y  Toninia  candida  Web.,  nada  vulgares, 
abundaban.  Otras  plantas  menos  dignas  de  atención,  Adian- 
thum,  Ceterack,  Polygala,  etc.,  adornaban  con  su  verdor  y  ma- 


64  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

tices  las  pétreas  paredes  de  aquel  recinto.  Mientras  que  con  el 
P.  Eugenio  Saz,  mi  compañero  de  excursión,  explorábamos  la 
sala  y  galería  de  la  derecha,  oímos  de  repente  un  sordo  y  pro- 
longado ruido  como  de  viento  precursor  de  tempestad  que 
sobre  nuestras  cabezas  se  cernía.  Levantando  la  vista  y  luces 
de  esperma  que  llevábamos,  vimos  que  se  debía  á  una  nube 
de  centenares  de  murciélagos  que  revoloteaban  por  aquellos 
antros.  Era  que  el  guía  Dionisio  Canela,  y  el  peón  Raimundo 
Casas,  entrándose  en  la  rama  izquierda,  habían  turbado  el  re- 
poso de  aquellos  quirópteros  que  en  grandes  colgajos  pendían 
de  los  techos,  y  desalojados  súbitamente  de  lo  más  profundo 
de  sus  moradas  en  tropel  se  venían  despavoridos  hacia  nos- 
otros. Cogidos  algunos  por  los  mozos  y  por  los  niños  Luís  y 
Grato,  hijos  del  Sr.  Vallino,  á  pedradas  y  á  palos,  se  vio  que 
pertenecían  todos  á  la  especie  Vespertilio  mystacimis  Leisl.,  y 
estaban  plagados  de  parásitos.  Su  guano  es  buscado  por  los 
labradores  en  invierno  para  abonar  sus  campos.  Dejo  los  Pte- 
rophorus  y  otros  lepidópteros  nocturnos  que  en  dicha  caverna 
se  refugian,  de  los  que  vimos  varios,  y  los  insectos  ciegos  ó 
cavernícolas,  si  los  hay,  ya  que  no  pude  hallarlos,  por  más  que 
escudriñé  con  diligencia. 

Solo  mencionaré,  entre  los  minerales,  unos  bellos  grupos 
de  cristales  de  calcita  que  en  lo  más  profundo  de  la  galería 
izquierda  hallamos. 

Tanto  á  la  ida  como  á  la  vuelta,  pasamos  por  el  llamado 
barranco  de  las  conchas,  á  causa  de  la  multitud  de  fósiles  que 
en  él  se  encuentran,  y  de  que  cogimos  algunos,  tanto  en  sus 
laderas  como  en  el  collado  inmediato.  Con  esta  ocasión,  y  para 
no  dejar  tan  desnuda  de  "datos  científicos  mi  narración,  men- 
cionaré las  especies  recogidas  así  aquel  día  (18  de  Julio  de  1902), 
como  en  otra  excursión  que  verifiqué  en  compañía  y  á  instan- 
cia de  D.  Pedro  José  Vera,  propietario  de  Riela,  por  los  años 
de  1895.  Y  aún  habré  de  añadir  los  que  el  mismo  señor  me 
envió  generosamente  al  Colegio  del  Salvador  de  Zaragoza,  en 
cuyo  Museo  se  ven  como  uno  de  sus  más  ricos  y  preciados 
adornos. 

Pertenecen  todos  al  liásico,  tan  bien  estudiado  por  nuestro 
consocio  D.  Pedro  Palacios  en  su  «Reseña  de  la  región  SO.  de 
la  provincia  de  Zaragoza».  Los  materiales  por  mí  acumulados 
nada  añaden  á  la  geología  estratigráfica  de  la  región,  pero  sí 


DE   HISTORIA    NATURAL.  65 

y  mucho  á  la  paleontología,  por  el  número,  algún  tanto  consi- 
derable, de  especies  que  enumero.  Debo,  empero,  antes  adver- 
tir que,  algunas,  especialmente  los  Amonítidos,  se  encuentran 
más  bien  hacia  el  NO.  de  la  población,  por  cuyos  cerros  y  cam- 
pos incultos  y  cultivados  no  escasean. 

Finalmente,  aunque  no  pertenezca  á  la  geología,  no  dejaré 
de  mencionar  el  hallazgo  del  ortóptero  Geomantis  larvoi- 
des  Pant. ,  cerca  de  la  cueva  de  la  Sima,  por  citar  esta  nueva 
localidad  de  tan  interesante  especie. 

Lista  de  los- fósiles  Músicos  hallados  en  Riela  (1). 

Serpula  tricristata  Gold. — Sobre  fósiles  bivalvos. 

Belemnites  rehnanus  Oppel.— De  tamaños  mediano  y  pequeño. 
Abundantísimo  en  el  barranco  de  las  conchas. 

Ammonites  serpentinus  Schlot.,  un  ejemplar;  radians  Schlot.; 
Actmon  Orb.;  thouarsensis  Orb. ;  bifrons Brug.;  insignis  Schub., 
un  ejemplar;  amiulatus  Sow.,  abundante;  tortilis  Orb.? — 
Ejemplares  imperfectos. 

Pleurolomaria  jmneeps  Des.;  Perseus  Orb.;  anglica  Defr.;  preca- 
toria  Des. 

Plicatula  spinosa  Sow.— Común. 

My tilas  siiblcevis  Sow.:  Sowerbyi  Orb. 

Pectén  cequivalvis  Sow.— Bellos  ejemplares,  especialmente  uno 
muy  entero  y  con  la  impresión  de  la  roca  en  que  estaba  ad- 
herido. 

Oslrea  cymbiíiTii  Lam. 

Lima  Hermani  Voltz . 

Cardinia  hy  brida  Sow. 

Pholadomya  Ldea  Orb. 

Pleuromya  unioides  Roemer.—  Escasa. 

Terebratula  quadrifida  Lam.,  escasa;  cornuta  Sow.,  un  ejem- 
plar; subovoides  Rcemer.,  abundante;  Edwarsi  Dav.;  puncta- 
ta  Sow.;  sub-pwicíata  Dav.,  abundantísima. 

Rynchonella  tetraedra  Sow.,  frecuente;  variabilis  Schlot.,  esca- 
sa; varians  Schlot.,  abundantísima  en  el  barranco  de  las 
conchas,  donde  recogimos  algunos  cientos. 

Cribrospongia  reticulata  Gold.  y  parallela  Gold. 


(1)  Los  he  determinado  con  el  auxilio  de  la  excelente  obra  «Sinopsis  paleonto- 
lógica de  España»,  del  Sr.  Mallada,  y  con  el  consejo  de  dicho  geólogo  español,  en 
alguna  duda  que  se  me  ha  ofrecido.  v 

T.  m.— Enero,  1903.  5 


66  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 


Excursión  botánica  por  las  provincias  de  Sevilla  y  Cádiz 


D.    APOLINAR    FEDERICO    GREDILLA. 

En  la  sesión  celebrada  por  la  Junta  del  Museo  de  Ciencias 
naturales  el  día  19  de  Marzo  del  año  pasado ,  el  Si*.  Bolívar, 
Presidente,  propuso  que  como  vía  de  ensayo,  y  siguiendo  en 
este  punto  lo  preceptuado  en  el  Reglamento,  se  nombrara 
una  Comisión  de  colectores  botánicos  á  las  órdenes  de  un  jefe 
de  Sección,  para  realizar  un  viaje  científico  por  algunas  pro- 
vincias andaluzas,  aprovechando  la  circunstancia  de  ir  en 
compañía  del  distinguido  catedrático  de  la  Facultad  de  Far- 
macia de  esta  corte,  Sr.  Lázaro  é  Ibiza,  y  de  algunos  amantes 
á  este  ramo  del  saber,  por  este  señor  congregados. 

La  Junta  no  solo  aprobó  la  idea  sugerida  por  el  Sr.  Presidente, 
sino  que  creyó  debía  ampliarse  al  ramo  de  Zoología  (siempre  que 
el  Museo  contara  con  medios  para  ello),  acordando  finalmente, 
y  sin  discusión,  que  la  Comisión  quedara  constituida  por  los 
Sres.  Blanco  y  Várela  como  zoólogos,  y  el  Sr.  Aterido  y  el  que 
esto  suscribe,  jefe  de  la  Sección  de  cultivos  como  botánicos. 

Con  estos  antecedentes,  y  abreviando  todo  lo  posible  el  relato 
de  los  trabajos  realizados  durante  el  tiempo  que  media  desde 
el  21  de  Marzo  hasta  el  1.°  de  Abril  del  año  pasado  que  duró 
la  excursión,  enumeraré  la  lista  de  las  plantas  recogidas,  con  la 
cual,  al  mismo  tiempo  que  perjeño  estas  cuartillas  para  dis- 
traer un  rato  vuestra  atención,  satisfago,  como  corresponde, 
á  mis  compañeros  de  la  Junta,  respecto  al  loable  acuerdo  que 
afecta  á  nuestra  misión  en  este  punto. 

Reunidos  el  día  21  y  á  la  hora  convenida,  en  la  estación  del 
Mediodía,  los  Sres.  Lázaro,  Cerezo,  Sobrado,  Sadaba  (hijo), 
Gómez  Pamo  (hijo),  Barras  de  Aragón,  Bartolomé  del  Cerro, 
Blanco,  García  Várela,  Aterido  y  el  firmante,  montamos  en  el 
tren-correo  que  conduce  á  Sevilla.  Serían  próximamente  las 
cinco  de  la  tarde  del  día  siguiente  cuando  llegamos  á  un  apea- 
dero llamado  «El  Empalme»,  distante  inedia  hora  de  Sevilla, 
donde  tuvimos  que  apear  y  montar  nuevamente  en  el  tren 
de  la  Compañía  andaluza,  previamente  preparado  y  en  com- 


DE    HISTORIA   NATURAL.  67 

binación  con  el  de  Madrid,  para  seguir  nuestra  ruta  hasta 
Jerez. 

A  las  ocho  de  la  noche  entrábamos  en  esta  preciosa  ciudad, 
y  después  de  cenar  y  pasear  un  breve  rato  por  la  población 
para  enderezar  nuestras  piernas,  fuimos  á  descansar,  alimento 
necesario  que  repara  las  pérdidas  que  el  hombre  experimenta 
durante  la  vigilia,  acrecentadas  en  nosotros  después  de  un 
viaje  en  ferrocarril  de  veinticuatro  horas. 

Hermoso,  espléndido  y  caluroso  día  amaneció  en  el  pueblo 
jerezano  para  nuestra  primera  excursión  botánica;  no  se  pue- 
den olvidar  las  plantas  que  recolectamos,  y  entre  ellas  el  Ophrys 
Tricolor  Desf.,  la  Scrop/iularia  sambucifolia  L. ,  etc.,  ni  tampoco 
la  caminata  en  carretera  que  tuvimos  que  dar  para  estar 
libres  de  las  muchísimas  huertas  y  viñas  cercadas  por  gran- 
diosas y  enmarañadas  higueras  chumbas,  que  como  barreras 
infranqueables  resguardan  la  principal  base  de  la  riqueza  je- 
rezana. 

Dos  días  duró  nuestra  estancia  en  este  punto,  sintiendo  no 
encontrar,  por  estar  accidentalmente  fuera,  al  insigne  botá- 
nico consocio  nuestro  Sr.  Pérez  Lara,  á  quien  todos  conocéis 
por  su  Florula  gaditana;  pues  con  su  valioso  concurso  y  cono- 
ciendo aquel  terreno  á  palmos,  nos  hubiera  indicado  lugares 
clásicos,  donde  la  recolección  hubiera  sido  más  provechosa. 

En  la  mañana  del  día  25  salimos  de  Jerez  para  el  Puerto  de 
Santa  María.  Como  ambos  pueblos  están  cercanos,  llegamos 
en  ferrocarril  muy  pronto,  y  pudimos  aprovechar  toda  la  ma- 
ñana en  recorrer  las  praderillas  y  arenales  de  la  costa  de  esta 
deliciosa  villa,  haciendo  buen  acopio  de  plantas  y  semillas 
cuya  enumeración  insertamos  á  continuación  de  este  bosquejo 
de  la  excursión. 

Por  la  tarde,  y  después  de  almorzar,  nos  encaminamos  á 
la  estación  ferroviaria,  conduciéndonos  el  tren  á  Cádiz  en  bre- 
vísimo tiempo.  Ya  en  la  ciudad,  aprovechamos  la  mitad  de  la 
tarde  en  buscar  alojamiento,  asunto  no  muy  fácil  de  resolver 
cuando  se  trata  de  hallarle  en  un  mismo  establecimiento  para 
diez  individuos  y  por  pocos  días,  y  en  recorrer  la  población, 
que  por  cierto  es  de  las  ciudades  más  bonitas  de  España,  res- 
petando en  primer  lug'ar,  y  dicho  sea  de  paso,  á  San  Se- 
bastián. 

Por  la  mañana   del  día  siguiente  nos  embarcamos   para 


€8  BOLETÍN   DE    LA.    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Puerto  Real;  atravesamos  sentados  sobre  cubierta  parte  de  la 
gran  bahía  de  Cádiz,  y  una  vez  que  hicimos  pie  en  tierra,  co- 
menzamos nuestra  peregrinación  más  importante  por  la  región 
andaluza. 

Seguimos  á  pie  por  la  carretera  que  conduce  á  San  Fernan- 
do, y  aun  cuando  el  día  no  se  manifestaba  muy  satisfactorio- 
por  el  bochorno  y  galerna  que  reinaba,  no  por  eso  desmaya- 
mos. Escudriñamos  los  matorrales  de  los  bordes  del  camino,, 
internámonos  en  pinares  y  marismas,  y  coge  por  aquí,  busca 
por  allá,  recolectamos  gran  cantidad  de  ejemplares,  y  con  las 
prensas  bien  repletas,  llegamos  al  anochecer  á  la  estación  de 
San  Fernando.  Esperamos  breve  tiempo  la  llegada  del  tren  ,  y 
á  las  nueve  próximamente  estábamos  de  vuelta  en  la  capital 
gaditana. 

Espléndido  sol,  como  corresponde  al  cielo  andaluz,  iluminaba 
el  hermoso  horizonte  de  Cádiz  el  día  27  de  Marzo;  convidaba 
aquel  mar  bello  á  recorrer  los  murallas  y  playas  de  la  preciosa 
ciudad,  y  así  lo  hicimos;  recolectando  todo  lo  que  estaba  á 
nuestro  alcance  y  que  fuera  digno  de  conservarse  en  nuestra* 
prensas  botánicas  y  botes  zoológicos,  admirando  de  paso  la 
grandeza  incomparable  de  aquella  vista  panorámica.  ¡Y  qué 
vegetación  tan  distinta  la  que  adorna  aquellos  lugares  anda- 
luces, máxime  para  el  que,  como  yo,  procede  del  Norte!  Visita- 
mos de  paso  el  pequeño  jardín  de  la  Facultad  de  Medicina,  y 
me  quedé  asombrado  teniendo  á  la  vista  el  hermosísimo  ejem- 
plar ramificado  de  Dr  ácana  Draco  L.,  que  llena  por  sí  solo 
todo  aquel  reducido  espacio. 

Como  es  natural,  llegó  por  fin  nuestra  salida  de  Cádiz,  y 
el  28  por  la  mañana  nos  trasladamos  á  Sevilla.  Llegaríamos 
próximamente  á  las  once  y  media,  hora  á  propósito  para  almor- 
zar, y  por  la  tarde,  en  compañía  del  Sr.  Paúl,  consocio  nuestro, 
y  del  Sr.  Barras  de  Aragón,  se  verificó  una  breve  pero  inte- 
resante excursión,  pues  vimos  en  todo  su  esplendor  y  magni- 
ficencia la  importantísima  especie  que  lleva  el  nombre  de 
Triguera  ambrosiaca  Cav. ,  con  la  cual  hicimos  nuestro  agosto 
como  vulgarmente  se  dice. 

Como  coronamiento  de  nuestros  trabajos,  los  dos  postrime- 
ros días  del  mes  y  de  expedición,  sin  dejar  de  segar  alguna 
que  otra  planta  interesante,  los  dedicamos  á  visitar  aquellos- 
monumentos  que  dan  relieve  á  Sevilla,  y  en  descansar  de  las 


DE    HISTORIA  NATURAL.  69 

fatigas  anteriores.  Y  como  todo  llega  en  esta  vida,  á  las  nueve 
■de  la  noche  del  día  30  montamos  en  el  tren  que  conducía  á 
Madrid,  y  á  las  once  y  media  del  día  siguiente  estábamos  al 
lado  de  nuestras  familias  queridas. 

A  continuación  expong-o  la  lista  de  plantas  recolectadas  con 
sus  localidades  respectivas.  Se  señalan  con  asterisco  aquellas 
que  faltaban  en  el  Herbario  español  del  Jardín  Botánico,  lo 
cual  prueba  de  un  modo  convincente  que  la  cláusula  del  Re- 
glamento del  Museo  que  manda  hacer  estas  excursiones  es 
tan  necesaria,  que  sin  ella  no  podrá  el  Establecimiento  llegar 
á  tener  un  Herbario  completo;  y  siendo  esto  así,  al  Gobierno 
•corresponde  dar  los  medios  para  ello,  pues  con  los  fondos  del 
Museo  se  hacen  imposibles  semejantes  gastos,  á  menos  de  de- 
jar desatendidas  obligaciones  de  imperiosa  é  inmediata  nece- 
sidad. 

*  Ranunculus  macrophyllus  Des/.— Puerto  Real. 

—  muricatus  L. — Jerez. 

—  peltatus  Schrank.  v.  heterophyllus. — Sevilla. 

*  —  Sardous  Craiitz.,  v.  hirsutus.— Puerto  de  Santa 

María. 

*  —  —  s  parvulus.—  ídem. 
Anemone  palmata  L.— Puerto  Real. 
Nigella  damascena  L. — Sevilla. 

*  Fumaria  gaditana  Hauskn.—Ck&iz. 

—  spicata  L  — Sevilla. 

Alyssum  maritimum  Lam.—  Puerto  Real. 

*  Biscutella  bíetica  Boiss.  et  Reut.— Jerez. 

—  microcarpa  DC— Puerto  Real. 

*  —  scutellata  Boiss.  et  Reut. — ídem. 

*  Brassica  Cossoniana  Boiss.  et  Reut.—  Puerto  de  Santa  María. 
Capsella  procumbens  Fr.— Jerez. 

*  Malcolmia  lacera  DC. — Cádiz. 

*  _        littorea  R.  Br.,  y  Broussoneti.— Puerto  Sta.  María. 

*  Pendulina  Lagascana  Willk. — Puerto  Real. 
Senebiera  didyma  Pers.— Puerto  de  Santa  María. 
Cistus  salvia?folius  L.— Puerto  Real. 
Halimium  Libanotis  Lye. — ídem. 

*  Helianthemum  glaucum  Boiss.,  [i  erectum. — ídem. 

—  salicifolium  Pers. — ídem. 


70  BOLETÍN    DE   LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 


* 


*  Tuberaria  in conspicua  Willk. — Puerto  Real. 
Astrocarpus  Clusii  Gay.,  v.  spathulsefolius.— ídem. 

*  Polygala  bsetica  Willk.— Puerto  Real. 
Frankenia  pulverulenta  Z.—  Cádiz. 

*  Alsine  procumbens  Fenzl. — ídem. 
Sagina  maritima  Don.,  p  elongata. — ídem. 
Silene  apétala  W.— Jerez. 

*  —    rubella  Z. — ídem. 

—    vespertina  Retz. — ídem. 

*  Spergularia  marina  Willk.—  Cádiz. 

*  Lavatera  crética  Z. — ídem. 

*  Erodium  moschatum  Herit.— Sevilla. 
Oxalis  cernua  Tlumb—  Jerez. 

Ruta  chalepensis  Z.,  a  angustifolia  —  Puerto  Real. 
Rhamnus  Alaternus  Z.— Jerez. 
Pistacia  Lentiscus  Z.—  ídem. 

*  Physanthyllis  tetraphylla  Boiss  —  ídem. 
Anthyllis  Webbiana  Hook.— Puerto  Real. 

*  Astragalus  b?eticus  Z — Jerez. 

—  lusitanicus  Lam.— Puerto  Real. 

*  Genista  triacanthos  Brot.— ídem. 

*  Hedysarum  spinosissimum  L. — ídem. 

*  Hippocrepis  Salzmanni  B.  el  Reut.— Jerez. 

*  Lotononis  lupinifolia  Willk.—  Puerto  Real. 

*  Lotus  arenarius  Brol. — Cádiz. 

*  —    edulis  Z.  —  Jerez. 
Lathyrus  cicera  Z.— Puerto  Real. 

*  Lupinus  albus  Z. — Jerez. 

—        luteus  Z-— ídem. 

*  —        varius  Z. — ídem. 

*  Medicag-o  littoralis  Rohcle.— Cádiz. 
Melilotus  parviflora  Des/.— ídem. 

*  —      sulcata  Desf.— Sevilla. 
Ononis  Natrix  Z.— Puerto  Real. 
Ornithopus  compressus  Z. — ídem. 

*  —  sativus  Brot.—  Puerto  Real. 

*  Retama  monosperma  Boiss.— Puerto  de  Santa  María. 
Scorpiurus  subvillosa  L—  Sevilla. 

Trifolium  stellatum  Z.— Puerto  Real. 

*  Ulex  bseticus  Boiss.— ídem. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  71 

*  Ulex  canescens  Lge.— Puerto  Real. 
Vicia  lútea  L  —  Jerez. 

*  —    vestita  Boiss. — ídem. 

*  Tamarix  africana  Poir. — Puerto  Real. 

*  Polycarpon  diphyllum  Cap.— Puerto  de  Santa  María. 

*  Umbilicus  g-aditanus  Boiss. — Cádiz. 
Mesembryanthemum  cristallinum  L. — ídem. 

*  (Enanthe  Lachenalii  Gfmel.— Jerez. 

*  Orlaya  marítima  Koch. — Puerto  de  Santa  María. 

*  Galium  saccharatum  All. — Cádiz. 
Sherardia  arvensis  L. — ídem. 

*  Vaillantia  muralis  L. — ídem. 

*  Centranthus  macrosiplion  Boiss.— Puerto  Real. 
Fedia  Cornucopia?  Geertn. — Jerez. 

*  Valerianella  Morisonii  Koch.— Sevilla. 
Anacyclus  radiatus  Lois. — Puerto  Real. 

*  —  —  v.  purpurascens.— ídem. 

*  Anthemis  arvensis  L.,  y  granatensis. —  Sevilla. 
Beliis  sylvestris  Cyr.— Puerto  Real. 

*  Centaurea  polyacantha  W—  Puerto  de  Santa  María. 

—  pullata  L. — Jerez. 

—  —  v.  alba. — ídem. 

*  Coleostephus  Miconis  Cass  — Sevilla. 
Microlonchus  salmanticus  DC. — Cádiz. 

*  Picridium  g-aditanum  WiUk. — Sevilla. 

*  —         tingitanum  Desf — ídem. 

*  Pinardia  coronaria  Less. — ídem. 

*  Sonchus  Diana?  Lacait.— Cádiz. 
Convolvulus  althreoides  L. — Jerez. 

—  tricolor  L. — ídem. 

Calluna  vulg-aris  Salisb. — Puerto  Real. 
Anag-allis  arvensis  L.,  v.  latifolia.— Jerez. 

—  linifolia  L.— Puerto  de  Santa  María. 
Asterolinum  stellatum  //.  et  Link. — ídem. 
Solanum  Sodomseum  L. — ídem. 

*  Triguera  ambrosiaca  Cav. — Sevilla. 
Borag"o  offlcinalis  L. — Jerez. 
Cerinthe  major  L. — ídem. 
Lithospermum  apulum  VahL — Puerto  Real. 
Antirrhinum  Orontium  L. — Cádiz. 


72  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

*  Linaria  cymbalaria  Mili.— Cádiz. 

—  hirta  Mosnch.— Sevilla. 

*  —       viscosa  Dum—  Jerez. 
Pheliprea  Mutellii  Sc/mll. -Puerto  Real. 

*  Scrophularia  sambucifolia  Z. — Jerez. 
Ajuga  Iva  ¡Schreb.— Puerto  Real. 
Lavandula  St'cechas  L. — ídem. 

*  Micromeria  g-rseca  Benth. — ídem. 
Phlomis  purpurea  Z. — ídem. 
Stachys  arvensis  L. — Jerez. 
Teucrium  fruticans  Z. — Puerto  Real. 
Plantag-o  albicans  Z.— Cádiz. 

*  _        Coronppus  Z.,  §  marítima. — ídem. 

*  —        serraría  L.—  ídem. 

*  Statice  sinuata  Z  —  Puerto  Real. 
Qbione  portulacoides  Moq. — ídem. 

*  Salicornia  fruticosa  L—  ídem. 

—         herbácea  Z.— ídem. 
Suseda  fruticosa  Forsk. — ídem. 

*  Emex  spinosa  Campd. — Puerto  de  Santa  María. 
Rumex  ting'itanus  Z. — Jerez. 

Thymela3a  hirsuta  Encll. — Puerto  Real. 

*  Thesium  humile  Vahl. — ídem. 
Aristolochia  baetica  Z. —Jerez. 

—  Pistolochia  L.— Puerto  Real. 

Euphorbia  exig-ua  Z.— ídem. 

—  helioscopia  Z.— ídem. 

*  —         terracina  L. — Jerez. 
Parietaria  diffusa  Mert  et  Koch.-  Cádiz. 

—  erecta  Mert.  et  Koch.— ídem. 

*  —        mauritanica  Dur.— ídem. 

*  Urtica  membrauacea  Poir. — Jerez. 
Salix  frag-ilis  Z. — Sevilla. 

*  Ophrys  bombiliflora  LinL— Puerto  Real. 

*  —        iricolor  Des/.— Jerez. 

—        tenthredinifera  W—  Puerto  Reah 

*  Orchis  masculo-laxiflora  Lge. — ídem. 

—  Morio  L.,  v.  picta. — ídem. 
Serapias  cordig-era  Z. — ídem. 

*  Gladiolus  seg-etum  Crawl. — Jerez. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  "3 

Gynandriris  Sisyrinchium  Parí.— Jerez. 

*  Trichonema  purpurascens  Sweet. — Puerto  de  Santa  María. 

—         raraiflorum  Sweet. — ídem. 

*  Leucojum  trichophyllura  Brot. — Puerto  Real. 
Allium  subvillosum  Sahm.-Vu.Qvto  de  Santa  María. 

*  Asphodelus  tenuifolius  Caá.—  Jerez. 
Tamus  communis  L. — ídem. 

*  Asparag-us  albus  L. — Puerto  Real. 
Smilax  áspera  L.— ídem. 
Arisarum  vulg-are  Kunth.— Jerez. 

*  Carex  serrulata  Biv.—  Puerto  Real. 

Cyperus  schcenoides  Griséb.—  Puerto  de  Santa  María. 

Avena  fatua  L.— Sevilla. 

Anthoxanthum  ovatum  Lag. — Puerto  Real. 

*  Desmazeria  loliacea  Nym. — Cádiz. 
Grymnogramma  leptophylla  Desv.—  Jerez. 

Semillas. 

Acacia  Farnesiana  W.;  Dracaena  Draco  L.;  Retama  monos- 
perma Boiss.;  Solanum  Sodomaeum  L.;  Trichonema  ramiflo- 
rum  Sweet.;  Convallaria. 

Plantas. 

Oxalis  cernua  T/iunb.:  Ophrys  iricolor  Bes/.;  Poinsettia  pul- 
cherrima  Grahm.;  Portulacaria afra  Jacq.;  Sedum  dendroideum 
Sessé.;  Mesembryanthemum  deltoides  Mili.,  sp. 

Con  la  precedente  lista  y  la  intercalación  en  el  Herbario  del 
Jardín  Botánico  de  las  plantas  antedichas,  creemos  haber 
cumplido  con  la  obligación  que  se  nos  había  encomendado 
por  la  Junta  del  Museo  de  Ciencias  naturales.  De  desear  sería 
que  así  fuera,  pues  todos  y  cada  uno  de  nosotros  hemos  puesto 
singular  empeño  de  salir  airosos  de  nuestro  propósito,  espe- 
rando, si  el  fallo  de  dicha  Junta  es  favorable,  persevere  (si- 
g-uiendo  el  Regdamento),  en  el  nombramiento  de  Comisiones 
que  cumplan  co.i  fines  tan  laudatorios  como  el  que  acabamos 
de  realizar  en  provecho  de  la  ciencia  y  de  la  nación. 


-i  boletín  de  la  sociedad  española 

Une  nouvelle  «Asida»  appartenant  au  groupe  des  espéces 
espagnoles  aterciopeladas 

POR 

D.     RENATO     OBERTHÜR. 

Dans  un  travail  ayant  pour  titre  «Materiales  para  una  revi- 
sión del  género  Asida»  (Bol.  Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  1901, 
p.  172  et  suivantes),  notre  savant  eollégue  M.  Martínez  de  la 
Escalera  a  mentionné  a  propos  de  Y  Asida  Clementei  un  exem- 
plaire  de  sa  collection  provenant  con  duda  de  Granada  et  un 
autre  dans  ma  collection  con  etiqueta  «Andalucía». 

Par  suite  de  la  falta  de  materiales  y  de  la  inseguridad  de 
'procedencia,  M.  de  la  Escalera  n'a  pas  cru  devoir,  á  cette  épo- 
que,  decrire  cette  espéce,  mais  raa  collection  renferme  un  3e 
exemplaire  identique  aux  deux  précédemment  mentionnés, 
récolté  par  moi  méme  en  juillet  1879  á  Lanjaron,  aux  envirxms 
de  Granada,  et  il  n'est  pas  douteux  maintenant  que  cette  Asida 
ne  constitue  une  espéce  parfaitement  distincte.  Elle  doit  exis- 
ter  du  reste  dans  d'autres  collections,  attendu  que  la  región 
de  Lanjaron  a  été  explorée  par  Mr.  Korb  il  y  a  quelques 
années. 

Je  propose  de  donner  á  cette  nouvelle  espéce  le  nom  de 
Asida  Escalera,  en  l'honneur  de  notre  éminent  eollégue  qui 
prepare  un  important  travail  de  revisión  sur  les  Asida  d'Es- 
pagne,  travail  qui  presentera  assurément  le  plus  grand  intérét. 

Y? Asida  Escalera,  dont  les  élytres  tienen  una  costilla  y  vesti- 
gios solo  de  la  segunda,  est  plutót  voisine  &' holosericea,  á  laque- 
lie  elle  ressemble  par  son  aspect  general,  que  de  Clementei;  on 
peut  la  caractériser  en  disant  qu'elle  a  les  élytres  de  holosericea 
et  le  prothorax  de  Clementei. 

Elle  se  distingue  toutefois  aisément  de  ees  deux  espéces  pai- 
sa suture  nettement  argentée  comme  dans  argenteo-limbata; 
mais  cette  suture  est  beaucoup  plus  étroite.  Le  prothorax  est 
plus  large  que  dans  Clementei  et  a  plutót  la  forme  de  celui  de 
holosericea,  mais  YA.  holosericea  porte  sur  le  thorax  quatre 
petites  taches  veloutées  bien  distinctes  tandis  que  YA .  Escalera 
a  le  thorax  entiérement  velouté  sauf  une  ligne  médiane  un 
peu  dénudée. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  75 

Les  élytres  ont  la  bordure  margínale  de  méme  que  la  suture 
pubescente  argentée.  Mon  exemplaire  de  Lanjaron  pris  en 
juillet  (les  espéces  de  ce  groupe  sont  toutes  printaniéres)  a 
perdu  une  petite  partie  de  sa  pubescence  latérale;  cette  cir- 
constance  permet  de  constater  que  cette  bordure  n'est  nulle- 
ment  granuleuse  alors  qu'elle  est  un  peu  granuleuse  dans 
holosericea  et  assez  fortement  granuleuse  dans  Clementei. 

II  semble  que  les  Asida  de  ce  groupe  nous  ménagent  encoré 
bien  des  surprises.  Deja  M.  de  la  Escalera  doit  publier  sous  le 
nom  de  Martini  une  nouvelle  et  tres  curieuse  espéce  que  j'ai 
eu  occasion  d'admirer  dans  la  riche  collection  du  Dr.  Ch.  Mar- 
tin et  qui  a  été  recoltée  dans  la  región  comprise  entre  Almería 
et  Guadix. 

Les  espéces  aterciopeladas  confinées  a  des  localités  tres  spé- 
ciales  présentent  le  plus  haut  intérét  et  j'espere  que  M.  de  la 
Escalera  nous  donnera  plus  tard  un  travail  avec  carte  á  l'appui 
qui  fera  ressortir  plus  clairement  encoré  la  distribution  géo- 
graphique  de  ees  belles  espéces  si  caractéristiques  pour  la 
faune  d'Espagne. 

Otra  «Asida»  nueva  de  España  del  grupo  de  las  aterciopeladas 


D.    MANUEL    MARTÍNEZ    DE    LA    ESCALERA. 

i 

Con  la  especie  anterior  del  Sr.  Oberthür,  de  la  que  conozco 
además  siete  ejemplares  de  la  colección  Daniel,  á  más  de  otros 
dos  c/9  que  este  último  me  ha  cedido  generosamente,  y  que 
como  los  suyos  provienen  de  Lanjaron,  como  el  segundo  del 
Museo  Oberthür,  que  ha  decidido  á  dicho  Sr.  Oberthür  á  nom- 
brar y  describir  la  especie  que  yo  «por  falta  de  materiales  é  in- 
seguridad de  procedencia»  no  me  atreví  á  denominar  en  mi 
cuadro,  con  esta  especie,  digo,  y  con  otra  que  he  tenido  la 
suerte  de  encontrar  en  la  rica  colección  del  Sr.  Martín,  de  Pa- 
rís, y  al  cual  tengo  el  honor  de  dedicarla,  se  encuentra  eleva- 
do á  10  el  número  de  especies  en  el  grupo  de  las  Asidas  ater- 
ciopeladas. 

A.  Martini,  sp.  n.— Loe.  Venta  del  Puerto  entre  Gador  y  Gua- 
dix, Coll.  Martin  (Ch.) 
Protórax  ancho  y  plano  (forma  protorácica  común  á  A.  Es- 


16  BOLETÍN  de  la  sociedad  española 

calera  y  holosericea) ,  y  como  la  primera,  con  dos  manchas 
grandes  pubescentes  aterciopeladas  en  el  disco  como  A.  Cle- 
mentei ,  sin  placas  lisas  desnudas,  bordeado  de  una  fina  pu- 
bescencia negra. 

Élitros  totalmente  desnudos,  lisos  y  de  un  negro  puro  con 
brillo  charolado  como  el  carbón  de  Cardiff;  con  dos  costillas 
long-itudinales,  lisas,  salientes  y  enteras,  que  se  unen  cerca  del 
fin  del  élitro  en  la  Q  y  se  obliteran  sin  unirse  en  el  tf;  con  los 
espacios  intercostales  sin  pliegues  transversos;  nada  granulosos 
en  el  (f  y  con  granulos  pequeños  lisos  y  aislados  en  la  Q  entre 
la  seg-unda  costilla  y  el  reborde  marginal;  y  en  ambos  sexos 
con  la  parte  rebatida  del  élitro  fuertemente  granulosa. 

Distinta  de  A .  Oberthüri  por  la  falta  de  la  tercera  costilla  su- 
plementaria, por  la  carencia  de  rugosidades  transversas  en  los 
espacios  intercostales  de  las  99,  y  por  no  tener  las  dos  peque- 
ñas placas  lisas  en  el  disco  del  protórax,  que  hace  que  no  sea 
absoluta  en  Oberthiiri  la  fusión  de  las  manchas  fundamenta- 
les con  las  dos  triangulares  de  A.  Sánchez- Gomezi,  mientras 
que  en  A.  Martini  la  fusión  es  completa  como  en  Clementei. 

Distinta  de  A.  lorcana  por  tener  el  borde  del  protórax  con 
pubescencia  negra,  dos  manchas  aterciopeladas  en  el  disco  en 
vez  de  seis,  y  los  élitros  brillantes  en  vez  de  mates;  aparte  la 
forma  g-eneral  del  cuerpo  más  corto  y  ensanchado  proporcio- 
nalmente  que  el  de  la  lorcana. 

Distinta  de  las  demás  del  grupo  por  sus  élitros  desnudos. 

Sistema  de  las  especies  españolas  del  género  «Asida» 

POR  / 

D.    MANUEL    MARTÍNEZ    DE    LA   ESCALERA. 

I. — Las  especies  aterciopeladas. 

Es  fundamental  en  el  grupo  la  puntuación  del  protórax, 
menos  fuerte  y  más  densa  en  el  disco  que  en  el  margen, 
donde  los  puntos  son  más  claros  y  más  profundos;  el  marg-en 
nunca  cortante,  sino  grueso  y  redondeado,  con  exageración  en 
luctuosa  y  argenteo-limbata,  menos  en  las  restantes  y  poco  en 
Martinezi;  parte  rebatida  del  élitro  fuertemente  granulosa, 
cuyos  granulos,  sobre  todo  en  las  9  9,  tienen  marcada  ten- 


DE   HISTORIA    NATURAL.  77 

dencia  á  correrse  á  la  parte  dorsal  del  élitro  hasta  la  segunda 
costilla  cuando  existe. 

Son  caracteres  accidentales  las  costillas  y  su  número,  así 
como  la  pubescencia  aterciopelada  y  su  coloración ,  la  combi- 
nación de  cuyos  caracteres  especializa  el  grupo;  el  paralelis- 
mo y  aplanamiento  de  los  tf  -j  en  argenteo-Umbata  y  luctuosa, 
cuya  forma  se  repite  en  casi  todos  los  grupos  naturales  del 
género:  nótase,  sin  embargo,  la  persistencia  de  la  primera 
costilla  dorsal  por  ser  la  última  que  desaparece,  de  suma  im- 
portancia esta  observación,  por  existir  dicha  costilla  al  menos 
como  un  pliegue  en  la  base  del  élitro  en  toda  la  gran  sección 
de  las  invernantes. 

Dentro  de  este  grupo  muy  especializado  de  las  aterciopela- 
das hay  dos  tendencias:  bien  el  protórax  se  ensancha  y  apla- 
na como  en  Iiolosericea,  Escalera  y  Marlini,  y  algo  menos  en 
Sanchez-Gomezi,  lorcana  y  Oberthiiri,  ó  bien  se  estrecha  y  se 
hace  más  convexo,  como  en  Clemeniei  y  Marüneü;  la  primera 
tendencia  aparece  predominante  en  el  grupo  adyacente  de 
Kraatzi  y  vecinas  de  Marruecos,  que  se  enlazan  naturalmente 
con  las  innúmeras  especies  costiformes  de  Argelia;  la  segun- 
da tendencia  se  exagera  en  Mspalensis  mihi  y  hespérica,  que 
pasan  de  lleno  al  grupo  litoral  de  Alonensis,  grandipalpis,  alme- 
riensis  y  asperata,  en  el  cual  el  protórax  se  hace  más  paralelo, 
de  márgenes  cortantes,  y  en  cuyas  especies  la  granulación  de 
la  parte  rebatida  del  élitro  invade  ya  todo  el  órgano  ocupan- 
do los  espacios  intercostales,  perdiendo  en  cambio  su  impor- 
tancia las  costillas,  que,  si  son  enteras  todavía  en  Mspalensis 
y  hespérica,  casi  se  obliteran  en  las  demás  y  empiezan  á  ser 
sustituidas  en  las  Q  Q  de  Alonensis.  almeriensis  y  grandipalpis, 
por  la  granulación  que  toma  tal  importancia  que  se  alinea  en 
series  longitudinales,  anastomosándose  en  parte  y  formando 
verdaderas  costillas  interrumpidas  que  sustituyen  á  las  ente- 
ras, ocupando  naturalmente  otra  posición,  esto  es,  haciéndose 
costiformes  donde  las  aterciopeladas  tenían  los  valles  intercos- 
tales, y  acercándose  así  á  la  sección  fundamental  de  las  in- 
vernantes, cuyo  tipo  es  sericea  y  sus  derivadas. 

El  dimorfismo  sexual  en  las  aterciopeladas  es  sencillo,  esto 
es,  no  presenta  más  que  un  tipo  de  cf  cf  y  otro  de  Q  9 ;  en  todas 
las  especies  del  grupo,  la  Q  repite  la  disposición  y  número  de 
costillas  del  tf\  la  colocación  y  colorido  de  las  fajas  pubescentes 


78  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

en  protórax  y  élitros,  y  aun  la  forma  general  dentro  de  la  gran 
diferencia  de  convexidad  y  anchura  común  á  casi  todas  las  es- 
pecies españolas;  en  una  palabra,  mezclando  tres  ó  cuatro  r/c" 
de  diferentes  especies  con  las  9  9  respectivas,  á  primera  vista 
se  reúnen  los  sexos  de  las  especies  que  se  hayan  confundido; 
solo  en  luctuosa  el  dimorfismo  se  acentúa  por  modo  extraordi- 
nario, puesto  que  el  rf,  muy  paralelo,  nada  estrechado  en  la 
región  humeral,  con  sus  anchas  fajas  pubescentes  argentadas 
que  reducen  la  aterciopelada  negra  á  una  isla  estrecha  y  alar- 
gada, en  nada  se  parece  como  aspecto  á  la  Q,  muy  ancha  y. 
estrechada  en  la  región  humeral  como  las  demás  del  grupo, 
y  en  la  que  la  pubescencia  es  dorada,  y  en  la  que  antes  se 
adivina  que  se  ve  la  faja  circundante  argentada. 

Cuanto  á  la  distribución  geográfica  del  grupo,  es  muy  inte- 
resante: rodean  á  Sierra  Nevada,  y  parecen  hasta  ahora  muy 
cantonadas;  un  pequeño  plano  dará  mejor  idea  de  su  habitat 


AJutllta-H.  SofZ 


que  una  descripción,  que  pecaría  de  difusa.  Sí  haré  notar  que 
cerca  de  Osuna,  extremo  NO.,  conocido  de  sus  especies  y  pobla- 
do por  A.  Marihied,  está  Bobadilla,  donde  vive  A.  Mspalensis, 
que  aunque  de  grupo  diferente  se  acerca  por  la  reunión  de 
sus  caracteres  á  las  aterciopeladas,  y  de  ellas  á  Martineñ  más 
que  se  aproximan  algunas  de  las  aterciopeladas  entre  sí. 

Por  último,  todas  estas  especies  aterciopeladas  son  primave- 
rales, y  no  es  raro  encontrarlas  marchando  después  de  la  llu- 
via, al  paso  que  las  invernantes,  que  hacen  su  aparición  en 
principios  de  otoño,  están  siempre  escondidas  bajo  las  piedras. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  79 

Restos  de  «Mastodon»  en  el  cerro  de  la  Plata  junto  al  ensanche 

de  Madrid 

POS 

D     FLORENTINO  AZPEITIA. 

A  la  Comisión  del  Mapa  geológico  fueron  llevados  dos  cani- 
nos de  Ursus  spceleus,  los  cuales  se  suponían  encontrados  en 
un  desmonte  que  la  Compañía  del  ferrocarril  del  Mediodía  es- 
taba efectuando  en  el  sitio  denominado  Cerro  ele  la  Plata  entre 
la  carretera  de  Valencia  y  la  línea  férrea  de  Aragón,  junto  á 
la  Ronda  de  Ensanche  de  esta  corte.  El  portador  de  esos  cani- 
nos dio  noticia  de  que  habían  aparecido  en  el  mismo  sitio 
huesos  de  gran  tamaño,  alguno  tan  voluminoso  que  hubo 
necesidad  de  romperlo  para  poder  cargarlo  en  los  carros  de 
transporte. 

Como  los  hallazgos  de  restos  fósiles  de  grandes  vertebrados 
por  ser  muy  raros  despiertan  siempre  gran  interés,  nos  enca- 
minamos dos  compañeros  y  yo,  al  referido  sitio,  con  el  objeto 
de  enterarnos  de  la  verdadera  importancia  de  ese  descubri- 
miento. 

Desde  luego  pudimos  notar  que  el  desmonte  se  practicaba, 
no  en  terreno  cuaternario,  como  nos  había  hecho  creer  el  su- 
puesto hallazgo  de  los  dientes  de  Ürsus,  sino  en  una  marga  gris- 
azulada  del  adoceno  lacustre  y  que  en  la  localidad  es  conocida 
vulgarmente  con  el  nombre  de  peñuela.  Claro  es  que  en  sedi- 
mentos de  esta  última  edad  no  habían  podido  encontrarse  los 
referidos  caninos,  y  efectivamente,  llegamos  á  averiguar  que 
su  verdadera  procedencia  era  una  caverna  del  Mediodía  de 
Francia. 

En  cuanto  á  las  grandes  osamentas  desenterradas  en  el  sitio 
citado,  reconocimos  en  el  acto  que  pertenecían  á  uno  ó  varios 
Mastodontes. 

En  los  primeros  momentos,  no  pararon  mientes  los  obreros 
en  aquellos  huesos  que  aparecían  entre  los  escombros  de  la 
excavación,  tan  descompuestos  ya  y  tan  deshechos,  que  no 
era  extraño  el  que  pasasen  desapercibidos  para  gentes  desco- 
nocedoras de  lo  que  significaba  su  presencia  in  sita.  D.  To- 
más Llórente,  herbolario  de  la  calle  de  Jardines,  fué  el  primero 


80  BOLETÍN  de  la  sociedad  española 

que  encontró  en  los  vertederos  diferentes  huesos,  entre  los 
que  figuran  cuatro  molares  y  varios  trozos  de  defensa.  Adver- 
tidos con  esto  los  trabajadores  y  contratistas  de  la  existencia 
de  tales  restos,  comenzaron  á  recogerlos,  aunque  sin  guardar 
precaución  alguna  al  extraerlos  y  sin  conservar  siquiera  ag-ru- 
pados  los  que  iban  apareciendo  juntos  en  las  capas,  sino  ha- 
cinándolos en  montón  dentro  del  patio  de  una  casa  vecina, 
con  lo  que  llegaron  á  reunir  cantidad  suficiente  para  más  de 
una  carretada. 

Hé  aquí  la  impresión  que  he  sacado  del  primer  examen  de 
todos  estos  restos: 

Entre  los  huesos  que  conservan  los  contratistas  se  ven  pie- 
zas de  las  extremidades  (carpo,  tarso,  falanges),  cabezas  de 
fémur  y  húmero,  y  algún  hueso  plano  más  ó  menos  mutilado; 
un  molar  superior  encajado  dentro  del  respectivo  maxilar, 
pero  con  la  corona  tan  destrozada  que  no  se  puede  formar 
idea  de  ella;  un  trozo  de  sínfisis  de  mandíbula  inferior  de 
unos  30  cm.  de  longitud,  y  otro  de  la  parte  anterior  de  esta 
misma  mandíbula,  donde  se  advierten  dos  alvéolos  todavía 
rellenos  por  restos  de  las  defensas  inferiores.  Es  notable  esta 
última  pieza  que  ofrece  el  aspecto  de  un  hueso  largo  de  sección 
subrectangular  y  se  halla  atravesada  en  toda  su  longitud  (25  á 
30  cm.)  por  los  dos  alvéolos  de  las  defensas  inferiores.  El  señor 
Llórente  ha  descubierto  y  conserva  otro  fragmento  homólogo, 
lo  cual  viene  á  comprobar  la  existencia  de  dos  individuos,  y  ade- 
más que  estos  pertenecen  al  grupo  Tetracaulodon  de  Godman. 

Los  fragmentos  de  defensa  superior  que  he  visto  son  compa- 
rables por  su  grueso  á  los  incisivos  de  los  elefantes  vivientes 
adultos,  y  presentan  una  quilla  bastante  señalada  en  su  parte 
superior.  En  ninguno  de  los  trozos  de  gran  tamaño  recogidos 
hasta  ahora  existen  indicios  de  la  franja  longitudinal  de  es- 
malte del  Mastodon  angustidens  Cuv.,  tal  como  se  conoce  en 
el  día.  En  cambio,  en  algunos  de  los  fragmentos  delgados  se 
aprecian  formas  análogas  á  las  figuras  dadas  para  esta  especie 
en  la  excelente  monog-rafía  de  Meyer  (Palo&ntogmphica,  volu- 
men xvn,  1867). 

Son  varias  las  puntas  de  defensa  que  he  podido  examinar: 
1.°  Una  de  gran  diámetro  redondeada  en  su  extremo  y  de  sec- 
ción ovalada,  que  guarda  cierta  semejanza  con  la  representa- 
da por  D.  Casiano  de  Prado  en  su  («Descrip.  geol.  de  la  prov. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  81 

de  Madrid»,  lám.  3.a,  fig\  4).  2.°  Otras  dos  de  diámetro  mucho 
menor,  que  pueden  pertenecer  á  defensas  inferiores,  y  aun 
alguna  á  defensa  superior  de  punta  aguda  como  las  figuradas 
en  la  lamina  de  Meyer  á  que  antes  me  refería.  Estas  puntas 
son  disimétricas,  y  lo  mismo  que  la  gruesa,  obran  en  poder 
del  Sr.  Llórente.  3.°  Otras  dos  puntas  delgadas,  también  disi- 
métricas entre  sí  (y  no  sé  si  con  relación  á  las  anteriores,  por 
no  haber  podido  examinarlas  juntas).  Estas  las  adquirió  el 
Sr.  D.  Emilio  Rotondo  entre  las  recogidas  por  los  obreros. 

Las  piezas  más  importantes  son  indudablemente  los  mola- 
res encontrados  por  el  Sr.  Llórente,  de  los  cuales  dos  aparecen 
implantados  todavía  en  restos  de  mandíbula  inferior,  son  tri- 
lophodon  y  tienen  colinas  transversales,  simples,  es  decir,  son 
zygolopkodon.  Pertenecen  al  Mastodon  tapiroides  Cuv.,  que  la 
mayor  parte  de  los  autores  modernos  consideran  sinónimo  del 
Maslodon  timcensis  Schinz.  (1). 

Otro  molar  suelto  es  también  trilopkodon;  pero  tiene  la  co- 
rona min"  desgastada,  y  necesita  un  estudio  más  detenido 
para  precisar  si  corresponde  al  M.  tapiroides  ó  al  M.  angus- 
tidens. 

El  cuarto  y  último  molar  que  he  visto  está  roto,  y  conserva 
solo  dos  colinas  del  tipo  famolophodon.  Parece  indudable,  sin 
embargo,  que  pertenece  al  Mastodon  angustidens,  que  algunos 
autores  reúnen  al  M.  longirosiris  Kaup,  y  del  que  se  diferencia 
bien  por  carecer  el  último  de  franja  de  esmalte  en  sus  defen- 
sas superiores.  Además,  el  M.  angustidens  presenta  una  colina 
menos  en  sus  molares,  prescindiendo  de  alguna  rara  variedad 
en  la  que  existen  molares  intermedios  letralophodon.  Por  otra 
parte,  el  M.  longirosiris  se  encuentra  en  un  horizonte  un  poco 
más  moderno  (mioceno  superior). 

Así,  pues,  es  indudable  que  entre  los  restos  desenterrados 
en  el  cerro  de  la  Plata  durante  el  mes  de  Diciembre  de  1902, 
hay  por  lo  menos  dos  especies:  el  M.  tapiroides  y  el  M.  angus- 
tidens. El  número  de  individuos  podrá  ser  más  de  dos,  y  quizás 
este  punto  se  dilucide  al  examinar  detenidamente  todas  las 
puntas  de  defensa  encontradas. 

Creo  esta  ocasión  oportuna  para  recordar  que  años  atrás, 


(1)    Gaudry  {Remarq.  sur  les  Mast.,  p.  G),  indica  las  pequeñas  diferencias  que  hay 
entre  las  dos  especies. 


82  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

D.  Emilio  Rotondo  halló  á  la  izquierda  de  la  misma  carretera 
de  Valencia,  y  en  un  sitio  que  no  dista  seguramente  un  cente- 
nar de  metros  del  cerro  de  la  Plata,  otro  esqueleto  del  mismo 
género,  casi  completo,  el  cual  conserva  dicho  señor  en  su  co- 
lección expuesta  provisionalmente  en  las  Escuelas  Aguirre,  y 
de  cuyo  esqueleto  hemos  visto  un  fragmento  de  defensa  supe- 
rior con  la  franja  de  esmalte  peculiar  del  M.  angustidens ,  entre 
las  especies  europeas. 

Recordaré,  por  último,  que  D.  Casiano  de  Prado,  en  su  «Des- 
cripción geol.  de  la  prov.  de  Madrid»,  hace  constar  que  á  «un 
kilómetro  á  levante  del  convento  de  Atocha»,  encontró  tam- 
bién otro  Mastodonte,  correspondiendo  muy  aproximadamente 
el  sitio  así  indicado  con,  el  mencionado  cerro  de  la  Plata.  De 
modo  que  son  por  lo  menos  cuatro  los  esqueletos  del  gran 
mamífero,  desenterrados  en  una  extensión  poco  mayor  de  una 
hectárea. 

Debo  hacer  notar  á  la  Sociedad  que  estas  indicaciones  están 
hechas  de  memoria  y  sin  más  estudio  que  una  ligera  inspec- 
ción ocular,  pudiendo,  por  lo  tanto,  ser  modificadas  si,  como 
me  propongo,  logro  tener  reunidos  siquiera  sea  temporalmen- 
te, los  materiales  hoy  dispersos  para  compararlos  entre  sí,  y 
con  los  existentes  en  la  Escuela  de  Minas  y  Comisión  del  Mapa 
geológico,  á  fin  de  intentar,  como  último  resultado,  la  revisión 
de  las  especies  del  género  Maslodon  citadas  de  España  por  di- 
ferentes autores. 

Excursión  á  Gerena 

POR 

D.    FRANCISCO  DE  LAS  BARRAS. 

Con  objeto  de  reanudar  las  excursiones  por  la  provincia  que, 
bajo  la  inolvidable  dirección  de  D.  Salvador  Calderón,  se  hi- 
cieron en  otro  tiempo  por  la  Sección  de  Sevilla,  dedicamos  los 
días  7  y  8  del  mes  de  Septiembre  último  á  recorrer  los  alrede- 
dores del  pueblo  de  Gerena,  situado  á  unos  25  kilómetros  al 
NO.  de  Sevilla,  en  la  falda  de  Sierra  Morena. 

Esta  excursión,  si  fueran  fáciles  y  regulares  las  comunica- 
ciones, podría  ser  de  las  más  á  propósito  para  la  enseñanza 
práctica  de  la  Geología;  pero  se  trata  de  un  pueblo  que  carece 


DE    HISTORIA   NATURAL.  83 

de  carretera,  y  cuya  comunicación  más  regularse  verifica  por 
medio  de  un  coche,  no  diario,  que  saliendo  siempre  de  Sevilla 
por  las  tardes  y  regresando  por  las  mañanas,  obliga  á  pasar 
dos  noches  para  estar  un  día;  así  es  que  nuestra  expedición 
duró  desde  la  tarde  del  6  á  la  mañana  del  9. 

En  la  misma  entrada  del  pueblo  empiezan  á  encontrarse  los 
granitos,  pudiendo  verse  su  contacto  con  el  plioceno  y  con  la 
caliza  miocena  en  un  espacio  de  pocos  metros. 

Está  edificado  Gerena  sobre  el  granito,  que  es  explotado  en 
bastante  escala  para  fabricar  piedras  de  molino  y  los  adoqui- 
nes que  forman  el  pavimento  de  Sevilla  y  otras  poblaciones 
andaluzas.  La  masa  granítica,  que  por  cierto  se  halla  bas- 
tante descompuesta,  presenta  fracturas  en  las  direcciones  N.  á 
S.,  E.  á  O.  y  SE.  á  NO.,  cuyas  fracturas,  producidas,  sin  duda, 
por  presiones  que  obraron  en  dirección  normal  á  sus  planos, 
están  orientadas  de  la  misma  manera  que  las  que  hemos  ob- 
servado repetidas  veces  en  los  alrededores  de  la  ciudad  de 
Avila,  en  el  centro  de  la  Península. 

Nuestra  excursión,  más  intensiva  que  extensa,  se  redujo  á 
recorrer  en  un  radio  de  6  á  8  kilómetros  los  montes  que,  cu- 
biertos de  encinas,  lentiscos,  jaras,  romero,  etc.,  rodean  á  Ge- 
rena por  la  parte  Norte.  Sin  salir  de  estos  límites,  recorrimos 
el  terreno  mioceno  que,  formando  manchones  en  las  cumbres, 
recubre  el  silúrico,  cuyas  pizarras  aparecen  por  denudación  en 
las  cañadas. 

La  caliza  miocena  bastante  compacta  y  formada  por  una 
masa  de  fósiles,  en  que  se  disciernen  bien  los  géneros  Peden, 
Ostraa,  Cardium  y  otros  (1),  ha  sido  explotada  en  otro  tiempo 
en  lugar  que  aún  conserva  el  nombre  de  Las  Canteras,  donde 
se  encuentran  muchos  vestigios  de  los  trabajos  realizados.  Se- 
gún nos  dijeron,  llegó  la  explotación  á  tener  300  obreros  apro- 
ximadamente, procediendo  de  allí  la  piedra  para  la  construc- 
ción de  varios  edificios  importantes  de  Sevilla,  entre  ellos  la 
Fábrica  de  tabacos.  Hoy  no  se  hace  uso  de  esta  caliza  más  que 
en  casos  aislados  y  en  pequeña  escala. 

Las  tierras  formadas  en  toda  la  parte  miocena  tienen  un  co- 
lor bastante  rojo. 

(1)  Calderón,  «Excursión  geológica  á  Guillena»,  tomo  xx  de  nuestros  Anales.  Ac- 
tas, pág.  152.  Cita  además  en  esta  caliza  miocena:  Clypeaster,  Balanus,  Serptila,  dien- 
tes de  escualos,  etc. 


84  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

En  el  silúrico  las  capas  de  pizarra  aparecen  casi  verticales, 
y  presentan  una  dirección  E.  á  O.  y  buzamiento  al  N.,  estando 
interrumpidas  por  planos  de  fractura  en  dirección  NE.  á  SO. 
Precisamente  en  esta  misma  dirección  y  en  la  dehesa  boyal  de 
Gerena,  muy  cerca  de  la  Hacienda  de  San  Manuel,  corta  al  ca- 
mino de  herradura  un  filón  de  caliza  compacta  que  se  diferen- 
cia mucho  de  la  miocena,  bastante  próxima  por  cierto,  y  que 
consideramos  como  silúrica. 

Después  de  lo  dicho  por  nuestro  maestro  D.  Salvador  Calde- 
rón en  su  excursión  á  Guillena  antes  citada,  no  creemos  de 
interés  extendernos  más  en  este  asunto;  pues  siendo  semejan- 
tes y  bastante  próximos  los  terrenos  recorridos  por  él  en 
aquella  excursión  á  los  que  nosotros  hemos  visitado  ahora, 
nada  digno  de  consideración  podríamos  añadir. 

Como  nuestro  objeto  era  el  conocimiento  general  de  la  re- 
gión, y  no  una  especialidad  determinada,  además  de  recorrer 
los  terrenos  citados,  procurando  ver  contactos  y  recoger  ejem- 
plares de  sus  rocas,  hicimos  recolecciones  botánicas  y  zooló- 
gicas de  lo  poco  que,  dada  la  estación,  se  podía  encontrar. 

El  sitio  más  fructífero,  en  este  sentido,  para  nosotros,  fué  el 
arroyo  llamado  de  Las  Torres,  que,  bordeado  de  adelfas,  corre 
sobre  las  pizarras  silúricas.  En  sus  aguas  hemos  recogido  nu- 
merosos insectos,  crustáceos  y  peces,  siendo  de  bastante  inte- 
rés entre  estos  últimos  una  especie  de  ciprínido,  que  merece 
estudio  detenido. 

Las  gentes- del  país  dan  el  nombre  vulgar  de  comadrejas  de 
agua  indistintamente  á  los  Dytiscus  y  á  los  Hydrophilus. 

Pocas  plantas  había  en  flor  y  todas  de  especies  comunes, 
mereciendo  solo  citarse  la  Saponaria  officinalis  L.,  que  según 
observación  de  D.  Manuel  de  Paúl,  empieza  á  presentarse  solo 
cuando  se  entra  en  la  sierra,  no  encontrándose  en  el  llano. 

Omitimos  el  publicar  aquí  la  lista  de  las  especies  recogidas, 
que  comunicaremos  á  la  Comisión  de  Catálogos. 

Repetida  la  expedición  por  los  mismos  lugares  en  la  pri- 
mavera, proporcionará  seguramente  una  copiosa  recolección 
á  los  botánicos  y  entomólogos. 


Sesión  del  4  de  Febrero  de  1903. 

PRESIDENCIA    DEL   EXCMO.    SR.    D.    ZOILO    ESPEJO. 

El  Vicesecretario,  por  ausencia  del  Secretario,  leyó  el  acta 
de  la  sesión  anterior,  la  cual  fué  aprobada. 
Asiste  el  Sr.  Barras  de  Aragón,  de  Huelva. 

Correspondencia.— El  Vicesecretario  leyó  las  comunicaciones 
siguientes: 

De  la  Sociedad  Malagueña  de  Ciencias  físicas  y  naturales, 
participando  el  nombramiento  de  su  nueva  Junta  directiva  y 
saludando  á  nuestra  Sociedad. 

Del  Director  g-eneral  de  Correos  de  Méjico  y  personal  de  aquel 
departamento,  felicitando  á  la  Sociedad  por  el  nuevo  año  en 
un  bonito  grabado  que  representa  el  Palacio  de  Correos  en 
construcción  en  Veracruz.  Se  acordó  corresponder  á  estos  salu- 
dos haciendo  constar  en  las  Actas  la  satisfacción  con  que  se 
lian  recibido. 

Propuestas  de  socios. — Se  hizo  una  nueva  de  socio  numerario  y 
otra  de  agregado  y  también  la  del  Instituto  general  y  técnico 
de  Huelva,  por  acuerdo  del  claustro,  quedando  pendientes  de 
aprobación  todas  ellas  para  la  sesión  próxima. 

Comunicaciones  verbales. — El  Sr.  Presidente  manifestó  á  la  So- 
ciedad que  ya  había  empezado  sus  gestiones  para  conseguir 
d'e  los  poderes  públicos  la  protección  á  que  esta  Sociedad  es 
justamente  acreedora,  estando  favorablemente  impresionado 
de  las  entrevistas  que  ha  realizado  con  dicho  objeto.  La  Junta 
directiva  continuará  sin  descanso  sus  trabajos  para  conseguir 
un  feliz  éxito. 

■ — El  Sr.  Presidente  encargó  al  Sr.  Bolívar  diese  cuenta  de  los 
acuerdos  tomados  por  la  Junta  directiva,  y  éste  lo  hizo  mani- 
festando que  se  refieren:  1.°,  á  aprobar  el  cambio  solicitado 
por.  el  American  Mitseum  o f  Natural  History  de  Nueva  York; 
Broteria,  Revista  de  Sciencias  naturaes  del  Colegio  de  S.  Fiel 
de  Portugal,  y  la  Station  Zoologique  de  Cette,  que  propone  en-. 

T.  ni.— Febrero,  1903.  6 


86  BOLETÍN    DE   LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

viarnos  los  Travaux  de  Vlnstitut  de  Zoologie  de  Montpellier  et 
de  la  Station  Zoologique  de  Cette;  2.°,  á  la  publicación  de  un 
Boletín  bibliográfico  mensual  en  el  que  se  de  cuenta  de  una 
manera  muy  concisa  no  solo  de  los  títulos  de  las  Revistas  que 
se  reciben,  sino  de  su  contenido,  á  fin  de  que  los  socios  pue- 
dan obtener  mayores  ventajas  de  la  Biblioteca  y  estar  entera- 
dos de  lo  que  se  publica  referente  á  los  estudios  de  cada  uno. 
La  Sociedad  en  sus  comienzos  daba  cuenta  en  las  Actas  de  las 
obras  recibidas;  pero  como  en  aquella  época  no  se  publicaban 
éstas  niensualmente,  sino  que  se  repartían  con  los  cuadernos 
tres  veces  al  año,  no  resultaban  de  utilidad  estas  relaciones  que, 
por  otra  parte,  se  limitaban  á  los  títulos  de  las  publicaciones, 
por  lo  que  se  relegaron  a  la  relación  anual  del  Bibliotecario, 
que  se  viene  publicando  al  fin  de  cada  tomo.  Hoy  es  distinto, 
puesto  que  el  Boletín  se  reparte  todos  los  meses,  y  esta  rela- 
ción bibliográfica  servirá  de  acuse  de  recibo  para  los  donantes. 
La  Junta  directiva  teme  solamente  que  el  Boletín  MMiográftco 
requiera  mucho  espacio,  y  que  por  dicha  causa  se  dificulte  la 
realización  de  esta  mejora,  por  lo  que  solo  la  propone  á  título 
de  ensayo;  y  3.°  y  último,  la  Junta  directiva,  teniendo  en  cuen- 
ta la  necesidad  de  resolver  sobre  el  derecho  de  los  socios  al  per- 
cibo de  los  tomos  de  Memorias  cuando  la  publicación  de  éstos 
exija  más  de  un  año  y  el  socio  se  dé  de  baja  antes  de  terminar- 
se éste,  ó  haya  ingresado  después  de  comenzado  el  tomo,  pro- 
puso que  tanto  en  el  primer  caso  como  en  el  seg-undo,  el  socio 
que  desee  recibir  el  tomo  completo  deberá  abonar  el  precio  de 
coste  de  la  parte  á  que  no  tenga  derecho.  Con  este  motivo,  y 
á  título  de  explicación  más  amplia  de  este  asunto,  recordó  el 
Sr.  Bolívar  que  cuando  se  acordó  la  publicación  del  Boletín 
mensual  independientemente  de  las  Memorias,  se   discutió 
cómo  habría  de  realizarse  el  hacer  dos  publicaciones  diferentes 
en  vez  de  una  sola  sin  aumentar  la  cuota  de  los  socios,  resol- 
viéndose que  el  Boletín  formara  un  tomo  anual  y  que  las  Me- 
morias no  estuvieran  sujetas  en  su  aparición  á  tiempo  fijo,  pu- 
diendo  calcularse  que  se  diera  un  tomo  de  Memorias  cada  dos 
años;  de  este  modo,  y  fijado  el  coste  del  Boletín  en  8  pesetas, 
que  es  la  cuota  que  abonan  los  socios  agregados  que  solo  reci- 
ben esta  publicación,  resulta  que  cada  socio  numerario  deja 
anualmente  un  beneficio  de  siete  pesetas,  que  en  dos  años  per- 
mite el  reparto  de  un  tomo  de  Memorias. 


DE   HISTORIA  NATURAL.  87 

La  Sociedad  aprobó  todos  los  acuerdos  de  la  Junta  directiva, 
que  empezarán  á  cumplimentarse  desde  luego. 

— El  Sr.  Pérez  Zúñiga  participó  que  había  visitado  el  des- 
monte del  Cerro  de  la  Plata,  donde  se  encontraron  los  restos  de 
mastodontes  de  que  se  trató  en  la  sesión  anterior,  añadiendo 
que  se  habían  dado  órdenes  por  los  señores  Ingenieros  del  fe- 
rrocarril del  Mediodía  para  que  los  obreros  tuviesen  cuidado 
en  la  extracción  de  nuevos  restos,  y  aun  ofrecido  algunas  re- 
compensas á  los  que  hallasen  alg*uno  de  importancia. 

El  Sr.  Azpeitia  hizo  sobre  el  mismo  asunto  alg-unas  observa- 
ciones, refiriéndose  á  la  nota  que  se  publica  en  el  Boletín  de 
Enero,  y  ofreciendo  ser  más  explícito  cuando  tenga  reunidos 
datos  más  numerosos. 

— El  Sr.  Secretario  presentó  una  Memoria  remitida  por  el 
socio  Sr.  Fernández  de  Gatta,  titulada  Apuntes  para  una  flora 
salmantina,  y  otra  del  Sr.  Gredilla  sobre  la  Digestión  del  almi- 
dón, y  el  Sr.  Cabrera  entrega  otra  nota  del  Sr.  García  Várela 
sobre  hemípteros  del  África  occidental,  pasando  todas  ellas  á 
la  Comisión  de  publicación. 

Secciones.— La  de  Barcelona  celebró  sesión  el  28  de  Enero 
de  1903,  bajo  la  presidencia  de  D.  Carlos  Ferrer. 

Fué  aprobada  el  acta  de  la  sesión  anterior  y  quedaron  admi- 
tidos los  señores  presentados  en  ella  y  propuestos  como  socios: 
D.  Pedro  Pallas  Valls,  Zoología,  Cervantes  7,  principal  2.a, 
presentado  por  D.  Manuel  Llenas,  y  D.  José  Maluquer  Nicolau, 
Malacología,  Jaime  I,  14,  principal  1.a,  que  lo  fué  por  el  señor 
Aguilar  Amat. 

— El  Sr.  Rivas  Mateos  presentó  una  nota  titulada  «Estudio 
crítico  de  las  especies  españolas  del  género  Adenostyles». 

La  Sección  de  Sevilla  celebró  sesión  el  31  de  Enero  de  1903, 
bajo  la  Presidencia  de  D.  Manuel  Miquel,  tomando  posesión  la 
nueva  Junta. 

— Se  acordó  dirigir  un  oficio  al  Sr.  Presidente  del  Ateneo  y 
Sociedad  de  Excursiones,  dándole  gracias  por  las  atenciones 
que  debe  la  Sociedad  á  dicho  Centro  al  cederle  para  la  celebra- 
ción de  sus  sesiones  el  local  de  que  hasta  hoy  ha  dispuesto. 

— Acordó  también  la  Sección  dar  las  gracias  al  Sr.  Seras 
por  la  cooperación  que  le  presta  al  cederle  el  local  y  Laborato- 


88  BOLETÍN   DE    LA.    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

rio  del  Instituto  de  Higiene,  de  su  dirección,  con  el  mismo 
objeto. 

— Se  hizo  una  propuesta  de  socio  y  se  dio  lectura  á  una  nota 
remitida  por  el  Sr.  Barras,  de  Huelva,  intitulada  «Algunas 
observaciones  sobre  los  granitos  de  Avila». 

— Se  leyó  otra  del  Sr.  Crú,  en  que  da  cuenta  del  hallazgo  de 
dos  especies  raras  de  águila,  el  A .  Imperialis  Kaperling-  et  Bla- 
sius,  y  el  A.  ntevioides  Kaup  et  Cuvier,  muertas  la  primera  por 
un  guarda  en  Morón  y  la  segunda  en  Bollullos  de  la  Mitación 
(provincia  de  Sevilla),  el  día  15  del  corriente  mes. 

También  comunicó  el  Sr.  Crú  el  hallazgo  de  un  Picus  ma- 
jor  L.,  cazado  en  El  Pedroso  el  día  20  de  Enero,  poniendo  á 
disposición  de  la  Sociedad  tanto  este  como  los  anteriores  ejem- 
plares. 

El  mismo  señor  socio  anunció  presentaría  á  la  Sociedad 
una  Memoria  acerca  de  los  nidos  recogidos  por  él  en  el  viaje 
ornitológico  que  verificó  en  el  mes  de  Abril  y  Mayo  del  pa- 
sado año. 

— El  Sr.  Chaves  mostró  un  ejemplar  de  anglesita  proceden- 
te de  Río  Tinto,  que  le  ha  sido  donado  por  el  Sr.  Seras.  Se 
presenta  dicho  mineral  en  geodas  de  cristales  hasta  de  1  cm. 
bien  reflejantes,  rellenos  sus  intersticios  por  un  óxido  de  plomo 
(massicot?).  La  combinación  de  formas,  muy  sencilla,  es  ajui- 
cio del  Sr.  Chaves  interesante,  y  sobre  todo  por  tratarse  de  una 
localidad  probablemente  no  citada  ó  no  descritos  los  cristales. 

— El  Sr.  del  Mazo  presentó  unas  arenas  de  materiales  aná- 
logos á  las  de  Torre  Carbonera,  procedentes  de  Moguer,  que 
fueron  examinados  con  un  microscopio  facilitado  por  el  señor 
Seras,  y  una  colección  de  fósiles  del  plioceno  del  mismo  punto, 
compuesta  de  especies  extinguidas  de  los  géneros  Venus.  Cy- 
tkerea,  Pleurotoma,  Oslrea,  Pectén,  Chlamys,  Leptou,  Cylina, 
Calyptrcea,  Vermetus,  Balamis,  etc.,  en  g-eneral  de  gran  tama- 
ño, y  además  de  las  especies  vivientes,  Pechmculus  glycyme- 
ris  L.,  Leda  pella  L.,  Chlamys  hyalina  Poli,  Cardium  paucicosta- 
tiuii  Sowerby,  Mactra  suMíuncata?  Da  Costa,  Cassis  sahv.rim 
Bruguiére,  Astralium  rugosum  L.,  Idus papillaius  Schumacher. 

— El  Sr.  Miquel  presentó  un  Hélice  campesina  Esqu.,  y  una 
Cyclostoma  onauritanica  Pall.  del  plioceno  de  Águilas,  una. 
charnela  de  un  pelecípodo  procedente  de  Castilleja  de  la  Cuesta, 
muy  parecido  á  la  Dosinia  orbicularis  Agassiz,  del  plioceno  del 


DE    HISTORIA   NATURAL.  89 

Asieran  y  un  Donax  tntnculus  L.,  D.  viiatíus  Da  Costa  =  D.se- 
mislrialus  Poli,  Mactra  corallina  h.=M.  stultorum  L.,  y  Gas- 
trana  dimana  Costa,  procedentes  estas  últimas  del  cuaternario 
de  Castellón  de  la  Plana. 

— El  Sr.  Seras  leyó  un  trabajo  publicado  en  los  Anuales  de 
l'Institut  Pasteur,  tomo  xvi,  titulado  Eludes  Mologiques  sur  la 
vieillesse,  par  M.  E.  Metchnikoff,  Recherches  sur  la  vieillesse  des 
perroquets,  par  MM.  Metchnikoff,  Mesnil  et  Weinberg,  en  el  que 
se  hacen  curiosas  observaciones  acerca  de  la  long-evidad  nota- 
ble de  los  loros,  y  las  modificaciones  que  la  edad  imprime  en  la 
inteligencia  y  funciones  de  dichos  animales. 

— No  habiendo  otros  asuntos  de  que  tratar,  se  levantó  la  se- 
sión ,  pasando  los  señores  socios  á  ver  el  nuevo  local  é  instala- 
ciones del  Instituto  de  Higiene  que  el  Sr.  Seras  ha  puesto  ga- 
lantemente á  disposición  de  la  Sociedad. 

La  Sección  de  Zaragoza  celebró  sesión  el  28  de  Enero  de 
1903,  bajo  la  presidencia  de  D.  Pedro  Ramón  y  Cajal,  siendo 
leída  y  aprobada  el  acta  de  la  anterior. 

— Acto  seguido  el  Rvdo.  P.  Xa  vas  presentó  varios  liqúenes 
enviados  por  el  Rvdo.  D.  Norberto  Font,  que  son:  Roccella ])hy- 
copsis  Ach.,  Ramalina  vulcania  Mont.  y  R.  calicarisL.,  seg'ún 
parece  ser  un  talo  joven;  especie  ésta  comospolita. 


Notas  y  comunicaciones. 


Materiales  para  la  fauna  ictiológica  de  las  Baleares 


D.    JAIME    FERRER   Y    HERNÁNDEZ. 

Dedicado  desde  hace  algún  tiempo  al  estudio  de  los  peces  de 
Menorca,  he  logrado  recoger  unas  150  especies,  de  las  que  hay 
varias  no  citadas  de  Baleares  por  Barceló  y  Combis  en  su  Ca- 
tálogo de  peces  de  Baleares,  trabajo  que,  después  de  otros  valio- 
sísimos de  su  autor,  es  una  recopilación  de  todo  lo  que  respec- 
to á  este  asunto  se  ha  publicado.  Deben,  pues,  considerarse 
como  nuevas  para  la  fauna  balear  las  especies  que  hoy  pre- 


90  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

sentó  á  nuestra  Sociedad,  aplazando  algunas  que  no  he  podido 
clasificar  con  exactitud  para  otra  nota  sobre  el  mismo  asunto. 


G.  Mustelus  Müll. 

M.  I&vis  Riss.— Bal.  (Barceló);  Malí.  (Weyler);  Men.  (Cle- 
ghorn,  Ramis,  P.  Arcas!);  Ib.  (Delaroche).  Muñóla. 

M.  stellatus  Riss.— Malí.  (Barceló).  Muñóla. 

M.  vulgaris  Müll. — Epidermis  cubierta  de  pequeños  tubércu- 
los agudos.  Dientes  sin  saliente  puntiagudo  en  su  parte  exter- 
na. Ojos  más  largos  que  anchos,  ovales.  Pectorales  que  se  ex- 
tienden hasta  debajo  del  cuarto  anterior  de  la  primera  dorsal; 
caudal  algo  más  de  !/s  de  la  longitud  total.  Cuerpo  unas  nueve 
veces  más  largo  que  alto.  Color  gris  ceniciento  obscuro  en  el 
dorso;  lados  más  claros;  vientre  blanquecino.  Septiembre-Abril. 
1  á  3  m.  Muñóla.  Menorca. 

G.  Torpedo  Dumeril. 

L.  narke  Riss.— Malí.  (Barc);  Ib,  (Del).  Trémulo.  Tremulosa. 

T.  marmorata  Riss.— Forma  discoidea,  con  el  disco  no  escota- 
do al  nivel  de  los  ojos.  Primera  dorsal  inserta  casi  encima  de  las 
ventrales;  éstas  enteras.  Aberturas  de  los  espiráculos  ovales, 
tan  grandes  como  los  ojos  y  provistas  de  7  tentáculos.  Color 
pardo  rojizo  claro,  sin  manchas  en  la  parte  superior;  en  la  in- 
ferior blanco  rojizo.  Diciembre-Marzo.  0,16.  Trémulo.  Me- 
norca. 

G.  Raja  C. 

R.  quadrimaculata  Riss.— Malí.  (Barc  );  Llisól.  Grisól.  Retja- 
da  de  S.  Pere. 

R.  miraleptus  Rond.— Malí.  (Barc,  Weyl);  Men.  (Rain.).  Lli- 
sól. Grisól. 

R.  punctata Riss.— Malí.  (Barc);  id.,  id.  Retjada. 

R.  nonada  Riss.— Malí.  (Barc);  Men.  (Clegh.  P.  Arcas);  Ib. 
(Barc).  Clavell-morell. 

R.  rostrata  Riss.— Malí.  (Barc).  Cavach.  Llisól. 

R.  marginata  Lacep.— Malí.  (Barc);  Men.!  id.,  id.  Clavell. 

R.  radula  Del.— Men.!  Ib.  (Del).  Retjada. 


DE    HISTORIA  NATURAL.  91 

R.fullonica  Rond.— Disco  más  ancho  que  largo,  liso,  color 
canela,  con  manchas  negras  y  rosadas  en  la  parte  anterior, 
parte  inferior  blanco-rosada.  Boca  poco  arqueada.  Tres  líneas 
de  aguijones  sobre  la  cola,  siendo  los  laterales  más  pequeños; 
en  el  disco  y  á  cada  lado  de  la  línea  media  un  aguijón  más 
desarrollado.  Sobre  la  ceja  tres  espinas.  Ojos  algo  más  gran- 
des que  los  orificios  de  los  espiráculos;  éstos  arriñonados.  Des- 
de el  borde  posterior  del  ojo,  una  serie  de  aguijones  que  lle- 
gan hasta  el  ángulo  externo  de  las  pectorales,  y  desde  éste 
hacia  el  borde  anterior  de  las  mismas,  dos  ó  más  series  de  es- 
pinas muy  pequeñas.  Dos  dorsales  con  una  mancha  obscura 
en  su  base.  Noviembre-Marzo,  0,5  á  0,7.  Retjada.  Menorca. 


G.  Blennius  Artedi. 

BL  gattorugine  Brünn.— Malí.  (Barc);  Men.  (P.  Arcas!);  Ib. 
(Del).  Rabose. 

Bl.  palmicoruis  C.  et  V.— Malí.  t^Barc);  Men.  (P.  Arcas!). 
Rabose. 

BL  ocellaris  L.— Malí.  (Barc);  Men.!;  Ib.  (Del).  Rabose. 

BL  graficus  Riss.—  Malí.  (Barc).  Rabose. 

BL  sanguinoUnins  Pall. — Ib.  (Del). 

Bl.  pavo  Riss.— Malí.  (Barc);  Men.!  Gallerbu. 

Bl.  tentacularis  Brünn.— Sin  filamentos  setáceos  sobre  la  ca- 
beza. Un  tentáculo  sobre  la  ceja,  doble  del  diámetro  del  ojo. 
Dorsal  casi  igual;  distancia  entre  su  primer  radio  y  el  borde 
posterior  de  la  órbita,  mayor  que  el  espacio  preorbitario.  D.  34, 
A.  22.  Dientes  en  número  de  26  con  un  canino  bien  desarrolla- 
do. Tentáculos  planos  y  dentados.  Gris  rosado  con  ocho  ban- 
das verticales  obscuras.  Dorsal  con  el  primer  espacio  interra- 
dial manchado  de  negro.  0,10  á  0,15.  Rabose.  Septiembre-Mar- 
zo. Menorca. 

Bl.  erythrocephalus  Riss.— Tentáculo  de  la  ceja  Va  del  diá~ 
metro  del  ojo.  Dorsal  con  los  diez  primeros  radios  separados  de 
los  restantes  por  una  escotadura;  2.°,  3°,  y  4.°  apenas  más  al- 
tos que  el  5.°  y  6.°  Mandíbulas  con  un  canino  bien  desarrollado 
y  20-26  dientes.  Gris  verdoso  con  5-6  bandas  verticales  obscu- 
ras. Mejilla  con  una  mancha  roja  poco  visible.  0,10  á  0,15.  Ra- 
bose. Septiembre-Marzo.  Menorca. 


82  boletín  de  la  sociedad  española 


G.  Callionymus  L. 

C.pusillus  Del.— Malí.  (Barc);  Ib.  (Del).  Dragó. 

C.  admirabilis  Riss.— Malí.  (Barc.).  Dragó. 

C.  hjra  L. — Bal.  (Navarrete).  Dragó.  Men.! 

C.  maculatus  Raf. — Dorsales  gris  pálida  con  manchas  ne- 
gras; en  la  1.a,  entre  el  3.°  y  4.°  radios  una  mancha  negra  que 
ocupa  todo  el  espacio  interradial.  Anal  gris  bordeada  de  ne- 
gro. 1.a  D.  4,  2.a  D.  10,  A.  8,  C.  13.  Cuerpo  amarillo  verdoso; 
sobre  los  flancos,  pequeñas  manchas  obscuras  y  dos  filas  de 
nacaradas.  Cabot  en  bañes.  Jérre  pedrés.  Octubre-Enero.  0,15 
á  0,20'.  Menorca.  Rara. 

C.  lelenus  Riss. — Tres  radios  en  la  primera  dorsal  y  ocho  en 
la  segunda.  Amarillo  con  puntos  rosados;  vientre  blanco.  Ca- 
bot en  bañes.  0,06  á  0,1.  Octubre-Enero.  Menorca.  Raro. 

G.  Labrus  Cuv. 

L.  lupus  L.— Malí.  (Barc,  Weyl.);  Men.  (Clegh.  Ram.  P.  Ar- 
cas); Ib.  (Del).  Llop.  Llobarro. 

L.punciatus  Bloch.— Longitud  de  la  cabeza  comprendida  3  V2 
en  la  total;  altura  del  cuerpo  1  l/2  en  la  longitud  de  la  cabeza. 
Escamas  del  espacio  interorbitario  con  espínulas  en  su  borde 
libre.  Parte  inferior  del  vómer  dentada.  1.a  D.  10,  2.a  D.  Via» 
A-  3/io>  v-  Vi»  p-  18,  C.  19.  Plateado,  con  el  dorso  y  flancos 
manchados  de  neg-ro.  Llop.  0,5  á  1  m.  Octubre-Diciembre.  Me- 
norca. 

G.  Cantar us  C. 

C.  mlgaris  C— Malí.  (Barc.  Weyl.);  Men.  (Clegh.  Ram.);  Ib. 
(Del).  Cantere. 

C.  griseus  C— Men.  (P.  Arcas!).  Cantere. 

C.  orMcularis  C— Altura  del  cuerpo  comprendida  2  3/4  en  la 
longitud  total.  Cabeza  1 2/3  en  la  altura.  Línea  de  perfil  del  vien- 
tre curva.  Borde  inferior  del  suborbitario  festoneado,  pero  no 
escotado. 

D.  iV12,A.2/10,P.15,  C.19,V.  %. 

Radios  articulados  de  la  dorsal  tan  altos  como  los  espinosos. 


DE   HISTORIA   NATURAL.  93 

Anal  tan  alta  como  la  dorsal.  Pectorales  largas.  Caudal  poco 
escotada.  Gris  plateado  con  bandas  longitudinales  más  obscu- 
ras. 0,3  á  0,4.  — Cantere.  Menorca. 

G.  Chrysophrys  C.  et  V. 

Ch.  amata  C.  et  V.— Malí.  (Barc.  Weyl.);  Men.  (Clegii.  Ram. 
P.  Arcas!);  Ib.  (Del).  Duradella. 

Ch  crassirostris  C.  et  Y. — Altura  del  cuerpo  comprendida  cua- 
tro veces  en  la  longitud  total. 

D."/13,A.  i/tlJ  C.  22.  P.  17.  V.  %. 

Dorsal  gris  uniforme,  baja;  pectoral  larga;  radios  de  las  ven- 
trales fuertes.  Dorso  gris-obscuro;  lados  azul  amarillento.  Una 
mancha  negra  sobre  el  opérculo  y  la  espalda.  0,35.  Durache. 
Enero-Marzo.  Menorca. 

G.  Pagrus  Riss. 

P.  mlgaris  C.  et  V.— Malí.  (Barc,  Weyl.);  Men.  Clegh.  Ram. 
P.  Arcas!);  Ib.  (Del).  Pagre. 

P.  orp/ias  C.  et  V.— Altura  del  tronco  mayor  que  la  longitud 
de  la  cabeza.  Diámetro  del  ojo  comprendido  cerca  de  tres  ve- 
ces en  la  longitud  de  la  cabeza. 

D.  w/m,  A.  3/8,  V.  i/„  P.  14,  C.  18. 

Cuerpo  rosa  sin  líneas  longitudinales  grises;  espacio  inter- 
orbitario con  una  faja  azul  sobre  las  aberturas  nasales.  0,3. 
Pagre.  Abril-Julio.  Menorca. 

G.  Pagellus  C. 

P.  centrodontes  Del.— Malí.  (Barc); Men.!;  Ib.  (Del.),  Gorras- 
Uat-quelét. 

P.  acame  Riss.— Malí.  (Barc);  Men.  (Clegh.  Ram.  P.  Arcas!); 
Ib.  (Del).  Besug. 

P.  bogaraveo  C.  et  V.— Bal.  (Barc);  Men.!  Boga-ravell. 

P.  mormyrus  L.— Malí.  (Barc  Weyl.);  Men.  (Clegh.  Ram. 
P.  Arcas!);  Ib.  (Del).  Mabre. 


91  BOLETÍN  de  la  sociedad  española 

P.  erythrinus  L.— Malí.  (Barc,  Weyl.);  Men.  (Clegh.  Rara. 
Barc.  P.  Arcas!);  Ib  (Del).  Pitgell. 

P.  breviceps  C.  et  V. — Sin  mancha  negra  subescapular.  Espa- 
cio preorbitario  menor  que  el  diámetro  del  ojo.  Pectorales  con 
14  radios,  llegando  al  nivel  del  primero  de  la  anal.  Altura  del 
cuerpo  3  V2  en  la  longitud.  Cabeza  más  larga  que  la  altura 
del  cuerpo.  Blanco-plateado  con  tintas  rosas  y  vientre  nácara-  , 
do.  0,10  á  0,15.  Abril-Julio.  Pitgell.  Menorca. 

G.  Moena  C.  et  V. 

M.  vulgares  C.  et  V.— Malí.  (Barc,  Weyl.);  Men.  (Clegh.  Ram. 
P.  Arcas);  Ib.  (Del).  Xuclse.  Mate  saldut. 

M.  Osbeikü  C.  et  V.— Malí.  (Barc);  Men.  (Clegh.  P.  Arcas!); 
Ib.  (Del).  More.  Gerrét  imperial.  Gétcara. 

M.jusculum  C.  et  V. — Altura  del  cuerpo  comprendida  cuatro 
veces  en  la  longitud  total.  Vómer  con  una  serie  de  dientes; 
mandíbulas  con  los  dientes  finos  y  sin  caninos.  Escama  basilar 
externa  de  las  ventrales  Va  de  la  longitud  de  éstas.  Ojo  gran- 
de. Líneas  longitudinales  obscuras  á  lo  largo  del  cuerpo;  man- 
cha lateral  pequeña;  dorso  gris-plomizo;  vientre  plateado. 
Aletas  gris  uniforme.  Xucle.  Junio-Julio.  0,13  á  0,15.  Menorca. 

G.  Smaris  C.  et  V. 

S.  mlgarisQ,  et  V.— Malí.  (Barc, Weyl.); Men.  (Clegh.,  Ram., 
P.  Arcas!);  Ib.  (Del.)  Gerrét. 

S.  maurii  Bp.— Men.  (P.  Arcas!);  Gerrét  bord,  Gerrét  de  San 
Pere. 

8.  alcedo  C.  et  V.— Malí.  (Barc,  Weyl.);  Men.  (P.  Arcas!);  Ge- 
rrét pamfil.,  id.  d'ale  grogne,  id.  másele. 

S.  insidiator  C.  et  V.— Cuerpo  redondeado;  más  de  90  esca- 
mas sobre  la  línea  longitudinal.  Altura  del  cuerpo  comprendi- 
da 6-7  veces  en  la  longitud  total.  Ángulo  posterior  del  opérculo 
poco  pronunciado. 

D."/.>A.l/tt,0.17>P.15fVvyl. 

El  primer  radio  y  los  medios  de  la  dorsal  más  pequeños  que 
los  otros.  Espinas  de  la  anal  cortas  y  débiles.  Aletas  sin  man- 
chas; caudal  ahorquillada.  Dorso  gris-plomizo  ó  rojizo;  lados 


DE   HISTORIA   NATURAL.  9& 

rojizos;  vientre  plateado.  Sin  mancha  negra  á  los  lados  del 
cuerpo.  Hocico  y  aletas  rojizas.  Ojo  grande,  rojo.  Gerrét  in- 
glés. 0,15  á  0,20.  Julio.  Menorca.  Escasa. 

G.  Acantholabrus  Valenc. 

A  este  género,  cuyo  carácter  principal  es  el  de  tener  más  de 
tres  espinas  en  la  anal,  pertenece  un  lábrido  que  habita  én 
las  costas  rocosas  de  Menorca,  y  que  vulgarmente  se  le  desig- 
na por  Tac  rocas,  caracterizado  del  modo  siguiente: 

Longitud  de  la  cabeza  comprendida  cuatro  veces  en  la  total. 
Altura  del  cuerpo  cuatro  y  media  veces  con  la  longitud  total. 
Dientes  de  las  mandíbulas  en  varias  series,  siendo  las  exterio- 
res más  fuertes.  Boca  protráctil;  cinco  radios  branquiósteos; 
opérculo  y  mejilla  escamosos;  preopérculo  dentado.  Espacio 
interorbitario  aplanado. 

D.»/1j,A.»/.,P.14,C.13>V.y,. 

Dorsal  pardo-rosada,  bordeada  de  amarillo,  con  una  mancha 
negra  en  los  últimos  radios  espinosos  y  con  la  base  sembrada 
de  escamas.  Anal  rosa  amarillento;  ventral  blanquecina;  cau- 
dal pardo-amarilla  sembrada  de  escamas  hasta  su  mitad,  con 
una  mancha  negra  grande  en  la  parte  superior  y  otra  más 
pequeña  en  la  inferior.  Dorso  y  lados  rosa  carne,  con  manchas 
parduzcas  en  la  parte  superior;  parte  superior  de  la  cabeza 
más  obscura.  Vientre  claro.  Hocico  verdoso;  sobre  la  mejilla 
reflejos  azulados.  0,25. 

Caracteres  que  corresponden  á  los  del  A.  palloni  C.  et  V. 

G.  Belone  C. 

B.  rostrata  Jaber.— Malí.  (Barc,  Weyl.);  Men.  (Clegh.  Ram., 
P.  Arcas);  Ib.  (Del.);  Aguya. 

B.  acus  Riss.— Vómer  no  dentado  ó  con  dientes  muy  peque- 
ños y  escasos.  Dientes  de  las  mandíbulas  débiles.  Tronco  de 
la  caudal  sin  cresta  en  los  lados.  Dorso  verdoso;  vientre  blan- 
co-nacarado; aletas  grises.  0,5.  Julio-Noviembre.  Aguja.  Me- 
norca. 


<)6  BOLETÍN  de  la  sociedad  española 


G.  Merlangus  C. 

Género  no  citado  en  las  Baleares  y  del  que  solo  he  hallado 
una  especie. 

M.  pontanon  Riss. — Altura  del  cuerpo  1  V2  en  Ia  longitud  de 
la  cabeza;  ésta  4  X  en  la  total.  Ojo  igual  al  espacio  preorbi- 
tario  y  comprendido  3  '^  en  la  longitud  de  la  cabeza.  Boca 
grande:  mandíbula  superior  menos  avanzada  que  la  inferior. 

1.a  D.  10,  2.a  12,  3.a  20. 

Tercera  dorsal  mayor  que  la  segunda.  Caudal  ahorquillada. 
Línea  lateral  recta.  Dorso  gris-amarillento;  vientre  blanqueci- 
no. Parte  anterior  del  cuerpo  punteada  de  negro.  Pex-reg".  0,15. 
Agosto.  Menorca.  Raro. 

G.  Solea  C. 

S.  Kleinii  Bp.— Men.  (P.  Arcas!).  Llenguada. 

S.  mlgaris  Riss.— Malí.  (Barc);  Men.  (Clegh.,  Ram.);  Ib.  (Del.) 
Pelude,  Llenguada. 

S.  nasata  Bp. — Malí   (Barc).  Pelug-a. 

S  ciqiellonis  Steind. — Malí.  (Barc);  Ib.  (Barc). 

S.  ociilala  Riss. — Malí.  (Barc);  Men.!,  Pelude,  Llengue  de 
S.  Pere.  Entre  los  ejemplares  recogidos  en  Menorca  de  esta  es- 
pecie hay  unos  que  tienen  las  siete  manchas  negras  caracte- 
rísticas de  la  especie,  y  otros  que  solamente  tienen  cinco. 

S.  hispida  Rafin. — Una  sola  pectoral  con  seis  radios.  Color 
obscuro  con  cinco  bandas  verticales  negras  Sanremus.  0,10. 
Solamente  se  coge  esta  especie  en  la  entrada  del  puerto  de 
Mahón.  Menorca. 

S.  variegata  Günth. — Dos  pectorales;  la  izquierda  poco  des- 
arrollada. Escamas  grandes,  pectinadas.  Color  gris  obscuro,  con 
manchas  negras  en  las  aletas.  0,15.  Julio,  Septiembre.  Pelude, 
Menorca. 

G.  Pleuronectes  L. 

Pl.  grohmanni  Bp. — Malí.  (Barc).  Lleng-uada. 
PJ.  arnoglossus  Bp. — Malí.  (Barc).  Pelude. 
Pl.  losái  Riss. — Malí.  (Barc);  Capellá. 


DE   HISTORIA   NATURAL.  97 

Pl.  citharns  Riss. — Malí.  (Barc);  Men.!,  Capellá.  Tremol. 

Pl.  megastoma  Donov. — Anal  no  unida  á  las  ventrales;  radios- 
de  la  dorsal  casi  iguales.  Ojo  superior  menos  avanzado  que  el 
inferior;  sin  espina  en  la  anal.  Aletas  pálidas  sin  manchas. 
Cuerpo  gris-amarillento  con  manchas  obscuras.  0,2  á  0,3.  Que- 
pellá.  Agosto.  Menorca. 

G.  Uraleptus  Costa. 

Ü.  maraldi  Mor. — Altura  del  cuerpo  igual  á  la  longitud  de 
la  cabeza,  y  está  comprendida  4  !/a  en  Ia  longitud  total.  Ojo 
igual  al  espacio  preorbitario  y  comprendido  3  */«  veces  en  la 
longitud  de  la  cabeza.  Boca  grande;  dientes  separados  y  diri- 
gidos hacia  atrás;  vómer  sin  dientes.  Espacio  interorbitario 
más  grande  que  el  diámetro  del  ojo.  Dos  dorsales,  una  anal;  la 
segunda  dorsal  empieza  después  de  la  anal.  Caudal  no  con- 
fundida; color  gris;  vientre  y  hocico  negros.  Aletas  impares, 
bordeadas  de  negro  y  con  puntos  diminutos  más  obscuros.  Base 
de  las  pectorales  con  una  mancha  negra  que  se  extiende  hasta 
el  dorso;  preopérculo  y  mejillas  irisados.  Escaso.  Noviembre. 
Menorca. 

Clupeidos. 

Engraulis  enerasicholus  L.  —  Citada  por  todos  los  autores. 
Eledróc. 

Alosa  finta  Cuv.— Malí.  (Weyl.). 

Alosa  sardina  Mor. — Bal  (Navarrete).  Sardina. 

Spratella  punila  C.  et  S. — Malí.  (Barc);  Men.  (P.  Arcas);  Ib. 
(Barc).  Alatxa. 

Sardinella  aurita  Günth.  —  Bal.  (Barc,  Navarr.);  Malí. 
(Weyl.);  Men.  (Clegh.,  Rain.,  P.  Arcas);  Ib.  (Del.);  Sardine. 
Alatxa. 

Como  se  ve,  en  los  datos  que  anteceden  no  hay  unidad  de 
pareceres  con  respecto  á  los  nombres  vulgares  de  los  clupeidos 
que  habitan  las  aguas  de  aquellas  islas,  por  lo  que'  he  hecho 
un  detenido  estudio  de  los  mismos,  tomando  ejemplares  típi- 
cos de  cada  uno  de  las  especies  designadas  con  los  nombres 
vulgares  de  Sardine,  Alatxa,  y  Fledróc. 

Sardine. — Forma  alargada;  quilla  abdominal  guarnecida  de 
escudetes  espinosos.  Lengua  y  palatinos  sin  dientes.  Opérculo 


98  BOLETÍN  de  la  sociedad  española 

con  estrías  divergentes;  siete  radios  branquiósteos.  Subopérculo 
en  forma  de  paralelogramo.  Perfil  superior  subrectilíneo.  Dor- 
sal 18  radios.  Dorso  verde-oliváceo  con  una  banda  azul;  lados 
y  vientre  plateados.  Abril,  Septiembre:  0,1  á  0,3.  Caracteres 
que  son  los  de  la  A  losa  sardina  Mor. 

Alatxa. — Forma  alargada.  Escamas  grandes.  Mandíbulas  y 
vómer  no  dentados.  Altura  del  tronco  igual  á  Vs"1^  ¿e  Ia  longi- 
tud total;  48-52  escamas  sobre  la  línea  longitudinal.  Opérculo 
liso.  Dorsal  que  empieza  más  cerca  del  hocico  que  de  la  base  de 
la  caudal.  Borde  anterior  del  cinto  escapular  vertical;  aletas 
pares  y  anal  blancas;  la  caudal  con  rayas  negras;' pectorales 
largas;  ventrales  cortas.  Dorso  azulado;  lados  y  vientre  platea- 
dos; una  mancha  negra  sobre  el  opérculo.  Abril,  Septiembre. 
0,20  á  0,3.  Sardinella  aitrita  Günth. 

El  Eledrbc  es  el  Engraulis  encrasicholus  L.,  citado  por  todos 
los  que  de  ictiología  balear  han  tratado. 

Con  el  nombre  de  Emploa  se  designa  un  clupeido  que  se 
pesca  en  las  costas  de  Menorca,  y  que  se  caracteriza  así: 
-  Forma  alarg-ada.  Vómer  no  dentado,  pero  sí  la  lengua.  Qui- 
lla abdominal  dentada.  Opérculo  liso.  Mandíbula  inferior  más 
avanzada  que  la  superior.  Dorsal  que  empieza  más  lejos  del 
hocico  que  de  la  base  de  la  caudal,  y  al  nivel  ó  detrás  de  las 
ventrales.  Subopérculo  tres  veces  más  largo  que  alto;  opérculo 
con  una  débil  escotadura  en  el  borde  posterior.  Dorso  azul  con 
tintas  verde-claro;  los  lados  plateados.  Melettavulgaris  C.  et  V. 

Descripción  de  hinienópteros  nuevos 


D.    RICARDO    GARCÍA   MERCET. 

Apterogyna  bimaculata  And.;  var.  rufescens,  var.  nov. 

Typo  simillima;  sed  pygidio,  coxis,  femoribus,  yedibus,  fron- 
te, antennisque  ferrugineo-rufis  9- 

Esta  variedad  difiere  del  tipo  por  presentar  una  mancha  fe- 
rruginosa sobre  la  frente  y  de  color  más  ó  menos  rojizo  las  an- 
tenas, caderas,  patas  y  el  pigidio. 

Patria:  Guadarrama!;  Montarco!;  Sierra  de  Alfacar  (R.  de 
Oberthür). 

De  este  interesante  mutílido  recogí  un  ejemplar,  durante  el 


DE    HISTORIA  NATURAL.  99 

mes  de  Agosto  de  1901,  en  unos  tomillares  próximos  al  pueblo 
de  Guadarrama,  en  la  falda  de  la  sierra  del  mismo  nombre. 
Posteriormente  he  conseguido  capturar  algunos  otros  ejempla- 
res en  el  mismo  sitio  donde  encontré  el  primero,  y  he  hallado 
también  la  especie  en  Montarco.  Por  último,  revisando  las  co- 
lecciones del  Museo  de  Madrid,  en  una  caja  donde  había  varios 
himenópteros  sin  clasificar,  hallé  también  un  nuevo  individuo 
de  esta  Apterogyna,  recogido  por  M.  R.  de  Oberthür,  en  la  Sie- 
rra de  Alfacar,  provincia  de  Granada,  durante  el  mes  de  Julio 
de  1879. 

El  hallazgo  de  la  Apterogyna  bimaculata  And.  en  España 
ofrece  bastante  interés,  pues  el  género  no  había  sido  hasta 
ahora  señalado  como  europeo,  constituyéndolo  especies  asiáti- 
cas y  africanas  exclusivamente.  Por  otra  parte,  de  la  Aptero- 
gyna bimaculata  And.  solo  se  conocían  dos  ejemplares,  perte- 
necientes al  Museo  de  París,  y  en  no  muy  buen  estado  de  con- 
servación, que  fueron  sobre  los  que  el  Sr.  André  describió  la 
especie. 

MüTILLA  MONTANA  PanZ,  VOT.  PRONOTALIS,  Vai\  nOV. 

Typo  simillima;  differt:  thorace  nigro,  sed  pronoii  laterilms 
tegulisque  rufis  tf. 

Semejante  al  tipo,  del  que  difiere  por  presentar  el  tórax  ne- 
gro, con  solamente  los  lados  del  pronoto  y  las  escamillas  de 
color  rojo. 

Patria:  Los  Molinos  (provincia  de  Madrid!). 

Esta  variedad,  bien  distinta  del  tipo  por  la  coloración  del 
tórax,  se  asemeja  mucho  á  la  31.  montana  Panz,  var.  ru/o- 
squamulala  And.,  de  la  que  difiere  por  las  manchas  rojas  del 
pronoto. 

MUTILLA  OCTACANTHA,  Sp.  nOV. 

Submedia,  nigra,  áureo  pul)escens;  caput  subquadratum;  man- 
dibulis,  antennis,  pedibusque plus  minusve  brunneo-variis;  thorax 
scaberrimus  duplo  longior  quam  latior,  meianoto  trúncalo,  mar- 
gine superiori  pectinato  dentato.  Abdomen  subsessile,  segmento 
secundo,  in  dorso,  maculis  duabus  ovalis,  flavo-tomentosis  notato; 
segmento  tertio  fascia  fiato-sericea  praedilo;  área  pygidiali  fe- 
rruginea,  nítida,  antice  breviter  striolata.  Long.  8  mm.  9. 

Cabeza  negra,  más  ancha  que  larga,  fuertemente  punteado- 
estriada  en  toda  su  extensión;  ojos  ovalados,  garandes,  equidis- 
tantes de  la  articulación  de  las  mandíbulas  y  de  los  ángulos 


100  boletín  de  la  sociedad  española 

posteriores  de  la  cabeza;  antenas  también  negras,  con  la  ex- 
tremidad del  escapo  y  los  últimos  artejos  del  funículo  ferrugi- 
nosos; el  primero  de  éstos  corto;  el  segundo,  próximamente 
de  la  longitud  del  tercero  y  cuarto  reunidos;  tubérculos  ante- 
narios  redondeados;  mandíbulas  acuminadas  y  algo  rojizas  en 
su  extremidad. 

Tórax  completamente  negro,  rectangular,  de  bordes  casi  pa- 
ralelos, con  sus  ángulos  anteriores  un  poco  dentiformes  y  con 
otros  dos  pequeños  dientes  laterales  en  el  sitio  que  corresponde 
á  la  sutura  promesonotal;  metanoto  truncado  y  provisto  en  la 
parte  superior  de  la  truncadura  de  una  serie  de  ocho  espinas 
dispuestas  en  forma  de  peine;  dorso  del  tórax  punteado-reticu- 
lado;  mesopleuras  lisas  y  brillantes. 

Abdomen  no  completamente  sentado,  negro,  con  el  último 
segmento  ferruginoso,  y  ofreciendo  sobre  el  segundo  anillo 
dos  manchas  pubescentes,  amarillo-doradas,  y  una  banda  del 
mismo  color  sobre  todo  el  dorso  del  tercero;  los  restantes,  así 
como  el  primero,  provistos  de  largos  pelos  áureos,  que  son  más 
abundantes  alrededor  del  área  pigidial;  ésta  es  rojiza,  bri- 
llante y  estriada  tan  solo  sobre  su  mitad  superior.  Segmentos 
ventrales  ligeramente  punteados;  el  primero  con  una  quilla 
bien  acusada,  pero  que  no  ofrece  conformación  especial;  los 
siguientes  provistos  de  pubescencia  dorada  sobre  sus  bordes. 

Patas  negras,  con  los  trocánteres  y  los  fémures  algo  rojizos, 
y  dos  series  de  espinas  en  las  tibias  intermedias  y  posteriores. 

Patria:  Camerones  (África  alemana;  Conradt). 

Esta  especie,  que  debo  á  la  amabilidad  del  Sr.  Martínez 
de  la  Escalera,  ofrece  algunas  analogías  con  la  M.  pectinata 
Sich.  Rad.,  y  con  la  M.  pectinidorsis  And.,  pero  se  distingue 
perfectamente  de  la  primera  por  el  tórax  negro,  la  pubescen- 
cia amarillo-dorada,  el  primer  segmento  abdominal  negro,  la 
banda  del  tercer  anillo  entera  y  el  cuarto  desprovisto  de  toda 
ornamentación;  de  la  segunda  se  diferencia  por  los  tubérculos 
antenarios  redondeados,  los  ojos  equidistantes  de  las  mandí- 
bulas y  de  los  ángulos  posteriores  de  la  cabeza,  el  tórax  ne- 
gro, el  sexto  anillo  del  abdomen  rojizo  y  el  área  pigidial  bri- 
llante y  solo  estriada  en  sus  dos  tercios  anteriores. 

Mu  tilla  Zanzibarensis,  sp.  nov. 

Nigra,  albo  pv.liescens;  mandibularum  parte  media,  thopaceque 
rufts;  caput  subq%adratum,  thorace  latius:  thorax  subquadran- 


DE    HISTORIA    NATURAL.  101 

•giüatus;  metanoto  trmicato,  margine  superiori  pectinato-spinoso. 
Abdomen  snbsessile;  segmento  primo  margine  apicali  vitta  ar- 
genteo-sericea  augusta,  carina  inferiore  denticulata;  segmento  se- 
cundo maculis  duabus  albosericets  notato;  segmento  tertio  fascia 
argentata  vestito;  área  pygidiali  Jongi/udinaliter  striata;  calca- 
ribus  albis  Q.  Long.  8  y  Va  mm- 

Cabeza  negra,  provista  de  pilosidad  del  mismo  color  sobre  la 
frente  y  vértice,  y  blanca  sobre  el  epístoma  y  el  borde  poste- 
rior; punteado-reticulada,  de  contornos  redondeados,  un  poco 
más  ancha  que  el  tórax,  con  una  mancha  central  en  las  man- 
díbulas y  la  extremidad  del  funículo  ligeramente  ferrugino- 
sas; ojos  g-randes,  más  próximos  á  la  articulación  de  las  man- 
díbulas que  á  los  ángulos  postico-laterales;  tubérculos  antenn- 
rios  provistos  cada  uno  de  un  diente  muy  pronunciado  en  su 
parte  superior;  segmndo  artejo  del  funículo  de  las  antenas  de 
doble  longitud  que  el  tercero  ó  un  poco  más  largo;  mandíbu- 
las acuminadas  y  con  un  pequeñísimo  diente  ante-apical. 

Tórax  completamente  rojo,  subcuadrangular,  de  lados  casi 
paralelos,  con  los  ángulos  anteriores  ligeramente  dentiformes 
y  el  metanoto  truncado  y  provisto  de  una  serie  de  espinas, 
dispuestas  á  manera  de  peine,  sobre  el  borde  superior  de  la 
truncadura.  La  puntuación  de  todo  el  tórax  es  gruesa  y  reti- 
culada,  y  la  pilosidad  blanca  sobre  el  borde  anterior  y  la  trun- 
cadura, y  negro-ferruginosa  sobre  el  dorso. 

Abdomen  casi  sentado,  negro;  primer  segmento  provisto  de 
una  banda  de  pubescencia  plateada  sobre  su  borde  posterior  y 
ofreciendo  en  la  quilla  ventral  un  tuberculito  ó  dientecillo  bien 
manifiesto;  segundo  segmento  adornado  de  dos  manchas  ar- 
gentadas sobre  el  disco;  tercer  anillo  cubierto  de  una  banda 
•entera  del  mismo  color:  área  pigidial  plana,  bien  circunscrip- 
ta y  estriada  regularmente  en  toda  su  longitud;  segmentos 
ventrales  2-6,  provistos  en  sus  bordes  de  pelos  blancos.  La  pi- 
losidad del  primer  anillo  de  la  parte  dorsal  es  plateada,  la  de 
los  últimos  negruzco-ferruginosa. 

Patas  negras  con  pelos  blancos;  tarsos  ferruginosos;  tibias 
intermedias  y  posteriores  armadas  de  una  doble  serie  de  espi- 
nas; espolones  negros. 

Patria:  Zanzíbar  (Raffray;  Col.  del  Museo  de  Madrid). 

Esta  especie  es  muy  afin  á  la  M.  pectinidorsis  And.,  de  Bo- 
thavilla  (Orange);  pero  creo  yo  que  debe  diferenciarse  bien  de 

T   ni.— Febrero,  1903.  7 


102  BOLETÍN  de  la  sociedad  española 

ella  por  la  conformación  de  la  cabeza  y  mandíbulas,  estar  des- 
provista de  manchas  post-oculares,  presentar  una  franja  blanca 
sobre  el  borde  posterior  del  primer  segmento  abdominal  y  un 
dientecillo  bien  visible  en  su  quilla  inferior.  Además,  la  pu- 
bescencia de  la  M.  Zanzibarensis  es  blanca  y  la  de  la  M.  pee* 
Unidor  sis  And.  amarilla. 

Dasylabris  Andrei,  sp.  nov. 

D.  maura  L.  var.  arenaria  F.  valde  similis.  Nigra,  Mrta;  fron- 
te, vértice,  thoracisque  maculis  duabus  seficeo-luteis;  lamina  scu- 
iellari  minuta.  Abdomen petiolatum;  segmento  secando  maculis 
qualuor  in  crucera  dispositis,  argénteo- aureis;  quarto  et  quinto 
macula  transversa  albo-luteosericea  ornatis.  Área  pygidiali  lou- 
gitudinalUer  striata.  Long.  8  mm.  Q. 

Cabeza  negra,  redondeada,  un  poco  más  ancha  que  el  tórax, 
provista  sobre  la  frente  y  vértice  de  una  gran  mancha  de  pu- 
bescencia áureo-argentada;  mandíbulas  negras  en  el  ápice  y 
rojizas  en  su  parte  basilar;  antenas  robustas,  negras,  con  el' 
escapo  sedoso  argentado  y  el  segundo  artejo  del  funículo  pró- 
ximamente de  la  longitud  del  tercero. 

Tórax  piriforme,  más  largo  que  ancho,  completamente  ne- 
gro, ofreciendo  á  cada  lado  del  mesonoto  una  mancha  irregu- 
larmente  ovalada,  de  pubescencia  argentino-amarillenta,  y  so- 
bre el  borde  del  metanoto  una  uña  poco  perceptible,  negra  y 
brillante. 

Abdomen  ovalado;  su  primer  segmento  nodiforme,  comple- 
tamente negro,  provisto  en  su  parte  inferior  de  una  quilla 
igual  á  la  que  presenta  el  D.  maura  L.:  segundo  anillo  cuadri- 
maculado,  con  una  de  las  manchas  sobre  la  base,  otra  en  el 
ápice  y  las  dos  restantes  laterales,  próximas  al  borde  posterior; 
las  manchas  basilar  y  apical  ocupan  una  misma  línea  y  son 
pequeñas  y  redondeadas;  las  laterales,  de  mayor  tamaño,  ofre- 
cen un  contorno  ovalado;  cuarto  y  quinto  anillos  con  ornamen- 
tación igual  á  la  de  la  especie  linneana.  Área  pigidial  plana, 
mate,  con  estrías  muy  finas,  pero  no  muy  regulares,  en  toda 
su  longitud. 

Vientre  y  patas  negros,  pubescentes,  con  sedas  de  color 
ligeramente  dorado,  como  toda  la  pubescencia  del  cuerpo;  el 
segundo  anillo  ventral  anchamente  punteado,  provisto  de  una 
quilla  en  su  base.  Tibias  intermedias  y  posteriores  espinosas,, 
con  las  espinas  dispuestas  en  dos  series. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  108 

Patria:  Río  de  Oro,  África  occidental  (P.  Font!). 
Esta  especie,  por  sus  dimensiones  y  aspecto  general,  ofrece 
mucha  semejanza  con  el  D.  maura  L.,  var.  arenariaF.,  del 
que  solamente  difiere  por  la  ornamentación  del  mesonoto  y 
segundo  anillo  del  abdomen.  Teniendo  en  cuenta  estas  ana- 
logías, cuando  recibí  este  insecto  para  su  estudio  lo  consideré 
solo  como  una  nueva  variedad  de  la  especie  de  Linneo;  pero 
habiendo  consultado  sobre  el  particular  con  M.  Ernest  André, 
este  ilustre  entomólogo,  reconociendo  las  afinidades  del  Dasy- 
labris  de  Río  de  Oro  con  la  variedad  arenaria  F.  del  D.  man- 
ya L..  opina,  sin  embargo,  que  debe  constituir  una  especie 
nueva. 

Aceptando  tan  autorizada  opinión,  y  dedicando  este  insecto 
al  Sr.  André,  elevo  á  la  categoría  de  especie  el  mutílido  iné- 
dito que  yo  consideraba  como  una  variedad,  pero  haciendo 
hincapié  sobre  su  parecido  con  el  D.  maura  L.,  y  que  el  poli- 
morfismo de  esta  especie  me  infunde  cada  vez  más  duda  acer- 
ca de  si  debe  separarse  de  ella  la  que  acabo  de  describir. 
Cerceris  Peninsularis,  sp.  nov. 

Xiger,  flavo-pictus:facie,  mandibulis  íapice  nigro  excepto),  an- 
teúnarum  scapo,  maculis  dnabus  postocelaribus,  pronoti  margine 
postico,  scutello,  postscutello,  metathoracis  angulis  lateralibus, 
coxis,  trochanteribus ,  femoribus ,  tibiis,  tcgulis,  abdominisque 
segmentorum  (1-6)  f ostia  ápice,  Jlavis  (citta  segmento  primo  latis- 
sima,  medio  internista);  antennariim  pZagello,  genis,  et  tibiis 
posticis  ápice,  tarsis  totis,  rufo-ferrugineis;  femorum  posticorum 
macula  apical  i  nigra:  scgmentis  ventralibas  2-5  pZavo-pictis.  A  lis 
hgaliiiis,  in  regione  radialiinfuscatis,  stigmate  nigro-ferrugineo. 
Metathorace  longitiidinaliter  canaliculato ,  irregulariter  etforti- 
ter  pune  tato;  área  iriangularis  Imvi,  nítida,  in  medio  cánaliculata, 
angulis  anterioribtis  leviter  striolatis.  Segmento  6.°  ventrali,  in 
lateribus,  penicillus  flavescentis  praedito.  Long.  9-9  X  nim.  rf . 
Cabeza  negra,  punteada,  provista  de  pubescencia  sericeo- 
amarillenta  sobre  la  cara  y  frente  y  blanca  sobre  el  occipucio. 
Cara  amarilla;  dos  puntos  también  amarillos  detrás  de  los 
ojos;  epístoma  ligeramente  tridentado.  Antenas  rosáceo-ferru- 
ginosas,  con  el  escapo  y  el  primer  artejo  del  funículo  de  color 
amarillo-claro  y  los  últimos  artejos  de  éste  manchados  de  os- 
curo sobre  la  cara  superior. 
Tórax  negro,  blanco  pubescente,  de  puntuación  gruesa  en 


104  BOLETÍN    DE    LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

el  mesonoto  y  metatórax,  más  fina  en  el  pronoto  y  apenas 
punteado  sobre  el  postescudete.  Éste,  el  escudete,  las  escami- 
llas,  dos  puntos  en  las  mesopleuras,  dos  grandes  manchas 
sobre  los  ángulos  laterales  del  metatórax  y  el  borde  posterior 
del  pronoto,  amarillos  y  muy  brillantes.  El  espacio  triangular 
del  metanoto  es  canaliculado,  liso  en  su  medio  y  con  algunas 
estrías  oblicuas  sobre  los  bordes. 

Patas  amarillas,  desde  las  caderas  á  los  tarsos;  éstos  y  la 
extremidad  de  las  tibias  posteriores  rosáceo-ferruginosos;  los 
fémures  del  último  par  llevan  una  mancha  negro- ferrugínea 
cerca  del  ápice;  cuatro  manchas  amarillas  se  observan  sobre 
el  pecho,  correspondiendo  cada  una  á  la  inserción  de  las  patas 
intermedias  y  posteriores. 

Alas  hialinas,  oscurecidas  solamente  sobre  la  parte  radial  y 
con  el  estigma  negro-ferrug-inoso. 

Abdomen  bien  punteado,  brillante,  con  dos  manchas  ama- 
rillas sobre  el  primer  anillo,  y  una  franja  del  mismo  color,  es- 
cotada en  el  centro,  sobre  la  región  apical  de  los  anillos  2-6; 
el  séptimo  completamente  negro.  Los  segmentos  ventrales  2-5, 
que  son  de  color  lig-eramente  ferruginoso,  ofrecen  franjas  ó 
manchas  amarillas:  todos  son  tomentosos,  y  el  penúltimo  lleva 
á  cada  lado  un  pincel  de  pelos  amarillo-rojizos. 

Patria:  Los  Molinos  (provincia  de  Madrid!). 

De  este  elegante  Cerceris,  que  se  diferencia  bien  de  las  de- 
más especies  del  género,  poseo  seis  ejemplares,  todos  tfcf,  co- 
gidos durante  el  mes  de  Septiembre  último  en  la  localidad  que 
dejo  citada. 

Notas  liemipterológicas 


D.    A  X  T  O  X  1  O    GARCÍA     VÁRELA. 
I. 

Species  Africana  generis  Cerilocus  St&l. 

Cerilocus  Cameronensis  sp.  nov. — Niger,  ni (idus,  parce  fusco-pi- 
losus;  anUnnarwm  articulo  primo  nigro,  secundo  fusco,  articulis 
apicalilms  palidioribus.  Clavo  corioque  ébumeis;  ángulo  apicali 
coriimgro.  thoracis  lobo  postico  limboque  abdominis  coral  lints. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  105 

Sciitéilo  nigro.  Membrana  ¡tigra,  ápice  sordide  cabido.  Femoribus 
anterioribus  nigris,  subías  pone  médium  spinulis  nonnullis  ins- 
truclis;  Ubi is pone  médium  testaceis,  superne  apicem  ver  sus,  f usas; 
femoribus  iibiisque  posterior  ibas  nigris;  tarsis  fusco-jtavescenti- 
bus.  Corpore  subías  ¿oto  nigro.  Long.  27  mm.  Lat.  8  aun. 
Kamerun  (Conradt)  (Col.  Escalera). 

Cerilocus  Conradti  sp.  nov. — Nigricans,  nilidus,  parce  fusco  - 
pilosas;  capite,  antennarum  articulo  primo,  rostro,  thoracis  lobo 
a  utico,  pectore,  scutello ,  ángulo  apicali  maculaque  rotundata 
f ere  media  corii,  membrana,  femoribus  b asi  excepta,  tibiis,  ab- 
domineque  síiblus,  partí  centrali  excepta,  nigris.  Thoracis  lobo 
postico,  corio,  basi  femorum,  tarsis  necnon  limbo  abdominis, 
flavo-testaceis:  femoribus  anterioribus  subtus  pone  médium  spi- 
nulis nonnullis  instructis;  membrana  ápice  concolore.  Longitudo 
25  mm.  Lat.  max.  thoracis,  6  mm. 

Kamerun,  1896.  (Conradt)  (Col.  Escalera). 

Cerilocus  inermipes  Stal. — Ófv.  Yet.  Ah.  Fürh.  1859.  Guinea 
(Col.  Schaum).  Cabo  San  Juan,  Guinea  española  (Escalera). 
Kamerun  (Conradt). 

Var.  Ángulo  apicali  corrii  fusco. 

Kamerun  (Conradt). 

Cerilocus  Dohrni  Stal.— Ofv.  Vet.  Ak.  Fürh.  1858.  Mozambi- 
que (Col.  Dohrn  et  Stal). 

Cerilocus  Ñero  Stal. — üfv.  Vet.  Ak,  Fürh.  1858.  Calabar.  (Col. 
Dohrn). 

Cerilucus  histrio  Distant— The  Annals  and  Mag\  of.  Nat.  Hist. 
N.°  57.  Yol.  10,  p.  188  (1902).  British  East  África  (Brit.  Mus). 

II 

Nota  sobre  el  género  Khafra  Dist. 

En  la  página  185,  n.°  57,  vol.  10  (1902)  de  la  publicación  The 
Aunáis  and  Magazine  of  Natural  History,  establece  Distant  en 
sus  interesantes  Rhynchotal  Notes  el  género  nuevo  Khafra, 
próximo  al  Platymeris,  y  tomando  como  tipo  la  especie  Platy- 
meris prado  Siál  (Ann.  Soc.  Ent.  Fr.  1863,  p.  49).  Se  cita  esta 
especie  de  Sierra  Leona  y  Calabar.  En  la  colección  Escalera 


106  BOLETÍN  de  la  sociedad  española 

estudié  varios  ejemplares  procedentes  del  Kamerun  recogidos 
por  Conradt. 

En  el  mismo  número  de  la  citada  Revista  publica  una  espe- 
cie nueva,  Kliafva  concoloripes,  procedente  de  la  Nigricia  (Tip. 
Mus.  Brit).  A  esta  especie  creí  pertenecerían  varios  ejempla- 
res de  la  colección  Escalera,  procedentes  del  Kamerun;  pero 
como  la  descripción  que  M.  Distant  hace  de  la  K.  concoloripes 
es  muy  breve,  y  aun  no  todos  los  caracteres  convenían  entera- 
mente á  los  ejemplares  que  yo  estudiaba,  aproveché  la  ocasión 
del  viaje  del  Sr.  Escalera  á  Londres  para  que  los  comparase 
con  el  tipo  del  Museo  Británico. 

En  vista  de  que  existen  alg-unas  diferencias,  los  describiré 
considerándolos  como  especie  nueva,  si  bien  no  es  difícil  que 
después  de  un  estudio  comparativo  detenido  quede  reducida  á 
una  variedad  de  la  K.  concoloripes  Dist.  Dedico  esta  especie  al 
eminente  entomólogo  Mr.  W.  L.  Distant. 

Kliafra  Distanti  sp.  nov.  —  Testaceus,  nitidus;  capite,  antennis 
articulo  primo  excepto,  flavescentibus,  pilosis.  Rostro,  thorace, 
margine  costali  corii  pedibasque  tes  tacéis;  pectore  palidiore; 
abdomine  subius  lestaceo,fusco-macnlato,  usque  ad  apicem  cari- 
nato;  clavo,  J 'ere  dimidia  corii  membranceque  fnscis;  sciitello  ápice 
acato  et  reflexo.  Thoracis  lobo  postico  Icem,  spinula  angulis  late- 
ralibus,  concolore.  Long.  23,25  mm.  Lat.  mace,  thoracis  spinulcp 
lalercúis  inclusa,  6  mm. 

Kamerun  (Conradt).  (Col.  Escalera). 

Especies  españolas  del  género  «Adenostyles»  Cass. 


D.  MARCELO  R1VAS  MATEOS. 

En  el  Prodromus  Floree  Hispánica  de  Willokmm  et  Lange 
(tomo  n,  páginas  27  y  28),  así  como  en  la  Flora  Española  de 
B.  Lázaro  (tumo  n,  pág.  901)  y  en  la  Flora  de  la  Península  Ibé- 
rica de  Amo  y  Mora  (tomo  iv,  páginas  105  y  106),  puede  com- 
probarse la  uniformidad  de  criterio  de  estos  distinguidos  botá- 
nicos al  apreciar  las  especies  del  género  Adenostyles  Cass.  co- 
rrespondientes á  nuestra  flora  española.  Admiten  la  existencia 
de  tres  formas  específicas  que  son :  A .  alpina  B.  et.  Y.,  A.  pyre- 


DE    HISTORIA    NATURAL.  107 

naica  Lge.  y  A.  albifrons  Rchb.  Que  las  tres  especies  tienen  su 
■característica  propia,  es  un  hecho  indiscutible  y  reconocido  en 
sus  obras  por  los  naturalistas  antes  indicados ;  lo  que  no  puede 
admitirse,  como  trataré  de  demostrar,  es  que  los  caracteres 
esenciales  que  las  distinguen  alcancen  igual  jerarquía  taxo- 
nómica. Para  este  aserto  me  refiero  al  Adenostyles pyrenaica, 
cuyas  relaciones  son  tan  grandes  con  e\A.  albifrons,  que  na- 
turalistas como  Costa  las  reúnen  en  una  especie,  formando  con 
ellas  dos  variedadas,  á  saber:  A  denostyles  albifrons  Rchb.  var. 
genuina  y  Adenostyles  albifrons  Rchb.  var.  viridifrons  Csta 
(A.  Pyrenaica  Lag.J,  Catálayo  ra:.  de  la  Fl.  de  Cal.  por  Anto 
nio  C.  Costa,  pág.  118. 

Para  realizar  el  estudio  crítico  de  dichas  especies  he  tenido  á 
la  vista  hermosos  ejemplares  procedentes  de  los  herbarios  de 
los  Sres.  Costa  y  Trémols,  mas  algunos  recogidos  por  mí  en  la 
•Sierra  de  Gredos,  correspondientes  al  A.  albifrons. 

Veamos  en  primer  término  la  característica  de  las  tres  espe- 
cies objeto  de  la  presente  nota: 

A  denostyles  albifrons  Rchb. — De  8  á  15  decímetros  de  altura, 
tallo  erguido,  estriado  longitudinalmente,  ramoso  y  pubérulo; 
hojas  radicales  grandes,  pecioladas,  arriñonadas  y  desigual- 
mente dentadas;  las  caulinares  más  pequeñas,  con  el  peciolo 
abrazador  debido  á  la  existencia  de  dos  apéndices  foliáceos; 
unas  y  otras  son  algodonosas  por  el  envés  y  llevan  en  la  base 
del  limbo  una  escotadura  con  una  prolongación  cuneiforme  ro- 
deada de  dos  nervios.  Cabezuelas  con  2-5  flores  dispuestas  en 
•  cormibos  racimosos.  Receptáculo  tuberculoso.  Aquenios  lampi- 
ños con  vilano  peloso  y  blanquecino. 

Es  la  especie  más  extendida  en  nuestra  flora;  se  encuentra 
en  los  Pirineos  y  en  las  Sierras  de  Gredos  y  Béjar.  Fl.  Julio- 
Agosto. 

Adenostyles  pyrenaica  Lge. — De  4  á  8  decímetros  de  altura, 
con  el  tallo  estriado,  erguido,  algo  velloso,  indiviso  ó  con  po- 
cas ramificaciones.  Hojas  acorazonado-arriüonadas  por  ambas 
caras,  con  el  peciolo  auriculado.  Cabezuelas  constituidas  por 
12-14  flores  purpurinas.  Aquenio  de  aspecto  semejante  á  los  de 
la  especie  anterior.  Nuria  y  Valle  de  Aran  (Pirineo).  Fl.  Julio- 
Agosto. 

Adenostyles  alpina  B.  et.  F. — De  3  á  5  decímetros  de  altura; 
tallo  ramoso,  erguido  y  estriado  longitudinalmente.  Hojas 


108  BOLETÍN  de  la  sociedad  española 

arriñonado- triangulares,  con  la  escotadura  basilar  ancha  y 
lampillas  por  ambas  caras.  Peciolo  no  auriculado,  por  lo  me- 
nos en  la  mayoría  de  los  ejemplares.  Cabezuelas  formadas  por 
3-6  flores  purpurinas,  á  veces  blancas.  Pirineos.  Fl.  Julio- 
Agosto. 

Lo  que  más  llama  la  atención  es  la  serie  gradual  que  guar- 
dan las  tres  especies  mencionadas;  hay  ejemplares  transitorios 
tan  notables  que  difícilmente  pueden  incluirse  en  ninguno  de 
los  tipos  específicos  descritos.  Para  demostrarlo  voy  á  fijarme  en 
un  ejemplar  procedente  del  herbario  del  Sr.  Trémols,  que  fué 
recogido  por  Costa  en  el  Valle  de  Aran.  Mide  2  S  decímetros  de 
altura;  tallo  erguido,  poco  ramificado  (4  ramas)  y  profunda- 
mente estriado  en  sentido  longitudinal.  Hojas  nada  tomentosas, 
y  solo  en  las  inferiores  se  ve  algo  de  pubescencia  en  el  pun- 
to de  unión  de  los  nervios  principales;  el  limbo  tiende  á  la 
forma  arriñonada,  aunque  es  francamente  cuneiforme  en  la 
base.  Peciolos  auriculados.  Cabezuelas  de  G  flores. 

Como  puede  verse,  este  curioso  ejemplar  debe  corresponder 
á  la  forma  que  Costa  denomina  viridifrons  en  la  página  118  del 
Catálogo  razonado  de  lasplantas  de  Cataluña.  Hay,  sin  embargo,, 
una  diferencia  que  me  hace  dudar  si  en  efecto  Costa  se  refiere 
á,  dicho  ejemplar  por  él  recogido  en  el  Pirineo;  en  el  que  estoy 
estudiando  aparecen  las  orejuelas  del  pedúnculo  bien  desarro- 
lladas, siendo  así  que  él  dice  que  están  poco  desarrolladas;  pe- 
ro esta  circunstancia  es  secundaria,  porque  yo  poseo  varios 
ejemplares  de  A.  albifrons  procedentes  de  Gredos,  en  los  que 
puede  verse  gran  diversidad  en  el  desarrollo  de  esas  expansio- 
nes peciolares. 

¿A  cuál  de  las  tres  especies  corresponde  esta  forma?  En  mi 
opinión  al  A .  pyrenaica,  ó  sea  á  la  var.  viridifrons  Costa,  pero 
sin  que  jamás  pueda  considerarse  como  forma  genuina  sino  en 
un  período  bastante  elevado  de  evolución. 

No  quiero  discutir  si  la  especie  de  Lange  tiene  categoría 
bastante  para  ocupar  ese  puesto  taxonómico,  pero  resulta  á  to- 
das luces  con  una  muy  marcada  inferioridad  específica.  Y  así 
tiene  que  resultar,  siendo  una  verdadera  transición  entre  el 
A.  albifrons  y  A.  alpina,  como  se  deduce  con  la  sola  inspec- 
ción de  los  ejemplares,  no  pudiendo  referirse  á  aquélla  mas- 
que á  formas  que  enlazan  perfectamente  las  dos  especies  indi- 
cadas. Además,  el  único  carácter  que  define  al  A.  pyrenaica  e?. 


DE   HISTORIA   NATURAL.  10í> 

la  forma  de  las  hojas,  y  que  en  algunos  ejemplares  se  ven  10  ó 
14  flores  reunidas  en  cabezuela. 

Otro  de  los  ejemplares  digno  de  ser  mencionado ,  y  que  como 
el  anterior  procede  del  herbario  del  Sr.  Trémols,  está  clasifica- 
do por  el  Sr.  Costa  como  A.  albifrons  var.  viridifrons]  fué  re- 
cogido en  Nuria ,  en  el  mes  de  Agosto,  según  indica  la  etiqueta. 

Esta  forma  recuerda  la  especie  de  Lange,  pero  está  mucho 
más  próxima,  á  mi  entender,  del  A.  albifrons. 

Cotejando  el  citado  ejemplar  con  los  que  yo  tengo  de  A.  al- 
bifrons de  Sierra  de  Gredos,  y  que  pueden  considerarse  como 
formas  genuinas  de  la  mencionada  especie,  no  veo  otra  dife- 
rencia importante  que  la  magnitudy  el  serlas  hojas  muy  poco 
tomentosas.  Estos  caracteres  son  de  escaso  valor,  y  menos  aún 
tratándose  de  especies  como  las  correspondientes  al  género 
Adenosli/les,  en  las  que  se  observa  un  gran  polimorfismo. 

En  los  ejemplares  de  Gredos  puede  notarse  lo  antes  dicho: 
unos  son  muy  altos  (15  y  16  decímetros),  otros  raquíticos  (3  ó 
4  decímetros);  las  hojas,  en  la  mayoría,  son  algodonosas  por 
el  envés,  pero  en  algunos  ejemplares  apenas  si  se  ve  un  ligero 
tomento,  y  sin  embargo  todos  corresponden  sin  duda  al  A.  al- 
bifrons. 

Hay  otra  circunstancia  que  quita  valor  á  la  especie  de  Lan- 
ge; el  número  de  flores  de  las  cabezuelas  es  variable,  pero 
por  término  medio  se  reúnen  de  12  á  14,  siendo  este  uno  de  los 
caracteres  que  la  definen. 

Las  cabezuelas  del  A .  albifrons  suelen  constar  de  5  ó  6  flores, 
si  bien  son  muchos  los  ejemplares  que  llegan  á  tener  10  y  12. 

En  la  excursión  que  verifiqué  á  Gredos  en  los  últimos  días  de 
Julio  y  primeros  de  Agosto  de  1901  pude  hacer  una  observa- 
ción muy  curiosa  y  que  merece  ser  conocida:  el  A .  albifrons 
comienza  á  verse  hacia  los  800  ó  1.000  m.  de  altitud;  estos  ejem- 
plares son  genuinos ,  altos,  con  las  hojas  arriñonadas  y  algo- 
donosas en  el  envés  y  las  cabezuelas  de  5  ó  6  flores.  A  medida 
que  se  asciende  por  la  montaña  los  individuos  son  más  raros^ 
más  pequeños,  las  hojas  menos  algodonosas  y  las  cabezuelas 
más  nutridas,  de  color  purpurino  marcado.  Es  decir,  que  los 
ejemplares  en  altura  se  aproximan  á  la  especie  de  Lange. 

De  todo  lo  dicho  se  deduce:  1.°,  que  las  especies  del  género 
AdtnostyUs  son  muy  polimorfas  ;  2.°,  que  el  A.  pirenaica  Lge. 
es  una  forma  transitoria  entre  el  A .  albifrons  Rchb.  y  el  A .  al- 


no  boletín  de  la  sociedad  española 

pina  B.  et  F.;  y  3.°,  que  el  A.  pp'enaica  Lge.  tiene  escasa  catego- 
ría específica,  por  lo  cual  no  está  bastante  fundado  el  haberla 
elevado  al  rango  de  especie,  cuando  Costa,  con  buen  criterio, 
la  había  descrito  antes,  considerándola  como  una  nueva  varie- 
dad del  A .  alM frons . 


Algunas  observaciones. sobre  los  granitos  de  Avila 


D.  FRANCISCO  DE  LAS  BARRAS. 

Acaso  no  hubiera  dado  cuenta  de  las  observaciones  que  si- 
guen á  no  haberme  referido  á  ellas  ya  en  la  precedente  noti- 
cia de  mi  excursión  á  Gerena  (provincia  de  Sevilla). 

Se  trata  solo  de  algunos  datos  tomados  durante  mi  estancia 
en  Avila  acerca  del  tan  conocido  fenómeno  que  ofrecen  los  gra- 
nitos de  estar  fracturados  en  direcciones  constantes,  presen- 
tando en  los  sitios  en  que  la  denudación  ha  dejado  al  descu- 
bierto porciones  de  roca  algo  extensas,  hendiduras  formando 
líneas  rectas  que  se  cruzan  bajo  ángulos  constantes. 

Muy  estudiados  han  sido  y  conocidos,  por  tanto,  los  alrede- 
dores de  Avila,  cuyos  granitos  han  formado  á  cada  paso  cantos 
de  erosión,  ofreciendo  algunos  de  ellos  el  aspecto  de  setas  se- 
mejantes á  las  que  dibujó  de  la  provincia  de  Cuenca,  aunque 
tratándose  de  otra  formación,  el  Sr.  Botella. 

Es  muy  frecuente  que  los  elementos  de  la  roca  se  hag-an 
casi  microscópicos  en  medio  de  una  masa  de  granito  normal, 
originando  nodulos  fácilmente  separables  en  muchos  casos. 
Estas  masas  micrograníticas  se  presentan  también  formando 
filones. 

En  esta  disposición  es  más  frecuente  todavía  que  se  presen- 
ten granitos  degenerados  constituyendo  en  algunos  sitios  ver- 
dadera pegmatita,  y  quedando  á  veces  el  feldespato  ortosa 
casi  puro. 

En  algunos  sitios  la  alteración  del  feldespato  ha  dado  lugar 
á  un  argilofiro,  teñido  por  sales  de  hierro  y  de  manganeso, 
que  ha  servido  para  la  construcción  de  los  monumentos  prin- 
cipales de  Avila. 

El  granito  normal  está  en  algunos  sitios  tan  descompuesto, 


DE    HISTORIA   NATURAL.  111 

que  lo  arrancan,  desmoronándolo  con  un  palo,  los  vendedores 
de  arena. 

Merece  citarse  el  hecho  de  que,  á  mediados  del  siglo  pasado, 
hubo  un  industrial  que,  tomando  por  caliza  un  filón  de  feldes- 
pato alg'o  alterado,  construyó  no  lejos  del  paseo  de  San  Roque, 
dos  hornos  que  aún  existen  para  fabricar  cal,  llevando  el  des- 
engaño consiguiente. 

Las  direcciones  en  que  se  presentan  los  planos  de  fractura 
y  las  de  los  filoncillos  son  las  mismas,  habiendo  encontrado 
en  cada  una  de  las  determinadas  por  mí,  en  unos  sitios  frac- 
turas y  filoncillos  en  otros. 

La  que  con  más  frecuencia  he  comprobado  por  medio  de  la 
brújula  es  la  de  E.  á  O.,  que  á  menudo  se  presenta  cruzada  con 
la  de  N.  á  S. 

La  de  NE.  á  SO.  abunda  mucho  también,  siendo  muy  fre- 
cuente verla  cruzada  con  la  de  NO.  á  SE.;  pero  debo  advertir 
que,  si  bien  en  algunos  sitios  he  podido  comprobar  dicha  di- 
rección con  exactitud,  en  muchos  casos  se  presenta  la  N.  25°  O. 
á  S.  25°  E.,  y  otras  intermedias  como  la  N.  65°  O.  á  S.  65°  E. 
También  en  algunos  lugares  existe  la  dirección  N.  25°  E. 
á  S.  25°  O. 

Como  hechos  concretos  merecen  citarse  los  siguientes: 

En  la  finca  llamada  El  Pinar,  y  cruzando  el  camino  que  va 
de  la  casa  de  Sancho  Dávila  á  Arroyo  Hondo,  se  ve  un  filón 
de  microgranito  de  cerca  de  un  metro  de  espesor. 

Saliendo  de  la  ciudad,  al  principio  del  camino  que  sigue  la 
orilla  derecha  del  río  Adaja,  encuéntranse  primeramente  tres 
filones  paralelos  y  casi  verticales  de  granito  muy  feldespático, 
de  NO.  á  SE.,  presentando  respectivamente  espesores  de  25,40 
y  25,15  mm.  A  muy  corta  distancia  hay  otros  tres,  donde  se 
observan  grandes  geodas  de  cristales  de  cuarzo,  que  son  mu- 
cho más  interesantes,  pues  dos  de  ellos,  con  espesores  de  40 
y  200  mm.,  siguen  la  dirección  de  los  que  acabo  de  citar,  y  el 
tercero,  que  tiene  también  unos  40  mm.,  cruza  con  ellos  diri- 
giéndose de  N.  20°  E.  á  S.  20°  O. 

Siguiendo  adelante  encontramos  frente  al  primer  molino 
del  Adaja  otros  dos  filoncillos  cruzados  que  marchan  de  NO.  á 
SE.  y  E.  á  O.  respectivamente. 

En  este  mismo  camino,  y  como  á  un  kilómetro  más  allá  del 
sitio  anteriormente  citado,  se  halla  un  corte  natural  del  te- 


112  BOLETÍN  de  la  sociedad  española 

rreno  donde  el  granito  se  ha  dividido,  por  efecto  de  la  erosión, 
en  grandes  trozos.  En  este  sitio  hay  dos  filones  de  ortosa  con 
dirección  E.  á  O.,  buzamiento  al  N..  unos  50°  de  inclinación  y 
espesores  de  260  y  160  mm.  respectivamente. 

No  lejos  de  estos  sitios,  cerca  de  la  fuente  llamada  de  hierro, 
por  ser  su  agua  ferruginosa,  pueden  observarse  cruzándose 
en  un  solo  punto  fracturas  en  las  direcciones  NE.  á  SO.,  NO.  á 
SE.  y  E.  á  O. 

También,  aunque  en  menos  abundancia,  existen  algunos 
filoncillos  de  cuarzo,  entre  los  que  citaré  el  de  un  decímetro 
próximamente  de  espesor  que  puede  verse  en  un  desmonte 
próximo  á  la  ciudad  al  principio  del  camino  del  cementerio 
nuevo.  Los  cuarzos  en  trozos  sueltos,  y  presentando  grandísi- 
ma variedad  en  sus  coloraciones,  abundan  entre  las  tierras  de 
labor,  sobre  todo  en  algunos  sitios,  como  sucede  en  las  proxi- 
midades del  cerro  Cervero. 


Primera  lista  de  nombres  catalanes  de  hongos  (bolets) 


D.   TELESFORO  de  akaxzadi. 

Abrons  (en  L\&goster&)=BoIetus  sp. 
Águilas  (\ú.Q\\\)=Bydnum  imbrica! 'umf 
Alsinoyas  (en  San  Celom)=PIeuru/us  dri/inas. 
Bolet  (en  %Lál\orca,)=Amaniia  solitaria? 
Bolets  de  bou  (en  C&\&i)=Boletus  ediilis. 

—  —    Lycoperdon  sp. 

—  de  bruch  (en  Solsona)=.P«m«  stiptícus? 

—  d'esca^  Polyporus  fomentariiis. 

d'or  (en  G¡Qvoii'a)=Amanita  casaren. 

Bossas  (en  Llagosteva  )=Clavaria  pisiillaris? 
Vñmns-sech.s  =  ArmiUaria  mellea. 

—  —     =  Zepióta  procera? 

—  —     =  Marasmius  urens! 

—  —    =  Omphalia  ventosa/ 
Candelas  de  bruch = Clavaria  pisüllaris. 
Cap  blau  (en  Mallorca)  =  Tricholoma  ionides? 
Escarlets=  Tricholoma  truncatum. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  113 

Esclafasancs  de  llet  ó  de  Iletrada  (en  Mallorca)= Lactarius  pi- 
pera/vs. 

Girg-ola  de  camp  (en  Mallorca =Paxillus  lamellirugus?) 

Gvégüets=Tric/ioloma  equesire. 

Lleneras.  Lleneg-alls,  Llenegays,  Lla,negSiTis=ffygrophorus  li- 
ra ac  i  nvs. 

Lleng-ua  de  gos=Clavaria pistillaris. 

Mare  de  YGve\\ó=Rítssula  mustelina. 

Mataparents=¿?ofc/?¿,s  láridas. 

Moixernó,  moxernó  =  Tricholoma  Georgii? 

—  —      —  Marasmius  oreádes. 

—  —      —Plcurolus  ulmarius. 
Múrg'ula,  múrmula-—  Morchella  sp. 
Mucos,  mucosas  =  Hygro])honis  limatón  us. 
Orellanas  de  hruc\i  =  CU  tocg  be  geotropa. 

Orellas  d'ase  (en  Llag-ostera) •  —  Craterellus  cormicopioides? 

—  de  ruch. — Idem.=Idem. 

—  de  poll= Pleurotus  ostreatus. 
Ous  de  veig=Amanita  casar  ea,  joven. 
Pantinellas,  pentinellas= A  manita  rugíanla . 
Pet  de  llop  =  especies  de  Lgcoperdon. 

Peus  de  rata= Clava  ria  coralloides. 

—  —    (en  Mallorca) = Clavaria  cinérea. 
Pebrás  =  Laclar  i  as  pipera  las. 

Pinatell,  $inotéi\^ Boletus  edul%s  y  granulatus. 

—  —    (en  Gevona.)=Lactarius  deudosas. 

—  —    (en  Llag-ostera). — ídem  id.,  joven  sin  manchas 

verdes. 

—  —    —Tricholoma  equestre. 
Pixacunill. — Idem.=Idem. 

Potas  de  caball  (en  So\soria)=Scleroderma  verrucosum. 

—  de  T&t&=  Clavaria  coralloides. 
Pu.agra,=Hussula  rubra  y  emética. 

—  blanca  =  Clitocgbe  cerussata  ó  Hygrophoras  virgineus. 

—  negT3,—Russula  sp. 
Quicou= Amanita  c&sarea,  joven. 
Reig.— ídem  id. 

Rossmygl=CantAarellus  abarías  é  Ilgdaam  repandum. 
Rovell  6V  0x1= Amanita  ccesarea. 
Rovelló= Lactarius  deliciosas. 


114  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Rovelló  de  cabra,— Lac  tari  us  torminosus  ó  theiogaíus. 
Rovellol= Psalliota  campestris. 
Siurenys  (en  Gero\\a)= Boletus  edulis. 
Tófunas  (en  Vicli)=especie  negra  de  Tuber. 

Es  de  notar  que  hay  quien  come  impunemente  el  «matapa- 
Yents»=Boletus  hiridus  ú  otra  especie  de  las  que  cambian  de 
color  al  partirlas;  precisamente  esta  experiencia  inició  la  dis- 
tinción entre  el  Boletas  luridus  y  el  B.  Satanás,  propuesta  por 
Lenz. 

Notas  entomológicas 


EL    B.     P.    LONGINOS    NAVAS    S.    J. 

XII. 
Algunos  insectos  nuevos  ó  p>oco  conocidos  (1). 

5.     Nothochrgsa  stigmatica  Ramb.  (Neurópt.)  (fig.  1.a). 

Por  ser  muy  breve  la  descripción  original  de  Rambur  (Név- 
roptéres,  p.  429)  y  defectuosa  la  de  Schneider  (Symbolse  ad 
monogr.  gen.  Chrysopa,  p.  152)  como  la  figura  (lám.  57),  por 
haberse  formado  á  la  vista  de  un  ejemplar  muy  deteriorado, 
me  ha  parecido  que  no  sería  inútil  rehacer  su  descripción, 
modificando  la  de  Schneider. 

El  tamaño  es  grande,  de  las  mayores  de  la  familia  entre  las 
especies  europeas. 

El  color  general  es  de  un  amarillo  que  tira  á  anaranjado, 
incluso  el  tórax,  que  supone  verdoso  Schneider,  y  da  como 
verde  su  figura,  y  los  dos  primeros  artejos  de  las  antenas;  lo 
restante  de  éstas  es  de  un  negro  intenso.  Algunas  manchas  de 
color  pardo-rojizo  están  distribuidas  por  el  cuerpo  en  la  forma 
siguiente: 

aj  Cabeza :  una  línea  transversal  en  el  vértex ,  entre 
los  ojos. 

I)    Protórax:  una  línea  delgada  en  el  borde  anterior,  conti- 


(1)    Véase  el  núm.  9  del  Boletín  de  1902,  pág\  333;  por  equivocación  se  ha  nume- 
rado dicha  nota  como  X,  siendo  XI. 


DE    HISTORIA   NATURAL. 


115 


nuada  por  los  lados  con  una  mancha  transversal  mediana  que 
avanza  hacia  la  mitad  del  pronoto. 

c)  Mesotórax:  mancha  escapular  junto  al  ala  y  línea  en  el 
surco  oblicuo. 

d)  Metatórax:  mancha  en  la  base  del  ala  y  otras  dos  en  la 
parte  media  anterior. 

e)  Abdomen:  por  debajo  rojizo,  excepto  en  el  extremo;  por 
encima  casi  totalmente  rojizos  los  cuatro  primeros  segmentos, 
los  tres  siguientes  con  una  mancha  triangular  terminal,  que 
va  disminuyendo  progresivamente  en  cada  anillo. 

Las  venas  y  venillas  de  las  alas  son  de  un  amarillo  blan- 
quecino, mayormente  la  radial  y  la  subcostal;  el  estigma  ama- 
rillento ó  testáceo. 

Algunas  venillas  están  manchadas  de  negro-brillante,  ade- 
más de  la  mancha  basilar  de  la  radial  y  procubital,  formando 


Fi.tr.  1.» 


puntos  neg*ros  que  se  extienden  á  la  membrana  y  han  dado 
nombre  á  la  especie.  Tales  son:  las  venillas  costales,  4-8  en  la 
base;  la  subcostal;  el  sector  del  radio  y  las  cuatro  venillas  ra- 
diales siguientes;  las  dos  procubitales;  las  tres  cubitales,  con 
el  extremo  de  la  primera  marginal,  y  la  terminación  de  la 
post-cubital  (ó  post-costal)  y  su  ramo,  de  la  basilar  y  del  suyo. 
Alas  inferiores  sin  manchas. 

Patas  amarillas,  con  la  parte  media  de  los  fémures  y  princi- 
pio de  las  tibias  de  un  pardo-rojizo. 

Protórax  transverso,  redondeado  por  delante. 

Alas  transparentes,  alargadas,  estrechas,  con  el  ápice  algo 
agudo,  especialmente  en  las  inferiores. 

Rambur  encontró  esta  especie  en  las  colinas  secas  de  los  al- 
rededores de  Málaga  antes  del  año  1842.  y  allí  mismo  la  en- 


110  BOLETÍN    DE    LA"  SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

contró  el  P.  Alberto  Risco  S.  J.  en  Agosto  de  1901.  Yo  las  en- 
contré en  Sierra  Nevada  el  23  de  Julio  de  1901  en  el  Collado, 
poblado  de  matas  que  media  entre  Capilerilla  y  Capileira. 
También  se  ha  encontrado  en  Arganda  (Bolívar,  Mus.  de  Cien.) 

(').    .Bacanius  termitophilus  Wasmann  (Coleópt.). 

Finalmente  trasladaré  la  descripción  de  un  coleóptero  nue- 
vo ,  según  se  lee__  en  la  revista  Deutsche  Enlomologische 
Zeitschrift,  1902,  Hef.  i  ,  pág.  16. 

«Minimus,  nigro-piceus,  nitidus,  thorace  (excepta  basi  Iebví 
infra  lineara  transversalem)  elytrisque  requaliter  omnino  di- 
stincte  et  modice  dense  punctatis,  punctis  oblongis;  linea 
transversalis  thoracis  ante  scutellum  in  medio  paulo  sinuata, 
latera  versus  recta  (scutellum  haud  visibile;  elytrorum  stria 
subliumerali  nulla,  linea  marginali  distincta). — Long.  0,6-08 
milímetros». 

Hallado  en  Tortosa  por  el  P.  Jaime  Pujiula  S.  J.  en  un  nido 
de  Tenues  hiei  lugus  Rossi. 

7      Dilar  pieles  Navas.  (Neurópt.) 

Descrita  esta  especie  en  las  Memorias  de  la  Real  Academia 
de  Ciencias  y  Artes  de  Barcelona  (Enero  de  1903)  á  la  vis- 
ta de  un  ejemplar  5  que  me  envió  nuestro  consocio  D.  Aurelio 
Vázquez,  el  Sr.  Bolívar  tuvo  la  bondad  de  comunicarme  un 
ejemplar  tf  existente- en  la  colección  del  Museo  de  Ciencias 
Naturales,  por  lo  que  me  ha  sido  posible  completar  la  descrip- 
ción de  esta  especie. 

cs  Statura,  colore,  picturis  similis  feminse,  corpore  minus 
piloso. 

Differt: 

Antennis  (itera  25-articulatis)  14  articulis  pectinatis,  ramis 
articulis  ipsis  duplo  vel  paulo  amplius  longioribus. 

Ocellis  sublaevibus. 

Alis  anterioribus  totis  fusco-tessellatis. 

Un  ejemplar  del  Escorial  (Bolívar). 

Aprovecho  esta  ocasión  para  añadir  la  descripción  de  un  Di- 
lar del  Museo  de  Ciencias  Naturales  que  me  ha  sido  comuni- 
cado por  su  Director  D.  Ignacio  Bolívar. 

8.  —Dilar  Bolivari  sp.  n.  (Neurópt.) 

