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Full text of "Boletín de la Sociedad Geográfica de Lima."

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FOR SCIENCE 


LIBRARY 
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THE AMERICAN MUSEUM 


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NATURAL HISTORY 


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SOCIEDAD GEOGRAFICA DE LINA 


PRESIDENTE NATO 
Excmo. Sr. Presidente de la República 
VICE-PRESIDENTE NATO 
Sr. Ministro de Relaciones Exteriores 


CONSEJO DIRECTIVO.—1897-98 


PRESIDENTE a Dr. D. Luis Carranza F. R. G $. 
ViCE-PRESIDENTE....... C. de Navío M, Melitón Carvajal 
INSPECTOR DE TESORERÍA.. Sr. D. Ricardo Palma 
INSPECTOR DE BIBLIOTECA. ,, ,, José T. Polo 


VOCALES 
Sr. D. José Castañón Sr. Dr. Enrique Guzmán y Valle 
,» » Eulogio Delgado ñ ,», D. Manuel A. Viñas 
,, Dr. Luis F. Villarán ,, C. de Navío D. Carlos Ferreyros 
oe Pablo Patrón ? » D. José Payán 
Olivo Chiarella ? +, ,, Alberto Ulloa 


A] 


D. Felipe Barreda y Osma Y ,, , Ricardo García Rosell 


” 


,, Dr. Ricardo L. Flores A, Dr. Ignacio La Puente 

» ., Eleodoro Romero A ,, Cnrl. D. Ernesto de La Combe 
» » J. Prado y Ugarteche Y ,», D. Ricardo Rey y Basadre 

» , Teobaldo Cancino Y ,, Dr. Federico Villareal 


Sr. Dr. D. Enrique Perla 


SECRETARIO: Sr. D. Carlos BA Ciúileros 


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rd do Mis 
Soriela Geográfica de Lima. 
TOMO VII 
Lima, Miércoles 30 de Junio de 1897.--Nos. 1, 2 y 8, 


ITINERARIO DE LOS VIAJES DE RAIMONDI EN El PER 


Tarma, Chanchamayo, Vitoc, Monobamba, Uchubamba 
y Jauja—-[1855. ] 


TARMA 


MarMA es una pequeña ciudad situada á 9,300 pies (2834,"59 
y ingleses, +628.69 españoles) sobre el nivel del mar, de mo- 
UN do que su temperamento es algo frío. El termómetro de 

día varía muy pocoen las diferentesépocas del año, subiendo en 
verano hasta 20? C. y bajando hasta 15 en el invierno; pero no 

» . sucede lo mismo de noche, pues en invierno baja hasta 2 ó 3? ba- 

jocero. Las plantas en esta estación mo pueden conservar sus 
hojas, y quedan desnudas como se observa en los inviernos en 

Europa. 

En general el clima es muy sano y casi no se conocen enfer- 
medades, lo que se nota muy bien en el color y constitución de 
sus habitantes. 

Tarma tiene poco más ó menos 16,000 habitantes, contando los 
suburbios de la ciudad en los que hay nublezusás casas de campo 
con hermosas campiñas bien cultivadas, ó 

La agricultura consiste gener alosente en el cultivo de papas, 
maíz, alfalfa, etc. , 


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PRARICTA 


Es un pueblo de 400 habitantes, situado en un hermoso pun- 
to, porque se puede decir que forma la entrada de la montaña de 
Chanchamayo y Vitoc, dividiéndose, cerca de este pueblo, el cami- 
no que conduce á Marainiyoc y Vitoc del que vaá Onanchamayo. 

Las casas son regulares, tiene una buena plaza con una capl- 
lla. El cultivo principal consiste en papas y alfalfa. 

Apenas fuera de Palca se halla un fuerte casi destruido 
hoy y que ha servido para impedir las invasiones de los salva- 
jes sobre Tarma, que tantos males hicieron destruyendo todas 
las haciendas de Chanchamayo. 

En el mismo lugar la quebrada se divide en dos, una que si- 
gue para Chanchamayo y otra que va á Zapa (Zapa es un lugar 
donde se halla el carbón de tierra empleado en Morococha.) De es- 
ta última baja un riachuelo que va á unirse con el rio de Chancha- 
mayo. 

A cuatro leguas de Palca hay una pascana, Matichacra, que 
una pequeña casita situada en una altura sobre el lado derecho 
del rio. 

Utcuyacu es otra pascana que dista cuatro leguas de Maticha- 
cra, siguiendo el camino. Cuando pasamos encontramos la casa 
abandonada. 

Chalhuapuquio dista 27 leguas de Utcuyacu. Es la mejor entre 
las haciendas de la montaña de Chanchamayo. Está situada en un 
magnífico lugar, pues siendo la primera vienen todos á cargar azú- 
car, caña, aguardiente, piñas y plátanos, prefiriendo hacerlo allí 
á internarse en la montaña y caminar más. 

La hacienda de Chalhuapuquio elabora azúcar, chancaca y 
aguardiente. 

La caña se muele en molinos de madera (año 1855) puestos en 
movimiento por una yunta de bueyes. 

El azúcar que saca no es muy blanca, pero sí de mediana cali- 
dad. El aguardiente es el más estimado, porque no tiene gusto á ca- 
ña, lo cual depende de que lo destilan dos veces. 

Hace solamente 2 ú 3 años que se empezó á trabajar esta ha- 
cienda; en el día se halla en buen pié. 

La casa es de 1 adofa sacada de la misma montaña que tiene 
magníficos cedros, noggfles, palillos, caoba, etc. 

Los plantíos de an mucho y se extenderán más 
cuando se empleen también más Prazos. 


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De Chalhuapuquio al fuerte de Chanchamayo hay legua y media 
de camino, casi todo llano y siempre en medio del monte. Jn este 
camino se hallan varias haciendas. 

El fuerte de Chanchamayo fué construído en el año 1847 bajo 
la presidencia del Gran Mariscal Castilla, por loque recibió su 
nombre, llamándose fuerte de San Ramón. Está situado en la con- 
fluencia de los rios Chanchamayo y Tulumayo y sirve para recha- 
zar á los salvajes en caso de invasión; fué hecho por la misma 
tropa bajo las órdenes del Comandante Noel con maderas de la 
montaña. Consiste en una gran palizada en cuadro, en el interior 
de la cual se construyeron habitaciones formando otro cuadro. La 
habitación del Comandante que está entrando á la derecha y la de 
los oficiales situada al frente son de tablas; las de los soldados 
son de palos como la palizada. En las dos esquinas que miran ha- 
cia el lado de los salvajes, se han eonstruído como dos baluartes 
para los centinelas. En el ángulo izquierdo, entrando al fuerte, se 
halla el depósito de pólvora que está revestido exteriormente de ho- 
ja de lata para impedir un incendio que podría ser causado por 
salvajes qúe tiran á veces flechas incendiarias. 

Los techos de todas las habitaciones están formados por ho- 
jas de humiro (phytelephas macrocarpa) admirablemente bien te- 
jidas. Como he dicho, las habitaciones están fabricadas en forma 
de cuadro, dejaudo en el medio un gran espacio que sirvo de patio. 

Delante del fuerte se ha formado una gran plaza, la que como 
el patio se ha tenido el cuidado de cubrir de una capa de arena fi- 
na, trasportada del rio, con el objeto de impedir que se forme barro 
y ojos de agua cuando vienen los aguaceros que en este lugar son 
muy frecuentes, principalmente en la estación de lluvias que em- 
pieza en Enero y dura hasta Abril 

Ordinariamente la guarnición del fuerte se compone de cerca 
de 50 hombres, pero en esta época, á causa de los movimientos po- 
líticos en toda la República, el fuerte estaba casi desprovisto de 
tropa, existiendo solamente 18 hombres, de los cuales más de la 
mitad eran cívicos de Tarma. 

El clima de Chanchamayo es en general sano y aunque haga 
mucho calor se come con mucha apetencia. 

Una plaga son los insectos, principalminte das hormigas y cu: 
carachas que devoran todo; no se puede gúardar nada, porque 
aún cuando se suspenden las cosas al techo, suben por las sogas 
á roer todos los objetos. No hay, vtro método que el de aislar 


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los objetos por medio del agua, lo que se consigue fácilmente en 
Chanchamayo. 

Los mosquitos, las abejas y las avispas incomodan mucho con 
sus picaduras y es una fortuna que no abunden las culebras vene- 
nosas, ni los animales feroces. Verdad es que no se puede dejar 
fuera del fuerte ni carneros ni perros sin que se los lleven; con to- 
do, los animales feroces como los jaguares y pumas son muy esca- 
sos, pudiéndose contar los que se han visto hasta el día. 

El terreno de las montañas de Chanchamayo es casi entera- 
mente plano; la vegetación es muy lozana, formando en algunas 
partes monte tan espaso que no se puede penetrar; pero en cambio 
en otras muchas los árboles se elevan bastante y las plantas que 
crecen debajo no son tan espesas, pudiéndose abrir camino sepa- 
rando las ramas. 

La hacienda llamada de Santa María (porque en otro tiempo 
pertenecía á estos señores, ahora pertenece al señor Miguel Wor- 
ner) dista del fuerte de Chanchamayo 2 leguas. Entre esta y el 
fuerte hay otra hacienda llamada San Juan de Tulumayo, que es la 
que tiene más terreno. En esta hacienda no se elabora azúcar; se 
muele la caña y se hace fermentar el caldo para sacar aguardiente. 

La fermentación empieza el mismo día y dura tres, al cabo de 
los cuales se destila. Cada 7 arrobas de caldo de caña dan 1 arro- 
ba de aguardiente de 18.2 Al presente la hacienda tiene muy po- 
cos trabajadores. La caña es de muy buena calidad, pero con los 
molinos de madera que se emplean, se obtiene solamente el 40 6 
50 ?9/, de caldo. 

En la misma hacienda se cultiva la coca para su consumo; se 
produce bien aunque la hoja es un poco pequeña. Tiene un buen 
piñal situado sobre un pequeño cerro; su fruto es abundante y 
muy dulce. Tiene también un plautío de café, que dá fruto en 
abundancia. 

Esta, como todas las haciendas de la montaña, carece de carne, 
no obstante de que se crían algunos chanchos, no pudiéndose tener 
carneros á menos de encerrarlos por la noche, porque los animales 
feroces los arrebatan, atacando también álos burros y perros. Du- 
rantelos dos días de nuestra permanencia en ésta vimos un Puma 
(felix puma) que 11624 dbs veces hasta la puerta de la casa de la ha- 
cienda para atacar á un perro. La hacienda de Pachapata es una delas 
más antiguas del valle, “pero fué abandonada por su dueño; al pre- 
sente pertenece al alemán señdr Carlos Schol, que la compró hace 


o 
pocos meses. Está situada en buen lugar, tiene una buena casa 
construída con adobes; domina casi toda la hacienda, y sus plan- 
tíos de caña, yuca y café, están todos en terrenos inclinados y se 
extienden, de un lado, hasta la orilla del rio Aynamayo, confluen- 
te del Tulumayo, que se pasa sobre un pequeño puente poso antes 
de llegar á la hacienda; y del otro, se extiende hasta la cima de los 
cerros que están frente á la casa. 

El nuevo dueño de esta hacienda parece que la hará progresar 
mucho, pues es un hombre muy laborioso que no se deja llevar tan 
fácilmente por las preocupaciones de la gente del país. En cuatro 
meses que reside allí, se puede decir que ha hecho cambiar el aspecto 
de esta hacienda, que tenía todos sus árboles frutales cubiertos por 
el bosque y sus plantíos llenos de mala yerba. Ahora todos sus ár- 
boles y plantíos están muy limpios. Es también digno de elogio el 
modo como trata á sus operarios, los que sin duda, nunca le fal. 
tarán: les dá terrenos para formar sus chacaritas, los hace ca- 
sar, les da plata adelantada, los hace trabajar por tareas y por jor- 
nales, y busca todos loz medios para que tengan afición al lugar, 
único medio para que no falten operarios, que escasean tanto en es- 
te valle. Se sabe que cuando los hombres trabajan por jornales, 
pierden mucho tiempo, y al contrario, cuando trabajan por tareas 
hacen todo lo posible por acabar, teniendo tiempo para descansar 
ó para trabajar su chacarita. Así sucede en esta hacienda: el due- 
ño da á los operarios tres tareas, por ejemplo: si éstos trabajan con 
empeño acaban estas tareas en menos tiempo, ganando el dueño, 
porque los trabajos de la hacienda adelantan pronto, y los operarios 
también, porque tienen tiempo para descansar ó para trabajar sus 
chacaritas. De aquí resulta otra ventaja y es que cuando más ade- 
lantan estas chacaritas, tanto mas afición toman al lugar, y la ha- 
cienda puede disponer siempre de operarios. 

“Los productos de la hacienda consisten principalmente en 
chancaca y aguardiente. Produce también una gran cantidad de 
naranjas, yucas, un poco de café, coca, paltas, plátanos, fréjoles, 
coliflores, palillos, y en el monte caiguas. Hay también pavos, pa- 
tos, gallinas y carne fresca casi todo el año. 


De Pachapataá Vitoc hay solamente una legua, pero el cami - 
no es un poco malo, pues hay que subir unsdeuesía muy parada. Ua- 
si todo el terreno entre Pachapata y Vitoc está cultivado, forman- 
do chacras y haciendas, algunas de las cuales pertenecen á Pacha- 

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pata y las otras reunidas forman lo que se llama generalmente 
Vitoc. 

La hacienda denominada Manto, pertenece á otro alemán lla- 
mado Eduardo Klee, quien porsí mismo la fundó hace 7 ú 8 años, 
cortando el monte que allí existía. En el día es la que pro- 
duce mayor cantidad de café, calculándose, anualmente, en 400 
arrobas. 

Esta hacienda está situada sobre la banda derecha del rio Ay- 
namayo á 3,400 pies de elevación sobre el nivel del mar. Su tem- 
peratura es algo fresca, no varía mucho en todo el año, siendo de 
14 á 16 Reaumur (177 5420 C.) á la sombra. En los 10 días que 
permenecí en ella el mes de Marzo, no bajó de 13% (15% C.) an la 
noche. 

Los productos de la hacienda consisten principalmente en ca- 
fé, azúcar, chancaca y aguardiente. El café se siembra antes en 
los yucales y se deja crecer á la sombra de la yuca para fortalecer 
allí la planta; se cosecha á los 3 años, cuando los frutos están co- 
lorados, dejándolos secar para quitarles luego la cáscara con una 
pequeña máquina. 

El café se vende en la misma hacienda á 2 pesos (5.1.60) la arro- 
ba, pero comunmente lo llevan á Lima, en los meses de Abril y 
Mayo, para venderlo á mejor preciv, donde es muy estimado. Los 
pobladores de las cercanías venden el café más barato, esto es has- 
ta 12 reales la arroba. 

La coca necesita más cuidado que el café en sus sembríos, por- 
que la semilla es muy delicada, y si no se siembra luego que se 
saca del árbol no nace, perdiendo su facultad germinativa después 
de pocos días. 

En la hacienda de Mantos, después de sembrarla en almácigos, 
es preciso abrigarla bien, sea con telas ó de cualquiera manera y 
nace después de 3 semanas. Cuando ha crecido algunas pulgadas, 
se trasplanta y se tiene limpia de las malas yerbas si se quiere ob- 
tener una buena cosecha. 

La primera cosecha de la coca deberíá hacerse á los 3 años, co- 
mo en las montañas de Huánuco, mas en este valle empiezan á co- 
sechar al año, con lo que debilitan la planta y le impiden crecer con 
vigor. Cada tres ms se cosecha, obteniéndose así cuatro al 
año. 

La caña de azúcar en el valle de Vitoc no florea nunca, de mo- 
do que puede tener muchos años. La que se cultiva de preferencia 
es la llamada caña de Guayaquil, gue apesar de ser muy dura, tie- 


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ne muchas ventajas sobre la común que madura á los 2 años, mien- 
tras que la otra madura á los 18 meses, obteniéndose tambíen más 
azúcar. 

En Mantos se ha experimentado el cultivo del añil, pero se- 
gún los informes del propietario no se produce bien, porque el te- 
rreno es demasiado fértil y le convendría mejor el terreno de 
Chanchamayo que es más arenoso. Enlos altos de Vitoc el tem- 
peramento es más frío é impide el cultivo del café, sin embargo 
de que todavía vegeta bien la piña que es planta tropical. Al con- 
trario, si se baja al rio de Aynamayo, el temperamento es más cá- 
lido, de manera que en esta hacienda se pueden cultivar todas las 
producciones de los países cálidos y templados; así en las alturas 
cultivan, maíz y papas, que dán muy bien; y en la parte más baja 
caña, café y yuca. 

La sola desgracia que tiene esta hacienda es la de estar situada 
fuera del camino que viene de Tarma, y en terreno muy inclinado. 
También se cultivan paltas, naranjas dulces y agrias, (estas últimas 
se hallan silvestres en el monte) y muchas otras frutas de menor 
interés. De esta hacienda para ir á Monobamba se sube una cuesta 
hasta encontrar el camino que viene de Marainiyoc y se baja des- 
pués al pueblo de Pucará, del que ahora existe solamente la capilla 
y algunas casitas, paro antes tenía como 300 habitantes. 


Del pueblo de Pucará se baja y se pasa un riachuelo para su- 
birá Viscatán, hacienda que está situada en un magnífico lugar; 
tiene hermosa vista y el número de pobladores que existen en sus 
alrededores le dan gran ventaja sobre las otras, porque la escasez 
de trabajadores es la desgracia de estas montañas. La casa de la 
hacienda es la mejor que existe; está fabricada con adobes y pare- 
des muy dobles, Están también fabricando tejas para cubrir el 
techo. 

Esta hacienda produce mucho café. Elaño pasado (1854) pro- 
dujo como 300 arrobas y con el plantío de ahora se puede calcular 
un producto anual de 1,000 á 1,200 arrobas. Tiene buenos cañave- 
rales para beneficiar azúcar, chancaca, aguardiente. También se 
cultiva en ella coca, tabaco, etc.; el tabaco se produce perfecta- 
mente. 

Como he dicho más arriba, esta hacienda, está situada en una 
magnífica posición y está llamada á ser tal vez la mejor del valle. 
Su propietario la empezó á trabajar hace como 8 años, algunos 
meses antes que la de Mantos. > 


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También tiene la comodidad de un camino que va directamen 
te de la hacienda al de Marainiyoc, sin ningún rodeo, pudiendo de 
este modo trasportar con mucha facilidad sus productos. 


DE VISCATÁN Á MONOBAMBA 


El camino es muy poco transitado por lo que es muy malo. 

A legua y media de Viscatán se halla una hacienda llamada 
Pampa Jesús, que en el día está abandonada. Se encuentra situa- 
da en una magnífica pampa donde crece en abundancia pasto, pu- 
diéndose mantener ganado con mucha facilidad. 

En Pampa Jesús empiezan ya los terrenos de la comunidad de 
Monobamba y tienen una gran extensión (como 32 leguas en cua- 
dro y una población de más de 600 habitantes.) 

Los indios que habitan estos terrenos son enemigos de los 
forasteros, y han sido la causa del abandono de varias ha- 
ciendas que existían en esos lugares, tales como la del Cármen, 
la de Bella Vista, la de Pampa Jesús y dos con el nombre de 
Urcuyaco. 

Los propietarios han debido abandonar estos lugares por la 
maldad de los indios que rompían los puentes y cerraban todos los 
caminos con el fin de impedir la exportación de los productos de 
esas haciendas. 

El camino que conduce de Pampa Jesús á Runduyaco es muy 
malo por los atolladeros que se encuentran á cada paso y por el 
descuido y abandono en que lo dejan los habitantes del lugar. 

De Pampa Jesús á Runduyaco hay como 2 leguas. Se produce 
chancaca, aguardiente, azúcar y un poco de café. Se cultiva tam- 
bién varias legumbres de Europa, como fréjoles, coles y lechugas, 
que se producen perfectamente. 

Los alrededores de Monobamba están cultivados, habiéndose 
cortado los montes que antiguamente existían; por todas partes 
se ven casas pobladas por indios y mestizos que tienen sus chaca- 
ritas en las que cultivan café, caña, yuca, naranjas, plátanos, etc. 

Para entrar al pueblo de Monobamba es preciso pasar dos ríos 
que corren paralelos unp del otro. El primero llamado Asnacc-yaco 
que quiere decir agua hedionda, baja de las alturas entre Tarma y 
Jauja y ápoca distancia de Marainiyoc, y el otro llamado rio de 
Monobamba, que es muy caudaloso, baja de las alturas de Jauja, 
teniendo su origen en la laguna te Guaracayo. El primero se puede 


e 


pasar á bestia y el segundo á pie sobre algunos palos y para 
hacerlo á bestia es preciso subir cerca de una legua donde hay 
puente. 

En otro tiempo existía un puente bueno para pasar á bestia, 
en el sitio en que se encuentra el puente de palos; pero fué des- 
truído por la maldad de los indios que residen allí, á fin de impedir á 
los hacendados trasportar la chancaca y el aguardiente. El camino 
de Vitocá Monobamba estaba en mejor estado, pero con el aban- 
dono de las haciendas fué descuidado también y está hoy intran- 
sitable. 


El señor Manuel Monteblanco, Juez de Paz, es el único que se 
ha sostenido en Monobamba; este señor ha tenido muchos obstá- 
culos para hacer sus plantíos de tabaco y café porque ningún indio 
quiere venderle terreno, apesar de que todos los que poseen los tie- 
nen sin ningún derecho. Muchas veces se ha visto atacado por 
los indios con el intento de asesinarlo. En el dia dicho señor tiene 
un hermoso tabacal de donde podrá sacar 6,000 mazos de tabaco 
y también un buen cafetal. 


El señor Monteblanco es muy laborioso: fabrica pólvora de 
muy buena calidald aunque no se hallan los elementos en el lugar 
como salitre y azufre; destila de la chancaca aguardiente de su- 
perior calidad; ha ensayado el cultivo del añil, pero hasta ahora no 
ha podido beneficiarlo; otro ramo de comercio que ha ensayado es 
el beneficio de la cera vegetal. En los alrededores de Monobamba 
hay en abundancia una planta llamada en el país laurel ó huacán 
(myrica polycarpa) que produce unos pequeños frutos esféricos 
muy cargados de cera, como los le myrica conifera 


Para extraer la cera de estos frutos, se procede del siguiente 
modo: se recogen cuando están maduros, se ponen en pequeños 
sacos de tela, se mojan estos sacos en agua hirviendo y luego se 
colocan bajo una prensa. El agua caliente derrite la cera y la pren- 
sa la hace salir por los poros de los sacos. Se repite esta operación 
dos Ó tres veces para extraer la mayor cantidad posible. La 
cera obtenida de este modo tiene un color verde subido, y para 
blanquearla no basta exponerla al aire como se hace con la de 
abeja, sino que es necesario mojarla de cuando en cuando con un 
licor ligeramente ácido mezclado con un ¿hocó de sal. El señor 
Monteblanco aprovecha del jugo de los limones y naranjas agrias 


que hay en gran cantidad en este valle, lo mezcla con agua y un 
3 
3 


A 


poco de sal y emplea este líquido para rociar una que otra vez la 
cera convertida ya en virutas, cubriéndola cuando hace mucho sol. 

Para convertir la cera en escamas ó virutas, el señor Monte- 
blanco derrite la cera y después la deja caer poco á poco en agua 
fría; pero se podría usar con más facilidad la pequeña maquinita 
que se emplea para convertir en virutas la cera de abejas. Se peri- 
te esta operación varias veces hasta que esté completamente blan- 
ca, esto es derretida de nuevo y convertidaen virutas y se le expone 
después al aire mojándola de cuando en cuando con el licor ya in- 
dicado. 

Esta planta puede dar cuatro cosechas al año. Inmediatamen- 
te después de recogido los frutos hay que extenderlos y emplear- 
los lo más pronto posible, porque de otra manera se pierden: uu 
día sólo que se dejen amontonados, es suficiente para que entren 
en fermentación. El costo para recoger estos frutos es de dos rea- 
les por arroba. 

Blanqueada esta cera, es demasiado frágil para fabricar velas 
y sale mejor si se mezcla á peso igual con sebo de riñones de car- 
nero; con esta mezcla se fabrican velas de muy buena calidad. El 
señor Monteblanco aconseja mojar las mechas en una solución de 
aguardiente y alcanfor; dice que de este modo las velas no chorrean 
y esparcen un olor muy aromático cuando se queman. 

El café se cultiva de un modo particular por el señor Monte, 
blanco: cuando la planta tiene un año, le poda la extremidad supe- 
rior, de modo que no crece tan alta y se ensancha, produciendo 
ramas laterales de mucha fuerza; por este método he visto plantas 
de café que de dos años eran más fuertes y producían más que las 
de tres años de otras haciendas. 

El tabaco se siembra en almácigos y después se trasplanta 
cuidando mucho de los gusanos y limpiándole las malas yerbas. 
Cuando está crecida la planta y se vé que empiezan á formarse los 
botones de las flores, se corta la extremidad para que toda la savia 
se dirija á las hojas y las haga crecer más. 

En Monobamba, después de 5 meses, el tabaco está maduro, 
lo que se conoce cuando las hojas empiezan á ponerse amarillas; 
entonces se puede hacer la cosecha. El señor Monteblanco después - 
de cosechar las hojas, leS aplasta la nervadura principal para que 
puedan secarse más pronto, les hace pasar un cordel por medio de 
una gran aguja de madera y las expone al sol por tres ó cuatro días, 
después las extiende á la sombra gor tresó cuatro para hacerlas se- 


a 


car y cuando están casi secas, las pone en prensa, pasando en seguida 
á formar los mazos que cada uno pesa cerca de libra y media. 

Monobamba necesita protección por parte del Gobierno, porque 
es lástima ver un hombre industrioso, que busca todos los medios 
para engrandecer á su país abriendo muchos ramos de industria, y 
que por causa de algunos indios abandone todas sus empresas, co- 
mo lo han hecho los vecínos de Pampa Jesús y Urcuyaco. Por esta 
misma razón ha debido abandonar el beneficio de la cera, porque 
apenas supieron todos los indios que la extraía del laurel, le corta- 
ron todos los árboles. 

Necesario es también una escuela de instrucción primaria don- 
de se eduque y enseñe á respetar á las autoridades. 

No solamente amenazan é insultan al señor Monteblanco, sino 
que de acuerdo con los indios de Ricrán, dela misma familia, in- 
terceptan las comunicaciones oficiales del señor Monteblanco á los 
Subprefectos y también algunas cargas. ; 

De aquí resulta que los caminos estén cada día en peor estado 
pues los puentes son destruídos y el Gobernador no tiene como 
hacerse obedecer. 

Estos indios viven en la mayor ignorancia y sin ningún senti- 
miento religioso; se embriagan continuamente é insultan á las 
autoridades pidiendo sus cabezas. Para dar idea de la ignorancia 
de estos indios, diré solamente que cuando uno de ellos está enfer- 
mo y tan grave que juzguen no puede sanar, lo abandonan dicien- 
do que está pasado y casi no le suministran los alimentos necesa- 
rios para su subsistencia, dejándole morir. 


DE MONOBAMBA Á UCHUBAMBA 


De Monobamba á Uchubamba hay 5 leguas de camino; la 
primera legua es toda cuesta, para salir de la quebrada de Mono- 
bamba y entrar en la de Chacaybamba. 

Pasada la cuesta se baja una hermosa quebrada que presenta 
una llanura muy extensa, en la que se distinguen muchas peque- 
ñas chácaras, en que se cultiva principalmente la caña, un poco de 
café y de coca. La reunión de estas chacaritas forma el lugar lla- 
mado Chacaybamba. 

A una legua mas allá de Chacaybamba, se halla -otro paraje 
llamado Chimay, punto donde termina esta quebrada cortada 
por la de Uchubamba que corre casi paralela con la de Mono- 
bamba. Ml 


El camino entre Chacaybamba y Chimay está muy descuida- 
do: en algunos puntos los arbustos lo cubren, en obros un ria- 
chuelo lo ha convertido en su cauce; y en fin, en otros, está cubierto 
de árboles caídos, que hacen imposible el tránsito á bestia y muy 
difícil á pié. 

El agua del riachuelo que corre por el camino tiene en solu- 
ción muchas sales calcáreas [sulfato y carbonato de cal] que va 
depositando bajo la forma de tufo'calcáreo en todos los puntos por 
donde pasa. 

Chimay goza de una vista magnífica, abriéndose delante del 
mismo pueblo la quebrada y presentándose á la vista el majestuo- 
so río que va serpenteando por la ancha quebrada que corta casi en 
ángulo recto á la de Chacaybamba. Este rio está formado por la 
reunión del Uchubamba con el Comas, que uniéndose más abajo 
con el de Monobamba, forman el Tulumayo. 

La confluencia de los ríos Uchubamba y Comas se verifica po- 
cas cuadras más arriba de Chimay. 

El temperamento es muy saludable, apesar de que una parte de 
sus habitantes tienen coto, lo que seguramente es debido á las 
aguas que toman que carecen de yodo. 

Su principal producto son las naranjas, que son muy dulces 
y jugosas y reputadas como las mejores del valle. 

También cultivan coca y café, pero este último mo es befine- 
clado como se debe. Los pobladores de este valle como casi todos los 
de Vitoc, exceptuando las principales haciendas que hemos nom- 
brado, quitan la materia gomosa que envuelve el grano por medio 
del agua, lo que le hace perder su aroma. 

Estos habitantes benefician el café del siguiente modo: ponen 
primero las bayas en un batán, machucan toda la carnosidad que 
envuelve los granos y después de habérsela quitado, queda el 
erano cubierto por una materia gomosa: para separarla ponen to- 
dos los granos en bateas con agua y después los tienden al sol para 
secarlos. Procediendo así, el grano pierde mucho de su aroma, 
siendo mejor el procedimiento que hemos indicado más arriba, 
esto es sin que el grano toque el agua. 

De Chimay á Uchubamba hay dos leguas; el camino aunque 
no es ancho es muy bueno porque lo mantienen limpio. Ladea el 
río de Uchubamba y en tigún punto pasa bajo naranjos que em- 
balsaman el aire con su agradable olor. Además de los naranjos se 
ven hermosos árboles de piña que dan al camino el aspecto de 
un jardín. Se cultiva también coca. y un poco de café. 


Como á la mitad del camino entre Chimay y Uchubamba hay 
un derrumbe que hace á veces peligroso el paso y que ha sido 
ocasionado por los aguaceros que caen sobre una parte muy 
inclinada del cerro y cubierta por capas grandes de arena muy 
gruesa formada por la descomposición del granito. Este terreno 
se mantiene en esta posición inclinada por las raíces de las plantas 
que crecen sobre él y que entrelazándose entre sí, lo mantienen 
firme. Si llueve mucho, el agua, infiltrándose á través de este te- 
rreno, lo hace muy movedizo y si alguna planta empieza á desa- 
rrollarse por los surcos que forman el agua, entónces así mevedizo, 
no puede sostenerse más sobre este plano inclinado y se derrumba. 
Una vez derrumbado todos los aguaceros arrastran consigo tierra 
y también piedras gruesas que se encuentran sueltas, destruyendo 
así el camino que queda intransitable. . 


UCHUBAMBA 


Uchubamba está situado en la orilla opuesta del río del mismo 
nombre, el cual se pasa sobre un pequeño puente fabricado con pa- 
los y cubierto con piedras y tierra. Es un pueblo de cerca de 600 
habitantes, sin contar los de los alrededores; tiene una buena plaza 
con una capilla. El cura viene dos veces al año, en cuyas épocas 
permanece en el pueblo por 15 días y hasta por un mes. 

La mayor parte de las casas de Uchubamba están construídas 
de piedra con techo de paja. 

Sus habitantes son de mejores sentimientos que los de Mono- 
bamba, aunque tienen muchas preocupaciones. 

Su comercio principal son las naranjas que venden á 30 por 
medio, pero casi nunca reciben plata sino efectos y comestibles. 

Uchubamba parece un bosque de naranjos y plátanos; se ha- 
llan también piñas, chirimoyas, lúcmas, paltas y un poco de 
parra. 

Las naranjas, aunque no tan dulces como las de Chimay, no 
dejan de ser buscadas en la provincia. 

Los habitantes de Yauli, vecinos de Jauja, son casi los únicos 
que hacen el comercio de estas frutas, cargando en borricos y sobre 
sus espaldas tercios enteros de naranjas hasta Jauja, que dista 12 
leguas. 

El café se produce en Uchubamba, aunque no tan bien como 


en Vitoc y Monobamba. La caña se cultiva en más abundancia 
3 4 


E 


que el café, para hacer aguardiente y un poco de chancaca. Las 
yucas, arracachas, criguas, camotes y papas, crecen perfectamente 

El temperamento de Uchubamba es un pocoimás frígido que e] 
de Monobamba, y bastante saludable. El coto es todavía más co- 
mún que en Chimay. 

Sin embargo no será demás notar que en el tiempo en que vi 
sité este lugar, habían muerto algunos de la epidemia que grasaba 
en la provincia. Esta epidemia es mucho más fuerte en los lugares 
en que el temperamento es frío. 


Uchubamba es pueblo antiguo en comparación con los otros 
de la montaña. Ninguno de los ancianos que existen en el pueblo 


recuerda de la época en que rozaron los montes que rodean Uchu- 
bamba, loque hace creer que el cultivo de estos lugares data de 
tiempo remoto. 

En los montes que forman los alrededores á una ó dos leguas 
de distancia, hay muchas maderas para construcción y ebanistería, 
lo que ha originado el proyecto de dos ingleses,hace un año esta- 
blecido, para plantificar en el mismo monte una máquina para 
aserrar maderas, exportarlas en tablas á la provincia y fabricar 
muebles en el pueblo que se puedentrasportar desarmados. 

La máquina está ya establecida, pero no ha principiado á fun- 
cionar porque están acabando la casa y también por esperar que 
pase la estación de lluvias. 

Esta máquina la mueven por medio del agua y la han estable- 
cido cerca de Uchubamba, apesar de que los montes de este pueblo 
tienen menos maderas que los de Chanchamayo y Vitoc; pero tie- 
ne la ventaja de la fácil exportación, pues dista de Jauja 12 le- 
guas solamente de buen camino. 


DE MONOBAMBA Á TAMBILLO. 


De Monobamba á Tambillo hay 5 leguas. El camino, para ser 
de montaña, es muy bueno; está construído sobre una roca dura, 
que no forma atolladeros cuando llueve. 


DE TAMBILLO Á JAUJA 
0 
De Tambillo á Jauja hay 9 leguas casi todas al través de pu- 
nas rigurosas. La quebrada de Cayán toma su nombre de una 
hacienda de ganado formada por una llanura casi perfectamente 
nivelada, de modo que el agua de un riachuelo que corre por el 


. 


A 
medio de ella apenas tiene movimiento. La vegetación de esta 
quebrada es casi nula, notándose solamente un pasto corto y 
algunos pequeños terrenos donde se cultiva ocas y papas. Esta 
quebrada termina en una cuesta algo pendiente, de cuya extremi- 
dad se baja legua y media sobre una formación de pizarra á otra 
quebrada llamada de Yanli, donde aparece de nuevo la vegetación, 
la que, como la de todas las de los alrededores de Jauja, consiste 
en papas, ocas, masuas, quinua, habas, cebada, trigo y alfalfa. 

El principal cultivo parece ser la cebada, la que además de nsar- 
se como pasto, sirve también de alimento á los habitantes de estos 
lugares que la preparan de cierto modo y la venden después bajo el 
nombre de máchica. La preparación de la máchica es muy sencilla- 
y consiste en tostar la cebada, molerla y pasarla por un tamiz; con- 
dimentada constituye el principal alimento de los habitantes de 
esta provincia. 


NAAA E 


Yaulies un pequeño pueblo que dista una legua de Jauja; sus 
habitantes comercian en naranjas, piñas y plátanos de Uchubamba 

De Y auli á Jauja hay una legua de camino á través de pampas 
hermosas cultivadas de cebada en su mayor parte. 


JAUJA 


Jauja es un pueblo regular situado en un valle bañado por el mis- 
mo río que pasa por la Oroya y que toma el nombre de río de Jauja 
ó más bien de Mantaro. Este pueblo tiene una buena plaza con pila, 
una iglesia y una capilla, algunos buenos almacenes y casas regu- 
larmente construídas. Su clima es algo frío, marcando el termóme- 
tro enel mes de Marzo, á la sombra, y cerca del medio día 12 7 C. 
por término medio. 

El pueblo está situado en medio de pampas inmensas que se 
extienden mucho más allá de Huancayo, y rodeado por un gran 
número de pueblecillos situados á poca distancia unos de otros 
sobre las dos bandas del río, el cual dista de Jauja como + de 
legua. j 

A poca distancia de Jauja se notan muvhos cerritos formados 
en su mayor parte por terrenos de aluvión. En la cima de estos 
cerros existen todavía los restos de las habitaciones de los indios 
antiguos, comunmente llamados gpntiles. Estos restos están for- 


— 16 — 


mados por cuartos dispuestos en línea casi recta y construídos los 
más por pedazos del mismo calcáreo que forma el núcleo de estos 
cerros. Se observa cerca de dichos restos cultivos de papas, quinua, 
oca, cebada, ete 


De Lima al Cerro de Pasco 
SALIDA DE LIMA EL 4DE FEBRERO DE 1857, EN VIAJE DE EXPLORACIÓN 


Á LAS MONTAÑAS DE HUÁNUCO 


Salimos por la portada de Guía y nos dirigimos á Caballero 
adonde "llegamos por la tarde. El camino sigue la base de la ca- 
dena de cerros que principia cerca de Lima en el cerro de Aman- 
caes; tiene muy poca inclinación y exceptuando algunos puntos, es 
bastante llano. 

Caballero es un pequeño pueblo situado á 6 leguas de Lima 
tiene un tambo pasable, adonde los viajeros pueden hallar 
una cama para descansar (cosa muy rara enel Perú). Su tem- 
peratura es cálida y se respira un aire distinto al de Lima. El cam- 
bio de clima es ya sensible por la diferencia de nivel que existe 
entre estos dos puntos. 

Caballero tiene también su plaga y es una cantidad de zancu- 
dos que no dejan en la noche un sólo momento de descanso al 
pobre viajero fatigado; sea con su fastidioso zambido, sea con sus 
molestas y dolorosas picaduras, que se hacen sentir aun á través de 
la sábana. 

De Caballero al Cerro de Pasco. —Para seguir este camino, se 
pueden tomar dos rutas: una que sigue la quebrada por donde corre 
el río Chillón que es conocido con el nombre de camino del Trapiche, 
y la otra quesigue la misma cadena de cerros de Lima á Caballero y 
es llamado camino de Rio Seco. El primer camino es bonito porque 
es lleno de vegetación, pero en esta ¡estación y en el momento en 
que viajamos está lleno de agua. El segundo ó de Rio Seco es más 
fastidioso, principalmente cuando hay sol, porque entonces se sien- 
te un calor abrasador, giendo completamente árido y lleno de pie- 
dras, muchas de las cuales están redondeadas y parecen haber sido 
en otro tiempo acarreadas por las aguas, de manera que este cami - 
no debe haber sido un cauce de río; lo que confirma más esta opi- 
nión es el nombre vulgar de Rió Seco que les dan los habitantes. 


3%, 1. PES 


Aj de legua de Caballero se separan dos quebradas: la del Tra- 
piche y la de Río Seco; en esta última desaparece la vegetación y 
empieza una aridez completa. 

El camino se halla esparcido de una gran cantidad de piedras 
que hacen la marcha más penosa: de cuando en cuando se ven 
grandes surcos en el terreno formados por el pasaje del agua, y 
en los lugares donde estos surcos son profundos se notan grandes 
depósitos de arcilla, arena y guijarros. 

El camino al Cerro sigue á la izquierda de la quebrada yá la 
derecha hay otros que van á la hacienda de Macas. A tres leguas 
de Caballero el primer camino tuerce á la izquierda en otra pe- 
queña quebrada y después se pasa una cuesta para entrar en la 
del río Chillón. k 

Como á 5 leguas de Caballero se llega á Alcacoto que es una 
casita, y media legua más alláá Yangas, pequeño pueblo con 
una iglesia. 

Un poco más allá de Yangas se halla el tambo de la Magdale- 
na, el mejor que existe en este camino. De Yangas á Narancocha 
hay otra legua. En fin cerca de Narancocha hay manantiales que 
provienen de la infiltración de las aguas del río, de manera que 
inundan el terreno y forman atolladeros donde nacen gran número 
de totoras (Típha). A causa deestas aguas estancadas, Naranco- 
cha es un poco ma: sano y se padece algunas tercianas. 


Narancocha se compone de una casa y una chacarita, donde 
vive una familia, la que además de cultivar lo necesario para su 
subsistencia, cultiva también cierta cantidad de maíz que lleva á 
Lima para venderlo. En este lugar se producen todavía los plá- 
tanos y chirimoyas. 

De Narancocha el camino sigue ladeando la misma cadena 
hasta llegar á un punto donde se divide la quebrada en dos, cada 
una de las cuales tiene un brazo del río de Chillón. Cuando el río 
está bajo se pasa un vado y se entra á la quebrada de la izquier- 
da para continuar el camino al Cerro; pero en tiempo de aguas, 
cuando el río está muy cargado, se sigue la quebrada derecha has- 
ta hallar un puente, y después se pasa al otro lado del río has- 
ta hallar la quebrada de la izquierda. Se sigue el camino en 
esta quebrada ladeando otra cadena de cerros para llegar á Yaso. 

De Yaso á Obrajillo.—Yaso es un pequeño pueblo situado á 5 


leguas de Yangas. Tiene iglesia y un tambo. El número. de sus 
) 5 


e OE 


habitantes está reducido á sólo seis familias, las cuales están cons- 
tituídas por 25 Ó 30 individuos. 

Se produce todavía lúcmas y chirimoyas, pero el plátano ya 
no dá fruto. Yaso se puede considerar como el límite entre la 
costa y la sierra porque no caen los grandes aguaceros que 
caracterizan la última región señalada, sin embargo de que á veces 
llueve. 

El mejor modo de conocer si en un lugar dado hay grandes llu- 
vias Ó garúas, como en la costa, es observar la construcción de las 
casas, porque en los lugares que no llueve, están hechas de cañas 
y su techo mal cubierto; al contrario de los lugares en que llueve, 
en los que casi todas las casas están hechas de piedras y su techo, 
aunque de paja, bien cubierto. A 

Siguiendo de Yaso á Obrajillo, se necesita pasar cinco veces 
el río Chillón, por ser la quebrada muy sinuosa; sin embargo, el 
camino no es muy malo, aunque la última parte de él pasa por una 
ladera de cerros bastante elevados. 

Obrajillo es un pueblo regular. Tiene una buena plaza, una 
iglesia, un buen tambo y una que otra casa un poco decente. El 
comercio de este pueblo consiste en la arriería para traer las barras 
de plata del Cerro y conducir mercancías de toda clase. 

En la estación de las aguas llueve bastante en este pueblo y los 
ríos se cargan mucho, dando lugar á no pocas desgracias, entre las 
cuales se puede contar una que presencié en la súbita llegada de 
un rio áuna quebrada pequeña después de una fuerte lluvia, el 
cual arrastró á una mujer que pasaba por este punto, la que 
afortunadamente fué salvada. Este accidente causó en el pueblo 
un movimiento tal que creí había estallado una revolución. 

Obrajillo tendrá como 700 habitantes, contándose los de los 
suburbios, y lo que es más digno de notar son las facciones regula- 
res de sus habitantes. 

En Obrajilio ya no se produce las chirimoyas, las paltas y los 
otros frutos de la zona tropical; la uva misma casi no dá fruto. Se 
cultiva alfalfa, papas, cebada y trigo. 

De Obrajillo al Cerro de Pasco.—Al salir de Obrajillo para el 
Cerro de Pasco, se va subiendo mucho y la temperatura baja con- 
tínuamente. El río Clállón va disminuyendo contínuamente de 
ancho y sucursojse hace más y más tortuoso, de manera que antes 
de llegar á su origen, se pasan cuatro puentes. 

A tres leguas de Obrajillo sq halla el pueblo de Culluay, com- 


do 100 


puesto de cerca de 100 casas y cuyos habitantes trafican como los 
de Obrajillo trasportando barras y mercancías. Siguiendo el cami- 
no la quebrada es más angosta y un poco más tarde se pasa la cor- 
dillera en el punto llamado de la Viuda, presentándose á la vista 
cuadros muy imponentes. 

Los hombres como los animales al pasar la cordillera padecen 
de una especie de embriaguez, causada por la rarefacción del aire. 
Los del lugar atribuyen este malestar á las emanaciones de anti- 
monio y dan á este mal el nombre de veta ú de soroche. 

Lo cierto es que tres veces que pasé la cordillera, padecí de 
fuerte dolor en la región de la nuca, y la última'al pasar la Víuda, 
mi mula cayó dos veces con riesgo de romperme una pierna. 

Los habitantes del país aseguran que es caso muy raro que cuan- 
do la mula cae atacada por la veta, se levante, porque casi siempre 
queda muerta. La segunda vez que cayó pude observar que sus 
ojos se torcían y las piernas se estiraban, pero ayudado luego por 
mi compañero, pudimos levantarla. Los habitantes del país em- 
plean para esta dolencia la ruda, el ajo y el aguardiente. 

Después de 7 á $ leguas de camino, saliendo de Obrajillo, se 
llega á una pascana llamada de Ascalón, que dista una legua de 
la Viuda; alí pudimos pasar la noche para marchar el día 9 de 
Febrero á Palcamayo. 

El camino entre Ascalón y Palcamayo está todo sobre punas 
llenas de lagunas donde reina constantemente una temperatura 
de cerca de 0.” No pude observar nada en este camino por estar con 
dolor de cabeza muy agudo, debido como he dicho á la rarefacción 
del aire en estos lugares tan elevados, 

Palcamayo es un tambo bastante grande, provisto de una es- 
tufa para abrigarse de la. baja temperatura que tiene este lugar. 
Este tambo dista de Ascalón 4 leguas. 

De Palcamayo se vá á Huallay, pueblo que dista 5 leguas de 
camino siempre á través de punas y atolladeros. Además de los 
atolladeros hay en este camino gran número de pequeñas quebra- 
das, quese llenan de agua de un momento á otro al derretirse la 
nieve que lo hacen peligroso éintransitable. Para entrar á Huallay 
se sube una cuesta llamada de las cruzadas que casi es tan alta 
como la de la Viuda y donde las bestias padecen de veta. 

Huallay es un pueblo situado según M. Rivero 4 4317.5 metros 
sobre el nivel del mar. Sus casas están coristruídas de piedra. Sus 
habitantes, si se cuentan solamente los que viven en el pueblo, no 


— .20 — 


pasan de 30 á 40 familias, pero si se cuentan todos los de los alre- 
dedores, se pueden calcular en más de 300. Este pueblo, según se 
nota por su altura, tiene un temperamento muy frígido y prueba 
de ello es que la cebada germina pero no da granos. En las inme- 
diaciones de este pueblo se notan muchas minas de plomo argen- 
tífero y algunas también de pavonado y de pacos, algunas de las 
cuales se explotan al presente con provecho. 

Aquí dejaré consignado que cerca de Palcamayo, y á la dere- 
cha del camino, existe una mina de carbón de piedra de muy bue- 
na calidad, siendo el más estimado en el Cerro de Pasco, á donde 
se hace un gran consumo. Este carbón dá mucha llama: es cono- 
cido en el Cerro con el nombre de carbón de Huallay y se vende de 
un real á real y medio cada arroba. 

De Huallay al Cerro de Pasco hay Y leguas de camino regu- 
lar á través de grandes punas secas. Al salir de Huallay, á poca 
distancia y en una llanura situada á la izquierda de la vía, flan- 
queada de un lado y otro por las rocas traquíticas que se encuen- 
tran al salir de Huallay y que se extienden á mucha distancia, se 
observa que se levanta del suelo gran cantidad de vapor. Al acer- 
carse al punto donde se nota este fenómeno, se vé que es debido 
á un manantial de agua termal, agua que carece de sabor y que 
tiene una temperatura de 48” centígrados. 

El camino sigue después á través de grandes pampas de la 
puna, pasando por varios riachuelos, de los cuales los principales 
son el río Colorado que va á desembocar en el río de Pari que sa- 
le de la laguna de Chinchaycocha para formar el río de la Oroya; 
y el río de San Juan que baja de las alturas de Rancas para irá 
desaguar en la misma laguna de Chinchaycocha. 

Poco después de haber pasado este último río, se sube una 
cuesta larga y tendida para atravesar los cerros que forman los 
límites de la hoya del mineral de Pasco, dejando á la izquierda las 
célebres minas de Ccolquehirca que se trabajaban antes del descu- 
brimiento de las minas del Cerro, y á la derecha el pueblo de Pasco 
(1857) muy poco habitado, llegando á la cúspide de esta cuesta se 
baja como una legua á la hoya mineral, en cuyo centro está. situa- 
da la ciudad del Cerro de Pasco. 


L 


e Y ——__—_— 


== 


Estudios demcgráficcs de la ciudad de Piura 


por el Dr. D. Víctor Eguiguren. 


(Véase el tomo IV, página 68 y el tomo VI, página 282 del BOLETIN) 


( N Abril de 1894 enviamos á la So ciedad Geográfica de Lima 
varios cuadros que contenían el resul tado de nuestras 1n- 
vestigaciones sobre el movimiento de la población de la 


ciudad de Piura, en los 16 años comprendidos entre el 1.* de Enero 
de 1878 y el 31 de Diciembre de 1893. 
Vamos ahora á estudiar la demografía de esta ciudad en los 
años de 1594 á 1896. 


Agosto.... 
Setiembre. 
Octubre... 
Noviembre 
Diciembre. 


NACIMIENTOS 


(Datos tomados de los Libros Parroquiales) 


1894 


1895 189677 | 


| Naturales 


| Mujeres 


297 405 


| Legítimos 


0157412561300/388/168.556 3171333 466 


Hombres 
| Naturales 
| Legítimos 
| Naturales 
l 


| Hombres 


| 38 201 18 32 6 38| 27| 28| 41 


68|| 21| 38, 48. 11 591 27 
50 28| 34 39 23 62| 20 : 


A | 


| Legítimos 
| Total 


14) 46 
30,127 
14' 38 


184 650 


En los Registros municipales se inscribió: 


En 1894—497. (Dejados de inscribir, 77). 
En 1895-—-465. ( 
En 1896—510. ( 


3) ,”) > 91). 
3) 52) 3 140). 


a GO TER 


DEFUNCIONES 


(Datos tomados de ¡os libros del Cementerio) 


=== — 


1694 || 1608 (¿AAN 
Ela e E 

E ci E E E E a $ 

Em] pra o — o 2 

ars ES 0 

nro O A EI o 
Febrero....... 14 IA ASS A 7 | 140 COR 
Marzo........ 16 91-251 261. 24.1 50.1. 221 191 
1 A 91-191 2811 210199 8 | 29 
Mayos. 0..t: 12 9 | 2111.28). 111.291 1512210057 
Dumo! de 10 Sal: 1811-17) 44 1 SW AO 
Tulio? a. es 5 51104 192.1 16.128: 181 11 
Agosto... 10 E O O O 7 | 19| 26 
Setiembre.... 9 14 23] úl 11 18 11 16 ado 

| Octubre...... 2 6 8 ESO ARTO 8 | 16124 
| Noviembre... 4 3 7 7 12 19 15 14 29 || 
Diciembre.. ..| 13 9 22 13 9 22 14 20 34 

| 115 | 119 | 234 | 177 | 164 | 341 || 157 | 192 | 349 


Las defunciones inscritas en los libros municipales, son: 


En 1894—178. (Dejados de inscribir, 56). 
En 1895--254. ( ,, E 55 s7). 
a 61). 


De los cuadros que anteceden se deduce el siguiente sobre 


»” 


MOVIMIENTO DE LA ON 
180 LO 389 574 234 | 340 259 | 10.644 | 5.52 | 2.25 
1895....| 10.644 596 341 215 160 | 10.804 | 5.35 | 3.20 
(SO OSONA 650 340 301 226 | 11.030 | 6.01 ¡ 3.23 
MSI OSO E 
p 


El promedio de mortalidad en estos tres años ha sido de 
2.89 9/,, que es casi un medio por ciento menos que el promedio 
de los 16 años anteriores. 

La natalidad resulta también muy disminuída, pues siendo ej 
promedio de los 16 años anteriores de 6.826 %/,, la del último trie- 
nio solo alcanza á 5.66 9/,, lo quejda una diferencia de 1.066 %/.. 

Los nacimientos de ilegítimos alcanzaron en los 16 años ante- 
riores al 72.26 “/, y en el último trienio, á sólo 70.72 */,, lo que da 
una disminución de 1.54 %/.. 

Tiene especial importancia el siguiente cuadro sobre la 


EDAD DE LOS FALLECIDOS EN 1896 (*) 


DemOra Ll amo o is 85 
A dd 102 
Me ec NN 12 
A Ed RL, 10 
AI EN CN 6 
O IO 14 
MIR E A PEPA 28 
A A IA 15 
A A 91 
IO Oj PE 94 
OOPS des a PE 19 
SU O A 6 
O A 3 

NO JO EPEeSada ido add 4 

Mt de 349 


Este cuadro revela una mortalidad muy fuerte de niños meno- 
res de 5 años. De cada 100defunciones, 53.58 corresponden á niños 
que no han cumplido el primer lustro de edad. 

Esta extraordinaria mortalidad de niños se encontrará expli- 
cada en el siguiente cuadro de las enfermedades que causaron las 
defunciones, del que aparece que en 1896 fallecieron 45 niños de 
coquelucha, 30 de sarampión, 26 de dentinción y 9 de viruelas; en- 
fermedades que representan el 44.41 “/, de las defunciones de 
niños. 


(*) Ya hemos publicado la edad de los fallecidos en 1894 y 1895. Véase el Tomo 
VI, página 285, 


ENFERMEDADES DE LOS FALLECIDOS EN 1896 (*) 


En poblacion Ein hospital — Total 


ys IA TE e 45 4 49 
obre cerebral et o opa al T 7 
bre pelbliciosa eo ade 5 5 
BN E E A 3 3 
Blebre titoldea. a a ae 2 2 4 
Fiebre Intermitente... os 1 ll 
DEmbIciOn”. JU e 26 26 
A 19 12 
AO E A 12 11 23 
Ara maplon. . Ie AAA 30 30 
Coqueluchars eat 45 45 
Ataque cerebral! 000 04. ÓN 7 h 
 Talcotazona EA ES A 4 4 
Disentería. a A EA 8 2 10 
Bronquitisi iu. iO ROA 5 5 
Hidropestan a A 12 2 14 
Delhigado: 3h. AE 4 4 
De:la orina. onia ly ESA 4 4 
Consunción: 1 A: 4 + 
COlicO:0 4. ME ON A 5 5 
Reumatismos:.- dd A O 3 3 
E O ATA O 4 4 
VITAE E EOS E A 8 14 9 
Accidentes use e 2 3 5 
Haralisis per SA 1 2 3 
Otras:entermedades. e 29 13 49 
Total “AE 288 40 328 


Sobre un total de 859 defunciones ocurridas en el trienio y 
anotadas en los libros municipales, 294 han sido ocasionadas por 
enfermedades expresadas con el nombre genérico de fiebres Ó ca- 
lificadas de fiebre epidémica, fiebre amarilla, fiebre perniciosa, 
fiebre tifoidea, etc.; de donde resulta que las fiebres han causado 
el 34. 22 ?/, delas defunciones. 


(*) Las enfermedades de los fallecidos en 1891 y 1895, puede verse en el Tomo 
VI, página 293 del Boletín. . 


En cuanto á la nupcialidad, nos referimos al siguiente cuadro, 
MATRIMONIOS EN LA CIUDAD DE PIURA 


(De los libros parroquiales) 


Años Ein articulo Total 
de muerte 

ESA a 3 16 

1895.... 11 28 

IS il 10 

Total... de Pin 


En los libros municipales se ha inscrito 8 matrimonios en 1594, 
5en 1895 y 7 en 1896; habiendo dejado de inscribirse 34. 

En los 16 años anteriores el promedio de matrimonios fué de 
29, 68 por año. En el último trienio es de solo 18; lo que, aún sin 
tener en cuenta el aumento de población, da una disminución de 
12 matrimonios por año, 

La proporción de la nupcialidad apenas alcanza en el trienio 
á 1,8 por cada mil habitantes. 

Vamos á concluír, presentando el promedio de la mortalidad, 
natalidad y nupcialidad de la ciudad de Piura en el período de diez 
y nueve años que abrazan nuestras investigaciones (1873-1896). 


Natalidad---66.36 por 1.000 habitantes. 
Mortalidad---31.95 3 ” »” 
Nupcialidad---3.06 ,, ,, » 


Piura, Abril de 1897. 


——= dr 


ar 


OS lingúistas creen hoy que las raíces de las lenguas 
americanas, salvo las de una misma familia, son com- 
pletamente diferentes. (1) Su creencia hasta cierto pun- 
to es gratuita y no fruto de un conocimiento profundo de los voca- 
bularios. Y este es justamente el examen más trascendental que 
ellos están llamadosá hacer. “El procedimiento de las investi- 
gaciones lingúisticas, dice Whitney, se basa en el estudio de las 
etimologías y de la historia individual de las palabras y sus elemen- 
LOS A(2A 

El número é importancia de las raíces comunes á varias fami- 
lias de lenguas no puede fijarse á priori, es preciso conocer cada 
raiz por separado. : 

El presente trabajo versa sobre la raiz Chz. 


I 


The affinites between the languages 
of the New World, as determined by 
their vocabulartes, is not less real than 
inferred from the analogies of their 
that grammatical structure. 
(Robert Gordon Latham, Elements of 
comparative Philology). 


Chi significa resplandor, brillo, luz, en varios idiomas ameri. 
canos. 

En la lengua kechua juega un gran papel: 

Chipipic: cosa que relumbra. 

Chipipipini: resplandecer (3). 


(1) I may safety assert that on no other continent Cun there be found such a 
multitude ef distinct languages which definitely approach one another in scarcely 
a single word or syllable asin America. (H. Bancroft, The Native Races, VolI!I, 
1883, p. 555.) 

On ne trouve nulle part comme en Amérique un nombre considérable d'idiomes 
se ressemblant autant les uns aux autres, mais constitués cependant au moyen 
d'éléments parfaitement divers. (Hovelacque, La Linguistique, Paris 1887, p 173.) 

(2) La vie du langage, Paris 1892, p. 257. ho 

(3) Gonzales Holguín, Vocabulario qquichua. --Barrauca, Lenguas indígenas, 
Gaceta Científica de Lima, t. 1.” 1885, págs. 161--62-Middendorf, Woórterbuch des Ru- 
na Simi, Leipzig 1890, p. 353, limita sin razón el significado de este veibo á las es- 


trellas. 


= 9 = 


Uhipicant: pico nevado de 4800" de altura (4). 

Pinchhicuru: laciérnaga. 

Pincehhipinchicta cahuarint: ver visiones ó vislumbres el bo- 
rracho ó enojado (5). 

No podía carecer esta raiz de sentido figurado, pues la luz sir- 
ve como término de comparación para expresar las más varia- 
das ideas. Los kechuas se valieron de ella para denominar á 
los descubridores del porvenir y de las cosas desconocidas y 
ocultas: 

Ichuchicuni: consultar hechiceros por unas pajas (6). 

Averiguar los hechos era para ellos iluminarlos: 

Chichint 0 chichircont: escudriñar (7). 

Consideraban los ojos, por su brillo, como si fueran cuerpos lu- 
minosos, y en esta virtud dieron el mismo nombre á pestañear, ha- 
cer visos, relucir: Chipicñin: (8). 

El sol fué también designado con la voz chí, apelativo que solo 
ha conservado en ciertas palabras compuestas: 

Achihua: quitasol (9). 

Chtirapa: lluvia con sol, 


(4) Paz-Soldán, Diccionario Geográfico Estadístico del Perú, Lima 1877, p. 308, 

(5) G. Holguín, obra citada, primera parte, p. 204, 

(6) Torres Rubio y Figueredo, Arte y Vocabulario de la lengua Quichua, Lima 
1754, foj. 171. 

(7) Torres Rubio y Figueredo, Arte y Vocabulario de la lengaa Quichua, Lima 
1151, fo]. 154 vta. Esta inducción no está reñida con el carácter propio del votcabu- 
lario keshua. Así descubrir un sa3reto sa dica Huillacuni (obra cit. foj. 183 vta.), y 
en este verbo está patente la voz illa, luz. 

(8) G. Holguín, obra ci;. Por exterisión lo emplearon también en el sentido más 
lato de “cerrar los ojos al tiro ó golpe”, Chhimlliy, ó Chhimsig, valen por “guiñar, 
hacer señas con los ojos.” 

(DOE ,y estaba aquí debajo de un gran palio de plumería de mill colores, y 
los palos sobre que estaba el palio eran de oro, y traían el palio doce capitanes de su 
propio linaje muy ancianos. Llámase este palio en la lengua, achigua”. (Descripc. 
de la provincia de Vilcas Guaman, 1585, Ralaciones Geográficas de Indias t. 1. pág. 
167... áloslados venían dos señores muy'principales, que se iban mudando, con 
dos quintasoles de plumas, muy bien obrados y muy finos,que le traían los de los An- 
des por tributo al Inga. Guarneciánse los tirasoles y los palos de planchuelas de oro 
finísimo y esmeraldas; servían estos tirasoles de palio, y llámase en la lengua gene- 
ral achihua....... ” (Montesinos, Memorias antíguas, historiales y políticas del 
Perú; ed. de Jimenez de la Espada, p. 128.)---En la última escena del drama Ollan- 
ta se ha empleado esta palabra para expresar refugio, protección, amparo, como 
muy bien la ha traducido Barranca. (Ollanta, p. 51). Middendorf le dá equivocada- 
mente una acepción contraria ála verdadera: “achihua, la luz del sol”. (Ollanta, 
1890, p. 393, verso 1,844), 


NS o 

Achptiran ó achipiran: colina del Cuzco situada al occidente 
frente al templo del sol (Ccoricancha) y lugar destinado al cul- 
to de este astro (16). 

Chissi-chisst: tarde (11). 

Los indios marcaban las diversas faces del día refiriéndose 
siempre á un estado anterior. Así, siendo noche tuta, de mañana es 
tutamanta, y muy de mañana, ancha tutamanta (12). 

No es la lengua kechua la única que haya conservado el nom- 
bre de una cosa solo en ciertas palabras compuestas. “El tiempo, 
dice Edkins hablando de la China, cambia tanto el sentido como el 
sonido de las palabras. De manera que muchas voces existentes 
en las compuestas han perdido su significado original” (13). 

Chi, el sol, ha entrado en la composición, como es natural, de 
palabras relativas al calor y al fuego. 

Chera: trios 

Chiri-chiri: muy frío (14); 

Chirau-chiraurant: ya ha salido el sol y calienta el dia; 

Chiraupunchau: día claro; sin nubes en que hay sol y calor; 

Chirauracmt: aun no se ha puesto el sol, aun dura el calor (15). 

Con la voz chirau bautizaron la estación del año que era á su 
juicio la más cálida: EN 

Chiraupacha 6 Chiraumitta; el verano enjuto, sin aguas ni 
frío; 

Chirau: primavera (16). 

Cada mes tenía su mojón ó pilar al rededor del Cuzco, dice On- 
degardo, donde llegaba el sol aquel mes. Estos pilares se llama- 


(10) Molina. Fábulas y ritos de los Incas, versión Inglesa de Markham. p. 17. 

(11) Holguín, obra cit. 

(12) Id. Id. En Aymará aroma quiere decir noche, y calta ancha aromanti, 
llegué al amanecer. (Bertonio, Arte de la lengua Aymará, p. 185). En Maya con 
o privativo y kin sol se construyen las palabras okín esta noche, okinal ú oknal á 
la noche. (Beltrán, Arte del idioma Maya, p. 185.) 

(13) Grammar of the Chinese Colloquial Language, pag, 100; cit. por Max. Mú- 
ller, La Stratification du Langage. (Bibliothéque de Vécole des hautes études, pag.20) 
--Edkins entrevarios ejemplos pone el de 'sheu, cabeza, que ha sido reemplazado por 
teu y sin embargo subsiste combinado con otras palabras: ej., tseh, 'sheu, jefe de la- 
drones. Hád, dice Max. Múller, desapareció de la lengua inglesa como término ais- 
lado; pero se le encuentra en man-hád, el estado de hombre, God-Lad, la naturale- 
zade Dios. (obra cit. pag. 20). 

(14) Ritti es en kechua nieve. 

(15) Raurani es en kechua arder, quemar. 

(16) G. Holguín, Vocabulario cit. 


ban sucanca, y el del principio del invierno era Pucuysucanca y el 
del verano Chiraosucanca (17). 

No todos los kechuistas, sin embargo, dan hoy este significado 
á la voz chirau. Mientras Tschudi se aparta poco de la verdad 
traduciendo este vocablo por “claro, sereno (del tiempo), caliente 
(del sol”) (18), Middendorf se aleja de ella interpretándolo en estos 
términos: “Chirau: la estación seca, serena, y al mismo tiempo 
fría de la sierra, que comprende los meses Abril, Mayo, Junio, 
Julio, y dura á veces hasta el Octubre.—Chirauppunchan: día 
claro y frío” (19). Mossi va por buen camino siguiendo los pasos 
de Holguín (20). 

En una de las oraciones conservadas por Santa Cruz Pachacu- 
ti hay estas palabras: Intica, quillaca, punchaoca, tutaca, pocoy- 
ca, chiraoca (21); y en la única versión que se ha hecho de ellas 
se ha invertido el significado de las dos últimas tomando pocoyca 
por verano, y chiraoca por invierno (22). 

La causa de estas equivocaciones está en que los indios del Tta- 
huantinsuyu ponían al revés las estaciones; verano era para ellos 
invierno, y vice-versa; el verdadero nombre de cada estación esta- 
ba aplicado en realidad á la contraria. 

Ñan chirau chayamuhuanchis: En este verso del drama Ollanta, 
chirauw corresponde evidentemente al buen tiempo, á la estación 
seca del año, como lo han comprendido desde Barranca hasta Mid- 
dendorf, sus traductores (23). Pues bien, el tiempo es seco en la 
sierra del Perú precisamente en el invierno, y no durante el ve- 
rano. 

Además de las aducidas, hay otra prueba concluyente. Como 


(17) Confesonario para los curas de indios, Sedilla 1603, Informaciones cap. 
VIT, foja 9 vta.—Cobo, Historia del nuevo mundo, Tomo III, Sevilla 1892, págs. 
293-94---La diferencia de vocales nada vale en estecaso: “unos pronuncian o 
por u y otros ¿ por e.” (Santo Thomás, Gramática Quichua, pag. 61). Anchorena, 
Gramática Quechua, pag. 2. Tschudi, Organismus ler Khetsua---Sprache, págs. 
135-40., 

(18) Die Kechua--Sprache, Wórterbuch, 1853. 

(19) Wórterbuch des Runa—Simi, pág. 353. 

(20) Dicc. quichua-castellano, 1860, pág. 75. 

(21) Tres Relaciones de Antigúedades Peruanas, pág. 248. 

(22) Lafone Quevedo, El culto de Tonapa, en la Revista del Museo de La Plata, 
tomo 111, págs. 339-40---Markham se ha regido en el índice de su traducción del tex- 
to de Pachacuti por Tschudi- -(Narratives of the rithes and laws of the Incas. 1873, 
pág. 193.) 

(23) Barranca, Ollanta pág. 13.-—Middendorf. Ollanta pág. 117, verso e 


— 0) = 


Puccuy es invierno (24),no cabe dar este nombre sino á los meses de 
esta estación; es decir á Diciembre, Enero, Febrero y Marzo si el 
trastrueque ha existido verdaderamente. Para que cada cual apre- 
cie la exactitud de esta obsorvación, se inserta en seguida un cua- 
dro de los nombres que los historialores de Indias dan á los me- 
ses indicados: 


| Ondezardo 


| Betánzos Molina Velazco 

| | | 
I e Qu > 2 E aa , E AS . E y 

Diciembre. Ceapac Raimi. Pucuiquillaimi. ... ¡Camaiquilla..../Raimi. 


¡Enero..... Camana ios COoyquis ies Hatun Pucuy. - Uchug Pucuy. 
Febrero.... Hatun Pucuy. Ccollappoccoyquis. Pacha Pucuy.. Atun Pucuy. 

4 € = . D 
¡Marzo A Pacha Pucuy. ¡Pachappoccoyquis. ¡Paucar Huara.. Paucar Huatay (25) 


| 


Nada importa que los autores citados no estén acordes en la 
denominación de cada mes, pues de todos modos el hecho queda 
demostrado. Por otra parte Puccuy, es madurar, y Huchuypuecuy 
y Hatunpucery se refieren al fruto del maíz (26), el cual brota y 
cuaja en los meses indicados. El verdadero invierno (verano de los 
indios) es tiempo de cosechas y de preparación para los sembríos. 


El cronista Fernando Montesinos ha trasmitido pues exacta- 
mente los datos astronómicos de los amantas, y la equivocación en 
que incurre, no proviene de él sino de ellos cuando pone en sus 
memorias que el equinoccio vernal cae en Mayo y el otoñal en Se- 
tiembre (27). No merece en este punto la crítica de López (28). 

Mas no hay por qué extrañarse del error de los indios desde 
que generalmente los españoles establecidos en la sierra del Perú 
calificaron también las estaciones ue igual manera (29). 


(24) G. Holguín, obra cit. Ondegardo obra cit., Santa Cruz Pachacuti en la 
lámina de su obra (Tres relaciones de antigiedadas peruanas). 

(25) Ondegardo, Confesonario cit. Batánzos, Suma y narración de loz Incas, 
tomo V de la Biblioteca Hispavo---Ultramarina, págs. 131 y siguientes. 

(25) Rivero y Tschudi, Antigúedades Peruanas, pág. 129. Boallasrt, Antiecna- 
rian, ethnological and other researchss in New Granada, Ecuador, Pera and Chile, 
1860, pág. 147. Wiéner (Ch) Essai sur lempire des Incas. 1874 págs. 77-79. 

(27) Edición cit. de Jimenez de la Espada, págs. 12 y siguientes. 

(28) Les races ariennes du Perou, págs. 163 y siguientes. 

(29) Acosta, Hist. nat. y mor. de Indias, Lib. HI. Capítulo V. Cobo, obra cit. 
tomo 1.* lib. 1.7 cap. V. Subsiste esta costumbre en el Perú y en otros puntos de Amé- 
rica. Souza Brazil. Memoria sobre O clima e seccas do Ceará, Rio de Janeiro 1877, 
pág. 11. Bastian, Die Cultur-Lánder des alten America, tomo l, paz. 226. 


Chira es, por natural correlación de ideas, el nombre genérico 
«le los campos fértiles, de los lugares cálidos de costa y sierra. Así, 
chira es apelativo geográfico en todo el territorio del Perú: Un río, 
una aldea y una hacienda lo llevan en el departamento de Piura 
(30): un valle cálido y fértil en la provincia de Ica (31): una caleta 
abrigada “con hermosas pampas á su espalda” en la provincia de 
Castilla (32): chirapa, chirapant y chirapuma, son tres haciendas 
de coca de la provincia de Carabaya, y chiramayo otro fundo del 
distrito de Tacabamba en la provincia de Chota (33); y por último, 
hay en la bahía de Chorrillos una playa llamada también la 
Chira (34). 

Hasta una plantita muy común en las regiones cálidas de Amé- 
tica fué bautizada Cialehira por los naturales (35). 

Pero la raiz que expresa la idea de brillo, tiene más deriva- 
dlos.que los ya expuestos. “La raíz ghar, que significa brillo, pue- 
de suministrar y suministra, dice Max. Miller, á las lenguas aria- 
nas, derivados para denominar el calor (sánscrito gharma).la alegría 
(Xueoz), el amor (Agp), el crecimiento (germen). y entre los colo- 
ves el verde, (sánscrito harí), el amarillo (g¿lvus, flavus), y el rojo 
(fuluns; sánscrito, harit)” (36). 


(30) Igual derivación hicieron los Tarascos: Huríiato, sol, Hurio, tierra caliente, 
(Ruíz, Michoacan, Méjico 1891, págs. 147, nota 2, y 403 nota 1)—Paz-Soldan, Dicc. 
cit. págs. 309 y 494. Esá todas luces inaceptable la alteración introducida por Vi- 
lNavicencio: 4Achira no consta en ningún autor antiguo, (Geografía del Ecuador, 
pág. 110). Además corre en la región occidental del Ecuador otro río Chila ó Chira. 
(Wolf, Geografía y Geología del Ecuador, pág. 169). 

(31) Paz Soldan, obra cit. “Adquirida por mi, escribe un litigante, una suerte 
de tierras en el pago de Chandajaya........ corstruí una acequia y fabriqué su to- 
ma de calicanto dentro de los límites de mi heredad, á fin de recibir las aguas pre- 
cisas del cauce común del valle nombrado la Chirana.” (P. Nestares, Alegación Ju- 
rídica. Lima 1847, pág. 6.) 

(32) Bustamante, Apuntes geográficos referentes á la Provincia de Castilla, Li- 
ma 1894, pág. 60. La Integridad N.” 381. ; 

(33) Paz-Soldan, Dicc. eit. pág. 309. “En la quebrada de Tacabamba se dan to- 
dos los frutos de la costa, inclusos los plátanos que no se dan en Chota. La industria 
principal es el cultivo de la caña, la que madura á los dus años y medio y á veces á 
los tres.” (Raimondi. Viage por la Provincia de Chota en 1859, libreta N.*¿15, Archi- 
vo de la Sociedad Geográfica de Lima). 

(34) Juan de Arona, Descripción de los tres principales balnearios que rodean á 
Lima, pág. 53. 

(35) Relaciones geográficas de Indias, tomo 2.” página 32—Onffroy de Thoron, 
Amérique Ecuatoriale, pág. 426. 

(36) La Stratification du Lansage, Bibliothéque de Vecole des hautes études, 
págs. 28-29, 


=— HE 


El mismo fenómeno lingúístico se observa en kechua: Chi, 
expresión de la idea de brillo, luz, ha originado las siguientes 
voces: 

Chinunt: acariciar, 

Chimu: acariciar, 

Chimuy: caricias. (37). 

Chimaicha: yaraví amoroso (38). 

Chiclluy: escojer, buscar cosas bonitas, lo mejor (39). 

Chichi: germen; sirve para formar el verbo germinar. 

Chichimu: brotar (40), 

COhichiyan: echar la primera hoja el árbol, 

Chichircaricun: retoñecer los árboles (41). 

En materia de colores pasa exactamente lo mismo: 

Chiyak: verde (42), 

Chillca: yerba que sirve para teñir de color verde fino (43). 

Chillehill: planta de hojas verde oscuro, manchadas (44). 

Chinchango: yerba que sirve para teñir de amarillo (45). 

Chinchircuma: una flor amarilla, que es plumaje, 


(37) G. Holguin, Vocabulario cit. Tschudi, Woórterbuch die Kechua-Sprache. 
pág. 250. Middendorf, Wórterbuch das Runa-Simi, pág. 349. 

(38) Alcedo, Filosofía elemental de la música, Lima 1869, pág. 160, nota. En el 
Arte y vocabulario de Torres Rubio, Lima 1619, está el verbo Chillchinz danzar, que 
á primera vista corre parejas con las otras voces del texto; pero se ha formado por 
onomatopeya; “danzar con cascabeles” (Arte y voc. Quichua, Lima 1614, imp. por 
F. del Canto). 

(39) Middendorf, obra cit. pág. 387. 

(40) Tschudi, Die Kechua-Sprache, Woórterbuch, pág. 246. 

(41) G. Holguin, Vocab. cit., 2.* parte, págs. 1295 y 297. 

(42) Holguin, Voc. Cast.—QQuich, voz verde. La Y griega que pone Holguin de- 
be ser 11, como lo prueban todos los derivados que siguen en el texto de este artícu” 
lo. Además, en Chachapoyas se usa el provincialismo COhiriaec, verde (Middendorf 
Woórt. obra cit. pág. 355), cuya r no puede provenir sino del cambio de lalóll en 
dicha letra. 

(43) Lecuanda, Descripción del partido de Trujillo y del de Piura, Antiguo Mer- 
curio Peruano, tomo 2. edición de Fuentes, págs. 155 y 219,—Cobo, Historia del 
Nuevo Mundo, tomo 1.” Hay dos especies vegetales que llevan este mismo nombre: 
Eupatorium chilea y Baccharis fewillei. De esta dice Barranca: “Chi-ll-ca, Planta 
usada antiguamonte para sacar fuego, por su gran contenido en sílice” (Lenguas In- 
dígenas en “La Gaceta Científica” de Lima, tomo 4.” p. 322), Queda así ¡justificado 
su apelativo, si no sirve para tinte. 

(44) Onffroy de Thoron, obra cit. pag. 426, atribuye el origen de esta palabra, al 
sonido frecuente del cáliz seco y pequeño de esta planta: “fait un bruit semblable a 
celui d'un grelot.” Esta voz parece de derivación dudosa. 

(45) Lecuanda, Descripción del partido de Cajamarca, Antiguo Mercurio Perua- 
no, tomo y edición cits. pág. 293. 


— 33 — 


Clhihuanhuay: una flor colo. ada y amarilla (46). 

Chinchin: yerba que sirve para teñir de amarillo (47). 

La misma raiz sánscrita ghar, habiendo indicado en un princi- 
pio el brillo de la grasa, ha servido, después, para denominar toda 
sustancia de esta clase (48). 

Esta analogía también se encuentra en kechua: 

Chitititt: grasa, 

Ohillinu: menllo, tuétano (49). 

Aun abarca más la raíz chi. En las lenguas indo-europeas 
“á quemar y brillar se asocian indefectiblemente agitar, remover, 
saltar, temblar, radiar, vibrar, eriízar. Quemar tiene sus succedá- 
neos propios, tales como secar, endurecer; brillar también tiene 
los suyos, tales como regocijarse alegrarse.” 

“Entre las numerosas raíces tarsch y tras, tar y star han da- 
do al zendo taresth “estar caliente, seco, tener sed”; al griego ther 
sos “calor”, tersomaz ““secar, endurecer”, tarrasó “agitar”, treó “tem. 
blar”; al latín torreo ““quersar”, y torrens “agitarse.” (50) 

Chira, en el sentido de calor que le corresponde, ha servido pa- 
ra expresar las ideas de sequedad y dureza: 

Chila ó chira: duro, quebradizo. (51) 

En esta acepción se le ha empleado para denominar varios 
cerros minerales en el departamento de Ancachs: Chira en Caja. 
tambo y Chiracaca en Huaylas (52). 


(46) Holguin, Voc. cit. págs. 101 y 103. Tschudi, Wórterbuch, pág. 247. La pri- 
mera planta la llama Raimondi Chinchinculma, Mutisia acuminata. (Elementos de 
Botánica, Lima 1857, 2.* parte, pág. 190). 

(47) Lecuanda, obra y tomo cits. 

(48) Max. Múller, Lectures on the science of langage, sec. ser, pág. 369. ““Grta. 
esclarecido, brillante—manteca fundida, clarificada y enfriada,” Burnout, Diction- 
naire Sanscrit-francais, Paris 1866, pág. 233. 

(49) Holguin, Voc. quechua-castellano. Arte y Voc. de la lengua quichua, im 
preso en Lima por F. del Canto en 1614. Chiti: grasa ó mugre. (Enel Voc. quichua- 
castellano) 

(50) Lefévre, Les races et les langues, Parts 1893, págs. 192-93. Michel Bréaly 
Les idées latentes du langage, París 1868, págs. 25-27. 

(51) Middendorf, obra cit., pág. 388. 

(52) Paz soldan, Diccionario cit., pág. 309. 

Conviene advertir que entra como radical en el nombre de varios lugares la voz 
Ohale que nada tiene que vercon chiru ó chila, pueses un término de la minería 
peruana que quiere decir: la mayor profundidad, (Rivero, Memorias Científicas, to- 
mo 1.* pág. 279). “Los chiles se limpiaron el año pasado de 1602, siendo correjidor 
don Pedro de Córdova Mexía, y la utilidad que de limpiarlo se ha seguido es grar- 
de, porque se traen muchas y muy buenas labores.” (Descripción de la Villa y mis 
nas de Potosí en 1603, Relaciones Geográficas de Indias, tomo 2.”, pág. 120). Chale 
viene : la voz aimará Chilli: lo más hondo del suelo. ) Bartonio, Vocabulario ai- 
mará—cu . pág. 82). 9 


Por la dureza de su espolón redondo capaz de romper “la ta. 
bla y madero por muy fuerte que sea”, hay un pez llamado por los 
indígenas machira. (53) 


Se ha aplicado Chira en este concepto á los seres inmóviles: 


Chirayale: el arrobado, Ó absorto en oración, ó pasmado, ó 
yerto ó el que no se dobla al trabajo. . 

COhiraycuscca 6 chirayas:ca: arbol pasmado derrepente y se- 
co, Ó cosa convertida en piedra, ó endurecida, ó muerta así. 

Chirayant: quedarse helado lo que se derrite ó corre. 

Parece, á primera vista, que este verbo estuviera en contradic- 
ción con el valor propio de chira; pero no es así, pues no se refiere 
al frío, sino á que una materia líquida se coagula, solidifica, en 
una palabra, se endurece. Su valor metafórico así lo comprueba: 

Chirayant: estarse ó quedarse yerto sin mover de temor, ó 
espanto, como estátua (54). 

También hay en el kechua palabras compuestas, lo mismo que 
en las lenguas indo-europeas, relativas á movimientos rápidos y 
repetidos, como estrem=a:imiento, temblor, etc., en las que entra la 
radical Chira: 

Chirmay 6 chiramac: el dañino, inquieto de pies y manos que 
todo lo quiebra, ensucia 0 daña (55). 

Cluirayayuneny: la perlesía (56)... 

COhira ha entra lo tambien en la expresión del color rojo: 

Achira: Esta planta “echa unas florecitas coloradas agrada- 
bles á la vista” (57). “La caunna indica, dice Ruimondi, llamada 
comuumente en Lima Achira. Esta planta, de un aspecto ele- 
gante, por sus hojas anchas y lustrosas, y su espiga de flores de 


(53) Lecuanda, Descripción del partido de Trujillo, Antiguo Mercurio Peruano. 
edición de Fuentes, tomo 2.” pág. 147. 

(54) G. Holguin, Vocabulario cit. pág. 105, 1.* parte. 

(55) G. Holguin, Vocab. cit. págs. 105 y 106. Garcilazo dice que en las inmedia- 
ciones de Pías, había en una montaña nevada un sitio llamado Chirmae cassa, (Co- 
mentarios Reales, 1.* Parte, lib. VII, cap. ID), “paso peligroso” traduce él; pero el 
significado literal es “nieve peligrosa,” calificada así, probablemente por lcs cambios 
rápidos á que está sujeta lá nieve en esa clase de parages.—En sentido metafórico 
se ha empleado esta palabra Chirma;y para designar al “fornicario.” (Arte y vocabu- 
lario en la lengua general del Perú, impreso por Francisco del Canto, Lima 16114— 
yoc, quich). 

(56) G. Holguin, Vocab. cit. pág. 105; 1.1 parte. 

(57) Cobo, Historia del Nuevo-Mundo, tomo 1.” págs. 3517-58. 


E 


un hermoso color rojo, ha sido introducida y cultivada en Europa 
como planta de adorno” (58). 

Chirote: “Es un pájaro tan grande como un zorzal, el macho 
tieue todo el pecho colorado finísimo y lo demás del cuerpo pardo 
de color de gorrión” (59). El nombre lo ha conservado hasta ahora. 
“Ohirote. Pájaro comunísimo, dice Juan de Arona, en todos los 
potreros de la costa, de muy agradable canto, por lo que se le bus- 
ca para las jaulas, y engalanado de una gran mancha roja que le 

ubre pecho y vientre” (60). 

Hasta aquí solo se ha disertado sobre la raiz Chi en confor- 
midad con los principios generales y con las enseñanzas filológicas 
aplicando lo que se ha llamado las “ideas latentes del lengua - 
je” Mas, ahora es preciso estudiar un compuesto de esta raíz que 
aparentemente está en contradicción con la idea que ella encierra. 
Es el vocablo Chtkt, que significa desdicha, peligro, malagúero, 
infortunio, (61) desde antigua data, ya que Santa Cruz Pachacutj 
lo pone en boca de Manco Capac (62). Según la religión oficial 
del Imperio incaico y la creencia general de los indios en la inmor. 
talidad del hombre, los buenos, después de la muerte, “tenían glo- 
ria y los malos pena” (63). Cieza explica este punto claramente: 
““El creer que el ánima era inmortal, segun lo que yo entendí de 
muchos Señores naturales á quien lo pregunté, era que muchos 
decían que si en el mundo había sido el varon valiente y había en- 
gendrado muchos hijos y tenido reverencia á sus padres y hecho 
plegarias y sacrificios al Sol y á los demás dioses suyos, que su 
songo deste, que ellos tienen por corazon, porque distinguir la na- 
tura del ánima y su potencia no lo saben ni nosotros entendemos 
dellos mas de lo que yo cuento, va á un lugar deleitoso lleno de 
vicios [y] recreaciones, adonde todos comen, beben y huelgan; y 


(58) Botánica, 2* parte, pág. 98. 

(59) Cobo, Historia del Nuevo Mundo, tomo 2.” pág. 232. 

(60) Diccionario de Peruanismos, pág. 165. Se le ha dado generalmente otro 
origen: ““el mas propio es el de chirote, porque consulta la onomatopeya incluyendo 
la sílaba inicial y más frecuente del canto del pájaro que es char (Sturnus militaris). 
Lo mismo habia dicho ya Lecuanda: “Chiroque le viene de esta misma voz que es 
su canto”, (Descripción del partido de Piura, Antiguo Mercurio Peruado, edición de 
Fuentes, tomo 2. pág. 200). 

(61) G. Holguin, Voc, cit. 

(62) Tres relaciones de Antigúedades Peruanas, ed. cit. de Jimenez de la Espa- 
da, pág. 243. 

(63) Confesonario cit. supersticiones de los indios, cap. IT. 


— 36 — 


si, por el contrario ha sido malo é inobediente á sus padres, ene- 
migo de la religión, va á otros lugares (sic) oscuro y tenebroso” (64). 


Garcilazo ha armonizado estas ideas con las creencias cristia- 
nas, y dice: “Creian, que avía otra Vida despues desta, con pe- 
na para los malos, y descanso para los buenos. Dividian al Uni- 
verso en tres mundos, llaman al Cielo, Hanan Pacha, que quiere 
decir, Mundo Alto: donde decian queiban los Buenos á ser pre- 
miados de sus virtudes: llamavan Hurin Pacha á este Mundo de 
la generación, y corrupcion que quiere decir Mundo Bajo: llama- 
van Ucu Pacha al Centro de la Tierra, que quiere decir Mundo in- 
ferior de allá abajo, donde decian que ivan á parar log malos; y 
para declararlo mas, le davan otro Nombre, quees Cupaypa Hua- 
cin, que quiere decir, Casa del Demonio. No entendian que la 
otra Vida era Espiritual, sino Corporal, como esta misma. Decian 
que el descanso del Mundo Alto, era vivir una vida quieta, libre de 
los trabajos, y pesadumbres, que en esta se pasan. Y por el con- 
trario, tenian, que la vida del Mundo inferior, que llamamos In- 
fierno era llena de todas las enfermedades, y dolores, pesadum- 
bres, y trabajos, que acá se padecen, sin descanso, ni contento al- 
guno. De manera, que esta misma Vida presente dividian en dos 
partes: davan todo el revalo, descanso, y contento, della, á los 
que avían sido buenos, y las penas, y trabajos á los que avían sido 
malos. No nombravan los deleites carnales, ni otros vicios entre 
los goces de la otra Vida, sino la quietud del ánimo, sin cuydados, 
y el descanso del Cuerpo, sin los trabajos corporales” (65). 


