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Full text of "Boletín de la Sociedad Española de Historia Natural"

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BOLETIliT 


DE   LA   REAL   SOCIEDAD  ESPAÑOLA 


DE  HISTORIA  NATURAL 


TOMO  Vil— 1907 


MADRID 

ESTABLECIMIENTO  TIPOGRÁFICO  DE  FORTANET 

IMPRESOR  DE  LA  REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA 

Libertad,  núm.  29.— Teléfono  991. 
1907 


JUNTA     DIRECTIVA 


REAL  SOCIEDAD  ESPAÑOLA  DE  HISTORIA  NATURAL 

:E'j^:EtJ^   1907 

Presidente ..'. D.  José  Casares  Gil, 

Vicepresidente D.  Luis  Simarro  y  Lacabra. 

Tesorero D.  Ig-nacio  Bolívar  y  Urrutia. 

Secretario D.  Ricardo  García  Mercet, 

Bibliotecario D.  Ang-el  Cabrera  Latorre. 

Vicetesorero D.  Cayetano  Escribano  y  Peix. 

Vicesecretario D.  Doming-o  Sánchez  y  Sánchez. 

Auxiliar  de  ¡a  BiUioteca.  D.  Emilio  Fernández  Galiano. 

Cotnisiótt  de  ptiblicnciótt. 

D.  Francisco  de  P.  Martínez  y  Sáez. — I).  Blas  Lázaro  é  Ibiza. 
D.  Lucas  Fernández  Navarro. 

Comiéiótt  de  Catálogosm 

D.  Blas  Lázaro  é  Ibiza.— D.  Federico  Gredilla  y  Gauna. — 
D.  José  María  Dusmet  y  Alonso. — D.  Juan  Manuel  Díaz  del 
Villar. — D.  Enrique  Pérez  Zúñig-a.— D.  Ang-el  Cabrera  Lato- 
rre.— D.  José  Gog-orza  y  González. 

SECCIÓN      DE     BARCELONA. 

Presidente D.  Aug-usto  Pí  y  Suñer. 

Vicepresidente D.  Carlos  Ferrer. 

Tesorero D.  Manuel  Llenas  y  Fernández. 

Secretario D.  Antonio  Casares  Gil. 

SECCIÓN      DE     SEVILLA. 

Presidente D.  Manuel  de  Paúl  y  Arozarena. 

Vicejjresidente D.  Julio  del  Mazo  y  Franza. 

Tesorero D.  Enrique  Crú  y  Marqués. 

Secretario D.  Federico  Chaves  y  Pérez  del  Pulg-ar. 

SECCIÓN      DE     ZARAGOZA. 

Presidente D.  Vicente  de  Val  y  Julián. 

Vicepresidente R.  P.  Long-inos  Navas. 

Tesorero D.  José  Antonio  Dosset. 

Secretario D.  Celso  Arévalo  y  Carretero. 


COMISIÓN  PERMANENTE 


EXPLORACIÓN  Y  ESTUDIO  DEL  NOROESTE  DE  ÁFRICA 


Presidente Excmo.  Sr,  D.  Manuel  Allendesalazar.  . 

Vicepresidentes...  Excmo.  Sr.  Duque  de  Alba. 

»  »  Duque  de  Luna. 

»  »  Duque  de  Medinaceli. 

»  »  Marqués  de  Santa  Cruz. 

»  »  D.  Santiag-o  Ramón  y  Cajal. 

»  »  D.  José  Muro  y  López  Salg-ado. 

Tesorero Excmo.  Sr.  Marqués  de  Urquijo. 

Secretario D.  Ignacio  Bolívar. 

Vocales D.  Manuel  Antón  y  Ferrándiz. 

»  limo.  Sr.  D.  Luis  Babia  y  Urrutia. 

»  D.  Salvador  Calderón  y  Arana. 

»  D.  Blas  Lázaro  é  Ibiza. 

»  D.  Carlos  de  Mazarredo. 

»  limo.  Sr.  D.  Emilio  Ribera. 

»  limo.  Sr.  D.  José  Rodríg-uez  Mourelo. 

Comisario D.  Manuel  Martínez  de  la  Escalera. 


SOCIOS     FUNDADORES 

DE  LA  REAL  SOCIEDAD  ESPAÑOLA  DE  HISTORIA  NATURAL 

D.  José  Argumosa.  f  D.  Ángel  Guirao  y  Navarro,  f 

D.  Ignacio  Bolívar  y  Urrutia.  D.  Joaquín  Hysern.  f 

Excma.  Sra.  D.*  Cristina  Brunetti  D.  Marcos  Jiménez  de  la  Espada.  • 

de  Lasala,  Duquesa  de  Mandas.  D.  Rafael  Martínez  Molina,  f 

D.  Francisco  Cala,  f  D.  Francisco  de  Paula  Martínez  ; 
Excma.  S.aD.a  Amalia  de  Heredia,  Sáez. 

Marquesa  Viuda  de  Casa  Loring,  D.  Manuel  Mir  y  Navarro. 

Excmo.  Sr.  D.  Miguel  Colmeiro.  f  D.  Patricio  María  Paz  y  Membiela.  ■ 

D.  Antonio  Cipriano  Costa,  f  Excma.  Sra.  Condesa  de  Ofiate.  f 

Excmo.  Sr.  D.  Cesáreo  Fernández  D.  Sandalio  Pereda  y  Martínez,  f 

Losada.  D.  Laureano  Pérez  Arcas,  f 

D.  Saturnino  Fernández  de  Salas,  f  D.  José  María  Solano  y  Eulate. 

D.  Manuel  María  José  de  Galdo.  f  D.  Serafín  de  Uhagón.  f 

D.  Joaquín  González  Hidalgo.  D.  Juan  Vilanova  y  Piera.  f 

D .  Pedro  González  de  Velasco.  f  D.  Bernardo  Zapater  y  Marconell. 


Presidentes  que  ha  tenido  esta  Sociedad  desde  su  fundación 
en  8  de  Febrero  de  1871. 


1871-72.  Excmo.  Sr.  D.Miguel  Col- 
meiro.  f 

1873.  D.  Laureano  Pérez  Arcas,  f 

1874.  limo.  Sr.  D.  Eamón  Llórente 

y  Lázaro,  f 
1876.  limo.  Sr,  D.    Manuel  Abe- 
leira.  f 

1876.  Excmo.  Sr.  Marqués  de  la  Ki- 

vera.  f 

1877.  limo.  Sr.  D.  Sandalio  Pereda 

y  Martínez,  f 

1878.  D.  Juan  Vilanova  y  Piera.  f 

1879.  Excmo.  Sr.   D.  Federico   de 

Botella  y  de  Hornos,  f 

1880.  D.  José  Macpherson.    f 

1881.  D.  Ángel  Guirao  y  Navarro,  f 

1882.  Excmo.   Sr.   D.  Máximo  La- 

guna, t 

1883.  Excmo.  Sr.  D.  Manuel  Fer- 

nández de  Castro,  f 

1884.  D.  Pedro  Sáinz  Gutiérrez,  f 
1886.  D.  Serafín  de  Uhagón.  f 

1886.  D.   Antonio  Machado  y  Nú- 

ñez.  f 

1887.  limo.  Sr.  D.  Carlos  Castel  y 

Clemente,  f 


1888. 

Excmo.  Sr.  D.  Manuel  M.  J. 

de  Galdo.  f 

1889. 

D.  Ignacio  F.  de  Henestrosa, 

Conde  de  Moriana.  f 

1890. 

D.  Francisco  de  P.  Martínez 

y  Sáez. 

1891. 

D.  Carlos  de  Mazarredo. 

1892. 

D.  Laureano  Pérez  Arcas,  f 

1893. 

Excmo.  Sr.  D.  Máximo  La- 

guna, t 

1894. 

Excmo.  Sr.  D.  Daniel  de  Cor- 

tázar. 

1895. 

D.  Marcos  Jiménez  de  la  Es- 

pada, t 

1896. 

D.  José  Solano  y  Eulate,  Mar- 

qués del  Socorro. 

1897. 

D.  Santiago  Ramón  y  Cajal. 

1898. 

D.  Manuel  Antón  y  Ferrándiz. 

1899. 

D.  Primitivo  Artigas. 

1900. 

D.  Gabriel  Puig  y  Larraz. 

1901. 

D.  Blas  Lázaro  é  Ibiza. 

1902. 

D.  Federico  Oloriz  y  Aguilera. 

1903. 

Excmo.  Sr.  D.  Zoilo  Espejo,  f 

1904. 

D.  José  Rodríguez  Mourelo. 

1905. 

D.  Salvador  Calderón  Arana. 

1906. 

D.  Florentino  Azpeitia. 

IjISt^a.    zdib    socios 

de  la  Real  Española  de  Hisforia  nafural 

EN    1.°  DE   ENERO   DE    1907. 


Socios  protectores. 

EN    ESPAÑA. 

S.  M.  el  Rey  D.  Alfonso  XIII. 
S.  A.  el  Archiduque  Luis  Salvador. 

Excmo.  Sr.  D.  Manuel  AUendesalazar,  ex-Ministro  de  Instruc- 
ción Pública  y  Bellas  Artes. 
Excmo.  Sr.  Duque  de  Medinaceli, 

EN   EL     EXTRANJERO. 

S.  M.  F.  el  Rey  D.  Garlos  de  Portugal. 
S.  A.  S.  el  Príncipe  Alberto  de  Monaco. 

Socios  honorarios. 

Brunner  von  Wattenwyl  (Garl),  Consejero  áulico. — Lerchenfel- 

derstrasse,  28,  Viena. 
Castellarnau  (D.  Joaquín  María  de),  Ingeniero  de  Montes. — 

Segovia,  y  en  Madrid,  Montera,  30. 
Engler  (Dr.   Adolf),  Geheimer  Regierungsrath,   Professor  der 

Botanik,  Director  des  Kgl.-botanischen  Gartens  und  Mu- 

seums. — Motzstrasse,  89,  Berlin,  W. 
Oaudry  (Albert),  Professeur  de  Paléontologie  au  Museum  d'His- 

toire  naturelltí. — 7  bis,  rué  des  Saints-Péres,  Paris. 
Oeikie  (Sir  Archibald),  Director  of  GeoJogical  Survey  of  England 

and  Wales. — 28,  Fermyn  Street,  S.  W.,  Londres. 
LuBBOCK  (Sir  .John),  Lord  Abevury. — Bart.  M.  D.  Saint  James,  2, 

London,  S.  W.;  también  en  Down  (Kent),  High  Elms 

(Inglaterra). 


3  LISTA    DE   SOCIOS 

Ramón  y  Gajal  (Excmo.  Sr.  D.  Sanliago),  de  las  Reales  Acade- 
mias de  Medicina  y  Ciencias,  Catedrático  en  la  Facultad 
de  Medicina,  Consejero  de  Instrucción  pública. — Calle  de 
Atocha,  125,  Madrid. 

ScüDDER  (Samuel  Hnbbard).— 156,  Brattle  Street,  Cambridge  (Es- 
tados-Unidos de  la  América  del  Norte). 

Tschermak  (Prof.  Dr.  Gustav). — Universitát,  Viena. 

Van  Thiegen  (Ph.),  Professeur  administrateurau  Museum  d'His- 
toire  naturelle. — 22,  rué  Vauquelin,  Paris. 

Socios  Correspondientes  extranjeros  (1). 

MM.  Acloque  (Alexandre). — 69,  Avenue  de  Segur,  Paris. — (His- 
toria natural  general.) 

André  (Ernest),  Notario  honorario;  de  la  Sociedad  ento- 
mológica de  Francia.  — 17,  rué  Victor  Hugo,  Gray 
(Haute-Saóne,  Francia). — ( Himenópteros ,  especialmente 
Formícidos  y  Mutilidos.) 

Arnold  (Dr.  J.) — Munich. 

Balsamo  (Francesco). — Via  Salvator  Rosa,  -290,  Ñapóles. — 
(Botánica  y  principalmente  algas, J 

Bedel  (Louis),  de  la  Sociedad  entomológica  de  Francia. — 
20,  rué  de  l'Odéon,  Paris,  6«. — (Coleópteros  paleárticos.) 

Blanghard  (Dr.  Raphaél),  Profesor  en  la  Facultad  de  Me- 
dicina; de  la  Academia  de  Medicina,  Director  de  los  Ar- 
chives de  Parasitologie. — 226,  Boulevard  Saint-Ger- 
main,  Paris,  7^.  —  (Entomología  general.,  Hirudineos.) 

Bois  (D.),  Asistant  au  Muséum.— 15,  rué  Faidherbe  á  Saint- 
Mandé  (Seine),  Francia.  —  (Botánica.) 

Boulenger  (G.  a.),  del  Museo  británico.— Courtfleld  Road,  8. 
South  Kensington,  S.  W.— Londres. — (Herpetologia  é 
Ictiología.) 

BouRGEOis  (Jules). — Sainle  Marie  aux  Mines  (Alsacia). — 
(Malacodermos.) 

Brancsik  (Dr.  Cari). — Trencsen  (Hungría). — (Entomología.) 

Brizi  (Ugo).  —  Museo  Agrario,  Via  Santa  Susana,  Roma.  - 
(Botánica  y  principalmente  flora  de  Italia.) 

(1)  Con  el  objeto  de  fomentar  las  relaciones  científicas  entre  los  socios,  se  indica 
entre  paréntesis  y  con  letra  bastardilla,  después  de  las  señas  de  su  domicilio,  si  el 
socio  cultiva  en  la  actualidad  más  especialmente  algún  ramo  de  la  Historia  natural. 


DE    LA   REAL    ESPAÑOLA    DE   HISTORIA   NATURAL.  9 

MM.  BuGKiNGfDr.  H.),  Profesor  en  la  Universidad. — Estrasburgo 
(Alemania). 

Gamerano  (Lorenzo),  Profesor  de  Anatomía  comparada  y 
Director  del  Museo  zoológico  de  la  Universidad. — Palazzo 
Garignano,  Turin  (Italia).  —  (Anatomía  comparada, 
Gordiidos.) 

Gannaviello  (Prof.  Eurico). — Villa  Bruno,  F^ortici  (Ñapóles). 

Garl  (Dr.),  Ayudante  del  Museo  de  Historia  natural. — Gi- 
nebra (Suiza). — (Entumologia,  M'riápodos.) 

Ghevreux  (Edouard). — Route  du  Gap,  Bóne  (Gonstantina). 
Argelia. — (Crustáceos  anfipodos.) 

Delacroix  (Dr.  G.),  Agregado  al  Instituto  nacional  agronó- 
mico y  Director  de  la  Estación  de  Patología  vegetal. — 
11  bis,  rué  d'Alésia,  Paris. 

Dervieux  (Ermanno). — Via  Massena.  34. — Turin  (Italia). 

De  Toni  (Pr.  Dr.  Joannes  Baptista),  Director  del  Jardín 
Botánico  de  la  Universidad  de  Módena  (Italia). 

Distant  (W.  L.) — Steine  Haus,  Selhurst  Road,  South  Nor- 
wood,  Surrey  (Inglaterra). — (Hemipteros.) 

DoLLFus  (Adrien),  Director  de  La  Feuille  des  Jeunes  natu- 
ralistes. — Rué  Pierre  Gharron,  35,  Paris. 

FiNOT  (P.  Adrien  Prosper),  Gapitán  de  Estado  Mayor,  reti- 
rado.— 27,  rué  Saint-Honoré,  Fontainebleau  (Francia). — 
(Ortópteros.) 

FouMOUzE  (Armand),  Doctor  en  Medicina. — 78,  Faubourg 
Saint-Denis,  Pd.vi?.--( Entomología  médico-farmacéutica.) 

Gestro  (RafFaello),  Doctor,  Vicedirector  del  Museo  cívico  de 
Historia  natural. — Villeta  Dinegro,  Genova  (Italia). — 
(Coleópteros.) 

GiARD  (Alfred),  Profesor  de  Zoología  en  la  Facultad  de  Gien- 
cias,  Director  del  Laboratorio  de  Wimereux  y  del  Bulletin 
Scientifique  de  la  Frunce  et  de  la  Belgique. — 14,  rué 
Stanislas,  Paris,  6®. — (Evolución^  Parasitismo,  Crus- 
táceos). 

Girard  (Albert  Alexandre),  Secretario  científico  de  S.  M. — 
Lisboa  (Portugal). — (Ictiología  y  Malacología.) 

Griffini  (Dr.  Achule). — Turin  (Italia). — (Entomología.) 

Grouvelle  (A.) — Director  de  la  Manufactura  nacional  de 
tabacos  de  Issy,  rueErnest-Renan,  Issy-les-MouIineaux 
(Seine)  (Francia). — (Clavicornios  exóticos. J 


10  LISTA   DE    SOCIOS 

MM.  Heckel  (Edoaard),  Profesor  en  la  Facultad  de  Ciencias.— 
31,  Gours  Lieutaud,  Marsella  (Francia). — (Botánica.) 

HoRvÁTH  (Géza) ,  Doctor  en  Medicina,  Director  del  Mnseo 
nacional  de  Hungría.  —  Museumring,  12,  Budapest 
(A-UStria-Hungría). — (Hemipteros.) 

Janet  (Charles),  Ingeniero  de  Artes  y  Manufacturas.  — 71, 
Rué  de  Paris,  Voisinlieu,  prés  Beauvais  (Oise),  Fran- 
cia^— (Costumbres  y   anatomía  de  las  hormigas.) 

KoNOW  (Friedrich  Wilhelm).  —  Teschendorf,  Grossherz. 
Meklenburg  (Alemania).  —  ( Himenópleros  y  especial- 
mente Tentredinidos,  Chalastogastra.J 

Kraatz  (Gusiav),  Doctor  en  Filosofía,  Redactor  de  la 
Deutsche  Enlomologische  Zeitschrift.~W.  9,  Linkstva,s- 
se,  28,  Berlín. — (Coleópteros.) 

Lesne  (Fierre),  Asistente  de  Entomología  del  Museo  de  His- 
toria Natural — 10,  Avenue  Jeanne,  Asniéres  (Seine) 
(Francia). — (Entomología,  Coleópteros.) 

Lo  BiANCo  (D.  Salvador),  Comendador.  — Estación  Zoológi- 
ca, Ñapóles  (Italia). 

Meunier  (Stanislas),  Profesor  de  Geología  del  Museo  de 
Historia  natural.— 3,  Quai  Voltaire.  Paris.— (^Liío- 
logia.J 

MoNTANDON  (Arnald  L.)  —  Filaréte,  Slrada  Viilor,  Bukarest 
(Rumania). — (Hemipteros,  principalmente  heterópteros.) 

Nery  Delgado  (J.  F.),  Geólogo.— Rúa  de  D.  Carlos  I,  35, 
Lisboa. — (Geología.) 

Olivier  (Henry). — Baroches-au-Houlme  (Orne),  Francia. 

Orbigny  (H.  d'),  Arquitecto. —  R.  Saint-Guillaume,  21,  Pa- 
rís, 7*. — (Coleópteros.) 

Pérez  (Dr.  J.)— Rne  Saubat,  26,  Burdeos. —  (Himenópterosj. 

PicciOLi  (Comm.  Francesco),  Director  del  Instituto  fores- 
tal.— Vallombrosa  (Italia). — (Botánica.) 

PiGGiOLi  (Lodovico),  Sub- Inspector  forestal.— Siena  (Italiíi). 
(Botánica.) 

PoRTER  (Carlos  E.),  Director  general  del  Museo  y  de  la 
Revista  Chilena  de  Historia  natural. — Casilla,  1108,  Val- 
paraíso, Chile. —  (Histología,  Crustáceos  decápodos  y 
hemipteros.) 

Reitter  (Edniond).— Paskau  (Austria). —  (Coleópteros  de 
Europa). 


DE    LA   REAL    ESPAÑOLA    DE    HISTORIA    NATURAL.  11 

MM.  Richard  (Jules),  Doctor  ea  Ciencias,  Direclor  del  Museo 
oceanógrafico. — Monaco. — (Crustáceos  inferiores.) 

Salomón  (Dr.  W.) — Instituto  Mineralógico  de  la  Universi- 
dad.— Heidelberg  (Alemania). 

ScHOUTEDEN  (H.)  —  12,Ghaiissée  d'Ixelles,  Bruselas. — (He- 
mípteros.J 

ScHULTHEss  Rechderg  (Auton  V.),  Doctor  en  Medicina. — 
Thalacker,  22,  Zuric  (Suiza). — (Entomología,  Ortópteros.) 

SoDiRO  (R.  P.  J.)— Quito  (Ecuador). 

TuRNEZ  (W.  Henri),  de  la  Comisión  Geológica. — Washing- 
ton (Estados-Unidos)  DC. — (Geología.) 

Washington  (Dr.  Henry  St.) — Locust,  Monmouth  Go.,  N.  J. 
(Estados  Unidos). 

Socios  numerarios  (1). 

1901.  Administración  Militar  (Biblioteca  de).— -Madrid. 

1903.  Aguilar  y  Carmena  (D.  Fernando),  Farmacéutico.— Galle 
de  Jorge  Juan,  17,  Madrid. — (Botánica.) 

1896.  Aguilar  y  Cuadrado  (D.    Miguel),  Observatorio   astro- 

nómico, Madrid. 

1902.  Alabekn  (D.  Enrique),  Doctor  en  Medicina.  — Plaza  del 

Príncipe,  4,  M-dhón.  — (Citología  general  é  Histología 
humana.)  « 

1897.  Alaejos  y  Sanz  (D.  Luis),  Doctoren  Ciencias  naturales, 

Ayudante  de  la  Estación  de  Biología  marina.  —  San- 
tander. 

1905.  Alcaraz  (D.  Antonio.) — Ingeniero  agrónomo. — Castellón. 

1906.  Aldaz  (D.  Julián). — Zumaya  (Guipúzcoa). 

1898.  Alloza  Blasco  (D.  Leandro),  ingeniero  de  Caminos. — 

Castellón. — (Geología.) 

1901.  Almera  (D.  Jaime),  Canónigo  de 'la  Catedral. — Sagris- 

tans,  1,  3.°,  Barcelona. —  (Geología  y  Paleontología.) 

1902.  «Alrededor  del  Mundo.» — Atocha,  135,  Madrid. 
1906.     Amoedo  y  Galarmendi  (D.  Eduardo). — Madrid. 

1875.  Antón  y  Ferrándiz  (D.  Manuel),  Catedrático  en  la  Facul- 
tad de  Ciencias,  Jefe  de  la  Sección  de  Antropología  y 


(1)    El  nombre  de  los  socios  numerarios  va  precedido  de  la  cifra  que  indica  el  año 
de  su  admisión  en  la  Sociedad  y  el  de  los  socios  fundadores  de  la  abreviatura  S.  F. 


12  LISTA   DE    SOCIOS 

Secretario  del  Museo  de  Ciencias  naturales. — G.  de  Oló- 
zaga,  5  y  7,  Madrid. — f Antropología.) 

1894.  Aragón  y  Escacena  (  D.  Federico),  Doctor  en  Ciencias 
naturales,  Catedrático  en  el  Instituto. — Falencia. 

1898.  Aramburu  .y  Altuna  (D.  Pedro),  Doctor  en  Medicina,  Ca- 
tedrático en  la  Escuela  de  Veterinaria.  —  San  Felipe,  4, 
Zaragoza. 

1905.  Aranda  Millán  (D.  Francisco).— Madrid. 

1885.  Aranzadi  y  Unamuno  (D.  Telesforo),  Doctor  en  Farmacia 
y  en  Ciencias  naturales.  Catedrático  en  la  Facultad  de 
Farmacia  déla  Universidad. — Barcelona. —  fAntropolo- 
gía  y  Botánica.) 

1904.     Arellano  (D.  Tomás). —  Arenal,  18,  Bilbao. 

1903.  Areses  (D.  Rafael),  Ingeniero  Jefe  del  Distrito  Forestal 

de  Pontevedra. — Tu  y  (Pontevedra). 
1902.     Arévalo  (D.  Celso),  Doctoren  Ciencias  naturales,  Profe- 
sor  auxiliar  en   la  Universidad    de    Zaragoza. — (Geo- 
logía.) 

1904.  Arias  Encobet  (D.José),  Colector  del  Museo  de  Ciencias 

naturales. — C.  de  Nüñez  de  Balboa,  Asilo  de  las  Merce- 
des, Madrid. — (Dípteros). 

1896.  Arráez  y  Cabrias   (D.  José),  Abogado.  —  C.   de  Caste- 

lar,  14,  Sevilla. — (Antropología  criminal.) 
1887.    Artigas  (D.  Primitivo),  Ingeniero  Jefe  de  Montes. — C.  del 
Reloj,   9,  principal  izquierda,  Madrid.  —  (Silvicultura.) 

1906.  Asher  y  C.»  (A.)— 13,  Unter  den  Linden,  Berlín,  W. 
1872.     Ateneo  científico  y  literario  (Biblioteca  del). — G.  del  Pra- 
do, 21,  Madrid. 

1889.  AuLET  Y  Soler  (D.  Eugenio),  Presbítero,  Doctor  en  Cien- 
cias físico-químicas  y  Licenciado  en  naturales,  Catedrá- 
tico en  el  Instituto  de  Tarragona. — Olot  (Gerona). 

1900.  AzAM  (D.José),  Arquitecto. — 14,  rué  de  Trans,  Dragui- 
gnan  (Var),  Francia. — (Ortópteros  y  Hemipteros.) 

1897.  AzPEiTiA  Y  Moros  (D.  Florentino),  Profesor  en  la  Escuela 

de  Minas. — Glorieta  del  Cisne,  3,  hotel,  Madrid. — 
(Malacologia  y  Diatomens.) 

1902.  Bago  y  Rubio  (D.  Miguel),  Comandante  de  Ingenieros. — 
C.  de  Trajano,  15  y  17,  Sevilla. 

1904.  Bahía  y  Urrutia  (D.  Luis),  Abogado,  Ex-diputado  á  Cor- 
tes.— Hilario  Peñasco,  2,  Madrid. — (Agricultura.) 


DE    LA    REAL    ESPAÑOLA   DE    HLSTORIA   NATURAL.  13 

1906.  Balguerias  y  Quesada  (D.  Eduardo),  Alumno  de  la  Fa- 
cultad de  Ciencias. — C.  de  Carretas,  7,  pral.,  Madrid. 

1901.  Ballestero  Pardo  (D.  Mariano),  Doctor  en  Ciencias. — 
Calatayud  (Zaragoza). 

1872.  Bahboza  du  Bogage  (Excmo.  Sr.  D.  José  Vicente),  Direc- 
tor del  Museo  de  Historia  natural. — Lisboa, — (Mamífe- 
ros, aves  y  reptiles.) 

1905.  Barcia  Trelles  (D.  Juan),  Ingeniero  agrónomo.— Veláz- 
quez,  22,  Madrid. 

1891.  Barras  de  Aragón  (D.  Francisco  de  las),  Doctor  en  Cien- 
cias naturales,  Catedrático  de  Mineralogía  y  Botánica 
de  la  Universidad  de  Oviedo. — (Entomología  y  Bo- 
tánica.) 

1905.     Barre  (Sr.  Barón  de  la). — C.  deCopons,  7,  2.°,  Barcelona. 

1901.  Barreiro  Martínez  (R.  P.  Agustín). — Convento  de  Padres 
Agustinos,  Valladolid. —  (Botánica  y  Lepidópteros.) 

1895.  Bartolomé  del  Cerro  (D.  Abelardo),  Doctor  en  Ciencias 
naturales.  Auxiliar  de  la  Universidad. — Daoíz,  5,  Madrid. 

1889.  Becerra  y  Fernández   (D.  Antonio),  Doctor  en  Ciencias 

naturales.  Catedrático  en  el  Instituto. — Baeza. — (En- 
tomología agrícola  y  dibujo  científico.) 
1894.     Benedicto  Latorre  (D.  Juan),  Farmacéutico.— Monreal 
del  Campo   [Teruel). —(Botánica  y  moluscos  terrestres.) 

1905.  Benedito  (D.  José  M.')— Taxidermista,  Madrid. 

1901.  Benet  Andreu  (D.  José),  Catedrático  en  el  Instituto. — 
Almería. 

1906.  Benito  y  Pínol  (D.  Manuel). — Puerta  de  Jerez,  4,  Sevilla. 
1898.     Benjumea  y  Pareja  (D.  José). — Santa  Ana,  51,  Sevilla. 
1905.     Bernard  (D.  Francisco),  Ingeniero  de  Montes. — Prado,  3, 

Madrid. 
1905.     Bertrán  de  Lis  (D.  Vicente). — C.  de  la  Gasea,  Madrid. 

1903.  Descansa  Casares  (D.  Fermín),  Catedrático  de  Historia 

natural  en  el  Instituto. — Orense. — (Botánica.) 

1904.  Biblioteca  García  Barbón. — Vigo  (Pontevedra). 
1904.     Biblioteca  universitaria  de  Granada. 

1890.  Blanco  del  Valle  (D.  Eloy),  Catedrático  de  Historia  na- 

tural en  el  Instituto. — León. 
1892.     Blanco  y  Juste  (D.  Ptafael),  Doctor  en  Ciencias  natura- 
les. Profesor  en  la  Escuela  normal — C.  de  Sandoval,  4, 
Madrid. 


14  LISTA    DE    SOCIOS 

1898.  Blas  y  Manada  (D.  Macano),  Doctor  en  Farmacia. — 
G.  del  Pez,  1,  Madrid. 

1901.  BoFiLL  (D.  José  María),  Doctor  en  Medicina. — G.  de  Ara- 
gón, 281,  Barcelona. 

s.  F.  Bolívar  y  Ubrutia  (D.  Ignacio),  Galedrático  en  la  Facul- 
tad de  Giencias,  Jefe  de  la  Sección  de  Entomología  en  el 
Museo. — G.  del  General  Martínez  Gampos,  17,  Madrid. — 
(Ortópteros,  Herm'pteros  y  Arquípteros.) 

1872.  Bolívar  y  Urrutia  (D.  José  María),  Jefe  facultativo  de  la 
Gasa  de  Socorro  de  Ghamberí, — G.  de  Prim,  15,  Madrid. 

1882.  Bolos  (D.    Ramón),  Farmacéutico,  Naturalista. — G.  de 

San  Rafael,  Olot  (Gerona). — (Botánica. J 
1898.     BoROBio  (D.  Patricio),  Gatedráiico  en  la  Facultad  de  Me- 
dicina.— Goso,  100,  Zaragoza. — f Pediatría.) 
1872.     BoscÁ  Y  Casanoves  (D.  Eduardo),  Licenciado  en  Medici- 
na, Gatedráiico  de  Historia  natural  en  la  Universidad. 
Paseo  del  Grao,  Valencia. — (Reptiles  de  Europa.) 

1900.  BoscÁ  Y  Seytre  (D.  Antimo),  Doctor  en  Giencias  natura- 

les, Gatedráiico  en  el  Instituto.— Teruel. 
1877.     Bhhñosa  (D.   Flafael),  Ingeniero  de  Montes  de  la  Real 
Gasa. — San  Ildefonso  (Segovia). — (Cristalografía.) 

1901.  Brugués  y  Escuder  (D.  Gasimiro),  Doctor  en  Farmacia  y 

en  Giencias. — G.  del  Bruch,  66,  Barcelona. — (Histología 
vegetal.) 

1883.  Buen  y  del  Gos  (D.  Odón  de),  Catedrático  de  Historia  na- 

tural en  la  Universidad,  Director  del  Laboratorio  bio- 
lógico-marino  de  las  Baleares. — C.  de  Aribau,  Barcelo- 
na.—  (Biología  marina.) 

1905.  BuiGAS  Y  Dalmau  (D.  José),  Gónsul  de  España  en  Moga- 
dor  (Marruecos). 

1897.  BuRR  (D.  Malcolm).—Shepherdswell,Kent  (Inglaterra). — 
(Ortópteros  y  Dermápteros.J 

1905.  Busto  (D.  José  del),  Ingeniero  de  Minas.— G.  de  Olóza- 
ga,  8,  Madrid. 

1901.  Gabal-lero  (D.  Arturo),  Licenciado  en  Giencias,  Conser- 

vador del  Jardín  Botánico.  — G.  de  Lope  de  Vega,  11, 
Madrid. 

1902.  Gabrera  y  Díaz  (D.  Agustín),  Licenciado  en  la  Facultad 

de  Giencias.--Sabin  Berthelot,  5,  Santa  Gruz  de  Tene- 
rife (Ganarías). 


DE    LA   REAL   ESPAÑOLA    DE    HISTORIA   NATURAL.  15 

1891.  Cabrera  Y  DÍAZ  (D.  Anatael) ,  Médico  cirujano.— Laguna 

de  Tenerife  [Canarias).— (Himenópteros.) 

1896.  Cabrera  y  Latorre  (D.  Ángel),  Agregado  al  Museo  de 

Ciencias  naturales ,  Caballero  de  la  orden  civil  de  Al- 
fonso XII.— C.  de  la  Beneficencia,  18,  Madrid.— (^Mamí- 
feros  y  Dibujo  científico.) 

1897.  Cáceres  y  González  (D.  Juan).— €.  del  Duque,  8,  Carta- 

gena.— (Entomología.) 

1904.  Cadevall  y  Diars  (D.  Juan),  Doctor  en  Ciencias,  Profesor 

en  la  Escuela  industrial. — Tarrasa.— -Botan/ca. 
1906.     Calafat  León  (D.  Juan),  Colector  del  Museo  de  Ciencias 
naturales. — C.  de  la  Reina,  9,  Madrid. 

1892.  Calandre  y  Lizana  (D.  Luis).  —  Pasaje  de  Conesa,  Car- 

tagena. 
1872.     Calderón  y  Arana  (D.  Salvador),  Catedrático  de  Minera- 
logía y  Botánica  en  la  Facultad  de  Ciencias,  Jefe  de  la 
Sección  de  Mineralogía  en  el  Museo. — C.  de  San  Bernar- 
do, 66,  principal  derecha. — (Geología  y  Petrología.) 

1901.  Calleja  y  Borja-Tarrius  (D.  Carlos),  Catedrático  en  la 

Facultad  de  Medicina. — Cortes,  248,  pral.,  Barcelona. — 
(Histología.) 

1902.  Calvo  y  Antón  (D.  José). — C.  de  Gerona,  111,  Barcelona. 

1905.  Campo  Prado  (D.  Fernando  de),  Farmacéutico,  Profesor 

de  Historia  natural  y  de  Agricultura  en  el  Colegio  cató- 
lico. Individuo  de  la  Sociedad  española  de  Física  y  Quí- 
mica.— C.  Real,  16,  La  Coruña. 

1889.  Camps  (Sr.  Marqués  de).  — Canuda,  16,  principal,  Bar- 
celona. 

1905.  Canals  (D.  Salvador),  Diputado  á  Cortes. —  C.  de  Fuenca- 
rral,  131,  Madrid. 

1905.  Cabballo  (D.  Jesús  María),  Director  del  Colegio  Salesia- 
no. — Santander. — (Geología  y  espeleología) 

1894.  Carbó  y  Domenech  (D.  Manuel),  Catedrático  en  el  Insti- 
tuto.—  Huelva. 

1904.     Carretero  (D.  Luis),  Ingeniero  industrial. — Segovia. 

1877.  Carvalho  Monteiro  (Excmo.  Sr.  D.  Antonio  Augusto  de), 
Doctor  en  Derecho  y  en  Ciencias  naturales  por  la  Uni- 
versidad de  Coimbra,  y  miembro  de  la  Sociedad  de  Acli- 
matación de  Río  Janeiro. — Rúa  do  Alecrim,  70,  Lisboa 
(PoYlugdil).— (Lepidópteros.) 


16  LISTA   DE    SOCIOS 

1901.  Casamada  Mauri  (D.  Ramón).  — Pelayo,  17,  2.°,  Bar- 
celona. 

1901.  Casares  Gil  (D.  Antonio),  Capitán  de  la  4.*  Compañía 
de  Sanidad  militar,  Barcelona. — (Hepáticas  y  Musgos.) 

1901.  Casares  Gil  (D.  José),  Catedrático  en  la  Facultad  de  Far- 
macia, Senador  del  Reino. — C.  de  Santa  Catalina,  5, 
Madrid. — fAnáUsis  químico  mineral.) 

1906.  Cascón  y  Martínez  (D.  José),  Director  de  la  Granja  agrí- 
cola de  la  región  leonesa. — Palencia. 

1901.     Casino  de  Zaragoza. 

1905.  Castro  y  Pascual  (D.  Francisco),  Doctor  en  Farmacia. — 
C.  de  Santa  Bárbara,  2,  Madrid. 

1903.  Castro  y  Valero  (D.  Juan),  Catedrático  en  la  Escuela 

de  Veterinaria. — Chamartín  de  la  Rosa  (Madrid.) 
1901.     Cátedra  de  Historia  natural  de  la  Universidad  de  Bar- 
celona. 

1901.  Cátedra  de  Historia  natural  déla  Universidad  de  Santiago. 
1884.     Cazurro  y  Ruiz  (D.  Manuel),  Doctor  en  Derecho  y  en 

Ciencias  naturales.  Catedrático  en  el  Instituto. — Gerona. 
(Ortópteros  y  dípteros  de  Europa,  Microgrnfía.) 

1905.  Cendrero  (D.  Oresies),  Licenciado  en  Ciencias  naturales. 

C.  de  San  Vicente,  58,  Madrid. 

1906.  Cerrolaza  y  Armentia  (D.  José),  Alumno  de  la  Facultad 

de  Ciencias. — C.  de  los  Caños,  8,  3.°,  Madrid. 

1891.  Chaves  y  Pérez  del  Pulgar  (D.  Federico),  Doctoren  Cien- 

cias físico-químicas. — C.  de  Jesús,  17.  Sevilla. — (Mine- 
ralogía y.  Cristalografía.) 
1873.     CoDORNiu  (D.  Ricardo),  Ingeniero  de  Montes. — Murcia. 

1904.  Colegio  de  Santo  Domingo. — Orihuela. 

1898.  CoLOMiNA  Y  Carolo  (D.  Alejandro  de),  Doctor  en  Ciencias 
naturales,  Catedrático  en  el  Instituto. — C.  del  Comer- 
cio, 33,  2.°,  Pontevedra. 

1878.  Comerma  (D.  Andrés  A.),  Ingeniero  de  la  Armada. — 
El  Ferrol. 

1902.  Compañía  de  Tabacos  de  Filipinas.— Barcelona. 

1903.  Consejo  general  de  Agricultura,  Industria  y  Comercio  de 

Valencia. 

1892.  Corrales  Hernández  (D.  Ángel),  Licenciado  en  Ciencias 

naturales,   Catedrático    en    el   Instituto. — Cabra    (Cór- 
doba). 


DE    LA   KEAL    ESPAÑOLA   DE    HISTORIA   NATURAL.  17 

1901.  Correa  de  Barros  (D.  José  Maximiano). — S.  Marlinho 
d'Anta,  Sabroza  (Portugal). 

1872.  Gortázar  (Excmo.  Sr.  D.  Daniel  de),  Ingeniero  Jefe  de 
Minas,  de  las  Reales  Academias  de  la  Lengua  y  de 
Ciencias  exactas,  físicas  y  naturales,  Consejero  de 
Instrucción  pública.  —  G.  de  Velázquez,  32,  hotel, 
Madrid. 

1901.  CoscoLLANO  Y  Durillo  (D.  José),  Profesor  auxiliaren  el 

Instituto. — C.  de  la  Concepción,  29,  Córdoba. 
1903.     CoTRiNA  Y  Ferrer  (D.  Modesto). — Barcelona. — (Histología.) 

1902.  Cru  y  Marqués  (  D.  Enriijue),   Naturalista  disecador. — 

Reyes  Católicos,  7  y  9,  Sevilla. — (Entomología  y  Orni- 
tología.) 

1903.  Cruz  (D.  Emiliano  de  la),  Miembro  del  Instituto  de  Inge- 

nieros de  Minas  de  la  Gran  Bretaña,  del  Instituto  de  Mi- 
nas y  Metalurgia  de  Londres,  del  Instituto  del  Norte  de 
Inglaterra  (Newcastle),  déla  Sociedad  geológica  de  Fran- 
cia, de  la  de  Bélgica,  etc. — Barcelona. 
1902.  Cruz  Nathan  (D.  Ángel  B.  de  la),  Profesor  en  el  Institu- 
to.— C.  de  D.  Juan  de  Villarrasa>  12,  Valencia. 

1889.  Dargent  (D.  Florismundo),    Ingeniero.  —  Moralejo,  5, 

Aguilar  (Córdoba). 

1905.     Delgado  (D.  Mariano).— G.  del  Arenal,  24,  Madrid. 

1902.  Deulofeu  (D.  José),  Catedrático  de  Química  inorgánica 
en  la  Facultad  de  Farmacia. — Santiago. 

1899.  Díaz  (R.  P.  Filiberto),  Doctor  en  Ciencias,  Conservador 
por  oposición  en  el  Museo  de  Ciencias  naturales. — G.  de 
San  Miguel,  21  duplicado,  Madrid. 

1898.  Díaz  de  Arcaya  (D.  M¿muel),  Doctor  en  Ciencias,  Direc- 
tor y  Catedrático  de  Historia  natural  en  el  Instituto. — 
G.  de  la  Independencia,  7,  Zaragoza. 

1890.  Díaz  del  Villar  (D.  Juan  Manuel),  Licenciado  en  Medi- 

cina, Catedrático  en  la  Escuela  de  Veterinaria. — C.  de 
Atocha,  127  duplicado,  Madrid. — (Epizoarios  y  Entorno- 
zoarios.) 

1901.  Diez  Tortosa  (D.  Juan  Luis),  Doctor  en  Farmacia. — Re- 
yes Católicos,  47,  Granada. 

1898.  DoMENECH  (R.  P.  Estanislao),  Profesor  de  Historia  natu- 
ral en  el  Colegio  del  Sagrado  Corazón. — C.  de  Lauria,  13, 
Barcelona.  (Apartado  143).  ' 

Tomo  vil— Enero,  1907.  2 


18  LISTA    DE    SOCIOS 

1898.  DossET  (D.  José  Antonio),  Doctor  en  Farmacia. — Plaza 
de  Sas,  2,  Zaragoza. — (Diatomeas.) 

1903.     DüLAU  (M.),  Soho  Square,  37,  Londres. 

1902.  Duran  Desumvila  (D.  Narciso),  Licenciado  en  Farmacia, 
Título  de  honor,  de  los  Ilustres  Colegios  provinciales 
de  Barcelona,  Lérida  y  Navarra,  Director  de  la  Re- 
vista científica  profesional. — Ganet  de  Mar  (Barcelona). 

1890.  DusMET  Y  Alonso  (D.  José  M.),  Naturalista  agregado  al 
Museo  de  Ciencias  naturales,  Doctoren  Ciencias. — Plaza 
de  Santa  Cruz,  7,  Madrid. — (Himen ápteros.) 

1898.  Eleicegui  (D.  Antonio),  Catedrático  en  la  Facultad  de  Far- 
macia.— Plaza  de  la  Universidad,  5,  3.°,  Santiago. 

1888.  Elizalde  y  Eslava  (D.  Joaquín),  Catedrático  de  Historia 
natural  en  el  Instituto. — Logroño. 

1894.  Engiso  y  Mena  (D.  Juan),  Licenciado  en  Derecho. — 
Huercal-Overa  (Almería). — (Entomología.) 

1902.  Escribano  (D.  Cayetano),  Licenciado  en  Ciencias,  Con- 
servador del  Museo  de  Ciencias  naturales. — C.  de  Horta- 
leza,  76,  Madrid. 

1872.  Escuela  de  Ingenieros  de  Caminos,  Canales  y  Puertos 
(Biblioteca  de  la). — C.  de  Alfonso  XII,  Madrid. 

1872.  Escuela  de  Ingenieros  de  Montes  (Biblioteca  de  la). — El 
Escorial  (Madrid). 

1894.     Escuela  de  Veterinaria  de  Madrid. 

1905.  Escuela  Normal  de  Maestros  de  Granada. 

1906.  Escuela  Normal  de  Maestros  de  Huesca. 

1875.  EsPLUGA  Y  Sancho  (D.  Faustino),  Catedrático  de  Historia 
natural  en  el  Instituto. — Trinidad,  3,  Toledo. 

1902.  Esplugues  y  Armengol  (D.  Julio),  Profesor  auxiliar  del 
Instituto  y  Jardinero  2.°  del  Botánico. — Valencia. 

1905.  Estación  de  biología  marítima.  — C.  de  Gastelar,  Puerto 

Chico,  Santander. 
1902.     Esteva  (D.  José),  Presbítero. — G.   de  la  Clavería,  5. — 

Gerona. — (Botánica  general  y  Criptogámia.) 
1878.     Facultad  de   Ciencias  de  la  Universidad  (Biblioteca  de 

la). — Valencia. 

1906.  Facultad  de  Ciencias  de  la  Universidad  de  Granada. 
1902.     Facultad  de  Ciencias  de  la  Universidad  de  Oviedo. 
1901.     Facultad  de  Farmacia  de  la  Universidad  de  Barcelona. 
1906.     Facultad  de  Farmacia  de  la  Universidad  de  Granada. 


DE   LA   KEAL    ESPAÑOLA   DE    HISTORIA    NATURAL.  19 

1874.  Fernández  de  Castro  (D.  Ángel),  Ingeniero  de  Montes.— 

C.  de  Fahiola,  3,  Sevilla. 

i 900.  Fernández  de  Gatta  y  Galache  (D.  Manuel),  Doctor  en 
Farmacia. — Vilvestre  (Salamanca). 

i904.  Fernández  Galiano  (D.  Emilio),  Licenciado  en  Ciencias 
Naturales.— G.  de  Pelayo,  18,  Madrid. 

1890.  Fernández  Navarro  (D.  lAicas) ,  Catedrático  de  Cristalo- 
grafía en  la  Facultad  de  Ciencias. — C.  Real,  31,  Leganés 
(Madrid). 

1875.  Ferrand  y  Couchoud  (D.  Julio),  Ingeniero  Jefe  de  la  pri- 

mera sección  de  vía  y  obras  de  los  Ferrocarriles  Anda- 
luces.— C.  de  Feria,  100,  Sevilla. 

1900.  Ferrando  y  Más  (D.  Pedro),  Catedrático  de  Mineralogía 

y  Botánica  en  la  Universidad.— C.  de  Canfranc,  4,  Za- 
ragoza. 

1885.'  Ferrer  (D.  Carlos).  Doctor  en  Medicina  y  Bachiller  en 
Ciencias. — Ronda  de  la  Universidad,  16,  1.°,  Bar- 
celona. 

1902.  Ferrer  Dalmau  (D.  Eugenio),  Profesor  de  la  Escuela  de 
Industrias. — C.  de  Santo  Domingo,  20,  Tarrasa. 

1901.  Ferrer  y  Hernández  (D.  Jaime). — Montaner,  66,  Barce- 

lona.— f  Mineralogía.) 
1901.     FiNESTREs  Y  FocH  (D.  Eduardo). — Ager  (Lérida).— (^Mine- 

ralogía.J 
1879.     Flórez   y   González    (D.    Roberto).  —  Cangas    de  Tineo 

(Oviedo) . — (Entomología.) 
1901.     FoLCH  Y  Andreu   (  D.    Rafael),  Doctor  en  Farmacia. — 

Vendrell  (Tarragona). — (Botánica.) 

1901.  FoNT  Sagué  (D.   Norberto),  Presbítero.— C.  de  Fontane- 

11a,  15,  3.",  Barcelona. — (Geología.) 

1902.  FoRTEZA  Rey  y  Forteza  (D.  José).— Colón,  23,  Palma  de 

Mallorca  (Baleares). 
1902.     Francois  (Ph.),  Jefe  de  trabajos  prácticos  en  la  Sorbona. — 

Rué  des  Fossés  S'-Jacques,  20,  Paris,  5^. 
1888.     Fuente  (D.  José  María  de  la),   Presbítero.  —  La   Solana 

(Ciudad -Real). — (Entomología,  Coleópteros  de  Europa, 

Admite  cambios  de  estos  insectos.) 
1890.     Fuset  y  Tubiá  (D.  José),  Doctor  en  Ciencias  naturales, 

Catedrático    en   el    Instituto    de    Palma.  —  Mallorca. — 

(Gusanos  y  Dibujo  cientifico.) 


20  LISTA   DE    SOCIOS 

1904.  Galán  (D.  Alfonso),  Alumno  de  las  Facultades  de  Cien- 
cias y  Farmacia.  —  G.  de  Villanueva,  23,  Madrid. — CHi- 
menópteros.) 

1903.  García  Callejo  (D.  José  María).— Tres  Peces,  18.— (Na- 

turalista preparador.) 

1872.  Gaugía  y  Arenal  (D.  Fernando),  Ingeniero  del  puerto. — 
Vigo  (Pontevedra). 

1894.  García  y  García  (D.  Antonio),  Profesor  auxiliar  en  el 
Instituto. — Huelva. 

1906.  García  González  (D.  Joaquín). — C.  de  Preciados,  46,  3.°, 
Madrid. 

1877.  García  y  Mercet  (D.  Ricardo),  Naturalista  agregado  al 
Museo  de  Ciencias  naturales,  Farmacéutico  de  Sani- 
dad militar. — Goya,  1,  Madrid. — (Himenópteros  de 
Europa.) 

1904.  García  Mon  é  Ibáñez  (D.  Francisco),  \lumno  déla  Facul- 

tad de  Ciencias. — C.  de  la  Luna,  18,  Madrid. 

1899.  García  Várela  (D.  Antonio),  Doctor  en  Ciencias  natura- 

les. Catedrático  de  Mineralogía  y  Botánica  en  la  Uni- 
versidad de  Santiago  (Galicia). — (Hemipleros.) 
1902.     Garriga  y  Barrerán  (D.  Gerardo),  Farmacéutico. — Ge- 
rona. 

1904.  Gascón  (D.  Antonio),  Tiivaciov  áoi  Boletín  Minero  y  Comer- 

cial.— Carranza,  8,  Madrid. 

1900.  Gelabert  Rincón  (Rvdo.  D.  José). — Llagostera,  Gerona. 

(Mineralogía  y  Geología.) 
1884.     GiLA  y  Fidalgo  (D.  Félix),  Catedrático  excedente  de  la 

Facultad    de    Ciencias, — Segovia.  —  (Botánica    y    Geo- 
logía.) 
1877.     Cogorza  y  González  (D.José),  Catedrático  de  Anatomía 

y  Fisiología  animal  en  la  Universidad  Central.  —  C.  de 

San  Andrés,  19,  Madrid. 
1890.     GoiTiA   (D.  Alejandro),  Licenciado  en  Ciencias.— C.  de 

Alcalá,  4,  Madrid. 
1906.     Gómez  (D.  Ramón).— C.  de  Espoz  y  Mina,  6  y  8,  Zaragoza. 

(Mineralogía  micrográfica.) 

1905.  Gómez  de  la  Maza  (D.  Manuel),  Catedrático  en  la  Univer- 

sidad de  la  Habana  (Isla  de  Cuba). 
1894.     GÓMEZ   OcAÑA  (D.   José),    de  las   Reales  Academias  de 
Medicina  y  Ciencias,   Catedrático  de  Fisiología  en  la 


DE    LA   REAL   ESPAÑOLA   DE    HISTORIA   NATURAL.  21 

Facultad  de  Medicina.— C.  de  Atocha,  127  duplicado, 
Madrid. 

1905.     González  (D.  Anselmo).— G.  de  la  Montera,  Madrid. 

s.  F.  González  Hidalgo  (D.  Joaquín),  de  la  Real  Academia  de 
Giencias,  Catedrático  de  Malacología  y  animales  infe- 
riores en  la  Facultad  de  Giencias,  Jefe  de  la  Sección  de 
Malacología  del  Museo.— G.  de  Alcalá,  36,  Madrid. 

1900.  Gota  y  Gasas  (D.  Antonio),  Doctor  en  Medicina.  — G.  del 

Pilar,  16,  Zaragoza. 

1903.  Gracián  y  Lavedán  (D.  Antonio).— G.  del  Padre  Mar- 
chena,  13,  Sevilla. 

1899.  Graiño  y  Gaubet  (D.  Gelestino),  Doctor  en  Farmacia,  Go- 
mendador  de  la  Orden  civil  de  Alfonso  XII,  Subdele- 
gado de  Farmacia  del  partido  judicial,  Inspector  farma- 
céutico de  Aduanas,  Farmacéutico  municipal,  Presi- 
dente de  la  Junta  local  de  Farmacéuticos  titulares. — 
Aviles  (Asturias). — (Mamíferos,  Aves,  Reptiles.  Admite 
cambios.) 

1882.  Gredilla  y  Gauna  (D.  Apolinar  Federico),  Gatedrático  de 
la  Facultad  de  Giencias,  Director  del  Jardín  Botánico, 
Jefe  de  la  Sección  de  cultivos.— G.  déla  Estrella,  7,  prin- 
cipal, Madrid. — (Geología  y  Botánica.) 

1898.  Gregorio  y  Rogasolano  (D.  Antonio),  Gatedrático  de  Quí- 
mica en  la  Facultad  de  Giencias. — Temple,  20,  Zaragoza. 
(Gramíneas.) 

1905.  Guijelmo  (Excmo.  Sr.  D.  José),  Ex-Director  general  de 
Penales. — G.  de  Jorge  Juan,  7,  Madrid. 

1893.  Guillen  (D.  Vicente),  Médico-cirujano,  Jardinero  mayor 
del  Botánico. — Valencia. 

1901.  Gutiérrez  Martín  (D.  Daniel),  Doctor  en  Farmacia. — 

Gonstitución,    17,  Mercado  chico,   Avila. —  (Botánica  y 

Entomología  de  la  Provincia.) 
1898.     Halcón  (D.  Fernando),  Marqués  de  San  Gil. — G.  de  Al- 
fonso XII,  50,  Sevilla. — (Patología  vegetal. J 
1890.     Hernández  y  Álvarez  (D.  José),  Licenciado  en  Giencias 

naturales,  Gatedrático  de  Agpcultura  en  el  Instituto. — 

Badajoz. — (Botánica.) 
1893.     Hernández  Pacheco  y  Esteban  (D.  Eduardo),  Doctor  en 

Giencias  naturales,  Gatedrático  en  el  Instituto. — Górdo- 

ba. — (Geología.) 


22  LISTA    DE    SOCIOS 

1875.  Heyden  (D.  Lucas  von),  Mayor  en  reserva,  Doctor  en 
Filosofía,  honoris  causa,  individuo  de  las  Sociedades 
Entomológicas  de  Alemania,  Francia,  San  Petersburgo^ 
Suiza,  Italia,  etc.,  Caballero  de  las  Ordenes  del  Águila 
Roja  prusiana,  de  la  Cruz  de  Hierro  y  de  San  Juan. — 
Schlosstrasse,  54,  Bockenheim,  Frankfurt  am  Main  (Ale- 
mania).— (Coleópteros.) 

1888.  Hoyos  (D.  Luis),  Doctor  en  Ciencias  naturales  y  en  Dere- 
cho, Catedrático  de  Agricultura  en  el  Instituto. — Toledo. 
(Antropología.) 

1901.  HcEso  (D,  José),  Doctor  en  Ciencias,  Profesor  numerario 
de  la  Escuela  Normal.— Valencia. 

1895.  HuiDOBRO  Y  Hernández  (D.  José),  Doctor  en  Ciencias,  Con- 
servador, por  oposición,  en  el  Museo  de  Ciencias  natu- 
rales.—C.  de  Ruiz,  12,  2.%  Madrid. 

1899.  Ibáñez  Díaz  (D.  Francisco  Antonio),  Duque,  9,  Cartagena. 
(Botánica.) 

1895.     Ibarlucea  (D.   Casto),  Catedrático  de  Agricultura  en  el 

T .Ji-_i_  íT n       ¡no     r^  ! 


Instituto. — Moreras,  6,  2.°,  Cáceres. 

1902.  Imprenta  de  Fortanet. — C.  de  la  Libertad,  29,  Madrid. 

1905.  Instituto  general  y  técnico  de  Badajoz  (Biblioteca  del). 

1906.  Instituto  general  y  técnico  de  Baeza. 

1903.  Instituto  general  y  técnico  de  Barcelona. 

1901.  Instituto  general  y  técnico  de  Burgos. 

1902.  Instituto  general  y  técnico  de  Cáceres. 
1906.     Instituto  general  y  técnico  de  Ciudad  Real, 
1872.     Instituto  general  y  técnico  de  Córdoba. 
1901.     Instituto  general  y  técnico  de  Guadalajara. 

1903.  Instituto  general  y  técnico  de  Huelva. 
Instituto  general  y  técnico  de  Orense. 
Instituto  general  y  técnico  de  Falencia. 
Instituto  general  y  técnico  de  Palma  de  Mallorca, 
Instituto  general  y  técnico  de  Pontevedra. 
Instituto    general   y  técnico  de   San  Isidro  (Biblioteca 

del).— Madrid. 


1904 
1904 
1901 
1904 

1872 


del).— Madrid. 
Instituto  general  y  técnico  de  San  Sebastián  (Guipúzcoa). 
Instituto  general  y  técnico  de  Santiago. 


1903. 

1901.  Instituto  general  y  técnico  de  Santiago. 

1880.  Instituto  general  y  técnico  de  Valencia. 

1901.  Instituto  general  y  técnico  de  Vitoria. 

1901.  Instituto  general  y  técnico  de  Zaragoza. 


DE    LA    REAL    ESPAÑOLA    DE    HISTORIA    NATURAL.  -23 

1873.  IÑARRA  Y  Echevarría  (D.  Fermín),  Catedrático  en  el  Ins- 
tituto general  y  técnico  de  Guipúzcoa. — G.  de  San  Mar- 
tín, 21,  -2.0,  San  Sebastián. 

1904.  Iradier  (D.  Cesáreo),  Arquitecto.— C.  de  la  Lealtad,  2, 
Madrid. 

1904.  Jacobs  (Dr,  H.)  —  Luxemburgplatz,  3,  Wiesbaden  (Ale- 
mania.) 

1872.     Jardín  Hotánico  (Biblioteca  del). — Madrid. 

190G.  Jerónimo  Barroso  (D.  Manuel),  Licenciado  en  Ciencias. — 
Segovia. 

1896.  Jiménez  Cano  (D.  Juan),  Catedrático  de  Historia  natural 
en  el  Instituto.  Casa  Blanca. — Cuenca. — (Lepidópteros.) 

1884.  Jiménez  de  Cisnehos  (D.  Daniel),  Catedrático  de  Historia 
natural  en  el  Instituto. — C.  de  Medina,  38,  Alicante. 

1899.  Jiménez  Munuera  (D.  Francisco  de  P.) — C.  del  Car- 
men, 57,  3.°,  Cartagena. — (Botánica.) 

1898.  JiMENO  (D.  Hilarión),  Doctor  en  Ciencias,  Director  del 
Laboratorio  químico  municipal. —  Coso,  127,  Zaragoza. 

1901.  JiMENO  Egurbide  (D.  Florentino),  Doctoren  Farmacia. — 
Plaza  Real,  1,  Barcelona. 

1906.  Julia  Olsina  (D.  Juan),  Licenciado  en  Farmacia. — C.  de 
Buena  vista,  9,  Barcelona. — (Botánica. ) 

1895.  Kheil  (D.  Napoleón  M.),  Profesor  en  la  Escuela  de  Co- 
mercio, Socio  del  Club  de  Historia  natural  de  Praga  y  de 
las  Sociedades  Entomológicas  de  Berlín,  Steltin  y  Dres- 
de. — Ferdinandstrasse,  38,  Praga  (Bohemia). 

1906.  Laboratorio  de  radiactividad  de  la  Facultad  de  Ciencias 
de  Madrid. 

1884.  Lauffer  (D.  Jorge),  Agregado  al  Museo  de  Ciencias  natu- 
rales, Caballero  de  la  orden  civil  de  Alfonso  XII. — Calle 
de  Juan  de  Mena,  5,  Madrid. — (Coleópteros  de  Europa.) 

1901.  Laza  (D.  Enrique),  Director  propietario  del  Laboratorio 
químico. — C.  del  Duque  de  la  Victoria,  6,  Málaga. 

1880,  Lázaro  é  Ibiza  (D.  Blas),  de  la  Real  Academia  de  Cien- 
cias, Doctor  en  Farmacia  y  en  Ciencias,  Catedrático 
de  la  Facultad  de  Farmacia. — C.  de  Palafox,  19,  Hotel, 
Madrid. — (Botánica.) 

1905.     Liceo  Recreo  Orensano. — Orense. 

1889.  López  de  Zuazo  (D.  José),  Doctor  en  Ciencias  naturales, 
Catedrático  en  el  Instituto. — Burgos. 


24  LISTA   DE    SOCIOS 

1901.     LÓPEZ  Mendigutia  (D.  Fernando). — G.  de  Gampoamor,  12, 

Madrid. 
1905,     Lozano  Rey  (D.  Luis),  DocLor  en  Ciencias,  Conservador 

del   Museo    de    Ciencias    naturales. — Galle    de    Veláz- 

quez,  36,  Madrid. 
1897,     Llanas  (D.  José  María),  Farmacéutico  militar.  —  G.   del 

Almirante,  17,  Madrid.  ,«, 

1901.  Llenas  y  Fernández  (D.  Manuel). — G.  del  Carmen,  44,  2.°, 

1.',  Barcelona. — (Botánica.) 

1902.  Llobet  y  Pastors  (D.  Luis),  Farmacéutico. — Gerona. 

1902.  Llord   y   Gamboa    (D.    Ramón),    Doctor    en    Ciencias   y 

Medicina. — Jorge  Juan,  13,  Madrid. — (Química  geo- 
lógica.) 

1897.  Maciñeira  y  Pabdo  (D.  Federico  G.),  Cronista  oficial  de 
Ortigueira  (La  Coruña). — (Prehistoria.) 

1878.     Mac- Lennan  (D.  José),  Ingeniero. — Apartado  38  (Bilbao). 

1905.  Madariaga  (D.  Guillermo). — G.  de  Luis  Vélez  de  Gueva- 
ra, 11,  Madrid. 

1887.  Madrid  Moreno  (D.  José),  Doctor  en  Ciencias,  Profesor 
Sub-Jefe  encargado  de  la  Sección  de  bacteriología  del 
Laboratorio  municipal,  Catedrático  de  Técnica  micro - 
gráfica  é  Histología  vegetal  y  animal  en  la  F'acultad  de 
Ciencias,  Consejero  de  Sanidad. —  G.  de  Serrano,  40, 
Madrid. — (Micrografía.) 

1903.  Maluquer  y  Nigolau  (D.  José). — Jaime  I,  14. — Barce- 

lona.— (Malacología.) 

1904.  Maluquer  y  Nigolau  (D.  Salvador). — Jaime  I,  14,  Barce- 

lona.— (Lepidópteros.) 

1873.  Marín  y  Sancho  (D.  Francisco),  Licenciado  en  Farmacia. 
G.  de  Silva,  49,  2."  derecha,  Madrid. 

1899.  Martín  Ayuso  (D.  Dionisio),  Ingeniero  agrónomo,  Direc- 
tor y  Catedrático  del  Instituto. — Oviedo. 

1901.  Martínez  y  Martínez  (D.  Cesáreo),  Catedrático  en  el  Ins- 
tituto.— G.  del  Convento,  2,  Gijón. 

1897.  Martínez  Gámez  (R.  P.  Vicente). — Fuente,  5,  Jimena 
(Jaén). — (Ornitología  de  España.) 

1903.    Martínez  Girón (D.  Paulino).— Corral  del  Rey,  11,  Sevilla. 

1893.  Martínez  Núñez  (R.  P.  Zacarías),  Agustino,  Licenciado 
en  Ciencias  naturales.  Director  del  Real  Colegio  de  Al- 
fonso XII. — El  Escorial  (Madrid). 


DE    LA   REAL    ESPAÑOLA   DE    HISTüUIA    NATURAL.  25 

1874.  Martínez  y  Ángel  (D.  Antonio),  Doctor  ea  Medicina. — 
G.  de  Hortaleza,  89,  Madrid. 

1889.  Martínez  de  la  Escalera  (D.  Manuel). — G.  de  Núñez  de 
Balboa,  17,  Madrid. — (Coleópteros  de  Europa.) 

1892.  Martínez  Fernández  (D.  Antonio),  Doctor  en  Giencias 
naturales,  Gatedrático  en  el  Instituto. — Giudad  Real. — 
(Entomología  é  Histología.) 

1889.  Martínez  Pacheco  (D,  José),  Doctor  en  Farmacia. — G.  de 
San  Miguel,  21  duplicado,  principal,  Madrid. 

s.  F.  Martínez  y  Sáez  (D,  Francisco  de  Paula),  Gatedrático  en 
la  Facultad  de  Giencias,  Jefe  de  la  Sección  de  Osteozoolo- 
gía  en  el  Museo. — C.  de  San  Quintín,  6,  principal,  Mr- 
dvid.— (Coleópteros  de  Europa.) 

1906.  Martínez  Sáenz  (D.  José). — Licenciado  en  Farmacia. — 
Granada. 

1906.  Martínez  de  Pisón  y  Paternina,  Conde  de  Villafran- 
queza,  exalumno  de  Grignon  (Francia). — Río  Gabriel, 
Requena  (Valencia). 

1906.  Martínez  Lechón  (D.  Enrique). — G.  de  Jovellanos,  Se- 
villa. 

1898.  Más  y  Guindal  (D.  Joaquín],  Oficial  2."  de  Sanidad  mi- 
litar.—  G.  del  Gonde  Duque,  40,  principal  derecha, 
Madrid. 

1898.  Mateos  Pérez  (D.  Félix),  Profesor  en  la  Escuela  de  Vete- 
rinaria.— Santiago  (Galicia). 

1882.  Mazarredo  (D.  Garlos),  Ingeniero  Jefe  de  Montes. — G.  de 
Glaudio  Goello,  24,  Madrid. — (Neurópteros  y  Arác- 
nidos.) 

1905.  Mazarredo  (D.  Rafael),  Ingeniero  Jefe  de  Gaminos. — 
G.  de  Alcalá, '31,  Madrid. 

1897.  Mazo  y  Franza  (D.  Julio  del),  Abogado. — Arguijo,  5,  Se- 
villa.— f  Ornitología.  J 

1884.  Mederos  Y  Manzanos  (D.  Pedro),  Licenciado  en  Giencias 
naturales. — San  Lorenzo  (Gran  Ganaría). 

1888.  Medina  Ramos  (D.  Manuel),  Doctor  en  Medicina,  Gate- 
drático de  Anatomía  en  la  Escuela  de  Medicina. — G.  de 
San  Vicente,  8,  Sevilla. — (Himenópteros.) 

1892.  Mendoza  (D.  Antonio),  Jefe  del  Laboratorio  provincial  en 
el  Hospital  de  San  Juan  de  Dios. — G.  de  Santa  Isabel, 
34,  Madrid. 


26  LISTA   DE    SOCIOS 

1906.     Menet  (D.  Adolfo).— C.  de  la  Ballesta,  30,  Madrid. 
1879.     Mehcado  y  González  (D.  Matías),  Médico  cirujano  titular. 
Nava  del  Rey  (Valladolid). 

1897.  Merino  (R.  P.  Baltasar),  S.  J.,  Profesor  de  Física  y  Química 

en  el  Colegio  de  La  Guardia  (Pontevedra). — (Botánica.) 
1894.     Miquel  é  Irizar  (D.  Manuel  de),  Teniente  Coronel   de 

Ingenieros. — Hotel  de  Inglaterra,  Sevilla. 
s.  F.       Mir  y  Navarro  (D.  Manuel),  Director  y  Catedrático  de 
Historia  natural  del  Instituto. — J^aseo  de  Gracia,  43,  2.°, 
1.%  Barcelona. 
1876.     MiRALLEs  DE  Imperial  (D.  Clemente), — Rambla  de  Estu- 
dios, 1,  2.°,  1.%  Barcelona. 

1902.  Moles  Ormella  (D.  Enrique). — Balmes,  19,  Barcelona. 

1905.  MoNviEDRO  Y  Abellán  (D.  Antonio). — Madrid. 

1903.  MoRÁN  Bayo  (D,  Juan),  Catedrático  de  Agricultura  en  el 

Instituto  (Córdoba);  durante  el  verano  en  Medina  de  las 
Torres  (Badajoz). 
1900.     MoRODER  Y  Sala    (D.   Federico).— C.   de   En    Bou,    11, 
Valencia. 

1906.  Moscoso  (D.  M.  R.). — San  José  de  las  Matas  (Provincia  de 

Santiago),  República  Dominicana. — (Botánica). 

1898.  MoYANO  Y  Moyano  (D.  Pedro),  Catedrático  en  la  Escuela 

de  Veterinaria. —  Azogue,  96  y  98,  Zaragoza. — (Etnolo- 
gía zootécnica.) 

1902.  Mufiüz-CoBO  (D.  Luis),  Doctoren  Ciencias. — Catedrático 
en  el  Instituto. — Baeza. — (Malacología  y  Mineralogía.) 

1898.  Muñoz  Ramos  (D.  Eugenio),  Doctor  en  Farmacia,  Li- 
cenciado en  Ciencias  físico-químicas.  Director  del  Labo- 
ratorio municipal  y  provincial.  —  Valladolid.  —  (Micro- 
grafía.) 

1872.  Museo  de  Ciencias  naturales  (Biblioteca  del). — Paseo  de 
Recoletos,  20,  bajo,  Madrid. 

1894.  Museo  Pedagógico  (Biblioteca  del).  —  C.  de  Daoiz,  3, 
Madrid. 

1889.  Muso  Y  Moreno  (D.  José),  Ingeniero  de  Montes.— C.  del 
Amor  de  Dios,  1,  Madrid. 

1889.  Nacher  y  Vilar  (D.  Pascual),  Catedrático  en  la  Facultad 
de  Ciencias. — Granada. 

1905.     Nassimento  (D.  Luis  Gonzaga  do). — Setubal  (Portugal). 

1905.     Navarrete  (D.  Adolfo).— C.  de  Zurbauo,  8,  Madrid. 


DE    LA   REAL    ESPAÑOLA    DE    HISTORIA    NATURAL.  TI 

1903.     Navarro  (D.  Leandro),  Profesor  de  Patología  vegetal  en 

el  Instituto  Agrícola  de  Alfonso  XII. — Madrid. 
1896.     Navas  (R.  P.  Longinos),  S.  J.,  Profesor  del  Colegio  del 

Salvador. — Zaragoza. — fNeurópterosJ 
1905.     Noval   (D.    José   del).— G.   del    Conde   de   Aranda,  13, 

Madrid. 
1902,     Novella  (D.  Joaquín),  Licenciado  en  Ciencias  naturales 

y  Abogado. — G.  de  Mariano  Padilla,  29,  Murcia. 

1898.  Novoa  y  Alvar ez  (D.  Francisco),  Vice-cónsul  de  Portu- 

gal en  Goyán,  Socio  correspondiente  de  la  Arqueológica 
de  Pontevedra  y  de  la  Española  de  Higiene,  Comenda- 
dor de  las  Ordenes  de  Cristo  y  de  la  Concepción  de  Villa- 
viciosa  de  Portugal,  Médico  municipal  de  Tomiño. — (Por 
Tuy),  Goyán. 

1905.     NúÑEz  DE  Prado  (D.  Enrique).— C.  de  Olózaga,  8,  Madrid. 

1872.  Oberthür  (D.  Carlos),  de  la  Sociedad  Entomológica  de 
Francia. — Faubourg  de  Paris,  20,  Reúnes  (Ile-et-Vilai- 
ne),  Francia. — (Lepidópteros.) 

1872.  Oberthür  (D.  Renato),  de  la  Sociedad  Entomológica  de 
Francia. — Faubourg  de  Paris,  20,  Reúnes  (Ile-et-Vilai- 
ne),  Francia. — (Coleópteros.) 

1872.     Observatorio  Astronómico.  (Biblioteca  del). — Madrid. 

1901.  Oliver  Rodés  (D.  Benito).— Rambla  de  San  José,  23, 
Barcelona. — (Análisis  de  química  mineral.) 

1896.  Olóriz  (D.  Federico),  de  la  Real  Academia  de  Medicina, 

Catedrático  en  la  Facultad  de  Medicina.— C.  de  Atocha, 
96,  Madrid. — (Antropología.) 
1887.     Onís  (D.  Mauricio   Carlos  de).   Licenciado   en  Ciencias. 
C.  de  Santa  Engracia,  23,  principal,  Madrid. 

1899.  Oramas  y  González  (D.  Pablo).— La  Orotava  (Canarias).— 

(Coleópteros  y  Ornitología  de  Canarias.) 
1890.     Ortega  y  Mayor  (I).  Enrique). — C.  de  Carretas,  14,  Labo- 
ratorio químico,  Madrid. 

1897.  Orueta  (D.  Domingo  de),  Ingeniero  de  Minas.— Gijón. — 

(Fauna  inferior  marina  del  Cantábrico.) 
1899.     Otero  (D.  Julio),   Ingeniero  agrónomo  y  Director  de  la 

Granja  agrícola  de  la  Moncloa. — G.  del  Florín,  2,  Madrid. 
1905.     Padró  (D.  José),  Tecuógrafo  de  la  Facultad  de  Ciencias. 

C.  de  San  Quintín,  10,  Madrid. 
1894.     Palacios  (D.  Pedro),  de  la  Real  Academia  de  Ciencias,  In- 


28  LISTA    DE    SOCIOS 

geniei'O  Jefe  del  Cuerpo  de  Minas.— G.  de  Nicolás  María 
Rivero,  8,  Madrid. 

1881.  Pantel  (R.  P.  José),  S.  J. — Kasteel  Gemert  por  Helmond. 
Holanda  (Bravante  septentrional). — (Anatoynía  de  insec- 
tos, Ortópteros.) 

1905.  Pardillo  Vaquer  (D.  Francisco),  Licenciado  en  Ciencias 
naturales. — Madrid. 

189tS.  Pardo  y  Sastrón  (D.  José),  Licenciado  en  Farmacia. — 
Valdealgorfa,  por  Zaragoza  y  Alcañiz  (Teruel).  —  (Bo- 
tánica.) 

1890.  Pau  (D.  Garlos),  Farmacéutico. — Segorbe  (Castellón). — 
(Botánica.) 

•1882.  Paúl  y  Arozarena  (D.  Manuel  José  de). — Plaza  chica  de 
San  Vicente,  1,  Sevilla. — (Patología  vegetal.) 

1903.  Pazos  Cabalf.ero  (D.  J.  H.),  Médico-cirujano. —  Martí,  28, 

San  Antonio  de  los  Baños  (Cuba). — (Dípteros parásitos.) 
1898.  Pella  y  Forgas  (D.  Pedro),  Ingeniero  industrial,  químico 
y  mecánico.  Socio  de  mérito  de  las  Económicas  Arago- 
nesa y  Gerundense  de  Amigos  del  País  y  del  Ateneo  de 
Teruel,  ingeniero  Jefe  de  la  explotación  del  Ferrocarril 
de  Cariñena  á  Zaragoza. — Zaragoza. — (Geología.) 

1904.  Peña  Martí  (D.  Alfredo),  Capitán  Cajero  de  la  Comisión 

liquidadora  de  la  Guardia  civil. — C.  de  la  Farmacia,  6, 
Madrid. — (Aves  insectívoras.) 

1905.  Pérez  y  Jiménez  (D.  Nicolás),  Médico-Director  del  Cuerpo 

de  Baños. — Cabeza  del  Buey  (Badajoz). 

1881.  Pérez  Lara  (D.  José  María). — Jerez  de  la  Frontera  (Cá- 
diz).— (Botánica.) 

1873.  Pérez  Ortego  (D.  Enrique) ,  Doctor  en  Ciencias. — Pro- 
fesor auxiliar  en  el  Instituto  del  Cardenal  Cisneros. — 
C.  de  San  Bernardino,  7,  Madrid. 

1894.  Pérez  Zúñiga  (D.  Enrique),  Profesor  auxiliar  en  la  Facul- 
tad de  Medicina. — C.  del  Fúcar,  19  y  21,  Madrid. 

1902.  Pi  Y  SuÑER  (D.  Augusto),  Catedrático  en  la  Facultad  de 
Medicina. — Barcelona. 

1901.  Pie  (D.  Mauricio),  de  la  Sociedad  entomológica  de  Fran- 
cia.—  Digoin  (Saóue-et-Loire),  Francia.  —  (Ent.  general 
de  Argelia.  Col.  é  Himenopt.  paleart.  Meliridos,  Ptini- 
dos,  Anticidos.,  Pedílidos,  Brüquidos  y  Nanophyes  de 
todo  el  mundo.) 


DE    LA   llEAL    ESPAÑOLA   DE    HISTORL\    NATURAL.  2r. 

1903.  PíTTALUGA  (D.  Gustavo),  Doctor  en  Medicina.— G.  del 
Marqués  del  Duero,  10,  1.°,  Madrid.  —  (Investigaciones 
micrográficas  aplicadas  á  la  clínica.) 

1903.     Planellas  (D.  Juan),  Farmacéutico. — Gayey  (Puerto  Rico). 

1905.  PoNs  (D.  Enrique),  Licenciado  en  Ciencias  naturales, 
Catedrático  en  el  Instituto  de  Canarias. 

1887.  Prado  y  Sáinz  (D.  Salvador),  Doctor  en  Ciencias  natu- 
rales. Catedrático  y  Director  del  Instituto. — Guadalajara. 

1874.  PuiG  Y  Larraz  (D.  Gabriel),  Ingeniero  de  Minas. — C.  de 
Fomento,  1  duplicado,  1.°  derecha,  Madrid. 

1895.  Ramón  y  Cajal  (D.  Pedro) ,  Catedrático  en  la  Facultad  de 
Medicina. — Sitios,  6,  Zaragoza. — (Histología.) 

1903.  Ramos  de  Molins  (D.  Federico). — Ronda  de  San  Pedro,  33, 
Barcelona. — (Histología.) 

1903.  Raspail  (D.  Javier). — Goubieux  (Oise)  Francia. — (Orni- 
tología.) 

1905.  Ratto  [D.  Juan).— Palm  Tree  House  Hotel,  Mogador 
(África). — (  Entomología). 

1872.  Real  Academia  de  Ciencias  exactas,  físicas  y  naturales 
(Biblioteca  de  la).— C.  de  Valverde,  26,  Madrid. 

1901.  Real  Biblioteca  de  Berlín  (KOnigliche  Bibliothek).— Beh- 
renstrasse,  40,  Berlín  W.  G4. 

1883.  Reyes  y  Prosper  (D.  Eduardo),  Catedrático  de  Fitografía 
en  la  Facultad  de  Ciencias,  Jefe  de  la  Sección  de  herba- 
rios en  el  Jardín  Botánico. — C.  de  la  Palma  Alta,  30, 
Madrid. — (Anatomía  m,icroscópica  vegetal,  Criptógamas 
y  Orquídeas  de  España.) 

1872.  Ribera  (limo.  Sr.  D.  Emilio),  Doctor  en  Ciencias  natura- 
les; Conservador  mayor,  Jefe  administrativo  del  Museo 
de  Ciencias  naturales.  —  C.  de  Prim,  15,  Madrid. 

1901.  Rio  (D.  Carlos  del),  Naturalista  agregado  al  Museo  de 

Ciencias.— Redacción  de  «El  Liberal»,  Bilbao. 
1886.     RiojA  Y  Martín  (D.  José),  Doctor  en  Ciencias  naturales, 
Director  de  ia  Estación  de  biología  marina. — C.  de  Cas- 
telar,  Puerto  chico  (Santander). —  (Anatomía  de  anima- 
les inferiores.) 

1902.  RivÁ  (D.  Maximino  de  la),  Profesor  auxiliar  en  la  Facul- 

tad de  Farmacia. — Santiago. 
1901.    RiVAS  Mateos  (D.  Aurelio),  Licenciado  en  Farmacia. — 
Serradilla  íCáceres). 


30  LISTA    DE    SOCIOS 

1896.  RivAS  Mateos  (D.  Marcelo),  Catedrático  en  la  Facultad  de 
Farmacia  de  la  Universidad, — Paseo  del  Cisne,  5,  Ma- 
drid.— (Botánica.) 

1902.  Rivera  y  Ruiz  (D.  Miguel),  Catedrático  en  el  Instituto. — 

Murcia. 

1903.  Rivera  Vidal  (D.  Pedro). — Barcelona. — (Botánica.) 

1884.  Rodríguez  Aguado  (D.   Enrique),  Doctor  en  Ciencias  y 

Medicina,  Profesor  auxiliar  de  la  Facultad  de  Ciencias. 

C.  de  Silva,  2,  1.°,  Madrid. 
1906.     Rodríguez  v  López  Neira  (D.  Carlos). — C.  de  Malasaña,  9, 

Madrid. 
1903.     Rodríguez  y  López  Neira  (D.  Manuel),  Farmacéutico. — 

C.  de  Malasaña,  9,  Madrid. 
1880.     Rodríguez   Mourelo    (D.  José),  Académico  de  la   Real 

de  Ciencias  exactas,   físicas   y  naturales.    Profesor   de 

Química  industrial  orgánica  en  la  Escuela  Superior  de 

Artes  é  Lidustrias.  —  C.   del  Piamonle,  14,   Madrid. — 

(Mineralogía.) 

1902,  RoF  Y  Codina  (D.  Juan),  Veterinario  Militar. — Plaza  de  la 

Feria,  19,  Lugo. 

1905.  Royo  y  Llobat  (D.  Adolfo),  Farmacéutico.  — Ruzafa,  39, 
Valencia. — (Malacología.) 

1887.  Ruiz  Arana  (D.  Segundo  S.),  Licenciado  en  Farmacia. — 
Caparroso  (Navarra). 

1873.  Saavedra  (Excmo.  Sr.  D.  Eduardo),  Ingeniero  de  Cami- 
nos, Individuo  de  las  Reales  Academias  de  la  Lengua, 
de  Ciencias  y  de  la  Historia,  Consejero  de  Instrucción 
pública. — C.  de  Fuencarral,  74  y  76,  principal,  Ma- 
drid. 

1890.  Sáenz  y  López  (D.  Juan),  Licenciado  en  Ciencias  natu- 

rales, Director  del  Colegio  de  Sania  Ana, — Mérida  (Ba- 
dajoz). 

1903.  Saforcada  Adema  (D.  Manuel). — Barcelona. 

1901.  Sánchez  Bruil  (D.  Mariano),  Catedrático  en  el  Instituto 
general  y  técnico. — C.  de  Alfonso  I,  28,  Zaragoza. 

1891.  Sánchez  Navarro  y  Neumann  (D.  Emilio),  Doctor  en  Cien- 

cias naturales,  Profesor  auxiliar  en  el  Instituto. — C,  de 
Santa  Inés,  1 4,  Cádiz, — (Entomología.) 

1885.  Sánchez  y   Sánchez   (D.  Domingo),  Doctor  en  Ciencias 

naturales   y  en  Medicina,  Conservador,  por  oposición. 


DE   LA   REAL    ESPAÑOLA    DE    HISTORIA   NATURAL.  31 

en  el  Museo,  Profesor  en  la  Escuela  de  Arles  é  Indus- 
trias.— G.  de  Atocha,  96,  Madrid. —  C Anatomía  compa- 
rada.) 

1899.  Sanchíz  Pertegas  (Exorno.  Sr.  D.  José).— G.  de  San  Vicen- 

te, 151,  Valencia. 

1905.  Sancho  (D.  Enrique)— G.  de  Orellana,  1,  Madrid. 

1906.  San  Miguel  de  la  Gámara  (D.  Maximiuo). — G.  de  Hor- 

taleza,  76,  Madrid. 

1901.  San  Román  Elena  (D.  Manuel),  Doctor  en  Teología,  Licen- 

ciado en  Derecho,  Ganónigo  Doctoral  de  la  S.  I.  G.  de 
Galahorra  (Logroño). 

1902.  San  Salafranca  (D.  Francisco). — Gondal,  9,  Barcelona. 
1895.     Santo  Domingo  y   López  (D,  Agustín),  Gatedráfico  en  el 

Instituto. — Soria. 

1898.  Santos  y  Abreu  (D.  Elias) ,  Licenciado  en  Medicina  y  Ci- 
rugía y  Director  del  Museo  de  Historia  natural  y  Etno- 
gráfico.— Santa  Gruz  de  La  Palma  (Ganarias).  —  (Ento- 
mología y  Botánica.) 

1879.  Sanz  de  Diego  (D.  Maximino),  Disecador  1.°,  por  oposi- 
ción, del  Museo  de  Giencias  naturales. — G.  de  San  Ber- 
nardo, 94,  1.°,  Madrid. — (Comerciante  en  objetos  y  libros 
de  Historia  natural  y  en  utensilios  para  la  recolección, 
preparación  y  conservación  de  las  colecciones;  cambio  y 
venta  de  ¡as  mistnas  en  todos  los  ramos.) 

1900.  Saulcy  (Feliciano  Gaignart  de). — 3,  rué  Ghátillon,  Metz 

(Lorraine). — (Coleópteros  y  Ortópteros  de  Europa.) 
1902.  ScHRAMM  (D.  Jorge).— G.  de  Monteleón,  23,  pral.,  Ma- 
drid.— (Coleópteros,  Cerambícidos.) 
1886.  Seebold  (D,  Teodoro),  Ingeniero  civil,  de  la  Sociedad  de 
Ingenieros  civiles  de  París,  Gomendador  de  la  Orden  de 
Garlos  III,  Gaballero  de  varias  órdenes  extranjeras. — 
Square  du  Roule,  2,  París. — (Lepidópteros.) 

1898.  Segovia  y  Corrales  (D.  Alberto),  Catedrático  de  Zoología 

general  en  la  Facultad  de  Ciencias. — G.  de  Leganitos, 

47,  Madrid. 
1902.     Seminario  conciliar  de  Orihueia. 
1872.     Senado  (Biblioteca  del).— Madrid. 
1897.     Seras  y  González  (D.  Antonio). — Monsalves,  12,  Sevilla. 

(Histología.) 

1899.  Silva  Tavares  (Excmo.  Sr.  D.  Joaquín  de),  déla  Real  Acá- 


32  LISTA    DE    SOCIOS 

demia  de  Ciencias  de  Lisboa,  de  la  Sociedad  entomoló- 
gica de  Francia,  Profesor  en  el  Colegio  de  San  Fiel, 
Portugal. — (Zoocecidias.) 

1889.  SiMARRO  (D.   Luis),  Doctor  en  Medicina,  Catedrático  de 

Psicología  experimental  en  la  Facultad  de  Ciencias. — 
C.  del  General  Oráa,  5,  Madrid. — (Histología.) 
1880.     Simón  (D.  Eugenio).— Villa  Said  (70,  rué  Pergolose),  16, 
Paris  16<'. — [Arácnidos.) 

1890.  SiRET  (D.  Luis),  Ingeniero. —  Cuevas  de  Vera  (Almería). 

(Geología  y  Antropología.) 

1901.  Sobrado  Maestro  (D.  César),  Catedrático  en  la  Facultad 

de  Farmacia. — Santiago. — (Botánica.) 

1902.  SoLÁ  Y  BoscH  (D.  Francisco  de  A.),  Farmacéutico. — Ca- 

rrer  Non,  33,  San  Pol  de  Mar  (Barcelona). 
s.  F.       Solano  y  Eulate  (D.  José  María),  Marqués  del  Socorro, 
Catedrático  en  la  Facultad  de  Ciencias,  Jefe  de  la  Sec- 
ción de  Geología  en  el  Museo. — C.  de  Jacometrezo,  41, 
Madrid. — (Mineralogía  y  Geología.) 

1901.  Soler  y  Batlle  (D.  Enrique),  Farmacéutico  militar.— 

C.  Mayor,  51,  Sarria  (Barcelona). — (Botánica). 

1898.  Soler  y  Cargeller  (D.  Juan  Pablo),  Doctor  en  Ciencias, 

Catedrático  de  Agricultura  en  el  Instituto  general  y  téc- 
nico.— C.  de  Alcoraz,  7,  Huesca. — (Microquímica.) 

1904.  Spoerri  (D.  Eurico). — Librero.— Pisa  (Italia). 

1903.  SuEiRAS  Olave  (D.  José). — Hospital  Militar,  Jesús  María, 

letra  E  (Hoteles).  —  Santa  Cruz  de  Tenerife  (Canarias). 

1905.  Surmely   (D.  Eduardo),  Profesor  de  idiomas. — Concep- 

ción Jerónima,  15  y  17,  Madrid. 
1903.     Taboada  Tundidor  (D.  José),  Licenciado  en  Ciencias  na- 
turales.— Orense. — (Entomología.) 

1 899.  Tarazona  y  Blanch  (D.  Ignacio),  Catedrático  en  la  Facultad 

de  Ciencias. — Valencia. 
1899.     Tarín  y  Juaneda  (D.  Rafael),  Doctor  en  Ciencias  natura- 
les. Profesor  auxiliar  de  la  Universidad. — Torno  de  San 
Cristóbal,  9,  Valencia. 

1902.  Tejero  y  Moreno  (D.  Germán),   Profesor  auxiliar  en  la 

Escuela  de  Veterinaria.— C.  de  Bailen,  39,  Madrid. 
1901.     Tomás  y  Gómez  (D.  Calixto),  Catedrático  de  Anatomía  en 
la  Escuela  de  Veterinaria— Córdoba.— fAnaíomía  com' 
parada.) 


DE    LA    REAL    ESPAÑOLA   DE    HISTORIA   NATURAL.  33 

1901.  Tomás  y  Radó  (D.  Juan). — G.  de  Fortuny,  4,  enlr.°,  Bar- 

celona.— f Mineralogía.) 
1900.     ToRREMOCHA  Tellez  (D.  Lofcnzo),  Médico  militar — C.  de 

Sánchez  Bastillo,  3,  Madrid. 
1882.     ToRREPANDO  (Sr.  Conde  de),  Ingeniero  de  Montes. — G.  de 

Ferraz,  48,  hotel,  Madrid. 

1902.  Turró  (D.  Ramón). — G.  del  Notariado,  10,  Barcelona. — 

(Bacteriología.) 

1896.  Tutor  (D.  Vicente),  Doctor  en  Medicina. — Calahorra  (Lo- 

groño).— (Coleópteros.) 

1903.  Universidad  de  Santo  Tomás. — Manila. 

1897.  Urquía  y  Martín  (D.  Ildefonso). — G.  del  Almirante  Ho- 

yos, 7  y  9,  Sevilla. 

1905.  ÜRQuiJO  (D.  Estanislao). — G.  de  Alcalá,  41  cuadruplica- 

do, Madrid. 

1904.  Uruñuela  (D.  Julio),  Licenciado  en  Ciencias  naturales, 

Conservador  en  el  Jardín  Botánico. —  C.  de  la  Monte- 
ra, 39,  Madrid. 

1895.  Val  y  Julián  (D.  Vicente  de),  Licenciado  en  Farmacia, 
Subdelegado  de  Farmacia  del  partido  de  Boi-ja,  Presiden- 
te de  la  Junta  de  Gobierno  del  Colegio  provincial  de  far- 
macéuticos de  Zaragoza,  Socio  corresponsal  de  los  Ilus- 
tres Colegios  de  Farmacia  de  Madrid  y  Barcelona,  de  la 
Sociedad  española  de  Higiene,  Corresponsal  de  la  Médico- 
Quirúrgica  española  y  de  otras  varias  Corporaciones, 
premiado  en  varias  Exposiciones. — (Zaragoza). — (Botá- 
nica.) 

19Ü0.  Vales  Failde  (D.  Javier),  Presbítero  y  Abogado. — C.  de 
la  Colegiata,  20,  Madrid. 

1902.  Vallespinosa  Ruíz  (D.  Florencio). — Consejo  de  Ciento, 
247,  Barcelona, 

1887.  Vázquez  Figueroa  y  Canales  (D.  Aurelio),  Inspector  Jefe 
de  Telégrafos,  jubilado. — C.  de  Mendizábal,  39,  3.°,  Ma- 
drid.— (Lepidópteros  de  Europa.) 

1902.  Vázquez  Figueroa  y  Mohedano  (D.  Antonio),  Arquitec- 
to.—  C.  de  Mendizábal,  39,  Madrid.  —  (Coleópteros  de 
Europa.) 

1906.  VerüaCtUer  Comes  (D.  Pablo). — Valencia. 

1905.  Vera  (D.  Vicente),  Profesor  auxiliar  en  el  Instituto  de  San 

Isidro. — C.  de  la  Concepción  Jerónima,  16,  Madrid. 

T.  vii.-Enero,  1906.  3 


34  LISTA   DE   SOCIOS 

1902.  Vigente  (D.  Melchor),  Maestro  normal. — Ortigosa  de  Ca- 

meros (Logroño). —  (Geología.) 
1899.     Vidal  y  Gompaire  (D.  Pío),  Doctor  en  Ciencias  naturales, 

Conservador,  por  oposición,  en  el  Museo. — Travesía  de 

la  Parada,  8,  Madrid. 
1893.     ViLA  Y  Nadal  (D.  Antonio),  Catedrático  en  la  Facultad  de 

Ciencias. — Salamanca. 

1896.  ViÑALS  Y  Torrero  (D.  Francisco),  Doctor  en  Medicina. — 

C.  de  la  Espada,  4,  principal,  Madrid. 

1904.  Williams  and  Norgate,  Libreros  editores. — 14,  Henrietta 

Street. — Govent  Carden  (Londres),  W.  C. 

1897.  Zamora  y  Garrido  (D.  Justo),  Licenciado  en  Farmacia, 

Director  del  Colegio  de  segunda  enseñanza  de  San  Agus- 
tín.—  Siles  (Jaén),    por  Valdepeñas    é  Infantes. — [E^i- 
tomología ,  especialmente  de  la  Sierra  de  Segura.) 
s.  F.     Zapater  y  Marconell  (D.  Bernardo),  Presbítero. — Alba- 
rracín  (Teruel). — (Botánica.J 

1905.  Zulueta  (D.  Antonio  de).— Plaza  del  Ángel,  13  y  14,  Ma- 

drid.— (Herpetologíx). 

Socios  agregados. 

1904.  Aterido  (D.  Luis),  Jardinero  Mayor  del  Botánico. — Ma- 
drid. 

1906.  Beltrán  BiGORRA  (D.  Francisco),  Alumno  de  Ciencias  na- 

turales.—G.  Mayor,  25,  Nules  (Castellón). 
1899.     Escribano  y  Ramón  de  Moncada  (D.  Francisco),  Licen- 
ciado en  Medicina. — Argamasilla  de  Alba  (Ciudad-Real). 

1898.  Izquierdo  (D.  Juan  Antonio),  Catedrático  de  Ampliación 

de  Física  en  la  Universidad. — Zaragoza. 

1903.  Orensanz  (D.  José),  Profesor  auxiliar  interino  en  la  Es- 

cuela de  Veterinaria. — Zaragoza. 

1897.  Relimpio  y  Ortega  (D.  Federico),  Catedrático  en  la  Facul- 
tad de  Ciencias. — C.  de  Cervantes,  16,  Sevilla. 

1906.  Sabateh  Diana  (D.  Gregorio),  Alumno  de  Ciencias  natu- 
rales.— C.  de  Hernán  Cortés,  14,  Valencia. 

1901.  Sánchez  Pérez  (D.  José  Augusto).  —  Alfonso  1,  28,  Za- 
ragoza. 


DE   LA   REAL   ESPAÑOLA    DE    HISTORIA    NATURAL  35 


Socios  que  han  fallecido  en  1906. 

CORRESPONSALES 

Cohén,  de  Greifswald  (Alemania). 

GoiNCY  (Augusle  de),  Gourtoiseau  (Francia). 

NUMERARIOS 

1894.  Diez  Solorzano  (D.  Manuel),  de  Santander. 

1904.  Malaguil^-.a  (D.  Eduardo),  de  Ciudad-Real. 
1897.  Olavarría  y  Gutiérrez  (D.  Marcial  de),  Madrid. 
1901.  Rives  Maupoey  (D.  José),  de  Barcelona. 

1905.  Ruiz  Llacer  (D.  Antonio),  de  Castellón. 

RESUMEN. 

Socios  protectores G 

—  honorarios 10 

—  correspondientes 52 

—  numerarios 405 

—  agreg-ados 8 

Total 481 

Madrid,  1.°  de  Enero  de  1907. 
El  ^^ecretario, 

Ricardo  García  Mercet. 


índice  geográfico  de  los  socios  ^*^ 


Es:F>^:tTj^ 


Ager  (Lérida) 
Finestres. 

Aguilar  (Cardóla) 
Dargent. 

Albarracin  (Teruel) 
Zapater. 

Alicante 
Jiménez  de  Cisneros. 

Almería 
Benet  Andreu. 

Argamasilla  de  Alba  (C.  Real) 
(A)    Escribano. 

Avila 
Gutiérrez  Martín. 

Aviles  (Oviedo) 
Graiño. 

Badajoz 
Hernández  Alvarez. 
Instituto. 

Baeza 
Becerra. 
Instituto. 
Muñoz  Cobo. 


Barcelona 
Almera. 
Aranzadi. 

Barre  (Barón  de  la). 
Bofill. 
Brugués. 
Buen. 
Calvo. 
Calleja. 
Campe. 
Casamada. 
Casares  (A.) 

Cátedra  de  Historia  natural. 
Compañía  de  Tabacos. 
Cotrina. 
Domenech. 
Facultad  de  Farmacia. 
Ferrer  (C.) 

Ferrer  y  Hernández  (J.) 
Font. 
Instituto. 
Jimeno  Egurbide. 
Julia  Olsina. 
Llenas. 
Maluquer  (J.) 
Maluquer  (S.) 
Mir. 

Miralles. 
Moles. 
Oliver. 


(*)  No  figuran  los  residentes  en  Madrid.  Las  iniciales  H,  C  ó  A,  precediendo  á  un 
apellido,  indican  que  se  trata,  respectivamente,  de  un  socio  honorario,  correspon- 
diente ó  agregado. 


DE   LA   REAL   ESPAÑOLA    DE  HISTORIA   NATURAL. 


Ti 


Ramos  de  Molins. 
Rivera  Vidal. 
Saforcada. 
San  Salafranca. 
Soler  (E.) 
Tomás  y  Radó. 
Turró. 
Vallespinosa. 


Bilbao 


Arellano. 
Río  (C.) 


Burgos 

Instituto. 
López  de  Zuazo. 

Cabeza  del  Buey  (Badajoz) 
Pérez  y  Jiménez. 

Cabra. 
Corrales  Hernández. 

Cáceres 
Ibarlucea. 
Instituto. 

Cádiz 
Sánchez  Navarro. 

Calahorra  (Logroño) 
San  Román  Elena. 
Tutor. 

Calatayud  (Zaragoza) 
Ballestero. 

Canet  de  Mar  (Barcelona) 
Duran. 

Cangas  de  Tineo  (Oviedo) 
Flórez. 

Caparrosa  (Navarra) 
Ruiz  Arana. 

Cartagena  (Murcia) 
Cáceres. 


Calandre. 

Ibáfiez. 

Jiménez  Munuera. 

Castellón 
Alcaraz . 
Alloza. 

Ciudad  Real 
Martínez  Fernández. 
Instituto. 

Córdoba 

Coscollano. 

Hernández  Pacheco. 

Instituto. 

Moran. 

Tomás  y  Gómez  (C.) 

Cuenca 
Jiménez  Cano. 

Cuevas  de  Vera  (Almería) 
Siret. 

Ferrol  (Corufía) 
Comerma. 

Gerona 
Cazurro. 
Esteva. 
Garriga. 
Llobet. 

Grijón  (Oviedo) 

Orueta. 

Martínez  y  Martín. 

Goyán  (Pontevedra) 
Ñovoa. 

Granada 
Biblioteca  universitaria. 
Diez  Tortosa. 

Escuela  normal  de  Maestros. 
Facultad  de  Ciencias. 
Facultad  de  Farmacia. 


ÍNDICE    GEOGRÁFICO    DE    LOS    SOCIOS 


Martínez  Sáenz. 
Nacher. 

Guadalajara 
Instituto. 
Prado. 

Hueiva 
Caibó. 

Garría  y  Garría. 
Instituto. 

Huércal  Overa  (Almería) 
Enríso. 

Huesca 
Escuela  normal  de  Maestros. 
Soler  y  Carceller  (J.  P.) 

Jerez  (Cádiz) 
Pérez  Lara. 

Jimena  (Jaén) 
Martínez  Gámez. 

La  Coruña 
Campo  Prado. 

Za  Guardia  (Pontevedra) 
Merino. 
Laguna  de  Tenerife  (Canarias) 
Cabrera  (A.) 

La  Solana  (C.  Real). 
Fuente. 

La  Orotava  (Canarias) 
Gramas. 

Leganés  (Madrid) 
Fernández  Navarro. 

León 
Blanco  del  Valle. 
Logroño 
JSlizalde. 

Lugo 
Rof  y  Codina. 


Llagostera  (Gerona) 
Gelabert. 

Máhón  (Baleares) 
Alabern. 


Málaga 


Laza. 


Mérida  (Badajoz) 
Sáenz  López. 

Monreal  del  Campo  (Teruel) 
Benedicto. 

Murcia 
Codorníu. 

Novella. 
Rivera  (M.) 

Nava  del  Rey  (  Valladolid) 
Mercado. 

Nules  (Castellón) 
(A)    Beltrán  Bigorra. 

Olot  (Gerona) 
Aulet. 
Bolos. 

Orenss 
Bescansa. 
Instituto. 
Liceo  Recreo  Orensano. 

Orihuela  (Alicante) 
Colegio  de  Santo  Domingo. 
Seminario. 

Ortigosa  (Logroño) 
Vicente. 

Ortigueira  (Coruña) 
Maciñeira. 

Oviedo 

Barras. 

Facultad  de  Ciencias. 

Martín  A  yuso. 


DE    LA    REAL   ESPAÑOLA 

DE    HISTORIA   NATURAL. 

Falencia 

Santander 

Aragón. 

Alaejos. 

Gascón. 

Carballo. 

Instituto. 

Estación  de  Biología. 

Falma  de  Mallorca  (Baleares) 

Rioja. 

Forteza  Rey. 

Santiago  (Corufía) 

Fuset. 

Cátedra  de  la  Universidad 

Instituto. 

Deulofeu. 

Pontevedra 

Eleicegui. 
García  Varda. 

Colomina. 

Instituto. 

Instituto. 

Mateos. 

Portugalete  (Bilbao) 

Riva. 
Sobrado. 

39 


Mac-Lennan. 

Eío  Gabriel- Requena  (Valencia) 
Martínez  de  Pisón. 

Salamanca 
Vila  Nadal. 

San  Ildefonso  (Segovla) 
Breñosa. 

San  Lorenzo  (Canarias) 
Mederos. 

San  Lorenzo  del  Escorial  (Madrid) 
Biblioteca  de  Montes. 
Martínez- Núñez. 

San  Pol  de  Alar  (Barcelona) 
Sola  y  Bosch. 

San  Sebastián 
Instituto. 
Iñarra. 

Sía.  Cruz  de  la  Palma  (Canarias) 
Santos  Abreu. 

Sta.  Cruz  de  Tenerife  (Canarias) 

Cabrera  y  Díaz  (A.) 

Pous. 

Sueiras  Olave. 


Segorbe  (Castellón) 
Pau. 

Segovia 
Carretero. 
Castellarnau. 
Gila. 
Jerónimo. 

Serradilla  (Cáceres) 
Rivas  Mateos. 

Sevilla. 
Arráez. 
Bago. 

Benito  Piñal. 
Benjumea. 
Chaves. 
Crú. 

Fernández  de  Castro. 
Ferrand. 
Gracián. 
Halcón. 

Martínez  Girón. 
Martínez  Lechón. 
Mazo. 
Medina. 
Paúl. 
(A)   Relimpio. 


40 


»                                ÍNDICE    GEOGRÁFICO    DE    LOS    SOCIOS 

Seras. 

YalladoM 

Urquía. 

Barreiro. 

Siles  (Jaén) 

Muñoz  Ramos. 

Zamora. 

Vendrell  (Tarragona) 

Soria. 

Folch. 

Santo  Domingo. 

Yigo  (Pontevedra) 

Tarrasa  (Barcelona) 

Biblioteca  G.**  Barbón. 

Cadevall. 

García  Arenal. 

Ferrer  Dalmau. 

Vilvestre  (Salamanca) 

Teruel 

Fernández  Gatta. 

Boscá  (A.) 

Vitoi'ia 

Toledo 

Instituto. 

Espluga. 
Hoyos. 

Zaragoza 
Aramburu. 

Tu'/  (Pontevedra) 

Arévalo. 

Areses. 

Borobio. 

Casino. 

Valdealgorfa  (Teruel) 
Pardo. 

Díaz  Arcaya. 
Dosset. 

Valencia 

Ferrando. 
Gómez  R. 

Benedito. 

Gota. 

Boscá  (E.) 

Gregorio. 

Consejo  de  Agricultura. 

Instituto. 

Cruz  Natlian. 

(A)    Izquierdo. 

Esplugues. 

Jimeno  (H.) 

Facultad  de  Ciencias. 

Moyano. 

Guillen. 

Navas. 

Hueso. 

(A)    Orensanz. 

Instituto. 

Pella. 

Moroder. 

Ramón  y  Cajal  (P.) 

Royo  Llovat. 

Sánchez  Bruil. 

(A)    Sabater  Diana. 

(A)    Sánchez  Pérez. 

Sanchíz. 

Val  y  Julián. 

Tarazona. 
Tarín. 

Zumaya  (Guipúzcoa) 

Verdaguer  Comes. 

Aldaz. 

DE    LA   KEAL    ESPAÑOLA   DE    HISTORIA   NATURAL. 


ib2:k:t:RjJ^istj':eíjei,c> 


Alemania 

Asher .— Berlín. 
(C)     Arnold. — Munich. 
(C)     Bourgeois.  — Sí.  Marie  aax  Mi- 
nes. 
(C)     Bucking. — Estrasburgo. 
(H)    Eugler. — Berlin. 

Heyden. — Frankfurt  am  Main. 

Jacobs. —  Wiesbaden. 
(C)    Konow. — Tesehendorf. 
(C)     Kraatz. — Berlin. 

Eeal  Biblioteca.— J5erZi?i. 
(C)    Salomón. — Heidelberg. 

Saulcy. — Metz. 

Austria-Hungría 
(O)     Brancsik. — Trencsen. 
(H)    Brunner. —  Viena. 
(C)    Horvath. — Budapest. 

Kheil. — Praga. 
(C)     Reitter.—  Paskau. 
(H)    Tschermack. —  Viena. 

Bélgica- 

(C)     Schouteden.— jBrwseZas. 

Chile 
(C)    Porter. —  Valparaíso. 

Cuba 

Gómez  de  la  Maza. — Habana. 
Pazos. — San  Antonio. 

Ecuador 

(C)     Sodiro. —  Quito. 

Estados  Unidos 

(H)    Scudder. — Cambridge. 
(C)    Turnez. —  Washington. 
(C)    Washington.  —  Locust,    Mon- 
mouth. 


Puerto  Rico 
Planellas. 

Francia 

(C)     Acloque.— Parts. 
(C)     André. — Gray. 

Azam . — Drag  uignan. 
(O)    Bedel.— París. 
(C)     Blanchard.— Prtris. 
(C)    Bois. — Saint-Mandé. 
(C)     Chevreux.— Pone, 
(C)     Delacroix. — Paris. 
(C)     DoUfus.— Paris. 
(C)    D'Orbigny. — Paris. 
( C)    Finot.—  Fontainebleau. 
(O)     Foumouze. — Paris. 

FranQois. —  Paris. 
(H)    Gaudry.— París. 
(C)     Giard.— París. 
(C)    Grouvelle  (A.) — Issy. 
(C)    Heckel.— JíarseZía. 
( C)    Janet. —  Voisinlieu. 
(C)     Lesne. — Asniéres. 
(C)     Meunier.— París. 

Oberthur  {Ch.)—Rennes. 

Oberthur  {R.)—Bennes. 
(O)     Olivier.—BarochesaiiHoulme 
(O)     Pérez.— Btirdeon. 

Fie— Digoin. 

Raspail. —  Goubieux. 

Seebold.— París. 

Simón. — Paris. 
(H)    Van  Tieghem. — Paris. 

Filipinas 
Universidad. — Manila. 

Holanda 

Pantél.—Kasteel  Gemert. 


4-2 


ÍNDICE    GEOGRÁFICO    DE   LOS    SOCIOS 


Inglaterra 

Boúleuger.— Londres. 

Bnrr.—Shepherdswell. 
(O    Diatant— South  Nonvood. 

Dulau. — Londres. 
(H)    Geikie.— Londres. 
(H)    Lnhhock.— Londres. 

\Yil\iam8.— Londres. 

Italia 

(C)  Balsamo. — Ñapóles. 

(C)  Bñzi.— Roma. 

(C)  Carnerario.— T?<rm. 

;C)  Cannaviello.— Porííci. 

(C)  Dervieus. —  Turin. 

(C)  De  Ton\.—Módena. 

(C)  Gestro. —  Genova. 

(C)  GT\ñim.— Turin. 

(C)  Lo  Blanco.— Ñapóles. 

(C)  Piccioli  (Fr.)—Vallombrosa. 

(C)  Piccioli  (L.)— Siena. 
Spoerri. — Pisa. 

Monaco 
'^O     Richard.— Monaco. 


(O) 
(C) 


Portugal 
Barboza.  —  Lisboa. 
Carvalho. — Lisboa. 
Correa.  —  San  Marlinho  (Sa- 

hroza). 
G'waxá.— Lisboa. 
Nassimento. — Setubal. 
Nery  Delgado.  -  Lisboa. 
Silva  Tavares.—  San  Fiel. 


Rumania 
(C)     Montandon. — Buhar  est. 

Suiza 
Cari.—  Ginebra. 
Schulthess  Rechberg.  —  Zuric . 

Marruecos. 
Bnigas.—Mogador. 
Ratto. — Mogador. 

República  Dominicana. 
Moscoso. —  San  José  de  las 
Matas. 


SOCIEDADES  Y  PUBLICACIONES 

C09  las  que  cambia  la  í^eal  Española  de  flistoria  natural 


Academia  nacional  de  Ciencias,  Córdoba  (República  Argentina). 

Academia  Real  das  Sciencias  de  Lisboa. 

Académie  des  Sciences  de  Cracovie. 

Académie  des  Sciences  de  Paris. 

Académie  Internationale  de  Géographie  botanique,  Le  Mans. 

Academy  of  Natural  Sciences  of  Philadelphia. 

Academy  of  Sciences,  Chicago. 

Academy  of  Sciences,  lowa. 

Academy  of  Science,  St.  Louis,  Mo.  (E.-U.) 

American  Association  for  the  Advancement  of  Sciences,  Cincinnati  ;E,-U). 

American  Museum  of  Natural  History,  Nueva  York. 

Aquila,  Budapest. 

Annaes  de  Sciencias  Naturaes,  Foz  do  Douro  (Porto). 

Archives  de  Zoologie  experiméntale  y  genérale,  Paris. 

Association  franíjaise  de  Botanique,  Le  Mans,  Francia. 

Australian  Museum,  Sydney  (Australia). 

Baleares  (Las),  Palma  de  Mallorca. 

Berliner  entomologischer  Verein. 

Broteria.  Lisboa. 

Brooklyn  Institute  of  Arts  and  Sciences. 

Buffalo  Society  of  Natural  Sciences. 

Bulletin  of  the  Lloyd  Library. 

BuUetin  scientifique  de  la  France  et  de  la  Belgique,  sous  la  direction  lie 

MM.  Alfred  Giard  et  Jules  de  Guerne.  Paris. 
Burean  of  Science  of  the  Government  of  the  Philipine  Islands,  Manila. 
Comisión  del  Mapa  geológico  de  España,  Madrid. 


44  PUBLICACIONES   CON    LAS   QUE    CAMBIA 

ComissSo  dos  trabalhos  geológicos  de  Portugal,  Lisboa. 

Davenport  Academy  of  Natural  Sciences,  Scott  Co.,  lovva  (E.-U.) 

Deutsche  entomologische  Gesellschaft,  Berlín. 

Entomological  Society,  Chicago. 

Entomological  Society,  Torouto  (Ontario). 

Entomologische  Nachrichten,  Berlin. 

Entomologischer  Verein,  Stettin. 

Entomologische  Zeitung,  Wien. 

Entomologist's  Record  (The),  London. 

Entomologiska  Foreninguen,  Stockolm. 

Essex  Instituto,  Salem,  Mass.  (E.-U.) 

Faculté  des  Sciences  de  Marseille. 

Feuille  des  jeunes  naturalistes,  Paris. 

Field  Columbian  Museum,  Chicago  (E.-U.) 

Fondation  de  P.  Teyler  van  der  Hulst,  Haarlem  (Holanda) 

Ingeniería,  Madrid. 

Institució  catalana  d'  Historia  natural,  Barcelona. 

Institut  de  Botanique  de  TUniversité  de  Montpellier. 

Institut  royal  de  Bactériologie  Cámara  Pestaña,  Lisboa. 

Institut  de  Zoologie  de  l'Université  de  Montpellier. 

Instituto  físico-geográfico  de  Costa  Rica. 

Instituto  geológico  de  México. 

Instituto  Médico  Farmacéutico,  Barcelona. 

Jardín  botánico  de  Tiflis. 

John  Hopkins  Hospital,  Baltimore  (E.  U.) 

Kgl.  Museum  für  Naturkunde,  Berlín. 

K.  K.  Naturhistorisches  Hofmuseum,  Wien. 

K.  K.  Zoologisch-Botanische  Gesellschaft,  Wien. 

Laboratoire  d'Histologie  de  la  Faculté  de  Médecine  de  Montpellier. 

Laboratorio  ed  Orto  Botánico  della  R.  Universitá  di  Siena,  Itali;',. 

Laboratorio  de  investigaciones  de  la  universidad  de  Madrid. 

Laboratorio  municipal  de  Higiene,  Madrid. 

Meriden  Scientific  Association. 

Missouri  Botanical  Garden,  St.-Louis  (E.-U.) 

Musée  océanographique  de  Monaco. 


LA  REAL  SOCIEDAD  ESPAÑOLA  DE  HISTORIA  NATURAL  45 

Musée  zoologique  de  TAcadémie  impériale  des  Sciences  de  St.  Pétersbourg. 

Musei  di  Zoología  ed  Anatomia  comp.  della  Keale  Universitá  di  Torino. 

Museo  Civico  di  Storia  naturale  di  Genova. 

Museo  de  Historia  natural,  Valparaíso, 

Museo  de  La  Plata,  Baenos-Aires. 

Museo  nacional  de  Buenos-Aires. 

Museo  nacional  de  Ciencias  naturales,  Montevideo. 

Museo  nacional  de  Costa-Rica. 

Museo  Nacional  de  El  Salvador. 

Museo  Nacional  de  Hungría,  Budapest. 

Museu  Gceldi,  Para  (Brazil). 

Museu  Paulista,  San  Paulo  (Brazil). 

Muséum  d'Histoire  Naturelle,  Paris.  ». 

Museum  national  Hongrois,  Budapest. 

Museum  of  Comparative  Zoology  at  Harvard  College.  Cambridge  (E.-U.) 

Naturse  Novitates,  Berlín. 

Natural  History  Society  of  Glasgow. 

Naturforschende  Gesellschaft  in  Basel,  Suiza. 

Naturhistorische  Gesellschaft,  Nürnberg. 

New-York  State  Museum  University  of  the  State  of  New- York. 

Novitates  Zoologicae,  Tring  (Inglaterra). 

Nuova  Notarisia  (La),  Modena. 

Oberlin  College,  Ohío. 

Peabody  Museum  of  American  Archaelogy  and  Ethnology,  Cambridge. 

Pbilippine  Weather  Bureau,  Manila. 

Pbilippine  Forestry  Bureau,  Manila. 

Physikalísch-Medicinische  Gesellschaft,  Würzburg. 

Polytechnia,  Lisboa. 

Portugalía,  Porto. 

Redia,  Florencia. 

Real  Academia  de  Ciencias  exactas,  físicas  y  naturales,  Madrid. 

Real  Academia  de  Ciencias  y  Artes  de  Barcelona. 

Real  Sociedad  Geográfica  de  Madrid. 

Reale  Academia  dei  Lincei,  Roma. 

Revista  científica  profesional  de  Medicina,  Barcelona. 


4i3  PUBLICA-CIONES    CON    LAS    QUE    CAMBIA 

Revista  de  Medicina  tropical  y  Ciencias  sanitarias,  Habana. 

Royal  Microscopical  Society,  London. 

Eoyal  Physical  Society,  Edinburgh  (Inglaterra). 

Smithsouian  Institution,  Washington. 

Sociedad  aragonesa  de  Ciencias  naturales,  Zaragoza. 

Sociedad  científica  «Antonio  Álzate»,  México. 

Sociedad  científica  Argentina,  Baenos-Aires. 

Sociedad  entomológica  de  Ontario. 

Sociedad  española  de  Física  y  Química,  Madrid. 

Sociedad  Mexicana  de  Historia  natural,  México. 

Sociedade  Broteriana,  Coimbra. 

Sociedade  scientifica  de  Sao  Paulo. 

Societá  di  Naturalisti,  Napoli. 

Societá  di  Scienze  naturali  ed  economiche  di  Palermo. 

Societá  entomológica  italiana,  Firenze. 

Societá  italiana  di  Scienze  Naturali  é  Museo  Civico  di  Storia  naturale. 
Milano. 

Societá  zoológica  italiana,  Roma. 

Societá  toscana  di  Scienze  naturali,  Pisa. 

Societas  entomológica  Bohemise,  Praga. 

Societas  entomológica  Rossica,  St.  Pétersbourg. 

Société  astronomique  de  France,  Paris. 

Société  botanique  de  Copenhague. 

Société  botanique  de  France,  Paris. 

Société  botanique  de  Lyon. 

Société  belge  d'Astronomie,  Bruxelles. 

Société  belge  de  Géologie,  de  Paléontologie  et  Hydrologie,  Bruxelles. 

Société  des  Sciences  naturelles  de  l'Ouest  de  la  France,  Nantes. 

Société  de  Spéléologie,  Paris. 

Société  d'Histoire  naturelle  de  Toulouse. 

Société  entomologique  de  Belgique,  Bruxelles. 

Société  entomologique  de  France,  Paris. 

Société  entomologique  de  St.  Pétersbourg. 

Société  entomologique  Suisse,  Schaffhausen,  Suiza. 

Société  fran9aise  de  Botanique,  Toulouse. 


LA  REAL  SOCIEDAD  ESrAXÜLA  DE  HISTORIA  NATURAL  47 

Société  géologique  de  Franee,  Paris. 

Société  hollandaise  des  Sciences,  Harlem  (Holanda). 

« 
Société  impériale  des  naturalistes  de  Moscou. 

Société  Linnéenne  de  Bordeaux. 

Société  Linnéenne  de  Normandie,  Caen. 

Société  Linnéenne  du  Nord  de  la  Franee,  Amiens. 

Société  nationale  des  Sciences  naturelles  et  Mathématiques  de  Cherbourg. 

Société  ouralienne  d'Amateurs  des  Sciences  nat.,  Ekathérinenburg  (Rusia). 

Société  Royale  zoologique  et  malacologique  de  Belgique,  Bruxelles. 

Société  scientifique  du  Chili,  Santiago. 

Société  zoologique  de  Franee,  Paris. 

Société  zoologique  suisse  et  Musée  d'Histoire  naturelle  de  Genéve. 

Société  Vaudoise  des  Sciences  naturelles,  Lausanne, 

South  African  Museum,  Capetown. 

Station  zoologique  de  Cette. 

Stettiner  entomologischer  Verein. 

The  American  Naturalist,  Boston. 

The  Canadian  Entomologist,  London-Ontario. 

Unión  escolar  Madrid. 

United  States  Department  of  Agriculture,  Washington. 

United  States  Geological  Survey,  Washington. 

United  States  National  Museum,  Washington. 

Universidad  de  Sassari  (Italia). 

Universitas  Regia  Fredericiana,  Cristiania. 

Université  de  Toulouse. 

Univeraité  Royale  d'Upsala. 

University  of  Colorado. 

University  of  Toronto. 

Verein  für  naturwissenchaftliche  Unterhaltung  zu  Hamburg  (Alemania). 

Wilson  Bulletin,  Oberlin,  Ohio  (E.-U.) 

Wisconsin  Academy  of  Sciences  Madison  (E.-U.) 

Wisnonsin  Geological  and  Natural  History  Survey,  Madison  (E.-U.) 

Zeitschrift  für  wisáeuschaftlicbe  Insektenbiologie,  Husum. 

Zoologischer  Anzeiger,  Leipzig. 

Zoologist  (The),  London. 


RELACIONES 
del  estado  de  la  Sociedad  y  de  su  Biblioteca 

LEÍDAS  EN  LA  SESIÓN  DE  DICIEMBRE  DE  190G 

POR    EL    SECRKTARIO 

D.    RICARDO    GARCÍA    MERCET 

T    EL    BIBLIOTECARIO 

D.  ÁNGEL  CABRERA  LATORRE 


Memoria  de  Secretaría. 

Señores: 

Al  finalizar  el  año  1906,  primero  de  mi  -ejercicio  en  la  Secre- 
taría,, un  precepto  reglamentario,  cuyo  cumplimiento  no  pue- 
do eludir,  me  obliga  á  dirigiros  la  palabra  para  exponer  en 
líneas  generales  el  estado  que  alcanza  la  Sociedad  en  el  pre- 
sente día  y  trazar  un  resumen  de  los  trabajos  que  durante  el 
período  que  termina  habéis  realizado. 

Antes  de  entrar  en  materia,  permitid  que  consigne  aquí  el 
testimonio  de  mi  más  profundo  y  sincero  agradecimiento  hacia 
todos  vosotros,  por  la  honra  que  me  dispensasteis  al  elegirme 
para  ocupar  un  puesto  en  el  que  me  han  precedido  naturalis- 
tas insignes,  doctos  catedráticos,  hombres  de  justa  fama  y  só- 
lida reputación,  desde  D.  Joaquín  González  Hidalgo,  Secreta- 
rio de  la  Sociedad  al  fundarse  y  constituirse  ésta,  en  8  de  Fe- 
brero de  1871,  hasta  D.  José  María  Dusmet,  al  que  he  venido  á 
sustituir  cuando— por  motivos  particulares  muy  atendibles — 
hizo  renuncia  irrevocable  de  la  función  que  tan  dignamente 
ejercía. 

Cumplido  este  deber  elemental  de  cortesía  para  con  vosotros, 
y  rendido  este  breve  homenaje  á  los  que  me  precedieron  en  el 
cargo,  abordaré  de  lleno  el  asunto  de  la  presente  relación,  feli- 
citándome de  haber  ocupado  la  Secretaría  en  una  época  en  que 
la  Sociedad,  por  el  número  y  valimiento  de  las  personas  que  la 
constituyen,  parece  que  llega  á  su  apogeo,  y  en  que  merced  á 

T,  VII. -Enero  1907.  4 


50  RELACIONES  DEL  ESTADO  DE  LA  REAL  SOCIEDAD  ESPAÑOLA 

SU  próspero  estado  económico  puede  responder  á  los  esfuerzos 
individuales  de  los  asociados,  publicando  sin  demoray  esplén- 
didamente cuantos  trabajos  se  presentan  en  las  sesiones. 
En  el  presente  año  de  1906,  por  ejemplo,  se  ha  completado  el 
tomo  III  de  las  Memorias,  se  ha  editado  el  tomo  iv  de  las  mis- 
mas, han  visto  la  luz  las  Memorias  16  á  20  del  tomo  i  y  se  ha 
repartido  un  Boletín  que  alcanzará  más  de  500  páginas,  todo 
ello  adornado  con  las  láminas  ó  dibujos  que  exig-ían  la  impor- 
tancia, la  aclaración  ó  las  necesidades  del  texto.  Y  para  que 
se  advierta  bien  el  estado  de  prosperidad  que  esto  supone,  re- 
cordaré aquí  que,  reglamentariamente,  los  tomos  de  Memorias 
deben  ser  bisanuales,  es  decir,  que  un  solo  volumen  debe  pu- 
blicarse y  distribuirse  entre  los  socios  cada  dos  años. 

Considerando  el  estado  de  florecimiento  que  actualmente  al- 
canza la  Sociedad,  han  de  sentirse,  seguramente,  poseídos  de 
legítimo  orgullo  aquéllos  de  sus  socios  fundadores  que  viven 
todavía  y  siguen  prestándola  su  concurso,  apoyo  y  confianza. 
Pero  sería  pueril  y  poco  equitativo  suponer  que  sólo  por  el  im- 
pulso que  de  ellos  recibiera  en  1872,  sólo  por  la  virtualidad 
de  aquel  primer  movimiento,  ha  podido  formarse  este  g-ran 
bloque  de  asociados  con  que  nos  encontramos  hoy  día  y  se  ha 
llegado  al  período  próspero  actual.  Podrá,  indudablemente, 
deberse  á  todos  y  cada  uno  de  los  fundadores  la  base  sobre  que 
luego  se  ha  edificado  el  núcleo,  alrededor  del  cual  nos  hemos 
ido  después  agrupando  y  reuniendo;  pero  no  puede  tampoco 
desconocerse  que  sin  una  voluntad  perseverantemente  diri- 
gida al  objetivo  común,  sin  un  sacrificio  permanentemente 
aplicado  al  interés  colectivo,  sin  una  atención  continuada  y 
solícita,  la  obra  que  concibieron  los  fundadores  de  1872,  hace 
años  que  se  hubiese  deshecho  y  desmoronado,  ó  habría  pere- 
cido por  falta  de  continuadores,  ó  hubiera  fracasado  queda- 
mente, porque  sin  un  alma,  sin  una  energía,  sin  una  fuerza 
que  los  sostenga  y  vivifique,  ni  los  organismos  ni  las  socieda- 
des pueden  medrar  y  subsistir. 

Para  la  Sociedad  Española  de  Historia  Natural,  el  nervio, 
el  soplo  vivificante,  la  acción  directriz,  la  energía  propulsora, 
el  piloto  y  sostén  lo  ha  sido,  desde  poco  después  de  su  funda- 
ción, su  Tesorero  actual,  nuestro  ilustre  consocio  D.  Ignacio 
Bolívar,  á  cuyas  iniciativas,  á  cuya  actividad,  á  cuya  influen- 
cia, á  cuyo  entusiasmo,  á  cuyo  sacrificio  por  el  objetivo  común 


DE   HISTORIA   NATURAL   Y   DE   SU   BIBLIOTECA.  51 

se  debeiij  en  g-ran  parte,  la  concurrencia  de  socios,  la  reg-ula- 
ridad  en  las  publicaciones,  el  engrandecimiento  de  la  biblio- 
teca, la  colaboración  que  solemos  recibir  del  extranjero,  el 
auxilio  que  nos  presta  el  Estado,  cuanto  puede  haber  contri- 
buido á  org"anizarnos  en  leg'ión  robusta  y  á  formar  el  envi- 
diable prestigio  de  que  disfrutamos  como  institución  cientí- 
fica, en  nuestra  patria  y  fuera  de  ella. 

Yo  creo  que  la  mayor  parte  de  mis  consocios,  si  no  todos, 
saben  y  conocen  lo  que  tras  de  su  carg'o  honorable  de  Tesorero 
representa  y  supone  para  la  Sociedad  el  Sr.  Bolívar;  pero  en 
ning^una  ocasión,  ni  con  ning-ún  motivo  se  había  consig-nado 
públicamente  el  reconocimiento  de  esta  poderosa  y  feliz  in- 
fluencia, y  yo  considero  cumplir  un  deber  de  gratitud  colecti- 
va dando  expresión  á  un  sentimiento  g-eneral,  tal  vez  no  exte- 
riorizado hasta  ahora  por  no  herir  la  modestia  de  nuestro  in- 
sig'ne  consocio.  Injusto  sería  asimismo  no  unir,  en  este  home- 
naje, al  nombre  de  nuestro  Tesorero,  el  de  otro  ilustre  colega, 
D.  Salvador  Calderón,  que  también  ha  dedicado  á  la  Sociedad 
desvelos,  entusiasmos  y  energías  que  pudieran  haber  pasado 
casi  inadvertidos,  por  lo  obscuro  y  poco  apreciable  de  la  labor 
á  que  se  dedicaba,  cooperando  eficazmente  á  la  confección  de 
nuestras  publicaciones,  tarea  de  ningún  lucimiento,  de  que 
nadie  se  da  cuenta,  pero  que  supone  mucho  tiempo  invertido 
y  especiales  condiciones  de  idoneidad,  en  quien  la  ejecuta  ó 
asume. 

El  Sr.  Calderón,  además,  es  de  entre  nuestros  consocios  uno 
de  los  que  con  más  fortuna  y  constancia  han  colaborado  en 
las  actas,  en  los  Anales,  en  los  Boletines  ó  en  las  Memorias 
que  damos  á  luz  anualmente.  Rara  es  la  sesión  en  que  no  tiene 
alguna  noticia,  algún  dato,  alguna  observación  de  interés  que 
comunicarnos.  Las  comunicaciones  verbales  y  las  noticias  bi- 
bliográficas que  este  sabio  consocio  nos  ha  hecho  conocer  ó 
dirigido  en  el  año  actual,  figuran  modestamente  incluidas  en 
el  acta  de  las  respectivas  sesiones,  aunque  algunas  de  ellas, 
por  su  importancia,  extensión  y  juicios  que  las  avaloran  eran 
dignas  de  figurar  como  verdaderos  trabajos  originales.  Actual- 
mente se  halla  en  prensa,  para  ser  repartida  en  el  año  1907, 
una  Memoria  sobre  la  región  volcánica  de  Olot,  en  la  que  el 
Sr.  Calderón,  juntamente  con  los  Sres.  Fernández  Navarro  y 
Cazurro,  nos  dará  á  conocer  el  resultado  de  sus  estudios  y  sus 


52     RELACIOTSTES   DEL   ESTADO   DE   LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

exploraciones  sobre  aquella  interesante  comarca.  Esta  Me- 
moria, por  el  número  de  láminas  coloreadas  que  la  enrique- 
cen, será  tal  vez  la  que  hasta  ahora  se  ha  editado  con  más 
lujo  y  esplendidez  por  nuestra  Sociedad. 

En  el  año  que  termina,  han  sido  muchos,  como  sabéis,  los 
socios  que  en  las  sesiones  mensuales  nos  comunicaron  noti- 
cias, observaciones  ó  trabajos  de  mayor  ó  menor  empeño  acer- 
ca de  las  diversas  ramas  de  la  Historia  Natural  ó  de  conoci- 
mientos que  con  ellas  tienen  relación.  Citar  aquí  uno  por  uno 
los  trabajos  que  se  han  leído  ó  publicado  y  las  comunicacio- 
nes que  nos  han  hecho,  sería  convertir  esta  Memoria  en  un 
índice  g-eneral  de  los  10  Boletines  que  hemos  repartido.  Por 
otra  parte,  dedicar  á  cada  trabajo  ó  á  cada  comunicación  un 
juicio,  siquiera  fuese  breve,  ó  una  noticia  con  arreg-lo  á  su 
importancia,  alarg-aría  extraordinariamente  la  extensión  de 
esta  Memoria  y  exigürá  de  mi  parte  una  suma  de  conocimien- 
tos y  una  rectitud  de  criterio,  que  estoy  muy  lejos  de  poseer. 
Me  limitaré,  por  lo  tanto,  á  consigniar  que  las  sesiones  men- 
suales se  ven  cada  año  que  pasa  más  concurridas;  que  en  ellas 
toman  parte  activa  gran  número  de  socios;  que  la  juventud 
escolar — ¡esa  juventud  de  la  que  han  de  salir  los  naturalistas 
de  lo  futuro  y  en  la  que  la  patria  tiene  derecho  á  cifrar  tantas 
esperanzas!— las  presta  el  calor  de  su  concurso,  y  que  entre 
los  consocios  que  más  han  contribuido  á  hacerlas  interesantes 
creo  dignos  de  especial  mención  á  los  Sres.  Lázaro  é  Ibiza, 
Rioja,  De  Buen,  Ribera,  Cabrera  Latorre,  Fernández  Navarro, 
Zulueta  y  Bartolomé  del  Cerro,  que  nos  dieron,  bajo  la  forma 
de  comunicaciones  verbales,  trabajos,  observaciones,  relatos  ó 
noticias,  que,  como  las  bibliográficas  del  Sr.  Calderón,  ya  ci- 
tadas, ó  las  de  la  misma  índole,  leídas  por  los  Sres.  Fernández 
Navarro  y  Ribera,  figuran  incluidas  en  el  acta  de  la  sesión  en 
que  fueron  hechas  ó  presentadas.  Con  trabajos  desligados  del 
acta  han  contribuido  á  la  formación  de  los  Boletines:  el  señor 
Llord  y  Gamboa,  con  un  relato  muy  ameno  é  instructivo  sobre 
su  visita  á  las  regiones  volcánicas  del  golfo  de  Ñapóles;  el  se- 
ñor Jiménez  de  Cisneros,  con  sus  estudios  de  los  terrenos  del 
Sudeste  de  España;  los  Sres.  Martínez  de  la  Escalera  y  Reitter, 
con  sus  descripciones  de  coleópteros,  y  el  primero,  además, 
con  su  original  monografía  del  género  Asida;  el  Sr.  Cabrera 
Latorre,  con  sus  estudios  de  mamíferos;  los  Sres.  Rivas  Mateo 


DE    HISTORIA    NATURAL    Y   DE    SU    BIBLIOTECA.  53 

y  Lázaro,  con  las  noticias  de  sus  excursiones  botánicas,  y  el 
último,  además,  con  la  descripción  de  plantas  nuevas;  el  se- 
ñor Diez  de  Tortosa,  con  sus  datos  para  la  flora  de  la  provincia 
de  Granada;  el  Sr.  Bolívar,  con  sus  observaciones  ortopteroló- 
gicasy  otras  relativas  á  este  mismo  orden  de  insectos;  el  señor 
Dusmet,  con  su  contribución  al  conocimiento  de  los  ápidos  de 
España;  el  Sr.  Klapalek,  con  sus  mirmeleónidos  y  ascaláfidos 
de  Siria;  los  Sres.  Esteva  y  Arévalo,  con  sus  curiosas  obser- 
vaciones sobre  anomalías  notadas  en  alg-unas  plantas;  el  se- 
ñor La  Fuente,  con  sus  datos  para  el  conocimiento  de  la  fau- 
na de  Ciudad  Real;  el  Sr.  Calafat,  con  sus  hallazg'os  de  espe- 
cies mineralóg-icas  interesantes  en  Santander  y  Murcia;  el  se- 
ñor Arévalo,  con  sus  investigaciones  ópticas  sobre  espíenlas 
de  varias  esponjas;  el  Sr.  Miquel,  con  sus  restos  fósiles  de  ver- 
tebrados; el  Sr.  Ferrer,  con  su  nota  acerca  del  iSet  ranus  papi- 
lionaceus;  el  Sr.  Cadeval,  con  sus  plantas  nuevas  para  la  ñora 
(le  Cataluña;  el  Sr.  Ferrando,  con  sus  rocas  hipog-énicas  de  Za- 
rag'oza;  el  Sr.  Turró,  con  sus  estudios  sobre  la  digestión  de  al- 
gunos bacilos  por  el  jugo  tiroideo;  el  Sr.  Cabrera  Díaz,  con  sus 
observaciones  sobre  extinción  de  especies  de  la  flora  canaria; 
el  Sr.  Lozano,  traduciendo  las  bases  del  acuerdo  internacional 
para  proteger  las  aves  útiles  á  la  ag-ricultura;  el  Sr.  Barras,  dan- 
do cuenta  del  hallazgo  de  una  moleta  prehistórica  en  Sevilla; 
el  Sr.  Rioja,  con  sus  datos  para  el  conocimiento  de  la  fauna  ma- 
rina española;  el  P.  Filiberto  Díaz,  con  su  nota  bibliog-ráfica 
acerca  de  la  industria  aurífera;  el  Sr.  Fernández  Navarro,  ex- 
poniendo su  plan  de  exploración  g-eológica  del  Noroeste  de  Áfri- 
ca; el  P.  Navas,  comunicándonos  sus  notas  entomológicas  y 
una  reseña  del  Cong-reso  de  Geología  últimamente  celebrado 
en  Méjico,  y  el  Sr.  Moles,  publicando  el  análisis  de  algunas 
micas.  En  los  Boletines  han  tenido  también  cabida:  una  noti- 
cia biográñca  del  insig-ne  naturalista  suizo  Henri  de  Saussure, 
trazada  por  nuestro  consocio  de  Londres,  el  Sr.  Malcolm  Burr; 
otra,  dedicada  por  el  Sr.  De  Buen  al  sabio  botánico  balear, 
Sr.  Rodríguez  Femenías;  un  trabajo  postumo  del  ilustre  geó- 
log-o  Sr.  Macpherson,  sobre  los  gabarros  del  g-ranito,  y  varias 
interesantísimas  comunicaciones  del  docto  catedrático  de  la 
Universidad  Central,  Sr.  Muñoz  del  Castillo,  relativas  á  sus 
tareas  de  investigación  en  ag-uas  y  minerales  radiactivos. 
Por  lo  que  se  refiere  á  las  Memorias  distribuidas  en  el  curso 


54  RELACIONES  DEL  ESTADO  DE  LA  REAL  SOCIEDAD  ESPAÑOLA 

del  año  1906,  ya  he  dicho  de  pasada  que  han  sobrepujado  en 
número  á  las  que,  con  sujeción  estricta  del  reg-lamento,  de- 
bieron publicarse.  En  efecto:  del  tomo  i,  dedicado  exclusiva- 
mente á  la  fauna  de  la  Guinea  española,  han  visto  la  luz  las 
Memorias  16-20,  comprendiendo:  la  16,  los  Estaftlinidos ,  por 
Fauvel;  la  17,  los  Dermá'pteTos,  por  Malcolm  Burr;  la  18,  los 
Decápodos,  por  Nobili;  la  19,  los  Neurópteros,  por  Klapalek,  y 
la  20,  los  Fasgonúridos,  por  Bolívar.  Del  tomo  iii  hemos  repar- 
tido la  Memoria  4.%  que  constituye  un  sobrio  y  profundo  es- 
tudio g'eológ'ico  y  paleontológ-ico  de  la  Plana  de  Vich,  hecho 
por  el  Dr.  D.  Jaime  Almera,  al  que  acompaña  una  carta  de  la 
región,  tirada  á  varias  tintas,  y  que  siendo  propiedad  de  nues- 
tro consocio  D.  José  María  Bofill,  á  cujeas  expensas  se  efectua- 
ron los  trabajos  para  levantarla,  cedió  éste  á  la  Sociedad  por 
un  precio  aún  muy  inferior  al  de  la  simple  tirada  de  los  ejem- 
plares. El  tomo  IV,  por  último,  se  ha  publicado  totalmente,  y 
encierra  cuatro  Memorias:  la  1.%  El  fondo  del  mar  entre  la  Pe- 
nínsula y  Canarias,  por  D.  Manuel  Vig-il;  la  2.',  Las  dunas  de 
Guardamar,  por  D.  Francisco  Mira;  la  3.^,  Contribución  al  co- 
nocimiento de  los  hidro2oarios  españoles,  por  D.  Celso  Arévalo,  y 
la  4."*  constituye  una  sencilla  monog-rafía  de  los  Qorytes  y  8ti- 
zus  de  España,  de  que  yo  mismo  soy  autor.  Es  de  notar  que  al- 
g-unas  de  estas  Memorias,  así  como  varios  de  los  trabajos  in- 
sertos en  el  Boletín,  son  debidos  á  personas  extrañas  á  la  So- 
ciedad, pero  que  buscan  el  apoyo  y  amparo  de  ésta  para  sus 
publicaciones.  Nosotros  debemos  considerarnos  muy  honrados 
con  que  hombres  de  ilustración  y  competencia  reconocidas 
acudan  á  nosotros  en  demanda  de  acog-ida  y  publicidad,  apre- 
ciando el  hecho  como  manifestación  de  que  se  estima  nuestro 
valimiento  y  de  que  es  conocida  nuestra  existencia.  Otra  de- 
mostración del  reconocimiento  de  nuestra  personalidad  nos  la 
han  dado,  durante  el  corriente  año,  los  Poderes  públicos,  so- 
metiendo á  nuestra  consideración  y  estudio  el  cuestionario  so- 
bre pesquerías  canario-africanas,  de  que  todos  tenéis  conoci- 
miento. 

Con  lo  que  llevo  expuesto,  puede  decirse  que  queda  hecho 
el  resumen  de  los  trabajos  que  han  ocupado  nuestra  actividad 
en  1906,  y  que  debía  pasar  ahora  á  presentaros  una  breve  re- 
seña de  las  variaciones  que  en  el  personal  que  constituye  la 
Sociedad  han  ocurrido  durante  los  últimos  doce  meses;  pero 


DE    HISTORIA   NATURAL   Y   DE    SU   BIBLIOTECA.  55 

antes  me  considero  oblig'ado  á  dedicar  alg-unas  frases  á  las 
secciones  de  provincias.  Faltaría  k  mi  conciencia,  y  procede- 
ría sin  lealtad,  si  á  todas  ellas  las  midiera  por  el  mismo  rasero 
y  las  incluyese  en  un  elogio  común.  Creo  sinceramente  que, 
hoy  por  hoy— me  refiero  solo  al  año  que  corre — la  que  da  más 
señales  de  vida  es  la  Sección  de  Zarag-oza,  en  la  que  fig-ura 
un  naturalista  políg-rafo  de  grandes  entusiasmos,  de  actividad 
poco  común,  y  en  el  que  hay  que  reconocer  un  buen  deseo  y 
una  perseverancia  dig-nos  del  mayor  encomio.  Este  trabajador 
infatig-able,  cuyo  nombre  habréis  adivinado,  es  el  R.  P.  Lon- 
g"inos  Navas,  que  en  todas  las  sesiones  de  la  Sección  de  Zara- 
goza tiene  alg'uua  comunicación  que  hacer,  alg'una  observa- 
ción que  señalar,  ó  alg-una  noticia  científica  de  que  dar  cuenta. 
Yo  me  complazco  en  tributarle  desde  aquí  mi  modesto  aplau- 
so,, señalándole  como  un  ejemplo  dig-no  de  ser  imitado.  En  la 
Sección  de  Zarag-oza  han  hecho  también  comunicaciones  los 
Sres.  Ferrando  y  Arévalo;  en  la  de  Barcelona  los  Sres.  Casares, 
Llenas,  De  Buen  y  Turró;  y  en  la  de  Sevilla  los  Sres.  Medina, 
Barras,  Paul  y  Crú.  En  resumen:  que  las  secciones  de  pro- 
vincias han  contribuido,  cada  una  en  la  medida  de  sus  fuer- 
zas, á  mantener  el  buen  nombre  de  la  Sociedad. 

Y  paso  ahora  á  ocuparme  rapidísimamente  en  señalar  el  mo- 
vimiento de  alta  y  baja  ocurrido  en  1906.  Veinticinco  nuevos 
socios  numerarios  han  venido  á  sumarse  á  nosotros  durante 
€l  año  que  termina,  y  21  se  han  separado  por  diversas  circuns- 
tancias en  estos  doce  meses.  Entre  las  bajas  reg-istradas  hay 
que  señalar  con  pena  las  que  se  deben  á  defunción.  Por  este 
concepto  han  desaparecido  de  las  listas  de  numerarios  los  se- 
ñores D.  Manuel  Diez  de  Solórzano,  de  Santander;  D.  Eduardo 
Malag-uilla,  de  Ciudad  Real;  D.  Antonio  Ruiz  Llacer,  de  Caste- 
llón; D.  Marcial  Olavarría,  de  Madrid,  y  D.  José  Rives  Maupoey, 
de  Barcelona^  personas  todas  muy  estimables,  y  cuya  muerte 
ha  sido  para  nosotros  bien  sentida. 

Además  de  los  socios  numerarios,  de  cuya  entrada  os  he 
dado  noticia,  han  sido  nombrados  socios  corresponsales  du- 
rante 1906,  los  Sres.  J.  Bourg-eois,  A.  Grouvelle,  P.  Lesnes, 
Dr.  Cari,  A.  Schulthes  Rechberg-  y  H.  St.  Washing-ton,  per- 
sonas todas  de  acrisolada  reputación  en  el  mundo  científico. 

Por  último,  consig-naré  que  la  lista  de  socios  protectores  se 
ha  aumentado  con  el  nombre  de  un  procer,  el  Excmo.Sr.  Du- 


56     RELACIONES    DEL    ESTADO    DE    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

que  de  Medinaceli,  y  la  vacante  de  socio  honorario  que  pro- 
dujo el  fallecimiento  del  insig-ne  Henri  de  Saussure  fué  cu- 
bierta por  D.  José  María  de  Castellarnau,  ilustradísimo  ing-e- 
niero  de  montes  que  en  diferentes  ocasiones  ha  contribuido 
con  sus  trabajos  al  éxito  de  nuestros  Anales  y  Boletines. 

Con  esto  lleg-o  al  fin  de  la  presente  Memoria,  restándome 
sólo  para  terminarla  dirig-iros  á  todos  un  saludo  cordial,  y  ex- 
presar mi  deseo  de  que  el  ejemplo  de  amor  al  estudio  y  al  tra- 
bajo de  que  habéis  dado  muestra  en  1906,  sirva  de  estímulo  y 
acicate  á  todos  para  proseg-uir  con  fe  y  sin  desmayos  por  el 
camino  emprendido,  y  aumentando  el  prestigio  y  la  fama  de 
la  Real  Sociedad  española  de  Historia  natural,  demos  á 
ésta  días  aún  más  prósperos  y  felices  que  los  que  corren,  ha- 
ciendo de  ella  uno  de  los  más  eficaces  y  poderosos  instru- 
mentos de  la  cultura  patria. 

El  Secretario, 

Ricardo  García  Mercet. 


DE    HISTORIA    NATURAL   Y    DE    SU    BIBLIOTECA.  57 


Estado  de  la  Biblioteca. 

El  año  que  acaba  de  transcurrir,  ha  sido  para  nuestra  Biblio- 
teca un  año  más  de  prog'reso.  No  solamente  ha  seg'uido  reci- 
biendo cuantas  publicaciones  se  nos  enviaban  anteriormente  á 
cambio  de  las  nuestras,  y  ha  establecido  nuevos  cambios,  sino 
que  el  número  de  libros  y  folletos  adquiridos,  bien  por  com- 
pra, bien  por  donación  g-enerosa  de  sus  autores,  ha  sido  muy 
superior  al  de  otros  años. 

Este  crecimiento  implica,  sin  embarg'o,  un  g-rave  inconve- 
niente que  urg-e  remediar,  y  hacia  el  cual  llamo  la  atención 
de  la  Real  Sociedad:  la  falta  de  local. 

Preciso  es  recordar  que  una  biblioteca,  aunque  el  orig-en  de 
su  nombre  parezca  indicar  lo  contrario,  no  es  precisamente  un 
almacén,  un  deptósito  de  libros,  sino  un  sitio  donde  los  libros 
pueden  estar  convenientemente  ordenados  y  clasificados.  Sin 
espacio  donde  colocar  los  objetos  que  se  quieren  ordenar,  el 
orden  no  es  posible.  Sin  este  orden  es  ig-ualmente  impractica- 
ble una  catalogación  de  utilidad  práctica.  Sin  catálog'o,  en  fin, 
una  biblioteca  es  para  una  sociedad  un  estorbo  que  gasta  sin 
producir.  No  se  trata,  pues,  de  una  cosa  conveniente,  ni  mu- 
cho menos  de  meternos  en  nuevos  libros  de  caballerías,  sino 
de  una  necesidad,  á  la  cual  está  la  Sociedad  obligada  á  aten- 
der con  urgencia.  Véase  de  remediarla  en  el  año  que  comienza, 
si  no  se  quiere  hacer  imposible  la  tarea  de  los  bibliotecarios  y 
más  imposible  aún  la  consulta  de  los  libros  por  los  señores 
socios. 

Para  que  pueda  tenerse  idea  de  lo  que  representa  el  creci- 
miento de  nuestra  Biblioteca  durante  un  año,  á  continuación 
doy  la  lista  de  las  adquisiciones  hechas  por  compra  en  el 
de  1906.  En  cuanto  á  las  obtenidas  por  donativo,  han  sido  enu- 
meradas cada  mes  en  el  Boletín  bibliográfico  correspondiente, 
por  lo  que  sólo  se  da  cuenta  ahora  de  las  que  D.  Benito  Her- 
nando, el  ilustrado  catedrático  de  la  Facultad  de  Medicina  de 
esta  Universidad,  ha  regalado  á  la  Sociedad,  en  recuerdo  de 
su  malogrado  hijo,  al  que  pertenecieron,  y  que  constituyen 
para  nosotros  un  precioso  donativo  que  á  su  utilidad  lleva 


58  KELACIONES  DEL  ESTADO  DE  LA  REAL  SOCIEDAD  ESPAÑOLA 

siempre  unido  el  nombre  de  un  consocio,  al  que  tanto  apre- 
ciábamos y  que  tan  presto  se  dio  á  conocer  con  trabajos  esti- 
mables que  han  visto  la  luz  en  nuestras  Memorias. 


Libros  regalados  por  D.  Benito  Hernando. 

Aterido  y  Ramos  (D.  Luis):  Plantas  crasas  cultivadas  en  el 
Jardín  Botánico  de  Madrid.  (Bol.  de  la  R.  Soc.  esp.  de  Hist.  nat.) 
Madrid,  1906. 

BuRiLLO  DE  Santiago  (D.  Manuel):  Elementos  de  Matemá- 
ticas. Tomo  i.  Córdoba,  1889.  Tomo  ii.  Madrid,  1898. 

CuTANDA  (D.  Vicente)  y  Amo  (D.  Mariano  del):  Manual  de 
Botánica  descriptiva.  Madrid,  1848. 

De  Garagarza  y  Dujiols  (D.  Fausto):  Técnica  física  apli- 
cada á  la  Farmacia.  Madrid,  1903. 

Deguin  (M.  M.):  Curso  elemental  de  Física.  Tomos  i-iii. 
(Trad.)  Madrid,  1845. 

Del  Amo  y  Mora  (D.  Mariano):  Flora  criptog-ámica  de  la 
Península  ibérica.  Granada,  1870. 

—  Flora  fanerog-ámica  de  la  Península  ibérica.  Tomos  i-vi. 
Granada,  1871. 

De  la  Puerta  (D.  Gabriel):  Análisis  del  pimiento  molido 
de  Murcia.  (Rev.  de  la  R.  Acad.  de  Cieñe,  exact.,  fís.  y  nat.) 
Madrid,  1904. 

—  Aparato  para  recog-er  y  determinar  el  número  de  las  bac- 
terias del  aire.  (Rev.  de  la  R.  Acad.  de  Cieñe,  exact.,  fís.  y  nat.) 
Madrid,  1904. 

—  Extracto  de  Química  orgánica.  Madrid,  1871. 

—  Las  ag"uas  minerales  de  Vacia-Madrid  y  la  sal  de  Vacia- 
Madrid.  (Rev.  de  la  R.  Acad.  de  Cieñe,  exact.,  fís.  y  nat.)  Ma- 
drid, 1904. 

—  Tratado  práctico  de  determinación  de  plantas.  Ma- 
drid, 1876. 

De  Peralta  y  Lerín  (D.  Antonio):  Análisis  rápido  de  las 
ag-uas  potables.  Madrid,  1905. 

DoRRONSORO  (D.  Bernabé):  Curso  de  Física  práctica.  Ma- 
drid, 1896. 

García  de  la  Cruz  (D.  Victorino):  Discurso  leído  en  la 
Universidad  Central.  Madrid,  1900. 


DE    HISTORIA   NATURAL   Y   DE    SU   BIBLIOTECA.  59 

García  de  la  Cruz  (D.  Victorino):  Leyes  mecánicas  de  los 
líquidos  turbios  y  de  los  gases  nebulosos.  Madrid,  1895. 

GoNCALVEz  Guimaraes  (D.  A.  J.):  Elementos  de  Geolog*ía. 
Coimbra,  1897. 

Hidalgo  (D.  J.  G.):  Distinción  de  dos  nuevas  especies  de 
moluscos  g^astrópodos.  (Rev.  de  la  R.  Acad.  de  Cieñe,  exact., 
fís.  y  nat.)  Madrid,  1904. 

—  Noticia  sobre  las  faunas  malacológ-icas  del  Archipiélag-o 
de  Joló  é  Islas  Marianas.  (Rev.  de  la  R.  Acad.  de  Cieñe,  exact., 
fís.  y  nat.)  Madrid,  1905. 

LioN  (M.  G.):  Traite  élémentaire  de  Cristallog-raphie  géo- 
métrique.  París,  1891. 

Musen  geológico  da  Üniversidade  de  Coimera:  CoUeccáo  syste- 
mática  para  o  estudo  das  32  classes  de  symetria  das  formas 
crystallog-ráphicas.  Coimbra,  1899. 

Piñerúa  (D.  E.):  Processo  di  separazione  del  nichel  dal  co- 
balto, del  nichel  dal  ferro- e  del  cobalto  dall  alluminio.  (Gaz. 
chim.  ital.)  Palermo,  1897. 

Plinio:  Historifje  mundi,  libri  xxxvii.  Basileae,  mdliiii. 

Rubio  (D.  D.  F.):  Elementos  de  Historia  natural.  Madrid,  1897. 

SÁNCHEZ  (D.  D.):  Los  mamíferos  de  Filipinas.  (An.  de  la 
Soc.  esp.  de  Hist.  nat.)  Madrid,  1898. 

—  Un  sistema  de  finísimos  conductos  intraprotoplásmícos. 
(Trab.  del  labor,  de  invest.  biol.  de  la  Univers.  de  Mad.)  Ma- 
drid, 1904. 

Texidor  (D.  Juan):  Apuntes  de  zoolog-ía.  Barcelona,  1883. 

—  Tratado  de  materia  farmacéutica  mineral.  Barcelona,  1875. 
ViLANovA  (D.  Juan):  Ensayo  de  Diccionario  g*eog"ráfico-geo- 

lógico.  Madrid,  1884. 

Obras  adquiridas  por  compra. 

Aubin:  Le  Maroc  d'aujour  d'hui. 
Gentil:  Explorations  au  Maroc.  París,  1906. 
Geologisches  CentraWlatt.  Tomos  vii  y  viii. 
Guia  oficial  de  Espafia,  1906. 
Gula  comercial  de  Madrid,  1906. 
Flotte  de  Roquevaire  (R.  de}:  Carte  du  Maroc. 
Hemprich  (F.  G.)  y  Ehrenberg  (C.  G.):  Symbolíe  Physicse. 
Mammalia,  1828. 


«o  RELACIONES  DEL  ESTADO  DE  LA  REAL  SOCIEDAD  ESPAÑOLA 

Junk:  Eiitomolog-en  Adressbuch.  Berlín,  1905. 

KoHL  (F.  F.):  Zur  Kenntniss  der  Hymenopteren-Gattung 
Philaiitus. 

Kertez:  Katalog-  de  Pal.  Dipteren.  Tomos  i,  ii  y  iv. 

Loche:  Descriptions  de  nouvelles  espéces  de  Chat,  de  Ge- 
nette  et  de  Zorilla. 

LoÉw:  Die  Europaische  Raubfloyen. 

—  Europaische  Dipteren. 

Luddecke:  Mapa  de  África  en  seis  hojas. 

MoNTESsus  DE  Ballüre  (F.  de):  Les  Tremblementsde  Terre. 
Paris,  1906. 

MüRAwiTZ  (F.):  Hymenoptera  aculeata  nova. 

Radoszkowski  (O.):  Faune  hyménoptérolog-ique  transcas- 
pienne.  St.  Petersbourg-,  1886. 

Sapper  (K.):  In  den  Vulcang-ebieten  Mittellamerikas  und 
Westiudiens.  Stuttg-art,  1905. 

ScHULZ  (W.  A.):  Hymenopteren-Studien.  Leipzig-,  1905. 

Seitz:  Macrolepidoptéres.  Fase,  i  y  ii.  Stuttg-art,  1905. 

Sherborn:  Index  Animalium. 

Waterhoüse:  Index  Zoolog'icus. 

Zoological  Record.  Tomos  xxxviii-xli  (1902-1905). 

Zoological  Society  of  Loiulon.  Proceeding-s.  Año  1906. 

Madrid,  1.°  de  Diciembre  de  1906. 

El  Bibliotecario, 

Ángel  Cabrera  Latorre. 


BOLKTIN 


REAL  SOCIEDAD   ESPAÑOLA  DE  HISTORIA   NATURAL 


Sesión  del  9  de  Enero  de  1907. 

PRESIDENCIA  DE  D.  LUIS  SIMARRO. 

Al  abrirse  la  sesión  ocupa  la  presidencia  D.  Florentino  Az- 
peitia. 

— El  Secretario  leyó  el  acta  de  la  anterior,  que  fué  aprobada. 

Acto  seguido  el  Sr.  Azpeitia  manifestó  que  no  encontrándo- 
se actualmente  en  esta  capital  el  Sr,  D.  José  Casares  Gil,  ele- 
g-ido  Presidente  para  el  año  1907,  correspondía  presidir  la  se- 
sión á  D.  Luis  Simarro,  invitando  á  éste  para  que  ocupase  la 
Presidencia.  Al  dejar  el  sitio,  el  Sr.  Azpeitia  pronunció  pala- 
bras de  cortesía  y  agradecimiento  para  la  Sociedad. 

Ocupada  la  presidencia  por  el  Sr.  D.  Luis  Simarro,  dijo  que 
le  había  sorprendido  su  desig-nación  para  la  vicepresidencia 
en  1907,  y  que  consideraba  la  honra  que  con  ello  le  dispensaba 
la  Sociedad,  muy  superior  á  sus  merecimientos,  y  terminó 
ofreciéndose  á  todos  los  socios  y  prometiendo  su  concurso  á 
las  tareas  de  la  Sociedad.  Propuso  un  voto  de  g-racias  para  la 
Junta  saliente,  que  fué  aprobado  por  unanimidad. 

Admisiones  y  presentaciones. — Fueron  admitidos  como  socios 
numerarios,  D.  Aquilino  Macho  Tomé,  doctor  en  Farmacia,  re- 
sidente en  Saldaña  (Burg-os),  presentado  por  el  Sr.  Arag-ón;  don 
Felipe  Caramanzana  y  Baquedano,  oficial  mayor  del  Ayunta- 
miento de  Madrid,  presentado  por  el  Sr.  Madrid  Moreno;  el 
Sr.  Rector  del  Colegio  del  Apóstol  Santiago,  de  La  Guardia, 
presentado  por  D.  Ignacio  Bolívar  y  D.  Francisco  Ferrer  Her- 
nández, y  el  Laboratorio  biológico  marino  de  Baleares,  que  lo 
fué  por  D.  Odón  de  Buen. 

Se  hizo  una  nueva  presentación  de  socio  numerario. 


62  boletín    de    la   REAL   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Aprobación  de  cuentas.— Los  Sres.  Vázquez,  Pérez  Zúñig-a  y 
Aranda,  desig-nados  en  la  sesión  de  Diciembre  para  examinar 
las  cuentas  de  Tesorería  correspondiente  al  año  1906,  presenta- 
ron el  informe  que  sig-ue,  que  fué  leído  por  D.  Aurelio  Vázquez: 

«Reunidos  los  que  suscriben,  comisionados  por  la  Real  So- 
ciedad ESPAÑOLA  DE  HiSTORiA  NATURAL  para  examinar  las  cuen- 
tas de  la  misma  correspondientes  al  año  que  terminó  en  1."  del 
actual,  han  procedido  al  examen  y  comprobación  de  las  mis- 
mas, teniendo  la  satisfacción  de  manifestar  á  la  Sociedad  que 
se  hallan  perfectamente  conformes  con  sus  justificantes,  resul- 
tando que  existe  á  favor  de  la  Sociedad  un  saldo  de  652,81  pe- 
setas, y  créditos  por  valor  de  2.617,41  pesetas.  Existen  también 
315,77  pesetas,  como  sobrante  de  la  subvención  del  Ministerio 
de  Estado  para  la  publicación  de  las  memorias  relativas  á  los 
trabajos  de  la  comisión  del  g-olfo  de  Guinea. 

Como  se  ve  por  estas  cifras,  el  estado  financiero  de  la  Socie- 
dad es  altamente  satisfactorio  y  revela  el  asiduo  trabajo  y  el 
celo  del  Sr.  Tesorero.  Por  esta  razón,  la  Comisión  solicita  un 
voto  de  gracias  para  dicho  señor. 

Madrid,  24  de  Diciembre  de  1906. — Aurelio  Vázquez  Figue- 
ROA. — Enrique  Pérez  Zúñiga. — Francisco  Aranda  Millán.» 

El  Sr.  Tesorero  sig-nificó  que  el  voto  de  g-racias  que  para  él 
propone  la  Comisión  examinadora  de  las  cuentas  de  1906,  debía 
hacerse  extensivo  á  los  Tesoreros  de  provincias  y  á  cuantas 
personas  han  coadyuvado  á  la  buena  marcha  de  la  Sociedad, 
á  las  que  más  que  á  él  se  debía  el  estado  satisfactorio  de  la  Te- 
sorería; acordándose  así. 

Puhlicaciones  recibidas.— El  Secretario  dio  cuenta  de  que  en- 
tre las  revistas  y  obras  que  se  han  recibido  desde  la  sesión  de 
Diciembre,  fig-uran  la  Flora  descriptiva  é  ilustrada  de  Galicia 
(tomo  II.  Faneróg-amas),  por  el  R.  P.  Baltasar  Merino;  las  Claves 
analíticas  de  Historia  Natural,  por  D.  Alejandro  Colomina,  y 
los  Botaniska  Studir,  de  F.  Kjellman,  enviadas  como  reg-alo 
para  la  biblioteca  de  la  Sociedad,  por  sus  respectivos  autores. 

Notas  y  comunicaciones. — El  Sr.  Bolívar  presentó  un  trabajo 
de  D.  Fermín  Bescansa  sobre  Algas  conjugadas,  que  pasó  á  la 
Comisión  de  publicación. 

— El  Sr.  Fernández  Navarro  leyó  varios  fragmentos  de  un 


DE    HISTORIA   NATURAL.  63 

trabajo  sobre  su  excursión  geológica  á  las  Islas  Canarias,  en 
los  meses  de  Junio  y  Julio  de  1906. 

—El  Sr.  Bolívar  anunció  que  la  Comisión  de  publicación  pre- 
sentará á  la  Sociedad,  en  una  de  las  próximas  sesiones,  un  pro- 
yecto modificando  el  actual  sistema  de  editar  las  Memorias. 
Propondrá  la  referida  Comisión  que  en  lo  sucesivo  cada  una 
de  las  Memorias  que  se  publiquen,  constituya  un  cuaderno  in- 
dependiente, con  su  paginación  especial  y  su  numeración,  es- 
pecial también,  para  las  dimensiones  que  contenga,  abando- 
nándose el  sistema  que  actualmente  seguimos  de  formar  con 
varias  Memorias  tomos  anuales.  La  modificación  que  ¡propone 
la  Comisión  de  publicación,  ofrecerá  ventajas  para  los  autores 
de  Memorias,  y  también  para  la  Sociedad,  que  encontrará  una 
considerable  economía  en  la  tirada  de  los  ejemplares  que  se 
entregan  á  aquéllos,  pues  constituyendo  cada  Memoria  un  fo- 
lleto desligado  de  toda  relación  de  dependencia,  dichos  ejem- 
plares se  obtendrán  mediante  la  simple  continuación  de  la  ti- 
rada general,  sin  necesidad  de  levantar  las  formas,  poner  do- 
bles paginaciones,  imprimir  cubiertas  especiales  y  otra  serie 
de  manipulaciones  y  trabajos  que  exige  el  sistema  actual.  Dijo 
el  Sr.  Bolívar,  en  nombre  de  la  referida  Comisión,  que  este  pro- 
yecto lo  ponía  en  conocimiento  de  los  socios  para  que  estos 
fueran  meditando  acerca  de  las  ventajas  que  ofrece  ó  inconve- 
nientes que  pudiera  presentar,  y  hayan  formado  juicio  el  día 
que  se  les  someta  á  resolución. 

— El  mismo  Sr.  Bolívar  participó  á  la  Sociedad,  que  los  Pro- 
fesores del  Museo  de  Historia  Natural  de  París,  con  el  apoyo 
del  Gobierno  francés,  se  proponían  rendir  un  justo  tributo  ala 
memoria  del  gran  naturalista  Lamarck,  erigiéndole  una  esta- 
tua en  el  Jardín  de  Plantas,  y  que  se  proponían  solicitar  para 
conseguirlo  el  concurso  de  los  naturalistas  y  filósofos  del  mun- 
do entero, á  cuyo  fin  habían  redactado  una  circular,  que  presen- 
tó á  la  Sociedad,  acordándose  cooperar  al  éxito  de  estos  pro- 
pósitos, comenzando  por  publicar  en  el  Boletín  la  noticia,  así 
como  la  circular  para  que  llegue  á  conocimiento  de  los  socios, 
y  también,  más  adelante,  las  noticias  relativas  á  la  suscripción 
cuando  ésta  se  abra,  á  fin  de  que  puedan  contribuir  los  socios 
que  lo  deseen  á  esta  obra  de  reparación  hacia  un  hombre  tan 
eminente,  cuyas  doctrinas  han  influido  tanto  en  la  concepción 
moderna  del  origen  y  del  encadenamiento  de  los  seres  vivos,  y 


64  boletín    de    la    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

á  quien  además  se  deben  obras  tan  importantes  como  las  que 
se  citan  en  la  circular  y  que  á  todos  los  naturalistas  españoles 
son  familiares. 
La  referida  circular  dice  así: 

Muséiim  National  d'Histoire  ISaHrelle. 

M.  L'homme  qui  a  été  le  véritable  créateur  de  la  doctrine 
transformiste,  qui,  le  premier,  a  posé  sur  le  terrain  physiolo- 
g"ique  le  probléme  de  l'orig-ine  des  formes  org-aniques,  c'est 
l'illustre  naturaliste  &  philosophe  Lamarck,  membre  de 
l'Académie  des  Sciences  &  professeur  au  Muséum  d'Histoire 
Naturelle. 

Tandis  que  Darwin  cherchait  á  expliquer  pourquoi  la  cliaine 
des  étres  était  discontinué  &  brisée  en  espéces,  Lamarck  mon- 
trait  comment  il  était  possible  d'expliquer  les  procedes  par 
lesquels  les  formes  organiques  s'étaient  constituées  &  conti- 
nuaient  á  se  transformer. 

Darwin  repose  á  Westminster.  Lamarck  n'a  pas  encoré  de 
statue. 

Les  Professeurs  du  Muséum,  estimant  que  le  moment  est 
venu  de  réparer  cet  injuste  oubli,  se  proposent  d'élever  dans 
le  Jardín  des  Plantes,  oú  toute  sa  vie  scientifique  s'est  passée 
&  oú  il  a  elaboré  ses  immortels  travaux,  un  monument  á  la 
g-loire  de  l'auteur  de  la  Philosophie  zoologiqtie,  dii  Systéme  des 
Animaiix  sans  vertebres,  de  la  Flore  francaise,  des  Fossiles  des 
environs  de  Varis,  du  Systeme  des  connaissances  positives,  de 
VBydréologie  &  de  tant  d'autres  ouvrag-es.  Avec  l'approbation 
de  M.  le  Ministre  de  riustruction  publique;  ils  prennent  Tini- 
tiative  d'une  souscríption  universelle  &•  viennent  vous  prier  de 
leur  donner  votre  concours  pour  lionorer  celui  que,  dans  tous 
les  pays,  l'on  considere  comme  le  pére  de  la  conception  mo- 
derne  de  l'évolution  du  monde. 

Les  Professeurs  du  Muséum  national  d'Histoire  naturelle: 

Ed.  Perrier,  directeur;  L.  Vaillant,  assesseur;  A.  Mangin, 
secrétaire;  Arnaud;  H.  Becquerel;  Boule;  Bouvier;  Bureau, 
professeur  honoraire;  Chauveau;  Constantin;  Gaudry,  profes- 
seur lionoraire;  Gréhant;  Hamy;  Joubin;  Lacroix;  Lecomte; 
Maquenne;  S.  Meunier;  Van  Tieghem;  Trouessart. 

Se  acordó  acusar  recibo  y  ofrecer  el  concurso  déla  Sociedad^ 


DE   HISTORIA   NATURAL.  65 

en  la  forma  que  quiera  utilizársele,  para  la  propag-anda  del 
proyecto. 

Por  fin,  el  Sr.  Bolívar  puso  en  conocimiento  de  la  Sociedad 
que  ésta  se  había  asociado  al  acto  de  conmemorar  la  funda- 
ción de  la  primera  cátedra  de  Zoología  en  la  Universidad  de 
Ñapóles,  con  motivo  del  Centenario  de  la  misma,  enviando  su 
adhesión  y  felicitando  al  profesor,  Sr.  Fr.  Sav.  Monticelli,  ac- 
tual catedrático  de  la  referida  Universidad  y  enseñanza,  por 
lo  que  tanto  el  Rector  de  aquel  Centro,  profesor  C.  Fadda,  como 
el  referido  profesor,  daban  las  g-racias  á  la  Sociedad. 

— El  Sr.  Martínez  Gámez  presentó  alg-unos  fósiles  recog-idos 
en  Jimena,  provincia  de  Jaén,  haciendo  entreg-a  de  ellos  al 
Sr.  Azpeitia  para  su  estudio. 


Notas  y  comunicaciones. 


Algunas  «Conjugadas»  de  la  provincia  de  Orense 

POR 

FERMÍN    BESCANSA 

Muy  rica  en  especies  de  Algas  de  agua  dulce  es  la  Flora  de 
Galicia,  debido  sin  duda  á  lo  húmedo  del  país  y  á  su  superfi- 
cie tan  montañosa,  que  hace  se  conserven,  casi  todo  el  año, 
gran  número  de  arroyos,  pantanos  y  charcos,  donde  encuen- 
tran buen  campo  para  desarrollarse  las  muchas  formas  que 
presentan.  Pero  uno  de  los  grupos  que  tiene  más  representan- 
tes, y  en  el  que  se  pueden  hacer  investigaciones  fructíferas,  es 
el  de  las  Conjugadas,  de  las  que  doy  á  continuación  una  lista 
de  especies,  determinadas  por  mí  en  el  transcurso  de  un  año, 
recolectadas,  en  su  mayor  parte,  en  los  alrededores  de  la  ca- 
pital, y  otras  en  diversas  excursiones  hechas  á  varios  puntos 
de  la  provincia. 

Por  si  los  datos  que  doy  pueden  servir  algún  día  para  aumen- 
tar la  Flora  del  país,  indico  los  medios  empleados  en  la  deter- 
minación de  las  especies.  Y  son: 

Un  micrómetro  ocular  de  Leitz,  comprobado  con  micróme- 
tros  objetivos  de  Zeiss  y  Nachet.  Todas  las  medidas  de  la  pre- 

T.  VII.— Enero,  1907.  5 


(36  boletín  de  la  REAL  SOCIEDAD  ESPAÑOLA 

senté  lista  están  en  mieras  ([x)  y  las  obras  consultadas  son: 
Amo,  Flora  Criptog árnica;  Lázaro,  Compendio  de  ¡a  Flora  espa- 
ñola; Petit,  Spirogyra  de  París;  Wildeman,  Flore  des  Algíiís  de 
Belgique;  Cooke,  British  Desmids;  Diipray,  Genres  Zygnema  et 
Zygogonium;  Tempere,  Desmidiées  de  France;  Comeré,  Conju- 
gtiées  de  Toiilouse. 

Conjugadas. 

Desmidiáceas. 

Penium  digitus  Ehr.  85  x  340  ¡j.. 

Altos  de  Piñor,  carretera  de  Trives. 
P.  naricilla  Breb.  14  x  53  ¡jl. 

Alrededores  de  la  capital. 
P.  margaritaceum  Breb.  25  x  126  p.. 

Río  de  Barra  Miño. 
P.  Nageln.  56  x  189  [x. 

Vía  férrea  en  los  Peares,  carretera  de  Trives,  kilómetro  161. 
Closlerium  Jeniieri  Ralfs.  19  x  130  ¡j.. 

Carretera  de  Piñor.  Silla  del  Obispo  (carretera  de  Trivesj. 
C.  intermedium  Ralfs.  20  x  290  p.. 

Valle  de  Taboadela. 
C.  rostratimi  Ehrb.  28  x  350  y-  Zig'ospora  de  70  x  52  p.. 

Carretera  de  Reza,  kilómetros  2.°  y  6.° 
C.  Ehrenhergü  Meneg-.  75  x  525  ¡x. 

Común  en  los  alrededores  de  la  capital. 

C.  gracile  Breb.  5,5  X  100  p.. 

Carretera  de  Trives,  kilómetros  156  y  161. 
DocidiuTn  nodulosum  Breb.  37  x  380  ¡x. 
Carretera  Santiag-o,  á  2  kilómetros. 