Statura  majore,  colore  fusco-testaceo,  alis  fusco-tessellatis. 

Capul  testaceum,  sublseve,  oculis  nigris,  ocellis  testaceis, 
in  ¿  hispidis,  antennis  fuscis,  ala  anteriore  brevioribus,  in 


DE    HISTORIA    NATURAL. 


117 


articulo  primo  incrassato,  2.°  et  3°  brevibus,  4.°  cornuto,  5-21 
pectinatis,  ramis  tenuibus,  flexibilibus,  articulis  ipsis  ferme 
duplo  longioribus,  decem  articulis  ultimis  inermibus  (fig\  2.a); 
vértice  innato,  testaceo,  nítido,  medio  longitudinaliter  fuseo- 
lineato,  haud  impresso. 

Alm  elongatse,  marg'ine  anteriore  subrecto,  marg'ine  poste- 
riore  ad  médium  vel  paulo  post  latissime  rotundato,  ápice  ro- 
tundatae;  venis  prominentibus,  in  Q  fusco-pictis,  sectore  radii 
in  ala  anteriore  sexies  furcato;  venulis  sparsis,  paulo  numero- 
sioribus;  pilis,  fimbriisque  pallidis;  membrana  subtota  fusco- 


Fií.  3 


Fig.  2." 


Fig.  4.» 


tessellata,  in  q?  levius  pallidiusque,  in  femina  densius  obscu- 
riusque,  maculis  dispersis  vel  parum  confluentibus  (fig\a  3.a 
et  4.a) 

Prothorax  fuscus,  marg'ine  antico,  postico,  quatuor  tubercu- 
lis  testaceis.  Meso-et  metathorax  testacei,  ang-ulis  ad  alarum 
basin  obscurioribus,  nitidis. 

Abdomen  in  a*  fusco-pallidum,  ad  apicem  hispidum,  in  Q 
rufescens. 

Pedes  longi,  pilosi,  testacei,  ápice  femorum,  tibiarum,  tar- 
sorum  fuscis. 

T.  in.— Febrero,  1903.  8 


118  BOLETÍN  de  la  sociedad  española 

Longitudo  corporis  - tf  4  mm.  9  5.5  mm- 

—  antennarum  7     »  5,5    » 

—  ake  anterioris      10     »  7       » 

—  —    posterioris     3     »  6,5     » 

—  ovipositoris  5,5    » 

Dos  ejemplares  ¡v*  y  9  cogidos  en  Oran  por  D.  Ignacio 
lívar,  á  quien  me  complazco  en  dedicar  la  especie. 


Boletín  bibliográfico. 

Académiedes  Sciences  de  Cracovie  ( 'Bull.  intérn .) .  Oct.  1902.  L.  Kulczynsky. 
Erigona;  Europa?.  Addenda  ad  descriptiones.— M.  Siedlecki.  Cycle 
évolutif  de  la  Caryotropha  nusnilii,  coccidie  nouvelle  des  polynmies. 
J.  Sosnowsky.  Contribution  á  l'étude  de  la  physiologie  du  développe- 
ment  des  rnoucb.es.  Nov.  1902.  — K.  Gutwinski.  De  algis  a  Dre.  Raci- 
borski,  anuo  1899  in  Ínsula  Java  collectis,  Déc.  1902. 

Académie  des  Sciences  de  Paris  (Compt.  rend.  des  séances).  T.  cxxxv,  n.o  22. 
— L  Vaii.lant.  Sur  la  faune  icbtbyologique  des  eaux  douces  de  Bor- 
neo.—L.  Roüle.  Sur  les  poissons  du  genre  Chondrostome  dans  les 
eaux  douces  de  la  France:— L.  Bordas.  Variat.  morphologiques  et 
anatomiques  présentées  par  le  gésier  cbez  quelques  Coléoptéres. — 
Ch.  Gravier.  Sur  les  Annélides  polychétes  d'eau  douce.— L.  Brüntz. 
L'excrétion  chez  les  Cirripédes.— L.  Matruchot.  Application  d'un 
caractére  d'ordre  étbologigue  á  la  classification  naturelle. — L.  Petit. 
De  la  répartition  des  sphérulins  dans  les  familles  vegetales. — La- 
croix.  État  actuel  du  volqan  de  la  Martiuique. — Pantel  et  Siséit. 
Sur  l'évol.  de  la  spermatide  cbez  le  Notonecta  glauca.— Cj.  Marinesco. 
Sur  la  présence  des  corpuscules  acidophies  paranucléolaires  dans 
les  cellules  du  locus  niger  et  du  locus  C(X'.ruleus.—E.  Madrel.  Rapport 
du  poids  du  foie  au  poids  total  de  Taninial.— A.  L.  Percival.  Sur  les 
variations  du  phospbore  mineral,  conjugué  et  organique,  dans  les 
tissus  anirnaux. — Moussu  et  Charrin.  Recb.  physiolog.  sur  les  eífets 
déla  sympatbicectoniie  cervicale.  — Camus  et  Pagniez.  Hémoglobi- 
nurie  musculaire — Calmette  et  Bretón.  Sur  la  formation  des  anti- 
corps  dans  le  serum  des  anirnaux  vaccinés.=N.°  23.  E.  L.  Bouvier. 
Sur  le  développement  des  opbidiens. — Fr.  Houssay.  Sur  la  mué, 
l'excrétion  et  la  variation  du  rein  chez  des  Poules  carnivores  de 
seconde  génération.— J.  Friedel.  Formation  de  la  cblorophylle,  dans 
l'air  raréfié  et  dans  l'oxygéne  raréfié.— B.  Renadlt.  Sur  quelq.  nouv. 
Infusoires  fossiles.— A.  Lacroix.  Quelques  observ.   minéralog.  faites 


DE   HISTORIA   NATURAL.  119 

sur  les  produits  de  l'incendie  de  Saint-Pierre  (Martinique).— E.  F. 
Gautier.  Sur  les  terrains  paléoz.  de  l'Oued  Saoura  et  du  Gourara. — 
D.  Eginitis.  Sur  les  crépuscules  rouges  observes  á  Athénes  dans  les 
mois  d'Oct.  et  Nov.  1902.— E.  Laurent.  Exper.  sur  la  durée  du  pou- 
voir  germinatif  des  graines  conservées  dans  le  vide. — L.  F.  Blan- 
chard.  Grégarine  co?loinique  chez  uu  Coléoptére.  —  Pantei,  et  Sinéty. 
Sur  l'evol.  de  l'acrosome  dans  la  Spermatide  du  Notonecte. — P.  A. 
Dangearo.  La  téléornitose  chez  VAmceba  Gleichenii.  Duj.— P.  Mazé. 
La  maturation  des  graines  et  l'appar.  de  la  faculté  germinative.— 
L.  Macchiati.  Sur  la  photosynthése  en  dehors  de  l'organisme. — 
J.  Brunhes.  Sur  le  role  des  tourbillons  dans  l'érosion  éolienne.— L.  A. 
Fabrb.  Sur  le  courant  et  le  littoral  des  Landes.— L.  Duparc.  Sur  l'orig. 
de  la  coupure  transversale  de  la  Kosva  (Oural  du  Nord). — N.  de  Mer- 
cey.  Sur  des  gites  de  phosphate  de  chaux  de  la  Craie  k  Bélemnites 
formes  avant  le  soulévenient  du  Bray.— E.  A.  Martel.  Sur  l'origine 
des  lapiaz  et  leur  relation  avec  les  abimes  et  l'hydrologie  souterraine 
des  calcaires.=N.°  25.=jSt.°  26.  E.  Laurent.  Sur  le  pouv.  germinatif 
des  graines  exposées  á  la  lumiére  solaire.— Lacroix.  Nouv.  observ. 
sur  les  erupt.  volcaniques  de  la  Martinique.  -  Ch.  Moüreu.  Sur  quelq. 
sources  de  gaz  minerales.—  E.  Baud.  Sur  les  cryolithes.  — L.  Roule. 
L'hermaphrodisme  normal  des  Poissons.— Fr.  Houssay,,  Var.  organ. 
chez  les  Poules  carnivoresde  seconde  génération. — Pantei,  et  Siné'iy. 
Sur  l'origine  du  Nebenkern  et  les  mouv.  nucléiniens  dans  la  sperma- 
tide de  Notonecta  glauca.-  P.  Fauvel.  Les  otocystes  des  Annélides 
polychétes. — Coste  et  Vaney.  Sur  des  émissions  nucléaires  observées 
chez  les  Protozoaires  — P.  A.  Dangeard.  L'organisation  du  Trepomo- 
nas  agilis.  Duj. — P.  Vuillemin.  Le  bois  interaiédiaire.— R  Bouilhac. 
Influence  de  l'aldéhyde  formique  sur  la  végétation  de  quelq.  Algues 
d'eau  douce. — C.  Brüyant.  Sur  la  végétation  du  lac  Pavin.— G.  Dela- 
croix.  Sur  une  forme  conidienne  du  Champignon  du  Black-rot. — 
L.  De  Laúkay.  Sur  quelq.  rapprochements  entre  la  genése  des  Gites 
Métalliféres  et  la  Géologie  genérale.— J.  Giraud.  Sur  l'áge  des  forma- 
tions  volcan,  anciennes  de  la  Martinique.  — Hang,  Lugeon  et  Corbin. 
Sur  la  découv.  d'un  nouv.  massif  granitique  dans  la  vallée  de  l'Arve. 
— Mascart.  Sur  l'abandon,  par  les  oiseaux,  des  pays  atteints  par  le 
choléra.=T.  cxxxvi.  N."  1.  A.  Gautier.  A  propos  de  la  compos.  des 
gaz  des  fumerolles  du  mont  Pelé.— A.  Lacroix.  Sur  quelq.  faits  d'en- 
domorphisme  obs.  dans  les  ruines  de  Saint  Pierre  (Martinique). — 
L.  Bruntz.  Surlaprésencede  reins  labiauxetd'unorgane  phagocytaire 
chez  les  Diplopodes.— M.  Yung.  Trembléments  de  terre  á  Smyrne.= 
N.°  2.  L.  Joubin.  Sur  quelq.  Cephalopodes  recueillis  pend.  les  der- 
niéres  campagnes  de  S.  A.  S.  le  Prince  de  Monaco  (19011902). — 
J.  Bonnier.  Sur  deux  types  nouveaux  d'Epicarides,  parasites  d:un 


]20  BOLETÍN  de  la  sociedad  española 

Cuinacé  et  d'un  Schizopode.— M.  Leriche.  Lee  Poissons  du  Paléocéne 
belge.— Deprat.  Note  prélirninaire  sur  la  géologie  de  l'ile  d'Eubée. — 
P.  Girardin.  Sur  des  observ.  glaciaires  faites  en  haute  Maurienne 
dans  l'été  de  1902. — L.  Laünoy.  Les  phénoménes  de  pyréttolyse  dans 
les  cellules  de  la  glande  hépatopancréatique  de   Y  Eupagurus  Ber- 
nardus. — Fr.  Houssay.  Le  dimorphisme  sexuel  organique  chez  les 
Gallinacés  et  sa  variation  avec  le  régime  alimontaire. — O.  Valléis. 
Sur  la  présence  du  saccharose  dans  les  amandes  et  sur  son  role  dans 
la  formation  de  l'huile  — R.  Dubois.  Sur  la  formation  de  la  pourpre 
du  Purpura  lapUlus.—S-a.  Meunier.  Rem.  sur  l'origine  de  l'activité 
volcanique.=N.°  3.  E.  Riviere  (Les  parois  gravees  et  peiutes  de  la 
grotte  de  la   Mouthe.— H.  Moissan.  Sur  une  matiére  colorante  des 
figures  de  la  grotte  de  la  Mouthe.— Charabot  et  Hebert.  Influence 
de  la  nature  du  milieu  extérieur  sur  l'état  d'hydratation  de  la  plante. 
— P.  A.  Dangeard.  Observ.  sur  la  théorie  du  cloisonnement. — L.  Ca- 
teox.  Existence  du  Crétacé  inférieur  en  Argolide   (Gréce).— Dele- 
zenne  et  Moüton.  Sur  la  présence  d'une  kinase  dans  quelques  Charn- 
pignons  Basidiomycétes.— R.   Douois.   L'origine  des  perles  chez  le 
Mytilus  yalloprovincialis.=N  °  4.  A.  Lacroix.  Les  éruptions  de  nuages 
denses  de  la  montagne  Pelee. -Marage.  Contrib.  á  la  physiologie  de 
l'oreille  interne.— A.    Barbieri.  Cycle  évolutif  des  tissus  prives  de 
leurs  rapports  intimes  avec  les  nerfs. — P.  Dop.  Sur  l'ovule  et  la  íecon- 
dation  des  Asclépiadés.  —A.  Guilliermond.  Contr.  á  l'étude  de  l'épi- 
plasnie  des  Ascoinycétes.— A.  et  Ch.  Cotte.  Sur  une  grotte  ossuaire 
prés  Cbáteauneuf-les-Martignes.— M.  Leriche.  Sur  l'exist.  d'une  com- 
munication  directe  entre  les  Bassins  parisién  et   belge   á  l'époque 
yprésienne. — Duparo  et  Loup.  Sur  des  Euphotides  a  chloritoide,  trou- 
vées  dans  l'erratique  des  env.  de  Genéve.— V.  Dervis.  Sur  les  laceo- 
lites  du  flanc  nord  de  la  chaine  du  Caucase.— Ed.  Piette.  Sur  une 
gravure  du  Mas  d'Aril. 
Académie  interna  dónale  de  Géograpkie  botanique  (Bull.J.  N.°  157. — J.  Thé- 
riot.  Excurs.  bryologiques  dans  les  Alpes  francaises. — H.  Olivier. 
Quelques  lichens  des  Pyrénées,  récoltés  par  feu  Goulard.— Leveillé 
etVaniot.  Plantaí  Bodinierianaa.  Polygonum.— Vaniot.  Composées. — 
A.  Feret.  Les  plantes  des  terrains  sales. — Leveillé.  Contr.  á  la  flore 
de  la  Mayenne.— Petitmengin.  Souv.   d'herborisations  a  Zermatt.= 
N.o  158.  Reynier.  Botanique  rurale,  diverses  récoltés  en  Provence. — 
Leveillé.  Contr.   a  la  flore  de  la  Mayenne.— Leveillé  et   Vaniot. 
Carexdu  Japón.— Feket.  Les  plantes  des  terrains  sales.  — Leveillé.  La 
preexistence  des  germes.— Leveillé  et  Vaniot.  Carex  de  l'herbier  de 
Shanghai.— MUe  Beleze.  Premier  suppl.  á  la  liste  des  champignons 
sup.  et  inf.  de  la  forét  de  Rambouillet  et  des  envirous  de  Monfort- 
l'Amaury.— Levellé.  Onothéracées  de  Coree.— Vaniot.  Plantee  Bodi- 


DE   HISTORIA    NATURAL.  121 

nierianae.  — Ch.  Claire.  Un  coíq  de  la  flore  des  Vosges. — Gagnepain. 
Les  Zingiberáceas  de  l'herbier  Bodinier. — Sudrs.  Note  sur  quelques 
Hieraeium  des  Pyrénées. 

Allgcmeinen  Entomolog lachen  Gesellschaft.  Neudamm.  (Allgem.  Zeitschrift 
fiír  Entomolog ie).  7  Band.  N.°  14/15.  F.  Silvestri.  Ergebnisse  biolog. 
Studien  an  südamerikanischen  Temiiten. — E.  Wasmann,  Nenes  über 
die  zusanimengesetzen  Nester  und  geinischten  Kolonien  der  Amei- 
sen.  —  E.  Fischer.  Weitere  Untersuchungen  über  die  Vererbung 
erworbener  Eigenschaften. — L.  Geisenheyner  Über  einige  nene  und 
seltenere  Zoocecidien  aus  dem  Nahegebiete. — F.  Eichelbaum.  Über 
die  Maxillarladen  der  Coleopt.-Larven. — N.°  19.  E.  Wasmann.  Neues 
über  die  zusammengesetzen,  etc. — K.  Escherich.  Zur  Biolog.  der 
nordafrik.  Myrmecocystus- Arten.— A.  Radcliffe  Grote.  Die  Gattungs- 
namen  der  europaischen  Noetuiden. — A.  Dücke.  Beobachtungen  über 
Blütenbesuch,  Erscheinuugszeit;  etc.,  der  bei  Para  vorkommenden 
Bienen. —  L.  Aigner-Abafi. — Über  Mimikry.=N.o  20.  A.  Ducke.  Beo- 
bachtungen über  Blütenbesuch,  etc. — E.  Wasmann.  Neues  über,  etc. — 
A.  Porta.  Die  Funktion  der  Leber  bei  den  Insekten.  —  G.  Ulmer. 
Beitrage  zur  Metamorphose  der  deutschen  Trichopteren. — L.  Sorua- 
gen.  Biologie  von  Xystophora  Hornigi  Stgr.— N.°  21.  E.  Wasmann. 
Neues  über  die  zusammeng.,  etc.— F.  Ludwig,  Insekten-und  pflanzen- 
biologische  Beitrage. — E.  Fischer.  Weitere  Untersuchungen,  etc.= 
N.°  22.  G.  Ulmer.  Zur  Trichopteren-Fauna  des  Schwarwaldes. — 
A.  Radcliffe-Grotte.  Die  Gattungsnamen  der  europaischen  Geome- 
triden. — H.  Viehmeyer.  Lomechusa  strumosa.  F.  und  die  Pseudogynen. 
— E.  Fischer,  Weitere  Untersuchung,  etc.=N.°  23.  G.  Ulmer.  Zur 
Trichopteren  Fauna,  etc.— J.  Kieffer.  Nene  europaische  Cecidien.— 
P.  L.  Hacker.  Zur  Entwickelungsgeschichte  von  Endomychus  cocci- 
neus.  L. — W.  Petersen.  Bemerkungen  zur  tíystematik  der  Schmet- 
terlinge. — E.  Fischer.  Weitere  Untersuchungen,  etc. — N.°  24.  E.  Fis- 
cher. Weitere  Untersuchungen,  etc.— Chr.  Schroder.  Die  Untersu- 
chung der  mannlichen  Genitalanhange  ais  Kriterium  für  die  Artbe- 
rechtigung  im  Genus  Eupithecia  Cnrt. — W.  Geest.  Eine  aberration 
von  Rhodocera  rhamni  und  Entwick.  der  Pieriden-Farbung.— W.  Pe- 
tebsen.  Bemerk.  zur  System,  der  Schrnetterlinge.=8.  Band.  N.°  1. 
H.  J.  Kolbe.  Über  vorschnelle  Entwickelung  von  Puppen  und  Imago- 
Organen  bei  Lepid.  und  Coleopt. — Larven,  nebst  Beschreibung  einer 
abnormen  Raupe  des  Kiefernspinners ,  Dendrolimus  p'ni.  L. — 
Chr.  Schroder.  Bericht  über  wahrend  des  Jahres  1902  zur  Einsen- 
dung  gebrachte,  vorwiegend  landwirt  schaftliche  Schadlinge. — 
G.  Ulmer,  Beitr.  zur  Metamorphose  der  deutschen  Trichopteren. — 
H.  Viehmeyer.  Kleinere  Beitr.  zur  Biologie  einiger  Ameisengiiste. 

American  Naturalist  (The).  Boston.  — Vol.  xxxvi.  N.°  432.  A.  W.  Grabau. 


122  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Studies  of  Gastropoda.— W.  M.  Wheeler.  The  Occurrence  of  Fórmica 
cinérea  Mayr  and  F.  rufibarbis  Fabr.  in  America.  —  H.  S.  Pkatt. 
Synopses  of  North-Anierican  Invertebrates. 
Archives  de  Zoologie  experiméntale  et  genérale.  París.  Ann.  1902.=N.°  1. 
L.  Cuenot.  ürganes  agglutinants  et  organes  cilio  phagocitaires. — 
H.  de  Lacaze  Duthiers.  Morphol.  de  Tridacna  elongata  et  Hippopus. 

Ausiraliam  Museum.  Sydney. 

Broteria.  (Revista  de  Sciencias  Naiuraes  do  collegio  de  S.  Fiel).  Lisboa. 
J.  S.  Tavares.  As  Zoocecidias  portuguesas.  Addenda.— 0.  Zimmer- 
maan.  Microscopía  vegetal.— J.  S.  Tavares.  Zoocecidias  dos  suburbios 
de  Vienna.— C.  Torrend.  Fungos  da  regiao  setubalense.— D.  Mendes 
d'Azevedo.  Lepidópteros  de  S.  Fiel.— J.  S.  Tavares.  Descr.  de  seis 
coleopterocecidias  novas.- J.  S.  Tavares.  Quatro  dias  na  E.-trella.— 
J.  S.  Tavares.  Descr.  de  3  cecidomyias  novas. 

Canadian  Entomologist  (The).  London.  Vol.  xxxiv.=N.u  12.  Ball.  Some 
new  Bythoscopidfe  from  British  Columbia  and  the  Southwest.— 
Grote.  Callosamia  angulifera.— Cockerell.  Two  new  Meaíy-Bugs 
from  New  México.— Kehn.  Some  Gen.  Ñames  employed  by  Serville 
in  the  Rev.  Methodique,  and  Fieber  in  Synops.  der  Europaischen 
Orthopteren.— Crawford.  The  Bee  Genus  Dialictus.  —  Dyar.  New 
Species  of  Semioscopis.  —  Robertson.  Some  new  or  little  known  Bees. 
—  Viereck.  Descr.  of  North  American  Bees.— Vol.  xxxv.  N.  1.— 
AsHMEAD.Classif  of  Fossorial,Predaceous  and  Parasitic  Wasps.— Smith. 
New  Noctuids  for  1903.— Hareengton.  Arctic  Siricoidea  and  Tenthre- 
dinoidea.- Gibson.  The  life  History  of  Crocigrapha  Normani.—  Co- 
qüillet.  Ocurrence  of  the  Phorid  genus  Mnigmatias  in  America.— 
Fernald.  Notes  on  the  Coccidae.— Fyi.es.  Cassida  viridis.  L.  -  Fernald. 
Review  of  Tutt's  British  Lepidoptera. 

Instittició  Catalana  ¿'Historia  Natural.  (Bntlleü).  Barcelona.  Any  n. 
N.°  15.  P.  L.  Navas.  Una  excursió  científica  á  la  Seria  Nevada. — 
J.  Cadevall.  Plantes  notables  deis  voltants  de  Tarrassa.-  J.  Malo- 
quee Alguna  Radiats  y  Pólips,  observáis  en  el  port  y  rada  de  Bar- 
celona.  =  Any  m.  N.°  16.  J.  Akguera  de  Sejo.  L'instint  y  la  eeva 
herencia. 

Jardín  botánico  de  Tijiis.  (En  ruso).  1902— Herbarium  Caucasicum  vivum 
Horti  Botanici  Tiflisiensis.— N.  N.  Speschnew.  Fungi  parasitici  Theas 
ad  finem  1902  observad.— N.  N.  Speschnew.  Ueber  eine,  durch  Pilze 
auf  einigen  Formen  des  Wachholders  hervorgerufene  teratologische 
Erscheinung. 

K.  K.  zoologischen-botanischen  Gesellschaft  in  Wien  ( Verhandlungen). 
Jahrg.  1902.— 9.  Heft.  Fr.  Werner.  Die  Scorpione,  Pedipalpen  und 
Solifugen  in  d  er  zoolog.-vergleichend-anatomischen  Sammlung  der 
Universitiit  Wien- J.  Podpera.  Fin  Beitrag  zu  den  Vegetationsve- 


DE  HISTORIA   NATURAL.  123 

rhiiltnissen  von  Südbulgarien.  =  10.  Heft.  J.  Podpera.  Ein  Bei- 
trag,  etc.  — Max  Bernhauer.  Elfte  Folge  neuer  Staphylin.  paláarkt. 
Fauna,  nebst  Benierkungen. — C.  Keissler.  Zur  kenntniss  des  Plank- 
tons  des  Alt-Ausseer  Sees  ia  Steiermark . 

Musée  zoologique  de  V  Académie  impériale  des  Sciences  de  St.-Pétersbourg, 
(Annuaire).  T.  vn.  N.°  3.  V.  Bianchi.  Catal.  of  the  known  spec.  of  the 
Paridce  or  the  family  of  Tits.  —  A.  Skorikov.  Gephyrea  aus  der  zool. 
Ausbeute  des  Eisbrechers  <Erniak>  im  Sorniner  1901.— J.  Baeck- 
mann.  Beschr.  einer  neuen  Art  der  Gatt.  Grammoptera  Serv.  aus  dein 
St.-Pétersb.  Gouvernement.  — H.  Simroth.  Ueber  die  wahrscheinliche 
Herleitung  der  Gatt.  Monochroma  und  Paralimax. — V.  Bianchi.  Zool. 
Ergebnisse  der  Russ.  Expedit.  nach  Spitzbergen.  Vogel.— N.  Kulc- 
zynsky.  Zool.  Ergebn.  der  Russ.  Exp.  nach  Spitzbergen.  Aranece  et 
Oribatidce. — V.  Bianchi.  Mater.  ornitholog.  de  l'expédition  du  Mour- 
rnane  1899-1901.— N.  Kascenko.  Mammiféres  recueillis  pendant 
l'expéd.  de  Ignatov  en  Altai.  1901. 

Muséum  d'Histoire  Naturelle  de  Paris.  (Bull.J  Ann.  1901.=N.°  7.  E.  T. 
Hamy.  Sur  une  sépulture  néolith.  découv.  par  M.  H.  Corot  sous  un 
tumulus,  á  Minot  (Cóte-d'Or).  —  Hamy.  L'áge  de  pierre  de  la  Falémé. 
— E.  Oustalet.  Not.  sur  quelq.  anim.  de  la  ménag.  du  Jard.  des 
Plantes.  —  Sur  la  distr.  géograph.  de  YArctitis  binturong.  Raffl. — 
A.  Menegaux.  Sur  deux  esp.  de  Chauves-Souris  de  l'Amér.  du  Sud. — 
J.  Pellegrin.  Sur  une  Raie  cornue  gigantesque  péchée  a  Oran. — 
A.  Méxégaüx.  Descr.  d'une  var.  et  d'une  espéce  nouv.  de  Chirop- 
téres  rapportées  du  Mexique  par  M.  Dignet. — J.  Pellegrin.  Poissons 
nouv.  ou  rares  du  Congo  trancáis. — E.  L.  Bouvier.  Sur  quelq.  Crus- 
tacés  du  Japón,  offerts  au  Mus.  par  M.  le  Dr.  Harmand.— M.  Régim- 
bart.  Dytiscidce,  Gyrinidce  el  Hydrophylidce  recueillis  par  M.  Har- 
mand, au  Japón  central,  en  1900. — M.  Pie.  Col.  Cérambycides  rec.  au 
Japón  par  M.  Harmand. — Liste  des  Ptinidce,  Hedobiini  et  Anthicidce 
rec.  au  Japón  par  M.  Harmand.— A.  Poujade.  Sur  l'éclosion  á  Paris 
d'une  Saturnide  de  Madagascar:  Ceranchia  Apollina  Butl. — Viré  et 
Alzona.  Sur  Y Anophtalmus  Fabiani.  Sur  une  nouv.  esp.  de  Ccecos- 
phceroma,  le  C.  bericum. — Ch.  Gravier.  Sur  le  elassifleation  des  Néréi- 
diens  de  Quatrefages. — H.  Filhol.  Appareil  á  défilement  pour  pré- 
par.  microscopiques  du  Dr.  A.  Pettit. — Feré  et  Petit.  Sur  la  struct, 
des  Tératomes.—  Maumüs  et  Launoy,  La  digestión  coecale  chez  les 
oiseaux.— Ladnoy.  Sur  la  présence  de  formations  ergastoplasmiques 
dans  les  glandes  salivaires  des  Ophidiens.— Chauveaüd.  Sur  la  struct. 
de  la  racine  de  i'Azolla.— Poisson.  Sur  un  Castilloa  particulier  du 
Guatemala. — D.  Bois.  Sur  un  iBroussin>  observé  chez  le  Sureau 
commun. — Liste  des  plantes  les  plus  intéress.  qui  ont  fleuri  dans  les 
serres  du  Mus.  du  20  juin  au  20  nov.  1901.=N.°  8.  A.   Mén-égaux. 


124  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Liste  des  Chiropt.  rapportés,  par  M.  Dignet,  du  Méxique.— E.  L. 
Boutier.  Uu  nouveau  conimensal  des  Pagures. — P.  Lesnk.  Note  pré- 
lim.  sur  les  récolt.  entom.  de  M.  G.  Thoiré  dans  la  colonie  de  la  Cote 
d'Ivoire.— Ch.  Gravier.  Sur  deux  nouv.  esp.  du  g.  Lycastis  Savigny., 
de  la  Guyaue  francaise.- Sur  un  Capitellien  d'eau  douce.  (Eisigella 
Ouanaryensis.—G.  Bohn.  Sur  la  loeom.  des  Vers  annelés. — N.  Gré- 
hant.  Sur  la  dis80ciation  de  l'hémoglobiue  oxycarbonée. --Ph.  van 
Tieghem.  L'Hypostase,  sa  struct.  et  son  role  constants,  sa  posit.  et  sa 
forme  variables. — E.  Bureau.  Sur  les  Strychnos  africains  et  les  plants 
servant  á  eropoisonner  les  armes  en  Afrique.  —A.  Chevalier.  Le 
caoutchouc  du  territoire  du  Chari. — D.  Bois.  Liste  de  quelques  florai- 
sons  intéress.  observ.  dans  les  serres  du  Muséum  du  20  nov.  au  20 
déc.  1901. — A.  Thevenin.  Sur  la  présence  de  Mosassauriens  dans  le  Tu- 
ronien  de  France.=Année  1902.  N.°  1.  E.  T.  Hamy.  Types  ethniques 
du  Rhodope.  —  A.  Ménégaux.  Catal.  des  Mammiféres  rapportés  par 
M.  Geay  de  la  Guyane  francaise  en  1898  et  1900. — A.  Grouvelle. 
Coleopt.  (Silphidce,  Nitidulidoe  Rhysodidce,  Cucujidce,  Cryptophagidce) 
recueillis  dans  le  Japón  central  par  M.  Harmand.— Ch.  Gravier.  Sur 
les  Annélides  Polichetes  d'eau  douce. — A.  E.  Mallard.  Des  variat. 
mensuelles  de  la  faune  et  de  la  flore  maritimes  de  la  baie  de  la 
Hougue.— J.  Manmus.  Sur  le  trois.  coecum  des  oiseaux.  — L.  Laüdot. 
De  l'action  amylolytique  des  glandes  saliv.  chez  les  Ophidiens. — 
Ph.  van  Tieghem.  L'hy postase  dans  le  fruit  et  dans  la  graine.— Deux 
ochnacées  nouv.,  intéress.  par  leur  habitat  géograph.— G.  Chauveaud. 
Passage  de  la  position  alterne  á  la  position  superposée  de  l'appareil 
conducteur  dans  le  cotylédon  de  l'Oignon.— Poisson  et  Pax.  Sur  trois 
esp.  cactiformes  d'Euphorbes  de  la  cote  occid.  de  Afrique.— H.  Hua. 
Quelles  esp.  fournissent  1*  caoutchouc  du  Dahomey,  d'aprés  les  docu- 
ments  foumis  par  M.  le  Testu.— Arnaud.  Recherche  et  dosage  du 
caoutchouc  dans  quelq.  lianes  africaines. 


Sesión  del  4  de  Marzo  de  1903. 

PRESIDENCIA    DEL    EXCMO.    SR.    D.    ZOILO    ESPEJO. 

El  Sr.  Martínez  de  la  Escalera,  por  ausencia  del  Secretario  y 
Vicesecretario,  leyó  el  acta  de  la  sesión  anterior,  que  fué  apro- 
bada. 

Asiste  el  Sr.  Mir  y  Navarro,  socio  fundador,  de  Barcelona. 

Correspondencia.  —  El  Secretario  leyó  una  comunicación  de 
Mr.  Albert  Gaudry,  en  la  que  da  las  gracias  por  los  volúmenes 
que  ha  recibido  de  la  Sociedad,  á  la  cual  felicita  calurosamen- 
te por  sus  trabajos. 

Otra  del  Congreso  internacional  de  Botánica  de  Viena  (1905) 
en  que  se  da  cuenta  de  haber  quedado  constituida  la  Comisión 
organizadora.  El  Congreso  se  verificará  del  12  al  18  de  Ju- 
nio de  1905,  y  la  correspondencia  debe  dirigirse  al  Secretario 
general  «Conservateur  Dr.  A.  Zahlbruckner,  Vienne  I,  Bur- 
gring,  7».  La  circular  queda  en  Secretaría  á  disposición  de  los 
señores  socios. 

Otra  del  Instituto  médico  farmacéutico  de  Barcelona  parti- 
cipando las  condiciones  en  que  se  verificará  en  lo  sucesivo  el 
concurso  escolar  que  tiene  lugar  todos  los  años  y  que  en  ade- 
lante versará  alternativamente  sobre  un  tema  de  Medicina  y 
otro  de  Farmacia,  correspondiendo  el  del  año  actual  á  la  pri- 
mera de  dichas  ciencias. 

Otra  de  la  Real  Academia  de  Ciencias  de  Lisboa,  acusando 
recibo  de  los  Boletines  de  Diciembre  y  Enero,  y  un  oficio  del 
Ldo.  D.  Enrique  Teruel,  Rector  del  Seminario  de  Orihuela, 
dando  gracias  por  haber  sido  admitido  socio  numerario. 

Admisiones  y  presentaciones.— Quedan  admitidos  como  socios 
numerarios,  D.  Rafael  Areses,  de  Pontevedra,  presentado  en  la 
sesión  anterior  por  el  P.  Merino,  y  el  Instituto  general  y  técni- 
co de  Huelva;  y  como  agregado,  D.  José  María  García  Callejo, 
que  lo  fué  por  el  Sr.  Martínez  de  la  Escalera.  Se  hizo  una 
nueva  presentación. 

T.  m.- Marzo,  1903.  9 


126  BOLETÍN    DE    LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Renuncias. — Se  leyó  una  carta  de  D.  José  Pardo  Sastrón,  de- 
Valdealgorza,  en  la  que,  alegando  su  mucha  edad  para  coad- 
yuvar activamente  á  la  vida  de  nuestra  Sociedad,  ruega  se  le 
considere  como  cesante:  á  propuesta  del  Sr.  Bolívar,  pasa  esta 
petición  á  informe  de  la  Junta  directiva,  para  que  se  vea  si  hay 
medio  de  conservar  en  nuestras  filas  al  compañero  del  gran 
Lóseos,  con  el  cual  colaboró  en  la  flora  de  Aragón. 

Comunicaciones  verbales. — El  Sr.  Cabrera  Latorre,  por  encar- 
go del  Sr.  Rivera,  de  Valencia,  presenta  un  nodulo  compañero 
de  otros  semejantes  hallados  cerca  de  Játiva,  perfectamente 
esféricos,  y  los  cuales  atribuye  dicho  señor  á  un  glaciar  que 
cree  ha  existido  como  unos  20  km.  más  arriba  del  lugar  del 
hallazgo;  y  en  prueba  de  su  aserto  presenta  un  trozo  del  bor- 
de izquierdo  del  dicho  glaciar  pulimentado  por  deslizamiento. 

El  Sr.  Font  dice  que  existe  en  Cataluña  un  lugar  en  donde 
se  encuentran  gran  cantidad  de  nodulos  semejantes. 

El  Sr.  Fernández  Navarro  cree  que  el  ejemplar  presentado 
no  debe  atribuirse  á  efectos  glaciares,  siendo,  á  su  entender, 
una  formación  corriente  en  las  calizas,  que,  como  es  sabido, 
concrecionan  muy  diversamente. 

—El  Sr.  Secretario  dio  cuenta  de  dos  notas  recibidas,  una 
del  Sr.  Graiño,  de  Aviles,  sobre  la  Testudo  mauritanica,  y  otra 
del  Sr.  Esteva,  de  Gerona,  acompañada  de  varias  fotografías 
acerca  de  monstruosidades  observadas  en  algunos  vegetales, 
acordándose  pasaran  todas  estas  notas  y  memorias  á  la  Comi- 
sión de  publicación. 

— El  Sr.  Rodríguez  Mourelo  habla  brevemente  sobre  las  pro- 
piedades fosforescentes  del  sulfuro  de  calcio  y  sus  variaciones 
de  coloración  al  ser  expuesto  á  la  luz,  prometiendo  enviar  una 
nota. 

Otro  tanto  promete  el  Sr.  Fernández  Navarro,  de-pués  de 
dar  notica  sobre  la  presencia  del  eoceno  en  el  Molar,  en  cuya 
localidad  no  cree  se  haya  citado. 

— El  Sr.  Artigas  dice  que  en  el  ríoBernesga  han  desapareci- 
do las  truchas  á  causa  del  lavado  de  minerales  de  carbón,  de- 
mostrándose con  ello  cómo  el  abandono  de  nuestros  poderes 
es  causa  de  que  se  despueblen  nuestros  ríos. 

El  Sr.  Font  hace  resaltar  el  contraste  de  que  la  iniciativa 
de  un  particular  en  Castellote  haya  bastado 'para  que  el  río 


DE    HISTORIA  NATURAL.  127 

que  por  dicho  punto  pasa  esté  infestado  de  cangrejos  por  haber 
echado  en  él  alg-unos  no  hace  mucho  tiempo. 

— El  Sr.  Artig-as  manifestó  que  el  17  de  Febrero  último  había 
visitado  en  su  casa  de  León  al  distinguido  médico  D.  Elias 
Gag-o  Rabanal,  autor  del  libro  sobre  estudios  de  la  antig-ua 
Lancia,  de  que  dio  noticia  el  consocio  D.  Rafael  Blanco  á 
la  Sociedad  en  una  de  sus  últimas  sesiones,  y  que  con  la 
mayor  amabilidad  le  enseñó  varios  objetos  y  ejemplares  de 
las  tierras  que  forman  los  depósitos  de  cenizas  mezcladas  con 
arcillas  denominados  terreras,  y  que  describe  ó  menciona  en 
el  expresado  libro;  agradeciendo  infinito,  dicho  señor  médico, 
el  que  el  Sr.  Blanco  y  esta  Sociedad,  como  lo  hizo  presente  el 
Sr.  Artig-as,  se  hubiesen  digmado  ocuparse  de  su  expresado  li- 
bro. El  Sr.  Artig-as  rog-ó,  y  así  se  acordó,  que  conste  en  el  acta 
el  reconocimiento  del  mismo  por  la  exquisita  atención  y  extre- 
mada amabilidad  que  para  con  los  dos  amig-os  que  le  acompa- 
ñaban, y  para  con  él,  tuvo  el  Sr.  Gag-o  durante  la  mencionada 
visita. 

— El  Sr.  Calderón  remite  la  sig-uiente  nota  bibliográfica: 

Ram  m  an :  Influencia  del  clima  en  las  zonas  de  los  suelos  de  Espa- 
ña. Con  este  título  ha  aparecido  en  alemán,  en  la  Zeitschr.  der 
Ges.f.  Erdk.,  1902,  un  corto  trabajo  que  no  deja  de  tener  cier- 
to interés,  y  al  cual  acompaña  un  mapa  en  bosquejo  de  la  dis- 
tribución de  los  suelos  arables  en  la  Península  ibérica.  Esen- 
cialmente no  añade  nada  nuevo  á  lo  que  sabemos  ya  por  el 
trabajo  de  Willkomm,  pero  se  hacen  alg-unas  consideracio- 
nes en  aquél  que  merecen  mencionarse.  Los  suelos  extendidos 
con  más  profusión  por  el  territorio  de  nuestra  Península  son 
los  esteparios  y  semiesteparios,  en  parte  impregnados  de  sal. 
Como  una  facies  particular  de  éstos  considera  el  autor  las  tie- 
rras negras  de  Andalucía,  las  cuales  se  diferencian  por  su  es- 
tructura de  las  similares  del  E.  de  Europa.  Aparecen  tapizadas 
las  estepas  de  una  zona  de  tierra  roja,  cuya  procedencia  no  se 
explica  aún  bien,  aunque  es  obra  indudable  del  arrastre  de 
ácido  silícico  y  la  separación  de  óxido  de  hierro  coloide.  En  la 
reg-ión  de  las  costas  del  NW.,  de  clima  suave  y  abundantes 
precipitaciones  acuosas,  las  tierras  humíferas  alcanzan  el  ma- 
yor predominio,  mostrando  de  la  manera  más  patente  cómo  la 
formación  de  los  suelos  depende  ante  todo  del  clima. 

— El  Sr.  Bolívar  presenta  en  nombre  del  R.  P.  Merino  una 


128  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

memoria  que  lleva  por  título  «Especies  gallegas  del  género 
Armería  Wild.»,  en  la  que  se  describe  una  nueva  especie, 
acompañada  de  una  preciosa  lámina;  una  nota  del  Sr.  Boscá 
sobre  el  hallazgo  de  un  Teleosaurido  en  Buñol  (Valencia),  del 
que  los  socios  pudieron  examinar  un  molde  en  yeso  de  la  ter- 
cera vértebra  cervical  remitido  por  el  mismo  señor,  y  por  fin 
un  estudio  del  Sr.  Pi  y  Suñer,  que  lleva  por  título  «Experimen- 
tos de  inyecciones  de  los  derivados  de  la  degeneración  de  la 
hemoglobina»,  acordándose  pasaran  todos  ellos  á  la  Comisión 
de  publicación. 

Secciones.— La  de  Zaragoza  celebró  sesión  el  26  de  Febrero 
bajo  la  presidencia  de  D.  Pedro  Ramón  y  Cajal.  Se  hizo  una 
propuesta  de  socio  numerario. 

— El  R.  P.  Navas,  en  comunicación  verbal,  dio  cuenta  de  lo 
notable  que  es  la  Thése  yrésentée  a  la  Faculté  de  Sciences  de 
París  pour  obtenir  le  grade  de  Docleur  ensciences  nalurelles,  por 
M.  Robert  de  Sinéty,  que  trata  de  Recherches  sur  la  Mologie  et 
l'anatomie  des  Phasmiens,  cuyo  trabajo  ha  merecido  el  premio 
T/iore,  de  la  Academia  de  Ciencias  de  París  el  pasado  Di- 
ciembre. 

El  P.  de  Sinéty  se  ha  servido  de  centenares  de  preparaciones 
de  diversas  especies  de  fásmidos,  desde  el  huevo,  y  ha  segui- 
do atentamente  todas  sus  fases  evolutivas  durante  muchos 
años;  demostrando  en  su  trabajo  estar  plenamente  informado 
de  cuanto  se  ha  escrito  sobre  esta  interesante  familia  de  ortóp- 
teros. 

El  Sr.  Brunner,  de  Wattenwyl,  nuestro  consocio,  prepara 
una  monografía  descriptiva  de  esta  familia. 

—La  Sección  de  Sevilla  celebró  sesión  el  día  28  de  Febrero 
bajo  la  presidencia  del  Sr.  Miquel. 

Fueron  admitidos  socios  Mr.  Xavier  Raspail,  especialista  en 
Ornitología,  y  el  Sr.  D.  Paulino  Martínez  Girón,  presentados  en 
sesiones  anteriores  por  los  Sres.  Ferrand  y  Miquel  y  los  seño- 
res Mazo  y  Ferrand,  respectivamente. 

Se  hizo  otra  nueva  propuesta  de  socio. 

— El  Sr.  Cru  dio  cuenta  de  haber  recibido  un  ejemplar  de 
Fuligula  rupia  Sthephens,  cazado  en  la  Albufera  de  Valencia 
el  día  18  de  Febrero;  ave  común  en  Noruega  y  costas  británi- 
cas, y  que  ya  ha  sido  citada  de  dicha  localidad  española  en 


DE   HISTORIA    NATURAL.  129 

invierno  por  Vidal,  Saunders  y  Lord  Lillford,  pero  que  no 
deja  de  ser  interesante.  Barceló  la  considera  como  sedentaria 
en  Mallorca,  y  Vayreda  la  ha  encontrado  en  Gerona. 

— Los  señores  socios  tuvieron  ocasión  de  examinar  la  com- 
plicada nerviación  de  unas  hojas  fósiles  de  Dictyopteris  neuro- 
teroides  Gutb,  formando  una  red,  y  de  A  lethopteris  Serlii  Brogn. 
sp.,  heléchos  procedentes  del  carbonífero  de  Bélmez,  que  fue- 
ron recogidas  en  unión  de  un  gastrópodo  perteneciente  á  un 
género  próximo  al  Straparollus  (Eüomphalus),  con  motivo  del 
cual  el  ¡Sr.  de  Paúl  disertó  extensamente  respecto  á  la  clasifi- 
cación y  anatomía  de  los  moluscos. 

Notas  y  comunicaciones. 


Digestión  del  almidón 


D.    FEDERICO   GREDILLA 


Generalidades. — No  cabe  duda  que  de  todas  las  funciones  asi- 
miladoras desempeñadas  por  las  plantas  hay  una  que  llama 
la  atención  del  naturalista  muy  principalmente;  nos  referimos 
á  la  llamada  digestión  de  reservas.  Decimos  esto,  porque  para 
realizarla  necesitan  los  vegetales  haber  depositado  ó  almace- 
nado en  ciertos  tejidos  de  determinados  órganos,  y  con  antela- 
ción, materiales  que  más  ó  menos  tarde  han  de  ser  destinados 
á  ulteriores  beneficios  asimilativos,  y  que  reciben  el  nombre  de 
substancias  en  reserva. 

En  tesis  general,  bien  puede  decirse  que  no  existe  órgano 
vegetal  que  en  alguno  de  sus  tejidos  no  guarde  para  ulterio- 
res utilidades  de  estas  substancias  alimenticias,  si  bien  estos 
almacenes  se  hallan  de  preferencia  en  aquellos  órganos  que, 
como  las  semillas,  tubérculos,  etc.,  se  sirven  de  este  auxilio 
alimenticio  en  sus  primeros  esbozos  de  su  vida  activa.  Allí  es 
donde  tan  esenciales  alimentos  están  colocados  de  mano  maes- 
tra, pues  al  amparo  de  dichas  reservas,  los  rudimentos  de 
nuevas  producciones,  embriones  ó  vegetales  en  miniatura 
por  dichos  órganos  encerrados,  pasan  de  la  vida  latente  á  la 
vida  activa;  y  hé  aquí  explicado  el  por  qué  la  naturaleza,  y  el 
hombre  copiando  á  ésta,  disocia  ó  separa  estos  elementos  ó 


130  BOLETÍN  de  la  sociedad  española 

partes  de  la  planta  madre,  con  el  fin  exclusivo  de  multiplicar 
los  vegetales  y  propagar  de  esta  manera,  y  según  los  casos,  los 
individuos  ó  las  especies. 

Entonces  es  cuando  estos  seres  diminutos  ó  en  miniatura, 
favorecidos  por  las  condiciones  germinativas,  apropiando  ó 
asimilando  lentamente  aquel  sustento  de  reserva,  crecen,  se 
desarrollan  y  constituyen  finalmente  seres  ostensiblemente 
distintos  que,  como  sus  predecesores,  puedan  vivir  libres  é  in- 
dependientes, aun  cuando  siempre  ligados  si  su  vida  ha  de 
sostenerse  á  las  condiciones  de  medio  necesarias  para  su  ejer  - 
cicio,  cuales  son:  radiación  y  alimento  según  unos,  atmósfera 
y  suelo  según  otros. 

Dichas  substancias  en  reserva  se  encuentran  en  los  vegeta- 
les en  procesos  bioquímicos  diferentes  de  la  serie  funcional 
sintética  ó  analítica,  asimiladora  ó  dasasimiladora,  reductora 
ú  oxidante,  importándonos  poco,  porque  no  es  factible  preci- 
sar dentro  del  estado  actual  de  la  ciencia,  ni  del  caso  presente 
discutir,  á  qué  rango  de  estos  dos  grupos  seriados  tan  distin- 
tos corresponden. 

Pero  sea  de  esto  lo  que  quiera,  y  siguiendo  el  camino  de  la 
serie  sintética  ó  asimiladora,  observemos  que  estas  reservas  se 
hallan  muy  frecuentemente  al  estado  sencillo  de  hidratos  de 
carbono,  como  el  almidón,  glucógeno,  inulina,  glucósidos. 
taninos,  etc.;  otras  veces  constituyendo  compuestos  más  com- 
plejos bajo  la  forma  de  éteres  gUcéricos,  como  los  cuerpos  gra- 
sos, ya  líquidos  (aceites),  ya  sólidos  (sebos  y  mantecas);  y  por 
último,  formando  substancias  más  avanzadas  en  la  corriente 
reductora  ó  al  estado  de  albv/minoides ;  sirvan  de  ejemplo  la 
parte  fundamental  de'  los  granos  de  aleurona  y  los  aleurocris- 
taloides. 

Más  todavía:  fijándonos  en  los  hidratos  de  carbono,  por  ser  el 
almidón  uno  de  tantos,  y  objeto  preferente  de  nuestro  estudio, 
recordemos  también  que  casi  todos  ellos  están  localizados  en 
las  células  al  estado  de  reservas  insolubles;  y  si  bien  en  algu- 
nos casos  (inulina...)  se  encuentran  disueltos  en  el  jugo  celu- 
lar merced  á  la  reacción  acida  de  éste,  no  por  eso  se  hallan  en 
condiciones  de  ser  asimilados  por  los  órganos;  necesitando 
para  ello  que  todos,  sin  excepción  alguna,  sufran  ciertas  trans- 
formaciones hidrolíticas,  que  con  la  ayuda  de  fermentos  es- 
peciales en  cada  caso,  y  siguiendo  la  vía  natural,  den  por  re- 


DE    HISTORIA.  NATURAL.  131 

sultado  glucosas  que  aseguran  por  su  fácil  osmosis  citódica, 
por  sus  combinaciones  rápidas  con  las  amidas  y  por  ser  el  ali- 
mento difusible  más  sencillo,  el  incremento  orgánico  vegetal. 

De  aquí  resulta  que  la  glucosa  es  por  excelencia  eL  producto 
alimenticio  absorbible  y  asimilable  en  el  mundo  organizado, 
y  buena  prueba  de  ello  manifiesta  el  considerable  crecimien- 
to y  multiplicación  del  Saccaromyces  cerevisice,  á  expensas  de 
la  glucosa  de  la  uva,  produciendo  la  fermentación  alcohólica 
tan  conocida;  y  además  el  buen  desarrollo  que  adquiere  dicho 
hongo  ascomiceto  en  un  cultivo  sencillo  y  previamente  este- 
rilizado de  agua  con  azúcar. 

Ahora  bien;  después  del  conocimiento  de  estos  preliminares 
generales,  como  primeros  peldaños  de  la  escala  científica  que 
subimos,  y  siguiendo  con  gradación  el  orden  de  los  tramos 
para  llegar  á  la  meta,  á  ser  posible,  del  asunto  que  encabeza 
este  artículo,  nos  ha  parecido  conveniente,  y  más  que  conve- 
niente necesario,  decir  dos  palabras  referentes  á  la  composi- 
ción del  almidón,  si,  como  es  lógico,  hemos  de  dar  cumplida 
satisfacción  á  las  transformaciones  de  que  es  objeto  esta  subs- 
tancia, partiendo  como  corresponde  de  su  fórmula  componente. 

Composición  del  almidón. — El  grano  de  almidón,  cuya  variabi- 
lidad morfológica  distingue  diferentes  especies  vegetales,  y 
■cuya  singular  estructura  estratificada  aparece  en  el  luminoso 
campo  microscópico,  es  un  hidrato  de  carbono  al  que  le  asig- 
namos la  conocida  fórmula  (C6  H(0  03)5,  sin  poder  asegurarlo. 
Está  esencialmente  formado  de  dos  variedades  de  anulosa,  que 
son  otros  tantos  estados  isoméricos  del  mismo  almidón. 

Una  de  las  variedades  recibe  el  nombre  de  amilosa  insohible 
ó  esqueleto  amiláceo,  porque  á  su  gran  insolubilidad,  comparada 
€on  la  de  la  otra  variedad,  se  ag'rega  el  aspecto  reticular  ó  ar- 
madura esquelética  que  lo  distingue.  Los  caracteres  que  ofre- 
ce son  los  siguientes:  resiste  el  agua  hirviendo;  exige  para 
•disolverse  una  temperatura  superior  á  136°,  ó  la  solución  amo- 
niacal de  óxido  de  cobre;  y  con  el  ácido  sulfúrico  concentrado 
/»  el  cloruro  de  zinc,  se  transforma  en  la  otra  variedad  amilácea 
llamada  granulosa.  Forma,  como  hemos  dicho  ya,  el  esqueleto 
del  grano  de  almidón,  conservando  la  forma,  tamaño,  estruc- 
tura y  propiedades  ópticas  de  éste,  si  bien  su  densidad  es  me- 
nor y  la  estratificación  más  visible,  y  de  las  dos  variedades 
coexistentes  en  el  grano  feculento  representa  ésta  á  duras  pe- 


132  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

ñas  la  octava  parte  de  su  peso  total.  Adquiere  con  el  yodo  una 
tinta  amarilla  ó  amarillo-rojiza,  siendo  frecuente  no  colorarse 
del  todo. 

A  la  otra  variedad  denominada  granulosa  se  le  ha  dado 
también  el  impropio  vocablo  doble  de  amilosa  soluble,  y  deci- 
mos impropio,  por  la  inexactitud  encerrada  en  el  calificativo 
tan  contradictorio  que  lleva.  Esta  substancia,  en  verdad,  es  po- 
sitivamente insoluble  en  las  condiciones  ordinarias,  aun  cuan- 
do comparativamente  sea  mucho  menor  la  insolubilidad  que 
en  la  variedad  anterior,  razón  por  la  que  y  para  su  solubili- 
dad completa,  es  imprescindible  sea  atacada  por  los  reactivos 
que  vamos  á  indicar  en  los  caracteres  que  insertamos  á  con- 
tinuación. 

Dicha  variedad,  insoluble  á  la  temperatura  ordinaria,  es  so- 
luble en  el  agua  á  temperaturas  superiores  á  30°;  en  la  saliva 
entre  38°  y  47";  en  una  disolución  de  sal  común  con  1  por  100 
de  ácido  clorhídrico  á  60°;  en  el  ácido  crómico  y  en  el  hipoclo- 
rito  de  cal.  Reúne  además  la  particularidad  de  azulear  con  el 
ag-ua  yodada,  y  dicha  combinación,  llamada  yoduro  de  almidón. 
presenta  el  fenómeno  singular  de  disociarse  y  por  tanto  deco- 
lorarse por  el  calor,  y  de  reformarse  recuperando  el  color  por 
el  enfriamiento.  Rellena  todos  los  espacios  ó  mallas  que  deja 
la  variedad  anterior  ó  esqueleto  amiláceo,  y  es  la  que  se  desta- 
ca en  nuestras  preparaciones  histológicas,  por  representar, 
contrarrestando  á  aquélla,  las  siete  octavas  partes  del  peso  total 
del  grano  amiláceo. 

Con  lo  dicho  basta  y  sobra  para  comprender  que  con  los 
reactivos  indicados  podemos  á  capricho ,  y  según  conveng-ar 
disociar  una  de  otra,  ambas  variedades,,  aun  cuando  la  resis- 
tencia á  la  separación  sea  mucho  mayor  en  la  primera  que  en 
la  segunda. 

Otro  distintivo  notabilísimo  del  almidón  es  que  se  hincha 
adquiriendo  varios  cientos  de  veces  su  volumen  primitivo 
cuando  se  pone  en  contacto  con  el  ag-ua  á  55°,  y  además  pier- 
de la  estriación  concéntrica,  carácter  este  último  que  podemos 
también  singularizar  si  sometemos  dichos  granos  de  almidón 
á  la  acción  de  los  reactivos  deshidratantes,  como  el  alcohol  ab- 
soluto. 

Notemos,  sin  embargo,  y  de  paso,  que  si  la  cantidad  de 
agua  es  insuficiente,  los  granos  se  tocan  y  se  sueldan  en  una 


DE  HISTORIA   NATURAL.  133 

masa  transparente  y  glutinosa  denominada  engrudo  de  al- 
midón. 

Digestión  amilácea. — Se  entiende  por  digestión  de  las  reser- 
vas ó  digestión  del  almidón,  sujetándonos  al  epígrafe  de  este 
artículo  y  de  este  párrafo,  la  serie  de  transformaciones  hidro- 
líticas  mediante  las  cuales  el  almidón,  como  primer  término, 
es  convertido  en  glucosa,  considerada  hoy  día  como  el  último 
eslabón  de  la  cadena  digestiva  y  el  producto  definitivo,  esta- 
ble y  asimilable  de  todos  los  cambios  sufridos  por  aquél. 

Lo  cual  quiere  decir  en  breves,  claros  y  concisos  términos, 
que  la  digestión  amilácea  consiste  en  la  transformación  del 
almidón  insoluble  y  no  asimilable  en  glucosa  soluble  y  asimi- 
lable. 

Esta  digestión  puede  ser  natural  ó  artificial,  según  se  veri- 
fique en  las  células  vegetales  como  retortas  organizadas  y  vi- 
vientes ó  en  las  cápsulas  y  matraces  del  laboratorio.  Y  hace- 
mos esta  notable  distinción,  para  mostrar  que  los  medios 
puestos  en  juego  por  la  naturaleza  no  son  ni  con  mucho  se- 
mejantes á  aquellos  de  que  dispone  el  químico  para  operar 
esta  digestión:  ni  tampoco  son  idénticas  las  corrosiones  que 
se  advierten  en  uno  y  otro  caso  sobre  la  tan  señalada  materia 
prima  en  función. 

I.  Digestión  natural. — Esta  vital  digestión  es  el  trabajo  in- 
cesante observado  en  las  células  de  las  semillas,  tubérculos, 
yemas,  etc.,  en  su  paso  de  vida  latente  á  vida  activa,  y  por 
ella  los  granos  de  almidón  previamente  almacenados  sufren 
las  transformaciones  hidrolíticas  consiguientes  y  necesarias 
para  dar  origen  á  la  glucosa,  á  expensas  de  los  factores  si- 
guientes: temperatura  ordinaria,  protoplasma  ligeramente  áci- 
do, sin  cuya  condición  no  sería  eficaz  el  factor  especialísimo 
sine  qna  non  ó  fermento  diastásico  amilasa  (1),  y  finalmente, 
el  agua  como  fac  tolum  para  traer  y  llevar  en  todos  los  orga- 
nismos vegetales. 

Transformaciones  hidrolíticas. — Hé  aquí  el  problema  capital 
y  esencialísimo  que  debemos  detallar  si  hemos  de  tener  clara 
idea  de  la  digestión  amilácea.  No  basta  que  digamos  el  almi- 
dón pasa  á  glucosa;  opinamos  que  es  necesario  más;  exigimos 


(1)    Este  fermento,  como  casi  todos  ellos,  son  substancias  nitrogenadas,  neutras, 
solubles  en  el  agua  é  insoluoles  en  el  alcohol,  que  se  encuentran  en  el  protoplasma. 


134  BOLETÍN    DE   LA.   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

que  es  f  rzo^o  saber  cuáles  son  los  tránsitos  insensibles  que 
se  producen  en  la  substancia  feculenta  para  llegar  á  su  solubi- 
lidad asimilable;  y  porque  eso  creemos,  estimamos  como  un 
deber  de  imperiosa  necesidad  decir  algo  que,  aun  cuando  no 
sea  del  todo  nuevo,  recuerde  el  asunto  á  satisfacción. 

En  primer  lugar  ante  todo,  y  para  proceder  con  orden  ,  no- 
temos que  las  transformaciones  que  se  verifican  en  el  interior 
de  las  células  bajo  el  poderoso  influjo  de  los  agentes  ó  facto- 
res ya  reseñados  y  que  simbolizan  la  digestión  natural  del 
almidón,  son  de  dos  clases,  órdenes  ó  categorías,  que  denomi- 
namos pro  fásicas  y  meta  fásicas. 

a.  Pro/ásicas. — Á  esta  categoría  corresponden  aquellas  hi- 
drólisis previas  que  pudiéramos  denominar  también  prepara- 
torias é  isoméricas,  porque  originan  en  el  almidón  cambios  al 
parecer  isoméricos  é  imprescindiblemente  necesarios  para 
llegar  al  de  granulosa  soluble. 

Se  observan  en  las  células  en  sus  diversos  períodos  vitales, 
y  consisten  en  hidrataciones  sin  desdoblamientos  de  la  misma 
esencia  amilácea,  dando  lugar  y  poco  á  poco  á  metamorfosear 
el  almidón  en  sus  diferentes  aspectos  ó  variedades  anterior- 
mente estudiadas,  para  finalizar  con  la  solubilidad  de  la  me- 
nos insoluble.  Comienza  el  ataque  digestivo,  y  como  es  na- 
tural por  la  menos  insoluble  ó  granulosa,  y  continuando  la 
acción  sobre  la  más  refractaria  amilosa  insoluble  se  cambia 
ésta  en  aquélla,  y  ambas,  finalmente,  se  traducen  al  estado 
isomérico  magistralmente  preparado  de  granulosa  soluble  para 
que  sobre  él  tengan  efecto  las  transformaciones  hidrolíticas  de 
segundo  orden  ó  metafásicas. 

Hasta  aquí,  como  vemos,  la  intervención  del  agua  con  la 
ayuda  de  los  agentes  digestivos  no  ha  sido  otra  que  la  de  co- 
municar al  almidón  cambios  de  forma,  estructura  y  estado 
físico  convenientes,  conservando  íntegra  su  composición  quí- 
mica. 

Ahora  bien;  conocidos  los  caracteres  de  los  estados  isoméri- 
cos, amilosa  insoluble  y  granulosa,  corresponde  indicar  los 
respectivos  á  la  granillosa  soluble ,  que  son  los  siguientes:  es 
soluble  en  el  agua,  se  precipita  con  el  alcohol  en  depósitos 
gelatinosos  blancos  y  amorfos;  el  agua  de  cal  y  de  barita  la 
precipitan  también  formando  compuestos  particulares.  Se  co- 
lorea en  azul  por  el  yodo,  formando  el  yoduro  de  granulosa,  y. 


DE   HISTORIA   NATURAL.  135 

si  se  añade  á  esta  disolución  algunas  gotas  de  sulfato  de  sosa 
ó  de  cloruro  de  calcio,  se  precipita  el  yoduro  bajo  la  forma  de 
gelatinosos  depósitos  azules.  Desvía  el  plano  de  polarización 
enérgicamente  y  hacia  la  derecha,  siendo  su  poder  rotato- 
rio +  218°  y  el  poder  reductor  pequeñísimo. 

Esta  disolución  previa  ó  digestión  profásica  se  verifica  de 
* 
un  modo  gradual  desde  la  superficie  del  grano  amiláceo  á  su 

centro  repectivo,  y  puede  ser  igual  ó  desigual,  según  que  los 
granos  se  disuelven  poco  á  poco  y  uniformemente  por  toda  la 
superficie,  conservando  la  forma  original  hasta  su  completa 
desaparición;  ó  bien  sufra  el  almidón  corrosiones  locales  que, 
avanzando  desde  la  periferia  al  centro,  origina  canalillos,  los 
cuales,  llegando  al  núcleo  ó  hilo  amiláceo,  favorecen  la  acción 
diastásica  para  la  disolución  más  rápida  de  los  granos  de  al- 
midón. 

Terminada  la  explicación  de  las  transformaciones  pro  fásicas, 
corresponde  continuar  con  el  estudio  de  las  meta/ásicas,  des- 
cribiendo y  formulando  una  por  una  las  series  de  hidrólisis 
respectivas  y  de  segunda  categoría. 

aa.  Metafásicas.— Con  este  nombre  designamos  las  transfor- 
maciones netamente  hidrolíticas.  que  también  pudiéramos  de- 
nominar finales  y  dextr ¿nicas,  porque  con  ellas  la  granulosa  so- 
luble, último  término  de  los  cambios  profásicos,  sufre  una  se- 
rie de  hidrataciones  con  desdoblamientos  sucesivos,  que  origi- 
nando dextrinas  diversas  en  cuanto  á  sus  composiciones  y  pro 
piedades,  se  llega  á  la  meta  de  nuestro  objetivo,  tantas  veces 
repetido,  ó  sea  al  estado  de  glucosa  asimilable. 

Y  ¿qué  transformaciones  hidrolíticas  son  éstas?  Para  con- 
testar á  esta  pregunta  comenzamos  por  la  granulosa  soluble, 
cuyos  caracteres  nos  son  conocidos  y  cuya  fórmula  es  la 
consabida  del  almidón  y  generalmente  aceptada,  ó  sea 
(C6  H10  Os)«. 

Fijémonos  también  que  en  todas  las  hidrataciones  señaladas 
cuyas  ecuaciones  formuladas  vamos  á  indicar,  intervienen  dos 
moléculas  de  la  dextrina  respectiva  con  una  de  agua  á  más  del 
fermento  amilasa  con  los  agentes  precitados,  excepto  en  el  tér- 
mino maltosa  que,  siendo  la  maltasa  el  fermento  activo  de  su 
transformación  en  glucosa,  también  acontece  que  para  su  con- 
versión en  ésta  no  intervengan  más  que  iguales  cantidades 
moleculares. 


1|6  BOLETÍxM    DE   LA   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

1.a  hidratación. 
2(C6H10Os)s  +  H20  =  2(C6H10O5)*  +  CI2  H2,  Ou 

granulosa  soluble  agua  amilo-dextrina  maltosa 

La  amilo-dextrina  cristaliza  en  agujas  que  pueden  agrupar- 
se concéntricamente  en  forma  de  disco.  Estos  cristales  en  fres- 
co se  disuelven  en  agua  fría,  y  desecada  son  poco  solubles, 
necesitando  que  la  temperatura  del  ag-ua  sea  de  50°  á  60°  para 
su  completa  solubilidad;  no  se  colorean  dichos  cristales  con  el 
yodo,  y  disueltos  en  el  ag-ua  toma  ésta  una  coloración  rojo-co- 
briza con  el  reactivo.  Reduce  muy  débilmente  el  tartrato  cu- 
pro-potásico,  siendo  los  poderes  rotatorio  y  reductor  +  213° 
y  6  respectivamente. 

Respecto  á  la  maltosa  ya  se  indicarán  después  sus  caracteres. 

2.a  hidratación. 

2  (C,  H10  05)*  +  H2  O  =  2  (C6  H10  Os)*  +  Ct2  H22  0M 

amilo-dextrina  agua  eritro-dextrina  maltosa 

La  eritro-dextrina,  que  constituye  la  mayor  parte  de  la  dex- 
trina  del  comercio,  se  caracteriza  porque  es  insoluble  en  ag-ua 
fría  y  se  colorea  en  rojo  por  el  yodo,  tanto  en  disolución  como 
al  estado  sólido.  Sus  poderes  rotatorio  y  reductor  son,  con  corta 
diferencia,  los  de  la  amilo-dextrina. 

3.a  hidratación. 

2  (C6  HI0  O,)3  -f-  H2  O  =  2  (C.  H10  0,s)2  +  C12  H22  On 

eritro-dextrina  agua  acro-dextrina  maltosa 

La  acro-dextrina  no  se  colorea  por  el  yodo  ni  en  disolución 
ni  al  estado  sólido.  Su  poder  rotatorio  es  +  210°,  y  su  poder  re- 
ductor, 12. 

4.a  hidratación. 

2  (C,  H„  03)2  4-  H2  O  =  2  (O,  Hl0  O,)  +  C12  H22  0„ 

acro-dextrina  agua  dextrina  maltosa 

La  dextrina  es  muy  abundante  en  el  jug-o  celular  de  aquellos 
órg-anos  de  veg-etación  activa,  y  principalmente  allí  donde  el 
almidón  se  reabsorbe  en  virtud  de  la  influencia  de  los  agentes 
digestivos.  Es  la  forma  principal  bajo  la  cual  la  materia  ami- 
lácea camina  por  las  células,  bien  para  suministrar  á  los  pun- 
tos vegetativos  los  elementos  necesarios  para  la  formación  de 
las  membranas  celulares,  bien  para  constituir  nuevas  reser- 


DE    HISTORIA   NATURAL.  137 

vas  nutritivas  lejos  de  los  puntos  donde  la  primera  acumula- 
ción ha  tenido  lugar. 

Es  una  substancia  higrométrica  que  se  disuelve  en  el  agua 
en  todas  proporciones  y  á  la  cual  comunica  cierta  viscosidad; 
al  estado  sólido  tiene  un  aspecto  vitreo,  incoloro  ó  débilmente 
amarillo,  y  es  mucho  más  resistente  á  la  acción  de  los  ácidos 
que  los  compuestos  precedentes  más  condensados.  No  se  colo- 
rea por  el  yodo,  y  los  poderes  rotatorio  y  reductor  son,  respec- 
tivamente, -4-  150°  y  28. 

5.a  Mdr citación. 

2  (Cfl  H,0  03)  +  H2  O  =  C12  H22  0„ 

dextrina  agua  maltosa 

La  maltosa  es  una  de  las  substancias  que  se  halla  esparcidísi- 
ma en  las  células  vegetales  del  mismo  modo  que  la  dextrina. 
Es  soluble  en  el  agua,  es  fermentecible,  reduce  el  tartrato  cú- 
prico potásico,  su  poder  rotatorio  es  en  -f-  139°, 3  y  el  reduc- 
tor 66.  Bajo  la  acción  de  los  ácidos  diluidos  se  hidrata  y  cons- 
tituye la  g-lucosa,  como  veremos  después. 

Esta  misma  transformación  se  opera  en  las  células  sin  duda 
alguna,  pero  empleando  procedimientos  distintos  y  extraordi- 
narios hasta  tal  punto,  que  en  la  actualidad  no  parece  caber 
duda,  sea  efecto  del  fermento  maltosa,  como  ya  dijimos  en  pá- 
rrafos anteriores. 

6.a  Mdratación  y  última. 

C„  H,,  0M  +  H2  O  =  C12  H24  0la  =  2(Cfi  H12  06) 

maltosa  agua  glucosa 

Con  cuya  igualdad  mostramos  que  esta  maltosa,  como  todas 
las  resultantes  de  las  hidrataciones  precedentes,  se  convierten 
con  esta  nueva  y  última  hidratación  en  glucosas  finales,  que, 
como  todos  sabemos,  son  los  hidratos  de  carbono  difusibles  y 
asimilables  en  alto  grado. 

Dos  glucosas  hay  en  las  plantas  extraordinariamente  espar- 
cidas: la  glucosa  ordinaria,  azúcar  de  uva  ó  dextrosa  y  la  levulo- 
sa.  Ambas  son  fermentecibles  y  reducen  el  tartrato  cúprico  po- 
tásico; pero  se  distinguen,  porque  la  primera  desvía  el  plano 
de  polarización  á  la  derecha,  siendo  su  poder  rotatorio  -f-  57°, 6 
y  la  segunda  á  la  izquierda  con  la  desviación  de  —  106°  á  la 
temperatura  de  15°  centígrados;  la  primera,  correspondiendo  al 
grupo  químico  de  la  aldosa;  la  segunda,  al  de  la  cetosa. 


138  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

El  poder  reductor  en  la  glucosa  ordinaria  es  de  100°,  siendo 
menor,  aunque  poco,  el  de  levulosa.  Es  muy  soluble  en  el  agua, 
pudiendo  cristalizar  por  un  reposo  prolongado  en  cristales  nía- 
ciados  más  definidos,  y  en  solución  alcohólica  en  prismas  rom- 
boidales oblicuos. 

Los  orígenes  de  la  glucosa  en  la  vida  celular  son  muy  diver- 
sos; por  una  parte  se  forma,  mediante  la  hidratación  de  la 
maltosa,  con  la  ayuda  de  un  agente  diastásico  denominado  mal- 
tasa;  por  otra,  recordando  el  desdoblamiento  del  azúcar  de 
caña  bajo  la  influencia  del  fermento  invertina;  ora  por  la  com- 
binación del  carbono  con  los  elementos  del  agua  en  la  inolvi- 
dable asimilación  clorofílica;  bien,  final  y  probablemente,  por 
la  oxidación  de  los  alcoholes,  mediante  lasoxidasas,  losamilo- 
plasmitos  ó  fermentos  especiales. 

Su  descomposición  es  fácil  todas  las  veces  que  la  célula  está 
privada  del  oxígeno  atmosférico,  dando  lugar  y  según  los 
casos  á  alcohol,  anhídrido  carbónico,  glicerina,  ácido  succíni- 
co  etc.,  etc.  Así  se  observa  que  ciertas  plantas  que  resisten 
largo  tiempo  á  la  asfixia,  obran  como  agentes  enérgicos  en  la 
descomposición  de  las  glucosas;  sirva  de  ejemplo  la  fermenta- 
ción alcohólica  del  vino  mediante  el  vegetal  facultativo  anae- 
robio Saccaromyces  ceretisim. 

Para  terminar  todo  lo  referente  á  la  digestión  natural  del 
almidón,  no  está  de  más  representar,  mediante  un  cuadro 
esquemático,  las  transformaciones  hidrolíticas  indicadas  ante- 
riormente, reseñando  al  mismo  tiempo  los  poderes  rotatorio  y 
reductor  de  los  cuerpos  resultantes,  con  objeto  de  hacer  más 
patentes  y  visibles  las  diferencias  que  los  separan. 

El  bosquejo  esquemático  á  que  nos  referimos  es  el  siguiente: 

GRUPOS.  CUERPOS.  Fórmula.        roS0.     reP¿etror. 


Amilosa  insoluble.  (Cfi  H10  05x,5          >  » 

/  Profásicas. .  .1  Granulosa ídem.               »  > 

Granulosa  soluble.         ídem.  -¡-218°  > 

Amilo-dextrina...  (CG  H10  05)4  -f  213°  6 

Eritro-dextrina. . .  (C6  HJ0  05)3  ídem.  idem. 

Acro-dextrina. ...  (C6  H10  05)s  +  210°  12 

Dextrina C6  H10  05  +150°  28 

Maltosa CJ2  H22  0„  4-139°,3  66 

Glucosa ...      C6  H,2  06  +  57°,6  100 


Metafásicas. 


DE   HISTORIA   NATURAL.  139 

De  su  simple  lectura  como  resumen  se  desprende:  que  de  la 
serie  pro  fásica  y  sin  cambiar  de  composición  química,  el  hidra- 
to de  carbono  se  presenta  bajo  diversos  estados  ya  isoméricos, 
ya  dotados  de  una  cohesión  diferente,  cuales  son  la  amilosa. 
granulosa  y  granulosa  soluble.  Que  de  la  serie  metafíisica  el 
último  hidrato  de  carbono  y  soluble,  llamado  granulosa  solu- 
ble, sufre  una  serie  de  hidrataciones  y  desdoblamientos  suce- 
sivos, formándose  cada  vez  maltosa  y  una  nueva  dextrina  de 
peso  molecular  más  bajo,  de  poder  rotatorio  más  débil  y  de 
poder  reductor  más  alto;  y  finalmente,  que  por  una  primera 
hidratación  la  última  dextrina  se  transforma  en  maltosa,  y 
por  una  segunda  hidratación  la  maltosa  se  convierte  en  glu- 
cosa, continuando  sin  perderse  en  estos  cuerpos  finales  la  ley 
general  y  constante  compensada  que  dice,  «que  á  la  disminu- 
ción en  el  poder  rotatorio  y  gradual  de  estos  cuerpos  metafá- 
sicos  corresponde  un  aumento  en  el  poder  reductor  de  los 
mismos». 

II.  Digestión  a?'tificiaL—Se  llama  así  á  la  que  experimen- 
talmente  logramos  en  los  laboratorios  partiendo  de  agentes 
completamente  distintos  á  los  empleados  por  la  naturaleza. 
Así  sucede  que,  bien  por  una  temperatura  seca  de  160°,  ora 
por  una  ebullición  prolongada  en  el  agua,  ya  final  y  más  rá- 
pidamente por  la  ebullición  en  la  potasa  diluida,  ó  en  los  áci- 
dos minerales  diluidos  al  abrigo  siempre  del  calor,  podemos 
conseguir  la  transformación  del  almidón  en  glucosa. 

De  lo  cual  resulta  que  aquí  no  hay  temperatura  ordinaria, 
ni  protoplasma  acidulado,  ni  fermento  amilasa,  ni,  por  último, 
el  ambiente  celular  de  los  tejidos  como  en  la  digestión  natu- 
ral amilácea;  y  con  lo  cual  queda  bien  sentado  que  los  medios 
empleados  por  el  hombre  para  dar  explicación  experimental  á 
estos  fenómenos,  no  han  sido,  ni  son.  ni  serán  reflejo  siquiera 
de  los  magistralmente  ejecutados  por  la  sorprendente  y  mara- 
villosa digestión  celular. 

En  las  condiciones  antedichas,  sin  embargo,  el  hombre  llega 
á  transformar  el  almidón,  haciéndole  atravesar  por  todas  y 
cada  una  de  las  fases  que  hemos  explicado,  hasta  llegar  al 
estado  de  glucosa,  hermoso  adelanto  realizado,  que  por  su  mu- 
cho provecho  ha  venido  á  dar  un  gigantesco  paso  á  la  difícil 
si  bien  encantadora  ciencia  de  la  química  biológica. 

Pero  no  es  esto  todo;  sino  que  ejerciendo  los  ácidos  diluidos 


110  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

en  caliente  los  mismos  efectos  hidrolíticos  que  la  diastasa,  se 
nota  una  diferencia  manifiesta  entre  ésta  y  aquéllos,  y  es  que 
los  ácidos  embeben  los  granos  de  almidón  dando  lugar  á  re- 
siduos de  la  misma  forma  que  ellos,  y  que  son  probablemente 
los  esqueletos  amiláceos  de  amilosa  por  ser  coloreables  en  rojo 
por  el  agua  yodada:  y  la  diastasa  actúa  moderadamente  desde 
la  superficie  del  grano  al  centro,  de  modo  que  la  parte  interior 
de  éste,  todavía  no  atacada,  conserva  de  ordinario  la  propie- 
dad de  azulear  con  el  agua  yodada. 

Consignemos  de  paso  que  este  proceso  diferencial  es  más 
bien  aparente  que  real,  puesto  que  es  consecuencia  de  no  ha- 
ber  empleado  los  agentes  digestivos  de  la  amilosa  insoluble,  y 
cuyos  disolventes  respectivos  hemos  reseñado  en  los  caracte- 
res peculiares  de  esta  variedad,  pues  de  lo  contrario  la  disolu- 
ción del  almidón  hubiera  sido  completa. 

Nada  más  por  hoy:  damos  fin  á  estas  cuartillas  después  de 
haber  dado  cumplido  término  á  este  estudio  interesante;  supo- 
nemos que  en  él  hemos  expuesto  con  toda  claridad  y  en  todas 
sus  manifestaciones  todo  cuanto  se  relaciona  con  tan  impor- 
tante función  fisiológica,  esperando  para  más  adelante,  y  si 
nuestras  múltiples  ocupaciones  no  lo  impiden,  continuar  in- 
vestigando, limitados  á  esta  esfera  de  acción,  la  forma  asimi- 
lable de  otros  hidratos  de  carbono  de  tanta  transcendencia  bio- 
lógica como  el  almidón. 


Hallazgo  de  un  Teleosaurido  en  Buñol  (Valencia) 


DON  EDUARDO  BOSCÁ. 

Durante  el  curso  de  1901  á  1902  fueron  regalados  por  el 
alumno  Sr.  Osea,  al  Gabinete  de  Historia  natural  de  la  Univer- 
sidad de  Valencia,  tres  cuerpos  de  vértebra  petrificados,  como 
procedentes  de  una  cantera  explotada  en  el  término  de  Buñol, 
llamando  desde  luego  tanto  mi  atención,  que  determiné  reali- 
zar un  viaje  al  punto  indicado  el  primer  día  hábil,  como  así  lo 
hice,  acompañado  del  personal  auxiliar  délas  clases  prácticas. 
Nos  proponíamos  buscar  al  mismo  tiempo  otros  restos,  que  por 
ser  menos  vistosos  suelen  pasar  desapercibidos  para  el  común 


DE    HISTORIA  NATURAL.  141 

de  las  gentes,  pero  de  gran  valor  para  la  determinación  del 
animal  á  que  pertenecieron  las  indicadas  vértebras. 

Es  el  punto  aludido  un  desmonte  practicado  al  extremo  de 
una  vía  muerta  enlazada  con  el  ferrocarril  de  Valencia  á  Utiel, 
á  la  salida  del  primero  de  los  túneles  que  se  encuentran  á  la 
subida  de  la  sierra  de  «Las  Cabrillas»,  derivando  hacia  el  cauce 
del  río  Carcalín,  en  donde  se  saca  cascajo  y  sillarejos  para  un 
largo  trecho  de  aquella  línea;  y  por  cierto  que  aquellos  para- 
jes son  muy  conocidos  por  los  excursionistas  escolares,  por  lo 
apropiados  para  el  estudio  de  sus  accidentes  geológicos,  que 
más  ó  menos  en  grande  forman  el  mejor  programa  realizable 
dentro  de  nuestras  costumbres  y  medios  económicos. 

De  esta  primera  exploración  pudo  deducirse  que,  en  efecto, 
los  materiales  removidos  para  abrir  paso  á  la  cantera  inmedia- 
ta correspondían,  por  su  color  y  demás  circunstancias,  á  las 
escasas  tierras  adheridas  á  los  huesos,  estando  formados  por 
una  marga  arcillosa  distintamente  coloreada  según  las  capas, 
ya  amarillentas,  ya  azuladas,  pero  siempre  muy  á  propósito 
para  contener  fósiles  perfectamente  sueltos  y  conservados  en 
sus  mejores  detalles  de  la  superficie,  como  puede  observarse  en 
los  de  referencia.  No  obstante  nuestro  detenido  examen  sobre 
el  terreno,  ningún  resto  se  encontró  que  valiera  la  pena  de 
tomarse  en  consideración. 

Seguidamente  recorrimos  el  yacimiento  más  próximo,  don- 
de existen  algunos  fósiles,  distante  como  unos  600  metros  ha- 
cia el  Mediodía  de  la  cantera,  en  unas  viñas  ya  al  borde  del 
barranco  de  Carcalín,  encontrando,  como  en  otras  ocasiones, 
alguna  Nerinea  característica  de  la  formación  cretácica. 

Más  tarde  nos  dirigimos  al  pueblo,  en  donde  se  nos  aseguró 
que  los  huesos  se  habían  encontrado  hacía  dos  años,  pudien- 
do  adquirir  otra  vértebra  en  un  todo  semejante  á  las  tres  de- 
positadas en  Valencia,  y  dejando  entrever  la  posibilidad  de 
tener  más  detalles  sobre  el  descubrimiento  de  los  restos  ani- 
males mediante  un  jornalero,  testigo  presencial,  que  al  pare- 
cer quedó,  como  sus  compañeros  de  brigada,  muy  impresiona- 
do por  tan  inesperado  hallazgo. 

En  Septiembre  último,  aprovechando  una  entrevista  con  el 
Dr.  A.  Smith  Woodward,  jefe  de  la  Sección  de  vertebrados  fó- 
siles en  el  Museo  Británico,  me  permití  molestar  su  atención, 
mostrándole,  entre  otros  fósiles,  una  de  las  vértebras,  por  ca- 

T   m.— Marzo,  1903.  10 


112  BOLETÍN  de  la  sociedad  española 

sualidad  la  menos  caracterizada,  según  pude  apreciar  después, 
teniendo  la  amabilidad  de  indicarme  que  pertenecía  á  un  co- 
codrilo del  género  Teleosaiiras. 

Con  este  dato  tan  interesante  pasé  á  consultar  la  obra  clási- 
ca de  Zittel,  en  la  que  se  consignan  los  caracteres  de  la  fami- 
lia de  los  Teleosáuridos,  diciendo:  que  á  partir  de  la  vértebra 
cervical,  en  el  lado  inferior  y  centro,  está  provisto  de  una  qui- 
lla, que  no  existe  sobre  las  vértebras  dorsales  ni  las  lumbares; 
añadiéndose  más  abajo:  por  su  conjunto  y  talla,  los  Teleosáu- 
ridos están  muy  próximos  á  los  Gaviales.  En  efecto,  las  vérte- 
bras en  estudio  resultan  formando  serie,  la  tercera,  cuarta, 
quinta  y  sexta  de  la  región  cervical,  habiendo  elegido  la  terce- 
ra para  sacar  el  vaciado  que  se  acompaña  como  recuerdo  para 
nuestra  Sociedad,  por  haber  servido  para  la  determinación 
genérica,  y  además  para  que  pueda  verse  la  importancia  del 
detalle  de  la  quilla  inferior,  que  por  corresponder  á  la  primera 
de  las  vértebras  que  lo  tiene,  solo  se  manifiesta  como  un  tu- 
bérculo junto  al  plano  articular  posterior,  ó  sea  la  inicial  del 
proceso  característico  de  la  familia. 

En  la  misma  obra  citada  se  añaden  datos  sobre  el  g'énero 
Mystriosaurus  Kaup  (Teleosawus  de  los  autores),  después  de 
repetir  el  que  las  vértebras  cervicales  siguientes  á  la  primera 
y  segunda  están  provistas  por  debajo  de  una  quilla  longitu- 
dinal; haciendo  constar  que  no  tienen  nada  de  hipapófisis,  y 
que  dichos  animales  vivieron  en  el  lias  superior,  en  el  que 
hay  esqueletos  de  uno  á  cinco  metros. 

Rebuscando  cuanto  podía  relacionarse  con  el  asunto,  com- 
prendí que  la  referencia  hecha  por  el  Dr.  Smith  no  podía  ser 
otra  que  la  del  género  creado  por  Kaup  diferenciado  del  Teleo- 
saiirus,  nombre  éste  más  conocido  entre  los  científicos;  y  par- 
tiendo de  tal  suposición  me  encontraba  con  una  duda,  la  de  si 
procedían  los  restos  adquiridos  del  sistema  jurásico,  puesto 
que,  como  queda  dicho,  muy  cerca  de  donde  se  encontraron 
las  vértebras,  lo  propio  que  entre  los  acarreos,  aguas  abajo 
del  Carcalín,  se  hallan  las  Nerinea  del  piso  inferior  del  cre- 
tácico. 

Consultada  la  luminosa  Memoria  geológica  de  la  provincia 
de  Valencia  de  los  Sres.  Cortázar  y  Pato,  en  lo  que  pudiera 
ilustrar  sobre  asunto  tan  capital,  se  procedió  á  una  segunda  y 
reciente  exploración,  para  ver  de  enlazar  el  pequeño  manchón 


DE    HISTORIA   NATURAL.  143 

jurásico  señalado  en  el  mapa  al  Norte  de  las  Ventas  de  Buñol, 
á  la  derecha  de  la  carretera  de  Cuenca,  con  el  punto  motivo 
de  la  duda;  y  después  de  la  inspección  sobre  el  conjunto  de 
accidentes,  cabe  el  admitir  por  lo  menos  la  existencia  de  un 
reducido  afloramiento  jurásico  entre  la  masa  cretácica  que  le 
rodea. 

La  distancia  geográfica  entre  el  borde  Sur  del  manchón  ju- 
rásico que  se  acusa  en  el  mapa,  y  la  balastera  á  que  nos  refe- 
rimos, vendrá  á  ser  como  de  unos  5  km.,  interponiéndose  las 
estribaciones  del  monte  conocido  por  «Alto  Jorge»,  que  se  halla 
al  Este,  dislocado  en  forma  de  pico,  cuya  mayor  altura  corres- 
ponde ai  Mediodía,  por  donde  sufrió  la  rotura  de  emergencia, 
quedando  arrumbado  hacia  el  Nordeste,  y  dando  lugar  al  si- 
nuoso y  profundo  cauce  que  allí  tiene  el  Carcalín. 

En  tal  suposición,  la  quebrada  tuvo  lugar  por  el  apoyo  del 
terreno  superior  compuesto  de  capas  flojas  y  heterogéneas, 
como  lo  atestiguan  los  desmontes  y  túneles  de  la  vía  férrea; 
sobre  la  caliza  dura  y  en  «capas  de  mediano  espesor,  distinta- 
mente estratificadas  y  de  fractura  astillosa»,  que  caracterizan 
entre  ambas  canteras  explotadas  la  que  aluden  los  Sres.  Cor- 
tázar y  Pato  en  el  jurásico  de  las  Ventas,  y  la  que  se  halla 
próxima  al  barranco,  en  cuyo  fondo  se  descubren  los  caracte- 
rísticos estratos,  lo  mismo  hacia  la  parte  alta  que  hacia  la 
baja,  en  donde  han  originado  una  olla  de  gigantes,  conocida 
en  el  país  por  «La  Jarra». 

Las  vértebras  son  tan  semejantes  entre  sí,  que  es  necesario 
poner  alguna  atención  para  colocarlas  por  su  orden  natural, 
hallándose  todas  igualmente  mutiladas  en  sus  apófisis  latera- 
les, de  las  que  solo  restan  alguna  parte  de  la  base;  y  con  res- 
pecto á  la  porción  superior  ó  neuroesquelética,  en  dos  de  ellas 
llega  á  cerrar  el  anillo  solo  en  parte,  pudiendo  apreciarse  el 
calibre  del  hueco  para  la  médula  por  el  relleno  del  material 
margoso  blanquecino,  con  alguna  laminilla  micácea,  deján- 
dose ver  la  línea  epigenética  de  osificación  entre  el  cuerpo  y 
•la  apófisis  espinosa,  al  nivel  del  arranque  de  la  base  de  las 
apófisis  laterales,  en  su  rama  superior. 

Las  dos  caras  articulares  son  cóncavas,  pero  algo  más  la 
posterior  en  la  cuarta,  quinta  y  sexta,  que  además  están  obli- 
cuadas de  arriba  á  abajo  y  de  delante  hacia  detrás,  distinguién- 
dose sobre  ellas  las  impresiones  circulares  de  los  meniscos  in- 


144  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

tervertebrales,  y  sobre  el  reborde,  multitud  de  estrías  corres- 
pondientes á  los  ligamentos. 

La  longitud  del  cuerpo  aumenta  proporcionalmente  de  de- 
lante á  atrás,  siendo  de  44  mm.  la  tercera,  45  la  cuarta,  46  la 
quinta  y  47  la  sexta.  En  cuanto  al  diámetro  del  cuerpo  se  ob- 
servan pequeñas  diferencias  entre  las  respectivas  superficies 
articulares,  llegando  á  35  mm.  la  cara  mayor. 

La  rotura  de  alguna  esquirla  deja  ver  una  masa  de  fino  gra- 
no del  mismo  color  pizarreño  obscuro  y  satinado  de  la  super- 
ficie con  cristales  microscópicos,  rayando  á  la  calcita.  Las  caras 
articulares  son  de  color  ceniciento  claro,  contrastando  con  el 
resto  del  hueso,  y  el  conjunto  de  los  cuatro  cuerpos  de  vérte- 
bra yuxtapuestos  tiende  á  formar  una  línea  que  se  separa  de 
la  horizontal  hacia  arriba. 

Otro  de  los  frutos  de  la  segunda  excursión  fué  el  examen  de 
unos  materiales  de  extraño  aspecto,  empotrados  en  la  superfi- 
cie de  alguna  peña  de  las  que  se  hallan  próximamente  equi- 
distantes entre  los  mencionados  puntos  de  estudio.  La  obser- 
vación había  sido  hecha  con  anterioridad  por  mi  distinguido 
amigo  y  compañero  de  viaje  el  ingeniero  D.  Jorje  Becker, 
quien,  enterado  del  mucho  interés  que  estos  asuntos  encierran 
para  la  ciencia,  buscó  y  encontró  las  aludidas  piedras  sobre 
las  que  parecían  verse  restos  de  hueso.  El  color,  las  formas, 
textura  y  dureza,  todo  distinto  de  la  caliza  que  los  envuelve, 
hacen  en  efecto  sospechar  que  sean  restos  esqueléticos  relacio- 
nados con  el  tamaño  y  aun  el  contorno  de  determinadas  par- 
tes de  algún  reptil.  Analizada  una  muestra  de  los  supuestos 
restos  de  hueso,  arrancada  con  dicho  propósito,  ha  resultado 
con  muy  cerca  del  2  por  100  de  fosfato  de  cal. 

La  falta  de  fósiles  conchíferos  buscados  por  los  alrededores 
con  alguna  insistencia,  así  como  las  frecuentes  grietas  sobre 
la  caliza,  rellenas  de  cristalizaciones,  en  la  parte  alta,  y  los 
conglomerados  en  la  parte  baja  del  perímetro  recorrido,  con- 
tribuyeron á  la  creencia  de  que  nos  hallábamos  sobre  unos 
últimos  estratos  ó  sitio  de  escaso  fondo  para  las  aguas,  en  los 
que  fácilmente  pudieron  mantenerse  animales  de  respiración 
aérea,  circunstancias  todas  que  concurren  en  la  cantera  de 
Carcalín.  Añadiré,  en  fin,  que  inmediato  á  las  margas  que  for- 
man el  desmonte  asunto  de  esta  nota,  se  halla  una  bolsada 
de  arena  de  igual  composición  que  la  de  las  areniscas  que  se 


DE    HISTORIA   NATURAL.  145 

mencionan  como  raras  en  el  jurásico  en  la  Memoria  geológi- 
ca de  la  provincia  de  Castellón,  del  Dr.  Vilanova,  las  que  he- 
mos visto  el  Sr.  Becker  y  yo  en  el  llano  de  Barracas  forman- 
do filadas. 


Dípteros  de  los  alrededores  de  Bilbao 


D.    TEODORO    SEEBOLD  (l). 

BibionideB. 

1.  Bibio  Geoffr.;  raarci  L.;  venosus  Mg.;  johannis  L. 

jR/iypkydae. 

2.  Rhyphus  Latr.:  fenestralis  L. 

Straiiomyda. 

3.  Stratiomys  Geoffr.;  chamseleon  L.;  longicornis  Scop. 

4.  Sargus  F.;  flavipes  Mg. 

5.  Chrysomyia  Mcq.:  fonnosa  Scop.;  polita  L. 

6.  Beris  Latr.;  vallata  Forst. 

7.  Hsematopota  Mg.;  itálica  Mg.;  nigricornis  Gob. 

8.  Tabanus  L.;  autumnalis  L.;  ater  Mg.;  Sp.? 

9.  Chysops  Mg.;  Ccecutiens  L.;  var.  quadratus  Mg. 

Bombylidce. 

10.  Anthrax  Scop.;  flava  Mg. 

11.  Bombilius  L.;  cruciatus  F.;  fugax  W.  (vulpinus  Mg.); 
cinerascens  Mik.;  major  L.;  ater  Scop. 

12.  Systocchus  Lw.;  nitidulus  F.;  ctenopterus  Mik. 

13.  Thereva  Latr.:  annulata  F.;  plebeja  L.;  arcuata  Lw.; 
árdea  F. 

Asilidce. 

14.  Leptogaster  Mg.;  cylindricus  Mg. 

(1)    Clasificados  según  el  Catálogo  del  Dr.  Gobert.  Caen,  1887. 


146  BOLETÍN    DE   LA.    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

15.  Asilus  L.;  trigo  ñus  Mg.:  rusticus  Mg.:  crabroniformis  L.. 
albiceps  Mg.;  setulosus  Zllr. 

16.  Leptis  Fab.;  tringaria  L.;  Perrisi  Gol). 

17.  Chrysopila  Mcq.;  áurea  Mg.:  atrata  F. 

18.  Empis  L.;  punctata  F.;  (testacea);  bistortae  Mg.:  de- 
cora Mg. 

19.  Dolichopus  Lalr.:  griseipennis  Slann. 

20.  Gymnopterus  Ltc.;  nigriplantis  Slann. 

21.  Argyra  Mcq.:  argyria  Mg. 


22 
23 
24 

25 
26 
27 

28 


Orthocera. 


Coelopa  Mg.;  pilipes  Hal. 


Scatophag-a  Mg.:  merdaria  F. 
Helomyza  FaJL;  varieg-ata  Lir. 
Dryomyza  Faü.;  flaveola  F. 
Sciomyza  Fall.;  cinerella  FU. 
Tetanocera  Fall.:  punctata  F.;  punctulata  Scop. 
Limnia  R.  Desv.;  fenestrata  Mcq.;  unguicornis  Scop. 
rufifrons  F. 

29.  Sepedón  Latr.;  sphegeus  F. 

30.  Opomyza  Fall.;  germinationis  L. 

31.  Drosophila  Fall.;  fasciata  Mg. 

32.  Teichomyza  Mcq.;  fusca  Mcq. 

33.  Chyliza  Fall.;  atriseta  FU. 

34.  Urophora  R.  Desv.;  stylata  F. 

35.  Tepbritis  Latr.;  producía  Lw. 

36.  Heriría  R.  Desv.;  aíflicta  Mg. 

37.  Rivellia  R.  Desv.;  Syng-enesige  F. 

38.  Caenosia  Mg.;  triangula  FU. 

39.  Caricsea  R.  D.;  tigrina  F. 

40.  Anthomyia  Mg.;  pluvialis  L. 

41.  Chortophila  Mcq.;  muscaria  Mg. 

42.  Ophyra  R.  D.;  leucostoma  W. 

43.  Aricia  R.  D.;  vagans  FU. 

44.  Pyrelia  R.  B.;  cadaverina  L. 

45.  Lucilia  Maq.;  nobilis  Mg.:  cornicina  FU.;  sericata  Mg. 
ruficeps  Mg.;  csesar  L. 

46.  Musca  L.;  domestica  L.;  vitripennis  Mg. 

47.  Pollenia  R.  Desv.;  rudis  F. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  147 

48.  Calliphora  R.  Desv.;  erythrocephala  Mg. 

49.  Santomoxys  R.  Desv.;  calcitrans  L. 

50.  Idia  Mg.;  fasciata  Mg.;  lunata  Fab. 

51.  Onesia  R.  Desv.;  sepulcralis  Mg. 

52.  Sarcopliaga  Mg.;  haemorrhoidalis  Mg.;  carnaria  L.;  ob- 
fuscata  Pand. 

53.  Nyctia  R.  Desv.;  halterata  Pz. 

54.  Scopolia  R.  Desv.;  carbonaria  Pz. 

55.  Myobia  R.  Desv.;  fenestrata  Mg. 
5(5.     Miltogramma  Mg.;  Sp.? 

57.  Tachina  Mg.,  varias  no  determinadas. 

58.  Zophomia  Mcq.;  temula  Scop. 

59.  Oliveria  R.  Desv.;  lateralis  F. 

60.  Mieropalpus  Mcq.;  fnlg-ens  Mg. 

61.  Echynorayia  Dum.;  ferox  Mg.;  tessellata  F.:  grossa  L.; 
lera  L. 

62.  Phasia  Latr.,  crassipennis  T.  F.  (analis  F.  Q). 

Syrphidce. 

63.  Melithreptus  Lw.;  scriptus  L.;  menthastri  L.;  v.  tsenia- 
tus  Mg. 

64.  Syrphus  F.;  pyrastri  L.;  seleniticus  Mg.;  tobiarius  Mg. 
(ribesii  Wck.);  corollae  F.\  lunig-er  Mg.;  nitidicollis  Mg. ;  auri- 
collis  Mg.;  decoras  Mg.;  balteatus  Deg. 

(55.     Xantog-ramma  Schm.;  ornata  Mg. 

(W).     Melanostoma  Sclmn.;  hyalinata  FU.;  mellina  L. 

67.  Cheilosia Mg.;  vernalis FU.;  flavicornisi^.;  albitarsis Mg. 

Volucellidm. 

68.  Rhing-ia  Scop.;  rostrata  L\ 

69.  Volucella  Geofr.;  zonaria  Poda. 

Eristalhup. 

70.  Eristalis  Latr.;  aeneus  Scop.;  tenax  £.;  arbustorum  L. ; 
nemorum  Mg. 

71.  Helophilus  Mg.;  floreus  L.;  trivittatus  F. 

72.  Merodon  Mg.;  mutabilis. 

73.  Milesia  Latr.;  crabroniformis  F. 

74.  Xylota  Mg.;  seg-nis  L. 


H8  BOLETÍN   DE   LA    SOCIEDAD  ESPAÑOLA 

75.  Syritta  S¿.  Farg.;  pipiens  L. 

76.  Eumerus  Mg.;  tricolor  F.;   sabulonum  FU.;  lunula- 
tus  Mg. 

Ti.  Chrysochlamys  Rond.;  cuprea  Scop. 

78.  Chrysogaster  Mg.;  metallinus  F. 

79.  Pipizella  Rond.;  virens  F. 

80.  Chrysotoxum  Oken.;  intermedium  Mg.;  elegans  Lw. 
sylvarum  Mg. 

81.  Myopa  F.;  dorsalis  F.;  sp.? 

82.  Sicus  Scop.;  ferrugineus  L. 

83.  Zodion  Latr.;  cinereum  F. 

84.  Conops  L.;  flavipes  L. 

85.  Physocephala  Schm.;  chrysorhcea  Mg. 

86.  Hippobosca  L.;  equina  L. 


La  «Testudo  mauri tánica»  en  Asturias 


D.    CELESTINO    GRAINO. 

En  Junio  del  99  recibí  para  mi  colección  una  hembra  adul- 
ta de  Testudo  mauritanica,  encontrada,  según  me  dijeron,  en 
el  partido  judicial  de  Aviles,  en  el  monte  de  San  Juan  de  Nie- 
va; por  la  gran  proximidad  á  la  hermosa  dársena,  en  donde 
entran  gran  número  de  buques  de  diversos  países,  no  di  im- 
portancia al  asunto,  creyendo  que  se  trataría  de  una  especie 
importada  como  otras  varias  que  ya  había  conseguido,  entre 
ellas  el  camaleón  común,  hasta  que  en  Abril  de  1902  recibí 
otro  ejemplar  procedente  del  mismo  sitio,  y  entonces  pensé  en 
comprobar  si  era  ó  no  cierta  la  presencia  de  aquel  quelonio 
en  dicho  lugar. 

Hice  primero  gran  número  de  investigaciones,  y  de  ellas 
resultó  que  los  vecinos  de  San  Juan  desconocían  en  absoluto 
al  referido  animal;  pero,  en  cambio,  alg-unos,  aunque  pocos  de 
los  escasos  pescadores  que  frecuentan  aquel  peligroso  sitio, 
me  dijeron  que,  efectivamente,  en  ciertas  ocasiones  habían 
encontrado  allí  tortugas.  Esto  me  decidió  á  reconocer  aquellos 
terrenos,  teniendo  tanta  fortuna,  que  á  la  primera  tentativa,  á 


DE   HISTORIA.   NATURAL.  149 

principios  de  Mayo,  recogí  una  hembra  joven  de  dicha  es- 
pecie. 

El  sitio  donde  fué  encontrada,  en  lo  alto  del  monte  de  San 
Juan  de  Nieva,  parroquia  de  Laviana,  en  el  partido  judicial  de 
Aviles,  cerca  de  Punta  Forcada,  á  una  gran  altura  sobre  el  ni- 
vel del  mar,  en  terreno  tortuoso  y  quebradizo  y  distante  de 
las  casas  de  dicha  aldea,  aleja  la  duda  de  si  podría  proceder 
de  algún  buque,  porque  á  aquella  elevación  le  sería  imposi- 
ble subir  al  animal.  Tampoco  es  admisible  que  fuese  ó  proce- 
diese del  estado  doméstico,  puesto  que  aquellas  gentes  desco- 
nocen en  absoluto  esta  especie. 

Un  distinguido  consocio  nuestro  é  ilustrado  herpetólogo,  á 
quien  consulté  sobre  este  caso,  se  inclinaba  á  creer  que  proce- 
diese del  estado  doméstico,  cosa  que  también  yo  creí  cuando 
recibí  la  primera  tortuga;  pero  de  las  investigaciones  realiza- 
das y  de  los  datos  conseguidos  he  adquirido  la  certeza  de  que 
existe  en  estado  natural  la  Testudo  nena-i  tánica  en  dicho  mon- 
te desde  hace  muchos  años. 

Esta  tortuga,  que  aún  conservo  viva,  me  permitió  observar 
sus  costumbres.  Durante  algún  tiempo  se  mostró  recelosa, 
ocultándose  en  su  carapacho  tan  pronto  como  percibía  algún 
ruido  cerca  ó  veía  gente;  poco  á  poco  fué  acostumbrándose, 
concluyendo  por  comer  en  presencia  de  cualquiera.  Dejó  de 
hacerlo  con  los  prematuros  fríos  de  Octubre,  quedándose  lue- 
go dormida  hasta  que,  normalizada  la  temperatura,  volvió  á 
reanimarse,  comiendo  entonces  con  gran  apetito.  A  fines  de 
Noviembre  entró  de  nuevo  en  su  letargo,  que  aún  dura,  si  bien 
interrumpido  en  dos  ocasiones,  que  fueron  dos  días  de  Enero 
en  que  reinó  relativo  calor;  pero  entonces  no  comió  ni  poco 
ni  mucho.  Su  alimento  es  exclusivamente  vegetal,  prefirien- 
do la  lechuga,  pues  aunque  en  distintas  ocasiones  se  le  pusie- 
ron lombrices  é  insectos,  nunca  los  tocó.  Durante  el  verano 
procuraba  siempre  ponerse  al  sol,  donde  pasaba  horas  enteras. 


jno 


boletín  de  la  sociedad  española 


Anomalías  observadas  en  algunos  vegetales 


d.  jóse  esteva. 


Las  cuatro  fotografías  que  acompañan  esta  nota  representan 
otras  tantas  anomalías  veg-etales  observadas  cerca  de  Gerona, 
y  de  las  que  creo  oportuno  dar  conocimiento  á  la  Sociedad. 


w%$? 


Fiar,  i.» 


La  fotografía  que  lleva  el  número  1  es  de  un  viejo  castaño 
común,  cuyo  tronco  carcomido  aloja  una  rama  descendente  ó 


DE    HISTORIA    NATURAL. 


151 


Fig.  2.a 


Fíg.  3.» 


152 


BOLETÍN  de  la.  sociedad  española 


tal  vez  una  raíz  adventicia,  que  por  su  extremo  inferior  arraiga 
en  el  suelo.  Mide  esta  rama  ó  raíz  una  longitud  de  3,10  m.,  con- 
tada desde  el  punto  de  arranque  del  tronco  hasta  la  superficie 
del  suelo.  La  long-itud  de  su  circunferencia  es  igual  á0,76  y  la 
del  arco  del  tronco  del  castaño  es  de  2,60,  tomado  desde  la  ex- 
crecencia bien  manifiesta  en  la  fotografía. 

La  fotografía  señalada  con  el  número  2  representa  un  Popii- 


Fií 


lus  ó  chopo,  cuyo  tronco  parece  haberse  ramificado  bajo  e 
suelo. 

La  del  número  3  es  de  otro  Populus  muy  inclinado,  sin  cau- 
sa aparente  que  haya  podido  producir  tal  inclinación. 

La  fotografía  4  está  tomada  de  una  retama  de  flor  (Spartium 
jimceum),  cuyas  ramas  en  gran  parte  se  han  soldado  con  el 
tronco  y  consigo  mismas. 


BOT.   DE  LA  SOC.   ESP.   DE  HlST.   NaT. 


Tomo  III.  Lám.  I. 


Armería  ancarensis  Mer. 
(Fig.  1.a)  Planta  del  tamaño  natural. 
(Fig.  2.a)  Cáliz  y  espolón  cuatro  veces  mayores 


DE   HISTORIA   NATURAL.  15» 


Especies  gallegas  del  género  «Armería»  Willd. 


EL  P.   BALTASAR   MERINO    S.   J. 

El  género  Armería  tiene  una  muy  regular,  y  aun  pudiera 
decirse  copiosa  representación  en  Galicia,  por  más  que  Plane- 
llas  solo  cite  una  especie:  la  Armería  pubescens  Lk.  =  A.  marí- 
tima W.;  y  Lange  dos,  la  ya  mencionada  y  la  Armería  puM- 
gera  Bss. 

En  las  excursiones  de  estos  últimos  años  hemos  logrado 
aumentar  el  número  hasta  diez,  cuya  distribución  geográfica 
vamos  á  indicar  brevemente. 

De  las  diez  especies,  seis  habitan  en  la  costa  galaica,  y  en 
el  interior  á  muy  variables  altitudes,  las  otras  cuatro. 

Armería  marítima  W. — Recorre  el  litoral  desde  los  puntos 
más  septentrionales,  como  San  Cipriano,  Vivero  etc.,  hasta  las 
playas  de  Pontevedra,  Vigo,  Bayona  etc.  En  la  orilla  española 
del  Miño  sube  hasta  el  kilómetro  tercero.  En  este  paraje  viven 
no  pocos  pies  que  ya  de  tiempo  atrás  nos  llamaron  la  atención. 
Debido  quizás  al  légamo  apelmazado  en  que  aquí  se  desarrollan 
experimentan  notables  variaciones,  como  el  tener  hojas  más 
angostas,  cortas  y  tiesas;  el  dorso  de  las  escamas  involúcrales 
pardo-coriáceo,  en  Tez  del  verde,  y  las  flores,  ya  rosáceas,  ya 
blancas.  Estando  mezcladas  estas  plantas  con  las  de  la  Arme- 
ría elongata  HoíFm.,  sospechamos  se  haya  verificado  la  hibri- 
dación entre  ambas  especies,  pues  sus  diferencias  van  borrán- 
dose hasta  el  extremo,  en  muchos  casos,  de  no  quedar  más 
distintivo  que  el  de  los  escapos,  pubescentes  unos  y  lampiños 
otros. 

Armería  Berlengensis  Daveau.  var.  gracilis  Merino. — Solo  la 
hemos  observado  en  un  espacio  muy  reducido,  en  un  recodo 
peñascoso  que  forma  la  isla  Ons,  á  la  banda  de  occidente. 

Armería puiigens  Rom. — Habita  en  la  playa  de  arena  move- 
diza de  una  de  las  islas  Cíes,  llamada  del  Faro,  frente  á 
Vigo. 

Armería  pubigera  Bss.— Por  lo  que  hemos  podido  notar,  esta 
especie  y  la  siguiente,  si  no  exclusiva,  principalmente  se  pro- 
pagan por  la  costa  española  próxima  á  la  portuguesa,  siendo 


154  BOLETÍN    DE    LA  SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

extraordinaria  su  abundancia  desde  el  pueblo  de  Oya  hasta  la 
boca  del  Miño. 

Armería  Langeana  Henriques. — Vive  con  la  precedente. 

Armería  elongata  Hoffm. — Se  extiende  por  el  tercero  y  cuarto 
kilómetro  déla  orilla  del  Miño  y  por  las  primeras  islas  que  en 
él  se  alzan.  A  las  que  vegetan  en  la  primera  localidad  debe 
aplicarse  lo  dicho  acerca  de  Armería  marítima  W. 

Armería  planlaginea  W. — Entre  las  especies  del  interior  de 
Galicia,  es  ésta  la  que  aparece  á  menor  altitud,  á  unos  100 
metros  en  la  ribera  del  Miño  junto  á  Ribadavia  (Orense);  sube, 
sin  embargo,  hasta  unos  400  en  las  cercanías  de  la  parroquia 
de  Belesar  (Lugo),  también  sobre  la  ribera  del  mismo  Miño. 

Obs.  La  longitud  de  las  vainas  en  pies  que  crecen  reunidos 
y  aun  en  las  cabezuelas  de  la  misma  mata  es  sumamente  va- 
riable, alcanzando  en  unos  casos  doble  long-itud  que  en  otros. 
Asimismo,  las  hojas,  unas  veces  apenas  se  estrechan  en  la 
base,  al  paso  que  otras,  desde  el  tercio  superior  comienzan  á 
adelgazarse. 

Armería  Allioides  Bss. — Copiosa  en  algunos  parajes  de  la 
provincia  de  Orense,  como  desde  el  pueblo  de  Pradolongo 
hasta  Morisca,  Viana  del  Bollo  y  Humoso.  La  altura  en  que 
vive  no  pasará  de  400  á  500  m. 

Armería  Buríaei  Bss.  (Determinada  por  el  Sr.  Pau). — Esta 
especie  ya  se  remonta  más.  En  la  ribera  del  río  Bebey,  en  si- 
tios pertenecientes  á  la  aldea  nombrada  Hermidas,  cerca  de 
Humoso  (Orense),  vive  á  unos  400  m.;  á  900  m.  en  las  costane- 
ras que  rodean  el  valle  de  Lózara,  y  á  1.300  m.  en  el  Courel 
(Lugo). 

Al  revisar  el  verano  próximo  pasado  parte  de  la  Cordillera 
de  los  Puertos  ó  Picos  de  Aneares  confines  de  las  provincias  de 
Lugo  y  León,  comenzamos  la  excursión  por  una  de  las  más 
altas  montañas  conocida  con  el  nombre  de  Peña  Rubia.  Su 
elevación  no  baja  de  1.800  m.  sobre  el  nivel  del  mar.  Es  la 
más  austro  oriental  de  dichos  Puertos.  Entre  otras  especies  en 
alto  grado  interesantes,  como  la  Pyrola  miner  L., correspondien- 
te á  una  familia  que  se  suponía  no  estar  representada  en  Ga- 
licia por  especie  alguna,  y  otra  veintena  más  desconocidas  en 
esta  región  de  nuestra  provincia,  notamos  copiosa  una  Arme- 
ría en  grandor  y  porte  semejante  á  la  Armería  /llicaulis  Bss., 
pero  de  hojas  distintas.  Examinada  después,  nos  sorprendió 


DE   HISTORIA   NATURAL.  155 

que  perteneciera  á  la  sección  macroceniron  Bss.,  por  estar  el 
tubo  calicino  provisto  de  espolón;  pues,  si  no  estamos  equivo- 
cados, todas  las  especies  conocidas  en  España  con  este  carác- 
ter habitan  las  costas  cálidas  ó  templadas,  ó  tierras  bajas  no 
alejadas  del  mar.  Hé  aquí  la  diagnosis. 

Armería  Ancarensis  (sp.  n.)  — Rhizoma  crassum  multiceps 
fascículos  foliosos  et  floríferos  edens;  folia  integerrima,  glabra, 
uninervia,  heteromorpha,  ab  extimis  ad  intima  long'iora  sed 
angustiora;  externa  lanceolata,  obtusiuscula  2-4  cm.  longa, 
plana,  angustissime  albo-marginata;  interna  linear-lanceolata 
vel  anguste  linearía  5-7  cm.  longa,  plana  vel  angulato-com- 
plicata;  scapus  V\.r¿  dm.  altus,  strictus  glaber:  vagina  10-12 
milímetros  long-a,  fusca,  cito,  basi,  scissa,  lateraliter  rejecta; 
capitulum  parvum  1  cm.  latum:  involucri  phylla  triseriata, 
seriei  externa  ovata,  acuminata,  marginer  late  alboscariosa, 
dorso  ferruginea,  rugosa;  cetera  obovata  latius  scarioso-mar- 
ginata,  mucronata  vel  intima  naitica;  bracteolae  interflorales 
pedicellum  sequantes;  limbi  tubo  ad  10  cosías  retrorsum  pu- 
bescente brevioris  lobi  sensim  in  aristas  eisdem  breviores  fus- 
cescentes  protracti;  calcar  pubescens  tertiam  pedicelli  longi- 
tudinem  attingens:  pétala?  intense  rosea. 

Magnitudine  et  habitu  Armerice  filicauli  Bss.  similis;  sed  ab 
ea  alia,  calcaris  pnesentia,  foliorum  forma  diversa,  et  squa- 
mis  involucralibus  latioribus  labiusque  scarioso-marginatis. 
Summijugi  Peña  Rubia  montis  ínter  saxa  íncola,  in  Prov. 
Lucensi,  1902. 

RESUMEN. 

Secc.  Macrocentron  Bss.  Secc.  Plagiobasis  Bss. 

A rmeria  pmigens  Rüm .  A rmeria  planlaginea  W. 

Armería  berlengensis  Dov.  v.  Armería  aU'toides  Bss. 

gracilis  Merino.  Armería  marítima  W. 

Armería Langeana  Henriques.  Armería  elongata  Hoffm. 

A  rmeria  A  ncarensis  Merino.  A  rmeria  pulí g  era  Bss. 

Armería  Duriali Bss. 


156  BOLETÍN    DE   LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 


Nota  sobre  restos  de  glaciares  existentes  en  Lorcha  (Alicante) 


EL  DOCTOR  EMILIO  RIBERA. 

En  una  de  mis  excursiones  por  la  provincia  de  Valencia 
quise  explorar  la  región  quebradísima  por  donde  el  río  Serpis 
se  despeña  desde  la  comarca  relativamente  elevada  del  Norte 
de  la  provincia  de  Alicante  á  la  plácida  vega  de  Gandía,  que 
le  conduce  entre  verdores  y  galas  acumulados  por  la  Natura- 
leza y  por  el  cultivo,  llevando  sus  limpias  aguas  al  manso  gol- 
fo valenciano,  cuyas  orillas  son  sin  duda  el  verjel  más  her- 
moso de  los  que  esmaltan  la  riente  costa  levantina  de  nuestra 
Península.  Hízome  la  merced  de  acompañarme  el  profesor  de 
las  Escuelas  Pías  de  Gandía  y  competente  geólogo  P.  Leandro 
Calvo,  perfecto  conocedor  de  aquella  región,  con  quien,  aban- 
donando el  tren  en  la  estación  de  Villalonga  de  la  línea  férrea 
de  Alcoy,  emprendí  por  la  vía  el  ascenso  del  tortuoso  cañón, 
por  donde  el  río  desciende  en  rompientes  mil  y  el  camino  de 
hierro  asciende  bravamente,  guiado  por  el  agua,  que  se  cobra 
el  servicio,  interrumpiendo  el  movimiento  de  trenes  en  cuanto 
crece  algo  el  de  ordinario  escaso  caudal  de  su  corriente.  Es 
éste,  sin  duda,  uno  de  los  pasos  más  hermosos  de  nuestras  ac- 
cidentadas líneas  ferroviarias,  por  serlo  de  los  en  que  más  di- 
ficultades ha  vencido  un  río  para  abrirse  camino,  obedeciendo 
á  las  leyes  inmutables  de  la  dinámica  terrestre;  por  todos  es- 
tilos es  sitio  digno  de  una  excursión  histórico-natural,  y  los 
resultados  que  de  ella  pueden  obtenerse,  como  la  relativa  co- 
modidad con  que  efectuarse  puede,  brindan  al  aficionado 
y  al  naturalista  á  realizarla. 

Galantemente  admitidos  y  obsequiados  por  la  Sociedad  Hi- 
dro-eléctrica  Valenciana,  que  alumbra  á  Alcoy  y  á  Gandía, 
comimos  en  la  fábrica  que  tiene  situada  como  á  la  mitad  del 
desfiladero  y  colectando  fósiles  y  admirando  la  flora  variadí- 
sima, que  á  pesar  de  la  época  (mediados  de  Febrero)  embalsa- 
maba el  ambiente;  llegamos  á  media  tarde  á  Lorcha,  donde 
termina  el  valle  superior  del  Serpis,  y  donde,  como  á  un  kiló- 
metro de  la  estación,  se  encuentra  el  más  cercano  de  los  anti- 


DE   HISTORIA  NATURAL.  157 

guos  'glaciares  que  por  allí  existen,  en  el  tránsito  entre  las 
formaciones  cretáceas  y  eocenas  que  en  la  región  dominan. 

Es  verdaderamente  notable  lo  que  de  este  glaciar  resta  en 
un  estrecho  barranco,  que  por  rápida  pendiente  baja  de  la 
quebradísima  sierra  inmediata:  consiste  en  una  superficie  que, 
al  limitarle  por  su  borde  izquierdo,  se  presenta  aún  libre  de 
acumulación  sobre  ella  de  otros  materiales,  en  una  longitud 
de  algunas  centenas  de  metros,  aunque  interrumpida  frecuen- 
temente por  roturas  producidas  por  acciones  modernas;  esta 
superficie,  formada  por  una  pudinga  caliza,  tiene  una  altura 
variable  desde  uno  á  unos  diez  metros  y  buza  con  una  inclina- 
ción de  15°,  enterrada  y  cubierta  en  parte  por  los  acarreos 
que  sobre  ella  han  ido  depositando  las  aguas  del  período  ac- 
tual; se  halla  pulimentada  perfectamente  cual  si  la  industria 
humana  la  hubiese  labrado,  como  puede  verse  por  el  ejemplar 
arrancado  por  mí,  que  tengo  la  honra  de  exhibir  á  nuestros 
dignos  consocios  presentes,  y  que  destino  al  Museo  de  Cien- 
cias naturales.  Puede  juzgarse  de  la  potencia  de  este  glaciar 
por  lo  perfecto  del  pulimento  de  la  roca,  el  cual  no  ha  podido 
aún  ser  casi  alterado  en  los  luengos  siglos  que  lleva  sintien- 
do sobre  sí  correr  las  aguas  superficiales,  cargadas  con  los 
arrastres  de  la  parte  superior  de  la  montaña. 

El  glaciar  desembocaba  en  una  especie  de  medio  circo,  muy 
alto  aún  sobre  el  cauce  cercano  del  río,  en  cuyo  hemiciclo  no 
puede  observarse  más  restos  de  aquél,  porque  el  cultivo  en  su 
parte  alta,  y  las  obras  de  la  vía  férrea  en  la  baja,  los  han  borra- 
do sin  duda  alguna.  Sin  embargo,  aún  se  puede  apreciar  per- 
fectamente la  disposición  de  la  desembocadura  del  glaciar  y 
las  relaciones  que  debía  tener  con  otros  confluentes  al  mismo 
valle  del  Serpis  en  aquella  parte. 

Nota  acerca  de  unos  nodulos  de  caliza  hallados  en  Bellds  (Valencia), 


EL    DOCTOR   EMILIO    RIBERA. 

Cuando  se  hicieron  las  obras  para  la  construcción  de  la  vía 
férrea  de  Játiva  á  Alcoy  en  su  primera  sección  (Játiva  á  Al- 
baida),  encargué  al  director  de  la  empresa,  D.  Gabriel  Moreno 
Campo,  persona  muy  ilustrada  y  amante  de  favorecer  nuestros 

T.  ni.— Marzo,  1903.  11 


153  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

estudios,  que  me  proporcionara  ejemplares  de  cuanto  nota- 
ble se  hallase  al  hacer  los  túneles  y  trincheras,  con  objeto  de 
que  fig-urasen  aquéllos  en  las  colecciones  del  Instituto  de  Va- 
lencia y  me  sirvieran  para  la  enseñanza  de  los  alumnos  y 
para  mejor  conocimiento  de  la  gea  valenciana.  Entre  los  ejem- 
plares con  que  me  favoreció  este  señor,  me  llamaron  la  aten- 
ción unos  objetos  redondeados  de  caliza,  á  los  que  denomino 
nodulos,  porque  no  hallo  calificativo  que  más  cuadre  á  su  for- 
ma externa,  de  los  que  presento  uno  completo  y  un  fragmento 
de  otro  á  la  consideración  de  mis  consocios  de  la  Española  de 
Historia  natural,  destinándolos  después  á  las  colecciones  del 
Museo  de  Ciencias  naturales;  con  esta  exhibición  me  propon  - 
go,  no  solo  presentar  objetos  que  creo  notables,  sino  también 
ver  si  alguien  consigue  disipar  las  dudas  que  he  tenido  yo  y 
han  tenido  conmigo  cuantos  hasta  ahora  los  han  visto,  sobre 
el  origen  de  estos  notables  ejemplares. 

Trátase  de  unas  masas  esferoideas  de  20  á  30  cm.  de  diáme- 
tro cada  una,  formadas  por  caliza  muy  compacta  y  uniforme 
en  toda  su  masa  y  cubiertas  exteriormente  por  capas  irregula- 
res de  caliza  concrecionada,  á  veces  finamente  cristalina.  Fue- 
ron halladas,  según  el  Sr.  Moreno  Campo,  muchas  de  estas 
masas  al  abrir  una  trinchera,  situada  en  término  de  Bellús, 
en  la  vertiente  que  cae  hacia  el  valle  de  Albaida,  entre  una 
capa  algo  gruesa  de  grava  y  arcilla,  á  unos  7  m.  de  profundi- 
dad, bajo  otras  de  grava  y  bajo  la  tierra  vegetal  y  sobre  una 
capa  gruesa  de  caliza  compacta,  todo  en  terreno  tenido  por 
plioceno.  Visité  más  tarde  este  yacimiento,  confirmando  estas 
noticias  que  sobre  él  se  me  habían  dado,  pero  sin  encontrar 
yo  nuevos  nodulos  sobre  los  cinco  que  me  habían  enviado  y 
están  en  el  Instituto  de  Valencia  ó  he  traído  á  la  Sociedad  y 
al  Museo. 

Ahora  bien;  como  mis  dignos  consocios  pueden  apreciar, 
la  vista  de  estos  ejemplares  hace  surgir  inmediatamente  la 
duda  de  si  son  naturales  ó  si  labrados  por  mano  de  hombre, 
hasta  el  punto  de  que  ha  habido  quien  ha  apuntado  la  idea 
de  si  podían  haber  sido  hechos  para  piedras  de  catapulta  ó 
para  balas  de  bombarda  en  los  albores  de  la  artillería.  Desde 
luego  entiendo  descartada  esta  posibilidad  por  el  yacimiento 
y  por  las  capas  de  concreción  que  cubren  á  cada  esferoide,  las 
cuales  han  exigido  para  constituirse  un  tiempo  tal,  que  aleja 


DE    HISTORIA    NATURAL.  159 

toda  idea  de  que  puedan  haberse  formado  desde  que  hay  ca- 
ñones, y  aun  desde  que  hubo  catapultas.  Por  otra  parte,  la 
superficie  de  unión  entre  la  masa  central  y  las  capas  concre- 
cionadas, es  de  una  regularidad  y  limpieza  como  no  se  usa- 
ron ni  había  para  qué,  para  los  usos  apuntados;  hasta  parece 
que  haya  estado  perfectamente  pulimentada;  de  todo  lo  que  se 
deduce  que  deben  considerarse  como  objetos  naturales. 

No  pudiendo  atribuirles  orig-en  orgánico,  dada  su  estruc- 
tura, queda  por  averiguar  su  génesis  inorgánica,  y  aquí  finca 
en  mi  sentir,  el  punto  más  dudoso  para  su  conocimiento.  ¿Po- 
drán ser  piedras  de  embudo  de  glaciar?  Me  inclino  á  aceptar- 
lo.—Primero,  por  el  yacimiento  en  capa  de  acarreo  sobre  otra 
terciaria,  que  buza  con  bastante  inclinación  en  la  falda  de  una 
sierra,  si  no  muy  abrupta,  bastante  quebrada  y  llena  de  ba- 
rrancos con  grandes  pendientes.— Segundo,  porque  á  veinti- 
tantos kilómetros  en  línea  recta  de  este  yacimiento  existen,  y 
he  visitado  yo  mismo,  restos  bien  caracterizados  de  glaciares 
sobre  formaciones  análogas.— Tercero,  porque  la  forma  de 
estos  esferoides,  el  pulimento  de  la  superficie  de  su  masa 
compacta,  y  el  existir  en  cierto  número  entre  una  capa  de 
acarreo,  hacen  posible  tal  suposición.  De  ser  ésta  acertada,  las 
capas  de  concreción  se  han  constituido  sobre  estas  piedras  de 
embudo  de  glaciar  después  que  quedaron  enterradas  entre 
una  capa  permeable  y  al  ir  pasando  sobre  ellas  las  aguas  car- 
gadas de  bicarbonato  calcico,  tomado  en  las  regiones  superio- 
res de  la  sierra  en  que  han  sido  halladas. 

Ni  afirmo,  ni  niego;  someto  el  asunto  á  mis  dignos  conso- 
cios y  á  la  superior  competencia  de  los  naturalistas  del  Museo, 
y  entretanto  conservo  á  estas  masas  provisionalmente  el  nom- 
bre de  nodulos  con  que  de  ellas  he  dado  cuenta. 


Boletín  bibliográfico. 

Museum  d'Histoire  naturelle  de  Paris  (Bull.J—Année  1902:  lí.°  2.  E.  T. 
Hamt:  Les  Dublas  de  Bulsar,  esquisse  anthropol. — Vaillant  et  Pelle- 
grix:  Cichlidésnouv.  de  l'Amer. céntrale. —J.BouRGEOis:Malacodermes 
recoltés  au  Japón  par  M.  Harnaud: — Deux  nouv.  esp.  de  Plateros  de 
l'Hymalaya.— M.  Pie.  Descr.  d'un  Dorcadion  de  la  Turquie  d'Asie. — 


160  BOLETÍN  de  la.  sociedad  española 

A.  Viré:  Contr.  a  l'étude  de  la  rép.  geogr.  du  g.  Niphargus  en  Europe 
et  dans  le  Nord  de  l'Italie.— G.  Bohn:  Des  ondes  musculaires,  respi- 
piratoires  et  locomotrices,  chez  les  Annélides  et  chez  les  MolusqueS. 
— C.  Phisalix:  Relat.  de  párente  entre  nos  deux  esp.  indig.  de  Vi- 
pérea ( V.  aspis  et . V.  berus).—Pa.  van  Tieghem:  La  fleur  dans  les 
plantes  Vasculaires  dites  Cryptogames.— G.  Chauveaüd:  De  la  var. 
de  struct.  existant  á  l'état  normal  entre  les  racines  et  les  radicelles  de 
la  Marsilie. — De  la  repart.  des  épaisissements  extracellulaires  dans 
les  lacunes  corticales  de  la  racine  des  Préles  (Equisetum). — P.  Hariot 
et  Patouillard:  Liste  des  Champignons  rec.  au  Japón  par  M.  Har- 
naud.— J.  Costantin:  Liste  de  quelq.  floraisons  intéressantes  observ. 
dans  les  serres  du  Muséum  depuis  le  28  janv.  1902. — St.  Meunier: 
Apercu  géologique  sur  le  Bambouk. 
Museutn  of  Comparative  Zoology  at  Harvard  College  (Bull.)  —  Cambridge. 
Vol.  xxxix.  N.°  4.  A.  Hacen:  Illustrations  of  Odonata. — Argia. — 
P.  Calvert:  A  list  and  bibliography  of  the  species.=N.°  6.  Mary. 
J.  Rathbun:  Crabs  from  the  Maldive  islands.  =  Annual  Report  for 
1901-1902. 
Natural  History  Society  cf  Glasgoxo.  (Transad.)  Vol.  v.  Part.  ni. — M'An- 
drew:  Botanic  Notes  from  Galloway  for  1897  98. — J.  Smith:  Conodonts 
from  the  Carboniferous  Limestone  Strata  of  the  West  of  Scotland. — 
Th.  Scott:  Notes  on  some  Crustácea  from  Fairlie  and  Hunterston, 
Firth  of  Clyde. — G.  W.  Ord:  The  Lepidoptera  in  relation  to  Flowers. 
— Paterson  and  Renwick:  Narrat.  of  a  Cruise  in  Loch  Fyne.— J.  Ren- 
wick: Measurements  of  Notable  Trees  at  Eglinton  Castle. — R.  H.  Wa- 
llace.  White  Cattle:  An  Inquiry  into  their  origin  and  History. = 
Vol.  vi.  Part.  i.  Frank  Knight:  Notes  on  the  Marine  Mollusca  of 
Port-Stewart,  N.  Ireland. — W.  Stewart:  Notes  on  the  ocurrence  of 
Trichomanes  radicans  Sw.  in  Scotland. — Boyd  Watt.  A  Census  of 
Glasgow  Rookeries. — R.  Kidston:  The  Carboniferous  Lycopods  and 
Sphenophylls. — J.  Paterson:  Notes  on  a  Cruise  in  Clyde  Waters  in 
June  1900.=Part.  n.  J.  Grieve:  Extr.  from  and  unpublished  oruitho- 
thology  of  Glasgow.— Boyd  Watt:  The  Seáis,  Whales  and  Dolphins 
of  the  Clyde  Sea  Área. — Anderson  Fergusson:  Addit,  to  the  List  of 
Scottish  Coleóptera. — F.  G.  Pearcey:  Notes  on  the  Marine  Deposits  of 
the  Firth  of  Forth,  and  their  Relation  to  its  Animal  Life. 

Physikalisch-Mtdicinischen  Gesellschaft  zu  Würzburg  ( Sitzungs- Berichte ) , 
1901.  N.os  6.  6.  u.  7.  — 1902.  N.os  1.  u.  2.=f  Verhandlungen).  Band  xxxv. 
N.os  2  u.  3. 

Revista  de  Farmacia  Militar.  Madrid.  Año  i.  N.os  8.  10  y  11. 

Boyal  Microscopical  Society.  London.  (Journal).  1902.  Part.  vi. 

Societá  entomológica  italiana.  Firenze.  ( Ballet. )  Anno  xxxm.  Trim.  ni  e  iv. 
G.  Rossi:  Sulla  resistenza  dei  miriapodi  all'asfissia. — G.  Cecconi:  La 


DE    HISTORIA    NATURAL.  1(51 

Tortrix  pinicolana.  Zll.  in  Italia.  — R.  Fabiani:  Di  un  nuovo  crostaceo 
isopodo  ( Ccecosphceroma  bericum.  n.  sp.)  delle  grotte  dei  colli  berici 
nel  Vicentino. — A.  Porta:  La  metamorfosi  dello  Zabrus  tenebrioides. 
Goeze.  —  A.  Ghigi:  Note  biologiche  e  faunistiche.  —  G.  Maxtero: 
Descr.  di  ale.  sp.  nuove  di  imenott.  scavatori  provenienti  dal  Rio  Santa 
Cruz  in  Patagonia.  -^P.  Silvestri:  Materiali  per  lo  studio  dei  tisanuri. 
=Anno  xxxiv.  Trim.  i  e  n.  G.  Rossi:  Sull'apparechio  digereute  dell' 
Julus  communis.—  A.  Serna:  Le  esploraz.  abissali  nel  Mediterráneo 
del  R.  Piróscafo  «Washington»  nel  1881. — R.  Gestho.  Frammenti 
entomologici.— R.  Gestro:  Materiali  per  lo  studio  delle  Hispida?. — 
A.  Porta:  Le  differenze  sessuali  secondarie  quantitative  nel  Carabus 
auratus.  L.— A.  Maixardi:  Rhizotrogus  Grassii,  nuovo  coleottero  ita- 
liano. 

Societa  zoológica  italiana.  Roma.  (Bollett.)  Anno  ix.  Fase,  v  e  vi.  A.  Car- 
ruccio:  Sui  caratteri  morfolog.  di  un  Lopliopithecus  femorali.  Horsf., 
donato  da  S.  M.  il  Re  al  Mus.  zool.  della  R.  Univ.  di  Roma. — F.  Ros- 
tagno:  Classif.  descrittiva  dei  Lepidott.  italiani.  (Cap.  n.  Eteroceri.) 
R.  Marchesini:  Sopra  una  probabile  derivazione  delle  cellule  eosino- 
file. — G.  AngelinI:  Raritá  ornitiche  catturate  presso  Roma.  L.  Fac— 
ciola:  Un  po'  di  cronología  relativa  agli  studii  su  lo  sviluppo  dei 
Murenoidi.  —  G.  Santoro-Siliiugni:  Ale.  sp.  di  Ropaloceri  race,  in 
Messiua.  — G.  Angelini:  Nidificazione  del  Falco  grillaio  (Cerchnéis 
Naumanni  Fleisch)  nel  Romano. —  Cte.  G.  Falconieri:  Sopra  un 
essemplare  di  Ciconia  Abdimii  Licht.  uccisa  nel  paese  di  Bogos. — 
G.  Alessandrini:  Sulla  cattura  della  Pyrrosia  áurea  Fall.  in  Roma.= 
Anno  x.  Fase,  i  e  n.  — G.  Angelini:  Descr.  di  una  n.  sp.  di  Fringillide 
emberizino,  Paroaria  Humberti,  consérvala  nel  Mus.  zool.  della 
R.  Univ.  di  Roma.— F.  Rostagno:  Classif.  descrittiva  dei  Lepidotteri 
italiani  (Tribu  dei  Cossidi,  Cocliopodi,  Psichidi,  Liparidi,  Bombi- 
cidi,  etc.)  e  Sezione  delle  Nottue. — A.  Neviani:  N.  generi  e  sottogen  di 
Radiolari  e  Briozoi  fossili  italiani.— A.  Bonomi.  Del  Tasso  (Meles 
taxusj  nel  Trentino. — G.  Damiani:  Note  ornitol.  dellTsola  dell'Elba 
(1899-1900).— G.  Curreri:  Osservaz.  sulla  struttura  dell'  ectoderma 
dei  Ctenofori.— Sulla  respiraz.  di  ale.  insetti  aquatici. 

Société  botanique  de  Copenhague  (Journal).  25  Binds.  1  Hefte.— J.  Sch- 
midt:  Flora  of  Koh  Chang. — A.  Klecher,  Gymnoascus  Jiavus,  n.  sp. 

Société  botanique  de  France.  París.  {Bull.)T.  49.  N.°  8.— Gagnepain:  Zingi- 
beracées  nouv.  de  l'herbier  du  Muséum.— París  :  Lichens  de  Mada- 
gascar  et  de  l'Afr.  occid.  francaise. — Vuillemin:  Les  organes  souter- 
rains  du  Gentiana  ciliata. — Mouillefarine:  Le  Chimaphila  macúlala 
Pursh  aux  envir.  de  Paris.— Rouy:  Remarques  sur  la  floristique  euro- 
péenne. — Battandier:  Notes  sur  quelq.  plantes  de  la  flore  atlantique. 
— Mouillefarine:  Sur  le   Gentiana  ciliata.  -Daveau;   Lettre  sur   un 


162  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Statice  litigieux  de  l'Hérault. — De  Salignac-Fénelon:  Limite  S.  O.  des 
sapins  dans  les  Basses-Pyrénées. 

Société  botanique  de  Lyon.  (Anuales.)  T.  xxv.— Saint-Lager:  Histoire  de 
1' Abrotonum. — Meyran  :  Escurs.  au  col  de  la  Vanoise. — Saint-Lager: 
Signifieation  de  la  désinence  ex  de  quélq.  noms  de  plantes  et  d'anim. 
Meyran:  Note  sur  le  genre  TJlex. — Magnin:  Note  sur  la  flore  des  rua- 
rais tourbeux  d'Aurac  et  sur  l'existence  du  Jnncus  squarrosus  dans 
le  Jura. — Magnin:  Flore  du  ruarais  de  Couron  — Pierre  Chatel  et  sa 
flore. — Roux:  Herbor.  au  col  de  la  Leisse.=T.  xxvi.  Beauvisage:  Ge- 
nera Montrouzierana  plantarum  Novse  Caledoniíe. —  Audin:  Études 
phytostatiques  sur  le  Mont  Brouilly. — Beaüverie:  Forme  grave  de  la 
maladie  des  Platanes.,  causee  par  le  Gloeosporium  nervisequum. — 
Gillot:  Action  vesicante  des  Heracleum. — Meyran:  Herbor.  dans  la 
vallée  du  Giffre. 

Société  des  Sciences  naturelles  de  l'Ouest  de  la  France.  Nantes.  (Bull.) — 
Table  des  matieres  de  la  premiére  s¿rie.— 2me  serie.  T.  i.  3C  et  4C 
trim.  —  Ch.  Baret:  Mineral,  des  produits  industriéis. — E.  Lecomte: 
Contr.  á  la  Miner.  de  la  Loire  Inférieure. — Abbé  Dominique:  Contr. 
au  Cat.  des  Hym.  fouisseurs,  Chrysid.  et  Vesp.  de  la  Loire  Inférieure. 
Descr.  d'un  Harpactes  nouveau.— T,  n.  1er  trim.  F.  Camits:  UneHépa- 
tique  nouvelle  pour  la  France,  YAdelanthus  decipicns.— Van  Kempen: 
Notice  sur  un  Faucon  Gerfaut  blanc  (Falco  candicans  Gm.)  tué  aux 
iles  Glénans  (Finistére).—  Cossmann:  Mollusq.  eocéniques  de  laLoire- 
Inférieure. 

Société  entomologique  de  BeUjique.  Bruxelles.  (Annales.)  T.  46.  xi.— Fr. 
Spaeth.  Beschreibung  neuer  centralafrik.  Cassiden  aus  dem  Museum 
zu  Brüssel.— A.  Forel.  Fourmis  d'Algérie  récoltées  par  le  Dr.  Esche- 
rich.=rxn.  P.  Belon:  Descr.  de  plus.  Longicornes  de  Bolivie  appart. 
au  genre  Adetus.— P.  Dognin:  Hétérocéres  nouv.  del'Amér.  duSud. — 
Crombrügghe:  Note  sur  quelq.  Microlep.  de  la  faune  belge. 

Société  Linnéenne  du  N.  de  la  France.  Amiens.  (Mém.J  T.  x. 

Société  ouralienne  des  amis  des  Sciences  Naturelles.  Ekaterineburg.  (Bull.) 
Suppl.  au  t.  xxn.=T.  xxm. 

Société  scientifique  du  Chili.  Santiago.  (Actes.)  Tomo  xn.  lre  livraison.^- 
Albert:  La  introducción  de  los  Salmones.  =2mc  livraison. 

Société  zoologique  suisse  et  Musée  d'Hist.  Naturelle  de  Genéve.  (Rev.  suisse 
de  zool.)  T.  x.  Fase.  2.— F.  Béguin:  Contrib.  ál'étude  histolog.  du  tube 
digestif  des  Rept.— V.  Fatio:  Nouveautés  mammalogiques  tessiuoises. 
— A.  Forel;  Fourmis  nouvelles  d'Australie. — H.  Rothenbuhler:  My- 
riopoden  des  Bündnerischen  Rbeingebietes.  — J.  Carl:  Exotische 
Polydesmiden. 

University  of  Upsala.  (Bull.  of  the  Geol.  Institution.)  Vol.  v.  Part.  2.  N°  10. 
C.  Wiman:  Über  die  Borkholmer  Schicht  im  Mittelbaltischen  Silur- 


DE   HISTORIA   NATURAL.  163 

gebiet.—  R.  Sernander:  Einige  Vertebratenfunde  aus  schwedischen 
Torfmooren.— E.  Nordenskióld:  Über  die  Saugethierfossilien  im  Ta- 
rijathal,  Südatnerica. — O.  Tenow:  líber  einen  mineralführenden  Al- 
bitpegmatit  von  Stripasen  in  Westmanland. — C.  Benediks:  Über  das 
Verhalten  des  Kanadabalsams  in  Dünnschliffen. — A.  G.  Hogbom: 
Über  einen  Pseudooieteorit  aus  Südamerika. — A.  G.  Hogbom.  Ver- 
zeichniss  über  die  Meteoriten  des  Mineralog.  Instit.  an  der  Univ. 
Upsala. 
Wiener  Entomologische  Zeitung.  Wieu.  xxn.  Jahrg.  1.  Heft.— E.  Reitter: 
Uebersicht  der  Arteu  der  Carabiciden-Gatt.  Trechus.  Clairv.,  mit 
Augen,  aus  dem  Kaukasus,  Russisch  Armenien  und  Traascaspien. — 
A.  Hetschko:  Zur  Keantuiss  der  Verbreitung  von  Orthezia  cata- 
phracta  und  O.floccosa. — E.  Rsitter:  Nachtriigliche  Bemerk.  zu  den 
Col. — Arten  aus  der  Verwandtschaft  des  Onthophagns  Amyntas.- — 
E.  Reitter:  Ergauzung  und  Bericbtigung. — G.  AV.  Kirkaldy:  Einige 
neue  und  wenig  bekaunte  Rbyncboten. — E.  Reitter:  Uebersich  der 
Arten  der  Col.  Gattung.  Entomogonus. — M.  Bezzi;  Ueber  Callimyia 
Wankowickzii.  und  Agathomyia  aurantiaca.—'Es..  Hartmann:  Neue 
exotische  Rüsselkilffer.— E.  Reitter:  Coleopterologiscbe  Notizen. — 
L.  P.  Czerny:  Zu  Anthomyza  und  Ischnomyza. 


Algué  (P.  José).  El  Baro-ciclonó-metro.  (Manila,  1897.) 
Blanchard  (Raphael).  Les  cadrans  solaires.  (Paris,  1901.) 

—  Lésions  du  fóie  déterminées  par  la  présence  de  douves.  (ar- 

chives de  parasitologie .  Paris,  1901.) 

—  Note  sur  les  tenias  noirs.  (Arch.  de  parasit.  Paris,  1901.) 

—  Rapport  sur  l'organis.  de  l'Iustitut  de  Médec.  coloniale.  (Arch. 

de  parasit.  Paris,  1902.) 

—  Sur  la  piqüre  de  quelques  Hemiptéres.   (A.rch.   de  parasit. 

Paris,  1902.) 

Delfín  (F.  T.) — Catálogo  de  los  peces  de  Chile.  Valparaíso.  1901. 

F.  de  Gatta  (M.) — Nuevos  estudios  sobre  las  Agallas.  Salamanca,  1903. 

Gago  Rabanal  (Elías).  Estudios  de  Arqueología  protohistórica  y  Etno- 
grafía délos  astures  lancienses  (hoy  leoneses).  (León,  1902.) 

Gredilla  (A.  F.) — Excursión  botánica  por  las  prov.  de  Sevilla  y  Cádiz. 
(Bol.  Soc.  Esp.  H.  Nat.  1903. 

Lacriche  Hughes.  Un  seul  champignon  sur  le  globel  (Port-Louis,  1902.) 

Manila  Central  Observatory.  Philippine  AVesther  Bureau.  Bull.  for  June, 
Jule  and  August,  1902. 

Medina  (M.)— Crisídidos  de  España.  (Anal.  Soc.  Esp.  H.  Nat.) 


164  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Navas  (P.  Longinos).  Fáunula  entomológica  estival  de  Brihuega  (provin- 
cia de  Guadalajara).  (Bol.  de  la  Soc.  aragonesa  de  Ciencias 

naturales.)  (Zaragoza,  1902.) 
Oberthür  (R.) — Une  nouv.  Asida  apparten.  au  groupe  des  esp.  espagn. 

«aterciopeladas».  (Bol.  Soc.  Esp.  H.  Nat.  1903.) 
S aderra  Masó  (M.).  Report  on  the  seieinic  and  volcanic  centers  of  the 

Philippine  Archipiélago.  (Manila,  1902.) 
Silva  Tavares  (J.  de).  As  zoocecidias  portuguesas.  Addenda.  (Bev.  de  Se. 

Naturaes  do  Coll.  de  S.  Fiel.)  (Lisboa,  1902.) 
Descripcao  de  seis  coleopterocecidias  novas.  (Rev.   de  Se. 

Nat.  do  Coll.  de  S.  Fiel.) 
— *  Descr.  de  deux  Cécidomyies  nouvelles.  (Marcellia.  Riv.  int. 

di  Cecid. — Padova.) 
—  Zoocecidias  dos  suburbios  de  Vienna  d'Austria.  (Rev.  de  Se. 

Nat.  do  Coll.  de  S.  Fiel.)  (Lisboa,  1902.) 
Seebold  (T.  L.  F.).  Not.  nécrolog.  sur  le  Dr.  Otto  Staudinger.  (Ann.  de  la 

Soc.  Entom.  de  France.)  (Paris,  1901.) 
Tomás  (Calixto).  Contribución  al  estudio  de  la  Anatomía  filosófica.  Ley 

de  la  monogastría.  (Bol.  Soc.  Esp.  H.  Natural,  1902.) 
Trotter  (A.)  Elenco  di  Galle  raccolte  in   Lspagna.   (Marcellia.  Riv.  int. 

di  Cecid.  Padova,  1902.) 
Ubeda  t  Correal  (José).  Los  métodos  de  enseñanza  en  las  ciencias  expe  - 

rimentales.  (Madrid,  1902.) 
Vatreda  (Est.)  —  Plantas  de  Cataluña.  (An.  de  la  Soc.  esp.  de  Hist.  nat.) 


Sesión  del  1.°  de  Abril  de  1903. 

PRESIDENCIA    DEL   EXCMO.    SR.    D.    ZOILO    ESPEJO. 

El  Secretario  leyó  el  acta  de  la  sesión  anterior,  la  cual  fué 
aprobada. 

El  Sr.  Presidente  comunicó  el  feliz  resultado  de  las  gestio- 
nes que  está  llevando  á  cabo  cerca  del  Excmo.  Sr.  Ministro  de 
Instrucción  pública  para  obtener  sea  declarada  nuestra  Socie- 
dad de  utilidad  pública  y  ayudada  por  el  Estado,  seg'ún  acor- 
dó en  sesiones  anteriores,  habiéndose  conseguido  se  consigne 
en  el  proyecto  de  Presupuestos  una  subvención  de  5.000  pese- 
tas en  su  favor. 

La  Sociedad  acordó  un  voto  de  g*racias  al  Sr.  Espejo  por  las 
gestiones  que  con  tanto  celo  como  éxito  ha  practicado,  y  enco- 
mendar á  la  Junta  directiva  cuanto  se  refiera  á  este  asunto,  á 
fin  de  que  en  tiempo  oportuno  se  manifieste  al  Sr.  Ministro,  en 
la  forma  que  estime  conveniente,  el  agradecimiento  de  la  So- 
ciedad, 

Acuerdos. — El  Secretario  dio  cuenta  á  continuación  de  los  si- 
guientes acuerdos  tomados  por  la  Junta  directiva  en  sesión  del 
30  de  Marzo,  en  unión  de  las  Comisiones  de  publicación  y  de 
catálogos. 

Admitir  el  cambio  de  publicaciones  solicitado  por  la  revista 
inglesa  The  Zoologist. 

Nombrar  socio  corresponsal  al  eminente  naturalista  Mr.  Wil- 
lians  Lucas  Distant. 

No  admitir  la  dimisión  del  anciano  y  distinguido  botánico 
aragonés  Sr.  Pardo  Sastrón,  el  cual  continuará  figurando  en  la 
lista  de  socios  y  recibirá  la  Memoria  anual  de  Secretaria. 

Que  no  se  admitan  suscripciones  ni  venta  de  ejemplares  de 
nuestras  publicaciones,  reservándolas  para  los  socios  exclusi- 
vamente. 

Felicitar  á  nuestros  consocios  D.  José  Hernández  Alvarez, 
D.  Juan  Pablo  Soler,  D.  Rafael  Blanco,  D.  Manuel  Carbó,  don 
Federico  Aragón,  D.  Antimo  Boscá  y  D.  Cesáreo  Martínez,  por 

T.  ni.- Abril,  1903.  12 


166  BOLETÍN    DE    LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

haber  sido  propuestos  catedráticos  de  Agricultura  los  dos  pri- 
meros, y  de  Historia  natural  los  restantes  de  Institutos  de  se- 
gunda enseñanza. 

Designar  interinamente  para  que  suceda  en  el  cargo  de  Bi- 
bliotecario al  Sr.  Blanco,  y  se  ponga  de  acuerdo  con  aquél  an- 
tes  de  que  salga  de  Madrid,  á  D.  Ángel  Cabrera  y  Latorre. 

Después  de  algunas  explicaciones  dadas  á  los  señores  socios 
para  su  mayor  conocimiento  de  los  precedentes  acuerdos,  fue- 
ron éstos  aprobados. 

Admisiones  y  presentaciones. — Se  hicieron  dos  nuevas  pro- 
puestas de  socio  numerario,  y  la  del  Instituto  general  y  técni- 
co de  Barcelona. 

Correspondencia. — Se  leyó  una  comunicación  del  Secretario 
de  S.  A.  el  Príncipe  de  Monaco,  acusando  recibo  de  las  últi- 
mas publicaciones  de  nuestra  Sociedad. 

Comunicaciones  verbales. — El  Sr.  Presidente  presentó  al  señor 
I).  Gregorio  Callejo,  Bibliotecario  del  Jardín  Botánico,  el  cual 
ha  realizado  un  trabajo  bibliográfico  por  autores,  materias  y 
localidades  de  todas  las  memorias  y  notas  publicadas  en  los 
30  tomos  de  nuestros  Anales;  trabajo  que  ofrece  generosamen- 
te á  la  Sociedad  para  que  ella  disponga  de  él  como  lo  juzgue 
oportuno.  Dio  este  señor  explicación  de  su  trabajo,  que  en  rea- 
lidad comprende  tres  índices  en  uno,  siendo  calurosamente 
felicitado  por  él.  Se  acordó  pasara  á  examen  de  la  Comisión  de 
publicación  y  de  la  Junta  directiva,  prestándose  el  Sr.  Callejo 
á  aceptar  cuantas  indicaciones  se  le  hicieran  á  fin  de  que  re- 
sultase útil  su  obra  para  el  objeto  á  que  se  consagra. 

— El  Sr.  Fernández  Navarro  dijo  que,  á  su  juicio,  convendría 
estudiar  un  medio  de  que  la  Sociedad  fuera  explorando  las 
regiones  más  desconocidas  de  nuestro  país,  difíciles  de  reco- 
rrer con  algún  detenimiento  por  una  sola  persona,  pero  que 
seguramente  no  lo  sería  tanto  con  ayuda  de  ésta  y  quizás  con 
la  colaboración  de  otras  Sociedades,  á  las  que  podría  agregar- 
se la  nuestra  con  el  expresado  fin.  Los  Sres.  Rodríguez  Moure- 
lo,  Azpeitia  y  Lázaro  hicieron  algunas  observaciones,  recibien- 
do todos  estos  señores  el  encargo  de  pensar  en  el  asunto  y  re- 
unirse, á  serles  posible,  para  presentar  en  otra  sesión  algunas 


DE    HISTORIA  NATURAL.  167 

bases  conducentes  á  llevar  á  la  práctica  lo  propuesto  por  el  se- 
ñor Fernández  Navarro. 

— El  Sr.  Llord  leyó  una  nota  sobre  «La  amblig-onita  de  Cá- 
ceres»,  la  cual  pasó  á  la  Comisión  de  publicación,  y  prometió, 
cuando  sus  muchas  ocupaciones  se  lo  permitan,  presentar  otra 
sobre  los  minerales  y  rocas  que  acompañan  á  la  amblig-onita 
en  el  mismo  yacimiento,  y  sobre  los  cuales  hizo  algunas  indi- 
caciones el  Sr.  Fernández  Navarro  con  referencia  á  ejemplares 
recibidos  recientemente  en  el  Museo  de  Historia  natural. 