Las creencias más antiguas no habían desaparecido en el 
pueblo, al punto que, como dice Cobo, “no tenían en esto cosa fija, 
ni asentada, ni obligatoria” (66). Así Santillán en su Relación pone 
que: “Lo que comunmente todos creían y tenían por fe es, que el 
que era bueno, cuando moría volvía á donde había venido, que era 
debajo de la tierra, y que allí vivian los hombres y tenían todo 
descanso; y que el que era muerto por justica ó hurtaba, ó hacía 
otros pecados, cuando se moría iba al Cielo, donde hay fuego, y 


(61) Cap. TIL del Señorio de los Incas, publicado ultimamente el dicho capítulo 
por Jimenez de la Espada en un folletito titulado “El Presbítero Don M. Toribio 
Gonzalez de la Rosa y yo,” Madrid 1889, pág. 15. 

(45) Comentarios Reales, 1.” parte, libro IT, cap. VII, 

(66) Cobo, Hist. del Nuevo Mundo, tomo III, pág. 318. 


— 3 —= 


alli pagaban por ellos” (67). Confirman la Relación de Santillán los 
conversores de indios; así el canónigo de Trujillo Reina Maldona- 
do, dice: “Y creían que cuando la luna no parecía, iba al otro 
mundo á castigar los ladrones que habían muerto, vicio que sobre 
todos se aborrecía entre ellos” (68). 


Las supersticiones corrientes del pueblo testifican en el mismo 
sentido: “En el fuego cuando falta y hace centellas, echan 
maíz ó chicha, ó otra cosa para aplacarlo, haciéndole veneracion” 
(69). Igual cosa repite Reina Maldonado: “En el fuego cuando ha- 
ce centellas, ó echa chispas, acuden luego con maíz molido y chi- 
cha para aplacarlo, creyendo que aquellas chispas, ó centellas son 
las ánimas de sus hijos, ó sus antepasados, que se quejan en el 
fuego, y les echan maíz y chicha, porque dicen se quejan de 
hambre” (70). También en los sueños consideraban fatídico el fue- 
go y la luz: “Si sueñan con fuego y candeladas dicen que les ha de 
sobrevenir alguna enfermedad grande y peligrosa segun la canti- 
dad de fuego que han soñado” (71). Cuando en ese estado se les 
aparecía el Sol ó la Luna, temían la muerte de algun pariente (72). 


Todo esto revela que en un tiempo muy remoto, los indios ado- 
raban por temor los meteoros luminosos y la luz de los astros. 


Existe en kechua la equivalencia de eh y s: ambas pertenecen 
al mismo grupo fonético (73). López presenta como ejemplo de 
sustitución de una por otra: 

Uicht: cangilón hondo, jarra—Uisint: sacar agua con jarra 
ó vaso (74); pero hay ejemplos más claros: 

Cichpaycunacum = Cispanacum: llegarse uno con otro; 


(67) Tres relaciones de Antigúedades peruanas, ed. cif., págs. 35-36. Pi y Mar- 
gall duda sin fundamento de la relación de Santillán, sólo porque no está de acuer- 
do con Garcilazo. (Hist. de América, tomo 1, vol. 11, pág. 1377). Bastian, Die 
Cultur Lánde des Alten América, tomo ITT, pág. 31. 

(68) Norte claro del perfecto prelado, tomo II, Madrid 1653. pág. 308. 

(69) Confesonario cit., Instrucción contra los ritos de los indios, cap. V. 

(70) Obra y tomo cits. pag. 298. 

(11) Anello Oliva, Hist. del Perú 1631, texto publicado últimamente en Lima, 
libro I, cap. IV, pág. 132. 

(12) Lorente, Hist. de la Civilización Peruana, Esa superstición dnra hasta hoy 
entre la clase indigena. (Lorente, Pensamientos sobre el Perú, Lima 1855, pág. 49). 

(13) Tschudi, Organismus, págs. 150 y siguientes, 172 y siguientes, Middendorf, 
Das Runa Simi, pág. 44. 

(74) López, obra cit. —Holguin, Voc. cit.—Torres Rubio y Figueredo, obra cit, 
foj. 169 vta. —Middendorf, Wórterbuch cit., págs. 453 y 466, 


Cichpa huaoqquey=Cispa huaoqquey: primo hermano. Cichpa 
yahuarmaciy=Cispa yahuarmaciy: cercano en consanguinidad. 
(15). De modo que Sichpa= =S1spa: cerca, cercano, vecino, etc., 
son iguales (76). En el mismo caso se encuentran Chipchiy: cu- 
chichear, y S7psiy: murmurar entre dientes, en voz baja (77). 

Se ha cambiado la ch en sen: 

Situ: resplandor, 

Situc: resplandeciente, 

Situnt: resplandecer (78). 

Situa: figura en las páginas de la historia, en sentido recto 
como denominación de la época de los equinoccios; (79) y en sen- 
tido figurado como una de las grandes fiestas anuales que se ce- 
lebraban en el imperio incáico, en uno de los meses más claros y 
hermosos del año en la región andina (80). Esto no puede admi- 
rar á nadie después de cuanto se ha dicho, anteriormente, sobre 
las acepciones de las voces derivadas de la radical chz. 

Middendorf ha escrito al respecto lo siguiente: *“S2jhuay azotar 
con mimbres; de ahi el nombre s:hua raúm: (situaraimi) la fiesta 
de la purificación, una de las tres fiestas religiosas de los Incas, en 
la cual los malos espíritus y enfermedades fueron expulsados con 
azotes” (s1). La descripción que hacen de esta fiesta Ondegardo, 
Acosta, Molina, Grarcilazo y Cobo (82) no está en conformidad con 
la aserción, á nuestro juicio algo aventurada, de Middendorf. 

El primero de los autores indicados pone lo siguiente: “El dé- 
cimo mes se llama Coya raymi. En el cual se quemaba otros cien 
carneros blancos lanudos. En este mes (que responde á Septiembre) 
se hacía la fiesta llamada, Cvtua, en esta forma, que se juntaban 
todos antes que saliese la luna el primer día, y en viéndola daban 


(75) Holguin, voc. cit. 

(76) Middendorf, Woórterbuch cit., pág. 781. 

(17) Middendorf, Wórterbuch cit. págs. 353 y 778. 

(18) Arte y voc. de Francisco del Canto ya cit. Holguin limita el significado: 
Sittuy: resplandor del sol; Sittuni: dar resplandor el sol; pero todos los kechuistas 
le acuerdan el sentido más lato puesto en el texto. 

(19) Montesinos, obra y ed. cits. pág. 70; López, obra cit. pág. 170: Garcilazo, 
Comentarios reales, Primera Parte, libro II, cap. XXII. 

(80) Acosta, Hist. nat. y moral de Ind. libro V. cap. XXVIII; Garcilazo, obra 
cit. libro VII, cap. VII; Velasco, obra y ed. cits., tomo I, págs. 1429-44, 

(81) Woórterbuch cit., págs. 770-711. 

(82) Para Acosta y Garcilazo, véase la nota 80; Molina, obra y ed. cits., págs. 
20 y siguientes; Cobo, Hist, del Nuevo Mundo, tomo IV, pág. 113, 


— 39 — 


grandes voces con hachas de fuego en las manos diciendo, vaya el 
mal fuera, dándose unos á otros con ellas. Esto se llama Pan- 
concos. Y esto hecho se hacía el lavatorio general en los arroyos 
y fuentes, cada uno en su ceque Ó pertenencia y venían cuatro 
días arreo” (83). 

Stira: escorpión; por el escozor y calor, efectos de su picadura 
(se). 

También son letras equivalentes en kechua, en ciertos casos, 
ch y ll. Lo pruebau los ejemplos siguientes: 

Llachapa: andrajo, 

Chachara: andrajoso (85). 

Llamcariíni: comenzar el trabajo, 

Chanccant: comenzar ó dar principio á alguna obra (86). 

Lluchhuni: desollar, 

Chutunt: desollar (87). 

Las voces en que entra la li son las siguientes: 

Llipipipint: centellear las estrellas, 

Íd. resplandecer ó relucir cosas lisas, espejo, espada; 
Llipiyak: cosa que da resplandor ó relumbra así, ú tiene lustre; 
Llippiyant: tener lustre, estar como flamante; 

1d. acicalar Ó pavonar; 

Llipiyan: resplandecer relámpagos ó lo que hecha luz así; 


ld. — escampar, arrasarse el cielo ó aclarar el día, ahu- 
yentarse los nublados (88). 


Con referencia al color: 


(83) Confesonario cit. foj. 10 vta. de la Relación de Ondegardo, 

(84) Holguin voc. cit. 1.* parte. Middendorf. Woit. cit. 

(85) G. Holguin, Voc. cit. quichua castellano; Middendorf, Wórt. cit. pág. 517. 

(86) G. Holguin, obra ció, 

(87) G. Holguin, obra cit. Middendorf, obra cit. págs. 400 y 542. “En Santiago 
y Catamarca mudan tambien la ll en ch” (A. Mossi, Manual del idioma general del 
Perú, Córdoba 1889, pág. 22.) 

(88) Holguin, Voc. cit. Los vocablos kechuas lliu-iliu: relámpago ó resplandor 
sin trueno. (Arte y voc. quichua, Lima 1614); Llinkyak ó lliuñik: relámpago, y 
Lliukyanó lliukñin: relampaguea (G. Holguin, Voc. cit.) solo tienen, aparentemente, 
un origen común con los citados en el texto. Llíu llíu ha debido ser, en un princi: 
pio, solo el nombre propio del relámpago, y más tarde fuécuando generalizándolo 
se le aplicó á otros fenómenos luminosos. En sentido contrario han evolucionado 
las palabras del texto: de la idea general de luz han llegado por fin á indicar el 
relámpago y otros meteoros de su especie. 


Lliclla: manta ó abrigo de diferentes colores con que las mu- 
jeres se cubren los hombros (89). 

Iñacalliclla: vestido de mujer galan pintado de lavores (90). 

Llimppicuna: todos los colores de pintar (91). 

La exposición anterior manifiesta que las dos raíces Clap: 
luz, y Chir: alumbrar, consideradas como diferentes por López, 
son simplemente variantes de una sola (992). 


(89) Holguin, Middendorf, obras cits. 

(90) Holguin, Voc. cit. lib. 1.> p. 370. 

(91) Holguin, voc. cit. lib. 1.” En esta voz hay otra radical ¿m que también se re- 
fiere al color en general; se han unido ambas y han formado Llimppicuna. 

(92) Obra. cit., pág. 419. 


L. Patzón. 


(Continuará) 


Errata 


Por haber salido con una incorrección notable la sumilla de la 
página 26, la reproducimos íntegra á continuación: 


The affinities between the langua- 
ges of the New World, as determined 
by their vocabularies, is not less real 
than that inferred from the analogies 
of their grammatical structure. 

(Robert Gordon Latham, Elements 
of comparative Philology). 


E e a 


MEMORIA 


que el Presidente de la Sociedad Geográfica de Lima presenta ála Junta 


Genera! en su última sesión de año, 


OR sexta vez y cumpliendo con lo prescrito por los Es- 
tatutos, paso á daros cuenta de la marcha administrativa 
de la Sociedad en el año económico que terminó el 15 del 
presente. 


+ 
ES 

Preocupación constante ha sido para el Consejo Directivo du- 
rante el año, estudiar la manera de adquirir un local más espacioso 
y cómodo para poder instalar debidamente las diversas oficinas 
y comisiones con que hoy cuenta la Sociedad. Esta necesidad tan 
urgentemente sentida, no ha podido sin embargo tener feliz rea- 
lización, á pesar de la buena voluntad del Gobierno y del empeño 
con que algunos socios y muy en especial la Secretaría, han pues- 
to de su parte para conseguirlo. 

El ensanche tan rápido como inesperado de esta institución y 
las dos oficinas bastante laboriosas que en la actualidad tiene ins- 
taladas: la de Demarcación territorial y la de la obra “El Perú” de 
Raimondi, hacen indispensable de todo punto contar con un local 
más adecuado; pues de otra manera los trabajos de esas comisio- 
nes tendrán forzosamente que resentirse de lentitud, y la Socie- 
dad se verá imposibilitala de instalar otras también importan- 
tes y cuyos programas ya aprobados por el Consejo no pueden po- 
nerse en práctica por la causa anotada. 

Tal sucede, por ejemplo, con la comisión de límites, una de 
las más interesantes y á la cual la Sociedad debe prestarle toda su 
atención, la que á pesar de los esfuerzos hechos no ha podido to- 
davía organizarse definitivamente, privándose así al Gobierno 
de los muchos y valiosos datos que ella podría suministrarle so- 
bre los linderos del Perú con los Estados vecinos. Felizmente para 
el país se ha creado últimamente en el Ministerio de Relaciones 
Exteriores una sección más: el Archivo de límites, y es de presu- 


mir que esta nueva oficina que tiene renta suficiente, local ade- 
11 


== AS 


cuado y personal idóneo, prestará muy buenos servicios á la na- 
ción, para lo cual debe contar con todo el apoyo que puede sumi- 
nistrarle la Comisión análoga de la Sociedad, á la cual pertenece 
también el Sr. Ulloa, Jefe de aquella oficina. 

La sección antropológica que presidía el doctor Manuel A. Mu- 
ñiz, no pudo tampoco iniciar sus labores. Con aquella contrac- 
ción que tanto le distinguía apresuróse á someter al conocimien- 
to del Consejo el programa y presupuesto para esa sección; y no 
obstante de haber merecido aprobación unánime por los servi- 
cios que reportaría de ella la etnografía americana y especial- 
mente la del Perú, no funciona aún por la misma causa que im- 
pide á la Sociedad poner en vía de ejecución otros trabajos de no 
menor importancia: la absoluta falta de local aparente y de fondos 
suficientes. 

No por esto, sin embargo, ha descuidado otros estudios prác- 
ticos y de carácter nacional. En efecto, se dejaba sentir la necesi- 
dad de una ley que reglamentara las adjudicaciones de terrenos 
en la montaña, á fin de poner término á los abusos que se come- 
ten, y se nombró á los socics Federico Moreno y Enrique “Perla 
para que redactaran un proyecto de ley, el cual una vez discutido 
y aprobado por el Consejo pasaría al Gobierno. La Comisión for- 
muló el proyecto y después de discutido por el Consejo pasó á 
otra compuesta de los SS. Javier Prado y Ugarteche y Alberto 
Ulloa, quienes formularon uno nuevo bajo la base del primero 
que mereció la aprobación del Consejo y se elevó al Ministerio de 
Fomento para que éste, silo tenía: á bien, lo sometiera á la conside- 
ración de las Cámaras. Los esfuerzos del Consejo á este respecto 
fueron infructuosos, pues el Ministerio, por su parte, tenía ya 
adelantados algunos trabajos sobre esta materia; de tal modo que 
cuando recibió el proyecto de la Sociedad, había ya formulado 
otro para someterlo al Congreso. 


* 
* o* 


A mediados de Julio del año pasado, y con el objeto de hacer 
estudios sobre climatología, mineralogía, geología y botánica pa- 
ra presentarlos al Congreso Médico de Méjico al que fué invitada 
la Sociedad, salió de Lima para la Oroya en tren expreso, ofrecido 
galantemente por el señor Aickman superintendente del Ferro- 
carril Central, una Comisión Científica formada por las siguien 
tes personas: 


Doctor Luis Carranza...... ) Encargados del estudio de la influencia 
So Tlenacio La Puente... + del enrarecimiento del aire en la re»- 
: : iración y de la flora de la región. 
sy. Olivo Chiarella:......... P y Rx + 
Doctor Ricardo L. Flóres.... y Encargados de los estudios meteorológi- 


: : cos, mineralógicos y geológicos y de 
O" A o or a 
Ingenier a Eulogio Delgado. j la influencia de los aitos niveles en los 


Doctor Pedro F. Remy...... glóbulos de la sangre. 
Doctor Federico Elguera.... » Encargado de la parte fotográfica. 


La primera sección ha presentado ya un concienzudo informe, 
que se insertará en uno de los próximos números de nuestro Bole- 
tín, y muy en breve cumplirá la segunda con emitir el que le co- 
rresponde. 

x 
* 

Dos conferencias se han dado en el curso del año: una por el 
Doctor Romualdo Aguilar, sobre las hoyas del Madre de Dios y 
Paucartambo, el 21 de Nóviembre del año pasado; y la otra por el 
capitán de navío Don M. Melitón Carvajal, sobre la hidrografía de 
la región oriental, el 17 de Marzo del año en curso. Ambas tuvieron 
un numeroso auditorio, como correspondía á la importancia de los 
temas sobre los que disertaron los conferenciantes, hoy de palpi- 
tante actualidad, con motivo de los avances de los bolivianos que 
han nombrado autoridades y tomado posesión de hecho de terri- 
torios completamente peruanos. 

La Sociedad que siempre se ha preocupado de todo aquello 
que de algún modo se refiera á los límites del Perú, juzgó opor- 
tuno encomendar al señor Carvajal la preparación de una confe- 
rencia que hiciera conocer con exactitud nuestros verdaderos lin- 
deros.por el Este, encargo que cumplió satisfactoriamente, por lo 
que la Sociedad Geográfica debe quedarle agradecida. 

La disertación del Dr. Aguilar está llamada á operar una re- 
forma en el mapa nacional. Hasta ahora se ha creído que el río 
Mapacho ó Paucartambo desembocaba en el Urubamba con el 
nombre de Camisea, creencia de que ha participado Raimondi, 
aunque de una manera condicional, y que han seguido Barrera, 
Villareal, Babinski, Viellerobe, Benites y otros autores de ma- 
pas y de textos de :'geografías del Perú; pero el Dr. Aguilar, refi- 
riéndose al mapa de Colpaert y á otros datos inductivos, afirma 
que el Mapacho entra al Santa Ana con el nombre de Yaviro y 


EA: y Lea 


antes del pongo de Mainique, rectificando así un error que se había 
cometido en todos los mapas nacionales conocidos. De todos modos, 
la Sociedad Geogáfica, aunque respeta las opiniones de sus socios, 
se ocupará en breve de dilucidar punto de tamaña trascendencia 
para la hidrografía nacional. 
* 
ES 
Habiendo sido invitada la Sociedad al VI Congreso Geográfico 
Internacional de Lóndres, en el que como os dije en mi anterior 
memoria estuvimos representados por nuestro socio corresponsal 
Don Federico Alfonso Pezet; el Consejo Directivo, apreciando la 
importancia de algunos de los puntos de que trató en sus sesiones, 
ha encomendado á uno delos socios más entusiastas y competen- 
tes, señor don M. Melitón Carvajal, el estudio de las cuestiones 
que más directamente interesan al Perú, el cual, una vez someti- 
do á la deliberación del Consejo, se remitirá para su discusión al 
próximo Congreso Internacional Geográfico. 


* 
* o * 

Desde 1891, el Ministerio de Hacienda comisionó á la Sociedad 
el nombramiento de uno de sus socios para que arreglara y clasi- 
ficara, bajo su vigilancia, todos los manuscritos. documentos, folle- 
tos, etc. que constituían el archivo antiguo de ese ministerio, en 
el cual existían papeles, oficios, informes, etc, desde el año 1655 
hasta principios del presente siglo. La Sociedad dió tan pesada ta- 
rea á su socio fundador Don José T. Polo, quien hasta fines 
del año 1895, dedicó toda su contracción y empeño, habiendo teni- 
no que abandonarla después por haberlo el Gobierno nombrado en 
otra comisión importante á los departamentos del Sur de la Re- 
pública, comisión que hasta hoy desempeña. Posteriormente con el 
nombramiento del señor Luis B. Cisneros como Director del Ar- 
chivo Nacional, la Sociedad por medio de su Secretaría y cum- 
pliendo una resolución suprema, hizo entrega de dicho archivo al 
Director nombrado, quedando así paralizados, al menos por el mo- 
mento, los trabajos muy avanzados del señor Polo. 


* 
* * 


Los Centros Geográficos que la Sociedad ha logrado establecer 
en algunas provincias han dado este año pru*bas prácticas de su 
existencia. El de Piura, que preside el Doctor Víctor Eguigúren, es 


uno de los que más datos ha suministrado sobre la topografía, es- 
tadística y demografía de esa ciudad, á los cuales se les ha dado 
en el Boletín preferente acogida, esperando que ese Centro conti- 
nuará cumpliendo con los fines de su creación, enviando constante- 
mente otros estudios tan importantes como eruditos. 

El Presidente del de Tarma, Sr. Albino Carranza, ha presenta- 
do también otra extensa y minuciosa monografía sobre esa ciudad, 
la que, como la de Chanchamayo que remitió el año anterior, ha 
enriquecido el material geográfico y estadístico sobre aquella 
región. 

El del Cuzco, que preside el Doctor Mariano Medina, también 
ha dado señales de vida real, con la conferencia que el Doctor Ro- 
mualdo Aguilar, miembro de él, dió el mes de Febrero del año pa- 
sado, sobre las hoyas del Amaruamayo y Mapacho, interesante di- 
sertación que repitió en Lima en nuestra Sala de conferencias, no- 
tablemente corregida y aumentada. 


El Centro Geográfico de Arequipa, inició asimism> sus trabajos 
con la conferencia que dió su presidente, señór Solon Bailey, Director 
del observatorio de Harvard, sobre el volcan “Misti.” Este intere- 
sante trabajo también se inserbó en el Boletín, acompañado de 
dos diagramas para mayor ilustración. 

La decisión é interés que estos cuatro Centros han demostrado 
por el adelanto y difusión de las ciencias geográficas en el Perú, son 
dignos de que la Sociedad los tome en cuenta, como estímulo para los 
demás que por causas distintas no han podido hasta hoy instalarse, 
como el de Puno. Sin embargo, muy en breve se reorganizará éste, 
merced á los esfuerzos del Sr. Polo, á quién se designó con tal 
objeto Delegado de la Sociedad. Ese Centro será de gran utilidad 
por los datos que puede suministrarnos sobre la frontera Perú. 
boliviava y sobre el Lago Titicaca, estudios que ya tienen iniciados 
nuestros socios Gadea, Gamero y otros que hoy residen en aquella 
ciudad. 

La Secretaría, por otra parte, ha pasado una circular á los de- 
más Centros análogos, pidiéndoles algunos datos respecto á sus 
localidades y lugares vecinos; así como á los cónsules del Perú en 
el extranjero, para que remitan cuanto dato estadístico juzguen 
útil para los fines de nuestra institución. 


* 
* * 


La Sociedad ha despachado durante el año que abraza esta 
12 


— 46 — 


memoria, los siguientes asuntos sometidos á su estudio por el 
Congreso y el Gobierno: 

Con fecha 29 de Agosto del año último, se pasó á la H. Cáma- 
ra de Diputados el informe que pidió sobre una solicitud de los 
habitantes de las parcialidades de Cuyo Chico y Cuyo grande, per- 
tenecientes al distrito de Colquepata de la provincia cuzqueña de 
Paucartambo. Dicho informe fué exbedido por la Comisión de 
Demarcación Territorial. 

Posteriormente, la misma H. Cámara solicitó que la Sociedad 
informara sobre la conveniencia de trasladar la capital de la provin- 
cia de Chincha, de Pisco á Chincha Alta. La misma Comisión de 
Demarcación Territorial, después de detenido examen, se pronunció 
en favor de la traslación, elevándose el expediente con el dictamen 
que se expidió á la Cámara de su origen. 

Con motivo de las usurpaciones territoriales de los bolivianos 
que avanzan día á día hasta establecer aduanillas fiscales en el Ma- 
dre de Dios y en el Inambari mismo, el Ministerio de Relaciones 
Exteriores pidió á la Sociedad informara á ese Despacho sobre los 
derechos incontestables del Perú á la soberanía de esas regiones. 
Este informe fué expedido por el Dr. Pablo Patrón, después de 
terminado otro interesante y muy extenso trabajo nacional que el 
mismo Ministerio le encomendara. 

Reconocidas como son las grandes ventajas que los agriculto- 
res de Chanchamayo obtendrían con la prolongación del ferroca- 
rril de la Oroya hasta Paucartambo, el Gobierno encomendó al 
que suscribe, como Presidente de la Sociedad Geográfica de Li- 
ma, redactara un memorandum que consignara: el trazo de la 
línea en proyecto, extensión y costo de ella, utilidades que re- 
portarían los terrenos que atravesara, posibilidad de llevarla á cabo 
con capitales nacionales, y provechos que rendiría al capital inver- 
tido. Dicho memorandum, impreso, se hizo circular entre algunos 
banqueros y capitalistas de Lima y agricultores de esos valles, y 
se celebró en el local de esta Sociedad una reunión preliminar que 
fué presidida por S. E. el Presidente de la República, aprobándose 
en ella el memorandum á que se dió lectura y nombrándose una 
comisión compuesta de los señores Felipe Barreda y Osma, José 
Payán, Olivo Chiarella, Julio Normand y el jefe de la casa Tealdo 
Hermanos, para que presentara un informe respecto á ese memo- 
randum. Esta comisión ha celebrado ya cinco ó seis sesiones y en 
breve dará cuenta del resultado de sus estudios en otra reunión 
general á la que se invitará á un número mayor de personas inte- 


E paa 


resadas en la construcción de ese ramal del ferrocarril de la Oroya, 
que está llamado á operar una verdadera revolución en la agricul- 
tura y en el comercio de aquellas regiones de la montaña. 


Con fecha 5 de Octubre del año último, el Ministerio de Rela- 
ciones Exteriores trascribió una nota que le había pasado la Redac- 
ción del Diario de Geología práctica de Berlín, solicitando datos 
respecto á la Geología del Perú. Se comisionó para absolver las in 
formaciones pedidas, á nuestro socio el ingeniero José Balta, quien 
por haber estado ausente, no ha expedido aún su informe. 


Habiendo el Gobierno nombrado el personal que debería for- 
mar la comisión especial exploradora al Ucayali, el 7 de Noviem- 
bre de 1896, el Ministerio de Fomento invitó á esta Sociedad para 
que, aprovechando de los servicios de esa comisión, le encargara 
hacer Jos estudios que juzgase más interesantes, tanto para la co- 
rrección del mapa nacional en esa región tan poco conocida, como 
para la rectificación de los datos consignados por el sabio Rai- 
mondi para la redacción de su obra. El Consejo aceptó esa in- 
vitación y redactó un pliego de instrucciones para el señor J F. 
Remy, socio nuestro, que marchaba también en esa expedición, 
quien á su vuelta ha traído para nuestro museo, aún en embrión, 
una magnífica colección de insectos, otra de plantas y semillas, 
otra d> maleras, otra de vistas fotográficas, y algunas mues- 
tras de rocas. Como se vé, el señor Remy cumplió, en parte, con las 
instrucciones que se le dieron, no habiéndole sido posible satisfa- 
cerlas todas, porque el aparato fotográfico, así como el barómetro, 
de propiedad ambas de la Sociedad, quedaron inutilizados á causa 
de la caída de la bestia que los conducía, viéndose por este ines- 
perado accidente obligado á suspender sus observaciones baromé- 
tricas y á continuar tomando imágenes fotográficas. 


Con fecha 19 de Mayo de 1896 el Ministro de Relaciones Exte- 
riores encomendó á la Sociedad Geográfica la redacción de un 
opúsculo sobre “*El Perú”, pues el publicado por el “Bureau of the 
American Republics”, de Washington, adolecía de errores y omisio- 
nes sustanciales que era indispensable subsanar, según informe que 
emitiera oportunamente una comisión de la Sociedad, que fué 
compuesta de los señores Delgado, Patrón y Carvajal, El Consejo 
Directivo se ocupó del asunto en varias de sus sesiones y nombró 
para que redactaran cada una de las diversos partes de esa obra, á 
los siguientes señores, quienes ya han discutido en varias reunio- 
nes el programa al que han de sujetar sus trabajos: 


=- 48 == 
COMISIONES 


Parte Fluvial. —El que suscribe. 
Parte Orográfica, —Sr. Eulogio Delgado. 
Parte Geológica. —Sr. Pedro F. Remy y José Balta. 
Geografía Médica en todos sus ramos. —Dr. Ignacio La P uente- 
Bellas Artes. —Sr. Ricardo Palma. 
Parte climatolóyica é higrométrica. —Dr. Villareal y Dr. Guz- 
man y Valle. 
Historia Natural. —Dr. Alberto L. Gadea. 
Estadística, Censo y Catastro.—Capitán de Navío Sr. M. Me- 
litón Carvajal. 
Límites. —Sr. Alberto Ulloa. 
Industria y estadística industrial y comercial.--Sr. Federico 
Moreno y Carlos B. Cisneros. 
Demografía y Etnografía.—Dr. Manuel A, Muñiz. 
Arqueología. -—Dr. Pablo Patrón. 
Geografía Descriptiva.—Dr. Ignacio La-Puente. 
Oceanografía.—Capitán de Navío Sr. Camilo N. Carrillo. 
Historia. —Dr. Felix Cipriano Coronel Zegarra. 
Legislación.--Dr. Javier Prado y Ugarteche. 
Minas.--Sr. Ricardo García Rosell. 
Fotografía. —Dr. Federico Elguera. 
Cartografía.—Sr. M. Doig. 
X 
Los trabajos para la continuación de la obra “El Perú,” se 
prosiguen con actividad desde el mes de Noviembre del año últi- 
mo, en que el Consejo, adoptando una resolución definitiva, acordó 
seguirlos, dividiendo toda la obra en tres secciones, que son: 
1.* Geografía é hidrografía. 
2.* Geología y orografía. 
3.* Botánica y Zoología. 


Las dos primeras dirigidas respectivamente por los socios SS, 
M. M. Carvajal y José Balta, se hallan ya instaladas, aunque de 
una manera muy imperfecta, en el local mismo de la Sociedad, ha.- 
biendo sido necesario dividir la habitación del Conserje por falta 
de otra mejor. La tercera, para la que ha sido nombrado Di. 
rector el Dr. Alberto L. Gadea, no ha iniciado sus labores por ha- 


ad — 


llarse éste ausente de Lima, y á no ser por esta coincidencia no hu- 
biera tampoco podido hacerlo, pues no hay absolutamente lugar 
para ello en nuestro estrecho local. 

El señor Balta se halla actualmente revisando, completando y 
anotando los apuntes dejados por el sabio Raimondi, y en el curso 
de este año, probable es que entregue expedito para su impresión la 
primera parte del tomo IV de la obra, que se ocupará de la geolo- 
gía del Perú. 

El señor Carvajal se halla ocupado en idéntica labor con los 
apuntes sobre geografía, hidrografía, etc., los que una vez revisa” 
dos y ordenados se van publicando paulatinamente en el Boletín, 
á fin de tomar de ellos, después, los datos indispensables para la 
impresión del tomo que se ocupará de esas materias. 

Los trabajos meteorológicos que se encuentran en el archivo 
Raimondi, están en poder del Dr. Enrique Guzman y Valle, para 
ser revisados y corregidos; á fin de publicarlos junto con el tomo 
de geología. 

La Sociedad, deseando honrar la memoria del naturalista Rai- 
mondi, cual corresponde á los méritos por él contraídos con el Perú, 
ha adquirido con sus propios fondos un gran retrato al óleo de ese 
sabio, el cual será colocado en la oficina destinada á continuar la 
publicación de su obra, tan luego como le sea posible disponer 
de un local más amplio y aparente para poder llenar por comple- 
to, como lo desea, los fines con que fué creada. 


e 

En cuanto al mapa nacional del mismo autor, espero que en 
mi próxima memoria podré daros cuenta de haberse terminado de 
imprimir las 32 fojas en que Raimondi lo dividió; pues ya se ha- 
llan enla casa editora las números 23, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31 y 
32, de las cuales las números 23, 25, 26 y 30 han sido devueltas á 
París debidamente corregidas; de manera que á fines del mes en- 
trante las habremos recibido ya litografiadas, junto con las prue: 
bas de las restantes. La Sociedad, por su parte, deseando que el 
mapa quedara completo, pues Raimondi omitió consignar en él la 
región comprendida entre el rio Madera y el paralelo 7.*, línea de 
demarcación del tratado de San Iidefonso, contrató con el mismo 
cartógrafo, señor Baluarte, la facción de 5 cartas más que comple- 
taran el mapa del Perú por el oriente. El cartógrafo ha cumplido 
ya con entregar los originales de esas 5 cartas, las que antes de ser 


— $0 — 


enviadas á Buropa han pasado para su revisión «al Coronel don 
Ernesto de La Combe, á quien se ha nombrado corrector de las 
fojas que en pruebas mandan de París, habiendo corregido has- 
ta la fecha siete de ellas, y hallándose hoy empeñado en la revi- 
sión y ampliación, según documentos que se han adquirido recien- 
temente, de las cartas originales números 14, 15, 18, 19, 22, 23, 
27, 15,% 19,B y 23,4 que comprenden la región «oriental. 

rd 

ES 

La comisión de Demarcación Territorial que la constituyen 
los señores Carvajal, Patrón y Delgado, ha continuado sus labo- 
res sin interrupción, hallándose á la fecha casi al terminarse la 
reducción del mapa Raimondi á la escaia de: ¡0.0.0 , que ha de 
acompañar al proyecto que eleve al Gobierno. 

Como os indiqué en mi última memoria, la comisión, en la 
imposibilidad de acopiar todos los datos necesarios personalmente, 
hizo imprimir algunos cuadros en que se consignaban las informa- 
ciones que se pedían, los que fueron remitidos á los Prefectos y 
Subprefectos. Pero, no obstante el tiempo trascurrido, sólo han 
cumplido con enviar completas las que les correspondían: los Pre- 
rectos de los Departamentos de Piura, Cajamarca, Amazonas, Li- 
bertad, Lambayeque, Callao, Ica, Ayacucho, Arequipa, Moque- 
gua y Cuzco, habiendo enviado los demás parte de las que se les 
pidió, menos el de Loreto, que hasta la fecha no ha remitido un 
solo dato de ninguna de sus cinco provincias. 

La comisión hace todo esfuerzo por terminar la primera parte 
de su trabajo, ó sea la demarcación por departamentos, en época 
oportuna para que el Congreso próximo se ocupe de él, reservando 
para después la demarcación por provincias y distritos. 

En cuanto á la sama hasta hoy invertida en estos trabajos, 
podeis conocerla en el balance que acompaño al final de esta me- 
moria, porel que os enterareis de que aun queda en caja elgo más 
de mil soles disponibles para atender á los gastos que se pre- 
senten en lo sucesivo. También debo anunciaros que el director 
de estos trabajos señor Carvajal, renunció desde el mes de Di- 
ciembre toda remuneración por sus servicios, y continúa con la 
misma contracción prestándolos gratuitamente. 


K 
X 


Además de las exploraciones de que os he dado ya cuenta, el 


MES IMA 


Prefecto del departamento de Junín señor Ernesto Zapata, ha te- 
nido recientemente oportunidad de abrir un nuevo camino fácil y 
corto entre Chanchamayo y Cerro de Pasco, por la quebrada de 
Oxabamba. Este camino dará un nuevo impulso al comercio de 
aquel valle y al de la capital del departamento de Junín. 

También, el Prefecto de Ayacucho, señor Portillo, ha co- 
menzado la obra de un buen camino de herradura de la capital de 
aquel Departamento al puerto de Simariva en el Apurimac, en un 
trayecto de 25 leguas. Esta será una nueva vía abierta al comercio 
de las ricas provincias de La Mar, Huamanga y Huanta, por la 
hoya del Ucayali. 


Por otra parte, el Rvdo. P. Sala, infatigable explorador de 
la montaña, acaba de realizar un viaje por la parte más desconoci- 
da del territorio comprendido entre el alto Ucayali y el Perené, 
atravesando diagonalmente el Pajonal, región mencionada en loS 
antiguos planos y mapas levantados por los misioneros descalzos 
de Ocopa. En breve se publicará su extenso informe al Gobierno, y 
allí nos hará conocer, sin duda, la geografía de esa región, sumi- 
nistrando datos topográficos de gran importancia para la coloniza- 
ción y tráfico del valle del Perené con el Ucayali, por un camino 
que conduzca directamente de San Luis de Shuaro ó del Puerto 
Wertheman á un fondeadero de ese río por el Pajonal, 


También se sabe ya, por documentos que no ha mucho hemos 
recibido, que no es el Camisea el río que tomó Fiscarrald en sus 
exploraciones que dieron por resultado el descubrimiento del pa- 
so que lleva su nombre, sino el Mishagua, que desemboca en el Uru- 
bamba antes que aquel. El Mishagúa, es navegable en tiempo 
de crecientes, por lanchas que calen 4 pies, y en la estación de secas 
por canoas que carguen 400 arrobas, hasta su último varadero, pa- 
sando las mercaderías por el istmo Fiscarrald de 5 kilómetros de 
ancho al Serjalí, afuente á su vez del Manu. 


No juzgaría completa esta parte de mi memoria, si no trata- 
ra de informaros de manera concisa, lo que de año y medio á esta 
parte se ha adelantado en la apertura de una nueva vía de comuni- 
cación entre Chanchamayo y el Pachitea por la cuenca del Pichis, 
afluente directo de éste; obra iniciada durante la pasada adminis- 
tración y continuada con más ahinco y fé por el gobierno actual. 

El plan primitivo obedeció á la idea de buscar un camino más 
corto entre Chanchamayo y el Ucayali y juzgando que se prestaba 


— y EA 
ps) 


mejor á este objeto la vía del Pichis que la del Perenó, diéronse 
principio á estos trabajos que pronto llegaron á su término por 
medio de una trocha provisional abierta en la espesura de las sel- 
vas de aquella parte de la montaña y en un suelo sumamente que- 
brado, donde á cada paso se encuentran desniveles que hacen su- 
bir la trocha 4200, 400 y 500 metros, para descender luego, muc has 
veces en rápida pendiente, igual altura, sobre tierra siempre hú- 
meda que de trecho en trecho forma atolladeros dificultando el trán- 
sito aún para los que caminan á pié. 

Esa trocha alcanzó en su desarrollo 120 kilómetros de San 
Luis de Shuaro, terminando en el puerto de los Campas, sobre la 
margen izquierda del Asupisú y á 20 kilómetro calculados enton- 
ces del puerto Pichis, desde donde se supuso que este río tenía sufi - 
ciente caudal para ser navegable por embarcaciones apropiadas en 
todas las estaciones del año; formando así un canal natural para 
el comercio futuro de todo el gran valle del Perené y Chanchama- 
yo con el Ucayali, por intermedio del Pachitea. 


De año y medio á esta parte ha vuelto á emprenderse trabajos 
en esa ruta, ya ensanchando la primitiva trocha, ya rectificando 
su primer trazo en algunas secciones, con el doble objeto de 
acortar distancia y evitar la parte fragosa del terreno por medio 
de desviaciones que dirigen el camino por las cumbres en vez de 
seguir la parte baja de las quebradas. Se asegura que así hechas 
las cosas, puede considerarse hoy la antigua trocha trasformada 
en ancho sendero, como un camino definitivamente abierto entre 
Chanchamayo y el Pachitea. Se da como prueba concluyente la tras- 
lación de una lancha á vapor hecha por ese camino hasta puerto 
Bermudez, punto desde donde comienza á ser navegable el Pi- 
chis, y en el que, armada, ha emprendido sin la menor novedad 
su viaje á Masisea, surcando las aguas del Pichis y del Pachitea. 

Parece que el empeño del gobierno actual es, ante todo, esta - 
blecer por esta vía una comunicación fácil entre Lima y Masisea, 
punto militar de primer orden en la hoya del Ucayali; de manera 
que su objeto no es tanto hoy hacer del camino por el Pichis una 
vía comercial, como una vía militar. Bajo este punto de vista, 
puede justificarse acaso la preferencia que se ha dado á la ruta del 
Pichis sobre la del Perené, que parecía más indicada por la naturale- 
za para el tráfico comercial. En efecto, tomando como punto de parti- 
da común San Luis de Shuaro, hay que recorrer cerca de 160 kiló- 
metros para llegar al embarcadero del Pichis en puerto Bermudez 
por la trocha actual; mientras que para llegar al punto navegable 


por realizda por ese camino hasta el puerto Bermúdez, punto desde 
donde comienza á ser navegable el Pichis, y en el que, armada, 
ha emprendido sin la menor novedad su viaje á Masisea, surcando 
las aguas del Pichis y del Pachitea. 


Parece que el empeño del Gobierno actual es, ante todo, es- 
tablecer por esta vía una comunicación fácil entre Lima y Ma- 
sisea, punto militar de primer orden eu la hoya del Ucayali; de 
manera que su objeto no es tanto hoy hacer del camino por el Pi- 
chis una vía comercial, como una vía militar. Desde este punto de 
vista, puede justificarse la preferencia que se ha dado á la ruta del 
Pichis sobre la del Perené, que parecía más indicada. por la natu- 
raleza para el tráfico comercial. En efecto, tomando como pun- 
to de partida común San Luis de Shuaro, hay que recorrer cerca 
de 160 kilómetros para llegar al embarcadero del Pichis en puerto 
Bermúdez por la trocha actual, mientras que para llegar al punto 
navegable del Perené, después de las Cascadas, solo hay que atra- 
ve3ar da 102 4115 kilómetros, según los estudios técnicos del in- 
geniero señor Delgado hechos para la Peruvian Corporation. Dis- 
cutiendo ahora la relativa facilidad de la navegación del Perené y 
del Pichis, parece fuera de duda que mientras aquel es navegable por 
pequeñas lanchas á vapor en toda estación desde el embarcadero 
que hemos indicado, es dudoso que lo sea el Pichis aún desde el 
puerto Bermudez, fuera de la época de crecientes. En cuanto al 
Tambo y al Pachitea, que respectivamente reciben ¡as aguas del 
Perené y del Pichis, todas las observaciones hechas hasta hoy por 
los exploradores de aquellas regiones, establecen con casi plena 
certidumbre, que ambos son navegables todo el año por vapores 
de tres á tres y medio pies de calado. Bastan estos datos para 
preferir la vía del Perené á la del Pichis como vía comercial; pues 
las objeciones que se hau opuesto ála fácil navegación del río 
Tambo, por el paso dal chiflón Wertheman, no son sérias, desde 
que embarcaciones caucheras han remontado este río sin inconve- 
niente alguno. En cuanto á la vuelta violenta que el Ucayali ha- 
. Ce á poca distancia de la desembocadura del Tambo, y á la que se 
ha dado el nombre de Vuelta del Diablo, el tráfico normal ya esta- 
blecido por lanchas á vapor entre Iquitos y el Urubamba, prueba 
suficientemente que aquellas curvas violentas del Ucayali no cons- 
tituyen un obstáculo insuperable para su navegación, pues no se 
puede llegar al Urubamba sin atravesar la Vuelta del Diablo. 

Ya que he tocado esta cuestión de caminos y ríos en aquella 
zona, debo daros cuenta de las indicaciones verbales que la Socie 


dad ha hecho repetidas veces al Gobierno, respecto á la urgencia 
de practicar nuevas exploraciones por el Tambo y el Perené, que 
completen las que hizo el señor Wertheman ahora 22 años, con el 
objeto de disipar toda duda en cuanto á la navegabilidad de esos 
ríos. Para discutir este punto, fué consultado recientemente el 
señor Wertheman y de acuerdo con la Sociedad Geográfica se pro- 
puso una doble expedición simultánea que partiría, en embarca- 
ciones convenientes, de Iquitos al Tambo y al Perené en época 
dada: y al mismo tiempo otra por tierra desde Lima, para reu- 
nirse ambas en una región ó lugar de antemano señalado, con 
el fin de fijar de una vez el fondeadero en el Perené óen el Tam- 
bo, que debiera servir de puerto fluvial. 


También sería muy interesante consignar en un cuadro la 
completa descripción de los territorios que se extienden al Este del 
meridiano deSan Luis de Shuaro hasta las márgenes del Ucayali 
y la hoya del Pachitea. Mas, los datos que tenemos no son toda- 
vía bastante claros para poderos dar una idea rigurosamente 
exacta de los desniveles de esa zona, ni de las orientaciones que 
siguen los ejes de los múltiples ramales de aquellas intrincadas 
sierras. 

Sinembargo, por los planos provisionales que se han levantado 
hasta ahora, aparece la cadena de cerros de la Sal al Norte del Pe- 
rené, con orientación paralela al curso de este río, estableciendo la 
separación de esa cuenca de las del Pachitea y del Palcazu. Una se- 
gunda cadena de sierras más altas con una orientación de N. á $. cor” 
ta casi perpendicularmente á la primera y separa el valle del Pichis 
del valle del Palcazu, ríos que corren paralelos desde su nacimien- 
to en las vertientes setentrionales de los cerros de la Sal, hasta 
que el Palcazu, cambiando su primer rumbo que es de Sur á Nor- 
te, corta esta cadena llamada de San Matías, inclinándose brusca- 
mente al Este para confluir con el Pichis, formando el Pachitea 


Es muy frecuente que los ejes de las pequeñas cadenas forma- 
das por los contrafuertes de la cordillera de los Andes al descenderá 
las bajas regiones del E., se interrumpan por quebradas más Ó 
menos hondas que sirven de lecho á los ríos que corren por los 
valles laterales. Estas interrupciones no son, por lo general, co- 
mo se cree, verdaderas fracturas de la cadena, sino más bien 
grandes contracciones ó profundas erosiones hechas por las aguas 
sobre rocas de fácil disgregación; lo que tal vezacontece con el paso 
del Palcazu al cortar la cadena de San Matías, que probablemente 


ha de ser de la misma composición geológica que los cerros de la 
Sal, es decir, de terrenos calisos. 

Por lo que acabo de exponeros, podéis formaros una idea de la 
orografía de aquella región, concibiendo una sierra con orientación 
de E. 4 0., la que, en su parte media, está.cortada por otra de direc- 
ción casi perpendicular de N. á S.: la primera sería la pequeña 
cadena de la Sal y la segunda la de San Matías, la que tiene al E. 
el valle del Pichis y al O. el del Palcazu. El valle del Pichis está 
naturalmente cerrado á su derecha por otra cadena que lo separa 
de la región del Pajonal que acaba de ser visitada por el Padre 
Sala. 

Antes de terminar este párrafo de mi memoria, indicaré, como 
una prueba de la enorme cantidad de vapor acuoso que las regio- 
nes del Pichis y del Palcaza condensan en sus respectivas cuen- 
cas, el hecho de que estos ríos en su curso queno alcanza á 160 
kilómetros, arrastran tal masa de agua, que los hacen nave- 
gables á poca distancia desus fuentes, cuando tal caudal no co- 
rresponde en otras regiones del mundo sino á ríos de doble ó triple 
extensión. 


Ahora, respecto á la nueva vía fluvial abierta por el Mishagua 
á los valles del Beni, sabemos por datos comunicados á nuestro 
Cónsul en el Pará por don José Cardoso, traficante de caucho en 
el Ucayali, que el trayecto entre Iquitos y el paso de Fiscarrald se 
hace en 18 días, por vapores como el Bermúdez, que supongo sea 
de la casa Suárez. Este vapor cala 6 piés con una velocidad de 8 + 
millas por hora. Se asegura que con lanchas de una velocidad de 
11 millas, se puede reducir á 13 el número de días de navegación. 
Siguiendo después el curso del Serjalí y del Manu, se llega al Ma- 
dre de Dios en 4 días, en canoas, á favor de la corriente que es de 4 
3 millas, pudiendo ser navegado el Manu por lanchas que calen 4 
piés, como se ha probado con el vaporcito “Esperanza” que hace 
en ese río el tráfico por cuenta de la casa Suárez, desde el vara- 
dero oriental del paso de Fiscarrald, hasta el Beni, recorriendo el 
Madre de Dios en toda su longitud. 

En este varadero tiene Fiscarrald un gran establecimiento 
para recibir todos los artículos de exportación del Madre de Dios 
destinados á Iquitos; y allí ha fundado una colonia con más de 
800 operarios para la explotación del caucho por cuenta suya, 


— 56 — 


Todos estos datos y los que continuamente recibe la Sociedad 
de otras fuentes, prueban la extraordinaria importancia que hoy 
tiene la navegación del Ucayali, desde el descubrimiento de aquel 
istmo de 5 kilómetros que separa la hoya de este río de la cuenca 
del Beni y Madre de Dios: istmo que apenas interrumpe dos horas 
el trasporte comercial de estas dos vastas y ricas regiones, hacien- 
do del Ucayali la vía obligada de la exportación de todos los pro- 
ductos del Beni con casi absoluta prescindencia del Madera, por 
las grandes dificultades naturales que sus torbellinos oponen á su 
navegación. 

De esta manera el Perú puele facilitar Ó estorbar, según le 
convenga, el libre tránsito comercial del Madre de Dios con el Ama- 
zonas: circunstancia que hace de suprema necesidad la absoluta 
unión de los territorios que están al Este del paso Fiscarrald con el 
Ucayali. 

La importancia que hoy tienen los ríos Manu y Mishagua en 
esta línea fluvial, hace indispensable una exploración geográfica 
de aquellos ríos para determinar con exactitud su curso y el origen 
del primero de éstos: exploración que aún no se ha hecho y que tal 
vez esté destinada á darnos grandes sorpresas, aclarando ciertos 
oscuros problemas de geografía fluvial de aquella parte de nuestro 
territorio. 


E 
A fines de Octubre del año pasado, el Secretario de la Socie- 
dad, Dr. Federico Elguera, renunció este cargo por haber sido 
nombrado Gerente de “La Acumulativa”, viéndonos así privados 
de la diligencia, ilustración y entusiasmo con que desempeñó su 
puesto de Secretario por cuatro años. 
Para reemplazarlo nombró el Consejo Directivo al Sr. Carlos 
B. Cisneros, como persona competente y contraída, y además muy 
aficionada al estudio de las ciencias geográficas, como lo ha proba- 
do con su reciente publicación sobre “Geografía Comercial de Sud- 
América”. Esta obra de indiscutible utilidad é importancia, es una 
de las primeras de su género que se publica en la América española. 
+ 
ES 
La publicación del Boletín no ha sido tan regular como el 
Consejo habría deseado, á causa de la informalidad de los estable- 


cimientos tipográficos, á los que se ha encomendado este trabajo; 
sin embargo, debido al esfuerzo del Sub-secretario, señor Carlos J. 
Bachmann, que es el encargado de su publicación y corrección, se 
ha conseguido enmendar esta falta; de manera que con el último 
Boletín de Marzo que está encuadernándose, queda completo el 
tomo 6.” que es el que corresponde al año corriente. 

Como habreis tenido ocasión de ver, el material que contiene 
continúa siendo variado e interesante. Además de los trabajos que 
ya he mencionado, han aparecido en sus páginas otros muchos de 
mérito indisputable, como los del Sr. Carvajal: “Latitud de Lima” 
y “Extensión superficial del Perú”, el vocabulario del idioma de las 
tribus Campas por el señor Delgado, los estudios sobre demografía 
y estadística de Piura por el doctor Eguigúren, y los diversos 
cuadros de observaciones termométricas de diferentes lugares de 
la República. 


Las Sociedades Geográficas con las que la nuestra sostiene can- 
jes mas regulares de sus Boletines y Revistas, son: la Real Sociedad 
Geográfica de Lóndres, la Real Sociedad Geográfica Escocesa de 
Edimburgo, la Sociedad Geográfica de Manchester, la Sociedad de 
Geografía de París, la Comercial de la misma, las Geográficas Co- 
merciales de Burdeos y Havre, las de Geografía de Douay y Nancy 
la Geográfica Nacional de Washington, la Sociedad Geográfica 
Americana de Nueva York, las Sociedades Geográficas de Berlín, 
Tokio, San Petersburgo. Madrid, Viena, Roma, Florencia, Siberia 
y Finlandia y el Instituto Geográfico Argentino. 

La Sociedad se ha visto obligada á restríngir sus relaciones con 
las demás Sociedades análogas del mundo, á causa de la resolución 
que el Ministerio de Relaciones Exteriores expidió con fecha 18 de 
Noviembre del año pasado, por la cual se suspendió á la Sociedad 
elgoce de la exoneración de porte á sus correspondencias y publica- 
ciones que en crecido número tiene que enviar por correos y va. 
pores á las provincias y al extranjero. Esta disposición hace pesar 
más sobre nuestro escaso presupuesto las cargas que lo abruman, 
imponiéndonos un fuerte desembolso al mes para el franqueo 
de sus comunicaciones y Boletínes, sin considerar el porte de 
mapas y libros en canje, gasto considerable que tiene que restrin- 
gir mucho su circulación en el exterior, desvirtuándose así uno 
de los fines con que fué creada esta Sociedad. 


LA ue a 
* 
ok 

En los dose meses que abraza esta memoria, se han celebrado 
15 sesiones de Consejo Directivo y 1 de Junta General; se han pa- 
sado por Secretaría 64comunicaciones oficiales, 124 particulares y 
2265 circulares á los Cónsules del Perú en el extranjero, á los Cen- 
tros Geográficos y álos socios corresponsales. En el mismo perío- 
do recibió 92 comunicaciones oficiales, más de 100 particulares y 
168 de instituciones geográficas y científicas con las cuales nos 
hallamos en relación. 

Los anteriores datos demuestran que en este año el movimien- 
to de Secretaría ha sido más activo y laborioso, lo que merece 
hacerse notar, con tanta mayor razón cuanto que su personal es 
sumamente reducido. 


E 
LX 
La Biblioteca de la Sociedad en el tiempo que abraza esta me- 
moria, ha adquirido ya por compra, ya por obsequio de algunos de 
sus miembros ó de otras Sociedades científicas: 


408 volúmenes empastados 
602 folletos y 
107 entre mapas y planos. 


Entre las muchas personas á quienes la Sociedad tiene moti- 
vos de reconocimiento por sus importantes donativos, citare- 
mos álos señores Eulogio Delgado, Carlos B. Cisneros, Alberto 
Ulloa, Ricardo Palma, Carlos Romero, Federico Remy, Federico 
Moreno, Faustino G. Piaggio, E. Fracchia, Ernesto de La Combe, 
Nicanor Boloña, Manuel Cháves, Enrique Roldán, José Balta, Ri- 
cardo Rey y Basadre, Manuel Elguera, Victor Enzian, Victor Egui- 
gúren, Enrique F. Espinar, R. E. Urbano, Directores de “El Co- 
cio,” y el Dr. Pablo Patrón, quien ha obsequiado más de 400 folle- 
tosinteresantes, entre ellos una colección de memorias oficiales del 
Perú y Colombia. El Ministerio de Relaciones Exteriores enriqueció 
también nuestra Biblioteca con la valiosa obra en 50 volúmenes 
sobre la expedición científica del Challenger que completa la del 
Talismán en el Atlántico. 


Por haber aumentado nuestra Biblioteca hasta alcanzar casi 
ocho mil volúmenos, ha sido necesario emprender el trabajo de un 


=p 


doble catálogo, por orden de materias y por orden alfabético de 
autores. 

Es tal el número de libros y folletos que hoy poseemos, que ya 
no se encuentra sitio para ser debidamente colocados; de manera 
que están esparcidos sobre mesas, sillas y hasta por el suelo, á 
riesgo de perderse ó deteriorarse. 


% 
xo» 


El cuadro de socios ha aumentado desde Junio de 1896 á la 
fecha en este orden: 


OA A dl 
ACTIVOS IA O OL E E 6 
Contesponsalespa on, RLULAL 16 

MOVIVOS 4h CAU EA 23; 


pero á la vez ha tenido que lamentar la pérdida de uno de sus socios 
activos de más talento y vasta erudición, el Sr. Dr. D. Felix Ci- 
priano Coronel Zegarra, miembro de su Consejo Directivo y Presi- 
dente de su Comisión de límites. 

Esta inesperada pérdida en momentos en que acaso era 
más valiosa la cooperación del Dr. Zegarra, ha sido vivamente sen- 
tida por la Sociedad y por el país, pues ocupaba una posición es- 
pectable y contaba con numerosas relaciones no sólo en el Perú 
sino también en Estados Unidos, donde residió algún tiempo re- 
presentando á la República con el elevado carácter de Enviado 
Extraordinario y Ministro Plenipotenciario. 

De otra pérdida, también sumamente dolorosa, tengo que da- 
ros cuenta. El Dr. Manuel A. Muñiz, miembro activo y Vocal de- 
Consejo Directivo, dejó de existir en la madrugada del 18 del pre- 
sente, á consecuencia de un ataque cerebral. La Sociedad que pudo 
apreciar su infatigable constancia para el trabajo, así como 
la clara inteligencia y las nobles cualidades del Dr. Muñiz, lamenta 
su muerte, como la de uno de los más activos colaboradores de las 
ciencias nacionales, muy especialmente en los ramos de antropolo- 
gía é higiene general. 

En los momentos en que terminaba la redacción de esta me- 
moria, la muerte acaba de arrebatar de nuestro seno á otros dos 
socios activos más, dignos de igual encomio, como han sido el Dr. 
Celso Bambarén y Dr. Pedro F. Remy. 


— 0 


La Sociedad deplora profundamente estas pérdidas tan difíci- 
les de reparar, como son siempre en todo país las de los pocos que 
alcanzan prestigio por su ilustración y su trabajo. 


* 
k 


La situación económica de la Sociedad ha desmejorado con la 
supresión de los S/ 200 que mensualmente abonaba el Ministerio 
de Relaciones Exteriores por suscrición á igual número de ejem- 
plares del Boletín, que se distribuían entre las Legaciones y el 
Cuerpo Consular dela República. 

La falta de estos 200 soles ha producido un repentino desequi- 
librio en nuestro presupuesto, del cual ha resultado un saldo con- 
tra la Sociedad de más de 2000 soles, por los créditos que ésta 
contrajo, confiada en el pago regular de aquella suma: créditos que 
aún están pendientes y que la Sociedad no encuentra medios de 
saldarlos. 

Por los balances que como anexos acompaño á esta Memoria, 
os informaréis del movimiento de caja de la Sociedad durante el 
año, así como del estado de las cuentas de la oficina Raimondi y 
de la Comisión de Demarcación Territorial. 


Señores: 


Os he trazado el cuadro de los trabajos de la Sociedad en el 
noveno año desu existencia, y por él podréis juzgar la importan- 
cia de los servicios que presta á la nación. 


Lima, Junio de 1897. 


£uio Carranza. 


LS 


e Y -—_—_——__—_. 


AA AAA 


E AR 


Monografía de la Provincia de Huánuco. 


SUMARIO.—Introducción,—Límites.--Situación y extensión.---Cerros y monta- 
ñas.---Rios.---Lagunas.---Aguas minerales.---Caminos.---Camino del Mayro.--- 
Puentes. ---Demarcación propuesta.---Población.---División política y eclesiás- 
tica.---Catastro.---Producción,---Comercio.---Instrucción.---Datos históricos. 


5BTEMPRE se ha conocido la necesidad que tiene el país de 
Y determinar una buena demarcación territorial, pero hoy 
se hace imperiosa esta necesidad. 


Hace tiempo que venimos ensayando esta obra, desarrollándo- 
la sólo con referencia á nuestra Provincia, y hoy volvemos á esta 
noble tarea, que temporalmente habíamos abandonado, convenci- 
dos, no de ofrecer una obra digna de la atención pública, sino de 
poner de manifiesto el deseo que nos anima de ser útiles á nuestra 
Patria; coadyuvando en la patriótica obra que se ha propuesto rea- 
lizar la Comisión de la nueva demarcación territorial de la ““So- 
ciedad Geográfica” de esta capital. 

Solicitamos, desde luego, la indulgencia de nuestros lectores res- 
pecto de los defectos que encierre este pequeño trabajo, que si es 
de la aprobación de dicha comisión, nos dará una prueba de gene- 
roso aliento para lo sucesivo y así en algo habremos adelantado> 
de lo contrario, creemos haber hecho un pequeño ensayo que por 
imperfecto que sea, será muy útil. 

En conclusión, y antes de entrar en detalle, hacemos presente 
que nuestra exposición está desarrollada bajo tres puntos: topo- 
eráfico, estadístico é histórico; así es que no deben repararse algu- 
nas alteraciones que se opongan á las determinaciones de un buen 
método. 


TOPOGRAFÍA 


Límites.—La provincia de Huánuco confina al N. con la de 
Huamalíes y parte de la del Huallaga, del departamento de Lore- 
to; al E. con las montañas del Cuzco, de las cuales la separa el río 
Ucayali; al S. con la provincia de Pasco, del departamento de Ju- 


nín, y al O. con la provincia del Dos de Mayo. 
16 


— 69 — 


Sus límites por el N., E. y O. noestán bien determinados por 
la imposibilidad natural que presentan esas montañas. 

Por el S. la divide de la provincia de Pasco, una linea que par- 
te de las bocas del rio Sampoya, á los 9%15” de latitud S. y 74” de 
longitud occidental del meridiano de Greenwich, y baja á la con- 
fluencia del Pichis con el Palcazu, á los 7430” de longitud del 
mismo meridiano; sigue el curso del Palcazu, aguas arriba hasta 
la confluencia del Huancabamba con el Pozuzo, continúa el cur- 
so de este río, también aguas arriba, hasta las bocas del Marcán 
que está á los 75"10”. De las bocas de este río, va en línea recta 
hasta el punto denominado “Maray” á nueve leguas de la villa de 
Panao y dieciocho de Huánuco, de aquí continúa por la cumbre 
de los cerros que dividen los terrenos de dicha villa de los del asien- 
to de “San Joaquín” (antes Cuchihuain) y las haciendas de ““Al- 
cas” y “Sasahuanca” y vaá parar á una cumbre nevada de esta 
hacienda, de donde baja siguiendo el curso del río que desciende 
de dicho nevado, el cual divide los terrenos de la chácara ““Huan- 


dobamba” de los de “Sasahuanca” que pertenecen, respectiva— 
mente, á Huánuco y Pasco. 


Este río desemboca enel Huallaga, frente al mal paso de 
“Campanaishquishga”. De este punto sube la línea por las faldas 
de un cerro, limitando los terrenos de “Salapampa”, caserío del 
pueblo de “* Rondos ”, de los de *““Chaucha ” hasta la cumbre 
de un cerro á una legua encima de este pueblo, de aquí baja por la 
falda de otro cerro, que es el límite entre los terrenos del pueblo de 
“Angasmarca” que pertenece al Cerro de Pasco, y los de la chá- 
cara “Pampatupe” perteneciente á la hacienda “Ingenio” que es 
de la jurisdicción política de Huánuco, y va á terminar en la de- 
recha del río “Chaupihuaranga”, á una legua de “Huácar”, Des- 
pués comienza nuevamente la línea por la izquierda del río indica- 
do, en el caserío rural de “Huayooniog”, que está á tres leguas del 
pueblo de “Huácar” y cuatro de ““Ambo” y de aquí se dirige rec- 
tamente y termina en el nevado del pueblo de “Quío” (cordillera 


de Randoni). De este punto comienza el límite O, es decir, el de la 
provincia del Dos de Mayo. 


Acerca de esta demarcación y sus inconvenientes, haremos 
una rectificación al demostrar las ventajas de la demarcación que 
propondremos oportunamente al tratar de este asunto. 


Situación y extensión. — La ciudad de Huánuco, capital del 
Departamento de su nombre, está situada en un hermoso valle á 


== 03 


1.812 metros sobre el nivel del mar, á los 9255” de latitud meridio- 
nal, á los 75%45” de longitud occidental del meridiano de Green- 
wich y á la ribera izquierda del Huallaga. 

No puede determinarse con precisión, por la gran extensión de 
sus montañas, la verdadera extensión del Departamento; pero por 
cálculos planimétricos aproximados se cree que mida 36,000 kiló- 
metros cuadrados. : 

Cerros y Montañas.—La ciudad de Huánuco está circundada 
por tres cerros: al S. por “Marabamba”, que tiene mucha seme- 
janza con el San Cristóbal de esta capital y se halla á 2,300 metros 
sobre el nivel del mar; al O. por el de *“Bondos”, en cuyas faldas 
se halla el caserío de su nombre y mide 2,600 metros, y al E. por 
el de “San Cristóbal” que es el más perpendicular y más alto que 
los anteriores y se encuentra á 2,800 metros sobre el nivel del mar. 

El terreno de la provincia entera es accidentado y las cadenas 
que se dlesprenden del nudo de Pasco, forman desde el punto lla- 
mado ““Huaracalla”” (en Ambo) el valle que vá extendiéndose has- 
ta el puente de “Rancho” que está al concluir la pampa de Chull- 
quillo (en el valle) en el que termina, formando de este modo un 
plano de cerca de nueve leguas de largo, en cuya extensión se ha- 
llan situadas la mayor parte de las haciendas que componen la ri. 
sueña campiña que riega, por su derecha é izquierda, el majestuo- 
so Huallaga. 

La parte N. de la provincia, y en general todo el Departamen- 
to, está compuesto de bosques; es decir, forma la región de la mon- 
taña, fertilizada por los caudalosos ríos Huallaga, Marañón, Pachi- 
tea y sus tributarios. En el S. las cadenas desprendidas de la Cor- 
dillera de los Andes en el nudo de Pasco, se dirigen por dos partes: 
N. y S. Las que se dirigen por el E. forman nudos y contrafuer- 
tes como el de “Tambo de Vabas” á tres leguas de Muña, en el 
camino de Pozuzo, cuya altura sobre el nivel del mar es de 14,680 
pies; los que se dirigen al N. forman, á su vez, dos ramales, uno 
muy poco pronunciado, que es el que se conoce con el nombre de 
central, y el otro oriental, tomando el primero una dirección NE. 

Ríos.—Entre los cerros y cadenas que acabamos de señalar, 
corren los ríos y riachuelos que á continuación describimos, los cua- 
les casi todos van á aumentar las aguas del Huallaga, á excepción 
de los ríos del Pozuzo, que se dirigen al Pachitea, el cual á su vez 
lleva sus aguas al Ucayali. 

El principal río de las provincias es, pues, el Huallaga, que 
nace á dos kilómetros y medio al N. de la ciudad del Cerro de Pas- 


y IAE 


co, en el lugar llamado “Jucayoco”, á los 11? de latitud S. Sale de 
una vertiente y su dirección es casi al N. hasta Ambo, donde la 
cambia un poco al NE. en su confluencia con el Chaupihuaranga 
(llamado también río de Huáscar) y sigue así hasta Huánuco; de 
aquí toma la dirección NNE. hasta 'Corma” (al pie de Muña) en 
que varía su curso al NNO., entrando á las montañas de “Tampa- 
marca” y saliendo por la hacienda de “Cocheros” (en las monta- 
ñas de Chihuángala) en donde comienza á tomar una dirección ca- 
si paralela al Marañón hasta el puerto de **Tingo María”, en don- 
de cambia de rumbo hacia el N. con poca desviación al E. En se- 
guida se dirige así hasta unos 66 kilómetros al N. en que ya su di- 
rección general es al NNE. hasta su confluencia con el Marañón», 
que se verifica á los 458” de latitud meridional. Este río es nave- 
gable por pequeños buques de vapor, desde '* Yurimaguas ” hasta 
el pongo de Aguirre (6%30” latitud S.) y de aquí al S. la navega- 
ción se hace en canoas ó en balsas hasta Tingo-María, que dista de 
Huánuco cerca de 38 leguas y es el puerto por donde los cholones 
(apodo que tienen en Huánuco los habitantes del Departamento de 
Loreto) sacan café, tabaco, sombreros de paja, géneros de algodón, 
zarzaparrilla, cacao, pieles de animales y otros muchos artículos. 
Encerrada como está su cuenca entre las cordilleras Central y 
Oriental, recibe afluentes muy cortos y pequeños; en el territorio 
del Cerro de Pasco, los principales son: el riachuelo de la Quinua 
que baja de las vertientes de la quebrada de ““Tullurauca”; el Ma- 
lauchaca, que desciende del pueblo de “Yanacache”, pasando por 
el interior de un cerro en el pueblo de ““Neclacayau” y desemboca 
por su brazo derecho en el Huallaga en la hacienda de su nombre; 
el Chinchán, que baja de las alturas de la hacienda de “Pucur- 
huay” y desemboca frente á la hacienda de “Quiurachacán”; el Pa- 
llanchacra, que nace en las alturas del pueblo de su nombre y des- 
emboca en el lugar llamado “Salcachupin ”; el Chaco, que na- 
ce en las alturas del pueblo de su nombre y desemboca algu- 
nas cuadras antes de llegar á “San Rafa=1” frente al camino; el 
San Rafael, que nace en las alturas del pueblo de su nombre y lo 
riega por el N.; el riachuelo Huagaychayog, que nace en el lugar 
llamado “Mishicaca” altura de los pueblos de San Rafael y Ron- 
dos y desemboca en el tambo de sa nombre (1); los dos riachue- 
los que descienden del nevado de Sasahuanca y desembocan uno 


(1) En este punto llamamos la atención, porque consideramos este río como 
límite de la demarcación que vamos á proponer. 


qe 


ME 


frente al ugar llamado “Ocotuna” (2) y el otro frente al mal pa- 
so de “Campanaishquishga”. 

En el territorio de Huánuco los más notables son: el Chaupi- 
huaranga que nace en las alturas de la hacienda de “Chinche”, se 
junta con el Colpas, con el riachuelo de V¿roy, que nace en las 
alturas de los pueblos de “Angasmarca” y “Quircán” (3), con el 
Huácar-Mayo, y engrosado con las aguas de éstos desemboca, 
con mayor caudal de aguas, porsu margen izquierda, en el Hua- 
llaga, en la villa de Ambo; el riachuelo Molino, que nace en las al- 
turas de “Llunco,” y surte de agua potable á la población de Am- 
bo; el Sancarragra que baja de las alturas del pueb!o de Con- 
chamarca; el Ougoymaran que baja del pueblo de Nausa; el Huan- 
cachupa que naceen las alturas del caserío de Condormarca; el 
Tingo 6 Higueras, compuesto de varios rios pequeños y de los cua- 
les el principal nace en la laguna de Tuctu-cocha en el llano deno- 
minado “Tacta-cancha” y desemboca en el Huallaga al $. de la 
ciudad, en el lugar llamado “Visacaca” que es la portada princi- 
pal; el Conchumayo, que baja de las alturas del pueblo de Quera 
y desemboca junto al'puente del valle; el Cascay, que nace en una 
aurífera quebrada del puente de Tamboyán; el Acomayo, que ba- 
ja de una laguna que existe en los límites del pueblo de su nom- 
bre y de Churubamba cerca de las montañas de Chinchao; el Ya- 
uamayo, que baja de los montes del caserío de '“San Marcos”; el 
Panao, que tiene su origen en la laguna de “Cuchimachay”; el 
Santo Domingo nace en las alturas de “Tomairica” (Panao) y de- 
semboca cerca del puente de “Cormillla”; el Pajaratay y el Tam- 
bor que nacen en la cordillera oriental en las montañas de “Pam- 
pamarca”; el Chinchao, llamado también Mallquí, que nace en 
las alturas del pueblo de su nombre, se junta en “Cayumba” con 
el Derrepente, que baja de las montañas de su nombre y desem- 
boca-por su izquierda en el Huallaga, más al N. del lugar llamado 
““Mercedes”; y el Monzón que va de las montañas de su nombre 
y desemboca por la izquierda en el sitio llamado “Chiuchavito”, 
cerca á Tingo María. 

Los ríos que están en el territorio de la provincia, pero que 
llevan sus aguas al Pachitea son: el Pozuzo, el Huancabamba, el 
Mayro, y el Palcazu. El Pozuzo tiene su origen en la cordillera 
oriental y sigue su curso hacia el N. recibiendo como afluentes á 


(2) y (3) En estos lugares también llamamos la atención con el mismo objeto. 
17 


Me, Y; TE 


los pequeños ríos López, Consuelo Grande, Consuelo Chico, Ma- 
rayntiog, La Paccha, Chancarizo, Chinizo, Santa Matilde y el 
Marcau que bañan la colonia. El Huancabamba nace en la lagu- 
na “Vilca-mayo”, riega y baña el pueblo de su nombre y después 
de engrosarse con el concurso de muchos pequeños ríos, entra á la 
colonia del Pozuzo donde recibe como afluente el pequeño río Ne- 
gro, reuniéndose después con el Pozuzo á los 12” 6” de latitud aus- 
tral. El Mayro nace también en la cordillera oriental y se reune 
con el Palcazu á los 954 45” de latitud S. El Palcazu nace en el 
Cerro de la Sal á los 10” de latitud S; su dirección antes de unirse 
con el Mayro es hacia el N.; su corriente es peligrosa para la na- 
vegación por ser su fondo lleno de rocas en algunos puntos; pero 
desde su confluencia con el Mayro y el Pozuzo—que desemboca en 
él por su izquierda á los 953 de latitud S.—aumenta sus aguas 
y varía su curso en dirección hacia el E.; se hace navegable en to- 
da su extensión, pasando, al unirse con el Mayro, por entre los ce- 
rros “San Martías” que quedan á la derecha y “Santa Clara” á la 
izquierda y uniéndose con el Pichis después de 25 millas próxima- 
mente del puerto del Mayro. El Pachitea está formado por los- 
ríos que acabamos de enumerar y por otros de menor importancia, 
como el Yanachaga; es navegable en toda su extensión por em- 
barcaciones regulares en las crecientes y por vapores chatos, como 
los que se usan en los ríos de Europa, en las vaciantes; y entra por 
su izquierda en el Ucayali á los 8* 43 40” de latitud meridional. 
Este río, que con el tiempo tiene que ser el Rhin americano, reci- 
be las aguas de la cordillera oriental del Perú, pues recoge las 
del Pozuzo, Huancabamba, Yanachaga, etc., etc., hasta el Pi- 
chis, que abren en la cordillera cuatro gargantas ovientadas de $. 
á N. desde la del Pozuzo que es la más occidental hasta la del Pi- 
chis que es la más oriental. 


Lagunas. —Las que existen en la provincia no son bien cono- 
cidas, porque, á decir verdad, pocos ó tal vez nadie se han decidido 
con esmero á estudiar la topografía de ella en sus distintas faces. 
Nosotros sólo conocemos: la de Chaulan que lleva este nombre; la 
de Acomayo que dá origen al río de sa nombre; las de Tomayqut- 
chua, que son tres que desaguan unas en otras y dan origen al río 
Saucarragra y á otras quebradas que riegan dicho pueblo; las de 
Panas llamadas Yanacocha, Huascacocha, Verde pozo, Llama- 
corral, Putuyoc y Cuchimachay, de las cuales la primera dá origen 
al riachuelo denominado “Charamayo” que riega la población, 
Patuyoc dá origen al río Santo Domingo, Cuchimachay al río Pa- 


A 


ri 


nao y una que está junto al lugar llamado “Huarapatay”—cuyo 
nombre ignoramos—creemos da origen al Santa Matilde. 


* 
A 


Aguas minerales. — No es demás que se conozca que existen 
algunas vertientes de aguas minerales. A una legua del pueblo 
de Huácar en los terrenos de la hacienda “Santa Rosa”, hay una 
vertiente cuyas aguas son enteramente salobres que evaporadas 
podrían dejar residnos de sal gema, como las de *“San Blas”. En 
el Pozuzo, en las márgenes del Chancarizo y del Pozuzo, existen 
igualmente abundantes vertientes de esta misma clase de aguas, 
y allí (en la colonia) se benefician y con poco esfuerzo se ob- 
tienen témpanos de dicha sustancia. Creemos, pues, que exten- 
dida esta industria un poco más y hecha con buenos capitales, da- 
ría grandes utilidades en esas regiones. 

Asímismo, en la quebrada de “Santo Domingo” (á inmediacio- 
nes del camino que va á Muña, tomando la dirección hacia la dere- 
cha á algunas cuadras del puente de este nombre), existe una cuyas 
aguas son calientes y sulfurosas. Llamamos la atención sobre esta 
vertiente, porque suponemos que esas aguas sean muy medicinales, 
pues nos consta que habiéndose bañado un sifilítico en es e manantial 
mejoró notablemente de sus dolencias. Podía, pues, establecerse allí 
un lugar balneario como el del pueblo de Baños, que sería muy 
ventajoso para los enfermos atacados de este mal ó de cualquier 
otro de su género, por las comodidades que pueden encontrarse, por 
su proximidad á Huánuco y por las cualidades medicinales de di.- 
chas aguas que, repetimos, las suponemos muy saludables. 


X 
RX * 


Caminos. —Para hacer el estudio más detallado y claro de las 
vías de herradura que ponen en comunicación á Huánuco con los 
otros puntos de la República, con las provincias vecinas y con sus 
territorios de las montañas, vamos á clasificarlas en caminos de 
Lima, caminos de las provincias y caminos de las montañas, 
subdividiendo estos últimos en caminos de las montañas propia- 
mente dichos y en caminos del Pozuzo. 

El camino que se dirije de Huánuco á Lima, tiene en el terri- 
torio de la provincia muy poca extensión, pues solo compren- 
de hasta el mal paso de Campanaishquishga, que está á 2 leguas 


E 


de Ambo y 7 de Huánuco; pero nos referimos hasta Cerro de Pas- 
co indicando las distancias que existen además hasta la Oroya y 
Tarma. 

El camino de Huánuco á Lima hasta Ambo. es sumamente 
bueno, todo plano y con 106 12 metros de ancho próximamente; 
se hace á caballo en dos horas más ó menos. Aquí (en Ambo) 
el camino se bifurca: el de la derecha va por Huácar á los pue- 
blos de la provincia de Pasco, por la quebrada de Yanahuanca 
y el que se dirije rectamente viene al Cerro por el fondo de una 
quebrada que forman los cerros que parten del nudo de Pasco. Del 
Ambo ya el camino comienza á ser malo, viene ascendiendo en 
partes y con algunos malos pasos. S= llega primeramente á Sala- 
pampa, después á Chagamachay, Huagaychayog, San Rafael, Hua- 
riaca, caminando desde Huánuco por el lado izquierdo del Hualla - 
ga; pero llegando al puente de “Batanchaca”, que está después de 
mal paso de Atoghuarco, se pasa á caminar por el lado derecho del 
río siguiendo así hasta el Cerro. Las distancias son las siguientes: 
de Huánuco á Ambo, 5 leguas; á San Rafael, 6; á Huariaca, 2; al 
Cerro 7. Da aquíá Carhuamayo 8; á Junín 6; á la Oroya 9. To- 
tal de Huánuco al Cerro de Pasco 20 leguas y á la Oroya 43. A 
Tarma mide la misma distancia que á la anterior. Ya de la Oro- 
ya el viaje se hace por el forrosarril Central y la suma total de 
Huánuco á Lima es de cerca de 80 leguas. 

El camino de las provincias del Dos de Mayo y Huamalíes se 
dirije por la portada de “Cazhapata” y se hace el viaje del modo 
siguiente: se sale de Huánuco y se camina hasta Higueras por un 
camino que está encerrado por dos cerros;es decir, se va por una 
quebrada que se denomina “Higueras” y se llega al puente de es- 
te nombre, donde el camino se divide: el de la derecha va por 
“Chacabamba” directamoante á las provincias, y el de la izquierda 
se dirije también á las provincias, pero pasando por Chaulán y 
otros pueblos de esa ribera. La longitud de este camino mide las 
distancias siguientes: de Huánuco á Higueras (el puente) 3 leguas; 
á Mito, 2; á Chavinillo, 5; á Huánuco viejo, 6; á la Unión ó 
Aguamiro, 2; á Huallanca, 3; á Llata, 4. Total de Huánuco á 
Aguamiro, capital de la provincia del Dos de Mayo, 18 leguas, y á 
Llata capital de Huamalíes, 25. 

El camino de las montañas (Derrepente y Chinchao) se dirije 
por dos partes: por la aldea Utao yendo á la primera, y por el pue- 
blo de Acomayo dirigiéndose á la segunda. También se va por 
Derrepente á Chinchao y al contrario; pero el camino por la segun- 


——1169==-= 


da ruta es mejor y lleno de comodidades que no se encuentran por el 
lado de Darrepante. Lo viajes se hacen de la manera siguiente: 
dirigiéndose por Utao, se sale de Huánuco por la portada de “Pue- 
llez” y se va á posar en la hacienda de “Huarapa” ó á dicha aldea 

ue estan á 9 leguas de la ciudad, y al segundo día se puede llegar, 
hasta la hacienda de “Mercedes”, que es la última situada casi a 
lado de Cninchao por una parte, y tras de Palay-Grande (Patay 
Rondos) por otra. Las haciendas de esta comprensión están re- 
partidas en toda la extensión del camino hasta Chuyma por la de- 
recha y Mercedes por la izquierda del río Derrepente. Dirigiéndo- 
se por Acomayo, se sale de la ciudad por el puente de la Parroquia 
y se sigus por el camino del Valle por la derecha del Huallaga has- 
ta el puente del Rincho, se pasa éste y se llega al pueblo de Aco- 
mayo, que está á 5 leguas de Huánuco. De aquí se sigue la mis- 
ma dirección del camino hasta el lugar denominado “La punta de 
Chinchao,” en que se bifurca: el de la derecha baja á “Tamariz” 
(un tambo) y el dela izquierda al pequeño pueblo de Chin- 
chao. De Tamariz ya comienzan las montañas de Chinchao, que 
terminan en la hacienda “Huayruro”, donde empiezan las de Chz- 
huangala, que terminan en “Chinchavito”. Las distancias son las 
siguientes: de Huánuco á Cascay, 3 leguas; á Huarapa ó á Utao, 
6; á Mercedes 6 á Chuima 13, yendo á Derrepente; y de Huánuco 
al Valle 2; al Rancho 2; 4 Acomayo 1;á la Punta de Chinchao 8; 
á Tamariz 1; 4 Huayruro 4. Total de Huánuco á Derrepente 22 
leguas, y á Huayruro 18, á las que pueden agregarse las 7 más que 
hay de este punto á Mercedes (lugar donde fueron asesinados los 
señores Gramio y Harencia Zavallo3) y que hacen un total de 25 
leguas. 

Ta mbién por Acomayo se va á las montañas de “Pampa-mar- 
ca”, caminando desde el pueblo de Pillao por caminos sumamente 
malos que miden las siguientes distancias: de Huánuco á Acoma- 
yo0á Acoshín, si se va por este camino, 5leguas; á Pillao 6; 4 
Pampa-marca 10. Total 21 leguas. 

El viaje á la colonia del Pozuzo, y por consiguiente al Mayro, 
se puede emprender por dos partes: por Acochín y por Panao. Pa- 
ra ir por Ascochín se sigue el mismo camino de Chinchao hasta un 
punto llamado “Tumanga”; se toma el camino de “Sagrahuasi”, y 
por la puerta del zaguán de esta hacienda se desciende al puente 
de Acochin; de aquí se toma el lado izquierdo del Huallaga hasta 
el puente de Cormilla y se sube una cuesta de una legua hasta 


Muña. 
18 


— 70 — 


Dirigiéndose por Panao se sigue este camino, se pasa á Chag- 
lla y se continúa también hasta Muña, siendo este camino muy 
malo por las condiciones especiales del terreno; pero así, en ciertos 
casos, es el major por ser el más seguro, pues el de Acochín casi 
siempre está derrumbado, principalmente en épocas de lluvia. 

Llegando á Muña, seasciende al “Tambo de Vacas” hasta el 
““Portachuelo”; de aquí se desciende pasando por “Potuyoc”, “Aya- 
huasi”, *“Milpo”, “Playapata”, “Los 18 Coracoles”, “Lopez”, *Cu- 
shi”, “Raprahuasi” y “Balcón de Judas”, que son pasos horroro- 
so3 y donde el manor incidente compromete irremediablemente la 
vida del viajero. La longitud de este camino por Acochín es la 
siguiente: Huánuco á Sagrahuasi 4 leguas, al puente de Acochín 1- 
á Muña 7, al Portachuelo 3, al Pozuzo Y. Total 24 leguas. 

Por Panao las distancias son éstas: de Huánuco á Sagrahuasi 
4 leguas, á Panao 5, á Chaglla 3, á Muña 7, al Portachuelo, 3 al 
Pozuzo 9. Total 31 leguas. 

Mucho tiempo hace que se proyecta la apertura de un nuevo 
camino por la ruta de Panao, esto es, por las alturas de este pue- 
blo. Este ideal, tan brillante y tan perseguido por el malogrado 
Sr. J. M. Pinzás, se despertó más cuando los ingenieros Manning. 
Montgomery, Backus y Marzo estudiaron en 1887 el terreno para 
los trazos del Ferrocarril Oriental y mostraron las buenas con- 
diciones del terreno y la facilidad de hacerlo, lo mismo que las in- 
mensas ventajas que reportaría. Esta aserción está comprobada 
con el siguiente informe: 

“Primera y Segunda División de Ingenieros del Ferrocarril 
Oriental. —Huánuco, Junio 25 de 1887.—Señor Gerente del Ferro- 
carril Oriental. —S. G.—-Después de haber recorrido las alturas que 
separa el valle de Huánuco del Pozuzo, y haber encontrado la ru- 
ta que consta de los planos y perfiles adjuntos, conociendo como 
conocemos las rutas del Cuzco, Ayacucho, Cajamarca, Chanchama- 
y0, Huancabamba y otras que conducen á la rezión amazónica, 
podemos asegurarle á U., y, por su conducto, á la Empresa de] 
Ferrocarril Oriental, [25”QUE NO HAY UNA RUTA IGUAL Á LA QUE HE- 
MOS DETERMINADO, y bajo cualquier aspecto que se considere, ESTA 
RUTA ES LA MÁS CONVENIENTE, TANTO AL PERÚ COMO Á LA EMPRE- 
sa, y por ella se puede conseguir un ferrocarril seguro y cómodo 
en MENOS TIEMPO, CON MENOS COSTO y CON MENOS DIFICULTADES 
que por CUALQUIERA OTRA de las rutas que dejamos índica- 
das, ¿4 con la especial circunstancia de que este ferrocarril pondrá 
la Capital de la República en conexión con un MAGNÍFICO PUERTO 


a 


como es el de la “Salvación”, que, sín distar mucho de la Metrópo- 
li, se halla muy avanzado sobre la hoya del Amazonas, siendo el 
río Pachitea navegable en toda estación por buques fluviales de 
buenas dimensiones. 

Con este motivo, nos suscribimos de Ud., atentos y SS. SS. — 
M. Montgomery. —Backus.—R. J. Manning.--Pedro Marzo. 


* 
* * 


La ruta á que se refieren los ingenieros-—cuyo trabajo está he- 
cho hasta tres leguas más al N. de “Tomairica” por los indios del 
pueblo de Panao, bajo la dirección del señor Carlos Grans y el de- 
cidido empeño del Sr. Pinzás, cuando fué Alcalde Municipal de la 
Provincia—es la siguiente: de Huánuco á Panao; de este pueblo á 
la pampa de “Tomairica,” dirigiéndose por la aldea de “Yanuna,” 
y el punto llamado “Tipsa”; de Tomairica, bajando por una que- 
brada que se dirije hacia al E., á una garganta llamada “Punta 
de Pinzás:” de aquí dirigiéndose por el lado izquierda á Otra que- 
brada denominada “Runcumayo;” de esta quebrada, después de 
pasada, se toma una dirección hácia la derecha caminando al N. 
hasta encontrar el rio Pozuzo, por cuya margen derecha se cami- 
na en dirección al E. hasta pisar el riachuelo Santa Matilde y lle- 
gar á orillas del Marcan. Pasando este río se encuentra un cami- 
no regular que directamente conduce al Pozuzo, es decir á la co- 
lonia. Las distancias de este camino, que está llamado, una vez 
abierto, á impulsar el adelanto comercial de la colonia y de los de- 
partamentos de Huánuco y Junín, son las siguientes: de Huánuco 
á Panao 9 leguas—á “Tomairica” 2—á la “Punta de Pinzás” 1—al 


río “Santa Matilde” 2—al “Marcán” 1—al Pozuzo 2. Total 17 
leguas. 


Camino del Mayro.—Al tratar de este camino es necesario ha- 
cerlo con sinceridad y conciencia, porque es uno de los que encie- 
rra el porvenir de la Nación. Es necesario, pues, versus ventajas 
y conocer los inmensos beneficios que reportará el Estado y toda 
la América meridional, una vez abierto por la ruta de Huánuco, y, 
al mismo tiempo, como se trata de un asunto de interés general, 
es también necesario conocer los inconvenientes del que se pro- 
yecta abrir para ir á buscar el Pichis. Para todo esto oigamos la 
exposición de la Comisión Exploradora del Pozuzo que, nombrada 
en 1892 para estudiar las condiciones generales de aquellas regio- 
nes, hizo muchos descubrimientos que los reputamos de gran in- 


terés nacional, máxime hoy que por el Ministerio de Fomento se 
ha nombrado una comisión de ingenieros para que estudie esas 
regiones. 