D.  coronatuM  Breb. 

En  Lamas  (La  Limia). 
Cosmarmm  BreUssonii  Meneg-.  71  X  99  ¡j.. 

Altos  de  Piñor. 
C.  Ralfsii  Breb.  61  x  70  -jl. 

Silla  del  Obispo. 
Xanthidium  anülopaemn  Breb.  62  x  62  [x. 

Carretera  de  Trives,  kilómetro  156. 
Staurastritm  MrsuUim  Breb.  42  x  42  [x. 

Carretera  de  Trives,  kilómetro  156,  y  Silla  del  Obispo. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  67 

Euastrum  pectinatuon  Breb.  48  x  72  [x. 

Alto  de  Piñor. 
E.  oUongum  Grev.  90  x  166  [x. 

Taboadela  y  kilómetro  160  de  la  carretera  de  Trives. 
E.  ansatiim  Ralfs,  47  x  90  \x. 

Valle  de  Taboadela  y  Silla  del  Obispo. 
Micrasterias  denticulata  Breb.  210  x  245  \x. 

Altos  de  Piñor,  carretera  de  Reza,  6."  kilómetro,  y  vSilla  del 
Obispo. 
M.  rotaía  Grev.  255  x  285  ¡jl. 

Carretera  Reza,  6.°  kilómetro. 
S])haeTozosma  secedens  De  Bary.  Ancho  10  ¡j.. 
Desmidiiim  Sioarkii  Ralfs. 

Común  en  los  alrededores  de  la  capital. 
Gfymnozyga  BreUssonü  Kütz. 

En  Lamas  (La  Limia). 
Hyalotheca  dissüiens  Ralfs.  Diámetro,  19  jx. 

Alrededores  de  Orense  y  Puente  Poldras  (Ginzo). 
E.  mucosa  Ralfs.  Diámetro,  19  \k. 

Carretera  de  Trives,  kilómetro  156. 

Zygnemáeeas. 

Zygnema  Uios'permum  De  Bary.  Células,  20  ¡x;  zig-osporas  de 

25  á  28  p.. 
Spirogyra  ¡ongata  Ktz.  Células,  38  [jl;  zig-osporas,  38  x  60  ¡j.. 

Carretera  de  Reza. 
S.  miraUlis  Ktz.  Células,  15  x  255  [jl;  zig-osporas,  35  x  75  |ji. 

Carretera  de  Reza. 
S.  varians  Ktz.  Células,  30  ¡x  ó  25  [x;  zig-osporas,  22  x  35  ¡x. 

Alrededores  de  Orense,  vía  férrea  en  Barrio  y  Barra  de  Miño. 
S.  calospora  Cleve.  Células  de  33  [x;  zig-osporas  escrobiculádas 
de  43  X  72  jx. 

Carretera  de  Piñor  y  vía  férrea  en  Barrio, 
S.  lemissima  Ktz.  Células  de  12  pi;  zig-osporas  de  23  x  47  a. 

Valle  de  la  Rabeda. 
S.  jugalis  Ktz.  Células  de  90  ¡x;  zig-osporas  de  75  X  120  á  135  [x. 

Carretera  de  Reza,  kilómetros  5  y  6. 
S.  Weheri  Kütz.  Células  de  20  [x;  zigosporas,  33  X  66  •/.. 

Barra  de  Miño. 


68  boletín    de  la   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Siñrogyra  Gremlleana  Ktz.  Células  de  34  [x. 

Carretera  de  Piñor. 
Zygogoninm  pectinatum  Ag\  Células  de  28  ^,  vaina  g-elatinosa; 
zig-osporas,  38  y- 

Puente  Poldras  (Ginzo). 

Mesocarpáeeas. 

Mesocarpus  pleurocarpits  D.  By.  Células  de  27  ¡j.. 

Común  en  los  alrededores  de  la  capital. 
M.  parvulus  Hass.  Células  de  8  [t.;  zig-osporos  de  19  ¡x. 

Carretera  de  Trives,  kilómetro  156. 

Existen  muchas  más  especies  que  las  citadas  y  que  hasta 
ahora  no  he  Ueg-ado  á  determinar,  pertenecientes  principal- 
mente á  los  g-éneros  Cosmarmm,  Closierium,  Staurasirum, 
Enastrum,  Tetmemorus  y  Spirogyra  (de  este  último  por  no  ha- 
berlas encontrado  en  conjugación)  y  un  Zygnema,  abundante 
en  los  alrededores  de  la  capital  y  otros  puntos  de  la  provincia, 
que  supong-o  sea  el  Z.  cniciaium  Ag-.,  aunque  los  caracteres  de 
sus  zig-osporas  no  coinciden  con  los  que  dan  las  obras. 


Boletín   bibliográfico. 

Enero. 

Académie  des  Sciences.  París.  (ComptesrendusJ.  Tome  cxliii,  1906,  n°  23. — 
YvES  Délage:  Sur  les  adjuvants  spécifiq.  de  la  parthénogen.  expéri- 
ment. — Chaktard:  Sur  les  rochers  volcan,  de  la  presqu'ile  du  Cap 
Vert. — Zambonini:  Sur  la  présence  de  la  galéne  parmi  les  minéraux  du 
Vésuve.— TioHOMiRow:  Sur  les  inclusions  intracellul.  de  la  feuille  du 
Rhamnus  cathartica  L.  —  Beaüverie:  Evolution  des  globoídes  des 
¿raines  pendant  la  germinat. — Houard:  Sur  les  modific.  histolog.  ap- 
portées  aux  fleurs  des  Teucrium  Chamcedrys  et  montanum  par  des  lar- 
ves  de  Copium. — Gravíer:  Sur  les  formations  coraliennes  de  l'ile  San- 
Thomé. — Letulle  et  Pompilian:  Chambre  respirat.  calorimétr. — Min- 
kiewicz:  Le  role  des  phénomén.  chromotrop.  dans  l'étude  des  pro- 
blémes  biolog.  et  psycho-pbysiologiques.^^N"  24. — Bonnier:  Sur  la  di- 
vis,  du  travail  cbez  les  abeilles. — Becquerel  (J.):  Sur  les  plíénom. 
de  polarisat.  rotatoire  magnétique  daus  les  cristaux. — Bertrand  et 
RivKiND"  Sur  la  répartition  de  la  vicianine  et  de  sa  diastase  dans  les 


DE    HISTORIA   NATURAL.  69 

graines  de  Légumineuses. — André:  Sur  la  composit.  des  sucs  végét. 
extraits  des  racines. — Becquerel  (P.):  Sur  la  respirat.  des  graines  á 
l'état  de  vie  latente.— Nert:  Le  pollen,  orig.  et  transformat. — Hérü- 
bel:  Sur  une  tumeur  chez  un  Invertébré  (Sipunculus  nudus).  —  GnA'r- 
ton:  Les  Blastodinides,  ordre  nouv.  de  Dinoflagell.  parasit.—  Négrís: 
Sur  les  conglomér.  de  la  Messénie  et  ceux  du  synclinal  Glokova-Va- 
rassova  en  Gréce.=Nos  25  et  26. — Depéret:  L'évolut.  des  Mammif. 
tertiaires.—SALET:  Sur  la  nature  de  l'atmosphére  de  Mercure  et  de  Ve- 
nus.— Becquerel  (J.):  Sur  les  modificat.  dissymétriques  de  quelques 
bandas  d'absorpt.  d'un  cristal  sous  l'action  d'un  champ  magnétique. — 
HiRTz:  Eeproduct.  expérim.  de  plissements  lithosphériques. — Walle- 
RANTiSur  l'orig.des  enroulem.hélicoid.dans  les  corps  cristalliés.~GAU- 
bert:  Sur  les  fig.  de  corrosión. — Glasser:  Sur  une  espéce  miner.  nouv., 
la  néponite,  silicate  hydraté  de  nickel  et  de  magnésie.— PiNOx:  Reprod. 
expérim.  du  mycétome  á  grains  noirs. — Becqxierei,  (?.):  Sur  la  nature 
de  la  vie  latente  des  graines.  — Dumont:  Les  radiat.  lumin.  etla  riches- 
se  azotée  du  ble.— Galimard  et  Lacomme:  Sur  la  genése  de  matiéres 
protéiques  par  un  microbe  pathogéne. — Tkouessart:  Sur  lane  espéce 
nouv.  du  gecre  Icticyon  (Speothos). — Pittard:  Influence  du  milieu 
géograph.  sur  la  taille  humaine— Letullb  et  Pompilian:  -Recherches  sur 
la  nutrit. — Péniéres:  Action  physiol.  de  la  resine  d'Euphorbe. — Rl- 
che:  Sur  la  constituí,  géolog.  de  la  región  de  Chézery  (Ain).=N°  27. — 
Deslandres:  Appar.  enregistr.  de  l'atmosph.  solaire. — Bigourdan:  Sur 
les  observat.  de  nébuleuses  faites  á  l'Observat.  de  Paris. — TRiLLAT:Sur 
la  maladie  de  Famertume  des  vins.— Heckel:  Sur  les  mutations  gem- 
maires  cult.  dans  les  Solanum  tubérif. — Grifpon:  Quelques  essais 
sur  le  greftage  des  Solanées — Blaringhem:  Product.  d'une  variété 
nouv.  de  Mais,  le  Zea  mays  var.  pseudo-androgina. — Rousseaux  et 
Brioux:  Recherches  sur  la  cult.  de  1' Asperge  dans  l'Auxerrois. — 
Brüntz:  Sur  l'exist.  de  format.  lymphoides  globuligénes  chez  les  Gain- 
marides. — Rothschild  et  Nedville:  Sur  une  Antílope  nouv^.  du  centre 
afric. — Wiktrebert:  Influeuce  du  radium  sur  le  dével.  et  la  méta- 
morph.  des  Baíraciens. — Vaschide:  Sommeil  diurne  et  nocturne. — Ber- 
trand:  Sur  les  charriages  du  versant  N.  des  Pyrénées. — Meunier;  Sur 
d'anciennes  expér.  relativ.  á  l'imitat.  artific.  des  chaines  de  mon- 
tagnes. 

Académie  Iníernationale  de  Géographie  Botanique.  Paris.  (Bulletin).  1906, 
n°  206. — Pau:  Synops.  formar,  nov.  hispanic— Thériot:  Mousses  de 
Colombio.  —  Marcailhoü  d'Atméric:  Catal.  des  plant.  indigénes  du 
bassin  de  la  Haute-Ariége(suite). 

American  Naturalist  (The).  Boston.  Vol.  xl,  1906,  n°  á79.=PEARL:  Va- 
riat.  in  the  Number  of  Seeds  of  the  Lotus. — Osborn:  The  Causes  of 
Extinction  of  Mammal.  —  Cdshman  and   Henderson:  On   the   Finer 


70  boletín  de  la  real  sociedad  espaí^ola 

Structiire  of  ArceUa.^=N°  480.— Osborn:  The  Causes  of  Extinct.  of 
Mammal.  (Concluded)  —  Cockerell:  The  Alpine  Flora  of  Colorado. — 
Headlee:  Blood  Gills  of  Simulium  pictipes. 

Baleares  (Las).  Palma  de  Mallorca.  1906,  n.'^'  72. 

Caiiadian  Entomologist  (The].  London.  Ontario.  1906,  n°  12.— Fletcher  and 
Gibson:  Lifehist.  of  the  Spined  Eustic  (Barathra  curialisj.—'Wli.i.is- 
ton:  Classifio.  of  the  Culicidse. — Tatlor:  Some  new  Geometridfe  from 
British  Columbia, — Van  Duzee:  Notes  on  Hemipt.  taken  near  Lake 
Temagami. — Fletcher:  The  Pupation  of  Euvanessa  antiopa. — Rilet: 
A  case  of  Peeudoparasit.  by  Dipter.  larvse.  —  Pearsall:  Geometrid 
notes. 

Entomologische  Litteraturhlatter .  Berlín.  1906,  n°  12. 

Entomologist' s  Record  (The).  1906,  n°  12.— Kaynor:  Butterflies  at  Hazeleigh. 
Bacot:  Struct.  details  of  the  pupa  of  Heliothis  j)eUigera.—RKw:  En- 
tomol.  Not.  on  the  past  Season. — Pcwell:  Melanargia  lachesis.— Izo- 
tes on  the  Ovum  and  young  Larva. — Bacot:  A  Critic.  Point  in  the 
Struct.  of  the  Larva  of  Daphnis  nerü.—  Adkin:  Tortrix  pronu- 
bana,  Hb.,  an  establish.  Brit.  spec. — Graves:  Lepidotp.  Notes  from 
the  Levant.— Eait  Smith:  Butterflies  of  Abeitillery.  —  Turner:  Notes 
on  Coleophora  fuscedinella, — McDunnoügh:  Notes  towards  a  Life-hist. 
of  Polyommatus  donzelii. — Donisthorpe:  Myrmecophil.  not.  for  1906. — 
Sharp:  Some  remarks  on  the  physiol.  criterion  of  spec— Black:  Co- 
leóptera in  Inveruesshire.  —  Bagnall:  Addit.  to  the  Coleopt.  of  the 
Northumberland  and  Durham  District.—  Burr:  Synops.  of  the  Orthopt. 
of  West.  Europe. 

Feuille  des  Jeunes  Naturalistes  (La).  Paris.  1907,  n°  436. — Félix:  La 
doctr.  de  Jordán. — Gourt  et  Güignon:  Les  Insectes  paras,  des  Cruci- 
féres  (suite). — De  Gaulle:  Catal.  des  Hyménopt.  de  France  (suite). 

Ingeniería.  Madrid.  1906,  n.°  61. — Hauser:  El  grisú  en  las  minas.=N.°  62. 

Johns  Ropkins  Hospital.  Baltimore.  (Bulletin).  1906,  n°  189. 

Lahoraiorio  municipal  de  Higiene.  Madrid  (Boletín),  1906.=N.t>s  3-5* 

Museum  of  Comparative  Zo'ólogy.  Cambridge  (Bulletin),  1906.  Geological 
Series,  vol.  vni^  n"  4.—  Rogers:  The  Origin  and  Struct.  of  the  Roxbu- 
ry  Conglomer. 

Naturae  Novitates.  Berlin.  1906,  No»  18-20. 

Novitates  Zoologicae.  Tring.  1906.  Yol.  xiii,  n°  4. — Rotschild:  A  new  spec. 
of  Giant  Tortoise.  — Hartert;  Additional  Notes  on  Birds  f rom  N.  W. 
Austral. — Notes  on  Birds  from  the  Philipp.  Islands. — Reichenow:  Er- 
klarung. 

Nuova  Notarisia  (La). — Modeiia.  1907.  Gennaic— Mazza:  Saggio  di  Al- 
golog.  Ocean.  (contin.)  -Borzi:  Conspectus  gener.  Stigonematacea- 
rum. — Arthuk:  Orig.  of  a  fossil  lake  in  New  Jersey. 

Physikalisch-niedicinischen  Qesellschaft.  Würzburg.  Verhandbmgen.  1906, 


DE    HISTORIA    NATURAL.  71 

u"  9.  — Stohr:  Gedachtnisrede  auf  Albert  von  Koelliker.  =  N°  10. — 
Kraüs:  Die  Sesleria-Halde.=N°  11,  — Tredtlein:  Üb.  chronische  Oxal- 
saurevergiftung  an  Hühnern  uud  deren  BeziehaDg  z.  Atiologie  der 
Beriberi.=N°  12. — Ooxtzen:  Die  Anatomie  einig.  Gramineenwurzeln. 

Iteal  Academia  de  Ciencias  exactas,  físicas  y  naturales.  Madrid.  (Revista). 
1906.  T.  V,  n.os  1-3. 

Real  Sociedad  geográfica.  Madrid.  (Boletín).  1906.  Tercer  trimestre. 

—  Revista  de  Geografía  Colonial  y  Mercantil.  1906.  T.  ni,  n.os  15  y  16. 
Revista  científica  profesional.  Barcelona.  1906,  n.°  97. 

Revtie  Suisse  de  Zoologie.  Genéve.  1906.  T.  14,  fase.  3.— Stingelin;  Neue 
Beitr.  z.  Kenntnis  der  Oladocerenfauna  der  Schweiz.— Piguet:  Oligo- 
chét.  de  la  Suisse  franp. — Martin:  Revis.  der  obereocseuen  und  unte- 
rolingoctenen  Creodonten  Europas.  — Carl:  Beitr.  z.  Hohlenfauna  der 
insubrisch.  Region.^ — Calvet:  Bryozoaires  d'Amboine. 

Royal  Micoscropical  Society.  London.  (Journal).  1906,  n°  175.  — Mürrat: 
Some  Rotifera  of  the  Sikkim  Himalaya. — Conrady:  Note  on  an  Early 
Criticism  of  tbe  Abbe  Theory.  —  Stores:  Í\  ot.  on  tLie  Markings  01  the 
Wing-scales  of  a  cert.  Butterfly. 

Royal  Physical  Society.  Edimburgo.  (Proceedings).  1906.  Vol.  xvi,  n°  7. — 
Scott:  a  Oatal,  of  Land,  Fresh-Water,  and  Marine  Crustácea  found 
in  the  Basin  of  the  River  Forth  and  its  Estuary. 

Sociedad  Aragonesa  de  Ciencias  Naturales.  Zaragoza.  (Boletín).  1906. 
T.  V,  n."  9. — Navas:  Noved.  Zoológ.  de  Aragón. 

Sacíete  belge  d'Astronomie.  Brnxelles.  (Bulletin.)  1906.  Novembre,  n°  11. — 
Atlas  photogr.  de  la  Lune,  planche  xlvi. 

—  Annuaire  pour  1907. 

Société  botanique  de  France.  París.  (Bulletin.)  1906.  T.  53",  fase.  7.— Les- 
dain:  Not.  lichénolog. — Reynier:  Quelques  rectific.  botan. — Boissieü: 
Le  Linaria  pallida  subspont.  en  Suisse.— Güffoy.  Une  nouv.  station 
de  Salvia  verticillaía, — Billiard:  Acclim.  de  quelques  plantes  peu 
communes  dans  des  localit.  nouv.  aux  envir.  de  Paris.— Lignier:  Sur 
une  algue  oxfordienne  (Glceocystis  oxfordiensis  n.  sp.)— Gandoger:  Le 
Luzída  Noves  Camhriai. —  Léveillé:  Le  Juncus  anceps  et  son  hybri- 
de. — Dismier;  Le  Bruchia  vogesiaca  Schw.  dans  la  Haute  Saone,  et 
Muscin.  Nouv.  ou  rar.  pour  ce  département. 

Société  entomologiqíie  de  Belgique.  Bruxelles.  (Annáles).  19C6.  T.  60% 
fase.  XI. — Jacobson:  Donacia  Clavareauí  sp.  n. — Lea:  Not.  on  the  gen. 
ie^íops  with  descript.  of  new  spec.  — Desbrochers  des  Loges:  Étud. 
sur  les  Curcul.  exotiques  et  descriptions  d'espéc.  inéd.  Fase.  xii. — 
Germain  et  Kerremans:  Buprest.  du  Musée  de  Santiago  (Chili). — Mo- 
ser:  Beitr.  z.  Kenntnis  der  Oetoniden. — Distant:  Oriental  Heteropt. — 
WiLLEM:  Une  observat.  sur  le  Macroglosse. 

Société  géoiogique  de  France.  Paris.  (Comptes  rendusj.  1904. 


72  boletín    de    la    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Wiener  Entomologische  Zeitung.  Viena.  1907,  i  Heft. — Becker:  Desmome- 
topa. — Strohmeyer:  Ein  neuer  Thamuurgus  aus  Griechenland. — Mül- 
ler:  Coleopter.  Notiz.— Fleischer:  Coleopter.  Notiz. — Weise:  Kleine 
Mitteilung.  üb.  synonym.  Bemerkungen. — Fleischer:  Eine  neue  Var. 
des  Colon  Perrini  Reitt. — Schüster:  Tieferliegend.  Terrain  an  der 
Meeresküste  von  Kafern  gemieden.  — Flach:  Beitr.  zur  Kaferfauna 
der  iberisch.  Halbiusel. — Bergroth:   Notiz   zu    Liocles  und  Colon. — 
Fleischer:   Liodes  algerica   Rye  (ac.)  nigerrima  m. — Poppius:   Eine 
neue  Art  der  Pterostich. — Untergatt.  Cryohius  Chaud.  aus  N.-Amer. — 
Formánek:  Eine  neue  Art  der  Rüssler-Gattung  Brachysomus  aus  Sie- 
benbürgen.— Ganglbauer:  Loria   oder  Bí-mc^ms.?— Reitter:    Üb.    das 
Coleopt.  —  Genus  Machaerites  MiU.  —  Reitter:  Coleopter.  Notiz. — 
Seidlitz:  Üb.  Bryaxis  Kugelann  1794.-— Weise:  Berichtigung. 
Wissenschaftliche  Insektenbiologie.  Husum.  (Zeitschrift).  1906,  Bd.  ii.  Heft 
11. — Meixner:  Der  manuliche  und  weibliche  Genitalappar.  der  Chloro- 
clystis  rectangulata  L.—  Fiebrig:  Eine  morphol.  und  biolog.  interesa. 
Dipterenlarve  aus  Paraguay  (Acanihomera  teretruncum  n.  sp.  Fiebrig). 
Jorgensen:  Beitr.  z.  Biolog.  der  Blatwespen  ( C¡t,alastogastra) . — Meis- 
sner:  Statist.  Untersuchung.  üb.  Farbungsvariat.  bei  Coleopt— Anel. 
Ein  Pseudo-Hermaphrod.  von  Malacosoma  castrensis  (Lep). — Siltala: 
Zum  Überwintern  der  Triehopterengattung  Osyethira. — Buchner:  Üb. 
den  Wert  des  Spiralbaues  bei  einig.  Trichopterenlarv.— Buttel-Ree- 
pen:  Das  Schwárm.  der  Bienen. 
Zoologischer  Anzeiger.  1906.  Bd.  xxsi,  n°  1 .— Hartmeyer.  Ein  Beitrag  z. 
Kenntnis  der  japan  Ascidienfauna. — Steche:  Bemerkungen  üb.  pe- 
lagische  Hydroidenkolou,=Ncs  2-3.— Selensky:  Z.  Kenntnis  des  Ge- 
fíissystems  der  Piscicola. ~Couí¡:  Weitere  Untersuchung.  üb.  den  Ten- 
takelappar.  des  Anurengenus  Xenopus. — Leonhardt.  Üb.  die  Mops- 
bildungbei  Abramis  vimba  L. — Dahl:  Die  gestreckte  Korperform  bei 
Spinnen  und  das  System  der  Araneen. — Kohn:  Nachtrag  zur  Einig. 
nh.  Pa7-ame7"tnis  contorta  {v.  Linstow).  Merniis  contorta  v.  Linstow. — 
Benham:  On  a  new  spec.  of  Sarcophyllum  from  New  Zealand. — Thor: 
üb.  zwei  neue  in  der  Schweiz  von  Herrn  C.  Walter  (Basel)  erbeutete 
Wasser-Milbeu.— Moroff:  Bemerkungen  üb.  den  Kern  dev  Aggregata 
Freuzel. — Chichkopf:  Copep.  d'eau  douce  de  Bulgarie.  — Chun:  System 
der  Cranchien.— Lehmann:  Die  Aufgabe  der  Museen. — Freund:  Die 
tecbnische  Ausbildung  der  Zoolog.=:1907,  n"  4.— Spengel:  Eine  ver- 
kannte  Sipun culiis  -\arve.  —  Hacker:  Üb.  Mendelscbe  Vererbung  bei 
Axolofln. — Reüter:  die  westafrikan.  Kakao-<Rindenwanze».  —  Thor: 
Lebertia-Stuáien   xv.  —  Auerbach;   Weitere  Mitteilung.  üb.    Myxo- 
bohis  aeglefini   Auerbach.— Dawyuoff:  Sur  la  quest.  du  mésoderme 
chez  les  Coelenter.— Foche:  Einige  Bemerkuug,   'j.  Nomenclat.   der 
Trematod,  (Continuará.) 


Sesión  del  6  de  Febrero  de  1907. 

PRESIDENCIA   DE    D.    JOSÉ    CASARES    GIL 

El  Secretario  leyó  el  acta  de  la  sesión  anterior,  que  fué  apro- 
bada. 

Abierta  la  sesión,  el  Sr.  Casares  Gil  dirig-ió  alg-unas  palabras 
de  ag-radecimiento  á  la  Sociedad  por  haberle  designado  para 
el  carg'o  que  ocupa,  ofreciendo  su  concurso  y  apoyo  al  objeto 
y  fines  que  todos  perseg-uimos. 

Admisiones. — Fué  admitido  como  socio  numerario  D.  Ernesto 
Peris  Fuentes,  de  Burriana,  presentado  por  D.  Ig-nacio  Bolívar. 

Correspondencia.— Se  dio  cuenta  de  haberse  recibido  una  in- 
vitación para  asistir  al  séptimo  Congreso  internacional  de  Zoo- 
log-la,  que  se  celebrará  en  Boston  (Estados  Unidos),  durante  el 
próximo  mes  de  Agosto,  acordándose  gestionar  la  representa- 
ción de  España  en  el  mismo. 

— También  se  participó  que  la  Facultad  de  Ciencias  de  Ña- 
póles había  remitido  una  tarjeta  invitándonos  á  tomar  parte 
en  la  sesión  extraordinaria  que  para  conmemorar  el  vigésimo- 
quinto  aniversario  de  la  fundación  de  la  cátedra  de  Zoología 
se  habrá  celebrado  el  día  10  de  Enero  último  en  aquella  Uni- 
versidad, habiendo  correspondido  la  Sociedad  enviando  su  ad- 
hesión, felicitando  al  Rector  Sr.  Fada  y  al  Profesor  de  Zoolo- 
gía Sr.  Montichelli. 

— Se  dio  lectura  á  la  siguiente  Real  orden  trasladada  por  la 
Subsecretaría  del  Ministerio  de  Instrucción  Pública,  sección 
de  Bellas  Artes: 

«Excmo.  Sr.  Presidente  de  la  Real  Sociedad  española  de 
Historia  natural: 

»Con  esta  fecha,  el  Excmo.  Sr.  Ministro  me  comunica  la  Real 
orden  siguiente: 

«limo.  Sr.:  Atendiendo  á  las  razones  expuestas  por  el  direc- 
tor del  Museo  de  Ciencias  Naturales,  en  su  oficio  de  25  de  Oc- 
tubre de  1906,  y  por  la  Real  Sociedad  española  de  Historia 
NATURAL,  en  instancia  del  22  del  mismo  mes  y  año,  S.  M.  el 
Rey  (q.  D.  g.)  ha  tenido  á  bien  disponer  se  conceda  al  referido 

T,  vil. -Febrero  IC-OT.  O 


74  boletín    de   la   REAL   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Museo  el  salón  alto  del  pabellón  del  Norte  del  Palacio  de  la 
Industria  y  de  las  Artes,  al  objeto  de  instalar  en  él  el  Labora 
torio  y  colecciones  de  Entoraolog'ía,  dando  también  alojamien- 
to para  el  mismo  efecto  á  la  supradicha  Real  Sociedad  es- 
pañola DE  Historia  natural.» 

»Lo  que  traslado  á  V.  S.  para  su  conocimiento  y  demás  efec- 
tos. Dios  g-uarde  á  V.  S.  muchos  años. 

»Madrid,  15  de  Enero  de  1907. — El  Subsecretario,  J.  Herrero.» 

— El  Sr.  Bolívar,  como  aclaración  á  la  Real  orden  copiada, 
manifestó  que  desde  hace  tiempo  venía  practicando  g-estiones 
á  fin  de  poder  trasladar  el  Laboratorio  de  Entomolog-ía  del 
Museo  de  Ciencias  Naturales  y  la  Sociedad  española  de  His- 
toria NATURAL  á  uno  de  los  pabellones  del  Palacio  de  la  In- 
dustria y  de  las  Artes,  donde  uno  y  otra  pudieran  tener  holg-ada 
y  cómoda  instalación.  Añadió  el  Sr.  Bolívar,  que  al  éxito  de  las 
g-estiones  que  se  han  llevado  á  efecto  ha  contribuido  muy  efi- 
cazmente el  Excmo.  Sr.  D.  Manuel  AUendesalazar,  como  con- 
socio nuestro  y  Presidente  de  la  Comisión  del  Noroeste  de  África, 
y  que  el  local  que  acaba  de  concedérsenos  es  un  amplísimo  sa- 
lón, que  mide  64  metros  de  long-itudpor  16  de  ancho,  en  el  que 
la  Sociedad  ocupará  un  espacio  donde  con  toda  holg-ura  se  ins- 
talará la  biblioteca,  podrá  disponer  de  una  sala  destinada  á 
exposición  permanente  de  las  colecciones  de  África,  y  se  esta- 
blecerán con  amplitud  todas  las  dependencias  que  exig-e  nues- 
tro creciente  desarrollo. 

La  Sociedad  escuchó  con  marcada  complacencia  los  deta- 
lles expuestos  por  el  Sr.  Bolívar,  y  acordó  hacer  constar  en  el 
acta  su  g-ratitud  al  Excmo.  Sr.  Ministro  de  Instrucción  pú- 
blica, D.  Amallo  Jimeno,  y  al  Excmo.  Sr.  Subsecretario  don 
José  Herrero,  así  como  también  á  todas  las  personas  que  han 
cooperado  al  éxito  de  la  g-estión  de  nuestro  Tesorero. 

— La  Real  Academia  de  Ciencias  Exactas,  Físicas  y  Naturales 
de  Madrid,  envía  su  Programa  de  premios  para  el  Concurso 
del  año  1908. 

Estos  serán  tres,  y  entre  ellos  hay  uno  de  Ciencias  Natura- 
les, cuyo  tema  es  el  sig-uiente: 

Flora  descriptiva  de  las  algas  de  unaparte  del  litoral  de  España. 

La  Memoria  citará  las  localidades  en  que  el  autor  haya  en- 
contrado cada  una  de  las  especies  mencionadas,  y  contendrá 
las  noticias  y  juicios  críticos  que  estime  necesarios  para  reía- 


DE    HISTORIA    NATURAL.  15 

cionar  los  datos  que  aquélla  suministre,  con  los  anteriormente 
publicados.  El  trabajo  irá  acompañado  de  ejemplares  clasi- 
ficados y  convenientemente  preparados  de  las  especies  reco- 
g-idas. 

El  plazo  para  la  admisión  de  trabajos  queda  abierto  hasta  el 
31  de  Diciembre  de  1908.  Las  condiciones,  número  y  calidad 
de  los  premios,  son  las  de  otros  Concursos  anteriores. 

— El  Sr.  Bolívar  dio  cuenta  de  la  invitación  que  la  Universi- 
dad de  Upsala  había  hecho  á  la  de  Madrid  para  la  fiesta  con 
que  trata  de  celebrar  el  seg-undo  centenario  del  nacimiento  de 
Linneo,  y  expuso  la  conveniencia  de  que  la  Sociedad  se  ad- 
hiriera á  este  homenaje,  haciéndose  representar  oportuna- 
mente por  medio  de  alg-ún  naturalista  sueco  ó  de  cualquiera 
de  las  Sociedades  con  las  que  mantenemos  relaciones,  así  como 
haciendo  aparecer  en  el  número  de  Mayo  alguna  manifesta- 
ción que  demostrara  su  concurso,  acordándose  así  y  encomen- 
dándose á  la  Junta  directiva  la  realización  de  estos  acuerdos. 

Asuntos  varios.  -El  Sr.  Presidente  comunicó  que  una  Comi- 
sión, de  la  que  él  ha  formado  parte,  y  en  la  que  figuraba, 
como  vocal  de  la  del  Noroeste  de  África,  el  elocuente  diputado 
D.  José  Muro,  visitó  el  día  5  del  corriente,  en  su  despacho  del 
Ministerio  de  Estado,  al  Excmo.  Sr.  D.  Manuel  AUendesala- 
zar,  para  cumplimentarle  por  &u  nueva  elevación  á  los  Conse- 
jos de  la  Corona.  Añadió  el  Sr.  Presidente,  que  el  Sr.  Allende- 
salazar  había  estado  muy  afectuoso  y  expresivo  con  la  Comi- 
sión que  fué  á  visitarle,  á  la  que  hizo  presente  que  por  razones 
de  orden  político,  fáciles  de  comprender,  se  veía  obligado  á 
renunciar  á  la  presidencia  de  la  del  Noroeste  de  África,  pero 
que  esta  renuncia  no  sig-nificaba  ni  podía  traer  envuelto  su 
alejamiento  de  la  Sociedad  ni  la  retirada  del  apoyo  que  viene 
dispensándola;  mostrándose  el  Sr.  Casares  Gil,  el  Sr.  Muro 
y  los  demás  señores  que  les  acompañaban  muy  ag-radecidos  á 
las  expresivas  manifestaciones  del  Sr.  Ministro. 

—El  Sr.  Presidente  participó  también  que  en  una  de  las  úl- 
timas sesiones  celebradas  en  el  mes  de  Diciembre  de  1906  por 
la  Alta  Cámara,  el  senador  Sr.  D.  Rafael  María  de  Labra  pre- 
sentó una  enmienda  á  una  de  las  partidas  del  presupuesto  colo- 
nial del  departamento  de  Estado,  pidiendo  que  de  la  consigna- 
ción de  .50.000  pesetas,  que  se  asig-nan  para  atenciones  inde- 


76  boletín    de   la   REAL    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

terminadas  en  el  Noroeste  de  África,  se  destinase  la  cantidad 
de  35.000  pesetas  para  las  exploraciones  científicas  que  actual- 
mente lleva  á  cabo  nuestra  Sociedad  en  aquel  territorio.  Aña- 
dió el  Sr.  Casares  Gil,  que  la  proposición  del  Sr.  Labra,  á  pesar 
de  haber  sido  defendida  elocuentemente  por  dicho  senador  y 
apoyada  de  un  modo  brioso  por  el  Sr.  Allendesalazar,  tuvo 
que  retirarse  por  dificultades  de  orden  político;  pero  que  esto 
no  podía  ameng-uar,  sino  al  revés,  acrecentar  el  ag-radeci- 
miento  de  la  Sociedad  hacia  dichos  señores. 

Comisión  del  Noroeste  de  África.  —  Se  dio  cuenta  de  haber 
quedado  encargado  de  la  presidencia  de  esta  Comisión,  en  vir- 
tud de  la  renuncia  del  Excrao.  Sr.  D.  Manuel  Allendesalazar, 
el  Excmo.  Sr.  D.  José  Muro. 

Se  leyó  una  carta  del  Sr.  Escalera,  fechada  en  Marrasquesh 
en  22  de  Enero  último,  en  la  que  da  cuenta  de  su  feliz  Ueg-ada 
á  la  capital  del  Imperio  marroquí,  desde  Mog-ador,  y  de  su  ins- 
talación en  aquel  punto,  desde  el  que  se  propone  explorar  el 
llano  de  Marrasquesh  y  realizar  expediciones  á  Mazag-án  y  Safí 
y  también  á  Casablanca,  volviendo  de  nuevo  á  aquel  punto.  Al 
Glaoni  y  al  Gundafí  no  le  será  posible  subir  hasta  Abril,  á  juz- 
g-ar  por  la  nieve  que  en  ellos  existe  y  por  lo  retrasado  de  la 
fauna  y  la  flora,  supeditando,  por  supuesto,  todos  sus  viajes  á 
las  noticias  que  reciba  de  Madrid  respecto  á  la  consig-nación 
que  el  Ministro  de  Estado  conceda  á  la  Sociedad  para  estos  fi- 
nes, porque  los  fondos  que  sacó  de  Madrid  sólo  le  alcanzarán 
hasta  mediados  de  Marzo.  Por  esta  causa  ni  ha  podido  contra- 
tar la  casa  en  Marrasquesh  por  todo  el  año,  ni  comprar  tres 
muías  para  la  expedición,  lo  que  hubiera  salido  menos  caro 
que  llevarlas  alquiladas,  y  g-racias  que  las  mantiene  indirec- 
tamente con  la  muña,  de  la  que  por  supuesto  se  aprovechan 
bestias  que  no  son  suyas  y  g"entes  que  no  forman  parte  de  su 
personal  y  que,  por  de  contado,  pag-a  con  exceso  en  g-ratifica- 
ciones. 

De  Mog-ador  á  Marrasquesh  llevó  un  camino  felicísimo  sin 
más  contra  que  los  fríos  de  madrug"ada  bajo  la  tienda,  las  dos 
noches  que  acampó  al  raso,  otras  dos  las  pasó  respectivamente 
con  el  cheje  del  Kirreimat  y  del  Chichana  y  las  jornadas  flan- 
queando la  vertiente  N.  del  Atlas,  que  está  espléndido  de  nieve 
desde  la  misma  base. 


DE  HISTORIA   NATURAL.  77 

El  Chicliana  y  el  Nfis,  que  vierten  al  Tensift,  los  ha  va- 
deado á  seco  ó  poco  menos,  por  tener  sus  ag-uas  canalizadas 
totalmente;  con  las  del  último  se  rieg-an  terrenos  que  ha  tar- 
dado en  cruzarlos  siete  horas,  habiendo  pasado  por  el  límite 
Norte  del  reg-adio  á  dos  jornadas  larg-as  del  Atlas.  El  lecho  en 
seco  del  Nfis  es  como  el  del  Seg-ura  ó  el  Júcar  en  Murcia 
ó  Valencia.  La  fauna  allí  le  ha  parecido  muy  pobre  por  los 
muchos  cultivos  y  la  planitud  de  la  reg-ión  entre  los  contra- 
fuertes del  Atlas  y  el  Tensift,  creyendo  ha  de  ser  mejor  la  cuen  - 
ca  del  Chichana  quizá  porque  en  ella  pasó  más  cerca  de  la  cor- 
dillera y  quedar  aún  bastantes  cerros  truncados,  restos  de  la 
meseta  que  el  río  ha  accidentado  por  erosión,  dejando  g-randes 
depósitos  de  cantos  rodados  en  los  fondos,  y  en  las  márg-enes 
yesos  y  pedernales  desprendidos  de  las  cornisas  de  los  cerros 
que  las  flanquean.  Por  estos  valles  anchos,  á  veces  de  3  y  4 
kilómetros,  casi  sin  pendientes,  con  veg-etación  muy  pobre, 
que  empieza  á  despuntar  ahora  y  por  donde  vio  correr  cuatro 
g-acelas,  marchó  uno  de  los  días  desde  las  doce  hasta  las  cinco 
de  la  tarde  en  que  entró  en  el  valle  del  Chichana,  prometién- 
dose volver  á  este  sitio,  que  le  ha  parecido  muy  interesante,  en 
el  que  no  pudo  entonces  detenerse  por  la  hora,  falta  de  ag-ua  é 
inseg-uridad.  Se  promete  hacer  g"randes  recolecciones,  habien- 
do ya  recog-ido  varias  pieles  de  mamíferos  y  también  peces 
del  Tensift  que  conserva  en  alcohol  y  espera  pase  la  Pascua 
del  carnero  para  comenzar  sus  expediciones. 

Notas  y  comunicaciones. —  El  Secretario  presentó  un  trabajo 
de  D.  Daniel  Jiménez  de  Cisneros,  titulado  «Excursiones  á  las 
Sierras  de  la  Horna,  del  Rollo  y  de  Crevillente.» 

— El  Sr.  Calderón  entregó  una  nota,  remitida  por  D.  Francis- 
co de  las  Barras,  sobre  alg-unos  monstruos  que  fig"uran  en  el 
gabinete  de  la  Universidad  de  Oviedo. 

— El  Sr.  Castro  Valero  manifestó  que  con  motivo  de  haber 
disfrutado  de  una  pensión  para  ampliación  de  estudios  en  el 
extranjero,  tuvo  ocasión  de  concertar  unas  nuevas  bases  para 
la  clasificación  zootécnica  de  los  mamíferos  domésticos.  El 
Sr.  Castro  Valero  expuso  ante  la  Sociedad  todos  los  detalles  y 
pormenores  referentes  á  esta  interesante  cuestión,  quedando 
en  remitir,  para  que  sea  publicada  en  nuestros  Boletines,  la 
nota  correspondiente. 


78  boletín    de   la   REAL   SOCIEDAD   ESPAÑO1.A 

El  Sr.  Presidente,  una  vez  que  hubo  terminado  su  exposición 
el  Sr.  Castro,  expresó  á  éste  el  agrado  con  que  había  sido  escu- 
chado por  la  Sociedad. 

— El  Secretario  leyó  una  tarjeta  de  nuestro  consocio  D.  Da- 
niel Jiménez  de  Cisneros,  en  la  que  comunica  que  el  día  23 
de  Enero  último  se  sintieron  en  Alicante  tres  sacudidas  ó  tem- 
blores de  tierra  de  diferente  intensidad:  el  primero,  á  las  tres 
de  la  madrug-ad'a;  el  seg-undo,  el  más  fuerte  de  todos,  á  las 
seis  y  cuarto  de  la  mañana,  tuvo  de  duración  unos  cuatro  se- 
gundos y  fué  acompañado  de  ruido  subterráneo,  y  el  último 
á  las  once  y  tres  cuartos  de  la  noche,  que  fué,  aunque  el  más 
débil,  el  que  mejor  pudo  apreciarse  y  produjo  dos  pequeñas 
sacudidas  de  E.  á  O.  ó  viceversa.  El  Sr.  Jiménez  de  Cisneros,  al 
poner  estas  observaciones  en  conocimiento  de  la  Sociedad,  ma- 
nifiesta que  lo  hace  por  si  se  ha  recibido  noticia  de  otras  prac- 
ticadas en  diversos  parajes  y  puedan,  relacionándose  con  ellas, 
servir  de  alguna  utilidad. 

— El  Sr.  Fernández  Navarro  dio  cuenta  á  los  señores  socios 
de  que  en  la  sala  de  Mineralogía  del  Museo  de  Ciencias  Natu- 
rales de  Madrid  ha  quedado  instalada  una  vitrina  que  contiene 
una  pequeña  colección  cristalográfica,  parte  de  la  que  se  uti- 
liza para  el  estudio  en  la  Cátedra  de  Cristalografía  de  su 
cargo. 

Los  cristales  expuestos,  teniendo  en  cuenta  el  fin  que  deben 
proponerse  estas  colecciones,  están  divididos  en  dos  grupos: 
sistemas  cristalinos  uno,  y  particularidades  y  agrupaciones 
otro.  El  primero  comprende  82  cristales,  distribuidos  en  22  del 
sistema  regular,  22  del  exagonal,  seis  del  tetragonal,  13  del 
rómbico,  13  del  monoclínico  y  seis  del  triclínico;  ejemplares 
escogidos  de  modo  que  presenten  con  la  mayor  claridad  las 
formas  más  frecuentes  de  cada  sistema.  El  grupo  segundo  está 
dividido  á  su  vez  en:  complejos  cristalinos  (10  ag-rupaciones 
irregulares,  10  formaciones  paralelas,  una  asociación  regular 
y  21  macla.s);  deformaciones  de  los  cristales  (seis  ejemplares); 
rugosidades,  estrías,  curvatura  y  otras  particularidades  de  las 
caras  y  aristas  (nueve  ejemplares);  exfoliación  (cuatro  ejem- 
plares); pseudomorfosis  (siete  ejemplares).  En  el  centro  de  la 
vitrina  hay  además  una  gradilla  con  10  cristales  ó  grupos,  no- 
tables por  sus  dimensiones  ó  particularidades.  En  total  apa- 
recen expuestos  157  ejemplares. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  "79 

Cada  ejemplar  va  aislado  sobre  un  alambre  niquelado,  al 
que  se  peg-a  con  sindeticon,  y  el  eje  clavado  en  un  tarug-o  de 
madera,  barnizada,  que  tiene  uno  de  sus  bordes  cortado  con 
cierta  inclinación,  para  en  él  poner  la  etiqueta  (1).  Esta  con- 
tiene los  datos  de  especie,  localidad,  formas  (en  notación  de 
Miller),  particularidades  que  presenta  el  ejemplar,  y  donante, 
si  es  que  procede  de  regalo.  La  disposición  resulta  ag-radable, 
y  los  cristales  pueden  ser  perfectamente  observados  por  el  pú- 
blico que  visita  nuestro  Museo. 

A  la  ordenación  y  arreg-lo  de  esta  colección,  trabajo  que, 
aunque  sin  ning-ún  mérito  desde  el  punto  de  vista  científico, 
no  deja  de  tenerle  por  el  consumo  de  tiempo  y  paciencia  que 
representa,  han  contribuido  con  su  cooperación,  en  un  princi- 
pio, nuestro  malogrado  consocio  D.  Benito  Hernando;  más 
tarde,  los  Sres.  D.  Francisco  Aranda  y  D.  Emilio  Fernández 
Galiano ,  que  merecen  g-racias  por  el  entusiasmo  científi- 
co y  desinterés  que  demuestra  el  emplear  su  tiempo  en  esta 
labor. 

— El  Sr.  Sabater  participó  que  en  una  de  sus  recientes  excur- 
siones por  la  provincia  de  Valencia,  había  encontrado  una  re- 
g-ión  volcánica  de  que  hay  pocas  noticias  y  referencias.  A  pro- 
pósito de  esta  región,  el  Sr.  Sabater  leyó  los  sig-uientes  párra- 
fos de  una  crónica  de  viaje  publicada  en  El  Mercantil  Valen- 
ciano por  el  Sr.  Cervera  Barat: 

«En  otro  orden  de  ideas  merece  consig-narse  en  esta  reg-ión  el 
cerro  de  Agrás,  formación  volcánica  muy  interesante,  donde 
pude  escog-er  ejemplares  muy  variados  de  rocas  eruptivas. 

Merecería  estudiarse  con  detenimiento,  porque  allí  se  en- 
cuentra desde  la  dioritina  paleovolcánica  más  remota,  hasta 
traquitas  y  lavas  de  épocas  relativamente  recientes.  El  centro 
de  esta  formación,  donde  puede  presumirse  el  clavo  del  volcán, 
se  halla  á  560  metros  de  altitud  y  orientado  al  Norte,  30  grados 
Oeste  del  castillo  de  Cofrentes. 

Además  se  eleva  este  castillo  sobre  una  roca  diorítica,  idén- 
tica á  la  del  cerro,  y  por  la  dirección  total  que  afecta  la  forma- 
ción volcánica,  es  bien  probable  que  en  épocas  geológ-icas 


(1)  Los  soportes  de  alambre  se  venden  á  2,50  francos  la  docena  y  25  francos  la 
gruesa  en  el  «Comptoir  minéralogique  et  géologique»  de  A.  Stuer;  40,  rué  des 
Mathurins,  París.  Pueden  enviarse  por  correo. 


80  boletín  de  la  real  sociedad  española 

atravesara  el  Gabriel  desde  el  castillo  al  cerro,  y  que  el  curso 
de  las  ag-uas  hayan  abierto  una  solución  de  continuidad  entre 
esos  dos  relieves  del  terreno  que  formaban  uno  solo. 

Valdría  la  pena  de  org-anizar  una  excursión  científica  para 
estudiar  el  asunto  y  confirmar  ó  correg-ir  estas  indicaciones 
que  creo  de  interés.» 

— El  Sr.  Fernández  Navarro  participó  que  el  cerro  de  Agrás 
constituía  una  formación  de  materiales  basálticos  muy  intere- 
sante por  su  situación  g-eográfica,  que  establece  una  relación 
entre  las  manifestaciones  eruptivas  de  Arag-ón  y  Cataluña 
(limburg-itas  de  Nuévalos  y  basalto  de  Gerona)  de  una  parte,  y 
las  de  la  zona  SE.  (región  de  Vera,  Cabo  de  Gata  y  Mar  Menor) 
por  otra.  Los  ejemplares  traídos  por  el  Sr.  Sabater,  aunque  no 
estudiados  aún,  dejan  ver  que  se  trata  de  materiales  basálti- 
cos, lo  cual  les  da  mayor  interés,  porque  parecen  limitar  las 
manifestaciones  eruptivas  acidas  españolas  á  las  andesitas 
del  SE.,  dando  un  predominio  indudable  á  las  de  tipo  basáltico. 

Añadió  el  Sr.  Fernández  Navarro  que  creía  debía  g-estionar- 
se  el  nombramiento  de  una  comisión  que  estudiara  la  reg-ión 
de  que  nos  ha  hablado  el  Sr.  Sabater. 

Noticias  bibliográficas. — El  Sr.  Calderón  leyó  las  sig-uientes: 

Trabajos  del  j^'í'ofesor  R.  Hoenies  sodre  los  terrenos  neógenos 
de  España. 

El  disting-uido  profesor  Dr.  Rudolf  Hoernes,  de  la  Universi- 
dad de  Graz,  realizó  durante  el  verano  de  1905,  comisionado 
por  la  Academia  Imperial  de  Viena,  un  viaje  destinado  á  com- 
parar los  sedimentos  neóg-enos  del  W.  del  Mediterráneo,  con 
los  de  su  extremo  opuesto  y  los  austríacos. 

Desg-raciadamente  á  su  paso  por  Madrid,  no  nos  fué  posible 
visitarle  y  acompañarle,  como  era  su  deseo  y  el  nuestro,  por 
hallarnos  ausentes,  lo  que  nos  privó  de  haberle  comunicado 
alg'unas  noticias  sobre  dichos  terrenos  en  Andalucía  y  de  con- 
sultarle ciertas  dudas.  Recorrió  las  salas  de  nuestro  Museo,  y 
aunque  el  arreg"lo  de  las  colecciones  no  estaba  terminado,  elo- 
gfia  nuestras  series  mineralóg-icas,  y  en  especial  la  referente  á 
minerales  españoles. 

Fruto  de  este  viaje  son  tres  memorias  aparecidas  en  las  Ac- 
tas de  la  Academia  de  Ciencias  de  Viena,  con  el  título  si- 
guiente: 


DE   HISTORIA   NATURAL.  81 

«Untersuchungen  der  jüngeren  Tertiárg-ebilde  des  westli- 
chen  Miltelmeerg-ebites.  I.  Reisenbericht»  Sitzber.  d.  Kaiserl. 
Ak.  d.  Wiss.  in  Wien,  Math.-naturw.  Klase,  Bd.  CXIV.  Abt.  I, 
1905-  Pág.  467  476. 

Id.  «II.  Reisenbericht.»  Id.  Pág-.  637-660. 

Id.  «III.  Reisenbericht.»  Id.  Pág-.  737-763. 

La  primera  memoria  versa  sobre  los  terrenos  terciarios  de 
Cataluña,  comparados  con  los  de  la  vertiente  opuesta  del  Me- 
diterráneo, tomando  de  base  para  los  primeros,  los  mag-níficos 
trabajos  de  nuestro  insig"ne  consocio  el  Sr.  Almera.  La  excur- 
sión arranca  de  los  alrededores  de  Barcelona,  visitando  allí  el 
Eocénico  y  el  Olig-océnico^  para  hacerlo  después  al  Pliocénico, 
tanto  fluvial  como  marino.  Comprobó,  como  ya  lo  había  dado 
á  conocer  el  Sr.  Almera,  la  existencia  en  los  alrededores  de 
Barcelona  del  primero  y  seg-undo  horizontes  mediterráneos,  si 
bien  el  autor  difiere  de  nuestro  eminente  g-eólog-o,  en  punto  á 
la  explicación  de  las  formaciones  superiores  del  corte  de  Santa 
Pau  de  Ordal  á  Casa  Vendrell,  en  las  cuales  cree  reconocer 
este  el  equivalente  del  nivel  Sarmatiense,  mientras  el  Sr.  Hoer- 
nes  los  lleva  al  superior  del  seg-undo  horizonte  mediterráneo 
(Brackiense).  Atribuye  importancia  á  neg-ar  la  repetida  exis- 
tencia de  capas  sarmatienses  en  Barcelona. 

Llama  la  atención  del  autor  la  riqueza  en  fósiles  del  neóg-eno 
catalán,  citando  el  término  de  Monjós,  donde  predomina  el 
Pectén praescairiusculus;  coronan  el  primer  horizonte  medite- 
rráneo areniscas  fosilíferas  con  g-randes  ScuteUa  lusitanica  Lo- 
riol.  Pasa  este  horizonte  al  seg-undo  de  un  modo  g-radual,  tanto 
petrográfica  como  paleontológicamente,  iniciándose  por  las 
capas  que  contienen,  entre  otras  formas,  la  Pereirea  Gevaisi 
Vez. 

Se  ocupa  después  del  magnífico  Montjuich,  cuyo  tenaz  con- 
glomerado pasa  á  una  arenisca  del  seg-undo  horizonte  medite- 
rráneo, con  una  fauna  correspondiente  á  la  de  las  capas  con 
Pereirea  de  Panados.  En  fin,  junto  á  Moneada,  al  N.  de  Barce- 
lona, aparece  claramente  el  Vindoboniense. 

La  segunda  excursión  del  autor  fué  realizada  en  Baleares, 
en  parte,  en  compañía  con  el  profesor  Bezzenberger,  de  la  Uni- 
versidad de  Konnigsberg,  que  también  visitaba  las  islas  con 
fines  arqueológicos. 

No  podemos  seguir  el  itinerario  y  las  noticias  bibliográficas 


82  boletín    de   la   REAL   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

de  la  reg'ión  que  el  autor  consig'na,  por  temor  de  dar  á  esta 
nota  extensión  desproporcionada.  Nos  bastará  recordar  que 
Hermite  y  Bofill,  han  hecho  conocer  de  un  modo  satisfactorio 
los  rasg'os  generales  de  la  g-eolog-ía  balear.  Recuerda  el  señor 
Hoernes  que  el  primero  describió  allí  un  miembro  de  la  serie 
neógena  constituido  por  las  zonas  sig-uientes:  primera,  caliza 
de  CJypeaster  del  Miocénico  inferior;  seg-unda,  capas  de  Ostrea 
crassissima  áelMiocénido  medio,  y  tercera,  Miocénico  superior, 
en  el  que  falta  aquel  fósil  y  existen,  en  cambio,  muchos  ejem- 
plares de  un  pequeño  CeritJiimn.  Estos  tres  miembros  son  refe- 
ribles, seg'ún  el  profesor  austríaco,  al  primero  y  segundo  hori- 
zontes mediterráneos  y  al  Sarmatiense. 

De  todos  modos,  en  Menorca  es  indudable  la  existencia  de 
los  dos  horizontes:  el  primero,  formando  gruesos  bancos  are- 
nosos junto  á  Mahón  y  una  caliza  fosilífera  con  Peden  praes- 
cabriusculus  Font.  cerca  de  Cindadela,  y  el  segundo,  en  diver- 
sos sitios  en  que  se  recogen  Clypeaster  engastados  en  las  cali- 
zas. Lo  difícil  es  marcar  la  distribución  de  dichos  horizontes  en 
el  mapa  y  aun  seguirles,  merced  á  las  perturbaciones  que  sus 
capas  han  experimentado. 

El  Pliocénico  está  representado  por  una  formación  lacustre 
poco  extensa,  cuyos  fósiles  clasificó  Hermite,  encontrando  que 
pertenecían  casi  todos  á  especies  nuevas. 

La  planicie  general  del  país  y  otras  circunstancias  de  su 
relieve,  declaran  que  experimentó  una  erosión,  durante  un 
largo  período,  al  finalizar  los  tiempos  terciarios;  erosión  que 
socavó  profundamente  los  cauces  de  los  ríos,  hasta  el  punto  de 
que  esto  determinó  la  penetración  en  ellos  del  agua  del  mar. 

Por  lo  que  á  Mallorca  se  refiere,  el  autor  ha  comprobado  en 
sus  sedimentos  terciarios,  plegados  y  trastornados,  la  existen- 
cia de  los  dos  korizontes  mediterráneos  inferiores.  La  distribu- 
ción de  las  capas  del  2."  es  sumamente  desigual;  pertenecen  al 
Vindobonense,  además  de  los  lechos  con  O.  crassissima,  una 
parte  de  las  calizas  con  Clypeasier  y  el  Miocénico  superior  de 
Hermite,  que  caracteriza  por  contenerlos  pequeños  Cerithinm; 
pero  no  debe  referirse  al  Sarmatiense,  puesto  que  forma  una 
sola  serie  de  capas  en  el  2.»  horizonte  mediterráneo,  seg'ún  las 
pruebas  reconocidas  por  Hoernes.  Dicho  piso  en  Baleares,  como 
en  Rhonethal,  constituye  una  laguna  en  la  serie  neógena. 

La  profundidad  que  en  aquel  tiempo  alcanzaba  el  mar,  fa- 


DE   HISTOKIA   NATURAL.  83 

voreció  su  creciente  obra  erosiva,  la  cual  se  revela  en  el  nive- 
lamiento  de  las  superficies  ocupadas  por  los  anteriores  sedi- 
mentos del  1.°  y  2."  horizontes  mediterráneos,  perturbados  y 
alzados,  y  asimismo  en  la  formación  de  hondos  canales  hasta 
por  bajo  del  actual  nivel  del  mar. 

Pasa  el  autor  á  ocuparse  de  las  formaciones  cuaternarias  de 
Mallorca,  que  le  sug-ieren  alg'unas  consideraciones  trascen- 
dentales. Desde  lueg-o  es  de  notar  en  sus  bancos  arenosos  la 
existencia  de  conchas  de  moluscos  corpulentos,  como  ya  lo 
notó  Hermite,  y  entre  ellos  el  Stromhiis  mediterraneus  Duelos, 
enteramente  semejante  al  Str.  buhonius,  actual  del  Océano 
Atlántico.  Todo  este  Cuaternario,  en  conjunto,  tiene  un  ca- 
rácter subtropical,  extraño  al  actual  Mediterráneo.  Seg-ún 
E.  Sues,  el  3.^'"  horizonte  mediterráneo  de  la  fauna  marina 
pliocénica,  y  el  4.°  se  disting-uen  por  sus  «huéspedes  del  Norte». 
Curiosa  por  extremo  es  esta  penetración  de  las  formas  septen- 
trionales, que  inclinaría  á  relacionarla  cronológ-icamente  con 
la  época  del  frío  cuaternario,  á  pesar  de  lo  cual,  en  realidad, 
depende  de  un  acontecimiento  local:  la  apertura  del  Estrecho 
de  Gibraltar,  sin  neg-ar  por  esto  que  la  introducción  de  los 
«huéspedes  del  Norte»  coincidiera  con  alg-uno  de  los  varios 
períodos  de  frío  que  se  repitieron  durante  los  tiempos  cuater- 
narios, alternando  con  otros  templados. 

La  arenisca  con  Helix,  que  señaló  Hermite  descansando  so- 
bre las  capas  con  Str.  mediterraneus,  son  consideradas  por  el 
autor  como  una  formación  de  deltas  en  los  bordes  del  mar 
cuaternario. 

Ocupándose,  en  fin,  de  la  elevación  que  presentan  los  le- 
chos costeros,  á  veces  hasta  300  metros,  el  autor  acumula  va- 
rios datos  interesantes  para  probar  la  influencia  de  los  terre- 
motos en  el  nivel  actual  de  una  parte  del  país,  en  contra  de 
otras  explicaciones  que  no  estima  admisibles. 

La  tercera  relación  de  viaje  se  refiere  al  Mediodía  de  la  Pe- 
nínsula, en  el  cual  los  sedimentos  neóg-enos  marinos  alcanzan 
una  gran  extensión,  al  paso  que  en  el  interior  de  la  misma 
hay  terrenos  pertenecientes  á  muy  distintas  épocas;  pero  esta 
parte  del  país  no  tenía  especial  interés  i)ara  el  autor  en  sus 
propósitos  actuales,  y  no  fué  por  él  visitada. 

Comienza  á  encontrar  el  autor  el  terciario  en  las  formacio- 
nes de  Gerona  y  Villanueva,  que  hemos  tenido  ocasión  de 


•  84  boletín    de   la   REAL    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

describir  varias  veces  en  esta  Sociedad.  También,  como  nos- 
otros, nota  el  profesor  de  Viena  que  el  1.^'"  horizonte  medite- 
rráneo está  separado  del  2  °  por  perturbaciones  tectónicas  muy 
acentuadas,  del  mismo  modo  que  este  último  lo  está  de  las 
capas  ricas  en  sal  y  yeso.  Fueron  estas  últimas  referidas  por 
los  g"eólog"OS  franceses  que  vinieron  á  estudiar  el  pais  con  mo- 
tivo de  los  terremotos  de  Andalucía,  al  Pliocénico,  lo  cual  pone 
el  autor  en  duda.  Ninguna  prueba  se  conoce  allí  de  la  exis- 
tencia del  Sarmatiense.  En  esta  época  comenzarían  á  deposi- 
tarse aquellas  formaciones  salíferas  y  yesosas;  pero  faltan  da- 
tos para  explicar  cómo  ellas  abundan  en  varios  horizontes  del 
terciario,  cuestión  sobre  la  que  yo  he  emitido  opinión,  que  no 
voy  ahora  á  repetir,  puesto  que  me  limito  por  el  momento  á 
ser  mero  bibliógrafo. 

Pasó  nuestro  excursionista  á  Granada  con  objeto  principal 
de  estudiar  la  llamada  formación  de  la  Alhamhra  por  von 
Drasche,  con  cuya  opinión  no  está  conforme  en  punto  á  la  se- 
paración por  éste  establecida  entre  dicha  formación  y  la  de 
cantos  miocénicos,  llevando  aquélla  al  período  g'laciar.  Ambas 
pertenecen  al  2."  horizonte  mediterráneo. 

Describe  después  los  resultados  de  una  serie  fructífera  de 
correrías  por  La  Mala  y  Escúzar,  presentando  un  interesante 
corte  g-eológ-ico  que  muestra  las  relaciones  de  las  principales 
formaciones  y  las  perturbaciones  que  las  separan.  También 
junto  á  Montefrío  halla  ocasión  de  comprobar  la  existencia  del 
l.^*"  horizonte  mediterráneo  en  posición  trastornada,  mientras 
que  los  sedimentos  vindobonienses  descansan  horizontales; 
ambos  complejos  de  capas  están  en  discordancia  con  las  for- 
maciones mesozoicas. 

El  terciario  moderno  ha  sido  influido  por  tres  grandes  mo- 
vimientos  que  han  dejado  sus  huellas  en  toda  la  reg-ión.  Ac- 
tuó el  primero  al  iniciarse  los  horizontes  mediterráneos,  ele- 
vando una  vasta  extensión  al  S.  de  la  meseta  central,  exten- 
sión que  permaneció  emerg-ida  durante  largo  tiempo.  Des- 
pués de  la  sedimentación  de  estas  capas,  una  nueva  serie  de 
trastornos  alza  la  parte  que  había  quedado  emergida.  Inte- 
rrúmpese después  del  Miocénico  toda  unión  entre  la  meseta  y 
la  cordillera  Bética,  y  se  suceden  en  este  ámbito  numerosos 
sedimentos  interiores,  mientras  que  al  S.  de  la  cordillera  sólo 
se  deposita  Pliocénico  marino,  por  ejemplo,  junto  á  Málaga. 


DE    HISTORIA    NATURAL.  85 

Al  W.,  pero  alejados,  como  en  los  alrededores  de  Estepona, 
se  encuentran  capas  marinas  diluviales,  consideradas  como 
pertenecientes  al  Pliocénico  superior  por  los  mencionados 
g-eólog-os  franceses,  pero  que  el  autor  cree  sean  realmente 
cuaternarias. 

Douville  (R.),  Esquisse  géologique  des  Préalpes  suhhétiques 
(Partie  céntrale);  222  pág-inas,  19  fig-uras  en  el  texto,  16  lámi- 
nas, cortes  g-eológ-icos,  dos  mapas  y  panoramas  iluminados. 
París,  1906. 

El  trabajo  que  lleva  este  título,  tesis  doctoral  del  autor,  es, 
sin  duda  alg-una,  por  su  fondo  y  por  su  forma,  uno  de  los  más 
importantes  con  que  cuenta  la  literatura  g-eológ-ica  de  nuestra 
Península.  Fruto  de  investig-aciones  serias  y  detenidas,  conce- 
bido seg-ún  los  adelantos  más  recientes  de  la  tectónica  y  reali- 
zado con  el  ardor  y  íe  de  un  juvenil  espíritu  y  de  un  talento 
superior;  pocas  veces  se  han  reunido  mayor  suma  de  condi- 
ciones para  producir  una  g-ran  obra,  al  menos  por  lo  que  al 
suelo  patrio  se  refiere. 

Difícil  tarea  y,  he  de  decirlo  sin  rebozo,  superior  á  mis  co- 
nocimientos, ya  un  tanto  anticuados  en  la  materia,  es  la  de 
dar  cuenta  en  unos  pocos  reng-lones  del  contenido  de  un  tra- 
bajo que.  por  su  índole  concisa,  no  se  presta  á  ser  extractado; 
pero,  aun  así,  me  he  lanzado  á  biog-rafiarle  para  que  nuestros 
consocios  teng-an  idea,  siquiera  imperfecta,  de  una  producción 
que  constituye  un  modelo  dig-no  de  imitarse. 

Esbozaré  primero  la  distribución  y  estructura  del  libro  é  in- 
tentaré después  exponer  su  doctrina,  tal  y  como  la  he  enten- 
dido. 

Preceden  una  bibliog-rafía  detallada  y  una  historia  g-eneral 
de  los  estudios  realizados  sobre  la  reg-ión  de  los  alrededores  de 
Jaén,  un  bosquejo  de  la  g-eog-rafía  física  de  la  misma  y  ciertas 
g-eneralidades  encaminadas  á  definir  la  zona  subbética  y  la 
localización  de  los  fenómenos  litorales  en  el  borde  de  la  Mese- 
ta central  española. 

Pasa  después  á  exponer  la  estratigrafía  con  todo  detalle, 
describiendo  los  terrenos  Triásico,  que  forma  el  substrato  g-e- 
neral de  la  reg-ión,  Jurásico  (Lías  y  Jurásico  medio  y  superior). 
Cretácico  (inferior,  medio  y  superior),  Eocénico,  Miocénico  y 
Pliocénico.  En  todos  ellos  se  da  el  carácter  g-eneral  y  se  estu- 


86  boletín    de   la   REAL   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

(lian,  en  particular,  los  yacimientos  interesantes  con  ayuda  de 
cortes,  mencionando  los  fósiles  y  precisando  las  edades,  de 
cuyo  detalle  he  de  prescindir  por  brevedad. 

La  descripción  reg-ional  y  tectónica  constituye  la  sig-uiente 
y  más  interesante  parte  del  libro  objeto  de  estas  líneas.  En 
ella,  después  de  las  g'eneralidades  estratigráficas,  disting-uien- 
do  los  terrenos  estadizos  de  los  corridos,  examina  detenida- 
mente el  País-bajo  (planicie  comprendida  entre  la  Meseta  y  las 
cadenas  calizas  que  se  alzan  entre  Jaén  y  Granada  (1))  y  el 
Pais-alto  (serie  de  cadenas  alineadas  en  conjunto  de  E.  á  W.). 
Jaén  y  otros  pueblos  cercanos  están  situados  al  pie  de  las  sie- 
rras más  septentrionales  de  esta  región,  precisamente  en  el 
límite  de  los  llamados  País-bajo  y  País-alto,  y  por  eso  esta 
localidad  es  la  elegida  por  el  autor  como  centro  de  investi- 
g-ación. 

La  última  parte  es  paleontológica,  y  en  ella  describe  el  autor 
varias  especies  nuevas  ó  raras  del  Cretácico  y  del  Vraconien- 
se  de  Jaén,  así  como  un  nuevo  Nnmmulites,  y  describe  la  fa- 
cies  pelágica  del  Miocénico  inferior. 

La  consideración  fundamental  á  que  conduce  este  valioso 
trabajo,  estriba  en  la  diferencia  g-eológ-ica  que  existe  entre  las 
dos  mencionadas  regiones:  llana  y  montañosa;  la  primera 
constituida  por  terrenos  estadizos  (en  place),  y  la  seg-unda,  en 
g-ran  parte,  por  terrenos  de  corrimiento  fcharriage).  Los  fenó- 
menos que  han  determinado  este  corrimiento  de  los  mantos, 
naturalmente  grandes  movimientos  orog-énicos,  sólo  se  han 
producido  en  Andalucía  en  la  época  del  Miocénico  superior, 
seg-ún  prueba  el  autor  satisfactoriamente. 

He  aquí  cómo  plantea  el  autor  el  problema  tectónico  de  los 
macizos  corridos,  que  constituye  el  punto  más  precioso  de  su 
trabajo,  á  nuestro  entender: 

«Estimo— dice — que  en  la  región  estudiada  y,  de  un  modo 
más  general,  en  toda  la  zona  subbética,  se  está  en  presencia 
de  un  solo  manto  corrido  y  venido  del  S.,  cuyas  raíces,  por 
desg-racia,  no  he  sabido  aún  descubrir.  Este  manto  habría  sido 


(1)  Entre  Jaén  y  Granada,  en  una  extensión  de  unos  50  kilómetros,  estas  cadenas 
forman  una  región  montañosa,  de  aspecto  geológico  análogo  á  los  Prealpes  y  á  los 
Altos  Alpes  calizos  de  Suiza.  Esto  explicará  al  lector  la  razón  del  nombre  dado  á 
la  región  que  el  autor  investiga. 


DE   HISTORIA   NATURAL.  87 

formado  en  su  orig-en  por  todos  los  terrenos  que  en  la  reg-ión 
se  han  depositado  (Jurásico,  Cretácico,  Eocénico).  El  Jurásico 
está  allí  representado  por  un  g-ig-antesco  anticlinal,  acostado  y 
corrido  hacia  el  N.,  cuya  cabeza  permanece  aún  bien  visible 
en  el  límite  del  País-alto  y  del  País-bajo.» 

«Deslizándose  de  S.  á  N.,  %\  flanco  volcado  se  habrá  estirado 
en  su  mayor  parte.  Sus  capas  más  modernas  pertenecen  al 
Vraconiense,  y,  generalmente,  no  sobrepasan  al  Jurásico  su- 
perior. En  cuanto  al  -flanco  normal,  en  él  se  habrá  producido 
un  desprendimiento,  en  g-eneral,  en  el  Cretácico  medio,  y  esto 
en  el  momento  en  que  la  masa  principal  del  manto  se  detuvo 
en  su  movimiento  hacia  el  N.  Las  capas  del  flanco  normal  pos- 
teriores al  Vraconiense  (Cenomaniense  y  Cretácico  superior), 
continuaron  deslizándose  en  la  misma  dirección,  viniendo  á 
reposar  sobre  el  País-bajo,  por  delante  de  la  cabeza  anticlinal 
del  núcleo  jurásico.» 

«Esta  parte  superior  de  la  masa  corrida  ha  tenido,  por  tan- 
to, su  autonomía,  después  del  desprendimiento...» 

La  porción  inferior  del  manto  está  constituida  por  un  anti- 
clinal acostado,  el  cual  puede  seg-uirse  sin  interrupción  desde 
Martos  hasta  el  camino  real  de  Vilches  á  Almería,  en  una  ex- 
tensión de  60  kilómetros.  La  porción  inferior  está  representada 
por  una  serie  de  jirones  de  recubrimientos  cretácicos,  situados 
g-eneralmente  entre  el  frente  N.  de  la  porción  inferior  y  el 
País-bajo. 

No  hay  que  olvidar  que  los  corrimientos  de  los  jirones  cre- 
tácicos, jurásicos  y  eocénicos  que  reposan  sobre  el  Triásico  al 
borde  del  borde  frontal  de  los  mantos  estudiados  por  el  autor, 
no  son,  en  realidad,  más  que  una  hipótesis,  entre  otras,  aun- 
que, al  parecer,  más  satisfactoria,  para  explicar  las  lag-unas 
considerables  que  existen  en  el  antig-uo  estrecho  bético-norte, 
entre  el  Maestrichtiense  y  el  Nummulítico,  entre  éste  y  el 
Aquitaniense  superior  y,  en  ñn,  en  la  cima  del  Miocénico. 

No  terminaré  este  breve  examen  sin  recordar  la  profusión  y 
belleza  de  las  numerosas  fototipias  que  ilustran  la  obra,  y  en 
las  que  hay  que  admirar  la  belleza  artística  tanto  como  la  in- 
tención científica.  Recordaré  al  acaso,  para  citar  alg-unas,  las 
de  la  famosa  Peña  de  Martos,  varias  de  cerca  de  Jaén  y  de  la 
sierra  de  Jodar.  Sig"ue  la  representación  de  especies  de  fósiles 
nuevos  ó  raros;  una  sección  microscópica  del  barro  de  Globi- 


88  boletín    de   la   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

g"erinas  de  Once  Ollas  y  Jaén;  numerosos  cortes  g-enerales;  el 
plano  g-eológ-ico  de  la  parte  central  de  la  reg'ión  de  los  Preal- 
pes  Subbéticos  á  1x200.000,  sirviéndose  para  la  parte  topo- 
gráfica de  los  trabajos  de  nuestro  Instituto  Geog-ráfico  y  Esta- 
dístico; otra  ampliada  de  los  alrededores  de  Jaén,  y  dos  bellas 
vistas  g-eológ-icas  g-enerales,  representando  una  los  macizos  de 
corrimiento  de  los  alrededores  de  Jaén,  y  la  otra  el  frente 
Norte  del  País-alto,  en  el  camino  de  Jaén  á  Mancha  Real. 

La  severidad  conque  el  sabio  autor  ha  tratado  alg-unos  de 
mis  pobres  escritos  sobre  la  g-eolog-ía  andaluza,  no  será  parte 
á  que  yo  le  escatime  mi  más  cumplida  enhorabuena  y  el  tes- 
timonio de  mi  franca  admiración  por  un  trabajo  que  es  de  es- 
perar sea  promesa  de  ulteriores  publicaciones. 

El  Sr.  Bartolomé  del  Cerro  envió  la  nota  bibliog-ráfica  si- 
g"uiente: 

Alcalde  del  Río  (D.  Hermilio),  Las iñnturas  y  grabados  de  las 
ca'üernas  prehistóricas  de  la  iwomiicia  de  Santander.  Santander, 
1906. — 90  pág-inas,  17  fig-uras  intercaladas  y  10  láminas  con 
numerosas  fig-uras. 

Es  bien  sabido  que  la  autenticidad  de  las  fig'uras  represen- 
tando animales,  descubiertas  en  1880  en  los  muros  de  la  ca- 
verna de  Altamira,  en  Santillana,  dio  lug^ar  á  empeñadas  dis- 
cusiones, alg-unas  en  esta  misma  Sociedad.  La  cuestión  pare- 
cía abandonada,  cuando  en  1902  se  encontraron  otras  pintu- 
ras semejantes  y  con  ig-uales  circunstancias,  en  una  g-ruta  de 
la  Dordoüa,  en  Francia.  Este  descubrimiento  sug-irió  al  autor 
la  idea  de  examinar  nuevamente  los  hallazg-os  santanderinos, 
la  cual  se  encontró  sing'ularmente  favorecida  por  la  Ueg-ada  de 
los  eminentes  sabios  Cartailhac  y  Breuil,  comisionados  para 
hacer  un  estudio  directo  de  la  importante  caverna,  primera 
del  mundo  en  que  se  vieron  tan  preciosas  huellas. 

El  campo  de  la  investig-ación  se  ha  aumentado  prodig^iosa- 
mente  con  estos  nuevos  empeños,  pues  no  se  trata  sólo  de  las 
conocidas  pinturas,  de  autenticidad  hoy  indiscutible,  sino  de 
abundantes  muestras  de  g-ráfica,  y  además  el  autor  ha  dado 
con  otras  g-rutas,  provistas  de  fig-uras,  en  Covalanas,  Hornos 
de  la  Peña  y  del  Castillo,  junto  á  Puente-Viesg-o.  Todas  estas 
cavernas  se  describen  minuciosa  y  sabiamente  en  la  obra  que 
examino,  tratando  sucesivamente  de  su  situación  y  estructu- 


DE   HISTORIA   NATURAL.  89 

ra,  de  las  pinturas  y  grabados  que  se  descubren  en  sus  pare- 
des (no  sin  g-ran  paciencia  y  atención  muchas  veces),  y  por 
último,  de  la  estratig-rafía  y  materiales  sacados  de  su  suelo, 
consistentes  en  restos  de  comidas  y  objetos  de  piedra,  hueso  y 
cerámica,  fabricados  por  los  mismos  hombres  que  pintaron  en 
los  muros  de  sus  viviendas  subterráneas. 

Ilustran  el  trabajo  abundantes  láminas  representando  los 
planos  de  las  cavernas,  objetos  hallados  en  ellas,  y  las  pintu- 
ras y  sig-nos  descritos  en  la  obra,  entre  cuyas  fig-uras  llaman 
la  atención,  sobre  todo,  las  referentes  á  fauna  (mamíferos, 
aves  y  aun  fig-uras  humanas),  alg'unas  verdaderamente  mara- 
villosas por  su  ejecución. 

El  Sr.  Fernández  Navarro  leyó  la  sig-uiente: 

Dr.  U.  Grubenmanu,  Die  Kristallinen  ScMefer. — I.  Parte  g-e- 
neral.  Berlín,  1904.— II.  Parte  especial.  Berlín,  1907. — En  jun- 
to unas  300  páginas,  con  siete  figuras  intercaladas  y  10  her- 
mosas láminas  (fototipia). — 21  pesetas  puesto  en  Madrid. 

En  esta  obra  el  autor,  acreditado  profesor  de  Mineralog"ía  y 
Petrografía  en  la  Universidad  de  Zurich,  ha  resumido  muchos 
estudios  propios  y  ajenos  sobre  el  interesante  y  difícil  grupo 
de  las  pizarras  cristalinas,  diciendo  la  última  palabra  en  esta 
materia,  en  que  es  reconocido  especialista.  Es  una  obra  inte- 
resante, que  no  podrá  desconocer  nadie  que  quiera  estudiar 
con  alg-ún  fruto  las  rocas  de  referencia,  tan  curiosas  bajo  mu- 
chos aspectos  y,  sobre  todo,  en  el  de  la  minerogénesis  y  en  el 
de  las  estructuras  secundarias.  Por  todo  ello,  y  por  no  tratarse 
de  un  libro  caro,  se  recomienda  su  adquisición  para  los  petró- 
g-rafos  y,  en  g-eneral,  para  todos  los  que  se  ocupen  de  alguna 
rama  de  la  Geología. 

El  Sr.  Bolívar  comunicó  las  siguientes: 

Catalogue  systématique  et  déscriptif  des  collections  zoologiques 
du  Barón  Edm.  de  Selys  Longchamiis.  G.  Severin,  Musée  R.  de 
Hist.  nat.  de  Bruxelles. 

Esta  obra  se  publica  para  realizar  una  aspiración  expresada 
repetidas  veces  durante  su  vida  por  el  eminente  naturalista 
belga,  de  cuya  pérdida  se  hicieron  eco  nuestros  Anales  lamen- 
tándola oportunamente.  Aseguran  el  éxito  de  esta  empresa  los 
nombres  de  reputados  especialistas  que  prestan  su  concurso 

T.  Til— Febrero,  1907  7 


90  boletín  de  la  real  sociedad  española 

para  elevar  tan  dig-no  monum  ento  á  la  memoria  de  aquel  ilus- 
tre sabio,  y  que  son  los  de  M.  Burr,  J.  Desneuse,  J.  Forster, 
J,  Fraipont,  E.  Günther,  Euderlein,  F.  Klapalek,  L.  Krüg-er, 
R.  Martin,  J.  Ris,  M.  de  Selys  Long-champs,  G.  Severin,  G.  Ul- 
mer  y  H.  Van  de  Weele,  así  como  los  cuidados  é  interés  con 
que  los  hijos  del  finado  han  de  atender  á  editarla.  No  será 
esta  publicación  un  mero  inventario  de  las  riquezas  que 
atesoran  las  colecciones  de  Selys  Long-champs,  sino  una  serie 
de  trabajos  orig-inales,  en  su  mayor  parte  verdaderas  mono- 
g-rafias  de  g-rupos  poco  ó  imperfectamente  conocidos,  que 
harán  esta  obra  indispensable  para  todo  linaje  de  investig-acio- 
nes  zoológ-icas,  pues  sabido  es  que  si  bien  la  especialidad  en 
que  adquirió  tan  g-ran  renombre  aquel  ilustre  sabio  era  la  de 
los  odonatos,  contienen  también  sus  colecciones  notables  se- 
ries de  otros  insectos  que,  antig-uamente,  se  reunían  con  aque- 
llos en  el  orden  de  los  neurópteros,  así  como  de  ortópteros  y 
lepidópteros,  si  bien  limitados  á  los  de  la  fauna  paleártica  y 
también  de  vertebrados  para  los  que  fué  necesario  construir 
un  edificio  especial  en  Long-champs,  en  el  que  aún  continúan 
instaladas  las  colecciones  completas  de  las  aves  de  Europa,  ade- 
ínás  de  un  g-énera  y  de  series  cosmopolitas  de  muchos  g"éneros, 
aáí  como  la  de  roedores,  insectívoros  y  quirópteros. 

Buen  ejemplo  de  lo  que  aseg"uramos  respecto  á  la  importan- 
cia de  esta  obra,  le  tenemos  en  la  primera  entreg-a,  ya  publi- 
cada, que  comprende  los  Cordulinos  y  que  constituye  un  inte- 
resante estudio  de  este  g-rupo  hecho  por  el  reputado  odonató- 
log-o  Rene  Martin,  el  más  competente  hoy  de  los  entomólog-os 
que  se  dedican  á  estos  estudios.  Dicha  entreg-a  va  acompañada 
de  tres  hermosas  láminas,  en  las  que  se  representan,  admira- 
blemente, especies  nuevas  ó  raras  de  este  g-rupo. 

El  estado  de  la  labor  previa  que  ha  sido  precisa  para  esta 
obra,  y  que  desde  hace  varios  años  se  viene  realizando,  permite 
aseg-urar  que  la  publicación  no  sufrirá  retraso  alg-uno.  Se  dis- 
tribuirá en  treinta  y  tres  cuadernos  en  4.°  mayor,  publicándose 
el  texto  en  francés,  ing-lés  ó  alemán  y  destinándose  tan  solo 
á  la  suscripción  180  ejemplares. 

Die  Insektenfamilie  der  Phasmiden,  iDearbeitet  von  K.  Brun- 
ner  v,  AVattenwyl,  K.  K.  Hofrat  und  Jos.  Redtenbacher,  Profe- 
sor am  K.  K.  Elisabeth-Gymnasium  in  Wien,  mit  Unterstüt- 


DE   HISTORIA    NATURAL.  91 

zung-  der  Hohen  K.  K.  Akademie  der  Wissenschaften  in  Wien 
aus  der  Treitl-Stiftung-.  — 1.  Lieferung-,  Bog-en  1-23  und  Ta- 
fel  I-VI  Phasmidce  areolaUB.  (Bearbeitet  von  J.  Redtenbacher), 
Leipzig-,  Veri.  v.  W.  Eng-elmann,  1906. 

Por  fin  se  ha  publicado  esta  obra,  esperada  larg-o  tiempo,  y 
para  la  cual  casi  todos  los  Museos  y  especialistas  hau  contri- 
buido enviando  sus  colecciones  á  los  autores.  La  familia  de  los 
Fásmidos  (Phasmidse)  era  la  menos  estudiada  entre  todos  los 
ortópteros  por  las  g-randes  dificultades  que  ofrecía  su  reparti- 
ción en  g-rupos.  Westwood,  en  su  Catalogue  of  Ortkopterous 
Insects  ofthe  British  Museum,  publicado  en  1859,  aceptaba  to- 
davía la  división  primitiva  en  ápteros  y  alados  y  sólo  enumera- 
ba 39  g-éneros  y  unas  500  especies,  habiendo  sido  Stál  el  que 
en  su  Recensio  Orthopierorum  (1875),  y  el  mismo  año,  en  Ohser- 
vations  orthoptérolof/iques,  empleó  otros  caracteres  para  fundar 
la  clasificación  de  estos  insectos,  tomándolos  de  la  presencia  en 
muchos  de  un  pequeño  espacio  triang-ular  que  aparece  en  la 
terminación  de  las  tibias  posteriores  «área  apicalis  tibiarum» 
formado  por  el  aplanamiento  ó  mejor  por  la  bifurcación  de  la 
arista  inferior  de  las  mismas,  y  que  falta  en  los  que  tienen  di- 
cha arista  continuada  hasta  el  extremo  de  la  tibia;  carácter  que 
es  seguro  indicio  de  filiación  g-enética  y  que  se  ha  conservado 
precisamente  por  su  aparente  insig-nificancia,  utilizando  tam- 
bién otros  tomados  del  desarrollo  variable  del  segmento  me- 
diano del  abdomen,  de  la  long-itud  de  las  antenas  y  de  la  rela- 
tiva entre  la  de  las  tibias  y  del  primer  artejo  de  los  tarsos,  pero 
sin  lleg-ar  á  deslindar  los  g-rupos  naturales  de  esta  familia  y 
sin  que  log-rara  dar  claves  seg'uras  que  permitieran  reconocer 
los  g-éneros  que  describió,  resultando  muy  difícil  la  tarea  de 
reconocerlos  y  disting-uirlos. 

Brunner,  por  el  contrario,  con  su  habitual  perspicacia,  ha 
hallado  manera  de  disting-uir  aquellos  g-rupos,  si  bien  es  cierto 
que  ha  dispuesto  de  un  considerable  número  de  especies,  qui- 
zá más  de  2.000.  Ya  en  1893,  en  su  Rémsio7i  du  Sj/siénie  des  Or- 
tho2)téres,  publicado  con  motivo  de  la  enumeración  de  los  or- 
tópteros recog-idos  en  Birmania  por  Fea,  y  que,  como  todas  las 
obras  de  Brunner,  ha  hecho  época  en  el  conocimiento  de  estos 
insectos,  propuso  la  división  de  los  Fásmidos  en  doce  tribus, 
que  ahora  se  aumentan  hasta  catorce,  ag-rupándose  todas. ellas 
en  dos  g-randes  divisiones  basadas  en  el  carácter  encontrado 


92  boletín    de   la   REAL   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

por  Stal  como  fundamental  para  toda  división  en  esta  familia; 
esto  es,  en  la  presencia  del  área  apical  de  las  tibias  en  los  Areo- 
latcB,  área  que  falta  en  los  Anareolatm. 

Este  carácter  divide  en  dos  g-éneros  los  pocos  Fásmidos  que 
habitan  en  Europa,  confundidos  aún  no  hace  muchos  años  en 
el  solo  g-énero  Bacilhis,  y  que  el  P.  Pantel,  nuestro  consocio, 
con  el  profundo  espíritu  de  observación  que  le  disting-ue,  se- 
paró en  dos,  constituyendo  el  Zepípiia  con  las  especies  que 
carecen  de  área  apical. 

Los  Fásmidos  son  los  insectos  más  extraordinarios  que  exis- 
ten, en  términos  de  que  constituyen  una  constante  contradic- 
ción con  lo  que  es  normal  y  corriente  en  todos  los  otros:  son 
los  insectos  miméticos  por  excelencia  y  no  sólo  imitan  con  toda 
perfección  las  formas  veg-etales,  sino  que  toman  además  las 
actitudes  que  mejor  contribuyen  á  ocultarlos  en  los  veg-etales, 
sobre  los  que  viven,  y  hasta  los  huevos  simulan  semillas  de 
aquéllos.  Son  al  mismo  tiempo  los  que  alcanzan  mayores  di- 
mensiones, pues  aun  entre  las  especies  vivientes  se  cuentan 
varias  que  miden  un  cuarto  ó  un  tercio  de  metro  de  long-itud, 
siquiera  existan  otras  que  sólo  tienen  15  ó  20  milímetros,  y  se 
encuentran  entre  ellos  especies  partenóg-enéticas,  como  suce- 
de con  nuestros  Bacillus. 

Redtenbacher  en  esta  primera  parte,  de  la  que  especialmen- 
te se  ha  encarg-ado,  termina  la  introducción  con  un  cuadro 
muy  interesante  para  explicar  la  distribución  g-eog-ráfica  de 
estos  insectos,  y  que  también  tiene  interés  porque  en  él  resul- 
tan de  manifiesto  las  combinaciones  á  que  se  prestan  los  ca- 
racteres de  mayor  importancia  y  mayor  instabilidad,  ó  sean 
los  del  área  apical  y  los  de  las  proporciones  del  seg-mento 
mediano  y  de  las  antenas;  por  el  primero  de  estos  caracteres 
se  dividen  los  Fásmidos,  como  ya  hemos  dicho,  en  dos  g-ran- 
des  g-rupos,  los  que  á  su  vez  se  subdividen  en  otros  dos  por  la 
forma  del  seg-mento  y  éstos  de  nuevo  por  la  long-itud  de  las 
antenas. 

En  esta  obra,  aparte  del  prólog-o  ó  introducción  á  que  he 
hecho  referencia,  y  en  el  que  se  trata  de  la  clasificación,  se 
examinan  sucesivamente  los  órg-anos  externos  que  sirven  de 
asiento  á  los  caracteres  taxonómicos,  se  hacen  indicaciones  bi- 
bliográficas sobre  la  anatomía  interna  y  la  embriclog'ía  y  se 
expone  extensamente  la  distribución  g-eog-ráfica  del  grupo; 


DE    HISTORIA   NATURAL.  93. 

contiene  además  una  completísima  bibliografía  y  por  fin  la 
exposición  de  las  tribus  y  la  más  detallada  de  los  g-éneros  y  de 
las  especies,  parte  esta  última  escrita  en  latín,  por  lo  que  hace 
á  las  descripciones  que  son  concisas  y  exactas,  y  en  alemán 
por  lo  que  toca  á  las  restantes  indicaciones.  Acompañan  á  este 
tomo  seis  hermosas  láminas,  dibujadas  por  el  mismo  Redten- 
bacher  con  la  habilidad  que  ya  tiene  demostrada. 

Debo  hacer  notar  que  aun  cuando  la  obra  lleva  fecha  de  1906 
no  creo  se  haya  repartido  hasta  ahora. 

De  desear  es  que  pronto  aparezca  la  seg-unda  y  última  parte 
de  esta  obra,  verdadero  monumento  elevado  á  la  ciencia  ento- 
mológ-ica  con  que  acrecienta  el  Dr.  Redtenbacher  su  envidia- 
ble labor  científica  y  corona  dig-namente  el  ilustre  Brunner  von 
Wattenwyl,  nuestro  consocio  honorario,  la  obra  de  toda  su  vida 
y  sus  múltiples  é  importantes  publicaciones. 

Secciones. — La  de  Barcelona  celebró  sesión  el  19  de  Diciem- 
bre, bajo  la  presidencia  del  Sr.  Turró. 

Leída  el  acta  de  la  sesión  anterior,  fué  aprobada  por  unani- 
midad. 

El  señor  Presidente  dio  cuenta  á  la  Sección  del  cambio  de 
residencia  del  Tesorero,  Sr.  Tarazona,  que  al  marcharse  á  la 
Universidad  de  Valencia  deja  un  vacío  en  esta  Sección  y  va- 
cante el  carg-o  que  con  tanto  celo  é  intelig-encia  ha  desempe- 
ñado desde  la  fundación  de  la  Sección  de  Barcelona. 

Se  acordó  que  constase  en  acta  el  sentimiento  de  los  socios 
por  la  ausencia  del  Sr.  Tarazona  y  que  se  consig'nase  un  voto 
de  g-racias  á  dicho  señor. 

Acto  seg-uido  se  procedió  á  la  elección  de  nuevo  Tesorero, 
resultando  eleg-ido,  por  unanimidad,  el  Sr.  Llenas,  haciéndole 
entreg-a  el  Vicepresidente,  Sr.  Casares,  de  los  libros  de  Tesore- 
ría y  115  pesetas  y  40  céntimos  que  el  Sr.  Tarazona  le  había 
entreg-ado  al  ausentarse  de  Barcelona,  por  no  haber  hallado  al 
señor  Presidente  para  depositar  en  sus  manos  los  libros  y  fon- 
dos expresados. 

Quedando  vacante  el  carg-o  de  Secretario,  por  haber  sido  ele 
g-ido  Tesorero  el  Sr.  Llenas,  que  venía  desempeñando  aquel  car- 
g-o, se  procedió  á  elegir  Secretario,  siendo  votado  para  este  pues- 
to el  Sr.  Casares,  que  actuaba  de  Vicepresidente,  por  lo  cual 
se  proveyó  este  último  carg-o,  siendo  eleg-ido  el  Sr.  Pi  y  Suñer. 


9*  boletín  de  la  real  sociedad  española 

Constituida  la  Mesa,  se  elig-ió  Junta  para  el  año  próximo 
venidero,  confirmando  en  sus  carg-os  á  los  señores  Secretario 
y  Tesorero,  pasando  á  la  Presidencia  el  Vicepresidente  Sr.  Pi 
y  Suñer,  y  nombrando  para  sustituirle  al  Sr.  Ferrer,  quedan- 
do, pues,  constituida  la  Jiinía  para  el  próximo  aíto,  del  siguien- 
te modo: 

Presidente,  Sr.  D.  Aug-usto  Pi  y  Suñer. 

Vicepresidente,  Sr.  D.  Carlos  Ferrer. 

Secretario,  Sr.  D.  Antonio  Casares  Gil. 

•Tesorero,  Sr.  D.  Manuel  Llenas. 

— El  Sr.  Aranzadi  leyó  una  lista  de  hong-os  recibidos  del  Em- 
palme, Martorellas,  San  Celoni  y  Badalona,  y  una  tercera  lista 
de  nombres  catalanes  de  hong-os. 

— Fué  leido  á  continuación  un  trabajo  que  envió  el  Sr.  Ca- 
devall,  titulado  Notas  para  la  Flora  Catalana,  citando,  entre 
otras  particularidades,  37  especies  nuevas  para  Cataluña,  una 
para  España,  una  para  Europa  y  cuatro  para  la  Ciencia. 

La  de  Sevilla  celebró  sesión  el  25  de  Enero,  bajo  la  presi- 
dencia de  D.  Manuel  de  Paúl. 

Se  dio  lectura  de  un  trabajo  remitido  por  el  Sr.  Chaves,  in- 
titulado: Nota  sodre  el  origen  de  la  Gflauconia. 

— El  Sr.  Seras  entretuvo  agradablemente  á  la  Sección  expo- 
niendo los  maravillosos  trabajos  de  Leduc  de  Nantes,  el  cual 
ha  obtenido  células  y  tejidos  celulares  artificiales  con  la  es- 
tructura de  los  orgánicos,  dotados,  como  éstos,  del  poder  de  la 
nutrición  por  intususcepción  y  que  se  reproducen  carioquiné- 
ticamente,  presentando  todas  las  fases  de  este  proceso,  cromo- 
somas, áster,  espire  mas,  plano  ecuatorial,  bandas  cromáticas, 
etcétera,  sin  que  falte  ning-una  de  aquellas  y  sucediéndose  en 
el  orden  regular. 

— La  de  Zaragoza  celebró  sesión  el  26  de  Diciembre  de  1906. 
Se  abrió  bajo  la  presidencia  de  D.  Pedro  Ferrando,  el  cual  ce- 
dió el  sillón  presidencial  á  D.  Vicente  de  Val,  quien  dirig-ió 
frases  de  ag-radecimiento  á  sus  consocios  por  la  distinción  de 
que  le  hacían  objeto  y  alabó  el  celo  é  interés  con  que  había 
desempeñado  el  cargo  su  antecesor. 

— El  P.  Navas,  después  de  haber  tomado  posesión  la  nueva 
Junta  directiva,  da  cuenta  de  una  obra  intitulada  A  synony- 


DE    HISTORIA   NATURAL.  95 

mic  Catalogue  of  Orthoptera,  por  Kirhy.  Van  publicados  dos 
tomos,  de  los  cuales  el  segundo,  que  es  el  que  presenta, 
trata  de  ortópteros  saltadores  (Achetidse  et  Pliasg'onuridse).  El 
tercer  tomo  tratará  de  los  locústidos,  incluyendo  en  ellos  las 
especies  que  hoy  día  se  reúnen  con  el  nombre  de  acrídidos.  En 
esta  obra,  escrita  con  un  criterio  muy  rig-uroso  en  cuestiones  de 
prioridad,  se  restituyen  muchos  nombres  genéricos. 

Sesión  del  30  de  Enero  de  1907. 

Se  celebró  bajo  la  presidencia  de  D.  Vicente  de  Val. 

—El  Sr.  Arévalo  lee  y  da  cuenta  de  la  recaudación  de  las 
cuotas  del  presente  año,  examinando  con  este  motivo  los  socios 
allí  congregados  las  cuentas  de  la  sección. 

— El  Sr.  Ferrando  presenta  una  drusa  de  cristales  de  cuarzo 
levógiros  que  ostentan  las  caras  Xt(1121)  y  Xt(5161),  proceden- 
tes de  Hinojosa  (Salamanca),  así  como  también  un  curioso 
romboedro  de  exfoliación  de  calcita  que  ostenta  la  extraña 
propiedad  de  que  sus  aristas  culminantes  miden  108°.  Las  me- 
didas hechas  con  un  buen  goniómetro  Fuess  y  con  indepen- 
dencia por  varios  observadores  como  los  Sres.  Espurz,  Cala- 
mita y  nuestro  consocio  Sr.  Izquierdo,  dan  crédito  á  la  medida 
del  Sr.  Ferrando,  quien  manifiesta  que  por  sí  solo  no  se  hubiera 
atrevido  á  dar  cuenta  de  una  medida  tan  extraordinaria. 

— El  Sr.  Arévalo  agrega,  á  propósito  de  esto,  que  ha  anali- 
zado una  lámina  de  exfoliación  del  citado  romboedro,  con  ob- 
jeto de  ver  si  acusaba  el  análisis  químico  la  presencia  de  algún 
carbonato  isomorfo  con  la  caliza  y  al  que  se  debería  entonces 
el  aumento  del  valor  angular,  habiéndole  demostrado  dicho  aná- 
lisis que  está  exclusivamente  formado  por  carbonato  calcico. 
Por  otra  parte,  su  diafanidad  permite  observar  á  través  de  su 
masa  y  bien  manifiesto,  el  fenómeno  de  la  doble  refracción. 

— El  P.  Navas  presenta  el  esqueleto  de  una  colonia  de  sinas- 
cidias  procedente  de  Vinaroz  (Castellón  de  la  Plana),  lamen- 
tando el  no  poder  determinarla  específicamente. 

— El  mismo  P.  Navas  da  cuenta  de  haber  recibido  una  circu- 
lar anunciando  la  celebración  del  XII  Congreso  Zoológico  in- 
ternacional, que  se  ha  de  celebrar  en  Boston  del  9  al  20  de 
Agosto  del  presente  año,  encareciendo  la  conveniencia  de  que 
España  esté  oficialmente  representada  en  él.  La  lista  provisional 
de  las  secciones  es  la  siguiente; 

1."  Zoolog-ía  w-eneral. — 2."  Zooloería  sistemática.— 3.*  Ento- 


96  boletín    de   la.   REAL   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

molog'ía.— 4."  Ornitolog-ía. — 5.»  Talasog-rafía. — 6."  Paleozoo- 
log-ía, — 7.3  Anatomía  comparada. — S.^Embriolog-ía. — Q.'Psico- 
log-ía  comparada. — 10.*  Citolog-ía. — 11.*  Zoolog-ía  experimen- 
tal.— 12.'  Herencia. — 13. =■  Zoolog-ía  económica.  — 14.'  Costum- 
bres de  los  animales. 

Incidentalmente  el  Sr.  Secretario  da  cuenta  de  una  hermosa 
obra  de  Stebbing-  recientemente  publicada,  Crustácea  Amphi- 
poda  I.  Gammmñdea,  que  forma  un  extenso  volumen  en  el  que 
se  describen  1.076  especies  ciertas  y  257  dudosas,  repartidas  en 
304  g-éneros  pertenecientes  á  41  familias.  Constituye  esta  obra 
una  erudita  y  completa  revisión  de  los  anfípodos  gammari- 
deos,  sumamente  útil  para  los  naturalistas  que  deseen  profun- 
dizar en  este  interesante  g-rupo  de  crustáceos. 


Notas  y  comunicaciones. 


Nota  sobre  el  origen  de  la  Glauconia 

POR 

FEDERICO    CHAVES   Y   PÉREZ    DEL   PULGAR 

La  cuestión  tan  interesante  como  difícil  del  origen  de  la 
Glauconia,  acaba  de  recibir  un  valioso  impulso  con  la  apa- 
rición de  una  Memoria,  por  todo  extremo  notable,  de  los 
Drs.  L.-W.  CoUet  y  Gabriel  W.  Lee  (1),  Las  mismas  palabras 
con  que  empieza  este  trabajo,  servirán  para  explicar  el  motivo 
de  la  presente  Nota. 

«Desde  Murray  y  Renard — dicen — ,  dos  trabajos  importantes 
han  venido  á  enriquecer  la  bibliografía  de  la  Glauconia:  la 
Memoria  de  los  Sres.  Calderón  y  Chaves,  «Contribuciones  al 
estudio  de  la  Glauconia»  (2),  y  la  obra  magistral  de  M.  L.  Ca- 
yeux,  «Etude  micrographique  des  terrains  sédimentaires».» 

«Murray  y  Renard  habían  estudiado  especialmente  la  Glau- 
conia actual;  los  Sres.  Calderón  y  Chaves  basaron  su  síntesis 


(1)  «Recherches  sur  la  Glauconie».  Proc.  of  the  royal  Soc.  of  Edinburgh,  vol.  xxvi, 
part.  IV,  1906.  Con  12  láminas  y  un  mapa. 

(2)  Anal,  de  la  Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  tomo  xxii,  1893. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  97 

de  esta  en  uii  análisis  de  la  Glauconia  de  las  rocas  sedimenta- 
rías; en  cuanto  á  M.  L.  Cayeux,  limita  estrictamente  sus  bellas 
investigaciones  á  la  Glauconia  de  las  rocas  sedimentarias,  sin 
acometer  el  problema  de  su  g'énesis.» 

«Después  de  haber  terminado  nuestro  estudio  de  las  «Con- 
crétions  phosphatées  de  «l'Ag-ulhas  Bank»,  fuimos  invitados 
por  Sir  John  Murray  á  emprender  una  especie  de  mise  (mi)oint 
de  la  cuestión  de  la  Glauconia.  En  efecto,  Güinbel  en  1886, 
después  Murray  y  Renard  en  1891,  vieron  en  la  Glauconia  un 
silicato  ferri-potásico,  en  tanto  que  para  los  Sres.  Calderón  y 
Chaves  era,  al  contrario,  un  silicato  ferro-potásico.  ¿Quién  tejiía 
razón?  Como,  por  otra  parte,  M.  L.  Cayeux  señaló  caracteres 
muy  especiales  en  la  Glauconia  de  sus  rocas  sedimentarias, 
caracteres  que  se  desconocían  en  la  Glauconia  actual,  se  im- 
ponía un  estudio  comparativo.» 

Seg-ún  el  trabajo  realizado  por  los  Sres.  Collet  y  Lee,  la  Glau- 
conia ofrece  diferentes  maneras  de  estar  en  las  rocas  antig-uas 
y  modernas.  La  principal  es  la  realizada  por  g-ranos  nacidos 
en  las  cámaras  de  los  foraminíferos.  El  encadenamiento  de  las 
metamorfosis  que  eng-endran  el  mineral  en  cuestión  de  los 
bancos  y  de  las  arenas  verdes,  por  ejemplo,  es,  seg-ún  los  au- 
tores, el  sig'uiente:  A,  relleno  de  las  conchas  por  una  materia 
arcillosa,  constituyendo  moldes  grises;  B,  esta  materia  arcillo- 
sa se  carg-a  de  hierro  y  se  tiñe  progresivamente  de  pardo, 
desde  la  periferia  hacia  el  centro;  resultan  de  aquí  moldes  par- 
dos, esencialmente  formados  de  silicato  de  hierro;  C,  verdean 
estos  moldes  y  se  transforman  gradualmente,  á  partir  de  la 
superficie,  en  moldes  glauconosos. 

Y  entramos  en  la  cuestión  capital,  ó  sea  la  explicación  dada 
por  los  autores  del  origen  de  la  Glauconia  aprisionada  en  las 
cámaras  de  los  foraminíferos.  Durante  la  fase  arcillosa,  los 
moldes  grises  contienen  sólo  silicato  de  alúmina.  La  fase  fe- 
rruginosa que  la  sigue,  resulta  de  un  reemplazamiento  de  la 
alúmina  de  la  arcilla  por  el  peróxido  de  hierro,  á  consecuencia 
de  la  cual  los  moldes  quedan  constituidos  por  un  silicato  fé- 
rrico absolutamente  desprovisto  de  potasa.  La  fase  glauconosa 
está  representada  por  un  silicato  ferrico-potásico  hidratado; 
«la  transformación  en  Glauconia  es  conexa,  por  consiguiente, 
de  la  introducción  de  la  potasa,  y  también,  probablemente,  de 
la  entrada  del  agua  de  constitución».  En  cuanto  á  las  reaccio- 


98  BOLETÍN   DE   LA   REAL   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

nes  químicas  que  permiten  á  la  potasa  combinarse  con  el  sili- 
cato férrico,  son  actualmente  desconocidas. 

Como  se  ve,  aun  aceptando  sin  reserva  la  opinión  de  estos 
eminentes  sabios,  el  problema  del  orig-en  de  la  Glauconia  no 
puede  darse  por  resuelto  todavía  en  totalidad. 

He  aquí  la  opinión  que  formulan,  respecto  á  nuestra  teoría 
g-enética,  del  mineral  objeto  de  estos  estudios: 

«FormaciÓ7h  de  la  Cflmiconia. — Después  de  la  explicación  de 
la  formación  de  la  Glauconia  dada  por  Murray  y  Renard  en  el 
volumen  de  los  «Deep-Sea  Deposits»  de  los  Reports  del  Cha- 
llenger, un  solo  trabajo  de  la  síntesis  de  este  mineral  ha  veni- 
do á  enriquecer  la  bibliog-rafía.  Es  debido  á  la  autorizada  plu- 
ma de  los  Sres.  Calderón  y  Chaves,  y  se  titula  «Contribucio- 
nes al  estudio  de  la  Glauconita». 

«Como  lo  hemos  hecho  notar  ya  en  un  precedente  capítulo, 
estos  sabios  se  han  basado  en  un  análisis  de  Pisani  de  la  Glau- 
conia de  Villers-sur-Mer;  en  éste  el  hierro  fué  dosado  entera- 
mente como  hierro  ferroso,  como  se  hacía  habitualmente  en 
esta  época,  en  que  se  creía,  seg-ún  lo  ha  hecho  notar  Gürabel, 
que  el  color  verde  de  la  Glauconia  implicaba  el  hierro  en  esta- 
do ferroso. 

»Los  Sres.  Calderón  y  Chaves,  basando,  desg-raciadamente, 
sus  ing-eniosas  investig-aciones  sobre  el  análisis  de  Pisani,  lo- 
g-raron  obtener  un  silicato  ferroso-potásico  haciendo  actuar  el 
sulfato  ferroso-potásico  sobre  el  silicato  de  potasa,  en  presen- 
cia de  un  reductor.  En  el  silicato  así  obtenido,  la  relación  del 
óxido  ferroso  á  la  sílice  era  de  20.4  á  50.1,  la  cual  concuerda 
con  aquel  análisis,  en  el  que  esta  relación  es  de  20.1  á  54.1. 
Después,  partiendo  de  la  idea  de  que  la  Glauconia  es  un  sili- 
cato ferroso  potásico  que  necesita  para  su  conservación  la  in- 
fluencia de  un  medio  reductor,  estos  sabios  piensan  que  los 
ag-entes  reductores  á  favor  de  los  cuales  la  Glauconia  se  ha 
formado,  son,  de  una  parte,  la  materia  g-elatinosa  que  existe 
en  suspensión  en  el  ag-ua  del  mar,  y  de  otra,  la  substancia 
org-anizadá  que  se  encuentra  en  las  cámaras  de  los  forarainí- 
feros  y  de  otros  org-anismos.» 

«Como  hemos  visto  en  el  capítulo  referente  á  la  «Composi- 
ción química»,  la  Glauconia  de  los  mares  actuales  debe  consi- 
derarse, no  como  un  silicato  ferroso-potásico,  si7w  cotno  mi  sili- 
cato férrico-potásico.  La  bella  síntesis  de  los  Sres.  Calderón  y 


DE    HISTORIA   NATURAL.  99 

Chaves  no  nos  parece  aplicable  al  caso  de  la  Glauconia  de  los 
mares  actuales.» 

Aunque  yo  me  propong-o  continuar  mis  investig-aciones  so- 
bre la  síntesis  de  los  silicatos  de  hierro  por  vía  húmeda,  de  las 
que  he  dado  ya  una  primera  Nota  á  esta  Sociedad  (1),  y  en- 
tonces habrá  ocasión  de  tratar  con  más  detenimiento  de  la 
cuestión  aquí  debatida,  aplazados  aquellos  trabajos  por  alg-ún 
tiempo,  y  aunque,  á  pesar  mío,  por  urg-entes  ocupaciones,  he 
atendido  á  la  indicación  de  mi  querido  maestro  y  colaborador 
en  el  estudio  de  que  se  trata,  formulando  mi  juicio  provisio- 
nal, para  corresponder  también  á  la  cortesía  con  que  los  dis- 
ting'uidos  investigadores,  Sres.  Collet  y  Lee,  se  ocupan  de 
nuestro  intento  de  síntesis  de  la  Glauconita,  por  masque  com- 
batan nuestra  interpretación  sin  otorgarla  concesión  alg-una. 

Declaro  lealmente,  ante  todo,  que  encuentro  de  mucho  inte- 
rés el  análisis  ejecutado  por  nuestros  contradictores  sobre  un 
ejemplar  de  Glauconia  pura  actual  de  las  colecciones  del  Cha- 
llenger Office,  que  les  ha  dado  el  sig"uiente  resultado: 

SiO'2 47.46  por  iOO. 

Fe'^03 30.83  — 

Al^O' 1.53  — 

FeO '. ...  3.10  — 

Mg-0 2.41  — 

K'^0 7.76  — 

H^O 7.00  — 

Total  . . .     100.09  por  100. 


Sobre  un  modelo  de  tal  pureza  debe  fundarse,  sin  duda,  la 
composición  cualitativa  de  la  especie,  entre  cuyos  elementos 
veo,  con  especial  interés,  que  se  hallan  la  alúmina  y  la  mag*- 
nesia;  pero  es  claro  que  los  resultados  de  este  análisis  aislado 
no  ofrecen,  por  sí  solos,  una  completa  g'arantía  de  expresar  la 
composición  cuantitativa  de  la  especie,  ni  su  constitución  quí- 
mica, la  cual,  á  su  vez,  pudiera  hallarse  en  una  fase  evolutiva 
particular.  El  hecho  de  más  trascendencia,  á  mi  juicio,  y  el 
que  presta  valor  indiscutible  al  análisis  precedente,  es  el  ano- 
tado por  los  autores  de  que  otros  análisis  del  Chanllenger  Of- 

(1)    An.  Soc.  ESP.  DE  HisT    NAT.,  tomo  XXIV,  Actas,  pág.  157.  Madrid,  1905. 


100  boletín  de  la  real  sociedad  española 

fice,  así  como  el  realizado  por  Gümbel  con  el  mineral  de  la 
«Gazelle»,  se  hallan  de  acuerdo  con  el  suyo  en  cuanto  á  la  re- 
lación del  hierro  ferroso  al  férrico.  Esta  relación  constante, 
que  es,  próximamente,  de  1  FeO  á  10  Fe^O^  constituye  ya  una 
ley  química  de  asociación  que  rig-e  en  la  especie  de  que  se 
trata.  Sería  muy  interesante,  para  formar  juicio  definitivo 
sobre  la  composición  y  constitución  de  la  Glauconia,  estudiar 
las  modificaciones  que  en  sus  proporciones  relativas  sufren  los 
elementos  diferentes  del  silicio  y  el  hierro,  ante  esa  invariabi- 
lidad  de  la  relación  del  hierro  ferroso  al  férrico. 

Ahora  bien;  sabemosque  los  procesos  evolutivos  de  los  mi-, 
nerales  pueden  ser,  y  son  de  hecho,  con  frecuencia,  regresivos, 
es  decir,  que  tienden  á  la  reproducción  de  la  especie  primitiva, 
después  de  pasar  por  una  serie  de  transformaciones  más  ó 
menos  complejas.  La  sílice,  por  ejemplo,  se  combina  con  las 
bases  formando  silicatos  que,  á  su  vez,  son  descompuestos 
después  por  los  carbonatos  y  el  ácido  carbónico,  regenerándo- 
se la  sílice,  y  así  sucesivamente.  En  la  Glauconia  encontrare- 
mos, como  es  natural,  las  huellas  de  estas  transformaciones 
que  los  cambios  del  medio  ambiente  provocan  en  la  substancia 
mineral,  y  observaremos  las  sucesivas  sustituciones  de  los  ele- 
mentos isomorfos,  é  independientemente  de  todo  isomorfismo, 
la  sustitución  química  de  sus  elementos.  Y  esto  porque  se  tra- 
ta de  un  mineral  sometido,  desde  lueg-o,  á  esas  evoluciones 
intensas,  cuyas  diferentes  fases  determinan  los  desacordes 
análisis  que  de  él  se  han  hecho.  Los  resultados  del  antes  re- 
producido parecen  mostrar,  en  efecto,  que  el  hierro  ferroso 
juega  papel  subordinado  y  dominante  el  hierro  férrico;  pero 
¿qué  diremos  entonces  de  los  análisis  numerosos  de  Berthier, 
St.  Hunt,  Mark  y  otros  muchos,  dignos  de  absoluta  confianza, 
en  los  que  todo  el  hierro  aparece  al  estado  ferroso? 

Si,  como  sustentan  los  Sres.  Collet  y  Lee,  puede  seguirse 
paso  á  paso  en  el  campo  del  microscopio  la  evolución  del  mine- 
ral que  llena  las  cámaras  de  losforaininíferos,  mucho  se  habrá 
adelantado  en  pro  de  su  opinión;  pero  quizá  haya  algún  opti- 
mismo en  dicha  aseveración,  á  lo  cual  me  inclina  el  hecho 
consignado  en  nuestro  trabajo  de  que  los  granos  de  Glauco- 
nia, verdes  en  su  interior,  amarillean  en  la  periferia,  denotan- 
do claramente  que  la  oxidación  marcha  del  exterior  al  inte- 
rior. Este  hecho  es  de  suma  importancia,  y  le  creo  de  más  va- 


DE    HISTORIA   NATURAL.  101 

lor  que  los  que  se  fundan  en  los  resultados  del  análisis,  en 
favor  de  la  opinión  que  hemos  sustentado. 

No  terminaré  sin  hacer  una  aclaración  referente  al  alcance 
que  siempre  hemos  atribuido  á  nuestro  intento,  y  que  parece 
exageran  los  distinguidos  sabios  tantas  veces  aquí  menciona- 
dos. No  hemos  pretendido,  en  efecto,  dar  la  clave  de  la  génesis 
de  la  Glauconia,  obteniendo  por  síntesis  un  silicato  ferroso  por 
vía  húmeda,  de  composición  análoga  á  la  de  este  mineral  (ex- 
cepción hecha  de  los  elementos  que  más  oscilan  en  cuanto  á 
sus  proporciones);  sólo  hemos  dado  á  entender  modestamente 
la  posibilidad  de  que,  por  doble  descomposición,  se  produzcan 
también  en  el  seno  de  los  mares  silicatos  ferrosos,  capaces  de 
originar,  con  ó  sin  previas  reacciones  nuevas,  minerales  tales 
como  la  Glauconia,  la  cual  hubimos  de  considerar  como  un 
silicato  ferroso-potásico,  de  acuerdo  con  la  mayor  parte  de  los 
numerosos  análisis  practicados  hasta  la  fecha. 

Esto  es  lo  que,  por  de  pronto,  se  me  ocurre  leyendo  el  tra- 
bajo de  los  Sres.  CoUet  y  Lee,  el  cual  me  parece,  por  lo  demás, 
un  paso  importante  en  la  cuestión  tan  difícil  del  origen  de  la 
Glauconia,  y  que  hace  el  mayor  honor  á  sus  sabios  autores-. 


Breve  noticia  de  algunos  monstruos 

existentes  en  el  Gabinete  de  Historia  natural 

de  la  Universidad  de  Oviedo 


FRANCISCO   DE   LAS   BARRAS 

Como  ya  en  distintas  ocasiones  hemos  hecho,  vamos  á  dar 
cuenta  á  la  Sociedad  de  algunos  casos  de  monstruosidades. 
Los  que  hoy  nos  ocupan  se  conservan  en  el  Gabinete  de  Histo- 
ria natural  de  la  Universidad  de  Oviedo  y  son  todos  proceden- 
tes de  esta  provincia. 

1.°  Cerdo  recién  nacido,  de  tamaño  normal.  Ofrece  la  mons- 
truosidad únicamente  en  la  cabeza,  que  presenta  la  boca  nor- 
mal y  sobre  ella,  en  el  centro  de  la  frente,  un  solo  ojo  perfec- 
tamente desarrollado  y  de  un  diámetro  próximamente  doble 
del  que  correspondería  al  tamaño  del  animal.  Por  encima  de 


102  boletín  de  la  real  sociedad  española 

este  ojo,  y  también  en  la  línea  media,  hay  una  trompa  de  cua- 
tro centímetros  de  larg-a,  perforada  en  toda  su  loug"itud.  No 
existen  vestig-ios  de  ventanas  de  la  nariz. 

2."  Becerro  recién  nacido  con  dos  cabezas.  Sólo  se  conservan 
éstas,  ó,  mejor  dicho,  la  piel  bastante  mal  armada,  pudiendo  su- 
ponerse que  era  normal  el  resto  del  cuerpo.  Se  encuentran  las 
cabezas  unidas  por  la  reg'ión  auditiva,  por  lo  cual  sólo  ha  podido 
desarrollarse  la  oreja  derecha  de  una  y  la  izquierda  de  la  otra. 
Los  ojos,  narices  y  boca,  están  perfectamente  desarrollados. 

3.°  Dos  ejemplares  de  perros  recién  nacidos,  ambos  de  cuer- 
po doble  y  procedentes  del  mismo  parto,  uno  y  otro  tienen  las 
cabezas  confundidas  y  se  hallan  unidos  en  la  reg'ión  torácica 
por  la  parte  esternal,  separándose  los  cuerpos  por  completo  en 
el  abdomen.  Resultan  en  ambos  las  extremidades  torácicas  di- 
rig-idas  dos  á  un  lado  y  dos  á  otro. 

Las  diferencias  entre  estos  dos  monstruos,  radican  en  la  ca- 
beza. Presenta  el  uno,  un  solo  hocico  perfectamente  desarro- 
llado y  tiene  dos  orejas  normales;  pero  en  la  reg-ión  posterior 
sobre  la  nuca,  existen  otras  dos  orejas  que  están  juntas,  pro- 
vista cada  una  de  su  ag-ujero  auditivo  independiente. 

En  el  otro  ejemplar  se  ha  verificado  la  fusión  tan  por  com- 
pleto en  la  región  facial,  que  solo  á  un  lado  y  á  otro  aparecen 
vestig"ios  de  orejas,  sin  el  menor  indicio  de  hocico. 

4.°  Gato,  también  doble  como  los  anteriores,  y  recién  naci- 
do. La  cabeza  es  normal  en  su  parte  superior,  pero  presenta 
debajo  de  la  boca  una  seg-unda  mandíbula  inferior  que  forma 
otra  boca  con  una  leng-ua  perfectamente  desarrollada.  La  re- 
g'ión torácica  se  encuentra  en  el  caso  de  la  de  los  perros  antes 
citados.  Hacia  la  mitad  del  abdomen  los  dos  cuerpos  se  sepa- 
ran por  completo,  ofreciendo  cada  uno  sus  extremidades  pos- 
teriores y  la  cola  normales. 

5.°  Monstruo  doble  humano  recién  nacido,  de  nueve  me- 
ses. Presenta  dos  cabezas  por  completo  independientes  y  per- 
fectamente desarrolladas.  Los  cuerpos  unidos  por  la  reg-ión  es-^ 
ternal  y  en  totalidad  separados  del  diafrag'ma  hacia  abajo. 

6."  Monstruo  humano  recién  nacido,  de  nueve  meses.  Solo 
está  desarrollada  la  parte  abdominal,  faltando  por  completo  la 
cabeza  y  el  tórax  y  presentando,  en  la  parte  anterior,  dos 
gTuesos  abultaraientos  esféricos  en  la  línea  media  y  uno  por 
por  encima  del  otro. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  108 


Ter.cera  lista  de  nombres  catalanes  de  hongos  (bolets) 


TELESFORO    DE   ARANZADI 

Aragays  (en  San  Celoni).— Hyg-rophorus  irrig-atus. 

A .  bolets  de  cabra  (Empalme). — Lactarias  pyrog'alus. 

A.  cabra. — Lactarius  pubescens. 

A.  escarlet  (en  Martoi ellas). — Tricholoma  truncatum. 

A.fredelichs. — Tricholoma  imbricatura,  murinaceum  y  pu- 
tidum. 

A.  gualbaras  (Empalme).— Lepiota  excoriata. 

A.  llataroJas  (Empalme). — Lactarius  lactifluus  y  subdulcis. 

^.  mo//mc/¿5  (Empalme). — Boletus  g-ranulatus  y  obsonium 
V.  buxeus. 

A.  pampineUas. — Amanita  vag-inata. 

A.  pebrasos  (en  Martorellas), — Lactarius  piperatus. 

A.  pijacunill  (Empalme). — Tricholoma  equestre. 

A.  pimpinellas  (en  Martorellas). — Lepiota  procera. 

A .  pinetells  (Empalme). — Lactarius  deliciosus. 

A. puagras  (en  San  Celoni). — Russula  láctea,  rubra,  amsena. 

A.  suroy  (en  Martorellas). — Boletus  edulis. 


Lista  de  hongos  recibidos  en  Noviembre  de  1906,  del  Empalme, 
Martorellas,  San  Celoni  y  Badalona 


TELESFORO   DE    ARANZADI 

Amanita  excelsa  6  pantherina,  v.  cariosa. 

A .  vaginata  v.  gris. 

Lepiota  procera,  de  Martorellas. 

L.  excoriata,  del  Empalme. 

Tricholoma  truncatum,  de  Martorellas  y  Badalona. 

T.  imbricatum. 


104  boletín  de  la  real  sociedad  española 

Tricholoma  miirinacexim. 

T.  puiidum. 

T.  equestre,  del  Empalme. 

Hygrophorus  irrigatus,  de  San  Celoni. 

H.  Umacinus. 

Lactarius  deliciosíts. 

L.  piperatus,  de  Martorellas. 

L.  pubescens  (venenoso). 

L.  pyrogalus  (no  lo  comen),  del  Empalme. 

L.  lactifiwiis,  del  Empalme. 

L.  subd'ulcis,  del  Empalme. 

Russula  láctea,  de  San  Celoni. 

R.  Tuhra^  de  San  Celoni. 

R.  amosna,  de  San  Celoni. 

Boleius  ed'iilis,  de  Martorellas. 

B.  chrysenteron  (no  lo  comen),  del  Empalme. 

B.  gramdatus. 

B.  obsoniíim,  v.  hnxeus,  del  Empalme. 


Linaria  supina  monstruosa 


TELESFORO    DE    ARANZADI 

En  el  mes  de  Mayo  último  encontró  el  Dr.  Llenas,  en  los 
arenales  marítimos  de  Badalona,  cerca  déla  estación  del  ferro- 
carril y  junto  á  ejemplares  normales  de  Linaria  supina,  una 
porción  de  ejemplares  monstruosos,  de  que  procuraremos  dar 
idea  clara  con  las  adjuntas  fig-uras  y  su  descripción. 

El  cáliz  es  normal,  pero  la  corola  aparece  completamente 
actinomorfa  con  5  espolones,  como  si  se  hubiesen  refundido 
5  corolas  en  una  y  con  el  tamaño  correspondiente  á  esta  fusión. 
Cada  espolón  tiene  una  raya  mediana,  y  á  cada  lado  otras  2, 
con  su  ánf^ulo  correspondiente  cada  vez  menos  ag-udo  (fig*.  3), 
lo  que  hace  en  toda  la  corola  5  X  5  =:  25  rayas  todo  alrededor; 
á  veces  se  nota  otra  raya  más  tenue  entre  2  espolones  conti- 
g-uos.  Estos  pueden  tener  la  punta  extendida  hacia  abajo  (fig"u- 
ra  1)  ó  encorvada  hacia  la  garg-anta  (fig*.  2),  y  aparecer  en  es- 


DE   HISTORIA   NATURAL. 


105 


trella  reg-ular  ó  alg-o  ladeados,  en  áng'ulo  obtuso  2  de  ellos, 
quizá  por  la  proximidad  de  2  corolas  anormales  entre  sí  (figu- 
ra 2  b  y  c).  La  parte  superior  de  la  corola  aparece  tubuloso- 
acampanada,  con  limbo  reg-ular  poco  desarrollado  y  con  5  plie- 
g-ues  en  la  g-arg-anta;  plieg'ues  que,  aunque  deberían  corres- 
ponder al  paladar,  no  son  salientes  ni  están  precisamente  de- 
lante de  cada  espolón,  y  sólo  acaban  de  cerrar  la  abertura 


Linaria  supina  'monstruosa. 

1  y  2,  ramas  de  individuos  con  flores  monstruosas. 

3,  flor  monstruosa  vista  de  lado;  «,  un  sépalo  separado  para  dejar  al 
descubierto  las  rayas  de  los  espolones. 

4,  estambres  y  estaminodios  aumentados. 

5,  pistilos  aumentados;  h  es  lo  mismo  que  a,  pero  visto  por  encima; 
f,  corte  transversal  de  e. 

T.  vu— Febrero,  1907.  8 


106  boletín  de  la  real  sociedad  española 

mediante  el  collar  de  pelos  g-landulosos,  que  empieza  inme- 
diatamente debajo  y  signie  en  el  tubo  con  menor  desarrollo. 

Los  estambres  varían,  pudiendo  ser  en  las  flores  de  la  fig\  1, 
fértiles  larg-os  5  y  estaminodios  cortos  5  (fig\  4  e);  en  las  flores 
de  la  fio-.  2  a,  únicamente  5  fértiles  insertos  en  la  base  de  los 
espolones;  en  las  de  la  fig",  2  ¿»,  son  5  fértiles  cortos  y  5  esta- 
minodios largos  (fig-.  4  b);  en  las  de  la  fig.  2  c,  son  5  estambres 
apendiculados  (fig-.  4d);  también  pueden  ser  5  estambres 
apendicalados  (fig-.  4  c)  y  5  estaminodios  largos,  y  5  estamino- 
dios cortos.  Los  estaminodios  están  varios  de  ellos  soldados,  ó, 
por  lo  menos,  ag-lutinados  por  el  extremo. 

El  pistilo  es  pedicelado;  parece  normal  en  las  flores  de  la 
fig".  2  a  (véase  fig".  5  e  j  f);  algo  irregular  en  las  de  la  fig.  2  c 
(véase  fig'.  5  d);  pedicelado  y  prolífero  sin  estilo  en  otras  (figu- 
ra 5  a  y  b);  este  último  en  flores  marchitas  de  las  de  5  estam- 
bres sin  estaminodios,  aparece  más  crecido  y  con  g*ranos  de 
polen  adheridos  á  los  pelos  giandulosos  de  sus  brácteas  (?)  y 
sépalos  (?),  como  se  representa  en  la  fig".  5  a. 

Deseoso  de  ver  si  los  pistilos  de  las  flores  monstruosas,  y 
sobre  todo  los  proliferos,  eran  fértiles,  encarg-ué  al  Dr.  Llenas, 
por  estar  yo  embarg-ado  con  el  estéril  trabajo  de  los  exámenes, 
recog-iese  en  el  mismo  sitio  ejemplares  con  flores  monstruosas 
y  que  hubiesen  tenido  tiempo  de  formar  algún  fruto;  pero  los 
grandes  calores  repentinos  de  aquellos  días  los  habían  agos- 
tado y  sólo  encontró  ejemplares  normales  con  flores  y  frutos. 
Es  de  advertir-que  los  ejemplares  con  flores  monstruosas  no 
tenían  ninguna  normal,  y  dentro  de  algunas  de  sus  corolas 
encontré  algunos  pulgones  muy  pequeños. 

Entrando  á  interpretar  estas  flores  monstruosas,  lo  primero 
que  ocurre  es  si  las  habrán  formado  5  espolones  de  los  5  péta- 
los de  una  flor,  ó  serán  5  espolones  de  5  flores  refundidas  en 
una;  el  espolón  y  parte  adyacente  en  una  flor  normal  tiene 
una  raya  mediana,  y  á  cada  lado  7  ó  más  rayas,  de  las  que  las 
2  ó  3  primeras  fonnmi  áng"ulos,  es  decir,  forman  parte  del  es- 
polón. Considerando  15  rayas  como  correspondiendo  al  labio 
inferior  de  la  corola  y  de  ellas  5  al  pétalo  mediano,  ó  sea  el 
que  forma  el  espolón,  cabe  por  este  concepto  cualquiera  de  las 
dos  interpretaciones,  ó  que  los  5  pétalos  de  una  flor  se  han 
convertido  en  rayados  y  espolonados,  ó  que  se  haa  refundido 
5  flores,  de  cada  una  de  las  cuales  sólo  subsiste  el  pétalo  me- 


DE   HISTORIA    NATURAL.  107 

diauo  6  espolonado.  La  última  interpretación  es  más  conforme 
con  la  variabilidad  que  se  observa  en  los  estambres,  dentro 
de  los  casos  en  que  cito,  sean  5  ó  10;  cuando  son  15  entre  es- 
tambres y  estaminodios,  no  nos  basta  la  subsistencia  de  un 
pétalo  (el  espolonado)  con  los  2  estambres  inmediatos. 

Otra  nueva  dificultad  ocurre  en  cuanto  al  pistilo:  si  aparece 
como  normal,  contradice  á  los  estambres  y  está  conforme  con 
el  cáliz,  que  parece  de  una  flor  normal.  Si  el  pistilo  aparece 
prolífero  y  sin  estilo,  y  dado  lo  imperfecto  de  las  observaciones 
que  pude  dedicar  á  este  asunto,  me  ocurre  ahora  la  duda  de  si 
lo  que  había  interpretado  como  pistilo  prolífero,  no  será  en 
realidad  una  pequeña  inflorescencia  reducida,  con  sus  brác- 
teas,  flores  con  5  sépalos,  etc  ;  ó  los  dos  carpelos  transformados 
en  dos  flores  apétalas  femeninas  y  proliferación  de  su  eje.  La 
cuestión  queda  por  resolver  pqr  no  haber  seg"uido  día  por  día 
las  transformaciones  de  los  ejemplares  monstruosos,  en  que  la 
imag-inación  llega  á  sospechar  su  transformación  en  normales 
mediante  la  proliferación,  por  más  que  en  este  caso  debería 
quedar  en  la  base  de  la  nueva  inflorescencia  normal  el  cáliz 
de  la  flor  monstruosa. 

Respecto  á  la  causa  de  la  monstruosidad,  sabido  es  que  pue- 
de ser  varia,  y  en  alg"i'm  caso  se  ha  demostrado  la  conexión 
entre  ciertos  parásitos  de  las  raíces  y  la  aparición  de  flores 
dobles.  Difícilmente  se  puede  atribuir  la  de  la  Linaria  supina  á 
los  pulg-ones  que  hay  dentro  del  tubo  de  alg-unas  corolas 
monstruosas,  pues  en  tal  caso  el  mismo  pie  de  planta  es  pro- 
bable tuviese  también  flores  normales. 


Sobre  los  terremotos  ocurridos  en  Alicante  el  dia  23  de  Enero  de  1907 


DANIEL   JIMÉNEZ    DE    CISNEROS 

Ampliando  la  noticia  que  en  carta  particular  comuniqué  á 
mi  querido  maestro  D.  Ig-nacio  Bolívar  el  día  24  de  Enero,  aña- 
diré algunos  datos  á  los  ya  expuestos,  por  si  fueran  de  interés 
para  nuestra  Sociedad  de  Historia  Natural. 

Las  primeras  trepidaciones  se  percibieron,  próximamente,  á 


108  boletín  de  la  beal  sociedad  española 

las  tres  de  la  mañana  del  día  23.  Seg-uramente  que  otras  sacu- 
didas menores  pasarían  inadvertidas.  Hacia  las  seis  y  cuarto 
de  la  mañana  se  sintió  la  más  fuerte  trepidación,  acompaña- 
da, seg"ún  alg-unos,  de  ruidos  subterráneos.  Aunque  á  esta 
hora  la  mayoría  de  los  habitantes  permanecían  dormidos,  las 
sacudidas  despertaron  á  muchos,  y  los  animales  domésticos, 
principalmente  las  aves  de  corral,  salieron  sobresaltadas  de 
sus  g'allineros,  seg'ún  el  testimonio  de  muchas  personas.  Su 
duración  se  estimó  en  unos  cuatro  seg'undos. 

Las  sacudidas  debieron  repetirse  durante  todo  el  día  23, 
aunque  cada  vez  con  menos  intensidad.  El  Sr.  D.  Francisco 
Fig'ueras  me  aseg-uró  haber  percibido  una  muy  lig-era  por  la 
tarde  y,  finalmente,  hacíalas  11'^  y  45™  de  aquella  noche  pude 
notar  dos  pequeñas  sacudidas  en  el  espacio  de  pocos  minutos, 
y  de  escasísima  duración.  Como  los  cuerpos  suspendidos  tem- 
blaron, aunque  muy  lig-eramente,  de  E.  á  O.,  ó  viceversa, 
porque  no  pude  notar  en  el  momento  la  primera  oscilación, 
juzg-ué  que  era  oportuno  escribir  inmediatamente  estas  peque- 
ñas observaciones,  y  así  lo  hice  al  día  sig-uiente  al  Sr.  Bolívar. 
En  el  correo  del  24,  lleg-ado  aquí  el  25,  leí  se  habían  produci- 
do en  Sicilia  fuertes  temblores  de  tierra  durante  todo  el  día  23 
de  Enero,  y  creo  que  las  sacudidas  sentidas  en  Alicante  deben 
referirse  á  las  producidas  en  esta  parte  de  Italia,  que  aunque 
distantes,  siendo  muy  fuertes,  como  por  desg'racia  lo  fueron, 
nada  tendría  de  particular  correspondieran  á  un  epicentro  si- 
tuado á  larg-a  distancia. 


Boletín   bibliográfico. 

(Continuación.) 

Enero. 
Zoologist  (The).  London.  1906,  n°  786.  — Lodge:  The  Great  White  Heron 
(Árdea  alba).— Apiá^:  Not.  on  the  Ornithol.  of  Oxfordshire. — Patter- 
son:  Some  Fish-Not.  from  Great  Yarmouth  for  1906.— Warren:  Di- 
sappearance  of  many  of  our  Home-bred  Birds  in  Autumn. — Nicoll: 
The  Water-Pipit  (Anthus  spipoleita)  as  a  Visitor  to  England. 


Belae  (D.  a.)  — Neiieete  Erdbeben-Nachrichten.  Laibach,  1906-190". 
CoLOMiNA  Carolo  (D.  Alejandro).— Claves  analíticas  de  Historia  Natural. 
Pontevedra,  1907. 


DE    HISTORIA    NATURAL.  109 

Commission  géologiqne  de  Belgique. —Légende  de  la  Carte  géologique  de  la 

Belgique  a  l'éclielle  dn  40.000".  Bmxelles,  1900. 
Kjelimann  (D.  F.  R.)— Botaniska  Studier.  Upsala,  1906. 
Merino  (K.  P.  Baltasar).  — Flora  descriptiva  é  ilustrada  de  Galicia.  Tomo  ir. 

Fanerógamas,  monopétalas  y  estamíneas.  Santiago,  1906. 
MouRLON  (M.  Michel).— Allocntion  prononcée  á  l'occasion  de  la  mort  de 

M,  Victor  Donnal.  (Bul!,  de  la  Soc.  belge  de  Géol,  Paléont.  et  Hydrol. 

Bruselles,  1900.) 

—  Compte   rendu   de   l'excnrsión    géologiqne   en  Garapiñe   des   23,  .24 

et  26  Septembre  1900.  (BuII.  de  la  Soc.  belge  de  Géol.,  Paléont.  et 
Hydrol.  Brnselles,  1901.) 

—  Des  voies  nouvelles  de  la  Géologie  belge  (Compte  rendu  du  viii'^  Congr. 

géol.  intern.,  1900).  Paris,  1901. 

—  Essai  d'une  mouographie  des  dépots  marins  et  continentaux  du  qua- 

ternaire  moséen,  le  plus  anclen  de  la  Belgique.  (Annal.  de  la  Soc. 
géol.  de  Belg.  Liége,  1900.) 

—  I.a  Géologie  au  Congrés  International  d'Hygiéne,  etc.,  temí  á  Ostende, 

en  Septembre  1901.  (Bull.  de  la  Soc.  belge  de  Géol.,  Paléont.  et 
Hydrol.  Bruxelles,  1902.) 

—  Le  Famennien  d'Ermeton-sur-Biert.  (Bull.  de  la  Soc.  belge  de  Géol., 

Paléont.  et  Hydrol.  Bruxelles,  1900.) 

—  L'étude  des  applications  est  le  meilleur  adjuvant  du  progrés  scienti- 

fique  en  Géologie.  (Bull.  de  la  Soc.  belge  de  Géol.,  Paléont.  et  Hydrol. 
Bruxelles,  1900.) 

—  Quelques  mots  au  sujet  de  la  Présentation  de  nouveaux  tomes  de  la 

«Bibliographia  geológica»  et  du  projet  de  M.  Killiaft,  «Sur  la  création 
d'une  agence  de  bibliograpbie  géologique >.  (Bull.  de  la  Soc.  belge  de 
Géol.,  Paléont.  et  Hydrol.  Bruxelle.s,  1902.) 

—  Quelques  mots  sur  le  «Boulaut*  a  propos  du  projet  de  jonction  des 

gares  du  Nord  et  du  Midi  á  Bruxelles.  (Bull.  de  la  Soc.  belge  de  Géol., 
Paléont.  et  Hydrol.  Bruxelles,  1901.) 

—  Sur  la  découverte  de  galéne  dans  le  sol  du  massif  primaire  du  Brabant. 

(Bull.  de  la  Soc.  belge  de  Géol.,  Paléont.  et  Hydrol.  Bruxelles,  1901.) 

—  Sur  la  publication  de  nouveaux  tomes  des  deux  series  de  la  «Biblio- 

graphia geológica»  et  de  la  deuxiéme  édition  de  la  «Classification  dé- 
cimale  appliquée  aux  sciences  géologiques».  (Annal.  de  la  Soc.  roy. 
malacol.  de  Belg.  Bruxelles,  1899.) 

—  Sur  les  resultáis  scientifiques  qu'il  y  a  lien  d'espérer  des  sondages  ef- 

fectués  en  Campine  pour  la  recberche  de  gisements  houillers  (Bull. 
de  la  Soc.  belge  de  Géol.,  Paléont.  et  Hydrol.  Bruxelles,  1902.) 
OsHANiN  (D.  B )—  Verzeichnis  der  Palaearktisclien  Hemipteren  mit  be- 
sonderer   Beiück.sichtigung  ihrer  Verteilung  im  russischen  Reiche. 
II  Bd,  Homoptera,  i  Lieferung  Seite  1-192.  St.  Petersburg,  1906, 


no  BOLETÍN    DE    LA   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Seitz  (Dr.  Adalbert).— Les   Macrolépidoptéres  du  Globe.  t  vol.,  2  livr. 

Stuttgart. 
Vaeios  autores. — Discours   prononcés  aux  fimérailles  d'Émilc  Delvaux, 

ancien  président  de  la  Société  géologique  de  Belgique.  (Annal.  de 

la  Soc.  géol.  de  Belg.  Liége,  1902.) 


Febrero. 

Académic  des  Sciences.  París.  (Comptesrendus.)T.  cxliv,  1907,  n°  1.— Jans- 
SEN:  Sur  l'éclipsede  Soleil  du  13  janv.  1907.  — Gastine:  Sur  l'emploi  de 
la  lamiere  polar,  pour  l'étude  microsc.  des  amidons  du  riz  et  du 
mais. — Garles:  Le  flúor  dans  les  eaux  minér. — ^Ledüc:  Croissances  ar- 
tific. — Loverdo:  Influence  de  la  températ.  et  du  degré  hygrométr.  sur 
la  conservat.  des  ojufs. — Gravier:  Sur  les  Ann.  Polychetes  rapp.  par 
la  Mission  antarctique  fran9aise.— Kü.vstler:  L'orig.  du  centrosome. — 
TouLODZE  et  Piéron:  La  régulation  du  cycle  nycthéméral  de  la  tem- 
pérat.—Kiuan  et  Gentil:  Sur  les  terrains  crétacés  de  l'Atlas  occid. 
marocain.::=N°  2. — Bonnikr:  Sur  les  prétendues  plantes  artific— Prin- 
CE  Albert  de  Monaco:  Sur  la  8^  campagne  de  la  cPrincese-Alice  II>. — 
Eberhardt:  Sur  un  lorocédé  permettant  de  détruire  les  larves  dans  les 
plantat.  d'arbres. —  Eothschild  et  Neüville:  Sur  une  nouv.  Antílope 
de  la  vallée  de  l'Ituri,  Cephalophus  ifuriensis,  nov.  sp.— Caullert:  Sur 
les  Liriopsidae,  crustacés  isop.  paras,  des  Ehízocéphales.  —  Fortín: 
Une  précautíon  á  prendre  lors  de  l'observat.  des  couleurs. — Kilian  et 
Gentil:  Sur  l'Aptíen,  le  Gault  et  le  Cénomaníen,  et  sur  les  caract.  gé- 
nér.  du  Créta^é  íuf.  et  moyen  de  l'Atlas  occid.  marocain. — Deprat:  Sur 
les  rapports  entre  les  terrains  teríiaires  et  les  roches  volcan,  dans 
l'Anglona  (Sardaigne). — Mercalli:  Sur  le  trembl.  de  terre  calabrais 
du  8  sept.  1905.=1SI°  3.— Bigourdan:  Projet  de  classif.  bíblíogr.  des 
matiéres  quí  constit.  la  Sismol.  actuelle. —  Prince  Albert  de  Monaco: 
Sur  une  mission  du  com.  Chaves  en  Afrique. —  Charrin  et  Goupil:  Ab- 
sence  de  nutrition  dans  la  format.  des  plantes  artific,  de  Leduc. — Slé- 
fInik:  Sur  l'état  de  l'atraosphére  pendant  l'éclipse  du  14  janv.  1907. — 
Leclerg  dü  Sablón:  Sur  la  syrabiose  du  Fíguier  et  du  Blastophague. — 
KiMi'FLiN:  Sur  la  présence  du  méthanal  dans  les  végétaux  verts. — 
Hanriot:  Sur  les  subst.  actives  du  Teplirosia  Vogelii. — Charabot  et 
Lalone:  Formatíon  et  distribut.  de  l'huile  essentielle  dans  une  plante 
vivaco.— Chevalier:  Action  pharmacodynam.  d'un  nouv.  alcaloide 
conteuu  dans  la  racine  fraiche  de  valériane. — Krempf:  Sur  la  forma- 
tíon du  squelette  choz  les  Hexacorall.  á  polypíer.— Lesbre  et  MaIgnon; 
Sur  la  part  qui  revient  á  la  branche  auastom.  du  spinal  dans  les  pro- 
príétés  pliysiol.  du  pneumo-gastrique  ou  pnenmo-spinal.— Boussac: 
L'évolution  des  Cérithidés  dans  l'Éocéne  moyen  et  sup.  du  Bassin  de 


DE   HISTORIA    NATURAL.  111 

Paris.=N°  4. — Lacroíx:  Sur  la  constitution  minéralog.  da  dome  récent 
de  la  Montagne  Pelee. — Chauveau:  La  superior,  de  la  dépense  énerg. 
inhér.  a  ralimentation  carnee. — Lubimenko  et  Maige:  Sur  les  var.  de 
volume  du  noyau,  de  la  masse  chromat.  et  de  la  cellule  au  cours  du 
développ.  du  pollen  áe  Nymphea  nlbaeiNuphar  Zíííeum.  — Rothschild 
et  Neíjville:  Sur  deux  nouv.  Antílopes  de  l'Afrique  centr.,  Cephalophus 
centralis,  nov.  sp.,  et  Cephalophus  aequatorialis  Matsch,  sub.  sp.,  Ba- 
keri,  nov.  sub.  sp. — Anthony:  Les  affinitós  des  Bradypodidíe  et  en  par- 
tic,  de  V Hemibradypus  uareyi  Antli.  avec  les  Hapalopsidfe  du  Santa- 
cruzien  de  I'Amér.  du  Sud.— Charrin  et  Goupil:  Les  prod.  toxiques 
de  Torgan.  (extraits  muscul.). — Güébhard:  Sur  l'interprétation  de  cer- 
tains  faits  de  visión  coloree. 

American  Naturalist  (The).  Boston.  1907,  n"  481. — Linton:  Note  on  the 
Habits  of  Fierasfer. —  Fowler:  Records  of  Pennsylvania  Fislies. — 
Waite:  Specific  Narae  of  Necturus  maculo.sus.  — Smith:  Volvox  for 
Laborat.  use.— Cdshman:  Ostrac,  from  Southeastern  Massachusets, 

Aquila.  Budapest.  1906.  T.  xni. 

Baleares  (Las),  Palma  de  Mallorca.  1906,  n°  73. 

Botunisk  Tidsskrift.  Copenhague.  1906,  27  binds,  3  hefte. 

Canadian  Etitomologist  (The).  London.  Ontorio.  1907,  n°  1. — Kearfott: 
New  Micro-Lepidopt. — Barnes:  New  sp.  of  N-Amer.  Lepidopt. — Davis: 
Insects  as  the  Food  of  Squirrels.— Harvet:  A  Ferocious  VVater-bug. — 
Crawford:  Preoccupied  Ñames  of  Bees.  —  Pearsall:  Nomenia  and 
Euchoeca  finale. — Grabham:  Notes  on  some  new  mosquit.  from  Ja- 
maica.— Ainslie:  Notes  on  the  Swarming  of  a  spec.  of  Crane-fly. 

Casopis.  Praga.  1906.  Rocnik  iii,  cislo  3  y  4. 

Deutsche  Entomologische  Zeitschrift.  Berlin.  1907.  1  Heft.— Aurivilliüs: 
Nene  westafrik.  Cerambyc. — Bickhardt:  Die  korsischen  Aberrationen 
von  Cetonia  aurata  L. — Breddin:  Berytiden  und  Myodochiden  von 
Ceylon  aus  der  Sammelausbente  v.  Dr.  W.  Horn. — Üb.  die  Gatt.  Dis- 
iantidea  Kirk. — Flach:  Beitr.  z  Káferfauna  Calabriens. — Bionomis- 
che  Bemerk.  —  HiNTz:  Neue  Cleriden  aus  Deutsch-Ostafr.  —  Horn: 
Z.  Kenntnis  der  Gatt.  Cicindela. — Lichtwardt:  DasylUs  usambarae 
n.  sp.— Sternberg:  Z.  Gatt.  Anthia  Web.— Strohmeter:  Zwei  neue 
Crossotarsus-Axien. —  Wellman:  Üb.  einem  auífallenden  Sexual -Di- 
morph.  bei  Heptaphlebomyia  simplex  Thunb  und  Culex  hirsutipalpis 
Thunb.— Üb.  Pfeilgifte  in  Westafr.  und  besonders  eine  Kiiferlarve  ais 
Pfeilgift  in  Angola. 

Entomologische  Litteraturblatter.  Berlin.  1907,  n°  1. 

Feuille  des  Jeunes  Naturalistes  (La).  Paris.  1907,  n°  436.--Germain:  Ré- 
vis.  des  esp.  franQ.  appart.  aux  g.  Vivípara  et  £?/í/imía.— Cépéde:  £n- 
tretien  sur  les  Sporoz.  paras,  des  insectes.— Boültde  Lesdain:  Lichens 
des  environsd'Hyéres(Var).— GAULLE:Catal.  desHymenopt.de France. 


112  boletín  de  la  real  sociedad  española 

Ingeniería.  Madrid.  1906  y  1907,  n.»^  63-6G. 

InstÜHció  catalana  d'Historia  natural.  Barcelona.  (Butlletí.)  1906,  n"  6. — 
Earreba:  Historia  d'una  parella  de  Bechs  de  Coral. — Font  Sagué:  So- 
bre la  pres.  de  la  epidota  en  el  Tibidabo. — Pau:  Sobre  el  Pyrethrum 
hispanicum  de  Willkom.— Tarré;  Contrib.  á  la  hist.  del  Passer  domes- 
ticus  Brisson.  ' 

Instituí  Océanographique.  Monaco!  (Biületin.)  (Contin.  du  BuU.  du  Musée 
Océanogr.  de  Monaco.)  1907,  n"  88. — Allemandet:  Analyses  des  échant, 
d'eau  de  mer  recueillis  pend.  la  camp.  du  yacht  «Princesse-Alicei 
en  1906.;=N°  89.— Joubin:  Sur  les  gisements  de  moUusques  comest. 
des  cotes  de  France.=]SÍ"  90. — Jaqüet:  Descript.  de  l'extrém.  post.  du 
corps  anormale  cliez  deux  Matella  fusca  Risso. 

Johns  Hopkins  Hospital.  Baltimore.  (Bulletin.)  1907,  n°  190. 

K.  K.  Zoologisch-bofanischen  Gesellschoft.  Wien.  ( Verhandlungen) .  1906. 
8  und  9  Heft.— LuzE:  Revis.  der  palaarktischen  Arten  der  Staphylin. — 
Genera:  Xylodromus,  Omalium,  Phyllodrepa,  Hypopycna,  Dialycera. 
Pycnoglypta  und  P/iZoeono?miS.— Cobelli:  A  propos.  del  micropilo 
dell'uovo  dei  Lepidott. — Kowatschefp:  Der  nordbulgar.  Spalax. 

Le  Naturaliste.  Paris.  1907,  n°  476. — Pontier:  A  propos  de  la  décou verte 
d'un  Mastodon  Simorrensis  á  Villefranche  (Gers). — Combes:  Nouv.  pro- 
cede expérim.  des  Dendrites. — Troüessart:  La  distrib.  géogr.  des  anim. 
vivants  et  fossiles.=N"  477. — Fritel:  Les  Canneliers  fossiles. — Chré- 
tien:  Les  Chenilles  de  l'Osyris  alia. — Trouessart:  La  distrib.  géogr. 
des  anim.  vivants  et  fossiles. — Bongon:  Lee  baláis  de  Sorciére. — Clí- 
ves:  Les  bétes  dans  les  proverbes.— Regnault:  La  Vie  artificielle. 

Musée  Océanographique.  Monaco.  (Bulletin.)  1906,  n°  87.— Cainpagne  scien- 
tifique  de  la  tPrincesse-Alice»  (1906). 

Musée  Teyler.  Haarlem.  (Archives.)  1906,  ser.  ii,  vol.  x,  o®partie. — Hunger: 
Espér.  de  culture  á  l'ombre  faite  avec  du  tabac  de  Déli  sur  la  cote 
orient.  de  Sumatra. 

Museo  Nacional.  San  Salvador.  (Anales.)  1906,  n°  18. — Brolemann:  Miriáp. 
de  Guatemala  — Rejón:  Las  Mayas  descienden  de  los  Egipcios. — Padi- 
lla: El  cedro. — Guzmán:  Botan,  industr.  de  Centro-América. 

Museo  Nacional.  Montevideo.  (Anales.)  1906.  T.  iii,  entr.  i.—  Arechavale- 
ta:  Flora  uruguaya  (contin.). 

Museum  of  Comparative  Zoólogy.  Cambridge,  (Bulletin.)  1906,  n°  5. — 
Reichensperger  :  Eine  neue  Myzostoma-Art.  —  Annual  Report  for 
1905-1906. 

Revista  científica  profesional  de  Medicina  y  Farmacia.  Barcelona.  1906, 
n."  98. 

(Contbiuará.) 


Sesión  del  6  de  Marzo  de  1907. 

PRESIDENCIA   DE    D.    PRIMITIVO   ARTIGAS 

El  Secretario  leyó  el  acta  de  la  anterior,  que  fué  aprobada. 
Dio  cuenta  de  una  comunicación  del  Presidente  Sr.  Casares 
Gil,  excusándose  por  hallarse  fuera  de  Madrid. 

Presentaciones. — Fueron  propuestos  para  socios  numerarios: 
D.  Florián  Ruiz  y  Cuevas,  de  Madrid,  por  D.  Francisco  Aranda; 
D.  Mig-uel  Zabala  y  Lara,  D.  José  Alvarez,  1).  Manuel  Diez  Tor- 
tosa,  D.  Francisco  González  Sánchez  y  el  Instituto  g-eneral  y 
técnico,  todos  de  Granada,  por  D.  Juan  L.  Diez  Tortosa. 

Asuntos  varios. — El  Sr.  Rodríg-uez  Mourelo  participó  que,  como 
representante  de  la  Sociedad,  ha  asistido  á  todas  las  reuniones 
celebradas  por  el  Colegio  de  Médicos  de  esta  corte,  con  objeto 
de  acordar  el  homenaje  que  ha  de  tributarse  á  nuestro  ilustre 
consocio  D.  Santiag-o  Ramón  y  Cajal.  Añadió  el  Sr.  Mourelo  que 
los  acuerdos  del  Coleg"io  de  Médicos  han  sido  dados  á  conocer 
al  público  por  toda  la  prensa  noticiera,  y  que  consisten  en  la 
acuñación  de  una  medalla  de  orO,  conmemorativa  del  premio 
Nobel;  la  publicación  de  un  libro  con  trabajos  originales  de  in- 
vestig-ación  científica,  que  será  ofrecido  al  Sr.  Cajal,  como  tes- 
timonio de  admiración  de  los  que  se  dedican  á  la  misma  clase 
de  estudios  que  los  que  cultiva  con  tanto  éxito  nuestro  escla- 
recido consocio,  y  en  solicitar  del  Gobierno  se  confiera  al  in- 
sig-ne  histólogo  una  senaduría  vitalicia.  El  Sr.  Mourelo  agregó 
que  á  este  homenaje  pueden  contribuir  todos  los  señores  so- 
cios que  lo  deseen,  enviando  las  cuotas  para  la  acuñación  de 
la  medalla,  ó  los  trabajos  con  que  colaboren  á  la  publicación 
del  libro,  al  Colegio  de  Médicos  de  esta  corte. 

El  Presidente  dio  las  gracias  al  Sr.  Rodríguez  Mourelo  por 
el  desempeño  de  la  Comisión  que  le  confirió  la  Sociedad  en  la 
sesión  del  mes  de  Noviembre  último. 

— El  Secretario  participó  que  la  Junta  Directiva  había  acor- 
dado proponer  á  la  Sociedad  que  una  Comisión  de  ésta,  com- 
puesta por  los  Sres.  D.Salvador  Calderón,  D.  Blas  Lázaro  é  Ibi- 
za,  D.  José  Rodríguez  Mourelo  y  D.  Federico  Gredilla,  quede 

T.  VII.— Marzo,  1907.  9 


114  boletín  de  la  real  sociedad  española 

encarg'ada  de  estudiar  y  llevar  á  debido  efecto  la  manera  con 
que  hemos  de  contribuir  al  homenaje  mundial  que,  por  ini- 
ciativa de  la  Universidad  de  Upsala,  ha  de  tributarse  en  el 
mes  de  Mayo  próximo  á  la  memoria  de  Linneo,  con  motivo  del 
segnindo  centenario  del  natalicio  del  g-ran  naturalista  sueco. 

La  Sociedad  aprobó  la  desig-nación  propuesta  por  la  Junta 
Directiva. 

Notas  y  comunicaciones. — El  Sr.  Bolívar  presentó  un  trabajo 
de  D.  José  Madrid  Moreno,  titulado  «La  cadena  g'angdionar  de 
los  tentáculos  en  los  cefalópodos». 

— El  Secretario  entreg-ó  otro  trabajo,  «El  Gault  del  Hondo  de 
Piqueres»,  que  remite  desde  Alicante  D.  Daniel  Jiménez  de 
Cisneros. 

—El  Sr.  Fernández  Navarro  leyó  una  nota  titulada  «Excur- 
sión desde  el  valle  del  Tajuña  al  del  Tajo», 

— El  Sr.  Calderón  dio  cuenta  de  unos  estudios  que  está  lle- 
vando á  cabo  sobre  la  apreciación  de  las  líneas  de  exfoliación 
y  de  contacto  regnilar,  exponiendo  el  resultado  de  sus  investi- 
g'aciones  y  ofreciendo  remitir,  cuando,  las  haya  terminado,  el 
trabajo  correspondiente  para  la  publicación. 

— El  Sr.  Calafat  exhibió  un  mineral  de  procedencia  y  natu- 
raleza desconocida,  en  cuyo  estudio  se  ocupa  actualmente,  y 
del  que  dará  cuenta  á  la  Sociedad  á  su  debido  tiempo. 

Secciones. — La  de  Barcelona  celebró  sesión  el  14  de  Febrero, 
bajo  la  presidencia  del  Sr.  Pi  y  Suñer. 

Fueron  propuestos  para  socios  los  Sres.  D.  Mariano  Hug"uet 
y  Padró,  Doctor  en  Medicina  (Bacterio! ojia),  y  D.  Federico 
Wynn  EUis  [Botánica)^  ambos  propuestos  por  el  Sr.  Llenas. 

— El  Sr.  Turró  leyó  un  trabajo  sobre  la  «Acción  del  HONa 
sobre  el  Baccillus  virgula,  el  B.  Eberth  y  el  B.  coH»,  relatando 
notables  experiencias  practicadas  con  las  soluciones  alcalinas 
de  los  cultivos  de  las  bacterias  dichas. 

— El  Sr.  Casares  presentó  un  ejemplar  de  Ricciella  iinitans, 
que  asienta  sobre  una  Spongilla.  Este  ejemplar  fué  cogido  en 
una  lag'una  de  Armentera  (Gerona),  en  donde  abunda  la  Ric- 
ciella jilliíans  en  todas  sus  formas. 

El  mismo  dio  cuenta  á  la  Sociedad  de  haberse  publicado  un 
t  abajo  sobre  las  muscíneas  de  Mallorca  por  W.  Edw.  Nichol- 


DE  HISTORIA   NATURAL.  115 

son,  en  el  cual  se  mencionan  varias  especies  nuevas  para 
la  isla.  Otras,  que  cita  como  nuevas,  habían  sido  mencionadas 
por  el  socio  ya  fallecido  D.  J.  J.  Rodríg-uez  Femenías  y  por  el 
•Sr.  Casares  en  anteriores  trabajos  publicados  por  la  Sociedad. 
No  habiendo  más  asuntos  de  qué  tratar,  se  levantó  la  sesión. 

— La  de  Zaragoza  celebró  sesión  el  27  de  Febrero. 

Por  ausencia  de  los  señores  Presidente  y  Secretario,  actua- 
ron, respectivamente,  como  tales,  el  señor  Vicepresidente,  Re- 
verendo P.  Long-iuos  Navas  y  D.  Pedro  Ferrando. 

— El  P.  Navas  presenta  una  nota  verbal  citando  las  sig-uientes 
especies  de  Neurópteros  hallados  en  tían  Ildefonso  (La  Gran- 
ja) por  el  Sr.  Escalera,  y  enviadas  con  otras  para  su  determi- 
nación por  el  Sr.  Bolívar. 

OligoneiíHa  rhenana  Pict.  Efemérido  citado  sólo  en  Zarag-oza 
y  Veruela,  en  España. 

Dilar  meridionalis  Hog-.  Parece  la  más  abundante  j  extendida. 

Ascalaphiis  li'isj)anicns  Ramb.  Especie  rara  en  las  colecciones. 

— El  Sr.  Ferrando  muestra  preparaciones  microscópicas  he- 
chas por  los  alumnos  en  el  Laboratorio  de  Historia  Natural 
de  la  Facultad  de  Ciencias  con  ejemplares  de  Basalto  encon- 
trado en  Benabarre  (Huesca),  y  de  Diabasa  espilítica  de  Épila 
(Zarag-oza). 


Notas  y  comunicaciones. 


Excursiones  á  las  sierras  de  la  «Horna»,  del  «Rollo» 
y  de  «Crevillente» 


DANIEL   JIMÉNEZ    DE    CISNEROS 

El  día  17  del  pasado  Diciembre  salí  de  Alicante  en  el  tren  de 
las  once  y  media  de  la  mañana,  acompañado  de  los  Sres.  Pé- 
rez Dag-nino,  Gómez  Llueca  y  Vidal,  con  dirección  á  Aspe,  y 
desde  esta  villa  me  dirigí  de  nuevo  á  la  Sierra  Negra,  de  cuyo 


116 


boletín  de  la  real  sociedad  española 


yacimiento  ya  di  noticia  á  la  Real  Sociedad  Española  (1).  Tra- 
taba de  comprobar  ciertos  extremos  expuestos  en  aquella  Nota 
referentes  á  la  situación  de  los  mármoles  negros  y  las  arenis- 
cas rojas  y  grises  que  componen  el  conjunto  que  pudiera  lla- 
marse piso  de  Raibl,  y  que  tan  bien  representado  está  en  esta 
provincia.  No  encontramos  en  la  anterior  excursión,  fósiles 
que  pudieran  determinar  la  edad  de  estas  capas,  aunque  su 
posición  sobre  el  Keuper  aleja  toda  duda.  Más  afortunados  en 
esta  última,  hemos  podido  retirar  trozos  de  calizas  neg-ras  con 
restos  org-ánicos,  aunque  la  resistencia  de  las  rocas  impide 
extraerlos  en  estado  de  poderlos  estudiar.  En  las  proximi- 
dades de  la  sierra  se  encuentran  armas  neolíticas  talladas  en 
calcedonia.  El  adjunto  dibujo,  debido  al  lápiz  del  Sr.  Vidal,  da 
idea  de  la  posición  de  estas  capas. 

Salimos  de  Aspe  el  día  18  por  la  mañana,  acompañados  de 
los  Sres.  Almodóvar,  Soria  y  otros,  con  dirección  á  la  sierra 


bl^^^*^ 


«Sierra  Negra»   (Aspe). 

A.  Areniscas  rojas  y  grises. 

B.  Areniscas  y  calizas  dolomiticas. 

C.  Caliza  marmórea  negra  (caliza  de  Raibl.) 


del  Rollo,  visitando  de  paso  la  Horna,  pequeña  sierra  que  se 
levanta  en  medio  del  cuaternario  que  forma  el  campo  de  Aspe. 
A  poco  de  subir  por  su  ladera  S.,  encontramos  calizas  blancas 
penetradas  de  Numimilites.  En  la  parte  inferior  se  encuentran 


(1)    Bol  de  la  R.  Soc.  Esp.  de  Hist.  nat.  Abril  1906. 


DE   HISTORIA   NATURAL. 


117 


los  restos  fósiles  en  tal  abundancia,  que  forman  una  luma- 
<iuela  del  más  bello  efecto.  Benefícianse  estas  canteras  con 
buen  éxito,  y  cortadas  las  piedras  en  tablas  alcanzan  buen 
precio.  De  la  zona  inferior  hemos  retirado  OrUloides,  y  las  ca- 
pas superiores  presentan  inflexiones,  denotando  una  violenta 
presión  lateral.  El  dibujo  adjunto,  copia  del  que  hizo  el  Sr.  Vi- 
dal, da  idea  exacta  de  la  posición  de  estas  capas. 

Al  O.  de  la  Horna  se  extiende  una  llanura  cubierta  por  el 
cuaternario;  pero  á  poca  profundidad,  debe  existir  el  secun- 


El  nummulítico  de  la  < Horna». 


dario,  probablemente  Infracretáceo,  pues  de  los  pozos  hechos 
en  busca  de  ag-uas,  salen  trozos  de  ammonites  muy  pareci- 
dos á  las  especies  neocomienses.  A  corta  distancia,  al  SO.,  se 
levanta  el  Peñón  de  Ofra^  que  no  hemos  podido  determinar,  á 
pesar  de  dedicarle  cerca  de  dos  horas.  La  roca  que  lo  forma 
€s  una  caliza  g'ris  azulada,  de  tono  muy  claro,  y  por  su  seme- 
janza con  otras  formaciones  recuerda  á  las  calizas  del  Titónico. 
Al  descender  se  encontró  una  punta  de  lanza,  de  ág-ata  blan- 
ca, que  corresponde  al  tipo  de  Mousiier,  tallada  sólo  por  una 
cara  y  plana  por  la  otra  (véase  la  fig'ura  adjunta). 

A  muy  poca  distancia  de  la  Ofra  se  encuentra  la  sierra  del 
Rollo,  separada  de  la  anterior  por  una  estrecha  cañada.  La 
sierra  tiene  una  dirección  E.  á  O.  próximamente,  y  al  S.  se 
levanta  con  grandes  quebradas,  siendo  de  difícil  subida;  tan 


118 


boletín    de   la   real   sociedad   ESPANOi^A 


solo  un  estrecho  camino  para  carros  sube  hasta  la  base,  con- 
tinuando después  un  áspero  sendero  hasta  la  misma  cantera 
de  mármoles  rojos.  Entre  las  piedras  sueltas  es  fácil  encontrar 
terebrátulas,  Aptijchus  y  alg-unos  trozos  de  ammonites  fPe- 


Punta  de  lanza  encontrada  en  la  Ofra. — T.  n. 

rispMncies,  Rliacoi^hijllites,  etc.).  La  parte  explotada  está  situa- 
da en  la  porción  oriental  de  la  sierra  y  á  bastante  altura  sobre 
el  llano;  asi  es  que  las  grandes  piedras  son  deslizadas  por  la 
pendiente  hasta  el  punto  en  donde  las  carretas  pueden  subir. 
Toda  la  ladera  se  encuentra  sembrada  de  trozos  de  mármol 
rojo. 

El  espesor  de  los  estratos  es  muy  considerable,  y  esto  hizo 
decir  á  Cavanilles  que  podían  extraerse  trozos  del  tamaño  que 
se  deseara.  Cita  en  su  obra  (1),  aunque  dedicada  principal- 
mente á  la  botánica,  aquellas  famosas  piedras  que  dedicaron 
á  la  labra  de  columnas  con  destino  á  la  catedral  de  Murcia. 
Uno  de  los  carromatos  que  transportaban  tan  g-randes  piedras 
se  inutilizó  antes  de  llegar  á  Aspe,  y  durante  muchos  años 
estuvo  la  piedra  en  el  camino,  hasta  que  decidieron  cortarla 
en  trozos,  y  de  este  modo  fué  más  fácil  su  transporte. 

Lleg-amos  á  lo  alto  de  la  sierra  próximamente  á  medio  día, 


(1)    Observaciones  sobre  la  Historia  Natural  del  Reino  de   Valencia,  n97,  tomo  ii,  pá- 
gina 268. 


DE    HISTORIA    NATURAL.  119 

y  desde  allí  se  puede  formar  idea  clara  de  la  composición  de 
la  sierra,  que  se  encuentra  formada  por  el  Titónico  y  pa- 
rece formar  como  parte  de  una  grñu  anticlinal.  Todos  sus  es- 
tratos buzan  al  N,,  con  una  inclinación  de  unos  20°  próxi- 
mamente, y  por  eso  la  sierra  es  de  fácil  subida  por  esta  ladera, 
en  tanto  que  al  S.  las  capas  se  encuentran  cortadas  brusca- 
mente, formando  precipicios  en  alg-unos  puntos  en  que  la  re- 
sistencia de  las  rocas  no  ha  permitido  que  se  derrumben, 
mientras  que  en  otros  los  derrubios  han  llenado  en  parte  las 
quebradas.  En  las  zonas  inferiores  dominan  las  calizas  azula- 
das, claras  ó  g'rises,  semejantes  á  las  calizas  de  Aptychus  de 
otras  formaciones  análog-as.  No  faltan  tampoco  alg-unos  hori- 
zontes marg'osos.  En  la  parte  media  dominan  las  calizas  ro- 
jas ó  amarillentas,  cruzadas  en  todos  sentidos  de  g-rietas,  que 
la  infiltración  ha  llenado  de  calcita  muy  pura,  siendo,  por 
tanto,  venosos  todos  los  mármoles  que  se  explotan.  Suben  es- 
tas capas  hasta  cerca  de  las  cumbres,  y  quedan  cubiertas  en  la 
parte  superior  por  calizas  bastas,  en  las  que  aún  se  encuen- 
tran trozos  de  Peris'pMnctes  y  Simoceras  (?). 

Desde  la  cumbre  se  divisa  un  hermoso  paisaje,  si  bien  alg-o 
triste  por  la  escasez  de  ag'ua  para  el  rieg-o.  Al  N.  se  forma  un 
extenso  valle,  cultivado  casi  todo  él,  dominando  las  tierras 
para  cereales  y  g'randes  extensiones  de  viñedo.  En  el  fondo  se 
encuentra  el  pueblecito  de  La  Romana,  y  hacia  el  O.  y  NO.  las 
formaciones  titónicas  continúan,  si  bien  sus  mármoles  se  consi- 
deran como  de  menos  valor  que  los  del  Rollo.  De  la  Rambla  Hon- 
da, situada  al  O.  de  La  Romana,  se  extraen  mármoles  nodulo- 
sos,  con  g-randes  manchas  amarillas  sobre  fondo  rojo.  h'áPeñade 
la  Mina,  que  eleva  sus  picos  á  mucha  más  altura  que  el  Rollo, 
cierra  el  horizonte  por  el  O.  Quedé  con  el  deseo  de  visitarla, 
pero  la  corta  duración  del  día  en  esta  época  del  año,  me  impi- 
dió cumplir  mi  empeño.  Sospecho  que  el  Titónico  continúa  por 
este  lado. 

Á.  la  parte  S.  de  la  sierra  del  Rollo,  y  entre  ésta  y  la  de  Cre- 
villente,  se  abre  otro  valle  con  buenos  cultivos  de  viñedo  y 
tierras  para  cereales,  disting-uiéndose  en  el  fondo  el  pequeño 
pueblo  de  Hondón  de  las  Nieves.  La  sierra  deCrevillente  cierra 
el  horizonte  por  esta  parte,  aunque  su  altitud  no  parece  tanta 
como  vista  desde  la  línea  férrea  de  Alicante  á  Murcia,  efecto 
de  encontrarse  este  valle  bastante  alto  sobre  el  nivel  del  mar. 


120  boletín  de  la  real  sociedad  española 

Sus  estratos  parecen  cortados  hacia  el  N.,  y  en  este  caso  for- 
maría con  la  del  Rollo  una  gran  anticlinal  cuya  parte  supe- 
rior hubiera  desaparecido. 

Es  indudable  que  en  las  cercanías  se  encuentra  el  piso  de 
Berrias  y  parte  del  Neocoraiense,  así  como  también  los  pisos 
superiores  del  Oolítico,  aparte  la  fase  titónica  de  que  vamos 
hablando.  Sin  poder  aseg'urar  la  procedencia,  me  han  entre- 
g-ado  en  Aspe  ejemplares  de  Pygo-pe  diphyoides,  PhyUoceras 
Tethys  d'Orb.  Ph.  Rouyanus  d'Orb.,  Peltoceras  athleta  Phill  (?), 
que  caracterizan  bien  los  pisos  indicados. 

La  mancha  titónica  que  forma  la  sierra  del  Rollo,  y  de  la  que 
incidentalmente  he  hablado  en  alg-una  Nota  comunicada  á 
nuestra  Sociedad  (1),  no  aparece  en  ning-ún  mapa  g-eológ-ico 
de  la  provincia.  Yo  había  comprendido  su  existencia,  aunque 
antes  del  pasado  Diciembre  no  había  estado  en  estos  lug*ares, 
vista  la  g-ran  cantidad  de  mármoles  rojos  que  se  emplea  en  la 
ornamentación  de  edificios  de  esta  provincia.  En  Alicante  mis- 
mo se  emplean  con  profusión,  siendo  de  notar  la  g-ran  piedra 
que  sirve  de  peldaño  á  la  entrada  del  Pasaje  de  Amérigo,  en  la 
acera  de  la  calle  de  ¡a  Princesa.  En  los  días  de  lluvia,  y  cuando 
el  ag-ua  limpia  el  polvo  originado  por  el  tránsito,  se  divisan 
los  grandes  ammonites  que  encierra. 