—El  Sr.  Bolívar,  en  nombre  de  los  Sres.  García  Mercet  y  Vá- 
rela, presentó  dos  notas,  sobre  himenópteros  de  España  la  del 
primero,  y  sobre  redúvidos  africanos  la  del  Sr.  Várela,  acor- 
dándose pasaran  ambas  á  la  Comisión  de  publicación. 

El  mismo  Sr.  Bolívar  manifestó  que  en  el  núm.  3  del  Ento- 
mologistas Record  se  da  noticia  de  que  Mr.  Kirby,  conservador 
üe  las  colecciones  entomológicas"  del  Museo  Británico,  ha  ter- 
minado el  arregdo  de  la  de  ortópteros  del  mismo,  redactando 
un  catálog'o  g-eneral  de  los  insectos  de  este  orden,  que  ya  está 
-en  prensa  3^  que  se  publicará  en  lo  que  falta  de  año;  noticia 
interesante,  sin  duda,  y  de  la  que  ya  teníamos  conocimiento 
por  el  Sr.  M.  de  la  Escalera,  á  quien,  en  su  último  viaje  á  Lon- 
dres, se  la  participó  Mr.  Kirby. 

Dijo  también  que  el  Sr.  Silvestri  acaba  de  dar  á  conocer  un 
nuevo  tisanuro,  el  Aaajapyx  vesiculosas,  distinto  del  Projapyx, 
anteriormente  descrito,  por  la  falta  de  estig-mas  protorácicos  y 
la  presencia  de  vesículas  en  el  abdomen.  Llama  la  atención  en 
•el  nuevo  insecto  el  enorme  desarrollo  del  intestino  anterior, 
mientras  que  el  medio  es  muy  reducido.  Los  cercos  son  pluri- 
articulados,  y  como  en  el  Projapyx  y  en  alg-unos  miriápodos, 
contienen  el  conducto  excretor  de  una  gdándula  que  se  abre  en 
•el  extremo  de  ellos.  Este  insecto  es  sin  duda  alg-una  la  forma 
más  primitiva  de  todas  las  boy  conocidas  de  los  insectos. 

También  participó  á  la  Sociedad  que  Mr.  Chrétien,  que  per- 
maneció el  año  pasado  larg-o  tiempo  en  San  Ildefonso  dedicado 
á  la  recolección  de  micro-lepidópteros,  ha  publicado  una  espe- 
cie de  las  que  recogió  con  el  nombre  de  Cochylis  austrinana, 
cuya  descripción  convendría  reproducir,  como  se  acostumbra 
<,o\\  las  especies  españolas. 

— El  Sr.  Calderón  dio  las  sig-uientes  noticias: 

1.a    En  La  Nature,  núm.  1512  (1902),  apareció  una  nota  de 


168  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

A.  Martel,  titulada  «La  montagne  de  sel  de  Cardona  (Cátalo— 
gne)»,  conteniendo  algunas  indicaciones  curiosas  respecto  á  las 
grutas  producidas  allí  por  la  circulación  de  las  aguas,  y  explo- 
radas por  este  afamado  espeleólogo. 

Y  ya  que  de  esta  notable  montaña  se  trata,  conviene  recor- 
dar que  parecía  definitivamente  fijada  su  edad  oligocena,  atri- 
buida por  el  Sr.  \ridal  á  causa  de  la  concordancia  de  estratifi- 
cación que  presenta  con  las  margas  y  maciños  de  dicha  edad 
que  forman  una  gran  parte  del  mismo  anticlinal;  pero  me  ha 
sorprendido  que,  á  pesar  de  estas  razones,  el  reputado  geólo- 
go M.  Carez  piense,  por  el  contrario,  que  la  sal  de  Cardona  es 
de  edad  triásica. 

2.a  Por  carta  recibida  de  Pamplona,  tengo  noticia  de  que 
ocurrió  en  aquella  capital,  á  las  dos  de  la  madrugada  del  día  10 
de  Marzo  último,  un  temblor  de  tierra  de  cierta  intensidad,  y 
que  dicen,  duró  bastantes  segtmdos.  La  trepidación  principal 
fué  tan  fuerte,  que  muchos  vecinos  acudieron  atemorizados  á 
los  balcones.  A  las  tres  de  la  madrugada  del  mismo  día  se  re- 
pitió el  fenómeno,  causando  nueva  alarma.  No  han  ocurrido 
desgracias  personales,  pero  se  han  cuarteado  algunas  casas 
viejas  de  un  modo  alarmante. 

3.a  El  eminente  geólogo  Ch.  Barrois,  al  que  tanto  debe  el 
conocimiento  de  nuestro  suelo,  ha  publicado  en  los  Anales  de 
la  Sociedad  geológica  del  Norte  una  interesante  noticia  necro- 
lógica de  T).  José  Macpherson.  En  ella  analiza  el  alcance  de  los 
principales  trabajos  de  nuestro  ex-presidente  y  cariñoso  ami- 
go, con  elevado  criterio  y  el  gran  dominio  del  asunto  que  es 
notorio  en  el  autor,  terminando  su  noticia  con  estas  palabras: 

«La  obra  de  Macpherson  le  asegura  un  lugar  duradero  en  la 
historia  de. los  progresos  de  la  geología  en  España.  Los  que  le 
conocieron'personalmente  se  acordarán  de  su  amor  á  la  cien- 
cia y  su  servicialidad  con  sus  colegas;  los  que  lean  sus  escritos 
reconocerán  siempre  en  él  al  introductor  en  España  de  la  pe- 
trografía moderna,  de  la  que  fué  en  Europa  uno  de  los  prime- 
ros adeptos,  así  como  al  autor  de  las  primeras  investigaciones 
detalladas  sobre  los  terrenos  arcaicos  y  de  los  primeros  ensa- 
yos sobre  la  estructura  de  conjunto  de  la  Península  ibérica  (1).» 


(1)    Société  géologique  du  Nord.,  Ann.,  xxxi,  1902,  p.  31-2-317. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  169 

Secciones.— La  de  Barcelona  celebró  sesión  el  6  de  Marzo, 
bajo  la  presidencia  de  D.  Carlos  Ferrer. 

Se  hizo  una  presentación  de  socio. 

El  Sr.  Folch  y  Andreu  dio  cuenta  y  entregó  un  trabajo  intitu- 
lado «La  lluvia  en  la  Península  Ibérica»,  acompañado  de  her- 
mosas gráficas  en  colores;  y  el  Sr.  Rivas  Mateos  una  nota  re- 
ferente á  «La  fluorina  de  Papiol»,  con  dibujos  hechos  por  el 
Sr.  Aranzadi,  mostrando  ejemplares  de  la  especie  á  que  dicho 
escrito  se  contrae. 

—La  Sección  de  Sevilla  celebró  sesión  el  29  de  Marzo  bajo 
la  presidencia  de  D.  Manuel  Medina. 

Asistieron  los  nuevos  socios  Sres.  Gracián  (D.  Antonio)  y 
Martínez  Girón  (D.  Paulino). 

El  Sr.  Presidente  propuso  se  hiciesen  gestiones  acerca  del 
Ateneo  y  Sociedad  de  Excursiones  de  Sevilla,  para  la  traslación 
al  nuevo  local  de  la  Sociedad  de  la  colección  de  Historia  na- 
tural que  la  Sección  posee,  la  cual  ha  quedado  interinamente 
en  aquel  Centro. 

El  mismo  Sr.  Presidente  manifestó  la  conveniencia  de  for- 
mar una  pequeña  biblioteca  de  Historia  natural,  principal- 
mente con  donativos  de  los  Sres.  Socios,  biblioteca  que  pudie- 
ran consultar  éstos  en  el  acto  de  las  sesiones.  Dicha  idea  fué 
apoyada  por  los  Sres.  Socios  concurrentes. 

— El  Sr.  Miquel  presentó  un  fósil  del  terreno  cuaternario 
marino  de  Baleares,  no  citado  de  él,  perteneciente  al  género 
Purpura,  pero  sin  poderlo  referir  á  la  P.  hmnastoma  L.,  única 
existente  en  Mallorca,  donde  se  encontró,  ni  ala/*.  lapilhisL., 
dudosa  en  el  Mediterráneo.  Es  de  forma  globulosa  y  de  espira 
muy  corta,  como  esta  última,  pero  de  mucho  mayor  tamaño  y 
robustez,  no  pudiendo  estudiarse  la  forma  y  detalles  de  la  boca 
por  estar  embutida  en  la  roca  por  el  lado  de  este  órgano. 

— El  Sr.  Crú  dio  cuenta  del  hallazgo  de  dos  especies  de  aves 
cazadas  en  el  lago  de  la  Albufera  de  Valencia,  el  Panurus  Mar- 
■micus  L.,  y  el  Calamoherpe  aquatica  O.  des-Murs. 

— El  Sr.  Chaves  leyó  unas  «Nuevas  observaciones  sobre  los 
minerales  de  la  Sierra  de  Nerjay  Maro  (provincia  de  Málaga)». 

— El  Sr.  Paúl  mostró  ejemplares  del  CMlocoriisbipiisliUalus  L., 
que  destruye  los  coccidos.  de  que  se  hallan  atacados  los  naran- 
jos de  una  huerta  de  Triana,  dando  algunos  detalles  sobre  ellos. 


170  BOLETÍN  de  la  sociedad  española 

— La  de  Zaragoza  celebró  sesión  el  27  de  Marzo  de  1903,  bajo- 
la  presidencia  de  D.  Pedro  Ramón  y  Cajal,  y  después  de  apro- 
bada el  acta  de  la  sesión  anterior,  dicho  señor  manifestó  se  hi- 
ciese constar  en  acta  haber  visto  con  satisfacción  la  propuesta, 
del  Tribunal  de  oposiciones  para  desempeñar  la  cátedra  de 
Agricultura  del  Instituto  general  y  técnico  de  Mahón  á  favor 
del  Vicesecretario  de  esta  Sociedad,  D.  Juan  Pablo  Soler  y  Car- 
celler,  y  así  se  acordó  por  unanimidad. 

Seguidamente,  el  Sr.  Moyano  propuso  para  socio  ag-reg-ado- 
á  D.  José  Orensanz,  profesor  auxiliar  interino  de  esta  Es- 
cuela de  Veterinaria,  residente  en  esta  capital,  Alfonso  I,  nú- 
mero 27. 

— El  mismo  Sr.  Moyano  leyó  á  continuación  la  siguiente 
nota,  en  la  que  da  cuenta  de  las  particularidades  raras  que- 
ofrece  un  monstruo  que,  procedente  de  Casbas  (Huesca),  reci- 
bió hace  pocos  días. 

Se  trata  de  un  feto  de  una  cabra  de  completo  desarrollo  en 
la  cabeza,  cuello  y  parte  de  los  miembros  torácicos,  pero  que 
presenta  la  anomalía  de  faltarle  completamente  las  paredes 
abdominales;  la  columna  vertebral  está  fuera  de  la  dirección 
normal  correspondiente,  pues  la  tiene  doblada  sobre  sí  misma 
hacia  las  apófisis  espinosas  dorsales,  llevando  consigo  el  sacror 
coxis  y  miembros  posteriores,  ofreciendo  en  todo  gran  defor- 
mación é  inclinación  hacia  adelante  y  arriba,  ó  sea  en  dirección 
de  la  cabeza.  De  esta  anómala  disposición  depende  que  las 
paredes  abdominales  no  se  inserten  en  el  borde  anterior  y  cara 
inferior  del  pubis,  que  el  vientre  quede  totalmente  abierto,  y 
y  que  las  visceras  digestivas  se  ofrezcan  libres  y  flotando  en 
el  líquido  amniótico. 

Además  ofrece  la  anomalía  de  tener  perforado  el  esternón,. 
por  donde  desciende  el  corazón,  que  fuera  de  la  cavidad  torá- 
cica ha  debido  funcionar  todo  el  tiempo  de  la  vida  del  feto. 

Clasificado  el  referido  monstruo,  puede  considerársele  per- 
teneciente á  la  clase  de  los  unitarios,  por  estar  formado  de  un 
solo  individuo,  orden  de  los  autósitos,  por  ser  capaz  de  vivir 
por  sí  mismo,  aunque  sea  un  corto  espacio  de  tiempo,  después 
de  haber  abandonado  el  claustro  materno,  y  de  la  familia  celo- 
somicmos,  por  ofrecer  el  cuerpo  herniado,  ó  mejor  por  tenerlas 
visceras  sueltas,  siendo,  en  resumen,  un  monstruo  unitario^ 
auiósito  celosomiano. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  Wl 


Notas  y  comunicaciones. 


Notas  hemipterológicas 


D.     ANTONIO     G.     VÁRELA 


Reduvius  formosus,  sp.  noy. 

Caput  testaceum,  macula  parva  anteoculari,  lateribus,  nec 
non  parte  ocelos  ferente  nigris;  oculi  magni,  prominentes, 
nigri;  antennae  fusco- flavescentes,  pilosa?,  articulo  primo 
parte  dimidia  apicali  apiceque  articulo  secundo  fuscis;  articu- 
lis  terminalibus  palidioribus.  Rostro  testaceo,  articulo  secun- 
do primo  circiter  duplo  longiore.  Prothorace  stramineo,  utrin- 
que  macula  magna  fusca;  pronoti  lobo  postico  maculis  tri- 
bus sub-triangularibus  fuscis.  Scutellum  fusco-nigrum,  ápice 
spina  suberecta  gracili,  utrinque  macula  apicali  ante  spinam 
pallide  flavente  signatum.  Hemelytra  fusco-nigra,  clavo  ver- 
sus  basim  marg'ineque  exteriori  corii,  stramineis;  membrana 
fusco-nigra,  margine  apiceque  sordide  flavente.  Pedes  testa- 
cei,  valde  pilosi,  femoribus  annulo  medio  vel  in  femora  posti- 
ca fere  pone  médium  pósito,  fusco,  in  antica  minus  distincto. 
Pectus  flavescente- testaceum,  meso-et  metapleuris  strigosis, 
nigris.  Venter  testaceum,  flavo-pilosum;  segmentis  basi  fascia 
nigra  notatis,  versus  marginen,  ampliata.  Long.  19  mm. 

Kámerun  (Conradt).— Col.  M.  Escalera. 

NOTA   SOBRE    EL    GÉNERO   «RHOCHMOGASTER»   Karscll. 

Entre  los  hemípteros  recogidos  en  el  Kámerun  por  el  doctor 
Paul  Preuss,  y  descritos  por  el  Dr.  F.  Karscb,  de  Berlín,  en  las 
revistas  Enlomologische  Nachrichteu,  xvm  (1892),  y  Slelt.  Ento- 
mologische  Zeitung  (1894),  figura  el  género  Rhochmog  áster  con 
la  especie  dimerus  Karscb.  A  la  descripción  acompaña  una  lá- 
mina en  color,  no  muy  buena,  y  con  la  indicación  equivocada 
(en  lugar  de  flg.  5,  Maraenaspis  typhlops,  debe  decir  fig.  5, 
Rhocmogaster  dimerusj .  Los  redúvidos  recogidos  por  Conradt 
en  el  Kámerun,  que  el  Sr.  Escalera  ha  puesto  á  mi  disposición, 
me  han  proporcionado  la  ocasión  de  hacer  el  estudio  del  refe- 


172  BOLETÍN    DE    LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

rido  género,  y  me  permito  llamar  la  atención  de  los  hemipte- 
rólogos  acerca  de  su  valor,  pues  sospecho  que  está  errónea- 
mente constituido  con  formas  larvarias  de  un  Physorhynchus. 

Los  principales  caracteres  que  Karsch  señala  corno  propios 
del  género  son  los  siguientes:  «Ocelli  nulli.  Pronotum  strictura 
subüli  instructum,  lobo  basali  brevissimo ,  tranverso,  lobo  (inte- 
riore posteriore  multo  angustiore,  sulco  longitudinali  carens. 
Elylra  loUformia,  lateralia.  Mesosternum  fovea  profunda  sat 
augusta,  marginibus  valde  elevatis  instructa  insigne;  metaster- 
num  longitudinaliter  excavatum,  marginibus  sat  elevatis  instruc- 
tum. Segmenlum  dorsale  quartum  abdominis  sulcis  duabus  pro- 
fundis  posterius  convergentibus  et  aream  mediam  anticeposliceque 
sub trunca lum,  marginem  posiicum  segmenti  quarti  subattingen- 
tem  includentibus  instructum;  coneximim  angustum,  omnino  gla- 
brum;  ventris  segmenta  1,  2,  3,  4,  5,  ¡)rofunde  longitudinaliter 
sulcata,  etc.» 

La  carencia  de  estemas,  en  cuanto  no  se  demuestre  que  se 
trata  de  formas  adultas,  no  es  un  buen  carácter.  Ninguna  de 
las  larvas  de  redúvidos  que  he  tenido  ocasión  de  observar,  so- 
bre todo  en  sus  primeros  estados,  los  presentan. 

Que  el  lóbulo  anterior  del  pronoto  esté  mucho  más  desarro- 
llado que  el  posterior,  que  apenas  se  percibe,  es  lo  natural  en 
las  larvas  de  los  redúvidos,  puesto  que  el  posterior  es  el  último 
que  se  diferencia;  el  surco  longitudinal,  en  unos  ejemplares 
no  existe,  pero  en  otros  se  percibe  perfectamente. 

Respecto  á  los  élitros,  los  ejemplares  que  he  estudiado  pre- 
sentan una  gradación  muy  sensible  en  su  desarrollo;  en  algu- 
nos no  existen  más  que  rudimentos;  en  otros  adquieren  distin- 
tas dimensiones,  pero  siempre  son  lobiformes,  sin  nerviaciones 
y  con  todos  los  caracteres  de  estos  órg-anos  en  las  larvas. 

La  cavidad  longitudinal  del  meso  y  metasternón  con  bordes 
elevados  le  presentan  también  formas  adultas  de  Physorhyn- 
chus  de  la  misma  localidad,  aunque  modificada  un  poco  en  su 
estructura  en  relación  con  las  transformaciones  que  experi- 
menta el  individuo  en  los  demás  órganos,  en  las  últimas  mór- 
fosis. 

El  surco  longitudinal  del  vientre  es  frecuentísimo  en  larvas, 
no  solo  de  Physorhynchus,  sino  áeHarpaclor,  Pirales,  etc.,  etc. 

Otros  caracteres  del  género  y  de  la  especie  dimerus,  como  los 
que  se  refieren  al  número  de  artejos  de  las  antenas,  á  los  fému- 


DE    HISTORIA   NATURAL.  1*3 

res,  conexivo,  etc.,  son  también  genéricos  del  Physorhynchus. 

Por  último,  liaré  notar -que  en  la  misma  localidad  de  donde 
proceden  los  ejemplares  de  la  expedición  de  Conradt  existe 
una  especie  de  Physorhynchus  que  considero  nueva,  á  la  que 
sospecho  pertenecen  esas  formas  que  han  servido  para  la  for- 
mación del  género  Rhochmog áster.  Antes  de  describirla  haré 
presente  que  las  especies  africanas  de  Physorhynchus  no  están 
bien  determinadas,  y  así  lo  hacía  ya  notar  Haglund  (1)  el 
año  95,  á  propósito  de  la  descripción  de  los  hemípteros  del  via- 
je de  Yngre  Sjostedt  al  Kámerun,  cuando  decía:  «Species  Phy- 
sorhynchorum  Africse  adhuc  non  rite  cognitse,  nec  descriptse.» 
(Ofv.  af  Kongl.  Vet.  Ak.  Forh,  1895,  n.  7,  pág\  474.  Stockholm.) 

Physorhynchus  robustus,  sp.  nov. 

Capite,  pronoto  pedibusque  fusco-testaceis,  nitidis;  pectore 
obscuriore;  tarsis  flavescentibus.  Antennarum  articulis  primo 
et  secundo  tf,  fuscis,  valde  pilosis,  apicalibus  flavescentibus; 
articulo  primo  9  fusco,  glabro.  Mesosterno  elevato,  longitudi- 
naliter  excavato,  marginibus  elevatis,  antrorsum  confluenti- 
bus.  Metasterno  etiam  elevato,  prominente,  minus  distincte 
excavato,  marginibus  lateralis  sat  elevatis  et  rotundatis.  Scu- 
tello  nigro;  marginibus  praersertim  ápice  ±  rufo-testaceis. 
Heraelytris  nigris  pone  médium  abdominis  extensis,  parte  ba- 
sali  costali  testacea,  brevissima.  Dorso  abdominis  nigro,  disco 
±  testaceo-maculato;  ventre  nigro;  segmentis  singulis  posti- 
ce,  medio  testaceis.  Femoribus  anterioribus  subtus  spinis  2-3, 
posticis  spinulis  1-2,  armatis.  Long.  d"  21-23  mm.  Q  26-28  mm. 

Kámerun  (Conradt). 

Un  Mutílido  nuevo  de  España 


D.     RICARDO    GARCÍA    MERCET. 

Mutilla  Castellana  sp.  nov. 

Nigra;  mandibular um  basi,  tuberculis  antennalibus  thorace  et 
carina  primi  segmenti  abdominis  rufis.  Caput  subquadrangula- 
tum,  thorace  laiius,  oculis  magnis.  Thorax  elongatiis,  lateribus 


(1)  C.  J.  Emil  Haglund,  distinguido  entomólogo  sueco,  fallecido  en  1901,  á  quien 
se  deben  interesantes  trabajos  sobre  diversos  órdenes  de  insectos  (Sjostedt,  C.  J.  Emil 
Haglund.  Necrología,  Entomologisk  Tidskrift,  1902.) 


174  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

subparaUelis,  unguiculo  smitellari  distincto.  Abdomen  sessile; 
segmento  primo  carina  infenore  emarginata;  segmento  secundo 
mamitis  duaous  brevis,  albosericeis  notato;  segmento  tertio  fascia 
integra  albosericea  vesiito;  segmento  sexto  filis  albis  pr&dito; 
área  pgg/diali  ¡ongiiudinaliter  striata;  calcaribus  albis. —  Q. 
Long-.  8  mra. 

Cabeza  negra,  subcuadrang-ular,  un  poco  más  ancha  que  el 
tórax,  estriado  reticulada  en  la  parte  anterior;  frente  y  vérti- 
ce punteado-reticulados  sobre  los  áng-ulos  póstico-laterales. 
que  están  bien  redondeados.  Ojos  muy  grandes,  ovalados, 
equidistantes  de  aquellos  áng-ulos  y  de  la  articulación  de  las 
mandíbulas;  éstas  rojizas  en  su  base,  acuminadas  é  inermes; 
tubérculos  antenales  también  rojizos  y  redondeados;  antenas 
negras  en  toda  su  extensión,  con  el  seg-undo  artejo  del  funí- 
culo más  larg-o  que  el  tercero. 

Tórax  rojo,  alarg-ado,  de  bordes  casi  paralelos,  truncado-re- 
dondeado  posteriormente,  provisto  de  una  uña  escutelar  bien 
perceptible  y  de  numerosos  pelos  blanquecinos  sobre  la  trun- 
cadura  del  metanoto. 

Abdomen  neg-ro,  sentado,  oval;  su  primer  seg-mento,  más  es- 
trecho que  el  siguiente,  provisto  de  largos  pelos  blanquecinos, 
de  un  diente  á  cada  lado  de  la  articulación  del  tórax  y  en  la 
parte  ventral  de  una  quilla  algo  escotada;  segundo  segmento 
con  dos  manchas  circulares  pequeñas,  de  pubescencia  amari- 
llento-blanquecina  sobre  el  dorso:  estas  dos  manchas  separa- 
das entre  sí  por  un  espacio  mayor  que  el  diámetro  longitudinal 
de  una  de  ellas;  tercer  seg-mento  cubierto  dorsalmente  poruña 
banda  entera  de  pubescencia  del  mismo  color  que  las  manchas 
del  seg-undo;  cuarto  y  quinto  segmentos  sin  ornamentación 
especial;  sexto  provisto  lateralmente  de  larg*os  pelos  blancuz- 
cos; área  pig-idial  bien  circunscripta  y  estriada  longitudinal- 
mente en  toda  su  extensión.  Los  seg-m-entos  ventrales  2-5,  bri- 
llantes y  no  muy  punteados,  ofrecen  en  su  borde  posterior  nu- 
merosos pelos  del  mismo  tono  que  los  que  presentan  el  prime- 
ro y  sexto  semianillos  del  dorso. 

Patas  negras,  con  las  caderas  y  los  tarsos  de  un  matiz  rojizo, 
y  armadas  sobre  las  tibias  intermedias  y  posteriores  de  una 
doble  serie  de  espinas.  Los  espolones  son  de  color  blanco. 

Patria:  Madrid  (Sanz  de  Dieg-o). 

Esta  especie  debe  ser  muy  rara,  pues  procediendo  de  los  al- 


DE    HISTORIA   NATURAL.  175 

rededores  de  Madrid,  que  es  sin  duda  la  localidad  mejor  ex- 
plorada por  nuestros  entomólogos,  solo  conozco  de  ella  el  ejem- 
plar que  me  ha  servido  para  su  descripción,  el  cual  proviene 
de  las  colecciones  del  Sr.  Sanz  de  Diego,  que  me  lo  ha  cedido 
generosamente. 

La  Mutilla  Castellana  pertenece  al  g-rupo  de  la  M.  Catanen- 
sis  Spin.,  y  ha  de  ofrecer  bastante  semejanza  con  la  M.  leuco- 
pyga  Klug.,  de  la  que  no  he  visto  ejemplares,  pero  que  me  es 
conocida  por  las  descripciones  de  Sichel  y  André.  Se  diferencia 
bien  de  esta  especie  africana  (de  Egipto,  Abisinia,  Guinea, 
Mashonaland,  el  Cabo,  etc.)  por  su  menor  tamaño  (la  M.  leu- 
copy(/aK\ug.  mide  14-15  mm.),  por  la  banda  del  tercer  seg- 
mento del  abdomen  que  es  entera  y  por  estar  provista  de 
una  uña  escutelar  bien  manifiesta.  Creo  innecesario  señalar 
las  diferencias  de  la  nueva  especie  con  las  M.  Catanensis 
Spin.,  M.  Binio  Rad.  y  M.  Dalmática  And.,  porque  se  aprecian 
desde  luego  por  la  simple  lectura  de  la  descripción  de  una  y 
otras. 

Estudio  químico  de  la  ambligonita  de  Cáceres 


D.    RAMÓN    LLORD    Y    GAMBOA. 

Habiendo  tenido  ocasión  de  visitar  en  el  pasado  mes  de  Oc- 
tubre la  mina  «Carmelita»,  situada  á  unos  4  km.  de  Cáceres,  y 
reconocida  aquella  zona  estannífera  en  compañía  de  su  pro- 
pietario D.  José  del  Pozo  y  Mateos,  quien  galantemente  me 
proporcionó  los  datos  que  le  pedí,  poniendo  á  mi  disposición 
cuantos  ejemplares  me  fueron  necesarios  para  el  estudio  de 
aquella  curiosa  región,  prometí  á  dicho  señor  efectuar  un  aná- 
lisis químico  de  la  notable  especie  mineralógica  denominada 
anibligonita,  existente  allí  en  abundancia  y  ya  conocida  por 
un  análisis  efectuado  en  Alemania  y  publicado  en  este  Bole- 
tín, así  como  por  los  ensayos  hechos  en  la  Comisión  del  Mapa 
geológico  y  en  mi  laboratorio  particular  con  una  muestra  pro- 
cedente de  este  último  Centro  científico. 

El  yacimiento  de  ambligonita  de  Cáceres  es  digno  de  aten- 
ción, no  solo  por  la  abundancia  relativa  de  este  mineral,  tan 
escaso  en  todas  partes,  sino  por  hallarse  en  forma  de  filón  de 


H6  BOLETÍN    DE    LA  SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

una  anchura  que  llega  hasta  80  era.  en  el  centro  de  explota- 
ción actual,  habiendo  otros  más  estrechos  en  puntos  pró- 
ximos. 

Intimamente  relacionada  la  ambUgonita  de  Cáceres  con  la 
cuarcita,  que  en  filones  sensiblemente  paralelos,  con  rum- 
bo NO.  é  inclinación  ó  buzamiento  NE.  casi  vertical,  de  an- 
chura variable  hasta  de  60  cm.,  parece  descender  desde  la  sie- 
rra de  Valdeflores  al  camino  del  mismo  nombre,  continuando 
alguno  de  aquellos  filones  hasta  la  sierra  del  lado  opuesto, 
aparece  la  mencionada  ambUgonita  á  los  27  m.  de  un  pozo 
abierto  en  la  parte  más  alta  de  la  sierra,  siendo  superficial  en 
la  parte  baja  de  la  misma,  al  lado  del  camino  y  en  el  camino 
mismo. 

Toda  la  formación  que  podemos  llamar  explotable,  tanto  de 
ambUgonita  como  de  casiterita,  subordinadas  ambas  á  las 
cuarcitas,  se  halla  comprendida  en  una  superficie  de  150  á 
200  m.  de  lado  próximamente,  cerrando  el  límite  E.  de  la  for- 
mación un  gran  filón  de  cuarcita,  que  se  extiende  desde  una  á 
otra  sierra,  atravesando  el  camino. 

También  es  digna  de  anotar  la  particularidad  de  cortar  casi 
perpendicularmente  á  las  pizarras  silurianas  todos  los  filones 
mencionados.  Sabido  es  que  la  ambUgonita  se  halla  siempre 
entre  las  rocas  hipogénicas  del  grupo  de  los  granitos,  y  con  es- 
casez notable,  lo  que  parece  indicar  la  ausencia  de  filón  en  to- 
das partes.  La  circunstancia,  hasta  hoy  única,  de  presentarse 
en  Cáceres  en  la  forma  y  abundancia  indicadas,  hacía  intere- 
sante el  reconocimiento  de  tan  notable  mineral,  siquiera  fue- 
ra con  el  solo  objeto  de  comprobar  lo  ya  sabido,  que  es  lo  que 
me  decidió  á  verificar  el  siguiente  estudio: 

CARACTERES    FÍSICO-QUÍMICOS. 

No  describiré  los  caracteres  físicos  de  la  ambUgonita,  porque 
coinciden  sensiblemente  con  los  descritos  en  las  obras  de  Mi- 
neralogía. Solo  mencionaré  la  densidad  de  la  de  Cáceres,  que 
ha  sido  determinada  por  la  balanza  hidrostática  y  por  el  mé- 
todo del  frasco.  Por  la  primera  se  ha  obtenido  el  núm.  3,03,  y 
por  el  último  la  cifra  3,01,  resultados  ambos  de  varias  observa- 
ciones y  concordantes  con  el  peso  específico  señalado  á  esta 
especie,  que  es  de  3,05  como  mínimo. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  1" 

Veamos  ahora  sus  caracteres  químicos: 

1.°  El  polvo  del  mineral  se  fundió  fácilmente  sobre  el  car- 
bón en  una  perla  que  se  hizo  opaca  por  enfriamiento,  quedan- 
do Manca.  Humedecida  la  perla  con  el  nitrato  cobaltoso,  y 
vuelta  á  calentar  á  la  llama  oxidante  del  soplete,  tomó  al  en- 
friarse un  hermoso  color  azul,  haciéndose  infusible  ya,  con 
cuyo  último  carácter  puede  asegurarse  la  presencia  de  la 
alúmina. 

2.°  Hervido  el  polvo  del  mineral»  en  los  freídos  nítrico  ó 
clorhídrico,  diluida  la  disolución  parcial  resultante  en  agua, 
filtrada  y  tratada  por  exceso  de  molibdato  amónico  en  ácido 
nítrico,  dio  fuerte  reacción  característica  del  ácido  fosfórico. 

3.°  Fundido  el  polvo  del  mineral  sobre  lámina  de  platino,  y 
en  el  tubo  abierto  por  ambos  extremos,  mezclado  previamente 
con  sal  de  fósforo  y  carbón,  dio  vapor  ácido  y  gotas  condensa- 
das  en  el  tubo,  también  acidas,  quienes  en  contacto  con  el  pa- 
pel de  Fernambuco  dieron  la  reacción  característica  del  flúor. 

4.°  La  disolución  parcial  clorhídrica  del  polvo  del  mineral 
fué  examinada  al  espectroscopio,  quien  señaló  las  rayas  del 
sodio  y  del  litio  con  bastante  intensidad. 

No  se  pudieron  determinar  cualitativamente  más  cuerpos  de 
los  señalados. 

Conocida  la  especie  mineralógica  por  los  ensayos  anteriores, 
procedí  á  realizar  el  análisis  cuantitativo,  á  fin  de  deducir  la 
fórmula  química  de  la  composición  centesimal  de  la  ambligo- 
nita,  procediendo  del  modosiguieüte: 

Se  pulverizó  y  tamizó  cierta  porción  de  la  parte  más  homo- 
génea del  mineral;  se  pesaron  con  todo  cuidado  200  mg.  de 
este  polvo;  se  mezclaron  en  un  crisol  de  platino  con  1.200  mg. 
de  carbonato  sodo-potásico  y  300  mg.  de  sílice  pura,  colocando 
el  crisol  tapado  en  una  lámpara-horno  de  Krechel,  y  calentan- 
do gradualmente  hasta  el  rojo-intenso  y  fusión  tranquila  de  la 
masa.  Se  dejó  enfriar,  se  introdujo  el  crisol  en  un  vasito  de 
precipitados,  se  vertió  agua  y  se  dejó  veinticuatro  horas,  hasta 
separación  de  la  masa  y  disolución  completa  de  todo  lo  solu- 
ble, separado  así  de  lo  insoluble.  Se  filtró,  lavó,  etc.,  obtenien- 
do un  líquido  A  y  una  parte  insoluble  B. 

En  el  líquido  A  fueron  determinados,  por  los  procedimien- 
tos corrientes  de  análisis,  el  ácido  fosfórico,  eljtuor,  la  litinay 
la  sosa,  esta  última  por  diferencia. 


178  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

En  la  parte  insoluole  en  el  agua,  B,  se  determinó  la  alú- 
mina. 

Se  comprobó  la  pureza  de  todos  los  cuerpos  obtenidos. 

La  composición  centesimal  de  la  ambligonita  resultó  la  si- 
guiente: 

Ácido  fosfórico  (anhídrido) 47,722 

Alúmina 35,600 

Fluor % 10,134 

Litio 4,444 

Sodio  y  pérdida 2,100 

Total 100,000 


DEDUCCIÓN    DE    LA    FORMULA    QUÍMICA. 

Dada  la  composición  centesimal  y  prescindiendo  de  la  pér- 
dida insignificante,  puesto  que  el  análisis  fué  ejecutado  con 
todo  rigor,  quise  deducir  la  fórmula  química  de  la  ambligoni- 
ta  para  ver  si  obtenía  las  mismas  consecuencias  que  las  acep- 
tadas por  Rammelsberg,  hoy  corrientes  en  Mineralogía. 

La  composición  centesimal  anotada  varía  en  su  forma  al  re- 
lacionarla con  los  cuerpos  simples  de  que  consta.  Véase  la  di- 
ferencia: 

Fósforo 20,836  +  oxígeno  —  (  26,886  =  47,722 

Aluminio 19,100  +  oxígeno  =  j  16,500=35,600 

Fluor 10,134  43,386 

Litio 4,444 

Sodio  (sin  pérdida) 2,100 

Oxígeno  total 43,386 

Total 100,000 

Dividiendo  las  cantidadas  apuntadas  de  cada  cuerpo  simple 
por  los  correspondientes  pesos  atómicos,  obtuve  los  cocientes 
indicadores  de  las  relaciones  atómicas  de  aquellos  cuerpos  en 
el  compuesto  cuya  fórmula  buscaba. 

El  resultado  de  las  divisiones  fué  el  siguiente: 

Fósforo==JM?l_  0,672. 


DE  HISTORIA   NATURAL.  17!» 


Aluminio  =    19¿°°    =  0,707. 

27 

Fluor  =    10^34    =0,533. 

4  444 

Litio  =  — '- =  0.632. 


Sodio  =     2'*°°     =  0,091. 

.   ,  ,  43,386         _w.ft 

Oxígeno  total  =  — — =  2,712. 

&  16 

Nótase,  desde  luego,  al  comparar  estos  cocientes,  que  su  re- 
lación, es  decir,  la  relación  de  P  :  Al :  F  :  Li :  Na:  O,  es  sensi- 
blemente igual  á  la  de  los  números  1:1:1:1:4,  admitiendo 
que  litio  y  sodio  se  completan  para  formar  un  solo  cociente, 
como  así  es  en  realidad,  no  olvidando  que  las  pequeñas  pérdi- 
das de  todo  el  análisis  las  hemos  sumado  al  sodio,  y  que,  por 
consiguiente,  la  cifra  0,091  representativa  de  este  metal  debe 
de  ser  menor,  lo  que,  sumado  á  la  cifra  del  litio,  da  sensible- 
mente un  cociente  igual  al  del  fósforo,  aluminio  y  flúor,  este 
ultimo  quizá  un  poco  disminuido  de  la  realidad. 

Pero  como  tratándose  del  aluminio  hay  que  duplicar  la  fór- 
mula para  que  las  relaciones  atómicas  sean  exactas,  tendremos 
la  primera  fórmula  empírica  expresada  del  modo  siguiente: 
P  Al.,  F2  Li — Na  08.  y  que  más  racionalmente  puede  expresarse 

así:  Al2  [POJ2  +  2  R  F,  en  la  que  R  representa  litio  y  sodio,  fór- 
mula igual  á  la  deducida  por  Rammelsberg  y  admitida  hoyen 
Mineralogía  para  la  especie  de  que  se  trata. 
Expresando  esta  fórmula  de  la  siguiente  manera: 


[L:íl 


Al2  [P05]2  -f-  ! .  I  se  aprecia  bien  la  constitución  ató- 
mica y  molecular  de  la  ambligonita,  que  es  un  fino-fosfato,  en 
el  que  hay  una  parte  constante  representada  por  el  fosfato  alu- 
mtnico,  y  una  variable,  constituida  por  el  fluoruro  Utico-sódico, 
en  el  que  pueden  sustituirse  átomo  á  átomo  el  flúor,  el  litio, 
el  sodio  y  el  oxhidrilo  OH,  radical  monoatómico  que  figura  en 
algunas  ambligonitas  hidratadas,  y  que  me  parece  ser  de  com- 
posición normal,  aunque  variable  en  ell  is,  seg'ún  acabo  de  in- 
dicar, y  de  conformidad  con  las  ideas  de  Penfield,  contrarias 


180  BOLETÍN  de  la  sociedad  española 

en  este  punto  á  las  de  Rammelsberg,  quien  considera  al  agua 
como  producto  de  descomposición  de  la  ambligonita.  Creo 
quedan  bien  explicadas  todas  las  variantes  de  composición 
hasta  hoy  conocidas,  admitiendo  las  dos  partes  mencionadas 
en  la  molécula  compleja  de  aquella  especie  mineralógica:  la 
constante  y  la  variable,  en  cuya  última  parte  pueden  susti- 
tuirse mutuamente  elementos  ó  radicales  de  igual  dinamici- 
dad,  lo  cual  está  conforme  con  lo  que  diariamente  observamos 
en  Mineralogía,  en  Geognosia  y  en  la  Química  en  general. 

Cochylis  austrinana  0-) 


MR.  P.  GHBETIEN. 

Envergadura  16  á  18  mm.  Alas  superiores  un  poco  estrechas 
y  prolongadas  en  el  ángulo  apical,  de  un  ocráceo  amarillento 
salpicado  de  escamas  blanquecinas  más  gruesas,  dispuestas  á 
veces  en  líneas  longitudinales;  costilla  con  numerosas  man- 
chas (más  de  10)  y  apretadas,  que  varían  de  pardo  á  negro, 
estando  separadas  por  una  mancha  blanquecina  las  cuatro 
últimas  cercanas  al  ápice;  algunas  de  estas  manchas  dan  na- 
cimiento á  líneas  mal  definidas  de  un  pardo  rojizo;  tres  ó  cua- 
tro de  estas  líneas  se  ven  en  la  región  próxima  á  la  base,  al- 
canzando la  primera,  y  á  veces  la  segunda,  el  borde  interno; 
banda  mediana  ancha,  de  color  mucho  más  obscuro,  sombrea- 
ba además  por  estrías  ó  líneas  .negruzcas,  que  van  de  la  costi- 
lla al  borde  interno;  después  de  esta  banda  se  ve  una  ó  dos  lí- 
neas igualmente  rojizas  que  atraviesan  el  vértice  del  disco; 
otra  banda  curva  después  de  éste,  ensanchada  en  el  centro, 
que  se  atenúa  bruscamente  y  no  alcanza  al  borde  interno,  de 
color  tan  obscuro  como  el  de  la  banda  mediana,  y  presentando 
frecuentemente  líneas  ó  estrías  negruzcas;  borde  del  ala  ter- 
minado por  un  filete  negro;  franjas  ocráceo-amarillentas,  en- 
trecortadas de  negruzco.  Alas  inferiores  morenas,  con  franjas 
blanquecinas  partidas  por  una  línea  morena  muy  cerca  del 
borde  del  ala  y  entrecortadas  de  moreno  hacia  el  ápice  y  el  me- 
dio. Palpos,  cabeza  y  tórax  de  un  ocráceo  amarillento;  antenas 

(1)    Le  Naturaliste,  2e  ser  ,  n°  377:  15  nov.  1902. 


DE    HISTORIA  NATURAL.  181 

ligeramente  ciliadas,  del  mismo  color;  abdomen  del  color  de 
las  alas  inferiores;  patas  anteriores  morenas  con  tarsos  anilla- 
dos de  blanco;  las  posteriores  grises  y  con  anillos  morenos  en 
los  tarsos. 

El  color  de  ]¿i  9  es  siempre  más  claro;  sus  alas  inferiores  y 
su  abdomen  son  á  veces  blanquecinos,  con  franjas  blancas. 

Esta  especie  se  encuentra  en  San  Ildefonso,  y  probablemente 
también  en  Francia. 


Nota  sobre  una  nutria  de  la  costa  de  Guinea 


DON    ÁNGEL    CABRERA   L ATORRE. 

En  la  colección  de  mamíferos  reunida  por  el  Sr.  Martínez 
de  la  Escalera  en  nuestra  colonia  del  río  Muni,  durante  el  ve- 
rano de  1901,  figuran  la  piel  y  el  cráneo  de  una  nutria  que  yo 
en  un  principio  creí  poder  referir  á  la  Lutra  macuUcolUs  de 
Lichtenstein  (1),  por  más  que  difiere  de  esta  especie  por  mu- 
chos caracteres.  Es,  ante  todo,  de  tamaño  más  reducido;  la 
cola  es  relativamente  más  larga;  el  pelaje  mucho  más  obscuro 
y  las  manchas  del  cuello  son  amarillas,  no  blancas.  Todos 
estos  caracteres  están  conformes  con  la  breve  descripción  que 
Gray  (2)  ha  dado  de  su  Hydrogale  maculicoUis ,  generalmente 
considerado  como  sinónimo  de  la  especie  de  Lichtenstein;  pero 
el  profesor  Matschie  me  dice  haber  comparado  numerosos 
ejemplares  del  Sur  de  Kámerun,  idénticos  al  obtenido  por  el 
Sr.  Escalera ,  con  varios  tipos  de  la  verdadera  Lutra  maculico- 
Uis, y  en  todos  ellos  las  diferencias  son  tan  marcadas  y  cons- 
tantes, que  es  imposible  reunirlos  como  de  una  misma  es- 
pecie. 

Procedo,  por  consigniiente,  á  describir  la  forma  propia  de  la 
costa  de  Guinea,  dedicándola  al  eminente  profesor  del  Museo 
de  Berlín,  cuyos  notables  trabajos  sobre  la  fauna  de  dicha 
región  le  hacen  sobradamente  merecedor  de  este  humilde  tes- 
timonio de  admiración  y  respeto. 


(1)  ArcMv.fñr  Xaturgesch.,  183?,  i,  p.  89,  lám.  n,  fig.  1 . 

(2)  Proceed.  Zool.  Soc.  Lona  ,  1865,  p.  132. 

T    ni.— Abril,  1903.  13 


182  BOLETÍN    DE   LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Lutra  Matschiei  sp.  nov. 

L.  vigrofusca,  basi pilorum  straminea;  macula  a  gula  ad  pec- 
torem  grandi,  informe,  aurantiaca,  ex  fusco  nótala. 

Pelaje  de  color  de  café  muy  obscuro,  casi  negro,  con  reflejo 
metálico.  Los  pelos  del  cuerpo  tienen  todos  la  raíz  amarilla, 
los  de  la  cabeza  y  la  cola  blanquecina;  pero  este  color  pálido 
solo  se  ve  levantando  el  pelo.  En  las  palmeaduras  interdigita- 
les el  pelo  es  escaso  y  de  un  matiz  pardo  uniforme,  que  se 
encuentra  también  en  los  labios.  Una  gran  mancha  de  forma 
muy  irregular  y  de  color  amarillo,  ligeramente  anaranjado, 
se  extiende  por  debajo  del  cuello  desde  la  garganta  hasta  el 
pecho,  y  sobre  ella  se  destacan  algunas  manchas  pequeñas  de 
color  de  café.  Los  bigotes  son  pardos;  las  uñas  de  color  de 
cuerno,  algo  nacarado.  El  espacio  desnudo  de  la  nariz,  cuyo 
borde  superior  es  un  poco  cóncavo,  es  neg'ro. 

Longitud  desde  la  nariz  á  la  base  de  la  cola,  0,45  m.;  cola, 
0,30;  pie  posterior,  sin  uñas,  0,08. 

El  cráneo  es  enteramente  igual  al  figurado  por  Gray  en  su 
descripción  del  HydrogaU  maculicollis,  lo  cual,  unido  á  la  se- 
mejanza de  caracteres,  me  hace  pensar  que  esta  forma  es  mi 
Lutra  Matschiei  y  no  la  L.  maculicollis  de  Lichtenstein.  Debo 
hacer  notar,  sin  embargo,  que  el  espacio  interorbitario  es 
en  el  cráneo  por  mí  observado  mucho  más  ancho  que  en  la 
figura  de  Gray,  y  el  borde  alveolar  maxilar  llega  un  poco  más 
atrás. 

Halj.  (iabón  septentrional,  río  Muñí,  parte  Sur  de  Ká- 
merun. 

Nuevas  observaciones  sobre  los  minerales  de  la  Sierra  de  Berja 
y  Maro  (provincia  de  Málaga) 


D.    FEDERICO   CHAVES. 

Continuando  mis  estudios  emprendidos  hace  algunos  años 
sobre  los  minerales  de  la  Sierra  de  Berja,  en  la  provincia  de 
Málaga,  reúno  en  esta  nota  algunas  observaciones  y  datos  que 
en  mis  últimas  excursiones  he  recogido,  y  que  solo  constitu- 
yen un  complemento  de  indicaciones  anteriores. 

Óxidos  de  hierro  y  manganeso. — Los  minerales  oxidados  de 


DE   HISTORIA   NATURAL.  183 

hierro  son  abundantes  en  la  localidad,  y  en  mis  primeras  no- 
tas aparecen  mencionados  la  limonita,  la  hematites,  el  oligis- 
to  y  la  magnetita.  La  observación  de  nuevos  ejemplares  y  su 
estudio  químico  me  permite  hoy  ampliar  los  datos  anteriores. 
En  la  mina  «Carmen»  existe  una  masa  de  limonita  poco  com- 
pacta, que  probablemente  se  aloja  en  el  contacto  de  la  caliza 
cristalina  al  N.  del  pueblo  de  Maro,  y  las  micacitas  que  se  ex- 
tienden al  S.  y  afloran  en  la  loma  en  que  está  edificado  dicho 
pueblo.  Esta  masa  parece  susceptible  de  explotación.  Da  al  en- 
sayo industrial  un  50  por  100  de  hierro  manganesífero,  lo  cual 
es  debido  á  la  presencia  de  pequeñas  g-eodas  de  acerdesa,  que 
en  diminutas  laminillas  se  manifiestan  al  romper  el  mineral. 
La  ganga  es  caliza.  Más  al  S.  existe  un  filón  de  hematites  en- 
cajado en  la  micacita,  cuyo  mineral  me  ha  dado  un  60  por  100 
de  hierro. 

En  diferentes  puntos  de  la  sierra  existen  masas  pequeñas, 
ordinariamente  filones  de  más  ó  menos  buzamiento,  que  ofre- 
cen transición  de  la  limonita  á  la  hematites  y  aun  al  oligisto. 

A  veces  las  oquedades  del  mineral  de  Maro  se  hallan  tapi- 
zadas de  limonita  negra,  vitrea,  en  ciertos  casos  con  textura 
fibrosa. 

En  el  Cerro  del  Sol,  unos  pequeños  filones  de  hematites  ofre- 
cen formas  pseudomorficas  de  la  pirita,  las  cuales  no  difieren 
de  las  que  he  descrito  en  mis  anteriores  notas. 

Debo  hacer  aquí  especial  mención  de  un  mineral  que  hasta 
hoy  no  he  encontrado  en  la  localidad  en  masa  bien  caracteri- 
zada. Este  mineral  es  la  acerdesa,  de  la  cual  he  recogido  ejem- 
plares de  una  apariencia  brechiforme  ó  porfídica,  lo  que  es 
debido  á  la  mezcla  con  detritus  de  las  rocas  en  que  arma;  ro- 
cas que  no  son  otras  que  las  micacitas  locales  abundantes  en 
sericita. 

La  acerdesa  de  Maro  es  compacta,  cristalina,  da  bastante 
agua  ligeramente  alcalina  en  el  tubo  y  desprende  oxígeno.  Su 
dureza  es  próxima  á  la  de  la  calcita,  y  su  color  gTis  acerado, 
con  raya  parduzca  obscura. 

Debo  recordar,  á  propósito  de  este  mineral,  los  barnices  ó 
patinas  manganesíferas  que  he  observado  en  las  cavidades  de 
las  micacitas,  cubriendo  ó  interponiéndose  á  los  cristales  de 
barita  ó  de  anfibol  blanco. 

A  los  óxidos  de  hierro  debe  también  referirse  un  mineral 


184  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

que  se  presenta  en  la  mina  «Arcángel  San  Rafael»,  amorfo, 
poroso,  de  color  rojo,  conteniendo  fuerte  proporción  de  óxido 
férrico,  pequeña  cantidad  de  calcio,  algo  más  de  magnesio» 
ácido  fosfórico,  alúmina  y  sílice,  y  solo  débiles  vestigios  de 
manganeso.  Forma  cantera  con  unas  calizas. 

Carbonates  de  hierro  y  cobre.— En  esta  última  mina  he  halla- 
do unos  cristales  de  siderita,  ofreciendo  el  romboedro.  Solo  dos 
ejemplares  lie  observado  entre  gran  cantidad  de  zafra  extraí- 
da de  una  de  las  calicatas  de  dicha  mina.  También  recogí  un 
cristal  de  azurita  que  mide  unos  8  mm.,  implantado  en  la  cal- 
cita cristalizada,  pero  rugoso  y  de  difícil  estudio  al  gonió- 
metro. 

La  malaquita  se  presenta  á  veces  con  la  azurita  en  la  cali- 
cata citada  anteriormente,  aunque  en  pequeñas  manchas  de 
grupos  de  cristalinos  fibrosos  y  de  apariencia  sedosa. 

La  Fluorina  de  Papiol  (Barcelona) 


D.   MARCELO   R1VAS   MATEOS. 

A  unos  3  km.  de  Papiol  y  en  un  monte  llamado  «Puigpadró»,. 
de  formación  arcaica,  se  encuentra  una  gran  masa  de  fluorina 
atravesada  por  pequeñas  vetas  de  galena,  y  donde  puede  tam- 
bién observarse,  aunque  en  escasas  cantidades,  malaquita, 
azurita,  bornita,  calcopirita  y  pirolusita.  Este  último  mineral 
aparece  bajo  dos  formas:  en  pequeños  nodulos  ó  masas  con- 
crecionadas introducidos  en  el  cuarzo,  y  en  elegantes  dendri- 
tas, que  parecen  musgos  ó  más  bien  dibujos  hechos  por  hábil 
artista.  La  pirolusita  dendriforme  es  muy  común  en  Cataluña^ 
abunda  en  Anglés  (minas  de  galena  y  baritina),  y  en  Palafru- 
gell  (minas  de  galena  con  ganga  de  cuarzo  y  caliza). 

La  galena  de  Papiol  es  bastante  curiosa;  algunos  ejemplares 
son  espáticos  y  la  mayoría  granudos;  aquéllos  con  débiles  re- 
flejos dorados  y  azules  de  bello  aspecto,  y  éstos  con  escaso  bri- 
llo metálico.  Hemos  hecho  el  estudio  analítico  de  la  galena 
granuda  de  Papiol,  y  resulta  que  contiene  pequeñísima  canti- 
dad de  plata,  por  cuya  razón  no  sirve  para  beneficiar  este  me- 
tal precioso. 

La  fluorita  forma  en  dicho  yacimiento  un  depósito  conside- 


DE   HISTORIA   NATURAL. 


185 


rabie,  quizá  uno  de  los  mayores  de  Cataluña.  Lo  primero  que 
llama  la  atención  del  naturalista  en  ella  es  la  diversidad  de  co- 
lores en  la  masa  de  mineral;  en  efecto,  allí  la  hay  blanca,  ver- 
de, azulada,  rosada  y  violácea,  pero  mezclada  al  azar,  sin  orden 
alguno,  dando  al  conjunto  un  aspecto  curioso.  He  recogido 
ejemplares  cristalizados,  que  son  naturalmente  los  más  intere- 
santes, y  de  ellos  voy  á  ocuparme. 

1.°  Unos  cristales  rosados  formados  en  su  mayoría  por  el 
octaedro  (111),  perfectamente  desarrollado  y  libre  de  combina- 
ción. 2.°  Otros,  más  escasos,  tienen  la  forma  exaédrica  (100) 
libre,  pero  más  frecuentemente  en  combinación  con  el  octaedro 
preponderante  (111,  100),  ó  sea  el  octaedro  con  los  ángulos  só- 
lidos truncados.  Y  3.°  Unos  cristales  por  extremo  curiosos.  Unos 
son  como  octaedros  que  hubieran  sido  cortados  por  un  plano 
de  simetría  (fig\  1.a);  otros  están  formados  por  un  octaedro,  en 
el  que  un  ángulo  sólido  aparece  fuertemente  truncado,  conser- 
vándose las  facetas  del  ángulo  modificado  (fig.  2.a);  y  por  últi- 


Fig.  i. 


Fig.  2.» 


Fig.  3.a 


ni  o,  hay  otros  ejemplares  con  preponderancia  octaédrica,  pero 
constituidos  de  una  manera  muy  especial:  uno  de  los  ángulos 
sólidos  está  fuertemente  truncado,  aunque  se  conservan  las 
cuatro  facetas  correspondientes  al  ángulo:  el  ángulo  sólido 
opuesto  es  patente  y  siu  modificación,  mientras  que  los  cuatro 
que  podemos  llamar  ecuatoriales  están  sustituidos  por  peque- 
ñas facetas  (fig.  3.a). 

Los  ejemplares  de  las  formas  cristalizadas  descritas  forman 
hoy  parte  de  la  colección  mineralógica  de  la  Facultad  de  Far- 
macia de  esta  Universidad  de  Barcelona.  Las  figuras' que  acom- 
pañan han  sido  dibujadas,  en  vista  de  los  ejemplares,  por  mi 
distinguido  compañero  el  Dr.  Aranzadi. 

Hemos  hecho  un  somero  estudio  microscópico  de  las  citadas 


186  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

formas,  las  cuales  presentan  inclusiones  de  galena  y  fenóme- 
nos ópticos  anormales,  pues  son  débilmente  birrefringentes. 
lo  que  parece  en  contraposición  con  la  simetría  regular  de  esta 
especie;  pero  ejemplos  de  dicha  anormalidad  de  los  fenómenos 
ópticos  de  la  fluorita  fueron  ya  citados  y  explicados  por  el 
ilustre  Mallard,  y  en  la  de  Colmenar  de  Arroyo/Sierra  de  Gua- 
darrama, por  el  Sr.  Calderón. 

En  cuanto  a  las  anomalías  de  forma  de  estos  cristales,  ya 
eran  conocidas  en  los  alumbres  artificiales  y  también  en  algu- 
nas galenas,  pero  no  habían  sido  citadas  hasta  ahora,  que  se- 
pamos, en  la  fluorita. 

La  lluvia  en  la  Península  ibérica 


D.    RAFAEL    FOLCH    Y    ANÜREU. 

El  interés  que  de  poco  tiempo  á  esta  parte  me  han  desperta- 
do las  estadísticas  gráficas  me  indujo  á  componer  las  que  hoy 
tengo  el  gusto  de  presentar,  no  por  creerlas  dotadas  del  más 
insignificante  mérito,  sino  por  la  índole  de  la  materia  de  que 
tratan,  ya  que  está  íntimamente  relacionada  con  la  distribu- 
ción de  todos  los  seres  naturales. 

Trátase  solo  de  hacer  resaltar  la  diferente  cantidad  de  agua 
de  lluvia  que  reciben  ciertas  regiones  de  la  Península  que  ha- 
bitamos. Como  se  ve,  no  es  asunto  nuevo  ni  mucho  menos,  ya 
que  dicha  desigualdad  es  conocidísima,  no  solo  por  el  amante 
de  las  ciencias  naturales,  si  que  también  por  la  inmensa  gene- 
ralidad del  vulgo. 

Lástima  que  las  presentes  gráficas  no  incluyan  más  que 
datos  de  un  número  tan  limitado  de  observatorios  para  el  co- 
nocimiento perfecto  de  dicha  repartición.  Conveniente,  y  más 
que  conveniente  necesario,  es  que  hasta  en  los  más  pequeños 
pueblos  en  donde  haya  una  persona  medianamente  ilustrada, 
se  practiquen  determinadas  observaciones  meteorológicas: 
sencillísimas  per  sé  á  la  par  que  curiosas,  reportan  magníficos 
resultados,  siendo  el  único  modo  que  nos  permitiría  conocer 
muy  á  fondo  á  nuestro  país. 

No  obstante,  para  dar  una  idea,  aunque  vaga,  del  ya  repeti- 
do reparto  de  lluvias,  bastan  á  mi  humilde  entender  las  dos 


DE    HISTORIA   NATURAL.  187 

láminas  aquí  presentes,  las  que  de  un  modo  muy  poco  esté- 
tico, aunque  exacto,  presentan  grabados  los  promedios  de  una 
serie  de  datos  recogidos  por  los  observatorios  que  en  ellas  van 
anotados. 

Examinando  mis  gráficas  se  ve  la  gran  desigualdad  de  las 
columnas,  representantes  cada  una  de  ellas  de  la  cantidad  de 
lluvia  registrada  anualmente  en  cada  observatorio.  Basta 
mirar  la  muy  larga  correspondiente  á  Santiago  de  Galicia, 
1.758,3  mm.,  y  la  de  Ciudad  Real,  212,4,  cortísima,  para  ha- 
cerse cargo  de  tal  desigualdad. 

La  gráfica  presentada  muestra  en  términos  generales  que 
resultan  con  abundancia  suma  de  lluvias  el  Noroeste  y  Norte 
de  la  Península ,  y  en  cambio  con  escasez  el  Sudeste  y  princi- 
palmente el  Centro. 

Por  orden  de  más  á  menos,  según  se  desprende  de  los  datos 
apuntados,  están:  Santiago,  Vergara,  Oporto,  Bilbao,  Corana. 
Coimbra,  Oviedo,  Santander,  San  Femando,  Jaén,  Lisboa,  Ta- 
rifa, Soria,  Huesca,  Barcelona,  Escorial,  Cádiz,  Burgos,  Gra- 
nada, Seiilla.  Badajoz,  Valencia,  Madrid,  Albacete,  Zaragoza, 
Murcia,  Valladolid,  Salamanca,  Alicante  y  Ciudad  Real. 

Tampoco  se  reparte  por  igual  entre  las  cuatro  estaciones 
la  lluvia  anual  de  cada  estío.  Sumando  las  lluvias  de  cada  es- 
tación en  sí,  de  los  distintos  observatorios,  encontraríamos  que 
de  más  á  menos  estarían  Otoño,  Invierno,  Primavera  y  Verano. 
No  siempre  ocupa  Otoño  el  primer  lugar,  que  según  el  caso 
general  le  correspondería,  sino  que  á  veces  es  el  segundo  y 
otras  el  tercero. 

Ocupa  el  segundo  en  los  observatorios  de  Vergara,  Bilbao, 
Santiago,  Oporto,  Coimbra,  Lisboa,  Burgos,  Soria,  Zaragoza, 
Albacete,  Jaén  y  Tarifa,  y  el  tercero  en  los  de  Coruña,  Badajoz 
y  Cádiz. 

Alterando  éste  el  orden  general,  lógico  es  que  los  demás  no 
estén  tampoco  en  el  orden  expuesto  en  algunos  casos.  Así  te- 
nemos que  en  Invierno  ocupe  el  primer  lugar  en  los  observato- 
rios de  Vergara,  Bilbao,  Coruña,  Santiago,  Oporto,  Coimbra, 
Lisboa,  Badajoz  y  Tarifa;  el  tercero  en  los  de  Salamanca,  Va- 
lladolid, Burgos,  Soria,  Huesca,  Valencia,  Alicante,  Albacete, 
Madrid,  Jaén  y  Granada,  y  el  cuarto  en  los  de  Zaragoza  y  Bar- 
celona. 
Lo  propio  diré  de  las  observaciones  de  Primavera,  que  con- 


188  BOLETÍN    DE    LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

siderada  en  general  le  corresponde  el  tercer  lugar.  Y  así  vemos 
que  ocupa  el  primero  en  los  observatorios  de  Burgas,  Soria. 
Zaragoza,  Albacete,  Jaén  y  Cádiz;  y  el  segundo  en  los  de  Co- 
rulla, Salamanca,  Yalladolid,  Huesca,  Barcelona,  Valencia, 
Alicante,  Madrid,  Badajoz  y  Granada. 

Más  constantes  son  las  observaciones  de  Verano,  ya  que  en 
todos  los  observatorios  ocupa  su  cuarto  lugar,  excepto  en  los 
de  Zaragoza  y  Barcelona,  donde  es  el  tercero. 

Aunque  no  creo  que  altere  en  mucho  los  resultados  estam- 
pados, debo  hacer  constar  que  no  todos  los  datos  son  prome- 
dios de  diez  años  como  indican  las  dos  gráficas,  puesto  que 
algunos  lo  son  de  menos:  de  9  años  invierno,  primavera  y 
anual  del  observatorio  de  Bilbao,  verano  de  Zaragoza,  invierno 
y  anual  de  Granada  y  todos  los  de  Santander;  de  8,  otoño  y 
anual  de  Zaragoza,  primavera  y  otoño  de  Badajoz  y  verano  de 
Tarifa;  de  7,  invierno  y  anual  de  Agosto,  tod'os  los  datos  de 
Ciudad  Real  é  invierno  y  verano  de  Badajoz;  de  6,  todos  los 
del  Escorial,  anual  de  Badajoz  y  otoño  de  Jaén:  de  5,  invierno 
y  anual  de  Jaén;  de  4,  los  de  la  Coruña;  de  3,  invierno  y  pri- 
mavera de  Vergara  y  los  de  Cádiz;  de  2,  verano,  otoño  y  anual 
de  Yergara;  y  es  el  dato  solo  de  un  año  el  de  invierno  de 
Zarag'oza. 

Las  observaciones  de  los  mareógrafos  de  Cádiz,  Alicante  y 
Santander,  que  están  incluidas  en  mi  gráfica,  no  pertenecen 
en  su  totalidad  al  decenio  de  1871-1880;  pero,  sin  embargo, 
unos  y  otros  valores  son  comparables. 

El  género  «Phymateus»  ThiinLerg 


D.    IGNACIO   BOLÍVAR. 

La  subfamilia  Phy  matea  que  establecí  en  1884  comprende- 
tan  solo  los  géneros  Zonocerus  Stál,  Phymateus  Thunb.  y  Pe- 
ristetjus  Bol.  (1),  que  encierran,  especialmente  los  dos  últimos, 
los  insectos  de  colores  más  vivos  y  variados  del  orden  de  los 


(!)  El  nombre  S7iytidoderes  que  el  Dr.  Karsch  ha  querido  restablecer  fué  empleado 
ya  por  Schonher  para  un  curculiónido  en  1826,  por  lo  que  debe  quedar  subsistente  el 
de  Peristegus. 


DE   HISTORIA   NATURAL.  189 

ortópteros;  nada  revela  en  ellos,  sin  embargo,  esta  viveza  de  su 
colorido  mientras  las  alas  permanecen  cerradas,  y  el  insecto, 
imitando  por  su  librea  verde  prado  ó  verde  aceitunado  el  coloi- 
de las  plantas  que  le  rodean,  puede  escapar  á  sus  enemigos 
si  es  que  no  le  delatan  sus  movimientos;  pero  cuando  extien- 
den las  alas  superan  estos  insectos  en  belleza  á  gran  número 
de  mariposas  por  la  intensidad  del  colorido,  variado,  general- 
mente, de  un  vivo  carmín,  de  un  rojo  sanguíneo,  azul  intenso 
ó  amarillo  rojizo  de  azafrán,  matizado  siempre  de  multitud  de 
manchitas  negras  y  por  el  realce  que  les  da  la  semitrasparencia 
de  las  alas  bien  distinta  de  la  opacidad  casi  constante  de  las 
de  los  lepidópteros. 

Después  de  publicado  aquel  trabajo  he  llegado  á  conocer 
otras  especies  distintas  de  las  que  entonces  enumeré,  y  cuyas 
descripciones  daré  á  continuación,  alcanzando  con  ellas  á  ca- 
torce las  ahora  conocidas.  Todos  ellos  son  insectos  de  gran  ta- 
maño, propios  del  África  ecuatorial  y  austral,  donde  alguna 
de  las  especies  parece  se  desarrolla  en  tan  gran  número  que 
llega  á  causar  daños  de  consideración  en  diversas  plantaciones 
como  nuestras  especies  de  langosta,  según  las  observaciones 
de  Hildebrandt,  anotadas  en  una  etiqueta  del  Museo  de  Berlín, 
y  que  el  Dr.  Karsch  ha  dado  á  conocer  (1). 

Las  especies  hoy  conocidas  podrían  distinguirse  del  modo 
que  voy  á  indicar: 

1.  Tibia?  posticíe  flavescentes  vel  rufescentes  spinis  conco- 

loribus  ápice  nigris  vel  raro  omnino  nigris.  Species 
Africana3. 

2.  Elytra  apicem  versus  sensim  angustata  et  ápice  anguste 

rotundata. 

3.  Tibiarum  posticarum  spinis  omnino  nigris 

1.  Ph.  leprosus  L. 

3.     Tibiarum  posticarum  spinis  ápice  tantum  nigris 

2.  Ph.  1) acca tus  Stál. 
2.     Elytra  subparallela  vel  apicem  versus  leviter  attenuata 
et  ápice  oblique  truncata. 


(1)  «Diese  Art  verwüstet  die  Felder  in  Teita  und  Ukaraba.  Ich  sah  sie  nach  der 
Regenzeit  (im  Juai)  in  Zügen  von  ungefahr  3-500  Stück.»  Dr.  F.  Karsch,  Beitráge  zu 
Ignacio  Bolívar's  Monografía  de  los  Pirgomorfinos  (Madrid,  1881).  Entomol.  Nachrich- 
ten,  1888,  p.  358. 


190  BOLETÍN  de  la  sociedad  española 

4.  Elytra  olivácea  unicoloria,  ápice  fusco-marg-inata. 

5.  Alas  unicolores  virescentes  haud  nigro-tessellatas 

3.  Ph.  olivaceus. Karsch. 

5.  Alee  coloratas  atque  nigro-vel  cceruleo-nigro-tessellatae: 
'i.     Alas  dilate  croceas.  4.  Ph.  jlarus  sp.  nov. 

6.  Ala*  purpureo-vel  cceruleo-tinctse. 

7.  Alas  antice  cceruleas  postice  purpurascentes. 

8.  Statura  minore.  Pronoti  tuberculis  obtusatis,  parum  ele- 

vatis  concoloribus.  5.  Ph.  agrotus  G-erst. 

8.  Statura  majore.  Pronoto  tuberculis  perfecte  explicatis. 

sangniineis.  6.  Ph.  Brunneri  Bol. 

7.     Alas  purpurascentes.  7.  Ph.  pwpuraécens  Karsch. 

4.     Elytra  obscure  ccerulea,  venis  transversis  flavo-indutis. 

9.  Alarum  colore  purpureo  usque  marginem  anticum  ex- 

tenso. 8.  Ph.  Hildebrandti  Brunn. 

9.  Alarum  campo  antico  plus  minusve  cosruleo-violaceo. 

10.  Pronoti  tuberculis  obtusis  rotundatis  parum  elevatis. 

Alae  purpureo-et  coeruleo-tincta3 

9.  Ph.  morMllosus  L. 

10.  Pronoti  tuberculis  conicis,  elevatis.  Alas  coeruleo-et  au- 

rantiaceo-pictas.  '10.  Ph.  iris  Bol. 

I.  Tibias  posticas  cosruleas  vel  fusco-virescentes,  spinis  fla- 

vescentibus  vel  croceis,  ápice  nigris.  Alae  nigro-tesse- 
llatas. Species  Madagassas. 

11.  Alas  rufa;  medio  antice  subcceruleas 

11.  Ph.  Madagassus  Karsch. 

II.  Alas  omnino  rufas. 

12.    Pronoto  lato  tuberculis  conicis  prasdito.  Elytra  olivácea, 
dimidio  basali  transverse  flavo-venosa 

12.  Ph.  Grandidieri  sp.  nov. 

12.  Elytra  obscure  cerúlea,  venis  transversis  late  flavo-in- 

dutis. 

13.  Pronotum  tuberculis  acutis  croceis  armatum 

13.  Ph.  Bugssoni  sp.  nov. 

13.     Pronotum  tuberculis  obtusis  hebetatis  obscure  sangui- 

neis  prasditum.  14.  Ph.  saxosus  Coq. 

Pliymateus  flavus  sp.  nov. 

Olivaceus;  fastigio  nec  non  antennis  nigro-coeruleis.  Pronotum 
valde  tuberculalum,  tuberculis  rufo-sanguineis,  duobns  primis  co- 


DE    HISTORIA  NATURAL.  191 

nicis,  duobus  seque?ilibus  globosis  superne  cómpreoste  carinaiis 
atque  sinualis;  mesozona  tuberculis  discoidalibus  oblitteratis,  la- 
teralibus  magnis,  conicis:  metazona  lateribus  tuberculis  serie  du- 
pla fonnantibus:  margine  postica  truncata  dentata,  disco  medio 
transversim  el  ev  ato,  pos  tice  concaviusculo,  carina  media  perspicua. 
Elytra  apicem  versus  latiuscula,  ápice  oblique  trúncala  angustis- 
sime  flavolimbata;  ima  basi  plaga  nigra  olivácea:  areolis  cceruleo 
indutis.  Ala*  flavescentes  nigro-cceruleo-tessellata.  Pedes  olivacei, 
geuiculis  jwsticis  nec  non  tibiarum  ápice  infuscatis,  spinis  con- 
coloribus  ápice  nigris.  Abdomen  segmentorum  basi  fusco-cceru- 
lea.  a"?. 

Long.  corp.  a*  45;  pron.  11;  elytr.  46;  fem .  post .  23  mm. 
»        '»       9  67;      »      16;       »      60;     »        »     32     » 

Loe.  Sierra  Leona,  Rhobomp.  Museo  de  París  y  mi  colección. 

Phymateus  Granditlieri  sp.  nov. 

Oliváceo- cwruleus,  flavo-et  rufo-variegatus.  Capul  unicolor  mi 
flavo-atque  aurantiaceo-maculatum.  Frons  croceo  quadri-plagiata. 
Anlennrr  artieulis  basalibus  exceptis  nigra.  Fastiqium  vertías 
fusco-cceruleum.  Pronolum  dorso  plan  uní,  retrorsum.  valde  am- 
pliatum  rufo-tuberculaium;  prozona  tuberculis  quatuor  majoribus 
conicis;  mesozona  atrinque  tubérculo  magno  cónico,  disco  alteris 
duobus  minoribus;  metazona  tuberculis  marginalibus  magnis  com- 
pressis  disco  tuberculis  ereclis  armatum.  Ehjtra  apicem  femorum 
posticorum  valde  superantia,  latiuscula,  ápice  oblique  trúncala 
atque  angustissime  fusco-marginata,  olivaceo-ccerulea,  venís  lon- 
gitudinalibus  concolóribus,  retículo  dimidio  basali  angustissime 
flavo.  Alce  subcycloidea,  dilute  crocea  vel  subsanguinea  apicem 
versus  infúscala'  tota  nigro-tessellatce.  Pedes  variegati.  Tibia 
posticcB  oliváceo- fusca  spinis  sanguineis  ápice  nigris.  a"  9- 

Long.  corp.  tf  46;  pron.  11;  elytr.  44;  lat.  media  elytr.  11,5; 
fem.  post.  23  mm. 

Long.  corp.  9  57;  pron.  lo;  elytr.  55;  lat.  media  elytr.  14; 
fem.  post.  27  mm. 

Loe.  Madag-ascar:  Tutear,  Amleolisatra,  Andampy  prés  Vohe- 
mar,  Grandidier.  Museo  de  París.  Especie  muy  notable  por  la 
forma  del  pronoto  y  la  de  los  tubérculos  que  rodean  la  meta- 
zona,  que  permiten  reconocerla  á  primera  vista  y  la  dan  un 
aspecto  particular.  Ha  sido  descubierta  por  el  célebre  explora- 
dor de  Madag-ascar  Mr.  Grandidier,  á  quien  la  dedico. 


192  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA. 

Phymateus  Buyssoni  sp.  nov. 

Fusco-olkaceo-cceruleus.  Capul  callis  irregularibus  croceis  cons- 
persum.  Anteante fusco-nigrce.  Pronotum  tuberculis  aurantiaceis 
aculiusculis  couspersum,  prope  marginem  anticum  tuberculis  duo- 
bus  acutis,  pone  sulcum  primum  tuberculis  qualuor  magnís,  cani- 
as, linea  ni  transversam  formanlibus;  mesozona  disco  tuberculis 
qualuor  pañis  et  n  trinque  tubérculo  magno  basi  antice  tiéntalo; 
metazona  medio  carinata  tuberculis  discoidalibus  parvis  sed  acu- 
tis,  tuberculis  marginalibus  maguis,  conicis,  ápice  hebetaiis;  lobis 
lateralibus  parce  tuberculatis  margine  inferiori  callosa  auran- 
tiaca.  Flytra  cwrulea  ápice  oblique  rotwidalo-truncata  venis 
transvcrsis  J'aro-i  nd  u  lis.  Alee  rufo-Tinosa  di  midió  anlico  nigro- 
lessellalo  et  ápice m  rersus  pictura  nigra  marginem  exlernum  iu- 
volvens.  Pedes  croceo-variegali.  Femara  postica  carinis  croceis. 
Tibia7  posticce  olivácea  basi  apiceque  nec  non  larsi  fusci,  spinis 
flavis  ápice  nigris.  Abdomen  margine 'postica segmenlorum  ang us- 
té crocea.  rf. 

Long.  corp.  tf  46;  pron.  11;  elytr.  50;fem.post.  27  mm. 

Loe.  Madagascar.  Audevorante  A.  Mathieux  1900.  Museo  de 
París. 

La  especie  es  próxima  al  Pk.  saxosas  Coq.,  pero  la  distin- 
guen de  ella  la  forma  y  disposición  de  los  tubérculos  del  pro- 
noto, que  son  anaranjados  y  destacan  sobre  el  color  obscuro, 
casi  de  un  negro  verdoso  del  fondo.  También  le  distingue  la 
mayor  longitud  proporcional  de  los  fémures  posteriores;  pues 
en  un  tf  del  P/¿.  saxosas  Coq.,  precisamente  de  igual  tamaño, 
estos  fémures  solo  miden  21  mm.  Las  antenas  son  negras  des- 
de la  base.  Me  complazco  en  dedicar  esta  especie  al  sabio  hi- 
menopterólogo  Mr.  Robert  du  Buysson,  que  con  grande  ama- 
bilidad me  ha  facilitado  el  estudio  de  numerosos  tipos  del  Mu- 
seo de  París. 


El  examen  de  los  tipos  del  Phymateus  morbillosus  L.,  citado 
por  Ferret  et  Fairmaire  en  el  viaje  á  Abisinia  (Voyage  en  Abys- 
sinie)  de  Ferret  et  Galinier,  me  ha  permitido  rectificar  esta 
cita  que  no  se  refiere  á  la  especie  de  Linneo,  sino  al  Ph.  pur- 
purascens  Karsch,  citado  por  este  autor  del  Kilimandjaro. 

Ignoro  á  qué  especie  puede  referirse  el  Phymateus  papulosas 
citado  por  Mr.  Kirby  en  «Report  on  a  Collection  of  African  Lo- 


DE   HISTORIA   NATURAL.  19» 

Cfüstidse».  Trans.  Ent.  Soc.  London .  1902,  i,  April,  pag\  84. 
Según  Mr.  Kirby  esta  especie  es  el  ÍHctyophorus  papillosus 
Thunberg.  Mém.  Acad.  Pétersb.,  v,  p  258  (1815).—  Gryllus 
(Locusta)  morMUosus,  Houttuyn,  Nat.  Hist.,  i  (10),  p.  218,  n.  42, 
pl.  80,  fíg.  5  (Y76Q).—&ryllus  locusta-  morMllosi  Nympha,  Stoll., 
Saut.,  pl.  6  B,  fig.  21  (1813).  Hab.:  Transvaal:  Pretoria  (Distant). 


Boletín  bibliográfico. 

Académie  des  Sciences  de  Cracovie  ( Bull.  intem.).  1003.  N.°  1.  M.me  (J.  Ba— 
licka-Iwanowska.:  Kech.  sur  la  décomposition  et  la  régénération  des 
corps  albuminoides  dans  les  plantes. — M.  Kulcynsky:  Aranearurn  et 
Opilionum  species  in  ínsula  Creta  a  Comité  Dre.  Carolo  Attems  co- 
llecta. 

Académie  des  Sciences  de  París  (Bull.).  Tome  cxxxvi.  N.°  5.  Ph.  van  Tie- 
ghem:  Présentation  de  son  Mémoire  «Sur  les  Ochnacées». — A.  Gaudry: 
Contrib.  á  l'histoire  des  hommes  fossiles. — J.  Tissot:  Sur  la  significat. 
des  expér.  faites  en  bailón  sur  les  échanges  respiratoires. — J.  Chaine: 
Contr.  á  la  morphol.  des  ligaments  aceesoires  de  l'articulation  tem- 
poro-maxillaire. — M.Ue  Maris:  Loyez:  Sur  la  présence  des  formations 
ergastoplasmiques  dans  l'épitbelium  folliculaire  des  ojseaux. — V. 
Babes:  Observ.  sur  la  genése  des  cellules  géantes. — E.  Maurel:  Rap- 
port  du  poids  du  foie  á  la  surface  totale  de  1  'animal. — P.  A.  Dan- 
qeard:  Observ.  sur  le  Monas  vulgaris. — H.  de  Vries:  La  loi  de  Mendel 
et  les  caracteres  constants  des  hybrides. — L.  Daniel:  Sur  la  struct. 
comparée  du  bourrelet  dans  les  plantes  greffées. — £.  Demoussy:  Sur 
la  végét.  dans  des  atmosphéres  riches  en  acide  carbonique. — P.  Ter- 
mier:  Sur  les  roches  granitiques  et  les  terrains  cristallophyll.  du  iría- 
sil  des  Beni-Toufout  entre  El- Milia  et  Collo  (Algérie) — L.  Cayeux: 
Exist.  du  Jurassique  sup.  et  de  l'Infracret.  dans  File  de  Créte. — Ba- 
lland:  Sur  les  quant.  de  phosphore  contenues  dans  les  farines.= 
N.°  6.  A.  Mai.aquin:  La  morphogenése  chez  Salmacina  Dysteri  (Ser- 
pulide).  La  métamérisation  hétéronome. — Grimbert  et  Couland:  Sur 
la  prés.  du  glucose  dans  le  liquide  céphalo-rachidien.— H.  Coupin: 
Sur  la  nutrition  du  Sterigmatocystis  nigra. — E.  Wildemann:  Sur  une 
liane  á  caoutchouc  du  Bas-Congo. — B.  Renault:  Sur  l'activité  végét. 
aux  époques  anciennes. — Hochreutiner:  Sur  un  type  spécial  de  du- 
nes  de  la  bordare  saharienne. — L.  de  Launay:  Sur  la  réduction  d'oli- 
giste  en  maguétite  par  les  hydro-carbures. — Touloüse  et  Vurpas: 
Contr.  expérim.  á  la  connaiss.  de  la  vie  et  de  la  réaction  musculaires. 
=N.°  7.  A.  Lacroix:  L'eruption  de  la  mont.  Pelee  en  janvier  1903. — 


191  BOLETÍN    DE  LA   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

C.  Heig:  Mécanisme  de  l'act.  de  la  secrétine  sur  la  secrétion  pancréa- 
tique.— Marage:  Action  sur  l'oreille,  á  l'état  pathologique,  des  vibrat. 
fondameutales  des  voyelles.— Cornil  kt  Coudray:  Sur  rimplantation 
de  l'os  mort  en  contact  de  l'os  vivant.— L.  Mangin:  Sur  la  rnaladie  du 
Chataignier  causee  par  le  Mycelophagus  Castanece.—J>.  A.  Daxgeard: 
Un  nouv.  genre  de  Chytridiacées:  le  Rhaldium  aeutum.—L.  Cayeox: 
Phénonienes   de  cbarriage  dans  la  Méditerranée  orientale.=N.°  8. 
Ed.  Retteuer.  Rech.  expérim.  sur  l'hyperplasie  épitheliale  et  sur  la 
transformatiou    de  l'epithélium  en  tissu  conjonctif— P.  Vüillemin: 
La  serie  des  Absidiées.-CoL:  Sur  l'interprétation  de  la  disposition 
des  faisceaux  dans  le  pétiole  et  les  nervures  foliaires  des  Dicotylédo- 
nes.— L.  Cayeux:  Les  éruptions  d'áge  secondaire  dans  l'ile  de  Créte. 
Ddparcq,   Mrazec  et  Pearce:  Le  dévonien  infér.  de  la  región  de  la 
Kosva  (Oural  du  Ncrd).— J.  Welbch:  Sur  les  failles  du  Poitou,  entre 
Parthenay,  Niort  et  Poitiers. 
Académie  internaüonah  de  Géographie  Botanique.  Le  Mans.  (Bull.J.  Nu- 
mero 159.  M.  Gandoger.  Trois  dejeuuers  dans  les  montagnes  de  l'An- 
dalousie  oriéntale.  — P.  Carrier:  La  flore  de  l'ile  de  Montreal  (Canadá). 
C.  Pac:  A  prupos  du  Hieracium  Asturicum.  — H.  Sudre:  Exeurs.  batho- 
logiques  dans  les  Pyrénées.— Léveillé  et  Vaniot:  Carex  Galla'tica, 
sp.  nov.— J.  Poiraült:  Liste  des  charnpignons  de  la  Vienne.— Made- 
nioiselle  M.  Beléze:  l.er  suppl.  á  la  liste  des  champ.  sup.  et  infér.  de 
la  forét  de  Rambouillet  et  des  envir.  de  Monfortd'Amaury  (Seine  et 
Oise). 
AUgemeinen  Entnmologischen  Gesellschaft.  Neudarnm.  (Allg.  Zeitschr.für 
Entom.j  S.  B-and.  N.°  2/-.  H.  J.  Kolbe:  Ueber  vorschnelle  Entwicke- 
lung  (Protbeteli -)  von   Puppen-und  Imago-orgar.en  bei  Lepid.  und 
Coleopt.-Larven.— Stauffacher:  Leber  ein  neues  organ  bei  Phyllo- 
xera  vastatrix.—J.  G.  Nielsex:  Untersuch.  über  die  Lebensweise  und 
Entwickel  einiger  der    Arten  der  Gatt.  Synergus.—P.  Bachmetjew: 
Ein  Versuch,  die  Frage  über  die  Parthenog.  der  Drohnen  mittelst  der 
analytisch  statistichen  Methode  zu  losen —N.°  4.  Stauffacher:  Ueber 
ein  neues  organ  bei  Phyll.  vastatrix.—  F .  Eichei.baum:  Die    larven 
voa  Xylechinus  pilosus  und  von  Hylastes  cunicularius.  —  G.  Ulmer: 
Beitráge  zur  Metarnorphose  der  deutsch.  Trichopteren. 
Entomologisch'e   Yereine.  Stettin.  (Zeitung.J.  lxiv.  Jahrg.  A.  Fuchs:  Neue 
Kleinfalter  des  Mittelmeergebiets.— S.  Schenklixg:  Ein.  neue  Cleri- 
dendes  Stett.  Museums.— M.  Bernhauer:  Beitrag  zur  Stapbyliniden 
fauna  von  Ostindien  und  den  Sundainseln. — A.  Rieser:  Zum  Hei- 
maths-Nacbwefs  von  Agrotisfugax.—E.  Hering:  Uebersicht  der  Su- 
matra Pyralidíe.— Neue  Pyraliden  aus  dem  tropischen  Faunengebiet. 
H.  Agren:  Zur  Kenntniss  der  Apterygoten  fauna  Süd-Schwedens. 
Katalog  Literatury  Naukowej  Polskiej.  Cracovia.  Tom.  n.  Zeszyt.  n  y  m. 


DE    HISTORIA  NATURAL.  195 

Museo  de  Valparaíso  (Revista  chilena  de  Hist.  nat.)  —  Año  vi,  N.o  3.  Cañas: 
noticias  sobre  los  guajiros  (indios  de  Colombia). — C.  Porter:  Lista  de 
los  Lathrididíe  chilenos. — L.  O.  Howard:  A  new  genus  oE  Aphelini- 
nse  from  Chili. 

Museum  National  Hongrois.  Budapest  (Természetrajzi  Füzetek).  Vol  xxiv. 
Partes,  i-ii.  E.  Daday:  Mikroskop.  Süsswasserthiere  aus  Deutsch  Neu 
Guinea.— Fr.  W.  Konow:  Neue  Chalastogastra-Arten.— C.  Kertesz: 
Zwei  neue  Ephygrobia-Arten  von  Singapore. — Ueber  Indo-Austra- 
Hsche  Lonchoñden. — Fr.  Henoel:  Zur  Kenntniss  der  Tetanocerinen. 
A  Dolufuss:  Cat.  des  Isopodes  terrestres  de  Hongrie,  appart.  au 
M.  Nat.  de  Budapest. — G.  Szepligeti:  Braconiden  aus  Syrien  und  Pa- 
lestina, in  der  Samml.  des  Ungar.  Nat.  Mus.  —  J.  Schilsky:  Ajñon 
Horvathi.  n.  sp.  aus  Russ.  Armenien. — G.  Kraatz;  Cetoniden  aus 
Neu-Guinea,  gesarnni.  von  L.  Biró. — C.  Kertesz:  Cat.  Pipunculidarum 
usque  ad  finem  anni  1900  descript. — J.  Madarasz:  Descr.  of  two  pro- 
bably  new  europeau  Birds. —  E.  Csiki:  Catal.  Endomychidarum. 

Museum  of  Comparative  Zooloqy  at  Harvard  College.  Cambridge.  EE.  UU. 
(Bull.)  Vol.  xl,  N.°  4.  W.  E.  Castle:  The  heredity  of  sex.=N.o  5. 
G.  H.  Parkek:  The  optic  chiasma  in  Teleosts  and  its  bearing  on  the 
asymmetry  of  the  Heterostomata. 

Real  Academia  de  Ciencias  y  Artes.  Barcelona  (Boletín).  Vol.  v.  (Memorias.) 
Vol.  iv.  N.°  28.  — P.  Navas:  JDiláridos  de  España.— N.o  29.  N.°  30. 
N.°  31.  (Nómina  del  personal  académico.) 

Revista  de  Farmacia  militar.— Madrid.  Año  n.  N.°s  12,  13,  14  y  15. 

Royal  Microscopical  Society.  London.  (Journal,)  1903.  Part.  1.  Dixon-Nu- 
ttall  and  Freeman:  The  Rotatorian  Genus  Diaschiza:  a  monograph. 
Study,  with  Descr.  of  a  New  Species. 

Société  entomologique  de  Belgique  (Annales.)  K.  M.  Heller:  Eine  Alte, 
aber  bisher  noch  unbekannte  Calandriden-Gatt.  E.  Olivier:  Lampy- 
rides  nouv.  du  M.  de  Bruxelles. — L.  Fairmaire:  Descr.  de  quelq.  He- 
teroméres  recueillis  par  Fruhstorfer  dans  le  Haut-Tonkin. — E.  Si- 
món: Descr.  d'Arachnides  nouv. 

Société  hollandaise  des  Sciences  á  Harlem.  (Arch.  Néerlandaises  des  scien- 
ces  exact.  et  nat.)  T.  vm.  l.er  livr. 

The  Canadian  Entomologist.  London  (Ontario).  A.  Morrill:  Life-history 
and  descr.  of  the  Aleyrodes  Packardi.  n.  sp. — W.  Harrington:  Male 
Wasp  with  female  antennse.  —  A.  Cockerell:  The  Coccinellid  gen. 
Smilia. — W.  Ashmead:  C!assif.  of  the  fossorial,  predaceous  and  para- 
sitic  Wasps,  or  the  superfatnily  Vespoidea. — A.  Bacot:  Tutt's  <Britis'h 
Lepidoptera>. — J.  Chester:  A  new  sp.  of  Hypoloppus-—  R.  Cooley:  A 
new  Diaspid  gen. 

The  Wilson  Bulletin.  Oberlin  (Ohio)  Vol.  ix.  N.°  4.  J.  Daniel:  The  Cuban 
Tody.  (Todus  multicolor). — H.  Tracy:  Among  the  vultures  in  Asia  mi- 


196  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

ñor.— F.  Bruen:  Some  bluebird  boxes  and  troubles.— Wm.  Mills:  My 
summer  boarders. — L.  Jones:  All  day  with  the  Birds.—  Winter  Birds. 
W.  Henninger:  An  addition  to  the  Birds  of  Middle  Southern  Ohio. 
A  new  bird  for  Ohio. 
The  Zoologist.  London.  Vol  vn.  N.°  73.  W.  Rawnsley:  Parrot  building  in 
the  open.— O.  Aplin:  Not.  on  the  ornith.  of  Oxfordshire  — N.°  74. 
J.  Frohawk:  British  Beangeese.— F.  Coburn:  On  the  speciñc  validity 
of  Anser  rubrirostris.  — Th.  Soüthwell:  Notes  on  the  seal  and  whale 
fishery  of  1902.— O.  Aplin:  Not.  on  the  ornith.  of  Oxfordshire. 


Bedel  (L.)— Diagnose  d'un  Rhizotrogus  inédit  du  N.  de  l'Afrique.  (Bull. 

Soc.  Ent.  de  Fr.  París.  1902.) 
Revista  científica  profesional.  Barcelona.  Año  vi,  n.°  1. 


Sesión  del  6  de  Mayo  de  1903. 

PRESIDENCIA    DEL    EXCMO.    SR.    D.    ZOILO    ESPEJO. 

El  Vicesecretario  levó  el  acta  de  la  sesión  anterior,  que  fué 
aprobada. 

Asiste  el  Sr.  Graiño,  de  Aviles. 

Correspondencia.— El  Vicesecretario  leyó  un  oficio  del  señor 
Secretario  del  Museo  de  Ciencias  naturales,  enviando  dos  Me- 
morias, una  de  D  Eduardo  Boscá  sobre  «El  Megaterio  del  Mu- 
seo de  Ciencias  naturales  de  Madrid»,  y  otro  de  D.  Rufino  Abe- 
la sobre  «Nombres  vulgares  de  plantas  en  Galicia.» 

Los  autores  son  corresponsales  del  Museo;  pero  como  éste  no 
tiene  actualmente  publicaciones  periódicas,  su  Junta  directiva 
acordó  ofrecerlos  á  nuestra  Sociedad  por  si  estimaba  oportuno 
publicarlos  ó  utilizarlos.  Se  acordó,  en  vista  de  la  índole  de 
estos  trabajos,  que  pasasen,  el  primero  á  la  Comisión  de  publi- 
cación y  el  segundo  á  la  de  catálogos,  y  dar  las  gracias  á  la 
Junta  directiva  del  Museo  por  su  atención. 

Se  dio  cuenta  de  varias  publicaciones  recibidas  como  dona- 
tivo de  sus  autores  nuestros  consocios  Sres.  Gaudry,  Bücking, 
Cohén,  Finot  y  Salomón,  y  de  los  directores  de  la  Revista  de 
farmacia  militar,  de  Madrid;  Revista  científica  profesional,  de 
Barcelona,  y  Revista  de  medicina  tropical,  de  la  Habana,  acor- 
dándose constase  en  acta  el  agradecimiento  de  la  Sociedad  por 
el  regalo  de  dichas  obras,  cuya  especificación  constará  en  el 
boletín  bibliog'ráfico  correspondiente. 

Se  leyeron  comunicaciones  de  diversas  Sociedades  que  soli- 
citan el  cambio  de  sus  publicaciones  por  las  nuestras.  Son:  la 
Société  des  Amis  des  Sciences  naturelles,  de  Vienne  (Isére); 
Université  de  Rennes;  Institut  Botanique  de  Bucarest;  Sociedad 
de  Naturalistas  de  Jarosbaw  y  Naturforschende  Vereine,  de 
Brünn,  varias  de  las  cuales  envían  números  de  muestra. 

— El  Sr.  Pérez  Zúñiga  comunicó  la  triste  noticia  del  falleci- 
miento del  Sr.  López  Peláez,  que  fué  anteriormente  nuestro 
consocio,  y  alguno  de  cuyos  trabajos  se  publicó  por  nuestra 
Sociedad. 

T.  ni.— Mayo,  1903.  14 


198  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

El  Sr.  Presidente  encomendó  al  Sr.  Pérez  Zúñiga  la  redac- 
ción de  una  noticia  necrológica  del  finado,  aceptando  el  en- 
cargo dicho  señor. 

Admisión  de  socios. — Quedaron  admitidos  como  socios  nume- 
rarios el  Ldo.  J.  H.  Pazos,  de  San  Antonio  de  los  Baños  (Cuba). 
que  se  dedica  á  Dípteros  parásitos,  y  D.  Mariano  Murillo,  pre- 
sentados por  el  Sr.  Bolívar,  y  el  Instituto  general  y  técnico  de 
Barcelona.  Se  hizo  una  nueva  propuesta  de  socios. 

—  El  Sr.  Fernández  Navarro,  como  Secretario  de  la  Comisión 
nombrada  por  la  última  Junta  para  estudiar  las  condiciones 
en  que  podrían  hacerse  estudios  intensivos  del  suelo  de  la  Pe- 
nínsula y  de  su  fauna  y  flora  bajo  la  dirección  de  la  Sociedad, 
leyó  las  sig-uientes  bases  que  la  Comisión  propone: 

1.a  La  Sociedad  española  de  Historia  natural,  deseando  dar 
mayor  impulso  al  conocimiento  de  la  fauna,  flora  y  gea  espa- 
ñolas, y  en  cumplimiento  de  lo  prescrito  en  el  artículo  31  de 
su  Reglamento  vig-ente,  acuerda  la  creación  de  Comisiones  que 
efectúen  la  exploración  detenida  de  algunas  comarcas  espa- 
ñolas. Estas  Comisiones  habrán  de  funcionar  por  lo  menos  du- 
rante un  mes,  y  circunscribirse  siempre  á  una  comarca  redu- 
cida. 

2.a  Para  la  realización  de  esta  idea  se  acuerda  constituir, 
con  carácter  permanente,  un  fondo  especial  destinado  á  di- 
chas expediciones. 

3.a  Para  ello  se  abrirá  una  suscripción  voluntaria  entre  los 
socios,  y  se  invitará  además  á  personas  y  entidades  extrañas  á 
la  Sociedad,  por  si  quieren  contribuir  á  este  proyecto,  haciéndo- 
lo también  la  Sociedad  en  la  medida  que  permitan  sus  recursos. 

4.a  Con  el  mismo  objeto  se  solicitará  el  auxilio  del  Ministe- 
rio de  Instrucción  pública  y  Bellas  Artes. 

5.a  Los  fondos  reunidos  serán  administrados,  con  indepen- 
dencia de  los  de  la  Sociedad,  por  el  Vicetesorero  de  la  misma. 

6.a  La  Junta  directiva,  cuando  el  estado  de  los  fondos  así 
recaudados  lo  permitan,  teniendo  en  cuenta  cuáles  son  las  co- 
marcas menos  conocidas  y  la  índole  de  los  problemas  histórico- 
naturales  á  que  en  cada  caso  deba  atenderse  de  preferencia, 
designará  para  cada  excursión  los  naturalistas  que  hayan  de 
encargarse  de  esta  exploración,  señalando  también  la  región 
que  hayan  de  recorrer. 


DE   HISTORIA   NATURAL.  199 

7.a  Los  materiales  recolectados  se  estudiarán  por  especia- 
listas que  la  Sociedad  designe,  á  los  cuales  podrá  regalar  un 
lote  de  los  ejemplares  cogidos  cuya  determinación  se  les  en- 
comiende. 

8.a  La  inversión  de  los  fondos,  así  como  la  lista  de  las  per- 
sonas que  hayan  contribuido  á  constituirlos,  se  publicarán  en 
el  Boletín  de  la  Sociedad. 

9.a  Se  redactará  una  circular,  que  se  repartirá  con  el  Bo- 
letín, invitando  á  la  suscripción. 

El  Sr.  Presidente  propuso  quedaran  estas  bases  sobre  la 
mesa,  y  se  publicaran  en  el  Boletín,  á  fia  de  que  fuesen  co- 
nocidas por  los  socios  y  pudieran  ser  discutidas  en  la  sesión 
próxima,  como  fué  acordado. 

— El  Secretario  leyó  la  siguiente  nota  remitida  por  el  señor 
Calderón: 

«En  la  sesión  última  del  16  de  Marzo  de  la  Sociedad  geológi- 
ca de  Francia,  el  Dr.  Caralp  ha  publicado  una  nota  sobre  la 
existencia  del  terreno  pérmico  en  los  Pirineos  españoles,  según 
la  cual  ocupa  éste  una  gran  extensión  en  nuestro  país.  Sola- 
mente en  una  zona  de  la  parte  oriental  de  la  cadena  lo  cita 
desde  la  región  de  Mont  Perdú  hasta  la  cuenca  hullera  de  San 
Juan  de  las  Abadesas,  desde  donde  se  dirige  á  Francia,  alcan- 
zando á  veces  5  ó  6  kilómetros  de  anchura. 

Es  sorprendente  que  con  semejante  desarrollo  este  terreno 
haya  pasado  desapercibido  hasta  ahora  á  todos  los  geólogos 
españoles  y  franceses  que  han  recorrido  esta  zona,  lo  que  atri- 
buye el  autor  á  que  ha  sido  confundida  ora  con  el  cretácico, 
ora  con  el  devónico,  con  el  carbónico  y  sobre  todo  con  el  triá- 
sico. 

Y  ¿qué  razones  da  el  Sr.  Caralp  para  fundar  aserto  tan  im- 
portante? Empieza  por  declarar  que  no  ha  encontrado  ningún 
fósil,  pero  que  los  caracteres  litológicos  y  las  relaciones  estra- 
tigráficas  son  bastante  claras  para  poner  fuera  de  duda  la 
existencia  allí  del  terreno  pérmico. 

Sin  que  autoridad  tan  reconocida  como  la  del  Sr.  Carez,  y 
en  particular  tratándose  de  la  geología  española  lo  dijera,  salta 
á  la  vista  la  debilidad  de  las  pruebas,  fundadas  principalmen- 
te en  comparaciones  de  rocas  distantes,  para  admitir  sin  reser- 
va la  afirmación  del  Sr.  Caralp.  No  estaría  demás,  sin  embar- 
go, que  nuestros  colegas  de  Barcelona  se  hicieran  cargo  de  la 


200  BOLETÍN  de  la  sociedad  española 

cuestión  y  nos  diesen  más  datos,  juntamente  con  su  autoriza- 
da opinión. 

El  Sr.  Font  hizo  algunas  observaciones  con  motivo  de  la 
nota  anterior,  no  creyendo  probable  que  exista  el  terreno  pér- 
mico en  dicha  región  y  citando  algunas  otras  apreciaciones 
erróneas  que  se  han  hecho  anteriormente  respecto  á  la  clasifi- 
cación geológica  del  terreno  de  aquellas  localidades. 

— El  Sr.  Bolívar  presentó  una  nota  remitida  por  nuestro  con- 
socio Mr.  Maurice  Pie,  de  Digoin,  «A  propos  des  Dorcadion  íe- 
nuecinctum  Pie.  et  D.  circiuncinctum  Chevr.» 

— El  Sr.  Font  leyó  dos  notas:  «Moluscos  recogidos  en  Río  de 
Oro  (Sahara  español)»,  y  «Los  movimientos  sísmicos  del  Nor- 
deste de  Cataluña.» 

— El  Sr.  Dusmet  presentó  una  «Noticia  de  lo  publicado  en 
1902  sobre  Entomología  de  España.»  Se  acordó  que,  tanto  esta 
nota  como  las  anteriores,  pasasen  á  la  Comisión  de  publicación. 

Secciones. — Barcelona,  bajo  la  presidencia  de  D.  Carlos  Fe- 
rrer,  celebró  sesión  el  4  de  Mayo,  siendo  propuestos  como 
socios  D.  Modesto  Cotrina  y  Ferrer,  estudiante  de  Medicina,  y 
D.  Pedro  Rivera  Vidal,  que  se  dedican  respectivamente  á  His- 
tología y  Botánica.  El  Sr.  Maluquer  Nicolau  presentó  una  nota 
sobre  «Moluscos  marinos  de  Llansá  (Cataluña)»,  y  otra  D.  Anto- 
nio Casares  Gil  sobre  «Fructificación  de  la  Homalia  Lusitanica, 
Sch.»  El  Sr.  Folch  y  Andreu  mostró  una  hermosa  gráfica  de 
temperaturas  de  la  Península. 

— La  de  Zaragoza  celebró  sesión  el  29  de  Abril  bajo  la  pre- 
sidencia de  D.  Pedro  Aramburo,  quedando  admitido  como  socio 
agregado  D.  José  Oresanz,  Profesor  auxiliar  interino  de  la 
Escuela  de  Veterinaria.  Los  señores  socios  recorrieron  el  jar- 
dín botánico  haciendo  estudios  sobre  varias  plantas,  siendo 
el  Sr.  Aramburo  el  encargado  de  la  exposición  de  los  carac- 
teres é  importancia  de  las  mismas. 


DE   HISTORIA    NATURAL.  201 


Notas  y  comunicaciones. 


Noticia  de  lo  publicado  en  1902  sobre  Entomología  de  España 


JOSÉ  MARÍA  DUSMET  Y  ALONSO. 

Entomología  general.— A n  Entomological  Excursión  to  cen- 
tral Spain,  ha  sido  publicada  por  Champion  (G.  C.)  en  Trans. 
Entom.  Soc.  London. 

En  The  Entomologist's  Record  and  Journal  of  Variaüon, 
vol.  xiv,  núms.  3,  4,  5  y  7,  apareció  un  trabajo  de  T  A.  Chap- 
man:  A  few  weeks"  entomologising  in  Spain.  Verificó  esta  excur- 
sión en  Ag-osto  de  1901,  en  unión  de  Mr.  Champion,  teniendo 
como  objeto  principal  la  Sierra  de  Albarracín,  y  enumerando 
los  lepidópteros  recogidos,  como  también  algunos  dípteros. 

Nuestro  consocio  R.  P.  Navas  refiere  Una  excursió  científica 
d  la  Serra  Nevada  (Butll.  Inst.  Caí.  d'  Hist,  natural,  any  n. 
núms.  9  á  15)  verificada  en  Julio  de  1901.  Cita  unos  40  dípteros, 
más  de  60  hemípteros,  30  himenópteros,  40  lepidópteros  y  mu- 
chos coleópteros,  cuya  lista  completa  no  he  visto,  así  como 
tampoco  las  de  los  restantes  órdenes,  por  faltar  el  núm.  14  de 
dicho  Boletín  en  la  Biblioteca  de  nuestra  Sociedad. 

En  el  Boletín  de  la  Soc.  Aragonesa  de  C.  naturales,  t.  i,  han 
publicado  los  Sres.  Fernández,  Bovio  y  Laguna,  relaciones  de 
varias  excursiones  verificadas  por  dicha  Sociedad  en  los  alre- 
dedores de  Zaragoza,  en  las  que  se  citan  unas  150  especies  de 
insectos,  varios  de  ellos  nuevos  para  Aragón  y  una  nueva  para 
la  ciencia,  el  D.  saldubensis  Navas,  descrita  en  el  núm.  6  de 
dicho  tomo,  la  cual  es  próxima  al  D.parthenopwus. 

El  Sr.  Vicente  (D.  Melchor)  publicó  (Bol.  Soc.  Aragón.  C. 
nat.  t.  i,  núm.  8)  otra  lista  de  140  especies,  alguna  de  ellas 
nueva  en  España,  recogidas  en  Ortig-osa  (Log-roño)  en  Junio  y 
Julio. 

Nuestro  consocio  D.  José  María  de  la  Fuente  hace  un  inte- 
resante resumen  (Bol.  Soc.  Aragón.  C.  nat.,  t.  i,  núm.  6)  de  las 
especies  y  variedades  nuevas  que  ha  encontrado  en  Pozuelo 
de  Calatrava(C.  Real),  que  han  sido  descriptas  por  diversos  es- 


202  BOLETÍN    DE    LA  SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

pecialistas  ó  por  él  mismo  en  distintas  revistas  extranjeras  ó  en 
las  publicaciones  de  nuestra  Sociedad.  A  35  especies  y  14  va- 
riedades, mas  un  tf  no  conocido,  asciende  esta  enumeración, 
que  prueba  elocuentemente,  de  una  parte  la  laboriosidad  de 
nuestro  consocio,  y  de  otra  el  gran  desconocimiento  en  que  nos 
hallamos  respecto  á  la  fauna  española,  puesto  que  un  solo  tér- 
mino municipal  suministra  tal  cantidad  de  formas  nuevas  á  la 
Entomología. 

También  en  el  Bol.  de  la  Soc.  Arag.  de  C  nal.  (t.  i,  núme- 
ros 5  y  9),  el  R.  P.  Navas  publicó  la  Fáunula  entomológica  es- 
tival de  Brihuega  (Guadalajara),  citando  38(3  especies  que  cazó 
en  Julio  de  1900. 

Himenópteros. — J.  Pérez,  en  su  notable  Contribution  a  Vétude 
des  Xylocopes  (Actes  de  la  Soc.  Linnéenne  de  Bordean®,  t.  vi, 
1901),  describe  la  Xyl.  uclcsiensis,  n.  sp.,  procedente  de  Uclés 
(Cuenca),  especie  próxima  á  la  X.  cyanescens  Brullé. 

Nuestros  consocios  Sres.  Antiga  y  Bofill  publican  (Inst.  Cal. 
d'  Ilist.  nal.  any  n)  un  catálog-o  de  los  Tentredínidos  de  Ca- 
taluña, con  citas  de  las  diversas  localidades,  que  prueba,  por 
el  gran  número  de  especies  enumeradas,  lo  bien  conocida  que 
está  entomológicamente  la  región  catalana,  con  relación  á  las 
restantes  provincias. 

Lepidópteros. — En  The  Enlomoloyisl ,  vol.  xxxv,  núm  472, 
publicó  H.  Lang.  Buterfy  collecting  in  Southern  Andalusia  in 
the  spring  of  1902. 

Louis  B.  Prout  en  The  Entomol .  Record  and.  .¡ovni,  of  Variat., 
vol  xiv,  núm.  8,  inserta  On  some  Geometrales  collected  in  Spain 
by  Dr.  Chapman  in  1901,  54  especies  fueron  las  recogidas,  y  el 
autor  se  ocupa  de  las  más  interesantes. 

Spanish  Micro-Lepidoptera,  por  Lord  Walsingham  (The  En- 
lomologisfs  Monthly  Mayazine,  Oct.,  1901. 

En  The  Entomol.  Record  and  Journal  of  Variat/on  ,  vol  xiv, 
núm.  3-5,  aparece  un  trabajo  de  T.  A.  Chapman,  The  habits 
and  larva  o/Graellsia  Isabellae  Graells. 

El  abate  J.  de  Joannis  ha  descrito  un  nuevo  microlepidóp- 
tero  procedente  de  Soalheira  (Portugal)  en  el  Bull.  de  la  Soc. 
entom.  de  France,  p.  231,  para  el  que  propone  el  nuevo  género 
Mendesia.  La  oruga  de  la  M.  ecMella  vive  en  las  galerías  que 
abre  en  las  hojas  del  Echium  hisitanict'/ti. 

Hemípteros. — T/i'o  nen:  species  of  fíemij)tcM-heteroplera  from 


DE    HISTORIA    NATURAL.  203 

Spaia,  por  O.  M.  Reuter  ( The  Entomol.  Monthly  Mag.,  May... 
1902).  Fueron  cazados  por  M.  Champion  en  Albarracín  en 
1901.  Son  el  Pie:ostethus  terrícola,  próximo  al  P.  obliquus  Costa, 
y  el  Nasocoris  ephedrce,  recogido  sobre  la  Ephedra  nebrodensis. 

Fr.  María  Joseph  Blachas  (ButU.  Insüt.  Cat.  d'Hist.  nat., 
íiny  ii,  núm.  8)  termina  su  estudio  sobre  la  Psilla  (Euphijllu- 
ra)  olees  Fonsc,  que  empezó  en  el  año  anterior. 

El  Dr.  Melichar,  de  Viena,  describe  tres  especies  nuevas  en 
Wiener  Entomol.  Zeilung  (xxi  Jharg.,  iv  Heft):  el  Deltocepha- 
lus  eurypterus  Q,  cazado  por  D.  Ignacio  Bolívar  en  Ribas  (Ma- 
drid), y  el  Acocephalus  B  olivar  i ,  cogido  por  el  mismo  en  Espi- 
nar y  Navalperal  en  Agosto  de  1894.  La  tercera  especie  es  el 
Deltocephalus  tmncatus  cf,  encontrado  en  Pozuelo. 

Coleópteros. — En  la  Institució  Catalana  d'Hist.  nat.  (Butlleti 
any  n,  núm.  8),  el  Sr.  Mas  de  Xaxars  enumera  46  especies  ca- 
zadas el  21  de  Agosto  desde  Ribas  á  Nuria  (Barcelona).  Entre 
ellas  figuran  varias  no  halladas  aún  en  Cataluña 

El  mismo  Sr.  Mas  de  Xaxars  (Bullí,  lnst.  Cat.  d'Hist.  nat., 
any  n,  núm.  13)  cita  33  coleópteros  cogidos  en  la  Gleba  los  días 
19  y  24  de  Agosto  de  1901. 

i  E.  Reitter  fWiener  Entomol.  Zeitung.,  xxi  Jharg.,  vm  u.  ix 
Heft.)  describe  la  Lebia  trimaculata,  var.  nov.  scuiellaris.  Ca- 
zada en  abundancia  en  los  alrededores  de  Madrid  por  nuestro 
consocio  D.  Aurelio  Vázquez. 

El  Sr.  Górriz  (D.  Ricardo)  (Bol.  Soc.  Aragonesa  de  C.  natu- 
rales, t.  i,  números  2,  3,  7  y  8)  enumera  los  coleópteros  de  la 
cuenca  del  Ebro  que  existen  en  su  colección,  y  son  585  espe- 
cies, recogidas  la  mayor  parte  en  Milagro  y  Cariñena. 

El  Sr.  Laguna  (D.  M.  A.)  cita  42  coleópteros  de  los  alrede- 
dores de  Zaragoza,  cazados  en  Marzo  (Bol.  Soc.  Arag.  de  C. 
nat.,  t.  i,  núm.  4). 

Miriápodos.— El  Sr.  Brolemann  ha  publicado  en  el  Bull.  de 
la  Soc.  entom.  de  France,  pág.  13,  el  Polydesmus  Bedeli,  nueva 
especie  hallada  por  los  Sres.  Bedel  y  Dumont  en  los  alrededo- 
res de  La  Granja  (Segovia),  y  cuya  colocación  en  el  expresado 
•género  no  podrá  tenerse  por  segura  mientras  no  se  descubra 
el  macho.  Con  este  motivo  cita  el  Lithobius  insignis  Meinert, 
una  especie  de  Schkophyllvm  y  otra  de  un  Cordevmido  encon- 
trados en  el  mismo  sitio,  no  pudiendo  determinar  la  especie 
de  estas  últimas  por  no  haberse  recogido  individuos  adultos. 


204  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

A  propos  des  «Dorcadion  tenuecinctum »  Pie. 
et  «circumcinctum»  Chevr. 

POR 

D.  MAURICIO  PIC. 

Monsieur  M.  de  la  Escalera  a  presenté  récemment(BoL.  Soc~ 
esp.  Hist.  nat.,  1902,  p.  290),  la  synonymie  suivante:  Dorcadion 
tenuecinctum  Pie.  =  D.  circumcinctum  Chevr.;  il  me  semble  que 
cette  synonymie  n'est  pas  exacte.  D'ailleurs,.  je  doute  que 
l'auteur  espag'nol  ait  vu  le  type  de  circumcinctum  Chevr.  pour 
appuyer  sa  synonymie,  de  plus,  je  constate,  celui-ci  étant  en- 
coré dans  ma  collection,  que  Mr.  M.  de  la  Escalera  n'a  pas  recu 
en  communication  le  type  de  tenuecinctum  Pie.  Done,  cette 
synonymie  a  été  présentée  sans  l'étude  des  types,  c'est  une 
raison  pour  ne  pas  l'accepter  sans  controle.  Je  me  demande  á 
ce  sujet,  si  Mr.  M.  de  la  Escalera  n'aurait  pas  commis  quelque 
petite  erreur  de  spécification"? 

Chevrolat  a  decrit  D.  circumcinctum  de  la  collection  Linder, 
or,  j'ai  acquis  avec  la  collection  Tournier,  un  exemplaire  de 
circumcinctum  étiquetté  type  (insecte  venant  de  Linder)  ce  qui 
m'a  permis  de  constater  que  cet  insecte  différait  de  tenuecinc- 
tum Pie,  par  plusieurs  caracteres  nets  et  fáciles  a  voir,  et  que 
des  collég-ues,  á  qui  j'ai  montré  ees  insectes,  ont  vus  aussi  bien 
que  moi. 

Prochainement  je  publierai,  sous  une  forme  synoptique, 
les  différences  que  j'ai  relevées  (forme  du  corps,  dessins)  et  qui 
me  semblent  plus  que  suffisan.tes  pour  appuyer  la  validité  spé- 
cifique  de  tenuecinctum  Pie,  différent  de  circumcinctum  Chvr. 
(verus);  dans  tous  les  cas,  les  dessins  élytraux  sont  indiscuta- 
blement  différents  entre  les  deux  types  et  la  synonymie  puré 
et  simple  de  ees  insectes  est  inadmissible. 

Mr.  M.  de  la  Escalera  ignore  peut-étre  que  le  dessin  élytral  a 
servi  pour  la  publication  de  plusieurs  espéces  du  g-enre  Dor- 
cadion et  en  outre,  que  de  nombreuses  varietés  existent  aussi, 
qu'elles  sont  acceptées  par  la  plupart  des  auteurs  et  catalo- 
g'uées.  Je  sais  que  certaines  espéces  sont  fort  variables,  j'ad- 
mets  que  plusieurs  espéces  ont  été,  pour  ce  motif,  insuffisam- 
ment  connues  autrefois  et  nial  spécifiées,  que  certains  carac- 


DE    HISTORIA   NATURAL.  205- 

teres  ont  été  exageres,  il  faut  done  supprimer  inais  pas  trop; 
si  Ton  peut  constater  que  la  plupart  des  différences  ancienne- 
ment  reconnues  sont  illusoires,  cela  jure  un  peu  avec  Vim- 
íiiuaMlité  vraisemblablement  reconnue  pour  la  création  de 
nombreuses  espéces  nouvelles. 

Los  movimientos  sísmicos  del  Nordeste  de  Cataluña 


1).  NORBERTO  FONT  Y  SA.GUE,  PRESBÍTERO. 

Los  movimientos  sísmicos  ó  terremotos  que  con  tanta  fre- 
cuencia se  repiten  en  las  comarcas  del  Nordeste  de  Cataluña, 
constituyen  un  fenómeno  geológico  de  suma  importancia,  y 
sobre  el  cual  me  atrevo  á  llamar  la  atención  de  mis  queridos 
consocios,  ya  que  hace  pocos  días  los  periódicos  de  Madrid  y 
Barcelona  han  dado  cuenta  de  la  repetición  de  semejante  fe- 
nómeno. 

Según  ellos,  y  los  datos  particulares  que  hasta  la  fecha  he 
recibido,  el  día  17*de  Abril,  á  eso  de  la  una  de  la  madrugada, 
se  sintió  en  Rosas  un  ligero  temblor  de  tierra,  pero  no  tuvo, 
ni  con  mucho,  la  importancia  del  que  experimentaron  LaBis- 
bal,  Llansá,  Vilajuiga  y  el  mismo  Rosas  el  día  20  del  propio 
mes.  Un  testigo  de  esta  última  población  lo  describe  de  esta 
manera:  « Serían  aproximadamente  las  8,45  de  la  mañana, 
cuando  tuvo  lugar  el  terremoto,  que  duró  de  cuatro  á  cinco 
segundos.  Saltaban  las  casas  y  los  muebles  de  un  modo  ate- 
rrador; las  mujeres  espantadas  salían  á  las  calles  gritando;  las 
lanchas  de  la  playa  se  balanceaban  como  si  no  estuvieran  en 
tierra;  la  gente  que  se  encontraba  en  el  campo— bailábamos — 
me  decía  una  mujer. 

Al  terremoto  acompañaba  un  ruido  como  el  que  produce  una 
máquina  del  ferrocarril  al  pasar  silbando  por  un  túnel,  oído  des- 
de algo  lejos.  No  ha  causado  ninguna  desgracia,  pero  sí  desper- 
fectos en  las  casas  antiguas.»  Seg'ún  este  testimonio,  la  direc- 
ción del  movimiento  era  de  Norte  á  Mediodía,  y  según  otros,, 
de  Levante  á  Poniente,  discrepando  también  en  lo  referente  á 
la  hora  exacta  en  que  ocurrió  el  fenómeno,  cosas  muy  fáciles 
de  comprender,  no  existiendo  en  aquella  región  los  medios  de 
observación  requeridos  en  tales  casos. 


•206  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

He  dicho  que  semejante  fenómeno  era  muy  frecuente  en 
toda  aquella  región,  y  es  la  verdad,  pudiendo  asegurarse  que 
no  pasa  año  que  no  se  repita  con  más  ó  menos  intensidad,  y 
la  mayoría  de  las  veces  se  generaliza  el  fenómeno  á  toda  la 
costa  de  Cataluña.  De  Barcelona  solo,,  hay  registrados  en  el 
Dietario  del  Consejo  de  Ciento,  27  terremotos  que  ocurrieron 
desde  últimos  del  sigio  xiv  hasta  el  xvn,  algunos  de  los  cuales 
ocasionaron  bastantes  víctimas.  Y  por  lo  que  se  refiere  á  las 
comarcas  del  Nordeste,  no  podemos  menos  de  citar  los  terre- 
motos sumamente  importantes  que  en  ellas  tuvieron  lugar  los 
años  1427  y  1428,  los  cuales  originaron  la  abertura  de  varias 
bocas  de  fuego,  según  consta  en  las  crónicas  y  documentos  de 
la  época,  que  transcribo  textualmente. 

En  una  crónica  titulada  ¿libre  de  Rhemembrama,  del  mo- 
nasterio de  San  Salvador  de  Breda,  se  lee: 

«En  l'any  1427  comenza  lo  gran  terratremol  en  aquesta  térra, 
car  totes  les  sgleyes  e  edificisenderroca.  E  comenza  en  la  vila 
e  parroquia  de  Amer.  e  tira  la  via  de  Hostoles,  e  de  Bas,  e  de 
Olot,  Castellfollit,  e  Camprodon.  E  ladon  se  obriren  moltes  ho- 
ces en  la  parroquia  de  Loret,  qu'es  sobre  lo  pont  de  Angies  o 
de  Amer. 

ítem  en  lo  jorn  de  Santa  María  Canalera  del  any  mccccxxviii 
en  hora  del  sol  exit  feu  tres  sacudides  de  terratremol  en  aques- 
ta montanya:  car  ladons  senderroza  la  vila  de  Olot  e  de  Cas- 
tellfollit, he  y  mori  molta  gent... 

He  en  aquela  jornadamatexa  se  feu  un  gran  trench  de  la  terre 
per  les  montanyes  de  Bas,  e  de  Hostoles  en  la  part  de  ponent, 
qui  tenia  de  larch  entorn  vn  leugas,  car  la  part  de  sol  yxent 
se  basa  molt.» 

En  un  códice  procedente  del  monasterio  de  Amer,  después 
de  citar  que  esta  población  fué  destruida  á  consecuencia  del 
terremoto  que  tuvo  lugar  á  la  media  noche  del  15  de  Marzo 
de  1427,  se  lee:  «En  la  sufragánea  de  San  Feliu  de  Lloret,  que 
es  una  montanya  a  la  par  de  ponent  del  Monastir  sobre  lo  riu 
Ter  isqué  una  gran  boca  de  foch  que  llensavagran  fetor  y  obli- 
ga ais  habitans  a  desemparar  y  renunciar  los  masos. 

...En  la  mateixa  montanya,  en  la  part  que  mira  al  orient,  hi 
ha  uns  grans  torrents  o  xarrachs  y  de  ells  baixave  un  gran 
fetor  que  matave  los  aucells  y  los  arbres,  y  alguus  pagesos  re- 
nunciaren los  masos  y  sen  anaren.  També  hi  bagué  una  g-ran 


DE    HISTORIA   NATURAL.  207 

inundació  de  la  riera  que  destruí  las  térras,  y  molts  las  renun- 
ciaren per  no  haver  de  pagar  los  censos.» 

En  otro  documento  se  lee:  «L'any  1427  sortiren  boques  de 
foch  en  un  lloch  que  diulien  Loret  Salvatje  prop  de  Cellera,  e 
lensaben  pudor,  e  morien  ausells  si  volaven  sobre  dites  bo- 
ques, e  lensaben  pedrés  á  Coll  de  Grie,  e  moi'iren  homes,  e  fe- 
ren  molt  altre  mal  los  terratremols,  que  enderrocaren  monta- 
nyes  e  secaren  lo  riu:  esas  coses  son  dites  per  Pere  Marcet.» 

Por  los  datos  anteriores  sé  puede  colegir  la  importancia  de 
semejantes  terremotos,  que  fueron  acompañados  y  seguidos 
de  los  efectos  característicos,  como  hundimientos  de  terrenos,, 
aparición  de  grietas,  desaparición  de  ríos,  inundaciones,  etcé- 
tera, etc.,  y  además  abertura  de  bocas  que  lanzaban  llamas, 
piedras  y  gases  mortíferos. 

Sentado  el  hecho  y  su  repetición,  interesa  investigar  las 
causas  locales  que  le  originan,  y  éstas,  á  mi  parecer,  son  tan 
claras  y  patentes,  que  no  dejan  lugar  á  duda  alguna.  Las  co- 
marcas del  Nordeste  de  Cataluña  forman  una  región  eminen- 
temente volcánica,  con  una  multitud  de  cráteres  y  corrientes 
de  basalto  de  fecha  muy  reciente,  probablemente  histórica; 
pero  no  debe  atribuirse  á  estos  efectos  de  la  geodinámica  in- 
terna el  hecho  que  estudiamos,  ya  que  ellos  mismos  no  son 
más  que  un  efecto,  muy  importante  por  cierto,  de  la  causa  ge- 
neral y  local  que  les  determina.  Cuál  sea  ésta  nos  lo  dicela 
constitución  geológica  de  aquella  región  bajo  sus  aspectos  di- 
námico y  sedimentario. 

En  efecto,  las  comarcas  de  Olot,  Garrotxa,  Ampurdán  y  La 
Selva,  forman  una  región  de  hundimiento  ó  de  menor  resis- 
tencia, situada  entre  dos  de  resistencia  máxima,  como  lo  de- 
muestra su  forma  y  su  constitución  geológica.  Su  forma  es  la 
de  un  triángulo  que  encierra  multitud  de  manifestaciones  vol- 
cánicas, especialmente  en  dos  de  sus  vértices.  Esta  forma 
triangular  del  conjunto  viene  determinada  por  las  dos  líneas 
de  resistencia  máxima  de  terrenos  graníticos  y  arcaicos  que 
forman  el  Pirineo  por  una  parte  y  el  Montseny,  Guillerías  y 
parte  de  La  Selva  por  otra.  Estos  fueron  los  muros,  por  decirlo 
así,  que  bien  cimentados  desde  las  primeras  épocas  geológi- 
cas, se  mantuvieron  firmes,  mientras  las  tierras  que  se  depo- 
sitaban en  ellos  se  hundían  en  diferentes  ocasiones,  siguiendo 
la  contracción  general  de  la  corteza  terrestre.  Así,  la  constitu- 


•203  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

ción  geológica  nos  indica  qne  ya  desde  el  cretáceo  era  aquella 
una  región  de  hundimiento  que  más  tarde,  en  el  numulítico, 
se  acentuó  todavía  más  y  permitió  que  el  mar  la  invadiera  ex- 
tendiéndose por  el  llano  de  Vich,  Moyanés,  Segarra,  etc.,  has- 
ta, la  cuenca  del  Ebro.  Más  posteriormente,  en  el  oligoceno, 
continuó  hundiéndose  como  casi  todas  las  tierras  bajas  de  Ca- 
taluña, acentuando  cada  vez  más  los  relieves  de  las  dos  líneas 
de  resistencia  máxima.  Pirineo  y  Montseny.  Más  posterior- 
mente todavía,  el  mar  siguió  ocupando  parte  de  la  región, 
formando  un  golfo  extensísimo,  del  cual  no  es  más  que  un  po- 
bre retazo  el  actual  de  Rosas.  Y  alrededor  de  este  golfo  fué 
donde  se  abrieron  las  bocas  volcánicas. 

El  Nordeste  de  Cataluña  es,  pues,  una  región  de  menor  re- 
sistencia, lo  cual  es  suficiente  para  explicar  la  frecuencia  con 
que  se  observan  en  ella  los  movimientos  sísmicos;  pero  ade- 
m.ás,  está  situada  en  el  extremo  del  último  arco  de  hundimien- 
to de  los  cuatro  que  bordean  la  costa  oriental  de  España,  que 
termina  donde  el  Pirineo  se  hunde  en  el  mar,  y  este  hecho 
debe  contribuir  también  en  gran  manera  al  efecto  menciona- 
do. Así  parece  deducirse  al  menos  de  las  direcciones  que  en 
general  se  dice  siguen  aquellos  movimientos,  y  que  son  de 
Levante  á  Poniente  una  y  de  Norte  á  Mediodía  otra,  aproxima- 
damente, como  se  comprenderá  por  no  existir  allí  ninguna  es- 
tación sismológica. 

Los  movimientos  sísmicos  que  van  de  Levante  á  Poniente 
siguen  precisamente  la  bisectriz  del  triángulo  que  hemos  con- 
siderado formaba  aquella  región  de  hundimiento,  y  además 
son  paralelos  á  las  dos  líneas  de  resistencia  máxima,  Pirineo 
y  Montseny.  Este  hecho  está  en  concordancia  con  lo  que  nos 
dice  la  geología  acerca  de  la  influencia  que  las  grandes  cor- 
dilleras ejercen  en  la  dirección  de  las  ondas  sísmicas,  y  da  la 
razón  á  Palassou,  quien  había  ya  hecho  notar  que,  cerca  de 
los  Pirineos,  los  terremotos  siguen  ordinariamente  la  dirección 
de  la  cordillera,  y  son  más  frecuentes  en  la  vertiente  catalana 
que  en  la  francesa.  Yo  creo  que  el  día  en  que  puedan  tomarse 
observaciones  exactas  se  comprobará  que  los  terremotos  que 
tengan  la  dirección  mencionada  son  los  circunscritos  á  la  re- 
gión del  Nordeste  de  Cataluña. 

Los  que  siguen  la  dirección  de  Norte  á  Mediodía  son  ya,  á 
mi  parecer,  más  generales,  notándose  sus  efectos  en  la  mayor 


DE    HISTORIA   NATURAL.  2Q9 

parte  de  la  costa  catalana,  y  los  creo  determinados  por  la  lí- 
nea de  fractura  que  toda  ésta  forma,  como  ya  he  dicho,  estan- 
do su  epicentro  en  plena  mar. 

En  resumen,  los  movimientos  sísmicos  del  Nordeste  de  Ca- 
taluña siguen  en  general  dos  direcciones  perpendiculares  en- 
tre sí,  que  son  las  de  las  líneas  principales  de  fractura  que  los 
determinan. 

Con  la  próxima  inauguración  del  Observatorio  Fabra  en 
Barcelona,  donde  se  instalará  una  estación  sismológica,  po- 
dremos tener  datos  concretos  y  exactos;  pero  sería  de  sumo 
interés  el  que  se  instalara  otra  en  la  región  que  hemos  descri- 
to, para  tener  conocimiento  de  su  actividad  sísmica. 

Moluscos  recogidos  en  Rio  de  Oro  (Sahara  español) 


DON  NORBERTO  FONT  Y  SAGÜE,  PRESBÍTERO. 

Aunque  no  muy  importante  por  el  número  de  especies,  creo 
de  interés  la  publicación  déla  adjunta  lista  de  moluscos  por 
mí  recogidos  durante  el  verano  de  1902  en  nuestra  colonia  de 
Río  de  Oro,  y  clasificados  por  mi  querido  profesor  el  distingui- 
do malacólogo  Dr  D.  J.  G.  Hidalgo,  puesto  que  de  dicha  loca- 
lidad solo  se  habían  citado  las  22  especies  que  trajo  nuestro 
consocio  Quiroga,  cuando  su  expedición  al  mismo  sitio,  que 
fueron  clasificadas  también  por  el  Sr.  Hidalgo,  y  son  las  mar- 
cadas con  el  asterisco.  Pocas  son  también  las  especies  por  mí 
recogidas,  por  no  haber  tenido  más  tiempo  material  para  ello, 
pero  son  interesantes  bajo  el  punto  de  vista  geográfico,  y  por- 
que revelan  los  lazos  de  unión  que  existen  entre  la  fauna  ma- 
lacológica  marina  del  Mediterráneo  y  la  de  Canarias  y  el  Se- 
negal. 

*     Helix  Duroi  Hidalgo,  var.  minor. 


* 


Siphonaria  Alg-esira?  Quoy  et  Gram. 
Bulla  Adansoni  PMlippi. 
Murex  erinaceus  Linné. 

—  —        var.  mínima. 

—  hoplites  Fischer. 

—  cornutus  Linné. 

—  trunculus  Linné. 


•210  BOLETÍN  de  la  sociedad  española 

Murex  Brandaris  Linné. 
Purpura  hseraastoma  Linné. 
Tritón  doliarius  Linné. 
—      cutaceus  Linné. 

Parthsenopus  Salis. 
Ranella  Scrobilator  Linné. 
Nassa  reticulata  Linné. 

*  —    Pfeiíferi  PhiJippi. 

*  Cymbiurn  rubiginosum  Swainson. 

*  —       Neptuni. 

*  Marginella  glabella  Linné. 

—  amyg*dala  Kiener. 

*  —         cingulaita.  LHllwyn. 

—  irrorata  Menke. 
Oliva  subulata  Lamark. 

*  Conus  papilionaceus  Hwass. 

*  —    mediterraneus  Hwass. 

—  Prometheus  Hwass. 
Strombus  bubonius  Lamark. 
Cipraea  lurida  Linné. 
Trivia  spurca  Linné. 

—  europsea  Moñtagu. 
Natica  fulminea  Gmelin. 

*  Crepidula  porcellana  Linné. 
Turritella  triplicata  Brocchi. 

*  Mesalia  brevialis  Lamark. 
Cerithiopsis  tubercularis  Montagu. 

*  Littorina  punctata  Qmelin. 

*  —        neritoides  Linné.  - 

*  Trochus  lineatus  Da  Costa. 
Clanculus  Guineensis  Montagu. 

*  Patella  Safiana  Lamark. 

*  —      vulgata  Linné. 

*  —      tarentina  Lam.  var.  aurantia. 
Pectén  varius  Linné. 

*  Mytilus  Perna  Lamark. 

*  —      edulis  Linné. 
Arca  senilis  Linné. 
Cardium  edule  Linné. 
Venus  verrucosa  Linné. 


DE  HISTORIA   NATURAL.  211 


*    Lasaba  rubra  Montagu. 
Tapes  decussatus  Linné. 


* 


var.  oblonga. 


—     aureus  Gmeliu. 
Donax  sernistriatus  Poli. 
Solen  marg'inatus  Pensant. 
Mactra  subtruncata  Da  Costa. 
Tellina  tenuis  Da  Costa. 

Informe  sobre  el  estado  o>l  esqueleto  de  «Megaterio»  del  Museo 
de  Ciencias  naturales  de  Madrid 

PRESENTADO   POR 

G.  BOSCÁ  Y  CASANOVA 

con  motivo  de  la  traslación  de  las  colecciones  al  nuevo  local  del  Palacio  de  Bibliotecas 

y  Museos. 

Enterado  por  los  queridos  comprofesores  de  Madrid  de  que 
se  estaba  trabajando  en  la  ordenación  de  las  colecciones  del 
Museo  de  Ciencias  naturales,  para  adaptarlas  al  nuevo  local, 
donde  se  hallan  depositadas  desde  su  traslación  de  la  calle 
de  Alcalá,  pude  ofrecer  á  la  Dirección  del  mismo  mi  modesto 
concurso,  por  encontrarme  en  dicha  capital  prestando  servicio 
de  Vocal  de  tribunales  de  oposiciones  durante  los  primeros 
meses  del  presente  año.  Aceptada  mi  oferta  por  la  expresada 
Dirección,  de  acuerdo  con  el  digno  Jefe  de  la  Sección  de  Os- 
teozoología  D.  Francisco  de  P.  Martínez  y  Sáez,  tuve  el  honor 
de  recibir  oficialmente  tan  honroso  encargo,  y  con  él  la  auto- 
rización para  desembalar  el  famoso  esqueleto  de  Megaterio; 
encargo  que  me  permitía  no  solo  ayudar  con  mi  insignifican- 
cia  á  los  propósitos  de  la  Dirección,  sino  también  ampliar 
mis  estudios  al  poder  tener  en  mis  manos  las  piezas  de  una  tan 
estimada  joya. 

Esta  última  circunstancia  era  para  mí  de  mucho  valor, 
por  hallarse  á  mi  cargo  en  Valencia,  entre  otras  piezas  seme- 
jantes, un  esqueleto  inédito  de  Meg-aterio,  referido  á  la  misma 
especie  que  el  de  Madrid,  por  más  que  tal  supuesta  identidad 
de  espene  no  podía  negarse  ni  afirmarse  categóricamente  ante 
las  dificultades  que  surgen  al  llevará  cabo  una  metódica  com- 
paración. Aumentan  las  dudas  las  notorias  diferencias  entre 


o]2  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

las  figuras  consultadas  y  las  piezas  ó  regiones  correspondien- 
tes del  esqueleto,  pues  he  de  confesar,  en  honor  de  la  verdad, 
que  mis  medios  de  consulta  quedaban  reducidos  á  los  grabados 
que  sobre  el  Megaterio  figuran  en  las  obras  de  carácter  ge- 
neral. 

Auxiliado  por  los  celosos  ayudantes  del  Museo,  D.  Rafael 
Blanco  y  D.  Domingo  Sánchez,  el  primero  como  testigo  pre- 
sencial del  apeamiento  y  traslado  del  esqueleto,  se  procedió  á 
extender  las  diferentes  piezas  sobre  dos  grandes  mesas,  provi- 
sionalmente colocadas  en  la  sala  destinada  á  la  colección  de 
aves,  por  no  existir  disponible  otro  local  de  mejores  luces.  So- 
bre la  primera  de  dichas  mesas  quedó  instalada  la  calavera, 
con  las  regiones  completas,  cervical  y  dorsal  del  espinazo,  la 
cabeza  del  esternón,  el  primer  par  de  costillas,  las  clavículas, 
los  omoplatos  y  las  extremidades  anteriores.  En  la  segunda 
mesa  se  arreglaron  las  tres  vértebras  lumbares,  las  partes 
existentes  de  la  pelvis,  formando  la  mayor  de  las  piezas,  y  las 
extremidades  posteriores.  Además,  en  esta  misma  mesa  se  pu- 
sieron los  trozos  de  una  cola  incompleta,  adquirida  por  com- 
pra á  mediados  del  siglo  pasado,  según  noticias,  ya  por  refe- 
rirla á  un  esqueleto  de  la  misma  especie  de  Megaterio,  ya  por 
utilizar  de  este  modo  un  considerable  hueco  de  aquella  super- 
ficie de  exposición. 

Uno  de  los  motivos  de  duda  respecto  á  la  identidad  específi- 
ca de  los  Megaterios  de  Madrid  y  Valencia  radica  en  el  distin- 
to aspecto  de  la  cara,  cuya  parte  estudiada  sobre  el  esqueleto 
del  primero  aparece  mutilada  en  su  apófisis  orbitaria  externa, 
lo  que,  disimulado  en  ambos  lados,  la  desfigura,  haciendo  apa- 
recer la  órbita  mucho  más  abierta  de  como  es  en  realidad;  á 
esto  se  añade  una  ligera  curva  que  presenta  el  espacio  com- 
prendido entre  las  primeras  muelas  y  el  extremo  que  corres- 
ponde al  hocico,  lo  que  refiero  á  una  variante  de  este  ejemplar, 
puesto  que  dicho  espacio  se  presenta  rectilíneo  en  la  calave- 
ra del  Megaterio  del  Museo  Británico  y  en  el  de  Valencia.  El 
Dr.  Ameghino,  en  su  monumental  obra  (1),  dice,  á  propósito  del 
particular:  «como  sucede  con  todos  los  animales  de  grandes 
proporciones,  las  variaciones  individuales  eran  notabilísimas, 


(1)    «Contribución  al  conocimiento  de  los  mamíferos  fósiles  de  la  República  Argen- 
tina.» Buenos  Aires,  1889,  pág.  669. 


DE   HISTORIA   NATURAL.  218 

conociéndose  esqueletos  (de  Megaterio)  cuyo  largo  total  no  al- 
canza á  5  m.,  además  de  otras  variaciones  producidas  por  la 
edad  y  por  el  sexo.»  También  puede  referirse  á  la  misma  cate- 
goría de  variedades  individuales  la  falta  de  la  última  muela,  ó 
sea  la  más  pequeña,  en  la  mandíbula  superior,  ya  que  se  ad- 
mite, para  la  especie  á  que  me  refiero,  la  fórmula  dentaria 
de  m.  — ,  que  confirma  el  esqueleto  de  Valencia. 

Otra  causa  de  error  procedía  de  la  serie  de  apófisis  espinosas 
que  aparecen  en  los  grabados  sobre  el  sacro,  por  haber  copia- 
do fielmente  una  restauración  mal  interpretada,  como  luego 
se  demostrará. 

El  esqueleto  de  Valencia,  que  corresponde  sin  duda  al  Mega- 
therivm  americamim  Cuvier,  procede  de  Samborombón,  en  la 
provincia  de  Buenos  Aires,  donde  ha  sido  encontrado  por  Don 
Enrique  de  Caries,  con  otros  varios  restos  fósiles,  sobre  el  piso 
Platense  de  los  terrenos  Post-Pampeanos.  Según  Ameghino, 
en  la  citada  obra,  pág.  40,  se  encuentran  en  aquéllos  todavía 
algunos  huesos,  y  á  veces,  aunque  con  extremada  escasez,  es- 
queletos de  géneros  de  desdentados  pampeanos,  como  el  Mylo- 
don  y  Megaf/ieriam.  El  ejemplar  de  Madrid,  por  la  integridad 
de  su  calavera,  de  los  huesos  linguales  y  de  la  cola,  así  como 
por  el  buen  estado  de  la  pelvis,  esternón  y  varias  de  las  costi- 
llas, sirve  para  completar  el  estudio  de  tan  notable  género. 

Satisfecha  la  natural  impaciencia  de  comparar  ambos  esque- 
letos, siquiera  fuera  solo  al  golpe  de  vista  y  con  datos  fiados  á 
la  memoria,  dirigí  la  atención  á  comprobar  determinados  de- 
talles, leyendo,  al  efecto,  á  la  vista  de  los  huesos,  la  des- 
cripción del  de  Madrid,  hecha  por  D.  José  Garriga  y  D.  Juan 
Bautista  Brú  (1),  publicada  en  1796,  como  el  más  fiel  testimo- 
nio de  la  idea  formada  en  los  primeros  momentos  por  los  na- 
turalistas de  entonces  sobre  tan  admirado  esqueleto  fósil.  De 
esta  lectura  se  saca  la  penosa  impresión  de  que  el  ejemplar  no 
se  encuentra  actualmente  en  el  estado  de  integridad  á  que  se 
refiere  la  indicada  «Descripción»,  siendo  de  sospechar  que 
sufrió  quebranto  en  espera  del  montaje  ó  con  motivo  de  algún 
cambio  en  el  plan  del  mismo,  ó  por  alguna  obligada  trasla- 
ción, quizá  desde  que  perteneció  al  entonces  Gabinete  de  His- 

(1)  «Descripción  del  esqueleto  de  un  cuadrúpedo  muy  corpulento  y  raro,  que  se 
conserva  en  el  Real  Gabinete  de  Historia  natural  de  Madrid.»*  Con  cinco  láminas,  en 
folio. 

T.  ni.— Abril,  1903.  15 


¿14  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

toria  natural.  Entre  otras  observaciones  que  lo  confirman,  es 
una  la  de  que  el  autor  se  ocupa  extensamente  de  las  costillas, 
las  cuales,  hecha  excepción  del  primer  par,  estaban  represen- 
tadas por  piezas  de  corcho  al  tiempo  de  ser  desmontado,  dicien- 
do de  ellas  que  entre  todas  ascienden  á  32,  y  añadiendo:  «De 
éstas,  las  11  anteriores  se  puede  decir  que  formaban  la  espa- 
ciosa cavidad  del  pecho,  y  sin  duda  son  las  verdaderas,  siendo 
las  falsas  todas  las  restantes.  Nótase  en  las  verdaderas  ser  mu- 
cho más  llanas  que  las  falsas,  y  que  su  unión  al  espinazo  es  por 
dospartes.de  las  cuales  la  una  toca  en  el  cuerpo  de  \A  vértebra, 
y  la  otra  en  la  apophise  transversal,  no  verificándose  en  \&s  fal- 
sas más  unión  que  á  solo  el  cuerpo.» 

«La  costilla  dibuxada  en  la  lám.  m  (fig.  4.a)  está  colocada  en 
medio  de  todas,  entre  las  cuales  sobresale.  Esta,  del  mismo 
modo  que  las  restantes  de  una  y  otra  especie,  presenta  en  su 
cuerpo  por  la  parte  superior  dos  bordes,  á  que  corresponden 
.otros  dos  por  la  inferior;  y  un  canal  (A)  que  forma  en  su  cara 
interna,  y  corre  casi  todo  lo  largo  de  ella.,  igualmente  que  el 
de  todas  las  otras,  así  verdaderas  como  falsas.  Es  este  canal 
muy  suave,  con  una  ligera  profundidad.  El  extremo  (C)  que 
tiene  en  el  remate  de  la  cabeza  es  bastante  escabroso,  fuerte  y 
duro,  el  cual  se  halla  en  lasdemás  con  las  mismas  cualidades; 
v  en  todas  se  reconoce  también  una  apophise  (B)  que  se  obser- 
va en  las  vértebras  y  corresponde  á  la  que  se  llama  tuberosi- 
dad en  el  hombre.» 

«En  las  falsas,  por  su  remate,  se  reconoce  un  campo  más 
llano  que  en  las  verdaderas.  Así,  unas  como  otras  son  más 
gruesas  por  su  medio  que  por  sus  extremos;  y  en  su  remate  (D) 
de  la  dibuxada,  como  también  en  las  dos  colaterales,  se  advier- 
te, por  la  parte  interior,  una  carilla  casi  triangular  para  la 
unión  con  su  cartílago.» 

Del  examen  de  las  vértebras  en  su  conjunto,  también  puede 
inferirse  que  el  esqueleto  estuvo  mejor  ordenado  en  tiempo  an- 
terior, al  paso  que  por  la  montura  ulterior  la  séptima  vérte- 
bra cervical  fué  asignada  corno  primera  de  la  región  dorsal, 
corriéndose  el  número,  como  es  consiguiente,  dando  el  resul- 
tado de  aparecer  con  20  vértebras  entre  dorsales  y  lumbares, 
cuando  en  realidad  solo  poseía  19.  Este  error  pudo  provenir  de 
que  en  un  segundo  arr  glo  de  los  huesos  se  consultara  la  figu- 
ra general  de  la  otra  de  Garriga,  prescindiendo  del  texto,  en  el 


DE    HISfOTlIA   NATURAL.  215 

que  dice  así:  «Las  vértebras  del  cuello  que  entran  en  la  forma- 
ción de  la  columna  vertebral  son  siete.  Las  seis  pueden  verse  en 
la  lám,  i  del  esqueleto,  por  cuya  inspección  solo  creo  se  hará 
juicio  de  su  tamaño  y  figura.  La  otra  principal  (lám.  v,  fig.  3.a) 
que  determiné  dibuxar  con  exclusión  de  las  demás,  no  des- 
agradará el  verla  por  la  semejanza  con  las  humanas.  Esta  es  la 
llamada  vértebra  athalante,  etc.».  Y  luego  insiste  sobre  el  mis- 
mo asunto. 

También  es  de  notar  que  la  penúltima  vértebra,  ó  sea  la  se- 
cunda lumbar,  lleva  en  la  cara  anterior  del  cuerpo  un  núme- 
ro 25  de  carácter  antiguo,  número  que  es  el  que  en  realidad  le 
corresponde,  como  luego  se  verá;  no  obstante,  dicha  vértebra 
ocupaba  el  puesto  26  al  tiempo  de  desmontar  el  esqueleto  en 
1896.  Esta  equivocación  debe  referirse  á  un  arreglo  anterior  á 
la  restauración  parcial  de  los  huesos,  puesto  que  la  vértebra 
cambiada  del  sitio  25  al  26  tuvo  que  ajustarse  en  sus  articula- 
ciones postizas  á  las  facetas  peculiares  de  la  pelvis. 

Lo  que  no  tiene  explicación  es  lo  que  se  consigna  á  pro- 
pósito de  lus  datos  sobre  las  vértebras  de  nuestro  Megaterio 
en  la  «Noticia  que  da  G.  Cuvier  del  esqueleto  de  una  especie 
de  cuadrúpedo  grandísimo  desconocido  hasta  ahora,  que  se 
halló  en  el  Paraguay,  y  se  conserva  en  el  Gabinete  de  Historia 
natural  de  Madrid»,  noticia  que,  traducida  del  francés,  se  da 
como  apéndice  á  la  tan  repetida  obra  de  Garrig-a  y  Brú,  y  en 
la  cual  se  consigna,  entre  otras  cosas,  que  «la  columna  dor- 
sal se  compone  de  7  vértebras  cervicales,  16  dorsales  y  4  lum- 
bares». 

Además  de  las  observaciones  apuntadas,  es  de  notar  que  en 
la  restauración  de  las  diferentes  piezas  esqueléticas  pueden 
señalarse  dos  procedimientos  por  lo  menos  en  la  ejecución: 
uno  en  el  que  se  ha  empleado  la  pasta  y  el  corcho  con  gran 
esmero,  procurando  disimular  los  postizos  hasta  por  el  color, 
y  otros  de  menos  importancia  por  fortuna,  que  están  hechos 
con  descuido  y  como  si  la  recomposición  hubiera  sido  precipi- 
tada. Quizá,  á  título  de  curiosidad,  valdría  la  pena  de  indagar 
las  vicisitudes  porque  ctebe  haber  pasado  la  perla  de  nuestro 
Museo,  y  si  con  ocasión  de  un  segundo  arreglo  ó  montaje  fue- 
ron sus  piezas  mutiladas  de  modo  tan  deplorable. 

Otro  origen  de  apreciaciones  de  distinta  índole,  que  estimo 
oportuno  recordar  en  este  sitio,  sugiere  la  luminosa  Memoria 


216  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

descriptiva  y  de  carácter  monográfico  de  Owen  (1),  á  propósito 
del  esqueleto  de  la  misma  especie  que  el  de  Madrid,  adquirido 
por  el  Museo  Británico.  De  su  detenida  lectura  (2),  y  en  parti- 
cular del  capítulo  de  Introducción  histórica,  se  desprende  que 
el  envío  hecho  por  el  Marqués  de  Loreto  de  los  restos  fósiles 
del  corpulento  cuadrúpedo  fué  un  acontecimiento  para  la  cien- 
cia, interesando  sobre  todo  á  los  zoólogos,  entre  los  que  toma- 
ba cuerpo  la  teoría  de  la  filiación  de  las  especies,  abriendo 
nuevos  horizontes  á  la  Historia  natural. 

Cuvier,  en  vista  de  los  grabados  que  acompañan  á  la  obra 
de  Garriga  y  Brú,  adelantándose  á  su  publicación,  é  invitado 
por  la  Class  oj Sciences,  hizo  un  relato  de  su  concepto  sobre  tan 
extraordinario  esqueleto,  proponiendo  el  nombre  genérico  que 
lleva,  el  cual,  como  es  sabido,  significa  ^tvmí  fiera.  Es,  sin  duda, 
traducida,  la  noticia  inserta  al  final  de  la  obra  de  dichos 
autores. 

M.  Roume,  auxiliar  en  este  asunto  del  mismo  Cuvier,  en  ca- 
lidad de  corresponsal  del  Instituto  francés,  se  traslada  á  Ma- 
drid para  examinar  el  esqueleto,  insertando  una  breve  reseña 
en  el  Bulleün  de  la  Société  Philomat/tique  (1795),  en  la  que  en- 
tre otras  impresiones,  hace  constar  que  la  pelvis  está  abierta 
hacia  el  abdomen  y  que  faltaba  el  pubis,  sin  que  hubiera  ves- 
tigios de  que  jamás  hubiese  existido. 

M.  Abildgard,  profesor  de  Copenhague,  también  pudo  con- 
templar por  sus  propios  ojos  el  extraño  esqueleto  de  Madrid  en 
1793,  publicando  más  tarde  en  lengua  danesa  una  corta  rese- 
ña ilustrada  con  rudos  diseños  del  cráneo  y  miembros  poste- 
riores . 

En  1804  apareció,  traducida  por  Cuvier,  la  descripción  de- 
Garriga  y  Brú,  en  los  Annales  du  Museum  (t.  v.),  quien  co- 
mentando los  grabados,  hizo>de  ellos  una  reducción,  la  cual 
sirvió  también  para  sus  nuevas  apreciaciones  sobre  el  Meg-ate- 
rio,  aparecidas  en  el  tomo  iv  de  la  primera  edición  de  las  fa- 
mosas Recherches  sur  les  Ossements  fossiles,  en  1812. 


(1)  «Memoir  on  the  Giant  ground-sloth  of  America  (Megaterium  americanum  Cu- 
vier)» London,  1-60. 

(2)  Debo  á  la  muy  distinguida  profesora  de  lenguas  Doña  Elisa  Schmidt  la  tra- 
ducción de  cuantos  párrafos  han  podido  interesarme  con  motivo  de  las  frecuentes 
referencias  que  en  la  indicada  Memoria  se  hacen  sohre  el  esqueleto  de  Megaterio  del 
Museo  de  Madrid. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  217 

Los  doctores  alemanes  Pander  y  D'Alton,  después  de  haber 
visto  el  Megaterio  en  cuestión,  publicaron  una  monografía 
muy  completa  (1),  que  además  iba  acompañada  de  muy  artísti- 
cos dibujos,  corroborando  de  un  modo  preciso  la  idea  ya  genera- 
lizada entre  los  hombres  de  ciencia,  de  las  afinidades  del  ad- 
mirado esqueleto  con  el  de  los  actuales  perezosos;  no  obstante, 
terminaban  emitiendo  su  opinión  de  que  correspondían  á  un 
animal yosorial,  que  no  solamente  en  ciertas  ocasiones  exca- 
vaba el  suelo,  como  suponía  Cuvier,  sino  que  en  general  tenía 
hábitos  completamente  subterráneos:  una  clase  de  ballena  te- 
rrestre ó  topo  colosal. 

De  nuevo  se  ocupó  Cuvier  del  Megaterio  de  Madrid  en  la  se- 
g-unda  edición  de  las  citadas  Recherches  sur  les  Ossements  fossi- 
les,  tomo  v,  1823,  haciéndose  eco  de  la  mencionada  monogra- 
fía y  tomando  sus  figuras  en  sustitución  á  las  que  con  ante- 
rioridad se  había  referido;  y  por  cierto  que,  gracias  á  la  más 
clara  interpretación  de  los  detalles  en  el  dibujo  correspon- 
diente á  las  patas  anteriores,  Cuvier  las  estudia  comparándo- 
las con  las  mismas  patas  de  los  desdentados  vivientes,  dedu- 
ciendo que  en  el  esqueleto  de  Madrid  debían  estar  cambiadas, 
ocupando  respectivamente  el  lado  opuesto;  aserto  desmentido 
en  el  mismo  trabajo  de  Owen,  y  que  bastaría,  para  refu- 
tarle, observar  dichas  patas,  que  aun  separadas  del  esqueleto 
llevan  se  nales  de  haber  ocupado  el  sitio  que  en  realidad  les 
correspondía. 