En una de las observaciones de su informe dice dicha co- 
misión: “Si Tarma quiere llegar al río navegable, debe dirigirse al 
Mayro, porque por esa ruta no tropezará con los insuperables obs- 
táculos y las largas distancias en que ha tenido que estrellarse 
por ““Azupizú.” 

“Tarma, de San Luis de Shuaro debe dirigirse por Ocshapam- 
pa, al Huancabamba, al Pozuzo y Mayro, con las siguientes dis- 
tancias que recorrieron los señores Samuel Palacios, el Ministro ru- 
so Alejandro Yonini;la esposa del señor Pedro Bottger y última- 
mente los RR. PP. Descalzos: de la'Oroya á Tarma 6 leguas; á 
San Ramón 14; á la Merced 2; á San Luis de Shuaro 5; á Ocsha- 
pampa 18; á Huancabamba 5; al Pozuzo”11; al Mayro 9; total de la 
Oroya al Mayro, donde comienza la navegabilidad del Palcazu, co- 
mo lo prueba el hecho de la llegada hasta allí (hasta el Mayro) de 
los vapores Napo y Putumayo con la expedición comandada por 
el señor Benito Arana, prefecto de Loreto, el 1. de enero de 1867 
— 0 leguas, sin tener alturas que escalar y con un camino, aun- 
que defectuoso, pero que da paso actualmente hasta el Mayro, co- 
mo lo manifiesta el viaje hecho por esa vía por las personas que 
hemos indicado.” 

“Por Azupizú, á más de las muchas quebradas, de los nume- 
rosos afluentes del “Paucartambo” y “Perené” que accidentan mu- 
cho esa región, al sur del “Cerro de la Sal”, que por carecer de 
arboleda y estar cubierto de paja es muy alto, tiene una altura 
como la de “Cajón-Pata” en el “Yanachaga”, de 14,753 pies de 
elevación sobre el nivel del mar, saldrá por allí un camino muy 
quebrado compuesto de escarpadas subidas y rápidas bajadas, lo 
que unido á los muchos puentes hace, por ese lado, que el camino 
sea siempre malo y susceptible de frecuentes destrucciones, por 
los derrumbes constantes á que está sujeto un camino tan 
arrugado”. 

“Del Cerro de la Sal, para descender á buscar el Pichis, los 
inconvenientes son los mismos y las distancias las siguientes: de 
la Oroya á Tarma 6 leguas; á Chanchamayo 14; á San Luis de 
Shuaro 7; á Azupizú 16; á la confluencia del Azupizú con el Chi- 
vis (que entra por la izquierda paralelo al Azupizú) que forman 
el origen ó cabecera del Pichis, 22 leguas: recorridas por los seño- 
res Ricardo Baumanny Julio Karsten en nueve días desde Azupi- 


zú hasta el Chivis, guiados por unos indios Campas. [Estos seño- 
res salieron de San Luis de Shuaro el 15 de diciembre de 1591 y 
llegaron al Mayro, surcando el Palcazu, el 9 de enero del presente 
año [4] empleando 29 días de los que han gastado 24 horas útiles 
de navegación en canoas, desde la confluencia del Pichis con el 
Palcazu hasta el Mayro)” 

““La navegación del Pichis no comienza en canoas desde el 
Chivis, sino desde la confluencia del Pichis con el “Anacayali” 
que entra por la derecha; y desde la boca del Chivis hasta la de 
Anacayali hay 13 leguas; desde Anacayali puede navegarse en va- 
pores en las crecientes, pero no en las vaciantes porque en esta épo- 
ca hay una anugostura muy estrecha que hace peligrosa la navega- 
ción, una legua antes de llegar á la boca del río ““Purucayali” que 
entra por la derecha. Desde este punto la navegación del Pichis 
no ofrece inconveniente en una longitud de 6 leguas que hay des- 
de el Purucayali hasta la confluencia del Palcazu con el Pichis, que 
forman el gran Pachitea.” 


“De la Oroya hasta el Anacayali hay pues, 78 leguas, tenien- 
do que construír todo el camino desde San Luis de Shuaro, que fa- 
bricar muchos y costosos puentes y que hacer serios reparos todos 
los años, lo que absorberá ingentes sumas y será como una 
capellanía. [5)” 

“En las crecientes, el río Pichis sale muchas leguas á su dere- 
cha, haciendo imposible el camino por allí en la estación de las 
lluvias por la inundación, y en las secas, por los extensos y peli. 
grosos pantanos que se forman.” 

“No le conviene á Tarma esa ruta por las razones que hemos 
puntualizado.” 


“Ni al Cerro ni á Tarma les conviene tampoco la ruta por el 
“Yanachaga” y río “Chuchuras” [afluente del Palcazu], porque 
tienen que escalar el gran Yanachaga que es muy elevado, mi- 
diendo en *““Cajón-Pata”, cima que es preciso atravesar para ir á 
encontrar el Chuchuras, 14,753 pies de elevación sobre el nivel de 
mar, mayor altura que la del Portachuelo del Tambo de las 
Vacas; y para Tarma con las siguientes distancias: de la Oroya á 
Tarma, 6 leguas—á Chanchamayo, 14—4á San Luis de Shuaro, 7— 


(4) Esto era el año 1892, 


(5) Esto se ve todos los días con el camino de Chanchamayo. 
19 


== mb 


al río Chuchuras, 12—al Mayro, 8. Total, 70 leguas, advirtiendo 
que de Chuchuras al Mayro, el Palcazu no es navegable; la nave- 
gabilidad del Palcazu comienza todavía desde el Mayro.” 

“*En euanto al Cerro, para que por Huancabamba, Cajón-Pa- 
ta y Chuchuras se llegue al Mayro, hemos dado las distancias é 
inconvenientes al principio de este informe, que son del Cerro al 
Mayro 48 leguas.” (6) 

“Visto el asunto con “severa imparcialidad, con patriotismo y 
á la luz de la conveniencia, la vía que deben seguir Huánuco, Ce- 
rro y Tarma es la del Pozuzo y Mayro por las regiones que hemos 
señalado respectivamente á cada una de esas tres ciudades, las 
que unidas por intereses comunes en ese lugar lo harán progresar, 
asegurando cada una de ellas un venturoso porvenir allende los 
mares, procurando á la vez para la República el dominio real de 
todos nuestro territorio amazónico que hoy nos pertenece geográ- 
ficamente.” 

“No concluiremos sin dar las distancias desde la Oroya hasta el 
Pará pasando por el Cerro, Huánuco, el Pozuzo y Mayro, tomadas 
de los informes de Arama, Tucker y Raimondi, desde el Pachi- 
tea para adelante, y de la Oroya al Pachitea de los ingenieros Man- 
ning y Backus y nuestros propios datos.” 

“De la Oroya á Junín, 9leguas—al Cerro, 14--á Huánuco, 20- 
al Pozuzo, 17 (7) —al Mayro, 9 —á Iquitos,308 —á Tabatinga, 100 
—al Pará, 566. Total de la Oroya al Pará, 1.043 leguas óÓ sean 
3.129 millas, de las que 69 leguas son de la Oroya al Mayro, que se 
caminarán cómoda y descansadamente en 7 días á bestia y 974 le- 
guas ó sean 2.922 millas del Mayro al Pará, que en vapores cha- 
tos como los que se emplean en los ríos Mississippi, Rhin y Elba 
con tres ruedas, una á popa y las otras dos á babor y estribor, con 
un andar de 18 millas por hora ó sean 300 millas por día astro- 
nómico (quitando 132 millas para tomar combustible y ciertas pa- 
radas inevitables) se recorrerán en 10 días; de manera que con to- 
da comodidad se puede ir en 17 días desde la Oroya hasta el Pará 
por la ruta que hemos indicado como la más conveniente y 
adecuada” 


(6) Estas distancias ¿inconvenientes son las que se refieren al camino de Huan_ 
chón y Huancabamba que dice........ “Si á las 17 leguas que hay de Huánuco al 
Pozuzo (por Panao) agregamos las 20 que se cuentan de Huánuco al Cerro, tendre- 
mos del Cerro al Pozuzo 37 leguas, menos que por Huancabamba.” 

(7) Esta ruta y distancia son por Tomairica (Panao). 


E 

“Si el Soberano Congreso, el Supremo Gobierno y nuestros hom- 
bres de influencia y empresa meditan en estos ligeros apuntes y 
toman una resolución decidida, sin grandes esfuerzos quedará re- 
suelto el ansiado problema de unir el Pacífico con el Atlántico por 
el centro dela América del Sur.” 


A A IA O IO OR IIA FEO ORCOS IA O DOE ICON O ON O 


Nada tenemos que agregar á la anterior demostración de las 
conveniencias y facilidades del camino del Oriente; todo io que po- 
demos decir sería un pálido bosquejo de la realidad, pura teoría. 

Puentes. — Varios y muy buenos son los que existen en la 
provincia. Reseñaremos solamente los de piedra, madera y alam- 
bre. : 

Entre los de piedra se distinguen: el de la “Parroquia”, que 
une la ciudad con el camino de los pueblos vecinos y las monta- 
ñas, es decuatro ángulos y de una construcción sólida; el del 
“Tingo”, que está sobre el río de su nombre á la portada de la ciu- 
dad, en el lado sur y une Huánuco con el camino de *“Visacaca”, 
que es la vía de Ambo. Por descuido del Municipio se halla hoy en 
mulas condiciones y es una amenaza para los transeuntes. El de 
Huancachupa, que está sobre el río de su nombre (8); los dos de 
Ambo, uno sobre el Huallaga, denominada “Huancapata” y el 
otro sobre el Chaupihuaranga, en la vía de Huánuco. 

Los de madera, que algunos son unas ratoneras, son: el del 
Valle, que une el pueblo de su nombre con el camino de Chancha- 
mayo, y está sobre el Huallaga; el de Cascay, que está sobre el río 
de su nombre; los de Rancho y Ascochin, que están sobre el Hua- 
llaga, el primero al ir á las montañas de Chinchao por Acomayo y 
el segundo al Pozuzo por Cormilla; los de Panao y Santo Domingo, 
que están respectivamente sobre el río de su nombre; y el de Cor- 
milla, que une el camino de Acochin con el de Muña. llamamos 
la atención aquí al puente natural que existe más ai norte de Cor- 
ma, el cual está formado por la unión de dos cerros por cuyo cen- 
tro pasa el Huallaga. Es tan bueno que reune las condiciones del 
mejor puente de piedra labrada y creemos que se ganaría mucho al 
establecer el tráfico por él. 

En cuanto á los puentes de alambre, los mejores que conoce- 


(S) En este puente se efectuó el memorable combate de la noche del 20 de Agos- 
to de 1894, cuando el doctor Durand inició en Huánuco la campaña revolucionaria 
que derribó el Gobierno del General Cáceres. 


O 


mos en este género son los siguientes: en la colonia del Pozuzo, en 
el lugar llamado **Cocapampa” uno de jarcias, que á su hermosu- 
ra, une la cualidad de ser muy sólido; el que se halla sobre el mis- 
mo río (PozuZzo) que une la colonia con el lugar llamado “Choro- 
bamba;” dos sobre el río Huancabamba, uno cerca de la confluen- 
cia del río Negro y otro más al norte de éste. El puente de Mallguz 
que se halla sobre el río Chinchao, en las montañas de su nombre, 
el cual une la quebrada de este mismo nombre con la de Cutama. 
Este puente no puede tener este nombre, pues es una verdadera 
hamaca donde hombres, ganado, bestias con carga, y cuanto por 
él pasa lo hace con peligro de su vida y casi siempre, sin embargo de 
que cuesta muy buenos soles y que tiene una renta señalada (el ra- 
mo del mojonazgo) para su reparo continuo, hay víctimas y casos 
que lamentar. 


Demarcación. — La imperfecta demarcación territorial de 
nuestro país (nos referimos á los departamentos y provincias) ha 
ocasionado, más de una vez, casos que alteran la administración 
pública. Nuestra provincia principalmente adolece de este defecto, 
que muchas veces ha suscitado querellas molestosas, principal- 
mente en épocas de elecciones; y para evitar estos inconvenientes, 
hemos estudiado mucho tiempo ha y con esmero la línea que ácon- 
tinuación describimos, la cual no la creemos muy perfecta, pero sí 
que llena mucho el vacío que deja que desear la actual; por consi- 
guiente, para que se vean las ventajas que á nuestro juicio puede 
tener, haremos ver primero los defectos que encierra la actual. 

En lo políticose nota todos los defectos siguientes: 1? el límite 
por la ruta de Huácar continúa en el caserío rural de Huayarniog, 
esto es á cuatro leguas de Ambo y por la otra ruta [del camino de 
Campaishquishga] á dos leguas; de modo que nada es mas fácil que 
lgualarlo para que vaya en línea recta; 2% en épocas de elecciones, 
como hemos dicho, los pueblos de Chaulán y Cani que pertenecen al 
distrito de Higueras, el 1.” tiene que sufragar en Huácar por ser la 
parroquia y el 2.” por no ir al Valle, nunca toma parte en elecciones; 
sucediendo esto mismo con Chulan á cuyos vecinos las más de las 
veces se les niega cartas de ciudadanía cuando hay oposición en 
los partidos. En este mismo caso se encuentra también el pueblo 
de Chaucha que pertenece á Ambo ex. lo político y á la parroquia 
de Pallanchacra (provincia de Pasco) en lo eclesiástico; y 3” el pue- 
blo de Margos, vecino á Chaulán, que está á 12 leguas de Huánuco 


pi 
y enla banda opuesta al límite del Cerro de Pasco, del cual dista 
cerca de 20 leguas, pertenece en lo eclesiástico á la parroquia de Ba- 
ños, dela provincia del Dos de Mayo, pudiendo pertenecer al dis- 
trito de Higueras y á la parroquia de Huánuco. 

En lo eclesiástico existen: 1? que el pueblo de Cairán pertene- 
ceá Huácar, debiendo pertenecer á la doctrina de Huánuco por es- 
tar á una legua de esta ciudad y 6' de Huácar; lo mismo que To. 
mayquichua, que está á 4 leguas de Huánuco y 2 de Huácar, de- 
bía pertenecer á esta última parroquia; 2 el pueblo de Canique dis- 
ta 6 leguas de Huánuco y 9 del Valle y debía estar en la jurisdic- 
ción de la primera; lo mismo que Chaulán, que está á 11 leguas de 
Huácar y 10 de Huánuco, debía estar bajo la jurisdicción de ésta 
última; y 3” el Pozuzo, que era una vicaría de las misiones de Mai. 
nas y cuando se colonizó se erigió en parroquia con los pueblos de su 
antigua jurisdicción, esto es, con las feligresías de Chaglla y Mu- 
ña, quedando sujeta, á su vez, á la jurisdicción de la diócesis de 
Chachapoyas, como todas las vicarías de conquistas de infieles. 
Bien, pero su situación geográfica no le permite pertenecer á aque- 
lla diócesis, sino á la de Huánuco y nadie se ha cuidado de pedir al 
Congreso que otorzue una ley que sancione esta jurisdicción he- 
cha por las circunstancias de esta colonia. Por otra parte, como 
el cura del Pozuzo no podía personalmente cuidar de su grey de 
Muña y Chaglla, autorizó á estos pueblos para que los ínteres de 
Panao les auxiliasen, pero hoy los curas del Valle se creen tener 
jurisdicción directa sobre esas feligresías y derecho suficiente para 
gravarlas con primicias y otras gabelas, a las cuales no tienen 
por qué estar sujetas. Es, pues, también necesario que se dicte una 
ley que segregue esas feligresías de la doctrina del Pozuzo y las 
ponga bajo la jurisdicción de Panao, para que así justifiquen sus 
derechos los señores curas. 

Nuestro plan de demarcación de la Provincia es pues el siguien- 
te: que subsista la línea desde la desembocadura del Sampoya en 
el Ucayali hasta el punto llamado “Maray,” en seguida que par- 
ta de este punto, pasando por otro denominado “La Charca,” y se 
dirija rectamente hasta encontrar los límites de las haciendas ““Al- 
cas” y “Ayancocha,” que dividen los terrenos de la hacienda “Sa- 
sahuanca,” dejándola al lado que da á la villa de Ambo. Al pertene- 
cer Sasahuanca á Ambo, creemos que hay la ventaja de que esta 
hacienda (de propiedad del Convento de la Purísima Concep- 
ción de Huánuco) esté á cinco leguas de Ambo y 10 de Huánuco, 


mientras que de Huariaca dista 8 y 15 del Cerro. Esta ventaja se- 
20 


— (Ss — 


ría en cuanto á lo político y en cuanto á lo eclesiástico sería 
mayor, pues los naturales siempre que desean los auxilios espiri- 
tuales ocurren á la doctrina de Huácar y noála de Huariaca, á 
la cual pertenecen. Por otra parte, los límites de estas haciendas 
(Sasahuanca y Ayancocha) están bien determinados por el río que 
baja del nevado de Sasahuanca y desemboca por la derecha en el 
río Huallaga, frente al camino de “Ocutuna”, [9] y así no hay in- 
convenientes por ese lado del Huallaga. Vamos á determinarlo por 
su lado izquierdo. —Por este lado es nuestro parecer tomar como lí- 
nea el riachuelo “Huagaychayog,” desde su desembocadura hasta 
su nacimiento en el punto llamado Tambillo, un poco al E. de 
“Mishicaca” [10], en cuyo lugar terminan los linderos de los pue- 
blos de Cochacalla, San Rafael y Rondos. De aquí [de Tambillo] po- 
día bajar la línea por la quebrada que divide los terrenos de los 
pueblos de “Quircán” y “Angasmarca” y la cual va, formando el 
río “Viroy” [11], á terminar en la hacienda de su nombre, en el 
Chaupihuaranga. 

Esta demarcación tiene las siguientes ventajas: 1.* el pueblo de 
Rondos, que dista del distrito de Huariaca 6 leguas y del Cerro de 
Pasco 13, está á 4 leguas de Ambo y 9 de Huánuco; 2.* el pueblo 
de Angasmarca, los caseríos de “Añay” y “Cochachincha” y la ha- 
cienda *“Viroy”, están respectivamente á 9, 10 y 11 leguas de Hua- 
riaca y á 16, 17 y 18 del Cerro, mientras que de Ambo sólo distan 
3, 4 y 2 y de Huánuco 8, 9 y 7 leguas; de modo pues que las distan- 
cias de estos lugares á Huánuco son más cortas que al Cerro, y po- 
niéndolos bajo la jurisdicción política de aquella provincia (Huá- 
nuco) se adelantará mucho en la administración política de esos 
pueblos, lo mismo qne segregándolos de la parroquia de Pallan- 
chacra y poniéndolos bajo la jurisdicción eclesiástica de la doctri- 
na de Huácar, que pertenece á Huánuco 

Esta misma idea de demarcación tiene el actual Senador por el 
Departamento, señor Eduardo J. Dyer; pero en su proyecto, cuan- 
do lo propuso al pasado Congreso, hemos visto que sólo lo hacía 
con los puntos de Salapampa y Rondos, dejando á Angasmarca y 
su caserío y á Sasahuanca en las mismas condiciones y dificulta- 
des. Ahora que se nos presenta la ocasión, creemos prudente ad- 


(9) Este río ya lo conocen nuestros lectores, porque llamamos su atención al 
tratar de él. 
(10) y (11) Estos lugares y ríos también los tenemos indicados. 


a O 


vertirle que, para que aún nos apoye en esta idea enel próximo 
Congreso, lo vuelva á rectificar, pidiendo —si no se conforma con 
nuestra exposición--informes y datos más detallados á algunos ve- 
cinos notables de Ambo que conocen estos lugares y pueden certi- 
ficar el acierto de nuestra proposición y de los adelantos que augu- 
ramos. 

Tratándose de la demarcación eclesiástica, ó mejor dicho, de la 
determinación de las parroquias de la Provincia, nuestro parecer 
es que deben estar arregladas del modo siguiente: 

Doctrina de Huánuco, que actualmente compone dos iglesias pa- 
rroquiales: San Francisco y San Critóbal y que lo sirven alternati- 
vamente dos curas, debía tener por anexos á: Malcanga, Páucar, 
Rondos [aldea], la quebrada de Higueras, Chullay, Yarumayo, 
Pampas, Sarú, Mito, Punchao, Chaulán, Margos, todas las ha- 
ciendas hasta Ongaymarán, Cairán y las aldeas Quircán y Con- 
dormarca. 

Doctrina de Huacar con las feligresías de: Ñausa, Conchamar- 
ca, Tomayquichua, Ambo, Sasahuanca, Rondos, Chaucha, Angas- 
marca, y tolas las haciendas comprendidas en este territorio. 

Doctrina del Valle con los anexos de: Pachabamba, Llacán, Po- 
macucho, Quera, Cascay, Churubamba, Tambogán, Utao y todas 
las haciendas comprendidas en este territorio y las montañas de 
Derrepente. 

También puede muy bien formarse—y la jasticia así como el 
interés de velar por una buena marcha administrativa lo exigen-— 
una parroquia de los distritos de Panao y Chinchao, esto es, Panao 
con las feligresías de todas las montañas de Chinchao, Acomayo, 
Pullao, Chaglla, Muña y los caseríos de San Marcos, Yanamayo 
y Sagrahuasi. 


ESTADÍSTICA 


Población. — Difícil es, por no decir imposible, fijar la de 
nuestra provincia, cuando aún la misma de la capital es tan incier- 
ta por la imperfección del censo. Por esto, para fijar la población 
aproximadamente, nos es necesario atenernos á datos de personas 
que nos merecen crédito y á nuestros propios estudios, y fundados 
en ellos están el resumen y clasificación siguientes: 

La población total de toda la provincia la estimamos en 34,000 
habitantes, repartidos en esta forma: 


Me, y 


Distrito del Cercado (Huánuco) ................ 11,000 
sE do Huaca ARPA IA A E EISAA 5.800 

A de Santa María del Valle............... 4,152 

$S de Ghinchao LI A A ¿aa BIO 

MS dBat o TENA 17 AA 10,000 

AS ACA st e 548 
Total IPC 34,000 


De éstos son vecinos, es decir residen en la capital de cada 
distrito: 


Bobhuarco 0d a OOOO 5,200 
si AMD e ale O TOA AN 800 
RANA dd AAA AE 1,000 
eL Vale o o 900 
53.1 OINCHAO urna o 150 
101: EOZUZOS. ct AS 548 


En cuanto á la clasificación por razas, daría por resultado, si 
se practicase un examen minucioso, lo siguiente: 


Blancos (alemanes, italianos, austriacos, fran- 


“eses - y. españoles o e O 2,000 
ChinoO8+, 1 AA 1,000 
Mestizos naturales e . 11,000 
Lidia E A 20,000 


Tratándose del movimiento, las mismas dificultades que para 
saber la población se presentan para calcularlo;'sin embargo es in- 
dudable que el progreso se hace cada día mayor desde 1880, en que 
eran muy pocos los extranjeros, siendo austriacos é italianos los 
que más inmigran. También los chinos van extendiéndose bas- 
tante, principalmente de 1890 á esta parte, en que se les cuenta en 
gran número y en casi todos los pueblos. 


a 
DIvIsIiÓN POLÍTICA Y ECLESIÁSTICA—La provincia, como se habrá 
notado, está dividida en los distritos siguientes: Huánuco, Huá- 
car, Higueras, Santa María del Valle, Chinchao, Panao y Pozuzo. 
Hablaremos separadamente de cada uno de ellos, indicando al mis- 


mo tiempo los pueblos, aldeas, haciendas y caseríos rurales que 
comprenden: 


e 


Distrito del Cercado.-—Este distrito consta del pueblo de Cay- 
rán; de las aldeas de Llicua, Paucar, Rondos, Quircán, Condor- 
marca y Yanag-chico; de las haciendas de Cayhuayna, Pituma- 
ma, Huancachupa, Colpa-alta, Matibamba, Yanag, Andabambi- 
lla, Andabamba, WVWichaycoto, Quicacán, en el tránsito de Huá- 
nuco á Ambo y Mitopampa, Paucarbamba, Huayanpampa, Jan- 
cas, La! Esperanza, Culleuy, La Despensa, Huachoy y Colpa- 
baja en el camino á las montañas; y de los caseríos rurales de 
Matamarca, La Florida, Tingo, Cashapata, Pacán, Viesoco- 
cha, San José, Nauyau, Shismay y Huarangal. 

Huánuco, capital del departamento es la ciudad más im- 
portante; está situada en el hermoso valle de su nombre, y es 
regada por el Huallaga, á cuya orilla izquierda 'se extiende. Su 
clima es generalmente seco y cálido, pero templado por los vien- 
tas constantes que soplan durante el dia y la noche, principalmen- 
te desde fines de/Abril hasta mediados de Octubre, que es la esta- 
ción en esas regiones, de los rigores del calor del verano. Tiene 
4 plazas, y enla de “Armas” hay una hermosa fuente; muchos 
templos, siendo los más notables la Catedral, San Francisco, (hoy 
la parroquia del Sagrario), San Agustín, la Merced, San Juan de 
Dios y el Convento de la Concepción. Entre sus institutos de ins- 
trucción "son notables el Colegio Nacional de Minería, la Escuela 
Taller de varones, el Seminario de San Alfonso, fundado por el ac- 
tual Obispo Iltmo. Sr Sardina, en reemplazo del Conciliar de San 
Teodoro que ha quedado reducido á escuela; el colegio ó escuela de 
3er. grado de mujeres, dirigido por la modelo y virtuosa institutriz, 
señorita Jesús Mugurusa, las de la “Compañía” é *“Izcuchaca” de 
mujeres y las dos de varones. Entre sus instituciones ó centros 
sociales, los más notables son: el “Club Internacional Filarmóni- 
co”, el “Club de Tiro al Blanco”, la “Sociedad Colonizadora del 
Mayro” y otros de menos importancia. Como capital del Obispado 
y Departamento, es la residencia del obispo, prefecto, intenden- 
te, cajero fiscal y de las oficinas accesorias.—Si entre los pueblos 
antiguos los más son generalmente malos por sus planos ó calles, 
Huánuco es una excepción: situada como está en un hermoso va- 
lle, su extensión es perfectamente plana, sus calles anchas, rectas 
y paralelas y sus edificios bien construidos. 

Cayrán es un pueblo antiguo de 500 habitantes, más ó me- 
nos, situado al SO. de Huánuco; es uno de los principales pueblos 
agricultores que abastecen la plaza de la ciudad, de la cual dista 


una legua. 
21 


RO 


Rondos está situado,en un cerro hacia el NO. de la ciudad, su 
población es de más de 200 almas y también abastece el mercado 
de Huánuco, del que dista cerca de dos leguas. 

Llicua está en una quebrada que forma el cerro de San Oris- 
tóbal hacia el NO. de la ciudad y á una legua de distancia; su po- 
blación es de 50 habitantes, y es novable porque el sabio Raimondi 
hizo allí algunas observaciones reconociendo sus tierras, que son 
auríferas. 

Paucar está tras del cerro de Llicua, 4 3 leguas de Huánuco; 
su población es de cerca de 300 habitantes y produce buen trigo, 
maíz, papas, ollucos, ocas; se crían bastantes gallinas, vacas, carne- 
ros, cabras, etc. Por este pueblo trazaron los ingenieros el camino 
que úebe ir al Mayro. 

Yanag chico está situado entre las haciendas Andabambilla, 
Yanag, y Pitumama; dista de Huánuco 2 leguas y produce fru- 
ta, especialmente plátanos, pacaes, buenas chirimoyas y caña 
de azúcar, café, algodón, etc. 

Cayhuayna la posee el Sr. Pedro Figueroa, está situada me- 
dia legua al S. de Huánuco y produce caña de azúcar, café. al- 
godón y alfalfa. 

Pitumama la posee el señor Gregorio V. Durand: produce ca- 
ña de azúcar, café, algodón, alfalfa y otros artículos y dista 1 le- 
gua de Huánuco. 

Huancachupa es del Dr. D. Augusto Durand; dista 2 leguas 
de Huánuco y produce lo mismo que la anterior. 

Colpa-alta la posee el señor]Jorge Durand: produce caña, café, 
algodón, alfalfa y en su parte alta maíz, papas, trigo y otros ar- 
tículos. 

Yanag está á legua y media de Huánuco, es de don Félix 
A. Ramirez y produce los mismos artículos. 

Andabambilla produce café y algodón y es de don Fabián 
Ramirez. 

Andabamba es de la señora Edelmira M. viuda de Miguel; 
produce caña, café, algodón, alfalfa, frutas de diversas clases 
y en su parte alta maíz, papas, trigo, ganado y otros artículos. 

Vichaycoto es una de las mejores haciendas de esta parte del 
Huallaga, porque sus buenas máquinas y el honrado trabajo de 
su poseedor la han colocado á la cabeza de las de su clase. Su 
abundante producción de azúcar, que ha hecho la competencia á la 
que se importaba de la costa, abastece los mercados de Huánuco» 


Ambo, y aún del Cerro; es del señor L. Ingunza y dista de Huá- 
nuco 3 leguas y de Ambo 2. 

Quicacan es también una de las buenas haciendas, por su abun- 
dante producción de caña de azúcar, café, algodón y otros artí- 
culos; la posee el señor E. J. Dyer y dista de Huánuco 4 leguas y 
de Ambo 1. 

Aunque no es del caso, pero por vía de ilustración, haremos 
notar que casi todas las anteriores haciendas pertenecieron á los 
antiguos conventos supresos, y hoy, por ley de octubre 1828, per- 
tenecen al Colegio Nacional de Minería. 

Mitopampa y Huayanpampa están á quince cuadras casi al 
NE. de Huánuco; producen caña, café, alfalfa, algodón y otros ar- 
tículos más y pertenecen al Sr. R. González. 

Paucarbamba está á 1 legua al SE. de la ciudad, es dela tes- 
tamentaría de la señora Andrea Echevarría y produce caña, café, 
algodón, etc. 

Jancas está á 2 kilómetros de Huánuco, es de la señora 
Liboria San Miguel vda. de Figueroa, y produce caña de azúcar, 
café, algodón, y en su parte alta papas, trigo, maíz y otros artí- 
culos. 

La Esperanza está situada á la misma distancia que la ante- 
rior, produce los mismos artículos y es de D. R. Núñez. 

Culleuy está á Y kilómetros de Huánuco, produce los mismos 
artículos y es de la testamentaría del señor B. Fernández. 

La Despensa es del canónigo doctor don José E. Pedraza; pro- 
duce caña de azúcar, café, algodón, alfalfa, fréjol de varias cla- 
ses, buena fruta, sobre todo chirimoyas, plátanos, uvas, y en la 
parte alta denominada “Marambuco”, tiene ganado vacuno, aun- 
que la mayor parte bravo, carneros, cabras y bestias de carga. 

Colpa baja y Huachog son de la señora Mercedes Lafosse v. 
de Sara; están situadas á la izquierda del Huallaga, á una y dos 
leguas respectivamente de Huánuco, y producen caña de azúcar- 
Huachog tiene una buena máquina de elaborar azúcar, pero en 
malas condiciones. 

-——Matamarca es un punto que está á dos leguas al NE. de Huá- 
nuco; produce caña de azúcar, café, algodón, maíz, fréjol, etc. y 
pertenece al Colegio de Minería. 

La Florida está al pie de la aldea de Rondos, á una legua de 
la ciudad; produce alfalfa, maíz y otros artículos y es de la testa- 
mentaría del señor B. Vílar. 

Tingo es de la señora Elisa Caballero viuda de Vélez de 


UA E 


Villa; produce caña de azúcar, bastante alfalfa, maíz, yucas, ca 
mote, fréjol de diversas calidades, frutas de varias especies, san- 
días, arracachas y diferentes clases de granos y legumbres; está 
á quince cuadras de la ciudad. 

Cashapata está en una portada de la ciudad, produce caña de 
azúcar y es de la señora M. Figueroa vda. de Molgrevo. 

La Quinta está á la salida de Huánuco junto al puente de 
Tingo, produce caña de azúcar y es del señor Pedro Figueroa. 

Pacán está junto á Paucarbamba, á la derecha del Hualla- 
ga; produce caña, café, maíz y otros artículos y es del señor R, 
González. 

San José está al S. de Huánuco, en el camino á Cayrán; pro- 
duce varias clases de granos y legumbres, es del señor P. Rubín. 

Nauyau está junto á Rondos y produce los mismos artículos 
que las anteriores. 

Shismay está á tres y media leguas de Huánuco y encima de 
los pueblos de Malconga y Paucar; produce trigo, maíz, papas y 
otros granos, y es de la testamentaría del señor A. Sára. 

DistTriro DE HuÁcar.——El pueblo de este nombre está situado 
entre dos ríos, el Huacar-mayo que lo riega por el N. y el Chau" 
pihuaranga por el S. y el E. La villa de Ambo es la capital del dis. 
trito, establecida de hecho, pues no hay ley que la haya creado 
como tal. Dista Huácar de Huánuco 6 leguas, es la cabeza de la 
parroquia de su nombre y como distrito se compone de los pueblos, 
aldeas, haciendas y caseríos rurales siguientes: 

PUEBLOS: la villa de 4mbo, Chauchay, Tomayquichua, Concha 
marca y Nausa; aldeas: Huaylla, Cochatama, Racha, Quipatupe» 
Acobambilla, y el asiento de Ayancocha; haciendas: Pedregal? 
Chasqui--chico, Santo Domingo de Huaylla, Andahuaylla, Quisca? 
Yanahuayra é Ingento; caseríos rurales: Llunco, Cachicaca, Ayan. 
cocha, Huancahuasi, Capapampa, (que lo componen Ungro, Cipir- 
nuay y Aceitiyog,) Collormayo, Santa Rosa, Moscatuna, Acochin- 
chán, Chicopata, Racma, Huayauntyoc, Rasquin y San Francisco 
(Carhua.) 

Ambo es el lugar más notable del distrito. Fué creado pue- 
blo por ley de 28 de Octubre de 1845 y villa por la de 9 de Febrero de 
1861. Está situado entre los ríos Huallaga y Chaupihuaranga, que 
la riegan respectivamente por el E. y N.; es un lugar muy risueño 
y decente; sus calles están bien acondicionadas; su plaza está ro- 
deada por su hermoso templo, casa consistorial y casas particulares 
muy hermosas; tiene una escuela de tercer grado de varones y una 


de primero y segundo grado de mujeres, que las sostiene su hona- 
do municipio con sus propias rentas; posee dos hoteles regulares; 
está al implantarse en su plaza una pila que le servirá de mucho 
adorno; en fin, es un lugar por su alegría y comercio muy activo y 
esencialmente industrioso: en una palabra, es en la provincia de 
Huánuco lo que Chorrillos en Lima. 

Su población, como hemos dicho,es de 800 habitantes y por se! 
Capital del distrito es la residencia de las autoridades distritales: 

Chuuchay está situado en la falda de un cerro y por esto su pla: 
no es bastante inclinado. Dista de Ambo 16.6 k.; produce un riquí 
simo trigo, maíz, papas, alfalfa, cebada y otros muchos granos: tam.- 
bién hay bastante ganado vacuno, lanar, porcino y sobre todo, mny 
ricas mulas de carga, y de ahí que los naturales, que no pasarán de 
400, son casi todos arrieros. En lo eclesiástico pertenece á la parro- 
quia de Pallanchacra. 

Tomayquichua es un pueblo muy agradable, tanto por su b»- 
llo clima como por la nobleza de carácter de sus habitantes, que 
no pasarán de 400. Al contemplarlo del camino que va de Ambo á 
Huánuco, es decir del punto llamado'*“Cutimarca”, presenta una en- 
cantadora vista por estar rodeadas todas las casas de árboles fruta- 
les que cubren todo el pueblo, constituyendo así un lugar donde se 
viveen un verdadero y delicioso prado. La mayor parte de sus ha- 
bitantes son mestizos y los más arrieros; produce caña de azúcar, 
café, algodón, alfalfa, maíz, papas, trigo, pallares, pacaes, lúcu- 
mas, paltas, plátanos, chirimoyas, naranjas, higos, tunas, grana- 
dillas, granadas y muchos otros artículos. Dista de Huánuco 22 
kilómetros y de Ambo 5 y 4 k. 

Cauchamarca está en las faldas de un cerro que le dá tam- 
bién una agradable vista al contemplarlo del camino de Ongoyma- 
rán; produce arvejas, fréjol de varias calidades, caña de azúcar, 
café, algodón, maíz, papas, trigo, cebada, plátanos, chirimoyas y 
muchos otros frutos, granos y árboles; dista de Huánuco 17 kiló- 
tros y de Ambo 11 k. 

Ñausa está 5y3k. alO. del lugar llamado “Ongoymarán”, 
que es el confín de las haciendas Quicacán y Vichaycoto; produce 
buen trigo, maíz, papas, bastante ganado vacuno, lanar, porcino, 
etc.; dista de Huánuco 17 kilómetros y de Ambo otros 17; su pobla- 
ción es de más de 300 habitantes. 

Huaylla está situada á 2 4 kilómetros al S. de Ambo, sobre la 


22 


== 


dere:ha del Huallaga y entre las haciendas “Pedregal” y “Santo 
Domingo de Huaylla”; produce caña de azúcar, café, algodón, al- 
falfa y varias clases de frutas. 


Cochatama, Raccha, Ruicatupti y Acobambilla están en las 
alturas del pueblo de Huácar al cual pertenecen, y producen en 
abundancia maíz, trigo, papas y otros granos. 


Ayancocha está situada á 1 kilómetro de Ambo, en el camino 
que va á Huánuco; produce muchos artículos y sobre todo mucha 
fruta, alfalfa, café y tabaco. Este asiento es notable porque el 12 
de Febrero de 1812 los patriotas panataguas y huanuqueños ren- 
nidos, que fueron los primeros en proclamar la independencia na- 
cional, libraron un sangriento combate contra las fuerzas realistas 
compuestas de tarmeños que comandaba el intendente Prada. 


Las haciendas Pedregal, Chasqui, Santo Domingo de Huaylla, 
Andahuaylla, Ruisca, Yanahuayra é Ingento, producen caña de 
azúcar, café, alfalfa, algodón, fréjol de varias clases, maíz, yucas; 
tienen bastante ganado vacur.o,lanar, porcino; y son respectivamen- 
te de los señores Francisco Arrieta, Rafael Soberón, Pablo Rolando 
y Colegio de Minería, arrendadas al señor Francisco Rolando, Fran- 
cisco I. Echevarría y señora Eloisa D. viuda de Ingunza. 


Los caseríos rurales Llunco, Cachicaca, Huancahuasi, Capu- 
pampa, Collormayo, Santa Rosa, Moscatuna, Acochinchan, Chico- 
pata, Racma, Huayaoncos y San Francisco, producen caña, café, 
algodón, alfalfa, maíz, trigo, papas; tienen ganado de varias espe- 
cies y pertenecen respectivamence á los señores Cipriano Tello, A. 
Artola, convento de la Concepción, Noria, Palomino y Argandoña, 
Paula Gutarra, Fernando Gutarra, al pueblo de Huácar, á la seño- 
ra Delgado viuda de Ingunza, los Orbesú, J. Alvarado y señora de 


Ingunza. 


DIsTRITO DE HIGUERAS.—Por decreto de 23 de Agosto de 1839 
se creó este distrito, sin pueblo que le sirva de capital, es decir, sin 
lugar fijo donde puedan establecerse sus autoridades. No creemos 
que la hacienda “Higueras” puede ser considerada como tal; tam- 
poco toda la quebrada, porque está compuesta de la hacienda 
“Canchau” y de los funditos “Cabritopampa,” Cundibamba,” Pu- 
cuchincha” y “Huariaco,” que sería ridículo considerarlos como 
capital de un distrito. De esta irregularidad — de la cual pocas ó 
ninguna autoridad se ha dado cuenta—resulta que en el pueblo de 


E 


Chaulán, por ejemplo, se encuentra el Alcalde Municipal, el Gober- 
nador en Huánuco y el Juez de Paz en alguno de los pueblos de 
Cani, Chullay 6 Yarumayo. 

Hacemos esta indicación á fin de que nuestros representantes 
tomen nota y las personas que se interesan por una buena demar- 
cación política hagan lo que sea conveniente. 

Este distrito se compone de los pueblos, aldeas, haciendas y 
y caseríos rurales siguientes: Pueblos: Chaulán, Cant, Chullay y 
Yarumayo; Aldeas: Pampas, Mito y Punchao; Haciendas: Can: 
chán é Higueras; Caseríos rurales: Cundibamba, Pucuchincha 
Huayocoto, Huariaco, Uchpas y Callancas. 

Chaulán es el pueblo más importante del distrito; está situado 
en una llanura á inmediaciones de la laguna de su nombre y á 55 
y + k. de Huánuco; su población es de cerca de 1000 habitantes; su 
clima es frígido; produce en abundancia papas, trigo, ocas, ollucos; 
tiene ganado vacuno, lanar, porcino y caballar y posee buenas y 
abundantes minas de plata. Cani es un pequeño pueblo que dista 
de la ciudad 27's kilómetros; produce maíz,papas, trigo y otros ar. 
tículos; su población es de 400 almas más ó menos. Chullay está á 
333 k. de Huánuco; su población es como de 350 almas; pro- 
duce los mismos artículos que el anterior y pertenece en lo ecle- 
siástico á la parroquia de Jesús. Yarumayo está á 38”8 kilómetros 
próximamente de Huánuco; su población y producciones son casi 
los mismos que del anterior y pertenece á la misma parroquia. 

Pampas. Esta aldea está situada en el camino que se dirige a] 
Dos de Mayo por la ruta de Chacabamba,; dista de la ciudad 38'8S ki- 
lómetros; está entre los puntos llamados “Chasqui”, y el mal paso de 
“Luichque”; su población es de 250 habitantes y su producción la 
misma que los anteriores pueblos. Mito está en la misma direc- 
ción de Pampas, á la izquierda del riachuelo de su nombre [afluen” 
te del Higueras 6 Tingo] y 433'3 k. de la ciudad; produce maíz» 
papas, trigo, cebada, alfalfa, manzanas, duraznos y muchas fru- 
tas más; sus habitantes no pasarán de 300; son casi todos alfare- 
ros. Punchao está en la misma dirección de Mito y 4 la derecha é 
izquierda del riachuelo que viene de este punto: se comunica por 
un puente; dista de la ciudad 27'8 k. y su población que es de 150 
habitantes se dedican á la misma industria que la de Mito. 

Canchán é Higueras están á 11 y 17 kilómetros, respectiva” 
mente, de Huánuco; producen caña de azúcar, café, algodón y 
otros artículos y pertenecen á la señora M. Lafosse viuda de Sara. 


RE 


Cundibamba, Pucuchincha y Huayocoto están sucesivamen- 
te entre Huánuco y Canchán; Huariaco se halla al frente, es de- 
cir, á la derecha del río Higueras; Uchpas está en la parte alta de 
Higueras y Callancas antes de Pampas; producen los mismos ar- 
tículos que las anteriores haciendas, y pertenecen, respectivamen- 
te, álos señores J. Rojas, Alfredo Lafosse, J. Falcón, Y. Minaya, 
señora Lafosse y al Colegio de Minería. 

DISTRITO DE SANTA MARIA DEL VALLE. Este discrito,creado por 
decreto dictatorial del Libertador don Simón Bolívar del año 1826, 
es uno de los más extensos de la provincia, pues su jurisdicción se 
extiende hasta las montañas de Derrepente. Su población sin em- 
bargo es de sólo 4,000 habitantes, toda indígena. Comprende los 
pueblps, aldeas, haciendas y caseríos rurales que siguen: 

Pueblos: Valle, Malconga, Quera, Llacón, Pomacucha, Pa- 
chabamba, Cascay, Churubamba y Tambogán; aldeas: Utao y 
Chaullquillo; haciendas: Huarapa, Laupi, Paccha, Asuncionloma, 
Uaquipata, Chaglta, San Carlos, Mercedes, La Pava y Chuima; 
caseríos rurales: Gtarvanzo, Tambo, Sirabamba, Choquecancha, 
Visac, Ratacocha, Maray, Huayllacán, Quenra, Yeca, Chuma- 
pambva, Ingenio, Huanihuarquí, Conchumayo y Chulque. 

Santa María del Valle es un antiguo pueblo situado en una lla” 
nura que se abre al pie de un carro denominado “Huaychao” y en 
el tránsito á las montañas. Es la capital del distrito y doctrina de 
su nombre; su clima es cálido, seco y muy ventoso; sus calles ma- 
las y sucias; tiene una plaza con una pila obstruida que da señales 
de no haber servido mucho; posee una iglesia en mal estado, una ca- 
sa consistorial que no llena su objeto y sirve de cárcel y una escuela 
en un lamentable estado de desaseo y falta de comodidades. En una 
palabra, no es propia para el fin á que se le ha destinado. Dista 
de Huánuco 11 k.; produce maíz, papas, trigo, pallares y fré- 
jol d> varias clases, higos, plátanos, chirimoyas, granadillas, gra- 
nadas, manzanas, pacaes, limas, lúcmas, naranjas, café, caña 
de azúcar, alfalfa. Es lamentable que un pueblo como éste, por des- 
cuido de sus habitantes. carezca de agua, pues no la tiene en lo 
absoluto, prinscipilmente en épocas de seca. 

A propósito de ésto: en este pueblo hay una cosa que llama la 
atención del viajero y en especial del h»mbre científico, y es la enfer- 
medad común en todos los naturales de ese pueblo del Coto [bocio 
quístico] y el estado de idiotismo de la mayor parte de ellos. Algu- 
nos que han observado ésto señalan como causa de esta enferme- 


— 50 


dad la falta de ácido carbónico en el aire, ó la insuficiencia de clo- 
ruros y, sobre todo, yoduros en el agua de este lugar; otros la atri- 
buyen á la misma atmósfera creyéndola mal sana, pero nos- 
obros creemos, y con fundamento, que es debida al exceso de sales 
de magnesia y súlfuros en el agua y á la completa carencia de higie- 
ne en la vida de esas gentes, pues varias veces hemos observado que, 
por falta de agua en la época del verano, guardan ésta en unos po- 
zos (estanques) desde fines de Abril ó principios de Mayo hasta fi- 
nes de Noviembre, todos los años; de modo, pues, que en todos los 
usos domésticos usan de esta agua podrida, que tiene seis ó siete 
meses de empozada. 

Los pueblos más importantes de este distrito son: Churubam- 
ba, Quera, Pachabamba y Tambogán; de ellos solamente trata 
remos, así como de las principales haciendas. 

Churubamba está situado al NE. de Huánuco, entre una que- 
brada rodeada de cerros por el N, y E. y por el S. por el Huallaga; 
su clima es cálido y seco; su plano algo inclinado; sus calles ma 
trazadas y su plaza peor; entre sus edificios son dignos de conside 
ración su decente templo, su panteón y casa parroquial; su escue- 
la, que á veces funciona con regularidad por el esfuerzo de los na- 
turales que son muy afectos á la instrucción, no reune las condi- 
ciones que deb+; su población es de cerca de 800 habitantes; produce 
caña de azúcar, café, algodón, alfalfa, chirimoyas, plátanos, pa- 
caes, paltas, lúcmas, naranjas, limas, limones, manzanas, duraz- 
nos, uvas, higos, dátiles y muchos otros granos, frutos y árboles; 
dista de Huánuco 17 kilómetros y del Valle 7. 

Quera está situado en el fondo de una quebrada sobre el río 
de su nombre [que conocemos con el de Conchumayo]. Su clima 
es cálido y seco; tiene una buena iglesia, casa de comunidad (Mu- 
nicipalidad) donde funciona la escuela; sus calles y plaza, aunque 
no son buenas, dan muestras de ser tales; su población es de más 
de 500 habitantes; pro luce los mismos artículos que Churubamba 
y dista de Huánuco 222 k. y del Valle 11. 

Pachabamba está á las faldas de un cerro al frente del Valle; 
su plano es inclinado; su clima cálido y muy ventoso; su población 
es de más de 600 habitantes; produce los mismos artículos que los 
anteriores y en especial manzanas, peros, duraznos, melocotones 
y abridores; dista de Huánuco 17 k. y del Valle 5 4. 

Tambogán está también á las faldas de un cerro; su clima es 


frígido; no tiene calles, ó al menos las que existen no merecen este 
23 


nombre por sus incomodidades; su población pasa de 600 habitan- 
tes; produce maíz, papas, trigo y otros artículos y en sus inmedia- 
ciones existen lavaderos de oro que se trabajan en corta canti- 
dad; dista de Huínuco 50 k, y del Valle 38's. 

Entre las haciendas merecen mención: Huarapa, que está á 
la entrada de la montaña de Derrepente, por su abundante produc- 
ción de maíz, trigo, papas, y, sobre todo, por su ganado vacuno 
aunque la mayor parte bravo. 

San Carlos, en las mismas montañas, por su producción en 
gran cantidad de coca, café, algodón, yucas y otros artículos; per- 
tenece al Dr. Augusto Durand. 

Mercedes del señor J. M. Ramírez por la misma razón; y Lau- 
pi, Paccha, Asunciónloma por su producción en maderas, coca y 
otros artículos; pertenecen respectivamente á los señores Eladio 
Fernández, M. Marín y Eustaquio Robles. 

DISTRITO DE CHINCHAO. — Este distrito creado por ley de 2 de 
Enero de 1857, comprende los pueblos de Chinchao, Acomayo y Pt- 
llao y las haciendas de Huancaricachacuna, Chayana, Huayrur, 
Casablanca, Zevallos, Champagrapata, San Leandro, Macora, 
San José, Isla, Machay, Uapt, Trujillo, Tablahuast, Piquitambo, 
Huayruru, Pipish, Luemayo, Unaorgo, San Miguel, en la quebrada 
de Cutama; y Pracao, Buena Vista, San Pablo, El Oso, San An- 
tonto, Shahuintuyog, en la quebrada de Chinchao y Organuyog, 
Retiro, San Francisco, La Unión, Santo Toribio, Pampayacu, 
La Palma, San Juan, Cocheros, Vistu Alegre, San Gregorio, Pie-. 
dra Blanca, Capillayog y otros pequeños fundos de poca importan- 
cia, en la quebrada de Shihuángala. 

Chinchao, capital del distrito de su nombre, está situado á la 
falda de un cerro á la entrada de las montañas de su nombre; por 
toda construcción tiene una pequeña iglesia donde hasta hace po- 
Cc) se conservaban unos paramentos del culto que obsequió Santo 
Toribio de Mogrovejo, Arzobispo de esta Arquidiócesis, cuando 
visitó aquellos lugares entonces salvajes; su población es de 150 
habitantes. Sin embargo de ser la capital del distrito no residen 
en él las autoridades locales, sino en Acomayo ó en las haciendas 
vecinas; dísta de Huánuco 83 3 k. y de Acomayo 55 $; y produce 
coca, café, algodón, maíz, yucas, arracachas, fréjol de varias cali. 
dades, plátanos de diferentes clases,cascarilla, huaco, haitacopa,ra- 
tanía, matico y otras plantas medicinales, así como cedro, nogal, 
laupi y otras maderas de construcción y ebanistería. 


EE A 


Acomayo está situado en el camino de las montañas de Chin- 
chao; su clima es templado y sano; su población es de 900 habitan- 
tes y produce granos, frutos y plantas de las regiones templadas. 

Pillao está en el camino de las montañas de Pampamarca y en 
la falda de un cerro que está rodeado de montes por todos sus la- 
dos, dista de Huánuco 50 k. y 222 de Acomayo; su clima es frígi- 
do y produce papas, maíz, arvejas, fréjol, caña de azúcar, café, al- 
godón, plátanos, plantas medicinales y maderas de construcción. 


DISTRITO DE PANAO.--El pueblo de Panao, creado distrito por 
supremo decreto del Libertador don Simón Bolívar el año 1826 y 
viila por ley del Congreso Nacional de Octubre de 1891, es tam- 
bién uno de los pueblos más importantes de la provincia. Com- 
prende este distrito el pueblo de su nombre y el de Chuylla; las 
aldeas de Yanuna, Pinguiray, Tambtillo, Molino, Callagan y Mu- 
ña: los cinco primeros están en los contornos del pueblo y se les 
llaman “barrios”; y los caseríos rurales de San Marcos, Sagrahua- 
si, Yanamayo, Corma y Silla. 


Panao, capital del distrito, está situado en declive á la falda 
de un cerro; á 1,840 metros sobre el nivel del mar, Baña parte del 
pueblo el río de su nombre y el denominado “Charamayo” que 
nace de la laguna Yanacocha y del cual salen las acequias que 
riegan la poblacicn. Su clima es templado y en general muy sano, 
y, tal vez debido á esto, los naturales viven largo tiempo, pues ca- 
si siempre mueren de los 50 á los 120 años. La topografía del lu- 
gar, contemplada del punto denominado “Cohete--gitana” presen- 
ta el espectáculo de un bello panorama; pero llegando al pueblo se 
nota que es algo irregular, tanto por su plano como porsus mal 
trazadas calles; sus casas son muy decentes, limpias y todas de 
adobe y techadas con tejas. Tiene una regular iglesia, casa consis- 
torial, que sirve de escuela, y casa parroquial; es la residencia de 
un teniente de cura, gobernador y dos jueces de paz; posee dos 
escuelas, una de varones y otra de mujeres; produce todo en gran 
cantidad, maíz, papas, trigo, habas, fréjol de varias calidades, ce- 
bada, alfalfa, ganado vacuno, lanar, porcino, caballar, mular; sue- 
las, manteca, quesos, huevos, y, en sus montañas de 
“Huayruro,” (junto al Pozuzo y en el trayecto del camino que 
puede concluírse por ahí) coca, café, algodón y maderas de cons- 
trucción, así como plantas medicinales. En sus cerros y quebradas 
existen ricas y abundantes minas de plata, plomo, lavaderos de 
oro y vertientes de aguas saladas. La población del distrito es de 


cerca dle 10,000 habitantes todos indígenas de caracter patriota; pues 
éstos fueron los primeros que dieron el grito de independel cia 
en 1812 y han peleado, á veces con ventajas, contra los chilenos, y 
siempre son amantes del orden legal; pero en ciertas ocasiones— 
principalmente en épocas de revolución—llevados por mestizos 
mal intencionados, han cometido abusos y crueldades, como las 
que tendrá que registrar la Historia al narrar la série de calamida- 
des que nos ha traído la revolución de 1894. 

Sin embargo de las tendencias naturales del indio no civiliza- 
do, éstos son dóciles, muy pegados á sus costumbres y muy reli- 
glosos, por lo que casi desde el 1. de Enero hasta el 31 de 
Diciembre de todos los años tienen fiestas en las que sacrifican 
muchas veces hasta el único medio de subsistencia que poseen. 
Dista de Huánuco 499 kilómetros; del Cerro, por las alturas de Sa- 
sahuanca, 139 y por Huánuco 161; de Ambo 77"7, del Valle 38'8S y 
del Pozuzo, por la ruta de Muña, 111; pero por Tomayrica (camiro 
que ya conocen nuestros lectores, y el cual parece va á concluír de 
hacer abrir la “Sociedad Colonizadora del Mayro”) 444 kilómetros. 


2huylla está situado en una llanura y á 17 kilómetros de Panao, 
su población pasa de 400 habitantes que hablan solamente caste- 
llano y algunos alemán, casi todos son arrieros y en general tra- 
bajadores. Su clima es muy frígido, pues el término medio del ter- 
mómetro Centígrado es de 6.267 bajo 0” y de noche de 944 4 7%7:s, 
también bajo 0.” Sus calles, plaza y en general todo el pueblo no lla- 
ma la atención; sus habitantes son de carácter hospitalario, especial- 
mente sus 2ndiecitas que son muy bellas. Recomendamos á cual- 
queir viajero curioso que, cuando llegue á este pueblo, busque en 
un cerrito que está encima de una laguna pequeña, antes de llegar 
al pueblo, una gran piedra que llama la atención por sus inscripcio- 
nes geroglíficas, en forma de caracteres chinos, que en ella se ha- 
llan grabadas. Al decir de un chinito (4luco) á inmediaciones de la 
laguna existe enterrada una gran fortuna. Este pueblo que está 
en continuo comercio y comunicación con la colonia del Pozuzo, 
produce maíz, papas, trigo, cebada, alfalfa, ocas, ollucos, suelas, 
quesos, etc. Se cría ganado vacuno, lanar, caballar, porcino, galli- 
nas y otros animales y aves y, sobre todo, bestias mulares. 

Muña, antigua aldea de las misiones de Maynas, está situada en 
la falda de un cerrito, 454 kilómetros de Gornulla; por ella pasa el 
camino del Pozuzo, es decir desde esta aldea comienza la subida del 
Tambo de las Vacas. Al pie de esta aldea, á 54 kilómetros de distan- 


cia, está el caserío rural llamado “Corma” y en esta lugar cambia de 
divección el río Huallaga. No tiene calles, sino una porción de casas 
diseminadas en varias direcciones; su población es de más de 60 ha- 
bitantes. Produce maíz, papas, plátanos, piñas, papayas, naranjas, 
azafrán, palillo, caim>, café, caña de azúcar, algodón, etc; tiene 
muy buenas bestias dle carga y sobre todo ganado vacuno tan bue- 
no que sólo el suizo puede igualarle en calidad, pues es el único 
lugar donde con esmero y cuidado se cría esta raza especial, que 
no se conoce en el Departamento. 

Como se habrá notado, Yanuna y las demás aldeas están al 
contorno del pueblo, del cual distan de5 44 11k., tienen por auto- 
ridades un teniente gobernador y un sub-inspector municipal; y 
producen los mismos artículos que su capital. Sagrahuast, Yana 
mayo y San Marcos son de los señores Luciano y Leónidas Meza; 
están en el camino que se dirige de Huánuco á Panao y producen 
los mismos artículos que este pueblo. Corma y Silla están situa- 
das junto á Muña, son de los señores Carlos Alva y Julio del Va- 
lle y producen los mismos artículos que Muña. 


DisTRITO DEL Pozuzo.—Este distrito, compuesto de la antigua 
vicaría de las misiones de Mainas, esto es, de los pueblos Pozuzo, 
Yanahuanca y Tillingo, está situado sobre las orillas del río Huan- 
cabamba, á 12 2 de latitud S, álos 95* 2? de longitud occidental 
del meridiano de Greenwich y á una altura que varía entre 650 y 
908 metros sobre el nivel del mar. La colonia se extiende desde el 
lugar llamado “Cueva Grande”, que está á la izquierda del río Po- 
Zuzo á la entrada de ella, y abraza una extensión de 16 2 k. 
dividido en dos partes por el riachuelo “Negro”. La población ab- 
soluta es de 548 habitantes, de estos 488 alemanes, 6 mejor dicho 
de esta raza, y 60 peruanos; forman los primeros 85 familias 
y 13 los segundos. Las moradas de los colonos son muy decentes, 
cómodas y algunas muy preciosas, pues la mayor parte son de 
piedra labrada Óó madera fina; todas están situadas en el cen- 
tro de las chacaras que pertenecen á cada familia, y al decir de la 
“Comisión Exploradora”, que estudió el año 1892 el estado de to- 
da la colonia, el total de casas es de 101. Como edificio público, su 
templo es uno de los mejores de la provincia y tal vez de la Repú- 
blica, pues su altar y todo el edificio están construídos de caoba y 
marfil vegetal al estilo europeo, por el cura doctor don José Egg, 


hombre verdaderamente virtuoso, digno discípulo de Jesucristo, 
ó 24 


— 94 — 


que no sólo es el párroco, sino el médico, abogado, consejero, en 
una palabra, el padre de la colonia. 

Su clima es cálido y húmedo; pero, por las condiciones del va- 
lle y su topografía especial, es sumamente saludable, pues sus 
vientos reinantes son: de día el N., y de noche el fresco del S. que 
viene dlel lado de la Cordillera. Su estao higiénico es recomenda- 
ble; todas las habitaciones, especialmente los dormitorios, son ven- 
tila los y limpios. Las enfermedades que hasta el día se conocen 
s31: espasmos, disentería, gastritis, angina, hidropesia, marasmos 
y otras poco comunes, como la escrófula é influenza, —La admi- 
nistración política de la colonia está encomendada á un Goberna> 
dor, Alcalde Municipal y los Jueces de Paz. Es consolador ver en 
esas regiones y conocer en los colonos del Pozuzo hombres justos 
que aún cuando se hallan sometidos á nuestras leyes, en la aplicación 
de ellas lo hacen con la severidad y rigor propios de su raza; pues 
allí, como alguien ba dicho, el principio de autoridad, nacido de lá 
ley, es una realidad y jamás se explota al litigante, como desgra- 
ciadamente se hace en otros pueblos de nuestro territorio, donde 
la trinidad explotadora del indio envilece y hasta degrada nues- 
tra raza y desnaturaliza nuestro sistema de legislación. —Existen 
dos escuelas mixvas, protegidas por la municipalidad provincial, 
con un total de alumnos que varía de 70 á S0 que hacen el apren- 
dizaje en alemán y castellano. —Tratándose de la producción vege- 
tal de esta colonia, todo lo que se diga es nada comparativamente 
con lo que es ó puede ser en realidad. La feracidad de esta tierra de 
Canaan es tal, que casi ni cultivo necesita pava sacar de ella todo 
el provecho que se desea, y así la coca, el café, caña de azúcar, ta- 
baco, arroz, fréjol de varias clases, maíz, yucas, arracachas, camo- 
tes, piñas, plátanos, naranjas, papayas, cacao, almendra, zarzapa- 
rrilla, huaco y otras plantas medicinales, caoba, marfil vegetal, ce” 
dro, nogal, laupi, palo peruano, palo de sangre, pino, etc., etc., 
etc., se cogen en abundancia y sin mucho esfuerzo. Dista de Huá- 
nuco, por la ruta de Acochin, 133 3k. y por Panao 177”7, esto es, 
dirigiéndose por Muña; pero si se fuera por Tomayrica—camino 
que ya hemos indicado - serían 94 4 kilómetros. 


DIVISIÓN ECLESIÁSTICA. —La provincia, como yase habrá notado, 
se compone de tres parroquias: Huánuco, Huácar y Santa María 
del Valle: éstas están servidas por 4 curas y 6 ínteres. Los anti- 
guos conventos supresos están unos sometidos á la jurisdicción de 
la parroquia del Sagrario, y otros, como la Merced y San Agustín» 


forman capollanías. Su cabildo eclesiástico lo componen un Dean, 
un canónigo Teologal, un Penitenciario, dos de Merced y un Racio- 
nero. El Obispo tiene jurisdicción en las provincias del departa- 
mento y en todas las de Junín. 


Carastro.-No obstante de que hemos indicado el número y nom- 
bre de las haciendas y caseríos rurales al tratar de la división ge- 
neral de los distritos y sus dependencias, las resumimos en esta par- 
te para mayor claridad, advirtiendo: que hemos denominado case- 
ríos rurales á los fundos rústicos y, en general, á todas las quin- 
tas de poca importancia; que no determinamos la extensión de ca- 
da una de ellas porque no es fácil hacerlo dadas las condiciones de 
algunas, como las de las montañas, donde es imposible practicar 
medida alguna siquiera aproximada; y que no mencionamos mu- 
chas casas de campo, por juzgarlo inconducente y ser de poca 
importancia. 

Comenzando á contar por la ruta de Ambo, tenemos las ha- 
ciendas y caseríos rurales siguientes en el distrito del Cercado: 
Cuicacán, Vichaycoto, Andabamba, Andabambilla, Yanag, Pitu- 
mama, Huancachupa, Colpa Alta, Matibamba, Caihuana, San Jo- 
sé, Tingo, Cashapata, La Florida, Colpa Baja, Huachog, La Des- 
pensa, Onllcuy, La Esperanza, Jancán, Huayaupampa, Mitupam- 
pa, Zevallos, Paucarbamba, Pacán, Isla, Matamarca, Huarangal, 
Shishmay y Vicsococha. 


En el distrito de Huácar, comenzando á enumerarlos por el la- 
do de Huaracalla y terminando por el de Viroy, existen: Pedregal, 
Chasqui-chico, Santo Domingo de Huaylla, Llunco, Andahuaylla, 
Cuica, Cachicasa, Huancahuasi, Ayancocha, Capapampa, Collor- 
mayo, Santa Rosa, Yanahuayra, San Francisco, Ingenio, Racma, 
Chicopata, Acochinchán, Moscatuma, Huayaoniog y. Raoquin, 
que pertenecen al Municipio de Huácar, dedicado al sostenimien- 
to de sus escuelas. 


En el distrito de Higueras existen: Cundibamba, Pucuchin- 
cha, Caucán, Huayocoto, Huariaco, Higueras, Uchpas y Callan- 
cas. 
En el distrito de Santa María del Valle: Conchumayo, Inge- 
nio, Huanihuarqui, Ratacocha, Grarvanzo, Tambo, Visag, Sira- 
bamba, Choquecancha, Huayllacán, Marag, Quenra, Huarapa, 
Chulquí, Jeca, Chunapampa, repartidas en la comprensión de los 
diferentes pueblos; Laupi, Paccha, Asunción-loma, Mesapata, 


O Á 


Chaglla, Uaquipata, San Carlos, Mercedes, Chuima y La Pava, 
en las montañas de “Derrepente”. 

En el distrito de Chinchao: Huacaricachacuna, Challama, Huay- 
rar, Zavallos, Casa-blanca, Limoancillo, Champagrapata, San Loan- 
dro, Macora, San José, Isla. Machay, Uapi, Trujillo, Tabla huasi, 
Piquitambo y Huayruru, situadas á la derecha del río Chinchao, 
y Pipisii, Luemayo, Unaorgo, San Miguel, Cutama, Pacrao, Bue- 
na-vista. San Pablo, el Oso, San Antonio y Shahuintuyog, á la iz- 
quierda de dicho río, y en la quebrada de “Chihuángala:” Orga- 
nuyog, Capillayog. Retiro, San Francisco. La Unión, Santo Tori- 
bio. La Palma, San Juan, Cocheros, Vista-alegre, San Gregorio, 
Pampayacu, Piedra-blanca y otras de poca importancia. En las 
moantiñas de “Pampamarca” existen dos, una del Dr. Pedraza y 
otra de D. Claudio Vega. 

En el distrito de Panao existen: Sagrahuasi, Yanamayo, San 
Marcos, Corma y Silla. 

En el distrito del Pozuzo no hay, propiamente hablando, fun- 
dos rústicos; pero la extensión de los terrenos que poseen los colo- 
nos es tan vasta y productiva que les permite vivir casi como ha- 
cendados, lamentándose solamente de la falta de buenas y seguras 
vías de comunicación que les permitan exportar todas las riquezas 
que la bondadosa naturaleza ha colocado en esa tierra de pro- 
misión. 

En resumen, entre haciendas y caseríos rurales existen, pues, 
más de 120 fundos que están en el territorio de la Provincia. 

Ya hemos indicado las producciones de todas y nos vamos á 
permitir también hacer una ligera observación sobre un punto eco- 
nómico de capital importancia para algunos propietarios. : 

A nuestro modo de ver, pesan sobre esos fundos contribucio- 
ns rásticaz desp:oporcionadas, pue hemos notado que hacien- 
das que deben pagar una regular, es decir, que sea proporcionada 
á sus entradas y producción, no lo hacen así, sino al contrario; y 
que otras que ni deben pagar, lo hacen hasta con rigor é injusti- 
cia. Esto provien>. según nuestras observaciones, del punible des- 
cuido de los Racaudadores Fiscales y de las injusticias que come- 
tan las juntas de matrícula encargadas de empadronar las propie- 
dades, pues que deferencia de amistad, parentesco, compadraz- 
gos, etc,, influyen notablem+nte para que se grave á los pruden- 
tes—por no decir otra cosa—y se favorezca á los otros que por lo 
gexeral. son los más acomodados. 

Resulta de esto el desequilibrio del presupuesto departamen- 


tal, que obliga á cometer ciertos abusos, sobre los que llamamos la 
atención de cuantos tienen el deber de velar por los intereses de 
todos. 


Propucción.—Al tratar de los pueblos y haciendas que exis- 
ten en el territorio de la provincia, hemos expuesto ya sus princi- 
pales producciones, pero á fin de no ser lacónico en este interesan- 
te punto, trataremos de la economía general de la Provincia, re- 
sumiendo siempre nuestra narración para no cansar la atención 
de nuestros lectores. 

Pocos pueblos habrán tan protegidos por la naturaleza como 
los del Departamento de Huánuco; en los campos, en las montañas, 
en las más elevadas punas, entre las acantiladas rocas, en todas 
partes, se ostenta vigorosa vegetación, hay casi una constante pri- 
mavera; se han aclimatado las plantas y animales de otras regio- 
nes, y por otro lado, la fertilidad de su suelo es tal que en él 
existen ó pueden existir todos los productos así de los calores 
ecuatoriales como de las regiones glaciales. La bondad de la na- 
turaleza, lo repetimos, no tiene límites respecto de Huánuco, y 
sería preciso llenar volúmenes enteros —lo cual no es nuestro pro- 
pósito —si hubiésemos de dar una noticia aproximada de los pro- 
ductos de todas clases en que abundan nuestras montañas y nues- 
tro suelo y, por esto, sólo baste saber que en el seno de los cerros 
que cruzan por el departamento se encuentran ricas y abundantes 
minas de oro, plata, cobre, plomo, mercurio, carbón de piedra y 
otros metales. Prueba de esto son los minerales de Huallanca, 
Queropalca, Chonta, Chaulán y los lavaderos de Tambogán, Mal- 
canga, Chuquibamba y los del río Derrepente, el cual, según se 
dice, lleva en sus arenas las muestras de los fabulosos cerros ma- 
cizos de oro denominados “Las tres Alcantarillas”. 


En las montañas, la naturaleza se complace en ostentar todo 
ellujo y vigor de la vegetación: la coca, café, cacao, tabaco, 
arroz, algodón, maíz, yucas, camotes, arracachas, maní del cual 
se puede sacar un aceite excelente, piñas, almendras, limas, na- 
ranjas, plátanos de varias clases, fréjol de id., chirimoyas, san- 
días, canela, clavo, pimienta, anís, cascarilla, simarruba, huaco, 
cicuta, haitacopa, Zarzaparrilla, matico, vainilla, cera, pucherí, 
bálsamo copaiba, id. peruano, marfil, cedro, caoba, nogal, caucho, 
gutapercha, paja de sombreros, abeto, pino, algarrobo, qui- 
na-quina, chonta, jacarandá, palisandro, ¡unco, laurel, mapo- 

25 


— YN => 


rí, soso, bambú, tarco, achiote, airampo, campeche, añil, azafrán, * 
crotán de laca, palillo,: orchilla, alcornoque, lino, palmacristi, 
guayacán, alcanfor, mostaza, viravira y otras muchas plantas de 
construcción y aplicación industrial, y en una palabra, cuanto se 
puede desear y sea necesario para la vida de un hombre, se en- 
cuentra en abundancia y sin mucho costo ni trabajo. En esas re- * 
giones podemos decir no se cumple el precepto bíblico comerás el 
pan con el sudor de tu rostro, sino que todo lo que se hace es 
limpiar los montes y sembrar la semilla, lo demás queda y es obra 
de la pródiga naturaleza. 

En Huánuco y sus distritos la agricultura es la principal 
fuente de su riqueza, y desde el punto de vista de la producción 
vegetal puede dividirse en tres zonas: la campiña, compuesta del 
valle, las altas mesetas ó punas y los flancos de las montañas. En 
la primera, el café, de huertas especialmente, la caña de azúcar, 
el tabaco, algodón, maíz, yucas, etc, añil, tara, aliso, macchqui 
(ticos en tanino), maguey, cochinilla, morera, altea, hipecacuana, 
stramonio, arabichco, y toda clase de granos, frutos, maderas, 
legumbres y plantas medicinales producen en abundancia. No 
debemos olvidar la coca, planta utilísima, que posee propiedades 
fortificantes en sumo grado, que los indígenas y chinos mascan y 
consideran como nutritiva y reconstituyente y de la cual también 
se extrae la cocaína que produce la anestesia local; y hoy, tanto 
su cultivo como el beneficio de la cocaína están llegando á ser la 
principal industria del departamento, pues existen 6 fábricas para 
elaborarla, En las punas abundan papas, ocas, ollucos (especie 
de castaña), quinua, pastos, etc. y en los flancos varias especies de 
eranos, frutos y legumbres, como el maíz, trigo, vid, naranjas, 
chirimoyas y todas las frutas de la zona templada. 

No menos rico que el vegetal, es el reino animal en el Departa- 
mento. En su vasto territorio, que comprende casi todos los cli- 
mas, en las montañas, en la campiña y en sus llanuras, se encuen- 
tran mamíferos y aves de variados géneros y especies, y abundan- 
tísimos peces en sus ríos. Mencionaremos los “principales. Entre 
los cuadrumanos, el león, tigre, oso, panteras, lobos, monos de 
muchas especies, vaca marina, onza, marcaja y otras especies feli. 
nas. Roedores: capibaras, ratas, ratones, coellos del género lepus, 
paquidermos, el puerco espín, caetetú; varias especies de rumian- 
tes, como la sacha-cabra, venados, etc., gambas, pez-buey y otras 
especies de desdentalos, marsupiales y cetáceos. Aves: pavos, 
gallinas, patos, palomas, etc., y muchas otras familias de reptiles, 


—'99 — 


como la boa, tortugas, caimanes y muchas especies de peces. Kn- 
bre los ganados figura en primer término el vacuno, que se cría 
especialmente en Panao, Chaglla, Muña, las haciendas Pedregal, 
Llunco, Huarapa y la Despensa. El lanar en Chaulán. La raza 
caballar y mular va adquiriendo algún desenvolvimiento en Pa- 
nao, Chaucha, Chaglla y otros pueblos. El cerdo se cría en 
abundancia en Panao, Chaulán y en casi todos los pueblos y ha- 
ciendas. 


Para concluír, volvemos á repetir que pocos son los pueblos 
del Perú que, como los del Departamento de Huánuco, estén tan 
protegidos por la naturaleza; pero con dolor tenemos que decir que 
estas riquezas son inaprovechables por la falta de comunicaciones 
fluviales y terrestres. Ojalá que el Supremo Gobierno que ha co- 
menzado á dar el primer paso en el camino del progreso nacional 
protegiendo la culonia que ha alistado la sociedad de obreros de 
esta capital, éstos mismos y, en general, todos los ciudadanos, 
viendo en el bienestar del país el suyo propio, se apresuren á 
ayudar á la “Sociedad Colonizadora del Mayro” de Huánuco, para 
que lleve á cabo la magna obra de abrir caminos y proteger la co- 
lonización de esas regiones; entonces, como alguien ha dicho, lle- 
gará el día en que por.esa boca entrarán los dos tercios del co- 
miercióo americano, penetrando por allí, al mismo tiempo, la civi- 
lización completa del continente Sud-americano y cumpliéndose 
aquellas proféticas palabras del sabio Humboltd: Allí es donde 
tarde ó temprano tiene que concentrarse algún día lu civiliza- 
ción del globo. ; 


ComMERrcIo.-—Aunque la inlustria es insignificante, el comercio 
ha adquirido bastante desarrollo mediante á sus abundantes artí- 
culos de exportación y sobre todo á las fábricas de cocaína de los 
señores Plejo, Nesanovich. Kitz, Montero y Mas, que exportan este 
alcaloide directamente á Europa. La mayor parte del comercio de 
la plaza está pues en manos de ciuladanos extranjeros que cuen- 
tan con capitales formados en la misma localidad. El comercio de 
coca, café, tabaco, algodón, aguardiente de caña, azúcar, chanca- 
cas, manteca, ganados, maíz, trigo, arroz, frutos, cueros, sombre- 
ros de paja y lana, quesos, mantequilla, huevos, maderas y otros 
artículos, se hace con las provincias vecinas y con el Cerro de Pas- 
co, Tarma, Jauja, Huancayo y otros pueblos del departamen- 
to de Junín, con algunos de Huancavelica y aún con Lima. 


— 100 — 


Los artículos comerciales en esta plaza son, por lo general, los sti- 
guientes, cuyos precios los fijamos como promedio en las fluc- 
tuaciones ordinarias: 


VALORES 
Coca del día, «wm de soles 7 á soles $ 
Id. huanteada, (de id 44 id 5 
Id. coñupa, Oo de id 2á id 3 
Café de huerta, O 1d 5 


Id. de Chinchao, (w id 4 
Id. del Pozuzo, GUde id 3á id 3 50 
Arroz carolino, qq. de id 17á id 18 
Id. del Pozuzo, qq. id 12 
Azúcar granulada de costa, quintal soles 12. 
Id granulada de Huánuco, quintal soles 10 
Td de Huánuco, en panes, quintal soles 10. 
Aguardiente de caña, w soles 1.80. 
Id de Pisco, (Ud soles 9. 
Vino de Chincha Alta, botella sesenta centavos. 
Cerveza extranjera, botella de soles 1 á soles 1.20. 
Id nacional, botella, SO centavos. 
Añil número Y, onza, 40 centavos. 
Anilinas, 1b 5 soles. 
Casimires nacionales, vara, 3 soles. 
Cigarros puros del Pozuzo, un millar, 1 sol 50. 
Cigarros amarillos (nacionales) cien cajetillas, 9 soles. 
Cigarros amarillos (huanuqueños), el ciento, soles 6, 
Cigarros blancos (corbatones), el ciento, soles 4. 
Cera de mala calidad, (U soles 12. 
Chancacas, ( 3 soles. 
Frazadas de Huancayo, cada una, de soles 4 á soles 7. 
Td de Huamalíes, cada una soles 3. 
Fideos amarillos (nacionales), cajón, de soles 6 á soles $. 
Td (fábrica de Huánuco), cajón 4 soles. 
Fréjol del Valle, (w 1 sol. 
Td de huerta, (1 80 centavos. 
Arvejas de Conchamarca, (1 60 centavos. 
Naranjas, quintal 1 sol. 
Chirimoyas, id 50 centavos. 


— 101 — 


Td del Valle id 60 id. 
Paltas, quintal 2 soles. 
Ganado vacuno de Huamalíes, cada uno, de soles 10 á soles 15, 
Td id de Panao, cada uno, soles 15 á soles 20. 
Novillos, cada uno, soles 30 á soles 35. 
Carneros, cada uno, de 1 sol á soles 1.20, 
Gallinas, id 30 centavos á 50. 
Harina del Norte, quintal $ soles. 
Td de Huánuco, id 3 soles 20, 
Jamón de Panao, pierna 1 sol. 
Bayeta de Huamalíes, vara 30 centavos. 
Kerosene americano, botella 30 id. 
Td de Zorritos, 1d 25 1d. 
Manteca de Panao, quintal 16 soles. 
Mantequilla de Huallanca, 1b 40 centavos. 
Maíz de Panao, (y SO centavos. 
Td delas haciendas, (€ 1 sol. 
Id blanco, (y 60 centavos. y 
Madera de Panao, una carga 2 á 3 soles. 
Id cedro, carga 4 soles. 
Papas de Panao, quintal 75 centavos. 
Id de otras partes id 50 centavos. 
Pellones de Huancayo, cada uno, 15 á 20 soles. 
Ponchos id 1d id 2 á 3 soles. 
Queso de Huallanca, (€ soles 4.50 á 5 soles. 
Id de Panao, € soles 3.50. 
Alcohol importado de 40* botella S0 centavos. 
Semilla de alfalfa, € 6 soles á 7. 
Sal de Huacho, quintal 6 soles. 
Id de San Blas [en panes], “ 1 sol. 
Trigo de Chaucha, (Y SO centavos. 
Id de otras partes, (4 60 centavos, 
Td de Sirabamba, (1 50 centavos. 
Velas de estearina, paquete de á libra 50 centavos. 
Seba, a) 3 soles. 
Lana de la hacienda Sirabamba, ú 2 soles 50 centavos, 
Zuelas de Panao, lonja 6 soles. 
Aceite de castor, Tb 80 centavos. 
Sal inglesa, id 60 centavos. 
Quinina (sulfato), onza 3 soles. 
26 


— 102 — 


La cocaína la exportan á Europa, en su mayor parte á Ale- 
mania, á la fábrica de productos químicos y farmacéuticos de 
Merck en Darmstadt. 

Los principales artículos importados que vienen de Lima y 
Europa á las casas fuertes de los señores Plejo, Nesanovich, Re- 
petto, Montero, Cuculiza, Boyanovich, Villarán, Ponce, Lucich y 
Cia., Aguirre y otras que existen en la plaza, son: objetos de uso 
personal; los que se emplean en la industria; materiales de cons- 
trucción: tejidos de seda, lana y algodón; vinos naciunales y ex- 
tranjeros; quincallería, ferretería y objetos de arte; algunos co- 
mestibles y artículos de combustión. 


INSTRUCCIÓN. —Doloroso nos es el tener que confesar que en- 
tre nosotros todavía no se conoce una verdadera instrucción. No 
encontramos causa que justifique el punible descuido con que han 
vísto y siguen viendo nuestras autoridades que nuestros indios no 
tíenen siquiera nociones de instrucción primaria. El pobre cholo, 
siempre instrumento servil, objeto de vejamen de un bruto solda- 
do ó de un mestizo abusivo, sigue siendo víctima de incalificables 
abusos porque no conoce sus derechos, 6, aún cuando los conozca, 
no sabe hacerlos respetar. De ahí el encono y rivalidad que guar- 
da respecto del blanco; de ahí que al grito de missti huanuchissun 
todos en masa se levanten y cometan delitos, las más de las veces 
encabezados hasta por gitanos (1) atacando la vida y propiedades de 
sus semejantes. Todo esto se ha observado en la última revolu- 
ción y nadie desconoce que eso tiene p>r causa el completo estado 
de ignorancia en que viven esos infelices. 

Nuestros ediles, dedicados siempre á hacer política, no se han 
cuidado de fomentar en los pueblos siquiera escuelas de primer 
erado, y las que existen son, las más, sostenidas por particulares. 

El cuadro signiente manifiesta el movimiento de las escuelas, 
el cual sin duda llama la atención de cualquiera que se interesa 
por la instrucción del pueblo, pues es notable que en una provin- 
cia de 3£,000 habitantes sólo se eduquen cerca de 650 niños varo- 
nes y 315 mujeres, ó sea un dos por ciento de la población. 


(1) Nuestro3 coodepartiamentanos recordarán muy bien al que se conocía con el 
nombre de chileno Melendrez y á sus demás compañeros los peroleros,como se les lla- 


maba. 


— 103 — 


3 UI e [AU MIN Oroz) Egus| 

| EA TP | 

|| DISTRITOS | ESCUE-[VARONES| MUJERES | MIXTOS [TOTAL:| 
| LAS | ll 
Ml | », a E e AE A A A =pe==| 
Cercado ....| 5 160 OA ES 990 || 
lIHuácar..... pS 190 IP E 250 || 
¡Higueras ... 1 A SN O 40 || 
Wall. 500. 4 120 La Erie pi 150 | 
Chinchao ...|1 1 DONNA LORI Aa Lp 10 50 || 
Panao:. los. 13 40 25 40 105 
EOZMUZO loci A E s0 80 | 

Totales....' 22 600 | 245 | 120 965 


Entre los institutos de Instrucción media, el Colegio Nacional 
de Minería es el único de verdadera educación; pero todavía no 
ha llegado al grado de perfeccionamiento á que está llamado por 
causas que no queremos exponer y que no son del caso exhibir. 
Como es, pues, el único de verdadera enseñanza, en donde se cur- 
san todos los ramos de instrucción media con sujeción estricta al 
programa oficial, debe ser protegido de todos modos por nuestras 
autoridades, á fin de que no desaparezca ese centro de ilustración. 


HISTORIA 


Siempre es de todo punto inútil el esfuerzo, por mucho que sea 
el interés y trabajo que se emplea, por averiguar el verdadero ori- 
gen de los pueblos. Las tradiciones oscuras no pueden servir de 
base para investigaciones profundas ni para establecer un sistema 
fijo y digno de crédito; y por esto en el estudio histórico, digamos 
mejor, en los datos de los hechos másinotables que se han reali- 
zado en nuestro suelo, sólo tenemos que valernos de tradiciones 
escritas, desde la época de la fundación de nuestra ciudad, porque 
son las únicas que nos vienen trasmitiendo con seguridad los pú- 
blicos acontecimientos que en ella se han efectuado. 

No nos remontamos pues á las épocas en que los huanucuyos, 
eran los dueños de nuestro suelo, ni á las del tiempo de los Incas, 
sino á mediados del siglo XVI en que se fundó la ciudad. 

En 1539 Gómez de Alvarado y seis compañeros suyos funda- 
ron una ciudad enel sitio que hoy se conoce con el nombre de 


— 101 — 


“Huánuco el Viejo”, prévio permiso del licenciado Vaca de Castro; 
pero como esto se lrabía hecho atacando los dominios del cacique 
Y llavopa, descendiente de la familia imperial incáica, reunió éste 
sus vasallos y se efectu2 una insurrección de indios que trajo por 
consecuencia la expulsión de los españoles y su refugio en unos 
montes que existían en el lugar que hoy se halla situada la ciudad. 
A los tres años de la fundación de “Huánuco el Viejo” y siete de 
Lima, esto es, en 15£?, se fund5 la ciudad de León de Huánuco, 
nombre con el que la bautizó Pedro Puellez. Después de oir una 
solemne misa que se celebró sobre una gran piedra que después 
entró en los cimientos de la Iglesia de San Cristóbal, primera que 
se fundó el 15 de Agosto, Gómez y sus compañeros tomaron pose- 
sión de las tierras é hicieron el trazo de sus calles, siendo, no sa- 
bemos por qué motivo, las primeras que se hicieron las de los ba- 
rrios donde vivían los huagcha-gatos, (nombre que tenían los ple- 
beyos de entonces). Posteriormente se pobló de gente en su mayor 
parte española, qu>, llevada por la noticia de Jla feracidad de 
sus tierras y ricos minerales, se establecieron gozando de completa 
tranquilidad y entregados solamente al trabajo; pero cuando esta- 
lló la guerra civil entre Pizarro y Almagro, siguieron la causa 
del Rey, “por lo que en tiempo del Marqués de Cañete se le honró 
con el pomposo título de: 1.14 noble y muy leal cómdad de los ca- 
balleros de León de Huánuco, dándosele su respectivo escudo de 
armas. Andando los tiempos, llegó á ser un corregimiento que 
tenía jurisdicción en los partidos de Conchucos, Huamalíes, Pasco, 
Cajatambo, Chinchaycocha, Tarma y Huaylas. Su cabildo que 
constaba de los oficios y cargos correspondientes fué muy honrado. 
Ultimamente, cuando estos partidos se erigieron en intendencias, 
tuvo su corregidor la autoridad de ser Juez de apelaciones en 1.* 
Instancia. 

Á principios d> 18912, los huanuqueños y panataguas procla- 
maron la indepen lencia nacional, por lo que tuvieron que sufrir, 
después del combate de 12 de Febrero en Ayancocha, los rigores y 
penas que les impuso el Intendente Prada y sus tarmeños. 

Después de la independencia, por decreto del Libertador de 13 de 
Mayo de 1825, fué creada provincia dela República y capital del de- 
partamento de Junín; pero cuando pasó á sei el Cerro de Pasco ca- 
pital de este departamento. por ley de 24 de Enero de 1869, se cons- 
tituyó en departamento con la reunión de la provincia de Huama- 
líes, y desde el año siguiente está agregada á él la provincia del Dos 
de Mayo, creada por ley de 5 de Noviembre de 1870. Por bula de 5. 


— 105 — 


$ 


su primer Obispo el Iltmo. Arzobispo de Berito, señor doctor Ma- 
nuel Teodoro del Valle. 


S. Pio TX, de esa misma época, se constituyó en diócesis, siendo 
, , 


Volvemos á decir que, como un estudio histórico, por muy corto 
que sea, siempre demanda tiempo, nosotros que no disponemos de 
suficiente, solo nos hemos concretado á dejar consignados los da- 
tos que nos han parecido de mayor interés. 