La  sierra  de  Crevillenie. — La  excursión  á  la  sierra  del  Rollo 
había  de  completarse  con  otra  á  la  de  Crevillente.  El  21  del 
mismo  mes  salí  de  Alicante  acompañado  de  D.  Alfonso  Gómez 
Llueca  y  del  alumno  Sr.  Yáñez,  en  el  tranvía  de  vapor  que 
hace  el  servicio  de  Elche  y  Crevillente.  Lleg-amos  á  este  últi 
mo  pueblo  próximamente  á  las  once  de  la  mañana.  El  profesor 
de  Instrucción  primaria  se  sirvió  acompañarnos,  buscando  un 
g"uía  para  dirig-irnos  en  aquel  laberinto  de  barrancos;  antes 
de  medio  día  habíamos  dejado  el  pueblo,  que  está  fundado 
sobre  travertinos  y  aluviones  antig-uos.  Á  poco  más  de  un  ki- 
lómetro al  N.,  aparecen  molasas  que  encierran  dientes  de 
Oxyrhina,  iSpAcerodus,  Lamna,  Sargus,  etc.,  y  que  se  explotan 
como  piedras  de  construcción.  Estas  capas  buzan  al  S.  próxi- 
mamente, y  son  la  continuación  de  las  que  forman  la  Gargan- 
ta de  Crevillente,  abundantes  en  Ostrea  crassissima,  Lima,  Pee- 

<1)    HoL.  DE  LA  R.  Soc.  Esp.  DK  HiST.  NAT.  Febrero  1906,  pag.  105. 


DE    HISTORIA    NATURAL.  121 

ien  cristatiis  Bronn,  etc.  Unos  dos  kilómetros  más  al  N.,  el 
piso  Helveciense  cede  el  lug-ar  al  Keuper,  con  abundancia  de 
grandes  jacintos  de  Compostela,  yesos  rojos  y  g-rises,  y  calizas 
dolomíticas.  No  puede  fijarse  la  dirección  y  pendiente  de  sus 
capas,  pues  están  confusamente  dispuestas  y  como  empujadas. 
Dos  kilómetros  caminaríamos  por  el  lecho  de  un  barranco  lla- 
mado del  Agua  Amarga,  encontrando  con  frecuencia  pequeños 
depósitos  de  sulfato  mag-nésico  en  las  cuevas  y  oquedades  de 
las  laderas,  por  lo  que  su  nombre  se  encuentra  justificado.  El 
pueblo  de  Crevillente  viene  desde  muchos  años  perforando  la 
sierra  por  diferentes  puntos  en  busca  de  ag-uas  para  el  rieg-o  y 
abastecimiento  de  la  población,  y  ya  Cavanilles  se  admira  en 
su  obra  más  arriba  citada,  del  ímprobo  trabajo  que  repre- 
sentan alg-unas  de  estas  g-alerías  subterráneas.  En  diferen- 
tes puntos  del  barranco,  se  abren  profundos  pozos  que  sirven 
de  reg-istro  á  una  g-alería  de  esta  especie  abierta  hace  pocos 
años.  Los  materiales  arrancados  del  fondo  de  estos  pozos  con- 
sisten en  calizas  azuladas,  de  naturaleza  muy  distinta  de  los 
que  corresponden  al  Triásico,  y  junto  al  último  de  estos  reg-is- 
tros  se  encuentran  capas  rojas,  que  son  positivamente  titóni- 
cas.  Es  tal  su  situación  respecto  á  las  marg-as  rojas  del  Keuper, 
que  á  la  subida  del  barranco  las  tomamos  por  marg-as  rojas 
triásicas;  pero,  á  la  vuelta,  pudimos  retirar  de  ellas  alg-unos 
ammonites  titónicos.  Á  muy  poca  distancia  de  este  pozo  se 
presenta  una  falla  acompañada  de  dislocación,  y  al  pie  mismo 
una  pequeña  fuente  de  excelente  ag-ua  potable.  Hicimos  alto 
en  este  punto,  y  habiendo  advertido  á  mis  acompañantes  que 
frente  á  nosotros  teníamos  un  g-ran  depósito  de  ammonites, 
no  quisieron  sentarse  á  comer  sin  poseer  antes  alg'unos  fósi- 
les. Volvieron  á  los  pocos  minutos  con  buena  provisión,  por 
desgracia  más  numerosos  que  variados.  Eran  éstos  un  Lytoce- 
ras  de  g-ran  tamaño,  dos  Plnjlloceras ,  el  Ph.  ptichoicum 
Quenstedt,  y  otro  mal  conservado,  el  Mhaco'pliyJ lites  torlisur- 
catus  d'Orb.  y  trozos  de  Perisphinctes  indeterminables.  El  si- 
g-uiente  dibujo  da  idea  de  la  posición  de  estas  capas. 

Subimos  después  por  el  cauce  del  barranco,  salvando  un 
gran  salto  por  una  g-arg-anta  estrecha,  formada  en  la  masa 
misma  de  la  caliza  titónica,  y  pasado  este  punto,  el  lecho  se 
dilata  por  la  anuencia  de  dos  barrancos,  que  unidos  forman  el 
llamado  de  ¡a  Cueva,  que  es  el  mismo  del  Ag-ua  Amarg-a,  no 


122 


boletín  de  la  real  sociedad  española 


recibiendo  este  nombre  hasta  el  sitio  en  que  corta  al  Triásico, 
La  dilatación  á  que  me  refiero  forma  como  un  pequeíio  circo 
de  paredes  casi  verticales,  todo  él  sembrado  de  g-randes  g'uija- 
rros.  Tomamos  el  camino  de  la  izquierda,  que  parecía  el  afluen- 


S.SE 


Inflexiones  en  las  capas  titónieas  del  barranco  de  la  Cueva. 

.1.    Calizas  grises  azuladas  sin  fósiles. 

11.    Calizas  pizarrosas  con  Lytoceras,  Rhacophy Hites,  etc. 


te  principal,  y  después  de  media  hora  de  marcha  lleg-amos  á 
sitio  en  que  de  nuevo  se  dividía  y  estrechaba  en  otros  barran- 
cos menores.  El  buzamiento  es  constantemente  entre  S.  y  SSE., 
con  pendientes  variables  seg'ún  los  puntos,  viéndose  también 
inflexiones  muy  marcadas  de  las  calizas  pizarrosas  de  color  g-ris- 
claro,  con  frecuentes  fallas,  entre  las  que  aparecen  marg-as- 
arcillosas  rojas  con  PhjUoceras  mediterraneum  Neum,  Rhaco- 
phyllites  y  trozos  de  Lijtoceras.  En  el  dibujo  sig'uiente  se  indi- 
can estas  capas  y  las  inflexiones  de  las  calizas  pizarrosas. 

Descendimos  á  este  barranco  y  bajamos  de  nuevo  al  circo- 
antedicho,  tomando  el  afluente  de  la  derecha.  A  pocos  metros 
vimos  g-randes  masas  de  calizas  nodulosas,  blancas  ó  blanco- 


s. 


N 


Falla  ó  inflexiones  del  extremo  del  barranco  de  la  Cueva, 

A.  Margas  rojas  con  Phylloeeras  mediterraneum  Neum.,  Rhacophij Hites,  etc. 

B.  Calizas  grises  y  amarillentas  con  Aptychus. 


DE    LA    SOC.    Esl'.    DE    UlST.    Na  1". 


Tomo  VII.  -  Lám,  I. 


José  Blnss  y  C¡,i..  San  Maleo  1,    Madriii 


ArISARUM    SIMORRHINUM  Diirieit. 


DE    HISTORIA    NATURAL.  123 

amarillentas,  que  en  alg-unas  localidades  labran  y  pulimentan 
como  verdaderos  mármoles.  En  estas  calizas  se  encuentran 
Aptychíis  en  abundancia,  principalmente  el  Aj).  ymictatiis 
Voltz  y  el  Ap.  lamellosus  Parkinson  (?),  ú  otra  especie  muy 
parecida.  En  las  mismas  capas  de  AptycJms  se  encuentran  pe- 
queños y  bellos  ejemplares  del  Phylloceras  fticUoicwm  Quens- 
tedt. 

En  esta  época  del  año,  y  pudiendo  disponer  de  tan  pocas 
horas  de  luz,  dejamos  estos  barrancos,  que  tantas  riquezas 
paleontológ-icas  encierran,  antes  que  la  noche  nos  impidiera 
disting'uir  las  sendas.  Toda  da  al  reg-reso  se  recogieron  alg-u- 
nos  fósiles,  y  en  el  lecho  mismo  pudimos  retirar  ejemplares  de 
Terelratuld  y  RhynclioneUa  de  facies  neocomiense  y  un  trozo 
que  parece  de  una  g-rande  HmmiUna.  Estas  piedras  proceden 
de  lug-ares  elevados  de  la  misma  sierra  que,  indudablemente, 
presenta  alg'una  mancha  neocomiense. 


Notas  para  la  Flora  catalana. 

POR 

JUAN    CADEVALL   Y   DIARS 
(Lámina  i.) 

Ante  las  novedades  que  se  descubren  al  recorrer  el  país  y 
las  rectificaciones  que  los  descubrimientos  imponen,  arráig-ase 
más  y  más  la  convicción  de  que  nuestra  Flora  sólo  está  media- 
namente estudiada.  No  de  otro  modo  se 'explica  que,  sin  ape- 
nas salir  de  la  provincia  de  Barcelona,  que  es,  ciertamente,  la 
mejor  explorada,  se  hayan  descubierto  en  una  veintena  de 
excursiones  efectuadas  desde  Enero  á  Noviembre  del  presente 
año,  más  de  130  especies  críticas,  á  las  que  deben  ag-reg-arse 
37  nuevas  para  Cataluña,  una  que  lo  es  para  España,  otra  para 
Europa  y  cuatro  que  vienen  á  sumarse  con  el  actual  contin- 
g-ente  fitográfico.  Y  prescindimos  aún  de  alg-unos  ejemplares 
del  g-énero  Hieraciiim,  que  en  su  día  podrá  determinar  Mr.  Ar- 
vet-Touvet,  con  su  indiscutible  competencia. 

De  las  37  especies  referidas,   11  corresponden  al  litoral  de 


124  boletín    de    la    REAL   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Barcelona,  visitado  por  muchas  eminencias  extranjeras  y  pró- 
ximo á  la  residencia  de  nuestros  primeros  botánicos.  Verdad 
que  la  mayoría  de  estas  plantas  corresponde  á  las  Gramíneas, 
poco  llamativas  por  sus  flores  y  por  las  dificultades  que  entra- 
ña su  determinación,  para  alg-unos  fitóg-rafos  poco  simpáticas. 

En  la  expedición  que  á  fines  de  Julio  emprendimos  con  los 
Dr.  Pau,  de  Seg-orbe;  Llenas,  de  Barcelona,  y  Sallent,  de  Ta- 
rrasa,  á  los  montes  de  Berg-a,  Rasos  de  Peguera,  Fumanya, 
Vollubre,  S.  Climeiis,  Guardiola,  Bag-á,  Pendió,  Paradell  y 
Puigilansada,  que  fué  complemento  de  la  que  con  Sallent  rea- 
lizamos á  Castellar  de  n'Huch  y  CoU  de  Jon  el  año  pasado,  pu- 
dimos apreciar  la  g-ran  riqueza  del  Cadí  y  sus  estribaciones, 
solo  incompletamente  estudiada  por  Grau  y  por  Babani. 

Bastaría  señalar  la  presencia  de  la  Viola  miraMHs  L.,  en  las 
Adous  ó  fuentes  del  Bastaveny,  al  pie  de  Paradell,  en  condi- 
ciones tales,  que  es  imposible  no  tropezar  con  ella  al  visitar 
aquellos  sitios,  para  poder  afirmar  que  no  los  pisó  niug"ún  bo- 
tánico. Otro  tanto  puede  decirse  de  no  pocas  localidades  cata- 
lanas. 

Véase  á  continuación  la  más  importante  de  nuestras  explo- 
raciones en  el  pasado  año: 


PLANTAS   NUEVAS    PARA    CATALUÑA 

Nigella  gallica  Jord.,  var.  divaricaia  Brand,  N.  dwaricata  \Vk., 
A',  arvensis  auct.  hisp.,  non  L. 
Confundida  con  la  especie  linneana,  distíng-uese  al  punto  de 
ella  por  »uíí/oI/cuIos  soldados  hasta  el  ápice  y  tallos  asur- 
cados. 
Valles,  hacia  Mollet,  Plá  de  Bag-es;  Bag-á,  Urg-el,  etc. — Junio- 
Julio. 
Arahis  alpestris  Rchb.,  a.  glairata  Koch. 

Montes  de  Nuvia  ^Llenas!;  vid.  Pau).— Jul. 
Xernera  auriculaía  Uchh. 

Con  la  ir.  saxatilis  Rchb.  en  el  Pendís  (Sierra  de  Cadí). — Jul. 
Helianthermim  salicifolium  Pers  ,  subsp.  iwostratmii  Doiimer- 
g-ues. 
Barcelona,  arenales  de  casa  Antúnez. — Marz. 
Contrasta  la   forma  procumbens  de  esta  planta  del  litoral, 


DE   HISTORIA    NATURAL.  125 


por  efecto  de  la  adaptación  al  medio,  con  la  erecta  de  los 
montes  de  S.  Llorens  del  Munt,  La  Mata,  Ubach,  etc. 
Viola  Dehnhardtü  Ten.,  especie  perteneciente  al  ciclo  de  for- 
mas de  la  V.  alba  Bess.,  sec.  Becker  (separat  abdruck  aus 
der  «Osterreichischen  Zeitschrift».  Jahrg*.  1906.  Nv.  5/6.) 
Difiere  de  la  V.  alba  Bess.  por  las  hojas  anchamente  ovadas  á 
omido- orbiculares,  no  ovado-acuminadas ,  franjas   de   las 
estípulas  más  largas  que  la  anchura  de  éstas;  pétalos  me- 
nos largos  que  el  doble  de  los  sépalos;  ovario  y  caja  píibes- 
centes  ó  lampiños,  no  peludos.  De  la  V.  hirta  L.  se  distin- 
g"ue  al  punto  por  ser  casi  lampiña  y  por  sus  largos  estolo- 
nes, y  de  la    V.  odorata  L.,  por  ser  casi  inodora  y  llevar 
flores  los  estolones  del  año,  no  'arraigantes. 
Bosques  y  torrentes  de  casa  Font  de  Gaya,  al  NO.  de  Tarra- 

sa. — Feb.-Marz. 
La  V.  Cadeuillii  Pau,  V.  Dehnhardtii  Ten.,  var.  Cadevallii 
Becker,  no  solamente  en  los  montes  del  Ubach,  si  que 
también  al  pie  de  S.  Llorens  del  Munt,  en  los  bosques  de 
casa  Sola  del  Recó,  y  la  V.  Marceti  Becker,  V.  sylvestris, 
V.  Willkoíiimii,  en  Montserrat,  hacia  Santa  Cecilia,  entre 
sus  progenitores.— 6  Mayo  I906,.leg-i. 
Silene  Borderi  Jord.,  S.  elegans  Lk.,  S.punctata  Bub. 

Rocas  de  Paradell,  Cadí. — Jul.-Ag-. 
Spergiilaria  longipes  Rouy,  Sp.  rtcbra  Pers.,  y.  longijKS  Lg-e. 

Tarrasa,  parajes  arenosos  de  la  Riera  del  Palau. — Abr.-Sept. 
Sp.  nicaensis  Sarato,  Sp.  purpurea  Lebel,  non  Pers. 

Parajes  arcilloso-húmedos  de  S.  Vicente  de  Castellet,  ha- 
cia la  confluencia  del  Llobreg-at  con  el  Cardoner.— Abr.- 
Sept. 
^p.   campestris  Wk.   et  Lg-e.,   Lepigonum  diandrum  Kindb., 
Sp.  rubra,  ^.  atheniensis  Aschers,  sec.  Rouy. 
Barcelona,  campo  de  la  Bota. — Abr, 
Velezia  rigida  L. 

Espluga  de  Francoli  (Llenas!),  abundante.— Jun. 
Erodium  malacoides  Willd.,  [5.  althceoides  Jord. 

Tarrasa,  Martorell  y,  sin  duda,  en  otras  partes.— Abr.-May. 
Tribulus  terrestris  L.,  ^.  alhidus  Fri. 

Playas  de  Casa  Antúnez  (Llenas!).--Ver. 
Medicago  leiocarpa  Benth.,  M.  sujruticosa  Ram.,  ¡3.  leiocarpa 
Urb. 


126  BOLETÍN    DE    LA.    REAL   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

San  Martín  de  Surroca,  c.  Villafranca  del  Panadés  (Llenas!). 
Ag".  en  fruto. 
Sderanihus  fasciculaíus  Gillot  et  Coste,  Se.  annuus  L.,  (ü.  con- 
desanlus. 
Rocas  g-raníticas  de  Gualba,  al  pie  de  Montseny  (Llenas!).— 
May. 
Sedum  hremfolmm  D.  C,  S.  spJuericum  Lap. 

Nuria  (Llenas!). — Ag-. 
Oenantlie ¡mnimidoides  L. 

Empalme,  provincia  de  Gerona  (Llenas!).— Ag-. 
Centaurea.  Hanrn  Jord.,  var.  meJanolepis  Pau. 
Moneada,  bosques  y  márg-enes  de  S.  Fost;  Valldoreix,  co- 
mún con  el  tipo  y  con  lá  C.  ochrolopha  Csta.  y  la  C.  Cade- 
vaUii  Pau.— Jun.-Sept. 
Chiora  hnperfoJíaia  L. 

Arenales  de  Salou,  c.  Tarrag-ona  (Llenas!).— Jul. 
Orodanche  miiior  Sutt.,  var.  concolor  (Duby)  Cad.  et  Pau. 
Abundantísimo  en  los  arenales  del  litoral,  como  Castelldel'els, 
Prat  del  Llobreg-at  y  Casa  Antúnez,  invariablemente  sobre 
el  Plantago  alMcans  L. — Abr.-May. 
Lamium ]mr¡mreum  L.,  p.  decijñens  Sonder. 
Tarrasa,  márg-enes  y  huertos  inmediatos  á  la  Riera  del  Pa- 
lau.  Probablemente  se  había  confundido  con  el  L.  hyhri- 
dum  Vill;  pero  el  característico  anillo  de  pelos  en  el  inte- 
rior del  tubo  de  la  corola,  es  manifiesto. 
StacJnjs  amhif/íia  Sm. 
Difiere  de  la  St.  imlustris  L.,  de  la  que  puede  considerarse 
simple  variedad,  por  las  hojas  manifiestamente ^moZfl;¿?«í. 
Sitios  ag-uanosos  de  La  Sellera,  Gerona  (Codina!).— Sept. 
Plantago  ¡usitanica  ^Yilld.,  Pl.  lagopus  L..  ,8.  lusUanicaZ.  Ball. 

Castelldefels. — May. 
EnpliorUa  pauci/lora  h.,  JS.  minuta  Lose,  et  Pard. 

Esplug-a  de  Francolí  (Llenas!).— Jun. 
Allium  rotundum  L. 
Esta  planta,  que  tanto  abunda  en  los  arenales  marítimos  de 
Casa  Antúnez,  debe  ser  el  .4.  pohjanthum  R.  et  Sch.,  que 
los  autores  catalanes  señalan  en  las  costas  de  Barcelona; 
pero  difiere  visiblemente  de  éste  por  la  menor  mag-nitud 
de  las  umbelas,  cuyos  pedicelos  inferiores  son  muy  cortos 
y  reflejos,  por  tener  las  anteras,  purpurinas,  en  vez  de  ama- 


DE    HISTORIA   NATURAL.  127 

rillas,  inclusas  y  sólo  alg-o  exertas  en  la  dehiscencia,  y  por 
ser  estijñtados  y  no  subsesiles  los  bulbillos  que  rodean  el 
bulbo. — Abr.-May. 

Lemna  trisulca  li. 
La  existencia  de  esta  especie,  que  Llenas  acaba  de  encontrar 
abundante  en  las  ag-uas  de  Armentera  (Gerona),  no  podía 
aseg'urarse  de  una  manera  absoluta,  porque"  sólo  existía 
acerca  de  ella  la  cita  vag-a  de  Colm.:  «en  las  ag-uas  limpias 
y  de  lento  curso»,  y  la  sig-uiente,  con  duda,  de  Vay.:  «la- 
gunas de  Rinvell,  Armentera».  (An.  Soc.  Esp.  de  H.  N., 
tomo  XI,  cuaderno  2.°,  pág\  140.) 

Panicum  eruci/orme  Sibth.,  Eclánocldoa  erucifovmis  Rchb. 
Aunque  de  procedencia  exótica,  hállase  perfectamente  con- 
naturalizado en  Europa,  y  ha  sido  cog-ido  por  Conrado  Pu- 
jol junto  á  la  Riera  de  Rajadell,  cerca  de  Manresa.  No  se 
ha  publicado  en  Cataluña,  pero  fig"ura  en  el  H.  Costa,  quien 
lo  cog-ió  c.  Badalona  y  fué  remitido  á  Pau  por  Vayreda 
(Pau  in  litt.)— Ag\ 

P.  vaginatum  Ktn.,  Digiiaria  ¡laspaloides  Dub. 
Únicamente  citado  en  el  Norte  de  Galicia  por  Lg-e.,  y  en 
Cártama,  de  Málag-a,  infesta  los  ramales  de  las  acequias  y 
sitios  húmedos  de  Casa  Antúnez,  Prat  de  Llobregat  y  otros 
puntos  del  litoral,  g-eneralmente  en  compañía  del  P.  Cris- 
galli  L.  y  P.  repens  L.— May.-Octub. 

Weingaertneria  ca?iescens  Bernh.,  var.  maritima  Godr.,  Coryne- 
phorus  canesceus  P.  B.,  var.  mar  i  tima  Godr. 
Variedad  referida  á  Galicia  por  Lg-e.  (Prodr.  i,  pág*.  64)  y 
abundante  en  los  arenales  de  Casa  Antúnez,  frente  al  Ce- 
menterio (Vid.  Pau). — Abr.-May. 

Trisetimi  neglectum  R.   S.,   var.   ciliatum  Wk.,    T.  jmniceiim 
Lamk. 
Tibidabo  (Llenas!  Vid.  Pau). — Jul. 

Koelleria  mllosa  Pers.,  K.  Barrelieri  Ten.,  Phalaris  ¡nidescens 
Link. 
Aunque  Wk.,  con  referencia  á  Colm.,  dice:  in  locis  Mimidis 
liitoralis  Catalanniae  (Prodr.  i,  pág-.  25),  no  existía,  hasta 
ahora,  ning'una  cita  concreta. 
Arenales  de  Badalona  (Llenas!). — May. 

Glyceria  disians  Wahl.,  Atropis  distans  Grisd. 
Puede  decirse  de  esta  planta  lo  mismo  que  de  la  anterior, 


128  boletín    de   la   REAL    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

pues  sólo  se  conocía  la  cita  vag-a  de  Wk.  referente  á  Colm. : 
inpratis  salsis  humidis  Catalanniae. 
Tierras  húmedas  de  Casa  Antúnez,  hasta  la  Farola. — May.- 
Jun, 
Poa  minor  Gand. 

Coll  de  Pal,  Sierra  del  Cadí, — Jul.-Ag-. 
Species  delenda,  quod  planta  pyrenaica  sec.  el.  Lg-e.  nil  est  nisi 

P.  annuae  forma  supina.  (Prodr.,  SupL,  pág-.  22.) 
Scleropoa  rígida  Guss.,  y.  patens  Coss. 

Huerta  de  Montserrat  IMarcet!)  y  camino  de  la  Cueva. — 
May.-Jun. 
Cynosuriis  pohjdracteatns  Poir.,  C.  elegans  Desf. 

Esplug-a  de  Francolí  (Llenas!).— Jun. 
Festuca  scoparia  Kern. 
Comunísima  en  las  alturas  inmediatas  á  Coll  de  Pal,  Sierra 
del  Cadí,  desde  el  Pía  de  Canella. — Jul. 
Leptxirus  cylindricus  Trin. 
Abundante  en  el  Prat  de  Llobreg-at,   hacia  el  lag-o  Ricarda, 
delante  de  la  torre  del  Sr.  Bertrán.  Junto  al  lag-o  se  halla 
también  el  L.  fUiformis  Trin. — Jun. -Jul. 
Marsilia  quadrifoliata  L. 
Sin   otra  cita  que  la  sobrado  vag-a  de  Catalannia,  Colm. 
(Prodr.  I,  pág".  13),  ha  sido  descubierta  por  Casares  y  Lle- 
nas en  el  Empalme  (Gerona). — Primv. 


PLANTA  NUEVA  PARA  ESPAÑA 

Viola  miralilis  L. 

Adons  ó  fuentes  del  Bastareny,  abundante;  bosques  de  San 
Climens,  entre  Vallcebre  y  Guardiola,  no  escasa. — Jul., 
en  fr. 

Distíng-uese  al  punto  de  la  F.  WiUkommii  Roem.,  con  la 
que  tiene  cierto  parecido  por  su  mayor  talla,  hojas  mucho 
mayores,  cordiformes  ó  reniformes,  las  radicales  larga- 
mente pecioJadas  y  sudsesiles,  y  opuestas  las  dos  caulinares 
superiores  ó  florales,  por  sus  estípulas  oblong-o- lanceola- 
das, enteras  y  simplemente  pestañosas,  en  vez  de  fran- 
jeadas, y  por  la  característica  linea  iinilateral  de  pelos  que 
presenta  el  tallo.  Plantada  en  el  jardín,  ha  dado  flores 


DE    HISTORIA   NATURAL.  129 

radicales,  largamente  fedunciiladas,  petaliferas  y  estériles, 
y  otras  caulmares,  sul)sesiles,  apétalas  y  fértiles. 

Es  notable  la  existencia  de  esta  planta  en  Cataluña,  por 
cuanto,  según  los  autores  franceses  Gr.  et  G.,  Rouy,  Coste 
y  otros,  se  encuentra  en  los  bosques  del  E.  de  Francia  y 
en  lá  Europa  Central  y  Septentrional.  Sin  embargo,  Ar- 
cangeli  (Flora  Italiana,  seconda  edizione,  296),  dice:  «Nei 
boschi  deír Italia  superiore»,  ó  sea  casi  en  iguales  medio 
y  latitud  que  en  Cataluña.  Parlatore  (Flora  Italiana,  vol.  ix, 
152)  consigna:  «Specie  della  parti  settentrionali  é  centrali 
deír  Europa,  estesa  della  parti  meridionali  della  Lapo- 
nia é  Tirólo!» 

Lapeyrouse  (Histoire  abrégée  des  plantes  des  Pyrenées,  122) 
afirma:  «Entre  Moerens  et  Ax;  dans  des  lieux  frais  et 
ombragés  au  pied  des  rochers.»  Pero  Bubani  (Flora  Pyre- 
naica,  vol.  iii,  123.  Violae  rependiatae),  después  déla  men- 
cionada cita  de  Lap.,  asegura:  «Loco  á  use  repetite  pervi- 
so,  sed  ubi  stirpis  vestigium  usu  percepi.»  Gantsir  (Flore 
des  Pyrenées  Orientales)  nada  dice  de  esta  planta,  y 
Wk.  (Prodromus,  III,  702.  Species  inquirendae),  añade:  «In 
Europa  boreale  et  media  ad  Galliam  orientalem  et  Pede- 
montanam  usque,  in  Híspanla  vix  occurrit.» 


PLANTA   NUEVA    PARA   LA    FLORA   DE   EUROPA 

El  19  de  Noviembre  presentóme  Llenas  un  Arisarum  (Lámi- 
na I.)  cogido  por  él  en  las  inmediaciones  del  Castillo  de  Avam- 
prunyá,  sobre  Brugués  (Barcelona),  tan  raro,  que  no  pude  re- 
ferirlo á  ninguna  especie  europea.  Trasladados  á  dicho  punto 
con  el  expresado  amigo  y  D.  Salvador  Maluquer,  el  25  del  pro- 
pio mes,  pude  estudiar  in  sitie  aquella  extraña  aroidea,  obser- 
vando, desde  luego,  que  no  obstante  su  relativa  abundancia  y 
el  hallarse  completamente  espontánea  en  el  bosque,  lejos  de 
poblado,  presentaba  pocos  pies  en  flor,  lo  que  parecía  indicar 
que  otra  debía  ser  su  verdadera  patria,  por  lo  que  manifesté  á 
los  compañeros  que  probablemente  sería  planta  africana. 

Remitida  á  Pau  y  comparada  por  éste  con  ejemplares  do  su 
herbario,  resulta  idéntica  á  los  procedentes  de  Oran  bajo  la 
denominación  de  Arisanmi  simorrhimim  Durieu.  No  sin  razón 

T.  VII.— Marzo,  igOT  10 


130 


boletín  de  la  real  sociedad  española 


califica  de  extraordinario  á  mi  amig-o  el  descubrimiento  de 
esta  forma,  completamente  nueva  para  la  Flora  de  Europa. 

Un  estudio  comparativo  de  esta  planta  con  el  A.  vulga- 
re  Echb.,  única  especie  que  en  tiempos  de  Costa  existía  en  el 
litoral  de  Barcelona,  donde  no  la  hemos  encontrado  ahora, 
pone  de  manifiesto  las  sig-uientes  diferencias: 


A .  vulgare  Rchb. 

Espata  sudcilíndrica ,  tubo 
de  25  mm.,  salpicado  /¿asia  la 
hase  de  puntos  purpureo-cla- 
ros como  el  color  del  ápice, 
estriada  de  blanco  y  verde  en 
la  parte  tubulosa,  acuminada; 
abertura  bucal  oblonga;  espá- 
dice verde,  de  1,5  mm.  de  diá- 
metro, recorvado ,  msensihle- 
mente  mazudo,  exerto;  ovarios 
con  líneas  radiantes  verdes; 
pedúnculos  rectos,  tan  largos 
como  las  hojas. 


A.  simorrhinum  Viwvien. 

Espata  ventruda,  tubo  de 
20  mm.,  salpicado  en  la  parte 
superior  de  puntos  negro-pur- 
púreos como  el  color  del  ápice, 
estriada  de  blanco  y  púrpura 
en  la  parte  tubulosa,  escotado- 
»Mícro?2«(¿«;aberturabucalcasi 
drc2íZ«r,- espádice  infcriormen- 
te  violáceo,  de  3  mm.  de  diá- 
metro, erguido-subrecurvo, 
fuertemente  clavi forme,  inclu- 
so; ovarios  con  líneas  radian- 
tes violáceas;  pedúnculos  re- 
Cíirvos,  mucho  más  cortos  que 
las  hojas. 


Espata  del  Avisar um  simorrhinnni  Durieu. 


DE    HISTORIA   NATURAL. 


131 


PLANTAS   NUEVAS   PARA    LA    CIENCIA 

Diantlms  carthusianormti  L.,  var.  CadevaUü  Pau. 
Planta  humilis,  caulibus  15-25  omn.,  foliis  radicalibus  bi'evio- 

Q'ibus;  capilulis  1-2  fioris.  Coll  de  Pal  (Cadí).— Jul. 
Erigeron  Mspidus  (Lg-e.)  Pau  in  litt.;  |3.  pyrenceiis  Cad.  et 


a' 


I' 


a  a'    Erigeron  7dspidus  (Lag.)  Pau  in  litt. 
b  b'    /3  Pyrenwus  Cad.  et  Pau. 


Pau;  E.  frigidus  Gaut.,  Rouy  et  auct.  pyr.;  E.  nniflonis 
auct.  catal.  (Prodr.  iii,  33). 

A  tijpo  NEVADENSE  Boiss.  katc  flauta  difert,  foliis  inferioribus 
oblongo-Unearibus,  petiolo  limbo  diqilo  breviore,  anihodii 
squamis  tertio  majoribns,  longe  aristatis  iniernis. 
Nuria;  Puig-llansada. — Jul.-Ag". 

Galeopsis  Sallentii  Cad.  et  Pau. 
Planta  humilis,  5-10  cm.,  inter  G.  pyrenaicam  Barbl.  et  Gf.  in- 
termediam  Vill.  lociim  habens.  Foliis  basi  cimeatis,  calyce 
pubescenti  mx  glanduloso,  corollaqiie  minore,  á  prima  specie 
difert;  foliis  obsoUte  crenatis,  utrinque  ¡nibescenti-villosis, 
calycis  dentibíis  valde  inaequalihis ,  tertio  tubi  aequaiitibiis , 
corollaque  majore  á  secunda  stirpe  discrepat:  statiira  humi- 
liori,  foliisque  diiplo  minoribus  ab  utraque  distat. 


132 


boletín  de  la  real  sociedad  española 


In  nemorosis  Rebost,  aimd  Puigllansada  Pyrenaeorwm  oíien- 
ialÍHm  re(jfio?ie.—Ju\.-Aug. 
Desc/iampsia  coespiiosa  P.  B.,  var.  Llenasii  Cad.  et  Pau. 
Panícula  airo-violacea,   hreviore;  spiculis  3-4  mm.,  3  /loris 


Hojas  y  cálices  de  Galeopsis. 

a  a'     6.  Pyrenaica  Bartl. 

b  b'    S.  Sallentii  Cad.  et  Pau. 

c  c'     S.  intermedia  Vill 


hermaphroditis  compositis;  glumis  ante  anthasim  paulo  flo- 
res siiperantihus;  foliis  rigidis,  subspinescentibus,  d   lypo 
diferí. 
Nuria,  Aug-.,  Llenas  leg-it. 


c 


DK    HISTORIA   NATURAL.  133 


El  «okapi»  del  Museo  de  Madrid 


ÁNGEL    CABRERA    LATORRE 
(Lámina  ii.) 

En  el  pasado  verano,  y  durante  el  breve  período  en  que 
nuestra  Sociedad,  seg-ún  costumbre  de  todos  los  años,  dejó  de 
reunirse  en  sesión  ordinaria,  fueron  instalados  en  la  sala 
g-rande  de  mamíferos  del  Museo  de  Ciencias  de  Madrid  dos 
ejemplares  de  Okapia  Johnstoiii,  el  sing-ular  ung-ulado  del  cen- 
tro de  África  cuyo  reciente  descubrimiento  puede  considerarse 
como  el  primer  acontecimiento  zoológico  de  importancia  en  el 
siglo  actual.  Estos  ejemplares  son  un  macho  adulto,  ó  casi  adul- 
to, y  el  esqueleto  de  una  hembra.  Ambos  son  reg-alo  del  Museo 
del  Estado  independiente  del  Cong'o,  al  que  los  naturalistas 
españoles  no  ag-radecerán  nunca  bastante  el  desprendimiento 
que  supone  la  cesión  de  tales  tesoros  científicos. 

Vinieron  los  dos  ejemplares  al  Museo  bajo  el  nombre  de 
Okapia  Liehrechtsi,  y  evidentemente  pertenecen  á  la  forma  así 
denominada  por  Forsyth  Major;  pero,  en  realidad,  se  les  debe 
llamar  O.  Johnstoni.  pues  según  ha  demostrado  el  profesor 
Ray  Lankester  (1),  los  ejemplares  que  han  recibido  el  nombre 
de  Liebrechtsi  son  idénticos  al  verdadero  Eqwus  Jo/instoni  de 
Sclciter,  mientras  que  el  ejemplar  del  Museo  Británico,  al  que 
se  venía  llamando  así,  representa,  una  forma  distinta,  hoy 
conocida  como  O.  Ericlisoni. 

Suelen  considerarse  estas  dos  formas  como  especies  distin- 
tas; pero,  en  mi  concepto,  es  todavía  aventurado  afirmar  su 
distinción  específica,  no  habiéndose  obtenido  aún  más  que 
unos  pocos  ejemplares,  en  su  mayor  parte  no  Ileg'ados  á  su 
total  desarrollo,  y  por  añadidura  dispersos  en  Museos  lo  bas- 
tante distantes  entre  sí  para  dificultar  un  examen  comparati- 
vo. Dada  la  imposibilidad  práctica  de  éste,  creo  que  por  lo 
menos  sería  conveniente  poner  al  alcance  de  cuantos  en  el 

(1)    AnnaU  ofNat.  Hist.  Ser.  7.»,  x  {19!)-2},  p.  417. 


134  boletín    de    la    REAL   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

asunto  se  interesen,  una  descripción  y,  á  ser  posible,  una 
figura  de  cada  uno  de  los  ejemplares,  y  esta  consideración  es 
la  que  me  ha  movido  á  describir  y  representar  el  hermoso  ma- 
cho de  nuestro  Museo. 

Como  ya  he  dicho,  se  trata  de  un  individuo,  si  no  de  edad 
adulta,  al  menos  muy  próximo  á  ella,  puesto  que  sus  cuernos 
alcanzan  bastante  desarrollo.  Sus  dimensiones,  montado,  son 
las  siguientes;  longitud,  cabeza  y  cuerpo,  194  cm.;  altura  en 
la  cruz,  137;  longitud  de  la  cabeza,  49;  de  las  orejas,  22;  de  los 
cuernos,  á  lo  largo  de  su  cara  anterior,  9,8;  de  la  cola,  sin  el 
mechón  terminal,  40. 

El  color  del  tronco  y  del  cuello,  hasta  la  unión  de  éste  con 
la  cabeza,  es  un  negro  intenso  y  muy  lustroso,  que  á  ciertas 
luces  ofrece  reflejos  pardos  y  rojizos,  por  ser  pardo  roja  la 
base  de  los  pelos.  Junto  á  la  cabeza  y  en  los  ijares,  este  co- 
lor negro  se  encuentra  separado  de  los  colores  pálidos  in- 
mediatos por  un  estrecho  borde  rojo.  La  parte  superior  de  la 
cabeza  es  de  un  pardo  rojo  vivo,  que  hacia  delante  va  obs- 
cureciendo hasta  pasar  á  negro  de  carbón  en  el  hocico,  el 
cual  es  enteramente  de  este  color  en  todo  su  contorno,  hasta 
bastante  detrás  de  la  comisura  de  los  labios.  Las  mejillas 
son  de  color  g'ris  pardusco;  la  parte  inmediata  á  la  gargan- 
ta, amarillenta  pálida;  los  cuernos,  que  son  de  forma  có- 
nica y  están  por  completo  cubiertos  de  piel,  pardo-rojos,  y 
las  orejas  lo  mismo,  con  el  borde  negro  de  azabache.  En  las 
grupas  y  muslos  se  ven  sobre  el  fondo  negro  las  rayas  blanco- 
amarillentas  características  de  estos  animales,  rayas  en  gene- 
ral estrechas,  pero  que  se  ensanchan  y  reúnen  por  dentro  del 
muslo,  dando  allí  lugar  á  una  coloración  general  pálida  que 
se  extiende  por  delante  hasta  el  bajo  vientre.  En  el  rayado  de 
la  parte  externa  del  muslo  ,  el  negro  domina  decididamen- 
te sobre  el  blanco.  La  última  faja  negra,  es  muy  ancha  y  ciñe 
por  completo  la  articulación  tibio-tarsiana;  debajo  de  ella, 
la  pata  es,  como  de  ordinario,  enteramente  blanco-amarillen- 
ta, á  excepción  de  otra  faja  negra,  también  bastante  ancha, 
próxima  al  casco.  De  esta  faja  arranca  hacia  arriba,  por  la  par- 
te anterior,  una  corta  serie  de  rayitas  negras  transversales, 
muy  pequeñas  y  medio  fundidas  entre  sí.  El  dibujo  de  las  ex- 
tremidades anteriores  difiere  muy  poco  del  que  se  ve  en  las 
láminas  publicadas  hasta  ahora;  la  faja  negra  que  hay  inme- 


DE   HISTORIA   NATURAL.  135 

diatamente  debajo  de  la  rodilla,  ciñe  la  pata  por  completo. 
La  cola  es  de  color  castaño  obscuro,  con  el  mechón  terminal 
negro;  junto  á  su  raíz,  á  uno  y  otro  lado  y  un  poco  más  arri- 
ba de  la  primera  raya  blanca  de  la  grupa,  se  observa  un  fajita 
corta  pardo-rojiza. 

En  el  ejemplar  del  Museo  Británico,  tipo  de  la  0.  Erichsoni 
de  Ray  Lankester,  el  tronco  y  el  cuello  son  de  color  pardo-rojo, 
con  una  línea  dorsal  más  obscura;  las  mejillas  son  blanco- 
amarillentas,  no  grises,  y  la  faja  neg-ra  de  la  articulación  tibio - 
tarsiana,  así  como  la  de  debajo  del  carpo,  no  ciñen  entera- 
mente las  patas,  sino  que  se  hallan  interrumpidas  por  el  color 
claro,  la  primera  en  la  parte  interior  del  corvejón,  y  la  seg-un- 
da  por  delante. 

De  estas  diferencias,  las  únicas  que  parecen  tener  alg-una  im- 
portancia sonlasdelcolordel  cuerpo  y  de  las  mejillas.  El  dibujo 
de  los  miembros  resulta  ser  muy  variable,  dentro  de  un  plan 
general,  y  la  línea  dorsal,  cuyo  diferente  color  tuvo  en  cuenta 
Forsyth  Major  para  establecer  su  O.  Liebrechtsi,  es  un  carácter 
ig-ualmente  proteico.  El  tipo  de  la  O.  Erichsoni,  que  es  de  color 
rojo,  presenta  dicha  línea  obscura,  mientras  los  ejemplares  del 
Museo  del  Cong-o,  estudiados  por  Forsyth  Major,  son  obscuros  y 
presentan  una  línea  dorsal  clara;  pero  el  okapi  del  Museo  Zoo- 
lóg-ico  de  Roma,  rojo  también,  no  tiene  línea  ninguna  (1),  y 
en  el  de  nuestro  Museo,  considerado  como  0.  Liebrechtsi  (ó  ver- 
dadera Johnstoni),  la  línea  clara  ocupa  solamente  la  parte  su- 
perior del  cuello,  sin  pasar  de  la  cruz. 

En  el  cráneo  ha  señalado  Forsyth  Major  (2)  un  carácter  dife- 
rencial que,  á  ser  constante,  tendría  verdadera  importancia 
para  la  distinción  de  dos  especies.  Las  órbitas,  rectangulares 
en  el  ejemplar  del  Museo  Británico,  son  redondas  en  los  del 
Museo  de  Tervueren.  Pero  esta  diferencia  pierde  todo  su  valor 
cuando  se  examina  el  cráneo  del  esqueleto  de  hembra  de 
nuestro  Museo,  cuyos  círculos  orbitarios  presentan  una  forma 
intermedia,  por  decirlo  así,  con  el  borde  anterior  redondeado 
y  el  posterior  recto  y  formando  áng-ulos  rectos  con  las  porcio- 
nes de  borde  contig-uas,  de  modo  que  la  órbita  resulta  redonda 
por  delante  y  rectang-ular  por  detrás. 


(1)  Carruccio,  Ballet.  Soc.  Zoológica  Italiana,  ser.  ir,  t.  vi  (1905),  p.  185. 

(2)  Proceed.  Zool.  Soc.  of  London,  1902,  n,  p.  341. 


136  BOLETÍN    DE    LA    REAL   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Si  á  pesar  de  esta  variabilidad  de  caracteres,  resultase  evi- 
dente la  existencia  de  dos  especies  de  Okajña,  nuestra  lámina 
sería  la  primera  publicada  de  la  verdadera  O.  Johnstoni,  por  lo 
menos  del  individuo  macho  y  adulto,  puesto  que  las  fig-uras 
que  hasta  ahora  se  han  dado  deben  referirse  á  la  O.Frichsoni. 
De  la  forma  obscura  he  visto  una  lámina  destinada  á  los  Anna- 
les  del  Museo  del  Congo,  y  que  no  sé  si  estará  publicada  al 
imprimirse  estas  líneas;  pero  el  ejemplar  en  ella  representado 
parece  ser  hembra  ó  joven,  pues  carece  de  cuernos.  Debo  ad- 
vertir, además,  que  el  color  de  este  ejemplar,  suponiendo  que 
esté  fielmente  reproducido,  no  es  neg-ro,  como  el  del  macho  de 
nuestro  Museo,  sino  un  pardo  achocolatado  muy  obscuro,  lo 
cual,  y  el  asig-nar  Forsyth  Major  á  esta  forma  color  pardo  obs- 
curo, prueba  que  la  coloración  del  tronco  es  también  un  ca- 
rácter muy  variable,  y  por  consig-uiente  de  un  valor  sólo  re- 
lativo. 


Excursión  desde  el  valle  del  Tajuña  al  del  Tajo 


LUCAS    FERNANDEZ    NAVARRO 

Entre  las  excursiones  cortas  realizadas  recientemente  en 
compañía  de  alg-unos  de  mis  discípulos,  he  creído  que  merez- 
ca la  pena  de  citarse  la  que  en  unión  de  los  Sres.  Ferrer  y 
Zulueta  llevé  á  cabo  en  los  días  11  y  12  del  pasado  mes  de  Fe- 
brero. Fuimos  en  el  ferrocarril  de  Colmenar  de  Oreja  hasta 
Morata  de  Tajuña,  para  desde  aquí  pasar  á  pie  á  Chinchón. 
Colmenar  y  Villarrubia  de  Santiag-o,  tomando  en  dicha  esta- 
ción el  tren  de  vuelta  á  Madrid. 

Morata  de  Tajuña  se  asienta  en  la  vertiente  meridional  de 
la  meseta  que  se  extiende  entre  el  valle  del  río  que  le  da  nom- 
bre y  el  amplio  del  Jar  ama.  Al  N.,  y  á  un  nivel  más  alto,  se 
encuentra  una  gran  explotación  de  calizas  terciarias,  en  g-ran 
parte  tobáceas,  poco  ricas  en  fósiles.  Hállahse  éstos  muy  abun- 
dantes, aunque  poco  variados  en  otras  canteras  menos  impor- 
tantes que  hay  frente  á  la  estación  de  Tajuña,  tres  kilómetros 


DE    HISTORIA   NATURAL.  137 

más  allá  de  Morata.  Esta  villa  se  asienta  ya  en  el  piso  medio 
de  las  arcillas,  y  es  notable  la  consistencia  y  tenacidad  que 
alcanza  aquí  dicho  material,  en  el  que  están  excavadas  una 
g'ran  parte  de  las  casas  ocupadas  por  sus  habitantes;  en  una 
de  estas  habitaciones  subterráneas  que  nos  permitieron  visi- 
tar contamos  hasta  once  piezas  independientes,  alg-unas  de 
bastante  capacidad  (cocina,  sala,  alcobas,  cuadras,  etc.). 

El  valle  del  Tajuña,  estrechado  momentáneamente  entre 
Perales  y  Morata,  se  abre  espaciosamente  por  delante  de  este 
pueblo,  conservando  hasta  la  unión  con  el  Jarama  una  ampli- 
tud desproporcionada  con  el  caudal  de  su  rio.  Corre  éste  enca- 
jado en  un  segundo  lecho  tortuoso  abierto  á  través  de  los  ma- 
teriales por  él  mismo  acarreados  en  una  época  anterior  en  que 
quizá  su  caudal  fué  bastante  más  considerable.  La  vertiente 
Norte  es  muy  deprimida  y  va  disminuyendo  paulatinamente 
de  altura  hacia  la  confluencia,  mientras  que  la  meridional  es 
abrupta,  al  menos  en  su  tercio  inferior,  presentando  mogotes 
aislados  y  ejemplos  notables  de  erosión  en  la  masa  de  arcillas 
y  yesos  que  la  constituyen. 

Desde  el  valle  hacia  Chinchón,  el  camino  se  abre  casi  todo 
entre  yesos  en  una  continua  pendiente,  interrumpida  tan  solo 
por  un  gran  barranco  hacia  los  kilómetros  42  y  43  de  la  carre- 
tera. Este  es  uno  de  los  puntos  más  interesantes  de  la  excur- 
sión porque  permite  abarcar  en  una  mirada  la  estructura  de 
estas  mesetas  planas  que  separan  las  cuencas  de  los  ríos  en  el 
mioceno  de  Castilla  la  Nueva. 

Vese,.en  efecto,  muy  bien  todo  el  paisaje  estepario  de  los  ye- 
sos con  sus  relieves  escasos  y  ondulados,  el  color  blanquecino 
ceniciento  y  la  vegetación  pobre  en  matitas  separadas  como 
moteando  toda  la  superñcie.  Coronando  esta  zona,  que  es  la 
más  desarrollada,  viene  en  todo  el  horizonte  una  faja  rojiza 
que  corresponde  á  las  arcillas  en  inmediato  contacto  con  las 
calizas.  En  el  cerro  más  elevado  (al  NW.)  aparece  ya  el  carbo- 
nato calcico  formando  roca  viva,  que  en  una  capa  horizontal 
viene  á  coronarle.  En  unas  canteras  próximas  al  pueblo  puede 
verse  con  alg'ún  mayor  detalle  el  paso  del  piso  medio  de  las 
arcillas  al  superior  de  las  calizas,  relizado  aquí  mediante  una 
zona  de  verdaderas  areniscas  yesosas  y  una  estrecha  faja  de 
arcilla  verdosa  (glauconífera?).  Es  notable  la  constancia  de 
esta  capa  que  se  encuentra  por  todos  los  bordes  de  la  extensa 


138  boletín    de    la    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

meseta  á  la  misma  altura,  á  pesar  de  sa  espesor  que  escasa- 
mente lleg'ará  á  medio  metro. 

De  Chinchón  á  Colmenar  se  marcha  por  lo  alto  de  la  meseta 
perfectamente  plana,  sin  que  alcancen  á  verse  las  vertientes 
que  la  limitan  por  todas  partes,  excepto  por  Levante.  En  Col- 
menar pudimos  ver  las  antig'uas  y  renombradas  canteras  de 
caliza  de  que  ya  en  otra  ocasión  me  he  ocupado. 

La  bajada  al  Tajo  se  hace  por  un  hermoso  barranco  con  pi- 
nos. En  los  tres  primeros  kilómetros  la  carretera  se  desarrolla 
entre  las  calizas,  que  parecen  aquí  de  mucho  más  espesor  por 
haber  un  buzamiento  hacia  el  valle;  tal  vez  es  la  huella  de  un 
plieg-ue  sencillo  ó  de  un  sinclinal  en  que  el  río  encontró  mayor 
facilidad  para  el  excavamiento  de  su  cauce.  Encuéntrase,  á 
continuación,  la  notable  zona  de  las  arcillas  verdosas,  y  lueg'o 
los  yesos  hasta  Ueg'ar  al  fondo  del  valle. 

A  la  izquierda  de  la  carretera,  y  ya  junto  al  río,  se  ven  unos 
potentes  cong-lomerados  formados  por  cantos  de  cuarcita  con 
cemento  arcilloso.  Subiendo  un  poco  por  un  barranquito  abier- 
to en  estos  materiales,  se  encuentra  una  cueva  en  que  se  ve  á 
los  cong-lomerados  apoyar  sobre  una  arcilla  g-ris  ceniza  del 
aspecto  y  consistencia  de  la  peñuela  de  los  alrededores  de 
Madrid.  Un  poco  más  arriba,  el  barranquito  pone  al  descubier- 
to los  yesos,  y  se  ve  sobre  ellos  apoyar  el  cong-lomerado  si- 
líceo. 

Tiene  importancia  el  encuentro  de  estos  materiales  y  el  ha- 
ber podido  determinar  claramente  su  situación  con  respecto  á 
los  yesos,  pues  á  no  ser  así,  fácilmente  hubieran  podido  ser 
tomados  como  representantes  del  piso  inferior  de  conglome- 
rados que  Prado  señala  en  la  base  del  mioceno  lacustre  de  la 
provincia  de  Madrid,  cuando  no  se  trata  sino  de  materiales 
cuaternarios,  formados  á  expensas  de  los  cantos  acarreados  por 
el  río.  Análog-os  se  encuentran  también  en  la  orilla  derecha 
del  Tajuña,  por  debajo  de  Perales,  donde  los  observó  primero 
el  Sr.  Zuluetay  donde  hemos  comprobado  después  su  existen- 
cia y  gran  espesor  en  reciente  excursión.  Recordando  que  estos 
conglomerados  no  se  encuentran  sino  en  las  orillas  de  los  ríos, 
y  que  sus  relaciones  con  los  demás  materiales  no  están  muy 
bien  determinadas,  ocurre  pensar  si  los  hasta  ahora  atribuidos 
al  terciario  no  serán,  en  g-ran  parte  al  menos,  de  orig-en  mu- 
cho más  moderno. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  139 

Al  otro  lado  del  Tajo  visitamos  las  minas  del  Castellar,  don- 
de recog-imos  abundantes  ejemplares  de  Sal  gema  y  de  The- 
nardita.  Las  minas,  en  parte  ceg-adas,  se  abren  entre  los  yesos, 
en  la  orilla  izquierda  del  Tajo,  en  un  acantilado  y  á  15  ó  20  m. 
sobre  el  río.  Están  muy  abandonados  y  en  camino  de  ceg-arse 
por  completo. 

Desde  aquí  á  Villarrubia,  ya  en  la  provincia  de  Toledo,  el 
camino  sube  por  el  borde  de  la  meseta  de  Ocaña^  reproducien- 
do la  estructura  ya  señalada  en  el  resto  de  la  expedición.  Se  ve, 
pues,  con  toda  claridad,  y  este  es  quizá  el  resultado  más  im- 
portante de  la  excursión,  que  los  cauces  del  Tajuña  y  del  Tajo 
(y  lo  mismo  puede  afirmarse  del  Jarama),  no  son  valles  tectó 
nicos  ni  de  fractura,  sino  simplemente  efectos  de  la  erosión  en 
una  extensa  meseta  de  estratos  horizontales  que  se  prosig-uen 
perfectamente  de  una  á  otra  ladera  de  cada  valle.  El  aspecto 
montuoso  que  adquieren  los  bordes  de  estas  mesetas  parciales 
no  es  otra  cosa  que  el  resultado  de  la  erosión  superficial,  y 
desaparece  en  lo  alto  por  completo,  para  dejar  lug-ar  á  una  su- 
perficie sin  la  menor  desig-ualdad.  Coronada  la  meseta  por  la 
caliza,  uniforme  en  su  dureza  y  en  su  estructura,  no  hay  ni  si- 
quiera las  colinas  que  en  la  zona  media  de  estos  terrenos  acu  • 
san  la  presencia  de  núcleos  más  resistentes  que  han  sido  res- 
petados por  la  erosión,  formando  pequeños  macizos  irreg-ulares 
aislados  (cerros  de  Almodóvar,  de  los  Áng-eles,  de  Villaluen- 
g-a,  etc.).  La  mayor  altura  que  por  aquí  alcanza  la  llanura 
entre  Tajo  y  Tajuña,  las  Peñas  Gordas  de  Villarejo  de  Sálva- 
nos (794  m.),  no  es  un  cerro  sino  una  elevación  que  apenas  se 
disting-ue  entre  las  desig-ualdades  de  la  meseta,  á  muchas  de 
las  cuales  sólo  excederá  en  alg-una  decena  de  metros. 


Acción  de  las  soluciones  de  HONa  sobre  el  «B.  virgula», 
el  «B.  Eberth»  y  el  «Bacterium  coli» 

POR 

R.    TURRÓ 

Cuando  mezclamos  uno,  dos,  tres  g*ramos  de  solución  de  sosa 
cáustica  dosada  al  1  por  100  sobre  un  cultivo  de  B.  virgula  en 
ag-ar  ag-ar,  al  mezclar  el  cultivo  con  el  líquido  por  medio  del 
estilete  observamos  que  pierde  rápidamente  su  aspecto  lechoso 


no  boletín  de  la  real  sociedad  española 

y  toma  una  consisteucia  mucoide  con  alg-unos  g-rumos  flotan- 
tes en  su  seno.  La  observación  microscópica  de  este  líquido  de- 
muestra que  los  vibriones  son  atacados  por  la  sosa  y  son  di- 
sueltos en  el  líquido.  Basta  filtrar  entre  el  porta  y  cubre-obje- 
tos una  g'ota  de  esta  solución,  para  que  comprobemos  clara- 
mente que  los  vibriones  son  inmovilizados  instantáneamente 
y  transformados  lueg-o  en  granulaciones  ovoideas,  acabando 
por  desaparecer  enteramente  en  el  seno  del  líquido  alcalino. 

Las  soluciones  al  '/^  por  100  poseen  una  acción  disolvente 
muy  notable;  al  4  por  100  esta  acción  es  menos  activa  y  sus 
efectos  se  manifiestan  con  mayor  lentitud.  De  todas  maneras 
3  g.  de  solución  al  1  por  100  bastan  para  disolver  los  cultivos 
de  8,  10  y  más  tubos  de  ag-ar-ag"ar. 

En  presencia  de  este  hecho  inesperado  hemos  procurado  des- 
cubrir si  la  disolución  del  B.  colerigeno  libera  al  líquido  disol- 
vente, las  endotoxinas,  y  si  la  naturaleza  química  de  éstas  era 
alterada  por  la  acción  de  la  sosa;  esta  cuestión  reviste  tanta 
mayor  importancia,  cuanto  se  viene  discutiendo  desde  largo 
tiempo  si  el  veneno  colérico  es  soluble  en  los  medios  de  culti- 
vo, ó  si  es  una  verdadera  endotoxina.  Bhering*  y  Ransom  creen 
que  es  soluble,  como  Mechtriccoff,  Roux  y  Salinbeni,  que  sos- 
tienen la  misma  tesis,  y  al  parecer  la  demuestran,  por  medio  de 
la  inserción  de  los  sacos  de  colodión  llenos  de  cultivo,  en  el  pe- 
ritoneo de  los  cobayas,  en  cuyas  condiciones  sucede  que  sin 
que  la  vírg-ula  sea  dig-erida,  se  lleg'a  á  intoxicar  los  animales 
de  ensayo  por  liberarse  toxinas  solubles.  En  la  misma  idea 
abundan  Kraus,  Pribram,  Brau  y  Benier.  Pjeiffer  sostiene  la 
opinión  contraria,  apoyándose  en  el  hecho  universalmente 
comprobado  de  que  la  inyección  de  cultivos  de  mrgula  en  el 
peritoneo  de  los  cobayas  determina  su  transformación  granu- 
lar, y,  por  tanto,  la  digestión  del  microbio  y  una  peritonitis 
mortal.  El  hecho  demuestra  que  la  liberación  de  las  toxinas 
coléricas  va  ligada  á  la  digestión  del  microbio,  y  que,  por  tan- 
to, constituyen  una  verdadera  endotoxina.  Ambas  opiniones 
contienen  un  fondo  de  verdad,  según  puede  verse  por  los  ex- 
perimentos que  á  continuación  exponemos. 

El  raspado  de  dos  cultivos  de  mrgula  en  tubos  inclinados  de 
agar,  disueltos  en  2  g".  de  la  solución  sódica  al  }i  por  100,  in- 
yectados bien  por  la  vía  subcutánea,  bien  por  inyección  peri- 
toneal,  determinan  un  edema  difuso  extensísimo  y  una  peri- 


DE    HISTORIA    NATURAL.  141 

tonitis  con  exudado  serolieraorrág-ico  abundantísimo,  matan- 
do á  los  cobayas  de  250  á  300  g-.  en  el  espacio  de  dos  días. 
Esta  acción  es  tanto  más  rápidamente  mortal,  cuanto  mayor 
sea  la  virulencia  del  microbio.  Así  ocurre  que  se  pueden  in- 
yectar cuatro  y  cinco  centímetros  de  emulsión  de  virgula,  he- 
cha con  ag-ua  destilada,  sin  determinar  efectos  tóxicos;  mas 
esta  misma  emulsión,  tratada  por  medio  de  la  sosa,  es  mortal 
á  una  dosis  incomparablemente  menor.  Si  los  cultivos  enveje- 
cen y  las  toxinas  se  acumulan  con  la  edad  en  el  seno  del  pro- 
toplasma  bacilar,  basta  una  dosis  menor  de  los  mismos  para 
que  resulte  mortal.  Todo  lo  cual  demuestra  que  son  los  prin- 
cipios liberados  al  líquido  disolvente  los  que  son  realmente 
tóxicos. 

Los  cobayas  de  400  á  500  g".  resisten  la  toxina  colérica  á  la 
misma  dosis  durante  seis  ú  ocho  días,  dentro  de  cuyo  plazo 
suelen  sucumbir  también.  Una  vez  inmunizados  los  cobayas 
por  medio  de  una  dosis  previa  de  toxina  menor  que  la  mínima 
mortal,  al  cabo  de  nueve  ó  doce  días  resisten  la  inyección  de 
una  dosis  mortal. 

La  toxina  colérica  obtenida  por  estos  procedimientos  es  ter- 
mo-estábil. La  ebullición  no  la  altera,  pero  es  muy  sensible  á 
la  acción  de  las  radiaciones  luminosas.  Se  la  puede  conservar, 
al  parecer  indefinidamente  en  la  obscuridad,  en  mis  tubos 
anaerobios. 

Los  hechos  apuntados  demuestran  que  los  alcalinos  ejercen 
una  acción  disolvente  sobre  los  principios  tóxicos  contenidos 
en  el  protoplasma  bacilar  de  esta  especie  microbiana.  No  es, 
pues,  de  admirar  que  en  los  sacos  de  colodión,  insertados  en 
el  peritoneo  de  los  cobayas,  la  acción  osmótica  ejercida  á  tra- 
vés de  las  paredes  sobre  los  bacilos,  por  su  naturaleza  alcalina 
determine  sobre  ellos  una  acción  disolvente  capaz  de  intoxicar 
el  animal,  aun  cuando  no  sean  disueltos  en  su  totalidad.  La 
misma  explicación  es  aplicable  á  los  experimentos  de  Kraus  y 
Prig-bran,  ó  los  de  Brau  y  Denier,  tanto  más,  cuanto  de  anti- 
g-uo  se  sabe  que  en  los  caldos  muy  alcalinos  es  en  los  que  se 
obtiene  preferentemente  la  toxina  soluble.  La  cuestión,  pues, 
está  mal  planteada  al  suponerse  que  por  el  mero  hecho  de  ob- 
tenerse la  toxina  soluble  no  puede  tratarse  de  una  endotoxi- 
na,  ya  que  es  esta  misma  endotoxina  la  que  puede  solubili- 
zarse  por  la  acción  de  los  alcalinos. 


142  boletín    de   la   REAL   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

El  B.  Eherth  y  el  Bacterium  coli-commune  sufren  una  acción 
análog-a  por  la  acción  de  las  soluciones  de  sosa,  más  acusada 
y  más  rápida  en  el  primero  que  en  el  seg-undo.  Observando  de 
Xiisu  el  fenómeno,  se  comprueba  que  el  bacilo  se  adelg-aza  den- 
tro de  un  envolvente  hialino,  comparable  á  una  cápsula,  hasta 
desaparecer  totalmente.  Queda  en  el  liquido  de  disolución  una 
substancia  mucilag-inosa  ó  semejante  á  la  clara  del  huevo,  con 
alg'unos  g-rumos  insolubles.  La  acción  tóxica  de  estas  disolu- 
ciones son  actualmente  objeto  de  trabajos  experimentales,  con 
los  que  nos  proponemos  investig-ar  si  la  sosa  altera  sus  pro- 
piedades tóxicas,  ó  si  nos  será  posible  con  estos  procedimien- 
tos aislar  las  toxinas  de  estas  especies  microbianas,  como  lo 
hemos  hecho  respecto  del  B.  virgula,  de  Koch;  de  cuyos  resul- 
tados, sean  positivos,  sean  neg-ativos,  daremos  oportunamente 
cuenta  á  la  Real  Sociedad  española  de  Historia  natural. 

Laboratorio  microbiológico  de  Barcelona, 


Boletín   bibliográfico. 

(Contimiación.) 

Febrero. 

Sociedad  Aragonesa  de  Ciencias  Naturales.  Zaragoza.  (Boletín.)  1906,  n."  10. 
Ferrando;  Observ.  geológ.  de  la  excurs.  á  Albarracíu. — Vicioso:  Apun- 
tes para  la  Flora  Bilbilitana.  Centaureas  é  híbridos  nuevos.— Fürgús: 
Sepult.  prehist.  en  la  provincia  de  Alicante. — Pdeyo:  Excurs.  por  las 
orillas  del  Gallego. 

Societá  Toscana  di  Scienze  Naturali.  Pisa.  (Atti.)  1906-1907.  Processi  ver- 
bali.  Vol.  XVI. 

Société  belge  d' Astronomie.  Bruxelles.  (Bulletin.)  190tí,  n°  12.  1907,  n°  1. 

Société  bofanique  de  France.  Faris.  (Bulletin.)  1906,  n°  8.— Chavert:  Dip- 
sacus  et  Doronicum  nonv. — Léveillé:  Nouveantés  sino-japon.— Bona- 
Ti:  Pedicularis  pyrenaica  Gay,  var.  Donnayi.—GmoD:  Essai  de  vulga- 
risat.  de  la  botan. — Dop:  Sur  le  mouv.  des  étamines  des  Berbéridées. — 
FiNET  et  Gagnepain:  Esp.  nouv.  de  l'Asie  orient.  —  Vergdin:  Note  sur 
trois  plantes  de  Provence. — Lesdain:  Notes  lichenol. — Léveillé:  Les 
Érables  du  Japón.— Klincksieck:  Un  nouv.  Répertoire  des  Couleurs 
á  l'usage  des  naturalistes. — Heckel:  Sur  V Ambrosia  artemisiae folia. 

Société  entomologique  de  Belgique.  Bruxelles.  (Annales.)  1907,  n°  xiii. 

Wilson  Bulletin  (The).  Oberlin,  Ohio.  190G,  n°  57.  — Henderson:  With  the 


DE   HISTORIA  NATURAL.  143 

Birds  in  Northeastern  Col.— The  Birds  of  Cleveland,  Ohio,  and  Vici- 
nity. — Kall:  Some  Western  Adiiondack  Birds. — Jones:  Some  Migra- 
tion  Eecords  Along  the  Cedar  Point  Sand  Spit,  Erie  County,  Ohio, 
1906. 

Wissensckaftliche  Insektenbiologie.  Husum.  ( Zeitschrift.)  1906,  Heft  12. — 
Karawaiew:  Systemat. — Biolog.  üb.  drei  Ameisen  aus  Buitensorg. — 
Meixner:  Der  miinnl.  und  weibl.  Genitalapparat  der  Chlorodystis  rec- 
tangulata  L.  — Siltala  und  Nielsen:  Z.  Kenntnis  der  Paras,  der  Tri- 
chopteren.— Kieffer:  Eine  neue  gallenerzengende  Psyllide  aus  Vor- 
der-Indien. — Mokrzecki:  Beitr.  z.  Kenntnis  der  Lebensweisevon  St/w- 
tomaspis  pubescens  Forst,  druparum  (Boh.)  Thoms. 

Zoologischer  Anzeiger.  Leipzig.  1907,  n"'  5-6. — Woltereck:  Siebente  Mit- 
teil.  üb.  die  Valdivia.— Hyperiden.  Prolanceola  vibiliformis  n.  gen.  n.  sp. 
Schepotieff:  Z.  Systemat.  der  Nematoiden. — Schwangart:  Beitr.  Z. 
Morphol.  und  System,  der  Opilioniden. 

Zoologist  (The).  London.  1907,  n°  787.— Campbell:  Mus  musculus  var. 
31.  nudo-plicatus. — Murray:  The  Encystment  of  Macrohiotus. — McCly- 
mont:  Provine.  Ñames  and  Resorts  of  cert.  Birds  in  the  South  of  Scot- 
land.— Rope:  Habits  and  Developm.  of  the  Young  of  the  Spotted  Sa- 
lamander  (Salamandra  maculosa). — Cummings:  The  Occurrence  of  the 
Glossy  Ibis  and  Long-tailed  Duck  in  North  Devon,  with  other  Orni- 
thol.  Notes. 


Calafat  León  (D.  Juan). — Análisis  de  la  Gibsita  de  Puente  Arce  (Santan- 
der). (Bol.  R.  Soc.  esp.  Hist.  nat.  Madrid,  1906.) 

DasMET  (D.  José  María)  y  García  Mercet  (D.  Ricardo). — Los  Sphex  de  Es- 
paña. (Bol.  R.  Soc.  esp.  Hist.  nat.  Madrid,  1906.) 

FoRTí  (Uott.  Achule). — Alcuni  appunti  sulla  composizione  del  Plancton  es- 
tivo dell  Estanque  Grande  nel  Parco  del  <Buen  Retiro»  in  Madri(^ 
Modena,  1906. 

LÁZARO  É  Ibiza  (D.  Blas). — Una  especie  nueva  del  gen.  Viola.  (Bol.  R.  Soc. 
esp.  Hist.  nat.  Madrid,  1906.) 

Moles  Ormella  (D.  E.)— Análisis  de  algunas  micas  españolas.  (Bol.  R.  Soc. 
esp.  Hist.  nat.  Madrid,  1906.) 

Muñoz  del  Castillo  (D.  José).— Extinción  déla  radiact.  en  las  aguas  min. 
embotelladas.  (Anal.  Soc.  esp.  Hidrol.  méd.  Madrid,  1906.) 

Navas  (D.  L.)— Notas  geológicas.  (Bol.  R.  Soc.  esp.  Hist.  nat.  Madrid,  1906.) 

Seitz  (Dr.  Adalbert). — Les  MacroUpidopieres  du  Globe.  SMivraison.  Stlut- 
tgart,  1907. 

Weisse  (H.  J.)-  Chrysomelidae  et  Coccinellidae  aus  der  spanischen  Gui- 
nea. (Mera.  R.  Soc.  esp.  Hist.  nat.  Madrid,  1906.) 


144  boletín    de    la    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 


Marzo. 


Académie  des  Sciencies.  Paris.  (Comptes  rendus.)  T.  cxlii.  Tables  du  1"  se- 
^         mestre  1906.  T.  cxliv,  1907,  n"  5. — Deslandres  et  Azambüja:  Recher- 
ches    sur  l'atraosph.   solaire.— Perrier  (E.):  Ántopsie  de  TélépLant 
d'Afrique  Sahib  mort  au  Muséum  le  29  janv  1907.—  Chaüveau:  Déter- 
minisme  de  supér.  de  la  dépense  énergét.  attachée  á  lassimil.  des 
aliments  albumin. — Laveran:  Nouv.  contrib.  á  l'étude  des  trypanoso- 
miases  du  Haut-Niger. — André:  Sur  la  compos.  des  sucs  végét.  ex- 
traits  des  tiges  et  des  feuilles. —  Aüclair  et  París:  Constit.  chim.  du 
bacille  de  Koch. — Phisalix:  Autopsie  de  l'éléphant  d'Afrique  Sahib, 
mort  au  Muséum  le  29  janv.  1907.— Chatton:  Nouv.  aperpu  sur  les 
Blastodinides.  (Apodinium  mycetoides  n,  g.,  n.  sp.)— Glangeaod:  La 
chalne  des  Puys  et  la  petite  chaine  des  Puys. — Michel-Lévy:  Note 
sur  les  terrains  paléoz.  de  la  bordure  orient.  du  Plateau  central.— 
Bertrand:  Sur  l'allure  des  plis  anciens  dans  les  Pyrénées  centr.  et 
orient.— BoussAc:  Sur  l'áge  des  dépóts  éocénes  du  masslf  armoricain 
et  de  la   zone  de  Roneá.=N°  6. — Bouvier:  Sur  le  mécanisme  des 
transform.  en  milieu  normal  cbez  les  Crustacés. — Giard:  L'Eléphant 
d'Afrique  a-t-il  une  cavité  pleurale? — Dupont:  Effets  physiol.  des  cou- 
rants  alternat.  music.  rythmés. — Piéron:  Des  phénom.  d'adaptation 
biolog.  par  antieipation  rythmique. — Joleand:  Découv.  de  l'Aquita- 
nien  marin  dans  la  partie  moy.  de  la  vallée  du  Rhone. — Leprince- 
Ringuet:  Mesures  géotherra.  eífectuées  dans  le  bassin  du  Pas-de-Ca- 
lais=N°  7. — André:  Sur  la  migration  des  principes  solubles  dans  le 
vegetal.— Fleig:  Transform.   dans  l'organisme  et  élimin.  de  l'acide 
formique  et  des  formiates. — Delezenne:  Sur  le  caract.  brusque  de 
l'activation  du  suc  pancréat.  par  les  seis  de  calciura. — Künckel  d'Her- 
cuLAis:  Un  Diptére  vivipare  a  larves  tantót  paras.,  tantót  végétarien- 
nes.  — Janet:  Histolyse  des  muscles  vibrateurs  du  vol.  chez  les  reines 
des  Fourmis. — Nicolle  et  Pjnoy:  Sur  la  fructific.  des  cbampignons 
pathog.   á  l'intér.    méme    des   tissus   chez   l'homme. ^Marinesco   et 
Goldstein:  Recherches  sur  la  transplant.  des  ganglions  nervenx. — 
Manoüélian:  Études  sur  le  mécan.  de  la  destruct.  des  cellules  ner- 
veuses  dans  la  vieillesse  et  dans  les  états  patholog. — Glangeaud: 
Des   divers  modes  de  l'activ.  volcan,  dans  la  chaine  des  Pays. — 
Thoulet:  Fonds  sous-marins  entre  Madagascar,  la  Reunión  et  l'ile 
Maurice. 
Académie  intern aliónale  de  Géographie  Bofaniqíie.  Le  Mans.   (BuUetin.) 
1907,  n°  208.— Petitmengin:  Etudes  comparat.  sur  la  flore  audine  et 
sur  celle  des  Alpes  européennes. — Gandoger:  Les  Pedicularis  hispano- 


DE    HISTORIA    NATURAL.  145 

portugais. — Delmas,  Marnac  et  Rkynier:  Aper9u  sur  la  Flore  de  la 
Montagne  Sainte-Victoire  prés  d'Aix-en-Provence. 

Bücher  Verzeichnis.  R.  Friedlander  iind  Sohn.  Berlín.  N"  464. 

Canadian  Entomologist  (The).  London.  Ontario.  1907,  n°  2.— Casey:  Notes 
on  Chalcolepidins  and  the  Zopherini.  — Dyar  and  Knab:  Classif.  of 
tlie  Mosquitoes. — Knab:  New  spec.  of  Megarhinus. — Cockerell:  Two 
new  Bees  of  the  g.  Triepeolus. — Kearfott:  New  Micro-Lepid. — De  la 
Torre:  Rhagovelia  obesa  Uhler. — Barnes:  New  sp.  of  N.  Amer. 
Lepid.— Harris:  Southern  Butterflies  in  Massach. 

Clínica  y  Laboratorio.  Zaragoza.  1907,  n.°  1. — Ramón  y  Cajal  (P.):  El  en- 
céfalo de  los  Batracios. — Novoa:  Sobre  el  mecanismo  de  las  acciones 
hidrolíticas. 

Deutsche  Entomologische  Zeit&chrift.  Berlin.  1907,  Heft  2.— Berkhauer: 
Ein  neues  deutsches  Staphylinidengenus. — Breddin:  Berytiden  und 
Myodochiden  von  Ceylon. — Felsche:  Notiz.  üb.  Metopodovius  FMsa- 
bethae  Waterh. — Heller:  Die  Larve  von  Pachyonix  quadridtns  Chevr. 
Meyer:  Coleopterol.  Ergebnis  einiger  in  der  Umgebung  Finmes  vor- 
genommener  Siebe-Eskurs. — Müller:  Sammel-Notizen  üb.  in  der 
Umgeg.  von  Berlin  vorkommende  selteue  Coleopt. — D'Orbigny:  Des- 
cript.  d'esp.  nouv.  d'Onthophag.  afric. — Pape:  Brachyceridarum  Cata- 
logus. — RoTHscHiLD  uud  JoRDAN:  Lepid.  aus  Neu  Guinea. — Schen- 
KLiNG:  Bemerkungen  z.  Stratocera  formosa  Boh. — Schmidt:  Namen- 
sánderungen  in  der  Gatt.  Aphodiits  und  eine  Neubeschreibung. — 
Sloane:  New  Carabidae  from  Germán  New-Guinea  and  its  Dependen- 
cies.  —  Wasmann:  Die  Mikrophotogr.  ini  Dienste  der  Entomol.— Üb. 
einige  afrik.  Paussiden. — Wellman:  Nene  Beobachtungen  üb,  die 
geograph.  Verbreitung  von  Glossina  palpalis'Roh. 

Entomologische  Litteraíurblatter.  Berlin.  1907,  n**  2. 

Entomologisk  Tidskrift.  Upsala.  1906,  Arg.  27,  Háft  1-2.— Kaüdern:  Bi- 
dragtill  kannedomen  om  Sandons  insektfauna. — Lampa:  Ronnbarsma- 
len  (Argyresthia  conjugella  Z.  — Berattelee  till  K.  Landtbruksstyrelsen 
angáende  verkeamheten  vid  Statens  Entomologiska  Anstalt  und*^*-  °r 
1905.  — Statsanslag  till  Entomolog.  Foreningen. — Om  s.  k.  mordlar- 
ver. — Meddelelser,  vedrorende  Insektangreb  pa  markafgroder  i  Jyl- 
land  1905. — En  fór  var  fauna  ny  skalbagge. — Mjoberg:  Om  Niptus 
hololeucus  Fald. — Entomol.  Jahrbuch. — Muchardt:  Bidrag  till  kanne- 
domen om  Sveriges  Hemiptera  och  deras  utbredning  inom  landet. — 
Nya  lokaler  for  skalbaggar  och  Stek'ar. — Nordenstrom:  Reminiscen- 
ser  fran  entomol.  stroftag  1905. — Sjostedt:  En  bestigningaf  Kiliman- 
djaros  hogsta  delar. — Trybom:  Entom.  Foreningens  hogtidssamman- 
trade  aGrand  Restaurant  National  den  14  december  1906. — Tuli.gren: 
Om  6koldloss.=Haft  3-4. — Federley:  Den  experiment.  lepidopt.  och 
des  historia. — Mjoberg:  Om  Tomicus  cryptographus  Ratzb. — Trybom: 


146  boletín    de    la    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Entom.  Foreningens  eammantrilde  a  Grand  Restaurant  National  den 
28  april  1906.— Tullgren:  Notiser  rorande  Bkoldloss. — Intr3'ck  fran 
en  praktiskt-entomologisk  studieresa  i  utiandet  sommaren  1906. — 
Nágra  iakttagelser  rorande  Teutona  grossa  C  R.— Oliindska  hydra- 
chnider-Svensk  Spindelfauna,  forsta  ordningen,  Chelonethi. — Svensk 
Spindelfauna  andra  ordningen,  Phalangidea. — Notiser  rorande  áster 
of  arachnidgriippema  Chelonetti  och  Phalangidea. — Wahlgren:  Co- 
llembolairtn  tome  lappmark  och  angriinsande  trakter. — Svensklnsekt- 
fauna.  i.  Apterygogenea. — Vareniüs:  Tvenne  for  Sverige  nya  Skal- 
baggar. 

Entomologist's  Record  (The).  London.  1907,  n°  2.— Hudson:  Retrosp.  of 
of  a  Coleopterist  for  1906. — Edelsten:  The  Identity  of  the  British 
Nonagria  Neurica. — Bürr:  Synopsis  of  the  Orthopt.  of  West.  Europe. 
Turner:  Notes  on  Coleophora  badiipeiineUa.  —  StAMjiMAJi:  ButterfL  at 
Wimbledon  in  1905  and  1906. — Ketnes:  Butterfl.  in  Eastern  Switzer- 
landin  1906. 

Farmacia  y  MedicÍ7ia.  Barcelona.  1907,  n.°  3. 

Gaceta  farmacéutica  española.  Barcelona.  1907,  n.°  99. 

Geologisches  Gentralhlatt.  Leipzig.  1906,  Band  viii. 

Ingeniería.  Madrid.  1907,  n.os  67-68. 

K.  K.  Zoologisch-botanischen  Gesellschaft.  Wien.  (Verhandlungen.)  1906, 
10  Heft.— Müllbr:  Cerambycidae  Dalmatiae. 

Laboratorio  Municipal  de  Higiene.  Madrid.  (Boletín.)  1906,  n.os  6-9. 

Las  Baleares.  Palma  de  Mallorca.  1907,  n.°  74. 

Le  Naturaliste.  París.  1907,  n°  479. — Boussac:  Set-Typhon  et  l'Okapi. — 
Trouessart:  La  distrib.  géogr.  des  animaux  viv.  et  foss.  — Meunier: 
La  <Pierre  á  Tonnerre  brillante». — Noel:  Le  Plutella  Porrectella. — 
Coüpin:  La  Tortrix  de  Bergmann.  —  Massat:  Les  Peuples  de  la 
Sibérie. 

Museum  National  Eungarici.  Budapest.  (Annales.)  1906,  vol.  iv,  pars  2\ 

Physikalisch-medicinischen  Gesellschaft.  Würzburg.  (Sitzungs-Berichte.) 
1906,  nos  1-6. 

Beal  Academia  de  Ciencias  y  Artes.  Barcelona.  (Memorias.)  Vol.  vi,  núme- 
ros 1-2. — Almera:  Estudio  de  un  lago  oligoc.  en  Campins,=N.os  3-5.— 
Cadevall:  Notas  fitogeogr.  críticas. 

—  Año  académico  de  1906-1907.  Nómina  del  personal  acad. 

Real  Instituto  bacteriológico  Cámara  Pestaña.  Lisboa.  (Archivos.)  1907, 
tome  I,  fase.  ii. 

Real  Sociedad  Geográfica.  Madrid.  (Boletín.)  T.  xlviii,  4.°  trim,  de  1906. — 
Soler:  La  Alpujarra  y  Sierra  Nevada. — El  área  de  la  región  antárt. 
desconocida,  comparada  con  el  área  de  la  región  ártica  también  des- 
conocida^^ Colón:  Descripción  y  cosmogr  de  España  (contin.). 

—  (Revista  de  Geografía  Colonial  y  Mercantil.)  1907,  t.  iv,  n°  1 


DE    HISTORIA   NATURAL.  147 

Rivista  coleotterologica  italiana.  Camerino.  1907,  n°  2. — Leoni:  Gli  Spho- 
drjis  italiani  (contin.). 

Royal  Microscopical  Society.  London.  (Journal.)  1907,  part  1.  —  Gordon: 
The  Use  of  a  Top  Stop  for  Develop.  Latent  Powers  oí  the  Microsc. — 
RoGERs:  Microsc.  Study  of  Strain  in  Metals. 

Sociedad  española  de  Física  y  Química.  Madrid.  (Anales.)  1907,  n°  39. — 
Muñoz  del  Castillo:  Radiactivacióa  de  líquidos  por  la  emanación  de 
los  minerales  radiact.  de  San  Kafael  de  El  Espinar. — Primer  estudio 
sobre  la  extinción  de  la  activ.  en  las  aguas  miner.  radiact.  españ. 
embotelladas. 

Societá  italiana  di  Scienze  naíurali.  Milano.  (Atti.)  1907,  vol.  xlv,  fase.  3.** 
Staurexghi:  Processus  petrosi  postsphenoidales  negli  Sciuromorpha, 
Prosimiae,  Antilopinae. — Processus  petrosi  postsphenoidales  nelle  pa- 
reti  later.  della  Loggia  deiripofisi  deüa  Mustela  foina  Briss.  e  del 
Canis  vulpes  L  — Annotaz.  interno  al  Dorsum  séllale  dell  E.  caballus  L. 

Société  Botanique  de  France.  París.  (Bulletin.)  1906,  n°  9.— Malinvand: 
Florulae  oltensis  Additamenta. — Lépeillé:  Les  Gentianes  du  Japón. — 
Mahed:  Sur  les  organes  sécrét.  des  Ménispermac. — Déribéré-Desgar- 
DEs:  Plantes  peu  comm.  en  Berry,  récolt.  dans  l'Indre. — Clos:  La  pre- 
miére  flore  de  l'Amér.  du  N. — Bodly:  Liclieus  des  envir.  de  Luxenil 
(Haute-Saóne). — Peltrisot:  Sur  un  nouv.  microtome  á  main.— Chaü- 
veaud:  Sur  une  nouv.  interprét.  des  mouvem.  provoques  dans  les 
étam.  de  Berberís. — Réaubourg:  A  propos  du  Salvia  verticillata  L. — 
Griffon:  Quelques  essais  sur  le  greffage  des  Solan.- Dubard:  Révis. 
du  genre  Oxera  (Verbenac). 

Société  entomologique  de  Be.lgique.  Bruxelles.  (Anuales.)  1907,  n*"  1. — Lam- 
billion:  Note  sur  deux  aberrat.  intéress.  de  Hyloicus  pinastri  L. — 
DoGNiN:  Hétéroc.  nouv.  de  l'Amér.  du  S. — Bondroit:  Descript.  d'un 
Staphyl.  nouv.  du  genre  Bledius. — Kolbe:  Nene  Coprophagen  aus 
Afrika. — De  Crombrugghe:  Observ.  sur  quelq.  larves  de  Microlé- 
pidopt.  des  envir.  de  Bruxelles. — Schouteden:  Descript.  d'Asopiens 
nouv. 

Société  entomologique  suisse.  Berna.  (Bulletin.)  1906,  Heft  5.— Stierlin: 
Coleopt.-Fauna  der  Gegend  von  Schaííhausen. — Steck:  Bitte  on  die 
Hymenopterol.  KoUegen. — Blosch:  Verzeichnis  einig.  Braconiden 
und  Ichneumon.  aus  der  Umgeg.  von  Laufenburg. — Frey-Gessneb: 
Hymenopt.  Helvetiae. 

üniversitu  of  Colorado  Studies  (The).  Boulder,  Coló.  1906,  vol.  iv,  n°  1. 

Weather  Burean.  Manila.  190(5.  Bulletin  for  May. 

Wiener  Entomologische  Zeitung.  Wien.  1907,  ii  Heft.— Flach:  Übersicht 
der  mir  bekannten  Brachyderes. — Bezzi:  Nomenklat.  üb.  Dipter. — 
Petri:  Vier  neue  Rüssler  aus  Tarkestan  und  China  und  eine  neue 
Crepidodera  aus  Siebenbürgen. — Müller:  Eine  neue  Hoplia  aus  Süd 


148  boletín    de    la    REAL    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Italien. — Reitter:  Übersicht  der  mir  bekannten  Arten  des  Coleopt.- 
Genus  Agonum  Bon. — Übersicht  der  palaearkt.  Arten  der  Coleopt.- 
Gatt.  Chloebius  Schonb.— Heyden:  Entgegnung  auf  die  Berichtigung 
der  Herr  Weise  in  dieser  Zeitschrift  1907. 

Zoologischer  Anzeiger.  Leipzig.  1907,  n"  7. — Schofema:  Üb.  eine  neue 
blinde  Gammaridenart  aus  Montenegro, — Richters:  Zwei  neue  Echi- 
71ÍSCUS- Arten. — Kükenthal:  Gorgoniden  der  Deutschen  Tiefsee-Ex- 
ped. — Fleüre  and  Walton:  Notes  on  the  habita  of  some  Sea  Ane- 
mones.—Zimmer:  Neue  Cumac.  aus  den  Familien  Diastylidae  und 
Leuconidae.  — Kuehler:  Sur  le  dimorph.  sexuel  de  V Ophiacantha  vivi- 
pca-a.=N°  8. — Satünin:  Zwei  neue  Igel  aus  West-Transkauk. — Laack- 
mann:  Antarkt.  Tintinnen.  — Muralewitsch:  Zwei  neue  Arten  ven 
Scutigera  aus  der  Mandschurrei. — Awerinzew:  Üb.  einige  Süsswasser- 
Frotoz.  der  Báreninsel. — Zavrel:  Die  Augen  einig.  Dipteren  larven 
und  Puppen. — Haller:  Üb.  die  Ocellen  von  Periplaneta  orientalis. 

Zoologist  {The).  Loudon.  1907,  n"  788.— Nepburn:  The  Birds  of  North 
Kent. — Sei.ous:  Observ.  tending  to  throw  Light  on  the  Quest.  of 
Sex.  Select.  iu  Birds.  — Southwell:  Notes  on  the  Artic  Whaling  Vo- 
yage  of  1906. 


Amargos  Bertrán  (D.  Luis  G.)  — La  síntesis  en  Mineralogía.  Barcelona, 

1906. 
Bescansa  (D.  Fermín).— Algunas  «Conjugadas»  de  la  provincia  de  Orense. 

(Bol.  R.  Soc.  esp.  Hist.  nat.  Madrid,  1907.) 
Calderón  (D.  Salvador).— Sobre  los  fenómenos  de  las  pegas.  México,  1906. 
Chevredx  (M.  E.) — Amphipodes   de  rExpédition  antarctique    frauQaise 

(1903-1905).  Paris. 
Jardín  Botánico  de  Valencia.  Semillas  recolectadas  durante  el  año  1906. 
Klapalek  (M.  F.)— Dos  Neurópteros  de  la  Guinea  española.  (Mem.  R.  Soc. 

esp.  Hist.  nat.  Madrid,  1906.) 
Maciñeira  y  Pardo  (D.  Federico). — El  Santuario  de  San  Andrés  de  Tei- 

xido.  Ferrol,  1907. 
Olivier  (M.  N.)— Les  Parasites  de  nos  Lichens  f rancháis.  Bazoches-au- 

Houlme,  1906. 
Olsson-Seffer  (M.  Pehr).— Rubber  Planting  in    México  and    Central- 
América.  Singapoore,  1907. 
Vázquez  Figüeroa  (D.  Aurelio). — Nuevas   especies   de  Lepidópteros   de 

España.  Madrid,  1906. 


Sesión  del  3  de  Abril  de  1907. 

PRESIDENCIA    DK    D.    JOSÉ    CASARES    GIL 

El  Secretario  leyó  el  acta  de  la  anterior,  que  fué  aprobada. 

Admisiones.  — Fueron  admitidos  como  socios  numerarios  el 
Instituto  g-eneral  y  técnico  de  Granada,  D.  Mig-uel  Zabala  y 
Lara,  D.  José  Álvarez,  D.  Manuel  Díaz  Tortosa,  D.  Francisco 
González  Sánchez  y  D.  Florián  Ruiz  Cuevas,  propuestos  en  la 
sesión  anterior,  los  cinco  primeros  por  D.  Juan  L.  Diez  Torto- 
sa y  el  último  por  D.  Francisco  Aranda.  También  fué  admi- 
tido el  Dr.  Tacquin,  de  Mog-ador,  presentado  por  el  Sr.  Martí- 
nez de  la  Escalera. 

Correspondencia.— El  Sr.  Calderón  leyó  una  carta  del  Sr.  St. 
Wasliing-ton,  dando  gracias  por  haber  sido  nombrado  socio  co- 
rrespondiente. 

Centenario  de  Linnec— El  Sr.  Lázaro  é  Ibiza  dio  cuenta  de  los 
trabajos  preparatorios  que  ha  ejecutado  la  Comisión  de  que 
forma  parte,  para  el  mejor  desempeño  del  cometido  que  se  la 
confirió  en  la  sesión  de  Marzo.  Dijo  el  Sr.  Lázaro  que  en  el 
Archivo  y  Biblioteca  del  Jardín  Botánico  se  conservan  las 
cartas  originales  de  la  correspondencia  que  sostuvo  Linneo 
con  su  discípulo  Loefling-  mientras  este  permaneció  en.Madrid 
estudiando  la  flora  de  nuestra  Península  y  en  relación  con  los 
botánicos  españoles.  Añadió  el  Sr.  Lázaro,  que  la  corresponden- 
cia de  Loeñing"  con  su  maestro  no  existe,  naturalmente,  en 
la  Biblioteca  del  Botánico,  pero  que  una  traducción  de  ella, 
hecha  directamente  del  sueco  por  el  Sr.  Asso,  apareció  en  una 
publicación,  ya  exting-uida,  los  Anales  del  Museo  de  Bistoria 
Natural  de  Madrid,  de  donde  podría  reproducirse,  para  com- 
pletar, dando  ahora  á  la  estampa  las  cartas  de  Linneo  á  su 
discípulo,  la  correspondencia  sostenida  entre  ambos  sobre  la 
flora  de  España  y  los  botánicos  españoles.  El  Sr.  Lázaro  mani- 
festó, además,  que  la  Comisión  de  que  forma  parte  piensa  pro- 
poner la  publicación,  en  un  cuaderno,  de  todos  esos  interesan- 

T.  TIL— Abril,  1907.  II 


150  boletín  de  la  real  sociedad  española 

tes  documentos,  añadiendo  las  credenciales  que  acreditaron  á 
Loefling"  como  representante  de  la  Universidad  de  Upsala  en 
Madrid,  las  instrucciones  manuscritas  que  dio  Linneo  á  su  dis- 
cípulo para  el  desempeño  de  la  comisión  que  trajo  á  España, 
otros  manuscritos  de  interés,  concernientes  al  mismo,  que 
aquí  se  conservan  y  una  reproducción  del  busto  de  Linneo 
que  corona  un  pequeño  monumento  levantado  en  nuestro  Jar- 
dín Botánico;  busto  que,  al  decir  de  personas  competentes, 
reproduce  con  gran  fidelidad  uno  de  lo^  mejores  retratos  del 
g-ran  naturalista  sueco  que  se  conservan  en  Upsala.  La  publi- 
cación de  todos  estos  documentos  y  del  retrato,  podrían  cons- 
tituir un  cuaderno  de  nuestras  Afemorias,  que  se  editaría  con 
motivo  de  la  celebración  del  Centenario  que  trata  de  conme- 
morarse; pero  al  proponerlo  así.  advirtió  el  Sr.  Lázaro  que  las 
dimensiones  de  aquél  sobrepasarían,  con  mucho,  las  de  los 
cuadernos  ordinarios  de  Memorias,  por  lo  cual  creía  necesa- 
rio consultar  á  la  Sociedad  sobre  la  procedencia  de  esta  pu- 
blicación. 

El  Sr.  Presidente  y  algunos  señores  socios  felicitaron  al  señor 
Lázaro  por  el  trabajo  que  ha  ejecutado  la  Comisión  deque  for- 
ma parte,  acordándose  que  la  Sociedad  vería  con  gusto  la  pu- 
blicación de  los  documentos  encontrados  en  nuestro  Jardín 
Botánico,  y  que  la  Comisión  de  referencia  se  entienda  di- 
rectamente con  el  Sr.  Tesorero  para  todo  lo  concerniente  á 
este  asunto,  autorizándole  para  que  resuelva  lo  que  estime 
más  oportuno. 

Notas  y  comunicaciones. — El  Secretario  presentó  dos  trabajos 
del  Sr.  Cabrera  Latorre,  uno  titulado  «Roedores  nuevos  de 
Marruecos»  y  otro  «Los  lobos  de  España». 

— El  mismo  Secretario  entregó  un  estudio  remitido  por  don 
Daniel  Jiménez  de  Cisneros  bajo  el  título  de  «Excursiones  por 
el  Norte  de  la  provincia  de  Alicante». 

— El  Sr.  Calafat  dio  cuenta  de  los  trabajos  de  investigación 
que  está  llevando  á  cabo  sobre  fosforescencia  de  varios  mine- 
rales. 

— El  Sr.  Fernández  Navarro  presentó  las  pruebas  de  algunas 
láminas  coloreadas  que  ilustrarán  la  Memoria  sobre  la  región 
volcánica  de  Gerona  que  está  actualmente  en  prensa. 


DE    HISTORIA  NATURAL.  151 

Notas  hihliográficas. — El  Sr.  Calderón  leyó  las  sig-uientes: 

Wetzig,  Bruno:  Beitrcige  ziir  Kenntnis  der  Huelvaner  Kies- 
lagersiatten.  (Contribuciones  al  conocimiento  de  los  yacimien- 
tos de  pirita  de  Huelva).  Zeits.  f.  prakt.  Geol.,  14,  1906,  pági- 
na 173-186,  con  13  g-rabados. 

Los  depósitos  de  pirita  de  la  provincia  de  Huelva  se  asien- 
tan en  una  región  que  muestra  ser  una  extensión  denudada 
de  pizarras  arcillosas  y  rocas  diabásicas.  Ambas  rocas  se  ha- 
llan concordantes  y  extendidas  en  mantos.  Cerca  de  dichas 
antig'uas  diabasas  asoman  erupciones  de  pórfido  cuarcífero  que 
han  producido  notables  perturbaciones  ascendentes  en  los  filo- 
nes metalíferos  de  la  localidad.  En  cuanto  á  las  pizarras,  mues- 
tran fenómenos  de  metamorfismo  en  el  contacto  y  proximidad 
de  los  pórfidos  intrusivos. 

Las  capas,  e^sí  como  los  depósitos  piritíferos,  están  dispues- 
tas á  modo  de  lentejones  concordantes  con  las  pizarras,  y 
aquéllos  se  disponen  frecuentemente  en  el  sentido  en  que  co- 
rren las  seg'undas. 

Los  filones  no  consisten  en  una  masa  única,  sino  que  son 
bancos  con  capas  pizarrosas  en  posiciones  ang'ulares  variables 
y  también  yaciendo  transversalmente.  Marcan  el  cambio  de  la 
dirección  filones  de  blenda  y  g*alena  en  bandas  paralelas  á  la 
estratificación  de  las  rocas  próximas.  Otros  bancos,  en  los 
cuales  predominan  las  pizarras  á  costa  de  las  piritas,  son  los 
llamados  azufrones,  en  los  que  el  autor  halla  analog-ía  con  los 
Eniests  de  Rammelsberg". 

La  ley  de  cobre  de  las  masas  de  mineral  primarias  no  está 
sometida  á  regia  fija,  al  paso  que  en  las  secundarias  se  reco- 
noce una  proporción  determinada,  como  sucede  en  el  sombre- 
ro de  hierro  de  las  minas.  Tales  enriquecimientos  secundarios 
acompañan  ya  á  las  rocas  consolidadas,  ya  á  las  g-ang-as  que 
ocupan  las  roturas  de  la  masa  estratificada.  El  autor  cree  ne- 
cesario refutar  las  antiguas  opiniones  sobre  la  supuesta  natu- 
raleza eruptiva  del  sombrero  de  hierro. 

La  deducción  capital  del  autor  estriba  en  el  carácter  pri- 
mordialmente  sedimentario  de  las  formaciones  de  pirita.  Falta, 
á  su  juicio,  el  carácter  propio  de  los  rellenos  de  g-rietas  ó  rotu- 
'ras  y,  sobre  todo,  cree  notar  la  circunstancia  d'e  que  existen 
todas  las  gradaciones,  desde  la  pirita  pura,  hasta  la  más  ó  me- 
nos impregmada  de  hierro  y  las  pizarras  completamente  priva- 


152  boletín    de   la   REAL   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

das  de  sulfuro,  así  es  que  la  diferencia  entre  las  formaciones 
de  pirita  pura  y  las  pizarras  piritíferas  es  puramente  cuanti- 
tativa. Estas  últimas  se  hallan  de  preferencia  en  la  proximi- 
dad de  los  filones  y  existen  también  sirviendo  de  enlace  á  los 
depósitos  aislados;  pero  las  hay  asimismo  como  miembros  in- 
dependientes, y  á  veces  orig-inando  sombreros  de  hierro. 

Otra  formación  secundaria  que  acompaña  á  la  pirita  y  que 
debe  su  orig-en  á  la  descomposición  de  ésta,  es  la  llamada 
lol)a.  Evidentemente  el  ag-ua  de  lixiviación  con  sulfato  de 
hierro  afluyó  á  estanques  ó  lagunas,  asi  como  cantos  rodados 
que  fueron  cementados  por  el  óxido  de  hierro  resultante  de 
la  reducción  de  aquella  sal.  Esta  toba  es  más  antigua  que  el 
pórfido,  por  el  cual  ha  sido  perturbada  en  ocasiones,  y  seg-u- 
ramente  de  edad  preterciaria. 

La  configuración  del  cuerpo  de  los  filones  es  lenticular,  con 
prolongaciones  alargadas.  Es  extraordinaria  su  terminación  en 
punta  con  ángulos  relativamente  truncados,  si  bien  esta  misma 
particularidad  se  advierte  en  las  pizarras  arcillosas  puras. 

También  son  de  naturaleza  sedimentaria  las  formaciones  de 
manganeso  de  la  misma  provincia.  Las  excavaciones  más  mo- 
dernas han  revelado  que  los  depósitos,  tanto  de  espato  man- 
ganoso,  como  de  silicato,  continúan  en  la  profundidad,  siendo 
por  tanto  las  formaciones  secundarias  de  óxido  hasta  aquí 
explotadas,  obras  análogas  por  su  origen  al  sombrero  de  hierro 
de  las  piritas. 

Con  esto  termino  la  breve  exposición  del  trabajo  de  Wetzig, 
con  el  cual  no  estoy  conforme  en  varios  extremos,  y  al  que 
puede  quizá  reprocharse  algún  desconocimiento  de  otros  tra- 
bajos anteriores  en  que  se  tratan  y  resuelven  de  diferente  ma- 
nera puntos  esenciales  para  la  interpretación  del  génesis  de 
los  filones  metalíferos  de  tan  importante  región. 

Termier  (P.):  Le  granite  de  Ja  Haya  ou  des  Trois-Conronnes. 
(Bull.  de  la  Soc.  géol.  de  Fr.,  1907.) 

El  granito  estudiado  en  esta  nota  se  encuentra  en  la  fronte- 
ra franco  española,  cerca  de  Hendaya,  formando  un  macizo  de 
unos  12  kilómetros  de  largo  por  cuatro  de  ancho.  Está  rodeado 
de  pizarras  y  cuarcitas  paleozoicas,  y  él  mismo  debe  remon- 
tarse en  su  aparición  á  esta  edad.  El  autor  cree  que  el  terreno 
en  que  encaja  debe  referirse  al  Devónico  inferior. 


DE   HISTORIA   NATURAL.  153 

Los  fenómenos  de  contacto  son  insig-nificantes.  En  cuanto  á 
la  roca  es  un  granito  semejante  al  del  MontBlanc,  con  un 
poco  más  de  sílice  y  de  mag-nesia  y  un  poco  menos  de  álcalis. 
La  mica  negra  y  la  albita  en  exceso  cristalizaron  primera- 
mente, basta  que  el  baño  fundido  tuvo  la  composición  de  la 
mezcla  eutéctica  de  cuarzo,  ortosa  y  albita.  Esta  mezcla  se 
consolidó  entonces  con  prontitud  bajo  la  forma  de  un  ag-reg-a- 
do,  frecuentemente  peg-matítico,  de  micropertita  y  cuarzo.  El 
metasomatismo  de  la  roca  es  el  habitual,  con  la  particularidad 
de  que  los  feldespatos  calcicos  y  sódicos  se  caolinizaron  rápi- 
damente, en  tanto  que  permanece  absolutamente  indemne  el 
feldespato  potásico. 

Otro  macizo,  el  de  Labourd,  situado  á  20  kilómetros  del  es- 
tudiado por  el  autor,  tiene  con  él  relaciones  evidentes,  siendo 
aquel  testig-o  de  un  metamorfismo  regional  intenso,  mientras 
que  el  seg-undo  no  es  más  que  una  ¡acolita  de  vanguardia,  en 
comunicación  lejana  con  aquella  roca  abísica. 

Secciones. — La  de  Sevilla  celebró  sesión  el  2\  de  Marzo,  bajo 
la  presidencia  del  Sr.  Ferrand. 

— El  Sr.  Paul  presentó  un  ejemplar  del  Compeyídio  de  Anato- 
mía y  Fisiología  de  las  Plantas  y  princi2)almenie  de  los  árbo- 
les forestales,  por  el  Dr.  Roberto  Harting-,  traducido  del  alemán 
por  D.  Joaquín  María  de  Castellarnau.  Madrid,  1906.  Elog-ió  di- 
cho señor  tan  importante  trabajo  y  la  esmerada  traducción  de 
nuestro  ilustre  consocio,  que  ha  presentado  un  libro  primoro- 
samente impreso,  de  358  pág-inas  con  103  g-rabados  intercala- 
dos. Numerosas  notas  del  traductor  avaloran  el  mérito,  grande 
de  suyo,  de  esta  obra  útil  é  importante,  sobre  todo  por  ofrecer 
los  últimos  adelantos  de  la  Botánica  general. 

— El  Sr.  Barras,  que  se  hallaba  accidentalmente  en  Sevilla, 
dijo  que  en  el  Boletín  de  la  Real  Academia  de  la  Historia,  tomo 
XLViii,  Mayo,  1906,  ha  aparecido  un  interesante  trabajo  de  don 
Adolfo  Fernández  Casanova,  sobre  el  «Monumento  subterráneo 
descubierto  en  la  necrópolis  de  Carmona.»  Es  un  curiosísimo 
monumento  monolítico  hace  poco  conocido,  el  cual  está  exca- 
vado en  roca  caliza,  y  se  compone  de  un  cuerpo  central  y  un 
colateral,  figurando  como  accesorio  un  reducido  aposento  ado- 
sado al  costado  intermedio  del  colateral.  Se  reconocen  restos  de 
ornamentación  polícroma,  entre  ellos  dos  varas  verdes  de  lau- 


15Í  BOLETÍN    DE    LA   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

reí.  Hallazg-os  semejantes!  se  calificaban  vag-amente  hasta  hace 
poco  de  prehistóricos,  pero  hoy  se  poseen  mayores  elementos- 
para  fijar  su  antig-üedad.  La  de  este  de  Carmena,  sin  embar- 
g-o,  aún  no  está  dilucidada  por  completo,  pues  su  descubridor, 
el  Sr.  Fernández  López,  ve  en  él  un  templo  fenicio,  al  paso 
que  el  Sr.  Fernández  Casanova  cree  descubrir  inñuencias  fe- 
nicia y  prehelénica  en  esta  obra,  tal  vez  única  en  su  g-énero. 


Notas    y    comunicaciones. 


Los  vidrios  violados 

POR 

JOSÉ    ESTEVA,    PRESBÍTERO 

Ha  ya  tiempo  se  sabe  que  aquellos  vidrios  finos  en  cuya 
purificación  intervino  el  mang-aneso,  adquieren  con  el  tiempo,, 
expuestos  al  sol,  un  tinte  violáceo.  Esta  coloración  afecta  la 
masa  entera  de  esos  vidrios  sin  que  sea  posible  confundirla 
con  ciertas  irisaciones  superficiales  que,  por  efecto  de  una  es- 
caraación  provocada  por  los  ag-entes  atmosféricos,  adquieren  á 
veces  los  vidrios  antig-uos.  Se  ha  averig-uado  también  que  la 
coloración  de  los  vidrios  mang-anosos,  al  revés  de  la  de  los  iri- 
sados, desaparece  apenas  se  someten  los  trozos  coloreados- 
ai  soplete  y  vuelven  á  entrar  en  fusión. 

Mucho  se  ha  discutido  sobre  la  causa  probable  que  pudiera 
provocar  ese  matiz  violado  en  los  vidrios  soleados.  Viendo  por 
experiencia  que  varios  minerales  cambian  de  color  expuestos 
á  las  emanaciones  del  radio,  y  que  el  cuarzo  hialino  se  trans- 
forma en  ahumado  y  que  la  amatista  decolorada  se  recolora 
de  nuevo  en  las  mismas  circunstancias,  lo  mismo  que  la  ñuo- 
rina,  y  que  las  paredes  de  un  tubo  de  vidrio  que  conteng-a 
una  sal  de  radio  se  matizan  pronto  de  violado,  ha  habido 
quien  ha  supuesto  si  los  frag-mentos  de  vidrio  abandonados  se 
coloreaban  también  por  las  emanaciones  del  radio.  Pero,  ¿de 
qué  radio? 

Para  unos,  esta  substancia  se  encontraría  dispersa  espon- 
táneamente en  el  suelo  de  determinadas  reg-iones  del  g-lobo. 


DE    HISTORIA    NATURAL.  155 

careciendo,  en  cambio,  de  ella  las  tierras  de  otras  localidades. 
Así  se  explicaban  por  qué  los  vidrios  arrojados  al  suelo  en 
Bolivia,  por  ejemplo,  se  coloreaban  tan  pronto,  permanecien- 
do en  cambio  inalterables  en  el  Transvaal  y  casi  todo  el  Áfri- 
ca (1). 

Es  empero  el  caso  que,  seg-ún  parece,  los  utensilios  de  vidrio 
no  se  coloran  jamás  en  la  obscuridad  ni  siquiera  en  la  luz  di- 
fusa del  interior  de  las  habitaciones.  Es  más;  Courty,  enviado 
por  el  Gobierno  francés  á  la  América  del  Sur  como  ag-reg-ado 
naturalista  con  la  expedición  Créqui-Monfort,  logró  hacer 
virar  en  Chile  dos  botellas  de  vidrio  común  blanco,  del  rosado 
al  violado  intenso,  exponiéndolas  á  la  intemperie,  sí,  pero  al 
abrigo  de  posibles  emanaciones  radíferas  del  suelo  (2).  De  aquí 
que  alg-uien  ha  supuesto  si  este  radio  hipotético  que  colora  los 
vidrios  abandonados  está  en  el  sol,  no  en  el  suelo  terráqueo.  Ni 
encuentran  inconveniente  en  sustituir  el  supuesto  radio  sidé- 
reo por  el  uranio  ú  otro  cuerpo  muy  radiante. 

En  esta  hipótesis  se  explicaría  la  g-ran  rapidez  con  que  se 
coloran  los  vidrios  en  los  países  muy  altos  situados  á  un  nivel 
superior  á  4.000  m.  sobre  el  mar,  en  Bolivia,  por  ejemplo, 
mientras  no  se  inmutan  apenas  en  los  sitios  bajos  del  Áfri- 
ca, aun  cuando  lleguen  á  caer  sobre  ellos  los  rayos  de  un  sol 
tan  intenso  que  sea  capaz  de  abrasar.  Es  que  el  g-ran  espesor 
de  la  atmósfera  que  g-ravita  sobre  los  países  bajos  absorbe  la 
mayoría  de  las  emanaciones  radíferas  que  nos  envía  el  sol  sin 
cesar. 

Negadas  por  no  pocos  esas  supuestas  emanaciones  radífero- 
solares,  se  ha  tratado  de  sustituirlas  por  otras  radiaciones  so- 
lares, las  ultra-violadas,  por  ejemplo,  que  tantas  analogías 
tienen  con  las  del  radio.  Así  se  explicaría,  aún  mejor  que  con 
el  supuesto  radio  solar,  la  g-ran  diferencia  de  coloración  que, 
seg-ún  se  ha  dicho,  se  nota  entre  los  vidrios  de  los  terrenos  altos 
y  bajos.  Es  que  las  radiaciones  ultra-violadas  no  pueden  atra- 
vesar las  capas  aéreas  ricas  en  vapor  de  agua.  También  ten- 
drán así  fácil  solución  las  anomalías  que  se  notan  todos  los 
días  en  esas  coloraciones  sing-ulares,  pues  se  dan  casos  en  que 
vidrios  idénticos  colocados  en  sitios  próximos,  y  en  condicio- 


(1)  r.Année  Scientifique,\9QQ,  p.  84. 

(2)  La  Naturc,  n"  1.157,  p.  135. 


156  BOLETÍN    DE    LA   REAL   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

lies,  al  parecer  ig'uales,  se  coloran  de  muy  diversa  intensidad 
en  un  tiempo  determinado.  Es  que,  ya  es  bien  sabido,  cuan 
caprichosamente  vienen  del  sol  al  suelo  esas  misteriosas  ra- 
diaciones ultra-violadas.  Tan  caprichosamente  que,  seg-ún  Le 
Bon  (1),  si  el  ojo  humano  percibiera  solo  las  ondulaciones  com- 
prendidas entre  las  reg-iones  HV  del  espectro,  en  lug-ar  de  ver 
las  AH,  nos  encontraríamos  á  lo  mejor,  y  sin  saber  por  qué, 
sumergidos  alternativamente  de  una  luz  deslumbradora  á  la 
más  completa  obscuridad. 

Hay,  empero,  que  decir  que  tan  poco  se  encuentra  al  abrig-o 
de  todas  las  objeciones  esa  teoría  de  las  radiaciones  ultra-viole- 
tas del  sol  y  su  supuesta  influencia  en  la  coloración  de  los  vi- 
drios desechados.  Téng-ase  en  cuenta  que  el  citado  Courty  veri- 
ficó sus  observaciones  en  Antofagasta  (Chile),  á  tres  metros  tan 
solo  sobre  el  nivel  del  mar,  bajo  una  atmósfera,  por  ende,  tanto 
ó  más  densa  que  la  del  África,  que  en  la  última  hipótesis  deten- 
dría por  completo  ó  poco  menos  las  radiaciones  ultra-violadas. 
Esto  no  privó,  empero,  el  que  las  coloraciones  empezaran  á 
iniciarse  visiblemente  á  los  ocho  días  de  exponer  los  vidrios  al 
sol.  El  citado  autor,  partidario  decidido  de  las  emanaciones 
radífero-solares,  atribuye  esta  aparente  anomalía  á  la  sequía 
atmosférica  que  ocasiona  en  aquellas  reg-iones  de  América  una 
falta  de  lluvias  extraordinaria.  En  Francia,  en  cambio,  y  en  los 
alrededores  de  París,  donde  sobre  todo  Courty  ha  observado, 
debido  seg-uramente  á  la  humedad  relativa  del  aire  se  ven,  sí, 
dice,  muchos  vidrios  rosados  pero  ning-uno  enteramente  vio- 
lado; una  coloración,  en  suma,  deficiente,  iniciada. 

Este  conjunto  de  hechos  é  hipótesis  nos  ha  movido  á  prose- 
guir este  g-énero  de  observaciones,  haciéndolas  extensivas  á 
nuestra  localidad  de  Gerona,  región  húmeda  y  por  demás  llu- 
viosa y  situada  á  una  altura  insignificante  sobre  el  mar,  ya 
que  los  sitios  explorados  podrán  alcanzar  entre  40  y  80  m.  á  lo 
más.  Recordando  que  es  aquí  costumbre  frecuente  engastar 
con  argamasa  en  el  canto  superior  de  las  paredes  bajas  de 
cerca  fragmentos  de  vidrio  de  todas  clases,  que  sirven  de  valla 
ó  defensa  contra  quienes  pretenden  escalarlas,  hemos  visitado 
algunas  casas  de  campo  vecinas  á  la  ciudad  en  busca  de  aque- 
llos trozos  cortantes.  A  un  kilómetro  aproximadamente  de  la 

(1)    L'évolution  de  la  maliére,  p.  '290  de  la  traducción  española. 


DE   HISTORIA    NATURAL.  15" 

capital  encontramos  una  de  esas  paredes  coronada  con  los 
vidrios  que  buscábamos,  y  en  ella  hemos  verificado  las  obser- 
vaciones que  vamos  á  reseñar. 

La  pared,  en  cuestión,  se  levanta  á  una  altura  aproximada 
de  2  m.  sobre  el  suelo;  está  alineada  de  S.  á  N.  y  perfectamen- 
te orientada  para  que  la  bañe  el  sol  mientras  permanece  sobre 
el  horizonte.  La  parte  superior  de  la  misma  pared  está  arma- 
da con  muchas  docenas  de  frag'mentos  de  vidrio  de  toda  natu- 
raleza y  tamaños  empotrados  tan  solo  en  la  arg-amasa  por  su 
extremo  inferior,  quedando  al  aire  g-ran  parte  de  las  superfi- 
cies de  los  mismos.  Unos  se  encuentran  casi  verticales,  otros 
más  ó  menos  inclinados  en  áng-ulosy  con  direcciones  muy  va- 
riados. Los  vidrios  estos  proceden  unos  de  botellas,  de  crista- 
les de  ventanas,  de  copas,  quinqués,  jarrones,  vasos,  etc.,  de 
finura,  forma  y  cabida  las  más  variadas.  Unos  son  blancos, 
transparentes,  otros  de  un  neg-ro  rojo,  azul  ó  verde  más  ó  menos 
pronunciado.  De  la  inspección  detenida  q»ue  sobre  tales  vidrios 
hemos  verificado,  creemos  pueden  deducirse  las  conclusio- 
nes sig'uientes: 

1."  Que  muchos  de  estos  vidrios,  transparentes  al  principio, 
expuestos  al  aire,  se  han  vuelto  violados.  Parece  evidenciar- 
lo el  matiz  tan  pronunciado  de  este  color  que  hoy  presentan 
muchísimos  de  estos  vidrios,  siendo  así  que  jamás  lo  hemos 
visto  usado  en  los  utensilios  domésticos  de  que  un  día  estos 
trozos  formaron  parte;  tales  son,  por  ejemplo,  los  vasos  comu- 
nes. Es  más,  expuestos  al  soplete  se  decoloran  ni  más  ni  me- 
nos que  los  vidrios  mang-anosos  vueltos  violados. 

2.*  Los  vidrios  que  por  las  razones  dichas  suponemos  se  han 
vuelto  de  transparentes  violados,  proceden  todos  de  una  parte 
vitrea  relativamente  fina  ó  purificada.  Los  que  proceden  de 
botellas,  porrones,  etc.,  neg-ros  rojizos,  verdes  ó  azulados,  no 
han  cambiado.  Los  fragmentos  de  tubos  de  quinqué,  á  pesar 
de  su  diafanidad  y  pureza,  no  se  han  coloreado  tampoco  lo 
más  mínimo. 

3."  Los  vidrios  que  se  han  coloreado  lo  han  hecho  unos  con 
mucha  más  intensidad  que  otros,  no  inñuyendo  en  estos  diver- 
sos matices,  alo  que  parece,  la  diversa  orientación,  magnitud, 
inclinación,  etc.,  del  fragmento.  Sólo  la  parte  cubierta  de  arga- 
masa resulta  un  poco  más  pálida.  Tal  vez  la  diversa  cantidad 
de  manganeso  empleado  en  las  distintas  partes  de  que  proce- 


158  boletín    de   la   REAL   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

dían  estos  vidrios,  haya  producido  la  diversidad  de  matices 
de  que  tratamos. 

4/  La  coloración  ésta  ha  sido  relativamente  rápida,  toda 
vez  que  la  pared  de  referencia  hará,  alo  sumo,  unos  tres  años 
que  se  ha  levantado. 

5.*  Los  terrenos  sobre  que  descansa  y  rodean  á  g-ran  dis- 
tancia la  pared  de  que  tratamos,  consisten  en  arcillas,  arenas 
y  pequeños  g-uijarros  cuaternarios  convertidos  en  campos  de 
cultivo. 

Por  referencias  hemos  sabido  que  en  distintas  partes  de  la 
provincia  adquieren  este  matiz  violado  la  mayoría  de  los  vidrios 
blancos  de  las  paredes  de  cercado. 

Y  por  nuestro  encarg-o,  algunos  amig-os  han  recorrido  varios 
sitios  de  los  alrededores  de  esta  ciudad  en  busca  de  trozos  co- 
loreados, dando  por  resultado  tales  pesquisas  una  verdadera 
colección  de  vidrios  rotos  violados,  procedentes  de  colinas  y 
valles,  campos,  márgenes,  bosques,  matorrales;  de  todas  par- 
tes, en  una  palabra. 

Resultado:  que  también  aquí  se  vuelven  violados,  y  muy 
aprisa  por  cierto,  muchos  vidrios  blancos  en  cuya  composi- 
ción suponemos  entrará  el  manganeso,  lo  que,  atendida  la 
humedad  de  nuestro  clima  y  poca  elevación  del  suelo,  es  alg-o 
difícil  de  relacionar  con  alguna  de  las  diversas  hipótesis  que 
relativamente  á  la  causa  que  orig-ina  esas  coloraciones  más 
arriba  hemos  expuesto.  Tal  vez  reuniendo  varias  de  estas  teorías 
en  una,  la  radiactividad  del  suelo  con  las  radiaciones  ultra- 
violadas li  otras  del  sol  por  ejemplo,  y  suponiendo  que  puedan 
obrar  ya  en  común,  ya  aisladas,  seg-ún  los  casos,  sería  posible 
darse  cuenta  de  las  anomalías  que  en  nuestro  caso  y  otros  va- 
rios experimentan  al  colorarse  masó  menos,  ó  permanecer  in- 
alterables, los  vidrios  blancos. 


DE    HISTORIA    NATURAL.  1F.9 


La  «Linaria  supina»  monstruosa  de  Badalona 

POK 

JOSÉ    ESTEVA  ,    PRESBÍTERO 

El  caso  de  la  Linaria  supina  monstruosa  encontrada  por  el 
Dr.  Llenas  en  los  arenales  marítimos  de  Badalona  y  descrita 
por  el  Sr.  Aranzadi  en  el  Boletín  de  la  Sociedad,  correspon- 
diente al  mes  de  Febrero  del  año  actual,  podría,  tal  vez,  ser 
debido  al  fenómeno  denominado  por  Linneo  Peloria.  Desíg-nase 
hoy  con  este  nombre  á  la  reaparición  accidental  de  una  forma 
primitivamente  reg'ular  en  una  corola  que  paso  á  paso  se  ha 
ido  irreg'ularizando. 

En  esta  hipótesis,  los  cinco  pétalos  de  las  Linarias  hubieran 
sido  todos  antig-uamente  espolonados,  como  lo  son  aún  hoy 
ám\o&  áe,\?i  Aquilegia.  Paulatinamente  cuatro  de  los  pétalos 
de  las  LÍ7iarias\\\\\i'\Qv?i\\  perdido  sus  apéndices,  conservándolo 
sólo  uno  de  ellos  en  la  actualidad.  De  vez  en  cuando,  y  por  lo 
que  denominamos  reaparición  de  formas  antecesoras,  volvería 
á  presentarse  la  forma  arcaica  ó  reg'ular  en  la  corola  de  estas 
plantas 

El  cáliz,  evidentemente  normal  de  la  especie  monstruosa  del 
Dr.  Llenas,  la  forma  tauíbién  aparentemente  tal  del  g'ineceo 
de  la  misma  y  la  relativa  frecuencia  con  que  se  presenta  la 
anomalía  ésta  de  \^  Peloria  en  el  g-énsro  Linaria,  liacen  veri- 
símil la  hipótesis  sentada. 

Lo  difícil  es,  ó  parece  al  menos  en  este  supuesto,  hacerse 
carg-o  del  número  desusado  de  estambres  que  presentaba  la 
Linaria  descrita  por  el  Sr.  Aranzadi.  Mas  téng-ase  en  cuenta 
que  cuando  hay  cinco  estambres,  se  trata  sólo  del  desarrollo 
completo  de  un  estambre  ordinariamente  atrofiado.  Y  cuando 
es  muy  crecido  el  número  de  los  mismos,  es  siempre  éste  nú~ 
mero  un  múltiplo  de  cinco,  lo  que  da  pie  á  suponer  si  en  tal 
caso  se  deberá  este  número  extraordinario  á  la  división,  desdo- 
blamiento ó  ramificación  de  los  cinco  estambres  primitivos. 
Estos  hechos,  por  otra  parte,  se  repiten  en  la  naturaleza  todos 
los  días. 

He  aquí  lo  que  sobre  la  Peloria  aplicada  á  la  Linaria  leemos 


1(50  boletín  de  la  keal  sociedad  española 

en  Duchartre  (1):  «L'éperon  des  Linaries  est  unique;  mais  quel- 
quefois  la  corolle  des  ees  plantes  prend  cinq  éperons  sembla- 
bles,  en  se  régularisant  dans  son  enseñable,  et  prenant  ainsi 
un  aspect  tout  différent.  Linné,  en  ayant  vu  sur  la  Linarie 
commune  un  exemple,  qu'un  étudiant  suedois  avait  trouvé 
dans  une  ile  de  la  Baltique,  non  loin  d'Upsal,  ne  sut  expliquer 
le  charg'ement  que  cette  fleur  avait  subi,  et  designa  par  le 
mot  Pelona  (monstre)  cet  état  particulier  qu'il  atribuait  á  une 
fécondation  étrangére.  On  la  considere  aujourd'hui  comme 
un  retour  au  type  reg'ulier  de  cette  fleur,  et  le  mot  Pelorie  est 
devehu  en  general  synonyme  de  reg'ularisation  accidéntale 
d'une  corolle  habituellement  irreg'uliére.» 


Nota  soLre  la  termo-luminiscencia  de  los  minerales 

POR 

JUAN    CALAFAT    Y    LEÓN 

Como  estudio  preliminar  á  las  investig-aciones  que  me  pro  • 
pong-o  efectuar  sobre  la  termo-fosforescencia  de  los  minerales, 
he  tratado  primeramente  de  procurarme  una  serie  de  tipos 
distintos  de  minerales  que  presenten  eng-rado  máximo  ese  no- 
table fenómeno  luminoso.  He  utilizado  al  efecto  las  coleccio- 
nes mineralóg'icas  de  nuestro  Museo  de  Ciencias  Naturales, 
haciendo  un  minucioso  reconocimiento  en  g*ran  número  de 
ejemplares,  para  lo  cual  reducía  á  polvo  grosero  un  pequeño 
fragmento  de  cada  ejemplar,  y  estas  pequeñas  muestras  asi 
obtenidas  las  proyectaba,  separada  é  individualmente,  sobre 
una  placa  metálica  calentada  por  un  mechero  de  Bunsen  ó  una 
lámpara  de  alcohol,  sin  que  la  placa  llegase  á  la  temperatura 
del  rojo,  practicando  estas  operaciones  en  una  cámara  obscura. 
Operando  de  esta  manera  y  en  gran  número  de  ensayos,  puede 
fácilmente  observarse  que  la  mayoría  de  los  minerales  no  pre 
sentan  fenómeno  alguno  luminoso  al  ser  sometidos  á  la  ac - 
ción  de  esa  fuerte  temperatura,  en  tanto  que  en  algunos  en- 
sayos aparece  en  tales  condiciones  una  luminosidad  cuyo  co- 
lor, brillo,  intensidad  y  duración  son  muy  variables  en  las 

(1)    Elérntrits  de  Botanique,  troisióme  édition   Paris,  1885,  p.  621. 


DE   HISTORIA    NATURAL.  161 

distintas  muestras,  adquiriendo  el  fenómeno  en  alg-unas  de 
ellas  un  aspecto  de  sorprendente  belleza. 

La  comparación  de  los  resultados  obtenidos  en  las  anteriores 
experiencias,  muestra  que  el  fenómeno  que  nos  ocupa  puede 
presentarse  de  tres  maneras  distintas: 

1.''  Aparición  de  una  ráfag-a  luminosa,  g-eneralmente  de 
color  azul,  de  reg"ular  intensidad,  cuyo  aspecto  recuerda  el  de 
una  lla'ma  muy  tenue  producida  por  la  inflamación  de  un  g-as 
combustible,  dilatado  ó  mezclado  con  g-ran  cantidad  de  otro 
g-as  no  combustible,  y  cuya  ráfag-a  puede  oscilar  sobre  la 
muestra  del  ensayo  soplándole  suavemente,  notándose  tam- 
bién, mientras  dura  el  fenómeno,  el  olor  característico  del  an- 
hídrido sulfuroso.  Esta  ráfag-a  luminosa  la  presentan  muchos 
minerales  del  grupo  de  los  sulfuros,  y  es  debida,  indudable- 
mente, á  la  oxidación  é  inflamación  subsig-uiente  del  azufre 
contenido  en  dichos  cuerpos.  Paréceme  que  este  fenómeno, 
por  la  forma  y  condiciones  en  que  se  presenta,  no  debe  califi- 
carse de  fosforescencia. 

2.'  Aparición  de  puntos  luminosos  en  un  fondo  obscuro. 
Aquí  el  fenómeno  es  indudablemente  debido  á  la  falta  de  ho- 
mogeneidad del  mineral ,  formado  por  la  agregación  ó  inter- 
posición de  otro  ú  otros,  de  los  cuales  uno  por  lo  menos  tiene 
esta  propiedad  luminosa. 

3."  Aparición  de  una  luminiscencia  fija,  homogénea,  con 
el  aspecto  de  diminutas  brasas,  es  decir,  como  si  fuese  produ- 
cida por  una  combustión  áin  llama,  perfectamente  comparable 
á  la  fosforescencia  que  presentan  los  sulfuros  de  bario,  estron- 
cio, etc.,  después  de  sometidos  á  la  acción  de  la  luz.  Esta  es  la 
que  creo  debe  llamarse  termo-fosforescencia  ó  termo -luminis- 
cencia, como  modernamente  se  la  designa  con  más  propiedad, 
y  á  ella  se  refieren  mis  investigaciones. 

Los  ejemplares  de  minerales  fosforescentes  que  he  encon- 
trado y  adoptado  como  tipo  de  estudio,  presentan  las  siguien- 
tes propiedades  en  cuanto  al  fenómeno  luminoso  se  refiere: 

Color. — Puede  decirse  que  están  representados  todos  los  co- 
lores del  espectro  solar  y  sus  múltiples  combinaciones,  pues 
la  luz  que  emiten  los  ejemplares  que  hasta  hoy  he  reconocido 
presenta  la  .siguiente  variedad  de  colores:  Rojo,  rojo-anaran- 
jado, anaranjado,  amarillo-anaranjado,  amarillo,  verde,  azul- 
verdoso,  azul  y  violado.  Parece  existir  alguna  relación  entre 


i(j-2  boletín  de  la  real  sociedad  española 

el  color  de  la  luminiscencia  y  la  naturaleza  del  mineral,  pues 
por  la  comparación  de  los  resultados  obtenidos  se  deduce,  en 
términos  g-enerales,  que  el  color  amarillo  y  el  anaranjado  son 
propios  de  las  calizas  y,  en  g-eneral,  de  aquellos  minerales  en 
que  abunda  el  carbonato  calcico.  El  verde  parece  característi- 
co de  los  fosfatos;  el  azul  predomina  en  los  sulfuros,  y  en 
cuanto  al  rojo,  las  pocas  muestras  hasta  boy  reconocidas  que 
manifiestan  este  color  en  su  fosforescencia,  no  me  permiten 
relacionarle  con  su  composición  química. 

Intensidad. — Es  muy  variable;  hay  minerales  en  que  apenas 
es  perceptible  el  fenómeno  luminoso  que  nos  ocupa,  aún  ob- 
servado en  la  obscuridad  más  completa,  en  tanto  que  otros 
presentan  una  luminiscencia  de  tal  brillo  é  intensidad  que 
permite  observarla  aún  á  la  luz  del  día. 

Duración. — Generalmente  es  muy  breve,  influyendo  el  g"ro- 
sor  de  la  substancia;  si  el  mineral  está  reducido  á  polvo  finísi- 
mo y  proyectado  sobre  la  placa  metálica  en  pequeña  cantidad, 
el  fenómeno  suele  ser  más  intenso  y  sólo  dura  alg'unos  seg'un- 
dos;  si  está  reducido  á  pequeños  fragmentos,  la  duración  de  la 
fosforescencia  puede  ser  de  un  minuto  y  aún  mayor,  seg-ún  el 
tamaño  de  los  frag-mentos,  pues  en  este  caso  la  propag-ación 
del  fenómeno  es  retardada  por  la  mala  conductibilidad  para 
el  calor  del  cuerpo  sometido  á  la  experiencia.  Hay,  sin  embar- 
g^o,  excepciones  muy  notables  que  conviene  consignar.  Una 
muestra  de  cinabrio  granudo  cristalino  de  Almadén,  sostuvo 
la  luminiscencia  durante  una  hora  próximamente  y  hube  de 
interrumpir  la  experiencia  sin  que  el  fenómeno  hubiese  cesa- 
do por  completo.  Es  también  muy  frecuente  observar  una  fos- 
forescencia intensa,  pasajera,  de  muy  poca  duración,  y  des- 
pués un  decrecimiento  lento  y  continuo  de  su  intensidad  has- 
ta extinguirse  por  completo,  invirtiendo  en  esta  segunda  fase 
mucho  mayor  tiempo  que  en  la  primera.  Por  último,  he  obser- 
vado también  en  una  fluorita  de  Siberia  el  fenómeno  curioso 
del  cambio  de  color  de  la  luminiscencia  que  primero  es  verde 
y  después  se  transforma  rápidamente  en  violado  persis- 
tente. 

Reservando  para  otras  notas  las  investigaciones  especiales 
á  que  he  sometido  algunos  de  estos  cuerpos  termo-luminiscen- 
tes, á  continuación  incluyo  la  lista  délos  minerales  en  que 
hasta  hoy  he  reconocido  tan  interesante  propiedad,  anotando 


DE   HISTORIA  NATURAL.  163 

SUS  yacimientos  respectivos,  seg'ún  los  datos  de  este  Museo,  y 
las  indicaciones  referentes  á  la  manera  de  presentarse  la  emi- 
sión luminosa. 

TERMO-LUMINISCENCIA   ROJA 

Hidrozincita  de  Picos  de  Europa.— La  fosforescencia  es  de 
reg-ular  intensidad  y  el  color,  aunque  rojo,  es  alg-o  anaran- 
jado. 

Eritrita  de  Motril  (Granada).— Coloración  análog-a  á  la  an- 
terior, pero  más  débil. 

Calamina  de  Tíjola  (Almería).— Fosforescencia  roja,  muy 
bella. 

Pi:arras  de  La  Fuensanta  (Murcia). — Roja  débil. 

TERMO-LUMINISCENCIA    ANARANJADA 

Aragonito  en  cristales  maclados  de  Calatayud.— Fosfores- 
cencia débil. 

Aragoiiito  en  cristales  apuntados  de  Molina  de  Arag-ón. — 
Fosforescencia  reg"uiar. 

Apatito?,  minas  del  Turón  (Almería). — Fosforescencia  inten- 
sa. Este  mineral,  que  ha  sido  provisionalmente  calificado  en 
esa  forma,  no  está  todavía  ensayado,  por  lo  cual  acaso  sea  otra 
su  calificación  definitiva. 

TERMO-LüMlNISCENCIA   AMARILLA 

Caliza  oolitica  de  Borg-oña. — Fosforescencia  regular. 

Calcita  con  tremolita,  Villa  del  Prado  (Madrid).— Fosfores- 
cencia reg'ular. 

Mármol  e.statuario  de  Carrara. — Fosforescencia  intensa,  ma- 
tiz anaranjado. 

Calcita  (Espartaita)  de  New-York. — Fosforescencia  reg-ular. 

Baritina  de  Vimbodí  (Tarrag-ona). — Fosforescencia  reg-ular. 

Caliza  de  Log-roño. — Fosforescencia  muy  intensa;  matiz  ana- 
ranjado. 

Caliza  de  Baides  (Guadalajara). — Fosforescencia  reg-ular; 
matiz  anaranjado. 

Distena  de  El  Cardoso  (Madrid).— Fosforescencia  débil: 


164  boletín    de    la   REAL    SOCIEDAD  .ESPAÑOLA 

Glauconia  en  caliza  de  Reliendas  (Guadalajara). — Fosfores- 
cencia muy  débil. 

Serpentina  de  Robledo  de  Chávela  (Madrid). — Fosforescen- 
cia débil. 

Serpentina  noble  de  El  Escorial. — Fosforescencia  débil. 

Serpentina  de  El  Escorial.— Fosforescencia  reg-ular. 

Calida  de  Santomera  (Murcia). — Fosforescencia  intensa;  ma- 
tiz anaranjado. 

TERMO-LUMINISCENCIA    VERDE 

Fosforita  de  la  mina  «Abundancia»  (Cáceres).— Fosforescen- 
cia reg-ular. 

Apatito  de  Cáceres. — Fosforescencia  muy  débil. 

Apatita  de  la  mina  de  «San  Eug-enio»  (Cáceres). — Fosfores- 
cencia muy  intensa. 

Apatito,  mina  «La  Esmeralda»  (Cáceres). — Fosforescencia 
intensa. 

Fosforita  concrecionada  de  La  Aliseda  (Cáceres). — Fosfores- 
cencia muy  intensa. 

Fosforita  de  Navalmoral. — Fosforescencia  muy  intensa. 

Apatito  violado  de  Zarza  la  Mayor  (Cáceres). — Fosforescen- 
cia muy  intensa. 

Fosforita  de  la  mina  «San  Salvador»  (Cáceres). — Fosfores- 
cencia muy  intensa. 

Vesubiana  de  Buitrag-o. — Fosforescencia  reg-ular. 

TERMO-LUMINISCENCIA    AZUL 

Cinabrio  g-ranudo  cristalino  de  Almadén. — Fosforescencia  de 
mucha  duración. 

Cinabrio  de  Mieres  (Asturias). — Fosforescencia  de  mucha  du- 
ración, matiz  verdoso. 

Pisolitas  calizas  de  Gran  Canaria.— Fosforescencia  muy  débil. 

Cerusita  acicular  de  Vizcaya. — Fosforescencia  en  partículas 
sobre  fondo  obscuro. 

Baritina  de  Villamayor  (Ciudad  Real).— Fosforescencia  en 
partículas. 

Wolfram  de  Ribadavia  (Orense). — Fosforescencia  intensa  en 
partículas. 


DE    HISTORIA    NATURAL.  165 

Celestina  de  Hellín  (Murcia).— Fosforescencia  en  partículas. 

Fosforita  asociada  á  caliza  de  Mérida  (Badajoz).— Fosfores- 
cencia muy  débil, 

Sillimanita  (BucJiohita)  de  Toledo.— Fosforescencia  reg-ular. 

Otlrelita  de  Mondoñedo  (Lug-o). — Fosforescencia  débil;  matiz 
verdoso. 

TERMO-LUMINISCENCIA    VIOLADA 

Fluorita  de  Neotfchinski  (Siberia). — Fosforescencia  intensa, 
muy  bella  y  de  mucha  duración;  primero  es  verdosa  3^  rápi- 
damente se  transforma  en  violada  persistente. 

Pirita  octaédrica  de  Sierra  Nevada. — Fosforescencia  intensa. 

Nota.     En  la  precedente  relación  no  se  han  incluido  los  nu 
merosos  ejemplares,  en  los  cuales  la  propiedad  luminosa  con- 
siste en  la  emisión  de  la  ráfag-a  azul  ya  mencionada,  y  que 
€asi  todos  pertenecen  al  g-rupo  de  los  sulfuros. 

(Lahoi-atorio  de  Mineralogía  del  Museo  de  Ciencias  Naturales.) 


Excursiones  por  el  Norte  de  la  provincia  de  Alicante 

POE 

DANIEL  JIMÉNEZ   DE    CISNEROS 

Alrededores  de  Benimarfxdl.—Wí  16  de  Julio  del  pasado  año 
salí  de  Alicante  en  el  tren  de  las  6'^  35'"  de  la  mañana  con  el 
propósito  de  continuar  el  viaje  desde  Villena  hasta  Concentai- 
na,  y  desde  este  último  punto  á  Benimarfull,  pequeño  pueblo 
situado  cerca  del  límite  de  esta  provincia.  La  existencia  de 
azufre  y  de  ligmito,  motivó  un  lig-ero  reconocimiento  de  las  in- 
mediaciones de  Benimarfull  y  la  situación  de  este  pueblo,  in- 
mediato á  la  sierra  de  Benicadell  y  no  muy  lejos  de  Moncahrer 
y  sierra  de  Mariola,  me  hizo  aceptar  g-ustosamente  el  encargo 
del  Sr.  Roma,  quien  ya  había  denunciado  aquellos  yacimien- 
tos, á  los  que  se  atribuía  importancia  minera.  Como  he  visto  en 
esta  larg-a  excursión  alg-unas  cosas  muy  interesante?,  no  cita- 
das, que  yo  sepa,  en  ning-una  publicación,  comunico  á  nuestra 
Sociedad  el  resumen  de  mis  observaciones  por  si  fueran  de 
alguna  utilidad. 

T.  vii.-Atril,  1907.  12 


166  BULETIN    DE   LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Nada  diré  del  camino  de  Alicante  á  Villena,  tan  conocido  y 
recorrido  por  nosotros  en  muchas  ocasiones  y  ya  descrito  lige- 
r<Lmente  en  otras  notas.  En  Villena  dejé  el  tren  de  Madrid  y 
tomé  por  la  línea  que  conduce  á  Ag'res,  extremo  del  ferrocarril 
de  vía  estrecha  que  une  este  último  punto  con  Jumilla.  La 
linea  va  por  un  larg-o  y  hermoso  valle  ó,  mejor  dicho,  una  su- 
cesión de  ellos,  pasando  cerca  de  Biar,  Benejama  y  Bañeres, 
subiendo  hacia  el  NE.  Penetra  después  en  la  provincia  de  Va- 
lencia y  pasa  á  la  vista  de  Bocairente,  volviendo  á  penetrar  en 
la  de  Alicante,  antes  de  Ueg-ar  á  Alfafara  y  terminando  á  la 
vista  de  Ag'res.  Desde  Bañeres  puede  decirse  que  comienza  la 
sierra  de  Manola  y  el  valle  se  estrecha  entre  ella  3^  la  sierra  de 
Onteniente.  Seduce  la  belleza  del  paisaje;  mas,  para  el  aficiona- 
do á  la  Geología,  la  mirada  no  puede  apartarse  de  Mariola, 
que  lentamente  va  desarrollando  sus  cumbres  hasta  acabar  en 
el  imponente  macizo  de  Moncabrer.  En  estos  lugares  pasó  el 
Sr.  Nicklés  larg-as  temporadas  é  hizo  precisas  observaciones. 
No  había  yo  de  encontrar  cosa  nueva;  pero  con  las  publicacio- 
nes en  la  mano  del  joven  y  entusiasta  g-eólogo  francés,  decidí 
visitar  aquellos  sitios  cuando  hubiera  terminado  la  comisión 
que  allí  me  conducía. 

La  sierra  de  Mariola  sig-ue  la  dirección  del  ENE.  próxima- 
mente, y  al  N.  de  ella  se  alza,  después  de  la  citada  sierra  de 
Onteniente,  la  de  AgulUnt  de  la  que  es  continuación  la  de  Be- 
nicadell^  que  cierra  el  horizonte  por  la  parte  N.  sirviendo  de 
límite  entre  Alicante  y  Valencia.  En  Ag-res  cambié  de  nuevo 
de  tren,  tomando  el  que  conduce  á  Concentaina.  Este  trayecto 
rodea,  en  parte,  Moncabrer,  y  su  rápida  pendiente  conduce  al 
extenso  valle  situado  entre  la  AJmudayna  y  Benicadell.  A  este 
valle  afluyen  las  aguas  de  otros  de  menor  importancia  y  pa- 
rece como  continuación  del  de  Alcoy.  El  Sérpis,  después  de 
dar  fuerza  motriz  á  las  numerosas  fábricas  de  la  industriosa 
población,  riega  aquellos  campos  y,  aumentando  su  caudal 
con  nuevos  anuentes,  abandona  la  provincia  de  Alicante 
al  NE.  de  Lorcha,  penetrando  en  la  de  Valencia. 

En  Concentaina  dejé  el  tren  y  tomé  asiento  en  un  carruaje 
que  hace  el  servicio  de  los  Baños  de  BenimarfuU.  La  carrete- 
ra, tan  pronto  sobre  el  Cuaternario  como  sobre  el  Terciario  del 
fondo  del  valle,  pasa  por  el  pueblo  de  Muro,  y  alg-unos  kiló- 
metros más  adelante  lleg-a  á  los  Baños  sulfhídricos  de  Beni  - 


DE   HISTORIA   NATURAL.  167 

•■marfiiU.  Terminé  el  viaje  á  pie  hasta  el  pueblo,  Ueg-ando  pró- 
ximamente á  las  (los  de  la  tarde.  Después  de  un  pequeño  des- 
canso me  dirig-í  al  llamado  Barranco  del  Azufre,  tomando  la 
carretera  eii  dirección  á  Planes,  y  como  á  cosa  de  dos  kilóme- 
tros se  abandona  el  camino  real  para  seguir  por  el  álveo  de  un 
barranco  que  desciende  de  las  altaras  de  la  sierra  de  la  Almu- 
dayna,  formado  por  la  unión  de  dos,  siendo  el  más  occidental 
el  llamado  del  Azufre.  Seg'uí  por  él  como  nna  hora  registran- 
do con  cuidado  los  escarpes,  en  donde  aparecen  pequeñas  ma- 
sas de  azufre  terroso,  de  un  amarillo  muy  claro,  mezclado  con 
barro  arcilloso.  Su  formación  es  debida,  indudablemente,  á  la 
alteración  del  sulfhídrico  que  arrastran  las  ag-uas  de  pequeños 
manantiales  que  brotan  en  la  marg-en  derecha,  en  particular 
de  uno  que  se  encuentra  actualmente  encauzado  para  su  ex- 
plotación. Años  atrás  fué  denunciado  aquél  paraje  como  mina 
de  azufre  y  se  hicieron  algunos  trabajos  sin  otro  resultado 
que  dar   con   garandes  desprendimientos  de   gas   sulfhídrico, 
ocasionando  serios  accidentes  á  los  trabajadores  del  pozo.  La 
cantidad  de  azufre  extraída  fué  insignificante.  Al  presente, 
resucitó  la  idea  de  la  mina  de  azufre,  habiendo  remitido  al 
Sr.  Roma  como  un  kilog'ramo  de  esta  substancia,  recog^ido  á 
fuerza  de  paciencia,  grano  tras  grano,  del  lecho  del  barranco. 
Juzgué  que  no  merecía  una  explotación  y  me  trasladé  en  se- 
guida al  otro  barranco,  anuente  más  oriental  de  el  del  Azufre. 
En  él  se  encuentra  una  curiosa  formación  de  lignito,  mioceno 
probablemente,  que  había  sido  denunciado  como  carbón  de 
piedra.  En  la  orilla  izquierda  del  barranco  se  presentan  tres 
capas  paralelas,  buzando  hacia  el  SO.  próximamente  y  con 
una  inclinación  de  unos  20''.  La  capa  más  antigua  tendrá  de 
espesor  un  metro.  Sobre  ella  se  extienden  unas  capas  arcillo- 
sas de  algo  más  de  un  metro  de  potencia,  sirviendo  de  lecho 
á  la  segunda  capa    de    lignito   de  unos    0,80  m.  y  encima 
otras  capas  arcillosas  de  dos  metros  y  medio  de  grueso  que 
sostienen  la  tercera  capa  de  lignito  de  0,70  m.  de  potencia. 
Vistas  á  distancia  parecen  dignas  de  explotación,  pero  regis- 
trando con  cuidado  se  nota  que  el  verdadero  espesor  de  las  ca 
pas  beneficiables  se  reduce  á  pocos  centímetros,  porque  alter- 
nan las  delgadas  capas  de  lignito  con  materiales  obscuros  te- 
rrosos que  contienen  gran  cantidad  de  conchas  de  gastró- 
podos de   agua  dulce.  Difícilmente  se  encontrará  una  capa 


168  boletín    de    la   REAL    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

de   diez   centímetros  de  combustible,    exento   de    materiales 
terrosos. 

Aunque  sin  esperanzas  de  mejores  liallazg-os,  seg"uí  el  lecho 
del  barranco  todo  lo  que  permitió  la  luz  del  día,  encontrando 
hasta  cuatro  ó  cinco  capas  más,  de  menor  espesor  y  análogas 
condiciones.  No  dudo  que  puedan  extraerse  algunas  toneladas 
de  combustible  utilizable  en  el  inmediato  pueblo  de  Benimar- 
fuU,  pero  el  yacimiento  no  merece  ser  objeto  de  una  seria  ex- 
plotación y  así  aconsejé  al  Sr.  Roma.  La  vuelta  se  hizo  un  tan- 
to difícil,  pues  empleamos  la  luz  del  crepúsculo  en  recorrer 
los  orígenes  del  barranco  con  la  esperanza  de  encontrar  al 
paso  alguno  de  los  senderos  que  desde  los  pueblos  de  Benühip, 
Ahmidayna  ó  Benialfaqui  conducen  á  Benimarfull;  no  dando 
con  ellos,  y  extraviándonos  en  las  faldas  de  la  sierra  de  la 
Almudayna,  atravesando  viñedos  que  forman  grandes  escalo- 
nes, alumbrados  sólo  con  la  luz  de  las  estrellas,  llegamos  á 
Benimarfull  cerca  de  las  diez  de  la  noche. 

La  Sierra  de  BenicadeU.  —  Al  siguiente  día,  17  de  Julio, 
acompañado  de  un  joven  del  país,  que  se  ofreció  á  servirme  de 
guía,  salí  de  Benimarfull  á  las  cinco  de  la  mañana,  con  el 
propósito  de  registrar  la  sierra  de  BenicadeU.  Tomamos  el  ca- 
mino de  Alcocer  de  Planes,  pueblo  situado  en  medio  del  valle  y 
rodeado  de  tierras  de  cultivo.  Antes  de  llegar  á  él  tuvimos  que 
vadear  el  Sérpis,  que  llevaba  mediana  cantidad  de  agua.  En 
la  orilla  izquierda  y  sobre  la  alta  ribera,  pues  el  río  corre  á 
bastante  profundidad  en  esta  parte  del  valle,  se  alza  Alcocer, 
pequeño  pueblo  de  triste  aspecto.  Atravesamos  sus  irregulares 
calles  sin  detenernos  y  tomamos  el  camino  de  Turballos,  otro 
de  los  muchos  y  pequeños  pueblos  de  que  está  sembrado  este 
valle.  Turballos  es  más  bien  un  caserío,  casi  abandonado;  pero 
en  sus  inmediaciones,  en  la  misma  falda  de  la  sierra  de  Beni- 
cadeU, se  encuentran  las  canteras  de  mármol  que  me  propo- 
nía visitar.  Más  de  dos  horas  empleamos  en  llegar  á  ellas,  su- 
biendo por  ásperos  senderos,  encontrando  primero  una  de 
mármoles  blancos,  nodulosos  y  algo  sacaroides.  Poco  más  arri- 
ba visitamos  otra  con  los  mismos  caracteres  de  estructura, 
pero  de  color  rosado  muy  vivo.  Había  allí  grandes  y  sonoras 
piezas  de  mármol  á  medio  labrar,  de  efecto  bellísimo,  pero 
abandonadas,  porque  dada  su  estructura,  se  desechan  para  el 
aserrado  en  "tableros  en  atención  á  que  con  frecuencia  presen- 


DE   HISTORIA  NATURAL.  169 

tan  huecos  que  hacen  inútiles  las  más  hermosas  piezas.  No 
obstante  este  defecto,  se  utilizan  para  columnas,  escalones,  pe- 
destales y  otras  obras  que  no  exig-en  el  aserrado. 

Descendí  por  un  pejueño  barranco,  afluente  más  oriental 
del  que  lleva  el  nombre  de  Barranco  de  la  Font  de  TiirhaJlos 
que  rinde  se  tributo  al  Sérpis  entre  Benamer  y  Alcocer.  No  fué 
poca  mi  sorpresa  al  encontrarme  en  su  fondo  con  las  capas 
triásicas  que  ni  siquiera  había  sospechado.  Hay  en  aquel  sitio 
abundancia  de  yeso  de  un  rojo  escarlata,  salpicado  de  cuarzos 
hematoides,  siendo  de  notar  la  circunstancia  de  encontrarse 
con  frecuencia  cuarzos  de  un  color  naranjado,  casi  amarillo, 
que  parecen  pequeños  topacios.  Dejé  aquellos  sitios  sin  encon- 
trar un  solo  fósil  que  me  pudiera  indicar  el  sistema  que  des- 
cansa sobre  esta  formación  triásica.  Faldeando  la  sierra  seguí 
un  breve  rato  hasta  encontrar  un  pastor  que  me  indicó  haber 
hallado  alg'unas  veces  piedras  que  tenían  la  fig-ura  de  garan- 
des caracoles,  haciendo  descripciones  que  permitían  suponer 
la  existencia  de  grandes  ammonites.  No  obstante  ofrecerle 
buen  precio,  y  á  pesar  de  su  buena  voluntad,  ni  él  pudo  en- 
contrar ninguno,  ni  yo  conseguir  lo  que  me  proponía  con 
tanto  empeño. 

Seguí  con  dirección  al  E.,  faldeando  la  sierra,  que  es  de  todo 
punto  inaccesible  por  su  parte  meridional.  Contemplando 
aquella  enorme  muralla  que  se  iba  desarrollando  á  medida 
que  caminábamos  paralelamente  á  ella,  recordé  lo  que  respec- 
to á  ella  escribe  nuestro  insigne  botánico  Cavanilles  espanta- 
do de  sus  horribles  precipicios,  aconsejando  no  dejarse  g-uiar 
por  pastores  que,  cruzando  por  atajos,  conducen  al  visitante 
por  sitios  de  los  que  difícilmente  se  sale.  Esta  muralla  de  már- 
mol no  tiene  otro  paso  que  el  Puerlo  de  Salem  y  á  el  me  dirigí 
con  mi  experto  guía  de  Benimarfall.  Pasé  una  hora  después 
el  pintoresco  pueblo  de  Gaijanes,  reclinado  en  la  falda  de  Be- 
nicadell  y  en  el  límite  de  las  tierras  cultivadas.  Descansé  allí 
un  breve  rato  y  seguí  por  la  falda  de  la  sierra  hasta  dar  vista 
al  pueblo  de  Beniarrés,  uno  de  los  mayores  de  este  valle.  Sin 
entrar  en  él,  comenzamos  á  subir  la  sierra,  almorzando  junto 
á  una  fuente  de  riquísima  agua,  y  ya  con  buenos  ánimos,  to- 
mamos el  camino  del  Puerto  de  Salem.  Dos  horas  empleamos, 
y  ya  cerca  de  la  garganta  volví  á  ver  manchas  triásicas  de 
poca  extensión.  Á  la  una  de  la  tarde  dejamos  la  provincia  de 


no  BOLETÍN    DE    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Alicante  y  nos  encontramos  en  la  de  Valencia.  Las  fig-uras  más 
fantásticas  y  caprichosas  coronan  la  cumbre  de  Benicadell 
asemejándose  á  fortalezas  arruinadas.  La  ladera  N.  es  de  pen- 
diente menos  áspera,  accesible  por  varios  puntos.  Desde  este 


Rocas  de  Benicadell,  junto  al  Puerto  de  Salem. 

sitio  dominamos  una  gTan  extensión  de  la  provincia  de  Valen- 
cia, pudieudo  distinguir  desde  aquella  altura  una  g-ran  parte 
del  valle  de  Albaida  y  g-ran  número  de  pueblecitos,  entre  ellos 
Salem,  el  más  próximo,  de  pobre  aspecto,  y  alg'unos  cientos 
de  metros  por  bajo  de  la  garg-anta  á  la  que  da  nombre. 

Bajé  de  la  Sierra  de  Benicadell  sin  haber  recog'ido  ni  visto 
un  solo  fósil.  Ig-noro  al  presente  á  qué  sistema  pueda  referir- 
se. La  Comisión  del  Mapa  g-eológ-ico  la  señala  como  Cretáceo 
inferior,  es  decir,  Cenomanense  ó  Turonense.  Sospecho  que 
está  bien  calificada,  pues  no  he  visto  rocas  ig-uales  ó  parecidas 
ni  en  el  Oolítico  ni  en  el  Infracretáceo.  Los  mármoles  rosados 
de  Turballos  me  hicieron  sospechar  si  se  trataría  del  Titónico, 
cuando  me  dijeron  la  víspera  existían  mármoles  rojos;  pero 
una  vez  en  la  cantera,  los  encontré  muy  diferentes  de  todo  lo 
que  yo  había  visto  hasta  entonces.  Existen  al  N.  de  Villena 
unas  canteras  que  suministran  mármoles  parecidos,  á  juzg-ar 
por  los  ejemplares  que  he  recibido,  y  cuando  visite  estos  lug-a- 
res,  acaso  pueda  deducir  alg-o  respecto  á  la  formación  de  la 
sierra  de  Benicadell. 

Desde  aquella  altura  se  abarca  con  la  mirada  todo  el  valle. 


DE   HISTORIA   NATURAL.  Hl 

por  cuyo  fondo  corre  el  Sérpis,  notándose,  por  su  vario  color, 
las  tres  formaciones  que  se  encierran  entre  las  dos  Sierras. 
Una  muy  extensa  mancha  de  tono  amarillento  claro  que  viene 
del  valle  de  Alcoy  y  rodea  la  tierra  de  la  Altnudayna,  per- 
diéndose de  vista  hacia  elE.,  señala  la  formación  terciaria 
(Mioceno  lacustre,  la  parte  que  he  recorrido).  Una  seg-unda 
faja,  estrecha,  de  color  g-ris  claro,  indica  la  formación  moder- 
na que  corre  paralelamente  al  Sérpis,  y,  finalmente,  una  faja 
de  tono  rojizo,  adosada  á  la  sierra  de  Benicadell,  está  consti- 
tuida por  légamos  rojos  cuaternarios  y  algunos  travertinos.  El 
río  abre  su  cauce  en  la  formación  terciaria,  de  modo  que  aún 
separa  una  pequeña  faja  entre  sus  aluviones  y  el  cuaterna- 
rio, notándose  pequeñas  manchas  de  unas  formaciones  entre 
las  otras. 

El  descenso  de  la  sierra  lo  efectuamos  rápidamente,  gracias 
á  mi  g-uía  y  á  su  conocimiento  del  terreno.  Á  la  mitad  de  la 
cuesta  me  condujo  á  una  cueva  de  donde  se  extrae  una  arena 
ñna  y  muy  blanca.  No  lejos  de  aquel  sitio  vuelven  á  notarse 
manchas  del  Keuper.  Una  hora  después  entraba  en  Benia- 
rrés,  población  algo  mayor  que  Sayanes,  pero  en  situación 
menos  pintoresca.  Tomé  asiento  en  el  tren,  que  procedente  de 
Denia  se  dirigía  á  Concentaina  y  en  poco  tiempo  recorrí  con 
la  vista  aquellos  parajes  visitados  por  la  mañana,  disting'uién- 
dose,  á  la  caída  de  la  tarde,  las  canteras  de  Turballos  que  se 
destacaban  como  manchas  de  sangre  sobre  el  fondo  azulado 
de  Benicadell. 

Lleg'ué  á  Concentaina  á  tiempo  de  tomar  asiento  en  uno  de 
los  coches  de  servicio  público  hasta  Alcoy,* y  aunque  muy  á  la 
ligera,  pude  formarme  idea  de  la  situación  topográfica  del  in- 
dustrioso pueblo  escondido  entre  montañas  y  regado  por  el 
Sérpis,  que  presta  su  fuerza  á  las  numerosas  fábricas  de  sus 
contornos. 

Alrededores  de  Moncabrer. — Regresé  á  Concentaina  aquella 
misma  noche,  para  preparar  mi  excursión  á  Moncabrer.  Lle- 
vaba diversas  cartas  de  recomendación  del  Dr.  D.  José  Moltó, 
que  tan  buenos  servicios  ha  prestado  en  varias  ocasiones  á 
D.  Juan  Vilanova  y  al  Sr.  Nicklés.  Sus  hermanos  de  Concen- 
taina me  colmaron  de  atenciones,  no  permitiendo,  además, 
que  hiciera  preparativo  alg'uno,  enviándome  hasta  un  guía. 
Tuve,  además,  la  agradable  sorpresa  de  encontrar  aquella  no- 


172  boletín    de    la    REAL    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

clie  ii  dos  de  mis  antig-uos  y  queridos  discípulos,  los  hermanos 
D.  Manuel  y  D.  Francisco  Carbonell  y  Moltó,  brindándose  g-us- 
tosos  á  venir  conmig-o,  como  también  sus  parientes  y  amig-os 
D.  José  Carbonell  y  Botella  y  D.  Gaspar  Mira  López,  y  el  infa 
tigable  excursionista  del  Moncabrer,  D.  Francisco  Moltó  Gis- 
bert,  entusiasta  coleccionador  de  fósiles  y  rocas  de  aquellas 
sierras.  Con  tan  amables  jóvenes  la  excursión  fué  muy  ag-ra- 
dable  y  fructífera  y  á  todos  expreso  mi  g-ratitud  desde  estas 
pág^inas. 

Salimos  de  Concentaina  en  las  primeras  horas  de  la  mañana 
del  18  de  Julio,  dirig-iéudonos  al  barranco  de  la  Mina,  lug-ar 
visitado  muchas  veces  por  los  Sres.  Vilanova,  Nicklés  y  otros 
paleontólog'os.  Recogí  muchos  fósiles,  que  supong-o  todos  cita- 
dos en  los  trabajos  del  Sr.  Nicklés.  La  base  es  Neocomiense, 
pasando  sucesivamente  al  ürg-o-aptense  á  medida  que  ascen- 
dimos por  el  lecho  del  mismo.  Desviándonos  hacia  la  derecha 
subimos  sobre  uno  de  los  estribos  del  Moncabrer,  en  donde  re- 
cogimos muchos  fósiles  piritosos  y  rodeando  un  poco,  dimos 
vista  á  la  hendedura  que  llaman  La  Fsachtpema.  Esta  es  una 
quebraja  del  monte,  rellena,  en  parte,  de  enormes  peñones, 
entre  los  cuales,  y  debajo  de  alg-unos,  hay  que  pasar  si  se 
quiere  visitar  su  interior,  de  imponente  y  terrible  aspecto. 
Acomodando  el  cuerpo  á  las  desig-ualdades  de  las  rocas,  y  pa- 
sando de  costado  en  alg-unos  sitios,  penetramos  bajo  un  labe- 
rinto de  peñascos,  confusamente  hacinados  los  unos  sobre  los 
otros,  gMiiados  siempre  por  el  joven  Moltó  Gisbert,  g-ran  cono- 
cedor de  dichos  parajes,  en  los  que  ha  pasado  más  de  una 
noche  de  luna  entusiasmado  con  aquella  naturaleza  bravia. 
Una  vez  dentro  se  tendría  una  g-ran  dificultad  en  hallar  la  sa- 
lida, aumentando  la  tristeza  del  lug-ar  la  proximidad  de  los 
bordes  de  la  quebraja,  las  malezas  que  los  cubren  y  los  raur- 
ciélag'os  que  viven  en  aquellas  soledades  (1). 

Salimos  de  la  Esculupenia  y  descendimos  á  la  Querola,  lu- 
g-ar en  donde  Nicklés  ha  recogido  g-ran   cantidad  de  espe- 


(1)  Hace  pocos  años  un  laureado  pintor  copió  exactamente  La  Esculupenia,  titulan- 
do á  su  cuadro  Camino  de  lo  horrible.  Como  treinta  años  hace  se  descubrió  un  esque- 
leto humano  que  se  atribuye  á  alg-una  victima  de  secuestradores,  que,  perseguido 
por  la  justicia,  le  abandonaron  en  aquellos  sitios,  de  donde  no  podría  salir.  El  señor 
Moltó  y  Gisbert  ha  contribuido  mucho  al  conocimiento  de  aquel  laberinto,  pasando 
noches  enteras  en  la  quebraja  ó  dentro  de  la  cueva  en  que  termina. 


DE    HISTORIA    NATURAL.  HS 

<;ies  neocomienses.  Emprendimos  después  de  comer  el  camino 
á  Concentaina,  visitando  de  paso  el  riquísimo  nacimiento  de 
ag-uas  de  San  Cristóbal.  Á  la  mañana  sig-uiente  salí  de  Con- 
centaina para  Ag-res,  en  donde  tomé  el  tren  que  me  Qondujo  á 
Villena,  lleg-ando  á  medio  día. 

Alrededores  de  Vinena.—Eata  población  está  situada  en  las 
inmediaciones  de  la  sierra  de  San  Cristóbal,  que  cierra  el  ho- 
rizonte por  el  NE.,  y  al  pie  de  una  colina  coronada  por  un 
bello  é  histórico  castillo,  muy  maltratado  desde  la  invasión 
francesa.  Desde  lo  alto  del  torreón  central  se  disting-ue  un  bello 
paisaje,  pues  la  huerta  es  muy  dilatada.  Las  principales  ele- 
vaciones que  desde  la  plataforma  se  divisan  son:  La  Sierra  del 
Morrón  al  N.,  la  citada  de  San  Cristóbal  al  NE.,  Peña  RnUa 
al  SE.,  las  Peñas  de  Cabrera  al  S.  un  poco  al  O.,  la  Sierra  de 
Carboneras  al  SSO.  y  la  Sierra  del  Castellar  al  SO.  Á  mayor 
distancia  se  disting-uen  la  Sierra  Lacera,  de  la  provincia  de 
Albacete,  y  otras  de  menor  importancia.  Al  O.  y  NO.  se  exten- 
dían en  otro  tiempo  g-randes  lag-unas  en  las  proximidades  de 
la  población;  pero  desde  hace  algunos  años  una  oportuna  ca- 
nalización y  un  mayor  impulso  dado  á  los  trabajos  ag-rícolas, 
han  convertido  aquellos  parajes  insalubres  en  un  hermoso 
«ampo  cultivado. 

De  las  alturas  antes  citadas,  el  Morrón,  San  Cristóbal  y  la 
Peña  Rubia,  fig'uran  en  el  Mapa  g-eológico  de  Es^3aña  como 
cretáceas.  Las  demás  como  Triásico  superior,  comprendiéndo- 
las en  una  g-ran  mancha  que  lleg-a  en  el  Mapa  hasta  el  S.  de 
Sax.  Ya  he  hablado  en  otra  nota  del  cerro  que  forma  el  Casti- 
llo de  este  último  pueblo,  que  es  positivamente  nummulítico, 
y  en  la  presente  nota  hemos  de  aclarar  o'cros  conceptos.  Seg-u- 
ramente  las  Peñas  de  Cabrera,  la  Sierra  de  Carboneras  y  la  de 
Castellar,  aunque  calificadas  de  triásicas,  no  lo  son,  á  juzg-ar 
por  su  aspecto,  color,  etc.,  pero  allí  no  he  estado  aún  y  dejo 
€sta  excursión  para  más  adelante.  El  NO.  de  Villena  está  seña- 
lado en  el  Mapa  como  diluvial,  y  en  g-ran  parte  así  es. 

Á  poca  distancia  al  O.  de  Villena  se  elevan  numerosas  coli- 
nas llamadas  Los  Rubiales  y  también  Las  Cabezuelas.  Aquella 
misma  tarde,  19  de  Julio,  me  dirig-í  á  estas  colinas,  acompaña- 
do de  los  Sres.  Serra,  Cortés  y  alg'unos  más,  sig-uiendo  la  ca- 
rretera que  conduce  á  Yecla.  La  mayoría  de  las  colinas  se 
encuentran  al  N.  de  esta  carretera  y  en  el  sitio  señalado  como 


ni  boletín  de  la  real  sociedad  española 

diluvial;  pero  en  este  sitio  asoma  el  triásico  superior,  con  abun- 
dancia de  yesos  de  varios  colores,  jacintos  de  Compostela  y 
alg-ún  trozo  de  ofita  cuyo  afloramiento  no  debe  estar   lejos. 

Uno  de  los  cerretes  es  notable  por  el 
g-ran  número  de  concreciones,  proba- 
blemente dolomíticas ,  que  encie- 
rran núííleos  blancos,  terrosos  y  ex- 
traordinariamente lig-eros.  También 
se  encontró  en  las  inmediaciones  al- 

zJ'SLtrru""'"'"''  S-"»  "'""■1°  ''  '"S-""''  habitación  pre- 

histórica,  á  juzg-ar  por  los  restos  dis- 
persos de  vasijas  é  instrumentos  de  pedernal,  conservando  en 
mi  poder  un  trozo  que  parece  haber  formado  parte  de  un  ras- 
pador. 

Al  día  sig-uiente,  20  de  Julio,  salí  muy  temprano  acompaña- 
do del  Director  y  profesores  del  Coleg-io  y  los  Sres.  Amorós  y 
Hurtado  con  dirección  á  la  Peña  Rubia.  Lleg-ados  á  la  base  de 
la  sierra  comencé  la  exploración  en  compañía  del  Sr.  Serra  y 
varios  alumnos.  Subimos  por  su  extremo  occidental,  regis- 
trando con  detenimiento  el  suelo  y  las  rocas,  y  ya  se  habían 
pasado  casi  dos  horas  y  desesperaba  de  encontrar  alg-ún  fósil 
que  me  orientase,  porque  desde  un  principio  había  desechado 
la  idea  de  que  aquella  sierra  fuese  cretácea,  como  aparece  ca- 
lificada, habiendo  sido  este  el  motivo  de  mi  excursión.  Apro- 
vechamos un  pequeño  descanso  para  registrar  con  más  cuida- 
do, no  tardando  en  encontrar  NiLvimuIites,  primero  sueltos  y 
en  mal  estado,  después  rocas  enteras  cuajadas  de  ellos.  La 
sierra  está  formada  de  una  caliza  fuerte,  casi  marmórea,  que 
recuerda  la  del  Peñón  de  Sax.  En  la  ladera  N.  y  casi  hasta  la 
mitad,  abundan  los  materiales  arenosos,  ig'uales  á  los  del  Alto 
de  las  Amoladeras  del  camino  de  Crevillente  á  Aspe,  que  son 
también  nummulíticos.  Seg'uimos  casi  dos  horas  por  las  cum- 
bres y  ladera  N.  encontrando  los  mismos  materiales. 

El  buzamiento  es  en  la  parte  central  de  la  sierra  al  SSO. 
con  una  pendiente  de  unos  20°  próximamente.  Creo  que  esta 
formación  nummulítica  se  extiende,  por  lómenos,  hasta  cerca 
de  Biar. 

Aquella  misma  tarde  volví  á  subir  hasta  cerca  de  la  cumbre, 
encontrando  en  esta  parte  nummulites  y  alg"ún  trozo  de  Pectén 
en  mal  estado. 


DE   HISTORIA   NATURAL.  n5 

Al  Otro  día,  21  de  Julio,  salí  de  Villena  con  dirección  á  Te- 
cla, deteniéndome  alg-unos  minutos  en  las  colinas  próximas  al 
límite  de  la  provincia.  La  carretera  pasa  inmediata  á  unas  be- 
llas colinas  de  caliza  clara,  marmórea,  cuya  determinación  no 
es  fácil  no  contando  con  fósiles,  y  en  esta  primera  inspección 
lio  he  encontrado  ning-uno.  Una  de  estas  colinas  es  conocida 
con  el  nombre  de  Cerro  del  Fraile  y  por  otros  Cerro  de  ¡a  Virgen, 
nombres  que  toman  su  orig'en  de  la  forma  caprichosa  de  un 
g-ran  peñón  separado  del  resto  de  la  colina  y  en  la  que,  seg-ún 
el  punto  de  vista  y  la  fantasía  del  observador,  destaca  al- 
g-una  de  dichas  fig-uras.  Estas  calizas  se  parecen  algo  á  las  de 
Sax  (nummulíticas)  y  asimismo  á  las  de  las  de  Peña  Rubia 
(nummuliticas  también),  pero,  no  obstante,  se  asemejan  á  al- 
g'unas  ÓlQ  El  Morrón  en  que  se  encuentran  Nerinea,  Inoceramus 
y  otros  g'éneros  cuyas  especies  no  pasan  del  Cretáceo.  En  el 
presente  mes  trato  de  visitar  estos  puntos  no  determinados  y 
daré  cuenta  á  nuestra  Sociedad  de  sus  resultados. 


Algunos  roedores  nuevos  de  Marruecos 

POR 

ÁNGEL  CABRERA  LATORRE 

Las  especies  que  en  esta  nota  se  describen,  forman  parte  de 
la  colección  de  mamíferos  obtenida  por  D.  Manuel  M.  de  la  Es- 
calera durante  la  seg-unda  expedición  á  Marruecos,  org-aniza- 
da  por  nuestra  Comisión  del  Noroeste  de  África.  Dicha  colec- 
ción es  ig-ualmente  rica  en  especies  y  en  ejemplares,  y  en  ella 
fig'uran  muchas  formas  de  las  ya  obtenidas  en  el  primer  viaje, 
entre  ellas  alg-unas  de  las  que  entonces  describí  yo  como  nue- 
vas (Hiqjj^osideriis  tepJirus,  Felis  ocreata  maiiritaiia,  GerhiUus 
Mrtipes  hesperinus,  Lepns  sJierif).  Por  una  curiosa  coinciden- 
cia, las  tres  especies  nuevas  de  esta  seg-unda  colección  perte- 
necen á  un  mismo  orden,  y  dos  de  ellas  son  cong-éneres. 

Meriones  granáis  sp.  nov. 

Parecido  al  31.  S/iami,  pero  mucho  más  g-rande  y  con  una 
raya  obscura  á  lo  larg-o  de  la  cola,  desde  cerca  de'  su  base. 

Color  de  las  partes  superiores  leonado-obscuro,  tirando  unas 


17(3         boletín  de  la  REAL  SOCIEDAD  ESPAÑOLA 

veces  á  rojizo  y  otras  á  isabela,  pero  siempre  más  tostado  en  el 
dorso  y  parte  superior  de  la  cabeza,  y  mu}^  claro  en  los  flan- 
cos. Las  mejillas,  hasta  por  encima  del  ojo,  de  un  gris  leona- 
do pálido,  sin  que  se  observen  nunca  manchas  supraoculares 
blancas.  Los  pocos  pelos  de  las  orejas  son  blancos  en  el  interior, 
y  amarillentos  en  la  superficie  externa;  detrás  de  cada  oreja 
hay  una  raancha  pequeña  de  un  blanco  sucio.  Partes  inferio- 
res blancas,  con  un  lig'ero  niatiz  rojizo  en  la  g-arg-anta  y  á  lo 
larg'o  de  la  línea  media  del  vientre;  en  los  ejemplares  viejos, 
este  tinte  rojizo  se  extiende  por  casi  todo  el  abdomen.  Cola  con 
pelo  bastante  largo,  que  oculta  por  completo  la  piel,  y  del 
mismo  color  que  el  lomo,  aunque  un  poco  más  claro;  á  poca 
distancia  de  su  base,  y  en  alg-unos  individuos  en  la  base. mis- 
ma, empieza  una  línea  neg-ruzca,  que  corre  todo  á  lo  larg-o  de 
la  parte  superior,  y  al  lleg-ar  al  último  tercio  forma,  por  el 
alarg-amiento  del  pelo,  el  mechón  terminal  neg-ro,  caracterís- 
tico de  los  Meriones  y  otros  roedores  afines.  Pies  blancos,  los 
posteriores  ligeramente  teñidos  de  amarillento.  Uñas  pardas. 
Incisivos  amarillos  de  yema.  Los  pelos  de  las  partes  superio- 
res del  cuerpo  son  grises  de  pizarra  en  una  gran  extensión  á 
partir  de  su  raíz;  los  de  la  parte  inferior  sólo  tienen  gris  la 
base. 