En  esta  misma  edición  de  las  Recherches,  y  por  indicaciones 
de  A.  Geoffroy  St.  Hilaire,  se  añade  una  nota  en  la  que  por  vez 
primera  se  supone  que  el  Megaterio  debió  estar  cubierto  por 
una  coraza  ósea,  creencia  que  encontró  acérrimos  defensores, 
hasta  que  Owen,  en  1839,  demostró,  entre  otras  conclusiones, 
que  tal  hipótesis  no  tenía  más  fundamento  que  la  circunstan- 
cia de  aparecer  los  fragmentos  de  envoltura  en  la  misma  re- 
gión y  yacimiento  donde  se  habían  hallado  restos  de  Megate- 
rio; de  ellos  hay  ejemplares  en  el  Museo  de  Madrid,  proceden- 
tes del  mismo  envío  de  la  ribera  del  Lujan;  piezas  de  coraza, 
sobre  las  que  se  fundó  el  género  Glyptodon,  al  que  precisamen- 
te pertenecen  las  aludidas  partes  conservadas  en  dicho  Museo. 


(1)    Bradypus  giganteus  Pander  et  D'Alton.  «Das  Reisen-Faulthier,  abgeb.  und  bes- 
•chrieben»,  Bonn,  1621. 


•218  BOLETÍN    DE   LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

El  descubrimiento  de  otros  restos  de  Megaterio  en  Río  Sala- 
do, provincia  de  Buenos  Aires  que  figuran  en  el  Real  Colegio 
de  Cirujanos  de  Londres  desde  1832,  completaron  lo  bastante 
la  primitiva  idea  del  esqueleto,,  para  que  Mr.  William  Clií'í 
publicara  una  ingeniosa  lámina,  entre  otras  muchas  que  acom- 
pañan al  texto  de  su  Memoria  (1),  representando  el  esqueleto 
en  su  totalidad,  pero  representando  de  distinto  modo  las  piezas 
conocidas  de  antiguo,  las  recientemente  adquiridas  y  las  ima- 
ginadas ó  que  faltaba  conocer. 

Posteriores  descubrimientos  nos  han  dado  á  conocer  el  arma- 
zón de  la  cola  que  ofrecía  mayor  interés,  por  lo  aparatoso  de 
ella  y  porque  desde  luego  pudo  comprenderse  su  complicada 
estructura,  por  haber  adquirido  12  de  sus  vértebras,  más  10  de 
las  apófisis  hemalcs  que  les  acompañan,  pertenecientes  á  dis- 
tintas articulaciones  (2),  y  más  tarde,  los  restos  de  Megaterio 
depositados  en  el  Museo  Británico  y  en  los  de  París,  Milán. 
Turín,  Copenhague,  Zurich,  Buenos  Aires  y  La  Plata,  han  per- 
mitido perfeccionar  el  conocimiento  del  esqueleto  del  género 
que  nos  ocupa,  el  cual  sigue  siendo  una  de  las  más  notables 
entre  las  formas  desaparecidas. 

Pasando  ya  al  detalle  de  cómo  se  encuentran  las  diferentes 
piezas  esqueléticas  del  ejemplar  de  Madrid,  añadiré  á  lo  mani- 
festado sobre  la  calavera,  que  Garriga  se  expresa  en  los  si- 
guientes términos:  «Aunque  pudiera  haber  hecho  artificial- 
mente lo  que  falta  de  esta  parte,  he  creído  no  deber  engañar 
al  público,  sino  presentarle  los  huesos  tales  como  han  venido. 
No  me  ha  sucedido  lo  mismo  con  el  vomer,  que  llegó  hecho  mil 
pedazos,  los  que  manifestaré  á  quien  gustare  verlos,  y  por  im- 
posibilidad de  unirlos  me  resolví  á  hacerle  artificialmente,  yes 
el  que  se  reconoce  en  el  esqueleto);.  En  el  arranque  de  la  apó- 
fisis malar  descendente,  de  la  mandíbula  del  Lido  derecho, 
existe  un  remiendo  al  que  se  le  ha  dado  demasiada  conver- 
gencia, añadiéndose  sobre  la  región  peñascosa  del  temporal 
unas  apófisis  estiloides  de  corcho,  de  forma  cónica,  que  no  te- 


(1)  Qeological  Transactions,  2  series,  vol.  ni,  p.  437.  (Junio,  1832.) 

(2)  En  el  esqueleto  de  Valencia,  el  número  total  de  vértebras  caudales  es  de  1";  y 
en  cuanto  á  las  piezas  upsiloides,  es  de  advertir  que  son  muy  desiguales,  por  estar 
relacionada  su  figura  con  el  mecanismo  del  punto  de  la  cola  donde  se  encuentran, 
contándose  un  total  de  14  piezas,  aunque  faltan  la  primera  y  última  de  las  hemales:. 
y  el  conjunto  de  la  cola  representa  un  peso  de  cerca  de  30  kilogramos. 


DE    HISTORIA    NATUHAL.  219 

nía  el  animal,  como  ya  pudo  notarse  en  el  Megaterio  del  Real 
Colegio  de  Cirujanos  de  Londres,  sino  un  hueso  independien- 
te, el  estilo-liial  (1). 

A  la  mandíbula  infei-ior  también  alcanzaron  postizos  de  cor- 
cho, como  se  ve  en  la  apófisis  coronoides  del  lado  derecho  y 
sobre  el  ángulo  popterior  de  ambos  lados. 

Las  dos  primeras  vértebras  cervicales  aparecen  enteras,  la 
tercera  con  el  vértice  espinal  y  la  parte  inferior  de  la  apófisis 
transversa  del  lado  izquierdo,  de  corcho;  lo  propio  ocurre  con 
la  cuarta-;  la  quinta  con  el  vértice  de  la  apófisis  espinosa,  y  el 
de  las  apófisis  transversas,  en  su  parte  anterior,  también  de 
corcho,  así  como  el  vértice  espinal  de  la  sexta;  como  la  sépti- 
ma, que  además  lo  lleva  en  el  extremo  tuberculoso  de  la  apó- 
fisis transversa  derecha,  por  el  lado  interno.  En  esta  vértebra 
va  la  etiqueta  núm.  1  de  las  dorsales,  como  ya  se  dijo. 

La  primera  vértebra  dorsal  presenta  su  apófisis  espinosa  más 
alta  y  en  forma  de  cabeza  de  clavo,  para  el  apoyo  del  ligamen- 
to cervical,  apareciendo  rota  por  junto  al  cuerpo,  pero  está  re- 
construida; la  segunda  y  tercera  ofrecen  postizo  el  vértice  de 
la  apófisis  espinosa;  la  cuarta,  con  el  extremo  tuberoso  infe- 
rior de  la  apófisis  transversa,  también  artificial;  la  quinta  y 
sexta  enteras,  si  bien  maltratadas  por  el  montaje;  la  séptima 
rota  por  junto  al  cuerpo,  reconstruida  y  presentando  asimis- 
mo desperfectos;  la  octava  rota  como  la  anterior,  pero  muy  mal 
rehecha;  la  novena  tiene  una  carita  de  corcho  para  articular 
con  la  costilla  del  lado  izquierdo.  Se  conservan  enteras  la  10, 
11  y  12;  la  13,  con  un  postizo  sobre  el  extremo  de  la  apófisis 
transversa  izquierda;  la  14,  rota  en  la  masa  superior  de  la  apó- 
fisis, por  junto  al  cuerpo,  pero  se  halla  bien  reconstituida; 
como  la  15  que  presenta  algunas  roturas,  aunque  ésta  se  halla 
violentada  por  el  montaje;  y  la  16,  arreglada  con  algún  aña- 
dido y  un  tanto  estropeada. 

De  las  tres  vértebras  lumbares,  la  primera  es  la  más  entera, 
no  obstante  de  tener  toda  la  apófisis  transversa  izquierda  y 
borde  externo  del  lado  derecho  con  añadidos  de  corcho;  la  se- 
gunda solo  conserva  de  natural  el  cuerpo  y  la  apófisis  espino- 
sa desde  su  base;  y  en  cuanto  á  la  tercera  y  última,  queda  el 


(1)    Véase  mi  nota  en  el  Boletín  de  la  Sociedad  española  de  Historia  natu- 
ral, Marzo,  1902. 


220  BOLETÍN    DE  LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

cuerpo,  que  se  distingue  de  los  demás  por  llevar  en  su  parte 
inferior  un  orificio  de  conducto  vascular  de  algún  calibre, 
puesto  que  representa  los  dos  conductos  de  menor  diámetro 
que  se  ven  en  la  parte  análoga  del  cuerpo  de  la  vértebra  pre- 
cedente, atravesando  la  masa  huesosa  desde  abajo  hasta  la  su- 
perficie del  anillo  medular,  inclinándose  un  poco  hacia  la  iz- 
quierda. Es  de  advertir  que  dichas  tres  vértebras  han  estado 
mal  ordenadas  y  que  llevan  etiqueta  equivocada;  circunstan- 
cia que  podría  explicarse  por  faltar  en  general  las  apófisis,  y 
por  tanto  la  mejor  guía  para  el  restaurador;  siendo  en  este 
caso  más  de  lamentar  la  confusión,  porque  alcanza  ala  última 
pieza  del  espinazo,  que  se  une  con  la  pelvis  de  un  modo  espe- 
cial. Así,  pues,  las  etiquetas  números  18,  19  y  20,  deben  corre- 
girse asignándoles  respectivamente  los  números  19,  17  y  18. 

La  pelvis  es  una  de  las  partes  menos  completas  del  esquele- 
to de  que  trato,  estando  representada  por  la  región  sacra,  que 
con  los  íleos  trabados  por  dos  distintos  puntos  en  cada  lado 
forma  un  sólido  conjunto.  La  falta  de  las  regiones  puviana  é 
isquiática,  la  quita  interés  para  el  estudio  comparativo,  al  pro- 
pio tiempo  que  la  presta  un  aspecto  extraño  al  quedar  los  ro- 
bustos íleos  con  tendencia  á  formar  un  plano  perpendicular  al 
eje  principal  de  figura,  sin  que  apenas  aparezca  la  cavidad  de 
la  gran  pelvis,  cuando  se  la  mira  por  delante. 

Una  profunda  huella  del  mal  entendido  sistema  de  montaje 
se  presenta  sobre  el  cuerpo  de  la  primera  vértebra  sacra,  vién- 
dose sobre  ambas  fosas  ilíacas  parte  de  la  superficie,  como 
unos  15  c.  c,  sustituida  por  pasta  muy  bien  disimulada. 

Sobre  el  sacro  se  destacan,  formando  una  serie,  cinco  apén- 
dices de  corcho,  largos  y  encorvados,  que  simulan  otras  tantas 
apófisis  espinosas  de  pura  fantasía,  pues  aunque  son  cinco  las 
vértebras  que  lo  forman,  la  representación  de  sus  espinas  está 
reducida  á  una  cresta  aplanada  por  ambos  lados  y  sin  inte- 
rrupciones, con  ún  borde,  superior  apenas  ondulado.  Contando 
los  orificios  intervertebrales  se  reconoce  el  verdadero  número 
de  piezas  que  componen  dicho  hueso. 

Las  dificultades  en  el  manejo  y  traslado  hasta  Madrid  de  un 
objeto  tan  voluminoso  y  pesado,  pues,  dice  Garriga  que  alcan- 
zó, «romana  en  fiel,  siete  arrobas  y  trece  libras  y  media»,  en 
cuya  tarea  hubieron  de  intervenir  personas  desconocedoras 
del  valor  de  tan  preciados  restos,  serían  causa  del  desmorona- 


DE    HISTORIA   NATURAL.  221 

miento  de  la  pelvis,  regularizada  quizá  á  sabiendas,  dándola 
una  simetría  en  los  cuatro  puntos  sobre  que  descansa,  y  habién- 
dose borrado  de  paso  las  huellas  de  los  arranques  y  sus  inme- 
diaciones del  isquion  y  pubis,  que  inútilmente  buscaba 
M.  Roume  en  su  visita  al  Megaterio  de  Madrid,  por  no  tener 
idea  de  su  extraña  disposición. 

En  efecto,  es  tal  la  constitución  de  la  cintura,  que  la  peque- 
ña pelvis,  merced  á  su  profundidad,  es  la  que  reviste  maj'or 
importancia,  midiendo  en  el  Megaterio  de  Valencia  0,59  m.  ho- 
rizontalmente  desde  el  pubis  al  extremo  de  la  tuberosidad  is- 
quiática. 

La  región  del  isquion  es  triangular,  teniendo  por  base  la 
gran  escotadura  del  mismo,  convertida  en  agujero  en  su  con- 
tacto con  el  sacro;  los  huesos  pubis  arrancan  de  la  cavidad 
cotiloidea,  que  está  dirigida  hacia  abajo,  y  descienden  con  cier- 
ta verticalidad,  formando  entre  los  dos  una  U  algo  encorvada 
hacia  adelante,  la  cual  llega  en  su  vértice  hasta  el  nivel  de  la 
flexión  de  la  rodilla,  donde  constituye  la  sínfísis. 

En  su  cara  posterior  la  pelvis  muestra  el  conducto  medular 
desfigurado  por  rotura,  hallándose  destruidos  además  los  dife- 
rentes puntos  de  apoyo  para  la  cola.  Se  ven  añadiduras  de  cor- 
cho, sobre  todo  el  borde  del  conducto  vertebral  y  porción  inte- 
rior, en  una  profundidad  difícil  de  apreciar,  sobre  la  parte  in- 
fero-posterior  de  las  cavidades  cotiloideas.  precisamente  en  los 
puntos  donde  descansa  sobre  la  mesa;  llamando  la  atención 
otro  postizo  colocado  sobre  la  cara  posterior  del  cuerpo  de  la 
última  vértebra  sacra. 

Del  esternón  solo  existe  la  cabeza,  que  en  forma  de  ménsula 
recibe  por  su  parte  antero-superior  á  las  clavículas,  y  por  los 
costados  al  primer  par  de  costillas,  ofreciendo  hacia  atrás  la 
cara  correspondiente  para  el  ajuste  de  la  segunda  costilla  enca- 
jada entre  esta  pieza  y  la  segunda,.  A  juzgar  por  la  descripción 
que  de  esta  pieza  se  hace  en  la  obra  de  Garriga,  no  fué  debida- 
mente interpretada  la  situación  relativa  de  aquélla,  aparecien- 
do en  el  esqueleto  colocadas  las  dos  primeras  costillas  apoyan- 
do sobre  la  faceta  correspondiente  á  la  de  la  segunda,  por  estal- 
la parte  posterior  de  la  cabeza  del  esternón  puesta  hacia  de- 
lante. 

Es  de  notar  que  el  aparato  esternal  del  Megaterio,  que,  como 
puede  inferirse,  apenas  existe  en  el  de  Madrid,  tiene  la  partí- 


'222  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

eularidad  de  estar  principalmente  representado  por  piezas 
óseas,  en  lugar  de  cartílagos,  como  ocurre  de  ordinario.  Consta 
éste  de  siete  piezas  impares,  de  las  que  la  primera  recibe  ade- 
más de  las  clavículas,  como  ya  se  indicó,  los  dos  primeros  pa- 
res de  costillas  directamente;  la  segunda  pieza  es  la  más  peque- 
ña de  todas  ellas,  sirviendo  para  acuñar  á  la  segunda  costilla; 
la  tercera  y  siguientes  piezas  encajan  en  los  correspondientes 
apéndices  óseos  pares,  mediante  los  que,  de  menor  á  mayor, 
se  reúnen  las  costillas  desde  la  tercera  á  la  séptima,  ofre- 
ciendo este  séptimo  apéndice  externo-costal  un  contacto  arti- 
cular posterior,  para  unirse  á  una  sexta  pieza  apropiada  para 
la  octava  costilla,  que  indirectamente  queda  enlazada  al  con- 
junto formado  por  un  total  de  19  piezas  por  lo  menos. 

Como  ya  se  dijo,  solo  existe  el  primer  par  de  costillas,  las 
cuales  se  hallan  estropeadas  por  haber  sido  forzadas  en  sus  ex- 
tremos para  el  montaje. 

En  cuanto  á  las  clavículas,  la  del  lado  derecho  tiene  un 
remiendo  hacia  su  parte  media,  y  la  de  la  izquierda  of.ece  el 
tercio  externo  todo  postizo. 

El  omoplato  del  lado  derecho  es,  en  cambio,  un  modelo  de 
buena  conservación,  gracias  á  lo  que  pudo  rehacerse  con  fide- 
lidad el  compañero,  que  solo  conserva  de  natural  el  vértice  co- 
rrespondiente á  la  cavidad  cotiloidea  y  partes  próximas. 

Son  auténticos  los  huesos  de  las  extremidades  en  general, 
aunque  algunos  han  sufrido  los  rigores  del  lamentable  procedi- 
miento empleado  para  su  montaje,  y  en  particular  alguno  de 
los  huesos  largos  del  antebrazo  y  pierna,  que  fueron  barrena- 
dos en  toda  su  longitud,  buscando  sin  duda  en  el  conducto  me- 
dular un  auxilio  para  el  armazón,  si  bien  inútilmente,  por  no 
poseerlo  los  gravigrados. 

En  la  extremidad  anterior  de  ambos  lados,  el  húmero  se  halla 
íntegro  y  completos  los  huesos  del  antebrazo. 

Para  comprender  en  todos  sus  detalles  la  región  del  carpo, 
hay  que  fijarse,  según  Owen,  en  que  de  los  cuatro  huesos  que 
forman  la  primera  fila,  el  interno  representa  al  escafoides  uni- 
do al  trapecio,  que  es  el  primero  de  la  segunda  fila,  como  acon- 
tece en  el  esqueleto  humano,  llamándose  en  su  consecuencia 
hueso  escafo- trapecio,  que  ofrece  una  extensa  superficie  para 
su  articulación  con  el  radio,  acompañado  del  semilunar.  Dicha 
fusión  de  las  dos  piezas  en  una,  indujo  á  Garrig'a  en  su  Des- 


DE    HISTORIA  NATURAL.  223 

criación  á  considerar  como  hueso  del  carpo  en  su  segunda  fila, 
al  primer  metacarpiano,  que  es  rudimentario,  por  no  desarro- 
llarse en  absoluto  el  dedo  correspondiente;  en  cambio  prescin- 
de del  hueso  piriforme,  pues  dice,  refiriéndose  á  la  primera 
parte  de  la  mano  en  sus  dos  filas  de  huesos,  «habiendo  tres  en 
la  primera  y  cuatro  en  la  segunda.» 

Revisadas  las  numerosas  piezas  de  las  patas  anteriores,  en 
la  del  lado  derecho  se  observa  que  el  hueso  piriforme  está  re- 
hecho por  su  rotura;  que  el  tercer  dedo,  ó  sea  el  mayor  de  los 
cuatro  desarrollados,  lleva  su  última  falange  con  un  postizo 
correspondiente  á  toda  la  parte  que  rodea  al  hueco  de  la  uña. 
lo  cual  ocurre  también  en  la  misma  falange  del  cuarto  dedo; 
y  en  cuanto  al  quinto,  de  las  dos  falanges  rudimentarias  que 
le  corresponden,  solo  existe  la  mitad  interna  de  una  de  ellas. 
aunque  estropeada  en  su  parte  posterior.  En  la  pata  del  lado 
izquierdo,  el  primer  metacarpiano  está  soldado  por  accidente 
á  la  base  del  segundo,  hallándose  éste  roto  á  lo  largo  de  su  cara 
inferior;  y  la  tercera  falange  de  este  segundo  dedo  lleva  postiza, 
como  las  falanges  análogas  del  lado  derecho,  la  parte  tubular 
alrededor  del  soporte  para  la  uña,  hallándose  en  este  mismo 
caso  la  falange  correspondiente  al  cuarto  dedo.  El  quinto  me- 
tacarpiano, en  su  mitad  anterior  divergente,  se  presenta  mons- 
truoso ó  como  hipertrofiado,  lo  que  se  traduce  por  un  arredon- 
deamiento  de  la  superficie  que  está  algo  aplanada  de  arriba  á 
abajo,  rugosa  y  con  muchos  orificios  correspondientes  á  los 
vasos  mutricios,  circunstancia  que,  tomada  como  normal  pol- 
los dibujantes,  no  ha  dejado  de  contribuir  á  dar  una  idea  equi- 
vocada del  carácter  de  las  patas  anteriores,  que  han  represen- 
tado con  la  disposición  ordinaria  en  la  manera  de  apoyar  los 
extremos  de  los  dedos  los  cuadrúpedos,  lo  cual  está  reñido  con 
el  carácter  de  aplastamiento  lateral  de  la  falangita  del  segun- 
do dedo  y  el  soporte  de  la  uña  correspondiente,  comparado  con 
la  mayor  simetría  de  las  mismas  partes  en  el  dedo  medio. 

De  las  extremidades  posteriores,  la  del  lado  derecho  es  la 
más  completa,  faltando  tan  solo  una  rótula  lateral  que  tiene 
su  asiento  sobre  la  parte  inferior  externa  del  fémur,  y  una  de 
las  dos  falanges  rudimentarias  correspondiente  al  quinto  dedo 
de  la  pata. 

El  fémur  de  este  lado  presenta  algunos  postizos  de  corcho  y 
pasta,  como  los  que  existen  sobre  la  cabeza  hacia  los  lados 


224  BOLETÍN    DE   LA   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

externo  y  anterior,  mas  otra  placa  sobre  el  cóndilo  externo  y 
algunas  otras  reparaciones  de  menor  cuantía. 

La  tibia  y  peroné,  unidos  naturalmente  para  formar  una 
sola  pieza,  no  se  han  soldado  en  su  contacto  inferior  ni  en  ésta 
ni  en  la  extremidad  del  otro  lado. 

La  rara  configuración  de  índole  reductiva  del  pie  del  Mega- 
terio  ofrece  un  hueso  del  grupo  de  los  sesamoideos,  que  al  pa- 
recer tiene  carácter  constante,  y  sobre  el  cual  no  he  podido 
adquirir  otros  antecedentes  que  los  que  trae  Garriga  en  su 
Descripción  del  esqueleto  de  Madrid,  pero  con  la  particularidad 
de  que  dicho  autor  lo  coloca  entre  los  huesos  de  la  región  del 
tarso,  expresándose  como  sigue:  «el  tarso  se  compone  de  siete 
huesos,  cuyo  número,  hallándole  igual  en  este  esqueleto,  tenien- 
do alguno  de  ellos  bastante  semejanza  con  los  humanos,  y  re- 
conociéndose quatro  primeros  con  la  misma  situación  que  aqué- 
llos, le  daremos  también  los  propios  nombres...  Los  otros  tres 
huesos  se  llaman  cuñas. ..»  «No  están  situadas  con  el  orden  que 
en  el  hombre,  y  la  estampa  solo  representa  dos,  que  son  las  se- 
ñaladas con  las  letras  E  y  G...  La  tercer  cuña  está  situada  en 
la  cara  interna  del  pie  y  se  articula  con  el  esquife  y  con  las 
otras  dos  compañeras;  es  áspera  y  desigual  por  su  cara  externa 
y  bruñida  su  superficie  por  la  interior.» 

Al  esqueleto  de  Valencia  acompaña  el  hueso  de  que  se  trata, 
y  precisamente  en  ambas  patas  como  en  el  de  Madrid;  confie- 
so que  fué  para  mí  muy  entretenido,  reconstituyendo  el  pri- 
mer ejemplar,  el  buscarle  el  sitio  y  posición  que,  según  mi 
propio  criterio  debía  ocupar,  á  lo  que  llegué  relacionando  la 
notable  depresión  que  se  observa  en  la  cara  interna  del  hueso 
con  el  conducto  arterial  que  en  el  pie  se  abre  paso  entre  el  as- 
trágalo  por  su  parte  superior,  y  el  calcáneo  por  la  inferior. 

A  la  corta  descripción  que  Garriga  da  de  la  referida  pieza, 
añadiré  que  la  supuesta  tercer  cuña  (1)  es  un  hueso  falto  de 
toda  cara  articular,  aplastado,  de  figura  trapezoidal  algo  re- 
dondeada, con  su  mayor  altura  hacia  adelante,  colocado  en  la 
parte  externa  del  pie,  entre  el  extremo  del  peroné  y  el  quinto 
hueso  metatarsiano,  ocultando  en  parte  al  astrágalo,  al  calcá- 
neo y  al  cuboides.   Su  cara  externa  es  convexa,  anchamente 


(1)    La  descripción  se  refiere  á  la  pieza  del  lado  derecho  del  esqueleto  de  Valencia, 
dondese  conoce  con  el  nombre  de  hueso  galleta. 


DE   HISTORIA   NATURAL.  225 

comprimida  en  su  porción  central  y  áspera  hacia  los  lados,  li- 
geramente acanalada  por  su  parte  inferior;  la  cara  interna 
ofrece  una  concavidad  sobre  la  parte  media  anterior  del  hueso, 
único  punto  al  que  puede  aplicarse  el  calificativo  de  «super- 
ficie bruñida.»  Los  bordes  son  gruesos,  excepto  el  superior, 
que  es  adelg-azado  en  su  tercio  medio,  y  como  arremangados 
hacia  afuera  el  anterior  y  el  posterior  La  mayor  y  más  des- ' 
igual  medida  es  una  diagonal  extendida  desde  el  vértice  an- 
terior superior  atrás  y  abajo,  que  alcanza  139  milímetros,  sien- 
do su  parte  más  gruesa  sobre  el  borde  posterior  de  35 milí- 
metros. 

Consultada  con  posterioridad  la  magistral  obra  de  Owen. 
hallé  que  en  nada  se  alude  en  ella  al  referido  hueso,  pero  en 
cambio  se  describe  y  figura  el  tarso  con  solo  dos  cuñas,  las  lla- 
madas cuneiforme  externo  y  cuneiforme  medio,  faltando  por 
completo  la  cuña  interna,  la  cual  no  tendría  objeto  en  el  tarso 
del  Megaterio,  desde  el  momento  en  que  su  pie  carece  de  los 
dos  i  rimeros  dedos,  para  los  que  sería  necesario  el  apoyo  en 
aquélla. 

Fuera  ya  de  toda  duda  que  el  nuevo  hueso  no  forma  parte 
integrante  de  la  región  del  tarso  del  Megaterio,  solo  me  resta 
manifestar  que,  en  mi  opinión,  las  dos  piezas  antes  referidas, 
así  como  las  otras  dos,  por  lo  menos  {sepiculum  Burmeister)  que 
se  encuentran  sobre  el  extremo  inferior  externo  de  los  fému- 
res, y  de  los  cuales  se  conserva  en  Valencia  el  del  lado  iz- 
quierdo, podrían  considerarse  como  restos  de  un  sistema  óseo 
cutáneo  y  protector,  que  hoy  se  admite  existió  en  estado  atro- 
nco en  el  Mylodon,  como  tránsito  entre  los  desdentados  prote- 
gidos por  una  coraza,  y  los  que  no  la  tienen  ó  en  su  época  no 
la  tuvieron,  como  se  cree  que  ocurría  al  Megaterio,  á  pesar  de 
lo  mucho  que  en  contra  de  este  supuesto  se  ha  escrito. 

Por  lo  tocante  á  la  parte  externa  de  la  pata,  semejante  pro- 
tección excepcional  "por  debajo  del  maleólo,  se  justifica  sufi- 
cientemente por  hallarse  muy  á  la  superficie  en  dicho  punto 
una  rama  arterial  de  cierto  calibre,  según  corresponde  á  un 
ser  tan  corpulento,  arteria  que  quedaría  de  otro  modo  muy 
expuesta  á  las  erosiones  ó  accidentes  del  suelo,  vegetación  es- 
pinosa, etc  ,  por  escasear  las  partes  blandas  en  la  región  ana- 
tómica y  gravitar  además  sobre  ella  un  peso  tan  considerable 
como  es  de  suponer  fuese  el  de  semejante  animal. 


•226  ,  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Con  respecto  á  la  extremidad  posterior  izquierda  del  ejem- 
plar que  motiva  estas  observaciones,  debo  señalar  la  falta  de 
la  inmensa  mayoría  de  los  huesos  de  la  pata,  así  como  de  la 
rótula,  pues  únicamente  existen  el  astrágalo,  el  escafoides  y 
el  sesamoideo  especial  de  que  se  acaba  de  tratar. 

Para  terminar  el  presente  escrito,  he  de  manifestar  con  toda 
sinceridad  que  ignoro  si  habré  acertado,  así  en  cuanto  al  fon- 
do como  en  cuanto  á  la  forma  á  cumplir  el  compromiso  moral 
adquirido  con  la  Dirección  del  Museo  al  aceptar  el  honroso  pero 
delicado  encargo  de  exponer  de  nuevo  ante  el  público  el  cé- 
lebre esqueleto  del  Megaterio  del  Museo  de  Madrid. 

Moluscos  marinos  de  Llansá  (Cataluña) 


DON  JÓSE  MALUQUEIt  Y    NICOLAO. 

Al  sumergirse  en  el  Mediterráneo  la  cordillera  Pirenaica,  da 
lugar  á  una  serie  de  calas,  ensenadas,  recodos  é  islotes  que 
constituyen  en  conjunto  un  acantilado  de  unos  20  km.  de  ex- 
tensión, desde  el  cabo  Leucate,  en  el  Rosellón,  á  la  bahía  de 
Rosas. 

Llansá  es  una  importante  villa  de  aquel  litoral,  situada  á 
poca  distancia  de  la  frontera  francesa,  en  una  ensenada  entre 
los  cabos  Raso  y  Castellá,  distantes  1  km.  uno  de  otro.  El  fondo 
está  formado  por  arenas  finas  ó  cenagosas,  gracias  á  la  depo- 
sitación  de  la  tierra  vegetal,  acarreada  por  algún  canal  de 
desagüe;  su  profundidad  oscila  entre  cuatro  y  seis  brazas. 
Este  recodo,  lo  mismo  que  los  de  Banyuls,  Colliure,  Port-Ven- 
dres,  Paulilles.  etc..  constituye  un  vivero  importante,  por  lo 
exuberante  que  allí  se  presenta  la  vida  submarina.  La  abun- 
dancia y  variedad  de  radiados  y  pólipos,  cefalópodos,  crustá- 
ceos, etc.,  etc.,  es  verdaderamente  extraordinaria;  en  cuanto 
á  la  vegetación,  no  puede  ser  más  espléndida;  no  hay  espacio 
de  roca  por  pequeño  que  sea,  bañado  por  el  mar,  que  no  esté 
materialmente  cubierto  por  infinidad  de  algas  de  vistosos  co- 
lores y  las  más  extravagantes  formas. 

Con  esto  ya  se  comprende  que  la  localidad  debe  poseer  una 
fauna  malacológica  marina  rica  é  interesante  por  todos  concep- 
tos. El  presente  catálogo  puede  dar  de  ello  alguna  idea,  pues 


DE    HISTORIA   NATURAL.  227 

en  él  se  enumeran  unas  180  especies,  algunas  no  citadas  en 
nuestra  costa  mediterránea.  De  estas  180  hay  más  de  20  no 
halladas  por  nosotros  entre  las  que  tenemos  de  Llansá,  pero 
que  fueron  recogidas  en  aquellas  aguas,  por  el  distinguido 
conquiliólogo  D.  Arturo  Bofill,  en  una  excursión  efectuada  en 
.">  de  Agosto  de  1889.  En,  esta  fecha  recogió  dicho  señor  unas 
113  especies  81  univalvos  y  32  bivalvos,  citando  por  lo  tanto 
nosotros  hoy  más  de  70,  que  no  figuran  entre  las  recolectadas 
por  el  Sr.  Bofill  (1)  en  aquella  época. 

Debemos  hacer  constar  aquí  nuestro  más  profundo  agrade- 
cimiento hacia  este  insigne  malacólogo,  que  siempre,  con  su 
benevolencia  natural,  nos  ha  ayudado  en  la  determinación  de 
las  especies,  solventando  cuantas  dudas  senos  presentaban. 

Enumeración  de  las  especies  (2). 
I.  —  Gasterópodos. 

Farn.  Muricidse. 

1  Murex  brandaris  Lin. 

2  —      trunculus  Lin. 

3  —      Blainvillei  Payr.—  El  tipo,  y  la  variedad  ex-forma: 

inermis  Philip. 

4  —     erinaceus  Lin. — var.  ex-forma:  TareniinaL&m. 
.">        —      Edwardsii  Payr . 

6  —     aciculatus:  Lar/i. — Tipo,  y  var.  ex-forma:   curta 

Moncs. 

7  Pisania  maculosa  Lam. 

8  —      d'Orbignyi  Payr. 

9  Tritón  cutaceus  Lin. 

10  Canillaría  cancellata  Lin. 

11  Hadriania  craticulata  Brocchi. 

12  Fusus  rostratus  OHvi. 


(1)  Moluscos  marinos  de  Llansá,  por  A.  Bofill,  en  la  «Crónica  científica»,  año  xni, 
1890. 

(2)  Debemos  observar  que  hemos  adoptado  por  re^la  general  el  orden  y  nnmencla- 
t.ura  establecidos  por  Bucquoy,  Oautzenberg  y  Dolffus,  en  su  obra  Les  Molli/sqiies 
marins  du  fíov.ssillon. 

Las  especies  que  llevan  •  son  las  citadas  por  el  Sr.  Bofill,  y  no  halladas  por 
nosotros. 


228  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

*  13    Fusus  pulchellus  Philippi. 

14  Euthria  cornea  Lin.— Tipo,  y  var.  ex-colore: /«¿m  Scac- 

chi. 

15  Trophon  muricatus  Mont. 

Buccinidae. 

16  Nassa  mutabilis  Lin. — Tipo,  y  var.   ex- forma:   ínflala 

Lam.  y  mi  ñor  Monts. 

17  —     granum  Lam. 

18  —     incrassata  Mull. — var.  ex-forma:  minor  B.  D.  D. 

elongata  B.  D.  D.,  y  varicosa  B.  D.  D. — var.  ex- 
colore: rosacea  Risso,  fusca  Scacch.,  y  fase  la- 
ta Monts. 

19  —      reticulata  Lin. —  Tipo,   y  var.  ex-forma:   curta 

D.  B.  B.,  y  nítida  JefTreys. — var.  ex-colore:  nili- 
do-depicta  B.  D.  D. 

20  —    costulata  Brocchi. — var.  ex-forma:  Cuvieri  Payr., 

tenuicostaB.B.  D.,  Ferussaci  Payr.,  lanceolata 
B.  D.  D.,  y  pulcAerrimaB.  D.  D. 

21  Amycla  corniculum  Olivi. — Tipo,  y  var.  ex-forma:  elon- 

gata Monts.,  y  raricosta  Risso. — var.  ex-colore: 
flavida  Monts.,  y  Jasciolato- elongata  Monts. 
Var.  ex-forma  mínima  B.  D.  D. 

22  Neritula  neritea  Lin. 

23  —       Don  ovan  i  Lisso. 

24  Purpura  hremastoma  Lin. 

25  Cassidaria  echinophora  Lin. 
2(5    Columbella  rustica  Lin. 

27  —         ¿cripta  Lin.  —  Tipo,  y  var.  ex-forma:  elon- 

gata B.  D.  D. 

28  —  Gervillei  Payr: 

*  29  —  decollata  Brusina. 

30  —  minor  Sea cchi. 

Conidse. 

31  Conus  mediterraneus  Brug.—Tipo,  var.  ex-forma:  oblon- 

ga B.  D.  D.,  elongata  B.  D.  D.,  minor  Monts.,  y 
carinata  B.  D.  D.  —  var.  ex-colore:  rubescens 
B.  D.  D. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  229 

Pleurotomidae. 

32  Pleurotoma  gracile  Moni. 

33  Clathurella  purpurea  Moni. — Var.  ex-forma:  PMlberti 

Mich.  .      . 

*  34  '         —  Cordieri  Payr. 

35  —  linearis  Mont. 

36  Raphitoma  attenuata  Mont. 

37  Mang-iiia  Companyoi  B.  D.  D. 

*  38  —       multilineolata  Desh. 

39  Donovania  mínima  Mont. — Var.   ex-forma:   mamillata 

Risso.— var.  ex-colore:/?/^  Monts. 

Volutidse. 

40  Mitra  ebenus  Lam. — Tipo,  y  var.   ex-forma:  plúmbea 

Lam. 

41  —      oornicula  Lin. 

42  —     tricolor  Qmelin.—Tvpo,  y  var.  ex-forma:  elongaia 

Monts. 

43  Mitrolumna   olivoidea  Canir.  —  Yñr .   ex-forma:   mayor 

B.  D.  D. 

44  Marg-inella  miliaria  Lin. — Tipo  y  var.  ex-colore:  fallida 

Monts.,  quadñfasciata  Monts.,  y  flavicans 
Requien. 

45  —         Philippii  Monts. 

Cyprseadse. 

46  Cypra?a  europea  Moni. — Tipo,  y  var.  ex-forma:  globosa 

Wood. 

47  —     pulex  Gray. 

48  —      lurida  Lin. 

49  Erato  lsevis  Don. 

50  Ovula  carnea  Poir.  var.  ex-colore:  pallida  Requien. 

*  51      .  —      spelta  Lin. 

Naticidee. 

52  Náticá  Dillwyni  Pny&. 

53  —     Guillemini  Payr. 

T.  ni.- Mayo,  1903.  16 


230  BOLETÍN    DE    LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

54  Xatica  hebrosa  Mari. 

55  —     millepunctata  Lam. 

56  —     intricata  Don. — Tipo,  y  var.  fusca  Monts. 

Py  r  amidellidse . 

57  Chemnitzia  elegantissima  Moni. 

Cerithidse. 

58  Cerithiura  vulgatum  Bmg.—Tipo,  y  var.  ex-forma:  no- 

dulosa  Philip.,  spinosa  Blainv.,  lubercuJata 
Philip.,  y puhheUa  Phil. 

59  —         rupestre  Risso. — Tipo,  var.  ex-forma:  pücata 

B.  D.  D.  y  attenuata  B.  D.  D. 

60  Triforis  perversus  Lin.  var.  ex-forma:  adversa  Mont. 

61  Bittium  reticulatum  Da  Costa.  —Tipo,  y  var.  ex-forma: 

LatreiUei  Payr.,  Jaderlina  Brusin.  y  paludosa  B.  D.  D. 

62  Aporrhais  pes-pelecani  Lin. 

63  —         serresianus  Mich. 

Turritellidse. 

64  Turritella  communis  Risso. 

*  65    Vermetus  glomeratiis  Lin. 

*  66  triqueter  Bivona. 
67     Scalaria  communis  Lam. 

*  68  —    commutata  Risso.  var.  ex-forma:  minorelonga- 

ta  B.  D.  D.  y  minor-dUatata  B.  D.  D. 

Littorinidse. 

69  Littorina  neritoides  Lin. 

70  Rissoina  Brug-uierei  Payr. 

71  Rissoa  variabilis  MWhlf.—Tipo.  y  var.  ex-forma:  breris 

Monts. 

*  72       —     similis  ScaccM. 

*  73        —     ventricosa  Desm. 

*  74        _      auris-calpium  Lin.— Tipo,  y  var.  ex-forma:  aeicn- 

la  Risso. 

*  75        —     violácea  Desm. 

76        —      cimex  Lin.— Tipo,  y  var.  ex-colore:  fasáata  Phil. 
y  láctea  Phil. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  231 

77    Rissoa  Montagui  Payr. 

*  78        —      lineata  Risso. 

*  79        —     cancellata  Da  Costa. 

Turbinidae. 

80    Phasianellapullus  Lin. 

*  81  —  tenuis  Mich. 

82  Turbo  rugosus  Lin. 

Trochidse. 

83  Calliostoma  conulus  Lin. 

84  —  zizyphinus  Lin. 

85  —  exasperatus  Pen.—Tipo,  y  var.  ex-forma  y 

colore:  Maloni  Payr.  y  tricolor  Risso. 

86  —  Laugieri  Payr. 

87  —  striatus  Lin. 

88  —  Gravinne  Monis. 

89  Gibbula  magus  Lin. 

90  —        umbilicaris  Lin. 

91  —        ardens  von  Satis. 

*  92        —        Philberti  Récl. 

93  —  varia  Lin. 

94  —  divaricataZ//¿. 

95  —  rarilineata  Mich. 

96  —  Adansoni  Payr. 

*  97  —  turbinoides  Desh. 

98  Phorcas  Richardi  Payr. 

99  Trochocochlea  turbinata  Born.—  Tipo,  y  var.  ex-forma: 

ylobosa  Req. 

100  —  articulata  Lam. 

101  Clanculus  cruciatus  Lin. 

102  —       Jussieui  Payr.  y  var.  ex-forma:  ylomus  Phil. 

Haliotidae. 

103  Haliotis  lamellosa  Lam.— Tipo,  y  var.  ex-forma:  Usifiata 

Costa,  marmorata  Cost. 

Fissurellidae. 

104  Fisurella  nubécula  Lin. 

105  —         grseca  Lin. 


232  BOLETÍN    DE   LA   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

106  Fisurella  g-ibberula  Lam. 

107  Emarginula  reticulata  Cliemnitz. 

Calyptrseidae. 

108  Capulus  hung-aricusZm. 

Patellidse. 

109  Patella  ccerulea  Lin. 

110  —     vulgata  Lin. 

111  —     lusitanica  Gmelin. 

Bullidas. 

112  Bulla  striata  Bnuj. 

*  113     Haminea  hydatis  Lin. 

114  Philine  aperta  Lin. 

Dentalidae. 

115  Dentalium  tarentinum  Lam. 

116  —  dentale  Lin. 

II. — Lamelibranquios. 

Ostreidse. 

117  Anomia  ephippium  Lin. 

118  Pectén  opercularis  Lin.  y  var.  ex-forma:  Andouini  Payr. 

119  —  multistriatus  Poli. 

120  —  vari us  Lin. 

121  —  Jacobaeus  Lin . 

122  —  hyalinus  Poli. 

123  —  maximus  Lin. 

124  Radula  squamosa  Lam. 

125  —      innata  Chemn. 

126  Spondylus  g-sederopus  Lin.—  Tipo,  y  var.   ex-forma: 

aculeata  Philippi. 

Avieulidae. 

127  Avicula  tarentina  Lam. 

Mytilidse. 

128  Mytilus  gallo-provincialis  Lam. 

129  —      minimus  Poli. 

130  Modiola  barbata  Lin. 


DE   HISTORIA   NATURAL.  233 

i 

Arcadse. 

131  Arca  Nose  Lin. 

132  —    láctea  Lin. 

133  —    barbataZiw. — Tipoy  var.ex-forma:  elongataB.~D.~Q. 

134  —    imbricata  Poli. 

135  Pectunculus  pilosus  Lin. 

136  —  violascescens  Lam. 

137  —  glycimeris  Chemn. 

138  Nucula  nucleus  Lin. 

139  —      sulcata  Brown. 

140  Leda  pella  Lin. 

Chamidse. 

141  Chama  gryphoides  Lin. 

Cardiidae 

142  Cardium  aculeatum  Lin. 

143  —  tuberculatum  Lin. — var.ex-forma:  zonataMont. 

144  —  echinatum  Lin. 

145  —  Norweg-icum  Spengl. 

146  —  edule  Lin. — var.  ex-forma:  ruslicum  Linné. 

147  papillosum  Poli. — Tipo,  var.  ex-forma:  áurea 

B.  D.  D.  y  maculata  Brusina. 

148  —       mínimum  Pliil. 

149  Lsevicardium  oblong-um  Chemn. 

Lucinidae. 

150  Lucina  leucoma  Flirt. 

151  —       spinifera  Mont. 

152  Jag-onia  reticulata  Poli. 

153  Divaricella  divaricata  Lin. 

Cyprinidse 

154  Isocardia  cor  Lin. 

155  Astarte  fusca  Poli. 

156  —       sulcata  Da  Costa. 

157  Gouldia  mínima  Mont. 

158  Cardita  calyculata  Lin. —  Tipo,  var.  ex-forma:  oblonga 

Req.  y  var.  ex-colore:  unicolor  B.  D.  D. 


234  BOLETÍN    DE    LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Veneridse. 

159  Venus  verrucosa  Lin. 

160  —     g-allina  Lin.— Tipo  y  var.  ex-colore:  radiata  Req. 

161  Meretrix  chione  Lin. 

162  —       rudis  Poli. 

163  Dosinia  exoleta  Lin. 

164  —      lupinus  Lin. 

165  Tapes  decussatus  Lin.— Tipo,  var.  ex-colore:  láctea  Phil. 

y  radiata  B.  D.  D. 

166  —     aureus  Gmel. 

167  —     g-eographicus   Chemn. —  Se  presenta,  lo  mismo 

que  la  anterior,  sumamente  variable,  ex  forma 
y  ex-colore. 

168  —     anthemodus   Loe. —  Muchas   variedades.   Entre 

otras,  podemos  citar  las  ex-colore:  albida,  /tol- 
va, macúlala,  marmórea,  br  minea,  etc.;  y  las 
ex-forma:  elongala  minor,  depressa,  y  subrhom- 
boidea. 

169  Venerupis  irus  Lin. — Tipoy  var.  ex-colore:  bicolor  Monts. 

Mactridse. 

170  Mactra  helvacea  Chemn. 

171  —      corallina  Lin. 

172  —      triang'ulus  Rea. 

173  —      subtruncata  Da  Cosía. 

Tellinidse. 

174  Tellina  pulchella  Lam. 
L75        —       dónacina  Lin. 

176  —       incarnata  Lin. 

177  —       planata  Lin. 

178  —       balaustina  Lin. 

179  Psammobia  depressa  Ten. 

180  Donacilla  cornea  Lin.— Tipo  y  var.  ex-colore:  albo-ra- 

diata  B.  D.  D. 

181  Donax  trunculus  Lin. 

182  —      semistriatus  Poli. 

183  —      polita  Poli. 


DE   HISTORIA    NATURAL.  235 

Myidee. 

184    Corbula  gibba  Olivi. 

Scrobicularidse . 

*  185    Scrobicularia  plana  Da  Costa. 
186    Syndesmia  alba  Wood. 

En  resumen:  tenemos  116  univalvos  y  70  bivalvos,  á  los  cua- 
les deberíamos  añadir  alg-unos  otros  que  citamos  como  varie- 
dades, pero  que  muchos  autores  admiten  como  especies.  Tales 
son,  por  ejemplo,  el  Murex  inermis  Phil.,  Bitiium  LatreilUi 
Payr.,  Bitiium  Jadertinum  Brus.,  etc.,  etc.;  de  modo  que  no 
sería  aventurado  afirmar,  que  en  conjunto,  comprende  este 
catálog-o  unas  200  especies.  No  quiere  decir  esto  que  en  él  se 
enumeren  todas  las  de  Llansá,  pues  estamos,  convencidos  de 
que  efectuando  buenos  drag-ados,  llegaría  fácilmente  á  do- 
blarse aquel  número. 

Boletín  bibliográfico. 

Académie  des  Sciences  de  Paris.  (Cumpt.  rendus  des  séances.)  T.  cxxxvi. 
N.o  10.— Ch.  Gravier:  Sur  le  syst.  nerveux  du  Nautile.— Bonnier  et 
Pérez:  Sur  un  mode  nouveau  de  coustitution  de  la  chaine  chez  une 
Salpe  nouv.  du  Golfe  Persique  (Stephanosalpa  polyzova). — P.  A.  Dax- 
geard:  Sur  le  nouveau  genre  Protascus. — M.  S.  Ikeno:  La  formation 
des  anthérozoídes  chez  les  Hépatiques. — Duparc,  Mrazec  et  Pearce: 
Sur  l'existence  de  plus.  mouv.  orogéniques  dans  l'Oural  du  Nord. — 
C.  Gessard:  Sur  les  oxydases  des  Seiches. — Delezenxe  et  Mouton; 
Sur  la  présence  d'une  érepsine  dans  les  Champignons  Basidioiny- 
cétes.— F.  A.  Forel:  Les  poussiéres  éoliennes  du  22  février  1903.= 
N.°  11.  A.  Lacroix:  Sur  l'état  actuel  de  la  Soufriére  de  la  Guade- 
loupe.— L.  Dollo:  Le  Pteraspis  dans  l'Ardenne. — Ch.  Jacob:  Sur  la 
signiflcation  du  gisement  cénomanien,  á  Ichthyosarcolithes  et  á 
faune  du  Maine,  de  St.Laurent  prés  Vacheres  (Basses-Alpes).=: 
N.°  12.  P.  A.  Dangeard:  Contr.  á  l'étude  des  Diplozoaires. — Bouygues: 
Sur  l'exist.  et  l'extension  de  la  moelle  dans  le  pétiole  des  Phanéro- 
games.— L.  Flot:  Sur  la  naissance  des  feuilles  et  sur  l'origine  fo- 
liaire  de  la  tige. — A.  B.  Chaüveau:  Sur  les  poussiéres  éoliennes  du 
22  février. — Mascart:  Remarques  au  sujet  de  la  Note  precedente.  — 
Marage:  A  propos  de  la  physiologie  de  l'oreille  interne. — Vaschide 
et  Vürpas:  Recli.  expérim.  sur  la  psychophysiologie  du  sommeil. 


236  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Académie  internationale  de  Géograplúe  Botanique  (Bull.). — N.°  160.  H.  LÉ- 
veillé:  Plantee  Bodinieriance.  Saxifragacées. — E.  Vaniot:  Pl.  Bodi- 
nieriance.  Composées. — Ducomet:  Botanique  populaire  dans  l'Albret. 
Abbé.  H.  Olivier:  Exposé  systématique  et  descr.  des  Lichens  de 
l'Ouest  et  da  N.  O.  de  la  Erance  (suite). — E.  Ballé:  Premiére  liste 
des  Mousses  aux  env.  de  Vire  (Calvados). 

A cademy  of  Sciences.  Chicago.  (Bull.)  N.°  iv.  Part.  i. — St.-Weller:  The 
Paleontology  of  the  Niagaran  Limestoue  in  the  Chicago  Área.  The 
Crinoidea. — Vol.  n.  N."  ni.  Fr.  Collins  Baker:  The  Gross  Anatomy 
of  Limncea  emarginata.  Say.  var.  Mighelsi.  Binn. 

Academy  of  Natural  Sciences  of  Philadelphia .  (Proceed.)  Vol.  liii.  Vol.  liv. 

Allgemeinen  Entomologischen  Gesellschaft.  Neudamm.  (Allg.  Zeitschr.  für 
Entomol.).  8  Band.=N.°  5.  F.  Eiohelbaum:  Larve  und  Puppe  von 
Omosita  colon.  L. — K.  Friederichs:  Beitr.  über  paliiarktische  Co- 
leopt. — G.  Ulmer:  Beitr.  zur  Metamorph.  der  deutschen  Trichopte- 
ren. — L.  v.  Aigner-Abafi:  Die  Kolumbácser  Fliege. — Litteratur- 
Ref  érate . — Li  tteratu  r-Berichte . 

Comissdo  dos  servigos  geológicos.  Lisboa.— P.  Choffat:  Le  Crétacique  de 
Conducía. 

Entomologische  Zeitung.  Wien.  xxir  Jahrg.,  n  Heft.  — J.  Villeneuve:  Etude 
sur  le  genre  Ocyptera. — J.  Bischof:  Neue  Dipteren  aus  Afrika. — 
— E.  Rbitter:  Sechzehnter  Beitr.  zur  Col. — Fauna  von  Europa  und 
den  angrenzenden  Lilndern. — G.  Sumakow:  Diagnosen  neuer  Coleopt. 
aus  dem  Kaukasus. — Dr.  K.  Petri:  Agabus  regalis,  eine  n.  Art  aus 
der  Verwandtschaft  des  bipustulatus  L.  und  Solieri  Aubé. — Dr.  K. 
Petri:  Macrotarsus  similis.  n.  sp.— Dr.  K.  Petri:  Einige  Bericht.  zur 
Monogr.  des  Col.,  Tribus  Hyperini. — V.  Apfelbeck:  Ophonus  sutu- 
rifer  Reitt.=0.  fallax  Peyr.=s«<uraZ¿s  Chaud. — E.  Reitter.  Sobre 
la  nota  anterior. — Dr.  K.  Petri:  Einiges  zur  Synon.  des  Dorytomus 
armatus. 

Field  Columbian  Museum.  Chicago.  (Geolog.  series.)  Vol.  i.  Ñ.°  9.— E.  S. 
Riggs  y  O.  Cummings:  The  Dinosaur  Beds  of  the  Grand  River  Valley 
of  Colorado.=N.°  10.  E.  S.  Riggs  y  O.  Cummings:  The  fore  leg  and 
pectoral  girdle  of  Morosaurus,  with  a  note  on  the  genus  Camarosau- 
níS.=N.°  11.  O.  Cummings:  Meteorite  Studies.  I.—(Report  Series.) 
Vol.  ii.  N.°  1 .  Anual  Report  of  the  Director.=(/?oo¿o<7.  Series.)  Vol.  ni. 
N.°  6.  S.  E.  Meee  y  D.  G.  Elliot:  A  contrib.  to  the  Ichthiology  of 
México. —{Anthrop.  Series).  Vol.  ni.  N.°  2.  H.  R.  Voth:  The  Oraibi 
Powarnu  Ceremony. — G.  Dorsey:  The  Stanley  Me  Cormick  Hopi 
Expedition. 


Sesión  del  3  de  Junio  de  1903. 

PRESIDENCIA    DEL    EXCM0.    SR.    D.    ZOILO    ESPEJO. 

El  Secretario  leyó  el  acta  de  la  sesión  anterior,  la  cual  fué 
aprobada. 

— El  Sr.  Bolívar  comunicó  á  la  Sociedad  que  una  numerosa 
Comisión  de  la  Junta  directiva  había  estado  á  felicitar,  en  nom- 
bre de  aquélla,  al  Sr.  Presidente  por  su  elección  de  Senador,  á 
cuya  manifestación  de  simpatía  se  adhirieron  los  socios  presen- 
tes, por  lo  cual  dicho  señor  dio  expresivas  gracias  á  la  Socie- 
dad, deseando  constasen  en  el  acta. 

Correspondencia. — Se  dio  cuenta  de  varias  publicaciones  reci- 
bidas como  donativo  de  sus  autores  nuestros  consocios  seño- 
res R.  P.  B.  Merino,  Prillieux,  Dervieux  y  Delacroix,  y  de  los 
Sres.  Barros  Grez  y  Ferrer  Aledo,  acordándose  dar  las  gracias 
á  los  donantes. 

Admisión  de  socios.  —  Quedó  admitido  D.  Juan  Moran  Bayo, 
Catedrático  de  Ag-ricultura  en  el  Instituto  de  Baeza,  presenta- 
do en  la  sesión  anterior  por  D.  Juan  Sáenz  López. 

Se  hicieron  cuatro  nuevas  propuestas  de  socio  y  la  presen- 
tación del  Instituto  general  y  técnico  de  San  Sebastián. 

Proposiciones.— Se  procedió  á  discutir  las  bases  presentadas 
por  la  Comisión  nombrada  para  estudiar  las  condiciones  en 
que  podrían  realizarse  estudios  intensivos  de  la  Península,  bajo 
la  dirección  de  la  Sociedad,  tomando  parte  en  dicha  discusión 
los  Sres.  Fernández  Navarro,  Espejo,  Bolívar,  Vázquez,  Pérez 
Zúñig-a,  Sánchez  y  Blanco.  Quedaron  aprobadas  las  expresadas 
bases  insertas  en  el  acta  del  pasado  mes  de  Mayo,  modifican- 
do solamente  las  bases  5.a,  8.a  y  9.a  en  la  sig-uiente  forma: 

5.a  Los  fondos  que  se  recauden  con  este  objeto  serán  admi- 
nistrados por  un  individuo  de  la  Junta  directiva  que  ésta  de- 
signe, y  con  independencia  de  los  restantes  de  la  Sociedad. 

8.a  La  inversión  de  los  fondos,  la  lista  de  las  personas  que 
hayan  contribuido  á  constituirlos  y  el  resultado  de  los  estudios 

T.  m.-Junio,  1903.  17 


238  BOLETÍN    DE  LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

hechos  sobre  los  materiales  recogidos,  se  publicarán  en  el  Bo- 
letín ó  en  las  Memorias  de  la  Sociedad.  De  todo  ello  se  hará 
una  tirada  aparte  de  que  se  regalarán  ejemplares  á  las  enti- 
dades y  personas  que  no  figurando  en  la  lista  de  socios,  hayan 
contribuido  á  la  realización  de  este  proyecto. 

9.a  Se  redactará  una  circular  invitando  á  la  suscripción  á 
que  se  refiere  la  base  3.a,  y  se  distribuirá  del  modo  que  la  Jun- 
ta determine. 

El  Sr.  Presidente  indicó  que,  estando  demasiado  cargada  de 
trabajo  la  Junta  directiva,  no  era  posible  aumentarle  el  que  ha 
de  llevar  consigo  la  propaganda  y  organización  de  este  nuevo 
empeño,  por  lo  cual  proponía  se  formase  para  él  una  Comisión 
compuesta  de  los  Sres.  Gredilla,  Lauffer,  Díaz  del  Villar,  Na- 
varro y  Pérez  Zúñiga. 

La  Sociedad  así  lo  acordó. 

Necrologías. — El  Sr.  Viñals  y  Torrero  leyó  las  siguientes  sen- 
tidas líneas  en  recuerdo  del  que  fué  nuestro  consocio  señor 
D.  Pedro  López  Peláez  y  Villegas: 

Lamentable  ha  sido  para  la  enseñanza  universitaria  de  Es- 
paña y  para  nuestra  Sociedad  la  muerte  del  distinguido  Cate- 
drático de  Anatomía  de  la  Facultad  de  Medicina  de  Granada 
y  consocio  nuestro,  el  Dr.  D.  Pedro  López  Peláez  y  Villegas. 

Pertenecía  Peláez  á  la  falange  de  médicos  apasionados  por 
la  ciencia  de  la  Naturaleza,  que  tantos  hombres  gloriosos  ha 
dado  á  nuestra  patria.  Desde  estudiante  demostró  esta  cons- 
tante afición,  dedicándose  con  entusiasmo  firme  y  creciente  á 
los  trabajos  de  disección  anatómica,  asombrando  con  ellos  á 
sus  compañeros  y  mereciendo  de  sus  profesores  calurosos  pláce- 
mes y  honrosas  distinciones. 

Ayudante  disector  en  Madrid,  por  oposición,  y  más  tarde,  y 
por  el  propio  medio,  Catedrático  de  Anatomía  de  Granada,  ha 
seguido  sin  vacilación  la  brillante  carrera  de  profesor  publi- 
cista y  anatómico  distinguido,  dando  pruebas  brillantes  de  su 
constancia  en  sus  folletos  y  libros  dedicados  á  estudios  de  la 
médula  espinal,  del  cerebro,  y  principalmente  del  oído  huma- 
no, cuya  patología  fué  la  principal  especialidad  de  su  práctica. 

Su  estudio  de  «Las  circunvoluciones  cerebrales  en  el  hom- 
»bre,  observaciones  recogidas  sobre  las  cisuras  interlobulares 
»y  los  lóbulos  frontal,  parietal,  temporal  y  occipital»,  publica- 


DE   HISTORIA   NATURAL.  239 

do  en  el  tomo  vn,  serie  2.a  de  nuestros  Anales,  prueban  lo  que 
valía  López-Peláez  y  adonde  hubiera  llegado  si  la  muerte  pre- 
matura, á  los  40  años  de  su  edad,  no  nos  le  hubiese  arrebata- 
do en  los  mismos  días  en  que  el  Congreso  internacional  de  Me- 
dicina, verificado  en  Madrid,  le  nombraba  Presidente  de  la 
Sección  de  Otología,  por  sus  importantes  estudios  en  dicha  es- 
pecialidad y  por  sus  indiscutibles  merecimientos. 

La  Sociedad  española  de  Historia  natural  tributa  un  ho- 
menaje de  respeto  y  cariño  á  la  memoria  de  su  distinguido  con- 
socio. 

—El  Sr.  Secretario  participó  la  muerte  del  insigne  minera- 
logista el  profesor  L.  Bombicci  Porta,  nuestro  consocio  corres- 
pondiente extranjero,  director  del  Gabinete  mineralógico  de  la 
Universidad  de  Bolonia,  ocurrida  el  17  del  pasado  mes  de  Mayo. 

A  los  méritos  de  su  larga  y  gloriosísima  carrera  científica, 
al  valor  de  sus  grandes  investigaciones,  añaden  un  motivo 
más  de  simpatía  por  nuestra  parte  las  constantes  relaciones 
que  mantuvo  con  los  naturalistas  españoles,  los  cuales  le  de- 
ben enseñanza  y  consejos  unos,  publicaciones  otros  y  ejempla- 
res nuestro  Museo. 

Se  acordó  constase  en  acta  el  sentimiento  de  la  Sociedad  por 
tan  dolorosa  pérdida. 

Comunicaciones. — El  Sr.  Fernández  Navarro  presentó  unas 
«Notas  mineralógicas  y  geológicas»,  dando  cuenta  del  asunto 
de  dicho  trabajo,  que  pasó  á  la  Comisión  de  publicación. 

— El  Secretario  dio  cuenta  del  nombramiento  de  nuestro  con- 
socio Sr.  Madrid  Moreno  para  la  cátedra  de  Técnica  micrográ- 
fica  é  Histología  vegetal  y  animal  de  la  Universidad  Central. 

— El  mismo  mostró  unas  fotografías  de  dos  monstruosida- 
des enviadas  por  el  Di\  Gramo  Caubet,  de  Aviles,  á  las  cuales 
acompaña  una  nota  explicativa,  de  que  dio  lectura. 

— El  Sr.  Bolívar  manifestó  que  sobre  la  mesa  se  hallaba  un 
pequeño  folleto  regalado  á  la  Sociedad  por  su  autor  el  Sr.  Fe- 
rrer  Aledo,  de  Mahón,  en  el  que  con  gran  competencia  se  tra- 
taba de  la  clasificación  de  un  pequeño  pez  que  abunda  en  los 
primeros  meses  del  año  en  las  costas  arenosas  de  la  Isla,  cono- 
cido por  los  pescadores  con  el  nombre  de  Roseti,  y  que  ha  dado 
lugar  á  discusiones  acerca  de  su  naturaleza,  por  considerarle 
los  pescadores  como  adulto  á  pesar  de  su  pequeñísimo  tamaño, 


240  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

solicitando  en  su  consecuencia  la  autorización  para  cogerlo,  al 
paso  que  las  autoridades  de  marina,  en  la  duda  de  que  pudie- 
ra ser  el  joven  de  alguna  de  las  especies  cuya  pesca  se  halla 
reglamentada,  se  mostraron  reacias  para  conceder  aquella 
autorización.  Ejemplares  del  referido  pez  han  sido  examinados 
por  los  más  competentes  especialistas  de  Europa,  emitiéndose 
diversas  opiniones  que  se  exponen  en  el  referido  folleto,  con- 
viniendo todos  en  la  dificultad  que  ofrece  el  estudio  de  estos 
pequeños  animales,  máxime  si  los  ejemplares  no  están  conve- 
nientemente conservados  de  modo  que  puedan  observarse  to- 
dos los  caracteres.  Parecen  haber  convenido  los  más,  aunque 
con  algunas  reservas,  que  la  especie  en  cuestión  es  el  ApMa 
péllucida  X.,  de  la  familia  de  los  góbidos  y  orden  de  los  acan- 
topterígios;  pero  el  Sr.  Ferrer  alega  razones  de  importancia 
para  sostener  que  ni  la  descripción  de  la  referida  especie  ni  la 
del  ApMa  meridionalis  se  aplican  con  toda  exactitud  á  dicho 
pececillo,  dando  á  entender  que  quizás  pueda  ser  otra  tercera 
especie  inédita  propia  de  nuestras  costas.  A  estas  dudas  agre- 
garé que  Mr.  León  Yaillant,  profesor  de  Ictiología  del  Museo 
de  París,  á  quien  el  Dr.  Richard,  nuestro  consocio,  Director  del 
Museo  oceanógrafico  de  Monaco,  había  enviado  en  consulta 
ejemplares  que  yo  le  proporcioné,  creyó  ver  en  el  pez  en  cues- 
tión, aunque  siempre  bajo  las  mismas  reservas,  el  Apogon  im- 
herbis,  distinto  del  ApMa  por  el  menor  número  de  radios  de 
la  segunda  aleta  dorsal.  Demuestra  una  vez  más  esta  discusión 
el  abandono  que  reina  en  cuanto  se  refiere  al  conocimiento  de 
la  fauna  marina  de  nuestras  costas,  y  la  necesidad  de  que  se 
cree  en  las  Baleares  una  Estación  marítima,  dotada  de  todos 
los  medios  necesarios  para  la  exploración  del  Mediterráneo, 
de  la  que  reportarían  gran  beneficio,  como  se  ve  por  el  caso  que 
motiva  estas  líneas,  no  tan  solo  los  estudios  científicos,  sino  las 
industrias  que  se  deriven  ó  relacionan  con  ellos,  y  principal- 
mente la  pesquera. 

— El  Sr.  Calderón  dijo  lo  siguiente: 

El  profesor  Henry  A.  Miers,  de  la  Universidad  de  Oxford, 
con  fecha  6  de  Diciembre  de  1902,  me  ha  dirigido  la  siguiente 
carta  circular: 

«Querido  colega:  La  gran  transcendencia  que  en  la  litera- 
tura de  la  Mineralogía  y  sus  ciencias  hermanas  alcanzan  los 
volúmenes  tan  hermosamente  impresos  de  la  «Zeitschrift  für 


DE    HISTORIA  NATURAL.  241 

Krystallographie  und  Mineralogie»,  no  se  oculta  á  ningún  ex- 
perimentalista  ni  teórico  del  mundo  que  haya  tenido  ocasión 
de  examinar  sus  páginas  ó  consultar  sus  trabajos,  tanto  mi- 
neralógicos como  cristalográficos.  Ese  esmero  nunca  inte- 
rrumpido de  dicha  Revista  es  debido  á  la  revisión  escrupulosa 
y  asidua  del  profesor  P.  Groth,  de  Munich. 

Apreciando  en  lo  que  vale  tan  notable  labor,  varios  minera- 
logistas y  cristalógrafos  han  concebido  la  idea  de  significar  al 
respetable  maestro  su  estimación  por  aquel  servicio  científico 
sostenido  durante  un  cuarto  de  siglo,  y  abrir  una  suscripción 
para  ofrecerle  un  testimonio  de  aprecio.  Se  ha  constituido  á 
este  fin  en  Inglaterra  una  pequeña  Comisión  compuesta  de  los 
profesores  Maskelyne,  Lewis,  Mier  y  Mr.  Fletcher,  y  deseosa 
de  invitar  á  los  colegas  extranjeros,  celebraríamos  saber  si 
usted  quería  formar  otra  semejante  en  España,  para  comuni- 
car este  nuestro  propósito  á  los  mineralogistas  del  país. 

Se  ha  pensado  en  que  el  testimonio  referido  consistiera  en 
un  retrato  al  óleo  del  profesor  Groth  hecho  por  un  buen  maes- 
tro que  aquél  designara,  ó  en  un  medallón  con  su  busto;  pero 
la  decisión  definitiva  puede  dejarse  á  una  Comisión  en  que 
estén  representados  todos  los  países  que  hayan  contribuido  á 
la  suscripción. 

Soy  de  usted,  etc.—Bemy  A.  Miers. 

P.  S.  Esta  carta  ha  sido  remitida  por  Mr.  Fletcher,  ó  por 
mí,  á  los  coleg'as  de  varias  naciones». 

Esta  designación,  ciertamente  honorífica,  no  deja  de  ser  un 
tanto  espinosa,  y  por  razones  fáciles  de  comprender  no  he 
juzgado  oportuno  constituir  una  Comisión,  lo  que  resultaría 
demasiado  pomposo  para  el  resultado  á  que  podríamos  actual- 
mente aspirar.  Me  he  limitado  á  invitar  particularmente  á 
algunos  profesores  y  amigos  amantes  de  estas  ciencias  á  coo- 
perar á  dicha  manifestación  internacional,  y  les  soy  acreedor 
de  una  galante  acogida.  Si  algún  señor  socio  desea  correspon- 
der con  nosotros  á  la  manifestación  de  nuestros  colegas  de 
Inglaterra,  ó  solicita  mayores  informes,  puede  dirigirse  á  mí 
hasta  el  1.°  de  Septiembre,  en  que  quedará  cerrada  la  suscrip- 
ción. 

Secciones. — La  de  Sevilla  celebró  sesión  el  20  de  Mayo 
de  1903,  bajo  la  presidencia  de  D.  Manuel  Medina. 


242  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

— El  Sr.  Chaves  leyó  una  «Nota  sobre  algunos  minerales  de 
nuevas  localidades  de  Andalucía»  y  presentó  la  segunda  parte 
del  «Ensayo  de  fisiología  mineral.  Estudio  de  las  pseudomor- 
fosis  de  proceso  químico.» 

— Se  recibieron  donativos  de  trabajos  de  los  señores  socios 
publicados  en  los  Anales  de  la  Sociedad  para  la  biblioteca  de 
la  Sección. 

— El  Sr.  Medina  disertó  sobre  un  importante  trabajo  recien- 
temente publicado  por  el  profesor  Gaudry  en  «L'Anthropolo- 
gie»,  que  tiene  por  objeto  dar  á  conocer  una  dentición  de 
hombre  fósil  europeo,  sumamente  semejante  á  la  de  los  aus- 
tralianos. Si  este  hecho  aislado  se  confirmase  por  otras  obser- 
vaciones, podrían  sacarse  conclusiones  transcendentales  sobre 
el  origen  de  nuestros  antepasados  en  los  tiempos  cuaterna- 
rios. 

La  Sección  de  Zaragoza  celebró  sesión  el  27  de  Mayo,  bajo 
la  presidencia  de  D.  Pedro  Ramón  y  Cajal. 

— El  Sr.  Presidente  leyó  y  entregó  un  trabajo  intitulado  «El 
encéfalo  de  los  batracios»,  acompañado  de  varios  dibujos  re- 
presentando el  resultado  de  las  investigaciones  micrográficas 
del  autor,  que  se  contienen  en  el  texto.  A  instancia  de  los 
socios  dio  aquél  interesantes  explicaciones  sobre  los  referidos 
dibujos. 

Notas  y  comunicaciones. 


Nota  II  sobre  la  fructificación  de  la  «Homalia  lusitanica»  Sehmp. 


DON    A.    CASARES    GIL. 

En  el  núm.  6  del  tomo  n  del  Boletín  de  la  Sociedad  espa- 
ñola de  Historia  natural  (Junio  1902),  he  descrito  algunas 
particularidades  sobre  la  fructificación  de  la  Homalia  lusita- 
nica Schmp.  Habiendo  tenido  la  suerte  de  ser  el  primero  que 
observó  los  órganos  reproductores  de  esta  planta,  y  siendo 
incompletos  los  ejemplares  que  encontré  el  año  pasado,  ob- 
servé con  cuidado  este  año  el  lugar  donde  crece  esta  rara  es- 


DE   HISTORIA   NATURAL. 


243 


pecie  en  los  alrededores  de  Barcelona,  y  en  el  mes  de  Febrero 
pude  ver  las  particularidades  más  salientes  de  su  reproduc- 
ción sexual.  El  objeto  de  esta  nota  es  completar  de  un  modo 
somero  la  nota  anterior. 

La  inflorescencia  de  la  Homalia  lusitanica  es  monoica. 

Las  flores  masculinas,  g-emmiformes  y  pequeñas,  asientan 
•en  la  axila  de  una  hoja;  las  hojas  de  la  yema  son  semejantes 


Fig.  1.a 


Fig.  2 ' 


Fie-. 


Fig.  4.a 


á  las  periquetiales  descritas  en  la  anterior  nota,  un  poco  me- 
nores y  con  el  acumen  más  estrecho.  En  el  centro  de  cada  bo- 
tón hay  5-10  anteridios  (fig*.  1.a)  pediculados ,  mezclados  con 


244  BOLETÍN    DE  LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

escasos  parauses  sencillos.  Estos  anteridios  se  abren  por  un 
opérculo  bastante  visible. 

Las  flores  femeninas  están  también  colocadas  en  la  axila  de 
las  hojas;  son  un  poco  mayores  que  las  masculinas,  con  la 
punta  de  las  hojas  algo  escuarrosa,  teniendo  en  el  centro  nu- 
merosos arquegonios  de  ancho  pie  entremezclados  con  para- 
fises  (fig.  2.a). 

El  arquegonio  fértil  se  desarrolla,  después  de  la  fecunda- 
ción, en  una  cápsula  oblonga,  oblicua,  con  opérenlo  rostrado 
vuelto  hacia  arriba  y  pequeña  cofia  acogullada  y  lisa  (fig.  3.a). 
El  anillo  está  formado  por  dos  series  de  células  grandes,  y  ai 
desprenderse  se  arrolla  hacia  afuera  (fig.  4.a). 

Nota  acerca  de  una  particularidad  de  la  contracción  muscular 

en  la  rana. 

(La  inexcitabilidad  muscular.) 

(Trabajo  del  Laboratorio  de  Fisiología  de  la  Facultad  de  Medicina  de  Barcelona ..) 


D.  AUGUSTO  PI  Y  SUNER. 

Hace  poco  más  de  un  año  que  presenté  á  la  Academia  y  La- 
boratorio de  Ciencias  médicas  de  Cataluña  una  comunicación 
referente  á  la  fase  de  inexcitabilidad  cardíaca.  Hoy  creo  des- 
cribir cosa  referible  á  dicha  fase  en  el  funcionalismo  de  la 
fibra  estriada  de  la  rana. 

Los  fenómenos  que  me  ocupan  son  evidentemente  necrobió- 
ticos  (en  la  acepción  de  las  escuelas  alemanas)  debidos  en  parte 
á  la  fatiga,  y  en  parte  también,  la  más  importante,  ala  inicial 
desintegración  química  de  la  molécula  ó  moléculas  activas  en 
la  contracción  muscular;  estos  fenómenos  deben  ser  excepcio- 
nales en  el  orden  fisiológico.  Sin  embargo,  su  interés  filosófico- 
es  grande  y  pueden  contribuir  á  la  aclaración  de  algún  punto 
de  fisiología  general. 

Los  fenómenos  que  hoy  describo  no  han  sido  señalados  por 
otros  autores  (1),  por  cuanto  la  técnica  que  usaron  fué  distinta. 
Mosso,  en  sus  estudios  acerca  de  la  fatiga,  realizó  sus  princi- 

(1)    Por  lo  menos  yo  no  conozco  trabajo  alguno  que  á  ellos  se  refiera. 


Boletín  de  la  Sociedad  Española  de  Historia  Natural.  Tomo  III.  Lám.  II. 


&P~-/*    , 


nr-  r 


Boletín  de  la  Sociedad  Española  de  Historia  Natural.  Tomo  III.  Lám.  III. 


DE    HISTORIA  NATURAL.  245 

pales  experimentos  en  músculos  no  separados  del  animal  y  en 
organismos  homeotérmicos,  é  Ivo  Novi,  cuyos  resultados  en 
algún  punto  se  acercan  á  los  míos,  concedíale  al  músculo,  entre 
contracción  y  contracción,  tiempo  suficiente  para  que  se  re- 
pusiera. 

He  aquí  como  procedo: 

Recojo  la  corriente  de  la  línea  de  la  Compañía  Barcelonesa 
de  Electricidad  á  110  wolts  y  la  reduzco  en  intensidad  y  tensión, 
enviándola  á  través  de  un  reostato  y  una  ó  varias  lámparas  de 
resistencia.  Con  esta  corriente,  tan  atenuada  como  yo  deseo, 
excito  el  carro  de  inducción  de  Du  Bois  Reymond.  Seg-ún  el 
carrete  inducido  que  se  utiliza,  ya  se  sabe  que  la  intensidad 
de  la  corriente  resultante  es  distinta;  asimismo  la  intensidad 
está  en  razón  inversa  de  la  distancia  del  inductor  al  inducido. 
Con  estos  elementos  bien  se  ve  que  muy  precisamente  puedo 
regular  la  mag-nitud  del  excitante. 

Los  choques  de  inducción  los  obteng-o  con  el  péndulo  inte- 
rruptor; las  variaciones  de  frecuencia  se  consiguen  en  él  dán- 
dole longitud  distinta.  He  procedido  con  frecuencias  de  dos  y 
de  seis  interrupciones  por  segundo;  en  las  gráficas  las  de  dos 
están  señaladas  por  la  indicación  lenta,  y  las  de  seis  por  fre- 
cuente. 

El  músculo  activo  ha  sido  en  todos  los  casos  el  gemelo  de  la 
rana  suspendido  por  la  parte  superior  y  en  relación  con  un 
excitador  simple  y  enganchado  al  miógrafo  isotónico  por  el 
tendón  de  Aquiles.  El  peso  levantado  fué  siempre  de  10  gra- 
mos, pero  con  una  razón  de  brazo  de  potencia  á  resistencia 
como   5  es  á  1. 

No  creo  ya  necesario  insistir  más  en  los  detalles  de  técnica. 
Traigo  á  vuestra  aprobación  de  entre  mis  gráficas  solo  las  más 
claras  y  características: 

Gráfica  1.* — Interrupciones  frecuentes;  corriente  débil,  con 
el  inducido  de  hilo  grueso  y  á  12  centímetros  del  punto  máxi- 
mo deinducción.  Se  excita  el  músculo  después  de  algún  tiempo 
de  separado  del  animal  y  en  día  frío  (11°  en  el  laboratorio);  es 
órgano  fisiológicamente  gastado.  Se  obtiene  después  de  pocas 
contracciones  el  tétanos  maximalpara  la  intensidad  utilizada. 
Pero  la  altura  de  dichos  tétanos  no  se  sostiene,  comienza  á  de- 
caer rápidamente  y  muy  pronto  en  O  aparecen  ya  las  oscila- 
ciones. A  estas  oscilaciones  me  refiero  en  el  presente  trabajo. 


'216  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Son.siempre  continuación  del  tétanos,  cuando  la  intensidad 
del  excitante  no  es  excesiva.  Derivan,  sin  duda,  de  alteracio- 
nes químicas  que  hacen  el  músculo  en  ciertos  momentos  kiper 
y  en  otros  no  excitable. 

Son  síntoma  del  malestar  del  órgano,  modalidad  de  la  fatiga 
ó,  en  general,  de  la  intoxicación  por  auto-desintegración  pro- 
teica. El  músculo  en  las  condiciones  en  que  se  le  utiliza  no 
puede  descargarse  de  los  elementos  fatigantes  que  proceden 
de  la  catabolia  dinamogénica  y  de  los  originados  por  las  ma- 
las condiciones  de  medio  en  que  el  elemento  anatómico  tra- 
baja; en  estas  condiciones,  ya  es  sabido  que  los  fenómenos  de 
fatiga,  ó  referibles,  se  presentan  de  modo  prematuro. 

Las  oscilaciones  musculares  no  responden  al  ritmo  del  pén- 
dulo interruptor;  nos  hallamos,  pues,  frente  á  un  caso  de  reac- 
ción intermitente  producida  por  un  excitante  continuo  ó  pe- 
riódico, igual  que  acontece  con  la  fibra  cardíaca.  En  Mías  osci- 
laciones alcanzan  su  máximum.  Después,  en  el  seguido  fun- 
cionar del  órgano,  disminuyen  poco  á  poco  y  por  fin  se  borran; 
el  músculo  se  hace  del  todo  inexcitable.  Sin  embargo,  en  la 
mayor  parte  de  las  ocasiones,  cuando  se  ha  operado  rigurosa- 
mente según  la  técnica  descrita,  después  de  lavado  el  órgano 
con  solución  isotónica  de  Cl  Na  y  á  temperatura  óptima  de 
32'  se  vuelve  á  obtener  una  pequeña  y  pasajera  excitabilidad. 

Gráfica  2.* — Músculo  en  las  mismas  condiciones  que  el  pri- 
mero, pero  recién  extraído  del  animal.  Excitación  débil  como 
la  anterior,  si  bien  lenta.  Desde  E hasta  /cada  una  de  las  con- 
tracciones conserva  su  individualidad  mas  con  acortamiento 
creciente,  como  sucede  en  lo  fisiológico;  de  I  k  T  la  gráfica  no 
tiene  gran  valor,  porque  debido  á  insuficiente  fijación  del 
músculo,  éste,  con  sus  movimientos,  cortaba  indebidamente  el 
circuito.  En  T,  corregido  este  vicio  de  la  técnica,  se  muestra 
ya  la  tendencia  al  tétanos,  tétanos  que  no  llega  á  establecerse 
perfecto  en  todo  el  tiempo  de  una  revolución  del  cilindro  (un 
minuto).  Para  conseguir  el  tétanos  en  músculo  fresco  la  exci- 
tación era  en  exceso  lenta  y  débil;  sin  embargo,  al  comenzar 
la  fatiga,  continuando  la  impresión  de  la  gráfica,  se  hubiera 
obtenido  la  fusión  perfecta  de  las  contracciones. 

Gráfica  3.a— Excitación  lenta  y  débil  en  músculo  de  rana 
eterizada.  Curva  típica  de  tétanos  obtenido  paulatinamente. 
La  excitación  en  sus  modalidades  de  frecuencia  y  magnitud 


DE    HISTORIA   NATURAL.  247 

es  la  misma  en  T  que  en  E.  La  diferencia  de  reacción  depende 
de  un  principio  de  fatiga.  El  tétanos,  por  lo  tanto,  representa 
en  este  caso  la  iniciación  de  un  estado  patológico  del  músculo 
y  la  contracción  individual  la  reacción  fisiológica.  Empero  en 
muchas  ocasiones  la  contracción  tetánica  se  debe  á  que  la  su- 
cesión de  excitaciones  es  más  rápida  que  el  tiempo  total  de 
reacción  del  elemento  anatómico.  De  aquí  que  la  aparición  del 
tétanos  dependa  de  dos  factores,  reacción  del  músculo  y  cua- 
lidad de  la  excitación  y,  por  lo  tanto,  que  esté  directamente 
relacionada: 

1.°     Con  la  frecuencia  de  las  excitaciones. 

2.°     Con  la  intensidad  de  las  excitaciones.  E  inversamente. 

3.°  Con  la  rapidez  de  reacción  muscular,  ya  sea  esta  rapi- 
dez resultado  de  modo  de  ser  propio  de  la  fibra  estriada  (tiempo 
específico  de  reacción)  ó  de  alteraciones  de  su  funcionalismo, 
externas  (temperatura,  intoxicaciones)  ó  internas  (fatiga  ó 
desintegración  molecular). 

En  el  punto  C,  el  tétanos  era  ya  casi  perfecto;  á  continuarse 
la  excitación,  el  resultado  gráfico  conseguido  hubiera  sido  la 
línea  horizontal  irreprochable. 

Gráfica  4.a — Comienza  en  O;  en  E  se  excitó  el  músculo  (aún 
fresco)  con  corriente  repetida  y  débil;  la  intensidad  del  inci- 
tante fué  aumentándose  hasta  Au:  el  tétanos  casi  inmediato 
de  contracción  creciente  se  obtuvo  desde  el  principio.  En  N  in- 
terrumpióse la  corriente  y  en  R  se  dejó  al  músculo  durante 
cinco  minutos  á  la  temperatura  ambiente  (15°)  y  al  aire  libre. 
En  E'  se  excitó  aquél  de  nuevo  con  la  misma  intensidad  y  fre- 
cuencia iniciales  (de  E).  La  línea  obtenida,  como  se  observa,  es 
muy  distinta  de  la  anterior;  la  primera,  á  no  haberse  aumen- 
tado la  magnitud  de  la  excitación,  hubiera  sido  una  recta, 
perfecta  expresión  del  tétanos  típico.  En  la  segunda  se  nota 
muy  manifiesto  el  fenómeno  de  la  oscilación  muscular,  que 
persiste,  disminuyendo  en  amplitud,  hasta  la  segunda  inte- 
rrupción del  experimento,  en  R' .  (Aproximadamente  hasta  un 
minuto  después,  ya  que  la  longitud  total  de  la  cinta  representa 
la  circunferencia  del  cilindro  inscriptor,  y  en  estas  investiga- 
ciones, dicho  cilindro  giraba  á  razón  de  vuelta  por  minuto.) 
En  i?",  cinco  minutos  después  de  la  prueba  anterior,  se  excitó 
otra  vez  el  mismo  músculo  con  ig*ual  intensidad  y  frecuencia. 
Ya  se  ve  en  la  gráfica  que  el  efecto  obtenido  fué  nulo  ó  casi  tal. 


248  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Gráfica  5.a  (5,  5  bis,  y  5  trip.).— El  músculo  utilizado  era  el 
mismo  que  dio  la  gráfica  2.a  Excitado  en  E  con  corriente  dé- 
bil y  choque  frecuente  dio  dos  contracciones  individuales  y 
luego  ya  el  acortamiento  tetánico,  acortamiento  irregular  y 
con  oscilaciones  en  ciertos  puntos  que  parece  como  que  mues- 
tren una  ligera  tendencia  á  la  isocronia.  En  A  se  descolgó  el 
músculo  y  se  regeneró  en  la  solución  isotómica  de  CI  Na  á  la 
temperatura  óptima.  Después  de  tres  minutos  de  baño  excitóse 
en  E'  con  la  misma  intensidad  y  frecuencia  que  en  E ,  y  el 
tétanos  conseguido  fué  bastante  menos  alto;  en  /  aparecieron 
las  oscilaciones,  las  cuales  hasta  L  acentuaron  en  ciertos  mo- 
mentos su  iniciación  de  ritmos,  por  grupos  de  dos  (/,  /',  /",  I1"). 
En  L  se  hicieron  las  oscilaciones  irregulares  y  en  seguida  cre- 
cieron en  intensidad,  conservando  su  característica  hasta  -J-, 
donde  se  aumentó  la  magnitud  de  la  comente  inductora  y  de 
la  inducida  (disminuyendo  resistencia  en  el  reostato  y  acer- 
cando simultáneamente  el  carrete  externo  al  inductor).  El  re- 
sultado fué  un  tétanos  débil,  pero  perfecto,  y  muy  pronto  des- 
cendente. 

Gráfica  6.' — Músculo  extraído  cinco  minutos  antes  y  conser- 
vado al  ambiente  (15°).  En  E  se  le  excita  con  corriente  inten- 
sa y  de  interrupción  frecuente  («fuerte  y  rápida»  dice  impro- 
piamente en  la  figura).  La  consecuencia  fué  el  tétanos  perfec- 
to y  descendente.  En  N  cesa  la  excitación,  y  en  E' ,  después  de 
una  revolución  y  media  del  cilindro  y  de  una  aspersión  abun- 
dante de  solución  de  cloruro  sódico  á  30°,  se  obtiene  por  la  ac- 
ción de  la  misma  corriente  é  iguales  choques  el  tétanos  per- 
fecto también,  pero  de  altura  mucho  más  corta  y  en  seguida 
descendente.  Después  del  mismo  tiempo  (minuto  y  medio),  é 
idénticas  maniobras  que  en  la  operación  anterior,  en  E'"  se 
somete  de  nuevo  al  músculo  á  igual  excitante:  bien  indica  la 
figura  que  el  efecto  obtenido  fué  muy  pequeño,  tanto  en  can- 
tidad como  en  duración;  la  línea  de  relajación  pasiva  se  al- 
canzó casi  al  instante  ( R).  En  N"  cesó  la  corriente,  sin  que  la 
línea  gráfica  experimentara  modificación  alguna.  El  músculo 
desde  R  era  ya  por  completo  inexcitable. 

Gráfica  7.a — En  E  se  incitó  muy  intensamente  (con  la  co- 
rriente inducida  que  produce  el  carrete  fino  del  aparato  de  Du 
Bois  Reymond  y  en  el  punto  de  máximo  efecto)  un  músculo 
recién  extraído.  El  tétanos  de  gran  altura  consiguióse  inme- 


DE    HISTORIA   NATURAL.  249 

diatamente.  Este  tétanos  muy  descendente  continuó  á  pesar 
de  la  interrupción  de  los  choques  en  AT;  en  E'  se  excitó  de 
nuevo,  y  el  efecto  fué,  con  igual  intensidad  de  corriente,  nota- 
blemente menor,  aunque  la  línea  de  contracción  perdió  la 
marcada  tendencia  al  descenso  que  antes  presentara.  En  el 
mismo  punto  que  la  vez  primera  corté  la  corriente  para  ex- 
citar de  nuevo  en  E"  y  luego  abrir  otra  vez  el  circuito  en  N' . 
Así  fui  excitando  é  interrumpiendo  sucesivamente  en  todos 
los  puntos  señalados  (E'",  EIY,  Ev  ,  F**,  Evu)  y  (N,  N'jy 
siempre  actuando  con  la  misma  intensidad.  Como  se  observa, 
cada  vez  la  contracción  era  menos  alta;  el  músculo  fatig-ado 
respondía  con  menos  violencia  á  las  excitaciones.  Siempre, 
empero,  á  la  excitación  muy  intensa  se  seguía  el  tétanos  y  nun- 
ca secundariamente  las  oscilaciones.  Ni  en  este  caso  ni  en 
otros  idénticos  ó  referibles  he  podido  demostrarlas.  El  tétanos, 
consecuencia  de  grandes  excitantes,  se  mantiene  seguido  has- 
ta la  muerte;  la  contracción  va  borrándose  poco  á  poco;  la 
línea  que  la  indica  desciende  con  mayor  ó  menor  rapidez,  pero 
sin  fase  intermediaria  de  oscilación.  La  línea  recta  no  se  altera 
hasta  llegar  á  la  desintegración  definitiva.  Esta,  por  la  hiper- 
función,  se  consigue  muy  pronto;  los  tiempos  en  la  gráfica  7.a 
están  marcados  por  las  revoluciones  del  cilindro  (cada  una — 
cada  longitud  de  tira — representa  un  minuto)  y  se  procedió  en 
su  inscripción  sin  intermedio  alguno.  El  tiempo  total  del  ex- 
perimento fué,  por  lo  tanto,  de  4'  45"  aproximadamente,  de  E 
á  F.  Al  músculo  de  esta  manera  tratado  lo  sumerge  luego. 
durante  tres  minutos,  en  la  solución  isotónica  á  temperatura 
óptima,  mas  no  pude  conseg-uir  el  retorno  de  su  actividad.  El 
músculo. estaba  definitivamente  inutilizado;  ni  con  excitación 
débil  ni  con  excitaciones  intensas  (de  ritmo  lento  (gráfica  8.a 
E),  ó  rápido  (gráfica  9.a  E'),  se  obtuvo  muestra  alguna  de  reac- 
ción. Por  el  tétanos  se  fué  directamente,  y  con  rapidez,  á  la 
desagregación  química  incompatible  con  la  vida  del  órgano. 
Del  análisis  que  acabamos  de  detallar  y  del  de  otras  muchas 
gráficas  idénticas  ó  semejantes  se  pueden  deducirlas  siguientes 

Conclusiones. 

1.a  El  tétanos  tiene  su  origen  en  la  deficiente  excitabilidad 
del  músculo  con  relación  al  incitante:  tal  deficiencia  puede  ser 
condición  intrínseca  del  órgano  ya  en  estado  normal.  (Se  ob- 


250  BOLETÍN  de  la  sociedad  española 

tiene  con  menos  interrupciones  el  tétanos  en  los  músculos  de 
los  animales  poiquilotermos  que  en  los  de  homeotermos.  Ade- 
más, los  músculos  rojos  del  conejo,  según  Kronecker,  se  tetani- 
zan  con  10  interrupciones,  mientras  que  los  pálidos  del  mismo 
animal,  más  rápidos  en  la  reacción,  necesitan  25  ó  30  golpes 
de  inducción  de  corriente  de  mediana  intensidad  para  sumar 
sus  contracciones).  Puede  también  ser  expresión  de  fatiga  que 
se  inicia,  ó  de  trastorno  cualquiera  que  embote  la  excitabilidad 
del  órgano,  ó  se  refiere  á  la  intensidad  del  excitante.  Ya  se  sabe 
que  toda  contracción  es  tanto  más  alta  y  hasta  cierto  punto 
tanto  más  duradera  cuanto  mayor  lia  sido  el  estímulo  que  la 
ha  provocado;  por  tal,  en  condiciones  de  gran  intensidad  de 
excitación,  si  esta  intensidad  se  acompaña  de  la  frecuencia 
precisa,  se  hace  muy  fácil  la  suma  y  fusión  de  las  contraccio- 
nes. Esto  y  la  lentitud  del  último  período  de  la  fase  de  dilata- 
ción después  de  las  grandes  reacciones  musculares  determinan 
la  facilidad  de  producción  del  tétanos  cuando  se  utilizan  exci- 
tantes de  magnitud  grande. 

2.a  La  conclusión  anterior  nos  explica  por  qué  con  corrientes 
fuertes  se  obtiene  siempre  el  tétanos  perfecto  hasta  la  muerte 
del  músculo.  Este  responde  cada  vez,  con  menos  fuerza  cierta- 
mente, á  la  gran  incitación  que  á  cada  momento  le  llega;  la 
conmoción  molecular  que  representan  los  grandes  choques  de 
inducción  es  tan  intensa,  que  mientras  quedan  restos  químicos 
activos  utilizables  se  aprovechan  continuamente  y  en  forma 
cualquiera.  Es  la  desintegración  desordenada  de  todo  lo  que 
contenga  potencial  energético.  Por  esta  condición  se  compren- 
de bien  que  la  muerte  muscular  no  se  hag-a  esperar  mucho 
tiempo. 

3.a  Las  oscilaciones  de  la  excitabilidad  solo  se  obtienen 
utilizando  choques  poco  intensos.  Son  expresión  de  un  estado 
de  descomposición  inicial,  pero  representan  todavía  reservas 
químicas.  Es  probable  que  el  músculo,  alg'o  alterado  ya  por  el 
trabajo  á  que  se  le  ha  sometido,  agrupe  los  restos  utilizables 
de  cierta  manera  que  le  permita  obtener  su  aprovechamiento; 
es  muy  posible  que  coordine  las  moléculas  activas  para  conse- 
guir una  economía  funcional,  ya  que  la  intensidad  del  exci- 
tante, no  excesiva,  se  lo  permite.  De  aquí  que  en  ciertos  mo- 
mentos no  sea  excitable,  al  paso  que  en  otros  se  nos  presente 
con  hiperexcitabilidad. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  251 

4.a  No  es  dudoso  que  las  oscilaciones  musculares  se  deben 
á  variaciones  de  su  excitabilidad;  el  incitante  es  siempre  el 
mismo,  y  sin  embargo  las  reacciones  soirdistintas;  su  variedad 
se  origina,  pues,  en  alteraciones  del  músculo,  no  en  irregula- 
ridades de  acción  del  excitante. 

5.a  El  músculo  que  sufre  incitaciones  débiles  y  presenta  el 
fenómeno  de  la  oscilación,  se  sostiene  más  tiempo  en  actividad 
que  el  tetanizado  por  choques  máximos. 

6.a  Existe  cierta  tendencia  á  la  isocronia  en  las  oscilacio- 
nes musculares;  esta  isocronia  podría  ser  el  esbozo  de  la  fase 
de  inexcitabilidad  cardíaca.  Podríamos,  acaso,  explicar  filogé- 
nicamente  por  ella  el  ritmo  del  corazón.  Ciertas  partes  de  las 
gráficas  que  presento  y  las  de  la  contracción  de  la  punta  car- 
díaca separada  del  animal  y  excitada  por  choques  de  induc- 
ción repetidos  (comunicación  citada,  Marzo  1901)  son  muy  se- 
mejantes. 

Además,  la  coordinación  bioquímica  que  se  traduciría  en 
inexcitabilidad  y  excitabilidad  periódicas  se  desarrollaría  de 
la  misma  manera  en  las  oscilaciones  musculares  (hecho  pato- 
lógico) y  las  contracciones  rítmicas  cardíacas  (caso  perfecta- 
mente fisiológico).  Uno  y  otro  fenómeno  tendrán  su  punto  de 
partida  común:  una  condición  patológica,  por  adaptación  y  se- 
lección natural  convertida  en  necesidad  fisiológica. 

Nota  sobre  algunos  minerales  de  nuevas  localidades  de  Andalucía 


DON    FEDERICO    CHAVES. 

Estibina. — El  ejemplar  que  he  examinado  es  una  masa  aci- 
cular de  dicho  sulfuro,  de  gran  pureza,  y  sin  ganga  alguna. 
Respecto  á  su  yacimiento  no  puedo  dar  detalles,  sabiendo  solo 
que  se  ha  hallado  en  Castilblanco  (Sevilla). 

Pirita.— Se  encuentra  en  pequeños  nodulos  de  dimensiones 
variables,  alcanzando  hasta  unos  8  era.  en  los  trabajos  de  la 
mina  «La  Acacia»,  término  de  Villamartín,  de  la  provincia 
de  Cádiz.  Estos  nodulos  forman  hiladas  alternando  con  el  car- 
bón y  las  pizarras  aluminosas;  ofrecen  estructura  compacto- 
cristalina,  y  en  su  superficie  no  he  hallado  vestigios  de  termi- 
nación de  cristales.  Los  agentes  atmosféricos  alteran  rápida- 


-252  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

mente  este  mineral,  por  cuya  circunstancia  pudiera  referirse 
á  la  pirita  rómbica.  Contiene  alta  proporción  de  azufre,  y  ca- 
rece de  arsénico.  Al  soplete  se  hincha  y  desmorona  en  polvo 
rojizo  de  óxido  férrico  á  la  llama  oxidante. 

Valentinita.— Este  mineral,  que  no  ha  sido  aún  citado  de  la 
provincia  de  Málaga,  se  encuentra  á  veces  formando  peque- 
ños grupos  de  finas  y  brillantes  agujas  blancas  en  las  cavida- 
des del  antimonio  nativo  de  La  Vihuela.  En  un  ejemplar  de 
antimonio  que  he  recogido  en  una  de  mis  anteriores  excursio- 
nes se  halla  la  valentinita  asociada  á  manchas  ocráceas,  pro- 
bablemente de  cervantita,  y  con  calcopirita  en  las  venas  cuar- 
zosas de  la  pizarra  cristalina. 

Oligisto.—Eú  El  Garrobo,  próximo  á  Prado  del  Rey,  aparece 
el  oligisto  laminar  en  pequeñas  masas,  impregnando  un  ma- 
cizo de  arenisca  de  cemento  silíceo  y  corta  porción  de  carbo- 
nato calcico. 

Magnetita. — En  términos  de  Benaocaz,  Villamartín  y  Prado 
del  Rey,  lie  hallado  con  frecuencia  cantos  sueltos  masó  menos 
rodados  de  magnetita,  en  cuya  superficie  se  observa  á  veces 
la  pseudomorfosis  sobre  pirita. 

Yeso. — Pequeñas  y  delgadas  capitas  constituidas  por  crista- 
les entrelazados,  largos,  límpidos  y  brillantes  alternan  con  el 
carbón,  la  pirita  y  la  pizarra  aluminosa  en  la  mina  «La  Aca- 
cia» antes  citada,  del  término  de  Villamartín.  Los  mayores 
cristales  que  he  observado  miden  unos  3  cm.;  son  sencillos, 
pero  se  entrelazan,  obedeciendo  á  una  ley  general  de  cruza- 
miento que  recuerda  la  de  la  macla.  Estos  cristales  no  se  pres- 
tan á  medidas  goniométricas. 

En  el  Cerro  del  Verdugo  y  otras  localidades  de  Prado  del 
Rey  y  de  Villamartín,  muy  abundantes  en  este  sulfato,  he  re- 
cogido ejemplares  numerosos  de  yeso  cristalizado,  fibroso,  sa- 
caroideo, compacto,  ya  incoloro,  ya  amarillo,  rosado  rojo,  gris 
y  negruzco.  En  este  último  caso  hállase  teñido  por  materias 
bituminosas. 

Baritina. — Una  muestra  de  este  mineral  que  me  ha  donado 
nuestro  consocio  D.  Enrique  Laza,  procede  de  la  hacienda  «El 
Romeral»,  término  de  Antequera;  se  presenta  en  masas  fibro- 
radiadas  ó  aciculares,  de  color  gris,  sin  formas  cristalinas 
bien  distintas.  Ofrece  los  caracteres  físicos  y  químicos  de  la 
especie. 


DE   HISTORIA  NATURAL.  253 

Malaquita. — En  investigaciones  practicadas  en  una  mina  de 
Almayate,  término  de  Velez  Málaga,  se  ha  extraído  limonita 
y  hematites,  en  las  que  suelen  encontrarse  pequeñas  masas 
radiadas  de  malaquita  fibrosa,  de  la  cual  creo  poder  hallar 
en  la  localidad  ejemplares  que  permitan  un  detenido  y  com- 
pleto estudio. 

Notas  geológicas  y  mineralógicas 


DON    LUCAS    FERNANDEZ    NAVARRO. 

Mis  últimas  excursiones  me  han  permitido  observar  algunas 
particularidades  geológicas  y  mineralógicas  que,  aunque  de 
escasa  importancia  general,  no  dejan  de  tener  cierto  interés 
para  el  conocimiento  detallado  de  nuestra  gea  regional,  por  lo 
cual  las  doy,  aunque  en  la  forma  más  breve  posible. 

I.  Frente  al  hito  del  kilómetro  42  de  la  carretera  de  Madrid 
á  Irún,  cerca  de  El  Molar,  se  ve  aparecer  por  debajo  de  las  ca- 
lizas cretácicas  un  conglomerado  de  cantos  silíceos  igual  al 
conglomerado  mioceno,  que  también  en  contacto  con  el  cretá- 
cico se  extiende  entre  Venturada  y  Cabanillas  de  la  Sierra,  si- 
guiendo la  misma  carretera.  Esta  observación,  repetida  varias 
veces  desde  la  diligencia,  me  hizo  sospechar  la  existencia  del 
terciario  en  las  inmediaciones  de  El  Molar,  hecho  que  he  trata- 
do de  comprobar  últimamente. 

En  efecto,  dicho  conglomerado  es  exactamente  igual  al  de 
Venturada,  y  ocupa,  con  relación  á  las  calizas  del  cretácico,  una 
posición  idéntica,  por  lo  que  cabe  afirmar  dicha  existencia, 
hasta  el  punto  en  que  esto  puede  hacerse  prescindiendo  del  ca- 
rácter paleontológico,  á  que  tan  pocas  veces  puede  recurrirse 
en  el  terciario  de  Castilla  la  Nueva. 

Esta  manchita  tiene  una  forma  alargada  en  el  mismo  senti- 
do que  la  cretácica,  es  decir,  de  NE.  á  SO.,  y  en  lo  que  yo  he 
observado  no  llega  su  longitud  á  más  de  500  ó  600  metros,  aun- 
que es  probable  se  prolongue  por  debajo  de  las  arcillas  dilu- 
viales. Los  estratos  del  conglomerado  coinciden  en  buzamien- 
to con  los  de  las  calizas  suprayacentes  (NNO.);  pero  la  inclina- 
ción de  unos  y  otros  es  muy  distinta,  pues  mientras  que  los 

T.  ni.— Junio,  1903.  18 


•¿51  BOLETÍN  de  la  sociedad  española 

cretácicos  se  aproximan  bastante  á  la  vertical,  los  terciarios 
aparecen  casi  horizontales. 

II.  Entre  Arbancón  y  Jocar  (Guadalajara),  en  el  camino  que 
va  de  uno  á  otro  pueblo  y  ya  cerca  del  último,  se  encuentra  un 
pequeño  barranco  en  el  que  hay  un  asomo  silúrico,  que  no  está 
figurado  en  los  mapas  de  la  región  ni  sé  que  haya  sido  citado 
hasta  ahora. 

Le  constituyen  unas  pizarras  de  color  gris-azulado,  satina- 
das, muy  hojosas,  sumamente  análogas  á  las  de  la  misma  edad 
de  Robredarcas,  Muriel  y  otros  pueblos  inmediatos,  formadas 
por  pajitas  micáceas,  granulos  feldespáticos  y  materia  arcillo- 
sa. Son  próximamente  verticales  y  se  extienden  á  lo  largo  del 
camino,  durante  unos  100  ó  150  m.,  con  una  dirección  E.  á  <>. 
Cambian  luego  bruscamente  por  la  dirección  SE.  á  NO.,  y  á 
los  pocos  metros  desaparecen  bajo  una  ligera  capa  diluvial  y 
bajo  las  calizas  cretácicas  casi  horizontales  que  forman  el  cerro 
de  la  Torrecilla,  en  Jocar.  No  he  encontrado  en  ellas  restos  or- 
gánicos. 

III.  En  esta  misma  región  he  podido  anotar  la  existencia 
de  varios  manchones  de  diluvium  locales,  algunos  de  exten- 
sión y  espesor  considerables,  entre  los  que  hay  dos  que  mere- 
cen citarse. 

Uno  de  ellos  es  el  mencionado  incidentalmente  en  la  nota 
anterior,  situado  entre  Jocar  y  Arbancón.  y  en  cuyo  centro  apa- 
rece el  manchón  silúrico  citado.  Es  fusiforme  y  tendrá  como 
un  kilómetro  en  su  sentido  máximo,  que  es  de  NO.  á  SE.  Su 
espesor  es  muy  poco  considerable,  tanto  que  en  los  barran qui- 
tos  fraguados  por  los  insignificantes  arroyos  que  le  cruzan 
deja  ver  las  calizas  cretácicas  infrayacentes.  Está  compuesto 
de  arcilla  y  cantos  silíceos,  lo  cual  aleja  la  probabilidad  de  que 
se  haya  formado  á  expensas  de  los  cerros  cretácicos  que,  á  par- 
tir del  de  la  Torrecilla,  se  extienden  al  NO.  de  Jocar  y  que  son 
calizos.  Más  bien  parece  probable  que  este  diluvium  pueda  con- 
siderarse como  resto  de  otro  más  extenso  formado  á  expensas 
de  las  pizarras  y  cuarcitas  del  silúrico  que  se  encuentra  pocos 
kilómetros  al  N.,  en  Fraguas,  Robredarcas,  etc.  Así  parece  de- 
ducirse también  de  la  configuración  del  terreno,  que  constitu- 
ye allí  una  depresión  en  que  pudieron  permanecer  los  mate- 
riales cuaternarios  defendidos  de  la  denudación  general  pol- 
las alturas  que  los  rodean. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  255 

En  el  camino  de  Jocar  á  Muriel,  después  de  pasar  una  estre- 
cha y  pintoresca  garganta  por  donde  se  abre  paso  un  arroyo  á 
través  de  las  duras  calizas  magnesianas  de  este  cretácico,  se 
encuentra  un  molino,  casi  en  la  confluencia  de  este  arroyo  y 
de  otro  un  poco  más  considerable  que  viene  de  algo  más  al  N. 
Desde  el  molino  citado,  el  camino  sigue  como  un  kilómetro  al 
lado  del  arroyo,  y  en  toda  la  marguen  izquierda  de  éste  se  ve 
otro  diluvium,  que  se  prolonga  basta  muy  cerca  del  punto  en 
que  el  riachuelo  desemboca  en  el  Jarama.  Está  formado  tam- 
bién este  diluvium.  cuya  anchura  no  pude  apreciar  por  la  con- 
fíguíación  del  terreno,  por  arcillas  rojas  y  cantos  de  cuarcita, 
y  debe  estar  relacionado  con  el  anterior.  Presenta  con  él,  sin 
embargo,  dos  diferencias  notables;  el  tamaño  mucho  mayor  de 
los  cantos  y  su  enorme  espesor.  Este  último  no  puede  apre- 
ciarse por  completo  porque,  á  pesar  de  la  gran  altura  de  los 
cerros  que  forma,  y  de  estar  surcado  por  profundos  barrancos, 
no  llega  á  descubrirse  en  ningún  punto  la  roca  que  le  so- 
porta. 

IV.  A  continuación  cito  algunas  localidades  expañolas  de 
minerales,  unas  nuevas  y  otras  ya  conocidas,  pero  respecto  de 
las  cuales  agrego  ciertos  datos. 

Pirita. — Al  abrir  un  canal  en  la  margen  izquierda  del  río 
Guadalix,  con  objeto  de  llevar  agua  á  la  fábrica  de  luz  eléctri- 
ca en  construcción  en  Miradores  de  la  Sie;ra,  se  ha  atravesa- 
do un  pequeño  filón  metalífero  del  que  forma  parte  esta  espe- 
cie mineral".  Se  presenta  en  una  masa  cavernosa  con  las  cavi- 
dades tapizadas  de  pequeños  cristales  cubo-octaédricos,  muy 
brillantes,  de  color  amarillo  claro  en  unos  puntos  y  amarillo 
de  latón  en  otros,  en  ciertos  sitios  irisantes  y  en  otros  cubier- 
tos de  unas  manchas  terrosas  rojizas  (óxido  férrico).  Presentan 
algunas  laminillas  de  mica  blanca  interpuestas.  Ensayada  se 
ve  que  no  da  ni  siquiera  indicios  de  cobre. 

Otra  localidad  en  que  se  halla  la  pirita  es  el  cerro  de  la  Mesa, 
•en  término  de  Navalafuente  (Madrid),  donde  forma  pegaduras 
y  pequeñas  masas  en  un  filón  de  cuarcita  que  atraviesa  los 
gneis.  Ya  acompañada  de  pirita  cobriza  y  de  mispiquel,  y  ha 
sido  denunciada  como  mina,  aunque  creo  se  reduce  á  uno  de 
tantos  yacimientos  sin  valor  industrial  como  se  encuentran  en 
la  sierra  próxima. 

Mispiquel. — Además  del  citado  cerro  de  la  Mesa  se  encuentra 


256  BOLETÍN    DE    LA  SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

en  la  localidad  queyahemos  mencionado  en  Miraflores,  y  cons- 
tituye en  ella  masas  friables  muy  puras. 

Cuarzo. — Los  cuarzos  cristalizados  más  ó  menos  hialinos  son 
muy  frecuentes  en  toda  la  sierra  de  Guadarrama,  pero  la  loca- 
lidad más  conocida  es  La  CaJbrera,  en  la  provincia  de  Madrid,, 
donde  ya  D.  Casiano  de  Prado  citaba  una  masa  de  cuarzo  en 
una  pegmatita,  con  una  cavidad  llamada  en  el  país  la  «Cueva 
del  Cristal»,  por  estar  toda  ella  tapizada  de  cristales.  La  entrada 
de  dicha  cueva  se  encuentra  actualmente  obstruida  por  escom- 
bros y  además  inundada  constantemente,  de  modo  que  solo 
en  las  escombreras  inmediatas  se  pueden  recoger  algunos 
ejemplares  buenos. 

Los  cristales  aislados  de  algún  tamaño  son  poco  frecuentes, 
y  siempre  forman  parte  de  drusas,  de  modo  que  no  presentan 
mas  que  una  terminación  piramidal.  Lo  más  general  son  for 
maciones  paralelas  en  que  solo  aparecen  libres  parte  de  las  ca- 
ras romboédricas  implantadas  oblicuamente  sobre  un  plano 
que  suele  ser  una  cara  de  un  cristal  mayor.  Otras  veces  varios 
cristales  de  tamaños  muy  variados  se  agrupan  sin  regularidad 
alguna. 

Las  formas  que  más  comunmente  presentan  son  el  prisma 
1010  (m)  y  los  dos  romboedros  1011  ir)  y  0111  (:},  siendo 
también  bastante  frecuente  la  cara  rómbica  1121  (s).  Se  en- 
cuentra además  otra  cara  de  la  zona  mr,  que  por  hallarse  poco 
desarrollada  y  en  malas  condiciones  de  medida  no  puede  de- 
terminarse con  precisión,  pero  que  parece  corresponder  á  la 
6061  (Q  de  Dana. 

Estos  cuarzos  son  generalmente  incoloros,  pero  los  hay  lige- 
ramente amarillentos  por  la  arcilla  interpuesta,  algo  ahuma- 
dos y  más  ó  menos  lechosos.  Las  caras,  que  son  á  veces  muy 
limpias,  con  frecuencia  están  fuertemente  corroídas  y  algunas 
notablemente  encorvadas.  La  deformación  más  general  es  el 
desarrollo  exagerado  de  dos  caras  prismáticas  paralelas,  dan- 
do lugar  á  cristales  algo  tabulares.  También  es  frecuente  otra, 
en  la  cual  tres  caras  contiguas  romboédricas  están  muy  des- 
arrolladas, las  dos  adyacentes  son  estrechas  y  largas  y  la  otra 
se  reduce  á  una  pequeña  faceta;  todo  ello  debido  al  gran  des- 
arrollo de  una  de  las  caras  prismáticas  que  llega  hasta  cerca 
del  vértice,  de  modo  que  el  cristal  parece  como  hendido  á  lo 
largo  casi  por  su  centro. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  2Í7 

Observada  al  microscopio  una  preparación  de  cuarzo  incolo- 
ro de  esta  localidad  no  presenta  nada  de  notable.  Las  inclusio- 
nes líquidas  son  las  más  frecuentes,  y  ¡algunas  alcanzan  dimen- 
siones hasta  de  cerca  de  un  milímetro;  abundan  también  y  son 
de  gran  tamaño  los  poros  gaseosos.,  siendo  más  escasas  las  só- 
lidas, reducidas  á  pequeños  fragmentos  de  mica  magnesiana. 
Todas  estas  inclusiones  son  de  formas  muy  irregulares  y  están 
desigualmente  repartidas  por  la  preparación. 

En  Yaldemanco,  localidad  próxima  á  La  Cabrera,  se  encuen- 
tran además  drusas  y  cristales  implantados  en  el  feldespato, 
muy  hialinos,  constituidos  por  el  prisma  y  los  dos  romboedros 
comunes.  Los  cuarzos  lechosos  abundan  cerca  de  Bustarviejo 
en  un  canchal  que  hay  en  el  camino  de  Miraflores. 

Azurita. — Del  liásico  de  Soria,  en  el  punto  de  separación  del 
camino  viejo  de  Garray  y  la  carretera  de  Logroño.  Sobre  una 
marga  micácea  se  presentan  unas  especies  de  superficies  de 
resbalamiento  puramente  arcillosas  y  sobre  éstas  granulos  y 
pegaduras  del  carbonato  azul  de  cobre. 

Malaquita. — En  el  mismo  yacimiento  que  la  azurita  y  en 
otros  puntos  del  citado  manchón  liásico.  Forma  también  man- 
chitas  y  pegaduras,  pero  no  en  la  misma  roca,  sino  sobre  una 
arenisca  micácea,  cuyas  micas  están  muy  alteradas. 

Baritina.—  Entre  la  carretera  de  Aragón  y  la  sierra  de  Santa 
Ana,  en  Soria,  se  extiende  una  pequeña  faja  eocena,  y  en  ella, 
paralelamente  á  su  longitud,  existe  un  filón  de  baritina  bas- 
tante considerable.  En  su  parte  superior  le  forman  grandes 
cristales  tabulares  indeterminables,  de  color  blanco-rojizo,  en- 
trecruzados en  todos  sentidos,  y  que  dan  por  su  unión  un  con- 
junto  reticular  confuso,  muy  análogo  al  que  presentan  algu- 
nas baritinas  de  sierra  Almagrera,  que  existen  en  las  coleccio- 
nes de  España  del  Museo  de  Historia  natural. 

Otra  localidad  que  puede  citarse  para  este  mineral  es  Retien- 
das (Guadalajara).  La  he  encontrado  en  la  galería  abandona- 
da de  una  antigua  mina  de  hulla,  donde  forma  una  vena  en- 
tre las  del  carbón.  Es  negruzca,  muy  tenaz  y  está  salpicada  en 
algunos  puntos  de  unas  manchas  blancas  de  una  especie  de 
haloisita.  En  la  superficie  está  tapizada  de  menudísimos  cris- 
tales muy  difíciles  de  medir,  pero  en  los  que,  sin  embargo, 
creo  haber  reconocido  las  formas  001  (p),  101  fe]J,  110  (m),  012 
(4),  010  m  j  111  (fr): 


258  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Epsomita.— En  la  misma  galería  abandonada  se  encuentra 
esta  especie  tapizando  abundantemente  el  techo  y  las  paredes,, 
bajo  la  forma  de  fibras  muy  finas,  sedosas,  y  de  3  ó  4  cm.  de 
longitud. 

Melanterita.—YX  sulfato  de  hierro,  menos  frecuente  que  las 
especies  anteriores ,  se  halla  en  la  citada  mina  de  hulla  en 
unas  condiciones  que  no  dejan  de  ser  curiosas.  En  el  interior 
del  carbón  y  en  cavidades  por  donde  parece  haber  circulado 
el  agua,  forma  unas  masas  de  cblor  verde  claro,  con  brillo 
vitreo  intenso  y  fina  estriación  normal  á  la  dirección  de  las 
capas.  Supongo  que  la  formación  de  este  mineral  es  debida  á 
la  oxidación  de  las  piritas  que  tan  frecuentes  son  en  la  hulla,. 
lo  cual  se  comprueba  por  las  numerosas  manchas  ferrugino- 
sas que  se  observan  en  el  carbón. 

Serpentina. — Aunque  son  conocidas  las  serpentinas  de  la 
sierra  de  Guadarrama,  especialmente  las  del  puerto  de  Mala- 
gón,  no  recuerdo  que  esté  citado  este  silicato  de  Robledo  de 
Chávela  (Madrid).  La  he  encontrado  formando  masas  no  muy 
grandes,  á  manera  de  diques,  entre  la  caliza  cristalina  de  di- 
cha localidad.  La  hay  que  puede  llamarse  noble,  completa- 
mente verde,  casi  transparente;  otra  es  de  color  verde  claro, 
algo  azulado,  translúcida,  de  brillo  craso  y  fractura  astillosa; 
otra,  por  fin,  completamente  azul  y  opaca.  Tratada  por  el  ácido 
clorhídrico  hirviendo,  deja  la  sílice  gelatinosa  completamente 
roja  por  el  óxido  férrico. 

Observada  al  microscopio  se  la  ve  formada  por  un  agregado 
birrefringente  que  se  extingue  según  manchas  anubarradas, 
lo  cual,  unido  á  sus  caracteres  exteriores,  acusa  una  estruc- 
tura lamelar  y  hace  que  la  refiramos  al  grupo  de  la  antigorita. 
Presenta  inclusiones  abundantes  y  bien  caracterizadas  de  mag- 
netita. Esta  serpentina  es  de  origen  indudablemente  piroxéni- 
co,  pues  se  encuentra  todavía  en  su  masa  restos  de  cristales 
referibles  á  la  enstatita. 

Quiastolita. — La  he  encontrado  en  la  pizarra  cámbrica  que 
atraviesa  el  arroyo  de  la  Sacedilla  entre  El  Atazar  y  Cervera  de 
Buitrago  (Madrid).  Son  unos  cristalitos  de  2  ó  3  mm.  de  longi- 
gitud,  alargados  en  el  sentido  de  la  estratificación,  completa- 
mente llenos  de  inclusiones  carbonosas  irregularmente  repar- 
tidas por  su  masa, 

SornaMenda. —  Se  encuentra  en  una  cuarcita  calificada  de 


DE   HISTORIA    NATURAL.  259 

cámbrica  del  término  de  Cervera  de  Buitrago,  en  cristales  des- 
tacados, algunos  hasta  de  15  mm.  de  longitud.  Estos  cristales 
no  son  determinables  y  observados  al  microscopio  se  ve  que 
pertenecen  á  la  variedad  común  y  que  están  sumamente  alte- 
rados, de  modo  que  á  toda  la  roca  la  impregnan  de  magnetita, 
dándola  así  un  color  completamente  negro.  El  cuarzo  granu- 
lítico  en  que  están  incluidos  es  notable  por  la  abundancia  de 
pequeñas  inclusiones  de  rutilo  acicular. 

Nacrila. — Esta  variedad  de  caolín  se  encuentra  en  La  Ca- 
brera recubriendo  al  cristal  de  roca  anteriormente  citado.  La 
costituyen  unas  escamitas  de  forma  indeterminable,  de  color 
argentino,  lustre  nacarado  y  tacto  jabonoso.  Al  microscopio 
tienen  un  tono  verdoso  y  actúan  alg'o  sobre  la  luz  polarizada. 
Ofrece  la  particularidad  esta  nacrita  de  que  al  soplete  no  se 
altera  (otras  se  hinchan).  Esta  especie  mineral  procede  in- 
dudablemente de  las  ortosas  que  están  en  contacto  con  los 
cuarzos,  y  pudiera  á  primera  vista  confundirse  con  una  mica, 
pero  ensayada  se  ve  que  no  tiene  magnesia,  potasa,  ni  flúor. 

Glauconita. — Este  mineral  entra  en  la  constitución  de  una 
notable  roca  verdosa  cuyo  yacimiento  exacto  no  conozco,  pero 
que  indudablemente  forma  parte  del  cretácico  que  se  extien- 
de entre  Tamajón  y  Retiendas.  Los  ejemplares  estudiados  por 
mí  proceden  de  un  gran  canto  que  estaba  formando  parte  de 
una  cerca,  en  el  fondo  de  un  barranco  que  entre  ambos  pue- 
blos sigue  la  línea  del  contacto  del  cretácico  y  el  silúrico. 

Observada  la  roca  al  microscopio  se  la  ve  constituida  en 
primer  lugar  por  unas  placas  grandes  de  caliza,  desgarradas, 
polisintéticas,  de  origen  primitivo,  entre  las  cuales  se  en- 
cuentran otras  pequeñas  muy  bien  terminadas  y  frescas,  con 
estrías  de  crucero  pero  no  de  macla;  á  éstas  las  creo  de  forma- 
ción posterior  á  las  primeras.  La  glauconita  está  muy  abun- 
dantemente repartida  por  toda  la  roca,  también  bajo  dos  for- 
mas: ó  en  granos  más  ó  menos  voluminosos,  de  contorno  inde- 
terminado, ó  en  masas  que  rellenan  restos  de  organismos  que 
yo  no  he  podido  determinar,  y  que  presentan  unas  veces  el 
aspecto  de  foraminíferos  y  otras  el  de  briozoarios  de  los  no  ra- 
mificados. Hay  además  en  la  roca  placas  de  cuarzo  de  contor- 
nos irregulares,  muy  abundantes  en  inclusiones  líquidas,  y 
con  algunas  de  magnetita. 

Lignito.  —  En  el  citado  liásico  de  Soria,  en  un  tramo  de 


260  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

areniscas  muy  levantadas  que  se  presenta  frente  al  soto  del 
molino,  por  detrás  de  la  ermita  del  Mirón,  hay  unas  arcillas 
abigarradas  que  llevan  interpuestos  abundantes  restos  carbo- 
nosos. En  un  barranquito  existe  una  cala  de  mina,  y  en  sus 
paredes  pueden  observarse  lechos  finísimos  y  muy  numerosos 
de  lignito. 

También  se  halla  este  carbón  en  Fuentetoba  ( cretácico 
inferior),  y  allí  en  cantidad  suficiente  para  que  los  vecinos 
del  pueblo  le  utilicen  como  combustible.  Se  encuentra  mez- 
clado con  unas  arcillas  que  son  arrastradas  por  las  grandes 
lluvias,  produciéndose  así  un  lavado  natural  que  permite  re- 
cogerle con  abundancia  en  algunas  ocasiones. 


Boletín  bibliográfico. 

(Continuación  de  Mayo.) 

Institució  Catalana  d' Historia  natural.  Barcelona.  (Butll.)  Any  ni.  N.°  17-18. 
Dr.  J.  Cadevall:  Plantes  notables  deis  voltants  de  Tarrassa. — J.  Ma- 
i/uquer:  Contr.  á  la  fauna  malacol.  de  Catal.— P.  Antiga  y  J.  Bofill: 
Cát.  de  Insect.  de  Catalunya,  vm  familia.  Chrysids. 

K.  K.  zoologisch-botanischen  Gesellschaft.  Wien.  (Verhandl.)  luí  Band. 
i  Heft. —  J.  Muller:  Bericht  über  die  Koleopterenausbeute  des 
Herrn  E.  Galvagni  auf  den  dalmatiniscben  Inseln  Pelagosa,  Lissa 
und  Lagosta. — R.  Cobelli:  I  veleni  et  il  Lasius  emarginatus. — 
R.  Wagner:  Beitr.  zur  Kenntniss  einiger  Kornpositen. — Fr.  Werner: 
Úber  die  von  H.  Dr.  Karl  Grafen  Attems  aus  Kreta  mitgebr.  Orthop- 
teren. 

Missouri  Botanical  Garden.  St.  Louis  (EE.  UU.). — Thirteenth  Annual 
Report. 

Museu  Paulista.  Sao  Paulo  (Brasil).  (Revista.)  Vol.  v.  -  H.  W.  Broi.emann: 
Myriapodes  du  Mus.  de  S.  Paulo. — H.  v.  Ihering:  Contr.  para  o 
conhecirnento  •  da  Ornitbologia  de  S.  Paulo. — C.  Schrottky:  Ensaio 
sobre  as  Abelhas  solitarias  do  Brazil. — T.  Cockerell:  Nota  sobre  um 
Dactylopius  achado  em  Fuchsia  no  Brazil.— G.  King:  Descr.  de  Dacty- 
lopius  magnolicida  von  Ihering. — J.  Foetterle:  Descr.  de  Lepid. 
novos  do  Brazil. — H.  v.  Ihering:  As  Melanias  do  Brazil. 

Muséum  d'Histoire  Naturelle.  París.  (Bull.)  Ann.  1902.  N.o  3.— L.  Arbel: 
Corupte  rendu  d'une  miss.  scient.  aux  Indes  anglaises. — G.  Grandi- 
dier:  Dans  le  Sud  de  Madagascar.— E.  T.  Hamy:  Les  tuniulus  des 
Vendues  de  Verroilles  et  de  Montmorot,  a  Minot  (Cote  d'Or). — 


DE    HISTORIA.  NATURAL.  261 

J.  Pellegrin:  Cichlidés  du  Brésil  rapp.  par  M.  Jobert. — M.  J.  Rath- 
i.ün:  Descr.  des  nouv.  esp.  de  Parathelphusa  appart.  au  Mus.  de 
Paris. — E.  Ollivier:  Lainpyrides  rec.  aux  env.  de  Tokio  (Japón) 
par  le  Dr.  Harrnand.— A.  E.  Malard:  Des  variat.  rnensuelles  de  la 
faune  et  de  la  flore  maritirnes  de  la  baie  de  la  Hougue  (janv.  et  iév.). 
— J.  Dürst:  Sur  le  développ.  des  cornes  cliez  les  Cavicornes. — 
C.  Phisalix:  Sur  la  préseuce  du  venin  en  nature  dans  le  sang  de 
Cobra. — Arbel  *et  PniSALix:  Une  observ.  d'bypnotisme  chez  le 
Cobra.  —  Ph.  t.  Tieghem:  L'embryon  des  Ochnacées  et  son  ena- 
ploi  dans  la  définit.  desgenres.—  A.  Weber;  Notes  surquelq.  Agaves 
du  Mexique  occidental  et  de  la  BasseCalifornie. — Liste  de  quelq. 
floraisons  intéressantes  observé2s  dans  les  serres  du  Muséum. — 
St.-Mednier:  Origine  de  quelques  roches  siliceuses  stratifiées. — 
P.  Gaubert:  Sur  l'accroissement  des  cristaux.=N.°  4.  E.  T.  Hamy: 
Gravures  rupestres  de  la  Table  du  Mahury,  prés  Cayenne.— G.  Mus- 
set:  Les  collectionneurs  de  bétes  sauvages. — E.  Oustalet:  h'Equim 
Prjevalskii  au  Muséum.— Ch.  Alluaud:  Descr.  d'un  Coleopt.  nouv. 
du  genre  Scarabceus  (Ateuchus)  du  S.  de  Madagascar. — E.  Simón: 
Arachnides  rec.  par  MM.  Pérez  et  Bonnier  au  golfe  Persique. — J.  de 
Man:  Descr.  d'une  esp.  nouv.  du  g.  Hcteropanope  provenant  de  la 
Cote  d'Ivoire  (H.  africana). — C.  Phisalix:  Cholera  des  Autruches  et 
des  Nandous. — L.  Launoy:  Embryon  de  Vipére  bípede  et  cyclocé- 
phale. — Ph.  v.  Tieghem:  Le  cristarque  dans  la  tige  et  la  ieuille  des 
Ochnacées.— Sur  la  prefloraison  des  Ochnacées. — Géróme:  Note  sur 
quelq.  floraisons  ou  fructifications  intéressantes  au  Muséum. — 
H.  Hua:  Observ.  sur  deux  plantes  du  Gabon  ayant  fleuri  au  Mu- 
séum.— St.  Meuxier:  Cardite  nouv.  des  env.  de  Pierreiitte,  prés 
Etainpes. — Arnaud  et  Hasenfratz:  Sur  une  eau  minérale  de  Mada- 
gascar.=N.°  5.  A.  Ménégaux:  Cat.  des  Mam mif eres  rapp.  par  M.  Geay 
de  la  Guyane  íraneaise  en  1898  et  1900. — Vaillant  et  Pettit:  Fi- 
bronie  observé  sur  un  Megalobatrachus  maximus.  Schl.,  au  Muséum. 
— A.  Viré:  L'Igue  de  StSol-Becastel. — L.  Fairmaire:  Descr.  des  Clé- 
rides  rec.  par  le  Dr.  Decorse  dans  le  S.  E.  de  Madagascar. — S.  Schen- 
kling:  Clérides  nouv.  du  Muséum.— J.  Martin:  Hémiptéres  nouv. 
d'Asie.— H.  Coutiere:  Sur  quelq.  esp.  nouv.  du  g.  Automate  de 
Man. — R.  Perrier:  Examen  critique  de  quelq.  esp.  d'Holothurides 
abyssales. — A.  Billard:  Rech.  sur  la  Clava  squamata  F.  Müller. — 
C.  Phisalix:  Maladie  des  jeunes  Chiens;  statistique  des  vaccina- 
tions. — Pettit  et  Girard:  Sur  la  fonction  secrétoire  et  la  morphologie 
des  plexus  choroídes  du  syst.  nerveux  central. — J.  Maumus:  Sur  les 
lésions  provoquées  par  la  ligature  des  ccecums  chez  les  oiseaux. — 
L.  Launoy:  Action  protéolytique  des  glandes  salivaires  chez  les 
Ophidiens. — Ph.  v.  Tieghem:  Quelq.  genres  nouv.  d'Ochnacées;  cons- 


262  BOLETÍN    DE    LA   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

titution  actuelle  de  la  famille.—  Sur  l'homologie  du  sac  pollinique  et 
du  nucelle  chez  les  Endoprothallées  ou  Phanérogames.=N.°  ü. 
E.  Lenfant:  Le  Niger.—  E.  T.  Hamy:  Les  Chamacocos,  esquiase  an- 
thropologique  — E.  Oustalet:  Sur  une  nouv.  esp.  de  Rongeur  du  g. 
Lophiomys. — J.  Küxckel  d'Herculais:  VOxylophus  ¡Coccystes)  glan- 
darius  dans  le  Midi  de  la  France.— Un  Coucou  acridophage.— 
¿.  Mocquard:  Sur  des  Reptiles  et  Batraciens  de  l'Afrique  oriéntale 
anglaise,  du  Gabou  et  de  la  Guiñee  francaiée. — J.  Pellegrin:  Ci- 
ohlidé  nouv.  de  la  Guyane  francaise.  —  P.  Lesxk:  Note  sur  deux 
esp.  fran(;aises  du  g.  RJtypidius. — R.  Oberthür:  Les  Astathes  (Col. 
cérambycides)  et  genres  voisins,  de  la  coll.  du  M.  de  Paris.  - 
J.  Bourgeois  :  Trois  nouv.  esp.  de  Malacodermes  de  l'Himala- 
ya.  —  C.  Píiisaux:  Polymorphisrne  des  Pasteurella. —  L.  Lauxoy: 
Action  de  quelq.  venins  sur  les  glucosides.— Action  du  venin  de 
Cobra  sur  l'émulsine.  —  Ph.  v.  Tieghem:  Cercouratée  et  Monopo- 
ride,  deux  g.  nouv.  d'Cvhnacées. — Struct.  de  l'ovule  des  Caricacées 
et  place  de  cette  f'am.  dans  la  classiflcation. — H.  Lecomte:  Nouv. 
observ.  sur  la  coagulation  des  látex  á  caoutchouc.  —  J.  Poissox: 
Sur  un  point  de  l'histoire  du  Paulownia  au  Muséum. — G.  Chau- 
veaud:  Développement  des  éléments  précurseurs  des  tubes  cri- 
blés  dans  le  Thuia  orientalis.—A.  Weber:  Les  Cactées  de  Costa- 
rica. —  P.  Hariot:  Quelq.  Algues  de  Madagascar.— F.  Heydrich: 
Quelq.  nouv.  Mélobésiées  du  Mus.  de  Paris. — E.  Bonxet:  Quelq. 
consid.  sur  la  géogr.  bot.  du  Maroc,  d'aprés  les  récoltes  de  M.  R.  de 
Segonzac. — H.  Hua:  Sur  les  collectious  botan,  faites  en  Dahomey 
par  M.  Le  Testu.  —  Descr.  de  deux  fruits  d'Apocynacées  africaines. 
P.  Gaubert:  Sur  la  double  réfr.  accidentelle  des  cristaux  cubiques. 
iVeío  York  State  Museum.  52D  Annual  Report.    Vol.  i  and  n.  53D   Annual 

Report.  Vol.  i  and  u. 
Université  de  Montpellier.  Mémoire  N.°  1.  H.  Rouzaud.  Rech.  sur  le  déve- 
loppernent  des  organes  génitaux  de  quelq.  Gastéropodes  herma- 
phrodites.=Mém.  n.°  2.  A.  Soulier:  Etudes  sur  quelq.  points  de 
l'Anatomie  des  Annélides  tubicoles  de  la  región  de  Cette. =Mérn. 
n.°  3.  A.  Sabatier:  De  la  spermatogenése  chez  les  Crustacés  Déca- 
podes.— Mém.  n.°  4.  A.  Sabatier:  De  la  spermatogenése  chez  les 
poissons  Sélaciens.=Mém.  n.ü  5.  P.  Gourret:  Documents  zoologiques 
sur  1  étang  de  Thau.— Mém.  n.°  6.  J.  G.  Darboüx:  Recherches  sur  les 
Aphroditiens.^=Mém.  n.°  7.  E.  de  Rooville:  Dn  tissu  conjonctif 
comme  régénéraíeur  des  épithéliums.  — Mém.  n.°  8.  L.  Calvet: 
Contr.  á  l'hist.  natur.  des  Bryozoaires  ectoproctes  marins.=Mém. 
n.°  9.  A.  Soulier:  Les  premiers  stades  embryologiques  de  la  Serpule. 
=Mém.  n.°  10.  A.  Soulier:  Revisión  des  Annélides  de  la  región  de 
Cette.=Mém.  n.°  11.  L.  Calvet:  Bryozoaires  marins  de  la  región  de 


DE    HISTORIA   NATURAL.  263 

Cette.=Mém.  n.°  12.  L.  Calvet:  Bryozoaires  marins  des  cotes  de 
Corsé.  (Réc.  par  M.  Caziot ) 
United  States  Geological  Survey.  21  Annual  Report.  Part.  u.  General  Geo- 
logy.  Econoinic  Geology.  Alaska.=Part.m.  GeneralGeology,Oreand 
Phosphate  Deposits,  Philippines.=Part.  iv.  Hydrography.=Part.  v. 
Forest  Reserves.=Part.  vi.  Maps.==Part.  vil.  Texas.--=ScHRADER  A. 
Spencer.  The  Geology  and  mineral  resources  of  a  portion  of  the 
Copper  River  Distriet,  Alaska.=BRooKs,  Richardsox,  etc.:  Recon- 
naissances  in  the  Cape  Nome  and  Norton  Bay  Regions,  Alaska.= 
David  T.  Day:  Mineral  resources  of  the  Unit.  States  Calendar  year 
1900.=Bulletin.   N.°   177.   Catal.  and  Index  of  the  publicat.  of  the 
Un.  St.  Geol.  Survey.  1880-1001.=N.°  178:  W.  H.  Weeü:  The  El  Paso 
Tin  Deposits.=N.°  179.  Hat:  Bibliography  and  Catal.  of  the  Fossil 
Vertebrata  of  N.   America  =N.°   180.  Pratt:  The  occurrence  and 
distribution  of  Corundum  in  the  United  States.— N.°  181.  Wilson, 
Renshawe,  Douglas,  anü  Goode:  Results  of  primary  triangulation 
and  primary  traverse.=N.°  182.  Ransome:  A  report  on  the  economic 
Geology  of  the  Silverton  Quadrangle,  Colorado —N.°  183.  Gannet: 
A  Gazetteer  of  Porto  Rico.=N.o  184.  Adams:   Gil  and  Gas  flelds  of 
the  Western  interior  and  N.  Texas  Coal  Measures,  and  of  theUpper 
Cretaceous  and  Tertiary  of  the   VV.  Gulf  Coast.  =  N.°  185.  AVil- 
son,  etc.:  Results  of  spirit  leveling.=N.ü  186.  Stokes:  On  Pyrite  and 
Marcasite.=N.o  187.  Baker;  Geogr.  Dictionnary  of  Alaska  — N.°  188. 
Weeks:  Bibliography  of  N.  Amer.  Geol.  Paleontol.  Petrology  and 
Mineralogy  for  1892-900.=N.°  189.  Weeks:  Index  to  N.  Amer.  Geol. 
Paleont.  Petrol.  and  Mineral,   for.    1892-900.=N.o  190.  Gannet:  A 
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Kemp:  Geolog.  Relations  and  Distrib.   of  Platinum   and  associated 
Metals.=N.°  194:  Baker:  N.-W.  Boundary  of  Texas. 


S.  A.  S.  el  PitíxciPE  de  Monaco.— Fase.  xn.  Echantillons  d'eaux  et  de 
fonds  provenant  des  campagnes  de  la  cPrincesse  Alice>  (1901).  Mo- 
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García  Mercet  (R.)  —  Descripción  de  himenópteros  nuevos.  (Bol.  Soc. 
esp.  H.  nat.  Febrero,  1903.) 

García  Várela  (A.)— Notas  hemipterológicas.  I.  Spec.  Africance  gen.  Ce- 
rilocus  Stal.— II.  Nota  sobre  el  gen.   Khafra  Dist.  (Bol.  Soc.  esp. 
H.  nat.  Febrero,  1903.) 
-    Species  Acanthaspidi  (subgen.  Tetroxia  A.  et  S.)  (Bol.  Soc.  esp.  H. 
nat.  Enero,  1903.) 

Maluqder  y  Nicolau  (J.)  — Les  Coves  de  Salga  (Ribera  del  Segre).- 
(Butll.  del  Centre  excursionista  de  Catalunya.  N.°  95). 


-264  BOLETÍN    DE    LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Navas  (P.  L.)  — Notas  entomológicas.  XI.  Algunos  ins.  nuevos  ó  poco  co- 
nocidos. (Bol.  Soc.  esp.  H.  nat.  Febrero,  1903.) 
-    Notas  geológicas.  II.  La  cueva  de  la  Suria  en  Riela  (Zaragoza).  (Bol. 
Soc.  esp.  H.  nat.  Enero,  1903.) 

Tofts  College  Studies.  N.°  7.=A.  B.  Lamb:  The  development  of  the  eye 
muscles  in  Acanthias. — J.  S.  Kingsley:  The  Cranial  nerves  of  Arn- 
phiuma. — The  systetnatic  positio.i  of  the  Cecilians. 

Junio. 

Académic  des  Sciences  de  Cracovie  (Bull.  infernal.  1903.  N.°  2). 

Académie  des  Sciences  de  París.  {Comptes  rendas  des  séances.J  T.  cxxxv,  ta- 
bles.=T.  cxxxvi,  n.o  9.  J.  Gosselet:  Découv.  de  Poissons  daus  le  te- 
rrain  dévonique  du  Pas  de  Calais. — Conté  et  Vaney:  Sur  la  struct.  de 
la  cellule  trachéale  d'CEstre  et  l'origine  des  formations  ergastoplas- 
miques. — P.  Bonnier:  L'oreille  rnanométrique. — N.  A.  Barbieri:  Les 
ganglions  nerveux  des  racines  postérieures  appartiennent  au  systéine 
du  grand  sympathique. — L.  Dollo:  Les  Dinosauriens  de  la  Belgique. 
J.  Ray:  Étude  biologique  sur  le  parasitisme:  Ustilago  Maydis. — 
P.  Lemoine:  Sur  la  géologie  de  la  Montagne  des  Fraudáis  (Madagas- 
car). — E.  A.  Martel:  Sur  l'eufouissenient  des  eaux  souterraines  et  la 
disparition  des  sources.=N.o  13.  A.  Chauveau:  -Animal  thermostat», 
problémes  d'énergétique  biologique,  soulevés  par  une  Note  de  Lord 
Kelvin  sur  la  régulation  de  la  température  des  animaux  ásang  chaud. 
A.  Lacroix:  Sur  une  éruption  du  volcan  de  St.  Vincent,— J.  Chaine: 
Remarques  sur  la  morphologie  géuérale  des  muscles. — L.  Roule:  Sur 
les  Poissous  de  la  fam,  des  Athérinides  dans  l'Eur.  occident.  et  sur  la 
filiatiou  de  leurs  espéces. — C.  Queva:  Structure  des  radicelles  de  la 
Mácre. — P.  Fliche:  Sur  les  corps  problématiques  et  les  Algues  du 
Trias  en  Lorraine. — Charrin  et  Delamare:  Les  défenses  de  l'organis- 
me  chez  les  nouveau-nés.  —A.  Mouneyrat:  Influence  del'état  chimique 
sous  lequel  on  présente  uu  élément  á  l'organisme,  sur  la  rapidité  du 
passage  de  cet  élément  dans  le  sang. — Henry  et  Joteyko:  Sur  une  loi 
de  décroissance  de  l'effort  á  l'ergographe. — W.  Fonvielle:  Hypotése 
de  J.  B.  Biot  pour  expliquer  la  hauteur  de  l'atmosphére.=N.°  14. 
A.  Chauveau:  c  Animal  thermostat»,  problémes  énergétiques  soulevés 
par  une  note  de  Lord  Kelvin. — Laveran:  Observat.  á  propos  de  la 
note  precedente. — A.  Laveran:  Anopheles  et  Paludisme. — Molliard: 
Role  des  bactéries  dans  la  production  des  périthéces  des  Ascobolus. — 
A.  Gorjs:  Sur  la  localisation  de  l'esculine  et  du  tanin  dans  le  Marrón- 
nier. — B.  Renault:  Sur  quelq.  nouv.  Champignons  et  Algues  fossiles, 
de  l'époque  houillére.— P.  Fliche:  Sur  les  Lycopodyaées  du  Trias  en 
Lorraine.  — H.  Bierry:  Recherch.  sur  les  néphrotoxines. — Fournier 
et  Magnin:  Sur  la  vitesse  d'écoulement  des  eaux  souterrainee.=^Nu- 


DE    HISTORIA    NATURAL.  265 

mero  15.  Vaschidg  et  Vurpas:  Contrib.  experiméntalo  á  la  physiolo- 
gie  de  la  mort  — N.°  16.  M.  A.  Hérübel:  Observ.  physiol.  etbistol.  sur 
les  Géphiriens. — P.  A.  Zacuariadés:  Sur  l'existence  d'un  filament 
axile  dans  la  fibrille  conjonctive  adulte. 

Académie  Internationale  de  Géographie  botanique.  Le  Mans  (Bull.)  N.0' 
161-162.  A.  Víalos:  Herborisations  dans  les  Alpes-Maritimes. — 
H.  Leveillé:  Plantee  Bodinieriance.  Vaniotia,  Verónica  et  Vandellia. — 
J.  Poirault:  Liste  des  Champignons  de  la  Vienne. — Abbé  Olivier: 
Quelq.  Lichens  des  Pyrénées. — J.  Maraxne:  Sur  VAchillea  Millefolium. 
Renacdet:  Au  Pays  du  Pavot  blanc  — J.  P.  Hoschedé:  Notes  sur 
quelq.  plantes  rec.  en  Dordogne.— Cu.  Claire:  Un  coin  de  Ja  flore 
des  Vosges.— R.  P.  Carrier:  La  Flore  de  l'Ile  de  Montreal.— Abbé 
Olivier:  Exposé  system.  et  descr.  des  Lichens  de  l'O.  et  N.  O.  de  la 
France. —  Vaniot:  Planta;  Bodinieriance.  Composées. — Levkillé  et  Guf 
froy:  Catal.  des  Flores  locales  de  France.— Leveillé.  P.  Bodinieria- 
nce. Vacciniacées  et  Ericacées. 

Allgemeinen  Entomologischen  Gesellschaft. —  Neudanim.  (Allgem.  Zeits- 
chrift.fiir  Entomol.)  8  Band.  N.°  6-7.—  Ciir.  Schroder:  Die  Zeichnungs 
Variabilitat  von  Abraxas  grossulariata. — Esciierich  uxd  Wimmer: 
Uber  eine  Galle  an  Abies  pectinata.—J.  Kieffer:  Zur  Lebensweise 
einiger  Si/nergusArtcn. —  Aigner-Abafi:  Die  Koluuibacser  Fliege. 

Archives  de  Zoologie  experiméntale.  Paris.  Ann.  1902.  N.°  2.  H.  de  Lacaze 
Düthiers:  Morphol.  de  Tridacna  elongata  et  de  Hippopus. — I.  De- 
lage.  Nouv.  recherch.  sur  la  Parthénogénése  experiméntale  chez  As- 
terias glacialis. — I.  Delage:  Quelq.  expériences  et  observat.  sur  les 
Astéries.—  L.  Boutax:  La  detorsión  chez  les  Gastéropodes.=Notes  et 
Revue.  N.°  6.  Le  Toxotes  jaculator  en  Aquarium.—  N.°  7.  Alma  Ze- 
banguii  sp.  n.  et  les  Alminse. 

Entomologische  Zeituny.  Viena.  xxli  Jahrg.  ni  Heft.  P.  Czerny:  Revisión 
der  Heteroneuriden. 

Entomologiska  Fóreningen  Stockholm.  (Entom.  Tidskrift.)  1903.  Hiiftl. 
Sjostedt.  Eine  neue  Termite  aus  Brit.  Central- Afrika.— (Otros  traba- 
jos en  sueco.) 

Jardín  botánico  de  Tiflis.  S.  Petersburgo.  1902.  vil.  i.  (En  ruso.) 

K.K  Zoologisch-botanischen  Gesellschaft.  Wien.  (Verhandl.)  luí  Band.  2 
Heft.  H.  Rebel:  Nene  Microheteroceren  aus  Oesterreich-Ungarn. — 
G.  Luze:  Revis  der  palaarktischen  Arten  der  Staphylinidengatt.  Geo- 
dromicus. — Fr.  Wagxer.  Uber  die  ersten  Stande  von  Agrotis  Flam- 
matra. — M.  Bartel:  Neue  und  wenig  bekannte  Arten  und  Gatt.  der 
Agaristidre  des  Museums  in  Berlín.— A.  Wolfert:  Bericht  über  bo- 
tan. Excursionen  in  Südistrien  und  auf  Lussin. — L.  Andersson:  Neue 
Batrachier  aus  Kamerun. 

Museo  de  Historia  Natural.   Valparaíso.   (Rev.   Chilena  de  H.  Natural.) 


2(36  BOLETÍN  DE  LA  SOCIEDAD  ESPAÑOLA 

Año  vi.  N.°  4.  F.  Neger:  Revis.  de  las  esp.  chilenas  del  jénero  Hiera- 
cium. — L.  Vergara:  Comparación  de  cráneos  aimaraés  i  araucanos. — 
F.  Delfín:  Voracidad  de  la  Hornea  polytrema. — C.  Porter:  Parasi- 
tismo del  Tetranychus  telarkis  sobre  el  Ricinus  communis. — A.  Ca- 
brera: Observ.  sobre  la  coloración  de  ciertos  mamíferos  sud-america- 
nos. — G.  Nobili:  Decapodi  raccolti  dal  Dr.  Silvestri  nel  Chile. — 
F.  Silvestri:  Un  jénero  i  tres  esp.  nuevos  de  Tisanuros. — C.  Ribaga: 
Hidrachnidfe  recueillis  au  Chili  par  le  Dr.  Silvestri. — C.  Porter:  Lista 
de  los  tabánidos  chilenos.— T.  Cockerell;  A  Catal.  of  the  Coccidae  of 
South  America. — Dr.  Regimbart:  Les  Gyrinidte  du  Chili. — F.  Delfín: 
Nuevas  esp.de  la  fam.  Rajidíe.=N.°  5/6.  E.  Reed:  Insectos  nuevos 
chilenos.— C.  Porter:  Catal.  de  los  crustáceos  malacostráceos  de 
Chile. 
Muséum  d'Histoire  Naturelle,  Paris.  (Bull.)  Ann.  1902.  N.°  6.  A.  Mene- 
gatx.  Catal.  des  Mammiféres  rapp.  par  M.  Geay,  de  la  Guyane  fran- 
caise. — C.  Grandidier:  Observ.  sur  les  Lémuriens  disparas  de  Mada- 
gascar.  Collections  Alluaud,  Gaubert,  Grandidier.— R.  Martin':  Odo- 
nates  indo-océaniens  des  collections  du  Muséum.—  E.  Simón:  Arach- 
nides  recueillis  dans  l'Afrique  tropicale  par  E.  Foa. — H.  Coutiere: 
Note  sur  les  Palpemonidíe  africains  provenant  des  explorations  de 
E.  Foa. — Ed.  Chevredx:  Diaguose  d'un  Amphipode  nouveau  (Orches- 
tia  excavata)  du  Haut-Zambéze. — A.  Grüvel:  Catal.  des  Cirrhipédes 
du  Muséum. — Sur  une  forme  géante  de  Spermatozoi  les  chez  les  Ci- 
rrhipédes.— L.  Semichon:  La  sécrétion  dans  l'intestiti  moyen  du  Bom- 
bas agrorum. — Cu.  Grayíer:  Sur  un  Cérianthaire  pélagique. — A.  E-i- 
llard.  Les  Hydroídes  de  la  baie  de  la  Hougue — C.  Phisalix.  Etude 
comparative  des  efíets  du  venin  de  Vipére  sur  le  sangde  Chien  et  de 
Lapin. — M.  Nicloux.  L'oxyde  de  carbone  dans  le  sang  des  ani- 
maux  isolés  en  mer.— L'oxyde  de  carbone  dans  le  sang  des  Poissons. 
Pn.  vax  Tieghem:  Encoré  quelq.  genres  nouv.  d'Ochnacées.  Tableau 
resum.  la  composit.  actuelle  de  la  famille.  — G.  Chauve\ud:  Passage  de 
la  disposition  primitive  á  la  disp03it.  secondaire  dans  les  cotylédons 
du  Pinus  marítima. — J.  Poissox:  Sur  uue  esp.  nouv.  du  g.  Micrandra. 
E.  Poisson:  Sur  la  culture  du  Cotonnier  au  Dahomey. — J.  Torquet: 
Note  sur  les  plantes  á  caoutchouc  de  l'Indo-Chine  fran9aise. — S.  Meu- 
nier:  Le  soufre  natif  de  la  place  de  la  République  á  Paris.  —La  marca- 
site  d'Epernay. — P  Gaubert:  Nouv.  procede  d'observation  des  crist. 
microscopiques  en  lumiére  convergente.  Sur  les  constantes  capillaires 
des  faces  cristallines. — Arnaud:  Contr.  a  l'étude  dea  Lianes  á  caout- 
chouc d'Afrique.=N.°  8.  E.  T.  Harrt:  Le  tumulus  de  la  Pouchaille, 
ú  Savoi'sy  (Cote  d'Or). — C.  Grandidier-  Observ.  sur  les  Lémuriens  dis- 
paras de  Madagascar.— Vai llaxt  et  Pettit.  Lésions  stomacales  ob- 
servées  chez  un  Python  de  Séba. — E.  Simón:   Descr.  dArachnides 


DE   HISTORIA   NATURAL.  267 

nouv.  de  la  faiu.  des  Aviculariides  du  Muséuin.— R.  du  Buysson:  Hy 
ménoptéres  nouv.  du  CoDgo. — A.  Viré:  La  Faune  et  la  Flore  souter- 
raines  du  puits  de  Padirác  (Lot).— A.  Locard:  Descr.  de  Mollusques 
nouv.  appartenant  á  la  Faune  souterraine  de  France  et  d'Italie. — 
Ph.  v.  Tieghem:  Sur  une  ouratée  de  l'Ascension.  Structure  de  l'éta- 
mine  chez  les  Scrophulariacées.— G.  Chaüveaud:  Sur  des  productions 
cicatricielles  observées  sur  le  trouc  de  Betula. 
Fhysikalisch  Medicinischen   Gesellschaft  Würzburg.    (Sitzungs  Berichte), 

1902.  N.o  3  u.  4.=(Verhandlungen).  Band  xxxv.  N.°  4  u.  5. 
Real  Academia  de  Ciencias  y  Artes.  Barcelona.  (Memorias.}  Vol  iv.  N.°  32. 
P.  Marcer:  Caracteres  ópticos  de  los  cristales  diáfanos.  1.°  índice  de 
refracción. =(Boletín)  vol  n.  N.°  5. 
Boyal  Microscopical  Sociely.  London.  (Journal.)  1903.  Part.  1.  F.  R.  Drxox 
kuttall:  The  Rotatorian  génus  Diaschiza.—E.  J.  Spitta;  An  Arran- 
gernent  for     obtaining  Moncehromatic  Light  with  tbe  Mixed  Jet.= 
Part.  2.  H.  Woodvard:  The  President's  Adress:  Some  Ideas  on  Life. 
Sociedad  científica  «Antonio  Álzate*.  México.  (Memorias  y  Revista). T.  xm. 
ls.°  3  y  4.  T.  xvi.  Ñ.o  2.   N  °  3.  Dk.  León:  Les  Huavi. — A.  Herrera: 
Nouv.  Nornenclature  des  Etres  organisés  et  des  minéraux. — N.°  4. 
^".'J  5  y  6. —  L.  Salazar:  Xotes  sur  le  Mineral  de  Taxco  de  Alarcón. — 
Dr.  Dügés:  Cassiculus  melanicterus. — A.  L.  Herrera:  L'invasion  des 
moustiques  dans  la  ville  de  México  pendant  l'annáe  1901.=T.  xvn. 
N.o  1  y  2.— Dr.  Dcgés:  Sur  le  Tatou,  Caehicama  novemeincta, 


Ai.gué  (Rey.  José).— Manila  Central  Observatory.  Bull.  for November,  1902. 
BoscÁ  (E )— Hallazgo  de  un  Teleosáurido  en  Buñol  ^Valencia).  (Bol.  Soc. 

esp.  H.  nat.  Marzo.,  1903.) 
Bückixg  (Prof.  Dk.  H.)— Beitrage  zur  Geologie  von  Célebes.  (Sammlun- 

gen  des  Geol.  Reicbs-Museum  in  Leiden.  Ser.  i.  Bel.  vn. 