DD E 


. €. 


Chbservaciones hechas en un viaje á Carabaya. 


Un estudio topográfico —legal con que me honró el Ministerio de 
Fomento, me llevó en los meses de Marzo y Abril del presente año, 
hasta la mina Sto. Domingo, situada en la margen izquierda del 
río Huayna-Tacuma, á corta distancia del punto en que entra al 
Inambari. Notable esa mina por la fortuna que dió á sus anti- 
egnos propietarios, no es dudoso que lo será mucho más, por las 
cantidades de oro que en breve plazo se extraerán de ella. 

No babiéndome permitido la rapidez con que efectué el viaje, 
hacer estudios detenidos, voy á trascribir de mis apuntes, las ob- 
servaciones que me parezcan tener alguna importancia. Para es- 
to seguiré el orden en que las hice, agrupándolas en los cinco pá- 
rrafos siguientos; 

I. Callao á Mollendo.---11. Mollendo á Tirapata.---IMT. Tira- 
pata á Coasa.---IV. Coasa á Santo Domingo.---V. El regreso. 


En dosartículos aparte, condensaré después, los estudios efectua- 
dos durante mi permanencia en Sto. Domingo, que tuvieron por obje- 
tivos los filones auríferos y laedad de los terrenos y que desgracia- 
dament> no pudieron ser tan completos como era de desearse. 


I. CALLAO Á MOLLENDO 


Forma general de la costa. 


La navegación tranquila, sin incidentes. del Callao á Mollen- 
27 


— 106 — 


do, era sólo interrumpida por las entradas á puertos desiertos. 


Observando la línea de costas del Perú, no deja de llamar la 
atención que sus puntas y cabos se dirijan casi siempre hacia el 
NO ó N; no sé si antes se ha señalado esta disposición general, cu- 
ya explicación me parece fácil. En efecto, supóngase que la costa 
recién levantada, hubiera tenido puntas dirijidas al Sú O, la co- 
rriente de Humboldt y el oleaje impulsado porel viento SSE, no 
habrían tardado en cortarlas, dejando islotes, ó en desviarlas, to- 
mando materias de su parte S pwa depositarlas en la N. 


Los salientes que hacen excepción á esta reyla, están defen- 
didos por islotes p:óximo3 á tierra, que deban ser destruídos antes 
que aquellos. 


Los que haciendo exsc3pción no tuvieran esta defensa, indica- 
rían, en mi concepto, levantamientos relativamente recientes de la 
parte de costa donde estén. 


En realidad, es míános simple el fenómno, pues la impul- 
sión dada al oleaje por las brisas del O y las mareas, tienden á 
hacer puntas occidentales; y la dureza y orientación de las super= 
ficies de menor resistencia de las rocas, tienden á desviar más Ó 
ménos la erosión. D2 todos modos, creo que un estudio detenido 
de los contornos de la costa y de las causas de modificación seña- 
ladas, permitiría determinaren algunos ca393, la edad relativa de 
sus levantamientos parciales. 


El desembarco, en Mollendo, sin ser tan peligroso como se 
cree, es muy pintorezco por la agitación del mar en la garganta 
de rocas que conduce al muelle. 


II. MOLLENDO Á TIRAPATA 


La lluvia en las lomas.--Los médanos.--Campo de lava. 


Por estos mases son raras las lluvias en las lomas, pero 
este año se han verificado, así es que la línea férrea se desarrolla- 
ba sobre una sucesión de colinas verdes. Después de esta zona 
fértil se atraviesa la pampa de Islay, donde la aridez es perpétua. 
Son las lomas, montes de 500 á 1000 metros de altura, que arran- 
can casi desde el mar. La lluvia en ellos, en cualquier tiempo, 


— 107 — 


tiene explicación sencilla, tanto mas con el auxilio del corte 


teóri- $ t 
+ 


co, fig. 
1 


: 'g 
El aire A / PT de / 


encon —/ 

tacto $7 

con la 

pampa Figura l. 


de Islay se calienta, eleva, y es reemplazado por el del mar, que se 
enfría bruscamente por su expansión, al subir las lomas, dejando 
depositada sobre ellas el agua vaporizada que llevaba. Las lluvias, 
cuando tienen lugar en verano, son más fuertes que en in- 
vierno, por dos razones: 1.* evaporación más activa en el Pací 

fico y 2.* mayor elevación de la temperatura del aire en la 
pampa y por consiguiente mayor intensidad y frecuencia, de los 
vientos del mar hacia tierra. Aún cuando conserve vapor de 
agua el aire, al llegar á la pampa, no produce lluvia en ella, 
porque toda dilatación es causada por el aumento de calor, no 
por la disminución de presión. En suma, puede decirse, que las 
lomas son fértiles porque obligan al aire y vapor de agua á sufrir 
una expansión adiabática; y la pampa, que es una de las causas 
dela lluvia, es árida, porque encima de ella, el aire ya dilatado 
adiabáticamente y con ménos vapor de agua, sufre una dilatación 
isotérmica. 

La teoría puede generalizarse para la costa, y explica tam- 
bién la llovizna ó garúa de invierno, en las lomas. La rareza del 
meteoro en verano, depende de movimientos mas generales en 
la atmósfera, que no dejan venir á tierra los vientos húmedos. 
Así: el viento del E, que trae la lluvia á Arequipa, desecándose 
al continuar su marcha hácia la costa, mo solo mantiene la ari- 
dez del desierto, sino también, impide que las brisas condensen 
su vapor sobre las alturas próximas al mar; de aquí resulta que, 
por lo general, llueve en las lomas, cuando las lluvias en el interior 
son escasas: 'é/inversamente, cuando en este las aguas son abun- 
dantes, en aquellas la aridez es completa. 

Es curioso seguir con la vista, las falaces lagunas que el es- 
pejismo presenta y que no se desvanecen sino que corren á los la- 
dos y frente del tren. 

En esta árida llanura se encuentran también las dunas ó mé- 


-- 108 — 


danos, algo diferentes delos que he tenido ocasión de ver en los de- 
siertes de Ica. Los de la Joya'son pequeños y completamente di- 
ferentes del suelo en que están asentados; estas dos circunstan- 
cias me hacen creer que las arenas que los forman han sido traidas 
de léjos por el viento. La escasez de areva hace que formen mon- 
tículos aislados, casi siempre en forma de media luna parabólica 
perfecta y talvez por esto no hay viagero á quien no hayan lla- 
mudo la atención (%). 

Aún cuando es conscida generalmente, no creo demás indicar 
la causa de su curiosa a Supongamos un montón de arena 
y que sople el viento con la dirección v, 

Conforme las partículas están más próxi- y ¿ 
mas á los extremos, son ménos elevadas, y 
deben recorrer ménos camino total para 

rasportarse horizontalmente; pero como 
las fuerzas que actúan son paralelas é igua- 
es, resulta mayor rapidez para esas partí- Fig. 2. 
culas extremas que para las centrales, hasta que se establezca la 
forma de equilibrio, que es la indicada, con los cuernos tanto 
más cerrados, cuanto mayores son la velocidad del viento y la 
relación de la altura á la base. 

La velocidad de su traslación no ha sido determinada, pero 
creo que en Ocasiones debe ser relativamente grande. Como es- 
tán colocados en zig-zag ó alternados, se intersectan sus pro- 
yecciones verticales, afectando en la horizontal la forma de la 
figura 3. Algunos otros que he 
podido ob ervar, indican un cam- 
bio, no siempre general, en la di- 
rección del viento. 

Al salir del paradero San Jose, 
puede observarse una antigua 5i- 
bera tan bién conservad+ que pro- 
duce la ilusión de que, mirándola, 
se está dando la espalda al mar. > 

Terminadas las pampas empie- 
za un campo de lava, contínuo por 
muchos kilómetros, y á traves Fis. 3. 
del cual se ha abierto el río Chi- 


(*) Póe pig, Meyen, Bollaert, Tshuddi, Markham, Orton, etc, 


— 109 — 


li un estrechísimo cañón. En mi concepto no es lava propiamen- 
te dicha, la que const'tuye ese campo, sino cenizas del volcán, he- 
chas compactas por la presión de las capas superiores; esto está vi- 
sible en la extratificación imperfecta que se observa. El material 
de construcción más usado en Arequipa, que llaman sillar, no es 
más que esta ceniza metamórfica. 


Al siguiente día de la llegada á Arequipa se continúa la mar- 
cha en la línea de Puno hasta Juliaca y de allí por la del Cuzco 
hasta Pucará ó Tirapata. Saliendo de Arequipa sigue el campo de 
lava por varios kilómetros hasta Sumbay, poco más ó menos, 
teniendo por consiguiente el ferrocarril un desarrollo, en esta 
zona, de 139 kilómetros. asde Vincocaya se puede decir 
que se está en plena altiplanicie del Titicaca. Una gran lon- 
eitud de línea ser pentea en los bordes de tres lagunas que bien po- 
drían llamarse lagos, sobre todo el Santa Lucía y el Saracocha. Al- 
gunos trechos del terraplén están con3truid »s sobre márgenes an- 
tiguas de éstos, que como todos los de la altiplanicie, están en vía 
de desecación. La aridez es notable en toda esta gran extensión 
de terreno; por lo mismo, llaman la atención los sembríos en cor- 
tos trechos muy próximos á los lagos; á distancias mayores no cre- 
ce sino la escasa y miserable paja que sirve de alimento á llamas 
y carneros. La posibilidad de cultivar en la proximidad del agua 
es debido á que ésta dulcifica algo el clima de sus riberas; del mis- 
mo modo lo hace el mar con el de las islas. 


Pasé la noche en Juliaca y á4 la mañana siguiente el ferro- 
carril me dejó en el pequeño paradero de Tirapata. Conforme 
el tren avanzaba sobre la altiplanicie, he ido convenciéndo- 
me que el aspecto de las fracciones en que está dividida, por 
pequeñas cadenas de capas solevantadas, de areniscas y cuarcitas, 
no es debido inmediatamente al desecamiento de lagos; si antes 
los hubo, es ahora impos..le apreciarlo, pues su aspecto actual es 
única y exclusivamente debilo á las corrientes de agua que las 
recorren; bastan los meanlros de un pequeño arroyo para remo- 
ver, en un gran lapso de tie:np>, cualquier masa de sedimentos. Es- 
tos, que se pueden ver en los cortes profundos que han hecho los 
cursos de agua, no tienen estratificación y son materiales acarrea- 
dos de largas distancias. 


28 


— 110 — 


II. TIRAPATA Á COASA 


Perforaciones de anélidos.-—Historia de la mina Santo Domingo.--Cruziana Ca- 
rranzee.—Oleaje del mar silúrico.—Construcción con pizarras. —Estudios cientí- 
ficos del país.—Una fortaleza fosilíifera.——Los andenes.—Coasa. 


Salimos de Tirapata para Azángaro con rumbo N. y después de 
trasmontar una cadena de areniscas rojizas y de custear una peque- 
ña laguna, llegamos á esta población. Los cerros que la rodean son 
de cuarcitas ó de areniscas que, según me dijeron, son fosilíferas, 
pero no pude comprobarlo. Solo encontré numerosísimas perfora- 
ciones debidas probablemente á anélidos y análogas á las llamadas 
Arenicolitos, que son hasta cierto punto característicos del Cám- 
brico y del Silúrico, sobre todo cuando existen en tanta abundan- 
cia, como en el caso presente. 

En Azángaro me relataron la historia novelesca de la mina 
Santo Domingo. Un indio entregó á un minero llamado Es- 
trada, un espécimen riquísimo de mineral aurífero, ofreciendo 
además indicarle el lugar de su procedencia, que era una quebrada 
afluente del Huayna-Tacuma, pero donde le fué imposible dar con 
el sitio preciso; los víveres estaban agotados casi, cuando encon- 
traron el afloramiento de una veta de cuarzo con gran cantidad de 
oro visible y en seguida una gran extensión superficial de esa veta, 
en la que el oro estaba como depositado por galvanoplastia, de tal 
modo, que el sitio fue bautizado con el nombre de “Espejo de Oro”, 
Por carecer de capital Estrada, tomó como asociado á Velasco. 
Después de un trabajo próspero y continuado durante varios años, 
hicieron Velasco y Estrada promesa de venta, que debía per- 
feccionarse seis meses después, á una compañía americana. Cuando 
por efecto de ese contrato era la mina virtualmente ajena, encon- 
traron una boya ó bonanza superior á todas las anteriores y á toda 
ponderación; gran parte de esa masa de mineral riquísimo, ha de- 
bido quedar en el interior, pues el tiempo que la explotaron fué 
pequeño y la naturaleza de la roca impide todo trabajo rápido, por 
necesitar enmaderado constante. En uno de los frontones más 
ricos estaba un barretero casi preso, cuando vió aparecer entre el 
derrumbe fragmentos con un brillo notable, uno de los cuales tomó 
y conservó, hasta que lo sacaron y libraron de una muerte segu- 
ra; el fragmento resultó ser de oro casi puro, pues sobre 20 libras 
de peso tenía 15 de este metal. 


— 111 — 


De Tirapata á Azángaro no hay sino unos 20 á 25 kilómetros. 
De este punto seguí á San José distante otros tantos. Se 
recorre esa distancia casi constantemente con rumbo Norte y en 
una llanura de pequeña latitud é indefinida longitud. La ésterili- 
dad de ella, hace resaltar las manchas de verde intenso que 
la salpican y que indican por su color antiguos ó actuales co- 
rrales de ganado; la influencia fertilizante de su estiércol ha per- 
mitido el desarrollo de la clorofila. 


En la plazuela de San José hay algunos árboles y eso solo, ha 
bastado para darle atractivo. 

De San José pasé á Potoní y de ésta á Usicayos. Potoní está en 
la hoya del Titicaca, mientras que Usicayos en la del Atlántico; 
hay que pasar pues la elevada cadena que separa esas dos hoyas. La 
geología py rmanece constante, siempre las areniscas ferruginosas 
solevantadas, y ninguna roca eruptiva visible. En la cumbre mis- 
ma, encontré un fósil muy interesante y muy común en el Cám- 
brico y en el Silúrico. D'Orbigny lo encontró en Bolivia y lo lla- 
mó Cruziana, dedicándolo á Santa Cruz; Forbes también encontró 
algunos especímenes en la zona que estudió; por último, de la 
misma Bolivia, Steinmann ha determinado algunos ejemplares. 
En Francia, España, Estados Unidos, etc., es fósil relativamente 
común, A pesar de su abundancia no hay acuerdo completo sobre 
su naturaleza. La especie que encontré es nueva y me he permitido 
llamarla Cruziana Carranzoe, dedicándola al muy distinguido 
Presidente de nuestra Sociedad. 


Poco antes de trasponer la cordillera se ven pasar las arenis- 
cas, casi cuarzitas, á areniscas arcillosas y á pizarras. En éstas 
he podido notar un coustante aspecto ondulado que representa, 
el oleaje del mar en que se formaba el terreno. Las perfora- 
ciones hechas por los anélidos, en el lodo y arena marginales 
de ese mar son también abundantes. 


Desde tres ó cuatro leguas antes de Usicayos la pizarra es 
la única roca visible. 


El templo de este lugar está también rodeado de árboles y de 
un muro, encima del cual, hay pilarcitos aislados, que parecen cen- 
tinelas 

En toda esta región sacan gran partido los habitantes, de la 
pizarra para piedra de construcción; no solo la usan para muros 
sino también para puentes. Modelo de los más comunes es la 
figura 6.?, 


Fig. 4. 
Los machones de ellos son por lo general cantos de granito 
que el río ha rodado ó sino muros de piedra seca de la misma pi- 


Zarra. 

Para ir de Usicayos á Coasa, se pasa frente al primero, por una 
altura que la domina completamente. El aspecto, que de allí ofre- 
ce este pueblecito, es de lo más pintoresco y original. En esa altu- 
ra hay numerosas ruinas que parecen de una fortaleza con pues- 
tos avanzados. Apenas hay fragmentos de paredes en pie, pero cual 
no sería mi alegre sorpresa al comprobar que casi todas las arenis- 
cas arcillosas constituyentes, eran fosilíferas. El tiempo no se puede 
dedicará hacer estudios en un camino, cuando se va á un fin deter- 
minado y por eso no tomé varios y diferentes elemplares; tenía que 
pasar rápidamente, que llegar á mi destino y el muestrario inmenso, 
aglomerado por el olvidado ingeniero que construyó la fortaleza, se 
quedó allí sin tocar casi y permanecerá así por muchos años talvez. 
Ya es tiempo de que se promuevan y protejan los estudios sérios 
del país y sus recursos; ya no es posible continuar en una oscuri- 
dad solo interrumpida por los pocos haces luminosos que Raimon- 
di pudo proyectar; ya debe alguna institución hacer escursioneS 
verdaderamente cientificas. No basta para el estudio del país pa- 
sar rápidamente por lugares tales ó cuales; es necesario que donde 
se presente un problema interesante, un accidente geológico digno 
de estudio por ejemplo, se permanezca varios días; se deben reco- 
rrer las distancias á pié, mejor que á caballo ó en tren y no ha de 
temerse hacer noche, en la choza de pastor más próxima. En 
tren es imposible detenerse á estudiar una roca ó una formación, 
A caballo, es muy fatigoso subir ó bajar. El geólogo, el viajero 
científicó en general, debe ir á pie. Las escursiones deben hacerse 
con un plan determinado y este debe ser, el mapa geológico 


del país. 


—= 113 — 


El camino, dejando las ruinas, sigue al NO. y después al N, 

Al llegar al vértica de un ramal de la cordillera, se encuentran 
lagunas escalonadas. Las pizarras y areniscas desaparecen enton- 
ces y son sustituidas por granito porfiroide con cristales feldespá- 
bicos de 4 ec. m. y aún mayores. 

Los cerro que se divisan al bajar de la cumbre hasta 
Cuasa, están literalmente cubierto de andenes. Sirven estos, no 
solo para el cultivo, sino también para impedir la denudación de 
laz matias. Ro2idarmante en la sierra no se abonan los terre- 
nos; se les deja descansár durante varios años; se obtiene así que 
el saelo fije directamente azoe de la atmósfera. Pero apesar de eso, 
la gran cantida 1 de audenes en destrucción, demuestra la existen - 
cia de una población mucho mayor, en épocas anteriores. Son los 
audenes en mi concepto, no solo manifestación de gran desarrollo 
da la agricultura, sino también de la gran autigúedad del pueblo 
que los hizo. Ese inmenso número de metros cúbicos de mampos- 
tería, seca, debe haberse construído en un lapso de tiempo considera- 
ble, pues no todos los habitantes han podido dedicarse á ese trabajo 
y la construcción debe haberse aumentado paulatinamente, confor- 
me lo requerían las necesidades de la población. 

“Está Coasa edificado sobre una montaña, compuesta entera- 


mente de granito porfiroide y enmedio de dos brazos del río. 
Se nota algún progreso en este pueblo, debido todo él á las mi- 


nas de oro y en especial á la Sto. Domingo. Tendrá unas 800 á 
1000 habitantes, pero no hay escuelas ni correo. Las poblaciones 
próximas á Coasa tales como Usicayos, Esquena, Itoata, etc. están 
en igual atraso. Además, el tífus las arrasa periódicamente sin 
que nadie se preocupe de mejorar sus condiciones higiénicas. Los 
habitantes de Esquena é Itoata quedaron hace poco, reducidos por 
esa enfermedad, de 400 á ménos de 100 habitantes; en la misma 
época los de Usicayos fuerou diezmados. 


IV COASA Á SANTO DOMINGO 


Los polcos.—Los cargueros. —Panorama; coloración verde del cíelo.—Necedidad 
de garantías para el obrero.——Bajada y calor.—Camino de Sto. Domingo.—Impre 
siones fosilíferas. —Pseudo-impresiones de ammonitos.—Graptolitos. 


Saliendo de Coasa siguen los granitos porfiroides, cuyo grano 
va disminuyendo conforme se avanza á Saco, hasta tomar el as- 


pecto dle un granito corriente. En uno que otro corto trecho han 
29 


— 114 —- 


quedado sobre el granito restos de las capas de pizarras que antes 
de ser destruidas por la erosión, lo cubrían. 

Saco está á 15620 km. al E. NE. de Coasa y el mismo día que 
llegamos á esa aldea pasamos al campamento de la Inca Mining 
Co. situado en una quebradita llamada Cecca-Challumi ó Quis- 
pecallani. Desde Saco vá notándose, por la elevación de temperatura 
del aire y por el aumento de vegetación en los cerros, la entrada á 
la Montaña. A partir del campamento debía hacerse el viage á ple. 
Para realizarlo mec aconsejaron el uso de poleos; son estos unos 
zapatos de lana sin zuelas rígidas y que por consiguiente solo son 
buenos en terrenos sin guíjarros ó cuando hay estos, para perso- 
nas habituadas á marchar con Jos pies «desnudos; no los usé sino 
un día y el experimento fué concluyente en contra suya. 

En Quispecallani se arreglan las cargas en cajas de lata, que 
fueron antes de alcohol ó Kerosine, con peso de 65 á 70 libras para 
que sean transportados por llamas ú hombres hasta el Inambari. 
Mucho me admiró la resistencia de los cargueros Ó ccepíres que es 
como llaman á los indios que se ocupan de este trasporte; allí 
donde una mula se resiente de las patas, ellos van impertérritos. 

Recorre en su mayor parte el camino, las lomos de cerros pi- 
Zarrozos, entre los que están intercalados ó atravesados diques de 
cuarzo, algunas veces ferruginosos y entonces probablemente aurí- 
feros. En largos trechos está pavimentado, el terreno con lajas de 
pizarras, que algunas veces sirven de puentes sobre abismos es- 
trechos, probablemente muy profundos. Señales de tráfico muy 
activo se nota sobre ese pavimento, lo que en mi concepto mani- 
fiesta su antigiedad. 

Saliendo de Quispecallani, es Sachapata el fin del viage der 
día. Este nombre es genérico: en toda vía de la cordillera al Inam- 
bari hay algun Sachapata, que puede traducirse balcón y efectiva- 
mente, á la mañana siguiente pude comprobar lo bien aplicado del 
nombre. A las 7 a. m., la atmósfera muy despejada en esa altura, 
me dejó ver uno de los espectáculos más grandiosos que sea posi. 
ble contemplar: el mapa de un terreno accidentadísimo en tamaño 
natural. Los cauces de los ríos Inambari, Quitum—Quitum, San 
Gabán, Ayapata y otros más, dibujados por aglomeraciones de nu- 
bes como regueros de algodón, sin dejar ver nada debajo de ellas, 
cadenas de cerros todos verdes separando los cauces unos de otros; 
hácia el E. otras cadenas paralelas al Inambari y cuyas distan- 
cias relativas estaban bien indicadas por la debilatación del color 
verde. Pero allá, á lo lejos, reflejos de un verde claro en la bóveda 


— 115 — 


atmosférica. Ni Markham, ni Raimondi, en suma, nadie, ha anota- 
do este fenómeno que es bien interesante y que solo es posible 
se verifique estando como se está en un mar de verdura, sin solu- 
sión alguna de continuidad; además es solo posible observarlo des- 
de el punto que yo lo hice ú otro análogo y en la mañana, tanto por 
que solo á esa hora la atmósfera está despejada, cuanto porque el 
Sol levante, al iluminar las llanuras y colinas verdes de allende el 
Inambari, colorea de verde al cielo, color que la posición de Sacha- 
pata permite observar. 

El cansancio disminuía con la contemplación de la decoración 
descrita, que bien pronto desapareció; inmenso velo fué corriendo el 
viento del E. y poco después apénas si podían distinguirse las altas 
cimas Camanti y Alta Gracia. Emprendimos entonces la marcha, 
por la senda que con laca al descanso llamado Coquina y que pasa 
por el tambito Pata. Llaman tambitos, chozas que la conveniencia 
de lo3 pacos traficantes, conserva. En Pata encontramos un indio 
carguero que hacía tres días estaba allí enfermo y que no abando- 
ba la carga para buscar remedios, por temor á su amo, á su señor, 
al Gobernador Xó Z cuyo esclavo era. En Inglaterra y Estados 
Unidos hay asociaciones protectoras de animales, aquí, en este 
país que abolió ya la esclavitud de los negros, serían necesarias 
sociedades protectoras de los indios que todavia gimen esclavos. 
Si no es posible librarlos del triple tirano que los oprime, es nece- 
sario procurar queesa tiranía no realice su exterminio; el mun- 
do civilizado necesita la bestia de carga, el Perú necesita todavía 
el hombre de carga; conservémoslo pues, sino por humanidad si: 
quiera por interés. 

Todós los países nuevos se preocupan de atraer y radicar, no 
solo capitales, queson trabajo aglomerado, sino también hombres 
que son el verdadero capital, que son el trabajo potencial; so- 
lo en el Perú clamamos par lo primero sin pensar en en lo 
segundo, pues así lo manifiesta el que no tenga garantías contra 
aquel, que es regularmente su verdugo. 

No solo los infelices indios están en las garras del que cuenta 
con algún capital y que, merced á él, tiene el apoyo de la autoridad 
personificada en el Gobernador. También' lo están los extranjeros. 
He presenciado con sorpresa y disgusto el cobro que por alimen- 
tos suministrados mientras estuvo moribundo, hacia una Empresa 
á un infeliz italiano; como la causa de su enfermedad era un acci- 
dente sufrido en el trabajo, en cualquier país civilizado habría 
producido á la Empresa no solo la pérdida de la pobre alimentación 


— 116 — 


suministrada, sino también un fuerte desembolso como inden- 
nización. 

Desde Pata pueden verse los ríos Santo Domingo y Macho 
tacuma y aparentemente á la orilla del primero, pequeña man- 
cha blanca indicaba el fin de mi viage. 


Coquina debía ser la pascana del día. La vegetación está en 
ella esplendorosa, y el clima es tan cálido, que el alojamiento pue- 
de reducirse á una ramadita. A la mañana siguiente, pude ver los 
reflejos verdes y el mismo mapa natural que se vé ex. Sachapata, 
pero no tan extenso. Lo vegetación impide observar constante- 
mente la geología del camino, pero los torrentes que de trecho en 
trecho se encuentran, permiten ver que es constante: pizarras tal- 
cosas y carbonosas sin interrupción. 


Desde este tambito había que hacer el viage hasta la Oroya, 
bajando constantemente. A lo menos son 2.000 m. los que se ba- 
jan y bien puede suponerse la magnitud del trabajo que con mi 
peso (70 kilógramos) tenía que desarrollar la gravedad, trabajo 
que mi organismo convertía en calor. Siempre he observado, que 
se cree generalmente que las subidas elevan más la temperatura 
del cuerpo que las bajadas, pero llevaría á los que eso creená ba- 
jar de Coquina al Inambari y seguramente que reconocerían como 
hecho indudable, la conversión del trabajo de bajada en calor. 

Se pasa el Quitun después de la inmensa bajada, por un puen- 
te colgante; en seguida á poco caminar en un camino llano se en- 
cuentran, el Inambari, otro puente y por último un campamento: 
el de la Inca Minig C*., 

La noche en la Oroya fué la más agradable que pasé en el viaje. 
La luz de la luna que entraba por la mala trabazón de las tablas que 
formaban las paredes; el susurro manso, tranqnilo del Inambari; 
el cansancio de la caminata, todo contribuía á adormecerme. Se 
llama impropiamente ruidos los que son sonidos, cadencias del 
bosque, cuyo valor musical es posible determinar. Los gritos de 
los animales, el silvido del viento en los árboles, el murmullo del 
agua entre las piedras, la lluvia al caer, todo suena al unísono, for- 
mando un magno y encantador concierto. 

Después de un sueño reparador, emprendí viage á Santo Do- 
mingo.  £l cauce del Huayna-ttaccuma que desemboca en el 
IMmambari á corta distancia de la Oroya era antes el único cami- 
no; actualmente hay uno que costea ese río. En él se encuentra 
una manifestación de la terrible erosion que aquí se verifica y 


A 


ea, guijarros en una quebradita lateral, á una altura de 30 6 más 
metros sobre el suelo. La esplicación es simple: el año anterior 
había caído por esa quebradita una gran avenida de piedras ro- 
dadas y ludo que había levantado hasta 30 Ó más metros la altu- 
ra del lecho; el arroyito había tenido que correr por encima de 
esos detritus hasta acarrearlos y llegar á su lecho primitivo. Los 
guijarros, quedados en los flancos, atestiguan la posición anterior 
del cauce. 

Tolos estos riachuelos acarrean oro y el río Huayna Tac:a- 
ma mucho más; muchos individuos lavaban antes sus arenas. 
Las rocas son pizarras y entre ellas, interstratificados, hay filones 
de cuarzo de potencia próxima á un metro, con salvandas muy 
claras. 

Algunas impresiones fosilíferas pueden notarse desde aquí 
en las pizarras. Las pizarras que se venen los lechos de 
los riachuelos presentan también aspectos muy curiosos que pa: 
recen impresiones desgastada: de ammonitos, pero cuya verda- 
dera naturaleza se descubre, al presenciar los remolinos que hacen 
las aguas en las arenas de las remansos. Esos pseudo-ammonttos 
deben ser producidos por el agua cargada de arena y guijarros 
sobre los fondos de los torrentes. 

Mi permanencia en Santo Domingo fué de un mes, dedicado 
á estudios topográficos, pero no descuidé completamente la Greo- 
logía. Así, encontré allí ejemplares mejor caracterizados, que los 
del camino, de Graptolitos, que pude identificar con el Diplo- 
graptus palmens (Barr) y el D. pristis (His.) 

Estos fósiles permiten considerar los terrenos de Carabaya, 
desde Usicayos, como pertenecientes al Silúrico, probablemente 
inferior. (*) 


EL REGRESO. 


Itinerarios.---Incremento del ruido de los torrentes.---Glaciares y lago de Aric oma. 
—--Caliza. 


El viage pudo haberse verificado en 14 días de Lima á Santo 
Domingo, en esta forma: Callao á Mollendo 3, á Tirapata 3, á Coa- 


sa 4, á Santo Domingo +; por causas independientes de mi vo- 
luntad, duró mucho más. 


(+) El Ingeniero Fuchs, amigo mío, había encontrado estos fósiles también. 


— 118 — 


Al regreso seguí este itinerario: Santo Domingo á Phara 4 
días, á Azángaro 3 y á Lima 6, total: 13. Este es el tiempo que 
en rigor puede emplearse, pero las demoras inevitables en 
este género de viages hacen que sean por lo míános 20, los días 
necesarios. A mi regreso sólo anduve á pié, la distancia que me- 
dia entre Santo Domingo y Oroya, el resto lo hize á caballo. 

En toda la quebrada de Santo Dominz3» pus le observarse una 
arenisca ó cuarcita blanca superyacente á las pizirras. 

El camino sigue primero, en corto trecho, la margen del 
Inambari y despues la del Quitum. En este puede verse, rodados 
de granito porfiroida, mientras qua las pizwrras constituyen los 
cerros entre que corre. 

En un tambo llamado el Sagrario se pasó la noche, Está si- 
tuado en la confluencia del Humabamba (*) cón el Quitum. (+*) Al 
siguiente día emprendimos nuevamente la marcha. 


En otro Sachapata pasamos la noch» y también de él pude 
gozar el magnífico espectáculo descrito y pude observar los refle- 
jos verdes en el horizonte. 

Todos estos caminos van sobre crestas estrechísimas y á los 
piés del viagero hay una profundidad de 1000 ó más metros, 
que se recorrería rápidamente con una mala pisada. El fondo es 
invisible á causa del reguero de nubes que dibuja, sin dejarlo ver, el 
cauce del río. Las tempestades se desarrollan muchas veces, no 
sobre las cabezas de los viageros sino á sus pies. 

Fenómeno constante y lleno de atractivo es el incremento que. 
las nubes producen sobre el ruido de los invisibles torrentes. Una 
pequeña cascada produce así un ruido atronador. 

De Sachapata á Phara la constitución del terreno permanece 
la misma; siempre las pizarras sin ninguna roca eruptiva visible 
á no ser en forma de cantos rodados eu el fondo del río, manifes- 
tando la presencia de la roca en puntos más elevados y dando á 
conocer la que ha salido al plegarss y replegarse las pizarras. 

Phara también es un pueblecito en plena. resurrección 
merced á los buscadores de oro. En sus alrededores hay filones 
auríferos. 


De Phara pasé á Limbani que está á menos altura pero solo á 
8 0 10 kilómetros de distancia. 


(*) Llamado Torreblanca en el Mapa de Raimondi. 
(**) Llamado Pullani en el mismo mapa, 


A 


De Limbani á Crucero, capital antigua de Carabaya, antes que 
se la dividiera en dos provincias, hay 60 kilómetros. En ese ca- 
mino puede siempre observarse pizarras y rodados de granito, 
pero de mayor tamaño. A dos leguas de Limbani se ve cambiar 
bruscamente la roca, apareciendo entre la tierra vegetal los do- 
mos graníticos, pero hay siempre rodados y cantos angulosos de 
pizarra. La aparición del granito no es definitiva, sino debida a 
una erosión local. 

A medio camino se pasa el nevado de Aricoma y el lago que 
hay en su falda. Las únicas rocas que se encuentran son las pi- 
zarras y todos los cerros tienen como es natural aspecto an- 
guloso; solo los montículos próximos al Aricoma están comple- 
tamente redondeados á manera de rocas aborregadas; en mi pa- 
so rápido ví perfectamente las morenas terminales del glaciar y to- 
do el aspecto de tal á la nieve que queda á 100 metros de altura 
hácia la derecha. Cuando yo pasé, el glaciar estaba á alguna dis- 
tancia del lago. pero las rocas aborregadas indican que periódica- 
mente se prolonga ó prolongaba hasta él. 

El layo es bastante extenso y está en una llanura que la de- 
nudación de loz cerros y la vegetación, han ido poco á poco for- 
mando á expensas del depósito de agua. Muy entrada la noche lle- 
gamos al Crucero. 

De aquí pasamos á San José y er. este viaje, que hice en no- 
che oscura, más me parecía estar navegando y buscando puerto que 
marchando en tierra. La estrecha llanura más parece el mar ó un 
lago, que tierra firme. pues álo lejos, paralelamente al camino, co- 
rren cadenas de montículos con ensenadas y puntas, entre los cua- 
les era necesario escojer la correspondiente al pueblecito. Salien. 
do del Crucero se encuentran calcáreos por dos ó más leguas y 
areniscas rojas, no hay roca eruptiva. 

Los calcáreos duran 4 6 5 leguas; después se ven fragmentos 
de conglomerados formados por cuarzitas y al fin areniscas muy 
rojas. ó 

Hasta Azángaro siguen estas últimas. 

Después de Azángaro hay caliza en los cerros y yesoen las 
pampas. Esta caliza como la de Crucero es muy interesante: los 
agentes atmosféricos la han corroido dejando las vénulas más re- 
sistentes y dándole aspectocelular. 


De Pucará continué mi marcha en sentido inverso, hasta 
Lima. 
J, BALTA, 


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Cbservaciones pluviométricas y 
hechas en la Merced (Chanchamayo), por el Dr. Luís Pesce. 


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ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA 
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Latitud S. 12”-3'-44”-5. Longitud W. de Paris 79”-21'-5”-2. Altura sobre el mar 158 m. 50. 


OBSERVACIONES METEOROLOGICAS CORRESPONDIENTES AL MES DE MARZO DE 1897. 
(EDICION AUTORIZADA) PERU 


[| Actinómetro 


' Nebulosi- ; 
Prosión Barométrica Temperatura iz] E 1 Viento 
Mumedad relativa | Fuerza Elástica del Fapor E TES = Estad ————_—_—- | 
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mb | 743.9 | 744.80 || 30.2 | 20.0 | 26.10 ||: 28.9 | 7 Variabla 
746.2 | TM.5 | 745.35 [| 31.1 | 21.0 DN DA | 49 ] Variable 
144,25 1 30.0 1 21.5 89 'Ñ S|| Claro 
740S 189 25.0 20.0 9 2 Variable Nuera. 
745.7 | 744.0 E 5 98 5 Claro Dias 
745.8 | TM 96 | 14] 10 Variable 
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Las máximas y minimas están señaladas con nÚmEeros InAs gruesos. Br. Francisco B. Aguayo 


Dr. David Matto Jeto Obuervador. 
Director, 


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OBSERVA! ORIO METEOROLOGICO “UNANUH” 


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Latitud S. 1: 4£”-5. Longitud W. de París 79*-81-5”-2. Altura sobre el mar 1588 m. 50. 


OBSERVALIONES METEOROLOGICAS CORRESPONDIENTES AL MES DE ABRIL DE 1897 


(EDICIÓN AUTORIZADA) 
LIMA ] 


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Director. Jete Observador. 


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Academia Naciona 
OBSERVATORIO MH 


Latitud S. 12”-2'-44"-5, Longitud W. de París 79”-81'-5"-2. Altura sobre el mar 158 m. 50. 


(EDICIÓN AUTORIZADA) 


Fuerza Elástica 


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| Evaporación | 


Nebulosidad | 


OBSERVACIONES METEOROLOGICAS CORRESPONDIENTES AL MES DE MAYO DE 1897 


| | Viento | 


TERORSDEOCGICO TUN AN U Ear 


Observaciones 


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10.00 
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Br. Francisco B. Aguayo 
Jete Observador 


| Dias 


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Dias 


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Temblor de tierra 4 10.50 m.2.m, 
| 


0 


Tembler de Merra 4 las 5 d.a. 0 
1 1h 


(EDICIÓN AUTORIZADA) 


OBSERVATORIO MHETHOROLOGICO “UNANUHD” 


Latitud S. 12”-3'-44”-5. Longitud W. de París 79”-S1'-5”-2. Altura sobre el mar 158 m. 50. 


OBSERVACIONES METEOROLOQICAS CORRESPONDIENTES AL MES DE JUNIO DE 1897 


PERU 


B-—Dr. Manuel R, Artola mínimas están señaladas con números cursivos. 


Director. 


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Sociestad Gcográf ca de Lima 


TOMO VII 
Lima, Jueves 30 d o Setiembre de 1897.--Nos, 4, 5 y 6. 


ITINERARIO DE LOS VIAJES DE RAIMONDI EN EL PERO, 


Rápida ojeada sobre la Provincia de Carabaya. 


LLÁ en el más apartado rincón del Perú, limítrofe con 
Bolivia, existe una región muy rica en oro, pero muy - 
poco conocida. Esta es la antigua provincia de Carabaya 
que hace parte del departamento de Puno. 

Esta privilegiada región fué conocida desde el tiempo de los 
Incas con el nombre de Callahuaya Ó también Caruaya, y su des- 
cubrimiento remonta á una época bastante lejana, puesto que 
Garcllaso en sus “Comentarios Reales”, al hablar de los terrenos 
conquistados por Sinchi Roca, segundo Inca, dice (1): que algunos 
creen que Sinchi Roca, á la parte de los Antis, ganó hasta el rio 
llamado Callahuaya, donde se cría el oro finisimo que pretende 
pasar de los veinte y cuatro quilates de su ley.” 

Por lo que toca al descubrimiento de los valles de Carabaya 
por los españoles, se puede decir que remonta á la misma época 
de la Conquista; siendo Pedro Anzures el primero que, en el año 
de 1535, entró en esa silvestre región, en cuya arriesgada empresa 
sufrió privaciones y trabajos de todo género. (2) 


(1) Garcilaso —““Comentarios Reales —Libro 2—Capítulo XVI, 
(2) Herrera— Década VI—Libro V—Capítulo IT. 


4 


= 199 E 


Durante el gobierno español, hallándose el territorio del Perú, 
hasta el año 1782, dividido en obispados y éstos en corregimientos, 
la provincia de Carabaya formaba el corregimiento de este nom- 
bre, el que estaba comprendido en el obispado del Cuzco. 

En dicho año de 1782, por una Real Ordenanza, expedida en 
28 de enero, se cambió la división territorial del Perá, mandando 
establecer las Intendencias y su sub división en Partidos, y ha- 
biéndose, por otra cédula expedida el 1.” de febrero de 1796, sepa- 
rado la Intendencia de Puno del Virreinato de Buenos Aires y 
agregada al de Lima, quedó Carabaya formando un partido de la 
Intendencia de Puno. 

Después de la Independencia, la provincia de Carabaya, bajo 
el gobierno de la República, quedó constituida por 7 distritos, 
á saber: Crucero, Ayapata, Macusani, Cuyocuyo, Patambuco, 
Sandia y Quiaca; teniendo per capital la población del Crucero. 

Así continuó la división política de la provincia de Carabaya 
hasta 1875, en cuya época, por una ley del Congreso dada el 5 de 
febrero de dicho año, se subdividió la provincia de Carabaya en 
dos. Con los primeros tres distritos, Crucero, avapata y Macusa- 
ni, y seis nuevos, á saber: Coasa, Corani, Ituata, Ajoyani, Clla- 
chea y Usicayos, se formó una provincia, á la que se conservó 
el nombre de Carabaya; con los demás y otros dos distritos, Sina 
y Poto, creados por la misma ley, se formó una nueva provincia 
llamada Sandia. A la provincia de Carabaya se le dió por capita] 
á Macusani, y á la de Sandia la población de este nombre. 


EXTENSIÓN Y LÍMITES. 


Reducida de este modo la provincia de Carabaya, que es el 
objeto de este pequeño trabajo, tiene una extensión de 20 leguas: 
de Este á Oeste, y otras tantas, en la parte conocida, de Norte 
á Sur. 

Sus límites son: al Norte, el territorio indeterminado habitado 
por los chunchos ó salvajes; al Este, la nueva provincia de Sandia; 
al Sur, las provincias de Azángaro y Lampa del mismo departa- 
mento de Puno; y al Oeste el departamento del Cuzco. 


CONSTITUCIÓN FÍSICA. 


La elevada cordillera oriental que recorre todo el Perú y parte 
de Bolivia, separando la región de la Sterra de la cubierta de bos- 
ques llamada Montaña, divide la provincia de Carabaya en dos 


— 123 


partes desiguales. La parte situada al sur de dicha Cordillera es 
la menor, y forma una estrecha faja de terreno más ó menos llano 
y de frígido temperamento, hallándose la parte más baja, á más 
dle 4,100 metros da elevación sobre el nivel del mar; mientras que 
la situada al norte de esa gran cadena tiene mucha mayor ex- 
tensión. Su terreno es muy accidentado, por los numerosos con- 
trafuertes ó ramificaciones de la Cordillera, que dan lugar á una 
infinidad de estrechas quebradas que apenas dejan campo para los 
ríos que las bañan. 

En esta parte del Perú, la Cordillera oriental es enteramente 
Formada de cerros nevados, y mirada de un punto un poco eleva- 
do, ofrece el panorama más imponente que se pueda imaginar. 
No hay palabras para describir la sensación que produce la vista 
de los sublimes cuadros que ofrece aquella serie de elevados ce- 
rros cubiertos de eterno hielo, émulos de loz mentados lllampu é 
Tllimani, que señorean entre los colosos de la misma cadena en 
Bolivia. Al contemplar aquellos encumbrados picos, cuyas cano- 
sas cumbres s»+ confunden con las elevadas nubes, se creería ver 
un punto de unión entre la tierra y el cielo. 

Pero muy difícil es formarse una idea de los cambios repenti- 
nos que ofrecen esas grandiosas escenas de la naturaleza, bajo la 
sola influencia de los fenómenos atmosféricos: cambios que tuve 
ocasión de presenciar cerca de una laguna, al pasar la cordillera, 
en el camino que conduce de Macusani á Ayapata. 

Eran las dos de la tarde; el sol alambraba el paisaje con 
su vívida luz; las inmensas moles de blanca nieve que coronan la 
dentellada cordillera, producían el más hermoso contraste con el 
fondo azul del cielo; unas pocas aves jugueteaban en las tranqui- 
las aguas de la inmediata laguna; gran número de tímidas visca- 
chas se veían sentadas sobre las piedras; y por último, un grupo 
de graciosas y ágiles vicuñas que pastaban á poca distancia, ani- 
maban aquel apacible cuadro que no me cansaba de contemplar, 
cuando de improviso aparece en el cielo despejado una pequeña 
nube tempestuosa, la que poco á poco fué adquiriendo una grande 
extensión. Espesos vapores envuelven prontamente á los gigan- 
tescos picos nevados, y los caloríficos rayos del sol son reemplaza- 
dos por un molesto aire húmedo y frío, seguro anuncio de la tem- 
pestad. Pocos instantes después todo el cielo no era más que una 
oscura y pesada bóveda, y el agua de la laguna ya no reflejaba el 
bello azul del cielo, sino parecía de color plomizo, simulando un 
baño de líquido metal. Todos los animales guiados por su instinto, 


PE 


del peligro que les amenazaba, se retiraron de la escena, buscando 
las aves un seguro asilo entre las peñas: escondíanse las viscachas 
en sus madrigueras; huyendo las vicuñas en veloz carrera, 

Derrepente la instantánea y viva luz del relámpago se abre 
paso al través de aquella bóveda cenicienta, é inmediatamente el 
estallido del trueno hiere el oído; grandes descargas eléctricas, se- 
guidas de un ruido atronador como» el disparo de gruesas piezas de 
artillería, convierten el lugar en un verdadero campo de batalla, 
entre los elementos de la naturaleza. El lázubre aspecto de unas 
elevadas y negras peñas, salpicadas de nieve é ilaminadas á pe: 
queños intervalos por ráfazas de luz; el silvido del viento en las 
estrechas gargantas de la cordillera; el seco y multiplicado ruído 
del granizo que cae sobre la desnu la roca; el eco del trueno reper- 
cutido por los cerros; y por último. la estrasnloza caída de gran- 
des masas de hielo que se desprenden de los picos nevados, con- 
curren á cambiar en breves instantes la antes apacible y risueña 
escena, embellecida por el radiante astro del día, en otra de desola- 
ción y terror, que recuerda al viajero, que presencia aquella titá- 
nica lucha, su debilidad é impotencia cuando se halla frente á fren- 
te con la imponente naturaleza. 

Volviendo á la cordillera diré, que las dos partes de la provin- 
cia de Carabaya sepiradas por esta gran barrera, son tan distin- 
tas que parecen pertenecer á dos mundos diferentes. No puede 
darse mayor antítesis que la que se nota á los dos lados de la cor- 
dillera. En efecto, en la vertiente Sur se observa una región muy 
elevada de un muy frígido temperamento, un terreno más ó me- 
nos llano, una atmósfera seca y sin neblinas, una vegetación ra- 
quítica con ausencia de árboles y una fauna muy pobre; mientras 
que en la vertiente Norte sucede todo lo contrario, observándose 
una región que varía en altura desde la encumbrada cordillera ne- 
vada hasta la desembocadura del río San Gabán, en el caudaloso 
Inambari, situado sólo á 478 metros sobre el nivel del mar; terra” » 
muy quebrado, atmósfera húmeda y á cierta altura con espesas ne- 
blinas; vegetación, al menos en la parte baja, muy lozana y con tu- 
pidos bosques, poblados de árboles gigantescos; y por último, fau- 
na muy rica en toda clase de animales. 


Las lluvias, en general, son muy abundantes en la provincia 
de Carabaya, pudiéndose decir, que loz únicos meses de escasas 
lluvias son julio, agosto y setiembre. En la región de la monta- 
ña cubierta de bosques vírgenes, aún en estos meses caen frecuen- 
tes aguaceros. 


En la parte elevada, principalmente en la cordillera, durante 
la estación de aguas, esto es, desde octubre á mayo, estallan en la 
tarde terribles tempestades. La cordillera nevada podría compa- 
rarse á una inmensa batería eléctrica, la que por la mañana va 
cargándose poco á poco de electricidad, hasta las dos ó tres de la 
tarde, hora en que empiezan sus ruidosas descargas. 

En la vertiente de dicha cordillera existe una zona, situada 
poco más ó menos entre 3,000 y 3,7009 metros sobre el nivel del 
mar, adonde reina, principalmente por la tarde, una espesa nebli- 
na, que á veces impide distinguir los objetos á pocos pasos de dis- 
tancia. 

Este fenómeno se realiza de preferencia en los lugares adonde 
las quebradas tienen un declive muy fuerte, y da lugar á una es- 
pecie de flujo y reflujo atmosférico, debido á la variación diurna 
de la temperatura. 

Por la mañana, en la cordillera y en la parte elevada de las 
quebradas, el cielo amaneca despejado, mientras que toda la parte 
baja y cálida amanese cubierta por un espeso manto de vapores 
acuosos que se hacen visibles por la baja temperatura de la noche. 
El sol, al levantarse por la mañana sobre el horizonte, empieza á 
herir con sus rayos caloríficos la parte elevada, y el aire, dilatán- 
dose por el aumento de la temperatura, forma una columna ascen- 
dente; pero al mismo tiempo, para llenar el vacío producido por la 
dilatación, se establece una corriente de abajo hacia arriba. Esta 
corriente de aspiración, lleva el aire cargado de vapores acuosos á 
la parte elevada adonde se condensan y se convierten en espesa 
neblina. 

Durante la noche, en la parte baja dela provincia, teniendo una 
temperatura mucho mayor que la parte elevada, se invierte el fe- 
nómeno; el aive cálido se levanta de los valles y se establece una 
corriente de aire frio de arriba hacia abajo. 

En las altas horas de la noche, que preceder ála salida del sol, 
los vapores acuosos en la parte elevada, por la muy baja temperatu- 
Ya, se condensan en agua, y los de la parte baja, por la frescura de 
la noche, se condensan tan sólo en neblina, resultando que por la 
mañana amanece la parte elevada despejada de vapores y la parte 
baja cubierta de un ligero manto de nubes. 

Difícil es dar una idea del efecto que produce en el ánimo de 
viajero que, descendiendo por la vertiente norte dela cordillera con 
cielo despejado y sol brillante, descubre de improviso á sus pies co- 
mo un mar de densos vapores que llenan la quebrada por donde 


— 126 — 


baja el camino. Sin poder casi ver el terreno que pisa, á cada paso 
que da, siente hundirse poco á poco su cuerpo en un baño de va- 
por. La espesa neblina, que abulta los objetos, reviste de formas fan- 
tásticas é indeterminadas los arbustos y arbolillos, enteramente 
cubiertos de plantas parásitas que crecen con lozanía en esta parti- 
cular región; una molesta y fuerte sensación de frio y humedad in- 
vade su organismo; y al viajero, hallándose como suspendido en 
esa atmósfera vaporosa, sin distinguir la tierra y el cielo, le parece 
hallarse trasportado á un mundo desconocido y misterioso. 


RÍOS. 


Los ríos de la provincia de Carabaya pertenecen á do- 
hoyas distintas. Uno de ellos, el río del Crucero y sus ramificacio- 
nes, corriendo al sur de la cordillera, pertenece á la hoya del lago 
Titicaca; los demás, bajando al norte, desaguan en el Inambari BE 
per IES á la inmensa hoya del Amazonas. 

El río del Crucero, llamado también Poto, nace de los nevados 
de Poto y Ananca; corre por largo trecho de O. NO á E. SE casi para- 
lelamente á la cordillera nevada, señalando, en parte, el límite sur 
de la provincia; pasa inmediato á la población del Crucero, y des- 
pués de haber recibido el río de Acoyanió Calpuyo, tuerce hacia 
el sur; hasta que, engrosado su caudal de agua con la de muchos 
tributarios, entra en el lago Titicaca con el nombre de río Ramis. 

El Ilambari es, entre todos los ríos de la provincia, el más 
importante; tanto por su caudal de agua, cuanto porque, recorriendo 
las regiones más ricas en oro de las dos provincias de Sandia y Ca- 
rabaya, arrastra en sus arenas una gran cantidad de este precioso 
metal. 

El río Inambari nace en la vertiente norte de la cordillera ne- 
vada á poca distancia de los nevados de Poto donde nace, por el 
lado del sur, el río del Crucero; dirigiéndose al norte, pasa cerca de 
la población de Sina, de la que toma su nombre; se reune más aba- 
jo con el río de Quiaca y continúa su marcha al norte hasta recibir 
el río de Sandia, desde cuyo punto toma el nombre de Huari-huari. 
Sigue éste su dirección hacia el norte por algunas leguas, y descri- 
biendo una curva corre en seguida con tumbo al oeste, recibiendo 
por ambas márgenes numerosos afluentes; entre ellos, por la iz. 
quierda, los ríos Pulipuli, Machicamaní, ErAnda etc.; y por la de. 
recha, los mentados ríos Pilcomayo, Challuma, Machoracaa 
Huainatacuma, etc. en cuyas quebradas se han sacado ingentes 


A LA 


cantidades de oro. Después de haber recorrido, el río Huari-huari, 
la mayor parte del territorio de la rica provincia de Sandia, recibe 
las aguas del río Pullaní, y desde allí toma el nombre de Inamba- 
ti con el que es conocido en la provincia de Carabaya. El río Inam- 
bari sigue su marcha en la parte norte de esta hacía el NO, au- 
mentando continuamente su cantidad de agua con la de numerosos 
tributarios; tales son, los ríos Patarana, Llactamayo y Upina que 
bañan los distritos de Coasa y Usicayos; el río de Esquilaya que 
riega, con todas sus ramificaciones, el territorio de los distritos de 
Ayapata é Ituata; y por último, el río de San Grabán que recoge 
todas las aguas de los distritos de Ollachea, Coraní y Macusani. 


CAMINOS. 


Siendo el territorio de la provincia de Carabaya sumamente 
quebrado, y la región muy lluviosa, es algo difícil tener buenos ca- 
minos. En efecto, sólo en la región elevada de la provincia adonde 
no hay bosques, hay caminos que se pueden recorrer á bestia; y 
aun éstos, por la misma naturaleza del terreno, son muy malos. 

Se ha dicho ya, que la mayor parte de esta provincia es for- 
mada de profundas quebradas que tienen su orígen en la cordille- 
ra nevada. Ahora es preciso decir, que todas las poblaciones de 
la provincia se hallan en estas quebradas, y á una altura sobre el 
nivel del mar que varía entre 2725 y 4336 metros; pero como las 
dichas quebradas se hallan separadas una de otra por una elevada 
ramificación de la cordillera, resulta, que el camino que pone en 
comunicación á estos pueblos, es un continuo sube y baja; puesto 
que parair de uno á otro es preciso subir hasta la cumbre 
de los cerros, bajar en seguida á la quebrada inmediata, y todo es- 
to por faldas estrechas y peligrosas. 

Así, por ejemplo, la población de Ayapata se halla á 3605 me- 
tros sobre el nivel del mar, la de Ollachea á 2725 metros y la cum- 
bre de la cadena de los cerros que separa la quebrada de Ayapata 
de la de Ollachea se halla á la altura de 4586 metros; para pa- 
sar, pues, de una población á otra que dista 7 leguas, es preciso su” 
bir cerca de 981 metros y bajar en seguida 1861 metros. 

Si las vías de comunicación entre los pueblos de la provincia 
Son malas, mil veces peores son los caminos que conducen á la 
parte baja ó región de la Montaña, adonde los habitantes de las po- 
blaciones tienen sus cultivos de coca, café, caña, etc. Aunque al- 
gunos de estos caminos son transitados por bestias de carga, que 


A 


sirven para el trasporte de los productos de la montaña, salvo al- 
gunos trechos más ó menos buenos, lo más prudente es recorrer- 
los á pié. 

Las quebradas de la provincia que nacen de la cordillera ne- 
vada tienen en general un declive muy fuerte; de manera que los 
caminos son en gran parte una serie de elevados escalones que es 
preciso bajar á saltos, y si las bestias no están habituadas á esta 
clase de ejercicio gimnástico se hallan expuestas 4 desbarran- 
carse. 

Muchos son los trabajos quese pasan en esta clase de cami- 
nos, debido á los troncos cáidos, fangales, derrumbes, encuentro 
de bestias cargadas en laderas angostas, á donde los animales no 
pueden dar vuelta sin peligro de caer en algún precipicio; falta de 
buen forraje, y numerosas picaduras de los murciélagos que ani. 
quilan completamente á los animales, de modo que hay continuo 
peligro de que se queden en el camino; nevadas y granizo en la par- 
te elevada, y lluvias diluviales en la región de la montaña, ríos 
sin puentes, que hay que pasar á vado, y que con frecuencia inte- 
rrumpen la marcha por hallarse crecidos, etc., etc. 

Una buena costumbre que hay en muchos puntos del Perú, 
principalmente en la provincia de Carabaya, y que sirve de algún 
alivio para los que tienen que transitar por los caminos de la mon- 
taña, es la de construir tambos á la distancia, poco más Ó menos, 
de'dos leguas uno de otro. Estos tambos consisten en grandes te- 
chados adonde los transeuntes pueden abrigarse de la intemperie 
en la noche, ó también durante el día, cuando los sorprende algu- 
na tempestad. 

En los lugares un poco elevados, adonde hace frío, el tambo 
es más abrigado; pues comunmente tiene paredes de piedras; 
mientras que más abajo, á donde hace calor, es un simple techado 
que varía de dimensiones, según sea ó no lugar de mucho trán- 
sito. 

En estos caminos el primer tambo está generalmente situado 
en el punto donde empieza la vegetación de la montaña; y en la 
mayor parte de las quebradas de Carabaya lleva el nombre de Sa- 
chapata, que quiere decir meseta del monte. Este tambo se halla 
casi siempre construido en un punto en que puede extenderse la 
vista, sobre la parte baja cubierta de bosques. Cuando por la ma.- 
ñana amanece la parte baja despejada de nubes, se presenta á los 
pies del viajero uno de los más hermosos cuadros que ofrece la na. 
turaleza, columbrando á lo lejos hacia el horizonte una inmensa 


OA 


sabana de verdura, formada por los llanos cubiertos de espesos 
bosques. en medio de la cual se ven serpentear, como fajas bri- 
Mantes, los caudalosos ríos de aquella comarca. 

Desgraciadamente son muy raros los días que la parte baja 
amanece despejada, presentándose comunmente la región de la 
montaña, vista de un punto elevado, como un mar de densos va- 
pores blancos, en el que se notan diseminados unos verdes islotes 
formados por la cumbre de los pequeños cerros cubiertos de vege- 
tación. 

EXPLORACIÓN EN TERRENO VIRGEN. 


Como los caminos de la provincia de Carabaya ofrecen mu- 
chos obstáculos, no se puede dar una idea de todas las diículta- 


des que hay que superar si, con el objeto de adelantar los conoci- 
mientos geográficos de esta importante provincia, se quiere con- 
tinuar la exploración en terreno virgen, esto es, más allá de lo po- 
blado. 

En esta clase de exploraciones, para evitar el fatigoso traba- 
jo de abrir una senda en el tupido bosque por medio del machete, 
se sigue casi siempre el curso de algún rio, marchando, si es posi- 
ble, en sus orillas ó en el mismo cauce; pero sucede muchas veces, 
que los cerros que lade+n el río son muy inclinados, y el agua llena 
todo el cauce, sin desar el menor espacio para poder continuar la 
marcha. - 

En este caso, se hace necesario atravesar el río, si es vadea- 
ble, y si no, trepar por a falda de los cerros, agarrándose de los ár- 
boles y arbustos como los monos, y continuar en la falda una 
marcha más bien arbórea que terrestre. Feliz el viajero, si ocupada 
su atención en ver donde pisa, no tiene la desgracia de asir con 
fuerza una planta espinosa, ó dar casi con la mano en un panal de 
abispas, las que, saliendo coléricas de su morada, acribillan con su 
aguijón al desgraciado con centenares de dolorosas picaduras. No 
es raro el caso también que, para evitar una caida por una falsa 
pisada, se apoye con fuerza en un pequeño tronco podrido y ruede 
cerro abajo hasta el rio. 

En esta clase de exploraciones se salva una dificultad para ha- 
llarse con otra mayor, y así ms ha sucedido varias veces en la ex- 
pedición que hice para reconoser el curso de los ríos San Gabán y 
Ayapata desde su origen hasta su desembocadura en el Inambari. 


Caminábamos en la orilla del río San Gabín pasando con bas. 
3 


— 130 — 


tante dificultad entre numerosas piedras rola las, muy resbalosas 
cuando de improviso se nos presenta delante un elevado barranco 
de peña viva, al pié del cual venía chcan lo el agua, cerrándonos 
completamente el camino. Ny había posibilidad de atravesar el río 
que estaba crecido, ni de trepar agarrándose de los árboles, puesto 
que el peñasco formaba una pared casi vertical. No nos quedaba 
más, que tomar por asalto, por medio de escaleras, este fuerte de la 
naturaleza; para esto los indios que me acompañaban depositaron, 
sus cargas y pusieron inmediatamente manos á la obra, para cons- 
truír las escaleras, encargándose uno de coriar los largos palos que 
debían servir de pies derechos, otro de los pequeños atravesaños 
que debían formar las gradas; un tercero buscó los bejucos que 
debían servir de sogas para amarrar las gradas, y el más inteligen- 
te dirigió la obra. 

Colocados los pies derechos, amarraron las primeras gradas, 
v subiendo sobre éstas fueron formando una tras otra las demás, 
hasta la extremidad de la escalera. Pero siendo el barranco más 
elevado que ésta, no alcanzó hasta la cumbre del peñasco; apoya- 
ron entonces la escalera contra una peña sobresaliente y sobre és- 
ta, en un espacio muy reducido donde apenas podía pararse un 
hombre con grande trabajo y peligro, construyeron otra que al- 
canzó hasta la parte superior del barra1co. 

Hecho esto escalamos con cuidado la gran peña y llegamos á 
la cumbre, muy satisfechos de haber superado el grave obstáculo 
que se oponía á nuestra marcha. 

Muy largo sería tratar de todas las dificultades, tropiezos, pri- 
vaciones y peligros que á cada paso presentan las exploraciones 
en la región del Perú llamada Montaña. 


POBLACIONES. 


La actual provincia de Carabaya, como se ha dicho, compren- 
de nueve distritos, que son: Macusani, Crucero, Ajoyani, Corani, 
Ollachea, Ayapata, Ituata, Coasa, y Usicayos. Como he dicho; la 
capital es la población de Macusani. 


Distrito de Macusant. 


El Distrito de Macusani se halla situado en la vertiente sur 
de la Cordillera nevada, entre los de Ajoyani y Corani; pero sus 
aguas, reunidas con las del distrito de Corani, bajan por la ver- 
tiente norte al río de San Gabán, atravesando la Cordillera neva- 
da por una estrecha garganta. 


A 


Macusani tiene un clima seco y frío; hallándose á 4.336 me 
tros de elevación sobre el nivel del mar, y es de todas las pobla- 
ciones de la provincia de. Carabaya la que está situada á mayor 
altura. A pesar de esto, en Macusani hace menos frío que en el 
Crucero, encontrándose la primera población en una quebrada y 
la última en un llano aLtierto. 

La temperatura máxima del día 18 de agosto de 1864, fué de 
13%2 del termómetro centigrado (1), y la mínima de noche de 7% 
bajo cero. 

El distrito de Macusani se divide en las parcialidades de Co- 
llana, Pacaje, Anco-moro y Soclla, con un total de 1459 almas. Es- 
te distrito tiene buenos pastos que engordan mucho el ganado la- 
nar. El comercio principal de Macusani consiste en la lana de ove- 
ja, de alpaca, y la chalona, que se consume mucho en el departa- 
mento. 

En Macusani existen todavía algunos pacovicuñas (mestizos 
de alpaca y de vicuña) obtenidos por el sacerdote Cabrera, ahora 
años. 


Distrito del Crucero. 


El distrito del Crucero se halla 'en la parte de la provincia de 
Carabaya situada al Sur de la cordillera nevada, y entre los dis- 
britos de Ajoyani y Usicayos. La población que le da el nombre 
era, en otra époea, la capital de la antigua provincia de Carabaya. 

El pueblo del Crucero está situado en un terreno llano y abier- 
to, á 4189 metros sobre el nivel del mar. Su temperamento es muy 
frío; de modo que el agua del rio que pasa inmediato se congela 
de noche, principalmente en los meses de julio, agosto y setiemi- 
bre, y hace que los habitantes, para sus necesidades domésticas, 
se sirvan del hielo en vez del agua; y de allí viene el dicho de que 
en la población del Crucero se carga el agua en canasta. 

La temperatura máxima de varios días de agosto, setiembre 
y octubre, ha sido de 1298, y la mínima, en la noche del 14al 15 
de agosto, fué de 1177 bajo cero. 

Este pueblo dista de Macusani, capital de la provincia 14 
leguas. 

El distrito del Crucero se divide en las parcialidades de Oruro, 
Urinsaya y Anansaya, con una población total de 931 almas. Sus 


(1) Todas las temperaturas indicadas en esta Memoria se refieren al termómetro 
centigrado. 


— 132 — 


productos agrícolas son muy escasos, por estar los cultivos muy 
sujetos á las heladas. 

La industria principal de sus habitantes es la ganadería, crián- 
dose en sus pastos ovejas, vacas, caballos, llamas y alpacas. 


Distrito de Ajoyani. 


Este distrito se halla situado, como los dos anteriores, en la 
vertiente sur de la cordillera nevada: sus aguas forman el río Cal. 
puyo, el que reuniéndose con el del Crucero va al lago Titicaca. 

Este distrito está colocado entre los de Macusani, Crucero y 
Usicayos. Su capital, el pequeño pueblo de Ajoyani, está formado 
por unas pocas casas diseminadas en una pampa, y se haya á 4142 
metros sobre el nivel del mar. Su temperamento es bastante frío; 
pues á la 7 de la mañana del día 17 de agosto de 1864 el termó- 
metro señalaba 7” bajo cero. 

El pueblecito de Ajoyani dista 7 leguas, tanto del Crucero co- 
mo de Macusani. - 

Este distrito se divide en las parcialidades de Carabaya, Ocoro- 
oca y Urimaya, con un total de 364 habitantes. Sus produccio- 
nes son papas y un poco de cebada, pero su industria principal es 
la guanera. 


Distrito de Corant. 


Está situado alsur del de Ollachea y entre dos cordilleras; la 
nevada, que recorre toda la provincia de Carabaya, y una rama 
que forma el nudo de Vilcanota. Su capital es el pequeño pue- 
blo del mismo nombre, que está en una estrecha y profunda que- 
brada y á 3986 metros sobre el nivel del mar. Su clima es un 
poco más templado que el de las anteriores poblaciones, tanto por 
hallarse á menor altura, como por estar abrigado en la que- 
brada. 

En las calles de Corani se observan grandes piedras desprendi- 
das del cerro inmediato; de manera que este pueblo podría fácil- 
mente quedar sepultado por un derrumbe de dicho cerro. 

Las aguas de este distrito, reunidas en un río, se juntan con 
las del distrito de Macusani, y pasando por una angosta quebrada 
van á formar el río de Ollachea; que más abajo se llama San 
Gabán. 


-— 133 — 


Corani dista de la capital de la provincia 9 leguas. El distri- 
to se divide en las parcialidades de Llacta, Isivilla, Chimboya y 
Qquellcaya, con una población total de 974 habitantes. 

Sus productos consisten en papas y cebada para el consumo 
del lugar. Sus habitantes se dan á la cría de vacas, ovejas, alpa- 
cas y llamas; siendo su principal artículo de comercio la lana de 
oveja y alpaca. 

En otra época los habitantes de Corani se dedicaban también 
al trabaj>de las minas, existiendo todavía los restos de muchos 
trapiches cerca del cerro Chimboya; y según parece, un grande de- 
rrumbe de nieve paralizó los trabajos tapando las minas. 


Distrito de Ollachea. 


Este distrito se halla en la vertiente norte de la cordillera 
nevada, entre los distritos de Corani y Ayapata. La población 
que da el nombre al distrito está situada sobre una lomadita en el 
fondo de una quebrada, con cerros muy elevados en ambos lados, 
Su clima es muy agradable por ser muy templado, hallándose la 
población á 2,725 metros sobre el nivel del mar. La atmósfera es 
bastante húmeda; lo que favorece la vegetación, á punto de que el 
terreno de la plaza se halle cubierto por un tapiz de verdura. 

La población de Ollachea dista de la capital de la provincia 16 
leguas. Este distrito, además de la p>blación que le da su nom- 
bre, comprende las parcialidades de Quicho, Palca, Chio y Ubi- 
pata: lugares que se conocen con el nombre colectivo de Asaroma 
y producen las mejores papas de todo el departamento. 

Los productos agrícolas de este distrito. que sirven de comer- 
clo, son papas, maiz y coca. También tiene mucho ganado, crián- 
dose vacas, ovejas, alpacas y llamas. 

En cuanto á minería, existe un lavadero de oro llamado el 
Asiento, y el célebre cerro Uccuntaya, situado entre Ollachea y 
Corani; el que, á principios del siglo pasado, dió minerales de pla- 
ta de 4,700 marcos de plata por cajón, y fué abandonado por un 
gran desplome que sepultó todas las minas con mnchos operarios. 

Inmediato á la poblaciones hay un manantial de agua termal. 


Distrito de Ayapata. 


El distrito de Ayapata se halla situado en la vertiente norte de 
la cordillera nevad:«, entre los de Ollachea é Ituata. 


— 134 — 


La población de Ayapata, que es la capital del distrito, queda 
entre dos ríos (Yungamayo y Esquilaya), á 3,605 metros sobre el 
nivel del mar, y aunque se encuentra á menor altura que las po- 
blaciones anteriores, á excepción de Ollachea, tiene un tempera- 
mento frígido, que se hace más sensible por la excesiva humedad 
de que se halla cargada la atmósfera, al menos por la tarde. 

La quebrada de Esquilaya tiene mucho declive: relativamen-. 
te á la posición del pueblo es muy profunda, Esta disposición 
hace, que por la tarde la población de Ayapata se halle envuelta . 
por una espesa neblina producida por el aire cargado de vapores 
acuosos que vienen de abajo. 

El distrito se divide en las parcialidades de Levita, Chuño-hua- 
ni, Ccana, Ccopa, Taipe, Canchi y Ecaco, y tiene 2158 habitantes. 
La población dista de Macusani solamente 7 leguas. 

Produce papas y maíz; en los valles cálidos, hacia el río Inam- 
bari, se cultiva la caña, para fabricar aguardiente, y coca; cuyos 
artículos sirven de cambio con los productos de otros pueblos del 
departamento. También hay en este distrito cría de ganado va- 
cuno, lanar y caballar, y algunas llamas. 

En cuanto á minería, tiene lavaleros de oro en los ríos Piqui- 
tivi y Cajatiri, afluentes del San Gabán; y mucho mineral de hie- 
rro en el gran cerro navado Allin-Cápac, que está entre Macusani 
y Ayapata. 


Distrito de Ituata. 


Este distrito se extiende al norte de la cordillera nevada entre 
los de Ayapata y Coasa; su capital es la misma población de Itua- 
ta, que se halla situada sobre una cuchilla que divide dos profun- 
das quebradas y á 3693 metros de elevación sobre el nivel del mar. 
La temperatura observada á las 4p. m., del día 24 de setiembre 
de 1890, fué de 9” 3”, pero en la noche bajó el termómetro hasta 1* 
sobre cero. 

Ituarta se puede llamar el pueblo de la neblina, pues en casi 
todas las épocas del año se ve la población envuelta en una espesa 
neblina; la que, muchas veces por la tarde oscurece tanto la at- 
mósfera, que en las casas se hace necesaria la luz artificial. 

El pueblo de Ituata dista de Macusani 10 leguas y de Ayapata 
solamente 3. 

Este distrito, además de la capital, tiene las aldeas de Upina 


— 135 -- 


y Tambillo y muchos caseríos. Su población asciende á 1591 
almas. 

Sus producciones son: papas, ocas, maíz, café y coca, culti- 
vándose estos dos últimos artículos en los valles cálidos de Caxili, 
Tocoro y Quillabamba. 

En cuanto á ganadería, se crían vacas, ovejas, alpacas, mulas 
y cabailos. 

No carece tampoco de minerales, pues en su territorio se halla 
el célebre río aurífero de Mucumayo, de donde se extrajo el año 
de 1851 una pepita del peso de 49 onzas y 12 adarmes. 


Distrito de Cousa. 


Después del de Ayapata es el más grande y más poblado; 
está situado en la vertiente norte de la cordillera y en el ángulo 
formado por la reunión de los ríos Chuiquiña y Carcamayo, á 
3783 metros sobre el nivel del mar. La temperatura máxima del 
día 27 de setiembre de 1860, fué de 10% 7 y la mínima en la noche 
194, 

La población de Coasa, aunque pequeña, tiene regular apa- 
riencia; dista de Ituata 6 leguas y 22 de Macusani. 

El distrito, además de la población del mismo nombre, com- 
prende las aldeas de Esquena, Ccuticcarua, Tahuana, Lacamatca, 
Anana, Ucho-uma, Saco y Quituan-quitun, y varios caseríos y ha- 
ciendas. 

Los productos agrícolas de la varte elevada del distrito de 
Coasa, son papas y ocas; y los de la parte baja, ó valles cálidos de 
Inambari, Mozocyunca y Huanchicana, son: maíz, café de muy 
buena calidad, caña de azúcar y coca. Otro producto particular 
del valle de Quitun-quitun, perteneciente á este mismo distrito, 
es el ají verde, muy estimado por su fragancia en todo el depar- 
tamento de Puno. 

En otra época, de los montes de este distrito se extraía tam- 
bién cascarilla; pero no habiendo dado buen resultado en los 
mercados de Europa, se abandonó este trabajo. 

La ganadería es otra de sus industrias, criándose en sus pas- 
tos vacas, ovejas, llamas, mulas y caballos. 

Este distrito es bastante rico en oro; hallándose este precioso 
metal en la quebrada de Anccoccala hacia su orígen, donde se 
notan numerosas bocaminas, vetas y terrenos de aluvión aurífe- 


— 136 — 


ros. También se encuentra oro en la quebrala de Anti-uno, que 
baja al Inambari por la otra banda, óÓ sea por la márgen derecha. 
En los meses de julio y agosto el río de Anti-uno se seca en gran 
parte, y dividiéndose en varios brazos deja pequeñas playas de 
arena muy ricas en oro. Desgraciadamente los que van á traba- 
jaren Anti-uno están siempre expuestos á ser sorprendidos por 
los salvajes que, según parece, habitan á poca distancia. 

Por último, en las playas del Inambari se recoge bastante oro 
por medio de los empedrados artificiales llamados Tocllas, (1) los 
que se renuevan en los meses de julio, agosto y setiembre. Se 
calcula en dos ó tres arrobas de oro el producto anual de esta 
clase de beneficio. 


Distrito de Usicayos 


Este distrito se extiende al norte de la cordillera nevada hasta 
la otra banda del rio Inambatri, y se halla entre el distrito de Coa- 
sa y el de Phara perteneciente á la Provincia de Sandia. 

La población de Usicayos está sobre una meseta en la margen 
derecha del riachuelo que lleva el mismo nombre, y á 3874 metros 
de elevación sobre el mar. Su temperamento es poco más ó menos 
el mismo que el de Coasa, del cual dista + leguas y 26 de Macusani. 

Usicayos es pueblo de indígenas, adonde difícilmente se en- 
cuentra algún individuo que sepa hablar castellano. 

El distrito se divide en las parcialidades de Anansaya, Urinsa- 
ya, Asillo y Azángaro, con S01 habitantes. 

Produce papas, ocas, y cebada. que los habitantes cultivan en 
andenes construidos por los antiguos peruanos: notándose en dis- 
tintos puntos restos de poblaciones y sepulcros que remontan á la 
época anterior á la conquista. 

El artículo de comercio de los habitantes de Usicayos es la co- 
ca, que cultivan en las faldas de los cerros cerca del río Pullani é 
Inambari. También se dedican á la extracción del oro en las pla- 
yas de este último río, por medio de Tocllas, y tienen además ri- 
cos depósitos auríferos en la quebrada de Machotacuma. 


HABITANTES. 


La mayor parte de los habitantes de la provincia de Carabaya 


(1) Véase mi Memoria sobre las minas de oro de Carabaya, impresa en el to- 
mo III de los Anales de la Escuela de Construcciones Civiles y de Minas del Perú. 


— 137 — 


son indígenas; y según el censo del año 1876, los individuos perte- 
necientes á esta raza ascienden á 9856, mientras que los blancos 
llegan apenas á 724, y los mestizos á 618. 

En cuanto á los salvajes ó infieles, llamados también chunchos, 
que habitan el territorio de esta provincia, no se tiene dato alguno 
sobre su número ni sobre su paradero; pues si es verdad que ahora 
años salían con frecuencia á la hacienda de San Jose de Bellavista, 
en el valle de San Gabán, yen otra Ocasión vinieron cometiendo 
sus fechorías hasta el puente de Esquilaya, que dista de A yapata 
solamente once leguas, hace algún tiempo que no se vén y según 
parece se han retirado más al interior. 

Los blancos y los mestizos, exceptuando unos pocos comer- 
ciantes, se dedican á la agricultura y á la ganadería. 

Una parte de los indios son pastores y el resto agricultores y 
cascarilleros. 

Por lo general, son dóciles y trabajadores y tienen algo de 
afeminados; son muy amantes de las flores, sean silvestres ó 
cultivadas, las que acostumbran llevar en el sombrero. Sus vesti- 
dos ordinariamente tienen muchos botones relucientes de metal, y 
usan el pelo largo, y como las mujeres dispuesto en numerosas 
trenzas. Son hábiles é industriosos; y en los viajes de exploración 
através de los vírgenes bosques de la regiónr de la montaña, un in- 
dio un poco inteligente es un precioso auxiliar; pues acostumbra- 
do desde niño á tratar con la naturaleza, sabe sacar provecho de 
todo, y con los productos del monte suple á todos sus necesidades. 

Es preciso verlos después de una fatigosa marcha durante el 
día, construir en pocos instantes una sólida ramada que puede 
servir de abrigo contra las lluvias en la noche. Apenas llegados al 
lugar del descanso depositan sus cargas, y luego se esparcen en el 
monte en busca de los materiales, que consisten en palos para la 
armazón, hojas de palmeras para el techo y la cama, bejucos que 
sirven de sogas para amarrar los palos, y leña seca para la cocina: 
Al cabo de pocos minutos cada cual vuelve con su contingente, y 
poniendo luego manos á la obra, al cabo de una media hora la ra- 
mada está lista, y encendida una alegre fogata que sirve para cocl* 
nar el rancho y alejar los animales silvestres durante la noche. 

En cuanto á su alimentación en el viaje, el indio, sobrio por 
naturaleza, no necesita sino de un poco de chuño, de maiz tostado 
óÓ cancha, y de chalona ó carre seca de carnero; todas sustancias 


que pueden conservarse, y al mismo tiempo que en un pequeño 
5 


SS 


volumen encierran una fuerte cantidad de materia alimenticia; de 
manera que el indio puede emprender largos viajes en lugares des- 
poblados, llevando consigo suficiente alimento para un mes, y una 
buena ración de su apetecida coca, 


Dado el caso de que el viaje dure más tiempo del que se creía” 
ó que por cualquiera Otra causa le falten los alimentos, conociendo 
el indio todos los productos del monte, se procura en un momento 
algunos frutos y cogollos de palmito con que satisfacer su necesi- 
dad. Si viaja cerca de un río con falicidad se procura pescado; si le 
faltan anzuelos, la necesidad lo hace industrioso; calienta en la can. 
dela una gruesa aguja, y con piedras la encorva poco á poco, dán- 
dole la forma de anzuelo. Sino tiene materias animales para cebar- 
lo, rompe la cáscara de viejos troncos y saca la larvas de algunos 
insectos que vivenen la madera; con fibras de corteza ó pequeños 
bejucos forma un cordel, y al cabo de poco tiempo, con su pacien- 
cia llega á hacer caer en su trampa alguna víctima. 


Si viaja lejos de todo río, y no encuentra el más pequeño ma- 
nantial para procurarse un poco de agua, busca en el monte unas 
gruesas cañas llamadas Tocoro, y en ellas encuentra agua en 
abundancia con que apagar su sed. 


No sólo consigue el indio en los bosques de la provincia de Ca- 
rabaya las materias para satisfacer sus más urgentes r.ecesidades, 
sino que llega á procurarse también las golosinas. Así varias espe- 
cies de abejas hacen sus panales en algún hueco de los viejos ár- 
boles, y con su vista perspicaz, á la que nada se escapa, los descubre 
fácilmente; con el machete rompe el nido, y saca la miel sin temor 
de ser picado, porque estas abejas pertenecen al género Melipona, 
cuyas especies están desprovistas de aguíjón. 

Admira también ver al indio cómo se dirige en el monte más 
espeso sin perderse ni desviarse; se diría que es guiado, como los 
animales, por una especie de instinto, pues aunque dé mil vueltas 
siempre vá con seguridad al punto que es la meta de su viaje. Sin 
quererlo se fija en todo: una ramita cortada que se escapa á los 
ojos de otro individuo, le hace conocer luego que. ha pasado po 
allí algeán hombre, y si está en terreno habitado por los salvajes se 
pone en guardia. Verdadero intérprete de la naturaleza, dis- 
tingue á todos los animales por su grito; conoce las pisadas de los 
que han marchado en el monte. Así, si ve los rastros frescos de] 
tigre ó jaguar, huye de allí para evitar ser sorprendido por esta 
fiera. Observa las pisadas del pesado tapiro, llamado en el país 


— 139 — 


danta 6 gran bestia y las sigue para cazarlo, Con su vista pene- 
trante descubre las aves escondidas entre las hojas de los más ele- 
vados árboles, y si se ha ejercitado en el manejo delas armas de 
fuego, es elindio el mejor cazador; porque diestro en caminar 
dentro del monte con los pies desnudos, se adelanta sin hacer rui- 
do, se arrastra, atisba con paciencia, sigue á las aves, y á los mo- 
nos de árbol en árbol, hasta que estén á tiro, y luego descarga su 
arma con buen éxito. Si el animal cae lejos, en medio del monte 
más enmarañado, lo que haría perder la presa á otro cazador, el 
indio, mejor que un perro de caza, se dirige con seguridad al punto 
adonde ha caido y la encuentra. 

Acostumbrado á cargar algo desde niño, considera la carga 
como parte de su cuerpo, y es preciso verlos con un voluminoso 
fardo á la espalda marchar por precipicios, arrastrarse en el suelo 
para pasar debajo de un árbol caído, descolgarse por una ladera 
casi vertical, marchar sin dar 'el menor resbalón sobre las piedras 
de todo tamaño diseminadas en un terreno pantanoso ó en el cau- 
ce de un río, y pasar con la seguridad de un acróbata sobre un an- 
gosto palo, que sirve de puente improvisado através de un torren- 
te, para tener una idea de la destreza con que andan por toda cla- 
se de caminos. 


PRODUCCIONES, 


La principal y segura riqueza de la privilegiada provincia de 
Carabaya consiste en el ganado; pues en toda la región de la puna 
se observan manadas de vacas y ovejas, y en algunas partes, co- 
mo en los distritos de Ituata, Coaza y Crucero, se crian tam- 
bién alpacas, llamas, caballos y mulas. 

Una industria especial del distrito de Macusani consiste en la 
preparación de la chalona, ó carne de oveja seca y salada, que se 
expende en gran cantidad en todo el departamento. 

El principal artículo de exportación de la provincia de Cara=- 
baya es la lana de oveja y alpaca, y una pequeña cantidad de la 
preciosa lana de vicuña. | 

Es de sentirse que se haya descuidado tanto la cría de los pa- 
covicuñas, 6 mestizos de alpaca y vicuña, que con tanto trabajo 
había obtenido el presbítero Cabrera, con el noble objeto de reunir 
en un solo animal la finura de la lana de vicuña con la abundancia 
de la del alpaca. 

Por lo que toca al reino vegetal, en los lugares algo frios se 
cultivan papas, ocas y un poco de cebada; en los sitios templados 


— 140 — 


se hacen sembríos de maíz; y en los valles cálidos, lracía. el río 
Inambari, se cultiva la coca y un poco de café y caña de azúcar. 

La coca de la provincia de Carabaya es de primera clase, sien- 
do casi idéntica, por la calidad de sus hojas y su fragancia, con la 
mentada de los Yungas de la Paz en Bolivia; pudiendo decirse lo 
mismo del café. 

Pasando ahora á los minerales, la provincia de Carabaya es 
casi tan rica en oro como la de Sandia; pues se encuentran lavade- 
ros y vetas de este metal en los distritos de Ayapata, Ituata, Coa- 
sa y Usicayos. 

En la provincia que nos ocupa exisien también minerales de 
plata en el cerro Chimboga del distrito de Corani, y en el de Uc- 
cuntaya del de Ollachea: y si es verdad que las minas de estos dos 
cerros se hallan tapadas por derrumbes, esto no impide que algún 
día sean nuevamente puestas en explotación; principalmente las 
del cerro Uccuntaya, en el cual un nuevo derrumbe, acaecido aho- 
ra tres años, ha puesto á la vista un poc> de mineral con una re- 
gular ley de plata. 

Aparte de los productos agrícolas, esta provincia tiene en sus 
bosques vírgenes una infinidad de productos naturales que pueden 
servir para un lucrativo comercio, tales sou: el jebe, la zarzaparri- 
lla, el incienso, la cera y la miel que producen unas abejitas silves- 
tres; el bálsamo del Perú “y el copaiba; diferentes plantas tinto" 
riales, como el palillo que da un hermoso color amarillo, y el chapt 
con que se tiñe de rojo; varias especies de indigóferas que produ- 
cen añil; distintas clases de cascarilla; maderas de construcción y 
de ebanistería, etc. etc. 

Desgraciadamente lo muy apartado de esta provincia, y sus 
pésimos caminos, hacen perder á estos artículos la mayor parte 
de su valor; puesto que los gastos de trasporte importan á veces 
casi tanto como las mercaderías. Pero si lo primero, esto es la 
distancia, no se puede variar, no es difícil mejorar muchísimo las 
vías de comunicación, abriendo un cómodo camino de herradura 
hacia los valles cercanos al Inambari, donde se encuentran los 
productos citados más arriba, y adonde también se cultiva la coca; 
artículo este último que, por las nuevas y numerosas aplicaciones 
que se van haciendo hoy de su alcaloide, la cocaína, tiene delante de 
sí el más halagúeño porvenir, 


Lima,setiembre 14 de 1885, 


Él. ai monol. 


— 141 — 


Estudios fisiológicos. 


Informe presentado por el doctor Ignacio La Puente, miembro de una de las seccio- 
nes de la Comisión especial enviada á la Oroya por la Sociedad Geográfica de 
Lima, en Julio de 1896, con el objeto de hacer estudios meteorológicos, geológi- 
cos y fisiológicos en la región comprendida entre Lima y la Oroya. 


Insertamos á continuación las observaciones fisiológicas, muy 
importantes, hechas por el señor doctor La Puente con instru- 
mentos de precisión, sobre el aumento del volumen del tórax y ca- 
pacidad vital de la raza indígena, en los distritos de Matucana y 
Oroya, por efecto de la altura de esos lugares. 

De las mensuras que ha practicado, registradas en el cuadro 
general, aparece con toda evidencia que el enrarecimiento del aire 
es la causa determinante del gran desarrollo de los pulmones en los 
queshuas que habitan las altiplanicies de los Andes. 

Este estudio, importante por sí mismo, lo es aun más por las 
aplicaciones aereoterápicas de que es susceptible, sobre todo para el 
tratamiento higiénico de las afecciones pulmonares, pues si de una 
manera hasta cierbo punto empírico se había aconsejado los climas 
de altura para la curación de la tisis pulmonar; después de estas 
operaciones rigurosas no cabe duda del beneficio que ciertas esta- 
ciones sanitarias están llamadas á producir en determinados afec- 


tos del pecho. 


Lima, Agosto 15 de 18%. 


Señor Presidente de la Sociedad Geográfica de Lima. 
e 


Cuando acepté formar parte de la Comisión Científica organi- 
zada por la Sociedad para hacer estudios en Matucana y Oroya, mi 
objetivo principal fué apreciar, por medidas exactas, la influen- 
cia que tiene la altitud sobre la conformación y volumen del 
tórax. 