Cráneo  muy  parecido  al  del  M.  S/iawi,  pero  relativamente 
más  estrecho  y  largo,  y  con  los  globos  auditivos  más  peque- 
ños á  proporción.  La  sutura  fronto-parietal  es  más  curvilínea, 
teniendo  la  forma  de  una  llave  tipográfica  colocada  horizon- 
talmente  ( — ). 

Dimensiones  del  tipo  tomadas  en  carne  por  el  colectoi":  Ca- 
beza y  cuerpo,  190  mm.;  cola,  IGO;  pie  (s.  u.,)  40;  oreja,  20, 

Cráneo:  Longitud  máxima,  47  mm.;  longitud  basal,  43;  an- 
cho en  los  zigomáticos,  26;  ancho  de  la  caja  cerebral,  ininedia- 
mente  detrás  de  los  agujeros  auditivos,  20;  ancho  interorbita- 
rio, 8;  longitud  de  los  nasales,  en  la  sutura  media,  18,7;  ancho 
máximo  de  los  mismos,  5;  diámetro  máximo  del  globo  auditi- 
vo, 15;  serie  molar  superior,  5,5. 

Ilab. — Meseta  central  de  Marruecos,  á  unos  450  m.  de  ele- 
vación. 

Tipo. — ]\Iacho  adulto  obtenido  en  Marrakesh  (18  de  Febrero 
de  1907;  núin.  23  de  la  colección). 

Por  su  gran  tamaño  y  la  línea  obscura  de  la  cola,  esta  es  - 


DE   HISTORIA   NATURAL.  m 

pecie  se  disting-ue  muy  bien  de  los  demás  Meriones  berberis- 
cos. El  Sr.  Escalera  ha  obtenido  una  serie  muy  numerosa,  en 
la  que  hay  ejemplares  viejos,  de  200  mm.  de  long'itud  y  con  el 
vientre  fuertemente  lavado  de  rojo,  y  otros  bastante  jóvenes 
todavía.  Estos  últimos  se  confunden  fácilmente  con  el  M.  Sha- 
n'i,  de  Arg-elia,  pues  además  de  ser  mucho  más  pálidos  que  los 
adultos,  tienen  el  vientre  blanco  puro,  y  la  raya  caudal  apenas 
*istá  indicada. 

El  M.  grandis  es  muy  abundante  en  las  inmediaciones  de 
Marrakesh,  Forma  verdaderas  colonias,  viviendo  cada  familia 
en  una  madrig'uera  subterránea  cuya  entrada  procuran  ocul- 
tar entre  alg-ún  matorral.  En  alg'unos  puntos,  el  suelo  está 
enteramente  minado  por  estos  roedores. 

Meriones  Mariíe  sp.  nov. 

Una  especie  de  mediano  tamaño,  con  el  color  característico 
de  los  mamíferos  desertícolas  y  el  cráneo  parecido  al  del 
M.  eryihrurus,  aunque  más  ensanchado  posteriormente. 

Partes  superiores,  de  un  bonito  color  rojizo  pálido  de  arena; 
las  inferiores,  las  cuatro  extremidades,  una  mancha  sobre 
cada  ojo  y  otra  detrás  de  cada  oreja,  de  un  blanco  puro.  La 
cola  amarillenta  muy  pálida,  casi  blanca  en  alg'unos  ejempla- 
res, con  el  último  tercio  de  la  parte  superior  neg'ro;  los  pelos 
cubren  casi  por  completo  la  piel;  en  los  individuos  viejos,  al- 
g'unos  de  la  parte  superior  tienen  la  puntita  neg'ra.  En  el 
cuerpo,  los  pelos  del  dorso  y  de  los  flancos  tienen  la  base  de 
color  de  pizarra.  Incisivos  amarillos  de  yema. 

Cráneo  parecido  por  su  forma  g-eneral  al  del  M.  erijthrurus, 
con  los  gdobos  auditivos  muy  g-randes,  como  en  esta  especie; 
pero  la  caja  del  cerebro  está  relativamente  más  ensanchada 
por  detrás,  y  la  reg-ión  frontal  es  más  estrecha  en  su  parte  an- 
terior, con  relación  á  su  longitud.  En  el  M.  erythrurus^  la  an- 
chura de  la  caja  cerebral,  tomada  inmediatamente  detrás  de 
los  ag-ujeros  auditivos,  es  bastante  menor  que  la  mitad  de  la 
long'itud  máxima  del  cráneo;  en  el  M.  Mañm,  la  primera  di- 
mensión es  exactamente  ig-ual  á  la  mitad  de  dicha  long'itud. 
El  surco  de  los  incisivos  superiores  más  próximo  al  borde  ex- 
terno de  los  mismos  que  al  interno. 

Dirae-nsiones  del  tipo,  en  alcohol:  Cabeza  y  cuerpo,  138  milí- 
metros; cola,  sin  los  pelos,  115;  pie  fs.  u.),  31,5;  oreja,  15. 


178  BOLETÍN    DE   LA   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Cráneo  de  un  ejemplar  de  las  mismas  dimensiones:  Long-í- 
tud  máxima,  36,5  mm.;  long-itud  basal,  31,5;  ancho  en  los  zi- 
gromáticos,  19,6;  ancho  de  la  caja  cerebral,  detrás  de  los  agu- 
jeros auditivos,  18,8;  ancho  interorbitario,  5,8;  long-itud  de  los 
nasales,  13;  ancho  máximo  de  los  mismos,  3;  diámetro  máxi- 
mo del  g-lobo  auditivo,  15;  serie  molar  superior,  4,8. 

Had.— Región  litoral  del  Sahara,  Cabo  Juby. 

Tq)o.~yiñcho  adulto,  pero  no  viejo,  de  Tarfaya  (22  de  No- 
viembre de  1906).  El  número  total  de  ejemplares  examinados 
es  de  veintiuno,  de  varias  edades. 

El  M.  Maria>  me  parece  muy  próximo  á  las  especies  erythru- 
rus  y  cmssns;  pero  se  disting-ue  del  primero  por  la  coloración  y 
por  su  cola  mucho  más  corta,  y  del  seg-undo  por  la  mayor  lon- 
g-itud de  la  cola,  que  además  no  presenta  ning-una  mancha 
blanca  en  el  pincel  terminal.  Las  áreas  g-eog-ráficas  de  M.  cras- 
susjM.  Mari(e  están,  por  otra  parte,  tan  separadas  entre  sí, 
que  no  cabe  confusión  entre  ambas  especies. 

Teng-o  verdadero  placer  en  dedicar  á  mi  esposa  este  Merio- 
nes,  que  merece  ser  considerado  como  una  de  las  más  lindas 
especies  del  g-énero. 

Lepus  maroccanus  sp.  nov. 

Una  especie  parecida  en  su  aspecto  y  coloración  al  Z,  slierif, 
pero  mucho  más  pequeña  y  con  el  cráneo  alg-o  diferente. 

Color  de  las  partes  superiores  amarillo  de  ocre  muy  pálido, 
mosqueado  de  neg-ro,  poco  más  ó  menos  como  en  la  forma  de 
Mog-ador,  aunque  dominando  más  el  matiz  pálido.  Los  pelos 
son  neg-ros  en  g-ran  parte,  á  partir  de  su  base,  después  de  color 
de  ocre,  y  en  la  punta  negros  otra  vez;  la  borra  blanca,  con 
puntas  g-rises.  En  la  cabeza,  la  mezcla  de  neg-ro  y  amarillo 
es  mucho  más  fina,  resultando  á  primera  vista  un  color  leo- 
nado pardusco  obscuro.  Los  lados  del  hocico  blanco-cenicien- 
tos, lo  mismo  que  una  mancha  detrás  de  cada  ojo;  el  círculo 
ocular  pálido  apenas  indicado.  Nuca  de  color  amarillo  rojizo 
de  ante.  Orejas  como  en  el  L.  sherif,  aunque  con  el  neg-ro  de 
la  punta  más  extendido.  Garg-anta,  i>arte  alta  del  pecho  y  lados 
del  vientre,  de  un  delicado  rojizo  de  ante,  muy  claro.  La  man- 
díbula inferior  y  el  vientre  blancos,  á  veces  lavados  de  rojizo. 
Las  patas,  tanto  interior  como  exteriormente,  rojizas  de  ante, 
tirando  un  poco  á  ocre.  Los  pelos  larg-os  de  debajo  de  lo,  de- 


DE   HISTORIA   NATURAL.  179 

dos,  pardo  rojos,  tirando  á  Siena  tostada  en  unos  ejemplares,  y 
en  otros  á  rojo  de  ladrillo.  Cola  negra  encima,  blanca  debajo  y 
en  los  lados. 

Cráneo  parecido  al  del  L.  sherif;  pero  los  nasales  son  más 
cuadrados  por  detrás  y  de  perfil  menos  convexo,  y  la  parte  de 
los  frontales  que  avanza  entre  ellos,  es  relativamente  más 
prolongada  y  con  los  bordes  más  paralelos.  El  áng'ulo  formado 
por  el  borde  orbitario  anterior  y  el  zig-oraático  es,  en  la  pre- 
sente especie,  menos  agudo  que  en  la  otra,  y  el  zig'omático  se 
estrecha  sensiblemente  en  la  parte  anterior. 

Dimensiones  del  tipo,  tomadas  en  carne:  Cabeza  y  cuerpo, 
370  mm.;  cola,  90;  pie  posterior,  sin  uñas,  100;  oreja,  desde  la 
base,  125,  desde  la  escotadura,  110. 

Cráneo:  Longitud  basal,  65,5;  long'itud  máxima,  82,5;  ancho 
«n  los  zigomáticos,  38;  longitud  de  los  nasales  en  la  sutura 
media,  24,2;  ancho  máximo  de  los  mismos,  18;  serie  molar  su- 
perior, 13;  barra,  23. 

Zí'rt^'.— Meseta  central  de  Marruecos,  á  unos  450  m.  de  altura 

Tipo. — Un  macho  adulto,  obtenido  en  Marrakesh  (29  de  Ene- 
ro de  1907).  Se  han  estudiado  cuatro  ejemplares  más,  todos  de 
la  misma  procedencia. 

Como  puede  deducirse  de  la  anterior  descripción,  la  liebre  de 
la  meseta  central  de  Marruecos,  difiere  igualmente  de  las  dos 
formas  litorales  (L.  Schhimbergeri  y  L.  sherif),  y  de  la  que  ha- 
bita el  interior  de  la  provincia  de  Hahá  {L.  aüanticus).  De  las 
dos  primeras  se  aparta  por  su  tamaño,  y  además  por  la  dife- 
rente forma  de  los  huesos  nasales,  y  del  L.  atlanticus,  al  que 
se  asemeja  en  sus  dimensiones  y  en  la  gran  longitud  de  las 
orejas,  se  distingue  por  la  coloración  y  la  forma  del  cráneo.  En 
todo  caso,  podría  ser  considerada  como  una  forma  local  del 
L.  sherif,  que  es  con  el  que,  aparte  del  tamaño,  guarda  mayor 
semejanza. 

Boletín    bibliográfico. 

Abril. 

Académie  des  Sciences.  Cracovie.  (Bulletin  international.)  1906,  nos  4-10. 

Académie  des  Sciences.  Paris.  (Comptes  rendus.)  1907.  Premier  semestre, 
n°  8.— Charabot  et  Laloue:  Répart.  successives  des  composés  terpé- 
niques  entre  les  divers.  org.  d'une  plante  vivace. — Garles:  Le  flúor 


180  BOLETÍN    DE    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

dans  les  coq.  de  molhisqnes. — Gravier:  Sur  un  genre  nouv.  de  Pen- 
natulidé. — Kukstler  et  Gixeste:  Giardia  alata  n.  sp.— Bouxhiol:  Sur 
quelqnes  conditions  physico-biol.  du  lac  Mélah  (Algérie). — Kaylac: 
De  la  nocivité  des  buitres.— Phisalix:  Les  Éléphants  ont-ils  une  ca- 
vité  pleura! e? — Marinesco  et  Minea:  Nouv.  recli.  sur  la  transplant.  des 
ganglions  nerv. — Charrin  et  Goupir,:  Répart.  des  sécrétions  microb. 
[dans  une  culture)  entre  le  liquide  de  cette  culture  et  les  microbes.= 
N°  9. — MusTZ  et  Lainé:  L'épnration  des  eaux  d'égout.— Giakd:  A  quel 
moment  et  comment  s'oblitérent  les  cavités  pleurales  des  Elépbants? — 
Perrier  [¿..y.  Observ.  au  sujet  de  la  communication  precedente  de 
M.  Giard.— Fouabd:  Sur  les  propriétés  colloídales  de  Tamidon.— Pilt- 
TRE  et  Vila:  Relations  entre  1  oxyhémoglob.  et  les  gaz  du  sang.— De- 
LEZENNe:  Influence  de  la  nature  physique  des  parois  sur  l'activ.  du 
suc  pancréatique  par  les  seis  de  calcium.-  Clavebie:  Contrib.  á  l'étu- 
de  anatomique  des  Raphia  de  Madagascar.— Boxnhiol:  Sur  les  Pois- 
sons  comestibles  du  lac  Mélah  (Algérie).— Tur:  Une  forme  nouv.  de 
l'évolution  anidienne.— Brasil  et  Fautham:  Sur  l'esi&t.,  chez  les  Si- 
punculides,  de  Schizogrégarines  appart.  á  la  famille  des  Selenidiidae. 
Paulesco:  Physiol.  de  l'hypophyse  du  cerveau. — Beauchamp:  Sur  l'ab- 
sorption  intestin.,  la  formation  et  l'utilisation  des  reserves  chez  les 
Kotiféres. — Doyon,  Gautier  et  Morel:  Eóle  de  l'intestin  dans  la 
flbrinogen. — Glangeaud:  Les  laves  et  les  minéraux  des  volcans  de  la 
chaiue  des  Puys. — Possekot:  Sur  les  .schisteset  les  quartzites  graphit. 
de  Berric  et  sur  leurs  relations  avec  ceux  du  Morbiham,  de  Sarzeau- 
Guérande  et  de  Belle-Ile.=ís''  10.— Laveran:  Nouv.  contrib.  á  l'étude 
des  mouches  piquantes  de  l'Afrique  intertrop.— Lubimenko  et  Maige: 
Sur  les  paiticul.  cytolog.  du  développ.  des  cellules-méres  du  pollen 
des  Nym¡)hea  alba  et  NupJiar  luteum.  —  hxnK:  Sur  les  caracteres  écolo- 
giques  de  la  végétation  dans  la  región  occident.  de  la  Kabylie  du 
Djurjura.— Jacobesco:  Sur  un  phénom.  de  pseudomorph.  végétale, 
analogue  á  la  pseudomorph.  des  minéraux.— Robinson:  Sur  une  for- 
mation épineuse  caractérist.  des  derniéres  vertebres  dorsales  chez 
Thomme.— NicKLÉs  et  Jolt:  Sur  la  tectonique  du  nord  de  Meurthe  et 
Moselle.=N°  11.— Haller:  Sur  la  cire  du  palmier  Raphia  Ritffia,  de 
Madagascar. — Lévt:  Snr  l'exist.  de  paramétres  capables  de  caracté- 
riser  les  magmas  d'une  famille  de  roches  éruptives.— Leclerc  du 
Sablón:  Influence  de  la  fécondation  sur  les  caract.  des  figues.— 
Gatin:  Sur  le  develcpp.  des  pneumatJwdes  des  Palmiers  et  sur  la  véri- 
table  nature  de  ees  organes.— Henrt:  Quelques  conséquences  de  l'in- 
terpolation  des  princip.  expériences  de  M.  Chauveau  surl'energétique 
musculaire.— Marinesco  et  Minea:  Changements  morph.  des  cellu- 
les  nerv.  survivant  á  la  transplsnt.  des  ganglions  nerveux.— Dubois 
et  Vlés:  l^ocomotion  des  Gastéropodes.  — Grandidier:  Sur  un  nouveau 


DE    HISTORIA   NATURAL.  181 

Lémurien  sub-fossile  de  Madagascar. — Oddoxe:  Sur  quelques  cons- 
tantes sismiques  déduites  dii  tremblement  de  terre  du  4  Avril  1904. 

Académie  internationule  de  Géogj-a/ihie  Botanique.  Paris.  (Bidletin.)  19(17, 
n°  209. — Hervier:  Exciireions  botan,  de  M.  E.  Eevercbon  dans  le 
masiif  de  la  Sagra  (1904-1906). 

Australian  Museum.  Sydney.  (Records.)  1907,  vol.  vi,  n°  4. — Etheridge 
and  Whitelegge:  Aboriginal  Workshops  on  tbe  Coast  of  New  South 
Wales,  and  their  Contents. — Benham:  On  tbe  Oligocbaeta  from  the 
Bine  Lake.— Andekson:  Orthoclase  in  New  Soutb  Wales.  — Haswell 
and  Hedley:  Introd.  Note  on  the  First  Deep- Sea  Cruise. — Haswell: 
Tbe  Colonial  Radiolaria  of  tbe  Tasman-Sea. — Hedlet:  MoUusca  from 
Eighty  Fathouas  ofí  Narrabeen.—  Goddard:  Foraminiferal  Sand  Dred- 
ged  Twenty-two  Miles  east  of  Sydney  at  a  üeptb  of  Eighty  Fathoms. 
McCüLLOcH:  Note  upon  Mus  tompsoni  Ramsay. — Rainbow:  Two  New 
Species  of  CoUembola. — Waite:  The  Generic  Ñame  Crepidogaster. — 
Norte:  Note  on  an  Unusual  Set  of  Stoneplover's  Eggs. 

Berliner  Entomologische  Zeitmig.  Berlin.  1907,  Bd.  51,  Heft  ii  und  iii. — 
Thieme:  Monograph.  Bearbeitung  der  Gatt.  Lasiopbila  Felder,  Dae- 
dalma  Hew ,  Catargynnis  Rober,  Oxeoschistus  Butl.,  Pronopbila 
Westw.,  Corados  DoubL,  Hew.  (Lepidopt.  Khopaloe.  Satyridae.) 

Clínica  y  Laboratorio.  Zaragoza.  1907,  n.os  2-3.— Ramón  y  Cajal  (P.):  El 
encéfalo  de  los  Batracios. 

Gaceta  farmacéutica  española.  Barcelona.  1907,  n°  101. 

Ingeniería.  Madrid.  1907,  n.os  69-72. 

Institut  océanographique.  Monaco.  (Bulletin.)  1907,  n°  91. — Allemandet: 
Analyse  de  quelques  écbantillons  de  Pélagosite  recueillis  dans  le  port 
de  Monaco. =N°  92.— Joubik:  La  presqu'ile  de  Qniberon.=N°  93. — 
BóuviER:  Quelques  impressions  d'un  naturaliste  au  cours  d'une  cam- 
pagne  scientif.  de  S.  A.  S.  le  Prince  de  Monaco  (19n5).=N°  94.— 
Vlés:  Sur  l'exist.  de  la  Mye  dans  la  Méditerranée.=N°  95.— Prixcg 
Albert  de  Monaco:  Sur  la  8"  campagne  de  la  Princes'e  Alice  II.= 
N°  96. — Chevrecx:  Orchomenella  lobata,  nouv.  esp.  d'ampbipode.= 
N°  97.  — Portier  et  Richard:  Sur  une  méthode  de  prélévement  de 
l'eau  de  mer  destiuée  auz  études  bactériologiques— N"  98. —  Coutiére; 
Questionnaire  relatif  aux  espéces  comestibles  de  Crus taces. 

Johns  Hopkins  Bosjñtal.  Baltimore.  (Bulletin.)  1907,  nos  191-192. 

Kaialog  Liieratury  Naukowej  Polskiej.  Kraków.  1906,  tom  vi,  zeszyt  i  i  ii. 

K.K.  Naturhistorisclien  Ho/museiinis.  Wien.  (Annalen.)  1905,  Band  xx,Nr.  4. 

K.  K.  zoologisch-botanischen  GeseUschaft.  Wien.  (Verhandlungen.X  1907, 
Lvii  Band,  1  Heft. — Penecke  und  Müller:  Ivoleopterol.  Ergebnisse 
ein.  Sammelreise  nach  Dalmatien  in  Sommer  1905. — Glowacki: 
Bryolog.  Beitr.  aus  dem  Okkupationsgebiete. — Hormuzaki:  Die 
Schmetterlinge  (Lepidopt.)  der  Bukowina. 


182  boletín    de    la.    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

La  Feuille  des  Jeunes  Naturalistes.  Paris.  1907,  n°  437. — Germaix:  Revisión 
des  espéces  fran9.  appart.  aux  genres  Vivípara  et  Bythinia  (snite). — 
Cépkde:  Entretien  sur  les  Sporozoaires,  parasites  des  Insectes  (fin). — 
Courjaült:  Guide  de  l'Excursionniste  dans  les  faluns  de  Touraine, — 
GouRT  et  GüiGNON:  Les  Insectes  paras,  des  Cruciféres  (suite). — 
Gaulle:  Catal.  des  Hyménopt.  de  Franco  (suite).=N°  438.  — Germain: 
Revis.  des  esp.  fran9.  appart.  aux  genres  Vivípara  et  Bythinia  (suite). 
Coürjault:  Guide  du  Géologue  dans  les  Faluns  de  la  Touraine  (fin). — 
GouRY  et  Guignom:  Les  Insectes  paras,  des  Cruciféres  (suite).— 
Gaulle:  Catal.  des  Hyroénopt.  de  France  (suite). 

Las  Baleares.  Palma  de  Mallorca.  1907,  n.°  75. 

Le  Naturaliste.  Paris.  1907,  n°  480.— Meunier:  Contrib.  á  la  faune  des 
Mycetophilidae  du  Copal  récent  de  Zanzíbar  et  de  Madagascar. — 
BoussAc:  Set-Typhon  et  l'Okapi. — Xambec:  Nidification  des  Euméni- 
des. — BouGox:  Les  chevaux  de  course  des  Romains. — Trouessart: 
La  distrib.  géograph.  des  anim.  vivants  et  fossiles. — Régnault:  Les 
faiseurs  de  pluie.=N°  481. — Bordas:  Les  piroplasmes  et  la  piroplas- 
mose  des  Bovides  (Malaria  Bovine). — Boussac:  Set-Typbon  et  l'Oka- 
pi.— Trouessart:  La  distrib.  géograph.  des  anim.  vivants  et  fossiles. — 
Lalot:  Les  fourmis;  l'énergie  et  l'acide  formique. — Magaud  et  Aübus- 
son:  Sur  les  espéces  d'oiseaux  des  genres  Saxícola  et  Pratíncola  ob- 
servées  dans  la  basse  Egypte.  — Régnault:  Les  races  pathologiques 
(L'Aérophagie). 

Musée  Zoologique  de  l'Académie  impériale  des  Sciences.  St.  Pétersbourg. 
(Annuaire.)  1905,  tome  x,  nos  3-4. 

Museum  of  Coniparative  Zoology.  Cambridge.  (Bulletin.)  1907,  vol.  l,  n"  6. 
Atwood  Kofoid:  New  Species  of  Dinoflagellates.=N°  7.— Eastman: 
Mylostomid  Dentition. 

Naturae  Novitates.  R.  Friedlander  und  Sohn.  1907,  n'  s  2-3. 

Novitates  Zoologicae.  Tring.  1907,  vol.  xiv,  n°  L— Hellmatr:  Another 
Contrib.  to  the  Ornithol.  of  the  lower  Amazons.— On  a  collect.  of 
Birds  from  Teffé,  rio  Solimoes,  Brazil. — Rothschild  and  Jordán:  New 
Sphiugidae. — Rothschilu:  Troides  Alexandrae  sp.  nov.— Warren:  New 
Drepanulidae,  Thyrididae,  TJraniidae  and  Geometridae  from  British 
New  Guinea. — American  Thyrididae,  TJraniidae  and  Geometridae  in 
the  Tring  Museum.  — Lydekker:  The  Eland  of  British  East  África. — 
Hampson:  Two  new  Indian  Sphingidae.—l^ew  Zygaenydae  in  the  Bri- 
tish Museum. — Rothschild:  Some  new  Siphonaptera. — Further  Notes 
on  Macropus  magnus. —ÜAKrERt:  On  the  british  subspecies  of  Cara- 
bus  v/oZacews.— Miscellanea  ornithologica. 

Rivista  coleotterologica  italiana.  Camerino.  1907,  n"  3.— Leoni:  Gli  Spho- 
drus  italiani  (fine). 

Boyal  Physical  Sociely.  P^dinbnrgh.  (Proceedings.)  1907,  n"  2.— Thomson: 


DE    HISTOUIA    NATURAL.  18? 

Note  on  Primnoa  reseda  from  tliPi  Faeroe  Chaunel  and  on  its  li.inbryos, 
Kkrr:  The  Developm.  of  Polypferiis.—M'l^tosiv.  Meristic  Variat.  ia 
the  Commou  Sun-Star  (Solaster  pnpposusJ.  —  'Rirüauí:  On  the  Occurr. 
of  a  supossed  Austral.  Hydroid  (Sertularia  elonga'aj  in  tlie  North  Sea. 

Sniithsonian  Institution.  Washington.  (Annual  Report.)  Años  l'.)05-1906. 

Société  helge  cU  Astronomie.  Bruxelles.  (Bulletin.)  1907,.  n"  2.— Flama  che: 
Les  formes  cristallines  de  l'eau  (suite). — Paqoot-  Le  Vésave  et  la 
derniére  éruption  (suite). 

Société  hotanique  de  Frunce  París.  (Bulletin.)  1906.  Mémoires.  — Finet  et 
Gagxbpauv:  Contrib.  á  l'étude  de  la  flore  de  l'Asie  orient. 

Société  Entomologique  de  Belgique.  Bruxelles.  f Aúnales.)  1907,  n"  2.— Mo- 
ser:  Eine  nene  Cetonide  von  Deutsch  Neu  Giiiuea  — Chapman:  Re- 
marks  on  some  Psychids. — Kerremans:  Buprest.  de  Test  afric.  allem. — 
Bovie:  JSotes  sur  les  Curculionides. 

Stettiner  Entomologische  Zeifung.  Stettin.  1906,  Heft  ii. 

The  American  Naturalist.  Boston.  1907,  n°  482.— Mürbach:  An  automatic 
Aerating  device  for  Aquaria.— Durxford:  The  Flying-Fish  Problem. 
Walton:  Catal.  Museum  Specimens.— Murrat:  Some  South  Amer. 
Kotifers.— Kingsley:  Meristic  Homol.  in  Vertebr.— Shofeldt:  Ou  the 
Osteol.  of  the  Tubinares, 

The  Canadian  Entomologist.  Loudon.  Ontario.  1907,  n"  3.— Walker:  A  new 
Somatochlora  with  a  Note  on  Ontario  spec— Coqoillet:  New  gen.  and 
sp.  of  Díptera. — Kearfott:  New  Micro-Lepid.  (contin.)— Caesar;  How 
Insects  are  distrib.-PEARSALL:  A  revi-W  of  our  Geometrid  Classif.  - 
Barxes:  New  spec.  of  N.  Amer.  Lepi'lopt.  (concl.)  — Hixe:  Records  of 
Diptera  from  Lake  Temagami,  Ont.— Büexo:  Ou  the  Coruicles  of  the 
Aphidae.— Taylor:  Note  on  Plataea  Californiaria  and  its  allies.— 
flowARD:  A  new  spec.  of  Copidosoma. — Washborn:  Chionea  valga  in 
Minnesota.— Frost  and  Aaron;  Occurr.  of  Achlarus  lycidas  and 
Laertias  philenor  near  Boston. 

The  Entomologist' s  Record.  London.  1907,  n°  3— Walsixgham:  Notes 
on  the  g.  Agdistis,  fib .,  with  descript.  of  a  new  spec.  (Agdistis  sphinx, 
Wlsm).— Chapman:  The  Pupal  skin  and  hairs  of  Loweia  (Chrysopha- 
nuB)  amphidamos.— Edelsten:  The  Identity  of  the  Brit.  Nonagria 
neurica. — Bird:  Notes  from  the  Wye  Valley;  Lepidopt,  in  1906. — 
Graves:  Notes  on  Egyptian  and  Syrian  Butterflles.— Bdrr:  Synopsis 
of  the  Orthopt.  of  West.  Europe.— Bagxall:  Anurida  marítima  Guér., 
and  its  enemies. 

Thi'  Zooíogist.  London.   1907,  n°  789.— Patterson:  Birds  and  the  Great 
Snow.— MouRiTZ:  Ornithol.  Observ.  in  Surrey,  1906. — Workman:  Des- 
cript. of  Wild  Ducks'Down. 
United  States   National  Rerbarium.   Washington.  (Contributions.J   1906, 
vol.  X,  part  3. 


184  boletín    de    la    REAL   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

United  Siafes  National  Museum.  Washington.  (Proceedingí^.)  1907,  vol.  31 . 

Weather  Burean.  Manila.  (Bulletin.)  June,  July  and  August  1906. 

WissenschnftUche  InseMeiihiologie .  Husum.  ( Zeitschrift.)  1907,  Heft  1. — 
Escheuich:  Neue  Beobachtungen  üb.  Paussus  in  Erythrea. — Courvo:- 
siER:  Üb.  Zeichnungs-Aberrat.  bei  Lycaeniden. — Meixner:  Die  rela- 
tive  Haufigkeit  der  var.  von  Adalia  bipunctata  L. — Reh;  lasekten- 
frass  an  Kakao-Bohnen. — Eichelbaum:  Die  Larven  von  Cis  festivus 
Panz.  und  von  Emphyhis  glaber  Gyll. — Krausse:  Coprophagen-L^hen 
auf  Sardinien  in  Herbste. 

Zoologischer  Anzdger.  Leipzig.  1907,  nos  g-io. — Dahl:  Ein  Reformvorsch- 
lag,  die  Anwendung  system.  Ñamen  betreííend. — Boettger:  Petrieola 
pholadiformis  Lam.  im  deutschen  Wattenmeer. — Hartmann:  Fressiust 
«in.  Riesenschlange. — Thor:  Lebertia-Stu.d.—BiRVi.A:  Neue  Solifugen. 
Schkllack:  Entwicklung  und  Fortpflanzung  von  Echinomera  hispida. 
Kofoid:  The  Struct.  and  Syetem.  Position  of  Folykrikos  Bütsch.— 
Sokoi.owsky:  Experim.  mit  Hiesenschlangen  z.  Feststellung  ihros 
Nahrungsquantums.— Haswell:  Paras.  Euglenae.— Walter:  Neue 
schweizerischeWassermilben. — Dahl:  Provisor  Artnamen  inder  Zool. 
— Largaiolli:  Glenodinium  pulvisculus  (Ehr.)  Steiu  var.  ocíí/aíww  mihi 
und  Alax  intermedius  Koen.  var.  lavaronensis  mihi. — Awerinzew:  Üb. 
die  Susswasserprotoz.  der  Insel  Waigatscli. — Ludwig:  Diagn.  neuer 
Tiefsee-Seesterne  aus  der  Fam.  der  Porcellanaster.— Brehm:  Üb.  das 
Vorkoinmen  von  Diaptomus  tatricus  Wierz.  in  den  Ostalpen  und  üb. 
Diaptonius  Jmpebvieseri  n.  sp.^^Nos  11-12.— Muralewick:  Z.  Myriapo- 
denfauna  des  Kaukasus.— Dawydoff:  Sur  la  morphol.  des  format. 
cardio-périoard.  des  Enteropneustes.— Podiapoi.sky:  üb.  das  grüne 
Pigment  bei  Locust.— Zimmer:  Neue  Cumac.  aus  den  Fam.  der  Cumi- 
den,  Vauntompsoniiden,  Nannastaciden  und  Lampropiden.— Hadvi: 
Üb.  intranncl.  Kristallbildung  bei  Tubular ia.—SpKM as íü:  Neue  Tatsa- 
chen  zum  Linsenproblem.— Auerbach:  Ein  neuer  Myxobolus  iu  Bra- 
chsen  ( Abraviis  brama  L.). 


Aranzadi  (D.  Telesforo  de).— Tercera  lista  de  nombres  catalanes  de  hon- 
gos (bolets).  (Bol.  R.  Soe.  esp.  Hist  nat.)  Madrid,  1907. 

Brizi  (S.  ügo).— La  Typhula  variabilis  R.  e  il  mal  dello  sclerozio  della 
barbabietola  da  zucchero.  (R.  Accad.  dei  Lincei.)  Roma,  1906. 

—  Ricerche  intorno  al  modo  di  caratterizzare  le  alterazione  prodotte  alie 

piante  coltivate  dalle  emanazione  gassose  degli  stabilimenti  indus- 
trian. (R.  Accad.  dei  Linoei.)  Roma,  1906. 

—  Ricerche  sulla  malattia  del  riso  detta  «brusone».   (Ann.  della  Istituz. 

Agraria  Dott.  Andrea  Ponti.)  Milano,  1905. 

—  Ulteriori  ricerche  intorno  al  brusore  del  riso.  (Ann.  della  Istit.  Agraria 

Dott.  A.  Ponti.)  Milano,  1906. 


Sesión  del  1."  de  Mayo   de  1907. 

PRESIDENCIA  DE  D.  FLORENTINO  AZPEITIA 

El  Secretario  leyó  el  acta  de  la  sesión  anterior,  que  fué 
aprobada. 

Se  participó  que  el  Presidente,  D.  José  Casares  Gil,  había 
excusado  su  asistencia,  por  encontrarse  ausente  de  esta  ca- 
pital. 

Admisiones  y  presentaciones. — Fueron  admitidos  como  socios 
numerarios  D.  Mig-uel  Pérez  Molina,  Director  de  la  Academia 
g-eneral  de  Enseñanza  de  Ciudad  Real,  presentado  por  D.  An- 
tonio Martínez;  D.  Mariano  Hug-uet  y  Padró,  y  D.  Federico 
Wynn  EUis,  propuestos  en  sesión  de  la  Sección  de  Barcelona, 
por  D.  Manuel  Llenas. 

Se  hicieron  cuatro  propuestas  para  socio  numerario. 

Comunicaciones. — El  Secretario  manifestó  que  la  Junta  direc- 
tiva había  acordado  contribuir  con  cien  pesetas  al  homenaje 
que  se  prepara  en  honor  del  Dr.  D.  Sautiag'o  Ramón  y  Cajal, 
manifestándose  conforme  la  Sociedad. 

Comisión  del  Noroeste  de  África. — Se  dio  cuenta  de  haber  salido 
de  nuevo  para  Marraquesh  el  Sr.  Martínez  de  la  Escalera,  que 
se  propone  explorar  alg-unas  reg-iones  del  Atlas.  Durante  su 
estancia  en  Madrid  dio  una  conferencia  en  el  Ateneo,  en  la 
que  expuso  varias  impresiones  de  su  viaje  y  estancia  en 
Marruecos,  asistiendo  á  ella  Muley  Tahar,  moro  influyente  de 
Marraquesh,  y  el  intérprete  Hamet,  del  Rif,  que  le  han  acom- 
pañado en  su  viaje  á  Madrid,  y  que  correspondiendo  á  los  ob- 
sequios que  aquí  han  recibido,  se  proponen  acompañar  al  se- 
ñor Escalera  en  sus  excursiones  por  Marruecos. 

Con  este  motivo,  el  Ateneo  de  Madrid  ha  demostrado  una  vez 
más  la  estimación  en  que  tiene  á  nuestra  Sociedad,  accediendo 
inmediatamente  á  la  petición  del  local  para  la  conferencia,  que 
tuvo  efecto  el  día  13  del  pasado  Abril  á  las  nueve  de  la  noche. 

La  Sociedad  acordó  hacer  constar  su  g"ratitud  por  el  g-alante 
comportamiento  de  aquélla  docta  Corporación. 

T.  vil.— Mayo,  1907.  18 


\m  boletín  de  la  real  sociedad  española 

Centenario  de  Linneo.— Los  Sres.  Lázaro  y  Bolívar  expusieron 
la  marcha  de  los  trabajos  que  realiza  la  Comisión  para  cele- 
brar debidamente  el  Centenario.  Las  cartas  de  Linneo  á  Loe- 
fling-  no  podrán  publicarse  en  español,  por  el  momento,  pero 
lo  serán  más  adelante  cuando  vean  la  luz  en  sueco  en  unión 
de  otras  muchas  que  dirig-ió  aquél  ilustre  botánico  á  otros  de 
sus  corresponsales  y  que  en  número  de  unos  miles  van  á  ser 
publicadas  por  el  Gobierno  de  Suecia,  habiendo  votado  la  Cá- 
mara de  diputados  el  año  pasado  una  suma  importante  para 
ello,  seg-ún  ha  comunicado  el  Dr.  R.  Fries,  que  vino  el  verano 
último  á  Madrid,  comisionado  por  el  Gobierno  de  aquel  país 
paracopiar  las  cartas  que  se  conservan  en  el  Archivo  de  nues- 
tro Jardín  Botánico. 

Acompañarán  al  número  extraordinario  de  las  Memorias 
que  publicaremos  con  este  motivo,  y  que  será  el  primero  del 
tomo  V,  interesantes  ilustraciones,  cartas  de  Linneo  reprodu- 
cidas en  fototipia,  y  fotog-rafías  del  monumento  erig-ido  en  1859 
á  la  memoria  de  este  sabio  en  el  Jardín  Botánico  de  Madrid, 
así  como  del  busto  en  bronce  que  le  corona,  y  que  servirán  para 
hacer  ver  á  los  extranjeros  cómo  España  ha  sabido  siempre 
reconocer  y  ensalzar  el  mérito  del  g'ran  naturalista  sueco. 

Se  comunicó  además  á  la  Sociedad  que  el  Sr.  Lázaro  llevará 
la  representación  de  la  Universidad  Central  en  las  fiestas  del 
Centenario  que  se  celebrarán  en  Upsal,  y  se  propuso  que  el 
Sr.  Rivas  Mateos,  que  espontáneamente  se  dispone  á  acompa- 
ñarle, lleve  la  representación  de  esta  Sociedad;  lo  que  fué  así 
acordado. 

Notas  y  comunicaciones— El  Secretario  entreg-ó  un  trabajo  de 
D.  Ángel  Cabrera  Latorre  sobre  «Mamíferos  nuevos  españoles»; 
y  otro  de  D.  Daniel  Jiménez  de  Cisneros  titulado  «El  Maig-mó 
y  sus  alrededores». 

— El  Sr.  Hernández  Pacheco  exhibió  unas  fotog-rafías  de 
martillos  y  piedras  con  cazoletas  encontrados  en  las  escombre- 
ras de  alg-unas  minas  de  la  Sierra  de  Córdoba,  ins'trumentos  á 
los  que  se  atribuye  procedencia  fenicia  ó  romana  y  que  indu- 
dablemente fueron  utilizados  por  los  primitivos  explotadores  de 
aquellos  yacimientos  para  la  trituración  de  los  minerales.  El 
Sr.  Hernández  Pacheco  manifestó  que  tiene  en  preparación  un 
trabajo  sobre  sus  investig-acioneA  acerca  de  este  hallazg-o. 


DE   HISTORIA   NATURAL.  187 

— El  Sr.  Bolívar  presentó  también  dos  fotografías  de  tiburo- 
nes pescados  en  ag-uas  de  La  Coruña  por  los  vapores  que  ac- 
tualmente se  dedican  á  la  pesca  de  altura.  Uno  de  los  ejeni- 
plares,  reproducido  por  la  fotog-rafía,  es  notable  por  su  tamaño, 
y  el  otro  por  pertenecer  á  una  especie  muy  curiosa  y  rara,  el 
^hlamydoselacJms  anguinens  Garman ,  observado  hasta  ahora 
solamente  en  el  mar  del  Japón,  y  en  Funchal  (Madera),  ha- 
ciendo alg-unas  consideraciones  acerca  del  incremento  que  la 
vida  científica  va  tomando  en  aquella  población  de  Galicia. 

—  El  Sr.  Calderón  se  ocupó  del  sismo  acaecido  durante  el 
mes  pasado  en  el  SE.  de  nuestra  Península.  Está  comprendido 
éste,  hasta  ahora,  cronológicamente,  entre  los  días  16  al  25  de 
Abril,  y  topog-ráficamente  desde  Totana  á  Málag-a. 

Resumiendo  los  datos  incompletos  que  había  podido  reunir, 
dijo  que  éstos  se  refíeren  á  Totana,  Lorca  y  Málaga,  no  tenien- 
do noticias  de  i)untos  intermedios  entre  la  seg-unda  y  la  ter- 
cera localidad. 

En  Totana  (Murcia),  se  sintió  á  las  cinco  y  media  de  la  tarde 
del  día  16  un  temblor  de  tierra  de  más  de  cinco  seg-undos  de 
duración,  que  fué  precedido  de  un  g-ran  ruido  subterráneo. 
Orig-inó  g-ran  pánico  en  toda  la  población  y  produjo  muchos 
desperfectos  en  las  casas,  si  bien  no  hubo  que  lamentar  des- 
g-racias  personales.  Se  hundió  un  edificio,  se  derrumbó  en  el 
Coleg'io  de  Franciscanos  el  techo  de  la  sala  de  estudios,  y  otras 
casas  se  ag-rietaron  tan  profundamente  que  las  autoridades 
dieron  orden  de  desalojarlas  en  seguida. 

Dicho  sismo  fué  percibido  en  Lorca  con  menos  intensidad 
y  duración  (se  dice  que  tres  seg-undos),  pero  se  reprodujo  más 
tarde.  El  día  21,  momentos  después  de  las  nueve  de  la  noche, 
se  repitió  el  terremoto  con  más  violencia,  durando  tres  segun- 
dos, con  gran  alarma  de  la  población. 

En  Málaga  se  sintió  también  este  último  temblor  de  tierra, 
aunque  ligeramente  y  de  escasa  duración,  pero  lo  bastante 
para  sobrecoger  á  parte  del  vecindario.  Dícése  que  corrió  de 
Norte  á  Sur. 

Como  coincidencias  merecen  señalarse  los  grandes  y  exten- 
sos terremotos  acaecidos  en  Méjico  en  los  días  15  y  17  del  mis- 
mo mes,  que  entre  otros  desastres,  han  originado  la  destruc- 
ción de  las  ciudades  de  Chilpancingo  y  Chilapa,  y  las  sacudi- 
das de  la  mañana  del  día  25  en  el  Norte  de  Italia,  particular- 


i«s  boletín  de  la  real  sociedad  española 

mente  en  las  provincias  del  Piamonte,  Lombardía,  Emilia  y 
Venecia,  ocasionando  no  sólo  terrible  pánico,  sino  el  resque- 
brajamiento y  aún  destrucción  de  casas. 

Quizá  deban  recordarse  como  precedente  los  terremotos  ocu- 
rridos en  Alicante  el  día  23  de  Enero  del  año  corriente,  deque 
nos  dio  noticia  nuestro  consocio  el  Sr.  Jiménez  de  Cisneros  (1), 

Notas  bibliográficas.— El  Sr.  Calderón  leyó  las  sig-uientes: 
Osann  (A.),   Ueber  einige  AJkaligesteme  aus  Sp a7ii en  {&ohve 

algunas  rocas  alcalinas  de  España).  Rosenbuchs-Festschrifft,. 

1906,  pág-s.  263-310.  Con  una  lámina  y  un  g-rabado  intercalado, 

1.  Be7'  Foríimií  von  Fortuna,  prov.  Murcia.  (La  fortunita  de 
Fortuna,  provincia  de  Murcia)  (2). 

Se  trata  de  una  roca  con  aspecto  de  pechstein,  compuesta  de 
olivino,  mica  flog-opita,  diópsido,  apatito  y  vidrio  con  microli- 
tos  micáceos.  Está  relacionada  con  las  traquitas  que  allí  exis- 
ten, y  su  afinidad  para  con  ellas  es  como  la  de  las  limburgitas 
con  respecto  á  los  basaltos.  Es  interesante  el  hallazgo  en  am- 
bas rocas  de  nodulos  de  olivino  con  diópsido  cromífero,  flogo- 
pita  y  picotita,  cuyos  nodulos  aparecen  muy  alterados  en  las 
traquitas. 

Extiende  el  autor  el  nombre  de  fortunita  á  aquellas  tra- 
quitas, y  las  define  como  rocas  eruptivas  déla  serie  alcalina, 
consistentes  de  un  modo  esencial  en  un  piroxeno  rómbico  po- 
bre en  hierro,  mica  ñogopita,  sanidino  y  un  poco  de  diópsido, 
y  caracterizadas  químicamente  por  su  escasa  alúmina  combi- 
nada con  una  elevada  proporción  de  álcalis,  por  la  gran  can- 
tidad de  MgO  y  su  proporción  de  cal  (cerca  de  10  :  3  por   100>. 

2.  Ueler  das  Muttergesteine  des  Apatits  von  Jumilla  (Sobre 
la  roca  madre  del  apatito  de  Jumilla  ) 

El  conocido  apatito  (esparraguina)  de  esta  localidad  aparece 
asociado  á  la  calcita  y  al  oligisto  micáceo  en  venas  y  filones, 
como  rellenos  d^  origen  profundo  en  una  roca  ya  consolidada. 
No  se  encuentran  estos  minerales  en  toda  la  extensión  que 
dicha  roca  ocupa,  sino  que  están  circunscritas  á  ciertos  parajes. 

Difiere  poco  en  su  composición  química  de  la  roca  de  Fortu- 

(1)  Bol.  R.  Soc.  ESP.  DE  HiST.  nat.,  tomo  vii,  1907.  pág.  107. 

(2)  El  nombre  y  descripción  de  la  roca  y  su  yacimiento  se  deben  al  Sr.  Adán  de 
Yarza  /Roca  eruptiva  de  Fortuna  fprovincia  de  MurciaJ.  Bol.  de  la  Com.  del  Mapa  geol., 
t.  XX,  1895,  págs.  319  3ÓI3,  con  dos  grabados  intercalados  y  una  lámina). 


DE    HISTORIA   NATURAL.  189. 

na,  pero  su  contenido  de  ácido  silícico  es  6-8  por  100  menor 
•que  en  ésta.  Se  aproxima  mucho  en  tal  respecto  y  por  sus  ca- 
racteres microscópicos  á  las  rocas  eruptivas  llamadas  wyomin- 
gita  y  orendita,  todas  ellas  sanidinico-íeucéticas,  con  variable 
cantidad  de  ambos  minerales,  conteniendo  además  olivino,  un 
piroxeno  de  la  serie  del  diópsido-liedenberg-ita,  flog-opita  y 
hornblenda  cataforítica.  La  leucita  está  siempre  transformada 
■en  analcima.  Como  elementos  accesorios  fig-uran  apatito  y  una 
corta  cantidad  de  hierro  titanado. 

La  estructura  corresponde  á  la  de  una  roca  profunda.  Entre 
sus  diferentes  .variedades  ha^' alg-unas  desprovistas  de  feldes- 
pato. Llama  el  autor  Jicmi Hila  á  estas  rocas,  que  á  diferencia 
de  la  wyoming"ita  y  la  orendita  antes  mencionadas,  contienen 
olivino,  y  forman  con  las  fortunitas  de  la  misma  región,  un 
g-rupo  independiente  entre  las  rocas  alcalinas. 

El  trabajo  del  Sr.  Osann,  conocido  por  otros  anteriores  y  muy 
notables  sobre  el  cabo  de  Gata  y  Cartag-ena,  de  que  se  dio  no- 
ticia oportunamente  en  esta  Sociedad,  es  sumamente  intere- 
sante, porque  contiene  la  primera  noticia  sobre  la  existencia 
■en  España  de  materiales  ricos  en  leucita,  y  además  porque  re- 
suelve, al  parecer,  la  discutida  naturaleza  de  la  roca  madre  de 
la  esparrag-uina  de  Jumilla,  que  por  alg'unos  fué  considerada 
como  una  toba,  y  por  tanto,  como  un  material  clástico. 

Chevalier  (M.),  Sn7'  les  ¡jlaciers  jileistocéms  dans  les  vallées 
■cfAndorre  et  dans  les  haiUes  vallées  espagnoles  environna7ites. 
Comp.  rend.  Ac.  Sciences,  vol.  cxlii,  1906,  pág-s.  910  91-2. 

El  autor  explana  la  idea  de  que  los  glaciares  de  la  éi)oca 
pleistocénica  tuvieron  una  extensión  mucho  mayor  en  la  ver- 
tiente francesa  que  en  la  española  de  los  Pirineos;  diferencia 
resultante  de  que  la  seg-unda  solo  recibió  vientos  calientes 
y  secos,  al  paso  que  la  primera  estaba  bajo  la  influencia  de  los 
vientos  húmedos  del  NW.  A  esta  condición  climatérica  se  debe 
que  se  formara  en  el  valle  del  Ariége  y  en  los  secundarios  un 
importante  g-laciar  que  empujó  su  morrena  hasta  Tarascón 
(450  m.),  al  paso  que  en  el  valle  de  la  Seg-ra  los  glaciares  no 
alcanzaron  nunca  extensión  considerable. 

Secciones. — La  de  Barciílona  celebró  sesión  el  21  de  Marzo, 
bajo  la  presidencia  del  Sr.  Pí  y  Suñer. 


190  boletín  de  la  real  sociedad  española 

Fueron  admitidos  como  socios  los  propuestos  en  la  sesión 
anterior. 

— El  Sr.  Llenaspropnsopara  socio  á  D.  Baltasar  Serradell,  do- 
miciliado en  esta  ciudad,  calle  de  San  Pablo,  núm.  71  y  73, 
principal.  (Especialidad:  Conquiliolog-ía,  Paleontolog-ía  y  Mine- 
ralog-ía). 

—El  Sr.  Píy  Suñer  leyó  un  trabajo  oripúnal  Sobre  la  función 
antitóxica  de  los  riñones. 

La  de  Zaragoza  celebró  sesión  el  día  24  de  Abril,  bajo  la 
presidencia  de  D.  Vicente  de  Val,  leyéndose  y  aprobándose  el 
acta  de  la  sesión  anterior, 

— El  P.  Navas  presenta  y  da  cuenta  de  una  obra  reciente- 
mente publicada,  que  juzg-a  de  g-ran  interés  para  los  entomó- 
log-os,  debida  á  C.  Frionnet  é  intitulada  Les  'premiers  états  des 
Lépi doptér es  f raneáis.  En  ella  se  estudian  las  larvas  y  crisáli- 
das de  los  lepidóteros  ropalóceros,  añadiendo  las  plantas  en 
que  se  encuentran,  la  época  en  ([ue  pueden  recolectarse,  los 
parásitos  que  las  infestan  y  otra  porción  de  indicaciones  biblio- 
gráficas y  taxog-ráficas  de  g-ran  interés.  Tres  láminas,  en  que  se 
representan  los  principales  tipos  de  orug-as, ilustran  la  obra,á  la 
que  preceden  unas  nociones  g-enerales  y  una  clave  dicotómica. 

El  mismo  P.  Navas  presenta  la  sig-uiente  nota  bibliog-ráfica 
Sobre  una  clasificación  de  mosquitos. 

Creo  de  interés  dar  á  conocer  á  todos  nuestros  consocios  la 
clasificación  de  los  mosquitos  ideada  por  los  Sres.  Harrison,. 
G.  Diar  y  Federico  Knab,  y  que  se  ha  publicado  en  el  Cana- 
dian  Entomoloqist  de  Febrero  último.  Su  tendencia  es  contra- 
ria á  la  que  suele  verse  en  trabajos  de  sistemática,  pero,  á 
nuestro  juicio,  muy  plausible.  Establecen  como  principio  que 
los  g-uía  en  la  clasificación,  que  los  caracteres  esenciales  cons- 
titutivos del  g-rupo  taxonómico  género  y  otros  superiores  de- 
ben ser  comunes  á  entrambos  sexos.  Con  este  principio  deben 
armonizarse  los  caracteres  tomados  de  las  larvas.  En  su  virtud 
rechazan  muchos  g-éneros  y  subfamilias  creados  por  Theobald 
y  su  escuela,  y  simplifican  bastante  una  familia  cuyo  estudia 
es  tan  importante  en  el  terreno  de  la  ciencia  pura  y  aplicada 
y  que  pudiera  fácilmente  convertirse  en  un  caos. 

Hacen  poco  caso  de  la  long-itud  de  los  palpos,  así  como  de  la 
presencia  ó  ausencia  del  pequeño  artejo  terminal  en  los  de  la 


DE   HISTORIA    NATURAL.  IPI 

hembra.  En  cambio  introducen  un  nuevo  carácter  taxonómico 
en  el  ^e¿%e,  órg-ano  microscópico  situado  en  el  extremo  de  la 
tibia  y  consistente  en  una  serie  de  espinillas;  su  oficio  parece 
ser  la  limpieza  del  cuerpo  y  de  las  alas. 

Tal  vez  no  sea  inútil  presentar  aquí  una  sinopsis  de  toda  la 
familia  de  los  Culícidos,  á  fin  de  estimular  la  recolección  y 
clasificación  de  las' especies  de  nuestra  Península.  La  dispon- 
dremos de  conformidad  con  los  datos  del  trabajo  de  referencia. 

CLAVE    DE   LOS    CULÍCIDOS 

1.  Metanoto  desprovisto  de  cerdas;  larvas  con  el  último  seg-- 

mento  abdominal  provisto  inferiorraente,  en  medio,  de 
un  cepillo  (Tribu  Culicinos) 2. 

—  Metanoto  adornado  con  un  g-rupo  de  cerdas;  larvas  sin  ce- 

pillo ó  pincel  en  medio  de  la  cara  inferior  del  último 
segmento  abdominal  (Tribu  Sabetinos) 15. 

2.  Escudete  siempre  redondeado,  jamás  lobado 3. 

—  Escudete  distintamente  trilobado 4. 

3.  Primera  celdilla  submarg-inal  del  ala  más  larg-a  que  su 

peciolo  ó  vena  que  la  sustenta. ,     G.  AnopheJes  Meig'en. 

—  Primera  celdilla  submarg-inal  no  tan  larga  como  la  mitad 

de  su  peciolo   . .    G.  Megarhinus  R.-D. 

4.  Peine  de  la  tibia  posterior  con  una  serie  de  7  á  12  pu,as 

muy  cercanas  entre  sí 5. 

—  Peine  de  la  tibia  posterior  á  lo  más  con  cinco  púas  espar- 

cidas ó  separadas;  ó  sin  peine 14. 

5.  Lóbulo  central  del  escudete  alarg-ado  á  manera  de  cuello, 

no  elevado  á  manera  de  tubérculo 6. 

—  Lóbulo  central  del  escudete  claramente  elevado  á  guisa  de 

tubérculo 7. 

6.  Últimos  artejos  de  las  antenas  delgados  y  largos 

G.  Mansonia  Blanch. 

—  Artejos  terminales  de  las  antenas  cortos  y  anchos  

G.  yEdeomyia  Theob. 

7.  Segundo  artejo  de  las  antenas  catorce  veces  más  largo  que 

ancho G.  DeÍ7iocerites  Theob. 

—  Segundo  artejo  de  las  antenas  de  moderada  longitud,  me- 

nos de  ocho  veces  tan  largo  como  ancho 8. 

8     Primera  celdilla  submarginal  del  ala  anterior  no  tan  larga 


lí«         BOLETÍN  UE  LA  RKAL  SOCIEDAD  ESPAÑOLA 

como  la  mitad  de  su  maug-o  ó  peciolo 

G.  Uranotmiia  Arrib. 

—  Primera  celdilla  submarg-inal,  por  lo  menos  tan  larg-a  pró- 

ximamente como  su  peciolo 9, 

9.  Cabeza  con  cuello  distinto;  occipucio  ancho  y  patente. . .  . 

G.  Psorophora  R.-D. 

—  Cabeza  sin  cuello  distinto,  contigua  al  tórax 10. 

10.  Venillas  del  ala  con  tendencia  á  alinearse;  la  tercera  se 

aparta  de  la  seg-unda  menos  que  su  propia  long-itud 

G.  CuUseta  Felt. 

—  Venillas  con  disposición  normal,  bien  distantes;  la  tercera 

apartada  de  la  segunda  tanto  como  su  propia  long-i- 
tud     n. 

11.  9  con  el  último  segmento  abdominal  no  protráctil,  cua- 

drado ó  recto  en  su  extremo;  (^  órgano  genital  con  al- 
fanjes ó  fibras  delgadas,  columnario  con  extremo  encor- 
vado, convexo,  espinoso G.  Tcenior/tynchus  Arrib. 

—  9  con  el  postrer  segmento  del  abdomen  extensible,  delga- 

do;  cf  órgano  genital  con  alfanjes  anchos,  cóncavo  por 
encima 12. 

12.  Clípeo  al  descubierto 13. 

—  Clípeo  cubierto  de  escamas  numerosas,  apretadas 

G.  Slegomyia  Theob. 
13^  Lóbulos  protorácicos  aproximados. .     G.  Hcemagogus  Will. 

—  Lóbulos  del  protórax  bien  separados G.  JEdes  Meig. 

14.  Tarsos  con  anchas  pelotas G.  Lukia  Theob. 

. —    Tarsos  con  pequeñas  pelotas (j.Cnlex"L. 

15.  Clípeo  lampiño 16, 

—  Clípeo  con  pelos  á  los  lados G.  yo¿/o¿m  Blanch. 

16.  Lóbulos  del  protórax  contiguos,  con  pelos  densos 

G.  Saheíhes  R.  D. 

—  Lóbulos  protorácicos  bien  separados 17, 

17.  Ojos  separados  por  estrecha  cuña,  trompa  corta,  hinchada 

en  su  extremo 18. 

—  Ojos  contiguos  en  el  vértex 19. 

18.  Dos  uñas  normales  en  el  tarso  posterior 

G.  Wpeomyia  Theob. 

—  Una  sola  uña  en  el  tarso  posterior G.  Limatus  Theob. 

19.  Trompa  más  larga  que  el  cuerpo;   sin  cresta  de  escamas 

ahorquilladas  en  el  occipucio..     G.  Phoniomyia  Tlxeoh :, 


o 


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DE   HISTORIA    NATURAL.  !»« 

• —  Trompa  no  más  larg-a  que  el  cuerpo;  con  una  serie  de  es- 
camas ahorquilladas  en  el  occipucio 20. 

20.  Frente  normal,  lisa G.  Lesticocampa  D.  et  K. 

—  Frente  adornada  de  una  eminencia  cónica  situada  encima 
del  clípeo G.  Rynchomyia  Theob. 

Bien  quisiéramos  añadir  la  lista  de  los  g-éneros  que  en  nues- 
tra Península  se  encuentran,  como  lo  hacen  los  autores  res- 
pecto de  los  americanos;  pero  hemos  de  desistir  por  ser  muy 
escasos  todavía  los  datos  que  poseemos. 

Por  último,  solicita  la  adhesión  de  esta  Sección  al  acto  que 
con  objeto  de  conmemorar  el  2."  centenario  del  nacimiento  de 
Linneo,  celebrará  la  Sociedad  Aragonesa  de  Ciencias  natu- 
rales, á  lo  que  se  accede  g-ustosos. 

—El  Sr.  Ferrando  presenta  dos  especies  de  fósiles,  la  Eugy- 
rainterrupta  Fons  y  la  Parasmilia  aptiensis  Pictet  et  Renevier, 
ambas  del  partido  de  Benabarre,  en  la  provincia  de  Huesca  y 
no  citadas  de  Arag-ón. 

—El  Sr.  Arévalo  da  cuenta  de  las  gestiones  que  viene  ha- 
ciendo en  unión  del  Sr.  Ferrando  para  conseguir  de  la  Comi- 
sión organizadora  del  centenario  de  los  sitios  de  Zaragoza,  que 
en  el  edificio  de  Museos  que  se  ha  de  levantar,  se  instituya  un 
Museo  regional  de  las  producciones  naturales  de  Aragón.  La  Sec- 
ción acogió  con  entusiasmo  la  idea  y  acordó  coadyuvara!  éKÍ- 
to  de  la  empresa  que  se  persigue. 


Notas    y    comunicaciones. 


Los,  lobos  de  España 

POK 

ÁNGEL    CABRERA    LATÜRRE 
(Lámina  iii.) 

España  es  uno  de  los  pocos  países  de  Europa  en  que  los  lo- 
bos abundan  todavía.  En  las  Islas  Británicas,  estos  animales 
quedaron  totalmente  extinguidos  á  mediados  del  siglo  xviii; 
en  Suecia  son  ya  sumamente  raros;  en  Francia  su  número  de- 
crece con  rapidez  verdaderamente  asombrosa,  y  en  Suiza,  en 
la  época  en  que  Fatio  escribía  &\iFaune  des  Vertebres  (1869),  ya 


194  boletín    de    la    REAL    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

no  quedaban  apenas  otros  lobos  que  los  que,  atravesando  los 
Alpes,  pasaban  desde  Francia.  En  nuestro  país,  en  cambio, 
pululan  todavía  estas  fieras  en  todas  las  reg"iones  montañosas, 
aun  á  distancia  relativamente  corta  de  las  g-randes  ciudades. 
En  el  Guadarrama,  durante  los  meses  más  fríos  del  año,  se 
les  encuentra  en  número  considerable,  y  en  este  invierno  que 
acaba  de  transcurrir,  se  ha  dado  el  caso  de  bajar  un  lobo  hasta 
El  Pardo,  es  decir,  casi  á  las  puertas  de  Madrid. 

Teniendo  en  cuenta  todo  esto,  y  la  popularidad  de  que  g"oza 
el  lobo  en  todos  los  pueblos  de  las  montañas  españolas,  resul- 
ta verdaderamente  incomprensible  que  los  autores  que  se  han 
ocupado  de  nuestra  fauna  no  hayan  dedicado  más  atención  á 
este  animal.  Ni  en  una  sola  de  las  obras  españolas  sobre  ma- 
míferos de  nuestra  Península  he  podido  hallar  una  descrip- 
ción exacta  de  él.  Graells,  en  su  Fauna  Mastodolóf/ica  Ibéri- 
ca (1),  se  limita  á  copiar  las  descripciones  de  Linneo  y  Erxleben, 
hechas  sobre  lobos  extranjeros;  Martínez  y  Reg-uera  aseg"u- 
ra,  con  su  acostumbrada  inexactitud,  que  el  pelo  de  esta 
ñera  es  como  el  del  jabalí  (2),  y  López  Seoane  apenas  da  detalle 
alg-uno  sobre  la  coloración  de  esta  especie  (3j.  La  descripción 
de  Cazurro  (4)  es  la  más  detallada:  pero,  desg-raciadamente, 
algo  inexacta,  pues  en  ella  se  asignan  al  lobo  de  la  reg-ión  ma- 
tritense vientre  rojizo  claro  y  hocico  negTuzco,  lo  cual  no  es 
cierto. 

Semejantes  lig-erezas  son,  después  de  todo,  perdonables,  des- 
de el  momento  que  todos  nuestros  .naturalistas  han  considera- 
do al  lobo  ibérico  como  el  verdadero  Canis  lupus,  y  por  ende 
como  animal  demasiado  conocido.  Á  separarme  de  esta  opi- 
nión me  oblig-an  las  considerables  diferencias  que  se  observan 
entre  los  lobos  de  España  y  los  de  otros  países  de  Europa,  y 
aún  entre  los  de  las  diferentes  regiones  esj)aüolas.  Comparan- 
do cuantas  pieles,  figuras  y  descripciones  de  lobos  extranjeros 
han  pasado  por  mis  manos,  con  los  que  habitan  en  la  meseta 
central  española,  he  podido  convencerme  de  que  estos  últimos 
constituyen  una  raza  local  con  caracteres  bien  marcados,  y  en 


(1)  Mem.  R.  Acad.  Cieno.,  xvii  (18»7>,  pág.  203. 

(2)  Fauna  de  Sierra  Morenti.  Catálogo  descriptivo  de  los  mamiferos  del  término  de 
^o/tíoro.— Madrid,  1881,  pág.  106. 

(3)  Fauna  mastolójica  de  Galicia.— S&nü&go,  ISVA,  pág.  tiii. 
Actas  Soc.  ESP.  HiST.  nat  ,  1891,  pág.  215. 


DE   HISTORIA   NATURAL.  193 

el  Parque  de  Madrid  hay  actualmente  dos  ejemplares  proce- 
dentes de  las  montañas  de  Murcia,  que  evidentemente  repre- 
sentan otra  forma  subespecífica  distinta.  Alg-unoszoólog-os,  en- 
tre ellos  Brehm,  han  indicado  ya  la  existencia  de  variaciones 
g-eog-ráficas  en  el  lobo  europeo,  pero  hasta  ahora  ning-uno,  que 
yo  sepa,  ha  determinado  claramente  estas  formas  locales  por 
medio  de  un  nombre.  Al  hacerlo  yo  con  las  de  España,  debo 
concretarme  á  las  dos  únicas  que  he  podido  estudiar  bien,  sin 
afirmar  ni  neg-arque  existan  otras  en  nuestra  Península,  pero 
teniendo  por  muy  probable  la  existencia  de  una  tercera  en  los 
Pirineos,  la  cual  podría  ser  muy  bien  el  lobo  del  centro  de 
Europa. 

Como  es  lóg-ico.  yo  considero  como  forma  típica  del  Canis 
lupus  L.  al  lobo  de  Suecia,  que  es  el  que  conoció  y  describió 
Linneo.  Debo  al  Dr.  Einar  Lonnberg-,  de  Estocolmo,  detalles 
muy  precisos  sobre  los  caracteres  de  esta  forma,  que  me  han 
sido  de  g-ran  utilidad  para  el  presente  trabajo.  De  ellos  y  de 
los  demás  documentos  que  he  podido  procurarme,  se  despren- 
de que  el  verdadero  Canis  lupus  es  aproximadamente  del 
mismo  tamaño  que  el  lobo  de  los  montes  castellanos,  pero  de 
pelaje  más  pálido  (1),  y  con  otras  diferencias  de  coloración. 
Ambas  formas  pueden  considerarse  como  gigantes,  compara- 
das con  la  que  habita  el  rincón  Sudeste  de  la  Península,  la  cual, 
por  su  talla  y  aspecto,  se  aproxima  un  tanto  al  chacal.  Las 
diferencias  que  separan  á  las  tres  formas,  pueden  expresarse 
brevemente  por  medio  de  la  sig-uiente  clave: 

a.  Partes  inferiores  del  cuerpo  blanco-Eamarillentas;  al- 

zada superior  á  65  cm. 

a' .  Un  trazo  pálido,  mal  definido,  en  la  mejilla, 
separado  de  lo  blanco  de  la  garganta;  hocico 

pardo- gris C  lupus  lupus. 

b'.  Un  trazo  blanco  en  la  mejilla,  unido  á  lo  blan- 
co de  la  garganta;  hocico  leonado  rojizo.. . .      C.  1.  slgnatus. 

b.  Partes  inferiores  del  cuerpo  leonadas;  alzada  inferior 

á  65  cm C.  1.  deitanus. 

Canis  lupus  slgnatus  subsp.  nov. 

De  la  misma  corpulencia  que  el  Canis  lupus  típico  de  Suecia; 
pero  el  color  es  un  poco  más  subido  y  la  coloración  de  las  me- 
jillas diferente. 

(1)    «Vellere  cano-fulvo.»  dice  Linneo  (Fattna  Suecica,  1135,  pág-.  3.) 


Htfi  boletín  de  la  real  sociedad  española 

El  pelaje  del  lomo  ofrece  la  mezcla  de  leonado  pálido  y  ne- 
gro característica  de  la  especie;  los  pelos  larg-os  son  de  un  co- 
lor amarillo  claro,  casi  blanco,  teniendo  la  mayor  parte  de 
ellos  la  base  y  la  punta  neg-ras.  El  color  de  los  flancos  es  un 
leonado  g-ris  sucio,  que  pasa  á  blanco-crema  sucio  en  el  pecho 
y  el  vientre.  Garg-anta,  mandíbula  inferior  y  labios  blancos. 
Las  mejillas  de  un  g-ris  pardusco  obscuro,  con  un  trazo  blan- 
cuzco que,  partiendo  de  lo  blanco  de  la  g-arg-anta,  se  dirig-e 
oblicuamente  hacia  delante,  hasta  terminar  cerca  del  áng-ulo 
externo  del  ojo.  Frente  y  nuca  de  color  leonado  rojizo  sucio. 
Hocico  leonado  rojo  obscuro,  de  un  tono  intermedio  entre  par- 
do Van  Dyk  y  tierra  de  Siena  tostada.  Las  orejas  de  este  mis- 
mo color  por  fuera  y  amarillentas  por  dentro.  Las  patas  leona- 
das por  fuera,  y  de  color  de  ante  por  dentro;  debajo  del  carpo 
se  encuentra  el  trazo  negruzco  que  siempre  ofrece  esta  espe- 
cie. La  cola,  por  encima,  del  color  del  dorso,  formando  lo  iie- 
gTO  un  g-ran  manchón  desde  la  base  á  la  mitad;  por  debajo, 
blanco  amarillenta  en  la  base  y  leonada  en  el  resto. 

El  cráneo  no  ofrece  ning"ún  carácter  saliente  que  lo  disting-a 
del  de  la  forma  tipo.  Lo  único  que  he  observado  en  cuantos 
ejemplares  han  lleg-ado  á  mis  manos,  es  que  el  molar  carnice- 
ro superior  es  más  pequeño  en  signatns  que  en  el  lobo  de  Sue- 
cia;  pero  no  me  atrevo  á  aseg-urar  que  esta  particularidad  sea 
constante. 

Dimensiones  del  tipo:  Cabeza  y  cuerpo,  123  cm.;  cola,  sin 
los  pelos,  40;  oreja,  12,5;  pie  posterior,  sin  uñas,  26,5;  altura  en 
los  hombros,  70. 

Cráneo:  Longñtud  máxima,  desde  los  premaxilares  á  la  par- 
te más  posterior  de  la  cresta  sag-ital,  270  mm,;  ancho  en  los 
zig-omáticos,  255;  diámetro  máximo  del  carnicero  superior,  22. 

.^«í.— Meseta  central  española.  He  visto  y  estudiado  ejem- 
plares de  la  sierra  de  Guadarrama,  montes  de  Toledo  y  pro- 
vincia de  Ávila.  De  esta  última  reg-ión  ha  habido  una  pareja 
en  el  Retiro  de  Madrid  durante  muchos  años. 

Tifo. — Un  macho  adulto,  procedente  de  El  Escorial.  Museo 
de  Ciencias  Naturales  de  Madrid,  núm    70. 

Esta  subespecie  se  disting-ue  muy  bien  del  verdadero  Canis 
lupus  por  la  prolong-ación  del  color  blanco  de  la  g-arg-anta  á 
través  de  la  mejilla,  formando  una  faja  bien  definida,  y  por 
el  matiz  más  rojo  del  hocico.  Este  último  es  en  el  lobo  sueco, 


DE    HISTORIA   NATURAL.  197 

seg-ún  me  comunica  el  Dr.  Lonnberg-,  «greyish   brown,  so- 
mewhat  sandy.» 

Canis  lupus  deitanus  subsp.  nov.  (Lám.  iii.) 

Una  forma  pequeña,  de  aspecto  chacaloide  y  coloración  má» 
brillante  que  la  de  los  lobos  del  Norte. 

Color  del  dorso  mezclado  de  leonado  g-risáceo  y  negro,  poco 
más  ó  menos  como  en  el  Canis  lupus  signatus;  flancos  de  un 
leonado  gris  más  uniforme.  Vientre  leonado  rojizo  claro,  pa- 
sando á  blanco  amarillento  en  la  región  pudenda,  y  á  blanca 
sucio  en  la  parte  inferior  del  cuello.  Los  labios  y  la  garg-anta 
también  son  blancos.  El  hocico,  por  encima,  leonado-rojo  obs- 
curo; frente  pardo  gris;  mejillas  de  un  gris  amarillento  con 
muchos  pelos  blanquecinos,  que  no  llegan  á  formar  trazo  ni 
faja  ning'una.  Nuca  leonado-rojiza;  orejas  de  este  mismo  color 
exteriormente,  por  dentro  amarillentas.  Las  cuatro  extremi- 
dades de  un  leonado  fuerte,  mucho  más  pálido  por  la  cara  in- 
terna. En  los  muslos  el  leonado  tira  algo  á  amarillo;  el  borde 
anterior  de  los  mismos  es  de  un  blanco  sucio  que  pasa  al  lado 
interno,  donde  se  funde  insensiblemente  con  el  leonado.  La 
banda  neg-ruzca  de  las  manos  existe,  aunque  muy  confusa. 
Cola  gris  amarilla,  con  la  punta  y  una  banda  á  lo  larg-o  de  su 
parte  superior  negras,  y  el  primer  tercio  de  la  cara  inferior 
blanco  sucio. 

Estando  mi  descripción  hecha  sobre  un  animal  vivo  y  re- 
cién capturado,  no  me  ha  sido  posible  estudiar  el  cráneo,  ni 
tampoco  tomar  medidas  detalladas.  La  altura  del  tipo,  hasta 
los  hombros,  es  de  58  cm. 

Bal). — Hasta  ahora  solo  conozco  esta  forma  de  la  localidad 
del  tipo,  en  el  SE.  de  España,  entre  las  sierras  de  Taibilla  y 
de  las  Cabras;  pero  es  muy  probable  que  exista  en  todas  las 
demás  montañas  de  la  reg-ión  meridional  situadas  al  E.  del 
Guadalquivir. 

^  Tipo.—l.?í  descripción  y  figura  que  doy  de  este  lobo,  son  las 
del  macho  de  una  pareja  adulta,  procedente  de  Moratalla 
(Murcia),  que  existe  actualmente  en  el  Parque  Zoológ-ico  del 
Retiro  de  Madrid. 


198  BOLETÍN    DE    LA    HKAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 


La  cadena  ganglionar  de  los  tentáculos  en  los  Cefalópodos 

POR 

I 

J.    MADRID    MORENO 


En  las  obras  g-enerales  de  Zoolog-ía  se  describen  los  g-ang-lios 
nerviosos  de  los  Cefalópodos,  diciendo  que  están  constituidos 
por  dos  clases  de  células:  a)  (/angüonares,  propiamente  dichas, 
situadas  en  la  periferia;  b)  pequeñas  células  del  mismo  tipo  for- 
mando apretada  ag"lomeración.  Las  primeras  poseen  un  pro- 
longamiento que  á  una  distancia  variable  de  su  orig-en  se  di- 
vide, dando  lugar  á  ramas  accesorias  cada  vez  más  finas,  no 
existiendo  prolongamiento  de  Deiters  y  siendo,  por  tanto, 
aquél  de  naturaleza  protoplásmica;  son,  pues,  células  unipo- 
lares. 

Estas  células  nerviosas  carecen  de  membrana  de  envuelta, 
pero  están  protegidas  por  una  red  de  neurogdia,  que  no  llega 
á  formar  un  tubo  completo  ó  continuo  alrededor  de  las  fibri- 
llas. Estas  se  reúnen  en  la  parte  central  del  ganglio  formando 
un  retículo  fibrilar  (substancia  punteada  de  Leydig\),  consti- 
tuido por  las  terminaciones  de  las  fibras  nerviosas  centrípe- 
tas y  los  prolongamientos  de  las  células  gangiionares.  (Vogt  y 
Yung,  Ed.  Perrier,  Boutan  Hertwig.) 

Con  objeto  de  averiguar  estos  extremos  y  estudiar  la  histo- 
logía del  sistema  nervioso  en  algunos  Cefalópodos,  empleé  el 
método  del  lactaío  de  plata,  que  tan  buen  resultado  me  había 
dado  en  el  estudio  de  las  terminaciones  motrices  y  sensitivas 
de  las  ventosas  de  dichos  animales,  verificando  la  impregna- 
ción con  ayuda  de  un  tubo  de  bromuro  de  radio  de  3.000  acti- 
vidades y  á  la  dosis  aquella  sal  de  plata  de  1  S  por  100.  Quizá 
se  obtendrían  mejores  resultados  para  la  fijación  de  las  piezas 
histológicas  al  recolectar  los  ejemplares  en  la  orilla  del  mar^ 
verificar  allí  mismo  las  operaciones  preliminares  de  disec- 
ción, procediendo  en  seguida  á  la  fijación  gradual  por  el  al- 
cohol hasta  completa  deshidratación,  pues  de  lo  contrario  no 
siempre  los  envíos  llegan  hasta  aquí  en  condiciones  apro- 
piadas para  hacer  buenas  preparaciones  histológicas  del  sis- 
tema nervioso.  Aun  cuando  para  mi  estudio  he  hecho  uso  de 


DE    HISTORIA  NATURAL. 


m 


.-■'  ^^^  tí         ^ 


varias  especies  procedentes  del  Mediterráneo,  las  mejores  pre- 
paraciones que  lie  obtenido  proceden  de  fragmentos  de  ejem- 
plares fijados  y  preparados  de  antemano  para  su  envase  y  ex- 
pedición por  mi  amigo  y  compañero  Sr.  Rioja,  Director  de  la 
Estación  de  biología  marina  de  Santander. 

De  los  ganglios  cereb roldes  de  un  Cefalópodo,  parten  otros 
tantos  ganglios  á  cada  uno  de  los  tentáculos,  formando  antes 
de  su  distribución  un  anillo  que  viene  á  estar  situado  alrede- 
dor de  la  boca.  Si  practicamos  un  corte  transversal  en  el  ten- 
táculo de  un  pulpo  común,  notaremos  la  aparición  en  la  parte 
central  de  una  substancia  blanca  que  afecta  la  furma  de  escu- 
do, incluida  en  una  masa  de  tejido  conjuntivo  y  muscular  y 
envuelto  todo  por  la  piel,  en  la  cual  están  alineadas  las  ven- 
tosasque  corresponden  á  la  cara  bucal  de  dichos  tentáculos. 
Abriendo  longitudinalmente  el 
tentáculo  y  separando  el  gan- 
glio, observaremos  que  de  tre- 
cho en  trecho  existen  abulta- 
mientos  simétricamente  distri- 
buidos en  toda  su  longitud. 

Dicho  ganglio  está  constituido 
por  una  capa  de  células  perifé- 
ricas unipolares,  grandes,  que 
tanto  en  un  corte  transversal 
como  longitudinal,  se  ve  que 
ocupan  la  mitad  superior  corres- 
pondiente, por  tanto,  á  la  cara 
bucal  (b.  fig.  1.°).  Observadas 
detenidamente  con  los  objetivos 
de  más  aumento,  previa  colo- 
ración con  la  tionina,  poseen 
g-ranulacionesprotoplásmicas  re- 
lativamente g-ruesas,  situadas  ó 
distribuidas  en  la  periferia,  de- 
jando un  gran  espacio  claro 
central.  El  centro  está  ocupado 
por  un  grueso  núcleo,  en  el  que  se  divisa  claramente  una  fina 
cubierta.  Distribuidas  desigualmente  existen  granulaciones 
cromatínicas,  apreciándose  algunas  que  otras  mucho  más  gran- 
des. Las  granulaciones  protoplásmicas  se  continúan  todavía 


Fig.  1.» 

Corte  transversal  del  g-anglio  de  un 
tentáculo  del  pulpo  común  a/  célu- 
las del  tejido  conjuntivo;  6>  células 
nerviosas  unipolares:  C/  células  de  los 
granulos;  d  trama  conjuntiva  con  sus 
células.  — Dibujo  obtenido  á  la  cáma- 
ra clara.  Coloración  por  la  tionina. 


•¿Oft 


BOLETÍN    DH    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 


por  las  prolong-aciones  de  la  célula,  perdiéndose  éstas  al  poco 
trecho  en  las  preparaciones  tratadas  por  los  colores  nucleares 
como  la  tionina,  hematoxilina  ó  carmalumbre.  En  cambio,  en 
aquellos  preparados  que  han  sido  impreg-nados  por  el  láclalo, 
las  células  toman  un  color  café,  así  como  su  expansión  proto- 
plásmica,  pudiéndose  seg'uir  esta  un  largo  trecho,  y  al  penetrar 
en  la  caq)a  f/ramdar  de  células,  adquiere  en  los  buenos  prepara- 
dos un  color  neg-ro  intenso,  que  se  continúa  en  la  reg"ión  central 
del  g-ang-lio  ó  trama  conjuntiva,  formada  además  por  el  entre- 
cruzamiento  de  fibrillas  y  células  de  naturaleza  conjuntiva 
(fig-.  2/).  Las  expansiones  protoplásmicas  de  las  células  uni- 
polares á  poco  de  su  nacimiento  del  cuerpo  celular,  se  bifurcan 


Fig.  2» 

Corte  transversal  del  ganglio  de  un  tentáculo,  a)  células  unipolares;  b/  capa  de 
los  gr.ínulos;  C;  trama  formada  por  neuroflbrillas.  Dibujo  á  la  cámara  clara.  Impreg- 
nación por  el  lactato  de  plata. 


y  cada  una  de  estas  ramas  á  su  vez  se  divide  y  subdivide;  pero 
verificándose  esto  último  siempre  en  el  estrato  de  las  peque- 
ñas células  ó  g-ránuloR.  Dichas  células  carecen  de  membrana, 
el  cuerpo  protoplásmico  está  sostenido  ó  sujeto  por  tejido  con- 
juntivo, alg-unas  de  cuyas  fibrillas  se  destacan  en  neg-ro  en  la» 


DE    HISTORIA   NATURAL. 


201 


preparaciones  de  Jactato,  á  g-uisa  de  cápsula  fibrilar,  hecho 
observado  en  todas  las  especies  de  cefalópodos  que  he  exami- 
do,  así  como  en  otros  grupos  de  invertebrados,  los  crustáceos, 
por  ejemplo. 

Debajo  de  las  grandes  células  unipolares  existe  una  capa  de 
células  muy  pequeñas,  que,  como  g-ranulaciones  apretadas  y 
donde  apenas  dejan  espacio  alg-uno  intercelular  (fig-.  1.**  c,  y 
fig-.  2."  i?),  son  comparables  por  su  estructura  á  la  de  los  ^ra- 


i-     Á. 


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Fig.  3.' 

Corte  transversal  completo  del  g-anglio  del  tentáculo,  ac,  nervios  que  van  á  las 
ventosas;  b'  nervio  que  se  dirige  á  las  masas  musculares,  d^  capa  de  células  unipola- 
res: á  continuación  el  estrato  de  células  granulares;  ej  límite  de  estas  células;// ner- 
vios posteriores;  /¿y  neurofibrillas  cortadas  á  través,  sostenidas  por  el  tejido  conjun- 
tivo; ffj  vaso  sanguíneo  cortado  á  través.— Impregnación  por  el  lactato  de  plata. 

íios  del  cerebelo  de  los  vertebrados.  En  las  preparaciones  teñi- 
das por  la  tionina  y  usando  objetivos  de  mucho  aumento,  se 
nota  que  el  cuerpo  celular  está  constituido  por  pequeñas  gra- 
nulaciones, distinguiéndose  en  la  periferia  alguna  que  otra 
expansión.  Sigue  á 'esta  capa  de  granulos  una  trama  (figu- 

T.  vir.-Mayo,  1907.  14 


202  BOLETÍN    DE    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

ra  1.*  d)  de  tejido  conjuntivo,  que  es  el  que  mantiene  unidaS^ 
las  fibrillas  nerviosas  que  arrancan  de  las  células  unipolares- 
Las  células  conjuntivas  afectan  una  fopma  más  ó  menos  estre- 
llada y  alada,  obedeciendo  su  config-uración  al  tipo  de  células 
propias  de  este  tejido.  La  capa  de  g-ránulos  tiene  su  límite  poco 
antes  del  nacimiento  de  las  raíces  ó  nervios  posteriores,  y  no 
donde  concluyen  las  células  unipolares,  supuesto  que  éstas 
continúan  un  corto  trecho  todavía. 

Claramente  se  percibe  esta  distinción  en  la  fig-ura  3.%  que 
representa  un  corte  transversal  del  tentáculo  de  un  pulpo  co- 
mún, y  cuyo  dibujo  ha  sido  tomado  á  la  cámara  clara.  La  mi- 
tad superior  corresponde  á  la  cara  bucal,  y  la  inferior  está  di- 
vidida en  dos  seg-mentos  ó  mitades,  estando  ambas  constitui- 
das por  paquetes  de  fibrillas,  unas  muy  g-ruesas  y  otras  más 
finas,  que  corren  á  lo  larg-o  del  g-ang-lio,  y  que  en  la  figura  es- 
tán representadas  por  puntuaciones  desig-uales,  supuesto  que 
han  sido  seccionadas  transversalmente.  El  centro  del  g-ang-lio 
posee  también  reg-iones  ó  islotes  de  fibrillas  cortadas  á  través; 
pero  principalmente  otras  de  naturaleza  sensitiva  que,  par- 
tiendo de  las  células  g-ang-lionares,  se  dirig'en  en  diversos  sen- 
tidos ó  direcciones  para  constituir  cinco  raíces,  tres  que  co- 
rresponden á  la  parte  superior  y  dos  á  la  inferior.  Pero  para 
completar  su  estudio  es  necesario  hacerlo  también  en  cortes 
long'itudinales  á  lo  larg-o  del  tentáculo,  como  representa  la 
fig'ura  4.%  para  que  nos  demos  cuenta  del  curso  y  dirección 
de  las  fibrillas  nerviosas. 

El  estrato  de  células  unipolares  forma  de  trecho  en  trecho 
elevaciones  que,  como  hemos  manifestado  anteriormente,  co- 
rresponden á  las  nudosidades  del  g-angdio,  las  cuales  vienen  á 
estar  colocadas  entre  cada  dos  ventosas.  Sig'ue  á  esta  capa  ce- 
lular la  de  los  granulos  ó  células  sensitivas,  y  á  continuación 
numerosas  neurofibrillas,  mucho  más  finas  las  de  la  parte  su- 
perior que  las  de  la  inferior.  De  las  células  unipolares  parten 
las  neurofibrillas  y  al  llegar  á  la  parte  central  ó  medular,  se 
dividen,  sig'uiendo  una  dirección  longitudinal.  Estas  bifurca- 
ciones se  verifican  á  diversas  distancias,  notándose  en  las  pre- 
paraciones que  aun  cuando  las  fibrillas  corran  á  lo  largo  y  sean 
paralelas,  están  atravesadas  en  sentido  más  ó  menos  oblicuo  por 
otras.  A  diferentes  distancias,  las  fibras  se  reúnen,  formando  ha- 
ces ó  paquetes  apretados,  atravesando  las  dos  capas  de  células 


DE    HISTORIA    NATURAL. 


203 


(haces  ó  raíces  ascendentes) y  al  llegar  al  tejido  conjuntivo,  las 
fibras  se  aflojan  ó  separan,  pero  sin  separarse  de  su  trayecto- 
ria, volviéndose  de  nuevo  á  juntar  al  subir  por  el  tejido  mus- 
cular. Ya  en  éste,  y  sin  perder  el  carácter  de  haces  apretados, 
alg-unas  fibrillas  se  separan  para  correr  un  corto  trecho  en 
sentido  longitudinal  y  ascender  de  nuevo  por  entre  las  fibras 


a. 


jn 


Fig-,  1.^ 

Corte  longitudinal  del  tentáculo  de  pulpo,  sometido  á  la  impregnación  del  lactato 
de  plata,  ab)  nervios  que  se  dirigen  á  las  ventosas;  cy  nervios  que  van  á  las  masas 
musculares  y  piel;  liy  capa  de  células  ganglionares;  ej  capa  de  granulos;  /;  neurofi- 
brillas  que  corren  longitudinalmente  y  de  las  cuales  se  separan  haces  ó  manojos  que 
se  dirigen  para  distribuirse  entre  las  masas  musculares  inferiores  ff¡.  Dibujo  á  la 
cámara  clara. 

musculares.  Al  lleg-ar  al  tejido  conjuntivo,  siguen  haciendo 
sinuosidades,  hasta  que  penetran  varios  haces  por  distintos  si- 
tios y  á  diferentes  alturas  en  las  ventosas,  del  modo  que  indi- 
camos al  hablar  de  las  terminaciones  motoras  y  sensitivas  de 
estos  órganos.  Los  haces  de  fibrillas  nerviosas  que  ascienden 
por  las  elevaciones  del  ganglio,  son  de  naturaleza  sensitiva  y 
van  á  parar  á  las  ventosas,  mientras  que  son  motores  los  que 
suben  por  las  depresiones. 

De  las  fibras  nerviosas  más  gruesas  que  corren  longitudi- 
nalmente por  la  parte  inferior  del  ganglio,  parten  también 
otras  raíces  en  sentido  descendente,  aflojándose  los  haces  de 


204 


boletín  de  la  real  sociedad  española 


fibrillas  al  atravesar  el  tejido  conjuntivo,  volviéndose  de  nue- 
vo k  apretar  en  el  tejido  muscular  y  sig'uiendo  una  dirección 
semejante  á  la  descrita  en  las  raíces  anteriores,  solamente  que 
aquí  vienen  á  terminar  aquéllas  en  la  piel  del  tentáculo. 

De  lo  expuesto  anteriormente^  dará  mejor  idea  la  fig-ura  5.*, 
donde  está  sintetizado  en  un  corte  transversal  del  tentáculo 
de  un  pulpo,  el  ( urso  y  distribución  de  las  neurofibrillas.  El 

L 


Fig.  5.» 

Corte  transversal  de  un  tentáculo  donde  en  conjunto  se  observa  el  curso  y  distri- 
bución de  los  nervios  que  parten  del  ganglio.  Impregnación  por  el  lactato  de  plata. 
Dibujo  ú  la  C;'imara  clara. 

gang-lio  del  tentáculo  emite  cinco  nervios:  los  tres  anteriores, 
correspondientes  á  la  cara  bucal,  se  distribuyen  en  el  epitelio 
(fibras  sensibles)  y  músculos  propios  de  las  ventosas,  y,  además, 
en  el  paquete  muscular  superior  del  tentáculo  y  parte  supe- 
rior de  los  paquetes  musculares  laterales  de  los  tentáculos. 
Las  dos  ramas  nerviosas  posteriores  del  g-ang'lio  se  distribuyen 
en  las  partes  posteriores  de  los  paquetes  musculares  laterales 
del  tentáculo,  y  en  el  paquete  muscular  inferior. 


DE   HISTORIA    NATURAL.  205 


Eine  neue  spanische  Acmaeodera 


EDM.  REITTER 

Acmaeodera  Satanula  n.  sp. 

Klein,  schwarz,  mit  schwachem  Bronzeg-lanz,  wenig"  dicht, 
die  Unterseite  etwas  dichter  behaart;  die  Haare  überall  dünn, 
ziemlich  lang-,  nirg-ends  schuppenformig".  Kopf  ñ-dch  iind  dicht 
netzformig-  punktirt,  abstehend  weiss,  wenig'  diclit  behaart, 
zwíschen  den  Aug-en  leicht  grübchenformig'  vertieft.  Fühler 
dunkel,  mit  Erzschein,  kurz.  Halsschild  reichlich  so  breit  ais 
die  Flüg-eldecken  zusammen,  an  den  Seiten  g-erundet,  ung-e- 
kantet,  in  der  Mitte  am  breitesten,  mit  flacher  Mittelfurche, 
•diese  vor  der  Basis  etwas  starker  g-rübchenformig-  vertieft, 
g-ewolbt,  überall  tief  und  stark  netzartig-  punktirt,  die  Punktar 
jederseits  auf  der  Scheibe  starker,  láng-licher,  fast  lang-srun- 
zelig-;  oben  mit  weisser  wenig-  dichter,  wirr  abstehender  Be- 
haarung-. 

Schildchen  klein,  punktformig-,  quer. 

Plügeldecken  2  V2  nial  so  lang-  ais  an  der  Basis  zusammen 
breit,  mitdichten,  wenig- starkenjeing-erissenen  Punktstreifen, 
die  Zwischenráume  schmal,  undeutlicheinreihig- punktirt  und 
mit  einer  weissen  Haarreihe,  die  Hárchen  nach  hinten  g-eneig-t, 
ven  mássig-er  Láng-e,  die  Seiten  mehr  verrunzelt,  hinter  der 
Basis  flach  comprimirt,  der  Seitenrand  daselbst  mit  kurzem, 
kleinem,  flachem  Einschnitte,  hinten  fein  g-ezáhnelt.  Hume- 
ralbeule  vorrag-end;  Basis  in  einer  áusserst  schmalen  Querlinie 
fein  g-estrichelt. 

Unierseiíe  fein  weiss,  mássig-  lang-,  an  den  Seiten  der  Hin- 
terbrust  wenig-  dichter  behaart.  Long-.  5,  2  mm. 

Nordwestspanien:  Brañuelas  (León).  Von  Herrn  G.  C.  Cham- 
pion mir  mitg-eteilt. 

Nach  Kerremans  Monog-raphie  (11.  280)  in  die  Nahe  von 
A.yimnana,  Belli  und  morio  g-ehorend,  von  diesen  aber  in 
mehrfacher  Beziehung-  abweichend. 


206  boletín    de    LA    REAL   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 


Indicación  de  algunos  peces  notables  de  La  Coruña 

POR 

IGNACIO    BOLÍVAR 
(Láminas  iv  y  v.) 

Existe  en  La  Coruña  un  movimiento  científico  del  que  no  te- 
níamos noticia.  La  Sociedad  de  Oceanog'rafía  del  Golfo  de  Gas- 
cuña ha  establecido  allí  un  subcomité  del  que  forman  parte 
cerca  de  80  socios  coruñeses,  g-racias  á  las  felices  iniciativas  y 
entusiasmo  científico  del  Ingeniero  Sr.  Bertrand,  quien  se 
ocupa  con  interés  de  recog-er  las  especies  raras  que  se  obtie- 
nen en  la  pesca  de  altura,  actualmente  practicada  por  medio 
de  varios  vapores,  y  que  proveen  al  mercado  de  muchas  espe- 
cies de  peces  y  crustáceos  que  hasta  ahora  eran  enteramente 
desconocidos  en  él,  y  que  ya  se  encuentran  también  en  el  de 
Madrid,  como  el  Ne2)hrops  nortegicus,  que  antes  era  objeto  de 
curiosidad  científica  y  ahora  es  ya  conocido  y  apreciado  del 
público  por  lo  ag-radable  de  su  carne  y  su  bajo  precio. 

Ha  descubierto  el  Sr.  Bertrand  un  líquido  conservador  á  base 
de  formol  y  g-licerina,  pero  en  proporciones  que  dan  un  exce- 
lente resultado,  como  he  podido  apreciar  en  las  numerosas  pre- 
paraciones, alg-unas  de  ellas  de  ejemplares  de  g'ran  tamaño, 
conservados  con  sus  colores  naturales  y  que  se  presentan  dis- 
tendidos y  tan  bien  preparados  como  los  mejores  de  la  Estación 
de  Ñapóles,  conocida  ya  de  todos  ventajosamente  en  este  te- 
rreno. Últimamente  se  disponía  el  Sr.  Bertrand  á  enviar  una 
serie  de  esta  colección  á  la  Exposición  que  en  estos  momentos 
se  celebra  en  Burdeos,  donde  seg-uramente  han  de  ser  admi- 
rados y  apreciados  en  cuanto  valen. 

Propónese  el  Sr.  Bertrand  ampliar  el  campo  de  sus  investi- 
g-aciones  con  motivo  del  establecimiento  en  La  Coruña  de  una 
fábrica  para  el  aprovechamiento  de  los  sobrantes  de  la  pesca, 
pues  para  ella  han  de  traer  los  vapores  cuanto  recojan,  no  de- 
devolviendo  al  mar  las  especies  que  no»  tienen  aprecio  en  el 
mercado,  como  hoy  hacen,  y  como,  llevado  de  un  verdadero 
amor  á  estos  estudios,  se  propone  compartir  con  el  Museo  de 
Madrid  las  colecciones  que  recoja,  no  hemos  de  tardar  en  ver 
aquí  notables  ejemplares  con  que  se  enriquecerán  nuestras  co- 


Bol.  de  la  R.  Soe.  Esp.  de  Hist.  Ts^at. 


Tomo  VIL— LÁJi.  IV. 


Fotografía  de  E.  Bertrand.  Fotograbado  de  Laporta. 

f40TIDñI^US  GRISEUS  Gm.,  pescado  en  La  Coruña. 


^ 


DE   HISTORIA   NATURAL.  207 

lecciones.  Sirvan  de  ejemplo,  de  lo  que  podrá  conseguirse  en 
€ste  terreno,  los  ejemplares  últimamente  recog-idos  y  observa- 
dos por  el  Sr.  Bertrand,  y  que  reproducimos  en  las  láminas  iv 
y  V  por  referirse  á  especies  notables,  una  de  ellas  por  las  di- 
mensiones del  individuo  representado,  y  la  otra  por  su  rareza. 
Ambas  se  han  hecho  sobre  fotog-rafías  obtenidas  directamente 
por  el  Sr.  Bertrand  y  que  éste  ha  tenido  la  atención  de  en- 
viarme. 

La  primera  representa  un  enorme  ejemplar  de  un  escualo 
que  el  Sr.  Bertrand,  que  lo  ha  estudiado  directamente,  cree 
poder  referir  al  Notidanus  (jriseus,  designación  al  parecer 
exacta,  á  juzg-ar  por  los  caracteres  que  pueden  apreciarse  en 
la  fotog-rafia. 

Este  escualo  ha  sido  pescado  el  26  de  Octubre  de  1906  á  30 
millas  al  NW.  del  cabo  Villano,  y  á  210  brazas  de  profundidad, 
por  el  vapor  Avispa.  Desde  el  1.5  de  Octubre  al  20  de  Noviem- 
bre, apenas  pasó  un  día,  seg-ún  me  escribe  el  Sr.  Bertrand,  sin 
que  la  flotilla  de  pesca  de  La  Coruña  no  trajese  uno  ó  varios 
ejemplares  de  esta  especie,  desde  1,50  metros  de  long-itud  has- 
ta el  g-ig-antesco  representado  en  la  lámina,  el  cual  medía 
4,82  metros  desde  la  punta  de  la  cabeza  hasta  el  ápice  de  la 
cola. 

Seg-ún  me  indicó  dicho  Sr.  Bertrand,  á  quien  debo  estos 
datos,  así  como  la  fotog-rafía  que  se  reproduce  en  la  lámina, 
la  aparición  de  tales  escualos  coincidía  siempre  con  la  dismi- 
nución de  la  pesca;  los  barcos  que  antes  de  su  aparición  vol- 
vían al  puerto  con  600  ú  800  merluzas,  no  traían  después  más 
que  100  ó  200.  En  el  interior  de  muchos  de  los  ejemplares  pes- 
cados se  encontraban  con  frecuencia  merluzas  aun  no  dig'eri- 
das,  y  en  el  representado  se  hallaron  42  hijuelos  que,  con 
otros  cinco,  que  parió  en  el  momento  de  la  captura,  hacen  47, 
siendo  de  suponer  no  constituirían  aún  toda  la  puesta. 

El  seg-undo  de  los  ejemplares  representados,  se  refiere  á  una 
especie  rarísima,  que  por  primera  vez  se  encuentra  en  los  mares 
de  Europa  y  que  constituye  un  g-rupo  especial  dentro  de  los 
selacios.  Cuando  se  pescó  este  ejemplar,  en  el  verano  de  1906, 
llamó  extraordinariamente  la  atención  por  su  extraña  forma, 
que  á  primera  vista  es  la  de  una  salamandra  g-ig-antesca;  su 
cabeza  recuerda  la  del  g-allipato  por  lo  ancha  y  deprimida  y 
íSus  mandíbulas,  cuando  se  cierran,   forman  entre  las  dos  el 


208  BOLETÍN    DE    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

borde  límite  de  la  cabeza,  disposición  contraria,  como  es  sabi- 
do, á  la  de  los  tiburones,  en  los  que  la  cabeza  se  prolong-a  en 
hocico  saliente  abriéndose  la  boca  en  el  plano  inferior  y  á  cier- 
ta distancia  de  aquel  borde. 

No  pudo  menos  de  llamarme  extraordinariamente  la  aten- 
ción este  curioso  pez  cuando  lo  vi  hace  poco  tiempo  en  una 
excursión  que  hice  á  La  Coruña,  aprovechando  las  últimas 
vacaciones  de  Semana  Santa,  y  me  propuse  á  mi  vuelta  á  Ma- 
drid indag-ar  á  qué  especie  podría  referirse.  No  tuve  que  re- 
buscar mucho,  pues  existiendo  en  nuestra  Biblioteca  el  hermo- 
so libro  deGeorg-e  Brown  Goode  «Oceanic  Ichthyolog-y»,  publi- 
cado por  la  «Smithsoniam  Institution»,  AVashing"ton  1895,  fá- 
cilmente pude  encontrar  que  se  refería  al  ChlamydoselacMs 
anguimis  Garman,  y  que  fué  descrito  por  primera  vez  en  «Bull. 
Essex  Inst.»,  xvi,  18S4  y  después  en  «Bull.  Mus.  Comp.  Zool. 
Harw.  Coll.»,  vol.  xii,  núra  1, 1885  y  con  el  nombre  de  Chlamy- 
doselache  anguiíiea  por  Gunther  en  «Challeng-er  Report»,  xxii, 
2  pls.  Lxiv-Lxv.  También  se  ha  hablado  de  esta  especie,  ha- 
ciendo curiosas  observaciones  en  <^Bull.  Soc.  Zoolog-.»,  de  Fran- 
cia, sesión  del  25  de  Noviembre  de  1890,  t.  xv,  p.  219,  sin  que, 
posteriormente  á  esta  fecha,  teng-a  noticia  de  que  haya  vuelto 
á  ser  encontrado. 

La  primera  vez  fué  recog-ido  este  pez  en  los  mares  del  Ja- 
pón, de  donde  proceden  los  ejemplares  del  «Harward  CoUeg-e» 
y  del  «British  Museum»,  á  los  que  se  refieren  las  descripcio- 
nes citadas,  así  como  otros  de  mayores  dimensiones,  que  alcan- 
zan cuatro  pies  y  diez  pulgadas  ing-lesas,  pero  posteriormente 
ha  sido  recog-ido  en  Funchal  (Madera),  en  Marzo  de  1889, 
por  el  Príncipe  de  Monaco,  y  á  este  ejemplar,  9  joven  de  0,61 
centímetros,  se  refieren  las  observaciones  hechas  por  R.  Collett 
en  la  sesión  indicada  de  la  Sociedad  Zoológ-ica  de  Francia. 

No  es  posible,  no  teniendo  á  la  vista  el  ejemplar,  dar  las  di- 
mensiones proporcionales  de  las  diferentes  partes  del  cuerpo, 
ni  aseg'urar  definitivamente  la  exacta  conformidad  del  ejem- 
plar á  que  me  refiero,  con  los  anteriormente  conocidos,  máxime 
cuando  el  Sr.  Collett  señala  alg'unas  diferencias  en  el  proce- 
dente de  Madera,  siquiera  no  parezcan  de  g-rande  importancia. 
El  ejemplar  pescado  en  La  Coruña,  seg-ún  los  datos  que  me 
remite  el  Sr.  Bertrand,  mide  1,14  metros.  Tiene  la  cabeza,  el 
dorso  y  los  lados  del  cuerpo,  incluyendo  las  aletas  y  la  cola,  de 


DE    HISTORIA   NATURAL.  209 

color  pardo  obscuro  y  es  de  color  más  claro  por  debajo.  El  ho- 
cico es  obtuso  y  en  las  mandíbulas  se  encuentran  3G  filas  de 
dientes  en  forma  de  tridente.  Las  aberturas  branquiales  ro- 
dean casi  todo  el  cuello. 

El  profesor  Garman  considera  este  pez  como  el  más  afin  al 
g-énero  Cladodiis  del  período  Devónico  y,  recientemente,  se  ha 
encontrado  una  especie  fósil  de  aquél  género,  Clamydoselachns 
Lawltíyi  Daix,  en  el  Plioceno  de  Toscana. 

Cuando  vuelva  á  La  Corufia  estudiaré  con  más  detenimiento 
el  ejemplar  á  que  se  refiere  esta  nota  y  comunicaré  á  la  Socie- 
dad las  observaciones  que  me  sug-iera  su  estudio,  si  lo  mere- 
cieran. 


El   Gault  del  Hondo  de  Piqueres 
(provincia  de  Alicante) 

POR 

DANIEL   JIMÉNEZ    DE    CISNEROS 

Al  NW.  de  Alicante  y  en  la  faja  de  terreno  comprendida 
entre  la  vía  férrea  de  Madrid  y  la  carretera  de  San  Vicente,  se 
encuentran  numerosas  colinas,  poco  visibles  desde  uno  y 
otro  camino  por  elevarse  en  el  fondo  de  una  cañada,  el 
Hondo  de  Piqueres,  quedando  la  vía  á  Occidente  y  la  carre- 
tera á  Oriente.  Los  constructores  de  estos  dos  caminos  han 
desviado  á  uno  y  otro  lado  las  obras,  para  evitarse  entrar  en 
la  cañada  y  g-anar  con  suave  pendiente  la  altitud  de  San 
Vicente  de  Raspeig-.  Limitan  esta  cañada  por  Oriente  una  for- 
mación de  travertinos  y  loess,  entre  los  cuales  se  ha  abierto  la 
carretera,  y  por  Occidente  la  vía  férrea  sobre  considerables 
masas  de  loess.  La  situación  de  este  lug-ar,  entre  formaciones 
cuaternarias  y  no  lejos  del  Mioceno  de  las  Atalayas  y  del  que 
corona  la  cordillera  de  los  Áng-eles,  me  hizo  pensar  en  un 
principio  que  se  trataba  del  Mioceno.  Por  otra  parte,  el  Mapa 
Geológ-ico  de  la  Comisión  le  señala  como  Diluvial,  y  asimismo 
aparece  en  un  pequeño  mapa  de  la  reg-ión,  publicado  bajo  la 
dirección  de  D.  Juan  Vilanova. 

La  presencia  del  Cuaternario  por  ambos  lados  y  lo  escondido 
del  lug-ar,  hizo  que  no  fijáramos  nuestra  atención.  Noticias 


210  boletín  de  la  real  sociedad  española 

recibidas  en  1905  nos  decidieron  á  visitar  el  Hondo  de  Pique- 
res  en  compañía  de  alg-imos  alumnos.  Esta  visita  nos  llenó  de 
dudas.  No  se  encontró  más  que  un  trozo  de  fósil  indetermina- 
ble, si  se  tiene  en  cuenta  la  preocupación  que  nos  dominaba, 
pensando  sería  un  yacimiento  mioceno.  De  muy  antig-uo  se 
han  abierto  profundos  socavones  para  extraer  arcilla,  cortando 
primero  el  loess  hasta  encontrar  las  capas  de  material  arci- 
lloso, de  tinte  g-ris  verdoso  en  casi  todos  ellos.  Estas  arcillas, 
muy  fuertes,  sufren  una  primera  preparación  en  el  fondo  de 
las  excavaciones,  arrancándolas  á  pico  y  con  azadón,  volteán- 
dolas para  que  sufran  la  acción  del  aire  y  después  desterronan- 
do con  pequeños  mazos,  para  carg-arlas  en  carros  que  las  con- 
ducen á  las  fábricas  de  cerámica.  La  g-ran  explotación  de  los 
Sres.  Ferrer  y  Vidal,  así  como  la  de  los  Sres.  Ramón  Borja  y 
Compañía,  extraen  sus  primeras  materias  del  Hondo  de  Pique- 
res,  teniendo  cada  una  sus  terrers  en  las  laderas  de  la  cañada. 

De  estas  tierras  salen  las  tejas  y  ladrillos  que  se  emplean  en 
una  g-ran  parte  de  la  provincia  y  aún  se  exportan  á  las  pro- 
vincias vecinas.  Nuestra  primera  excursión  nos  sirvió  sólo 
para  darnos  idea  de  la  disposición  del  terreno  y  para  revelar- 
nos la  existencia  de  una  pequeñísima  mancha  triásica,  la  más 
próxima  que  se  encuentra  de  la  capital. 

Llevamos  al  g^abinete  de  Historia  natural  del  Instituto  una 
pequeña  porción  de  tierra  de  Piqueres  y  se  la  sometió  á  un 
lavado  escrupuloso.  Forma  pasta  con  el  ag-ua,  pero  ésta  no  es 
tan  dúctil  como  la  formada  con  las  arcillas  del  Nummulítico, 
del  Mioceno  y  de  otros  terrenos.  Por  esta  razón  no  se  la  emplea 
en  la  confección  de  vasijas,  sirviendo  casi  exclusivamente 
para  la  fabricación  de  ladrillos  y  tejas  de  varias  clases.  Por 
repetidos  lavados  abandonó  un  polvo  g-ris  verdoso  obscuro  con 
todos  los  caracteres  de  la  g-lauconita.  El  g-rado  de  cocción  á 
que  se  someten  estas  tierras  las  transforma  en  amarillas,  salvo 
el  caso  en  esta  operación  no  es  completa,  presentándose  en- 
tonces con  tonos  rojizos  ó  rosados.  Esto  es  natural  tratándose 
de  arcillas  más  ó  menos  ferruginosas;  pero  la  cantidad  de  hie- 
rro se  revela  más  claramente  en  el  caso  de  sufrir  una  cochura 
extremada.  Se  convierten  entonces  en  una  masa  muy  fuerte, 
un  tanto  esponjosa,  de  tinte  verde  muy  marcado,  salvo  en  los 
puntos  en  que  las  burbujas  adquieren  g-ran  tamaño,  en  donde 
se  presenta  francamente  neg-ro.   Quizá  la  desoxidación,   en 


DE   HISTORIA    NATURAL.  211 

parte,  de  orig-en  á  FejO^  y  las  auipollas  sean  producidas  por  el 
oxíg"eno  que  trata  de  escapar. 

El  encuentro  de  estas  arcillas  g-lauconíferas  en  los  alrede- 
dores de  Alicante,  fué  para  mí  motivo  de  preocupación.  Sos- 
pechaba si  se  trataría  de  alg-ún  piso  del  Cretáceo  ó  del  Infra- 
cretáceo;  pero  abandonaba  en  seg-uida  mi  suposición,  visto 
que  nunca  se  había  citado  formación  semejante  en  aquellos 
parajes,  recorridos  muchos  años  hace  por  D.  Juan  Vilanova  y 
otras  personas  peritas.  En  tal  estado  de  perplejidad  me  encon- 
traba, que  abandoné  la  cuestión  para  resolverla  más  adelante, 
si  podía,  hasta  que  un  alumno  me  trajo  un  pequeño  trozo  de 
fósil  en  el  que  creí  ver  una  vuelta  de  Turrilites.  El  trozo  pre- 
sentado se  dudaba  fuese  procedente  de  Piqueres,  y  para  cer- 
ciorarnos, volví  el  día  14  del  pasado  Enero,  subiendo  la  carre- 
tera de  San  Vicente  hasta  el  campo  de  Tiro  Nacional,  y  desde 
allí  en  línea  recta  al  W.  hasta  lleg-ar  al  Hondo  de  Piqueres. 

Todo  el  terreno  pisado,  hasta  este  punto,  está  cubierto  por 
travertinos  y  cong'lomerados  cuaternarios.  Así  se  comprende 
el  error  de  los  croquis  geológicos  publicados,  pues  desde  lo 
alto  de  este  campo  no  se  divisa  el  Hondo  de  Piqueres,  y  como 
cuaternario  ha  sido  señalado  en  toda  su  extensión.  Unos  dos 
kilómetros  separarán  la  carretera  del  Hondo,  viéndose  cortado 
el  camino  por  la  quebradura  en  donde  aparecen  en  todo  su 
espesor  los  travertinos  (de  2  á  3  m.),  y  debajo  capas  casi  verti- 
cales de  arcillas  amarillento-verdosas,  de  antiguo  explotadas 
en  diferentes  sitios.  Estos  trabajos  y  la  denudación,  han  pro- 
ducido cuevas  y  cobertizos,  alg-unos  bastante  extensos,  pues 
los  travertinos  resisten  bien  á  la  destrucción. 

Atravesamos  toda  la  cañada  hasta  llegar  á  los  terrers  de  la 
cerámica,  es  decir,  hasta  la  parte  Occidental  del  Hondo  de  Pi- 
queres. En  este  sitio  el  loess  cubre  las  arcillas  y  éstas  alternan 
con  capas  de  marg-a  inclinadas  unos  62°  y  buzando  al  S.  próxi- 
mamente. Los  trabajadores  nos  dieron  noticias  muy  confusas 
acerca  de  los  fósiles  que  encontraban  durante  los  trabajos  de 
extracción  de  la  arcilla,  y  pocos  minutos  después  un  obrero 
me  entreg-ó  un  pequeño  Belemnües  que  acaba  de  encontrar. 
Ya  no  era  posible  la  duda.  Estábamos  en  el  terreno  Cretáceo, 
pues  el  primer  fósil  encontrado  no  podía  referirse  más  que  á 
un  trozo  de  Hamites  rotundus  ó  á  alg-una  especie  muy  próxima. 
Volvimos  á  Alicante  y  de  paso  reconocimos  la  manchita  tria- 


212 


boletín  de  la  real  sociedad  española 


sica  antes  citada.  La  componen  yesos  grises,  marg-as  irisadas, 
yesos  rojos  cuarcíferos  (el  cuarzo  es  hematoide)  y  superior- 
mente areniscas  g-rises  micáceas.  Su  inclinación  es  mucha.  Su 
dirección  próximamente  de  E.  á  W.  Parece  cerrar  por  el  S.  la 
formación  Albense. 

Volvimos  el  17  de  Febrero,  saliendo  de  Alicante  por  un  ca- 
mino vecinal  que  arranca  de  la  estación  de  la  línea  de  Madrid, 
pasando  junto  al  cementerio,  en  donde  parece  extinguirse  la 

formación  Miocena, 
ocultándose,  sin  duda, 
bajo  el  Cuaternario. 
Pasamos  de  nuevo  por 
la  manchita  triásica 
fijando  su  posición  por 
medio  de  la  brújula  y 
de  visuales  á  puntos  de 
terminados,  y  se  hizo 
la  misma  operación  con 
todas  las  colinas  de  al- 
g'una  importancia,  de- 
sigmándolas  con  le- 
tras, pues  no  tienen 
nombres  en  la  locali- 
dad. Registramos  la  la- 
dera oriental  de  la  ca- 
ñada penetrando  en 
los  terrers  de  Ramón 
Borja,  en  parte  ocupa- 
dos por  vastas  lagu- 
nas procedentes  de  las 
g'randes  lluvias  de  este 
invierno.  Hacia  la  mitad  de  uno  de  ellos  apareció  en  una 
de  las  paredes  de  la  trinchera  la  impresión  de  un  gran 
Acanthoceras,  de  más  de  25  cm.  de  diámetro.  No  era  cosa  fácil 
sacar  un  vaciado  de  dicha  huella  y  registrando  se  encontró, 
aunque  muy  borrosa,  otra  mayor.  Volvimos  á  Alicante  y  se 
repitió  la  excursión  el  día  19  provistos  de  aparatos  foto- 
gráficos. Se  obtuvo  una  mediana  fotografía  de  aquella  im- 
presión, y  se  extrajeron  de  la  arcilla  numerosos  trozos  de  Am- 
monites,  principalmente  de  los,  géneros  A canikoceras ,  Placenii- 


Una  trinchera  de  los  Terivrs  de  Ramón  Borja, 
en  la  parte  oriental  del  Hondo  de  Piqueres,  ocu- 
pada por  las  aguas  pluviales. 


DE    HISTORIA    NATURAL. 


213 


ceras,  Hamites,  etc.  Aquella  tarde  se  terminó  de  fijaren  la  carta 
la  posición  de  las  colinas  del  W.  y  se  avanzó  hasta  el  Terrer  de 
la  Cerámica,  en  donde  nos  entregaron  algunos  trozos  de  Am- 
monites. 

La  vuelta  se  efectuó  caminando  hacia  el  \V.  liasta  encontrar 
la  línea  férrea,  saliendo  al  kilómetro  450.  Aún  queda  por 
estudiar  el  último  cerro  de  la  parte  occidental  cercado  de  pro- 
fundas excavaciones,  llenas,  al  presente,  de  aguas  pluviales. 
Su  constitución  g'eológ'ica  debe  ser  idéntica  á  la  de  los  ante- 
riores. Cerca  de  la  vía  aparece  de  nuevo  el  loess. 


El  Hondo  de  Piqueres  y  sus  principales  colinas. 
T,  Mancha  triásica.— TF,  Terrers  de  Ferrer. 


Los  cerros,  ó  mejor  colinas,  son  muchos.  No  teniendo  nom- 
bres particulares,  los  hemos  ido  designando  por  letras,  á  me- 
dida que  se  han  estudiado  y  determinado  su  posición  en  la 
carta  que  vamos  formando.  En  el  adjunto  dibujo  van  repre- 
sentados algunos  de  ellos.  El  primero,  ó  cerro  A,  se  compone 
de  calizas  un  tanto  margosas  y  otras  semicristalinas  con  man- 
chas de  minerales  ocráceos.  Las  capas  tienen  una  gran  pen- 
diente buzando  al  NNW.  En   los  cerros  B  y  ü,  las  capas  de 


Los  cerros  C  y  B  del  Hondo  de  Piqueres. 


idéntica  naturaleza  presentan  inflexiones  muy  marcadas,  lle- 
gando casi  á  la  vertical  en  algunos  sitios.  La  pendiente  gene- 
ral es  de  64°.  El  cerro  F,  situado  más  al  N.,  se  distingue  bien 
por  su  color  amarillento  verdoso.  Su  buzamiento  es  al  S.  30°  E. 


214 


boletín    de    la    15EAL   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 


y  SU  pendiente  alcanza  75°,  de  modo  que  forman  sus  capas 
un  sinclinal  con  los  anteriores;  pero  su  naturaleza  es  distin- 
ta. Margas  nodulosas  de  color  amarillento,  con  abundancia  de 
núcleos  piritosos  y  alg-unos  Hemiaster  muy  parecidos  á  los  del 
Racó  de  Cortes.  Los  cerros  M  y  N,  situados  á  la  parte  occiden- 
tal de  la  manchita  triásica,  parecen  ser  de  esta  misma  forma- 
ción. Recorridos  muy  deprisa,  y  á  última  hora,  necesito  confir- 
mar esta  suposición. 

Pocos  son  los  fósiles  recog-idos  hasta  el  presente.  Es  seg-uro 
que  más  adelante  merecerán  estos  lug-ares  otra  nota  cuando 
el  número  de  especies  encontradas  sea  mayor,  ó  el  interés  de 
alg-unas  de  ellas  lo  necesite.  Las  que  poseemos  se  reducen  á 
dos  especies  de  Hemiaster,  el  H.  phrynus  y  otra.  Una  especie 
de  Belemnües,  dos  Accmthoceras ,  Sonneratia  Dutemplei  D'Orb, 
Desnioceras  af  Beuclanti  D'Orb ,  Crioceras ,  Hcmütes  [H.  rotun- 
dics  Sow?)  y  otra  especie  de  Hamites  de  costillas  muy  ñnas  con 
estrang'ulaciones,  que  representarán  probablemente  paradas 
de  crecimiento. 


Hamites  del  Hondo  de  Piqueres. 
Trincheras  de  Ramón  Borja. 


Trozo  de  Hamites 
rotnndus  Sow  t?) 

Trincheras  de  Ra- 
món Borja. 


Desg-raciadamente,  los  fósiles,  estando  sobre  arcilla,  son  su- 
mamente frágiles.  En  las  primeras  excursiones,  y  sospechando 
esto  mismo,  llevé,  en  vez  de  saquitos  de  tela  y  abundante  pa- 


DE    HISTORIA   NATURAL.  215 

peí  para  envolver,  cajas  fuertes  llenas  de  alg-odón  en  rama; 
sin  e'sta  precaución  no  habríamos  conseg-uido  conservar  en 
mediano  estado  ni  uno  solo  de  los  fósiles  extraídos. 

El  Albense  tiene  en  esta  zona  costera  un  desarrollo  muy 
g'rande,  no  sospechado  en  los  primeros  meses  de  mi  estancia 
en  Alicante.  Su  pobreza  en  fósiles  no  es  tanta  como  parece  á 
primera'vista.  De  diferentes  puntos,  por  desg-racia  no  precisa- 
dos con  exactitud,  proceden  muchas  de  las  especies  típicas 
europeas.  El  Turrilites  Bargeri  Brong',  el  Inoceramus  Concen- 
tficíis  Parkinson,  el  Hopliies  interruptus  Brug-,,  son,  entre 
otras  muchas  dudosas,  las  especies  que  hay  que  añadir  á  las 
citadas  más  arriba,  así  como  también  un  número  muy  g-rande 
de  equinodermos.  En  ciertos  horizontes  sólo  éstos  son  los  re- 
presentantes, y  en  un  viaje  que  efectué  por  la  carretera  de 
Montforte  el  18  de  Noviembre  último,  no  encontramos  otro 
piso  que  Albense,  ni  otros  fósiles  que  equinodermos,  salvo  el 
Mioceno  de  las  Atalayas,  ya  descrito  en  otra  nota. 


Boletín   bibliográfico. 

Mayo. 

Acadétnie  des  Sciences  París.  (Comptes  rendus.)  1907,  P""  semestre,  u"  12.— 
CoNST.-A.  Katenas:  Sur  l'age  des  terraius  cale,  des  envirous  d'Athé- 
nes.^^N"  13.  — Eodbaud:  Branchies  rectales  chez  les  larves  de  Simu- 
iium  damnosum  Theob.  Adaptation  d'une  larve  de  Simulie  a  la  vie 
dans  les  ruisseaiix  de  I'Afriqne  équat. — Carnot  et  Leliévrk:  Sur 
l'activ.  néphro-poiétique  du  sang  et  du  rein  au  cours  des  régénérations 
renales. — Tribot:  Sur  l'évolut.  du  carbone,  de  l'eau  et  des  cendres,  en 
fonction  de  l'áge,  chez  les  plantes. — Oddone:  Sur  quelques  constantes 
sismiques  déduites  du  tremblem.  de  terre  du  4  Avril  1904.=N°  14. — 
Bréon:  Galets  et  sables  du  Pas-de-Calais. — Gaubert:  Sur  la  colorat. 
artific.  des  minéraux. — Duparc  et  Pearce:  Sur  la  tchernicKéivite,  une 

^  nouv.  amphibole.— Chifflot:  Sur  la  présence  de  V  Ustilago  Maidis 
(D.  C.)  Corda  snr  les  racines  adventives  du  Zea  Mays  L — Babés:  Ob- 
serv.  sur  la  graisse  surrénale. — Pottevin:  L'épuration  des  eaux  d'egout 
par  les  filtres  á  tourbe. — Cépéde:  Quelques  remarques  sur  la  nourri- 
ture  de  la  Sardine.— Teissere>-c  de  Bort  et  Rotch:  Caract.  de  la  cir- 
culation  atmosph.  intertrop.=íí°  16. — Charabot  et  Lalone:  Sur  la 
migratiou  des  composés  odorants. — Chüdeau:  Lo  Lutétien  au  Sondan 
et  au  Sahara. ^N"  16.  — Bigourdan:  Sur  les  trembl.  de  terre  des  16, 18 


216  boletín    de    la    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

et  19  Avril  1907,  enregistrés  á  París. — Nicolardot:  Sur  la  compos.  et 
l'analyse  da  wolfram  et  de  la  hübnérite.— Queva:  DiíféreDciation  des 
tissus  du  stipe  et  de  la  fronde  des  Fquisetuni.-  Kunstler:  La  genése 
expérim.  des  processus  vitaux.—  Cépéde:  Qnelques  remarques  sur  la 
nourriture  de  la  Sardine.— De  Cyon:  Le8  fonctions  de  l'hypophyse  et 
de  la  glande  pinéale. 

Académie  Internationale  de  GéograpMe  Botanique.  Le  Maiis.  (BuUetin.) 
1907,  nos  210-211.-  Marret:  Exsiccata  de  la  Flore  du  Valais  et  des 
Alpes  Lémauniennes. — Oli.ivier:  Les  principaux  parasites  de  nos 
lichens  fran9ais. 

Academy  of  Natural  Sciences  ^h\\&áe\^\ú&.  (Proceedings.)  1905,  vol.  i.vii, 
part  iii;  1906,  vol.  lviii,  part  i  and  ii. 

Archives  Néerlandaises  des  Sciences  exactes  et  naturelles.  La  Haj'e.  1907, 
serie  ii,  tome  xii,  1*  et  2"  livr. 

Comisión  del  Mapa  geológico  de  España.  Madrid.  (Boletín.)  190(3,  t.  xxviii. 

Davenport  Academy  of  Sciences.  Davenport,  lowa.  (Proceedings.)  1906, 
vol.  XI,  pages  1-124.  — Howard:  The  Protozoa  of  lowa. 

Entomological  Society.  London.  (Transactions.J  1908,  part  v. 

Entomologische  Litteraturblatter.  Berlin.  — R.  Friedlander  und  Sobn.  1907. 
n°4. 

Farmacia  y  Medicina.  Barcelona.  1907,  n"  6. 

Field  Coliimbian  Museum.  Anthropological  Series,  1905,  vol.  vii,  n°  2. — Bo- 
tanical  Series,  1906,  vol.  ii,  n°  3. — Geologioal  Series,  1906,  vol.  il, 
nos  7-9;  vol.  III,  nos  2-4. — Report  Series,  1905,  vol.  ii,  n°  5. — Zoologi- 
cal  Series,  1906,  vol.  vii,  nos  2-3. 

Gaceta  Farmacéutica  Española.  Barcelona.  1907,  n°  103. 

Ingeniería.  Madrid.  1907,  nos  73-74. 

Instituto  geológico  de  México.  México.  (Boletín.)  190b,  n°  22.— Bóse:  Sobre 
alguna.s  faunas  terciarias  de  México. 

JoJins  Hoplúns  Hospital.  Baltimore.  (Bulletin.)  1907,  n°  193. 

K.  K.  Naturlústnrischen  Hofmuseuyn.  Wien.  (Annalen.)  1906,  Bd.  xxi, 
nr.  1. — Toldt:  tJb.  das  Haar.  und  Stachelkleid  von  Zaglossus  Gilí 
(Proecliidna  Gervais). — Rebel:  Fünfter  Beitrag.  z.  Lepidopterenfauna 
der  Kanaren.— Sassi:  Ein  Beitrag.  z.  Kenntnis  der  Vogelwelt  vom 
Weissen  Kil. 

Laboratorio  Municipal  de  Higiene.  Madrid.  (Boletín.)  T.  vi,  n.os  10-12; 
t.  VII,  n°l. 

La  Nuova  Nofarisia.  Modena.  Aprile  1907.— Mazza:  Saggio  di  Algologia 
Oceánica  (contin.). 

Las  Baleares.  Palma  de  Mallorca.  1907,  n°  76. 

(Conliyiuará.) 


Sesión  extraordinaria  del  24  de  Mayo  de  1907. 

PRESIDENCIA  DE  D.  JOSÉ  RODRÍGUEZ  MüURELO 

Habiendo  de  estar  la  sesión  dedicada  á  la  conmemoración 
del  natalicio  de  Linneo  en  su  seg-undo  centenario,  se  acuerda 
celebrarla  en  la  antig-ua  cátedra  del  Jardín  Botánico  de  esta 
corte. 

— El  Sr.  D.  Federico  Gredilla,  como  Director  del  Estableci- 
miento y  vocal  de  la  Comisión  org-anizadora  del  homenaje  tri- 
butado por  la  Sociedad  á  la  memoria  del  ilustre  naturalista 
sueco,  toma  asiento  en  la  mesa,  á  la  derecha  del  señor  Presi- 
dente. 

Éste,  con  elocuentes  frases  y  fácil  palabra,  explica  el  objeto 
de  la  sesión,  y  presenta  á  los  socios  el  cuaderno  de  Memorias 
que  se  ha  compuesto  y  editado  con  motivo  del  acontecimiento 
que  se  desea  conmemorar. 

El  Sr.  Grediila  leyó  el  trabajo  Linneo  y  la  botánica  en  Espa- 
ña, de  que  es  autor. 

— No  estando  presente  el  Sr.  Lázaro  é  Ibiza,  que  ha  llevado 
á  las  fiestas  del  centenario  en  Suecia  la  representación  de  la 
Universidad  Central  de  Madrid,  el  Secretario  se  encarg-ó  de 
leer  el  artículo  que  bajo  el  título  Linneo  y  su  ohra  ha  escrito 
nuestro  disting'uido  consocio. 

— El  Sr.  Rodríg-uez  Mourelo  leyó  el  trabajo  titulado  Las  re- 
laciones científicas  de  Suecia  y  Es2)aña,  que  fig-ura  también  en 
el  homenaje  dedicado  á  la  memoria  de  Linneo  por  la  Socie- 
dad, y  la  versión  española  de  las  instrucciones  que  dirig-ió  á 
Loefling-  su  ilustre  maestro  para  hacer  observaciones  en  España. 

— El  Sr.  Grediila  exhibió  los  autógrafos  de  Linneo,  que  se 
conservan  en  el  archivo  del  Jardín  Botánico  de  Madrid. 

Por  último,  el  acto  terminó,  desfilando  y  descubriéndose  los 
concurrentes  ante  el  monumento  erig-ido  á  la  memoria  del  in- 
signe naturalista  sueco  en  dicho  Jardín  Botánico. 


Sesión  del  6  de  Junio  de  1907. 

PRESIDENCIA    DE    D.    JOSÉ    CASARES    GIL 

El  Secretario  leyó  el  acta  de  la  sesión  ordinaria  del  día  1.° 
de  Mayo,  y  la  de  la  extraordinaria  celebrada  el  24  del  mismo 
mes,  siendo  ambas  aprobadas. 

T,  VII. -Junio,  1907.  15 


218  boletín    de   la   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Admisiones  y  presentaciones.— Fueron  admitidos  como  socios 
numerarios:  D.  Francisco  Balbln  y  Ribero,  de  Oviedo;  D.  Ma- 
nuel Maldonado  Sáenz,  de  Granada;  el  Instituto  internacional^ 
de  Madrid;  la  cátedra  de  Mineralog-ía  y  Botánica  de  la  Facul- 
tad de  Ciencias  de  la  Universidad  Central;  D.  León  Roussel  y 
Ory,  de  Madrid;  D.  Hermilio  Alcalde  del  Río,  de  Torrelaveg-a; 
y  D.  Baltasar  Serradell,  de  la  Sección  de  Barcelona,  presenta- 
dos, respectivamente,  por  los  Sres.  Barras,  Diez  Tortosa,  Bolí- 
var, Calderón,  Rioja,  García  Mercet  y  Llenas. 

Asuntos  varios.— Se  participó  que  la  Memoria  publicada  por 
la  Sociedad  con  motivo  de  la  celebración  del  seg-undo  cente- 
nario del  natalicio  de  Linneo,  se  ha  remitido,  como  regalo,  al 
Excmo.  Sr.  Presidente  del  Consejo  de  ministros,  á  los  minis- 
tros y  exministros  de  la  Corona,  á  los  señores  subsecretarios 
de  los  Ministerios,  á  las  bibliotecas  de  los  Cuerpos  legisladores^ 
al  señor  Rector  de  la  Universidad  Central,  á  los  decanos  y  se- 
cretarios de  las  diversas  Facultades  de  la  misma  Universidad, 
á  los  socios  correspondientes  y  á  algunas  otras  personalidades 
disting-uidas,  habiendo  contestado  tgdas  ag-radeciendo  en  tér- 
minos expresivos  y  afectuosos  la  atención  de  la  Sociedad. 

— El  señor  Presidente  tributó  un  caluroso  elogio  á  la  Memo- 
ria de  referencia,  y  propuso  un  voto  de  gracias  para  los  seño- 
res que  han  compuesto  la  Comisión  organizadora  del  homenaje 
á  Linneo,  y  para  el  Sr.  Bolívar,  que  les  ha  prestado  espontá- 
neamente su  eficaz  concurso  y  valiosa  cooperación,  acordán- 
dose por  unanimidad  el  voto  propuesto  por  el  señor  Presidente. 

— El  Sr.  Bolívar  expuso  la  conveniencia  de  que  los  Boletines 
de  Junio,  Julio  y  Octubre  aparecieran  este  año  á  la  vez,  reuni- 
do.s  bajo  una  misma  cubierta  y  formando  un  solo  cuaderno, 
con  lo  que  se  conseguiría  alguna  economía  en  la  tirada  y  se 
daría  algún  descanso  á  las  personas  que  más  directamente  in- 
tervienen en  la  confección  de  las  publicaciones  que  edita  nues- 
tra Sociedad.  Añadió  el  Sr.  Bolívar  que  este  año  se  han  hecho 
gastos  de  bastante  importancia  para  la  publicación  de  las  vo- 
luminosas Memorias  que  han  visto  hasta  ahora  la  luz,  y  que 
sería  prudente  compensar  de  alg'una  manera  y  aunque  fuese 
en  pequeña  escala  los  desembolsos  efectuados.  Por  último,  con- 
signó que  el  aplazamiento  hasta  Octubre  de  la  publicación  de 
los  Boletines  de  Junio  y  Julio  no  ocasionaría  extorsión  á  la 


DE    HISTORIA   NATURAL.  219 

mayor  parte  de  los  socios  que  se  ausentan  g-eneralmente  du- 
rante el  verano  de  las  poblaciones  donde  de  ordinario  tienen 
fijada  su  residencia  y  no  reciben  los  Boletines  de  estos  meses 
hasta  pasada  la  estación  estival. 

La  Sociedad  encontró  muy  atendibles  las  razones  expuestas 
por  el  señor  Tesorero,  aceptándose  por  unanimidad  su  propo- 
sición. 

Se  leyó  una  Comunicación  dirig-ida  á  la  Sociedad  por  don 
José  Madrid  Moreno,  miembro  Correspondiente  del  Comité  or- 
g"anizador  del  tercer  centenario  de  la  muerte  del  naturalista 
italiano  Ulises  Aldrovandi,  que  celebrará  en  el  presente  mes 
la  Universidad  de  Bolonia,  proponiendo  se  confiera  la  repre- 
sentación de  la  Sociedad  á  un  individuo  de  su  seno  para  que 
la  represente  en  la  fiesta  universitaria  de  referencia,  acordán- 
dose conceder  dicha  representación  al  mismo  Sr.  Madrid  More- 
no, Catedrático  de  la  Central,  que  se  propone  asistirá  aquella. 

También  se  dio  lectura  á  una  carta  del  profesor  Lag-erheim, 
de  la  Universidad  de  Stokolmo,  anunciando  el  envío  de  alg-u- 
nas  de  sus  publicaciones  sobre  Botánica  y  Zoolog-ía  para  la  bi- 
blioteca de  nuestra  Sociedad,  acordándose  dar  las  gracias  en 
nombre  de  la  misma  al  donante. 

Notas  y  comunicaciones.— El  Sr.  Calderón  presentó  un  trabajo 
del  Sr.  Hernández-Pacheco,  titulado  Los  martillos  de  piedra  y 
las  iñedras  con  cazoletas  de  las  antiguas  minas  de  cobre  de  la 
Sierra  de  Córdoba,  que  paso  á  la  Comisión  de  publicación. 

— El  Secretario  leyó  un  trabajo  de  D.  Daniel  Jiménez  de  Cis- 
neros  sobre  Excursiones  yor  los  alrededores  de  la  Sierra  del  Cid. 

— El  Sr.  Bolívar  entreg-ó  un  trabajo  con  el  título  de  Los  Pam- 
phagus  de  Marruecos. 

Se  le3^ó  la  sig-uiente  nota,  remitida  por  D.  Francisco  de  las 
Barras,  bajo  el  título  de  Excursión  á  Santander  y  á  la  Cueva  de 
A  Itamira: 

«Durante  los  días  16  á  21  del  pasado  Marzo,  ambos  inclusi- 
ves, verificamos,  con  ios  alumnos  de  las  clases  de  Mineralog-ía, 
Botánica  y  Zoolog-ía  de  la  Universidad  de  Oviedo,  una  excur- 
sión á  Santander  con  el  principal  objeto  de  visitar  y  verificar 
alg-unos  trabajos  en  el  Laboratorio  de  Biolog-ía  Marina  que  di- 
rig-e  nuestro  querido  compañero  y  consocio  D.  José  Rioja.  No 
es  mi  ánimo  dar  cuenta  detallada  de  dicha  excursión,  por  es- 


220  BOLETÍN    DE    LA    REAL    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

tarse  redactando  una  crónica  de  ella  por  varios  alumnos  con 
destino  á  los  anales  de  la  Universidad;  sólo  diré  que,  además 
de  las  recolecciones  de  marea  baja  y  trabajos  en  la  estación, 
recorrimos  los  alrededores  de  Santander  recolectando  fósiles  y 
plantas,  y  visitamos  las  minas  de  Reocín,  en  las  que  se  reco- 
gieron numerosos  ejemplares  de  blenda,  calamina,  cerusita  y 
alg-una  otra  especie  mineral,  asi  como  alg"unos  fósiles,  Niim- 
mulites  principalmente. 

Otra  de  nuestras  etapas  fué  la  visita  á  la  famosa  Cueva  de 
Altamira,  próxima  á  Santillana,  cuyas  pinturas  pudimos  ad- 
mirar,  y  en  cuyo  suelo,  removido  á  causa  de  las  recientes  ex- 
ploraciones, se  recogieron  abundantes  ejemplares  de  Patella 
y  Troclmis,  y  numerosos  dientes  de  Ursus,  Oervus,  Fquus,  etc., 
así  como  huesos  rotos  y  hendidos,  muchos  á  lo  larg-o,  de  los 
mamíferos  que  con  aquellos  moluscos  debían  constituir  el 
principal  alimento  de  los  habitantes  antiguos  de  aquella  ca- 
verna. 

También  se  recogieron,  aunque  en  pequeño  número,  puntas 
de  flecha  de  silex;  piedras  pulimentadas  por  una  cara,  por  ha- 
ber servido,  sin  duda,  de  moletas,  y  con  ellas  varios  instru- 
mentos de  hueso. 

Como  la  existencia  allí  de  todos  estos  restos  es  ya  conocida, 
acaso  no  habríamos  dado  siquiera  cuenta  de  nuestra  visita  a 
dicha  cueva,  si  entre  los  ejemplares  recogidos  de  huesos  tra- 
bajados no  fig'urase  un  gran  trozo  de  uno  plano  de  más  de  2 
decímetros  de  largo,  en  que  aparece  grabada  una  figura  de 
caballo  de  12.5  mm.  de  longitud. 

Los  huesos  con  representaciones  semejantes  abundan  en  la 
Cueva  de  Altamira,  y  muchos  tuvimos  ocasión  de  ver  en  el 
Museo  formado  en  la  Escuela  de  Artes  y  Oficios  de  Torrelave- 
ga  por  su  director  el  distinguido  espeleólogo  D.  Hermilio  Al- 
calde del  Río.  Este  señor  nos  dio  notables  explicaciones  acerca 
de  ellos,  con  su  acostumbrada  amabilidad,  figurando  también 
numerosos  dibujos  de  la  misma  clase  en  su  obra  reciente  acer- 
ca de  ésta  y  otras  cuevas  con  pinturas,  de  la  provincia  de  San- 
tander, de  que  dio  noticia  el  Sr.  Bartolomé  en  una  de  las  últi- 
mas sesiones. 

La  siguiente  figura  da  idea  del  notable  ejemplar  aludido,  el 
cual  ha  sido  donado  por  el  alumno  D.Vicente  Landeta,  que  lo 
(  ncontró,  al  Museo  de  Historia  natural  de  la  Universidad  de 


DE    HISTORIA   NATURAL. 


221 


Oviedo,  habiéndome  parecido  el  hallazgo  digno  de  comuni- 
carse á  esta  Sociedad.» 


Secciones.— La  de  Zaragoza  celebró  sesión  el  19  de  Mayo, 
bajo  la  presidencia  de  D.  Vicente  de  Val. 

— El  P.  Navas  da  cuenta  de  la  nueva 
clasificación  de  los  hong-os,  publicada 
por  los  micólog-os  Saccardo  y  Tra- 
verso en  el  Bulletino  della  Societá  Bo- 
tmiica  Italiana,  y  presenta  á  propósito 
de  ella  la  siguiente  nota: 

«Prescindiendo  de  algunas  subdivi- 
siones y  modificando  ligeramente  al- 
guna denominación,  creo  que  puede 
proponerse  así  el  cuadro  taxonómico 
de  los  hongos: 

División.  Hongos,  Micetos.— Subdi- 
visión. Teleomicetos. — Clase  1."  Basi- 
diomiceíos.  Ordenes  Himeniales,  Gas- 
terales,  Faloidales,  Tremeloidales,  Ure- 
dinales,  üstilaginales.  —  Clase  2.* 
Ascomicetos.  Ordenes  Labulbeniales, 
Pireniales,  Histeriales,  Tuberales,  Dis- 
cales, Gimnoascales,  Sacaromicales, 
Protoraicales.  —  Clase  3."  Ficomicetos. 
Ordenes  Figomicales  ,  Oomicales. — 
Subdivisión  (ó  llámese  también  clase). 
Deuteromicetos.  Ordenes  Esferopsi- 
dales,  Malamoniales,  Hifales.  —  Sub- 
división (igualmente  clase).  Mixomi- 
cetos.  Orden  Misomicales.  —  Subdivi- 
sión (clase).  EsQuizoMiCETOS.  Orden 
Esquizomicales.» 

— Incidentalmente  da  cuenta  el  Se- 
cretario de  una  monografía  de  los  Co- 
primis  de  Portugal,  publicada  recien- 
temente, y  debida  á  A.  F.  Seabra, 
que  constituye  un  trabajo  valiosísimo  para  el  conocimiento 
de  la  fauna  coleopterológica  de  nuestra  Península.  Posee 
170  páginas  y  7  láminas. 


222  boletín    de   LA   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 


Notas  y  comunicaciones. 


Micromamíferos  nuevos  españoles 

POE 

ÁNGEL  CABRERA  LATORRE 

Entre  cierto  número  de  micromamíferos  españoles  reciente- 
mente ingresados  en  mi  colección,  figuran  alg-unas  formas  que 
creo  no  han  sido  descritas  hasta  ahora,  y  de  las  cuales  alg-u- 
nas aparecen  también  representadas  en  el  Museo  de  Ciencias 
Naturales.  Al  darlas  á  conocer,  aprovecho  esta  oportunidad 
para  describir  un  nuevo  Micromys  recibido  por  dicho  Museo  el 
mes  pasado. 

Talpa  coeca  occidentalis  subsp.  nov. 

Bastante  más  pequeña  que  la  T.  caca  típica,  y  con  el  cráneo 
alg-o  más  aplanado  por  encima.  Patas  anteriores  más  anchas 
que  larg-as.  Extremidades  y  cola  muy  velludas. 

Color  negTO  pardusco;  los  pelos  son  de  un  g-ris  arg-entado 
muy  obscuro,  con  punta  pardineg"ra.  En  el  centro  del  vientre 
falta  este  último  color,  por  lo  que  el  conjunto  aparece  en  di- 
cha reg'ión  g-ris  plateado.  Los  pelos  de  la  cola,  muy  largfos  y 
abundantes,  neg-ros;  los  de  las  patas  de  un  pardo  muy  obscu- 
ro. Todo  el  pelaje  es  muy  lustroso,  con  reflejos  plateados,  y 
cuando  está  en  alcohol  presenta  reflejos  metálicos  bien  mar- 
cados, verdes  en  el  dorso  y  violados  en  el  abdomen. 

Cráneo  semejante  al  de  la  forma  típica,  excepto  en  la  caja 
cerebral,  que  á  pesar  de  ser  bastante  alta  (más  de  9  mm.)  está 
un  poco  aplanada  por  encima,  de  modo  que,  mirándola  por 
detrás,  su  mayor  anchura  aparece  por  encima  de  la  línea  me- 
dia horizontal,  lo  mismo  que  en  la  T.  c.  ¡evantis  Thos. 

Dimensiones  del  tipo  medido  en  carne:  Cabeza  y  cuerpo, 
102  ram.;  cola,  24;  pie  anterior,  ancho,  17, G,  larg-o,  s.  u.  15,5; 
pie  posterior,  s.  u.  15,5. 

Cráneo:  longitud  máxima,  31.5;  longitud  basal.  22,5;  ancho 


DE    HISTORIA   NA.TURAL.  223 

zig-omático,  11;  ancho  de  la  caja  cerebral,  15,2;  long-itud  pala- 
tal, 14;  serie  dental  maxilar,  13,5. 

Hab. — Sierra  de  Guadarrama,  España  central  (1.200-1.300 
metros  de  altura). 

7'íjoo.— Macho  adulto,  de  La  Granja,  provincia  de  Seg*ovia, 
obtenido  por  D.  Manuel  M.  de  la  Escalera  (Septiembre,  1906). 
Núm.  122  de  mi  colección. 

La  T  ccsca  del  centro  de  España  se  disting-ue  muy  bien,  por 
su  reducido  tamaño,  de  las  formas  de  Italia  y  del  Asia  menor, 
en  las  cuales  la  longitud  de  la  cabeza  y  el  cuerpo  pasa  de  120 
milímetros. 

Ci'ocidura  russula  pulchra  subsp.  nov. 

Una  forma  pequeña,  próximamente  del  tamaño  de  la  C.  tni- 
mula  de  Suiza,  pero  con  la  cola  mucho  más  larg-a,  y  el  cráneo 
de  la  verdadera  C.  russula. 

Color  de  las  partes  superiores  sepia  claro,  con  un  lig'ero  tono 
rojizo,  y  ofreciendo  á  ciertas  luces  reflejos  plateados.  Toda  la 
reg-ión  ventral  blanco-cenicienta.  Los  pelos,  lo  mismo  en  el 
dorso  que  en  el  abdomen,  son  de  un  color  de  pizarra  obscuro 
en  una  g-ran  extensión,  á  partir  de  la  base,  y  este  color  se  des- 
cubre al  exterior  en  el  vientre.  Cola  sepia  por  encima,  blanca 
sucia  por  debajo. 

Cráneo  de  la  misma  forma  que  el  de  la  C.  russula  típica, 
pero  más  pequeño. 

Dimensiones  del  tipo  medido  en  carne:  Cabeza  y  cuerpo, 
71  mm.;  cola,  41,5;  pie  posterior,  s.  u.,  12;  oreja,  8. 

Cráneo:  longitud  máxima,  sin  los  incisivos,  18,5;  ancho  de 
la  caja  cerebral,  9,1;  ancho  máximo  anteorbitario,  6;  ancho 
interorbitario,  4,2;  serie  dental  maxilar,  8,4. 

Hal). — España  oriental,  Valencia.  Un  ejemplar  de  la  isla  de 
Menorca  que  hay  en  el  Museo  de  Ciencias,  ea  alcohol,  me  pa- 
rece ser  también  de  esta  misma  forma. 

Tipo. — Macho  adulto,  de  Valencia,  obtenido  por  D.  José  M. 
Benedito  (10  de  Enero,  1907).  Núm.  117  de  mi  colección. 

Hasta  tanto  que  se  estudien  bien  las  mutuas  relaciones  en- 
tre las  diversas  musarañas  del  grupo  russula,  me  parece  con- 
veniente considerar  esta  forma  simplemente  como  una  raza 
g-eográñca  de  la  especie  tipo.  Es  de  notar  que  casi  todas  las 
formas  meridionales  de  dicho  g-rupo  (cypria,  monacha,  cauda- 


22^1  boletín    de    la    REAL   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

ta,  'pidchra)  se  caracterizan  por  su  larg-a  cola.  Juzg-ando  por  la 
descripción  que  hace  Tilomas  de  su  C.  russula  monacha  (1), 
debe  haber  una  g-ran  semejanza  entre  ésta  y  la  forma  de  Va- 
lencia, á  excepción  del  color. 

Neomys  anomalus  sp.  nov. 

Alg'o  más  pequeño  que  el  N.  fodiens  típico,  y  con  la  cola  re- 
donda y  desprovista  de  la  franja  de  pelos  larg-os  en  forma  de 
quilla. 

Color  de  las  partes  superiores  neg-ro  pardusco  brillante,  ti- 
rando un  poco  á  castaño;  los  pelos,  de  un  g-ris  de  hierro  en 
casi  toda  su  longitud,  tienen  la  punta  ne- 
g-ro-rojiza.  En  los  ejemplares  en  alcohol,  el 
pelaje  toma  un  fuerte  matiz  castaño.  Superfi- 
,^^_^J^  cié  ventral  blanca,  lavada  de  amarillento  de- 

bajo del  cuello.  El  color  blanco  está  bien  sepa- 

Cráneo  de   Neomys   ,.„j^    j„i    „  .ir,  ,    .  , 

anomalus.  ^^^^  del  neg-ro  de  los  flancos,  y  deja  ver  á 

trechos  la  base  gris  neg-ruzca  de  los  pelos. 
Pies  blancos,  los  posteriores  con  una  mancha  neg-ruzca  que 
desde  el  talón  se  corre  por  el  borde  externo  hasta  la  mitad  del 
mismo;  los  pelos  larg-os  que  bordean  el  pie  por  ambos  lados, 
blancos.  Cola  neg-ro-pardusca  por  encima,  blanca  por  debajo; 
el  pelo  de  su  cara  inferior  es  lo  bastante  larg-o  para  cubrir  las 
escamas,  pero  no  forma  franja,  como  en  el  N.  fodimis;  sólo 
cerca  de  la  punta  se  prolong-a  un  poco  más,  constituyendo  un 
pequeño  pincel  terminal. 

Cráneo  parecido  al  del  N.  fodiens,  pero  la  caja  cerebral  es 
más  elevada  en  el  centro,  y  plana  y  deprimida  por  delante;  el 
occipital  es  también  muy  plano  en  su  parte  superior.  En  los 
dientes  no  hay  ning-una  diferencia  notable. 

Dimensiones  del  tipo,  tomadas  en  carne  después  de  una 
corta  permanencia  en  alcohol:  cabeza  y  cuerpo,  73  mm.;  cola,^ 
60;  pie  posterior,  s.  u.,  17,5;  oreja,  8. 

Cráneo:  long-itud  máxima,  sin  los  incisivos,  20,5;  ancho  de 
la  caja  cerebral,  10;  ancho  máximo  anteorbitrario,  6,2;  ancho 
interorbitrario;  4;  serie  dental  maxilar,  9,6, 

Hah. — España  central.  He  visto  ejemplares  de  las  provincias 
de  Madrid  y  de  Salamanca, 

(1)    Ann.  Nat.  Hist.,  ser.  7,  xvii  (1906),  p.  417. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  225 

Tipo. — Macho  adulto,  de  San  Martín  de  la  Veg-a,  provincia 
de  Madrid,  obtenido  en  Diciembre  de  1892.  Museo  de  Ciencias 
Naturales  de  Madrid,  núm.  1.140. 

Este  bonito  Neomys  no  es  la  única  especie  del  g'énero  que 
carece  de  la  franja  6  quilla  caudal  de  pelos  larg-os.  La  misma 
particularidad  ha  sido  observada  por  Mr.  Charles  Mottaz  en 
otra  forma  nueva,  de  los  Alpes  del  Vaud  (Suiza).  Estas  dos  es- 
pecies, semejantes  en  este  carácter,  son,  sin  embarg-o,  muy 
diferentes  entre  sí.  En  la  misma  estación,  el  pelaje  del  N.  ano- 
malus  es  más  larg-o  que  el  de  la  especie  suiza.  Además,  esta 
última  es  de  un  color  más  gris  por  encima,  y  sus  pies  son  bas- 
tante más  pequeños.  El  cráneo,  en  fin,  es  en  la  forma  españo- 
la achatado  posteriormente  y  por  delante  de  la  caja  cerebral, 
mientras  en  la  forma  suiza  estas  mismas  reg"iones  son  nota- 
blemente convexas, 

Debo  hacer  constar  aquí  mi  ag-radecimiento  áMr  .Mottaz,  que 
á  más  de  una  completa  descripción  inédita  de  su  especie,  me 
ha  remitido  un  ejemplar  de  la  misma,  con  su  cráneo,  hacién- 
dome así  más  fácil  el  estudio  comparativo  de  los  dos  Neomys. 

Tengo  para  mí  que  la  falta  de  franja  de  pelos  en  la  cola,  ha 
hecho  que  el  N.  anomalus  haya  sido  hasta  ahora  confundido 
con  una  especie  muy  distinta,  el  Sorex  araneus,  por  los  natura- 
listas españoles;  por  lo  menos  como  tal  aparecían  determinados 
los  ejemplares  que  hay  en  la  colección  del  Museo  de  Madrid. 

.Elioinys  Hamlltoni  sp.  nov. 

Parecido  al  E.  miimhyanns  en  la  coloración  y  en  la  forma  del 
cráneo,  pero  más  g-rande  y  con  las  partes  inferiores  fuerte- 
mente lavadas  de  amarillo. 

Color  de  las  partes  superiores  leonado  pardusco  tostado, 
más  obscuro  hacia  los  brazos  y  parte  baja  de  los  muslos;  los 
pelos  son  de  un  neg-ro  de  hierro  en  la  raíz,  con  un  anillo  ama- 
rillento junto  á  la  punta,  y  ésta  leoiiado-rojiza.  Partes  inferio- 
res blancas,  con  un  matiz  amarillo  sulfúreo  muy  marcado.  Las 
manchas  de  la  cabeza  como  de  ordinario  y  de  un  neg-ro  inten- 
so; por  delante  se  detienen  un  poco  antes  de  Ueg'ar  á  la  base 
del  big-ote.  Las  manchas  blancas  de  delante  de  las  orejas,  la- 
vadas de  amarillo.  Cola  neg-ra  por  encima  en  poco  más  de  la 
mitad;  hacia  la  base,  se  mezclan  muchos  pelos  neg-ros  con  los 
de  color  leonado;  por  debajo,  enteramente  blanca. 


226  BOLETÍN    DE    LA   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Cráneo  de  la  misma  forma,  en  g-eneral,  que  el  del  E.  mum- 
byanus  y  el  del  E.  horlualis,  é  ig-ual  á  este  último  en  sils  di- 
mensiones. De  uno  y  otro  se  diferencia  por  los  arcos  zig-omá- 
tico,  qne  mirados  por  encima  aparecen  completamente  rectos, 
mientras  que  en  las  dos  especies  citadas  son  un  tanto  conve- 
xos. El  interparietal  es  más  g-rande  que  en  hortuaUs.  Del  crá- 
neo de  la  especie  míimbijanus  &q  diferencia  á  primera  vista  por 
su  mayor  tamaño. 

Dimensiones  del  tipo:  cabeza  y  cuerpo,  135  mm.;  cola,  101; 
pie  posterior,  s.  u.,  ?.7;  oreja,  21,5. 

Cráneo:  longitud  total,  34,6;  longitud  basal,  29;  ancho  en  los 
zigomáticos,  20;  ancho  de  la  caja  cerebral,  16,4;  ancho  inter- 
obitario,  4,2;  longitud  de  los  nasales,  11,5;  serie  molar  supe- 
rior, 5;  diastema,  7,1. 

¿r«¿.— España  central.  Sólo  he  estudiado  ejemplares  de  la 
provincia  de  Madrid. 

Tipo.—llem\>Y?L  adulta,  de  El  Pardo,  Madrid,  obtenida  por 

D.  José  Arias  (5  de  Abril.  1907).  Núm.121  de  mi  colección. 
Este  es  probablemente  el  lirón  del  centro  y  norte  de  España, 

que  hace  años  describí  yo  erróneamente  como  E.  qiiercinus  {!) . 
Ya  entonces  manifesté  mis  dudas  de  que  efectivamente  se  tra- 
tase de  esta  especie,  pero  la  insuficiencia,  así  en  calidad  como 
en  cantidad,  del  material  del  Museo  de  Ciencias  Naturales, 
que  era  el  único  de  que  podía  disponer,  no  me  permitió  resol- 
ver la  cuestión  de  un  modo  definitivo.  Por  fortuna,  ahora  he 
tenido  á  mi  disposición,  no  sólo  numerosos  ejemplares  del 
Eliomys  del  centro  de  la  Península,  sino  también  E.  mumhya- 
%us  de  Marruecos.  Estas  dos  formas,  y  el  E.  hortuaUs  de  la  Es- 
paña oriental,  son  muy  semejantes  entre  sí,  y  difieren  del 

E.  queránus  por  la  forma  de  la  parte  posterior  de  los  frontales, 
que  en  éste  es  triangular  y  en  aquéllos  casi  cuadrada.  Acaso 
€ste  grupo  tan  homogéneo  constituya  realmente  una  especie 
única,  con  tres  razas  locales  distintas. 

El  primero  que  indicó  la  existencia  en  España  de  un  Elio- 
mys con  ciertos  caracteres  de  mumhyanus,  fué  Mr.  Barrett-Ha- 
milton  (2),  quien  hizo  constar  la  existencia  en  el  Museo  de  Lon- 
dres de  un  cráneo  de  este  grupo  procedente  de  Galicia.  Proba- 


(1)    Bol.  R.  Soc.  esp.  Hist.  nat.,  1901,  p.  181. 
(2;    Ann.  Nat.  Hist.,  &eT.l,  ni  {\S°>Q^,    .¿''Tnot, 


DE   HISTORIA    NATURAL.  227 

blemente  se  trata  de  la  forma  que  acabo  de  describir,  y  que 
con  verdadero  placer  dedico  á  tan  disting-uido  zoólog'o. 

Microinys  sylvaticus  callipides  (1)  subsp.  nov. 

Una  forma  del  tamaño  del  M.  s.  celticus,  pero  de  colores  más 
brillantes  y  con  la  cola  más  larg-a  que  el  cuerpo. 

Color  de  las  partes  superiores  amarillo  rojizo,  más  pardo  y 
obscuro  en  medio  del  dorso;  los  pelos  de  color  de  pizarra  con 
puntas  amarillo-rojizas,  y  en  el  espinazo  puntitas  neg-ras  que 
producen  el  matiz  obscuro.  Superficie  ventral  de  un  blanco 
puro,  perfectamente  separado  del  color  del  lomo.  Pies  blancos. 
Una  mancha  bien  marcada  en  el  pecho  y  otra  junto  á  los  ór- 
ganos g-enitales,  de  un  bonito  amarillo  de  yema.  Cola  neg"ruz- 
ca  encima,  blanquecina  debajo,  con  los  dos  colores  bien  sepa- 
rados. 

Cráneo  de  la  forma  propia  del  M.  sylvaticus.  y  bastante  pe- 
queño. Arcos  zig-omáticos  muy  comprimidos.  Las  suturas  fron- 
to-parietales  rectas,  no  curvilíneas  como  en  el  cráneo  fig-urado 
por  Lataste  {Act.  Soc.  Linn.  Bourdemix,  1883). 

Dimensiones  del  tipo,  tomadas  en  carne:  cabeza  y  cuerpo, 
88,8  mm.;  cola,  94,5;  pie,  s.  u.,  23;  oreja,  15,5. 

Cráneo:  longitud  máxima,  24;  long-itud  basal,  20,2;  long'itud 
basilar,  18,5;  ancho  en  los  zig-omáticos,  11,5;  ancho  de  la  caja 
cerebral,  11,1;  ancho  interorbitario,  3,9;  long-itud  de  los  nasa- 
les, 8,5;  diastema,  6,8;  serie  molar  superior,  3,7. 

Hai. — Noroeste  de  España,  Galicia, 

Tipo. — Macho  adulto,  de  Villarratis,  provincia  de  La  Coruña, 
obtenido  por  D.  Ig-nacio  Bolívar  (3  de  Abril  1907).  Museo  de 
Ciencias  Naturales  de  Madrid. 

En  su  notable  trabajo  sobre  las  variedades  g-eog-ráficas  del 
M.  syhaticus  (2),  Mr.  Barrett-Hamilton  habla,  sin  darle  nom- 
bre ni  describirla  en  detalle,  de  una  forma  de  Galicia  con  la 
cola  muy  larg-a,  como  el  M.  s.  Hayi,  pero  más  pequeña  y  más 
roja  que  éste.  Es  fácil  que  este  ratoncillo  g-alleg-o  sea  el  mismo 
que  ha  enviado  al  Museo  el  Sr.  Bolívar,  aun  cuando  el  pelaje 
puede  calificarse  en  éste  de  amarillo  más  bien  que  de  rojo. 


(1)  Callipides^  el  que  corre  ligeramente  á  un  lado  y  a  otro  en  corta  distancia. 

(2)  Proceed.  Zool.  Soc  ,  ¡900. 


228  boletín    de   LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 


El  Maigmó  y  sus  alrededores 

POR  * 

DANIEL    JIMÉNEZ    DE    CISNEROS 

El  observador  que  desde  el  Castillo  de  Santa  Bárbara  de  Ali- 
cante tiende  la  vista  hacia  el  NNO.,  percibe  una  serie  de  altu- 
ras, entre  las  que  sobresale  un  elevado  pico  llamado  Maig-mó. 
La  situación  de  esta  montaña,  rodeada  de  g-randes  alturas, 
hizo  que  se  la  elig"iera  como  vértice  en  las  operaciones  g-eodé- 
sicas,  y  g-racias  á  ello  se  conoce  exactamente  su  altitud,  que 
alcanza  la  respetable  cifrado  1.296  metros  sobre  el  Medite- 
rráneo. 

El  Maig-mó  no  es  una  «montaña  aislada.  Extiéndese  al  O. 
del  pico  una  serie  de  montes  que,  aunque  no  alcanzan  su  al- 
tura, tienen  sus  cumbres  por  encima  de  1.000  metros,  sobre- 
saliendo entre  ellos  el  Maimonet,  el  alto  de  Guixop,  el  alto  de 
las  Chimeneas  y  más  al  O.  las  Peñas  rojas,  terminando  en  el 
pico  del  Cid  unos  cuantos  metros  más  bajo  que  el  Maig-mó, 
aunque  en  diferentes  publicaciones  sólo  se  le  conceden  1.111 
metros  de  altitud.  En  los  mapas  aparece  la  peña  del  Cid  como 
separada  de  la  cordillera;  pero  en  rig-or  forma  parte  de  ella, 
porque  los  collados  se  encuentran  á  respetable  altura  sobre  el 
llano.  Lo  mismo  puede  decirse  respecto  de  otras  alturas  que 
aparecen  como  formando  sierras  aparte,  elevándose  sobre  va- 
lles estrechos  á  considerable  altitud. 

El  Maig-mó  fué  visitado  hasta  su  cumbre  por  nuestro  ilustre 
compatriota  el  botánico  Cavanilles;  pero  se  conoce  no  estuvo 
acertado  en  la  elección  del  g-uía  ó  que  careció  de  él,  atendiendo 
á  la  pavorosa  descripción  que  hace  en  su  obra  (1).  Otros  autores. 


(1)  «Desde  el  Carrascal  y  en  dos  horas  subí  á  la  cumbre  por  cuestas  ásperas  cubier- 
tas de  vegetales  hasta  dos  terceras  partes  de  la  altura,  desnudas  y  peligrosas  en  el 
resto.  Si  los  pinos,  cornicabras  y  arbustos  impedían  el  paso  en  las  primeras,  los  repe- 
chos, despeñaderos  y  quebradas  aumentaban  la  dificultad  para  vencer  las  últimas. 
Mas  llegado  á  la  punta  hallé  recompensadas  las  fatigas  al  observar  multitud  de  plan- 
tas que  solamente  crecen  en  Peñagolosa,  Mariola  y  sitios  semejantes;  al  ver  un  suelo 
descarnado  y  enormes  dientes  que  dexaron  las  moles  destruidas;  precipicios  liorribles 
y  cortes  casi  perpendiculares  al  Sur...>>  Cavanilles,  Observaciones  sobre  la  Historia 
Natural  del  reino  de  Valencia,  1*797,  págs.  174  y  n.i. 


ÜE   HISTORIA   NATURAL.  229 

que  indudablemente  no  han  subido  al  Maig-mó,  participan  del 
mismo  temor,  pintando  su  ascensión  con  terroríficos  colores, 
bastándoles,  sin  duda,  la  descripción  que  del  monte  dio  Ca- 
vanilles.  D.  Juan  Vilanova,  que  hizo  un  pequeño  estudio  de  la 
reg-ión,  nos  dibuja  el  Maig-raó  como  un  obelisco  imposible  de 
escalar. 

Las  descripciones  que  se  han  hecho  del  Maig-mó  no  corres- 
ponden á  las  noticias  comunicadas  por  cazadores  y  demás  g-en- 
te  conocedora  de  la  montaña.  Sin  duda  que  esta  debe  tener 
g-randes  precipicios  y  lugares  pelig-rosos^  pero  no  carece  de 
sendas  de  fácil  y  nada  pelig-rosa  subida,  y  fiados  en  esto  era- 
prendimos  su  ascensión  el  4  de  Julio  del  pasado  año.  Habían- 
me ofrecido  su  compañía  alg-unos  socios  del  Ateneo  de  Alican- 
te, y  sin  otros  preparativos  que  las  indispensables  provisiones 
para  la  comida,  emprendimos  la  marcha  en  dos  carruajes  li- 
g-eros,  antes  de  las  cinco  de  la  mañana  (1).  Siguiendo  la  ca- 
rretera de  San  Vicente  de  Raspeig-,  dejamos  pronto  el  pueblo 
y  continuamos  por  el  antig-uo  camino  de  Alcoy;  atravesamos 
g-randes  planicies  en  las  que  se  perciben,  á  trechos,  formacio- 
nes infracretáceas,  probablemente  albienses,  hasta  llegar  á 
las  inmediaciones  de  la  Sierra  del  Ventos  en  que  aparecen  las 
marg-as  irisadas  y  los  yesos  del  Keuper.  En  las  faldas  de  unas 
lomas  recogieron  mis  compañeros  de  viaje  buena  porción  de 
jacintos  de  Compostela,  y  continuamos   en   carruaje  por  la 
cuesta  del  Estret  Roig  (Estrecho  rojo)  que  debe  su  nombre 
al  color  de  las  margas  en  que  se  abre  la  estrecha  g-arganta.  Se 
suben  así  rápidamente  muchos  metros,  y  ya  en  lo  alto  cortan 
el  camino  g-randes  losas  de   un   cong-lomerado   cuaternario 
igual  que  el  explotado  cerca  de  San  Vicente  como  piedra  de 
construcción.  Siempre  subiendo  se  llega  á  la  Cruz  de  la  Punta, 
situada  á  más  de  400  metros  sobre  el  Mediterráneo  y  se  conti- 
núa hasta  la  Venta  de  TiU,  descendiendo  bastante;  pero  lo  que 
se  pierde  en  altura,  se  gana  en  cambio  en  comodidad  de  cami- 
no. A  la  nueve  dejamos  los  carruajes  en  la  Venta  y  emprendi- 
mos la  ascensión  subiendo  primero  entre  pin-ares  por  un  cami- 
no carretero  hasta  unas  canteras  de  yeso.  Con  las  indicaciones 
de  un  pastor  continuamos  entre  tierras  cultivadas  y  porciones 

(1)    Me  acompañaron  los  Sres.  Vidal  (D.  José  y  D.  Juan),  Gómez,  Llueca,  Bernacer, 
Esplá,  Pérez  Dagnino,  Irles,  Costa,  Pérez  Molina  y  Chápuli.  ' 


280  boletín    de    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

de  monte  bajo,  por  estrechas  sendas  hasta  las  diez  y  media  de 
la  mañana,  hora  en  que  lleg-amos  á  unas  casas  llamadas  del 
Ragi.  Hasta  este  punto,  que  calculo  á  unos  800  metros  de  alti- 
tud, hemos  visto  frecuentes  afloramientos  del  Keuper.  Descan- 
samos unos  minutos  á  la  sombra,  admirando  la  belleza  del 
panorama  del  NE.,  por  donde  se  extiende  todo  el  valle  de 
Castalia  con  sus  pueblos.  Desde  las  casas  del  Rag-í  se  percibe 
el  Maig-mó  como  un  enorme  cono  de  muy  difícil  acceso,  y  á  su 
lado  occidental  otro  parecido,  con  el  que  lo  confundimos  antes 
de  nuestro  descanso.  El  silencio  de  aquellas  alturas,  la  majes- 
tad de  los  picos  montañosos  destacándose  sobre  un  azul  es- 
pléndido y  el  aire  sutil  y  fresco  de  aquellos  lugares,  contribu- 
ye á  mantener  la  ilusión,  creyendo  encontrarse  uno  en  las 
inmediaciones  de  una  g-ran  cordillera.  ElSr.  Vilanova  le  ll.ama 
el  albino  Maigmó,  pero  únicamente  como  frase  poética  puede 
aceptarse,  porque  ni  su  altitud  ni  sus  producciones  recuerdan 
los  Alpes.  Dos  meses  después  de  esta  agradable  excursión  he 
contemplado  desde  las  peñascosas  cumbres  liásicas  de  Sierra 
Seca,  en  el  confín  de  la  provincia  de  Murcia,  y  á  mucha  ma- 
yor altura  que  el  Maigmó,  una  gran  parte  de  las  provincias  de 
Granada,  Almería,  Murcia  y  Albacete  y  he  podido  ver,  con  sólo 
girar  la  cabeza,  las  alturas  de  la  Sagra,  de  Sierra  Nevada,  Es- 
puña  y  Benama,  ante  las  cuales  Maigmó  queda  reducido  k 
una  proporción  muy  modesta. 

Salimos  de  las  casas  del  Ragí  guiados  por  un  pastorcillo  y 
entramos  á  poco  en  un  pinar  bastante  espeso,  siguiendo  una 
senda  muy  pendiente,  en  donde  hicimos  algunos  descansos. 
A  medio  día  dejamos  el  pinar  y  nos  encontramos  en  el  collado 
de  la  Sima,  desde  el  cual  se  ve  el  Mediterráneo  y  casi  todo  el 
litoral  de  la  provincia.  Todavía  en  este  lugar  se  encuentra  una 
pequeña  casa,  á  la  sazón  cerrada,  y  después  de  descansar  bre- 
ves momentos  tomamos  la  dirección  del  O.,  juzgando  que  esta- 
ba la  cumbre  muy  cerca,  pero  nuestro  guía  nos  dijo  que  aquel 
era  como  estribo  del  Maigmó,  y  desde  el  cual  podríamos  ver 
la  cumbre  que  aún  estaba  más  de  una  hora  de  camino.  Media 
hora  tardamos  en  llegar  al  «//  delsAteres^y  tres  cuartos  de 
hora  después  alcanzamos  á  la  cumbre,  hacinamiento  de  pe- 
ñascos á  cuya  escasa  sombra  estaban  alg'unos  compañeros 
que  nos  habían  precedido.  Habíamos  empleado  más  de  cua- 
tro horas  desde  la  venta  de  Tibí;  pero  descontando  los  des- 


DE   HISTORIA   NATURAL.  231 

cansos,  es  seg-uro  que  no  se  emplean  más  de  tres  en  la  as- 
censión. 

Después  del  descanso  se  procedió  á  comer  al  abrigo  de  los 
últimos  peñascos.  El  horizonte  estaba  muy  brumoso  y  se  fué 
enturbiando  cada  vez  más.  A  las  dos  y  media  nos  envolvió  una 
espesa  nube  que,  empujada  per  el  viento  del  Sur,  ganaba  la 
pendiente  deshaciéndose  en  jirones  al  remontar  la  cumbre  para 
descender  de  nuevo  por  la  opuesta  ladera.  Era  un  espectáculo 
muy  curioso,  pero  muy  inoportuno,  pues  nos  impidió  hacer 
observaciones,  uno  de  los  motivos  de  mi  excursión.  Hacia  las 
tres  de  la  tarde  se  aclaró  por  un  momento  hacia  el  O.,  pudien- 
do  disting'uir  la  cumbre  del  Cid,  con  sus  enormes  cortes  de 
fantástico  aspecto,  extrañándome  su  altura,  que  á  la  vista  pa- 
recía ig'ual  á  la  del  Maigmó,  no  obstante  que  aparece  en  las 
publicaciones  con  sólo  1.111  metros  (1). 