H.  1.) 
Cohes  (E.)— Die  Meteoreisen  von  Rancbito  und  Casas  Grandes.  (Mittheil. 

des  naturw.  Vereine  für  Neuvorpommern  und  Rugen.  35 

Jahrg.  1903. 

—  Ein  neuer  Pallasit  aus  Finmarken.  Norwegen  (Mittb.  des 

nat.  Ver.  für  Neuvorpommern  und  Rugen.  35  Jahrg.  1903.) 

—  üeber  die  Meteoreisen  von  Cuernavaca  und  Iredell .  (Mit- 

theil. des  naturw.   Ver.  für  Neuvorpommern  und  Rugen. 

34  Jahrg.  1902.) 
Fixot  (A.)— Sur  le  genre  Euthymia  (Orthoptéres).  (Annales  de  la  Soc.  En- 

tomologique  de  France.  1903.) 
Gaudry  (A.)—  Contribution  á  l'histoire  des  hommes  fossiles.  (L'Antbropo- 

logie.  T.  xiv.  1903.) 


268  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Graiño  (C.)  —  La  Testudo  mauritanica  en  Asturias  (Bol.  Soc.  esp.  H. 
nat.  1903.) 

Gredilla  (F.)  — Digestión  del  almidón  (Bol.  Soc.  esp.  H.  nat.  1903.) 

Institüt  Botanique  de  Bucarest.  (Bull.  de  l'herbier.  Avril,  1902.) 

Instituto  geológico  de  México.  (Boletín  n.o  16). — Los  criaderos  de  fierro 
de  Cerro  de  Mercado,  Durango  y  de  la  Hacienda  de  Va- 
querías, Hidalgo. 

Natürforschende  Vereinü  in  Brünn.  xl.  Band.  1901.— xx  Bericht  der  me- 
teorologischen  Commission. 

R.  Usiversita  di  Siena.  (Bullett.  del  Labor,  ed  Orto  Botánico.  Anno  v. 
Fase.  iv. 

Revista  Científica  profesional. — Barcelona.  Marzo,  1803. 

Revista  de  Medicina  tropical. — Habana.  Febrero,  1903. 

Revista  de  Farmacia  militar. — Madrid.  Año  n.  N.o  19. 

Ribera  (Dr.  E  )—  Nota  sobre  restos  de  glaciares  existentes  en  Lorcha  (Ali- 
cante) (Bol.  Soc.  esp.  H.  nat.  1903;.. 

Salomón  (W.)— Cario  Riva,  ¡-  (Centralblatt  für  Miner.,  Geol.  und  Palíeon- 
tol.  1902.) 

—  Die  Familienzugehorjgkeit  der  Pleuronectiten.  (Centralblatt 

für  Mineralogie,  etc.  1902.) 

—  Muschelkalk  und  Lias  am  Katzenbuckel.  (Centralblatt  für 

Mineralogie,  etc.  1902.) 

—  Ueber  die  Lagerungsform  und  das  Alter  des  Adamellotona- 

lites.  (Konigl.  Preussisch.  Akad.  der  Wissenschaften.  1903.) 
Société  des  Amis  des   Sciences  Naturelles  de   Vienne  (Isere). —  (Bull. 

lre  Année.  le-r  trim.) 
Société  des  Natüralistes  de  Jaroslaw.— Mémoires.  Livraison  i.  1902. 
Société  Nationale  des  Sciences  Natuiielles  et  Mathématiqdes  de  Cher- 

bourg. —  (Mémoires.   T.   xxxm.   1er  Fase.  Cinquantenaire 

de  la  Société.  1902.) 


Sesión  del  1.°  de  Julio  de  1903. 

PRESIDENCIA    DEL    EXCMO.    SR.    D.    ZOILO    ESPEJO. 

El  Secretario  leyó  el  acta  de  la  sesión  anterior,  la  cual  fué 
aprobada. 

—El  Sr.  Presidente  manifestó  que  en  los  presupuestos  pre- 
sentados por  el  Gobierno  á  la  aprobación  de  las  Cortes,  publi- 
cados en  la  Gaceta,  se  consigna  la  cantidad  de  5.000  pesetas 
concedida  á  nuestra  Sociedad,  según  se  le  había  ofrecido  por 
el  Excmo.  Sr.  Ministro  de  Instrucción  pública,  y  que  había  lle- 
gado, por  consiguiente,  el  momento  de  participarle  nuestra 
gratitud  en  la  forma  que  se  estimase  más  conveniente. 

Después  de  alg-unas  observaciones  de  varios  señores  socios 
se  acordó  dejar  á  la  iniciativa  de  la  Junta  directiva  el  momento 
oportuno  para  hacer  dicha  manifestación  al  Sr.  Ministro,  así 
como  la  forma  que  juzgue  más  adecuada. 

Correspondencia.— El  Dr.  Richard,  de  Monaco,  nuestro  conso- 
cio, envía  una  circular  de  la  «Delegación  para  la  adopción  de 
una  lengua  auxiliar  internacional».  En  dicho  documento  y 
otros  que  le  acompañan  se  solicita  la  adhesión  de  nuestra  So- 
ciedad á  la  idea  que  expresa  el  objeto  de  la  Delegación,  for- 
mada por  los  individuos  nombrados  por  diversos  Congresos  y 
Sociedades  durante  la  Exposición  universal  de  1900.  Están  de 
acuerdo  con  dicho  pensamiento  diversas  Academias  y  Socie- 
dades extranjeras  y  algunas  nacionales. 

Se  acordó  contestar  á  la  Delegación  mencionada  adhirién- 
dose al  programa  formulado  en  la  Declaración. 

—El  Gobierno  del  Archipiélago  filipino,  que  ha  autorizado 
la  formación  de  un  Museo  permanente  para  las  Filipinas  y  una 
Academia  de  Ciencias  en  Manila,  solicita  el  cambio  de  las  futu- 
ras publicaciones  de  estos  centros  con  las  de  nuestra  Sociedad. 
Quedó  acordado  se  acceda  á  esta  solicitud. 

—El  Sr.  D.  Eduardo  Boscá  y  Casanoves  da  gracias  por  la  in- 
serción en  el  Boletín  de  su  «Informe  sobre  el  estado  del  esque- 
leto de  Megaierio  del  Museo  de  Ciencias  naturales  de  Madrid», 
y  envía  dos  ejemplares  de  su  tirada  aparte  para  la  Biblioteca. 

T.  ni.- Julio,  1903.  19 


•270  BOLETÍN    DE  LA   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Admisiones. — Quedaron  admitidos  como  socios  el  Instituto 
general  y  técnico  de  San  Sebastián,  propuesto  por  D.  Fermín 
I  ñarra  y  Echevarría;  el  Consejo  general  de  Agricultura,  Indus- 
tria y  Comercio  de  Valencia,  propuesto  por  L>.  Emilio  Ribera; 
D.  Federico  de  Ramos  de  Molins,  de  Barcelona,  que  cultiva  la 
Histología  animal  y  vegetal,  propuesto  por  I).  Manuel  Llenas; 
I).  Leandro  Navarro,  profesor  de  Patología  vegetal  en  el  Insti- 
tuto agrícola  de  Alfonso  XII,  propuesto  por  D.  Zoilo  Espejo  y 
1).  A.  Federico  Gredilla,  y  D.  Emiliano  de  la  Cruz,  Miembro 
del  Instituto  de  Ingenieros  de  Minas  y  Mecánicos  del  Norte  de 
Inglaterra,  y  D.  Juan  Castro  y  Valero,  Catedrático  en  la  Escuela 
de  Veterinaria,  residentes  ambos  en  Madrid  y  propuestos  por 
D.  Ignacio  Bolívar.  Se  acordó  igualmente  el  reingreso  en  la 
Sociedad  de  D.  José  Gogorza  y  González,  Catedrático  de  Orga- 
nografía  y  Fisiología  animal  en  la  Facultad  de  Ciencias  de  la 
Universidad  Central,  á  propuesta  del  Sr.  Bolívar. 

Proposiciones.— Se  dio  lectura  á  una  proposición  firmada  por 
variés  socios,  en  la  que  se  pide  á  la  Sociedad  que,  correspon- 
diendo á  la  hospitalidad  de  que  son  objeto  profesores  y  alum- 
nos españoles  en  el  Laboratorio  Arago,  de  Banyuls-sur-iner. 
se  regalen  á  la  Biblioteca  de  aquel  establecimiento  nuestras 
publicaciones. 

La  Sociedad,  estimando  en  lo  que  vale  la  cortesía  y  afecto 
dispensados  en  el  citado  Laboratorio  á  nuestros  compatriotas 
estudiosos,  acordó,  después  de  oir  las  opiniones  de  varios  so- 
cios, la  conveniencia  de  significarle  dicha  estimación,  dejan- 
do á  la  Junta  directiva  el  resolver  qué  publicaciones  podrían 
regalarse  al  citado  Laboratorio. 

Comunicaciones  verbales.— El  Sr.  Blanco  y  Juste  manifestó  que 
habiendo  tomado  posesión  de  su  cátedra  de  Tarragona  y  ce- 
sado por  tanto  en  su  destino  en  el  Museo  de  Historia  natural  de 
Madrid,  había  hecho  entrega  de  su  cargo  de  Bibliotecario  de 
esta  Sociedad  á  D.  Ángel  Cabrera  Latorre,  propuesto  para  su- 
cederle  interinamente  hasta  el  nombramiento  del  que  desig- 
nase la  Sociedad  á  fin  de  año.  Con  este  motivo  el  Sr.  Presi- 
dente interpretó  los  deseos  de  todos  los  socios  dando  las  gracias 
al  Sr.  Blanco  por  su  larga  gestión  al  frente  de  la  Biblioteca, 
tan  beneficiosa  para  ésta,  y  lamentando  tenga  que  abandonar- 


DE   HISTORIA    NATURAL.  271 

nos  el  Sr.  Blanco,  siquiera  sea  por  causa  de  tanta  convenien- 
cia y  tan  honrosa  para  él  mismo. 

—El  Secretario  presento  los  siguientes  trabajos  remitidos  por 
socios  del  extranjero  ó  de  provincias,  y  que  se  acordó  pasaran 
á  examen  de  la  Comisión  de  publicación: 

«Breves  consideraciones  sobre  los  lepidópteros,  pertenecien- 
tes á  los  Nymphalidá ,  subgénero  Vanessa  F.»,  por  D.  Eurico 
Cannaviello. 

«El  yacimiento  de  magnetita  de  Cehegín»,  por  D.  Daniel 
Jiménez  de  Cisneros. 

«De  la  existencia  de  lías  superior,  del  tithónico  y  del  infra- 
cretáceo  en  la  región  NO.  de  la  provincia  de  Murcia»,  por  Don 
Daniel  Jiménez  de  Cisneros. 

«El  yacimiento  prehistórico  de  la  rambla  Bermeja,  en  el  tér- 
mino de  Lorca,  y  noticias  acerca  de  otros  poco  conocidos  en 
la  provincia  de  Murcia»,  por  D.  Daniel  Jiménez  de  Cisneros. 

«Preocupaciones  populares  respecto  de  algunos  animales. — 
I.  Los  arrendajos  blancos»,  por  D.  Celestino  Graiño  Caubet. 

«Excursión  ornitológica  al  lago  de  la  Albufera  (Valencia) 
durante  el  mes  de  Junio  de  1903»,  por  D.  Enrique  Crú  Marqués. 

«Observaciones  sobre  algunas  aves  de  Canarias»,  por  el 
Si".  Oramas. 

— El  Sr.  D.  A.  Federico  Gredilla  leyó  unos  «Datos  nuevos  que 
incluir  en  la  Flora  hispano-lusitana»  (segunda  nota),  y  Don 
Celso  Arévalo  otra  nota,  de  que  es  autor,  intitulada  «Modifi- 
caciones al  procedimiento  de  Delesse  para  el  análisis  mecá- 
nico de  las  rocas».  Ambos  escritos  pasaron  á  la  Comisión  de 
publicación. 

— El  Sr.  Calderón  dio  las  siguientes  noticias  bibliográficas: 

1.a  Brough,  B.  H.-The  iron  ore  mines  of  Biscay.  (Cassier's 
Magazine,  t.  xxm.  Ap.  1903,  pág.  697  á  709.) 

El  autor  hace  una  reseña  interesante  de  la  industria  minera 
de  Bilbao,  acompañada  de  estadísticas  de  la  producción  de  las 
minas  de  hierro  de  esta  localidad  desde  1860  á  1901.  Presenta 
además  secciones  geológicas  de  tres  de  los  depósitos,  junta- 
mente con  vistas  fotográficas  de  las  principales  minas. 

2.a  Los  Pirineos  constituyen,  como  se  sabe,  una  de  las  re- 
giones más  clásicas  del  mundo  para  el  geólogo  desde  los  albo- 
res de  la  ciencia.  Es  tanto  lo  que  se  ha  escrito  sobre  ellos,  par- 
ticularmente respecto  á  la  vertiente  francesa,  que  el  exceso  de 


272  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

literatura  constituye  el  mayor  obstáculo  para  poder  enterarse 
de  lo  conquistado  en  punto  al  conocimiento  positivo  de  tan  in- 
teresante región.  En  este  respecto  alcanza  una  excepcional  im- 
portancia la  obra  en  publicación  de  L.  Carez,  La  Qéologie  des 
Pyrénées  francaises,  en  la  cual  se  propone  exponer  el  estado  de 
los  estudios  geológicos  sobre  la  cadena  pirenaica,  y  claro  está 
que  no  puede  prescindir  de  tratar  de  la  vertiente  española. 

Y  ya  que  de  este  asunto  trato,  recordaré  también  las  notas 
de  M.  Roussel  sobre  el  Carbonífero  de  los  Pirineos,  aparecidas 
recientemente  en  el  Boletín  de  la  Sociedad  geológica  de  Francia. 
en  las  cuales  refiere  los  lechos  de  hulla  de  la  Seo  de  Urgel,  de 
San  Juan  de  las  Abadesas,  de  Gerrí,  de  Tuchan  y  de  Durban 
al  piso  estefaniense,  caracterizándole,  según  las  determina- 
ciones del  sabio  Zeiller,  por  los  fósiles  siguientes:  Pecopteris 
arborescens,  P.  polymorpha,  Sp/ienopteris  latijolia,  Odontopteris 
Brardi,  Calamites  Cisti,  etc. 

3.a  En  la  sesión  del  pasado  mes  de  Junio  de  dicha  Sociedad 
M.  E.  Cartailhac  se  ocupó  de  los  grabados  y  pinturas  polícro- 
mas de  la  caverna  de  Altamira,  que  ha  estudiado  en  colabora- 
ción con  el  abate  Breuil,  y  con  este  motivo  M.  Boule  insistió  en 
la  semejanza  de  estilo  y  de  factura  que  puede  observarse  entre 
estas  obras  de  arte  primitivo  y  las  esculturas  en  asta  de  reno. 
La  semejanza  es  tal,  que  aparte  de  las  consideraciones  refe- 
rentes á  la  estratigrafía  de  la  gruta  de  Altamira,  bastaría  aqué- 
lla para  hacer  remontar  las  pinturas  á  la  época  cuaternaria. 

Secciones. — La  de  Zaragoza  celebró  sesión  el  24  de  Junio, 
bajo  la  presidencia  de  D.  Pedro  Ramón  y  Cajal. 

De  orden  del  Presidente  se  dio  lectura  á  las  bases  para  el  es- 
tudio de  la  fauna,  flora  y  gea,  bajo  la  dirección  de  la  Sociedad 
española  de  Historia  natural,  y  que  figuran  en  el  Boletín 
del  mes  de  Mayo.  A  todos  los  socios  les  parecieron  laudables 
tales  propósitos,  y  ofrecieron  su  cooperación  para  realizarlos. 

Después  el  R.  P.  Longinos  Navas  leyó  de  sus  Notas  liqueno- 
lógicas  la  referente  á  la  Lecanora  subfusca  en  España,  enviada 
para  su  publicación,  y  seguidamente  el  Sr.  Ramón  y  Cajal 
continuó  la  lectura  de  su  trabajo  sobre  El  encéfalo  de  los  ba- 
tracios, comenzada  en  la  sesión  anterior. 


Bol.  de  la  Soc.  Esp.  de  Hist.  Nat 


Tomo  III.  Lám.  IV, 


Potentilla  Bescans<e  Gred. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  213 


Notas  y  comunicaciones. 


Datos  nuevos  que  incluir  en  la  Flora  hispano-lusitana 

(Segunda  nota)  (Lám.  IV) 


POR 


D.    A.    FEDERICO    GREDILLA. 


En  la  sesión  celebrada  por  esta  Sociedad  el  9  de  Mayo  de 
1900  leímos  un  trabajo  con  el  mismo  título  que  encabeza  este 
estudio,  y  presentamos  además  á  nuestros  consocios  dos  plantas 
nuevas  é  interesantes  para  nuestra  flora.  Una  de  ellas,  hallada 
en  el  Cerro  Negro  (Madrid),  la  dedicamos  al  insigne  botánico 
Gandoger  con  el  nombre  de  Narclurus  Gandogeri,  y  la  otra 
planta,  recogida  y  traída  por  el  Sr.  Aterido,  creímos,  en  vista 
de  la  lanosidad  abundantísima  que  la  cubre  desde  la  raíz 
hasta  la  flor,  poder  elevarla  á  la  categoría  específica  llamán- 
dola Tragopogón  bombycinus,  la  que  era  considerada  por  Gan- 
doger como  simple  variedad  del  Tr.  crocifolius  L. 

Hoy,  como  entonces,  hemos  sido  también  afortunados  con 
el  hallazgo  de  otra  especie  nueva,  consecuencia  ó  fruto  del 
trabajo  de  clasificación  de  las  pocas  plantas  que  nos  envían  de 
provincias,  y  que  ha  sido  recolectada  en  las  márgenes  del 
Duero  que  baña  á  Soria  por  el  Catedrático  de  Historia  natural 
D.  Fermín  Bescansa  Casares,  trasladado  recientemente  á  la 
enseñanza  de  dicha  asignatura  en  el  Instituto  de  la  capital  de 
Orense. 

Poco,  ó  por  mejor  decir  nada,  conocemos  de  la  flora  de 
región  tan  poco  explorada,  sea  por  el  excesivo  y  prolongado 
frío  que  en  ella  reina,  ó  por  no  poder  disponerse  de  días  á  pro- 
pósito para  realizar  excursiones  en  las  estaciones  calurosas 
del  año;  y  si  bien  es  de  suponer  que  la  florula  de  Soria  tenga 
íntimo  lazo  de  unión  con  la  de  las  demás  provincias  limítrofes 
y  más  conocidas  de  nosotros,  á  juzgar  por  las  plantas  enviadas 
por  el  Sr.  Bescansa,  es  lo  cierto  que  si  en  los  dos  meses  de 
Abril  y  Mayo  que  ha  estado  dicho  señor  en  Soria  ha  encontrado 
una  planta  nueva,  no  solo  para  España,  sino  para  el  mundo  de 
los  sabios,  ¿qué  no  podría  descubrirse,  dada  la  condición  cli- 


274  BOLETÍN    DE    LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

matológica  de  esta  provincia  tan  diversa  de  la  de  las  demás, 
haciendo  un  estudio  detenido  de  esta  región? 

Pero,  dejando  estas  consideraciones  que  manan  de  la  mente 
al  correr  de  la  pluma,  entremos  de  lleno  en  materia,  funda- 
mento y  fin  de  estas  cuartillas. 

En  los  tres  meses  escasos  de  Marzo,  Abril  y  Mayo,  que  el 
mencionado  Sr.  Bescansa  estuvo  en  Soria,  hizo,  según  nos  ha 
dicho,  un  par  de  excursiones  botánicas.  De  las  plantas  recogi- 
das y  clasificadas  en  su  mayor  parte  por  él  mismo,  muchas  de 
ellas  son  conocidas  en  casi  todas  las  provincias  de  España,  des- 
tacándose solo  como  más  notables  el  Asplenium  fontanum  Sm., 
Car  ex  dioica  L.,  Tulipa  aus ¿ralis  Lk.  [i  montana  Wk..  Verónica 
Assoana  Wk.,  CÍKsnorrMnum  rnbrifolium  Lge.,  y  finalmente,  la 
Artemisia  mmp/torata  Vill.,  especie  interesante  por  las  agallas 
parecidas  á  flores  que  llevan  sus  tallos,  que  pudieran  denomi- 
narse homoanthicas ,  y  caso  no  raro  en  otras  especies  del  mismo 
género,  si  bien  de  distinta  forma  y  color,  observadas  sobre  la 
Artemisia  Hería  alba  Ass.,  abundante  en  esta  provincia. 

Pero  de  todas  ellas  la  que  más  rara  nos  pareció  desde  luego, 
y  después  lo  hemos  confirmado,  es  la  especie  de  Potentilla  que 
vamos  á  describir.  Para  ello  se  han  repasado  como  corresponde 
los  herbarios  del  Jardín  Botánico  y  el  del  Sr.  Lázaro;  se  han 
leído  detenidamente  las  descripciones  de  las  especies  de  dicho 
género  publicadas  en  las  obras  de  Willkomm,  Amo  y  Mora, 
Lázaro  y  otras  que  á  España  se  refieren;  se  han  consultado 
tanto  las  obras  francesas  de  Gillet,  Bonnier  y  Coste,  como  las 
universales  de  Linneo,  Sprengel  y  De  Candolle;  se  ha  pasado 
revista  minuciosa  á  la  Monogra/phia  Cíeneris  Potentillarum  de 
Joannes  Lehmann;  y  después  que  se  han  comparado  con  es- 
crupulosidad los  dibujos  de  las  floras  iconográficas  que  se  en- 
cuentran en  la  Biblioteca  del  Jardín  con  la  planta  á  la  vista,  se 
ha  llegado  al  convencimiento  de  que  la  especie  de  que  se  trata 
no  ha  sido  descrita  hasta  el  presente. 

He  aquí  por  qué  no  teniendo  la  menor  duda  de  que  puede 
ser  una  especie  nueva,  y  no  creyendo  que  estos  hallazgos  tan 
halagüeños  deben  pasar  al  sueño  del  olvido,  hemos  resuelto 
darle  un  nombre  seguido  de  las  descripciones  latina  y  caste- 
llana y  el  dibujo  respectivo  que  acompaña  á  esta  nota,  dedi- 
cando la  especie,  como  es  natural,  al  entusiasta  y  amante  bo- 
tánico Sr.  Bescansa,  que  la  ha  recogido. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  275 

i 

Fam.  Rosaceae  Juss. 

Trib.    III.    Pragariese    Lrje. 

Gen.  Potentilla  L. 

P.  BescaiiSEe  sp.  u.,  Lám.  iv —Rhkoma  sublignosum  supeme  tec- 
han vestigiis  emarcidis  foliorum  pr&teriéorum  annorum;  in  basi 
radicantia  folia  seniora  subincano-lomeiitosa .  Cantes  júniores 
(10-14  cm.)  ereell  et  pauci flores;  folia  inferiora,  vel  commmiiter 
dicta  radicália,  témala  et  aliqua  aliquando  quínala  longisslme 
petiolata  longltudine  fere  caulinm, -folia  su  pe  ñora  vel  caulina 
sessilia  et  témala,  pars  superior  obscureiireus,  villosa,  venis  sul- 
catis;  inferior  autem  subtus  sericea  el  venis promlnentlbus,  folio- 
he  cuneiforme  cum  ápice  rotundato  obluse  dentato:  slipuhe pello- 
lares  foliorum  commuulter  radicallum  dlclorum,  longisslme  lan- 
ceolatce  lineares,  pills  fasciculatis  wtrinque  canescentibus.  Flores 
(15  mm.)  I  ¡i  summo  caule  2-3,pedieeliati  laxi;  cum  lobis  calicinis 
lanceolatis  acutis,  bracleolis  calicuhs  lanceolatis  oblusls  cálice 
paulo  majoribus  ambo  pilosis;  peí  ahs  flavis  vel  luteis  basi  auran- 
tiatis  obcordatis  reí  emarginatis  callee  ¡mulo  brcvioribus;  t/iala- 
mus  vi  líos  us  euiit  carpellis  ostreifor mis  gl abrís  el  luserlloue  funi- 
culorum  r  Ulosis.  Ad  Duerl  /! nenia.  Sortee.  Aprili,  Majo. 

Rizoma  casi  leñoso,  cuya  superficie  está  adornada  de  restos 
secos  correspondientes  á  hojas  y  tallos  de  años  anteriores,  y 
presentando  en  la  base  de  los  tallos  recientes  hojas  antiguas 
incano-tomentosas.  Tallos  ó  brotes  tiernos  de  10  á  14  cm.  de 
longitud,  derechos  y  con  dos  ó  tres  flores;  hojas  inferiores  lla- 
madas impropiamente  radicales,  de  tres  foliólos  y  alg-una  de 
cinco,  de  la  longitud  de  los  tallos  muchas  veces  por  ser  larga- 
mente pecioladas;  las  caulinas  trifolioladasy  sentadas,  presen- 
tando unas  y  otras  la  cara  superior  verde  obscura  y  vellosa, 
con  surcos  en  la  dirección  de  los  nervios,  mientras  que  la  in- 
ferior tiene  los  nervios  prominentes  y  más  abundantes  de  ve- 
llosidad sedosa;  los  foliólos  son  cuneiformes  con  el  ápice  re- 
dondeado y  con  dientes  obtusos;  las  estípulas  son  peciolares 
en  las  hojas  inferiores  y  largamente  lanceolado-lineares,  cu- 
biertas de  pelos  suaves  y  blanquecinos.  Flores  de  15  mm.  de 
ancho,  en  número  de  dos  á  tres,  colocadas  en  el  vértice  de  los 
tallos,  pedunculadas  y  separadas,  con  los  sépalos  del  cáliz  lan- 


276  BOLETÍN    DE   LA   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

ceolado-agudos  y  las  bracteillas  del  calicillo  lanceolado -obtu- 
sas, un  poco  más  largas  que  los  sépalos  y  ambos  vellosos;  pé- 
talos amarillos  acorazonados  y  con  escotadura,  cuyas  bases 
son  anaranjadas,  un  poco  más  cortas  que  el  cáliz  y  calículo; 
receptáculo  velloso  con  aquenios  ostreiformesg'labrosy  única- 
mente vellosos  en  la  inserción  con  los  funículos. 

En  las  orillas  del  río  Duero  que  baña  á  Soria.  Florece  por 
Abril  y  Mayo. 

Esta  especie  tiene  mucha  semejanza  en  su  porte  con  la 
P.  grandiflora  L.  var.  fragiformis  Ser.  mss.,  pero  se  diferencia 
notablemente,  entre  otros  caracteres,  porque  sus  pétalos  son 
algo  más  cortos  que  los  sépalos  del  cáliz  y  bracteillas  del  ca- 
lículo, y  los  foliólos  de  las  hojas  son  cuneiformes  con  el  ápice 
dentado;  mientras  que  en  la  P.  grandiflora  L.  los  pétalos  son 
dos  á  tres  veces  más  largosque  los  sépalos  y  los  foliólos  de  sus 
hojas  son  redondeados  y  con  todo  el  borde  dentado. 

Pudiera  también  creerse  se  trata  de  una  de  las  muchas  for- 
mas de  la  P.  suOaccmlis  L.;  pero  esta  especie  es  densamente 
cespitosa  con  foliólos  elípticos,  crasos  y  cinereo-tornentosos,  flo- 
res aproximadas  con  las  bracteillas  del  calículo  más  cortas  que 
los  sépalos  del  cáliz  y  pétalos  aovados  de  la  longitud  de  éste; 
y  la  propuesta  por  nosotros  como  nueva  no  es  cespitosa,  los 
foliólos  son  cuneiformes,  flores  separadas  y  pedunculadas,  con 
las  bracteillas  del  calículo  más  largas  que  los  sépalos  del  cáliz 
y  pétalos  un  poco  más  cortos  que  aquél. 

Que  no  deja  de  ser  abundante  esta  especie  lo  demuestra  el 
párrafo  de  la  carta  que  me  escribe  el  Sr.  Bescansa  y  que  trans- 
cribo á  continuación. 

«Respecto  á  la  Potenlilla,  con  mucho  gusto  le  daría  todos 
los  detalles  que  usted  desea,  pero  no  pueden  ser  sino  muy 
vagos.  La  cogí  á  la  orilla  derecha  del  Duero  (siguiendo  la  co- 
rriente), entre  Soria  y  Garray,  en  un  trecho  donde  este  río  va 
encajonado  á  unos  2  km.  de  Soria  próximamente;  no  le  diré 
que  sea  muy  abundante  (porque  no  me  acuerdo  bien),  pero  sí 
había  bastante.  Crece  á  poca  distancia  de  la  orilla  (5  ó  15  m.)...» 

Con  lo  anteriormente  dicho  creemos  poder  asegurar  se  trata 
de  un  feliz  hallazgo  del  Sr.  Bescansa,  que  presentamos  á  la 
consideración  de  esta  Sociedad,  esperando  que  los  botánicos  y 
el  tiempo,  que  no  engaña,  confirmen  esta  nuestra  humilde 
determinación. 


DE   HISTORIA   NATURAL. 


Excursión  ornitológica  al  lago  de  la  Albufera  (Valencia) 
durante  el  mes  de  Junio  de  1903 


D.    ENRIQUE    CRU   MARQUES. 

Habiendo  sido  siempre  gratas,  para  cuantos  visitan  nuestro 
país,  las  excursiones  á  la  Albufera,  cuan  agradables  no  serán 
para  el  ornitologista  valenciano  que  por  primera  vez  va  á  dicho 
lago  á  estudiar  la  fauna  propia  y  sedentaria  en  él. 

La  continua  extracción  de  tierras  para  cultivar  el  arroz  va 
dejando  allí  cada  día  menos  libertad  á  las  aves  para  su  pro- 
creación: los  cañares  y  carrizales  emplazados  en  mitad  del 
lago  son  los  únicos  sitios  donde  hoy  pueden  refugiarse  las  aves 
mayores,  así  como  los  carrizales  que  bordean  las  carreras, 
ó  sean  los  caminos  acuáticos  ó  canales,  lo  son  de  los  Musque- 
rots,  Musqueretes  y  Reyets. 

Saliendo  del  Palmar  «pueblecillo  de  unos  200  habitantes,  si- 
tuado en  una  isla»,  embarcado  en  un  barqnet,  fuimos  en  direc- 
ción Sur  por  la  acequia  vieja  del  Palmar,  Carrera  de  la  Chun- 
sa,  La  Plana  (frente  al  Perelló),  y  entrando  en  la  partida  de 
Sueca  nos  dirigimos  á  la  acequia  de  la  Malva  y  á  todas  sus 
colindantes. 

En  todo  este  trayecto  encontramos  sobre  todo  Musquerots 
y  titets,  viendo  también  alguna  Gallínula  clüoropus. 

La  pequeña  playa  del  Recatí  y  los  carrizales  del  Alcatl  y  la 
Sequiota,  situados  á  la  parte  levante  del  Palmar,  nos  propor- 
cionaron la  Árdea  stellaris,  la  A  lauda  cristata  y  el  Charadrius 
íiiinor. 

En  la  Mata  del  Fanc  y  en  la  Mata  del  Fangaret  cogimos  la 
Árdea  purpurea,  el  Anas  Boschas  y  el  Calamoherpe  arundina- 
cea.  Este  último  se  encuentra  por  todo  el  lago  en  general. 

Los  carrizales  frente  á  la  entrada  del  Puerto  de  Catarroja 
son  los  más  á  propósito  para  proporcionarse  algunos  Podiceps, 
como  igualmente  la  Mata  de  Torre-Torre. 

La  partida  de  Malta  es  el  sitio  de  preferencia  para  el  Cala- 
moherpe mehüwpogon,  encontrándose  también  el*C.  p alus tris  y 
el  Parus  Marmicus. 

Por  la  Carrera  de  la  Reyna  es  fácil  ver  alg'una  Árdea  minuta, 


■>~s  boletín  de  la  sociedad  española 

y  por  último,  toda  la  parte  que  hace  frente  al  Puerto  de  Silla 
nos  proporcionó  el  Podiceps  cristatus  y  la  Árdea  ralloides. 

También  junto  al  Palmar  la  parte  denominada  Hilla  es  la 
más  á  propósito  para  ver  la  Motacilla  melanocepliala. 

Por  lo  tanto,  podemos,  por  nuestra  excursión  á  dicho  lago, 
afirmar  que  son  veinte  las  especies  de  aves  hasta  hoy  conoci- 
das por  nosotros,  como  propias  y  sedentarias  en  la  Albufera; 
y  si  continúa  la  explotación,  como  ocurre  actualmente,  tendre- 
mos dentro  de  algunos  años  que  deplorar  la  desaparición  de 
alg-unas  especies  de  nuestra  fauna  regional . 

La  especie  Porphyrio  velerum  Bonap.,  hoy  desaparecida  de 
nuestro  lago,  fué  vista  por  última  vez  entre  los  años  1885 
á  1887. 

Por  si  puede  ser  de  alguna  utilidad,  transcribimos  á  con- 
tinuación la  lista  de  las  aves  que  hemos  encontrado  en  la  ex- 
cursión señalada. 

Palmípedas. — Podiceps  cristatus  Latham,  fluviatilis  Gerbe. 
Fuligula  Rufina  Steph.,  Anas  Boschas  Linneo. 

Zancadas. — Árdea  purpurea  Linneo,  ralloides  Scopoli,  minuta 
Linneo,  Charadrius  minor  Meyer,  Fúlica  atra  Linneo,  Gallínula 
chloropus  Latham. 

Pájaros.  —  Alcedo  ispida  Linneo,  Motacilla  melanocephala 
Lichtenstein,  Alauda  cristata  Linneo,  Calamoherpe  turdoides 
Bo'ie,  arundinaceai?0¡''<?,  palustris  Bechstein,  melanopogon  O.  des 
Murs,  cisticola  Temminck,  Parus  biarmicus  Linneo,  Emberiza 
schneniclus  Linneo. 


Preocupaciones  populares  respecto  de  algunos  animales 


D.    CELESTINO    GEAINO    CAUBET. 
I. 

Los  arrendajos  blancos. 

Las  preocupaciones  populares  á  que  alude  esta  nota  son  tan- 
tas y  de  tal  naturaleza,  que  siempre  he  considerado  curioso 
por  lo  menos  su  estudio  para  cuantos  cultivan  la  Historia  na- 
tural; en  ocasiones  pueden  ser  motivo  de  enseñanza,  pues  si 


DE   HISTORIA   NATURAL. 


279 


no  siempre  resultan  comprobados  científicamente,  se  apoyan 
las  más  veces  en  hechos  mejor  ó  peor  observados,  pero  que  al 
fin  indican  hábitos  ó  costumbres  del  animal  á  que  se  refieren. 
y  casi  siempre  también  el  grado  de  adelanto  ó  de  atraso  de  los 
pueblos  en  donde  existen.  Por  estas  razones,  y  por  si  la  Socie- 
dad lo  considera  á  su  vez  de  algún  interés,  me  propongo  ir 
dando  á  conocer  ciertas  de  las  aludidas  preocupaciones,  inau- 
gurando estas  notas  con  la  referente  á  los  arrendajos  blancos. 

Había  oído  hablar  á  algunos  cazadores  de  arrendajos  (gla- 
yos  en  Asturias)  blancos;  pero  creyendo  se  trataba  de  simples 
casos  de  albinismo  no  di  más  importancia  al  asunto,  hasta  que 
fué  excitada  mi  curiosidad.  Oyendo  á  otros  considerarlos  como 
pertenecientes  á  una  especie  rara  y  salvaje  que  en  los  montes 
y  bosques  agrestes  y  apartados  de  los  parajes  habitados  susti- 
tuía á  nuestro  Garrulus  yla ndarlus . 

Una  feliz  casualidad  me  permitió  satisfacer  mi  deseo.  Mi  es- 
timado amigo  D.  José  María  Cienfueg*os  Jovellanos  cobró  uno 
de  estos  raros  ejemplares  en  una  cacería,  y  con  todo  género  de 
precauciones  me  lo  remitió,  de  modo  que  he  podido  conser- 
varlo y  realizar  con  él  todas  mis  observaciones. 

Con  objeto  de  que  la  Sociedad  pueda  formarse  más  completa 
idea,  considero  conveniente  poner  á  continuación  los  caracte- 
res del  Garrclus  (jlandarins  y  al  lado  los  del  citado  ejemplar. 


Arrendajo  común. 

Largo,  0,34  á  35.  Ala  plega- 
da, 0,15.  Distancia  de  punta 
de  ala  á  ala.  0,50.  Cola,  0,15. 

Cabeza  guarnecida  con  un 
moño  de  plumas  adelante 
blanco,  sucias,  con  una  man- 
cha negra  á  lo  largo  de  la 
tira. 

Bigote  negro  bien  marcado. 

Por  arriba  y  abajo  color 
gris  vinoso,  que  se  obscurece 
en  su  parte  superior. 


Arrendajo  Manco. 

Largo,  0,34.  Las  demás  me- 
didas igual. 

Cabeza  guarnecida  con  un 
moño  de  plumas  adelante 
blanco  ligeramente  acanela- 
das, con  una  mancha  de  color 
gris  claro  á  lo  largo  de  la  tira, 
que  se  obscurece  en  la  frente. 

Bigote  ligeramente  indica- 
do de  color  canela  claro. 

Por  abajo  blanco  puro;  por 
la  espalda  blanco,  con  un  li- 
gero tinte  canela  claro,  que 


230 


BOLETÍN  de  la.  sociedad  española 


Remides  primarias  negras; 
Jas  secundarias  negro  atercio- 
peladas; las  cobijas  negras  en 
su  parte  interna  y  en  la  ex- 
terna azul  celeste  con  rayas 
transversales  blancas  y  azu- 
les, colores  que  se  observan 
también,  pero  poco  claros,  en 
el  borde  externo  de  las  reme- 
ras primarias,  y  á  los  extre- 
mos de  una  mancha  larga  y 
blanca  que  hay  en  el  medio 
de  las  secundarias. 

Alas  redondeadas,  forman- 
do como  una  punta  las  5.a  y  (5.a 
rémiges. 

Pico  negro  de  cuerno,  con  la 
mandíbula  superior  ligera- 
mente ganchuda. 

Tarsos  altos  y  dedos  regula- 
res con  uñas  muy  corvas  y 
puntiagudas. 

Cola  negra  con  rayas  azules 
más  ó  menos  pronunciadas, 
sobre  todo  en  las  dos  remeras 
centrales. 


en  la  parte  de  la  nuca  se  hace 
más  rojizo  y  patente. 

Alas  blanco  puro,  sin  vesti- 
gios de  ningún  otro  color  mas 
que  sobre  el  hombro,  donde 
son  ligeramente  rojizas. 


Alas  redondeadas,  forman- 
do como  una  punta  las  5.a  y  6.a 
rémiges. 

Pico  gris,  más  claro  en  el 
extremo,  con  la  mandíbula  su- 
perior ligeramente  ganchuda. 

Tarsos  altos  y  dedos  regula- 
res, con  uñas  muy  corvas  y 
puntiagudas. 

Cola  blanco  purísimo. 


Los  anteriores  caracteres  revelan  claramente  que  las  diferen- 
cias apuntadas  afectan  solamente  al  color,  sin  influir  nada  en 
el  tamaño,  aspecto,  etc.,  y  si  se  observan  sus  órganos  interio- 
res se  ve  mejor  su  identidad  absoluta;  pues  ni  en  el  tubo  diges- 
tivo ni  en  el  corazón,  así  como  tampoco  en  los  huesos,  princi- 
palmente eu  el  esternón,  encontré  diferencia  alguna.  Opino, 
por  lo  tanto,  que  los  arrendajos  blancos  no  pertenecen  á  una 
especie  aparte,  sino  que  son  casos  de  albinismo  del  Gfarruh(,s 
f/Iandarms,  confirmando  más  esta  opinión  la  rareza  de  los 
ejemplares. 


DE   HISTORIA   NATUBAL.  281 

Modificación  del  procedimiento  de  Delesse  para  el  análisis  mecánico 

de  rocas 

POR 

DON    CELSO   AREVALO. 

Los  procedimientos  que  en  Litología  se  describen  para  de- 
terminar las  relaciones  existentes  entre  los  pesos  de  cada  «no 
de  los  minerales  que  integran  las  rocas  y  el  peso  de  éstas,  ado- 
lecen de  defectos  que  les  quitan  generalidad  y  hacen  que  tal 
determinación,  á  pesar  de  ser  altamente  interesante,  solo  raras 
veces  sea  utilizada. 

Siendo  en  la  mayor  parte  de  los  casos  ineficaces  los  procedi- 
mientos de  separación  mecánica  y  magnética,  por  poderse  solo 
aplicar  éstos  á  las  rocas  de  elementos  disociables  (que  son 
las  menos)  la  primera,  y  limitarse  la  segunda  á  la  separación 
de  los  minerales  ferríferos,  resulta  el  procedimiento  de  Delesse 
más  general  que  aquéllos,  á  pesar  de  adolecer  también  de  al- 
gunas deficiencias. 

Para  practicarle  recomienda  Delesse  (1)  pulimentar  una  su- 
perficie de  la  roca  dejándola  bien  plana  y  dibujar  los  contor- 
nos de  los  minerales  que  en  ella  aparecen  en  un  papel  trans- 
lúcido, al  cual  se  peg'a  después  una  hoja  de  papel  de  estaño. 

Recortando  dichos  contornos  y  agrupando  todos  los  que  per- 
tenecen á  un  mismo  mineral  se  consigue  obtener  la  relación 
de  sus  superficies,  y  por  ende  la  de  sus  volúmenes  (2),  pesando 
por  separado  cada  uno  de  los  montones  correspondientes  á  cada 
mineral. 

Desde  luego  se  comprende  que  este  procedimiento  será  sola- 
mente aplicable  á  las  rocas  en  masa  y  granudo- cristalinas, 
puesto  que  las  primeras  son  las  que  gozan  de  la  propiedad  de 


(1)  Procesé  mecanique  pour  déterininer  la  composition  des  Roches. — Paris,  1866. 

(2)  Es  fácil  comprender  que  siendo  s  y  S,  v  y  V,  respectivamente  la  superficie  y 
volumen  de  un  mineral  cualquiera  y  de  la  roca,  se  verifica  que 


En  efecto,  si  suponemos  el  volumen  de  la  roca  relacionado  á  un  sistema  de  ejes 
coordenados,  y  hacemos  pasar  un  plano  paralelo  al  OXY  que  la  corte,  uno  de  los 


282  BOLETÍN    DE   LA.   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

ser  homogéneas  en  todas  direcciones,  y  las  segundas  las  únicas 
que  presentan  todas  las  secciones  de  sus  minerales  lo  suficien- 
temente grandes  para  ser  dibujadas  directamente. 

Estos  inconvenientes  pueden,  sin  embargo,  ser  evitados.  Lo 
es  el  primero  obteniendo  la  sección  de  la  roca  según  un  plano 
perpendicular  al  de  estratificación. 

El  segundo  podría,  á  nuestro  juicio,  evitarse  dibujando  los 
contornos  de  los  minerales,  no  directamente  de  una  sección 
hecha  ad  hoc ,  sino  de  una  preparación  microscópica  de  la 
roca. 

De  esta  manera,  hecha  la  preparación  de  la  roca  que  tratá- 
semos de  analizar,  dibujaríamos  los  contornos  de  los  minera- 
les que  en  ella  aparecen  al  microscopio,  mediante  una  cámara 
clara,  recortaríamos  los  contornos  y  los  pesaríamos  por  sepa- 
rado. Estos  pesos  nos  representan  los  volúmenes  de  los  mine- 
rales. Anotando  sus  densidades,  que  no  es  necesario  determi- 
nar, puesto  que  son  específicas,  obtendríamos  los  pesos,  como 
ahora  veremos. 


minerales  que  !a  constituya  dará  una  sección  que  variará  según  la  posición  de  dicho 
plano;  y  como 

nos  bastará  conocer  los  valores  de  s  para  una  serie  de  valores  infinitamente  próximos 
de  2,  para  conocer  el  volumen  mediante  la  expresión 

o  =  / s  dz. 

El  valor  s  al  variar  será  susceptible  de  pasar  por  varios  máximos  y  mínimos  alter- 
nados, y  si  llamamos  M  al  mayor  de  dichos  máximos  y  m  al  menor  de  los  mínimos,  el 
integral  quedará  definido  y  será 

/-♦3/z 
v —    I    s  dz 
J  mz. 

Ahora  bien,  cuanto  más  homogénea  sea  una  roca  menor  será  la  diferencia  M—  m:  y 
cuando  esta  homogeneidad  se  realiza,  lo  cual  sucede  en  todas  las  rocas,  al  menos  en 
alguna  dirección,  dicha  diferencia  es  tan  pequeña  que  se  tiene  sencillamente 

f  =  S.". 

Tratándose  de  la  roca  en  conjunto  obtendremos  de  la  misma  manera  que 

V—Sz, 
y  dividiendo  miembro  á  miembro  estas  dos  igualdades  tendremos,  finalmente,  que 

V        s 


DE    HISTORIA  NATURAL.  283 

Si  llamamos  P,  V  y  D  al  peso,  volumen  y  densidad  de  la 
roca,  y  pp'p"  ...  pn;  v  v'  r"  ...  rn y  d  d'  el"  ..:  dn  los  pesos,  volú- 
menes y  densidades  de  los  minerales  que  la  constituyen,  ten- 
dremos 

p  = vd  =J=  p'  -  r'  d'  \-  p"  v"  d"  d£  .  .  z£  pn  =  vn  dn ■ 

Conocido  ya  el  análisis  ponderal  y  volumétrico  de  la  roca, 
podemos  aspirar  á  deducir  su  densidad,  puesto  que 

-.  p  ._  P  +P'-±P"+  .~+Pn 


V        v-\-  v'  +v"  4-  ...  4-«* 


Todavía  se  puede  ampliar  el  número  de  investig-aciones, 
puesto  que  no  es  dado  ahora  hallar  el  análisis  químico  cuan- 
titativo. Para  esto  utilizaremos  los  análisis  que  en  las  obras 
de  Mineralogía  fig-uran  para  cada  uno  de  los  minerales.  Si  lla- 
mamos c  la  cantidad  en  que  entra  un  cuerpo  en  la  composi- 
ción de  un  mineral,  que  ásu  vez  entra  en  la  roca  en  un  peso;;, 
plantearíamos  la  proporción 

1 00         ;;  p 

c  ,     '  100  6' 

el  valor  obtenido  para  x  será  la  cantidad  que  de  dicho  cuerpo 
hay  en  la  roca. 

Deseoso  de  que  la  práctica  me  enseñara  las  dificultades  que 
al  aplicar  todo  procedimiento  se  encuentran,  he  hecho  el  aná- 
lisis de  una  peg'inatita  de  Arendal  (Xorueg-a).  Dibujada  la  pre- 
paración y  pesados  cada  uno  de  los  recortes,  obtuve  los  si- 
guientes resultados: 

Cuarzo 2,00 

Ortosa 0,82 

Diotita 0,38 

Mag-netita 0,20 

Hematites 0,04 

Pegmiatita 3,44 


Teni-ndo  ahora  en  cuenta  las  densidades  de  los  minerales, 
y  calculando  los  pesos,  tendremos: 


284 


BOLETÍN  de  la  sociedad  española 


MINERALES 


Cuarzo — 
Ortosa. . . . 
Biotita . . . 
Magnetita. 
Hematites 

Roca 

Peo-matita 


d 


2,63 

2,56 
3,00 
5,05 
5,10 


1) 


2,81 


P 


2,00  |  5,26 

0,82  [  2,10 

0,38  1,14 

0.20  1,01 

0,04  0,20 


V 


3,44 


9,71 


En  este  cuadro  se  ve  también  obtenida  la  densidad  de  la 
roca  (2,81),  que  está  conforme  con  la  que  se  acostumbra  á 
asignar,  y  que  nos  puede  servir  como  comprobante  del  ensayo. 

La  composición  centesimal  volumétrica  y  ponderal  de  la 
roca  sería: 


Cuarzo 

V 

P 

54,17 
21,72 
11,74 
10,40 
2,06 

58,14 

23,84 

11,04 

5.81 

1,16 

Ortosa 

Magnetita 

Hematites 

Peg'matita 

V 

99,99 

P 
99,99 

Admitiendo  los  siguientes  análisis  de  los  minerales: 

Ortosa        =  K%  0  =  16,Ü,A?2  03  =  18,4,  Si  O,  =  64,7. 
Biotita        =  Na.2  O  =  2,05,  K^O  —  6,97,  MgO  =  20,89,  Fu,  03 
=  4,92,  A  Z2  03  =  19,04,  Si  02  =  44,63. 


Cuarzo       =  Si00 


100. 


Magnetita  =  Fe3  Ok  =  100. 
Hematites  =  Fe9  03  =  100. 


obtendremos  que  la  composición  de  la  roca  será 


DE    HISTORIA   NATURAL.  285 

Sílice 73,46 

Alúmina 6,25 

Óxido  ferroso-férrico 10,40 

Óxido  férrico 2,64 

Magnesia 2,45 

Potasa 4,49 

Sosa 0,24 

Total 99,93 

El  análisis  elemental  de  la  roca  será,  por  lo  tanto, 

Oxígeno 47,62 

Silicio 34,31 

Hierro 9,35 

Potasio 3,69 

Aluminio 3,31 

Magnesio 1 ,47 

Sodio 0,18 

Total 99,93 


Vemos,  pues,  con  cuánta  facilidad  se  obtienen  los  análisis 
cuantitativos  mineralógico  y  químico  de  la  roca,  al  paso  que 
deducimos  indirectamente  la  densidad  de  ésta;  determinacio- 
nes todas  ellas  que  exigen  penosas  manipulaciones,  al  paso 
que  con  este  procedimiento  se  deducen  del  dibujo  de  una  sim- 
ple preparación,  la  cual  no  es  necesario  hacerla  ex  profeso, 
puesto  que,  por  ligero  que  sea  el  estudio  que  se  trate  de  hacer 
de  la  roca  en  cuestión,  será  siempre  necesario  haberla  prepa- 
rado previamente. 

Notas  liquenológicas 

POR 

EL   R.    P.    LONGINOS   NAVAS. 
III. 

La  «Lecanora  mil) fusca»  en  España. 

1.  Pudiera  darse  acaso  nombre  mejor  á  este  modesto  escri- 
to llamándolo  «Nota  bibliográfica  del  bien  pensado  trabajo  que 
he  recibido  de  su  autor,  el  eminente  liquenólogo  abate  Hue,  y 
lleva  por  título  Causerie  sur  le  «Lecanora  subfusca»  (Bull.  Soc. 

T.  ni. -Julio,  1903.  20 


286  BOLETÍN    DE   LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

bot.  de  France,  1903). »  Mas  tampoco  tiene  pretensiones  de  nota 
bibliográfica.  Mi  intento  es  comunicar  en  breves  palabras  á 
mis  consocios  el  resultado  técnico  obtenido  por  el  sabio  lique- 
nólog'o  francés  y  serles  útil,  siquiera  sea  aprovechando  méri- 
tos ajenos,  en  el  estudio  de  una  especie  de  liqúenes  tan  común 
que  se  hallará  casi  en  tudas  las  localidades  de  España  y  en 
muchos  de  los  árboles  de  una  comarca  dada  y  tan  embrollada 
hasta  el  presente,  que  su  estudio  era  un  verdadero  laberinto. 
No  haré  más  que  ofrecer  á  los  liquenólogos  españoles  el  hilo 
de  Ariadna  que  desenvuelve  una  de  las  mejores  glorias  botá- 
nicas de  Europa. 

2.  Facilísimo  de  distinguir  es  el  g-énero  Lecanora  entre  los 
liqúenes.  Vense  en  los  troncos  y  ramas  de  los  árboles  y  en  las 
rocas  unas  manchas  orbiculares  ó  elípticas  grisáceas,  el  talo 
(séame  lícito  descender  tanto  en  el  lenguaje  técnico,  á  fin  de 
ser  útil  aun  á  los  que  estén  menos  iniciados  en  liquenología), 
cuajadas  á  veces  de  pequeños  discos  de  color  más  obscuro,  que 
son  los  apotecios  ú  órganos  de  fructificación,  en  los  cuales  á  su 
vez  fácil  es  distinguir  la  parte  central  ó  disco  de  la  marginal  ó 
margen ,  el  cual  en  el  género  Lecanora  es  análogo  en  su  color 
y  consistencia  al  talo,  y  por  esto  se  llama  reborde  taimo. 

3.  Y  prescindiendo  de  otros  caracteres  del  género  Lecanora, 
y  en  particular  de  la  especie  snbfusca,  que  pueden  verse  en 
obras  g-enerales  de  Criptogamia  ó  en  especiales  de  Liquenolo- 
gía, he  aquí  cómo  brevísimamente  describe  Hue  el  tipo  de  la 
especie  que  nos  ocupa  y  las  tres  variedades  que  admite. 

Lecanora  subfusca  Ach.  Talo  delgado  epifieodo  (1)  y  sola- 
mente en  parte  hipofiVodo,  granuloso  ó  rugoso.  Apotecios 
salientes  sobre  el  talo,  con  margen  poco  elevado  sobre  el  disco, 
las  más  veces  entero,  unas  granuloso,  otras  aquí  y  allí  des- 
igualmente ensanchado  ó  festonado,  alguna  vez  con  un  solo 
festón  ó  ensanchamiento,  rara  vez  festonado  en  todo  su  con- 
torno, y  entonces  con  festones  cortos  y  rectos  ó  doblados  sobre 
el  disco:  éste  de  un  rojo  pardusco  ó  negruzco  (2)  (fig.  1.a) 


(1)  Epijleodo,  talo  sobrepuesto  al  soporte  y  compuesto  de  tres  capas:  cortical,  goni- 
dial,  medular,  )a  cual  sola  i  sujeta  y  enlaza  a'  soporte;  Iiipojleodo ,  cuando  sus  ele- 
mentos están  íntimamente  unidos  á  'as  células  de  la  corteza  del  árbol  y  cubiertas 
por  la  epidermis  ,  lo  eual  le  da  un  aspecto  apergaminado,  ó  si  se  quiere  de  cartílago 
ó  membrana. 

(2)  Mojándolo  aparece  siempre  más  ó  menos  rojizo. 


DE    HISTORIA  NATURAL. 


287 


Var.  1.  allophana  Ach.  Talo  epifleodo,  ordinariamente  más 
grueso,  rugoso  ó  verrugoso.  Apotecios  con -frecuencia  gran- 
des, con  margen  elevado,  festonado;  disco  de  un  rojo  pardusco 
ó  negruzco  (fig.  2.a) 

Var.  2.  glabrata  Ach.  Talo  hipofleodo;  margen  del  apotecio 
entero  y  poco  más  levantado  que  el  disco,  el  cual  es  de  un 
rojo  pardusco  ó  negruzco  (fig.  3.a) 

Var.  3.  chlarona  Ach.  Talo  ordinariamente  epifleodo,  al- 
guna vez  ó  en  parte  hipofleodo,  granuloso  ó  rugoso;  apotecios 
con  excípulo  (cara  exterior  vertical  del  margen)  surcado,  con 
margen  de  ordinario  muy  poco  elevado  y  formado  por  el  ex- 


^J 


\ 


tremo  de  los  lomos  que  se  encuentran  entre  los  surcos;  disco 
cárneo  ó  rojo,  rara  vez  pardusco  (fig.  4.a) 

En  el  tipo  admite  Hue  tres  formas:  la  cretácea,  la  argillicola 
y  la  silvestris,  y  otras  tres  en  las  variedades:  la  forma  parisiensis 
en  la  allophana  y  las  geographica  y  cacwminum  en  la  chlarona. 

4.  Resultan,  por  consiguiente,  diez  formas  de  Lecanora  sub- 
J'usca ,  cuya  disposición  en  breve  cuadro  sinóptico  podrá  ser  la 
siguiente,  procediendo  de  lo  más  sencillo  á  lo  más  variado. 

1.  Talo   hipofleodo.    liso;   apotecios   con   margen   entero, 

poco  levantado  sobre  el  disco,  éste  rojo-pardusco  ó 

negruzco var.  glabrata  Ach. 

—  Talo  epifleodo  ó  en  parte  hipofleodo,  rugoso  ó  granuloso; 
apotecios  con  margen  entero  ó  festonado  ó  granuloso, 
disco  rojo  ó  rojo-obscuro 2 

2.  Talo  delgado  epifleodo,  ó  solo  en  parte  hipofleodo;  apo- 

tecios de  tamaño  mediano  (1  mm.),  con  margen  entero 


288  BOLETÍN   DE    LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

ó  poco  festonados  y  disco  rojo  pardusco  ó  negruzco.. . 

Lecanora  subfnsca  Ach.  tipo. 
1.a  forma  cretácea  Malbr.  Talo  blanco  puro,  epifleodo, 

bastante  grueso,  liso  ó  rugoso  y  granuloso,  mate. 
2.a  forma  argillicola  Hue.  Talo   ceniciento  blanquizco, 

delgado,  rug-oso,  mate. 
3.a  forma  sihestris  Nyl.  Talo  de  un  blanco  amarillento, 

acá  y  allá  blanco,  en  parte  liipofleodo  y  de  aspecto 

membranoso;  esporas  notablemente  más  pequeñas  que 

en  el  tipo. 

—  Talo  más  grueso,  epifleodo  en  todo  ó  en  parte 3 

3.     Talo  ordinariamente  grueso,  rugoso  ó  verrugoso.  Apo- 

tecios  grandes,  festonados,  con  disco  rojo  pardusco  ó 

negruzco  y  excípulo  liso ,  sin  surcos 

var.  aUophana  Ach. 
Forma  parisiensis  Nyl.  Talo  ceniciento  amarillento,  obs- 
curecido en  parte,  rugoso  en  el  centro,  granuloso  en 
la  periferia;  apotecios  con  margen  flexuoso  ó  festona- 
do, disco  obscuro  ó  negruzco. 

—  Talo  granuloso  ó  rugoso;  apotecios  con  disco  rojo  cárneo 

ó  rojo,  rara  vez  pardusco;  excípulo  surcado 

var.  chlarona  Ach. 
Forma  geographica  Hue.  Talo  hipofleodo,  que  forma  islo- 
tes, dividido  por  líneas  negras;  apotecios  de  1  mm.  ó 
menores. 
Forma  cacuminum  Hue.  Talo  epifleodo,  ceniciento  obs- 
curo, con  islotes  rodeados  de  una  zona  blanca  estrecha 
saliente. 
5.     Y  por  lo  que  toca  á  los  liqúenes  de  España  que  figuran 
en  mi  colección  referentes  al  grupo  que  estudiamos,  debo  aña- 
dir que  los  envié  todos  (106  ejemplares)  para  su  revisión  al  ya 
citado  liquenólogo  abate  Hue ,  quien  halló  en  ellos  analogía 
manifiesta  con  los  que   de  otros  países  estaba  estudiando  y 
diferencias  que  señala  al  fin  de  su  trabajo. 

Por  lo  que  pueda  interesar  para  el  conocimiento  de  la  lique- 
nología  patria  trasladaré  algunas  frases  de  aquél. 

«Los  65  ejemplares  corresponden  á  la  forma  típica,  2  á  la 
cretácea,  2  igualmente  á  la  variedad  aUophana,  1  á  la  forma 
parisiensis,  16  á  la  var.  glabrata  y  20  á  la  var.  chlarona. 

»A  tratarse  de  un  herbario  francés,  creo  que  estas  cifras 


DE   HISTORIA  NATURAL. 


apenas  se  alterarían,  y  que  las  diferentes  formas  estarían 
representadas  próximamente  en  la  misma  proporción.  Puede, 
con  todo,  que  hubiese  algunos  ejemplares  menos  de  subfusca 
y  unos  pocos  más  de  chlarona. 

»Las  regiones  y  localidades  exploradas  son:  Al  Norte:  1.  As- 
turias (Gijón  y  Covadonga) ;  2.  Navarra  (Ulzama)  y  Guipúzcoa 
(Cestona);  3.  Cataluña  (Cabacés,  Barcelona,  Sarria,  Montseny); 
4.  Galicia  (La  Guardia,  Mondariz).  En  el  Centro:  5.  Castillada 
Vieja  (Palencia);  6.  Castilla  la  Nueva  (alrededores  de  Madrid, 
Chamartín,  Alameda  del  Duque,  La  Moraleja,  el  Goloso,  Bri- 
huega);  7.  Aragón  (Calatayud,  Zaragoza,  Sobradiel,  Alagón, 
Veruela,  Moncayo).  Al  Sur:  8.  provincias  de  Valencia  y  Caste- 
llón de  la  Plana  (Segorbe);  9.  provincia  de  Granada  (alrededo- 
res de  la  capital). 

»Según  resulta  de  esta  enumeración,  dichos  ejemplares  han 
sido  recogidos  en  los  diferentes  climas  de  España.  Alg-unos  de 
ellos  son  bastante  parecidos  á  los  de  Francia,  pero  la  mayor 
parte  difieren  de  los  nuestros  en  el  tamaño,  que  es  menor, 
pues  varios  apenas  tienen  1  cm.  de  ancho  y  los  mayores  ape- 
nas exceden  de  5.  Su  talo,  siempre  delgado,  cuando  no  es  hi- 
pofieodo ,  con  frecuencia  ofrece  color  blanco  bastante  puro ,  á 
veces,  y  en  especial  en  los  de  Gijón  y  Barcelona,  blanquecino 
garzo  y  más  rara  vez  ceniciento  más  ó  menos  obscuro;  está 
limitado  por  una  zona  más  estrecha  y  más  blanca,  rara  vez  por 
una  línea  negra.  De  este  conjunto  resulta  que  los  contornos 
del  liquen  se  destacan  claramente  de  la  corteza  del  árbol  en 
la  cual  vegeta.  Los  apotecios.  en  general,  son  de  pequeño  diá- 
metro; á  menudo  son  poco  numerosos,  espaciados  ó  contiguos 
acá  y  allá;  solo  en  algunos  ejemplares  se  los  ve  apretados,  pero 
jamás  lobulados.  No  es  raro  que  su  margen  permanezca  ente- 
ro; acá  y  allá  se  ve  desigualmente  dilatado  ó  adornado  de 
alg-unos  granulos,  y  solo  por  excepción  presenta  algunos  fes- 
tones; el  disco  es  de  un  rojizo  más  ó  menos  pardusco  y  en  oca- 
siones ennegrecido. 

»Lasnotas  anatómicas  son  idénticas  á  las  que  hemos  expuesto. 
»En  la  var.  allophana  el  talo  y  los  apotecios  son  casi  blan- 
cos, los  festones  de  estos  últimos  son  cortos ;  y  por  tanto  los 
-ejemplares  se  parecen  bastante  al  de  Nueva-Granada  (supra 
n.  lxviii).  En  la  forma  parisiensis  los  apotecios  son  poco  festo- 
nados. En  la  var.  glabrata  fácilmente  se  tornan  convexos;  y, 


290  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

finalmente,  en  la  var.  chlarona  se  presentan  bien  asurcados;, 
el  disco  es  ya  pruinoso,  ya  desnudo,  y  la  extremidad  superior 
de  las  paráfisis  presenta  alguna  vez  pequeños  granulos  ama- 
rillentos.» 

6.  Enumerar  las  formas  y  localidades  que  figuran  en  otros 
herbarios  españoles  é  indicar  con  más  precisión  las  localidades 
á  que  pertenece  cada  uno  de  mis  ejemplares,  es  al  presente 
menos  necesario,  y  podrá  hacerse  en  trabajo  de  mayor  exten- 
sión si,  como  espero,  siguen  favoreciéndome  con  sus  envíos 
mis  benévolos  corresponsales,  á  quienes  por  lo  mismo,  y  desde 
estas  columnas,  reitero  la  expresión  de  mi  agradecimiento. 

El  yacimiento  de  magnetita  de  Cehegín 


D.    DANIEL   JIMÉNEZ   DE    CISNEROS. 

Es  conocida  desde  muy  antiguo  en  la  provincia  de  Murcia  la 
existencia  cerca  del  pueblo  de  Cehegín  de  un  yacimiento  mag- 
nético, al  que  el  vulgo  llama  el  Cerro  del  Imán.  En  obras  muy 
antiguas  se  suele  citar,  á  título  de  curiosidad,  y  entre  las  mo- 
dernas solo  en  la  elemental  de  Historia  natural,  escrita  por  mi 
querido  maestro  el  Sr.  Cánovas  y  Cobeño  y  en  la  obra  de  los 
Sres  Tenne  y  Calderón  sobre  los  yacimientos  de  los  minerales 
de  nuestra  Península,  le  he  visto  citado.  Como  se  trata  de  un 
yacimiento  de  importancia  en  explotación  desde  hace  algunos 
años,  y  en  las  notas  de  autores  extranjeros  que  suelen  hablar 
del  SE.  de  España  no  he  hallado  ninguna  noticia  que  haga 
referencia  al  asunto,  tiempo  es  de  que  esta  Sociedad  reciba 
algunos  más  datos  que  los  referidos. 

Durante  mi  estancia  en  Caravaca,  como  profesor  del  Colegio 
de  segunda  enseñanza  desde  el  año  1882  al  1886,  hice  repeti- 
das excursiones  acompañado  de  los  alumnos,  y,  naturalmente,, 
uno  de  los  sitios  que  excitaron  nuestra  curiosidad  fué  el  yaci- 
miento de  magnetita,  que  visitamos  repetidas  veces.  La  colec- 
ción de  rocas  que  entonces  hice  y  el  recuerdo  que  conservo  de 
aquellos  lugares,  me  sirve  en  la  actualidad  para  conocer  el 
terreno  en  que  se  encuentra  y  dar  idea  respecto  al  mismo. 

El  triásico  de  la  región  NO.  de  la  provincia  de  Murcia  está 
representado  por  el  tramo  superior  ó  keuper,  ó  al  menos  ese 


DE    HISTORIA    NATl'RAL.  291 

solo  hemos  encontrado,  ignorando  si  existe  algún  manchón  de 
caliza  conchífera  ó  de  arenisca  roja,  tramos  que  se  hallan  junto 
á  Lorca  y  otros  sitios  de  la  provincia.  El  .apa  geológico  señala 
un  gran  manchón  desde  el  O.  de  Caravaca  hasta  Bullas,  exten- 
diéndose con  rumbo  al  NE  ,  en  donde  se  abre  el  curso  del  Quí- 
par  en  su  última  porción  hasta  cerca  de  su  desembocadura  en 
en  el  Segura.  Otro  manchón  de  keuper  ó  margas  irisadas  se 
encuentra  al  O.  y  SO.  de  Calasparra  hasta  el  mismo  pueblo, 
pero  su  extensión  es  mucho  menor  que  la  del  primero  citado. 
Otros  dos  manchoncilios,  uno  desde  Coy  á  las  Casas  de  D.  Juan 
"Pedro  y  otro  al  O.  de  La  Paca,  son  igualmente  de  triásico  supe- 
rior; el  resto  de  la  provincia  solo  presenta  manchas  de  triásico 
inferior  de  mayor  ó  menor  extensión. 

Estudiado  el  triásico  en  la  mancha  más  importante  del  NO. 
se  encuentran  sus  estratos  muy  inclinados,  casi  verticales  en 
algunos  parajes,  pudiendo  observarse  porciones  superiores  for- 
madas por  capas  pizarrosas  de  calizas  azuladas,  casi  negras, 
con  yeso  muy  raro,  margas  de  casi  todos  los  colores  del  iris, 
abundando  las  rojas,  verdosas  y  moradas,  con  pequeñas  canti- 
dades de  yeso;  debajo  margas  verdosas  y  grises  constituyendo 
un  macizo  de  yeso,  explotable,  que  con  alguna  frecuencia 
encierra  cristales  de  pirita  (dodecaedros  pentagonales)  llama- 
das petras  en  la  localidad,  y  en  la  porción  más  profunda  mar- 
gas y  lignitos  que  se  han  tratado  de  explotar  como  carbón.  En 
algunos  sitios  existen  otros  elementos,  que  son  arenisca  cuar- 
cífera  de  granos  pequeños  consistentes  en  cristales  de  cuar- 
zo gris  ó  negruzco,  y  cerca  del  yacimiento  magnético  las  mar- 
gas yesosas  de  color  rojo  encendido  encierran  infinidad  de 
cristales  de  cuarzo  rojo  jacintos  de  Compostela  ó  cuarzos  he- 
matoideos).  Algunas  areniscas  pardas,  en  delgados  lechos,  y 
otras  rocas  de  menor  importancia,  forman  el  terreno. 

Cuando  se  dirige  la  exploración  desde  Caravaca,  lo  primero 
de  notable  que  se  encuentra  es  el  macizo  eruptivo  de  Gil  de 
Ras,  cortado  por  la  carretera  que  en  este  punto  va  de  O.  á  E. 
Es  una  masa  de  rocas  feldespáticas,  muy  alterada  en  la  super- 
ficie, con  abundantes  cristales  de  hornblenda  (?)  y  muy  bellos 
nodulos  de  aragonito  con  estructura  fibroso-radiada,  verde 
claro,  que  llegan  á  alcanzar  las  dimensiones  de  una  naranja. 
Las  dos  ediciones  del  Mapa  geológico  ó  no  señalan  esta  roca 
eruptiva,  ó  quizás  hayan  querido  representarse  por  ella  las  dos 


292  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD  ESPAÑOLA 

manchitas  que  al  ENE.  de  Caravaca  señalan  como  Ofttas.  De 
todos  modos  la  carretera  de  Murcia  corta  esta  roca  eruptiva,  y 
es  seguramente  la  mejor  orientación  para  encontrarla.  Pasado 
el  citado  Cabezo  de  Gil  de  Ras  se  camina  larg-o  rato  por  encima 
del  loess,  de  estructura  fácil  de  apreciar  en  los  cortes  que  los 
barrancos  que  bajan  á  unirse  al  Argos  producen  en  el  diluvial. 
Como  circunstancia  curiosa  liaré  notar  que  el  segundo  que 
atraviesa  la  carretera  partiendo  de  Caravaca,  llamado  Barran- 
co de  las  Cañas,  contiene,  entre  los  aluviones  que  cubren  la 
masa  de  loess,  armas  de  la  edad  neolítica,  y  algunas  de  las  que 
hace  años  regalé  al  Museo  de  Historia  natural  proceden  de  es- 
tos aluviones. 

Cerca  del  empalme  con  la  carretera  de  Calasparra,  corta  la 
carretera  un  banco  de  yeso  rojo  y  margas  con  algunos  cuar- 
zos hematoideos,  y  frente  al  citado  empalme  se  encuentran 
yesos  niviformes.  Estas  capas  del  keuper  no  están  citadas  tam- 
poco en  el  Mapa  geológico,  que  representa  al  triásico  por  una 
mancha  cuyo  borde  meridional  corre  paralelo  á  la  carretera  y 
separado  como  medio  kilómetro  de  ella,  y  aunque  estas  apari- 
ciones del  keuper  se  consideren  como  islotes,  son,  sin  duda, 
bastante  notables  para  llamar  la  atención. 

Pasado  el  empalme  y  siguiendo  la  carretera,  se  alzan  á 
la  izquierda  unos  cerros  de  no  mucha  altura,  cortados  en  su 
parte  S.  por  el  trazado  del  camino  que  ha  tenido  que  sufrir 
diversas  inflexiones,  acomodándose  á  la  forma  de  estas  eleva- 
ciones. Tres  ó  cuatro  colinas  se  pueden  apreciar  desde  el  ca- 
mino, y  unos  pequeños  barrancos  entre  ellas  permiten  ver  la 
disposición  de  las  capas.  En  uno  hemos  encontrado  espato  ca- 
lizo igual  al  procedente  de  Galicia  que  se  destina  á  las  fábri- 
cas de  vidrio  de  Gijón.  En  otro  barranquillo  aparecen  al  des- 
cubierto las  calizas  pizarrosas  de  un  azul  obscuro,  delgadas, 
sumamente  fuertes  ó  formando  bancos  de  algún  espesor,  y 
entonces  tienen  aplicación  en  cantería. 

Para  llegar  á  la  cumbre  de  la  colina  en  que  yace  la  magne- 
tita se  camina  por  un  revuelto  sendero  en  donde  se  hallan  al- 
gunos de  los  elementos  citados,  mas  unas  delgadas  capas  de 
arenisca  parda.  La  cumbre  más  elevada  de  las  próximas  á 
Cehegín,  y  dando  vista  al  pueblo,  es  la  de  magnetita,  y  fácil- 
mente se  destaca  desde  la  villa,  porque  los  trozos  del  mineral 
desprendidos  en  los  anteriores  conatos  de  explotación  coro- 


DE    HISTORIA   NATURAL.  293 

Han  el  cerro,  prestando  á  la  cumbre  un  matiz  negro,  visible 
desde  larga  distancia. 

La  magnetita  se  presenta  en  masa  compacta,  con  su  color 
aterciopelado  ó  pardusco  por  alteración  de  la  superficie.  En 
1884  existía  en  la  masa  misma  una  cavidad  de  varios  metros 
cuadrados  y  como  de  dos  de  fondo,  resultado  de  la  explotación 
que  tuvo  lugar  hacía  diez  ó  doce  años  antes.  En  la  masa  de 
hierro  magnético  se  presentaban  fajas  de  algunos  centímetros 
de  espesor,  de  aspecto  pardusco  rojizo,  con  magnetismo  muy 
activo,  formando  con  las  limaduras  de  hierro  barbas  abundan- 
tes. Los  alfileres,  agujas  y  otros  pequeños  objetos  de  hierro  ó 
acero  quedaban  igualmente  presos. 

Los  abundantes  fragmentos  de  todos  tamaños  que  lográba- 
mos arrancar  han  formado  después  parte  de  las  colecciones 
del  Coleg'io  (que  los  tenía  muy  hermosos)  y  de  algunos  otros 
centros  de  enseñanza.  Al  Museo  de  Historia  natural  de  Madrid 
he  llevado  fragmentos  en  diferentes  ocasiones,  que  deben  en- 
contrarse en  las  colecciones  de  dicho  Establecimiento. 

Las  rocas  eruptivas  abundan  en  la  región  en  que  se  presenta 
el  keuper,  y  tal  vez  á  su  influencia  se  debe  el  trastorno  que 
presentan  sus  capas.  El  manchón  de  más  importancia,  que  cité 
más  arriba,  ofrece,  según  la  Comisión  del  Mapa  geológico, 
once  masas  eruptivas  calificadas  de  O  fitas;  pero  seguramente 
el  número  es  mayor,  porque,  entre  otros,  no  se  cita  el  situado 
al  O.  de  Caravaca  en  el  sitio  llamado  Cuesta  Negra,  límite  del 
keuper,  y  cuyas  rocas  estudia  actualmente  mi  distinguido 
amigo  D.  Lucas  Fernández  Navarro,  consocio  nuestro. 

No  he  de  terminar  estas  líneas  sin  dedicar  un  pequeño  re- 
cuerdo á  otras  masas  eruptivas  de  la  misma  región.  Existe, 
aunque  su  lugar  preciso  no  me  ha  sido  revelado,  un  yaci- 
miento de  diorita  (?)  en  grandes  cristales,  tanto  quelos  de  pla- 
gioclasa  alcanzan  varios  centímetros,  y  aun  mayores  los  de 
hornblenda,  que  deja  en  libertad  la  alteración  del  feldespato. 
Igualmente  se  me  remitieron  hace  algunos  años  en  enorme 
cantidad  melanitos  de  gu-an  tamaño,  y  trozos  de  rocas  que 
contienen  aragonitos  fibroso-radiados  de  color  verde  claro, 
dodecaedros  pentagonales  de  pirita  y  cristales  de  calcita  jun- 
tamente. Este  es  el  ejemplar  más  hermoso  que  poseo.  Como 
los  buscadores  de  minas  tienen  gran  cuidado  en  ocultar  los  si- 
tios en  donde  esto  se  encuentra,  y  hace  muchos  años  que  no 


294  BOLETÍN    DE    LA   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

visito  aquellas  regiones,  no  se  extrañará  que  no  dé  más  por- 
menores por  ahora.  Que  la  magnetita  se  encuentra  además  de 
este  gran  yacimiento  en  bellísimos  cristales,  libres  por  efecto 
de  alteración  de  las  masas  eruptivas  á  quienes  acompañaba,  es 
un  hecho,  del  que  son  buena  prueba  dos  cristales  de  este  mine- 
ral que  entregué  al  malogrado  Sr.  Quiroga  pocos  años  antes  de 
su  muerte,  que  deben  existir  en  el  Museo  con  la  nota  que  le  di. 
Representaba  el  uno  un  octaedro  emarginado,  de  pequeñas 
dimensiones,  pero  de  una  gran  perfección;  y  el  otro,  casi  del 
mismo  tamaño,  un  rombododecaedro,  y  fueron  encontrados 
por  mi  discípulo  y  amigo  D.  Juan  José  Ibáñez  Cánovas  en  un 
aluvión  de  uno  de  los  citados  barrancos,  como  también  un 
romboedro  de  digisto,  que  doné,  igualmente,  al  Museo  de 
Madrid.  Asociados  con  pequeños  cristales  de  pirita  en  las  are- 
nas de  estos  barrancos,  parecen  acusar  su  procedencia  de  la 
alteración  ds  una  de  tantas  rocas  eruptivas  que  se  encuentran 
en  la  región. 

De  la  existencia  del  lias  superior,  del  titliónico  y  del  infracretáceo 
en  la  región  NO.  de  la  provincia  de  Murcia 


D.    DANIEL   JIMÉNEZ    DE    CISNEROS. 

Examinando  el  Mapa  geológico  de  España,  publicado  por  la 
Comisión  de  Ingenieros  de  Minas,  se  observan  en  la  provincia 
de  Murcia  diferentes  manchones  de  la  serie  jurásica,  no  de- 
terminándose en  el  citado  Mapa  si  son  liásicos  ú  oolíticos; 
porque  si  bien  el  que  forma  el  límite  de  la  provincia  de  Mur- 
cia con  la  de  Almería,  por  bajo  del  paralelo  38,  con  rumbo 
al  OSO.,  va  indicado  como  oolítico,  no  sucede  lo  mismo  con 
los  dos  manchones  más  importantes  de  la  región  situados  por 
encima  del  paralelo  citado,  que  solo  están  señalados  como  ju- 
rásicos. 

El  primero  de  estos  manchones  va  desde  el  XO.  ele  Caravaca 
hasta  el  límite  con  la  provincia  de  Granada,  y  el  segundo  em- 
pieza al  SE.  de  Caravaca,  extendiéndose  hasta  Bullas,  y  por 
el  S.  hasta  la  aldea  de  Doña  Inés,  formando  como  un  triángulo, 
cuya  extensión  real  entiendo  difiere  algún  tanto  de  la  que  apa- 


DE    HISTORIA   NATURAL.  295 

rece  en  varias  ediciones  del  Mapa,  porque  parte,  y  no  escasa 
de  él,  es  seguramente  infracretáceo. 

La  obra  del  Sr.  Mallada,  poderoso  auxiliar  para  la  clasifica- 
ción de  los  fósiles  de  España,  cita  también  estos  mancho- 
nes (1);  pero  es  seguro  que  si  tan  entendido  paleontólogo  hu- 
biera recibido  mejores  datos  de  la  región  habría  hecho  figurar 
el  lias  superior  ó  toárcico  en  ambos  manchones,  y  de  seguro 
que  la  Comisión  habría  colocado  una  faja  de  infracretáceo  en 
la  orilla  del  Quípar  y  en  los  puntos  en  que  este  río  corta  al  se- 
gundo manchón  arriba  dicho.  Creo,  además,  que  la  Sinopsis 
se  habría  enriquecido  con  nuevas  especies  españolas,  las  que 
no  he  visto  citadas  en  las  publicaciones  nacionales. 

No  quieren  significar  estas  líneas  ni  asomos  de  censura  á  la 
obra  que  la  ilustre  Comisión  ha  llevado  á  cabo  á  fuerza  de 
constancia  y  asiduo  trabajo;  antes,  al  contrario,  reconozco  la 
utilidad  que  estas  publicaciones  han  tenido  como  base  para  el 
conocimiento  de  una  región,  y  la  falta  de  detalles  se  explica 
por  el  inmenso  trabajo  que  representa  la  formación  de  un 
Mapa  geológico  tan  extenso  como  el  de  España,  habiendo  sido 
la  primera  publicación  de  esta  índole. 

Como  estas  líneas  no  tienen  otro  objeto  que  servir  de  datos 
para  el  conocimiento  de  la  geología  de  la  provincia  de  Mur- 
cia, excuso  citar  aquí  las  especies  fósiles  que  se  han  señalado 
en  algunas  publicaciones,  limitándome  á  las  que  he  encon- 
trado y  poseo.  De  todas  las  colecciones  que  he  visto  de  la  pro- 
vincia es  indudablemente  una  de  las  más  numerosas  la  de  mi 
antiguo  maestro  D.  Francisco  Cánovas  y  Cobeño,  Catedrático 
del  Instituto  de  Murcia,  y  actualmente  retirado  de  las  tareas 
de  la  enseñanza.  Claro  es  que  un  buen  número  de  especies  son 
para  mí  dudosas  y  otras  no  clasificadas,  porque  no  hay  que 
olvidar  la  falta  de  medios  de  determinación  con  que  se  cuenta 
en  provincias,  así  como  también  de  personas  dedicadas  á  estos 
estudios  con  quienes  poder  consultar.  Así  estas  líneas  vienen 
á  ser  como  el  prefacio  de  otros  trabajos  más  completos  y  de- 


(1)  Sinopsis  de  las  especies  fósiles  de  España,  tomo  n,  pág.  10,  líneas  13  y  siguientes. 
En  el  tomo  m,  pág.  2  y  lineas  0  y  siguientes,  habla  el  Sr.  Mallada  del  infracretáceo 
ó  cretáceo  inferior  que  se  encuentra  en  la  provincia  de  Murcia  y  otras,  en  manchas 
esparcidas  entre  el  jurásico  superior,  sobre  el  que  se  apoyan,  y  el  numulítico  y  el 
mioceno  marino  que  las  cubren. 


296  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

tallados  que  podrán  llevarse  á  término  contando  con  los  medios 
expresados  y  que  hoy  me  faltan. 


El  primer  manchón  jurásico  situado  al  NO.  de  Caravaca 
descansa  sobre  el  extremo  O.  del  keuper  y  está  formado  por 
calizas  cenicientas  de  color  claro,  que  suelen  contener  impre- 
siones de  Cmloceras,  de  costillas  muy  aparentes,  bifurcadas  y 
trifurcadas  alternativamente,  un  gran  Pectén,  que  parece  el 
P.  aquivahis  Low.,  y  otra  especie  que  creo  sea  el  P.  Priscus 
Schlot.  Casi  la  totalidad  de  esta  gran  mancha  hasta  Archivel 
parece  liásica,  dominando  el  lias  medio,  salvo  pequeñas  por- 
ciones de  oolirico  (tithónico)  hacia  el  O.  del  Buitre  y  los  barran- 
cos de  Benamor,  en  donde  se  encuentran  algunos  fósiles  difí- 
ciles de  clasificar,  entre  ellos  un  gran  Nautüus,  único  ejem- 
plar que  poseo  del  género. 

En  las  cumbres  de  la  Sierra  del  Gavilán,  situada  entre  Ar- 
chivel y  la  Rambla  de  Béjar,  aparecen  al  descubierto  capas  de 
calizas  rojas,  pizarrosas,  y  margas  del  mismo  color,  y  en  ellas 
una  gran  cantidad  de  cefalópodos,  pudiendo  reconocerse  fácil- 
mente algunas  de  las  especies  características  del  toárcico  ó  lias 
superior.  Son  indiscutibles  el  A .  (HiJdoceras)  Ufrons  Brug.  y 
el  A.  serpeniimis  Rein,  que  recogí  y  clasifiqué  en  1885,  sien- 
do abundantes  entre  las  capas  de  caliza  roja  y  en  las  mar- 
gas; algunos  ejemplares  alcanzan  más  de  1  dm.  de  diámetro. 
Del  mismo  yacimiento,  aunque  más  escaso,  es  el  A.  (Grammo- 
cerasj  Thouarsensis  d'Orb.  (?)  y  el  A.  ( PhyUoceras j  N.ilssoni 
Hebert  (?).  Esta  última  presenta  siete  ú  ocho  profundas  depre- 
siones desde  el  ombligo  al  borde  sifonal,  dirigidas  un  poco 
hacia  adelante:  encontré  solo  los  moldes,  y  como  Zittel  se- 
ñala esta  especie  únicamente  en  el  lias  superior,  á  ella  he 
referido  los  ejemplares  encontrados  en  la  Sierra  del  Gavilán. 
Otro  PhyUoceras  de  gran  tamaño,  sin  depresiones  y  más  grue- 
so que  el  anterior,  pertenece  al  mismo  yacimiento. 

Entre  los  Caloceras  se  encuentra  una  especie  que  adquiere 
mediano  tamaño  y  que  creo  pueda  referirse  al  Ctfloceras  cras- 
sus  Phillip.  (Ammonites  Raqniniamis  d'Orb.),  algo  frecuente  en 
la  cumbre  del  Gavilán,  notándose  bien  los  pequeños  tubércu- 
los que  llevan  las  costillas  cerca  del  dorso,  aunque  en  algunos 


DE   HISTORIA   NATURAL.  297 

ejemplares  esto  no  es  tan  aparente,  siendo  acaso  alguna  varie- 
dad. Á  partir  del  tubérculo,  la  costilla  se  bifurca,  en  ocasiones 
se  trifurca,  habiendo  otras  costillas  simples  que  pasan  de  un 
lado  á  otro  sin  tubérculo  alguno,  notando  en  todos  los  casos 
en  que  esto  ocurre  (al  menos  en  los  ejemplares  que  poseo)  que 
estas  costillas  simples  son  inmediatas  á  las  trifurcadas. 

Otra  especie  de  Ammonites  que  no  he  podido  clasificar  se  en- 
cuentra en  las  mismas  capas.  Tiene  la  concha  de  sección  cua- 
drángula^ de  vueltas  no  abrazadoras,  ombligo  muy  ancho, 
región  sifonal  lisa  y  plana;  cada  vuelta  lleva  de  40  á  50  cos- 
tillas simples,  bastante  gruesas  y  aparentes,  pareciéndose  en 
conjunto  al  A.  Constantii  d'Orb.,  que  representa  la  lámina  13 
de  la  obra  del  Sr.  Mallada  (tomo  n),  á  la  cual  la  referiría  de  no 
haberla  encontrado  aliado  del  A',  hifrons.  Finalmente,  se  halla 
otra  especie  parecida  alJ..  tripartitus  Raspail,  aunque  de  vuel- 
tas más  abrazadoras  ó  envolventes.  Es  bastante  escasa. 

La  presencia  del  lias  superior  me  parece,  por  tanto,  fuera  de 
duda,  aun  cuando  en  las  publicaciones  en  que  se  habla  de  esta 
región  solo  se  menciona  el  lias  medio. 

En  el  borde  mismo  de  la  Sierra,  y  cerca  de  la  rambla  de 
Béjar,  he  encontrado  un  Ammonites  que  parece  pertenecer  al 
genero  JUgoceras,  del  grupo  Planiscostíe;  se  trata  de  un  Ammo- 
nites de  vueltas  muy  planas,  de  lento  acrecentamiento,  om- 
bligo ancho,  con  35  costillas  en  cada  vuelta,  radiantes,  dere- 
chas, bien  marcadas,  que  se  desvanecen  en  la  región  sifonal. 
la  cual  está  provista  de  una  débil  quilla.  Ejemplar  de  5  cm., 
bien  conservado.  Impresiones  de  otros  mayores  se  hallan  en 
unas  calizas  fuertes,  de  un  gris  rojizo,  que  parece  deben  refe- 
rirse al  lias  medio. 

Omito  otras  especies  por  no  estar  seguro  de  su  procedencia. 

El  segundo  manchón  jurásico  comprendido  entre  el  Argos  y 
el  Quípar,  ofrece  particularidades  muy  notables.  Empieza  sien- 
do liásico  junto  al  Argos,  porque  he  podido  retirar,  aunque  en 
mal  estado,  algunos  Lioceras  serpentinas  Rein,  y  está  formado 
el  tramo  por  calizas  y  margas  rojas  idénticas  á  las  citadas  en 
la  cumbre  del  Gavilán,  del  que  dista  10  ó  12 km.  En  estas  mis- 
mas calizas  se  encuentra  un  g-ran  Ammonites  que  no  he  podido 
determinar,  del  tipo  de  un  Arietites,  al  que  no  puedo  referir 
porque  éstos,  como  se  sabe,  pertenecen  al  lias  inferior.  Dos  ó 
tres  especies  de  Cceloceras,  algunos  Lytoceras  y  Phyüoceras  y 


298  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

un  Belemniles,  que  creo  sea  el  B.  acuarii  Schloth.  Existen 
más  fósiles  que  no  he  podido  determinar.  Encima  continúan 
las  margas  y  calizas  rojas  ó  rosadas  con  fósiles  que  creo  pue- 
dan referirse  á  la  oolita  inferior  (1).  El  estado  de  ellos  no  me 
permite  clasificarlos. 

A  la  parte  S.  de  estos  cerros  se  extienden  suaves  pendientes 
hasta  el  Quípar,  y  allí  se  ofrece  el  tithónico  en  una  gran  man- 
cha Por  el  ligero  examen  que  hice  en  1887  pude  deducir  que 
la  parte  inferior  está  formada  de  calizas  y  margas  rojizas,  con 
algunas  delgadas  capas  de  areniscas  flojas  de  color  naranjado. 
La  superior  está  constituida  por  calizas  blancas,  margosas,  de 
menor  consistencia  y  como  preparando  el  tránsito  al  infracretá- 
ceo.  La  cantidad  de  fósiles  que  contienen  es  inmensa,  y  aquí 
solo  cito  las  especies  que  he  podido  determinar,  y  que  son 
como  la  característica  del  tramo.  A.  (Perisphincles)  Richteri 
Oppel;  Perisphincles  microcanlhus  Oppel  (?);  A.  progenitor  Oppel; 
Phylloceras  toriisulcatus  d'Orb.  ('?):  dos  especies  de  Ly  loceras, 
Belemnites  de  sección  elíptica,  como  preparando  el  tránsito  á 
las  Duvalias,  Pygope  drphyoides  y  P.  diphya  Colonna.  Estas  dos 
especies  son  tan  abundantes  que  se  puede  seguir  el  desarrollo 
de  ellas,  porque  se  encuentran  de  todos  tamaños  y  edades, 
principalmente  la  P.  diphyoides.  Como  es  sabido,  estos  braquió- 
podos,  cuando  jóvenes,,  no  presentan  el  agujero  que  atraviesa 
las  valvas,  notándose  en  el  borde  una  concavidad  que  aumen- 
tando el  crecimiento  se  transforma  en  un  seno  ó  golfo,  aca- 
bando por  reunirse  los  dos  lóbulos  ó  lobas  para  constituir  el 
agujero  que  las  hace  tan  notables  y  fáciles  de  conocer.  Entre  los 
ejemplares  que  poseo  he  visto  que  cuando  los  individuos  tie- 
nen unos  12  mm.,  la  escotadura  forma  un  arco  que  no  llega  á 
un  cuadrante;  en  individuos  de  25  mm.  los  dos  lóbulos  han 
crecido  y  se  han  aproximado  tanto,  que  sus  bordes  internos  es- 
tán á  2  ó  3  mm.  de  distancia,  y  el  agujero  tiene  unos  8mm.  de 
diámetro.  En  individuos  de  34  mm.  el  agujero  queda  ya  casi 
en  el  centro  de  la  concha.  Continuando  el  crecimiento  el  agu- 
jero se  aproxima  al  vértice.  Existen  variedades  de  costados 
comprimidos  y  ángulos  muy  salientes.  El  mayor  tamaño  de 
las  que  poseo  es  de  50  mm.  Existen,  además,  la  Tevebraiuhi 


(1)    Después  me  han  regalado  una  especie  que  no  dudo  sea  A.  (C /placeras)  Martin- 
sii  d'Orb.,  de  la  oolita  inferior. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  299 

Boiiei  Zeuschner,  T.  Iriangulus  Lam.  (?)  y  otras  dos  especies, 
una  de  cuerpo  globoso  y  otra  muy  plana.  Hay  formas  jóvenes 
de  especies  que  no  ñe  visto  dibujadas  en  parte  alguna,  y  he 
encontrado  una  Spiriferina. 

Entre  los  equinodermos  he  creído  reconocer  un  Collyriles, 
que  acaso  sea  el  C.  Vemeuüi  Cott,  y  otra  que  juzgo  será  el  Meta- 
porhinus  convexus  Catull.  Hacia  la  parte  N.  el  tithónico  presenta 
grandes  bancos  de  caliza  roja,  compacta,  fuerte,  y  que  de  muy 
antiguo  se  ha  utilizado  como  piedra  de  ornamentación,  deno- 
minándola equivocadamente  jaspe  rojo,  nombre  y  error  que 
se  suelen  encontrar  en  casi  todas  las  publicaciones  no  cientí- 
ficas de  carácter  general  que  tratan  de  esta  región.  Al  S.  de 
Cehegín,  este  mármol  rojo  suele  presentar  terebrátulas  con- 
vertidas en  verdaderas  geodas,  manchando  de  negro  á  los  cris- 
tales de  calcita  que  se  encierran  en  el  interior  dei  braquió- 
podo  (1). 

Al  S.  de  este  punto,  y  cerca  de  las  márgenes  del  Quípar, 
aparecen  unas  calizas  arcillosas  blancas  del  infracretáceo  con 
buzamiento  al  S.  próximamente,  y  que  vienen  á  ser  como 
la  continuación  de  las  últimas  capas  del  tithónico.  Tam- 
bién sus  fósiles  parecen  la  continuación  de  aquéllos,  pues 
aparecen  los  Betemniles  planos  ó  Dwoalias,  cuyos  precursores 
existían  en  el  oolítico  superior,  y  los  Olcostephanus,  que  no 
pueden  separarse  de  los  Perisphincles.  La  especie  más  frecuen- 
te es  el  Óteosle  phanus  Aslieranus  d'Orb.  ó  Ammoniles  Astiera- 
nus  d'Orb.,  representada  por  los  números  2  y  3  de  la  lám.  10 
del  tomo  ni  de  la  Sinopsis  del  Sr.  Mallada.  Quizá  á  esta  misma 
especie  haya  que  referir  un  individuo  sumamente  plano  en- 
contrado en  el  mismo  sitio. 

Entre  los  Ly loceras  se  reconocen  bien  el  A .  (Ly loceras)  slran- 
gulatm  d'Orb.  y  el  A.  (Ly loceras)  quadrisulcatns  d'Orb.,  común 
al  tithónico  y  al  infracretáceo,  si  bien  los  que  poseo  son  todos 
de  este  último  sistema.  Existen  además  dos  ó  tres  especies  del 
mismo  género  que  no  he  podido  determinar.  Gomo  dudoso  el 
A.  (Lytoceras)  Emerici  Rasp.,  aunque  solo  he  contado  seis  es- 
trías en  vez  de  las  siete  que  señala  el  Sr.  Mallada,  por  lo  que 
no  aseguro  ser  esta  la  especie  citada. 
Entre  los  Hopliles  el  A.  (Hoplites)  Cryploceras  d'Orb.,  que  de 

(1)    Creo  poseer  un  ejemplar  del  Ammonites portlandtcus  Loriol  (?). 


300  BOLETÍN  de  la  sociedad  española 

primera  intención  me  pareció  el  Iloplites  neocomiensis ,  aunque 
el  borde  sifonal  es  plano.  Se  asemeja  á  las  figuras  1  y  6  de  la 
lám.  11  (tomo  ni)  de  la  citada  obra  del  Sr.  Mallada.  Hay  ade- 
más otros  Hophjtes,  y  entre  ellos  uno  de  costillas  muy  aparen- 
tes con  pequeños  tubérculos  en  el  extremo  de  las  costillas. 

Los  PhyUoceras  están  representados  por  el  Ammonites  semis- 
triatus  d'Orb.  ó  A.  Thetys  d'Orb.  abundantísimo,  transformado 
en  pirita,  como  otros  muchos  de  los  que  llevo  citados  y  que  en 
su  g-ran  mayoría  tienen  muy  alterada  la  superficie;  no  obstante, 
en  algunos  se  notan  bien  las  finísimas  costillas  de  que  está 
provista.  Otro  PhyUoceras  está  provisto  de  ocho  ó  nueve  depre- 
siones radiantes,  que  en  su  primera  mitad  se  inclinan  hacia 
adelante  y  después  se  desvían  hacia  atrás,  pasando  por  la  re- 
región sifonal  á  unirse  con  la  del  lado  opuesto.  Esta  forma  pa- 
rece referirse  al  grupo  del  Ph.  ultramontanum  Zittel.  Aunque 
en  gran  manera  alterados,  creo  se  encuentra  también  con  pro- 
fusión el  Ammonites  Grasiamis  d'Orb. 

Entre  los  Belemnites  no  faltan  los  característicos  del  sistema, 
las  Duvalias,  á  las  que  en  el  país  se  las  llama  ¡mros  planchados, 
para  distinguirlos  de  los  Belemnites  comunes,  á  los  que  desig- 
nan con  el  nombre  apuros  petrificados.  Éntrelas  especies  que 
allí  se  presentan  es  indiscutible  la  existencia  de  la  Duvalia  di- 
látala Blainv.  abundante;  no  lo  es  tanto  la  Duvalia  lata  Blainv., 
de  rostro  mucho  más  grueso  cerca  de  la  punta,  y  otra  especie, 
que  acaso  sea  una  variedad  de  la  D.  dilátala  Blainv.,  de  bordes 
sinuosos  y  gran  tamaño. 

A  otro  Belemnites  de  gran  tamaño  corresponde  un  trozo  que 
poseo,  algo  fusiforme  y  adelgazado  hacia  el  álveo  del  fragmo- 
cono.  Hay  algunos  que  asemejan  á  los  Actinocamax,  y  trozos 
del  rostro  de  otra  especie  que  termina  en  una  pequeña  punta 
como  las  belemnitellas. 

Entre  los  equinodermos  he  recogido  un  pequeño  Heteras- 
ter  (?)  y  los  radiólos  de  una  especie  semejante  al  Pseudocidaris 
ch'nifera  Ag.  Otras  dos  formas  de  Cidaris  que  me  entregaron 
dudo  que  sean  de  este  sistema,  porque  se  parecen  á  las  especies 
del  coraliense  Pseudocidaris  ovifera  kg.  y  P.  Thurmanni  Ag.;  y 
aunque  éstas  no  procedan  del  infracretáceo,  no  deja  de  ser  cu- 
rioso que  se  encuentren  especies  parecidas  y  que  no  he  visto 
citadas  en  ninguna  publicación  española. 

Bien  comprendo  que  no  dejará  de  extrañarse  mencione  tan- 


DE  HISTORIA   NATURAL.  301 

tas  especies  procedentes  de  una  manchita  reducida,  á  lo  cual 
solo  puedo  decir  que  si  las  formas  fósiles  allí  existentes  se  com- 
pararan con  las  aquí  citadas,  se  encontraría  sin  trabajo  un 
número  tres  ó  cuatro  veces  mayor. 

Es  notable  un  fósil  que  no  he  podido  determinar,  compuesto 
de  una  porción  cilindrica,  con  las  bases  ligeramente  redondea- 
das; del  centro  de  éstas  salen  dos  conos  arqueados  á  un  mismo 
lado.  Hay  formas  pequeñas  en  que  el  cilindro  está  reducido  á 
una  estrecha  faja  entre  los  dos  conos,  y  en  las  formas  mayores 
éstos  parecen  perder  importancia,  aumentando  el  cilindro.  Es- 
tán fosilizados  en  pirita,  que  fácilmente  se  altera,  vitriolizán- 
dose  y  transformándose  después  en  limonita.  Para  evitar  su 
destrucción  he  tenido  que  sumergirlos  en  parafina  fundida, 
que  forma  una  buena  capa  protectora  contra  la  acción  del  aire 
húmedo. 

Nuevas  especies  de  Eumastacinos 


d.  i.  bolívar. 

Hemierianthus  camerunensis  sp.  nov. 

Griseo-fuscus.  Frons  rugosa,  subareolata,  inter  antennas  pro- 
minula  ovato-foveolata.  Fastigium  verticis  supra  subtusque 
tricarinatum ,  subtus  carinis  lateralibus  parallelis  compres- 
siusculis,  carina  media  subindistíncta,  ápice  truncatum  haud 
incissum  nec  angulis  prominulis.  Témpora  rugoso-granulosa. 
Occiput  rugulosum,  carina  media  obsoletissima.  Pronotum 
rugulosum  totum  carinatum,  margine  antico  quam  posticus 
fere  elevatiore,  parabólico,  margine  postico  obtusangulato. 
Elytra  grísea,  campo  marginali  subhyalino,  ápice  oblique  ro- 
tundata.  Alse  vitrea?  leviter  infumata?  ápice  obscuratae.  Femora 
quator  antica  pallida  apicem  versus  ampliata,  carina  inferiore 
externa -valde  dilatata.  Femora  postica  grísea  ápice  infuscata, 
carina  dorsali  nec  non  carina  supero-externa  denticulis  nigris 
armatis.  Tibia?  posticse  pallide  varia?.  Tarsis  pallidis  fusco-stria- 
tis.  Lobi  laterales  octavi  segmenti  dorsalis  retrorsum  parum 
angustati,  intus  sinuati.  Lamina  supraanalis  elongata  medio 
profunde  fissa,  marginibus  máxima  parte  parallelis.  Lamina 
infragenitalis  transversim  sulcata  haud  carinata,  margine  pos- 

T.  ni.— Julio,  1903.  21 


302  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

tico  medio  lobo  parvo  ápice  obtuso  subtus  carinato.  Titillatores 
illam  valde  superantes  supra  basi  ampliati  excavati,  parte 
apicali  recurva  bicornuta  tf. 

Long.  corp.  20;  pron.  3,5;  elytr.  20;  fem.  post.  10,5  mm. 

Loe.  Camerum,  L.  Conradt,  1888-89.  Especie  recibida  por  in- 
termedio del  Sr.  R.  Oberthür,  á  quien  soy  deudor  de  una  nu- 
merosa colección  de  ortópteros  de  la  misma  procedencia. 

Esta  especie  es  afin  al  gabonicus  Saussure,  pero  las  proporcio- 
nes del  cuerpo  y  patas  son  diferentes.  El  proceso  del  vértex  es 
entero,  tricarinado  por  delante,  no  sinuado  á  los  lados;  las 
sienes  son  granosas  y  las  piezas  anales  diferentemente  confor- 
madas. 

Eriantlius  Malcolmi  sp.  nov. 

Griseo-cinereus,  fusco-variegatus.  Fastigium  verticis  obtuse 
angulatum  haud  reflexum.  Frons  pallida  punctis  raris  nigris 
notata.  Antennse  articulis  basalibus  fusco-variis.  Pronotum 
disco  fusciore  carina  media  percurrenti  acutiuscula,  margine 
antico  subreflexo;  prozona  rugís  transversis  parallelis,  meta- 
zona  a  punctis  impressis  rugulosa,  postice  obtuse  angulato- 
rotundata.  Elytra  dilute  fusca,  spatiis  liyalinis  ante  apicalibus 
postico  majore,  área  anali  grísea.  Alae  hyalinse  postice  anguste 
fusco-limbata?,  nigro-venosa?,  margine  antico  anguste  nigro, 
opaco  prope  basim  tantum  hyalino.  Femora  postica  oblique 
fusco-fasciata,  dimidio  apicali  filiformia,  carinis  superioribus 
distincte  spinulosis.  Tibise  postiese  subobsoletíe  pallide  annu- 
lata?.  Abdomen  fortiter  clavatum.  Lamina  supraanalis  magna 
profunde  fissa,  lobis  intus  rotundatis,  extus  sinuatis.  Cerci 
compressi  forma  complicata  haud  facile  describenda  cf. 

Long.  corp.  16;  pron.  2,5;  elytr.  16;  fem.  post.  10  mm. 

Loe.  Malacca,  Kwala,  Lumpur,  recogida  por  Biró,  Museo  de 
Budapest. 

Pertenece  al  grupo  del  versicolor  Brunner,  de  Cambodja  y 
del  oltusus  Burr.,  de  Labuan,  pero  se  distingue  por  su  menor 
tamaño  y  por  sus  alas,  cuya  coloración  es  muy  característica. 

Esta  especie  figuraba  entre  otras  muy  interesantes  que  me 
fueron  comunicadas  para  su  estudio  por  el  Director  del  Museo 
nacional  húngaro,  Dr.  G.  Horvat,  y  pertenecían  á  las  explora- 
ciones hechas  en  Nueva  Guinea  para  el  expresado  Museo  por 
el  célebre  viajero  L.  Biró,  á  quien  me  complazco  en  dedicarla. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  303 

Bennia  Obertlmri  sp.  nov. 

Colore  oliváceo.  Caput  rufescens  pone  oculos  fusco  vittatura. 
Oculi  rufi,  flavo-varieg-ati.  Pronotum  rug-ulosum ,  marg-ine 
antico  subrefiexo,  carina  media  ang-uste  compressiuscula,  mar- 
g-ine postico  obtusang-ulato;  lobis  deflexis  postice  distincte  al- 
tioribus,  marg-ine  inferiore  sinuato.  Elytra  cf  apicem  femorum 
posticorum  vix  superantia,  fusca,  olivaceo-venosa,  basi  fusco- 
maculata;  9  apicem  femorum  haud  atting-entia.  Ala1  <f  obscure 
fuscae  Q  flavo-maculata?.  Tibias  posticas  rufescentes. 

Long-.  corp.  (f  20;  pron.  2,8;  elytr.  16;  fem  post.  12  mm. 
»  »      5  81;      »      4;  »      16;     »        »     16     » 

Loe.  María  Basti,  British  Bootang-. 

El  insecto  que  acabo  de  describir  quizás  deba  ser  tipo  de  un 
nuevo  g-énero,,  y  así  figura  en  mi  colección  con  el  nombre  de 
Butania;  pero  la  falta  de  una  descripción  completa  del  g-énero 
Bennia  Burr..me  impediría  establecer  la  distinción  entre  am- 
bos, por  lo  que  prefiero  dejar,  para  cuando  sea  mejor  conocido 
dicho  g-énero,  decidir  respecto  á  la  colocación  de  la  especie 
que  describo,  y  entretanto  dar  la  característica  g-enérica 
para  que  los  que  conozcan  el  Bennia  puedan  resolver  esta 
cuestión. 

Fastig-ium  verticis  dimidia  long-itudine  oculi  multo  brevius 
obtusum,  subhorizontaliter  productum,  antice  truncatum .  Occi- 
put  obtuse  carinatum.  Frons  valde  obliqua,  elong-ata.  Costa 
frontalis  ante  apicem  abbreviata,  ante  ocellum  subcoarctata, 
inter  antennas  ampliata  atque  deplanata;  carinis  lateralibus 
frontis  prope  oculos  fractis.  Oculi  elong-ati.  Antennas  breves. 
Pronotum  in  modum  g-enerum  Eupatridem  constructum.  Ely- 
tra apicem  femorum  posticorum  haud  vel  vix  superantia  api- 
cem versus  indistincte  ampliata  ápice  oblique  rotundato-trun- 
cata.  Alas  haud  eyeloidea?.  fuscas  parte  antica  ápice  rotundata. 
Femora  compressa  carinis  haud  dilata'tis.  Femora  postica  elon- 
g-ata parum  pone  médium  filiformia,  supra  carinis  duabus 
denticulatis  subtus  carina  media  mutica.  Tibia?  posticas  super- 
ne  carina  externa  spinulis  parvis  asque  long-is,  carina  interna 
spinis  long-ioribus  inasqualibus  numero  20-22  armata.  Meta- 
tarsus  posticus  superne  carinis  ambobus  denticulatis.  Abdo- 
men cí  ápice  valde  clavatum.  Válvulas  superiores  ovipositoris 
elong-ata?  serrulatas;  inferiores  grosse  dentatas. 

La  forma  de  los  élitros,  que  es  la  normal,  aproxima  este  gré- 


304  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

ñero  al  Bennia,  pero  las  alas  son  coloreadas  y  el  tubérculo  del 
vértex  no  sobresale  del  borde  anterior  de  los  ojos. 

Me  lia  sido  regalada  por  el  Sr.  R.  Oberthür,  poseedor  de  la 
colección  de  coleópteros  más  numerosa  que  hoy  existe,  con 
otros  muchos  ortópteros  procedentes  también  del  Bootang 
inglés  en  la  cordillera  del  Himalaya. 

Biroella  gen.  n. 

Statura  mediana.  Caput  ab  antico  posticoque  compressum, 
costa  frontalis  inter  antennas  angustissima,  compressa,  tota 
sulcata,  sulco  versus  epistomatem  ampliato.  Fastigium  verti- 
cis  haud  productum,  antice  rotundato-truncatum,  obscure  tri- 
carinatum.  Antenna?  breves,  filiformes.  Oculi  oblongi.  Prono- 
tum  antice  posticeque  truncatum,  dorso  subcylindrico,  carina 
media  parum  perspicua;  lobis  deflexis  longioribus  quam  altio- 
ribus,  ángulo  postico  subproducto.  Elytra  ala?que  abbreviata, 
segmentum  tertium  abdominis  haud  superantia.  Pedes  grá- 
ciles. Femora  antica  supra  bicarinata.  Femora  postica  valde 
elongata  base  recte  sinuata,  ápice  breviter  tricuspidata.  Tibia? 
anticsé  supra  subsulcata?,  subtus  propa?  apicem  spinosa?.  Tibia? 
postica?  extus  regulariter  breviterque  spinosa?,  intus  spinis 
magnitudine  valde  diversa  irregulariter  dispositis.  Tarsi  pos- 
tici  articulo  primo  mutico.  Abdomen  cylindricum  <f  ápice 
haud  innato,  recurvo.  Válvula?  ovipositoris' elongata?,  denticu- 
lata?. 

La  disposición  de  las  espinas  de  las  tibias  posteriores  apro- 
xima este  género  á  los  Eumastax  americanos,  siquiera  no 
estén  colocadas  dichas  espinas  con  regularidad;  en  la  Q  las 
espinas  van  aumentando  de  longitud  desde  la  base  hasta  la 
oncena  que  es  muy  larga;  las  restantes  son  notablemente  más 
pequeñas  y  están  dispuestas  alternativamente;  en  el  ¿  se  ven 
igualmente  una  espina  muy  grande  próxima  á  la  extremidad 
de  la  tibia,  seguida  de  otras  mucho  más  pequeñas.  Este  género 
debe  colocarse  al  lado  de  China  Burr. 

Biroella  dispar  sp.  n. 

Statura  tf  Q  valde  diversa.  Color  flavescens.  Antenna?  basi. 
excepta  fusca?.  Occiput  nigrum.  Pronotum,  dorso  fusco-nigro 
vel  concolore  2,  antice  posticeque  late  fulvo-limbato;  lobis 
deflexis  fulvis,  margine  inferiore  sinuato,  ángulo  antico-ro- 


DE   HISTORIA   NATURAL.  305 

tundato,  postico  deorsum  breviter  producto.  Elytra  ápice  ro- 
timdata,  fusca,  venís  pallidis.  Femora  postica  carinis  ang-us- 
tissime  fuscis,  subtus  griseo-ciliata,  ápice  infuscata  et  ante 
apicen  pallide  annulata  et  subcoerulea.  Tibia?  postica?  infusca- 
ta?, longe  villosa?,  prope  basim  annulo  pallido.  Tarsi  pallidi. 
Lamina  supraanalis  rf  medio  sulcata.  Cerci  erecti  ante  apicem 
intussinuati,  dente  acuto  instructi.  Lamina  subg-enitalis  acute 
producía.  Válvula?  ovipositoris  2  denticulata?.  Lamina  subg-e- 
nitalis 9  obtuse  angulata. 

Long.  corp.  tf  16,5;  pron.  2,5;  elytr.  4,8;  fem.  post.  12,5  mm. 

Long-:  corp.  <?  25;  pron.  3,2;  elytr.  6;  fem.  post.  15,5  mm. 

Loe.  Sattelberg-,  Huon-Golf.,  en  Nueva  Guinea,  recogida  por 
Biró,  1899.  Museo  de  Budapest. 

Apteropecedes  gen.  nov. 

Corpus  elong-atum,  fusiforme,  apterum. 

Vértex  valde  ascendens,  fastigium  parum  supra  oculos  ele- 
vatum,  profunde  sulcatum,  bifidüm,  carinis  in  marg-ines  costa? 
frontalis  angulatim  continuatis.  Costa  frontalis  percurrens  sed 
valde  depressa,  sulcata,  marginibus  incrassatis  inter  oculos 
tantum  compressis,  et  apicem  versus  sensim  divergentibus. 
Antenna?  long-iuscula?,  articulis  basalibus  funiculi  transversis, 
intermediisglobosis,  ca?teris  cylindricis;  articulo  ultimo  acuto. 
Pronotum  liaud  compressum,  dorso  obtusissime  tectiformi, 
medio  carinulato,  margine  antico  obtuse,  postico  sensim  si- 
nuato,  lobis  deflexis  multo  longioribus  quam  altioribus,  re- 
trorsum  ampliatis,  ang-ulo  antico  rotundato,  postico  producto, 
acutang-ulo.  Pedes  gráciles.  Femora  antica  parum  compressa, 
externe  planata  supra  carina  externa  acutiuscula,  interna 
suboblitterata.  Femora  postica  elong-ata,  carinis  tribus  dor- 
salibus  denticulatis,  ápice  trispinosa,  lobis  genicularibus  spi- 
na  parva  armatis.  Tibia?,  antica?  subtus  ápice  tantum  intus 
extusque  trispinoso?.  Tibia?  postica?  longiuscula?  spinis  margine 
externo  minoribus,  spinis  margine  interno  liaud  alternanti- 
bus.  Tarsi  hirsuti,  inermes.  Abdomen  liaud  carinatum.  Seg- 
mentum  dorsale  secundum  medio  margine  postico  grosse 
inflato. 

Aun  cuando  el  vértex  forme  ángulo  casi  agudo  con  la  frente 
creo  que  este  género  debe  colocarse  en  la  proximidad  de  Peoe- 
des  Karsch  y  de  Euschmidtia  Karsch,  de  los  que  tiene  la  facies, 


306  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA. 

así  como  la  estructura  de  la  cabeza  y  del  pronoto.  Perteneced- 
ademas,  al  grupo  de  los  Peoedes,  por  sus  tibias  anteriores  pla- 
nas exteriormente,  pero  en  él  la  quilla  dorsal  exterior  es  la 
única  bien  desarrollada. 

Apteropeoedes  nigroplagiatus  sp.  n. 

Verisimiliter  decoloratus,  pallidns;  antennis  ápice  breviter 
fuscis;  seg-mentis  dorsalibus  thoracis  medio  plaga  media  trans- 
versa rugosa  nigra  ornatis;  segmentis  abdominalibus  singulis 
macula  fusca  basali  trígona,  medio  flavo-interrupta.  Oviposi- 
tor  valvulis  elongatis  fortiter  nigTO-denticulatis.  Lamina  supra- 
analis  magna  retrorsum  sensim  angustata  ápice  late  rotun- 
data.  Cerci  elongati,  subulati.  Segmentum  ultimum  ventrale 
magmum  basi  carina  x-formi,  ápice  angulatim  excisum.  Lami- 
na infragenitalis  parva  postice  rotundata  minute  crenulata  Q. 

Long.  corp.  9  40;  pron.  4,5;  fem.  post.  20;  tib.  post,  20  mm. 

Loe.  Madagascar,  alrededores  de  Mahabo,  G.  Grandidier, 
1899.  Dos  ejemplares  9  del  Museo  de  París. 

Miraculum  gen.  nov. 

Corpus  gracile,  apterum.  Fastigium  verticis  valde  produc- 
tum  ápice  bifidum  corniculis  duobus  divergentibus  termina- 
tum,  superne  tricarinatum  antice  compressum.  Frons  a  latere 
visa  sinuata,  costa  frontalis  anguste  sulcata  ante  ocellum 
abbreviata  inter  antennas  marginibus  contíguis  deinde  diver- 
gentibus. Oculi  rotundati,  g'lobosi.  Occiput  pone  oculos  ruga 
obliqua.  Antenna?  elong-ata?,  subtriquetrre,  femoribus  anteriori- 
bus  long'iores  pone  médium  sulcata3,  articulis  elorígatis  valde 
insequalibus  plurimis  ápice  dilatatis:  articulusprimus  secundo 
haud  duplo  longior.  Pronotum  antice  truncatum  postice  obtuse 
sinuatum,  carina  media  antice  posticeque  compresso-elevata; 
lobis  deflexis  elongatis  angulis  rotundatis.  Femora  antica  su- 
pra  sulcata,  carinis  ápice  spina  armatís.  Femora  postica  dimi- 
dio  apicali  gracillima,  carinis  tribus  dorsalibus  multispinosis, 
carina  superiore  ápice  compresso-elevata,  acute  producía,  lobi 
g'eniculares  spina  armati.  Tibia?  antica?  supra  sulcata?,  carina 
superiore  interna  compressiuscula,  subtus  pone  médium  bise- 
riatim  spinosa.  Tibia?  postica?  multispinosa?,  spinis  internis  ma- 
joribus,  basalibus  latis,  compressis.  Articulusprimus  tarsorum 
posticorum  margine  externo  spinulosus.  Abdomen  dorso  cari- 


DE    HISTORIA   NATURAL.  3  7 

na  media  prope  marginem  posticum  seg'mentorum  compresso- 
producta.  Segmentum  tertium  lobis  rnagnis  foliaceis  lanceola- 
tis,  retrorsum  productis,  munitum.  Segmentum  sextum  tubér- 
culo magno  fungiformi  erecto  armatum.  Segmentum  septi- 
mum  medio  breviter  carinatum.  Seg*mentum  octavum  incis- 
sum.  Lamina  supraanalis  magna,  trígona,  basi  carina  angu- 
lata.  Cerci  erecti,  cylindrici,  ápice  compressi,  deflexi.  Lamina 
infragenitalis  medio  lobo  angusto,  elongato,  concavo,  margi- 
nato,  ápice  rotundato,  armata. 

Este  notable  género  constituye  por  sí  solo  una  tribu  (Mira- 
eulinte)  caracterizada  por  la  forma  de  la  cabeza,  la  disposición 
extraña  de  las  antenas,  los  curiosos  apéndices  del  abdomen, 
sobre  cuyo  uso  y  utilidad  para  el  animal  nada  puede  conjetu- 
rarse por  el  mero  examen  de  los  mismos. 

Miraculum  mirifícum  sp.  n. 

Pallidum  testaceo-fusco-variegatum.  Frons  paluda  apicem 
versus  rugosa.  Antennae  fuscas  basi  pallidas  articulis  majoribus 
minoribusque  alternatim  dispositis  ápice  breviter  pallidis. 
Oculi  fusco-marmo^ati.  Occiput  rugosum.  Pronotum  rugosum 
carina  media  prope  marginem  posticum  lobo  alto  postice  haud 
producto  compresso-elevato;  lobis  deflexis  margine  externo 
medio  sinuato,  ángulo  postico  obtusato  nec  non  callo  magno 
próximo  eburneis.  Pedes  fusco-variegati.  Meso-et  metanotum 
supra  rugosa.  Abdomen  superne  rugulosum  segmentis  singu- 
lis  carina  media  postice,  lobo  triangulan  elevata  cf. 

Long.  corp.  13;  antenn.  5,5;  pron.  1,8;  fem.  ant.  3,5;  fem. 
post.  9  mm. 

Loe.  Madagascar,  Tananarive,  recogida  por  Grandidier, 
1502-92.  Museo  de  Paris. 

El  único  ejemplar  que  he  visto  de  esta  interesantísima  espe- 
cie ha  sido  descubierto  en  Madagascar  por  el  célebre  explora- 
dor G.  Grandidier  y  me  fué  comunicado  recientemente  para 
su  estudio  por  el  Sr.  Buysson  del  Museo  de  París,  al  que  per- 
tenece. 


308  BOLETÍN    DE   LA.    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 


Observaciones  hechas  en  el  pájaro  del  Teyde 


D.    PABLO    ORAMAS. 

Fringilla  Teydea  Webb.  et  Berth.  Es  ¡la  especie  más  bonita 
y  elegante  de  las  fringilas  de  Tenerife;  tiene  la  punta  de  la 
mandíbula  superior  de  azul  obscuro;  la  arista  de  un  azul  más 
claro,  y  en  la  inferior,  la  extremidad,  las  ramas  y  la  barbilla 
de  un  color  azul  blanquecino  revuelto  y  brillante;  la  cabeza, 
región  cervical,  el  dorso  y  región  anterior  del  pecho  y  cuello, 
de  azul  ceniciento;  el  vientre  de  un  blanco  azulado,  que  se  va 
corriendo  hasta  la  primera  y  segunda  cobijas  inferiores,  y  las 
pequeñas  tectrices  de  las  alas  de  negro,  orilladas  de  azul;  las 
extremidades  posteriores  de  un  azul  claro  revuelto;  los  ojos 
negro-parduscos.  Los  colores  de  la  hembra  son  más  claros. 

Es  propio  de  la  isla  de  Tenerife,  encontrándose  en  las  cum- 
bres. Este  pájaro  habita  en  los  montes  de  pino  (Pinus  cana- 
riensis),  á  una  altura  de  3.000  metros,  saliendo  muy  pocas 
veces  de  ellos.  Según  el  Dr.  Bolle,  en  una  carta  dirigida  al  no- 
table botánico  Dr.  D.  Domingo  Bello,  baja  hasta  los  caseríos,  y 
dice  así:  «El  pájaro  de  la  cumbre  que  usted  dice  es  el  que  vi  en 
Yilaflor,  donde  me  dicen  que  baja  hasta  las  huertas  sembradas 
de  patatas  y  se  posa  con  mucha  frecuencia  en  los  tejados  de  las 
casas,  no  siendo  raro  en  los  montes  de  Gran  Canaria.»  No  es- 
toy conforme  con  lo  citado  por  el  Sr.  Bolle,  aunque  respeto  su 
opinión;  pero  yo,  que  hace  tiempo  los  he  observado,  sé  que 
habita  en  los  montes  de  pinos,  y  principalmente  donde  más 
los  he  visto  es  en  los  poblados  de  retama  blanca  (Spartocytirus 
nvbigemis  Brouss.).  Dudando,  pero  mucho,  que  exista  en  los 
montes  de  Gran  Canaria,  creo  es  exclusivamente  propio  de  Te- 
nerife, pues  ningún  naturalista  dice  haberle  visto  en  Gran 
Canaria,  y  yo  en  el  tiempo  que  estuve  en  dicha  isla  nunca  le 
vi;  tampoco  en  el  tiempo  que  lo  he  observado  en  Vilaflor  lus  vi 
en  los  tejados  de  las  casas;  suelen,  sí,  alguna  vez,  pero  muy 
rara,  bajar  hasta  las  huertas,  pero  debido  á  que  este  pueblo 
está  casi  dentro  del  monte.  Se  alimenta  principalmente  del  pi- 
ñón del  pino  y  de  la  semilla  de  retama,  así  como  también 
de  insectos:  en  los  varios  que  yo  he  disecado  les  encontré  en  el 


DE    HISTORIA.    NATURAL.  303 

estómago  restos  de  coleópteros,  pero  en  muy  poca  cantidad. 
No  huye  del  hombre,  es  muy  curioso  y  todo  lo  extraño  le  lla- 
ma la  atención;  se  deja  acercar  hasta  unos  nueve  ó  diez  pasos. 
Cierto  día,  después  de  estar  persiguiendo  un  pico  (Picus  ma- 
jor  L.),  me  senté  á  la  sombra  de  una  retama,  donde  había  dos 
individuos,  puse  el  morral  en  el  suelo  un  poco  retirado,  y  les 
vi  con  asombro,  después  de  estarse  un  rato  quietos  en  actitud 
como  de  estar  observando  mis  movimientos,  bajarse  al  suelo, 
y  sin  ningún  temor  subirse  en  el  morral,  donde  permanecie- 
ron largo  rato  examinándolo  y  dándole  picotazos  como  para 
ver  de  qué  se  componía  la  red.  Tienen  mucha  fuerza  en  las 
mandíbulas,  pues  al  coger  uno  que  estaba  herido  me  cogió  un 
dedo,  costándome  trabajo  desprenderlo.  Su  vuelo  es  muy  pare- 
cido al  de  la  nevatilla  (MolaciUa  flava  L.),  formando  ondula- 
ciones y  plegando  las  alas  á  intervalos;  vuela  muy  cortos  es- 
pacios; regularmente  se  ven  varios  individuos  juntos,  posán- 
dose en  lo  más  alto  de  los  pinos,  donde  permanecen  ocultos 
é  inmóviles  algún  tiempo,  sin  que  el  ruido  del  tiro  los  espante; 
varias  veces  he  tirado  á  un  individuo  permaneciendo  los  otros 
en  el  mismo  pino  sin  moverse;  su  grito  ordinario  se  puede  tra- 
ducir por  las  sílabas  pic-iirrrrr...,  siendo  un  silbido  penetran- 
te y  agudo;  este  grito  lo  hacen  los  que  viven  en  los  montes  po- 
blados de  retama,  donde  son  también  más  alegres  y  vivaraces, 
habiendo  observado  que  los  que  viven  en  los  montes  de  Icod 
y  la  Guaucha.,  que  carecen  de  retama,  no  producen  este  grito 
ni  ninguno  cuando  están  posados,  pero  al  mudarse  de  un  pino 
á  otro  les  he  oído  otro  que  puede  traducirse  por  pic-pic,  tam- 
bién agudo,  que  lo  repiten  dos  veces  en  el  zig-zag  que  hacen 
til  volar.  Casi  nunca  se  posan  en  el  suelo;  únicamente  al  tomar 
agua,  que  lo  hacen  de  once  á  doce  y  de  cuatro  á  cinco  de  la 
tarde,  es  cuando  los  he  visto  en  el  suelo;  lo  demás  del  tiempo 
lo  pasan  en  los  pinos  y  retamas;  viven  en  buena  armonía  con 
los  picos  (Picus  major)  y  solamente  encuentran  un  enemigo  en 
el  (Accipiter  nisus  Lin.).  Anidan  en  el  pino,  y  muy  rara  vez  en 
la  retama;  la  construcción  del  nido  no  ofrece  nada  de  particu- 
lar; está  hecho  con  hojas  del  pino  y  tallos  secos  unidos  con  tela 
de  araña;  la  parte  interior  está  rellena  de  plumita,  liquen  y 
algodón;  la  puesta  es  de  dos  huevos  de  color  verde  claro  con 
pintas  y  manchas  moradas;  en  estas  aves  la  construcción  del 
nido  empieza  en  una  época  bastante  avanzada,  por  los  meses 


310  BOLETÍN  de  la.  sociedad  española 

de  Junio,  Julio  y  aun  en  Agosto,  debido  quizá  á  la  temperatura 
que  reina  en  aquella  latitud.  En  cautividad  viven  bien:  he  te- 
nido una  pareja  viva  por  espacio  de  dos  años,  la  que  se  resignó 
muy  pronto  con  su  nuevo  estado  y  llegaron  á  ser  bastante  man- 
sos y  sociables.  Los  que  tuve  en  cautividad  eran,  además,  muy 
limpios,  pues  todos  los  días  tomaban  un  baño;  se  alimentaban 
del  piñón  del  pino,  alpiste,  y  también  atacaban  á  las  moscas,, 
las  que  se  comían  con  bastante  gusto. 


Boletín  bibliográfico. 

(Continuación  de  Junio.) 

Societá  di  Naturalisti.  Ñapóles  (Bollett.)  Yol.  xvi.  L.  Marcello:  Secondo 
contributo  alio  studio  della  flora  cávese. —  R.  Bellini:  I  moluschi  del 
lago  Fusaro  e  del  Mar  Morto  nei  Campi  Flegrei.— A.  Calabrese:  Contr. 
alia  Cecidiologia  della  flora  avelinese. — U.  Pierantoni:  Due  n.  gen. 
di  oligocheti  marini  rinvenuti  nel  golfo  di  Napoli. — G.  Pólice:  II 
ñervo  del  cuore  nello  Scorpione. — L.  Marcello:  Sopra  alcuni  alberi 
longevi  di  Cava  dei  Tirreni. — G.  Di  Paola:  Sulla  correlazione  dei  fe- 
nomeni  vulcano-sismici  con  le  perturbazione  magnetiche  all'  Observa- 
torio Vesubiano. — L.  Macchiati:  Note  di  biología  sulla  Tolypothrix 
byssoidea,  e  sulle  spore  delle  Oscillariacee. — L.  Marcello:  La  polidat- 
tilia  nell'  uomo  a  Cava  dei  Tirreni. — L.  Ricciardi:  Dalle  rocce  acide 
alie  basiche  e  loro  classificazioni.  Sulla  genesi  delle  bombe  quarzose 
e  delle  lave  vulcanicbe. — L.  Marcello:  Sopra  una  nuova  orcbidea  di 
Cava  dei  Tirreni. — G.  Rippa:  Osservazioni  biologiche  sull'  Oxalis  cer- 
nua.  Sulla  forma  e  disposizione  delle  foglie  néll' Hovenia  dulcís. — 
P.  Franco:  Studii  sul  nitrato  baritico. —  L'attivitá  vulcanica  nella 
Campania  secondo  la  tradizione  e  la  storia. 

Societa  italiana  di  scienze  naturali  e  Museo  cívico  di  storia  naturale.  Milán. 
(Atti.J  Vol.  xli.  Fase.  4.°  E.  Mussa:  II  loglio  nell'  antichitá.— C.  Aira- 
ghi:  Alcuni  Echinidi  del  terziario  véneto. — C.  Cozzi:  Spigolature  bo- 
taniche  nelle  brughiere  del  Ticino. — E.  Mariani:  Su  alcune  Ittiodoru- 
liti  della  Creta  lombarda. — G.  Alessandri:  Note  d'  ittiologia  fossile. 

Societa  toscana  di  scienze  naturali.  Pisa  (Atti).  Vol.  xin. 

Societa  zoológica  italiana.  Roma.  (Bollettino)  Anno  x.  Fase,  ni,  iv,  v  e  vi. 
F.  Rostagno:  Classif.  descritt.  dei  Lepidotteri  italiani.  (Noctuidi.)  — 
Dr.  G.  Di  Stefano:  Osservaz.  suWAlectryonia  syphax. — Dr.  C.  Losito: 
Osservaz.  fenologiche  fatte  nel  Lago  di  Bracciano. — Su  una  n.  sp  del 
g.  Diaptornus. — Note  di  técnica  per  lo  studio  degli  Entomostraci. — 


DE   HISTORIA   NATURAL.  311 

G.  Santoro-Silipigni:  Ale.  appunti  sulla,  resistenza  al  digiuno. — II  caso 
e  gli  organi  atavici  anomotopi. — Dr.  C.  Tiraboschi:  Metodi  per  la  co- 
lorazione  differenziale  delle  neurofibrille  di  Apáthy.  —  S.  Brusina: 
Sulle  Alche,  e  in  specie  sull'Alca  torda  della  Dalmazia  e  della  Croa- 
zia,  e  sulle  pretese  invasioni  del  Phalacrocorax. —  G.  Romero:  Contr. 
alio  studio  dei  parassiti  malarici  negli  uccelli. — Rendiconti.=Anno  xl. 
Fase,  i,  ii  e  ni. — R.  Marchesini:  Sulle  metamorfosi  degli  eritrociti. — 
Sulla  ricerca  dell' alcalinita  del  sangue. — G.  de  Stefano:  Studio  sulF 
Emys  Cuvieri  dell'  eoceue  superiore  parigino.  — V.  Maruccí:  Ricerche 
sperimentali  sui  maschi  polimorfi  degli  Acari.—  G.  Checciiia:  Osserv. 
sull'apparechio  apicale  di  alcuni  Echinidi  Spatangidce. — V.  Barnabó: 
Di  tre  anomalie  muscolari  dell'  arto  torácico. — F.  Rostagno:  Classií. 
descrittiva  dei  Lepidotteri  italiani. 

Societas  Entomológica  Rossica  (S.  Petersburgo)  (Horce).  T.  xxxvi  N.°  1-2. 
T.  Tschitschérine:  Mémoire  sur  les  Cicindélides  des  voyages  de 
N.  Zarudny  dans  la  Perse  oriéntale.— Les  Leistus  de  l'intérieur  de  la 
Chine. — Nouv.  esp.  de  la  tribu  des  Platysmatini. — A.  Schultze:  Gene- 
ris  Ceuthorrhynchi  spec.  nov.  rossicíe  et  transcaspiese. — T.  Tschits- 
chérine: Observ.  sur  quelq.  Cicindélides  de  la  coll.  Semenov. — Notice 
sur  divers  Notiophüus. — J.  Wagner:  Aphanipterologische  Studien. — 
T.  Tschitschérine:  Chcetodactylini,  subtribus  nova  Platysmatinorum. 
J.  Schnabl:  Uber  den  variablen  Werth  eines  und  desselben  Charak- 
ters  in  verschiedenen  systematischen  Categorien:  auch  manche  dipte- 
rologische  cpiadesideria>. — (Otros  trabajos  en  ruso.) 

Société  botanique  de  France.  Paris  (Bull.)  T.  49.  N.°  9.  Abbé  Coste:  Car- 
duus  Puechii  (C.  nutans  X  spiniger)  hybr.  nouv.  déc.  dans  l'Aveyron. 
X.  Gillot:  Notes  sur  quelq.  Rosiers  hybrides. — Y.  Camus:  Sur  quelq. 
Füicinées  de  la  Basse-Bretagne. — G.  de  Lamarliére:  Contr.  á  la  flore 
de  la  Marne. — Maunvaud:  Les  vicissitudes  d'un  Statice.— Dumée  et 
Malinvaud:  Les  Corydalis  lútea  et  ochroleuca  dans  la  flore  francaise. — 
Fr.  Sennen:  Herbor.  aux  env.  de  la  Nouvelle  (Aude). 

Société  des  Sciences  naturelles  de  l'Ouest  de  la  France.  Nantes.  (Bull.)  T.  n. 
2me  trimestre.  Abbé  J.  Dominique:  Catal.  des  Hémiptéres  (Hétéropte- 
res.  Homoptéres,  Psyllides),  de  la  Loire-Inférieure. 

Société  entomologique  de  Belgique.  Bruxelles  (Annales).  T.  47,  li.  W.  L.  Dis- 
tant:  Contrib.  to  a  knowledge  of  the  Rhynchota.— H.  J.  Kolbe:  Nach- 
trag  zu  meiner  Synopsis  der  in  Afrika  gefundenen  Arten  der  Ruteli- 
dengatt.  Popillia  =111.  M.  Jacoby:  Descr.  of  the  new  gen.  and  spec.  of 
Phytophagous  Coleopt.  obtained  by  Mr.  Andrewes  and  Mr.  Bell  at 
the  Nilgiri  Hills  and  Kanara.— A.  Lameere:  Rev.  des  Prionides  (Ole- 
thrius).— P.  Obst:  Diagnosen  neuer  afrikan.  Coleopt.  meistens  Bu- 
presüden. 

Société  entomologique  suisse.  Schaffhausen.  (Bull.)  Vol.  x.  A.  Forel:  Die 


:m  boletín  de  la  sociedad  española 

Sitten  und  Nester  einiger  Ameisen  der  Sahara.— E.  Mory:  Revisión 
der  bis  jetzt  bekannten  von  hybr.  epilobii  B.  abgeleiteten  Bastarde. 
Liste  der  1898  im  Jouxthal  gesamrn.  Coleopteren. — J.  Hofer:  Beitrag 
zur  Cocciden-Fauna  der  Schweiz. — G.  Stierlin:  Beschreib.  von  zwei 
n.  europ.  Rüsselkafern. — E.  Frey-Gessner:  Hynienopt.  Helvetise. 

Société  hollandaise  des  scienees,  Sarlem.  (Archiv.  Néerlandaises.)  T.  vm. 
2e  Livrn. 

Société  impértale  des  naturalistes.  Moscou.  (Bull.)  Ann.  1902.  N.°  3.  W.  Ma- 
montow:  Sur  les  gisements  de  diarnants  dans  l'Oural. — In.  Bagaschof: 
Eine  Analyse  des  Granatsandes  von  der  Insel  Olchon  auf  den  Baikal- 
See.  K.  Nenadee-stitch:  Analyse  von  Zinkblende  aus  Nagolnyi  Krjasch. 
(Europ.  Russland.)— D.  N.  Sokolow:  Uber  einige  Aucellen  aus  Ost 
Russland. — Mlle.  P.  V.  Tsiklinsky:  Rech.  sur  les  microbes  thermo- 
pbiles.  (Otros  trabajos  en  ruso.) 

Société  Linnéenne  de  Bordeaux.  (Actes.)  Vol.  lvii.  T.  vil— H.  Bouygues: 
Structure,  origine  et  développement  de  certaines  formes  vasculaires 
anormales  du  pétiole  des  Dicotylédones. — P.  Rondón:  Catal.  des  lé- 
pidoptéres  des  Pyrénées. — E.  Duregne:  Contr.  á  l'étude  des  dunes: 
Dunes  anciennes  de  Gascogne.— H.  Arnaud:  Les  Echinocorys  de  Ter- 
cis  (Landes). — J.  Kunstler:  Observ.  sur  le  Calandra  orizce.=(üompt. 
rendus,  1902.) 

Société  Linnéenne  de  Normandie.  Caen.  (Bull.)  Ann.  ]9D1.  (Broces  verbaux 
des  séances.j  H.  Micheels:  Carludovica  plicata.  Kl.  Esquisse  anat. 
d'une  Cyclanthacée.  — L.  J.  Léger:  A  propos  de  la  différenciation  na 
crée. — H.  Jouan:  Le  voyage  de  Dom  Pernetty  aux  iles  Malouines 
(1763-64).— P.  Fauyel:  Annélides  polycbétes  de  laCasamance  rappor- 
tees  par  M.  A.  Chevalier.— O.  Lignier:  Sur  la  valeur  morphologique 
des  piéces  florales  chez  le  Dicentra  spectabilis.—F.  Gidon:  Marche  de 
la  feuülaison  des  arbres  á  feuüles  caduques  á  la  Grand  Canarie.— 
Lignier  et  Le  Bey:  Liste  des  plantes  vasculaires  de  l'Herbier  general 
de  l'Université  et  de  la  ville  de  Caen.— L.  Brasil:  Sur  un  micro-orga- 
nisme  d'origine  pleurale. 

■Société  ouralienne  des  Amatews  des  Se.  naturelles.  Ekathérinenburg . 
Suppl.  au  t.  xxii.—  T.  xxiu.  (En  ruso.) 

Société  royale  malacologique  de  Belgique.  Bruxelles.  ( Anuales).— Ph.  Daüt- 
zenberg:  Descr.  de  trois  mollusques  nouv.  prov.  de  l'Etat  indépendant 
du  Congo.— Cossmann:  Append.  n.°  3  au  Cat.  illustré  des  coquilles  fos- 
siles  de  l'Eocéne  des  env.  de  Paris.— (Bull.  des  séanecs.) 
The  American  Naturalist.  Boston.  Vol.  xxxyi.  N.o  432.  A.  W.  Grabau: 
Studies  of  Gastropoda.— W.  M.  Wheeler-  The  oceurrence  oí  Fórmica 
cinérea  and  F.  rufibarbis.  in  America. — H.  S.  Pratt:  Synopses  of 
N.-American  Invertebrates.  xn.  The  Trematodes.=Vol.  xxxvn.  Nú- 
mero 43.— E.  C.  Case:  The  Structure  and  Relationships  of  the  Ameri- 


DE   HISTORIA    NATURAL.  313 

can  Pelycosauria.— V.  Sterki:  Notes  on  the  Unionidfe  and  their  Clas- 
sification. 

The  Canadian  Entomologist.  London  (Ontario).  Vol.  xxxv.  N.°  4.  Marlatt: 
A  House-boat  collecting  Trip  in  China.— Dyar:  Larval  characters  of 
Pachygastria  trifolii  and  Aglia  faw.— Stevenson:  Notes  on  Coleóptera. 
Fernald:  Lepidosaphes  versus  Mytilaspis. — Bird:  New  Histories  in 
Papaipema  (Hydrcecia).— Ashmead:  Classif.  of  the  Fossorial,  Preda 
ceous  and  Parasitic  Wasps.— Fletcher:  Note  on  Deilephila  galii. — 
Grote:  Note  on  North  American  Attaci. 

The  Wilson  Bulletin.  Oberlin  (Ohio).  Vol.  x.  N.°  1.  Silloway:  Notes  on 
the Leucostictes—  Heuninger: The  Motacillidae  of  Germany.— Warrex: 
The  Víreo  flavifrons. — Bradshaw:  Notes  on  the  winter  Birds  of  Wayne 
County  (Michigan).— Bitrns:  A  few  additional  notes  on  the  Flicker. 

University  of  Colorado.  Boulder.  (Bull.)  Quarto-Centennial  Celebration. 

Julio. 

Academia  Real  das  Sciencias  de  Lisboa.  (Jornal  de  Sciencias  Math.,  Phys.  e 
Naturaes.  T.  vn.  N.°  xxv.)— Barboza  du  Bocage  (J.  V.):  Aves  da  ilha 
de  S.  Nicolau  (Cabo  Verde).— Aves  do  Golungo  Alto  e  N'dalla-Tando, 
no  sertao  dAngola.— Bethencourt  (J.):  Reptis  dAngola,  da  collecSo 
Pereira  do  Nascimento.— Reptis  e  Amphibios  de  Madagascar  no  Mus. 
de  Lisboa.— Barboza  du  Bocage  (J.  V.):  Contrib.  ala  faune  des  quatre 
iles  du  G.  de  Guiñee.— Seabra  (A.  F.):  Mamíferos  de  Cazengo. 

Académie  des  Sciences  de  Cracovie.  [Bull.  Internat.)  1903.  N.°  3.— J.  Brze- 
zinsky:  Le  chancre  des  arbres,  ses  causes  et  ses  symptómes. 

Académie  des  Sciences  de  Paris.  (Compt.  rendus).  T.  cxxxvi.  N.o  17.=Nú- 
mero  18. — Ch.  Depéket:  Sur  les  anciennes  lignes  de  rivage  pliocénes 
et  quaternaires  sur  les  cotes  francaises  de  la  Méditerranée.— Made- 
moiselle  M.  Stefanowska:  Sur  la  croissance  en  poids  de  la  souris 
blanche.— G.  Chauveaud:  Un  nouvel  appareil  sécréteur  chezles  Coni- 
feres. — p,  Guérin:  Développement  et  struct.  anatomique  du  tégument 
seminal  des  Gentianacées.— R.  Fourtau:  Sur  la  faune  échinitique  du 
golfe  de  Suez. — L.  Matruchot:  Germination  des  spores  de  truffes. — 
Lugeon,  Ricklin  et  Perriraz:  Sur  les  bassins  fermés  des  Alpes  Suis- 
ses.=N.°  19. — Lapparext:  Sur  les  traces  de  la  lutétienne  au  Soudan. 
L.  Bruxtz:  Excrétion  et  phagocytose  chez  les  onychophores. — A.  Cal- 
mette:  Sur  l'absorption  de  l'antitoxine  tétanique  par  les  plaies;  action 
immunisante  du  serum  antitetanique  sec. — E.  Boulanger:  Sur  la  cul- 
ture de  la  truffe .== N.°  20.— G.  Lippmaxn.  Sur  la  distribution  de  la  ma- 
tiére  a  la  surface  de  la  terre.— J.  Albarrax:  Sur  la  physiol.  comparée 
des  deux  reins. — A-  Krempf:  Sur  un  point  de  TAnat.  de  quelques  He- 
xacoralliaires.— H.  Douvillé:  Sur  une  cause  de  variations  des  faunes 
fossiles.=N.°  21. — Bounhiol  et  Foix:  Sur  la  mesure  des  échangesres- 


314  BOLETÍN    DE  LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

piratoires  en  rnilieu  aquatique. — L.  Bordas:  Les  glandes  mandibulai- 
res  des  larves  de  Lépidoptéres. — Vaney  et  Conté:  Sur  un  Diptere 
(Degeeria  funebris,  Mg.)  parasite  de  l'Altise  de  la  Vigne  (Haltica  am- 
pelopliaga.  Guer.)— Ravaz  et  Sicakd:  Sur  la  bruuissure  de  la  Vigne. — 
E.  Marchal:  De  la  spécialisation  du  parasitisme  cliez  VErysyphe  gra- 
minis. — P.  A.  Dangeard:  La  sexualité  dans  le  genre  Monascus. — 
J.  Villard:  Contrib.  a  l'étude  cytologique  des  Zoochlorelles.— L.  Vail- 
lant:  De  la  disposition  des  écailles  chez  le  Mesosaurus  tenuidens. — 
Broca  et  Sülzer:  Inertie  rétinienne  aus  sens  des  formes. — A.  Loir: 
La  destruction  des  termites. — R.  Dubois:  Sur  la  culture  artificielle  de 
la  Truffe. 

Académie  intemationale  de  Géographie  botanique.  Le  Mans.  (Bull.)  N.°  163. 
L.  Lavergne:  Notes  sur  quelq.  Roses  du  Massif  central. — H.  Lévei- 
llé:  Plantee  Bodinieriante:  Polygonatum.  —  Contr.  á  la  flore  de  la  Ma- 
yenne. — A.  Reynier.  Diverses  récoltes  en  Provence.  — Docomet:  La  Flo- 
re populaire  dans  l'Albret. 

Allgemeinen Entomologischen  Gesellsclwft.  Neudamm.  (Allg.  Zeitsch.  f'ár 
Entomol.)  8  Band.  N.°  8/9. — H.  J.  Kolbe:  Zur  Systematik  derColeop- 
teren. — Chr.  Schroder:  Die  Zeicbnungs-Variabilitiit  von  Abraxas 
grossulariata. — W.  Baer:  Zur  Apiden-Fauna  der  Kurischen  Nehrung. 
P.  Speiser:  Erganzungen  zu  Czwalinas  <Neuem  Verzeichniss  der 
Fiiegen  Ost-und  Westpreussens». 

JUuseum  of  Comparative  Zoology  at  Harvard  College.  Cambridge.  U.  S.  A. 
(Bull.  Vol.  xl.  N.°  6).— C.  W.  Prentiss:  Polydactylism  in  man  andthe 
domestic  animáis. 

Societá  italiana  di  Scienze  naturali  e  Museo  cívico  di  Storia  naturale.  Mi- 
lano. (Atti.  Vol.  xlii.  Fase.  1). — E.  Tcrati.  Contr.  alia  fauna  dei  lepi- 
dotteri  italiani. — G.  Boeris:  Idocrasio  del  monte  Pian  Real. — E.  Nin- 
ni:  Sulla  Scorpoena  ustulata  nel  mare  Adriático. — J.  Chelussi:  Sulla 
geología  della  Conca  Aquilana. — Dott.  A.  Corti:  I  Cecidomidi  del 
Pavese. 

.Société  Botanique  de  France.  Paris  (Bull.  T.  l.  N.°  1).— G.  Camus:  Docu- 
ments  nouv.  sur  la  flore  de  France.— Aebé  Hite:  Causerie  sur  le  Le- 
canora  subfusca  —  Ravaz:  Influence  spécifique  reciproque  du  greffon 
et  du  sujet  ebez  la  Vigne. — Roüy:  Remarques  sur  la  floristique  euro- 
péenne.  —  Abbé  Boulay:  Le  Conopodium  denudatum  dans  le  Pas-de- 
Calais.— G.  Bonnier:  Modif.  expériment.  de  la  biologie  de  la  Ronce. 
Lutz:  Sur  le  role  des  alcaloides  comme  source  d 'azote  pour  les  végé- 
taux. — Malinvafd:  Quelq.  faits  indicatifs  de  la  durée  des  Menthes 
bybrides.— Molltard:  Acer  lanc.eolatum,  n.  sp.  d'Erable  du  Kouang- 
Si.  —  Variations  du  pouvoir  germinatif  suivant  la  taille  des  akéues 
ebez  le  Chanvre.=N.°  2.— ürzeszko:  Etude  histotaxique  sur  les  Fes- 
tuca.—¥.  Gagsepain:  Zingibéracées  nouvelles  de  l'Herbier  du  Muséum. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  315 

F.  Camus:  Le  Sphagnum  Rwssowii  aux  env.  de  París.— Maiden:  Note 
sur  desplantes  d'Australie. —  G.  Bonnier:  La  végétation  des  Landes 
comparée  á  celle  de  Fontainebleau.— De  Boissieü:  Sur  quelq.  plantes 
adventices  des  env.  de  Pont  d'Ain  (Ain). — Molliard:  Rech.  expéri- 
ment.  sur  le  Chanvre. — Gandoger:  Solidago  yukonensis. 

Socicté  Entonwlogique  de  Belgique.  Bruxelles  (Ármales.  T.  xlvii.  iv.) — 
R.  P.  Belon:  Notes  sur  le  g.  Aletretia  et  descr.  de  trois  esp.  nouv. — 
A.  Lameere.  Nouv.  notes  pour  la  classif.  des  Coléoptéres. — Faüvel: 
Staphylinides  nouv.  du  Mus.  de  Bruxelles.— H.  Schouteden:  Les 
Aphidocécidies  paléarctiques. — Descr.  d'Aphides  cécidiogénes  nou- 
veaux. 

University  of  Colorado.  Boulder.  (Studies.  Vol.  i.  N°.  3.)— J.  J.  Browne: 
Preliminary  List  of  Birds  of  Boulder  County,  Colorado.— J.  Hender- 
son:  The  Cotyledons  and  Leaves  of  certaiu  Papilionacepfi. 


Barros  Grez  (Daniel).— Dos  capítulos  de  un  libro  inédito.  (Revista  de  la 

Sociedad  Científica  de  Chile.)  Santiago.  1902. 
BoscÁ  y  Casanova  (E.)— Informe  sobre  el  estado  del  esqueleto  de  Mega- 

terio  del  Museo  de  Ciencias  naturales  de  Madrid.  (Boletín  Soc.  esp. 

H.  natural,  1903.) 
Delacroix  (G.)— Sur  une  forme  conidienne  du  Champignon  du  Black-Rot. 

(Compt.  rend.  Acad.  Se.  París.  1902.) 

—  Maladies  des  plantes  cultivées.  París.  1902. 

Dervieux  (E.)— Sulla  posizione  geológica  di  un  Trípoli  piemontese.  (Riv. 
di  Física,  Matem.  e  Se.  Nat.  (Pavia).  Anno  iv.  N.o  40.) 

Düsmet  y  Alonso  (J.  M.aj— Noticia  de  lo  publicado  en  1902  sobre  Ento- 
mología de  España.  (Bol.  Soc.  esp.  H.  nat.  1903.) 

Ferrer  Aledo  (J.)— Observaciones  sobre  el  Roseti.  (El  Liberal  de  Mahón.) 

Font  y  Sagué  (N.)— Los  movimientos  sísmicos  del  N.  E.  de  Cataluña. 
(Bol.  Soc.  esp.  H.  nat.  1903.) 

Malxtquer  y  Nicolaü  (J.)— Moluscos  marinos  de  Llansá  (Cataluña).  (Bol. 
Soc.  esp.  H.  nat.  1903.) 

Merino  (R.  P.  Baltasar).— Viajes  de  herborización  por  Galicia.  (Razón  y 
Fe.  1902.) 

—  Especies  gallegas  del  g.  Armería.  Willd.  (Bol.  Soc.  esp.  H.  nat.  1903.) 
Pie  (M.)  —  A  propos  des  Dorcadion  tennecinctum  Pie  et  circumcinctuvt. 

Chevr.  (Bol.  Soc.  Esp.  H.  Nat.  1903.) 
Prillieux  (Ed.)— Les  péritheces  du   Rosellina  necatrix  (Compt.  rendus. 

Acad.  Se.  París.  1902.) 
Revista  científica  profesional.— Barcelona.  Año  vi.  N.°  4. 
Revista  de  Farmacia  militar. — Madrid.  Año  n.  N.°  21. 
Revista  de  Medicina  tropical. — Habana.  T.  iv.  N.°  4. 


316  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 


Sesión  extraordinaria  del  9  de  Julio  de  1903. 

PRESIDENCIA    DEL    EXCMO.    SR.    D.    ZOILO    ESPEJO. 

— El  Sr.  Presidente  expuso  el  objeto  de  la  sesión,  para  lo 
cual  se  dio  lectura  al  Real  decreto  del  Ministerio  de  Instruc- 
ción pública  y  Bellas  Artes  de  3  de  Julio  de  1903  nombrando 
Real  Sociedad  á  la  nuestra  y  disponiendo  se  incluya  en  los 
presupuestos  generales  del  Estado  alguna  cantidad  para  faci- 
litar la  realización  de  sus  fines. 

Comunicó  á  continuación  que  el  día  anterior  se  había  reuni- 
do la  Junta  directiva  para  tratar  de  este-  importante  asunto, 
acordando  se  redactaran  con  la  mayor  urgencia  los  Estatutos 
de  la  Sociedad,  que  deben  entregarse  al  Ministerio  para  su 
publicación  en  la  Gaceta,  habiéndose  nombrado  para  realizar 
este  trabajo  una  Comisión  compuesta  de  varios  individuos  de 
la  Junta  directiva. 

Leyó  el  Sr.  Pérez  Zúñiga,  como  ponente  de  la  expresada  Co- 
misión, los  expresados  Estatutos,  basados  sobre  el  Reglamento 
de  nuestra  Sociedad,  por  lo  que  sin  discusión  fueron  aproba- 
dos, acordándose  un  voto  de  gracias  para  dicho  señor  por  la 
diligencia  y  acierto  con  que  había  llevado  á  cabo  su  trabajo. 

El  Sr.  Presidente  dijo  que  procedía  acordar  la  forma  en  que 
nuestra  Sociedad  debía  expresar  al  Sr.  Ministro  de  Instrucción 
pública,  Excmo.  Sr.  D.  Manuel  Allendesalazar,  su  gratitud,  y 
que  la  Junta  directiva  proponía  fuera  nombrándole  socio  pro- 
tector, quedando  acordado  se  redactara  inmediatamente  el 
oficio  en  que  se  le  comunicara  este  acuerdo  y  le  fuera  presen- 
tado por  una  Comisión  compuesta  de  todos  los  socios  que  pu- 
dieran asistir,  para  lo  que  se  citaría  oportunamente.  La  Socie- 
dad se  adhirió  por  unanimidad  á  lo  propuesto  por  el  Sr.  Pre- 
sidente en  nombre  de  la  Junta  directiva,  acordándose  por  fin 
que  los  Estatutos  serían  publicados  en  un  folleto  que  se  repar- 
tirá á  los  señores  socios  tan  luego  como  aparecieran  en  la 
Gaceta  de  Madrid,  y  se  levantó  la  sesión. 