Ya D'Orbigny, y otros viajeros ilustres, que han visitado nues- 
bras regiones andinas, se habían sorprendido del extraordinario vo- 
lumen del tronco de nuestras razas aborígenes, y encontrado la ex- 
plicación plausible del fenómeno en la gimnasia respiratoria á que 


están sometidos sus pulmones por efecto del enrarecimiento del ai- 
6 


re; pues teniendo necesidad de consumir la misma cantidad de oxf- 
geno que en el llano, han menester aumentar la amplitud y nú- 
mero de las inspiraciones para conseguirlo en un tiempo dado. 

Provisto de un cartabón,de una cinta métrica, de un espiróme- 
tro de Mathieu y de un Cyrtógrafo del Dr. Bernard, procedíá hacer 
las mediciones que constan en los cuadros lt, 2, 3, y 4 que acom- 
paño. 

La capacidad vital, que es la más grande masa de aire que se 
puede expulsar del pecho, después de una inspiración forzada, es 
en Matucana, para la raza indigena, talla media de 1 m. 61, de 
3264 centímetros cúbicos. En la Oroya es todavía mayor, pues pa- 
ra una talla media de 1m.65, la capacida1 vital encontrada fué 
de 3543. 

Las medidas tomadas en Chostica, sobre los miembros de la Co- 
misión, personas todas bien conformadas, dieron este resultado: 
2741 centímetros cúbicos para una talla media de 1m.69. 

Las dimensiones del tórax se encuentran en perfecta armonía 
con el aumento de la capacidad vital, como puede verse en el pro- 
medio de las medidas que consigno á continuación: 


MATUCANA 


2375 metros de elevación sobre el nivel del mar. 


Circunferencia  Circunferencia Altura del tórax. Diámetro trasversal. Diám>tro sagitario . 
superior. inferior. 
0m.94 0m.90 0m.29 0279 0227 
OROYA 
373) metros de elevación sobre el nivel del mar. 
095 091 199 0 298 (” 221 


Los promedios de las obras razas para in lividuos bien confor 
mados. 
0 88 0 Sy Variable 0 250 0” 190 


Todos los individuos estudiados pertenesen á la raza indígena 
pura; han sido tomados libremente, sin selección ninguna, debien- 
do hacer notar que con excepción de uno que otro mesaticéfalo, 
todos los demás son braquicéfalos. 

De estas mensuras rosulta, de modo incontrovertible, que el 
clima de alturas ejerza saludable influencia sobre el desarrollo de 


— 143 — 


la caja toráxica; y que en esta virtud las personas mal conforma- 
das, débiles, tuberculosas ó6 candidatos á esta enfermedad bacteria- 
na, pueden aprovechar mucho con la residencia en una de las al- 
tiplanicies de los Andes, siempre que reunan éstas las otras condi- 
ciones de salubridad exigidas por la Higiene. 

Es cuanto puedo informar á US. en cumplimiento de mi co- 


metido. 


Dios guarde á US. 
IGNACIO LA PUENTE. 


CUADRO N.” 1 
MATUCANA 
ñ | | 
CONFORMACIÓN ¡CAPACIDAD 
y E EDAD y | | 
ENE RES DEL CEREBRO [12 | VITAL | 
| 1 
| 
PE o a NT E o al 
Antonio Bartolo.. ....| 15 | Braquicéfalo | 154 2,800 | 
Guadalupe Huaranga..| 530 Td. 163 3,450 
MiéLx Huamán ...-.. 26 | Mesaticéfalo | 165 3,500 || 
Cecilo -López.........: 338 | Braquicéfalo | 165 3,200 Ñ 
Cenobio Astayaure....| 27 Id. 162 3,600 as 
Eleuterio Buendía..... 22 | Mesaticéfalo | 1771 3,600 
pelan Mayta 0... 0. po. 14 | Braquicéfalo | 150 2,700 
CUADRO' N.?. 2 
] = E qe Ez A io SE 
PA ES oo | « E 
AA Lon Z | O O 
MES 0 AS es EZ 
5 2 = e ES E 
'Ñ E A A A ENS ao 
| NOMBRES As A = E 
Ñ B<tS ZE Eds <m Sn A 
¡pa 32% = a a O 
ES EZ < a 
1 — — eS ep IM 
| ¡S) 'Ó) ] E | | 
x AAMMMMMAAAA]—4A4A A Ep A | EAN CRA E | 
« 4] 
Antonio Bartolo..... 083 0's1 029 0260 0195 || 
Guadalupe Huaranga 093 090 030 0215 0980 | 
¡Félix Huamán...... 1095 ¡ 090 030 | 0290 (220 || 
Cecilio López...... 1700 0799 028 + 0316 01945 | 
Cenobio Astayaure..| 097 092 031 0290 yo290 || 


Eleuterio Buendía... 94 | 090 0130 0305 0205 | 


144 — 


CUADRO N.* 3 


OROYA 
h E CONFORMACIÓN |. CAPACIDAD 
NOMBRES EDAD | DELCRANEO APLA ma 
Ambrosio Rojas....... 30 | Braquicéfalo | 1%65 3,800 | 
Encarnación Egoavil.... 32 | Mezaticéfalo | 165 3,100 | 
Erasmo Baldeón ......| 20 | Braquicéfalo | 153 2, 100 
Luis Samaniego. ..... 23 Td. 176 4,400 
Alejandro Sancho..... 23 Id. WE 3,500 
¡Eugenio Tusiri........ 42 | Mesaticéfalo | 1%58 2,700 
¡Manuel Sancho........ 18 | Braquicéfalo | 169 4,400 | 
CUADRO N.” 4 
a 3 a = 
Z [as z a] 5 o] ES ¡ 
NS SS) ps 2 z% 
BS 2 2 a E” E 
a lat Ena e 2 
NOMBRES Na E Ed ña > 
=> > ta | > | 20 
SS 9 O AS < 
=l = | Sl 0 
3) 3) = 
¡Ambrosio Rojas..... 094 DIT 0729 01285 009215 
¡[Encarnación Egoavil 097 095 028 0305 0235 
¡[Erasmo Baldeón 082 080 026 00980 0190 
¡[Luis Samaniego .| P0O 095 OS SOL 0235 
Alejandro Sancho... 1700 095 0132 00325 | 0D14 
¡[Eugenio Tusiri...... 0'94 091 028 0299 00296 
Manuel Sancho ..... | 099 094 031 | 0300 0936 
| 


I. La PUENTE. 


_—_—— Ae ———— 


A ES 
Crecimiento 


Decrecimiento y Mortalidad de la Ciudad de Lima 


POR FEDERICO MORENO 


(Miembro de la Sociedad Geográfica) 


Sección de Estadistica 
de la Sociedad Geográfica 


Lima, Agosto 10 de 1597, 
Señor Presidente: 


En cumplimiento de un deber que creo anexo al cargo que 
desempeño de miembro de la Sección de Estadística de la Socie- 
dad Geográfica, tengo el honor de presentar á U. el modestísimo 
trabajo que, con el título de Crecimiento, Decrecimiento y Morta- 
lidad de Lima, someto á su elevado criterio. 

No es un estudio completo el que ofrezco á la Sociedad Greo” 
gráfica; pero sí es base para un estudio minucioso y detallado, que 
se hará más tarde, con mejores elementos y más acopio de datos, 
por doctas competencias. 

De las cifras allegadas, que contienen los 45 cuadros Estadís- 
ticos que comprende el trabajo, se viene en conocimiento perfecto 
de la enorme mortalidad de la Capital de la República; y, como no 
encuentro nada más digno de un país civilizado, que el ocuparse 
de la conservación de la vida humana, creo que ha llegado el mo 
mento, si la Sociedad Geográfica, por el digno órgano de U. dá la 
voz de alarma, para que el Gobierno, como todas las instituciones 
locales, á cuya vigilancia está encomendada la higiene y la caridad 
pública, trabajen de consuno, dando batalla campal al enemigo 
común, pues en ella, cada uno de los combatientes salvará su des 
cendencia. 

No puede haber asunto de mayor importancia: ante él todos 
los demás parecen secundarios. 

Despleguemos, pues, alguna vez, imitando las viejas socieda- 
des europeas, todas nuestras energías, para relucir á la muerte 
á sus normales prop>rceiones, pues hace 40 años que en Lima mue- 
ren más de los que nacen. 

Ante las grandes voluntades lo3 obstáculos son siempre pe- 
queños; y el que venza en esta humanitaria campaña, sin dilacio- 


7 


NES 


nes ni pereza, ya sea individuo ó institución, será al que la 
generación actual y las futuras, veneren como á su Redentor. 
Quien tal intente, ó quien tal obra realice, no tendrá más ancho 
pedestal para su gloria. 

S1 el pequeño trabajo que presento merece los honores de ser 
impreso, y si así lo dispusiera la Junta Directiva de la Sociedad 
Geográfica, rogaría á U. que, para entonces, con las notas de aten- 
ción, remitiese el suficiente número de ejemplares al Supremo 
Gobierno, Municipalidad, Academia de Medicina, Beneficencia 
Pública, y en general á todas las instituciones que, de una mane- 
ra directa ó indirecta, puedan, con elementos positivos, trabajar 
sin descanso, en esta caritativa tarea. 

Ruego á U., Señor Presidente, acepte la más alta considera- 
ción y aprecio, con que me es grato suscribirme de U. su más atto. 
y obsecuente servidor. 


F. Moreno 


Al Señor Doctor Luis Carranza 
Presidente de la Sociedad Geográfica de Lima 


DESARROLLO DE LA POBLACIÓN DE LIMA 


Tema de preferente investigación y estudio, debe ser para el 
Poder Público, como para el Municipio de la Capital, el por qué de 
la enorme mortalidad de Lima, y, como consecuencia necesaria, 
su rápido decrecimiento como población. 

No era tarea nuestra, ni poseemos las condiciones técnicas ne- 
cesarias que para ello se requiere, el hacer un estudio demográfico 
en todas sus faces y detalles, de materia tan importante sobre la 
primera ciudad de la República; pero ya que nunca nos hemos da- 
do cabal cuenta de tan grave asunto, es deber humanitario, deber 
patriótico y deber social, demostrar con la fuerza irrefutable de 
los números, el gravísimo mal que nos aqueja. 

No ha sido, por cierto, la ciudad de Lima, tipo de crecimien- 
to vegetativo; por el contrario: lenta en el desarrollo de su pobla- 
ción desde el año de 1535, en que se fundara, ha permanecido 
estacionaria por larguísimos períodos, y decrecido en otros, como 
sucede al presente. 

Es verdad, que de este mal adolecen muchas ciudades de la 


=- 141 — 


América Latina, donde se presenta idéntico fenómeno, especial- 
mente en la Costa; pero de todas las que se encuentran en esta 
igualdad de circunstancias, Lima se presenta en condiciones más 
desfavorables. 

Como es sabido, existen dos fórmulas para deducir la propor- 
ción del crecimiento de las poblaciones. Consiste la una, muy 
usada por los estadígrafos, en dividir la cifra proporcional que 
resulta del aumento obtenido en el período que se estudia, por el 
número de años que lo forman, suponiendo lo que está muy lejos 
deser exacto,que la población se ha acrecentado en proporción igual 
en cada año. Consiste la otra, en buscar la razón geométrica del 
crecimiento de la población, por medio de la conocida fórmula del 
interés compuesto, capitalizando el producto de cada año é incor- 
porándolo á la suma de la población; fórmula que tiene el grave 
inconveniente de suponer que todos los habitantes de una pobla- 
ción, sean viejos ó niños, están en edad de reproducirse. 

Para nosotros, la primera de las fórmulas basta al propósito 
que perseguimos; y esto, no en todos los casos, por aparecer tan 
débil el aumento vegetativo de la población de Lima y casi nulo 
el aumento inmigratorio. 

Tomando, desde luego, como base, el crasimiento de esta po- 
blación, á partir del año de su fun lación, obtenemos el siguiente 
resultado. 


Crecimiento de la población de Lima 


| CRECIMIENTO ABSOLUTO | 
CENSOS 2 EN ¡CRECIMIENTO | PROMEDIO 
ES 13 ¿ N 
O a RELATIVO ["/¿ ANUAL 
AÑOS | HABITANTES | 
1535 O A A la EN 
1599 14.269 64 | 14.192 20.974.9 316.7 
1700 37.259 | 101 | 22.997 161.2 1.5 
1780 50.000 | SO | 19,741. | 34.1 0.4 
1793 52.627 | E 2.697 | 5.2 OA 
1820 ANDO CO PO y es 2,1 0.7 
1856 85.116 1 36. OE | 32.9 0.9 
1857 94.195 | | 9.079 1.0 0.9 
1860 100.341 3 | 6.146 | eu 92.0 
1891 103,956 | Sl | 3.615 2.6 0,2 
1896 100.194 | 5 [ernrra rene E ss A 


— 148 — 


Según se observa en este cuadro, el mayor crecimiento que 
obtuvo la población de Lima, fué del año 1535, de su fundación, 
al de 1.599, que alcanzó un promedio de 316 7. /, anual, para des- 
cender después hasta 0.2 en 1891, y de este año al de 1896 á 0. 

Comparando, pues, el resultado de este cuadro, con el creci- 
miento de otras ciudades de Sud-América, que en tiempo no 
lejano fueron inferiores en población á Lima, encontramos una 
enorme desproporción, como puede verse por los siguientes cua- 
dros comparativos. 


Crecimiento de la Población de Guayaquil 


| CRECIMIENTO ABSOLUTO PE 
CENSOS | rd EN CRECIMIENTO PROME 
AÑOS oo CIÓN RELATIVO |”/, ANUAL 
| AÑOS HABITANTES 
1820 ERA lado oe A a oa o 
1857 92.000 5Ñ 9.000 69 1.8 
1880 36.000 23 14.000 63.6 Tí 
1891 AA TTD ll 8.172 LS 2.4 


= 119 — 


Crecimiento de la población de Buenos Aires 


CRECIMIEMTO ABSOLUTO 


'CENSOS | POBLACIÓN —— CRECIMIENTO |PROMEDIO 
AÑOS AÑOS HABITANTES | RELATIVO |/, ANUAL 
1580 ES OS O O 
1602 500 22 200 66.6 3 
1664 4.000 62 3.500 700. 11,2 
1744 11.118| 80 7.118 177.9 2.2 
1770 22.007 | 26 10.859 97.9 3.7 
1778 24.205 8 2.198 9.10 1.2 
1801 40.000 23 15.795 65.2 2.5 
1806 45.000 5 5.000 12.5 2.5 
1810 46,000 4 1.000 21 0.5 
1522 55.416 | 12 9.416 20.4 det 
1836 62.228 1+ 6.812 12.2 0,8 
1833 65.344 2 3.116 5.0 2.5 
1852 76.000 1+ 10.656 16.3 10) 
1855 90.076 3 14.076 18.5 6.1 
1864 140.000 9 49.924 55.4 6.1 
1865 150.000 1 10.000 7.1 ql 
1869 177.787 + 27.187 18.5 4.6 
1870 186.320 1 8.533 4.7 47 
1871 195.262 ll. 8.942 4.7 4.1 
1872 ¡| 204.634 1 9.372 4.7 47 
1873 214.453 1 10.519 4.7 4.7 
1874 220.000 1 5.547 2.5 2.5 
1875 230.000 1 10,000 4.5 2.5 
1887 404.000 12 174.000 75.6 6.3 
1887 A e e A A 
1895 668.854 8 230,479 53.1 6.6 


Crecimiento de la población de Río Janeiro 


Id CRECIMIENTO ABSOLUTO EN e 

cra POBLACIÓN| — E Be 13 ES EROS 
AÑOS AÑOS |HABITANTES| RELATIVO [*/, ANUAL 
1585 A A A O O A 
1710 20.000 125 LOSA SOATO 0. 64 
1750 25.000 40) 5.000 20. 00 0. 50 
1760 30.000 10 5.000 16. 66 O O 
1799 43.316 39 13.376 20. 90 | 0. 80 
1808 50.144 9 1.768 13. 49 ADO 
1821 LUM6GI PE 62.551 DY. DU 4. 26 
1849 266,466 28 WASATL 140, 2. 06 
1856 188.158 (NR A E a e 
1s71 239.301 15 47.293 20. 67 LOSE 
1890 529.651 19 287.270 y 54. 96 2. 89 
1591 543,400 il 920.749 Sd. OL TOR 
1892 566.800 1 23.400 4, 12 4. 12 
1893 600.000 1 33.200 SS HANS 
1894 600,000 TN A A E A o cr 
1895 650.000 1 50.000 7. 69 1 E ON 


Del examen comparativo de estos cuadros, que corresponden 
á las ciudades de Lima, Guayaquil, Buenos Aires y Río Janeiro, 
obtenemos el resultado siguiente: 


Crecimiento de la población de Lima en 1891 .. ..... 0.2 77, anual 
Crecimiento de la población de Guayaquil en 1891....2.4 ,,  ,, 
Crecimiento de la población de Bueno» Aires en 1895..6.6 ,, ,, 
Crecimiento de la población de Río Janeiro en 1895..7.69 ,,  ,, 


Para formarnos una idea exacta de lo que ocurre con la pobla - 
ción de Lima, bastará recorrer el cuadro que va en seguida, que 
manifiesta el aumento vegetativo de algunas ciudades, en un pe- 
ríodo de diez años, sin cuya condición no es posible el desarrollo 
de las poblaciones, pero ni siquiera su estabilidad. 


-- 151 — 


Cuadro del crecimiento vegetativo en algunas ciudades 


| CRECIMIENTO 

POBLACIÓN POBLACIÓN = E TANTO %/, 
CIUDADES CARS ode 5 =! Y 

EN 1886 | EN 1895 O < ANUAL 

2 | 8 
< A 

Buenos Aires... 433,375 663,854| 230.470 | 53.18 | 6.64%/, 
ORO MA... Los 23,160 95,1601 71.991 | 313.00 [12.03 
O ARIS 1.315,297/ 1.820,340| 505.043 | 38.389 | 4.51 
Nueva York. ..£: 1.515,351/ 1.849,866| 334.515 | 22.07 | 4.90 
Manchester ... 376,895  524,865| 147.970 | 39.26 | 4.62 
o 521,999] 695,876! 173.877 | 33.31 | 3.92 
Hamburgo... 411,411 608,710| 137.299 | 29.12 | 3.42 
A 1.579,000, 1.674,000| 95.000 6.01 | 1.34 
IMA O 480,000 482,816| 2.816 0.58 | 0.09 
IO O 351,961 443,252] 91.291| 25.93 | 3.05 
Bruselas 030 l,2 436,214 507,985| 90.179 | 16.45 | 1.93 
NOA Pri 349,921 463,786| 113.865 | 32.54 | 3.88 
Burdeos. ...... 221,305 223021 80.497 | (13:91 11.64 
San Petersburgo. 929,525  954,400| 24.875| 2.67 | 0.08 
Malcuta:.... +... 433,219 — 466,460/ 33,941 7.67 | 0.09 
Bombay. ....... 773,196 821,764 48.568 | 6.28 | 0.07 
Valparaíso ..... 115,000 150,000| 35.000 | 30.43 | 3.20 


Vése, pues, que de las diecisiete ciudades registradas en el 
cuadro, y de otras cuya estadística hemos revisado, ninguna figu- 
ra en la pequeña proporción de Lima, bajo el aspecto de creci- 
miento vegetativo ó inmigratorio. 

Y, ya que no es dable abrigar ninguna duda sobre la exacti- 
tud de los censos de Lima, levantados en estos últimos tiempos, 
á partir de 1860 á 1896, hay que convenir en el hecho extraño, 
pero verdadero, que la población de Lima se ha mantenido esta” 
cionaria, al rededor de 100,000 habitantes, durante el curso de 36 
años; lo que significa una completa paralización en su desarrollo 


vegetativo. 


Debemos, pues, buscar las causas generadoras de este fenó- 
meno, en la natalidad y mortalidad comparada. 


e 


— 152 — 
En cuanto á la primera, es decir á la natalidad, Lima se en- 
cuentra en condiciones muy superiores á muchas ciudades de 


América y Europa, como puede verse por los siguientes cuadros 
comparados: 


If 


Natalidad de Linra 


Sobre 100,000 habitantes. 


e POR 1,000 p 
AÑOS |NACIDOS ; OBSERVACIÓN 
| HABITANTES 


POR 1,000 
HABITANTES 


AÑOS [NACIDOS 


89) 38. 20 || 1891 3.901: 11789. 01 


1 a | 

1885 | 4063 | 40. 63 | 1892 | 3.817 | 38. 17 | Promedio a- 
1886 ¡ 4.020 40. 20 || 1893 3.749 37. 43 mualen el dece- 
1887 4.088 40. 88 || 1994 3.07 35. 67 [nio de 1886 á 
1888 3.706 31. 06 11 1895 3.069 30. 69 1896 

1859 3.598 35. 58 || 1896 3.481 31£. 81 

1890 3.667 


| 307 69 [HET E AO e 44. 34 


Aunque la natalidad ha disminuido en más de 6 por 1,000, en 
el período de doce años, comprendido entre 1885 y 1896, pues fué 
en el segundo de éstos la natalidad de 40.63, y en el último de 
34.81; sin embargo, este cuadro arroja un promedio de 44.34 por 
mil de nacidos en la capital. 

La reducción de la natalidad, parece haber sido un fenómeno 
universal en los últimos veinte años, según puede verse por el 
cuadro que va en seguida. 


REDUCCIÓN DEL TIPO DE NATALIDAD EN LAS NACIONES 


EUROPEAS 


En la Municipalidal de Londres ha habido una discusión so- 
bre las causas de la redu:ción de 15 por 100 que el tipo de natali- 


dad de la población de aquella capital ha sufrido en 1895 compa- 
rado con el tipo medio del último decenio. 

En esta ocasión la revista Westminster Gazette publica un in- 
teresante artículo para demostrar cómo efectivamente el tipo de 
natalidad merma rápidamente con el progreso que los pueblos van 
efectuando sobre el camino de la evolución económica, del cual 
extractamos por falta de espacio, solamente el cuadro siguiente: 


EL TIPO DE NATALIDAD POR 1,000 HABITANTES: 


Países 1876 1893 Merma 
inelaterra y Gales. iii... 30,3 38,8 09 
AAA A 35,0 31,0 4,0 
eanda ..¿5.. a dd AS 26,4 23,0 3,4 
La Gran Bretaña en general.... 34,8 30,8 4,0 
o AA OA DS 39,2 36,6 2,6 
A PRI O IN E 30,8 27,0 3,8 
A o: 40,0 36,2 3,8 
a o iy AL 45,8 42,5 3,3 
A E TO 33,2 29,5 3,7 
A a er a AIR IRA 32,8 28,5 4,3 
Holanda 2 AA AÑ 33,8 3, 
AAA A A 40,9 36,7 4,2 
CA A A AAA 27,2 22,1 4,1 
A a ds 40,7 SO 3,2 


En el país más adelantado económicamente y en el pais más 
rico, en Inglaterra, la merma es la más fuerte, y en el país más 
pobre en Italia, es la menor de todas. 

Se sabe que el tipo de mortalidad también merma, pero no en 
una escala tan fuerte. 

Con razón dice el autor en la W. G. que estos números indi- 
can que en las costumbres, en las opiniones vigentes sobre moral, 
y en el modo de pensar y de vivir de las grandes masas de las po- 


— 1514 — 


blaciones del mundo, se está efectuando una completa revolución 
que influye grandemente sobre el proceso de evolución de la hu- 
manidad, y tiende irresistiblemente á una reorganización de la so- 
ciedad, y áuna transformación social completa, en que el bienestar 
de sus miembros será asegurado á cada uno, sin que pueda haber 
por eso una sobrepoblación, tan temida por algunos estadistas. 

A este fin parece que tendiesen también otros factores impot- 
tantísimos á más de la reducción de la natalidad en los pueblos. 


Natalidad comparada por ciudades 


CIUDADES 


NATALIDAD 
Por 1,000 habitantes 


CIUDADES 


NATALIDAD 
Por 1,000 habitantes 


Bellast. 0... ud: 
Guayaquil 
Valparaíso......... 
E A 
Santiago! - otto 
TA 

Buenos Aires...... 
Dusseldorf... 4... 
Damme: Lo A 
CAMARA... OS 
LIMSLPOO!.. Os 
CAMION... La: 
BRESIaW.. 0. dr ES 
Viena 


e... . .. 


| 


Hamburgo 
Dresden. os A 
BrIStOL SIA 


O AO 


Par os do 
Mars 
Dublint 
Montevideo. ... 

Bradford... E 
¡Edimburgo......... 
Croydon... 
BUTACOS or 


LON. 0 
Boston 10 48%: 


Según el vesultado de este cuadro de la natalidad comparada, 
queda plenamente comprobado que Lima, en cuanto á natalidad, 
se encuentra entre las ciudades anotadas, con uva de las más al- 
tas cifras y ocupa el sexto lugar entre las 34 ciudades que hemos 
citado; que su natalidad, siendo superior á la de Londres, Berlín, 


— 155 — 


Edimburgo, Havre, Lyon y Marsella, es un poderoso factor para 
el acrecentamiento de su población. 


Adquirido el convencimiento que el estacionarismo de la po- 
blación de Lima, no depende de la pobreza de su natalidad, como 
lo prueban las cifras que hemos consignado, es evidente, á todas 
luces, que, en la mortalidad, es donde debemos encontrar la causa 
de un hecho que á todos nos asombra. 


El estudio numérico y científico de las defunciones que en 
una sociedad civilizada se producen, es siempre y en todo momen- 
to del mayor interés, porque él revela el grado de vitalidad de que 
goza esa agrupación, é indica á las autoridades sanitarias, cual es 
el camino que deben seguir en el desempeño de sus altas funcio- 
nes, cuando por cualquier motivo, se produce un inesperado acre- 
centamiento en el guarismo de las defunciones, ó cuando esa mor- 
talidad extraordinaria, es la manera de ser de una población. Sir- 
ve también para medir, de una manera indirecta, el grado de pro- 
greso á que esa población ha llegado, porque á la altura á que se 
encuentran hoy los adelantos modernos de la ciencia sanitaria y 
dada la divulgación que han experimentado los medios científicos 
de combatir con éxito las principales afecciones, que diezman á la 
especie humana, no se concibe que pueda existir una colectividad 
cualquiera, que se muestre indiferente á este respecto. Tales son 
las palabras que emplea el Jefe de la Estadística Argentina, al tra- 
tar esta importante materia. 


Por estasrazones, hemos creído que es deber patriótico, deber 
socíal y deber humanitario, traer al terreno de la discusión, exhi- 
biendo pruebas irrefutables, la importante cuestión de la mortali- 
dad de Lima, olvidada por todos, no estudiada hasta hoy por quie- 
nes tienen el deber de hacerlo, aunque no sea de nuestra compe- 
tencia. 


En el Perú, como en todo pueblo americano, cuyo presente y 
porvenir está estrechamente vinculado á la corriente inmigratoria 
que venga desde las viejas sociedades europeas á fecundar su sue- 
lo, la exhibición anual del número de fallecidos y la proporción 
que éstos guardan con la población general, reviste, además, una 
trascendencia espe :ial, porque revela á todos los hombres del glo- 
bo, cuáles son las garantías higiénicas ó sanitarias para la vida 
que el país á donde se dirigen les brinda, conjuntamente von las 
garantías políticas y sociales. 


MORTALIDAD 


Bastará á nuestro objeto, porque abundancia de cifras hay, 
dividir, para mejor inteligencia del lector, en tres períodos la tabla 
de mortalidad, en el órden siguiente: 

Primer período: — Comprende del año 1838 á 1863, con naci- 
mientos ignorados. 

Segundo período:-—-Comprende del año 1864 4 1874, con naci- 
mientos y defunciones comparadas. 

Tercer período: —Comprende del año de 1875 á 1896, con naci- 
mientos y defunciones comparadas. 

Debe tenerse presente, que en el primer período, la higiene de 
la población era completamente desconocida; que en el segundo 
período, la ciudad contaba con el beneficio de agua y desagiie, y 
que la canalización de las acequias comenzaba á realizarse y que, 
en el tercer período, esta obra tan importante para la higiene, que- 
daba completamente terminada; lo cual ha influido poderosamen- 
te en el descenso de la mortalidad, como puede verse comparando 
las cifras del primer período con las del último. 


Primer Período de Mortalidad 


15838 -1863 

Años | Defunciones Años Defunciones Años | Defunciones Años Defusciones 
1838| 3.288 1845 3.266 1859 4.475 1859 4994 
1839) 4.111 1846 DO 1853 4.578 1860 3574 
1840) 92.611 1847 3.921 1854 6.248 1861 3353 
1841| 2.9929 1818 E 1855 AS 1862 38744 
1849 3,111 1849 3.904 1856 4.588 1863 5694 
18431 3.428 1850 3.668 1857 SO 
1844. 2.979 1851 3.549 1858 II MI a Vos 

UNA 7 DS DOS d 31.943 5 20.519 


* a” 


Segundo Período de Mortalidad 
1864-1874 


Sobre 100.000 habitantes 


Por 1.000 hati- Por 1.000 ha- Exceso de Nacldos| Exceso de muertos 


Años acidos Muertos sobre muertos alisobre los nacidos 
tantes bitantes ab afálo 
1864 4.180 AT 80 4.625 ANA sas 445 
1865 3.812 ets lA 4.315 A 503 
1866 3.981 39. 8l 5.932 AS O ol 1.951 
1867 3.186 SUSE 3.797 UA E e 611 
1868 3.360 Sar 0 8,401 SA OA LE 5.041 
1869 Al AA 4.744 ARO AN Aide e ie E 473 
1870 4.380 43. 80 4.715 pS 1 A 339 

1871 5.188 DM 188 4.736 47. 36 A a A DO o 
1872 4.271 A Al 6.436 EA O 2.165 
1873 3.462 DA 67 SNS 7 TE! Pl ES EP O 
1874 3.896 38. 96 4.091 PO DU AO 195 
Totales] 43.987 59.005 425 15.470 


Según el resultado de este cuadro, en el período comprendido 
entre el año de 1864 y el de 1874, el número de nacidos en Lima 
fué de 43.987 individuos y el de las defunciones de 59.005, obte- 
niéndose un saldo á favor de la población, de 425 nacimientos y en 
contra de ésta 15.470 de defunciones, con un promedio anual, de 
53.64 por 1.000, 


10 


-- 158 — 
Tercer Período de Mortalidad 
1875-1896 
Sobre 100,000 habitantes 


[ea] E 
Y Y a 2 e UR 
a == 2 SEE 525 
[e] (e) S 4 E AE o an = y % 3 
> = n < 6% iS Dn RD 
Y 3) mE Sl mE 4532 E Oz 
= < O A = om 91010 E 
e E a es $38 588 
a 37 
1875 | 3880 | 38.830 | 4976 | 42.76 l.:....00.. 446 
1876 | 4221 | 42.21 | 4133 | 4133 885: 1,74 AA 
STA, TEST 7 aer Ae sa laa eo 87 
E O 670 
IO A 3713 
1880 | “345071” 34504 6991 69 ao 3841 
1881 | 3507 | 35.07% 1 09280 009 O 5173 
1882 | 5489 | 54.89 | 4737 | 47.87 A 
1888: 3966. | 39.66] 3774 37 7e o 199 1 o AN 
1884 | 3820 | 38.20 | 4046 | 40.46 |...... 926 
19851) 4063 1 40.63 4014586 4586 (ca SON 523 
18861 4020] 40020: 4599 Ulr 4529 oras 509 
1887 |; 4088--|.. 40.881] '8659 «| 36.59 | 4997 1 
188813706 ¡L4387:06H Adan ara e A 438 
1889 | 3558 |-85.58 | 3774 1 87.74 ll... 916 
1890 | 3669 -|- 36.69 | 3924 | 389,294 |.......... 255 
1891 | 3901 | 3901 | 4392 | 43.92 | A dond 491 
1892 | 3817 | 38.17 | 439% | 422% |.......... 505 
1893.| 3749 | 37.49 | 3734 | 37.34 151.1 TN 
1894 | - 3567 | 35.67 | O 189 
1895 (3069 | 30:69 ' 5948 | bas its | 2879 
A SI E 1234 


TOTALES ..| 85097 104548 1474 20925 


A tenor de las cifras que este último cuadro representa, en los 
22 años transcurridos de 1875 á 1896, la natalidad de Lima fué de 
85,097 individuos, contra 104,548 defunciones, dejando un saldo á 
favor de la población de 1.474 nacimientos y de 20.925 defuncio- 
nes, en contra de la misma. 

Según este desastroso resultado, hace 40 años que en Lima 
mueren más de los que nacen. 

El promedio anual de esta mortalidad, es, según las cifras que 
hemos presentado, el siguiente: 


-- 159 — 


Período de 1864 á 1874 53.64 por 1000 
de 18754 1885 53.95 por ,, 
2 de 1886 á 1896 44.92 por ,, 

Entremos, ahora, en algunas apreciaciones sobre esta enorm€ 
mortalidad, citando á la vez las cifras consignadas en otra época 
ya lejana, por personas competentes en esta clase de estudios. 

Según el censo del año 1836, la población de Lima constaba de 
54,628 habitantes; y la mortalidad de ese año fué de 4,111 indivi- 
duos lo que da un coeficiente de 75.10. El censo de 1859, dió á Li” 
ma una población de 100,341; y la mortalidad fué de 4229, es decir 
42,29 por 1000. 

Dice el Diccionario Geográfico de Don Mariano F. Paz Soldán» 
autoridad en la materia, que del año 1808 á 1820, se sepultaron en 
el Cementerio de Lima 44,392 cadáveres, los que —aún concedien- 
do á la ciudad, durante ese largo período,la población uniforme del 
último censo, esto es, 64.000 habitantes, en esa época, —se obtie- 
ne un resultado de mortalidad, anual de 64 por 1000. 

La misma obra citada, agrega, que, del año de 1856 al de 1875, 
la mortalidad fué de 100.816 personas, ó sea un término medio de 
5,040 defunciones por año; y tomando el censo de esa época, que 
fué de 101.000 habitantes, se obtiene 50. 45 por 1000. 

La demografía escrita por el señor González Clavero, publica- 
da en Lima en 1885, señala en el período de 1864 á 1884, 112,306 
defunciones, con un término medio, anual, de 5,347, y calculando 
la población con la misma del período anterior, obtiene como re- 
sultado de mortalidad, 52. 70 por 1000. 

Aceptando estas cifras como exactas, porque en realidad lo 
son, en las épocas á que se refieren, vemos que la mortalidad de 
Lima fué en el año de 1836 de 75. 10 por cada 1000, la cifra más 
alta conocida de mortalidad en el mundo, modificada hoy, en gran 
parte, por las obras de saneamiento, como el alcantarillado de las 
antiguas acequias, agua y desagúe, que no existían en esa época. 
Esas cifras, que llenaron de espanto á los hombres pensadores de 
entonces, felizmente para Lima no se repiten hoy. 

Examinando detenidamente el tercer cuadro de la mortalidad, 
que es el que más nos interesa, por comprender un período más 
reciente y prestarse con más facilidad á cálculo comparativo de 
nacimientos y defunciones, que en los demás no fué posible de- 
mostrar, debemos dividirlo en dos períodos, para conocer con 
exactitud el crecimiento Ó decrecimiento de la mortalidad, por de 
cenios. Estos son: el de 1875 á 1885 y 1886 á 1896, siempre sobre la 
base de 100,000 habitantes. 


” 


—000-= 


En el primer decenio de 1875 á 1885,encontramos que en el año 
de 1881 la mortalidad fué de 9,280 individuos, lo que da una cifra 
extraordinaria de 92.80 por 1000 habitantes; pero debe tenerse en 
cuenta, que esa mortalidad no fué la normal, sino el resultado de 
miles de heridos que murieron en los hospitales de sangre, á con- 
secuencia de las memorables batallas de San Juan y Miraflores. 
Así es que, tomando el término medio de la mortalidad que arro- 
ja el anterior y posterior al año de 1881, obtendremos la cifra apro- 
ximada de 5,514 como mortalidad normal en el citado año. 

Respecto del segundo decenio de 1886.4 1896, encontramos que 
la mortalidad en 1895 no fué tamp>:0 normal, pues los combates 
que se libraron en Lima en los días 17 y 18 de Marzo, dieron por 
resultado una mortalidad extraordinaria de 1.709 individuos; y si 
agregamos á estos los fallecidos en ,el decurso del año, á conse- 
cuencia de las heridas que recibieron en esas jornadas, debemos 
eliminar de la mortalidad ordinaria de ese año, 2.009 ind ividuos, 
quedando por consiguiente com> mortalidal normal de 1895, la 
suma de 3,939 defunciones ordinarias, cifra que se armoniza con la 
que figura en el cuadro de los dos años anteriores. 

Como resultado final de nuestras investigaciones sobre la mor- 
talidad urbana de Lima, podemos señalar el siguiente resultado: . 


MORTALIDAD DE LIMA POR 
CADA 1000 HABITANTES 


Año de 1808 á 1820 promedio anual..... 64.00 
'AMORdS S3b.. ed la RI ERA (Duda 
AMO eSDO . bere A 42.29 
Período de 1864 á 1874 promedio anual... 53.64 
de 18754 1885 04 dean 53.95 
do 1886 a 1890 03 AOS 44.992 


Como se ve, por las cifras de los años y decenios que hemos se- 
ñíialado, la mortalidad de Lima ha descendido en el décenio de 1886 
á 96 respecto del anterior en 9.03 por mil habitantes; y respecto. á 
la mortalidad del año de 1836 en 30, 20 por mil habitantes. 

Comparando la mortalidad habida en el período de 1856 4 1875, 
en el que se estableció la empresa de agua y desagie y se iniciaron 
los trabajos subterráneos de la canalización de acequias, obras que 
han influido poderosamente en el descenso de la mortalidad, resulta 
que, en aquel largo período de diezinusvo años, la mortalidad tuvo un 
promedio anual de 50, 45 la que comparada con el último decenio 
da una diferencia de 5.53; lo que demuestra que un ligero y común 
esfuerzo limitaría la mortalidad de aro á sus justas y normales 
proporciones. 


y E — 


p. 
E IV. 
MORTALIDAD COMPARADA POR CIUDADES 
No obstante el descenso que ha experimentado la mortalidad 
urbana de Lima, como acabamos de demostrarlo, es aún una de 
las más elevadas que se conoce; y á fin de demostrarlo, y señalar el 
lugar internacional que le corresponde, en relación con algunas 
Ñ ciudades de América y Europa, hemos formado el cuadro compa- 
rativo que vá en seguida: 
Mortalidad Comparada de algunas Ciudades 
Por 1.000 Por 1.000 
. CIUDADES habibsatós CIUDADES habitantes 
4 TAC TUA ooo do. ao ea OO A 26. 08 
| MUS QUuiDO? od OSUNA 647 108 Glasgow 00 NTE 25. 08 
¿ MIparalsoM “Noia. 14 64.06 [Bresldu iia ¿.125...03 
Concepción (Chile) ..... 55. 78 ¡Manchester ............ 25. 05 
E o e bs PO OM E os taa .125. 06 
Santiago (Chile) ....... | 50/98 Hamburso: polis... . 24. 05 
E A le a A MEA id 24 0 
4 AS rol e, 104009 Colonias. inasolostias 23. 00 
e PA A E at TON. AN 23. 00 
La Paz (Bolivia) ....... Sa AMSter dama. ans «ys 23. 07 
A 39. 0% Boston... ' .... ae 223. 05 
A SO A 23. 09 
Mi rana a al 0 lbarHaya. ooo.ocoe. o. 23. 08 
LI A 35. 00 ¡Rotterdam.........m.¿.. 23.; 09 
INSPOleSo -1- 2.00 feos 35. 01 |¡Copenhague............ 22 07 
LO A TA 32. 08 [Nueva Orleans.... .....| 22. 07 
Malguba rs. sentis se ¿31 ¿011 [Washington mares 22. 00 
AN 30. 00 [Buenos Aires..... ..... 22. 00 
CO eg zs | 30:09 ¡Nueva York... obio. 21.. 00 
OA A AN UNER a e O 21. 02 
San Petersburgo...... SUN OE era E. 21. 00 
Po. o AE SE» 397 7011 Ballimore o na 21. 01 
MEStO sE da: . SO 0 Bradtorduto ko modas 21... 04 
A IN O A 20... 09 
Mola oras 128. 00, Cincinatl -......... . - + 1,20....09 
ESO: >. 1 copos 230 Dl Buladelta. 0. omo. 20. 05 
MET DOO oo ce O OUT O o 0 19. 06 
A 28. 00 [San Francisco......... 182 Col: 
II io ISA IOO EMMA O 
A IN A A A 16. 00 
AAA DAVE TL 100 
COS - ia LONA 26. 07 |Montevideo ............ 13. 68 


— 162. — 


El resultado de este cuadro de mortalidad comparada, nos 
manifiesta que Lima ocupa el octavo lugar en la mortalidad de 
las 64 ciudades de Europa y América que en él se indica; superán- 
dola solo siete que son: Guayaquil, Veracruz, Valparaíso, Concep- 
ción, Cairo, Santiago y la Habana, mientras que 56 ciudades que 
le son inferiores en mortalidad, bajo climas extremos, inaparentes 
casi para la vida, por el rigor de sus estaciones, donde toda vege- 
tación muere bajo la influencia de las nieves, aparecen con morta- 
lidad inferior, y algunas de ellas, en menos de la mitad de la mor- 
talidad de Lima. Esto prueba que, contra la inclemencia de va- 
riadas y fuertes temperaturas, como sucede en San Petersburgo, 
Londres, París, Viena, Berlín y Nueva York, está la higiene pú- 
blica y privada, y, sobre todo, el saneamiento técnico de las ciu- 
dades. 

No creo demás consignar en este capítulo, 'la mortalidad y na- 
talidad comparada en el mundo en el año de 1896, según lo de- 
muestra el siguiente Estado: 


Balance de la humanidad en 1896 


Diferencia á favor 


Número de naci- | Número de defun- 


Naciones rimientos clones de los nacimientos 
Moss AN 921.250,000 | 18.160,000 | 3.090,000 
indraringlesa:.o ce 8.382,000 7 164,000 1.218,000 
A 4.250,000 | 3.227,000 | 1.023,000 
AC A 3.174,000 2.960,000 214,000 
Las Tres:Ameéricas....... 3.760,000 2,025,000 1.735,000 
Estados Unidos......... 2,170,000 1.120,000 1.050,000 
Reino Unido adds. 1.247,000 794,000 453,000 
Alemania: cias AE 1.920,000 1.360,000 560,000 
Austria Hungria... 1.650,000 1,149,000 501,000 
LAMA AA. AA 1.105,000 826,000 279,000 
NAPO 1,264,000 826,000 438,000 
Hrs br e 7 886,000 874,000 12,000 
A 564,000 504,000 60,000 
Resto de Europa........ 12.140,000 8.876,000 3.264,000 
Gran total comprendien- -—— 2 —— 


do Australia O a 


63.762,000 


49.865,000 


Saldo á favor para el año 1897— 13.897,000. 


13.897,000 


| 
| 


— 163 — 
Ve 


PRINCIPALES CAUSAS DE LA MORTALIDAD DE LIMA 


Demostrada como queda la alta cifra de la mortalidad, y el 
ningún aumento vegetativo que por esta causa se observa desde 
hace 40 años, debemos conocer el elemento anormal que la produ- 
ce, para combatirlo con la eficacia y energía que la situación de- 
manda. 

Desde luego, es la turberculosis la enfermedad que hace ma- 
yor número de víctimas en la población de Lima. Así nos lo de- 
muestra el cuadro que vá en seguida, y que nos ha sido ofrecido 
por la sección de Estadística le la Municipalidad de esta Capital. 


Mortalidad de Lima causada por la Tuberculosis 


Años Total de defunciones Defunciones por la Tuberculos!s Tanto por */, sobra el to- 
en el año tal de defunciones en el año 
Hombres Mujeres Total 

1884 4.046 498 3892 810 20. 00 
1885 4.586 509 435 934 20. 36 
1886 4.529 Al 507 |1.018 22. 48 
1887 3.659 534 453 987 26. 97 
1888 4.144 498 465 963 23. 24 
1889 3.774 536 463 999 26. 47 
1890 3.924 451 389 840 NE 40 
1891 4.329 505 397 | 902 20. 36 
1892 4.3292 503 496 9929 291; 49 
1893 3.734 575 460 11.035 20. 98 
1894 3.156 555 | 449 11.004 | 7 al 
1895 5.948 615 A ES 18. 94 
1836 4.715 578 4922 11.000 23 32 
13 55.459 6.798 15.750 112.548 E 24 


La cifra de 27. 24 como térmirzo medio anual, de mortalidad 
por la tuberculosis, sobre la totalidad de las defunciones habidas 
en Lima en el decurso de 13 años, es una de las mas elevadas que 
se conocen en el mundo; y comparada ésta con las que arrojan otras 
ciudades, obteneraos el más desastroso resultado, como lo prueba 
el cuadro que va en seguida : 


— 164 — 


Mortalidad comparada por la tuberculosis 


in [op] A 104] 
o < E o < 
cdas LEE 
CIUDADES  |[“EAS|' CIUDADES. |*289 
eE EL 
ans S E ¿SE 
5 EA É Ha 
O as se LA ILOVICO o 12.00 
Wiena”. PAI” 20700 Dub a AN 12.02 
Darisa loo 00- a: (9 08: Manic. PAIS 11.08 
Santiago (Chile). ...... Y7.04 [Nueva York.......... 11.09 
A 1700 ¡Lille ea 11.06 
Budapesth £ - kee MOS Bepae. to EN 11.01 
Ginebta. o: 1700 Warsovia. qe. se a 11.06 
Hamburgo Ya UA e tes > 11.06 
O A O 16.01 ¡Eiladella compa 10.02 
Copenhague .......... 16:00: [Brookly Dc 10.02 
Stockolmo.12. 46,1... 200 15:02 Mondres.!.. PUSO ee 9.01 
BOAraa Mu mor 15089 Edimburgo... 0... 0s 9.08 
San Petesburgo....... 14.03. [Venecia +. domino OS 
o A 14:01 - (Guayaquil e 9.04 
A E E 13:09 ¡Chicago 8.09 
Mosca 12.03 ¡Buenos Aires.......... 7.08 
Berl. .=s rd e 19.04 [Calrok.-. Jose O 6.06 
Coloma... Pos 12300 Alejandria eo ee 5.04 


oa 


Las demás enfermedades que causan la mortalidad de Lima, 
representan cifras muy inferiores á la tuberculosis, como lo de- 
muestra el siguiente cuadro, que comprende el quinquenio de 
1890 á 1894: 


165 -- 


MUNICIPALIDAD DE LIMA 


Sección de Registros del Estado Civil y Estadística 
Resumen de las defunciones habidas en la ciudad de Lima por los años de 1890 á 1894, conforme 


á las partidas sentadas en la expresada Sección 


¡2 H A m ES <= | 
E 23 a As a S 
N E n E | « | ES a x E eh 
> z SS a a el DoS e 
| z A Ea < A a 4 [5] a 7 =) = oO E 
NOR > ale os la Brel E: 
! S158/8|2 [88 4 5/18. 31288 2 e lsós 4 (2 2% 8 | 0|= E 
! 2 Be 13 leal Se te Sola le a ama le o A E 
| A, Olalla Ja 5 E a 6] £ [E/4 O 2 [Slulz| E Dn = | AS 
| E A NS A Ml ea IO SE 
| Ele 3 2 62874618358 1218 2 ls 812 (2 2 2 28 
| <|[3|[018 Sala 818 2185 (8.2 2125812 5/3 £ 2/58 
A a a ll “Pie = == SA 
ROS | | | . 
111890 | 41| 142 39| 181/4190 175/39 6423 14% 15 97| 340117115142| 976/1158| 102 154 31/3924 
Ñ | | | | | | 
1891 | 108 76| 100 231/39|84 232131/ 9244 128 1531 250 (3779 9?81010| 140 183| 361/16 4322 || 
(1892 | 95| 145| 109 225/46/86| 105] 142/39] 7596 195 338 199| 441 (18559 7%2| 709 143 103| 14339] 4322 
1893 70| 89 58 160/26/29 185 11323| 46142 133| 20, 106| 176| |1647| 8241390) 98 71| 2110 3734 
| | | 
(1894 | 112 152 119| 254/3288] 147 136,36| 101/70] 146 156| 35741 35164 859 624| 156 42 326 3756 
| 


— 166 — 


TANTO POR CIENTO 
CAUSAS PRINCIPALES DE LAS 
SOBRE EL TOTAL DE CADA AÑO 


DEFUNCIONES 
1890 | 1891 | 1892 | 1893 1894 
Delicorebro a a a NO 4,101 5,67, 7,41. ATANASIO 
RECO LAZON AD 3,62] 2,96| 4,51| 3,561 3,89 
1d PEO Ne 4,001 1,76| 21,88| 7,63| 13,55 
o). 0,59 102 222 1,13 1,86 
A id 33,541 27,25| 17,86| 22,07] 22,87 
JH COBLOMAgO”.- a actas A 8,33) 10,641 7,611 5,49] 10,04 
jtebres diversas e cla 5,45] 6,08 6,62] 8,60] 8,49 
,, Otras enfermedades ....... 33,85] 28,78| 23,39| 41,91| 26,25 
,, defunciones no licadas| 6,52) 7,49] 5,69] 4.79] 5,27 
a yirtielaso. pr | 0,00 8,351 3,311 0,05| 0,08 
. 100,00) 100,00! 100,00| 100,00/:100,00 


Examinando atentamente el cua:lro que precede, se viene en 
conocimiento, que las defunciones por fiebres mortales de toda 
clase, han disminuido de cuarenta años á la fecha; pues, en el año 
de 1857, época en que aún no estaban canalizadas las acequias y 
que no hubo epidemia, tuvieron lugar 939 defunciones, sobre un 
total de 3,436 fallecidos, lo que representa 27.29%/,; al paso que, 
en 1894, sobre un total de 3,75%, sólo fueron víctimas de fiebres 319 
individuos, que representa 8.22%, sobre la totalidad. Mientras 
tanto, se nota que ha pasado lo contrario con la tuberculosis, cuyo 
número de defunciones fué de 562 en 1857 ó sea 18.44 %/,; de 1,004 
en 1894, que representa 24.71, y en 1896 ascendió esta cifra á 
1,000 ó sea 23.32 %/.. 


— 1671 — 


La disenteria, es otra de las enfermedades que ha disminuido 
mucho, porque en 1857 se registraron 484 defunciones de esta te- 
rrible enfermedad, ó sea 14,8 */,, y en el quinquenio de 1890 á 1894, 
los casos fatales que se registraron fueron los siguientes: 


Años Núm. de fallecidos 
SIA AS E lA O 
MAS A EE 84 
o E O A DI 0) 
MEAN : 29 
SIA A E RA 88 


En el año á que hacemos referencia, el de 1857, las tres enfer- 
medades que más víctimas hicieron, se encontraban sobre el total 
de defunciones, en la siguiente proporción: 


Fiebres de todas clases........ lo dro 
MuberculosiS tics Tas aaa od. apies eoS ISA: 
PASSnterÍa eco oo O HEMOS 


Comparando estas cifras con las que arrojan estas mismas tres 
enfermedades, en el quinquenio de 1890 á 1894, obtenemos sobre el 
total de defunciones, el resultado siguiente: 


1890 1891 1892 1893 1894 
Fiebres....... LIA 608 y. BB. 18:60, 8,22%, 


Tuberculosis...22.40 “ 20.86“ 921.49 “ 20.98 “ di 
Disenteria.... 92.929 “ DASS 98 DS SL 


vI 


Como la mortalidad en todos los países, es mayor en las gentes 
desvalidas que en las clases acomodadas, conviene conocer en qué 
proporción se verifica ésta en los hospitales de la capital, compa- 
rándola en dos épocas distintas. 


Mortalidad en los Hospitales 


— 168 — 


Primera época 


X ENTRARON MURIERON |'TANTO */ 
AÑOS o| OBSERVACIONES 
A LOS HOSPITALES EN LOS HOSPITALES| DE MUERTOS 
1866 MOE 2.210 00.11 ¡OL AAA 
1867 32.308 1.S10 DDT luar AN 
1868 98.377 4.796 16. 08 Fiebre amarilla 
1869 94.261 2.098 8.68 lus 
1870 26.074 2.044 Ms OBESA AA 
1871 32.301 92.648 ES. TIAS 
1872 El 2.601 DA a e 
1873 20.941 2.599 A O A oa 
1874 19.549 1.615 Si 120. E A 
1875 21.879 1.647 MED A 
Totales... 261.092 24.068 9. 77/,, Promedio anual 
Mortalidad en los Hospitales 
Segunda época 
= (e) 
años | ENTRARON | MURIERON |TANTO”/. OBSERVACIONES 
A LOS HOSPITALES | EN LOS HOSPITALES | DE MUERTOS 
1886040163889 1.693 11. BO TO 
1887 | 16.253 1.557 A O 
1888 17.016 1.720 102.000 ht do TUN 
1889 17.769 1.576 O A A O ooo o 
1890 18.104 1 70 A 
1891 20.503 1.788 8 TD MU 
1899 | 18.963 1.798 O ALAS co 
1893 | IAS TOR A ooo 
15894 16.735 1.734 VO BON AN 
1895 19.312 9.007 10. 39 | Combates de Lima. 
Totales. . 177.170 MED 9. 713 | Promedio anual 


— 169 -- 


Balance del movimiento de los hospitales 


Decenio de Entraron Disminución Murieron Disminución 
1866 á 1875 AOL DI A e A A 
Decenio de 

1886 á 1895 MET ATO 83, 922 17,287 6,781 


Aparece de este Balance, que entre el primer decenio y el se- 
gundo, ha habido una considerable disminución de ebfermos in- 
egresados á los hospitales, durante los diez años comprendidos 
entre 1886 y 1895, nada menos que la enorme suma de 83.922 ú sea 


- 32.19 /, á favor de la salud pública y en contra del decenio de 


1566 á 1875. Esto prueba que la higiene privada progresa en la 
masa del pueblo y que á costa de tenaz perseverancia de parte del 
Municipio, puede obtenerse en poco tiempo, mayores diferencias 
que la que acabo de señalar. 

Respecto de la mortalidad, hay una diferencia en los hospita- 
les de 6.781 defunciones menos en el último decenio, sobre el an- 
terior; y un aumento de 0.54 en el último decenio, comparándolo 
con el primero, lo que prueba evidentemente la buena administra- 
ción de los hospitales de Lima, y la pericia del cuerpo médico que 
desempeña las altas funciunes de la caridad. 

Comparando la mortalidad que tiene lugar en los hospitales 
de Lima, con los primeros hospitales de la Gran Bretaña, que son 
los mejores del mundo, no encontramos grande diferencia y sólo 
un pequeño aumento, en los nuestros, como puede verse en el 
siguiente cuadro: 


13 


— 170 — 
Mortalidad comparada de los hospitales de Lima con la de los 


hospitales de la Gran Bretaña 


| 
l 
| 
| 
| 
| 
| 


77 1 

E 33 

Ss $ = 

sida = a 

HOSPITALES E = E s 

la 

z ES 

San Bartolomé. ii E a ia 5.500 | 6. 00 
Santo Lomas... tea NOS AE 3.200 | 12. 00 
UT A E E SAA 5.600 | 9. 07 
BESO: > 2. 0 A NN 2.600 | “7. 00 
LerCester.... 0 A E A ' 2,000 | 5. 00 
EAIMDUEZO. .. +: ¿AUT RAS AJO AAA | 4.500 | 10. 05 
AÑOLdeen: .s. A e, ae 2100.41 6205 
Man ohester.. ot A 3.000 LO 08 
LIVenpool..... 4... MAN 3.0001 "202 
A sele 3.000 100 
Bimingham. 3.0 EL NITO OA 2.700 1S2400 
CAASRO Wi. 010. ic ITA AI 5.700 | 10. 07 
Misericordia (Dub e O Y. LO07] DS 
Wihitechapel (Londres). anti e (ao 


El promedio anual de la mortalidad en los hospitales de Irlan- 
da es de 63 %/,, en los de Inglaterra 8 ”/., en los de Escocia 94 */, y 
en los de Lima 9.73. 


—= 1/1 :— 


vII 


ALIMENTACIÓN PÚBLICA 


Debo ocuparme de este punto, pues, como se sabe, la buena ó 
mala alimentación contribuye poderosamente en la mayor ó menor 
mortalidad de un pueblo. 

Se ha creído siempre, que la deficiencia de la alimentación, es- 
pecialmente de la carne, es la causa del exceso de la mortalidad de 
Lima. Si se trata tan sólo de este alimento, el hecho no es exacto; 
y antes de terminar este breve trabajo, debo consignar las cifras 
que desvanecen esa preocupación. 

Para disertar con orden sobre el consumo de la carne en Lima, 
es forzoso dividir en tres períodos este consumo; que representa los 
decenios de 1856 á 1865; de 1866 á 1875 y de 1887 á 1896. El primer 
período comienza desde el primeraño que funcionó el Matadero ó 
Camal General. 


1..—Decenio de 18564 1865 


CONSUMO DE CARNE CONSUMO DE CARNE 
AÑOS 
GANADO VACUNO GANADO OVINO 

O E a E it [ol ESA ADOS 
MA OS ADOS SA 
e MID AO E ESOS O A rl ESA 
ÓN Ed RATA A AR CON 
ESOO E o | Mn SIS o 
A O ANA o NN AAA DRA aa 
MA E RAMO ale bo Lal 7, do o 
SO A ad aa E MAD 
. 1864 EA Aa: VE A AMOO to 
A A AUD A E OMA os 
Morales... oo A E E PS 


— 172 — 


2.—Decenio de 1866 á 1875 


CONSUMO DE CARNE 


GANADO VACUNO 


CONSUMO 


GANAD 


DE CARNE 


O OVINO 


ds do a a 


39.124 
32.266 
33.195 
35.969 
40.445 
371.408 
40.135 


Totales. . .. 


5d. 
110. 


90. 


101 
s7 


v8 


S9 
92 


90. 


S6 


199 
681 
057 
909 
370 
520) 
.201 
-580 
2892 
296 


088 


3.-"—Decenio de 1887 á 1896 


SSI 
SO vdd 
USA 
SON 
AM 
IAS 
A MIDI 
AA 
IA 
LOTO e 


Mutalesyss 


CONSUMO DE CARNE 


GANADO 


53.909 


.95.451 


24.900 


¿ACUNO 


...... 


DILO 


51.599 


.250.913 


4.7143 


CONSUMO 


DE CARNE 


GANADO OVINO 


” 


e 5l 


.369 
094 
091 
SO 
¿085 
904 
.425 
.638 
865 
418 


910 


.252 


— 173 —= 


Del exámen atento de los cuadros que comprenden estos tres 
períodos, resulta, que el consamo de carne ha aumentado consi- 
derablemente en Lima, en lagar de haber disminuido, como ge- 
neralmente se cree. Esto queda comprobado por el siguiente 


RESUMEN 
Decenios Consumo de carne de vaca Aumento Disminución 
De 1856á 1865 —Reses 237098 AA A 
O O 399491 MA E 
De 1887 á 18%— ,, 521233 IO 


Aumento en 30 años — 284135 


El resultado del consumo de carne de vaca, en los tres dece- 
nios, arroja, como se vé, un aumento en el segundo resp»ecto del 
primero, de 162,329 veses, y del primero respecto del tercero, un 
aumento total en este último de 254,135 reses, en el período c>m- 
prendido de 1887 á 1896. 

El promedio anual de consumo de reses, por año, en el último 
decenio, fué el de 52,123 ó sea un consumo diario do 152 cabezas 
de ganado vacuno. 

Si del ganado mayor pasamos al consumo de ganado menor, 
encontramos aumento entre el segunlo y primer decenio, y des- 
censo considerable entre el tercero y el segundo, como se de- 
muestra por las siguientes cifras: 


Decenios Consumo de carne de ovejas Aumento Disminución 
De 1856 á 1965— Número de ovejas 764676 e A NI 
De 1866 á 1875— de 886088 e cs de 
De 1887 4. 1896 — de 570252 A — 315886. 


El promedio de consumo anual de ganado ovino fué de 57.025 
al año, en el decenio de 1887 á 1896, ó sea un consumo diario de 
345 cabezas de ganado ovino. 

Calculando el rendimiento de carne en el ganado mayor en- 
tre 350 libras de peso por cada animal y el peso de 60 libras en ca - 
da oveja, obtendremos el siguiente resultado en el consumo por 


año. 
14 


= MES 


Promedio anual 52,123 reses con peso de 18.243,050 lbs, 
Promedio anual 57,025 ovejas con peso de 3.421,500 ,, 
Total consumo de carne en libras poraño 21.664,550 ., 

Dividida esta suma entre los 100,000 habitantes, representa 
un consumo de carne al año, por individuo, de 216 tibras, Ó sea 
9 3 onzas diarias por habitante. 

Comparando el consumo de carne en Lima, con el de las prin- 
cipales naciones de Europa y América, resulta que Lima seen: 
cuentra en mejores condiciones de alimentación que esos países, 
según lo demuestra el cuadro que va en seguida: 


Consumo de carne en algunos países 


o o a) e) e) 
tz 1 Z “Y YA 
E E oz S e 

4] O Ss 
PAISES O 
p< a >< po E < 
[2] [52 a la] e 
E = = E = 
a 5 E 5 y 
Estados Unidos. . 62 14 41 3 120 
Gran Bretaña.. 59 94 26 3 105 
A A 40 19 19 3 74 
MM seco 0e 40 19 15 9) 69 
INUSIA 0 a 94 al Gil 2 48 
INE A Ls SÍ 10 15 ) 64 
A 2 5 4 9 23 
España y Portugal 16 18 14 il 49 
Béelgita......o... 44 3 27 9 76 
Holanda. 02m... 49 5 7 2 56 
DinamarcarE! -.. 31 19 Alá o 69 
Suecia y Noruega 48 9 6 2 65 
Otros países. .... 32 19 val 2 51 
Camada: a: 52 A 21 3 93 


No he considerado en mí cálculo el consumo de carne que se 
hace en Lima de ganado porcino, ni la carne de ave, por carencia 
absoluta de datos á este respecto; así que, considerados estos dos 
artículos, el consumo debe ser mayor de las 216 libras que, por in- 
dividuo, hemos señalado al año. 


A 
$ VII 


OPINIÓN DE UN PUBLICISTA SOBRE EL CRECIMIENTO DE LA 


POBLACIÓN DE LIMA 


El erudíto jurisconsulto y notable publicista Manuel Atane - 
sio Fuentes, fundador de los trabajos Estadísticos en el Perú, en 
su obra titulada: Estadística General de Lima, publicada en 1858, 
al ocuparse del crecimiento futuro de la población de Lima, hace 
el siguiente juicioso cálculo: 

Dando á la ciudad una población de 94195 habitantes obten- 
dremos el siguiente resultado: 


Aumento Disminución Totales 


Total de pobladores 94195 —= ...... TE 
Id. de nacidos 3168=...... A 
ide muertos... 1. comunes =D PE 

Entradas por mar A A 

Dersalidas: por id... rs — 9488 :=...... 

Entradas por tierra 4B0TT — 2.0...» — 159676 

Salidas por 1-2 SS — 49217 — 63148 

96145 

Deducido el total de pobladores 94195 

Saldo anual á favor de la ciudad 1953 


Del cálculo anterior se deduce: 


1. Que el aumento anual de la población, por razón de naci. 
691 
mientos y residuo de viajeros, dá una proporción de 2, 25419 /. Con 


el total de pobladores. 
9, Que el número de nacimientos está en proporción de 


6363_ Jo 
e o 


* Que el número de muertos es de 51030 ES ./” sobre el total de 
aos mas el número de personas que componen la pobla- 
ción flotante. 

Como el aumento de 1,953 personas, es deducido del Balance 
de nacidos y muertos y de entradas y salidas de viajeros, puede 
servir de fundamento para calcular el aumento progresivo de la 
población, en el caso de que circunstancias extraordinarias no au- 


— 176 — 


menten ó disminuyan la mortalidad ó la inmigración; toman- 
dolo. pues, por base y relluciendo para los cálculos el quebrado de 
5 4 y 0/”.4 pesar de s»" algo menor, podemos establecer que la 
pobla“ión de Lima en el año de 1900 será la expresada en el siguien- 


te cuadro: 


| 

| | 

A es E AUMENTO POBLACIÓN 
ANOS O ES EN DAÑOS | ÁLOS5 AÑOS 
| 
| | 
vd A EIA z [E ¿JN Ls 

1857-1860. 2 94,195 e 
1860-1865 11,206 | 118,538 
1565-1870 12,491 | 130,959 
1870-1875 13,770 | 144,729 
1575-1880 14,671 154,400 
1880-1885 dd | 23,160 | 177560 
1885-1890) DOE | 26,625 | 204, 185 
USOS O 30,626 | 234,811 
1805-1000 ld 35.220 | 270.031 


| 
| 
MH 
| 
! 


Es indudable que el notable publicista Dr. Fuentes, al hacer 
un cálculo tan racional y ceñidoá los principios de la ciencia, no 
contaba con que la muerte continuara en las mismas proporcio- 
nes de hoy; que la guerra civil siguiera en su tarea devastadora; 
ni menos, con los focos permanentes de infección que nos ofreue 
el dilatado cauce de un río sin agua, las lagunas infectadas de la 
Exposición y los extensos pantanos de la campiña de Lima; con- 
taba menos, con que á través de 40 años de la fecha en que publi- 
cara su obra, existiesen aún los grandes depósitos de materias or- 
gánicas en putrefacción, conocidos con el nombre de muladares 
desde el tiempo de los Virreyes, que son otros tantos factores de 
la gran mortalidad de Lima. 

lonocida, pues, las causas de esta enorme mortalidad, es de- 
ber cristiano, deber social y deber de civilización, combatirlos con 
todas los fuerzas discrecionales de que disponen el Gobierno, Mu- 
nicipalidad y Beneficencia. 

Para la tuberculósis, que es el gran flagelo de Lima, un Instituto 
Médico como el que acaba de inaugurarse en París, consagrado al 
tratamiento y curación de tan terrible enfermedad, empleando los 
modios últimamente descubiertos, sería el mejor obsequio que 


q 


se hiciera á los 100,000 pobladores que tiene Limz.; pero es de te- 
mer, que los que no han podido levantar un Lazareto menos pue- 
dan construír un Instituto. 

£l que tal haga, se llamará el gran filántropo, á quien re- 
cordarán co. veneración la ganeración actual y las futuras. 

Réstanos consignar ántes de terminar este trabajo, lo que re- 
fiere un diario de Nueva York sobre el nuevo desinfectante, la 
Formalina, y su sencillo método de aplicación. 

Helo aquí: 


UN INVENTO NOTABLE 


La malisina antes de Pasteur, propiamente hablan lo, nosra 
una ciencia: era un embrión que el ganio del hombre debía desa- 
rrollar, como ha desarrollado tantos otros. De igual manera la 
química y la astronomía tuvieron por base ciencias tan oscuras 
é indignas de llamarse tales, como la alquimia y la astrología. 
Pasteur demostró que las enfermedades infecciosas son obra de 
organismos animales, de microbios ó bacterias que invaden el 
cuerpo humano y, multiplicándose en él producen las enfermada- 
des que aflijen al hombre. Desde entónces el sendero del médico 
quedó trazado y más seguro aún que el del navegante después de 
descubierta la brújula. Dada una enfermedad y conocido ó sospe- 
chado el microbio que la produce, no hay más que destruír éste, ya 
en el cuerpo de su víctima actual, ya en las habitaciones del enfer- 
mo, para librar del contagio á nuevas víctimas. Lo primero sólo 
está al alcance de los hombres de ciencia; lo segundo, que acaso 
es lo más trascendental, está hoy al alcance de todos. 

Entre los numerosos agentes germinicidas que la ciencia y la 
experiencia preconizan como los mejores, la formalína ocupa el 
primer lugar, sobre todo cuando reducida á un estado gaseoso 
puede ejercer su acción salvadora lo mismo sobre los emjambres 
de microbios que infestan el aire, que sobre los que se esconden en 
los más inaccesibles repliegues de un espeso colchón, por ejemplo. 

Pero hasta ahora no se había podido dar una aplicación prác- 
tica á tan poderoso desinfectante, por las dificultades que se pre- 
sentaban para hacer de él un gas puro y fácilmente manejable. 
Esto, difícil aún en los laboratorios, era casi un imposible para el 
público. Tal dificultad está hoy allanada, y ese es el INVENTO NOTA- 
BLE de que vamos á hablar á nuestros lectores. 

La “Sanitary Construction Company”, de Nueva York, que á 


A Es 


un mismo tiempo es una sociedad cientifica é industrial, ha logra- 
do, después de largos y numerosos ensayos, construír un aparato 
manual y sencillo como pocos, por medio del cual la persona más 
indocta, cun sólo seguir las instrucciones que para ello se le dan, 
puede desinfectar una casa en tres ó cuatro horas, con facilidad y 


sin peligro. 


El aparato es automático, de sólida construcción y funciona 
de la manera más sencilla. Basta dopositar en su interior, en el lu- 
gar destinado para ello, una solución acuosa de formal:ina al 40 
por 100, y cantidad igual de otra solución de cloruro de calcio, y 
encender una lamparilla de alcohol. de que va provisto el di sin- 
fectador. Entonces se adapta al aparato un delgado tubo de cau- 
cho, cuyo extremo libre se introduce por el ojo de la cerradura de 
la habitación, que se quiere desinfectar, la cual de antemano debe 
haberse cerrado herméticamente. La producción de gas continúa 
por una hora, más ó menos. Después de trascurrido un período 
que puede variar de dos á seis horas, según el grado de desinfec- 
ción que se desea, se insuflua en la habitación, por el mismo agu- 
jero de la cerradura un poco de amoniaco, con lo cual se neutra- 
lizan los vapores irrespirables de la formalina. Entonces se abre 
a habitación, y no hay inás que hacer. 


De los numerosos experimentos practicados en Nueva York, 
ante competentes autoridades, citaremos sólo uno, el que se veri- 
ficó el 12 de Marzo pasado [1897]. 

Se trataba de desinfectar dos pisos de una casa habitada por 
varias familias. En todos los cuartos, ya sobre las paredes, yaen 
el pavimento, ya sobre los muebles, ya en el interior de los col- 
chones, se colocaron [previo examen microscópico para demostrar 
su vitalidad] esmerados cultivos de los bacilus del antrax, la dif- 
teria y la fiebre tifoidea, y esputos de tísicos, ya secos, ya recien- 
tes, donde pululaban los microbios de la tuberculosis. Se coloca- 
ron en el regenerador tres litros de la solución acuosa de formalt- 
na al 40 por 100, y cantidad igual de una solución de cloruro de 
calcio al 20 por 100. Púsose el aparato en el lugar más convenien- 
te, encendióse la lamparilla, y cinco horas más tarde. después de 
neutralizar con el amoniaco los vapores germinicidas, se abrieron 
las habitacionas, y todos los objetos sometídosá la experiencia 
fueron llevados al laboratorio, donde se comprobó que todas las 
colonias de bacilus habían muerto, sin exceptuar una sola. De los 
esputos de los tuberculosos se hicieron, en la forma debida, varias 


-— 1D — 


incculaciones en puercos de Guinea, que resultaron completamen- 
te inofensivas. Pued>» darse prueba más concluyente? 

Si las enfermedades se circunscribieran á su primitiva vícti- 
ma, otra sería la suerte de las familias; pero, cuántas madres llo- 
ran como Niobs la pérdida de todos sus hijos, por obra del conta- 
glo procedente del primero que se vió atacado! Sabido es que cuan- 
do la difteria, por ejemplo, penetra en una casa, casi nadie se li- 
bra de ella, y másó menos lo mismo sucede con la fiebre tifoidea, 
con las viruelas y con todas las enfermedades infecciosas de los 
países tropicales. “Bien vienes Mal, si vienes solo”, dice un re- 
frán, y en él deben fijarse los padres de familia, por lo qne toca á 
sus hogares, y las corporac iones municipales, que están encalga 
das de velar por la salud del vecindario. 

El aparato de que hablamos es un invento del día, y sin em- 
bargo ya popular en las principales ciudades americanas, tanto en 
as familias como en los departamentos de salud. 

El aparato sólo cuesta doce pesos y las sustancias químicas 
que con él se emplean son de poco valor, de manera que hoy la 


perfecta desinfección de la casa está al alcance de todos, pobres y 
ricos. 


Ya los microbios están á raya: obra de destrucción ya no po- 
drá ejercerse con las facilidades de antes. 


JUAN MERO. 


EX 
Mortalidad de la ciudad del Callao 


Fué mi propósito al emprender este trabajo, hacer un estudio 
de mortalidad comparada de las principales ciudades y puertos de 
la costa; pero obstáculos casi insuperales, no vencidos por el mo- 
mento, me hicieron desistir de llevar á término mi proyecto, al me- 
nos por ahora, dejando esta labor para cuando tenga reunidos los 
datos que tengo solicitados, publicando los pocos que he podido ob- 
tener. 

Si la mortalidad de Lima nos sorprende, la del Callao debe ho- 
rripilarnos. No hay en el mundo nada parecido, salvo las mortífe- 
ras selvas de Africa, ó las cenagosas márgenes del Orinoco. 

El cuadro que vá en seguida, hace toda luz sobre el estado 
higiénico de ese desventurado pueblo,que parece abandonado de la 
Providencia y de los hombres. 


== NO == 


Mortalidad de la ciudad del Callao 


1290-1596 


| | | 5 2 
| | E | Z [2 Ea S) [E E > 
| z EJE Z = É SS ASA 
Mm | Q = 4 z S Z a ly 
= | a FS < 2 ASES > SN = S YU = 
VA == | 1 e] | E Se EZ 
Á pr == Es | E a LE = y E 
SS om | = | om 5 £ y E 
PE aaa ae EZ Pa 2 
| mn H A e 
| Z | = 
1890 STS 38.53 | 1291 STA, ARO TIEN 343 
1891 938 692.531 1655 LLO O Ar rod EA | Ti 
1892 951. | 63.04 1469 OS esse sete | 511 
1893 914. 160193 A o ZN 230 
15894 812 | 5£.18 E A 281 
1895 A A A ME AO | 522 
1896 637 AAA SS AO | 896 
Le | O AA 
7 5725 | 51.61 | 99295 A 3500 


PROMEDIO |) PROMEDIO 


ste cuadro no necesita comentario; biste saber que la mor- 
talidad de la ciudad del Callao es el doble de la mortalidad de 
Lima. 

Como en esta Capital, es la tuberculosis la que causa en el 
Callao el mayor número de defunciones, como lo demuestra el 
cuadro que vá más adelante. 

Según lo manifiesta este cuadro, en el setenio de 1890 —96, na- 
cieron en el Callao 5.725 individuos, y murieron 9.225 con un sal- 
do en contra de la población de 3.500 personas. 

Según el censo general de la República, levantado en 1876, la 
población del Callao contaba 31,492 habitantes, siendo varones 
20.218 y mujeres 14.274. El recenso del año 1589, dió un total de 
pobladores de 26.805, pero en la actualidad ésta no excede de 15.000, 
Ha perdido, pues, el Callao, en veintiún años,19.492 habitantes. 

Como es natural, estas cifras están sujetas á oportuna rectifi- 
cación, no obstante que ellas son de origen oficial. 

Toca á la Municipalidad, en vista de esta dolorosa revelación, 
hacer inmediatamente el recenso de la población, y tomando en 
los libros parroquiales y en los del Cementerio, los nacimientos y 


— 181 — 


defunciones, señalar la verdadera cifra como rectificación á este 
estudio. 

Hace 40 años que se proyecta dotar de agua y desagile á ese 
desvalido pueblo, y cuando la tienen Chorrillos, Barranco y Mira- 
floves, el primer puerto de la República no ha podido obtener 
hasta hoy ese precioso beneficio, que es el primero en todo pais ci- 
vilizado y el que habría modificalo totalmante las malas condicio- 
nes higiénicas de esa población. 

¡Cuánta impotencia é ineptitud! 

Y sin embargo, allí hay un Prefecto, Junta Departamental y 
Concejo Provincial! h1y toldo, mano3 humanidad y patriotismo. 

No ob3tante.abrigiamos hoy la esparanza, de que elinteligente y 
honorable Alcalde, que hoy rige los destinos de ese pueblo, no des- 
cenlerá del puesto sin haber realizado esa obra tan importante. 


Mortalidad cansada por la Tuberculosis 


S|| 


; > = 
Y) = SS [PS 
NE DEFUNCIONES o yaa 
Z | ba A mA AH 
Z Sia POR La TUBERCULOSIS 38 
eZ SIB A 
za e HOMBRES | MUJERES | TOTAL ZE 
A MS E 
e) SS y 
1590 189] 53 1083 256 | 20.96 
1591. 1055 118 OA 225 13.07 
1892 1462 100 | 119 | 219 19 83 
1893 , 1141 | 151 | 134 259 | 94.92 
1894 | A O AT E 25.00 
13895 IE | 189 | 148 DO | 31.00 
1596 15053 | 142 159 301 19.62 
7 9925 >| 11022 998 1950 22.05 
| | | PROMEDIO ANUAL 


16 


MIRTALIDAD COMPARADA DE ALGUNOS PUEBLOS Y CIUDADES DE LA 
COSTA 


La gran mortalidad de Lima y del Callao no se extiende, fe- 
lizmente, más allá del circuito de ambas poblaciones, y de una 
parte de la campiña que las rodea. 

Los cuadros de la mortalidad y natalidad comparada, en di- 
ferentes pueblos y ciudades de la costa norte y sur,—menos en 
Tacna, donde la mortalidad aparece excesiva,--que forman este ca- 
pítulo, prueban evidentemente este hecho; por manera que, sien- 
do la mortalidad en ambas poblaciones de Lima y Callao un fe- 
nómeno localizado, es mucho más facil combatirlo, pues ello de- 
pende manifiestamente, en gran parte, de faltas locales de hiyiene 
y no sólo de la acción mortífera del clima, uno de los peores que 
se conocen. 

Así, á partir del pueblo de Barranco, á diez kilómetros de L:- 
ma, y de Chorrillos, á trece kilómetros hacia el Sur, la mortali- 
dad comienza á disminuir notablemente, apareciendo estas pobla- 
ciones con un notable saldo de nacimientos á su favor, como lo 
demuestran los cuadros que van en seguida, que comprenden el 
setenio de 1890 á 1896, los que se han tomado, unos de los libros 
parroquiales, y otros de las municipalidades, en cada localidad, 
por comisionados especiales que han contribuído empeñosamente 
á la realización de este importante trabajo. 

Sensible es que no podamos precisar para cada población el 
tanto por 1.000 que les corresponda en la escala demográfica de 
natalidad y mortalidad, por la falta absoluta de un censo; pues 
no es posible hacer cálculo de ningún género, basado en el censo 
levantado en toda la República el año de 1876, porque en el de- 
curso de los 21 años corridos, deben haberse realizado cambios ra- 
dicales en el número de pobladores de cada localidad; así es que 
solo nos limitamos en estos cuadros, á señalar el saldo en favor 
ó en contra de las poblaciones que estos comprenden, lo que des- 
de luego es un gran paso para la formación d= la Demografía Ge- 
neral, que puede levantarse sobre una base conocida. aunque no 
estudiada en todos sus detalles; trabajo que puele emprenderse 
con relativa facilidad, si el Supremo Gobierno, comprendiendo su 
importancia, decidiera acometerlo en un término relativamente 
corto, haciendo uso de los grandes elementos de que dispone. 


— 183 = 


Pueblo de Barranco 
NATALIDAD Y MORTALIDAD 


(Datos tomados de la Municipalidad) 


SALDO DE 
| NACIMIENTOS Á 
AÑOS NACIMIENTOS DEFUNCIONES (| FAVOR DE LA 
POBLACIÓN 
1590 46 34 1 
1891 43 39 9 
0892 44 46 Ep 
1893 72 30 49 
1894 1092 83 19 
1895 130 có 59 
1896 mee 96 18 
A ID 
7 356 | 399 159 


Pueblo de Chorrillos 
NATALIDAD Y MORTALIDAD 
(Datos tomados de la Municipalidad. >) 


| 

| SALDO DE 
NACIMIENTOS Á 
AÑOS NACIMIENTOS | DEFUNCIONES FAVOR DE LA 
POBLACIÓN 


A y —— 0 
a A A A A A — . 


1890 IS 178 — 
1591 126 78 AS 
1899 135 | 86 49 
1893 126 l 73 53 
1894 107 83 94 
1595 116 6 49 
1896 107 87 35 

7 850 052 258 


Ciudad de Huacho 
NATALIDAD Y MORTALIDAD 
(Datos tomados del libro parroquial.) h 


SALDO DE 
NACIMIENTOS Á 


AÑOS NACIMIENTOS DEFUNCIONES FAVOR DE La 

POBLACIÓN 
1890 406 212 134 
1891 463 232 2931 
1892 46 411 50 
1893 454 529 7 
1894 539 094 315 
1895 536 997 329 
1896 TT 233 944 
Ñ 3456 2128 1403 

Ciudad de Trujillo 


NATALIDAD Y MORTALIDAD 
(Datos tomados de la Beneficencia y libros parroquiales. ) 


AÑOS 


1890 
1591 
1892 
1893 
1894 
1895 
1596 


NACIMIENTOS 


>: == 2 == 


4162 


DEFUNCI(/NES 


x-_—_——o —— 


SALDO DE 
NACIMIENTOS A 
FAVOR DE LA 
POBLACIÓN 


306 
154 
140 


A == 


Ciudad de Piur: 


NATALIDAD Y MORTALIDAD 


(Datos tomados del estudio del doctor Eguiguren. ) 


SALDO DE 
| | NACIMIENTOS Á 
AÑOS ¡| NACIMIENTOS DEFUNCIONES |] FAVOR DE La 
POBLACIÓN 


1994 574 234 310 
| 
| 1895 556 215 341 
1506 6530 | 301 340 


3 1780 750 | 1030 


Puerto de Paita 
NATALIDAD Y MORTALIDAD 


( Datos tomados de la Municipalidad. ) 


y SALDO DE 
Ss » » NACIMIENTOS Á 
AÑOS NACIMIENTOS DEFUNCIONES 
FAVOR DE LA 
POBLACIÓN 
1890 DD) | MS 101 
1591 179 | 105 74 
1802 935 | 78 157 
1593 176 | 85 01 
1894 918 | 132 | 36 
1895 925 143 Ss) 
1896 282 159 | 193 
O 1535 SIS | 117 
pe o = — > 


186 — 


Ciudad de Sullana 


NATALIDAD Y 


MORTALIDAD 


(Datos tomados del libro parroquial) 


SALDO DE NACI- 


AÑos | NACIMIENTOS DEFUNCIONES "MIENTOS Á FAVOR 

| DE LA POBLACIÓN 
15890 597 60 497 
1891 544 64 | 480 
1392 063 Ye | 591 
1893 630 3 DM 
1894 564 | 3 921 
1895 745 | 199 546 
1896 782 | 209 13 
7 | 4.485 | 700 3.785 


Cindad de Chincha Alta 


NATALIDAD Y 


MORTALIDAD 


(Datos tomados del libro parroquial) 


1890 
1891 
1892 
1893 
1894 


NACIMIENTOS 


AAA 


4.819 


SALDO DE NACI- 


DEFUNCIONES ¡MIENTOS Á FAVOR 


¡DE LA POBLACIÓN 


197 — 


Ciudad de Moquegua 


NATALIDAD Y MORTALIDAD 


(Datos tomados del libro parroquial) 


SALDO DE NACI- 

AÑOS NACIMIENTOS DEFUNCIONES [MIENTOS Á FAVOR 

DE LA POBLACIÓN 

Ens eN E TH áÑÁ ZO O 2 A 
1890 291 126 165 
1891 312 128 194 
1892 306 1585 145 
1893 300 150 120 
1894 311 95 216 
1895 236 122 114 
1596 295 100 158 
dé 2,014 909 1.105 

Ciudad de Tacna 
NATALIDAD Y MORTALIDAD 
(Datos tomados de la Municipalidad) 

Z . ET SALDO EN CONTRA 
AÑOS NACIMIENTO DEFUNCIONES [DR La POBLACIÓN 
1590 470 650 201! 
1391 361 718 331 
1892 321 407 170 
13893 301 468 1 
1894 361 444 0) 
15905 344 645 299 
1806 319 699 350 

7 2.545 4.149 1.604 


SE 
DON 
APÉNDICE 


LA TUBERCULOSIS EN LOS GANADOS 
Diversas Opiniones 


No es demás presentar á los lectores de este trabajo, un es- 
tracto de los últimos estudios hechos sobre la tuberculosis de los 
ganados, por lo que pudiera importar como elemento de trasmi- 
sión de esta terrible dolencia á la especie humana. 


LA LECHE Y LA TISIS 


“Según los recientes análisis practicados en París en el Labora- 
torio municipal, sobre cada diez muestras de leche que se expen- 
de en las lecherías se encuentra el bacilo de la tuberculosis en cua- 
tro de ellas, cuya proporción reviste gravedad tan extraordinaria, 
que debe llamar seriamente la atención para atajar el mal que 
puede producir el uso de un alimento tan generalizado. 

““Si se pudiese seguir el ejemplo de los chinos que nunca beben 
leche, á lo cual se atribuye que en China sea casi desconocida la ti- 
sis, se restaría un factor á la pavorosa cifra de defunciones debidas 
á esa enfermedad, que cada año figura en los Registros Demográ- 
ficos de todas las grandes poblaciones. 

“Para aminorar el peligro es cierto que se recomienda, con muy 
buen acuerdo, el uso de la lecha debi lamente esterilizada, paro en 
nuestro concepto no basta esta precaución, á no ser que se eleven 
nuestras cocinas á la categoría de laboratorios químicos, para sa- 
ber con certeza cuándo están completamente esterilizadas la leche 
y otros alimentos dudosos; es necesario que se ejerza siempre una 
exquisita vigilancia sobre los establos de las vaquerías para que el 

público pueda abrigar la confianza de que las vacas están sanas y 
que la leche no está mistificada. 

“Lo que pasa en París ocurre también en otras partes. La adul- 
teración escandalosa de muchos comestibles, y la punible des- 
aprensión de lo que abastecen los mercados con carnes enfermas, 
hacen vivir á las familias en una constante alaema y un perenne 
peligro, que desaparecerá cuando se discuta menos y se atienda á 


— 189 — 


lo que no solo la higiene natural y el instinto de conservación in- 
dican, que únicamente se deben usar como alimento sustancias 
sanas en absoluto, rechazando las venenosas, pues venenosas son 


la leche y la carne de las reses tuberculosas y epizoóticas. —(““DE LA 
PRODUCCIÓN ARGENTINA”) 


LA TUBERCULOSIS EN LA RAZA BOVINA 


Modo de combatirla 


Dice la “Plaza”, periódico que se edita en Rosario, República 
Argentina, en el número correspondiente al 4 de Octubre del año 
en curso, lo siguiente, á propósito de la tuberculosis en el ganado 
bovino: 

“Un documento de la mayor importancia es el que ha recibi- 
do la Sociedad Rural Argentina, del Ministerio de Relaciones Ex- 
teriores, el que á su vez lo recibió del Cónsul Argentino en Sou- 
thampton. 

“Se refiere á la tucerculosis en la raza bovina y á la ópinión del 
profesor Nocard, de la escuela veterinaria d'Alfort (Francia), pa- 
ra combatirla, 

“Tanto en Europa como enAmérica y Australia, la tuberculo- 
sis causa serias pérdidas en la raza bovina, notándose de año en año 
el aumento del mal. 

“El profesor Nocard, ha llegado á esta conclusión. 

“Durante el año 1894, el número de animales tuberculosos en 
Prusia mostró un aumento de un 20, 1/7, y en Sajonia el de 21, 5 
entre los animales muertos para el consumo, y este aumento fué 
comprobado previa inspección y examen de más 700.000 animales 
carneados en los abbattotrs bajo control. 

“En Dinamarca, la tuberculosis es bastante general en el ga- 
nado bovino, y durante el año 1895 se comprobó en los abbattoirs 
de Copenhague, que más de un 21”, de los animales carneados 
eran tuberculosos, y de 53,303 animales que fueron sujetos á la 
prueba de la tuberculina durante los años de 1893 á 1895, resultó 
que un 39,7*/, están atacados de dicha enfermedad. 