Respecto  á  la  constitución  g-eológ-ica  del  monte,  nada  en 
concreto  puedo  decir  á  nuestra  Sociedad.  El  Sr.  Vilanova  la 
considera  como  nummulítico.  No  lo  nieg-o,  pero  no  he  encon- 
trado hasta  el  presente  ning-ún  Nummulites,  á  pesar  de  mirar 
detenidamente  con  aumento  numerosos  trozos  de  calizas  de 
varios  sitios.  A  la  salida  de  las  casas  del  Rag-í,  la  caliza  es  de 
un  g-ris  muy  claro,  con  puntos  brillantes,  y  encontró  un  trozo 
de  Osirea,  que  parece  la  0.  aquüa,  Auctorum  {Exogyra  lalissi- 
ma  Lamarck)  del  Aptense.  Mis  compañeros  me  entreg-aron  un 
equinodermo  imposible  de  determinar,  y  en  las  inmediaciones 
de  la  venta  de  Tibi  una  piedra  suelta  con  una  valva  de  Hemi- 
pecten,  que  parece  nummulítico.  Desde  el  collado  de  la  Sima 
al  Alt  deis  Atores  son  frecuentes  los  núcleos  piritosos,  con  for- 
mas semejantes  á  los  del  Infracretáceo  de  muchos  puntos  de 
la  provincia,  y  nodulos  de  pedernal  de  color  ceniciento  ó  ne- 
gruzco. Cerca  del  collado  de  la  Sima  la  caliza  toma  un  tinte 
obscuro  que  recuerda  la  caliza  de  orbitolinas  de  la  Serreta  Ne- 
g-ra.  Desde  el  Alt  deis  Atores  hasta  la  cumbre  dominan  calizas 
bastas,  de  color  claro,  y  otras  con  estructura  compacta,  casi 
marmórea,  que  recuerda  algunas  del  Neocomiense  y  otros  pi- 


(1)  A  mi  regreso  encontré  á  un  hombre  de  aquellas  sierras  que  me  dijo  que  años 
hacía  había  acompañado  á  un  general  de  ingenieros  hasta  la  cumbre  del  Maigmó. 
Que  allí  hicieron  muchas  observaciones  y  que  el  general  le  dijo  que  el  Cid  era  más 
bajo  que  el  Maigmó  unos  treinta  y  dos  metros.  Siendo  así  la  altitud  del  Cid  sobre  el 
Mediterráneo  será  de  1.261  metros. 


232  boletín    de    LA   REAL   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

SOS  del  Infracretáceo,  Reuniendo  datos,  y  comparando  entre  sí 
diferentes  ejemplares  de  los  alrededores,  parece  inferirse  que 
en  el  Maig-mó  existen  formaciones  de  muy  distintos  períodos 
g-eológicos.  Consultando  á  los  pastores  y  campesinos  parece 
deducirse  que  cerca  de  las  Peñas  Roxasj  Alt  de  Giáxo]}  existen 
nummulites  (Chavets  marrocs).'  Por  otra  parte,  del  barranco 
del  Maig-mó,  que  desciende  al  Racó  de  la  Sort,  proceden  tro- 
zos de  areniscas  verdes  que  parecen  del  Aptense  y  un  radiólo 
de  Pseuclocidaris  clunifera  Ag-ass.,  que  corresponde  al  Urg-o- 
aptense.  No  cabe  duda  que  más  al  O.  aparece  el  Nummulítico, 
porque  de  la  Peña  Foradá  y  del  Estrei  de  Agost  he  retirado  á 
docenas  los  Nummulites  (N.  complaíiaía,  N.  perforata,  Assi- 
lina  exjmuens,  etc.) 

Respecto  á  la  estratig-rafía  de  la  montaña,  tampoco  es  cosa 
muy  clara.  El  Sr.  Vilanova  la  dibuja  como  un  macizo  num- 
mulítico, con  una  g-ran  pendiente  hacia  el  S.  y  grandes  cortes 
el  N.  y,  no  obstante,  si  se  mira  desde  Alicante  con  un  buen 
anteojo  aparecen  los  estratos  cortados  en  la  ladera  S.  como  si 
buzaran  al  N.  Una  observación  parecida  se  hace  desde  la  cum- 
bre. Antes  de  Ueg-ar  al  Alt  deis  Ateres  las  capas  parecen  buzar 
alNE.,  pero  estas  observaciones  de  una  capa  sola  suelen  in- 
ducir á  error,  si  se  tiene  en  cuenta  que  puede  formar  parte  de 
un  plieg-ue  sin  importancia,  que  nada  dice  respecto  de  la  po- 
sición g-eneral  de  las  capas.  Necesito,  por  lo  tanto,  volver  á 
recorrer  los  alrededores  de  la  montana  para  cerciorarme  de  su 
estratig-rafía  y  de  su  verdadera  composición  g-eológica  (1). 

Comenzamos  el  descenso  á  las  cuatro  de  la  tarde,  envueltos 
por  nieblas  muy  húmedas.  Tres  cuartos  de  hora  después  lleg"á- 
bamos  al  collado  de  la  Sima,  y  una  media  hora  más  tarde  á  las 
casas  del  Ragí.  A  las  seis  estábamos  en  la  venta  de  Tibí,  y  tres 
horas  después  llegábamos  á  Alicante. 

Como  se  ve,  mi  ascensión  al  Maigmó  no  fué  muy  útil,  que- 
dando por  resolver  varias  cuestiones.  Sólo  sirve  este  relato 


(1)  Escritas  las  presentes  pilginas,  he  realizado  una  larga  excursión  alrededor  del 
Cid,  pudiendo  comprobar  mis  creencias  respecto  á  la  estratigrafía  del  Maigmó.  Las 
capas  buzan  al  N.  y  NE.  con  gran  pendiente  en  la  base  del  monte,  formando  después 
curvas  muy  pronunciadas  y  levantándose  casi  verticales  en  la  cumbre.  Así  me  ex- 
plico las  observaciones  de  Cavanilles.  La  Sierra  del  Ventos  está  coronada  por  capas 
iguales,  pero  con  pendiente  contraria,  formando  como  un  anticlinal  roto  en  el  vér- 
tice. Las  bases  de  ambos  montes  son  grandes  masas  del  Keuper. 


DE    HISTORIA    NATURAL. 


233 


para  demostrar  que  si  el  insig-ne  Cavanilles  padeoió  grandes 
trabajos  para  alcanzar  la  cumbre  del  monte,  fué  debido  á  no 
encontrar  la  verdadera  subida.  Hemos  sido  g-uiados  por  un 
niño  de  doce  años,  y  hemos  Ueg-ado  á  la  cima  doce  personas, 
de  las  cuales  la  mayoría  no  tiene  práctica  en  estos  ejercicios. 
Por  eso  he  cuidado  de  anotar  los  lug-ares  del  camino,  que  son 
bien  conocidos  de  la  g-ente  de  la  comarca. 

Alrededores  del  Mai(/mó.—E\  12  de  Julio  salí  de  Alicante  en 
compañía  del  ing-eniero  berlinés  M.  Vdo  Steinberg-  para  hacer 
un  nuevo  reconocimiento  en  las  minas  de  azufre  que  posee  el 
8r.  Roma  en  las  inmediaciones  de  la  Peña  del  Catí  y  la  proxi- 
midad del  Pantano  de  Tibi.  Llegados  á  Petrel,  recorrimos  el 
camino  ya  citado  en  la  nota  que  comuniqué  á  nuestra  Socie- 
dad (Diciembre  1905)  y  permanecimos  todo  aquel  día  en  los 
alrededores  de  la  mina.  Terminado  que  fué  nuestro  trabajo, 
aproveché  las  horas  de  luz  que  restaban,  para  subirá  una  coli- 
na pedreg-osa  coronada  por  estratos  casi  verticales  que  simu- 
lan una  muralla  en  ruinas.  La  caliza  que  forma  este  muro  es 
blanca,  fuerte  y  con  pequeñísimos  fósiles.  Alternan  estas  ca- 
pas con  otras  de  marg-a  arcillosa,  muy  clara  y  blanda,  en  la 
que  se  encuentran  abundantes  nummulites  (^V.  complánala 
Defr.  N.  per/orata  d'Orb.,  A  ss  i  lina  exponens  Sow.,  OrUtoide^^ 
Fortisi  Arch.)  Esta  colina  es  conocida  con  el  nombre  de  PeíKi 
Foradá. 


Perfil  de  Quixop  (G)  y  Pe'ias  Rosas  (P),  vistos  desde  el  N.  de  la  Sort, 


Al  día  sig'uiente,  13  de  Julio,  salimos  temprano  y  volvimos 
á  subir  á  la  Peña  Foradá,  y  descendimos  al  Jiacó  deReig,  inme- 
diato á  las  peñas  nummulíticas  (?)  llamadas  Cristal!  deis  Tros. 
Comienza  en  este  sitio  un  pequeño  valle  circular,  comprendi- 

T.  vii.-Jiinio,  1907.  16 


231 


boletín  de  la  real  sociedad  española 


do  de  una  parte  entre  las  alturas  citadas,  por  el  N.  y  NO.  y  por 
los  altos  de  Guixop,  las  Chimeneas  y  el  Maig-mó  al  NE.  E.  y  SE. 
bajando  de  este  último  un  barranco  y  formándose  otro  peque- 
ño rincón  llamado  el  Racó  de  la  Chati.  Este  valle  circular,  al 
que  van  á  dar  estos  dos  racós  citados,  se  denomina  la  Sori  y 
queda  cerrado  por  el  SO.  por  la  Solana.  De  esta  manera  dis- 
puesto, las  aguas  pluviales  que  bajan  de  todas  estas  alturas  y 
de  los  races,  no  encuentran  otra  salida  que  una  estrecha  que- 
braja abierta  en  la  roca,  que  recibe  el  nombre  de  barranco 
deis  Coves  (de  las  Cuevas). 

Junto  á  la  senda  por  donde  marchamos  se  encuentran  alg'u- 
nos  nummulites.  Ya  cerca  del  barranco  de  las  cuevas  las  capas 

se  notan  con  toda  clari- 
dad buzando  al  S.  con  un 
áng-ulo  muy  pronuncia- 
do, constituidas  por  mar- 
g"as  y  arcillas  y  encima 
calizas  muy  fuertes.  Las 
marg-as  se  manifiestan 
con  muchas  inflexiones, 
y  de  entre  ellas  he  sa- 
cado también  nummulites.  El  adjunto  dibujo  representa  una 
de  las  inflexiones  que  más  nos  llamaron  la  atención. 

La  Sort  no  tiene  más  salida  que  el  citado  barranco  (1),  abier- 
to todo  él  en  la  caliza  nummulítica  (2)  y  que  debe  convertirse  en 
furioso  torrente  en  las  épocas  lluviosas,  así  se  encuentra  todo 
él  pulido  y  limpio  de  elementos  sueltos.  El  camino  se  ha  labra- 
do en  la  roca  misma  de  la  derecha  y  á  bastante  altura  sobre 
el  fondo  para  evitar  que  las  avenidas  lo  destruyan;  aunque 
estrecho,  pues  sólo  permite  el  paso  á  hombres  y  caballerías, 
no  ofrece  g-ran  peligro  y  se  conserva  en  muy  buen  estado.  El 
sitio  es  pintoresco  por  demás,  y  si  el  valle  de  la  Sort  contase 
con  aguas  de  continuo,  un  muro  de  poquísimo  coste  le  con- 
vertiría en  un  extenso  pantano  que  regaría  el  campo  de  Ag'ost. 
Bajando  de  la  Sierra  entramos  como  una  hora  después  en 


Inflexiones  en  las  margas  y  arcillas  nummulíti- 
cas  á  la  salida  de  la  Sort,  al  N.  del  Estret  de  Ag-ost. 


(1)  El  Estret  de  Agost  es  la  hendedura  por  cuyo  fondo  se  abren  paso  las  aguas. 

(2)  Recientes  excursiones  me  han  hecho  ver  la  posibilidad  de  la  existencia  del 
Aptense,  formando  un  pliegue  y  una  gran  falla  en  las  inmediaciones  del  Estret  de 
^gost. 


DE   HISTORIA   NATURAL. 


235 


un  barranco  llamado  de  la  Murtera,  desde  donde  se  divisa  el 
Maig"mó  y  las  alturas  inmediatas  con  toda  claridad.  Entramos 
apoco  en  la  nueva  carretera  de  Castalia,  actualmente  en  cons- 
trucción, y  por  sus  trincheras  caminamos  más  de  una  hora, 
habiendo  dejado  el  Nummulítico  para  penetrar  en  una  gran 


Kl  Maigmó  (M),  el  Maimonet  (Mn),  el  Alt  des  Ateres  (A)  y  el  collado  de  la  Sima  (C) 
(En  lo  más  alto  del  Migmó  aparece  la  torre,  levantada  para  las  operaciones  geodésicas.) 


mancha  triásica  que  se  extiende  por  toda  la  base  del  Maig-mó 
y  forma  después  una  profunda  cañada  entre  este  monte  y  la 
Sierra  del  Ventos,  cuya  base  es  toda  ella  triásica.  Por  el  fondo 
de  esta  cañada  se  abre  un  profundo  barranco  (Barranco  Blan- 
co). La  carretera  sig-ue  faldeando  el  Maigmó,  g-anando  nueva- 
mente la  altura  del  Estret  Roig,  ya  citado  más  arriba. 

Cuando  atravesamos  el  camino  viejo  de  Alcoy,  seguimos 
marchando  al  E.  por  una  serie  de  lomas  cuya  naturaleza  pa- 
rece completamente  distinta  de  todo  lo  anterior.  Estamos  ya 
en  el  Mioceno,  y  de  allí  á  poco  Steinberg-  me  entregó  alg-unos 
fósiles  que  acababa  de  encontrar.  Eran  éstos  un  pectén  mal 
conservado  y  un  trozo  de  otro,  en  el  que  fácilmente  se  recono- 
ce esa  especie  tan  común  en  el  Mioceno,  de  exterior  liso,  con- 
cha muy  delgada  y  costillas  interiores;  el  Peden  cristatiis  ó 
Amnsrum  cristatus  Bronn.  Estábamos  próximos  al  pantano  de 
Tibi  sobre  colinas  miocenas  que  en  este  punto  descansan  sobre 
los  yesos  y  las  margas  del  Triásico.  Estos  yesos  encierran  azu- 
fre que  ha  sido  objeto  de  explotaciones  en  otro  tiempo  y  hoy 
se  encuentran  abandonados.  Descendimos  á  una  de  las  minas 
que  se  ha  abierto  en  forma  de  espiral,  y  al  llegar  á  la  g-alería 
del  fondo  sorprende  ag-radablemente  la  cantidad  de  sulfato 
magnésico  que  en  forma  de  cortinas  cuelg-an  de  las  bóvedas, 


ÍX)         BOLETÍN  DE  LA  REAL  SOCIEDAD  ESPAÑOLA 

moviéndose  al  más  lig-ero  soplo.  En  el  suelo  y  en  alg-unos  pun- 
tos forman  una  capa  tan  espesa  que  se  puede  retirar  sin  trabajo 
una  g-ran  cantidad.  Los  yesos  que  encierran  el  azufre,  tanto 
parecen  miocenos  como  triásicos,  porque  en  alg-unos  sitios  las 
g-alerías  se  abren  en  el  Keuper,  mientras  que  en  otros  son  fran- 
camente terciarios. 

En  otras  excursiones  hemos  visitado  el  Cid  que,  como  se  ha 
dicho  en  otro  lug-ar,  forma  parte  de  esta  serie  de  alturas.  En 
25  de  Noviembre  último  dejamos  el  tren  en  la  estación  de  Mon- 
forte  Gabán  era,  desde  la  cual  se  divisa  toda  la  ladera  S.  del  Cid 
como  un  conjunto  de  capas  casi  horizontales,  con  una  lig-era 
inclinación  al  O.,  pero  en  rig-or  esto  es  sólo  apariencia,*  puesto 
que  las  capas  buzan  al  N.,  como  ya  lo  hizo  observar  Cavanilles. 
Esta  Sierra  es  sumamente  cortada  é  inaccesible  por  esta  parte, 
circunstancia  que  impide  estudiar  la  sucesión  de  capas  y  su 
espesor,  siendo  preciso  hacerlo  por  otros  puntos.  En  nuestra, 
primera  visita  pasamos  por  el  caserío  de  Pozoblanco,  desde  el 
cual  se  divisa  el  Maig-mó  como  un  pico  muy  ag-udo.  Cerca  del 
caserío  se  encuentran  pequeños  barrancos  abiertos  en  el  Tn- 


X 

Perfil  del  Maigmó,  desde  Pozoblanco. 

fracretáceo,  y  este  terreno  se  extiende  hasta  el  punto  en  que 
nos  detuvimos,  á  alg-unos  cientos  de  metros  por  encima  de  la 
llanura,  en  un  profundo  corte  de  la  sierra  que  separa  un  cerro 
cónico  y  apezonado,  que  los  campesinos  nos  dijeron  se  le  llama 
la  mama.  La  base  del  Cid  es  Aptense;  habiendo  recog-ido  Tere- 
braiiilas,  RhynchoneUas,  Orbitolinas,  etc.  Las  rocas  son  calizas 
fuertes,  areniscas  verdosas,  y  otras  g-rises  micáceas. 

En  otra  excursión,  verificada  el  13  de  Diciembre,  nos  dirig-i- 
raos  desde  la  estación  de  Monforte  á  la  parte  occidental  del 
Cid,  reconociendo  de  paso  la  trinchera  del  kilómetro  430  de  la 
línea  férrea  abierta  en  la  caliza  amarilla  del  Aptense,  con  nu- 


liol,  lie  la  K.  Soe.  Esp.  de  Hist.  Nat. 


Tomo  YIL— L.ÍM.  VI. 


Fotografía  do  J.  Padró.  Fotograbado  de  Laporta. 

Exfoliaciones  puestas  de'jmanifiesto  por  materias   colorantes. 


DE    HISTORIA    NATURAL.  237 

inerosas  Terehratulas  y  Orbitolinas  y  encima  de  esta  caliza  hay 
otra  un  tanto  arenosa  y  micácea.  Continuando  nuestro  paseo 
visitamos  la  Liorna  Reona  (Loma  Redonda);  también  parece  Ap- 
tense  y  desde  este  punto  nos  dirig-imos  á  un  profundó  barran- 
co del  Cid,  tardando  más  de  hora  y  media  en  lleg-ar  á  él.  Todo 
el  barranco  está  abierto  en  caliza  amarillenta,  muy  fuerte,  tan 
resbaladiza  en  el  cauce  que  al  reg^reso  subimos  con  algún  tra- 
bajo aquellas  estribaciones  del  Cid,  saliendo  cerca  de  la  Serre- 
ta Llarga,  situada  entre  las  estaciones  de  Novelda  y  Monforte. 
Toda  esta  sierra  merece  exploración  más  detenida  y  científica 
y  de  ella  daremos  cuenta  oportunamente  en  notas  venideras. 


SoLre  la  apreciación  de  las  lineas  de  exfoliación 
y  de  contacto  regular  en  los  minerales 


SALVADOR    CALDERÓN 

Introducción. 

Examinando  las  superficies  de  los  cristales,  así  como  las 
desiguales  de  fractura  de  los  minerales  y  de  las  rocas,  se  per- 
ciben distintas  líneas:  unas  que  marchan  paralelas,  otras  que 
se  cortan  bajo  ángulos  diversos;  alg-unas  que  recorren  toda  la 
superficie,  á  diferencia  de  otras  de  breve  trayecto,  borrándose 
y  reapareciendo  á  trechos,  y,  en  fin,  unas  que  sólo  existen  en 
ciertas  direcciones  ó  superficies,  al  paso  que  otras,  por  ser  sec- 
ciones de  planos  que  atraviesan  la  masa,  aparecen  de  cual- 
quier modo  que  ésta  se  rompa.  Tratándose  de  los  minerales,  en 
el  examen  que  puede  hacerse  lig-eramente  de  ellos  para  su  re- 
conocimiento á  simple  vista,  sin  apelar  á  procedimientos  lar- 
g-os  y  cuidadosos,  casi  todas  las  expresadas  líneas  suelen  cali- 
ficarse de  exfoliaciones,  por  más  que  entre  aquéllas  hay  algu- 
nas que  tienen  otra  naturaleza,  siendo  en  realidad  junturas  de 
contacto  de  maclas,  de  cristales  de  la  misma  ó  de  distinta  es- 
pecie, series  lineales  de  inclusiones  ó  de  producciones  secun- 
■darias,  y  aun  cosas  diferentes,  como  lueg-o  se  indicará. 

El  deslinde  de  estas  diversas  líneas  y  la  apreciación  de  los 
ángulos  bajo  los  cuales  inciden,  me  lia  parecido  que  .podría 


•2H8  boletín    DH    la   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

ser  asunto  de  un  trabajo  de  interés,  tanto  teórico  como  prácti- 
co, en  el  cual  cabría  sintetizar  muchas  observaciones  que  ya- 
cen dispersas  en  obras  doctrinales  y  inonog-rafías  y  comple- 
tarlas en  puntos  importantes. 

La  mayor  dificultad  que  en  la  práctica  ofrece  el  problema 
del  estudio  é  interpretación  de  las  líneas  estriba  las  más  veces 
en  poder  percibirlas  bien,  lo  cual  me  sug-irió  la  idea  de  que 
importaba  ante  todo  dar  con  medios  sencillos  de  hacer  más 
visibles  ó  ampliar  dichas  líneas,  con  cuyo  propósito  emprendí 
hace  ya  tiempo  algunas  experiencias.  Me  propong'o  conti- 
nuar estas  investig-aciones,  si  mi  salud  y  los  medios  y  el  tiem- 
po disponibles  lo  consienten;  pero  entretanto,  y  porque  no  se 
pierda  la  idea,  por  si  personas  más  competentes  la  creen  utili- 
zable,  me  limito  por  ahora  á  exponer  de  un  modo  g-eneral  el 
asunto,  el  cual  es  complejo,  como  puede,  desde  lueg'o,  inferirse 
de  lo  dicho,  y  no  fácil  de  reducirse  á  términos  elementales,  al 
alcance  de  lectores  no  especialistas  en  estos  estudios,  á  quie- 
nes se  dirig-e  la  presente  nota  preliminar. 


I 

EXAMEN    Y    CLASIFICACIÓN   DE    LAS    LÍNEAS 

Como  queda  dicho,  son  diversas  por  su  naturaleza,  caracteres,. 
orig"en  y  sig-nificación  las  diversas  líneas  que  se  perciben  exa- 
minando los  minerales.  Vamos  á  intentar,  ante  todo,  una  cla- 
sificación de  ellas,  sin  otra  pretensión  que  la  de  ordenar  los 
datos  que  para  su  estudio  han  de  servirnos,  clasificación  que 
expresa  el  cuadro  de  la  página  sig-uiente. 

Exfoliación. — Con  este  nombre  y  con  el  de  cUvaje,  crucero 
y  tránsito  de  hojas ,  se  designa  la  propiedad  que  poseen  la 
mayor  parte  de  los  cuerpos  cristalizados  ó  cristalinos,  de  de- 
jarse dividir  por  el  choque  ó  por  el  cuchillo  en  láminas  planas 
ó  paralelas;  pero  esta  definición  corriente,  no  es  completamen- 
te exacta,  puesto  que  la  substancia  mineral  puede  separarse 
también  por  planos  que  responden  á  causas  diferentes. 

Permítasenos,  en  gracia  á  la  importancia  de  este  carácter, 
dar  algunos  precedentes  plira  su  mejor  compresión,  tratándose 


DE   HISTORIA   NATURAL. 


239 


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•¿40  tíOLETIN    DE    LA    REAL    SUCIEDAD    ESPAÑOLA 

de  las  personas  no  dedicadas  especialmente  á  los  estudios  mi- 
neralóg-icos. 

Tanto  Berg'mann  como  Haüy  iniciaron  el  fundamento  de  hi 
Cristalügrafia  en  la  observación  de  la  propiedad  que  tienen 
ciertos  minerales  de  dejarse  dividir  en  fragmentos  regulares; 
propiedad  ya  conocida  de  los  antig-uos  mineralog-istas  alema- 
nes, y  á  la  que  alude  la  denominación  de  espatos  con  que  desig- 
naron al  de  Islandia,  á  la  fluorita,  ó  espato  flúor,  al  feldespato, 
ai  espato  tabular  (wollastonita),  etc.  Aquellos  investigadores 
antes  citados  notaron  además  que  la  dirección  de  los  planos, 
según  los  cuales  es  divisible  la  materia  mineral,  eran  cons- 
tantes en  cada  especie.  A  esto  añadió  después  Haüy  que  entre 
la  forma  del  sólido  obtenido  por  la  intersección  de  dichos  pla- 
nos, es  decir,  el  sólido  de  crucero,  y  la  de  los  poliedros  natura- 
les que  puede  presentar  el  mismo  mineral,  existe  una  relación 
sencilla  é  íntima.  De  aquí  infirió  en  seguida  su  poderoso  en- 
tendimiento, que  todos  los  cristales  de  un  mismo  sistema,  á 
pesar  de  sus  diferencias  aparentes,  tienen  siempre  igual  exfo- 
liación, basando  en  este  principio  su  teoría  de  las  formas  fun- 
damentales y  derivadas. 

Pocos  son  los  minerales  que,  como  la  saussurita  y  la  nefrita, 
no  sólo  no  se  encuentran  cristalizados,  sino  que* carecen  de 
todo  indicio  de  exfoliación.  Esta  última  es,  al  contrario,  la 
manifestación  casi  constante  del  arreglo  molecular  de  los  mi- 
nerales. 

Los  planos  de  exfoliación  no  tienen  posición  definida  en 
el  cristal;  lo  que  ofrecen  de  invariable  es  su  dirección,  y  por 
ello  lo  que  interesa  en  primer  término  es  hacer  surgir  las  líneas 
que  marcan  esta  dirección  en  cualquier  punto  del  medio  cris- 
talino, pues  ellas  nos  indicarán  los  sentidos  según  los  cuales 
la  cohesión  llega  á  su  máximum. 

No  necesitamos  entrar  en  mayores  consideraciones  para  po- 
ner de  relieve  la  importancia  de  este  carácter  para  la  distin- 
ción específica  de  los  minerales,  aun  tratándose  de  los  bien 
cristalizados,  en  los  cuales  constituye  además  un  medio  de 
comprobar  la  exactitud  de  las  interpretaciones  cristalográfi- 
cas, sobre  todo  en  los  casos  de  formas  dudosas;  pero  la  impor- 
tancia práctica  de  la  apreciación  de  las  exfoliaciones  es  toda- 
vía mayor  cuando  se  trata  de  fragmentos  rotos,  cristalinos  ó 
granos,  en  los  cuales  no  existe  otro  indicio  que  aquellos  pía- 


Dlí    HISTORIA   NATURAL.  241 

nos  para  apreciar  la  simetría  de  las  moléculas  (1).  Así,  por 
ejemplo,  un  fragrnento  que  ofrezca  líneas  correspondientes  á 
un  crucero  en  una  sola  ó  en  dos  direcciones  á  lo  más,  no  pue- 
de referirse  al  sistema  reg"ular,  porque  en  cualquier  forma  de 
éste  hay  siempre  tres  sentidos  de  exfoliación  equivalentes.  En 
los  restantes  sistemas  cada  uno  tiene  sus  planos  de  exfoliación 
preferidos,  como  se  explica  en  las  obras,  y  además  también  los 
tiene  cada  g-rupo  mineralóg'ico:  el  piroxénico-anfibólico  una 
prismática  bien  marcada,  el  feldespato  una  básica,  el  wolfram 
una  clinopinacoidal  perfecta,  á  diferencia  de  la  casiterita,  que 
suele  acompañarle  y  se  parece  exteriormente  á  él,  siendo  en 
la  seg'unda  prismático  imperfecto. 

Fácilmente  se  comprende  que  en  la  práctica  importará  sobre 
todo  apreciar  las  exfoliaciones  principales  y  perfectas  que  se 
dan  á  conocer  por  ser  las  que  más  profundamente  penetran, 
las  que  menos  interrupciones  tienen  y  las  que  surcan  de  un 
modo  más  marcado  las  superficies.  Si  se  miden  los  áng'ulos  de 
incidencia  de  dichas  líneas,  lo  principal  será  hallar  las  máxi- 
mas. Por  ejemplo,  en  el  caso  dudoso  que  acontece  á  menudo, 
de  si  un  ejemplar  en  masa  pertenece  á  un  anfibol  (cuyo  siste- 
ma de  exfoliaciones  principales  es  sabido  forman  áng-ulos  al- 
rededor de  56°)  ó  á  un  piroxeno  (en  que  éste  es  próximo  á  92°), 
un  áng'ulo  superior  á  5G"  indicaría  que  se  trataba  de  una  espe- 
cie de  este  último. 

En  el  examen  microscópico  de  las  rocas  se  saca  mucho  par- 
tido del  estudio  de  las  líneas  normales  y  aun  de  las  irreg-ula- 
res  para  disting"uir  unos  de  otros  los  minerales  que  cons- 
tituyen aquéllas;  su  g-rado  de  intensidad,  su  distribución,  su 
limpieza,  todo  proporciona  medios  de  diag-nóstico.  Así,  por 
ejemplo,  la  exfoliación  de  la  epídota  es  más  marcada  que  la 
del  piroxeno;  en  el  olivino  es  muy  poco  ostensible,  y  el  cuarzo 
carece  por  completo  de  ella,  á  diferencia  de  los  feldespatos,  en 
que  aparece  sumamente  reg-ular. 

Lineas  de  macla. — Los  contactos  de  los  elementos  hemitro- 


(1)  Es  sabido  que  las  formas  del  crucero  se  definen  con  gran  precisión  y  sencillez 
usando  las  mismas  expresiones  y  símbolos  cristalográficos  con  que  se  designan  las 
caras  de  los  cristales.  También  es  sabido  que  desde  antiguo  se  han  clasificado  las  ex- 
foliaciones atendiendo  á  su  grado  de  perfección,  y,  por  ende,  á  su  importancia;  así  se 
han  dividido  en  principíales  y  supernumerarias,  en  completamente  perfectas,  muy 
perfectas,  perfectas  é  imperfectas. 


242  boletín    de    LA    REAL   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

piados  (le  un  cristal  ó  de  los  individuos  distintos  que  se  reúnen 
para  orig-inar  las  diferentes  especies  de  maclas,  ofrecen  tam- 
bién un  interesante  campo  de  investig-ación. 

Citaremos  dos  ejemplos.  Un  trozo  de  olig-oclasa  de  Hiende- 

laencina  (fig-.  1/)  nos  ha  mos- 
trado, por  el  examen  de  sus 
líneas,  la  combinación  de  las 
maclas  de  Baveno  y  de  la  albita 
en  una  superficie  seccionada 
aproximadamente  seg'ún  100. 
En  un  trozo  de  cerusita  rodado, 
hemos  determinado  que  perte- 
necía á  una  macla  big-eminada 
p.^  j ,  por  el  hallazg-o  de  varias  inci- 

dencias alrededor  de  117°,  que 
es  bajo  el  áng-ulo  que  se  cruzan  los  pinacoides  respectivos 
de  los  dos  individuos. 

Repitiéndose  y  adelg-azándose  las  líneas  de  macla  pasan  á 
estrías,  de  que  lueg-o  haremos  mérito,  las  cuales  pueden  ser- 
vir para  importantes  interpretaciones,  como  ha  sucedido  al 
señor  Breñosa  estudiando,  g*uiado  por  ellas,  una  macla  de 
yeso  (1). 

Uniones  reculares. — La?  hay  de  minerales  distintos  y  de  in- 
dividuos de  la  misma  especie,  que  ordinariamente  se  confun 
den  con  exfoliaciones. 

Como  ejemplo  del  primer  caso  citaré,  sin  detallarlas,  las 
hermosas  uniones  reg-ulares  descritas  por  varios  autores  entre 
cristales  de  olig-isto  y  de  rutilo^  sobre  todo  en  los  ejemplares 
del  valle  de  Tavetsch  y  en  otros  de  los  de  los  Alpes,  en  que  los 
prismas  del  seg"undo  cortan  á  la  cara  básica  del  primero  for- 
mando áng-ulos  de  60°  (2). 

Hay  estructuras  resultantes  del  entrecruzamiento  de  crista- 
les que  no  son  exfoliaciones,  ni  tampoco  pueden  considerarse 
como  maclas,  aunque  obedezcan  á  una  ley  común.  Tal  sucede 
al  rutilo  en  finísimas  celosías  reticuladas,  llamado  sag-enita, 
variedad  constituida  por  el  entrecruzamiento  de  cristales  ca- 
pilares cuyos  ejes  principales  se  cortan  bajo  áng-ulos  de  05°,  lo 


(1)  «Anal.  Soc  esp.  de  Hist.  nat»,  tomo  xit,  1885;  Actas,  páginas  52-58. 

(2)  Seligmann,  c<Zeits.  f.  Kryst.»,  I,  IS",  p.  340. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  24» 

que  hizo  pensar  á  von  Lasaulx  (1)  que  los  cristales  de  rutilo,  k 
pesar  de  su  apariencia  simple,  son  realmente,  en  su  mayoría, 
grupos  polisintéticos. 

Pseudoes foliación. — En  otros  casos  más  sencillos,  la  simple 
estratificación  del  mineral  puede  simular  una  exfoliación  sin 
serlo  en  realidad.  Tal  es  el  llamado  crucero  básico  del  olig-isto 
en  masa  ó  en  pilas  de  cristales  deprimidos.  Los  diferentes  gra- 
dos de  perfección  del  crucero  del  corindón  consisten,  como  lo 
ha  demostrado  Bauer,  en  que  no  corresponden  á  una  verdade- 
ra exfoliación,  sino  á  la  separación  consiguiente  á  una  divi- 
sión laminar  en  el  sentido  de  las  caras  de  un  romboedro,  y  las 
láminas  que  aquélla  determina  no  siempre  se  manifiestan  en 
las  tres  direcciones  ó,  al  menos,  no  se  producen  de  una  mane- 
ra concordante  en  todas  ellas. 

Bien  conocido  es  el  caso  de  la  dolomita  cruzada  por  láminas 
intercaladas  paralelamente  á  —  2  R. 

Inclusio7ies  lineares. — Pueden  ser  estas  series  de  inclusiones, 
sobre  todo  vitreas  y  líquidas,  dispuestas  según  los  contornos 
de  cristales  negativos,  ó  de  otros  que  hayan  desaparecido, 
dando  lugar  á  pseudolárainas. 

Laminación. — Con  este  nombre,  correspondiente  á  la  lamelli- 
sation  de  algunos  autores  franceses,  queremos  designar  las 
intercalaciones  que  dan  lugar  auna  composición  polisintética 
regular,  pero  que  no  son  primitivas,  como  las  anteriores,  sino 
debidas  á  presiones  ó  compresiones  secundarias  de  la  materia. 
Tal  es  el  caso  de  las  falsas  maclas  del  oligisto  de  Biancavilla 
en  el  Etna,  en  las  que  un  individuo  tabular  grande  sirve  de 
apoyo  á  otros  muchos  pequeños  cristales  dispuestos  de  tal 
modo,  que  cada  uno  de  estos  tiene  con  aquél  una  cara  rom- 
boédrica común.  La  misma  ley  de  gemelismo  puede  originar, 
según  Max  Bauer  (2),  una  composición  sintética  laminar. 

A  un  fenómeno  de  esta  categ'oría,  o  al  menos  evidentemente 
á  acciones  secundarias,  se  debe  el  tránsito  de  la  augita  grani- 
toide,  sin  contornos  exteriores  poliédricos,  á  la  dialaga,  por 
laminación  según  el  plano  100,  como  indica  la  figura  2.%  que 
reproducimos  de  la  conocida  Minéralogiemicrografiqíie  de  Pon- 
qué y  Michel  Lévy  (pág.  358.) 


(1)  «Zeits.  f.  Kryst.o,  VII,  1884,  p.  58. 

(2)  «Zeits.  der  geol.  Ges.o,  1874,  p.  186. 


un 


BOLKTIN    DE    LA    REAL    SUCIEDAD    ESPAÑOL/- 


Fig.  2.» 


Son  muy  frecuentes  los  casos  de  laminación  debidos  á  in- 
tercalación de  minerales  extraños,  de  tal  manera  empotrados, 

que  es  difícil  reconocer  la  asocia- 
ción á  la  simple  vista.  Poniendo  de 
manifiesto  las  líneas  de  contacto, 
puede  verse  que  los  seg-undos  for- 
man áng'ulo  con  el  sentido  de  las 
exfoliaciones  de  los  que  los  alojan, 
cuyo  áng'ulo  es  distinto  de  las 
incidencias  correspondientes  á  dos 
exfoliaciones  del  mismo  mineral. 
También  por  las  diferencias  de  du- 
reza pueden  disting-uirse  las  bandas  de  los  dos  minerales  enca- 
jante y  encajado. 

ScJiillerización. — Por  efecto  de  fenómenos  de  alteración  de  la 
substancia  de  los  minerales  se  presentan  á  veces  líneas  que 
simulan  exfoliaciones,  y  que  por  tales  suelen  pasar,  aun  en 
las  obras  clásicas.  El  mejor  ejemplo  de  este  caso  es  el  de  la 
dialag-a,  en  la  que  el  depósito  de  productos  secundarios  en  los 
planos  de  disolución  orig-ina  un  sistema  de  rayas  ortopinacoi- 
dales  visible  en  ciertas  superficies  del  mineral  y,  sobre  todo, 
con  el  microscopio  en  las  secciones  delg-adas.  El  profesor 
Judd  (1)  llama  schillerización  á  este  caso,  tomando  la  pala- 
bra del  Schillerspath  con  que  los  alemanes  desig-nan  al  piro- 
xeno  rómbico  que  presenta  fenómenos  de  cambiante  y  de 
brillo  en  las  superficies,  debidos  á  dichos  cambios  de  es- 
tructura. 

La  obra  de  este  proceso  es  compleja:  por  una  parte  acentúa 
diferentes  sistemas  de  planos  de  separación,  que  son  superfi- 
cies secundarias,  de  un  brillo  débilmente  perlado  ó  metálico; 
por  otra,  las  cubre  de  láminas  en  sus  paredes,  y  además  relle- 
na á  veces  los  espacios  de  productos  secundarios  (como  óxidos 
de  hierro,  hialita  y  ópalo).  El  paralelismo  de  los  productos  di- 
versos de  la  schillerización  sólo  puede  observarse  en  las  sec- 
ciones transversales  á  los  planos  de  separación  en  los  cuales 
se  desarrollan;  así  es  que  no  en  todas  las  secciones  se  presen- 
tan las  formaciones  aludidas,  pero  hay  muchas  en  que  apare- 


<1)    «Tertiary  Peridotites  of  Scotland.»  Quart.  Journ.  Geol.  Soc,  XII,  ¡Sí-5;  p.  38:1 


DE  -HISTORIA    NATURAL. 


245- 


Fig.  3.» 


cen  de  canto  y  simulan  entonces  líneas,  poniendo  de  mani- 
fiesto la  reg-ularidad  de  su  disposición,  de  que  da  idea  la 
fig-ura  3." 

Estrías  y  canales  superficiales.— Conviene  distinguir  entre 
estos  elementos  lineares  aquellos  que 
son  puramente  superficiales  y  que  de 
ordinario  solo  se  presentan  en  las  caras 
(le  los  cristales,  de  las  que  atraviesan 
toda  la  masa  de  la  substancia  mineral. 
Las  primeras  son  unas  veces  muy  vi- 
sibles y  otras,  por  el  contrario,  se  ocul- 
tan por  el  brillo  y  pulimento  de  las  ca- 
ras, y  ni  aun  con  la  ayuda  de  la  lente 
se  pueden  percibir  bien;  en  este  úl- 
timo caso  es  dado  observarlas  muchas  veces  con  luz  trans- 
mitida. 

El  estudio  de  dichas  estrías  es  por  extremo  interesante  para 
el  de  las  hemiedrias  y,  en  general,  para  el  de  las  propiedades 
cristalog-enéticas  de  ciertos  minerales,  asunto,  así  como  el  de 
los  medios  de  apreciarlos,  hábilmente  tratado  por  Tolspaia- 
tow  (1).  Bien  conocidas  son  las  estrías  de  gemelismo  de  los 
feldespatos  triclínicos.  Un  ejemplo  del  valor  de  este  carácter 
para  la  apreciación  de  la  naturaleza  holoédrica  ó  hemiédrica 
de  los  cristales,  que  por  parecemos  muy  interesante  vamos  á 
reproducir,  se  refiere  á  los  cristales  pentadodecaédricos  de  pi- 
rita y  de  cobaltina  en  los  cuales  .T.  Curie  (2)  ha  reconocido  dos 
variedades  distintas  por  la  posición  de  las  estrías  que  llevan 
en  sus  caras  pentagonales.  Estas  disposiciones  están  represen - 
das  en  la  figura  4.^  y  corresponden  á  dos  sólidos  absoluta- 
mente diferentes,  y  no  superponibles,  á  pesar  de  constar  de 
los  mismos  elementos  de  simetría;  caso  de  hemiedria  no  su- 
perponible  sin  análogo  conocido  todavía  en  la  ciencia  cristalo- 
gráfica. 

Lineas  provocadas  mecánicamente. — En  este  grupo  se  encuen- 
tran las  líneas  de  las  figuras  de  percusión  y  de  presión,  inclu- 


(1)  «Recherches  minéralogiques».  Moscou,  1833,  p.  80-91. 

(2)  «Note  sur  les  propriétés  cristall.  et  thermoélec.  de  la  pyrite  de  fer  et  de  la  cobal- 
tine.»  (Bull.  Soc.  minér.  de  France,  VUI,  1885,  p.  127-133.) 


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BOLETÍN    DE   LA   REAL   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 


SO  las  maclas  de  este  seg-undo  orig-en,  de  las  cuales,  así  como 
de  otras  líneas  provocadas  por  acciones  químicas,  diremos 
alg-o  después. 


Fig.  4.» 


Tratándose  de  estas  líneas  podrán  apreciarse  los  áng-ulos 
bajo  los  cuales  inciden,  y  en  las  secciones  delgadas  con  el  mi- 
croscopio petrog-ráñco  el  áng-ulo  que  forman  con  el  plano  óp- 
tico, como  la  indican  las  adjuntas  fig-uras,  tomadas  del  estu- 
dio de  la  simetría  de  la  mica  por  el  Sr.  Walker  (1). 


Fig. 


Lineas  apreciadles  en  las  rom^.— Independientemente  de  las 
líneas  que  presentan  los  minerales  constitutivos  de  las  rocas 


(1)    <<The  crystal  symmetry  of  the  Minerals  of  the  Mica.group.»  (Amer.  Journ.  Se, 
VII,  1899.) 


DE    HISTORIA    NATURAL.  247 

compuestas,  liay  en  ellas  otras  líneas  capaces  de  proporcionar 
datos  interesantes  al  petróg-rafo  y  al  g"eólog"o.  Estas  pueden 
ser  de  hojosidad,  de  estratificación  y  de  falsa  exfoliación. 

En  las  rocas  macizas  suele  presentarse  la  hojosidad  como 
efecto  de  la  disposición  ordenada  de  los  minerales  componen- 
tes, según  planos  que  son  paralelos.  Además  de  esta  hojosi- 
dad g-eneral,  ofrecen  con  frecuencia  otra  secundaria,  debida  á 
acciones  metamórficas,  particularmente  mecánicas,  no  siendo 
quizá  despreciable  medir  el  áng-ulo  que  estas  formen  entre  sí, 
por  más  que  ig-noramos  se  haya  hecho  todavía  ning-ún  exa- 
men de  semejante  circunstancia. 

Las  pizarras  arcillosas  manifiestan,  como  es  bien  sabido, 
una  dirección  g-eneral  de  hojosidad,  que  es  lo  que  les  comuni- 
ca su  carácter  pizarroso,  pero  además  se  percibe  bien  en  ellas 
otra  dirección  de  fácil  seccionamiento,  que  los  canteros  saben 
utilizar.  Jannettaz  (1)  ha  encontrado  constantemente  en  di- 
chas rocas  dos  direcciones  de  planos  enteramente  comparables 
á  las  exfoliaciones  de  los  minerales.  Forman  éstas  entre  sí  án- 
g-ulos  de  60  á  90°,  y  el  autor  las  disting-ue  llamándolas  prime- 
ra y  segunda  exfoliación,  seg-ún  su  facilidad  respectiva  de  ma- 
nifestarse. La  primera  es  la  pizarrosidad,  ó  exfoliación  de  los 
g-eólog-os,  y  la  segunda  el  longrain,  por  donde  los  obreros  cor- 
tan la  roca  al  hilo,  según  su  expresión.  Ambas  líneas  conser- 
van una  dirección  constante  hasta  grandes  distancias. 

Es  frecuente  en  las  rocas  micáceas,  como  en  los  caolines  im- 
puros hojosos,  que  las  láminas  del  mineral  aprisionado,  com- 
primidas y  constituyendo  lentejuelas  finísimas  den,  si  se 
orientan  perpendicularraente  á  los  planos  de  estratificación, 
unas  líneas  tenues  obscuras  que  corren  paralelas  y  concluyen 
á  través  de  la  sección. 

En  ocasiones,  fenómenos  de  contacto  son  los  productores 
de  la  penetración  según  líneas  regulares,  de  elementos  extra- 
ños á  la  roca.  Citaré  el  caso  frecuente  de  pizarras  recorridas 
por  venillas  de  aplita,  simulando  capas  paralelas  en  la  proxi- 
midad de  los  granitos. 

Prescindiendo  de  la  estratificación  normal  que  se  manifiesta 
por  una  serie  de  líneas  paralelas,  la  cruzada,  tan  conocida  de 
ciertas  areniscas,  y  que  se  explica  hoy  bien  por  su  origen  eóli- 

(1)    «Les  roches*.  París,  1884,  p.  1'3. 


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co,  suministra  líneas  y  áng-ulos  mensurables,  cuya  apreciación 
pudiera  acaso  suministrar  datos  utilizables.  Así  sucede  tam- 
bién con  las  tobas  formadas  por  yuxtaposición  sin  cemento  de 
cenizas  ó  arenas  volcánicas,  en  las  cuales  las  líneas  que  mar- 
can los  límites  de  las  capitas  y  la  posición  de  los  lechos  de 
cristales  porfídicos,  si  los  hubiere,  pueden  dar  luz  respecto  al 
modo  cómo  se  formaron  y  quizá  la  dirección  de  los  vientos 
que  impulsaron  los  detritus  que  Ineg-o  han  originado  aquellas 
rocas. 


II 


MEDIDA    DE    LAS    INCIDENCIAS 

La  medida  loiig-itudinal  de  las  líneas  que  se  perciben  en  las 
superficies  ó  en  la  masa  de  los  minerales,  no  parece  hasta 
ahora  que  pueda  tener  interés;  sin  embarg-o,  es  manifiesto  que 
entre  las  líneas  de  exfoliación,  unas  aparecen  más  prolong-a- 
das  que  otras;  desig'ualdad  que  ya  explicó  Haüy  por  el  dife- 
rente desarrollo  de  las  caras,  seg'ún  las  cuales  las  moléculas 
están  ag-regadas  en  el  sentido  de  tal  ó  cual  plano  de  juntura. 

Tratándose  de  las  exfoliaciones,  lo  importante  para  caracte- 
rizar, según  ellas,  las  especies,  es  deierminar  cuáles  son  las 
líneas  principales,  su  número  y  el  áng-ulo  que  forman  por  su 
incidencia,  fijándose,  como  es  natural,  en  los  cruceros  princi- 
pales y  más  perfectos. 

En  la  práctica  corriente,  esta  apreciación  se  hace  de  una 
manera  muy  imperfecta,  á  la  simple  vista  ó  ayudándola  con 
una  lente  de  bolsillo  y,  sin  duda,  sólo  por  la  costumbre  se  Ue- 
g-a  á  estimar  los  cruceros  fáciles  y  aproximadamente  los  án- 
g-ulos que  forman  entre  sí. 

Mayor  precisión  se  puede  obtener  valiéndose  para  esto  últi- 
mo de  un  transportador,  siempre  que  las  líneas  sean  siquiera 
medianamente  perceptibles;  pero  en  este  caso,  creemos  se 
llega  á  mayor  perfección  tallando  la  superficie  del  mineral, 
que  puede  ser  un  trozo  cualquiera,  y  construyendo  el  triáng-ulo 
para  resolver  el  ángulo  B.  En  efecto,  supongamos  un  frag-- 
mento  como  el  que  representa  la  figura  6.*,  que  puede  ser 
de  piroxeno  en  sección  aproximadamente  perpendicular  á  la 


DE   HISTORIA   NATURAL. 


249 


arista  100,  010,  y  en  el  cual  se  perciben  los  dos  sistemas  de 
lineas  a  y  c;  construyendo  el  lado  b  tendríamos 


iS^B^Sj^" -''>-('>-'" 


Vip  —  c) 


La  aproximación  obtenida  con  este  sencillo  método  es  muy 
suficiente  en  todos  los  casos,  pues  es  sabido  q  ue  un  error  de  }i 
milímetro  en  el  áng-ulo,  resulta  por  medio  de  latg-.  menor  de  1'. 

Si  el  frag-mento  conservase  alg-una  arista  cristalina,  también 
se  puede  del  mismo  modo  medir  el  ángulo  que  con  ella  forma- 
se una  línea  de  exfolia- 
ción ú  otra  de  las  que 
anteriormente  hemos  in- 
dicado, lo  cual  en  oca- 
siones suministra  datos 
importantes.  Por  ejem- 
plo, en  el  sistema  reg-u- 
lar  la  línea  de  exfolia- 
ción paralela  á  la  cara 
del  cubo  es  la  más  fre- 
cuente, pero  en  la  blen- 
da domina  la  paralela 
al  rombododecaedro,  y 
por  este  carácter  podríamos  disting-uirla  de  la  galena.  En  los 
demás  sistemas  existen  exfoliaciones  paralelas  á  caras  pris- 
máticas, pinacoidales  ó  piramidales,  que  en  caso  de  conser- 
varse alg'una  arista,  pueden  proporcionar  un  carácter  de  fácil 
apreciación. 

Reducido  el  mineral  á  sección  delgada,  la  medida  de  los  án- 
g-ulos  planos  se  realiza  por  medio  del  ocular  provisto  de  dos 
hilos  cruzados.  Puesta  la  preparación  en  el  porta-objetos,  se  la 
coloca  de  manera  que  el  vértice  del  ángulo  que  se  trata  de 
medir,  quede  en  contacto  con  el  centro  del  retículo,  y  uno  de 
los  lados  en  coincidencia  con  uno  de  los  hilos;  se  nota  la  divi- 
sión del  limbo  donde  se  detiene  el  cero  del  nonius:  ahora,  por 
medio  de  una  rotación  del  porta-objetos,  se  hace  coincidir  el 
mismo  hilo  con  el  otro  lado  del  áng-ulo,  y  notando  la  nueva 

T.  vii.-Junio,  1907.  17 


Fig.  6.» 


250 


boletín  de  la  real  sociedad  española 


divisi6n  en  que  se  detiene  el  cero  del  nonius,  la  diferencia  de- 
las  dos  lecturas  da  el  áng-ulo  que  se  busca  (1). 

Naturalmente,  estas  medidas  son  más  difíciles  en  las  super- 
ficies de  los  minerales  opacos,  en  los  cuales  hay  que  servirse 
de  la  luz  reflejada  de  un  foco  bastante  intenso  y  cambiar  las 
incidencias,  á  pesar  de  lo  cual  no  siempre  se  consig"ue  el  obje- 
to. Verdad  es  que,  aun  tratándose  de  las  secciones  delg-adas 
de  los  minerales  transparentes,  hay  líneas  de  exfoliación  muy 
poco  perceptibles  y  que  sólo  lleg-an  á  serlo  valiéndose  de  una 
iluminación  oblicua  y  de  grandes  ampliaciones.  También  la 
luz  po'arizada  permite  investig-ar  sistemas  de  líneas  que  dan 
cuenta  de  ciertas  anomalías  ópticas.  Sin  entrar  en  detalles,  y 
sólo  por  vía  de  ejemplo,  reproducimos  de  un  trabajo  memora- 
ble de  Mallard  (2)  las  sig-uientes  fig-uras,  que  representan  séc- 


Fig.  7.» 

ciones  delg-adas  de  fluorita,  la  primera  paralela  á  las  caras  del 
cubo,  y  la  seg-unda  á  una  cara  octaédrica,  entre  los  nicoles 
cruzados,  las  cuales  ponen  de  manifiesto  un  sistema  de  mar- 
quetería que  por  la  distinta  disposición  y  modo  de  exting-uirse 
en  cada  caso  indican,  seg-ún  la  teoría  de  dicho  sabio,  una  red 
de  cristales  rómbicos. 

Los  procedimientos  microscópicos  de  apreciación  de  los  cru- 
ceros y  demás  líneas  no  excluyen  la  conveniencia  de  su  reco- 
nocimiento macroscópico  en  los  frag-mentos  en  bruto  ó  puli- 
mentados de  los  minerales  y  en  las  superficies  naturales  de 
los  mismos  ó  de  los  cristales.  Desde  lueg-o,  el  seg-undo  es  más 


(1)  Con  el  mismo  objeto  ha  construido  Loeson  un  goniómetro  fundado  en  las  pro- 
piedades birrefringentes  del  espato  de  Islandia;  pero  prescindimos  de  su  descripción 
porque  no  es  nuestro  propósito  entrar  aquí  en  detalles  sobre  los  procedimientos  ya 
conocidos. 

(2)  «Anuales  des  minesv,  X,  1876. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  251 

directo  y  breve  que  el  primero,  y  en  todo  caso  ambos  pueden 
complementarse.  Además,  en  una  sección  delg-ada  sólo  se 
aprecia  una  dirección,  al  paso  que  en  un  trozo  de  mineral  es 
dado  examinar  varios  planos,  lo  cual  permite  ver  más  cruce- 
ros ú  otros  sistemas  de  lineas  y  todos  en  planos  diferentes. 

Tanto  en  el  caso  de  las  preparaciones  ordinarias  como  en  el 
examen  meg'ascópico  de  un  trozo  de  mineral,  se  carece  de 
orientación,  puesto  que  las  superficies  ó  las  secciones  resultan 
arbitrarias.  Hay  que  obtener  por  esto  el  mayor  número  de  me- 
didas posible  y  compararlas  con  las  que  teóricamente  resulta- 
rían de  un  modo  normal,  seg-ún  las  zonas.  El  Sr.  Thoulet  (1) 
ha  calculado  los  esquemas  de  los  áng-ulos  de  exfoliación  de  los 
principales  minerales  petrog'ráficos  sobre  las  caras  de  las  zo- 
nas más  importantes;  precioso  y  paciente  trabajo  que  reviste 
una  utilidad  manifiesta  para  las  investigaciones  de  que  trata- 
mos, y  que  podría  extenderse  á  otras  muchas  especies  minera- 
les el  día  en  que  una  fácil  y  práctica  manera  de  apreciar  las 
exfoliaciones  y  demás  líneas  g-eneralizara  su  empleo  como 
medio  de  diagnóstico  en  la  práctica  mineralóg-ica. 


III 

MEDIOS   DE    ACENTUAR   LAS   LÍNEAS 

Hemos  emprendido,  y  nos  proponemos  continuar,  una  serie 
de  ensayos  encaminados  á  hacer  más  vi&ibles  las  diferentes 
líneas  que  en  el  capítulo  I  quedan  reseñadas,  con  el  objeto  de 
facilitar  su  reconocimiento. 

Minerales  hay  en  los  que  alg-unas  de  dichas  líneas,  y  por  lo 
g-eneral  las  de  exfoliación,  aparecen  muy  manifiestas  y  per- 
fectas: tal  sucede  en  el  yeso,  la  mica,  los  espatos  calizo  y  flúor, 
la  g-alena,  el  topacio  y  otros  varios;  pero  son  muchos  los  que 
sólo  por  finas  estrías  ó  tenues  g-rietas  dan  indicio  de  dichas  lí- 
neas. Aun  en  aquellos  en  que  los  cruceros  perfectos  se  mues- 
tran bien  ostensiblemente,  los  imperfectos   sólo  se  conocen 


(ll  <-<Variation  des  angles  des  clivagres  sur  les  faces  des  principales  zones  dans  le 
pyroséne,  l'amphibole,  l'orthose  et  les  feldspaths  tricliniques.»  ( Annales  des  mines. 
XII,  1878,  Juillet-Aoüt). 


252  BOLKTIN    DE    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

apenas  en  puntos  aislados,  en  pequeñas  extensiones  de  super- 
ficie, siendo  necesario  para  percibirlos  apelar  á  los  procedi- 
mientos de  que  antes  se  ha  hecho  mérito,  que  no  siempre  re- 
sultan suficientes. 

Alg-unas  circunstancias  naturales  que  hacen  visibles  en  oca- 
siones los  cruceros  y  líneas  poco  perceptibles  de  ordinario,  nos 
indujeron  á  pensar  en  la  posibilidad  de  obtener  artificialmen- 
te el  mismo  resultado.  Así,  á  veces,  penetraciones  mecánicas  en 
las  soluciones  de  continuidad,  otras  los  procesos  químicos, 
como  la  serpentinización  y,  en  g-eneral,  la  descomposición  in- 
cipiente, como  ocurre  en  la  hornblenda,  acentúan  las  líneas. 
En  los  cristales  y  g-ranos  cristalinos  de  las  rocas  se  revelan  con 
frecuencia  las  exfoliaciones  por  una  ó  más  series  de  grietas 
(craks)  reg"ulares,  las  cuales  son  obra  de  los  movimientos  con- 
sig'uientes  á  las  fuerzas  que  han  actuado  sobre  la  masa  de  las 
rocas. 

Estudiando  los  expresados  ag-entes  y  tratando  de  imitarlos 
artificialmente,  hemos  lleg-ado  á  la  conclusión  de  que  pueden 
clasificarse  en  mecánicos,  térmicos  y  químicos,  que  examina- 
remos brevemente. 

Agentes  mecánicos. — Por  medio  del  choque,  la  presión,  y  á 
veces  con  una  navaja  ó  un  cuchillo,  se  exfolian  los  minerales 
friables,  poniendo  á  descubierto  los  planos  de  crucero  y  dando 
los  sólidos  de  exfoliación;  pero  antes  de  Ueg-ar  á  la  separa- 
ción, empiezan  por  hacerse  más  visibles  y  marcadas  las  líneas 
normales  á  los  planos  de  crucero. 

Algunas  veces  se  provocan  g-rietas  que  revelan  exfoliaciones, 
aplicando  la  punta  de  una  aguja  sobre  la  cara  de  un  cristal  y 
golpeando  sobre  la  cabeza  de  la  aguja.  Reusch  (1)  ha  observa- 
do de  esta  manera  muchas  direcciones  de  fractura  regular  en 
el  yeso.  Jannettaz  (2)  con  una  aguja  enmangada  y  mantenida 
bien  perpendicularraente  á  la  lámina  de  yeso,  de  manera  que 
practicaba  un  orificio  haciendo  g-irar  aquélla  lig'eramente  para 
no  producir  grietas,  logró  separar  dos  hojitas  situadas  á  mayor 
ó  menor  profundidad  en  la  masa,  provocando  los  anillos  colo- 
reados de  Newton. 

El  estudio  de  los  efectos  de  las  presiones  sobre  los  metales. 


(1)    «Monatsb.  der  Akad.  der  Wissensch,  in  Berlin»,  1872  y  18"3. 
O  )    «Bull.  de  la  Soc.  min.  de  Franca»,  II,  n.°  1,  1879. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  253 

mediante  el  examen  microscópico  de  placas  sometidas  á  es- 
fuerzos de  tensión  ó  de  compresión,  y  á  veces  combinando  es- 
tas acciones  con  la  de  temperaturas  elevadas,  ha  suministrado 
caracteres  interesantes,  sobre  todo  para  el  reconocimiento  de 
los  hierros  y  aceros,  precisamente  por  revelar  las  líneas  de 
contactos  normales  y  por  los  sistemas  de  rajaduras  provocados 
por  estos  medios  (1). 

Agentes  térmicos.~~h^  elevación  de  la  temperatura  puede 
provocar  líneas  que  no  se  desarrollan  por  acciones  mecánicas. 
Así  obseryó  Cohén  (2)  que  al  calentar  las  preparaciones  de  ro- 
cas para  su  montaje,  se  veían  aparecer  líneas  de  exfoliación 
que  no  habían  surg-ido  por  la  conmoción  mecánica  durante  el 
desg-aste  de  la  esquirla. 

La  g-eminación  de  las  láminas,  tan  frecuente  en  los  peque- 
ños cristales  de  la  pasta  de  la  roca,  es  probablemente  un  efec- 
to de  las  presiones  ayudadas  ó  no  por  el  calor,  posteriormente 
á  la  consolidación.  Láminas  g-eminadas  semejantes  se  obtie- 
nen en  la  anhidrita  y  en  varios  feldespatos  sometiéndolos  á 
una  alta  temperatura,  lo  que  hace  concebir  la  esperanza  de 
que  la  generalización  del  método  podría  hacer  surgir  líneas 
que  no  existen  normalmente  de  "un  modo  perceptible  en  mu- 
chos minerales. 

En  algunos  casos  da  buen  resultado  el  élonement,  esto  es,  el 
caldeamiento  del  ejemplar  y  su  súbita  sumersión  aún  caliente 
en  el  agua  fría.  Lóg-rase  así  con  frecuencia  exfoliar  el  mismo 
cuarzo,  que  es  uno  de  los  minerales  en  que  esto  es  más  difícil, 
haciendo  que  se  hienda  en  fragmentos  limitados  por  algunas 
caras  planas  é  inclinadas  entre  sí  94"  iry,  que  es  el  ángulo  pri- 
mitivo de  esta  especie. 

Agentes  qnimicos. — Muchas  substancias  aun  de  las  más  re- 
sistentes á  la  descomposición,  presentan  en  ocasiones  ciertas 
exfoliaciones  bien  marcadas  por  efecto  de  la  acción  corrosiva 
de  los  agentes  químicos  naturales.  Esta  conocida  observación 
nos  hizo  pensar  que  los  reactivos  con  los  cuales  se  obtienen  las 
figuras  de  corrosión  podrían  servir  asimismo  como  medios  de 
poner  de  manifiesto  los  líneas,  y  en  particular  las  de  exfolia- 


(1)  F.  Rogers,  «Microscopio  study  of  Strain  in  metalso.  (Journ.  R.  Micr.  Soc,  IQOT. 
p.  14-19.) 

(2)  «Neues  Jahrb.»,  !b~9,  p.  866. 


254  boletín    de    LA.    REAL    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

ción,  puesto  que  como  ha  dicho  Exner,  al  fin  dichas  fig'uras 
no  son  más  que  una  expresión  de  las  curvas  de  dureza,  y,  por 
tanto,  de  las  exfoliaciones. 

Los  agentes  empleados  para  producir  las  figuras  de  corro- 
sión, son  los  ácidos,  la  potasa  cáustica  fundida  y  aun  simple- 
mente el  agua  ó  el  vapor  acuoso,  tratándose  de  los  minerales 
delicuescentes,  y  el  alcohol  para  los  hidratados.  Se  da  como 
regla  general  que  la  acción  ha  de  ser  lenta,  pero  continua. 
Conviene  emplear  ácidos  distintos,  aun  para  un  mismo  ejem- 
plar, pues  no  todos  ejercen  el  mismo  trabajo  corrosivo,  ni  dan, 
por  tanto,  igual  resultado,  como  ya  lo  notó  O.  Meyer  (1)  pro- 
vocando las  figuras  en  el  espato  calizo. 

Las  corrosiones  se  obtienen  mejor  en  las  superficies  frescas 
que  en  las  que  han  estado  larg'o  tiempo  expuestas  á  la  acción 
atmosférica,  y  también  mejor  que  en  las  caras  cristalinas  na- 
turales. 

Estas  y  otras  observaciones  obtenidas  por  Daniell,  Leydott, 
G,  Rose,  Baumhauer,  Knop,  Walker  y  otros  sabios  en  el  estu- 
dio de  las  figuras  de  corrosión  (2),  son  aplicables,  á  nuestro 
juicio,  á  la  producción  de  líneas  de  exfoliación  y  de  las  demás 
estudiadas  precedentemente,  con  pequeñas  variantes  que  la 
práctica  aconsejará. 

La  aplicación  más  análoga  al  caso  de  que  aquí  tratamos,  es 
la  corrosión  de  los  hierros  meteóricos  destinada  á  revelar  su  tex- 
tura. Es  sabido  que  para  esto  se  empieza  por  tallar  y  pulimen- 
tar una  superficie  del  hierro  meteórico,  en  la  cual,  por  medio 
de  los  reactivos,  se  pone  de  manifiesto  una  estructura  en  lá- 
minas paralelas  al  octaedro  del  hierro,  formando  una  red  de 
brillantes  estrías  cuya  malla  está  ocupada  muchas  veces  por 
una  masa  finamente  cristalina  y  opaca.  Tales  son  las  conoci- 
das figuras  de  Widmanstatten,  en  las  cuales  se  pueden  apre- 
ciar ángulos  mensurables  de  estrías  que  se  cortan  á  60°,  sobre 
todo  en  las  secciones  hechas  al  acaso,  otras  á  90°  en  las  caras 
paralelas  á  100,  y  otras  de  109°  20' y  la  bisectriz  de  este  ángulo 
sobre  la  cara  IIO. 

El  caso  de  los  hierros  meteóricos  no  es,  sin  embarg'o,  el  mis- 


il)   «Neues  Jalirb.  f.  Min.»,  1.  188!,  p.  74. 

(2)    Un  trabajo  de  conjunto  sobre  esta  cuestión  ha  sido  publicado  por  Eug.  Blasius 
Zersetzungsflguren.— Zeitsclir.  f.  Krystall.  und  Min.,  IX,  p.  221-239). 


DE    HISTORIA   NATURAL.  255 

mo  de  los  minerales  corrientes,  puesto  que  en  aquellos  se  fun- 
da la  experiencia  en  el  mayor  ataque  que  sufre  uno  de  los 
dos  hierros  que  por  su  asociación  componen  la  masa  del  me- 
teorito: de  ellos,  el  poco  niquelífero  es  más  corroíble  que  el 
otro,  rico  en  dicho  metal. 

Asimismo  tampoco  es  ig-ual  el  caso  de  la  producción  de  las 
fig-uras  que  el  de  las  líneas  de  corrosión.  Si  el  reactivo  se  es- 
parce en  una  superficie  tallada  ó  si  se  sumerg-e  en  él  el  cristal 
ó  se  insufla  sobre  sus  caras,  como  cuando  se  emplea  el  vapor 
•de  ag'ua,  se  provocan  figuras,  relieves  ó  corrosiones  superficia- 
les, pero  escasa  acentuación  de  líneas.  Para  estas  últimas  con- 
viene servirse  de  un  pincel  mojado  en  el  ácido  diluido  y  pa- 
sándole repetidas  veces  con  intervalos  en  la  dirección  en  que 
se  pretende  provocar  una  línea. 

Generalmente  pueden  obtenerse  así  rayas  bien  marcadas, 
seg-ún  las  exfoliaciones  principales  y  las  laminaciones;  pero 
tratándose  de  otras  que  son  menos  manifiestas,  hay  que  recu- 
rrir á  la  lente,  al  microscopio  ó  á  obtener  moldes  sacados  con 
•cola  de  pescado  ó  colodión  y  examinarlos  con  los  medios  am- 
plificantes. 

Teñido.— hs.  verdadera  novedad  de  nuestro  método  para 
hacer  visibles  las  líneas  de  los  minerales  y  rocas,  tanto  las  na- 
turales como  las  provocadas  por  los  expresados  procedimien- 
tos, estriba  en  teñirlas  para  que  aparezcan  más  ostensibles. 
Esta  práctica  da  también  buenos  resultados  en  el  estudio  de 
las  fig-uras  de  corrosión  y  de  la  textura,  como  hemos  podido 
•comprobar,  pero  por  ahora  nos  limitaremos  á  tratar  de  las 
líneas  objeto  de  esta  nota. 

El  teñido  puede  ser  meramente  superficial,  sirviéndose  de 
pintura  esparcida  por  encima,  y  lueg-o  lavada  dicha  superficie 
desaparece  aquella  en  las  partes  lisas  y  queda  solo  en  los  es- 
calones y  desig-ualdades,  marcando  su  contorno.  La  figura  1.* 
de  la  lámina  vi  representa  un  trozo  de  espato  calizo  en  bruto  en 
que  una  materia  colorante  pone  de  manifiesto  las  líneas  prin- 
cipales de  exfoliación.  Si  se  tratara  de  un  mineral  de  color 
obscurp  habría  de  emplearse  una  pintura  ó  materia  colorante 
blanca. 

Para  la  medida  de  estas  líneas  cuando  estén  en  planos  muy 
diferentemente  elevados,  pero  paralelos,  habría  que  copiarlas 
á  la  cámara  clara  ó  fotografiar  el  ejemplar. 


256  BOLETÍN    DE    LA   REAL   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Extendiendo  la  materia  colorante  disuelta  y  en  estado  bien 
fluido  por  la  superficie  del  mineral,  puede  suceder  que  le  im- 
preg-ne  y  manche,  ya  de  un  modo  desig-ual,  ya  homog'énea- 
mente.  Algunas  substancias,  aun  de  las  más  compactas,  son 
capaces  de  esta  imbibición,  como  es  sabido  sucede  al  ópalo,  el 
cual,  cuando  por  pérdida  de  ag-ua  se  va  enturviando,  recobra 
sus  colores  sumerg-iéndole  en  el  aceite  con  cierta  precaución. 
Lo  general  es  que  la  materia  colorante  se  acumule  de  prefe- 
rencia en  las  soluciones  de  continuidad  interiores,  poniendo 
de  manifiesto  la  estructura  y  las  líneas.  Tal  sucede  en  la  parte 
teñida  del  trozo  de  criolita  que  reproduce  la  figura  3/  de  la 
lámina. 

Para  obtener  líneas  puras  y  mensurables  lo  más  conveniente 
es  pulimentar  una  cara  del  mineral  que  se  va  á  ej^aminar  y 
extender  sobre  ella  el  líquido  colorante,  lavando  en  seg-uida  la 
cara  y  repitiendo  varias  veces  la  operación.  Como  lo  que  se  pre- 
tende es  poner  de  manifiesto  espacios  vacíos  y  evitar  que  el 
teñido  se  difunda  por  la  masa,  conviene  servirse  primero  de  la 
g-elatinaen  caliente,  que  se  extiende  por  la  superficie  y  penetra 
los  huecos,  y  tiñendo  luego  con  el  azul  de  Prusia,  quedan  de 
manifiesto  únicamente  las  rayas  y  demás  intersticios.  Sirvan 
de  ejemplo  la  ortoclasa  representada  en  la  fig-ura  4.'  de  la  lá- 
mina y  el  espato  calizo  de  la  fig-ura  2.*,  en  que  se  ve  una  línea 
teñida  de  macla  provocada  por  corrosión,  además  de  las  exfo- 
liaciones romboédricas. 

Las  ventajas  del  teñido  son  tan  manifiestas  que  nos  parece 
inútil  encarecerlas.  Tratándose  de  las  substancias  opacas,  evi- 
ta muchas  de  las  dificultades  que,  como  anteriormente  dijimos,. 
impiden  la  percepción  y  medida  de  las  líneas,  aun  con  la  ayu- 
da del  microscopio,  y  tratándose  de  las  transparentes  ó  trans- 
lúcidas pone  más  de  manifiesto  las  líneas  principales  y  descu- 
bre otras  imposibles  de  percibir  en  las  condiciones  ordinarias. 


DE    HISTORIA    NATURAL.  257 


Explicación  de  la  lámina  VI. 

Fig.  ].*     Espato  calizo. 

tn  la  superfifie  en  bruto  escalonada,  el  teñido  pone  bien  de  manifiesto 
las  líneas  principales  de  exfoliación. 

Fig.  2  a  Espato  calizo.  Romboedro  de  exfoliación  con  una  cara  en  que 
se  han  provocado  líneas  por  corrosión  y  teñidas. 

Además  de  las  líneas  de  exfoliación  romboédrica  principales,  aparecen 

líneas  de  maclación,  según  la  cara  —  — R. 

Fig.  3.*     Ci'iolita.  Sin  pulimentar.  Una  superficie  teñida  en  parte. 

El  teñido  hace  destacar  un  crucero  muy  perfecto  paralelo  á  OP  y  otro 
que  lo  es  algo  menos  en  sentido  ooP.  Estos  parecen  perpendiculares  á  la 
simple  vista,  por  cortarse  bajo  un  ángulo  de  unos  179°. 

Fig.  4."     Ürtoclasa.  Superficie  tallada  y  con  líneas  teñidas. 

Estas  líneas  corresponden  á  un  crucero  biísico  perfecto  y  otras  á  uno 
clinodiagonal  muy  perfecto.  Se  ven,  además,  las  líneas  de  la  macla  de 
Baveno,  cortando  á  las  anteriores. 


Boletín   bibliográfico. 

(Continuación) 

Mayo. 

Le  Naturaliste.  París.  1907,  n"  482.— Bonnier:  Les  soi  disaut  végét.  artific. 
Fritel:  Guide  géolog.  et  paléont.  de  la  región  parisienne. — Bougon: 
Introd.  des  premiers  vers-á-soie  en  Europe. — Trouessart:  La  distrib. 
géogr.  des  anim.  vivants  et  fossiles. — Noel:  Le  Valgus  hemipterus. — 
Magaud:  Sur  les  esp.  d'oiseaux  des  g.  Saxícola  et  Pratíncola  observées 
dans  la  basse  Egypte.=N°  483, — Chrétiex:  Les  Lhenilles  des  Bupléu- 
res. — Fritel:  Guide  géol.  et  paléont.  de  la  región  parissienne.— Trooes- 
sart:  La  distrib., géogr.  des  anim.  vivants  et  fossiles. 

Missouri  Botanical  Garden.  St.  Louis.  1906,  17  th.  Annual  Report. 

Musée  Teyler.  Haarlem.  (Archives.)  1907,  serie  ii,  vol.  x,  4*  partie.  — Hoor- 
weg:  Rech.  sur  la  circulat.  du  sang. — Dubois:  Sur  quelle  échelle  s'ac- 
complit  le  phénom.  du  transport  atmosph.  de  sel  marin. 

Museo  de  La  Plata.  (Anales.)  1902.  Sección  botánica. — Alboff:  Essai  de 
Flore  raisonnée  de  la  Terre  de  Feu.=1903.  Sección  paléont. — Roth- 
Los  Ungulados  sudamericanos. 

—  (Revista.)  1904,  t.  xi. 

Museum  d^Histoire  Naturelle.  París.  (Bulletin.)  1906,  nos  4_6. 


258  boletín    de    LA    REAL   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Museum  oj  Comparative  Zoólogy  at  Harvard  College.  Cambridge.  (Bulletin.) 
1907,  vol.  L,  n°  8.  —  Agassiz  and  Clark:  On  the  Echini  coUected,  in 
1902,  among  the  Hawaüan  Islands. 

Museum  of  the  Brooklyn  Institute  of  Arts  and  Sciences.  New  York.  (Science 
Bulletin  )  1904,  vol.  i,  n°  4;  1906,  vol.  i,  nos  8-9. 

—  (Cold  Spring  Harbor  Monographs.)  1906,  n°  vi. 

Natural  History  Society.  Glasgow.  (Transactions.)  1907,  vol.  viii,  part  iii. 
Real  Academia  de  Ciencias  y  Artes.  Barcelona.  (Boletín.)  1907,  vol.  ii,  n°  9. 

—  (Memorias.)  1907,  vol.  vi,  n**  6.— Navas:  Reglas  de  Nomenclatura  botá- 

nica propuestas  en  el  Congreso  de  Viena  de  1905.  N.os  7-9. 
Real  Sociedad  Geográfica.  Madrid.  (Boletín.)  1907,  t.  xlix,  1."  trim. 

—  (Revista  de  Geografía  Colonial  y  Mercantil.)  1907,  t.  iv,  n.°  3. 
Redia  (Giornale  di  Entomología).  Firenze.  1906,  vol.  iii. 

Revue  des  Pyrénées.  Toulouse.  1906,  V  et  2^  trim. 

Rivista  coleotterologica  italiana.  Camerino.  1907,  n°  4. — Porta:  Revisione 
degli  Stafilin.  ital.  III.  Parte  ^weáimi  (con t.)—SoLARi:  Descriz.  di  al- 
cune  nuove  forme  di  Curculionidi  italiani. 

Royal  Microscopical  Society,  London.  (Journal.)  1907,  vol.  177,  part  2. 

Sociedad  Española,  de  Física  y  Química.  Madrid.  (Anales.)  1907,  nos  40-42. 

Societá  Toscana  di  Scienze  Naturali.  Pisa.  (Atti.)  Processi  verbali,  1907, 
vol.  XVI,  nos  2-3.  Memorie,  1906,  vol.  xxn. 

Societá  zoológica  italiana.  Roma.  (Bollettino.)  1906,  serie  11,  vol.  vii,  fas- 
cicoli  iv-ix. 

Société  helge  d'Astronomie.  Bruxelles.  (Bulletin.)  1907,  n°  3. 

Société  helge  de  Géologie,  de  Paléontologie  et  d'Hydrologie.  Bruxelles.  (Bul- 
letin.) 1905,  t.  XIX,  fase,  v;  1906,  t.  xx,  fase.  i-iv. 

Société  Botanique  de  Frunce.  Paris.  (Bulletin.)  1907,  n°  1.  — Bonaparte: 
Statist.  relat.  aux  Árnica  polycéph.  et  monocéph.  de  montagne. — 
Chabert:  Une  local,  fran^aise  du  Bupleurum  Odontitesh. — Réaübouro: 
Une  rectific.  á  propos  du  Boquila  trifoliata  Dcne. — Rout:  Un  mot  au 
sujet  des  Icones  de  Barrelier.— Camüs:  Dénx  petits  faits  de  géogr. 
botan. — Heckel:  Sur  une  Note  relativa  á  V Ambrosia  artemisiaefo- 
lia  L.  et  á  sa  naturalisat.  en  France. — Küssel:  L'Oronge  dans  la  ban- 
lieue  de  Paris. — Hamet:  Observat.  sur  le  g»  Drosera. — Vilmorin: 
Reana  luxurians  Zea  ilía?/s.=N''  2.  — Chaüveaüd:  Sur  une  théorie  des 
mouvem.  spontanés  du  Berberís. — Hamet:  Observat.  su  le  g.  Drosera. 
Gandoger:  Florule  de  Ceuta. — Finet  et  Gagnepain:  Additions  á  la 
Flore  de  l'Asie  Orient.— Chabert:  La  Flore  d 'Aix-les-Bains. — Rüssel: 
Stations  nouv.  de  plantes  rares  ou  intéress.  de  la  vallée  de  Chevreu- 
se.— Friedel:  Sur  la  Flore  des  terrains  calcaires,  granit.  et  dolomit.  des 
environs  de  St-Hippol\'te-dn-Fort  (Gard).— Poisson:  Note  sur  un  Pia- 
tycerium  biforme  a  feuiües  toutes  fértiles. — Gagnepaik:  Zingiberac. 
nouv.  de  l'herbier  du  Museum. 


DE    HISTORIA    NATURAL.  259 

Société  Botanique  de  Lyon.  Lyon.  f  Ármales.)  1905,  t.  xxx. 

Société  des  Sciences  naturelles  de  l'Ouest  de  la  Frunce.  Nantes.  (Bulletin.) 
1906,  l"-3^''  trimestre. 

Société  d'étude  des  Sciences  naturelles  de  Béziers.  í Bulletin.)  1 904,  vol.  xxvii. 

Société  entomologique  de  Belgique.  Bruxelles.  (Antiales.)  1907,  n°  3. — Mon- 
tandon:  Deux  espéc.  nouv.  du  g.  Ranatra.— De  Crombrugghe:  Note 
sur  deux  Talaeporüdae  des  environs  de  Bruxelles. — Kerremans:  A  pro- 
pos  du  Bupresiis  sanguinea  L. 

Société  entomologique  de  Belgique.  Bruxelles.  (Mémoires.)  1906^  n°  xiv.— 
De  Crombugghe:  Catal.  raisonné  dt'S  Microlépid.  de  Belgique. 

—  (Aúnales.)  1906. 

Société  entomologique  de  France.  Paris.  (Bulletin.)  Années  1899-1905. 

Société  géologique  de  France.  Paris.  (Bulletin.)  1905-1906,  t.  5^  fase.  6-7; 
1906,  t.  6%  fase.  1. 

The  American  Naturalist.  Boston.  1907,  n°  483.— Campbell:  Studies  on  the 
Ophioglossaceae.— Shufeldt:  Polygamy  and  other  Modes  of  Mating 
among  Birds.— Bangs:  Ou  the  Wood  Ralis,  g.  Aramides,  occurring 
north  of  Panamá. 

The  Canadian  Entomologist.  London.  1907,  n"  4.— Cridóle:  Notes  on  some 
Manitoba  Tiger-beetles  (Cicindela).— Baker:  Notes  and  descriptions 
of  Membracidae.— Smith:  Mosquito  Notes  for  1906.— Fletcher:  To 
Collectors  of  Noctuids. — Kearfott:  New  Micro-Lepidoptera  (contin.) 
LDDLOw:Mosquito  Notes.— T.4.TL0R:  Note  on  Euchoeca  perlineata,  Pac- 
kard.— Crawforus:  New  Hymenopt.  paras,  of  Anthonomus  grandis. 
Cockerell:  New  Antbidiine  Bees  from  Colorado.— A  Note  on  Generic 
Transfers.— Bird:  New  Histories  in  Papaipema  (Hydroecia).— Swett: 
Geometrid  Notes:  On  the  g.  Synelys. — Pearsall:  Euchoeca  again.— 
Felt:  Gall  Gnats  or  Cecidomyiidae. 
The  Entomologist' s  Record.  London.  1907,  n"  4.— Balfour:  On  the  Spe- 
cific  Characters  of  Hydroporus  incoguitus  ÍSharp.— Pürdey:  Hellinsia 
(Leioptilus)  carphodactyla  reinstated  in  the  British  list.— Chittt:  No- 
tes on  the  g.  Gonafojnis  ('DrymmaeJ.— Chapman:  Habits  of  Sciapteron 
tabaniforme.— Ratnor:  Further  notes  on  Abraxas  grossulariata. — 
Day:  The  g.  Bembidium  Lat.,  in  Cumberland. — Tdrner:  Notes  ou  Co- 
leophora  genistae  and  C.  gryphipennella.— Millward:  Contrib.  to 
a  List  of  the  Macro-Lepid.  of  Wimbledon  Conimon. — Gillmer: 
A  new  aberration  of  Acronycta  rumiéis  Linn. — Pearson:  Swis  Butter- 
flies  in  1906.— Lowe:  Additional  Notes  on  Tortrix  pronubaua. 
The  Zoologist.  London.  1907,  N°  790.— Gürney:  Ornithol.  Report  for  Nor- 
folk.—Cümmings:  Some  Fish  Notes  from  the  North  Devon  Coast. — 
Harvie-Brown:  Spee,,  Subspec,  etc. — Dalgliesh:  Some  Common  In- 
dian  Birds. 
The  University  of  Colorado  Studies.  Boulder,  Coló.    1907,  vol.  iv,  n°  2.— 


260  boletín    de    LA    REAL    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Henderson:  The  MoUusca  of  Colorado. — Dodds:  On  the  Brain  of  one 

of  the  Salamanders  (Plethedon  glutinosusj.—RAMAhEY:  The  Silva  of 

Colorado.  I.  Trees  of  the  Pine  Family. 
University    of  California   Pxihlications.    Berkeley.    (Zoology.)    1902-1906, 

vol.  i-ii;  vol.  III,  nos  1.4. 
United  States  Geologieal  Siirvey.  Washington.   (Bulletin.)   1906,  ni^^  269, 

275,  277-278,  280-285,  288-293,  298,  801. 

—  ( Professional  Paper.)  1906,  nos  44-45,  47-51,  56. 

—  (Water-Siipply  and  Irrigation  Paper.)  1906,  nos  153-I6O,  162-181,  186. 
United  States  National  Miiseum.  Washington.  (Proceedings.)  1906,  vol.  30. 
Wiener  Entomologische  Zeifung.    Wien.   1907,   xxvi   Jahrg.,    111    Heft. — 

Rextter:  Nachtráge  z.  Bestimmungstabelle  der  unechten  Pimehden 
aus  der  palaearkt.  Fauna. — P'leischer:  Notiz.  üb.  Liodes  nitidula  Er. — 
Dipterol.  Notiz. — Breddiíí:  Khynchotograph.  Beitr.— Hgndel:  Nonaina 
nova  für  mehrere  Gatt.  der  acalyptraten  Muse. — Fi>ach:  Berichtignng 
üb.  Stigmodera-Yamina.— Reitter:  Planeustomus  (Compsochilus)  ce- 
phalotes  var.  nov.  grandis.— Corti:  Eine  nene  Art  der  Dipterengatt. 
Tachydromia  (Mg.)  Lw.— Fleischer:  Kritische  Stad.  üb.  Liodes-Arten. 
Die  iu  mahrischen  Grotten  lebend  vorgefundenen  Coleopt. — Schus- 
ter.  Biolog.  üb.  Crioceris-Typen. — Reitter:  Ein  neuer  Microtelus  (Sol.) 
aus  Aegypten. — Aromia  moschata  v.  laevicoUis  nov. 

Wisconsin  geologieal  and  Natural  History  Survey.  Madison,  Wis.  (Bulletin.) 
1906,  n°  xiv.  (Texto  y  Atlas.) 

Zoologischer  Anzeiger.  Leipzig.  1907,  Bd.  xxxi,  nos  13-14. — Thilo:  Das 
Schwinden  der  Schwimmblasen  bei  den  Schollen. — Müller:  Z.  Ent- 
wicklung  der  Striges  und  deren  Wendezehe.— Wosseler;  Ein  üb.  He- 
mimerus  und  sein  Wirtstier. — Krümbach:  Trichoplax,  die  mngewan- 
delte  Planula  einer  Hydromeduse.^Nos  15-16. — Verhoeff:  Üb.  pala- 
arkt.  Isopoden.— Schroder:  Beitr.  z.  Histol.  des  Mantels  von  Calycu- 
lina  fCyclas)  lacustris  Müller.— Thor:  Lebertia-Stud.  —  SvwovLOW. 
Beitr.  z.  Acaridenfauna  Russlands.  Actineda  rápida  sp.  n.  Snw. 


Albert  (D.  Federico.)— Plan  general  para  el  cultivo  de  bosques.  Santiago 

de  Chile,  1907. 
Briet  (Lucien).— Les  Pyrénées  et  la  Spéléologie.  1907. 
Cabrera  Latorre  (D.  Ángel). — El   cokapi»  del  Museo  de  Madrid.  (Bol. 

R.  Soc.  esp.  Hist.  nat.)  Madrid,  1907. 
—  Sinopsis  de  los  Quirópteros  chilenos.  Valparaíso,  1903. 
Cadevall  y  Diaks  (D.  Juan). — Notas  para  la  Flora  catalana.  (Bol.  K.  Soc, 

esp.  Hist  nat.)  Madrid,  1907. 


t 


DE    HISTORIA    NATURAL.  261 

Castillo  (D.  Luis)  y  Vergara  (D.  Zacarías).— Apuntes  biológicos  é  in- 
dustriales sobre  la  ostra  de  Chile.  1907. 

Chaves  y  Pérez  del  Pulgar  (D.  Federico). — Nota  sobre  el  origen  de  la 
Glauconia.  (Bol.  R.  Soc.  esp,  Hist.  nat.)  Madrid,  1907. 

Delfín  (Dr.  Federico  T.)- Descripción  de  un  nuevo  traquínido  chileno. 
1899. 

—  Ictiología  chilena.  Los  congrios  de  Chile.  Valparaíso,  1903. 
Edwards  (M.  ti.  T.)— El  cultivo  del  Maguey  en  las  islas  Filipinas.  Ma- 
nila, 1906. 

Ferníndez  Navarro  (D.  Lucas). — Excursión  desde  el  valle  del  Tajufia  al 
del  Tajo.  (Bol.  E.  Soc.  esp.  Hist.  nat.)  Madtíd,  1907, 

Heyden  (Lucas  von).— Catalog  der  Coleopteren  von  Sibirien.  Berlín, 
1880-1881. 

Iherisg  (Dr.  H.  von).— Notes  sur  q.  q.  raollusques  fossiles  du  Chili.  1902. 

Jagerskiold  (L.  a.)— Results  of  the  Swedish  Zoological  Expedition  to 
Egypt  and  the  White  Nile  1901.  Coleóptera.  TJpsala,  1906. 

Janet  (Charles).— Anatomie  de  la  tete  du  «Lasius  niger».  Limoges,  1906. 

—  Kemplacement  des  Muscles  vibrateurs  du  vol  par  des  colonnes  d'Adi- 

pocytes^  chez  les  Fourmis,  api  es  le  vol  nuptial.  París,  1906. 

Jiménez  de  Cisneros  (D.  Daniel).—  Excursiones á  las  sierras  déla  cHorna», 
del  «Rollo»  y  de  «Crevillente».  (Bol.  R.  Soc.  esp.  Hist.  nat.)  Ma- 
drid, 1907. 

Lesne  (P.)— Bostrychides  (Récoltes  faites  á  Kinchassa  par  M.  Waelbroeck). 
Bruxelles,  1900. 

—  Bostrychides  indiens  de  la  coUection  H.-E.  Andrewes.  Bruxelles,  1897. 

—  Bostrychides  nouveaux  on  peu  connus.  Paris,  1906. 

—  Cicindélides  et  Carabides  indo-chinois  recueiUis  par  M.  Paric.  Diagno- 

ses  des  esperes  nouvelles  et  d'un  genre  nouveau.  Paris,  1896. 

—  Considérat.  genérales  (sobre  Coleópteros). 

Contribut.  á  l'étude  de  la  Faune  entomologique  de  Sumatra.  Bostry- 
chides. Bruxelles,  1900. 

—  Contribut.  á  l'étude  des  premiers  états  des  Gyrinides.  Paris,  1902. 

—  Contribut.  a  la  faune  indo-chinoise.  Bostrychidae.  Paris,  1896. 

—  Descript.  de  la  larve  adulte  du  Julodis  albopilosa  Chevr.  Paris,  1898. 

—  Descript.  de  la  larve  de  Entomoscelis  adonidis  Pall.  et  de  la  nymphe  de 

Quedius  irisiis  Grav.  (frontalis  Nordm.)  Paris,  1889. 

—  Descript.  d'un  Coléoptére  nouv.  de  la  fam.  des  Ténébrionides  (Cento- 

rus  Bedeli  n.  sp.).  Paris,  1895. 

—  Descript.  d'une  espéce  nouv.  de  Dinoderus  (Coleóptera.  Bostrychidae). 

Paris,  1897. 

—  Descript.  de  deux  esp.  nouv.  de  Bostrychides  algéríens.  Paris,  1897. 

—  Descript.  de  genres  nouv.  et  d'esp.  nouv.  de  Coleopt.  de  la  fam.  des 

Bostrychides.  Paris,  1894. 


262  BOLETÍN    DE    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Lesne  (P.)— Diagnose  d'un  Cicindélidenouv.  du  genre  Collyris.  Paris,  1901, 

—  Diagnoses  d'un  Rhipidius  nouv.  des  environs  de  Paris.  Paris,  1902. 

—  Diagnose  d'un  type  générique  nouv.  de  la  tribu  des  Psoinae.  Paris, 

1901. 

—  Diagnoses  de  Bostrychides  africains  nouv.  Paris,  1905. 

—  Famille  des  Anthribides. 

—  Famille  des  Bostrychides. 

—  La  distribuí,  géograph.  des  Coléopt.  Bostrychides  dans  ses  rapports 

avec  le  régime  aliment.  de  ees  Insectes.  Paris,  1903. 

—  La  variat.  sexuelle  chez  les  males  de  certains  Coléopt.  appart.  á  la  fam. 

des  Bostrychides.  Paris,  1901. 

—  Le  genre  Dysides  Pert.  (Apoleon  Gorh.  in  part.)  Paris,  1894. 

—  Le  régime  polyphage  du  Lixus  algirus  L.  Paris,  1901. 

—  Les  Bostrychides  indo-chinois  du  genre  Heterarthron.  Paris,  1902. 

—  Liste  des  Bostrychides  des  collect.  du  Musée  civique  de  Genes.  Ge- 

nova, 1899. 

—  Liste  des  Bostrychides  recueillis  en  Birmanie  par  feu  M.  G.-Q.  Corbett. 

Bruxelles,  1901. 

—  Listes  de  Coléopt.  recueillis  á  Madagascar  par  MM.  le  commandant 

Dorr  et  le  lieutenant  Jobit.  Paris,  1899. 

—  Moeurs  du  cLimosina  Sacra  >.  Paris,  U96. 

—  Notes  biologiqnes  sur  V Hispa  testacea  L.  Paris,  1904. 

—  Notes  synonyraiques  et  rectiflcatives  sur  q.  q.  Bostrychides.  Paris,  1900. 

—  Notes  synonyraiques  sur  les  Bostrychides  hypocéphales.  Paris,  1896. 

—  Notes    sur    les    moeurs   et   sur  l'habitat  du  Platyparea   Foeciloptcra 

Schrank  et  de  \' Agromyza  de  l'Asperge.  Paris,  1905. 

—  Note  sur  deux  espéces  australiennes  de  Bostrychides  appart.   au  g. 

Xylohosea.  Paris,  1906. 

—  Note   sur    deux    esp.    fran^aises   de  Coléopt.  du  g.  Rhipidius.  Paris, 

1902. 

—  Note  sur  le  g.  Pachyelaier.  Paris,  1906. 

—  Note  sur  q.  q.  essais  en  vue  de  la  destruct.  du  Charangon  de  la  noix 

de  Kola  ( Balanogastris  Kalae  Desbr.)  Paris,  1898. 

—  Note  sur  une  esp.  nouv.  de  Bostrychus  (Coleóptera,  Bostrychidae).  1898. 

—  Note  sur  une  esp.  nouv.  de  Coléopt.  Bostrychide.  Paris,  1906. 

—  Notice  nécrolog.  sur  Hippolyte  Lucas.  Paris,  1901. 

—  Resultáis  de  l'Expedit.  scientif.  néerland.  á  la  Nouvelle-Guinée.  Bos- 

trychidae. 

—  Revisión  des  Bostrychides.  4  vol.  Paris,  1896-1901. 

—  Sur  le  terrier  de  la  larve  de  Cicindela  hybrida.  Paris,  1897. 

—  Sur  l'usage  des  appendices  mandibulaires  caducs  des  Brachyrrhinidae. 

Paris,  1899. 

—  Sur  un  Coléopt.  nouv.  de  la  fam.  des  Lyctides.  Paris,  1898. 


DE    HISTORIA    NATURAL.  263 

Lesne  (P.)— Sur  une  esp.  noiiv.  de  Cárabe  sibérien  (Carahus  Chaffan- 
joni).  Paris,  1897. 

—  Sur  une  esp.  nouv.  de  Chrysomélide  appart.  au  g.  Corynodes.  Paris,  1900. 

—  Sur  une  esp.  nouv.  de  Coléopt.  de  la  fam.  des  Bostrychides  (Heterar- 

thron  subdepressus  n.  sp.).  Paris,  1897. 

—  Sur  une  forme  nouv,  d'Élatéride  fouisseur.  Paris,  1897. 

—  Synopsis  des  Bostrychides  paléarctiques.  Paris,  1901-1904. 

—  Synopsis  des  Micrapate  de  TAmérique  céntrale.  Paris,  1906. 

—  Un  Cléride  saharien  nouveau  (Opilo  desertorumn.  sp.).  Paris,  1905. 

—  Viaggio  di  Leonardo  Fea  nell' África  occidentale,   Bostrychidae.  Ge- 

nova, 1906. 

—  Voyage  du  Dr.  W.  Horn  á  Ceylan.  Bostrychidae  et  Anobiidae.  Paris, 

1902. 

Lton  (M.  Wm.  S.)— El  cultivo  del  Sésamo  en  las  islas  Filipinas.  Ma- 
nila, 1906. 

Maldonado  (D.  Ernesto). — Las  Dunas  de  Cartagena  i  San  Antonio.  San- 
tiago de  Chile,  1907. 

Mednier  (M.  Stanislas).— Catal.  sommaire  de  la  Collect.  de  Géol.  expéri- 
ment.  du  Muséum  d'llist.  nat.  Paris,  lí"07. 

PiccioLi  (Prof.  Dott.  Lodovico).  —  Studi  sull'inerbimento  e  il  rimboschi- 
mento  dei  terreni  argillosi.  Roma,  1907. 

PoRTER  (Prof.  Carlos  E.)  — Catálogo  ilustrado  de  las  obras  sobre  Ciencias 
naturales  de Valparaíso,  1904. 

—  Catálogo  razonado  de  los  Trabajos  Histérico-naturales,  hechos  desde 

189i  á  1903,  por Valparaíso,  1904. 

—  Programa  de  Morfolojía  y  Fisiolojía  del  hombre.  Valparaíso,  1 902. 
RoscHACH  (Ernest).  — Histoire  genérale  de  Languedoc.  Toulouse,  1906. 
Seitz  (Dr.  Adalbert). — Les  Macrolepidoptéres  du  Globe.  4Mivrais.  Stut- 

tgart,  1907. 
ToNi  (G.  D.)— 11  R.  Orto  Botánico  di  Modena.  Genova,  1906. 

—  Nuovi  dati  intorno  alie  relazioni  tra  Ulisse  Aldrovandi  e  Gherardo 

Cibo.  Modena,  1907. 

—  Sulla  Griffithsia  acuta  Zanard,  herb.  Padova,  1906. 

—  Sul  reagente  di  Schweizer.  Venezia,  1906. 

ToNi  (G.  B.)  E  FoRTí  (A.)— Intorno  alie  relazioni  di  Francesco  Calzolari 
con  Luca  Ghini.  Firenze,  1907. 

Junio. 

Académie  des  Sciences.  Paris.  (Comptes  rendus.)  T.  cxliv,  1907,  n°  17.— Tri- 
LLAT  et  Sauton:  Sur  le  lait  amer. — Marinesco  et  Minea:  Sur  la  pré- 
sence  des  ganglions  sympath.  sitúes  au-dessous  des  gangl.  spinaux. — 
Carnot  et  Leiiévre:  Sur  l'activ.  néphro-poiétique  du  rein  fcetal. — 
Favraüd:  Découverte  d'une  máchoire  humaine  daus  une  breche  qua- 


264  BOLETÍN    DE    LA    REAL   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

tern.  á  industr.  paleolith. — BauNHEs:  Sur  les  relat.  entre  l'érosion  gla- 
ciaire  et  l'éros.  fluviat.— Thoulet:  Sur  la  marche  des  sables  le  long 
des  rivages.=IS¡°  18.— Bouvier:  Sur  les  Pénéides  du  genre  Fm- 
chalia  Jolmson.— Bergeron:  Sur  l'orig.  de  la  serpeníine  de  la  serie 
cristallophyll.  de  l'Aveyron  et  du  Gard— Dumont  et  Dupont:  Sur 
la  cult.  des  Légumin.  fourragéres.— Warcollier:  La  sucrase  dans  les 
moúts  de  pomnes  et  les  cidres. — Léger  et  Duboscq:  L'évolut.  nucléai- 
re  du  schizonte  de  V Aggregata  Eberthi— Tur:  Sur  Torig.  des  blasto- 
derm.  anidiens  zonaux.— Dehon:  Rech.  sur  l'activ.  labique  de  la  mu- 
queuse  gastr.— Kronecker:  Sur  le  rétabliss.  des  pulsations  du  coeur 
en  fibrillation.— Salomonsen  et  Dreyer:  De  la  loi  de  l'eífett  hémolyti- 
que  des  rayons  de  BecquereL— René-Vignier:  Sur  l'organisat.  et  la 
position  systémat.  du  genre  Sezannella  Mun.=:N"  19.— Lépine  et  Bou- 
lud;  Sur  le  glycose  proven,  du  sucre  virtuel  du  sang.— Constantin  et 
Poisson:  Sur  quelq.  plantes  á  caontch.  du  Sud  de  Madagascar.— Man- 
gin:  Observat.  sur  la  constit.  de  la  merabr.  des  Péridiuiens. — Dubard: 
Sur  la  délimit.  et  les  relat.  des  princip.  genres  d'IUipées.— Lubimenko: 
-  Influence  de  la  lumiére  sur  l'assimil.  des  reserves  organ.  des  graines 
et  des  bulbes  par  les  plantules,  au  cours  de  leur  germinat.— Mol- 
LiARD:  Sur  le  role  des  tubes  criblés. — Busquet  et  Pachón:  Sur  la  gran- 
deur  compar.  de  l'action  cardio-inhibitrice  de  divers  seis  de  potas- 
sium. — Modncyrat:  Du  fer  dans  les  tissus  végét.  et  anim.— Magnan: 
Extract.  des  pigments  cbez  les  Batraciens. — Janet:  Histog.  du  tissu 
adipeux  reempla^..  les  muscles  vibrat.  histolysés  aprés  le  vol  nuptial, 
cbez  les  reines  des  Fourmis  — Girardin  et  Nüssbaitm:  Sur  les  format. 
glaciaires  de  la  choux-d'Arlier.— Thoulet:  Sur  la  lithol.  océanogr.  des 
mers  ancrennes.=N°  20.— Nicolás:  Sur  la  respir.  des  organ.  végét. 
aériens  des  plantes  vascul.— Magnan:  Propriét.  des  pigments  cbez  les 
Batraciens.— Nepreü:  Sur  les  réactions  á  la  lumiére  du  tissu  de  rir¡s.= 
N°  21.— Zeiller:  Sur  le  flore  et  sur  les  niveaux  relaiifs  des  sondages 
houillers  de  Meurthe-et-Moselle.— Goris:  Sur  un  nouv.  principe 
cristall.  de  la  Kole  fraicbe. — Briot:  Sur  la  présure  du  figuier. — Rin- 
gelmann:  Mesure  du  travail  mécan.  fourni  par  les  boeufs  de  race 
d'Aubrac— Pellegrin:  Sur  la  gibbosité  frontale  chez  les  poiss.  du 
genre  Ftychochromis.—  Coutierk:  Sur  le  durée  de  la  vie  larv.  des  Eu- 
cyphotes.— Tissot:  Sur  le  séjour  et  le  travail  de  Thomme  dans  les 
atmosph.  irrespir.— Marage:  Travail  développé  pendant  la  phona- 
tion.— Berthon:  Contrib.  á  l'étude  des  oscillat.  du  riva^e  dans  la  baie 
du  Callao, — Déprat:  Les  volcans  du  Loudgoro  et  du  Campo  d'Ozieri 
(Sardaigne).— Bergeron:  Sur  les  domes  du  terrain  houiller  en  Lorrai- 
franí;;.— Hergesell:  L'explor.  de  l'atmosph.  libre  au-dessus  des  ré- 
gions  arctiques.—  Besson:  Nouv.  théor.  de  l'antbélie,  des  paranthélies 
et  de  halos  blancs  de  Bougner  et  d'Hévélius.  (Continuará.) 


Sesión  del  3  de  Julio  de  1907. 

PEESIDENCIA    DE   D.    JOSÉ    CASARES 

El  Secretario  accidental,  Sr.  Escribano,  leyó  el  acta  de  la 
sesión  anterior,  que  fué  aprobada. 

Se  dio  cuenta  del  fallecimiento  del  Excmo.  Sr.  D.  José  Muro 
y  López  Salg-ado,  Presidente  que  era  en  la  actualidad  de  la 
'Comisión  permanente  para  la  exploración  del  Noroeste  de 
Aírica  de  esta  Sociedad,  y  el  señor  Presidente  lamentó  en  sen- 
tidas frases  tan  sensible  pérdida,  recordando  el  celo  con  que 
siempre  había  defendido  los  intereses  de  la  Comisión  y  las 
muchas  atenciones  de  que  le  éramos  deudores.  La  Sociedad 
acordó  hacer  constar  en  el  acta  su  sentimiento  por  pérdida 
tan  dolorosa. 

Admisiones  y  presentaciones.— Quedaron  admitidos  como  so- 
cios numerarios  los  Sres.  D.  Juan  Nacle  Herrera,  y  D.  Fidel 
Fernández  Martínez,  de  Granada,  presentados  por  el  Sr.  Diez 
Tortosa,  Se  acordó  admitir  socio  correspondiente  al  profesor 
Lagerheim,  de  Estocolmo,  que  ha  tenido  la  atención  de  enviar 
numerosas  publicaciones  para  la  Biblioteca  de  la  Sociedad,  y 
que  se  considere  readmitido  D.  Francisco  Vidal,  Catedrático  de 
la  Facultad  de  Ciencias.  Se  hicieron  cuatro  nuevas  propuestas. 

Comunicaciones.— El  Secretario  leyó  una  comunicación  de  la 
Universidad  de  Upsala,  dando  las  gracias  por  cuanto  ha  hecho 
esta  Sociedad  en  honor  de  Linneo,  con  ocasión  del  2.°  cente- 
nario  de  su  nacimiento. 

— El  Sr.  Bolívar  pone  en  conocimiento  de  la  Sociedad  que 
ha  recibido  una  atenta  carta  del  señor  Ministro  de  Estado, 
acompañada  de  una  copia  de  las  cartas  de  Linneo  á  Loefling*, 
que  le  ha  sido  remitida  por  el  Representante  de  España  en 
Suecia,  como  consecuencia  de  las  g-estiones  hechas  con  oca- 
sión del  centenario  de  Linneo. 

En  la  carta  se  manifiesta,  por  encarg-o  de  la  Universidad  de 
Upsala,  que  las  cartas  todas  de  Linneo  van  á  ser  publicadas,  y 
que  formarán  varios  tomos,  los  cuales  aparecerán  sucesiva  y 
anualmente,  por  lo  que  no  pueden  facilitarnos  pruebas  im- 

T.  VII. -Julio,  1907.  18 


266  boletín    de    LA   EEAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

presas.  La  copia  á  máquina  que  nos  remiten  permitirá  hacer 
la  traducción  con  mucha  mayor  facilidad  que  sobre  los  propios 
autógTafos  existentes  en  el  Jardín  Botánico,  acordándose  dar 
las  gracias  al  señor  Ministro  de  Estado,  y  que  las  cartas  pasen 
á  la  Comisión  de  publicación. 

También  se  ha  recibido  una  carta  del  Sr.  Navarro  (D.  Sal- 
vador;, dando  las  g-racias  por  las  Memorias  en  honor  de  Lin- 
neo,  que  se  le  facilitaron  para  la  Biblioteca  de  Villanueva  y 
Geltrú,  y  para  el  señor  Cónsul  de  Venezuela  en  Madrid. 

— El  Sr.  Rivas  Mateos  remite  para  su  publicación  la  siguien- 
te nota: 

«Acompañando  á  mi  querido  maestro  Sr.  Lázaro  é  Ibiza.  que 
representaba  al  Gobierno  español,  á  la  Universidad  Central  y 
á  la  Real  Academia  de  Ciencias,  yendo  yo  en  representación 
de  esta  Real  Sociedad  española  de  Historia  natural,  asisti- 
mos á  las  fiestas  del  2.°  centenario  del  nacimiento  del  gran 
naturalista  Carlos  Linneo,  verificadas  en  Upsala  y  Estocolmo 
en  los  días  del  al  25  del  pasado  mes  de  Mayo. 

Al  centenario  concurrieron  los  naturalistas  más  eminente» 
de  los  demás  países,  contribuyendo  á  realzar  más  las  fiestas  en 
honor  del  gran  maestro. 

El  23  fueron  inauguradas  las  fiestas  en  el  hermoso  paranin- 
fo de  la  Universidad  de  Upsala,  con  asistencia  de  la  familia 
Real  de  Suecia,  en  cuyo  acto  las  representaciones  extranjeras 
leyeron  mensajes,  inspirados  todos  ellos  en  el  vehemente  de 
seo  de  estrechar  los  lazos  de  unión  entre  todos  los  hombres  de- 
dicados al  estudio  de  la  ciencia,  y  destacándose  la  admiración 
hacia  el  hombre  genial  que  en  el  siglo  xviii  supo  fundamen  - 
tar  y  dar  orientación  sólida  á  las  Ciencias  Naturales. 

Por  la  noche  se  verificó  en  la  Universidad  una  espléndida 
recepción  en  honor  de  los  delegados  extranjeros,  contribuyen- 
do á  darla  esplendor  la  familia  Real  y  la  alta  sociedad  de  Up- 
sala y  Estocolmo. 

Al  día  siguiente,  24  de  Mayo,  se  verificó  la  ceremonia  de 
conferir  el  grado  de  Doctor  honorario  á  distinguidos  represen- 
tantes extranjeros,  siendo  agraciado  con  tan  honroso  distinti- 
vo nuestro  compañero  Sr.  Lázaro,  que  lo  fué  en  la  Facultad  de 
Filosofía.  Este  acto  se  realizó  en  la  catedral  de  Upsala,  y  fué, 
sin  duda  alguna,  lo  más  grandioso  y  emocionante  de  la  fiesta 
linneana.  Los  estudiantes  desfilaron  con  sus  estandartes  por 


DE   HISTORIA    NATURAL.  267 

delante  de  los  doctores  honorarios,,  siendo  el  conjunto  de  lo 
más  bello  que  imag-inarse  puede. 

El  25  continuaron  las  fiestas  en  Estocolmo:  por  la  mañana 
solemne  sesión  en  la  Real  Academia  de  Ciencias,  y  por  la  tar- 
de recepción  en  el  Palacio  Real, 

Los  representantes  españoles  no  podemos  estar  quejosos:  el 
nombre  de  España  era  mirado  con  profunda  simpatía;  todos 
concedían  á  nuestra  raza  aptitudes  envidiables  para  el  pro- 
greso, y  todos,  en  fin,  dieron  á  la  representación  española 
puesto  preferente. 

En  nombre  propio  y  en  el  de  mi  maestro,  el  Sr.  Lázaro,  hace- 
mos desde  aquí  pública  manifestación  de  reconocimiento  pro- 
fundo hacia  todos  aquellos  ilustres  hombres  cong-reg-ados  en 
honor  del  g-ran  naturalista  Carlos  Linneo.» 

— El  Sr.  Rodríguez  Mourelo  recuerda  que  por  iniciativa  del 
Museo  de  Historia  natural,  de  París,  se  proyecta  elevar  en  el 
Jardín  de  Plantas  de  dicha  capital  un  monumento  al  insigne 
naturalista  Lamarck,  y  manifiesta  la  conveniencia  de  que  la 
Sociedad  figure  en  la  lista  de  suscripción,  acordándose  contri- 
buir á  ella  con  cien  francos. 

Comisión  del  Noroeste  de  África. — Las  últimas  noticias  recibi- 
das de  los  expedicionarios  en  Canarias  proceden  de  Arrecife  y 
son  del  12  de  Julio.  D.  Eduardo  Hernández-Pacheco  y  D.  Fran- 
cisco Aranda  y  Millán,  que  forman  la  Comisión  encargada  de 
estudiar  la  geolog'ía  de  estas  islas,  se  mostraban  satisfechos  de 
las  facilidades  que  allí  han  encontrado,  merced  á  las  recomen- 
daciones de  que  iban  provistos.  A  la  fecha  de  la  carta  última 
llevaban  recorrida  una  tercera  parte  de  la  isla,  haciendo  de 
ella  un  estudio  muy  detenido,  habiendo  encontrado  mucho 
interesante  que  señalar,  aunque  por  los  mapas  de  Hartung  y 
Sapper  parezca  que  todo  estaba  estudiado.  El  mapa  geológico 
que  se  haga,  como  resultado  de  esta  exploración,  contendrá 
muchas  rectificaciones  y  datos  omitidos,  entre  ellos  los  rela- 
tivos á  los  volcanes  que  hicieron  erupción  en  1824. 

Han  dividido  el  estudio  de  aquella  isla  en  cuatro  partes  que 
corresponden  á  otras  tantas  zonas:  1.%  el  Centro,  partiendo  de 
Arrecife;  2.*,  el  Sur,  siendo  centro  de  operaciones  Yaiza  y  luego 
Femés;  3.*,  el  Norte,  centro  Haría;  y  4.',  las  isletas  Aleg'ranza, 
Graciosa,  Montaña  Clara  y  Roques  de  E.  y  del  W. 


268  boletín    de    LA   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Para  la  primera  han  realizado  tres  expediciones,  y,  á  la  fe- 
cha en  que  escriben,  salían  para  el  Sur.  Llevan  recog"ida  g-ran 
cantidad  de  materiales,  de  rocas  y  minerales  y  algunos  insec- 
tos, aun  cuando  éstos  escasean  mucho,  por  no  ser  muy  á  pro- 
pósito para  ellos  aquel  suelo  formado,  en  g-ran  parte,  de  lava 
y  lapilli,  y  haber  sido  el  año  sumamente  seco. 

El  Sr.  Martínez  Escalera  se  halla  en  Casablanca  sin  haber 
podido  realizar  su  viaje  al  Atlas,  á  pesar  de  haberlo  intentado 
por  varios  caminos,  por  efecto  de  la  situación  del  país;  prime- 
ro lo  intentó  por  el  Kureimat,  lueg'o  desde  Chichana,  y,  por 
fin,  también  lo  intentó  sin  lograrlo  por  el  Sur;  pues  no  pudo 
pasar  al  Sus  por  el  Gueluli,  como  se  proponía.  El  colector  José 
Martínez,  que  quedó  en  Marraquesh,  sin  g-ran  exposición, 
llegó,  por  fin,  á  Mazag-án,  desde  donde  salió  para  Rabat. 
Lleva  recogidos  más  de  10.000  coleópteros,  entre  los  que  le  pa- 
rece hay  mucho  interesante.  En  cambio,  de  reptiles  y  otros  ani- 
males ha  encontrado  poco,  por  la  impedimenta  que  requiere 
su  captura  y  la  dificultad  de  procurárselos  sin  despertar  sos- 
pechas en  los  moros:  Entre  las  especies  que  enumera  se  cuen- 
tan once  de  Zo7ia'bris  y  nueve  de  Acmaeodera,  y  esperaba  le 
bajasen  del  Ourika  dos  cabras  monteses  vivas  que  le  tienen 
g-uardadas. 

La  situación  política  es  muy  complicada  y  difícil  sin  que  se 
la  considere  g-rave;  la  sobreexcitación  de  los  naturales  es  tan 
g-rande,  que  por  los  caminos  se  ven  correr  caballos  abandona- 
dos y  asomar  las  cabezas  de  los  moros  por  las  bardas  de  los 
corrales,  escondiéndose  en  seguida  que  son  vistos;  las  autori- 
dades impiden  cuanto  pueden  el  paso  de  los  europeos,  para 
evitarse  complicaciones,  aunque  en  realidad  nada  ocurre. 

Notas  varias. — El  Sr.  Gredilla  presentó  un  voluminoso  tra- 
bajo inédito  del  difunto  botánico  Sr.  Zubia,  y  explica  la  im- 
portancia de  aquél  para  el  mejor  conocimiento  de  la  Flora 
de  nuestro  país,  y  especialmente  de  la  región  septentrional. 
Dicho  trabajo  pasó  á  la  Comisión  de  publicación. 

Añadió  el  Sr.  Gredilla  que  el  herbario  que  poseía  dicho  se- 
ñor Zubia  se  está  distribuyendo  conforme  á  las  disposiciones 
de  este  último,  en  tres  lotes,  uno  de  los  cuales  pasará  á  enri- 
quecer las  valiosas  colecciones  de  nuestro  Jardín  Botánico. 

— El  Sr.  Fernández  Navarro  dio  noticia  de  que  en  el  número 


DE    HISTORIA   NATURAL.  269 

22  del  Natunvissenscha/liche  Wochensclirift,  de  Berlín  (2  de  Ju- 
nio de  1907),  se  reproduce  en  alemán  el  interesante  trabajo  de 
nuestro  consocio  Sr.  Calderón  «Sobre  la  tendencia  al  equilibrio 
molecular  en  el  mundo  mineral»,  publicado  en  el  tomo  iv  de  la 
Revista  de  ¡a  Real  Academia  de  Ciencias.  Siendo  muy  poco  fre- 
cuentes en  nuestra  literatura  científica  los  trabajos  de  la  índole 
del  mencionado,  lo  es  mucho  menos  el  hecho  de  que  merezcan 
de  los  extranjeros  el  honor  de  ser  reproducidos.  Por  eso  es  muy 
dig-no  de  señalar  el  hecho  que  dice  mucho  en  honor  de  nuestro 
sabio  consocio,  cuya  modestia  no  he  dudado  en  ofender  á  cam- 
bio de  la  satisfacción  que  con  la  noticia  procuro  á  la  Socie- 
dad, la  cual  no  puede  menos  de  ver  con  g-usto  tan  merecida 
distinción. 

— A  continuación,  el  mismo  Sr.  Fernández  Navarro  presentó 
un  trabajo  titulado  Datos  geológicos  acerca  de  las  posesiones  es- 
pañolas del  Norte  de  África.  Es  el  fruto  de  los  estudios  llevados 
á  cabo  por  el  autor  en  aquellas  localidades  por  encargo  de  la 
Comisión  del  Noroeste  de  África  y  comprende  cuatro  Memorias 
acerca  de  Ceuta,  Alhucemas  y  el  Peñón  de  Velez  de  la  Gome- 
ra, Chafarinas  y  Alborán,  además  de  un  apéndice  sobre  los 
terremotos  en  las  inmediaciones  de  Melilla.  Esta  memoria,  que 
va  acompañada  de  numerosos  dibujos  y  fotografías,  pasó  á  la 
Comisión  de  publicación. 

También  se  presento  por  el  Secretario  un  trabajo  del  señor 
Graiño  (D.  Celestino),  titulado  Fauna  ornitológica  de  la  iwomn- 
cia  de  Asturias,  que  pasó  á  la  Comisión  de  publicación. 

Notas  Mhliográficas. — El  Sr.  Calderón  leyó  las  siguientes: 

Pilz  (Richard). — Die  Bleiglanzlagerstlitten  von  Macarrón  in 
Spanien.  (Los  yacimientos  de  galena  de  Mazarrón  en  España.) 
Tesis  doctoral.  Freiberg,  1907.  Con  17  figuras  intercaladas; 
en  8.°. 

Empieza  el  autor  por  ocuparse  de  la  situación  de  Mazarrón 
en  una  regñón  tectónica  de  gran  actividad  en  la  época  tercia- 
ria, asentada  en  el  interior  de  la  zona  de  plegamientos  que 
corre  del  Atlas  y  la  cordillera  Bética  á  través  del  Apenino. 

Forman  el  suelo  pizarras  arcaicas  de  moscovita,  sericita, 
cuarcita,  anfíbol  y  arcilla,  fuertemente  plegadas,  y  sobre  ellas 
reposa  una  caliza  desprovista  de  fósiles,  probablemente  de  edad 
triásica.  Estas  formaciones  son  atravesadas  por  una  andesita 


270  boletín    de    LA   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

micáceo-piroxénica  que  pasa  á  trechos  á  dacita  mediante  la 
adición  de  cuarzo,  y  que  á  menudo  lleva  como  accesorios  cor- 
dierita, g-ranate  y  espinela,  rocas  éstas  ya  descritas  por  Quiroga 
y  Osann.  Cerca  de  la  superficie  se  encuentran  productos  de 
descomposición  normales,  como  son  caoliu  y  sericita  en  la 
proximidad  de  las  gangas  metalíferas  que  estudia  el  autor,  y 
formaciones  de  alumbre  junto  á  las  zonas  de  hierro.  Los  sedi- 
mentos terciarios  más  modernos  pertenecen  probablemente  al 
Pliocénico. 

Acontecen  en  las  minas  de  Mazarrón,  con  frecuencia,  des- 
prendimientos á  modo  de  explosiones  gaseosas  de  ácido  carbó- 
nico, de  las  cuales  se  ocupa  el  autor.  Teniendo  en  cuenta  la 
falta  actual  de  manifestaciones  volcánicas  en  el  país,  y  la 
abundancia  de  sulfatos  que  contienen  las  aguas  de  los  ma- 
nantiales, busca  el  origen  de  los  desprendimientos  en  la  acción 
del  ácido  sulfúrico,  debido  á  la  alteración  de  las  piritas,  sobre 
las  calizas  circundantes. 

Las  minas  que  merecen  explotarse  están  confinadas  á  la 
parte  ocupada  por  las  dacitas,  siendo  muy  pobres,  sin  excep- 
ción, las  menas  de  las  otras  rocas  andesíticas;  solo  hay  algo  de 
hierro  en  el  contacto  de  las  masas  eruptivas  con  las  pizarras 
cristalinas.  Los  filones  metalíferos,  que  tienen  en  la  profundi- 
dad espesores  de  medio  á  un  metro,  se  ramifican  cerca  de  la 
superficie  en  un  cúmulo  (stockiver/i)  de  pequeños  detritus.  Por 
todas  partes  cruzan  la  roca  venas  arcillosas  simulando  filones 
ó  sa  Iban  das. 

La  mena  principal  es  galena  argentífera,  y  al  lado  de  ella 
blenda,  pirita,  marcasita  y  calcopirita.  Las  piritas  contienen 
algo  de  plata,  lo  que  no  sucede  en  las  blendas.  Las  gangas 
son  principalmente  de  hierro  espático  y  dolomita  ferrífera, 
siendo  insignificantes  las  de  espato  pesado  y  cuarzo.  Entre  los 
minerales  secundarios  (hematites,  cerusita,  yeso,  sulfato  de 
magnesia,  vitriolo,  etc.),  el  más  importante  es  la  magnetita, 
aunque  sólo  se  encuentra  en  la  superficie  de  las  gangas  de 
marcasita  como  producto  de  transformación  de  la  siderita. 
Probablemente  el  desprendimiento  de  calor,  producido  por  la 
alteración  de  la  marcasita,  ha  operado  el  cambio  del  carbo- 
nato en  oxídulo  (magnetita),  que  aparece  hoy  en  su  mayor 
parte  como  óxido  (oligisto).  Las  rocas  cercanas  están  impreg- 
nadas frecuentemente  de  pirita.  La  zona  superior  es  rica  en 


DE   HISTORIA  NATURAL.  271 

blenda,  la  inedia  en  g-alena  y.  la  inferior  en  pirita.  Se  observa 
enriquecimiento  donde  están  cortadas  las  venas  arcillosas  ó 
donde  éstas  acompañan  al  contacto  de  la  dacita  con  las  g-lebas 
de  pizarra,  y  en  ocasiones,  también  dentro  de  estas  últimas. 

Los  criaderos  de  Pedreras  Viejas  difieren  de  todos  los  demás. 
Aquí  las  menas  ricas  de  plomo  arman  en  el  contacto  de  una 
caliza  dolomítica  con  una  pizarra  anñbólica,  parte  en  la  pri- 
mera y  parte  en  laseg-unda.  También  es  metalífero  el  contacto 
inmediato  de  la  andesita  cuarcífera  con  la  caliza. 

Termina  el  trabajo  con  una  recapitulación  de  los  resultados 
teóricos  á  que  llega  en  él  y  con  noticias  referentes  á  la  explo- 
tación é  historia  de  las  minas  del  distrito  de  Mazarrón. 

A  propósito  de  esta  nota  hablaron  los  Sres.  Gredilla,  Mourelo 
y  Bolívar,  haciendo  notar  la  vitriolización  que  se  observa  en 
las  junturas  de  la  verja  del  Palacio  de  la  Biblioteca  y  Museos, 
probablemente  debido  á  la  naturaleza  del  cemento  empleado, 
en  el  que  entraba  el  azufre.  El  Sr.  Mourelo  recuerda  que  dicho 
fenómeno  también  se  observa  en  el  sulfuro  de  níquel,  y  que  el 
Sr.  Casares,  padre  de  nuestro  Presidente,  ya  se  aprovechaba 
de  él  para  la  separación  de  este  metal.  Añade  el  Sr.  Azpeitia 
que  en  Mazarrón  ocurre  con  bastante  frecuencia  algo  seme- 
jante, y  es  frecuente  observar  hermosos  cristales  de  yeso  so- 
bre las  fortificaciones  romanas  que  existen  en  dicha  ciudad. 

Termier  (P.) — Sur  Ja  structtire  géologique  de  la  CordilUre  can- 
iahrique  dans  la  province  de  Santander.  Compt.  rend.  Ac.  Se, 
vol.  cxLi,  1905,  páginas  920-922. 

Según  las  investigaciones  y  modo  de  interpretar  la  tectónica 
de  la  provincia  de  Santander  por  el  autor,  toda  ella  es  un  país 
de  mantos,  de  fecha  posterior  al  Nummulítico,  puesto  que  la 
caliza  de  éste  se  halla  encajada  en  la  serie  de  los  pliegues. 
Dicha  estructura  se  prolonga  por  el  territorio  de  Asturias.  La 
cuenca  cretácea  de  Oviedo  no  es  más  que  una  ondulación  sin- 
clinal  de  la  serie  de  capas  apiladas  y  el  gran  macizo  paleozoico 
que  se  prolonga  al  Sur  de  Oviedo,  la  cadena  de  los  Picos  de 
Europa  consiste,  según  el  autor,  en  un  caparazón  que  oculta 
mantos  más  profundos. 


2-2         boletín  de  la  REAL  SOCIEDAD  ESPAÑOLA 


Notas  y  comunicaciones. 


Excursiones  por  los  alrededores  de  la  Sierra  del  Cid 

POB 

DANIEL   JIMÉNEZ    DE    CISNEROS 

El  día  2  de  Mayo  último,  y  en  compañía  de  los  alumnos  se- 
ñores Gómez  Llueca  y  Andreu,  salimos  de  la  estación  deMon- 
forte-Gabarrera,  á  las  siete  y  media  de  la  mañana,  dirig'iéndo- 
nos  al  extremo  oriental  de  la  Sierra  del  Cid.  Nos  proponíamos 
lleg-ar  al  pueblo  de  Petrel,  rodeando  g-ran  parte  de  la  Sierra  y 
reconocer  al  mismo  tiempo  las  porciones  E.,  NE.  y  N.  que  nos- 
eran  completamente  desconocidas.  Seg'uimos  primero  el  cami- 
no ya  recorrido  en  nuestra  excursión  de  25  de  Noviembre  últi- 
mo, hasta  lleg'ar  al  pequeño  barranco  de  ¡a  Mama,  donde  no& 
detuvimos  para  recog-er  alg-unos  fósiles  {Rhynchonella  y  OrM- 
tolma),  todo  el  trayecto  recorrido  parece  pertenecer  al  Aptense^ 
formado  por  areniscas  de  color  g-ris  verdoso  con  puntos  de 
mica;  pero  en  alg-unos  sitios,  como  las  inmediaciones  de  la  aldea 
de  Pozo  Blanco,  el  terreno  toma  un  tinte  amarillento  claro,  de 
donde  hemos  retirado  braquiópodos,  pequeños  equinodernos 
y  alg-unas  ostras.  La  capas  parecen  buzar  al  SSE.  con  una  pen- 
diente de  25  á  26°  que  simula  ser  constante  hasta  el  pie  mis- 
mo de  la  Sierra,  en  donde  se  produce  una  dislocación  buzando 
desde  allí  al  NNW.  ó  al  NW.  en  alg-unos  puntos  más  distantes. 
Cavanilles  ya  hace  notar  que  la  Sierra  tiene  sus  capas  incli- 
nadas al  N. 

La  excursión  á  que  me  estoy  refiriendo  tenía  para  nosotros 
el  doble  objeto  de  reconocer  estos  lug-ares  y  cerciorarnos  si  la 
Sierra  del  Cid  forma  parte  del  macizo  montañoso  que,  empe- 
zando en  el  Maig-mó,  se  extiende  hasta  esconder  sus  crestas  al 
norte  de  la  Sierra  del  Cid.  Salimos  á  las  once  de  la  mañana  del 
barranco  y  nos  dirig"imos,  faldeando  hacia  el  E.,  hasta  lleg-ar 
á  una  pequeña  g-arg-anta,  desde  la  cual  se  divisa  todo  el  valle 
que  dejamos  al  S.  Enasta  parte,  las  areniscas  toman  un  color 
muy  claro  sin  dejar  de  ser  micáceas,  y  abundan  extraordina- 


DE    HISTORIA   NATURAL.  27 

riamente  las  RJiynchoneUa,  hasta  el  punto  de  recog-er  más  de 
un  centenar  en  pocos  minutos. 

Descendimos  á  la  parte  oriental,  dando  vista  á  una  serie  de 
quebradas  de  g-ran  altura,  que  son  las  que  á  larg-a  distancia 
simulan  el  rostro  del  Cid.  La  tierra  es  completamente  innace- 
sible  por  este  punto  y  dos  pequeños  barrancos  conducen  las 
ag'uas  pluviales  hasta  incorporarse  á  otro  mayor  que  tiene  su 
orig-enalnortedela  Sierra.  Seg-uimos  encontrando  en  estos  pun- 
tos los  mismos  fósiles  citados,  alg-unas  terebrátulas  ig-uales  ti- 
las citadas  por  M.  Nicklés  en  Sierra  Helada  y  un  trozo  de  am- 
monites  idéntico  al  que  encontramos  cerca  de  Cabo  Albir.  La 
falda  oriental  es  también  aptense,  y  la  inclinación  de  los  estra- 
'tos  (26°)  y  su  composición  recuerdan  las  de  la  vertiente  S. 


1S( 


Disposición  de  las  capas  del  Maig-mó,  visto  desde  el  extremo  SE.  del  Cid. 

Continuamos  nuestro  paseo,  y  teniendo  á  la  vista  el  Maig-mó, 
pudimos  ver  con  toda  claridad,  gracias  á  unos  buenos  g-eme- 
los,  la  interesante  estratificación  de  esta  montaña.  Cerca  de  la 
base  y  sobre  el  Triásico,  se  alzan  los  estratos  con  mucha  incli- 
nación, buzando  al  N.  próximamente.  Hacia  la  mitad  de  la 
altura,  los  estratos  forman  una  curva  con  inclinación  menor  y 
en  el  vértice  de  la  montaña  adquieren  de  nuevo  g-ran  pendien- 
te, 1q  que  explica  á  un  tiempo  la  forma  de  la  cumbre,  las  ob- 
servaciones que  acerca  de  ella  hace  Cavanilles  y  lo  que  vimos 
en  nuestra  ascensión.  Tres  días  después,  el  5  de  Mayo,  he  lle- 
gado hasta  la  base  del  Maigrnó,  y  desde  la  finca  llamada  La 
Sarganella  he  podido  ver  algo  de  la  estratificación,  así  como 
la  correspondencia  que  parece  existir  entre  sus  capas  y  las  que 
coronan  la  Sierra  del  Ventos,  situada  al  S.  del  Maig-mó  y  sepa- 
rada de  él  por  una  profunda  cañada  por  cuyo  fondo  corre  el 
Barranco  Manco,  abierto  en  la  masa  misma  del  Keuper  que 
sirve  de  asiento  á  las  dos  sierras  citadas.  Nada  puedo  decir 


•271  BOLETÍN    DE    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

aún  respecto  de  la  edad  de  estas  capas;  pero  el  reconocimiento 
del  vértice  del  Ventos  nos  dará  luz  en  el  asunto,  limitándome 
al  presente  á  manifestar  mi  sospecha  de  que  se  trata  de  forma- 
ciones infracretáceas. 

Descansamos  unos  minutos  en  la  casa  de  Esteve  y  nos  ente- 
ramos que  aún  no  habíamos  andado  la  mitad  del  camino.  Des- 
cendimos después  al  lecho  de  un  profundo  barranco  que  reúne 
las  ag-uas  de  la  parte  oriental  y  norte  del  Cid  y  la  de  otros  pe- 
queños barrancos  que  salen  de  las  peñascosas  inontañas  que 
tenemos  al  N.  Estas  cumbres  reciben  el  nombre  de  Peñas  Man- 
tesas, y  aunque  en  la  carta  del  Sr.  Coello  se  desig-nan  con  este 
nombre  las  cumbres  situadas  al  N.  del  Maig-mó,  todas  las  per- 
sonas á  quienes  he  preg-untado  acerca  de  esto  sostienen  que  es 
un  error  del  mapa,  y  el  barranco  que  recibe  las  ag'uas  antes 
dichas  recibe  el  nombre  de  larranco  del  Forn  del  vidre.  Por  su 
cauce  hemos  seguido  un  breve  espacio  de  tiempo  hasta  alcan- 
zar una  senda  que  conduce  por  ásperas  pendientes  hasta  las 
estrechas  cañadas  que  separan  el  Cid  de  las  Peñas  Montesas. 
El  horizonte  queda  limitado  á  unos  cuantos  cientos  de  metros, 
y  la  naturaleza  del  suelo  cambia,  presentándose  unas  marg-as 
arcillosas  de  color  muy  claro,  por  entre  las  que  asoman  á  tre- 
chos manchas  del  triásico,  con  sus  marg-as  irisadas  y  sus  ye- 
sos rojos  cuarcíferos.  Hacia  las  dos  de  la  tarde  lleg-amos  á  una 
casa  llamada  la  Veníeta,  y  allí  nos  dijeron  que  había  que  su- 
bir aún  cerca  de  una  hora  hasta  llegar  al  Collado  Aq\^ Madra- 
ha  (1),  y  después  de  descansar  unos  momentos  continuamos 
nuestra  marcha  al  W.,  sobre  una  manchita  triásica  hasta  lle- 
^■ar  á  una  loma  desde  la  que  se  divisan  ias  Peñas  Montesas,  como 
un  hacinamiento  de  rocas.  En  uno  de  los  g-randes  cortes  que  dan 
frente  al  W.  los  alumnos  me  hicieron  notar  la  extraña  dispo- 
sición de  las  capas  puestas  al  descubierto.  Allí  hay  un  anti- 
clinal, no  muy  g-rande,  pero  de  muy  buen  efecto,  disting-uién- 
dose  bien  dos  horizontes  que  pertenecen  al  Aptense. 

Seguimos  después  por  el  lecho  de  un  pequeño  barranco  que 
no  es  otro  que  el  del  Forn  del  vidre  en  su  comienzo.  De  esta 
manera  doblamos  la  punta  NE.  del  Cid,  casi  al  pie  mismo  de 
sus   inaccesibles  picos,  entrando  á  poco  de  haber  subido  por 


(I)    Almadraba^  pronunciaban  algunos;  pero  en  el  mapa  del  Sr.  Coello  se  lee  Ma- 
draba,  conforme  oí  pronunciar  tambiéa  en  Petrel. 


DE    HISTORIA    NATURAL.  275 

una  estrecha  senda  sumamente  pendiente  en  una  mancha  de 

marg-as  arcillosas  blanquecinas  que  ocultan  al  Triásico.  Este  es 

el  punto  más  interesante  de  la  excursión,  que  está  situado  al 

N.  39°  E.  del  pico  más  elevado  del 

Cid,  y  en  las  proximidades  del  Co-       3.  \j  q 

Hado  de  la  Madraba  empezamos  á 

encontrar  abundancia  de  belerani- 

tes,  entre  ellos  una  especie  que  pa 

rece  referirse  al  B.  Mcanaliculatiis 

Blainv.  y  otra  de  menor  tamaño  al     Beiemiutes  del  coUado  de  la  Ma- 

_,      7.  ...         T-,,    .  -1  draba.— a,  Extremo  del  rostro  de  un 

B.    hparUtnS   BlamV.,    ambas    neo-    pequeño  ¿eto«/»7.í  que  se  asemeja 

COmienseS.    Del    mismo   sitio   prOCe-    á  un  Aceinocamax.-b,BelemHÍtesbi- 

.  .11  partibus  Blainv.  (Sección  un  poco 

den  otros  belemnites,  siendo  de  no-  aumentada.)-^,  sección  de  un  ¿Je- 
tar una   especie    un   tanto   deprimi-    ¿íí»)«fe?  de  tres  surcos  con  la  cavi- 
^  '■  _     dad  del  fragmento  excéntrica. 

da,  de  regular  tamaño,  con  un  li- 

g-ero  surco  y,  finalmente,  otra  de  sección  circular,  cuyo  ros- 
tro termina  en  una  punta  redondeada,  provista  de  un  pequeño 
apéndice  que  recuerda  el  g-én.  BelemniteUa  del  Cretáceo  su- 
perior. 

Del  mismo  sitio  procede  un  AjJÜckus,  que  ya  M.  Niklés  cita 
en  el  Rincón  de  los  Santos  (ladera  oriental  de  Foncalent);  es  el 
ApUcMs  angiUicos'atíis,  que  también  hemos  encontrado  en  el 
mismo  sitio,  aunque  no  es  muy  frecuente.  Entre  los  ammoni- 
tes  fig-uran  los  g-éneros  OJcostephanus,  PiilchelUa,  HopUtes  y 
Desmoceras;  este  último  en  pirita.  En  lo  más  alto  del  Collado 
encontramos  dos  trozos  no  determinables  que  debían  pertene- 
cer á  individuos  de  g-ran  tamaño.  También  encontramos  alg'u- 
nas  terebrátulas  que  recuerdan  la  T.  tamarindiis. 

El  collado  de  la  Madraba  alcanza  una  altitud  que  estimo 
próxima  á  800  metros.  Por  esta  parte  la  Sierra  del  Cid  se  une 
á  los  CasieUarets,  que  á  su  vez  están  unidos  á  las  peñas  Mon- 
tesas  y,  por  consig-uiente,  al  macizo  montañoso  á  que  pertene- 
ce el  Maig-mó,  siendo  este  último  y  el  Cid  los  puntos  extremos 
y  más  elevados.  En  el  collado  de  la  Madraba  se  separan  las 
ag-uas,  yendo  hacia  el  E.  las  que,  reunidas  en  el  barranco  del 
Forn  del  Vidre,  contribuyen  á  aumentar  el  caudal  de  la  ram- 
bla de  las  Ovejas,  que  vierte  á  dos  kilómetros  precisamente  al 
W.  de  Alicante,  formando  un  delta,  muy  pequeño,  pero  per- 
fectamente definido.  Las  ag-uas  pluviales  que  desde  el  collado 
se  dirig-en  al  \V.  forman  primero  el  barranco  de  la  Madraba, 


276  BOLETÍN    DE    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

trihntm'io  déla  ramljla  de  Plisa,  que  lleva  sus  avenidas  para 
aumentar  el  caudal  del  Vinalapó, 

Eran  ya  más  de  las  cuatro  de  la  tarde  cuando  empezamos  el 
descenso  del  collado  para  dirig-irnos  á  Petrel.  Al  entrar  en  los 
comienzos  del  barranco  de  laMadraba,  el  Neocomiense  cede  su 
puesto  al  Triásico,  y  antes  de  unirse  este  barranco  con  la  citada 
rambla  de  Pusa  aparecen  g-ruesos  bancos  calizos  casi  vertica- 
les, pero  en  los  arrastres  del  barranco  se  encuentran  aún  fósi- 
les neocomienses,  siendo  dig-no  de  citar  un  pequeño  trozo  pi- 
ritoso que  parece  debe  referirse  al  BaciiUtes  neocomiensis  d'Orb., 
especie  ya  citada  en  el  Neocomiense  de  Sierra  Mediana.  Apro- 
vechando la  sombra  de  un  escarpe,  en  que  se  presentan  masas 
de  loess  y  aluviones  antig-uos,  nos  sentamos  al  pie  de  unas 
rocas  que  juzg-amos  aptensesá  primera  vista,  aprovechando 
este  breve  descanso  para  comer,  no  siendo  poca  nuestra  sorpre- 
sa al  encontrarnos  con  buena  porción  de  N'mmniilites,  pudien- 
do  decirse  que  aquí  comienza  la  mancha  de  terreno  Nurarau- 
lítico  que  se  extiende  por  los  alrededores  de  Petrel  y  Elda,  ga- 
nando en  importancia  hacia  el  poniente  del  Cid  en  donde  se 
encuentran  las  arcillas,  primera  materia  de  las  fábricas  de  ce- 
rámica de  Petrel.  El  lavado  de  estas  arcillas  da  una  g-ran  can- 
tidad de  nummulites. 

Bien  hubiéramos  querido  visitar  el  Eoceno  de  Petrel;  pero 
estando  próxima  labora  de  salida  del  tren,  apresuramos  nues- 
tra marcha,  entrando  en  Petrel  cerca  de  las  seis  de  la  tarde. 
Habíamos  recorrido  desde  la  estación  de  Monforte,  30.170  pasos. 

Datos  relativos  d  la  constitución  de  la  sierra  del  Cid.—L^  sie- 
rra del  Cid  compone  un  extenso  trapezoide,  presentando  su- 
mamente escarpados  los  lados  del  S.,  E.  y  N.,  siendo  accesible 
solo  por  el  AV.  Sus  capas  están  inclinadas  al  NNW.  como  direc- 
ción g-eneral,  y  por  esta  razón,  vista  desde  la  línea  férrea  y  an- 
tes de  Ueg-ar  á  la  estación  de  Monforte,  aparece  su  ladera  Sur 
como  formada  por  capas  horizontales,  próximamente,  puesto 
que  se  las  ve  en  el  sentido  de  su  dirección;  pero  aproximándo- 
se ala  Sierra  aparecen  éstas  con  suave  pendiente  hacia  el 
WNW.,  sin  que  sea  esta  tampoco  su  verdadera  pendiente  que 
viene  á  ser  unos  26°  hacia  el  NNW.,  como  se  ha  dicho  más  arri- 
ba. Esta  disposición  de  las  capas  hace  ver  que  á  ig-ualdad  de 
altura,  la  parte  oriental  es  inferior  3'  la  occidental  la  superior. 
Si  la  ladera  Sur  no  contara  con   escarpes  tan  rápidos,  podría 


DE    HISTORIA   NATURAL.  277 

medirse  con  toda  exactitud  el  espesor  y  disposición  detallada 
de  sus  diversos  estratos.  La  masa  principal  es  aptense,  distin- 
4^'uiéudose  bien  tres  formaciones.  La  inferior,  constituida  por 
areniscas  micáceas  de  un   o-r¡s  verdoso  claro,  con  numerosas 
RliíjnchoneUa,   Orditolina,    Ostrea,   etc.  En  este  sitio  se  abre 
el  barranco  de /«  ü/flimrt,  que  no  es  otra  cosa  que  una  g-ran 
quebradura  que  separa  un  cono  apezonado,  forma  que  le  ha 
valido  el  nombre  con  que  le  desigman  en  la  localidad.  Encima 
de  estas  areniscas  se  extiende  una  formación  caliza,  muy  g-rue- 
sa,  de  color  amarillento  rojizo,  y  que  efecto  de  su  mayor  resis- 
tencia á  los  agentes  destructores  lia  producido  las  grandes  que- 
bradas que  vuelven  inaccesible  la  sierra  por  tres  de  sus  lados. 
Estas  calizas  encierran  abundancia  extraordinaria  de  orbito- 
linas,  sobre  todo  en  su  parte  inferior,  Teréhratula,  Janira,  al- 
g-ún  amraonites  etc.,  siendo  de  lamentar  que  su  extraordinaria 
resistencia  no  permita  extraer  los  fósiles  en  buen  estado.  Su- 
periormente se  encuentran  capas  de  caliza  granuda,  con  pun- 
tos brillantes  y  de  color  claro,  blanco  en  algunos  sitios,  con 
muy  raros  fósiles.  Estas  tres  formaciones  se  extienden  parale- 
lamente, dividiéndose  en  estratos,  cuyas  diferencias  no  hemos 
podido  apreciar  por  las  dificultades  de  la  ascensión. 

Como  la  faja  de  caliza  fuerte  amarillenta  aparece  al  nivel  de 
la  base  hacia  la  parte  occidental,  reconocimos  en  13  de  Diciem- 
bre el  profundo  barranco  que  de  allí  sale,  encontrando  todo  él 
■abierto  en  la  caliza,  de  la  que  apenas  pudimos  extraer  fósi- 
les; pero  á  la  parte  S.  del  Cid,  y  como  á  unos  seis  kilómetros, 
se  extiende  una  serie  de  pequeñas  colinas,  que  son  como  la 
continuación  de  las  capas  de  la  sierra  y  que  forman  anticlinal 
con  ella.  Estas  colinas  componen  la  Loma  Reona,  otra  pequeña 
serreta  cortada  por  la  línea  férrea  en  el  kilómetro  430,  el  cabe- 
zo de  Gil  Martínez  y,  por  último,  X^Loma  í¿í/%?¿í  hacia  la  par- 
te más  oriental. 

La  primera  de  estas  colinas  tiene  sus  capas  muy  inclinadas 
hacia  el  S.,  estando  formada  por  la  caliza  blanca,  con  esca- 
sos fósiles  y  éstos  indeterminables.  Separada  un  corto  trecho  de 
la  Loma  Reona  se  encuentra  otra  pequeña  colina,  cortada  por 
la  línea  férrea  en  el  kilómetro  430,  y  en  la  trinchera  se  ve  la 
unión  de  la  caliza  blanca  superior  con  la  caliza  amarilla,  pre- 
sentado esta  última  alg'unas  orbitolinas.  Dos  kilómetros  más 
adelante  se  eleva  el  cabezo  de  Gil  Martínez,  que  es  el  más  ele- 


278  boletín    de    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

vado  (le  todos,  constituido  por  calizas  amarillas  en  la  base,  con 
abundancia  de  terebrátulas  y  orbitolinas.  La  caliza  puede  pa- 
sar por  una  verdadera  lumaquela,  contribuyendo  á  darle  ma- 
yor belleza  los  trozos  espatizados  de  equinodernos.  Distante 
de  Gil  Martínez,  alg'o  más  de  un  kilómetro,  se  encuentra  una 
loma  prolongada  de  2sW.  á  SE.  próximamente,  y  que  en  el 
mapa  del  Sr.  Coello  aparece  con  el  nombre  de  Loma  de  Raen, 
nombre  nunca  oído  en  la  comarca,  pues  todos  la  llaman  Loma 
de  Sens.  Esta  es  muy  prolong-ada,  por  lo  que  también  se  la  lla- 
ma Loma  larga.  Las  calizas  que  forman  esta  loma  recuerdan 
las  de  Gil  Martínez,  aunque  de  tono  rosado,  con  abundancia 
extraordinaria  de  orbitolinas  en  alg'unos  estratos.  Parece  ser 
la  parte  inferior  de  la  zona  de  calizas  y  el  comienzo  de  las  are- 
niscas. La  destrucción  de  estas  últimas  deja  alg-unas  orbitoli- 
nas en  libertad  (O.  conoidea  k.  Gras.)  Esta  es  la  ultima  mani- 
festación del  Aptense  por  esta  parte.  Mas  al  E.  se  extiende  una 
mancha  de  Cuaternario,  y  habiéndome  dirig-ido  el  25  del  pasa- 
do Mayo  desde  la  loma  de  Sens  hacia  unas  colinas  que  se 
encuentran  más  al  E.,  cerca  ya  del  camino  de  Ag-ort,  las  encon- 
tré formadas  por  calizas  neg-ras,  situada.^  sobre  el  Keuper.  Este 
es  el  piso  de  Raibl,  que  unido  al  Keuper  se  extiende  por  esta 
parte  hasta  la  base'  del  Maig-mó  y  el  Estret  Roig",  ya  citados 
en  otras  notas. 

•  Cuando  se  han  visitado  detenidamente  las  localidades  reco- 
nocidas como  aptenses  por  el  Sr.  Nicklés,  en  su  Tesis  del  Doc- 
torado, localidades  tales  como  la  Sierra  Helada  (entre  Beni- 
dorn  y  Altea)  y  la  Serreta  Negra  (próxima  á  San  Vicente),  no  se 
puede  por  menos  de  reconocer  la  importancia  de  este  piso  en  la 
provincia  por  la  extensión  que  en  ella  ocupa  y  su  considera- 
ble potencia.  Hemos  recogido  alg-unos  fósiles  indeterminables 
por  su  estado  de  conservación  y  otros  no  determinados  por  ca- 
recer de  libros  especiales,  y  no  obstante  nos  han  servido  para 
asegurarnos  más  en  la  determinación  'de  alg-unas  localidades 
por  ser  especies  encontradas  también  en  los  dos  sitios  citados. 
Cuando  se  trata  de  formar  una  colección  paleontológica,  deben 
elegirse  los  ejemplares  mejor  conservados;  mas  cuando  se  trata 
sólo  de  la  determinación  de  un  terreno,  el  más  pequeño  frag- 
mento puede  ser  de  gran  utilidad,  y  es  sabido  que  en  punto 
á  fósiles  hay  que  encontrarse  satisfechos  á  veces  con  ejem- 
plares mal  conservados. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  2:í> 


Los  martillos  de  piedra  y  las  piedras  con  cazoletas  de  las 
antiguas  minas  de  cobre  de  la  Sierra  de  CórdoLa 

POR 

EDUARDO    H. -PACHECO 

Sumario:  Estructura  geológica  de  la  Sierra  de  Córdoba. — Sus  filones  cu 
príferos. — Construcciones  antiguas  entre  las  escombreras.  — Instrumen 
tos  mineros  de  piedra:  martillos,  percutores,  piedras  con  cazoletas  y 
molinos  de  mano.— Yacimientos  españoles  y  extranjeros  de  martillos. 
La  escritura  ógmica. — El  trabajo  de  los  mineros  prehistóricos. — Los 
instrumentos  de  piedra  mineros  han  persistido  hasta  en  los  tiempos 
actuales. 

Durante  mi  larg-a  permanencia  en  Córdoba,  y  principal- 
mente durante  las  expediciones  que  últimamente  realicé  por 
la  zona  de  la  Sierra  que  lleva  su  nombre  y  territorios  próxi- 
rno.s,  con  el  fin  de  estudiar  su  interesante  estructura  g-eológ-i- 
ca,  visité  g-ran  número  de  yacimientos  cupríferos,  que  seg-ún 
demostraba  el  examen  de  las  colosales  escombreras  y  trabajo.s 
mineros  en  ellos  realizados,  habían  sido  explotados  desde  la 
más  remota  antigüedad.  En  estas  escombreras  y  en  las  inme- 
diaciones de  los  filones  encontré  los  martillos  y  piedras  con 
cazoletas  á  que  se  refiere  esta  nota,  alg'unos  de  cuyos  ejempla- 
res he  recogido  y  enviado  á  la  Sección  de  Antropología  del 
Museo  de  Ciencias  Naturales,  donde  se  conservan. 

Aunque  la  constitución  g-eológ-ica  de  la  Sierra  de  Córdoba 
será  objeto  de  un  trabajo  especial  cuando  haya  completado  su 
estudio,  conviene,  por  lo  que  sirva  para  el  esclarecimiento  del 
asunto  de  la  presente  nota,  adelantar  alg'o  sobre  la  interesante 
y  complicada  estructura  de  la  reg-ión. 

La  Sierra  de  Córdoba  forma  un  avance  de  la  Sierra  Morena, 
sobresaliendo  á  modo  de  ancho  manchón  hacia  la  llanura  héti- 
ca. Su  alineación  es  la  general  de  Sierra  Morena  y  del  Gua- 
dalquivir que  corre  por  su  base,  ó  sea  de  NE.  á  SW.  Com- 
prende la  zona  de  que  nos  vamos  á  ocupar  en  esta  sucinta 
descripción  un  territorio  limitado,  aunque  no  exactamente, 
por  el  Guadiato  al  N.  y  NW.,  río  que  á  su  encuentro  con  el 
macizo  que  se  alza  frente  á  Córdoba,  tuerce  su  curso  hacia  Po- 
niente, volviendo  al  desembocar  en  el  Guadalquivir  á  recobrar 


280  BOLETÍN    DE    LA.  REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

SU  primitiva  dirección;  por  el  E.  está  limitado  por  el  Guadal- 
mellato,  y  por  el  S.  por  el  Guadalquivir,  haciendo  frente  el 
macizo,  como  toda  la  Sierra  Morena,  á  la  llanura  hética. 

Asi  considerada,  comprende  la  Sierra  de  Córdoha  unos  40 
kilómetros  de  larg-o  por  25  de  ancho,  siendo  la  cumbre  más  ele- 
vada Torre  Arboles,  junto  á  Cerro  Muriano,  con  una  altitud  de 
693  m.  sobre  el  nivel  del  mar  y  600  sobre  el  del  Guadalquivir, 

La  estrecha  zona,  limitada  entre  el  rio  y  la  base  de  la  Sierra, 
está  constituida  por  aluviones  cuaternarios,  reposando  sobre 
una  potente  capa  de  arcilla  g-ris  pliocénica  llamada  légano  en 
el  país,  sobre  la  que  corre  el  río.  Las  faldas  inferiores  corres- 
ponden al  Miocénico  de  formación  costera,  constituido  por  con- 
glomerados con  g-randes  ostreas  del  tipo  de  la  Ostrea  crassissi- 
ma,  y  encima  calizas  más  ó  menos  coherentes  y  muy  fosilífe- 
ras,  con  corales, Clj/peaster,  Terehratula granáis^ Pecienmaximus, 
dientes  de  Charcharodon  y  Otodns  y  bancos  de  caliza  de  Hete- 
reostegina  cosiata,  por  lo  cual  este  terreno,  cómo  sus  análog-os 
de  la  provincia  de  Sevilla,  determinados  por  el  Sr.  Calderón, 
son  referibles  al  Helveciense,  en  capas  horizontales,  con  poco 
espesor  y  ocupando  en  reducidas  mesetas  el  coronamiento  de 
muchos  cerros.  En  la  vertiente  hacia  el  Guadalquiv^ir,  se  reco- 
nocen también  alg-unos  manchones  triásicos  compuestos  de 
areniscas  rojizas  y  cong-lomerados. 

La  masa  principal  de  la  Sierra  está  formada  en  su  mitad  oc- 
cidental por  pizarras  verdosas  ó  rojizas,  areniscas,  cuarcitas 
y  calizas  neg-ras  marmóreas,  que  fig-uran  como  pertenecientes 
al  Cámbrico,  en  el  Mapa  g-eológ'ico  de  la  Comisión  de  Ingenie- 
ros de  Minas,  existiendo  con  gran  abundancia  en  las  pizarras 
calíferas  el  famoso  Archeocijathus  Marianus,  que  encontró  el 
Sr.  Macpherson  por  vez  primera  en  el  Pedroso  (Sevilla). 

La  mitad  oriental  la  forma  la  base  del  Carbónico,  ó  sea  el 
Culm,  constituido  por  una  gran  monotonía  de  capas  alternan- 
tes de  grauwackas  y  pizarrillas  negras,  con  fractura  astillosa, 
intercalándose  á  veces  otras  de  conglomerados  y  calizas  encri- 
níticas,  carbónicas  y  también  frecuentemente  algunas  bandas 
de  cuarcita  silúrica  y  pizarras  del  Cámbrico  inferior,  todo  ple- 
gado en  términos  que  los  dobleces  se  perciben  claramente  aun 
en  los  pequeños  ejemplares  ó  muestras  de  roca.  Cerca  de  Cerro 
Muriano  existe  una  banda  de  micacita  referible  ai  Arcaico  su- 
perior, que  como  las  de  los  otros  terrenos,  está  arrumbada 


DE    HISTORIA   NATURAL.  281 

de  NW.  á  SE.,  ó  sea  normalmente  á  aquella  en  que  están 
orientadas  las  de  la  reg-ión  occidental  de  la  Sierra,  lo  cual  im- 
plica una  tectónica  complicada,  que  no  es  ocasión  de  inter- 
pretar ahora. 

A  través  de  todos  estos  terrenos  contiguos  aparecen  aflora- 
mientos eruptivos  consistentes  hacia  la  vertiente  N.  de  la  Sie- 
rra en  g'ranitos  rojos,  pórfidos  y  dioritas,  dominando  en  la 
meridional  las  diabasas  y  espilitas,  sin  faltar  los  pórfidos  cuar- 
cíferos  y  feldespáticos;  masas,  diques  y  filones  de  rocas  erup- 
tivas que  vienen  á  complicar  la  estructura  sumamente  que- 
brada y  áspera  de  la  Sierra,  poblada,  principalmente,  por 
veg-etación  de  matorral  del  g-rupo  de  los  jarales. 

Toda  la  Sierra,  y  señaladamente  hacia  la  vertiente  del  Gua- 
diato,  está  en  su  mayor  parte  cruzada  de  ENE.  á  WSW,  por 
numerosos  filones  metalíferos,  en  una  extensión  de  más  de  25 
kilómetros,  contando  desde  Cerro  Muriano,  situado  al  Saliente, 
hasta  más  allá  de  Castropicón  al  Poniente;  existiendo  en  este 
trayecto,  que  hemos  recorrido,  g-ran  cantidad  de  demarcaciones 
mineras  y  minas,  actualmente  en  explotación  unas,  en  traba- 
jos de  investigación  ó  hace  pocos  años  exploradas  otras,  sin 
contar  los  numerosos  socavones,  largas  galerías,  profundos  po- 
zos y  colosales  escombreras  salpicados  por  todo  el  mencionado 
territorio,  lo  cual  indica  bien  á  las  claras  una  actividad  minera 
intensísima  en  épocas  antiguas,  especialmente  durante  la  do- 
minación romana.  Pruebas  dan  de  ello  los  restos  de  contruccio- 
nes,  así  como  los  instrumentos,  ánforas  y  otras  vasijas,  monedas 
y  restos  de  diversa  índole  que  de  estas  minas  se  han  extraído. 
Con  ellos  ha  formado  una  interesante  colección  en  su  casa  de 
Córdoba  el  cónsul  de  Inglaterra  D.  Ricardo  E.  Carr,  represen- 
tante de  la  Compañía  minera,  que  con  valiosos  medios  ha  em- 
prendidoila  explotación  del  Cerro  Muriano,  cuyas  escombreras 
allá  por  año  1870  en  que  las  visitó  el  Sr.  Vilanova,  fueron  ob- 
jeto también  de  explotación  por  parte  de  una  Compañía  que 
aprovechó  los  residuos  ricos  de  mineral  contenidos  en  los  an- 
tiguos escoriales. 

Los  filones  arman  en  gran  diversidad  de  rocas  y  terrenos:  en 
el  Culm,  en  el  Cámbrico,  en  la  micacita,  en  el  granito  ó  en 
las  erupciones  diabásicas  y  porfíricas,  siendo  lo  general  que 
acompañen  á  dichos  filones  diques  de  pórfidos  y  diabasas,  fre- 
cuentemente impregnados  de  piritas. 

T.  VII.— Julio,  1907.  19 


282  boletín    de    LA   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

En  alg"unos  sitios,  como  sucede  por  la  cañada  de  Yaldel- 
viento,  el  filón  de  cuarzo  blanco  en  que  se  presentan  los  mi- 
nerales de  cobre,  seg"ún  indican  las  numerosas  manchas  de 
malaquita  y  azurita,  es  tan  potente,  que  descarnado  en  su  aflo- 
ramiento por  la  acción  de  la  intemperie,  ofrece  el  aspecto  de 
g-ig-antesco  paredón  de  8  á  10  m.  de  espesor,  y  á  trechos  10  ó 
12  de  altura,  corriendo  en  línea  recta  con  dirección  próxima- 
mente ENE.  á  -WSW.  y  buzamiento  casi  vertical  al  NW.  por 
toda  la  cañada  de  Valdelviento ,  larg-a  de  varios  kilómetros,  y 
cruzando  el  río  Guadiato,  avanza  hacia  Castropicón  sin  des- 
viarse del  rumbo  indicado. 

Los  filones  de  la  Sierra  de  Córdoba  son,  principalmente,  cu- 
príferos, constituidos  por  calcopirita,  en  g-eneral  de  g"ran  ri- 
queza, con  óxidos,  y  sobre  todo,  carbonates  en  la  superficie, 
más  ó  menos  acompañados  de  óxidos  de  hierro,  seg-ún  es  ca- 
racterístico en  esta  clase  de  minas;  no  siendo  raro  que  se  pre- 
senten en  mayor  ó  menor  relación  con  los  filones  cupríferos,, 
yacimientos  de  otros  sulfuros,  como  galena,  blenda  y  antimo- 
nita,  sin  hablar  de  los  de  magnetita  ó  hematites,  que  si  bien 
próximos,  no  g-uardan  relación  con  los  cupríferos  y  que  no  se 
nota  hayan  sido  objeto  de  explotación  en  la  antigüedad,  como 
lo  fueron  los  de  cobre. 

Tales  son  los  datos  que  he  creído  conveniente  exponer  res- 
pecto álos  caracteres  g-eológicos  del  territorio  donde  con  tanta 
abundancia  se  encontraron  los  primitivos  instrumentos  mine- 
ros de  que  vamos  á  ocuparnos. 

Como  queda  dicho,  las  escombreras  son  abundantísimas  por 
toda  la  zona  de  los  filones  cupríferos,  especialmente  en  Cerro 
Muriano,  Campo  Bajo,  final  de  la  cañada  de  Valdelviento,  La 
Bramona  y  Casilla  de  la  Plata  hasta  Castropicón,  igualmente 
que  por  el  manchón  eruptivo  de  espilitas  y  diabasas  que  mira 
á  Córdoba,  ó  sea  en  la  Üasilla  del  Cobre. 

Junto  á  estas  escombreras  se  encuentran  numerosos  restos 
de  edificaciones  de  épocas  remotas  para  el  beneficio  de  mine- 
ral. Por  la  parte  de  Cerro  Muriano,  consisten  en  trozos  de  fá- 
brica, ya  mencionados  por  el  Sr.  Vilanova.  Entre  las  escombre- 
ras situadas  al  otro  lado  de  la  Sierra,  junto  á  la  carretera  de 
Córdoba  á  Trasierra,  en  el  sitio  donde  atraviesa  el  afloramien- 
to diabásico,  se  halla  la  construcción  mejor  conservada  de 
todas  y  con  caracteres  de  mayor  solidez.  Consiste  en  un  están- 


DE    HISTORIA    NATURAL.  283 

que  de  unos  14  m.  de  larg-o  por  la  mitad  de  ancho  y  alg-o  rae- 
nos  de  uno  y  medio  de  profundidad,  con  paredes  de  un  me- 
tro de  anchas,  reforzada  la  de  uno  de  los  lados  mayores  con 
seis  machones;  interiormente  está  revestido  todo  el  estanque 
por  una  capa  de  durísima  arg-amasa  de  un  par  de  decímetros 
de  espesor,  hecha  con  cal  y  ladrillo  machacado;  en  uno  de 
los  lados  mayores,  en  el  del  W.,  muéstrase  una  abertura  á 
modo  de  portada  de  menos  de  un  metro  de  ancho,  y  enfrente, 
en  la  pared  opuesta,  un  desag"uadero  cuadrado  al  ras  del  suelo, 
de  un  par  de  decímetros  de  lado.  A  esta  construcción  se  la  lla- 
ma la  Casilla  del  Cobre  y  su  fábrica,  seg'ún  lo  expuesto,  parece 
(te  época  romana. 

Más  toscas  y  de  aspecto  primitivo  son  las  construcciones  si- 
tuadas entre  las  escombreras  de  junto  al  río  Guadiato,  al  final 
(le  la  cañada  de  Valdelviento,  sobre  el  gran  dique  de  cuarzo 
de  que  hice  mención  más  atrás  y  frente  al  g-ran  socavón  de  la 
Bramona;  construcciones  distantes  unos  10  km.  en  línea  recta 
de  la  anterior  y  unos  15  de  la  de  Cerro  Muriano.  Consisten  en 
paredes  de  piedras  superpuestas  sin  argamasa,  formando  filas 
como  de  pequeñas  habitaciones  de  planta  rectang'ular,  dis- 
puestas en  serie  en  la  vertiente  del  Cerro  y  entre  las  escom- 
breras, y  pudiendo  interpretarse  éstas  construcciones  como 
abrig-os,  quizá  con  cubierta,  de  monte  y  de  ramaje,  cuando  se 
utilizaron  como  habitaciones  de  los  antig-uos  mineros  que  se 
servían  de  los  instrumentos  de  piedra,  extraordinariamente 
abundantes  por  aquellos  parajes. 

Entre  dichos  utensilios  pétreos  los  más  frecuentes  son  los  co- 
nocidos martillos  mineros,  procedentes  de  varios  yacimientos 
cupríferos  españoles.  El  material  de  que  están  fabricados  es 
casi  siempre  la  diorita;  tienen  forma  alarg-ada  y  redondeada 
en  sus  extremos  y  doble  longitud,  próximamente,  que  anchu- 
ra, ofreciendo  todos  la  particularidad  de  estar  labrada  en  su 
{)arte  media  una  cintura  ó  depresión  anular,  completa  en  unos 
y  en  otros  únicamente  lo  suficiente  para  formar  muescas  ó 
hendeduras  laterales  para  fijar  el  mango.  La  simple  inspección 
revela  que  son  cantos  rodados,  de  fig-ura  apropiada  al  fin  que 
se  les  destinaba,  procedentes  de  los  ríos  y  arroyos  que  los 
arrastran  de  los  abundantes  afloramientos  de  diorita  que  por 
toda  la  Sierra  existen. 

En  algunos  casos  se  nota  el  esmero  con  que  se  talló  la  mués- 


284 


boletín  de  la  real  sociedad  española 


ca  anular,  sobre  todo  en  aquellas  piedras  que  afectaban  una 
forma  especial  favorable  al  uso  que  iban  á  ser  destinadas,  como 
se  ve  en  uno  de  los  ejemplares  representados  en  el  grabado 
adjunto,  el  cual  tiene  hechura  de  pico  por  uno  de  los  extremos 
y  de  maza  por  el  otro.  El  tamaño  es  sumamente  variable,  des- 
de unos  15  cm.,  ó  menos  de  larg-o,  que  es  la  long-itud  de  los 


c-:í5«*' 


Fig.  L'— Martillos  de  piedra  de  la  Sierra  de  Córdoba. 

representados  en  el  g-rabado,  hasta  20,  25  ó  más,  en  relación, 
probablemente,  con  las  fuerzas  de  quien  los  había  de  manejar. 
Es  de  notar  que,  á  pesar  de  su  abundancia  relativa  en  alg'unas 
partes,  rara  vez  se  los  encuentra  enteros,  siendo  lo  general 
que  estén  partidos,  seg-ún  la  dirección  del  eje  mayor,  cosa  na- 
tural dada  la  manera  de  golpear  con  ellos. 

La  opinión  g-eneral  de  cuantos  se  han  ocupado  de  estos  mar- 
tillos, es  que  la  cintura  anular  servía  para  enmangar  la  piedra 
mediante  un  palo  horquillado,  sujeto  con  tendones,  correas  ú 
otro  ligamento,  quizá,  al  modo  como  sujetan  sus  rompecabezas- 


DE    HISTORIA   NATURAL.  285 

los  indios  de  Texas,  seg-ún  puede  verse  en  la  fig'ura  1.128  del 
Musée préhislorique,  por  Gabriel  yAdrien  de  Mortillet. 

Además  de  estos  martillos  se  encuentran  otras  piedras  tam- 
bién de  diorita,  ó  de  núcleos  de  diabasa,  de  forma  cúbico-re- 
dondeada  y  tamaño  apropiado,  para  ser  fácilmente  empuñadas 
y  que  no  ofrecen  otra  particularidad  que  una  pequeña  cavidad 
en  el  centro  de  una  ó  de  varias  caras.  Creo  que  se  trata  en 
este  caso  de  simples  percutores  que  no  llevarían  mang-o  y  que 
servirían  para  g-olpear  sobre  el  instrumento  utilizado  como 
cincel.  La  más  notable  que  he  visto  de  estas  piedras,  la  posee 
D.  Manuel  Baena,  propietario  de  la  finca  ya  citada  de  Campo 
Bajo,  trozo  de  forma  cúbica  y  con  las  depresiones  dichas  en 
todas  las  caras,  indicando  como  si  el  primitivo  dueño  la  hu- 
biera empleado  sucesivamente  por  todas  las  caras,  á  medida 
que  los  hoyos  que  se  iban  formando,  dificultaban  el  g-olpeo 
sobre  el  cincel  por  aquel  lado. 

En  la  parte  baja  de  una  de  las  escombreras  próximas  á  la 
Casilla  'del  Cobre,  encontré  varias  piedras,  de  forma  irreg-u- 
lar,  de  diabasa  verdosa  sumamente  tenaz,  tres  de  las  cuales 
son  las  representadas  en  los  precedentes  g-rabados.  Tiene  la 
mayor  una  long"itud  de  alg-o  menos  de  medio  metro,  siendo 
las  otras  dos  alg-o  más  pequeñas,  y  todas  ellas  ofrecen  varias 
depresiones  ó  cazoletas  poco  profundas  y  de  un  diámetro  de 
unos  centímetros. 

La  simple  inspección  del  g-rabado  muestra  que  estas  piedras 
no  son  sino  fragmentos  de  otras  más  g-randes  que  contendrían 
mayor  número  de  cazoletas,  salvo  la  que  aparece  de  forma 
alg-ü  triang"ular  con  cuatro  cazoletas  más  anchas  y  menos  pro- 
fundas, la  cual  se  ve  está  entera. 

No  tan  solo  por  la  Casilla  del  Cobre,  sino  también  en  Cerro 
Muriano  se  han  encontrado  piedras  de  esta  clase,  existiendo 
de  esta  localidad  alg-ún  ejemplar,  aunque  de  menor  tamaño, 
en  el  Museo  Arqueológico  de  Madrid,  y  el  Sr.  D.  Francisco 
Muela,  propietario  de  los  filones  cupríferos  de  la  cañada  de 
Yaldelvientoy  de  sus  inmediatos  de  Castropicón,  las  ha  halla- 
do á  su  vez  por  aquellos  sitios. 

Existen,  finalmente,  en  la  base  del  Cerro  Muriano  algunos 
bloques  de  diorita  muy  dura  y  de  forma  irreg-ularmente  cú- 
bica, con  una  de  sus  caras  planas  y  en  ella  una  ó  dos  depre- 
siones anchas,  ovaladas  y  poco  profundas,  al  modo  de  los  que 


Í86  boletín    de    la    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 


Figuras  2.^»  y  3.»— Piedras  coa  cazoletas  de  la  Casilla  del  Cobre  en  la  Sierra  de  Córdoba. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  28'7 

presentan  los  conocidos  molinos  prehistóricos,  bloques  que 
son  indudablemente  las  piedras  á  que  se  refiere  el  Sr.  Vilano- 
va  en  su  trabajo  Lo  pre/iistúrico  en  España,  publicado  en  el 
tomo  I  de  los  Anales  de  nuestra  Sociedad.  Es  manifiesto  que 
tanto  las  cazoletas  de  las  piedras  primeras,  como  las  anchas 
depresiones  de  las  últimamente  descritas,  han  sido  hechas  por 
la  mano  del  hombre. 

No  creo  referible  á  las  últimas  una  piedra  de  microgranito 
rojo,  correspondiente  á  parte  de  un  molino  prehistórico,  que 
en  unión  de  un  hacha  neolítica  encontré  en  la  Cueva  de  las 
Cabras,  también  en  la  Sierra  de  Córdoba,  no  lejos  de  Cerro  Mu- 
riano  y  que,  como  los  anteriores  ejemplares,  remití  á  la  sec- 
ción de  Antropolog-ía  del  Museo  de  Ciencias  Naturales. 

Descritos  los  que  juzg"o  primitivos  instrumentos  de  minería, 
haré  un  breve  resumen  de  los  otros  yacimientos  que  se  han 
señalado  en  la  Península  y  en  el  extranjero  de  estos  instru- 
mentos, y  de  las  opiniones  respecto  á  ellos  sustentadas  por 
ilustrados  arqueólogos,  exponiendo  al  final  mi  modesta  opi- 
nión, no  conforme  en  un  todo  con  la  sustentada  por  la  mayor 
parte  de  los  arqueólogos  y  g-eólog-os  que  se  han  ocupado  de 
estos  instrumentos  de  la  primitiva  minería  española. 

Uno  de  los  primeros  que  se  ocuparon  de  los  martillos  de 
diorita  del  Cerro  Muriano,  fué  el  ilustre  D.  Casiano  de  Prado  y 
posteriormente  el  profesor  Yilanova,  que  en  su  notable  y  co- 
nocido trabajo,  antes  citado,  hace  mención  de  su  detenida  vi- 
sita al  yacimiento  cordobés.  Describe  en  él  los  martillos  de 
ranura,  los  cúbicos,  que  denominé  más  arriba  percutores,  y 
los  grandes  molinos  de  cavidades  anchas  y  elípticas,  utensilios 
que  encontró  juntamente  con  ladrillos,  tégulas,  fragmentos 
de  la  cerámica  llamada  saguntina,  y  otros  objetos  de  época 
indudablemente  romana,  refiriendo  los  martillos  y  morteros  á 
un  período  incontestablemente  anterior  al  histórico,  á  una 
época  intermedia  entre  la  edad  neolítica  y  la  del  bronce. 

Los  Sres.  Schulz  en  1853  y  Rada  y  Delgado  (1),  que  estudia- 
ron la  célebre  mina  Milagro  en  Onís,  Asturias,  reputada,  como 
es  sabido,  como  el  criadero  más  antig"uo  de  cobre  explotado, 
sostienen  igual  opinión  respecto  á  la  edad  de  los  instrumentos 


(!)    Memoria  soire  la  expedición  arqueológica  á  varios  puntos  del  Norte  de  España. 


288  boletín    de    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

de  asta  de  ciervo  y  martillos  allí  encontrados  é  ig-uales  á  los 
de  Córdoba. 