Sesión  del  7  de  Octubre  de  1903. 

PRESIDENCIA   DEL    EXCM0.    SR.    D.    ZOILO    ESPEJO. 

,  En  ausencia  del  Secretario  y  del  Vicesecretario,  el  Sr.  Várela 
leyó  el  acta  de  la  sesión  anterior,  la  cual  fué  aprobada. 

—Se  dio  cuenta  de  que  una  Comisión  numerosa,  en  unión 
del  Sr.  Presidente,  fué  recibida  por  el  Sr.  Ministro  de  Instruc- 
ción pública,  Sr.  Allende  Salazar,  al  que  presentó  el  oficio 
nombrándole  socio  protector;  que  el  Sr.  Ministro  se  mostró 
muy  agradecido,  recordando  que  él  también  había  perteneci- 
do á  la  Sociedad,  y  que  si  otras  atenciones  de  la  vida  le  obli- 
garon á  dejar  de  figurar  como  socio,  siempre  había  conserva- 
do vivo  deseo  de  prestarle  la  ayuda  que  merecía.  Que  él  tra- 
taría de  corresponder  á  aquel  honor  que  se  le  dispensaba,  pro- 
curando que  en  los  Presupuestos  se  atendiese  como  mejor  se 
pudiera  á  la  Sociedad. 

Fallecimientos.— El  mismo  señor  participó  el  fallecimiento 
de  los  Sres.  D.  Gonzalo  Brañas  y  D.  Carlos  Castel,  Presidente 
que  fué  de  la  Sociedad,  acordándose,  á  propuesta  del  Sr.  Es- 
pejo, que  constase  en  el  acta  el  sentimiento  de  la  Sociedad 
por  la  pérdida  de  esos  señores  consocios. 

Presentaciones.— Se  hicieron  cuatro  propuestas  de  socios  nu- 
merarios. 

Comunicaciones  verbales.—  El  Sr.  Várela  presentó  una  nota 
del  Sr.  García  Mercet  sobre  el  Dasylabris  egregia  Klug-,  otra 
remitida  por  el  Sr.  Oramas  referente  á  «Algunos  datos  sobre  el 
tan  célebre  Drago  de  Orotava»,  mostrando  una  fotografía  en- 
viada asimismo  por  el  autor,  y  otra  nota  del  Sr.  La  Fuente  In- 
titulada «Datos  para  la  fauna  de  la  provincia  de  Ciudad  Pteal. 
XVI.  Coleópteros.» 

El  Sr.  Gredilla  presentó  un  trabajo  de  D.  Luís  Aterido  sobre 
una  excursión  botánica  por  Santander. 

Los  Sres.  Cabrera  Latorre  y  Vinales  dieron  algunas  noticias 
acerca  de  las  costumbres  de  los  erizos,  y  el  primero  de  dichos 

T.  in.-Octubre,  1903.  22 


318  BOLETÍN    DE    LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA. 

señores  ofreció  presentar  una  nota  con  las  observaciones  que 
ha  hecho  sobre  el  particular. 

— Se  dio  cuenta  de  que  el  Sr.  Muñoz  Cobo  ha  regalado  á  la 
Sociedad  una  fotografía  iluminada  de  la  célebre  palmera  de 
Elche.  Se  acordó  dar  las  gracias  por  ese  donativo. 

— Leyóse  á  continuación  la  siguiente  noticia  bibliográfica 
enviada  por  el  Sr.  Calderón: 

«Jean  Brunhes:  L'irrigation,  ses  conditions  géographiques, 
ses  modes  et  son  organisation  dans  la  Péninsule  Ibérique  et 
dans  l'Afrique  du  Tsord.  Étude  de  géographie  humaine.  1  vol. 
en  8.°,  580  págs.,  7  mapas  y  63  figuras.  Paris,  1902. 

»La  obra  cuyo  título  precede  es  una  tesis  doctoral  de  la  Fa- 
cultad de  Letras  de  París,  y  aunque,  como  lo  indica  su  enun- 
ciado, reviste  de  preferencia  un  carácter  social,  debe  figurar 
aquí  por  cuanto  el  autor  ha  llevado  á  término  una  obra  ver- 
daderamente científica  relacionando  las  condiciones  naturales 
con  los  hechos  económicos  de  reglamentación  y  organización 
de  las  aguas.  Por  eso  empieza  por  bosquejar  la  constitución 
geológica,  delimitar  físicamente  las  regiones  naturales  y  exa- 
minar los  efectos  del  rég-imen  climático,  antes  de  describir  los 
hechos  económicos  de  los  diversos  países  que  ha  recorrido  y 
son  objeto  de  su  estudio. 

»En  nuestro  país  las  aguas  destinadas  al  riego  proceden 
casi  siempre  de  las  corrientes,  ríos  ó  arroyos.  En  Túnez  y  Ar- 
gelia se  utilizan  además  los  oueds,  al  paso  que  en  los  territo- 
rios de  las  altas  planicies  y  en  los  oasis  del  Sahara  se  riega 
con  el  líquido  de  las  aguas  subterráneas  ó  de  las  fuentes. 
Aquéllas  surgen  á  la  superficie  por  medio  de  pozos  artesianos. 
En  Egipto  el  servicio  de  riego  es  sumamente  complicado  y  cu- 
rioso. Termina  el  trabajo  con  una  lista  bibliográfica  detallada. 

»Resulta,  en  definitiva,  de  estos  estudios  que  los  problemas 
referentes  al  rieg'o  son  sumamente  complejos. 

»E1  autor  avalora  su  obra  con  numerosas  fotografías  toma- 
das por  él  mismo  y  mapas  hipsométricos  y  de  distribución  de 
las  lluvias.» 

Secciones. — La  de  Sevilla  celebró  sesión  el  día  20  de  Julio, 
bajo  la  presidencia  del  Sr.  D.  Julio  Ferrand. 

—El  Sr.  Medina  leyó  unos  «Datos  para  el  conocimiento  de  la 
fauna  himenopterológica  de  España.» 


DE   HISTORIA   NATURAL.  319 

— El  mismo  señor  leyó  lo  siguiente:  Recientemente  me  han 
enviado  del  inmediato  pueblo  de  Cantillana,  y  cazados  en  la 
torre  de  su  iglesia  parroquial,  tres  quirópteros  (dos  a"  y  una  Q), 
que  he  podido  determinar  con  exactitud  y  pertenecen  á  la  es- 
pecie EMnolop/itis  hipposideros  Bechst.  Es  de  advertir  que  aquí 
la  persona  que  los  capturó,  quien  se  fijó  bien  en  los  caracteres 
de  la  nariz,  tamaño  de  los  ejemplares  y  color  del  pelaje,  todos 
los  individuos  que  vieron  (y  estaban  en  gran  número)  eran 
iguales  ó  al  menos  muy  parecidos,  lo  que  hace  suponer  fun- 
dadamente que  quizás  pertenecieran  todos  á  la  misma  especie; 
y  el  no  existir  en  dicha  torre  otras,  podría  explicarse  tal  vez, 
por  las  costumbres  de  los  Rhinolopfms,  que,  según  Trouessart, 
son  animales  crueles  que  devoran  á  las  otras  especies  más 
débiles  que  viven  en  cautividad  con  ellos,  dándose  el  caso  de 
que  también  sostengan  luchas  entre  sí,  hasta  que  sucumbe  el 
más  débil. 

— El  Sr.  Barras  comunica  desde  Huelva  la  sig-uiente  noticia 
sobre  recientes  temblores  de  tierra  en  Andalucía: 

«Con  objeto  de  contribuir  á  que  quede  consignado  en  estas 
actas  el  mayor  número  posible  de  movimientos  sísmicos  que 
se  verifiquen  en  nuestro  país,  tengo  que  comunicar  á  la  Socie- 
dad los  siguientes:  El  día  9  de  Agosto  á  las  once  y  media  de 
la  noche  percibí,  estando  en  Sevilla,  una  ligera  oscilación  que 
al  pronto  me  ofreció  duda,  pero  que  luego  confirmaron  otras 
muchas  personas.  Algunos  me  dijeron  que  la  habían  notado  á 
las  once,  lo  cual  me  hace  suponer  que  hubo  más  de  una.  Según 
he  sabido  luego,  al  venir  á  Huelva,  este  temblor  de  tierra  se 
sintió  aquí  el  mismo  día  á  la  misma  hora,  habiendo  también 
discrepancia  entre  los  que  lo  advirtieron  acerca  de  si  fué  á  las 
once  ó  á  las  once  y  media,  lo  cual  me  confirma  en  el  supuesto 
de  ser  dos  las  oscilaciones.  Precisamente  en  los  periódicos  de 
aquellos  días,  de  los  que  citaré  á  El  Liberal  de  Sevilla  del  11 
de  Agosto,  se  dijo  que  en  Lisboa  se  había  sentido  un  fuerte 
temblor  de  tierra  que  duró  dos  segundos  y  ocasionó  un  terri- 
ble pánico  en  la  ciudad.  Después  me  he  enterado  de  que  esto 
ocurrió  el  día  9,  coincidiendo  con  la  trepidación  observada  en 
Sevilla  y  Huelva. 

El  28  de  Septiembre  á  las  ocho  de  la  mañana,  encontrándo- 
me en  mi  habitación,  percibí  con  mucha  más  claridad  que  el 
de  Sevilla  otro  temblor  de  tierra,  Se  produjeron  dos  oscilacio- 


320  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

nes  con  un  intervalo  de  dos  ó  tres  segundos.  La  primera  fué  la 
más  débil,  haciendo  temblar  los  vidrios  del  balcón,  y  la  segun- 
da fué  sensiblemente  más  fuerte,  haciendo  oscilar  bastante  á 
un  jarro  vacío  que  estaba  puesto  sobre  una  palangana.  Por  los 
movimientos  del  jarro  se  puede  calcular  aproximadamente 
que  la  onda  se  transmitía  en  dirección  E.  á  O. 

Tengo  noticia  de  que  el  eminente  geólogo  de  Lisboa,  señor 
Choffat,  se  está  ocupando  de  estos  terremotos  y  de  otro  sentido 
el  14  de  Septiembre  último  en  Portugal,  cuyo  foco  supone  es- 
tar bajo  el  Océano.  Infiere  que  estamos  en  un  período  de  tem- 
pestad sísmica,  y  desea  cuantos  datos  puedan  proporcionársele 
sobre  las  sacudidas  experimentadas  en  España  durante  el  pa- 
sado y  el  corriente  mes.» 

— La  Sección  de  Zaragoza  celebró  sesión  el  día  30  de  Sep- 
tiembre, bajo  la  presidencia  de  D  Pedro  Ramón  y  Cajal,  sien- 
do leída  y  aprobada  el  acta  de  la  anterior. 

El  Sr.  Presidente  ordenó  la  lectura  de  los  nuevos  Estatutos 
porque  se  rige  la  Corporación,  elevada  recientemente  á  Real 
Sociedad  española  de  Historia  natural,  después  de  lo  cual  mani- 
festó cuánto  significa  para  los  altos  fines  de  la  misma  el  apoyo 
oficial  recibido.  De  ello  se  congratuló  mucho,  por  lo  que  esti- 
maba conveniente  se  hiciese  constar  en  acta  la  satisfacción  que 
seguramente  sienten  todos  los  individuos  de  la  Sección,  acor- 
dándose así  por  unanimidad. 

Notas  y  comunicaciones. 


Datos  para  el  conocimiento  de  la  fauna  himenopterológica 
de  España 


DON    MANUEL   MEDINA. 

Ammophila  hirsuta  Scop.  9. — Palencia  (Barras!)  —  Lag-una 
de  Duero  (Barras!). 

Los  ejemplares  9  y  o*  °iue  poseo  en  mi  colección  de  esta 
especie  presentan  la  particularidad  no  mencionada  en  la  obra 
de  André  (Species  des  Hyménoj).  d'Europe  et  d'Algérie),  de  que 


DE    HISTORIA   NATURAL.  321 

la  cara  interna  de  las  tibias  posteriores  se  halla  revestida  de 
una  pubescencia  plateada  ó  ligeramente  dorada.  Esto  mismo 
se  observa  en  los  ejemplares  de  Madrid,  Ciudad-Real,  Pegue- 
rinos,  Cádiz  y  Palencia. 

El  ejemplar  de  Laguna  de  Duero,  recogido  por  el  Sr.  Barras, 
tiene  las  mandíbulas  rojizas  en  el  centro  y  escasos  pelos  en  la 
cabeza  y  tórax.  ¿Será  esta  variedad  una  transición  entre  la 
A.  hirsuta  y  la  iutariaf 

Chrysis  xaricornis  Spin. — Puerto  Real  (Sánchez-Navarro!). 

Myrmecocystus  cursor  Fonsc.  £Qc". — Puerto  Real,  vi  (Sán- 
chez-Navarro!). 

Es  la  primera  vez  que  veo  la  Q  y  el  (f  de  esta  especie. 

Camponotus  cruentatus  Latr.  £. — Palencia  (Barras!).. 

Aplimnog  áster  bardara  L.  £. — Palencia  (Barras!). 

Mutilla  litloralis  Petgn.,  var.  Andrei,  var.  nov.,  tf. —  Alcalá 
de  Guadaira  (Sevilla!) 

Difiere  del  tipo  por  presentar  el  primer  segmento  del  abdo- 
men de  color  enteramente  negro  en  vez  de  rojo  ó  ferruginoso. 

Tengo  especial  satisfacción  al  dedicar  esta  variedad  al  dis- 
tinguido especialista  M.  Ernest  Andró ,  autor  de  la  bella  mo- 
nografía sobre  la  familia  de  los  Mutílidos  publicada  en  la  obra 
de  su  hermano  Edmond  (Species,  etc.). 

Mutilla  partita  Klug.  o".— Chiclana(López-Cepero!);  Pozuelo 
de  Calatrava,  Ciudad-Real  (La  Fuente!). 

—  subcomata?  Wesm.  <f—  Sevilla,  vin ! 

—  capiiala  Lucas.  Q. — La  Campana  (Sevilla!);  Cádiz,  v  (Sán- 

chez-Navarro!). 

Noticia  acerca  del  «Dasylabris  egregia»  Klug 


D.    RICARDO    GARCÍA    MERCET. 

Este  mutílido,  del  que  no  se  conocía  más  ejemplar  que  el 
que  sirvió  á  Klug  para  describirlo,  ha  sido  encontrado  en 
Montarco  por  nuestro  consocio  D.  José  María  Dusmet  el  30  de 
Julio  último. 

La  descripción  de  Klug,  que  data  del  año  1835,  es  demasiado 
breve  y  concisa,  y  si  basta  para  reconocer  la  especie,  no  per- 
mite establecer  sus  afinidades  y  relaciones.  Comprendiéndolo 


322  BOLETÍN    DE   LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

así,  sin  duda,  Sichel  y  Radoszkovsky,  en  su  Essai  d'une  mono- 
graphie  des  mutilles  de  l'Ancient  Continent,  después  de  exami- 
nar el  tipo  de  Klug,  que  se  conserva  en  las  colecciones  del 
Museo  de  Berlín,  hicieron  una  nueva  descripción  de  este  inte- 
resante mutílido,  que  se  aparta,  por  su  vestidura  abdominal, 
no  solo  de  los  restantes  Dasylabris,  sino  de  todas  las  demás 
mutilas  de  Europa. 

Esta  circunstancia,  unida  á  la  de  no  haberse  conocido  hasta 
ahora  más  ejemplar  que  el  tipo  de  Klug-,  al  cual  se  tiene 
como  procedente  de  Andalucía,  indujo  á  algunos  entomólo- 
gos á  considerar  errónea  la  indicación  de  patria  atribuida  por 
su  autor  á  este  insecto.  El  Sr.  André,  en  su  concienzuda  mo- 
nografía de  las  mutilas  paleárticas,  lo  consigna  así  en  una 
nota  puesta  en  el  lugar  correspondiente. 

Por  todo  esto,  y  porque  ni  aun  la  misma  descripción  de 
Sichel  y  Eadoszkovsky  permite  apreciarlas  verdaderas  afini- 
dades del  Dasylabris  egregia  Klug,  creo  interesante  no  solo  dar 
noticia  del  nuevo  hallazgo  de  esta  especie  en  España,  sino 
completar  las  descripciones  que  de  ella  se  han  publicado,  ha- 
ciendo otra  sobre  el  ejemplar  recogido  por  el  Sr.  Dusmet. 

Hela  aquí: 

Cabeza  negra,  así  como  las  antenas,  redondeada,  más  estre- 
cha que  el  tórax ,  provista  de  largos  pelos  negros  sobre  la  cara 
y  parte  posterior  de  los  ojos  y  de  pilosidad  cenicienta  sobre  la 
frente  y  vértice.  Ojos  ovalados,  enteros,  un  poco  más  próxi- 
mos á  la  articulación  de  las  mandíbulas  que  de  los  ángulos 
posteriores.  Estemas  bien  visibles,  los  posteriores  más  gruesos 
que  el  anterior  y  separados  entre  sí  por  un  espacio  mucho 
menor  que  el  que  los  separa  de  los  ojos  compuestos.  Mejillas 
cortas,  poco  más  ó  menos  de  la  longitud  del  segundo  artejo 
del  funículo  de  los  antenas.  Epístoma  rebordeado  anterior- 
mente. Mandíbulas  negras,  rojizas  en  el  centro,  tridentadas 
en  la  extremidad  é  inermes  en  su  borde  exterior.  Antenas  ne- 
gruzcas con  el  escapo  peloso  y  el  segundo  artejo  del  funículo 
un  poco  más  largo  que  el  primero,  pero  notablemente  más 
corto  que  el  siguiente. 

Tórax  negro,  con  el  pronoto  cubierto  por  una  banda  de  pu- 
bescencia plateada;  pelos  negros  sobre  el  resto  de  los  anillos 
y  algunos  blanquecinos  en  el  escudete.  Pronoto  con  los  ángu- 
los anteriores  bien  manifiestos,  pero  redondeados.  Mesonoto 


DE   HISTORIA   NATURAL.  323 

punteado-reticulado ,  superior  y  lateralmente.  Escudete  con- 
vexo, con  un  surco  ancho  y  profundo  en  la  sutura  de  unión 
con  el  mesonoto.  Postescudete  pequeño.  Metanoto  truncado 
posteriormente,  globoso  en  sus  lados  y  de  puntuación  muy 
gruesa  y  reticulada.  Alas  completamente  obscurecidas  con 
irisaciones  violadas;  estigma  indistinto;  célula  radial  corta, 
redondeada;  tres  células  cubitales,  cada  una  de  las  que  recibe 
un  nervio  recurrente.  Escamillas  negras,  brillantes,  punteadas. 
Patas  negras,  con  pelos  negros,  y  una  serie  de  espinas  sobre 
las  tibias  intermedias  y  posteriores.  Espolones  largos  y  negros. 
Abdomen  peciolado,  oval,  negro,  con  bandas  de  color  leo- 
nado dorado  sobre  el  borde  apical  del  segundo  segmento  y  el 
dorso  de  todos  los  siguientes.  Primer  segmento  corto,  nodifor- 
me,  un  poco  menos  ancho  en  el  borde  posterior  que  larg'o  sobre 
la  línea  media,  con  pelos  blancos  en  el  dorso  y  una  quilla  ven- 
tral corta  y  casi  lisa.  Segundo  segmento  gruesamente  punteado 
superior  é  inferiormente,  con  un  pequeño  surco  ó  línea  impun- 
teada que  arranca  de  la  base  del  dorso  y  recorre  la  mitad  del 
anillo,  provisto  de  largos  pelos  blancos  en  su  borde  anterior  y 
de  tres  quillas  ventrales,  una  media,  muy  acusada,  y  dos  late- 
rales menos  distintas.  Toda  la  parte  inferior  del  abdomen  es 
negra,  con  pelos  del  mismo  color,  observándose  algunos  blan- 
quecinos en  el  peciolo  y  parte  basilar  del  segundo  segmento. 
cf  Long.  19  mm. 

x\mpliada  la  descripción  del  Basylabris  egregia  Klug  pueden 
apreciarse  fácilmente  las  grandes  afinidades  de  esta  especie 
con  el  D.  maura  L.,  del  que  tal  vez  sea  solamente  una  varie- 
dad. Obsérvase,  en  efecto,  que  la  conformación  de  la  cabeza, 
mandíbulas,  antenas,  tórax,  alas,  patas  y  abdomen  (1)  es 
exactamente  igual  á  la  de  la  especie  linneana.  Una  de  las 
formas  de  ésta  descrita  por  M.  Ernest  André  con  el  nombre  de 
D.  maura  var.  atriventris  ofrece  el  mayor  número  de  analogías 
con  la  especie  de  Klug-.  A  mayor  abundamiento,  en  el  ejemplar 
típico  del  D.  atriventris  And.,  que  se  conserva  en  las  coleccio- 
nes del  Museo  de  Madrid,  pueden  observarse  algunos  restos 
bien  perceptibles  de  pubescencia  dorada  sobre  el  dorso  del 

(1)  En  el  segundo  anillo  ventral  del  Basylabris  maura  L.  var.  arenaria  F.  se  ob- 
serva ya,  además  de  la  quilla  media,  vestigios  ó  indicios  de  las  quillas  laterales 
que  presenta  el  D.  egregia  Klug.  El  1).  maura  L.  var.  atriventris  Andr.  ofrece  estas 
quillas,  bajo  la  forma  de  abultamientos,  mucho  más  acusadas. 


324  BOLETÍN    DE  LA.    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

5.°  y  6.°  anillos  abdominales.  Pero  los  pelos  que  adornan  estos 
anillos  son  negros,  mientras  que  en  el  D.  egregia  la  pubescen- 
cia y  los  pelos  .de  los  semianillos  dorsales  4-7  son  leonado- 
dorados. 

Antes  de  terminar  la  presente  noticia  acerca  del  curioso  in- 
secto descrito  por  Klug"  en  1835,  y  vuelto  á  hallar  por  nuestro 
consocio  D.  José  M.  Dusmet,  consignaré  que  tal  vez  la  9,  des- 
conocida hoy,  de  esta  bella  especie,  pueda  ser  la  bautizada 
por  el  ilustre  director  de  las  Species  des  Hyménoptéres  cVEurope 
con  el  nombre  de  D.  maura  var.  caloñóla.  Esta  variedad,  de 
gran  tamaño  y  bonita  ornamentación,  cuyo  tf  se  desconoce, 
ha  sido  encontrada  por  mí  en  el  mismo  Montarco,  á  los  pocos 
días  de  haber  capturado  el  Sr.  Dusmet  el  D.  egregia  Klug1. 

La  circunstancia  de  ser  uno  y  otro  insecto  muy  raros,  aun- 
que su  área  de  dispersión  por  nuestra  Península  sea  bastante 
extensa  (1),  y  la  de  haberse  encontrado  ambos  en  una  misma 
localidad,  dentro  del  mismo  año  y  en  la  misma  época,  parecen 
prestar  algún  fundamento  á  la  suposición  que  emito.  Y  debo 
advertir  que  si  por  su  ornamentación  el  D.  egregia  Klug-  se 
aparta  bastante  del  D.  maura  L.,  también  lavar,  caloñóla  And. 
ofrece  caracteres  que,  como  la  coloración  y  decoración  del 
tórax,  uña  escutelar,  color  de  las  patas  y  forma  de  las  man- 
chas pubescentes  del  segundo  anillo  del  abdomen,  le  separan 
bien,  si  se  quiere,  de  la  especie  linneana. 

No  quiero  tampoco  terminar  esta  noticia  sin  dar  pública- 
mente las  gracias  al  Sr.  Dusmet  por  el  desprendimiento  y 
generosidad  con  que  me  ha  cedido,  para  mi  colección,  el  indi- 
viduo del  D.  egregia  Klug-  capturado  por  él  en  Montarco. 

Algunos  datos  más  sobre  el  tan  célebre  Drago  de  Orotava 


D.    PABLO    ORAMAS. 

Propóngome  en  esta  nota  ampliar  un  poco  más  las  noticias 
que  ya  nuestro  consocio  el  distinguido  Dr.  D.  Anatael  Cabrera 


(1)  Dasylabris  egregia  Klug.— Localidades:  Andalucía  (Klug);  Montarco  (Dusmet). 
—Dasylabris  maura  L.  var.  calonota  And.— Localidades:  Cartagena  (Sánchez  Gómez); 
Alcalá  y  Villaviciosa  de  Odón  (Escalera);  Montarco  (!) 


DE   HISTORIA   NATURAL.  325 

x 

comunicó  sobre  los  Dragos  de  Canarias  (1),  cuya  descripción, 
aunque  ligera,  da  á  conocer  los  diferentes  ejemplares  que 
existen  en  Tenerife,  los  cuales,  por  sus  dimensiones  colosales  y 
estado  de  conservación,  son  muy  dignos  de  estudio.  Acompaño 
una  fotografía  que  debo  á  la  amabilidad  de  mi  distinguido 
amigo  D.  Francisco  Alvarez. 

El  famoso  Drago  de  Orotava  presentaba  una  entrada  á  la 
cual  le  habían  puesto  una  puerta,  pues  su  interior  estaba 
hueco,  formando  una  habitación  bastante  espaciosa,  en  la  que 
había  también  una  mesa.  Para  subir  ala  meseta  pusieron  una 
escalera  por  dentro  del  tronco.  Este  árbol,  tantas  veces  secu- 
lar, sirvió  de  majano  para  el  reparto  de  las  tierras  conquista- 
das, y,  según  se  dice,  se  celebró  en  él  la  primera  misa  en  el 
Valle  de  Orotava,  después  de  la  rendición  de  Tenerife  en  1496. 
Según  Berthelot,  ocho  hombres  apenas  habrían  podido  abra- 
zar su  tronco,  que  medía  en  la  base  52  pies  de  circunferencia. 
En  1792,  y  como  á  unos  30  pies  de  elevación,  con  ayuda  del 
ramaje,  se  improvisó  en  él  un  sólido  pavimento  con  galería 
exterior,  en  donde  se  sirvió  un  espléndido  almuerzo  con  que 
el  jefe  de  la  casa  de  Franchy  obsequió  á  Lord  Macartney,  que 
iba  con  una  embajada  á  China,  y  á  todo  su  séquito. 

A  continuación  copio  un  extracto  del  relato  personal  del 
Barón  de  Humboldt,  refiriéndose  al  gran  árbol  en  cuestión,  al 
cual  atribuye  diez  mil  años  de  existencia. 

«Aunque  teníamos  conocimiento,  dice,  por  las  narraciones 
de  muchos  viajeros  del  Drago  del  jardín  de  Mr.  Franchy,  nos 
quedamos  admirados  al  contemplar  su  enorme  magnitud.  Nos 
habían  dicho  que  el  tronco  de  este  árbol,  mencionado  en  va- 
rios documentos  antiguos,  como  marca  de  los  límites  de  un 
campo,  era  tan  gigantesco  en  la  décimaquinta  centuria  como 
al  presente.  Nos  parece  que  tiene  de  alto  cerca  de  60  pies;  su 
circunferencia  en  la  proximidad  de  las  raíces  es  de  45.  No  pu- 
dimos medir  más  alto ,  pero  Sir  George  Stauton  encontró  que  á 
10  pies  de  la  tierra',  el  diámetro  del  tronco  tenía  aún  12  pies 
ingleses,  lo  que  corresponde  perfectamente  con  la  afirmación 
de  Borda,  que  calculó  33  pies  8  pulgadas  de  circunferencia, 
medida  francesa;  Mr.  Wilkins  encontró  que  la  circunferencia 
á  una  yarda  del  suelo  era  de  48  pies. 

(1)    Sesión  de  Abril  de  1892. 


326  BOLETÍN    DE   LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

El  tronco  está  dividido  en  gran  número  de  ramas  que  se 
levantan  en  forma  de  candelabros  y  termina  por  penachos  de 
hojas ,  como  la  yuca  que  adorna  los  valles  de  América,  lo  que 
le  da  un  aspecto  muy  diferente  de  la  palma. 

Es  indudable  que  entre  los  seres  organizados,  este  árbol  ve- 
nerable, como  la  adansonia  ó  baobal  del  Senegal,  es  uno  de  los 
habitantes  más  viejos  del  mundo.  El  baobal  alcanza  aún  mayo- 
res dimensiones  que  el  Drago  de  Orotava,  pero  pudimos  obser- 
var que  la  adansonia  como  la  ochaoma  crece  con  más  rapidez 
que  el  Drago,  cuyo  desarrollo  es  muy  lento. 

La  existencia  de  los  Dragos  en  los  sitios  cultivados  de  las 
islas  Canarias,  Madera  y  Puerto  Santo  ,  ofrece  un  curioso  pro- 
blema relativo  á  la  emigración  ó  mejor  transporte  de  las  plan- 
tas. No  se  han  encontrado  nunca  en  África,  siendo  las  Indias 
orientales  su  verdadero  país.  ¿Porqué  medio  fué  importada  la 
especie  á  Tenerife?  Es  indudable  que  su  existencia  en  esta  isla 
prueba  que  hubo  en  épocas  lejanas  relaciones  entre  los  guan- 
ches y  los  habitantes  de  Asia.» 

Cuando  se  escribió  el  anterior  extracto  (1794),  el  árbol  se 
hallaba  entero;  pero  el  21  de  Julio  de  1819  una  violenta  tem- 
pestad lo  redujo  al  estado  que  representa  la  fotografía,  priván- 
dolo por  lo  menos  de  la  tercera  parte  de  sus  ramas.  La  parte 
expuesta  del  tronco  fué  cubierta  después  con  cemento,  en  donde 
estaba  grabada  la  fecha  del  día  en  que  le  partió  el  huracán. 

Excursión  botánica  por  Santander 
y  plantas  americanas  naturalizadas  en  España 


D.    LUIS   ATERIDO. 

Siendo  nuestra  flora  una  de  las  más  numerosas  en  especies 
espontáneas  con  relación  á  la  europea,  y  que  puede  decirse  ha 
llegado  á  completarse  respecto  á  las  plantas  vasculares,  cada 
día  que  pasa  se  aumenta  con  alguna  nueva  ó  no  citada  en  los 
libros  descriptivos.  Débese  esto  en  mucha  parte  á  las  investi- 
gaciones de  las  personas  que  se  dedican  al  estudio  de  la  Botá- 
nica y  á  los  aficionados  que,  buscando  nuevas  localidades 
con  que  extender  el  área  geográfica  de  las  especies,  se  encuen- 
tran algunas,  que  aunque  no  son  propias  de  nuestra  flora,  y 


DE   HISTORIA  NATURAL.  327 

cuya  aparición  se  atribuye  á  la  acción  directa  ó  indirecta  del 
hombre,  que  transportando  las  semillas  por  diversos  medios 
encuentran  un  suelo  en  condiciones  favorables  para  su  des- 
arrollo, propagándose  como  las  verdaderamente  peculiares 
de  la  Península,  hallándose  en  este  caso  bastantes  de  origen 
americano ,  sin  contar  otras  procedentes  de  diversas  regiones. 

En  la  excursión  á  Santander  verificada  en  la  primera  quin- 
cena de  Agosto,  he  recolectado  algunas  especies  de  las  cua- 
les unas  viven  en  diversas  provincias,  y  se  encuentran  otras 
que  son  propias  de  la  costa  cantábrica,  como  es  sabido  por  los 
que  se  dedican  al  estudio  de  esta  rama  de  la  Historia  natural. 
Entre  las  especies  que  he  recolectado  merece  particular  men- 
ción una  gramínea  de  origen  americano,  que  se  ha  naturaliza- 
do hasta  tal  punto  en  la  costa,  que  forma  verdaderas  praderas 
confundida  con  otras  de  la  misma  familia,  destacándose  entre 
ellas  por  su  porte  y  manera  de  vegetar. 

Pertenece  á  la  tribu  de  las  Paniceas  y  tiene  el  nombre  de 
Stenotaphrum  americanum  Schrank.  Es  planta  perenne,  muy 
rastrera  y  radicante,  con  tallos  que  llegan  hasta  un  metro  de 
larg-o,  articulados  y  ramosos. 

Existen  en  el  Herbario  general  del  Jardín  Botánico  tres 
ejemplares  procedentes  de  América,  los  cuales  me  han  servido 
para  la  comprobación ,  con  el  nombre  de  Rottboellia  dimidiata 
Thunb.;  Lamarck,  en  sus  Ilustraciones,  pl.  48,  f.a  b.,  con  el  de 
Rottboellia  tripsacoides;  y  Poiret  le  da  el  de  Rottboellia  stoloni- 
fera,  sinónimos  del  Stenotaphrum  americanum,  según  Steudel 
en  su  Nomenclátor  botanicus.  Hemsley,  en  la  Biología  central 
americana,  le  admite  también  con  el  de  Stenota])hrum. 

La  planta  mencionada  no  ha  sido  observada  en  España  por 
ninguno  de  los  que  se  dedican  al  estudio  de  los  vegetales,  y  lo 
prueba  no  estar  citada  en  las  obras  descriptivas  publicadas 
hasta  el  día  que  tratan  de  la  flora  española,  como  tampoco  se 
halla  indicada  en  la  Enumeración  y  Revisión  de  las  plantas  de  la 
Península  de  D.  Miguel  Colmeiro,  las  cuales  he  consultado  de- 
tenidamente. Se  encuentra  indicada  en  algunos  catálogos  de 
venta  y  cambio  de  plantas  espontáneas,  entre  ellos  uno  que 
se  publica  en  Viena,  como  procedente  de  Bayona,  y  Gastón 
Bonnier  en  su  Flora  completa  de  la  Francia  la  cita  como  na- 
turalizada en  el  mismo  punto.  Por  lo  tanto,  creo  pueda  consi- 
derarse en  idéntico  caso  en  nuestro  país  la  planta  mencionada, 


328  BOLETÍN    DE    LA   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

siendo  tan  abundante  en  la  costa  santanderina,  como  he  te- 
nido ocasión  de  observar  en  mi  excursión  por  el  punto  indi- 
cado, y  extendiéndose  hasta  la  costa  de  la  Coruña,  según  carta 
del  Sr.  Bescansa,  catedrático  de  Historia  natural  del  Instituto 
de  Orense,  dirigida  al  Sr.  Gredilla  en  Agosto  último. 

El  Stenotaphrum  americanum  Schrank,  cuyo  nombre  vulgar 
es  el  de  Grama  da  fray  a  en  el  Brasil,  habita  la  América  Cen- 
tral y  Meridional,  Guinea,  Cabo  de  Buena  Esperanza,  etc. 
Y  ya  que  de  esta  planta  importada  me  he  ocupado,  aprovecho 
la  ocasión  de  indicar  todas  las  de  origen  americano  que  se  han 
naturalizado  en  nuestra  Península  de  tal  manera,  que  se  con- 
sideran como  indígenas,  y  que  se  hallan  indicadas  en  los  libros 
descriptivos:  Senebiera  didyma  ~Pers.,  Lejñdinm  virginicum  L., 
Cardiospermum  halicacabum  L.,  Pelargonium  inquinans  Ait., 
Oxalis  violácea  L.,  O.  cernua  Thunb.,  Potentilla pensylvanica  L., 
(Enot/iera  biennis  L.,  CE.  longiflora  Jacq.,  CE.  slriata  Ledeb., 
(E.  fruticosa  L. ,  CE.  rosea  Ait. ,  Mesembryanthemum  A  itonis  Jacq. , 
Opuntia  vulgaris  Mili.,  O.  Ficus-indica  Haw.,  O.  Düleni  Haw., 
O.  Tima  Mili.,  O.  coccineUifera  Mili.,  O.  tomentosa  S.  Dyk., 
0.  Amyclcea  Ten.,  Erigeron  canadense  L.,  E.  bonariense  L.,  Pas- 
cana glauca  G.  Ort.,  Xanthium  spinosum  L.,  X.  macrocarpum 
DC,  Cotula  coronopi folia  L.,  Solidago  canadensis L.,Soliva  Bar- 
clayana  DC,  Bridens  leucantha  Willd.,  Helichrysum  fcetidum 
Cass.,  Kleinia  ficoides  Haw.,  Tagetes  glandulosa  Schrank,  Helio- 
tropium  curassavicum  L.,  Datura  Stramonium  L.,  D.  Tatula  L., 
D.  ferox  L.,  D.  Metel  L.,  Solanum  bonariense  L.,  Physalis  peru- 
viana L.,  Cestrum  Parqni  L'Hérit,  Nicoliana  rustica  L.,  N.  glau- 
ca Grah.,  Verónica  peregrina  L. ,  Lippia  citriodora  Kunth., 
Phytolacca  decandra  L.,  Ronvieba  multiflda  Moq.,  Chenopodium 
amlrosioides  L.,  Amarantus  retropZexus  L.,  A.  chloro'stachys 
Willd.,  A.  albus  L.,  A.  viridis  L.,  A.  deplexus  L.,  A.  hypochon- 
driacus  L.,  A.  hybridus  L.,  A.  spinosus  L.,  recientemente  en- 
contrado por  el  que  esto  indica  en  las  isletas  del  río  Manzana- 
res; Alternanihera  Achyrantha  R.  Br. ,  Agave  americana  L., 
Nothoscordium  fragrans  Kunth.,  Cy peras  vegetas,  Willd.,  Digi- 
laria  paspaloides  Duby,  asociada  con  el  Stenotaphrum  america- 
num en  los  sitios  antes  indicados,  como  he  tenido  ocasión  de 
observar. 

Algunas  plantas  más  pudieran  citarse  procedentes  de  otras 
remotas  regiones  y  que  han  llegado  á  naturalizarse  en  núes- 


DE   HISTORIA  NATURAL.  329 

tra  flora;  pero  no  es  asunto  de  esta  nota  enumerarlas  como  las 
indicadas,  cuya  procedencia  es  la  misma  que  la  de  la  especie 
encontrada  en  Santander,  las  cuales  llegan  á  un  número  casi 
igual  á  la  mitad  de  las  introducidas  en  nuestra  flora,  siendo 
bastantes  las  que  se  cultivan  como  plantas  de  adorno  en  la 
mayor  parte  de  los  jardines. 

La  presente  nota  solo  tiene  por  objeto  indicar  estos  peque- 
ños datos  para  que  los  aficionados  á  la  recolección  de  plantas 
espontáneas  y  los  que  se  dedican  al  estudio  de  la  Botánica 
puedan  ampliarlos  cuando  teng*an  ocasión  para  ello ,  contán- 
dose entretanto  con  un  género  y  especie  más  en  nuestra  flora. 
Si  algo  útil  es  para  la  ciencia  esta  modesta  indicación,  que- 
dará complacido  el  que,  llevado  por  su  afición  al  estudio  y 
conocimiento  de  la  vegetación  espontánea  de  las  plantas  de  la 
Península,  trata  de  contribuir  hasta  donde  sus  fuerzas  le  per- 
miten al  aumento  del  Herbario  español  del  Jardín  Botánico. 

Noticias  referentes  á  algunos  monstruos  recientemente  recogidos 


D.    CELESTINO    GRAINO. 

Por  si  la  Sociedad  lo  considera  de  algún  interés  le  ofrezco 
las  siguientes  noticias  relativas  á  tres  monstruos  dobles  auto- 
sitarios  que  con  destino  á  mi  Colección  zoológica  me  han  sido 
remitidos  recientemente,  y  cuyas  fotografías  acompaño. 

I.°  Ternera. — El  cuerpo  es  normal,  sin  que  en  todo  él  se 
encuentre  alteración  anatómica  alguna;  en  el  cuello  es  donde 
ya  se  nota  alguna  anomalía,  pues  se  ve  claramente  que  es 
más  redondo  que  en  los  demás  individuos  de  su  especie ;  pero 
la  verdadera  monstruosidad  reside  en  la  cabeza,  la  cual,  á 
partir  de  las  orejas,  se  divide  en  dos  perfectamente  desarrolla- 
das, con  dos  hocicos,  cuatro  ojos,  etc.,  etc. 

El  cráneo  es  muy  g-rande,  por  el  tamaño  exagerado  del  occi- 
pital y  los  parietales;  los  frontales  son  dobles  y  lo  mismo  los 
huesos  de  la  cara.  El  cerebro,  único  en  la  base,  se  divide  en 
dos  á  partir  del  primer  tercio.  Lo  mismo  ocurre  con  la  lengua. 
De -los  cuatro  ojos,  tres  están  perfectamente  desarrollados  y 
aptos  para  la  visión;  el  otro,  de  algo  menor  desarrollo,  no 
parece  en  condiciones  para  funcionar.  Las  narices  dobles  y 


330  BOLETÍN    DE    LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

apropiadas  para  el  olfato;  las  mandíbulas  inferiores  son  algo 
débiles,  por  lo  que  hubiera  sido  difícil  la  alimentación  del 
animal,  á  pesar  de  que  podría  mover  las  bocas  con  bastante 
independencia. 

El  ejemplar  estaba  vivo,  falleciendo,  según  noticias,  durante 
la  extracción,  que  fué  muy  laboriosa,  tanto  por  la  forma  de  la 
cabeza  cuanto  por  su  tamaño  realmente  f grande.  La  madre, 
que  es  una  vaca  del  país,  notable  por  su  lámina  y  tamaño, 
estuvo  algún  tiempo  enferma,  reponiéndose  luego. 

Nació  este  curioso  ejemplar  el  21  del  pasado  Enero  en  la 
Atalaya  (El  Pito-Cudillero),  en  donde  fué  recogido  por  el 
teniente  de  Carabineros  D.  Adolfo  Alvarez ,  quien  me  lo  remi- 
tió inmediatamente  á  Aviles. 

2.°  Corderos. — Del  vientre  abajo  son  dos  individuos  per- 
fectamente desarrollados  é  independientes,  mientras  que  el 
resto  de  los  cuerpos  está  soldado,  efectuándosela  unión  por  los 
esternones  y  siguiendo  á  lo  largo  del  cuello  por  la  parte  ante- 
rior hasta  la  cabeza,  que  en  realidad  puede  considerarse  como 
una  sola  con  dos  caras. 

Es  notable  la  igualdad  de  los  dos  cuerpos,  que  únicamente 
se  diferencian  algo  en  el  tamaño,  pero  la  coloración  es  exacta- 
mente igual.  Ambos  son  blancos,  con  una  mancha  negra  alre- 
dedor de  los  cuatro  ojos,  y  otra  del  mismo  color  en  cada  una 
de  las  orejas. 

Como  queda  dicho,  la  unión  se  efectúa  á  lo  largo  de  los 
esternones,  que  están  uno  á  cada  lado,  soldándose  á  ellos  las 
costillas  inversas  de  los  individuos,  es  decir,  las  costillas  dere- 
chas de  uno  y  las  izquierdas  del  otro.  Todas  las  visceras  eran 
dobles,  excepto  el  estómago  y  el  esófago;  este  último  podía 
considerarse  como  el  eje  del  monstruo,  pues  ocupaba  el  centro 
del  cuerpo,  el  cual  era  normal,  lo  mismo  que  el  estómago, 
cuya  única  anomalía  consistía  en  ofrecer  dos  píloros. 

El  aparato  respiratorio  era  doble,  como  todo  lo  demás,  y 
presentaba  irregulares  los  corazones,  pues  mientras  uno  era 
normal  y  bien  desarrollado,  el  otro  estaba  como  atrofiado, 
recordando  la  forma  de  una  habichuela.  Las  columnas  verte- 
brales bien  desarrolladas,  así  como  los  agujeros  occipitales, 
nada  ofrecían  de  particular. 

La  mayor  anormalidad  reside  en  la  cabeza.  Necesidades  im- 
periosas de  la  disección   me  impidieron  hacer  un  detenido 


DE  HISTORIA   NATURAL.  331 

estudio,  como  hubiera  deseado,  de  los  huesos  del  cráneo,  pero 
desde  luego  se  comprende  la  confusión  que  resultaría  en  toda 
esta  región.  El  esófago  ocupaba  el  centro,  formando  una  cruz 
con  los  agujeros  del  occipital  y  las  bocas,  necesaria  para  que 
tuviese  caras,  pues  verificándose  la  unión  por  la  parte  ante- 
rior, claro  es  que  por  las  caras  correspondía  la  de  la  cabeza; 
así  es  que  había  sufrido  una  inversión ,  si  se  permite  la  pala- 
bra, en  todos  los  huesos,  de  modo  que  la  línea  recta  que  uniese 
en  el  animal  normal  el  centro  al  del  agujero  del  occipital,  el 
del  esófago  y  de  la  boca,  formase  en  éstos  un  ángulo  recto, 
cuyo  vértice  lo  ocupa  el  esófago.  Consecuencia  de  esto  es  que 
en  realidad  no  existían  los  temporales,  puesto  que  su  unión 
era  tal  con  los  occipitales,  que  de  estos  huesos,  y  muy  cerca 
de  sus  agujeros,  partían  las  orejas;  el  oído  interno  era  rudi- 
mentario, como  todo  en  esta  parte  del  cuerpo;  los  ojos  también 
pequeños  y  no  apropiados  para  la  visión;  los  orificios  externos 
de  las  narices  están  sustituidos  por  uno  solo  y  ancho. 

Este  animal  nació  en  la  inmediata  parroquia  de  Miranda  el 
13  de  Febrero  en  circunstancias  especiales;  la  madre  dio  á  luz 
un  cordero  normal  y  sano,  que  aún  vive,  por  cuya  razón  la 
dejó  sola  su  dueño,  y  cuál  no  sería  su  asombro  cuando,  al  vol- 
ver al  poco  tiempo,  se  encontró  en  el  suelo  y  sin  vida  este 
monstruo,  que  se  apresuró  á  limpiarlo  y  traérmelo. 

3.°  Es  un  pichón  recién  salido  del  huevo,  de  cuerpo  nor- 
mal, lo  mismo  que  el  cuello  en  su  arranque,  pero  que  poco 
á  poco  se  va  ensanchando  hasta  dividirse  en  dos  al  otro  extre- 
mo, con  dos  cabezas  perfectamente  desarrolladas  y  muy  igua- 
les una  á  la  otra. 

No  tengo  ninguna  noticia  respecto  á  su  nacimiento,  porque 
el  Dr.  Villalain,  que  me  lo  regaló,  solo  me  participó  que  hacía 
tiempo  lo  tenía  en  casa. 

Nota  sobre  la  voz  del  erizo 

POR 

DON  ÁNGEL  CABRERA  LATORRE. 

El  tener  actualmente  un  erizo  vivo,  de  la  especie  que  existe 
en  el  Norte  y  centro  de  la  Península  (Erinaceus  Furopmis),  me 
ha  permitido  hacer  algunas  observaciones  que  contradicen 


332  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

lo  que  acerca  de  este  insectívoro  se  lee  en  la  mayor  parte  de 
los  libros  de  Zoología  que  andan  en  manos  de  todos. 

Se  tacha  al  animalito,  por  ejemplo,  de  torpe  y  perezoso, 
cuando  en  realidad  puede  correr  como  un  conejo,  y  se  le  cali- 
fica de  poco  sociable,  á  pesar  de  lo  cual  el  mío  busca  con  em- 
peño la  compañía  del  hombre;  y  aunque  se  enrolla  cuando  se 
le  va  á  coger,  no  muestra  disgusto  ni  deseo  de  escapar  si  se  le 
pone  sobre  las  rodillas  como  á  un  gato. 

Todo  esto  podrán  ser  rasgos  individuales,  pero  lo  que  ya 
debe  ser  inherente  á  la  especie  es  la  voz.  En  este  punto,  casi 
todos  los  autores  convienen  en  que  el  erizo  es  mudo,  ó  á  lo 
sumo  dicen,  como  M.  Menegaux  en  La  Vie  des  animaux,  que 
ahora  se  está  publicando  en  París,  que  solo  de  vez  en  cuando 
emiten  un  sonido  especial,  «qui  tient  du  grognement  et  du 
piaulement».  Un  naturalista  español,  D.  Antonio  Machado, 
fué  el  único  que  se  ha  opuesto  á  la  opinión  general,  aseguran- 
do haber  oído  á  los  erizos,  en  la  época  del  celo,  mugir  lo  mis- 
mo que  bueyes.  Graells,  en  cambio,  sin  dar  pruebas  en  contra 
de  este  aserto,  se  burla  de  él  en  su  Fauna  mastodológica  ibé- 
rica; pero  lo  cierto  es  que  mi  erizo,  que  es  macho  y  adulto, 
tiene  una  voz  lo  bastante  fuerte  para  asustar  al  que  la  oye  por 
vez  primera,  sin  que  á  nadie  le  ocurra  pensar  que  pueda  salir 
de  un  animal  tan  pequeño. 

A  nada  puedo  comparar  mejor  esta  voz  que  al  alarido  que 
da  un  gato  cuando  se  le  pisa.  No  tiene  nada  que  ver,  como 
pretende  M.  Menegaux,  con  el  gruñir  ni  con  el  piar,  sino  que 
es  una  mezcla  estridente  de  aullido,  ladrido  y  maullido,  emi- 
tida con  extraordinaria  rapidez.  Cómo  ni  por  qué  la  produce 
el  animalito,  difícil  es  averiguarlo,  dadas  sus  costumbres  noc- 
turnas, si  bien  debe  ser  un  grito  de  llamada,  pues  mi  erizo  lo 
producía  más  frecuentemente  al  principio  de  estar  en  mi  casa, 
como  si  le  disgustase  el  encontrarse  solo. 

Algunas  personas  á  quienes  he  consultado  acerca  del  asunto, 
por  tener  también  erizos  cautivos,  me  han  dicho  no  haberles 
oído  nunca.  Es  posible  que  esta  sea  una  de  tantas  cosas  que 
solo  pueden  observarse  cuando  los  animales  están  en  las  con- 
diciones en  que  la  naturaleza  los  puso.  En  este  respecto,  pocos 
erizos  gozarán  de  las  ventajas  del  mío,  puesto  que  es  dueño 
absoluto  de  un  espacio  mayor  que  el  que  en  los  mejores  jardi- 
nes zoológicos  se  pone  á  disposición  de  algunos  animales  gran- 


DE   HISTORIA   NATURAL.  333 

des,  y  allí  tiene  maleza  donde  ocultarse,  un  escondrijo  para 
dormir  y  alimento  abundante.  En  estas  condiciones,  y  con  la 
esperanza  de  poder  proporcionarle  una  compañera,  tal  vez  en 
la  época  del  celo,  me  sea  dado  confirmar  la  afirmación  del 
Sr.  Machado;  y  no  me  extrañaría  que  en  dicho  período  bramase 
como  un  buey  un  animal  que  de  ordinario  grita  de  un  modo 
poco  en  proporción  con  su  tamaño. 

El  yacimiento  prehistórico  de  la  rambla  Bermeja,  en  el  término  de 
Lorca,  y  noticias  acerca  de  otros  poco  conocidos  en  la  provin- 
cia de  Murcia 


DON   DANIEL   JIMÉNEZ    DE    CISNEROS. 

Encontrábame  en  Lorca  durante  el  verano  de  1897  y  tuve 
noticia  por  el  distinguido  literato  de"  aquella  localidad,  Don 
Luís  Gabaldón,  de  que  en  las  inmediaciones  del  Pantano  de 
Puentes,  y  á  la  orilla  de  la  rambla  Bermeja,  se  habían  descu- 
bierto por  un  molinero  diferentes  silex  tallados.  No  dudando 
que  se  trataba  de  un  yacimiento  prehistórico,  concerté  con  mi 
citado  amigo  una  excursión  hacia  aquellos  sitios,  con  alg-unos 
hombres  y  herramientas  que  nos  permitieran  hacer  el  trabajo 
con  fruto.  Acabó  de  decidirnos  á  emprender  el  viaje  la  existen- 
cia de  una  punta  de  flecha  de  silex,  que  nos  presentó  D.a  Jo- 
sefa Llamas,  dueña  á  la  sazón  de  aquellos  montes,  y  previo 
permiso  de  esta  señora,  salimos  de  Lorca  el  día  28  de  Ag-osto, 
antes  de  la  hora  de  alba,  con  dirección  á  la  rambla  Bermeja. 

La  ciudad  de  Lorca  se  encuentra  en  el  límite  de  un  man- 
chón mioceno  al  N.  y  otro  aluvial  al  S. ,  presentándose  otra 
mancha  de  triásico  al  O.,  la  Sierra  del  Caño,  formando  la  sepa- 
ración del  expresado  manchón  de  mioceno  y  el  cámbrico  que 
continúa  por  la  provincia  de  Almería.  Cerca  del  Pantano  co- 
mienza una  gran  formación  del  eoceno,  que  se  extiende  hasta 
Cieza,  siendo  éste  y  el  mioceno  los  terrenos  que  ocupan  ma- 
yor extensión  en  la  provincia. 

Como  buena  parte  de  los  barrancos  y  ramblas  afluentes  del 
Guadalentín,  ó  río  de  Lorca,  abren  sus  cauces  en  el  cámbrico, 
no  es  de  extrañar  que  parte  de  los  materiales  que  este  río,  ó 
mejor  dicho  torrente,  arrastra,  sean  pizarras,  cuarcitas,  etc. 

•  T.  ni.-  Octubre,  1903.  23 


334  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

En  los  estrechos  las  aguas,  ayudadas  por  estos  materiales,  pro- 
ducen considerables  erosiones,  siendo  una  de  las  más  notables 
la  que  se  encuentra  cerca  ya  de  la  rambla  Bermeja. 

Tanto  el  eoceno  como  el  mioceno  son  abundantes  en  fósiles; 
sobre  todo  este  último  presenta  algunas  calizas  cuajadas  de 
ellos.  Se  encuentran  con  profusión  dientes  de  Oxyrhina,  Lami- 
na y  Carcharodon  en  las  canteras  abiertas  á  la  explotación.  En 
las  margas  se  recogen  peces  enteros,  y  los  procedentes  de  la 
Serrata  del  Azufre  lian  sido  coleccionados  y  clasificados  por 
mi  inteligente  y  laborioso  maestro  D.  Francisco  Cánovas  y  Co- 
beño,  Catedrático  de  Historia  natural  del  Instituto  de  Murcia, 
y  estudiados  también  en  parte  por  D.  Federico  Botella  y  por 
M.  Sauvage. 

A  las  seis  de  la  mañana  llegamos,  después  de  un  accidenta- 
do viaje  por  malísimo  camino,  á  la  confluencia  de  la  rambla 
Bermeja  con  el  Guadalentín.  Una  serie  de  colinas  margosas 
se  extiende  á  la  derecha,  y  entre  ellas  se  abre  paso  la  rambla, 
cuyos  detritus  son  cuarcitas  y  pizarras  principalmente.  Allí 
esperamos  la  llegada  del  molinero  que,  semanas  antes,  había 
encontrado  los  restos  en  la  colina  que  teníamos  á  la  derecha, 
es  decir,  al  N.  de  la  confluencia.  Empezamos  á  subir  la  pen- 
diente, y  al  cabo  de  pocos  minutos  estábamos  en  la  cumbre. 
No  tendrá  la  colina  mucho  más  de  40  metros,  de  forma  elípti- 
ca, toda  ella  de  marga  arcillosa  alterada,  excepción  de  la  cum- 
bre que  corona  un  banco  de  conglomerado  grueso,  de  un  me- 
tro de  espesor  próximamente  y  casi  horizontal.  Este  banco  ha 
defendido  de  la  acción  erosiva  de  las  lluvias  la  cumbre  de  la 
colina,  y  al  N. ,  punto  más  escarpado  y  menos  defendido,  se 
ha  producido  una  especie  de  cobertizo  que,  agrandado  sin  duda 
en  épocas  prehistóricas,  ha  servido  de  sepulcro  á  los  hombres 
de  aquellas  remotas  edades.  Pero  el  conglomerado,  que  no  ha 
estado  defendido  de  la  acción  de  las  lluvias  por  su  parte  supe- 
rior, se  ha  ido  penetrando  lentamente  hasta  producir  un  des- 
plome, y  los  enormes  trozos  desprendidos  han  cerrado  casi  por 
completo  la  entrada  de  la  cueva.  A  esto  se  debe  la  conserva- 
ción de  los  restos  allí  enterrados,  y  que  á  la  hora  presente  no 
pueden  hacerse  las  pesquisas  que  debieran  por  impedirlo  estos 
bloques,  entre  los  que  se  penetra  no  sin  riesgo. 

Las  tierras  habían  sido  removidas  en  la  gran  grieta  a  y  arro- 
jadas por  la  pendiente  del  cerro.  La  idea  de  encontrar  un  te- 


DE    HISTORIA   NATURAL. 


:j:j5 


soro  ha  sido  el  móvil  de  estas  excavaciones;  así  es  que  cuan- 
tos restos  humanos  aparecieron  fueron  destrozados  y  dispersos. 
Entre  la  tierra  removida  hay  abundancia  de  huesos,  rara  vez 
enteros,  y  dientes  de  raíz  muy  consumida  y  en  buen  estado  las 
coronas,  gracias  al  esmalte  que  las  protege. 

Gran  desaliento  nos  produjo  el  estado  en  que  hallábamos 
las  sepulturas;  no  parecía  que  nuestro  trabajo  fuese  fructífero, 


y  no  obstante  permanecimos  cavando  más  de  una  hora  en  el 
fondo  de  la  grieta  sin  encontrar  nada,  descansando  un  breve 
rato,  que  aprovechamos  para  tomar  alg^ún  alimento.  Después 
de  las  ocho  continuamos  las  excavaciones  por  bajo  del  conglo- 
merado en  B  y  hacia  la  izquierda  de  la  entrada  primitiva  en  C. 
En  el  primero  de  estos  puntos  se  hacía  el  trabajo  con  facili- 
dad, demostrando  esto  que  las  tierras  habían  sido  removidas 
hacía  poco  tiempo.  Más  provechosa  fué  la  labor  en  la  parte  iz- 


quierda, pues  á  los  primeros  golpes  apareció  un  hacha  pu- 
limentada de  pequeño  tamaño,  no  tardando  en  descubrirse  un 
cuchillo  de  silex  rojo  y  algunos  trozos  de  otro. 

* 


336  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Como  la  excavación  se  hacía  en  uno  de  los  puntos  de  la  iz- 
quierda que  servía  de  apoyo  al  gran  bloque  que  en  otro  tiem- 
po constituía  la  parte  anterior  del  techo,  teniendo  que  efec- 
tuar el  trabajo  en  un  hueco  de  un  metro  escaso  de  altura  y  ata- 
cando con  la  piqueta  la  porción  que  le  servía  de  sostén,  se  co- 
rría el  grave  riesgo  de  quedar  aplastado  bajo  el  peñasco,  que 
tendrá  muchas  toneladas  de  peso.  No  obstante  nuestras  reite- 
radas exhortaciones,  uno  de  los  trabajadores,  entusiasmado  con 


Cuchillo  de  pedernal  gris.  Cuchillo  de  pedernal  rojo. 

el  hallazgo  anterior,  siguió  trabajando,  aunque  con  gran  cau- 
tela, en  aquel  lado.  L  los  pocos  instantes  extrajo  un  precioso 
cuchillo  de  aspecto  paleolítico,  y  después  nos  manifestó  que 
divisaba  entre  la  tierra  la  parte  superior  de  un  cráneo.  Sus- 
pendió el  trabajo  unos  momentos  y  tratamos  de  reconocer  lo 
que  era,  no  pudiendo  por  entonces  juzgar  en  aquella  semi- 
obscuridad  si  se  trataba  efectivamente  de  un  cráneo  ó  de  una 
vasija  de  forma  especial,  porque  no  se  descubrían  más  que 
unos  centímetros  cuadrados.  Continuando  la  exploración  se 


DE   HISTORIA    NATURAL.  337 

vio  á  poco  que  era  una  vasija,  la  cual  se  extrajo  con  gran  cui- 
dado, llena  de  tierra  y  toda  resquebrajada,  por  lo  que  desisti- 
mos de  limpiarla  ante  el  temor  de  que  se  redujera  á  fragmen- 
tos. Al  lado  se  hallaron  huesos,  conociéndose  bien  la  parte  in- 
ferior de  un  húmero  y  las  superiores  de  un  cubito  y  un  radio, 
y  por  la  posición  de  los  restos  'parecía  que  la  vasija  debía  es- 
tar á  la  izquierda  y  á  la  altura  del  brazo.  No  se  encontró  nin- 
gún hueso  entero,  á  excepción  de  unos  metatársicos,  que  pa- 
recen de  ordinarias  dimensiones. 

La  vasija  tiene  unos  13  cm.  de  diámetro  y  casi  otro  tanto  de 
altura;  de  forma  atondada,  fondo  plano  y  la  boca  casi  tan  an- 
cha como  el  fondo,  adornada  con  cinco  pezoncitos  simétrica- 
mente dispuestos  junto  al  borde.  La  tierra  que  contiene,  en- 
durecida, le  comunica  cierta  solidez,  sin  la  cual  se  habría  des- 
moronado al  sacarla  del  lugar  en  donde  ha  reposado  largos 
siglos  (1). 

Apartándome  del  lugar,  di  una  vuelta  por  la  cumbre  del  ce- 
rrete  para  sacar  unos  dibujos  que  dieran  idea  de  su  situación, 
y  al  retirarme  de  la  cumbre  para  poder  apreciar  el  perfil  des- 
de el  O.,  creí  notar  unas  piedras  de  regular  tamaño  encaja- 
das en  el  suelo  y  como  unos  cuantos  metros  más  abajo  de  la 
puerta  de  la  cueva.  Como  el  terreno  no  contiene  allí  piedras 
de  aquel  tamaño,  y  la  situación,  aunque  no  muy  clara,  seme- 
jaba una  serie  de  grandes  cantos,  bien  pudiera  ser  que  sir- 
vieran en  otro  tiempo  para  limitar  el  recinto  que  coronaba  el 
cerro;  algo,  en  resumen,  que  señalara  el  lugar  consagrado  á 
la  muerte.  Al  O.  se  perciben  algunos  montículos,  que  acaso 
sean  otros  tantos  sepulcros;  pero  limitado  nuestro  permiso  á 
registrar  las  ruinas  de  la  cueva,  y  no  debiendo  dejar  lo  cierto 
por  lo  dudoso,  no  tratamos  de  realizar  nuevas  investigaciones. 

Cuando  se  pretende  subir  por  la  rampa  que  hace  frente  á 
la  cueva,  la  gran  cantidad  de  tierra  movediza  que  han  arro- 
jado los  que  excavaron  primeramente  dificulta  la  marcha  por 
aquella  rápida  cuesta,  al  mismo  tiempo  que  se  experimenta 
cierto  temor  ante  aquellas  grandes  piedras,  que  parecen  pró- 
ximas á  deslizarse.  Toda  la  ladera  está  sembrada  de  pedazos 
de  huesos  y  de  dientes  con  la  raíz  consumida;  y  el  número  de 


(1)    Se  extrajeron  en  total  nueve  cuchillos,  dos  puntas  de  flecha,  dos  hachas  y  la 
vasija  mencionada  y  representada  en  la  pág.  985. 


338 


BOLETÍN  de  la  sociedad  española 


los  que  pueden  recogerse  da  la  idea  de  la  cantidad  de  cadáveres 
que  encerraría  la  gruta  en  otro  tiempo. 

Es,  en  resumen,  un  enterramiento  de  la  edad  neolítica, 
que  debe  contener  aún  bastantes  objetos;  pero  por  la  situación 
de  la  cueva  y  su  estado  ruinoso,  así  como  por  no  contar  con 
licencia  del  dueño  para  practicar  excavaciones  en  regla,  no 


pudimos  continuar  nuestras  investigaciones.  Lo  más  expedito 
hubiera  sido  deslizar  el  gran  bloque  de  conglomerado  por  la 
pendiente  ó  al  menos  asegurarlo  convenientemente  antes  de 
cavar  en  sus  apoyos. 

Viva  emoción  experimenta  el  aficionado  á  estos  estudios 
que  tiene  la  suerte  de  encontrar  un  sepulcro  positivamente 
prehistórico  cuando,  como  en  el  caso  de  que  trato,  no  son  de 
presumir  esas  supercherías  tan  frecuentes  en  las  inmediacio- 
nes de  las  grandes  ciudades,  pues  solo  teníamos  noticia  del 
yacimiento  de  la  rambla  Bermeja  por  un  hombre  del  campo, 
que  consideraba  aquello  como  una  sepultura  de  los  moros  sin 
importancia.  Embarga  el  ánimo  un  indefinible  sentimiento 
imaginando  la  pobreza  en  que  debía  vivir  la  humanidad  en 
aquellas  pasadas  épocas;  y  sin  embargo,  cuando  se  piensa 
que  todos  aquellos  valles  y  colinas  debieron  estar  cubiertos 
de  bosques,  como  hasta  hace  pocos  años  sucedía,  en  los  que 
abundaban  seguramente  los  medios  de  subsistencia,  se  echa 
de  ver  que  no  sería  la  vida  del  hombre  primitivo  tan  desgra- 
ciada como  puede  suponerse  por  el  aspecto  presente  del  país. 
No  contarían  con  herramientas  propiamente  dichas;  carece- 
rían de  esas  mil  necesidades  ficticias  de  las  modernas  civiliza- 
ciones, pero  en  un  ambiente  puro,  con  alimentación  abundan- 
te, pues  la  población  no  tendría  la  densidad  que  al  presente,  y 


DE    HISTORIA   NATURAL.  339 

en  un  clima  suave  como  el  de  esta  parte  de  España,  hay  mo- 
tivos para  creer  que  aquella  vida  sería  preferible  acaso  á  la 
que  arrastran  los  desheredados  de  la  fortuna  en  nuestras  po- 
pulosas ciudades. 

La  vista  se  extiende  al  O.  por  un  pequeño  desierto  en  donde 
se  ven  montículos  y  colinas  que  acaso  sean  otras  tantas  sepul- 
turas, y  el  valle  del  Guadalentín  nos  trae  á  la  memoria  ese 
valle  del  Nilo,  cuna  de  antiguas  civilizaciones,  con  sus  monu- 
mentos funerarios  en  forma  de  pirámides,  colinas  artificiales 
de  piedra  levantadas  por  la  magnificencia  de  los  Faraones. 
Lo  que  allí  construyeron  miles  de  hombres  en  algunos  años, 
levantarían  aquí  los  deudos  del  difunto  en  pocas  horas,  y 
estos  montículos  de  tierra  vienen  á  representar  las  pirámides 
hechas  con  sillares  labrados  de  sienita  ó  de  caliza  del  valle 
del  Nilo. 

No  terminaré  estas  líneas  sin  dar  noticia  de  alg-unos  otros 
enterramientos  cuya  edad  no  puede  precisarse.  Existen  en  la 
comarca  sepulturas  labradas  en  la  roca,  notables  por  su  poca 
anchura,  su  profundidad  y  estar  invariablemente  cerradas  con 
grandes  losas  rectangulares.  Ya  el  Sr.  Góngora,  en  sus  «Anti- 
güedades prehistóricas  de  Andalucía»,  1868,  pág.  72,  dice  que 
entre  el  cerro  del  Maimón  y  el  cerro  del  Judío,  á4  km.  de 
Vélez-Rubio,  se  encuentran  en  el  llano  sepulturas  de  una  tercia 
de  anchas  y  7  de  largas,  en  donde  se  depositaban  los  cadáve- 
res de  costado,  con  la  cara  al  S.  y  los  brazos  estirados.  De  esta 
naturaleza  eran  las  que  hace  años  existían  en  la  loma  de  la 
Horadada,  cerca  del  barranco  de  Borda,  á  unos  2  km.  al  SE.  de 
Caravaca.  El  2  de  Febrero  de  1886  visité  aquellos  lugares  y 
pude  contar  más  de  30  tumbas,  notables  por  su  escasa  an- 
chura, que  solo  permitirían  la  entrada  del  cadáver  puesto  de 
costado.  Había  algunas  como  si  fueran  para  niños,  que  no  pa- 
sarían de  1  m.  de  longitud  y  estrechas  en  proporción,  pero  la 
orientación  no  era  constantemente  de  E.  á  O.,  como  las  citadas 
por  el  Sr.  Góngora,  pues  algunas  formaban  áng-ulo  recto  con 
las  otras.  Todas  debieron  estar  cerradas  por  grandes  y  grue- 
sas losas  rectangulares,  notándose  algunas  de  dos  piezas  que 
yacían  inmediatas  á  las  sepulturas,  violadas  años  antes  de  mi 
visita  por  los  que  soñando  con  tesoros  escondidos  las  descu- 
brieron, y  no  encontrando  riquezas  rompieron  y  dispersaron 
bárbaramente  aquellos  restos  que  de  tanto  interés  hubieran 


340  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

sido.  Ya  estaban  las  fosas  llenas  de  tierra,  y  de  entre  ésta  pude 
retirar  algunos  fragmentos  de  huesos,  pero  no  armas  ni  ins- 
trumentos de  ninguna  clase  que  pudieran  dar  luz  acerca  de  la 
edad  de  tales  enterramientos.  En  Julio  de  1898  no  existían  ya 
ni  losas  ni  la  roca  en  que  se  abrían  las  fosas,  porque  encon- 
trando fácil  modo  de  cortar  la  caliza  habían  completado  la 
obra  de  destrucción  para  edificar  con  los  materiales  un  cortijo 
allí  inmediato. 

Al  O.  de  Caravaca,  junto  á  una  construcción  que  se  atribuye 
á  los  Templarios,  existe  una  toba  caliza  bastante  tenaz  para 
poderla  utilizar  como  piedra  de  obra,  y  en  ella  se  han  encon- 
trado diferentes  veces  idénticas  sepulturas,  y  todavía  recuer- 
do haber  visto ,  hace  muchos  años,  cortada  la  piedra  á  escua- 
dra en  algunos  puntos,  que  tal  vez  formaran  parte  de  análogos 
enterramientos.  En  1898  excavamos  en  diferentes  sitios  y  en- 
contramos dos  tumbas  paralelas,  ocupadas  solo  por  tierra,  y 
extraída  ésta  pudimos  reconocer  que  era  del  mismo  tipo  que 
las  de  la  Horadada  y  su  orientación  E.  á  O.,  siendo  la  más  lar- 
ga de  1,98  m.  por  unos  0,40  de  anchura,  si  bien  los  bordes,  algo 
derruidos  por  la  parte  media,  la  hacían  aparecer  mayor.  La  más 
corta  medía  1,54  m.  por  0,38  de  anchura;  ambas  tenían  en  el 
fondo  y  á  uno  de  los  extremos  un  peldaño,  como  para  apoyar 
la  cabeza,  y  sobre  este  peldaño  á  un  lado  un  pequeño  resalte 
como  para  depositar  un  objeto.  Por  encima,  y  alrededor  de  la 
sepultura,  se  advierte  una  especie  de  cajera  de  0,15  m.  de  an- 
cho por  0,10  de  alto,  para  contener  la  losa,  porque  de  idéntica 
manera  las  había  visto  doce  años  antes  en  la  Horadada.  Un 
montículo  de  tierra  como  de  unos  2  m.,  y  que  creímos  ocul- 
taría algún  enterramiento,  fué  deshecho  por  nosotros  sin  re- 
sultado ninguno. 

El  número  de  instrumentos  neolíticos  que  se  encuentran  en 
esta  región  es  enorme.  Los  hay  de  muy  variadas  formas  y  ta- 
maños, no  faltando  armas  de  bronce,  aunque  en  mucho  menor 
número.  Algunas  armas  neolíticas  están  primorosamente  la- 
bradas, mientras  que  otras  parecen  más  bien  cantos  á  los  que 
se  haya  sacado  filo,  aprovechando  su  forma,  y  nada  tendría 
de  particular  que  el  hombre  de  aquellas  edades  utilizase  las 
piedras  que  la  naturaleza  le  ofrecía,  aprovechando  las  mayo- 
res ventajas,  porque  un  canto  rodado  de  forma  elipsoidal  muy 
prolongada  puede  fácilmente  convertirse  en  instrumento,  de 


DE    HISTORIA   NATURAL.  'Sil 


preferencia  á  otra  piedra  cualquiera.  En  las  playas  de  Maza- 
rrón,  donde  es  frecuente  encontrar  guijarros  de  rocas  erupti- 
vas muy  duras  y  tenaces,  he  visto  piedras  que  con  escaso  tra- 
bajo se  hubieran  convertido  en  armas  neolíticas,  y  lo  mismo 
puede  decirse  de  los  pedazos  irregulares  que  se  producirían  al 
romperse  por  accidente  las  armas  de  gran  tamaño,  sobre  todo 
en  aquellas  regiones  en  que  las  rocas  eruptivas  escasearan. 
Poseo  un  trozo  largo  y  puntiagudo  que  ha  pertenecido  á  un 
arma  neolítica,  y  en  el  que  después  se  ha  querido  pulimentar 
la  superficie  de  fractura  y  abandonado  más  adelante  el  tra- 
bajo. 

A  orillas  del  Quípar,  en  el  lugar  hoy  ocupado  por  la  aldea 
de  la  Encarnación,  se  encuentran  los  restos  de  una  población 
romana,  y  en  una  colina  frente  á  ella  un  templo,  algunas  de 
cuyas  columnas  aún  en  pie,  forman  parte  de  la  ermita  del  lu- 
gar. Es  la  antigua  Asso,  reconocida  hace  algunos  años  gracias 
á  una  lápida  dedicada  á  Lucio  Emilio  Recto,  famosa  entre 
los  arqueólogos.  Visitando  las  ruinas  es  fácil  dar  con  barros 
romanos,  trozos  de  cornisas  de  mármol  y  otros  materiales,  pero 
todo  destrozado,  como  si  la  ciudad  hubiese  sido  destruida  con 
gran  violencia.  A  primera  vista  solo  restos  romanos  encuen- 
tra la  observación  superficial,  y  sin  embargo,  las  excavacio- 
nes sacan  á  luz  otras  obras  del  hombre.  Allí  se  encuentran 
también  hachas  neolíticas,  y  nada  tiene  de  extraño  que  un 
lugar  dotado  de  buenas  condiciones  fuera  sucesivamente  ocu- 
pado por  diferentes  pueblos.  El  hecho  no  es  único,  y  las  ruinas 
de  Segobriga,  los  yacimientos  de  Carmona  y  otros  muchos  son 
buenos  ejemplos  de  ello.  La  situación  de  Asso  al  borde  mis- 
mo del  río,  en  lo  alto  de  una  colina  que  entonces  sería  inexpug- 
nable, y  dominando  un  paisaje  bellísimo,  sería  apreciada  por 
otros  hombres  antes  que  por  los  diferentes  invasores  que  han 
pisado  el  suelo  de  la  Península.  De  Asso  hemos  extraído  ha- 
chas neolíticas,  placas  de  arenisca  que  pudieron  servir  de  amo- 
ladera y  hasta  un  pequeño  molino  que  ignoro  á  qué  época 
deba  referirse. 


342  BOLETÍN    DE    LA  SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Datos  para  la  fauna  de  la  provincia  de  Ciudad-Real  (1) 

POE 
D.    JOSÉ    MARÍA   DE   LA   FUENTE. 

XVI . — Co  leóp  teros . 

Hister  4-maculatus  L.  var.  intermedius  n.  v.  —  Una  tantum 
macula  rubra,  eaque  perparva,  in  unoquoque  elytro  perhiben- 
tia,  a  typo  diíferens. 

Variedad  caracterizada  por  la  presencia  de  una  sola  man- 
chita  ó  punto  rojo  sobre  cada  estuche. 

En  los  seis  ejemplares  de  Pozuelo  son  puntos,  y  éstos  los 
posteriores:  en  uno  de  Zarag-oza  es  una  manchita  humeral,  con 
falta  de  puntos  ó  manchas  posteriores.  Es  intermedia  entre  el 
tipo  con  cuatro  manchas  rojas  y  la  v.  gagates  Illig.  con  los 
estuches  negros,  sin  manchas.  Alg-unos  autores  mencionan 
esta  variedad,  pero  sin  darla  nombre. 

Los  ejemplares  de  referencia  los  he  hallado  en  Abril,  levan- 
tando piedras  en  las  orillas  del  río  Jabalón. 

El  tipo  y  las  variedades  de  esta  especie  se  distinguen  del 
modo  sig-uiente: 

1.  Élitros  negros  completamente 2 

—  Élitros  con  manchas  rojas 3 

2.  Propigidip  liso  en  el  medio v.  gagates  Illig*. 

—  Propigidio  punteado  tan  fuertemente  en  el  medio  como 

sobre  los  costados v.  Pelopis  Mars. 

3.  Con  cuatro  manchas  rojas (tipo).    4-maculatus  L. 

—  Con  dos  manchas,  una  en  cada  élitro 4 

4.  Manchas  puntiformes  ó  muy  pequeñas 

v.  intermedius  m. 

—  Grandes,  cubriendo  casi  todo  el  élitro  en  forma  de  C 

v.  lunatus  Muís. 

Drasterius  himaculatus  Rossi  var.  lineato-basalis  n.  v. — Nig-er, 
testaceo-varieg-atus ,   pubescentia  grísea  prseditus.  Antennse 


(1)  Véanse  las  Actas  de  esta  Sociedad  de  1897,  páginas  129,  177,  202  y  240;  las  de 
1898,  páginas  83,  97  y  205;  las  de  1899,  páginas  30  y  210;  las  de  1900,  pág.  188;  el  Bole- 
tín de  1901,  pág.  133,  y  el  de  1902,  pág.  105. 


DE   HISTORIA    NATURAL.  343 

ferrugineae.  Caput,  pronotum,  elytra  (prseter  macula)  et  cor - 
poris  infra  nigra.  Elytra  macula  basali  ferruginea,  elong*ata, 
in  quinto  intervallo  exhibentia.  Pedes  pallide  testacei, — Lon- 
gitud 3,5;  lat.  1.2  mm. 

Entre  las  numerosas  variedades  de  Drasterms  bimaculatus 
recogidas  en  Pozuelo  (latepictus  Buyss.,  pallipes  Küst.,  angu- 
losepictus  Buyss.,  variegatus  Küst.,  cantheriatus  Buyss.,  trisig- 
natus  Chob.,  sexsignatus  Buyss.,  quadrisignatw  Küst.,  basa  • 
lis  Reitt.,  binotatus  Rossi  é  immaculatus  Paulino),  hemos  en- 
contrado ésta,  que  acabamos  de  describir,  representada  por 
dos  individuos,  al  borde  de  una  charca  en  Julio  en  el  sitio  lla- 
mado La  DehesiUa. 

Debe  colocarse  entre  quadrisignatus  é  immaculatus,  distin- 
guiéndose del  primero  en  la  falta  de  la  mancha  apical,  y  del 
segundo  por  presentar  los  élitros  maculados  en  su  base. 

Agriotes  sordidus  Illig.  var.  nigriceps  Dan.  n.  v.— Im  westli- 
chen  Mittelmeergebiete,  namentlich  in  Spanien  und  Nordafrika 
neigt  bekanntlich  der  gewohnlich  einfarbig  schwarzbraune 
Agriotes  sordidus  Illig.  zum  Rufinismus  (v.  margimpennis  Luc, 
v.  negleclus  Schw.,  v.  scuteUaius  Schf.).  Eine  extreme,  bisher 
noch  nicht  nachgewiesene  Form  kommt  bei  Pozuelo  de  Cala- 
trava  in  Castilien  (Fuente)  vor  und  erinnert  wegen  ihres  fremd- 
artigen  Aussehens  nur  mehr  wenig  an  die  Stammform. 

Diese  Varietat  (sordidus  nigriceps  m.)ist  fast  auf  der  ganzen 
Oberseite  lebhaft  hellrostrot,  nur  der  Kopf,  ein  schmaler  Saum 
am  Vorderrande  und  eine  undeutliche  Langsmakel  auf  dem 
Diskus  des  Halsschildes  schwarz.  Die  ganzen  Beine  und  Fühler, 
sowie  die  Episternen  und  die  Mitte  der  Vorderbrust  rótlich, 
die  übrige  Unterseite  schwarzbraun.  Auf  den  ersten  Blick 
erinnert  das  Tier,  ein  9,  an  die  vorherrschend  rostrot  gefárbte 
Form  des  Sericus  brunneus  L.  Q. 

Dr.  Karl  Daniel  in  Kleinere  A  bhandlungen,  Berlin,  1903,  p.  251. 

Agriotes  sordidus  Illig.  var.  circumcinctus  n.  v.— Caput  ni- 
grum.  Pronotum  et  elytra  quoque  nigra,  lateribus  rufis  sepe- 
que  etiam  marginibus  anteriori  et  posteriori  pronoti.  Antennse 
rufula?  veluti  pedes  (pr?eter  femora  interdum  obscuriora), 
episternpe  prosternales  et  macula  elongata  medio  prosterni. 
Venter  obscurus. 


314  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Siete  ú  ocho  ejemplares  en  Marzo  y  Abril  debajo  de  las  pie- 
dras en  el  prado  juncal  de  La  Inesperada  (Pozuelo). 

La  clave  siguiente  facilitará  á  los  principiantes  la  separación 
de  las  diversas  formas  de  Agriostes  sórdidas  Illig. 

1.  Pronoto  enteramente  negro 2 

—  Más  ó  menos  teñido  de  rojo 3 

2.  Élitros  negros  del  todo. . . . (tipo)  sórdidas  Illig. 

—  Élitros  negros  con  los  costados  rojos 

v.  marginipemús  Luc. 

3.  Élitros  rojos  así  como  los  costados  del  pronoto 

v.  nigriceps  Dan. 

—  Élitros  negros  ó  teñidos  de  negro 4 

4.  Élitros  negros  enteramente  (margen  anterior,  ángulos 

posteriores  del  pronoto  y  escudete  rojizos) 

v.  scutellaliis  Schauf. 

—  Élitros  negros  con  los  costados  rojos 5 

ó.     Pronoto  con  los  costados  rojos  y  á  veces  rojo  todo  alre- 
dedor       v.  circamcinctus  m. 

—  Rojo  del  pronoto  limitado  á  los  ángulos  posteriores 

v.  neglectas  Schw. 

Dasytiscus  corvinus  Reitter  n.  sp.— Ganz  schwarz,  Oberseite 
mit  sclrwachem  Erzglanz, 'weiss,  nicht  allzu  dicht  dreifach 
behaart.  Die  Grundbehaarung  ist  anliegend,  die  andere  ist  Tán- 
ger, geneigt,  die  dritte  ist  noch  lánger,  gerade  emporstehend, 
weiss,  nur  auf  dem  Kopfe  sind  einzelne  lange  schwarze  Haare. 
Füliler  schwarz,  vom  vierten  Gliede  an  gesaegt,  beim  d"  den 
Hinterrand  des  Halsschildes  überragend.  Kopf  so  breit  ais  der 
Vorderrand  des  Halsschildes,  mit  grossen  Augen,  Schláfen 
kurz,  nach  hinten  verengt,  vorne  mit  zwei  Lángseindrücken, 
Scheitel  spárlich  punktirt,  Clypeus  fast  glatt.  Halsschild  viel 
schmáler  ais  die  Basis  der  Flügeldecken,  fast  so  lang  ais  breit, 
nach  vorne  nahezu  conisch  verengt,  die  Haare  wenig  dicht, 
quer  gestellt,  in  der  Mitte  linienformig  zusammengekámmt, 
oben  nur  mássig  dicht  punktirt.  Flügeldecken  parallel  beim  tf, 
hinten  gemeinschaftlich  abgerundet ,  dicht  runzelig,  fein 
punktirt,  die  kurze  Grundbehaarung  wenig  dicht  gestellt, 
den  Untergrund  nirgends  deckend.  Unterseite  und  Beine 
schwarz,  fein  weiss  behaart. — Long.  4  mm. 


DE    HISTORIA    NATURAL.  315 

Spanien:  Cerro  S.  Cristóbal,  im  Juni.  Ein  <f  von  P.  José  de 
la  Fuente  eingesendet.  Unterscheidet  sich  vori  longipilis  und 
nigropilosus  durch  schwarze  Fühler  und  Beine  und  Mangel  von 
schwarzen  Haaren  auf  dem  Halsschilde. 

Edmund  Reitter  in  Wiener  Bntomologische  Zeitung,  xxn. 
Jahrg.,  ii.  Heft  (5  Márz  1903),  pág.  43. 

Nota.  La  indicación  de  localidad  ha  sido  desnaturalizada 
por  el  autor,  y  debe  entenderse  así:  Pozuelo  de  Calatrava  (Es- 
paña), en  el  Cerro  de  San  Cristóbal,  en  Junio.  La  especie  perte- 
nece al  subgénero  Triíhrix  Schilsky. 

Bracliyderes  suturalis  Graells,  var.  insuturalis  Pie  n.  v.—  Ely- 
tres  dépourvus  de  bordure  sutúrale  faite  de  pubescence  blan- 
che,  protliorax  a  ponctuacion  peu  serrée  et  moyenne.  Espa- 
gne:  Pozuelo  (de  la  Fuente,  in  coll.  Fuente  et  Pie).  D'aspect 
rappelie  B.  marginellus  Graells,  mais  n'a  pas  de  tache  scutel- 
laire,  les  yeux  sont  moins  saillants,  etc. 

Maurice  Pie  in  L'Échange  (1903),  n.°  221,  pág.  123. 

En  Pozuelo  es  bastante  raro;  pero  en  Fuencaliente,  donde  lo 
hallé  en  Junio  de  1902,  es  tan  frecuente  como  el  tipo,  que  lo 
es  mucho.  Hay  que  buscarlo  sobre  los  Cistus  en  las  cumbres 
más  elevadas. 

Trachypliloeus  muralis  Bedel.™ Propio  de  Argelia  (Nemours); 
nuevo  para  Europa. 

Pozuelo.  Más  de  20  ejemplares  debajo  de  las  piedras,  en  un 
ribazo  próximo  al  cementerio,  en  compañía  de  Omias  castilia- 
nus  Dan.,  TracJiy palmus piciuratus  mihi,  y  otras  especies  inte- 
resantes. 

Thylacites  vitticollis  Desb.  n.  sp— Long.  6  mili.  Oblongus, 
modice  elongatus,  convexiusculus,  piceus,  dense  seneo-squa- 
mosus,  antennis,  tibiis,  tarsisque  dilutioribus,  longe  insequali- 
ter  brunneo-hirsutus.  Caput  convexum,  sicut  rostrum  parce 
profundius  punctatum,  oculis  subglobosis,  valde  prominulis. 
Rostrum  subtransversim  quadratum,  depressum,  medio  lon- 
gitudinaliter  sulcatum.  Antennae  sat  gráciles,  scapo  subrecto, 
ápice  valde  clavato,  oculorum  médium  attingente,  funiculi 
articulis  Io  valde  elongato,  subconico,  2o  breviter  cónico,  3-7 
moniliformibus,  ultimo  valde  transverso,  clava  ovata.  Protho- 


346  BOLETÍN    DE   LA   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

rax  longitudine  paulo  latior,  medio  a  latere  dilatatus,  margine 
basali  marginata,  brunneus,  clare  argenteo-trivittatus,  plaga 
media  subrhomboidale,  squamis  vix  convexis,  punctis  profan- 
áis in  dorso  rarissimis.  Elytra  thorace  vix  triplo  longiora,  hu- 
meris  rotundatis,  a  latere  vix  arcuatis,  postice  medio  subcari- 
nata,  subseriatim  laxe  minus  regulariter  punctulata,  macula 
albida  ante-apicali  obsoleta.  Pedes  longe  ciliati.  Subtus  albo- 
squamosus. 

Espagne,  sans  localité  precise. 

Assez  voisin  du  T.  pretiosus,  dont  il  se  rapproche  par  ses 
longues  soies  dressées  d'inégale  longueur,  sa  coloration,  sa 
forme  genérale;  un  peu  moins  allongé,  prothorax  moins  court 
a  taches  et  bandes  tres  nettes  ainsi  que  celle  des  élytres, 
chez  le  T.  preticsus,  la  massue  des  antennes  est  oblongue 
au  lieu  d'étre  ovale,  les  series  de  points  des  élytres  sont  bien 
moins  nombreuses  et  la  carene  postérieure  fait  absolument 
défaut. 

J.  Desbrochers  in  Le  Frelon,  v,  p.  42. 

Observación.—  Aun  cuando  M.  Desbrochers  da  á  esta  especie 
por  patria  «España»,  sin  recordar  la  localidad  precisa,  es  in- 
dudable que  el  tipo  procede  de  Pozuelo,  enviado  por  mí  en 
otro  tiempo  al  autor  con  el  nombre  equivocado  de  T.  pretiosus 
Schauf.  Cfr.  Le  Frelon,  xi,  p.  159. 

Bastante  raro  en  Pozuelo  en  las  vertientes  de  los  cerros,  de 
La  Rendija,  etc.,  debajo  de  las  piedras,  casi  todo  el  año. 

Sharpia  gracilenta  Fairm. — Especie  de  Argelia,  nueva  para 
Europa.  Único  ejemplar  en  Abril,  debajo  de  una  piedra,  en  la 
Virgen  de  los  Santos  (Pozuelo). 

Phyllotreta  hispánica  Pie  n.  sp.— Ovale  allongé,  convexe,  bri- 
llant,  noir,  base  des  antennes  et  pattes  testacées,  moins  les 
cuisses  postérieures  noires,  élytres  ornes  chacun  d'une  seule 
macule  discale  antérieure  allongée,  celle-ci  jaune.  Tete  caré- 
née  entre  les  antennes;  tf  antennes  robustes,  noires  avec  les 
troispremiersarticles  testacés  etles4eet5e  élargis;  prothorax 
assez  large,  a  ponctuation  forte,  peu  écartée;  élytres  longs,  un 
peu  plus  larges  que  le  prothorax,  tronques  au  sommet,  á  ponc- 
tuation forte  et  assez  rapprochée;  ornes  d'une  macule  jaune 
antérieure  allongée,  partant  de  la  base  et  éloignée  du  bord 


DE    HISTORIA  NATURAL.  347 

externe  et  de  la  suture.— Long.  2,3  mili.  Espagne:  Fuenca- 
liente  (ex.  J.  M.  de  la  Fuente). 

Peut  se  placer  prés  de  flavogiittata  Kst.,bien  distinctpar  ses 
antennes  et  l'absence  de  macule  postérieure  élytrale.  Pli.  basa- 
lis  Bris.  offre  un  dessin  analogue,  mais  laponctuation  est  bien 
plus  dense  sur  l'avant-corps ,  les  antennes  sont  testacées,  la 
macule  est  plus  courte,  subarrondie,  etc. 

Maurice  Pie  in  L'Échange  (1903),  n°  220,  p.  115. 

Hemipteros. 

Campylostfcira  serena  Horv.  n.  sp.— Fusco-testacea,  superne 
cervino-reticulata;  marginibus  lateralibus  pronoti  et  margine 
costali  elytrorum  parce  breviterque  ciliatis;  capite,  articulis 
duobus  basalibus  articuloque  quarto  antennarum  (basi  hujus 
excepta),  disco  pronoti  pectoreque  fuscis  vel  nigro-fuscis ;  an- 
tennis  gracilibus,  parce  breviterque  pilosulis,  articulo  tertio 
lineari  et  quam  articulo  2X/Z  longiore;  pronoto  antice  distincte 
sinuato,  marginibus  lateralibus  explanatis,  biseriatim  areola- 
tis,  extus  rotundatis,  antice  latis  et  angulum  apicalem  exter- 
num  formantibus,  carinis  discoidalibus  parallelis,  rectis,  hu- 
milibus;  elytris  completis,  apicem  abdominis  distincte  supe- 
rantibus  et  intus  sese  tegentibus  (f.  macr.)  vel  incompletis, 
apicem  abdominis  paullo  superantibus,  margine  suturali  se- 
junctis  et  dorsum  abdominis  medio  fere  usque  ad  apicem  haud 
tegentibus  (f.  bracA.J,  spatio  suturali  uniseriatum  areolato, 
spatio  discoidali  biseriatim  areolato,  spatio  laterali  serie  única 
areolarum  magnarum  quadrangularium  instructo,  membrana 
costae  per  totam  longitudinem  distincta  et  uniseriatim  areo- 
lata.  Q.—  Long.  2V2  mili. 

Hispania:  Ciudad- Real  (Pozuelo  deCalatrava).  (Mus.  Hung., 
Coll.  Fuente  et  Puton).  Specimina  nonnulla  legit  Dom.  /.  M. 
de  la  Fílente. 

A.C.  perethrice  Put.  statura  latiore,  ciliis  marginalibus  bre- 
vioribus  et  minus  numerosis,  pronoto  elytrisque  haud  nigro- 
reticulatis  et  prsesertim  structura  pronoti  divergens.  Pronotum 
antice  capite  cum  oculis  multo  latius,  marginibus  lateralibus 
fortius  dilatatis,  distinctissime  biseriatim  areolatis,  extus  ro- 
tundatis, ápice  truncatis  et  angulum  externum  distinctum 
formantibus. 


348  BOLETÍN    DE   LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Dr.  Geza  Horváth  in  Természetrajñ  Füzetek,  xxv  (1902),  pa- 
gina 593. 

Monosteira  buccata  Horv.  n.  sp. — Oblongo-ovata  fusco-testa- 
cea,  subnitida,  glabra;  capite  superne  ferrugineo,  spinulis 
quinqué  albis,  tribus  anticis  brevioribus  armato,  tuberculis 
antenniferis  albidis,  fronte  inter  antennas  nigra,  bucculis 
flavo-albidis,  ubique  ffique  altis,  antrorsum  ultra  apicem  capi- 
tis  porrectis;  antennis  pedibusque  pallide  flavescentibus,  illa 
rum  articulo  tertio  gracili,  articulo  quarto  fortiter  clavato, 
nigro;  pronoto  dense  distincteque  punctato,  margine  antico 
angusto  pallido,  carina  mediana  tenui,  humili,  basin  et  api- 
cem versus  nonnihil  pallescente,  marginibus  lateralibus  sub- 
tiliter  albido-carinatis  et  apicem  versus  in  lobulum  parvum 
reflexum  explanatis;  elytris  rite  explicatis,  apicem  abdominis 
distincte  superan tibus,  subtiliter  areolatis,  fasciis  duabus 
obsoletis — una  majore  mox  ante  médium,  altera  minore  ad 
partem  apicalem  spatii  discoidalis — albidis  ornatis,  membrana 
costíe  angusta,  uniseriatim  areolata,  areolis  minutis,  regulari- 
bus  et  venulis  fuscis  separatis. — Long.  2  mili. 

Hispania:  Ciudad-Real  (Pozuelo  de  Calatrava).  (Mus.  Hung.) 
Specimen  unicum  benevole  misit  Dom.  /.  M.  de  la  Fuente. 

A  M.  unicostata  M.  R.  statura  minore,  colore  obscuriore, 
bucculis  antrorsum  angulato-productis,  articulo  ultimo  anten- 
narum  nigro  et  pronoto  fortius  punctato ,  maculis  anteapica- 
libus  nigTis  destituto  divergit.  Statura  et  colore  M.  lobnlife- 
rce  Reut.  similis,  sed  bucculis  porrectis,  lobulis  marginalibus 
pronoti  totis  reflexis,  hujus  marginibus  lateralibus  haud  ex- 
planatis, sed  tantum  subtiliter  carinatis  membranaque  costa? 
elytrorum  angustiore  bene  distincta. 

Dr.  Geza  Horváth  in  Természetrajzi  Filzetek,  xxv  (1902),  pa- 
gina 600. 

Hematozoarios  de  los  animales 


D.    JUAN    MANUEL    DÍAZ    VILLAR   Y   MARTÍNEZ. 

Los  esporozoarios  parásitos  no  solo  viven  y  evolucionan  en 
los  hematíes  del  hombre  para  provocar  la  fiebre  palúdica,  sino 
que  atacan  también  á  los  glóbulos  rojos  de  los  mamíferos  y 


DE   HISTORIA  NATURAL.    '  349 

aves,  ocasionando  infecciones  análogas  que  se  extienden  por 
casi  todos  los  puntos  del  g-lobo.  En  la  sangre  de  los  mamíferos 
domésticos  se  encuentran  esporozoarios  del  g-énero  Pyroplasma, 
y  en  la  de  las  aves  se  observan  otros  que  corresponden  al  Pro- 
leosoma  Grassi  y  Halteridium Danilewskyi,  causa  de  la  malaria 
de  estos  animales. 

Los  piroplasmas  que  evolucionan  en  las  diversas  especies 
domésticas  se  distinguen  perfectamente  del  Plasmodium  ma- 
laria, penetran  en  los  glóbulos  rojos  para  destruirlos  y  favo- 
recer la  disociación  de  la  hemoglobina,  se  propagan  por  inter- 
medio de  los  ixódidos  parásitos,  sobre  todo  en  los  mamíferos 
donde  abundan  estos  arácnidos,  y  ofrecen  caracteres  específicos 
que  permiten  clasificarlos  en  las  formas  siguientes: 

1.a  Pyroplasma  Mgeminum. — Este  protozoario,  semejante  á 
los  amibos  y  coccidias,  penetra  en  los  glóbulos  rojos,  donde 
se  desarrolla  rápidamente,  ó  yace  libre  en  el  plasma  sanguí- 
neo, y  presenta  dos  aspectos  principales:  uno  que  se  caracte- 
riza por  elementos  piriformes;  casi  siempre  se  asocian  dos  en 
un  mismo  hematíes,  miden  de  2  Va  á  3  Va  p.  de  largo  por  0,8  á 
1,2  p.  de  ancho;  sus  extremos  delgados  se  sueldan  ó  están  con- 
tiguos, pero  á  veces  llegan  á  ser  independientes,  y  entonces  se 
dirigen  en  sentido  inverso;  y  otro,  por  cuerpos  esféricos  ovala- 
dos, de  1  á  2  72  p-  de  diámetro,  aislados  ó  pareados  en  un  hema- 
tíes. Estos  parásitos  están  dotados  de  movimientos  amiboides; 
se  reproducen  por  división  directa,  especialmente  en  el  bazo, 
y  los  pequeños  elementos  penetran  en  los  hematíes,  donde  se 
segmentan  en  dos  y  rara  vez  en  cuatro.  La  coloración  se  obtie- 
ne con  la  thionina  fenicada  de  Nicolle,  previa  fijación  con 
alcohol  etéreo,  apareciendo  los  glóbulos  rojos  con  un  color 
verde  pálido,  en  tanto  que  los  parásitos  se  distinguen  por  su 
tinte  azul,  con  una  parte  central  más  clara,  susceptible  de  co- 
lorar por  el  método  de  Laveran.  Dichos  parásitos  presentan 
un  cariosoma  esférico  ú  ovalado  que  mide  0,7  á  0,9  p.  de  diá- 
metro, y  en  el  extremo  delgado  numerosas  granulaciones  que 
fijan  fuertemente  la  materia  colorante. 

2.a  Pyroplasma  ovis. — Esta  especie  es  casi  siempre  poco  nu- 
merosa; por  lo  general  cada  glóbulo  infectado  contiene  un  solo 
parásito,  redondo  ú  ovalado,  de  1  á  IVa  V-  ^e  diámetro,  y  á  ve- 
ces se  asocian  dos  en  un  mismo  hematíe,  en  cuyo  caso  son 
piriformes  con  una  ligera  excavación  en  las  caras  opuestas.  Si 

T.  ni.— Octubre,  1903.  24 


850  BOLETÍN    DE    LA.    SOCIEDAD    ESPAÑOLA. 

la  coloración  está  bien  hecha  se  distingue,  en  cada  elemento 
parasitario,  un  cariosoma  redondo  ó  alarg*ado,  de  color  rojo 
violeta  y  colocado  en  la  periferia,  mientras  que  el  protoplasma 
aparece  azul  en  el  centro  de  aquél.  Se  observan  elementos  pa- 
rasitarios libres,  aunque  en  menor  número  que  los  endoglo- 
bulares;  unos  y  otros  carecen  de  pigmento,  se 'hallan  en  vías 
de  segmentación  cuando  el  cariosoma  se  alarga,  y  por  fin  se 
fracciona  éste  en  dos  partes  independientes,  arrastrando  al  pro- 
toplasma. Laveran  y  Nicolle  creen  que  existen  en  mayor  nú- 
mero en  el  bazo  que  en  los  grandes  vasos,  si  bien  ofrecen  el 
mismo  aspecto,  con  la  diferencia  de  ser  algo  más  volumino- 
sas y  frecuentes  las  formas  en  vías  de  segmentación  en  aquel 
órgano. 

3.a  Pyroplasma  equi. — Estos  hematozoarios,  semejantes  al 
piroplasma  del  buey,  presentan  el  aspecto  de  pequeños  ele- 
mentos esféricos,  ovalados  y  rara  vez  piriformes;  son  casi  siem- 
pre endoglobulares  y  miden  por  lo  general  de  1  á  1,5  pu  En  las 
preparaciones  bien  coloreadas  se  percibe  un  cariosoma  rojo 
violado,  en  tanto  que  el  protoplasma  aparece  azul.,  distin- 
guiéndose en  los  elementos  más  gruesos  una  zona  clara  alre- 
dedor del  primero.  Las  formas  de  multiplicación  son  muy  nu- 
merosas en  el  bazo.  La  segmentación  puede  producir  dos  ó 
cuatro  elementos  parasitarios;  por  lo  común  el  cariosoma  se 
alarga  y  divide  en  dos  partes,  las  cuales  se  separan  y  rodean 
de  una  porción  de  protoplasma.  Estos  nuevos  elementos  pue- 
den sufrir  una  segunda  división,  originando  cuatro  pequeños 
parásitos;  en  otros  casos  la  segmentación  es  cuádruple,  puesto 
que  el  cariosoma  se  divide  en  cuatro  partes,  antes  de  realizar 
el  protoplasma  la  misma  división,  formando  cuatro  células 
hijas  muy  pequeñas,  que  al  principio  están  unidas  y  dispues- 
tas regularmente,  y  luego  se  separan  las  unas  de  las  otras; 
pero  cualquiera  que  sea  el  procedimiento,  concluye  por  formar 
cuatro  nuevos  elementos  que  residen  con  frecuencia  en  un 
hematíe  y  constituyen  el  carácter  morfológico  más  notable 
del  Pyroplasma  equi.  Según  Laveran  es  raro  encontrar  más  de 
cuatro  parásitos  en  un  glóbulo  rojo,  y  éstos  jamás  pueden  ad- 
quirir su  completo  desarrollo,  bien  porque  se  escapan  de  los 
hematíes  infectos,  inmediatamente  después  de  la  segmenta- 
ción cuádruple,  para  penetrar  en  los  sanos,  bien  porque  se 
destruyen  aquellos  glóbulos  para  dejar  en  libertad  á  los  nuevos 


DE    HISTORIA   NATURAL.  351 

parásitos;  hecho  que  parece  dudoso  en  vista  de  no  encontrarse 
los  hematozoarios  libres  en  el  plasma  sanguíneo. 

4.a  Pyroplasma  cani. — Son  elementos  redondos  ó  piriformes 
y  casi  siempre  incluidos  en  los  glóbulos  rojos.  Al  principio  de 
la  infección  existe  por  lo  general  .un  solo  parásito  en  cada 
hematíe  atacada;  más  tarde  estos  elementos,  voluminosos  y 
redondeados,  contienen  varios  hematozoarios,  algunos  pirifor- 
mes y  á  veces  soldados  por  sus  prolongaciones,  y  al  finalizar  el 
período  febril  los  parásitos  son  poliédricos  ó  alargados,  de  con- 
tornos erizados  de  asperezas  ó  prolong*aciones  semejantes  á 
filamentos  ondulados.  Los  libres  parecen  más  voluminosos  que 
los  endoglobulares,  si  bien  sus  dimensiones  varían  según  el 
período  de  la  enfermedad  y  edad  del  animal  infecto,  puesto 
que  en  los  perros  jóvenes  ocupan  con  frecuencia  más  de  la 
mitad  del  glóbulo,  mientras  que  en  los  adultos  son  de  menor 
tamaño,  quedando  reducidos  á  un  núcleo  rodeado  de  una  cu- 
bierta de  protoplasma  de  forma  y  situación  variables. 


Boletín  bibliográfico. 

(Continuación  de  Julio.1) 

The  American  Naturalist.  Boston.  (J.  S.  A.  Vol.  xxxvn.  N.°  435.— D.  H. 
Campbell:  Antithetic  versus  Homologous  Alternation  —  Bigelow  and 
Rathbun:  On  the  Shell  of  Littorina  littorea  as  Material  for  Study  of 
Variation.— G.  H.  Parker:  The  sense  of  Hearing  in  I'ishes. 

The  Canadian  Entornologist.  London,  Ontario.  (Vol.  xxxv.  N.°  5.) — Gibson: 
Notes  on  Canadian  Spec.  of  the  g.  Apantesis.— Bueno:  A  Day's  col- 
lecting  in  February.— Keen:  JEgialites  debilis.— Smith:  New  Noctuids 
for  1903. — Grote:  Note  on  the  generic  title  Trifurcula. —  Cockle: 
Spinning  methods  of  Telea  polyphemus . 

The  Zoologist.  London.  N.°  742.— J.  H.  Gurney:  Ornithological  Notes  from 
Norfolk. — Barrett-Hamilton:  On  the  Position  occupied  by  the  Legs 
of  Birds  during  Flight.=N.°  743. — R.  Shelford:  A  Curious  Protective 
Device  in  a  Lepidopterous  Larva. — Einar  Lonnberg:  On  the  Varia- 
tion of  the  Anser  fabalis. — T.  A.  Coward:  Bird  Notes  from  Cheshire. 
H.  F.  Forrest:  The  Birds  of  N.  W.  Wales  and  the  opposite  Counties 
of  Ireland.  —A.  Patterson:  The  Mollusca  of  the  Great  Yarmouth  Dis- 

trict. 

Octubre. 

Academia  Nacional  de  Ciencias.  Córdoba  (Rep.  Argentina.)  (Bol.)  T.  xvn, 
entr.  2.a — O.  Doering:  Observaciones  magnéticas  efectuadas  en  1890 


352  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

fuera  de  Córdoba.  — G.  Boderbender:  Contribución  al  conocimiento 
de  la  precordillera  de  San  Juan  de  Mendoza  y  de  las  sierras  centrales 
de  la  República  Argentina. 

Académie  des  Scienres  de  Cracovie.  (Bull.  internat.)  1903.  No  4. — R.  Gur- 
wikskt:  De  algis,  pnecipue  diatoinaceis  a  Dre.  J.  Holderer,  anuo  1898, 
in  Asia  centrali  atque  in  China  collectis. 

Académie  des  Sciences  de  París.  (Compt.  rendus  heb domad.)  T.  cxxxvi. 
N°  22. — A.  Lapparent:  Sur  de  nouv.  fossiles  du  Soudan. — P.  Colín: 
Travaux  astronomiques  et  inagnétiques  á  Madagascar.— P.  A.  Dak- 
geard:  Sur  le  Pyronema  conJiuens.~C.  Hoüard:  Caract.  rnorph.  des 
Pleurocécidies  caulinaires. — B.  Renault:  Sur  quelques  Algues  fossiles 
des  terrains  anciens. — Giraud:  Sur  l'état  actuel  du  volcan  de  la  mon- 
tagne  Pelee.— A.  Bigot:  Sur  la  géologie  du  pays  de  Cingláis  (Calva- 
dos).—^ Roussel:  Sur  les  recouvrements  survenus  dans  la  partie 
surélevée  des  Pyrénées.=N°  23.  G.  André:  Sur  la  nutrition  des  plan- 
tes privées  de  leurs  cotylédons.— Fabre-Domergüe  et  Biétrix:  Le 
mécanisme  de  l'émission  de  larves  chez  la  femelle  du  Homard. — Du- 
parc  et  Abrazec:  Sur  le  minerai  de  fer  de  Troitsk  (Oural  du  Nord).= 
24.  J.  Audigé:  Sur  quelques  particularités  observées  dans  les  tubes 
renaux  du  Barbus  fluviatilis.—L.  Lannoy:  Sur  quelq.  phénoménes 
nucléaires  de  la  eécrétion. — A.  Guillieruiond:  Nouv.  rech.  sur  l'épi- 
plasme  des  Ascomycétes.—  C.  Houard:  Recherches  sur  la  nutrition 
des  tissus  dans  les  galles  de  tiges. — E.  A.  Martel:  Sur  la  grotte  de 
Font  de-Gaume  (Dordogne)  et  l'age  du  creusemeut  des  cavernes.— 
R.  Ddbois:  Sur  une  lampe  vivante  de  súreté.=N°  25.  Cartailhac  et 
Breuil:  Les  peintures  de  la  grotte  d'Altamira  (Espagne). — S.  Reinach: 
Observ.  sur  les  animaux  representes  dans  les  peintures  rupestres  de 
1  age  de  Renne. — Cheneveaü  et  Bohn:  De  l'action  du  champ  magné- 
tique  sur  les  Infusoires. — P.  Vüillemin:  La  famille  des  Costridiacées 
ou  Bactéries  cytosporées. — J.  Chifflot:  Sur  la  structure  de  la  graine 
de  Nympluea  flava.— J.  Beauverie:  La  maladie  des  Platanes.— P.  Car- 
les:  Sur  les  espéces  vegetales  exotiques  des  envir.  de  Béziers  (Hérault). 
Lacoin:  Sur  la  géologie  du  pays  de  l'Oubanghi  au  Tchad. 

Académie  internationale  de  Géographie  botanique.  Le  Maus.  (Bull.)  No  164. 
Dücomet:  La  Flore  populaire  dans  l'Albret.— AbbéH.  Olivier:  Exposé 
systémat.  et  descr.  des  Lichens  de  10.  et  NO.  de  la  France. — L.  Bre- 
viére:  Contr.  á  la  Flore  mycologique  de  l'Auvergne. — M.  Gandoger: 
Conspectus  Floree  Europee.— A.  Reynier:  Récoltes  botaniques  en  Pro- 
vence. — E.  Vaniot:  Plantoz  Bodinieriana;.  Composées. 

Allgemeinen  Entomologisehen  Gesellschaft.  Neudamm.  (Allg.  Zeitsch,  für 
Entom.)  8  Eand.  N°  10-11. —  Chr.  Schroder:  Die  Zeichnungs-Variabi- 
lititt  von  Abraxas  grossulariata.—H.  Hoppner:  Weitere  Beitrage  zur 
Biologie  nordwestdeutscher  Hymenopteren.  — S.  Schenkling:  Überdie 


DE    HISTORIA    NATURAL.  3f3 

Gattungsnainen  Clerus  und  Trichodes.—'P.  Speiser:  Wie  die  jungen 
Weidenbaurue  deu  Angriff  der  Dichelomyia  rosaría  unschadlich  ma- 
chen.—E.  Hetcke:  Wie  die  Insekten  sehen. — G.  Ulmer:  Beitrage  zur 
Metamorphose  der  deutschen  Trichopteren. 

Entomologische  Zeitung.  Wien.  xxn.  Jahrg.  iv  u.  v.  Heft. — L.  Ganglbatjer: 
Beitrage  zur  Kenntniss  der  Gattung  Trechus.— C.  R.  Osten-Sacken: 
Berichtigung  zu  Herrn  Fr.  Hendéis  Notiz  über  meinen  Aufsatz:  The 
position  of  Phora  in  the  System  of  Diptera. — L.  Gaxglbauer:  Darf  der 
Ñame  der  Carabidengattung  Pfcerostichus  in  Platysma  umgeandert 
werden? — P.  Czerxy:  Bemerkungen  zu  den  Arten  der  Gatt.  Geomyza. 
G.  Stein:  Eine  neue  deutsche  Staphylinus-Art.— Fr.  Hendel:  Rhyn- 
chopsilops  n.  g.  Anthomyidarum.— E.  Reitter:  Die  Arten  der  Gatt. 
Cephalostenus.— Uebersicht  der  mir  bekannten  Col-Arten  der  Gatt. 
Galeruca.— F.  Romuald:  Ein  neuer  Barypithes. 

Australian  Musenm.  Sydney.  (Records).  Notes  on  the  zoology  of  Paanopa 
or  Ocean  Island  and  Nauru  or  Pleasant  Island,  Gilbert  Group. — 
R.  Etheridge:  Fossopora,  a  New  Genus  of  Palseozoic  Perfórate  Coráis. 
E.  Waite:  Additions  to  the  Fish  Fauna  of  Lord  Howe  Island. — 
R.  Etheridge:  Further  observations  on  the  Caudex  of  Glosso¡)teris. — 
E.  Waite:  A  Fresh- Water  Turtle  (Pelochelys  cantoris)  from  New  Gui- 
nea.—W.  Rainbow:  Notes  on  Fleas  Parasitic  on  the  Tiger  Cat.— 
E.  Waite:  New  Records  or  Recurrences  of  Rare  Fishes  from  Eastern 
Australia. — W.  Rainbow:  Studies  in  Australian  Araneidae.  —  C.  Ax- 
dersox:  On  a  Mineral  Allied  to  Montmorillonite  from  Exeter,  New 
South  Wales.— A.  New  Species  of  Dendrostoma. 

Broteria.  Revista  de  Sciencias  Naturaes  do  Collegio  de  S.  Fiel.  Lisboa.  Vol.  n. 
Fase,  i  e  n. — C.  Zimmermann:  Microscopía  vegetal.— C.  Mexdes:  Lepi- 
dópteros da  Regiáo  de  S.  Fiel.— J.  S.  Tavares:  Revista  aunual  de  Ceci- 
dologia. — J.  Bresadola:  Diagnoses  Fungorum  novorum. 

Gonnecticut  Academy  of  Arts  and  Sciences.  New  Haven.  (Transactions.) 
Vol.  xr.  Part.  i.— Mexdel  anp  Underhill:  Observ.  on  the  digestión  of 
Proteids  with  Papain.  — A.  Verrill:  Additions  to  the  Fauna  of  the 
-  Bermudas  from  the  Yale  Expedition.  —  Variation  and  Nomenclature 
of  Bermudian,  West  Indian,  and  Brazilian  Reef  Coráis. — Notes  on 
the  Coráis  of  the  genus  Acropora. — N.  Banks:  Some  Spiders  and  Mi- 
tes  from  the  Bermuda  Islands. — H.  Richardson:  Marine  and  Terres- 
trial  Isopods  of  the  Bermudas.— Ch.  Beecher:  Reconstruction  of  a 
cretaceous  Dinosaur,  Claosaurus  anneciens. — W.  Van  Ñame:  The  Asci- 
dians  of  the  Bermuda  Islands. =Part.  n. — A.  Verrill:  The  Bermuda 
Islands:  Their  Scenery,  Climate,  Productions,  Physiography,  Natural 
History  and  Geology. 

K.  K.  zoologisch-botanischen  Gesellschaft.  Vien.  (Verhandl.)  luí  Band.  3  u. 
4  Heft. — W.  Kovatscheff:  Beitr.  zur  Kenntniss  der  Reptilien  und 


354  BOLETÍN   DE    LA.    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Amphibienfauna  Bulgariens. — I.  Ericson.  Ptenidium  Sahlbergii.  n.  sp. 
Fr.  Wagner:  Zur  Kenntniss  einiger  Formen  vori  Pieris  Napi. — 
G.  Luze:  Revisión  der  palaarktischen  Arten  der  Staphylinidengatt. 
Lesteva.  —  Eine  neue  Art  der  Staphylinidengatt.  Tachyporus. — 
C.  Hellmayr:  Über  neue  und  wenig  bekannte  südamerik.  Vógel. — 
Einige  weitere  Bemerkungen  über  Polioptila. — J.  Steiner:  Flechten 
von  Kamerun  und  den  Kamerunberg.  —  G.  Luze:  Eine  n.  Art  der 
Staphylinidengatt.  Bryoporus. 

Musée  zoologique  de  VAcadémie  impértale  des  sciences  de  St.Pétersbourg. 
(Annuaire.)  T.  vn.  No  4. — N.  Knipowitsch:  Zoologische  Ergebnisse 
der  russischen  Exped.  nach  Sepitzbergen.  =  Mollusca  und  Brachio- 
poda. — M.  Michailovskij:  Zoolog.  Ergebnisse  Echinodermen. — K.  Sa- 
tünin:  Neue  Nagetiere  aus  Centralasien. 

Museum  of  Comparaüve  Zoology  at  Harvard  College.  Cambridge  (U.  S.  A.) 
(Bull.J  Geolog.  Series.  Vol.  vi.  N°  1. — W.  Da  vis:  An  Excursión  to  the 
Plateau  Province  of  Utah  and  Arizona. 

Royal  Microscopical  Society.  London  (Journal).  1903.  Part.  3. — F.  Millet. 
Report  on  the  recent  Foraminifera  of  the  Malay  Archipiélago  collect. 
by  A.  Durrand. 

Société  Botanique  de  Copenhague.  (Journal  de  Botanique).  T.  26.  Fase.  2. 
H.  Jonsson:  The  Marinse  Algae  of  Iceland  (Phseophycese.)— J.  Deich- 
matín:  Lichenes  Islandiae. — O.  Gallee:  Agropyruin  violaceum  Elymus 
arenarius. — C.  H.  Ostenfeld:  Studies  on  Phytoplankcton.  (Otros  tra- 
bajos en  danés). 

Société  entomologique  de  Belgique.  Bruxelles.  (Annales).  T.  47.  v.— J.  Jacobs. 
Catal.  des  Ichneumonides  de  la  Belgique  appartenant  au  groupe  des 
Ophionides. — A.  Lameere:  Revisión  des  Prionides. 

Société  géologique  de  France.  Paris.  (Bull.)  T.  i.  No  5. — L.  Rollier:  Sur 
l'áge  du  conglomérat  subalpin  ou  Nagelfluh  de  la  Suisse. — H.  Preis- 
werk:  Note  sur  le  Rhétien  et  le  Lias  du  col  de  Coux  (Val  d'Illiez). — 
M.  Lugeon:  Les  grandes  nappes  de  recouvrement  des  Alpes  du  Cha- 
blais  et  de  la  Suisse.— T.  n.  No  3. — St.  Meünier:  Origine  de  Tópale 
farineuse  sédimentaire. — Ch.  Barrois:  Sur  le  kersanton  de  la  rade  de 
Brest. — Ch.  Schlumberger:  Deuxiéme  note  sur  les  Orbitoides. —  Ca- 
ralp:  Sur  les  roches  eruptives  de  la  Bellongne  et  de  la  vallée  du  Ger 
(Pyr.  Orient.)— L.  Düparc:  Une  explor.  géologique  dans  l'Oural  du 
Nord. — H.  Saüvage:  Lafaune  ichthyologique  des  calcaires  lithographi- 
ques  de  la  province  de  Lérida  (Espagne). — A.  Ghébhard:  Sur  une  expé- 
rience  du  Prof .  Tito  Martini  reproduisant  expérimentalement  certains 
phénoménes  éruptifs  du  volcanisme. — A.  de  Grossoüvre:  Sur  le  pré- 
tendu  dépót  miocéne  de  Ville-Sauvage  prés  Etampes.— H.  Douvillé: 
Sur  les  analogies  des  faunes  fossiles  de  la  Perse  avec  celles  de  l'Eu- 
rope  et  de  l'Afrique. — L.  Rollier:  Sur  l'áge  des  calcaires  á  Eelix  (Ta- 


DE   HISTORIA    NATURAL.  355 

chea)  sylvana  von  Klein. — H.  Douvillé:  Essai  d'une  revisión  des  orbi- 
tolites.— Distrib.  des  orbitolites  et  des  orbitoídes  dans  la  Craiedu  Sud- 
Ouest.—  Sur  le  g.  Chondrodonta. — L.  Gentil:  Observ.  sur  l'éruption  de 
la  Martinique. — Toucas:  Obáerv.  au  sujet  du  ruémoire  de  M.  de  Gros- 
souvre  sur  la  Craie  supérieure. — Depéret:  Sur  les  caracteres  crániens 
des  Lophiodon. — A.  de  Grossouvre:  Sur  les  cailloutis  a  silex  du  bassin 
de  la  Seine.  Sur  les  étages  danien  et  rnontien. — G.  Dollfus:  Sur  les 
sables  granitiques  du  bassin  de  París. — C.  Chatelet:  Sur  la  présence 
de  blocs  de  mollasse  dans  les  sables  pliocénes  de  Jonquerettes  (Vau- 
cluse).  Sur  l'Aquitanien  d'Araruon  (Gard). — E.  Martonne:  Remarques 
sur  le  climat  de  la  période  glaciaire  dans  les  Karpates  meridionales. — 
L.  Carez:  Observ.  sur  l'inteprétation  de  la  coupe  de  Caseville  (Bidart) 
(B.  Pyr.)— Toucas:  Sur  l'origine  et  la  classification  des  Hippurites. — 
A.  Grossouvre:  Sur  la  constitution  des  sables  de  la  Sologne. — Depé- 
ret: Sur  le  lophiodon. — L.  Bertrand:  Sur  la  región  de  Boussens, 
Salies-du-Salat  et  Betcbat.— Sur  la  question  des  falaises  de  Biarritz. 
Munier-Chalmas:  Sur  les  Foraminiféres  ayant  un  réseau  de  maules 
polygonales. — Sur  les  Foraminiféres  rapportés  au  groupe  des  Orbitoli- 
tes.— G.  Dollfus;  Sur  les  sables  de  la  Sologne.— Kilian:  Sur  quelq. 
gisements  de  l'étage  aptien. — Sur  deux  microorganismos  du  Mésozo'i- 
que  alpin.— P.  Lory:  Plis  marginaux  de  la  partie  méridionale  de  Be- 
lledonne. — Bourgeat:  Trois  coupes  géologiques  á  travers  le  massif  de 
La  Serré  (Jura). — Sur  quelq.  formations  de  transport  dans  le  départe- 
ment  du  Jura. — Flamand:  Observ.  sur  les  nitrates  du  Sabara  á  pro- 
pos  d'un  écbantillon  de  salpétre  naturel  provenant  de  l'archipel 
touatien.=No  4. — A.  Riaz:  Sur  les  étages  crétaciques  supérieurs  des 
AlpesMaritimes,  Tertiaire  et  Quaternaire  des  env.  de  Nice. — R.  Se- 
vastos:  Sur  l'age  des  gres  carpathiques  de  Roumanie.— A.  Gaudrt: 
Rech.  paléont.  de  M.  Tournoüer  en  Patagonie.— E.  Fournier:  Sur  un 
nouv.  exemple  du  phénoméne  de  capture  des  cours  d'eau  superficiels 
par  erosión  souterraine. — Mater-Eymar:  Sur  le  Flyscb  et  en  particu- 
lier  sur  le  Flyscb  de  Biarritz. — H.  Douvillé:  Découverte  du  Dévonien 
supérieur  dans  le  Sud-Oranais. — V.  Gauthier:  Sur  le  «Supplément  á 
l'étude  des  Ecbinides  de  la  Perse.— P.  Choffat:  Sur  le  Crétacique  de 
Conducia  en  Mozambique.  — P.  Termter:  Quatre  coupes  á  travers  les 
Alpes  franco-italiennes. — G.  Delépine:  Contr.  á  l'étude  du  calcaire 
carbonifére  dans  le  Tournaisis. — Levat:  Notice  géologique  sur  les  ri- 
chesses  minerales  de  la  Boukbarie  et  du  Turkestan.— H.  Douvtllé: 
Sur  les  fossiles  rec.  par  M.  Levat  au  Turkestan.— H.  Douvillé:  Clas- 
siflc.  des  Radiolites. — Sur  un  n.  g.  de  Radiolifes.  —  Haug:  Sur  l'áge  des 
coucbes  á  Nummidites  contortus  et  Cerithium  Diavoli.  —  Carez:  Sur  les 
environs  de  Boussens,  St.-Martory  et  Betcbat  (Hte.-Garonne  et  Ariége). 
=T.  ni.  N°  1.— H.  Douvillé:  Découverte  par  M.  H.  Thomas,  dans  le 


356  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Bassin  de  París  d'un  Ferussacia  voisin  de  F.  lapicida.  —  G.  Doll- 
füs:  Nouv.  carte  géologique  du  Bassin  de  París. — V.  Gauthier:  Contr. 
á  l'étude  des  Echinides  fossiles. — R.  Sevastos:  Les  terrasses  de  la 
vallée  du  Séreth  (Rouinanie). — Lamothe:  Sur  la  présence  d'alluvions 
granitiques  a  de  grandes  hauteurs  au-dessus  du  niveau  actuel  de  la 
Loire  et  du  Cher.— J.  Savornin:  Notes  stratigraphiques  sur  Cucuron 
(Vaucluse.) 

Boulengek  (G.  A.) — Batraciens  de  la  Guiñee  espagnole.  Madrid,  1903. 
(Mem.  Soc.  esp.  H.  nat.  T.  i.  M.  2.a) 

Casares  Gil  (A.) — Nota  ii  sobre  la  fructificación  de  la  Homalia  lusitanica 
Scop.  Madrid.  (Bol.  Soc.  esp.  H.  nat.,  1903.) 

Chaves  (F.)— Nota  sobre  algunos  minerales  de  nuevas  localidades  de  An- 
dalucía. Madrid.  (Bol.  Soc.  esp.  H.  nat.,  1903.) 

Chevreus  (Ed.)— Amphipodes  recueillis  par  la  Melita  sur  les  cotes  O.  et  S. 
de  Corsé.  París.  (Compt.  rend.  de  l'Assoc.  franc.  pour 
l'Avancement  des  Sciences.) 

—  Camp.  scient.  de  S.  A.  S.  le  prince  Albert  1er  de  Monaco. 

Descr.   d'un   Amphipode   marin  appart.  au.   g.   Hyalella 
Smith.  París,  1902.  (Soc.  Zoolog.  de  France). 

—  Camp.  scient.  de  S.  A.  S.  le  prince  Albert  1er  de  Monaco.  Sur 

les  Amphipodes  de  la  famille  des  Lysianassidse  rec.  par  la 

Princesse-Alice  dans  les  eaus  profondes  de  l'Atlantique 

et  de  la  Méiliterranée.  París,  1903.  (Soc.  Zoolog.  de  France). 
Fernández  Navarro  (L.) — Notas  geológicas  y  mineralógicas.  Madrid,  1903. 

(Bol.  Soc.  esp.  H.  nat.) 
Jiménez  Mundera  (F.  de  P.)— Plantas  de  Cartagena.  Madrid,  1903.  (Mem. 

Soc.  esp.  H.  nat.  T.  i.  Mem.  2.a). 
Katalog  Literatury  Naukowej  Polskiej.  T.  n.  Zeszyt  iv. 
Pérez  Lara  (J.  M.)— Flcrula  Gaditana.  Addenda  et  Emendanda.  Madrid, 

1903.  (Mem.  Soc.  esp.  H.  nat.  T.  n.  Mem.  1.a) 
Pi  y  Süñer  (A.)— Nota  acerca  de  una  particularidad  de  la  contracción 

muscular  de  la  rana.— Madrid,  1903.  (Bol.  Soc.  esp.  H.  nat.) 
Piccioli  (L.)— La  Robinia  Pseudoacacia.  Firenze,  1903.  (Revista  científica 

profesional.  Barcelona.  Año  vi.  N.°  5.) 
Cabrera  (A.)— Mamíferos  de  la  Guinea  española.  Madrid,  1903.  (Mem.  Soc. 

esp.  H.  nat.  T.  i.  Mem.  1.a) 
Simón  (E.) — Arachnides  de  la  Guiñee  espagnele.  Madrid,  1903.  (Mem.  Soc. 

esp.  II.  nat.  T.  i.  Mem.  3.a) 
D'Orbigny  (H.)— Onthophagus  du  Cap  San  Juan  Madrid,  1903.  (Mem.  Soc. 

esp.  H.  nat.  T.  i.  Mem.  4.a) 
Beltrax  y  Rózpide  (R.)  — Guinea  continental  española.   Madrid,    1903. 

(Mem.  Soc.  esp.  H.  nat.  T.  i.  Introducción.) 


Sesión  del  4  de  Noviembre  de  1903. 

PRESIDENCIA    DEL    EXCMO.    SR.    D.    ZOILO    ESPEJO. 

El  Secretario  dio  lectura  del  acta  de  la  sesión  anterior  ,  la 
cual  fué  aprobada. 

Admisiones  y  presentaciones. — Quedaron  admitidos  como  so- 
cios numerarios  los  siguientes  señores  presentados  en  sesión 
anterior  por  D.  Ignacio  Bolívar:  D.  Fernando  Aguilar  y  Car- 
mena, farmacéutico;  D.  Juan  Planellas,  farmacéutico  de  Puer- 
to Rico,  y  la  Universidad  de  Santo  Tomás,  de  Manila;  y  por  don 
A.  Federico  Gredilla,  D.  Fermín  Bescansa  Casares,  catedrático 
de  Historia  natural  en  el  Instituto  de  Orense,  especialista  en 
Botánica. 

Fué  admitido  también  como  socio  numerario  D.  José  de  Ro- 
bles, Secretario  general  del  Consejo  Superior  de  Ag-ricultura, 
el  cual  se  daba  de  alta. 

Se  hicieron  tres  nuevas  propuestas  de  socio. 

El  Secretario  propuso  se  nombrara  socio  correspondiente  ex- 
tranjero al  reputado  entomólogo  H.  Schouteden,  de  Bruselas, 
el  cual  nos  había  favorecido  enviando  para  nuestra  Biblioteca 
varios  de  sus  trabajos.  Quedó  así  acordado. 

Correspondencia. — Se  leyó  una  carta  dirigida  por  D.  Augusto 
Vaca,  de  Las  Palmas,  en  Canarias,  preguntando  si  algún  indi- 
viduo de  la  Sociedad  puede  darle  noticia  de  quién  es  el  autor 
y  dónde  se  han  descrito  dos  crasuláceas  llamadas  Sedum  lan- 
ceroitense  y  Sempervivum  hiérrense. 

Necrologías. — El  Sr.  Artigas  (D.  Primitivo)  leyó  la  siguiente 
nota  necrológica: 

De  nuevo  tiene  que  lamentar  la  Real  Sociedad  española  de 
Historia  natural  la  pérdida  de  uno  de  sus  queridos  socios  que, 
por  sus  altos  méritos,  ocupó  la  Presidencia  de  la  misma  en  el 
año  1887;  y  éste  es  el  limo.  Sr.  D.  Carlos  Castel  y  Clemente, 
distinguido  ingeniero  de  Montes,  quien  terminó  sus  días  en 
este  mundo  el  23  de  Julio  del  presente  año.  Nuestro  llorado 

T.  .ni. -Noviembre,  1903.  25 


353  BOLETÍN    DE   LA.    SOCIEDAD   ESPAÑOLA. 

consocio  nació  en  Cantavieja,  provincia  de  Teruel,  el  19  de 
Enero  de  1845.  De  modesta,  pero  honrada  y  laboriosa  familia, 
alcanzó  por  su  perseverante  trabajo,  talento  y  afabilísimo  tra- 
to, los  primeros  puestos  en  los  estudios,  y  más  tarde  en  la  so- 
ciedad. Como  ingeniero  se  distinguió  principalmente  siendo 
profesor  de  la  Escuela,  y  luego  como  el  primero  que  llevó  al 
terreno  práctico  ,  en  nuestro  país,  la  Ordenación  de  montes. 
Compromisos  sociales  ,  más  bien  que  una  verdadera  vocación, 
condujeron  á  dicho  señor  al  campo  de  la  política  activa,  y  en 
ella  alcanzó  los  elevados  cargos  de  Director  general  en  los  De- 
partamentos de  Beneficencia  y  Sanidad,  Obras  públicas  y  Pro- 
piedades y  Derechos  del  Estado;  y  es  casi  seguro  que,  si  la 
cruel  parca  no  hubiese  cortado  tan  pronto  el  hilo  de  su  exis- 
tencia, hubiera  ocupado  nuestro  biografiado  el  sillón  de  mi- 
nistro, merecido  por  su  reconocido  talento  y  honradez. 

Publicó  algunos  libros  y  monografías,  y  entre  éstas  merecen 
mención  especial  sus  Estudios  sobre  el  tanino,  trabajo  premia- 
do en  concurso  público,  por  la  Real  Academia  de  Ciencias 
exactas,  físicas  y  naturales,  así  como  su  «Descripción  física, 
geognóstica,  agrícola  y  forestal  de  la  provincia  de  Guadalaja- 
ra»,  habiendo  demostrado  con  ello,  mejor  diríamos  ratificado, 
que  poseía  dicho  ingeniero  conocimientos  no  comunes  en  el 
ramo  de  las  ciencias  naturales,  especialmente  en  Botánica  y 
Geología. 

Fué  el  Sr.  Castel  varias  veces  diputado  á  Cortes,  y  última- 
mente senador,  y  era  individuo  de  la  expresada  Real  Acade- 
mia de  Ciencias.  Poseía,  entre  otras  importantes  distinciones, 
las  grandes  cruces  de  Isabel  la  Católica  y  del  Cristo  de  Por- 
tugal. 

Al  consagrar  la  Real  Sociedad  española  de  Historia  natural 
sentido  recuerdo  á  la  memoria  del  que  fué  esclarecido  conso- 
cio nuestro,  al  propio  tiempo  que  leal  amigo  y  cumplido  caba- 
llero, algunos  de  cuyos  méritos  científicos  se  acaban  de  indi- 
car, hace  fervientes  votos  para  que  tenga  imitador  el  cariño  y 
buen  deseo  con  que  el  Sr.  Castel  se  consagraba  á  los  estudios 
de  su  profesión  de  ingeniero  de  Montes,  y,  por  ende,  alas 
ciencias  naturales,  y  el  grande  interés  que  demostró,  en  va- 
rias ocasiones,  por  la  prosperidad  y  bienandanza  de  esta  So- 
ciedad, la  cual  con  tanto  anhelo  y  acierto  dirigió  en  el  año  de 
su  presidencia. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  359 

Comunicaciones.— El  Sr.  Calderón  dio  noticia  de  un  trabajo 
publicado  por  el  conocido  profesor  St.  Meunier,  nuestro  conso- 
cio de  París,  intitulado  Les  richesses  minerales  de  VAlgérieet 
de  Ja  Tunisie  (Rev.  scicnl.  xix,  1903),  en  el  cual  el  autor  resume 
cuantos  datos  se  poseen  sobre  los  recursos  minerales  y  yaci- 
mientos metalíferos  del  África  del  Norte,  clasificándolos  seg-ún 
su  modo  de  yacer. 

La  proximidad  y  analogía  de  esta  vasta  reg-ión  con  la  del 
Mediodía  de  España  es  un  motivo  para  que  nos  interese  cuan- 
to á  aquélla  se  refiere,  tanto  desde  el  punto  de  vista  científico 
como  desde  el  industrial,  por  la  competencia  que  nos  hace  de 
día  en  día. 

Secciones.  —  Leyéronse  á  continuación  las  actas  de  las  Sec- 
ciones. 

La  de  Barcelona  celebró  sesión  el  16  de  Octubre  de  1903, 
bajo  la  presidencia  del  Sr.  D.  Carlos  Ferrer. 

Se  acordó  por  unanimidad  felicitar  al  exministro  de  Instruc- 
ción pública  Sr.  Allendesalazar,  por  su  interés  por  la  Sociedad 
y  por  la  protección  que  mediante  su  g'estión  se  la  ha  con- 
cedido, así  como  hacer  constar  en  acta  un  voto  de  gracias 
para  la  Junta  de  la  misma  en  Madrid,  que,  con  su  constan- 
cia y  buena  voluntad,  había  conseguido  la  protección  del 
Estado. 

— El  señor  Secretario  comunicó  haber  recibido  unos  impre- 
sos, que  desde  hoy  han  de  servir  para  hacer  la  presentación  de 
socios,  á  cuya  disposición  los  ponía. 

— El  Sr.  Folch  y  Andreu  mostró  lasfotog'rafías  de  unas  gráfi- 
cas de  las  lluvias  de  la  Península,  cuyo  trabajo  fué  presentado 
en  la  sesión  anterior  y  publicado  en  el  Boletín  de  este  año, 
pág-inas  186  á  188. 

—El  Sr.  de  Buen  dio  extensas  noticias  de  una  excursión  veri- 
ficada en  el  vaporcito  del  Laboratorio  de  Banyuls-sur-Mer,  por 
las  costas  de  Mallorca,  siendo  jefe  de  la  expedición  el  profesor 
de  la  Sorbona  Mr.  Prubot. 

—El  Sr.  Casares  (D.  Antonio)  leyó  una  nota  referente  á  mus- 
gos de  Cataluña. 

—El  Sr.  Rivas  Mateos  presentó  otra  titulada  «El  Medicado  lit- 
toralis  Rohde>Y  acompañando  los  ejemplares  que  le  sirvieron 
de  base  para  dicho  trabajo. 


360  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD  ESPAÑOLA 

La  Sección  de  Sevilla  celebró  sesión  el  día  30  de  Septiembre 
de  1903,  bajo  la  presidencia  de  D.  Antonio  Seras. 

—El  Sr.  Crú  (D.  Vicente)  leyó  una  Memoria  titulada  «Viaje 
ornitológico  por  Andalucía  (provincias  de  Sevilla,  Huelva  y 
Granada),  durante  los  meses  de  Abril,  Mayo  y  Junio  de  1902)». 
Dicha  Memoria  quedó  en  poder  del  señor  Secretario  para  su 
remisión  á  Madrid. 

—  El  Sr.  Barras  envió  la  siguiente  comunicación  sobre  obje- 
tos neolíticos  existentes  en  el  Instituto  de  Huelva: 

«Aunque  los  restos  del  período  neolítico  son  bastante  abun- 
dantes, no  deja  de  tener  interés  el  precisar  bien  las  localida- 
des en  que  aparecen,  y  por  esto  creo  deber  comunicar  á  la  So- 
ciedad el  hallazgo  verificado  en  el  pasado  mes  de  Septiembre 
de  dos  hachas  de  diorita  en  la  viña  llamada  Armario,  situada 
en  el  término  de  Moguer  y  propiedad  del  director  de  este  Ins- 
tituto D.  José  Sánchez  Mora,  quien  donó  una  de  ellas  al  Esta- 
blecimiento. 

Fueron  encontrados  los  dos  ejemplares,  uno  junto  al  otro,  á 
metro  y  medio  de  profundidad,  y  son  próximamente  del  mis- 
mo tamaño.  El  que  se  halla  en  el  Gabinete  de  Historia  natural 
mide  de  longitud  162  milímetros;  de  anchura  máxima  57;  de 
espesor  máximo  41,  y  de  anchura  en  la  boca  50. 

Existen  además  en  el  mismo  Gabinete  otros  tres  objetos  pre- 
históricos neolíticos,  recogidos  en  la  provincia. 

El  que  más  relación  tiene  con  el  anterior  es  un  hacha  tam- 
bién de  diorita,  procedente  del  sitio  denominado  El  Moro,  si- 
tuado á  un  kilómetro  de  Almonte,  habiendo  sido  encontrado  á 
un  metro  de  profundidad  en  una  finca  del  Vicedirector  de  este 
Instituto,  D.  Lorenzo  Cruz,  quien  la  regaló  al  Gabinete.  Es  un 
ejemplar  de  gran  tamaño,  pues  mide  236  milímetros  de  longi- 
tud, 76  de  anchura  máxima,  48  de  espesor  máximo  y  60  de  an- 
chura en  la  boca. 

Otro  ejemplar,  también  encontrado  en  término  de  Almonte, 
en  el  pueblo  denominado  El  Pilar,  y  donado  por  el  mismo  se- 
ñor Cruz,  lleva  una  etiqueta  con  el  nombre  de  lanza.  Sea  el 
instrumento  que  sea,  no  está  completo,  constando  la  parte 
que  se  conserva  de  una  punta  sumamente  rebajada  que  for- 
ma aproximadamente  un  triángulo  isósceles,  midiendo  en  su 
base  75  milímetros  de  anchura,  de  altura  50,  y  alcanza  en  sus 
lados  iguales  unos  65,  aunque  no  son  exactamente  de  la  mis- 


DE   HISTORIA   NATURAL.  361 

ma  longitud.  Por  debajo  de  lo  que  hemos  considerado  como 
base  del  triángulo,  que  es  la  mayor  anchura  del  instrumento, 
está  toscamente  rebajado  hasta  alcanzar  75  milímetros  por  el 


punto  donde  está  roto.  El  grueso  es  de  23  milímetros.  El  ma- 
terial parece  ser  serpentinoso. 

Como  es  sabido,  las  localidades  de  estos  ejemplares  corres- 
ponden al  borde  del  macizo  plioceno  que  constituye  la  meseta 
conocida  por  el  Aljarafe,  la  cual  se  extiende  hasta  Sevilla  y 
que  tan  rica  es  en  objetos  prehistóricos. 

El  cuarto  y  último  ejemplar  de  piedra  pulimentada  á  que 
me  he  referido  es  de  localidad  muy  distinta,  pues  procede  del 
sitio  denominado  Los  Jarales,  ya  en  la  provincia  de  Badajoz, 
pero  muy  próximo  al  límite  de  Huelva  y  sobre  la  vía  férrea  de 
Zafra;  es  un  mazo  granítico  de  tosca  construcción  y  forma  irre- 
gular, con  una  entalladura  para  sujetar  el  mango  de  35  milí- 
metros de  ancha,  midiendo  en  la  parte  más  profunda  de  ella 
70  milímetros  de  altura  por  87  de  espesor.» 

— El  Sr.  Miquel  presentó  un  molar  superior  de  un  Rhinoceros 
Mercki  Jcegel,  encontrado  en  unas  canteras  en  el  monte  de 
San  Cristóbal,  en  Pamplona,  á  unos  900  metros  sobre  el  nivel 
del  mar. 

Aun  cuando  esa  localidad  pertenece  al  terreno  eoceno,  el  fó- 
sil fué  hallado  en  una  dislocación  de  las  rocas,  rellena  de 


362  BOLETÍN   DE    LA   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

detritus  de  la  época  postpliocena,  á  la  cual  se  deb3  referir.  A 
un  nivel  algo  superior  se  descubrió  una  pequeña  cueva,  bajo 
cuyo  suelo  estalagmítico  había  restos  de  dos  osos  pardos,. un 
ciervo  y  de  algunos  pequeños  mamíferos. 

—El  Sr.  Medina  recordó  que  un  trozo  de  molar  de  üh.  Mercki 
existente  en  el  Museo  de  Historia  natural  de  la  Universidad  de 
Sevilla,  fué  descub  erto  junto  á  Alcalá  de  Guadaira  en  excur- 
sión realizada  con  el  Sr.  Calderón,  en  las  mismas  condiciones 
que  el  ejemplar  de  Pamplona,  es  decir,  en  una  quiebra  del 
terreno  terciario  (plioceno  allí)  rellena  de  detritus  cuaterna- 
rios rojos. 

La  Sección  de  Zaragoza  celebró  sesión  el  día  28  de  Octubre 
de  1903,  bajo  la  presidencia  de  D.  Pedro  Ramón  y  Cajal. 

—El  P.  Navas  presenta  un  trozo  de  roca,  cogido  por  él  en 
sierra  de  Guara  (Huesca),  sobre  la  cual  se  ve  una  materia  de- 
terminada por  D.  Salvador  Calderón  con  el  nombre  de  uJmma. 
Es  la  primera  vez  que  se  cita  de  España.  Añadió  que  en  el  Mu- 
seo de  Ciencias  naturales  de  Madrid  hay  otro  ejemplar  de  Mon- 
terrey (Galicia).  Examinado  por  los  presentes  y  discutida  su 
formación,  los  Sres.  Ramón  y  Cajal  y  Dosset  se  llevaron  frag- 
mentos para  estudiarlos  en  el  microscopio. 

Notas  y  comunicaciones. 


Polimorfismo  del  «Medicago  littoralis»  Ronde 


D.  MARCELO  RIVAS  MATEOS 

Durante  las  pasadas  vacaciones  del  verano  hice  varias  ex- 
cursiones por  los  alrededores  de  Barcelona,  fijándome  con  pre- 
ferencia en  la  interesante  marina  del  Llobregat.  Como  resul- 
tado de  estas  excursiones  he  adquirido  algunos  datos  que 
estimo  curiosos  é  iré  ofreciendo  sucesivamente  á  nuestra  So- 
ciedad. 

Por  hoy  voy  á  limitarme  al  hallazgo,  con  abundancia,  en 
los  citados  alrededores  de  Barcelona  y  en  la  marina  del  Lio- 


DE   HISTORIA   NATURAL.  363 

bregat  del  Medicago  lUtoralis  Rohde,  una  papilionácea  de  ta- 
llo rastrero,  de  aspecto  poco  elegante  y,  sin  embargo,  muy 
notable  desde  el  punto  de  vista  científico  por  la  gran  diversi- 
dad de  furnias  que  presenta. 

Tan  variados  son  los  ejemplares  y  tales  las  modificaciones 
morfológicas  que  sufre  la  especie  según  la  clase  de  terreno 
donde  vive,  qu¿  cuesta  sumo  trabajo  referir  algunos  á  la  for- 
ma tipo.  Un  atento  estudio  de  ellos  pone  de  manifiesto  el  in- 
contrastable poder  del  medio  en  la  evolución  de  los  seres. 
Ejemplares  del  Medicago  lUtoralis  que  viven  á  pocos  metros 
de  distancia,  pero  teniendo  unos  asentadas  las  raíces  en  are- 
nal marítimo  y  otros  en  un  terreno  terciario  miocénico,  apare- 
cen con  diferenciación  tan  honda,  que  un  naturalista  poco  es- 
crupuloso los  clasificaría  como  correspondientes  á  especies 
distintas.  Buena  prueba  de  ello  ofrecen  los  ejemplares  que 
tengo  el  honor  de  presentar  á  la  Sociedad,  los  cuales  dan  tes- 
timonio de  la  profunda  modificación  que  experimentan  las  es- 
pecies al  cambiar  de  medio  de  existencia. 

Tres  variedades  se  establecen  del  Medicago  lUtoralis  y  son 
las  siguientes:  a.  inermis  Mor,  b.  brevisecta  DC,  c.  longisecta 
DC.  (Wk.,  Prod.  Fio.  Hisp.,  t.  m,  pág.  384  ;  estas  variedades, 
como  ya  sus  nombres  lo  indican,  están  fundadas  en  la  presen- 
cia ó  ausencia  de  espinas  en  la  legumbre  y  en  el  menor  ó  mayor 
desarrollo  de  aquéllas  con  relación  al  fruto.  Pero  entre  estas 
variedades  típicas  hay  toda  una  escala  gradual  de  formas  que 
las  liga  de  modo  insensible,  desde  ejemplares  inermes  cuya 
legumbre  gira  á  la  izquierda  (legumbre  sinistrorsa),  individuos 
intermedios  y  otros,  en  fin,  que  tienen  las  espinas  tan  largas 
como  el  diámetro  del  fruto. 

Todos  estos  ejemplares  se  encuentran  abundantes  de  Mayo 
á  Julio  en  la  vertiente  S.  de  Monjuich  y  marina  del  Llobregat. 

El  modo  de  arrollarse  la  legumbre  no  puede  tomarse  como 
carácter  para  diferenciar  las  formas;  para  demostrarlo  ahí  pre- 
sento dos  ejemplares  recogidos  en  el  mismo  sitio  (Faro  del  Llo- 
bregat), sin  más  diferencias  que  la  forma  de  la  espira,  y  aun 
en  uno  de  ellos  se  ve  que  siendo  de  legumbres  dextrorsas,  hay 
dos  frutos  que  giran  á  la  izquierda. 

He  observado  un  hecho  que  en  mi  concepto  tiene  mucha  im- 
portancia, y  es  el  siguiente:  los  ejemplares  que  viven  en  pleno 
arenal  marítimo  son  inermes  ó  cuando  más  las  legumbres  pre- 


384  BOLETÍN    DE   LA.   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

sentan  diminutas  espinas  ;«á  medida  que  proceden  de  sitios 
alejados  del  arenal,  los  frutos  van  siendo  más  espinosos,  y  cuan- 
do son  de  los  que  florecen  en  el  terciario  casi  siempre  ostentan 
espinas  tan  largas  como  el  diámetro  de  la  legumbre.  De  don- 
de se  deduce  que  la  mencionada  especie,  al  revés  de  lo  que  en 
otras  sucede,  desarrolla  tanto  más  los  órganos  defensivos  cuan- 
to más  separada  esté  de  los  arenales  marítimos;  cuando  vive 
en  el  terciario  dichos  órganos  alcanzan  el  máximum  del  des- 
arrollo. 

Nota  sobre  los  musgos  de  Cataluña 


DON   ANTONIO   CASARES   GIL. 

Terminadas  ya  las  sesiones  de  la  Sociedad  española  de  His- 
toria natural  en  el  curso  pasado,  vino  por  casualidad  á  mis 
manos  el  número  correspondiente  á  Abril- Junio  1903  del  But- 
lleli  de  la  Instilució  Catalana  a" Historia  natural.  En  este  nú- 
mero aparece  un  trabajo  del  P.  Joaquín  María  de  Barnola  S.  J. 
titulado  Notes  criptogamiques,  donde  enumera  las  criptógamas 
de  los  alrededores  de  Barcelona,  recogidas  por  el  autor  en  los 
cursos  de  1893  á  1895.  Como  el  año  anterior  había  yo  publica- 
do un  Catálogo  de  las  muscineas  de  los  alrededores  de  Barcelo- 
na (1),  me  interesó  conocer  la  parte  briológica  de  las  Notes 
criptogamiqties. — Circunscribiéndome,  pues,  á  esta  parte  y  de- 
jando á  un  lado  pequeños  detalles,  como  los  nombres  algo  an- 
ticuados, el  orden  extraño  de  su  enumeración,  etc.,  lo  que  me 
llamó  sobre  todo  la  atención  es  que  parece  que  se  trata  de  la 
flora  briológica  de  una  localidad  completamente  distinta  á  la 
por  mí  estudiada. 

Ante  todo  debo  manifestar  que  mis  determinaciones  son  re- 
visadas por  sabios  extranjeros  que  me  honran  con  su  amistad 
y  consejos,  y  á  quienes  mando  un  ejemplar  de  cada  una  de  las 
especies  que  recojo.  Las  que  yo  no  pude  clasificar  van  anota- 
das en  el  Catálogo. 

Repito  que  lo  que  más  llamó  mi  atención  fué  la  completa 


(1)    Boletín  de  la  Sociedad  espaSvla  de  Historia  natdeal,  Noviembre,  1902. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  365 

desemejanza  entre  mi  Catálogo  y  el  trabajo  del  P.  Joaquín  Ma- 
ría de  Barnola.  No  tendría  nada  de  particular  que  apareciesen 
en  uno  ú  otro  solamente  alguna  forma  rara  en  esta  localidad; 
pero  me  extraña  que  el  autor  de  las  Notes  criytogamiques  no 
cite  especies  tan  comunes  en  los  alrededores  de  Barcelona  como 
la  Madotheca  platyphyla  ~D\im.,  Lejeunia  serpylU folia  Libert., 
Pellia  calycina  Nees.,  Barbilla  aloides  Schp.,  B.  squarrosa 
Brid.,  Bryum  argentum  L..  Br.  capillare  L.,  Pterogonium  gracile 
Schw.,  Brachylhecium  rutabulum  Schp...  Rhynchoslegmm  rusci- 
forme  Schp.,  Hypnum  purum  L.  é  H.  cupresi forme  L.,  mencio- 
nando en  cambio  otras  especies  como  el  Rhacomitriwm  canescens 
en  las  piedras  de  los  torrentes,  á  pesar  de  que  ésta  es  propia 
de  sitios  secos,  y  el  Dicranum  (Dicranella)  Graemlleamim ,  que 
crece  en  las  altas  montañas  ya  en  el  límite  de  las  nieves  per- 
petuas. 

Cítanse  en  las  Notes  especies  que  se  ve  desde  luego  han  sido 
confundidas  con  otras  afines:  así,  por  ejemplo,  el  Anlhocerus 
Imvis  L.  debe  ser  el  que  yo  encontré  en  el  mismo  lugar  y  que 
F.  Stephani  clasificó  como  Anthocerus  dichotomus  Raddi,  ha- 
ciéndome notar  las  particularidades  de  los  esporos  y  tuberculi- 
llos;  la  Plagiochila  asplenioides  será  sin  duda  la  Plagiochila 
¿nterrupla  Dum.,la  Fossombronia  jmsilla,  probablemente  la 
F.  angulosa,  etc. 

Vuelvo  á  repetir  que  tengo  la  seguridad  de  que  las  especies 
que  cito  en  mi  Catálogo  están  bien  clasificadas  por  haber  revi- 
sado mis  determinaciones  sabios  especialistas,  como  Franz 
Stephani,  de  Leipzig-,  y  el  profesor  V.  F  Brotherus,  de  Helsing- 
fors,  á  quienes  remití  los  musgos  frondosos  de  los  alrededo- 
res de  Barcelona,  después  de  publicado  el  Catálogo,  y  me  con- 
firmó las  clasificaciones  que  yo  había  hecho;  mas  como  el 
asunto  me  interesa  vivamente,  pongo  á  disposición  del  autor 
de  las  Notes,  así  como  de  cuantos  deseen  consultarlo,  mi  her- 
bario y  correspondencia,  comprometiéndome  asimismo  á  reco- 
ger, en  época  Oportuna,  las  especies  enumeradas  en  mi  Catá- 
logo de  las  muscíneas  de  los  alrededores  de  Barcelona,  en  los 
lug'ares  que  allí  se  citan,  y  enviarlos  á  cualquiera  autoridad 
briológica  para  su  examen  y  determinación. 


366  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Viaje  ornitológico  por  Andalucía  (provincias  de  Sevilla,  Huelva. 
y  Granada),  durante  los  meses  de  Abril,  Mayo  y  Junio  de  1902 


D.    VICENTE   Y   D.    ENRIQUE    CRU. 

Las  primeras  excursiones  son  siempre  las  que  más  cuestan 
en  todos  los  sentidos  á  los  naturalistas,  á  pesar  de  su  fuerza 
de  voluntad  estimulada  por  el  hallazgo  de  especies  por  ellos 
no  vistas  hasta  entonces,  ni  aun  en  Museos  y  colecciones  par- 
ticulares. 