“Se sacrificaron en el Reino Unido, en los años de 1891 á 1892, 
15.880 animales de todas edades: 2065 fueron hallados tuberculo- 


sos, una proporción de 14.889,. El porcentaje variaba de un 18.7%, 
, 18 


— MAD == 


n el condado de Du rham, de un 22.87, en el de Yorkshire; de un 
25, en los tambos y lecherías de Londres y de un 26”, en los de 
Edimburgo. 

“América tampoco está más libre de esta enfermedad que el 
continente europeo, y si hemos de dar crédito á Jos informes pu- 
blicados en los Estados Unidos, á veces algo discordes, las cifras 
son alarmantes. En Nueva York, entre 4000 animales examina- 
dos, el señor Blaine halló un 2177, tuberculosos; en ciertas partes 
de Massachussetts, el señor Osgood descubrió cerca de un Su%, 
afectados; para el estado de lowa, los señores Stalht y Nilia, dan 
la proporción de un 147”; para Méjico el señor Fleming estima la 
proporción de animales tuberculosos en un 34%, 

“En la República Argentina el ganado criollo es muy poco 
afectado por esa enfermedad, pero los cruzados mestizos de la ra- 
za Short-horn, se afirma padecen de ella de un 10 á 159.. 

“En Chile los casos de tuberculosis varían en la raza criolla de 
un 2 á 3 %, mientras en los puros y mestizos de la raza Short-horn 
llegan á un 40%. 

“En el Japón, las razas indígenas aparecen estar libres de la 
tuberculosis, mientras que los animales de origen inglés ó ame- 
ricano presentan un 50 %/. de atacados de tuberculosis. 

“En Australia, de 100 animales que se carnean en los abbattoirs 


ya 


de la colonia Victoria, de un 10 á 20 %, resultan ser tubercu 
losos. 

“Estos datos, si bien alarmantes en sí, adquieren aún mayor 
importancia y son más abrumadores, si se comparan con los datos 
estadísticos de otros tiempos; estas comparaciones prueban que la 
enfermedad ha aumentado en todas partes con una notable ac- 
tividad. 

“En cuanto á la propagación de la enfermedad, el profesor No- 
card cree que ella es debida al desarrollo rápido de las transaccio- 
nes comerciales y al uso del ferrocarril para el trasporte de los 
animales. Según el mismo señor, también se debe á la importa- 
ción de animales de cría de Inglaterra, siendo notorio que las prin- 
cipales razas bovinas de ese país se hallan atacadas de tuberculo- 
sis, las cuales, importadas á los demás países para el mejoramien- 
to de sus razas, han desparramado la enfermedad en Dinamarca, 
Suecia, Rusia, el Japón, Estados Unidos, Chile, República Argen- 
tina y Australia. 

“Demuestra el profesor Nocard, que es contra el contagio que. 
deben dirigirse todos los esfuerzos 


las 


— 191 — 


“Para conocer si un animal está tuberculoso, hay que hacer la 
prueba con la tuberculina; si una dosis pequeña es inyectada en- 
tre el cuero y la carne del animal, y éste mo muestra una reac- 
ción por un aumento en su temperatura normal, prueba no estar 
tuberculoso; pero en el caso de aumentará las pocas horas la tem- 
peratura de 1, 4, 5, 2,2,4, 5grados ó más, con síntomas de fiebre, 
existe la prueba que este animal es tuberculoso. La inyección no 
presenta peligro alguno y la reacción desaparece por completo en 
un tiempo bastante corto. Sise sujetan vacas lecheras á esta 
prueba, la cantidad y calidad de la leche que dan, de ningún mo- 
do quedan afectadas. 

“Se extiende el profesor Nocard en otras consideraciones ten- 
dentes á aconsejar que todos aquellos animales que reaccionan 
bajo la inyección, deben aislarse inmediatamente de aquellos que 
muestran ser sanos, y los establos deben someterse á una desin- 
fección rigurosa. 

“¿Como se ve, el asuntoesde la mayorimportancia, y deben to- 
mar nota de él muestros criaderos y estancieros, á fin de adoptar 
las medidas que seindican para evitar la propagación de la tu- 
berculosis en nuestro ganado”. 


LA CAMPAÑA CONTRA LA TUBERCULOSIS BOVINA 


“El gobierno dinamarqués habia nombrado en 1591 al veterina- 
rio Dr.Bang, en comisión especial para estudiar todo lo concernien- 
te á la tuberculosis de la hacienda bovina. Acaba de publicarse el 
primer importante informe de dicho comisionado, y de él extracta- 
mos los puntos principales. 

“Declara el Dr. Bang que la tuberculina es un medio precio 
so de diagnóstico, pero no infalible. En 54.000 animales inoculados, 
se erró el diagnóstico en un 13 por ciento. El grave inconveniente 
de la aplicación de esta materia como medio de diagnosis, consiste 
en que ningún indicio da sobre la extensión que la enfermedad ha- 
ya adquirido en el animal afectado. En la mayor parte de los ani- 
males que presentaron síntomas de reacción, la enfermedad resultó 
hallarse en estado latente, 6 en su principio en que la obducción 
apenas ha podido hacer constar que existía una infección pura- 
mente local en forma de pocos tubérculos del tamaño de la cabeza 
de un alfiler ó de una arveja. Nunca se ha observado que la inyec- 
ción de tuberculina haya tenido consecuencias funestas para los 


— 132 — 


animales operados; paro cree el autor que es necesario adquirir 1ma- 
yores datos científicos, para poder fallar definitivamente á este 
respecto. En casos de tuberculosis liviana, latente ó principiante, 
a tuberculina ejerce á veces un efecto curativo, pues en un caso la 
mitad de los animales que reaccionaron á la primera inyecrión, re-- 
sultaron completamente curados á los tres años. 

“El estado latente de la enfermedad no causa alteración algu. 
na en las funciones vitales del animal. 

“Vacas en que la tuberculina dió lugar á una fuerte reacción, 
parieron casi todas terneros completamente sanos. 

“La leche de las vacas tuberculosas no es peligrosa,salvo que la 
ubre misma fuese infectada; entonces la leche desnatada puede 
causar la infección de los terneros criados con ella. Con calentar 
a leche á 85” C., desaparece todo peligro. 

“Teniendo el ganado en condiciones higiénicas, la propagación 
de la tuberculosis de un animal al otro se efectúa únicamente por 
medio de una prolongada cohabitación. : 

“El Dr. Bang recomienda el método de procedimiento siguiente 
para combatir la tuberculosis: 

¿1,2 Inyección de tuberculina como diagnóstico. 

“9.” Sepárese delos demás los animales que muestran reacción- 

“3. Los animales que reaccionan y que muestran síntomas in- 
dudables de alguna enfermedad, deben matarse desde luego, ó des- 
pués de haber sido rápidamente engordados. 

“4. Terneros de vacas que reaccionaran después de inyectár- 
seles la tuberculina, pero que por lo demás no presenten síntoma. 
de enfermedad alguna, óÓ á lo menos no suelen generalmente estar 
enfermos, pueden criarse. 

“5. Debe cuidarse los terneros para que no sean infectados. 

“6, Desinféctese los establos de vez en cuando con cuidado; 
ventíleselos bien y permítase que les entre mucho sol y aire puro 
No se nutra al ganado con alimento demasiado intensivo. 

“La separación de los animales que muestran reacción de los 
demás, debe ser completa. 

«7, Debe examinarse la hacienda sana vada seis meses por 
medio de la inyección de tuberculina. 

“Por este método, de 131 vacas que reaccionaron, 62 se cura- 
ron en Thurebyville en tres años y se notó en general una dismi- 
nución de un 50%/, de animales tuberculosos en este tiempo.” 

De La AGRICULTURA de Buenos Aires del 12 de Noviembre 


de 1896. 


— 193 —- 


EL CERDO 
A Sus enfermedades. —Inspección de sus carnes. 


“Al tratar de este animal tan útil y provechoso,lo haremos en 
sus relaciones con la alimentación de la ciudad y la de todos los 
pueblos donde exista su comercio y su consumo, poniendo de re- 
lieve los innumerables males que puede ocasionar la falta de ins- 
pección de sus carnes: 

“El cerdo es uno de nuestros animales domésticos de mayor 

“utilidad en todas las explotaciones, por su pronto rendimien to, por 
la facilidad con que asimila los alimentos de poco valor que consu- 
“me, los cuales no tendrían aplicación de ningún género. 

“Este animal contra lo que generalmente se cree,debe ser cuida- 
do con toda limpieza y alimentado con comidas sanas y si fuese 
posible cocidas, porque el cerdo gusta del agua limpia,del fresco y 
de la comodidad; por esto es necesario poner á su disposición si- 
tios bien ventilados y agua potable lo más aseada posible. 

“Esos sitios verdaderos focos de infección, habitación constan- 
te de las moscas y origen de malos olores unidos á la alimentación 

“con carnes y residuos, como son intestinos, hígados, etc., son el 
“origen de una serie de enfermedades que pueden trasmitirse al 
' hombre aumentando la mortalidad de una población como la nues- 
tra donde existe tanta gente que come carne de cerdo. 

“Todos los Municipios que marchan con el progreso y velan por 

“sus intereses, han establecido una sección sanitaria bien organiza- 
da, compuesta de médicos veterinarios, del país la mayor parte, 
«con el fin de inspeccionar las carnes de vaca, carnero, cerdo, etc., 
que salen de los mercados ó se venden en forma de embutidos. 

““Anotaremos que si bien es cierto que existía desde hace tiem- 

po esta repartición, hace apenas un año que bajo la sensata direc- 
ción de la Asistencia Pública se ha conseguido uniformar con ele- 
«mentos técnicos competentes de este cuerpo, desprovisto anterior- 
mente de ellos por completo. 

“Según las observaciones hechas por los miembros inspectores' 

“se han hecho constar entre los cerdos muertos varias enfermeda- 
“des cuyos caracteres enumeramos en seguida. 

“Entre ellas está la c¿sticercosis, que es producida por los ex- 

crementos del hombre enfermo de lombriz solitaria, el cual arroja 
] $ ; 1 


— 191 — 


los huevos, y como el cerdo come estos excrementos, ingiere tam- 
bién los huevos de estos helmintos, cuyo desarrollo se produce po- 
co después en el tejido muscular del cerdo, enla lengua, en los 
ojos, en el corazón y en el pulmón formándose el embrión de los 
cisticercos, que á su vez es ingerido por el hombre, en cuyos in- 
testinos tiene lugar la formación Taenta solium y á veces la auto- 
infección. 

“Ultimamente se han encontrado cínco casos en cerdos traídos 
de la provincia de Santa Fé,donde, según parece,se encuentra más 
desarrollada esta enfermedad, atribuyéndose á la gran cantidad de 
inmigrantes rusos y alemanes que, por lo general,son los más ata- 
cados de solitaria, por el gran consumo que se hace en sus países 
de carne de cerdos enfermos de cisticercosis. 

“La tuberculosis es una de las enfermedades más extendida en 
esta clase de ganado, pues según las últimas estadísticas mensua- 
les de la Asistencia Pública, esta enfermedad arroja hasta un diez 
y doce por ciento de animales atacados, lo cual, si se compara con 
el uno ó dos por ciento de los países extranjeros, bastará para dar 
una idea de la gran propagación de este mal, que urge combatir 
seriamente. 

“Tiene su origen en la falta de higiene, ya en la habitación, ya 
en la alimentación, y más en ésta, especialmente cuando los cer- 
dos se alimentan de residuos de animales, como sucede en los sa- 
laderos, donde faenan tantas reses tuberculosas. La tuberculosis 
tiene su asiento, por lo general, en el animal atacado, en el híga- 
do y pulmón. 

“La fiebre carbunculosa del cerdo es otra enfermedad que 
obliga el comiso inmediato del animal enfermo. 


“Esta enfermedad,que concluye con el cerdo á las veinticuatro 
horas, es producida por un microbio animado de movimientos 
ondulatorios (bacteridia), que en los casos observados aquí, afec- 
ta al animal en forma de glosantrax, es decir, que ataca á las 
vías respiratorias y digestivas. Su causa principal es el contagio. 

“Según M. Pasteur, el microbio del carbunclo puede existir 
bajo la tierra durante dos ó tres años, de donde es traído á la su- 
perficie por las lombrices é ingerido por el cerdo con el pasto, 
bastando que las hojas punzantes Ó espinas provoquen una sim- 
ple lastimadura en la boca del animal, para que sirva de punto 
de inoculación de la enfermedad; los campos infestados son lla- 
_mados por los franceses campos malditos. 

- “Además de estas enfermedades existen la trichinosts, tan 


O 


abundante en Norte América y Alemania; la actinomicosis y 
otras, que aún no se han presentado en la observación diaria que 
se hace de las reses entregadas al consumo, 

““Dichas enfermedades, como es natural, son contagiosas en 
general al hombre y, por lo tanto, debe evitarse en lo posible su 
propagación en nuestra ciudad, lo cual felizmente se va consi- 
guiendo poco á poco, gracias al celo desplegado por el reducido 
número de inspectores veterinarios, y en especial, por el imspec- 
tor de carne de cerdo y embutidos, el doctor Domingo Simón Pie- 
tri, quien á pesar de las-25 fábricas empadronadas para su examen, 
de las mondonguerías, triperías, y fábricas clandestinas, también 
á su cargo, ha conseguido poner en estado completo de higiene 
dichas fábricas y evitar el envenenamiento de una gran parte de 
los habitantes por los comisos efectuados casi diariamente de 
animales carneados, fuertemente atacados de las enfermedades 
descritas. 

““Es del caso mencionar que en el mes de Enero último dicho 
inspector sorprendió una fábrica de embutidos empadronada que 
fabricaba su mercancia con animales en completo estado de putre- 
facción, siendo inmediatamente clausurada. 

““Observaremos,á propósito de esto,que aún hay que desplegar 
mayor persecución contra esos fabricantes sin conciencia, que con 
el fin de lucro no se paran.en medios para lanzar esas inmundicias 
al consumo del público. En efecto, debe aumentarse el número 
de inspectores de carnes de cerdo, porque existen muchas casas en 
esta capital donde se fabrica clandestinamente toda clase de em- 
butidos dañosos para la salud, y que escapan á la acción inspecto- 
ra por falta material de tiempo unas veces, ó por no disponer el 
inspector de la fuerza pública para el comiso, de que con tanta 
audacia se defienden dichos comerciantes. 

“Generalmente son puesteros de mercados los fabricantes de 
estos embutidos, que los confeccionan con las sobras diarias, en- 
trando quizá hasta carne de caballo, cuyos embutidos, si se con- 
servan por algunos días, es merced á la gran cantidad de condi- 
mentos que les echan. 

“La Asistencia Pública,encargada de velar por la salud públi- 
ca general, debe, por lo tanto, no descuidar ni un instante estos 
mercaderes, que son un flajelo comparable tan solo al flajelo im- 
portado del Ganges. 

““El cuerpo de inspectores,compuesto en su mayoria de veteri- 
narios argentinos, debe secundar con ahinco á la Asistencia, en 


O df 


la seguridad de que harán una obra de filantropía y de patrio- 
tismo, máxime hoy que han sido desterrados de la inspección 
esos individuos desprovistos de capacidad técnica en la materia; 
vinculados por su propia ignorancia á los mismos que nos enve- 
nenaban con la alimentación diaria. 


JUAN A. ORTÍZ, 
Ingeniero agrónomo. 


(Del BoLETÍN AGRÍCOLA COMERCIAL del Salvador.) 


TUBERCULOSIS EN LAS VACAS LECHERAS DE LA CIUDAD DE SANTIAGO. ' 
Informe del examen practicado á las vacas lecheras 


En la última sesión celebrada por la Municipalidad, se dió. 
cuenta del siguiente informe pasado por la comisión nombrada 
por la Alcaldía para examinar las vacas lecheras que se sitúan en 
el radio urbano de la ciudad de Santiago. 


Señor Alcalde: 


En cumplimiento del decreto de US. número 331 de fecha 18' 
de Enero del presente año, decimos á US. que hemos procedido á 
practicar el examen de las vacas lecheras que se sitúan en las ca-. 
lles de la ciudad, y el resultado de él ha sido el que se expresa á 
continuación. 

Hasta la fecha An examinado en las diez comunas en que 
se divide el territorio municipal de Santiago 280 vacas, de las cua- 
les 93 po ciesponden á la 1.?, 2.?* y 3.? comunas; 56 á la 5.* y 6.* co- 
munas; 90 á la 7.* y 8.* o y 41 á la 4.?, 9.?* y 10.* comunas. ' 
El total de vacas afectadas de tuberculosis ha sido de 17, de las 
cuales 2 corresponden á la 1.*, 2.* y 3.? comunas; 5 á la 5.* y 6.* co- 
munas; 7 á la 7.* y 8.*, y 3 4la 4.?, 9.* y 10,* comunas. 

La tuberculosis se distribuye como sigue: 6,071", sobre el to-' 
tal de las vacas examinadas; 2,150, en las comunas 1.*, 2.* y 3.*; 
8 e en las comunas 5.* y 6.*; 7,777, en la 7.* y 8.* comunas, 
y 1,3187, en la 4.*, 9,* y 10.* COMUNAS, 


10 


"El resumen siguiente explicará evidencialmente lo que veni- 
mos diciendo á US.: : 


| A 
¡S) E l- 
= O 
COMUNAS > = A INSPECTORES 
a E 2 
5) E z 
z Dá E 
O O 93 2 2150 [Plácido Argomedo 
A 56 5 8928  [P. L. Guerra 
NO 90 7 TITT  [Dr. Braga C. 
Y 10,3 41 3 71317  |A. Poupin 
Ob 0: 280 17 26071 


Para obtener este resultado, señor Alcalde, hemos tratado de 
que nuestro examen sea lo más minucioso posible, tomando nota 
del estado general del animal (edad, raza, estado de gordura, mi- 
rada, estado de las mamas, número de partos, etc.); la percusión 
mediata y la auscultación, llamaban preferentemente nuestra 
atención y como complemento hacíamos el examen microscópico de 
la leche en los casos dudosos. 


A primera vista llamará la atención de US. el reducido núme- 
ro de vacas que han sido sometidas á nuestro examen; pero la ra- 
zón es obvia,si US. toma en cuenta, por una parte,la circunstancia 
especial de que los infrascritos fueron nombrados por US. algunos 
días después que el fijado por la persona encargada anteriormente 
de este examen para que los dueños de vacas acudieran á las res- 
pectivas comisarías, y que, con tal motivo, un gran número de ellas 
habían sido examinadas por el veterinario municipal. 


— 198 — 


Por esta razón aseguramos á US. que nuestro informe no da 
fehacientemente ni el número de vacas que se ordeñan en el terri- 
torio municipal de Santiago, ni mucho menos la proporción exacta 
de la tuberculosis existente en las vacas examinadas; pero, sí cree- 
mos que del estudio en conjunto que US. hará del informe del 
señor veterinario y del nuestro, resumirá con completa exacti- 
tud lo que US. comprenderá nos ha sido absolutamente imposible 
hacer con la fidelidad que deseáramos. 

Otra de las circunstancias que hacen disminuir el número de 
las vacas que en justicia debieron ser examinadas, es la de que mu- 
chos propietarios de vacas burlan el decreto de la alcaldía, argu- 
yendo que éstas no se sitúan en las calles de la ciudad y de este 
modo, señor Alcalde, existen establecimientos en que, con el nom- 
bre de lecherías modelos,se hace el expendio de la leche en las mis- 
mas condiciones que las que se sitúan en las calles de la ciudad, 
eximiéndose del examen ordenado por US.; otros propietarios lisa 
y llanamente no llevan á examinar sus vacas y por fin otros me- 
nos escrupulosos se permiten aún colocar en los puestos vacas 
á quienes hemos signado en uno de los cuernos, generalmente 
el izquierdo, con una estrella que como US. no ignora significa 
que la vaca suministra leche de mala calidad. 

Como es enorme el número de varas que por las razones que 
dejamos apuntadas se escapan á la inspección sanitaria decretada 
por la Alcaldía,no bajando según nuestros cálculos de 200, nos ve- 
mos en la imprescindible necesidad de denunciar á US. este gra- 
vísimo hecho, no dudando que US. tomará las medidas que crea 
convenientes, tanto para hacer más fructífera nuestra comisión, 
como para conciliar también con el espíritu que ha inducido á US. 
al dictar el decreto que ordena el examen de las vacas lecheras, el 
cual no ha sido otro que evitar uno de los factores de la propaga- 
ción de la tuberculosis principalmente y de otras enfermedades que 
pueden trasmitirse por este medio. 

Es todo cuanto podemos decir á US. en cumplimiento de la co-. 
misión con que la alcaldía ha tenido á bien honrarnos. 


Santiago, Marzo 11 de 1896. 
Dios guarde á US. 
P. ARGOMEDO. F. L. GUERRA. Dr. BRAGA CASTILLO» 


ARSENIO POUPIN. 


-— 199 — 
OBRAS CONSULTADAS PARA ESTE ESTUDIO. 


Las obras que me han servido de fuente de información para 
este trabajo, han sido las siguientes: 

Manuel A. Fuentes. Estadística General de Lima, 1858. 

Mariano F. Paz Soldan. Diccionario Geográfico del Perú, 1862, 

Enrique Ramírez Gastón. Estadística de la Población de Lima, 
1885. 

Gonzales Clavero. Demografía de Lima, 1884. 

Memorias de la Sociedad de Beneficencia de Lima. 

Cuadros Estadísticos Oficiales tomados de las Municipalidades 
de Lima y el Callao. 

Anuario Estadístico de Buenos Aires, 1896. 

Anuario Estadístico del Uruguay, 1896. 

Anuario Estadístico de Río Janeiro, 1894. 

Anuario Estadístico de Méjico, 1893. 

Anuario Estadístico de Guatemala, 1993. 

Boletín Estadístico Municipal, La Paz, 1896. 

Memoria Estadística de la Intendencia de Policía del Guayas 
1891. 

Adolfo Murillo. La mortalidad Urbana de Chile 1896, Mulhal?s, 
Dictionary of Statistics Londres. 

Debo, antes de concluir, manifestar mi agradecimiento á los 
Jefes de la Oficina de Estadística del Concejo Provincial de Lima 
y al Alcalde del Soncejo Provincial del Callao, por los intere- 
santes datos que bondadosamente me han proporcionado, los que 
forman los anexos de este trabajo. 

Lima, Agosto 10 de 1897. 


FEDERICO MORENO. (1) 


(1) Observaciones ú la parte relativa á la Demografia de Lima, 
comprendida en el interesante estudio que antecede. 


Respecto á la mortalidad absoluta de Lima,comparada con su censo, hay que te- 
ner presente la considerable afluencia á esta ciudad, de enfermos que vienen de to- 
da la República, buscando asistencia médica y recursos curativos que Lima ofrece, 
circunstancia que hace crecer la cifra de defunciones normales, pues los casos de 
muerte entre los forastero enfermos, es mucho mayor queen la población seden- 
taria aclimatada. Agrégase á ésto, la costumbre de enterrar en el Cementerio de 
Lima á muchos de los que mueren en su campiña. 

Veamos ahora en qué proporción influyen estas dos causas en el cuadro general 
de mortalidad de esta ciadad. Admitiendo que la población flotante de Lima, in” 


— 200 -— 


cluyendo el personal del ejército estacionado en esta plaza, á ios extranjeros en 
t-ánsito no aclimatados y á los enfermos que acuden d> fuera, sea de 15,000, se 
tendrá para este grupo una mortalidad cuando menos de 30 %/, superior á la de la 
población aclimatada; y como el señor Moreno fija en 4,000 el número-de las defun- 
ciones registradas en el Cementerio, correspondería á la actual población de Lima, 
que es de 115,000 almas aproximadamonte, á 35 por 1,000, ósea 525 defunciones pa- 
“ra las 15,000 de su población flotante: añadien lo ahora 3)9/, sobre esta mortalidad, 
se llegaría á la cifra que corresponde á esta grupo, es decir á 157 defunciones más 
sobre las 525. Deduciendo ahora este guarismo del total de 4,000, restarían 3,318 que 
representaría con cierta aproximación la verdadera mortalidad de Lima,-en la pro- 
porción de 33 por 1.000; y entonces la capital del Perú estaría en laz mismas condi- 
ciones sanitarias de Munich, ocupando el 16% lugar en los cuadros demográficos 
"comparativos del señor Moreno, en vez de figurar en el S” que él le asigna, y apa- 
recería su clima más saludable que los de Nápoles, Madrid y Viena. 

La cifra de 33 por 1,000 que resulta en las observaciones que acabamos de hacer 
para la demografía de Lima, debe ser aún menor por la segunda circunstancia que 
hemos indicado al referirnos á los entierros que en el Cementerio General se hacen 
de losque mueren en la campiña, cuya población no está considerada en el censo 
urbano, que es el quesirve de base á los estudios estadísticos del señor Moreno. 

A observaciones análogas, se presta el cuadro de natalidad, según el cual sería 
de 2-/,anual, es decir que por cada 100 habitantes habrían 2 nacimientos, lo que 
importaría el aumento de 2 ,/? anual en el censo de Lima: pero como la mortalidad 
pasa de 3 ./” su poblac ón seguiría la ley de un decrecimiento anual de 
más de 1 %/_, hasta su completa desolación en menos de 90 años, si elementos de 
inmigración no llenaran este vacío. Pero. es preciso tener en cuenta que todos los 
datos referentes á natalidad, son los que sur inistra la Dataría civil, en la que, es- 
tamos seguros,no se inscribirán más de 50 */, de los nacidos, pues son tales las tra - 

“bas impuestas por las ordenanzas municipales y aún por-las leyes para este acto, 
«que sólo en un número limitado de casos se cumple el precepto de la inscripción en 
las datarías, como puede juzgarse teniendo en consideración el siguiente hecho: 
_que después de dos ó tres semanas trascurridas desde el nacimiento, necesitan los 
padres ó interesados seguir un verdadero expediente ante el Juez de 1.* Instancia 
para obtener permiso de inscribir al niño, circunstancia que impide en muchos 
casos verificar el registro. 

Seincurre, pues, en error, al tomar como base para un cálculo riguroso del censo 
de una ciudad, el námero de nacimientos registrados en las datarías: estos guaris- 
mos son siempre deficientes y no juzgamos exagerado calcular en un 50 %/, los naci- 
mientos que dejan de inscribirse. Siendo esto así, la proporción de 2 */, de nacidos 
que el Sr. Moreno fija en su demografía de Lima, debe elevarse cuando menos á 35 
por 1000 y en este caso el incremento real de la población de Lima, sería de 2 por 
1000 anual, en vez de una disminución gradual de 2 por 1000 al año, según aquellos 
cuadros.---Nota de la Comisión de Redacción. 


OFICINA CENTRAL 


SERVICIO DE POLICÍA DE LIMA 


RESULTADOS GENERALES 


ANEXO N. |. 


CENSO DE LIMA EN 1596 


SECCIÓN DE VIGILANCIA 


CUARTELES 


ppSorso de 21 años 
i 


ESTADO CIVIL NACIONALIDAD 
e 
Y A 0 E ala | Z 
E m ES EA E a 
E E ESA E EE SA E (30 
13 A IE EE E 
Aa o] [5] S E < > E 
E E A E ES 3 3 
15 I 
| E Area 
4961 9799 0799) 5618] VISO] 9799 9460 
ii 5152 1SSY! 9SS9| 7566 2823 9889 S602 
id 3145 10307 10307) 9515 789 10307| 10005 
1 | 7133 195591 1553) 12559] 11150| 1409] 12559| 11721 
id | 3002) 954S! 1453 9548] S596| 952 0548 054S 
Total. | 2ATTA 24993| 1 52109] | 52102) AD443| 0659 52102) 49456 
md a 
| 4515 s45l s451| 7790] 6551 5451) 8384 
d | 4085 78 7809) 7664] 145 750% 7755 
| 3309 9 9386] 9314 72 03801 9386 
id NUS) 13138 13438) 19219| 919 13188] 12998| 
1 4511 9308 9308| 9957| | 51, 9880| 9808|.... 
Total. Aso92l 25053] 45099] 45092) 46250 1542 48092] 47756 


PROSTESTAN. 
| IDÓLATRAS 


ANEXO NN: 2 
RESUMEN DEL CENSO DE LIMA 


SEXO 
A — 
CUARTELES Er 2 | a 
[a] > 2 3 | a 
00 ES - ¡OA 
> Ur) E | es 
a o cid e: 
E [E A E E 
o — —_——_—_—_——) | —_— .-.- EA 
| | 
Mavores le 21 años..| 4677) | | 5129 
| ayores de 21 anos.. MA / ViZ22 ) 
1 9000 >| 9250) 18240 
| Menores de ,, ,, | 4323 y 412s ) | 
| 
' Mayureside 11 | ICE 4712 |! 
e) | - |.  SS99l » SS06 17698 
(Menores de ,, ,, | 3715)| 4094) 
' Mayores de ,,  ,, 4988 ) | 5319 L | 
Se | 9774 9919 - 19693 
l Menores le yu. y. 4786 ) 4600 y 
| Mayoresde ,, ,, | 504 | | 7055 ) 
ae. | - (111955 | - | 13742 - 25697 
| Menores de ai Ed 6451) | 6687) | | 
Í Mayores de ,, ,, 498 ) | 5190 | 
ES TA 9699 18856 
Menores de ,, ,, 4799 ) 4579 | ! 
UM oe 48. TIS [48.778 SL 416 eos 100.194 


ANEXO NE 3 
Matrimonios inscritos en la Sección de Estadística 
POR AÑOS 


lss4 pijas 1SSTHASSSI11850115890/158918150211598,189441 89511896 


30 


pa 274 925512098207 1108 1213 [921 IAEA RANA] 


ANEXO N. 4 
CENSO DE CHORRILLOS EN 1896 


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= E E z E 
A NER= 
Sos 
Er 


ANEXO N. 5 
MUNICIPALIDAD DE LIMA 


CUADRO ESTADISTICO DE NACIMIENTOS POR AÑOs 


CONDICIÓN CIVIL 


NACIONALIDAD 
DE LOS PADRES 


DISTRITOS 


21m 
Tartas | inieztiaoa || Tgnoradon E 
AÑOS | [ST | | | alalal. i | 
| lala 2 <lelela Bla! g sial6 ¡Sl 
¡A El lali [SE [£É SS E E ale 1 
ZA za |> E 3 E =] ; = E ( 7 a 11 
EE alalsl5 E ENE 2É ES A AO OOO O A 
A E al8|= | lle ¡2/8 S Bolira E Z S1álz 
| Ea Appa =|a O 0 1 SI A E EI 
| | a E | | | | 
a | E [EA E A 
ls ==lios 
| | | | | | 
| | 
1554 18820 1030/1581 1379) 941] 9111409 sos! SGIJIOATTO20| ,, | ,, (12878 218 602] 32 LIA IS |4b1 207 2830) 725) 405) 320 332 200 428! 397 
Ez] 2 
| | | 
1885 (4063 (2037/2026| 1340] 910| —9011723|| 918| 925/1089/1060! 30/41 (3035 215 T45| 08 882 88 58 202 404 450 445 345 316 400) 366 
| | [ 
1886 [[4020 /2096/1924| [1205] 084| 92/2039|| 920| S36|1139/1060 28 (5087, 193 673| 67] 8 2128/1147] 081 194 297| 440! 47S| 315| 208/ 329 
| Ml 1/ I | Í 
1887 4088 ¡2025|2000] [1243 9S0| O214778|| 002 OB2/1089'1097| 35 —33/[3178 183| 058| G9|| — 4/9162/1632| 2296| 68 AS 
| | | | | | 
1888 l37o6) [1592 1814 |1145/1040/ 82/1430 1186/1036 D0s| el 30/2940 1885) 565| 54 BS/2072/1350| 201/ 53 407| 200| 250 
| | | 
| | | 
1550 3558 1895/1733 09/1290] | 782 011001) 943 34/1/2502) 145| 532] dul 5 TS] 7011 379] 174 188/ 408 367] 287| 2501 381 
| | | | | | | | 
1500 30009: Ms12 1857//101012: | 829) 970! 905) 39/2001) 147) 587] S4l| ,, [1064 1508| 64 73) 309/ 184. 204! 397/ 390) 21 328 
ll ¡ELE | I A | 
1891 e 1977/1924] 1156/1111] 108/15%6| | 902] 844102911035 E | s0lp168 560] 68] —DO|| 405] 171 184 430) 858] 357) 974 871 845 311 
| | | [nl 
1892 peli po a 1108 S4nl Sep 202) 30/2099|1589)| 66 113/[ 409) 204 171 356 378| 314) 230 
| | | | | | | l | | 
1503 9r4o] 1934/1515| 1045/1235) 04/1402/| 885/ 529 1052 ea 47] 46113030 22) 2117/1407] 4%] 93); 348/ 200 103 408 887 sa] 978| 954 334 201/| 
| | | | | | | ll 
1594 3507| [1825/1749] [1020/1043] —57|144T|| 835 SOT] 933| 856] 54/40 [9868| 106 [2147/1206 10311 854 159) 170| 358 DAT 2! 274! 
| | 


1806 


130691 (1570! 


13781 


1490. | 043) 855 
Ú 


2 406 
| 


JL9L2/107. 


411/2503] 06 


151| il 


228 201 209; 


EL CAMPO 


IAS 
4S| 404 59 
301 40 


567] 08 
| 


617 103 


16 560/76 


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ANEXO N. 6 
MUNICIPALIDAD DIE LIMA 


CUADRO ESTADISTICO DE DEFUNCIONES POR AÑOSs 
Población de la Ciudad, según el censo de 1891. — 103,956 


SEXO RAZA | CONDICIÓN CIVIL NACIONALIDAD] LACTANCIA | DISTRITOS 
AÑOS | | ll E | EM | | A - 
ala ia] y < E ilS[|21. > 5 | | | EIA IES 
atlalSlels als lol $ 513 Elé ele slsiólzislólal. | hos EE 
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| | | E 
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n | 1 IT 
| | | | | | | | | 
1554 1505 Ap1itóLo 2061 S3S| 1091 1, ” “lo | vi»ls» » ls 1242 26 55) 2 11 235) £ 1911537 | 
| | | | sio 
| 
1585 2008 a9l1210/1954 257) 565 227) 32/1572) 674 393| 107| 116 139 90/ 43] 259: 311) 151699 —4| 155 
1856 TOJI270|1802/ 388| 915| 154] 833 S09| 139 154|19287 375] 56/3999 402) 125] 415 410 332| 237) 357/ 142 150 347 151693) —T| 56 
| A | | | | | 
1887 36591914 1094|  54]1055 665| 50] 536/ 000/ 52/ 215/1195 611| 379| Gale son] 28] 459) 159 151| 244] 245] 11 120/ 282| 1 TI 941 174] 16/1557| ,, | 52 
1888 14 Dl sa Ss E 500| 195 263]1178 626] 367| 70/3644 407| 93] 498| 246 150| 370] 259] 157| 160/ 291 366! 225| 185' 256 260 178 01720 E 75 
| 1 | | 
1889 var 101] Losohis9s 607 209) 18S]114s/ 60s| 353| ica 8731 107] 2| 117| 151) 275) 302) 203| 170] 221) 920! 189] 51576 2 | 107 
| | | | Í | | | 
1890 2050/1793/ SI[1153/1616/ 230 790| 155] 604 030 215 63/1304 628| 403| - 65/3362] 477/ —S5] 109| 172 317 %41| 211) 160/ 228| 219] 214/ 4171 ,, s1 
1501 512025 112/1250 1850) 932 Sol 112/1275, 671] 43: 3219752| 428| 112 230 224| —31788| mm | 112 
| | | | | 
1892 3222106/1989| 143] 030 1740! 240] 907| 154J1454 519) 574 15/3607) 505| 150; | 199) 154 
| | | | | j | 
1803 2734]1937/ 1698! D9JLIAO 1447; Ea 526 104] 516, 636/ 142/ S7[1193: 29| 425| 110] 8204) 497| 103] 216' 401/ 120/ 63] 2: 21 1091 2 
| | | | | ! 
15u4 ¡S750]1889/1718/ 149]1094 1408| 1911 844) 159] 510 572 291] 149/1140. 601| 377| 116/9367| 3s1| Ss] 209 100 
pues] | 
| | | | 
(1) 1895 004 p550) 1017 1S1/1165/1718/ 198/11 > 561) 342] 1S1[1254, 754| 449/1785]5545 309| 11 | 7 105| 148 
1896 El | | 


(1) Se considera en este año la mortandad habida en las calles de Lima (1,709) á consecuencia de la toma de esta Ciudad en los días 17 y 18 de Marzo, por el Ejército de la Coalición. 


A 


a 


A 


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pS 


A» 


ANEXO IN 7 
MUNICIPALIDAD DEL CALLAO 


Estado que manifiesta las defunciones ocurridas del año 1890 al 1896 


TOTAL 


PÁRVULOS 
EN HOSPITALES 


MUJERES 
MESTIZOS 
EXTRANJEROS 
CON MÉDICO 
SIN MÉDICO 


¡ VARONES 
NEGROS 


1890 | 671 | 550] 704 | 517 | 366 
1891 | 718 | 887 | 067 | ess] 470 a 


364 | 1.144 


509 | 63|1.041| 180 | 462 | 403 | 356 | 1.221 
328 | 1.093 


-913 (4.312 [5.292 [3.933 [2.595 (2.047 le 9291 | 362] 7.939 [1.286 [3.338 [3.058 


484 | 1.462 


A A, e, 


ANEXO N. 8 
MUNICIPALIDAD DEL CALLAO 


Estado que manifiesta los nacimientos del 90 al 96 


E 

313 

| YU) Y E 

Ie] € 

A Y 7 (dp) UN — = - 

AÑosl E e al 0 E SO 

Z EN MSN A ASAS ZO E 

e) E 7 92 E £l= 5 e x= 

Ea A a ca 

A S 45] Z a E As SÉ 

> A [aa] [a == % pen) — Daza 


1891 497 | 441] 30 


1890 461 | 417] 280 136, 449| 13 4587 391 


479 : 


1896 330 | 3071 2211 60 355| 1 |] 358| 9279 


' 2546/31 


ld 


1895 316 | 279| 2011 49 3389] 6 304 : 269 326] 595 


2957 cesen 758 2985 3116 2609 
| 
| 


ANEXO N. 9 
MUNICIPALIDAD DEL CALLAO 


Cuadro demográfico de la Provincia del Callao del año de 1890 al 96 


| | NACIMIENTOS | MATRIMONIOS | DEFUNCIONES | | 
E 1 [eusiicacio 53 l PERUMOS EETRAEOS E asii LUGAR Exeracae Alien! rUBERCULOSI | En 
| = > Sul = 11É ES - a | 
al | V. | Mo | text. [vato S ¡ES pe $3 M. Pobl E v. [PE M. | EN 
al | Il 
| 1890/| 4611 417| 457) 391) S 26 10 550/ S65| 356 651. | 314 | 153) 103 1991 | 
| 1891/| 497| 441) 466 479) 038 144 4 | SOT[1156| 499| S49 | 581 | 118| 107/1655 
I ! 489] 462] 479] 472) 951| 15 7| 635) 9TS| 4s4l 691 | 499 | 160) 1191462 
l S| 507] 407 € 101 3 505| T80| 864 498 | 301 (151 134/1144 
| 1504 | 418| 394| 465| 347| 812 28 4| 76|555| 538| 705 328| 507 | 312 | 109 165[[1093 
1895)| : 2411 595 +i| 12 .. | A7| 691] 420| 729] 388 
1896 5| 279 var 3S| 54 16)... 4 T06| 827/1123 
2768/3116/2600/5 Fo 23 3510102318 6a00) 


Ñ 
ñ 


— 201 -- 


El Mantaro y sus afluentes 


Ñí Ñ 


(STE río, uno de los más tortuosos del Perú, y el 
que ningún servicio presta á la agricultura ni co- 
mercio, nace al NO. de la laguna de Los Reyes, 
Junín, Bombón ó Chinchaycocha, á una altura de 3.946 m. sobre 
el nivel del mar (Herndon). Corre en dirección SE. hasta reu- 
nirse con el Pucayacu ó Colorado, siendo conocido con el nombre 
de Pary (Joanny.) Sigue en esta misma dirección, y recibe á su 
paso, por la orilla derecha, el Casacancha y el Santana, (Joanny) 
hasta la villa de La Oroya, donde se reune con el río formado del 
de Yauli, y el que naciendo de la laguna Huascacocha, pasa por el 
pueblo de Pachachaca. 

Estos dos ríos reunidos corren en dirección SE. y luego E., 
reciben el torrente de Saco y otro que viene del lado de Huari, y 
entran al Mantaro, conocido con el nombre de río Oroya, á un kiló- 
metro al O. de la villa de este nombre, por una boca de unos 20 m. 
de ancho, y con un caudal de agua de una mitad de este último, e 
que ya bastante aumentado se desliza á 3.765 m. sobre el nivel 
del mar (Rivero) en dirección E., después SE., y luego franca- 
mente $., recibiendo, por la orilla izquierda, el riachuelo que baña 


la antigua Oroya. 


En esta villa se hallan los dos primeros puentes sobre este río: 
uno colgante que pertenece á la H. Municipalidad de Tarma, y otro 
de fierro sobre sólidas bases de cal y canto, construído última- 
mente por la Peruvian Corporation. 


Il 


Siguiendo encajonado entre profundas quebradas, y siempre 
en la misma dirección, recibe el Mantaro, por la orilla derecha, 
hasta el distrito de Parco, perteneciente á la provincia de Jauja, 
los ríos de Huari y Pachacayo, el torrente de Yanamá y el río de 
Parco; y por la margen izquierda el río de Quisuarcancha. 

- Hasta llegar á Parco, cruzan el Mantaro, que se conoce ya 
con el nombre de Río Grande, dos puentes colgantes de malísima 
e 


construcción: el de Llucllapampa y el de Parco, construídos en las 
inmediaciones de estos dos pueblos, respectivamente. 


TI 


En las cercanías de Chorrillos, (anexo de Parco) se vé los res- 
tos de un magnífico puente de cal y piedra, que debe haber sido 
construído en tiempo de los primeros Vireyes del Perú. Solo existe 
una de las bases que sostiene el arco del puente, que se mantiene 
al aire por una incomprensible ley de equilibrio. 


IV 


En el distrito de Huaripampa, cerca del pueblo de este nombre, 
sale el río que nos ocupa de la serie de montañas que lo tenían apri- 
sionado, y se explaya en el hermoso Valle de Jauja. 

Desde Huaripampa hasta los contrafuertes de Chauca, situa- 
dos al S. de esta ciudad, donde vuelve á abismarse el Río Grande 
entre profundísimas quebradas, recorre una extensión de unos 70 
kilómetros. 

No tiene un cauce conocido, pues cada año aumenta Ó dismi- 
nuye el número de islas que forman sus muchos brazos ó caños, y 
varían de sitio, dejando el terreno que queda en seco, lleno de al - 
gas del género conferva y otros. 


y 


En todo el trayecto que hemos anotado, hay cuatro puentes 
colgantes: Huaripampa, Pillo ó Mejorada, Concepción y Chongos, 
que se hallan en las inmediaciones de estos lugares, respectiva- 
mente. Además en Chanca hay uno provisional de igual construc- 
ción que los precedentes. 

Entran al Mantaro, en el espacio indicado, los siguientes tri- 
butarios. 

Por la orilla derecha: 

El Sicaya que es solo temporal y corre al $. de la capital de es- 
te distrito. 

El rio Chupaca que naciendo de los nevados de Pariacaca, corre 
de NO. á SE., pasa algunas cuadras al N. del pueblo de su nom- 
bre y desemboca en el Río Grande, frente á Huan-*ayo. 


-- 203 — 


El torrente de Pumpunya, que nace de las panas de Chonta, 
corre al S. de Chongos y desemboca junto al puente de este nombre. 

Por la orilla izquierda: 

El río de Ataura, que corre al N. de esa población, sirve de lí- 
mite S. á la célebre pampa de Maquinhuayo y desemboca en el 
Mantaro á unas dos cuadras del camino real que une Jauja y 
Huancayo. 

El San Lorenzo que pasa por Apata y descarga por una infi- 
nidad de bocas. 

El río Matahuasi que baña el S. de Santa Rosa de Ocopa y 
Matahuasi. 

El Concepción, que baña el N. de esta ciudad. 

El río de Tunán que corre un kilómetro al S. de San Jeróni- 
mo, capital del distrito de su nombre. 

El riachuelo de Cajas, y otro sin nombre, que se hallan entre 
San Jerónimo y Huancayo. 

El de la Quebrada honda que corre 7 kilómetros al N. de 
Huancayo. 


El río Sulcas ó Tambo que, formado por los de Acopalca, Utu- 
tupalla, Nuñunhuayo y 'Paliau, que nacen de los nevados de 
Chuspicocha, Huaritanga, la laguna de Huacracocha y unas ver- 
tientes que hay en Limarico, respectivamente, baña el N. de Huan- 
cayo y desagua en el Mantaro ó Río Grande, casi frente al Chupaca 
por la orilla opuesta. 


El Florido y el Chilca que corren en dirección E. 4 O. bañan- 
do el centro y $. de la población y reuniéndose un kilómetro al O. 
de la ciudad entran al Mantaro por una sóla boca. 


Los de Aali y Pishupyacun que son sólo temporales. Nacen en 
Ocopilla y Aucala (caseríos de Huancayo) seunen dos kilóme- 
tros al S. de esta población y desaguan frente á Huamancaca 
(anexo de Chongos). 


Los de Huicho, la Punta, Melochaco, Quillis y Pucará, que 
bañan el N. y S. de La Punta, (an“xo de Sapallanga), el N. de Sa- 
pallanga y el N. de Pucará, respectivamente: se unen unos 5 ki- 
lómetros al O. de Sapallanga y forman un sólo río que recibe el 
nombre de Chanchas, el cual baña el N. del nuevo distrito de 
Huayucachi, y entra al Mantaro por muchas bocas. 

Un torrente temporal, sin nombre, que corre unas dos cua- 
dras al N. de Huayucachi. 

Un riachuelo que naciendo de un poderoso manantial que hay 


— 204 — 


en el cerro calcáreo que se halla al E. de Huayucachi, lo recorre 
en toda su extensión, y 

Un riachuelo que sirviendo de límite $. á la pampa llamada 
Juchu Cbanca (nombre también del cerro, pasa por el S. de Vi- 
ques (anexo de Huayucachi). 


NE 


Del contrafuerte Chanca, de que hemos hablado, por el que 
se precipita el Mantaro formando una serie de pongos, sigue una 
dirección SSE. hasta el distrito de Mayoc, de donde se dirije ha- 
cia el E. hasta el lugar llamado Añaz, de cuyo lugar sigue al N. 
hasta Coris (anexo de Paucarbamba), de donde se dirige al NNO., 
hasta la hacienda llamada Luicho, encerrando á la provincia de 
Tayacaja en una verdadera península, cuya parte más angosta 
es de menos de 4leguas, calculada la distancia geodésica, que es á 
la itineraria, como uno á dos. 


VIE 


Hasta la hacienda Luicho, el río corre casi siempre entre pro- 
fundas quebradas, formando muy pocas playas, tales como las de 
Parco, Izcuchaca, Anco, Mayoc y Chacpará. 

Cruzan este río hasta la hacienda indicada los puentes col- 
gantes de Acosirca, en el distrito de Pampas, puente formado en 
su totalidad de lloque (pinneda ¿ncana), sin que entre en su cons- 
trucción ningun otro material; y el de Pillichaca de cadenas de 
fierro y sogas: el magnífico de Izcuchaca de cal y piedra; los puen- 
tes colgantes de La Mejorada, Tablachaca y Mantacra, que perte- 
necen á la H. Municipalidad de Tayacaja; el puente colgante de 
Anco, y otro, cuyo nombre no recuerdo, en el distrito de Anco; 
el de Mayoc de 80 varas de largo, formado de sogas y de pequeños 
palos, sobre sólidas bases naturales de roca porfírica; y los de Chai- 
pará y Añaz en el distrito de Mayoc: el de Teccte ó Coris, en el 
distrito de Paucarbamba, y el de Pichiu en el de Colcabamba. 


VIII 


Desde Chanca hasta Luicho, que forma el istmo, por decirlo 


eq» AA 


SS 


— MOD 


así, de la península de Tayacaja, el Mantaro óÓ Angoyaco recibe 
los siguientes tributarios: 

Por la margen derecha: 

El río Colca, Moya 6 Vapor Brillante que nace en la laguna 
de Hornillo, con el nombre de río Canipaco, y entra al Mantaro 
cerca del puente de Acosirca. 

El de Tambillo, que corre al S. de Izcuchaca. 

El ríachuelo de Acobambilla, en el distrito de Huando. 

El río de Acoria, en el de su nombre. 

Varios torrentes, sin nombre particular conocido por mí. 

El río de Huarpa que desemboca 10 kilómetros al E. del pue- 
blo de Mayoc con dirección SSE. á NNO. después de bañar á su 
paso parte de la provincia de Huanta, y 

Un torrente sin nombre que viene del distrito de Iquicha, de 
la misma provincia. 

Por la orilla izquierda: 

Un riachuelo que nace de unas vertientes situadas sobre Ña- 
huimpuquio (anexo de Pampas), baña este lugar y Acostambo, pa- 
sa por el lecho de una laguna que había antes en sus inmediacio- 
nes, y entra al río que nos ocupa, formando muchas cascadas. 

Dos pequeños torrentes que hay en un lugar llamado Llillua, 
y la hacienda Casma. 

Los riachuelos de Mantacra y Lanza, en las haciendas de sus 
nombres. 

Los de Anco y Ayari, en el distrito de Anco. 

El riachuelo temporal de Mayoc y el río de Natalia, en el dis- 
tríto de Mayoc. 

_Los de Huaribamba y Paucarbamba, en el distrito de Paucar- 
bamba. 

Los de Vista Alegre, Colcabamba, Piscas é Incañapo, en el 
de Colabamba, y ] 

El de Opa-mayo [río mudo], formado por los de Pillo, Oike, 
Viñas, Chilcas y Ccoñecchuaycco, en el distrito del cercado de 


Pampas. 
IX 


De la hacienda Luicho que tantas veces hemos mencionado, 
toma el Mantaro una dirección E, hasta el sitio llamado Paucat- 
chuco, donde grasan unas fiebres malignas. De allí se dirige al 
NE. hasta recibir el río Suni, de donde tuerce al N. hasta el 
anexo de Huachicua que pertenece á la provincia de Huancayo, de 


= 0 = 


cuyo lugar se dirige al E. hasta que entra al Apurimac por tres 
bocas, y á una altura de 449 m. sobre el nivel del mar (Raimondi. ) 


XxX 


Antes de llegar á Paucarchuco, entra el Mantaro en un estre- 
cho pongo de 4 m. de ancho, conocido con el nombre de Pahuana 
(que se salta), en el centro del cual hay una gran piedra que queda 
á descubierto cuando el río trae poca agua, de tal modo que los na- 
turales de ahí ponen unos palos de una especie de maguey (agave), 
que conocen con el nombre de chuchao, forman una especie de es- 
caleras y pasan el río. Me han referido personas muy caracteri- 
zadas de Salcabamba,que hay algunos indios arrojados que sin to- 
marse el trabajo de poner los palos, ó cuando éstos faltan por al- 
gún accidente, atraviesan el Mantaro de dos saltos: uno, de una 
orilla á la piedra central, y otro, ála mugen opaesta, de cuya cos 
tumbre recibe su nombre el pongo. 


XI 


En todo el trayecto indicado, es decir desde Luicho hasta que 
el Mantaro pierde su nombre en su unión con el Apurímac para 
formar el Ene, no hay sino dos puentes, ambos colgantes: el de 
Paucarchuco, en el distrito de Salcabamba, y el de Chiquiacc, de 36 
varas de largo y á 1,225 m. de elevación sobre el nivel del mar 
(Raimondi), en el de Surcobamba. 

Los afluentes que recibe el río que nos ocupa, son los que si- 
guen: 

Por la margen derecha: 

Un torrente sin nombre, cerca del puente de Paucarchuco. 

El río de Suni que cae formando una hermosísima cascada ó 
catarata de más de 100 m. de elevación. 

El Supay-huaicco (aluvión del diablo), que corre al N. de Sur- 
cobamba. 

El [maybamba que sirve de límite entre las provincias de Ta- 
yacaja y Huanta, en la región del Oriente; y 

Por la orilla izquierda: 

El río Huayo, Huanchuy ó Casabamba que, formado por los 
de Pasos, Mullaca, Huaribamba y Salcabamba, desemboca cerca 


de la hacienda Casabamba. ] 
El Andamayo formado por los de Yuraceyaco, Sahuinto, Hua- 


nacabra y Pauti. 
De todos los tributarios mencionados, los más importantes por 


— 97 — 


su caudal, son los de Yauli, Chupaca, Sulcas, Moya, Huarpa, 


Huayo y Andamayo. 
XII 


En todo su largo y tortuoso trayecto de más de 550 kilóme- 
tros, este rio, que conozco en su mayor parte, no presta, como di- 
je al principio de estos apuntes, ninguna utilidad al comercio ni á 
la agricultura, si se exceptúa las acequias sacadas para el regadío 
de los terrenos de Esmalpago (anexo de Sicaya), Coillor (hacien- 
da de Huancayo) y unas chacaritas de propiedad del cura de Ma- 
yoc [en el distrito de su nombre]. 

Creo que cuando hay abundante agua podría navegarse en ca- 
noas y balsas, desde La Oroya hasta Izcuchaca, atendido su fon- 
do y la falta absoluta de rocas y remolinos. 

La comisión de ingenieros que estudiaba el proyecto de un fe- 
rrocarril intercontinental, vino en bote de La Oroya á Parco, y el 
bote fué obsequiado á la laguna de Paca. 

Por lo demás, me parece que en ninguna otra parte puede ser- 
vir para la navegación, ni aún en su desembocadura, pues según el 
célebre naturalista doctor Antonio Raimondi, sólo es navegable, 
por canoas, la pequeña distancia de ocho leguas, hasta el puntc que 
los naturales llaman Masángaro. ' 

Es pues una verdadera fatalidad, para esta parte del Perú, el 
no poder aprovechar este caudal de agua. 

Estando de Subprefecto de la provincia de Tayacaja,organicé, 
el año 1896, una sociedad de jóvenes patriotas y entusiastas que te- 
nían por objeto explorar el Mantaro, ya sea navegando en canoas 
ya caminando por tierra, desde el puente de Chiquiacc hasta el 
Apurímac. 

Deseaban conocer desde qué punto era navegable, cosa que 
hasta ahora no se sabe de fijo, pues el único que nos habla de ello, 
que es el doctor Raimondi, tampoco lo vió personalmente. 

Viendo yo la importancia de semejante tentativa, por ser esta 
exploración hacia una parte que no se conoce bien, y en busca de 
la única salida que tiene hacia los ríos navegables y el Atlántico 
esta riquísima provincia, me propuse prestarles toda clase de faci- 
lidades y acompañarlos hasta el puente mencionado; pero estando 
ya para efectuarse, circunstancias imprevistas me lo impidieron, 
no habiendo tenido ya lugar esta provechosa expedición. 

Huancayo, 1857. 


NEMESIO A. RAEZ, 
Socio corresponsal de la Sociedad Geográfica de Lima 


— 208 — 


Coloración roja de el cielo al ponerse y levantarse el sol 


(De los manuscritos del Sr. Raimondi) 


N curioso fenómeno que se notó en los últimos días del 
mes de Noviembre (26 y 27) de 1883 y que con algunos 
intervalos continúa todavía, consiste en una viva colora- 

ción roja del cielo hacia el Occidente, al ponerse el sol, y muchas 

veces también hacia el Oriente, al levantarse dicho astro. - Este 
fenómeno ha sido visible al mismo tiempo en muchísimos luga- 
res y aun en las más opuestas regiones del globo; pues se ha nota- 
do en Australia, Perú, República Argentina, Brasil, Francia, Ale- 
mania, Itália, Constantinopla, Egipto, Cabo de Buena Esperan- 

Za, etc, etc. 

La coloración roja en algunos días es tan intensa que hace en 
el cielo el efecto del reflejo de un gran incendio. El fenómeno 
empieza comunmente poco antes de la puesta del sol, y va aumen- 
tando en intensidad á medída que se acerca el sol al horizonte, 
llegando á sa máximum una media hora después de la desapari- 
ción del astro del horizonte, hasta que poco á poco se apaga y 
desaparece. 

Este admirable fenómeno que todavía se observa en Lima. 
varía muchísimo en cuanto. á la extensión del cielo que abraza, á 
la intensidad de la coloración y á su duración. Así hay días en que 
no solo aparece al O, sino que abraza un grande espacio exten- 
diéndose casi del NO al SO y en raras ocasiones se ha notado tam- 
bién al Este. Por lo que toca á la coloración ordinariamente es 
de un rojo muy vivo, pero no faltan días en que aparece de un 
rosado subido. 

Por último, la duración del fenómeno, en Lima, es comunmen- 
te de una hora á una hora y media; sin embargo hay días que es 
muy fugaz siendo su duración á lo más de media hora, y otros en 
que permanece visible casi dos horas. 

Según las observaciones del señor José M. Byron registradas en 
los cuadros meteorológicos, que se publican mensualmente en el 
interesante periódico “La Crónica Médica”, aparece que en el mes 
de Enero de 1884 se observó el fenómeno de la coloración roja del 
cielo, que el señor Byron denomina celajes crepusculares, sola- 
mente el día 13 durante una hora y 45 minutos.— En los meses de 
Febrero y Marzo del mismo año no se observó el citado fenó- 
meno.--En el mes de Abril apareció la extraña coloración del 
cielo en los días 13, 19, 20 y 24. En Mayo se observó solamente 


>. aa 


-- 90) == 


el día 21 y fué apenas visible. Enel mes de Junio se notó en 
los días 9 y 10 con bastante intensidad y el '4 fué poco vi- 
sible. En Julio se observó, pero con poca intensidad, sola- 
mente el día 5. En Agosto apareció con bastante intensidad 
los días 7 y 10 ycon menos fuerza el 11. En el mes de Se- 
tiembre se observó el fenómeno solamente el día 1”. y fué de po- 
ca intensidad, pero tuvo en cambio duración permaneciendo visible 
hasta que el so] se hallaba á 13” debajo del horizonte. —En el mes 
de Octubre las coloraciones rojas del cielo ó como laz llama él se- 
ñor Byron los celajes crepusculares, no solo fueron más numerosos 
sino de mayor intensidad y duración, mostrándose el 5 después de 
la puesta del sol; el 11 apareció tanto al O como al E; el 13 fué 
muy intenso y visible hasta que el sol se hallaba á 17” bajo el ho- 
rizonte; el 15 mostróse solamente una coloración rojiza después 
de puesto el sol, y por último en los días 24, 25 y 28. —En Noviem- 
bre se pudo notar en los días 4, 16, 17, 26, 29 y 30, pero en gene- 
ral fué poco intenso. En el mes de Diciembre el fenómeno en cues- 
tión fué visible casi todos los días, apareciendo el 2 y 3con po- 
ca intensidad, el 6 con mucha fuerza, observándose la coloración 
desde la puesta del sol hasta las 7 horas Y y 15 minutos p. m.; el 
$ y el 9 se notó de un modo apenas sensible: 10 con mucha inten- 
sidad, el 11, 14, 15, 17, 18, 19, 20 y consecutivamente desde el 22 
hasta el 30 pero con poca intensidad. 

Al empezar el presente año 1885, el fenómeno que nos ocupa 
fué muy común, pero como lo hace notar el señor Byron, el color 
dlel cielo no fué tan encendido ni la coloración tan intensa somo 
en el año pasado. En los 31 días del mes de Enero solamente no 
ofrecieron la coloración roja durante el crepúsculo los días 6, 
10, 12, 14, 15, 19, 23, 29 y 30. En los primeros días de Ene- 
ro el fenómeno fué relativamente más intenso y de mayor 
duración que en los demás, haciéndose notar el día 3 en que 
fué visible hasta las horas 7 y 45 minutos y los días 4 y 7 en 
los que duró hasta las 7 y 40. Además de los días que aca- 
bo de citar, son notables por la intensidad de la coloración los 
días 1, 2, 18, 2! y 28. 

Por lo que toca al mes de Febrero del presente año, la colora- 
ción del cielo ha sido comparativamente al mes anterior menos fre- 
cuente, menos intensa y más limitada. Los días de mayor inten 
sidad han sido el 7, 8, 19 y 20, y los días en que fué visible el fenó. 
meno, pero con poca intensidad, fueron el i, 2, 3, 5, 10, 11, 192,14 y 


desde el 17 al 28 inclusive. 
23 


— 210 — 


El extraño fenómeno en cuestión se verifica en Lima con más 
fuerza en los días claros y despejados, y «le consiguiente con más 
frecuencia en la estación de verano. Sin embargo, en el año pasa- 
do se notó una sola.vez en el mes de Enero y cesó de presentarse 
en los meses de Febrero y Marzo que corresponden al verano, y apa- 
reció tres veces en el mes de Junio que pertenece á la estación de 
invierno. Ahora, respecto á la duración del fenómeno varía en los 
distintos puntos del globo, y según parece está en relación directa 
con la latitud ó más bien con la duración del crepúsculo,el que, co. 
mo se sabe,es más largo cuanto más elevada es la latitud de un lu- 
gar. Asíen Europa adonde los crepúsculos son más largos que en 
Lima, la coloración roja del cielo dura más que acá, habiendo sido 
visible en algunos puntos por más de dos horas. 

Si ahora tratamos de investigar la causa de este singular fenó- 
meno nos encontramos con distintas opiniones. Algunos atri- 
buyen esa intensa coloración del cielo á una aurora boreal; pero el 
no haberse señalado en ningún observatorio la más pequeña per- 
turbación de la aguja magnética hace desechar esta opinión. 

Otros observadores creen que la causa de esta intensa colora- 
ción es debida á una grande abundancia de vaporés acuosos en la 
atmósfera, los que tienen la propiedad de dejar pasar los rayos co- 
lorados del espectro; y á la presencia de un banco de cirrus á gran- 
de elevación el que reflejaría los rayos solares en las capas in- 
feriores de la atmósfera. En este caso el fenómeno en cuestión 
no sería más que un vivo resplandor crepuscular. Pero ¿cómo po- 
dría explicarse que un simple fenómeno meteorológico pueda tener 
lugar al mismo tiempo en las más apartadas regiones de nuestro 
globo, y verificarse simultáneamente en los dos hemisferios adon- 
de las estaciones son opuestas, y de consiguiente en condiciones 
tan distintas? ¿Cómo explicar que un fenómeno de esta clase pue- 
da hacerse visible en Lima, con pequeños intervalos, durante un 
año y medio? 

Se vé que esta explicación del fenómeno, aunque bastante sen- 
cilla, no satisface, pues no podria verificarse en casi todos los me- 
ses del año sin contrariar las leyes físicas. La intensa coloración 
roja del cielo que se nota desde los últimos días del mes de No- 
viembre de 1883 no puede ser debida á un simple fenómeno meteo- 
rológico el que sería localizado, y más bien debe considerarse como 
un fenómeno cósmico. Por último, otros Observadores tales como 
Yung y Norman Lockyer, admiten que la coloración del cielo es 
debido á polvos cósmicos que caen de los espacios interplanetarios 


— 211 — 


sobre la superficie de nuestro globo 0 á polvos de naturaleza volcá- 
nica en las altas regiones de la atmósfera debidos á la última erup- 
ción del volcán Kracatoa cerca de Java, que tuvo lugar el 27 de 
Agosto de 1883. Esta hipótesis que á primera vista parece absur- 
da, haido poco á poco tomando cuerpo y es sostenida por el céle- 
bre físico-naturalista inglés M. Norman Lockyer, cuya opinión en 
esta materia es bastante autorizada, La hipótesis del señor Lock- 
yer tiene en su favor la relación que existe entre la época en que 
tuvo lugar la teriible erupción del Kracatoa, con la que empezó á 
notarse la extraña coloración del cielo al ponerse el sol, pues si no 
hay exacta coincidencia entre las épocas que se verificaron ambos 
fenómenos, es un hecho que la coloración del cielo al ponerse y le- 
vantarse el sol empezó á observarse pocos días después de la erup- 
ción del volcán y no autes. En efecto, fué el 27 de Agosto de 1883, 
que tuvo lugar la grandiosa erupción volcánica que arrojó torren- 
tes de ceniza que oscurecieron el cielo no solamente en las islas 
de la Sonda sino hasta Yokohama en el Japón, y en las islas Se- 
chelles. El 1.” y 2 de Setiembre sobre la costa de Orc en Africa y el 
2 y 3 del mismo mes en la isla Trinidad en las Antillas, en la Repú- 
blica de Venezuela y en Panamá, apareció el sol de color verde ó 
azul y una espléndida coloración roja del cielo al ponerse el sol, 
El 5 de Setiembre se observó el fenómeno en Sandwich. De 
9 al 11 y del 21 al 24 del mismo mes de Setiembre se presentó 
el sol de color verde en la India, en Ceilán hasta Aden, y se no- 
tiron hermosos esplendores crepusculares. A partir del 25 de 
Setiembre hasta el 12 de Octubre fué observada la coloración ro- 
ja del cielo por el oficial de marina M. Rollan, á una centena de 
millas al Sur de King Georges Sound (Western Australia) y á unas 
400 6 500 millas al Norte de la isla de la Reunión. 

En el mes de Octubre la coloración roja crepuscular fué nota- 
da en las islas de Sandwich, en Australia, en el cabo de Buena Es- 
peranza y en la parte tropical del Atlántico. En los días 9, 10 ya 
de Noviembre ha sido señalado el fenómeno que nos ocupa en In- 
glaterra. 

A fines de Noviembre y principalmente en los días 26 y 27 fué 
admirada la viva coloración roja del cielo, al ponerse el sol, en la 
mayor parte de Europa. 

En diciembre, se observó en París el día 18 la admirable luz 
crepuscular, apareciendo zonas luminosas muy intensas, y en la 
parte baja cerca del horizonte una coloración verde. En este mes 
han vuelto también á presentarse en Suiza, con más fuerza, estas 


a 
luces crepusculares, llegando á adquirir toda su belleza el día 24 y 
25. El día 7 de Enero de 1884 en la ciudad de Argentan á las 4 de 
la tarde, el disco del sol apareció enteramente de color verde, des- 
pués poco á poco casi al desaparecer del horizonte se volvió de co- 
lor azul pálido. En los siguientes días desde el 9 al 13, se observó: 
al ponerse y al levantarse el sol la admirable coloración púrpura 
dei cielo. En Abril los resplandores crepusculares fueron observa- 
dos por M. Pelagaud en la isla de Bourbon, adonde se presentan 
con cierta intermitencia, haciéndose notar en toda su hermosura. 
el día 4 de dicho mes. El 11 y los siguientes días se presentó el fe- 
nómeno de distinto modo», aparecienlo bajo la forma de fajas colo- 
radas, de coronas ó de aureolas al rededor del sol. 

Un hecho que parece venir en apoyo de la hipótesis que atri- 
buye el orígen de este extraño fenómeno á la presencia de polvos 
de naturaleza volcánica arrojados por el volcán Kracatoa y tras- 
portados á las elevadas regiones de la atmósfera, esla de que en 
1831 se han observado crepásculo3 colorados muy intensos después 
de la grandiosa erupción volcánica que tuvo lugar en los primeros 
días del mes de Julio, en el mar, cerca de la costa de Sicilia y que 
hizo surgir del agua la isla Julia de efímera existencia. La erup- 
ción duró muchos meses y los crepúsculo colorados empezaron á 
principios de Agosto y fueron visibles en Odessa, Alemania, Ro- 
ma, Génova y Madrid. 

Sin embargo, á pesar de que esta hipótesis es sostenida por el 
ilustre físico Norman Lockyer y apoyada por F. A. Toret y apesar 
de la analogía del presente fenómeno con el del año 1831, se me hace 
muy difícil admitirla. En efecto, suponiendo que la rara coloración 
del cielodurante el crepúsculo es debido á la presencia de polvos vol- 
cáuicos en las elevadas regiones de la atmósfera, parece imposible 
que este fenómeno pueda verificarse simultíneamente en lugares 
del globo enteramente opuestos, esto es en los antípodas. 


Por grande que sea la cantidad de ceniza arrojada por el vol- 
cán Kracatoa. me parece insignificante comparada con la inmensa 
extensión de la atmósfera que envuelve nuestro globo; pues para 
verificarse el fenómeno en un mismo día en lugares enteramente 
opuestos es preciso que estos polvos existan repartidos en la at- 
mósfera que cubre la superficie de la tierra. 

Por otra parte, por muy finos que sean estos polvos de natura- 
jeza volcánica y por poca que sea la atracción hacia la tierra, por 
hallarse á muy grande altura, no podrían sostenerse por muchos 


—= HE 


meses en una atmósfera tan enrarecida y que por consiguiente 1.o 
opone resistencia á la caída de los cuerpos. 

Pero si las hipótesis que hemos citado no fuesen admisibles 
¿cuál sería entonces la causa del fenómeno? 


MOHO 


Ligeros apuntes descriptivos 


OHO, capital del distrito del mismo nombre, de la provin * 
cia de Huancané, del departamento de Puno,se halla 
entre los 71” y 72 grados de latitud y los 15 y 16 delongi- 

tud, yáuna altura de 3892-53 metros sobre el nivel del mar. Es 

puerto comercial del Lago Titicaca y tránsito obligado para los mi- 

nerales de Poto y demás regiones auríferas del E., así como á la 

provincia de Omasuyos de Bolivia. Su población asciende á cer- 

ca de 1500 habitantes, teniendo todo el distrito más de 10,000. 

El pueblo de Moho está situado en una cañada agreste, al pie 
de abruptos y elevados cerros, que guardan en sus entrañas rique- 
zas no explotadas aún, y á poco más de cinco kilómetros de la ori- 
lla del lago. 


La configuración de la costa forma una vasta y segura ense” 
nada con capacidad suficiente para viente navíos de gran porte. 

Sus producciones naturales son trigo, cebada, patatas, alfalfa 
y toda clase de legumbres. En el reino animal es pobre, pues no 
tiene las riquezas que se hallan en las antiplanicies de nuestras 
cordilleras, existiendo tan sólo"ganado vacuno, lanar, cerdo, cabrío 
y caballar, que se alimenta con el abundante y buen pasto de las 
quebradas, llegando á engordar de una manera extremosa. 

El carácter desus habitantes es sencillo y hospitalario. Sus 
mujeres son agradables; posee esa mezcla del tipo árabe, que tra- 
jeron nuestros conquistadores, y la tranquilidad de expresión de 
la raza indígena. 

La indiada de toda la provincia de Huancané es famosa por 
su fuerte y musculosa contestura; el tamaño asciende en algunos 
indios hasta 6 pies y su sobriedad y dulzura los hace ser únicos 


—= 214 — 


rivales del indio cuzqueño en el buen servicio militar. La antigua 
raza incáica no ha perdido entre ellos nada de su tradicional for- 
taleza y mansedumbre. 

Las habitaciones son de lodo con techumbres de paja; pues 
allí no hay tierra para cocer ladrillos y tejas. Sin embargo, en el 
corazón del pueblo se levantan algunos edificios de piedra de gra- 
nito, blanco, gris ó plomo, de las que existen ricas canteras en los 
alrededores. 

Entre las piedras más hermosas que se encuentran en la que- 
brada, hay una llamada “Berenguela” de color blanco pálido, sua- 
ve y trasparente como el vidrio. Existen en la iglesia de Moho 
algunas muestras de tan raro mineral, en las que artistas españo- 
les han pintado escenas rústicas; dichas piedras se han colocado 
en las ventanas altas del templo y es hermoso ver desde el interior, 
veladas por la sombra, esas piedras que el sol hiere y que hace pa- 
sar su luz pálida por cuerpo tan compacto. 

: La iglesia es espaciosa aunque algo descuidada: el techo ele- 
vadísimo presta al templo esa majestad que debe revestir todo lo 
que se refiera al culto; pues parece que inspira siempre más unción 
y recogimiento en el alma cristiana lo que, por su elevación, silen- 
cio y majestad se halla más cerca del cielo. Antes de subir las 
anchas escalinatas del presbiterio, hay una rotonda magnífica, es- 
tilo bizantino, de la que parten, como formando brazos de cruz, 
dos capillas. El altar mayor es de madera labrada con dorados su- 
perpuestos y se eleva hasta la cornisa de los muros, en formas 
diversas y caprichosas. El coro es de piedra gris y el arco que lo 
sostiene es una verdadera obra arquitectónica. El atrio del templo 
está embellecido por multitud de árboles que prestan sombra y 
frescura. Este edificio fué construido á principios del siglo actual, 
según consta de una inscripción que, en caracteres grandes y ta- 
llados sobre piedra gris, se destaca en el frontis superior del tem- 
plo y que á la letra dice: 

GÁLVEZ—AÑO 1807 


A la entrada del templo, al costado derecho y bajo el gran ar- 
co del coro, hay una inscripción labrada también en piedra gris, 


que dice: 


“BAJO LOS AUSPICIOS Y EXPENSAS DEL SEÑOR CURA MONTES DE 
OCA 1852. POR EL ALARIFE PEDRO PACORICONA” 


Los cuadros al óleo de gran tamaño que decoran las testeras 


— ME 


de la iglesia son de indisputable mérito: en ellos se nota á prime--> 
ra vista el estilo español del último tercio del pasado siglo; estilo 
que continuaran y glorificaran años después los Rivas Ortíz, 
Azambre, Alvarez, Dumond y por último el inmortal Fortuny. 

La plaza de armas es una preciosidad, y por ella se puede 
juzgar la buena labor de su municipio que, posponiendo todo inte- 
rés bastardo ante el bienestar del pueblo, sólo ha trabajado por la 
prosperidad local. La plaza medirá una area de cuatrocientos me- 
tros cuadrados; los ángulos de sus bocacalles son bien cortados y 
su empedrado suave y sin pendientes. Está surcada de caminos 
trasversales de lozas puestas en hilera, á cuyos costados hay 
bancos de piedra blanca que si bien es menos bella que el 
mármol es en cambio de mayor duración; en todo el perímetro de 
la plaza se hallan jardines pequeños, dispuestos matemáticamente 
y uniendo á la simetría la belleza de espectación. Hay más de dos 
docenas de eucaliptus, plantados últimamente y que, sin embar- 
go, la bondad del clima ha desarrollado de un modo que causa ad- 
miración. El centro se halla adornado con una bonita pila de hie- 
rro forjado de cuatro métros de alto y rematada por un cupido; en 
la base hay una inscripción que dice: 


“MUNICIPALIDAD.—1388” 


Moho cuenta con dos buenos molinos hidráulicos y, actual- 
mente se construye otro de mayor poder. 

- Una bonita capilla se levanta á las faldas del cerro llamado 
“Calvario”. A su párroco el P. Montes de Oca, hoy ya nonagena- 
rio, debe Moho muchas de las obras públicas que posee. 

Sus caminos son buenos, gracias al trabajo incesante de su 
municipio y á la abundancia de piedra. 

Cuenta con dos hermosos establecimientos balnearios: el 
primero de agua fría, distante una milla del pueblo, es de 
calicanto con cuartos espaciosos y bien ventilados; el segundo es de 
agua tibia sulfurosa y ofrece grandes comodidades para los enfer- 
mos que acuden allí á medicinarse. 

Todo el litoral está lleno de vistosas quintas, en las que lo be- 
néfico del clima ha hecho prosperar hermosas y fragantes flores; 
siendo este el único lugar del departamento de Puno, en el que 
pueden desarrollarse magníficas plantas. Las quintas de los seño- 
res Santiago y Pablo Machicao son verdaderos paraísos, pues se 


— 310 — 


encuentran en ellas desde lagunas artificiales en las que á fuerza 
de constancia y trabajo se ha logrado aclimatar y domesticar 
multitud de patos, chocas y panas, hasta la flora más delicada de 
los temperamentos cálidos. Abundan allí pasiflóreas, herbáceas, 
criptógamas y una gran abundancia de fresas y pensamientos de 
suave perfume y de sin igual tamaño. 

El agua potable es dulce, fresca y cristalina y el viajero haya 
verdadero placer de beberla. El río que baja encausado por el fon- 
do de la quebrada, forma en algunos sitios pequeñas cascadas; ha- 
ciendo su ruido al despeñarse un sonoro concierto con la multitud 
de aves diversas que pueblan los arbustos del valle. 

Antes de concluir estos pequeños apuntes, séame permitido su- 
plicar á la autoridad respectiva, la construcción de un muelle que 
reuna todas las condiciones de tal; pues el que existe actualmente 
es malo y se halla. casi en completa ruina. 


Amalag Beg. 
Setiembre---1897. 


Ámbar 
DATOS ESTADÍSTICOS Y TOPOGRÁFICOS 


Este distrito de la provincia de Cajatambo, es la extremidad 
SO. del departamento de Ancachs, que á manera de cuña, se in- 
troduce en la provincia de Chancay, del departamento de Lima. 

El distrito de Ambar ocupa la quebrada conocida: en su par- 
te inferior, ú occidental, con el nombre de Supe; y con el de Hua- 
mancaya, en su sección más alta ú oriental. Unicamente la parte 
central se llama quebrada de Ambar; y esta, y la oriental, son las 
que forman el distrito de Ambar. 

Tiene la quebrada toda 25 leguas de largo (125 kilómetros), 
desde la Villa de Supe, que dista media legua del mar, hasta la 
cumbre nevada de la subcordillera de Huamancaya, la que se sub- 
divide en dos ramales, apenas divergentes, casi paralelos, que 
constituyen la quebrada de Ambar. 

El distrito de que nos ocupamos no posee las cuatro vertien- 
tes de los dos ramales que le constituyen, sino tan sólo las dos 
que se tocan por su base: las otras dos pertenecen á los distritos 
colindantes. El ramal meridional lo separa de los distritos de Cau- 


— 217 > 


jul y Cochamarca: el primaro al E. del segundo; y ambos de la 
vertiente setentrional de la quebrada de Huacho, llamada también 
de Sayán, de Churín y Oyón. 

Los distritos de Oyón, Churín (Pachangara), Caujul y Ural 
marca, pertenecen políticamente á la provincia de Cajatambo, del 
departamento de Ancachs, no obstante hallarse dentro de la que- 
brada de Huacho, la que pertenece á la provincia de Chancay, del 
departamento de Lima. A esta última, y no á Cajatambo, deben 
pertene:er: Oyón, Churíb, Caujul y Cochamarca, con sus pueblos 
anexos: no sólo para seguir la demarcación natural ó geográfica, 
sino consultando las conveniencias de los pobladores, y exigencias 
del buen servicio nacional. 

Así como la provincia de Cajatambo debe devolver á la de 
Chancay los distritos mencionados; así también la de Chancay de- 
be devolver á la de Cajatambo: Supe Barranca y Pativilca, que es- 
tán en la cuenca da! río de Barranca, que constituye la provincia 
de Cajatambo. 

Si tal devolución se verificara, como lo exige la buena demar- 
cación, la capital de Cajatambo podría ser Barranca, ó mejor, el 
mismo puerto de Supe, expropiando sus inmediaciones en favor de 
un empresario que vendería los lotes urbanos y rústicos álos que 
allí quisiesen establecerse, al doble de lo que hubiesen costado al 
por mayor, dándose la preferencia, en la adquisición de los lotes, 
á los pobladores de la actual capital de Cajatambo. No nos dete- 
nemos en este punto, porque ya lo hemos tratado extensamente 
en publicación anterior. 

La quebrada de Ambar tiene una dirección general de E. 4 O., 
casi; las de Caujul y Cochamarca, más bienal SSO., y tributan, 
como queda dicho, á la de Huacho: la primera en Lancha, y la 
segunda en Quintay. 

El ramal setentrional de Huamancaya separa la quebrada de 
Ambar de las de Gorgor y Cochas, el primero de estos distritos al 
E. del segundo. Este ramal tiene su último nevado perpétuo á 
tres leguas de subida desde Ambar (la Villa), por los caminos, y 
apenas á 15 leguas del mar en línea recta. 

El distrito de Ambar, como ya se:ha dicho, no extiende su ju- 
risdicción á toda su quebrada, sino á la parte alta ú oriental, yá 
la central; esto es, desde la cumbre de Huamancaya hasta la que- 
brada trasversal, que la comunica con la de Huacho, subiendo des- 


de Monguete, en la hacienda de Peñico una media legua hasta la 
, 20 


A 


Cruz de Peñico, en el centro del ramal meridional de Ambar; y 


luego bajando á través del mismo dos leguas más, hasta salir de 
él por El Portachueio, garganta de un subramal, célebre por los: 
antiguamente frecuentes y terribles asaltos de bandoleros. 

El camino para Huacho continúa por Pampa de cabeza de Ne- 
gro, en la que también en tiempos pasados salían salteadores. Lue- 
go se atraviesa durante una legua nrás la Pampa Acray, árida pe- 
dregosa y desierta, como todo el camino desde Monguete exclu- 
sive, hasta los terrenos cultivados de Acray, que principian donde: 
termina la pampa anterior. En la Pampa de Acray hay ruinas de 
grandes construcciones indígenas, y vestigios de haber sido rega- 
dos los terrenos, hoy no cultivados por falta de agua. Por todas 
partes se encuentran cráneos quelas transformaciones paulatinas 
del terreno van dejando á descubierto, y cuyo estudio podría ser- 
vir de algo para nuestra etnología. 

Media legua después de la Pampa de Acray está la casa de la 


hacienda del mismo nombre, de la que hay 44 leguas hasta Hua-- 


cho, divididas así: 14 legua á la hacienda Desagravio; 14 legua al 
Puente de Huaura; y 14 legua más á Huacho. Esta última legua y 
2 se recorre actualmente en tranvía. Debería llevarse á cabo el 
proyecto de tranvía de Huacho á Sayán. 

El camino de Monguete á Huacho es el que casi exclusiva- 
mente siguen los ambarinos, quienes diariamente entran á Hua- 
cho, con procedencia de la Villa de Ambar, y salen de Huacho para 
Ambar, haciendo la travesía generalmente en un día, no obstante 
las diez y ocho leguas de arenal y - pedregal que median entre am- 
bos puntos. Los ambarinos no cuentan sino 14 leguas, porque co- 
mo en la mayor parte del Perú se cuentan todavía leguas españo- 
las de 20.000 pies de Castilla, Ó sea de seis kilómetros próxima- 
mente. Nosotros contamos leguas de cinco kilómetros. 

Los caballos y mulas de Ambar, acostumbrados desde que na- 
cen á un piso de los más ásperos del mundo, desarrollan y endu- 
recen extraordinariamente sus cascos, y pisan con igual seguridad 
en sierra y en costa; son tan ágiles como los de la costa, y tan 
resistentes como los de la sierra. El ganado vacuno de Ambar es 
también generalmente grande, gordo y de buena calidad. 

Las siete leguas de la villa de Ambar á Monguete, se distri- 
buyen así: 14 legua á la chacaritas de Nune; 14 más á la chacra 
de Acocoto; 1 legua á los terrenos de Huayamaján; 24 la hacien- 
da de Jaiba; y 1 á Monguete. 

Por una de las grandes y numerosas anomalías de nuestra ac— 


— 219 — 


tual demarcación, los terrenos de Huayamaján, enclavados entre 
los del distrito de Ambar, pertenecen al de Cochamarca, pueblo 
de Calpa. 

De la villa de Ambar para arriba, hay diez leguas hasta Hua- 
mancaya, ó sea desde este punto hasta Monguete, diecisiete le- 
guas. Desde Monguete, por la hacienda Peñico, sita en la quebra- 
da de Ambar, continúa el poco frecuentado camino para Supe, de 
unas ocho leguas, siguiendo el curso del río de Ambar, que en la 
estación seca es meramente un riachuelo de muy poco caudal, que 
no llega á Supe sino en la estación lluviosa de la sierra. Da ha- 
cienda Peñico, con las chácaras que se le h: n incorporado, puede té- 
ner unas 420 fanegadas irrigables en el medio año de creciente del 
"río de Ambar. Pero en la menguante, apenas alcanza el río de Am- 
bar *para regar unas 40 fanegadas As Peñico, que consume toda el 
agua del río, el que también se llama de Supe. 

No debe confundise el rio llamado de Ambar ó de Supe, de 
que hemos hablado, con el río Seco, cuya desembocadura, seca casi 
todos los años, se divisa como á media legua desde la villa de Su- 
pe la que debería trasladarse al puerto, lugar nunca inundado, y 
más apropiado para una población importante. (1) 

El río Seco no tene su origen más allá del Nevado permanen- 
te del ramal setentrional de Ambar, á 15 leguas del mar, de que 
hemos hablado, y del que varias veces se ha llevado hielo natural 
en venta 4 Huacho. Las aguas del Nevado corren por los pastos 
de la Altiplanicie, ó se infiltran, descendiendo todas por diferentes 
cuchillas del terreno, hasta reunirse en el cauce de río Seco, que 
siempre tiene agua, en la parte alta de su cuenca. 


Desde Acocoto para arriba, en una extensión de seis leguas 
(30 kilómetros), toda la quebrada de Ambar que es bien estrecha, 
y que tiene por término medio un cuarto de kilómetro de ancho, en 
su fondo poco aplanado está toda cubierta de pequeños alfalfar es 
hasta una corta altura en las faldas de los cerros de ambos lados: 
de 50 hasta 80 metros perpendiculares sobre lo más profundo del 
fondo, ó sea, sobre el nivel de las aguas del río; formando una fa- 
ja de verdura á lo largo del río, y con este al medio, como de unos 
dos kilómetros de ancho, por término medio, con el largo dicho de 
seis leguas, hasta la quebr adita de Arinchay, que tributa á la de 


(1) Ya se ha abandonado el sitio de la antigua villa de Supe, y. se ha" tr asladado 
ésta á lugar seguro, y más próximo al puerto. 


— 2200 ==> 


Ambar, por la derecha (bajando), y que desciende desde la cumbre 
del ramal setentrional de Ambar. 

La mayor parte de los alfalfares ó potreros, no llegan á la ex- 
tensión de una hectárea; no son muchos los de dos hectáreas, y 
muy pocos los de cuatro: estos son los mayores. Están cercados 
con pircas, muros de pocomás de un metro de alto y más de medio 
de ancho, formados con piedras grandes y pequeñas sobrepues- 
tas, sin mezcla ni barro en las junturas, de modo que fácilmente 
se desmoronan. Cada alfalfar tiene su acequia sacada directamen- 
te del río, excepto unos pocos, que tienen acequia, Ó sea toma co- 
mún. ] 

La alfalfa da cuatro cortes al año, crece tanto como en la cos- 
ta, y es más nutritiva que ésta. 

Siete centavos de sol de plata por cabeza de ganado mayor, 
diariamente, es el precio fijo de la alfalfa; pues aunque se vende 
ordinariamente cada corte por un tanto, poco más ó menos, se ob- 
tiene el mismo resultado que si se pagase por cabezas. 

Más arriba de los alfalfares, en toda las laderas de los cerros 
que se alcanza con la vista desde el fondo de la quebrada, no se di- 
visa sino aridez y esterilidad, entre Mayo y Noviembre; pero 
en los otros siete meses del año, se ven las mismas faldas cu- 
biertas de elevado y suculento pasto natural, con el que engorda 
y crece muy bien el ganado, que es muy parecido al de la costa. 

Las faldas de los cerros nose ven sino hasta cierta altura, no 
porque la distancia á las cumbres desde el fondo sea superior 
al alcance de la vista natural, sino porque únicamente la parte 
más ba¿a de las pendientes es muy empinada. La parte superior, 
mucho más tendida, frecuentemente una ó muchas mesas, queda 
ocultaá la visual dirigida desde el fondo. 

Todo el año, en ambas vertientes de los ramales desde la al- 
tura de 3,000 metros hasta las cumbres divisorias, en las mesas 
y laderas, y mejor en las hondonadas de las altiplanicies, hay pas- 
to natural; pero en los cinco meses de sequía el ganado, aunque 
se conserva en los pastos naturales, sufre, excepto en los lugares 
muy húmedos, porque recibe infiltraciones de otros más eleva- 
dos. 