Refiere  el  Sr.  Vilanova  (1),  también  á  la  época  del  cobre,  los 
martillos  hallados  por  D.  Recaredo  Garay  en  antig-uas  minas 
abandonadas  de  Odiel  y  Tharsis;  martillos  idénticos  á  los  re- 
cogidos por  el  Sr.  García  de  Meneses  (2)  en  diversas  regiones 
del  distrito  piritífero  de  Huelva,  donde  abundan,  citando  los 
de  Monte  Romero  y  Sotiel-Coronada,  y  dicho  señor  reputa  asi- 
mismo como  instrumentos  del  minero  de  la  época  del  cobre; 
martillos  también  ig-uales  á  los  que  recog-ió  el  Sr.  Barras  de 
Arag-ón  en  la  misma  provincia  y  Tort  en  la  de  Badajoz. 

El  arqueólog-o  portug'ués  Sr.  Pereira  da  Costa  (3)  describe 
estos  martillos  procedentes  de  la  mina  Ruy  Gómez  en  el  Alem- 
tejo,  explotada  también  en  época  prehistórica.  El  Sr.  Ben- 
Saude  (4)  al  rebatir  las  opiniones  de  Mr.  Cartailhac  sobre  la  im- 
portación del  cobre  en  España  y  defender  la  idea  emitida  por 
Vilanova  de  la  existencia  de  una  época  del  cobre  en  España, 
señala  también  en  el  Alemtejo,  y  especialmente  en  Barrancos, 
martillos  de  piedra  que  dice  serían  empleados  en  una  época 
anterior  á  la  del  hierro. 

En  la  provincia  de  Sevilla,  señala  el  Sr.  D.  Carlos  Cañal 
martillos  de  éstos  en  la  mina  Preciosa,  de  Peñaflor,  sobre  todo 
dos  encontrados  juntamente  con  restos  de  dos  mineros  prehis- 
tóricos, que  perecerían  por  desplome  de  la  bóveda  del  socavón 
en  que  trabajaban  y  cuyos  cráneos  de  órbitas  g-randes  y  cua- 
dradas parecen  del  tipo  del  de  Cro-Mag-non.  El  mismo  Mr.  Car- 
tailhac, que  tan  incrédulo  se  muestra  en  punto  á  la  explota- 
ción del  cobre  por  los  indíg-enas  españoles  en  época  inmedia- 
tamente á  continuación  de  la  de  piedra,  cita  (5)  el  hallazg-o  de 
tales  instrumentos  en  la  mina  Filipina,  de  Villanueva  del  Rey, 
cerca  de  Belmez  (Córdoba),  en  un  filón  explotado  de  modo  tan 
rudimentario,   que  es  referible  á  tiempos   prehistóricos.  En 


(1)  Geología  y  protoMstoria  ibérica.  Madrid,  1894. 

(2)  El  periodo  del  cobre  en  la  promncia  de  Huelva.  (AnaL  Soc.  Esp.  Hist.  Nat.  1890. 
Actas,  pág.74.) 

(3)  Noticia  de  algunos  martillos  de  pedra  e  antros  objetos  que  foraní  descobertos  em 
trabalhos  da  mina  de  cobre  de  üv.y  Gómet  no  A  lenteja.  Lisboa,  1868. 

(4)  Notice  sur  quelques  objets  prékistoriques    du   Portugal  fabriques   en  cuivre. 
(Comm.  da  Commissao  dos  trab.  gelog.  de  Port.,  Tomo  ii,  Fas.  L  1889.) 

(5)  Ages  prékistoriques  de  VEspagne  et  dtt  Portugal.  París,  1686. 


DE    HISTORIA    NATURAL.  289 

Fuente  Ovejuna  y  en  otras  localidades  de  Sierra  Morena,  tam- 
bién han  aparecido  útiles  semejantes. 

Estos  ejemplos,  y  muchos  más  que  pudieran  citarse,  com- 
prueban que  los  tales  instrumentos  abundan  en  casi  todas  las 
minas  de  cobre  españolas  explotadas  en  la  remota  antig-üedad, 
bien  sea  en  la  zona  cuprífera  del  SW.  de  la  Península,  en  la 
de  Sierra  Morena,  ó  en  Asturias;  instrumentos  acompañados  á 
veces  de  otros  de  cuerno  de  ciervo,  como  en  las  minas  Milagro, 
de  Onís  y  Preciosa,  de  Peñaflor. 

Fuera  de  la  Península  también  se  han  citado  martillos  de 
piedra  con  cintura  para  sujetar  el  mang-o,  semejantes  en  un 
todo  á  los  descritos,  variando  únicamente  á  veces  la  especie 
de  roca  con  que  están  fabricados.  Sin  embarg-o,  parece  ser 
España  la  nación  más  rica  en  yacimientos  de  estos  utensilios. 

Los  hermanos  Mortillet  en  su  Miiséepréhistorique,  París,  1881, 
dibujan  un  martillo  de  serpentina  procedente  de  los  palafitos 
de  Bourg-et  (Saboya),  y  otro  de  Cicala  (Calabria).  Meesfcer,  de 
Ravenstein  (1),  menciona  entre  los  utensilios  prehistóricos  de 
las  minas  antig-uas  de  la  isla  Real  y  Thunder-Ray,  en  las  ori- 
llas septentrionales  del  Lago  Superior,  un  martillo  de  gra- 
nito, de  colosales  dimensiones  y  cuyo  manejo  exigiría  fuerzas 
enormes. 

Cartailhac  dice  que,  según  el  conde  Ouvaroff,  los  martillos 
en  piedra  de  la  forma  descrita  y  de  diversas  rocas  duras,  son 
bastante  conocidos  en  el  Cáucaso,  encontrándoselos  con  fre- 
cuencia en  las  minas  de  sal,  explotadas  con  mucha  posterio- 
ridad á  la  edad  de  piedra. 

Otros  más  pequeños  se  han  hallado  en  sepulturas,  entre 
ellos  cuatro  procedentes  de  las  criptas  megalíticas  de  Finiste- 
rre  (colección  P.  de  Chatellier),  y  otros  dos  descubiertos  en  los 
alrededores  de  Arles  (colección  Cazalis). 

D.  Juan  Vilanova  en  su  trabajo  Lo  prehistórico  en  España, 
citó  también  como  localidades  de  martillos  las  antiguas  minas 
de  cobre  del  Lago  Superior  en  Norte  América,  donde  Mr.  Knapp 
los  encontró  en  gran  cantidad,  y  además  las  cavernas  del  Au- 
rignac  y  de  Perigord,  el  Mont  d'Or  (Francia),  el  lago  Krankc 
en  Escania,  la  Groenlandia  y  Suecia. 

La  idea  general  respecto  á  la  edad  de  estos  instrumentos  es 

(1)    A  propos  de  certaines  classifications  préhistoriques.  1875. 


290  BOLETÍN    DE   LA   KEAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

que  son  siempre  de  tiempos  prehistóricos  y  de  una  época  com- 
prendida entre  la  de  la  piedra  pulimentada  y  la  del  bronce. 

Por  lo  tocante  á  los  percutores  ó  piedras  cúbicas  de  tamaño 
empuñable,  sólo  habla  lig-eramente  Vilanova  tratando  del  ya- 
cimiento de  Cerro  Muriano,  y  nada  he  visto  respecto  á  las  pie- 
dras con  cazoletas  aquí  fotog-rafiadas,  al  menos  consideradas 
como  instrumentos  mineros. 

En  estos  últimos  tiempos  han  llamado  la  atención  las  pe- 
queñas cavidades  ó  cazoletas  talladas  artificialmente  en  diver- 
sas rocas  y  aún  en  antiquísimas  y  rudimentarias  esculturas, 
tales  como  los  berracos  de  Avila,  cazoletas  que  por  su  tamaño 
y  forma  son  ig-uales  á  las  de  las  piedras  aquí  representadas. 
La  creencia  general  entre  los  que  se  han  dado  á  investigar  lo 
que  significaran  estas  cazoletas,  es  que  se  trata  de  escritura 
simbólica  de  razas  protohistóricas,  que  en  diversas  rocas  des- 
critas por  Sir  Rivett  Carnac,  ó  en  el  lomo  de  los  berracos  de 
granito  de  Avila,  Segovia,  Botija,  Montánchez  (Cáceres)  ó  en 
los  existentes  en  el  Museo  Arqueológico  de  Madrid,  grabaron 
sus  ideas  con  una  escritura  indescifrable,  llamada  ógmica,  de 
la  cual  se  ha  ocupado  en  el  Boletín  de  la  A  cademia  de  la  Historia 
y  en  la  Revista  de  Extremadura,  el  Sr.  Roso  de  Luna,  quizá  en 
mi  sentir,  interpretando  en  muchos  casos  por  los  tales  simbo- 
lismos, erosiones  naturales  de  las  peñas  graníticas  ó  pequeños 
hoyos  labrados  por  los  chiquillos  durante  sus  juegos  y  entre- 
tenimientos, causa  probablemente  originaria  de  la  cazoleta 
que  ofrece  el  lomo  de  los  protohistóricos  y  graníticos  berracos 
mencionados;  sin  que  esta  opinión  signifique  dejar  de  recono- 
cer la  gran  importancia  de  los  descubrimientos  de  Sir  Rivett, 
y  del  Sr.  Roso  en  España  acerca  de  los  indicados  simbolismos. 

Las  piedras  con  cazoletas  de  la  Sierra  de  Córdoba,  pienso 
no  tienen  la  menor  relación  con  lo  anterior,  y  que  deben  in- 
terpretarse dichas  cazoletas  como  depresiones  formadas  tritu- 
rando á  golpes  el  mineral  sobre  la  dura  piedra  de  diabasa 
que  servía  de  yunque,  con  los  martillos  de  que  antes  se  hizo 
mención. 

Por  lo  que  se  refiere,  en  general,  á  los  instrumentos  descri- 
tos (martillos,  percutores,  piedras  con  cazoletas  y  molinos  de 
mano),  creo  que  no  en  todos  los  casos  pueden  considerarse 
como  documentos  de  la  época  de  cobre,  ni  prehistóricos.  Mu- 
chos de  ellos,  y  probablemente  los  encontrados  por  mí  en  la 


DE    HISTORIA    NATURAL.  291 

Sierra  de  Córdoba,  estimo  que  correspondan  á  tiempos  más 
próximos  á  nosotros,  quizá  á  la  época  de  las  dominaciones 
fenicia  ó  romana,  siendo  utilizados  por  los  indígenas  españo- 
les empleados  en  el  laboreo  de  las  antig-uas  minas  de  cobre, 
como  herramientas  de  facilísima  adquisición  y  que,  por  tradi- 
ción, usaban  desde  los  remotos  tiempos  de  la  edad  de  cobre, 
del  mismo  modo  que  actualmente  persiste  en  uso  como  ins- 
trumento ag-rícola  el  antig-uo  arado  romano  de  madera,  coexis- 
tiendo con  los  perfectos  arados  de  hierro  de  vertedera. 

En  los  tiempos  prehistóricos  en  que  comenzó  á  beneficiarse 
el  cobre  en  nuestra  Península,  aprovechando  como  primera 
materia  el  nativo,  los  carbonatos  y  óxidos  que  abundarían  en 
la  superficie  de  los  filones  y  masas  cupríferas  de  Huelva,  Alem- 
tejo,  Sierra  Morena  y  Asturias,  seg-ún  han  demostrado  Vilano- 
va  y  Ben-Saude,  en  contra  de  la  opinión  de  Cartailhac,  el  pri- 
mitivo minero  no  utilizaría  otros  medios  para  arrancar  el 
mineral  que  los  instrumentos  mencionados.  Sobre  el  filón 
puesto  al  descubierto,  quizá  colocase  g-randes  masas  ó  haces 
de  ramaje  y  monte  que  al  arder  calcinarían  la  piedra  hacién- 
dola más  frág-il  y  quebradiza,  arrancando  los  frag-mentos  de 
mineral  con  toscos  instrumentos  de  cuerna  de  ciervo,  emplea- 
dos como  pico  ó  cincel,  con  hachas  de  piedra,  percutores  y  mar- 
tillos sujetos  con  tiras  de  correa  al  raang-o  de  madera. 

Arrancado  el  mineral  sería  desmenuzado  g-olpeando  ios 
frag-mentos  con  los  martillos  de  diorita  sobre  la  cara  más  ó 
menos  plana  de  las  duras  piedras  de  diabasa  que  les  servirían 
de  yunque  y  que  tanto  abundan  por  Sierra  Morena;  el  conti- 
nuado g-olpeo  acabaría  por  producir  un  hoyo  pequeño  al  prin- 
cipio, que  al  ahondarse  dificultaría  la  operación  y  oblig-aría  á 
percutir  en  otro  punto  de  la  piedra,  explicándose  así  la  forma- 
ción de  las  cazoletas. 

Una  vez  reducido  el  mineral  á  pequeños  trozos  y  selecciona- 
dos éstos,  serían  triturados  con  una  piedra  sobre  el  molino  de 
mano  hasta  pulverizarlos,  originándose,  dado  el  pequeño  ta- 
maño de  los  frag-mentos  y  la  manera  de  maniobrar,  la  depre- 
sión poco  profunda,  ancha  y  ovalada  de  dichos  molinos,  un 
polvo  del  mineral  apto  para  ser  llevado  al  tosco  crisol  en 
que  por  reducción  se  obtenía  el  metal. 

La  tradición  conservaría  el  uso  de  alg-unos  instrumentos  de 
piedra  aún  en  plena  época  del  hierro,  y  después,  durante  la 


!Í92  BOLETÍN    DE    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

colonización  fenicia,  en  que  lleg-arían  á  Cádiz  de  la  reg-ión 
piritíferade  Huelva  yAlemtejo  y  de  Cerro  Muriano  los  cobres, 
sus  matas  ó  minerales  seleccionados  y  de  las  lejanas  islas  Ca- 
síteridas,  ó  de  los  entonces  quizá  potentes  y  hoy  casi  ag-otados 
yacimientos  estanníferos  del  NW.  de  la  Península,  el  estaño; 
el  minero  que  explotaba  el  cobre  continuaría  empleando  los 
instrumentos  de  piedra  como  material  barato,  ya  que  el  bron- 
ce y  el  hierro,  en  la  mayor  parte  de  los  casos  constituirían 
para  el  habitante  del  interior,  material  de  lujo  reservado  para 
adornos,  armas  y  finos  utensilios. 

Las  consideraciones  anteriormente  expuestas,  y  sobre  todo 
el  hecho  de  encontrarse  juntamente  con  los  martillos  de  pie- 
dra, vasijas,  objetos  y  construcciones  fenicias  ó  romanas,  nos 
hacen  suponer  que  sólo  pueden  á  ciencia  cierta  considerarse 
los  martillos  y  demás  utensilios  pétreos  como  productos  de  la 
época  del  cobre,  cuando  las  condiciones  y  caracteres  del  yaci- 
miento así  lo  demuestran;  como,  por  ejemplo,  los  de  la  mina 
Preciosa,  de  Peñaflor,  descritos  por  el  Sr.  Cañal,  donde  al  lado 
de  los  martillos  se  encontraron  cuernos  de  ciervo  y  los  restos 
del  hombre  mismo  con  caracteres  de  raza,  que  así  lo  permiten 
suponer  y  con  labores  mineras  de  tipo  completamente  primi- 
tivo. En  otro  caso,  sobre  todo  cuando  junto  á  los  instrumentos 
de  piedra  existan  otros  de  época  fenicia  ó  romana,  siempre 
cabrá  la  duda,  por  lo  menos,  de  si  es  prehistórica  ó  histórica 
la  época  á  que  corresponden. 


El  género  «Prosopigastra» 

POR 

RICARDO    GARCÍA    MERCET 

Este  g-énero,  creado  en  1864  por  Aquiles  Costa  para  un  pe- 
queño lárrido  italiano  que  desig-nó  con  el  nombre  de  P.imnc- 
talissima,  ha  estado  constituido  durante  mucho  tiempo  por  la 
única  especie  que  fué  conocida  de  su  fundador.  En  1897,  el 
Rdo.  F.  D.  Morice  publicó  en  las  Trans.  Entom.  Soc.  London 
otras  dos  formas  de  Prosopig asirá,  que  denominó  P.  Bandlirs- 
chi  y  P.  ¡aevior,  ambas  recog-idas  en  Eg-ipto  durante  el  año  an- 
terior; y  este  mismo  naturalista  tenía  en  su  colección,  sin  es- 


DE   HISTORIA  NATURAL.  293 

tudiar  y  reunida  con  los  ejemplares  de  la  laevior,  una  nueva 
especie  de  Prosopigasira,  procedente  de  Argelia,  que  ha  veni- 
do á  mis  manos  como  donativo  de  su  colector,  y  que  definiré  y 
separaré  de  las  anteriores  en  el  curso  del  presente  trabajo.  Por 
último,  en  los  alrededores  de  Madrid  se  encuentra  una  nueva 
forma  de  este  género,  fácilmente  distinguible  de  sus  afines. 

La  circunstancia  de  haber  recibido  del  Rdo.  F.  Morice  los 
tipos  de  sus  especies  egipcias  y  de  poseer  ejemplares  de  la 
P.  pimctaiissima,  cuya  autenticidad  ha  sido  comprobada  y  ra- 
tificada por  el  Sr.  Kohl,  me  permite  emprender  un  ensayo 
monográfico  del  género  Prosojñgasira,  en  el  que  ampliaré  la 
descripción  de  las  formas  ya  conocidas,  estableceré  la  de 
aquellas  que  permanecían  inéditas  y  señalaré  los  caracteres 
que  distinguen  á  unas  de  otras. 

Antes  de  entrar  en  la  parte  descriptiva  de  este  trabajo,  per- 
mítaseme consignar  públicamente  mi  agradecimiento  hacia 
el  Rdo.  F.  D.  Morice,  que,  como  ya  he  dicho,  ha  tenido  la  bon- 
dad de  comunicarme  los  tipos  de  sus  Prosopigasira,  dándome 
con  ello  ocasión  para  emprender  un  estudio  que,  sin  el  cono- 
cimiento exacto  de  estos  insectos,  me  hubiera  sido  imposible 
efectuar. 


Las  especies  comprendidas  en  este  género  reúnen  los  carac- 
teres siguientes: 

Cabeza  más  ancha  que  el  tórax;  ojos  enteros,  divergentes 
hacia  el  clípeo;  estema  anterior  normal;  los  superiores  alarga- 
dos, deprimidos,  dispuestos  sobre  un  abultamiento  de  la  fren- 
te; ésta,  entre  la  base  de  las  antenas  y  el  estema  anterior, 
provista  de  un  tubérculo  liso  y  charolado;  clípeo  normal,  corto 
y  ancho;  antenas  normales,  de  13  artejos  en  el  c5^  y  12  en  la  9; 
pronoto  corto;  episternón  del  mesotórax  provisto  anteriormen- 
te de  un  área  ó  campo  epicnemial  poco  distinto;  segmento  me- 
dio corto,  con  área  dorsal  más  ó  menos  limitada.  Abdomen 
aovado-cónico;  l.^^"  segmento,  á  los  lados,  hacia  la  base,  con 
dos  quillas  muy  manifiestas;  último  anillo  provisto  de  áreapi- 
gidial  en  las  995  ^n  los  cf  cT  ™^s  ó  menos  trapeciforme,  re- 
dondeado ó  escotado  en  el  ápice.  Alas  anteriores  con  la  célu- 
la radial  corta  y  ancha,  truncada,  apendiculada;  tres  células 
cubitales:  la  1.'  mayor  que  las  otras;  la  2.*,  estrechada  hacia 
la  radial,  recibe  los  dos   nervios  transverso -discoidales;  la 


294  BOLETÍN    DE    LA   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

3.%  oblicua,  muy  poco  alargada  inferiormente  hacia  el  borde 
del  ala.  El  nervio  cubital  de  las  alas  posteriores  nace  después 
de  la  terminación  de  la  célula  submedia.  Patas  relativamente 
finas;  fémures  anteriores  enteros  en  los  dos  sexos;  tibias  y  tar- 
sos espinosos;  tibias  intermedias  con  un  espolón;  patas  ante- 
riores provistas  en  la  $  de  un  peine  tarsal  compuesto  de  cor- 
ditas ñnas  y  flexibles;  uñas  pequeñas,  no  dentadas. 


Las  especies  de  este  g-énero  son  muy  parecidas  á  los  peque- 
ños Tachysphex,  de  los  que  se  disting-uen  fácilmente  por  las 
quillas  laterales  del  primer  seg-mento  abdominal,  el  abulta- 
miento  de  la  frente,  el  campo  epicnemial  de  las  mesopleuras, 
la  falta  de  escotadura  en  la  base  de  los  fémures  anteriores  (cf), 
la  célula  radial  más  truncada,  etc.,  etc.  Sobre  las  costumbres  y 
vida  de  estos  insectos  no  se  ha  escrito  nada.  Nidifican  en  tierra, 
en  sitios  arenosos  y  expuestos  al  sol.  Aparecen  de  Mayo  á  Julio, 
al  menos  por  lo  que  se  refiere  á  los  alrededores  de  Madrid, 
donde  no  han  sido  encontrados  antes  de  esta  época  del  año. 
Son  insectos  poco  abundantes,  de  captura  difícil  por  la  ranidez 
de  su  vuelo  y  que  sólo  salen  en  los  días  de  g'ran  calor. 


El  Sr.  Kohl,  en  su  Die  Gattimgen  uncí  Arten  der  Larriden 
Anctorum,  1885,  coloca  el  género  Prosopig asirá  entre  el  Tachy- 
tesy  eX  TacJiyspJiex.  El  mismo  autor,  en  Die  Qalkmgender  Sphe- 
giden,  1896,  lo  pone  á  continuación  del  Tachysphex,  entre  éste 
y  el  Bomogambrus.  El  Sr.  Dalla  Torre,  en  su  CataJogiis  Hyme- 
íiopleromm,  vol.  8,  Fossores  (Sphegidae),  1897,  sitúa  el  Prosopi- 
gastra  entre  el  g-énero  Ancislromma  y  el  Tachysphex.  Final- 
mente, el  Sr.  Ashmead,  en  la  Classificaiion  of  the  Enlomophüous 
waps  or  the  superfamüy  Sphegoidea,  1899,  le  da  colocación  en- 
tre el  g-énero  Moles  y  el  Tachyles.  Realmente  es  difícil  señalar 
con  exactitud  en  una  serie  lineal  el  sitio  en  que  debe  ser  colo- 
cado el  g-énero  Prosopigastra;  pues  las  formas  en  él  reunidas 
presentan  g-randes  afinidades  con  los  Tachysphex,  con  las  An- 
cistrowma,  con  los  Homogamhrus  y  con  los  Tachyles,  y  ofrecen 
caracteres  comunes  á  cada  uno  de  ellos.  De  las  situacio- 
nes propuestas  y  señaladas,  me  parece  menos  racional  la 
que   le   asig-na   el   Sr.   Ashmead,  poniéndole  á  continuación 


DE   HISTORIA   NATURAL.  295 

del  g-énero  Motes  (que  es  afin  del  Larra,  del  Notogonia,  del 
Lh'is,  etc.),  y  colocando  en  cambio  el  Ancistromma  (que  es 
afin  del  Tachysphex  y  del  Prosopigastra)  entre  el  Notogonia  y 
■el  Larra,  que  forman  parte  de  otra  g-ran  agrupación  natural. 
La  situación  que  le  señala  Kohl  entre  el  Tachysphex  y  el 
Homogamhrns,  me  parece  mucho  más  justa,  sobre  todo,  te- 
niendo en  cuenta  que  el  género  Ancistromma  es,  de  los  que 
■componen  el  g-ran  grupo  de  los  Tachytes  Panz.  s.  1.,  el  que  ma- 
yores afinidades  ofrece  con  los  que  encierra  otro  gran  g'rupo, 
€l  Larra  F.  s.  1.,  en  el  que  están  comprendidos  el  Larraxena, 
•el  Motes,  el  Paraliris,  el  Notogonia,  etc.,  etc. 


Las  especies  que  forman  hoy  día  el  género  Prosopigastra, 
son  las  sig-uientes: 

Prosopigastra  pimctatisslma  Costa. 

Prosopigastra  pimctatissima  Ach.  Costa.  Ann.  Mus.  Zool.  Na- 
poli,  1864,  p.  88. 

Prosopigastra  piinctatissimals.o\i\,  Verh.  d.  K.  K.  Zool.  Bot. 
Oes.  Wien,  188.5,  pág.  345. 

9-  Nig-ra,  nitida;  mandibulis,  teg-ulis,  tarsis  posticis,  seg- 
mentisque  abdominalibus  1-3  plus  minusve  rufoferrug'ineis. 
Clypeo  satis  convexo,  in  margine  antico  bidentato.  Mesonoto 
sparse  et  grosse  punctato;  scutello  fere  laevi,  punctis  valde  dis- 
tantibus  instructo;  segmento  mediano  in  área  dorsali  rugoso, 
iateribus  striato;  mesopleuris  punctato  rugosis.  Alae  satis  fu- 
matae,  nervis  brunneis.  Área  pygidialis  magna,  lata,  polita, 
in  ápice  rotundata,  in  Iateribus  g-rosse  punctata.  Oculi  in  ver- 
tice  longitudine  flagelli  articulorum  tribus  basalibus  anten- 
narura  fere  inter  se  distanti.  Pectén  tarsalis  pedum  anteriorum 
longus. 

Long.:  7-10. 

cf.  A  femina  differt;  oculi  in  vértice  longitudine  ñagelli 
articulorum  1-2  antennarum  fere  inter  se  distanti;  clypeo  mi- 
nus  convexo,  abdominis  seg'mento  ultimo  grosse  punctato, 
triangulari-rotundato;  pectén  tarsalis  multo  brevior. 

Long-.:  6-8. 

Negra,  brillante,  con  las  mandíbulas,  las  tégulas,  los  tarsos 
posteriores,  el  1.°  y  2.°  segmentos  del  abdomen  y  la  parte  ven- 


293  BOLETÍN    DE    LA   REAL    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

tral  y  los  lados  del  3.°  más  ó  menos  rojizo-ferrug-inosos.  Clípeo 
bastante  convexo,  con  dos  dientecillos  en  el  centro  de  su  borde 
anterior.  Cabeza  con  puntuación  g-ruesa,  apretada  y  un  poco 
reticulada.  Mesonoto  charolado,  con  puntuación  g-ruesa  bas- 
tante esparcida;  escudete  más  espaciadamente  punteado.  Área 
dorsal  del  seg-mento  medio,  rug-osa,  con  un  reborde  posterior; 
los  lados  del  seg-mento  estriados.  Mesopleuras  punteado-rug-o- 
sas.  Alas  bastante  ahumadas;  3."  célula  cubital  más  ancha 
inferior  que  superiormente;  el  3.er  nervio  transverso-cubital 
lleg-a  á  la  célula  radial  á  una  distancia  del  áng-ulo  ínfero-pos- 
terior  de  ésta,  casi  ig-ual  á  la  anchura  de  la  3.*  célula  cubital 
sobre  la  radial.  Abdomen  fino  y  regularmente  punteado;  área 
pig-idial  ancha,  brillante,  redondeada  en  el  ápice,  con  algunos 
puntos  gruesos  á  los  lados;  el  centro   casi   liso, 
Wtt^^j/       Pubescencia  plateada  sobre  la  cara,  los  callos  hu- 
1^         merales,  los  lados  del  tórax  y  abdomen,  las  patas 
p.    ^  ^        y  la  base  del  primer  seg-mento  abdominal.  Patas 
,  neg-ras,  con  los  tarsos  lig-eramente  ferrug-inosos; 

Area  pigidial  °  &  > 

dep.punciaiis-  el  peine  tarsal  anterior  compuesto  de  seis  paque- 
tes  Ó  hacecillos  de  cerdas  larg-as,  encorvadas,  tres 
dispuestos  sobre  el  metatarso,  y  cada  uno  de  los  otros  tres 
sobre  los  tres  artejos  sig-uientes:  tibias  intermedias  y  posterio- 
res espinosas,  las  espinas  blanquecinas,  espolones  de  las  ti- 
bias posteriores  rojizos,  mucho  más  cortos  que  el  metatarso 
correspondiente. 

El  (f  difiere  de  la  $  por  su  menor  tamaño;  los  ojos  más  apro- 
ximados en  el  vértice;  la  distancia  de  uno  áotro  equivale,  pró- 
ximamente, á  la  long-itud  del  1.°  y  2.°  artejos  del  funículo;  las 
alas  muy  poco  teñidas  hacia  la  base  y  ápice;  el  color  rojo  del 
abdomen  menos  extendido,  ocupando  sólo  parte  del  l.°y2." 
seg-mentos;  el  último  seg-mento  redondeado  hacia  el  ápice,  an- 
cho en  la  base,  algo  triang-ular,  fuertemente  punteado;  el  pei- 
ne tarsal  anterior  reducido  á  unas  pestañitas  ó  cerdas  cortas. 

Patria:  Tierra  de  Otranto  (Costa);  Albania  (Erber),  isla  de 
Candía  (Erber),  Arg-elia  (M.  C);  España,  provincias  de  Madrid 
y  Toledo!  Seg-ún  D.  Anatael  Cabrera,  este  insecto  se  encuen- 
tra también  en  Andalucía;  pero  yo  no  he  visto  ejemplares  de 
esta  procedencia. 


DE   HISTORIA    NATURAL.  297 

Prosopigastra  Moricei  nov.  sp. 

9.  P.  Jaeviori  et  Kohli  similis  et  affinis.  NigTa,  nítida;  inandi- 
bulis,  g-enibus,  tarsisque  plus  minusve  rufescentibus;  tégulis 
pallide  flavis;  segmentorum  abdominalibus  marg-inibus  posti- 
cis  pallidis.  Clypeo  vix  convexo  in  marg-o  antico  denticulato. 
Mesonoto  nítido,  parum  punctato,  scutello  mag-ís  sparse  pune- 
tato.  Seg-mento  medio  área  dorsalí  fere  índístincta  haud  marg-l- 
nata,  rug-oso  stríata.  Alae  parum  fumatae,  nervis  brunneís. 
Área  pygidialis  bene  limitata,  haud  políta,  sparse  punctata, 
elong-ata,  ín  ápice  rotundato  truncata.  Oculí  in  vértice  long-itu- 
dine  flag-elli  articulorura  tribus  basalibus  antennarum  fere  ín- 
ter se  distanti. 

Long'.  8  mm. 

cf .  Latet. 

9.  Muy  parecida  á  la  P.  laevior  y  k  la  P.  Kohli.  Neg-ra,  bri- 
llante, con  las  mandíbulas,  las  rodillas  y  los  tarsos  más  ó  me- 
nos ferruginosos;  tégulas  amarillentas;  borde  posterior  de  los 
segmentos  abdominales  aclarado.  Clípeo  poco  convexo,  casi 
truncado,  ligeramente  cuadridentado  sobre  el  borde  anterior. 
Mesonoto  brillante,  con  la  puntuación  muy  esparcida;  los  pun- 
tos más  abundantes  que  en  la  P.  laevior,  pero  mucho  menos 
que  en  la  P.  Kohli.  Segmento  medio  más  largo 
que  en  esta  última  especie;  su  área  dorsal  rugoso- 
estríada,  sin  reborde  ó  quilla  ni  limitación  del 
campo  posterior;  sus  lados  con  estrías  transver- 
sas. Mesopleuras  punteadas  y  brillantes.  Alas  un        Fig-"-'' 
poco   obscurecidas,   conformadas   como  en  la  P.   ^.tpTuoHcei^'' 
Kohli.  Abdomen  fino  y  apretadamente  punteado; 
la  puntuación  más  gruesa  que  en  la  P.  Kohli:  área  pigidia 
bien  limitada  lateralmente,   alargada,   truncado-redondeadal 
en  el  ápice,  con  puntos  gruesos  esparcidos,  sus  lados  poco 
convergentes. 

Es  una  especie  intermedia  entre  la  P.  laezior  y  la  P.  Kohli, 
que  se  diferencia  de  la  primera  por  la  puntuación  más  abun- 
dante del  mesonoto  y  escudete;  las  alas  obscurecidas;  la  con- 
formación de  la  3.''  célula  cubital;  la  estructura  del  segmento 
medio,  que  es  rugoso-estriado,  y  en  la  P.  laevior  fina  y  obli- 
cuamente estriado;  la  separación  de  los  ojos  en  el  vértice,  etc. 
De  la  P.  Kohli  se  distingue  por  la  puntuación  más  esparcida 
de  la  cabeza,  mesonoto  y  escudete;  el  segmento  medio  más 
T.  vii.-Juiio,  1907.  20 


298  boletín    de    LA.    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

larg-0  y  más  finamente  rug-oso;  los  ojos  más  aproximados  en- 
tre sí  en  el  vértice;  el  área  pig-idial  también  más  alarg-ada;  la 
puntuación  del  abdomen  más  g-ruesa,  etc. 

Patria:  Constantina,  en  Arg-elia  (F.  D.  Morice!). 

Dedico  esta  especie,  con  mucho  g-usto,  á  su  colector,  el  Re- 
verendo F.  D.  Morice,  de  Woking-,  entusiasta  eutomólog-o  y 
viajero,  que  ha  hecho  muy  interesantes  descubrimientos  en 
sus  excursiones  por  Arg-elia,  Eg-ipto,  Palestina,  etc. 

Prosopigastra  laevior  Morice. 

¡Prosopigastra  laevior  F.  D.  Morice.  Trans.  Ent.  Soc.  London, 
1897,  p.  309. 

9-  Nig-ra,  nitida;  mandibulis  tarsisque  plus  minusve  rufes- 
centibus;  g-enibus  teg-ulisque  pallide  flavis;  seg-mentorum  ab- 
dominalibus  marg-inibus  posticis  pallidis.  Clypeo  vix  convexo 
in  marg'o  antico  fere  truncato.  Mesonoto  scutelloque  laevibus, 
nitidis,  punctis  satis  mag-nis  valde  distantibus  iustructis;  seg-- 
mento  mediano  in  área  dorsali  oblique  striato,  lateribus 
arg-enteo  pilosulis.  Alae  puré  hyalinae,  nervis  pallide  ñavis, 
cellula  radiali  lata,  brevis;  área  pyg-idialis  nitida,  polita,  punc- 
tis valde  remotis  praedita,  in  ápice  late  rotundata.  Oculi  in 
vértice  long-itudine  flag-elli  articulorum  2,  3,  4  inter  se  dis- 
tauti. 

Long".  7  mm. 

(^  latet. 

Negra,  brillante,  charolada,  con  las  mandíbulas  y  los  tarsos 
más  ó  menos  ferrug-inosos,  y  de  color  blanquecino  ó  amari- 
llento las  tég-ulas,  las  rodillas  y  el  ápice  y  la  base  de  las  tibias; 
provista  de  pubescencia  plateada  muy  abundante  sobre  los 
lados  del  seg-mento  medio  y  dorso,  hacia  la  base,  del  l.^'"  seg-- 
mento  abdominal.  Alas  hialinas,  nervios  de  color  pajizo;  cé- 
lula radial  corta  y  ancha;  la  3."  célula  cubital  de  lados  casi 
paralelos,  tan  ancha  sobre  la  célula  radial  como  inferiormente; 
el  3.*^'^  nervio  transverso  cubital  lleg-a  á  la  célula  radial  muy 
cerca  del  áng-ulo  infero -posterior  de  ésta,  á  una  distancia  de 
él  mucho  menor  que  la  anchura  de  la  3.'  célula  cubital.  Clípeo 
poco  convexo,  casi  truncado,  alg-o  sinuoso  sobre  el  borde  an- 
terior. Las  órbitas  internas  de  los  ojos  por  encima  de  los  este- 
mas, separadas  entre  si  por  un  espacio  que  equivale  próxima- 
mente á  la  long-itud  del  2.°,  3."  y  4."  artejos  del  funículo.  Meso- 


DE   HISTORIA   NATURAL.  299 

noto  y  escudete  casi  lisos,  muy  brillantes,  con  alg-unos  puntos 
gruesos  muy  esparcidos.  Espacio  triang-ular  del  segmento  me- 
dio sin  reborde  posterior,  fino  y  oblicuamente 
estriado;  pleuras  muy  punteadas.  Abdomen  fino 
y  densamente  punteado;  la  puntuación  más 
gruesa  y  diseminada  que  en  la  P.  Kohli,  pero  ^.^  g, 
menos  que  en  la  P.  Moricei.  Área  pigidial  bri-  ^^ea  pigidiai 
liante,  con  algunos  puntos  diseminados,  ancha  *^® -^^  ^**''*'"*' 
y  redondeada  en  el  ápice,  que  es  translúcido.  Últimos  segmen- 
tos del  abdomen  provistos  lateralmente  de  largas  cerditas 
plateadas. 

Esta  especie  se  distingue  de  sus  congéneres  por  tener  las 
alas  completamente  hialinas;  la  disposición  de  la  célula  radial 
y  3.'  cubital;  el  área  del  seg'inento  medio  finamente  estriada; 
el  mesonoto  y  escudete  lisos,  brillantes,  con  muy  rara  pun- 
tuación, etc.,  etc. 

Patria:  Abbasiyeh,  en  Egipto  (F.  D.  Morice). 

Prosopigastra  Kohli,  nov.  esp. 

Nigra,  nítida;  mandibulis,  tarsis  g-enibusque  plus  minusve 
rufescentibus;  tegulis  pallide  ñavis;  segmentorum  abdomina- 
libus  marginibus  posticis  pallidis.  Cypeo  vix  convexo,  in  mar- 
g'o  antico  fere  denticulato.  Mesonoto  satis  punctato;  scutello 
nitido,  minus  dense  punctato.  Segmento  mediano  in  área  dor- 
sal! rug'oso,  lateribus  rugoso  striatis,  Alae  parum  fumatae, 
nervis  brunneis.  Área  pygidialis  bene  limitata,  haud  polita, 
sparse  punctata,  in  ápice  rotundata.  Oculi  in  vértice  lon- 
gitudine  ñagelli  articulorum  quator  basalibus  antennarum 
fere  inter  se  distanti. 

Long.  8  mm. 

(^.  A  femina  differt:  Oculi  in  vértice  longitudine  ñag-elli 
articulorum  tribus  basalibus  antennarum  minus  inter  se  dis- 
tanti; mesonoto  scutelloque  magis  dense  punctatis;  abdomine 
tibiisque  plus  minusve  rufo-ferrugineis;  segmento  ultimo  pa- 
rum emarginato. 

Long.  7  mm. 

9-  Negra;  con  las  mandíbulas,  los  tarsos  y  las  rodillas  más 
•ó  menos  rojizos;  tégulas  amarillentas;  borde  posterior  de  los 
segmentos  abdominales  de  color  claro;  provista  de  pubescen- 
cia plateada  sobre  la  cara,  los  callos  humerales,  las  mesopleu- 


300  boletín  de  la  real  sociedad  española 

ras  y  los  lados  del  seg-mento  medio  y  abdomen.  Clípeo  poco 
convexo,  casi  truncado  y  ligeramente  escotado  y  como  biden- 
tado en  el  centro  de  su  borde  anterior.  Mesonoto  y  escudete 
con  puntos  muy  abundantes,  sobre  todo  hacia  el  borde  ante- 
rior; los  puntos  no  muy  gruesos  ni  muy  profundos.  Segmento 
medio  corto,  con  el  área  dorsal  rebordeada  posteriormente, 
lados  con  estrías  transversales,  el  dorso  rugoso  estriado.  Me- 
sopleuras  esparcidamente  punteadas;  metapleuras  estriadas. 
Alas  un  poco  obscurecidas;  la  3.^  célula  cubital  más  ancha 
inferior  que  superiormente;  el  S.^'"  nervio  transverso  cubital 
lleg'a  á  la  célula  radial  á  una  distancia  del  áng-ulo  ínfero-pos- 
terior  de  ésta,  igual  ú  un  poco  mayor  que  la  anchura  de  la 
3.^  cubital  sobre  la  radial.  Abdomen  fino  y  espesamente 
punteado;  área  pig-idial  redondeada  hacia  el  ápice,  ancha,  con 
puntos  g-ruesos  diseminados.  Las  órbitas  internas  de  los  ojos, 
por  encima  de  los  estemas,  separadas  entre  sí  por  una  distan- 
cia que  equivale,  próximamente,  á  la  longitud  de  ios  cuatro 
primeros  artejos  del  funículo  de  las  antenas. 

(J*.  Casi  del  mismo  tamaño  que  la  9?  presenta  los  ojos  más 
aproximados  entre  sí,  siendo  la  distancia  que  los  separa,  por 
encima  de  los  estemas,  un  poco  menor  que  la  longitud  de  los 
tres  primeros  artejos  del  funículo;  puntuación  de  la  cabeza, 
tórax  y  abdomen  más  apretada  que  en  la  9  y  un  poco  más 
fina;  la  pubescencia  plateada  más  extendida  y  abundante;  el 
color  rojizo  ferruginoso  tiñe  el  borde  posterior  de  todos  los 
segmentos  abdominales,  g-ran  parte  del  dorso  del  1.°  y  2.°, 
todo  el  7.°,  las  tég'ulas,  los  tarsos,  casi  todas  las  tibias  y  las 
rodillas;  el  último  seg-mento  del  abdomen  un  poco  escotado, 
mucho  menos  que  en  la  P.  HancUlrschi,  y  más  que  en  la 
P.  ¡ninctatissima. 

Esta  especie  es  muy  parecida  per  su  tamaño  y  coloración  á 
las  P.  laemor  y  Moricei.  Se  diferencia  de  la  laevior  por  la  pun- 
tuación densa  del  mesonoto,  el  área  dorsal  del  seg-mento  me- 
dio, que  es  rug"OSO- estriada,  la  estructura  de  las  alas  ante- 
riores y  la  conformación  del  área  pig-idial.  Se  distingue  de  la 
P.  Moricei  por  la  puntuación  densa  del  mesonoto,  la  separación 
de  los  ojos  en  el  vértice — en  la  KohJi  ig-ual  á  los  cuatro  primeros 
artejos  del  funículo;  en  la  Moricei  igual  á  los  tres  primeros 
solamente — ;  por  la  forma  del  área  pig-idial,  etc.,  etc. 

Patria:  España,  provincia  de  Madrid! 


DE  HISTORIA   NATURAL.  301 

Se  la  dedico  al  ilustre  entoraólog'O  Sr.  F.  F.  Kohl,  del  Museo 
-de  Viena,  cuyos  estudios  sobre  la  g-ran  familia  de  los  Esfég"idos 
le  han  conquistado  reputación  universal. 

Prosopigastra  Handlirscbi  Morice. 

¡Prosopigastra  HandlirscJii  F.  D.  Morice.  Trans.  Ent.  Soc.  Lon- 
don,  1897,  p.  309. 

9-  Nig'ra;  inandibulis,  clipei  marg-o  antico,  callis  humerali- 
bus,  teg'ulis,  tibiis  tarsisque  ómnibus,  femoribus  posticis  et 
abdomine  rufo  testaceis.  Clypeo  convexo,  in  ápice  late  rotun- 
dato.  Capite  et  mesonoto  fortius  et  satis  dense  punctatis.  Seg- 
mento mediano  iu  área  dorsali  rugoso,  lateribus  rugoso  stria- 
to.  Oculi  in  vértice  longitudine  flagelli  articulorum  quator 
basalibus  antennarum  fere  ínter  se  distanti.  Área  pygidialis 
magna,  triang'ularis,  nítida,  políta,  sparse  punctata.  Alae  le- 
viter  flavescente. 

Long.  8  mm. 

cf .  A  femina  differt*.  clipeo  toto,  callis  humeralibus,  femori- 
bus ómnibus  nigris;  oculi  in  vértice  longitudine  ñagelli  arti- 
culorum tribus  basalibus  fere  inter  se  distanti;  abdominis  seg- 
mento ultimo  emarginato. 

Long.  7  mm. 

Negra;  con  el  abdomen,  las  mandíbulas,  el  borde  anterior 
del  clipeo,  los  callos  humerales,  las  tégulas,  todas  las  tibias  y 
tarsos  y  los  fémures  posteriores  de  color  rojizo  ferruginoso  cla- 
ro; el  dorso  de  los  segmentos  abdominales  3-5  manchado  de 
negro;  provista  de  pubescencia  plateada  cubre  la  cara,  las  sie- 
nes, los  lados  del  tórax  y  el  dorso  de  los  segmentos  del  abdo- 
men. Alas  ligeramente  teñidas  de  amarillo,  con  la  nerviación 
ferruginosa.  Clipeo  convexo,  redondeado  anteriormente. 

Cabeza,  tórax  y  abdomen  bastante  punteados;  la  puntuacióu 
del  mesonoto  y  mesopleuras  profunda,  algo  apre- 
tada   y    en    algunas   partes    retículada;    mucho 
más  densa  sobre  el  mesonoto  que  en  las  P.  imnc- 
iatissima,  laemor  y  Kolili;  sobre  el  escudete  los        ^.    , 
puntos   están  más  separados.   Sea-mento   medio      .        .  .^.  , 

^  1  o  Área  pigidial 

corto,   casi  truncado  posteriormente,  rugoso  so-  ^.^  p  Hand- 
bre  el  área  dorsal  (que  presenta  un  reborde  poste- 
rior), y  con  estrías  más  señaladas  lateralmente.  Abdomen  más 
densamente  punteado  que  la  cabeza  y  tórax,  área  pigidial  tri- 


302  boletín    de    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

ang-ulai-,  truncado-escotada  en  el  ápice,  brillante,  con  alg-unos 
puntos  gruesos  esparcidos. 

Los  ojos,  por  encima  de  los  estemas  superiores,  separados 
entre  sí  por  un  espacio  que  mide  de  ancho,  próximamente,  casi 
la  longitud  de  los  cuatro  primeros  artejos  del  funículo  de  las 
antenas. 

La  célula  radial  de  las  alas  anteriores,  por  lo  menos,  tres 
veces  más  larg-a  que  ancha  en  su  medio;  del  punto  de  inser- 
ción del  3.«^'"  nervio  transverso  cubital  al  áng-ulo  ínfero-poste- 
rior  de  la  célula  radial,  hay  más  distancia  que  la  anchura  de 
la  3.*  cubital  sobre  la  radial. 

El  (f  difiere  de  la  9  por  tener  los  ojos  más  aproximados  en 
el  vértice;  las  antenas  provistas  de  pubescencia  plateada,  los 
callos  humerales  y  el  clípeo  completamente  negros;  todos  los 
fémures  negros;  muy  obscurecidas  las  tibias  del  1.°  y  2."  par 
de  patas;  el  último  seg-mento  dorsal  escotado  en  el  ápice; 
el  4.°  seg-mento  ventral  con  una  quilla  transversa  tubercu- 
liforme. 

Esta  especie  se  disting'ue  fácilmente  de  sus  cong'éneres  por 
el  color  del  abdomen,  la  forma  del  clípeo,  la  puntuación  del 
dorso,  etc.,  etc. 

Patria:  Nakhle,  en  Eg-ipto  (F.  D.  Morice). 


CUADRO    DICOTÓMICO   PARA    LA    DETERMINACIÓN    DE    LAS    ESPECIES 
DE    «PROSOPIGASTRA» 

99 

1.  Abdomen  de  color  rojizo  testáceo;  frente  á  la  altura  del 
vértice,  tan  ancha  como  la  long-itud  de  los  cuatro  pri- 
meros artejos  del  funículo;  clípeo  muy  convexo,  redon- 
deado en  su  borde  anterior,  sin  indicio  ni  huella  de 
dientecillos  ó  undulación  dentiforme;  patas  de  color 
ferrug-inoso  testáceo,  excepto  los  fémures  anteriores  é 
intermedios  y  todas  las  caderas;  alas  teñidas  de  amari- 
llo, con  los  nervios  de  color  ferrug-inoso  claro;  tégulas  y 
callos  humerales  testáceos P.  Handlirschi  Morice. 

—  Abdomen  neg-ro,  ó  rojo  y  neg-ro,  ó  neg-ro  con  el  borde  poste- 
rior de  los  segmentos  un  poco  ferruginoso  claro;  clípeo- 


DE   HISTORIA   NATURAL.  303 

poco  convexo,  truncado  en  el  ápice,  con  indicios  de 
dientecillos  ó  undiilaci(3n  dentiforme  en  el  borde  an- 
terior       2 

2.  Mesonoto  y  escudete  casi  lisos,  sólo  con  alg-unos  puntos 

diseminados;  área  dorsal  del  seg-mento  medio  fina  y 
oblicuamente  estriada;  alas  completamente  hialinas,  los 
nervios  pajizos;  la  distancia  del  áng-ulo  ínfero-posterior 
de  la  célula  radial  al  3.^''  nervio  transverso  cubital,  es 
mucho  menor  que  la  anchura  de  la  3/  célula  cubital 
sobre  la  radial.  Abdomen  neg-ro  con  el  borde  posterior  de 
los  seg-mentos  de  color  blanquecino.     P.  laevior  Morice. 

—  Mesonoto  y  escudete  más  punteados;  área  dorsal  del  seg-- 

mento  medio  rug-osa;  alas  más  ó  menos  ahumadas,  con 
los  nervios  de  color  obscuro;  la  distancia  del  áng-ulo 
ínfero-posterior  de  la  célula  radial  al  3.'''"  nervio  trans- 
verso cubital,  es  ig-ual  ó  mayor  que  la  anchura  de  la  3/ 
célula  cubital  sobre  la  radial 3 

3.  Tamaño  del  insecto  7-10  mm.  Primero  y  2.°  seg-mentos 

del   abdomen   de  color  rojo;  alas  bastante  ahumadas; 

área  pig-idial  como  en  la  fig-ura  1.'' 

P.  2Mnc¿aíissima  Costa. 

—  Tamaño  del  insecto  7-8  mm.  Abdomen  neg-ro  con  el  bor- 

de de  los  seg-mentos  ferruginoso;  alas  muy  poco  teñidas; 
área  pig-idial  como  en  la  fig-ura  2.^ 4 

4.  Las  órbitas  internas  de  los  ojos,  á  la  altura  del  vértice, 

distan  entre  si  unalong-itud,  próximamente, ig-ual  á  la  de 
los  tres  primeros  artejos  del  funículo  de  las  antenas;  me- 
sonoto esparcidamente  punteado.. .     P.  Moricei  Mercet. 

—  Las  órbitas  internas  de  los  ojos,  á  la  altura  del  vértice, 

distan  entre  sí  una  long-itud  ig-ual,  próximamente,  á 
la  del  2.°,  3.°  y  4."  artejos  del  funículo  de  las  antenas; 
mesonoto  mucho  más  punteado P.  KoJili  Mercet. 

cfcf 

1.  Abdomen  de  color  rojizo  testáceo;  clípeo  convexo,  redon- 
deado en  su  borde  anterior;  patas  neg-ras,  con  las  tibias 
y  tarsos  ferrug-inosos;  las  órbitas  internas  de  los  ojos,  á 
la  altura  de  los  estemas  superiores,  separadas  entre  sí 
por  un  espacio  cuya  anchura  equivale,  próximamente, 


304  BOLETÍN    DE    LA   REAL   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

á  la  long-itud  de  los  tres  primeros  artejos  del  funículo; 
último  seg-mento  dorsal  del  abdomen  escotado  en  el 
ápice;  mesonoto  g-ruesamente  punteado,  la  puntuación 
alg-o  reticulada p.  Haudlirschi  Morice. 

—  Abdomen  negTO,  más  ó  menos  teñido  de  rojo;  clípeo  poco 

convexo,  casi  truncado  en  su  borde  anterior;  mesonoto 
fino  y  apretadamente  punteado,  ó  casi  liso  y  brillante, 
con  sólo  alg-unos  puntos  diseminados;  el  último  seg- 
mento dorsal  del  abdomen  muy  poco  escotado 2 

2.  Mesonoto  charolado,  brillante,  esparcidamente  punteado, 
los  puntos  g-ruesos  y  profundos;  las  órbitas  internas  de 
los  ojos,  por  encima  de  los  estemas  superiores,  separa- 
das entre  sí  por  una  distancia  que  equivale,  próxima- 
mente, á  la  longitud  de  los  dos  primeros  artejos  del  fu- 
nículo de  las  antenas P.  ¡mnctaiissima  Costa. 

—  Mesonoto  ñno  y  apretadamente  punteado,  casi  mate;  las 

órbitas  internas  de  los  ojos,  por  encima  de  los  estemas 
superiores,  separadas  entre  sí  por  una  distancia  que 
#         equivale,  próximamente,  á  la  long-itud  de  los  tres  pri- 
meros artejos  del  funículo  de  las  antenas 

P.  R'oJiU  Mercet. 


Boletín    bibliográfico. 

(Continuación.) 

Junio. 

American  Anthropologist.  Lancaster.  Yol.  8,  n"  2,  New  series,  1906. 

Aúnales  des  Sciences  Naturelles.  Zoo\ogie.l^av\ñ.  T.  v,  nos  i-4^  1907. Pe- 

RRIER  (R.):  Rech.  sur  les  org.  géuit.  des  Bradypod.  et  sur  leurs  moyens 
de  fixation. — Bolívar:  Revis.  des  Ephippiger.— Bouvikr:  Monogr.  des 
Onychophores. 

Casopis.  Praga.  1907,  Rocnik  iv,  cislo  i.— Vimmer:  Monchy,  ktere  cizopasi 
V.  larvách  a  kuklach  nekterych  cesky'ch  moty'lu. — Pastejrik:  Meta- 
morph.  dvou  Dipter.— Pastejrik:  Ctenophora  pectinicoryñs  L. — Weix- 
furter:  Sisea  loxocerina  Fallen  9,  pi'o  cechy  nova  moucha.— Ram- 
bousck:  Popis  dvou  novych  Staphylinidu.— Klapalek:  Prispevek  k 
znalosti  zvireny  chrostiku  a  jepic  Vy'ch,  Karpat. 

Clínica  y  Laboratorio.  Zaragoza.  1907,  n.°  4. 

Deutsche  Entomologische  Zeitschrift.  Berlín.  1907,  S""  Heft.— André:  Liste 


DE   HISTORIA   NATURAL.  305 

des  Mutillides  recueillis  á  Ceylan  por  M.  le  Dr.  W.  Horn. — Felsche: 
Coprophage  Scarab.— Gerhardt:  Atlieta  Gabrieli  n.  sp.  (col.)— Hage- 
doríí:  Fossile  Borkeukafer.— Hartmakx:  Vier  neue  Art.  des  Cnrcu- 
lion. — Genus  Onychogymmis  (col.) — Hobn:  Megacephala-Tef racha  (col.) 
Neumann:  Einig.  üb.  Staphj'l. — Pape:  Zwei  Eüfsler  von    Benguella 
(col.) — Pic:  Drei  neue  Ptinus-Arten  (col.) — Reineck:  Sammelnotiz.  üb. 
in  der  Umgegend  von  Berlín  vorkomm.  seltenere  Coleopt. — Reitter: 
I"ünf  neue  Coleopt.—  Kiffarth:  Eine  neue  Lokalform  von  Heliconius 
Batesi  Riff  (Le-p.] — Scoeneling:  Neue  Cleriden  von  Zentr.-Amer. — 
Schmidt:  Eine  neue  Südafrik.  Gatt.  der  Aphodiinen   des  Naturhist. 
Mus.  in  Hamburg  ¡col.) — Vosseler:  Die  Culicidengatt.  Toxorhynchites 
und  Eretmopodites  in  Deutscb-Ostafrika(Dipt.)— Einige  Beobacbt.  aus 
ostafrik.   Orthopt. — Wagxer:   Ein    neuer   Rhynchytes    des  palaarkt- 
Faun.  (col.) 
.Entomological  Society  of  Ontario.  Toronto.  (37  Animal  Report.)  1906. 
Farmacia  y  Medicina.  Barcelona.  1907,  n.°  0. 
Gaceta  farmacéutica  española.  Barcelona.  1907,  n.os  104-105. 
Ingeniería.  Madrid.  1907,  nos  75-78. 

Instituí  Océanographique.  Monaco.  (Bulletin.)  1907,  n°  99.— Koehler: 
Note  prélim.  sur  q.  q.  Astéries  et  Opbiures  proven,  des  camp.  de  la 
Princesse-Alice.=^'^'^  ICO.— Maillard:  L'industr.  des  salin.  cótiéres.= 
]Sí°  101.— Sars:  Notes  supplém.  sur  les  Calanoidés  de  la  Frincesse- 
Alice, 
K.  K.  Zoologisch-boíanischen  Gesellschaft.  Wien.  (Verhandlungen.)  1907, 
Lvii  Band,  2  und  3  Heft.— Hormuzaki:  Die  Schmetterliuge  (Lepid.) 
der  Bukowina.— Wagner:  Z.  Morphol.  und  Teratol.  des  Bryoplujllum 
crenatum  Baker.— Schatzmatr:  Die  Koleopterenfauna  der  Villache- 
ralpe  (Dobratsch). — Spaeth:  Beschreib.  neuer  Cassidid. 
Za  Feuille  des  Jeunes  Naturalistes.  Paria.  1907,  n°  439.— Germaix:  Revis. 
des  esp.  fran9.  appart.  aux  g.  Yiripara  et  Bythinia. — Chalande:  Con- 
trib.  á  la  faune  des  Myriop.  de  France.— Mieg:  Note  sur  les  schistes 
á  Meletta  d'Huttingen,  prés  Istein.— Gouby  et  Guigxon:  Les  Insectes 
paras,  des  Crucif.  (suite).— De  Gaulle:  Catal.  des  Hyménopt.  de 
Trance  (suite).=N°  440.— Chatelet:  Note  sur  la  variation  de  forme  de 
VHelix  candidissima  Drap.  dans  les  envir.  d'Avignon. — Dollpüs:  Ano- 
mal,  des  pédonc.  floraux  du  Cerasus  Aviiim. — Courjault:  Guide  de 
¡'Excursionn.  dans  les  faluns  de  Touraine. — Bocssac:  Sur  la  faune 
marine  de  l'étage  Ludien. — Goürt  et  Goignon:  Les  Insect.  paras,  des 
Crucif.  (suite). — De  Gaulle:  Catal.  des  Hyménopt.  (suite). 
Le  Naturaliste.  Paris.  N°  484.— Meünieb:  Sur  la  théorie  des  phénom. 
volcan. — Trouessart:  La  distrib.  géogr.  des  anim.  viv.  et  foss. — 
Boügon;  Le  nom.  de  la  Blanc-ürsine.— Gadeceau:  Hist.  de  l'envahis- 
sement  du  port  de  Nantes,  par  une  Chenopod.  améric— Massat:  Les 


306  boletín    de    la    lllíAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Microbes  dii  pain.=N''  485.— Fritel:  Guide  paléont.  et  géol.  de  la  re- 
gión paris. — Xambeu:  Mceurs  et  métamorph.  des  espéces  du  g.  Philon- 
tus,  Ourtis,  Coléopt.  de  la  fam.  des  Brachélytres. — Laloy:  L'influence 
du  milieu  sur  la  race. — Troitessart:  La  distrib.  gáogr.  des  anim.  viv.  et 
foss. — Massat:  Les  trembl.  de  terre  en  1906.  — Kegnault:  Perversión 
du  goút  chez  Thomine  et  les  anim. 

Las  Baleares.  Palma  de  Mallorca.  1907,  n.os  77-78. 

Museo  Nacional.  Buenos  Aires.  [Anales.)  1906,  serie  iii,  t.  vi  y  viii. 

Naturae  Novitates.  Berlín.  (R.  FriedUiuder  &  Sohrr.)  1907,  nos  4.7, 

Observatoire  royal  de  Belgique.  Bruxelles.  (Annales.)  1906.  jSíouv.  serie, 
t.  111,  fac.  n. 

—  Annuaire  astronomique  pour  1907. 

Real  Academia  de  Ciencias  exactas.,  físicas  y  naturales.  Madrid.  (Revista.) 

1906,  t.  V,  nos  2-4. — Mourelo:  Estudios  de  síntesis  mineral. 
Real  Sociedad  Geográfica.  Madrid.  (Boletín.)  1907,  t.  xlix,  2."  trim. 
Smithsonian    Institution.    United  States  National   Museum.   Washington. 

(Bulletin.)  1907,  n"  56. — Mearns:  Mammals  of  the  mexic.  Boundary 
of  the  U.  S.  Part  i. 

Sociedad  aragonesa  de  Ciencias  naturales.  Zaragoza,  (Boletín)  1902-1904, 
t.  i-iii;  1907,  t.  TI,  n°  1.— Pau:  Formas  nuevas  de  plantas. =N. os  2-4. — 
Pau:  Una  visita  á  San  Ginés  (Sierra  de  Albarrac.) — Valero:  Mine- 
rales españoles  de  la  colección  del  Colegio  del  Salvador. 

Sociedad  española  de  Física  y  Química.  Madrid.  (Anales.)  1907,  t.  v,  n.°  43. 

Sociedad  Nacional  de  Agricultura.  San  José,  Costa  Rica.  (Boletín.)  1906- 

1907,  n.os  3-13. 

Société  belge  d' Astronomie.  Bruxelles.  (Bulletin.)  1907,  n°  4. 

Société  botaniqíie  de  France.  Paris.  (Bidletin.)  1907,  t.  54^  (4"  ser.,  t.  vil), 
n"  3. — Fliche:  Note  sur  un  charbon  quatern.  de  chátaignier  (Castanea 
vulgaris  Lamk.)— Hamet:  Note  sur  deux  Kalanchoe  malgaches. — 
Roques:  Les  Champign.  paras,  des  plantes  des  Pyrénées. — Russell: 
Sur  une  colonie  de  plantes  caldcóles  dans  les  sables  de  la  vallée  de 
Chevreuse. — Pavillard:  Sur  les  Ceratium  du  golfe  du  lion. — Pré- 
seutation  du  Narcissus  rejlexus  Brof. — Dubard  et  Dop:  Descript.  de 
q.  q.  esp.  nouv.  de  Madagascar.— Gagnepain:  Zingiber.  nouv.  de  l'her- 
tier  du  Muséum. 

Société  entomologique  de  Belgique.  Bruxelles.  (Annales.)  1907,  t.  5P,n°4. — 
Bourgeois:  Malacodermes  du  S.  de  l'Inde.  —  Schodteden:  Les  types 
d'Hémipt.  de  Montrousier.=N°  5. — Kirkaldy:  Q.  q.  mots  sur  les 
Hémipt.  polynés.  du  voy  age  de  \'  Eugénie.—^nr  q.  q.  Homopt. 
Ful^oroideae  vivant  sur  la  Canne  a  sucre.— Weise:  Afrik.  Chrysomel. 
Mosér:  Beitr.  z.  Kenntnis  der  Cetoniden.— Scherdling:  Liste  des 
Staphyl.  de  la  rive  gauche  du  Rhin  aux  environs  de  Strasbourg. — 
RAEM    Description  d'un  Cératorrhinide  nouveau. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  307 

Société  Vaudoise  des  Sciences  natureUes.  Lausanne.  (Bulletin.)  1906,  vol. 
XLii,  n°  167. 

South  African  Museum.  London.  (Annals).  1007,  vol.  v,  part  iv. —  Schen- 
ki.ing:  New  Spec.  of  Cleridaj  in  the  Entom.  Coll.  o£  the  South  Afric. 
Mus. — Cameron:  Descript.  of  Sp.  of  Paras.  Hymenopt.  chiefly  in  the 
Collection  of  the  South  Afric.  Mus. 

Sttetiner  Entomologische  Zeitung.  Stettin.  1907,  Heft  1. 

The  American  Naturahst.  Boston.  1907,  vol.  xli,  n°  484.— Greenleaf:  The 
Geogr.  Distrib.  of  Closely  Related  Sp. — Atwood:  The  Coincid.  Distrib. 
of  Related  Sp.  of  Pelagic  Organisms  as  lUustr.  by  the  Chaetognatha. 
Andkeus:  The  Attached  Young  of  the  Crayfish  Camharus  clarkii  and 
diogenes.='ís°  486. -Raxd:  The  Functions  of  the  Spiracle  of  the  Ska- 
te.— Pike:  a  Critic.  and  Statist.  Study  of  the  Determin.  of  Sex. — Wíl- 
son:  Chub's  Nests. 

The  Canadian  Entomologist.  London.  1907,  vol.  xxxix,  n°  6. — Cook:  On 
the  g.  Incisalia. — Cocki.e:  The  Preserv.  of  Papered  Specim. — Evans: 
A  homemade  and  eñect.  Jnsect  Trap. — Keaufott:  New  Micro-Lepid. 
Moore:  List  of  Hemipt.  taken  at  Como,  P.  Q. — Tatlor:  The  Eupithe- 
ciae  of  Eastern  North.  Amer. — Don:  On  Chrysophanus  hypophleas 
and  its  allies.— Pearsall:  Geometrid  Notes.— Davis:  A  new  Tree  Cric- 
ket from  Staten  Isl.  and  New  Jersey. -Ja  Rvis:  Barker's  Anat.  Termi- 
nol. — Ldtz:  Tower's  Evalut.  in  Leptinotarsa. — Broadwiíll:  A  new 
Geometrid. 

The  Entomologist' s  Record.  London.  1907,  vol.  xix,  n"  6. — Tutt:  Trochilium 
'  andrenaeforme  as  a  Brit.  sp. — Reíd:  Larval  habits  of  Trochilium  an- 
drenaeforme.. — Larval  habits  of  Trochilium  crabroniforme. — Lowb: 
Some  Butterfl.  of  Eclipens-Canton  Vaud. — Mathew:  On  the  hybern. 
habits,  etc.  of  Pyrameis  atalanta. — Ratward:  Larvae  of  Polyomma- 
tus  icarus. — Chapman:  Lepidopt.  Notes.— Britten:  Rare  and  local  sp, 
of  Coleopt.  taken  in  Cumberland. — Burr:  Synopsis  of  the  Orthopt.  of 
Western  Europe. 

The  Johns  Hopkins  Hospital.  Baltimore.  (Bulletin.)  1907,  vol.  xviii,  n°  194. 

The  Wilson  Bulletin.  Oberlin,  Ohio.  1907,  New  ser.,  vol.  xiv,  n°  1.-Hen- 
ninger:  On  the  Paridae  of  Germany. — Fisher:  On  BaldEagles'  Nest. — 
Hunt:  On  August  Birds  of  Lake  Sebago.— Jones:  Additions  to  the 
Birds  of  Ohio. — Holmes:  On  Birds  of  Summit,  New  Jersey. — Wood: 
On  the  autumn  Birds  of  the  Cheneaux  Islands. 

The  Zooiogist.  London.  1907,  n"  791. — Selous:  Sexual  Select.  in  Birds.— 
Stewart:  The  Ndhlondhlo.  — Dalgi.iesh:  Some  Common  Ind.  Birds. 

Wissenschaftliche  Insektenbiologie.  Husum.  [Zeitschrift.)  1907,  Bd.  iii, 
Heft  3. — Schülz:  Die  indoaustral.  Trígona  laeviceps  F.  Sm. — Oour- 
voisier:  Üb.  Zeichnungs-Aberrat.  bei  Lycaeniden.— Cholodkovskt: 
Z.  Biol.  von  Scardia  tessulatella  Zell. — Fiebrig:  Eine  Wespen  zerstO 


308  boletín    de    LA   REAL   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

rende  Ameise  aus  Paraguay.— Mokrzecki:  Naturgescli.  ein.  Halmenle 
( Tajñnostola  musculosa  Hb.) — Paganetti-HüxMmler:  Beitr.  z.  Hemipt.- 
Fauna  zu  Corfú. 

Zoological  Society.  London.  (Proceedings.)  1906,  pages  759-1. 062. 

—  (Transadions.)  i  906,  vol.  xvii,  part  G. 

Zoologischer  Anzeiger.  Leipzig.  1907,  Bd.  sxxi,  nos  17-18. — Eedikorzew: 
Die  Ascid.  der  ruesischen  Polar-exped. — Strand:  Vorliinfige  Diagn. 
afrik.  und  südamer.  Spinnen. — Vorlanfige  Diagn,  süd.  und  ost-asiat. 
Clubion.,  Agelen.,  Pisaurid.,  Lycos.,  Oxyopiden  und  Saltic. — Zwei 
neue  Spinnen  aus  wttrttembergisch.  Hohlen. — Dawtdoff:  Sur  le 
développ.  du  nephridium  de  la  trompe  cliez  les  Enteropn. — Illig: 
Bericht  üb.  die  ^ematoscelis -Art.  der  Deutsch.  Tiefsee-Exped.= 
Nos  19-20.— Looss:  Z.  Kenntnis  der  Distomenfain.  Hemiuridae. — 
Poporici-Basxosaxü:  La  forme  mobile  des  Hémogregar.  des  Ghé- 
lonéens.— TmÉBAUD:  Entomostrac.  du  Canten  de  Neufchatel. — En- 
derlein:  Üb.  die  Segm.-Apotome  der  Insekt.— Gadd:  Ein  Fall  v. 
Hermaphrod.  bei  dem  Strongylocentratus  droebachiensis  O.  F.  Müll. — 
WiDAKowicn:  Üb.  eine  Verschlussvorricht.  im  Eileiter  von  Squalus 
acanthias. — Haswell:  A  genito-intest.  canal  in  Polyclads  ^Nos  21- 
22. — Leeüwen:  Üb.  die  Aufnahme  der  Spermatoph.  bei  Salamandra 
maculosa. — Kellner:  Bericht  üb.  die  Embryol.  von  Oikopleura. — 
Gratzianow:  Übersicbt  der  Süsswassercottiden  des  russisch.  Reiches. 
Noack:  Wolfe,  Schakale,  vorgescbichtliche  und  neuzeitliche  Haus- 
hunde.— Kampen:  Die  Anheftung  des  Zungenbeins  am  Schadel  bei 
Puiorius  Putorius  L.=N"  .33.— Popofsky:  Neue  Radiolar.  der  Deutsch, 
Südpol.-Exped. — Pocoe:  Einige  Erganzungen  zu  den  índices  neuer 
Gatt.  und  Untergattungsnamen  des  Zool.  Record, — Russ:  Üb.  die  pos- 
tembr.  Entwicklung  des  Mitteldarmes  bei  den  Trychopt. — Wolters- 
torff;  Üb.  neue  Tritonenform.  Osterr.,  insbesondere  Tritón  vidgaris 
subsp,  typica  forma  kammeresi  n.  f , — Oka:  Eine  dritte  Art  von  Pecti- 
nella. — Lüther:  Üb.  die  System,  Stellung  der  Rhabdocoelen-Fam,  Ca- 
tenulidae. — Ostrommoff:  Z,  Entwicklungsgesch,  des  Sterlets  (Acipen- 
ser  ruthenusj. — Strand:  Diagn,  neuer  Spinnen  aus  Madagaskar  und 
Sansibar. — Mesner:  Augen  bei  Tiefsee-Seesternen. 


Blanchard  (Dr.  Raphael)— Encoré  sur  les  Négres-pies.  Un  cas  inédit  du 
debut  du  xx«  siécle.  (Bull.  de  la  Soc.  fran9.  d'Hist.  de  la  Med,  Poitiers, 
1906). 

—  Nouveaux  Documents  sur  les  Maladies  vénériennes  dans  l'Art,  (Bull, 
de  la  Soc.  fran^.  d'Hist.  de  la  Med.  Poitiers,  1906.) 

Bolívar  (I.) — Revisión  des  Ephippigerinae.  (Aun.  de  Se.  nat.  París,  1906.) 


DE   HISTORIA   NATURAL.  309 

Cabrera  Latorre  (Ángel).— Algunos  roedores  nuevos  de  Marruecos.  (Bol. 
de  la  R.  Soc.  esp.  de  Hist.  nat.  Madrid,  Abril  1907.) 

Calafat  y  León  (Juan) — Nota  sobre  la  termo-luminiscencia  de  los  mine- 
rales. (Bol.  de  la  R  Soc.  esp.  de  Hist.  nat.  Madrid,  Abril  1907  ) 

Esteva  (José).— Los  vidrios  violados.  (Bol.  de  la  R.  Soc.  esp.  de  Hist.  nat. 
Madrid,  Abril  1907.) 

Fríes  (Rob.  E.) — Cari  yon  Linné.  Leipzig,  1907. 

H.  Pacheco  (Eduardo). — Estudio  elemental  del  organismo  humano.  Cór- 
doba, 1907. 

Jiménez  de  Cisneros  (Daniel). — Excursiones  por  el  Norte  de  la  provincia 
de  Alicante.  (Bol.  de  la  R.  Soc.  esp.  de  Hist.  nat.  Madrid,  Abril,  1907.) 

L.ízaro  é  Ibiza  (Blas). — Notas  micológicas.  (Mem.  de  la  R.  Soc.  esp.  de 
Hist.  nat.,  t.  V.  Madrid,  1907.) 

LlNNÉ  (Carlos).— Systema  natural.  Regnum  animale.  Editio  decima  1758. 
Lipsiae,  1894. 

Memoria  de  la  Escuela  práctica  de  Agricultura  de  Talca.  Santiago  de 
Chile,  1907.) 

Navas  (Longin). — Entomologie  (miscelánea),  (Rev.  des  quest.  scient. 
Avril,  1907.) 

NicKLES  (Rene). — Sur  l'existence  de  Psiloceras  planorhe  dans  la  región  de 
Virtrey  (Haute-Marle).  (BuU.  mens.  de  la  Soc.  des  Se.  de  Nancy.) 

NiCKLÉs  (Rene)  et  Jolt  (Henri).— Sur  la  tectonique  du  nord  de  Meurthe- 
et-Moselle.  (Compt  rend.  de  l'Ac.  des  Se.  Paris,  Mars  1907.) 

Pardillo  Vaquer  (Francisco). — El  microsterógrafo  y  su  aplicación  á  la 
medida  de  diedros  de  cristales  microscópicos.  Barcelona,  1907. 


Julio. 

Académie  des  Sciences.  Paris.  fComptes  rendas.)  T.  cxiiv,  1907,  n°  22. — 
L.EWY  et  Püiseux:  Sur  l'orig.  des  accidents  du  sol  lunaire.— Gourdon: 
Sur  un  microgranite  alcalin  recueilli  syr  la  terre  de  Graham  par 
l'exped.  antarct.  du  Dr.  Charcot. — Pauchet:  Sur  la  déhisc.  de  q.  q. 
étamines.— Gard:  Role  de  l'Anat.  comp.  dans  la  distinction  des  esp. 
de  Cistes. — Albauart:  Nouv.  méthode  de  separation  et  de  dosage  des 
acides  organ.  dans  les  fruits  et  les  légumes. — Heckel:  Sur  la  muta- 
tion  gemmaire  cultur.  du  Solanum  tuherosum  L. — Lesne:  Sur  les  paras, 
xilophages  du  Mani(;oba  (Manihot  Glaziovi  Muell.  Arg.)  — Barbieri:  La 
struct.  de  la  moelle  épiniére.— Carles:  Le  flúor  dans  les  coq.  des 
moilusquesnon  marins. — MoNNEYRAT:Inñuence  des  rapides  déplacem. 
d'air  que  provoque  l'automobile  sur  la  nutrit.  génér.^N°  23. — La- 
CROix:  Sur  la  constit.  pétrogr.  du  massif  volcan,  du  Vésuve  et  de  la 
Somma. — Bertrand  et  Muttermilch:  Sur  l'exist.  d'une  tyrosinase  dans 
le  son  de  froment. — Duparc  et  Pearce:  Sur  les  roches  basiq.  de  la 


;3io  boletín  de  la  real  sociedad  española 

chaine  de  Tschissapa  (Oural  du  N.)— Vasse:  Sur  la  cavité  pleur.  chez 
l'Éléphant. — Beauchamp:  Sur  la  digest.  de  la  chlorophylle  et  l'excré- 
tion  stomac.  chez  les  Rotiféres. — Josué  et  Bloch:  Action  hyperten- 
sive  de  la  couche  cortic.  des  capsules  surrénales. — Savornin:  Sur  le 
géosynclinal  miocéne  du  Tell  merid. — Tdévenin:  Sur  les  Dinosaur.  du 
Jurass.  de  Madagascar. — Bertrand:  Caractérist.  de  la  trace  foliaire 
de  VAnkyropteris  Bibradensis  B.  R.  sp.=N°  24. — L.ewy  et  Pdiseüx: 
Sur  la  quest.  de  l'orig.  des  mers  lunaires. — Giard:  Nouv.  remarq.  sur 
l'oblitér.  de  la  cavité  pleur.  des  Eléphants. — Fonar'd:  Sur  les  propr. 
colloid.  de  Tamidon. — Wolff:  Action  comparée.  des  extraits  d'orge  et 
de  malt  sur  les  dextrines  les  plus  résist. — Piettre  et  Vila:  Sur  la  teneur 
en  oxigene  de  l'oxyhémogl.  de  cheval. — Wallerant:  Sur  les  írans- 
"  forra,  polymorph.  des  mélanges  isomorphes  de  trois  corps. — Gerbes: 
Le  f aisceau  inverse  de  Zilla  macroptera  Corps.— Martinand:  Rech.  de 
l'invertine  ou  sucrase  et  du  saccharose  dans  les  divers  org.  de  la 
vigne  et  dans  q.  q.  fruits.— Piéron:  Autotomie  protectrice  et  autot, 
évasive. — Barbieri:  Struct.  des  nerfs  section.  dans  une  évol.  stricte- 
ment  physiol. — Chudeatj:  La  Geologie  du  Sahara  central. — Flamand: 
Sur  la  présence  du  terr.  carbonif.  aux  environs  de  Taoudeni  (Sahara 
occid.)— Déprat:  Les  éruptions  posthelvétienn.  antér.  aux  volcans  re- 
cents dans  le  N.  O.  de  la  Sardaigne. — Maillard:  Sur  la  trombe  du  22 
Mai  1907  dans  le  département  du  Loiret.=N°  25.— Lacroix:  Sur  une 
esp.  minér.  nouv.  des  fumeroUes  du  Vésuve.  — Bertrand  et  Mütter- 
MiLcn:  Sur  le  phénom.  de  coloration  du  paiu  bis. — Dufour:  Observ. 
sur  les  feuilles  primord.  des  Achillées. — Jumelle  et  Perrier:  Les  ter- 
mites  champignonnistes  á  Madagascar. — Daniel:  Sur  q.  q.  variat. 
observ.  dans  le  g.  Rosier. — Roüle:  Sur  la  valeur  morphol.  des  épines 
du  polypier  des  Antipathaires. — Vignier:  Pérsist.  de  la  trochophore 
chez  un  Hésionien.— Dooton:  Notions  nouv.  sur  V Hylohates  Leuco- 
genys  Ogilby. — Lapicque:  Tabl.  génér.  du  poids  encéphal.  en  fonction 
du  poids  du  corps. — Gravier:  Sur  l'assoc.  d'un  Alcj'onaire  et  d'algues 
unicell. — Arthand:  De  la  mesure  du  cbamp  pulmón,  et  de  son  acti- 
vité. — Gautrelet  et  Gravellat:  De  l'actiou  physiol.  de  q.  q.  matiéres 
color,  et  de  leur  élimination  urin. — Martel:  Sur  les  goulfres  de  la 
mer  et  le  volcanisme. 
Académie  des  Sciences.  Cracovie.  (Bulletin  intemational.)  1907,  n°  1, — 
Küdelka:  Anat.  comp.  des  org.  végétat.  des  Groseilliers.— Rüdzki:  Sur 
la  profond.  du  foyer  du  trembl.  de  terre  de  la  Calabre  du  8  Sept. 
1905. — Nowak:  La  flore  fossile  sénonienne  de  Potylicz.^N"  2. — 
Marchlewski:  Nouv.  preuve  de  la  párente  chim.  entre  la  matiére 
color,  du  sang  et  la  chlorophylle. — Zapalowicz:  Revue  critique  de  la 
flore  de  la  Galicie,  8«  partie.  —  Grztboví^skt:  Boryslaw.  Une  monogr. 
géol.— KoRCZTNSKi  et  Marchlewski:  Etudes  sur  les  matiéres  color. 


DE   HISTORIA   NATURAL.  311 

des  racines  de  Datisca  caimabina.=IS;°  3. — Bollasd:  Sur  la  réaction 
du   gaíac   et   de   l'oxyhémogl.— Jestts:    Sur  la  nature   chim.   et  la 
struct.  de  ramidon. 
Académie  international  de  Géographie  Botanique.  París.  (Bulletin.)  1907, 
n°  212.— Christ:  Filices  chinensis,  Duclouxianae,  Esquirolianae  et 
Cavalerienses. — Filices  Azoricae  a  D'*  Bruno  Carreiro  lectae. 
Academy  of  Science  of  St.  Louis..  (Transactions.)  1906,  vol.  xv,  n°  6¡  vol. 
XVI,  nos  1-2. — OoLLiNs:  Notes  on  a  Collect.  of  MoUusks  from  the  vici- 
nity   of   Álpena,   Michigan. =Nos    3-4.  — Glatfelter:    Prelim.  list  of 
Righer  fungi  collect.  in  the  vicinity  of  St.  Louis.=]S°  5.— Teery:  The 
nasal  Skelet.  of  Amblystoma  punctatum  (Linn.)=— -N°  6. — Casey:  Ob- 
serv.  on  the  Staphyl.  Groups  AUocharinae  and  Xantholinini,  chiefly  of 
America. =N°  7.— Weller:  Kinderhook  Faunal  Stud.  IV.  The  Fauna 
of  the  Glen  Park  Limestone. 
Aúnales  des  Sciences  naturelles.  París.  Zoologie.  ix  serie,  t.  v,  1907,  nos  6-7. 
BouviER:  Monogr.   des  Onychophores  (fin). — Billard:  Hydroídes  de 
la  Collect.  Lamarck  du  Mus.  de  París.  I.  Plumulariidae. 
Annotationes  zoologicae  japonenses.  Tokyo.  Vol.  vi,  1907,  part  ii. — Mitake: 
A  list  of  a  Collect,  of  Lepídopt.  from  Formosa.— Matzdmura:  Die 
Cicad.  Japóns. — Oka;  Z.  Kenntn.  der  Suesswasser-Bryozoenfauna  von 
Japón.— Okamura:    An  Annot.  List  of  Plankton   Microrgan.  of  the 
Japón.  Coast. 

Botanisk  Tidsskñft.  Kobenhavn.  1907,  t.  28,  fase.  1.— Ostenfeld:  Plante- 
wsexten  paa  Fíeroerne. — Ostenfeld  and  Rosenberg.  Experím  and 
cytolog.  Stud.  in  the  Híeracia.— Deichmann  og  Rosen vinge:  Bernter- 
kninger  om  Isfod  og  Tangrand  ven  Gronlands  Kyster. — Note  sur  la 
limite  supér.  des  Fucacées  et  sur  le  bord  de  glace  sur  les  cotes  du 
Groenland. 

Clínica  y  Lahoratorio.  Zaragoza.  1907,  n°  5. — Andrés:  Estudio  anatomo- 
fisiul.  de  las  cápsulas  suprarreu. 

Davenport  Academy  o f  Natural  Sciences.  fProceedings.)  Vol.  iv  (1882-1 884\ 
V  (1885-1889)  y  vi  (1889-1897). 

Entomologische  Litteraturhlatter.  R.  Friedlander  und  Sohn.  190?,  n°  6. 

Entomologische  Zeitschrift.  1907,  n°  12. 

Gaceta  farmacéutica  espafiola.  Barcelona.  1907,  nos  106-108. 

Ingeniería.  Madrid.  1907,  nos  7i/-80. 

Instituto  geológico  de  México.  (Boletín.)  1906,  n°  24. — Bose:  La  fauna  de 
moluscos  del  Senoniano  de  Cárdenas,  San  Luis  Potosí. 

Laboratorio  Municipal  de  Higiene  de  Madrid.  (Boletín.)  T.  vil,  1907,  n°  2. 

Las  Baleares.  Palma  de  Mallorca.  1907,  n°  79. 

Le  Naturaliste.  París.  1907,  n"  486. — Trodessart:  La  distrib.  des  animaux 
viv.  et  foss. — Massat:  Les  trembl.  de  terre  en  1906. — Xambeü:  Moeurs 
et  métamorph.  des  esp.  du  g.  Philonttis  (Col.  de  la  fam.  des  Braché- 


31-2  boletín  de  la  REAL  SOCIEDAD  ESPAÑOLA 

lytres).— BouGOX:  Les  Morilles  de  la  región  paris. — Santini.  Animaus 
mytholog.,  légendaires,  etc.  Le  raon.=N°  487. — Meunieb:  Les  gres 
stalact.  d'Orsay. — Trouessart:  La  distrib.  des  anim.  viv.  et  foss. — 
Fkitel:  Guide  géol.  et  paléont.  de  la  región  paris. — Xambeu:  Moeurs 
et  métamorph.  des  esp.  du  g.  Philontus. — Santini:  Anim.  mythol., 
légendaires,  etc.  Le  Paon. 

Museo  Nacional.  San  Salvador.  (Anales.)  T.  3.°,  1907,  n°  19. — Guzmán:  La 
enferm.  del  café  en  El  Salvador. — Brolemann:  Miriáp.  de  Guatemala. 
Rejón:  Las  Mayas  descienden  de  los  Egipcios.— Güzmán:  Botan, 
industr.  de  Centro-Amér  — Insectos  dañinos. 

Museum  (VHistoire  Naturelle.  Paris.  (Bulletin.)  1906,  n°  7;  1907,  n"  1. 

Museum  of  Comparativa  Zo'ólogy  at  Harvard  College.  Cambridge,  Mars. 
(Bulletin.)  1907,  vol.  l,  n"  9.  — Ferxald:  A  collect.  of  Sphecidae  from 
Argentino. =Vol.  li,  n°  1. — "Woodworth:  The  Palolo  Worm,  Eunice 
viridis  (Gray). 

Museum  nj  ihe  BrooMyn  Institufe  of  Arts  and  Sciences,  (Bulletin  Science.) 
Vol.  I,  1907,  n"  1. — Schoeffer:  New  Bruchidae  of  Brownsville,  Texas 
and  Huaclmca,  Arizona. 

Real  Academia  de  Ciencias  exactas,  físicas  y  naturales  de  Madrid.  (Revista) 
T.  V,  1907,  nos  7_8. 

Real  Academia  de  Ciencias  y  Artes  de  Barcelona.  (Memorias.)  3.a  época, 
vol.  VI,  n.os  10-H. — Almera:  Un  reconoc.  de  los  terrenos  terciarios 
de  las  comarcas  occid.  bañadas  por  el  Mediterr.=N.°  12. — Leveillé: 
Los  Ficus  de  China  =íí.°  13. — Borja:  Necesidad  de  la  Oceanogr.  para 
las  industrias  de  pesca. 

Real  Sociedadad  Geográfica.  Madrid.  (Boletín.)  1907.  Revista  de  Geogra- 
fía colonial  y  mercantil.  T.  iv,  n.cs  2-5. 

fíente  des  Pyrénées.  Tolouse.  1906,  3."  trim.  1907,  l.^''  trim. 

Revue  Suisse  de  Zoologie.  Geneve.  T.  15,  1907,  fase.  1.— Forel;  La  faune 
malgache  des  Fourmis. — Carl:  Copepodes  d'Amboine.— Egounoff: 
Développ.  histol.  du  tube  dig.  de  la  Truite. — Roux:  Sur  q.  q.  Reptiles 
sud-afric. — Yong:  Sur  un  cas  d'hermaphrod.  chez  la  Grenouille.— 
Lessert:  Notes  arachnol. — Plessis:  Etudes  sur  la  Cercyra  verrucosa 
nov.,  nouv.  Triclade  marine. 

Rivista  coleotterologica  italiana.  Camerino.  1907,  n"  5. — Porta:  Revis.  degli 
Stafil.  ital.  m"  part.— Bigliani:  Coleott.  nuovi  o  non  segnati  nel  Catal. 
del  Bertolini. 

Royal  Microscopical  Society.  London.  (Journal.)  1907,  part  3,  n"  178. — 
Mürrat:  Some  Tardigr.  of  the  Sikkim  Himalaya. — Penard:  On  Some 
Rhizop.  from  the  Sikkim  Himal.— Hardy;  Notes  on  a  Peculiar  Habitat 
of  a  Chlorophyte. 

(Co7xtinuará.J 


Sesión  del  2  de  Octubre  de  1907. 

PRESIDENCIA   DE    D.    JOSÉ    CASARES   GIL 

El  Secretario  accidental,  Sr.  Escribano,  leyó  el  acta  de  la 
sesión  anterior,  que  fué  aprobada. 

Correspondencia. — Se  leyó  una  atenta  carta  del  Sr.  Ministro 
de  Estado  dando  g-racias  á  la  Sociedad  por  la  comunicación 
que  ésta  le  había  dirig"ido  con  motivo  de  la  copia  de  las  cartas 
de  Linneo,  que  debemos  al  interés  que  por  nuestra  corporación 
demuestra  dicho  señor,  y  otras  de  nuestros  consocios  D.  José 
H.  Pazos,  de  Cuba,  y  D.  Vicente  de  Val  y  Julián,  de  Zarag-oza, 
participando  haber  sido  nombrados  Jefe  local  de  Sanidad,  el 
primero,  y  Presidente  del  Coleg-io  oficial  de  Farmacéuticos,  de 
la  provincia,  el  seg-undo,  enterándose  de  ello  con  satisfacción 
la  Sociedad. 

Admisiones  y  presentaciones. — Fueron  presentados  para  socios 
numerarios  D.  Victoriano  Colomo  y  Amarillas,  Catedrático  de 
la  Escuela  de  Veterinaria  de  Madrid,  por  el  Sr.  Díaz  Villar; 
D.  Manuel  Reyes  Calvo,  por  el  Sr.  Escribano;  D.  José  Pereyra 
Galviatti  y  D.  Manuel  Medina  Rodríg-uez,  por  los  Sres.  Hernán- 
dez-Pacheco y  Aranda,  y  quedaron  admitidos  D.  Francisco  Es- 
pejo Casabona,  Reg-ente  de  la  Escuela  Normal  de  Maestros; 
D.  Pedro  Salcedo,  Ing-eniero  Jefe  de  Montes;  D.  Anselmo  Tomás 
Corrales,  Rector  de  las  Escuelas  Pías  y  Catedrático  de  Historia 
natural,  en  las  mismas,  y  D.  Rafael  López  Mateos,  Catedrático 
de  Ag-ricultura;  todos  de  Granada,  que  habían  sido  presen- 
tados en  la  sesión  anterior  por  el  Sr.  Diez  Tortosa. 

Publicaciones  recibidas. — El  Secretario  dio  cuenta  de  que  en- 
tre las  publicaciones  recibidas  últimamente  fig-uran  dos  volú- 
menes titulados  La  Herencia,  Hipótesis  acerca  del  sueño,  Opti- 
mismo científico  y  La  finalidad  de  la  Ciencia,  de  que  es  autor 
nuestro  consocio  el  P.  Zacarías  Martínez-Núñez,  y  una  ^ota 
sodre  la  Ulmina  natural,  por  D.  Salvador  Calderón,  enviadas 
como  regalo  para  la  Biblioteca  de  la  Sociedad  por  sus  respec- 
tivos autores.  Se  acordaron  dar  las  g-racias. 

T.  VII. -Octubre,  1907.  21 


314  BOLETÍN    DE    LA   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Notas  y  comunicaciones.— El  Sr.  Rivas  Mateos,  refiriéndose  á 
una  nota  suya,  publicada  en  el  Boletín  anterior,  sobre  el  viaje 
que  en  unión  del  Sr.  Lázaro  é  Ibiza  realizó  á  Estocolmo  y  Up- 
sal  en  Mayo  último,  con  motivo  de  celebrarse  en  dichas  po- 
blaciones el  2."  centenario  del  nacimiento  de  Linneo,  hizo  al- 
gunas consideraciones  de  g-ran  interés  sobre  la  índole  de  las 
fiestas  allí  celebradas,  mostrándose  sumamente  complacido  de 
las  extremadas  atenciones  de  que  fueron  objeto  en  todo  mo- 
mento, así  por  parte  de  la  Familia  Real  sueca,  Gobierno,  altos 
funcionarios  y  profesores  de  aquella  nación,  como  por  los  de- 
legados extranjeros  allí  reunidos,  que  siempre  tuvieron  para 
el  nombre  de  España  frases  de  encomio,  de  respeto  y  en  gene- 
ral de  curiosidad.  Terminó  dando  las  gracias  por  haber  podido 
ostentar  el  título  de  representante  de  esta  Sociedad,  con  que 
fué  honrado  con  ocasión  tan  solemne. 

El  Sr.  Díaz  del  Villar  propone  un  voto  de  gracias  para  el 
Sr.  Rivas  Mateos,  que  tan  dignamente  ha  cumplido  la  misión 
que  le  encomendó  la  Sociedad,  así  como  para  el  Sr.  Lázaro 
que,  como  representante  del  Gobierno  español,  de  la  Univer- 
sidad Central  y  de  la  Real  Academia  de  Ciencias,  ha  sabido 
dejar  el  nombre  de  España  en  el  lugar  honroso  que  le  corres- 
ponde. Dicho  voto  fué  aprobado  por  unanimidad. 

El  Sr.  Lázaro  é  Ibiza  dice  que  la  Memoria  publicada  por  la 
Sociedad  con  tal  motivo  ha  sido  muy  bien  recibida  en  todas 
partes,  no  sólo  por  su  texto  y  esmerada  impresión,  que  no  des- 
merece de  las  publicadas  en  el  extranjero,  sino  por  la  idea  del 
monumento  tan  antiguo  y  digno,  existente  en  honor  de  dicho 
naturalista  en  España. 

El  Sr.  Presidente  se  felicita  en  nombre  de  la  Sociedad  por 
tan  satisfactorio  resultado,  así  como  al  Sr.  Lázaro  é  Ibiza,  por 
las  distinciones  que  tan  merecidamente  le  han  sido  concedi- 
das en  Upsal  y  Estocolmo. 

— El  Sr.  Rioja  (D.  José)  envía  las  siguientes  noticias,  relati- 
vas á  una  ballena  cazada  en  Santander  y  cuya  cabeza  se  repre- 
senta en  la  lámina  vii.  (Se  refiere  esta  especie  á  la  Bal(eno2)tera 
rostrata  Fabr.,  distinta  de  la  Balcena  rostrata  L.) 

Medía  este  ejemplar,  que  fué  muerto  á  tiros  por  un  carabi- 
nero en  una  ensenada  del  Sardinero,  próxima  á  la  península 
de  la  Magdalena,  3  m.  de  longitud  (era  hembra). 

Tiene  los  caracteres  esqueléticos  típicos  de  esta  especie,  ó  sea: 


DE    HISTORIA   NATURAL.  315 

48  vértebras^  distribuidas  asi:  7  cervicales,  11  dorsales,  13  lum- 
bares y  17  caudales;  8  huesos  en  V  en  las  8  primeras  caudales, 
situados  anteriormente  de  modo  que  el  primero  está  entre  la 
última  lumbar  y  primera  caudal.  El  esternón,  en  forma  de  cruz 
latina;  11  pares  de  costillas;  la  cabeza  desde  una  línea  tan- 
gente á  los  cóndilos  del  occipital  hasta  su  extremo  anterior 
0,70  m.,  y  0,75  hasta  la  unión  de  los  maxilares  inferiores.  Las 
apófisis  de  las  regiones  cervical  y  dorsal,  y  aun  las  primeras 
lumbares  sin  unirse  todavía  á  sus  cuerpos. 

No  lleg-ando  los  adultos  de  esta  especie  más  que  á  30  ó  36 
pies  de  long-itud,  y  naciendo  de  una  long-itud  de  9  á  10  pies,  se 
puede  juzg'ar  que  se  trataba  de  un  individuo  de  alg'unos  meses 
que,  separado  de  su  madre,  vino  perdido,  y  falto  de  fuerzas 
varó  en  la  ensenada  antes  indicada,  donde  fué  muerto  del 
modo  ya  dicho. 

Se  hicieron  fotog-rafías,  no  sólo  del  exterior  en  sus  diversas 
reg-iones  incluso  la  de  la  vulva  y  ano,  sino  de  sus  detalles  ana- 
tómicos, como  el  aparato  g'énito  urinario,  observándose  el  es- 
tómag-o  compuesto  de  varios  compartimientos,  unos  á  conti- 
nuación de  otros. 

— Por  último,  el  Secretario  presenta  un  trabajo  que  envía 
D.  José  María  de  la  Fuente,  con  el  título  de  Datos  para  la  fauna 
de  la  ¡wovincia  de  Ciudad  Real,  y  que  pasa  á  la  Comisión  de 
publicación. 

Comisión  del  Noroeste  de  África. — El  Sr.  Aranda  Millán,  por 
encarg'o  y  en  ausencia  del  Sr.  Hernández-Pacheco,  presenta 
un  trabajo  de  que  es  autor  este  último,  titulado  Exploración 
geológica  de  Lanzarote  y  de  las  isletas  canarias,  como  resultado 
del  viaje  que  ambos  hicieron  á  principios  del  verano  último. 
Hace  una  lig-era  narración  de  las  excursiones  realizadas,  en 
las  que  fueron  acompañados,  y  eficazmente  ayudados,  por 
D.  José  Pereyra  y  Galviatti,  disting-uido  perito  agrónomo  por 
la  Escuela  de  Montpellier  y  en  las  que  tomó  parte,  á  veces, 
D.  Manuel  Medina  Rodríguez,  Subdelegado  de  Farmacia  de  las 
islas  Lanzarote  y  Fuerteventura,  para  los  que  tiene  frases  de 
agradecimiento,haciendo  al  mismo  tiempo  extensiva  esta  grati- 
tud á  todos  los  que  en  aquellas  islas  les  prestaron  generosa  ayu- 
da, entre  otros  el  Sr.  D.  Antonio  González,  el  cual  les  hizo  dona- 
ción de  varios  ejemplares  de  aves  de  Lanzarote  por  él  disecadas. 


316  boletín    de   la   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

— El  Sr.  Martínez  de  la  Escalera  anuncia  la  presentación  de 
una  nota,  continuación  de  otras  ya  publicadas,  con  la  descrip- 
ción de  nuevas  especies  de  insectos,  y  principalmente  coleóp- 
teros. A  instancias  del  Sr.  Calderón  hace  una  lig-era  narración 
de  su  último  viaje  á  Marruecos,  ampliando  las  noticias  que 
comunicaba  en  la  carta  de  que  se  hace  mención  en  el  Boletín 
anterior,  y  añadiendo  alg-unas  consideraciones  sobre  la  situa- 
ción actual  de  aquel  imperio  y  seguridad  personal  relativa. 

Secciones. — La  de  Zaragoza  celebró  sesión  el  26  de  Junio^ 
bajo  la  presidencia  de  D.  Vicente  de  Val,  actuando  de  Secre- 
tario D.  Pedro  Ferrando  por  ausencia  de  D.  Celso  Arévalo. 

— Presentó  el  P.  Navas  la  primera  Memoria  del  Dr.  J.  Maré- 
chai  sobre  la  Ovogénesis  de  los  Seláceos  y  de  algunos  otros  Cor-^ 
dados.  Trata  en  ella  de  la  Morfolog-ía  del  elemento  cromoso- 
mático  del  ovocito  i  en  los  Seláceos,  Teleósteos,  Tunicados  y 
AmpMoxus  y  se  publica  en  la  revista  La  Célula,  del  Instituto 
Carnoy,  de  Lovaina.  Expónese  en  la  introducción  el  estado  de 
la  cuestión  de  la  persistencia  de  los  cromosomos  durante  el 
período  del  crecimiento  del  ovocito,  el  material  de  estudio  y 
los  métodos  técnicos  empleados;  y  estando  dividido  el  trabajo 
en  dos  partes,  se  ocupa  la  primera  de  la  diferenciación  y  Ios- 
principios  del  ovocito  I,  y  la  seg-unda,  del  período  de  creci- 
miento del  mismo  hasta  la  reconcentración  definitiva  de  los 
cromosomos,  comparando  el  autor  sus  observaciones  persona- 
les con  las  de  los  que  han  realizado  investig'aciones  sobre  el 
mismo  asunto.  Completan  el  resto  de  la  Memoria  once  g-randes 
láminas. 

— D.  José  Antonio  Dosset  se  ocupó  de  la  hermosa  Memoria, 
publicada  por  la  Sociedad  sobre  las  formaciones  volcánicas  de 
la  provincia  de  Gerona,  fijándose  principalmente  en  la  parte 
microg-ráfica.  Con  este  motivo,  D.  Ramón  Gómez  Pou  mani- 
festó las  modificaciones  que  ha  introducido  en  la  máquina  de 
serrar  rocas  de  Woig-t  &  Hochg'esaug-  para  correg-ir  alg-unas 
deficiencias  que  observó  al  emplearla. 

Y  no  habiendo  más  asuntos  de  que  tratar  se  levantó  la 
sesión. 

— La  misma  Sección  se  reunió  el  25  de  Septiembre,  bajo 
la  presidencia  del  W  Navas,  el  cual  llama  la  atención  de  los 
presentes  sobre  un  trabajo  del  Sr.  Rikli,  publicado  por  la  Socie- 


DE  HISTORIA   NATURAL.  311 

dad  de  Ciencias  Naturales  de  Zurich,  con  el  titulo  de  Excursio- 
nes botánicas  por  el  litoral  mediterráneo  de  España.  Las  verificó 
el  autor  en  breves  días  y  en  dos  años  consecutivos.  Hace  notar 
las  bellezas  y  profusión  de  las  ilustraciones,  señalando  como 
de  especial  interés  científico  las  fig-uras  de  dos  especies  nue- 
vas: Galium  Brockmanni  Brig-,  de  Monserrat,  y  Sideritis  Riklii 
Brig",  do  Benisa.  El  trabajo  es  muy  rico  en  datos  científicos,  y 
no  sólo  en  lo  perteneciente  á  Botánica,  sino  más  aún  en  lo  rela- 
tivo á  Geog-rafía  y  Meteorolog-ía.  En  cambio,  en  la  Bibliog-rafía 
hace  ver  la  casi  total  preterición  de  autores  españoles,  pues 
entre  ios  treinta  y  seis  que  enumera,  sólo  aparece  uno,  citado 
de  este  modo: 

«Lázaro  et  Ibiza.  Botánica  descriptive.  2  Bde  Lisboa  1906. 
Compendio  della  flora  española  mit  Abbildung-en.» 


Notas  y  comunicaciones. 


Datos  para  la  fauna  de  la  provincia  de  Ciudad  Real  (^) 

POR 

JOSÉ    MARÍA   DE    LA    FUENTE 

XIX 
Coleópteros. 

Xantholinus  Fuenteanus  Reitter. 

Die  Dorsalpunktreihe  auf  dem  Halssch.  zeig-t  10  Punkte,  die 
Punkte  an  den  Seiten  stehen  in  einer  stark  S-fürmig-  g-esch- 
wung-enen  Linie,  die  Punktur  der  Deckeu  ist  stark,  nicht  g-e- 
reiht.Von  X.  elegansñ.uYQ\\  die  dicken  Fühler,  den  lang-en,  eifor- 
mig'en  Kopf  abweichend;  von  cribripemiis  durch  doppeltdicke- 
ne  Fühler,  schwarzen  Kopf,  ohne  Metallg-lanz,  sparlicher  punk- 


(1)  Véanse  las  Actas  de  esta  Sociedad  de  1897,  páginas  129,  Vil,  202  y  240;  las  de 
1898,  páginas  83,  97  y  205;  las  de  1899,  págiaas  30  y  210;  las  de  1900,  pág.  188;  el  Boletín 
de  1901 ,  pág.  133;  el  de  1902,  pág.  105;  el  de  1903,  pág.  342;  el  de  1904,  pág.  381  y  el  de 
1906,  pág.  284. 


318  boletín    de    la   REAL   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

tirte  Mittelreihen  des  Halssch.,  verschieden.  An  der  Fühler- 
g-eissel  ist  das  erste  Glied  wenig*  lang-er  ais  breit,  conisch,  das 
zweite  ist  ven  derselbeu  Forin  und  Lang-e,  die  andern  sind 
stark  quer,  mehr  wie  doppelt  so  breit  ais  lang-,  des  letzte 
eiformig-.  Long".  10  mili. 

Art  aus  Spanien  (Pozuelo  de  Calatrava). 

Edm.  Reitter  in  Deutsche  Entomol.  Zeitschr.  1901,  pág-.  68 
(nota). 

Carcinops  (Cissister)  Fuentei  Reitter. 

Oval,  flach  g-ewolbt,  rotlibraun,  Fühler  und  Beine  heller, 
glanzend.  Stirn  fein  punktirt,  oline  Linie.  Halsschild  quer, 
nach  vorn  g-erundet  verengt,  die  Seiten  sehr  fein  g-erandet, 
vorn  tief  ausg-esclmitten,  oben  fein  punktirt,  g-egen  die  Seiten 
zu  mit  einig-en  starkeren  Punkten  vermeng't,  Basis  in  der 
Mittemiteinig-eng-roben,  punktartig-en  Láng-sstriclieln.  Schild- 
chen  sehr  klein,  dreieckig-.  Flügeldecken  mit  5  Streifen,  da- 
von  die  innersten  2  g"eg-en  die  Naht  g-ekrümmt,  der  Nalitstreif 
vorn  rudimentar,  mit  dem  4.  Streif  verbunden,  nach  hinten 
erloschen,  Subhumeralstreif  fehlend,  die  Scheibe  neben  der 
Naht  (wo  sonst  der  Nahtstreif  ist)  der  Lange  nach  flach  ver- 
tieft  und  mit  einzelnen  groben  Punkten  besetzt,  die  Zwis- 
chenraume  am  Grunde  scheinbar  fein  querrunzelig-,  indem 
bei  starker  bewaffnetem  Aug-e  überall  Gruppen  von  je  drei  in 
einer  Querreihe  stehenden  feinen  Pünktchen  vorhanden  sind^ 
und  ausserdem  mit  einzelnen  grosseren,  einfachen  Punkten 
sparlich  besetzt.  Propyg'idium  und  Pyg-idium  fein  punktirt, 
ersteres  in  der  Mitte  hinter  der  Basis  mit  flachen  Lang-sein- 
druck.  Die  hinteren  vier  Schienen  zart  und  leicht  g-ebog-en. 
Long-.  2  mm. 

Doppelt  grosser  ais  mínima  Aubé,  anders  g-efárbt,  anders 
sculptirt  und  in  mehrfacher  Reziehung-  sehr  ausg-ezeichnet. 

Pozuelo  de  Calatrava  in  Spanien;  von  Sig-n.  José  María  de 
Fuente  entdeckt. 

Edm.  Reitter  in  Wiener  Entomol.  Zeiiung,  xv  Jahrg-.,  ix  Heft 
(1906),  pág-.  269. 

Heliotaurus  sanguinicoUls  Reitter. 

Flüg-eldecken  schwach  g-erfurcht,  die  Epipleuren  beim  cf 
undeutlich,  beim  9  deutlich  senkrecht  stehend,  der  innere 


DE   HISTORIA   NATURAL.  319 

Ausserand  voii  oben  nicht  sichtbar.  Vordertarseii  des  cf  erwei- 
tert,  nur  das  Klaueng-lied  starker  verdickt  und  dieses  allein 
fast  so  bi'eit  ais  die  Schiene,  der  Zahn  der  inneren  Klaue  an 
den  Vorderfüssen  beim  (^  gross,  aber  am  Ende  vereng't  und 
nur  abg-estumpft,  fast  stumpfeckig-.  Beine  beim  c^  und  $  g-anz 
schwarz.  Halsschild  und  Flügeldecken  auch  bei  stárkerer 
VergTosserung'  am  Grunde  g-latt,  letztere  mit  deutlicherem 
blauen  Scheine.  Long-.  8,5-12  mili. 

Spanien:  Madrid,  Pozuelo  de  Calatrava,  Toledo,  etc. 

Edra.  Reitter  in  Best.-Tah.  der  europiiisch.  Coleopt.  lvii  (Alle- 
culida)  (19:16).  pág.  142. 

H.  sanguinicollis  var.  rubronotatus  n.  var. 

Pronotum  nig'rum  4-punctis  rubris,  interdum  confluentibus, 
transversim  ornatum. 

No  es  raro  en  Pozuelo,  hallándose  mezclado  con  el  tipo  y  la 
var.  oügricolUs  Reitt.,  bastante  más  frecuente  que  ésta  y  mu- 
cho menos  que  aquél,  que  es  comunísimo. 

Pachytychius  (Styphlotychius)  maculosus  Reitter  n.  sp. 

Oblong'us,  g-racilibus,  castaneus,  thorace  fere  nig-er,  subtili- 
ter  obscure  pubescens;  rostro  elong'ato,  curvato,  sat  valido, 
rufo-ferrug"ineo,  lineolato;  fronte  antice  inter  oculos  albos- 
quamulato;  prothorace  subg-loboso,  leviter  transverso,  rug^u- 
loso  punctato,  maaila  magna  ovali  in  disco  pone  médium,  altera 
lUvinque  JateraU  'párvula  albosquamulata;  elytris  oblong-o-ova- 
libus,  thorace  perparum  latioribus,  subtiliter  striato-punctatis, 
sutura  in  medio  late  obscuriore,  fere  plaga  nig-ra,  maculis  late- 
raliius  non  paucis  al'bosquamulatis,  squamulis  ómnibus  pilifor- 
mibus;  femoribus  inermibus,  tibiis  subrectis,  pedibus  albopi- 
losulis.  Long-.  2,5-3  mm. 

Spanien:  La  Solana.  Von  P.  José  María  de  la  Fuente  g-ütig-st 
eing'esendet. 

Stylosomus  minutissimus  var.  terminalls  n.  var. 

Major.  Labro  pallide  testaceo;  elytra  ápice  ipso  macula  tes- 
tacea,  transversa,  marg-inali,  prselong-iter  commatiformi  sig"- 
nata.  Csetera  ut  in  forma  typica.  Long-.  2  mm. 

Patria:  Fuencaliente  (Ciudad  Real)  ubi  dúo  tantum  speci- 
mina,  mense  Junio,  in  Erica  scoparia  L.  inveni. 


320  boletín    de    LA   REAL    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Tal  vez  conviniera  elevarla  á  la  categ-oría  de  especie  si  la 
escasez  de  ejemplares  (solamente  dos)  no  nos  lo  impidiera. 

El  tamaño  es  evidentemente  V4  mayor  que  en  el  tipo;  el 
labro,  negTo  como  toda  la  cabeza  en  minutissimus,  es  la  varie- 
dad de  un  testáceo  pálido,  y  los  élitros  tienen  la  extremidad 
también  de  este  mismo  color.  La  mancha  de  los  élitros  invade, 
dilatándose,  el  áng-ulo  sutural  y  se  corre,  disminuyendo  en 
anchura,  por  la  marg-en  misma,  hasta  casi  la  mitad  de  los  cos- 
tados, formando  una  1  prolong^ada. 

Epilaclina  angusticollis  var.  enneastigma  n.  var. 
Elytra  9-punctata,  puncto  4°,  interdum  5°,  defíiciente. 
Patria:  Pozuelo,  La  Solana, 

Epilaclina  angusticollis  var,  heptastigma  n.  var, 
Elytra  tantum  7-punctata,  punctis  4°  et  5°  simul  deficienti- 

bus;  cíeteris  punctis  minutissimis. 
Patria:  La  Solana, 
De  la  primera  variedad  poseemos  cerca  de  una  docena  de 

ejemplares;  de  la  seg-unda,  mucho  más  rara,  solamente  dos. 

Hemípteros. 

Trigonosoma  Ramburi  Horv.,  Tetyra  Nigellm  Ramb.  Faun.  And. 
II,  p.  96,  1  (1H42), 
Late  obovatum,  supra  fusco-castaneum,  minus  dense  subtl- 
liter  punctatum;  capite  parteque  dimidia  antica  pronoti  testa- 
ceis,  apicem  versus  nonnihil  in  ferrug-iueum  verg-entibus;  ca- 
pite brevi,  latitudine  sua  interoculari  paullo  (V3)  long'iore,  a 
latere  viso  subperpendiculari,  ang-ulo  faciali  subrecto;  anten- 
nis  flavo-testaceis;  rostro  basin  seg-menti  ventralis  secundi 
atting-ente;  pronoto  sulco  anteapicali  transverso  obsoleto  ins- 
tructo,  parte  anteriore  abrupte  declivi,  a  latere  visa  fere  per- 
pendiculari,  ang'ulis  humeralibus  late  rotundatis,  parum  pro- 
minulis;  scutello  latitudine  corporis  ad  basin  illius  distincte 
breviore,  pone  médium  ang-ustato  et  elytra  occultante,  basi 
vix  elevato  et  haud  fortius  punctato;  marg-ine  ipso  costali  corii 
basin  versus  flavo-testaceo;  pectore  fusco -vel  rufo-ferrug-ineo, 
dense  et  fortiter  punctato;  ventre  flavo-testaceo,  disco  plus 
mlnusve  infuscato,  dense  subtiliterque  punctulato,  seg-mento 


DE   HISTORIA    NATURAL.  321 

secundo  medio  sulcato;  connexivo  et  pedibus  stramineis;  seg-- 
mentis  genitalibus  nigTO-vel  fusco-castaiieis;  seg-mento  g-eni- 
tali  maris  superne  medio  levissime  sinuato.  cf  $•  Long-. 
SVr^Va-  Lat.  Ínter  ang-.  humeral,  pronoti  GVr*'',  ad  basin  scu- 
telli  6V4-6V2  mili. 

Hispania:  Madrid,  Cuenca  (Mus.  Hung-.),  Pozuelo  de  Cala- 
trava  (Coll.  de  la  Fuente),  Málag-a  (Rambur). 

Species  Ínter  T.  rusticuní  Fabr.  et  trigoniim  Kryn.  quasi  in- 
termedia. Ab  arabobus  diífert  scutello  basi  vix  túmido  et  haud 
fortius  punctato.  Ab  illo  praíterea  structura  capitis  et  pronoti 
rostroque  breviore,  ab  hoc  autem  rostro  long-iore,  ang-ulis  hu- 
meralibus  minus  prominulis  segmentoque  ventrali  secundo 
sulcato  diverg'it. 

G.  Horvath  in  Ann.  Musei  Nailon.  Hung arici,  y  (1901),  p.  289. 

Tingis  (Platychila  Fieb.)  auriculata  Costa  var.  Dauci  Horv. 

Minor;  membrana  costae  elytrorum  ang-ustiore,  tota  biseria- 
tim  areolata,  raro  apicem  versus  subtriseriata;  spinulis  capi- 
tis paullo  brevioribus;  elytris  plerumque  totis  pallidis,  imma- 
culatis.  cf  9-  Long-.  2V2-3  mili. 

Hispania:  Ciudad-Real. 

G.  Horvath,  op.  di.  iii  (1905),  p.  568. 

También  se  encuentra  en  Hung-ría,  Rumania  y  Argelia  (fide 
Horvath). 

Tingis  (Platychila  Fieb.)  Fuentei  Horv. 

Oblong-o-ovata,  albido  testacea,  albido-pulverulenta,  gla- 
bra; capite  fusco,  spinulis  quinqué  brevibus,  crassiusculis  buc- 
culisque  pallidis;  antennis  breviusculis,  articulis  duobus  ba- 
salibus  fuscis,  articulo  tertio  flavo-testaceo,  minus  gracili  et 
quam  articulo  sequente  dimidio  longiore,  articulo  quarto  ni- 
gro,  fusiformi;  pronoto  longitudine  articuli  tertii  antennarum 
plus  quam  triplo  latiore,  disco  parum  convexo,  vesícula  antica 
ápice  producta,  a  latere  visa  horizontali,  carinis  discoidalibus 
modice  elevatis,  uniseriatim  areolatis,  duabus  lateralibus  an- 
tice  introrsum  levissime  curvatis,  membranis  marginalibus 
biseriatim  areolatis,  rectis,  mox  ante  ángulos  humerales  quam 
versus  médium  latioribus,  areolis  membranarum  harum  ssepe 
segre  distinguendis;  elytris  completis,  abdomine  multo  lon- 
gioribus,  margine  interno  spatii  discoidalis  angulato-rotun- 


322  boletín    de   LA   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

dato,  spatio  laterali  biseriatim  areolato,  membrana  costaB  sat 
ang-usta,  seriebus  duabus  areolarum  instructa,  venulis  trans- 
versis  seriei  exterioris  plerumqiie  obscurioribus,  punctanigro- 
fusca  mentientibus;  pedibus  flavo-testaceis.  9-  Long.  3V2niill. 

Hispania:  Fuencaliente!  (Mus.  Hung*.) 

Species  haec,  cujus  exemplum  unicum  a  clariss.  Dom.  J.  M.  de 
la  Fuente  dono  accepimus,  T.  angustatcB  H.-Sch.  similis,  dif- 
fert  corpore  albido-testaceo  et  albido-pulverulento,  antennis 
brevioribus,  articulo  harum  tertio  breviore  et  crassiore,  pro- 
noto  mag-is  amplíate  spatioque  laterali  elytrorum  per  totam 
long'itudinem  biseriatim  areolato. 

G.  Horvath,  Synopsis  Tingitidarum  regiori.  pal(Barctic(e,  Bu- 
dapestini,  1906,  p.  76. 

Urentius  Chobauti  Horv. 

Ovalis,  supra  pallide  flavo  vel  g-riseo-testaceus,  spinulis 
erectis  longiusculis  sat  dense  munitus;  capite  nigro,  superne 
spinis  quinqué  long-is  pallidis  armato,  bucculis  ang-uste  pa- 
llido-limbatis;  antennis  flavo-testaceis,  articulis  duobus  apica- 
libus  pilis  nonnuUis  long-is  erectis  príeditis,  articulo  quarto 
apicem  versus  clavato  et  levissime  infuscato;  rostro  flavo-tes- 
taceo,  ápice  nig-ro;  pronoto  sat  convexo,  lateribus  rotundatis, 
vesícula  antica  humili,  ápice  subtruncata,  membranis  marg-i- 
nalibus  totis  reflexis,  carinam  medianam  tang-entibus,  subti- 
liter  reticulatis  et  prasterea  costis  spiniferis  altioribus,  áreas 
quinas  (2, 1,  2)  majores  formantibus  instructis,  carina  mediana 
percurrente,  ápice  puncto  minuto  nig-ro  notato,  carinis  dua- 
bus lateralibus  valde  obliquis  et  antrorsum  usque  ad  mem- 
branas laterales  reflexas  extensis;  elytris  completis,  planius- 
culis,  apicem  abdominis  superantibus,  spatio  discoidali  vénula 
obliqua  obsoleta  diviso,  spatio  laterali  biseriatim  areolato, 
membrana  costíe  serie  única  areolarum  majuscularum  ins- 
tructa; corpore  subtus  nig-ro;  carinis  sternalibus  albis;  pedi- 
bus flavo-testaceis,  breviter  pilosis,  cf  9-  Long-.  1  V^-I^/g  ™ill- 

Gallia  meridioualis:  Avig-non,  Arles  (Mus.  Hung-.  et  Coll, 
Chobaut);  Hispania:  Fuencaliente  (Coll.  de  la  Fuente). 

Speciem  lianc  peculiarem  in  foliis  Cisii  aIMdi  L.  detexitcel. 
Dr.  A.  Chobaut. 

Urentius  Dist.  est  g-enus  ex  India  orientali  descriptum,  a 
cujus  specie  única,  Ü.  echino  Dist.,  species  nostra  statura  mi- 


DE    HISTORIA   NATURAL.  52» 

nore,  lateribus  pronoti  anterius  haud  sinuatis,  vesícula  antica 
ápice  haud  producía,  caput  detectum  relinquente  membra- 
naque  costse  elyti'orum  uniseriatim  areolata  differt. 
G.  Horvath  in  Á7m.  Musei  Nation.  Hungarici,  v  (1907),  p.  304. 


Himenópteros. 

Heterischnus  hispanicus  Berthoumieu. 

¿^9.  Corps  tres  gréle.  Face  preeminente;  tete  noire,  plus 
larg-e  que  le  thorax;  mandibules  á  dents  tres  inég-ales;  clypéus 
fortement  separé  de  la  face.  Antennes  g-réles,  fauves.  Thorax, 
stig-ma  et  pieds  roux;  écusson  convexo;  [métathorax  á  peine 
coudé,  noir  au  moins  á  l'extrémité;  aréa  supéro-médiane  car- 
ree. Abdomen  roux,  subcylindrique;  seg-ments  2-4  carrés,  5-7 
noirs;  postpétiole  lisse,  roux  chez  la  9,  noir  chez  le  cf ;  g-astro- 
céles  nuls.  Long".  7-8  mili. 

Patrie:  Ciudad  Real  (Cabrera). 

L'abbé  Victor  Berthoumieu  in  BuJI.  80c.  Eiitom.  de  France^ 
1904,  p.  271. 


Mylacus  alhosquamulatus  n.  sp. 

POR 

ED.    REITTER 

Dense  albosquamulatus,  nig-er,  convexus,  antennis  pedibus- 
que  rufobrunneis;  capite  thorace  parum  ang-ustiore;  oculis 
parvis,  leviter  prominulis;  rostro  capite  breviore,  long-itudine 
pauUo  breviore,  late  subsulcato,  albosquamulato;  prothorace 
transverso,  brevi,  dense  subtilissime  punctato,  albosquamu- 
loso,  lateribus  rotundato,  aniice  quam  basi  fere  parum  mag-is 
ang-ustato,  margine  basali  apicalique  fere  rectis;  scutello  par- 
vo, dense  albosquamulato;  elytris  subg-lobosis,  ampliatis,  sub- 
tilissime punctato-striatis,  interstitiis  latis,  planis,  obsoleto 
punctulatis,  dense  albosquamulatis,  pilis  brevissimis,  adpres- 
sis  vix  perspicuis  intermixtis;  femoribusinermibus,  tibiis  sub- 
rectis.  Long-.  2,5-3  mm. 

Patria:  Zaraeroza. 


324  boletín    de    LA.    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Von  alien  Mylacus  durch  die  dichte  Beschuppung-,  von  Ar- 
goptochus  durch  die  runde  hug-elig-e  Gestalt  abweicliend.  Dem 
M,  mnrinns  habituell  ahnlicli  (1). 


Los  «Pampliagus»  de  Marruecos 

POR 
IGNACIO   BOLÍVAR 

Los  pamfag-inos  de  Marruecos  llaman  la  atención  por  la  va- 
riedad de  formas  que  ostentan;  entre  ellos  se  encuentran  re- 
presentantes de  todos  los  géneros  occidentales  del  g"rupo,  como 
son  el  Ocnerodes,  el  Pam'phagus  y  el  Eimapms,  los  mismos  de 
la  Península  ibérica,  así  como  el  Eumigiis,  g-énero  que  me 
veo  oblig-ado  á  restablecer  para  algunas  formas  de  Pamjihagus 
que  participan  de  ciertos  caracteres  de  los  Eíma^ñus,  y  en 
especial  de  su  porte  y  aspecto,  por  lo  que  á  primera  vista  se 
creería  pertenecen  á  este  género,  viéndose  después  que  corres- 
ponden al  Pa7)ípkagus  por  la  disposición  del  tubérculo  pros- 
ternal,  caracteres  que  se  observan  también  en  algunas  es- 
pecies españolas  del  tipo  del  P.  onoiiUcola  Rb.  y  del  cíiculla- 
t%s  Bol.  para  los  que  propuse  el  subgénero  Enmigxis.  También 
propong'o  ahora  una  nueva  división  g'enérica  para  el  Euna- 
pius  granosus  Stál,  que  no  puede  continuar  reunido  con  las 
restantes  especies. 

Me  facilita  la  redacción  de  esta  pequeña  nota  la  serie  de 
estos  insectos  recolectada  por  la  misión  española  en  Mogador 
y  los  ejemplares  recogidos  por  el  Sr.  Vaucher  y  que  el  Sr.  Esca- 
lera adquirió  para  nuestras  colecciones,  y  también  los  que 
existen  de  antiguo  en  mi  colección  y  que  proceden  de  cambios 
ó  compras  hechos  con  el  Sr.  Olcese,  con  el  que  estuve  largo 
tiempo  en  relación. 

Seguramente  que  la  lista  de  las  especies  marocanas  ha  de 


(1)  Este  curculiónido  fué  recogido,  en  buen  número  de  ejemplares,  en  un  bosque- 
cilio  de  los  alrededores  de  Zaragoza  por  el  Rdo.  P.  Navas  y  el  que  estas  líneas  escri- 
be, en  Mayo  del  año  corriente.  Enviado  con  otros,  para  su  examen,  al  sabio  entomó- 
logo de  Paskau,  Ed.  Reitter,  este  señor  ha  tenido  la  amabilidad  de  remitirnos  la 
adjunta  descripción,  con  autorización  expresa  para  que  se  inserte  en  nuestro  Bole- 
tín; deferencia  que  agradecemos  en  lo  que  vale.— r^.  M.  de  la  Fuente.) 


DE   HISTORIA   NATURAL.  325 

aumentar  considerablemente  cuando  se  exploren  muchas  re- 
g"iones  de  las  que  nada  conocemos  aún;  pero  con  el  objeto 
de  facilitar  futuros  estudios,  me  ha  parecido  que  convenía  ya 
recopilar  ó  reunir  todo  lo  conocido  hasta  ahora  y  describir  las. 
nuevas  formas.  Por  lo  demás,  esta  lista  amplía  considerable- 
mente la  que  di  en  1898  en  esta  misma  publicación  (1)  de  las 
especies  de  Marruecos. 
Ocnerodes  Durieni  Bolívar. 

Pamphagíis  Hespericus  Rambur,  Táng-er  (Olcese,  Escalera);  Ceu- 
ta (Bolívar);  Melilla  (í'ernández  Navarro). 

—  crassicornis  Bolívar,   n.  sp.  Mog-ador  (Escalera,  iv, 

1906). 

—  Maiiritanicus  Bolívar,  Marruecos. 

—  dolichocerus  Bolívar,  sp.  n.  Marruecos  (Vaucher). 

—  expansiis    Brunner,     Táng-er    (Olcese,    Escalera, 

VI,  1905). 

—  shmUimns  Yersin,  Marruecos  (No  he  visto  esta  es- 

pecie de  Marruecos.  M.  de  Saussure  la  cita,  sin 
embargo  (2);  pero  me  parece  errónea  esta  indi- 
cación). 
Euonigus parmihis  Bolívar,  sp.  n.  Marruecos  (Vaucher). 

—  forthis  Bolívar,  sp.  n.  Marruecos  (Vaucher), 

—  mgroadspersus  sp.  n.  Marraquesh  (Escalera,  iv,  1907). 
Eunapius  Vmicheriamis  Saussure,  Tánger  (Vaucher,  Escalera^ 

IV  de  1905);  Ceuta  (Fernández  Navarro,  iv,  1905). 

—  maroccanus  Saussure,   Tánger   (Vaucher);   Larache 

(Olcese);  Tetuán  (Vaucher). 

—  ¡(Btus  Bolívar,  sp.  nov.  Mogador  (Escalera,  iii  y  iv^ 

1906  y  1907). 

—  —    \a.i\  Ma:aganicí(S  Bol.,  nov.  var.  Mazagán  (Es- 

calera, VI,  1907). 

—  Olcesei  Bol.,  sp.  n.  Tetuán  (Olcese). 

Eunapiodes granosus  Stál,  g*.  nov.  Riíf  (Figari).  Citado  de  Argelia. 

Pampliagus  crassicornis  sp.  nov. 
Fuscus  cretáceo  adspersus,  subtus  pallidior.  Caput  breve  scu- 


(1)  Ortópteros  recogidos  en  Marricecos  por  D.  Gerónimo  Olcese.  Actas.  Soc.   Esp.  db. 
HiST.  NAT,,  tomo.  XXVII,  pág-.  74. 

(2)  Saussure,  Spicil.  entom.  2.  Pamphagiens,  pág.  "7. 


326  boletín    de   LA   REAL   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

tellum  verticis  aug-ustum  elongatura,  tricarinatum;  carinis 
lateralibus  obtusis  subparallelis  antice  angnilatim  converg"en- 
tibus,  carina  media  postice  tantum  distincta,  disco  scutelli 
concaviusculo  rug'uloso,  antice  fisso.  Costa  frontalis  inter  an- 
tennas  compressa  clypeum  versus  marg-inibus  diverg-entibus 
a  latere  visa  medio  valde  sinuata.  Antennae  breves,  marg-inem 
posticum  pronoti  haud  vel  vix  attiug'entes,  distincte  incrassa- 
tae,  18  articulatse,  articulis  basalibus  transversis  tíeteris  parum 
elong-atis  compossitae,  impresso-punctatfe. 

Pronotum  tectiforme,  crista  aciita  a  latere  visa  arcuata  prope 
marg-inem  posticum  tantum  a  sulco  typico  profunde  incisa, 
antice  acute  productum  postice  truncatum,  margine  antico 
utrinque  sinuato,  marg-ine  postico  supra  insertionem  elytro- 
rum  rotundato  suproducto,  rug-uloso  callosum  cretáceo  obli- 
que  fasciatum.  Elytra  spathulata,  apicem  versus  sensim  sed 
parnm  ampliata  marg-inem  posticum  segmenti  abdominali 
primi  attingentia  cf  vel  subatting-entia,  fusco  varia,  margine 
superiori  pallido.  Pedes  breves  fusco  et  albido  variegati.  Fe- 
mora  postica  rugulosa  callosa,  carinis  subcrenulatis,  lobo  ge- 
niculari  interno  badio.  Tibies  posticae  villosse  subtus  grisese 
intus  obscure  cinéreo  fuscse,  ápice  tarsisque  latere  interno  neo 
non  spinis,  basi  apiceque  nigris  exceptis,  flavis. 

Prosternum  struma  cuboidea  rugulosa  antice  margine  in- 
crassato  sinuato.  Abdomen  rugulosura  carina  media,  seg- 
mento primo  excepto,  sulcata,  postice  haud  producta;  subtus 
cum  pectora  laevia  pallide  ferruginea.  Lamina  subgenitalis 
brevissima  triangularis  haud  producta.  Valvulis  ovipositoris 
basi  nigro  nitidis  ápice  pallidis. 

Long.  corp.  (J"  32;  ant.,  10;  pron.,  7;  elytr.,  5;  fem.  post.,  12,5. 

Long.  corp.  9  4.5-54;  ant.,  13-16;  pron.,  9,5-11,5;  elytr.,  6,5-7; 
fem.  post.,  17-20  mm. 

Loe.  Mogador,  Marzo;  Mazagán,  Junio.  Martínez  de  la  Es- 
calera.— La  mayor  parte  de  los  ejemplares  son  jóvenes.  Debe 
llegar  á  su  apogeo  en  Abril. 

Es  una  especie  parecida,  por  su  aspecto,  al  P.  MaMUei,  pero 
bien  distinta  de  todas  por  sus  antenas  más  cortas  que  de  ordi- 
nario y  algo  más  engrosadas  y  cilindricas  en  la  base.  Casi 
todos  los  artejos  de  la  base  son  transversos,  y  los  restantes, 
aunque  alargados,  lo  son  mucho  menos  que  en  otras  espe- 
cies. Los  lóbulos  mesosternales  son  tan  largos  como  anchos 


DE   HISTORIA   NATURAL.  327 

en  los  cf  cf  y  más  anchos  que  largos  en  las  99;  interiormente 
son  más  estrechos  y  redondeados.  Los  fémures  posteriores  con- 
tribuyen también  á  disting-uir  esta  especie  por  su  aspecto  des- 
igual, casi  escabroso,  siquiera  las  rugosidades  sean  obtusas  y 
poco  salientes.  La  coloración  de  las  tibias  también  es  caracte- 
rística; el  color  amarillo  que  ofrecen  en  el  extremo  y  sobre  el 
que  se  distingue  la  mancha  negra  que  rodea  la  base  de  cada 
espina,  llama  desde  luego  la  atención  y  contribuye  á  recono- 
cer esta  especie.  Finalmente,  la  placa  infraanal  no  prolongada 
del  (^  y  las  valvas  del  oviscapto  de  la  9  brillantes,  negras  en 
la  base  y  pálidas  en  el  resto,  la  distinguen  también. 

Los  ejemplares  de  Mazagán  son  mayores  y  tienen  algo  más 
arqueada  la  quilla  del  pronoto. 

Pamphagus  mauritanicus  Bol. 

Cuando  describí  esta  especie,  hace  cerca  de  treinta  años, 
sólo  había  visto  un  ejemplar  9  que  me  comunicó  Mr.  de  Bor- 
mans,  sin  que  desde  aquella  fecha  se  me  haya  presentado  oca- 
sión de  ver  ning-ún  otro;  por  esto  tengo  alg'una  duda  al  referir 
á  ella  unos  ejemplares  recogidos  por  Mr.  Vaucher  en  Marrue- 
cos, sin  indicación  más  precisa  de  localidad  y  á  los  que  con- 
vienen los  caracteres  generales  de  la  especie. 

El  cuerpo  es  zebrado  de  negro  y  blanco  cretáceo,  coloración 
que  se  extiende  á  veces  hasta  el  ápice  del  abdomen  y  el  tu- 
bérculo prosternal  está  escotado  en  el  ápice,  carácter  que  com- 
parte esta  especie  con  el  P.  MaMlIei  Bol,,  especie  española,  el 
Algericus'QYMnxi.  y  la  nueva  especie  que  ahora  describo  con 
el  nombre  de  dolichocerus,  pero  esta  última  especie  es  tan 
característica  por  su  forma  alargada  y  por  la  longitud  de 
las  antenas  que,  desde  luego,  se  distingue  de  todas  las 
demás. 

La  forma  abierta  del  ápice  de  la  quilla  frontal  no  permite 
confundir  esta  especie  con  el  Algericus,  del  que  se  distin- 
gue además  por  la  coloración  de  los  fémures  posteriores  que 
en  la  cara  interna  están  salpicados  de  puntos  blancos  con  los 
lóbulos  geniculares  leonados,  limbados  de  negro;  las  tibias 
posteriores  tienen  las  rodillas  y  parte  del  lado  superior  azul 
ceniza,  el  borde  interior  carminoso,  con  una  mancha  negra 
en  la  base  de  cada  espina  y  el  borde  superior  ferruginoso. 

La  placa  infraanal  del  cf  en  esta  especie,  es  como  en  el  doli- 


328  BOLETÍN    DE    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

chocenis,  truncada  por  detrás;  carácter  éste  que  distingue  las 
dos  especies  marocanas  de  todas  las  otras. 

Pampliagus  dolichocerus  sp.  nov. 

Compressus  elong-atus  pallide  testaceus  verisimiliter  decolo- 
ratus,  sublsBvis;  scutellum  verticis  declive  subovatum  carina 
media  obsoleta;  costa  frontalis  a  latero  visa  inter-antennas  ro- 
tundata  ante  ocellum  sinuata.  Marg-inibus  compresso  eleva- 
tis  clypeum  versus  diverg-entibus.  Antennse  valde  elong-atae 
médium  elytrorum  superantes  basi  subtriquetris;  articulis, 
duobus  vel  tribus  basalibus  exceptis,  valde  e'ong-atis. 

Pronotum  suavissime  rug-uloso,  impresso  punctatum,  acute 
tectiforme  antice  supra  capitem  fortiter  acuteque  productum 
postice  truncato-subemarg-inatum,  crista  acute  substrig-ata 
prope  marg-inem  posticum  a  sulco  typico  excisa,  marg-ine  an- 
tico  utrinque  valde  sinuato,  marg-ine  postico  supra  insertio- 
nem  elytrorum  rotundato  producto;  lobis  lateralibus  intersul- 
cos  anticos  medio  spatio  vermiculari  Isevi  instructis.  Elytra 
elong-ata,  ang-usta  marg-inem  posticum  seg-menti  primi  abdo- 
minis  atting-entia.  Pedes  elong-ati.  Femora  postica  long-a,  ca- 
rina superiori  liaud  compressa,  liumile,  serrulata,  g-eniculis 
superne  fusco  marginatis.  Spinis  tibiarum  posticarum  latere 
interno  basi  macula  fusca.  Prosternum  tubérculo  compressum 
marg-ine  antico  rotundato  subemarg-inato  postice  strumosum 
rug-osum. 

Lamina  subg-enitalis  ^f  ápice  truncata,  sacciformi. 

Long-.  corp.  c?  49;  ant.,  18;  pron.,  10,5;  elytr.,  8;  fem.  post., 
22  mm. 

Long-.  corp.  9  60;  ant,,  22;  pron,,  14;  elytr.,  9;  fem.  post.^ 
26  mm. 

Loe.     Marruecos,  Vaucher. 

Esta  especie  es  muy  afin  al  P.  expansiis  Brunn.,  pero  se  dis- 
tingue bien  de  él  por  ser  más  esbelta,  por  el  pronoto  más 
avanzado  sobre  la  cabeza,  por  la  longitud  notable  de  las  ante- 
nas que  llegan  y  aun  pasan  del  medio  de  los  élitros,  y  que  son 
evidentemente  triquetras  en  la  base  y  con  todos  sus  artejos 
muy  prolongados,  por  la  forma  del  tubérculo  prosternal  obtuso 
y  escotado  en  el  ápice  y  por  la  coloración  de  las  tibias  poste- 
riores, pues  aun  admitiendo  que  los  ejemplares  que  he  visto 
estén  decolorados  y  que  puedan  tener  en  el  lado  interno  color 


DE   HISTORIA    NATURAL.  32ÍÍ 

•ceniciento  o  azulado,  no  ha  de  ser  esta  coloración  uniforme, 
toda  vez  que  las  espinas  aparecen  implantadas,  cada  una  de 
ellas,  en  una  mancha  neg-ra. 

El  protórax  presenta  en  alg-unos  eje  n piares  manchas  ó  fajas 
irregulares  cretáceas. 

Pamphagus  expansus  Brunner. 

La  descripción  original  comparativ^a  con  la  del  P.  similli- 
mus,  no  permite  reconocer  bien  esta  especie,  á  lo  que  atribuyo 
que  Saussure  haya  indicado  como  de  Marruecos  el  P.  similli- 
mus  Yers.  y  no  el  P.  expansus  Br.  La  longitud  de  los  élitros 
no  puede  servir  de  carácter  distintivo,  pues  en  casi  todos  los 
ejemplares  de  simiUimus  que  he  visto  lleg-an  hasta  el  borde 
posterior  del  seg-mento  mediano;  me  parece  que  es  carácter 
más  constante  la  coloración  de  las  patas  posteriores,  carácter 
que  no  se  menciona  en  la  descripción,  tal  vez  por  estar  deco- 
lorados los  ejemplares  que  sirvieron  para  establecerla.  En  pri- 
mer lug-ar,  los  fémures  posteriores  tienen  el  área  interna,  so- 
bre todo,  hacia  la  base,  salpicada  de  puntos  neg-ros  esparcidos, 
los  cuales  faltan  en  el  P.  simiUimus,  así  en  los  que  he  visto  de 
Mesina  en  Sicilia,  como  en  los  de  Túnez,  y  además  las  tibias  del 
mismo  par  tienen  todo  el  borde  interno  de  un  bello  azul  ultra- 
mar homog'éneo  que,  hacia  el  extremo  de  la  tibia,  se  cambia 
en  sangHiíneo,  siendo  de  este  color  el  borde  interno  de  todo  el 
tarso.  Esta  coloración  es  parecida  á  la  del  Algericus,  hasta  por 
lo  que  respecta  á  los  puntos  neg-ros  de  la  cara  interna  del  fé- 
mur, con  la  diferencia  de  que  en  el  Algericus  el  color  azul  ne- 
gro de  la  cara  interna  de  las  tibias  se  concreta  en  manchas 
que  rodean  la  base  de  las  espinas;  esto  aparte,  las  dos  especies 
se  distinguen  por  la  forma  del  tubérculo  prosternal. 

He  visto  numerosos  ejemplares  recogidos  por  el  Sr.  Martí- 
nez de  la  Escalera  en  Tánger  y  en  Algeciras,  sin  que  entre 
los  africanos  y  los  españoles  puedan  apreciarse  diferencias  que 
permitan  establecer  variedades  distintas.  Es  notable,  entre 
ellos,  alguno  que  presenta  hasta  doce  espinas  en  las  tibias 
posteriores.  La  coloración  varía  poco  y  es  en  general  de  cuero, 
pero  á  veces  ofrece  manchas  zebradas  pardas. 

Eumlgus  Bolívar,  1878,  An.  Soc.  esp.  Hist.  nat.,  t.  vii,  pág.  436. 
A  gen.   Eunapio  statura   minore,   elytra  minus  ovata,   re- 

T.  TIL— Octubre,  1907.  22 


330  BOLETÍN    DE    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

troi'sum  minus  aug-ustata,  prosterni  margine  antico  liaud  de- 
presso,  elévate  reflexo,  struma  postice  minute  bituberculata, 
lamina  supraanalis  pariim  elong-ata  vel  transversa  postice  trí- 
gona, lateribus  subsinuatis  diífert.  A  gen.  Pampliago,  elytris 
medio  latioribiis  subovatis,  margo  interno  plerumque  albido, 
crista  pronoti  superne  subtilissime  sulcata  minus  acuta,  lami- 
na supraanalis  cf  late  lanceolata,  prosternum  tumefactione 
dentata  facile  distinguendo. 

Eumigus  fortius  sp.  nov. 

Colore  ochraceo  vel  viridie  albido  fuscoque  vario,  Scutellum- 
verticis  latiusculum  in  9  valde  latum,  concaviusculum,  ca- 
rina media  antice  evanida.  Costa  frontalis  haud  sinuata,  Ínter 
antennas  sulcata,  ante  ocellum  repleta.  AntenuMe  breves.  Pro- 
notum  subacute  tectiforme  antice  parum  productum  postice 
subtruncatum,  crista  media  subtiliter  sulcata,  a  sulco  typico 
leviter  intersecta,  in  c^  compressa;  disco  ruguloso  impresso- 
punctato,  utrinque  carina  vel  ruga  elongata  albida,  lobis  late- 
ralibus  carina  altera  obliqua  plus  minusve  expressa,  margine 
postico  crenato  versus  ángulos  inferiores  subdentato.  Elytra 
ovata  medio  parum  ampliata  margine  interno  late  flavo.  Pedes 
breves.  Femora  postica  superne  serrata  inferné  crenulata,  ca- 
rinis  pagiufe  externse  nig-ro  maculatis,  pagina  interna  nig-ro- 
fusca,  inferné  paluda.  Tibise  posticíe  intus  subtusque  nigrse, 
condylo  cf  plus  minusve  rufo,  spinis  pallidis  ápice  nigro.  Tu- 
berculumprosternaie  a  pagina  anticaformatum,  reñexum,sub- 
emarginatum,  struma  apposita  postice  bidentata.  Lobis  mesos- 
ternalibus  transversis  spatio  intermedio  lato  disjunctis.  Lami- 
na supraanalis  (¡^  medio  producta,  margine  postico  utrinque 
subsinuata. 

Long.  corp.  cf  29;  ant.,  10;  pron,,  6,8;  elytr.,  4,8;  fem.  post.,. 
12  mm. 

Long-.  corp.  9  ^2;  ant.,  9;  pron.,  8;  elytr.,  5;  fem.  post., 
12  mm. 

Loe.    Marruecos,  Vaucher. 

Especie  de  mayor  tamaño  que  la  siguiente,  si  bien  ambas 
pueden  citarse  como  las  más  pequeñas  de  Marruecos,  siendo 
ésta  más  robusta  y  la  que  presenta  el  cuerpo  más  rugoso  y 
el  protórax  con  quillas  parecidas  á  las  de  algunos  Eunapius, 
particularidad  á  la  que,    sin  embargo,  no  doy  gran  impor- 


DE    HISTORIA  NATURAL.  331 

tancia,  pues  bien  pudiera  haber  ejemplares  que  carecieran 
de  ellas. 

Eumlgus  parvulus  sp.  nov. 

Parvas,  cinereus  vel  terreus.  Caput  obtusum  griseo  varium, 
punctatum,  superne  valde  rug-osum  vel  g-ranosum.  Scutellum 
verticisplaniuscuIum,rug-osum,latiusculum,carinisIateralibus 
tantum  inter  oculos  explicatis,  parallelis.  Costa  frontalis  a  la- 
tere  visa  subinteg'ra,  ante  ocellum  coarctata  clypeurn  versus 
ampliata.  Antennse  16-17  articulatai  brevissimíe  médium  pro- 
noti  tantum  atting-entes. 

Pronotum  rug"ulosum  obtuse  tectiforme  antice  supra  capi- 
tem  vix  productum  postice  fere  truncatum,  crista  long-itudina* 
liter  subtiliterque  sulcata  a  sulco  postico  leviter  incisa,  mar- 
g-ine  antico  plus  minusve  sinuato,  postico  supra  insertionem 
elytrorum  obtusang-ulato.  Elytra  ovata  latitudine  sua  sesqui 
long-iora  pallide  ochracea  vel  intus  pallide  limbata,  mar- 
g-inibus  a  basi  diverg-entibus,  pone  médium  curvatis,  postice 
converg-entibus.  Pedes  breves.  Femora  postica  carina  supe- 
rior! haud  compressa  subserrulata,  inferiore  medio  latiora  plus 
minusve  serrato  crenulata;  área  externa  carinis  penniformi- 
bus,  punctatis;  intus  g-risea.  Tibise  posticse  intus  obscure  cine- 
rese,  spinis  pallidis  ápice  nig-ro. 

Tuberculum  prosternale  a  pagina  antica  et  a  disco  prosterni 
formatum  antice  quadratum,  postice  rotundatum  et  utrinque 
tuberculatum  in  9  tuberculis  duobus  conicis  parvis  munitum. 
Lobis  mesosternalibus  transversis  intus  rotundatis,  in  9  postice 
sinuatis,  spatio  vix  ang'ustiore  sejanctis,  in  cf  spatio  interlo- 
bulari  latitudo  costfe  frontalis  prope  clypeum  latiore. 

Abdomen  ruguloso  punctatum,  inferné  laeviusculum,  pa- 
Uidiore. 

(¿^ .  Pronotum  ruguloso  tuberculatum,  carinis  lateralibus 
expressis  nec  non  alteris  irreg-iilaribus  lateralibus,  marg-ine 
postico  versus  ang-ulos  inferiores  dentato.  Elytra  superne  late 
pallide  limbata.  Abdomen  basi  valde  rug-oso.  Lamina  supra 
analis  brevi,  lata,  ápice  trig-ona,  medio  acute  productaet  utrin- 
que subsinuata.  Lamina  subgenitalis  transversa  ápice  subtrun- 
cata,  postice  carinata. 

Long-.  corp.  cf  21;  ant.,  6,5;  pron.  5,2;  elytr.,  3;  fem.  post., 
8,5  mm. 


332  boletín    de    LA   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Long-.  corp.  y  32;  ant.,  7,5;  pron.,  l,o;  elytr.,  5;  fem.  post., 
11,5  mm. 

Zoc.     Marruecos,  Vauclier, 

La  variabilidad  de  esta  especie  debe  ser  muy  grande,  pues 
en  el  corto  número  de  ejemplares  que  he  visto  se  observan 
tantas  y  tan  g-randes  variaciones  que  á  veces  dudo  si  corres- 
ponderán á  especies  distintas,  pero  como  esto  no  podrá  resol- 
verse, sino  con  mayor  número  de  ellos,  me  limitaré  á  señalar 
las  principales  diferencias. 

La  rug'osidad  de  la  superficie  del  cuerpo,  en  la  cabeza, 
protórax  y  base  del  abdomen,  varía,  siendo  muy  fuerte  en 
unos  y  vermicular  en  otros  y  hasta  g-ranosa  fina.  El  protórax 
es  truncado  anteriormente,  ó  avanzado  sobre  la  cabeza,  en 
cuyo  caso,  visto  de  lado  el  borde  anterior  aparece  sinuado;  en 
los  cf  cf  Qu?  he  visto  el  protórax  lleva  quillas  longitudinales 
que  faltan  totalmente  en  las  995  ©n  un  ejemplar  esas  quillas 
son  curvas,  y  en  otro  rectas  y  paralelas.  Los  élitros  son  más  ó 
menos  anchos,  de  coloración  uniforme  ó  con  ancha  marg-en 
pálida  interna.  El  abdomen  es  de  color  uniforme,  ocráceo  por 
encima  ó  neg-rusco  en  la  base,  continuándose  este  color  en  dos 
anchas  fajas  laterales. 

Eumigus  nigro-adspersiis  sp.  nov. 

Crassiusculus,  g-riseus  vel  rufescens  ,albido  fuscoque  dilute 
varieg-atus,  minute  nig-ro  punctatus.  Verticis  scutello  ia- 
tiusculo  g-ranoso  postice  medio  carinato,  carinis  lateralibus 
Isevibus.  Antenníe  filiformes.  Frons  a  latero  visa  infra  inser- 
tionem  antennarum  subsinuata.  Pronotum  tectiforme,  rug-u- 
losum,  minute  nig-ro  punctatum,  supra  capitem  acutiuscule 
productum,  marg-ine  postico  supra  insertionem  elytrorum  ro- 
tundato  productum,  prope  cristam  mediam  sinuatum;  crista 
long'itudinaliter  haud  sulcata  reg'ulariter  arcuata.  Elytrabasin 
versum  aug'ustata  pone  médium  latiora  apicem  versus  sensim 
aug-ustata  ápice  rotundato-subangnilata,  irreg'ulariter  reticu- 
lata  apicem  seg*menti  primi  abdominal!  vix  atting-entia.  Pros- 
ternum  margine  antico  elevato  producto  ápice  sinuato,  struma 
carinis  abbreviatis  parallelis  obtusis  instructa.  Lobi  mesoster- 
nales  transversi  rotundati.  Arolia  tarsorum  anticorum  un- 
g'uiculis  breviora.  Femora  postica  área  media  interna  pinnato 
reticulata  nigTocoerulea,  ante  apicem  annulo  albescenti,  lobo 


DE    HISTORIA   NATURAL.  333 

g-eniculari  pallide  croceo;  latere  externo  femorum  gríseo  ca- 
noso, nig-ro  punctato,  dilute  atque  oblique  fusco  fasciato.  Tibise 
posticse  g'riseopilosse  grisefe  intus  nigro  coerulese  ápice  nec 
non  tarsorum  latere  interno  rufo.  Abdomen  obtusissime  cari- 
natum,  rugulosum,  g-riseo  vel  rufescens,  segmentorum  mar- 
gine postica  rufescenti  fusco  maculata;  inferné  unicolor  g-ri- 
seum  vel  rufescens.  Lamina  supraanalis  ¡^  trig'ona  ápice 
acute  producta,  superne  fere  usque  ad  apicem  fortiter  sulcata. 
Lamina  subgenitalis  ápice  obtusa  breviter  navicularis.  Val- 
vulse  ovipositoris  pallidaj  late  uigro  limbatse  inferioribus  su- 
perioribusque  fortiter  sinuatse. 

Long".  corp.  cf  27;  pron.,  7,5;  elytr,,  4,5;  fem.  post,  12  mm. 
»  9  50;      »        11;       '»  6;  »  16     » 

Loe.    Marraquesh,  mes  de  Abril^  Escalera. 

Especie  próxima  al  P.  montícola  Rb.,  de  Sierra  Nevada,  y  al 
cuctiUatus  Bol.,  de  Cartagena  y  de  la  Sierra  de  Bacares,  pero 
sin  surco  á  lo  largo  de  la  cresta  del  pronoto.  Por  su  aspecto  se 
parece  al  Ocnerodes  Brunneri,  pero  es  menos  rug-oso,  y  el  tu- 
bérculo prosternal  afecta  la  misma  disposición  que  en  las  es- 
pecies citadas. 

Eunapius  Isetus  sp.  nov. 

Crassiusculus  verrucosusnitidiusculus,  viridis,  albido  fusco 
que  variegatus.  Antennse  15-16  articulatse.  Articulis  interme- 
diis  elongatis.  Articulo  8°  vel9°long'ioribus,  subdivissis.  Caput 
Iseviusculum  ,  tantum  suj)erne  callosum,  scutellum  verticis 
elongatum  declive;  carinis  lateralibus  compresso  subelevatis 
cum  carina  media  incrassata  postice  subcrenulatis,  occipite 
lineis  transversis  elevatis  subparallelis  instructo.  Costa  fron- 
talis  haud  sinuata  marg-inibus  acutiusculis  epistomatem  ver- 
sus  sensim  ampliata. 

Pronotum  fusco  varium  prope  marginem  anticum  fusco  sub- 
faciatum  valde  calloso  verrucosum,  tectiforme;  anterius  supra 
occipitem  productum,  marg-ine  antico  utrinque  sinuato;  pos- 
tice  minus  acutum  ad  marginem  metanoti  in  9  haud  attin- 
gente,  crista  in  longitudinein  tota  sulcata  atque  transversin 
strig"osa,  lateribus  basi  apiceque  fovea  profunda  instructa;  ca- 
rinis lateralibus  callosis  valde  arcuatis  ante  sulcura  posticum 
interruptis,  disco  Ínter  carinas  valde  granoso  tuberculato,  lobis 


884  BOLETÍN    DE    LA   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

lateralibus  callis  elong-atis  mag-nis  plurimisaltis,  conicis,  albi- 
dis;  margine  postica  denticulata.  Elytra  ovata,  medio  latiora, 
marg"inem  posticum  seg-menti  abdomiiiis  primi  subattiüg-en- 
tia  fusca,  supra  late  pallide  limbata,  limbo  pallido  ante  mé- 
dium strig-a  fusca  sig-nato.  Pedes  crassiusculi.  Femora  postica 
supra  subtusque  carinis  compresso  dilatatis,  carina  superiore 
irreg'ulariter  serrata,  inferiore  subindistincte  crenulata,  área 
externa  carinis  nig"ro  punctatis;  área  interna  nig*ro  violácea 
plerumque  colore  nig^ro  violáceo  in  punctos  soluto,  ante  api- 
cem  anuulo  pallido,  subtus  sang'uinea.  Tibise  posticse  extus 
g-riseaB  intus  nig-ro  violacese,  spinis  ante  apicem  flavis,  ápice 
immo  nig-ro. 

Prosternum  tuberculum  cuneiforme  fortiter  bicornutum. 
Abdomen  viride  vel  badium,  margine  postica  seg-mentorum 
fusco  et  pallide  pictum,  carina  media  dorsali  incrassata,  haud 
sulcata,  pallida;  subtus  pallidum  punctis  vel  maculis  parvis 
nig-ris  sig-natum,  in  cT  fusciore,  abdomine  supra  fusco  linea 
media,  nec  non  punctis  in  marg-inem  posticum  seg'mentorum 
s-itis  flavis,  subtus  flavescente,  basi  seg-raentorum  macula 
tr-iang'ulari  nec  non  lateribus  seg'mentorum  ventralibus  ni  - 
gris;  segmentis  dorsalibus  lateribus  pallidis.  Lamina  subgeni- 
talís  cf  ápice  breviter  excisa. 

Long.  corp.  (^  28;  ant.,  9;  pron.,  8;  elytr.,  4,5;  fem.  post., 
12  mm. 

Long.  corp.  9  48;  ant,,  11;  pron.,  11,5;  elytr.,  7,5;  fem.  post., 
17  mm. 

Loe.  Mogador,  Martínez  de  la  Escalera.  Los  jóvenes  en 
Marzo  ya  tienen  bastante  tamaño. 

Esta  especie  es  notable  por  su  coloración  y  por  las  rug'osi- 
dades  que  la  adornan,  las  cuales  son  obtusas  á  manera  de 
callos  lisos,  y  de  superñcie  pulimentada  algunos  de  ellos,  so- 
bre todo  los  del  lado  posterior  del  pronoto;  algunos  de  los  co- 
locados inmediatamente  por  delante  del  surco- típico  son  có- 
juicos,  pero  con  la  punta  obtusa. 

La  presencia  de  quillas  laterales  en  el  protórax,  aquí  muy 
manifiestas  y  encorvadas,  no  es  carácter,  como  ya  he  dicho 
hablando  de  otras  especies,  que  pueda  darse  como  típico, 
porque  estas  quillas  he  observado  que  pueden  presentarse 
en  otras  especies  reputadas  por  carecer  de  ellas,  según  puede 
verse  en  los  cuadros  de  Saussure  y  de  Brunner,  que  separan 


DE    HISTORIA   NATURAL.  335 

<el  E.  sitifensis  Brun.  (Brunneri  aiict),  por  presentarlas  á  dife- 
rencia de  las  otras  especies  que  carecen  de  ellas,  y  sin  em  - 
barg-o  en  el  Stali  hay  muchos  ejemplares  que  las  presentan, 
así  como  en  el  terrulentus,  y  tan  salientes  como  en  aquella 
especie,  sobre  todo  en  los  machos. 

Eun.  Ifetus  var.  Mazaganicus. 

Diífert:  Pronoto  suaviter  g-ranoso,  crista  a  latere  visa  magñs 
arcuata,  antice  posticeque  acutiora;  colore  terreo,  vel  griseo 
vel  viridi  fusco  vel  testaceo  varieg-ato,  opaco;  lamina  subg-e. 
nitalis  cf  ápice  haud  excisa. 

Zoc.     Mazagán,  Junio  1907,  Martínez  de  la  Escalera. 

La  variedad  de  Mazagán  es  extraordinariamente  variable 
por  la  coloración,  así  como  por  la  presencia  en  unos  ejempla- 
res de  quillas  laterales  protorácicas  que  faltan  en  otros;  es 
menos  rug-osa  que  el  tipo,  ó  más  bien  el  protórax  está  cubierto 
en  ella  de  granos  pequeños,  que  no  son  salientes  y  agudos  ó 
de  forma  cónica  en  los  lados  del  pronoto  como  en  el  tipo;  este 
carácter,  junto  con  el  de  la  placa  subgenital  del  (j",  que  ter- 
mina en  punta  aguda  y  que  no  está  escotada  en  el  ápice,  dis- 
tingue tan  bien  la  variedad,  que  pudiera  darse  como  especie, 
si  no  fuera  porque  en  lo  esencial  no  hay  diferencia. 

üun.  Olcesei  sp.  nov. 

Corpore  valde  compresso.  Fastigium  verticis  subhorizontale 
cum  fastigio  frontis  ángulo  acuto  formans;  superne  conca- 
vum  elongatum  marginibus  compressiusculis,  carina  media oc- 
-cipitali  antrorsum  obsoleta.  Frons  reclinata.  Antenníe  articulis 
brevissimis  subtransversis  longitrorsum  strigatis  compositse. 
Pronotum  laeviusculum  compressum  acute  carinatum,  crista 
superne  subtiliter  sulcata  antice  posticeque  acute  producía  a 
sulco  transverso  haud  interrupta;  a  latere  visa  valde  arcuata, 
medio  raagis  elevata;  lobis  lateralibus  rugis  carinis  imitan- 
tibus  incompletis;  margine  postica,  praícipue  versus  angu- 
lum  inferiorem,  deorsum  subreflexa.  Elytra  late  ovata  valde 
rotundata,  superne  late  flavo  limbata  et  striga  fusca  sig- 
nata.  Prosternum  tubérculo  parvo  transverso  postice  exca- 
vato,  marginibus  lateralibus  postice  incrassatis  sed  haud  bicor- 
iiutum.  Pedes  antici  incrassati.  Femora  postica  intus  extusque 
<;arinis  nigro  punctatis,  carina  superior!  obsoletissime  serru- 


336  boletín    de    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

lata,  inferiore  integra  medio  parura  latiera.  Tibi*  posticse  in- 
tus  nec  non  g-eniculis  latere  interno  nig-ris.  Abdomen  sublseve 
dorso  pallido,  lateribus  late  fuscis.  Lamina  supraanalis  elon- 
g"ato  trig'onalis  basi  lateribus  subparallelis,  utrinque  ante  api- 
cem  subsinuata.  Lamina  subg-enitalis  acuta  ápice  excisa. 

Long".  corp.  c?  30;  pron.,  10;  elytr.,  4,5;  fem.  post.,  13  mm. 

Loe.    Tetuán,  Oléese. 

Esta  especie  es  del  tipo  del  E.  Vaucherianns  Sauss.,  pero  se 
disting-ue  porque  la  quilla  frontal  no  está  contraída  por  de- 
bajo del  estema  medio,  el  pronoto  no  tiene  á  los  lados  de  la 
quilla  los  dos  g-randes  surcos  longitudinales,  es  más  arqueado 
por  encima  y  menos  prolong-ado  por  detrás;  el  tubérculo  pros- 
ternal  es  de  otra  forma,  seg-ún  queda  dicho,  y  la  placa  in- 
fraanal  es  menos  ag-uda  y  está  escotada  en  el  ápice. 

Eunapiodes  g-en.  nov. 

Eunapio  proximum  g-enus  fastigio  capitis  declive  cum  pla- 
num  frontem  ángulo  obtuso  formante,  juxta  oculos  haudcari- 
nulato;  fronte  perpendiculari;  antennis  18  articulatis;  elytris^ 
reticulatis  subspathulatis  pone  médium  latioribus  apicem 
versus  sensim  ang-ustatis  ápice  ang-uste  rotundatis,  mar- 
g-inibus  a  basi  sequaliter  rotundatis  unicoloribus;  pronoto 
acute  g-ranoso;  femoribus  posticis  brevibus,  latiusculis,  carina 
superiori  compresso  elevata  atque  serrata,  carina  inferiori 
compressaerosula  pone  médium  latiora;  tubérculo  prosternali, 
ang'usto  ab  antico  posticoque  compresso  ápice  acute  bldentato. 
Lamina  supraanali  transversa;  marg'inibuslateralibusparalle- 
lis,  postice  trig'ona  et  utrinque  sinuata,  ang-ulis  lateralibus. 
posterioribus  rotundatis  facile  disting-uendum. 


Especies  nuevas  de  Marruecos 

POR 
MANUEL  M.  DE  LA  ESCALERA 

Machlaslda  Muley-Hafidi  sp.  n.,  loe.  Marraquesh 

Esta  especie  constituye  con  Asida  Olcesei  Frm.  de  Mog-adoí  y 
.4.  acuticosta  Frm.  de  Ouazan,  un  g-rupo  muy  natural  que  debe 
tener  numerosos  representantes  en  la  extensa  reg-ión  inexplo- 


DE    HISTORIA    NATURAL.  337 

rada  de  la  ruta  de  Fez  á  Marraquesh  y  de  ésta  á  la  costa  atlán- 
tica; este  o-rupo  se  caracteriza  por  la  presencia  de  una  sola  cos- 
tilla elitral  saliente,  lisa,  ininterrumpida  en  el  cf ;  protórax  y 
élitros  granujientos,  así  como  todas  las  partes  inferiores  del 
cuerpo  y  esteparaleloide  y  muy  plano  éntrelas  costillas  elitra- 
les;  protórax  de  lados  muy  redondeados  y  base  bisiuuosa,  con 
el  lóbulo  mediano  bien  pronunciado,  pero  no  más  saliente  que 
los  ángulos  posteriores  muy  alargados  y  entrantes,  sin  ningu- 
na divergencia,  siguiendo  la  fuerte  curva  de  los  lados. 

Se  enlaza  con  A.  Farieri  Frm.  de  Fez  por  la  forma  del  protó- 
rax y  paralelismo  del  cuerpo,  alejándose  por  ser  en  ésta  nada 
granujiento  aquel  órgano  y  no  tener  costilla  elitral  lisa,  aquí 
sustituida  por  trazos  longitudinales,  erizado  vellosos  como  en 
A.  Kraaiñ  que  ya  pertenece  á  sección  más  alejada;  también  re- 
cuerda á  A.  Chauveneti  de  Argelia. 

He  aquí  el  cuadro  que  da  las  diferencias  con  dichas  especies 
marroquíes  sin  similares  entre  las  españolas  y  que  recuerdan 
por  la  forma  á  algunas  Machias  del  Cabo  y  por  ello  las  deno- 
mino Machlasida. 

Disco  protorácico  punteado,  lados  y  margen  granulosos 

M.  aciiticosta  Frm. 
Disco  protorácico 'granuloso,  si  bien  los  granulos  más  finos 

que  los  de  los  lados  y  margen;  y  este 

Ancho,  plano  ó  apenas  levantado,  de  borde  cortante 

M.  Olcesei  Frm. 
Estrecho,  bastante  levantado,  de  borde  grueso  y  redondeado. . 

M.  MuIeij-IIafidi  sp.  n. 

En  algunas  99  de  esta  especie,  la  costilla  elitral  á  veces  se  in- 
terrumpe, si  bien  no  tanto  como  en  la  de  Olcesei,  en  que  siem- 
pre lo  es  y  sin  aparecer  vestigios  de  alguna  costilla  suplemen- 
taria externa,  formada  de  granulos  serialmente  dispuestos  y 
anastomosados;  siendo  los  ángulos  posteriores  protorácicos  en 
este  sexo  algo  menos  entrantes  que  los  de  sus  cf  cf  y  considera  - 
blemente  menos  que  los  de  las  99  de  Olcesei,  siendo  más  nota- 
.  ble  esta  diferencia  que  en  los  cf  cf  respectivos,  donde  aún,  repi- 
tiéndose el  carácter,  es  menos  acusado. 

Planasida  Bereai  sp.  n.  loe.  Mazagán, 

Las  Planasida  con  las  Grunulasida  son  las  dos  grandes  seccio- 
nes délas  Asida  en  España,  que  ligan  los  diferentes  grupos  de 


338  BOLETÍN    DE    LA   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

las  terrosas  ó  invernantes  ibéricas  y  africanas  entre  sí  y  con 
los  demás  gTupos  insulares  de  Baleares,  Sicilia,  Córceg-ay  Cer- 
deña;  aquéllas,  g-enuinamente  occidentales,  ocupan  el  litoral 
atlántico  principalmente  y  reg-iones  montañosas  próximas  del 
S.  de  Portug-al,  Huelva,  Cádiz  y  estuario  del  Guadalquivir  y 
apenas  pasan  del  estrecho  de  Gibraltar  hacia  el  E.  con  una 
marginicollis  de  Málag-a  y  alg-unas  especies  de  Sierra  Nevada 
{pusiUima,  pygmeea,  etc.). 

Son  especies  pequeñas  ó  minúsculas,  de  protórax,  g-ranuloso 
en  el  dorso  y  profundamente  fosulado  en  su  cara  inferior;  es- 
beltas y  de  patas  finas  y  larg-as,  muy  planas  y  aún  deprimidas 
dorsalmente  como  Pcmlinoi  y  Monte,  sin  costillas  siempre  y 
sólo  á  veces  con  el  básico  plieg-ue  antehumeral,  ó  pequeñas 
elevaciones  irreg-ulares,  erizado  vellosas,  poco  serialmente 
dispuestas  ó  con  tendencias  á  plieg'ues  elitrales,  pero  no  costi- 
formes. 

Es  interesante  la  localización  de  esta  especie  africana  tan  al 
Sur  del  núcleo  del  gTupo  y  es  muy  afin  de  A .  inqwlnata  de  Tan- 
g-er:  con  la  otra  sp.  n.  P.  Vaiicheri  que  lueg-o  se  describe, 
son  hasta  ahora  los  representantes  conocidos  de  las  Planasida 
africanas. 

Tamaño  pequeño,  un  tercio  más  corta  que  P.  inquinata  y  con 
los  élitros  proporcionalmente  más  cortos  aún;  de  la  misma  forma 
que  dicha  especie,  muy  paraleloide,  alg'o  más  aplanada  y  con 
€l  prótorax  en  su  mayor  anchura  no  más  ancho  que  los  élitros, 
de  márg-enes  alg-o  más  estrechas  y  levantadas,  con  los  áng-ulos 
posteriores  alg-o  más  prolong-ados  hacia  atrás  y  nada  diverg-en- 
tes,  descansando  sobre  los  húmeros,  que  son  redondeados  y  li- 
g"eramente  salientes  y  levantados;  g'ranulación  del  disco  algfo 
más  fuerte,  pero  más  clara. 

Elevaciones  erizado -vellosas  de  los  élitros  muy  irreg-ulares, 
excepto  una  algo  seg-uida  ante  humeral,  á  modo  de  costilla, 
siendo  la  pubescencia  de  estas  elevaciones  rojiza  y  corta,  pero 
más  larg-a  que  en  inguinaía. 

Antenas,  palpos,  fin  de  las  tibias  y  tarsos  rojizos  claros,  y  más 
obscuro  el  resto  de  los  teg-umentos  que  aparecen  siempre  más 
claros  por  transparencia  en  el  marg-en  protorácico  y  húmeros 
€omo  en  todas  \asPIanasida. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  '    339 

Planasida  Vauclieri  sp.  n.  loe,  Larache. 

Especie  muy  afin  de  P.  Paulinoi  P.  A.  de  Coimbra  y  de  su 
misma  talla  y  forma,  pero  bien  distinta,  por  tener  las  fositas  de 
la  cara  inferior  del  protórax  pequeñas  y  no  g-randes  como  di- 
cha especie  y  diente  apical  de  las  tibias  anteriores  considera- 
blemente más  larg'o;  tufos  de  pelos  de  las  elevaciones  elitrales, 
pequeños,  aislados,  con  tendencia  á  formar  costillas,  pero  sin 
llegar  á  ello;  antenas,  tibias  y  tarsos  rojizo  claros,  contrastan- 
do notablemente  con  los  fémures  castaño -rojizos. 

Se  diferencia  de  P.  Bereai  por  ser  mayor,  más  larga  y  más 
deprimida  y  de  ángulos  posteriores  protorácicos  más  cortos: 
sus  $9  son  aún  más  diferentes,  pues  las  de  Bereai  son  paraleloi- 
des  como  sus  cfcf  y  la  de  Vaucheri  es  notablemente  ensancha- 
da en  su  tercio  posterior  y  mucho  más  plana. 


Exploración  geológica  de  Lanzarote  y  de  las  isletas  Canarias 

POR 
EDUARDO    H. -PACHECO 

I.  —  Relato  de  la  expedición. 

Me  creo  en  el  deber  de  dar  cuenta  á  la  Sociedad  de  haber 
realizado  la  misión  que  se  me  confió,  en  unión  de  nuestro  con- 
socio el  Sr.  D.  Francisco  Aranda,  en  Lanzarote  é  isletas  próxi- 
mas del  archipiélag-o  canario. 

Muy  de  sentir  es  que,  á  causa  del  delicado  estado  de  salud 
durante  la  pasada  primavera,  no  haya  podido  dirigir  la  expe- 
dición, como  estaba  proyectado,  mi  sabio  maestro  nuestro  con- 
socio D.  Salvador  Calderón,  pues  el  resultado  que  hubiéramos 
obtenido  hubiera  sido  mayor,  no  escapando  á  sus  profundos 
conocimientos  geológ-icos  alg-unos  detalles  que  quizá  hayan 
pasado  desapercibidos  para  mí,  y  encontrado  la  solución  de 
interesantes  problemas  de  vulcanolog-ia  y  g-eotectónica  cana- 
ria, los  cuales  confío  resolver  con  su  valiosa  ayuda  una  vez  es- 
tudiados los  abundantes  ejemplares  durante  nuestro  viaje  re- 
colectados. 

Como  se  indicaba  en  la  noticia  que  referente  á  nuestra  expe- 
dición se  publicó  en  el  Boletín  del  próximo  pasado  mes  de 


aiO  BOLETÍN    DE    LA    REAL    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Junio,  consideramos  dividida,  para  su  estudio,  la  isla  de  Lan- 
zarote  en  tres  zonas:  Centro,  Sur  y  Norte,  las  cuales  exploramos 
sucesivamente.  Al  recorrerla  primera,  visitamos  los  antig-uos 
volcanes  que,  formando  alineaciones,  se  extienden  por  el  cen- 
tro de  Lanzarote  en  la  dirección  de  la  long-itud  de  la  isla,  vol- 
canes constituidos  por  cráteres  de  toba  de  lapilli,  llamada  tosca 
en  el  país,  por  lavas  basálticas,  ó  por  ambos  materiales,  notan- 
do que  las  acumulaciones  de  lapilli  y  de  sus  tobas  están  en  la 
casi  totalidad  de  los  conos  volcánicos,  acumulados  hacia  el 
lado  del  SO.,  ó  sea  el  opuesto  de  donde  actualmente  soplan  los 
casi  constantes  vientos  de  la  isla,  dato  importante  para  poder 
fijar  la  edad  de  estos  volcanes. 

De  muchos  de  estos  cráteres  parten  corrientes  de  lava  que 
cubren  toda  la  zona  central  de  Lanzarote,  pudiéndose  en  alg-ún 
caso  por  la  superposición  de  ellas  fijar  el  orden  de  antig-üedad 
relativa  de  las  mismas  y  de  alg-unos  cráteres. 

Cruzando  la  isla  por  su  mayor  anchura  existe  una  intere- 
sante banda  de  arenas  voladoras,  de  naturaleza  caliza,  cons- 
tituidas por  finos  frag-mentos  de  conchas  de  moluscos  terres- 
tres y  marinos,  zona  de  médanos,  llamada  el  jahle  en  el  país, 
y  sumamente  incómoda  de  cruzar,  como  tuvimos  ocasión  de 
comprobar,  cuando  el  viento  ,  soplando  con  fuerza,  levanta 
densas  nubes  de  finísima  arena,  transportándola  violenta- 
mente á  través  de  la  isla,  desde  la  costa  de  Poniente  á  la  de 
Levante. 