Momentos  de  verdadera  alegría  para  el  ornitólogo  son  aque- 
llos en  que  se  ve  delante  de  sí  seis  ú  ocho  especies  de  huevos 
que,  aunque  sean  vulgares,  en  aquel  momento  no  se  cambia- 
rían por  nada  del  mundo;  pero  á  cambio  de  estos  momentos 
¡cuántos  días  también  sin  recoger  nada!  ¡Cuántos  largos  ratos 
de  inmovilidad»  bien  al  sol,  bien  á  la  sombra,  con  buena  ó 
mala  posición  y  en  terreno  para  poder  observar  por  unos  mo- 
mentos las  costumbres  de  cualquier  pájaro!  Además,  bien  por 
ignorancia,  bien  por  interés,  el  naturalista  recolector  no  en- 
cuentra apoyo  en  sus  gestiones  en  la  gente  del  país  que  re- 
corre. 

Algunos  extranjeros  vienen  á  recorrer  nuestro  país  y  á  apo- 
derarse de  sus  producciones  ornitológicas;  dando  lugar  con  la 
esplendidez  de  sus  gratificaciones  á  que  los  ornitólogos  españo- 
les no  podamos  estudiar  nuestra  propia  fauna.  Los  resultados 
de  estas  campañas  son  dos:  primero,  el  extranjero  da  fin  á  su 
excursión  sin  haber  conseguido,  la  mayoría  de  las  veces,  ver  y 
coger  lo  que  deseaba;  segundo,  que  los  naturales  de  los  pue- 
blos cercanos  á  las  marismas  acostumbrados  á  verse  pagar  de 
espléndida  manera  por  los  extranjeros,  crean  que  todo  excur- 
sionista se  halla  en  el  mismo  caso,  y  el  que  tiene  por  necesi- 
dad que  buscar  gente  de  esta  índole  puede  tener  la  seguridad, 
á  menos  que  quiera  emplear  una  porción  de  días  más  de  los 
necesarios  en  recorrer  el  terreno  que  explora,  que  no  encon- 
trará lo  que  desea,  si  por  desgracia  ha  manifestado  á  los  guías 
y  prácticos  el  objeto  de  sus  pesquisas. 

El  ornitólogo  que  quiera  hacer  una  excursión  por  las  maris- 
mas se  valdrá  generalmente  de  los  verdaderos  guías,  que  son 


DE   HISTORIA  NATURAL.  367 

los  mismos  habitantes  de  cortijos  y  chozas,  además  de  los  pas- 
tores y  ganaderos,  los  que  indicarán  á  los  excursionistas  los 
sitios  desde  donde  podrán  observar  y  coger  las  especies  que  por 
allí  haya  y  les  sean  convenientes. 

De  esta  manera  el  naturalista,  sin  tanto  parásito  á  su  cargo, 
podrá  dedicarse  muchísimo  más  y  con  más  solicitud  y  pacien- 
cia al  estudio  de  cualquier  ave  que  tenga  por  conveniente. 
Los  guías  que  se  llevan  por  excepción  descubren  algo  raro; 
únicamente  ven  los  nidos  de  los  pajaritos  más  vulgares;  si 
hay  algo  de  interesante  en  la  zona  de  parada,  como  he  dicho 
anteriormente,  son  los  habitantes  del  país  los  que  tienen  que 
descubrirlo,  y  lo  revelan  dándoles  alguna  recompensa.  Por 
Sierra  Nevada,  con  dos  castradores,  para  descolgarse  á  coger 
los  nidos  y  dos  hombres  más  para  el  servicio  particular,  puede 
emprenderse  un  viaje  con  la  seguridad  de  estudiar  mucho  más 
las  costumbres  de  las  aves  con  poca  gente  que  con  mucha. 
Por  ser  un  terreno  tan  accidentado,  la  mayoría  de  las  veces 
hay  que  mandar  coger  los  nidos,  generalmente  situados  en 
lugares  poco  menos  que  inaccesibles  para  las  personas  que 
no  sean  del  país. 

Según  nos  dijeron,  hace  algunos  años  un  ganadero,  al  cual 
los  quebrantahuesos  le  devoraban  muchos  corderos,  decidió 
y  llevó  á  la  práctica  el  envenenar  con  eslrignina  varias  cabe- 
zas de  ganado,  lo  cual  ocasionó  la  casi  total  extinción  de  estas 
aves  y  de  otras  muchas.  Esta  costumbre  es  general  en  Anda- 
lucía y  Extremadura. 

Teniéndolo  como  deber,  damos  á  la  Sociedad  una  lista  con 
la  descripción  de  los  nidos  y  huevos  cogidos  durante  nuestra 
excursión,  y  limitándonos,  por  tanto,  á  nuestras  propias  obser- 
vaciones, aplazando  para  cuando  nuestras  ocupaciones  nos  lo 
permitan,  enviar  otra  nota  de  especies  no  incluidas  eu  la  pre- 
sente y  que  han  sido  recogidas  durante  la  primavera  del  pre- 
sente año. 

Entre  ellas  se  cuentan  el  Porphirio  veterum,  Bonap.,  Turnix 
syhaticus  Bonap.  =  \quiJa  imperialis  Keys.=i  .  pennata  Boie, 
Circcetus  gallicus  Vieillot  y  Bulo  maximus  Flemming. 

Descripción  de  algunos  huevos  y  nidos.  —  Podiceps  nigricollis 
Sundeval.— La  familia  de  los  buzos  tiene  una  manera  espe- 
cial de  nidificar.  Ponen  los  nidos  siempre  en  los  lugares  más 
escondidos  de  las  marismas  y  emplean  para  su  construcción 


368  BOLETÍN    DE    LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

los  juncos,  lirios,  tallos  de  plantas  acuáticas  y  cuantas  hierbas 
se  crían  en  las  aguas  de  dichos  parajes. 

Sobresalen  muy  poco  sobre  el  nivel  del  agua,  notándose, 
cuando  de  alguno  de  ellos  se  cogen  los  huevos,  que  despiden 
un  calor  húmedo,  lo  cual  sin  duda  alguna  debe  contribuir 
mucho  á  la  incubación. 

Una  vez  construido  el  nido,  el  pájaro  busca  la  manera  de 
hacerle  una  especie  de  tapadera  ó  quita-vistas  para  cubrirlo, 
lo  que  consigue  entrelazando  los  tallos  que  hay  alrededor  con 
tallos  de  otras  plantas;  merced  á  esta  disposición  es  bastante 
difícil  encontrar  uno  de  estos  nidos. 

Ponen  de  tres  á  cinco  huevos,  de  un  color  de  tierra  clara 
unos,  y  más  blancos  ó  más  obscuros  otros,  los  cuales  miden  de 
42  á  45  mm.  de  largo  por  35  de  ancho. 

Podiceps  fluviatilis  Gerbe. 

Tiene  las  mismas  costumbres  de  nidificación  que  el  prece- 
dente. 

Pone  de  tres  á  cinco  huevos  de  un  color  castaño  claro,  y  que 
miden  37  mm.  de  larg-o  por  27  de  ancho. 

Sterna  nigra  Linn. 

Los  nidus  de  estas  aves  se  encuentran  juntos  muchos  de  ellos 
y  están  rústicamente  construidos;  recogen  hierbas  y  hojas  de 
las  que  encuentran,  y  dejándolas  descuidadamente  forman 
una  especie  de  nido  flotante  donde  depositan  de  tres  á  cuatro 
huevos. 

Las  Sterna,  cuando  alguien  se  aproxima  á  sus  nidos,  son 
excesivamente  atrevidas,  no  cesando  de  revolotear  y  chillar 
como  queriendo  asustar  al  que  se  acerca.  Un  numeroso  grupo 
de  ellas  atacaron  á  uno  de  los  perros  que  llevábamos  y  que 
iba  delante  de  nosotros,  no  cesando  de  acometerle  hasta  que 
salimos  del  sitio  donde  estaban  los  nidos. 

A  la  carda  de  la  tarde  se  juntan  y  arman  unas  griterías  es- 
pantosas. 

Una  de  las  mañanas  que  estábamos  observando  estas  aves, 
vimos  venir  un  milano  real  en  dirección  á  la  pajarera  donde 
se  hallaban  los  nidos;  cuando  empezó  aquél  á  describir  círcu- 
los por  encima  de  ellos,  salió  un  numerosísimo  grupo  de  ias 
golondrinas  de  mar  á  que  nos  referimos,  atacando  sin  miedo  y 
persiguiendo  al  milano,  que  ya  se  había  dado  á  la  fuga,  y  no 


DE   HISTORIA   NATURAL.  369 

dejaron  ele  perseguirlo  hasta  que  estuvo  á  respetable  distancia. 
Sus  huevos  varían  bastante  de  colpr,  habiendo  unos  café 
obscuro,  otros  aceitunados  claros  y  otros  crema  obscura;  todos 
están  salpicados  de  pequeñas  manchas  de  castaño  claro,  entre- 
mezcladas con  otras  más  pequeñas  y  más  obscuras.  Miden  de 
28  á  30  mm.  de  ancho  por  38  á  40  de  largo. 

Sterna  minuta  Linn. 

Esta  pequeña  y  elegante  ave  nidifica  también  en  el  agua 
con  tallos  secos  y  hierbecitas  acuáticas,  formando  así  una  es- 
pecie de  pe  iueña  copa,  donde  deposita  de  tres  á  cuatro  huevos 
de  color  de  canela,  salpicados  completamente  por  pequeñas 
manchitas  obscuras  entremezcladas  con  otras  mayores  del 
mismo  color  ó  más  claras.  Miden  de  30  á  35  mm.  de  largo  por 
22  á  24  de  ancho. 

Hydrochelidon  hybrida  Gray. 

Tiene  las  mismas  costumbres  de  nidificación  que  las  otras 
golondrinas  de  mar,  y  sus  huevos  también  se  asemejan  mucho 
á  las  de  éstas.  Son  de  color  de  canela  con  manchas  irregulares 
de  castaño  claro  y  obscuro;  los  hay  asimismo  con  el  fondo  ver- 
de claro  y  las  manchas  negras.  Miden  de  27  á  28  mm.  de  an- 
cho por  38  á  39  de  largo. 

Recurvirostra  avocetta  Linn. 

Suelen  anidar  en  grupos  de  tres  ó  cuatro  y  nidifican  en  los 
parajes  donde  el  agua  no  alcanza  mucha  profundidad. 

Su  nido  está  artísticamente  construido;  se  compone  de  los 
tallos  secos  de  la  hierba  de  la  marisma,  muy  bien  entrelaza- 
dos. Empiezan  á  formar  la  base  sujetando  esta  hierba  seca 
con  la  verde,  formando  de  esta  manera  un  ruedo  flotante  de 
unos  40  cm.  de  diámetro,  sobre  el  cual  ponen  una  especie  de 
montaña  de  unos  10  cm.  de  altura,  dejando,  por  último,  en  el 
vértice  una  cavidad  ovalada  donde  depositan  de  tres  á  cuatro 
huevos  de  color  de  aceituna  obscura,  cubiertos  de  manchas  de 
diferentes  tamaños  de  un  negruzco  más  ó  menos  acentuado. 
Miden  44  mm.  de  largo  por  30  de  ancho. 

Totanus  stagnatilis  Bechstein. 

Construye  su  nido  en  las  orillas  de  las  lagunas  empleando 
el  misino  material  que  la  avocetta. 

Ponen  de  tres  á  cuatro  huevos  de  un  color  amarillo  obscuro, 


370  BOLETÍN    DE    LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

picoteados  de  manchas  color  castaño  intenso  de  mayor  ó  me- 
nor tamaño,  siendo  éstas  siempre  más  abundantes  hacia  la 
parte  gruesa.  Miden  de  38  á  40  mm.  de  largo  por  28  de  ancho. 
Estos  pájaros  antes  prefieren  corretear  por  las  orillas  á  vo- 
lar, y  corren  así  delante  de  quien  los  acosa,  no  alzando  el 
vuelo  hasta  verse  del  todo  perseguidos. 

Totanus  calidris  Bec/islein. 

Anida  en  grupos  de  cuatro  á  seis  y  ponen  de  tres  á  cuatro 
huevos,  rara  vez  cinco,  de  color  verde  muy  claro,  con  algunas 
manchas  entremezcladas  de  negro  y  castaño,  bastante  grandes 
en  su  parte,  gruesa,  con  muchísimas  otras  más  pequeñas  y  del 
mismo  color  repartidas  en  toda  su  superficie.  Miden  estos  hue- 
vos de  41  á  43  mm.  de  largo  por  29  de  ancho. 

Gallinago  major  Leach. 

Anida  esta  becada  en  las  lagunas  y  marismas. 

Pone  de  tres  á  cuatro  huevos  de  un  color  verdoso  manchado 
de  grandes  manchas,  color  de  chocolate  obscuro  hacia  su 
parte  más  gruesa,  y  con  otras  más  pequeñas  del  mismo  color, 
mezcladas  con  otras  también  pequeñas  y  más  claras.  Miden 
4  cm.  de  largo  por  3  de  ancho. 

Vanellus  cristatus  Meyer. 

El  ave  fría  no  construye  nido,  sino  que  deposita  sus  huevos 
en  una  pequeña  excavación  que  practica  en  las  orillas  de  las 
riberas,  marismas  y  riachuelos,  ó  bien  los  deja  sobre  la  misma 
hierba  que  crece  en  las  márgenes.  Pone  tres  ó  cuatro  huevos 
de  un  fondo  color  aceituna  obscuro  ó  canela  salpicados  de 
manchas  negro  claro  ó  castaño  obscuro.  Estos  miden  de  42  á 
44  mm.  de  largo  por  32  á  34  de  ancho. 

Glareola  torqnata  Meyer. 

Anida  como  el  ave  fría  y  pone  de  tres  á  cuatro  huevos  de 
forma  casi  ovalada;  el  color  del  fondo-  es  negro  ó  más  claro, 
con  grandes  manchas  café  en  el  centro,  y  con  otras  más  pe- 
queñas y  del  mismo  tono  repartidas  por  toda  la  cascara.  Miden 
26  mm.  de  ancho  por  34  de  largo. 

Fúlica  atra  Linn. 

Los  nidos  de  la  gallina  de  agua,  por  lo  general,  se  hallan  en 
lugares  muy  apartados  de  todo  tránsito;  son  ovalados,  llegan- 


DE  HISTORIA   NATURAL.  371 

do  algunos  de  ellos  á  alcanzar  60  era.  de  diámetro  y  sobresa- 
le de  15  á  20  sobre  el  nivel  del  agua.  Están  fabricados  con 
hierba  seca  entremezclada  con  los  juncos  de  la  marisma,  y  en 
la  cavidad  donde  depositan  los  huevos  ponen  otra  hierbecilla 
seca  más  fina. 

Pone  esta  ave  de  cinco  á  seis  huevos  de  un  color  ceniciento 
claro,  con  infinidad  de  pequeños  puntos  negros  entremezcla- 
dos con  otros  cenicientos.  Miden  de  53  á  55  mm.  de  largo  por 
35  de  ancho. 

Giconia  alba  WiUugliy. 

Como  es  sabido,  la  cigüeña  construye  su  nido  en  las  torres 
de  las  iglesias,  en  las  chimeneas  viejas,  en  los  grandes  edifi- 
cios donde  no  las  estorben,  en  los  almiares  ó  pajares  y  en  todos 
los  sitios  donde  tenga  tranquilidad  para  nidificar.  Se  compone 
de  varas  entrelazadas  descuidadamente,  cubriéndolas  de  raí- 
ces, pajas,  lana,  crines  y  todo  lo  que  encuentra  el  ave  que  sea 
blando. 

Ponen  generalmente  dos  huevos  de  un  blanco  sucio,  algo 
azulados  vistos  por  transparencia.  Miden  5  cm.  de  ancho  por 
7  Va  de  largo. 

En  los  lucios  ó  pequeños  lagos  de  las  marismas  se  ven  mu- 
chos individuos  formando  bandadas  que  pasan  largas  horas 
picoteando. 

Es  una  de  las  aves  que  más  respetan  en  este  país  como  en 
otros  muchos. 

Otis  tarda  Linn. 

Nidifica  en  los  campos  en  medio  de  las  plantaciones  de  tri- 
go, cebada  y  forraje,  practicando  una  excavación  redonda  y 
de  poca  profundidad. 

Ponen  de  tres  á  cuatro  huevos,  habiendo  bastante  diferencia 
en  el  color  entre  unos  y  otros;  generalmente  son  aceituna  ó 
verde  obscuros  y  otros  de  color  de  tierra  clara  y  de  canela  obs- 
cura. Todos  están  salpicados  de  manchas  longitudinales  más 
ó  menos  claras  de  color  café  puro  ó  con  leche  obscuro.  Sus  di- 
mensiones también  varían.  Miden  de  68  mm.  á  83  de  largo  por 
55  á  5,;)  de  ancho. 

Estas  aves  empiezan  á  verse  en  este  país  á  principios  de 
Abril,  van  reunidas  y  recorriendo  el  terreno  como  si  recono- 
ciesen y  buscasen  el  mejor  para  anidar.  Ya  una  vez  en  el  celo 


372  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

se  las  ve  por  parejas  por  los  alrededores  de  donde  tienen  6 
construyen  el  nido. 

Generalmente  duermen  debajo  de  las  grandes  matas,  donde 
la  gente  del  país  va  á  cazarlas  de  noche  con  linterna.  Cuando 
se  ven  acosadas  y  sin  defensa  para  huir  no  temen  atacar  á  sus 
perseguidores. 

Un  macho  de  avutarda  muerto  por  nosotros  pesó  15  kilos. 
La  comida  que  le  encontramos  en  el  buche  se  componía  de 
hierbecillas  tiernas  y  algunos  granos. 

Otis  tetrax  Linn. 

Construye  el  sisón  el  nido  en  las  mismas  condiciones  que  la 
avutarda,  solo  que  para  formar  el  lecho  emplea  más  cantidad 
de  hierbecillas. 

Ponen  de  tres  á  cuatro  huevos,  rara  vez  cinco,  de  color  obs- 
curo verdoso,  generalmente  sin  manchas.  Miden  de  52  a 
55  mm.  de  largo  por  3  á  3V2  cm.  de  ancho. 

Cuando  los  sisones  ven  acercarse  gente  á  su  nido  escapan  por 
entre  la  hierba,  y  cuando  ya  están  lejos  salen  volando,  y  enton- 
ces hay  que  recorrer  bastante  terreno  para  encontrar  el  nido. 

Columba  palumbus  Linn. 

Nidifica  la  paloma  torcaz  en  los  acebuches,  encinas  y  más 
generalmente  en  los  pinos,  de  preferencia  sobre  las  ramas  que 
salen  horizontalmente  de  los  árboles.  Están  hechos  los  nidos 
de  un  modo  sencillo,  pues  para  su  construcción  no  emplean 
mas  que  ramitas,  haciendo  de  esta  manera  una  especie  de  pe- 
queña plataforma  donde  depositan  dos  huevos. 

Los  nidos  estos  se  diferencian  de  todos  los  de  las  demás 
aves  porque,  dejadas  las  ramitas  unas  encima  de  otras,  permi- 
ten observar  cuándo  el  nido  está  terminado,  y  á  causa  de  su 
transparencia  si  tiene  ó  no  huevos  y  también  percibir  al  pája- 
ro si  está  incuvando,  pero  el  observar  al  ave  resulta  más  difícil 
por  cuanto  están  constantemente  alerta,  y  cuando  ve  desde 
lejos  llegar  algún  extraño  salen  volando  rápidamente,  lo  que 
impide  muchas  veces  encontrar  el  nido,  que  á  causa  de  su 
transparencia  se  confunde  fácilmente  con  las  mismas  ramitas 
de  los  árboles. 

Los  dos  huevos  que  ponen  son  de  un  blanco  puro  y  brillante, 
teniendo  ambas  extremidades  iguales  de  forma  achatada  y  re- 
donda. Miden  de  37  á  42  mm.  de  largo  por  29  á  31  de  ancho. 


DE   HISTORIA   NATURAL.  373 

Columba  turtur  Linn. 

Construye  la  tórtola  el  nido  de  la  misma  forma  y  en  las  mis- 
mas condiciones  que  la  paloma  torcaz. 

Prefieren  para  anidar  las  encinas  y  acebuches. 

Ponen  dos  huevos  de  forma  casi  redondeada,  de  un  blanco 
puro  y  brillante,  que  miden  de  28  á  30  mm.  de  largo  por  25  de 
ancho.  Cuando  están  en  la  puesta  son  fáciles  de  descubrir  á 
causa  de  hallarse  el  macho  y  la  hembra  siempre  arrullándose. 

Merops  apiaster  Linn. 

Los  nidos  de  los  abejarucos  causan  extrañeza  al  que  por 
primera  vez  los  observa.  Nidifican  en  los  terrenos  blandos  ó 
areniscos,  buscando  las  zanjas  ó  las  alturas  del  suelo.  Cuando 
han  encontrado  sitio  conveniente  empiezan  á  construir  el  nido, 
ó  sea  á.  practicar  un  verdadero  túnel  que  continúa  hasta  alcan- 
zar la  profundidad  conveniente;  al  final  forman  una  especie 
de  cuevecita  de  15  á  20  cm.  de  diámetro,  donde  depositan  los 
huevos.  La  profundidad  á  que  generalmente  llegan  estos  tú- 
neles es  de  2  m.  á  2,/2  por  8  á  10  cm.  de  diámetro.  La  entrada 
de  ellos  nunca  está  situada  hacia  el  N.,  sino  que  mira  al  S.  ó 
al  OE.  ó  Poniente.  Tampoco  practican  la  excavación  en  línea 
recta,  pues  llegando  hacia  el  medio  de  su  profundidad  tuercen 
bien  hacia  la  derecha  ó  bien  hacia  la  izquierda. 

A  la  entrada  de  algunos  nidos  se  observan  las  recles  de  ara- 
ñas, lo  que  demuestra  que  han  sido  abandonados  por  los  pája- 
ros constructores,  á  causa  de  haber  sido  vistos  ó  de  haber  en- 
contrado sitio  más  adecuado,  y  sobre  todo  si  algún  pequeño 
topo  se  hubiera  apropiado  el  nido. 

Ponen  de  cinco  á  siete  huevos  de  un  blanco  puro  y  de  forma 
casi  redonda.  Miden  25  mm.  de  largo  por  23  de  ancho. 

Hirundo  rustica  Linn. 

Es  sabido  que  las  golondrinas  nidifican  en  los  tejados,  cua- 
dras é  interior  de  las  chozas  destinadas  á  ganado,  viéndose 
también  algunos  nidos  en  el  interior  de  las  mismas  chozas 
habitadas.  Los  observados  por  nosotros  estaban  situados  en  el 
interior  de  una  choza  de  ganado;  su  construcción  era  sólida, 
por  cuanto,  con  la  castañuela  que  formaba  la  pared,  habían 
empezado  á  componer  la  base.  Estos  nidos  están  compuestos 
de  tierra  arcillosa,  mezclada  con  alguna  pajuela  y  raíces,  lle- 
gando á  darle  forma  de  una  concha  ó  medio  diámetro  pegado 

T.  ni.— Noviembre,  1903.  26 


374  BOLETÍN    DE    LA  SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

al  muro;  el  vacío  que  dejan  para  lecho  lo  recubren  primera- 
mente de  crin  y  alguna  lanita  y  luego  lo  acaban  con  plumas 
completamente  flexibles. 

Ponen  de  cuatro  á  seis  huevos  de  fondo  blanco,  salpicados 
completamente  de  pequeñas  manchitas  de  rojizo  claro  y  obs- 
curo. Miden  de  13  á  15  mm.  de  ancho  por  20  de  largo. 

Motacilla  alba  Linn. 

Construye  su  nido  de  preferencia  á  orillas  de  sitios  pantano- 
sos sobre  el  respaldo  de  cualquier  piedra  ó  en  los  parajes  don- 
de las  riadas  han  dejado  depósito  de  varas,  palitos  y  cañas. 
Está  formado  exteriormente  de  fragmentos  de  finas  varitas  ó 
de  raíces  secas  de  plantas;  todo  su  interior  se  compone  de  peli- 
llo de  la  flor  del  olmo  y  tiene  la  hechura  completamente  igual 
á  media  cascara  de  nuez. 

Pone  de  tres  á  cinco  huevos  de  color  blanco  azulado,  salpi- 
cados de  pequeñas  rayas  y  puntos  de  color  negro  claro,  gene- 
ralmente más  abundantes  en  la  g-ruesa  extremidad.  Miden  de 
20  á  22  mm.  de  largo  por  15  de  ancho. 

Alauda  cristata  Ziñn. 

Cría  como  las  demás  alondras,  en  tierra. 

Practica,  á  modo  de  un  pequeño  pozo,  una  excavación  de  8  á 
10  cm.  de  profundidad  por  otros  tantos  de  circunferencia;  lue- 
go cubre  las  paredes  con  hierbecita  seca,  formando  el  lecho 
con  algunas  plumas,  lana  y  crines.  Este  nido  no  ofrece  ningu- 
na solidez  cuando  se  coge.  Pone  de  cinco  á  seis  huevos  de  un 
color  rosado  claro  ó  de  tierra,  manchados  con  infinidad  de 
puntos  rojizos  y  cenicientos  claros  con  algunos  obscuros  entre- 
mezclados. Miden  de  22  á  24  mm.  de  largo  por  16  de  ancho. 

La  cogujada  no  huye  de  los  nidos  hasta  no  verse  muy  apu- 
rada, en  cuyo  caso  no  toma  el  vuelo  inmediatamente,  sino 
que  sale  del  nido  y  se  escurre  por  entre  las  matas  hasta  cierta 
distancia,  desde  donde  escapa  generalmente,  volando  con 
gran  rapidez  en  dirección  distinta  á  la  del  nido. 

Turdus  merula  Linn. 

Su  nido  está  sólidamente  construido.  Cría  el  mirlo  en  toda 
clase  de  árboles,  en  tarajes  y  cañareá.  El  nido  es  redondeado  y 
se  compone  al  principio  de  tierra  mezclada  con  excrementos 
de  caballerías  y  pajas,  y  después  sigue  el  pájaro  añadiendo 


DE   HISTORIA   NATURAL.  375 

raíces,  tallos  secos,  pajas  y  algunas  hojas  secas,  todo  ello 
siempre  mezclado  con  tierra;  una  vez  la  base  construida  recu- 
bre el  interior  con  raíces  pequeñas  y  cuantas  hierbecillas  en- 
cuentra que  sean  largas,  secas  y  flexibles.  Su  interior  mide  de 
8  a  10  cm.  de  diámetro  por  4  ó  5  de  profundidad. 

Pone  el  mirlo  de  cuatro  á  seis  huevos  de  un  color  verde  cla- 
ro, sucios  completamente  por  pequeñas  manchas  más  ó  menos 
obscuras.  Miden  3  cm.  de  largo  por  2  de  ancho. 

Turdus  torquatus  Linn. 

Anida  como  los  anteriores,  solamente  que  no  emplea  tanta 
tierra,  y  sí  en  mayor  cantidad  los  excrementos  de  caballerías; 
también  usa  con  más  abundancia  las  raíces  y  pajas. 

Pone  de  cuatro  á  seis  huevos  de  un  azul  celeste  claro,  man- 
chados con  puntos  y  rayas  de  un  color  avinagrado.  Miden  de 
3  á  3'/2  cm.  de  largo  por  272  de  ancho. 

Piíilomela  luscinia  Selby. 

Construye  sus  nidos  en  los  troncos  de  los  árboles  viejos,  los 
tarajes,  los  pequeños  arbustos,  en  cualquier  escondrijo  que  en- 
cuentre y  que  crea  á  propósito;  también  suele  criar  en  los  ár- 
boles de  los  paseos,  donde  no  es  difícil  observarlo. 

Sus  nidos  no  ofrecen  solidez  ninguna;  están  exteriormente 
cubiertos  de  hojas  secas,  empleando  generalmente  las  del 
olmo;  luego  va  el  pájaro  tapizando  el  interior  con  raíces 
secas  y  tallos  secos:  el  lecho  no  tiene  más  material  que  el  del 
nido. 

Pone  de  tres  á  cinco  huevos  de  color  de  aceituna  obscuro, 
que  miden  20  mm.  de  largo  por  15  á  16  de  ancho. 

Sylvia  atricapilla  Linn. 

Sus  nidos  se  encuentran  generalmente  en  los  tarajes  y  en  el 
interior  de  las  grandes  hiedras  que  recubren  los  acebuches. 
Por  el  exterior  están  desordenadamente  formados,  y  para  su 
construcción  emplea  el  ave  la  hierba  seca,  la  lanita  de  los  ár- 
boles y  algún  pelo  de  cabra;  su  interior  está  compuesto  de  finí- 
simas y  flexibles  hierbas  mezcladas  con  algunos  pelos  y  crines. 

Ponen  de  cuatro  á  seis  huevos  de  fondo  color  de  leche  obs- 
cura ó  ceniza  clara,  picoteados  completamente  de  pequeñas 
manchas  de  color  chocolate  más  ó  menos  claro.  Miden  de  18.  á 
20  mm.  de  largo  por  15  de  ancho. 


376  BOLETÍN   DE    LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Hypolais  polyglotta  Vieillot. 

Solamente  encontramos  un  nido  de  estos  pájaros  en  los  ta- 
rajes á  orillas  del  Guadalquivir,  el  cual  está  artísticamente 
construido  y  tiene  la  forma  de  una  copa  de  regular  tamaño. 
Sobre  un  tallo  principal  crecen  cuatro  pequeñas  varitas,  las 
que  ha  aprovechado  el  pájaro  para  nidificar.  El  material  de 
construcción  es  variadísimo;  raíces,  pajuelas,  florecitas  y  ho- 
jas secas  de  taraje,  tallos  largos  y  flexibles,  pelucha  de  los  ár- 
boles, etc.,  para  su  exterior,  poniendo  en  su  interior  el  algo- 
dónenlo de  las  flores  secas  de  los  cardos  y  otras  mezcladas  con 
alguna  lana  y  crines. 

Contenía  dicho  nido  cuatro  huevos  de  un  color  canela  clara 
con  algunas  manchas  más  largas  que  estrechas,  de  color  ne- 
gruzco mezcladas  con  otras  más  claras.  Miden  de  13  á  14  mm. 
de  ancho  por  17  á  18  de  largo. 

Calamoherpe  cetti   0.  des  Alurs. 

Anida  también  en  los  tarajes  y  pequeños  árboles,  prefirien- 
do los  que  están  situados  á  orillas  de  ríos  ó  riberas.  En  su 
construcción  emplea  hierba  seca  y  alguna  hoja  de  palma;  tam- 
bién mezcla  raíces  pequeñas  y  hojas  de  clmo;  en  el  interior  no 
pone  más  que  hierba  fina.  Tiene  este  nido  de  5  á  6  cm.  de  pro- 
fundidad por  8  ó  9  de  diámetro. 

Pone  de  cuatro  á  cinco  huevos  de  color  rojo  obscuro,  sin 
ninguna  mancha,  y  miden  19  mm.  de  largo  por  14  de  ancho. 

Parus  major  Linn. 

Anidan  los  herrerillos  en  los  huecos  ó  agujeros  de  los  árbo- 
les, rincones  de  las  peñas,  agujeros  de  las  casas  de  campo  y 
en  todo  sitio  tranquilo  donde  haya  un  agujero  ó  hueco  para 
construir  su  blandísimo  nido.  Elegido  el  sitio  donde  quieren 
construirlo,  depositan  en  él  finos  pedacitos  de  ramitas  verdes 
de  taraje,  poniendo  también  musgo,  si  lo  encuentran;  luego 
van  echando  junto  con  la  hierba  crines  de  caballo,  pelos  de 
cabra,  lana  de  cordero  y  todo  cuanto  hallan  que  sea  sedoso  y 
fino.  Estos  nidos  constituyen  un  verdadero  colchón  donde  de- 
posita la  hembra  de  diez  á  catorce  huevos  de  fondo  color  blan- 
co puro,  salpicados  de  manchitas  rojas  claras  que  general- 
mente forman  corona,  bien  á  una  extremidad  como  á  otra.  Mi- 
den de  17  á  18  mm.  de  largo  por  13  á  14  de  ancho. 


DE   HISTORIA    NATURAL.  377 

Parus  ater  Linn. 

En  los  tarajes  y  pequeños  árboles,  como  igualmente  en  los 
naranjos,  contruye  este  pájaro  un  nido  que  por  su  pequenez  y 
fina  hechura  es  una  verdadera  monada;  se  compone  de  tallos 
muy  finos  tejidos  con  habilidad  y  entremezclados  con  algún 
pelito  ó  borra  de  los  árboles.  En  el  interior  emplea  dicha  borra, 
con  la  que  recubre  el  nido  completamente,  viéndose  también 
con  ella  alguna  pluma. 

Pone  de  cinco  á  siete  huevos  de  un  color  blanco  sucio,  con 
algunas  pequeñas  manchitas  de  color  pálido,  y  miden  15  mm. 
de  largo  por  11  de  ancho. 

Passer  domestica  Linn. 

Los  conocidos  nidos  del  gorrión  son  una  verdadera  mole  de 
pajuelas,  tallos,  raíces  y  todo  cuanto  encuentra  seco;  solamen- 
te en  el  interior  y  para  formar  el  lecho  emplea  plumas  flexi- 
bles de  gallinas. 

A  la  entrada  del  nido  suelen  emplear  estos  pájaros  algunas 
plumas  que  formando  tapadera  cubren  el  interior. 

Ponen  de  cinco  á  seis  huevos  con  el  fondo  color  gris,  com- 
pletamente llenos  de  pequeñas  manchas  y  rayas  de  castaño 
obscuro  y  rojizos  más  ó  menos  claro.  Miden  de  20  á  22  mm.  de 
largo  por  15  de  ancho. 

Passer  Italise  Fieill. 

Tienen  las  mismas  costumbres  de  anidar  que  el  anterior. 
Solamente  como  particularidad,  haremos  notar  que  en  los  ni- 
dos del  que  nos  ocupa  notamos  mayor  abundancia  de  hierba 
verde  y  que  su  interior  no  contenía  tantas  plumas  como  el  del 
gorrión. 

Ponen  también  de  cinco  á  seis  huevos  de  fondo  blanco  con 
una  especie  de  corona  en -la  parte  más  gruesa,  de  color  café 
obscuro,  y  en  el  resto  del  huevo  hay  repartidas  muchísimas 
manchitas  más  ó  menos  grandes  pero  siempre  del  mismo  color. 
Miden  22  mm.  de  largo  por  15  de  ancho. 

Passer  montana  Linn. 

Completamente  igual  en  nidificación  y  costumbres  al  Passer 
domestica.  Pone  de  cinco  á  seis  huevos  de  un  color  blanco 
azulado,  llenos  de  puntitos  de  color  gris  obscuro,  que  miden 
20  mm.  de  largo  por  15  de  ancho. 


T&  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Lanius  meridionalis  Temminck. 

Anidan  generalmente  en  las  encinas  y  alcornoques  y  en 
cualquier  rama  que  forme  triángulo.  Empiezan  por  formar  la 
base  con  varitas  delgadas  entrelazadas,  continuando  la  obra 
con  tallos  de  romero,  alhucema,  hierbecita  seca,  etc.,  todo  ello 
muy  flexible  y  de  poca  extensión.  Con  todo  este  material  edi- 
fican un  voluminoso  nido  que  no  ofrece  ninguna  solidez:  su 
interior  lo  recubren  de  florecitas  secas  y  crines. 

Ponen  de  cinco  á  seis  huevos  de  fondo  pajizo  ó  terroso,  casi 
completamente  cubiertos  por  manchitas  rojas,  claras  y  acane- 
ladas. Miden  de  25  á  28  mm.  de  largo  por  19  á  20  de  ancho. 

Lanius  rufus  Brisson. 

Anida  este  alcaudón  en  los  mismos  parajes  que  el  preceden- 
te., solo  que  el  material  empleado  para  construir  el  nido  es  muy 
diferente. 

Su  exterior  está  formado  las  más  veces  de  tallos  de  romero,, 
solo  por  excepción  mezclado  con  ninguna  otra  hierba.  Para  su 
interior  solamente  emplea  las  flores  de  romero,  alguna  pluma 
y  crin  de  caballo. 

Tienen  generalmente  de  5  á  6  cm.  de  profundidad  por  10  á 
12  de  diámetro. 

Ponen  de  cinco  á  seis  huevos  de  un  color  blanco  azulado  con 
pequeñas  manchas  de  un  gris  claro,  formando  en  su  parte 
más  gruesa  una  corona.  Tienen  de  23  á  24  mm.  de  largo  por 
17  á  18  de  ancho. 

Lanius  nubicus  Lichtenstein'. 

El  nido  de  esta  especie  se  halla  formado  por  hojas  secas  y 
largos  tallos  de  hierba  más  ó  menos  gruesos;  es  raro  ver  em- 
pleado el  romero  en  su  construcción.  El  interior  lo  forma  hier- 
becilla  larga  y  seca  mezclada  con  crin  y  alguna  pluma;  tiene 
las  mismas  dimensiones  del  nido  del  Lanius  rufus. 

Pone  de  cinco  á  seis  huevos  de  un  color  rosa  claro,  salpicado 
■  completamente  de  pequeñas  manchitas  de  café  con  leche; 
también  forman  corona  en  su  gruesa  extremidad.  Miden  de 
20  á  21  mm.  de  largo  por  16  de  ancho. 

Pica  caudata  Linn. 

Generalmente  anida  en  los  árboles,  donde  construye  un  vo- 
luminoso nido,  que  no  es  difícil  descubrir  á  causa  de  su  tama- 


DE    HISTORIA  NATURAL.  3% 

ño.  Con  varitas  y  tierra  empieza  á  formar  la  base  y  continúa 
empleando  dicho  material,  hasta  que  el  nido  alcanza  regular 
tamaño,  empleando  entonces  varitas  más  finas  y  'flexibles  y 
acabando  por  usar  raíces  y  pajas  con  lo  que  forma  el  lecho. 

Pone  de  cuatro  á  seis  huevos  de  fondo  azul,  cubiertos  casi 
en  su  totalidad  por  infinidad  de  pequeñas  manchas  de  color 
café  ó  castaño  claro.  Miden  de  35  á  37  mm.  de  largo  por  23  á 
25  de  ancho. 

Pica  cyanea  Pallas. 

Anidan  los  rabilargos  generalmente  en  los  pinos  y  alcorno- 
ques. El  nido  lo  construyen  exteriormente  de  ramitas  de  rome- 
ro entrelazadas  frágilmente  con  alguna  paja,  hojas  de  olmo  y 
flores  de  tomillo.  Interiormente  se  compone  de  gran  cantidad 
de  lana  de  cordero,  crines  de  caballo,  finas  pajas  y  alguna  flor 
seca.  Miden  de  4  á  6  cm.  de  profundidad  por  14  á  18  de  diá- 
metro. 

Ponen  de  seis  á  ocho  huevos  de  un  color  de  crema  clara, 
manchados  por  tacas  y  puntos  grises  obscuros  mezclados  con 
otros  del  mismo  color  más  claros.  Miden  de  24  á  26  mm.  de  lar- 
go por  20  á  21  de  ancho. 

Milvus  regalis  Brisson. 

Es  tan  grande  la  abundancia  que  existe  de  milanos  en  este 
terreno,  que  no  es  difícil  poder  observar  sus  costumbres. 

Construyen  sus  nidos  en  los  acebuches,  pinos,  encinas  y  ta- 
rajes de  un  modo  muy  rústico,  empleando  primeramente  vari- 
tas de  todas  clases  y  tamaños,  las  recubre  luego  con  otras  más 
flexibles,  dando  con  esto  por  terminado  el  nido  que  resulta  de 
gran  diámetro. 

Ponen  generalmente  tres  huevos  de  fondo  blanco  sucio  obs- 
curo, con  algunas  manchas  de  diferentes  tamaños,  de  color 
chocolate  más  ó  menos  claras,  repartidas  en  toda  su  superficie, 
pero  siempre  más  abundantes  en  su  parte  gruesa.  Miden  estos 
huevos  42  mm.  de  ancho  por  58  de  largo. 

Los  campesinos  temen  mucho  á  los  milanos  por  su  atrevi- 
miento para  coger  las  crías  de  pavos  y  pollos,  de  las  que  no 
pierden  ocasión  de  arrebatar  tantas  como  pueden;  también 
hemos  visto  llevar  entre  sus  garras  algún  gran  reptil. 

Otra  particularidad  observada  por  nosotros  es  la  de  que  to- 


380  .  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

das  las  mañanas,  antes  de  salir  el  sol  y  hasta  una  y  dos  horas 
después,  se  formaba  en  un  mismo  sitio  una  numerosísima 
bandada  de  milanos  reales,  milanos  negros  y  cuervos  que  no 
cesaban  de  gritar  y  alborotar  constantemente,  posándose  de 
vez  en  cuando  en  tierra  algún  cuervo,  pero  no  habiendo  visto 
nunca  lo  hiciera  ningún  milano,  ni  acercarse  al  suelo  á  coger 
presas.  Permanecían  constantemente  volando,  hasta  que  ter- 
minada esta  especie  de  reunión  se  les  veía  partir  en  todas  di- 
recciones en  grupos  de  tres  á  cuatro. 

Milvus  niger  Brisson. 

Construye  este  milano  su  nido  como  el  anterior  en  los  árbo- 
les, habiendo  también  visto  algunos  situados  en  los  cañavera- 
les de  los  riachuelos. 

Los  campesinos  no  temen  tanto  a  esta  rapaz  como  á  la  ante- 
rior, por  no  ser  tan  atrevido  como  ella  en  punto  á  robar  pollue- 
los  delante  de  las  chozas.  Se  le  ve  más  frecuentemente  que  al 
milano  real  descender  rápidamente  hacia  el  suelo,  lo  que  nos 
hace  creer  que  su  comida  favorita  debe  de  ser  los  reptiles,  no 
obstante  arrebatar  cuando  puede  algún  pavipollo  ó  pollito. 

Pone  de  dos  á  tres  huevos,  un  poco  más  obscuros  que  los  del 
milano  real,  pero  con  la  particularidad  de  estar  más  mancha- 
dos de  tacas.  Miden  41  mm.  de  ancho  por  57  de  largo. 

Nidos  de  Sierra  Nevada. 

Saxícola  oenanthe  Linn. 

Cría  en  tierra  entre  los  tarajes,  nidificando  al  lado  de  los 
troncos,  en  los  surcos  de  la  tierra  labrada,  en  los  tejados  de  los 
corrales  y  en  los  agujeros  de  las  peñas. 

Un  nido  de  esta  especie  fué  encontrado  en  el  camino  de  los 
Neveros  en  Sierra  Nevada,  introducido  en  el  fondo  de  un  agu- 
jero que  formaban  dos  puntas  de  peña  situadas  á  un  lado  de 
dicho  camino;  así  es  que  hubo  necesidad  de  romper  la  peña 
para  apoderarse  de  él. 

Está  exclusivamente  construido  definas  raíces  entrelazadas, 
sin  emplear  otro  material. 

Ponen  de  cuatro  á  cinco  huevos  de  un  hermoso  color  azul 
claro,  generalmente  sin  tacas,  viéndose  rara  vez  alguno  man- 
chado en  su  guuesa  extremidad,  por  pequeños  puntos  de  color 


DE   HISTORIA   NATURAL.  381 

rojizo  muy  claro.  Miden  de  19  á  21  cm.  de  largo  por  15  á  16  de 
ancho. 

Saxícola  leucura  Keyserlin-g. 

Anida  esta  especie  en  las  pequeñas  cavidades  de  las  rocas  y 
en  los  agujeros  de  las  viejas  paredes.  Su  nido  es  bastante  vo- 
luminoso y  está  compuesto  de  hierbecillas  y  pequeñas  raíces 
por  el  exterior,  y  en  el  interior  de  crines  y  alguna  borra  de 
cabra. 

Pone  de  cuatro  á  cinco  huevos  de  un  blanco  verdoso  apaga- 
do, con  algunas  pequeñas  tacas  rojizas  repartidas  en  su  extre- 
midad mayor.  Miden  24  mm.  de-largo  por  14  á  15  de  ancho. 

Esta  Saxícola  revolotea  por  los  alrededores  de  su  nido,  po- 
sándose siempre  en  lo  más  alto  de  las  peñas  ó  arbustos  como 
para  distinguir  si  se  avecina  algún  peligro.  Su  canto  es  poco 
agradable,  reduciéndose  á  algunos  pequeños  gritos. 

Troglodytes  Europseus  Vieillot. 

Construye  su  nido  en  proporción  á  su  pequeño  cuerpo.  Los 
materiales  que  emplea  son  muy  variados:  borra  de  cabra,  las 
flores  de  romero  secas,  plumitas,  crines,  finos  tallos,  etc.,  en 
su  exterior,  y  en  el  interior  borra  y  pelos  de  cabra,  abundan- 
do más  estos  últimos;  para  lecho  emplea  alguna  plumitay  pe- 
lusa de  olmo. 

Pone  de  cinco  á  seis  huevos  de  un  blanco  sucio  con  algunas 
pequeñas  manchas  más  ó  menos  rojizas  repartidas  en  toda  su 
base.  Miden  17  mm.  de  largo  por  13  de  ancho. 

Ruticilla  tithys  Scop. 

Cría  en  los  agujeros  de  los  árboles  y  de  los  viejos  edificios  ó 
murallas. 

En  su  nido,  que  está  descuidadamente  construido,  emplea 
primeramente  la  hierbecita  verde  de  los  arroyos,  continuán- 
dolo luego  con  pequeñas  raíces  entrelazadas  y  sujetadas  débil- 
mente por  algunas  crines;  el  lecho  está  formado  por  finísimas 
raíces,  alguna  hierbecilla  seca  y  plumas,  notándose  que  tiene 
preferencia  por  las  plumas  pintadas  del  pecho-de  la  perdiz.. 

;Pone  de  cuatro  á  cinco  huevos  de  un  blanco  puro,  y  que 
miden  de  19  á  20  mm.  de  largo  por  14  de  ancho. 

Curruca  melanocephala  Gmel. 
.Sus  nidos  están  situados  á  poca  elevación  del  suelo,  de  pre- 


382  BOLETÍN   DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

ferencia  en  los  tarajes  ó  pequeños  arbustos  situados  á  orillas 
de  algún  riachuelo.  Tienen  la  misma  construcción  que  los  de 
las  demás  SyMa,  solamente  que  propende  ésta  á  forrar  su  inte- 
rior con  plumas. 

Pone  de  cuatro  á  cinco  huevos  con  el  fondo  lila  claro  man- 
chados en  toda  su  base  por  pequeños  puntos  más  ó  menos  obs- 
curos. Miden  18  mm.  de  largo  por  13  á  14  de  ancho. 

Fringilla  carduelis  Linn. 

El  nido  del  jilguero,  á  la  par  que  artístico,  está  fuertemente 
tejido;  su  forma  interior  es  ovalada.  En  su  construcción  exte- 
rior emplea  la  borra  de  los  cardos,  los  finos  tallos  del  romero, 
alguna  florecita  y  lanita;  su  interior  está  tejido  con  pequeñas 
varitas  recubiertas  de  borra  de  cabra,  crin  y  algima  pequeña 
hierbecita. 

Pone  de  cuatro  á  cinco  huevos  de  un  color  celeste  claroy 
manchados  en  su  gruesa  extremidad  por  algunas  tacas  paji- 
zas, viéndose  también  otras  más  obscuras.  Miden  17  mm.  de 
largo  por  13  de  ancho. 

Coccothraustes  vulgaris  Vieillol. 

Generalmente  se  ven  sus  nidos  situados  sobre  las  gruesas 
ramas  de  los  árboles.  Exteriormente  se  componen  de  pajitas 
más  ó  menos  grandes  entrelazadas  con  algunas  raíces,  y  el  in- 
terior de  varitas  muy  finas  recubiertas  con  borra,  crines  y  pe- 
los de  cabra. 

Ponen  de  cuatro  á  cinco  huevos  de  forma  casi  cilindrica  y 
color  aceitunado  claro,  manchados  sobre  todo  en  su  gruesa 
extremidad  por  pequeños  borrones  y  rayas  de  color  chocolate 
ó  café.  Miden  de  24  á  26  mm.  de  largo  por  17  á  19  de  ancho. 

Passer  hispanoliensis  Temminck. 

Descubrimos  un  nido  de  esta  especie  en  el  fondo  de  un  cor- 
tijo. Encontramos  en  él  seis  huevos  de  un  fondo  color  tierra 
clara,  casi  por  completo  cubiertos  de  pequeñas  manchitas  de 
castaño  más  ó  menos  claro;  en  algunos  formaba  corona  en  su 
gruesa  extremidad. 

Midieron  estos  huevos  de  23  á  25  mm.  de  largo  por  15  de 
ancho. 

Falco  tinnunculus  Linn. 

Construye  el  cernícalo  su  nido  de  la  misma  forma  que  el  de 


DE   HISTORIA   NATURAL.  3$í 

los  milanos,  en  las  cuevas  ó  hendiduras  formadas  por  los  pe- 
ñascos salientes  de  los  grandes  quebrados  y  también  nidifica 
en  lo  alto  de  los  viejos  pinos. 

Pone  generalmente  cuatro  huevos  manchados  completa- 
mente por  tacas  más  ó  menos  grandes  de  color  rojizo  obscuro, 
el  fondo  es  de  color  rojizo  pero  claro,  su  forma  es  un  poco 
obtusa.  Miden  4  cm.  de  largo  por  3  de  ancho. 

Vultur  percnopterus  Linn. 

Construye  su  nido  en  los  quebrados  ó  precipicios  inaccesi- 
bles, donde  á  simple  vista  es  casi  imposible  descubrirlo,  mas 
g-eneralmente  se  revela  por  los  excrementos  que  se  ven  en  lo 
hondo  de  los  barrancos  situados  debajo  de  sus  nidos. 

Como  los  de  los  demás  buitres  y  águilas,  el  nido  del  alimo- 
che está  compuesto  de  un  montón  de  leña  sin  ningún  ligamen- 
to que  lo  preste  solidez,  y  le  sirve  de  lecho  algunas  varitas  más 
finas. 

Pone  dos  huevos  de  color  rojizo  manchados  de  algunas  ta- 
cas color  café,  los  cuales  miden  de  6  á  7  cm.  de  largo  por  4  á 
5  de  ancho.  

Boletín  bibliográfico. 

(Continuación  de  Octubre.) 

Société  impériale  des  naturalistes  de  Moscou.  (Bull.)  Ann.  1903.  N°  1. — 
C.  Mereschkowsky.  Nouv.  rech.  sur  la  estructure  et  la  división  des 
Diatomées. — (Otro  trabajo  en  ruso). 

Société  zoologique  de  France.  Paris.  (Bull)  T.  xxvu.— Artault  de  Vevey: 
Pseudoparasitisme  des  Thrips.— E.  Brumpt:  Anomalies  viscerales 
chez  un  Bos  indicus. — E.  Chevreux:  Campagnes  scient.  de  S.  A.  S. 
Albert  1er  de  Monaco.— Descr.  d'un  Amphipode  niarin  appart.  au  g. 
Ryalella.—Yn.  Dautzenberg:  Observ.  sur  quelq.  Mollusques  rapp. 
par  M.  Alluaud  du  S.  de  Madagascar.— J.  Guiart.  La  fréquence  du 
Demodex  chez  l'Hoinuie.— E.  Hérouard:  Sur  les  g.  Batyplotes  et  Ber- 
pysidia.—SuT  une  loi  de  formation  des  corpuscules  calcaires  et  sur 
l'homologie  qui  existe  entre  ees  corpuscules  chez  Ankyroderma  et  Sy- 
napta.— Surl'anatomie  comparée  desEchinoderrues.— A.  L.  Herrera. 
Sur  l'imitation  du  protoplasma—  A.  Hérubel:  Sur  certains  éléments 
péritonéaux  du  Phascolosoma  vulgare. — L.  Joubin:  Observ.  sur  divers 
Céphalopodes.  6me  note:  sur  une  n.  sp.  du  g.  Rossia.—VAS  Kempen. 
Oiseaux  de  la  collection  Van  Kempen  á  St.  Omer.— P.  Marchal:  Le 


384  BOLETÍN   DE    LA.   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

parasitisine  des  Inostemma.—L.  J.  Moreau:  Sur  le  Dainan  d'Abyssi- 
nie.  Un  Ecureuil  de  l'Est.-Africain,  le  Xerus  rutilus.— Neven-Lemaire: 
Descr.  anat.  d'un  jeune  Chat  menstrueux  du  g.  Synote. — Sur  les  récep- 
tacles  séininaux  de  quelq.  Culicides.  Instruct.  relat.  á  la  récolte  des 
Moustiques.— J.  Pellegrin:  Uu  cas  de  jeüue  de  2  ans  '/a  cnez  un  Py- 
*  thon.  Présentation  de  quelq.  cas  de  déviations  rachidienues  chez  les 
Poissons. — L.  Petit:  Sur  la  destruction  des  Oiseaux  et  en  particulier 
des  Chouettes. — Perroncito:  Sur  une  maladie  mortelle  du  Lapin  pro- 
duite  par  la  Lambina  intestinalis  de  l'Homme  et  du  Rat. — M.  Pie: 
Diaguose  de  douze  Hylophilides.  Essai  généalogique  sur  les  Xylotre- 
chiis  paléarctiques. — X.  Raspail:  Le  Cypselus  apus  posé  á  terre  peut- 
il  prendre  son  vol?  Sur  une  Planaire  sp.? — J.  Richard:  Campagne  de 
la  Princesse  Alice  en  1901. — Troüessart:  Instr.  aux  naturalistes  vo- 
yageurs  pour  la  récolte  des  Arthropodes  niarins  microscopiques  (Acá 
riens,  Copépodes,  Amphipodes,  Ostracodes,  etc.). — Sur  les  Uropodince 
et  descr.  d'esp.  nouv.— Sur  les  Acariens  marins  (Halacaridoz)  rec.  par 
S.  A.  S.  le  Prince  de  Monaco  dans  les  mers  arctiques.  —  Sur  le  Gamasus 
auris,  type  d'un  g.  nouv.  (  Raillietia). 

The  American  Naturalist,  Boston.  N°  436. — W.  Patten:  On  the  Appenda- 
ges  of  Tremataspis.  — J.  Cüshman:  Studies  of  Localized  Stages  in 
Some  Plants  of  the  Botanic  Gardens  of  Harvard  University. — 
O.  Brinley:  On  the  Reproduction  of  Certain  Reptiles.— S.  Holmes: 
Synopsis  of  N.  Amer.  Invertebrates  xvm.  The  Amphipoda. 

The  Canadian  Entomologist.  London  (Ontario.)  Vol.  xxxv.  N°  6.  Gibson: 
Notes  on  Canadian  species  of  Apantesis  (Arctia). — Ashmead:  Classif. 
of  the  Fossorial,  Predaceous  and  Parasitic  Wasps.— Sanderson:  Larva 
and  pupa  of  the  Apple  Bud-borer. — Graenicher:  New  Bees  of  the 
genus  Andrena. — Cocherell:  Some  Aphididíe  of  the,  genus  Nectaro- 
phora  from  New  México. — Robertson:  Synopsis  of  Nomadinse. — 
Wickhan:  The  North  American  species  of  Pedilophorus. 

The  Zoologist.  London.  N°  744.— O.  V.  Aplin:  Additional  Notes  on  the 
Birds  of  Lleyn. — T.  Hepburx:  The  Birds  of  Dungeness. — D.  G.  Stead: 
Zoological  Notes  from  Sydney. 

Zoologischer  Anzeiger.  Leipzig.  IS¡0  674-676  a  679-681  á  694-697  á  701. 

Noviembre. 

Academia  Nacional  de  Ciencias.  Córdoba  (Rep.  Argentina.)  (Bol.)  T.  xvu, 
entr.  3.a — G.  Bondenbender:  Comunicaciones  mineras  y  mineralógicas. 

Académie  des  Sciences  de  Cracovie.  (Bull.  internat.)  1903.  N.°  6. — E.  Janc- 
zewski:  Essai  d'une  disposition  naturelle  des  espéces  dans  le  genre 
Ribes  L. — N.o  6. 

Académie  des  Sciences.  Paris.  (Compt.  retid,  des  séances.)  T.  cxxxvi.  N<>  26. 


DE    HISTORIA  NATURAL.  385 

H.  Jümelle:  Le  Cryptostegia  madag  asear  iensis ,  Asclépiadée  textile. — 
L.  Mangin  et  P.  Viaia:  Sur  un  nouv.  groupe  de  Champignons,  les 
Bornétinées,  et  sur  le  Bometina  corium  de  la  Phthiriose  de  la  Vigne. 
Chifflot:  Sur  la  symétrie  bilatérale  des  radicelles  de  Pontederia 
crassipes. — L.  Cayeux:  Sur  la  présence  de  cristaux  macroscopiques 
d'albile  dans  les  dolomies  du  Trias  de  la  Créte.— P.  Castelnaü:  Ob- 
serv.  sur  des  phénoménes  de  glaciatiou  en  Corsé.  —  Montessus  de 
Ballore:  Sur  l'existerce  de  deux  grands  cerclesd'instabilitésismique 
maxima.=T.  cxxxvii.  ISÍ0  1. — L.  Guigxard:  Reeh.  sur  la  formation  du 
pollen  chez  les  Asclépiadées. — H.  Matte:  Le  rnériphyte  chez  les  Cy- 
cadacées. — P.  Bois:  Sur  les  variations  de  la  Meuse  á  l'époque  quater- 
naire.  =  N°  2. — A.  Lacroix:  La  cordiérite  dans  les  produits  éruptifs 
de  la  montagne  Pelee  et  de  la  Soufriére  de  St.  Vincent.=  N°  3. 
G.  Grandidier:  Contr.  á  l'étude  de  YJUpyornis  de  Madagascar. — 
Ph.  Negris:  Observ.  concernant  les  variat.  du  niveau  de  la  mer  depuis 
les  temps  historiques  et  préhistoriques.=N°  4. — G.  Dollfus:  Sur  les 
effondrements  de  la  plaine  de  Servan. =N°  5. — L.  Bordas:  L'appareil 
digestif  des  Silphid8e.=N°  6.  — P.  Vuillemin:  Une  Acrasiée  bactério- 
phage.— De  Lamothe:  Sur  le  passage  du  Rbin  par  la  vallée  du  Douls 
et  la  Bresse  pendant  le  Pliocéne.— Nos  7-10.  — G.  Delacroix:  Sur  une 
maladie  bactérienne  du  tabac,  le  chancre  ou  anthracnose.=ls<>s  n-12. 
N.  Bernard:  La  germination  des  Orchidées. 

Académie  internationale  de  Géographie  botanique.  Le  Mans.  (Bull.)  12e  an- 
née,  n^s  165-166. — Arbé  H.  Olivier:  Exposé  systémat.  et  descr.  des 
Lichens  de  l'O.  et  du  NO.  de  la  France. — L.  Breviére:  Contr.  á  la  flore 
raycologique  de  l'Auvergne. — M.  Gaxdoger:  Novus  conspectus  flora? 
europse. — Lévillé  et  Güffroy:  Catal.  des  flores  locales  de  France. — 
J.  Poiradlt:  Liste  des  champignons  de  la  Vienne. — Audin:  Essai  sul- 
la géographie  botanique  du  Beaujolais. 

Allgemeinen  Entomologischen  Gesellschaft.  Neudamm.  (Allg.  Zeitsch.  für 
Entom.)  8  Band.  Nos  12-13. — E.  Fischer:  Lepidopter.  Experimental- 
Forschungen.  —  Chr.  Schroder:  Die  Zeichnungs-Variabilitiit  von 
Abraxas  grossulariaia. — H.  Voigts:  Nicht  Zonabris,  sondern  MyJa- 
&ns.=N0S  14-15.  —  P.  Bachmetjew:  Über  die  Anzahl  der  Augen  auf  der 
TJnterseite  der  Hinterflügel  von  Epinephele  jurtina. — Friederichs: 
Beitrage  über  palaarktische  Coleopt. — G.  Ulmer:  Über  das  Vorkom- 
men  von  Krallen  an  den  Beinen  einiger  Trichopteren-puppen. — 
E.  Bogdanow:  Zehn  generationen  der  Musca  domestica  in  veranderten 
Lebensbedingungen.  —  E.  Fischer  :  Lepidopt.  Experimental-Fors- 
chungen. 

Entomologische  Zeitung.  Wien.  xxn.  Jahrg.  vi.  Heft. — J.  Müller:  Coleopt. 
Notizen. — E.  Reitter:  Coleopt.  Notizen. — A.  Schatzmatr:  Coleopt.  No- 
tizen. — E.  Reitter:  Siebzehnter  Beitr.  zur  Col. — Fauna  von  Europa 


386  BOLETÍN    DE    LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

und  den  angrenzenden  Landern.=vn  u,  vin.  Heft.—  Fr.  Hendel:  Ueber 
die  system.  Stellung  von  Tanypeza.— J.  Roubal:  Ein  interessanter 
Fall  von  Symbiose  einiger  Arthropoden  mit  der  Mans.— O.  Schwarz: 
Drei  n.  Elathous-Arten.— E.  Reitter:  Neue,  von  den  Herrén  Leonard 
und  Hilf  in  der  Herzegowina  entdeckte  Groltenkafer. — E.  Reitter: 
Uebersicht  der  Otiorrhynchus  Arten  aus  der  Untergatt.  Limatogaster. 
E.  Reitter:  Antroherpon  Matulici. — H.  Schouteden:  Katanga,  eine  n. 
Ectrichodüden-Gatt.  aus  Afrika. 

Institució  Catalana  d'Historia  natural.  Barcelona.  (Bitll.)  Any  ni,  núme- 
ros 19-21. — N.  Font:  Nota  sobre  la  constitució  geológica  de  Río  de 
Oro. — J.  Barnola:  Notes  criptogamiques.— E.  Ferrer:  Excursió  á  Ri- 
poll  y  Nuria.— H.  Beuthin:  Les  varietés  de  la  Cicindela  maura. — 
A.  Marcet:  La  volta  a  la  Montanya  de  Montserrat. — A.  Zolueta: 
Contrib.  á  la  faune  rnalacologique  maritirne  de  Vilassar  de  Mar. — 
V.  Plantada:  Vertébrats  deis  Valles.— J.  Maluquer:  Nota  sobre  Gas- 
terosteus  pungitius  del  Baix  Valles. 

Jardín  Botánico  de  Tiflis.  S.  Petersburgo.  vil-ii.  (En  ruso). 

K.  K.  zoologisch-botanischen  Gesellschaft.  Wien.  (Verhandl.)  luí  Band.  5  u. 
6  Heft.— A.  Dücke:  Neue  Grabwespen  vom  Gebiete  des  unterem  Ama- 
zonas.—H.  Hirschke:  Eiue  neue  Form  der  Lycarna  Argiades. — Tschu- 
si  zü  Schmidhoffen:  Omithologiscbe  Literatur  Osterreich-Ungarns. — 
P.  Steik:  Die  europ.  Arten  der  Gatt.  Hydrotasa.— K.  Keissler:  Über 
das  Plankton  des  Hallstiitter  Sees  in  Oberósterreich. 

Musée  zoologique  de  1'Académie  impértale  des  Sciences.  St.-Pétersbourg. 
(Annuaire.)  T.  vin.  N°  1. — A.  Nikolski:  Contia  transcaspica  n.  sp.— 
O.  Herz:  Beitr.  zur  Kenntniss  der  Lepidopt. — Fauna  der  Tschukts- 
clien-Halbinsel.— W.  Salenskt:  Ueber  eine  n.  Sminthusart  aus  dem 
Tianscban. — L.  Camerano:  Gordiens  nouv.  ou  peu  connus  du  Mus. 
zool.  de  l'Acad.  impér.  des  Sciences  de  St.-Pétersbourg.— W.  Dybows- 
ki:  Beitr.  zur  Kenntniss  der  Mollusken.— Fauna  Kamtschatka's. — 
O.  Herz:  Verzeichniss  der  auf  der  Mammuth-Expedition  gessamm. 
Lepidopteren. — M.  Pie:  Nouv.  Anthicides  des  collections  du  Mus. 
Zool.  de  l'Acad.  Impér.  des  Sciences  á  St.-Pétersbourg. — F.  W.  Ko- 
now:  Ueber  n.  oder  wenig  bekannte  Tenthrediniden  des  Russischen 
Reiches  und  Centralasiens.  (Otros  trabajos  en  ruso). 

Museo  de  Historia  natural.  Valparaíso.  (Rev.  Chilena  de  Hist.  nat.)  Año  vu. 
Números  i-ii. — Berlesk  y  Leonardi:  Descr.  n.  Acáridos  de  Chile. — 
J.  Kieffer:  Observ.  sur  une  galle  faussement  attribuée  á  un  Ptéro- 
maline.  — M.  Rivera:  Nuev.  observ.  acerca  de  la  biología  del  Latrodec- 
tus  formidabilis.—H..  vox  Ihering:  Notes  surquelq.  mollusques  fossi- 
les  du  Chili. 

Museo  Nacional.  Montevideo.  (Anales.)  T.  iv.  1.»  y  2.*  parte. 

Museu  Paraense.  Para.  (Boletim.)  Vol.  ni.  Nos  3  e  4.— Gceldi  e  Hagmann: 


DE    HISTORIA   NATURAL.  8t>7 

Lista  das  Aves  Amazónicas.— J.  Huber:  Sobre  os  rnateriaes  do  ninho 
do  Japú. — J.  Huber:  Observ.  6obre  as  arvores  de  Borracha  da  regiáo 
amazónica. — A.  Gokldi:  Maravilhas  da  natureza  na  ilha  de  Marajó. — 
J.  Huber:  Contr.  á  geogr.  physica  dos  furos  de  Breves  e  da  parte 
occidental  de  Marajó. — A.  Goíldi:  Lagartos  do  Brazil. — A.  Ducke:  As 
especies  paraenses  do  g.  Eiiglossa. 
Museum  of  Comparative  Zoology  at  Harvard  College.  Cambridge.  (U.  S.  A.) 
(Bull.)  Vol.  xxxix.  No  6. — O.  Bangs:  Birds  and  Mammals  from  Hondu- 
ras. =N°  7. — C.  Eastman:  Carboniferous  Fishes  from  the  Central  Wes- 
tern States.=N°  8.— S.  Garman:  Some  Fishes  from  Australasia.=Greo- 
logical series.  Vol.  vi.  Nu  2. — E.  Skeats:  The  Chemical  Composition 
of  himestones  from  upraised  Coral  Islands.=N°  3.  —  W.  Davis:  The 
Mountain  Ranges  of  the  Great  Basin. 
Fhysikalisch-Medicinischen  Gesellschaft.  Würzburg  (  Verhandl.)  Band  xxxv. 
N°  6,  7. — M.  Goldschmidt-Geisa:  Die  Flora  des  Rhóugebirges. — 
(Sitzungs-Berichte.)  1902.  Nos  ó_6. 
Real  Sociedad  Geográfica.  Madrid.  [Bol.)  T.  xliv.  4.°  trimestre.  T.  xliv 

Suplemento.  Mapa  de  la  Guinea  Española  en  1  :  200.000.  T.  xlv. 
Royal  Microscopical  Society.  Loudon.  (Journal).  1903.  Part.  4.a 
Royal  Physical  Society.  Edinburg.  (Proceedings).  Session  1901-1902.— 
J.  Goodchild:  The  Origen  of  Rock-Salt.— O.  Charnock:  A  Method  of 
Craniometry  for  Mammals.— J.  Goodchild:  The  Coelentera  inRelation 
to  Geological  Zones. — J.  Goodchild:  Observ.  upon  the  Bathymetrical 
Distribution  of  Reef-buildiug  Coréis.— R.  Munro:  On  the  Prehistoric 
Horses  of  Europe  and  their  supposed  Domestication  in  Palaeolithic 
Times. 
Société  Botanique  de'France.  París.  (Bull.)  T.  xlvui.  Session  extraord.  en 
Corsé.  1901.  — Gandoger:  Protéacées  de  1'Afrique  australe.  —  Abbé 
Coste:  Herborisations  aut.  de  la  ville  d'Ajaccio.— Herbor.  a  la  mon- 
tagne  de  Pozzo  di  Borgo. — Herbor.  de  M.  l'abbé  J.  Souíié  en  Corsé.— 
Lütz:  Rapports  sur  div.  herbor.  de  la  Société  au  cours  de  la  session 
de  Corsé.— N.  Roox:  Excursions  faites  en  dehors  de  la  session. — 
R.  Maire:  Contr.  á  l'étude  de  la  flore  de  Corsé.— J.  Camüs:  Muscinées 
recueillies  en  Corsé.  — Lutz:  Rapport  sur  les  Lichens  récoltés  en 
Corsé. —  Maire:  Prodrome  d'une  flore  mycologique  de  la  Corse.= 
T.  l.  3-4.— F.  Camds:  Catal.  des  Sphaignes  de  la  flore  parisienne.— 
D.  Clos:  Ficoides,  Mesembrianthemum  et  Mesembryanthemum. — 
Gagnepain:  Zingibéracées  de  l'Herbier  du  Museum  — DArbaumont: 
Une  tige  anormale  de  Vipérine. 
Societa  Italiana  di  Scienze  Katurali  e  Museo  Cívico  di  Storia  Naturale- 
Milano  (Ath).  Vol.  xlii.  Fase.  2.o — E.  Artini:  Note  mineralogiche 
sulla  Valsassina.— I.  Chelussi:  Sulla  natura  e  sulla  origine  del  con- 
glomérate di  Como.— Cr.  Bellotti:  Di  un  nuovo  Pteraclide  giappo- 


388  BOLETÍN    DE   LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

nese. — M.  Calegari:  Nuove  aggiunte  alia  Flora  di  Parenzo  in  Istria. 
G.  Boeris:  Determinazioni  cristalografiehe  di  composti  organici. 


Arévalo  (Celso).— Modificación  del  procedimiento  de  Delesse  para  el  aná- 
lisis mecánico  de  las  rocas.  (Bol.  Soc.  esp.  H.  nat.  Julio, 
1903.) 

Beltran  y  Rózpide  (R.) — Guinea  occidental  española.  (Mem.  Soc.  esp.  H. 
nat.  T.  i.) 

BoscÁ  t  Casanoves  (E.) — Informe  sobre  el  estado  del  esqueleto  de  Mega- 
terio  del  Museo  de  Ciencias  naturales  de  Madrid.  (Bol.  Soc. 
esp.  H.  Hat.  Mayo,  1903.) 

Boulanger  (Emile). — Germination  de  l'ascospore  de  la  truffe.  Paris,  1903. 

Büysson  (R.  du).— Catalogue  des  Orthopteres  Locustides  des  collections 
du  Muséum.  (Bull.  du  Mus.  d'hist.  nat.  Paris,  1903.) 

Cambronero  (Saturnino). — Apuntes  sobre  la  purificación  bacteriológica 
de  las  aguas  potables.  Madrid,  1903. 
—  Catálogos  de  una  exposición  filipina.  Manila,  1903.  (En  tagalo 

y  otros  idiomas.) 

D'Orbigny  (H.) — Onthophagus  du  Cap  San  Juan.  (Mem.  Soc.  esp.  H.  nat. 
Tomo  i.) 

Dusmet  t  Alonso  (J.  M.)— Véspidos,  Euménidos  y  Masáridos  de  España. 
(Mem.  Soc.  esp.  H.  nat.  T.  n.) 

Font  y  Sagué  (Norberto). — Los  movimientos  sísmicos  del  Norte  de  Cata- 
luña. (Bol.  Soc.  esp.  II.  nat.  Mayo,  1903.) 

Goeldi  (Emil.  A.) — Against  the  destruction  of  White  Herons  and  Red 
Ibises  on  the  lower  Amazon.  Para  (Brazil),  1902. 

Graiño  Cauvet  (Celestino). — Preocupaciones  populares  respecto  de  algu- 
nos animales.  Los  arrendajos  blancos.  (Bol.  Soc.  esp.  H. 
nat.  Julio,  1903.) 

Jiménez  de  Cisneros  (Daniel). —  El  yacimiento  de  magnetita  de  Cehegín. 
(Bol.  Soc.  esp.  H.  nat.  Julio,  1903.) 

Kriz  (Dr.  Martin). —  Beitrage  zur  Kenntnis  der  Quartarzeit  in  Mahren. 
Steinitz,  1903. 

Navas  (P.  Longinos). — Notas  liquenológicas.  La  Lecanora  subfusca  en  Es- 
paña. (Bol.  Soc.  esp.  H.  nat.  Mayo,  1903.) 

Philifpine  Weather  Büreau. —  Manila.  (Report  of  the  Director,  1902. 
Part.  n-iii.  (Bulletin.) 

Ramón  Cajal  (S.) — Trabajos  del  laboratorio  de  investigaciones  biológicas 
de  la  Universidad  de  Madrid.  T.  n.  Fase.  l.°-3.° 

Revista  científica  profesional.— Barcelona.  Año  vi,  números  6-8. 

Revista  de  Farmacia  militar. — Madrid.  Año  ii,  números  16,  17,  20,  22,  23, 
24,  28  y  29. 


Sesión  del  2  de  Diciembre  de  1903. 

PRESIDENCIA    DEL    EXCMO.    SR.    D.    ZOILO    ESPEJO. 

El  Secretario  leyó  el  acta  de  la  sesión  anterior,  la  cual  fué 
aprobada. 

El  Sr.  Presidente  manifestó  que  cumplía  dar  las  gracias  y 
felicitar  al  Sr.  Cabrera  por  la  perfección  y  diligencia  con  que 
había  hecho  á  mano  los  títulos  de  socios  protectores  de  S.  M. 
y  de  D.  Manuel  Allendesalazar,  acordándolo  así  la  Sociedad,  y 
añadió  que  avisaría  oportunamente  á  los  socios  para  que  pu- 
dieran formar  parte  de  la  Comisión  que  había  de  entregarlos. 

Admisiones.  —  Quedaron  admitidos  como  socios  numerarios 
D.  Francisco  Marín,  Marqués  de  la  Frontera,  presentado  en  la 
sesión  anterior  por  el  Sr.  M.  de  la  Escalera;  D.  Manuel  Rodrí- 
guez y  López  Neira,  de  Madrid,  Licenciado  en  Farmacia,  pre- 
sentado por  el  Sr.  Lázaro;  y  D.  José  Taboada  Tundidor,  de  Ma- 
drid, y  Mr.  Dulau,  de  Londres,  que  lo  habían  sido  por  el  señor 
Bolívar. 

Se  hizo  una  nueva  propuesta  de  socio. 

Correspondencia. — El  Sr.  Secretario  de  la  «Liga  Hispano-Ame- 
ricana  de  Instrucción  popular»  envía  el  programa  de  esta  So- 
ciedad, y  solicita  una  lista  de  socios  con  objeto  de  darles  cono- 
cimiento de  la  constitución  y  fines  de  esta  Liga. 

Proposiciones.  — El  Sr.  Bolívar  dijo  que  esperaba  obtener  re- 
laciones de  cambio  con  algunas  sociedades  y  Museos  del  ex- 
tranjero ,  cuyas  publicaciones  de  grande  interés  faltan  en 
nuestra  Biblioteca,  quedando  autorizado  por  la  Sociedad  para 
continuar  las  gestiones  necesarias  para  conseguirlo. 

Comunicaciones  verbales.— El  Sr.  Escribano,  por  encargo  del 
Sr.  Gredilla,  presentó  un  trabajo  de  que  éste  es  autor,  en  el  que 
se  describe  una  nueva  especie  de  Centaurea  y  con  él  una  lámi- 
na dibujada  con  notable  perfección  por  el  primero,  la  cual  debe 
acompañar  á  dicho  trabajo,  y  que  representa  la  referida  nueva 
especie. 

T.  ni.— Diciembre,  1903.  27 


350  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

— El  P.  Font  y  Sagué  leyó  una  nota  de  que  es  autor,  refe- 
rente al  origen  geológico  de  los  manantiales  termo-minerales 
de  Caldas  de  Malabella  (Gerona). 

— El  Sr.  Ramón  y  Cajal  (D.  Santiago)  expuso  sus  investiga- 
ciones,  aún  inéditas,  scbre  la  existencia  de  un  aparato  tubuli- 
forme en  el  protoplasma  de  las  células  nerviosas  y  epiteliales 
de  la  lombriz  de  tierra  y  el  procedimiento  que  había  seguido 
para  poner  de  manifiesto  su  estructura  en  las  preparaciones, 
ofreciendo  redactar  una  nota  sobre  estos  asuntos. 

La  Sociedad,  por  iniciativa  del  Sr.  Presidente,  felicitó  al  se- 
ñor Ramón  y  Cajal  por  sus  nuevos  descubrimientos  que  aca- 
baba de  exponer  tan  brillantemente  en  su  conferencia,  que 
fué  escuchada  con  gran  interés  por  todos  los  presentes. 

—El  Sr.  Cabrera  Latorre  presentó  una  Memoria  intitulada 
«Ensayo  de  Monografía  sobre  los  quirópteros  de  España»,  dan- 
do algunas  noticias  sobre  el  estado  de  los  conocimientos  en 
este  asunto  y  sobre  las  especies  nuevas  ó  raras  que  se  descri- 
ben en  su  trabajo,  el  cual  pasó  á  examen  de  la  Comisión  de 
publicación. 

— El  Sr.  Llord  y  Gamboa  ofreció  á  la  Sociedad,  con  destino 
á  su  Biblioteca,  un  ejemplar  de  su  obra  titulada  Estudios  de 
Química  y  Geología  hidrológicas,  premiada  por  la  Real  Acade- 
mia de  Medicina.  En  ella  expone  el  autor  sus  trabajos  analíti- 
cos y  sus  opiniones  personales  acerca  de  las  aguas  minerales. 

La  obra  consta  de  una  primera  parte  dedicada  á  las  consi- 
deraciones generales  sobre  las  aguas  naturales,  sus  primeras 
relaciones  con  la  corteza  terrestre  apenas  consolidada,  cuer- 
pos nacidos  de  este  primordial  conflicto  entre  el  agua  caída  de 
la  atmósfera  primitiva  y  aquella  costra  eminentemente  silícea, 
etcétera,  etc. 

A  continuación  se  clasifican  por  grupos  analíticos  todos  los 
cuerpos  simples  hallados  hasta  hoy  en  las  aguas,  en  la  forma 
sig-uiente: 

I  Sección.     Elementos  básicos. — Metales. 

Primer  grupo. —  Metales  alcalinos:  1.  Sodio. — 2.  Potasio. — 
3.  Amonio.— 4.  Litio.— 5.  Cerio.— 6.  Rubidio.  Apéndice:  7.  Mag- 
nesio. 

Segundo  grupo. — Metales  alcalino-térreos:  1.  Calcio. — 2.  Es- 
troncio.— 3.  Bario. 

Tercer  grupo.— Metales  tórreos  y  propiamente  tales:  1.  Alu- 


DE    HISTORIA   NATURAL.  391 

minio.— 2.  Glucinio.  — 3.  Titano.— 4.  Hierro. — 5.  Manganeso. — 
6.  Zinc— 7.  Níquel.— 8.  Cobalto.— 9.  Talio. 

Cuarto  grupo. — Continuación  de  los  metales  pesados:  1.  Co- 
bre.— 2.  Plata.— 3.  Plomo. 

Quinto  grupo. — Elementos  de  transición  entre  las  secciones 
1.a  y  2.a  (Elementos  semimetálicos  y  acidificables):  1.  Arsénico. 
2.  Antimonio.— 3.  Estaño. 

II  Sección.     Elementos  ácidos. — Metaloides. 

Primer gmpo. — A.  Elementos  generadores  del  agua:  1.  Oxí- 
geno.— 2.  Hidrógeno.— B.  Metaloides  monovalentes  del  grupo 
del  cloro:  1.  Cloro. — 2.  Bromo.— 3.  Iodo.— 4.  Fluor. 

Segundo  grupo. — Metaloides  bivalentes:  1.  Azufre. — 2.  Se- 
lenio. 

Tercer  grupo. — Metaloides  trivalentes:  1.  Nitrógeno. — 2.  Ar- 
gón.— 3.  Helium. — 4.  Fósforo. — 5.  Boro. 

Cuarto  grupo. — Metaloides  tetravalentes:  1.  Silicio. — 2.  Car- 
bono. 

La  descripción  de  cada  cuerpo  simple  comprende  las  siguien- 
tes partes: 

1.a     Historia  de  muchos  en  breves  frases. 

2.a  Hidrogeognosia,  palabra  con  la  que  sintetiza  el  autor  el 
conocimiento  de  las  combinaciones  actuales  del  cuerpo  simple 
en  el  agua. 

3.a  Hidrogeogenia,  con  la  que  también  sintetiza  el  estudio 
liidrogeo-químico  en  la  serie  de  los  tiempos;  estudio  de  gran- 
de importancia  que  comprende  las  relaciones  de  las  aguas  con 
los  terrenos  que  atraviesan,  lamineralización,  termalidad,  etc. 

4.a  La  determinación  cualitativa  por  los  procedimientos 
más  fáciles  y  seguros. 

5.a  La  determinación  cuantitativa  de  los  que  forman  clase 
hidrológica,  como  el  hierro  en  las  aguas  ferruginosas,  el  cloro 
en  las  cloruradas,  el  azufre  en  las  sulfuradas  y  sulfatadas,  etc. 

Todos  los  procedimientos  de  determinación  han  sido  puestos 
en  práctica  en  el  laboratorio  particular  del  autor,  habiéndose 
elegido  los  más  sencillos,  exactos  y  prácticos,  dando  la  prefe- 
rencia en  varios  casos  á  los  volumétricos. 

Después  de  la  descripción  anterior,  termina  el  libro  con  el 
análisis  espectral  de  las  aguas  minerales,  con  todos  los  detalles 
necesarios  á  esta  especial  investigación. 

Al  final  se  han  añadido,  como  notas  adicionales ,  las  últimas 


£92  BOLETÍN    DE    LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

novedades  aparecidas  en  el  año  transcurrido  entre  la  presen- 
tación y  publicación  de  este  trabajo. 

El  Presidente,  en  nombre  de  la  Sociedad,  agradeció  ti  dona- 
tivo del  Sr.  Llord  y  Gamboa. 

Secciones.— La  de  Barcelona  celebró  sesión  el  día  27  de  No- 
viembre del  corriente  año ,  bajo  la  presidencia  de  D.  Carlos 
Ferrer. 

Se  procedió  á  la  elección  de  la  Junta  para  el  año  de  1904, 
dando  el  siguiente  resultado: 

Presidente:  D.  Carlos  Calleja  y  Borja-Tarrius. 

Vicepresidente:  D.  Telesforo  de  Aranzadi  y  Unamuno. 

Tesorero:  D.  Ignacio  Tarazona. 

Secretario:  D.  Marcelo  Rivas  Mateos. 

Vicesecretario:  D  Rafael  Folch  y  Andreu. 

El  Sr.  Turró  (D.  Ramón)  dio  lectura  á  un  trabajo  titulado 
«Contribución  al  estudio  de  la  inmunidad  natural». 

La  Sección  de  Sevilla  celebró  sesión  el  27  de  Noviembre 
de  1903,  bajo  la  presidencia  de  D.  Manuel  de  Paúl. 

—El  Sr.  Presidente,  comentando  la  interesante  nota  del  señor 
Aterido,  publicada  recientemente  en  nuestro  Boletín,  en  lo 
que  toca  á  las  plantas  americanas  naturalizadas  en  el  Norte 
de  España,  recordó  otro  trabajo  de  índole  parecida,  debido  al 
Dr.  A.  Magnin,  «Observations  sur  la  Flore  du  Lyonnais»  en  la 
Sociedad  botánica  de  Lyon  (1884),  y  mencionó  después  varias 
especies  que  se  encuentran  en  el  mismo  caso  en  Andalucía, 
encareciendo  la  importancia  de  reunir  datos  locales  sobre  na- 
turalización, para  inquirir  las  causas  de  su  origen  y  de  la  muy 
diversa  propagación  que  alcanzan  semejantes  especies. 

—El  Sr.  Barras,  de  Huelva,  comunica  lo  siguiente: 

«En  la  mañana  de  hoy  1.°  de  Diciembre,  á  las  seis  y  cuaren- 
ta minutos  próximamente,  he  percibido  un  temblor  de  tierra 
más  intenso  que  el  que  comuniqué  á  la  Sociedad  hace  poco 
tiempo. 

Fué  precedido  de  un  ruido  sordo,  al  que  siguió  la  trepida- 
ción, la  cual  me  produjo  un  efecto  semejante  al  que  hubiera 
ocasionado  un  gran  choque  contra  la  parte  inferior  de  la  fa- 
chada de  la  casa  que  habito,  haciéndola  temblar  toda;  se  es- 
tremecieron fuertemente  los  cristales,  moviéndose  los  objetos 


DE   HISTORIA   NATURAL.  3¡>3 

que  estaban  sobre  las  mesas  y  sonando  el  llamador  de  la  puer- 
ta de  la  escalera.  La  fachada  á  que  me  refiero  mira  al  Ponien- 
te, por  lo  que  calculo  que  en  dirección  de  éste  hacia  Levante 
se  transmitía  la  onda. 

Sin  haberles  hecho  pregunta  alguna,  he  oído  referir  á  va- 
rias personas  de  la  ciudad  que  sintieron  el  fenómeno  á  la  mis- 
ma hora  con  gran  intensidad.  Algunas  otras  me  han  dicho 
haber  notado  ligeros  movimientos  á  las  ocho  y  á  las  once  de 
la  mañana  del  mismo  día;  pero  en  esta  última  noticia  solo  ha- 
blo por  referencia,  consignándola  por  si  acaso  se  confirmase. 

La  Sección  de  Zaragoza  celebró  sesión  el  25  de  Noviembre 
de  1903,  bajo  la  presidencia  de  D.  Pedro  Ramón  y  Cajal. 

— El  Secretario  dio  cuenta  de  haberse  recibido  unos  impresos 
para  las  propuestas,  que  ponía  á  disposición  de  los  socios: 

— El  Sr.  Ramón  y  Cajal  leyó  la  continuación  de  su  trabajo  so- 
bre El  cerebro  de  los  batracios. 

Terminada  la  lectura  de  las  actas  de  las  Secciones,  tanto  el 
Secretario  como  el  Sr.  Cabrera,  bibliotecario  interino,  presen- 
taron las  Memorias  respectivas  referentes  al  estado  de  la  Bi- 
blioteca en  el  año  que  finaliza  y  al  de  la  Sociedad  en  general, 
las  cuales  se  insertarán  en  el  acta  de  Enero  próximo,  como  es 
costumbre.  El  Sr.  Tesorero  leyó  á  continuación  el  siguiente 
resumen  del  estado  de  Tesorería: 


Estado  de  los  ingresos  y  gastos  de  la  Sociedad  española  de  Historia 
natural,  desde  1.°  de  Diciembre  de  1902  á  30  de  Noviembre  de  1903. 


INGRESOS. 

PESETAS. 


Saldo  á  favor  de  la  Sociedad  en  30  de  Noviembre  de  1902 880,63 

Recaudado  por  cuotas  corrientes 4.829 

Id.      por  cuotas  adelantadas  para  1931 46,50 

Id.      por  cuotas  atrasadas,  según  detalle  adjunto 429,50 

Id.      por  venta  de  publicaciones  á  varios  socios,  según  detalle  adjunto.  373 

Id.      por  gastos  cobrados  de  tiradas  aparte 360,80 


Total 6.919,43 


394  BOLETÍN    DE    LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

GASTOS.  pesetís 


Abonado  por  papel  para  el  Boletín  y  los  Anales 668 

Id.        por  impresiones  y  tiradas  aparte  de  los  mismos 3.234,Q0 

Id.       por  láminas  y  grabados 636,20 

Id.        por  haberes  del  dependiente 480 

Id.        por  gastos  de  correos  y  envíos  de  Boletines  y  Anales 410,06 

Id.       por  gastos  menores  y  presupuestos  de  las  Secciones 561,12 


Total 6.020,18 


RESU MEN  . 

Suman  los  ingresos 6.91 9,43 

Id.     los  gastos 6.020,18 

Saldo  á  favor  de  la  Sociedad  en  1.°  de  Diciembre  de  1902.  899,25 


A  propuesta  del  Sr.  Presidente  fueron  designados  para  el 
examen  de  dichas  cuentas  los  Sres.  D.  A.  Federico  Gredilla, 
D.  Kamón  Llord  y  Gamboa  y  D.  Francisco  Viñals  y  Torrero. 

Suspendida  la  sesión  por  algunos  minutos  se  procedió  á  la 
elección  de  cargos  para  el  año  próximo,  dando  el  siguiente  re- 
sultado : 

JUNTA   DIRECTIVA    PARA   1904. 

Presidente:  D.  José  Rodríguez  Mourelo. 
Vicepresidente:  D.  Salvador  Calderón  y  Arana. 
Tesorero:  D.  Ignacio  Bolívar  y  Urrutia. 
Secretario:  D.  José  María  Dusmet  y  Alonso. 
Bibliotecario:  D.  Ang-el  Cabrera  Latorre. 
Vicetesorero:  D.  Antonio  García  Várela. 
Vicesecretario:  D.  Domingo  Sánchez  y  Sánchez. 

COMISIÓN    DE   PUBLICACIÓN. 

D.  Francisco  de  P.  Martínez  y  Sáez. 

D.  Blas  Lázaro  é  Ibiza. 

D.  Florentino  Azpeitia  y  Moros. 

COMISIÓN    DE    CATÁLOGOS. 

D.  Blas  Lázaro  é  Ibiza. 

D.  A.  Federico  Gredilla. 

D.  José  María  Dusmet  y  Alonso. 

D.  Juan  Manuel  Díaz  del  Villar. 

D.  Enrique  Pérez  Zúñiga. 

D.  Ángel  Cabrera  Latorre. 

D.  José  Gogorza  y  González. 


DE    HISTORIA   NATURAL. 


395 


Notas  y  comunicaciones. 


Sobre  la  existencia  de  un  aparato  tubuliforme  en  el  protoplasma  de 
las  células  nerviosas  y  epiteliales  de  la  lombriz  de  tierra 


D.    SANTIAGO    RAMÓN    Y    CAJAL. 

La  aplicación  de  un  método  especial  de  coloración  de  las  cé- 
lulas nerviosas  nos  ha  permitido  reconocer  en  las  .del  Lumbri- 
cus  un  plexo  de  tubos  cerrados,  sin  comunicación  con  el  exte- 
rior, y  homólogos  verosímilmente  al  aparato  fibrilar  intrapro- 
toplásmico  (retículo  endocelidar)  hallado  por  Golgi  en  las 
células  ganglionares  de  los  mamíferos,  y  á  las  vacuolas  anas- 
tomosadas  descritas  por  Holmgren  y  Studnicka  en  los  gan- 
glios nerviosos  de  diversos  vertebrados. 

Según  aparece  en  la  fig.  1.a  A,  el  aparato  en  cuestión  reside 
cerca  del  núcleo,  en  aquella  abundante  porción  del  protoplas- 


Fig.  1."— Células  ganglionares  del  Lumbricus. 

ma  celular  que  forma  eminencia  en  la  superficie  del  ganglio, 
y  se  compone  substancialmente  de  un  tubo  fuertemente  vari- 
coso, es  decir,  con  dilataciones  y  angosturas,  y  plegado  repetí- 


S96  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

das  veces  sobre  sí  mismo.  La  longitud  y  espesor  de  este  con- 
ducto, así  como  la  complicación  de  sus  revueltas,  varían  con 
la  dimensión  de  las  células.  Recio,  larguísimo  y  formando 
glomérulo  complicado  en  las  grandes,  se  reduce  en  las  peque- 
ñas á  un  tubo  fino  arrosariado,  que  describe  solamente  tres  ó 
cuatro  giros  arciformes  (fig.  1.a  C).  Las  anastomosis  son  raras 
y  á  veces  faltan  .por  completo.  En  ningún  caso  los  citados 
tubos  rodean  enteramente  el  núcleo,  como  Golgi,  Veratti  y 
Holmgren  han  representado  en  los  vertebrados.  Membrana  no 
parece  existir. 

En  ciertas  neuronas  hemos  sorprendido  dichos  tubos  nota- 
blemente dilatados,  como  si  estuvieran  henchidos  de  líquido; 
mientras  que  en  otras  de  igual  ó  semejante  volumen  la  luz 
interior  se  angosta,  reduciéndose  tanto  las  porciones  delgadas 
ó  intercavernosas  que  se  las  percibe  con  mucha  dificultad. 
¿Corresponden  estas  dos  formas  á  fases  funcionales  del  susodi- 
cho aparato,  es  decir,  á  diástoles  y  sístoles  comparables  á  los 
de  la  vesícula  pulsátil  de  los  infusorios?  Probable  parece,  mas 
no  seguro.  Para  resolver  este  punto,  íntimamente  relacionado 
con  la  significación  fisiológica  del  aparato  tubular  en  cues- 
tión, son  necesarias  nuevas  investig*aciones. 

El  referido  sistema  tubular  existe,  no  solo  en  las  células 
nerviosas  gangliónicas  de  la  lombriz,  sino  también  en  los  cor- 
púsculos epiteliales  del  intestino  y  en  algunas  glándulas.  Pero 
aquí  la  disposición  es  mucho  más  sencilla,  reduciéndose  todo 
á  un  conductito  varicoso  que  da  dos  ó  tres  vueltas  sobre  sí 
mismo,  y  cuyos  extremos  cerrados  y  redondeados  se  perciben 
con  gran  claridad  (fig.  2.a  A). 

Según  se  aprecia  en  la  fig.  2.a,  el  sistema  tubular  reside 
también  cerca  del  núcleo ,  en  el  polo  superficial  del  p roto- 
plasma. 

¿Comunican  los  citados  tubos  con  el  exterior?  Golgi,  descu- 
bridor de  este  aparato  en  los  mamíferos,  opina  que  constitu- 
yen una  red  perinuclear  completamente  cerrada,  y  probable- 
mente un  sistema  de  fibras  gruesas  anastomosadas ;  pero  Ret- 
zius  y  Holmgren  describen  y  dibujan  espacios  comunicantes 
con  el  exterior,  en  cuya  disposición  se  fundan  para  atribuir  al 
aparato  en  cuestión  oficio  nutritivo  y  circulatorio.  En  nuestros 
preparados  del  Lumbricus  (células  nerviosas  é  intestinales)ja- 
más  se  observan  semejantes  conductos  exteriores;  pero  en  el 


DE    HISTORIA   NATURAL. 


397 


intestino  de  las  hirudíneas,  donde  los  tubos  intraprotoplás- 
micos  afectan  mayor  sencillez,  nos  ha  parecido  ver  una  prolon- 
gación descendente  desembocada  en  la  capa  conjuntiva  sub- 
yacente. Todo  podría  concillarse  si  supusiéramos  que  el  refe- 
rido sistema  lacunario,  á  la  manera  de  la  vesícula  pulsátil  de 
los  protozoarios,  solo  se  abre  en  el  exterior  durante  ciertos 


Fig.  2. «-Células  epiteliales  del  intestino  del  Lumbricus. 

momentos  funcionales  (sístole),  esto  es,  cuando  expulsa  su 
contenido  á  través  del  protoplasma,  cerrándose  inmediata- 
mente la  desgarradura  de  éste  y  manteniéndose  la  comunica- 
ción durante  la  pausa  larguísima  del  diástole.  De  todos  modos, 
esto  no  pasa  de  ser  una  conjetura  que  necesita,  para  adquirir 
categoría  de  explicación,  apoyarse  en  mayor  número  de  ob- 
servaciones. 

El  aparato  tubular  que  nos  ocupa,  así  como  las  neurofibrillas 
del  protoplasma  nervioso  (de  que  no  tratamos  por  ahora,  reser- 
vando el  tema  para  una  extensa  Memoria),  se  impregnan  selec- 
tivamente y  con  absoluta  claridad  mediante  el  siguiente  mé- 
todo de  coloración: 

1.  Trozos  de  lombriz  ó  de  sanguijuela  que  no  pasen  de  3  á 
4  mm.  de  espesor,  se  someten  durante  dos  á  cinco  días  y  al  calor 
de  la  estufa  (de  35  á  40  centg.)  á  la  acción  de  esta  solución 
argéntica: 


398  BOLETÍN    DE    LA.   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Nitrato  de  plata 1,5  gramos. 

Agua  destilada 100  — 

El  líquido  debe  ser  abundante  y  no  muy  numerosas  las  pie- 
zas, á  fin  de  que  no  se  empobrezca  demasiado  el  reactivo.  Pue- 
den usarse  también  con  provecho,  en  ciertos  casos,  soluciones 
más  concentradas  (3  hasta  6  por  100)  ó  más  diluidas  (0,75 
por  100). 

2.  Previo  lavado  por  algunos  segundos  en  agua  destilada, 
para  arrastrar  el  exceso  de  plata  de  la  superficie  de  las  piezas, 
se  trasladan  éstas  al  siguiente  líquido  reductor: 

Acido  pirogálico 1      gramo. 

Formol 5  á  10    » 

Agua  destilada 100  » 

donde  permanecerán  veinticuatro  horas. 

3.  Tras  un  lavado  rápido,  llévanse  las  piezas  primero  al  al- 
cohol de  36°,  después  al  absoluto.  Luego  se  incluyen  en  celoi- 
dina,  se  reducen  á  cortes  finos  (que  no  deben  teñirse  ulterior- 
mente) y  se  montan  en  damar  ó  bálsamo,  como  las  prepara- 
ciones comunes. 

Al  examen  micrográfico  (convendrá  emplear  el  objetivo 
apocromático  1,30  de  Zeiss)  aparecerán  los  tubos  antes  descri- 
tos, coloreados  de  pardo  ó  café  obscuro,  destacando  muy  bien 
sobre  un  fondo  incoloro  ó  algo  amarillento.  La  reacción  se  ex- 
plica, admitiendo  que  los  conductitos  contienen  algún  albu- 
minoide  ó  cloruro  que  en  presencia  del  reactivo  forma  una 
combinación  argéntico-orgánica  fácilmente  reductible. 

Añadamos,  para  terminar,  que  el  citado  método  tifie  muy 
bien  los  núcleos,  así  como  el  protoplasmade  las  fibras  muscu- 
lares y  de  muchos  elementos  glandulares;  pero  la  reacción  más 
valiosa  es  la  recaída  en  las  neurofibrillas,  que  se  presentan 
impregnadas  de  rojo  ladrillo  ó  .de  color  café.  Sin  embargo,  es- 
tos filamentos,  por  una  singularidad  del  método,  no  se  colo- 
rean en  la  lombriz  con  la  constancia  que  en  la  sanguijuela,  y 
sobre  todo,  que  en  los  crustáceos  y  gasterópodos,  donde  se  ob- 
tienen espléndidas  preparaciones  del  armazón  protoplásmico 
y  terminaciones  nerviosas.  En  los  vertebrados  tiene  la  ventaja 
de  impregnar  las  neurofibrillas,  tanto  del  embrión  como  del 
adulto,  y  la  no  menos  valiosa  de  colorear  las  arborizaciones 
nerviosas  pericelulares. 


DE   HISTORIA    NATURAL.  399 

Contribución  al  estudio  de  la  inmunidad  natural 

POR 

DON    RAMÓN    TURRÓ. 
I. 

Nuestros  conocimientos  relativos  á  la  inmunidad  son,  en 
tesis  general,  reductibles  á  dos  puntos  capitales:  al  poder  bac- 
tericida del  suero  sanguíneo  y  al  fag-ocitismo. 

Las  propiedades  bactericidas  del  serum  respecto  al  Baciüus 
Anthracis  fueron  descubiertas,  como  es  sabido,  por  Von  Fodor, 
y  ampliamente  estudiadas  por  Nuttall.  Buchner  las  atribuye  á 
substancias  zimóticas,  disueltas  en  el  serum,  á  las  que  deno- 
mina a l 'exinas. 

Behring  y  Nissen  demostraron  que  el  serum  no  es  bacteri- 
cida para  todas  las  especies  bacterianas;  su  potencialidad  es 
también  variable  según  la  especie  del  animal  de  que  procede. 
Así,  el  suero  del  conejo  es  intensamente  bactericida  para  el 
virus  carbuncoso,  y  no  lo  es  el  deL^perro,  que  es  refractario  á 
ese  virus. 

Metchnikoff,  por  su  parte,  al  descubrir  la  propiedad  de  los 
leucocitos  de  absorber  y  digerir  en  el  seno  de  su  protoplasma 
las  bacterias,  halló  uno  de  los  medios  con  que  cuenta  el  orga- 
nismo para  defenderse.  Mas  como  ese  descubrimiento  prece- 
dió alg-unos  años  al  de  Fodor  y  Nuttall,  y  la  teoría  fag-ocitaria 
contaba  ya  á  la  sazón  con  numerosos  adeptos,  se  supone  que 
las  alexinas  del  serum  proceden  de  los  leucocitos,  bien  por 
fagolisis,  bien  por  secreción.  Sea  como  quiera,  los  factores  que 
hoy  se  conocen  de  un  modo  absolutamente  cierto  como  agen- 
tes únicos  de  la  defensa  org*ánica  son:  de  una  parte  las  alexi- 
nas del  serum  y  de  otra  los  fagocitos.  Se  supone  que  no  hay 
otros,  pues  no  se  conocen;  mas  esta  suposición  es  una  hipóte- 
sis no  demostrada  experimentalmente ,  pues  nadie  se  ha  to- 
mado el  trabajo  de  comprobar  si  el  jug*o  tiroideo,  el  muscular, 
las  maceraciones  de  pulpa  esplénica,  etc.,  digieren  el  B.  An- 
thracis como  lo  funde  el  serum  sanguíneo.  Hasta  que  Von 
Fodor  y  Nuttall  experimentaron  la  acción  del  serum,  se  creía 
ciegamente  que  el  agente  destructor  de  las  bacterias  con  que 


400  boletín  de  la  sociedad  española 

contaba  únicamente  el  organismo  era  el  leucocito;  mas  cuan- 
do el  mundo  sabio,  dominado  por  la  preconcepción  imperante, 
llegó  á  fijarse,  muy  tardíamente  por  cierto,  en  la  excepcional 
importancia  que  revestía  el  hecho  descubierto  por  el  discípulo 
de  Flügge,  se  comprendió  que  eran  más  poderosos  de  lo  que 
se  suponía  los  medios  con  que  cuenta  el  organismo  para  de- 
fenderse. Pues  bien,  de  mis  trabajos  resulta  que  estos  medios 
son  incomparablemente  mayores  de  lo  que  actualmente  se 
cree:  no  son  únicamente  el  serum  y  el  leucocito  los  únicos 
aptos  para  atacar  la  bacteria  infectante;  lo  son  á  la  vez,  en 
mayor  ó  menor  escala,  todos  los  plasmas  celulares,  á  condi- 
ción de  que  se  hagan  solubles,  y  por  ende  activas  las  alexi- 
nas  que  contienen. 

En  mi  primera  Memoria  sobre  este  asunto,  publicada  en 
1900  (1),  se  hace  constar,  que  purgando  el  plasma  sanguíneo 
de  suero  y  reduciéndolo  á  materia  soluble  en  el  vacío,  bien 
por  la  acción  prolongada  de  la  tripsina,  por  la  bilis,  ó  bien  por 
autolisis  espontánea,  adquiere  una  facultad  bacteriolítica  in- 
comparablemente superior  á  la  del  serum.  Por  aquella  fecha 
mis  ideas  no  estaban  todavía  claramente  definidas;  nuevos 
v  más  serios  trabajos,  publicados  al  principiar  el  año  1902  (2), 
rae  demostraron  que  el  jugo  tiroideo  y  el  muscular,  obtenidos 
por  medio  de  la  prensa,  digerían  en  corto  tiempo  la  cuarta 
parte  de  su  peso  de  B.  Anthracis  jóvenes.  Los  plasmas  que 
se  coagulan  instantáneamente  no  acusan  en  este  estado  po- 
der bacteriolítico  alguno,  mostrándose  inactivos;  pero  ma- 
chacando el  epitelio  renal,  las  cápsulas  suprarrenales,  el  híga- 
do, el  bazo,  los  ganglios  linfáticos,  etc.,  hasta  obtener  una 
pulpa  fina,  y  macerándola  luego  en  tres  ó  cuatro  veces  su  peso 
en  agua  salina  al  1  por  100,  se  comprueba  que  ceden  al  agua 
de  maceración  una  cantidad  prodigiosa  de  alexinas  (como  la 
mucosa  gástrica  cede  al  agua  clorhídrica  la  pepsina),  pues  en 
veinticuatro  horas  llegan  á  digerir  hasta  la  mitad  de  su  peso 
de  B.  Anthracis  (3). 

Por  todos  estos  experimentos,  que  muchos  sabios  me  han 


(1)  R.  Turró:  Zar  Bukterienverdaung.—Centralblat.j:  Bakt.,  etc.,  B.  d.  xxvm,  1900, 

pág.  1"¡3. 

(2)  Zar  Baltterienverdaung  .—Centralblat.  f.  Bakt.,  etc.  1902,  núm,  2. 

(3)  R.  Turró:  Digestión  des  badenes. —Rev.  Vétérinaire.  Tolouse,  1902,  pág.  688. 


DE   HISTORIA   NATURAL.  101 

honrado  comprobándolos,  se  ve  claramente  que  la  materia 
orgánica  contiene  substancias  que  al  hacerse  solubles  atacan 
las  bacterias,  y  que  las  propiedades  bactericidas  del  serum  y 
de  los  leucocitos  no  son  exclusivas  de  este  humor  ó  de  estos 
elementos  histológicos,  sino  que  revisten  caracteres  generales, 
siendo  inherentes  á  la  materia  viva.  Basta  hacerlas  solubles 
para  que  in  miro  acusen  su  actividad  de  un  modo  maravi- 
lloso. 

En  mi  Memoria  2.a  dejé  demostrado  que  el  vitellus  del  hue- 
vo de  gallina  no  muestra  energía  bacteriolítica  mezclado  con 
B.  Anthracis;  todo  lo  más  llega  á  granular  su  protoplasma  y 
fragmentarlo  al  cabo  de  tres  ó  cuatro  días.  Mas  si  ese  vitellus 
se  bate  íntimamente  con  la  clara,  añadiendo  el  2  por  100  de 
fluoruro  sódico  para  evitar  que  se  pudra,  se  observa  que  una 
parte  densa  se  retrae  y  precipita  al  fondo,  mientras  que  unas 
tres  cuartas  partes  de  la  masa  total  queda  líquida  y  se  clari- 
fica de  día  en  día  hasta  alcanzar  una  transparencia  perfecta. 
Ese  líquido,  de  color  ambarino,  que  por  darle  un  nombre  llamo 
oviseriiiii ,  posee  un  poder  bacteriolítico  extraordinario  al  cabo 
de  veinte  ó  treinta  días.  En  dos  ó  tres  días  á  37°  C.  digie- 
re la  mitad  de  su  peso  de  B.  Anthracis  que  precipitan  al 
fondo  como  una  mucosidad  amorfa,  grisácea,  adherente  y 
que  forma  hebras;  decantado  el  oviserum  resulta  todavía  ac- 
tivo para  una  segunda  y  tercera  digestión ,  como  si  sus  alexi- 
nas  fuesen  inagotables. 

Por  toda  esta  serie  de  observaciones,  recogidas  durante  el 
transcurso  de  cuatro  años  en  el  laboratorio  de  la  Academia, 
se  descubre  que  las  alexinas  no  son  en  realidad  substancias 
nativas  ó  propias  del  serum:  su  origen  es  celular  y  proceden 
de  los  plasmas  orgánicos  que  viven  macerados  en  ese  líquido 
alcalino,  de  composición  fundamentalmente  salina,  que  obra 
sobre  ellas  como  su  disolvente  natural  el  llamado  suero  san- 
guíneo (1). 

El  agente  infectante  lo  mismo  puede  ser  digerido  en  el 
serum,  que  en  otro  líquido  bactericida,  que  en  el  seno  de 
un  plasma  vivo,  llámese  leucocito,  epitelio  ó  fibra  muscular, 


(1)  ürsprung  und  Beschaffenheit  der  Alexine.  —  ~R.  Turró:  Berliner  Klin.  Wochen- 
sr.hr.  1903,  núm  36.—  Origine  et  nature  des  alexines  .—Journal  de  Physiolog.  Paris,  Sep- 
tembre. 


402  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

á  condición  de  que  sus  alexinas  sean  solubles,  que  es  como 
decir  activas.  En  el  proceso,  pues,  de  la  inmunidad  natural 
intervienen  mayor  número  de  factores  de  los  que  supone  la 
teoría  humoral ,  la  teoría  vitalista  ó  fagocitaria  y  la  teoría 
ecléctica  que  hoy  impera. 

II. 

La  inmunidad  natural  no  debemos  tomarla  en  su  sentido 
absoluto,  sino  en  el  relativo.  El  hombre,  por  ejemplo,  es  más 
refractario  ú  la  pneumonía  que  el  conejo;  el  carnero  lo  es  al 
carbunco  más  que  el  conejo,  y  éste  á  su  vez  más  que  el  cobaya. 
Todos  estos  animales  oponen  una  resistencia  mayor  ó  menor 
á  la  proliferación  del  B.  Aníhracis:  ninguno  de  ellos  se  com- 
porta como  un  matraz  de  caldo.  Pues  bien,  nosotros  entende- 
mos por  inmunidad  natural  el  grado  de  resistencia,  sea  cual 
fuere,  que  una  especie  ó  los  individuos  de  esta  especie  oponen 
á  una  infección  dada. 

Esto  sentado,  si  sumásemos  á  esta  acción  una  substancia 
dotada  de  una  g*ran  energía  bacteriolítica,  como  el  ovisemm, 
tal  vez  crecerían  sus  medios  de  defensa. 

Tal  fué  la  primera  idea  que  se  nos  ocurrió  para  reforzar  ar- 
tificialmente la  inmunidad  natural.  Para  llevarla  al  terreno 
experimental  nos  fué  preciso  ante  todo  oziserum  puro  y  asép- 
tico, operación  más  difícil  en  la  práctica  de  lo  que  parece. 

A.  Pnparación  del  oviserum  aséptico  — Se  esterilizan  dos  ó 
tres  docenas  de  matraces  de  50  c.  c.  y  de  cuello  ancho.  La  cas- 
cara de  los  huevos  se  lava  con  algodón  empapado  en  agua  ca- 
liente., y  cuando  están  limpios  de  toda  materia  adherida  se 
sumergen  durante  una  hora  en  un  baño  de  alcohol  absoluto. 
Se  rompen  por  uno  de  sus  polos  y  se  vacían  uno  en  cada  ma- 
traz y  se  agita  con  fuerza  hasta  mezclar  íntimamente  la  clara 
con  la  yema.  Se  dejan  en  la  estufa,  regulada  á  35°  C,  veinte 
ó  treinta  días,  durante  cuyo  tiempo  precipita  al  fondo  una 
materia  densa  y  semisólida  separada  de  un  líquido  limpio, 
que  flota  encima,  llevando  en  disolución  gran  cantidad  de 
■riteUus;  ese  líquido  es  la  materia  inyectable,  ó  sea  lo  que  lla- 
mamos oviserum.  Cuando  la  operación  no  sigue  el  curso  des- 
crito y  la  masa  se  coagula  ó  bien  se  enturbia,  es  señal  evi- 
dente de  que  se  pudre,  y  se  desecha  el  matraz  en  que  esto 


DE  HISTORIA   NATURAL.  403 

ocurra.  Los  restantes  no  pueden  considerarse  como  absoluta- 
mente asépticos  si  no  se  ensayan  previamente  en  un  conejo  ó 
cobaya  á  la  dosis  de  5  g. 

B.  Efectos  inmediatos  de  la  inyección  subcutánea  de  oviserum 
en  los  conejos. — Si  á  un  lote  dado  de  conejos  les  inyectamos  5  g. 
de  oviserum  diarios  bajo  la  piel,  durante  tres  días  seguidos,  di- 
luidos previamente  en  15  c.  c.  de  agua  destilada  ó  de  suero 
artificial,  los  animales  los  soportan  bien  sin  perder  el  apetito, 
ni  acusar  fiebre,  y  sin  que  el  pulso  y  los  movimientos  respira- 
torios se  aceleren  ó  retarden.  Si  al  cuarto  día  se  les  inocula 
cultivo  de  B.  Antkracis,  á  pesar  de  que  sus  humores  llevan 
en  disolución  una  substancia  que  ensayada  in  vitro  resulta 
ser  muy  bacteriolítica  y  que  sus  tejidos  deben  estar  impreg- 
nados de  la  misma,  mueren  de  bacteridemia  antes  que  los 
testigos;  mas  si  se  dejan  en  reposo  durante  un  período  míni- 
mo de  diez  á  doce  días  y  se  les  inocula  después  el  virus,  se 
observa  que  todos  ellos  mueren  con  un  retardo  de  nueve  á 
diez  y  siete  días  respecto  de  los  testigos. 

El  experimento,  á  más  de  curioso,  es  muy  instructivo;  pues 
nos  demuestra  que  la  resistencia  nativa  del  conejo  respecto  de 
la  infección  carbuncosa  no  se  suma  inmediatamente  con  la 
propiedad  bacteriolítica  del  oviserum,  antes  bien,  se  deprime 
la  primera  y  sucumbe  aquél  más  rápidamente.  Ocurre  con  el 
oviserum  lo  mismo  que  con  los  productos  solubles  de  los  mi- 
crobios. Inyectados  á  dosis  repetidas,  ni  previenen  ni  curan  la 
infección:  la  precipitan.  Mas  dejando  transcurrir  entre  la  in- 
yección de  esos  productos  y  la  inoculación  del  virus  un  plazo 
determinado,  se  observa  que  vacunan.  Es  evidente  que  existe 
una  analogía  profunda  entre  las  vacunaciones  químicas  y  el  re- 
tardo que  obtenemos  respecto  del  carbunco  con  las  inyecciones 
subcutáneas  de  oviserun. 

No  son  tan  inofensivas  las  inyecciones  intravenosas  de  ovi- 
serum como  las  subcutáneas;  mas  tomando  la  precaución  de 
disolverlo  en  diez  veces  su  peso  de  agua  salina,  se  obtienen  los 
mismos  efectos  retardadores  que  por  la  vía  hipodérmica.  He 
ensayado  también  la  vía  rectal,  porque  era  importante  averi- 
o-uar  si  el  oviserum  mezclado  con  la  rica  flora  microbiana  in- 
testinal  perdía  sus  propiedades,  bien  por  coagularse,  bien  por 
alterarse  su  composición.  Inyectado  en  el  recto  lo  escupe  aun 
cuando  se  haya  limpiado  previamente  con  un  enema  salino  y 


101  boletín  de  la  sociedad  española 

se  le  haya  añadido  láudano;  mas  inyectándolo  por  medio  de 
una  cánula  á  unos  10  cm.  de  altura,  retiene  bien  10  graT 
mos  de  oviserum  diluido  en  30  ó  40  de  agua.  Como  se  ten- 
ga la  seguridad  de  que  haya  sido  absorbido,  la  inoculación 
del  virus  á  los  diez  días  acusa  un  retardo  de  otros  muchos  en 
la  explosión  de  la  bacteridemia.  Es  de  advertir  que  las  inyec- 
ciones repetidas  de  oviserum  por  la  vía  intestinal  determinan 
en  los  conejos  unas  entero-colitis  bastante  graves;  no  aconse- 
jamos, pues,  que  se  repitan,  pues  basta  un  solo  enema  de  10  c.  c. 
convenientemente  dilatado  en  agua,  para  demostrar  nuestro 
aserto,  con  tal  que  se  absorba. 

C.  Influencia  de  la  dos?.';  de  oviserum. —  A  primera  vista  pa- 
rece que  á  mayor  dosis  de  oviserum  inyectado  debiera  corres- 
ponder mayor  retardo  en  la  muerte  del  conejo;  mas  no  sucede 
así.  A  un  lote  de  conejos  se  les  inyectó  en  dos  días  20  g.:  á 
otro  lote  en  una  sola  vez  10  g.,  y  á  otro  lote  se  le  inyectó  solo 
5  g.  Transcurrido  el  plazo  de  doce  días  se  les  inoculó  á  todos 
ellos  una  gota  de  virus  carbuncoso  de  un  día,  cultivado  en  cal- 
do. Todos  ellos  murieron  con  un  retardo,  respecto  de  los  dos 
testigos,  de  quince  á  veintidós  días  sin  que  pudiese  apreciarse 
que  la  dosis  mayor  influyese  en  el  resultado;  el  último  que  mu- 
rió al  cabo  de  veintidós  días  de  haber  sucumbido  el  testigo, 
había  sido  inyectado  con  solo  5  g. 

Cuando  se  inyecta  un  lote  de  conejos  con  5  g.  de  oviserum 
se  les  deja  en  reposo  durante  seis  días,  y  al  cabo  de  ellos  se  les 
inyecta  cada  día  5  g.  hasta  llegar  al  día  diez;  esas  nuevas  va- 
cunaciones obran  como  una  causa  perturbadora.  En  efecto:  en 
ese  lote,  al  serle  inoculado  el  virus,  unos  mueren  con  un  día 
ó  dos  de  retraso  y  los  más  sucumben  poco  más  ó  menos  como  los 
testigos,  mientras  que  los  conejos  inyectados  de  una  sola  vez 
con  5  ó  10  g.  ofrecen  un  retraso  de  quince  á  veintidós  días,  se- 
gún selia,  visto  anteriormente. 

A  pesar  de  todos  los  cuidados,  me  ha  sucedido  algunas  veces 
que  la  inyección  de  5  ó  10  g.  de  oviserum  ha  determinado  en 
los  conejos  una  infección  purulenta,  que  á  veces  se  ha  circuns- 
crito en  un  simple  absceso  y  otras  se  ha  agravado  hasta  deter- 
minar la  peritonitis.  Caso  de  que  el  animal  no  haya  sucumbi- 
do, siempre  he  comprobado  que  esas  infecciones  intercurren- 
tes,  leves  ó  graves,  han  obrado  como  una  causa  perturbadora 
respecto  á  la  acción  bienhechora  del  oviserum.  Si  han  sido  le- 


DE   HISTORIA   NATURAL.  405 

ves,  retardan  poco  la  muerte  del  animal  al  inoculárseles  el  vi- 
rus; mas  si  son  ó  han  sido  graves,  llegan  á  morir  antes  que  los 
testigos. 

La  dosis  de  5  g.  de  oviserum  por  kilogramo  basta  para  oca- 
sionar en  el  conejo  el  considerable  retardo  de  que  venimos 
hablando.  La  dosis  mínima  de  un  1  g.  no  determina  efectos 
ostensibles;  mas  con  2,50  g.  ya  he  obtenido  retardos  de  seis  á 
•  siete  días. 

Del  conjunto  de  estos  experimentos  se  desprende  que  el  ovise- 
rum retarda  notablemente  la  infección  carbuncosa  en  los  cone- 
jos; prolonga  el  período  de  incubación,  pero  no  se  ha  reforzado 
su  inmunidad  hasta  el  punto  de  poder  destruir  ó  atenuar  los 
gérmenes  de  modo  que  resista  á  su  acción.  Mas  nosotros  pode- 
mos reforzar  la  resistencia  del  animal  de  la  siguiente  manera. 
Se  inyecta  á  un  lote  de  conejos  5  ó  10  g\  de  oviserum;  transcu- 
rridos los  diez  ó  doce  días  de  reposo,  á  todos  ellos  se  les  inocula 
una  gota  de  virus;  á  los  cuatro  días  se  les  inyecta  otra  vez 
1  gramo  de  oviserum  diluido  en  agua  salina,  operación  que  se 
repite  una  tercera  vez  en  las  mismas  condiciones.  El  experi- 
mento da  los  siguientes  resultados:  en  algunos  individuos  la 
inyección  de  oviserum  parece  ser  la  causa  determinante  de  la' 
explosión  de  la  bacteridemia;  pero  la  inmensa  mayoría  resis- 
ten á  esa  acción  deprimente,  se  acrecientan  sus  energías  de- 
fensivas y  no  mueren.  Nosotros  conservamos  cuatro  conejos 
que  hace  cerca  de  tres  meses  sobreviven  á  los  testigos;  es 
de  suponer  que  no  morirán  ya  por  haberse  extinguido  en  su 
organismo  la  virulencia  ó  la  vitalidad  de  los  gérmenes  car- 
buncosos. 

D.  Transformación  y  eliminación  del  oviserum. — Vemos  por 
los  experimentos  descritos  que  el  oviserum  incorporado  al  co- 
nejo no  refuerza  su  inmunidad  hasta  un  plazo  de  diez  ó  doce 
días,  y  que  ese  refuerzo  puede  aumentarse  por  medio  de  in- 
yecciones sucesivas.  Parece,  pues,  lógico  suponer  que  queda 
algo  integrado  en  el  organismo  que  aumenta  su  potencia  bac- 
teriolítica;  mas  ese  algo  es  transformado  por  el  metabolismo 
nutritivo  y  acaba  por  ser  eliminado,  no  disponiendo  entonces 
el  animal  para  defenderse  mas  que  de  sus  fuerzas  naturales. 
Si  inyectamos  un  lote  de  conejos  con  5  g.  de  oviserum,  y  en 
vez  de  inocularles  el  virus  á  los  doce  días  esperamos  á  que 
transcurran  treinta,  observamos  que  en  casi  todos  ellos  estalla 

T.  ni.— Diciembre,  1903.  28 


406  BOLETÍN    DE  LA.    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

la  bacteridemia  sin  retrasos  apreciables,  lo  que  inclina  á 
creer  que  la  propiedad  vacunificante  del  oviserum  se  ha  anu- 
lado transformándose  en  el  seno  del  organismo. 

E.    Interpretación  de  los  hechos.— Reflexionando  sobre  lo  ex- 
puesto se  obtiene  la  convicción  de  que.el  oviserum  vacuna,  si- 
quiera sea  temporalmente,  á  los  conejos,  á  condición  de  que 
se  integre  en  los  plasmas;  mientras  corre  y  se  difunde  por  los 
humores  circulantes  no  aumenta  sus  resistencias;  mas  cuando 
transcurre  un  período  de  reparación  fisiológico,  merced  al  cual 
esta  materia  albuminoide  puede  pasar  á  formar  parte  viva  de 
las  células,  entonces  es  cuando  empieza  á  acusarse  el  estado 
refractario.  Toda  causa  que  perturbe  semejante  movimiento 
fisiológico  perturbará  á  la  vez  la  aparición  del  estado  refrac- 
tario resultante  de  la  nutrición  de  las  células.  Así  se  explica 
que  á  mayor  dosis  no  corresponda  mayor  inmunidad;  así  se 
explica  también  que  la  duración  del  estado  refractario  varíe 
según  los  individuos.  Y  puesto  que  asimilar  no  es  incorporar 
pasivamente  los  elementos  del  medio  ambiente,  sino  transfor- 
marlos en  substancia  propia  según  las  propiedades  especiales 
de  cada  plasma,  se  explica  también  que  la  vacunación  sea  pa- 
sajera por  la  transformación  y  eliminación  subsecuente  de  la 
substancia  vacunificante.  La  inmunización,  pues,  de  los  cone- 
jos por  el  oviserum  parece  ser  el  resultado  de  un  acto  de  nu- 
trición celular.  Ahora  bien:  supuesto  que  esa  substancia  vacu- 
nificante contiene  enzimas  bacteriolíticos  de  tan  extraordina- 
ria energía,  es  natural  suponer  que  no  se  hayan  anulado  es- 
tas propiedades  al  integrarse  en  los  plasmas,  y  que  de  consi- 
guiente se  haya  aumentado  el  poder  bacteriolítico  intraorgá- 
nico  mediante'esa  suma  ó  síntesis  de  factores,  y  de  ahí  el  acre- 
centamiento del  estado  refractario.  Nuestra  hipótesis  jurare  mm 
razonamiento;  pero  reflexionándolo  bien  se  ve  que  se  despren- 
de del  conjunto  de  hechos  que  hemos  expuesto,  de  un  modo 
natural  y  espontáneo.  La  resistencia  á  una  infección  — inmu- 
nidad natural— es  debida  á  la  acción  bacteriolítica  de  los  plas- 
mas y  los   humores,  que  es  como  decir  á  su  nativo  poder 
bacteriolítico;  la  vacunación  supone  un  aumento  de  esta  po- 
tencialidad, y  si  nuestra  hipótesis  es  cierta,  debe  resultar  que 
todas  las  substancias  que  invitro  son  bacteriolíticas,  inyecta- 
das al  organismo  deben  vacunar  ó  acrecentar  el  estado  refrac- 
tario con  tal  de  que  conserven  esas  propiedades  zimóticas  al 


DE    HISTORIA   NATURAL.  407 

integrarse  en  los  plasmas.  Así  suGede  con  el  oviserum,  como  si 
t    nuestra  hipótesis  fuese  verdadera. 

III. 

El  ensayo  de  todos  los  plasmas  solubles  cuyo  poder  bacte- 
riolítico  llevo  demostrado  ín  vitro,  resulta  un  trabajo  prolon- 
gadísimo y  superior  á  los  modestísimos  medios  de  que  dispon- 
go. Actualmente  experimento  algunos,  pero  no  puedo  adelan- 
tar conclusiones,  no  sancionadas  todavía,  mas  que  sobre  el 
jugo  esplénico,  y  aun  estas  incompletas  y  deficientes;  si  las 
anticipo  en  este  trabajo  es  porque  el  hecho  fundamental  del 
retraso  está  plenamente  comprobado. 

A.  Preparación  del  jugo  esplénico.— Indistintamente  lo  pre- 
paro con  bazo  de  buey  ó  carnero.  Extraído  del  animal  recién 
sacrificado,  con  todas  las  precauciones  asépticas,  se  corta  la 
pulpa  con  una  tijera  y  los  trozos  se  machacan  en  un  mortero 
hasta  reducirlos  á  pasta.  De  esta  pasta  se  hacen  preparaciones, 
porque  me  ha  sucedido  varias  veces  hallar  cocus,  á  pesar  de 
que  la  res  al  parecer  estaba  sana,  que  han  anulado  los  experi- 
mentos infectando  ligeramente  los  conejos.  Se  añaden  cuatro 
ó  cinco  veces  su  peso  de  agua  salada,  se  mezcla  íntimamente 
y  se  deja  en  reposo  unos  treinta  minutos.  El  agua  de  macera- 
ción,  de  color  rojo  y  limpia  que  nota  encima  de  la  pulpa  preci- 
pitada en  el  fondo  del  mortero,  está  dotada  de  un  gran  poder 
bacteriolítico,  pues  en  veinticuatro  horas  digiere  la  mitad  de  su 
peso  de  cultivos  jóvenes  de  tí.  Anlhracis  á  la  temperatura 
de  37°  C.  El  contacto  del  aire  destruye  esta  propiedad  á  poco 
que  se  prolongue. 

B.  Efectos  de  la  inyección  subcutánea  del  liquido  de  la  mace- 
ración  ésplémca. — Son  análogos  los  efectos  inmediatos  á  los  de 
la  inyección  de  oviserum.  Las  dosis  macizas,  10,  20  g.  y  la 
inoculación  del  virus  un  día.  dos,  tres,  cuatro  y  cinco  después 
de  las  inyecciones,  no  retrasan  la  muerte  de  los  conejos,  antes 
bien  la  precipitan  respecto  de  los  testigos.  Mas  la  inyección  de 
10  g.  de  una  sola  vez  y  durante  un  período  de  reposo  fisioló- 
gico transcurrido  antes  de  la  inoculación  del  virus,  determina 
á  partir  de  los  ocho  días  un  retraso  notable,  que  no  quiero  pre- 
cisar en  este  trabajo,  porque  el  lote  de  conejos  inyectados  es 
solo  de  seis,  y  no  es  posible  sacar  conclusiones  aproximadas  de 


408  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

tan  exiguo  número.  Me  limito  á  anticipar  por  ahora  que  se 
obtiene  un  retardo,  y  esto  basta  para  mi  objeto. 

El  ensayo  de  otros  jugos  orgánicos,  como  el  que  nos  ocupa, 
el  jugo  tiroideo  y  el  jugo  fresco  de  carne,  por  ejemplo,  resulta 
más  accidentado  que  el  del  oviserum;  constituye  por  sí  un 
problema  tan  vasto  y  complejo,  que  en  el  momento  actual  no 
me  es  dable  adelantar  mas  que  una  conclusión:  y  es  que  real- 
mente refuerzan  la  energía  bacteriolítica  intraorgánica,  pero 
cada  uno  de  ellos  de  un  modo  especial.  Me  reservo ,  pues,  para 
otro  trabajo  más  amplio  y  completo  en  que  rectificaré  algunas 
conclusiones  imprudentes  que  adelanté  en  la  Reme  Vétérinaire 
de  Toulouse  (1902). 

IV. 

La  maceración  de  la  pulpa  esplénica  en  agua  destilada  no 
resulta  tan  bacteriolítica  como  en  el  agua  salada  al  7,50  por 
100  ó  al  1  por  100.  Lo  propio  sucede  con  la  pulpa  renal,  hepá- 
tica, ganglionar,  etc.  El  hecho  que  Buchner  descubrió  en  las 
alexinas  del  suero  sanguíneo  debe  hacerse  extensivo  á  todas 
las  alexinas  de  los  plasmas.  Ahora  bien:  macerando  la  pulpa 
esplénica  en  el  vacío  y  recogiendo  el  agua  de  maceración,  se 
observa  que  al  renovar  el  agua  salada  á  la  pulpa  al  cabo  de 
tres  ó  cuatro  horas,  esta  segunda  maceración,  ensayada  in  vi- 
tro  con  raspados  de  cultivos  de  B.  Anthracis,  resulta  todavía 
activa.  En  una  tercera  maceración  más  prolongada  comproba- 
mos aún  una  energía  bacteriolítica  notable.  El  hecho  nos  de- 
muestra que  las  alexinas  son  inagotables  en  el  protoplasma  y 
hasta  nos  inclina  á  creer  que  las  alexinas  no  existen  como 
cuerpos  aislables  y  definidos,  sino  como  una  propiedad  inhe- 
rente á  la  constitución  química  de  la  materia  viva,  pues  á  me- 
dida que  un  plasma  se  disuelve,  su  poder  bacteriolítico  (alexi- 
na)  se  pone  de  manifiesto  y  no  se  agota,  al  abrigo  del  aire, 
hasta  que  se  agote  toda  la  substancia  soluble  que  el  plasma 
contiene. 

Ahora  bien:  si  nos  fuera  dable  hacer  solubles  una  parte  si- 
quiera de  esas  enormes  reservas  con  que  cuenta  el  organismo 
para  defenderse,  reservas  potencialmente  bacteriolíticas,  po- 
dríamos solo  con  esto  reforzar  la  inmunidad  natural. 
.  Esta  idea  teórica  nos  inspiró  los  experimentos  que  vamos  á 
exponer. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  409 

Se  inyectan  á  dos  conejos  hermanos,  de  igual  peso  aproxi- 
madamente y  del  mismo  pelo,  5  g\  de  agua  salada  al  7,50  por 
100  durante  tres  días  seguidos.  Otros  dos  en  las  mismas  con- 
diciones se  les  inyecta  el  ag-ua  con  cloruro  sódico  al  3  por  100. 
Al  cuarto  día  son  inoculados  todos  con  testigos  con  el  virus 
carbuncoso  y  mueren  sin  denunciar  ningún  retraso  aprecia- 
ble.  El  mismo  experimento  y  con  idénticos  resultados  negati- 
vos se  repite  elevando  la  dosis  de  agua  inyectada  hasta  20  g. 
diarios.  Entonces,  reformando  el  experimento,  inyectamos  de 
una  sola  vez  á  dos  conejos,  elegidos  según  las  condiciones  in^ 
dicadas,  50  g.  de  agua  salina  al  7,50  por  100,  y  á  otros  dos  la 
misma  cantidad  concentrada  al  3  por  100;  transcurridas  vein- 
ticuatro horas  exactas,  é  inoculados  con  virus,  pudimos  apre- 
ciar un  retraso  de  diez  á  catorce  horas  respecto  de  los  testigos. 
El  experimento  se  repitió  de  la  misma  manera  y  con  solo  la 
variante  de  inyectar  de  una  vez  100  g.  de  agua  salada  al  7,50 
por  100  y  al  3  por  100,  con  la  idea  de  comprobar  si  el  retraso  se 
acentuaba.  Mas  entonces  ocurre  un  hecho  extraordinario  al 
que  yo  no  daba  crédito  ni  nadie  se  lo  dará  hasta  haberlo  com- 
probado: los  conejos  inyectados  no  mueren  de  bacteridemia, 
mientras  los  testigos  sucumben  entre  las  cuarenta  y  dos  y 
cuarenta  y  cinco  horas  de  la  inoculación. 

La  observación  repetida  de  este  fenómeno,  de  apariencia 
verdaderamente  milagrosa,  demuestra:  1.°,  que  la  dosis  de 
cloruro  sódico  no  influye  en  su  aparición;  basta  la  solución  al 
7,50  por  100;  2.°,  que  la  cantidad  de  este  agua  salina  debe  ele- 
varse á  100  g\  para  inmunizar  1  kg.  de  conejo,  al  cabo  de  vein- 
ticuatro horas,  contra  la  inoculación  de  una  gota  de  virus 
mortal. 

La  inyección  de  100  g.  de  ag*ua  salina  y  la  inoculación  si- 
multánea de  virus  no  retarda  la  explosión  de  la  bacteride- 
mia aun  en  el  caso  de  inyectar  cada  ocho  horas  20  g.  más. 

Cuanto  perturbe  la  normalidad  funcional  del  organismo  per- 
turba á  la  vez  la  acción  inmunizante  del  agua  salada.  Así,  una 
inyección  de  agua  salada  séptica  que  encienda  lig-era  fiebre, 
la  inyección  de  1  g\,  1,50  g.  y  2  g.  de  alcohol  diluido  y  hasta 
el  agua  eterizada  ó  cloroformizada,  bastan  para  que  el  carbun- 
co estalle  con  ó  sin  retardo,  seg'ún  haya  sido  la  perturbación. 

La  acción  inmunizante  del  agua  salada,  tan  poderosa  que 
basta  á  extinguir  la  vitalidad  de  los  gérmenes  inoculados,  es 


410  boletín  de  la  sociedad  española 

pasajera,  sumamente  fugaz.  Desaparece  entre  las  veinticuatro 
y  cuarenta  y  ocho  horas  de  la  inyección. 

Se  sabe  que  las  inyecciones  salinas  estimulan  la  fagocitosis; 
pero  solo  por  este  factor  no  es  razonablemente  explicable  el 
fenómeno.  El  poder  bacteriolítico  del  conejo  aumenta  tan  po- 
derosamente en  las  inyecciones  salinas  que  se  comporta  ante 
el  B.  Anthracis  como  si  fuera  un  animal  refractario.  Parece, 
pues,  que  dichas  inyecciones  han  obrado  sobre  sus  plasmas 
tal  como  obran  en  las  maceraciones  de  la  pulpa  esplénica,  di- 
solviendo una  buena  cantidad  de  alexinas  de  reserva,  esto  es,. 
haciéndolas  activas  súbitamente  y  aumentando  por  ende  la 
potencia  defensiva  ó  bactericida  del  organismo. 

conclusiones. 

1.a  Llamamos  oviserum  al  producto  resultante  de  la  solución 
del  mtellus  del  huevo  de  gallina  en  la  clara  del  mismo.  En  el 
espacio  de  veinte  días  á  un  mes  adquiere,  ensayado  in  vitro, 
un  poder  bacteriolítico  tan  grande  que  digiere  el  cuarto  de  su 
peso  de  cultivos  de  B.  Anthracis,  sin  que  por  esto  se  haya  ago- 
tado su  energía,  que  antes  bien  la  conserva  para  una  según - 
da  y  tercera  digestión. 

2.a  La  inyección  subcutánea  de  5  ó  10  g\  de  oviserum  k  un 
lote  de  conejos  repetida  durante  tres  días  seguidos,  y  la  in- 
oculación al  cuarto  día  de  una  gota  de  virus  carbuncoso,  ace- 
lera la  muerte  del  animal  respecto  de  los  testigos;  mas -la  in- 
yección de  5  g\  por  kilogramo  de  una  sola  vez  y  la  inoculación 
del  virus  á  los  diez  ó  doce  días  después  de  la  inyección,  retra- 
sa la  muerte  de  los  conejos  de  nueve  á  diez  y  siete  días  respec- 
to de  los  testigos. 

3.a  La  inyección  intravenosa  de  5  g.  de  oviserum  dilatados 
en  45  g\  de  agua  destilada  determina  los  mismos  efectos;  los 
enemas  de  10  g.  de  oviserum  en  40  de  agua  retardan  la  ex- 
plosión de  la  bacteridemia,  á  condición  de  que  se  hayan  ab- 
sorbido. 

4.a  Las  dosis  de  5  g.  de  oviserum  por  kilogramo  de  conejo 
basta  para  obtener  el  indicado  retardo;  una  dosis  mayor  no  lo 
aumenta;  2,50  g.  retrasan  la  muerte  desde  cinco  á  nueve  días: 
1  g.  no  produce  efectos  claramente  apreciables. 

5.a     Cuanto  perturbe  la  normalidad  funcional   del  conejo 


DE    HISTORIA    NATURAL.  411 

inyectado  con  5  g.  de  oviserum  durante  el  período  de  reposo 
fisiológico  que  media  entre  la  inyección  y  la  inoculación  del 
virus,  mengua  ó  anula  la  acción  inmunizante  del  oviserum. 

6.a  La  acción  inmunizante  del  oviserum  no  se  manifiesta 
hasta  tanto  que  ha  sido  integrado  en  los  plasmas  orgánicos  me- 
diante un  proceso  de  asimilación.  Su  poder  bacteriolítico  su- 
mado, mediante  una  síntesis  fisiológica  á  la  de  las  alexinas 
que  nativamente  contienen  esos  plasmas,  parecen  ser  la  causa 
de  la  mayor  resistencia  que  adquieren  los  conejos  para  el  virus 
carbuncoso. 

7.a  La  pulpa  esplénica,  macerada  en  agua  salada  al  1  por 
100,  surte  en  los  conejos  efectos  análogos  á  los  del  oviserum. 

8.a  La  inyección  por  kilogramo  de  conejo  de  50  g.  de  agua 
salada,  al  7,50  por  100  y  la  inoculación  de  una  gota  de  virus 
carbuncoso  al  cabo  de  veinticuatro  horas,  retrasa  de  diez  á 
catorce  horas  la  muerte  de  los  conejos  respecto  de  los  testigos. 
La  inyección  de  100  g.  y  la  inoculación  dei  virus  á  las  veinti- 
cuatro horas  determina  un  fenómeno  extraordinario:  los  co- 
nejos no  mueren  de  bacteridemia.  La  acción  del  agua  salada 
es  fugaz  desapareciendo  entre  las  veinticuatro  y  las  cuarenta 
y  ocho  horas. 

Origen  geológico  de  los  manantiales  termo-minerales  de  Caldas  de 
Malavella  (provincia  de  Gerona) 


DON  NORBERTO  FONT  Y  SAGUÉ,  PRESBÍTERO. 

Los  manantiales  de  Caldas  de  Malavella  emergen  del  suelo 
á  una  temperatura  de  58°,  muy  superior  á  la  media  anual  de 
la  localidad  que  acostumbran  á  tener  las  fuentes  superficiales; 
son,  por  lo  tanto,  fuentes  termales,  y  como  sucede  á  la  mayoría 
de  las  comprendidas  en  este  grupo  que  deben  al  calor  que  po- 
seen, y  quizá  también  á  la  intervención  de  emanaciones  inter- 
nas, la  facultad  de  tener  en  disolución  ciertos  principios  mi- 
nerales activos,  son  además  fuentes  minerales. 

El  carácter  de  las  fuentes  termales  consiste  en  realizar  su 
emergencia,  no  en  la  unión  de  dos  capas  de  terreno,  una  per- 
meable y  otra  impermeable,  sino  por  grietas  de  la  corteza  te- 
rrestre. De  manera  que  estas  grietas  deben  ser  consideradas 


412  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

como  canales  por  donde  ascienden  manantiales  de  origen  des- 
conocido, formados  en  las  cavidades  de  la  corteza  por  la  re- 
unión de  infiltraciones,  á  las  cuales  las  grietas  de  los  terrenos 
han  permitido  penetrar  hasta  grandes  profundidades. 

Una  particularidad  distintiva  de  las  fuentes  termo-minera- 
les es  la  constancia  de  su  temperatura  independiente  de  las 
variaciones  meteorológicas;  cosa  fácil  de  comprender,  pues 
cuanto  más  profundo  es  un  depósito  mejor  se  sustrae  á  las  va- 
riaciones de  las  condiciones  externas.  Esto  mismo  explica  el 
porqué  la  temperatura  de  semejantes  manantiales,  así  como 
la  naturaleza  y  proporción  de  sus  elementos  disueltos,  es  siem- 
pre constante,  á  menos  que  un  terremoto  ú  otro  fenómeno  g-eo- 
dinámico  venga  á  turbar  la  estabilidad  del  suelo. 

Siendo  el  hecho  dominante  en  las  fuentes  termales  su  ele- 
vada temperatura,  importa  tener  una  idea  de  la  causa  que 
produce  este  exceso  de  calor.  Dos  son  las  teorías  que  tratan  de 
explicarla:  la  que  considera  á  dichas  fuentes  como  manifesta- 
ciones eruptivas  y  la  que  las  cree  solamente  un  fenómeno  ge- 
neral de  la  circulación  de  las  aguas  superficiales  combinado 
con  el  de  la  geotérmica.  Lo  cierto  es  que  los  manantiales  de 
esta  clase  están  á  veces  íntimamente  relacionados  con  las  ma- 
nifestaciones de  naturaleza  volcánica;  pero  en  otros  casos  el 
manantial  emerge  en  un  terreno  dislocado,  es  verdad,  si  bien 
muy  alejado  de  todo  centro  activo  y  con  una  temperatura  que 
no  supera  á  la  de  las  capas  profundas  del  macizo  de  montañas 
del  que  puede  provenir. 

Para  saber  á  qué  clase  de  las  dos  pertenece  una  fuente  ter- 
mal dada,  no  puede  aducirse  como  argumento  ni  la  mayor  ó 
menor  constancia  de  su  producto,  ni  su  temperatura  más  ó  me- 
nos elevada,  pues  en  una  fuente  geotermal  estos  dos  términos 
llegan  á  veces  á  su  máximo.  Pero  es  permitido  pensar  que, 
cuando  una  fuente  muy  caliente  emerge  en  un  terreno  poco 
accidentado,  debe  su  calor  á  la  intervención  de  un  foco  activo. 
De  la  misma  manera,  cuando  el  manantial  está  cargado  de 
gas,  especialmente  ácido  carbónico,  y  más  princialmente  gas 
sulfuroso,  la  influencia  volcánica  es  más  que  probable.  Con 
todo,  no  hay  en  ello  criterio  absoluto. 

Sentados  estos  datos  de  carácter  general  cabe  preguntar: 
Los  manantiales  de  Caldas  de  Malavella,  ¿son  una  manifesta- 
ción volcánica  ó  un  simple  fenómeno  geotérmico? 


DE    HISTORIA  NATURAL.  413 

Nosotros  opinamos  lo  primero,  tanto  por  ser  este  el  criterio 
que  en  la  ciencia  domina  en  punto  á  los  manantiales  que  con- 
tienen ácido  carbónico  libre,  como  por  la  naturaleza  geológica 
de  los  terrenos  donde  emergen  los  manantiales  de  que  nos 
ocupamos. 

«En  cuanto  á  las  fuentes  carbonatadas,  con  ácido  carbónico 
libre,  dice  Lapparent  en  su  Géologie,  se  puede  hacer  constar 
que,  salvo  insignificantes  excepciones,  todas  están  localizadas 
en  las  regiones  volcánicas  terciarias  ó  recientes,  como  la  Au- 
vernia,  Bohemia,  Cárpatos,  Apeninos.» 

«En  los  países  volcánicos  las  emanaciones  de  gas  ácido  car- 
bónico, solo  ó  disuelto  en  las  aguas,  son  como  el  último  es- 
fuerzo de  la  actividad  volcánica,  ha  dicho  Humboldt  en  su 
Cosmos.  Pues  bien,  añade  Rubio  en  su  Tratado  completo  de  Jas 
Fuentes  minerales  de  España,  de  las  26  fuentes  de  agua  ag*ria 
ó  acidulada  por  el  ácido  carbónico  que  citamos,  23  se  encuen- 
tran en  la  región  volcánica  del  campo  de  Calatrava  y  las  otras 
tres  en  la  región  volcánica  de  Castellfullit  de  Gerona.» 

Daubeny  y  Brogniart  aseguran  que  las  aguas  más  calientes 
son  las  asociadas  á  los  volcanes  más  modernos,  después  las  de 
los  volcanes  apagados,  y  por  último,  las  de  los  terrenos  pri- 
mitivos. 

La  naturaleza  geológica  del  terreno  viene  también  en  favor 
de  nuestra  opinión,  pues  los  manantiales  de  Caldas  emergen 
cerca,  y  quizás  en  el  mismo  punto  de  contacto  del  basalto  con 
el  granito.  Respecto  á  este  punto  véase  lo  que  opina  el  distin- 
guido ingeniero  de  minas  D.  Luís  M.  Vidal  en  su  Memoria 
Aguas  termales  de  Caldas  de  Malavella:  «Si  el  examen  geológi- 
co del  terreno  no  diera  como  legítima  consecuencia  la  co- 
nexión de  estos  manantiales  con  los  fenómenos  volcánicos  de 
que  la  comarca  ha  sido  teatro,  lo  daría  la  comparación  de  to- 
das las  circunstancias  que  concurren  en  ellos,  con  las  que  se 
observan  en  los  otros  manantiales  tan  celebrados  y  tan  estudia- 
dos ya,  como  son  los  de  Vichy,  que  se  encuentran  en  la  anti- 
gua provincia  francesa,  denominada  La  Auvernia,  país  clásico 
para  el  estudio  de  los  volcanes  extinguidos,  de  cuyo  suelo, 
sobre  todo  en  las  cercanías  de  éstos,  salen  una  multitud  de 
manantiales  minerales  y  termales  y  de  emanaciones  g'aseosas.» 
Ya  volveremos  á  insistir  en  los  puntos  de  contacto  que  existen 
entre  los  manantiales  de  Caldas  de  Malavella  y  los  de  Vichy. 


414  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Daubrée,  en  su  célebre  obra  Les  eaux  souterraines  á  Vépoque 
actuelle,  dice  también:  «Los  volcanes,  aun  cuando  no  hayan 
hecho  erupción  después  de  los  tiempos  históricos  y  sean  con- 
siderados como  apagados,  son  con  frecuencia  asiento  de  fuen- 
tes termales,  resto  de  su  antigua  actividad.  Lo  mismo  ocurre 
con  las  rocas  volcánicas,  tales  como  los  basaltos  y  traquitas, 
más  antiguas  todavía,  y  cuya  edad  se  remonta  con  frecuencia 
á  la  época  terciaria  media. 

La  frecuencia  de  esta  asociación  ha  sido  desde  mucho  tiem- 
po señalada  por  Leopoldo  deBuch,  Berzelius,  Stift,  Keferstein, 
Boué,  Daubeny,  Bischof,  Forbes  y  otros. 

La  región  volcánica  de  Francia,  particularmente  la  Auver- 
nia,  presenta  numerosos  ejemplos  de  este  yacimiento  de  fuen- 
tes termales. 

Mientras  que  faltan  casi  del  todo  en  una  gran  extensión  de 
nuestra  meseta  granítica  central,  abundan  en  las  partes  que 
han  sido  atravesadas  por  rocas  eruptivas  geológicamente  re- 
cientes. Con  frecuencia  emergen  en  medio  de  estas  rocas  ó  muy 
cerca  de  ellas.  Tales  son  los  manantiales  de  Clermont-Ferrand 
(Saint  Allyre  y  otros,  19°  y  25°);  las  de  Royat,  35°,5;  las  de 
Mont-Doré,  45°;  las  de  la  Bourboule,  52°;  las  de  Chaudesai- 
gues,  81°,5. 

Algunas  veces  los  manantiales  emergen  á  alguna  distancia 
de  las  rocas  eruptivas,  pero  sin  que  sea  posible  desconocer  sus 
lazos  de  origen  con  ellas.»  Y  á  continuación  cita  ejemplos  de 
fuentes  termales,  que  emergen  en  estas  condiciones,  de  todas 
las  partes  del  mundo. 

Pero  no  solo  los  manantiales  de  Caldas  de  Malavella  emer- 
gen en  un  terreno  volcánico,  sino  próximamente  en  el  punto 
de  unión  de  éste  con  el  granito,  dando  con  esto  la  razón  á 
Forbes,  quien  tratando  de  las  aguas  del  Pirineo  asegura  que 
la  coincidencia  de  la  salida  de  las  fuentes  termales  en  la  in- 
mediación de  los  granitos  es  constante. 

Eespecto  á  este  punto  dice  Ch.  Lyell  en  sus  Principios  de 
Geología:  «El  Dr.  Daubeny  y  muchos  otros  autores  han  hecho 
notar  que,  no  solo  las  fuentes  termales  son  más  abundantes 
en  las  regiones  volcánicas,  sino  que,  cuando  están  alejadas  de 
ellas,  su  presencia  coincide  ordinariamente  con  algún  gran 
desorden  en  las  capas,  como  una  falla,  por  ejemplo,' ó  una  lar- 
ga fisura  que  indica  que  un  canal  de  comunicación  con  el  in- 


DE   HISTORIA    NATURAL.  415 

terior  de  la  tierra  ha  sido  abierto  durante  algún  antiguo  pe- 
riodo de  convulsión  local.  Se  ha  hecho  constar  también  que  á 
grandes  alturas  en  los  Pirineos  y  en  el  Himalaya  las  fuentes 
termales  surgen  de  las  rocas  graníticas,  y  que  son  igualmente 
abundantes  en  los  Alpes,  cuyas  cordilleras  han  sido  revueltas 
y  dislocadas  en  épocas  relativamente  modernas.» 

Con  todo  lo  dicho  creemos  que  queda  sobradamente  demos- 
trado el  origen  eruptivo  de  los  manantiales  de  Caldas  de  Ma- 
lavella,  así  como  su  termalidad. 

Vamos  ahora  á  investigar  las  causas  que  han  determinado 
la  aparición  de  los  manantiales  que  nos  ocupan,  después  de 
haber  recorrido  una  gran  extensión  de  la  corteza  terrestre,  en 
cuyas  profundidades  debe  arrancar  la  corriente  subterránea. 
Atendida  la  temperatura  con  que  emergen,  y  aceptando  la  hi- 
pótesis más  generalmente  admitida  hoy,  deberemos  creer  que 
esta  circulación  profunda  se  verifica  á  unos  1.500  m.  de  la  su- 
perficie; aunque  ciertamente  pueden  haber  influido  algo  en 
su  temperatura  las  reacciones  químicas  que  forzosamente  han 
tenido  que  producirse  en  el  seno  de  los  manantiales  para  pre- 
sentarse dotados  de  los  numerosos  principios  minerales  que 
llevan. 

La  causa  ó  causas  que  han  determinado  la  aparición  de  los 
manantiales  de  Caldas  de  Malavella  quedan  determinadas  en 
conjunto  con  el  estudio  geológico  de  la  comarca.  Todas  las  del 
Norte  de  Cataluña,  donde  está  situado  Caldas,  forman  una  re- 
gión de  menor  resistencia  que,  al  través  de  las  épocas  geoló- 
gicas y  á  medida  que  la  corteza  terrestre  se  iba  contrayendo  ó 
arrugando  por  efecto  del  enfriamiento  de  su  núcleo  central, 
se  hundía  más  y  más,  mientras  sus  líneas  de  resistencia  máxi- 
ma, el  Pirineo  y  el  Monseny,  iban  levantando  sus  abruptas 
crestas.  Este  hundimiento  progresivo  debía  originar  forzosa- 
mente, no  solo  el  replegamiento  de  las  capas  ya  formadas,  sino 
muchas  veces  la  ruptura  de  las  mismas  con  la  consiguiente 
formación  de  grietas  colosales  por  donde  saldrían  al  exterior 
los  materiales  fundidos  de  las  entrañas  de  la  tierra.  Y  en  los 
alrededores  de  Caldas  existen  multitud  de  estas  grietas  relle- 
nadas hoy  por  diversos  pórfidos  que  atraviesan  el  granito,  y  es- 
pecialmente una  grieta  colosal,  la  cual  forma  el  poderoso  filón 
de  granito  eruptivo  que  constituye  todo  el  Puig  de  las  Molerás, 
y  á  cuyo  extremo  surgen  las  aguas  termales. 


416  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Muy  recientemente,  al  parecer  en  los  principios  de  la  era 
cuaternaria,  sufrió  esta  región  otro  hundimiento  que  con  las 
rupturas  á  que  dio  origen  determinó  la  salida  de  las  materias 
eruptivas,  lavas  y  basaltos,  que  tanto  la  caracterizan,  y  al  lado 
mismo  de  Caldas,  una  de  las  grietas  sirvió  para  dar  salida  á 
una  potente  erupción  de  basalto.  Solidificado  éste  quedarían 
todavía  grietas  por  donde  surgirían  corrientes  subterráneas 
cargadas  de  materias  minerales,  especialmente  sílice,  es  decir, 
verdaderos  geiseres  que  las  rellenaron  de  calcedonia,  y  que  al 
mezclarse  con  las  aguas  del  lago  producido  en  uno  de  los  hun- 
dimientos, determinaban  la  formación  de  los  menilitos  que 
tanto  abundan  en  las  cercanías. 

Andando  el  tiempo,  estas  grietas  no  quedarían  obstruidas 
del  todo,  ó  bien  en  un  nuevo  movimiento  tectónico  se  forma- 
ría otra  por  donde  empezaron  á  brotar,  no  ya  los  pórfidos, 
cuarzos  ni  basaltos,  ni  aun  los  geiseres,  sino  los  manantiales 
termales  que  admiramos  aún  y  que.  son  la  señal  patente  de 
que  la  actividad  interna  del  globo  no  ha  cesado  todavía. 

Todos  los  manantiales  de  Caldas  de  Malavella  tienen  el  mis- 
mo origen:  una  grieta  del  terreno  orientada  de  E.  á  O.,  próxi- 
mamente, por  donde  en  diversas  aberturas  salen  las  aguas 
termales  al  exterior. 

La  orientación  de  esta  grieta  viene  á  confirmar  todo  lo  an- 
teriormente dicho  acerca  de  las  causas  que  la  originaron,  y 
por  ende  la  salida  de  las  fuentes  termales.  En  efecto,  esta  es 
la  orientación  que  debía  de  tener,  como  línea  de  ruptura  ó  de 
hundimiento,  paralela  á  la  línea  de  resistencia  máxima,  ó  sea 
el  Pirineo. 