Hasta la altura sobre el nivel del mar de la villa de Ambar, 
2,100 metros, se dan todos los frutos tropicales, y junto con éstos 
los de las templadas en la altura de la villa, y las que poco se di- 
ferencian. 

Desde Arinchay para adelante, quebrada arriba, ya no se 


— 221 — 


cultiva la alfalfa, porque da cuatro cortes menos y crece poco. 
En estos terrenos hasta el límite del cultivo, por la baja tempe- 
ratura, se obtiene todos les conocidos productos de nuestra sierra. 
El trigo y las papas tienen la preferencia. Desde Arinchay para 
abajo, hasta Acocoto, el único gran cultivo es la alfalfa para ce- 
bar ganado vacuno. Tiene alguna importancia el del maíz. 

Los principales pastos naturales están sobre el ramal seten- 
trional, y son: Chunchos y Zancos, hacia la costa; Arinchay más 
al E. y Lascamayo, los más orientales de estos cuatro. 

Lascamayo fué propiedad del Estado; pero un Congreso, por 
ley, lo cedió al Municipio de Ambar, para la instrucción primaria. 
Están arrendados estos pastos en 420 soles al año, con los que no 
se puede sostener escuela para niñas, y apenas la de niños. 

Los pastos de Arinchay son sobrantes de Comunidad, y debe- 
vía dárseles la misma inversión que á los de Lascamayo. Así po- 
bría sostenerse en Ambar escuela para niñas. El arrendamiento 
último de estos pastos por 20 años, acaba de vencer en agosto de 
este año. 

Actualmente la Municipalidad de provincia proyecta solici- 
tar del Congreso reunido, la dedicación exclusivaá la Instruc- 
ción de todos los pastos sobrantes de Comunidad que adminis- 
tran hoy arbitrariamente unos cuantos de cada pueblo, arrendán- 
dolos á vil precio álos poderosos; y aún ese miserable precio no 
se invierte sino en mantener vicios de los administradores, ó sea 
locadores. Cosa parecida sucede en la mayor parte de la Repúbli- 
ca, y si los legisladores diesen una ley para que en todo el Perú, 
dos pastos sobrantes de comunidad quedasen exclusivamente des- 
tinados á la instrucción, manejados por los respectivos Munici- 
pios bajo la supervigalancia del Estado, habrían hecho algo 
orandemente útil, aunque no sería una grotesca imitación de 
esas legislaciones europeas, en las que, en vano, se empeña la pe- 
dantería de los jurisperitos en encontrar la solución de nuestros 
problemas sociales y administrativos. 

El distrito de Ambar alimenta diariamente 1400 reses, y puede 
alimentar hasta 500, exclusivamente con sus alfalfares, en Ja es- 
tación seca» Podría duplicarse la extensión de las alfalfares, 
abriendo acequias costosas; y existen vestigios de antiguos culti- 
vos, con irrigación artíficial, á mucha mayor altura que la de hoy; 
probablemente en la época incáica, cuando la población debió 
ser mucho mayor. 


Cada año exporta el distrito de Ambar de 7 áS mil reses para 
Lima. La mayor parte de estas reses proviene de otros distritos 
de la misma provincia, y principalmente, de la provincia de Hua- 
malíes, que transitando por Ambar, necesitan de su alfalfa. 

Ambar vive exclusivamente de la ganadería, poseyendo ac- 
tualmente unas ocho mil reses propias. Antes de la guerra del Pa- 
cífico se elevó este número á diez mil cabezas de ganado vacuno; 
paro se redujo mucho con los desastres de aquella guerra. Vol- 
vió á subir á la misma cifra antes de la última guerra civil; pero 
durante ésta bajó mucho de la actual cuantía, que es un grande y 
súbito aumento, y proviene de mayor dedicación á la industria de 
criar ganado, mayor dedicación que se generaliza en todo el Perú. 

He oido afirmar á ganaderos entendidos, “que de tal mane- 
ra aumenta diariamente la producción de ganado peruano, que 
hoy abastece éste exclusivamente á la gran consumidora plaza de 
Lima, que antes necesitaba de ganado argentino, chileno y ecua- 
toriano; y que bien pronto el ganado peruano tendrá que buscar 
plazas consumidoras en el extranjero!” 

El distrito de Ocros es más ganadero que el de Ambar, y los 
veinte distritos de Cajatambo son todos ganaderos. 

Los ambarinos no sólo son criaderos de ganado propio, y loca- 
dores de pastos para el ganado en tránsito, sino que son activos 
negociantes de ganado en los otros distritos y provincias, víajan- 
do continuamente, de todas partes, á Lima y Huacho en donde 
expeuden el producto de su industria y comercio, y donde se abas- 
tecen directamente de cuanto necesitan. Una gran parte de ellos 
educa á sus hijos en Lima ó Huacho, y hay pocas poblaciones tan 
estrechamente ligadas á la capital dela República y á la provin- 
cia de Chancay, como la del distrito de Ambar. La actual demar- 
cación es sumamente perjudicial para los intereses de los ambari- 
nos; y por esto han solicitado y pretenden siempre separarse de 
la provincia de Cajatambo y departamento de Ancachs, para 
anexarse á la provincia de Chancay del departamento de Lima. 

En el mismo casose halla toda la provincia de Cajatambo, 
que debería pertenecer al departamento de Lima. Los que inclu- 
yeron la provincia de Cajatambo en el departamento de Ancachs, 
parece que totalmente ignorantes de las necesidades de los pue- 
blos y de la topografía de las provincias, no tuvieron en cuenta 
parala demarcación, sino la extensión en pulgadas cuadradas, 
sobre cartas tan mentirosas, como absurda es la actual división 
política, judicial y municipal. La provincia de Cajatambo no tie- 


— 223 
ne ningún vínculo natural con el departamento de Ancachs, y es 
parte integrante del de Lima, por la naturaleza, el comercio y la 
industria. 

La villa de Ambar es la única población del distrito, la que 
no pasa de mil habitantes, ni baja de quinientos. 

Tan insignificante población fomenta, sin embargo, el impor- 
tante tráfico de ganado con Lima que dejamos anotado. Si per- 
sonas competentes diesen á conocer todos los distritos de las pro- 
vincias del Perú, cuán diferente idea se tendría de éste! Se vería, 
que si otras R>opúblicas sudamericanas exceden mucho al Perú, 
éste las aventaja en comercio interior, y en lo que vale más, en in- 
dustrias propias, que no han podido destruírlos siglos y sus vi- 
cisitudes, y que subvienen á las necesidades primordiales de la ma- 
yor parte de la población. 

El Perú exporta la materia prima para las industrias extran- 
jeras, después de alimentar las nacionales, que visten, calzan y 
proveen de artículos manufacturados de primera necesidad, á más 
de tres millones de habitantes, de los cinco largos que tiene el Pe- 
rú. (De la deficiencia monstruosa de lo que por sarcasmo se lla- 
ma censo oficial, nos hemos ocupado en varios escritos anteriores.) 

La Argentina exporta el total de sus lanas en bruto, para vol- 
verlas á comprar hiladas, tejidas y teñidas en Europa. Lo contra- 
rio sucede con la mayor parte de las lanas del Perú y con muchas 
otras materias primas. Preferimos y preferirá, todo estadista, al 
brillo sin solidez de un gran comercio exterior, á expensas de la 
industrias nacionales más necesarias, la existencia de éstas, reem- 
plazando en su mayor parte al comercio extranjero, El vestido inte- 
rior ó exterior, compuesto de muchas piezas en toda la sierra, 
por el frío, y el abrigo de las camas, es exclusivamente de lana hi- 
lada, tejida y teñida en el país. Si se exportase esta lana, á cuán- 
to ascendería la de varios millones de vestidos y camas? 

La villa de Ambar es una de las de peor aspecto entre las de 
Cajatambo, aunque no carece de buenas casas, algunas de teja ó 
de Zinc, á causa de hallarse sobre una aspérrima y empinada la- 
dera. Las calles transversales al declive de la ladera, son practi- 
cables aunque incómodas descuidadas y sembradas de peñascos. 
Pero las paralelas al declive son verdaderos despeñaderos, en los 
que no ruedan diariamente caballos y hombres, por sua mucha 
destreza, debida á la costumbre. 

. El clima de Ambar es sano y agradable. A medio día, casi to- 


el año, se siente poco menos calor que en Lima en verano, á la 
sombra. Porque la atmósfera pura y despejada de nubes, deja pe- 
netrar con toda su intensidad los rayos solares, que reverberan en 
las laderas, calentando por reflexión el aire que se respira, el que 
por otra parte es nuy seco. Al airelibre, las insolaciones son mu- 
cho menos soportables que en Lima ó Huacho. Las mañanas y 
las noches son freseas todoel año, más que en Lima, como en 
Tarma. 


Existe la enfermedad de la uta; pero no es la temible llaga de 
otras quebradas. La mayor parte de los ambarinos tienen seña- 
les en la cara de haber padecido de uta, que apenas parecen una 
que otra señal de viruelas. En Ambar no ataca jamás la uta á 
quien tiene costumbre de lavarse cara y manos diariamente con 
jabón. En Ambar y otros puntos he curado prontamente la uta 
en principios, sin dejar señal, con compresas de agua sedativa fre- 
cuentes durante tres días, y después pomada alcanforada. 

En Ambar nadie tiene la nariz ú orejas defectuosas por la 
uta. Pero en otros distritos, en Rapaichaca, por ejemplo, la uta 
hace extragos en el rostro, deformándole. Aun en casos obstina- 
dos de antiguas picaduras de uta, corrosivas de las facciones del 
rostro, he empleado con éxito el sistema de Raspail. 

La uta existe en muchas quebradas del Perú, entre costa y 
sierra, Ó entre sierra y montaña, únicamente en cada quebrada, 
en el punto preciso de transición de clima cálido á frío. En muchos 
de los puntos en que existe la uta, coexiste con esta la berruga. 
Estas enfermedades son propias de quebradas estrechas y pro- 
fundas. 

No llueve en la villa de Ambar sino dos meses al año, y po- 
cas veces; pero los aguaceros son copiosos, como los de la sierra. 

Ambar es uno de los pueblos más sosegados de la provincia 
de Cajatambo, y en él no peligra la existencia por el asesinato im 
pune como en muchos otros. 

Además hay seguridad para toda clase de ganado. Los caba- 
llos y mulas vagan libremente por todas partes, sin temor á los 
plagiarios de ganado, azote de la mayor parte de la provincia de 
Cajatambo, y de una gran parte de la República. 

La seguridad de que gozan los ambarinos es debida á su carac- 
ter varonil que frecuentemente ha escarmentado á los ladrones 
hasta en los caminos, dentro de la jurisdicción de Huacho. Pero 
la administración de justicia, la municipal, la política, la postal y 


— MU 


la eclesiásbica, no son mejore que en el resto de la provincia. y 

fuera de las ciudades de la República, de lo que nos ocuparemos 

en otra ocasión. 

CLAUDIO OSAMBELA. 
Cajatambo, 1896. 


ZN 


Provincia de la Unión. 


APUNTES GEOGRÁFICOS É HISTÓRICOS. 


Y) STE hermoso valle goza de un temperamento sumamente 
benigno y abunda en producciones de las zonas tórrida, 
fría y templada; pertenece al departamento de Arequipa, 
respecto del cual se halla situado al NE. Consta de 
nueve distritos, que son: Cotahuasi (capital de la provincia), Tome- 
pampa, Alcca, Huaynacotas (Joven moledor), Pampamarca (alti- 
planicie), Charcuna, Sayla, Quisuhualla, Toro, etc.; los cuales se 
componen de 24 pueblos, con una población de 30 y tantos mil ha- 
bitantes. Un río caudaloso que nace en las cordilleras de Huanzo, 
Ocururo, Ccoyacta, Yanacanta, Ccalacapcha, Huayllapana, Para- 
rapa, Peste y Cuive, atraviesa el valle, bañando multitud de pue- 
blos que se agrupan en sus riberas. 

Esta provincia en sus tierras bajas mide una elevación de 1,000 
á 1,500 m. sobre el nivel del mar, y en sus alturas de 4,000 á 
4,400 m. 

- Eloro y la plata pueden considerarse como las principales pro- 
ducciones de esta región, pues es tal la abundancia de estos pre- 
ciosos metales, que con razón ha sido llamada “La provincia del 
oro” (véase Raimondi —“Oro del Perá,”-—opúsculo, pág. 63). La 
explotación de estas minas se hizo en el siglo pasado por compa- 
ñías españolas con provechosos resultados; de estas minas figuran 
en primera escala: Huanzo, Pararapa, Huayllapana y Pallan- 
cata , distinguiéndose hoy mismo en esos lugares restos de 
pueblos de los mismos nombres y multitud de objetos pro- 
pios de aquel trabajo. J. Gastelú, que visitó aquellas minas, 
se sirvió de los quimbaletes abandonados para moler los me- 
tales que extrajo de allí, lo mismo que cuando trabajaba más tar- 


— 296 — 


de la mina (veta nueva) de San Antonio. D. Pedro José Honder- 
mar explotó en este mismo punto una mina que llevaba el nombre 
de “Ccorihuaraca” (Honda de oro) por los años de 1845 á 1851, lo- 
egrando sacar cerca de 3 arrobas de ese precioso metal. La mina de 
Montes-Claros, que fué trabajada por el Virrey de este nom- 
bre, ha dado en el presente siglo abundante oro, fatalmente se de- 
rrambó cuando la explotaba su último poseedor D. Nicolás de 
Piérola (padre), sepultando en sus ruinas el asiento mineral, gran 
número de operarios y la pequeña iglesia de San Ignacio edificada 
allí, en la cual, según versión general, existía una imagen de aquel 
santo, de oro nativo. Actualmente una sociedad minera se ocupa 
en los trabajos necesarios para hallar la perdida veta. Es también 
notable la mina de “Huayllura” rica en oro, lo mismo que las de 
“Palmaderas,” *“ Humallapausutre, ”, “Ocururo, ” “Ccayaccte,” 
“Ccompipalca”, “Huanzo,” etc., en el distrito de Huaynacotas, y 
muchas vetas vírgenes. Además abunda la provincia en minas de 
cobre, carbón de piedra, salitre, azufre, fierro y sal, constituyendo 
este último mineral una fuente de trabajo para el pueblo de Huar- 
hua, en el quese halla con profusión. 

Los productos vegetales de la provincia, que se cultivan en 
crecida escala, son: el maíz, el trigo, las papas y gran cantidad de 
legumbres y frutas. También se fabrica un vino muy bueno, es- 
quisito, en Chaucalla y Belinga; y la industria de alfombras, col- 
chas, etc., etc., y sombreros de lana' de alpaca y vicuña tiene mu- 
cho desarrollo. 

Su fauna es muy variada: abunda el ganado vacuno y lanar; 
diversas especies de aves y en sus ríos se crían esquisitos peces, 
sobresaliendo el peje-rey; y la cochinilla que se prodece en los pue- 
blos de Mungui, Visve y Belinga, es otro ramo importante del co- 
mercio de esta provincia, que lo exporta en buena cantidad á todos 
los departamentos del sur del Perú á Bolivia y á Chile. 


Su HISTORIA POLÍTICA.—Esta provincia fué formada por ley 
del año 1830, gracias á los trabajos de sus vecinos: el coronel D. 
Casimiro Peralta, D. Pedro J. Hondermar, D. Juan Gastelú (pa- 
dre), D. Bruno y D. Fernando Vera, el cura Dr. D. Felipe Santia- 
go Urquizo, los señores Zúñiga y el señor Pérez, entre otros; se- 
parando para ello las partes de las provincias de Parinacochas y 
Chumbivilcas, situadas en el valle y separadas por el río que lo 
atraviesa, perteneciendo en lo político á Arequipa, y en lo ecle- 


siástico á Ayacucho, hasta la legislatura del 87, que 4“ pedido del 
Diputado D. Sebastián Loayza y con aprobación pontificia, quedó 
dependiendo civil y religiosamente del departamento de Arequipa. 

Aunque se ha escrito mucho sobre la posición topográfica de 
esta provincia, añadiré algo sobre el particular: la longitud máxi- 
ma en línea recta es de 20 á 25 leguas desde sus límites opuestos, 
con una latitud de 12 á 15 leguas, este valle corre en dirección de 
NNE. á S5S0. El río que lo atraviesa se une con el de la que- 
brada de Huanca—huanca (provincia Parinacochas) en el punto más 
estrecho de aquella Marainiyoc, (piedra de moler) tuerce hacia 
el Sur y desagua en el Océano cerca de Ocuña. 


LímITES.--Al 5. y E. con la provincia de Condesuyos por la 
cordillera de Solimana y Huaytapampa (Llanura florida); al NE. 
con la de Castilla por la cordillera de Yanacante [ Yana taquit]; al 
N. conla de Chumbivilcas por la cadena de Ccayacto, y al NNO, 
con la cordillera de Huanzo, que á su vez es la línea divisoria de las 
provincias de la Unión, Chumbivilcas, Cotabambas y Antabamba 
(departamento de Apurímac); en este punto hay tres nevados de 
notable elevación llamados: Huaysulla (1) y Condorillo (idolatra- 
do) á los piés de los cuales se extienden dos lagunas, una de: las 
cuales suministra sus aguas al río de la Unión y la otra á los de 
Cotabambas y Antabamba. Al NO. con la provincia de Aima- 
raes en un punto denominado “Peste”. Al ONO. y O. con la 
provincia de Parinacochas por la cordillera de Accochinchi [pollue- 
los de arena] en el abra de Sayua y Corculla. 


EPISODIOS HISTÓRICOS DE ESTA PROVINCIA EN LA GUERRA DE LA 
INDEPENDENCIA.-—Desde que se inició esta guerra, los habitantes 
de este valle (hoy provincia) se empeñaron con tezón en la sagra- 
da causa de nuestra libertad, exponiendo su vida é intereses á 
la furia del conquistador, hasta que lograron después de ingentes 
sacrificios sacudir la cadena del esclavo. Dos hechos importantísi- 
mos realizados en esta provincia por un hijo del lagar que ha sido 
fatalmente relegado al olvido, merecen consignarse. Hélos aquí: 

Cuando la chispa revolucionaria prendió en el Sur del Perú, 
las divisiones españolas que marchaban á sofocarla, hicieron de 


(1) A dos leguas del pié del mineral de Huayllura. 


y pas 


“dl 


este valle su camino obligado, pasándolo y repasándolo incezante- 


mente en su persecución contra los patriotas, dejando en pos de sí - 


pueblos incendiados, cadáveres y otras huellas más negras que 
marcaban su derrotero. Indignado el pueblo se levantó en maza 
encabezado por determinados caudillos, lozrando en muchas oca- 
siones hacerles sufrir derrotas parciales en las que aquellos perdían 
su bagaje y armas que pasaban al poder de los patriotas reforzan- 
do sus fuerzas. Entre ellos se distinguió J. Gastelú (padre), por 
cuya vida ofrecía el general en jefe español una buena gratifica- 
ción. La actitud amenazadora de esta provincia exasperó al (Ge- 
neral Carratalá, cuyo carácter indomable le había captado el nom- 
bre de Puca toro (Toro rojo) y decidió castigar severamente á los 
pueblos sublevados, reduciéndolos á cenizas. Al efecto penetró á 
la provincia á fuego y sangre, saqueando las poblaciones de Huar- 
hua, Mungui y Pampamarca,acampando con su ejército en la pam- 
pa de Acorcha, situada enfrente del segundo de los anteriores pue- 
blos, para continuar en su devastadora campaña. Esta pampa se 
halla separada de la de Collate por un cerro elevado llamado “Te- 
neecacca”, que es una ramificación de la cordillera de Huanzo: este 
cerro estrecha el río de Cotahuasi en un profundo y encajonado 
cauce, cuyas paredes tajadas perpendicularmente miden una ele- 
vación de más de 40 m.; sobre este abismo se halla abierto el cami- 
no en una extensión de 4á 5 cuadras, siendo sa mayor anchura de 
3 varas y la menor de 2. Este mal paso tiene el nombre de Snupay= 
Punco [Puerta del Infierno]; enfrente se encuentra el pueblo de 
Cotahuasi¿ dominado por un morro que sirvió de baluarte á los 
patriotas que, parapetados allí con dos cañoncitos fundidos de las 
campanas, por D. Bruno y D. Fernando Vera, disputaron el paso. 
El valiente “Puca-Toro” no desmayó en tan crítica posición, y em- 
peñó furioso un arriesgado combate que duró tres días y en el que 
perdió la mitad de su tropa. Como viera que su temeraria empre- 
sa noiba á tener buen resultado, ó acaso por una orden superior, 
ello es que abandonando “Supay-Punco”, contramarchó, repasan- 
do los pueblas destruídos por él, cuyos escombros humeaban aún. 
Después de tres días de marcha atravesando la quebrada de Huan- 
cahuanca, sentó su campamento cerca del pueblo de Pacapausa, 
donde el destino le tenía señalada sutumba. Un natural del pue- 
blo, D. José Castañeda, ciudadano patriota y temerario, irritado 
con las exacciones del general Carratalá, resolvió matarlo. Armóse 
con un par de pistolas, y con un corage sorprendente se presentó 
en el campamento español pretestando comunicar una noticia im- 


portante al general en jefe en persona; presentóse éste, mas ape- 
nas se hallaron solos, Castañeda le descerrajó un tiro en la cabeza 
dejándolo muerto instantáneamente; torció luego la brida de su 
exígua cabalgadura saliendo al trote por entre los guardias que no 
apercibidos de lo acaecido lo dejaron pasar. Grande fué el encono 
de los españoles cuando se hallaron con el cadáver de su jefe, y no 
logrando atrapar á Castañeda pusieron á precio su cabeza, sin re- 
sultado alguno. Con esue motivo, aquel valiente patriota dió lu- 
gar á otro hecho audaz: sabedor de la gratificación que ofrecían 
por su cabeza, con increible arrojo presentóse al campamento 
enemigo disfrazado de indio llamero (aldeano rústico), asegurando 
entregar al que buscaban, pues que sobre odiarlo personalmente, 
según decía con fingida sencillez, se había alucinado con la canti- 
dad ofrecida. y añadiendo que el fugitivo se hallaba refugiado en el 
socavón de una mina abandonada hacia Pachachaca. Los españoles 
losometieron autes á repetidas pruebas temerosos de un nuevo 
ardid. Convencidos al fin de las promesas del indio, aceptaron el 
plan que éste les propuso para la captura del prófugo acérrimo; le 
dieron 25 hombres bien armados para que lo ayudaran en su em- 
presa, prometiéndole dar la gratificación señalada y dándole como 
un anticipio, á fin de alucinarlo, algunas onzas de oro. Marchóse 
nuestro héroe seguido de la pequeña tropa por los senderos tortuosos 
y las erizadas cumbres de Pachachaca y Pallancata. Durante el 
viaje iba despertando la codicia de las españoles con la narración 
que les hacía de las riquezas fabulosas que se encerraban en minas 
desconocidas por los blancos y mestizos, algunos de los cua- 
les habían sido elaboradas por los PP. Jesuitas, los que dejaron de 
trabajarlas bruscamente y se marcharon en misterio, tapando unos 
sus boca minas y dejando el acceso á las otras--tal vez por la preci- 
pitación de su marcha--en las que se veían trozos de plata nativa. 

¿se prometía enseñarles estas minas á condición de que no deja- 
ran escapar á Castañeda, contra quien tenía particular encono. 
Los españoles empeñaron su palabra en perseguirlo con rigor. Lle- 
garon á los cerros señalados, sentaron su campamento, dispusieron 
sus armas en pabellón y se durmieron pensando sin duda en la for- 
tuna que les esperaba próximamente. Una vez que todos se ha- 
llaban entregados al sueño, Castañeda se apoderó sigilosamente de 
las armas, las mandó á otro sitio, merced á varios hombres que de 
antemano los había apostado en ese lugar; luego despertó á los es- 


z 


pañoles, apostrofóles duramente, se dió á conocer y les encargó 
28 


— 280: — 


que le dijeran al jefe queen vez de la mina de plata prometida le 
obsequiaría una onza de plomo como á su compañero *“*Puca toro”. 
Es de suponer el efecto que semejante acción produciría en el gene- 
ral en jefe, que se puso hidrófobo y como un león. 

Bolívar, en vista de estos dos hechos heróicos, premióá Casta.- 
ñeda dándole la clase de coronel efectivo de ejército, sin embargo 
su falta de instrucción y su condición desimple paisano, con goce 
de haber íntegro y vitalicio, que percibió hasta su muerte, acaecida 
el año 1869, á los 70 de edad. 

No será de más añadir que J. Gastelú (padre) también fué pre- 
miado por Bolivar con dos medallas de oro y otras condecoraciones, 
cuyas medallas conserva su familia hasta hoy. Este murió antes 
que Castañeda. 

El cañoncito fundido por los señores Vera hermanos fué traído 
á Lima y aún recordamos haberlo visto en el museo del cuartel de 
Santa Catalina. Es probable que hoy exista en Chile ó allí. 

Estos verídicos datos, encaminados á disipar algunas dudas, 
están basados en hechos notables y ciertos, cuyos documentos de- 
bon existir en el archivo de la Guerra de la Independencia. 


J. (FASTELÚ- 


Etimologías Peruanas 


ICA, PICA, ARICA, ACARÍ, AZAPA, HUANCAVELICA, PISAGUA, IQUIQUE 


ICASCO, ICABAMBA, AREQUIPA. 


MEDIADOS de 1891 un grupo de amigos ariqueños, entre 
los cuales recordamos con particular afecto á los señores 
Enrique Koster y Gerardo Vargas de la redacción de El 

Morro, nos comprometió á que indagásemos la etimología del nom- 

bre de nuestra ciudad natal. 

Nuestro primer ensayo en el sentido de tan grato y honroso 
encargo, es del tantos de Junio del mencionado año. 

Visitando la Cueva del Inca, que, como se sabe, se interna 
profundamente en la estructura de la base del histórico Morro, nos 


— 231 — 


asaltó la idea de que la imponente gruta pudo haber sido en époce 
remotísima, refugio y morada y, quizás, cuna de los primerísimos 
habitantes de la comarca, y que siendo su nombre--hablamos de la 
gruta — Arica, en el dialecto de aquella antiquísima familia, bien 
pudo trasmitirse, con el trascurso del tiempo, á la futura y glorio— 
sa ciudad. 

Dominados por semejante idea escribíamos en el finado Pro, 
gresista: 

““A los pies y, quizás, en el seno de la vieja montaña protec- 
“tora, tuvieron su guarida los primeros hijos de la primitiva fa- 
““ milia ariqueña. 

“Era la época inicial y prehistórica de América — la época que 
«los hombres de ciencia llaman de los troglodiítas— y, desnudos, 
“* miserables, en lucha con los elementos, pedían al mar el susten- 
“to de los moluscos y los peces, y protección de fieras y enemi- 
“gos, á las entrañas hospitalarias dela montaña madre. 

“Y, en efecto, ¿quién podría afirmar que la voz Aricano ha- 
“ya sido antiguo grito de guerra ó alarido de común miseria de 
““esa raza primitiva, de cráneo extrañamente comprimido, etc. 

“Y ¿quién podría afirmar que la voz Arica no ha sido la de- 
“ nominación de la vieja gruta—la actual Cueva del Inca, la mis- 
« ma que fué—tal vez — cuna y hogar, baluarte y abrigo de la ra- 
““ za originaria?.... 

“Puesto que, etc.” 

Pero semejante suposición, más pintoresca que convincente, 
no resistió á los primeros embates de la crítica. En efecto, ¿cómo 
hubiéramos podido conciliar una acepción limitadamente local con 
la presencia de la radical ¿ca—constitutiva de Arica—en otros diez 
ó doce nombres de lugares, diseminados sobre una vasta extensión 
de territorio del Perú? 

La extensión de la zona á la que nos referimos (cien millas de 
ongitud, por setenta de latitud) denotaba demasiado claramente, 
lque la voz ¿ca no era una simple y desautorizada voz de un redu- 
cido dialecto, sino, por el contrario, que pertenecía á una lengua 
esparcida y generalizada de Tahuantinsuyo, digamos al quechua. 

De suerte que la primera consideración que se nos imponía 
era la de coordinar el estudio etimológico de una de tales voces al 
de todas las que pertenecian al mismo grupo. 

Y es lo que pusimos en práctica. 

Procedimos, desde luego, á la desarticulación de la palabra y 
esta quedó descompuesta en Ar-ica. 


Del análisis constitutivo pasamos al análisis lógico, y juzgan- 

do muy atinadamente que, á cualquiera lengua ó dialecto rela- 
cionado con el quechua, que perteneciera la palabra, subsistiría la 
construcción gramatical de este idioma, peculiar á todos los idio- 
mas primitivos, que consiste en hacer preceder el adjetivo al sus 
tantivo, llegamos á la inducción siguiente: 47 — adjetivo; lca-sus- 
tantivo. : 
De consiguiente quedaban calificados como meros adjetivos 
calificativos de un sustantivo común sufijos ó apéndices que apa- 
recen en las voces P-ica, Sí-ica sizica, Pisi-ica (Pisagua), Huan- 
ca-vila -1ca, etc. 

Y, siendo así que én el quechua, como en todos los idiomas 
primitivos, el colectivo se forma repitiendo el sustantivo singular 
participaron de tal condición de colectividad las voces lca- Ica 
(Iquique) y Ar-1ca-1ca (Arequipa.) 

Nuestra segunda disquisición fué la siguiente: Teniendo pre- 
Sente que el lenguaje humano ha sido invariablemente monosilá- 
bico en sus comienzos, en todos los países y bajo las más apartadas, 
latitudes,se deducía que la voz 2c,0 ¿ic Ó hi1c,radical de la voz 2ca, 
era una voz primitiva y elemental, anterior á cualquiera otra raíz 0 
voz bisílaba ó trisílaba y que, como tal, pertenecía indudablemente 
al grapo de las primerísimas radicales monosilábicas, correspon- 
dientes, verbi gracia, á sol, luz, fuego, viento, frío, agua, árbol, 
Tío, manantial, etc. que ha inventado el hombre, bajo el aguijón 
del instinto, para designar sus más premiosas necesidades y tradu- 
cir sus primeras impresiones. 

La voz que analizábamos pertenecía, sin duda, á uno de los 
veinte ó treinta dialectos primitivos que han contribuido á la for- 
mación del quechua, á medida que se verificaba la agrupación 
de las primitivas y errantes tribus en más vastas unidades ó suyos, 
y de estos en la colectividad soberana del imperio. 

Era justo, por otra parte, que nos preocupáramos de si la voz 
¿ca podía referirse de una manera inmediata á algún accidente ú 
detalle ó fenómeno relativo á costa, playa, pesca, marea ó paraje 
de pájaros de mar (P¿sco, por ejemplo, debe su nombre á las den- 
sas bandadas de pájaros marinos que se reproducen en sus costas), 
pero esta objeción quedó eliminada por el hecho de que la voz 2ca 
coexistía en la nomenclatura de lugares estrictamente mediterrá- 


neos. 
¿Cuál podía ser esa voz de un extenso dialecto, que repercutía 


en diez puntos distintos de una comarca más vasta que Portugal ó 
Irlanda, tan íntimamente ligada á los caracteres del suelo y á la 


— 233 — 


atención y necesidades de-sus habitantes, para permanecer arrai- 
gada aún, como se ha visto, desde diez ó doce siglos, en los nom- 
bres de los primeros lugares que habitó el hombre en nuestra 
tierra? | 

Esa voz tan impresiva, tan importante y valiosa, no podía ser 
sino una sola: agua y, porextensión, manantial, vertiente, agua- 
du, fuente, oasts. 

Esa voz, nacida y casi brotada en medio de los desolados are 
nales de una comarca tropical, árida, estéril, desierta, sofocada 
por un sol implacable, en donde agua es sinónimo de vida y su ca- 
rencia equivale á una muerte horrorosa, era una voz de salvación, 
de verdor, de refrigerio y descanso, que el fatigado viajero se re- 
petía é invocaba en sus mortales jornadas, con el ansia con que 
las caravanas del Sahara nombran las futuras etapas de su trave- 
sía y se repiten la halagadora nomenclatura de los oasis: el gran 
oasis, el oasis chico, el triple oasis, el oasis verde, el oasis de los 
pájaros, el oasis de las palmeras, etc. 

O, si no, véase: la voz ¿ca, que repercute, según hemos demos- 
trado, á lo largo de la gran zona arenosa de la costa peruana, no 
vuelve á presentarse, insinuándose en la nomenclatura geográfica, 
en las regiones próximas á los ríos de caudal permanente, á los la- 
gos y estuarios ó en las quebradas dotadas de aguas perennes. En 
semejantes circunstancias la voz agua queda reducida á una con- 
dición secundaria y no se la considera merecedora de una mención 
especial. 

En la región fluvial del Perú, en la gran hoya cuyas cabeceras 
son el Amazonas, el Huallaga,el Ucayali,el Urubamba, el Perené, etc. 
la noción característica que interviene en la designación de los lu- 
gnres, no es la del agua potable, por razón de su inagotable abun- 
dancia, sino la del agua corriente, convertida en torrentes y ríos; 
y la voz que correspunde á esa noción es la radical paar — equi- 
valente á la radical aar del sanscrito — la misma que se transfor- 
ma sucesivamente, según la índole de los dialectos y á medida del 
desarrollo de los idiomas, en peer, pítr, puur. 

Dicha cuadripartita radical consérvase en los nombres siguien- 
tes de ríos de la región: Paar-á, Paar-a-ná, Paar-chi-tea, Paar- 
ca-zu, (Palcazu), Peer-ené, Pitr-ay, Pitr-chis, Piir-co-mayo, Puur- 
us, etc. 

La radical paar repercute en la palabra paray del quechua, 
que significa lluvia. De ahí paray mita ó estación de aguas,ó más 
propiamente, de creciente de los ríos. 

29 


— yl 


En la voz Yuruá asistimos al tránsito ó dulcificación de la P 
de Puur-uá en Y. =— 

Pero, nos hemos alejado de ¿ca. 

Decimos que ante la lógica, que, indudablemente, ha sido el 
factor primordial de la formación de los idiomas, la voz ¿ca, hija 
de la radical 2¿c, equivale á agua, ojo ó vena de agua, aguada, ma- 
nantial, etc. y, en efecto, si consultamos la geografía, ésta confir- 
mará invariablemente nuestra presunción. Pero — decimos aho- 
ra -—- ¿bastarán meras presunciones Ó inducciones, por rigurosas 
que sean, para establecer una verdad científica? No tal: una in- 
ducción podrá lógicamente conducir á una suposición, á una bipó- 
tesis; pero no, de ninguna manera, á una certidumbre absoluta. 

Pero nosotros buscaremos esa comprobación y la certidumbre 
consiguiente, en la estructura de la lengua nativa del pueblo pe 
ruano, la misma que, remontándonos, iremos á beber en su primi- 
tiva fuente. 

La palabra agua tiene su equivalente en la palabra yacu del 
quechua, Pero agua ó yacu denotan una voz concreta, elaborada, 
culta, y como tal, relativamente moderna. 

Existe en todos los idiomas, y no podía faltar en el quechua 
una palabra anterior, si así podemos explicarnos, á la palabra téc- 
nica, yue no designa directa y físicamente á la l¿nfa, sino que se 
refiere al acto animal de beber; y ese expresión es akca, la cual, 
precisamente, significa bebida. 

Akca es á yacu lo que bebida á agua, drink á water, boisson á 
eau, etc. 

En la República de Bolivia, y, particularmente en los departa- 
mentos consumidores de chicha, se dá á este líquido, con deficien- 
te propiedad, el nombre de akca, el cual, desde luego, no es un 
nombre especial, sino genérico, pues significa bebida y correspon- 
de á una costumbre común á muchos países, de llamar familiar- 
mente bebida al licor de más generalizado consumo. 


En este sentido decimos, corrientemente, el vicio de la bebida, 
darse á la bebida, etc. 

Pero, lo curioso del caso es que en esos mismos departamen- 
tos, las personas que, hablando en quechua, llaman akca á su li- 
«e favorito, al expresarse en castellano le aplican el nombre ch2- 
ca, de suerte que su pretendida traducción de la palabra no pa- 
sa de un tránsito de la voz genérica á la voz concreta. 

Nuestras reverendas dudas tenemos de que los buenos bebedo- 
res de chicha de Cochabamba y otros lugares se preocupen dema- 


— 233 — 


siado de estas quisquillas de lenguaje, de que es susceptible una 
cuestión que, al fin, para ellos es de simple gaznate. 

Pero la radical genuina de akca y de yacu está en la voz aae, 
la cual es, sin disputa, una de las primeras modulaciones, arranca- 
das por el instinto, que ha creado el lenguaje humano, como lo 
comprueba el hecho de que la encontramos en casi todos los idio- 
mas como radical de la palabra correspondiente á agua, como en 
aac-qua, 4agy- ua. eaa-u, waass-er, waat-er, etc. 

La radical peruana «ac, contemporánea del nacimiento de la 
raza y de los primeros albores del idioma que. por asimilaciones y 
alianzas, debía convertirse en el quechua, fué, con el trascurso del 
tiempo, sirviendo de vehículo á las nuevas nociones é ideas de una 
incipiente clasificación de los seres y las cosas y sucesivamente 
transmigró de la voz genérica á nuevas voces que designaron el 
surgidero ó manantial del líquido refrigerante y, luego, de una 
manera concreta, el mismo líquido. 

Al segundo de tales períodos pertenece el nacimiento de la no- 
menclatura geográfica de todos los lugares de nuestra tierra. Se 
comprende que, al mismo tiempo que se efectuaba esta paulatina 
traslación de ideas, se verificaba una evolución filológica de la ra- 
dical aac, la cual, bajo la acción característica é idiosincrásica del 
idioma, que propende á la vocal /, de la misma manera que el ára- 
be propende á la vocal A, se dulcificó en y-aac-u para denotar agua 
y en 2ic-a para denotar surgidero, vena, chorro de agua, manan- 
tral, fuente. 

La radical aac, que vemos trasformarse en tantos nombres, 
permanece sin alteración en Acarí, de aacka-rina, 1ca-rina, Ó ya- 
cu-rina. 

Pero no cerraremos este capítulo, estábamos por escribir este 
capitu!-ico, sin coger, pues andamos á orillas de las fuentes, una 
fresca y genial etimología que encontramos brotando material- 
mente del agua, queremos decir la etimología de la palabra que- 
chua que corresponde á flor. 

Esta palabra tiene dos equivalentes: paucar, (de ahí Pau- 
cartambo, Paucarpata, Pancarcollo, ete) que más especialmente 
denota flor silvestre, de yerba. retama ó planta de terreno agres- 
te, y ttica que, propiamente, designa flor lacustre, acuática ó de 
jardín, como lirio, nenufar, rosa, etc. 

¿Cómo no discernir al momento la inmediata y pintoresca de- 
rivación que subsiste entre Ttica é Ica, entre flor y manantial?.. 

Y, volviendo la mirada á los idiomas de Europa, puesto que 
los idiomas son la lógica parlada de las naciones, ¿cómo no dis 


— 2836 -- 


cernir una analogía entre flos y fluss, entre fleure y fleuve, entre 
flower y flowing, to flow! 

Cerraremos con flores el presente capítulo y con dos húme- 
das raíces importantísimas: paar ó aar. río, é2ica, manantial ó 
laguna. 


En marzo de 1893, ocupándonos en un artículo bibliográfico, 
dedicado á Arequipa, el precioso y ditirámbico libro que Jorge 
Polar tiene dedicado á su ciudad natal —¡y ojalá muchos escrito- 
res imitaran tan noble ejemplo! —ocupándonos, decimos, de la au- 
téntica etimología de la palabra Arequipa, exponíamos nuestra 
teoria de la radical ¿ca, coligando á esta voz madre el nombre que 
analizibamos, y relegando, por supuesto, á la fábula, al limbo de 
las patrañas, y á un inconmensurable ridículo, la etimología aque- 
lla del buen inca Maita Ccápac, del Cacíque de marras y del có- 
modo arí-qquepay- 

Sólo que nosotros reconstruíamos en Giar-ica-¿ca la voz mis- 
tiana, y veíamos en la radical gaar un equivalente de fuego ó ca- 
lor, de suerte que nos resultaba la etimología: Aguas calientes ú 
Manantial Hirviente 6 Fuentes Termales. 

Pero, habiendo meditado con mayor detenimiento el punto, y 
después de haber recorrido en 1894 las cabeceras de la gran hoya 
del Amazonas, pátria, según hemos visto, de la radical paur Ó ar, 
no hemos noel en modificar nuestra opinión. 

Pero, he ahí que, en el tomo V del Boletín de la Sociedad 
Geográfica de Lima, correspondiente al primer trimestre de 1896, 
en un artículo entitulado Ica, por el doctor D, José Sebastián Ba- 
rranca, hemos encontrado discutida, comprobada é incondicional- 
mente aceptada nuestra teoría. 

Damos, á continuación, las conclusiones del aludido artículo: 

“* Principiaré á discutir, escribe el doctor Barranca, la raiz 

Ik, río, laguna, pozo; que, dicho sea de paso, no existe en el 
qquechua hablado, pero sí, en los nombres de lugares, sin duda 
,, de solemne antigiiedad. De esta raiz se deriva Ica.” 

Cabe aquí una leve y respetuosa observación: 

La raiz Ik ó 1tc ¿cómo negarlo? —existe perfectamente en el 
quechua hablado, como en todos los idiomas del mundo, en cali- 
dad de raiz, esto es ejerciendo sus propias funciones de radical 
filológica. Lo que no existe, ni es justo que exista en el quechua 
moderno, es la antiquísima voz 2k ó 2c, como equivalente de río 
í laguna, palabras éstas que tienen su cabal correspectivo en 


mayu y ccocha. 


— 231 — 


Sien el quechua hablado las voces 2kó 1c significáran rio 
9 laguna ¡cuál sería el punto dudoso y sobre qué discutiriíamos? 
pss o acuso, respecto de los nombres Caballococha, 


“Hay todavía; agrega el doctor Barranca; otras pruebas más, — 
¿que son las que Juan Pagador presentara en 1893, ha debido de- 

Cclar ar—que convencen que esta raiz 2k denota la E de río, la- 
20, pozo (?) y es que se presenta igualmente en Facu, que en 
,,¡quechua significa agua, la que, á su vez, se deriva de la raiz 
,yyac, que no viene á ser otra cosa que una forma alargada de 2k, 
,,por eliminación de la vocal 1.” 

Expuesta nuestra teoría respecto de las radicales Para ó Aar 
é Ica, corroborada en complejas consideraciones de lógica, de to. 
pografía y filología; discutida la principal de tales radicales, com- 
probada y aceptada por la autoridad de un juez tam competente 
como es el naturalista y filólogo doctor José Sebastián Barranca, 
estimamos que, fuera de toda duda, estamos en la verdad «al pro- 
clamar las etimologías siguientes: 

Ica— Manantial ó Aguada ó, si se quiere, poéticamente, 
Oasis. 

Pica - Manantiai oxtinso ó Laguna. 

Arica— Aguada del Río ó de la boca del Río. 

Pisagua— —Manantial 6 Vertiente escasa ó casi seca, de pisi- 
200, pisi- yacu (past significa poco). 

Iquique —De Ica-Ica, colectivo ó plural de. Ica, equivalente á 
agrupación ó cordón de vertientes, sin duda, á raiz de la playa. 

Arequipa—De Ar-Ica-Ica vertientes Ó lagunillas ó remanso 
del Río. Es E 

Icasco —Aguada ar tificial, excavación ó pozo.” 

Icabamba—Llano ó aba de las lagunas. 

Sicasica —- Manantiales, tal vez termales. 

Huancavelica—Manantial del agua colorada dela tribu Huanca. 

Acarí De Aac. ó6-ar-Yacuima. Camino 6 quebrada del agua. 

Azapa—Lugar en donde abundan aguas, manantiales, venas 
de agua, etc. de Aakca-zapa, Ica-zapa, Yacu-zapa, abreviado en 
Cazapa y Azapa (existen los nombres Cozapa y Cozapilla, deri- 
váados, indudablemente, de: lca-zapa y Ca- -24pa). La voz quechua 
Zupa, equivale á abundoso ó abundante de. 

Bolivia, 1897. 


a 


JUAN PAGADOR. - ? 


20% 


OBSERVACIONES TOMADAS EN SAN IGNACIO, CAILLOMA, 


DEPARTAMENTO DE AREQUIPA 


ENERO, 1897 FEBRERO, 1897 
| Máximum Minimum | A8uac, en Máximum Míním um | 48uac.en 
1| 16.5 +1. 1| 23.— —5. 
2-| 18. O. 2 20.5 —1. 
Sd lo —C.5 3 | 18.— —4, 
4 | 17.5 Lo 4 13. ==, 
DNA —1. 5 Ss 9) 
6/ 18, =-1.5 6 15. —3. 
LOs —1. 7 18. —1. 
8! 145 —3. 8 13. —2. 1 
91 18. —4.5 9 9 14. = 
10. 18, —A, 10 a —4. 
11 | 19, —3. 1 ni de —3. 
12 14, —0.5 ta) 12 15.5 =: 
13 L6. —2. 13 17.5 O. 
14 | 18. O. 15 14 17.5 —1. 
¡ES 1/42 O. 5 1 Lo —2. 10 
16 15. +1. 16 14, —2. 
A O +0.5 17 16. —1. 4 
18 Vir == de 18 14, —1. % 
19 | 15. 49; MENO 0. 3 
20-| 16.5 —1. 20 | 15.5 +0.5 1 
QA; —1. 21 17. —%. 12 
O == 22 | 17. 1.5 12 
23 19.5 ==; 4 2 6% —1.5 1 
24 21. —%+ 24 16. —1, 
25 20. —2. 25 ¡e —=1, 
26 18.5 —3.5 26 13.5 O. 
27 22.5 —4, 27 Muze O. ? 
28 y 20. —1. 28 14, +1.5 4 
IO —3.5 
30 | 20, —£6. 
3l 2L. —6, * 
Máximum 22.5 Máximum 23. 
Mínimum 7. bajo cero|| Mínimum de bajo cero 
Máximum término Maximum tér- 
medio 17.9 mino medio 16.4 
Mínimum término Mínimum ter- 
medio 2. bajo cero|| no medio 1.7 bajo cero 
Aguacero: 39 milimetros Aguacero: 55 milímetros. 
*Se perdieron las cosechas por 


as heladas. 


H. HoPkE Jones. 


— 239 — 


OBSERVACIONES TOMADAS EN SAN IGNACIO, CAILLOMA, 


DEPARTAMENTO DE AREQUIPA 


MARZO, 1897 ABRIL, 1897 
Máximum Mínimum Aguacero Máximum Mínimum  |Aguacero 
TAN A13,5 0 2 11 Jl —2. 
2 15. —0.5 2 2 12.5 —1. 2 
3 15. —2.5 3 3 Hilo —-1.5 
4 e. —0.5 4 12. —/0. 
5 16. 0. 5 12, —1. 1 
6.| Az. O. 1 6 12.5 —2. 
¡OREA —2. q EA —2. 
8 ME —4.5 8 13. —1.5 1 
9 15.5 —1.5 9 15. —2.5 1 
TO 316, —2. 10 | 13.5 —3. 2 
Nil 06, —3. 10 13.5 —3. 
12 16. —A. 12 13.5 —3. 
13 14, —0. hi 13 12.5 —1. 
14 16. —0. 14 15. —2. 
15 16.5 0: 15 13.5 —3. 
16 16.5 —4, 16 14. —2.5 
17 Ur —4. 17 14, —£. 1 
18 16. O. 18 14. 5 —3.0 3 
1 ly —3. 1912 —5, 
20 | 14. —3. 4 20 | 10, —6, 
21 10,5 —» 21 8.5 —/. 
22 Jul —3. 22 TELS —6.5 
2 LS, :0. 1 23 | 15, —6. 
24 15. D. 24 Es —3. 
25 | 16, E 2 AN o E 
26 is O. 26 5.5 —3.0 
27 13. e 27 Jl: —Ú, 
28 ve —d, 11 28 | 10. —7. 
29 9, —3.5 + 29 12. — B. 
301. 15. e 30110, —6. 
31 14,5 —L.: 3 
Máximum 17. Máximum 15 
Mínimum 5. bajo cero ¡[Mínimum Te bajo cera 


Máximum tér- 

mino medio 14.74 
Mínimum tér- 

mino medio 2. 2 > so 
Aguacero: 37 milímetros 


Máximum tér- 
mino medio 12.08 
Mínimum tér- 
mino medio 3.42 
Aguacero 17 milímetros 


H, HopPE-JoNEs, 


— 240 — 


OBSERVACIONES TOMADAS EN SAN IGNACIO, CAILLOMA, 


DEPARTAMENTO DE AREQUIPA 


— 


MAYO, 1597 JUNIO, 1897 
Máximum Mínimum Aguacero Máximum Mínimum Aguacero 
1 11 o DAA — Y. 
9 197O pe 2 T8. "0% 
31 10.5 == Di | O UNEAO 3 13. 0, 
4 10. “| — 4. 4. 10. —12. 
5 11.5 ES 6. AD —12. 
6 13. — 5. 6 5.5 AS 
id ql == 74 10. = 115. 
S to — 4, 8 9.5 —1929, 
9 19: — 4,5. 9 11 —11.5 
10 ds — e 10 dl. —10.5 
11 13.5 O 11 Il =11(0): 
192 11.5 AS 12 119 == 939 
13 14. — 5. 13 19: — 9. . 
1M4| 1 — Y. 14 13. OS Si 
OS: —10. 15 192.5 ill. v 
16 19,5 — e 16 175 110), 
17 115 A de 13 —10. 
181 18 es 18 10. — 9.5 
19 11.5 = ds 19 11. —= Ek 
20 44. — 8. 20 lo 003 2 milímetros 
21 19. — E, Ie = (6 
99 19. = Y. INS: == 6, 
23 17: —110) 23 8. — 9, 
24 10. OS 94 11. 1349 
25 | 10. E 25 ol e al 
26 0 =T | 26 10. A le 
27 10.5 —=10. 2 12. 340). 
98 TL | 28 INE —10 4 
29 1 ON 29 10. =D 
30 | 13. ca (lc | 30 Ss, 14: 
31 UL, =6. | | 
| | 
Máximum 14. ¡Máximum US: 
Mínimum Oz bajo cero | |[Mínimum 14. bajo cero 


Máximum tér- 

mino medio 11.76 
Mínimum id. 6.6 ,, 5 
Aguacero l milímetro | 


m 


Máximum tér- 
mino medio 10.88 
Minimum 1d. 9.89. 


Aguacero 2 milímetros 
H. HoPE-JONEs. 


Academia Nacional de Medicina 


HAS 


OBSERVATORIO MHETEOROLOGICO “UNANUT” 


OBSERVACI 


Presión Barométrica | | 


Dia Á LA SOMBRA 


Media | Máx | Min, Modia 


Latitud S. 127-3'-44”-5. Longitud W. de París 79”-31-5”-2. Altura sobre el mar 158 m. 50. 


(EDICIÓN AUTORIZADA) 


uerza Elástica 


pai | Humedad relativa 


del vapor 


| ven suELO 


ITEMPERIE 


Mín. [Media A40cmábO0cm á lm. ¡Min Med 


| 
= Actinómetro 
= | 
S || mw [uteaar faro | ado 

1 H.J0 nm engtb.  temperio sombra [100.10 


NES METEOROLOGICAS CORRESPONDIENTES AL MES DE JULIO DE 1897 


PERU 


Viento Ozono! | 3 
Estado || 18 
a ue [| 001/0010 | [vineesios] —Veestca” [1010 21 
*. domip; Media ma. | En 242. [(9n 24 h 
par seg. | Kilóm 


= de la Luna 


0% 


| 
| 
| 


| 2) 


17,00 
17.00 
18,00 
16,00 


49,60 
40.10 


| 74950 
740.05 | 
TAU.5O 
740.05 


| 16.00 
| 4 05 


Director. 


11.95 
0.80 
10.70 


18.45 | 
11.05 
12,40 

60 
50 
| 11,90 
[12,00 


10.00 
16.30. 


13.30 || 


18,05 | 

10,00 

10,00. 

15.85 24 00.0 

15.00 y Mm.5 

17.00 60 | 815 
058 | 50.0 
50 70.0 
40 15 


Las máximas y mínimas 


loro || L5 10 

5ux || | O5e 

|[ 40,2 0 1 3 
| 40,2 | 10.6 Lo || 10 
6 10,6 2,1 10 

0.0 10 

12 10 

14 10 

21 2 

16 10 


08 1.9 10 
11 a 10 
1,7 18 10 
07 07 10 
0 0.4 10 
0.0 0.0 10 
00 0 10 
0.0 0.) y 
08 08 10 
1,3 15 S 


están señnladas con números cursivos, 


mm Varimble WNW 1,44 12 0.0 

4 Variable || SSW | 14 0.1 
4 Claro || SSW 10 0.0 
iWw | Cubierto | SsW 17 0.0 
10 Cubierto sw 18 00 
10 Cubierto SSW 18 0,1 
10 Cut ESW 10 

4 Cubierto SSW 13 00 
9 | Variable || SSW 14 0.0 
10 || Vaciable sw 18 0,1 


8 || Variahlo || WNW 7 2.0 
10 || Variable || WNW 10 UN 
2 || Varia w m2 || 

10 [| Cuba SSW 1 

10 Cubierto | SSW 18 || 

10 || Cubierto || SSW 10 

10 || Cubierto S 15 

10 Cubierto SSW 18 

10 || Cubi S 10 

10 y Varia Ss 20 

Ñ Variable 20 

10 Variable “mM 

9 || Cubierto 

10 || Cubierto 

10 Onbierto 


Varinble 
Cubi 


co B. Agunyo 


+ Observador 


Creciente 
Dins.... 1 


" 1 
| plesitanto 
| Dias 1 
EN ñ 
lo 4 

> 0 


Menguante 
| Dina... 1 


Academia Nacional de Medicina 
OBSERVATORIO METEOROLOGICO “UNANUTP” 


Latitud S. 12”-3'-44”-5. Longitud W. de París 79*-21'-5”-2. Altura sobre el mar 158 m. 50. 


OBSERVACIONES METEOROLOGICAS CORRESPONDIENTES AL MES DE AGOSTO DE 1897 
(EDICIÓN AUTORIZADA) 


LIMA IET O 


———————__—___—_—_—_—_—_____—____—__———_—_——_—_———————————— E 
| I] | Evaporación | | 


M E 
| Presión Baromeétrica | Temperatura ll a | Fuerza Elástica | | Actinómetro | Nebulosidad | Viento Ozono [3 . || 
| | Humedad relativa = en 24 horas mn, || | Estado | 1! de l 3 ll Fases 
> [ e O del vapor = - — —|| | - al] 
| Día l á0O lA LA SOMBRA | A LA INTEMPERIR | DEL SUELO J0) agua | SIA | Il del Ciolo Mal Velocidad [[0.0:21 || 5 = de la Luna 
| - = A É — E | =$ - = 11 [lion h. | ltemporte! sombra || 100. m.| op: m. | Pediam, | En 8h. ana * 
| m6x, | Min. | Media || máx. | Min Esa Mox. | Min. [Media | 440cm/460cm] 6 1m. (Gp. m. | Máx. | [Meta Mín. | Med | [EE 100101 cn 24). | [tempertej sombra || y ny | laa ore | 28160, 91: 24:b/15 
- " — 1 — —| l 1] l lla 
| | | | (a | | Ñ | | ! l 
13.8 | 1030 || 187 | 1150 || oo | | 10.2 || 76.0 | osa | 0 10 || Cubiorto || 5 | 108 | 107 || 19 0.0 || Días... 3 
13,9 | 10.15 || 158 | 10.00 || 21,0 10.2 || j 30.0 | 1.7 10 10 [| Cubierto || ss w | 190 150 wo 13 5 4 
12.8 | | 12.0 la | 18.0 |[ 90,0 1 INEA 10 14 || Cubierto || WNW 01 17 0.0 5 
12 | | Lv | 10.80 24 10 10 Cubierto || SSW 50 13 0.0 Ñ Ú 
118 | 14,9 11,10 7) 10 6 Variable Ss W 1] mM [00 Creciente 
li 11.80 | 18 10 10 [| Cubierto || SSW | 148 | 15 0.0 || Dias... 1 
11,00 | 1.8 10 10 [| cubi | WNwW| 10] 10 0 1 2 
11,70 | | 24 10 10 [| Variablo 1,00 | 7 05 4 
11,80 1.0 lo | 10 Cubierto 198 | 11 o 1l 4 
16 10 | 10 Cubierto 194 | 10 0.2 5 
| 
5.4 19 | 192 10 | 10 || cubierto || 85w | 220 | 10 00. 0 
47 a) 10 TU Cubierto SSW | 084 | || ot || Plenilunio 
58 LA 14 10 | 8 [| Varioblo || SSW PTE gl 0.0 Dias 1 
[ . 10.0 20 2911 9 lu Variable [| SSW | 189 | | 2 
748.30 y 10.40 A YA ve lu 10 Cubierto || 5SwW 1.90 
748.5 10,00 1% 12 | 18 10 10 || Varinhle || SSW 7 
740,00 Ñ5 | 0,2 1d 18 10 10 Cubierto || SSW 1 0.1 0 y h 
» UNT) 1.3 13 10 | 10 [| Cubierto || ss W 14 07 Ñ 
| 5 40 [| Os 053 A A Cubiereo || SSW Haas fl so Menguunte 
| 32 AO 10 10 ¿¡ Cubierto || SSW 15 14 [[Dimm.... 1 
| 
ll 1.5 | 16.90 || 45 01 10 10 || Cubierto m | 03 a 2 
laxo 5.05 | | 06 10 10 || Cubierto 5 X y 
18.2 | 2150 | 10.10 09 lo | 10 Cubierto Hs 4 
17,3 | 13 16.40. | 03 10 10 Gobierto e ó 
16 , 15 00 10 10 || Cubierto | ¡lr . 
¡| 20,9 20.9 Ñ 0.5 po jo Cubierto | 
740.20 20.0 24.8 | 0.2 10 , Variable vilunio 
| 340.00 || 10.0 | 20.4 14 10 10 Cub S 
159 | 20,2 34 17 10 | 10 Cubierto S 
| 15.0 | 10.6 | mE) Foo | 1 Cubierto || SSW 
| Il 16.9 META 20.0 | Lo] | 10 | 10 ([ Cubierto || 8 
| 


COR. Artola 


Director. 


fo Observador. 


es 


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o 


BOLETIN 


Sociedad Geográfica ile Lima 
TOMO VII 


Lima, Viernes 31 de Diciembre de 1897.-Nums, 7, 6 y 9. 


PUBLICAMOS á continuación un im portante estudio sobre Geografía física que 
hallamos entre los manuscritos dejados por el sabio Raimondi. Los datos que sumi- 
nistra sobre sondeos en la costa del Perú, así como sobre Oceanografía General, seis- 
mología y climatología de nuestro litoral, hacen este artículo de sumo interés para 
nuestros lectores, que encontrarán en él informaciones útiles aprovechables para 
posteriores estudios. 

Como en los anteriores trabajos del señor Raimondi que hemos insertado en 
el BOLETIN, conservamos en éste la redacción y opiniones del autor, corrigiendo tan 
sólo ciertas incorrecciones del lenguaje, muy disculpables por cierto en persona po- 
co versada en el idioma español. Sinembargo, indicaremos, por medio de notas, 
aquellos ligerísimos puntos en que notemos divergencias ó en que no nos hallemos 


: del todo acordes con el autor; pues hay que tener presente que el estudio que va ¿, 


continuación fué escrito por el Sr. Raimondi el año de 1882, y por consiguiente al- 
gunas de sus apreciaciones se refieren á aquella época. j 


GEOGRAFÍA FÍSICA 


(DE LOS MANUSCRITOS DEL SEÑOR RAIMONDI) 


A República del Perú, situada en la parte occidental de la 
América meridional, se extiende desde la confluencia del 

río Apaporis con el Yapurá á los 1.? 31? 29”, hasta los 22.” 

06, de Latitud Sur; y en su parte más ancha desde los 64* 15”, 
que corresponde al paraje en la orilla del río Madera, situado á 
igual distancia de la boca del Mamoré y del Amazonas, de que 
se hace mención en el artículo 11 del Tratado de San Ildefonso, 


HI == 


hasta los 83% 40” 54” de longitud O. de París, que es el punto más 
occidental de la Costa del Perú, y corresponde á.la punta de Pariña. 

El Perú, como se ve, abraza una extensión de N. á S. de 
más de 20, y casi otro tanto en su parte más ancha de E. á O. 

Su figura, pues, es muy regular, y calculando toda la exten- 
sión del territorio á que tiene derecho, resulta una superficie de 
67,700 leguas geográficas cuadradas, Ó sea más de dos millones de 
kilómetros cuadrados. 

A pesar de que todo su territorio, por los límites que 
acabamos de citar, se halla comprendido en la zona tropical, no se 
debe creer por eso que su clima es en general muy cálido; pues 
las corrientes marinas y aereas y, sobre todo, la especial disposición 
orográfica del país, dan á sus distintas partes tal variedad de tempe- 
raburas, que Casi se podría asegurar que no existe otro país en el 
mundo que reúna en su territorio loz climas más opuestos, tanto 
por su temperatura cuanto por el estado higromítrico de la atmós- 
fera y cantidad anual de lluvia. 

Atravesado el Perú en toda su longitud por dos elevadas ca- 
denas de montañas con muchos picos cubiertos de nieves perpé- 
tuas, queda su territorio como dividido en fajas ó zonas longi- 
tudinales de condiciones climatológicas muy variadas, caracteri- 
zadas también por sus producciones muy diversas. 

Estas zonas Ó regiones, aunque no tienen límites bien 
definidos entre unas y otras, tanto por los fenómenos meteorológi- 
cos que se experimentan enellas cuanto pur las producciones, 
son tan distintas, que han llamado la atención aun de la gente vul- 
gar y han dado lugar á que se les designe con nombres especiales. 

Aunque no hay mucho acuerdo entre los autores que han es- 
crito sobre el Perú en cuanto al número de estas zonas, según mi 
modo de ver pueden distinguirse, de Poniente á Oriente, desde el 
Pacífico hasta la hoya del Amazonas, seis regiones bien caracteriza- 
das, que reciben los nombres de Costa, Sierra, Puna, Cordillera, 
Ceja de montaña y Montaña. 


Algunas de estas regiones, como veremos más adelante, pue- 
den subdividirse á su vez en otras de segundo orden. Por ahora, no 
haremos más que indicar su posición relativa y sualtuva aproxi- 
mada sobre el nivel del mar. 

La región de la Costa se extiende desde el nivel del Océano 
Pacífico hasta las alturas de 1,500 á 2,000 metros sobre el nivel 
del mar. 

La Sierra comprende las zonas situadas desde el límite supe- 


— 243 — 


vior de la costa hasta 3,500 metros sobre el nivel del mar y puede 
ser dividida en Cisandina é Interandina. La primera comprende 
la faja situada en la parte occidental de la cordillera, entre 
los límites de altura indicada. Esta zona es conocida en algunas 
partes del Perú con el nombre de Cabecera de la costa. La sierra 
interandina comprende casi toda la parte del territorio cultivable 
situado entre las dos cordilleras. 

La Puna abraza toda la frígida región comprendida entre el 
límite superior de la sierra y 4,500 metros de elevación sobre el ni- 
vel del mar. 

La región de la Cordillera comprende toda la parte culminante 
de las elevadas cadenas de montañas que, con el mismo nombre, 
recorren en toda su longitud el territorio de la República. 

La Ceja de la Montaña forma una zona trasandina en la ver 
tiente oriental de la segunda cordillera. Por su altura sobre el nive 
del mar, entre 3,500 y 2,000 metros, corresponde á la sierra; pero, 
tanto por su climatología como por sus producciones, constituye 
una región enteramente distinta. 

Por último, la región llamada impropiamente Montaña (1) y. 
que, con más razón, debía designarse con el nombre de Región de 
los bosques, se extiende, en la misma vertiente oriental, desde la 
altura de 2,000 metros hasta los inmensos y bajos llanos bañados 
por el caudaloso Amazonas. 

Es imposible, al que no haya recorrido personalmente las dife- 
rentes zonas del Perú, formarse una idea verdadera de las varia- 
das escenas que ofrece la naturaleza en este privilegiado país, pre- 
sentándose á los ojos del viajero en pocas horas de marcha, cua- 
dros semejantes á los que solamente se pueden contemplar en las 
más apartadas regiones del globo. 

Muy pocos países, talvez ninguno, puede como el Perú ofre- 
cer reunido en su territorio un extenso litoral con buenos y segu- 
ros puertos; luego, áridos y dilatados desiertos cubiertos de abra- 
zadora arena como los del continente africano, é interrumpidos 
por deliciosos oasis de muy lozana vegetación; un poco más arri- 
ba, una agradable y sana región, donde reina una perpétua pri- 
mavera, y donde el terreno produce con abundancia todos los fru- 
tos de las regiones templadas de Europa; región entrecortada por 
los paisajes alpestres más variados, en donde se suceden, como en 
un panorama, profundas quebradas, estrechos desfiladeros, ríos to- 


(1) En el Perú, la palabra Montaña no indica una elevación del terreno, sino la 
región oriental del Perú cubierta de bosques. 


— 214 — 


rrentosos con atrevidos puentes colgantes y hermosas cascadas; 
á mayor altura elevadas mesetas que se prolongan á veces en es- 
tensos llanos sin árboles, cubiertos casiexclusivamente de gramí- 
neas, que recuerdan las monótonas y dilatadas estepas del Asia; 
en la cumbre de la colosal cadena, la imponente vista de la helada 
cordillera, con inmensas moles de eterno hielo, que despiertan la 
idea de las inhospitalarias regiones polares; por último, en la ver- 
tiente oriental, una brumosa zona continuamente envuelta en espe- 
sa neblina, á la que sucede, á medida que se baja, un paulatino 
aumento de calor, humedad y vegetación, hasta penetrar en la re- 
gión de los espesos y vírgenes bosques propios de la América tro- 
pical. 

He aquí, pues, reunido en el Perú, como en un verdadero mi- 
crocosmo, los rasgos más característicos de los diferentes climas que 
ofrecen las demás partes habitadas de la tierra. 

Después de esta rápida ojeada, vamos á tratar de un modo es- 
pecial de cada zona, dando á conocer sus fenómenos meteorológi- 
cos y su hidrografía, orografía y principales producciones, á fin de 
que se conozca más á fondo lo que realmente es el Perú. 


REGIÓN DE LA COSTA 


Entre el Pacífico y los primeros contrafuertes de la cordillera 
occidental, se extiende, de un extremo á otro del Perú, una gran 
faja ú zona de terreno en su mayor parte llano y cubierto de una 
capa de arena. 

Cerca del mar ó á una distancia que á menudo pasa de sels 
millas, corre una cadena de cerros, llamada de las lomas, formada 
en su mayor parte de rocas eruptivas é interrumpida tan sólo por 
los verdes valles regados con el agua de los escasos ríos que bajan 
de la cordillera. 

Alejándose del mar y caminando hacia el interior, al termi- 
nar los abiertos valles cubiertos de una lozana vegetación, se halla 
un terreno más accidentado, en el que los desnudos cerros de la 
costa que constituyen las últimas ramificaciones de la gran cordi- 
llera, dejan entre sí estrechas gargantas con escasos trechos de 
terreno llano cultivado, cuyos productos sirven para la alimenta- 
ción y comercio de los habitantes de los reducidos pueblos que ha- 
bitan en aquellas cálidas quebradas. 

Por lo dicho, se ve que la región de la costa no es uniforme si- 


— 245 — 


no que varía muchísimo en su aspecto y producciones, lo que per- 
mite subdividirla en cinco fajas, á saber: 

Litoral ú orilla del mar, Llanos áridos despoblados, Valles 
cultivados, Cadena de las lomas y Quebradas. 

Litoral. —Situada la República del Perú en la parte occidental 
de la América del Sur, su litoral, como todos saben, se halla bañado 
por el gran Océano Pacífico, al que está completamente ligada la 
climatología de la costa. Para tener, pues, una idea clara de los fe- 
nómenos meteorológicos que se experimentan en esta región, es 
necesario conocer de antemano los principales fenómenos que se 
realizan en el mar. 

Océano Pacífico. —Este inmanso depósito de agua que se ex- 
tiende entre América y Asia y en el cual desaguan todos los ríos 
que bajan por la vertiente occidental de la cordillera más próxima 
á la costa, recibió el nombre de Océano Pacífico por las pocas tem- 
pestades que se experimentan en él, comparativamente á las que 
se sufren en el Océano Atlántico, pues el célebre navegante Maga - 
llanes que dió á ese mar tal nombre, navegó en él más de 4000 
leguas, sin sufrir un solo temporal. 


Incalculable es la influencia que ejerce el mar sobre las co- 
marcas que baña; y es realmente difícil, sin conocer los principa- 
les fenómenos físicos, formarse una idea exacta delas innumerables 
relaciones que existen entre el mar y el continente y que mantie- 
nen aquella admirable armonía que reina en la naturaleza. 

En efecto, la evaporación que se produce en la inmensa super- 
ficie del mar bajo la acción de los rayos ardientes de un sol tropi- 
cal, origina todos los vapores acuosos que, llevados por los vien- 
tos á la frígida región de la cordillera, se condensan, dando lugar 
á las lluvias que alimentan los ríos que bajaná la costa derra- 
mando la vida en todos los terrenos que bañan. - 

Este mismo mar es el que recive el sobrante del precioso ele- 
mento vivificador cargado con los despojos orgánicos y minerales 
que arrastra del interior del continente, materiales que servirán 
después para la vida de los innumerables seres que pueblan sus 
abismos, Ó para la formación lenta de nuevas capas de terrenos 
que saldrán, quien sabe, más tarde, á la superficie del líquido ele- 
mento, empujados por alguno de aquellos poderosos sacudimientos 
de la corteza de nuestro globo, tan frecuentes en la América del 
Sur. 

Al mar debemos la suavidad del clima de la costa del Perú 
que contrasta con el excesivamente cálido de otros lugares tropi- 


— 246 — 


Cales situados en iguales latitudes; pues del mar, que baña la costa, 
salen aquellas frescas brisas cuya baja temperatura es debida al 
enfriamiento que sufre el aire al pasar sobre la gran corriente de 
agua fría que viene de las regiones polares y recorre toda la costa 
de Chile y del Perú. 

En el mar tiene el Perú la más fácil y económica vía de co- 
municación que tanto facilita el comereio con las naciones limítro- 
fes y el antiguo continente. 

Al mar deben los habitantes de los pueblos ribereños un 
abundante y sano alimento. 

Al mar, por fin, es deudor el Perú de lo que ha sido hasta aho- 
ra poco su principal riqueza nacional, el huano, cuyos inmensos 
depósitos han sido producidos por la acumulación lenta y progre- 
siva, durante muchos siglos, de los escrementos de numerosas 
aves marinas que encuentran en el mar que baña la costa del Pe- 
rú fácil alimento en los innumerables peces que pueblan sus 
aguas. 

Profundidad del mar. —Para facilitar la navegación y evitar 
los peligros á que están expuestos los marinos que recorren mares 
desconocidos, se han hecho prolijos estudios para la construcción de 
las cartas marinas, para cuyo objeto se han practicado en la costa 
del Perú numerosos sondeos (1) que nos han dado á conocer la pro- 
fundidad que tiene el Pacífico á muy poca distancia de tierra. 

En la costa del Perú, en general, el mar es ' poco profundo 
cuando baña las tierras bajas y los valles cultivados; mas su pro- 
fundidad aumenta en las inmediaciones de las puntas ó cerros con 
rápida pendiente hacia el mar. 

Empezando del Norte vemos que al Sur de Tumbes á dos y 
tres millas de tierra, tiene el mar una profundidad que no pasa de 
10 á 12 metros, y es preciso alejarse de 6 á 8 millas para hallar 
una profundidad que pasa de 50 metros. Pero á medida que se va 
uno acercando á la punta de Picos, situada á los 3.” 45” 10” de la- 
titud S. aumenta aun muy cerca de tierra, hallándose á la distancia 
de una y media milla más de 24 metros. 

Desde la punta de Picos, siguiendo más al Sur, varía á una Ó 


(1) South America West Coast.---Peru---by captain Robert Fitz Roy, R. N---and 
the officers of H. M. S. Beagle. 

Carte des Cotes du Pérou et de 1” Equateur, dresseé d'apres les travaux du capi- 
taine, Fitz-Roy, par Robiquet, hydrographe. 

Plan d'atterrage du Callao de Lima (Peron), levée et dressé en 1838 á bord de la 
Venus, etc. 


— 2417 — 


dos millas de tierra, entre 10 y 40 metros; paro acercándose á la 
punta llamada de Sal, aumenta, de manera que á una milla sola- 
mente alcanza á más de 70 -metros. 


Desde Máncora hasta el Cabo Blanco se han hecho sondeos á 
la distancia de 24 4 millas de tierra, los que han dado una pro- 
fundidad variable entre 50 y 100 metros. 

Desde el Cabo Blanco hasta unas 6 millas al Norte de la punta 
de Pariña y casiá la misma distancia de tierra, la profundidad 
es en general un poco menor, pero hay punto en que alcanza has- 
ta S7 metros. 

En la misma punta de Pariña disminuye la profundidad, ha- 
llándose menos de 20 metros de agua; lo que no deja de sorpren- 
der, desde que esta punta forma la parte más saliente ú occiden - 
tal de la América del Sur. 


Desde la punta de Pariña continúa el mar con poca profundi- 
dad hasta al Sur de la punta de Paita, en donde á 2 millas de tierra 
aumenta casi bruscamente hasta 80 y 84 metros. Más adelante 
disminuye progresivamente hasta la boca del río de Piura, cuyo 
cauce tiene la rara particularidad de hallarse por largo trecho á 
un nivel inferior al del mar; de manera que en la estación seca, 
cuando el río de Piura no trae agua del interior, su lecho es inva- 
dido por la del mar casi hasta el pueblo de Sechura, situado á más 
de una legua tierra adentro. 


Desde la boca del citado río, la profundidad del mar aumenta 
de nuevo hasta la punta de Pisura, donde alcanza, como en la de 
Paita, á 80 metros, á la misma distancia de dos millas. 


Desde la punta de Pisura que cierra por el Sur la gran bahía 
de Sechura, el mar cerca de tierra sigue disminuyeudo de profun- 
didad hasta tener solamente 11 metros, próximo á la boca del río de 
Lambayeque y á la rada de Malabrigo; y de allí continúa con 
una profundidad menor de 20 metros hasta la hermosa bahía de 
Samanco. 


Entre la costa baja del ancho valle de Lambayeque y las is- 
las de “Lobos de tierra”, la mayor profundidad alcanza á 33 me- 
tros; pero entre el puerto de Eten y las islas llamadas “Lobos de 
afuera” hay puntos, al acercarse á dichas islas, donde llega hasta 
85 metros. 


Desde la bahía de Samanco, siguiendo hacia el Sur, hasta la 
desembocadura del río de Barranca, la profundidad varía 


— 218 — 


á menos de 3 millas de tierra, con raras excepciones, entre 60 y 
90 metros. 


En la desembocadura del citado río vuelve á disminuír y sigue 
con menos de 30 metros de agua hasta un paraje situado un poco 
al Sur del puerto de Ancón, donde aumenta bruscamente hasta 
60 metros. 


Alejándose del continente hacia las islas de Huaura, se en- 
cuentra luego mayor profundidad, llegando en las inmediaciones 
de la isla Mazorca á 91 metros. 


Continuando al Sur del puerto de Ancón, el mar sigue poco 
profundo hasta rebasar el Morro Solar, cerca de Chorrillos; pues 
en la espaciosa bahía del Callao es preciso alejarse de tierra por lo 
menos 3 millas para hallar una profundidad de 30 metros, y sólo al 
salir completamente de la bahía se encuentra una profundidad de 
50 metros. 


Desde la parte Sur del Morro Solar, donde á menos de dos mi- 
llas de tierra hay 56 metros de agua, sigue el mar bastante pro- 
fundo hasta cerca de la punta del Fraile situada á los 13%01” de la- 
titud y que limita por el Sur la caleta de Cerro Azul. En todo este 
trecho desde el Morro Solar á Cerro Azul, la mayor profundidad 
del mar, cerca de tierra, se encuentra al Sur del puerto de Chilca, 
donde alcanza hasta 100 metros. 


Aquí debemos añadir que en el año 1837 en la expedición de 
la fragta Venus bajo la dirección de M. Du Petit-Thouars, se hi- 
zo un sondeo cerca del paralelo de Mala, á unas 40 millas casi al 
SO. de la punta de Chilca (12%, 39 de latitud S. y 7927” de longi- 
tud O. de París) que dió una profundidad de metros 207,87. 

Al empezar el valle de Cañete disminuye la profundidad del 
mar, y en todo el trecho que baña los valles de Cañete, Chin- 
cha y Pisco, con dificultad se encuentran 25 metros de agua, y 
cerca de Chincha es necesario alejarse más de tres millas de tierra 
para alcanzar esta profundidad. 

En el viaje de la Venus más arriba citado, se hizo también un 
sondeo á 12 millas al Ceste de la isla de Sau Gallán, en donde se 
encontró 211 metros. 


Desde la parte Sur de la península de Paracas hasta cerca de 
Arica, es donde el mar que baña la costa del Perú ofrece mayor 
profundidad, pues en muchos puntos, á una distancia de tierra 
menor de una legua, la sonda no encuentra fondo á 100 metros; y 
en un paraje situado entre la punta de Chala y la de Capa, en 


— 219 — 


1606 de latitud se encontró ser la profundidad del mar de 183 
metros. 

Cerca de Arica es preciso alejarse de tierra al menos una le- 
gua, para hallar en el mar una profundidad de 40 metros. Pero al 
Sur del Morro aumenta y entre este paraje y el lado Norte de la 
quebrada de Pisagua, hay muchos puntos en que á menos de una 
legua distante de tierra se encuentra una profundidad mayor de 
100 metros. 4 

Al Sur de Pisagua, varios sondeos hechos á dos ú tres leguas 
«le tierra han dado una profundidad que varía entre 146 y 165 me- 
tros; y entre Mejillones é Iquique, á una legua le tierra, se halla- 
ron de 113 á 120 metros. 

Más al Sur de 1quique, en la latitud de 20% 26”, como á tres 
leguas de la costa, se halló una profundidad de 183 metros. 

Entre Patillos y Chipana, á un poco más de una legua de la 
costa, la profundidad del mar varía entre 60 y 80 metros. Por úl- 
timo, entre Chipana y la desembocadura del río Loa, y un poco 
más cerca de tierra, es de 20 á 30 metros. 

Por lo que acabamos de decir, se ve que la profundidad del 
mar Pacífico á lo largo de la costa del Perú, á poca distancia de 
tierra, es conocida desde la época de los trabajos del Capitán Fitz- 
Roy; pero no sucede lo mismo en loque tocaá alta mar; pues 
hasta ahora no tenemos otros datos á ese respecto que los dos son- 
deos verificados por la expedición de la Venus en 1837: uno en el 
paralelo de Mala y otro á 12 millas al O. de la isla de San Gallán, 
que ya hemos dado á conocer. 

- Sin embargo, si no se ha hecho hasta ahora ninguna observa- 
ción directa por medio de la sonda en la parte del Pacífico que co- 
rresponde á las latitudes de la costa peruana á mucha distancia de 
tierra; no por eso carecemos completamente de luz sobre la pro- 
fundidad media de este mar; pues el geógrafo Hochstetter ha re- 
suelto esta incógnita por medio del cálculo, basado sobre la veloci- 
«dlad del movimiento ondulatorio de las olas del mar el día del te- 
rrible y memorable temblor que tuvo lugar en la costa del Perú el 
13 de Agosto de 1868. 

-— Essabido que la velocidad del movimiento de traslación apa- 
rente de las olas varía de un modo regular según la anchura de la 
ola y la profundidad del agua en que se verifica el movimiento. 

Varios matemáticos se han ocupado del movimiento de las 


3 


O 


olas del mar, y entre ellos Mr. Ayri, el que ha construído una ta- 
bla, mediante la cual, conociendo la profundidad del agua y la an- 
chura de las olas, se puede calcular la velocidad d» estas últimas. 
Del mismo modo se puede también y por una operación inversa, 
conociendo la anchura de las olas y su velocidad, se puede calcu- 
lar la profundidad del mar en el que se verifica el fenónteno. 
Desde el año 1854, (1) época del gran temblor que destruyó: 
varias ciudades del Japón, entre ellas la de Simoda y que se hizo sen- 
tir hasta la costa de California, el profesor Franklin Bache, de los. 
Estados Unidos, habiendo deducido la velocidad de las olas produ- 
cidas por el temblor, ó por el tiemp> empleado en trasmitirse des- 
de la ciudad de Simoda, en el Japón, á las de San Francisco y San 
Diego en la costa de California; y habiendo observado también la 
anchura de dichas olas, calculó por las tablas de Ayrí la proftun- 
didad media del Océano Pacífico entre los citados lugares, habien- 
do sido la velocidad de las olas producidas por el tembloc, ú olas 
séismicas, entre Símoda y San Francisco, 366 millas marinas (2) 
por hora ó sean metros 185.28 por segundo: y entre Simoda y San 
Diego, 355 millas marinas por hora ó metros 182.61 por segundo. 
La profundidad media del Pacífico hallada. por M. Bache fué 
de 4,325 metros entre Simoda y San Francisco y de 4,134 entre 
Simoda y San Diego, como se puede ver en el siguiente cuadro: 


VELOCIDAD DE 


A e HE E 

= Y 3 ES El Nel Z 
3 MA e = ml, 
E 33 LAS OLAS HE O 
ES PIN ==2 

E Dam ay pa 
LOCALIDAD E g DE =3 == El 

E 202 Por hora en [Por segundo| 23» E 
3% go E millas mari-| en metros 273 Sia 

=> ¡Qu nas a: A 

l= 2 | MS El 


| 
| 
| 
| 
| 


Entre Simoda y | 
San Francisco.| 4527 !112h.23m 366 188.28 | 910-217 [4325 
Entre Simoda y | 
San Diego..... 4917 | 13h 50 305 182.61 | 182-192 [4134 


Es preciso ahora hacer notar que la profundidad media de] 
Océano Pacífico entre Simoda y San Francisco, hallada por medio 
del cálculo basado sobre la anchura y velocidad de las olas séis- 


(1). Según Vivien de Saint Martin, "Dictionnaire Universelle de Geographie” > 
el cataclismo á que se refiere el señor Raimondi, ocurrió en 1553.---N. de la $. 
(2) La milla marina equivale á 1852 metros. 


— 251 — 


micas, coincide con bastante aproximación con la encontrada más 
tarde directamente con la sonda, entre San Francisco y las islas 
Sandwich, en la expedición del Tuscarora, que resultó ser de 4392 
metros. 

Fué, como se ha dicho, con ocasión del desastroso temblor del 
13 de Agosto de 1868, que causó tantos extragos en el Perú y cuyo 
centro de acción tuvo lugar cerca de Arica, que Hochstetter pudo 
calcular,del modo que acabamos de indicar, la profundidad del mar 
entrela costa del Perú y varios parajes del Pacífico y de Australia. 

Este sabio geógrafo, en algunas comunicaciones dirigidas á la 
Academia de Viena, dió á conocer el resultado de sus cálculos ba- 
sados sobre los datos más fidedignos que pudo recoger, relativos á 
aquella terrible conmoción, que produjo en el Océano Pacífico olas 
séismicas cuyo movimiento ondulatorio se propagó por todo el ám- 
bito de este gran mar, haciéndose notar en la isla de Juan Fernán- 
dez perteneciente á Chile,en varias islas de la Polinesia tales como 
Sandwich, Upolu del archipiélago Samoa, Naviti-Levu del archi- 
piélago de Viti, Chatham, Rapa ú Oparo etc., en la Nueva Zelan- 
da, en varios puntos de Australia tales como Newcastle, Sidney, 
Moreton-Bay etc. en el Japón y en California. 

En gran parte de estos lugares se pudo fijar con bastante 
precisión la hora de la aparición de las olas séismicas; y como se co- 
noce la posición geográfica de estos parajes y de consiguiente su 
diferencia de longitud con Arica, reduciendo el tiempo de todos los 
lugares donde se observó el fenómeno al de esta última ciudad, 
centro de acción, se puede fácilmente conocer el tiempo que em- 
pleó la ola en ser trasmitida á través del Océano desde Arica á los 
citados lugares. Por último, conociendo el tiempo empleado y la 
distancia recorrrida por la ola séismica se tiene su velocidad. 

Pero como se ha dicho ya, para calcular la profundidad del 
mar no basta conocer la velocidad de las olas,sino que es necesario 
conocer también su anchura. Para esto, en varios lugares donde se 
notó el fenómeno,se midió el tiempo que transcurría entre cada va- 
ciante ó cada creciente de las olas, obteniéndose de este modo su 


duración. 
Ahora, conociendo la velocidad y la duración de las olas, es 


fácil calcular su anchura por una simple proporción. Así por ejem- 
plo, una ola que se trasmite á través del Océano con una velocidad 
de 360 millas marinas por hora, y que emplea 20 minutos para su 
flujo y reflujo, tiene 120 millas de auchura; pues si en una hora ó 
60 minutos corre 360 millas marinas, en 20 minutos que dura la 


—= 25% — 


ola, recorrerá un espacio de 120 millas, que corresponde á su an- 
Chura. 

La velocidad con que las olas séismicas atravesaron el Océa- 
no con motivo del temblor de 1868, varió entre 316 y 442 millas 
marinas por hora. La anchura de las olas en los puntos que se ha 
podido observar, ha resultado variar entre 60 y 240 millas mari- 
nas, correspondiendo la menor anchura de las olas, entre Arica y 
la isla de Chatham, y la mayor, entre Arica y Littelton en la Nue- 
va Zelanda. Entre Arica y Honolulu (islas de Sandwich), las olas 
séismicas han resultado tener una anchura de 150 millas marinas. 

De todas estas observaciones se pudo calcular la profundidad 
media del Océano Pacífico, entre la costa peruana y los distintos 
parajes adonde se observó el fenómeno, cuyos resultados apare- 
cen del siguiente cuadro: 


Z 
y VELOCIDAD DELAS OLAS | a E 
SÉISMICAS q 
ES a 
LUGARES 28 
y POR HORA E 
pS 
Millas Kilómetros Porsegundo A = 
marinas en metros S 
Entre Arica y Honolulu (is- “4 
las pandwicio e 449 818 2997.36 | 5274 
Entre Arica y la Isla Rapa : 
Opa CS 362 670 186.22 | 3460 
Entre Arica y Upolu (islas 
Samoa)... - cub > 358 663 184,17 3422 
Entre Arica y la isla Cha- 
tamn,+.... a O E 360 666 185.56 3498 
Entre Arica y Littelton (Nue- 
va Zelanda) imita delos 316 585 162.56 | 2696 
Entre Arica y Newcastle : 
(AUS ae poe 319 590 164,10 9747 


Por los precedentes resultados se vé que la mayor profundidad 


e 


O ió 


-— 203 — 


que ofrece el Océano Pacífico entre Arica y los parajes arriba cita- 
dos, es la que media entre este puerto y las islas Sandwich. 

Dejando á un lado esta observación por hallarse las islas Sand- 
wich en el hemisferio boreal, vemos que la profundidad media 
del Pacífico entre la costa del Perú y la de Australia, varía entre 
2606 y 3498 metros. 


EXPEDICIÓN DE LOS BUQUES ““TUSCARORA” Y “CHALLENGER” 


Er. los años 1873-74, dos importantes expediciones recorrie- 
ron las aguas del Pacífico, y aunque lo hicieron por regiones muy 
apartadas del Perú, no creo demás decir algunas palabras sobre los 
sondeos que practicaron en el mismo mar que baña el país de que 
nos ocupamos. 

El viaje del buque Tuscarora al mando del Capitán Belknap, 
tenía por objeto explorar el fondo del Océano Pacífico entre la 
California y el Japón, para la colocación de un cable submarino. 