Una  buena  parte  del  centro  de  Lanzarote  está  ocupado  por  las 
lavas  del  sig-lo  xviii,  sobre  las  que  únicamente  veg-etan  alg-unas 
especies  de  liqúenes,  especialmente  una  que  tapizando  por 
completo  las  neg-ras  lavas,  hace  que  toda  la  extensión  de  mal- 
país  aparezca  de  color  blanco-g-risáceo.  Debajo  de  estas  lavas 
y  próximo  al  volcán  llamado  de  Juan  Bello,  encontramos  un 
amplio  túnel  de  un  kilómetro  de  long-itud,  el  cual  hemos  sido 
los  primeros  en  explorar,  túnel  de  una  anchura  de  unos  doce 
metros  próximamente,  por  seis  de  alto  su  bóveda,  la  cual  es  de 
forma  elíptica,  siendo  el  piso  de  escoria  con  dos  g-ruesos  cor- 
dones de  lava  junto  á  las  paredes.  Penden  del  techo  interesan- 
tes y  extrañas  estalactitas  lávicas  que  al  g-otear  formaron  en 
el  piso  bellas  estalag-mitas  que  dan  idea  del  extremo  g-rado  de 
fluidez  de  las  lavas  que  las  produjeron. 

Próximo  al  sitio  donde  se  abre  la  g-ruta,  visitamos  los  inte- 


DE    HISTORIA   NATURAL.  311 

resantes  y  modernos  cráteres  de  Cuervos  y  Ting'a;  el  primero 
de  una  belleza  g-randiosa  y  notable  por  el  ancho  portillo  que 
el  peso  de  la  lava  que  lo  llenara  abrió  en  sus  paredes,  arras- 
trando, al  desbordarse  por  la  abertura  formada,  un  inmenso 
trozo  de  la  pared  crateriana,  el  cual  quedó  varado  á  más  de 
200  metros  del  sitio  que  ocupaba  y  en  medio  del  onal-país  for- 
mado por  el  torrente  de  lava  que  por  el  portillo  salió.  Poco 
distante  el  volcán  Ting'a,  constituido  por  un  informe  boquete 
medio  ceg-ado  por  las  escorias  que  produjo  su  explosión,  lanzó 
sobre  la  llanura  próxima  y  sobre  las  laderas  del  inmediato 
cráter  de  Montaña  Colorada  enorme  cantidad  de  g-ruesos  can- 
tos de  olivino  y  bloques  de  basalto,  algunos  de  más  de  cuatro 
metros  de  diámetro,  disparados  á  cerca  de  un  kilómetro  de 
distancia. 

Después  de  una  marcha  muy  penosa  por  las  lavas,  lleg-amos 
al  pueblo  de  Tinajo,  cerca  de  la  costa  occidental  de  la  isla,  de 
donde  partimos  para  visitar  los  poco  explorados  cráteres  anti- 
guos de  las  alineaciones  occidentales,  entre  ellos  los  de  Mon- 
taña Blanca  de  Perdomo  (el  mayor  de  la  isla),  Montaña  Ber- 
meja y  los  inmediatos  á  Soó,  estudiando  en  las  llanuras  are- 
náceo-arcillosas,  situadas  entre  este  poblado  y  el  de  Tiag-ua, 
una  interesante  formación  abundantísima  en  conchas  de  He- 
lix,  Stenogijra  y  Pahnatella,  y  en  sing-ulares  concreciones  hue- 
cas llamadas  darrilitos  en  el  país,  que  recuerdan  por  su  forma 
los  canutos  de  ciertas  lang-ostas  y  cuyo  modo  de  formarse  es 
uno  de  los  problemas  que  traemos  sin  resolver  de  la  excursión, 
inclinándonos  á  suponer  se  trata  de  nidos  de  Himenópteros  ú 
ootecas  de  lang-ostas  de  la  época  pliocena  ó  postpliocena. 

En  la  exploración  de  la  zona  central  estudiamos  también  las 
llanuras  tobáceas  de  Teg-üime  y  Guasimeta  y  visitamos  la 
gTÍeta  volcánica  de  Tao,  que  hizo  erupción  en  1824,  y  el  inte- 
resante volcán  de  Ting"uatón ,  de  la  misma  fecha,  que  ofrece 
la  particularidad  de  presentaren  el  fondo  del  cráter  tres  inson- 
dables chimeneas  verticales  y  haber  arrojado  después  de  la 
lava,  g-ran  cantidad  de  ag-ua  que,  seg-ún  la  tradición  y  los  rela- 
tos de  la  época,  corrió  larg-o  trecho  impreg-nando  los  cantos 
del  cauce  de  una  costra  blanquecina,  calcárea,  fenómeno  anor- 
mal é  insólito  en  los  volcanes. 

Una  vez  explorada  la  zona  central,  nos  dirig-imos  hacia  la 
meridional,  recorriendo  detenidamente  el  macizo,  todavía  en 


342  BOLETÍN    DE    LA   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

estado  de  actividad  latente,  del  Fueg-o,  de  cuyos  numerosos 
cráteres  y  grietas  eruptivas  surg-ió  durante  las  memorables 
erupciones  de  1730  á  1736  tan  g-ran  cantidad  de  lava  que  cu- 
brió más  de  una  cuarta  parte  de  la  superficie  total  de  la  isla. 
Uno  de  los  cráteres  de  este  macizo,  el  situado  más  al  Poniente, 
fué  el  que,  en  unión  de  los  de  Tao  y  Ting-uatón,  ya  mencio- 
nados, erupcionaron  en  1824,  volcán  cuyo  sitio  preciso  no  se 
conocía  ni  estaba  señalado  de  manera  indudable. 

Caminando  por  el  mal  país,  formado  por  las  erupciones  del 
sig-lo  XVIII  y  sobre  el  lapilli,  lleg-amos  á  las  montañas  del  Gol- 
fo, en  la  costa  Occidental,  donde  pudimos  estudiar  claramente 
la  estructura  de  varios  cráteres  antig-uos  de  la  isla,  erosiona- 
dos por  la  acción  del  oleaje  y  ocupados  alg-unos  á  causa  de  la 
invasión  del  mar  en  su  interior,  por  pintorescas  lag-unas  cra- 
terianas. 

A  través  de  montañas  y  colinas  cubiertas  de  las  g-randes 
euforbias,  llamadas  tabaibas  en  el  país,  y  después  de  cruzar  la 
llanura  pedreg'osa  de  Costa  Roja  y  visitar  el  cráter  de  Montaña 
Roja,  el  más  meridional  de  la  isla,  lleg-amos  al  puertecito  de 
pescadores  de  Punta  Papag-ayo,  donde  fletamos  un  chinchorro  y 
barco  de  pesca  de  la  reg-ión,  que  nos  condujo  á  la  isla  de  Lo- 
bos, entre  Lanzarote  y  Fuerteventura,  y  así  llamada  á  causa 
de  la  abundancia  de  lobos  marinos  que  la  habitaban  en  la 
época  de  la  conquista,  á  juzg-ar  por  el  relato  de  los  historiado- 
res antig-uos. 

Constituye  la  isla  un  cráter,  situado  al  Oeste,  y  las  lavas  que 
de  él  surg-ieron,  que  forman  numerosas  colinas  que  desde  lejos 
simulan  otros  tantos  cráteres  más  pequeños. 

Punta  Papag-ayo,  como  la  inmediata  costa  de  Rubicón,  que 
recorrimos,  es  basáltica,  existiendo  en  esta  zona  el  único  man- 
choncillo  traquítico  que  hemos  visto  en  todo  Lanzarote.  Son 
numerosos  por  esta  parte  de  la  isla  los  diques  basálticos  inter- 
calados entre  los  basaltos  más  antig-uos. 

Para  terminar  el  estudio  de  la  zona  Sur  dirig-imos  la  explo- 
ración al  g-ran  macizo  de  los  Hajaches,  sierra  escabrosísima, 
toda  ella  constituida  por  capas  horizontales  de  basalto,  orien- 
tada en  arco  de  Norte  á  Sur  al  principio  y  dirig-ida  al  final 
hacia  el  NNE.,  con  sus  líneas  de  cumbres  en  arista  ag-uda  á 
modo  de  filo  de  hacha,  y  quizá  á  esto  debido  el  nombre  de 
Hajaches  con  que  se  conoce  el  macizo,  sierra  de  rapidísima 


DE    HISTORIA   NATURAL.  313; 

pendiente,  casi  inaccesible,  hacia  Poniente  y  con  una  serie  de 
profundos  barrancos  casi  paralelos  y  dispuestos  en  forma  de 
hoz  hacia  Levante. 

Terminó  el  recorrido  de  la  zona  meridional  visitando  el  vol- 
cán Atalaya,  el  seg-undo  en  altitud  de  la  isla,  constituido  por 
dos  cráteres  concéntricos  y  cuyas  lavas  ocupan  g-ran  extensión. 

La  zona  Norte  fué  la  última  que  exploramos.  Por  una  llanu- 
ra de  lavas  antig-uas  y  de  basaltos  abundantes  en  tobas  cali- 
zas, de  donde  se  extrae  excelente  cal,  nos  dirig-imos  á  la  anti- 
g-ua  capital  de  Lanzarote,  á  la  villa  de  Teg"uise.  Después  reco- 
rrimos, primero  por  su  base  y  después  por  su  cima,  el  colosal 
macizo  de  Famara ,  constituido,  de  un  modo  análog-o  á  los 
Hajaches,  por  potentes  capas  basálticas  horizontales,  unas  de 
basalto  columnar  y  otras  tabular. 

Ocupa  el  macizo  de  Famara  la  mitad  Occidental  de  la  zona 
Norte  de  la  isla;  por  el  borde  de  Poniente  está  cortado  á  pico 
sobre  el  Atlántico,  constituyendo  un  g-randioso  acantilado  de 
más  de  600  metros  de  altitud,  cuya  base  bate  furiosamente  el 
oleaje,  aumentando  la  g-randiosidad  del  majestuoso  paisaje 
una  g-ran  cascada  de  lava  que  procedente  del  inmediato  vol- 
cán Corona,  se  precipitó  desde  dicha  altura  en  el  mar;  la  ver- 
tiente Oriental  del  macizo,  de  un  modo  semejante  á  como  tam- 
bién se  observa  en  los  Hajaches,  desciende  en  profundos  ba- 
rrancos hacia  la  llanura  de  la  base,  ocupada  por  las  lavas  de 
los  volcanes  del  g-rupo  de  Guatisa  y  las  más  modernas  del  Co- 
rona, formando  las  de  este  último  áspero  mal-pais,  cubierto- 
de  tahmias;  entre  ambas  vertientes  del  macizo  se  extiende  la 
altiplanicie  llamada  mesetas  de  Famara  y  Guatifay,  donde- 
está  el  punto  culminante  de  la  isla,  las  peñas  del  Chache, 
á  670  metros  de  altitud. 

Desde  el  pueblo  de  Haria  partimos  para  visitar  el  g-rupo  vol- 
cánico de  los  Heléchos  y  el  cráter  Corona,  el  más  elevado  de 
la  isla  y  probablemente  el  último  que  hizo  erupción  anterior- 
mente á  los  de  1730,  volcanes  que  llenaron  de  lapilli,  cenizas 
y  lavas  g'ran  extensión  de  terreno. 

Nos  dirigimos  otro  día  á  la  célebre  Cueva  de  los  Verdes,  que 
durante  memorable  irrupción  berberisca  sirvió  de  refug-io  á 
los  atemorizados  habitantes  de  Lanzarote.  Es  esta  cueva  un 
jig-antesco  túnel  bajo  las  lavas  del  Corona,  análog-o  en  su  for- 
mación y  caracteres  al  que  ya  hablamos  explorado  en  el  centro- 


3U  boletín  de  la  real  sociedad  española 

de  la  isla,  pero  éste  de  dimensiones  más  g-randiosas,  por  cuan- 
to le  recorrimos  en  un  trayecto  de  unos  tres  kilómetros,  de- 
biendo pertenecer  al  mismo  la  serie  de  túneles  más  cortos 
situados  entre  los  hundimientos  del  mal-país,  conocidos  con  el 
nombre  g-enérico  üe  jámeos.  Uno  de  éstos,  el  más  próximo  al 
mar,  el  llamado  Jameo  del  agua,  porque  el  fondo  de  la  enorme 
g'ruta,  del  tamaño  de  la  g-ran  nave  de  una  catedral,  está  ocu- 
pada por  las  ag'uas  marinas  que  se  filtran  á  través  de  la  lava, 
y  en  los  que  viven  numerosísimos  ejemplares  de  rara  especie 
de  crustáceo,  g"ruta  iluminada,  además  que  por  sus  dos  entra- 
das laterales,  por  circular  claraboya  abierta  en  el  techo  de  la 
bellísima  caverna. 

Nos  faltaban  dos  jornadas  para  terminar  la  exploración  de 
la  isla,  la  que  más  tarde  acabamos,  cuando  en  el  poco  cómodo 
alojamiento  que  teníamos  en  el  fondeadero  de  Arrieta  nos  sor- 
prendió la  noticia  de  la  llegada  del  Aurora,  pailebot  de  50  to- 
neladas y  10  hombres  de  tripulación,  en  el  cual  pensábamos 
realizar,  una  vez  llegados  á  Arrecife,  la  expedición  á  las  isletas 
del  Norte  de  Lanzarote. 

En  vista  de  la  urg^encia  de  aprovechar  la  ocasión  que  se  nos 
escapaba  de  visitar  dichas  islas,  ajustamos  con  el  patrón  el  ñete 
de  su  barco,  á  pesar  de  que  casi  no  disponíamos  de  material 
fotog-ráfico  ni  de  víveres;  destacóse  uno  de  nosotros  á  buscar 
estos  últimos  al  pueblo  de  Haría  y  á  medio  día  zarpamos  con 
rumbo  al  islote  del  Este  y  á  Alegranza,  para  visitar  de  regreso 
Montaña  Clara  y  Graciosa. 

El  islote  ó  Roque  del  Este  es  el  resto  de  un  antiguo  cráter  de 
toba  y  lava,  derruido  por  la  acción  del  oleaje.  El  ser  ya  algo 
tarde  cuando  lieg-amos  á  él,  lo  escarpado  de  sus  orillas  y  sobre 
todo  lo  proceloso  del  mar,  nos  impidió  desembarcar  y  recorrer- 
le; según  nos  dijeron,  es  el  asilo  donde  anidan  las  vultúridas, 
llamadas  guirres  en  el  país. 

Navegando  toda  la  noche  con  mal  tiempo,  arribamos  al  día 
siguiente  á  Alegranza,  la  más  septentrional  de  las  islas  del 
g-rupo  canario.  Está  constituida  en  una  tercera  parte  por  lavas 
procedentes  de  uno  de  sus  tres  volcanes,  siendo  el  resto  capas 
de  toba,  incluso  las  paredes  del  enorme  cráter  circular  situa- 
do al  Oeste. 

En  Alegranza  hicimos  facilísima  cacería  de  pardelas,  Puf/i- 
nus  cinercíis,  que  por  millares  anidan  en  los  numerosos  ag"u- 


DE    HISTORIA  NATURAL.  345 

jeros  y  quiebras  de  las  peñas  de  la  isla;  estaban  las  pardelas  k 
la  sazón  en  huevos,  no  intentaban  huir  y  por  lo  tanto  para 
apoderarse  de  ellas  y  del  único  y  voluminoso  huevo  que  cada 
una  empollaba  no  había  más  que  cog^erlos  sencillamente  á 
mano. 

Montaña  Clara  es  también  el  resto  de  un  g-ran  cráter  medio 
derruido  por  la  acción  del  mar,  cráter  prolong-ado  hacia  el  Sur 
por  pedreg-osa  llanura  de  lava.  Delante  del  cráter  y  á  poca  dis- 
tancia al  Norte  se  eleva  el  Roque  del  Infierno,  islote  elíptico  de 
negra  lava,  de  bordes  escarpados,  casi  inabordable  y  despro- 
vista de  veg-etación. 

Graciosa,  la  mayor  de  las  isletas  y  separada  de  Lanzarote 
por  el  tranquilo  estrecho  del  Río,  presenta  cuatro  cráteres  ais- 
lados y  un  g-rupo  central,  ocupando  la  zona  del  Norte  una 
llanura  baja  de  lapilli  neg-ro  y  rojo,  y  la  del  Sur  las  blancas 
arenas  voladoras  de  naturaleza  caliza,  que  mencionamos  al 
tratar  del  jable. 

La  exploración  de  las  isletas  fué  penosa  á  causa  de  la  falta 
de  ag-ua,  pues  la  poca  que  en  ellas  existe  es  en  alto  g'rado  sa- 
lobre y  la  de  á  bordo  estaba  corrompida  á  causa  de  la  desidia 
y  suciedad  de  la  tripulación  del  pailebot,  que  tenía  el  barril- 
depósito  en  malas  condiciones. 

Aunque  el  principal  objeto  de  la  expedición  eran  las  inves- 
tig-aciones  g-eológ-icas ,  también  reunimos  alg"unos  datos  res- 
pecto á  climatolog'ía  y  ag-ronomía,  g-eog-rafía  botánica  y  zooló- 
gica, recolectando  ejemplares  de  plantas,  especialmente  liqúe- 
nes, á  disposición  de  los  compañeros  dedicados  al  estudio  de 
la  flora  canaria,  y  ejemplares  de  insectos,  arácnidos,  moluscos, 
reptiles,  algunas  aves  y  de  otros  grupos  zoológ-icos,  especies 
algunas  ya  en  estudio  por  los  especialistas  de  la  Sociedad. 

Para  obtener  el  mayor  fruto  en  nuestras  investigaciones  se 
distribuyó  y  organizó  el  trabajo  en  la  forma  siguiente:  el  señor 
Aranda  se  encarg-ó  de  las  recolecciones  zoológicas,  ampliando 
más  tarde  su  trabajo  á  la  de  ejemplares  botánicos,  en  vista  de 
la  escasez  de  insectos  á  causa  de  lo  tardío  de  la  estación  y  lo 
muy  seco  que  había  sido  el  año;  el  Sr.  D.  José  Pereyra,  ilus- 
trado hijo  del  país  que  tiene  realizados  interesantes  estudios 
respecto  á  la  agronomía  de  la  isla,  y  que  nos  acompañó  en  to- 
das las  expediciones,  se  encargó  de  reunir  los  datos  climato- 
lógicos y  agronómicos,  prestando  por  otra  parte  valiosos  ser- 

T.  VII. -Octubre,  1907.  23 


346  boletín    de    LA   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

vicios  por  el  detallado  conocimiento  que  tiene  de  la  isla,  encar- 
gándome yo  de  la  parte  g-eológ-ica,  á  la  que  todos  concedíamos 
preferente  atención. 

En  alg-unas  de  nuestras  expediciones  nos  acompañó  el  ilus- 
trado farmacéutico  de  Arrecife  D.  Manuel  Medina,  prestándo- 
nos con  sus  conocimientos  del  país  importante  ayuda. 


II.— Conolusiones  provisionales. 

Aunque  es  prematuro  cuanto  se  dig-a  ahora  de  las  conclu- 
siones que  hemos  deducido  de  nuestra  expedición,  pues  falta 
compulsar  detenidamente  los  datos  reunidos,  estudiar  los  ma- 
teriales recolectados,  revisar  la  numerosa  bibliog-rafía  más  ó 
menos  directamente  relacionada  con  la  reg-ión  y  realizar  las 
necesarias  consultas ,  formularemos  alg-unas  consecuencias, 
considerándolas  únicamente  con  el  carácter  de  provisionales  y 
sujetas  á  que,  completado  el  estudio,  las  modifiquemos  en  todo 
ó  en  parte,  dejando  para  más  adelante,  cuando  publiquemos 
la  Memoria  correspondiente  á  nuestra  expedición,  exponer  las 
conclusiones  que  juzg"uemos  definitivas. 

Hechas  estas  salvedades,  creemos  deducir  de  nuestras  obser- 
vaciones lo  sig"uiente: 

1.°  Lanzarote  y  los  isletas  canarias  son  de  orig-en  exclusi- 
vamente volcánico. 

2."  Los  materiales  que  constituyen  estas  islas  son  casi  ex- 
clusivamente basaltos,  lavas  basálticas  y  las  tobas  procedentes 
de  su  alteración.  Bajo  I  s  basaltos  más  antig-uos,  en  los  cimien- 
tos de  la  isla,  existen  rocas  eruptivas  correspondientes  al  g'ru- 
po  de  las  hiperstenitas,  á  juzg-ar  por  los  cantos  lanzados  al 
exterior  por  diversos  volcanes,  y  quizá  rocas  pizarrosas  del 
primario,  cuestión  esta  última  que  podrá  poner  en  claro  el 
análisis  microscópico  de  algunos  ejemplares  de  rocas  de  ci- 
miento lanzados  por  alg-unas  aberturas  volcánicas  de  la  isla. 

En  la  superficie  de  Lanzarote  no  existen  rocas  de  la  serie 
sedimentaria,  no  presentándose  otra  formación  que  no  sea  de 
orig-en  volcánico  que  la  banda  de  arenas  voladoras,  que,  con 
un  ancho  de  tres  ó  cuatro  kilómetros,  cruza  la  isla  por  su  zona 
media  y  que  forma  alg-unos  manchoncillos  hacia  los  extremos 
Sur  y  Norte  de  Lanzarote  y  mitad  meridional  de  Graciosa,  are- 


DE    HISTORIA   NATURAL.  347 

ñas  que  parecen  corresponder  á  una  formación  g-eológ-ica  ac- 
tual, de  orig-en  zoológ-ico. 

3.°  En  g"eneral  se  observa  en  el  territorio  estudiado  una 
alineación  en  conjunto  dirig-ida  de  NNE.  á  SSO.,  como  lo  indi- 
can: a)  La  disposición  relativa  que  g-uardan  las  islas  de  Ale- 
g-ranza,  Montaña  Clara,  Graciosa,  Lanzarote,  Lobos  y  Fuerte - 
ventura  y  la  forma  de  las  dos  islas  g-randes.  b)  La  de  los  ma- 
cizos basálticos  de  Famara  y  Hajaches  en  Lanzarote,  y  Jandía 
en  Fuerteventura.  cj  Las  alineaciones  en  que  están  dispuestos 
los  conos  volcánicos  de  Lanzarote,  paralelas  á  la  dirección 
mencionada,  tanto  los  antig-uos,  que  hicieron  erupción  en  fe- 
chas desconocidas,  como  los  formados  desde  1730  á  1736. 
Disposición  g-eneral  que  parece  corresponder  á  una  línea  de 
fractura  ó  g-ran  g-rieta  de  la  corteza  terrestre,  por  donde  sur- 
g-ieron  en  diversas  épocas  los  materiales  que  constituyen  estas 
islas.  Esta  g-rieta  pudiera  corresponder,  por  su  situación  y  di- 
rección, á  una  línea  de  mínima  resistencia  del  g"lobo  situada 
á  lo  larg-o  del  Atlántico  oriental,  paralelamente  á  la  costa  afri- 
cana. 

4  °  Atendiendo  á  la  edad  relativa  de  las  manifestaciones 
volcánicas  de  Lanzarote  é  isletas  próximas,  paiece  ser  que 
.g-uardan  el  sig-uiente  orden  cronológ-ico :  a)  Manifestaciones 
eruptivas  que  originaron  las  hiperstenitas  y  otras  rocas  de  ci- 
miento, d)  Emisión,  probablemente  submarina,  de  los  potentes 
bancos  basálticos,  á  los  que  corresponden  los  macizos  de  Fa- 
mara, Hajaches  y  Jandía.  c)  Apertura  á  través  de  estos  espesos 
basaltos,  de  volcanes  explosivos,  cuyos  conos  y  lavas  formaron 
las  isletas  y  ampliaron  la  superficie  de  Lanzarote. 

5.°  Respecto  á  las  épocas  g-eológicas  en  que  estos  fenóme- 
nos se  realizaron,  quizá  las  rocas  de  cimiento  sean  de  épocas 
muy  antig-uas;  la  emisión  de  los  basaltos  pudieron  haberse 
verificado  durante  el  terciario,  datando  de  época  moderna 
la  formación  de  los  volcanes  de  la  isla,  de  tiempos  en  que 
ya  existía  el  actual  rég-imen  de  vientos  en  la  reg-ión,  seg"ún 
indican  las  acumulaciones  de  lapilli  alrededor  de  las  aberturas 
volcánicas. 

Seg-ún  esto,  las  isletas  parecen  ser  de  aparición  muy  recien- 
te, y  Lanzarote  también,  salvo  los  g-randes  macizos  basálticos. 

6.°  A  juzg-ar  por  los  caracteres  de  los  conos  volcánicos  y  por 
el  orden  de  superposición  de  las  lavas,  pudieran  disting-uirse 


348  boletín    de   LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

diversas  épocas  eruptivas  en  la  isla;  así,  por  ejemplo,  el  de- 
rruido cráter  del  Cuchillo  de  Soó  parece  anterior  á  los  conos 
de  las  alineaciones  centrales,  tales  como  el  de  Emine  y  Mon- 
taña Blanca,  éstos  anteriores,  por  ejemplo,  al  Corona,  que  qui- 
zá hizo  erupción  en  época  histórica,  y  éste,  como  es  sabido, 
anterior  á  los  de  1730  á  1736  y  1824. 

Parece,  por  lo  tanto,  que  la  isla  está  sujeta  á  violentos  paro- 
xismos separados  por  períodos  de  calma  de  larg-a  duración. 

Queda  por  hacer  una  lig-era  observación  respecto  al  régimen 
de  ag"uas  subterráneas,  cuestión  que  interesa  muchísimo  en 
un  país  de  escasísimas  lluvias.  En  la  isla  los  arroyos  no  corren 
sino  durante  la  corta  temporada  de  lluvias,  ni  existen,  apenas, 
manantiales,  y  los  escasos  de  alguna  importancia  son  de  ag-ua 
salobre. 

Se  explica  esta  falta  de  aguas  teniendo  en  cuenta,  por  una 
parte,  la  escasez  de  días  de  lluvia,  la  poca  altitud  de  la  isla  y, 
sobre  todo,  la  naturaleza  de  las  rocas  basálticas  que  la  forman, 
muy  porosas  y  Asuradas,  y  también  la  falta  de  capas  imper- 
meables subyacentes,  á  no  ser  á  profundidades  inferiores  al 
nivel  del  mar;  esto  hace  que  pueda  compararse  la  isla,  en  este 
respecto,  á  una  esponja  medio  sumerg-ida  en  una  vasija  llena 
de  ag-ua,  esponja  que  dejaría  escapar,  por  la  porción  sumer- 
g-ida,  el  líquido  que  recibiera  sobre  la  emerg-ida. 

Sin  embarg-o,  creemos  podría  intentarse,  con  alg-unas  proba- 
bilidades de  éxito,  la  apertura  de  pozos,  principalmente  en 
aquellas  zonas  próximas  á  los  g-randes  macizos  basálticos  an- 
tig"uos,  cuyas  rocas  tienen  obstruidas  sus  cavidades  por  depó- 
sitos calcáreos. 


Boletín    bibliográfico. 

(  Con  tinnación.) 

Julio. 

Sehioeizerischen  Entomologischen  Gesellschaft.  Bern.  (Mitteilungen.)  Vol. 

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Sociedad  española  de  Física  y  Química.  Madrid.  (Anales.)  T.  v,  1907,  n."  44. 
Sociedad  Nacional  de  Agricultura.  San  José.  Costa  Rica.  (Boletín.)  1907, 


DE   HISTORIA    NATURAL.  349 

n."  13. — Biolley:  Los  insectos  destruct.  de  las  plantas. — Roland:  No- 
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N."  14. — Biolley:  Los  insectos  destruct.  de  las  plantas  (concl.). 

Societá  di  Naturalisti  in  Napoli.  (Bollettino.)  Serie  i,  vol.  xx,  1906. 

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nécéssaire  á  la  constitution  d'une  chaine  plissée. 

Société  Botanique  de  France.  Paris.  (Bulletin.)  T.  54%  1907,  n°  4. — Rey- 
nier:  Les  Cheno2)odium  amaranticolor  Coste  et  Reynier  et  Ch.  pedun- 
culare  Bertoloni,  dans  les  Bouches-du  Rhóne. — Bonati:  Les  Pédicu- 
laires  de  Chine  de  M.  Wilson  dans  l'herbier  du  Mus.  de  Paris. — Clos: 
Hist.  du  Taraxacum  officinale  Vaill.  et  Hall. — Lütz:  Un  Champignon 
nouv.  de  l'Afr.-orient.  portug. — Fbieuel:  Sur  un  cas  de  monoecie  chez 
le  Trachycarpus  excelsa. — Gandoger:  Les  Composées  du  Laos  de  la 
collect.  Spire. — Dismier:  Revis.  des  Philonotis  de  la  rég.  paris. — Rus- 
skll:  Sur  la  présence  du  Hétre  en  terrain  silic. — Chauveaud:  Mode  de 
format.  du  faisc.  libérolign.  chez  les  Monocot. — Gatin:  Formation  pé- 
riderm.  dans  le  pétiole  du  cotyl.  de  q.  q.  Palmiers.  —  Rony:  Notes 
florist.  -Bertrand:  Les  caracteristiques  du  g.  Taxospennum  de  Bron- 
gniart. — Pavillard:  Sur  les  Ceratium  du  golfe  du  Lion. — Maken:  Les 
Lichens  des  hauts  sommets  du  massif  de  la  larentaise. 

—  (Mémoires)  T.  54%  1907,  nos  6-7. — Perrot  et  Gérard:  L'anat.  du  tissu 
lign.  dans  ses  rapports  avec  la  diagnose  des  bois. — Pitard;  Contrib.  á 
l'étude  des  Muscinées  des  iles  Cañarles. 

Société  des  Sciences  Naturelles  de  V  Oiiest  de  la  France.  Nantes.  (Bulletin,) 
2'  serie,  t.  vi,  1906,  4*  trim. — Cossmann:  Mollusques  eocén.  de  la 
Loire-Infér.  (fin). — Domas:  Table  méthod.  des  «Mollusques  eocén.  de 
la  Loire-Infér». — Barkt:  Contrib.  a  l'étude  des  «Minér.  et  des  Roches 
de  la  Loire-Inférieure.» 

Société  Linnéenne  de  Normandie.  Caen.  í Bulletin.)  5'  serie,  9''  vol.,  1906. 

Société  Vaudoise  des  Sciences  Naturelles.  Lausanne.  (Bulletin.)  Vol.  xliii, 
1907,  n"  158. — Biermann:  La  vallée  de  Couches  en  Valois. 

Spelunca.  Paris.  T.  vii,  1907,  n°  47.  — Fournier:  Rech.  spéléologiques  dans 
la  chaine  du  Jura. 

The  Canadian  Entomohgist.  London.  Ontario.  Vol.  xxxix,  1907,  n°  6. — 
Cook:  Stud.  in  the  g.  Incisalia. — Cockkrell:  A  Fossil  Caterpillar. — 


350  BOLETÍN    Dlí    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Moore:  Liste  of  Hemipt  taken  at  Como. — Swaine:  The  Scolyt.  or  en- 
graver-Beetles. — Brunner:  The  Ambrosia  beetle  (Xylebosus)  as  an 
orchard  pest. — Feld:  Cecidomyiidae.— Mitchbl:  The  classif.  of  the 
Culicidae.— CooK  and  Watsox:  A  new  butterfly  of  the  g.  Incisalia. — 
Matheson:  The  Life-hist.  of  Apanteles  glomeratus.— Coquillet:  A 
new  Phorid  genus  with  horny  ovipositor.— Dyar:  Geometrid  notes. — 
Girault:  Laertias  (Papilio)  philenor. — Keabfott:  New  Microlepid. 

The  Entomoiogist's  Record.  London.  Vol.  xix,  1907,  n°  6. — Biri»:  Some 
habits  of  Polygonia  c-  álbum  when  ovipositing,  etc. — Burr:  The  Phas- 
mids.  — Wheeler:  Butterflies  of  Eclépens. — Joy:  Gnathoncus  nidicola 
sp.  nov.  (Coleopt.) — Donisthokpe:  Gis  dentatus.  Mellié.  a  sp.  n.  of  Col. 
brit. — Burr:  Synopsis  of  the  Orthopt.  of  West.  Europe. 

The  Zoologist.  London.  Vol.  xi,  1907,  n°  792.— McIntosh:  Scient.  Work  in 
the  Sea-Fisheries. — Shelford:  Aquatic  Cockroaches.  — Beeston:  On 
an  Attempt  of  the  Swallow  Tribe  to  Winter  in  South  Hants  during 
1906-1907. 

United  States  Geological  Survey.  Washington.  ( Annual  Report.)  1905-1906. 

—  (Bulletin.)  1906,  nos  295,  299,  302. 

—  fProfessional  Paper.)  1906,  nos  46^  61-52,  54. 

—  (Watter  Supply  and  Irrigation  Paper.)  1906,  nos  lei,  184-185. 
United  States  National  Herbarium.   Washington.  [Contrihutions . )  Vol.  x, 

part  4. — Pekkins:  The  Legumin.  of  Porto  Eico. 
Université  de  loulouse.  (Bulletin.)  1900,  fase,  nos  18-19. 

—  (Bulletin  de  la  Station  de  Pisciculture  et  d' Hydrohiologie.)  1906,  nos  3.4. 

—  (Rapport  annuel.)  1906. 

University  of  Colorado  Studies.  Boulder.  Coló.  Vol.  iv,  1907,  n°  3. — Scient. 
Exped.  to  Northeast.  Colorado. — Henderson:  The  mollusca  of  Colo- 
rado, part  II. — Ramalet:  The  Silva  of  Colorado. 

University  of  the  State  of  New- York.  (Annual  Report.)  1903,  vol.  i,  part  i 
and  n;  vol  11. 

University  of  Toronto  Studies.  (Geological  Series.)  1907,  n"  4. — Parks:  The 
Stromatoporoids  of  the  Guelph  Format.  in  Ontario. 

—  ( Pathological  Series.)  1906,  n°  1. 

—  ( Physiological  Series.)  1906,  n°  6. — Wilson:  The  Absorption  of  Fat  in 

the  Intest. 

Weather  Bureau.  Manila.  (Bulletin.)  1906,  September. 

Wiener  Entomologische  Zeitung.  Wien.  1907,  iv-vi  Heft.  —  Formanck: 
Z.  Kenntnis  der  Russler-Gatt.  Trachyplseus  Germ.  und  der  verwand- 
ten  Gatt  — Reitter:  Ein  neuer  Borkenkafer  aus  Kamerun. — Müller: 
Bemerk.  zu  der  neuen  Auflage  des  «Catal.  Coleopt.  Europae,  etc.», 
von  Dr.  von  Heyden,  Reitter  und  Weisse. — Jahi,berg:  Beobacht.  üb. 
hüpfende  Kaferlarven-Kokons. — Reitter:  Parablops  subchalyba^us 
n.  sp  — Sechs  neue  Coleopt.  aus  Turkestan.—  Coleopt.  Not. — Reuter: 


DE    HISTORIA    NATURAL.  351 

Üb.  die  Gatt.  Valleriola  Dist.- Reitter:  Zwei  nene  Meloé  aus  der 
palaearktisch.  Fauna.— Schatzmatr:  Ein  neuer  blinder  Trechus  der 
lungebung  von  Triest. — Reitter:  Zwei  neue  Bockkiifer  aus  Persien. 

Wissenschaftliche  Insektenbiologie.  Schoaeberg-Berlin,  (Zeitschrift.)  Band 
)il,  1907,  Heft  4.— Fiebrig:  Eine  Ameisen  ahnliche  Gryllide  aus  Pa- 
raguay.—Hormdzaki:  Neuer  Beitrag  z,  Definit  der  Artbcgriífes. — 
Nieden:  Der  sex.  Dimorph.  der  Antennen  bei  denLepidopt  —  Pkzibram: 
Die  Lebensgesch.  der  Gottesanbeterinnen. — Aigner-Abafi:  Üb.  die 
Lepid.-Fauna  Japans.  —  Reineck:  Neue  Beobacht.  üb.  Echoeenus 
cornutus  F.— FoRT^yAENGLER:  Die  bekannteren  Gall.  esp.  Nordtirols 
und  ihre  Gallen.— Ludwig:  Weit.  z.  Biol.  von  Hellebo7-us  fcetidus. 

Zoologischer  Anzeiger.  Leipzig.  Bd.  xxxi,  1907,  n"  24.— Rabes:  Regenerat. 
der  Sohwanzfiiden  bei  Apus  cawcri/or»M's.  — Widmann:  Der  feinere  Bau 
der  Augen  ein.  Spinnen. — Roux:  Diagn.  neuer  Reptil,  aus  Asien  und 
Amerika. — Hirschler:  Üb.  leberartige  Mitteldarmdrüssen  und  ihre 
embryon.  Entwicklung  bei  Donada  (Coleopt.)— Ihle:  Üb.  den  Endos- 
tyl  und  die  System.  Stellung  der  Appendicularien. — Liegler:  Die 
Tracheen  bei  lulus — Effenberg:  Die  Tracheen  bei  Folydesmus.— 
Moser;  Nenes  üb.  Ctnophoren.— Liebenrock:  Chrysemis  ornata  calli- 
rosíH.s  Gray,  eine  selbstandige  Muterart.— Simroth:  Die  Anfklar.  der 
südafrikani-Nacktschneckenfauna.^N"  26.  —  Harms:  Üb.  die  pos- 
tembr.  Entwicklung  von  Anodonta  piscinalis.—Z.  Biol.  und  Entwic- 
klungsgesch  der  Flussperlmuschel  (Margaritana  margaritifera  Du- 
puy). — Müller-Mainz:  Üb.  einen  neuen  Gecko  aus  Kamerun  und 
eine  neue  colubr.  Schlange  aus  Centralchina. — Awerinzew:  Üb.  My- 
xospor.  aus  der  Gallenblase  der  Fische. — Beitr.  z.  Kenntnis  der 
Flagell.— Steinmann  u.  Gratter:  Beitr.  z.  Kenntn.  der  schweizer. 
Hohleufauna.'-STRAND:  Z.  System,  der  Spinnen.— Moi.tsohanov:  Ein 
Beitr.  zur  Klassif.  der  Chaetogn.— Prowazek:  Ein  Beitr.  z.  Genese  des 
Pigments. 


Aguado  (M.  A.) — Notice  sur  les  mines  d'Espagne,  notamment  sur  celles 

dont  La  Majesté  Catholique  á  fait  la  cession  a Paris,  1826. 

Block  (J.) — Über  eine  Reise  in  Südafrikankreich  und  Spanien  mit  beson- 

derer  Berücksichtigung  einiger  Produkte  Spaniens.  Bonn,  1905. 
Bolívar  (Ignacio). — Indicación  de  algunos  peces  notables  de  La  Coruña. 

(Bol.  R.  Soc.  esp.  Hist.  nat.  Madrid,  1907.) 
Cabrera  Latorre  (Ángel). — Los  lobos  de  España.  (Bol.  R.  Soc.  esp.  Hist. 

nat.  Madrid,  1907.^ 
-Chudeau  (R.)— Oontrib.  á  l'étude  géologique  de  la  Vielle-Castille.  Paris, 

1896. 


352  boletín    de    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

De  Gübernatis  (Angelo). — Dictionnaire  International  des  Ecrivains  du 
Monde  Latin.  Supplément  avec  Index.  Florence,  1906. 

Dei.esse  (M.) — Sur  les  gisements  de  chaux  phosphatée  de  l'Estramadure. 
París,  1877. 

De  Prado  (Casiano). — Mémoire  sur  la  Géologie  d'Almaden,  d'une  partie 
de  la  Sierra  Morena  et  des  Montagnes  de  Toléde.  (Bull.  Soc.  géol. 
France,  1^  ser.,  t.  xii.  Paris,  1865.) 

DÓCTEUR  (A.) — Catalogue  des  oiseaux  du  départeraent  de  la  Gironde, 
1866. 

DuFouR  (M.  León). — Madrid  en  1808  et  Madrid  en  1854;  excursions  dans 
les  Castilles  et  les  Montagnes  de  Guadarrama,  1856. 

Jiménez  de  Cisneros  (Daniel).— El  Gault  del  Hondo  de  Piqueres  (Ali- 
cante). (Bol.  R.  Soc.  esp.  Hist.  nat.  Madrid,  1906.) 

Knugl.  Svenska  Vetenskapsakademien.^Carl  yon  Linné  betydelse  sasom 
Natursforskare  och  Lakare.  Upsala,  1907. 

—  Skrifter  af  Cari  von  Linné.  3  vol.  Upsala,  1905. 
Lagerheim  (G.)— Algologiska  Bidrag.  II.  (Botan.  Notis.,  1887.) 

—  Bacteriología.  Descripción  de  un  aparato  sencillo  para  sacar  y  conser- 

var pus,  sangre,  etc.,  para  estudios  microscópicos  ó  bacteriológicos. 
(Anal.  Univers.  Central  Ecuador,  serie  vii,  n."  48.  Quito,  1892.) 

—  Baltiska  zoocecidier.  (Arkivfor  Botan.,  Bd.  4,  n°  10.  Upsala,  1905.) 

—  Beitrage  zur  Flora  der  Baren-Insel.  (K.  Svenska  Vet-Akad.  Handl., 

Bd.  26,  Afd.  III,  n"  11.  Stockolm,  1900. 

—  Beitrage  zur  Kenntnis  der  Zoocecidien  des  Wachholders  (Juniperus 

communis  L.).  (Entom.  Tidskr.  Arg.  20,  H.  2-3,  1899.) 

—  Bemerkungen  zn   Fusamen  deformans  (Schrot.)  Karst.  (Tromsó  Mus. 

Aarsh.  Stockholm,  1885.) 

—  Bidrag  till  Amerikas  Desmidié-Flora.  (Kongl.  Vetensk.-Akad.Forhandl. 

Stockholm,  1886.) 

—  Bidrag  till  kannedomen  om  Karlkrytogamernas  forna  utbredning  i  Sve- 

rige  och  Finland.  (Geol.  Foren.  Forhandl.,  n"  211,  Bd.  24,  Haft  1.) 

—  Contrib.  á  la  Flora  algol.  del  Ecuador.  (Anal.  Univers.  Quito,  n.os  27 

y  31,  1890.) 

—  Contrib.  á  la  Flore  raycol.  de  Portugal.  (Bol.  Soc.  Brot.,  viii,  1890.) 

—  Contiib.  á  la  Flore  niycol.  des  environs  de  Montpellier.   (Bull.  Soc. 

Mycoll.  de  France,  t.  xv.  Lons-le-Saunier,  1899.) 

—  Die  Schneeflora  des  Pichincha.  Ein  Beitrag  zur  Kenntniss  der  nivalen 

Algen  und  Pilze.  (Rericht.  der   Deutch.    Botan.    Gesellsch.,  Bd.  x, 
Heft  8.  Berlín,  1892.) 

—  Dipodascus  albidus,  eíne  neue  geschlechtlíche  Hemiascee.  (Pringsheim's 

Jahrb.  f.  wíssenchaftl.  Bot.,  Bd.  xxiv,  Heft  4.  Berlín,  1892.) 
-^  Ein  Beitrag  z.  Schneeüora  Spitzbergens.  (Nuova  Notarisia.  Padova, 
1894.) 


DE    HISTORIA   NATURAL.  353 

Lagerheim  (G.)^Einige  neue  Acarocecidien  und  Acarodomatien.  (Bericht. 
Deutsch.  Bot.  Gesellech.,  Bd.  x,  Heft  10.  Berlin,  1892.) 

—  En  Svampepidemi  p|  Bladloss  sommaren  1896.  (Entom  Tidskr,  1899.) 

—  Exohasidmm  Vaccinii-uUginosi  Boud.  (Bull.  Soc.  bot.  France,  t.  xli. 

pag.  ccsLiv. 

—  f  argadt  kalfe  och  dess  Undersokning.  (Svensk  Farmac.  Tidekr,  n"  12, 

1906.) 

—  Holopedium  Lageih.  und  Microcrocis  Richt.  (Nuova  Notarisia.  Padova, 

1893.) 

—  Holopedium  Lagerh.  und  Microcrocis  Richt.  Einige  Worte  Richtter  z. 

Entgegnung.  (Nuova  Notarisia.  Padova,  1894.) 

—  Kvalitativ  bertiimning  af  benzoesyra  och  salicylsyra  i  narings  och 

njutningsmedel  genom  direkt  sublimering.  (Svnsk  Farmac.  Tidskr, 
n°  11,  1903. 

—  La  enfermedad  de  los  pepinos,  su  causa  y  su  curación  (Rev.  ecuat.,  t.  ii, 

n.°24.  Quito,  1890.) 
. —  Las    Bacterias    violadas.    (Anal.    Univers.    Central    Ecuador,    Quito, 
1891. 

—  La  Yuyucha.  (Notarisia,  vol.  vii,  n°  29.  Venezia,  1802.) 

—  Mocaroni  ais  fester  Nührboden.  (Centralblatt  f.  Bakter.  und  Parasit. 

XI  Band,  n"  6,  1892.) 

—  Mastigochytrium,  eine  neue  Gatt.  der  Chitridiaceen.  (Hedwigia,  Heft.  4. 

Dresden,  1892.) 

—  Metod.  for  poUenundersokning.  (Bot.  Not.,  1902.) 

—  Monogr.  der  ecuadtrian.  Art.  der  Gatt.  Brugmansia  Pers.  (Bot.  Jahrb., 

XX  Bd.,  5  Heft.  Leipzig,  1895. 

—  Mikolog.  Stud.  3  vol.  (K.  Svenska  Vet-Akad.  Haudl.,  Bd.  24.  Stockholm, 

1898.) 

—  M'kologiska  Bidrag.  (Botan.  Notiser,  1890.) 

—  Nagra  nya  korbereagens.  (Svensk  Farmac.   Tidskr.,  n°  20  Stockolm, 

1902.) 

—  Notes  sur  q.  q.  Urédinées  de  l'Herb.  de  Westendorp.  (Soc.  coy.  Bot. 

Belg.  Bull.,  t.  XXIX,  2"  partie. 

—  Note  snr  VUronema,  nouv.  g.  des  algues  d'eau  douce  de  l'ordre  des 

Chlorozoospor.  (Malpighia,  anno  i,  fase.  xii.  Messina,  1887.) 

—  Note  sur  une  Cypérac.  entomoph.  (Dichronema  ciliata  Vahl).  (Journ. 

de  Bot,  1893.) 

—  Note  sur  un  nouv.  paras,  dangereux  de  la  Vigne  (Uredo  viole  sp.  nov.) 
.  (Rev.  gen.  de  Bot.,  t.  ii.  Paris,  1890.) 

—  Notiz  üb.  das  Vorkommen  von  Dicranochoete  reniformis  Hieronymus 

bel  Berlin.  Padova,  1891. 

—  Notiz   üb.    phycochromhaltige   Spirochseten.    (Bericht.    Deutsch.  Bot. 

Gesellsch.,  Bd.  x,  Heft  7.  Berlin,  1892.) 


354  BOLETÍN    DE    LA   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

LAGBReEiM  (G.)  — Om  af  svamp  augripua  fikon  och  dadlar.  (Svensk  Farmac. 
Tidskr,  n°  18  Stockholm,  1903.) 

—  Om  auvandning  af  jodmjolksyra  vid  mikroskopisk  undersokning  af 

droger  saut   nasings  och  kjutningsmedel.  (Svensk  Farmac.  Tidskr, 
Stockholm,  1901.) 

—  Om    den  mikrosk.  undersokningen  af  kakao  och  chokolad.  (Svensk 

Farmac.  Tidskr,  n°  9.  Stockholm,  1902.) 

—  Om   den   mikrosk.   undersokningen  af    marmelad.   (Svensk    Farmac. 

Tidskr.  Stokholm,  1901.) 

—  Om  forekornsten  af  europ,  Uredinéer  pl  Quito's  hógslatt.  (Bot.  Noti- 

ser,  1891.) 

—  Om  liimninger  af  Rhizoph.,  Helioz.  och  Tintinnider  i  Sveriges  och  Fin- 

dlands  lak  ustrina  kvartaraflagringar.  (Geol.  íoren.  Forhandl,  n°  209, 
Bd.  23,  Haft  6.) 

—  Om  ^uaJra/a  su6í7Zo6osa  Lagerh.  (Geol.  Foren.  Forhandl,  n"  216,   Bd. 

24,  Haft  5,  1902. 

—  Om  vaxt-  och  djurlam  mingarna  i  Andrées  polarboj.  (Svenska  Sallsko- 

pet  for  Antrop.  och  Geol.,  1899.) 

—  Pflanzenpathol.  Mitteil.  aus  Ecuador.  (Zeitschr.  f.  Pflansenkrankhei- 

ten,  Bd.  li,  Heft  iv,  1892.) 

—  Fhceocystis,  nov.   gen.,  grundadt  p|    Tetraspora  Poucheti  Scar.  (Bot. 

Notiser,  1893  ) 

—  Fucciniosira,  Chrysopsora,  Alveolaria  und  Trychopsora,  vier  neue  Ure- 

dineen-Gatt.  mit  tremelloider  Eutwickelung.  (Bericht.  Deutsch.  bot. 
Gesellsch  ,  Bd.  ix,  Heft  10.  Berlin,  1891.) 

—  Revis.    des    üstilag.    et   des  Uredinées  contenues  dans  l'herbier  de 

Welwitsch.  (Bol.  Soc.  Brot.,  vii,  1899.) 

—  Sagina  Normaniana  (S.  Linncei  Prels.  X  S.  procumbens  L.)  (Kgl,  Norske 

Vidensk.  Selsk.  Skrifter,  n°  1,  1898.) 

—  Sobre  la  multipl.  agámica  por  conidios  del  protallo  de  ciertos  heléchos. 

(Anal.  Univeis.  Central  del  Ecuador,  serie  5.",  n.°  42.  Quito,  1891.) 

—  Stud  üb.  arktische  Cryptog.  (Tromso  Museums  Aarshefter,  17,  1894.) 

—  Stud.  üb.  die  Gatt.  Conferva  und  Microapora.  (Flora  oder  allgem.  bot. 

Zeit.,  Heft  ?.  Marburg,  1 889.) 

—  Sur  un  nouveau  genre  d'Urédinees.  (Journ.  de  Bot.,  1889.) 

—  The   relationship  of  Puccinia  und  Phragmidium.   (Journ.  of  Mycol., 

vol.  6,  n"  3.  Wa2hington. 

—  Torftekniska  Notiser.  (Geol.  Foren.  Forhandl.,  n"  216,  Bd.  24,  Haft  6. 

—  Trichophilus  Neniae  Lagerh.,  n.  sp.,  eine  neue  epizoische  Alge.  (Bericht. 

Deutsch.  Bot.  Gesellsch.,  Bd.  x,  Heft  8.  Berlin,  1892.) 

—  üeber  das   Phycoporphyrin,   ein    en    Conjugatenfarbstoff.    Vidensk. 

Selsk.  Skrifter.  I.  (Mathem.  Natur.  Kl.,  n°  5.  Kristiania,  1895.) 


Sesión  del  6  de  Noviembre  de  1907. 

PRESIDENCIA   DE   D.    JOSÉ    CASARES 

El  Secretario  leyó  el  acta  de  la  anterior,  que  fué  aprobada. 

Admisiones  y  presentaciones. — Fueron  admitidos  como  socios 
numerarios  los  señores  propuestos  en  la  sesión  de  Octubre  y 
presentados,  con  el  mismo  carácter,  D.  José  Navarro  Moreno, 
médico,  y  D.  José  D.  Zambrano  y  García  de  Caravantes,  far- 
macéutico, ambos  de  Granada,  propuestos  por  D.  Juan  L.  Diez 
Tortosa;  y  D.  Luis  Heiutz,  licenciado  en  Ciencias,  que  lo  fué 
por  D.  Eduardo  Surmely. 

Proposición. — El  Sr.  Martínez  de  la  Escalera  dijo  que  teniendo 
noticia  de  que  se  organizaba  en  el  Ministerio  de  Ag-ricultura 
una  Dirección  de  pesca  é  industrias  marítimas  y  de  que  alg-u- 
na  personalidad  de  La  Coruña  intentaba  la  creación  de  un  Mu- 
seo provincial  ó  regional  de  ictiología,  creía  oportuno  que  la 
Sociedad  se  dirigiese  al  Ministro  del  ramo  presentándole  una 
exposición  de  motivos  y  bases  para  el  establecimiento  de  un 
laboratorio  de  industrias  pesqueras  en  dicho  punto  ó  en  Vigo. 

El  Sr.  Presidente  manifestó  que  consideraba  digno  de  me- 
ditación y  estudio  el  proyecto  del  Sr.  Escalera  y  propuso  que 
quedase  á  cargo  de  la  Junta  directiva  el  desarrollo  y  g-estión 
de  aquel  pensamiento,  designando  para  ello  á  las  personas  que 
juzgase  más  competentes  en  la  materia.  Así  se  acordó. 

Notas  y  comunicaciones. — El  Secretario  presentó  un  trabajo 
remitido  por  D.  Daniel  Jiménez  de  Cisneros,  titulado  «Excur- 
siones por  el  NW.  de  Caravaca»  y  otro  de  Mr.  J.  Vachal,  titu- 
lado «Sur  les  Duíourea  propre  á  l'Espagne». 

— El  Sr.  Hernández  Pacheco  leyó  un  trabajo  escrito  por  don 
José  Pereira  Galvatti  con  el  título  de  «Notas  de  geología  agrí- 
cola de  la  isla  de  Lanzarote». 

— El  Sr.  Calafat  habló  de  las  excursiones  que  ha  efectuado 
durante  el  verano  último  por  la  provincia  de  Vizcaya,  y  exhi- 
bió varios  ejemplares  de  auricalcita. 


356  BOLKTIN    DE   LA   REAL   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

— El  Sr.  Russel  leyó  una  lista  de  hong-os  recog'idos  en  la 
Real  Casa  de  Campo  durante  los  últimos  días  de  Octubre. 

— El  Sr.  Fernández  Navarro  leyó  el  relato  de  una  excursión 
al  volcán  de  Cofrentes  (Valencia)  efectuada  en  compañía  de 
nuestro  consocio  D.  Greg-orio  Sabater  Diana,  acordándose  que 
tanto  esta  nota  como  las  demás  presentadas,  pasasen  á  la  Co- 
misión de  publicaciones, 

— El  Sr.  Soler  y  Carceller  (D.  Juan  Pablo),  de  Huesca,  en 
carta  remitida  al  Sr.  Bolívar,  da  cuenta  de  los  movimientos  de 
terrenos  ocurridos  durante  los  últimos  días  del  próximo  mes 
de  Octubre  en  el  distrito  municipal  de  Torrelarribera,  provin- 
cia de  Huesca. 

Estos  deslizamientos  de  terrenos  acaecidos  después  de  g-ran 
temporal  de  lluvias,  han  sido,  seg-ún  los  datos  recogidos  por  el 
Sr.  Soler  en  el  Gobierno  civil  de  la  provincia,  de  bastante  im- 
portancia, por  cuanto  han  destruido  alg-unos  caseríos  y  forma- 
do profundas  g-rietas,  alg"unas  de  cinco  metros  de  anchas,  se- 
g-ún dice  en  su  carta  el  Sr.  Soler. 

Envía  el  expresado  señor  un  número  de  El  Diario  de  Huesca 
en  el  que  se  describe  el  fenómeno  g-eológ-ico  del  modo  si- 
g-uiente: 

«El  distrito  municipal  de  Torrelarribera  se  compone  de  este 
pueblo,  Las  Vilas  de  Turbón  y  otros,  cuya  enumeración  no  es 
del  caso. 

Las  Vilas  está  diseminado  en  g-rupos  de  caseríos  que  llama- 
remos aldeas.  Una  de  ellas  es  la  de  Brallans,  situada  en  lo  alto 
de  una  loma  suave,  consta  de  cuatl'o  casas  y  dista  del  centro 
del  poblado  principal  unos  dos  kilómetros. 

Eran  los  días  22  y  23  del  pasado  Octubre.  A  un  kilómetro  de 
distancia  del  caserío  y  en  sentido  de  S.  á  N.,  el  terreno  co- 
menzó á  agrietarse,  hundiendo  la  corteza  y  abriendo  simas 
enormes.  Aquello  corría  como  reg-uero  de  pólvora  y  en  línea 
recta  en  dirección  á  las  casas. 

Sus  moradores,  alarmadísimos  y  haciéndose  carg-o  del  serio 
peligro  en  que  se  hallaban,  diéronse  prisa  en  desalojar  sus 
albergues,  sacando  toda  clase  de  enseres,  personas  y  animales, 
buscando  refugio  en  aldea  próxima,  donde  fueron  amparados 
l)or  parientes  y  amig'os. 

Continuaba  el  fenómeno  sísmico  cada  vez  con  más  fuerza. 
Una  altura  desaparecía  por  completo  rápidamente  y  una  hon- 


DE    HISTORIA   NATURAL.  'dET 

donada  quedaba  convertida  en  eminencia,  surg-iendo  por  to- 
das partes  desniveles  prununciados,  desfig'urándose  horrible- 
mente la  config-uración  del  suelo  hasta  el  punto  de  que  hoy 
nadie  conoce  la  nueva  y  rarísima  topografía  del  terreno  de 
Bralians. 

La  aldea  fué  cog-ida  de  medio  en  medio  por  el  fenómeno. 
Una  casa  ha  quedado  rajada  de  abajo  arriba  por  la  mitad,  la- 
deadas ambas  partes;  las  tres  restantes  se  ven  cuarteadas  y  con 
inclinación  que  amenaza  próximo  derrumbamiento, 

Pero  lo  más  extraordinario  es  que  muy  cerca  de  las  casas 
ha  aparecido  una  lag"una  de  ag-ua  purísima  azulada,  cuya  pro- 
fundidad se  ig-nora. 

A  tres  kilómetros  de  Bralians  y  en  la  falda  Este  del  Turbón, 
está  otra  aldehuela  denominada  Las  Vilas.  Son  tres  casas 
ag-riipadas,  una  de  la  propiedad  del  más  rico  hacendado  de 
aquella  comarca,  que  lo  es  D.  José  Garuz. 

La  topog-rafía  era  plano  inclinado  que  deslizándose  en  direc- 
ción del  vallecillo  á  que  da  el  nombre  el  pueblo  que  nos  ocupa. 

Aquí  el  terreno  comenzó  á  reblandecerse  por  efecto  de  las 
lluvias  y  todo  en  peso  se  corrió  á  favor  de  la  inclinación,  que- 
dando á  nivel  del  profundo  barranco  «Torcida». 

También  en  Las  Vilas  se  apresuró  la  g-ente  á  huir  dejando  el 
caserío  abandonado.  Todas  las  edificaciones  se  hallan  inclina- 
das, en  ruina  inminente. 

Desde  entonces  óyense  tanto  aquí  como  en  Bralians  ruidos 
subterráneos  que  no  cesan  día  y  noche,  temiéndose  más  g-ran- 
des  cataclismos.» 

El  Sr.  Soler  ofrece  tener  á  la  Sociedad  al  corriente  de  lo  que 
nuevamente  suceda. 

Notas  bibliográficas. — El  Sr.  Calderón  se  ocupó  de  la  reciente 
aparición  de  la  carta  hipsométrica  de  Portug-al,  trabajo  impor- 
tantísimo, de  un  mérito  sobresaliente  realizado  por  el  eminente 
g-eólog-o  Paul  Choífat,  y  que  interesa  directamente  á  los  espa- 
ñoles. 

Dio  noticias  el  mismo  señor  de  la  Memoria  histórica  y  expli- 
cativa sobre  dicho  mapa  redactada  por  su  autor  y  aparecida 
en  la  publicación  del  Servicio  g-eológico  de  Portug-al,  fijándose 
especialmente  en  la  orog-euia,  cuya  investig-ación  se  refiere  á 
toda  la  Península.  En  la  imposibilidad  de  hacer  un  extracto 


358  boletín    de    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

(le  este  trabajo,  presentado  en  forma  muy  concreta  y  abarcan- 
do,  sin  embarg-o,  un  gran  número  de  cuestiones  de  índole 
difícil,  el  Sr.  Calderón  se  fijó  en  alg-unos  párrafos  referentes 
especialmente  á  España.  Por  ejemplo,  tratando  de  la  limita- 
ción recíproca  de  los  terrenos  antig-uos  y  los  mesozoicos,  Ueg-a 
á  la  consecuencia  de  que  las  llamadas  en  Portug-al  areniscas 
de  Bussaco,  y  que  han  dado  marg-en  á  tantas  polémicas,  son 
las  mismas  que  constituyen  bancos  en  Ciudad  Rodrig-o  y  Sala- 
manca. Con  este  motivo  menciona,  concediéndole  gran  impor- 
tancia, el  trabajo  del  Sr.  Miquel,  aparecido  hace  poco  en  nues- 
tro Boletín,  en  que  da  noticia  de  su  descubrimiento  en  San 
Morales  de  especies  que  en  Francia  se  "encuentran  entre  el 
Eocénico  superior  y  el  Olig-océnico  inferior  ó  medio. 

El  estudio  de  los  sistemas  orog-ráficos  está  lleno  de  altas  y 
nuevas  consideraciones  tan  trascendentales  para  la  g-eolog-ía 
de  España  como  para  la  de  Portug-al.  Otro  tanto  decimos  res- 
pecto á  la  síntesis  de  los  movimientos  orog-énicos,  en  la  cual 
hay  la  novedad  de  atacar  la  teoría  de  la  inclinación  en  masa 
de  la  Península  desde  el  final  de  la  época  Carbónica  (causa  de 
la  vertiente  de  sus  ríos  hacia  el  W.),  que  habíamos  adquirido 
cuantos  nos  hemos  ocupado  de  estas  cuestiones  en  el  país. 

L.  M.  Vidal,  Note  sur  V  Oligocéne  de  Majorqiie.  (Bull.  Soc. 
g"éol.  de  France,  ser.  4,  tome  v,  pag-s.  641  á  654;  con  dos  g-ra- 
bados.) 

El  Olig-oceno,  no  señalado  hasta  ahora  en  Mallorca,  se  pre- 
senta, sin  embarg-o,  en  la  isla  con  dos  fases  distintas:  una 
marina  litoral  en  Casablanca,  cerca  de  Andraitx  con  Natica 
crassatina,  Potámides  imlicatum  y  P.  rhodanicus,  correspon- 
diente á  la  base  del  Estampiense;  otra  lacustre  se  halla  en 
Sinen  con  Anthacotherium  magnmi,  Amphitragalus  cf.  glacilis 
y  Paludestrina  Hildaya,  que  corresponde  al  Aquitauiense,  En 
esta  época  Mallorca  formaba  parte  del  continente  y  era  la 
ribera  del  mar  Estampiense.  Con  estos  descubrimientos  y 
otros  del  mismo  autor,  de  que  se  ha  dado  cuenta  en  jtras  se- 
siones, queda  probado  que  la  serie  olig-océnica  es  completa  en 
el  NE.  de  España. 

El  mismo  Sr.  Calderón  presentó  un  ejemplar  del  índice  ge- 
neral de  las  colecciones  expuestas  en  la  Sala  de  Mineralogía  del 


DE   HISTORIA   NATURAL.  35» 

Museo  de  Cie7icias  naturaJes  de  Madrid,  que  acaba  de  publicarse 
y  ponerse  á  la  venta  en  dicho  establecimiento.  No  es  este  tra- 
bajo un  catálog-o,  sino,  como  indica  su  nombre,  un  mero  índi- 
ce alfabético  de  las  especies  y  variedades  presentadas  al  pú- 
blico con  sus  principales  sinonimias,  para  que  todo  visitante 
pueda  encontrarlas  por  sí  mismo,  aunque  ig-nore  la  clasifica- 
ción de  Groth,  seg"ún  la  cual  están  ordenadas  las  seis  coleccio- 
nes de  dicho  departamento.  Servirá  además  para  dar  noticia  á 
las  personas  que  se  interesan  por  estos  estudios  de  todo  lo  ex- 
puesto en  dicha  Sala  del  Museo,  el  más  rico  de  la  nación  en 
punto  al  número  de  especies  y  variedades  de  minerales,  que 
pasan  de  1.000,  representadas  por  unos  8.000  ejemplares,  entre 
los  cuales  hay  muchos  notables  por  su  mag-nificencia. 

No  se  trata  de  una  obra  definitiva,  sino  de  una  preparación 
para  el  verdadero  Catálog-o  ordenado  y  explicativo  que  se  pro- 
pone publicar  el  Museo,  atendiéndose  entre  tanto  con  este  ín- 
dice á  la  más  urgente  necesidad,  para  que  el  público  pueda 
visitar  con  provecho  la  Sala  de  Mineralog-ía. 

— El  Sr.  Fernández  Navarro  presentó  los  sig-uientes: 

E.  Miracle,  Constnicción  de  cuerpos  cristalográficos.  Santan- 
der, 1907  (5  pesetas).  Sig'uiendo  las  huellas  de  los  trabajos  pu- 
blicados en  nuestras  Memorias  y  Boletín  por  el  malogTado 
cristalóg-rafo  D.  Benito  Hernando,  el  Sr.  Miracle  ha  publicado 
un  libro  útilísimo  para  los  que  quieran  aprender  prácticamen- 
te la  Cristalog-rafía  Geométrica.  Hasta  112  poliedros  cristalinos 
desarrollados,  construíbles  por  medio  de  plantillas  apropiadas, 
contiene  el  libro  de  que  me  ocupo,  al  cual,  seg'ún  el  autor,  se- 
g-uirá  otro  con  el  desarrollo  de  otros  150  cristales  y  maclas  de 
estructura  compleja. 

El  conocido  Atlas,  de  Stuer,  no  comprende  más  que  la  mitad 
de  cristales  que  el  libro  del  Sr.  Miracle,  que  por  ello  y  por  lo 
reducido  de  su  precio,  resulta  muy  superior  al  primero.  Los 
que  no  puedan  disponer  de  una  colección  completa  de  mode- 
los, la  obtendrán  mediante  el  libro  que  nos  ocupa.  Al  reco- 
mendársele á  los  estudiantes  y  aficionados,  no  podemos  menos 
de  expresar  la  satisfacción  que  nos  produce  ver  publicado  en 
castellano  un  trabajo  de  esta  índole.  Una  su  autor  nuestra  sin- 
cera felicitación  por  su  interesante  y  útilísimo  trabajo,  prueba 
patente  de  su  ilustración  y  laboriosidad. 


3G0  boletín    de    LA   REAL    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Rafael  Blanco  y  Juste,  Elementos  de  Historia  Natural  con 
prinajjios  de  Fisiología  é  Higiene,  con  328  grabados.  Madrid, 
1907  (4  pesetas).  Nuestro  disting-uido  consocio  ha  publicado  con 
dicho  titulo  un  libro  de  carácter  elemental  en  que  resplande- 
cen el  método,  la  claridad  y  la  concisión,  hermanadas  con  la  ex- 
posición de  los  más  modernos  puntos  de  vista  en  Historia  Na- 
tural. Su  libro,  destinado  principalmente  á  Escuelas  Normales 
de  maestros,  es  ig-ualmente  aplicable  á  los  Institutos  y  en  g-e- 
neral  á  todos  los  centros  de  enseñanza  secundaria  donde  se 
curse  ésta  asig-natura.  Es  un  libro  de  excelentes  condiciones 
pedag-óg-icas  que  demuestra  los  sólidos  conocimientos  y  las 
excelentes  condiciones  de  maestro  que  adornan  á  su  autor. 

Secciones. — El  Secretario  dio  cuenta  de  haberse  constituido 
en  Granada,  con  anuencia  de  la  Junta  directiva  de  la  Socie- 
dad, una  nueva  Sección  en  la  que  fig-uran  elementos  tan  va- 
liosos como  los  Sres.  D.  Pascual  Nácher  y  D.  Juan  Luis  Diez 
Tortosa,  á  cuyo  entusiasmo  é  iniciativa  se  debe  el  núcleo  de 
asociados  que  allí  ha  podido  reunirse. 

Propónense  nuestros  consocios  de  Granada  trabajar  sin  des- 
canso en  la  exploración  de  aquella  rica  comarca  y  constituir 
con  el  producto  de  sus  recolecciones  un  Museo  regional  en 
donde  pueda  estudiarse  todo  lo  relativo  y  característico  de  la 
g-ea,  flora  y  fauna  de  la  reg'ión. 

El  acta  de  la  constitución  de  la  Sección  á  que  nos  referimos, 
está  concebida  en  los  términos  sig-uientes: 

A  cta  de  la  constitución  en  G-ranada  de  una  Sección  de  la  Real 
Sociedad  española  de  Historia  natural 

Convocados  por  D.  Pascual  Nácher  se  reunieron  el  día  29  de 
Octubre  de  1907  en  el  Decanato  de  la  Facultad  de  Farmacia  de 
esta  Universidad  los  socios  residentes  de  la  Real  Sociedad 
ESPAÑOLA  de  Historia  natural,  á  ñn  de  constituir  una  Sección 
de  dicha  Sociedad. 

Expuesto  por  dicho  Sr.  Nácher  el  objeto  de  la  reunión,  sien- 
do superior  el  número  de  socios  residentes  al  marcado  como 
mínimun  en  el  Reg-lamento  y  Estatutos  vig-entes  y  en  vista 
del  unánime  y  entusiasta  deseo  de  todos,  quedó  constituida 
una  Sección  de  la  repetida  Sociedad. 


DE   HISTORIA   NATURAL.  361 

En  seg-uida  se  procedió  á  la  elección  de  Junta  directiva,  re- 
sultando elegidos  los  Sres.  D.  Pascual  Nácher  Vilar,  Presiden- 
te; D.  Rafael  López  Mateos,  Vicepresidente;  R.  P.  Anselmo  To- 
más Corrales,  Tesorero,  y  D.  Juan  Luis  Diez  Tortosa,  Secretario. 

Posesionados  de  sus  carg-os  los  señores  eleg-idos  expresaron 
su  ag-radecimiento  por  la  distinción  de  que  habían  sido  objeto. 

Después  se  acordó:  en  primer  término,  reunirse  en  sesión 
ordinaria  el  tercer  martes  no  festivo  de  cada  mes;  y  en  segun- 
do, procurar  por  todos  y  cada  uno  de  los  socios  ir  formando 
un  Museo  de  carácter  reg-ional  de  seres  y  productos  de  Histo- 
ria natural,  así  como  una  Biblioteca. 

También  se  acordó  que  la  Junta  elegida  lo  fuera  para  lo  que 
resta  del  presente  año  y  todo  el  próximo  de  1908. 

La  de  Zaragoza  celebró  sesión  el  31  de  Octubre,  bajo  la 
presidencia  de  D.  Vicente  de  Val  y  actuando  de  Secretario 
D.  Pedro  Ferrando  por  ausencia  del  Sr.  Arévalo. 

Los  concurrentes  manifestaron  su  satisfacción  por  la  presen- 
cia de  D.  Pedro  Moyano  que  asistía  á  la  sesión  por  primera  vez 
después  de  su  vuelta  del  extranjero  adonde  marchó  pensio- 
nado por  el  Estado. 

Invitado  por  el  señor  Presidente,  expuso  el  Sr.  Moyano,  en 
breves  frases,  las  impresiones  generales  que  ha  recogido  du- 
rante su  larga  excursión  científica. 

—  VÁ  Rdo.  P.  Navas  presentó  un  interesante  trabajo  del 
P.  Pujiula  sobre  el  aparato  timpánico  ó  auditivo  de  los  Ortóp- 
teros y  en  el  que  se  dan  á  conocer  ias  investigaciones  que  sobre 
dicho  asunto  ha  llevado  á  cabo  el  Dr.  D,  José  Schwabe,  de 
Leipzig. 


T.  vil— Noviembre,  1907.  24 


3G2  boletín    de    LA    llEAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 


Notas  y  comunicaciones. 


Sur  les  Dufourea  propres  á  l'Espagne 

PAE 

J.    VACHAL 
Argental  (Corréze)  France. 

Dufourea  (Halictoides)  Merceti  (f  n.  sp. 

Nigra,  antennis  máxima  media  parte,  calcaribus  et  seg-men- 
torum  1-5  depressionibus  testaceis.  Antennarum  articulo  ter- 
decimo  máxime  compresso-incrassato. 

Le  vértex,  le  mésonotum,  le  scutellum,  les  mésopleures,  la 
base  du  seg-ment  1,  et  les  cotes  de  la  base  des  seg-ments  2-4  (le 
milieu  plus  éparsément)  sont  assez  densément  et  assez  forte- 
ment  pointillés.  L'aire  liorizontale  du  seg-ment  médiaire,  arron- 
die  en  arriére,  est  courte  et  occupée  par  une  ving-taiue  de  stries 
rayonnantes,  au  delá  desquelles  Tang-le  arrondi  qui  separe 
Taire  liorizontale  de  Taire  verticale  parait  un  petit  boudin 
brillant.  Aile  bronzé-hyalin,  la  nervure  recurrente  1  bien  plus 
rapprocliée  de  la  nervure  transverso-cubitale  1  que  la  nervure 
recurrente  2  de  la  nervure  transverso-cubitale  2. 

Long-.  6;  aile  4,5  mili.  2  cf  de  Madrid,  collection  de  M.  Ri- 
cardo G.  Mercet,  auquel  Tespéce  est  dédiée. 

Dufourea  Gaullei  Vach.  (Bull.  Soc.  ent.  Fr.,  1897,  p.  63.) 

Le  (^  de  Dufourea  G-aullei  ne  peut  g-ráce  á  ses  caracteres 
aberrants,  donner  lieu  á  aucun  doute  sur  son  identité;  sa 
taille  peut  arriver  jusqu'á  7  millimétres.  Mais  deux  espéces  9 
peuvent  étre  confondues  sous  ce  nom.  II  y  a  done  lieu  de  les 
disting-uer. 

Dufourea 'Gaullei  Vach. 

$.  Noir  de  poix,  moitié  apicale  de  Tantenne  roug-e;  base  et 
bout  du  tibia  3  et  son  prototarse  (et  aussi  dans  une  certaine 
mesure  le  prototarse  2)  jaunátre  transparent.  Les  dépressions 
apicales  des  seg-ments  brun-jaunátres.  Frang-es  du  bout  du 


DE    HISTORIA    MATURAL.  363 

chaperon  et  du  segment  5  fauves;  poils  du  vértex  et  du  de- 
vant  du  mésonotum  gris  foncé.  Mésonotum  tres  finement  poin- 
tillé,  les  points  presqae  coiifluents.  L'hypermésopleure  moins 
densément  ponctné  et  plus  brillant  que  l'hypomésopleure. 
Ponctuation  du  seg-ment  1  nuUe  au  milieu,  faible  sur  les  cotes. 
Brosse  blanche. 

Long*.  6;  aile  4,25  mili.  1  9  c^e  TEscorial  des  chasses  de 
M.  Delagrang-e,  ma  coUection. 

Dufourea  piimila  9  (nouv.  espéce  ou  var.  de  Gaullei?) 

Differe  de  CT(iiúlei  par  sa  taille  plus  petite,  par  les  frang-es 
du  chaperon  et  du  segment  .5  et  les  poils  du  vértex  et  du  de- 
vant  du  mésonotum  blanc  pur,  par  la  ponctuation  du  mésono- 
tum plus  distincte,  moins  dense,  par  rhypermésopleure  au 
moins  aussi  densément  ponctué  et  pas  plus  brillant  que  l'hy- 
pomésopleure, par  la  ponctuation  aussi  nette,  aussi  forte  et 
aussi  dense  sur  le  milieu  du  seg"ment  1  que  sur  les  cótés. 

Long-.  5,6  6;  aile  3,5  mili.  9  ^^  Madrid  des  chasses  de 
M.  Mercet. 


Notas  de  geología  agrícola  de  la  isla  de  Lanzarote 

POR 

JOSÉ    PEREYRA    GALVIATTI 

Las  condiciones  excepcionales  del  suelo  laborable  de  Lanza- 
rote,  formado  exclusivamente  por  la  desinteg-ración  de  rocas 
basálticas,  y  las  condiciones  climatológicas  también  anormales 
y,  desde  luego,  muy  distintas  de  las  reinantes  en  la  Península, 
hacen  que  los  procedimientos  de  cultivo  en  esta  isla  sean  tan 
especiales,  que  creemos  tenga  algún  interés  una  ligera  noti- 
cia acerca  de  ellos. 

Las  rocas  que  integ'ran  el  subsuelo  son  basaltos,  lavas  basál- 
ticas, lapilli  ó  tobas  de  lapilli  que  originan  tierras  cultivables, 
las  cuales,  analizadas  por  nosotros  en  el  laboratorio  de  la  Es- 
cuela de  Agricultura  de  Montpellier,  nos  han  dado  los  siguien- 
tes resultados: 


364  boletín    de    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 


Tierra  procedente  de  ¡as  Peñas  del  Chache. 

Nitróg-eno 1,7532  por  mil. 

Acido  fosfórico 2,5661        » 

Potasa 8,425          » 

Cal 97,6r;4          » 

ilag-nesia. 2,535          » 

Hierro 73,095          » 


Tierra  de  Maches,  ó  sea  vertiente  Sur  de  las  montañas 
de  Craida  y  Asomada. 

Nitrógeno 1,0207  por  mil. 

Acido  fosfórico 0,7717        » 

Potasa 7,958  » 

Cal 13,783  » 

Magnesia , 7,821  » 

Hierro 60,64  » 

Tierra  que  constituye  el  piso  de  las  viñas  de  la  vertiente  Norte 
de  Qaida  y  Asomada. 

Nitróg-eno 0,7368  por  mil. 

Acido  fosfórico 1,8323         » 

Potasa 6,895  » 

Cal 9,475  » 

Magnesia 5,987  » 

Hierro 55,71  » 

De  estos  análisis  se  deduce  la  mayor  proporción  que  en  hie- 
rro y  cal  tienen  las  tierras  formadas  á  expensas  de  las  rocas 
más  antiguas,  pues  las  de  las  Peñas  del  Chache  corresponden 
á  las  capas  de  basalto  más  antiguas  que  existen  en  la  isla;  y 
si  bien  las  tomadas  de  las  vertientes  S.  y  N.  de  Gaida  y  Aso- 
mada son  procedentes  de  la  alteración  de  lavas  basálticas,  am- 
bas, próximamente,  de  la  misma  edad,  debe  tenerse  en  cuenta 
que  las  del  lado  N.,  ó  sean  las  que  menos  riqueza  acusan  en 
estas  substancias,  están  cubiertas,  en  gran  parte,  por  capas 
de  lapilli  moderno. 

Los  suelos  cultivables  de  la  región  se  pueden  dividir  en  tres 
grupos:  los  que  tienen  la  tierra  al  descubierto,  los  tapados  por 


DE    HISTORIA    NATURAL.  365 

arenas  marinas  y  los  que  cubrieron  las  arenas  volcánicas  de 
la  erupción  del  sig-lo  xviii. 

En  los  primeros,  en  que  la  ag-ricultura  es  la  más  pobre,  se 
cultivan  cereales,  ag'rupándose  en  los  cortijos  los  terrenos  en 
dos  clases;  los  que  reciben  ag'uas  de  alg-unas  vertientes,  la  cual 
es  recog-ida  en  superficies  muradas  y  revestidas  de  tierra  en 
su  interior,  formándose  g-randes  charcos  llamados  gahias, 
terrenos  que  se  labran  en  la  primavera,  cuando  desaparecen 
las  ag'uas  por  filtración  y  evaporación,  siendo  en  estas  tierras 
en  las  que  únicamente  se  emplean  bueyes  en  la  labor,  pues 
en  las  demás  del  cortijo  se  realiza  ésta  con  el  dromedario, 
llamado  camello  en  el  país;  en  los  que  solo  reciben  el  ag-ua  di- 
rectamente llovediza,  el  sistema  de  cultivo  es  más  semejante 
al  de  la  Península. 

En  el  cortijo  habita  el  medianero  y  su  familia,  llamado  así 
por  tener  de  utilidades  la  mitad  de  lo  que  produce  la  tierra, 
sin  más  capital  que  su  trabajo,  estando  á  carg-o  del  dueño  del 
terreno  todos  los  impuestos  y  semillas  que  se  siembren.  La 
mujer  y  los  chiquillos  del  medianero  son  los  encarg-ados  de 
g-ran  parte  del  cultivo,  principalmente  de  la  recolección,  tra- 
bajo que  se  hace  arrancando  las  plantas  á  mano  por  no  per- 
mitir su  pequeño  tallo  el  seg-arlas.  La  trilla  se  verifica  con  el 
trillo  de  tablero  como  el  primitivo  de  Castilla,  sustituyendo 
cortantes  esquirlas  de  basalto  á  los  pedernales  castellanos,  del 
cual  tira  el  camello,  único  animal  usado  para  transporte  del 
g-rano  y  de  la  paja,  no  empleándose  carros  ni  carretas;  bien  es 
verdad  que  no  son  necesarios,  pues  la  g-ran  fuerza  del  camello 
los  hace  inútiles  por  cuanto  puede  carg-ar  600  kilog-ramos  hasta 
la  edad  de  diez  y  siete  años. 

El  g-ranero  de  la  casa  se  utiliza  poco,  g-uardándose  la  cose- 
cha en  el  interior  de  g-randes  conos  de  paja,  llamados  pajeros, 
de  construcción  especial,  muy  resistentes  y  en  los  cuales  se 
conserva  el  g-rano  durante  muchos  años. 

Los  terrenos  de  peor  calidad,  principalmente  los  del  S.,  cos- 
tas y  macizos  montañosos,  están  adehesados  y  destinados  á  la 
cría  de  g-añado  cabrío,  único  explotado  y  no  de  g-randes  bene- 
ficios, por  la  escasez  de  hierba  á  causa  de  las  pocas  lluvias. 

Las  tierras  cubiertas  de  arena  marina  presentan  distinto 
aspecto  de  las  demás  y  requieren  cultivos  muy  especiales  y 
característicos  de  esta  isla.  A.travesándola  por  su  mayor  an- 


366  BOLETÍN    ÜE    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

chura  existe  una  zona  de  arenas  voladoras  de  naturaleza  cal- 
cárea, que  el  viento  del  N. ,  que  predomina  casi  todo  el  año, 
arrastra  haciéndolas  cruzar  la  isla  y  formando  en  una  zona  de 
3  ó  4  km.  de  ancha  una  capa  de  fina  arena  blanca  de  un  es- 
pesor no  muy  g-rande.  En  esta  arena  se  hacen  hoyos  de  40  cen- 
tímetros de  diámetro  por  50  á  70  de  profundidad  hasta  encon- 
trar la  capa  de  tierra  laborable  subyacente,  en  la  cual  se  co- 
loca el  abono  volviendo  á  rellenar  el  hoyo  y  sembrando  en  la 
superficie  la  planta  que  se  quiere  cultivar,  la  cual  profundiza 
y  extiende  sus  raíces  por  la  capa  interna  de  tierra  nutritiva. 
Entre  las  plantas  cultivadas  en  esta  zona,  una  de  las  más  ricas 
de  la  isla,  están  el  moniato,  tomate,  calabaza  j  sandía,  frutos 
todos  de  exportación  á  Ing-laterra  y  mercados  de  la  provincia 
canaria. 

Como  en  toda  la  isla,  y  más  en  esta  zona,  no  defendida  por 
montañas,  sopla  constantemente  el  viento  con  g-ran  violencia, 
es  necesario  resguardar  las  plantaciones  de  sus  furores,  y  esto 
se  consig'ue  haciendo  surcos,  que  forman  cuadros  en  los  que  se 
siembra  centeno,  el  cual,  una  vez  desarrollado,  forma  á  modo 
de  paredes  veg'etales  que  constituyen  eficaz  defensa  para  las 
plantas  cultivadas  en  los  cuadros,  líneas  del  centeno  que  se 
siembran  todos  los  años  antes  que  las  plantaciones  del  interior. 

El  suelo  que  queda  por  reseñar  está  cubierto  de  arena  basál- 
tica, lanzada  por  la  erupción  de  1730  á  1736,  la  cual  cubrió 
hasta  las  cúspides  de  muchas  montañas  con  espesores  varia- 
bles desde  40  cm.  hasta  3  m. 

En  las  arenas  de  mucho  fondo  solo  es  cultivada  la  viña  que 
se  planta  en  la  tierra  subyacente  al  lapiili.  abriendo  en  este 
material  hoyos  en  forma  de  conos  truncados  invertidos,  que 
dan  un  aspecto  particular  á  los  campos  en  los  que  no  se  ve 
nada  á  distancia,  viviendo,  sin  embarg-o,  en  los  hoyos  cepas 
de  g-ran  desarrollo  que  pueden  producir,  cada  una,  hasta  100 
kilogramos  de  uva. 

En  estas  viñas  no  ha  sido  posible  adoptar  ninguna  poda  de 
las  usadas  en  otros  países,  dado  el  g-ran  desarrollo  de  las  plan- 
tas, explicable  por  la  riqueza  en  sales  fertilizantes  de  las 
arenas  volcánicas  que,  lavadas  por  las  ag-uas  de  lluvia,  ceden 
al  suelo  en  que  veg-eta  la  planta,  sus  principios  nutritivos.  La 
única  enfermedad  que  se  deja  sentir  sobre  la  vid  en  Lanzarote 
es  el  O'idium. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  36"! 

Las  labores  están  reducidas  á  sacar  todos  los  años  del  fondo 
•del  hoyo,  con  el  auxilio  de  palas,  las  arenas  que  caen  al  azu- 
frar y  vendimiar. 

La  recolección  se  realiza  en  el  mes  de  Ag'osto  por  mujeres  y 
chicos,  transportándose  la  uva  al  lag-ar  en  camellos,  único 
animal  que  puede  pasar,  sin  caer,  por  los  bordes  que  quedan 
entre  los  hoyos. 

El  vino  es  de  mediana  calidad  y  14°  alcohólicos,  con  tipo  de 
Madera,  consumiéndose  la  mayor  parte  en  Lanzarote  y  siendo 
poco  el  que  se  exi)orta. 

En  hoyos,  intercalados  con  las  vides,  se  cultivan  árboles 
frutales,  con  buena  producción  para  el  mercado  de  la  isla. 

No  todos  los  terrenos  cubiertos  por  la  capa  de  arena  volcá- 
nica, se  destinan  al  cultivo  de  la  vid,  sino  que  en  alg-unos 
sitios  se  disminuye  el  espesor  de  la  capa  arenosa,  juntándola 
con  una  tabla,  de  la  cual  tira  un  camello,  formando  con  la  are- 
na caballetes  para  cultivar,  entre  ellos  leguminosas,  cereales, 
tomates  y.  sobre  todo,  la  cebolla,  de  exportación  á  Cuba. 

Esta  última  planta  se  siembra  en  semillero,  el  cual  se  hace 
formando  en  el  piso  eras,  libres  de  arena,  de  medio  metro  de 
ancho  separadas  por  paseos  de  30  cm.,  tendiéndose  la  semilla 
en  líneas  y  recubriéndola  de  una  capa  de  lapilli  que  no  pase  de 
un  espesor  de  2  cm.  El  trasplante  se  verifica  á  los  dos  meses 
en  terreno  convenientemente  abonado,  para  lo  cual  se  va 
levantando  la  capa  de  arena  del  sitio  adonde  se  va  á  hacer 
■el  trasplante  y  tendiendo  el  abono  sobre  la  tierra,  la  cual  nun- 
ca se  ha  de  tocar  con  el  arado,  pues  una  vez  cubierta  con  la 
arena  que  se  levantó  se  abren  los  surcos  para  la  plantación 
sin  arañar  la  tierra  subyacente.  El  cultivo  de  la  cebolla  es  de 
los  más  importantes  de  la  isla,  exportándose  en  g-ran  cantidad 
las  ristras,  formadas  con  paja  de  centeno. 

El  cultivo  arbóreo,  fuera  de  los  frutales  que  hemos  dicho  se 
intercalan  entre  las  vides,  es  sumamente  escaso,  pues  se  li- 
mita á  alg-unas  palmeras  para  utilizar  la  hoja,  hig-ueras  para 
alimentar  á  los  camellos  con  sus  hojas  durante  el  verano  y 
alg-uno  que  otro  olivo,  árboles  estos  dos  últimos  tendidos  en  el 
suelo  por  efecto  del  constante  viento  que  reina  en  la  isla. 

La  riqueza  forestal  es  desconocida,  pudiendo  ser  una  fuente 
de  riqueza  grande  si  se  cultivaran  algunos  árboles  que  se  dan 
muy  bien  en  el  clima  canario,  entre  los  que  se  cuentan  el  pi- 


368  BOLETÍN    DE    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

no-tea  ó  de  Cananas,  el  piñonero  y  el  eucalipto,  lo  que  haría 
variar  el  aspecto  árido  de  las  montañas  de  Lanzarote,  en  las 
cuales  no  se  encuentran  otros  árboles  que  alg-ún  olivo  y  tama- 
rindos, pues  aunque  no  todas  las  montañas  se  prestan  al  cul- 
tivo forestal,  muchas  podrían  estar  cubiertas  de  lozana  vege- 
tación arbórea. 


Excursión  al  volcán  de  Cofrentes  (Valencia) 


LUCAS    FERNANDEZ    NAVARRO    Y    GREGORIO    SABATER    DIANA 

En  los  Últimos  días  de  Ag-osto  y  primeros  de  Septiembre  pa- 
sados realizamos  la  excursión  á  que  se  refiere  la  presente 
nota,  para  la  cual  fuimos  desig-nados  por  la  Junta  de  amplia- 
ción de  estudios  é  investig-aciones  científicas.  Como  nos  pro- 
ponemos hacer  más  adelante  un  estudio  alg-ún  tanto  detallado 
de  la  reg-ión  volcánica  visitada,  nos  limitamos  por  ahora  á 
dar  cuenta  lig-eramente  de  lo  que  en  nuestra  excursión  pudi- 
mos apreciar. 

Para  dirig-irnos  á  Cofrentes  partimos  de  Valencia  en  el  ferro- 
carril de  ütiel,  que  dejamos  en  la  estación  de  Buñol.  Sig-uien- 
do  después  á  pie  por  la  línea  férrea  pudimos  ver  perfectamente 
el  contacto  del  cretácico  de  la  Sierra  de  Cabrillas  con  el  tercia- 
rio colindante,  contacto  que  durante  alg-ún  tiempo  sig-ue.  el 
citado  ferrocarril,  que  unas  veces  marcha  por  las  calizas  an- 
teadas cretácicas  y  otras  por  las  características  g-onfolitas 
miocenas. 

Pasado  el  túnel  13  y  ya  en  plena  Sierra  de  Cabrillas,  pudi- 
mos apreciar  el  curso  tortuoso  y  encajado  del  riachuelo  deno- 
minado Sieteag-uas  ó  Carcalín,  que  en  este  punto  ofrece  alg-u- 
nas  particularidades,  como  el  curioso  «puente»  de  Carcalín, 
frente  á  la  fuente  del  mismo  nombre.  Este  puente  natural  con- 
siste en  la  pérdida  del  río  por  la  acumulación  de  peñascos  des- 
prendidos de  sus  escarpadas  orillas.  Por  debajo  de  estos  mate- 
riales pasa  el  ag-ua,  que  reaparece  un  centenar  de  metros  más 
adelante.  Cerca  de  la  fuente  de  Carcalín  están  las  canteras  de 
la  Jarra,  donde  los  trabajadores  dicen  que  se  encuentran  á 
veces  grandes  caracoles  de  piedra.  No  conservaban  ning-uno,  y 


DE    HISTORIA   NATURAL.  369 

nosotros,  por  nuestra  parte,  solo  pudimos  recog-er  unos  peque- 
ños moluscos  fósiles  aún  no  determinados. 

En  todo  el  curso  del  río  son  frecuentes  los  potholes,  alg-unos 
de  g-randes  dimensiones,  que  reciben  en  el  país  el  nombre  de 
ollas  de  gigantes,  es  decir,  la  traducción  literal  del  término  cien- 
tífico con  que  se  les  desig-na.  La  más  notable  es  una  que  se  ve 
desde  la  salida  del  túnel  y  que  á  juzg-ar  por  el  tamaño  con  que 
á  tal  distancia  aparece  no  tendrá  menos  de  2  m.  de  diámetro. 
Estas  ollas  serán  probablemente  de  efímera  duración,  por  la 
relativa  blandura  del  material  en  que  se  fraguan  (caliza  cretá- 
cica); así  como  la  misma  cualidad  explica  las  dimensiones 
exag"eradas  que  estos  accidentes  pueden  alcanzar. 

Después  visitamos  el  conocido  yacimiento  de  cuarzos  hema- 
toideos  de  Buñol.  Consiste  en  unas  lomas  situadas  al  Sur  del 
pueblo,  constituyendo  un  diminuto  manchón  triásico,  á  que 
los  naturales  del  país  dan  el  nombre  de  «Montañeta  de  las  Pi- 
laritas»,  aludiendo  á  los  cuarzos.  Estos  forman  parte  de  un 
congiomerado  de  elementos  menudos,  cuarzosos  en  su  mayo- 
ría, alg-unos  dolomíticos  (1),  trabados  por  arcillas  abig-arradas. 
Al  descomponerse  y  desag-regarse  la  roca  quedan  sueltos  los 
cristales  lechosos  ó  rojizos,  siempre  de  pequeño  tamaño,  pero 
bien  visibles  desde  lejos  cuando  el  sol  da  en  la  montaña,  que 
aparece  entonces  sembrada  de  puntitos  brillantes. 

Entre  Buñol  y  Yátova,  sig-uiendo  agnias  arriba  el  pequeño 
río  Juanes,  pudimos  visitar  dos  cuevas  muy  nombradas  en  el 
país;  la  del  Turche  á  un  par  de  kilómetros  de  Buñol  y  la  de 
las  Palomas  á  otros  dos  kilómetros  de  la  anterior.  Ambas  cavi- 
dades, más  que  cuevas,  son  g-randes  socavones  formados  por 
el  río  al  despeñarse  en  cascadas  pintorescas.  Han  sido  en  parte 
ag-randadas  y  cerradas  por  formaciones  estalactíticas  y  abun- 
dantes tobas  calizas,  materiales  que  demuestran  la  g-ran  rique- 
za en  carbonato  y  el  extraordinario  poder  incrustante  de  aque- 
llas ag'uas. 

Desde  Yátova  á  Cofrentes  atravesamos  primero  el  trías  del 
cerro  Moltrotóu  en  que  no  pudimos  hacer  observación  alg-una, 
porque  siendo  el  camino  malo  y  muy  larg-o,  tuvimos  que  salir 
de  Yátova  bastante  antes  de  que  amaneciera.  Atravesamos  el 
río  MagTO,  importante  afluente  del  Júcar,  y  por  entre  las  sierras 

(1)   'Pudimos  recoger  un  lindo  cristal  de  dolomita  aislado. 


íi'O  BOLETÍN  DE  LA  REAL  SOCIEDAD  ESPAÑOLA 

cretácicas  de  Martes  y  del  Ave,  tocando  en  parte  el  manchón 
mioceno  de  Dosaguas,  nos  dirig-imos  al  valle  del  Júcar.  Desde 
aquí  subimos  río  arriba  por  su  orilla  izquierda,  aunque  sin 
divisarla  hasta  llegar  muy  cerca  de  Cofrentes.  En  la  última 
])arte  del  camino  pudimos  observar  que  el  terreno  triásico  (ar- 
cillas del  Keuper)  se  extiende  por  esta  margen  izquierda  mu- 
cho más  de  lo  indicado  en  los  mapas  g-eológ-icos.  El  río  parece 
haber  aprovechado  durante  g-ran  parte  de  su  trayecto  el  con- 
tacto de  ambos  terrenos  como  línea  de  menor  resistencia  en 
que  ha  fraguado  su  lecho.  El  contraste  entre  ambas  orillas 
es  muy  notable  y  acusa  perfectamente  su  distinta  constitución 
geológica:  la  margen  derecha  del  color  gris  blanquecino  de 
las  calizas  cretácicas,  con  grandes  abismos;  la  izquierda  menos 
quebrada  y  con  los  abigarrados  colores  rojos,  verdes  y  grises 
de  las  arcillas  triásícas. 

Ya  casi  de  noche  llegamos  á  Cofrentes,  objetivo  principal 
de  nuestra  excursión.  Este  pueblo,  alejado  de  todas  las  vías  de 
comunicación,  está  pintorescamente  situado  entre  los  ríos 
Júcar  y  Gabriel,  sobre  una  altura  que  los  separa  en  el  punto 
mismo  de  su  confluencia.  Su  altitud  sobre  el  nivel  del  mar  es 
de  430  m.  y  de  unos  100  desde  el  nivel  de  los  ríos  hasta  el 
punto  más  alto  del  pueblo,  donde  se  elevan  los  restos  de  un 
antiguo  castillo. 

El  aislamiento  de  esta  localidad  explica  que  por  tanto  tiem- 
po haya  sido  desconocida  la  existencia  de  sus  materiales  vol- 
cánicos, tan  notables  por  su  naturaleza  y  situación.  Las  rocas 
eruptivas  modernas  más  próximas  son,  en  efecto,  las  de  Mar 
Menor  y  Cartagena,  de  carácter  andesítíco,  al  Sur  de  la  línea  di- 
rectora del  Sistema  Alpino,  que  en  nuestra  Península  se  extien- 
de desde  el  Estrecho  de  Gibraltar  hacia  Baleares.  Lo  más  inme- 
diato al  Korte  es  la  erupción  basáltica  poco  conocida  de  hacia 
Beteta,  en  la  Serranía  de  Cuenca.  La  arista  alpina  (aquí  Siste- 
ma Penibético)  parece,  pues,  constituir  una  divisoria  entre  las 
manifestaciones  de  carácter  básico  á  que  pertenece  la  de  Co- 
frentes y  las  de  carácter  ácido  ó  neutro. 

Este  punto  de  vista  que  nos  reservamos  desarrollar  más  am- 
jjliamente,  es  distinto  del  generalmente  admitido  de  una  serie 
de  erupciones  á  lo  largo  del  litoral  Mediterráneo,  disminu- 
yendo de  acidez  de  Sur  á  Norte.  Como  veremos,  las  rocas  de 
Cofrentes,   dentro  del  tipo  basáltico,  son  marcadamente  más 


DE    HISTORIA    NATURAL. 


371 


"básicas  que  sus  cong-éneres  de  Gerona  y  Cuenca,  y  tanto  pol- 
lo menos  como  las  limburg'itas  de  Nuévalos  estudiadas  poi*  el 
malog-rado  maestro  Quirog*a. 

El  honor  de  haber  descubierto  estos  materiales  corresponde 
al  ilustrado  médico  D.  Rafael  Cervera,  quien  los  recogió  en  una 
excursión  el  año  1903.  El  profesor  D.  Plduardo  Boscá  determinó 
su  naturaleza  volcánica.  Nosotros  llamamos  la  atención  de  la 
Real  Sociedad  española  de  Historia  natural  acerca  de  la 
importancia  que  tendría  el  reconocimiento  de  esta  localidad 
(sesión  de  Febrero  del  año  corriente),  y  al  deseo  en  este  sentido 
expresado  por  la  Sociedad  se  debe  el  que  la  Junta  de  inves- 
tig-aciones  nos  haya  honrado  con  el  encarg-o  de  hacer  seme- 
jante estudio. 

Los  materiales  volcánicos  de  Cofrentes  aparecen  en  dos 
manchones  separados,  aunque  muy  próximos:  el  Cerro  de 
Ag'ras  y  el  que  constituye  la  base  del  castillo.  El  primero,  que 
es  con  mucho  el  más  importante,  está  situado  en  la  marg"en 
izquierda  del  Cabriel  al  NO.  del  pueblo  y  como  á  un  kilómetro 
del  mismo.  Consiste  en  una  montaña  (fig-.  1.^)  que  se  eleva  á 


Fig.  1.» 
Cerro  de  Agras  visto  desde  Cofrentes.  (De  una  fotografía.) 

unos  210  metros  sobre  el  nivel  del  río,  lo  que  corresponde  á 
unos  540  sobre  el  mar.  Todo  el  cerro  está  rodeado  por  el  trías 
y  tiene  una  base  confusamente  elíptica  de  un  kilómetro  de  eje 
mayor  por  alg-unos  600  m.  de  eje  menor. 

La  cumbre  es  alarg-ada  en  dirección  próximamente  N.  10'-  O. 
á  S.  10°  E,  (1),  de  unos  250  x  150  ra.  En  este  rumbo  los  asomos 
siguen  sin  interrupción  desde  la  cúspide  hasta  la  misma  orilla 
del  río,  frente  al  molino  llamado  del  Curro.  Merece  citarse 


(1)    Todos  los  rumbos  se  refieren  al  N.  magnético. 


;K2 


boletín  de  la  real  sociedad  española 


entre  ellos  la  peña  llamada  «El  Fraile»  (fig-.  2.^).  Es  un  mog-ote 
de  basalto  que  se  eleva  repentinamente  como  un  obelisco  irre- 
gular de  6  ú  8  m.  de  altura,  con  su  base  á  35  m.  sobre  el  Ga- 
briel. Le  constituye 
un    basalto    neg-ro, 
duro,   pesado,  poco 
poroso,  que  en  cier- 
tos sitios  lleva  em- 
pastados materiales 
triásicos  poco  á  na- 
da metamorfizados. 
La  vertiente  occi- 
dental es  uniforme, 
sin  accidentes,  y  en 
ella    los   materiales 
pjo.  2.»  sedimentarios  su- 

«El  Fraile>;,  en  la  vertiente  S.  del  cerro  de  Agras.  (De  ben    hasta    bastante 

una  fotografía)  ^^^^^.^    La  vertiente 

de  Levante  está  toda  abancalada  para  el  cultivo  y  por  aquel 
lado  la  roca  eruptiva  lleg-a  hasta  casi  el  fondo  del  valle.  En  esta 
falda  se  perciben  alg"unos  lapillis  muy  compactos,  mientras 
que  en  la  opuesta  sólo  se  ven  basaltos  compactos  y  alg-una  que 
otra  lava  escoriácea. 

El  basalto  que  constituye  esta  montaña  es  muy  uniforme  y 
poco  poroso,  tanto  que  hasta  que  se  lleg-a  á  la  cumbre  se  recibe 
la  impresión  de  que  se  trata  de  un  volcán  homog-éneo  y  de 
ning-una  manera  explosivo.  Es  del  tipo  del  que  hemos  dicho 
que  constituye  «El  Fraile v  sin  más  variedades  que  el  hacerse 
en  alg'unos  puntos  lig-eramente  variolar  ó  constituir  lavas  po- 
rosas, nunca  en  gran  cantidad  ni  de  cavidades  garandes.  En 
ning'ún  punto  hemos  podido  observar  la  frag-mentación  polié- 
drica tan  característica  de  esta  clase  de  rocas,  sino  que  los  ba- 
saltos, ó  se  rompen  irreg-ularmente  ó  lo  hacen  (en  los  menos 
de  los  casos)  en  superficies  curvas  concéntricas  como  frecuen- 
temente se  verifica  en  las  ofitas  (calottes  de  los  franceses).  A 
simple  vista  no  se  suelen  percibir  los  elementos  constituyen- 
tes, á  no  ser  alg-uno  que  otro  olivino.  La  impresión  g-eneral  es 
de  una  roca  que  debió  salir  al  exterior  con  muy  poca  fluidez. 

Toda  esta  impresión  de  asomo  macizo,  si  se  sube  por  la  ver- 
tiente occidental,  como  nosotros  hicimos  la  primera  vez,  per- 


DE    HISTORIA   NATURAL. 


373 


siste  hasta  que  se  alcanza  la  misma  cumbre.  Pero  aquí  ya  no 
queda  duda  de  que  se  trata  de  un  volcán  explosivo.  En  efecto, 
al  empezar  la  vertiente  oriental  se  perciben  grandes  cavidades 
alarg-adas,  escalonadas,  en  que  parece  reconocerse  hasta  cua- 
tro bocas  eruptivas,  cuatro  cráteres,  que  en  su  disposición  re- 
cuerdan alg-o  á  los  cráteres  escalonados  de  La  Garrinada,  en 
Olot  (1). 

En  estos  cráteres  abundan  las  lavas  cordadas  y  retorcidas, 
así  como  las  bombas  volcánicas  (figuras  3.'  y  4/),  éstas  más  es- 
pecialmente en  el  situado  al  N.  de  los  otros.  Son  en  g-eneral  pe- 
queñas estas  bombas,  puesto  que  la  mayor  que  encontramos 


Bomba  volcánica  del  cerro 
de  Agras  (','3  del  natural). 


Fig.  4.^ 

Lava  cilindrica  del  cerro  de 
Agras  ('/-  del  natural). 


no  lleg-a  á  tener  más  de  20  cm.  en  su  sentido  máximo  y  alg"u- 
nas  no  pasan  de  5  cm.  La  forma  puede  variar,  pero  la  predo- 
minante es  la  alarg-ada  con  núcleo  relativamente  pequeño, 
aunque  no  faltan  redondeadas  y  aplanadas.  Las  figuras  ad- 
juntas representan  una  bomba  del  tipo  más  frecuente  y  una 
lava  curiosa  por  su  aspecto  de  tronco  agrietado  y  por  llevar 
adherido  algún  lapilli. 


(1)    Calderón,  Cazurro  y  Fernández  Navarro.  c<Formaciones  volcánicas  de  la  pro- 
vincia de  Gerona>x  (Mem .  de  la  R.  Soc.  esp.  de  Hist.  nat.,  T.  IV,  mem.  5.')  Madrid,  1907. 


374  boletín    de    LA   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Junto  al  borde  del  más  bajo  de  los  cráteres,  hay  un  pozo  de 
lili  par  de  metros  de  profundidad  y  de  unos  tres  de  diámetro, 
á  que  llaman  el  «Hoyo»  y  que  para  muchos  del  país  es  el  crá- 
ter del  volcán.  Se  trata,  sin  duda,  de  una  cavidad  excavada  ar- 
tificialmente con  fines  mineros,  pues  corre  muy  válida  entre 
aquellos  aldeanos  la  idea  de  que  el  cerro  de  Ag-ras  contiene 
g"randes  cantidades  de  hierro  y  oro,  explicándose  la  presencia 
de  piedras  escoriáceas  como  restos  de  antig-uas  fundiciones 
metal  lirg-icas. 

Como  aún  no  hemos  estudiado  detenidamente  las  rocas  re- 
colectadas, sólo  podemos  dar  alg-una  indicajión  lig-era  sobre  su 
carácter  y  constitución.  Los  basaltos  compactos,  en  lo  que  he- 
mos podido  observar,  aparecen  al  microscopio  como  una  pasta 
fundamental  bastante  rica  en  materia  amorfa,  manchada  toda 
ella  de  polvo  neg-ro  de  mag-netita  y  también  en  alg-unos  pun - 
tospor  alg-o  de  materia limunítica,  substancias  que  la  enturbian 
y  que  hacen  muy  difícil  su  estudio.  Lleva  microlitos  irregula- 
res y  abundantes  de  mag'netita,  alg*unas  laminillas  de  hemati 
tes  y  microlitos  feldespáticos  muy  finos,  pequeños  y  relativa- 
mente escasos.  Los  fenocristales  son,  en  g-eneral,  pequeños,  en 
g-ran  parte  frag-mentarios  y  todos  ellos  más  ó  menos  corroídos 
por  el  mag-ma,  pero  frescos.  Consisten  en  plag-ioclasas  irreg-u- 
lares,  no  polisintéticas  (olig-oclasa?),  pequeños  peridotos  y  es- 
casos piroxenos,  alg'uno  de  ellos,  por  excepción,  relativamente 
grande.  En  resumen,  la  roca  parece  un  basalto  feklespático 
muy  básico,  con  abundante  materia  vitrea. 

Las  lavas  porosas,  como  ya  hemos  dicho  de  cavidades  pe 
quenas  y  no  abundantes,  aparecen  al  microscopio  como  un  te- 
jido esponjoso,  irreg-ular,  cuyos  huecos  unas  veces  están  vacíos 
y  otras  ocupados  por  un  pequeño  cristal  de  olivino,  bien  carac- 
terizado por  sus  colores  brillantes,  fracturas  en  disposición  re- 
ticulada,  superficie  g-ranujienta  y  contornos  propios  de  mine- 
ral rómbico.  En  la  parte  fundamental  no  se  perciben  verdade- 
ros microlitos,  sino  una  substancia  parda,  de  acción  casi  nula 
sobre  la  luz  polarizada,  llena  de  menudas  burbujas  y  de  gra- 
nulos negTos  muy  pequeños  (mag-netita?).  Como  fenocristales 
se  ven  granos  irreg'ulares  de  olivino,  desig-ualmente  reparti- 
dos en  la  pasta,  así  como  escasos  piroxenos  en  forma  de  paji- 
llas verdosas,  irregulares.  También  hay  unas  masas  mayores, 
amorfas,  sin  contornos  definidos  y  con  aspecto  de  caolín,  que 


DE    HISTORIA   NATURAL. 


375 


pudieran   suponerse  antig-uos   feldespatos.   Provisionalmente 
puede  calificarse  esta  roca  como  una  limburg-ita. 

El  cerro  en  que  se  asienta  el  castillo  es  una  elevada  mole, 
cortada  á  pico  sobre  el  Gabriel  en  casi  todo  su  contorno,  y  solo 
unida  al  mioceno  en  que  se  asienta  el  pueblo  por  el  NO.  (fig*.  5.^) 


Fig-.  5.» 
Cerro  del  Castillo,  desde  el  SO.  (De  una  fotografía  ) 


Está  formado  desde  su  cumbre  hasta  la  base,  por  tobas  volcá- 
nicas variadas.  Aún  en  el  mismo  lecho  del  río  sobresale  de  las 
aguas  de  estiaje  un  asomo  de  estas  tobas,  que  sirvió  de  apoyo 
en  alg'ún  tiempo  al  estribo  central  de  un  puente.  Por  los  colo- 
res, por  la  finura  del  g'rano,  por  su  mayor  ó  menor  consisten- 
cia, estas  tobas  presentan  gran  número  de  variedades.  Alg-u- 
nas  parecen  verdaderas  arcillas  endurecidas  y  solo  el  micros- 
copio revela  su  estructura  compleja.  En  su  contacto,  como  en 
el  de  los  basaltos  de  Agras,  no  se  observa  la  menor  huella  de 
metamorfismo. 

Observadas  al  microscopio  alg-unas  de  estas  tobas,  se  ve  que 
están  formadas  por  frag-mentos  muy  irreg-ulares  de  rocas  de 
los  tipos  anteriores,  predominando  con  mucho  las  limburg-íti- 
cas,  siempre  muy  alteradas,  y  reducidas  á  veces  tan  solo  á  una 
masa  de  hematites  y  arcilla.  El  cemento  que  traba  estos  lapi- 
Uis  es  de  naturaleza  exclusivamente  arcillosa  y  limonítica.  En 


87(5 


boletín  de  la.  real  sociedad  española 


}¡, 


suma,  que  son  tobas  en  cuya  formación  no  han  influido  más 
que  la  ])resión  y  acaso  el  ag-ua;  verdaderas  tobas  de  presión.  En 
alg'una  preparación  he  visto  ciertos  frag-mentos  que  quizá  pue- 
dan referirse  á  un  basalto  nefelínico, 
lo  cual  daría  una  notable  variedad  á 
los  materiales  de  un  asomo  tan  redu- 
cido. Ulteriores  investig-aciones  com- 
probarán acaso  esta  clasificación  pro- 
visional y  nos  reservarán  quizá  toda- 
vía algún  otro  tipo  de  roca.  Como 
decíamos  anteriormente,  nos  hemos 
reducido  por  ahora  á  examinar  á  la 
lig-era  un  corto  número  de  prepara- 
ciones. 

Aunque,  como  hemos  dicho,  los  ce- 
rros volcánicos  son  dos,  el  de  Agras  y 
el  del  Castillo,  nuestra  opinión  es  que 
se  trata  de  una  sola  boca  eruptiva,  el 


ks. 


Fig.  6.» 


Rumbos  desde  el  Castillo  al  ,     »        i       .  i       ^         i  i 

cerro  de  Agras.  (1,  Cumbre  le-     ^olcán  de  AgraS,  pi'Oductor  de  SUS  ba- 

jana;  V,    Cumbre    próxima;    3,    galtoS  y  lavaS,  así  COmO   de   los   lapiUÍS 
El  Fraile;  4,  Asomo  volcánico  ,.,.,„  , 

más  bajo;  5,  Castillo.)  quc  por  SU  consolidaciüii  íormaron  la 

toba  del  cerro  del  Castillo,  que  á  ser 
resto  también  de  una  boca  de  salida,  debería  conservar  mate- 
riales no  tobáceos  y  encontrarse  en  la  fractura  del  cerro  de 
Agras,  lo  cual  no  ocurre.  En  efecto,  desde  el  Castillo,  los  rum- 
bos del  volcán  son  los  sig-uientes: 

Asomo  inferior  junto  al  río O.  30°  N. 

El  Fraile... NO. 

Cumbre  más  próxima N.  25°  O. 

Cumbre  más  lejana N.  20"  O. 


La  dirección  de  la  hendedura  que  parece  dibujarse  en  el  pro- 
pio volcán,  es  como  ya  hemos  dicho,  de  N.  10°  O.  á  S.  10°  E.,  de 
modo  que  los  rumbos  citados,  con  relación  al  de  la  hendedura 
de  Agras,  vienen  á  ocupar  la  posición  de  que  da  idea  la  adjun- 
ta figura  6." 

Lo  que  sí  indica  esta  potente  masa  de  tobas,  es  que  á  la  sa- 
lida de  lavas  fundidas,  debió  preceder  un  período  explosivo  de 
gran  actividad,  durante  el  cual  fueron  lanzados  lapillis  en 
g-ran  cantidad,  que,  seg'ún  la  dirección  del  viento,  irían  acumu- 


DE    HISTORIA    NATURAL.  377 

lándo.se  en  las  inmediaciones  del  volcán  y  aun  sobre  sus  mis- 
mas laderas  (restos  conservados  en  la  de  Levante),  y  que  en  su 
mayor  parte  han  sido  después  destruidos  por  la  acción  erosiva 
de  las  ag"uas.  Bien  porque  la  masa  mayor  de  estos  lapillis  es- 
tuviera en  el  cerro  en  que  hoy  se  asienta  el  Castillo,  ó  bien  por- 
que allí,  debido  á  cualquiera  circunstancia,  las  tobas  adqui- 
rieran mayor  dureza,  este  mog-ote  ha  podido  resistir  mejor  que 
el  resto  de  la  masa  la  acción  destructora  de  los  ag-entes  exterio- 
res y  ha  quedado  como  testig'o  mudo  de  la  actividad  que  en  su 
tiempo  debió  revestir  esta  erupción,  tan  reducida  por  el  espa- 
cio que  ocupa. 

Contrasta  semejante  importancia  con  el  aislamiento  de  esta 
manifestación  eruptiva,  siendo  ésta  una  nueva  singMilaridad 
que  añadir  á  las  que  dan  excepcional  interés  á  la  erupción 
de  Ag"ras.  Ni  hemos  visto  en  sus  inmediaciones,  ni  nadie  nos 
ha  dado  razón  de  que  existan,  más  productos  volcánicos  que  los 
mencionados. 

Debemos  citar,  sin  embarg'o,  una  manifestación  seguramente 
lig-ada  con  el  volcanismo  de  la  regñón.  Es  la  existencia  del  ma- 
nantial llamado  «Los  Hervideros»,  situado  á  unos  cinco  kilóme- 
tros al  O.  de  Cofrentes,  en  la  margen  derecha  del  Gabriel  y  por 
completo  dentro  de  los  materiales  triásicos.  El  venero  consiste  en 
un  g-ran  pozo  donde  el  desprendimiento  de  ácido  carbónico  es 
tan  abundante  que  materialmente  parece  hervir  toda  la  masa 
de  agua.  Esla  da  también  algún  olor  de  ácido  sulfhídrico,  y 
además  del  sabor  picante  del  ácido  le  deja  muy  marcado  á 
hierro,  de  cuyos  óxidos  se  tiñen  al  cabo  de  algún  tiempo  las 
vasijas  en  que  se  manipula.  Por  su  mineralización  y  su  abun- 
dancia es  extraño  que  estas  ag-uas  no  sean  regularmente  ex- 
plotadas para  fines  terapéuticos;  sólo  se  explica  el  hecho  por 
el  aislamiento  de  la  región  en  que  brotan. 

Estando  en  Cofrentes,  no  quisimos  dejar  de  visitar  la  renom- 
brada «Cueva  Hermosa»,  muy  ponderada  y  celebrada  en  todos 
aquellos  contornos  y  no  citada  por  el  Sr.  Puig  y  Larraz  en  su 
conocido  trabajo  sobre  cavernas  y  simas  de  España.  Dicha  cue- 
va está  situada  al  N.  de  Cofrentes,  á  unos  5  kilómetros,  y  tiene 
dos  bocas  de  entrada,  una  á  20  metros  de  la  otra,  que  se  abren 
sobre  el  barranco  del  Ral,  á  unos  540  metros  de  altura  sobre  el 
mar,  en  las  calizas  cretácicas. 

Se  entra  por  la  primera  boca,  se  adelantan  unos  25  metros, 

T.  VII.— Noviembre,  1907.  25 


378  boletín    de   la   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

i .  - 

bajando  otros  10,  se  tuerce  lueg-o  á  la  derecha  en  ángulo  recto 
(hacia  el  E  )y  se  Ueg-a  á  unag-ran  cavidad  llamada  la  «Sala  de 
armas»,  que  es  lo  principal  de  la  gruta.  Contiene  esta  abun- 
dantes estalactitas,  es  amplia  y  habrá  presentado  gran  belle- 
zaj  pero  en  la  actualidad  está  muy  mutilada  por  los  visitantes, 
y  ennegrecida  por  la  costumbre  de  alumbrarse  dentro  de  ella 
con  hachas  de  viento  ó  teas. 


Boletín   bibliográfico. 

Octubr  . 

Academia  Real  das  Sciencias.  Lisboa.  Actas  das  Assembléas  geraes.  Fas- 
cicolo  I,  1905. 

—  Sessáo  publica  em  19  de  Fev.  de  1905. 

Academie  des  Sciences.  Paris.  (ComjJtes  rendus.)  T.  cxlv,  1907,  n°  1. — Chü- 
DEAu:  Sur  les  roches  alcal.  de  l'Afrique  centr. — Léger  et  Hesse:  Sur 
une  nouv.  Myxosporidie  paras,  de  la  Sardine. — Mola:  Les  organes 
génit  de  Tcenia  nigropunctata  Corty. — Loverdo:  L'action  des  basses 
temperat.  sur  les  anifs  et  les  chenilles  du  Paralipsa  gularis  Zeller.— 
Gerber:  La  présure  des  Crucif. — Ferrier:  Calcification  et  décalcif. 
chez  rhomme. — Fleig:  Les  serums  artific.  á  ininéralisation  complexa, 
milieux  vitaiix.=N°  2.— Albahary:  Analyse  du  fruit  du  tomate. — 
Barbieri:  Analyse  du  jaune  d'oeuf. — Gard:  Sur  les  formations  cysto- 
llthiques  des  Gistes. — Kodssy:  Nouv.  méthode  pour  mesurar  la  sur- 
face  du  corps  humain. — Mazé  et  Pacottet:  Sur  les  ferments  des  ma- 
ladies  des  vins.— Joly:  Extensión  du  Trias  dans  le  sud  de  la  Tuni- 
sie.  — Meünier:  Les  Empidae  de  Tambre  de  la  Baltique. — Bertrand: 
La  fronde  du  Stauroptesis  Oldhamia  Binney. — Teisserenc:  Sur  la 
distrib.  de  la  temperat.  dans  l'atmosphére  sous  le  cercle  polaire 
Nord.=^N°  3.— Charabot:  Le  partage  des  principes  odorants  dans  la 
plante. — Szreter:  Oxydation  de  l'oxyhémogl. — Deprat:  Les  forma- 
tions néovolcan.  dans  le  N.  W.  de  la  Sardaigne. — Flamand:  Sur  les 
terrains  carbonif.  de  r£xtrtíme-Sud-0ranaÍ8.=N°  4. — Uelage:  L'oxy- 
géne,  la  pression  osmot.,  les  acides  et  les  álcalis  dans  la  parthénog. 
expériment.— Mestrkzat:  Sur  l'acide  malique  dans  les  moúts  et  les 
•  vins. — FERNBAcn  et  Wolff:  Étude  sur  la  liquéfact.  diastas,  desempois 
de  fécule.  — Yégoünow:  Les  réactifs  vivants  et  la  diñ'usion.— Cheva- 
lier:  Sur  un  nouv,  g.  de  Sapotacées, — Costantin  et  Bois:  Sur  les 
Pachypodium  de  Madagascar.— Goilliermond:  Nouv.  recherches  sur 
la    cytologie  des  graines  de  Graminóes. — Jümelle  et  Ferrier:  Les 


DE   HISTORIA    NATURAL.  379 

champignons  des  termitiéres  de  Madagascar. — Vles:  Sur  les  ondes 
pédieuses  des  Mollusques  reptateurs. — Malaquin  et  Dehome:  Sur  la 
caroncule  ou  organe  nucal  de  Notopygos  labiatuá  Gr. — Gerber:  La  pré- 
sure  des  Kubiacées.— Fleig:  Les  serums  minéraux  injectables  dans 
les  veines.— Ricco:  8ur  l'activité  de  rEtna.=N°  5. — Berthand;  In- 
fluence  des  acides  sur  l'action  de  la  lacease. — Kayser  et  Marchand: 
Inñuence  des  seis  de  manganése  sur  les  levures  alcool.— Porcker' et 
Hervieux:  Du  chromogéne  urinaire  faisant  suite  á  l'administr.  d'acide 
indolcarbon. — Chevalier:  Sur  le  Caféier  nain  de  la  Sassandra,  Coffea 
humilis  A.  Chev. — Pellegrin:  Sur  I'incubation  buccale  dhez  VArius 
Jissus  o.  V. — Manceaü:  Sur  le  Coccus  anomalus  et  la  maladie  du  bleu 
des  vins  de  Champagne. — Fortín:  De  q.  q.  espér.  ophtalm.  faites  á 
l'aide  de  la  lumiére  des  vapeurs  de  mercure. — Dareste;  Sur  la  for- 
mation  sulfo-gypseuse  daus  le  bassin  de  la  Seybousse.— Sauvage:  Sur 
des  poissons  trouvés  dans  le  terrain  tertiaire  de  Guelma.=N°  6'.'— 
Gaubert:  Sur  l'emploi  de  matiéres  étrangéres  modiflant  les  formes 
d'un  cristal. =N°  7. — Kroxecker:  La  cause  des  battements  du  coeur. — 
BoussAc:  Sur  TEocéne  et  rOligocéne  du  Hampshire.  — Kicco:  Les  pa- 
roxysures  du  Stromboli.=N°  8. — Mirande:  Sur  la  rbinanthine. — Le- 
RlcHE:  Sur  la  faune  ichtyol.  et  sur  1  age  des  faluns  de  Pourcy  (Marne). 
=N'' 9. -Délage:  Développ.  parthénogén.  en  solution  isotonique  a 
l'eau  de  mer. — Szilárd:  Sur  la  formation  de  lathorianite  et  de  l'ura- 
ninite. — Boutax:  Action  du  froid  dans  le  traitem.  des  caféiers  contre 
le  borer  indien. — Trouessart:  Hippopotame  nouveau-né  k  la  ménage- 
rie  du  Mus.  d'Hist.  nat. — Eobinsox:  Sur  le  mécanisme  de  lafermeture 
du  canal  appendiculaire.=N"  10. — Chatin:  La  caryolyse  dans  les  glan- 
des nidoriennes  de  la  Genette  du  Sénégal. —  Jumelle  et  Perrier:  Le 
Cyperus  tuberosus  dans  les  terrains  aurif.  de  Madagascar.^PoEHL: 
L'oxydation  intraorgan.  et  la  charge  électrique  des  leucocytes. — 
Tassart:  Sur  la  relation  qui  existe  entre  la  distribuí,  des  régionsí  pó- 
troliféres  et  la  répartition  des  zones  séismiques.=N°  11.— Lacroix: 
Les  phénoménes  de  contact  du  tracbyte  phonolit.  du  Grionnot 
(Cantal). — Contat:  Sur  la  célestite  du  Mokattan  (Le  Caire). — Miran- 
de:  Les  plantes  phanérog.  paras,  et  les  nitrates. — Ricóme:  Sur  la  rami- 
fication  des  ombelles. — Trouessart:  Les  causes  de  la  mort  du  jeune 
Hippopotame  de  la  Ménagerie  du  Muséum. — Anthony:  La  piscifac- 
ture  du  Turbot.— Martel:  Sur  les  eaux  souterr.  abimes  et  cañons  du 
pays  basque. =:N°  12. — Bergonié,  Broca  et  Ferrié:  Couservation  de 
la  pression  arter.  de  l'homme  aprés  l'application  des  courants  de 
haute  fréquence. — Gerber:  Les  agents  de  la  coagulation  du  lait  con- 
tenus  dans  le  suc  du  Múrier  de  Chine. — Vigier:  Sur  les  terminaisons 
photoréceptrices  dans  les  yeux  composés  des  Muscides.=N''  13. — 
Bouvier:  La  maladie  du  rouge  des  Sapins  dans  le  Haut  Jura. — Dé- 


f:80  boletín    Dlí    LA   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

lage:  La  partheaog.  sans  oxygéne. — Marinesco  et  Minea:  Itech.  ex- 
périm.  sur  les  lesione  consécut  a  la  compression  des  ganglions  sen- 
sitifs. — Maktin:  La  mémoire  chez  Convoltita  Roscoffensis.—  MAUTiti: 
Sur  la  vallée  infér.  de  la  riviére  d'Ain. 

Académie  internatioyiale  de  Oéographie  Botanique  París.  (Bidletin.)  1907, 
nos  213-214. — Olivier:  Les  príncipaux  parasites  de  nos  lichens  franc,-. 
(suite).— Hervier:  Excurs.  botan,  de  M.  Reverchon  dans  le  massif  de 
la  Sagra  (suite).  — Gandooek:  Novus  conspectus  Florae  Europae  (suKe) 

Anales  de  la  Facultad  de  Ciencias  de  Zaragoza.  1907,  n.°  l.— Navas:  Or- 
nitología de  Aragón. 

Aúnales  des  Sciences  naturelles.  Zoologie.  París.  1907,  t.  vi,  nos  |_2. — 
Fauvei,:  Recherches  sur  les  otocystes  des  Aunelides  polychétes. 

Archives  Néerlandaises  des  Sciences  exactes  et  naturelles.  La  Haye  1907, 
serie  ii,  t.  xii,  3"  et  4'  livr. 

Australian  Mnseum.  Sydney.  (Records.)  1907,  vol.  6,  n°  5.— Etkeridge: 
Lower  Oretac.  Fossils  from  South  Central  Queensland.— Rainbow: 
On  the  Architecture  of  Austral.  Araneidae. — North:  Avi-Fauna  of 
the  County  of  Cumberland  — McCülloch:  Fishes  and  Crus'tac.  from 
Tasman-Sea.— Hedley:  Mollusca  from  Tasman-Sea.  — Anüerson:  Mi- 
neral Notes. 

Broteria.  S.  Fiel.  Serie  de  vulgariz.  scientiflca.  Vol.  vi,  fase,  i-v,  1907. 
Serie  Botánica.  Vol.  vi,  ii  parte. —Torrend:  Les  Myxomicétes.— 
Rick:  Agaricacepe  y  Polyporaceíe  Brasilienses. 

Casopis.  Praze.  1907.  Rocnik  iv,  cielo  2. 

Clínica  y  Laboratorio.  Zaragoza.  1907,  ii.os  6-8. 

Commissao  do  servigo  geológico  de  Portugal.  Lisboa.  (Communicagoes.) 
1906-1907,  t.  VI,  fase.  li. 

Deutsche  Entomologische  Zeitschrift.  Berlín.  1907,  4  Heft.  — Becker:  Hete- 
rosternus  Lüdeckei  (col.) — Bernoauer:  Neue  AleocJiarini  aus  Norda- 
mer. — Breddin:  Üb.  Flügeldimorph.  bei  deutschen  Rhynchoten. — 
Grünberg:  Fin  neuer  Taxorhynchites  aus  Kamerun. — Einige  neue 
afrikan.  Heteroceren.  — Horn:  Cicindela  Wellmani — Lie  Archicollyris- 
Arten.- — Über  das  Mesosternum  der  Siago'iiini  uud  ihre  Zugehorigkeit 
zu  den  Carabinas. — Ohaus:  Einige  neue  Auomalen  der  athiopischen 
Región. — Reitter:  Eine  Serie  neuer  ^|7/iorfí?<s-Arten.— Übersicht  der 
Arten  der  Pimeliden-Gatt.  Podhomala  Sol.— Schenklixg:  Fornasi- 
nius  russus  Kolbe. — Vosseler  Eine  neue  Salamis. — Wellman:  Bionom. 
Beobacht.  an  Phonergates  bicohripes  StSl.^6  Heft. — Bergroth:  Üb. 
die  systemat.  Stellung  der  Gatt.  Eumenotes  Westw. — Burr:  Üb.  einige 
neue  und  interesa.  Dermapt.-Arten. — Grünberg:  Z.  Kenntnis  der 
Asiliden  Gatt.  Hyperechia  Schin.— Heller:  Zwei  Forfleul.  von  den 
Kanar.  Inseln. — Horn:  Odontochila  aus  dem  baltischen  Berustein.— 
Hubenthal:  Erganzungen  z.  Thüringer  Kilferfauna. — Konow:  Neue 


DE    HISTORIA    NATURAL.  381 

.  Blattwespen. — Marshall:  Zwei  Ergiinz.  zu  Papes  Brachyceridarum 
Catal. — Reitter:  tibersicht  der  rair  bekannten  Stenelmis- Arten  aus 
der  palaarkt.  Fauna. —  Einige  neue  palaarkt.  Coleopt. — Riffarth: 
Neue  und  wenig  bekannte  Formen  der  Gatt.  Helicornius.— Roeschke: 
Carabolog.  Notiz. — Schenkling:  Notiz.  über  Trichodes  Dregei  Ghevr. — 
Sloane:  Further  Carab.  from  Germán  New  Guinea. —  Vosseler:  Eini- 
ge Beobacht.  an  ostafrik.  Orthopt. 

Farmacia  y  Medicina.  Barcelona.  1907,  n."  8. 

Gaceta  Farmacéutica  española.  Barcelona.  N.os  109-11^. 

Ingeniería.  Madrid.  1907,  n.os  81-90. 

Institució  catalana  d'Historia  natural.  Barcelona.  (ButUetí.)  1907,  n.os  2-3. 
— Faura:  Excursió  geológ.  per  els  voltants  de  Cervelló.— Garcías: 
Contrib.  á  la  Flora  balear. — Maluquer:  Molluschs  marins  de  Cata- 
lunya.— Tomas:  Kecull  de  minerals. — Maroet:  Una  excursió  al  Mira- 
ele.— Pau:  Localitat  clásica  de  la  Campánula  affinis  R.  Sch. 

Jornal  de  Sciencias  mathematicas,  physicas  e  naturaes.  Lisboa.  1897,  t.  iv, 
n°xvi;  1897-1906,  t.  v-vil. 

K.  K.  r.oologisch-hotanischen  Gesellschaft  in  Wien.  (Verhandhmgen.)  1907, 
Lvii  Bd.,  4.  und  5.  Heft.  — Spaeth:  Beschereib.  neuer  Casididen. — 
Kohl:  Eparmatostellius  nov.  g.  ZarnVZarum.— Brunnthaler:  Die  algen 
und  Schizophyceen  der  Altwasser  der  Donan  bei  Wien. — Globacki: 
Bryolog.  Beitr.  aus  dem  Okkupationsgebiete.=6.  und  7.  Heft. — 
TsoHusí  zu  ScHMiDHOFFEN:  Oruithol.  Literat.  Osterr. — Ungarns  und 
des  Okkupationsgebietes.— Karny:  Beitr.  z.  einheimischen  Orthopte- 
renfauna. — Burgerstein:  Der  anatom.  Bau  der  Markstrahleu  bei  der 
Gatt  Pinus. — Schülz:  Die  Trigonaloiden  der  Naturhistor.  líofmus.  in 
Wien. — Strasser:  Vierter  Nachtrag.  z.  Pilzflora  des  Sountagberges. 

La  Feuille  des  Jeimes  Naturalistes.  Paris.  1907,  n°  44). — Alessandri:  Ob- 
servat.  sur  les  Cirrhip.  fossiles  de  la  France.— Gourt  et  Güignon:  Les 
Insectes  paras,  des  Crucif.  (suite). — De  Gaülle:  Catal.  des  Hyménopt. 
de  France.  (8uite),=N°  442. — Alessandri:  Observat.  sur  les  Cirrhip. 
fossiles  de  la  France  (fin). — Delcoort:  De  la  nécessité  d'une  revisión 
des  Notonectes  de  France. — Caziot:  Étude  sur  q.  q.  esp.  du  Sous- 
Centre  Taurique  répandues  en  Algérie. — Goury  et  Gdignon:  Les  In- 
sectes paras,  des  Crucif.  — De  Gaülle:  Catal.  des  Hyménopt.  de  Fran- 
ce.=N°  443.—  Oépéde:  Entretiens  sur  les  Sporoz.  paras,  des  Insectos.  — 
Caziot:  Etude  sur  q.  q.  esp.  de  la  región  paléarct.  de  l'Asie  qui  onf 
penetré  dans  les  Sous-Centres  alpique  et  hispan.:  Orcula  dolioliim.  — 
De  Gaülle:  Catal.  des  Hyménopt.  de  France. 

La  Nuova  Notarisia.  Modena.  1907,  serie  xviii. — Mazza:  Saggio  di  Algol, 
ocean.  — De  Toni:  Soj^ra  alcune  Polysiphonia  iuedite  o  rare. — Lar- 
GAioLLi:  La  varietá  oculata  del  Glenodinium  pulviscuhis  (Ehr.)  Stein. 

Ze  Naturaliste.  Paris.  1907,  n"  488. — Fritel:  Guide  géolog,  et  paléontol.  d^ 


883 


BOLETÍN    DE    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 


la  región  parís.— THiERky-MiÉG:  Descríption  de  Lepidopt.  nouv.— 
Tkouessart:  La  (Jistrib.  des  anim.  viv.  et  fossiles.— Bougon:  Les 
peaux  de  moutons.— Chrétien:  Qu'est-ce  quele  Brachodes?~SANTiNi: 
Anim.  mytholog.  légendaires,  historíques,  etc.nrN"  489.— CaíiÉTiEN: 
Lepidopt.  du  Languedoc— Raymond:  Une  pluie  de  sonffre  en  1907.= 
N°  490.— TeiERRY:  Lepidopt.  nouv.— Regnault-,  Une  race  de  chats 
sans  queue.— Bougun:  Eííets  de  la  neige  sur  les  plantations.— Fabri- 
catión  des  fibres  d'Aloes  á  l'ile  Maurice.=N°  491.— Etoc:  Essai 
de  clefs  dichotom.  pour  la  déterminat.  des  nids  des  oiseaux  de 
France.— Cléves:  Les  mammiferes  dans  les  Proverbes.— Boügon: 
Les  Vaucheries.— Kegnaült:  Les  causes  du  déboisement.=N"  492.— 
Meunier:  Mouogr.  des  Dolichopod.  de  l'ambre  de  la  Baltique.= 
N°  493.— BoussAc:  La  Cliauve-Souris  dans  l'Egypte  Pharaon.— Lé- 
veillé:  Las  races  de  l'Inde.- Boügon:  L'age  du  plus  gros  arbre  du 
monde. 

Musée  d'Histoire  naturelle  de  Marseille.  (Annales).  T.  x,  1906-1907. 

Musée  Zoologique  de  l'Académie  impériale  des  Sciences  de  St.  Pétershourg. 
(AnnuaireJ.  T.  xi,  1906;  t.  xii,  1907,  n°  1.-Berg:  Revis.  des  poissons 
d'eaux  douces  de  la  Coree.— Bianchi:  On  the  paleartic  and  himalo- 
chin.  spec.  of  the  Muscicapidae  of  fam.  of  Flycatchers.— Liste  des 
oiseaux  du  gouv.  de  St.  Pétersb. 

M^^seo  Nacional  de  Hungría.  Budapest.  (Anales  hisíórico-naturales.J  Vol.  v, 
1907,  Pars  prima.— Forel:  Formic.  du  Musée  National  Hongr.— 
HoLLÓs:  Fungi  novi  regionis  Kecskemétiensis.— Matsümtjra:  Monogr. 
der  Homopt.— Gatt.  Tropidocephala  Stal.- Gestro:  Mater.  per  lo  stu- 
dio  delle  Hispidae.- Méhely:  Z.  Losung  der  cmuralis»  Frage.— Mon- 
tandon:  Nouv.  g.  et  esp,  du  groupe  des  Geocorlnae.— Csiki:  Calos  o- 
minarum  sp.  nova  aethiop.-KoEscDKE:  Monogr.  der  Carab.— Tribus 
Cychrini.— HoLLós:  Fungi  novi  in  Gasteromycetis  habitantes.— Ker- 
TÉsz:  Üb.  die  Dipter.— Gatt.  Gobertina  Big.— Horváth:  Hemipt.  nova 
vel  minus  cognita.— Moesz:  Ueber  Aldrovanda  vesiculosa  L.—Brve3: 
Some  ne^v  exotic  Phoridae  — Montandon:  Notes  sur  les  Holoptilidae. 

Museo  Nacional  de  Costa  i2¿c«.- Biolley:  MoUusques  de  l'isla  del  Coco. 

Museo  Nacional  de  Montevideo.  (Anales.)  Vol.  vi,  1907.— Flora  Uruguaya.= 
T,  iir,  entr.  u. 

Museum  of  Comparative  Zoólogy  at  Harvard  College.  Cambridge,  Mass. 
(Bv.lletin)  1907,  vol.  li,  w"  2.— Lyman:  The  starfishes  of  the  g.  He- 
liaster.^=E''  3.  — Eastman:  Types  of  fossil  Cetac.  in  the  Mus.  of  Compar. 
Zool,=N°  4.— Trüe:  On  the  Type  «pee.  of  the  fossil  Cetac.  Anoplo- 
nassa  forcipata  Cope. 

Naturne  Novitates.  R.  Friedliinder  und  Sohn.  Berlin.  1907,  nof  9-14. 

Nafiirforschenden  Gesellschaft  in  Basel.  (Verhandlungen.)  1907,  Bd.  xix, 
Heft  i  und  2. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  383 

Neptunia.  Venezia.  Vol.  sxii,  n"  8. — Constantini:  Le  valli  di  Mesóla.— 
Malfeb:  Osservaz.  fenolog.  sopra  alcuni  Eatomostraci  del  Benaco. 

Physikalisch-medidnischen  Gesellschaft  zu  Würzburg.  ( Sitzungs-Berichte.) 
Hofmeier:  Üb.  Lumbalanilstbesie.— Gürber:  Üb.  den  Einflus  des 
Aderlasses  auf  das  Blut. — Beziehungea  zwischea  der  Sauerstoftzufuhr 
und  dein  Hamoglobingebalt  dea  Blutes. 

—  (  Verhan diungen.) — Kkads:  Gynaeceum  oder  Gynoeceum? — Schmincke: 
Die  regenerat.  der  Quergestreiften  Muskel-Fasern  bei  den  Wirbel- 
tieren. 

Portugalia.  T.  ii,  fase.  iii. 

Queensland  Musenm.  (Annals.)  1907,  n"  6. — A  contrib.  to  the  knowledge  of 
the  Extinct  Avifauna  of  Australia. — Fossil  vertebrates  from  New 
Guinea.— Papuan  Charms  -Bats. — Ornithological. — Reptilia.^N"  7. — 
Fossils  from  the  gulf  watershed. — An  eccentric  Pat. — A  New  Guinea 
Tree  Rat. — A  papuan  Relie. 

Real  Academia  de  Ciencias  y  Artes  de  Barcelona.  (Memorias.)  1907,  vol.  vr, 
n.os  14-19. —  Vidal:  Nota  sobre  el  supuesto  granito  eruptivo  del  <Se- 
rrat  Negre»  (Barcelona).  -Comas:  Terremoto  local  del  18  de  Febrero 
de  1907. 

Real  Sociedad  Geográfi':a.  Madrid.  (Boletín.)  —Revista  de  Geografía  Colo- 
nial y  Mercantil.  T.  iv,  n.°  tí,  1907. 

Rivista  coleotterologica  italiana.  Camerino.  1907,  nos  6-7. — Porta:  Studio 
critico  del  g.  Astilbus  Steph. — Leo  ni:  Sopra  i  Sphodrus  italiani. — Sopra 
i  coleotteri  italiani.— Sekera:  Note  coleotterol. 

Royal  Microscopicnl  Society.  London.  (Journal.)  1907,  part  4. 

Royal  Physical  Society.  Edinburgh.  (Proceedings.)  1907,  vol.  xvl,  n"  8. — 
Evans:  The  Mammals  of  the  Edinburgh  or  Forth  Área. — The  Myria- 
pods  of  the  Forth  Area.=Vol.  xvii,  n"  8. — Ritchie;  On  a  Suposs. 
Australasian  Hydroid  (Sertularia  elongata)  in  the  North  Sea. — Ro- 
hERTSON:  On  a  Trypanos.  found  in  the  Aliment.  Canal  of  Pontohdella 
muricata. 

Sociedad  científica  < Antonio  Álzate*.  México.  (Memorias  y  Revista.)  T.  22, 
1906-1906,  n.os  7-i2;  t.  24,  1906,  n.os  1-5. 

Sociedad  española  de  Física  y  Química.  Madrid.  (Anales.)  1907,  t.  v,  n.°  45. 

Sociedad  Geográfica  de  Lima.  (Boletín.)  1905,  t.  xviii.  Memoria  anual  y 
anexos. — 1906,  t.  xix,  trim.  1.° 

Societá  italiana  di  Scienze  natitrali.  Milano.  (Atti.)  1907,  vol.  xlvi,  fase.  1.° 
— Martorelli:  Di  alcune  nuove  appariz.  in  Italia  di  uccelli  migratori 
siberiani  ed  americ. — Mariani:  Resti  fossili  di  elefanti  trovati  in  al- 
cune cave  di  Milano. — Airaghi:  Fossili  permiani  dei  dintorni  di  Re- 
coaro.— Alessandri:  Le  frane  dei  dintorni  di  Acqui. 

Societas  entomológica  rossica.  S.  Petersburgo.  (Horae.)  1907,  t.  xxxviii, 
nos  1-2.  (En  ruso.) 


384  boletín    de    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Société  helge  d'Astronomie.  Bruxelles.  (BuUetin.)  1907,  n"  6. 

Société  helge  de  Géologie.  Bruxelles.  (BuUetin).  1907,  t.  xxi,  Procés  verb. 
Mémoires,  fase.  r. — Rutot:  Sur  des  sílex  utilisés  sous  les  alluvions 
fluviales  de  la  haute  terrasse  de  100  m.  de  la  vallée  de  la  Meuse. — 
Haukab-Urban:  Sur  des  mouvem.  spontau.  des  roches  dáñales  mines, 
les  Garrieres,  etc. — Rutot:  Sur  l'áge  des  cavernes  de  Grimaldi. — Lam- 
bert:  Sur  q,  q.  Echinides  des  couches  á  Hippurites  de  Gosan. — 
DoLLo:  Les  Ptychodontes  sont  des  Arthrodéres. — Haukar-Urban:  Le 
tunnel  de  Braine-le-Comte  et  les  sables  boulants. — Van  Ertborn: 
Kévis.  de  l'échelie  du  Pleistocéne  de  la  Belgique. 

Société  Botanique  de  France.  Paris.  (BuUetin.)  T.  53*^  1906.  Session  extra- 
ord.  tenue  dans  la  prov.  d'Oran. — T.  64",  fase,  5. — Douin:  Sur  VEphe- 
merum  stellatum  Philibert. — BATrANDiKR:  Eevis.  des  Tamarix  algé- 
riens. — Dop:  Sur  l'appareil  moteur  des  étamines  des  Berberid.—  Ront: 
Le  g.  Leontodón  dans  la  flore  fran^.  — Bessil:  Une  excurs.  algologi- 
que. — Corbiére:  Sur  le  Colpomenia  siHMOsa.— Mangin:  Présentation 
du  Pulmonaria  ovalis  Bast. — Molliard:  Sur  un  cas  de  tricotylie  ob- 
teuu  experim.  chez  le  jRa^j/iartí/s  sa¿iyits  L.=Fase.  6. — Clos:  Quamo- 
clit  et  Ipomoea. —  Guffroy:  Un  cas  de  macrophyllie  traumatique.— 
Bertrán D:  Les  caracterist.  du  g.  Diplotesta  de  Brongniart. — Gagne- 
PA1N:  Zingiberae.,  Marantac.  et  Musac.  nouvelles. — Huc:  Trois  lichens 
nouv.  — Léveillé:  Sur  le  g.  Jussicea. — Güffroy:  A  propos  de  feuilles 
de  Lierre  subinergées. — Maheu  et  Embes;  Sur  q.  q.  formations  subéro- 
phelloderm.  anormales. — Bouly:  Notes  liehenolog.— Courchet:  Sur 
une  var.  nouv.  de  V Echinophora  spinosa  L. — Lotz:  Sur  la  présence 
d'inuline  dans  q.  q.  Malpighiac. — Bertrand:  Les  caracterist.  du 
g.  Leptocarijon  de  Brongniart. — Gagnepaix:  Q.  q.  Burmannia  asiat. 
nouv.  de  l'Herbier  du  Mus. — Constantix  et  Poisson:  Contrib.  á 
l'étude  des  Balsamines  de  Madagascar  et  des  Mascareignes. 

—  (Mémoires.)  Fase.  8  et  10. — Chevalier:  Novitates  Jiorae  africanae 
(1^"  part.)— Fliche:  Monocotyl.  arboresc.  ou  frutesc.  de  France,  d'Al- 
gérie  ou  de  Tunisie. 

(Continuará.) 


Sesión  del  3  de  Diciembre  de  1907. 

PRESIDENCIA   DE  D.  JOSÉ  CASABES  GIL 

El  Secretario  leyó  el  acta  do  la  sesión  anterior,  que  fué  apro- 
bada. 

Admisiones  y  presentaciones.— Fueron  admitidos  como  socios  nu- 
merarios los  señores  propuestos  en  la  sesión  de  Noviembre,  y  pre- 
sentados, con  el  mismo  carácter:  D.  Mariano  Valdelomar  Gijón, 
licenciado  en  Farmacia;  D.  Benito  Gossío,  Ingeniero  jefe  de  Mi- 
nas; D.  Francisco  Ferrer,  también  Ingeniero  de  Minas;  D.  José 
Fernández  Arcoya,  Catedrático  de  Historia  Natural;  D.  Francis- 
co Molina  y  Moreno,  D.  Vicente  Pérez  Garaña,  el  Instituto  Ge- 
neral y  Técnico  de  Huesca,  D.  José  Andreu,  Profesor  en  el  Se- 
minario de  Orihuela,  y  el  R.  P.  Prefecto  del  Colegio  del  Sagrado 
Corazón,  en  Barcelona,  propuestos  los  cuatro  primeros  por  don 
Juan  L.  Diez  Tortosa,  y  los  que  siguen  por  D.  Cayetano  Escri- 
bano, D.  Emilio  Fernández  Galiano  y  D.  Ignacio  Bolívar,  res- 
pectivamente. 

Se  admitieron  como  socios  correspondientes  extranjeros  á  los 
Sres.  Giordano  Domenico  ,  Martin  (Rene),  Gebien ,  Weise  (J.), 
Klapalek  (F.),  Fauvel  (A.)  y  Lewis,  que  han  hecho  donativos 
de  sus  publicaciones  para  el  enriquecimiento  de  nuestra  Bibliote- 
ca ó  han  prestado  su  colaboración  á  nuestras  Memorias,  estu- 
diando la  fauna  de  la  Guinea  española,  y  remitiéndonos  Irabijos 
que  se  han  publicado  en  el  tomo  i  de  aquéllas. 

Fallecimiento. — Se  participó  el  fallecimiento  del  ilustre  natura- 
lista lusitano  D.  José  Vicente  Barboza  du  Bocage,  Director  del 
Museo  de  Historia  Natural  de  Lisboa,  y  consocio  nuestro  desde 
el  año  1872;  acordándose  constara  en  acta  el  sentimiento  que  en 
todos  ha  producido  la  muerte  de  este  insigne  sabio. 

Proposición, — El  Sr.  Presidente  manifestó  que  en  la  Sección  de 
Zaragoza  ha  surgido  la  idea  de  que  se  celebre  allí  un  Congreso 
Nacional  de  Naturalistas,  con  ocasión  de  las  fiestas  del  Centena- 
rio de  los  Sitios  que  S3  verificarán  desde  Mayo  á  Octubre  de  1908. 

T.  VIL— Diciembre,  1907.  26 


386  boletín    de    LA.   REAL   SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Al  dar  cuenta  del  proyecto  que  acarician  nuestros  consocios  de 
Zaragoza,  el  Sr.  Presidente  expresó  su  creencia  de  que  un  Con- 
greso ó  reunión  Nacional  de  Naturalistas  obtendría  seguramente 
éxito  lisonjero,  contribuiría  á  la  difusión  del  conocimiento  de  las 
Ciencias  naturales  en  nuestro  país,  reportaría  indudable  utili- 
dad á  la  agricultura,  avicultura,  la  jardinería,  la  zootecnia,  la 
antropología,  etc.,  etc.,  y  nos  pondría  en  relación  á  todos  los  que 
en  España  cultivamos  el  estudio  de  la  Naturaleza. 

Los  señores  Bolívar  y  Lázaro  élbiza,  asintieron  á  las  ma- 
nifestaciones del  Sr,  Presidente  y  encarecieron  la  importan- 
cia que  podría  tener  un  Congreso  semejante;  acordándose,  en  vis- 
ta de  todo  ello,  que  la  Sociedad  tome  la  iniciativa  para  la  ejecu- 
ción de  este  proyecto,  encomendando  á  la  Sección  de  Zaragoza  el 
estudio  de  cuanto  con  él  se  relacione  y  los  trabajos  preliminares 
para  llevarlo  á  efecto.  Acordóse  asimismo  que  un  grupo  de  la 
Sección  de  Zaragoza,  que  podría  estar  presidido  por  D.  Vicente 
de  Val,  actual  Presidente  de  la  Sección,  y  del  que  serían  vocales  el 
P.  Navas  y  los  señores  Ferrando,  Arévalo,  Moyano  y  Gómez,  que 
forman  la  Junta  directiva  que  la  Sección  ha  nombrado  para  el 
año  próximo,  constituya  la  comisión  organizadora  de  esta  gran 
Asamblea  nacional  y  que  la  Junta  directiva  de  la  Sociedad,  en 
Madrid,  con  el  concurso  de  los  señores  D.  Salvador  Calderón  y 
D.  Blas  Lázaro,  se  ponga  de  acuerdo  con  aquélla  para  todo  lo  rela- 
tivo á  la  ejecución  de  este  pensamiento. 

Notas  hibliográficas. — El  Sr.  Calderón  leyó  la  siguiente: 
H.   S.  Washington,    The  titaniferous   Basalts  of  the   Western 
Mediterranean  (Q.  J.  G.  S.,  t.  lxii:,  páginas  69-79),  I9Ü7. 

La  Memoria  que  lleva  el  precedente  título,  es  fruto  de  una  se- 
rie de  viajes  realizados  por  el  autor  para  examinar  y  recoger  in 
situ  las  rocas  volcánicas  mediterráneas  de  la  provincia  de  Gerona, 
de  Cerdeña,  Pantelaria  y  Linosa,  y  de  su  estudio  en  el  Laborato- 
rio, el  cual  le  ha  llevado  á  conclusiones  interesantes,  y  que  lo  son 
especialmente  para  nosotros,  por  versar  en  parte  sobre  materiales 
de  nuestro  suelo.  Todas  las  expresadas  localidades  constituyen, 
según  él,  una  provincia  petrográfica,  caracterizada  por  el  alto  con- 
tenido de  titano  de  sus  basaltos,  de  que  hemos  dado  cuenta  por 
lo  que  se  refiere  á  Gerona,  con  referencia  á  los  análisis  comuni- 
cados por  el  autor.  Les  minerales  esenciales  son:  labradorita,  au- 
gita  y  olivino  con  magnetita  titanífera  y  apalito,  y  en  muchos  ca- 


DE   HISTORIA   NATURAL.  387 

SOS,  nefelina  subordinada,  no  siendo  raroá  los  nodulos  de  olivino. 
Por  lo  demás,  estas  rocas  varían  mucho  en  su  textura,  desde  com- 
pacta hasta  altamente  porosa  y  vesicular,  pero  nunca  marcada- 
mente porfídica. 

Numerosos  análisis  avaloran  este  trabajo,  resultando  de  ellos 
que  la  sílice  varía  de  44  á  52  por  100,  la  alúmina  de  12  á  19  y  el 
óxido  de  titano  de  2  á  5.  Este  último  parece  que  está  contenido 
principalmente  en  la  magnetita  titanífera.  En  muchos  casos  la 
sosa  domina  sobre  la  potasa.  Con  estos  datos  se  examina  la  clasi- 
ñcación  de  dichas  rocas  según  el  sistema  cuantitativo,  resultando 
que,  con  excepción  de  algunos  basaltos  de  Gerdeña  y  de  la  isla 
Graham,  la  mayoría  pertenecen  á  la  clase  llamada  salfemana. 

Ocúpase  después  el  autor  en  la  extensión  que  debe  alcanzar  esta 
provincia  petrográfica,  la  cual  no  hay  datos  suficientes  para  fijar- 
la con  precisión;  pero  desde  luego  resulta  que  se  extiende  por  los 
volcanes  basálticos  de  la  costa  de  Fi-anciay  probablemente  se  en- 
cadenan con  las  rocas  de  Gerdeña  y  las  de  Gataluña,  cuyo  recha- 
zo posible  hacia  el  Sur,  se  indica  por  la  presencia  de  fonolitas  en 
Maid  Gharian,  cerca  de  Trípoli.  Todas  ellas  son  de  edad  terciaria. 

Notas  y  comunicaciones. — El  Secretario  presentó  un  trabajo  de 
D.  José  Madrid  Moreno,  titulado  «Análisis  micrográfico  del  sedi- 
mento del  depósito  del  Ganal  del  Lozoya»;  otro  remitido  por  don 
Daniel  Jiménez  de  Gisneros,  que  se  titula  «Excursiones  por  el 
O.  deCaravaca.» 

— El  Sr.  Soler  y  Garceller  (Dr.  Juan  Pablo),  de  Huesca,  remite 
nuevos  datos  sobre  los  movimientos  de  terrenos  ocurridos  duran- 
te los  últimos  días  del  mes  de  Octubre  último  en  el  distrito  mu- 
nicipal de  Torrelaribera,  de  los  cuales  se  ha  dado  noticia  por  co- 
municación del  mismo  señor  socio  en  el  acta  de  Noviembre 
(páginas  256-257.) 

Según  los  datos  recogidos  en  la  Estación  meteoi'ológica  por  el 
Sr,  Soler,  y  publicados  en  El  diario  de  Huesca,  correspondiente 
al  24  de  Octubre  del  corriente  año,  en  el  mes  de  Septiembre  llo- 
vió en  dicha  provincia  casi  el  doble  y  en  Octubre  casi  el  cuadru- 
plo, que  en  los  meses  correspondientes  del  año  anterior,  y  en  los 
cincuenta  y  tres  días  comprendidos  entre  el  1.°  de  Septiembre  y 
los  veintitrés  primeros  días  de  Octubre  á  que  se  refieren  los  datos 
de  que  se  trata,  sólo  faltaron  125,2  para  completar  los  235, 'O  por 
metro  cuadrado,  que  llovió  en  la  misma  región  en  todo  el  año  de 


388  boletín    de   LA    IllíAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

1006.  Estos  datos  dan  idea  de  la  magnitud  del  temporal  cansante- 
de  los  estragos  acaecidos  en  el  mencionado  distrito. 

El  informe  del  Ingeniero  D.  Aurelio  Sasin,  encargado  de  reco- 
nocer los  daños  causados  por  los  últimos  temporales  en  el  Ayun- 
tamiento de  Torrelaribera,  confirma  plenamente  las  noticias  co- 
municadas por  el  Sr.  Soler.  Declara  dicho  informe  el  agrieta- 
miento enorme  de  las  inmediaciones  de  Brallaus,  explicándolo 
por  la  situación  de  la  aldea  sobre  una  ladera  inclinada,  constitui- 
da por  bancos  de  una  roca  permeable,  la  arenisca  descansando  so- 
bre otra  impermeable,  el  llamado  a.]]í  salagón;  el  temporal  persis- 
tente determinó  sin  dificultad  en  estas  condiciones  el  corrimiento 
del  terreno.  Destruyó  además  este  movimiento  la  acequia  de  rie- 
go, ocasionando  un  perjuicio  difícil  de  reparar,  ó  interceptó  las 
sendas  y  caminos  que  conducen  á  las  fincas  y  á  la  aldea.  En  tér- 
mino de  las  villas  de  Turbón  también  se  produjeron  grietas  en  el 
suelo  y  la  destrucción  de  tres  casas. 

El  Sr.  Calderón  recordó  con  este  motivo  que  en  Valcembre, 
en  Cataluña,  el  temporal  originó  análogos  efectos,  los  cuales  se 
reprodujeron  en  los  primeros  días  de  Noviembre,  con  derrumb¿\- 
miento  de  peñascos  y  movimiento  de  terreno?,  destruyendo  cam- 
pos y  huertos,  siendo  preciso  desalojar  dos  casas  situadas  á  dos 
kilómetros  de  donde  empezó  el  movimiento  y  prevenir  á  los  mo- 
radores de  otras  tres.  La  extensión  de  dicho  movimiento  se  calcu- 
ló aproximadamente  en  unos  2.500  metros  de  N.  á  S.  y  500 
de  E.  á  O. 

Añadió  el  mismo  Sr.  Calderón  que  es  posible  se  halle  relacio- 
nado también  con  los  pasados  temporales  el  temblor  de  tierra  sen- 
tido en  Torrente,  provincia  de  Valencia,  de  cuatro  y  media  á  cin- 
co de  la  madrugada  el  día  1  4  del  pasado  mes  de  Noviembre.  Fué 
una  sacudida  que  duró  unos  segundos  y  que  se  notó  principal- 
mente en  el  barrio  del  Convenio,  produciendo  algunos  desperfec- 
tos en  las  casas  y  alarma  en  el  vecindario,  el  cual  abandonó  las 
viviendas.  El  fenómeno  fué  ligeramente  perceptible  á  la  misma 
hora  en  Valencia. 

— El  Sr.  Hernández  Pacheco  leyó  un  estudio  sobre  «Considera- 
ciones respecto  á  la  organización,  género  de  vida  y  manera  de 
fosilizarse  algunos  organismos  dudosos  de  la  época  silúrica  y  estu- 
dio de  las  especies  de  algas  y  huellas  de  gusanos  arenícolas  del 
silúrico  inferior  de  Alcuéscar  (Cáceres)»,  dicho  estudio  pasó,  en 
unión  de  los  anteriores,  á  la  Comisión  de  publicación. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  389 

Elección  de  cargos. — Teruiinada  la  paite  científica  de  la  sesión, 
•el  Presidente  manifestó  que  con  arreglo  á  lo  cslaluído  en  los  ar- 
tículos 8.°  y  'J.°  de  nuestro  Reglamento,  procedía  designar  los  se- 
ñores (7ue  han  de  componer  la  Junta  directiva  durante  el  año  ve- 
nidero, y  verificada  la  votación  correspondiente,  resultó  elegida 
Ja  siguiente 

JUNTA  DIRECTIVA  PARA  EL  AÑO  1908 

Presidente:  D.  Luis  Simarro. 
Vicepresidente:  D.  José  Gómez  Ocaña. 
Tesorero:  D.  Ignacio  Bolívar. 
Secretario:  D.  Ricardo  García  Mercet. 
Vicetesorero:  D.  Cayetano  Escribano. 
Vicesecretario:  D.  Domingo  Sánchez  y  Sánchez. 
Bibliotecario:  D.  Ángel  Cabrera  Latorre. 
Auxiliar  de  la  Biblioteca:  D.  Emilio  Fernández  Galiano. 

COMISIÓN  DE   PUBUICACIÓN 

D.  Francisco  de  P.  Martínez  y  Sáez. 

D.  Blas  Lázaro  é  Ibiza. 

D.  Lucas  Fernández  Navarro. 

COMISIÓN    DE   CATÁLOGOS 

D.  Blas  Lázaro  é  Ibiza. 

D.  Federico  Gredilla  y  Gauna. 

D.  José  María  Dusmet  y  Alonso. 

D.  Juan  Manuel  Díaz  del  Villar. 

D.  Enrique  Pérez  Zdñiga. 

D.  Ángel  Cabrera  Latorre. 

D.  José  Cogorza  y  González. 

Cuentas. — El  Sr.  Tesorero  leyó  eí  siguiente 

Estado  económico  de  la  Real  Sociedad  española  de  Historia  natural  en 

1."  de  Diciembre  de  1907. 

La  Sociedad  ha  invertido  en  el  presente  año  la  suma  de  pese- 
tas 11.355,64  y  tiene  un  sobrante  de  072,69. 


890  BOLETÍN    DE    LA   REAL    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Procede  lo  gastado: 

1.°  Del  sobrante  del  año  anterior  de  la  subvención  concedida 
por  una  sola  vez  por  el  Ministerio  de  Estado  á  la  Comisión  de  es- 
tudio de  las  colecciones  traídas  de  las  posesiones  españolas  del 
Golfo  de  Guinea  por  el  Sr.  Martínez  de  la  Escalera,  para  la  publi- 
cación de  un  tomo  de  Memorias,  que  es  el  primero  de  ellas,  y  cuya 
publicación  está  para  terminar.  Dicho  sobrante,  que  ascendía  á 
315,77  pesetas,  se  ha  invertido  en  su  totalidad,  por  lo  que,  en  lo 
sucesivo,  deberá  correr  á  cargo  de  la  Sociedad  lodo  cuanto  se  re- 
lacione con  aquella  publicación. 

Se  han  abonado  por  dicho  concepto,  y  con  cargo  á  este  sobran- 
te, las  cantidades  siguientes: 

PESKTAS. 

Por  impresión  de  la  Memoria  21  del  tomo  i 1  ]ó,ll 

Por  papel  para  la  misma 200 

Suma  iffual  á  la  disponible 31  fí^il 


2.°  De  la  subvención  anual  concedida  á  la  Sociedad  por  el 
Ministerio  de  Instrucción  pública  y  Bellas  Artes  que  se  eleva  á 
la  suma  de  5.000  pesetas  invertidas  en  su  totalidad,  según  se  acre- 
dita por  el  siguiente  estado  y  cuya  cuenta,  formalizada  por  el 
Habilitado  nombrado  al  efecto,  consta  este  año  de  las  siguientes 
partidas: 

PESETAS. 

Abonado  á  la  casa  Fortanet  por  impresión  de  las  Memorias  y 
demás  publicaciones  de  la  Sociedad,  hecha  excepción  del 

Boletín  y  del  tomo  i  de  las  Memorias 1  ."83,75 

Abonado  á  la  casa  Hauser  y  Menet  por  fototipias  para  las  Me- 
morias (láminas  xxiii,  xxiv  y  xxv  del  tomo  iv  y  iii 

á  vil  del  V) 839 

Id.        á  D.  Julián  Palacios  por  papel  para  las  publicaMo- 

nes  de  la  Sociedad 3(55,17 

Id.        por  g-astos  de  la  Biblioteca 1.901,0S 

Id.        por  habilitación  é  impuestos  del  Estado 111 

Suma  igual  á  la  concedida 5.000,00 


3.°  De  los  recursos  ordinarios  de  la  Sociedad,  que  con  el  saldo 
sobrante  del  año  anterior  han  ascendido  á  6.712,56  pesetas^  y 
cuya  cuenta  de  ingresos  y  gastos,  que  arroja  un  saldo  á  favor  de 
aquélla  de  672,69  pesetas,  es  la  siguiente: 


DE    HISTORIA    NATURAL.  391 

Estado  de  los  ingresos  y  gastos  ordinarios  de  la  Real  Sociedad  espa- 
ñola de  Historia  natural  desde  I.''  de  Diciembre  de  1906  á  30  de 
Noviembre  de  1907. 

INGRESOS. 


Saldo  ;i  favor  de  la  Sociedad  en  1.°  de  Diciembre  de  190G G52,81 

Importe  de  las  cuotas  corrientes  de  un  socio  protector  (180,;  un  correspon- 
diente extranjero  (10);  trescientos  treinta  y  cinco  numerarios,  de 

ellos  ocho  extranjeros  (5  03"/)  y  siete  agregados  (5G) 5.283 

Id.       de  treinta  y  tres  cuotas  atrasadas  de  socios  numerarios,  una  de 

ellas  de  socio  extranjero  (49j,50;  y  una  de  agregado  (8) 501,50 

Id.      de  las  cuotas  adelantadas  de  los  socios  Sres.  Cruz  (D.  E  de  la), 
Colegio  de  Santo  Domingo,  Hernández  Alvarez,  Merino  y  Sáenz 

López "5 

Id.      por  tiradas  aparte,  atrasadas 55 

Id.       por  id.,  corrientes 28,15 

Id.      por  venta  de  publicaciones  á  tres  socios 98,50 

Id.      por  donativo  de  D.  José  Gelabert  (5)  y  D.  Ernesto  Peris  (10). 15 


Total 6.112,56 


G- A  S  TOS  . 

Abonado  por  impresión  de  siete  números  del  Boletín  (9  y  10  del  tomo  vi 

y  1-5  del  vn)  y  tiradas  aparte  de  los  mismos 1 .270,«9 

Id.        por  papel  para  la  impresión  del  mismo 258,30 

Id.        por  láminas  y  grabados 2. 133,95 

Id.        por  haberes  del  dependiente 600 

Id.        por  gastos  de  correos  y  envío  de  publicaciones 693,13 

Id.       por  gastos  menores  y  presupuestos  de  las  Secciones 8~1,60 

Suscripción  para  el  homenaje  á  D.  Santiago  Ramón  y  Cajal 100 

Id.          para  el  de  Lamarck  y  gastos  de  giro 112 


Total 6.039,87 


RESUMEN. 

Importa  lo  recaudado  por  recursos  ordinarios  de  la  Sociedad.  .    6.712,56 
Id.        lo  gastado  con  cargo  á  los  mismos 6.039,87 


Saldo  á  favor  de  la  Sociedad  en  l.°de  Diciembre  de  1907 672,69 


La  Sociedad  tiene,  además,  un  saldo  á  su  favor,  por  atrasos,  de 
2.899,4 1  pesetas,  según  resulta  de  los  estados  y  comprobantes  que 
se  acompañan.— Madrid,  1."  de  Diciembre  de  1907.— £í  Tesorero, 
Ignacio  Bolívar. 

Las  cuentas,  con  sus  comprobantes,  quedaron  sobre  la  mesa. 


;?f.2  boletín  de  la  real  sociedad  española 

— Se  acordó  que  una  Comisión,  compuesta  por  los  Sres.  Díaz  del 
Villar,  Pérez  Züñiga  y  Hernández  Pacheco,  quedase  encargada  de 
examinar  las  cuenlas  de  Tesorería,  emitiendo  el  informe  corres- 
pondiente. 

Secciones. — La  de  Zaragoza  celebró  sesión  el  día  27  de  Noviem- 
bre bajo  la  presidencia  de  D.  Vicente  de  Val. 

El  P.  Navas  presenta  un  trabajo  sobre  tres  Tricópteros  nuevos. 

Se  procedió  después  á  la  elección  de  nueva  Junta,  resultando 
elegida  la  siguiente: 

Presidente:    R.  P.  Navas. 
Vicepresidente:  D.  Pedro  Moyano. 
Tesorero:  D.  Pedro  Ferrando. 
Secretario:  D.  Celso  Arévalo. 

— La  de  Granada  se  reunió  el  día  26  de  Noviembre,  bajo  la  pre- 
sidencia de  D.  Pascual  Nacher. 

El  Sr.  Presidente  dio  cuenta  de  los  trabajos  iniciados  para  la 
formación  del  Museo  regional,  según  lo  acordado  en  la  anterior 
sesión.  Entre  otras  cosas  dijo  se  ofrecía  á  gestionar  del  E.xcelentí- 
simo  Ayuntamiento  la  cesión  de  locales  del  edificio  que  proyecta 
hacer  para  Museos. 

El  mismo  señor  se  ocupó  en  la  Memoria  recibida  del  Observa- 
torio astronómico  de  Cartuja  (Granada),  de  los  RR.  PP.  Jesuítas, 
sobre  el  eclipse  total  de  Sol  del  30  de  Agosto  de  1 905,  y  habló  del  nú- 
mero extraordinario  publicado  por  la  Sociedad  Aragonesa  de  Cien- 
cias naturales  en  homenaje  á  Linneo  en  su  segundo  centenario. 

— Los  Sres.  Espejo  y  López  Mateos  donaron  varios  minerales 
recogidos  en  la  región  para  las  colecciones  del  Museo. 

Se  dio  cuenta  de  varios  ofrecimientos  para  éstas. 

— El  Sr.  Diez  Tortosa  (J.  L.)  leyó  una  nota  titulada  «Datos  para 
la  Flora  de  la  provincia  de  Granada»,  presentando  varias  plantas 
no  citadas  hasta  ahora  en  esta  localidad. 

— También  el  Sr.  Diez  Tortosa  mostró  á  la  Sección  un  caso  te- 
ralológico  recientemente  recogido,  formado  por  dos  cerdos  recién 
nacidos  y  de  otro  grupo  ya  disecado  por  él  y  constituido  por  dos 
cabritillos;  ofreciendo  hacer  una  nota  con  la  descripción  de  los 
mismos  y  de  otros  tres  monstruos  existentes  en  el  Museo  de  His- 
toria Natural  del  Instituto  general  y  técnica  y  de  los  cuales 
exhibió  fotografías. 


DE    HISTORIA    NATURAL.  3P3 


Notas  y  comunicaciones. 


Análisis  micrográfico 
de  los  sedimentos  del  depósito  del  Canal  del  Lozoya 

POR 
J.  MADRID  MORENO 

En  el  mes  de  Julio  del  corriente  año,  se  procedió,  por  orden  de 
la  Dirección  del  Canal  de  Isabel  II,  ala  limpieza  del  único  depó- 
sito de  aguas  utilizable,  extrayéndose  una  capa  do  limo  próxima- 
mente de  70  centímetros  de  espesor,  formada  en  el  transcurso  de 
unos  siete  años.  Aprovechándose  esta  circunstancia  se  recogieron 
varias  muestras,  que  fueron  Irasladadas'al  Laboratorio  municipal 
de  Higiene  de  esta  capital,  para  proceder  á  su  análisis  químico, 
micrográfico  y  bacteriológico. 

Dejando  á  un  lado  la  parte  química,  motivo  de  otras  publicacio- 
nes en  dicho  Laboratorio  (1),  me  he  de  concretar  á  lo  puramente 
micrográñco,  pues  ya  en  otra  Memoria,  publicada  por  esta  Socie- 
dad (2),  di  á  conocer  los  géneros  y  especies  de  bacterias  encontra- 
das hasta  entonces  en  las  aguas  potables  de  Madrid. 

El  sedimento  recogido  presentaba  el  aspecto  arcilloso  propio  do 
estas  aguas,  tan  conocido  y  vulgarizado  por  las  frecuentes  turbias 
que  tiene  que  padecer  el  vecindario  madrileño.  Observada  una 
gota  al  microscopio,  notábase,  desde  luego,  que  estaba  formado  por 
una  gran  canlidad  de  partículas  minerales,  restos  de  plantas  y 
animales  en  maceración,  fácil  de  determinar  su  origen,  pero  di- 
fícil de  llegar  á  una  determinación  específica  por  su  fragmenta- 
ción. Aun  las  diatomeas  que  con  tanta  abundancia  se  hallan  en  el 
sedimento,  era  m.uy  raro  encontrar  alguna  que  otra  especie  viva, 
la  mayoría  sólo  conservaban  sus  valvas  perfectamente  limpias, 
Ijrueba  de  su  larga  maceración,  originada  por  un  lento  proceso  de 


(1)  Condiciones  higiénicas  del  agua  de  Lozoya,  análisis  del  Dr.  Ciiicote  —Boletín 
oflcial  del  Canal  de  Isabel  II.  ¡6  Septiembre  1907. 

(2)  ('Contribución  á  la  flora  bacteriana   de  las  aguas  potables  de  la  villa  de   Ma- 
drid.» Anal,  de  la  Soc.  Esp.  de  Hist.  nat.,  tomo  ui,  1905. 


894  BOLETÍN    DE    LA    REAL    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

fermentación  en  que  actuaban  las  bacterias  como  factor  principal. 
En  medio  de  esta  masa  microscópica  se  encontraban  otras  espe- 
cies de  animales  y  plantas  vivos,  circunstancia  que  había  que 
aprovechar  para  la  clasificación,  pues  pasado  un  período  de  dos 
ó  tres  meses,  la  mayoría  desaparecen  de  nuestra  vista,  cnquistán- 
dose  y  pasando  á  la  vida  latente. 