Y  que  esto  debía  de  ser  así  lo  comprueba  la  dirección  de  los 
antiguos  filones,  grietas  ó  líneas  de  ruptura  en  su  tiempo,  que 
es  próximamente  la  misma,  de  E.  á  O.,  especialmente  la  del 
gran  filón  de  granito  eruptivo  que  tanta  relación  tiene  con  las 
aguas  termales. 

Y  por  si  todavía  esto  no  fuera  suficiente  para  probar  nuestro 
aserto,  vamos  á  ver  cómo  lo  mismo,  exactamente  lo  mismo, 
ocurrió  en  la  comarca  de  Vichy,  y  con  esto  tendremos  una 
nueva  comprobación  en  favor  de  la  igualdad  casi  absoluta,  en 
cuanto  á  su  origen  de  las  aguas  de  Caldas  de  Malavella  y  las 
tan  renombradas  de  aquella  localidad  francesa. 

Voisin,  en  su  Memoria  Sources  minerales  de  Vichy  et  des  en- 


DE    HISTORIA  NATURAL.  417 

mrons,  hace  notar  que  la  mayoría  de  los  filones  diversos  que 
atraviesan  los  terrenos  de  aquella  comarca  son  verticales  y  pa- 
ralelos á  las  fracturas  de  emergencia  de  los  manantiales,  como 
acontece  en  Caldas.  Interpretando  estas  observaciones,  he 
aquí  cómo  concibe  dicho  autor  el  origen  de  las  aguas  terma- 
les de  Vichy: 

«En  la  época  del  levantamiento  de  los  Pirineos,  después  del 
nummulítico,  se  produjeron  en  la  corteza  terrestre  grietas 
orientadas  en  dirección  E.  17°  S.  (en  Caldas  lo  están  E.  20°  S.), 
las  cuales  dieron  paso  á  las  aguas  minerales  que  originaron 
la  mayoría  de  los  elementos  de  los  depósitos  lacustres  de  los 
valles  del  Allier  y  del  Loire.  Estos  fenómenos  geiserianos  (en 
Caldas  los  hubo  también)  se  produjeron  especialmente  cerca 
de  Vichy,  Vernet,  Cusset,  Auterive,  y  se  han  prolongado  hasta 
nuestros  días,  gracias  á  las  sacudidas  que  de  tiempo  en  tiem- 
po sufre  la  corteza  terrestre.  Cuando  aparecieron  los  basaltos, 
éstos  salieron  por  dichas  grietas,  que  con  todo  continuaron 
dando  agua,  como  ocurre  en  los  Celestins  y  otros  manan- 
tiales.» 

Creemos  que  no  es  posible  encontrar  ya  ni  más  exacta  co- 
munidad de  origen,  ni  más  Vínica  causa  de  emergencia;  solo 
que  en  Vichy  hay  cuatro  grandes  grietas  paralelas  y  en  Caldas 
de  Malavella  existe  actualmente  solo  una. 

Nota  preliminar  sobre  la  turba  y  los  turbales  de  España 

POR 
DON    SALVADOR   CALDERÓN. 

Sabido  es  que  la  turba  consiste  en  una  materia  de  proceden- 
cia vegetal  más  ó  menos  alterada  y  descompuesta  química- 
mente, que  se  forma  en  los  lug-ares  pantanosos  de  los  climas 
templados  y  húmedos  donde  crecen  y  mueren  plantas  lacus- 
tres. Es  su  aspecto  sumamente  variable,  desde  el  de  una  masa 
fibrosa  amarillenta  con  abundantes  restos  de  vegetales,  cuya 
naturaleza  se  reconoce  claramente,  hasta  el  de  una  substancia 
parda  ó  negra,  homogénea. 

Existen  turbales  antiguos  ó  modernos  en  casi  todas  las  re- 
giones templadas  del  globo,  solo  que  el  combustible  que  en- 
cierran ofrece  cualidades  muy  diferentes, , y  el  de  muchas  de 


418  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

ellas  resulta  inaplicable.  Irlanda  y  Holanda  son  los  países 
clásicos  para  el  combustible  de  que  tratamos,  el  cual  cubre 
también  espacios  inmensos  en  Westfalia,  Hannover,  Silesia  y 
Hungría.  Los  habitantes  de  estos  terrenos  pantanosos  é  inun- 
dados, cuyo  suelo  ofrece  míseras  condiciones  para  la  existen- 
cia, saben  sacar  mucho  partido  de  la  turba,  la  cual  les  pro- 
porciona un  medio  de  calefacción  sumamente  económico  y  un 
combustible  que  emplean  con  ventaja  para  la  cocina  y  para 
usos  industriales.  Sirve  como  abono  de  las  tierras  reducién- 
dola á  ceniza,  y  en  el  Piamonte  se  ha  aplicado  con  éxito  á  la 
fabricación  de  cartón  y  papel  basto. 

En  España  la  turba  es  conocida  de  muy  antiguo,  pero  solo 
en  ciertas  localidades,  y  aun  en  éstas  no  ha  merecido  gran 
atención  ni  de  parte  de  los  naturales  del  país  para  utilizarla, 
á  pesar  del  elevado  precio  que  tuvo  siempre  en  todo  él  el  com- 
bustible, ni  por  los  geólogos  para  explorarla  y  describirla.  Y, 
sin  embargo,  vamos  á  probar  que  dicho  carbón  no  es  tan  es- 
caso en  la  Península  como  suele  decirse,  y  que  tiene  represen- 
tación en  casi  todas  sus  regiones;  y  si  bien  por  lo  general  es 
de  segunda  calidad,  podría  utilizarse  en  muchos  sitios  en  que 
indebidamente  se  desprecia.  Además,  algunos  depósitos  solo 
conocidos  en  la  superficie,  pueden  contener  turba  mucho  más 
rica  en  carbono  en  la  profundidad,  pues  se  sabe  que  la  más 
alta  y  reciente,  llamada  musgosa,  es  de  tejido  flojo;  debajo  de 
ella  viene  la  hojosa,  de  color  más  obscuro,  y,  en  fin,  la  de  la 
base  aparece  negra  y  homogénea,  sin  mostrar  las  partes  vege- 
tales de  que  procede  mas  que  en  el  campo  del  microscopio,  y 
aun  eso  imperfectamente  (1). 

Numerosos  son  los  términos  castizos  y  provinciales  con  que  se 
designan  esta  clase  de  formaciones  ó  turbales  en  nuestro  país; 
así,  por  ejemplo,  las  regiones  pantanosas  en  general  se  dicen 
marjales,  sobre  todo  los  prados  ó  valles  de  esta  condición ,  1a- 


(1)  Según  modernos  estudios  microscópicos  de  B.  Renault  fBull.  Muséum  d'His- 
toire  nat.,  1899)  la  turba  está  formada  en  las  regiones  profundas,  donde  ha  adquirido 
su  constitución  definitiva,  de  menudos  restos  vegetales,  cutículas,  partículas  de  cor- 
cho, esporas,  granos  de  polen  y  restos  de  vasos,  mezclado  todo  esto  con  grumos  de  as- 
pecto mucilaginoso  que  contienen  granulaciones  bacterianas.  Estos  elementos  no  se 
hallan  soldados,  como  sucede  en  los  lignitos  y  hullas,  por  una  materia  fundamental 
amorfa,  sino  disociados  merced  á  la  acción  de  unas  bacterias,  que  el  autor  llama  Mi- 
crococcus paludis,  en  las  cuales  distingue  dos  variedades,  y  ellas  son  las  que  parecen 
constituir  los  principales  agentes  de  la  formación  de  la  turba. 


DE   HISTORIA   NATURAL.  419 

rajos  para  expresar  sitios  más  circunscritos,  húmedos  y  pan- 
tanosos, y  llamas  en  algunas  provincias;  los  bajos  en  que  se 
detiene  el  agua  se  distinguen  con  los  nombres  de  aguazales  y 
halsas,  pecinales,  cuando  á  ésta  acompaña  mucho  cieno;  el  ta- 
piz de  hierbas  que  se  forma  sobre  el  fango  ó  sobre  el  agua  es 
el  tembladal,  tremedal,  ó  tremolar  en  Valencia,  y  también  se 
llaman  así  en  Castilla  los  depósitos  de  turba  por  su  elasticidad 
cuando  se  marcha  ó  salta  sobre  ellos;  paules  y  paulares  son 
términos  provinciales  que  se  aplican  á  los  turbales  contempo- 
ráneos, y  atolladero,  atascadero,  tolla,  tollo,  etc.,  á  la  masa  blan- 
da, merced  al  ag-ua  que  contiene,  capaz  de  aprisionar  al  hom- 
bre y  á  los  animales  que  se  aventuren  sobre  ella. 

En  varios  escritos  de  g-eólogos,  justamente  reputados  sin 
duda,  de  nuestro  país,  sobre  todo  hacia  mediados  del  pasado 
siglo,  se  consignan  ideas  sobre  el  valor  industrial  y  sobre  el 
origen  de  la  turba  que  hoy  sabemos  son  erróneas  y  en  oca- 
siones han  contribuido  á  esa  desatención  completa  que  han 
merecido  sus  formaciones  en  la  Península.  Indicaremos  algu- 
nas de  estas  ideas  que  deben  rectificarse. 

En  primer  lugar  no  es  un  suelo  impermeable,  condición  pre- 
cisa para  que  se  formen  los  depósitos  que  nos  ocupan,  hasta  el 
punto  de  que  faltan  en  reg-iones  de  marjales  y  pantanos  asen- 
tados sobre  suelo  arcilloso.  Y  esto  porque  en  tales  regiones  el 
fondo  de  las  aguas  está  siempre  más  ó  menos  cargado  de  limo 
que  impide  el  desarrollo  de  la  vegetación  productora  de  la 
turba.  Tampoco  es  indispensable  la  existencia  de  charcas  gran- 
des ni  aun  pequeñas  para  que  aquellas  plantas  puedan  dar  lu- 
gar á  los  depósitos  en  cuestión,  con  tal  de  que  la  atmósfera 
sea  suficientemente  húmeda;  los  Spliagnum,  que  son  de  las 
principales  formas  generadoras  de  turba,  se  alimentan  lo 
bastante  de  las  nieves,  de  las  lluvias  y  de  las  nieblas  para 
desarrollarse  en  altura,  al  paso  que  se  pudren  por  su  pie,  go- 
zando de  la  propiedad  de  absorber  una  cantidad  prodigiosa  de 
agua  atmosférica.  No  son,  por  consiguiente,  buenos  indicios 
para  buscar  turbales,  como  se  ha  dicho,  ni  los  suelos  imper- 
meables, ni  las  charcas  de  agua  estancada  si  se  halla  falta  de 
renovación  y  limpieza.  Luego  volveremos  sobre  estas  ideas  li- 
geramente apuntadas. 

No  falta  en  España  representación  de  las  principales  espe- 
cies vegetales  que  más  parte  toman  en  la  producción  del  com- 


420  BOLETÍN    DE   LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

bustible  que  nos  ocupa,  por  más  que  rara  vez  alcancen  el  des- 
arrollo ni  la  extensión  que  en  las  regiones  clásicas  de  Europa 
antes  mencionadas.  Citaremos  algunas  de  dichas  especies, 
ateniéndonos  á  los  datos  consignados  en  la  excelente  Flora  del 
Sr.  Lázaro  (1). 

Del  género  Sphagnwm  tenemos  la  especie  acutifolüim  Ehrh. 
en  la  región  septentrional  y  occidental,  Sph.  palustre  L.  en  las 
montañas  del  N.  y  centro,  Sph.  cuspidatum  Ehrb,  rigidum 
Schp.  y  subsecundum  N.  en  la  región  occidental.  Del  género 
Bryum  hay  varias  especies  muy  extendidas  y  algunas  circuns- 
critas á  la  Sierra  Nevada.  De  Polytrichum,  cinco  especies  en 
casi  toda  España  y  22  de  Hypmtm,  la  mayoría  en  el  N.,  algu- 
nas en  Sierra  Nevada  y  las  menos  en  otras  regiones.  El  Pi- 
nas sylvestris  L.  se  sabe  habita  en  la  mitad  oriental  y  septen- 
trional de  la  Península;  el  P.  uncinata  Ram.  en  el  Pirineo 
aragonés  y  catalán  y  el  P.  pinas ter  Sol.  en  casi  todas  las  pro- 
vincias (2).  Del  género  Carex  se  mencionan  57  especies  en  las 
diversas  regiones  de  ésta,  y  algunas  comunes  á  todas  ellas. 
Del  Scirpus  15,  profusamente  repartidas  algunas  y  otras  pro- 
pias de  nuestra  región  septentrional,  entre  ellas  el  Se.  cespito- 
sas L.,  limitada  al  Pirineo  central,  que  es  característico  de  la 
flora  de  los  elevados  turbales  del  Jura,  asociado  á  varias  for- 
mas de  musgos  y  liqúenes.  El  g-énero  Festuca  ofrece  24  espe- 
cies en  España,  repartidas  por  casi  toda  ella,  excepto  algunas 
circunscritas  á  las  sierras  granadinas.  Los  juncos  es  sabido 
prosperan  en  todos  los  lugares  pantanosos,  así  como  los  lirios 
(Iris),  si  bien  de  éstos  existen  especies  solo  halladas  en  la  costa 
mediterránea  y  Andalucía.  El  abedul  (Betwla  albaL.)  es  del  N., 
del  centro  y  del  E.  El  nenúfar  blanco  (Nymphcea  alba  L.)  por 
último,  invade  con  profusión  las  charcas  del  N.,  oriente  y  al- 
g'unas  de  la  región  central. 

Ya  hemos  dicho  que  ni  los  turbales,  ni  por  consiguiente  su 
flora,  alcanzan  gran  desarrollo  en  nuestro  país,  comparado  con 
lo  que  sucede  en  este  respecto  en  Irlanda,  en  la  Holanda  y  en 
otras  regiones  mencionadas;  pero  es  indudable  que  en  épocas 
anteriores,  y  á  veces  no  muy  remotas,  varias  de  estas  forma- 


(1)  Botánica  descriptiva.  Compendio  de  la  Flora  espaTiola.  Madrid  1896,  2  vol. 

(2)  Mencionamos  solo  las  especies  de  pino  halladas  hasta  ahora  en  nuestros  tur- 
hales. 


DE   HISTOKIA   NATURAL.  421 


ciones  tuvieron  mucha  más  importancia  que  en  la  actualidad. 
Esto  puede  ser  debido  á  varias  causas:  en  primer  lugar,  el  cam- 
bio de  clima  más  seco,  en  el  verano  sobre  todo,  produciendo 
una  fuerte  evaporación,  impide  la  condensación  de  la  hume- 
dad por  los  musgos,  y  esta  es  la  razón  de  que  en  el  Brasil  y  en 
las  regiones  ecuatoriales  no  haya  turbales  ni  aun  en  los  exten- 
sos territorios  que  están  encharcados  durante  una  buena  parte 
del  año.  De  otro  lado,  la  tala  de  los  montes,  que  en  tan  grande 
escala  se  ha  llevado  á  cabo  en  nuestro  país,  desnudando  las 
pendientes  y  mesetas,  al  mismo  tiempo  que  es  causa  primor- 
dial de  sequía,  hace  más  fácil  el  arrastre  de  los  materiales  su- 
perficiales del  suelo  por  las  lluvias  violentas,  y  estos  materia- 
les, sobre  todo  si  son  barrosos,  perjudican  á  la  vida  de  las  plan- 
tas turbíferas  y  hasta  detienen  inmediatamente  su  crecimiento. 

Se  comprende  por  estas  y  otras  razones  que  los  depósitos  más 
importantes  y  de  roca  de  mejor  calidad  sean  los  más  antiguos, 
particularmente  los  que  se  remontan  á  los  tiempos  cuaterna- 
rios, al  final  de  los  cuales  se  inician,  como  es  sabido,  coinci- 
diendo con  la  vuelta  del  régimen  húmedo  interrumpido  du- 
rante la  edad  del  reno.  Es  la  época  en  nuestro  suelo  de  la  pie- 
dra pulimentada.  A  ella  corresponden  los  turbales  de  la  pro- 
vincia de  Gerona,  dados  á  conocer  por  el  Sr.  Vidal,  y  que  luego 
mencionaremos,  los  cuales  encierran  pinas  de  pino  y  muchos 
restos  leñosos. 

Veamos  ahora  la  distribución  de  los  turbales  en  nuestra  Pe- 
nínsula, que  á  pesar  de  lo  incompleto  de  los  datos,  puede  ase- 
gurarse están  repartidos  por  casi  todas  sus  regiones  y  se  pres- 
tan á  algunas  consideraciones  que  brevemente  vamos  á  ex- 
poner. 

En  el  extremo  NO.  parece  que  escasea  la  turba,  pero  duda- 
mos que  en  el  grado  que  se  ha  dicho,  pues  en  la  región  de  las 
costas  de  Galicia  las  tierras  humíferas  alcanzan  el  mayor  des- 
arrollo y  predominio  merced  á  la  suavidad  del  clima  y  á  las 
abundantes  precipitaciones  acuosas,  á  cuyas  condiciones  at- 
mosféricas se  unen  otras  del  suelo  que  parecen  favorables  á  la 
formación  de  este  carbón  moderno.  Se  sabe  existe  en  las  sie- 
rras que  se  alzan  á  una  y  dos  leguas  al  S.  de  la  Coruña,  y  es 
probable,  repetimos,  que  de  haberse  buscado  con  más  empeño 
se  hubieran  encontrado  otros  yacimientos.  Ofrece  el  país  la 
condición  principal,  que  es  la  humedad  del  aire  con  una  tem- 

T.  ni.- Diciembre,  1E03.  29 


422  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

peratura  nunca  elevada  en  exceso,  y  de  otro  lado,  la  naturale- 
za granítica  preponderante  en  gran  parte  del  territorio  com- 
pleta el  conjunto  de  circunstancias  propicias  para  el  caso.  En 
efecto,  la  alteración  del  granito  origina  una  arena  superficial 
que  da  una  tierra  suelta  propia  para  absorber  la  humedad  y 
una  arcilla  de  origen  feldespático,  la  cual  queda  por  debajo 
impidiendo  la  penetración  del  agua.  Por  eso  en  los  Alpes,  los 
Vosgos  y  los  Pirineos  se  asientan  sobre  esta  roca  formaciones 
turbosas  de  mucho  espesor  y  á  veces  á  considerable  altura. 
Además,  el  granito  tiene  el  privilegio  de  que  en  él  se  posen 
turbales  hasta  en  las  pendientes,  cosa  que  no  sucede  sobre  casi 
ninguna  otra  roca. 

Más  conocidas  son  estas  formaciones  en  Asturias  desde  el 
memorable  trabajo  de  Schulz  (1)  sobre  dicha  provincia,  en 
el  cual  hace  notar  que  la  turba  se  halla  por  lo  general  sobre 
cuarcita,  roca  que,  como  la  arenisca  silícea,  favorece  en  alto 
grado  la  producción  del  mencionado  combustible;  aun  en  las 
sierras  desprovistas  de  hoyos  ó  depresiones  á  propósito  para 
acumularse  el  agua,  la  misma  tierra  vegetal  que  cubre  la  roca 
firme,  siquiera  no  alcance  el  espesor  de  un  palmo,  es  verda- 
dera turba  aplicable  como  combustible. 

En  Salabe,  sobre  la  costa,  dos  leguas  al  E.  de  Eivadeo,  exis- 
tían hasta  el  año  de  1830  varias  lagunas  en  cuyo  fondo  apare- 
ció, al  ser  desecadas,  turba  en  grandes  bancos  alternando  con 
capas  de  arcilla;  descansando  también  sobre  la  cuarcita  se 
presenta  entre  Tineo  y  Salas,  en  el  llano  del  Mourón,  en  Cas- 
tropol,  en  Villanueva  de  Óseos,  en  la  sierra  de  la  Bobia.  En 
la  parte  SO.  de  Gijón  fueron  descubiertos  en  excavaciones 
practicadas  para  las  obras  de  fortificación ,  lechos  turbosos  al- 
ternando con  arenas  y  margas.  En  fin,  parece  abundan  en  los 
terrenos  pantanosos  que  se  encuentran  entre  Cudillero  y  Ar- 
tedo.  Cerca  de  Luarca,  según  el  Sr.  Prado,  es  donde  tuvo  ma  - 
yor  aplicación. 

En  el  país  la  gente  del  campo  ha  hecho  uso  en  ciertos  pun- 
tos de  este  combustible  en  los  hogares  con  el  nombre  de  te- 
rrones; pero  explotación  formal  no  hubo  hasta  el  año  1868,  en 
que  aparece  un  beneficio  en  grande  escala,  pues  un  solo  tur- 
bal produjo  340  quintales  métricos;  al  año  siguiente  se  parali- 


(1)    Descripción  geológica  de  la  provincia  de  Oviedo,  1^58. 


DE   HISTORIA   NATURAL.  423 

zaron  los  trabajos  por  causas  que  ignoramos,  volviendo  á  re- 
aparecer en  1871,  en  que  se  extrajeron  208  quintales  métricos. 

Se  han  explotado  en  pequeño  formaciones  semejantes  á  las 
de  Asturias,  en  Reocín,  Torrelavega,  Suances  y  Polanco,  de  la 
provincia  de  Santander,  si  bien  están  paralizados  los  trabajos 
de  extracción.  En  el  Museo  de  la  Comisión  del  Mapa  geológico 
existe  una  muestra  pocedente  de  Hijos  Corberas.  Las  mismas 
formaciones  se  encuentran  salpicadas  por  el  N.  de  la  provincia 
de  Palencia,  y  aun  creemos  que  algunas  se  han  utilizado  y 
tratado  de  beneficiar. 

Conocida  es  la  riqueza  de  mantillo  de  las  tierras  turbosas 
de  las  provincias  de  Asturias  y  Santander  que,  análogamente 
á  las  de  Galicia,  se  eleva  hasta  un  70  por  100,  y  se  cita  como 
excepcional,  pues  en  la  mayor  parte  de  la  mitad  septentrional 
de  la  Península  no  suele  pasar  de  un  20  á  25. 

En  la  región  pirenaica  el  turbal  más  importante  y  mejor 
conocido  es  el  descrito  por  el  Sr.  Vidal  (1)  en  la  Cerdaña,  sito 
en  el  término  de  Llivia,  donde  desemboca  el  río  Estulaya.  Al- 
canza éste  un  espesor  de  1,60  m.,  y  entre  capas  de  diversa  es- 
tructura, las  hay  de  buena  calidad,  aprisionando  pinas  de 
Pinus  wicinata  Ram.  y  leños  muy  bien  conservados  de  árboles 
qué  crecieron,  sin  duda,  sobre  la  turba,  y  cuyos  troncos  expe- 
rimentaron esa  descomposición  lenta  de  origen  bacteriano  que 
disocia  la  madera  más  compacta  y  le  da  un  tinte  pardo  ne- 
guzco  de  aspecto  lignitoso.  En  término  de  Tosas  también  exis- 
te un  depósito  que  no  ha  sido  explorado. 

Es  conocida  de  antiguo  la  formación  turbosa  del  delta  del 
Ebro.  que  se  ha  dicho  ocupa  un  espacio  triangular  de  34  m. 
desde  Amposta  y  con  un  espesor  variable,  alcanzando  en  algu- 
nos sitios  hasta  8  m.  Modernamente  el  Sr.  Ferrer  y  Hernán- 
dez (2)  ha  descrito  la  posición  y  caracteres  de  los  ejemplares 
recogidos  por  él  en  San  Carlos  de  la  Rápita  y  Amposta,  los 
primeros  de  formación  más  reciente  que  los  segundos,  como 
situados  más  próximos  al  mar  y  conteniendo  mayor  cantidad 
de  materiales  terrosos.  Ocupa  la  turba  el  fondo  de  las  charcas 
que  produce  el  río  al  desbordarse,  en  las  cuales  crece  abun- 
dantemente vegetación  acuática  y  viven  innumerables  mo- 


(1)  Reseña  geológica  de  la  provincia  de  Gerona.  (Bol.  Com.  Mapa  geol.,  t.  xm),  1886. 

(2)  Boletín  de  la  Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  t.  n,  1902,  pág.  211. 


424  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

luscos,  sobre  todo  del  género  Bithynia,  cuyas  conchas  aparecen 
interpuestas  en  el  sedimento.  La  turba  húmeda  constituye 
una  masa  pastosa,  filamentosa,  en  la  que  se  reconocen  los 
restos  vegetales  descompuestos  á  que  debe  su  origen,  atrave- 
sados por  una  malla  de  raíces  de  Car  ex  y  Nymphtfa.  Es  el  pro- 
ceso bien  conocido  del  avance  de  la  vegetación,  circunscrita 
al  principio  á  los  ribazos  y  que  va  marchando  progresiva- 
mente y  por  todo  el  perímetro  del  pantano  atravesando  su 
suelo  hasta  formar  con  sus  raíces  una  red  cada  vez  más  tupi- 
da. Las  hojas  y  tallos  muertos  caen,  se  hunden  y  vienen  á. 
juntarse  á  la  masa  acumulada  en  el  fondo  atravesada  de  raí- 
ces y  rizomas  que,  como  apretado  fieltro,  van  invadiendo  la 
charca. 

Los  ejemplares  examinados  por  el  Sr.  Ferrer  y  Hernández 
desecados  á  100°  dejaron  un  residuo  de  12  á  13  por  100;  calci- 
nados en  crisol  abierto  dieron  4  por  100  de  cenizas,  y  en  apa- 
rato cerrado  9  por  100  de  cok.  Las  muestras  desecadas  son 
compactas,  granudas,  negruzcas  y  con  una  densidad  de  1,34. 

El  distrito  de  Valencia  ofrece  también  formaciones  de  las 
que  nos  ocupan,  llamadas  en  el  país  tremolares;  se  asientan  en 
la  región  inferior,  donde  el  clima  es  agradable  y  llueve  bas- 
tante en  primavera  y  otoño;  pero  hay  gran  variedad  de  con- 
diciones en  este  distrito,  alternando  los  oasis  con  los  desiertos, 
como  los  campos  áridos  y  abrasadores  de  la  costa  murciana. 
Los  turbales  más  importantes  conocidos  en  él  están  en  la  pro- 
vincia de  Castellón,  de  la  cual  mencionó  el  Sr.  Vilanova  (1), 
aunque  vagamente,  los  pantanos  y  almarjales  de  Almenara, 
donde  se  pensaba  explotar,  y  supone  existieran  en  la  región 
pantanosa  que  media  entre  Oropesa  y  Torreblanca.  Posterior- 
mente en  Murviedro,  Almenara  y  Torreblanca  se  han  repetido 
las  explotaciones  en  pequeño  para  fabricar  lo  que  conocen  allí 
con  el  nombre  de  cardón  de  dolado  ó  carbón  de  París,  si  bien 
no  existe  un  plan  de  beneficio  de  los  muchos  turbales  de  la  re- 
gión, que  continúan  hasta  la  de  Alicante,  por  ejemplo  en  Vi- 
llena  (2).  Los  alrededores  de  la  Albufera  son  formaciones  de 
esta  naturaleza. 


(1)  Mem.  geogn.-agrícola  sobre  la  prov.de  Castellón,  premiada  por  la  R.  Academia 
de  Ciencias,  1859,  pág.  47. 

(2)  Naranjo:  Elementos  de  Mineralogía  general.  Madrid,  1862. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  425 

Poco  se  conoce  en  punto  á  turbales  en  la  región  aragonesa, 
pero  a  priori  puede  afirmarse  que  en  general  faltan  condicio- 
nes en  ella  para  su  producción.  Es  esta  una  de  las  zonas  de  las 
estepas  que,  dicho  sea  de  paso,  constituyen  un  carácter  origi- 
nal del  territorio  español.  A  primera  vista  parecería  que  éstas 
ofrecerán  circunstancias  propicias  para  que  en  ellas  se  for- 
maran pantanos  en  los  que  se  desarrollase  la  turba;  pero  no 
es  así,  pues  las  muchas  sales  que  impregnan  su  suelo  pue- 
den favorecer  á  las  plantas  halófilas,  y  entre  ellas  á  la  mayor 
parte  de  las  barrilleras,  siendo,  por  el  contrario,  adversas  á 
las  turbógenas.  Así,  en  las  llanuras  de  la'cuenca  del  Ebro  el 
terreno  se  compone  de  yeso,  arcillas  salíferas  y  de  conglome- 
rados, con  frecuencia  salíferos  también.  De  otra  parte,  el  clima 
es  demasiado  seco,  hasta  el  punto  de  que  en  la  estepa  del  Ebro 
la  cantidad  de  lluvia  anual  no  pasa  de  460  mm.;  el  verano  es 
muy  cálido  por  la  falta  de  arbolado,  el  aire  seco  y  la  tempera- 
tura media  de  +  14°  á  -f-  15°. 

La  zona  central  de  España  ofrece  condiciones  bastante  dife- 
rentes en  sus  diversas  regiones,  aunque  á  la  mayor  parte  de 
ellas  pueden  aplicarse  las  consideraciones  que  acabamos  de 
hacer  con  respecto  á  la  aragonesa;  solo  en  su  parte  septen- 
trional hay  una  zona  con  turbales  en  un  todo  análogos  á  los 
asturianos  y  santanderinos.  Citaremos  los  de  Iterbosa  y  Rosio, 
cerca  de  las  salinas,  en  la  provincia  de  Burgos,  y  el  depósito 
insignificante  de  Castañares  de  las  Cuevas,  en  la  de.Palencia. 

No  hay  para  qué  decir  que  está  desprovisto  de  las  formacio- 
nes objeto  de  estos  desaliñados  apuntes  todo  el  centro  de  la 
Península,  planicie  elevada,  desnuda  y  árida,  cuyas  montañas 
se  encuentran  generalmente  desarboladas  y  el  clima  es  ar- 
diente y  seco  en  demasía.  Quizás  después  de  los  desiertos  clá- 
sicos no  existan  en  el  globo  localidades  de  mayor  sequía.  Por 
excepción  se  halla  algún  tremedal  en  la  proximidad  de  los 
ríos  principales,  como  los  depósitos  escasos,  aunque  no  des- 
provistos de  interés,  citados  por  el  Sr.  Cortázar  (1)  de  las  már- 
genes del  Guadiana,  en  la  parte  más  llana  de  la  Mancha. 

Las  condiciones  son  muy  diferentes  en  las  alturas  del  siste- 
ma central,  desde  los  1.000  á  los  1.710  m.  en  que  se  asientan 


(1)    Reseña  física  y  geológica  de   la  prov.  de  Ciudad  Real.  (Bol,  Com.  Mapa  geol  , 
t.  ix),  1881. 


m  boletín  de  la  sociedad  española 

las  parameras  de  Soria,  Sigüenza,  Molina  de  Aragón,  Setenil 
yPozondón,  con  una  temperatura  media  anual  de  -f-4uá+8a, 
y  conservando  la  nieve  durante  mucho  tiempo.  Por  eso  en  es- 
tas parameras  y  al  pie  de  ellas  se  forman  bastantes  marjales 
y  depósitos  de  turba  procedentes  de  la  descomposición  de  pe- 
queñas plantas.  Hanse  mencionado  hace  tiempo  los  turbales 
de  Mandayona,  en  el  curso  del  Cabrera  (1)  con  un  metro  de 
espesor,  y  á  veces  más,  y  en  algunos  sitios  tan  compacta,  ne- 
gra y  obscura,  que  puede  aprovecharse  muy  bien  y  cortarse  en 
ladrillos.  Encierra  pinas  y  trozos  de  árboles  corpulentos.  Tra- 
tándose de  depósitos  semejantes  es  indudable  se  remontan  á 
bastante  antigüedad,  y  quizás  á  la  época  cuaternaria,  en  que 
las  condiciones  para  su  formación  eran  sumamente  propicias 
en  estos  parajes.  Bancos  semejantes  menciona  de  la  provincia 
de  Soria  el  Sr.  Palacios  (2),  habiendo  encontrado  en  los  de 
Quintana  Redonda  pifias  de  Pinus pinaster  Sol.  Esta  turba,  de 
la  que  hay  ejemplares  en  el  Museo  de  Historia  natural,  traídos 
por  el  Sr.  Fernández  Navarro,  es  pardo  obscura,  de  mediana 
coherencia  y  con  muchos  filamentos  no  carbonizados. 

Nosotros  hemos  visto  en  Molina  de  Arag-ón,  Sigüenza,  Bai- 
des  y  otros  varios  términos  de  la  provincia  de  Guadalajara,  toda 
la  serie  de  tránsitos,  desde  los  tremedales  hasta  las  formacio- 
nes antiguas  compactas,  en  sitios  que  ya  están  completamente 
en  seco  durante  todo  el  año.  Los  primeros  radican  en  las  pla- 
nicies, ocupando  los  intervalos  de  los  verdaderos  turbales,  y 
consisten  en  un  tapiz  de  hierbas  descansando  sobre  fango  ó 
sobre  el  agua;  cuando  se  desecan  en  verano  originan  un  man- 
to de  arcilla  carbonosa  más  ó  menos  obscura  ó  negra,  comple- 
tamente plagada  de  caracolillos  del  género  Bilhynia.  De  este 
modo  se  cambia  cada  año  la  especie  de  pasta  que  formaba  la 
masa  primitiva  en  una  capita  de  turba  sólida;  los  musgos  á 
que  debe  su  origen  pierden  el  aspecto  de  fieltro,  aumentan  en 
peso  y  consistencia  y  se  hacen  frágiles;  sus  diversas  partes  no 
son  ya  recognoscibles  y  su  color  pasa  á  pardo  obscuro  y  á 
negro. 

También  las  sierras  de  Guadarrama  y  Gredos  ofrecen  con- 


(1)  Yegros:  Minas  de  turba  de  Mandayona  (Rev.  minera),  1863. 

(2)  Descripción  física,  geológica  y  agrológica  de  laprov.  de  Soria.  (Mem.  Mapa  geoló- 
gico), 1890. 


DE   HISTORIA    NATURAL.  427 

iliciones  meteorológicas  semejantes  á  las  alturas  de  la  cordi- 
llera Ibérica  y  además  suelos  constituidos  por  la  descomposi- 
ción de  las  rocas  graníticas  y  gneísicas  que,  como  queda  ante- 
riormente dicho,  son  los  más  propicios  para  esta  clase  de  for- 
maciones. Aunque  poco  estudiadas  todavía,  se  sabe  las  hay  en 
diferentes  parajes  de  estas  sierras,  y  ya  D.  Casiano  de  Prado  (1) 
mencionó  su  existencia  en  depósitos  casi  siempre  delgados  y 
de  extensión  reducida,  que  son  turbales  minúsculos  formados 
por  hojas  de  helécho,  pino  y  algunas  hierbas  que  se  descompo- 
nen en  el  suelo  de  las  hondonadas  cubiertas  de  césped.  Sobre 
estos  turbales  crecen  hierbecillas  que  componen  un  pasto  de 
mediana  ó  mala  calidad  y  que  se  conocen  por  la  elasticidad 
'del  suelo  cuando  sobre  él  se  marcha.  En  realidad  no  se  han 
estudiado  estos  depósitos  ni  se  puede  juzgar  de  la  verdadera 
importancia  que  algunos  puedan  tener.  Desde  que  se  explotan 
algún  tanto  y  se  trae  á  Madrid  la  turba  que  contienen  para 
aplicarla  en  jardinería,  se  han  hallado  en  Villalba,  El  Escorial 
y  otros  términos  muchos  yacimientos  y  algunos  no  desprovis- 
tos de  interés.  El  Sr.  Prado  dice  que  se  pensó  en  utilizarla  en 
Madrid  en  los  hornos  de  teja  y  ladrillo,  trayéndola  del  Cam- 
pillo de  Manzanares  el  Real,  pero  que  se  desistió  luego  viendo 
que  no  era  negocio  ventajoso. 

En  Andalucía  el  clima  no  es  favorable  para  la  producción 
de  turbales,  pues  aunque  hay  regiones  en  que  llueve  mucho 
más  que  en  Castilla,  los  vientos  dominantes  son  ardientes  y 
el  campo  se  seca  por  completo  en  verano.  Alcanzan  en  aquella 
gran  extensión  las  estepas  por  la  gran  cantidad  de  sales  que 
impregnan  el  suelo,  y  ya  hemos  dicho  que  estas  condiciones 
son  precisamente  opuestas  á  la  formación  de  turbales. 

Las  acumulaciones  de  agua  durante  la  estación  lluviosa  en 
estas  tierras  esteparias  y  semiesteparias  de  Andalucía  origina 
las  tierras  negras  ó  bugeo  negro,  tan  frecuentes  en  el  país  y 
que,  sin  embargo,  solo  hemos  visto  mencionadas  en  el  trabajo 
de  Cala  sobre  la  geología  de  Morón  (2)  y  en  otro  breve  de 
Ramman  aparecido  modernamente  sobre  la  influencia  del 
clima  en  los  suelos  de  las  zonas  de  España  (3).  Este  fenómeno 

(!)  Descripc.fís.  y  geol.  de  laprov.  de  Madrid,  1864,  págs.  204  y  205. 

(2)  Geología  del  término  de  Morón  (Anal.  Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  Mem.,  t.  xxvi), 
1897. 

(3)  Zeitschr.  der  Ges.  f.  Erdk.,   1902. 


428  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

de  las  tierras  negras  alcanza  todo  su  desarrollo  en  la  Rusia 
meridional  y  en  Hungría,  y  resalta  de  una  transformación 
operada  sobre  un  suelo  primitivamente  silíceo  por  la  descom- 
posición de  las  matas  y  hierbas  de  las  estepas;  pero  las  tierras 
negras  andaluzas  se  diferencian  notablemente  por  su  estruc- 
tura de  sus  similares  del  E.  de  Europa. 

Forman  una  región  excepcional  dentro  de  Andalucía  las 
sierras  granadinas  comprendidas  entre  los  1.850  y  los  2.400  m., 
que  reciben  una  cantidad  de  lluvia  anual  estimada  entre  650  y 
1.045  mm.,  y  que  por  su  temperatura  media  anual  pertenecen 
al  clima  de  la  zona  ártica.  En  las  hondonadas  y  al  pie  de  esas 
sierras  existen  verdaderos  turbales,  aunque  están  muy  poco 
estudiados,  y  se  cría  una  flora  muy  propicia  para  ellos.  Se  sabe 
que  la  turba  de  El  Padul,  sobre  todo,  se  presta  á  explotaciones 
siquiera  sea  en  pequeña  escala. 

Las  noticias  son  escasas  respecto  á  las  formaciones  objeto 
de  esta  nota  en  el  territorio  portugués;  solo  las  hemos  visto 
citadas  vag-amente  de  la  costa,  y  más  en  particular  de  Setubal. 
Creemos  acontecerá,  por  lo  menos,  en  la  región  septentrional, 
lo  mismo  que  en  Galicia,  y  en  el  resto  quizás  sean  abundan- 
tes los  turbales  con  mayor  razón  que  en  nuestra  costa  medi- 
terránea, por  reinar  allí  vientos  frescos  y  húmedos,  al  contra- 
rio que  en  casi  toda  esta  última. 


Datos  nuevos  que  incluir  en  la  Flora  hispano-lusitana 

POR 

DON    A.    FEDERICO   GREDILLA. 

(Tercera  nota.)  (Lám.  V.) 

Ya  que  con  el  mismo  epígrafe  y  por  tercera  vez  se  presenta 
oportunidad  de  escribir  estas  cuartillas,  vamos  con  la  lectura 
de  ellas  á  dar  conocimiento  á  la  Real  Sociedad  española  de 
Historia  natural  de  dos  plantas  nuevas  encontradas  en 
nuestra  España,  y  que  traemos  á  vuestra  consideración.  Una 
de  ellas,  fielmente  dibujada  por  el  Sr.  Escribano,  consocio 
nuestro,  y  cuyo  grabado  exhibimos,  ha  sido  recogida  por  el 
que  esto  suscribe  en  la  villa  de  Argecilla  (Guadalajara);  la 
otra,  recolectada  por  el  Sr.  Bescansa  en  las  cercanías  de  la 


Bol.  de  la  Soc.  Esp.  de  Hist.  Nat. 


Tomo  III,  Lám.  V. 


/ 


Centaurea  Argecillensis  Grcd. 


DE   HISTORIA   NATURAL.  42Í) 

Coruña,  es  connaturalizada  y  procede  del  cabo  de  Buena  Es- 
peranza. 

No  cabe  duda  que  á  un  trabajo  explorador  asiduo  y  conti- 
nuo responde  la  fortuna  de  esos  hallazgos,  pues  por  algo  dice 
el  refrán  que  «pobre  porfiado  saca  mendrugo».  Y  en  efecto; 
para  llegar  á  tan  feliz  término,  es  forzoso,  de  parte  del  natu- 
ralista, excursiones  numerosas  y  de  carácter  intensivo  en  co- 
marcas determinadas,  á  no  ser  que  colectores  extraños  se  ha- 
llen en  loable  correspondencia  con  aquél  cuyo  laboratorio  goce 
de  medios  favorables  á  la  determinación  de  todo  cuanto  se  le 
envíe. 

Y  aun  cuando  bien  escasos  son  ciertamente  los  medios  de 
nuestro  Jardín  Botánico  por  la  mezquina  dotación  para  mate- 
rial de  que  dispone,  con  amor  al  trabajo  y  pleiteando  por  po- 
bre, como  vulgarmente  se  dice,  la  compensación  se  establece 
con  los  jardines  congéneres;  y  si  todavía  se  vislumbra  en  lonta- 
nanza un  más  allá  que  sirva  de  mérito  al  Jardín ,  el  personal 
sobrepuja  las  circunstancias  que  le  rodean,  y  con  un  esfuerzo 
mayor  aguijoneado  por  el  adagio  de  que  «más  hace  el  que 
quiere  que  el  que  puede»,  llega  con  el  tiempo  y  con  voluntad 
firme  y  decisiva  á  la  meta  de  sus  anheladas  ilusiones,  salien- 
do triunfante  como  resultado  de  todas  las  fuerzas  desplegadas 
un  semillero  que ,  aunque  inmodesto  sea  cacarearlo ,  puede 
muy  bien  nuestro  humilde  verjel  levantar  la  voz  muy  alto, 
diciendo:  «que  en  cuanto  al  número,  cantidad  y  calidad  de 
sus  semillas»,  flota  muy  por  encima  del  anunciado  por  los 
catálogos  de  todos  los  jardines  extranjeros. 

No  es  del  caso  referir  aquí  lo  que  en  la  publicación  cientí- 
fica intitulada  «La  Naturaleza» ;  hemos  dicho  respecto  al  par- 
ticular (1),  solo  sí,  que  esta  joya  fruto  de  muchos  desvelos 
luengos  años  ha,  no  solo  sirve  como  lazo  de  unión  para  todos 
los  cambios  de  semillas  nacionales  y  extranjeras,  sino  que 
también  es  un  auxiliar  eficacísimo  para  la  clasificación  de  al- 
gunas plantas  que,  como  la  enviada  por  el  Sr.  Bescansa,  ade- 
más de  no  ser  indígena,  ó  propia  de  nuestro  país,  tampoco 
reunía  los  caracteres  organográficos  deseados  para  su  deter- 
minación, fuera  de  la  semilla  que  nos  ha  llevado  ventajosa- 
mente al  grupo  genérico  á  que  corresponde. 


(1)    «Jardín  Botánico  del  Museo  de  Ciencias»,  8  de  Febrero  de  1898. 


430  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Ahora  bien;  deseando  perdonéis  esta  digresión,  recordada 
por  la  planta  connaturalizada  en  la  Coruña  y  que  nos  hace 
ver  cuan  distinto  es  el  fondo  de  la  forma  en  los  jardines,  entre- 
mos en  materia,  objeto  y  fin  de  estas  cuartillas. 

I. 

En  nuestras  frecuentes  excursiones  veraniegas  por  los  alre- 
dedores de  la  villa  de  Argecilla,  célebre  por  su  prehistórica 
cueva  de  la  Solana,  hemos  recogido  muchas  plantas  que  no 
se  han  enumerado  en  un  trabajo  particular,  por  creer  que  una 
lista  más  ó  menos,  y  de  un  punto  de  la  Alcarria,  nada  significa 
y  poco  dice  á  la  g-eografía  botánica,  cuando  se  trata  de  una 
provincia  tan  extensa  como  la  de  Guadalajara. 

Dicha  villa,  resguardada  de  los  vientos  N.  y  S. ,  está  encla- 
vada en  la  falda  de  una  de  las  dos  vertientes  que  limitan  el 
largo  y  estrecho  valle  producido  por  el  río  Badiel,  y  que  em- 
pezando desde  Almadrones  y  terminando  en  Hita,  parece  se- 
guir una  dirección  aproximada  de  E.  á  O.  Bañada  por  el  sol 
constantemente,  por  estar  situada  en  la  loma  de  la  vertiente 
llamada  La  Solana,  mira  á  la  vertiente  contraria  y  sombría 
denominada  por  esta  razón  La  Umbría. 

Desde  el  fondo  del  valle  á  la  parte  alta  de  la  Alcarria  (1.020  m. 
sobre  el  nivel  del  mar),  habrá  unos  200  m.  de  desnivel  por  un 
lado  y  otro  de  ambas  vertientes,  estando  una  y  otra  sembrada 
de  viñas  hasta  la  altura  de  150  m.,  y  quedando  los  50  restan- 
tes incultos  por  la  aspereza  del  terreno  que  dificulta  los  traba- 
jos agrícolas.  Pues  bien;  en  la  porción  inculta  de  la  vertiente 
La  Umbría,  frente  por  frente  del  pueblo  de  Arg-ecilla,  y  en  el 
límite  precisamente  en  que  terminan  las  viñas,  se  halla  abun- 
dantemente la  planta  que  vamos  á  describir. 

No  creemos  de  interés  reseñar  las  consultas  hechas  para  te- 
ner seguridad  de  la  nueva  especie  en  cuestión;  como  es  natu- 
ral, se  han  registrado  y  mirado  detenidamente  los  herbarios, 
floras  y  obras  descriptivas  del  Jardín;  se  ha  visitado  también 
el  herbario  de  nuestro  consocio  el  ilustre  botánico  Sr.  Lázaro, 
el  cual  nos  advirtió,  por  cierto,  que  no  era  extraño  que  la 
planta  objeto  de  nuestro  estudio  resultara  especie  nueva, 
pues  para  las  Centaureas  parece  ser  España  una  de  las  regio- 
nes del  globo,  pudiéramos  decir  vírgenes,  y  en  donde  un  exa- 


DE    HISTORIA   NATURAL.  431 

men  detenido  excursionista  nos  llevaría  frecuentemente  á  no- 
vedades específicas. 

En  vista  de  tales  consideraciones,  y  resueltos  á  aplicarle  un 
nombre  á  dicha  planta,  mucha  duda  hemos  tenido  respecto  á 
este  particular,  sabiendo  que  es  impropia  toda  denominación 
que  derive  ó  proceda  de  la  localidad  donde  se  ha  encontrado, 
por  la  razón  de  que  el  día  de  mañana  pudiera  hallarse  en  otro 
lugar  distinto;  sin  embargo,  si  nos  fijamos  en  los  nombres 
específicos  de  las  plantas  similares  del  subgrupo  ó  sección  á 
que  corresponde  dentro  del  género  Centaurea,  nos  encontra- 
remos que  dos  de  ellos  ofrecen  la  misma  impropiedad,  si  así 
puede  llamarse,  díganlo,  si  no,  la  C.  Toletana  Boiss.  et  Reut., 
y  la  C.  Amblensis  Grlls.  He  aquí  porqué,  y  no  creyendo  que 
semejante  asunto  fuera  de  esencia  en  lo  que  á  la  planta  se 
refiere,  hemos  acordado  significarla  con  el  de  Argecillensis, 
deseando  que  vuestra  benevolencia  perdone  la  distracción  si 
caigo  en  falta. 

Farn.  Compositse  L. 

Tubuliflorae. 

Div.  II. — Cynabocephal^e  Juss.,  Gen.,  pl.  17! 
Trib.  IV.— Centaurea  DC,  Frod.  vi,  p.  557! 

Gen.  Centaurea  Less.,  Syn.,  p.  7.  DC-,  l.  c.,p.  565! 

Ser.  C.  Cyane.e  DC. — Aprendices  squamorum  scariosa  decur- 
rentes,  spinosce  v.  inermes. 

a.  Squama  enervia. 

Sect.  V.  Chamjecianus  Wk—Anthodium  ovatum  v.  odlongwm. 
Achmnia  olJonga  compressa  Mío  barbato,  pappo  simplid  abbre- 
viato.  Species  acaules  v.  subacaules.  Corollce  flava,  raro  purpurea. 

C.  Argecillensis  sp.  nov. — Herba  perennis  macrorrhiza  acau- 
lis  v.  subacaulis  caspitos(B,foliis  ómnibus  basilaribus  communiter 
diclis  radicalibus  paulo  araneoso  vel  flocosso-tomentosis,  lanceo- 
latis  vel  ovatis  longe  -vaginatis  petiolalis ,  integris  vel  dentatis 
spinuloso  mucronatis;  calathiis  magras  (1  á  3)  pedunculatis  (3  á 
4  cm.J,  anthodii  ovati  squamis  flevescente-virentibus  exterioribus 
ovatis,  appendicem  longam  lanceolatam  margine  longe  pectinato- 
ciliatam  ápice  spinescentem  gerentibus,  intimis  ensiformibus  vel 
linearibus  appendice  mccullato-rotundata  fimbriatd  munitis,  co- 
rollis  flavis  longe  exertis  et  tubus  corollce  cum  quinqué  lineis 


432  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

üvrüiit'tüüs;  acharáis  pdllidis  ¡mberulis,  pappo  albescente.  In 
laterious  slmstrm  collina  dicta  La  Umiria  vallis  Árgecillm.  Fl. 
Julius  et  Augustus. 

Planta  perenne  y  acaule  provista  de  un  rizoma  grueso  y 
largo  que  arroja  muchas  hojas  dispuestas  circularmente  for- 
mando roseta;  todas  las  hojas  son  basilares,  impropiamente  lla- 
madas radicales,  borroso-akgodonosas  lanceoladas  ú  ovoideas, 
y  provistas  de  un  larg-o  peciolo  envainador,  enteras  ó  dentadas 
y  espinuloso-mucronadas.  Cabezuelas  grandes  (1  á  3)  pedun- 
culadas  (3  á  4  cm.),  con  involucro  aovado  compuesto  de  esca- 
mas amarillo  verdosas;  las  exteriores  aovadas  y  terminadas 
en  largo  apéndice  lanceolado  circuido  de  largas  pestañas  y 
terminado  en  punta  espinescente,  las  interiores  ensiformes  y 
con  apéndice  cóncavo,  redondeado  y  franjeado.  Corolas  ama- 
rillas y  salientes,  con  el  tubo  marcado  de  cinco  líneas  anaran- 
jadas ó  purpúreas;  aquenios  pálidos,  pubérulos  y  provistos  de 
vilano  blanquecino. 

Habita  en  la  loma  izquierda  de  la  vertiente  ó  colina  deno- 
minada La  Umbría  en  el  valle  de  Argecilla  (Guadalajara).  Flo- 
rece en  Julio  y  Agosto. 

Especie  muy  parecida  por  su  aspecto  á  la  C.  toletana  Boiss. 
et  Reut.,  de  la  que  se  diferencia  por  no  presentar  hojas  pinado- 
partidas  de  segunda  formación  y  poseer  vilanos  de  color  blan- 
quecino y  no  parduscos  como  en  la  de  Toledo.  Tiene,  además, 
ciertos  puntos  de  contacto  con  la  C.  macrorrhiza  Wk.,  por  ser 
planta  de  rizoma  craso,  cespitoso  y  largo,  diferenciándose,  sin 
embargo,  en  que  ésta  lleva  hojas  lirado-pinatipartidas  y  tres 
cabezuelas  sentadas,  y  la  propuesta  por  nosotros  tiene  las  ho- 
jas enteras  ó  dentadas  y  nunca  pinado-partidas,  y  las  cabe- 
zuelas de  una  á  tres,  siempre  provistas  de  pedicelos  más  ó 
menos  largos. 

De  todo  lo  dicho  se  deduce  que  esta  nueva  especie  debe  co- 
locarse la  primera  del  grupo  ó  sección  Chamcecyamis ,  pues 
todas  las  demás  son  más  diferenciadas  por  cuanto  presentan 
hojas  lirado  ó  pinado-partidas. 

II. 

Si  gran  interés  para  el  botánico  tienen,  como  es  natural, 
las  plantas  propias  de  su  país,  no  es  menor  el  que  despiertan 


DE    HISTORIA   NATURAL.  433 

las  naturalizadas,  pues  sabido  es  que,  procedentes  áe^ puntos 
más  ó  menos  lejanos,  y  transportadas  por  alguno  de  los  mu- 
chos medios  de  diseminación,  han  llegado  á  nuestra  patria,  y 
encontrando  sus  semillas  condiciones  favorables  han  crecido 
y  se  han  multiplicado,  tomando  con  el  tiempo  carta  de  natu- 
raleza y  gozando  muchas  veces  de  una  fecundidad  mayor  que 
las  indígenas. 

Esto  ha  sucedido  precisamente  y  en  el  presente  caso  por  el 
tráfico  constante  de  los  vapores  mercantes  con  la  planta  de  la 
familia  de  las  Compuestas,  enviada  por  el  Sr.  Bescansa  desde 
la  Coruña  el  3  de  Agosto  último,  y  que  exhibimos  á  vuestra 
consideración. 

Dicha  planta,  según  manifiesta  en  su  carta,  abunda  muchí- 
simo en  los  alrededores  de  la  capital,  y  principalmente  en  los 
campos  limítrofes  á  la  vía  férrea  y  estación  en  unos  dos  kiló- 
metros de  extensión,  formando  inmensos  manchones  en  todos 
los  terrenos  cultivados  de  color  amarillo,  y  especialmente  á  las 
horas  de  sol  de  los  meses  de  Mayo  y  Junio  en  que  la  floración 
llega  á  su  apogeo. 

Ha  tiempo  trabajaba  el  Sr.  Bescansa  por  conocer  el  nombre 
científico  de  la  planta  extranjera,  pero  por  falta  de  medios  de 
clasificación,  no  había  podido  dar  con  ella,  habiendo  revisado 
las  floras  de  España,  Francia  é  Inglaterra.  Hace  años,  dice,  se 
la  enseñó  á  un  naturalista  ruso  que  pasó  por  allí,  el  que  tam- 
poco pudo  averiguar  el  nombre,  pues  los  libros  que  llevaba 
no  la  incluían.  El  año  pasado  se  la  envió  á  Vilmorin,  de 
París,  preguntándole  si  podía  ser  de  jardín,  y  le  contestó 
diciendo  «que  la  planta  remitida  era  ciertamente  una  Cen- 
taurea», lo  que  con  muchísima  razón  se  le  hizo  muy  duro  de 
creer. 

Por  fin  este  verano,  como  ya  se  ha  dicho,  se  nos  envió  para 
determinar  su  nombre,  y  gracias  á  la  semilla  que  presenta 
caracteres  precisos  y  á  nuestro  semillero  que  reúne  condicio- 
nes como  ningún  otro,  se  ha  podido  llevarla  al  grupo  gené- 
rico respectivo. 

Determinado  el  género  de  este  modo,  con  el  Prodromus  de 
A.  De  Candolle  y  por  comparación  con  los  ejemplares  que  con- 
serva el  Herbario  general  del  Jardín ,  ha  sido  fácil  diagnosti- 
car la  especie,  resultando  la  planta  de  la  Coruña  ser  la  Cryp- 
tostemma  hypochondriacum  Brown  et  Less.  II.  ce.  correspon- 


134  BOLETÍN    DE    LA.   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

diente  á  la  familia  de  las  Compuestas  y  procedente  del  cabo  de 
Buena  Esperanza. 

Debemos  advertir,  sin  embargo,  que  si  bien  es  conocida  en 
España  por  primera  vez,  está  citada  en  la  Flora  lusitánica  de 
Brotero,  pág\  401,  pars.  1,  con  el  nombre  de  Arctotis  acaulis 
Brot.,  indicando  que  es  casi  espontánea  en  las  cercanías  de 
Setubal  (Portugal),  cuya  manifestación  transcribe  el  gran  botá- 
nico D.  Miguel  Colmeiro  en  el  tomo  m,  pág.  275  de  su  «Enu- 
meración y  revisión  de  las  plantas  de  la  Península  hispano- 
lusitana  é  Islas  Baleares». 

Estos  datos  son  harto  suficientes  para  que  los  botánicos  es- 
pañoles consideren  á  la  planta  en  cuestión  como  formando 
parte  de  nuestra  flora,  y,  portante,  deban  incluirla  en  sus  tra- 
bajos respectivos. 


Boletín  bibliográfico. 

(Continuación  de  Noviembre.) 

Société  Entomologique  de  Belgique.  Bruxelles.  ( Aúnales).  T.  47.  vi.— G.  De 
Lapouge:  Cárabes  de  la  tourbe  des  alluvions  anciennes  á  Elephas 
Primigenius.  —  K.  M.  Heller:  Ueber  Indo-Malayische  Carabidse:  Liop- 
tera  und  Pberosopbus.  —  A.  Forel:  Mélanges  entomologiques,  bio- 
logiques  et  autres.=vn. — Barón  de  Crombrugghe:  Note  sur  la  Cheni- 
lle  de  Olethrentes  bifasciata.—P.  Dognin:  Hétérocéres  nouv.  de  l'Amé- 
rique  du  Sud.=vm. — E.  Bergroth:  Rhynchota  (ethiopica. — M.  Pie: 
Contr.  á  l'étude  des  Malachides  de  l'Amérique  méridionale. 

Société  Géologique  de  France.  París.  (Bull)  T.  m.  Fase.  3.-H.  Douvillé: 
Le  Ralligstocke  et  le  Gerihorn.— G.  F.  Dollfüs:  Classif.  des  couches 
de  í'Eocéne  inférieur  dans  le  Bassin  de  París.— J.  Deprat:  Note 
prélim.  sur  la  géologie  de  lile  d'Eubée.— G.  Dollfüs:  Classif.  du  Ter- 
tiaire  moyen  et  supér.  de  la  Belgique.—  F.  Canu:  Note  sur  la  coustance 
de  la  faune  de  la  craie  de  Villedien.— Ch.  Schlumberger:  Troixiéme 
note  sur  les  orbitoides. — A.  Lapparent:  Sur  la  présence  de  l'étage 
lutétien  au  Soudan  francais.— Sur  les  calcaires  a  Productus  du  Salt- 
Range.— V.  Eaulin:  Défense  du  soulévement  du  Sancerrois. 

Société  Zoologique  Suisse  et  Musée  d'Histoire  naturelle.  Genéve.  (Rev.  Suisse 
de  Zool.)  T.  u.  Fase,  i.— K.  Bretscher:  Beobacbt.  über  die  Oligocba?- 
ten  der  Scbweiz.— Koeller  et  Vaney:  Entosiphon  Deimatis,  nouv. 
mollusque  parasite  d'une  Holotburie  abyssale.— H.  Saüssure:  Notice 
sur  la  tribu  des  Eumastaciens.— K.  Bretscher:  Oligochseten  aus  Gran- 
bründen.— E.  Penard:  La  Multicilia  lacustris  et  ses  flagelles.— C  Spiess: 


DE    HISTORIA   NATURAL.  435 

Eech.  sur  l'appareil  digestir"  de  la  Sangsue.  =  Fasc.  2. — W.  Clerc: 
Contr.  á  la  faune  helrnintologique  de  l'Oural.  —  R.  Marcelin:  Histo- 
genése  de  l'épithélium  intestinal  cbez  la  Grenouille. — Th.  Mortensen: 
Lissodiadema.  Nouv.  g.  de  Diadematides. — A.  Fqrel:  Les  Fourmies  des 
iles  Andarnans  et  Nicobares. — C.  Regan:  Descr.  de  Poissons  nouv.  du 
Mus.  de  Genéve. 

South  African  Museum.  London.  (Anuíais).  Vol.  i.  Part.  i. — W.  Pürcell: 
Descr.  of  New  South.  African  Scorpions  in  the  Collection  of  thé  S.  Air. 
Mus. — L.  Péringüey:  Descr.  of  some  New  or  Little  Known  South  Afr. 
Mutillidíe  in  the  Collect.  of  the  S.  Afr.  Mus.— W.  Sclater:  List  of 
the  Reptiles  and  Batrachians  of  S.  Afr. — L.  Péringüey:  Cat.  of  the 
S.  Afr.,  Hispin8e.=Part.  u. — W.  Pürcell:  On  the  Species  of  Opis- 
thophthalmus  in  the  S.  Afr.  Mus.—  W.  Sclater:  Descr.  List  of  the 
Rodents  of  S.  Afr. — L.  Péringüey:  Fifth  Contr.  to  the  S.  Afr.  Coleopt. 
Fauna.  —  W.  Pürcell:  On  the  S.  Afr.  Species  of  Peripatidae  in  the 
S.  Afr.  Mus. — L.  Péringüey:  A  Contr.  to  the  Knowledge  of  S.  Afr. 
Mutillidíe. — G.  Boulenger:  Descr.  of  a  N.  Gen.  of  Perciform  Fishes 
from  the  Cape  of  Good  Hope.=tJart.  ni. — W.  Pürcell:  New  and  Little 
Known  S.  Afr.  Solifugpe  in  the  S.  Afr.  Mus. — New  S.  Afr.  Scorpions  in 
the  S.  Afr.  Mus. — L.  Péringüey:  Descr.  of  Twelve  New  Mutillfe  in  the 
S.  Afr.  Mus. — R.  Broom:  On  Two  New  Spec.  of  Dicynodonts.=Vol.  n. 
Part.  i. — W.  Collinge:  A  Collection  of  Slugs  fxon  S.  Afr.=Part.  n. — 
E.  Cohén:  The  Meteoric  Irons  from  Griqualand  East,  S.  Afr.— The 
Meteoric  Iron  from  Bethany,  Great  Namaqualand.  =  Part.  ni. — 
G.  Hampson:  The  Moths  of  S.  Afr —Part.  Iv.— W.  Pürcell-  On  the 
Anatomy  of-Opisthopatus  cinctipes,  with  Notes  on  other,  principally 
S.  Afr.,  Onychophora.=Part.  v. — A.  Raffray:  Descr.  of  N.  Spec.  of 
S.  Afr.  Pselaphidae. — L.  Péringüey:  Descr.  of  Seven  New  Spec.  of  the 
family  Mutillidae. — Descr.  of  a  New  Spec.  of  the  G.  Japyx  from  the 
Cape  Colony.==Part.  vi.  —  W.  Pürcell:  On  some  S.  Afr.  Arachnida 
belonging  to  the  Orders  Scorpiones,  Pedipalpi,  and  Solifugse.— 
Part.  vn.  —  G.  Boulenger:  Descr.  of  a  New  Silurid  fish  of  the  gen. 
Gephyroglanis,  from  S.  Afr.=Part.  vin. — W.  Collinge:  On  a  Further 
Collection  of  S.  Afr.  Slugs,  with  a  Checklist  of  Known  Species.= 
Part.  ix. — Rhynchotal  Miscellanea.=Part.  x.— G.  Hampson:  The  Moths 
of  S.  Africa.=Part.  xi.— Sig.  Thor:  S.  Afr.  Hydrachnids.=Vol.  ni. 
Part.  i. — W.  Pürcell:  Descr.  of  N.  Gen.  and  Spec.  of  S.  Afr.  Solpu- 
gidse.— New  Arachnida  coll.  by  Cronwright. — Part.  11.  —  Distant: 
Rhynchotal  Miscellanea.=Part.  ni.— G.  Boulenger:  Descr.of  Six  new 
Perciform  Fishes  from  the  Coast  of  Natal. 

The  American  Naturalist.  Boston.  Vol.  xxxvn.  N°  437. — Bashford:  Albi- 
nism,  Partial  Albinism  and  Polychromism  in  Hag-Fishes.  —  S.  Wi- 
lliams: Variation  in  Lithobius  forficatus. — C.  Herrick:  On  the  Mor- 


436  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

phological  and  Physiol.  Classif.  of  the  Cutaneous  Sense  Organs  of 
Fishes. — Fr.  Seaton:  The  Compound  Eyes  of  Machilis. — C.  Hargitt: 
Synopsis  of  N.  Am,  Invertebrates.  The  Scyphomedus9e.=N°  438. — 
J.  Lovell:  The  Colora  of  Northern  Gamopetalous  Flowers. — J.  Powers: 
The  Causes  of  Acceleration  and  Retardation  in  the  Metamorphosis 
of  Amblystoina  tigrinum. — Bradley:  The  origin  of  the  Sporophyte. 

The  Canadian  Entomologist.  London.  (Ontario).  Vol.  xxxv.  No  7. — Slosson: 
A  Coleopterous  Conundrurn. — Coquillett:  New  Culicid  gen.  related 
to  Corethra. — King:  Sorne  new  records  of  Coccida?.— Ashmead:  Clas- 
sif. of  the  Fossorial,  Predaceous  and  Parasitic  Wasps.=N°  8. — 
Theobald:  Descr.  of  a  new  N.  A.  Culex. — Clark:  Supposed  migra- 
tion  of  Pieridse  in  Venezuela. — Morrill:  New  Apoidea  froni  Monta- 
na.— Ball:  New  N.  A.  Homoptera.  — N°  9.  —  Evans:  List  of  Cana- 
diam  Coleóptera. — Hiñe:  Some  Díptera  from  Arizona. — Claree:  A  list 
of  Californian  Aphididte. — Coquillett:  Four  n.  sp.  of  Culex. 

The  Wilson  Bulletin.  Oberlin.  (Estados-Unidos).  N°  43. — R.  Shufeldt: 
Nest  of  the  Orchard  Oriole.— R.  Windsor:  Birds  of  De  Kalb  County, 
Florida. — L.  Jones:  All  Day  with  the  Birds.— J.  Keck:  Some  Birds  of 
Florida. — L.  Jones:  Helrninthophila  leucobronchialis  in  Ohio. 

The  Zoologist.  London.  N°  745. — T.  Lones:  On  the  Identification  of  some 
of  the  Birds  mentioned  by  Aristotle.  — Swinhoe:  Some  Further  Notes 
on  Chipped  Flints  at  Yenangyoung — E.  Elms:  Bird  Notes  in  Sark.= 
N°  746.— R.  Shelford:  Bionomical  Notes  on  some  Bornean  Mantidse. 
E.  Elms:  Birds  Notes  in  Sark.=N°  747. — J.  Monk:  Remarks  on  some 
E.  Afr.  Chameleons  — Fr.  Littler:  Can  and  do  Birds  Reason? — 
R.  Dixon:  The  Ecdyses  of  Snakes.—  Einat  Lomberg:  On  the  Ñames  of 
the  two  Species  of  Skua  with  Pointed  Tail-feathers.— W.  Fowler:  An 
Unknown  Warbler  in  Oxfordshire. 

Zoologischer  Anzeiger.  Leipzig.  N°  703.-  Sekera:  Erneute  Untersuchungen 
über  die  Geschlechts  verhaltnisse  der  Stenostomiden. — Zykoff:  Be- 
merkung  über  das  Winterplankton  der  Wolga  bei  Saratow. — Deegener: 
Zur  postembryonalen  Entwicklung  der  Insectendarms. — Van  Douwe: 
Beitr.  zur  Kenntniss  der  Copepodenfauna  Bulgariens. — Volz:  Neue 
Fische  aus  Sumatra. — Künkel:  Zur  Locomotion  unserer  Nacktschnec- 
ken.=No  704. — Sekera.:  Erneute  Untersuch.,  etc.— Lonnberg:  Ueber 
eine  Zwischenform  zwischen  Mysis  oculata  und  M.  relicta. — Was- 
mann:  Zum  Mimicryptus  der  Dorylinengaste. — Nordenskiold:  Ueber 
die  Trochenzeitanpassung  eines  Ancylus  von  S.  Amer. — Von  Daday: 
Eine  n.  CladocerenGatt.  aus  der  Familie  der  Bosminiden.=N°  705. — 
Sekera:  Erneute  Untersuch.,  etc. — Bergendal:  Ueber  «Sinnesgrüb- 
chen»  im  Epithel  des  Vorderkopfes  bei  Carinoma  Armandi. — Metal- 
nikoff:  Beitr.  zur  Kenntnis  der  Anat.  der  Raupe  von  Gallería  melo- 
nella.  —  Kishinonye:  Preliminary  Note  on  the  Corallidae  of  Japan. — 


DE    HISTORIA   NATURAL.  437 

Zykoff:  Bemerk.  über  das  Plankton  der  Altwasser  des  oberen  Jenis- 
sees. — Guenther:  Die  Sarnenreifung  bei  Hydra  viridis.=N°  706. — 
Kohler:  Ueber  die  Bildung  des  Chorions  bei  Pyrrhocoris  apterus. — 
Lauterborn:  Tracheenkiemen  au  den  Beinen  einer  Perliden-Larve. — 
Noack:  Zur  Sáugethierfauna  des  Tian-  Schan.  =  N°  707.  — Schimke- 
witsch:  Ueber  die  Entwickeluug  von  Telyphomus  caudatus. — Schoütis- 
den:  ApLidologische  Notizen. — Monti:  Ueber  eine  n.  L ebertia- Art.= 
N°  708.— Poche:  Einige  nothwendige  Anderungen  in  der  herpetolo- 
gischen  Nomenclatur. —  Sekera:  Einige  Beitr.  zur  Lebensweise  von 
Yortex  heUuo.—  Drexling:  Leber  die  wachsbereitenden  Organe  der 
Honigbiene. 

Diciembre. 

Académie  des  Sciences.  Cracovie.  (Bull.  internat.)  1903.  No  7. — Fried- 
berg  (G.):  Sur  le  bassin  miocénique  de  Rzeszow. — Toudera  (F.): 
Contr.  á  la  connaissance  de  la  gaine  d'amidon. — Kowalewsky  (M.): 
Études  helmintologiques.  —  Maziarsky  (St.):  Sur  les  rapports  des 
muscles  et  de  la  cuticule  chez  les  Crustacés. — Heinrich  (W.):  Sur  la 
fonction  de  la  rnembrane  du  tympan. 

Académie  des  Sciences.  Paris.  (Compt.  rendas).  T.  cxxxvi.  (Tables).= 
T.  cxxxvn.  N°  13.  —  Chatin  (J.):  Les  mjfélocytes  du  bulbe  olfactif. — 
Caullery  et  Siedlecky:  Sur  la  résorption  phagocytaire  des  produits 
génitaux  inutilisés,  chez  Y Echinocardium  cordatum. — Kilian:  Sur  les 
relations  de  structure  des  Alpes  fran países  avec  les  Alpes  suisses.= 
No  14.  —  Bonsier  (G.):  Influence  de  l'eau  sur  la  structure  des  racines 
aériennes  d'Orchidées.—  Boulanger  (G.):  Sur  les  affinités  du  g.  Oreo- 
soma. — Lacroix:  Sur  les  granites  a  aegyrine  et  riebeckite  de  Mada- 
gascar  et  leurs  phénoménes  de  contact.=N°  15.— Gaudry  (A.):  Obs. 
paléontologiques  dans  l'Alaska. — Lacroix  (A.):  Sur  une  nouv.  esp. 
rainérale. — Foürtan  (R.):  Sur  le  Turonien  d'Abou-Roach  (Egypte).^ 
Nos  16-17. — Chesneau:  Sur  la  cornposition  de  bronzes  préhistoriques 
de  la  Cbarente. — Deprat:  Sur  la  struct.  tectonique  de  l'íle  d'Eubée.= 
Nos  18-19. 

Académie  intemationale  de  Géographie  Botanique.  Le  Mans.  (Bull.) — Del- 
mas  et  Reynier:  Sur  YEuphorbia  tenuifolia. — Poirault:  Liste  de  cham- 
pignons  supérieurs  observes  dans  la  Vienne. — Vaniot:  Plantee  Bodi- 
nieriante.  Composées. — Léveillé  et  Vaniot:  Carex  du  Japón.  —  Via- 
lon:  Herbor.  dans  les  Alpes  Maritimes. — Bonati:  Sur  quelq.  esp.  du 
g.  Pedicularis  recolt.  au  Japón  par  le  P.  Faurie. — Pau  (C.):  Le  Calli- 
tris  quadrivalvis,  nouv.  pour  la  flore  d'Europe. — Marcailhou-d'Aymé- 
ric:  Cat.  raisonné  des  plantes  indigéues  du  bassin  de  la  Haute- 
Ariége.— Gentil:  Analyse  des  Rubus  des  Pyrénées. — Südre  (H.):  Exc. 
bathologiques  dans  les  Pyrénées. 

T.  m.-Diciembre,  1903.  30 


438  BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Allgemeinen  Entomologischen  Gesellschaft.  Neudamm.  (Aligera.  Zeitschrift 
für  Entomol.)  8  Band.  Nos  16-17.— Reh  (L.):  Zur  Naturgeschichte 
mittel  und  nordeurop.  Schildlause. — Geest(W.):  Neue  Schinetterlings 
Aberrationen. — Friese  (H.):  Ueber  eine  koloniebildung  bei  der  Mor- 
telbiene.— Ulmer  (G.):  Beitr.  zur  Metaniorphose  der  deutschen  Tri- 
chopteren.  —  Fischer  (E.):  Lepidopt.  Experimental-Forschungen.— 
Nos  18-19.— Ulmer  (G.):  Zur  Tricbopteren-Fauna  von  Thüringen  und 
Harz. — Reh  (L.):-Zur  Naturgeschichte,  etc.— Fischer  (E.):  Lepidop- 
terologische,  etc. — Ducke  (A.):  Biologische  Notizen  über  einige  süd- 
amerikanische  Hymenoptera. — Luhe  (M.):  Zur  Frage  der  Parthenoge- 
nese  bei  Culiciden. 

Broteria.  Revista  de  Sciencias  Naturaes  do  Collegio  de  S.  Fiel.  Vol.  n. 
Fase,  ni  e  iv.—  Navas  (L.):  Neurópteros  prosostoruios  de  la  Península 
Ibérica.— S.  Tavares  (J.):  Arvores  gigantescas  da  Beira. — S.  Tava- 
rbs  (J.):  Movimento  das  plantas  superiores.— Torrend  (C):  Fungos  de 
Setubal.— Stdow:  Pilzflora  Portugals.  —  Martins  (M.  N.):  Revista  de 
Coleopterologia. — S.  Tavares  (J.):  Zoocecidias  de  Portugal  e  da  Ma- 
deira. 

Comisión  del  Mapa  Geológico  de  España.  Madrid.  (Bol.)  T.  xxvil.— Malla  - 
da  (L.):  Descr.  de  la  cuenca  carbonífera  de  Sabero  (León).— CEhlert  (P.): 
Fósiles  devonianos  de  Santa  Lucía.  —  Excursiones  verif.  durante  la 
reunión  de  la  Soc.  Geol.  de  Francia  en  Barcelona  en  1898. 

Entomologische  Zeitung.  Stettin.  64  Jahrg.  Heft.  n.— Agren  (H.):  Zur  Ken- 
ntniss  der  Apterygoten-Fauna  Süd-Schwedens.  —  Bernhauer  (M.): 
Beitr.  zur  Staphylinidenfauna  von  Ostindien  und  den  Sundainseln. — 
Fuchs  (A.):  Neue  Kleinfalter  des  Mittelmeergebietes. — Fuchs  (A.):  Alte 
und  neue  Kleinfalter  der  europ.  Fauna.— Herixg  (Ed.):  Uebersicht  der 
Sumatra-Pyralidse.  —  Hering  (Ed.):  Neue  Pyraliden  aus  dem  tropis- 
chen  Faunengebiet.— Jacoby  (M.):  Descr.  of  n.  gen.  and  spec.  of  Phy- 
tophagous  Coleóptera. — Krüger  (L.):  Die  Arten  der  Odonaten-Gatt. 
Neurothemis.  —  Rober  (J.):  Lepidopterologisches.— Schenkling  (S.): 
Ein.  n.  Cleriden  des  Stettiner  Museums. 

Entomologische  Zeitung.  Viena,  xxn  Jahrg.  ix  Heft.— Reitter  (E.):  Neue, 
von  Hauptmann  in  1903,  in  Kleinasien  gesamm.  Coleopt.— Stein  (P.): 
Einige  Mittheilungen  über  Trichopera  longicomis— ^Reitter  (E.):  Ocho 
artículos  sobre  Coleópteros. 

Faculté  des  Sciences.  Marseille.  (Anuales).  T.  xiii.— Vatssiere  et  Gerber: 
Reoh.  cecidologiques  sur  Cistus  albidus  et  C.  salvifolius.—  V asseür  (G.): 
Sur  l'industrie  ligure  en  Provence  au  temps  de  la  colonie  grecque.— 
Caullery  et  Mesnil:  Recherch.  sur  les  Fecampia  (Turbellariés 
Rhabdocéles). 

Instituto  físico-geográfico  de  Costa  Bica.  San  José.  (Bol.)  N.os  13  á  25.— 
Tondur  (A.):  El  Cedrón.— Biollet  (P.):  Plantas  é  insectos.— Biol- 


DE    HISTORIA   NATURAL.  439 

ley   (P.):    Cucarachas    cosmopolitas    aclimatadas    en    Costa    Eica. 
K.  E.   Zoolcgisch-botanischen  Gesellschaft.  Viena.  (  Verhandl.)  luí  Band. 
vil  Heft.— Schulthess-Eeohberg  (A.  v.):  Neue  Arten  der  Vespiden- 
gatt.  Norton-1  a  und  Plagiolabra,  Eumenidarum  n.  g. —  Cobelli  (E.): 
L'ibernazione  delle  Fonniche.—  Hendel  (Fr.):  Drei  n.  boreale  Musci- 
das  acalyptratte.— Mayr  (G .):  Hymenopter.  Miszellen.— Eebel   (H.): 
Eine  Heteroceren-Ausbente  aus  der  Sahara. 
Anuales  historico-naturalis  Musei  Nationalis  hungarici.  Budapest.  Vol.  i. 
Pars  prima.— G.  Horvath:  Szerbia  Hemipterafaunaja.— Eaffray  (A.): 
Voyage  de  M.  Biró  dans  les  possessions  allemandes  de  la  N.  Guiñee, 
Pselaphides.  —  Lichtwardt  (B.):  Die  Dipteren-Gatt.  Antiphrisson. — 
Sp^eth  (Fr.):  Zusammenstellung  der  bisher  von  N.  Guinea  bekannt 
gewordenen  Cassiden.— Bolívar  (I.):  Contr.  a  l'étude  des  Mecopodi- 
nse. — Günther  Enderleix:  Die  Copeognathen  des  indo-australichen 
Faunengebietes. — G.  Horvath:  Conspectus  spec.  gen.  Graphosoma. 
Kertesz  (K.):  Eine  n.  Familie  der  acalyptraten  Musciden. — Montan- 
don  (L.):  Espéces  nouv.  ou  peu  connues  du  g.  Belostoma  appart.  aux 
collect.  du  M.  Nat.  Hongrois.— Szepligeti  (V.):  Neue  Evaniiden  aus 
der  Sammlung  des  Ungar.  Nat-Museuins.— Schenkling  (S.):  Zwei  n. 
Cleriden   des  Nat.  Mus.  zu  Budapest. — G.  Horvath:  Pentatomidíe 
nov.  extraeuropeas. 
Museam  of  Comparative  Zoology  at  Harvard  College.  Cambridge.  (U.  S.  A.) 
(Bull.)  Vol.  xl.  N°  7.— Breed  (E.):  The  Changes  which  ocour  in  the 
muscles  of  Thymalus  marginicollis  during  metamorphosis.=Vol.  xlii 
(Geol.  series).  Vol.-  vi.  N°  4.— Tarr  (E.):  Postglacial  and  iuterglacial 
changes  of  level  at  Cape  Ann  (Mass.). 
Naturhistorische   Gesellschaft.  Nürnberg.  (Abhandl.)  xv  Band.  i  Heft. — 
Ihne  (E.):  Phaenologische  Mitteilungen.— Lüdwig  (W.):  Vergeschichtli- 
che  Denkrnaler  in  der  Umgebung  von  Nürnberg. — Gengler  (I.):  Die 
Nebelkrahe  (Corviis  cornix)  ais  Brutvogel  Bayerns. 
Portugalia.   T.  i.  Fase.   1   á  4.— Fortes  (J.):  A  necropole  dolmenica  de 
Salles.  — Severo  (E.):  As  necropoles  dolmenicas  de  Traz-os-Montes. — 
Brenha  (J.):  Dolmens  ou  antas  no  concelho  de  Villa  Pouca  d'Aguiar.— 
Severo  (E.):   Commentario  ao  espolio  dos  dolmens  do  concelho  de 
Villa  Pouca  d'Aguiar.— Silva  Picao  (J.):  Ethnographia  do  Alto  Alen- 
tejo. — Sampaio  (A.):  As  villas  do  N.  de  Portugal. — Silva  (A.).  A  alfaia 
maritima  da  ilba  de  S.  Miguel. 
Real  Academia  de  Ciencias  y  Artes.  Barcelona.  (Mem.)  Vol.  iv.  Núm.  33. — 
Almera  y  Bopill:  Consider.  sobre  los  restos  fósiles  cuaternarios  de  la 
caverna  de  Gracia  (Barcelona).  =  Núm.  34.  —  Meunier  (F.):  Nuevas 
contrib.  á  la  fauna  de  los  himenópt.  fósiles.=Núm.  35. — Sauvage  (H.): 
Sobre  los  peces  de  la  caliza  litográfica  de   Lérida.  =  Niírn.   36. — 
Puig  (E.):  Problema  de  meteorología  pirenaica. 


no 


BOLETÍN    DE    LA   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 


Real  Sociedad  Geográfica.  Madrid.  (Bol)  T.  n.  Números  17  á  22. 
Royal  Microscopical  Society.  Londres.  (Journal).  1903.  Part.  6. 
Sociedade  Broteriana.  Coimbra.  (Bolet.J  1902.  —  Davuau  (J.):  Géographie 
botan,  du  Portugal.— Luisier  (A.):  Apontamentos  sobre  a  flora  da 
regiao  de  Setubal.— Saccardo  (P.  A.):  Floras  Mycologicse  Lusitanica- 
(contrib.  duodécima). 
Societá  italiana  di  Scienze  naturali  e  Museo  Cívico  di  Storia  Naturali.  Mi- 
lán. (Atti).  Vol,  xlii.  Fase.  3.°— De  Alessandri:  II  gruppo  del  monte 
Misuva.— Mazzarelli  (G.):  Sugli  Opistobrancbi  del  golfo  di  Napoli.— 
Intorno  al  parassitismo  delle  Strongylidíe  uei  polmoni  di  alcuni  mam- 
miferi. — Staurenghi  (C):  Foramen  dorsi  sellte  in  ale.  mammiferi. 
Societas  Entomológica  Rossica.  S.  Petersburgo.  (Hora;).  T.  xxxvi.  Nos  3.4.— 
Tschitschérine  (T.):  Nouv.  étude  sur  le  g.  Eucamptognathus.—JAKO- 
vleff  (B.):  Revisión  des  Sphenoptera   de  la  región   paléarctique. — 
Jakovleff  (B.):  Etude  sur  les  Sphenoptera  paléaret.  du  sous-g.  Chry- 
soblemma.— Wagner  (J.):  Beitr.  zur  Kenntniss  der  Vogelpuliciden.— 
(Otros  trabajos  en  ruso). 
Société  Botanique  de  France.  París.  (Bull.)  T.  46.  No  10. 
Société  Entomologique  de  Belgique.  Bruxelles.  (Annales).  T.  47.  ix.  Bo- 
vie  (A.):  Un  Curculionide  nouv.  d'Australie—  Lameere:  Revisión  des 
Prionides.=x.— Gorman  (Rev.  H.):  On  Coleopt.  collect  in  India  by 
MM.  Andrewes. 
Société  Impériale  des  Natur alistes.  Moscou.  (Bull.)  1902.  N°  4.— Popoff  (S.): 

Etudes  sur  les  minéraux  de  la  Crimée.— (Otros  trabajos  en  ruso). 
The  American  Naturalist.  Boston.   Vol.  xxxvn.  No  440.— Graban  (A.): 
Stud.  of  Gastropoda.  n.  Fulgur  and  Scotypus.— Howard  (A.):  On  the 
Structure  of  the  Outer  Segments  of  the  Rods  in  the  Retina  of  Verte- 
bratee.  —  Doran    (E.):   Vernacular   Ñames   of   Animáis.  =No    441.— 
May  (A.):  A  Contrib.  to  the  Morphology  and  Development  of   Cory- 
morpha péndula.— Larris  (J.):  The  Habits  of  Cambarus.— Morse  (M.): 
The  Trichodectida3.=N°  442.— Osbürn  (R.):   Adaptation  to  Aquatic, 
Arboreal,  Fossorial  and  Cursorial  habits  in  Mammals.— Conklin  (E.): 
Amitosis  in  the  Egg  Follicle  Cells  of  the  Cricket.— Berry  (E.):  N.  spec. 
of  plantas  from  the  Matawan  Formation.— Hay  (O.):  Some  Remark  on 
the  Fossil  Fishes  of  Mount  Lebanon,  Syria—  Shüfeldt  (R.):  On  the 
Osteol.  and  System.  Position  of  the  Halcyones. 
The  Canadian  Entomologist.  London  (Canadá).  Vol.  xxxv.  N°  10.— Fernald: 
On  the  N.  Americ.  spec.  of  Isodontia.— Bradley:  The  gen.  Platyla- 
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DE    HISTORIA    NATURAL.  441 

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The  Hybridization  of  Columba  palumbus. —  Howard  (H.):  On  Sexual 
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Birds  from  Kent  and  Sussex. 

Zoologisclier  Anzeiger.  Berlín.  Nos  709-7l0.=xxvn  Band.  No  1. — Thezing: 
Zur  Kenntniss  der  Spermatogenese  bei  den  Zephalopoden. — Fahrin- 
ger:  Ueber  das  Vorkommen  einer  Speicherniere  bei  Carinaría  medi- 
terránea.— Berlese:  Diagnosi  di  ale.  n.  spec.  di  Acari  italiani.— Tschu- 
frofp:  Ueber  die  Entwickelung  der  Keimblatter  bei  den  Libellen. — 
Mattiesen:  Die  Eireifung  und  Befruchtung  der  Süsswasserdendrocíe- 
len. — Nehring:  Die  geogr.  Verbreitung  des  Myoxus  dryas. — Müller: 
Ueber  das  Mánnchen  von  Adoxus  obscurus. 


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—  Ueber  Porphyroidschiefer  und  verwandte  Gesteine  des  Hin- 

ter-Taunus.  Frankfurt  a.  M. 

Choffat  (Paul). — L'Tnfralias  et  le  Sinémurien  du  Portugal.  Lisbonne,  1903. 

García  Mercet  (Ricardo).— Noticia  acerca  del  Dasylabris  egregia  Klug. 
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Gredilla  (A.  Federico). — Dalos  nuevos  que  incluir  en  la  Flora  hispano- 
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Jiménez  de  Cisneros  (Daniel). — El  yacimiento  prehistórico  de  la  rambla 
Bermeja,  en  el  término  de  Lorca,  y  noticias  acerca  de  otros 


442  BOLETÍN    DE  LA   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

poco  conocidos  en  la  provincia  de  Murcia.  (Bol.  Soc.  esp. 
H.  nat.  1903.) 

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Merrill  (Elmer  D.)— Botanical  Work  in  the  Philipppines.  Manila,  1903. 

Revista  científica  profesional. — Año  vi,  números  9-10.  Barcelona,  1903. 

Revista  de  farmacia  militar.— Año  n,  núm.  32.  Madrid,  1903. 

Revista  de  Medicina  tropical.— Habana.  T.  iv,  números  5-9. 

Revista  Veterinaria. — Santiago.  Año  i,  números  1-4. 

Schouteden  (H.)— Aphidologische  Notizen.  [ Zoologischen  Anzeiger.  1902.) 

—  Aphidologische  Notizen  (Zoologischen  Anzeiger.  1903.) 

—  Catalogue  raisonné  des  Pucerons  de  Belgique.  (Soc.  Entomol. 

de  Belgique.  1900.) 

—  Die  Sexuales  von  Macrosiphum  jacea?.  (Revue  russe  cTEntom. 

1902.) 

—  Eine  neue  Agonosoma-Art.  (Stettin.  Entom.  Zeit.  1903.) 

—  Hemiptera  Africana.  (Annales  Soc.  Entom.  Belgique.  1901.) 

—  Hémiptéres  de  Francorchamps.  (Ann.  Soc.  Entom.  Belgique. 

1901.) 

—  Katanga,   eine  Neue  Ectrichodiiden-Gattung.  (Wiener  En- 

tom. Zeit.) 

—  La   sollicitude  maternelle   chez  les  Hémiptéres.   (Rev.   de 

V  Université  de  Bruxelles,  1903.) 

—  Le  genre  Siphonophora  C.  Koch.  (Annales  Soc.  Entom.  de 

Belgique.  1901.) 

—  Le  phototropisme  de  Daphnia  magna.  (Annales  Soc.  Entom. 

de  Belgique.  1902.) 

—  Les  Aphides  radicicoles  de  Belgique  et  les  Fourmis.  (Ann. 

Soc.  Entom.  Belgique.  1902.) 

—  Les  Aphidocécidies  paléarctiques.  (Ann.  Soc.  Entom.  Belgi- 

que. 1903.) 

—  Note  complémentaire  sur  les  Aphidocécidies  paléarctiques. 

(Marcellia.  1903.) 

—  Note  sur  les  Hémiptéres  de  Belgique.  (Ann.  Soc.  Entom.  de 

Belgique.  1900.) 

—  Pentatomidee  et  Reduvidae  novse  africanse.  (Wiener  Entom. 

Zeitung.  1902.) 
Secall  (J.)— Flora  vascular  de  San  Lorenzo  del  Escorial.  Madrid,  1903. 
Simón  (E.)  — Arachnides  de  la  Guiñee  espagnole.  (Mem.  Soc.  esp.  H.  nat. 

Tomo  i.) 


ÍNDICE  ALFABÉTICO 

DE    LOS    GÉNEROS    Y    ESPECIES    MENCIONADOS    Ó    DESCRITOS 

EN    EL    TOMO   III   DEL   BOLETÍN 

DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA    DE    HISTORIA   NATURAL   (1). 


Mineralogía,  Geología,  Paleontología. 


Acerdesa,  183. 
Alethopteris  Serlii,  129. 
Arnbligonita,  176. 
Ammonites  Acüeon,  65. 

-  annulatus,  65. 

-  bifrons,  65,  296. 

-  Oonstantii,  297. 

-  Graeianus,  300. 

-  insignis,  65. 

-  Nilssoni,  296. 

-  progenitor,  298. 

-  radians,  65. 

-  serpentinus,  65,  296. 

-  Thetys,  300. 

-  Thouarsensis,  65,  296. 

-  tortilis,  65. 

-  tripartitus,  297. 
Anfibol,  183. 
Anglesita,  88. 
Antigorita,  258. 
Aragonito,  291. 
Arenisca  roja,  291. 
Azurita,  184,  257. 
Balanus,  88. 


Barita,  183. 
Baritina,  252,  257. 
Basalto,  416. 
Belemnites  acuarii,  298. 

-  rhenanus,  65. 
Biotita,  283. 
Bornita,  184. 
Calamites  Cisti,  272. 
Calcedonia,  416. 
Calcopirita,  184,  252. 
Caliza,  259. 

-  conchífera,  291. 

-  cristalina,  183. 
Calyptnea,  88. 
Carcharodon,  334. 
Cardinia  hybrida,  65. 
Cardiuin,  73. 
Casiterita,  176. 
Cervantita,  252. 
Ciervo,  362. 

Cceloceras  crassus,  296. 
Collyrites  Verneuili,  299. 
Cribrospongia  parallela,  65. 

-  reticulata,  65. 


(1)  Un  asterisco  *  indica  que  el  género  ó  especie  á  que  precede  está  descrito  en 
este  tomo  y  dos  asteriscos  **  que  se  describe  por  primera  vez.  Solo  figuran  en  el  ín- 
dice las  variedades  nuevas.  Los  nombres  vulgares  van  de  letra  cursiva. 


444 


BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 


Cuarcita,  176,  254,  258,  334. 

Cuarzo,  111,  256,  283,  291. 

Cylina,  88. 

Cytherea,  88. 

Dictyopteris  neuroteroides,  129. 

Diorita,  293,  360. 

Donax  trunculus,  88. 

-  vittatus,  89. 
Dosinia  orbicularis,  88. 
Duvalia  dilatata,  300. 
Epsomita,  258. 
Estibina,  251. 
Feldespato,  267. 

-  ortosa,  110. 
Fluorina,  184. 
Galena,  184. 
Gastrana  Curuana,  89. 
Glauconita,  259. 
Glyptodon,  217. 
Granitos,  110,  176,  416. 
Hematites,  183,  253,  283. 
Heteraster,  300. 
Hoplites  Cryptoceras,  299. 

-  neocomiensis,  300. 
Homablenda,  258. 
Hornblenda,  291. 
Hulla,  257. 
Keuper,*291. 
Lamna,  334. 
Lepton,  88. 
Lignito,  259,  291. 
Lima  Hermani,  65. 
Limonita,  183,  253. 
Lioceras  serpentinus,  297. 
Lytoceras  Emerici,  299. 

-  quadrisulcatus,  299. 

-  strangulatus,  299. 
Mactra  corallina,  89. 
Magnetita,  183,  252,  258,  283,  290. 
Malaquita,  184,  253,  257. 
Margas,  291. 

Massicot,  88. 

Mastodon  angustidens,  80. 


Mastodon  longirostris,  81. 

-  tapiroides,  81. 

-  turicensis,  81. 
Megatherium  americanum,  213. 
Melanitos,  293. 
Melanterita,  258. 
Metaporhinus  convexus,  299. 
Mica,  255. 

Micacita,  183. 
Mispiquel,  255. 
Mylodon,  213. 
Mytilus  Sowerbyi,  65. 

-  sublsevis,  65. 
Nacrita,  259. 
Nerinea,  141. 
Odontopteris  Brardi,  272. 
Ofitas,  292. 

Olcostepbanus  Astieranus,  299. 
digisto,  183,  252,294. 
Ortosa,  283. 

Oso  pardo,  362. 
Ostrea,  88. 

-  cymbium,  65. 
Oxyrrhina,  334. 
Pecopteris  arborescens,  272. 

-  polymorpba,  272. 
Pectén,  83,  88. 

-  sequivalvis,  65,  296. 

-  Priscus,  296. 
Pegmatita,  110,  256,  283. 
Perispbinctes  microcantbus,  298. 

-  Richteri,  298. 
Pholadomyia  Idea,  65. 
Pbylloceras  semistriatus,  300. 

-  tortisulcatus,  298. 

-  ultramontanum,  300. 
Pirita,  183,251,  257,  291. 
Pirolusita,  184. 

Pizarras  silúricas,  83,  176,  254. 
Pleuromyia  unioides,  65. 
Pleurotoma,  88. 
Pleurotomaria  anglica,  65. 

-  Perseus,  65. 


DE   HISTORIA   NATURAL. 


145 


Pleurotomaria  precatoria,  65. 

-  princeps,  65. 
Plicatula  spinosa,  65 
Pórfidos,  416. 
Pseudocidaris  clunifera,  300. 

-  ovifera,  300. 

-  Thurmanni,  300. 
Purpura  hfemastoma,  169. 

-  lapillus,  169. 
Pygope  diphya,  298. 

-  diphyoides,  298. 
Quiastolita,  258. 
Khinoceros  Mercki,  361. 
Rhynchonella  tetraedra,  65. 

-  variabilis,  65. 

-  varians,  65. 
Rutilo,  259. 
Serpentina,  258. 
Serpula  tricristata,  65. 
Siderita,  184. 

Silex,  333. 


Sphenopteris  latifolia,  272. 
Spiriferina,  299. 

Straparollus  (Evomphalus),  129. 
Teleosaurus,  140. 
Terebratula  Bouei,  298. 

-  cornuta,  65. 

-  Edwarsi,  65. 

-  punctata,  65. 

-  quadrifida,  65. 

-  subovoides,  65. 

-  subpunctata,  65. 

-  triangulus,  29ü. 
Traquita,  416. 
Turba,  417. 
Turbales,  417. 
Ulmina,  362. 
(Jrsus  spelseus,  79. 
Valentinita,  252. 
Venus,  88. 
Vermetus,  88. 
Yeso,  252,  292. 


Botánica. 


Abrons,  1 12. 

Acacia  Farnesiana,  73. 

Adenostyles  *  albifrons,  107. 

-  *  alpina,  107. 

-  *  pyrenaica,  107. 
Adianthum,  63. 
Agave  americana,  328. 
Águilas,  1 12. 

Ajuga  Iva,  72. 

Allium  subvillosum,  73. 

Alsine  procumbens,  70. 

Alsinoyas,  112. 

Alternantbera  Acbyrantha,  328. 

Alyssum  maritimum,  69. 

Amanita  cíesarea,  112. 

-  solitaria,  112. 

-  vaginata,  113. 
Amarantus  albus,  328. 


Amarantus  chlorostachys,  328. 

-  deflexus,  328. 

-  hybridus,  328. 

-  hypocbondriacus,  328. 

-  retroflexus,  328. 

-  spinosus,  328. 

-  viridis,  328. 
AnacycLus  radiatus,  7 1 . 
Anagallis  arvensis,  71. 

-  linifolia,  71. 
Anemone  palmata,  69. 
Anthemis  arvensis,  71. 
Anthocerus  dichotomus,  365. 

-  lsevis,  365. 
Anthoxanthum  ovatum,  73. 
Anthyllis  Webbiana,  70. 
Antirrhinum  Orontium,  71. 
Arisarum  vulgare,  73. 


446 


BOLETÍN    DE    LA  SOCIEDAD    ESPAÑOLA 


Aristolochia  baetica,  72. 

-  Pistolochia,  72. 
Armería  allioides,  154. 

-  **  Ancarensis,  155. 

-  Berlengensis,  153. 

-  Duriaei,  154. 

-  elongata,  154. 

-  filicaulis,  154. 

-  Langeana,  154. 

-  marítima,  153. 

-  plantaginea,  154. 

-  pubigera,  154. 

-  pungeus,  153. 
Armillaria  mellea,  112. 
Artemisia  camphorata,  274. 

-  herba-alba,  274. 
Asparagus  albus,  73. 
Aspbodelus  tenuifolius,  73. 
Asplenium  fontanuin,  274. 
Asterolinum  stellatum,  71. 
Astragalus  bseticus,  70. 

-  lusitanicus,  70. 
Astrocarpus  Clusii,  70. 
Avena  fatua,  73. 
Bacillus  Anthracis,  399. 
Baobal,  326. 
Barbula  aloides,  365. 

-  squarrosa,  365. 
Bellis  sylvestris,  71. 
Betula  alba,  420. 
Biscutella  bsetica,  69. 

-  microcarpa,  69. 

-  scutellata,  69. 
Bolet,  112. 
Bolets  de  bou,  112. 

-  de  bruch,  112. 

-  d'  esca,  112. 

-  d'  or,  112. 
Boletus  edulis,  112. 

-  granulatus,  113. 

-  luridus,  113. 

-  Satanás,  114. 
Borrago  officinalis,  71. 


Bossas,  112. 

Brachytbecium  rutabulum,  365. 

Brassica  Cossoniana,  69. 

Bridens  leucantba,  328. 

Bryum,  420. 

Bryum  argentum,  365. 

-  capillare,  365. 
Oalluna  vulgaris,  71. 
Camas-sechs,  112. 
Candelas  de  bruch,  112. 
Cantarellus  cibarius,  113. 
Cap  blau,  112. 
Capsella  procumbens,  69. 
Cardiospermum  balicacabum,  328. 
Carex,  420. 

-  dioica,  274. 

-  serrulata,  73. 
Castaño,  15U. 
Centaurea  Amblensis,  431. 

-  **  Argecillensis,  431. 

-  macrorrhiza,  432. 

-  polyacantba,  71. 

-  pullata,  71. 

-  Toletana,  431. 
Centranthus  macrosiphon,  71. 
Cerinthe  major,  71. 
Cestrum  Parqui,  328. 
Ceteracb,  63. 

Chíenorrhinum  rubrifolium,  274. 
Cbenopodium  ambrosioides,  328. 
Cistus  salvisefolius,  69. 
Clavaria  cinérea,  113. 

-  coralloides,  113. 

-  pistillaris,  112. 
Clitocybe  cerussata,  113. 

-  geotropa,  113. 
Coleostepbus  Miconis,  71. 
Convolvulus  altbseoides,  7 1 . 

-  tricolor,  71. 

Cotula  coronopifolia,  328. 
Craterellus  cornucopioides,  113. 
Cryptostemma    hypochondriacum, 
433. 


DE    HISTORIA   NATURAL. 


417 


Cyperus  schcenoides,  73. 

-  vegetus,  328. 
Datura  ferox,  328. 

-  Metel,  328. 

-  Stranionium,  328. 

-  Tatula,  328. 
Desmazeria  loliacea,  73. 
Dicranum  Graevilleanum,  365. 
Digitaria  paspaloides,  328. 
Dracsena  Draco,  68. 

Drago,  324. 

Ecbium  lusitanicum,  202. 
Emex  spinosa,  72. 
Ephedra  nebrodensis,  203. 
Erigeron  bonariense,  328. 

-  canadense,  328. 
Erodium  moschatum,  70. 
Escariéis,  112. 
Esclafasancs  de  llet,  113. 

-  de  Iletrada,  113. 
Euphorbia  exigua,  72. 

-  belioscopia,  72. 

-  terracina,  72. 
Fedia  Cornucopia,  71. 
Festuca,  420. 
Fossombronia  angulosa,  365. 

-  pusilla,  365. 
Frankenia  pulverulenta,  70. 
Fumaria  gaditana,  69. 

-  spicata,  69. 
Galium  saccharatum,  71. 
Genista  triacantbos,  70. 
Girgola  de  camp,  113. 
Gladiolus  segetum,  72. 
Gregüets,  113. 

Gymnogramina  leptopbylla,  73. 
Gynandriris  Sisyrincbium,  73. 
Halimiuní  Libanotis,  69. 
Hedysarum  spinosissimurn,  70. 
Helianthemum  glaucum,  69. 

-  salicifolium,  69. 
Helichrysum  fcetiduin,  328. 
Heliotropium  curassavicum,  328. 


Hippocrepis  Salzmanni,  70. 
Homalia  lusitanica,  242. 
Hydnum  imbricatum,  112. 

-  repaiidum,  113. 
Hygropborus  limacinus,  113. 

-  virgineus,  1 1 3. 
Hypnuin,  420. 

-  cupressiforme,  365. 

-  purum,  365. 
Kleiuia  flcoides,  328. 
Lactarius  deliciosus,  113. 

-  piperatus,  113. 

-  theiogalus,  114. 

-  torminosus,  114. 
Lathyrus  cícera,  70. 
Lavandula  Stcechas,  72. 
Lavatera  crética,  70. 
Lecanora  subfusca,  285. 
Lejeunia  serpyllifolia,  365. 
Lepidium  virginicurn,  328. 
Lepiota  procera,  112. 
Leucojum  trichophyllum,  73. 
Linaria  cymbalaria,  72. 

-  birta,  72. 

-  viscosa,  72. 
Lippia  citriodora,  328. 
Litbosperrnuní  apulum,  71. 
Llanegans,  113. 
Llenegalls,  113. 
Llenegas,  113. 
Llenegays,  113. 

Z  lengua  de  gos,  113. 
Lotononis  lupinifolia,  701 
Lotus  arenarius,  70. 

-  edulis,  70. 
Lupinus  albus,  70. 

-  luteus,  70. 

-  varius,  70. 
Lycoperdon,  112. 
Madotbeca  platyphyla,  365. 
Malcolrnia  lacera,  69. 

-  littorea,  69. 
Marasmius  oreades,  113. 


448 


BOLETÍN  de  la   sociudad  española 


Marasmius  urens,  112. 
Mare  de  rovelló,  113. 
Mataparens,  113. 
Medicago  littoralis,  70,  362. 
Melilotus  parviflora,  70. 

-  sulcata,  70. 
Mesembryantbemum  Aitonis ,  328. 

-  cristallinum,  71. 

-  deltoides,  73. 
Microlonchus  salmanticus,  71. 
Mieromeria  grpeca,  72. 
Morchella,  113. 

Moixernó,  113. 
Moxernó,  113. 
Mucos,  113. 
Mucosas,  113. 
Múrgula,  113. 
Múrmula,  113. 
Nardurus  Gandogeri,  273. 
Nicotiana  glauca,  328. 

-  rustica,  328. 
Nigella  damascena,  69. 
Nothoscordium  fragrans,  328. 
Nymphaea  alba,  420. 
Obione  portulacoides,  72. 
CEnanthe  Lachenalü,  71. 
(Enotbera  biennis,  328. 

-  fruticosa,  328. 

-  longiflora,  328. 

-  rosea,  328. 

-  striata,  328. 
Omphalia  ventosa,  112. 
Ononis  Natrix,  70. 
Opbrys  bombiliflora,  72. 

-  iricolor,  72. 

-  tentbredinifera,  72. 
Opuntia  Ainyclsea,  328. 

-  coccinellifera,  328. 

-  Dilleni,  328. 

-  Ficus-indica,  328. 

-  tomentosa,  328. 

-  Tuna,  328. 

-  vulgaris,  328. 


Orchis  masculolaxiflora,  72. 

-  Morio,  72. 

Or dianas  de  bruch,  113. 
Or ellas  d'  ase,  113. 

-  de  poli,  113. 

-  de  rueh,  113. 
Orlaya  marítima,  71. 
Ornitbopus  compressus,  70. 

-  sativus,  70. 
Ous  de  reig,  113. 
Oxalis  cernua,  70,  328. 

-  violácea,  328. 
Pantinellas,  113. 
Panus  stipticus,  112. 
Parietaria  diífusa,  72. 

-  erecta,  72. 

-  mauritanica,  72. 
Pascaba  glauca,  328. 
Paxillus  lamellirugus,  113. 
Pebrás,  113. 

Pelargonium  inquinans,  328. 
Pellia  calycina,  365. 
Pendulina  Lagascana,  69. 
Pentinellas,  113. 

Pet  de  llop,  113. 
Peus  de  rata,  113. 
Phelipíea  Mutellii,  72. 
Phlonlis  purpurea,  72. 
Physalis  peruviana,  328. 
Physanthyllis  tetraphylla,  70. 
Pbytolacca  decandra,  328. 
Picridium  gaditanum,  71. 

-  tingitanum,  71. 
Pinardia  coronaria,  71. 
Pinatell,  113. 
Pinotell,  113. 

Pinus  canariensis,  308. 

-  pinaster,  426. 

-  uncinata,  423. 
Pistacia  Lentiscus,  70. 
Pixacunill,  113. 
Plagiochila  asplenioides,  365. 

-  interrupta,  365. 


DE   HISTORIA   NATURAL. 


449 


Plantago  albicans,  72. 

-  Coronopus,  72. 

-  serraría,  72. 
Pleurotus  dryinus,  112. 

-  ostreatus,  113. 

-  ulmarius,  113. 
Poinsettia  pulcherrima,  73. 
Polycarpon  diphylluin,  71. 
Polygala,  63. 

-  bsetica,  70. 
Polyporus  fornentarius,  112. 
Polytrichum,  420. 
Populus,  152. 
Portulacaria  afra,  73. 
Potas  de  caball,  113. 

-  de  rata,  113. 
Potentilla  *  *  Bescansa?,  275. 

-  grandiflora,  276. 

-  pensylvanica,  328. 

-  subacaulis,  276. 
Psalliota  campestris,  114. 
Pterogonium  gracile,  365. 
Ptiagra,  113. 

-  blanca,  113. 

-  negra,  113. 
Pyrola  minor,  154. 
Quicou,  113. 
Eamalina  calicaris,  89. 

-  vulcania,  89. 
Ranunculus  rnacrophyllus,  69. 

-  muricatus,  69. 

-  peltatus,  69. 

-  Sardous,  69. 
Reig,  113. 

Retama  monosperma,  70. 
Ehacomitrium  canescens,  365. 
Rhamnus  Alaternus,  70. 
Rhynchostegium  rusciformej  365. 
Roccella  phycopsis,  89. 
Ronvieba  multifida,  328. 
Rossinyol,  113. 
Rovell  d'  on,  113. 
Bovelló,  113. 


Rovelló  de  cabra,  114. 
Rovellol,  114. 
Rumex  tingitanus,  72. 
Russula  emética,  113. 

-  mustelina,  113. 

-  rubra,  113. 

Ruta  chalepensis,  70. 
Sagina  maritima,  70. 
Salicornia  fruticosa,  72. 

-  herbácea,  72. 
Salix  fragilis,  72. 
Saponaria  officinalis,  84. 
Scirpus  caespitosus,  420. 
Scleroderma  verrucosum,  113. 
Scolopendrium  officinale,  63. 
Scorpiurus  subvillosa,  70. 
Scrophularia  sambucifolia,  72. 
Sedum  dendroidetim,  73. 

-  lancerottense,  357. 
Sempervivum  hiérrense,  357. 
Senebiera  didyma,  69,  328. 
Serapias  cordigera,  72. 
Sherardia  arvensis,  7 1 . 
Silene  apétala,  70. 

-  rubella,  70. 

-  vespertina,  70. 
Siarenys,  114. 
Smilax  áspera,  73. 
Solanum  bonariense,  328. 

-  Sodomaeum,  71. 
Solidago  canadensis,  328. 
Soliva  Barclayana,  328. 
Sonchus  Diana?,  71. 
Spartium  junceum,  152. 
Spartocytirus  nubigenus,  308. 
Spergularia  marina,  70 
Sphagnum  acutifolium,  420. 

-  cuspidatum,  420. 

-  palustre,  420. 

-  rigidum,  ,420. 

-  subsecundum,  420. 
Stachys  arvensis,  72. 
Statice  sinuata,  72. 


45  0 


BOLETÍN    DE    LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 


Stenotaphrum  americanum,  327. 
Suteda  fruticosa,  72. 
Tagetes  glandulosa,  328. 
Tamarix  africana,  71. 
Tamus  cornrnunis,  73. 
Teucrium  fruticans,  72. 
Thesium  humile,  72. 
Tbymelaea  hirsuta,  72. 
Tófunas,  114. 
Toninia  candida,  63. 
Tragopogón  bombycinus,  273. 

-  crocifolius,  273. 
Tricholorna  equestre,  113. 

-  Georgii,  113. 

-  ionides,  112. 

-  truncatum,  112. 
Trichonema  purpurascens,  73. 

-  ramiflorurn,  73. 


Trifolium  stellatum,  70. 
Triguera  ambrosiaca,  71. 
Tuber,  114. 

Tuberaria  inconspicua,  70. 
Tulipa  australis,  274. 
Ulex  bfeticus,  70. 

-  canescens,  70. 
Unibilicus  gaditanus,  71. 
Uitica  membranácea,  72. 
Vaillantia  muralis,  71. 
Valerianella  Morisonii,  71. 
Verónica  Assoana,  274. 

-  peregrina,  328. 
Verrucaria  Schoereri,  63. 
Vicia  lútea,  70. 

-  vestita,  70. 

Xanthium  macrocarpum,  328. 

-  spinosum,  328. 


Zoología. 


Acantbaspis  (Tetroxia)  affinis,  61. 

-  -  Beauvoisi,  61. 

-  -  **  Escalera,  61. 

-  -  spinifera,  61. 
Acantholabrus  *  palloni,  95. 
Accipiter  nisus,  309. 
Acocephalus  Bolivari,  203. 
Agriotes  sordidus,  var.  **  circum- 

cinctus,  344. 

-  -  *  nigriceps,  344. 
Aguja,  95. 

Aguija,  95. 

Alatxa,  97. 

Alauda  cristata,  27S,  374. 

Alcedo  ispida,  278. 

Alosa  finta,  97. 

-  sardina,  97. 
Ammophila  hirsuta,  320. 

-  lutaria,  321. 
Amycla  corniculum,  228. 
Anajapyx  vesiculosus,  167. 


Anas  boschas,  278. 
Anomia  epbippium,  232. 
Anthomyia  pluvialis,  146. 
Anthrax  flava,  145. 
Aphsenogaster  barbara,  321. 
Aphia  meridionalis,  240. 

-  pellucida,  240. 
Apogon  imberbis,  240. 
Aporrhais  pes-pelecani,  230. 

-  serresianus,  230. 
Apterogyna  bimaculata,  var.**  ru- 

fescens,  98. 
**  Apterope;edes,  **  nigroplagia- 

tus,  304. 
Aquila  imperialis,  88,  367. 

-  naevioides,  88. 

-  pennata,  367. 
Arca  barbata,  233. 

-  imbricata,  233. 

-  láctea,  233.  . 

-  *oe,  233. 


DE  HISTORIA   NATURAL. 


451 


Arca  senilis,  210. 
Árdea  minuta,  278. 

-  purpurea,  278. 

-  ralloides,  278. 

-  stellaris,  277. 
Argyra  argyria,  146. 
Aricia  vagans,  146. 
Asida  alrneriensis,  73.- 

-  Alonensis,  73. 

.-  argenteo-limbata,  74. 

-  asperata,  73. 

-  Clementei,  74. 

-  Escalera?,  74. 

-  grandipalpis,  73. 

-  hespérica,  73. 

-  hispalensis,  77, 

-  holosericea,  73. 

-  Kraatzi,  77. 

-  lorcana,  76. 

-  luctuosa,  76. 

-  Martinezi,  76. 

-  **  Martini,  75. 

-  Oberthüri,  76. 

-  Sanchez-Goniezi,  76. 

-  sericea,  73. 
Asilus  albiceps,  146. 

-  crabroniformis,  146. 

-  rusticas,  146. 

-  setulosus,  146. 

-  trigonusj  146. 
Astarte  fusca,  233. 

-  sulcata,  233. 
Astralium  rugosum,  88. 
Avicula  tarentiDa,  232. 
Bacanius  *  termitophilus,  116. 
Belone  *  acus,  95. 

-  rostrata,  95. 

Bennia  **  Oberthüri,  303. 
Beris  vallata,';i45. 
Besug,  93. 
Bibio  johannis,  145. 

-  marci,  145. 

-  venosus,  145. 


**  Biroella  **  dispar,  304. 
Bittium  Jadertinum,  235. 

-  Latreillei,  235. 

-  reticulatum,  230. 
Blennius  *  erythrocephalus,  91. 

-  gattorugine,  91. 

-  graphicus,  91. 

-  ocellaris,  91. 

-  palmicornis,  91. 

-  pavo,  91. 

-  sanguinolentue,  91. 

-  *  tentacularis,  91. 
Bombilius  ater,  145. 

-  cinerascens,  145. 

-  cruciatus,  145. 

-  fugax,  145. 

-  major,  145. 
Boga-ravell,  93. 
Brachyderes  marginellus,  343. 

-  suturalis  var.  *  insuturalis,  343. 
Bubo  maximus,  367. 

Buey,  402. 

Bufo  vulgaris,  63. 

Bulla  Adausoni,  209. 

-  striata,  232. 
Cabot  en  bañes,  92. 
Cabra,  170. 

Csenosia  triangula,  146. 
Calamoherpe  aquatica,  169. 

-  arundinacea,  278. 

-  cisticola,  59,  278. 

-  cetti,  376. 

-  melanopogon,  278. 

-  palustris,  278. 

-  turdoides,  278. 
Callionyrnus  adrnirabilis,  92. 

-  *belenus,  92. 

-  lyra,  92. 

-  *maculatus,  92. 

-  pusillus,  92. 
Calliostoma  conulus,  231. 

-  exasperatus,  231. 

-  Gra vinas,  231. 


tti 


boletín  de  la  sociedad  española 


Calliostoina  Laugieri,  231. 

-  striatus,  231. 

-  zizyphinus,  231. 
Calliphora  erythrocepala,  147. 
Camaleón,  148. 
Camponotus  crueutatus,  321. 
Campylosteira  perethrice,  347. 

-  *  serena,  347. 
Cancellaria  cancellata,  227. 
Cantaras  griseus,  92. 

-  *  orbiculaiñs,  92. 

-  vulgaris,  92. 
Canter e,  92. 
Capellá,  96. 

Capulus  hungaricus,  232. 
Cardita  calyculata,  233. 
Cardiurn  aculeatum,  233.  « 

-  echinaturn,  233. 

-  edule,  210,  233. 

-  mínimum,  233. 

-  norwegicum,  233. 

-  papillosum,  233. 

-  paucicostatum,  88. 

-  tuberculatum,  233. 
Caricsea  tigrina,  146. 
Carnero,  402. 

Oassidaria  echinophora,  228. 

Cassis  saburum,  88. 

Cavach,  90. 

Cerceris**  peninsularis,  103. 

Cerilocus**  Carneronensis,  104. 

-  **  Conradti,  105. 

-  Dohrni,  105. 

-  histrio,  105. 

-  inermipes,  105. 

-  Ñero,  106. 
Cerithiopsis  tubercularis,  210. 
Cerithium  rupestre,  230. 

-  vulgatum,  230. 
Cbama  gryphoides,  233. 
Cbaradrius  minor,  278. 
Cheilosia  albitarsis,  147. 

-  flavicornis,  147. 


Cheilosia  vernalis,  147. 
Cbemnitzia  elegantissima,  230. 
Chilocorns  l>i|>ut-tulatus,  169. 
Chlamys  byalina,  88. 
Chortopbil.i  muscaria,  146. 
Cbrysis  varicornis,  321. 
Chrysoehlainvs  cuprea,  148. 
Chrysogaster  metallinus,  148. 
Cbrysomyia  formosa,  145. 

-  polita,  145. 
Chrysoj'hrys  aurata,  93. 

-  *  crassiro-tris.  93. 
Cbrysopila  atraía,  146. 

-  áurea,  14tf. 
Cbrysops  cteontiens,  145. 
Cbrysotoxuin  elegans,  148. 

-  interme<l¡iim     148. 

-  sylvarum    148. 
Chyliza  atrií-eta,  146. 
Ciconia  alba,  371. 
Cipreea  lurida,  210. 
Circsetus  Kallicus,  367. 
Clavell,  90. 
Clavell-morch ,  90. 
Clanculus  cruciatus,  231. 

-  Guineensis,  210. 

-  Jussieui,  231. 
Clathurella  Cordieri,  229. 

-  Iineari8,  22y. 

-  purpurea,  2  29. 
Cobaya,  402. 

Coccothraustes  vulgaris,  382. 
Cocbylis*  austrinana,  167. 
Ccelopa  pilipes,  146. 
Columba  {)alumbus,  372. 

-  turtur,  373. 
Columbella  decollata,  228. 

-  Gervillei,  228. 

-  minor,  228 

-  rustica,  228. 

-  scripta,  228. 
Comadrejas  de  agita,  84. 
Conejo,  402. 


DE    HISTORIA   NATURAL. 


453 


Conops  flavipes,  148. 

Conus  rnediterraneus,  210,  228. 

-  papilionaceus,  210. 

-  Proruetheus,  210. 
Corbula  gibba,  235. 
Cordero,  330. 

Crepidula  porcellana,  210. 
Curruca  melanocephala,  381. 
Cyclostoma  mauritanica,  88. 
Cymbium  Neptuni,  210. 

-  rubiginosum,  210. 
Cyprsea  europtea,  229. 

-  lurida,  229. 

-  pulex,  229. 

Cyrtosoma  ephippigerum,  57. 
Dasylabris**  Andrei,  102. 

-  egregia,  321. 

-  maura,  102,  323. 
Dasyticus  *  corvinus,  345. 

-  longipilis,  346. 

-  nigropilosus,  346. 
Deltocepbalus  eurypterus,  203. 

-  truncatus,  203. 
Dentalium  dentale,  232. 

-  tarentinum,  232. 
Dictyophorus  papillosus,  193. 
Dilar  **  Bolivari,  116. 

-  partbenopaeus,  201. 

-  *pictu8,  116. 

-  saldubensis,  201. 
Diplax  Fonscolombei,  57. 
Divaricella  divaricata,  233. 
Dolichopus  griseipeunis,  146. 
Donacilla  cornea,  234. 
Donax  polita,  234. 

-  semistriatus,  211,  234. 

-  trunculus,  234. 
Donovania  mínima,  229. 
Dorcadion  circumcinctum,  204. 

-  tenuecinctum,  204. 
Dosinia  exoleta,  234. 

-  lupinus,  234. 
Dragó,  92. 

T.  ni.- Diciembre,  1903. 


Drasterius  bimaculatus  var.  **  li- 
neatobasalis,  342. 

-  immaculatus,  344. 

-  quadrisignatus,  344. 
Drosophila  fasciata,  146. 
Dryomyza  flavesola,  146. 
Durache,  93. 
Duradella,  93. 
Dytiscus,  84. 
Echynomyia  fera,  147. 

-  ferox,  147. 

-  grossa,  147. 

-  tessellata,  147. 
Eledroc,  97. 

Emarginula  reticulata,  232. 
Emberiza  schceniclus,  278. 
Empis  bistortse,  146. 

-  decora,  146. 

-  punctata,  146. 
Emploa,  98. 

Engraulis  encrasicholus,  97. 
Erato  kevis,  229. 
Eriantbus**  Malcolmi,  302. 

-  obtusus,  302. 

-  versicolor,  302. 
Erinaceus  europseus,  331. 
Eristalis  seneus,  147. 

-  arbustorum,  147. 

-  nemorum,  147. 

-  tenax,  147. 
Eumerus  lunulatus,  148. 

-  sabulonum,  148. 

-  tricolor,  148. 
Euthria  cornea,  228. 
Falco  tinnunculus,  381. 
Fisurella  gibberula,  232. 

-  grseca,  231. 

-  nubécula,  231. 
Fringilla  carduelis,  382. 

-  Teydea,  308. 
Fúlica  atra,  278,  370. 
Fuligula  rufina,  128,  278. 
Fusus  pulcbellus,  228. 

31 


454 


BOLETÍN  de  la  sociedad  española 


Fusus  rostratus,  227. 
Gallerbu,  91. 
Gallina,  408. 
Gallinago  rnajor,  370. 
Gallínula  chloropus,  278. 
Garrulus  glandarius,  279. 
Geornantis  larvoides,  65. 
Gerret,  94. 

-  bord,  94. 

-  dJ  ale  grogne,  94. 

-  de  San  Tere,  94. 

-  imperial,  94. 

-  inglés,  95. 

-  másele,  94. 
Gerret  pamfil,  94. 
Getcara,  94. 
Gibbula  Adansoni,  231. 

-  ardens,  231. 

-  divaricata,  231. 

-  magus,  231. 

-  Philberti,  231. 

-  rarilineata,  231. 

-  turbinoides,  231. 

-  unibilicaris,  231. 

-  varia,  231. 
Glareola  torquata,  370. 
Gorras,  93. 

Gouldia  íninima,  233. 
Graellsia  Isabellse,  202. 
Grisol,  90. 

Gyninopterus  nigriplantis,  14G. 
Hadriania  craticulata,  227. 
Haematopota  itálica,  145. 

-  nigricornis,  145. 
Haliotis  lamellosa,  231. 
Halteridium,  349. 
Haminea  hydatis,  232. 
Helix  campesina,  88. 

-  Duroi,  209. 
Helomyza  variegata,  146. 
Helophilus  floreus,  147. 

-  trivittatus,  147. 
Hemieriantnus**camerunensis,301 


Hemierianthus  gabonicus ,  302. 

Herina  afflicta,  146. 

Hippobosca  equina,  148. 

Hirundo  rustica,  373. 

Hister  4-maculatus,  var.  **  ínter- 

medius,  342. 
Hydrocbelidon  hybrida,  369. 
Hydrogale  maculicollis,  181. 
Hydropbilus,  84. 
Hypolais  polyglotta,  376. 
Ictus  papillatus,  88. 
Idia  fasciata,  147. 

-  lunata,  147. 
Isocardia  cor,  233. 
Jagonia  reticulata,  233. 
Jerre  pedrés,  92. 
Khafra  concoloripes,  106. 

-  **  Distanti,  106. 
Labrus  lupus,  92. 

-  *  punctatus,  92. 
Lsevicardium  oblongum,  233. 
Lanius  nieridionalis,  378. 

-  nubicus,  378. 

-  rufus,  378. 
Lassea  rubra,  211. 
Lebia  trimaculata,  203. 
Leda  pella,  88,  233. 
Leptis  Perrisi,  146. 

-  tringaria,  146. 
Leptogaster  cylindricus,  145. 
Limnia  fenestrata,  146. 

-  rufifrons,  146. 

-  unguicornis,  146. 
Lithobius  insignia,  203. 
Littorina  neritoides,  210,  230. 

-  punctata,  210. 
Llenguada,  96. 
Llengue  de  S.  Pere,  96. 
Llisol,  90. 
Llobarro,  92. 

Llop,  92. 

Lucilia  cajsar,  146. 

-  cornicina,  146. 


DE    HISTORIA    NATURAL. 


455 


Lucilia  nobilis,  146. 

-  ruficeps,  146. 

-  sericata,  146. 
Lucina  leucoma,  233. 

-  spinifera,  233. 
Lutra  maculicollis,  181. 

-  **  Matschiei,  182. 
Mabre,  93. 

Mactra  corallina,  234. 

-  helvacea,  234. 

-  subtruncata,  88,  211,  234. 

-  triangulus,  234. 
Mangilia  Companyoi,  229. 

-  multilineolata,  229. 
Maraenaspis  typblops,  171. 
Marginel'a  arnygdala,  210. 

-  cingulata,  210. 

-  glabella,  210. 

-  irrorata,  210. 

-  miliaria,  229. 

-  Philippii,  229. 
Mate  saldut,  94. 
Melanostoma  hialinata,  147. 

-  mellina,  147. 
Meletta  *  vulgaris, '97. 
Melitbreptus  menthastri,  147. 

-  scriptus,  147. 
Mendesia  echiella,  202. 
Meretrix  chione,  234. 

-  rudis,  234. 
Merlangus  *  pontanon,  96. 
Merodon  mutabilis,  147. 
Merops  a¡piaster,  373. 
Mesalia  brevialis,  210. 
Micropalpus  fulgens,  147. 
Milano  real,  368. 

Milesia  crabroniformis,  147. 
Miltogramma,  147. 
Milvus  niger,  380. 

-  regalis,  379. 

**  Miraculum  **  miriflcum,  304. 
Mitra  cornicula,  229. 

-  ebenus,  229. 


Mitra  tricolor,  229. 
Mitrolumna  olivoidea,  229. 
Modiola  barbata,  232. 
Mcena  *  jusculum,  94. 

-  Osbeikii,  94. 

-  vulgaris,  94.    * 
Monosteira  *  buccata,  348. 

-  lobulifera,  348. 

-  unicostata,  348. 
More,  94. 
Motacilla  alba,  374. 

-  flava,  309. 

-  melanocephala,  278. 
Muñóla,  90. 

Murex  acicülatus,  227. 

-  Blainvillei,  227. 

-  Brandaría,  210,  227. 

-  cornutus,  209. 

<   Edwardsii,  227. 

-  erinaceus,  209,  227. 

-  hoplites,  209. 

-  inermis,  235. 

-  trunculus,  209,  227. 
Musca  domestica,  146. 

-  vitripennis,  146. 
Musquerdes,  277. 
Musquerots,  277. 
Mustelus  lasvis,  90. 

-  stellatus,  90. 

-  *  vulgaris,  90. 
Mutilla  Binio,  175. 

-  capitata,  321. 

-  **  castellana,  173. 

-  catanensis,  175. 

-  dalmática,  175. 

-  leucopyga,  175. 

-  littoralis,  var.  **  Andrei,  321 

-  montana,  var.  *  *  pronotalis, 

-  **  octacantha,  99. 

-  partita,  321. 

-  pectinata,  100. 

-  pectinidorsis,  100. 

-  subcomata,  321. 


456 


BOLETÍN  de  la  sociedad  española 


Mutilla  **  Zanzibarensis,  100. 
Myobia  f  en  estrata,  147. 
Myopa  dorsalis,  148. 
Myrmecocystus  cursor,  321. 
Mytilus  edulis,  210. 

-  gallo  provincialis,  232. 

-  ininimus,  232. 

-  perna,  210. 
Nasocoris  ephedre,  203. 
Nassa  costulata,  228. 

-  granum,  228. 

-  incrassata,  228. 

-  mutabilis,  228. 

-  Pfeifferi,  210. 

-  reticulata,  210,  228. 
Natica  Dillwyni,  229. 

-  íulrninea,  210. 

-  Guillemini,  229. 

-  hebrsea,  230. 

-  intricata,  230. 

-  millepunctata,  230. 
Neritula  Donovani,  228. 

-  neritea,  228. 
Nothochrysa  *  stigmatica,  114. 
Nucula  nucleus,  233. 

-  sulcata,  233. 
Nyctia  alterata,  147. 
Oliva  subulata,  210. 
Oliveria  lateralis,  147. 
Omias  castilianus,  343. 
Onesia  sepulcralis,  147. 
Ophyra  leucostoma,  146. 
Opomyza  gerniinationis,  146. 
Otis  tarda,  371. 

-  tetrax,  372. 
Ovula  carnea,  229. 

-  spelta,229. 
Pagellus  acame,  93. 

-  bogaraveo,  93. 

-  breviceps,  94. 

-  centrodontus,  93. 

-  erythiinus,  94. 

-  mormyrus,  93. 


Pagre,  93. 
Pagrus*  orphas,  93. 

-  vulgaris,  93. 
Panurus  biarmicus,  169. 
Parmacella,  59. 

Parus  ater,  377. 

-  biarmicus,  278. 

-  major,  376. 
Passer  domestica,  377. 

-  hispanoliensis,  382. 

-  Italia?,  377. 

-  montana,  377. 
Patella  cserulea,  232. 

-  lusitanica,  232. 

-  Safiana,  210. 

-  tarentina,210. 

-  vulgata,  210,  232. 
Pectén  hyalinus,  232. 

-  Jacobaeus,  232. 

-  maximus,  232. 

-  multistriatus,  232. 

-  opercularis,  232. 

-  varius,  210,  232. 
Pectunculus  glycymeris,  88,  233. 

-  pilosus,  233. 

-  violascescens,  233. 
Pelude,  96. 

Peluga,  96. 

Perro,  402. 

Pexreg,  96. 

Pbasia  crassipennis,  147. 

Pbasianella  pullus,  231. 

-  tenuis,  231. 
Philine  aperta,  232. 
Pbilomela  luscinia,  375. 
Pborcus  Ricbardi,  231. 
Phyllotreta  flavoguttata,  347. 

-  *  hispánica,  346. 
Phymateus  ¿egrotus,  190. 

-  baccatus,  189. 

-  Brunneri,  190. 

-  **  Buyssoni,  192. 

-  **  flavus,  190. 


DE    HISTORIA   NATURAL. 


457 


Phymateus  **  Grandidieri,  191. 

-  Hildebrandti,  190. 

-  iris,  190. 

-  leprosus,  189. 

-  Madagassus,  190. 

-  morbillosus,  190. 

-  oliváceos,  190. 

-  purpurascens,  190. 

-  saxosus,  190. 
Physocephala  chrysorhcea,  148. 
Physorhynchus,  172. 

-  *'*  robustus,  173. 
Pica  caudata,  38. 

-  cyanea,  379. 
Pichón,  331. 

Picus  major,  88,  309. 
Piezostethus  obliquus,  203. 

-  terrícola,  203. 
Pipizella  virens,  148. 
Pisania  D'Orbignyi,  227. 

-  maculosa,  227. 
Pitgell,  94. 

Plasrnodiuru  malaria?,  349. 
Platynieris  preedo,  105. 
Pleuronectes  arnoglossus,  96. 

-  boscii,  96. 

-  citharus,  97. 

-  Grohmanni,  96. 

-  *  megastoma,  97. 
Pleurotorna  gracile,  229. 
Podiceps  cristatus,  278. 

-  fluviatilis,  278,  368. 

-  nigricollis,  367. 
Pollenia  rudis,  146. 
Polydesmus  Bedeli,  203. 
Porphyrio  veterum,  278,  367. 
Projapyx,  167. 
Proteosoma,  349. 
Psammobia  depressa,  234. 
Psilla  (Eupbyllura)  olese,  203. 
Pteropborus,  64. 

Purpura  hsemastoma,  210,  228. 
Pyrelia  cadaverina,  146. 


Pyroplasma  bigerninuin,   349. 

-  cani,  351. 

-  equi,  350. 

-  ovis,  349. 
Quepellá,  97. 
Rabose,  91. 
Radula  inflata,  232. 

-  squamosa,  232. 
Raja  flonada,  90. 

-  *  fullonica,  91. 

-  marginata,  90. 

-  miraleptus,  90. 

-  puuctata,  90. 

-  quadrimaculata,  90. 

-  radula,  90. 

-  rostrata,  90. 
Rana,  244. 

Ranella  Scrobilator,  210. 
Raphitoma  attenuata,  229. 
Recurvirostra  avocetta,  369. 
Reduvius  **  formosus,  171. 
Reijada,  90. 

-  de  S.  Veré,  90. 
Reyets,  277. 
Rbingia  rostrata,  147. 
Rbinolophus  bipposideros,  319. 
Rbocbrnogaster  dimerus,  171. 
Rhyphus  fenestralis,  145. 
Rissoa  auris-calplum,  230. 

-  cancellata,  231. 

-  cimex,  230. 

-  lineata,  231. 

-  Montagui,  231. 

-  sirnilis,  230. 

-  variabilis,  230. 

-  ventricosa,  230. 

-  violácea,  230. 
Rissoina  Bruguierei,  230. 
Rivella  Syngenesiíe,  146. 
Roseti,  239. 

Ruticilla  titbys,  381. 
Santomoxys  calcitrans,  147. 
Sarcopbaga  carnaria,  147. 


boletín  de  la  sociedad  española 


Sarcophaga  hsemorrhoidalis,  147. 

-  obfuscata,  147. 
Sardina,  97. 
Sardine,  97. 
Sardinella  aurita,  97. 
Sargus  flavipes,  145. 
Saxícola  oenanthe,  380. 

-  leucura,  381. 
Scalaria  cornrnunis,  230. 

-  commutata,  230. 
Scatophaga  merdaria,  146. 
Schizophyllurn,  203. 
Sciomyza  cinerella,  146. 
Scopolia  carbonaria,  147. 
Scrobicularia  plana,  235. 
Sepedón  sphegeus,  146. 
Sericus  brunneus,  344. 
Sharpia  gracilenta,  346. 
Sicus  ferrugineus,  148. 
Siphonaria  Algesiree,  209. 
Smaris  alcedo,  94. 

-  *  insidiator,  94. 

-  maurii,  94. 

-  vulgaris,  94. 
Solea  eupellonis,  96. 

-  *  hispida,  96. 

-  Kleinii,  96. 

-  nasata,  96. 

-  oculata,  96. 

-  *  variegata,  96. 

-  vulgaris,  96. 
Solen  rnarginatus,  211. 
Spondylus  gsederopus,  232. 
Spratella  punila,  97. 
Sterna  minuta,  369. 

-  nigra,  368. 
Stratiomys  chameeleon,  145. 

-  longicornis,  145. 
Strombus  bubonius,  210. 
Sylvia  atricapilla,  375. 
Syndesmia  alba,  235. 
Syritta  pipiens,  148. 
Syrphus  auricollis,  147. 


Syrphus  balteatus,  147. 

-  corollse,  147. 

-  decorus,  147. 

-  luniger,  147. 

-  nitidicollis,  147. 

-  pyrastri,  147. 

-  seleniticus,  147. 

-  tobiarius,  147. 
Systocchus  ctenopterus,  145. 

-  nitidulus,  145. 
Tabanus  ater,  145. 

-  autumnalis,  145. 
Tachina,  147. 

Tac  rocas,  95. 

Tapes  anthemodus,  234. 

-  aureus,  234. 

-  decussatus,  211,  234. 

-  geographicus,  234. 
Teichomyza  fusca,  146. 
Tellina  balaustina,  234. 

-  donacina,  234. 

-  incarnata,  234. 

-  planata,  234. 

-  pulchella,  234. 

-  tenuis,  211. 
Tephritis  producía,  146. 
Termes  lucifugus,  116. 
Ternera,  329. 
Testacella,  59. 
Testudo  mauritanica,  148. 
Tetanocera  punctata,  146. 

-  punctulata,  146. 
Tbereva  annulata,  145. 

-  arcuata,  145. 

-  árdea,  145. 

-  plebeja,  145. 
Thylacites  pretiosus,  346. 

-  *  viticollis,  343. 
Titets,  277. 

Topo,  373. 

Torpedo  *  marmorata,  90. 

-  narke,  90. 
Totanus  calidris.  370. 


DE    HISTORIA   NATURAL. 


45'» 


Totanus  stagnatilis,  369. 
Trachyplaeus  muralis,  343. 

-  picturatus,  343. 
Tremol,  97. 
Trémulo,  90. 
Tremulosa,  90. 
Triforis  perversus,  230. 
Tritón  cutaceus,  210,  227. 

-  doliarius,  210. 

-  Parthsenopus,  210. 
Trivia  europeea,  210. 

-  spurca,  210. 
Trochocochlea  articulata,  231. 

-  turbinata,  231. 
Trochus  lineatus,  210. 
Troglodytes  europaeus,  381. 
Trophon  muricatus,  228. 
Trucha,  126. 

Turbo  rugosus,  231. 
Turdus  cyanens,  59. 

-  merula,  374. 

-  torquatus,  375. 
Turnix  sylvaticus,  367. 


Turritella  communis,  230. 

-  triplicata,  210. 
Uatquelet,  93. 
Unió,  59. 

Uraleptus  *  maraldi,  97. 
Urophora  stylata,  140. 
Vanellus  cristatus,  37Q. 
Venerupis  irus,  234. 
Venus  gallina,  234. 

-  verrucosa,  210,  234. 
Vermetus  glomeratus,  230. 

-  triqueter,  230. 
Vespertilio  mystacinus,  64. 
Volucella  zonaria,  147. 
Vultur  percnopterus,  383. 
Xantogramma  ora  ata,  147. 
Xaclce,  94. 

Xylocopa  cyanescens,  202. 

-  uclesiensis,  202. 
Xylota  segnis,  147. 
Zodion  cinereum,  148. 
Zophomia  temula,  147. 


El  Vicesecretario, 

José  Marta  Dusmet. 


ÍNDICE  DE  LO  CONTENIDO  EN  EL  TOMO  III 

DEL    BOLETÍnST 


Junta  directiva  y  Comisiones  para  1904 3 

Lista  de  socios 5 

Relaciones  del  estado  de  la  Sociedad  y  de  su  Biblioteca 33 

Sesión  del  7  de  Enero  de  1903 55 

Navas  (R.  P.  L.) — Nota  sobre  dos  Odonatos  de  Río  de  Oro 57 

Miquel  (M.) — Sobre  una  perla  de  Unió  y  un  molde  interno  de  Par- 

macella 59 

Crú  y  Marqués  (E.) — Calamoherpe  cisticola  y  Turdus  cyaneus  de  Sie- 
rra Morena 69 

García  Várela  (A.)  —  Species  Acanthaspidi   ^sub-generis   Teiroxia 

A.  etS.) 61 

Navas  (R.  P.  L.)  —  Notas  geológicas:  La  cueva  de  la  Sima  en  Riela 

(Zaragoza) 62 

Gredilla  (A.  F.) — Excursión  botánica  por  las  pro.vincias  de  Sevilla 

y  Cádiz 66 

Oberthür  (R.)— Une  nouvelle  Asida  appartenant  au  groupe  des  es- 

péces  espagnoles  aterciopeladas 74 

Martínez  de  la  Escalera  (M.)—  Otra  Asida  nueva  de  España  del 

grupo  de  las  aterciopeladas 75 

—  Sistema  de  las  especies  españolas  del  género  Asida 76 

Azpeitia  (F.)  —  Restos  de  Mastodon  en  el  cerro  de  la  Plata  junto  al 

ensanche  de  Madrid. . .  .*. 79 

Barras  (F.  de  las). — Excursión  á  Gerena 82 

Sesión  del  4  de  Febrero  de  1903 85 

Acuerdos  de  la  Junta  directiva  sobre  las  publicaciones  de  la  So- 
ciedad    85 

Crú  y  Marqués  (E.)— Hallazgo  de  varias  aves  en  Andalucía 88 

Chaves  (F.)— Anglesita  de  Río  Tinto 88 


462  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD  ESPAÑOLA 


Mazo  (J.  del).— Arenas  como  las  de  Torre  Carbonera  y  fósiles  plio- 

cénicos  procedentes  de  Moguer 88 

Miquel  (M.)— Sobre  hallazgo  de  varios  moluscos  fósiles 88 

Seras  (A.)— Indicación  de  publicaciones  sobre  la  vejez  en  los  ani- 
males    80 

Navas  (R.  P.  L.)— Sobre  liqúenes  recogidos  por  el  Sr.  Font 89 

Fkrrer  y  Hernández  (J.)— Materiales  para  la  fauna  ictiológica  de  las 

Baleares 89 

García  Mercet  (R.) — Descripción  de  himenópteros  nuevos 98 

García  Várela  (A.) — Notas  hemipterológicas 104 

Rivas  Mateos  (M.) — Especies  españolas  del  género  Adenosiyles  Cass.  106 
Barras  (F.  de  las).  —  Algunas  observaciones  sobre  los  granitos  de 

Avila 110 

Aranzadi  (T.  de).  —  Primera  lista  de  nombres  catalanes  de  hongos 

(bolets) 112 

Navas  (R.  P.   L.)  —  Notas  entomológicas.   XII.  Algunos  insectos 

nuevos  ó  poco  conocidos 114 

Boletín  bibliográfico 118 

Sesión  del  4  de  Marzo  de  1903 125 

Rodríguez  Mourelo  (J.)— Fosforescencia  del  sulfuro  de  calcio 126 

Fernández  Navarro  (L.) — Existencia  del  eoceno  en  El  Molar 126 

Artigas  (P.) — Desaparición  de  las  truchas  en  el  río  Bernesga  por  el 

lavado  de  minerales 126 

Calderón  (S.)— Nota  bibliográfica  sobre  la  memoria  de  Mr.  Ramman 

dnfluencia  del  clima  en  los  suelos  de  España» 127 

Navas  (R.  P.  L.)— Indicación  bibliográfica  sobre  <Reeherches  sur  la 

biologie  des  Phasmiens»  de  M.  R.  de  Sinety 128 

Crú  y  Marqués  (E.)—F.uli{jula  rufina  hallada  en  la  Albufera  de  Va- 
lencia    128 

Presentación  de  heléchos  fósiles  procedentes  de  Bélmez 129 

Gredilla  (A.  F.)—  Digestión  del  almidón 129 

BoscÁ  (E.)— Hallazgo  de  un  Teleosáurido  en  Buñol  (Valencia) 140 

Seebold  (T.)— Dípteros  de  los  alrededores  de  Bilbao ....  145 

Graiño  Cauvet  (C.)— La  Testudo  mauritanica  en  Asturias 148 

Esteva  (J.) — Anomalías  observadas  en  algunos  vegetales 150 

Merino  (R.  P.  B.)— Especies  gallegas  del  género  Armería  Willd.  (Lá- 
mina i) 153 

Ribera  (E.) — Nota  sobre  restos  glaciares  existentes  en  Lorcha  (Ali- 
cante)    166 

—  Nota  acerca  de  unos  nodulos  de  caliza  hallados  en  Bellús  (Va- 
lencia)  , » •  1^7 

Boletín  bibliográfico 159 


DE    HISTORIA   NATURAL.  4(53 

Págs. 

Sesión  del  1.°  de  Abril  de  1903 165 

Fernández  Navarro  (L.)  —Proposición  sobre  exploración  del  suelo 

patrio 166 

Bolívar  (I.) — Noticia  sobre  publicación  de  un  catálogo  general  de 
ortópteros;  sobre  un  nuevo  tisánuro  (Anajapyx)  dado  á  conocer 
por  Mr.  Silvestri  y  sobre  el  Cochylis  austrinana  descubierto  por 

Mr.  Chrétien  en  San  Ildefonso 167 

Calderón  (S.) — Sobre  la  montaña  de  sal  de  Cardona  y  sobre  un 

temblor  de  tierra  ocurrido  en  Pamplona  en  10  de  Marzo 168 

—  Noticia  y  análisis  de  las  publicaciones  del  Sr.  Macpherson  he- 
chos par  Mr.  Barrois 168 

Miquel  (M.) — Purpura  fósil  del  cuaternario  de  Baleares 169 

Crú  y  Marqués  (E.)— Nuevas  aves  de  la  Albufera  de  Valencia 169 

Paul  (M.) — El  Chilocorus  bipustulatus,  enemigo  de  los  cóccidos  que 

atacan  los  naranjos 169 

Moyano  (P.)  — Noticia  sobre  un  feto  de  cabra  anómalo 170 

García  Várela  (A.) — Notas  hemipterológicas 171 

García  Mercet  (R.) — Un  Mutílido  nuevo  de  España 173 

Llord  y  Gamboa  (R.) — Estudio  químico  de  la  ambligonita  de  Cáceres.  175 

Chrétien  (P.)  —  Cochylis  austrinana 180 

Cabrera.  Latorre  (A.) — Nota  sobre  una  nutria  de  la  costa  de  Guinea.  181 
Chaves  (F.) — Nuevas  observaciones  sobre  los  minerales  de  la  Sierra 

de  Berja  y  Maro  (provincia  de  Málaga) 182 

Rivas  Mateos  (M.) — La  Fluorina  de  Papiol  (Barcelona).  . 184 

Folch  y  Andretj  (R.) — La  lluvia  en  la  Península  Ibérica 186 

Bolívar  (I.)  -El  género  Phymateus  Thunberg 188 

Boletín  biliográflco ■ 193 

Sesión  del  6  de  Mayo  de  1903 197 

Informe  sobre  estudio  intensivo  del  suelo  patrio 197 

Calderón  (S.) — Sobre  el  terreno  pérmico  en  los  Pirineos  españoles..  199 
Dusmet  y  Alonso  (J.  M.)  —  Noticia  de  lo  publicado  en  1902  sobre 

Entomología  de  España , 201 

Pie  (M.)  —  A  propos  des  Dorcadion  ienuecinctum  Pie.  et  circumcinc- 

tum  Chevr 204 

Font  y  Sagué  (N.)  —  Los  movimientos  sísmicos  del  Nordeste  de  Ca- 
taluña   205 

—  Moluscos  recogidos  en  Río  de  Oro  (Sahara  español) 209 

Boscl  (E.) — Informe  sobre  el  estado  del  esqueleto  de  Megaterio  del 

Museo  de  Ciencias  naturales  de  Madrid 211 

Maluqüer  y  Nicolau  (J.) — Moluscos  marinos  de  Llansá  (Cataluña).  .  226 

Boletín  bibliográfico 236 

Sesión  del  3  de  Junio  de  1903 238 


461  BOLETÍN    DE   LA    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 


Discusión  del  informe  sobre  estudio  intensivo  del  suelo  español. . . .     238 

Viñals  (F.)— Noticia  necrológica  de  D.  Pedro  López  Peláez  y  Vi- 
llegas      238 

Calderón  (S.) — Noticia  de  la  muerte  del  profesor  Bombici   239 

Bolívar  (I.)  —Sobre  la  clasificación, del  Roseti,  pez  que  abunda  en  las 
costas  de  Mahón 239 

Calderón  (S.)— Suscripción  para  ofrecer  un  testimonio  de  aprecio  al 
Prof .  Groth  de  Municb 240 

Medina  (M.) — Noticia  de  un  estudio  del  Prof.  Gaudry  acerca  de  la 
dentición  de  un  hombre  fósil  europeo  semejante  á  la  de  los  aus- 
tralianos     242 

Casares  Gil  (A.) — Nota  II  sobre  la  fructificación  de  la  Homalia  lusi- 
tanica  Schmp 242 

Pí  y  Suñer  (A.)— Nota  acerca  de  una  particularidad  de  la  contracción 
muscular  de  la  rana.  (Láminas  n  y  m.) 244 

Chaves  (F.)— Nota  sobre  algunos  minerales  de  nuevas  localidades  de 
Andalucía . .     251 

Fernández  Navarro  (L.)— Notas  geológicas  y  mineralógicas 253 

Boletín  bibliográfico 260 

Sesión  del  L°  de  Julio  de  1903 269 

Calderón  (S.)— Noticias  bibliográficas.  The  iron  ore  mines  of  Biscay 
por  B.  H.  Brough. — Comunicaciones  de  Mr.  Koussel  en  la  Sociedad 
geológica  de  Francia  sobre  el  carbonífero  de  los  Pirineos  y  de 
Mr.  Cartailhac  sobre  los  grabados  y  pinturas  de  la  Cueva  de  Al- 
tamira 272 

Gredilla  (A.  F.)  —  Datos  nuevos  que  incluir  en  la  Flora  hispano- 
lusitana.  (Segunda  nota.)  (Lám.  iv) 273 

Crú  y  Marqués  (E.) — Excursión  ornitológica  al  lago  de  la  Albufera 
(Valencia)  durante  el  mes  de  Junio  de  1903 277 

Graiño  Caubet  (C.)— Preocupaciones  populares  respecto  de  algunos 
animales 278 

Arévalo  (C.) — Modificación  del  procedimiento  de  Delesse  para  él 
análisis  mecánico  de  rocas 281 

Navas  (R.  P.  L.)  —  Notas  liquenológicas.  III.  La  Lecanora  subfusca 
en  España 285 

Jiménez  de  Cisneros  (D.) — El  yacimiento  de  magnetita  de  Cehegín..     290 

—  De  la  existencia  del  lias  superior,  del  tithónico  y  del  infracretá- 
ceo  en  la  región  NO.  de  la  provincia  de  Murcia 294 

Bolívar  (I.) — Nuevas  especies  de  Eumastacinos 301 

Oramas  (P.) — Observaciones  hechas  en  el  pájaro  del  Teyde 308 

Boletín  bibliográfico.. . 310 

Sesión  extraordinaria  del  9  de  Julio  de  1903 316 


DE   HISTORIA   NATURAL.  465 

Págs. 

Sesión  del  7  de  Octubre  de  1903 , 317 

Calderón  (S.) — Noticia  bibliográfica  sobre  la  obra  «L'irrigation  en  la 

Péninsule  ibérique»  de  J.  Brunbes 318 

Medina  (M.)  — Sobre  un  Rhinolophus  procedente  de  Cautillana 319 

Barras  (F.  de  las). — Temblores  de  tierra  ocurridos  recientemente  en 

Andalucía 319 

Medina  (M.) — Datos  para  el  conocimiento  de  la  fauna  himenoptero- 

lógica  de  España 320 

García  Mercet  (R.) — Noticia  acerca  del  Dasylabris  egregia  Klng. . . .     321 
Oramas  (P.) — Algunos  datos  más  sobre  el  tan  célebre  Drago  de  Oro- 

tava 324 

Aterido  (L.) — Excursión  botánica  por  Santander  y  plantas  america- 
nas naturalizadas  en  España 326 

Graiño  Caüvet  (C.)—  Noticias  referentes  á  algunos  monstruos  recien- 
temente recogidos 329 

Cabreua  Latorre  (A.) — Nota  sobre  la  voz  del  erizo 331 

Jiménez  de  Cisneros  (D.)— El  yacimiento  prehistórico  de  la  rambla 
Bermeja,  en  el  término  de  Lorca,  y  noticias  acerca  de  otros  poco 

conocidos  en  la  provincia  de  Murcia 333 

Fuente  (J.  M.  de  la). — Datos  para  la  fauna  de  la  provincia  de  Ciudad- 
Real.  XVI.  Coleópteros 342 

Díaz  Villar  (J.  M.) — Hematozoarios  de  los  animales : 348 

Boletín  bibliográfico 351 

Sesión  del  4  de  Noviembre  de  1903 357 

Artigas  (P.)— Necrología  de  D.  Carlos  Castel  y  Clemente 357 

Calderón  (S.)  — «Les  richesses  minerales  de  l'Algérie  et  de  la  Tuni- 

sie>,  por  el  Prof.  St.  Meunier. 359 

Barras  (F.  de  las).— Objetos  neolíticos  existentes  en  el  Instituto  de 

Huelva 360 

Miquel  (M.)  —  Molar  de  Rhinoceros  hallado  en  Pamplona 361 

Rivas  Mateos  (M.) — Polimorfismo  del  Medicago  littoralis  Rohde. . . .     362 

Casares  Gil,  (A.) — Nota  sobre  los  musgos  de  Cataluña 364 

Crú  y  Marqués  (V.  y  E.) — Viaje  ornitológico  por  Andalucía  (provin- 
cias de  Sevilla,  Huelva  y  Granada),  durante  los  meses  de  Abril, 

Mayo  y  Junio  de  1902 366 

Boletín  bibliográfico 383 

Sesión  del  2  de  Diciembre  de  1903 389 

Barras  (F.   de  las).  —  Sobre  un   temblor  de   tierra   observado  en 

Huelva 392 

Ramón  t  Cajal  (S.)  —  Sobre  la  existencia  de  un  aparato  tubulif  rme 
en  el  protoplasma  de  las  células  nerviosas  y  epiteliales  de  la  lom- 
briz de  tierra 395 


160  BOLETÍN  de  la  sociedad  española 

Págs. 

Torró  (K.) — Contribución  al  estudio  de  la  inmunidad  natural 399 

Font  t  Sagüé  (N.)  —  Origen  geológico  de  los  manantiales  termo-mi- 
nerales de  Caldas  de  Malavella  (provincia  de  Gerona) 411 

Calderón  (S.) — Nota  preliminar  sobre  la  turba  y  los  turbales  de 

España 417 

Gredilla  (A.  F.) — Datos  nuevos  que  incluir  en  la  Flora  hispano- 

lusitana.  (Lám.  v) 428 

Boletín  bibliográfico 434 

Índice  alfabético  de  los  géneros  y  especies  mencionados  ó  descritos 

en  el  tomo  ni  del  Boletín 443 

•Índice  de  lo  contenido  en  el  tomo  ni  del  Boletín 461 


Se  ba  publicado  este  tomo  en  diez  cuadernos,  que  han  aparecido  cada 
uno  de  ellos  dentro  del  mes  correspondiente,  cuya  indicación  se  halla  al 
pie  de  cada  pliego.  Lleva  además  cinco  láminas. 


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