El  estudio  del  sedimento  ofrecía,  por  tanto,  interés  por  la  facili- 
dad de  encontrar  en  una  pequeña  masa,  un  mundo  microscópico, 
concretado  y  reducido  allí  por  condiciones  naturales.  De  otro  modo, 
y  aun  cuando  diariamente  se  recojan  aguas  y  se  apele  á  la  cen- 
trifugación, procediendo  después  al  examen,  no  es  factible  reco- 
ger en  tan  variada  cantidad  animales  y  plantas.  Solo  de  este  modo 
se  puede  representar  en  láminas  demostrativas  el  contenido  de 
una  gota  de  agua  de  que  muchos  tratados  de  este  género  están 
adornados,  y  cuyas  figuras  van  pasando  de  mano  en  mano  y  de 
libro  en  libro.  El  agua  corriente,  el  agua  que  llega  á  nuestras  fuen- 
tes, contiene  sí  toda  esta  variedad  que  vamos  á  describir,  pero 
no  la  hallamos  reunida  6  condensada  en  un  vaso  de  agua,  sino  en 
millares  de  litros.  En  el  sedimento  formado  en  las  bujías  de  los 
filtros  que  han  funcionado  varios  días,  es  fácil  hallar  más  canti- 
dad, sobre  todo  de  diatomeas.  Tratándose  de  esías  algas,  como  de 
otras  especies  de  Talofitas,  pueden  recogerse  vivas  de  las  aguas 
potables,  cuidando  de  tomar  éstas  en  botellas  previamente  esteri- 
lizadas, tapando  después  con  tapones  de  algodón  en  rama  y  de- 
jándolas abandonadas  en  una  habitación  tres  ó  cuatro  meses.  Al 
cabo  de  este  tiempo,  se  forman  en  las  paredes  y  fondo  del  reci- 
piente manchas  verdosas,  amarillentas  y  leonadas,  que  examina- 
das al  microscopio  se  ve  que  son  en  su  mayoría  diatomeas  vivas, 
agrupadas,  formando  colonias.  El  sedimento,  objeto  de  nuestro 
estudio,  es  por  tanto  el  resultado  déla  condensación  de  partículas 
orgánicas  é  inorgánicas  de  varios  años. 

Según  el  análisis  químico  practicado  por  el  Sr.  Salas,  profesor 
delLaboratorio  municipal,  los  elementos  que  forman  el  sedimen- 
to, están  constituidos  por  sílice  total,  ajúmina,  óxido  de  hierro, 
óxido  de  manganeso,  cal,  magnesia  y  ácidos  carbónico  y  fos- 
fórico. 

Hecha  la  determinación  mineralógica  con  ayuda  del  microscopio, 
por  nuestro  amigo  y  consocio  Sr.  Fernández  Navarro,  resulta  for- 
mado el  sedimento,  por  granos  pequeños,  irregulares,  feldespáti- 
cos  (probablemente  ortosa)  que  son  los  más  abundantes;  granitos 


DE    HISTORIA    NATURAL.  395 

de  cuarzo  granulítico  en  menor  número,  irregulares;  hojuelas  de 
mica  negra;  polvo  amorfo  (caolín?)  y  materias  cloríticas,  escasas; 
raras  pajitas  piroxénicas  y  algún  granillo  de  anfibol  (hornblen- 
da?);  granulos  muy  escasos  de  magnetita.  En  resumen;  aquél  pa- 
rece el  residuo  de  rocas  graníticas,  más  ó  menos  alteradas. 

Vegetales. — Entre  las  Bacteriáceas  superiores,  he  encontrado 
con  mucha  frecuencia  la  fíeggiatoa  alba. 

Diatomeas. — Abundantísimas.  Dada  la  composición  mineraló- 
gica del  sedimento,  en  su  mayoría  sílice,  era  difícil  separarla  de 
las  frustulas,  y  apelando  á  los  reactivos  químicos,  sólo  hemos  po- 
dido destruir  la  materia  orgánica.  De  todos  modos,  como  el  sedi- 
mento las  contenía  perfectamente  limpias,  se  han  determinado  las 
siguientes  especies: 

Navícula  viridis. 

—  dicephala. 

—  rhyncocephala. 

—  radiosa. 
Cymbella  Ehrenbergii. 

—  subxqualis. 
Cocconeis  pediciibis. 

—  placentula. 
Cyclotella  Kutzingiana. 

—  aiitiqua. 
Cocconema  cistula. 
Gonphonema  constrictum. 
Asterionella  formosa. 
Synedra  ulna. 

—  var.  longissima. 
Surirella  ovalis. 

—  elegans. 
Denticula  frígida. 
Epithemia  gibba  ventrícosa. 

Pertenecientes  al  reino  vegetal,  se  han  hallado  restos  de  tejidos, 
cutículas,  pelos,  algunos  granos  de  polen,  probablemente  del  gé- 
nero Pinus,  esporas  é  hifas  de  hongos,  fibras  vegetales  teñidas, 
procedentes  del  lavado  de  ropas,  en  medio  de  partículas  orgánicas 
cuyo  estado  de  maceración  y  fragmentación  hacía  el  no  poder  lle- 
gar á  su  determinación. 

Animales. — Entre  las  especies  vivas  de  Infusorios  se  encontra- 
ron con  mucha  frecuencia: 


31)6  BOLKTIN  DE  LA  REAL  SOCIEDAD  ESPAÑOLA 

Quadrula  symmelrica. 
Parameciuní  caudatum. 

—  aurelia. 

Stentor  polymorphus. 

—  elegans. 

Alguna  que  otra  especie  de  Monas. 

Sumamente  abundantes  se  hallaban  espíenlas  de  una  esponja 
de  agua  dulce:  Ephydatia  fluviatilis. 
Entre  los  Rotíferos  hallamos  el: 
Rotifer  vulgaris. 
Hydatina  senta. 
Aetinurus  Neptunius. 
Especies  de  crustáceos: 
Daphnia  pulex. 
Cyclops  vulgaris. 

—  coronatus. 
Coleps  liirlus. 

—     ciiadricornis. 

Gusanos:  aunque  no  con  tanta  frecuencia,  se  ha  encontrado  al- 
guna que  otra  especie  de  Nereis,  y  como  de  importancia,  desde  el 
punto  de  vista  de  la  higiene,  \sLAngnillula  stercoralis;  no  era  raro 
hallar  huevos  de  Ascaris  y  otros  nematodes,  dato  que  viene  á  co- 
rroborar más  el  hecho  de  que  las  aguas  del  Lozoya  reciben  deyec- 
ciones en  su  trayectoria,  por  recoger  los  residuos  ó  detritus  delu 
gares  habitados  donde  no  existen  ni  pozos  negros  ni  ningún  otro 
medio  de  los  que  se  emplean  en  los  países  civilizados. 

Continuas  investigaciones  en  nuevas  muestras  podrán  comple- 
tar la  fauna  y  flora  de  las  aguas  del  Lozoya,  hoy  sólo  podemos 
exponer  el  resultado  de  las  investigaciones  practicadas  durante  el 
último  verano. 


DE    HISTORIA   NATURAL. 


397 


Tricópteros  nuevos 


j;.    P.    LONP.INOS    NAVAS,    S.    J. 


1.  Halesus  Porteri  spec.  nov. 

JVJediocris,  fuscas. 

9.  Capul  fuscum,  pilis  iu  fronte  teslaceis;  palpis  lestaceis,  ma- 
xillaribus,  longis,  primo  articulo  piloso,  secundo  el  tertio  varius, 
reliquis  ultimis  subkevibus;  2.°  articulo  el  5."  longitudine  sub- 
¡pqualibus,  quarto  breviore,  tertio  longiore;  tertio  articulo  ápice, 
quarto  el  quinto  inferné  fuscali  (fig.  1.*,  o);  palpis  labialibus  les- 
taceis, basi  obscurioribus;  vértice  loto 
fusco,  ocellis  distinctissimis,  pallidis; 
occipite  juxta  oculos  rufescenle,  pos- 
tice  nigro;  anlennis  primo  articulo 
fusco,  anlice  linea  longiludinali  les- 
lacea,  relíquis  teslaceis,  dorsu  fusces- 
centibus. 

Thorax   fusco-rufns,   inferné    palli- 
dior,   prothorace  fusco-nigro. 

Abdomen  totum  fuscum,  nono  seg- 
menlo  testaceo,  transverso;  oviposilore 
testaceo,  lobulis  basalibus  superiori- 
bus  ovali-lriangularibus,  opacis,  ápice 
nilente,  emarginalo;  cercis  oblongis,  cylindricis,  pilosis,  basi 
dilatatis,  membranaceis  (fig.  1.",  h],  lamina  subgenitali  brevi, 
Iriangulari. 

Pedes  testacei,  libiis  anterioribus  el  intermediis  ter  qualerve 
sed  vage  fusco-annulatis,  pcsterioribus  immaculalis;  tarsis  primo 
articulo  longo,  ceteris  longitudine  decrescentibus;  oninibus  ápice 
infuscatis;  libiis  tarsisque  spinis  nigris  crebris  armalis. 

Alse  ápice  acule  parabolicse. 

Ake  anteriores  membrana  crebro  el  fortiter  nigro-granulosa, 
tota  infúscala,  subopaca,  colore  fusco  maculas  hyalinas  crebras 
rotundas  liberante;  macula  Ihyridiali  valde  sensibili,  ápice  aculo 
anastomosin  altingente,  basi  bilobata;  arculo  siria  transversa 
alba  insignito;  stigmate  parum  visibili,  rufescente;  costa  el  sub- 


Fig.  1.» 
Halesus  Porteri  Nav. 


898  boletín    de    LA    REAL   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

costa  sublolis  ferrugineis,  reliquis  venis  fusco  et  feírugineo  va- 
iiegalis;  cellula  discali  elongala,  ter  quam  pedúnculo  longiore; 
cellulis  apicalibus  prima  et  tertia  basi  subíequalibus,  secunda 
basi  quadrata  (üg.  1.*,  c);  venulis  in  utraque  anastoniosi  fuscis; 
pilis  lestaceo-ferrugineis  in  venis,  venulis,  membrana. 

Alse  posteriores  hyaliuíB,  ferrugineo  leviter  linctse,  intensius 
in  media  parte  apicali;  venis  venulisque  ferrugineis,  axillaribus 
fuscis;  cellula  discali  longa,  plus  duplo  longiore  quam  pedúnculo, 
tribus  cellulis  primis  apicalibus  similiter  ac  in  ala  anleriore  for- 
matis  (fig.  l.«,  d). 

Longil.  corp.  11  mm.;  alse  ant.  15,5;  poster.  13,8;  autenn.  15,5. 

Paliia:  Valparaíso,  Septiembre  1905. 

Dos  ejemplares  en  alcohol,  enviados  por  D.  Garlos  Porler,  á 
quien  tengo  el  gusto  de  dedicar  esta  especie,  suficientemente  ca- 
racterizada por  la  descripción  que  precede,  á  pesar  de  que  se  re- 
fiera á  un  solo  sexo. 

2.  Hydropsyche  Marqueti  spec.  nov. 
Minor,  fusca,  rufescens. 

Caput  fuscum,  selis  aureis  hirsutum;  palpis  piceis  sublaevibus, 
subnilentibus,  antennis  lestaceis,  striis  fuscis  obliquis  dislinc- 
tissimis. 
Thorax  fuscus,  pilis  albidis  raris  hirsutus. 
Abdomen  fuscum,  inferné  pallidius,  ultimo  segmento  trans- 
verso, lamina  superiore  testacea,  valde  fornicata,  a  latere  visa 
postice  sinuata  (üg.  2.*,  a),  desuper  visa  excisa  (Qg.  2.»,  í>);  cercis 

inferioribus  fuscis,  secundo  articulo 
ápice  testaceo,  piloso,  desuper  ante 
apicem  dentato,  extremo  bidentalo, 
dente  superiore  longiore,  acutiore 
(fig.  2.*,  c);  copulatore  testaceo,  longo, 
declivi,  subcylindrico,  a  latere  viso 
ante  quartum  apicale  modice  incras- 
sato,  ante  apicem  inferné  concavo, 
superne  convexo,  desuper  viso  api- 
^'°'^''  ce  bilobato,  ad  basin  loborum  cons- 

Hydropsy  che  Marqueti  'íiSiV.  ...         ,    ,  .  ... 

tricto,   lobis  conliguis,    ovatis,  mar- 
gine interno  subrecto,  externo  convexo,  ápice  aculo  (lig.  2.*,  d]. 
Pedes  testaceo-pallidi,  pilis  concoloribus,  densis,  tenuibus. 
Alie  venis  (fig.  2.*,  é]  ferrugineis,   membrana  hyalina,  densa 


DE    HISTORIA   NATURAL.  3Í)9 

longaque  villositate  fusca  vestita.  Alie  anteriores  angusise,  villo- 
sitate  opacan  maculis  griseis  albisque  variegatce;  cellulis  discali 
et  media  vénula  arcuala  convexa  clausis;  cellula  discali  brevi, 
pedúnculo  plus  quam  triplo  breviore;  cellula  media  subduplo 
longiore;  furca  ¿picali  prima  breviore,  secunda  subduplo  longio- 
re,  tertia  paulo  secunda  breviore,  quarta  subsequali,  quinta  paulo 
primo  longiore.  Alie  posteriores  hyaliníe,  fimbriis  ad  basin  seu 
ad  marginen!  axillarem  longis,  rufis,  apicem  versus  longiludine 
decrescentibus,  fuscis;  furcis  apicalibus  hoc  ordine  longitudine 
crescentibus:  1/  brevisssima  (pedúnculo  plus  quam  duplo  bre- 
viore), 3/,  2,',  5."  (fere  quadruplo  1.'  longiore). 

Long.  corp.  6,5  mm.;  alie  ant.  10  mm.;  poster.  7,4  mm. 

Patria:  Montañas  Rocosas  (Estados  Unidos).  Varios  ejemplares 
recibidos  por  medio  del  R.  P.  Joannis,  S.  J.,  de  París,  el  año  1900. 

La  he  denominado  Marqueti  en  obsequio  al  celebérrimo  misio- 
nero Jesuíta  P.  Marquet,  gran  civilizador  de  los  Estados  Unidos. 


3.  Myacopliila  Ulmeri  spec.  nov. 

Minor,  fusca,  alis  nitentibus. 

Gaput  fuscum,  longis  pilis  hirtum,  ocellis  pallidioribus,  conspi- 
cuis;  palpis  maxillaribus  crassis,  pilosis,  concoloribus,  articulo 
secundo  longiore,  cylindrico,  tertio  et  quarto  paulo  brevioribus, 
longitudine  subaíqualibus,  tertio  crassiore,  quinto  tenui,  ápice 
súbito  angustato,  quarto  brevissimo;  anleunis  fuscis,  pilosis, 
primo  articulo  paulo  pallidiore;  oc- 
cipite  verrucis  duabus  transversis , 
oblongis,  ferrugineis. 

Thorax  fuscus. 

Abdomen  fuscum.  (j^  ultimo  seg- 
mento transverso,  medio  paulo  angus- 
tato, ad  latera  rapide  constricto;  pro- 
cessu  superiore  lestaceo,  brevissimo, 
lobis  lateralibus  rotundalis;  cercis  in- 
ferioribus  longis,  amplis,  testaceis,  pri- 
mo articulo  duplo  longiore  quam  secundo,  marginibus  subparalle- 
lis,  superno  concavo,  inferno  convexo,  basi  fuscescente;  secundo 
articulo  distinclissimo,  a  latere  viso  (fig.  3.*,  h]  post  terlium  basi- 
lare  desuper  cávalo,  apico  obtuso,  desuper  viso  (fig.  3  %  a]  dente 
interno  grandi  ad  tertium  basilare;  copulatore  stricto,  brevi 
(fig.  3.',  b). 


Fig.  3." 
Rhyacophila  Ulmeri  Nav. 


400  boletín  dií  la  real  sociedad  española 

Pedes  ferruginei,  inermes,  calcaribus  3,  4,  4,  loiigis,  fuscis. 
Alpe  ápice  rotundal?e,  venis  fortibus,  fuscis,  membrana  nilenle, 
fusco  lincta,  in  ala  anleriore  densius,  in  posteriore  dilulius.  Ala 
anterior  (fig.  3.*,  c)  stigmate  valde  sensibili.  piceo;  furcis  apicali- 
bus  longiludine  in  huno  modum  dispositis:  ?.''  longiore,  3/  bre- 
viore,  1.',  4.%  5."  longiludine  subrequalibus;  1."  basi  angusliore 
quam  2.';  4.'  el  5."  latis,  ramis  curvalis,  convexis;  macula  thyri- 
diali  valde  sensibili,  albo  transverse  iisque  ad  venam  cubilalem 
extenso, 

Long.  corp.  7  mm.;  alie  ant.  8,5  mm.;  posler.  7,5  nim. 

Patria:  Tien-Tsuen  (China).  Ejemplares  enviados  por  nuestro 
consocio  el  Sr.  Oberlhür,  de  Renncs. 

Siento  vivo  placer  en  dedicar  esla  especie  al  Sr.  Ulmer,  de 
Hamburgo,  bien  conocido  por  sus  estudios  sobre  los  Tricópteros. 

Al  propio  lienii)o  cumplo  con  un  grato  deber  manifestando  pú- 
blicamente mi  gratitud  por  lo  que  me  ha  ayudado  en  la  deter- 
minación de  las  especies  de  mi  colección.  Sin  su  poderoso  auxilio 
y  diclamen  no  me  hubiera  atrevido  á  describir  como  nuevas  estas 
tres  especies  que  con  oirás  sometí  á  sus  superiores  luces. 


Excursiones  por  el  NO.  de  Caravaca 

POE 

DANIEL  JIMÉNEZ    DE  CISNEROS 

En  el  año  1883,  y  con  motivo  de  una  consulta  que  las  autori- 
dades locales  de  Caravaca  hicieron  al  coleg'io  de  la  Santísima 
Cruz,  se  pensó  en  averig-uar  la  altitud  de  la  población  sobre  el 
nivel  del  mar.  Se  contaba  con  un  buen  barómetro  de  Fortín, 
pero  era  necesario  disponer  de  otro  ig-ual  y  en  punto  cuya  alti- 
tud fuera  conocida,  y  no  muy  lejos  de  la  población.  Por  otra 
parte,  no  se  habían  realizado  trabajos  en  averig-uación  de  la  al- 
tura barométrica  media  de  la  localidad,  ni  siquiera  de  la  media 
de  un  año,  y  fué  preciso  contentarse  con  las  observaciones  que 
hice  de  los  meses  de  Abril,  Mayo  y  Junio,  y  con  tan  deficientes 
datos,  el  catedrático  de  Física  de  Murcia,  Sr.  Díaz  Jiménez,  de- 
dujo i)ara  Caravaca  la  respetable  cifra  de  777  m.  sobre  el  Medi- 
terráneo. Esta  altitud  mei)areció  exag'eraday  muchos  años  pa- 
saron desde  que  se  publicó  esta  cifra  en  los  periódicos  locales 


DE    HISTORIA    NATURAL.  401 

hasta  que  se  presentó  ocasión  de  ha<;er  otra  prueba  de  resulta- 
dos más  aceptables.  Partiendo  de  los  trabajos  que  había  efec- 
tuado el  cuerpo  de  Ing"enieros  militares,  podía  encontrarse  una 
cifra  más  próxima  á  la  verdad,  supuesto  que  cerca  de  la  pobla- 
ción se  encuentra  el  pico  de  Benama  ó  del  Buitre,  que  había  ser- 
vido de  vértice  en  los  trabajos  de  triang-ulación  y  cuya  altitud 
es  de  1.426  m.  La  cuestión  se  reducía  á  disponer  de  un  buen  ba- 
rómetro y  subir  rápidamente  á  la  cumbre,  elig-iendo  una  épo- 
ca del  año  en  que  las  variaciones  fueran  sólo  las  normales,  pues 
no  había  que  pensar  en  dos  barómetros,  lo  que  no  hubiera  sido 
fácil.  El  ayudante  de  Obras  Públicas  Sr.  Luermo,  puso  á  mi  dis- 
sición  un  aneroide  de  suma  precisión,  y  después  de  varios 
días  de  observaciones,  y  con  un  tiempo  constantemente  despe- 
jado y  sin  viento,  me  decidí  á  subir  en  la  madrugada  del  17  de 
Septiembre  de  1903,  acompañado  de  un  gniía.  Ya  hacía  diez  y 
ocho  años  que  había  subido  á  aquellas  alturas  en  busca  de 
fósiles,  de  los  que  aún  conservo  algunos,  pero  mis  observacio- 
nes de  entonces  solo  sirvieron  para  darme  idea  del  conjunto  de 
montañas  que  se  extienden  hacia  el  O.  de  este  punto.  Se  sube 
primero  una  empinada  cuesta  llamada  de  los  Amontaores,  y  se 
alcanzan  rápidamente  215  m.  sobre  la  población.  Se  atraviesa 
el  barranco  de  San  Jerónimo  en  su  nacimiento,  y  faldeando  la 
sierra  se  llega  poco  después  de  dos  horas  á  la  pequeña  íuente  de 
la  Canaleja,  485  m.  más  alta  que  Caravaca.  Todavía  empleé 
cerca  de  una  hora  en  subir  á  lo  más  alto  del  pico  del  Buitre  ó 
de  Benama,  que  se  encuentra  á  735  m.  sobre  la  población,  y 
por  lo  tanto  ésta  se  halla  á  691  sobre  el  mar;  altitud  que  debe 
diferir  poco  de  la  verdadera.  Los  pasos,  contados,  fueron  14.745, 
y  el  tiempo  invertido  cerca  de  cuatro  horas,  contando  con  los 
descansos  que  se  hicieron  precisos. 

Satisfecha  por  esta  parte  mi  curiosidad,  convenía  sacar  par- 
tido de  la  excursión,  reconociendo  de  paso  una  g-ran  parte  de 
aquellas  montañas.  Desde  mi  salida  de  Caravaca  había  encon- 
trado una  g-ran  masa  de  calizas  compactas,  de  un  g-ris  claro, 
casi  marmóreas,  y  cuya  edad  no  he  podido  determinar  hasta  el 
pasado  año  de  1906.  Forman  parte  del  Titónico  y  aunque  son 
raras  las  calizas  rosadas  ó  rojas,  tan  frecuentes  en  esta  mani- 
festación del  Oolítico,  se  pueden  citar  entre  los  fósiles  el  Phij- 
lloceras  mediterraneus  Neum.  y  el  Aiüychiis  ¡mnctatns  Voltz, 
como  también  alg-unos  trozos  de  Perisphinctes  de  difícil  clasi- 

T.  VII.— Diciembre,  1907.  27 


402  boletín    de    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

ficación.  El  camino  pasa  después  de  los  Amontaores  junto  á 
una  cumbre  llamada  Calar  de  Mairena,  y  en  los  pequeños  ba- 
rrancos que  de  allí  parten  se  encuentra  abundancia  de  fósiles 
infracretáceos,  entre  los  que  pueden  citarse  con  seg-uridad  Phy 
¡loceras  Tethijs  d'Orb.,  Hoplites  neocomiensis  d'Orb.,  H.  cryptoce- 
ras  d'Orb.,  Holcosiep/tanus  Híspaniciis  MaWdáR,  dos  especies  del 
g-én.  Holcodiscv.s  y  un  Hojüites  vecino  del  HopUles  Noricus 
Schloth.  El  camino  que  hemos  seg-uido  nos  lleva  á  puntos  ya 
jurásicos  ya  infracretáceos;  pero  desde  la  fuente  de  la  Canaleja 
hasta  la  cumbre  de  Benama  es  el  terreno  constantemente  in- 
fracretáceo,  sin  que  hasta  la  fecha  pueda  precisar  el  piso  por  la 
escasez  de  fósiles. 

Descendí  de  la  cumbre  y  de  paso  fui  comparando  las  alturas 
tomadas  á  la  subida,  y  como  no  encontré  variación  apreciable 
desde  las  primeras  horas  de  la  mañana,  me  dirigí  desde  el  cor- 
tijo del  Nevazo  (1.216)  hacia  el  valle  formado  entre  esta  sierra 
y  la  de  los  Frailes,  más  al  N.  El  caserío  del  Robledo  se  encuen- 
tra á  996,  y  ocupa,  puede  decirse,  la  parte  más  honda  del  valle, 
que  desag'ua  al  E.  por  unos  barrancos  afluentes  del  río  Alara- 
be  ó  Moratalla.  En  este  punto  aparece  el  cretáceo  en  el  fondo, 
asomando  el  titónico  en  alg-unos  puntos,  encontrándose  alg-u- 
nos  fósiles,  entre  ellos  un  Nautilus,  g'énero  muy  escaso  en  esta 
reg'ión. 

Siguiendo  al  O.,  dejé  este  valle  cerca  de  las  tres  de  la  tarde, 
y  torciendo  al  8.,  entré  por  una  abertura  de  la  sierra  que  da 
acceso  á  un  valle  transversal  llamado  la  Hoya  delGavihiii,  por- 
que separa  esta  sierra  de  la  anteriormente  recorrida.  Unos 
4.000  pasos  tiene  este  valle  transversal,  estrechándose  g-radual- 
mente  entre  las  sierras,  cada  vez  más  escarpadas.  Al  principio 
de  esta  ang-ostura  se  encuentra  la  hacienda  llamada  Bollain^ 
cuyos  alrededores  conocía  desde  el  año  1885,  en  que  pasé  allí 
una  larg-a  temporada.  Este  punto  se  encuentra  á  1.051  m.  sobre 
el  mar,  y  sus  cercanías  son  marcadamente  liásicas,  circunstan- 
cia curiosa  por  ser  el  manchón  liásico  más  oriental  que  he  visto 
en  la  provincia.  Tras  de  un  momento  de  descanso  me  dirigí  al  O., 
único  punto  por  donde  es  accesible  la  sierra  del  Gavilán  y  una 
llora  más  tarde  llegaba  á  un  collado  situado  entre  la  parte  más 
alta  de  la  sierra  y  la  llamada  Solana  de  Trigueros.  En  este  lu- 
g'ar  se  encuentra  un  ])equeñopozo  que  estáá  1.221  m.,  habién- 
dolo visitado  ya  en  1885  y  después  en  1893,  1903,  fecha  de  la 


DE  HISTORIA  NATURAL.  403 

excursión  que  relato,  y  últimamente  en  el  pasado  mes  de  Sep- 
tiembre, liabiendo  encontrado  siempre  fósiles  muy  bien  con- 
servados y  característicos  del  Toárcico  ó  Lias  superior.  Entre 
ellos,  fig'uran:  Plujlloceras  suhmlssoRÍ  Kilian,  Ccslocer  as  silbar - 
matus  Young-  et  Bird.,  Hildoceras  M/ronsBvug,  Lioceras  serpen- 
timis  Rein,  Ctieloceras  crassus  VWúYi^s,  Rhaco2)hyUites ¡jlanispira 
Reynés  (?),  Hihiocer as  Levisúni  üimiison,  Hildoceras  (?)  Erlaen- 
sis  Hauer,  Rarpoceras  6  Granmioceras  Thouarsense  d'Orb.,  así 
como  también  un  Phijlloceras  indeterminado  y  un  Lytoceras, 
siendo  de  notar  el  tamaño  desmesurado  que  alcanzan  alg-unas 
especies,  entre  ellas  el  Ph.  suhuilssoni,  habiendo  recog'ido 
junto  al  pozo  del  Gavilán  un  ejemplar  que  tiene  27  cm.  de  diá- 
metro, fracturado  junto  al  último  tabique,  al  parecer,  de  modo 
que  continuando  la  espiral  logarítmica  de  la  concha  y  tenien- 
do en  cuenta  que  K.  Zittel  da  como  caracteres  de  la  familia 
PJiyUoceratidce,  que  la  cavidad  ocupada  por  el  animal  debe  ser 
de  medio  á  tres  cuartos  de  vuelta,  resultaría  para  el  ejemplar 
que  poseo  un  tamaño  próximo  á  medio  metro,  dimensión  ex- 
traordinaria en  este  g"énero. 

Los  materiales  que  forman  esta  parte  del  Lias  son  calizas 
grises  compactas,  margas  y  calizas  rojas,  en  donde  se  en- 
cuentran la  mayoría  de  los  fósiles  citados.  Buzan  al  N.  5°  O. 
con  una  pendiente  de  34°,  que  viene  á  ser  la  pendiente  de  esta 
parte  de  la  sierra.  Cuando  se  mira  á  la  cumbre  del  Gavilán, 
júzgase  que  su  vértice  se  encuentra  á  la  misma  ó  mayor  altura 
que  Benama,  no  obstante  la  opinión  general  en  el  país  de  con- 
siderar á  Benama  como  la  más  alta  cima  de  la  comarca.  La 
tarde  tocaba  ya  á  su  fin  y  no  podía  intentar  la  ascensión  á  la 
sierra  porque  apenas  quedaba  luz  para  volver  á  Bollain,  dejan- 
do esta  cuestión  para  resolver  más  adelante.  Una  hora  más 
tarde  llegué  á  la  casa,  teniendo  que  recorrer  la  distancia  que 
me  separaba  de  Caravaca  á  la  luz  de  un  farolillo,  que  nos  per- 
mitía ver  la  senda  entre  el  espeso  pinar  que  puebla  la  gran 
quebraja  que  separa  la  sierra  del  Gavilán  del  Poyo  de  Iglesias. 
Pocos  sitios  igualan  en  belleza  á  la  Cañada  de  Valero,  entre  los 
altos  murallones  de  las  sierras,  pobladas  de  bosque  hasta  las 
cumbres  y  oyendo  el  rumor  de  las  aguas  que  discurren  por  la 
rambla  de  Béjar  que  ocupa  el  fondo.  Algunos  enormes  bloques 
desprendidos  de  las  cumbres,  permiten  apreciar  la  naturaleza 
de  las  inaccesibles  paredes.  Forman  estas  una  caliza  blanca, 


404  boletín    de    LA   REAL    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

granudo  cristalina,  sin  restos  fósiles  y  en  un  todo  semejante 
á  la  que  tres  años  después  hemos  arrancado  de  la  cumbre. 
Parece  que  debe  referirse  á  la  parte  inferior  del  Oolitico. 

Próximamente  8.000  pasos  más  al  S.  termina  la  cañada, 
y  la  senda  se  dirig-e  al  E.  por  el  llamado  llano  de  Béjar.  Si  lo 
hubiésemos  recorrido  de  día,  habríamos  quizá  tropezado  con 
las  capas  titónicas  y  su  numerosos  fósiles,  por  desg-racia  mal 
conservados,  que  se  encuentran  al  S.  de  este  macizo  de  mon- 
tañas, pareciendo  como  la  continuación  del  que  forma  la  Pefía; 
Rubia  de  Cehegin,  que  ya  Mr.  Nicklés  dio  á  conocer  en  1896  y 
últimamente  en  su  folleto  Sur  Vexistence  de  Phénoménes  de  Cha- 
rriage  en  Esimgne,  1904;  pero  el  g-eólogo  francés  hace  exten- 
derse al  Keuper  por  unos  parajes  que  jamás  ocupó,  y  bien  se  ve 
que  el  Sr.  Nicklés  estudió  detenidamente  el  triásico  inmediato 
á  Ceheg'ín  y  el  Oolitico  y  cretáceo  de  Peña  Rubia  y  fué  indu- 
cido á  error  por  la  presencia  del  Keuper  en  los  alrededores  del 
Cerro  Gordo  hasta  e/  Mrranco  de  San  Jerónimo;  pero  desde  el  lu- 
g-ar  llamado  de  los  Amoniaores  hacia  el  O.,  no  se  encuentra  más 
que  Oolitico  é  infracretáceo.  En  el  dibujo  que  representa  lapá- 
g"ina  229  es  cierta  la  mitad  derecha,  y  no  lo  es  la  izquierda  en  lo 
que  se  refiere  al  Keuper.  Completo  aquí  el  dibujo  por  si  alg'ún 
g'eólog'o  español  ó  extranjero  quisiera  comprobarlo.  Terminé 
la  excursión  á  las  once  de  la  noche,  hora  en  que  lleg'ué  á  Cara- 
vaca,  habiendo  efectuado  un  recorrido  de  58.850  pasos. 

Excursiones  á  los  barrancos  de  8an  Jerónimo  y  del  Agua.— Cor- 
tando  el  macizo  montañoso  que  se  levanta  al  NO.  de  Caravaca 
se  encuentran  tres  profundos  barrancos,  y  habiendo  hablado 
ya  del  corte  que  separa  la  sierra  del  Gavilán  del  resto  del  ma- 
cizo, nos  ocuparemos  sólo  del  central  y  del  oriental.  Este  últi- 
mo forma  un  corte  que  separa  la  parte  meridional  de  la  sierra 
en  dos  porciones:  al  E.,  el  Ce7T0  Gordo  y  su  prolongación  has- 
ta Benama,  y  al  Occidente,  una  g-ran  quebrada,  que,  partiendo 
de  la  Peña  Rubia,  se  dirige  al  S.  hasta  esconderse  bajo  el  cua- 
ternario que  ocupa  el  fondo  del  valle  en  que  se  asienta  Cara- 
vaca.  Al  pie  de  esta  quebrada  se  inicia  un  barranco  que  al 
principio  se  llama  de  la  Peña  Rubia,  y  unido  con  el  que  proce- 
de de  la  parte  occidental  del  Cerro  Gordo,  forma  el  barranco  de 
San  Jerónimo,  límite  hasta  el  que  se  extienden  las  formacio- 
nes triásicas  que  ocupan  toda  la  porción  meridional  del  cerro 
Gordo.  Los  pequeños  barrancos  que  se  forman  en  la  masa  del 


DE    HISTORIA  NATURAL. 


405 


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406  boletín    de    LA   REAL   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Keuperse  reúnen  paraformarel  llamado  de  las  Yeseras  y  se  une 
al  de  San  Jerónimo,  junto  á  la  población,  atravesando  el  loess 
hasta  su  salida  al  Arg-os.  Los  materiales  que  arrastra  son  prin- 
cipalmente Oolíticos,  con  alg-ún  molde  de  Perisphinctes,  pero 
no  faltan  cretáceos,  triásicos  y  hasta  terciarios,  procedentes  es- 
tos últimos  de  los  restos  de  una  pequeña  mancha  situada 
alNE. 

La  seg-unda  quebrada  que  divide  la  parte  meridional  de  la 
sierra  se  encuentra  entre  el  Calar  de  Mairena  y  los  g-randes 
escarpes  de  \oíí  Siete  Peñones,  que  toman  su  nombre  del  núme- 
ro de  picos  tajados  que  se  extienden  á  la  parte  occidental  del 
barranco.  Este  tiene  un  curso  de  varios  kilómetros,  partiendo 
de  las  inmediaciones  de  la  Barquilla,  donde  toma  el  nombre  de 
Barranco  del  Agua,  porque  en  todo  tiempo  lleva  un  pequeño 
chorro  de  buenas  condiciones  de  potabilidad,  manantial  que 
se  esconde  entre  las  arenas  al  cabo  de  un  kilómetro  ó  poco 
más,  y  uniendo  su  cauce  al  de  otros  pequeños  forma  un  pro- 
fundo surco  en  la  sierra,  cortado  por  bruscos  saltos,  deslizán- 
dose al  pie  de  las  grandes  quebradas,  que  le  dan  un  aspecto 
pavoroso  y  sombrío.  Llámase  por  alg-unos  de  los  Aserradores, 
siendo  más  g-eneral  el  nombre  de  Barranco  de  los  Siete  Peño- 
nes. Mas  abajo  se  le  W^m^  Bamhla  del  Baladre,  por  encontrarse 
en  él  alg-unas  adelfas,  y  va  á  reunirse  con  el  Arg-os  al  O.  del 
puente  de  la  carretera  de  Granada.  Sus  dos  últimos  kilómetros 
atraviesan  el  loess  que  forma  la  veg-a. 

La  situación  escondida  de  este  barranco,  lo  alejado  y  solita- 
rio del  lug-ar  y  su  situación  al  pie  de  g-randes  quebradas,  han. 
sido  causa  de  haber  dirig-ido  numerosas  excursiones  hacia  él, 
g-eneralmente  con  poco  éxito.  Unas  veces  porque  un  g-ran 
salto  nos  impedía  el  paso,  otras  porque  la  distancia  á  que  se 
encuentra  de  la  población  oblig-aba  á  retirarse  sin  acabar  de 
explorarlo  temiendo  sorprendiera  la  noche  en  sitio  tan  que- 
brado, eran  circunstancias  todas  que  ag-uijoneaban  la  curio- 
sidad, así  como  el  hecho  de  encontrarse  pequeños  fósiles  piri- 
tosos entre  el  material  acarreado  por  las  ag-uas,  que  acusaban 
la  existencia  de  alg-una  mancha  neocomiense.  Las  paredes  de 
este  barranco  son  de  caliza  g-ris  casi  marmórea,  sin  fósiles,  por 
lo  que  durante  muchos  años  me  fué  imposible  averig-uar  á  qué 
piso  del  Jurásico  había  que  referirlo.  La  presencia  de  fósiles 
en  la  Peña  de  los  Amontaores,  de  que  ya  hice  mención,  me  hizo 


DE  HISTORIA   NATURAL.  40"7 

comprender  que  se  trataba  del  mismo  Oolítico  en  su  fase  titó- 
nica.  En  las  últimas  exploraciones  del  barranco  se  pudo  ex- 
traer á  pedazos  el  molde  de  un  Anwionites  indeterminable.  En 
las  cercanías  se  encuentran  las  Losillas  con  abundancia  de 
fósiles  titónicos  y  el  pequeño  barranco  del  Toyo  con  abundan- 
tes Aptychus  de  la  misma  época. 

Entre  las  arenas  del  barranco  se  encuentran  algunos  fósiles 
piritosos  que  por  su  mayor  dureza  suelen  conservarse  bien,  y 
dado  su  peso  es  frecuente  encontrarlos  al  pie  de  los  pequeño? 
saltos.  Fig-uran  entre  ellos  Pliylloceras  Tethys  d'Orb.,  Haploce- 
ras  Grasi  d'Orb.,  Ilolcostei^hanus  ffíspauicns  Mailñáa,  Ifopliies, 
Cryptoceras  d'Orb.,  trozos  de  Desmoceras,  Ly loceras,  Plychoce- 
ras,  así  como  pedazos  de  Belenmiles. 

El  7  de  Septiembre  último,  acompañado  solo  de  un  g"uía,  me 
decidí  á  reg-istrar  el  barranco  hasta  su  nacimiento.  Las  explo- 
raciones anteriores  me  dejaban  libre  mucho  tiempo  porque  no 
había  que  registrar  los  primeros  kilómetros.  El  camino  mejor 
es  el  que  conduce  k  la  antig-ua  casa  de  los  Templarios  y  desde 
allí  subiendo  como  dos  kilómetros  por  la  falda  del  Calar  de 
Mairena  y  torciendo  al  O.  hasta  el  fondo  del  barranco.  De  este 
modo  se  evita  el  corte  que  en  la  primera  excursión  nos  impi- 
dió seg"uir  adelante.  Todo  el  cauce  parece  abierto  en  las  calizas 
gTÍses  marmóreas,  torciendo  primero  hasta  el  pie  del  Calar  de 
Mairena,  para  dirigirse  luego  al  escarpado  de  los  Siete  Peño- 
nes. En  este  punto  el  barranco  presenta  un  aspecto  imponente 
serpeando  al  pie  del  acantilado,  en  ocasiones  y  venciendo  sal- 
tos de  alguna  consideración^  llegamos  al  cabo  de  dos  horas  de 
marcha  á  la  base  de  la  Barquilla  y  al  trozo  en  que  el  barranco 
lleva  agua.  El  terreno  es  allí  infracretáceo,  formando  un  pe- 
queño circo  muy  poblado  de  bosque.  De  este  lugar  proceden 
indudablemente  los  numerosos  fósiles  piritosos  que  se  encuen- 
tran en  el  álveo  del  barranco.  Trepamos  por  una  empinada 
ladera  hasta  encontrar  el  camino  de  la  sierra,  y  dando  la  vuelta 
al  Calar  de  Mairena  llegamos  á  un  collado  situado  á  unos  1.030 
metros,  descendiendo  por  rápidas  cuestas  hasta  Caravaca,  des- 
pués de  seis  horas  de  paseo. 

Excursión  d  la  cumbre  del  Gavilán. — El  10  del  pasado  Sep- 
tiembre dejó  triste  recuerdo  en  la  comarca,  que  fué  castigada 
con  un  horroroso  pedrisco  que  tronchó  las  ramas  de  los  árbo- 
les, destrozó  tejados  é  hirió  á  hombres  y  animales.  Momentos 


■108  BOLETÍN    DE    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

después  de  la  caída  aún  se  pudieron  recog-er  granizos  del  ta- 
maño de  huevos  de  g-allína.  Se  perdió  la  cosecha  en  la  faja  de 
tierra  cultivada  que  sufrió  el  fenómeno,  y  como  es  fama  entre 
las  g-entes  del  país  que  esta  clase  de  tormentas  señala  el  tér- 
mino de  un  período  de  borrascas,  salí  el  11  de  madrugada  con 
dirección  al  Collado  de  Maivena,  en  donde  recogí  alg-unos  fósi- 
les cretáceos  y  atravesé  el  semicírculo  de  montañas  que  limi- 
tan la  Barquilla,  lug-ar  muy  nombrado  por  su  g-ran  cueva,  y 
subí  al  Collado  de  la  Cruz  (1.195  m.),  desde  donde  bajé  á  la 
Casa  del  Vicario  y  kBollain,  ya  anteriormente  nombrado.  Desde 
el  Collado  de  la  Cruz  se  divisa  la  Sierra  del  Gavilán  al  O.  y  SO.; 
•al  S.  el  Poyo  de  Iglesias  y  la  Ventana  al  N.  Entre  la  Casa  del 
Vicario  y  Bollain  corre  la  Rambla  de  Bajar  que  es  la  tercera 
quebradura  que  separa  la  última  parte  de  la  Sierra  del  Gavilán, 
del  resto  del  macizo  de  montañas. 

Los  alrededores  de  Bollain  parecen  pertenecer  al  Liásico 
medio.  Los  escasos  Ammonites  que  se  encuentran,  no  recuer- 
dan el  tipo  de  los  Arietites  del  Sinemúrico,  y  s-u  posición  res- 
pecto al  Toárcico  del  Pozo  del  Gavilán  y  el  encuentro  de  un 
ejemplar,  no  bien  conservado,  de  Peden  (Bcquivalvis  Sow.  (?) 
si  á  esta  especie  puede  referirse,  parecen  alejar  toda  duda.  La 
escarpada  sierra  no  tiene  acceso  más  que  por  el  N.,  mas  para 
ello  hay  que  rodear  una  parte  y  subir  hasta  el  Pozo  del  Gavi- 
lán (1.221  m.),  lug-ar  abundantísimo  en  fósiles  toárcicos.  Subí 
á  este  sitio,  próximamente  á  los  cuatro  años  de  mi  última  vi- 
sita. El  barómetro  indicaba  530  m.  sobre  Cara  vaca,  lo  que  sir- 
vió de  comprobación  de  las  anteriores  medidas  y  de  punto  fijo 
para  medir  lo  que  restaba  de  la  sierra.  Ganamos  rápidamente 
las  primeras  pendientes,  hasta  situarnos  á  unos  1.350  m.  sobre 
el  mar.  Después  la  marcha  hubo  que  efectuarla  con  cautela, 
porque  el  camino  se  hacía  un  tanto  difícil.  Próximamente  á 
los  1.420  m.  hay  un  trozo  algo  pelig-roso,  porquetas  talas  que  el 
bosque  ha  sufrido  ponen  de  manifiesto  pendientes  semejantes 
á  precipicios  y  aumenta  el  temor  la  vista  de  las  piedras  que  se 
desprenden  al  paso  y  no  detienen  sus  saltos  hasta  unos  cientos 
de  metros  más  abajo.  Afortunadamente  el  mal  paso  dura  poco 
y  de  él  no  conservaba  recuerdo,  porque  en  1885,  fecha  en  que 
subí  á  esta  sierra,  estaba  toda  ella  tan  poblada  de  bosque,  que 
ocultando  los  pelig-ros,  hacía  parecer  imposible  un  accidente. 
Cerca  de  la  cumbre,  y  á  una  altitud  ig-ual  á  la  de  Benama 


DE    HISTORIA  NATURAL.  409 

(1.426)  se  desvía  la  senda  y  penetra  en  el  Collado  hondo.  Fuera 
ya  de  todo  pelig-ro,  la  vista  se  recrea  ante  un  paisaje  espléndido. 
La  sierra  presenta  varios  picos  ó  morras,  como.se  las  llama  allí. 
AI  S.  está  la  morra  de  Chuecos  con  altitud  vecina  á  1.400  m.; 
al  NE.  la  de  la  Pila,  un  poco  inferior  á  las  dos  del  NO.  que  se 
encuentran  muy  próximas  y  de  ellas  la  situada  más  al  O.,  co- 
ronada por  una  g-ran  cortina  de  rocas,  es  indudablemente  la 
más  alta,  y  de  aquí  el  nombre  de  ^lorra  alta  con  que  se  la  de- 
signa. La  cumbre  está  formada  por  calizas  blancas,  granudas  y 
brillantes,  no  habiendo  encontrado  fósiles  en  todo  el  trayecto 
desde  el  Pozo  del  Gavilán.  El  barómetro  indicaba  790  ra.  sobre 
Caravaca,  es  decir,  1.481  sobre  el  mar,  y,  por  tanto,  55  m.  más 
alta  que  el  Pico  de  Benama.  Pero  sucede  con  esta  cumbre  que, 
rodeada  por  otras  de  altitud  poco  menor,  excepto  por  el  O.,  su 
vértice  no  es  visible  sino  desde  una  larga  distancia,  y  enton- 
ces se  confunde  en  la  masa  general  de  la  sierra.  Por  el  contra- 
rio, el  Pico  de  Benama  se  levanta  muchos  metros  sobre  los  al- 
rededores y  se  hace  visible  desde  cualquiera  distancia.  Tal  vez 
fuera  este  el  motivo  porque  se  le  eligió  como  vértice  en  los 
trabajos  de  triangulación. 

Las  nubes  se  habían  ido  acumulando  durante  la  hora  y 
cuarto  que  duró  nuestro  ascenso  desde  el  Pozo  del  Gavilán. 
Cerca  ya  de  la  cumbre  oímos  un  trueno  lejano  que  hizo  ace- 
lerar nuestra  partida  de  la  Morra  alta.  Los  pocos  minutos  que 
allí  permanecimos  los  empleamos  en  medir,  con  ayuda  de  la 
brújula,  los  ángulos  que  formaban  las  visuales  dirigidas  desde 
allí  á  las  cumbres  inmediatas.  Rápidamente  descendimos  de 
la  sierra,  en  atención  á  que  la  tormenta  se  acercaba,  la  que 
afortunadamente  se  resolvió  en  una  ligera  lluvia  que  nos  al- 
canzó antes  de  llegar  al  Pozo  del  Gavilán. 

El  resto  del  día  se  empleó  en  visitar  los  alrededores  de  Bo- 
llain  que  no  dieron  otro  resultado  que  el  encuentro  de  algunos 
restos  de  Ammonites  mal  conservados.  Pasamos  la  noche  en 
BoUain  y  á  la  mañana  siguiente  continuamos  nuestra  excur- 
sión hacia  el  NO.  hasta  el  sitio  llamado  el  Pajarejo  y  en  donde 
parece  se  nota  algo  de  nummulítico.  Regresamos  á  mediodía  á 
BoUain  con  ánimo  de  marchar  á  Caravacapor  la  tarde;  pero  se 
hizo  imposible,  porque  á  la  una  de  la  tarde  estallaba  una  ho- 
rrorosa tormenta  que  inundó  campos  y  llanuras,  y  cuando  el 
cielo  parecía  despejarse  por  completo,  se  sucedieron  cinco 


410  boletín  de  la  real  sociedad  española 

tormentas  más,  que  duraron  hasta  cerca  de  las  diez  de  la  noche. 
La  creencia  popular  de  que  los  g-randes  pedriscos  son  el  tér- 
mino de  los  períodos  tormentosos  se  encontró,  al  menos  esta 
vez,  en  defecto. 

A  la  mañana  sig-uiente,  19  de  Septiembre,  muy  temprano 
emprendimos  la  marcha  á  Caravaca,  temiendo  que  antes  de 
recorrer  los  16.500  pasos  que  nos  separaban,  nos  sorprendiera 
otra  tormenta,  y  así  sucedió,  porque  á  las  ocho  de  la  mañana 
se  cubrió  el  cielo  de  nubes  y  empezó  á  tronar  con  fuerza.  líl 
camino  pasa  junto  á  unos  estratos  que  buzan  al  S.  próxima- 
mente, formados  por  calizas  fuertes,  g-rises  y  rojas.  Al  paso 
rápido  que  llevábamos,  perseguidos  por  la  tormenta,  se  debió 
no  haber  reconocido  detenidamente  el  sitio.  No  obstante,  se 
encontraron  varios  Perisjjhhictes ,  el  PhyJIoceras  Ptychoicum 
Quenstedt,  un  PeJtoceras,  un  Lytoceras  y  alg-unos  Aptychiis. 

Este  sitio  se  denomina  Las  Losillas  y  á  él  volví  días  después 
en  otras  excursiones  de  que  daré  cuenta  á  la  Sociedad  españo- 
la DE  Historia  natural. 


Datos  para  la  Flora  de  la  provincia  de  Granada 


JUAN    LUIS    DIEZ    TORTOSA 

Con  este  mismo  título  publiqué  en  el  Boletín  correspondiente 
;xl  mes  de  Octubre  del  pasado  año  de  1906  una  nota,  en  donde 
daba  cuenta  de  algunas  observaciones  que  había  hecho  como  pro- 
ducto de  las  numerosas  excursiones  que  realizo  en  la  provincia  y 
que  hacía  aumentase  el  número  de  especies  citadas  en  la  misma; 
pues  mencionaba  algunas  nuevas  especies  para  su  flora.  Siendo 
de  las  más  interesantes  la  cita  de  la  especie  Narcissus  Cliisii  Dun, 
que  motivó  se  ocupase  de  ella  el  Sr.  Lázaro  y  que  rectificase  des- 
pués de  aducir  sólidas  razones,  y  en  vista  de  mi  hallazgo,  !a  cita 
(jue  de  antiguo,  á  partir  de  Glusio,  se  venía  haciendo  de  e?ta  plañ- 
ía considerándola  como  propia  de  los  Pirineos. 

De  nuevo  me  atrevo  á  exponer  algunos  datos  de  mis  excursio- 
nes para  el  conocimiento  de  la  llora  granadina,  constituyenda 
con  ellos  la  presente  nota. 


DE   HISTORIA   NATURAL.  411 

Potentilla  recta  L. 

He  recogido  abundantemente  esta  especie  en  la  dehesa  de  Alfa- 
car,  una  de  las  estaciones  más  visitadas  por  los  botánicos  por  su 
rica  y  especial  flora. 

Según  resulta  de  la  revisión  bibliográfica  que  he  llevado  á 
cabo,  que  aunque  extensa  no  puedo  asegurar  sea  completa,  no 
está  citada  esta  especie  en  Granada;  es  más:  casi  todos  los  puntos 
de  España  en  los  que  se  ha  encontrado  corresponden  á  la  región 
central;  de  tal  modo,  que  generalmente  se  considera  como  propia 
de  ella. 

Siendo  común,  incluso  en  Granada,  la  especie  Potentilla  hir- 
ta  L.,  podría  sospecharse  que  hubiesen  referido  á  ella  la  especie 
objeto  de  esta  nota,  pues  á  primera  vista  pueden  confundirse, 
pero  los  caracteres,  principalmente  los  de  las  hojas,  impiden  su 
confusión. 

Bupleurum  Gerardi  Jacq. 

Se  asigna  á  esta  especie,  como  localidad,  Andalucía,  por  haber 
sido  encontrada  en  Jaén  (Lge),  Arroyo  de  Guadalmedina  (Bss),  S. 
de  Ronda  (Reverch.  1889)  y  en  algunos  otros  puntos.  En  las  dife- 
rentes obras  que  comúnmente  consulto,  no  he  encontrado  refe- 
rencia alguna  de  la  provincia  de  Granada  para  esta  especie. 

Habiéndola  recolectado,  con  abundancia,  entre  sembrados  en 
la  Golilla  de  Cartuja,  en  las  inmedia.ciones  de  la  capital,  creo  po- 
der considerarla  como  una  nueva  especie  que  añadir  á  la  flora  de 
esta  provincia. 

Gompliocarpus  fruticosus  R. 

Hace  algún  tiempo  me  entregaron  unos  frutos  con  objeto  de 
conocer  el  nombre  de  la  especie  que  los  producía.  Los  frutos  esta- 
ban ya  secos  y  los  habían  recogido  en  Ohanes  (Almeríi);  perte- 
necían á  la  especie  Gomphocarpus  fruticosus  R.,  llamada  vulgar- 
mente, como  sabemos,  árbol  ó  mata  de  la  seda. 

Aprovechando  mi  querido  maestro  Dr.  Dorronsoro  su  estancia 
en  Almuñécar  durante  las  vacaciones  de  verano,  ha  realizado  al- 
gunas excursiones,  y  entre  las  especies  vegetales  encontradas  se 
hallan  ejemplares  de  la  referida  especie. 

Lamium  purpureum  L. 

En  los  alrededores  de  Guadix  he  encontrado,  en  Marzo  del  pie- 


412  boletín    de    la   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

senté  año,  plantas  pertenecientes  á  la  especie  cuyo  nombre  enca- 
beza este  párrafo,  cuyas  corolas  eran  completamente  blancas;  los 
tallos  tenían  un  hermoso  color  verde,  estando  desprovistos  del  co- 
lor purpúreo  que  tienen  los  individuos  de  la  forma  común,  y  am- 
bos caracteres  hacían  que  pudiesen  distinguirse  muy  bien  y  á 
simple  vista  las  dos  formas  mencionadas  y  de  las  que  se  encon- 
traban allí  mezclados  los  individuos  con  flores  blancas  y  los  con 
flores  purpúreas. 

Las  anteras  de  color  anaranjado  contrastaban  grandemente  con 
el  color  blanco  de  la  corola. 

No  habiendo  visto  en  los  diferentes  trabajos  que  he  podido  con- 
sultar referentes  á  la  flora  española  ninguna  mención  de  esta  for- 
ma, me  atrevo  á  publicar  mi  hallazgo  y  á  proponer  se  forme  una 
variedad  de  esta  enpecie,  y  que  se  la  denomine  alhifLorum  por  el 
color  de  su  corola. 

He  de  consignar,  como  dato  curioso,  que  los  Sres.  Tubilla  y  Lá- 
zaro, ilustres  botánicos,  encontraron  en  Madrid  en  1878  con  co- 
rola blanca  la  especie  Lamium  amplexicaule  L.  añne  a.\  L.  purpu- 
reum  L.  y  constituyeron  una  variedad  albiflorum. 

Orobanche  crenata  Forsck. 

Esta  especie  es  citada  como  parásita  de  las  raíces  de  guisantes 
y  habas.  La  he  encontrado  sobre  yeros  cultivados  en  la  Silla  del 
Moro,  localidad  ya  indicada  por  Funk,  pero  sobre  las  plantas  pri- 
meramente citadas. 

Phyteuma  Charraelli  Vil). 

A  pesar  de  las  numerosas  herborizaciones  realizadas  por  ios  sa- 
bios botánicos  Bory,  Webb,  Boissier,  Willkomm,  Funk,  Alioth, 
Amo,  Campo,  etc.,  aun  proporciona  materiales  nuevos  Sierra  Ne- 
vada al  excursionista. 

Entre  las  plantas  recogidas  en  mi  última  excursión  á  dicho  si- 
tio (Julio  último)  se  encuentra  la  Pliyteuma  Charmelii  Vill.  Una 
nueva  especie  que  añadir  á  la  riquísima  flora  de  Sierra  Nevada. 

La  he  recogido  en  el  sitio  denominado  Cañada  de  Siete  Lagu- 
nas á  más  de  300  metros  y  era  muy  escasa. 

Es  interesante  este  hallazgo  por  ser  la  primera  especie  del  gé- 
nero Phyteuma  que  so  cita  en  esta  región.  Esto  me  anima  á  con- 
tinuar en  mis  excursiones,  prometiéndome  encontrar  alguna  es- 
pecie de  las  que  en  la  actualidad  se  consideran  como  exclusivas 


DE   HISTORIA   NATURAL.  413 

de  los  Pirineos  y  otros  puntos,  por  haber  sido  vistas  en  España 
solamente  en  dichos  sitios. 

Tracheliuin  cceruleum  L. 

Procedente  del  Barranco  de  Canales  (anejo  de  Güejar  Sierra  en 
S.  Nevada)  poseo  un  ejemplar  de  esta  especie  con  las  corolas  blan- 
cas, y  en  su  consecuencia  creo  se  podría  admitir  una  variedad  de 
que  se  titularía  albiftorum  en  atención  al  color  la  corola.  Tanto 
más,  cuanto  que  el  nombre  específico  de  esta  especie  se  refiere  á 
la  hermosa  coloración  azul  que  presentan  constantemente  las  co- 
rolas y  que  con  frecuencia  he  visto  en  mis  excursiones. 


Boletín    bibliográfico. 

(Continuación.) 
Octubre. 

Société  entomologique  de  Belgique.  Bruxelles.  (Annales.)  1907,  t.  5l\  fase.  vi. 
— ScHULz:  Scbwimmende  Braconiden.— Pío:  Contribution  abrégée  á 
l'étude  des  Silis  de  Madagascar. — Gillet:  Sur  les  Copropbages  de  la 
faune  afric. — Distant:  Contrib.  to  a  knowledge  of  tbe  Ledr¡n8e.= 
Fase.  VII. — Forel:  Fourmis  nouv.  .de  Kairouan  et  d'Orient. — Ber- 
groth:  Addition  aux  Hémiptéres  de  Kinchassa. — Scherdlin:  Un  Car- 
popbilus  nouv.  pour  la  faune  d'Alsace. — Kerremans:  Buprestides  des 
envir.  du  lac  Tcbad. — Distant:  A  reply  to  sorne  recent  comments  on 
some  spec.  of  tbe  Fam.  Fulgoridae. — Dognin:  Hétérocéres  nouv.  de 
l'Amérique  du  Sud.=:Fase.  viii. — Boudroit:  Description  d'un  Staphy- 
linide  nouv.  du  g.  Bledius. — Simón:  Sur  les  Araignées  de  la  sous-sec- 
tion  des  Haplogynes. 

Société  entomologique  de  Frunce.  París.  (Annales.)  1906,  vol,  lxsv;  1907, 
vol.  Lxxvi,  1"  trim.  -  Régimbart:  Notes  sur  q.  q.  larves  á' Rydroporus. 
— Marchal:  La  Cécidomyie  des  poires  Diplosis  pirivora  Riley. — 
Dücke:  Nouv.  .g.  de  Spbégides.— Begnin:  Diagnoses  d'esp.  nouv. 
d'Apionidae.— Oberthür:  Observations  sur  la  Zygcena  transalpina 
Esp. — Montandon:  Q.  q.  esp.  du  g.  Ranatra. — Portevin:  Clavicornes 
nouv.  du  groupe  des  Nécropbages. — Peterimhokf:  Deux  types  nouv. 
de  larves  Silphidae. — Carret:  Revisión  des  esp.  fran^.  du  g.  Lccmoste- 
nes  Bon. — Bugííion:  Les  métamorph.  du  Ditoneces  pubicornis  Walck. 
— Jeannel:  Étude  des  Bathyscia  pyrénéens  du  groupe  de  B.  Stygia 
Dieck^=2°  trim. — Régimbart:  Essai  monograpb.  de  la  famille  d. 
Gyrinidae. — Finot:  Sur  le  g.  Acridium. 


414  BOLETÍN    DE    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Société  entomologique  de  France.  Varia.  (Bulletin.)  Année  1906.  (Publica- 
tions.J  1907,  t.  n.— Faune  des  Coléopt.  du  bassin  de  la  Seine. 

Société  impériale  des  Naturalistes  de  Moscou.  (Nouveaux  Mémoires.)  1907, 
t.  XVII,  livrais.  1.— Pavlow:  Enchaínement  des  Ancelles  et  Ancellines 
du  crétacé  nisse. 

Société  linnéenne  de  Bordeaux.  (Actes.J  190ó,  vol.  i,xi. 

Société  portugaise  de  Sciences  naturelles.  Lisbonne.  (Bulletin.)  1907,  vol.  i, 
fase.  1.— Franqa:  Culture  et  cycle  évolutif  des  Trypanosomes  de  la 
Grenouille.— Luisieb:  Note  snr  q.  q.  Fissidens  de  la  Flore  portug.— 
Seabra:  Sur  un  cas  tératol.  chez  Atherina  presbyter  Ciiv.  et  Val, 

Spolia  Zeylanica.  Colombo.  1907,  vol.  iv,  part  xvi.— Willet:  The  Sign  of 
the  Tortolee  in  Ceylon.— Thomas:  On  the  Hybridization  Experim.  with 
the  Ceylon  Jungle  Fowl.— Wall:  On  the  Hydrophidae  in  the  Co- 
lombo Mus.— Boulexger:  Description  of  a  new  J.izard  of  the  g.  Lygo- 
soma  from  Ceylon. 

Stettiner  Entomologische  Zeitung.  68  Jahgrg.,  Heft  ii. 

The  American  Naturalist.  1907,  vol.  xli,  n°  486.— Wrigth:  A  graphic 
Method  of  Correlating  Fish  Environment  and  Distribution.— Jeffret 
and  Chrysler:  The  Microgametophyte  of  the  Podocarpineae.— Daue: 
The  Problem  of  Color  Vision.— Smith:  The  Breeding  Habits  of  Arrir- 
hlystoma  punctatum  Linn.— Dillingham:  The  Staff-Tree  Celastrus  scan- 
dens.—'N"  487.— Morrill:  Description  of  a  New  Sp.  of  Telenomus.— 
Lewis:  The  Developm.  of  Pinnate  Leaves.— Penhallok  Contributions 
to  the  Pleistocene  Flora  of  Canadá.— Ritter:  A  Decade's  Study  of  the 
Tunicata.=N°  488.— Needham  and  Wili.iamson:  On  the  Natural  His- 
tory  of  Diving  Beetles.— Shull:  Habits  of  the  Short-tailed  Shrew, 
Blarina  brevicauda  (Say). 

The  Canadian  Entomologist.  London.  Ontario.  l907,  vol.  xxxix,  n°  7.— 
Shull:  Stridulation  of  the  Snowy  Tree-Cricket.— Bueno:  Two  undes- 
cribed  Water-bugs  from  the  U.  U.  S.  S.-Kirkaldy:  The  g.  Rulandus, 
Distant  (Hemipt.)— Cook:  On  the  g.  Incisalia.— Fall:  New  Coleopt. 
from  the-South-West.— Kirkaldy:  On  some  Hawaiian  Hemipt.-Hete- 
ropt.— Notes  on  Central  American  Hemipt.  Fauna.— Jones:  Prelimi- 
nary  list  of  the  Conopidse  of  Nebraska.— Swaine:  The  Scolytidae  or 
Engraverbeettes.=:N°8.-SMiTH:  Notice  of  new  name-Ceratina  Coc- 
kerelli.— Williams:  The  Walking-Stick  Insects.— Herrick:  Notes  on 
Sannina  uroceriformis.— Ludlow:  Mosquito  Notes.— Bird:  New  His- 
tories and  Spec,  in  Papaipema.— Taylor:  The  Eupitheciae  of  Eastern 
North  Amer.— Pearsall:  'J  he  Geometrid  genera  Alsophüa  and  Pa- 
leacrita.— Matheson:  Number  of  Moults  of  the  female  of  Dactylo- 
pius  citri.— Caudell:  Kirby's  Catal,  of  Orthopt.=N°  9.— Weldon: 
Tenthredin.  of  Colorado.— Bentenmuller:  New  Spec.  of  Cecidomyi- 
dae.— MacGillivbay:  Two  new  Spec.  of  Tenthredin  —Ehrmann:  New 


DE   HISTORIA   NATURAL.  415 

Tropical   Amer.    Hesperidae.  — Cockerell:    A   new    Law-fly    of    the 
g.  Xyela. — Cockerell:  A  Gall-gnat  of  the  Pricklypear  Cactus. 

The  Johns  Hopk'ms  Hospital.  Baltimore.  (Bulletin.)  1907,  vol.  xviii, 
nos  195-197. 

The  TJniversity  of  Colorado  Studies.  Boulder.  Coló.  1\>07,  vol.  iv,  n°  4. — 
Cockerell;  The  Bees  of  Boulder  County,  Colorado. — The  Protozoa  of 
the  Univers.  Campus. 

The  Zoologist.  London.  1907,  n°  793. — Waters:  The  hammals  of  South 
Cambridgeshire. — McIntosh:  Scient.  work  in  the  Sea-Fisheries. — 
Beeston:  Observat.  of  an  Attempt  of  the  Swallow  Tribe  to  Winter  in 
South  Hauts  during  1906-7.=N"  794. — Clark:  Recent  Occurrences  of 
Eare  Birds  in  Cornwall. — Cummings:  On  the  Habits  of  the  Greater 
Horseshoe  Bat. — Graiiam.  The  Californ.  Cóndor. — Dalgliesh:  On  the 
Smaller  British  Mammalia.=N°  795.=Aplin:  On  the  Ornithol.  of 
Oxfordshire. — Waters:  The  Birds  of  South  Cambridgeshire. —  War- 
ren:  Breeding  of  Tree-Sparrons  and  Dunlins  in  Co.  Mayo. — McClt- 
mont:  The  Geograph.  Distrib.  of  the  Land-Birds  of  the  Banda  Islands. 

TJniversity  of  Toronto  Studies..  (Biological  Series.)  1907,  n°  7. — Wright: 
An  early  Anadidymus  of  the  Chick. 

Weather  Bureaxi.  Manila.  1906.  Bulletin  for  October  and  November. — 
Annual  Eeport  (1906).  Part  3a. 

Wiener  Entomologische  Zeitung.  Wien.  1907,  vii-ix  Heft. — Hendel:  Neue 
Dipteren  aus  dem  kaiserl.  Mus.  in  Wien. — Fleischer:  Diachromus 
gerroanus  var.  nov.  RoUei  m. — Villeneuve:  Etudes  dipterol. — Fleis- 
cher: Studien  üb.  Liodini.— Eine  neue  var.  des  Colon  angulare  Er. — 
Z.  Kenntnis  der  Liodes-Arten  ohne  schiefe  Hnmeralreihe  auf  den 
Flügeldecken. — Karnt:  íievis.  der  Acrydier  von  Osterr.-Ungarn. — 
Werrall:  Dipterol.  Nomencl.— Bernhauer:  Neue  Staphylin.  aus  Süd- 
amer. — Bergroth:  Zwei  neue  Fulgoriden. — Bezzi:  Nomenclátor,  üb. 
Dipteren. — Reitter:  Verzeichnis  der  Von  Dr.  E.  Eichelbaum  im 
Jahre  1903  in  Deutsch.-Ostafr.  gesammelten  Scydmaeniden. — Ergan- 
zungen  zu  den  Nachtragen  zur  Bestimmungstabelle  der  unechten  Pi- 
meliden  aus  der  palaearkt.  Fauna. — Oxytelus  spiniventris  n.  sp.  aus 
Griechenland. 

Zoological  Society  of  London.  fProceedings.)  1907,  pages  1-446. — Thomas: 
On  a  new  Monkey  from  the  Ituri  Forest. — Bonhote:  On  a  CoUect.  of 
Mammals  made  by  Dr.  Vassal  in  Annam.— Bahr:  On  the  cBleating» 
or  cDruming>  of  the  Snipe  (Gallinago  cmlestis). — Beddard:  On  certain 
Gen.  and  Spec.  of  Squamata.— Kenrick:  A  List  of  Moths  of  the  Fa- 
mily Fyralidae  collected  by  A.  E.  Pratt.— Goeldi:  On  Marmoset 
Monkeys  from  the  Amazonian  Región. — Rothschild:  New  sp.  a  subsp. 
of  Antelopes. — Bate:  On  Elephant  Remains  from  Crete. — Rous- 
selet:  Zoolog.   Remets  of  the  Third  Tanganyika  Exped. — Beddard: 


416  BOLKTIN    BE    LA   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

New  Sp.  of  the  African  Genus  Microchaetus. — Sambon:  New  Spec.  of 
Animal  Parasites.— Sambon  and  Skltgmann:  New  Spec.    of  Hasmo- 
gregarines  from  Snakes.— Thomas  and  Wkodghton:   The  Rudol  Ex- 
ploration  of  South  África. 
Zoological  Society  of  London.  (Transacíions)  1907,  vol.  -xviii,  parfc  i.— Cal- 
man: On  New  or  Kare  Crustac.  of  the  Order  Camacea  from  the  CoUect. 
of  the  Copenhagen  Mus. 
Zoulogischen   Musenm.   Berlin.    (3Jittheibmgen.)    1907,   iii  Bd.,   3  Heft.— 
LiN&TOw:  Nematoden  aus  dem  Konigl.  Zool.  Mus.  zii  Berlin. — Ver- 
eoeff:  Üb.  Diplopoden. — Pappenheim:  Z.  Systematik  und  Variations 
statistik  der  Mormyriden.— Dahl:  Synaema  marlothi.  eine  neue  Late- 
rigraden-Art. 
Zoologischer  Anzeiger.  Leipzig.  1907,  Bd.  xxxi,  n°  26.— Kulagin:  Z.  Natur- 
gesch.   der    Mücken.— Awerinzfw,    Z.   Kenntnis    von     Lymphocystis 
johnstonei  Woodcock.— Birula:  Z.  Systematik  der  Solifugengatt.  Gylip- 
PUS.—Ebser:  Bemek.  üb.  die  oniscide  Eelleria  hrevicomis. — Stenek: 
Copepoden  der  Valdivia-Esped.— Thor:  Eine  neue  Neolebertia- Art 
aus  Italien.— De  Beauchamp:  Notommata  cerherus  Gosse. — Schtscher- 
BAKOw:  Beitrag.  Z.  Kenntnis  der  Thysanopt.  Mittelrusslands.— Eice- 
TERs:  Antarkt.  Tardigr.— Daiil:  Die  mecaniscbe  methode  in  Sammeln 
von  Tieren.— Prowazek:  Beitrag  Z.  Kenntnis  des  Blutes  der  Reptil.— 
Moser:  Noch  ein  Reformvorschlag,  die  Anwendung  Systemat.  Ñamen 
betreífend. — Luther:  Zusatz  z.  Notiz.  üb.  die  Sy.stemat.  Stellung  der 
Familie  Catenulidae  s.  8tr.=Bd.  xxxii,  n°  i.— Debsci:  Üb.  das  Vor- 
komm.  von  Petricola  pholadíformis.—RxBAVT):  Sur  la  natnre  des  ré- 
lations  entre  la  retine  et  le  cristallin.  — Dahl:  Was  ist  ein  lustinkt? — 
V.  ScHüGUROw:  Z.  Physopodenfauna  der  Taurien  uud  des  Kaukasus. — 
Heatd:  The  gonad  in  certain  spec.  of  chitons. — Fisher:  Note  on  Ere- 
micasier,  a  Genus  of  Starfishes.— Poso:  Distruzione  e  Eigeneraz.  degli 
Aculei  e  Pedicellarie  negli  Echini. — Martynow:  Trichoptera  aus  der 
Mandschurei.  — Strohl:    Die    Biologie    von    Polyphemun   pediculus. — 
Kofoid;  On  Ceratium  engrammum  and  its  related  spec. — Elling.sen: 
Üb.    einige   Pseudoskorp.  aus   Deutsch-Ostafr. — Reagan:  Saugetiere 
Reptil,  und  Amphib.  from  Süd-Dakota.=N°  2. — Kammeker:  Üb.   den 
Copulationsakt  derErdmolche  [Salamandral^SiXxr.) — Mola:  La  ventosa 
apicale  a  chi  e  omologa?— Nuovi  acari  parassiti. — Awerinzew:  Beitr. 
z.    Struktur  des  Protoplasma  und  des  Kernes  von  Amacha  x>i'ote%is 
(Pall.)— Cohn:  Die  Orientiei-ung  der  Cestoden.— Jacobl-  Ein  Schrillap- 
parat  bei  Singcicaden. — Günther:  Die  Stellung  der  Chaetognathen  in 
System.=Nos  3-4.— Holmgren:  Z.   morphol.  des  Insecktenkopfes.— 
André:  Myiase  de  la  vessie  urinaire  du  Crapaud. — PocHE;.Üb.   die 
Kennzeichn.   in   ihrem   Verhültnis    z.    Gültigkeit    eines    Namens. — 
Poche:  Üb.  den  richtigen   Gebrauch  der  Gattungsnamen  Holothuria 


DE    HISTORIA   NATURAL.  417 

und  Acíinia. ^Metcalf:  Studies  on  Opalina.='S>í°  5. — Dahl:  Z.  system. 
der  Spinnen.— Mola:  Sopra  la  Davainea  circumvallata  Krab. — Zelin- 
ka:  Z.  Kenntnis  der  Echinoderen.=N''  6. — Pappenheim:  Eiu  Beitr.  z. 
Osteol.  des  Fischschildels. — Koeiiler:  Astéries,  Ophiures  et  Echini- 
des  recueillis  dans  les  mers  australes  par  la  iScotiax.— Franz:  Das 
Auge  von  Orycteropus  afer. — Thor:  Lebertia-^iná. — Foche:  Welchem 
Fische  gebührt  der  Ñame  Torperfo?— Vauhüfpen:  Die  Familie  der 
Narcomedusen. 


Blomberg  (Hugo). — Invitation  pour  assister  a  la  promotion  des  Docteurs 

Juris  utriusque  dans  la  cathédrale  d'Uppsala.  Uppsala,  1907. 
Braga  (Theophilo),— Historia  da  Universid.  de  Coimbra.  T.  ui-iv.  Lisboa, 

1898-1902. 
Bref  och  skrifvelser  af  och  till  Cari  von  Linné.  Fórsta  afdelningen.   Del.    I . 

Stockholm,  1907. 
BüCKiNG  (H.) — tjber  einige  merkwürdige  Vorkommen  von  Zechstein  und 

Muschelkaltk  in  der  Rhou.  Stuttgart,  1907. 
Burnat  (ííduardo). — Elogio  histórico  do  Conde  de  Ficalho.  Lisboa,  1906. 
Calderón  (Salvador). — Nota   sobre   la   ulmina   natural.  (Rev.    R.   Acad. 

C.  exact.,  fís.  y  nat.  Madrid,  1907.) 
Ekman  (J.  a.) — Invitat.    pour   assister  a  la  promotion  des  Docteurs  en 

Théologie  dans  la  cathédrale  d'Uppsala.  Uppsala,  1907. 
Engler  (Adolf). — Syllabus  der  Pflanzenfamilien.  Berlín,  1907. 
Krcide  och  tal  vid  k.  vetenskaps-  och  vitterhets-samhiillets.  Goteborg,  1907. 
Lagerheim  (G.) — Ueber  das  Sammeln  von  Susswasser-Algen  in  den  Tro- 

pen.  Einige  Eathschliige.  (Zeitschr.  f.  wissenschaftl.  Mikrosk.  und  f. 

Mikrosk.  Technik,  Bd.  ix,  1892.) 

—  Ueber  die  andinen  Alchemilla-A.vieí\.  (Kongl.  Vetens-Akad.  Forhandl., 

n°  1.  Stockholm,  1894.) 

—  Ueber  die  Bertiinbungs  und  Aussilnngseinrichtungen  von  Brachyotum 

ledifolium  (Descr.)  Cogn.  (Bot.  Notiser,  1899.) 

—  Ueber  die  Forpflanzung  von  Prasiola  (Ag.)  Menegh.  (Bericht.  Deutsch. 

Bot.  Gesellsch.,  Bd.  x,  Heft  7.  Berlin,  1892.) 

—  Ueber  Dipterocecidien  auf  Carecc-Arten.  (Tromso  Mus.  Aarshefter,  16, 

189;í.) 

—  Ueber  eine  durch  die  Einwirkung  von  Pilzhyphen  entstandeue   Var. 

von  Stichococcus  bacillaris  Nág.  (Flora,  n"  4,  1888. 

—  Ueber  e^n.  neue  Arten  der  Gatt.  Phyllosiphon  Kühn.  (Nuova  Notar., 

serie  ni.  Padova,  1892.) 

—  Ueber  eiu.  neue  oder  bemerkenswerthe  Uredinéen.  (Hedwigia,  Heft  2, 

1889.) 

T.  vir.— Diciembre,  1907.  28 


418  boletín    de    la    REAL    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

Lagerheivi  (G.) — Ueber  ein.  neues  Vorkommen  von  Vibrioiden  in  der 
Pflanzenzelle.  (K.  Svenska  Vet-Akad.  Forliandl.,  n°  6.  Stokholm, 
1899.) 

—  üeber  Lasius  fuliginosus  (Latr.)  und  sei  ne  pilzzucht.  (Entona.  Tidskr. 

Stockholm,  1900.) 

—  Ueber   Phaeocystis   Poncheti   ^Sear.)    Lagerh.,    eine    Plankton-Flagell. 

(Kongl.  Vetensk.-Akad.  Fórhandl.,  n°  4.  Stockholm,  1896.) 

—  JJéherPhceothamnium,  eine  neue  Gattung  unter  den  süsswasseralgen. 

(K.  Svenska  Vet.-Akad.  Handl.,  Bd.  9,  n"*  19.  Stockholm,  1884.) 

—  (Jebersicht  der  neu  erscheinenden  Desmidiaceen  Litter.  3  vol.  (Nuova 

Notar.  Padova,  1891.) 

—  Untersuch.  üb.  Fossile  Algen.  I-II.  (Geol.  Foren.  Forhandl.,  n°  217, 

Bd.  24,  Haft  7.  1903.) 

—  Uredineae  Herbarii  Eliae  Fríes.  (Tromso  Mus.  Aarshefter,  17,  1894.) 

—  Zoocecidien  von  Feldberg.  (Mitteil.  des  Badisch.  bot.  V^er.,  1903.) 

—  Z.   Biol.    der   lochroma   macrocalyx    Benth.    (Bericht.    Deutsch.    Bot. 

Gesellsch.,  Bd.  ix,  Heft  10.  Berlín,  1891.) 

—  Z.  Frage  der  Baktericiden  eigenschaften  des  Hiimcr  aqueus.  (Tromso 

Mus.  Aarshefter,  23,  1900.) 

—  Zur  frage  der  Schutzmittel  der  Pflanzen  gegen  Raupeufrass.  (Entom. 

Tidskr,  1900) 

—  Zur  Kenntnis  der  Bulgaria  globosa  (Schmid.)  Fr.  (Sarcosoma  globosum 

et  S.  platydiscus  Auct.)  (Bot.  Notiser.  Lund,  1903.) 

—  Zur  Kenntnis  der  Tovaríaceen.   (Bericht.   Deustch,   Bot.   Gesellsch., 

Bd.  X,  Heft  3.) 
Lagerheim  (G.)  kt  Patouillard  (N.) — Sirobasidium,  nouveau  genre  d'Hy- 

ménomycétes  hétérobasidiés.  (Journ.  de  Bot.,  1892.) 
Lagerheim    (G  )    con    Wagner    (G.) — Bladflacksjunka   a    potatis.    Laudt- 

bruks-Akad.  Handl.  och  Tidskr.  Stockholm,  1903.) 
Laür  (M.  Francis).— Les  Calamines.  Étude  sur  les  Minér.  oxides  du  Zinc. 

Paris,  1876. 
Linneo  en  Efipaña. — Homenaje  á  Linneo  en  su  segundo   centenario.   Za- 
ragoza, 1907. 
Mac-Paerson  (J.)— Bosquejo  geol.  de  la  prov.  de  Cáiiz    Cádiz,  1872. 
Madrid-Moreno  (J.)— La  cadena  gangl.   de  los  tentác.  en  los   Cefalóp. 

(Bol.  R.  Soc.  esp.  Hist.  nat.  Madrid,  Mayo  1907.) 
Martíxez-Núñez  (Zacarías). — La  Herencia.   (Estudios  bíológ.   2.a  serie.) 

Madrid,  1907. 
Navas  (Longinos).— Por  los  Museos  de  Europa.  (Razón  y  Fe,  1906.) 
NoBLEMAiRE  (M.) — Étude  sur  les  richesses  minerales  du  district.  de  la  Seo 

d'Urgel  (Catalogue).  1868. 
Patouili.ard  et  Lagerheim  (G.)— Champignons  de  l'Equateur.  6vol.  (Bull, 

Soc.  Mycol.  France,  t.  vii-xi.  Lons-le-Saunier,  1891-1896.) 


DE   HISTORIA   NATURAL.  419 

Petren  (Karl). — Invitation  pour  assister  á  la  promotiou  des  Doet.  en  Mé- 

decine  daus  la  cathédrale  d'Uppsala.  Tlppsala,  1907. 
Keitter  (Edm.) — Eine  neue  Span.  Acmaeodera.  (Bol.  R.  Soc.  esp.  Hist.  nat. 

Madrid,  Mayo  1907.) 
Salomón'  (Wilhelrn). — Die  Entstehung  der  Sericitschiefer  in  der  Val  Camo- 

nica  (Lombardei).  ( Versamm.  des  Oberrhein.  geol.   Ver.  zu   Lindau, 

1907. 
SCHMIDT  (C.)  UND  Preiswerk  (H.) — Die   Erzlagerstíitten   von   Cala,    Cas- 
tillo de  las  Guardas  und  AzualcoUar  in  der  Sierra  Morena  (prov. 

Huelva  und  Sevilla).  (Zeitschr.  f.  prakt.  Geol.,  1904,  Heft  7.) 
Seitz  (Adalbert).— Les  Macrolépid.  da  Globe.  6*  et  6^   livrais.   Stuttgart, 

1907. 
SouzA    MoNTEiRO    (José   de). — Elogio    histórico    de    José    María   Latino 

Coelho.  Lisboa,  1898. 
SüROOUF  (M.  Jacques). — Insectes  Dipteres.  Les  Taban.  du  Mus.  roy  d'Hist. 

nat.  ae  Belg.  (Bull.  Mus.  d'Hist.  nat.,  1907,  n°  4. 
SwEDERus  (M.  B.)  —  Linné  och  vaxtodlingen.  Uppsala,  1907. 
TüLLBERG  (Tycho). — Invitat.  pour  assister  á  la  promotion  des  Docteurs  en 

Philos.  dans  la  cathédr.  d'Uppsala.  Uppsala,  1907. 
—  Linnéportriltt.  a  Univers.  vilgnar.  Uppsala,  1907. 
üniversité  royale  d'Upsala.  Invitation  du  recteur  pour  assister  aux  fétes 

du  Bicentenaire  de  Linné.  Uppsala,  1907. 
WiTTROCK  (Veit),  NoRDSTEDT  (Otto),  Lagerheim  (G.) — Algae  aquae  dulcís 

exsiccatae  praecipue  Scandin.  quas  adjectis  algis  mar  chlorophyll.  et 

phycochroni.  Fase.  35.  Lundoe,  1903. 

Noviembre. 

Académie  des  Sciences.  Paris.  ( Comptes  rendus.)  1907,  t.  cxlv,  n°  14. — 
Dofodr:  Observ.  sur  les  affinités  et  l'évolution  des  chicoracées. — 
Mirande:  Sur  l'origine  pluricarpellaire  du  pistii  des  Lauracées. — Dom- 
BROWSKI:  Sur  la  natura  chimique  de  la  matiére  colorante  fondament. 
des  uriñes. — Gerber  et  Ledebt:  Le  chlorure  de  sodium,  sensibilisa- 
teur  des  ferments  végét.=N**  15.— Caullery:  Sur  le  développ.  des 
Épicarides.— Troüessart:  Sur  la  présence  de  Sarcoptides  détriticoles 
dans  les  os  longs  de  l'aile  des  oiseaux. — Héroüard:  Exist.  de  stato- 
blastes  cliez  le  scyphistome. —  Vigdier:  Sur  q.  q.  nouv.  plantes  du 
travertin  de  Sésanne.^N"  16.— DüBAhu  et  Eberhard:  Sur  un  arbre  á 
caoutchouc  du  Tonkin. — Vigier:  Sur  la  réception  de  l'excitant  luini- 
neux  dans  les  yeux  composés  des  Insectes. — Tribot:  Sur  l'évolution 
du  carbone,  de  l'eau  et  des  cendres  en  fonction  de  l'áge  des  plantes. 
— Henry:  Sur  la  loi  psycho-physique:  applications  a  l'énergét.  et  á  la 
photométrie.=N°  17.— Giard  et  Cépéde:  Sur  la  ponte  de  la  Morue 


i20  boletín  de  la  real  sociedad  española 

dans  le  S.  de  la  mer  du  Nord.— Gerber:  Actioh  du  fluorurede  sodium 
sur  la  coagulation  du  lait  par  les  présures  végét. — Hubert:  Esquisse 
de  la  Géologie  du  Dabomey.— Costaxzi:  Les  déplacements  des  má- 
xima de  Tanomalie  positive  et  négative  de  la  pesanteur  relativ.  á  la 
configuration  du  terraiu.=N''  18. — Prilliedx  et  Madblanc:  La  maladie 
du  Sapin  pectiné  dans  le  Jura. — Hekrt;  La  maladie  du  Sapin  dans  les 
foréts  du  Jura. — Maignon:  Mécanisme  de  la  transform.  du  glycogéne 
en  glucose  par  les  tissus  animaux. — Letalle:  Transpar.  et  couleur  de 
l'eau  de  mer  dans  la  Manche. 
Académie  Internationale  de    Géographie  Botanique  Le   Mans.    (Bulletin.) 
1907,  nos  215-216. — Garnier:  L'Herbier  et  la  Nomenclature. — Petit- 
mengin:  Primulaceae  Wilsonianae. — Primulac.  chinoises  de  l'herbier 
de  l'Acad.  internat.  de  Géogr.  Botan. — Maranne:  Plantes  rares  du 
Cantal. — Hervier:  Excurs.  botan,  de  M.  Reverchon  dans  le  massif  de 
la  Sagra. — Olivier:  Les  parasites  des  lichens  franjáis. 
Berliner  Entomologische  Zeitschrift.  1906.  4.  Heft.  — Hotningen-Huene: 
Korrekturen  und  Nachtrage  z.  Lepidopteren-Fauna  von  Krasnou- 
fimsk. — Die  Trifasciata-Ruberata-Gruppe  der  Lepidopt.  Gatt.  Laven- 
tia. — Kieffer:   Beschreib.   neuer   im   Naturbist.   Mus.   zu   Hamburg 
aufbewahrter  Proctotrypiden  und  Evaniiden.  -  Kolbe:  Mitteil.  üb.  die 
Fauna  der  Coleopt.  in  den  Landschaften  südlicb   von  Tscbadsee. — 
ScHULz:    Alte    Hymenopt. — Bischoff:    Hymenopterenstudien. — Sti- 
chel:  Gross-Scbraetterlingeund  Raupen  Mitteleuropas.=1907,  1  Heft. 
— Bastelberger:  Neue  exotische  Geometr. — Grünberg  Neue  afrikan. 
Heteroceren.— Karnt:  Die  Orthopteren-fauna  des  Küstengebietes  von 
Ósterreich-Ungarn. — Thieme:    Familiae    Lemoniidarum    sublementa 
cum  notis.— Bischoff:   Butterñies  und  moths  at  borne. — Seitz:  Gross 
Schmetterlinge  der  Erde. — Verity    Kbopaloc.   palaearctica. — Bach- 
METJEW:  Experim.  Entom.  Studien. 
Catalogue  of  Polish  Scientijic  Literature.  Kraków.  T.  vi,  1906,  nos  m  y  iv, 

t.  vil,  1907,  nos  1  y  11. 
Clínica  y  Laboratorio.  Zaragoza.  1907,  n."  9.— Dominicis:  Sobie  la  nueva 

rea<;ción  de  la  espermina. 
Comisión  del  mapa  geológico  de  España.  Madrid.  (Memorias.)   1907. — Ex- 
plicación del  mapa  geol.  de  España.  Tomo  vi. 
Commissao  do  Servigo  geológico  de  Portugal.   Lisboa.    (Communicagoes.) 
1907,  t.  vil,  fase.  I.— Choffat:   Notice  sur  la   carte  hypsométr.  du 
Portugal. 
Facultad  de  Ciencias  de  Zaragoza.  (Anales.)  1907,  n.°  2.— Navas:  Ornitol. 
de  Aragón. — Ferrando:  TerueUtas  del  Museo  de  Hist.  nat.  de  Za- 
ragoza. 
Gaceta  farmacéutica  española.  Barcelona.  1907,  n.°  116. 
Ingeniería.  Madrid.  1907,  n.os  91-93. 


DE   HISTORIA   NATURAL.  421 

Instituí  océanographique.  Monaco.  (Bulletin.)  1907,  n"  102.— Jaqdet:  Note 
sur  une  forme  jeune  de  Trigla.=^°  103.— Joubin:  Note  sur  les  Bra- 
chiopodes  recueillis  au  cours  des  derniéres  croisiéres  du  Prince  de 
Monaco.=N''  104.— Coutiébe:  Sur  q.  q.  formes  larvaires  d'jEJ«c^^/ioíes. 

Instituto  físico  geográfico.  Sa.n  José  {Costa,  Rica).  1907.— Smith:  Primitiae 
floras  costaricensis  por  H.  Pittier.  Polypetalae  (Pars.) 

Johns  Hopkins  Hospital.  Baltimore.  (Bulletin.)  1907,  n.os  198-199. 

K.  K.  Natitrhisíorischen  Hofmuseums.  Wien.  1906,  Bd.  xxi,  Nr.  2. — 
Heimerl:  (Jb.  ein.  Arteu  der  Gatt.  Xyris  aus  dem  Herbare  des  Wiener 
Hofmuseums. — Pietschmann:  Icbthyol.  Ergebnisse  einer  Reise  nach 
Island,  au  die  atlant.  Küste  von  Marokko. — Steindachner:  Über  Ho- 
mophoH<i  Erlangeri  (n.  sp.)  aus  Abessinien. 

Kaukasischen  Museums.  Tiflis.  (Mitteilungen.)  1907,  Bd.  iii,  Lief  i. — Sa- 
TURNí:  Dachs  und  harder  vom  Ende  der  Bronzezeit  im  Kaukasus. — 
KoBYLiN:  Üb.  einige  interess.  ornithol.  Funde  im  Kaukasus. — Bütur- 
lin:  Notes  on  White-backed  Woodpeckers  and  Rock-Nuthatches. — 
Caucasian  and  Turkestan  Red-backed  shrikes. 

Laboratorio  municipal  de  Higiene  de  Madrid.  (Boletín.)  1907,  t.  vii,  n.os  4-6. 

La  Feuille  des  Jeunes  Naturalistes.  Paris.  1907,  n**  444.— Cépéde:  Sur  les 
Sporozoaires  des  Insectes. — De  Gaulle:  Catal.  des  Hyménopt.  de 
Iirance.=N°  445.— DoLLFUs:  La  Géologie  il  y  a  cent  ans,  en  Angle- 
terre.  — Loiselle:  Sur  la  biologie  de  [q.  q.  Chalastogastra. — Ville- 
neuve:  Catal.  des  Diptéres  de  France. — Darboux  et  SxÉrHAN:  Capture 
de  Palinuriens  longicornes  dans  le  golfe  de  Marseille. — De  Gaulle: 
Catal.  des  Hyménopt.  de  France. 

Le  Naiuraliste.  Paris.  1907,  nos  494  y  495. — Meunier:  Monogr.  des  Doli- 
chopodidae  de  Tambre  de  la  Baltique. — Trouessart:  La  distrib.  géo- 
graph.  des  animaux  vivants  et  fossiles. — Mieg:  Description  de  Lé- 
pidopt.  nouv. — Fritel:  Guide  géolog.  et  paléontol  de  la  región  pari- 
eienne.- Xambeu:  Moeurs  et  métamorph.  des  Staphylin. — Bordas: 
L'appareil  venimeux  de  la  Muraena  helena  L. — -Cléves:  Les  Mammi- 
féres  dans  les  proverbes. — Bougon:  Les  Chevaux  mordants. — Mot- 
TAZ:  Descript.  d'une  nouv.  espéce  de  mammifére  européen. — Etoc: 
La  ponte  et  les  stations  de  ponte  des  oiseaux  de  France. — Noel:  Eris- 
talis  tenax. 

Musée  Teyler.  Haarlem.  (Archives.)  1907,  serie  li,  vol.  xl,  1^"  partie. 

Museum  of  Comparative  Zoólogy.  Cambridge,  Mass.  (Bulletin.)  1907, 
vol.  Li,  n°  5. — Agassiz  and  Clark:  On  the  Echini  coUected  by  the 
U.  S.  Fish  Commis.  Steamer  Albatros. 

Naturae  Novitates.  Berlin.  R.  Friedlander  und  Sohn.  1907,  nos  9-20. 

Neptunia.  Venezia.  1907,  vol.  xxii,  n**  9. — Moretti:  La  pesca  del  pesce 
spada  nello  stretto  di  Messina. — Ccstantini:  Le  valli  di  Mesóla. 

Real  Academia  de  Ciencias  exactas.,  físicas  y  naturales  de  Madrid.  (Memo- 


422  boletín    de   LA    REAL   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

rias.)  1907,  t.  xxv.— Hidalgo;  Monogr.  de  las  especies  vivientes  del 
g.  Cypraea, 

—  (Revista.)  1907,  t.  v,  n.°  9.— Calderón:  Nota  sobre  la  ulmina  natural. = 
N.os  10-12. 

Real  Academia  de  Ciencias  y  Artes  de  Barcelona.  (Memorias.)  1907,  vol.  vi, 
n."  20. — GouRÍ a:  Los  fermentos  de  la  tierra  y  la  alimentación  vegetal. 
=N.°  21. 

Royal  Microscopical  Society.  Lonáon.  (Journal.)  1907,  n"  180.— Mdrray: 
Some  South  African  Tardigrada. — Nelson:  Eye-pieces  for  the  Mi- 
croscope. 

Sociedad  española  de  Física  y  Química.  Madrid.  (Anales.)  1907,  n.°  46. 

Sociedad  nacional  de  Agricultura.  San  José  (Costa  Rica).  (Boletín.)  1907, 
n.°  15. — Peralta:  Abonos  fosfatados. — Herrera:  Suero  antiponzoñosa 
contra  las  mordeduras  de  serpientes.— Koschny:  El  cultivo  y  benefi- 
cio del  tabaco.^Año  ii,  n."  1. — Jiménez:  La  fertilidad  de  la  tierra. — 
El  Bagacillo. — Biollet:  Protección  de  las  ave8.=N°  2.— Biolley:  La 
Agricultura  y  la  Ciencia.— Curación  de  las  mordeduras  de  culebras.— 
Las  granjas  de  experiment.  en  los  Estados  Unidos.— Alfaro:  Carpas 
doradas. 

Societá  italiana  di  Scienze  naiurali.  Milano.  (Atti.)  1907,  vol.  xlvi,  fase.  2.° 
— Dal  Fiume:  Catal.  di  una  collez.  di  uccelli  della  Colonia  Eritrea. — 
Gbiffini:  Studi  sui  lucanidi. — Sordelli:  Le  Flores  de  Palo. — Salmoj- 
RAGHi:  L'avvallemento  di  Tavernola  sul  lago  d'Iseo. 

Société  entomologique  de  Belgique.  Bruxelles.  (Aúnales.)  1907,  t.  51'  n°  ix. 
— Wagner:  Neue  Apioniden  aus  Afrika  aus  dem  Kónigl.  Naturh, 
Mus.  zu  Brüssel. — Scherdlin:  Un  Longicorne  nouv.  pour  la  faune 
d'Alsace.— Gillet:  Genre  nouv.  et  esp.  nouv.  du  groupe  des  Pinoti- 
nae. — Schoüteden:  Sur  q.  q.  Hémipt.  de  l'ile  Maurice.=N°  x. — Bour- 
geois:  Sur  q,  q.  Malacodernes  de  l'Inde. — Crombruggde:  Observations 
microlépid.  faites  á  Kochefort. 

Société  ouralienne  d'amateurs  des  Sciences  naturelles.  Ekaterinoslav.  (Bul- 
letin.)  1907,  t.  xxvi,  cuad.  1.°  (en  ruso).— Cartas  meteorológicas  de 
los  años  1903-1905. 

Société  vaudoise  des  Sciences  naturelles.  Lausanne.  (Bulletin.j  1907,  vol. 
XLiii,  n°  159. — Kool:  Du  retour  périodique  d'une  méme  vie  terrestre. 
Perriraz:  Variatíons  chez  V Astrantia  major. 

Spelunca.  1907,  t.  vii,  n°  48.— Mary:  Les  souterrains  de  Saint-Martín 
(Üise). 

The  American  Naturalist.  Boston.  1907,  vol.  xli,  n°  489. — Williams:  The 
Struct.  of  Cilla,  especially  in  Gastrop. — Reed:  The  Poison  Glands  of 
Noturus  and  Sc/uVieofíes.— Matheson  and  Rüggles:  The  Struct.  of  the 
Silk  Glands  of  Apanteles  glomeratus  L.  — Holder:  The  Nest  of  Kelp 
Fish. 


DE    HISTORIA    NATURAL.  423 

The  Canadian  Entomologist.  London.  Ontario.  1907,  vol.  xxxix,  n°  10. — 
Banks: Perlidae  from  British  Columbia  and  Alberta. — Kirkaldy:  A  few 
Oriental  Geocoridíe. — Bueno:  Diplonychun  and  its  relations  to  other 
Belostomid  genera. — Herrick:  Fumigation  with  Hydrocyanic  gas  for 
Bedbugs. — Grossbeck:  Some  new  sp.  of  West.  Geometr. — Knab:  Cn- 
licid  charact. — Cockkrell:  A  new  Bee  of  the  g.  Antophora. — Giraui.t: 
The  predaceous  habit  of  Folistes  ruhiginosus. — Bradlet:  Boston  mee- 
ting  of  Entom.  Soc.  of  Amer. 

The  Entomologist' s  Record.  London.  1907,  vol.  xix,  n°  9.— Tütt:  Lepidopt. 
of  the  Basses-Alpes. — Rothschild:  Further  notes  on  Trochilium  an- 
drenaeforme  Lasp.— James:  Lepidopt.  notes  from  Freshwater. — 
BoRROws:  Reports  of  Entom.  Soc. — Bankes:  Nemoria  viridata  L.,  ab. 
mathewi  n.  ab. — Graves:  Notes  on  Collect.  Lepidopt.  in  Egypt=- 
N°  10. — Chapman:  On  the  cremoster  of  cert.  Ruralid  pupae. — Tdtt: 
Lepidopt.  of  the  Basses-Alpes. — Wilkinson:  Lepidopt.  in  Cumber- 
land. — Tdtt:  Lepidopt.  of  Savoie.— Bell:  Entomol.  Soc.  and  Scient. 
Records. — Tutt:  Lepidopt.  of  the  Juras.— Donisthorpe:  A  Fortnight 
in  the  Highlands. — Ovenden:  Lepidopt.  Notes. — Tott:  The  Habits  and 
Habitáis  of  Brenthis. — Sich:  Comparison  of  the  Ova  of  Melitaea  atha- 
¿ia  Rott.  and  M.  aurelia  Nick. — Bürrows:  On  Hemithea  aestivaria  Hb. 
— Burr:  Synopsis  of  the  Orthopt.  of  West.  Europe. 

The  Wilson  Bulle tin.Oherlíu,  Ohio.  1907,  vol.  xiv  (new  Ser.),  n''2. — Taver- 
ner  and  Swales:  The  Birds  of  Point  Pelee.  — Widmann:  Spring  Migra- 
tion  Anoraalies.— Soüfeldt:  On  the  Broadwinged  Hawk.— Schantz: 
Our  Bird-Bath. — Hont:  On  Rubythroats. 

The  Zoologist.  London.  1907,  u°  796. — Patterson:  Some  Holiday  Notes 
from  Breydon. — Selous:  On  the  Question  of  Sexual  Select.  in  Birds. 

Weather  Burean  Manila.  (Bulletin.)  December,  1906. 

—  1907.  The  Rainfall  in  the  Philipp,  by  Saderra  Masó. 

Wiener  Entomologische  Zeitimg.  Wien.  1907,  xxvi  Jahrg.,  x  Heft. — Apfel- 
beck:  Z.  ?ióhlenfauua  der  Balkanhalbinsel. — Reitter:  Leonhardella 
Setinki  n.  sp.— Meissner:  Kannibalismus  bei  Coccineliden. — Meli- 
char:  Z.  Monogr.  der  Issiden  (Homopt.)  — Distant:  On  the  g.  Valle- 
riola. — Hetschko:  Der  Ameisenbesuch  bei  Centaurea  montana  L. — 
Reitter:  Coleopt.  Not. — Absolon:  Zwei  neue  Collembolen-Gatt. — 
Reitter:  Übersicht  der  Anilocharis- Kri^n. 

Zoological  Society  of  London.  (Proceedings.)  1907,  pages  447-746. 

Zoologischer  Anzeiger.  Leipzig.  1907,  Bd.  xxxii,  n°  7. — Kofoid:  The  plates 
of  Ceratium. — Ostroumoff:  Zur  Entwicklungsgesch.  des  Sterlets. — 
Gandolfi:  Ein  sekundarer  Geschlechtsunterschied  bei  Lygosoma 
smaragdinum. — Reh:  Mechanisches  und  wissenschaftliches  Sam- 
meln.— Stechow:  Neue  japan.  Athecata  und  Plumular. — Gjorgewic: 
Zur  Kenntnis  der  Diaptomiden  Serbien8.=N*'  8.— León:  Sur  la  fenes- 


424  boletín    de    LA    REAL    SOCIEDAD   ESPAÑOLA 

tration  du  Bothriocephalus  latus. — Hirschler:  Üb.  regulatorische  Vor- 
gange  bei  Hirudineen. — Strand:  Verzeichuis  der  bis  jetzt  bei  Mar- 
burg  von  Prof.  Zimmermann  aufgefund.  Spinnenarten.  — Popta:  Eiui- 
ge  Fischarten  aus  China.— Ziegler:  Was  ist  ein  Instinkt?=Nos  9-10. 
— Barbierí:  Forme  larvali  del  Cyclosínma  elegans  Drap. —  Tornier: 
Nachweis  üb,  das  Entstehen  von  Albinismus,  Melanismus  und  Neo- 
tenie  bei  Froschen.— Fürhmann:  Die  System,  der  Ordnung  der  Cyclo- 
phyllidea.— ScHMlD:  Einige  nene  Castanelliden-Arten. — Dahb:  Über 
die  Anwendung  Syetemat.  Ñamen. 


Barras  de  Aragón  (Francisco  de  las). — Discurso  leído  en  la  apertura  del 
curso  de  1907  á  1908  en  la  Universidad  de  Oviedo.  Oviedo,  1907. 

Cabrera  Latorre  (Ángel). — Micromamíf.  nuevos  españoles.  (Bol.  de  la 
R.  Soc.  esp.  de  Hist.  nat.  Madrid,  Junio  1907.) 

Calderón  (Salvador). — Sobre  la  apreciación  de  las  líneas  de  exfoliación  y 
de  contacto  regular  en  los  minerales.  (Bol.  de  la  R.  Soc.  esp.  de  Hist. 
nat.  Madrid,  Junio  1907. 

Centenario  della  Cátedra  di  Zoología  nella  R.  Universitá  di  Napoli.  Na- 
poli,  1907. 

Fernández  (Mauro).— La  Anquilostomiasis  y  la  Agricultura.  San  José. 
Costa  Rica,  1907. 

García  Mercet  (Ricardo).— El  género  «Prosopigastra».  (Bol.  de  la  R.  Soc. 
esp.  de  Hist.  nat.  Madrid,  Julio  1907.) 

HERNÁNDEZ-PAcnEco  (Eduardo). — Los  martillos  de  piedra  y  las  piedras 
con  cazoletas  de  las  antiguas  minas  de  cobre  de  laj  Sierra  de  Córdo- 
ba. (Bol.  de  la  R.  Soc.  esp.  de  Hist.  nat.  Madrid,  Julio  1907. 

Jiménez  de  Cisneros  (Daniel).— El  Maigmó  y  sus  alrededores.  (Bol.  de  la 
R.  Soc.  esp.  de  Hist.  nat.  Madrid,  Junio  1907.) 

—  Excursiones  por  los  alrededores  de  la  Sierra  del  Cid.  (Bol.  déla  R.  Soc. 
esp.  de  Hist.  nat.  Madrid,  Julio  1907. 

Muñoz  del  Castillo  (José). — Primera  nota  sobre  la  radiactividad  de  las 
aguas  Lérez.  (Anales  de  la  Soc.  esp.  de  Fís.  y  Quím.  Madrid,  Octu- 
bre 1907. 

Museo  de  Ciencias  Naturales  de  Madrid.  índice  general  de  las  colecciones 
expuestas  en  la  sala  de  Mineralogía.  Madrid,  1907. 

Observatorio  Astronómico  de  Cartuja  (Granada).  Eclipse  total  de  Sol  del 
30  de  Agosto  de  1905.  Granada,  1905. 

Perthes  (Justus).— Geographen-Kalender.  5.  Jahrgang.  Gotha,  1907. 


DE    HISTORIA   NATURAL.  435 


Diciembre. 


Académie  des  Sciences.  Paris.  (Comptes  rendus.)  1907,  t.  cxlt,  n"  19. — 
Delage  et  De  Beauchamp;  Etiide  comparat.  des  phénols  comme  agents 
de  parthénogen. — Lépine  et  Boulud:  Sur  le  sucre  du  plasma  sanguin. 
Hubert:  Sur  un  massif  de  granite  alcalin  au  Dahomey. — Duparc:  Sur 
l'ouralitisation  du  pyroxéne. —  Guilliermonu:  Sur  la  struct.  du  grain 
d'aleurone  des  Graminées. — Daniel:  Production  expérim.  de  raisins 
múrs  sans  pépins. — Léger  et  Duboscq:  L'évolut.  des  Frenzelina  (n.  g.), 
Grégarines  intestin.  des  Crustacés  décap. — Bertrand:  Classific.  des 
Zygopteridées. — Legendre:  Variations  de  densité  et  de  teneur  en 
oxygéne  de  l'eau  des  mers  supralittorales.=N°  20. — Lacrois  et  De 
Scholten:  Sur  une  nouv.  esp.  minér. — Berthelot:  Sur  la  coloration 
de  certaines  pierres  précieuses  sous  les  infiuences  radioact. — Deprat: 
Les  produits  du  volcan  Monte  Ferru  (Sardaigne). — Güillemaru  et 
Moog:  Influence  du  climat  d'altitude  sur  la  déshydrat.  de  l'organis- 
me. — Marage:  Développ.  de  l'energie  de  la  voix. — Gerber:  Sur  la 
coagulation  du  lait  par  les  présures  végét. — Mercier:  Sur  la  mitose 
des  cellules  á  Bacillus  cuenoti. — LÉGER:Un  nouv.  Myxomyc,  endo- 
paras.  des  Insectes.=]SI°  21. — Gaubert:  Sur  la  réprod.  artific.  de  la 
barytine,  de  la  célestine  et  de  l'anglesite. — Molliard:  Sur  le  développ. 
des  piquants  chez  VTJlex  europceus.—Ducknr:  Anomal,  flor,  dues  á 
des  actions  mécan. — Boütan:  Traitem.  des  caféiers  contre  le  Xylo- 
trechus  quadrupes  (Chevrotat)  (Borer  indien). — Robinson:  Etude  des 
séro-appendices  epiploiques  (Omentula). — Bertrand:  Sur  les  nappes 
de  charriage  á  Test  de  la  Nestle. — Chaput:  Sur  un  anclen  cours  de  la 
Loire  pliocéne=N''  22. — Leclerc:  Sur  la  forme  primit.  de  la  figue 
mále. — Mangin:  Sur  la  «Maladie  du  Eouge>  chez  le  Sapin. — Becque- 
rel:  Sur  un  cas  d'autotomie  du  pédoncule  floral  du  Tabac. — Clave- 
ríe:  Sur  q.  q.  Cyperac.  textiles  de  Madagascar. — Leprince:  Contrib.  á 
l'étude  chim.  du  Gui  (Yücum  álbum). — Gaui.tier  et  Chevalier:  Ac- 
tion  physiol.  du  Gui. — Loeb:  Sur  la  parthénog.  artific. — Roule:  Sur  la 
morphol.  des  colonies  d'Alcyonaires. — Pelourde:  Sur  la  position  sys- 
témat.  des  tiges  fossiles  appelées  Psaronius,  Psaroniocaulon,  Cau- 
lopteris. 

Academy  of  Natural  Sciences  of  Philadelphia.  (Proceedings.)  1907,  vol.  Lix, 
part  I.— Gillette:  Chermes  of  Colorado  Conifers.— Rehn:  On  Orthopt. 
from  Southern  Arizona. — Nelson:  The  Morphol.  of  Dinophilus  Con- 
klini. — Heath:  A  ííew  Turbellarian  from  Hawaii. 

Archives  néerlandaises  des  Sciences  exactes  et  naturelles.  La  Haye.  1907, 
t.  XII,  5"  livrais. — Einthoven:  L'enregistr.  des  bruits  du  coeur  de 
l'homme. 


426  boletín    de   LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Casopis.  Praga.  1907.  Rocnik  iv,  cislo  3. — Joukl:  Nova  odruda.  Col,  myr- 
midone.  jEsp.— Lokay:  Eine  neue  Aleochara  aus  dem  Subgeu.  Cera- 
nota  Steph. — Agnesia  n.  gen.  m.  Descript.  d'un  genre  nouv.  de  Pséla- 
phides. — Descript.  d'une  esp.  nouv.  de  genre  myrmécoph.  Oochrotus 
Lucas. — Roobal:  Nekolik  koleopterol.  poznámek. — Rambouska,  Rou- 
BALA,  LoKAYE,  KuBESE,  SüSTEUY:  Fauna  Bohémica. 

Clínica  y  Laboratorio.  Zaragoza.  1907,  n"  10. 

Deutsche  Entomologische  Zeitschrift.  Berlín.  1907,  6  Heft. — Roeschke: 
Carab.  Subg.  Imaibius  Bates  (Col.) — Horn:  Cicindelites  Armissanti 
Meun. — Wasmann:  Üb.  einige  Paussiden  des  Deutsch.  Entom.  Natio- 
nal,—Mus.  (Col.) — Schmidt:  Neue  Aphodiinen  des  Naturhist.  Mus.  zu 
Hamburg  (Col.) — Zwei  neue  Variet.  von  Aphod.  Schenklingi  Schmidt 
(Col.) — Bergroth:  Z.  «Catal.  Coleopt.  Europae,  Ed.  ii». — Bickhardt: 
Monstrose  Tibien-  und  Tarsenbildung  bei  Carabiis  cancellatus  lUig 
(Col.) — Grünberg:  Zwei  neue  Hesperiiden  aus  Deustch-Ostafrika 
(Lep.) — Bergroth:  Z.  Kenntnis  der  Gatt.  Nagusta  StSl. — Eine  neue 
Art  der  Gatt.  Vitiimmus  Stal. — Creighton:  Über  Schistocerca  pe- 
regrina L. — Über  die  Verbreitung  von  Glossina  i^alpalis  Wellmani 
Aust.  (Dipt.) 

Field  Columbian  Mtiseiim.  Chicago.  Botan.  Series.  1907,  vol.  n,  n"  4. — 
Greenman:  Stud.  in  the  g.  Citharexylum.=N°  5. — Millspaugh:  Flora 
on  the  Sand  Keys  of  Florida.=Geo¿.  Series.  1907,  vol.  iii,  n"  5.— Far- 
rington:  Analyses  of  Iron  Meteorites. =i2e2)orí  Series.  1907,  vol.  iii, 
n°  l.^=Zool.  Series.  1907,  vol.  viii. 

Gaceta  farmacéutica  española.  Barcelona.  1907,  n°  117. 

Ingeniería.  Madrid.  1907,  n  os  94-96. 

Institució  catalana  d'Historia  natural.  Barcelona.  (Butlleti.)  1907,  n.os5-6. 
— Tomás:  Excursió  á  Rosas,  Cadaqués  y  Cap  de  Creus. — Garcías:  In- 
sectes  de  Mallorca. — Font:  La  andesita  anfibólica  de  Vilacolúm  (Em- 
pordá).=N°  7. — Caziot  et  Fagot:  Études  malacol.  sur  q.  q.  esp.  asiat. 
— Pau:  Un  puñado  de  plantas  mallorquinas. — Marcet:  Viola  torresii. 
— Soler:  Sobre  la  presencia  del  <Selache  Maxima>  Cuvier  en  el  Me- 
diterrá. — Esteva:  Nota  botánica. 

La  Feuille  des  Jeunes  Naturalistes.  Mulhouse.  1907,  n°  446. — Lecointre: 
Les  formes  infér.  de  la  vie  dans  les  Faluns  de  Touraine. — Lambert: 
Echinides  des  Faluns  de  la  Touraine. — Laville:  Le  quatern.  á  indus- 
trie chelleo-monstérienne  des  Dunois.— Loiselle:  Note  sur  la  biol. 
de  q.  q.  Chalastogastra. —  Villeneüve:  Contrib.  au  Catal.  des  Dipt.  de 
France. — Caziot  et  Thieüx:  Sur  les  tubercules  dentiformes  chez 
q.  q.  Héliciens. 

Las  Baleares.  Palma  de  Mallorca.  1907,  n.°  82. 

Le  Naturaliste.  Paris.  1907,  nos  496-497.— Meunier:  Monogr.  des  Doli- 
chopod.  de  Tambre  de  la  Baltique.— Thierrt-Mieg:  Descript.   de  Le- 


DE   HISTORIA   NATURAL.  427 

pidopt.  nouv.  —  Xambeu:  Moeurs  et  métamorph.  des  Staphylin. — 
Fritel:  Guide  géol.  et  paléont.  de  la  región  parís. — Chrétien:  Micro- 
lepidopt.  nouv.  pour  la  Fauna  fran9. — Boüssac:  La  Huppe  dans  l'an- 
cienue  Egypte. — Etoc:  La  ponte  et  les  stations  de  ponte  des  oiseaux 
de  France. — Meünier:  Une  fouille  dans  le  pare  de  Grignon. 

Musée  Zoologique  de  lAcadémie  impériale  des  Sciences  de  St.  Pétershurg. 
(Annuaire.)  1907,  t.  xit,  n°  2.  (En  ruso.) 

Neptunia.  Venezia.  1907,  vol.  xxii,  n°  10. — Nalato:  Pesci  rari  sul  mercato 
di  Venezia. 

Novitates  Zoologicae.  Tring.  1907,  vol.  xiv,  n°  2. — Hellmatr:  On  a  Collect. 
of  Birds  of  Eío  Madeira,  Brazil.— Rothschild:  New  Amer.  Saiurniidae 
and  Ceratocampidae. — Rothschild  et  Hartert:  Notes  on  Papuan 
Birds. — List  of  Collect.  of  Birds  of  British  New  Guinea. — Hartert: 
Notes  on  African  Birds. — Kothschild:  Some  Notes  on  Cassowaries. — 
Foersterand  Rothschild:  A  new  Tree  Kangaroo. — Rothschild:  A  new 
Race  of  Orycteropus. — A  new  Spec.  of  Sphingidae. — Some  new  Hi- 
mantopterinae. 

Revue  suisse  de  Zoologie.  Genéve.  1907,  t.  15,  fase.  2. — Bedot:  Madrépo- 
raires  d'Amboine. — Roxix:  Q.  q.  esp.  de  Rept.  et  Amphib.  du  Pérou. — 
Santsohi:  Fourmis  de  Tunisie. 

Rivista  coleotterologica  italiana.  Camerino.  1907,  nos  8-11. — Mainardi:  Ba- 
rynoius  solarii  n.  sp. — Leoni:  Le  Meloe  italiani. 

Sociedad  aragonesa  de  Ciencias  naturales.  Zaragoza,  (Boletín.)  1907,  n.os  4-7. 
— Juan:  Explorac.  arqueol.  en  el  cerro  del's  Bancalete. 

Sociedad  científica  «Antonio  Alzata.  México.  (Memorias  y  Revista.)  T.  24, 
n.°6,  1906. — Alemán:  Notas  biológ.=N.os  7-9,  1907.— Ddgés:  Notes 
sur  Bromatologie  animale. 

Sociedad  española  de  Física  y  Química.  Madrid.  (Anales.)  1907,  n.°  47. — 
Muñoz  del  Castillo:  Radiactiv.  de  líquidos  por  la  emanación  de  los 
minerales  activos  de  San  Rafael  del  Espinar. 

Sociedad  nacional  de  Agricultura.  San  José  de  Costa  Rica.  (Anales.)  1907, 
n.°  3. — Biollet:  La  Comisión  de  Parasitol.  agrie,  de  México. — Alparo: 
Veneno  de  las  serpientes  de  coral.— Biollet:  El  origen  de  la  papa 
cultivada.  -N.°  4.— Alfaro:  Flores  de  Palo. 

Sociedade  Broteriana.  Coimbra.  (Boletim.)  1906,  t.  xxii. 

Sacíete  helge  d'Astronomie.  Bruxelles.  (Bulletin.)  1907,  nos  9-10.— Lagran- 
ge:  Prem.  assemblée  de  l'Associat.  internat.  de  sismologie. — Oddone: 
Tremblem.  de  terre  et  taches  solaires. 

Société  Botanique  de  France.  Paris.  (Bulletin.)  1907,  t.  54^— Finet:  Orchi- 
dées  (Sarcanthées)  africaines. 

Société  impériale  des  Naturalistes  de  Moscou.  (Bulletin.)  1906,  nos  3_4. 
(En  ruso.) 

Société  portugaise  des  Sciences  naiurelles.  Lisbonne.  (Bulletin.)  1907,  vol.  i. 


4Í8  boletín    de    la   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

fase.  2. — Sampaio:  Sur  Ranunculus  gregariuH  Brot. — Seabra:  Sur  les 
Ferdrix    du   Portugal. — Oiseaux  d 'Angola. — ^Cétacés  du  Portugal. — 
Silva  Ta vares:  Trois  Cécidomyes  non v.— Cámara  Pestaña:  Maladie 
des   Chátaigniers. — Luissier:   Mousses    nouv.   de    Madére. — Franca: 
Sur  les  altérations  du  Bacillus  leprae. 
Société  Zoologique  de  France.  París.  (Bulletin.)  1906,  t.  xxxi. 
The  American  Naturalist.  Boston.  1907,  n°  490. —  Grabau:  Studies  of  Gas- 
trop.— Allen:  Mutations  and  the  Geogr.  Distrib.  of  Nearly  Related 
Spec.  in  Plants  and  Animáis. 
The  Canadian  Entomologist.  London.  1907,  vol.  xxxix,  n°  11. — Cockerell: 
A  Fossil  Butterfly  of  the  g.  Chlorippe. — Lowell:  The  CoUetidae  of 
South-   Maine. — Bremner:    New   Coccidae   from    California. — Smith: 
Notes  on  the  Brephidae.— Pearsall:  Our  spec.  of  Nyctobia. — A  new 
Platsea. — Coolidge:  The  Araneina  of  Santa  Clara  County,  California. 
Heath:  Catocala  titania.— Swett:  Geometrid  Notes. — Grinnell:  Le- 
monias  Quino.— Tatlor:  The  Eupithecia  Fletcherata. — Morden:  Su- 
garing  for  moths  in  autumn. 
The  Entomologist' s  Record.  London.  1S)07,  vol.  xix,  n"   11. — Jones:  Lepi- 
dopt.  in  Hungary  in  June. — Bürrows:  Notes  on  Hemithea  ¿estivaria 
Hb. — Bull:  «Collectors>. — Burrows:  An  october  Evening  at  Mucking. 
— Burr:  Orthopt.  in  East  Kent  in  1907. — Mitford:  Paracymus  seneus 
Germ.— DoNiSTHORPE:    Myrmecoph.   Notes. — Beare:  Coleopt.  in  the 
West  of  England. 
The  Johns  Eopkins  Hospital.  Baltimore.  (Bulletin.)  1907,  vol.  xviii,  n°  200. 
The  Zoologist.  London.  1907,  n°  797. — Distant:  Extermination  in  Animal. 

Life. — Clark:  An  Annotated  List  of  Cornish  Fishes. 
United  States  Geological  Survey.  Washington.  (Bulletin.)  1906,  nos  279  y 
286. — BuTTS  and  Woolsey:  Economic  Geology  of  Pennsylvania.^ 
N°  2in.— Fknxkman  and  Gale:  The  Yampa  Goal  Field,  Routt  County, 
Colorado.=1907,  n"  303.— Ransome:  On  Goldfield,  Bullfrog  and  other 
mining  Districts  in  South.  Nevada.^N"  ;305. — Hillkbrand:  The  Ana- 
lysis  of  Silicate  and  Carbonate  Rocks.=N°  306.— Gilbert:  Rate  of 
Eecession  of  Niágara  Falls.=N°  307.  — Gannett:  Manual  of  topogr. 
methods.=N°  310.— Gannett:  Primary  triangul.  and  primary  traverse. 

—  (Mineral  resotirces  of  the  United  States.)  1905. 

—  ( Monographs.)   Vol.  l.— Hollick:  The   Cretac.  Flora  of  South.  New 

York  and  New  England. 

—  (Water-Supply  and  Irrigation  Paper.)  1906,  nos   182-183.— Leverett: 

Flowing  Wells  and  Munic.  Water  Supplier  of  Michigan.=N''  187.— 
Barrows  and  Horton:  Determin.  of  Stream  Flow  during  the  Frozen 
Season.=M"  1 88. —Lee:  Water  Resources  in  New  Mexico.=N°  189.— 
Phelps:  The  prevention  of  Stream  pollution  by  Stramboard  Waste. 
Wissenschaftliche  Insektenbiologie .  Schoneberg.  Berlin.  (Zeitschrift.)  1907, 


DE    HISTORIA   NATURAL.  429 

Bd.  111,  Heft  6  u.  6. — Nieden:  Der  sex.  Dimorph.  der  Antennen  bei 
den  Lepidopt.— HoRMuzAKi:  Definition  des  ArtbegriíFes. — Przibram: 
Die  Lebensgesch.  der  Gottesanbeterinnen. — Fiebrig:  Eine  Wespen 
zerstc^rende  Ameise  aus  Paraguay. — Meissner:  Die  Farbung  der  Flü- 
geldecken  von  Coccinella  quadripundata. 
Zoologischer  Anzeiger.  Leipzig.  1907,  Bd.  sxxii,  n°  11. — Bogolepow: 
Wachstum  und  Leben  der  Kolon.  der  «Tendrá  zostericola>  an  den 
Glfisern  der  Aquarien. — Vax  Leeuwen:  Üb.  das  Fixieren  von  Insek- 
tenlaiven. — Fernández:  Üb.  zwei  Organe  junger  Kettensalpen.— Se- 
lensky:  Über  den  Bau  und  die  Entwicklung  der  sogenannten  Urnen 
der  Sipunculiden.=^Nos  12-i3. —  Verhoeff:  Über  Diplopoden. — Wood- 
land:  a  Curious  Instance  of  Polymely  in  the  Common  Frog. — Van 
Douwe:  Zur  Copepodenfauna  von  Java  und  Sumatra. — Steinmann: 
Eine  polypharyngeale  Planarie  von  Neapel. — Cohn:  Üb.  die  Schup- 
pen  der  Seitenlinieeiniger  Scopeliden. — Jaderholm:  Über  einige  nord. 
Hydroiden. — León:  «Diplogonoporus  brauni>. — Prowazek;  Bemerk. 
zu  dem  Anfsatz  «Beitr.  z.  Kenntnis  der  Flagellaten>  von  Awerinzew. 
— Von  Afáthy:  Meine  angebliche  Darstell.  des  J.scans-Nervensyst. — 
Pace:  On  an  Improved  System  of  Eecording  for  use  in  Faunistic 
Work.— Dahl:  Das  mecbaii.  Sammeln  ais  wissensch.  Forschungs-me- 
thode.— Meisenheimer:  Extirpation  und  Transplantation  der  Ges- 
chlecbtsdrüssen  bei  Schmetterlingen. 


Annuario  del  Circolo  matem.  di  Paiermo.  1907. 

Bolívar  (I.) — Description   d'une   esp.  nouv.  d'Orthopt.  de  la  Famille  des 

Blattidés   (Ectobia  Kervillei  Bol.)   (Bull.   de  la   Soc.  des  Amis  des 

Se.  nat.  de  Rouen,  1907.) 

—  Les  blattes  myrmécophiles.  (Bull.  Soc.  entom.  suisse,  vol.  xi,  3. 

—  Revisión  des  Epbippigerinae.  (Ann.  des  Se.  nat.  Zool.,  1907. 
BüCKiNG  (H.) — Über  die  Pbonolithe  der  Rhon  und  ihre  Beziehungen  zu 

den  basalt.  Gesteinen.  (Sitzungsber.  der  K.  prense.  Akad.  der  Wis- 
sensch., XXXVI,  1907.) 
GioKDANo  (Domenico). — Escura,  scient.  nel  mare  e  nel  territorio  di  Avola 
(in  Sicilia.  Bologna,  1891. 

—  Ittiologia  del  GoLo  di  Gaeta.  Napoli,  1890. 

—  Nozioni  di  Aritmética  razionale.  Ragusa.  1900. 

—  Pagine  di  Scienza.  Napoli,  1904. 

—  Ricordi  di  un  naturalista.  Gaeta,  1891. 

—  Specie  ornitol.  delle  due  Kaguse  (Sicilia).  Milano,  1907. 

—  Sulla  necess.  dell'insegnam.  della  St.  natur.  negli  Istituti  Nautici.  Mi- 

lano, 1907. 


430  boletín    de    LA   REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Martínez  Núñez  (P.  Zacarías).— La  finalidad  en  la  Ciencia.  Madrid,  1907. 
Muñoz  del  Castillo  (José).— Segunda  nota  sobre  la  radiactividad  de  las 

aguas  Lérez.  (Anal,  de  la  Soc.  esp.  de  Fís.  y  Quím.,  Nov.  1907.) 
NicKLÉs  (Rene)  et  Joly  (Henri).— 8ur  la  tectonique  des  terr.  second,  du 

Nord  de  Meurthe-et-Moselle.  (Bull.  Soc.  geol.  de  France,  i'  serie, 

t.  VII.  París,  1907. 
ScHULTHEss  Rechberg. — Vespidcu  von  Madagascar,  den   Comoren   und 

Ostafrika.  (Voeltzkow  Reise  in  Ostafrika  in  den  Jahren   1903-1905, 

Bd.  n.  Stuttgart,  1907. 


ÍNDIÜE  ALFABÉTICO 

DE   LOS    GÉNEROS   Y    ESPECIES   MENCIONADOS    Ó    DESCRITOS 

EN    EL    TOMO    VII   DEL   BOLETÍN 

DE    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA    DE    HISTORIA   NATURAL  (1) 


Acanthoceras,  212,  214. 
Acmaeodera,  205,  268. 

-  Belli,  205. 

-  morio,  205. 

-  **  Satanula,  205. 

-  yunnana,  205. 
Actinurus  Neptunius,  39fi. 
^deomyia,  191. 

JEdes,  192. 
Ágata  blanca,  117. 
Agua,  97,  152,  376,  377. 
Albita,  153,  242. 
Allium  polyanthum,  126. 

-  *  rotundum,  126. 
Alumbre,  270. 

Amanita  excelsa  cariosa,  103. 

-  pantherina  cariosa,  103. 

-  vaginata,  103. 

Ammonites,  117,  118,  120,  121,  169, 

212,  213,  273,  275,  277,  407. 
Amphitragalus  cf.  glacilis,  358. 
Amusium  cristatus,  236. 
Aualcima,  189. 
Ancistromma,  294,  295. 
Andesita,  80,  269,  271. 
Anfibol,  241,  269. 
Anguillula  stercoralis,  396. 
Anhidrita,  253. 


Anopheles,  191. 

Anthracotherium  magnum,  358. 

Antimonita,  282. 

Apatito,  163,  164,  188,  189,  386, 

Aplita,  247. 

Aptychus,  118,  119,275,407,410. 

-  angulicostatus,  275. 

-  lamellosus,  123. 

-  punctatus,  123,  401. 
Aquilegia,  159. 
Arabis  alpestre,  124. 
Aragays,  103. 

-  holets  de  cabra,  103. 

-  cabra,  103. 

-  escarlet,  103. 

-  fredelichs,  103. 

-  gualbaras,  103. 

-  llatarolas,  103. 

-  moUerichs,  103. 

-  pampinellas,  103. 

-  pebrasos,  103. 

-  pijacunill,  103. 

-  pirnpinellas,  103. 

-  pinetells,  103. 

-  puagras,  103. 

-  suroy,  103. 
Aragonito,  163. 
Arcbeocyathus  Marianas,  280. 


(1)  Un  asterisco  *  indica  que  el  género  ó  especie  á  que  precede  está  descrito  en 
este  tomo  y  dos  asteriscos  **  que  se  describe  por  primera  vez.  Sólo  figuran  en  el  ín- 
dice las  variedades  nuevas.  Los  nombres  vulgares  van  de  cursiva. 


432 


boletín  de  la  real  sociedad  española 


Arcilla,  97,   137,  158,  210,  211,  214, 
234,  269,  276,  280,  370,  375. 

-  abigarrada,  369. 

-  glauconífera,  211. 

-  triásica,  370. 

Arena,    168,  340,   345,  346  366,  366, 

367. 
Arenisca,  81,  212,  236,  247,  272,  278, 
27  r,  280. 

-  de  Bussaco,  368. 

-  micácea,  277. 

-  verde,  232. 
Argoptochus,  324. 
Arietites,  408. 
Arisarnm,  129. 

-  simorrhinum,  129. 

-  vulgare,  130. 
Ascalaphus  hispanicus,  116. 
Ascaris,  396. 

Asida,  52. 

-  acuticosta,  336. 

-  Chauveneti,  337. 

-  Favieri,  337. 

-  inquinata,  338. 

-  Kraatzi,  337. 

-  marginicollis,  338. 

-  morae,  338. 

-  Olcesei,  336. 

-  Paulino!,  338. 

-  pusillima,  338. 

-  pygniEea,  338. 
Assilina  exponens,  232,  233. 
Asterionella  formosa,  395. 
Atropis  distans,  127. 
Augita,  243.  386. 
Auricalcita,  355. 

Azufre,  161,  165,  167,  233,  235,  236. 
Azurita,  282. 
Bacillus,  92. 

-  Culi,  114. 

-  Eberth,  114. 

-  virgula,  114. 
Bacterium  colerigeno,  140. 

-  coli,  139. 

-  coli-commune,  142. 

-  Eberth,  139,  142. 

-  virgula,  139. 
Baculites  neocomiensis,  276. 
BaUx'na  i'ostrata,  314. 
Balsenoptera  rostrata,  314. 


Ballena,  314. 

Baritina,  163,  164. 

Barrilito,  341. 

Basalto,  80,  188,  341,  342,  343,  346, 

347,   363,   364,   365,   372,  374, 

375,   376,   386. 

-  nefelínico,  376. 
Becerro,  102. 
Beggiatoa  alba,  396. 
Belemnitella,  275. 
Belemnites,  211,  214,  276,  407. 

-  bicanaliculatus,  276. 

-  bipartitus,  276. 

Blenda,  151,  220,249,270,  271,  282. 
Boletus  chrysenteron,  104. 

-  edulis,  103,  104. 

-  granulatus,  103,  104. 

-  obsonium,  v.  buxeus,  103,  104. 
Buey,  365. 

Bupleurum  Gerardi,  411. 

Caballo,  220. 

Cabra,  268. 

Cabritillos  teratológicos,  392. 

Calabaza,  366. 

Calamina,  163,  220. 

Calcedonia,  116. 

Calcita,  95,  119,  163,  188. 

Calcopirita,  270,  282. 

Caliza,  82,  95,  119,  136,  139,  153, 
164,  174,  175,  213,  231,  233, 
234,  236,  237,  269,  270,  271, 
277,  278,  280,   368. 

-  amarillenta,  119. 

-  blanca,  116. 

-  compacta,  401. 

-  cretácea,  369,  370,  377. 

-  dolomítica,  121,  271. 

-  gris  azulada,  117,  119. 

-  negra,  116. 

-  nodulosa,  122. 

-  nummulítica,  234. 

-  oolítica,  163. 

-  pizarrosa,  122. 

-  roja,  119. 

-  rosada,  401. 
Camello,  366,  367. 

Canis  lupus,  194,  195,  196. 

-  -  *  deitanus,  195,  197. 

-  -  lupus,  195. 

-  -  *  signatus,  196,  196,  197. 


DE    HISTORIA   NATURAL. 


433 


Caolin,  24T,  270,  374. 

Caracol,  368. 

Carciuops  (Cissister)  *  Fuentei,  318. 

Casiterita,  241. 

Cebolla,  367. 

Celestina,  165. 

Centaurea  Cadevallii,  126. 

-  Hanrii,  var.  melauolepis,  126. 

-  ochrolopha,  126. 
Ce^iteno,  366,  367. 
Cerdo,  101. 

-  teratológico,  392. 
Cerithinm,  82. 

Cerusita,  164,  22C,  242,  270. 
Cervus,  22C. 
Chacal,  195. 
CharcharoJon,  280. 
Chavéis  niarrocs,  232. 
Clamydoselache  anguinea,  208. 
Clilamydoselachus  auguineus,  187, 
208. 

-  Lawleyi,  209. 
Chlora  imperfoliata,'l26. 
Ciervo,  289,  291,  292. 
Cinabrio,  162,  164, 
Cladodus,  209. 
Closterium,  68. 

-  Ehrenbergii,  66. 

-  grdcile,  66. 

-  intermedium,  66. 

-  Jenneri,  66. 

-  rostratum,  66. 
Clypeaster,  82,  280. 
Cobaltina,  245. 
Cobaya,  140,  141. 
Cobre,  151,  289,  292. 
Cooconeis  pediculus,  395. 

-  placcutula,  395. 
Cocconoma  cistula,  396. 
Coeloceras  crassus,  403. 

-  subarmatus,  403. 
Coleps  cuadricornis,  396. 

-  hirtus,  396. 
Coprinus,  221. 
Cordierita,  270. 
\  orindou,  243. 
Cornicabra,  228. 

Cjrynephorus  canescens,  var.   ma- 
rítima, 127. 

Cosmarium,  68. 

T.  VII.— Diciembre,  1907. 


I    Cosmarium  Brevissonii,  66. 

-  Ralfsii,  66. 
Crioceras,  214. 
Criolita,  256,  257. 
Crocidura  caudata,  223. 

-  cyprla,  223. 

-  mimula,  223. 

-  monacha,  223. 

-  pulchra,  224. 

-  rnssuia,  223. 

-  -  monacha,  224. 

-  -  **  pulchra,  223. 
Cryptoceras,  407. 
Cuarcita,  152,  269,  28C. 

Cuarzo,  96,  153,  169,  241,  263,  270, 
282,  283,  369. 

-  hematoide,  212. 

-  hematoideo,  369. 

-  hialino,  154. 
Culex,  192. 
Culiseta,  192. 
Cyclops  coronatus,  396. 

-  viilgaris,  396. 
Cyclotella  autiqua,  395. 

-  Kutzingiana,  395. 
Oymbella  Ehrenbergii,  395. 

-  subaequalis,  395. 
Cynosurus  elegans,  128. 

-  polybracteatu?,  128. 
Dacita,  270,  271. 
Daphnia  pulex,  396. 
Deinocerites,*181. 
Denticula  frígida,  395. 
Deschampsia  coespitosa,  var.  **  Lie- 

nasii,  132. 
Desmidium  Swartzii,  67. 
Desmoceras,  275,  407. 

-  Beudanti,  214. 

Diabasa,  281,  282,  285,  290,  291. 

Dialaga,  243,  214. 

Diauthus  carthusianorum,  var. 

**  Cadevallii,  131. 
Digitaria  paspaloides,  127. 
Dilar  meridionalis,  116. 
Diópsido,  188,  189. 

-  eromífero,  188. 
Diorita,  281,  283,285,  291. 
Dioritiua,  79. 

Distena,  163. 

Docidium  coronatum,  66. 

29 


431 


boletín  de  la  real  sociedad  española 


Docidium  nodulosum,  6G. 
Dolomita,  243,  270,  369. 
Dromedario,  365. 
Dufoiirea,  355,  362. 

-  *  Gaullei,  362. 

-  (Halictoides)  **  Merceti,  362. 

-  **  pumila,  363. 
Echinochloa  cruciforme,  127. 
Eliomys,  226. 

-  **  Hamiltoni,  225. 

-  hortualis,  226. 

-  mumbyanus,  225,  226. 

-  querciaus,  226. 
Ephydatia  fluviatilis,  396. 
Epidota,  241. 

Epilachna  angusticoUis,  var.  **  en- 
neastigma,  320. 

-  -  var.  **  heptastigma,  320. 
Epithemia  gibba  ventricosa,  395. 
Equus,  220. 

-  Johnstoni,  133. 
Erica  scoparia,  319. 
Erigeron  frigidus,  131. 

-  hispidas,  p.  **  pyreneeus,  131. 

-  uniflorus,  131. 
Eritrita,  163. 

Erodium  malacoides,  125. 
Esparraguina,  188,  189. 
Espato  calizo,  251.  254,  256,  267. 

-  de  Islandia,  240. 

-  flúor,  240,  251. 

-  pesado,  270.  • 

-  tubular,  240. 
Espilita,  281,  282. 
Espinela,  270. 
Estaño,  292. 
Euastrum,  68. 

-  ansatum,  67. 

-  oblongum,  67. 

-  pectinatum,  67. 
Eucalipto,  368. 
Euforbia,  342. 
Eugyra  interrupta,  193. 
*  Eumigus,  324,  329. 

-  **  fortius,  325,  330. 

-  **  nigroadspersus,  325,  332. 

-  **  parvulus,  326,  331. 
**  Eunapioides,  336. 

-  granoBus,  326. 
Eunapius,  324,  329,  330. 


Eunapius,  granosos,  324. 

-  **  hetus,  325,  333. 

var.  **  Mazaganicus,  325. 

-  maroccanus,  325. 

-  *  Olcesei,  325,  335. 

-  Vaucherianus,  325,  336. 
Euphorbia  minuta,  126. 

-  panciflora,  126.. 
Exogyra  latissima,  231. 
Feldespato,  153,  189,  240,  241,  245, 

263,  375. 

-  potásico,  153. 

Felis  ocreata  mauritana,  176. 

Festuca  scoparia,  128. 

Flogopita,  188,  189. 

Fluorita,  166,  240,  250. 

Fortunita,  188,  189. 

Fosforita,  1G4,  166. 

Gacela,  77. 

Galena,  151,  24'.',  251,  269,270,271, 

282. 
Galeopsis  intermedium,  131. 

-  pyrenaicum',  131. 

-  **  Sallentii,  131. 
Galium  Brockmauni,  317. 
Gallipato,  207. 

Gato,  102. 

Gerbillus  hirtipes  hesperinus,  175. 

Glauconia,  94,  Íi6,  97,  98,    99,   100, 

164. 
Glauconita,  99,  210. 
Gliceria  distans,  127. 
Gomphocarpus  fruticosus,  411. 
Gomphonema  constrictum,  395. 
Gonfolita,  368. 
Gorytes,  54. 

Grammoceras  Touarsense,  403. 
Granate,  270. 
Granito,  53,  152,  163,  247,  281,  289, 

290. 
Granulasida,  337. 
Grauwackas,  280. 
Guirre,  344. 

Gymnozyga  Brebissonii,  67. 
Hasmagogus,  192. 
**  Halesus  Porteri,  397. 
Hamites,  213,  214. 

-  rotundus,  211,  214. 
Hamulina,  123. 
Haploceras  Grasi,  407. 


DE    HISTORIA    NATURAL. 


435 


Harpoceras  Thouarsense,  403. 
Hedenbergita,  189. 
Helianthemum  salicifolium,  subsp. 

prostratum,  124. 
Heliotaurus  *  eauguinicollis,  318. 
var.  nigricollis,  319. 

-  -  var.  **  rubronotatus,  319. 
Helix,  83,  341. 

Hematites,  270,  282,  374,  375. 
Hemiaster,  214. 

-  phrynus,  214. 
HemipecLen,  231. 
Hetereostegina  costata,  280. 
Heterischnus  *  hispánicas,  223. 
Hialita,  244. 

Hidrozincita,  163. 
Hieracium,  123. 
Hierro,  374. 

-  espático,  270. 

-  titanado,  189. 
Higuera,  367. 
Hildoceras  bifrons,  403. 

-  Erbaensis,  403. 

-  Levisoni,  403. 
Hiperstenita,  346,  347. 
Holcostephanus    Hispanicus,    402, 

407. 
Hombre,  292. 
Homogambrus,  294,  295. 
Hoplites,  275,  407. 

-  cryptoceras,  402. 

-  interruptus,  215. 

-  neocomiensis,  402. 

-  noricus,  402. 
Hornblenda,  252. 

-  cataforítica,  189. 
Hyalotheca  dissiliens,  67. 

-  mucosa,  67. 
Hydatina  senta,  396. 

**  Hydropsyche  Marqueti,  398. 
Hygrophorus  irrigatus,  103,  104. 

-  limacinus,  104. 
Hipposiderus  tephrug,  175. 
ínoceramus,  175. 

-  concéntricas,  215. 
Jabalí,  194. 

Jable,  340,  345. 

Jacinto  de  Compostela,  121,  174,229. 

Janira,  277. 

Joblotla,  192. 


Jnmillita,  189. 
Kernera  auriculata,  124. 

-  saxatilis,  124. 
Koelleria  Barrelieri,  127. 

-  villosa,  127. 
Labradorita,  386. 
Lactarias  deliciosas,  103,  104. 

-  lactiflaus.  103í  104. 

-  piperatus,  103,  104. 

-  pubescens,  103,  104. 

-  pyrogalus,  103,  104. 

-  subdalcis,  103,  104. 
Laniiam  amplexicaule,  411. 

albifloram,  411 . 

-  hybridam,  126, 

-  purpureum,  411. 

var.  **  albifloram,  411. 

-  purpurum,  p.  decipiens,  126. 
Lamna,  120. 

Langosta,  34  L 

Lapilli,  340,  342,  343,  345,  347,  363, 
364,  366,  367,  372,  373,  376,  377. 
Larra,  295. 
Larraxena,  295. 
Lava  basáltica,  346. 
Légano,  280. 
Lemna  trisulca,  127, 
Lepigonum  diandram,  125. 
Lepiota  excoriata,  103. 

-  procera,  103. 
Leptarus  cylindricus,  128. 

-  filiformis,  128. 
Leptynia,  92. 
Lepas  atlánticas,  17?. 

-  **  maroccanas,  178. 

-  Schlambergeri,  179. 

-  shfirif,  175,  178,  179. 
Lesticocampa,  193. 
Leacita,  189. 
Lignito,  166,  167. 
Lima,  120. 

Limatas,  192. 

Limburgita,  80,  188,  371,  375. 

Linaria  supina,  104,  107,  159. 

Lioceras  serpentinas,  403. 

Liris.  295. 

lirón,  226. 

Lobo,  193,  194,  195,^90,  197. 

-  marino,  342. 

Loess,  209,  210,  211,  213,  276. 


436 


BOLETÍN    DE    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 


Lumaquela,  117,  278. 
Lutzia,  192. 

Lytoceras,  121,  122,  407,  410. 
Machlasida,  337. 

-  acuticosta,  337. 

-  **  Muley-Hafidi,  336,  337. 

-  Olcesei,  337. 
Magnetita,  270,  282,  374. 

-  titaníferf    386. 
Malaquita,  282. 
Mansonia,  191. 
Marcasita,  270. 

Marga,  211,  212,  214,  229,  233,  234, 
230,  274,  276. 

-  arcillosa,  122. 

-  roja,  121. 
Mármol,  119,  163. 

-  blanco,  168, 

-  negro,  116. 

-  uoduloso,  119. 

-  rojo,  118,  120,  170. 

-  rosado,  170. 
Marsilia  quadrifoliata,  128. 
Medicago  leiocarpa,  126. 

-  sutt'ruticosa,  ¡i.  leiocarpa,  125. 
Megarhinus,  191. 

Meriones,  176,  177. 

-  crassus,  178. 

-  erythrurus,  177,  178. 

-  **  grandis,  176,  177. 

-  **  Marite,  177,  178. 

-  Shawi,  176,  176,  177. 
Merluza,  207. 
Mesocarpus  parvulus,  68. 

-  pleurocarpus,  68. 
Mica,  53,  246,  251,  272. 

-  flogopita,  188. 

-  negra,  153. 
Micacita,  280,  281. 
Micrasterias  denticulata,  67. 

-  rotata,  67. 
Microgranito,  287. 
Microiuys,  222, 

-  sylvaticus,  227. 

-  -  **  callipides,  227. 

-  celticus,  227. 

-  -  Hayi,  227. 
Micropertita,  153. 
Monas,  396. 
Moniato,  366. 


Moscovita,  269. 
Mosquito^  190. 
Motes,  294,  295. 
Murciélago,  172. 
Musaraña,  223. 
Mylacus,  324. 

-  **  albosquamulatus,  323, 

-  murinus,  324. 
Narcissus  Clusii,  410. 
Natica  crassatina,  358. 
Nautilus,  402. 
Navicula  dicephala,  395. 

-  radiosa,  395. 

-  rhyncocephala,  395. 

-  viridis,  395. 
Nefelina,  387. 
Nefrita,  240. 
Neomys,  226. 

"  -  **  anómalas,  224,  225. 

-  fodiens,  224. 
Nephrops  norvegicus,  206. 
Nereis,  396. 

Neriuea,  175. 

Nigella   *   gallica,   var.   divaricata, 

124. 
Notidanns  griseus,  207. 
Notogonia,  295, 

Nummulites,  86,  116,  174,  220,  231, 
232,  234,  276, 

-  complanata,  232,  233, 

-  perforata,  232,  233. 
Oonerodes,  324. 

-  Brunneri,  333. 

-  Pnrieui,  325. 
üenanthe  pimpineloides,  126. 
Ofita,  174,  372. 

Oídium,  366. 

Okapi,  133. 

Okapia  Erichsoni,  133,  135,  136. 

-  Johnstoni,  133,  136. 

-  Liebrechtsi,  133,  135. 
Olcostepbauns,  276. 
Oligisto,  242,  243,  270. 

-  micáceo,  188. 
Oligoclasa,  242,  374. 
üligonenria  rhenana,  115. 
ülivino,  188,  189,  241,  341,  372,  374. 

386,  387. 
Olivo,  367,  368. 
Ópalo,  244,  256. 


DE    HISTORIA   NATURAL. 


437 


Orbitoides,  117. 

-  Fortisi,  233. 

Orbitolioa,  231,  230,  237,  272,  277, 
278. 

-  conoidea,  278. 
Orendita,  189. 
Oro,  374. 

O.robanche    minor,    var.    concoloi-, 
126. 

-  crenata,  412. 
Ortoclasa,  256,  257. 
Ortosa,  153. 
Ostra,  272. 

Oetrea,  231,  277,  280. 

-  aquila,  231. 

-  crassissima,  82,  120,  280. 
Otodus,  280. 

Ottrelita,  165. 

üxyrhina,  120. 

Pachytychius    (Styphlotycliius) 

**  maculosus,  319. 
Palmatella,  341. 
Palmera,  367. 
Paludestrina  Hildaya,  358. 
Pamphagus,  219,  324,  330. 

-  algericiip,  327,  329. 

-  **  crassicoruis.  325. 

-  cucuUatus,  324,  333. 

-  **  dolichocerus,  325,  327. 

-  *  expansue,  325,  328,  329. 

-  Hespericus,  325. 

-  Mabillei,  326,  327. 

-  *  Mauritaiiicns,  325. 

-  montícola,  324,  333. 

-  simillimus,  325,  329. 
Paniciim  Crus-Galli,  127. 

-  eruciforme,  127. 

-  repens,  127. 

-  vaginatum,  127. 
l'araüris,  295. 
Paranieciam  aurelia,  396. 

-  caudatura,  396. 
Parasmilia  aptiensis,  193. 
Fárdela,  344,  345. 
Piítella,  220. 
J'echstein,  188. 

Ptcten,  174,  235. 

-  eequivalvis,  408. 

-  cristatus,  121,  236. 

-  maximus,  280. 


Pectén  praescabriusculus,  81. 
Pedernal,  77,  174,  231,  305. 
Peltoceras  Athleta,  120,  410. 
Penium  dígitas,  66. 

-  margarílaceiim,  66. 

-  Níegelü,  66. 

-  navícula,  66. 
Pereirea  Gevaisi,  81 . 
Peridoto,  374. 

Peiísphinctes,    118,    119,    121,   401, 

406,  410. 
Perro,  102. 

Phalaris  pubescens,  127. 
Phoníorayia,  192. 

Phylloceras    mediterraneuin,    122, 
401. 

-  ptichoícLim,  123,  410. 

-  Roayanus,  120. 

-  subnílssoni,  403. 

-  Tethys,  120,  402,  407. 
Phyteuma  Charmelii,  412. 
Picütita,  188. 

Pino,  228. 

Pino -tea,  367. 

Piñonero,  368. 

Pirita,  151,  152,  165,  245,  270,  271, 

276,  281. 
Piroxeno,  188,  189,  241,  248,  374. 

-  rómbico,  244. 
Pisolita,  164. 

Pizarra,  161,  152,  163,  269,  271,  23). 

-  anfibólica,  271. 

-  arcillosa,  24  7. 

-  cristalina,  270. 
Pizarras  cristalinas,  89. 
Placenticeras,  212. 
Plagioclasa,  374. 
Planasida,  337.  338. 

-  **  Bereai,  337,  339. 

-  inquínala,  338. 

-  Paulino!,  339. 

-  **  Vaucheri,  338,  339. 
Plantago  albican?,  126. 

-  lagopus,  [j.  lusitanica,  126. 

-  lusitanica,  120. 
Poa  anuua,  128. 

-  minor,  128. 
Potámides  policatum,  358. 

-  rhodauicus,  368. 
i'of  en  tilla  hirta,  411. 


i:W 


j5(»i,i:tin  de  la  riíal  suciedad  española 


Potentilla  recta,  411. 

Pórfido,  U2,  281. 

-  cuarcífero,  151,  281. 

-  feldespático,  281. 

*  Prosopigastra,  292,  293,  294,  295. 

-  *  Handlirschi,  292,  300,  302,  304. 

-  **  Kohli,  297,  299,  300,  301,  303, 

304. 

-  *•  laevior,  292,  293,  297,  298,  300, 

301,  303. 
~  **  Moricei,  297,  299,   300,   303. 

-  *  punctatissima,  292,   293,    295, 

296,  300,  301,  303,  304. 
Pseudocidaris  cluuifera,  232. 
Psorophora,  192. 
Puffinus  cinereus,  344. 
Pulpo,  199,  202,  203,  204. 
Pygope  diphyoides,  120. 
Quadrula  syminetrica,  396. 
Ratoncillo,  227. 
Rhacophyllites,  118. 

-  planispira,  403. 

-  tortisulcatus,  121. 
Rhynchonella,    123,  230,  272,   273, 

277. 
**  Rhancopliila  Ulmeri,  399. 
Riciella  fluitans,  114. 
Rotifer  vulgaris,  396. 
Russu'a  amaina,  103,  104. 

-  láctea,  103,  104. 

-  rubra,  103,  104. 
Rutilo,  242,  243. 
Rynchomyia,  193. 
Sabethes,  192. 
Sagenita,  242. 
Sal,  84,  239. 

-  gema,  139. 
Salagón,  388. 
Salamandra,  207. 
Salfemana,  387. 
Sandía,  366. 
Sanidino,  188. 
Sargus,  120. 
Saussurita,  240. 

Sclerautbus   annnus,  p.  conden.sa- 
tus,  126. 

-  fasciculattis,  126. 
Scleropoa  rígida,  y.  patens,  128. 
Scutella  lusitauica,  81. 
Sedum  brevifolium,  126. 


Sedum  sphfiericum,  126. 
Sericita,  269,  270. 
Serpentina,  164,  289. 
Serranus  papilionaceus,  53. 
Siderita,  270. 
Sideritis  Riklii,  317. 
Silene  Borderi,  125. 

-  elegans,  126. 

-  punctata,  125. 
Silex,  220. 
Sílice,  100,  153. 
Sillimanita,  165. 
Simoceras  (?),  1 19. 
Sonneratia  Dutemplei,  214. 
Sorex  araneus,  225. 
Spergularia  campeatris,  125. 

-  longipes,  125. 

-  nicíensis,  125. 

-  purpurea,  125. 

-  rubra,  126. 

[j.  atbeniensis,  125. 

Sphíerodus,  120. 
Sphaerozosma  secedens,  67. 
Spirogyra,  68. 

-  calospora,  67. 

-  grevilleana,  68. 

-  jugalis,  67. 

-  longata,  67. 

-  mirabilis,  67. 

-  tenuissima,  67. 

-  varians,  67. 

-  VVeberi,  67. 
Spongilla,  114. 
Stachys  ambigua,  126. 

-  palustris,  126. 
Staurastrum,  68. 

-  birsutum,  66. 
Stegomyia,  192. 
Stenogyra,  341. 
Stentor  elegans,  396. 

-  polymorphus,  396. 
Stizus,  54. 
Stronibus  bubonius,  83. 

-  mediterraneus,  83. 
Stylosomus  minutissimus,  320. 

-  -  var.  **  terminalis,  319. 
Surisella  elegans,  395. 

-  ovalis,  395. 
Synedra  ulna,  395. 

var.  longissima,  395. 


DE    HISTORIA    NATURAL. 


439 


Tabaiba,  842,  343. 
Tachysphex,  294,  296. 
Tachytes,  294,  295. 
Tíeniorhynchus,  192. 
Talpa  cseca,  222,  223. 

levantis,  222. 

**  occidentalis,  222. 

Tamarindo,  368. 

Terebratula,  118,  123,  230,  237,  273, 
276,  277,  278. 

-  grandis,  280 

-  tamarindns,  275. 
Tetinemorus,  68. 
Tetyra  Nigellae,  320. 
Tlienardita,  13ví. 
Tiburón,  187,  208. 
Tingis  augustata,  322. 

-  (^Platychila)  anriculata,    var. 

Dauci,  321. 

-  -  *  Faeutei,  321. 
Titano,  386. 

Toba,  346. 

-  caliza,  343. 
Tomate,  366,  367. 
Topacio,  251. 
Tosca,  340. 
Trachelium  cceruleum,  413. 

**  albiflorum,  413. 

Traquita,  188. 

Tiavertino,  120,  171,  209,  211. 
Tribulus  terrestris,  125. 
Tricholoma  equestre,  103,  104. 

-  murinaceura,  103,  104. 

-  imbricatum,  103. 

-  putidum,  103,  104. 

-  truucatum,  103. 
Trigonosoma  *  Kamburi,  320. 

-  rusticum,  321. 

-  trigoniím,  321. 

Trisetum  ueglectum,  var.  ciliatum, 
127. 


Trisetum  pauiceum,  127. 
Trochus,  220. 
Turril ites,  211. 

-  Bargeri,  215. 
Uranoteenia,  192. 
Ureutius,  322. 

-  *  Chobauti,  322. 

-  echiuo,  322. 
Ursus,  220. 
Velezia  rígida,  125. 
Vesubiaua,  104. 
Vibrión,  140. 

Vid,  367. 
Viola  alba,  126. 

-  Cadevallii,  125. 

-  *  üehnhardtii,  125. 
var.  Oiídevalli,  125. 

-  hirta,  125. 

-  Marceti,  125. 

-  *  mirabilis,  124,  128. 

-  odorata,  125. 

-  sylvestris,  125. 

-  Wülkommii,  125,  128. 
Vitriolo,  270. 
Weingaertneria       canescens, 

var.  marítima,  127. 
Wolfram,  164,  241. 
Wollastonita,  240. 
Wyeomyía,  192. 
VVyomingita,  189. 
Xunthidium  antilopaeum,  66. 
Xantholinus  *  Fuenteanus,  317. 
Yeso,  77,84,  137,  138,  139,  169,  174, 

212,  229,  235,  236,   242,    251, 

252,  270,  271,  274. 

-  gris,  121. 

-  rojo,  121. 
Zonabris,  208. 
Zygnema  cruciatum,  68. 

-  leiospermum,  67. 
Z3'gogonium  pectinatum,  68. 


índice  (le  lo  coiileiiido  en  el  tomo  lili  del  Boletín. 


Págs 

Junta  directiva  y  Comisiones imra  1907 3 

Comisión  j)6rmanente  2)ara  la  exploración  y  estudio  del  Noroeste  de 

África 6 

Socios  fundadores  de  la  Real  Sociedad  española  de  Historia  natural .  .  6 

Presidentes  que  ha  tenido  esta  Sociedad  desde  su  fundación 6 

Lista  de  socios 7 

índice  geográfico  de  los  socios  ...    36 

Sociedades  y  publicaciones  con  las  que  cambia  la  Real  española   de 

Historia  natural 43 

Relaciones  del  estado  de  la  Sociedad  y  de  su  Biblioteca 49 

Estado  de  la  Biblioteca 57 

Sesión  del  9  de  Enero  de  1907 C 1 

Bolívar  (I.) — Anuncio    de    una  suscripción  para  elevar   un  monu- 
mento á  Lamarck  en  el  Jardín  de  plantas  de  ParÍ8 fi3 

Bescansa  (F.) — Algunas  «Conjugadas»  de  la  provincia  de  Orense. .  .  65 

Boletín  bibliográfico 68 

Sesión  del  6  de  Febrero  de  1907 73 

Real  orden  concediendo  á  la  Soliedad  un  local  en  el  Palacio  déla  In- 
dustria y  de  las  Artes 73 

Comisión  del  Noroeste  de  África '.6 

Castro  Valero  (J.)  — Sobre   clasificación   zootécnica    de  mamíferos 

domésticos 76 

Jiménez  ue  Cisneros  (D.)— Temblores  de  tierra  en  Alicante 78 

Fernández  Navarro  (L.)— Colección  cristalográfica  del  Museo 78 

Sabater  Diana  (G." — Noticia  de  una  región  volcánica  en  Cofrentes..  79 
Calderón  (S.) — Noticias  bibliográficas;  Trabajos  del  Prof.  Hoernes 
sobre  los  terrenos  neógenos  de  España. — Douvillé,  Esquisse  géol. 

des  Préalpes  subbétiques 80 

Bartolomé  del  Cerro  (A.) — Not.  bibl.:  Las  pinturas  y  grabados  de  la 

cuevas  prehistóricas  de  Santander,  por  Alcalde  del  Río 88 

Fernández  Navarro  (L.)— Not.  bibl.:  Die  Kristalinen   Schiefer,  por 

el  Dr.  Grubenmann 89 

Bolívar  (!.■; — Not.  bibl.:  Catalogue  syst.  et  descr.  des  coU.  zool.  du 


442  boletín    de    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

B.  Ed.  de  Selys  Longcliamps,  por  G.  Severin.— Die  Insektenfami- 
lie  der  Phasmiden,  por  K.  Brunner  v.   Wattenwyl  y  J.  Redten- 

bacher 8'.» 

Sección  de  Barcelona  (sesión  del  19  de  Diciembre  de  1906) 03 

Sección  de  Sevilla  (sesión  del  25  de  Enero  de  1907) 94 

Sección  de  Zaragoza  (sesión  del  26  de  Diciembre  de  1906) 94 

Navas  (P.  L.)— Noticia  sobre  el  Catálogo  de  Ortópteros,  por  Kirby. .  94 

Sección  de  Zaragoza  (Sesión  del  30  de  Enero  de  1907) 95 

Ferrando  (P.) — Drusa  de  cristales  de  cuarzo 95 

Navas  (P.  L.)— Noticia  del  XII  Congreso  de  Zoología  que  se  cele- 
brará en  Boston 95 

Arévalo  (C.)— Not.  bibl.:  Crustácea  Amphipoda,  por  Stebbing 96 

Chaves  y  Pérez  del  Pulgar  (F.) — Nota  sobre  el  origen  de  la  Glau- 

conia 96 

Barras  (F.  de  las).— Breve  noticia  de  algunos  monstruos  existentes 

en  el  Gabinete  de  Historia  natural  de  la  Universidad  de  Oviedo . .  101 
Aranzadi  (T.  de).— Tercera  lista   de    nombres  catalanes  de  hongos 

(bolets) It3 

Aranzadi  (T.  de).— Lista  de  hongos  recibidos  en  Noviepabre  de  1906, 

del  Empalme,  Martorellas,  San  Celoni  y  Badalona 103 

Aranzadi  (T.  de). — Linaria  supina  monstruosa 104 

Jiménez  de  Cisneros  (D.)-  Sobre  los  terremotos  ocurridos  en  Alican- 
te el  día  23  de  Enero  de  1907 107 

Boletín  bibliográfico 108 

Sesión  del  6  de  Marzo  de  1907 108 

Rodríguez  Moürelo  (J.)— Homenaje  á  Cajal 113 

Sección  de  Barcelona  (sesión  del  14  de  Febrero  de  1907) H3 

Casares  (A.) — Ricciella fluitans  sobre  Spongilla 114 

Casares  (A  )— Not.  bibl.:  Sobre  un  trabajo  de  W.  Ed.   Nicholson  so- 
bre muscíneas  de  Mallorca 114 

Sección  de  Zaragoza  (sesión  del  27  de  Febrero  de  1907) 115 

Navas  (P.  L.)—AlgLmos  neurópteros  de  San  Ildefonso 115 

Ferrando  (P.)— Preparaciones  de  Basalto  de  Benabarre 115 

Jiménez  de  Cisneros  (D.)  — Excursiones  á  las  sierras  de  la  <Horna>, 

del  «Rollo>  y  de  «Crevillente» 115 

Gadevall  y  Diars  (J.)— Notas  para  la  Flora  catalana.  (Lám.  i) 123 

Cabrera  Latorre  (A.)— El  <okapi>  del  Museo  de  Madrid.  (Lám.  ii).  133 
Fernández  Navarro  (L.)— Excursión  desde  el  valle  del  Tajuña  al 

del  Tajo 136 

Turró  (R.)— Acción  de  las  soluciones  de  HONa  eobre  el  «B.  virgula», 

el  cB.  Ebertli»  y  el  «Bacterium  coli» '«^9 

Boletín  bibliográfico 142 

Sesión  del  3  de  Abril  de  1907 150 


DK    HISTORIA    NATURAL.  443 

Centenario  de  Linneo 150 

Calderón  (S.) — Not.  bibl.:  Beitrage  zurkenntnis  der  Huelvaner  Kies- 
lagerstiitten,   por  Wetzig.  — Le  granite  de  La  Haya  ou  des  Trois- 

Courouues,  por  Termier  (P.) 151 

Sección  de  Sevilla  (sesión  del  27  de  Marzo  de  1907) 163 

Paul  (M.) — Not.  bibl.:  Compendio  de  Anatomía  y  Fisiología  de  las 

plantas,  por  Harting  (R.) 153 

Barras  de  Aragón  (F,  de  las). — Not.  bibl.:   Monumento   subt.    de 

Carmona,  por  Fernández  Casabona  (A.) 153 

Esteva  (J.) — Los  vidrios  violados 156 

Esteva  (J.) — La  «Linaria  supina»  monstruosa  de  Badalona 159 

Calafat  y  León  (J.) — Nota  sobre  la  termo-luminiscencia  de  los  mi- 
nerales      160 

Jiménez  de  Cisneros  (D.)— Excursiones  por  el  Norte  de  la  provincia 

de  Alicante 165 

Cabrera  Latorre  (A.) — Algunos  roedores  nuevos  de  Marruecos.. . .     176 

Boletín  bibliográfico 179 

Sesión  del  1°  de  Mayo  de  1907 185 

Comisión  del  Noroeste  de  África 185 

Centenario  de  Linneo 1 8fi 

Bolívar  (L) — Hallazgo  del  <Chlamidoselachusanguineus  Garner>  en 

Galicia 187 

Calderón  (S.) — Sismo  ocurrido  en  Abril  en  la  Península 187 

Calderón  (S.) — Not.  bibl.:  Ueber  einige  Alkaligesteine  aus  Spanien 
y  Ueber  das  Muttergesteiue  des  Apatits,  por  Osann.  — Sur  les  gla- 
ciers  plastocénes  dans  les  vallées  d'Andorre,  etc.,  por  Chevalier  (M.)     188 

Sección  de  Barcelona  (sesión  del  21  Marzo  de  1907) 189 

Sección  de  Zaragoza  (sesión  del  24  de  Abril  de  1907) 190 

Navas  (R.  P.  L.) — Not.  bibl.:  Les  premiers  états  des  Lépidoptéres 
franjáis,  por  C.  Trionnet.— Sobre  una  clasificación  de  los  mos- 
quitos, por  Harrison,  Diar  y  Knab 190 

Ferrando  (P.)-  -Dos  fósiles  de  Benabarre 193 

Arévalo  (C.) — Noticia  sobre  la  constitución  de   un   Museo  regional 

de  Aragón 193 

Cabrera  Latorre  (A.) — Los  lobos  de  España.  (Láoa.  iii) 193 

Madrid  Moreno  (J.) — La  cadena  ganglionar  de  los  tentáculos  en  los 

Cefalópodos 198 

Reitter  (Edm.)  — Eine  neue  spanische  «Acmaeodera» 205 

Bolívar  (I.) — Indicación  de  algunos  peces  notables  de  La  Coruña. 

(Láminas  iv  y  v) 206 

Jiménez  de  Cisneros  (D.)  —El  Gault  del  Hondo  de  Piqueres  (provin- 
cia de  Alicante) 209 

Boletín  bibliográfico 215 


444  boletín    de    LA    REAL    SOCIEDAD    ESPAÑOLA 

Sesión  extraordinaria  del  24  de  Mayo  de  1907 217 

Sesión  del  6  de  Junio  de  1907 217 

Barras   de   Aragón    (F.   de  las).— Excursióu   á    Santander   y   á   la 

Cueva  de  Altamira 219 

Sección  de  Zaragoza  (sesión  del  19  de  Mayo  de  1907). 221 

Navas  (P.  L.)— Not.  bibl.:  Clasificación  de  hongos,   por  Saccardo  y 

Traverso.. 221 

Oabuera  Lator:ík  (A.)— Micronaamíferos  nuevos  españoles 222 

JiMÉKKZ  DK  CisNEROS  (D.) — El  Maigmó  y  sus  alrededores  ^ 228 

Calderón  (S.) — Sobre  la  apreciación  do  las  líneas  de  exfoliación  y 

de  contacto  regular  en  los  minerales.  (Lániiua  vi) ¿ 237 

Boletín  bibliográfico ....  257 

Sesión  del  3  de  Julio  de  1907 266 

RivAS  Mateos  (M.) — Sobre  las  fiestas  del  Centenario  de  Liuneo  en 

Suecia 266 

Comisión  del  Noroeste  de  África , . . . , 267 

Calderón  (S.)— Not.  bibl.:  Die  Bleiglanzlagerstíitten   von   Mazarron, 
por  Pilz  (R.)— Sur  l'estr.    géol.    de   la   Cordill.    Cantabriqne,   por 

Termier 271 

Jiménez  de  Cisneros  (D.) — Excursiones    por  los  abededores  de  la 

Sierra  del  Cid 272 

H.-Pacueco  (E.) — Eos  martillos  de  piedra  y  las  piedras  con  cazoletas 

■  de  las  antiguas  minas  de  cobre  de  la  Sierra  de  Córdoba 279 

García  Mercet  (R.) — El  género  «Prosopigastra* 292 

Boletín  bibliográfico i : . . .  304 

Sesión  del  2  de  Octubre  de  1907 , , 313 

RivAS  Mateos  (M.)- Fiestas  del  Centenario  de  Linneo  en  Suecia-.  . .  314 
RioJA  (J.) — Noticia  sobre  un  ejemplar  de  <Balfenoptera  rostrata»  ca- 
zada en  Santander.  (Lámina  vil) 314 

Comisión  del  Noroeste  de  África ...  316 

Sección  de  Zaragoza  (sesión  del  26  de  Junio  de  1907) 316 

Navas  (P.  L.)— Not.  bibl.:  Ovogénesis  de  los  Seláceos  y   de  algunos 

otros  Cordados,  por  el  Dr.  Maréchal 316 

Sección  de  Zaragoza  ^sesión  del  25  de  Septiembre  de  190") 316 

Navas  (P.  L.)— Not.  bibl.:  Excursiones  botánicas  por  el  litoral  me- 
diterráneo de  España,  por  el  Sr.  Rikli 316 

Fuente  (J.  M.  de  la).— Datos  para  la  fauna  de  la  provincia  de  Ciu- 
dad Real.  XIX 317 

Reitter  (Ed.) — «Mylacus  albosquamulatus>  n.  sp 323 

Bolívar  (I.)— Los  «Paraphagus»  de  Marruecos 325 

Escalera  (M.  M.  de  la). — Especies  nuevas  de  Marruecos 336 

H.-Pacheco  (E.)— Exploración  geológica  de  Lanzarote  y  de  las  isle- 

tas  Canarias .... -^^^ 


DE   HISTORIA   NATUR'VL.  445 

Boletín  bibliográfico 348 

Sesión  del  6  de  Noviembre  de  1907 , 356 

Soler  y  Carckller  (J.  P.)— Movimientos  de  terrenos  en  Torrelari- 

vera  (Huesca)  en  Octubre  . 356 

Calderón  (S.)— Not.  bibl.:  Carta  hipsométrica  de  Portugal,  porChof- 
fat  (P.) — Note  sur  l'Oligocéue  de  Majorque,  por  Vidal  (L.  M.) — ín- 
dice general  de  las  colecciones  expuestas  en  la  Sala  de  Mineralogía 

del  Museo  de  Ciencias  naturales  de  Madrid 357 

Fernández  Navarro  (L.) — Not.  bibl.:  Construcción  de  cuerpos  cris- 
talográficos, por  E.  Miracle. — Elementos  de  Historia  natural  con 

principios  de  Fisiología  é  Higiene,  por  Blanco  y  Juste  ',R.) 359 

Secciones:  Constitución  de  una  en  Granada 360 

Sección  de  Zaragoza  (sesión  del  31  de  Octubre  de  1907; 361 

Vachal  (J.) — Sur  les  <Dufourea>  propres  á  I'Espagne 362 

Pkreyra  Galviatti  (J.) — Notas  de   geología  agrícola  de  la  isla  de 

Lanzarote 363 

Fernández  Navarro  (L  )  y  Sabater  Diana  (G.)  — Excursión  al  vol- 
cán de  Cofrentes  (Valencia) 368 

Boletín  bibliográfico 378 

Sesión  del  3  de  Diciembre  de  1907 - 385 

Proposición  para  celebrar  un  Congreso  español  de  Naturalistas  ....  385 
Calderón  (S.)— Not.  bibl.:  The  titaniferous  Basalts  of  the   Western 

Mediterranean,  por  H.  S.  Washington 386 

Soler  y  Carceller  (S.  P.)— Nuevas  noticias  sobre  los  movimientos 

de  terrenos  dé  Torrelarivera 387 

Elección  de  cargos 389 

Presentación  de  cuentas. 389 

Sección  de  Zaragoza  (sesión  del  27  de  Noviembre  de  1907) 392 

Sección  de  Granada  (sesión  del  26  de  Noviembre  de  1907) 392 

Díaz  Tortosa  (J.  L.) — Dos  cerdos  y  dos  cabritillos  teratológicos . ..  392 
Madrid  Morkno  (J.) — Análisis  raicrográfico  de  los  sedimentos  del 

Canal  del  Lozoya 393 

Navas  (P.  L.)  —  Tricópteros  nuevos 397 

Jiménez  de  Cisneros  (D.) —  Excursiones  por  el  NO.  de  Caravaca....  400 
DÍEZ  ToRTOSA  (J.  L.)— Datos  para  la  Flora  de  la  provincia  de  Gra- 
nada..     ...  410 

Boletín  bibliográfico 413 

índice  alfabético  de  los  géneros  y  especies  mencionados  ó  descritos 

en  el  tomo  vii  del  Boletín 431 

índice  de  lo  contenido  en  el  tomo  vii  del  Boletín 441 


446  boletín    de   LA   REAL   SOCIEDAD   ESPAÑOLA 


ADVERTENCIA 

Se  ha  publicado  este  tomo  en  diez  cuadernos  que  han  aparecido  dentro 
del  mes  correspondiente,  excepto  los  de  Junio  y  Julio  que  se  han  publi- 
cado juntos  en  Julio  y  los  de  Octubre  y  Iv^oviembre  que  lo  han  sido  igual- 
mente juntos  en  el  último  de  los  meses  citados.  Va  acompañado  este  tomo 
de  siete  láminas. 


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