Después de haber hecho sondeos en la costa de California,en la 
que se encontró una profundidad de 200 metros á una distancia me- 
dia de 27 millas marinas.salió del puerto de San Diego en dirección 
á Yokohama en el Japón, y regresó en seguida por otra ruta más al 
norte, practicando en el año que duró el viaje 483 sondeos, que 
han dado á conocer el perfil del fondo del Océano Pacífico en una 
longitud de más de 5400 millas. En esta expedición se halló, por 
medio de la sonda, entre la costa de California y las islas Sand- 
wich, una profundidad media de metros 4392, resultado que, co- 
mo se ha dicho ya, difiere muy poco del que el profesor Bache ha- 
bía hallado en 1854, por medio del cálculo, con ocasión del temblor 
que tuvo lugar en Simoda en la costa del Japón. 

El Tuscarora halló, á alguna distancia de la costa del Japón, 
la mayor profundidad del mar que se ha encontrado hasta ahora, 
de un modo auténtico. Este abismo oceánico tiene 8573 metros de 


profundidad (1). - 


La otra expedición que tanto ha contribuído al progreso de la 
geografía física del mar, es la del Challenger, que recorrió el Océa” 
no Atlántico, aun en la región antártica, el Oceáno Indico, y la par” 


“te Occidental del Pacífico, tanto al sur como al norte del Ecuador» 
“haciendo por todas partes las más interesantes observaciones so- 


(1) “La Terre”, description des phénoménes de la vie du globe par Elisée Reclus- 
Troisigme édition—Tomo 2.”, pag. 21, 


— 254 — 


bre la temperatura de las distintas capas de agua desde la supertfi- 
cie hasta el fondo del mar. 

Limitándonos á las observaciones relativas á la profundidad del 
mar hechas en el Pacífico, diremos que entre Sydney, en Austra- 
lia, y el estrecho llamado de Cook, en la Nueva Zelanda, la mayor 
profundidad reconocida por la expedición del Challenger,fué de 2600 
brazas inglesas (metros 4754). 

Un sondeo hecho en 25. 05” de latitud Sur y 172.? 56' de longi- 
tud O de Greenwich (175.* 16' O de París) entre la Nueva Zelanda 
y las islas Fijí, dió una profundidad de 2900 brazas inglesas (me- 
tros 5303). 

En el trecho de mar al Oeste de las islas Fijí hacia el estrecho 
Torres que divide la Nueva Guinea del continente de Australia, la 
profundidad del mar varía entre 1250 y 2650 brazas inglesas (me- 
tros 2468 á 3017) 

La mayor profundidad del Océano Pacífico hallada en la expe- 
dición del Challenger, fué en un paraje situado al norte del Ecua- 
dor, á unas 850 millas de las costas de Nueva Guinea, en la la- 
titud 11.2 24” Norte y longitud ' 143. 16” E. de Greenwich 
(140.256 E. de París), donde la sonda alcanzó el fondo del mar á 
4475 y á 4575 brazas inglesas (metros 8183 á 8366); (1) profundidad 
que es poco inferior á la hallada más al norte por la expedición 


Tuscarora. 
CORRIENTES MARINAS 


La grande evaporación que se efectúa por la acción calorífera 
del sol en toda la superficie de los mares tropicales; el rápido mo- 
vimiento de rotación de la tierra de Occidente á Oriente; la fuerza 
centrífuga que produce sobre el agua del mar en la región ecuato- 
rial dicho movimiento; y por último, la continua impulsión de 
Este á Oeste que reciben las aguas del mar entre los trópicos por 
la acción de los constantes vientos alisios, son causa de grandes 
movimientos en las aguas de los mares. 

Por la evaporación del agua en las regiones tropicales, el nivel 
del mar tendría que variar si el agua reducida á vapor no fuera 
reemplazada por otra; y de consiguiente se produce, para restable- 
cer el equilibrio, una especie de aspiración de las aguas de las re- 
giones polares hacia el Ecuador. Por la acción combinada del mo- 
vimiento de rotación, de la fuerza centrífuga y de los vientos alí- 
sios, las aguas de las regiones tropicales son empujadas hacia el 


d) “Proceeding of the Royal Geographical Society ”.--- August—1875. 


— 255 — 


Oaste dando origen en ambos ocóanos á las corrientes ecuato- 
riales. 

Pero estas inmensas masas de agua que siguen su marcha pa- 
ralela al Esuador de Oriente á Occidente á través de los océanos, 
al llegar al otro extremo de estos mares, esto es, cerca de la costa 
oriental de la América, en el Atlántico, y de la costa de Asia en 
el Pacífico, no pudiendo continuar su camino por el obstáculo que 
le oponen los continentes, ni tampoco acumularse el agua por la movi- 
lidad del elemento que las constituye y que tiende á formar un nivel 
constante, las grandes corrientes ecuatoriales tienen que desviarse 
hacia el Norte y el Sur, tomando en seguida, en latitudes más ele- 
vadas, una dirección contraria á la que tenían antes, esto es, hacia 
el Este; hasta qne mezclando parte de sus aguas con las de las co- 
rrientes polares, comienzan nuevamente su larga vuelta. 

He aquí. pues, en pocas palabras, el gran mecanismo del admi- 
rable fenómeno de la circulación marina y cuyo estudio ha facili- 
tado muchísimo la navegación en estos últimos tiempos. 


CORRIENTE PERUANA Ó DE HUMBOLDT 


-— Nosiendo del caso, en esta obra, seguir en todos sus detalles 
á las citadas corrientes ni dar á conocer todas las modificaciones que 
sufren en su curso por la variada disposición de los continentes y 
grandes islas, me limitaré á tratar de la corriente polar que baña 
la costa del Perú y que tanta influencia tiene sobre la climatología 
del país. 

Esta corriente toma su origen en la región polar antártica y 
viene á chocar en el continente Sud Americano cerca del grande 
archipiélago de Magallanes; debiéndose sin duda á su acción la rup- 
tura del continente en aquel paraje, y de consiguiente la forma- 
ción de innumerables islas y canales, y entre éstos el célebre estre- 
cho de Magallanes. 

AMí se divide la gran corriente polar en dos ramas, de las que 
una doblando el Cabo de Hornos se dirige al Atlántico, lo que ha- 
ce tan difícil la travesía de este cabo y la entrada al Pacífico á los 
buques que vienen de Europa por esta ruta. La otra rama sigue 
en el Pacífico su camino hacia el Norte, ladeando la costa de Chi- 
le y en seguida la del Perú. 

Aunque esta grande corriente marina ha sido conocida desde 
el siglo pasado por los principales navegantes del Pacífico,sin em- 
bargo al célebre Humboldt es á quien se deben las primeras obser- 
Vaciones científicas, por cuya razón se le conoce actualmente con el 


— 256 —-- 


nombre de Corriente Humboldt. Sin embargo, algunos autores, y 
entre ellos el Capitán Fitz Roy (1), la designan con el nombre de 
Corriente peruana. 

Así como dice un refrán la gota de agua horada la piedra, así 
debemos á la continua acción de esta corriente la corroción de los 
terrenos del litoral, y la formación de aquel gran seno que se nota 
en la costa del Perú al Sur del grado 15 de latitud. 

En apoyo de esta opinión haré presente que es propiamente al 
Sur y á la latitud de 157, entre el promontorio de Paracas y Arica, 
en que la costa peruana tiene la dirección de ESE á ONO, donde 
se encuentra la mayor profundidad del mar cerca de tierra; pues 
en esta parte los terrenos del litoral reciben más directamente el 
choque de la corriente que en la costa de la provincia de Tarapacá 


sigue de Sur á Norte. 
VELOCIDAD DE LA CORRIENTE HUMBOLDT 


Por lo que toca á la velocidad de la corriente que baña la cos- 
ta del Perú, el Capicán de navío de la armada española José Col- 
menares que fué encargado el año 1502 de hacer algunas rectifi- 
caciones en esta costa y Chile dice : (2) que aunque la fuer- 
za de dicha corriente varía, sin embargo se puede calcular con bas- 
tante precisión en media milla por hora, entre la costa y el meri- 
diano situado á 100 leguas de distancia; y en una tercera parte de 
milla, entre este meridiano y el que pasa á 500 leguas de 
tierra. 

El capitán Fitz Roy,que ha hecho estudios minuciosos en la cos- 
ta del Perú para la construcción de los planos de las costas marinas 
que sirven en la actualidad á los navegantes de estos mares, en sus 
instrucciones náuticas publicadas por la oficina hidrográfica de Lon. 
dres en 1848, calcula la velocidad de la corriente de media á una 
milla marina por hora. Pero según el mismo marino, la velocidad 
de la corriente peruana más al Norte de Paita es mucho mayor, 


(1) South America Pilot, part II, by Captains Phillip Parker King and Ro 
bert Fitz Roy-Sixth edition-pag. 382. SE 
(2) Derrotero general del Callao á los puertos € islas de las costas de Chile 


hasta Chiloé y regreso. a o A 
Derrotero del Callao á Panamá y regreso, formado por el Capitán de Navío 


Don José J. Colmenares de la armada Española, encargado de rectificaciones de la 
Costa del Perú y Chile; practicado por los años 1802 á 1805 en los bergantines de 


guerra “Peruano” y ““Limeño”. 


— 287 — 


y dice que entre Paita y las islas Galápagos, un buque puede ser 
llevado por la corriente 50 millas al ONO. en 24 horas (1). 

El capitán de navío de la armada peruana, don Aurelio Gar- 
cía y García, calcula la velocidad de la corriente marina, en la cos- 
ta del Perá, en 106 más millas por cada 24 horas; pues dice que 
* con un buen cronómetro á bordo é instrumentos de confianza, 
se encuentraa muchas veces diferencias de 100 más millas en una 
sineladura (2) entre las observaciones y la estima llevada con pro- 
lijidad. ” (3 

Por lo que precede, se ve que á pesar de que los observadoreg 
citados dan para la velocidad de la corriente peruana óÓ de Hun- 
boldt diferentes cifras, se puede por ellas asegurar que en el tre- 
cho de la costa del Perú entre la desembocadura del Loa y el puer- 
to de Paita, las aguas de este inmenso río oceánico corren con una 
velocidad media mayor de 10 millas por día, velocidad que en al- 
eunos casos es mucho más grande. 

Más allá de Paita la corriente marina tiene una velocidad mu- 
cho mayor,alcanzando á veces,como se ha dicho ya,según Fitz-Roy 
y King, hasta 50 millas marinas por día. 

Sabiendo que la corriente ecuatorial que atraviesa el Océano 
Pacífico de Este á Oeste tiene poco más ó menos la misma veloci- 
dad que la de Humboldt en la costa del Perú, sorprende ver tan 
grande aumento en la velocidad de la corriente entre Paita y las 
islas Galápagos. 

Pero si se reflexiona que entre Paita y Cabo Blanco la corrien- 
te Humboldt va poco á poco desviándose de la costa hacia el ONO., 
dejando de ser corriente peruana para empezar á ser corriente 
ecuatorial, la explicación de dicho fenómeno parece muy sencilla. 

En efecto, mientras la corriente Humboldt viene recorriendo 
la costa meridional del Perú, la causa principal de sa movimiento 
consiste en la diferencia de su temperatura; la que siendo mucho 
más elevada en el mar cerca del Ecuador y de consiguiente la eva- 
poración mucho más fuerte que en el Sur del Perú, el agua de es- 
ta última parte es atraída hacia el Norte, para reemplazar la que 
se ha evaporado. Pero en la latitud de Paita y Cabo Blanco, á me- 
nos de 5% del Ecuador, á la causa del movimiento del agua que 

(1) The South American Pilot.-—Part.IL., by Captains Phillip Parker King and 
2obert Fitz Roy, sixth edition, pag. 382. j 

(2) La singladura es el trecho que recorre un buque en 24 horas, contadas 


desde el mediodía hasta el si¿uiente. 
(3) Derrotero de la Costa del Perú por Aurelio García y García, página 5. 
5 


acabamos de indicar, vienen á añadirse las producidas por el mo- ' 
vimiento de rotación del globo; y de consiguiente la corriente ma- 
rina recibe un nuevo y fuerte impulso que hace aumentar consi- 
derablemente su velocidad. 

Se puede decir que en este paraje, donde la corriente se des- 
Vía, para tomar su dirección más hacia el Oeste, todas las fuerzas 
que producen el movimiento en las aguas del mar obran á la vez; 
pues no ha cesado todavía la acción producida por una causa tér- 
mica, cuando empiezan á obrar las fuerzas producidas por una 
causa cósmica cual es el movimiento rotatorio de nuestro globo; y 
si la corriente peruana ó6 de Humboldt es una “Corriente térmi- 
ca”, y la ecuatorial es una “Corriente de rotación”, la que se diri- 
je de Paita á las islas Galápagos es á mi modo de ver el eslabón 
que reune á las dos corrientes y participa de las fuerzas que ani- 
man á ambas, siendo á la vez corriente térmica y de rotación. 


APLICACIÓN DEL ESTUDIO Da La CORRIENTE MARINA 
A LA NAVEGACIÓN 


El estudio de las corrientes marinas tiene gran importancia 
en la práctica diaría de la navegación, y limitándonos tan solo á 
la corriente que recorre la costa del Perú, es realmente de sentirse 
que los inteligentes marinos peruanos no hayan hecho un estudio 
minucioso de tan interesante fenómeno. Para conocer la impot- 
tancia de estos estudios nos bastará citar un caso práctico, esto es 
el error producido por la corriente marina en la apreciación de la 
marcha de los buques. Sabido es que en la mayor parte de los que 
recorren la costa del Perú no se hacen observaciones astronómicas 
para saber la posición en que se hallan, y que ésta se calcula te- 
niendo en cuenta únicamente la velocidad del buque, hallado por 
medio de la corredera y los rumbos seguidos. 

Pero si un buque que viaja por la costa del Perú se dirije de 
Sur á Norte, siguiendo la dirección de la corriente peruana ó de 
Humboldt, además de adelantar por el impulso del viento, gana 
también camino por el movimiento de la corriente que marcha 
con dirección general hacia el NO, como una embarcación coloca- 
da en un río y que sin velas ni remos, se dejase llevar por la co- 
rriente aguas abajo. 


Si un buque situalo en estas condiciones emplea la corredera 


200, > 


para medir su velocidad, el instrumento le indicará aquella 
con que marche á impulso del viento o del movimiento de sus rue. 
das Ó helice, si es de vapor; pero no le indicará lo que el buque ha 
adelantado por la corriente y de consiguiente su apreciación será 
errónea; pues si trata de fijar en una carta marina el punto donde 
se halla el buque, deduciéndolo de la velocidad hallada por la corre- 
dera y los rumbos que ha seguido; colocará este punto más al Sur 
y más al Este de aquel en que se halla en realidad. 

Por lo que hemos dicho más arriba sobre la velocidad de la 
corriente de Humboldt, que es cuando menos de 10 millas por día, 
sila navegación ha durado tres días, resultará que el buque se ha- 
llará á más de 39 millas hacia el NO del puerto adonde creía haber 
llegado, y esto debido á la corriente que lo ha llevado en ese sen- 
tido. 

Si ahora se reflexiona que en el mar que baña el litoral dei Pe- 
rá soa may frecuentos las densas neblinas que impiden á veces 
reconocer la costa, se podrá comprender cuán fácil es que un bu- 
se desvíe Ó pase más allá del puerto adonde tenía que lr, si el na- 
vegante que lo dirige no tiene conocimiento de la velocidad y di- 
rección de la corriente marina que, con el nombre de corriente de 
Humboldt, corre á lo largo del Perú. 

Desgraciadamente tenemos numerosos ejemplos de errores de 
esta naturaleza cometidos por ignorarse casi por completo la exis- 
tencia de esta importante corriente. 

Sería, pues, de desear que los ilustrados marinos peruanos que 
tienen más ocasiones de recorrer el mar que baña la costa, hicie- 
sen prolijos estudios de este importante fenómeno, haciendo obser- 
vacionesen diferentes estaciones del año y formando cartas de 
todos los puntos de la costa en que se indicará la profundidad, ve- 
locidad, dirección y temperatura de este gran río de agua salada; 
queserían de gran utilidad no solo á los marinos extraños que re- 
corren por primera vez las aguas peruanas, sino también á los que 
las navegan todos los días. 

No dejaremos pasar en silencio que el Capitán de navío pe- 
ruano Don Aurelio García y García, deseando subsanar en parte 
los errores de apreciación causados por la corriente marina, acon- 
seja, en su interesante Derrotero de la Costa del Perú, añadir to- 
dos los días á la marcha calculada por los medios indicados, 5 mi- 
llas al O. con el objeto de obtener una longitud más aproximada. 

- Añadiré que siendo la dirección general de la corriente hacia 


— 260 — 


el NO, ésta lleva al buque no solamente hacia el O. síno también 
hacia el N; de manera que dado el caso de que se calculase la posi- 
ción del buque tan solo por la estima sin observar siquiera la lati- 
tud, será bueno, para aproximarse siempre más á la verdad, no 
solo hacer la corrección que indica el señor García, añadiendo ca- 
da día 5 millas hacia el O, sino también hacer la misma corrección 
hacia el N. 


CAMBIO DE DIRECCIÓN DE LA CORRIENTE 


Hasta ahora hemos considerado á la Corriente Humboldt co- 
mo si marchase siempre con regularidad de Sur á Norbe Ó más 
bien de un modo geveral de SEÁ NO; pero debemos decir que la 
dirección de dicha corriente está sujeta á anomalías, sucediendo á 
veces que su dirección es contraria á la indicada. 

Los marinos quese han ocupado de la corriente peruana, 
aunque hablan de este cambio en su dirección, no hallan cómo ex- 
plicarlo. 

El capitan Colmenares (1) dice que no es posible fijar cuándo 
se verifica el cambio en la dirección de la corriente, aunque la 
práctica tiene demostrado que es más frecuente de octubre á fe- 
brero. 

El capitán Fitz-Roy (2) dice, que no se puede prever con el 
menor grado de certeza la época en que tiene lugar el movimiento 
de la corriente hacia el Sur; pues ni las estaciones, ni la edad de la 
luna, ni otra causa conocida, capaz de producir una corriente en 
otras cortas, parecen tener influencia sobre dicho cambio; sin em—- 
bargo, agrega, parece que existe alguna relación con el viento que 
á veces sopla del Norte, pues durante su permanenciaen la costa 
del Perú ha podido notar, en varias ocasiones, que la corriente ma- 
rina se dirigía al Sur, después de muchos días de brisa fresca del 
Norte. 

El capitán García y García (3) dice que no puede fijarse la es 
tación en que la corriente se dirije al Sur, porque no hay regularj- 
dad en su aparición. 


(1) Derrotero general del Callao á los Puertos é Islas de las costas de Chile has- 
ta Chiloé ete. etc. por el Capitán de Navío D. José C )1Imenares —1802-1805. 

(2) South America Pilot etc.—pág. 382. 

(3) Derrotero de la Costa del Perú, por Aurelio García y Garcla.—pág. 5. 


— 261 — 


Como ningún efecto se produce sin causa, y conociendo la 
causa principal del movimiento hacia el N. de la gran masa de 
agua que forma la corriente Humboldt, no considero imposible 
explicar la causa del cambio de dirección que experimenta algunas 
veces. 

En efecto, si lo que llama hacia el Norte la corriente de agua 
fría que viene de la región polar, es en gran parte el vacío forma- 
do en las aguas del mar de la región ecuatorial por la excesiva 
evaporación, es natural que cualquiera causa que paralice ó modi- 
fique esta evaporación, debe producir un desequilibrio y modificar 
el juego de esta inmensa máquina que pone en movimiento las 
aguas de los mares, 

Así supongamos, por un momento, que grandes y constantes 
lluvias caigan en el mar de la región ecuatorial, es claro y eviden- 
te que no solo la evaporación sería paralizada sobre una gran su- 
perficie, sino que habría un aumento en el nivel del agua que ten- 
dría naturalmente que refluiv hacia el Sur y dar lugar á una co- 
rriente en esta dirección. Como un fenómeno de esta naturaleza 
no se puede prever en la costa del Perú, quedaría explicada la 
imposibilidad que han tenido los marinos para hallar la relación 
entre el cambio de dirección de la corrisnte y laz ezbacion>s, fases 
de la luna, etc. 

A pesar de que lo que acabamos de decir explicaría con facili- 
dad el fenómeno que nos ocupa, creo sin embargo que obra causa, 
tal como la posición del Sol, pueda contribuir al cambio de direc- 
ción de la corriente Humboldt. 

Todos saben que en los lugares situad )s entre los trópicos, el 
Sol, en su marcha aparente, pasa dos veces en el año por su zenib. 
Tomando ahora por ejemplo á Lima, sabemos que es en el mes de 
Octubre cuando el Sol, viniendo del hemisferio boreal, pasa su zenit 
para continuar la marcha al Sur hacia el tropico de Capricornio, y 
corresponde al mes de Febrero el otro pasaje del Sol por el zenit 
de Lima. 

Por este movimiento aparente del Sol resulta, que desde el 
mes de Octubre hasta el mes de Febrero, los rayos del Sol caerán 
más verticalmente en el mar al Sur de Lima que en el Norte; y 
como cuanto más perpendicularmente caen los rayos del Sol tan- 
to mayor es su acción calorífica, se concibe fácilmente que habrá 
mayor evaporación en el mar situado en la parte Sur del Perá, 
que en la misma región ecuatorial. 

Por esta traslación del foco de evaporación del agua del mar 


— 268 — 


del Norte al Sur de Lima, resultará también que el agua que debe 
llenar el vacío producido por la evaporación, sea á veces llamada 
en parte del Norte, y de consiguiente que tenga lugar un cambio 
en la dirección de la corriente peruana ó de Humboldt. 

En este caso, calentándose la atmósfera sobre el mar, al Sur 
de Lima, el aire dilatado se elevará, y daría lugar también á una 
corriente de aspiración de Norte á Sur y por consiguiente á unas 
frescas brisas del Norte, lo que explicarír fasilmante tanto la ob- 
servación del Capitán Colmenares de que el cambio en la dirección 
de la corriente es más frecuente en los meses de Octubre á Febrero, 
cuanto la observación de Fitz Roy de que este cambio sucede de 
preferencia después de algunos días de brisa fresca del Norte. 

Es muy natural que este fenómeno no se verifique con gran 
regularidad, desde que puede ser modificado por muchas circuns- 
tancias, bastando que el cielo esté frecuentemente cubierto en la 
época del pasaje del sol al sur de Lima,como en efecto sucede muy 
á menudo en el mes de diciembre, para que la evaporación dismi- 
nuya notablemente, y sea muy inferior á la que tenga lugar en la 
región cerca del Ecuador con cielo despejado. 

De todos modos, no me parece demás llamar la atención de los 
marinos estudiosos sobre este importante fenómeno físico; pues 
estoy enteramente convencido de que en la época del pasaje del so 
al trópico de Capricornio, si el cielo se halla bien despejado duran- 
te muchos días, debe verificarse eu los distintos puntos e la cos- 
ta del Perú alguna irregularidad en la dirección de la corriente 
marina. 


TEMPERATURA DEL AGUA DE LA CORRIENTE HUMBOLDT 


Pero lo que hace digna de la mayor atención esta importante 
corriente, es la influencia que ejerce sobre el clima de la región de 
la costa del Perú, y aún, talvez, sobre el desarrollo de algunas epi- 
demias. En efecto, este grandioso río oceánico cuyo límite occi. 
dental nos es desconocido, y cuya profundidad en la costa de Chile 
no es menos de 1250 metros (1), viniendo, como se ha dicho, de la 
región polar, trae una agua relativamente muy fría, la que á pesar 
de que va paulatinamente calentándose á medida que se acerca al 
ecuador, ofrece sin embargo una temperatura mucho más baja que 
la que ofrece el agua del mar en igual latitud fuera de la corriente. 


(1) “La Terre”, description des phénoménes de la vie du globe,par Elisée Reclus: 
—Troisiéme edition, —Tomo 11, Pag. 98. 


— 2603 -- 


Norte,se ve que la temperatura del agua del mar en vez de aumen- 
tar va disminuyendo. 

Pero si se busca la causa de esta irregularidad, se viene luego 
en conocimiento de que la anomalía no es más que aparente; pues 
este gran aumento de calor que se observó en la parte S. del Perú, 
está en relación con la posición del Sol, el que en aquella época es- 
taba muy cerca del trópico de Capricornio. Es de consiguiente 
muy natural, que estando el Sol desde el 28 de Noviembre al 2 de 
Diciembre, casi al zenit de los parajes donae fué hecha la obser- 
vación, el agua superficial del mar se hallaba sobre calentada por 
la acción de los rayos verticales del Sol y por eso con una tempe- 
ratura más elevada que de ordinario. 

Esta causa explica también fácilmente el fenómeno de que las 
observaciones hechas más al Norte, y de consiguiente en parajes 
más próximos al Ecuador, dan al agua del mar una tempera- 
tura más baja; pues hallándose el foco de calor, el Sol, más al Sur 
del Callao, es claro que la temperatura del agua de la capa superfi- 
cial del mar debía disminuir alejándose hacia el Norte. 

Desgraciadamente. no tenemos medidas de temperatura del 
agua del mar que baña la costa del Perú, hechas á diferentes pro- 
fundidades, lo que daría mucha luz para la explicación del fenóme 
no de que venimos ocupándonos. Los únicos datos que se poseen á 
este respecto son las dos observaciones hechas en los años 1837, 
durante el viaje de La Venus bajo la dirección de M. Du Petit- 
Thouars; una en la paralela de Mala al SO del puerto de Chilca y 
otra al O. de la isla de S. Gallán; en cuyos puntos, á una profun- 
didad de 125 Ó 130 brazas francesas (metros 207 á 211), se halló que 
el agua del mar tenía la temperatura de 13 á 13.2 centígrados (1). 

El siguiente cuadro contiene las observaciones relativas á la 
temperatura del agua del mar entre el Callao y Tumbes que hizo 


E 


durante el viaje verificado en 1858 al norte de la República: 


(D) Voyage autour du monde sur la fregate La Venus commandée par Abel 
Du Petit--Phouars, etc. Paris, 1842944. 

Elements de physique terrestre et de méteórologie par M. Becquerel et M. Ed. 
Becquerel.—Pag, 243. 


264 = 


MT 
| | TEMPERATURA 


AÑO DE 1879 | A mL arma | TEMPERATURA 
ag ALA RITUDISUR me cama E O A 
e o MERMA CENA 
MES DÍA | Á MEDIODÍA | 
Octubre ¿Esp ¿20 102%: 402 19% +] 105 | 9.33 
a lc 2d 51 47 06 LOSA 8.11 
A 22 AV A 10.5 9,94 
A WO pAgo 50 LO, MN 10.6 | s.6 
Sh 24 | 49:26 00. 10. 8 | 9.00 
óS 29.001 4545. DD: 0 10. 7 8.83 
E A o O 10.56 
e 21 3 537 "LS 12% 4 10.56 
A 98 141 38 54 Poo E 
4 DN SIE SS 12.2 11.39 
S STATUS Me 14.3 11.50 
Noviembre... Bla rE Sn 18.2 | 12,22 
SS 10 34 48 40 | LOT | 11.44 
x 94 180 44 45 18.2 | 16.11 
$5 25 21798658500 «| 1s. | 16.67 
de 26 1251104. 150 18.6 | 17.78 
90 MISION 18.9 | 18.89 
55 98119229001 19.9 1 00 
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Diciembre sw... 28 ad 00 21.2 | 21.06 
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as Pato MOST E e | 20.56 
do lo PAS UT ae | 19.78 
>> NS | 21.6 | 18.89 
| 


La primera observación corresponde á la boca occidental del es- 
trecho de Magallanes y la última á un paraje situado un poco a] 
Sur del Callao. Examinando con atención los resultados que apa- 
recen en este cuadro, á parte de alguna pequeña irregularidad 
en la marcha ascendente de la temperatura del mar, entre los 528 
y 45” de latitud, que puede provenir de que algunos días hay más 
sol y se calienta más la capa superficial del agua del mar cuya 
temperatura se mide, se nota una verdadera anomalía en los re- 
sultados de las observaciones hechas desde el 28 de Noviembre al 6 
de Diciembre entre 222% y 12? 927” de latitud. 

En efecto,además de que la temperatura del mar, relativamen- 
te á la latitud, aparece muy elevada, se nota el raro fenómeno de 
que desde el grado 18? 51' de latitud, á miedida que se viene más al 


— 265 — 


Humboldt, á quien debemos las primeras observaciones sobre 


] 


principio del mes de octubre de 1502, que la temperatura del mar 


la temperatura del agua del mar en la costa del Perú, halló, a 


cerca de Trujillo era solamente de 16? centígrados, siendo la de 
aire de 26% y á finos del mismo mes, encontró que el agua del mar 
en el Callao, tenía tan sólo 15% centígrados y el aire 16? 2 (1); cuando 
bajo el mismo paralelo,pero fuera de la corriente tiene, cuando me- 
nos, la de 25% á 26” centígrados; resultando,como se ve,que la tem- 
peratura del agua de la corriente marina que baña la costa de 
Perú es de 10% más baja que la del agua del mar de otros para 
jes situados en iguales ó más elevadas latitudes. 

Para citar un ejemplo, bástenos decir que el mismo sabio, ha- 
biendo medido en marzo de 1803 la temperatura del agua del mar 
en Acapulco, la encontró de 28 á 29 centígrados (2), á pesar de 
que este puerto se halla situado á 167 50' 19” de latitud N.,y de con 
siguiente casi 5” más lejos del Ecuador que el puerto del Callao. 

Como es natural, la temperatura del agua de la superficie de 
mar en la costa del Perú,no es igual en las distintas latitudes ni en 
todas las estaciones del año; así como va paulatinamente aumen- 
tando á medida que se va acercando al Ecuador, también aumen- 
ta en la estación de verano. 


Por el siguiente cuadro de observaciones recogidas en el viaje 
de la corbeta italiana Glaribalde, al mando del ilustrado capitán 
de navío don Enrico Morin, se puede ver el cambio que experimen- 
ta la temperatura del agua de la corriente de Humboldt, según la 
latitud, desde el estrecho de Magallanes hasta el Callao: (3) 


(1) Recueil d'observations astronomiques, Voperations trigonometriques et de 
mesures barometriques.etc., par Alexandra de Humboldt. Premier volume,pag. 317. 

(2) Essai politique sur le royaume de la Nouvelle-Espagne, par Alex. de Hum 
boldt.—Tome IV, pag. 499. 

(3) Las interesantes observaciones que. aparecen en este cuadro, me han 
sido proporcionadas por el inteligente doctor F. Santini, médico de la expresada 
corbeta, al que me complazco en tributarle aquí mis sinceros agradecimientos. 


y) 
Ú 


— 266 — 


LATITUD |TEMPERA- TEMPERA- 


DÍA | HORA | LOCALIDAD | |. TURA TURA | OBSERVACIONES 
— + | | | SUR DEL AIRE DEL MAR 
MES | | 
| | | | | | 
Enero... 23 |. 5p.m. 'Bahía del Callao: ........ 1204” | 929 ES LOS Calma. 
| | | 
SS a ma Cercamde Huacho a UD LS: 1s.5 Viento de SE. Ne- 
| | | blina. 
y | | | 
| | | : ; 
» | O o o IAS AA 19, Cielo despejado, 
A acosa a SADO E 10, O 
| Í ] 1 
| | 
1 O Sar ¡Cerca de Lambayeque..| 6.43 | 22.7 20,3 | Sol, 
| | | ( 
| q | | z ¡e e S E | 
58 | 98 Mba. mo ¡Puerto de Palta... ul OOO 26, po 210 E 
| | | 
1 | | | 
Webrero.; =18% (“12 mí. ¡CabosBlancorn..ió us 4.16.40" 20 AS | de 
| | | 
»9 1 1 am Tambes ¿o a AO AS 23,2 | Cubierto, 
| ¡ | 
> 119 pitam. o. [Boca delriol 3 m7 25,2 23,4 Sol. Temperatura 
| | | ¡del agua del río 
| | 6, 


—Ñ A 


Generalmente se admite, como en efecto se verifica, que la co- 
rriente de Humboldt se separa de la costa del Perú á la altura de 
Paita y de Cabo Blanco, dirigiéndoseal ONO. hacia las islas Ga- 
lápagos para seguir después su curso hacia el O, formando la co- 
rriente Ecuatorial. Pero, según el Dr. D, Teodoro Wolf, no toda el 
agua de la corriente Humboldt varía de dirección; sino que cerca 
de Cabo Blanco la dicha corriente se bifurca, siguiendo una rama 
de 100 millas de ancho á lo largo de la costa ecuatoriana [1]. 

Los resultados de mis observaciones hechas al norte de Paita 
parecen confirmar la opinión del Dr. Wolf; pues si es verdad que 
hay un aumento en la temperatura del mar al Norte de Paita, 
este aumento es relativamente pequeño; pues se sabe que en igual 
latitud, pero afuera de la corriente, el agua del mar tiene una 
temperatura mucho mayor de 23" á 23” 4, como aparece entre Cabo 
Blanco y Tumbes. 

Esta temperatura es además casi igual que la de 23” encontra- 
da por el Dr. Wolf en el mar que baña la costa del Ecuador al 
norte de Tumbes; pues la diferencia que existe depende sin duda 
de la distinta estación en que fueron hechas las observaciones. 

En cuanto á la temperatura del agua de la corriente Hum- 
boldt en las diferentes épocas del año, se puede tener una idea por 
el resultado de las observaciones diarias hechas en Pacasmayo 
durante los meses de Febrero á Mayo de 1875, por el Dr. D. Edwin 
R. Heath. (2) 

Estas observaciones fueron hechas á la extremidad del muelle 
de Pacasmayo que tiene unos 600 metros de largo, en cuyo punto 
hay 18 pies ingleses (metros 5.48) de agua. 

De dichas observaciones resulta que la temperatura máxima 
del agua fué de 23.33 centígrados, correspondiendo dicha observa - 
ción al día 23 de Febrero, época en que el Sol no se halla muy dis- 
tante del zenit de aquel lugar. 


(1) Apuntes sobre el clima de las islas Galápagos por el Dr. Teodoro Wolf. 

(2) El Sr. Dr. Heath, médico de la empresa encargada de la construcción del 
ferrocarril de Pacasmayo, tuvo la banda d de hacer, á indicación mía, una serie de 
observaciones diarias relativas á la temperatura del agua dei mar; trabajo que 
hizo cun admirable celo por la ciencia, durante los últimos cuatro meses de su per- 
manencia en Pacasmayo. 

Aparte de este importante servicio, el Dr. Heath tuvo la amabilidad de darme 
una copia de todas las observaciones meteorológicas que había hecho antes en Pa- 
casmayo, desde el ¡.* de Enero de 1872 hasta el 31 del mismo mes del año 1875. 

Creo, pues, un deber de justicia darle aquí públicamente las más expresivas 
gracias, por su desinteresada cooperación á mis trabajos. 


= MI 


La temperatura mínima que tuvo el agua del mar en el mis- 
mo mes, que en el Perú es el más cálido de todo el año, fué de 
2111 C. y corresponde al día en que se empezó á observar la 
temperatura del agua del mar que fué el s; de modo que se puede 
deducir que la indicada temperatura de :23%33- es la máxima de 
todo el año. 

En el mes de Marzo, desde el 1.9%, en que la temperatura del 
mar fué de 2250 C. ha ido esta bajando rápidamente hasta el 
día 12 en que el termómetro marcó solamente 18%33 C.; man- 
teniéndose después esta temperatura, en el agua del mar, con muy 
pocas diferéncias, en el'resto del mes de Marzo y durante todo el 
mes de AH re 

En el curso del mes de Mayo la temperatura máxima fué en 
un solo día de 202 C.* y la mínima de 17750, siendo la tempera- 
tura media de todo aquel mes de 18%40, que como se ve es 
casi igual á la de 18%33 que ha sido la más constante en todo el 
mes de Abril y en la 2.* quincena de Márzo. 

Como las observaciones no pudieron ser continuadas en los 
demás meses del año, no se puele saber á punto fijo cuál es la tem- 
peratura mínima del agua del mar durante todo el curso del año, 
en Pacasmayo; pero por la constancia en la temperatura de 1833 
á 1540 que se ha observado desde el 12 de Marzo hasta el 30 de 
Mayo y por haber habido en este último mes ocho días en que la 
temperatura del agua del mar ha sido inferior de 18 C., se puede 
presumir que en los meses de invierno baje á 17 yaun á 16 C. 
lo que confirmaría, hasta cierto punto, la temperatura de 155 ha- 
llada por Humboldt en el mar cerca de Trujillo, que, como se sabe, 
está situado un poco más al Sur de Pacasmayo. 

La temperatura del agua de la corriente marina que baña la 
costa del Perú, al menos en su superficie, como se ha visto, no es 
constante sino que varía con las estaciones. Sin embargo, es pre- 
ciso decir que esta variación es bastante notable en la época de 
mayor calor y principalmente cuando el Sol está más cerca del 
zenit del punto adonde se hace la observación; mientras que en 
todo el resto del año la variación en la temperatura se hace menos 
sensible, permaneciendo á veces casi constante por más de dos ó 
tres meses. 

En cuanto á la relación entre la temperatura del agua del mar 
y la del aire, en todas las cbservaciones hechas en Pacasmayo 
resulta que de día la temperatura del agua es siempre inferior á 
la del aire, llegando la diferencia entre las dos temperaturas, en 


069 — 


«el mayor número de casos, á 2 y 3 centígrados; siendo muy raro 
«que dicha diferencia sea menor de un grado, ni que pase de 4-. 

Este resultado parece hallarse en contradicción con lo que su 
cede en otros lugares tropicales en donde la temperatura del aire 
es casi siempre inferior á la del agua [1]. y sin embargo está con- 
firmado por las observaciones hechas abordo de la corbeta “Gar:- 
baldi”, desde el estrecho de Magallanes hasta el Callao, las que, á 
excepción de una, dan para el aire una temperatura mayor á la 
del agua. 

El mismo resultado se observa en las observaciones de Hum- 
boldt hechas en el mar cerca de Trajillo y en el Callao, y también 
en las hechas en Chorrillos en los meses de Setiembre y Octubre 
«del año 1871 por el Dr. D. Luis Carranza. 

Así, pues, la discordancia que se nota á este respecto es debida 
á la baja temperatura que tiene el agua de la corriente Humboldt, 
comparada con la del aire que sopla en la costa inmediata. 

Sin embargo, debemos decir que muchas veces, durante la no- 
che y en la madrugada, principalmente en la estación de invierno, 
la temperatura del aire es inferior á la del agua del mar. 


TEMPERATURA DEL MAR MUY CERCA DE TIERRA Y SOBRE LOS BAJOS, 


Habiendo hecho el Dr. Heath otra serie de observaciones en un: 
punto del muelle de Pacasmayo más próximo de tierra, en donde 
el agua tiene solamente + pies ingleses (metros 1.219m) de profun- 
didad, he podido comparar la temperatura del agua de este para- 
je con la que han dado las observaciones hechas en la extremidad 
del muelle, adonde el agua, como se ha dicho, tiene metros 5.4s' 
de profundidad. 

De esta comparación resulta, que la temperatura del agua 
poco profunda ó más cerca de tierra, nunca ha sido inferior á- la 
del agua más profunda; y que si en raros casos la temperatura de 
la primera ha sido igual á la observada en la extremidad del mue- 
lle, en general el agua menos profunda ha tenido al menos un gra: 
do más de calor que la más profunda, elevándose esta diferencia 
hasta 2” y 3” y rarísimas veces á más. 

Sin embargo, este fenómeno se verifica solamente de día, pues 


(1) Éléments de physique terrestre et de meteorologie par M. Becquerel et M. * 
Ed. Becquerel.—Pag. 2460. 


go 


20 


en las horas avanzadas de la noche, con cielo un poco despejado, 
sucede lo contrario. 

Es fácil explicarse que en un lugar como Pacasmayo, que no 
dista ocho grados del Ecuador, los ardientes rayos del Sol, pene- 
trando fácilmente la delgada capa líquida de 4+ pies de espesor, 
calientan hasta el fondo del mar, aumentando de consiguiente la 
temperatura del agua. Pero durante la noche, por la irradiación 
terrestre, hallándose el terreno cubierto de una capa de agua de 
poco espesor, pierde con más facilidad su calor, que el que se halla. 
cubierto por mucha agua. De lo que resulta que el agua del mar, 
muy cerca de la playa, se enfría más durante la noche, que la si- 
tuada á alguna distancia de tierra. 

Apesar de lo dicho, hay casos en que, aun de día, el agua poco 
profunda es más fría que en alta mar; y como este caso puede 
tener su aplicación en el mar del Callao, merece nuestra atención. 

Jonatham William hizo la observación, que fué confirmada 
después por Humboldt y John Davy, que el agua es más fría sobre 
los bajos que en alta mar. Generalizando demasiado la observa- 
ción de este singular fenómeno, muchos han creído que era apli- 
cable á todas las costas; pero la experiencia se ha encargado de 
demostrar que en algunos lugares sucede lo contrario, y para citar 
algún ejemplo copiaré el párrafo en que presenta Mr. Aimé, el 
resultado de sus observaciones sobre la temperatura del Mediter- 
ráneo (1); las que, por otra parte, están completamente conformes 
con lo que sucede en la costa del Perú, de que acabo de hablar. 

Hé aquí lo que dice Mr. Aimé: 

“Cerca de las costas, la temperatura en la superficie del Me- 
“diterráneo es notablemente más elevada que en alta mar du- 
“* rante el día, y más baja alguna vez durante la noche. ” 

M. Aimé cree que el hecho observado por Jonatham William, 
es debido á las corrientes marinas y ésta es también mi opinión. 

Según mi modo de ver, para que se verifique en la zona tro- 
pical el fenómeno de que tratamos, es preciso que haya una cot- 
riente marina, y que el bajo esté aislado ó que se adelante de la 
costa hacia el mar, en una dirección casi trasversal á la de la cor- 
riente. 

Con estas condiciones y tomando por ejemplo la costa del 
Perú, es claro que las aguas profundas y frías de la corriente 
Humboldt, que corren en masa de Sur á Norte con las de la su- 


(1) Annales de physique et de chimie, tome XV—1845. 


e am 


perficie, hallando en el bajo un obstáculo para su marsha, se ven 
obligadas á subir, en gran parte, hacia la superficie, para pasar 
sobre esta barrera submarina, la que, indispensablemente, hará 
que se mezclen las aguas de las capas profundas con las de la su- 
perficie; y de consiguiente que la temperatura del agua sobre el 
bajo sea inferior á la de plenamar, en donde el agua fría conti- 
núa su marcha, sin obstáculo, por la parte profunda, 

Si ahora se echa una mirada sobre cualquiera carta marina 
que represente la bahía del Callao, se ve luego que la lengua de 
tierra llamada “La Punta” contínúa debajo del agua, forman- 
do un gran bajo de dos millas de largo, que se dirige hacia la isla 
de San Lorenzo, dejando entre él y esta última un estrecho canal 
llamado el Boquerón, cuya profundidad no pasa de 19 metros. 

El bajo conocido con el nombre de “El Camotal”, tiene 
por máximo nueve metros de agua; pero ésta va disminuyendo 
notablemente en las cercanías de la extremidad de La Punta, ha- 
biendo parajes donde no se encuentran dos metros de agua. 

Así, pues, la extensión y dirección de este gran bajo, situado 
entre la costa y la isla de San Lorenzo, reune las condiciones más 
favorables para que se verifique el fenóm>no antedicho, resultan- 
do que el agua que cubre al dicho bajo, tenga una temperatura 
inferior á la de alta mar. 

Esta es, según mi opinión, la causa de que el agua del mar en 
La Punta sea de uno á tres grados más fría que la de otros parajes 
de la misma bahía del Callao; lo que es confirmado por la opinión 
de todas las personas que acostumbran bañarse en el Callao, Cho- 
rrillos y Ancón, que encuentran el agua de los baños de La Punta 
más fría que la de los anteriores. 


CAMBIOS DE LA TEMPERATURA DEL AGUA DEL MAR, INDEPENDIENTES 
DE LA LATITUD Y DE LAS ESTACIONES 


Cuando en un mismo lugar se hace una serie de Observaciones 
durante varios días, se nota con mucha frecuencia cambios nota- 
bles en la temperatura del agua del mar, que no cienen relación al- 
guna con la estación; pues la temperatura del agua no sube ó ba- 
ja con regularidad, sino que varía bruscamente aumentando ó dis- 
minuyendo de un día á otro. 

Este fenómeno es muy conocido de las personas que acostum- 
bran bañarse en el Callao ó en Chorrillos, las que algunos días expe- 


OY 


Ll — 


rimentan una viva sensación de frío, y otros encuentran: el agua 
del mar bastante templada. 

Para dar una idea de esta variación, diremos que el doctor don 
Luis Carranza, en 33 observaciones de temperatura del agua del 
mar que hizo en Chorrillos,en los meses de setiembre y octubre del 
año 1871 halló por mínima 13% y por máxima 168 centígrados ú- 
sea una diferencia de temperatura de 32 (1). 

En el Callao, según las observaciones hechas por el doctor 
Santini á bordo de la corbeta (raribaldi, bubo en cuatro días un 
cambio de temperatura en el agua del mar de 3%, siendo el día 15 
de mayo del mismo año de 20” y el día 19 de 16%: 

Según el testimonio de personas que se han «bañado por largo 
tiempo en Chorrillos, sucede á veces también que en un trecho de 
mar ho muy extenso, como el de los baños, se: experimenta una 
diferencia de temperatura entre un punto y otro, situados á pocos 
metros de distancia. 

A pesar de que sin un detenido estudio de las condiciones en 
que se verifican los fenómenos que acabamos de señalar, no es fá- 
cil conocer su verdadera causa, cres que se puede dar alguna ex- 
pHicación de ellos. 

La variación de la temperatura del mar de un día á otro, 
es muy probable que sea debida á un cambio en la dirección de la 
corriente marina, fenómeno que se verifica con más frecuencia 
en los meses de diciembre á marzo, cuya época corresponde á la 
estación de baños. 

SI se recuerda que hemos dicho en otro lugar que, en Pacas- 
mayo, el agua del mar más próxima á tierra es generalmerte más 
caliente que la de más afuera, y por otra parte, que el agua sobre 
los bajos ó altos -fondos es más fría que la de alta mar, es fácil 
concebir que sin cambiar la dirección de la corriente marina, va- 
riando tan sólo la dirección del viento, puede este último, movien- 
do la capa superficial del agua del mar sea hacia tierra Ó hacia 
fuera, dar bruscamente en un mimo lagar una diferencia en la 
temperatura de 2 á 3 grados. 

En muchos casos basta que el mar se halle en. completa cal- 
ma, para que la capa superficial de agua sea más caliente que de 
ordinario; pues no habiendo movimiento, los rayos caloríficos del 
sol hieren más perpendicularmente la superficie del agua la que 
absorbe más calor. 


(1) Periódico El Comercio del 10 de enero de 1872. Artículo titulado “Nues- 
tra costa y algunas singularidades de su clima”. 


— 273 — 


Esto es lo que se verificó el 15 de mayo, día en que el agua del 
mar tuvo el máximo de temperatura. 

Un cambio brusco de temperatura en el agua del mar puede 
también verificarse, pero en sentido inverso, si el mar se halla agi- 
tado; pues en este caso, mezclándose las aguas superficiales con 
las aguas profundas, más frías, el agua tendrá una temperatura 
más baja que de ordinario. 

En cuanto á la diferencia de temperatura que se experimenta 
en el agua del mar, en dos puntos poco distantes uno de otro, pue- 
de ser producida por distintas causas, tales como la naturaleza del 
fondo, la mayor ó menor profundidad del agua, y más que todo 
la especial configuración de la costa. 

Como es sabido, la caleta de Chorrillos, donde se hallan los ba- 
ños, es abierta hacia el Norte y abrigada por el lado del Sur por el 
Morro Solar. Esta disposición hace que el agua fría de la corrien- 
te Humboldt, dirigiéndose de SE.á NO.,no entre de lleno en la cale- 
ta, sino que siga su marcha lamiendo, por decirlo así, la ensenada 
de Chorrillos; de modo que hay lugares en que á pesar le que el 
agua continuamente se mueve, queda sin embargo como empoza- 
da, no siendo fácilmente renovada por el agua fría de la corriente* 
Se comprende con facilidad que en estos puntos será más caliente 
que en otros situados en el camino de la corriente. 

Sucede también que según la disposición de la costa y la di- 
rección de las olas, éstas son á veces reflejadas, de modo que dejan 
en algunos puntos una especie de remanso, donde el agua queda 
más inmóvil, y de consiguiente se calienta más bajo la acción del 
sol. 

El célebre Francklin desde el siglo pasado, después Humboldt 
y en seguida el capitán Fitz-Roy,nos han dado á conocer las gran- 
des diferencias de temperaturas que se encuentran en el agua del 
mar, en parajes situados á muy poca distancia uno de otro, tanto 
en el Atlántico como en el Pacífico; y uno de los casos más sorpren- 
dentes que cita Fitz-Roy (1) en el Atlántico, es el del navío El Vi- 
lo al mando del Almirante A. Milne, en que el agua del mar de- 
lante del buque tenía la temperatura de 7? 72 y atrás 16"; esto es, 
una diferencia le 8” centígrados en un trecho de mar igual á la lon: 
gitud del buque. 

El mismo marino, hablando sobre la temperatura de las co- 


(1) “Le livre du temps”.-——Manuel practique de météorologie,parl'Almiral Fitz 


Roy.-—Traduit de Vanglais par M. Mac-Cleod.-—Pag. 67. 
Y 


rrientes, dice que frecuentemente se mezclan éstas, cerca de 
la superficie ó por debajo, de modo que hundiendo un termóme- 
tro se encuentra, en el espacio de una hora, una diferencia de 
temperatura de muchos grados; y añade que en un caso semejan- 
te ha tenido ocasión de comprobarlo en el Pacífico cerca de las is- 
las Galápagos. 


INFLUENCIA DE LA CORRIENTE DE HUMBOLDT SOBRE EL CLIMA DE LA 
COSTA DEL PERÚ 


Haciendo ahora abstra:ción de todos las causas accidentales 
que pueden hacer variar la temperatura del agua del mar, es un 
hecho innegable que el agua de la corriente de Humboldt, 
que baña la costa del Perú, es al menos de ocho grados más fría 
que la del mar situado á igual latitud afuera de la corriente, que, 
como se ha dicho, por una latitud igual á la del Callao sería á lo 
menos de 26” á 28” según Humboldt. 

Como el aire que pasa sobre esta gran masa de agua relativa- 
mente fría, no puede tener una temperatura muy superior á la de 
esta última, resulta que los vientos de mar que soplan en la costa 
del Perú son muy frescos, y de consiguiente todos los lugares si- 
tuados en esta región tienen un clima relativamente templado co- 
mo el de los países extratropicales. 

Para dar una idea de la influencia que tiene la baja tempera- 
tura de la corriente de Humboldt sobre el clima de la costa, nos 
bastará por ahora decir que la temperatura media de Acapul- 
co,ciudad situada en la misma costa occidental de América, á los 16? 
50" 19” de latitud norte, es mayor de 25? centígrados; mientras que 
la temperatura media de Lima que debía ser más elevada por ha- 
llarse esta ciudad á los 12” 2 34” de latitud sur, llega apenas á 19. 

Sin salir del Perú se puede claramente demostrar la influencia 
de la bajw temperat 1:a de la corriente marina, comparando la 
temperatura de dos lugares, observada en la misma época y colo 
cados casi en la misma latitud; pero uno de los cuales, Lima por 
ejemplo, se halla situado cerca del Pacífico, y el otro, la hacienda 
de Cosñipata, en los valles de Paucartambo, al este de la ciudad 
del Cuzco. 

Comparando las observaciones horarias de temperatura que 
hice en los últimos días del mes de junio de 1865 en la hacienda 
de Cosñipata, con las que se hicieron en Lima en la misma fecha, 
resulta una diferencia de 6” á /” entre los dos lugares. Así, 


— 215 — 


mientras que en Cosñipata el termómetro señalaba una tempera- 
tura mínima, de noche, de 18? y una temperatura máxima, de 
día, de 26? 6; en Lima bajaba el termómetro hasta 13? de noche 
y de día no pasaba de 17. 

Es preciso notar que la hacienda de Cosñipata se halla á 
705 metros de elevación sobre el nivel del mar y Lima solamente 
á 150 metros. 

Otro ejemplo más notable de la diferencia que hay entre la 
temperatura de los lugares del Perú situados cerca del mar y los 
del interior, debida en su mayor parte á la acción refrigerante de 
la corriente de Humboldt sobre el clima de la costa, es la que se 
nota en las observaciones meteorológicas hechas por el ingeniero 
Wertheman en el pueblo de La Merced, en la montaña de Chancha- 
mayo, en el mes de octubre de 1876, y las hechas,aunque en distin- 
to año, pero en el mismo mes, en Lima y Huacho, población esta 
última que se halla situada casi en igual latitud que la de la Mer. 
ced, como se puede ver del siguiente cuadro: 


TÉRMINO MEDIO DE LA TEMPERATURA 


| 
LUGAR | HATIzoD) 
| 
| 


| A E y 
| 
: MÍNIMA MÁXIMA 
| 
¡AO 1199/34" | 14” 93 1851 
| 
ENAGho +2 neo] 11 8 0. 15.80 99.40 
La Merced ...... 11248 19.40 99.77 


Haciendo abstracción de Lima y comparando tan solo la tem- 
peratura de los pueblos de Huacho y La Merced que se hallan con 
muy corta diferencia en igual latitud, se ve que en el mes de octu- 
bre la temperatura mínima del primer lugar es en 3” 6 inferior de 
ia del segundo y que el término medio de la temperatura máxima 
en el mismo mes, difiere en más de 7”. 

He aquí, pues, que dos lugares como Huacho y La Merced situa- 
dos casi en igual latitud y á una distancia en línea recta uno de 
otro menor de 45 leguas, tienen sin embargo una temperatura muy 
distinta, por la influencia que tiene sobre el primero la corriente 


marina. 


O 

Se podría objetar que la baja temperatura de los lugares del 
Perú cerca del mar no es debida á la corriente marina sino á la 
proximidad de la cordillera. 

A esta observación contestaré que sin desconocer la influencia 
que puede realmente tener la proximidad de la cordillera sobre la 
temperatura de los lugares del Perú situados cerca del mar, esta 
influencia es sin embargo muy pequeña; puesto que los pueblos un 
poco retirados del mar, situados en las quebradas de la misma re- 
gión de la costa, y de consiguiente más próximas á la cordillera» 
tienen, sin embargo, un temperamento mucho más cálido, que los 
directamente expuestos á los vientos del mar. 

La corriente marína del Perá tiene, pues, como la conocida 
con el nombre de Gulf-Stream en el Atlántico, aunque de un modo 
contrario, una acción bienhechora sobre el litoral que baña; pues 
si esta última al saliv del ardiente golfo de Méjico, atraviesa el 
Atlántico llevando un gran contingente de calor A las frías regio- 
nes del norte de Europa que hace más templados sus crudos in- 
viernos; la corriente peruana trae de las regiones polares sus frías 
aguas, que refrescando á su vez la corriente aérea, mitiga el calor 
que producen los abrazadores rayos del sol en los áridos arenales 
de la costa y hace muy suave y agradable el clima de todas las po 
blaciones situadas á poca distancia del mar. 

Pero si es un hecho que la corriente de Humboldt, cuando si- 
gue su marcha regular, tiene una acción favorable sobre el clima 
de la costa del Perú, no sucede lo mismo cuando el curso de este 
gran río de agua salada se paraliza y cambia bruscamente de di- 
recrión; lo que acontece con alguna frecuencia, como se ha dicho,en 
los meses de diciembre á marzo, que corresponden á la estación de 
verano. 

Cuando se verifica este fenómeno, esto es, cuando la corriente 
marina en vez de dirigirse de S. á N. marcha de N. áS:, la tempe. 
ratura del agua del mar es más elevada que de ordinario; y en es. 
te caso no es raro ver á una infinidad de peces, zóofitos é infuso. 
rios que habitan los mares cerca del ecuador, adelantar hacia e] 
sur siguiendo la corriente de agua cálida apropiada á su organiza- 
ción. 

Es en estas ocasiones que se presenta el hermoso fenómeno de 
la fosforescencia del mar que aparece algunas veces en el Callao y 
en Chorrillos, y que es debido, como lo ha podido observar. el doc: 
tor Carranza (1), á una multitud de diminutos zóofitos. llamados 
Noctilucos. Pero es también en estas ocasiones, que por los brus- 


”y 
— 2 — 


co cambios de temperatura á que está sujeta el agua del mar, va- 
riando las con liciones de existencia de muchos animales, tiene lugar 
una gran mortandad en los distintos habitantes del Océano; resul.- 
tando después, por su descomposición verdaderos miasmas marinos 
que favorecen el desarrollo de alguna epidemia. 

Sabido es que el terrible azote de la fiebre amarilla es originario 
ó endémico de algunos parajes del Golfo de Méjico, y que no se de: 
sarrolla en otros lugares, sino es importada y encuentra condicio” 
nes favorables. Ahora, una de estas condiciones es una elevada 
temperatura en el agua del mar, y puede decirse que gracias á la 
frescura del agua de la corriente Humboldt, la fiebre amarilla no 
hace con más frecuencia sus desoladoras visitas á la costa del Perú. 

Pero basta que por cualquiera causa se eleve la temperatura 
del agua del mar y haya descomposición de materias animales, pa” 


ra que se reunan las condiciones más favorables al desarrollo de 
los gérmenes de tan terrible flajelo, importados de otro lugar. 


Es un hecho comprobado que en las dos ocasiones en que apa- 
reció la fiebre amarilla en la costa del Perú, la temperatura del 
agua del mar era más elevada que de ordinario. Pero lo que es 
verdaderamente digno de atención es el fenómeno que tuvo -lugar 
en el Norte del Perú y que precedió á la aparición de la: fiebre: 
amarilla, que diezmó los habitantes de las poblaciones de la costa 
en 1868. 

En una noche del mes de noviembre de 1867 se oyeron en va- 
rios pueblos de la costa del Norte algunas detonaciones á- manera 
de cañonazos. En el puerto de Guañape tuvo lugar este fenóme- 
vo con cielo claro y sereno; las detonaciones se oyeron hacia el 
mar viniendo como del Norte y eran precedidas de una luz muy 
viva que iluminaba toda la playa; y según algunos se notaba á lar- 
ga distancia en el mar hacia el NO una luz fija. Este fenómeno 
empezó á las 7 de la noche y duró hasta las dos de la mañana. 

En Trujillo se experimentó lo mismo, pero con cielo nublado. 
Más al Norte, en el pueblo de Magdalena de Cao, se oyeron true- 
nos, seguidos de un fuerte aguacero, que fué tan copioso que dió 
lugar á que el agua corriese por las calles, fenómeno rarísimo en 
la costa del Perú. 

Por la larga duración del fenómeno que se observó en el 
puerto de Guañape, y que fué de 7 horas, no puede éste ser debi- 


(1) “ Nuestra costa y algunas singularidades de su clima”. Periódico El Co- 


mercio del 10 de enero de 1872, 
10 


ZU 


do á una simple tempestad como la que se experimentó en Mag. 
dalena de Cao, y todo hace presumir que haya habido en alta 
mar alguna erupción submarina, y que la tempestad que tuvo lu- 
garen Magdalena de Cao no ha sido sino un efecto de esta última. 

Sea lo que fuere, lu cierto es que este fenómeno fué seguido de 
un cambio en la dirección de la corriente matina, de una elevación 
en la temperatura del agua del mar, de una mortandad en los pe- 
ces cuyos cadáveres eran arrojados en cantidad á la playa, y por úl- 
timo de la aparición en Trujillo y sus alrededores de los primeros 
casos de fiebre amarilla, la que fué propagándose en seguida hacia 
el Súr haciendo horribles extragos, principalmente en la raza in- 


dígena. (1) 


Islas, islotes y rccas del Perú. 


(De los manuscritos del Sr, Raimondi) 


)N el mar que baña la costa del Perú se hallan 30 islas, 54 
islotes y algunas rocas. Todas las islas carecen de agua 
dulce y de consiguiente son completamente áridas; pero 
si están desprovistas de vejetación, han sido en cambio, 
la mayor parte de ellas, cubiertas de valiosos depósitos de huano. 

Careciendo estas islas de tan indispensable elemento, como el 
agua potable, están casi todas deshabitadas, viviendo tan sólo en 
algunas de ellas los guardas encargados de la custodia del huano, 
y temporalmente algunos pescadores de Lambayeque. 

Estas islas, comenzando por el Norte, son: 

Isla de Foca. — Situada al NO. á menos de una milla de la 
punta del mismo nombre, y casi al O. del cerro que se conoce con 
el nombre de Silla de Paita. 

Isla de Lobos de tierra. — Esta isla se halla á 10 millas de la 
costa y á28 y media millas al N. 24” O. de las islas de Lobos de 
afuera. Tiene 57 y media millas de largo y 17 y media de ancho y 
está rodeada de varios islotes y farallones. 

La formación geológica pertenece á los terrenos cristalinos, 
siendo el granito la roca dominante. 


(1) Véase el mapa que acompaña al artículo titulado: ** Un efecto geodinámi- 
Suscrito por el ingeniero Sr. José Balta. 


co de la corriente antártica americana”, 


2/9 — 


Esta isla tiene todavía una gran cantidad de huano, habiendo 
sido explotado tan sólo una parte del gran depósito avaluado en 
7.347,736 toneladas, en 1863, época en que se hizo la mensura. 

Islas de Lobos de afuera. — Dos son las islas principales que 
forman el grupo de las llamadas Lobos de afuera, por hallarse á 
mayor distancia de la costa que la anterior. Estas islas, separadas 
una de otra por un canal de 26 metros de ancho, están situa- 
das casi en el mismo paralelo del puerto de Eten, de cuyo lugar 
distan 49 millas y media. Su ancho máximo es de 1 milla y media, 
siendo la altura sobre el nivel del mar de 30 metros. 

Las islas de Lobos de afuera tienen, muy próximos, algunos 
islotes y farallones; sin embargo ofrecen varios desembarcaderos, 
y entre ellos uno llamado por los pescadores del lugar Puerto 
grande, enelque hay algunas caletas muy cómodas para el 
desembarco. Tanto en el lado Norte como en el Sur, las islas for- 
man una ensenada; pero solo la del Norte ofrece un tenedero se- 
guro, siendo la del Sur enteramente desabrigada. 

La constitución geológica de las islas de Lobos de afuera es 
de cuarcita, roca debida al metamorfismo de un asperón ó are- 
nisca CUAarzosa. 

En cuanto al huano que en grande abundancia cubre tanto 
estas islas como la de Lobos de tierra, aunque haya sido explota- 
do antes de la guerra con Chile por el Gobierno, y por los invaso- 
res dnrante ella, queda todavía bastante cantidad. En 1863 exis- 
tían en las Islas de Lobos de afuera 607,086 toneladas de huano. 

El huano de estas islas es inferior al de las de Chincha, 
debido á que en las primeras no es solamente de aves marinas, 
sino mezclado con huano ó escremento de lobo3 ó focas, que se 
notan en gran número. 

Los primeros análisis del huano de las islas de Lobos los hice 
yo hacen 34 años, habiendo obtenido, por el término medio de 6 
muestras, 3.52 por ciento de azoe y 14.72 por ciento de ácido fos- 
fórico. . > 

En 1872, cuando se empezó la explotación del huano en estas 
islas, se mandó recoger muestras de distintos puntos, las que ana- 
lizadas me dieron, para el huano tomado de la superficie y de con- 
siguiente de peor calidad, 2.05 por ciento de azoe y 21.12 por cien- 
to de ácido fosfórico, y para el de mejor calidad, extraído de la isla 
de Lobos de tierra, al NO. de la bahía, 7.58 por ciento de azoe y 
11 por ciento de ácido fosfórico. 

Islas de Macabí.—El grupo de este nombre es formado de dos 


= 280 = 


islas, situadas á 6 millas al 5. 50. de la punta de Malabrigo. 
Por su posición se distinguen en Isla del Norte é Isla del Sul 
Un canal de 35 metros de ancho las separa una de otra. La isla 
del Norte, más pequeña que la del Sur, es, sin embargo, la más 
elevada, siendo su altura sobre el nivel del mar de unos treinta 
metros, 

Estas islas tenían en 1563 una cantidad de huano avaluada en 
651,047 toneladas, > que actualmente se hallan casi enteramente ago- 
tadas. : 


El guano de eS abí, aque nor al de, Chine ha, ha sido 
mejor que el de las islas de Lobos. . El promedio de varias mues- 
tras analizadas en el mes de enero de 1867 ha dado 6.58 por ciento 
de azoe y 14.95 por ciento de ácido fosfórico. Hay que advertir 
que, á medida que se iba explotando las capas más profundas, iba 
continuamente mejorando la calidad, de modo que en el año de 
1873 se exportaron de estas islas cargamentos que competían con 
el mejor huano de Chincha. 


Islas de Gmuañape. -- Bajo el nombre de Islas de Guañape se 
comprenden dos islas grandes denominadas como las de Macabí, 
atendida su posición relativa, Isla del Norte é Isla del Sur, dos 
islitas situadas entre las grandes y algunos farallones. La isla 
del Norte es la más baja y más cercana á tierra, distando cinco y 
media millas al SSO. del Morro de sa nombre. La isla del Sur es 
elevada, siendo su altura sobre el nivel del mar de 165 metros, y 
cortada á pique en la parte que mira al Occidente. Ambas islas 
tienen fondeaderos tranquilos y seguros. 

Las rocas dominantes en las islas de Guañape son de natura- 
leza anfibólice 

Estas islas, antes del año 1869, época en que comenzó la ex- 
plotación del huano, tenían un depósito de este precioso abono 
avaluado en 1.568,550 toneladas; pero en pocos años de activa ex- 
plotación se Eolo estanca. ; 

El huano de las islas de Guañape ha sido de calidad muy va- 
riada. La parte superficial, como en todos los depósitos de huano, 
hallándose expuesta á las intemperies y principalmente á la ac- 
ción de la garúa del invierno y de algunas lluvias que de cuando 
en cuando lila caer, queda como lavada de las sales amoniaca- 
les y de consiguiente empobrecida. Pero estas sales, sustraidas á 
las capas superficiales del huano, no se pierden, sino que pene- 
trando más abajo van enriqueciendo las capas inferiores. 


— 281 — 


Esto ha sucedido con el huano de Guañape, el que en la parte 
superficial contenía solamente 4 6 5 por ciento de azoe; pero á me- 
dida que se fué profundizando aumentó su riqueza en azoe, de 
manera que, como en las islas de Macabí, en los años 1873 y 74 se 
explotaban huanos tan ricos en azoe como el mejor de las huane- 
ras de las islas de Chincha. 

Pero lo que me ha llamado la atención en el huano de las 
islas de Guañape, es una capa de 7 pies de espesor, hallada á 35 
pies de la superficie, de una materia muy liviana de color amarillo 
claro, enteramente distinto de las muestras comunes de huano, la 
que examinada al microscopio ofrecía una estructura semicris- 
talina. 

Esta materia sometida al análisis ha resultado ser formada 
en su mayor parte de oxalato de amoniaco; sal que hallé después 
en pequeños cristales, y á la que he dado el nombre de guañapita, 
para recordar su origen. (1) l 

Es casi imposible explicar la presencia de esta sustancia en 
medio de las capas de huano, sin admitir que se han verificado 
distintas reacciones después de haberse depositado: reacciones de- 
bidas sin duda á la acción del agua que se ha infiltrado á través 
de las capas de huano. 

Un hecho en apoyo de lo que acabo de decir, lo tenemos en 
una especie de huano líquido hallado en una cavidad de la roca 
debajo del huano, y en haberse encontrado, casi sobre la roca, 
cierta cantidad de estercorita ó fosfato doble de soda y amoniaco 
en trozos cristalinos y casi trasparentes. (2) 

Isla de Chao.—A una y media milla al O. del Morro de Chao, 
se halla la isla que lleva este nombre. Su elevación sobre el nivel 
del mar es de 36 y medio metros. Esta isla se halla cubierta por 
una ligera capa de huano que la hace aparecer de color blanco. 

Entre la isla de Chao y la de Santa se encuentran los islotes 
del Corcobado y de la Viuda, 

Isla de Santa. —Esta isla se halla en frente de la bahía Ooisca 
á una milla y dos tercios de la tierra más próxima y á seis millas 
de la boca de la bahía del Ferrol. Tiene milla y media de largo en 
la dirección de NNO. á SSE. dejando un canal entre ella y la cos- 
ta de dos millas de ancho. Por el N. tiene un islote y por el SO» 
dos farallones y algunas piedras. 

(1) Minerales del Perú, por A. Raimondi—páginas 23 y 26. 


(2) Minerales del Perú, por A. Raimondi—páginas 19 y 21. 
11 


— 289 — 


Isla blanca é islotes de la bahía del Ferrol. -- A la entrada de 
la hermosa bahía del Ferrol se nota en el lado norte una isla de 
una mílla de largo de color blanquizco, debido á una ligera capa 
de huano que la cubre, y por el lado sur una serie de tres islotes 
qua tienen la misma dirección de la isla precedente, que sin duda 
alguna en época muy lejana formaban parte del elevado cerro 
llamado Monte División, que separa dicha bahía dela de Sa- 
manco. 

Isla Lobo. — Al extremo sur del Monte División y á la entra- 
da de la bahía de Samanco se halla la isla Lobo (señalada en las 
cartas marinas inglesas con el nombre de Seal Island). Esta isla 
es formada de roca oscura de naturaleza anfibólica y no se aparta 
de tierra 2 cables. 

Islotes Los Chinos, de la Viuda y la Tortuga. — Siguiendo 
hacia el SE. de la punta de Samanco, se encuentran dos islotes 
llamados Los Chinos, y más adelante, casi en la misma dirección ' 
se halla primero el islote la Tortuga y en seguida el de la Viuda” 

La Roca Neyra. —A una milla de la costa y en la parte N. de 
la boca de la bahía de Casma, se halla el farallón llama ¡o La Roca 
Negra, lugar de triste y fúnebre recuerdo, por la pérdida de la fra- 
gata-trasporte Mercedes el año 1854, que causó la muerte de 
más de 700 pesonas, entre ellas el caballeroso y heróico Coman- 
dante D. Juan Noel 

Islotes Conejos y Erizos.—A unas cinco millas antes de llegar 
á la punta de Oulebra, viniendo del norte, se hallan unos farallo- 
nes llamados Conejos y á milla y media más al sur se encuentran 
otros designados con el nombre de Erzzos. 


Isla de Don Martín, — Esta isla se halla situada á tres millas 
al norte del islote de Carquín y á 7 millas de la punta de Huacho, 
Se halla separada de la costa como media milla; tiene una altura 
regular y un color blanquizco. ; 

Islote de Carquín. — A cuatro millas de la punta de Huacho 
se halla el islots de Carquín. Es peñascoso y frecuentado por mu- 
chos lobos marinos. 

Grupo ó Cordón de Huaura. —Se da el nombre de Cordón de 
Huaura á una serie de islas é islotes situados sobre el mismo rum- 
bo, que forman una especie de cadena, cuya dirección es hacia al 
SO. de la punta de Salinas, Empezando desde este punto, el /slote 
de Tambillo áista de la punta de Salinas dos millas; siguen los 
dos Islotes de Chiquitana, situados á una milla del de Tambillo; 


— 283_— 


vienen en seguida los Islotes Bravo y Quitacalzones á dos millas 
de Chiquitana, que forman un grupo de varios islotes y piedras; 
la Isla de Mayorca, que es la más grande de todas las que com” 
ponen el Cordón de Huaura, Esta isla dista una milla de Quita” 
calzones, tiene 61 metros de elevación sobre el mar, y está cu- 
bierta por una capa de huano que le da un color amarillo de ocre, 
Por último, el Islote del Pelado que se halla á 6 millas distante 
de la precedente isla; su altura sobre el nivel del mar es de 32 
metros. 

Siguiendo hacia el sur-y pasadas las puntas de Chancay, Pa- 
samayo y Toma y calla, aparecen dos farallones que se conocen 
con el nombre de Hormigas de Tierra. Una milla más al sur de 
estos farallones se hallan los Islotes de Pescadores, que son en 
número de 10, y de los cuales el más próximo á tierra se llama e 
Solitario. | 

Hormigas de Afuera. —Con este nombre se conocen unas ro- 
cas que forman un arrecife que se halla á 30 millas al O. del ca- 
bezo norte de la isla de San Lorenzo. 

Islotes Palominos. — Se conoce con este nombre un grupo de 
4 islotes situados á una y media millas al S. de San Lorenzo, El 
más central se eleva á 14.5 metros sobre el nivel del mar. 

Isla del Frontón. — A cuatro cables al SE. de la isla de San 
Lorenzo se halla la isla del Frontón, la que se prolonga como con- 
tinuación de la primera y con la cual debía, en otra época, formar 
un solo cuerpo. 

Isla de San Lorenzo.—Esta isla es la más grande de todas las 
que se hallan diseminadas á lo largo de la costa del Perú y es 
también la más elevada, hallándose el punto más alto, en su ter- 
cio N., á 404 metros sobre el nivel del mar y la parte S. á 237 
metros. 

La isla de San Lorenzo tiene cuatro millas y dos tercios de lar- 
go en la dirección aproximada de NO, á SE. y una anchura máxi- 
ma de una milla y dos tercios. Se halla separada de la punta del 
Callao por un canal de dos millas y tercia que se conoce con el nom- 
bre de Boquerón. 

La formación geológica de esta isla consiste en capas de gres 
Ó arenisca y de arcilla de varios colores, pertenecientes á la época 
jurásica, levantadas y trastornadas por la erupción de una roca 
anfibólica. - 

Hay personas que tienen la creencia de que la isla de San Lo- 
renzo, antes del terrible terremoto que causó la destrucción del 


=— 28f£ — 


Callao el año 1746, se hallaba unida á tierra firme por la len- 
gua de idem que se conoce con el nombre de La Punta, lo que es 
erróneo; pues existe un documento que prueba lo contrario. Este 
documento es el plano de la bahía del Callao levantado por Fre- 
zieren 1713 — y de consiguiente muchos años antes del cita- 
do cataclismo — en el que aparece la isla de San Lorenzo separada 
de La Punta, como se nota actualmente (1). 

Más probable sería que la hoy isla le San Lorenzo hiciese en 
otra época parte del continente por nredio de la isla frontón y Mo- 
rro Solar, pues tienen estos lugares la misma formación geológica. 

La isla de San Lorenzo, como todas las demás de la costa 
peruana, es árida, porque carece de agua dulce. Sin embargo, sien- 
do esta isla más elevada que las demás, sucede que en la parte su- 
perior la condensación de los vapores acuosos durante la noche es 
mucho más fuerte; de modo que no sólo llega á saturarse el aire 
de humedad, sino que amanece el suelo mojado, lo que permite que 
puedan en dicha región desarrollarse unas pocas plantas. 

Entre las que pude observar en la cambre de la isla de San Lo- 
renzo, la más abundante y que en algunos trechos cubre entera - 
mente el terreno, es la Tillandsia purpurea la que parece multi- 
plicarse allíde un modo extraordinario. Además pude notar la 
Nolana prostrata, el Solannm montanum, el Solanum maltifidum, 
el Paspalum purpureum, el Chenopodinm paniculatum, el Erige- 
ron leptorhyzon, etc. 

La Horadada. —Dáse este nombre á un islote ó peña aguje- 
reada de un lilo á otro, que está situada al N. 72 0. del Morro 
Solar y a15.76 O.de Miraflores. Más adelante siguen las Rocas de la 
Viuda, el Arrrecije del Corcobado y los Islotes de San Francisco 
y Sauce. 

Ísla de Pachacamac. — Esta isla, separada de la playa una 
milla y dos tercios, se prolonga de NO. á SE. y se halla cu- 
bierta de una ligera capa de huano blanquizco. 

Tsla de Asia.—A una milla de la costa se halla la isla de Asia, 
la que aparece á la vista bajo la forma de una tienda de campaña. 
Está rodeada de farallones y tiene un color blanquizco, á causa de 
un poco de huano que la cubre. 

Islote de la Goleta. — Pertenece al grupo de las de Chincha 
y dista de la Isla del Sur media millaal SO. El nombre que lleva 
es debido á que su forma se asemeja á la de una goleta á la vela. 


(1) Relation du voyage de la Mer du Sud aux cótes du Chily et du Peron, 
fait pendant les années 1712, 1713 et 1714, par M. Frezier.—pag. 173. 


— 285 — 


Islas de Chincha.—A. once millas de la costa y en el paralelo 
del valle de Chincha, se halla el grupo de islas del mismo n mbre. 
Las principales son tres y se distinguen con loz nombras de 
Isla del Norte, Isla del Medio é Isla del Sur. Estas islas se han he - 
cho célebres por los grandes depósitos de huano que contenían y 
que desgraciadamente han desaparecido sin dejar, relativamente, 
un gran provecho para el país. 

Las islas de Chincha, antes del año 1841, carecían de habitan - 
bes y sólo eran frecuentadas por millares de millares de aves mari 
nas, cuyos excretos iban formando los depósitos de huano que de 
bían constituír más tarde la principal riqueza del Perú. 

Fué después de dicha época que, informado el Gobierno del Pe- 
rú del elevado valor que podía tener el huano en el comercio, em- 
pezó la exportación de dicha sustancia, la que fué aumentando 
tan rápidamente que en 1370 se habían exportado ya,de las tres is - 
las de Chincha, la ingente cantidad de nueve millones de toneladas. 

En 1853, formando parte de la comisión encargada por el Su- 
Premo Gobierno de la mensura de la cantidad de huano existente 
en las islas de Chincha, pude ver, en la Isla del Norte, un corte en 
que el huano tenía 32 metros de espesor; y en algunos sondeos que 
hizo la comisión, en la Isla del Sur, se encontró, poco más ó menos 
el mismo espesor. 

Al ver esa inmensa cantidad de huano acumulado sobre estas 
islas, muchas personas han dudado y algunas dudan todavía de 
que sea formado de excrementos de aves, forjando para esto dife- 
rentes hipótesis á cual más absurda. 

En el Perú, el huano es conocido desde tiempo inmemorial, 
pues bajo la dominación de los Incas se conocía su origen y su em- 
¿pleo en la agricultura como lo prueba el siguiente párrafo de los 
-Comentarios Reales del antiguo historiador Garcilaso (1) que tra- 
¿ta del modo como abonaban la tierra los antiguos peruanos: 

** En la Cofta de la Mar, defde mas abajo de Arequepa hafta 
Tarapaca, que son mas de docientas leguas de Cofta, no echan 
-otro estiercol, fino el de los pájaros marinos, que los ai en tola 
la Cofta del Perú, grandes, y chicos, y andan en vandas tan grandes, 
Que fon increíbles, fino fe ven: Crían en unoz islotes defpoblados, 
-que ai por aquella Cofta; y es tanto el eftiercol, que en ellos de- 
jan, que también es increíble: De lejos, parecen los montones del 


(1) Garcilaso. — Comentarios Reales de los Incas. —Libro V., Cap. IT., Pag. 134, 


12 


= 286 = 


eftiercol puntas de alguna Sierra Nevada. En tiempo de los Re- 
yes Incas, avia tanta vigilancia en guardar aquellas Aves, que al 
tiempo de la cria, á nadie era licito entrar en las Iflas, so pena de 
la Vida; porque no las afombrafen, y echafen de fus nidos. Tam- 
poco era licito matarlas ES ningun ADO dentro, ni fuera de las 
Islas, so la mifma pena.” 

Por lo que acabamos de trascribir, se ve cuán conocido era 
por los antiguos peruanos el uso como abono, del excremen- 
to de aves marinas, que se conoce con el nombre de huano, pa- 
labra que en la lengua quechua quiere decir, de un modo general, 
excremento. 

Pero lo que quita toda duda sobre el origen del huano, es la 
presencia en él de plumas, huesos y huevos semifósiles, y por úl- 
timo, la igualdad de composición del huano con los exerementús 
que depositan en la actualidad las aves marinas que habitan la cos- 
ta del Perú, si se exceptúa la mayor proporción de agua que con- 
tienen los excrementos frescos. 

El huano de las islas de Chincha ha sido reputado como el de 
mejor calidad, pues casi desde la superficie tiene una fuerte pro- 
porción de azoe, que raras veces baja de 14 por ciento Esto es de- 
bido á que en las islas de Chincha no llueve, mientras que el hua- 
no de las islas del Norte del Perú está sujeto,de cuando en cuando, 
á la acción de las lluvias. 

La formación geológica de las islas de Chincha pertenece á los 
terrenos de cristalización llamados primitivos, siendo la roca do- 
minante una pegmatita, formada de cuarzo y feldespato de estruc- 
tura cristalina. 

En la parte O. de la isla del Norte, la roca adquiere algunas 
escamas de mica y pasa á una variedad de granito. En otras partes 
la mica es reemplazada por el talco clorítico y la roca toma los carac- 
teres del protogino. Estas rocas se hallan inyectadas por algunos 
filones de trapp, bastante raros en la isla del Norte y muy comu- 
nes y con dirección distinta en las otras dos. Estos filones varían 
en anchura desde unos 5 centímetros hasta más de un metro, y es- 
tán á veces acompañados de vetas de petrosilex ó de feldespato com- 
pacto de color rojo de ladrillo, unidos á otros de petrosilex blanco. 

La Isla del Norte,está situada á 12 millas al N. 73 O. del puer- 
to de Pisco; tiene 33 metros de altura sobre el nivel del mar, un 
poco más de una milla de largo y media de ancho. El fondeadero 
principal se halla en la parte Norte de la isla. 

En el año de 1853, época en que se hizo la mensura del huano 


— 287 — 


existente en las islas de Chincha, la del Norte tenía 4.189,477 to- 
neladas, hoy no queda casi ni rastro. 

La isla llamada del Medio se halla media milla al Sur de la 
precedente. Aunque casi igual en superficie ála anterior, ha tenido 
una cantidad de huano mucho menor, porque la roca se eleva en 
la parte media, formando como dos promontorios casi desnudoS 
de huano. 

La cantidad de este abono hallada por la comisión encargada 
de la mensura en 1853, fué de 2.505,948 toneladas, que han sido 
exportadas en su totalidad. 

La fsla del ¡Sur es la más p+queña de las tres y está separa- 
da de la del Medio por un canal de un cuarto de milla de ancho. 
En este canal hay varias rocas, de modo que tiene mal fondea- 
dero. El mejor se halla en la boca Este del canal. Aunque esta isla 
ti ene una superficie más reducida que las dos anteriores, ha dado 
sin embargo una mayor cantidad de huano, siendo el depósito de 
mucho espesor. 

La cantidad de huano encontrada por la comisión en 1853 en la 
isla del Sur, y hoy día completamente agotada, fué de 5.680.100 
toneladas. 

Isla Blanca. — Al SE. de las islas de Chincha y al E. de la 
de Ballesta está la Isla Blanca, así llamada por el color blanco 

ue ofrece, debido á una capa de huano que la cubre. Esta isla es 
conocida también con el nombre de Novillo. . 

Isla Ballesta. — La isla que lleva este nombre se encuentra a] 
Norte de las tres Marías á milla y tercio de distancia. Es de regu. 
lar altura y en su extremo Sur se halla horadada formando un 
puente natural. 

Esta isla está cubierta de una regular capa de huano. 

Siguen hacia el Sur la Rocu Saludo, los Islotes Tres Marías y 
la Roca de Piñeiro. 

Isla de San Gallán.—A unas tres millas de la Peninsula de 
Paraca se halla la Isla de San Gallán, la que tiene dos y media mi- 
llas de largo en la dirección de NO.á SE. Esta isla es alta y de 
color blanquizco. La parte elevada suele amanecer eubierta de ne- 
blina que forma como una capa horizontal, la que se disipa luego 
que empieza á soplar el viento que llaman Paraca. 

Habiéndose notado que esta isla contenía una regular cantidad 
de huano, en el año 1870, se mandó recoger algunas muestras pa- 
ra conocer su calidad. De las cuatro muestras que he analizado, 
tres no tenían casi valor alguno por estar muy cargadas de arena y 


— 288 — 


piedrecitas y contener una cantidad insignificante de azoe. Solo 
una muestra que se dice tomada á Y pies de profundidad, lo que 
manifiesta gue el depósito tiene regular espesor, resultó tener 8.4u 
por ciento de azoe, lo que constituye un huan» de buena calidad. 

Ignoro si este depósito ha sido ó no explotado. 

Islote de Zárate. — Se halla á una milla de la costa entre la 
parte Sur de la península de Paraca y el monte Wilson: es de figu- 
ra plana en su parte superior y cortado á píque en su contorno. 

Isla de las Viejas.—Esta isla se halla situada á dos tercios de 
milla al NO. de las islas de Santa Rosa; tiene un poco más de tres' 
millas de largo en la dirección SE. á NO. y 366 metros de eleva- 
ción sobre el nivel del mar. 

El canal que separa la isla de las Viejas de las de Santa Rosa 
está sembrado de arrecifes, de modo que ninguna embarcación 
puede pasar por allí. 

Esta isla presenta en su extremo Sur, que es la parte más alta, 
un morrito ó mogote de forma cónica, llamado Pan de Azúcar. 

La formación geológica de esta isla consiste en granito y 
2nelss y sobre el cerro que mira al NE. hay una regular cantidad 
de huano, pero de no muy buena calidad. 

La Isla de las Viejas tiene un buen fondeadero en la costa del 
NE. en una excelente caleta. 

Islas de Santa Rosa. — A1 NO. del Morro Quemado se hallan 
dos islas llamadas de Santa Rosa, las que son bajas, de superficie 
plana y color blanquecino, debido á una ligera capa de huano que 
las cubre. 

Los Infiernillos.—Se ha dado el nombre de Infiernillos al con- 
junto de rocas que se desprenden de la punta llamada de Doña 
María, y entre las cuales se encuentra un farallón apartado que 
se eleva 15.5 metros sobre el nivel del mar. 

Islote de La Fuente, Islotes de Alvizuri é Islote de Jesús. — 
Desde la bahía de la Independencia, donde la costa del Perú em- 
pieza á tomar la dirección de NO. á SE hasta Arica, donde dicha 
dirección varía bruscamente de N. áS. hay un gran trecho de 
mar desprovisto de islas, notándese tan sólo unos pocos islotes, ta- 
les son: el de La Fuente situado al NE. y muy cerca del muelle del 
puerto de Islay; los Islotes de Alvizuri que se hallan á la entrada 
de dicho puerto y el Islote de Jesús inmediato ála caleta de Coco- 
tea. 

Isla del Alacrán. — Esta pequeña isla está situada cerca 
del Morro de Arica, del que la separa un canal muy angosto que 


— 289 — 


no permite el paso de buque alguno, siendo peligroso hasta para 
las pequeñas embarcaciones. 

La isla del Alacrán es baja y la rodean muy de cerca varias 
piedras. 

Desde este punto hasta el río Loa, no existe alguna digna de 
consideración, hallándose tan sólo de trecho en trecho algunos islo- 
tes, tales son: los de Colulue, la islita de /quique y los islotes de 
Yapes, de Patillos y de los Pájaros. 


Bahías y Puntas 


(De los manuscritos del señor Raimondi) 


) OMINANDO en toda la costa del Perú los vientos del SSO. al 
ESE. y teniendo la corriente marina la misma dirección de 
la costa, solo las bahías defendidas por ese lado pueden 
ofrecer un fondeadero seguro; y así los mejores puertos 
tienen por el lado sur algún cerro, lengua de tierra Ó punta 
que se avanza al mar; pues las bahías abiertas por ese lado están 
expuestas á fuertes marejadas y grande reventazón. 

Empezando la enumeración de las bahías y puntas de la costa 
del Perú por el Norte, como se ha hecho para las islas, tenemos: 

Bahía de Tumbes. —En la ensenada formada por la punta de 
Malpelo se halla la espaciosa y abrigada bahía de Tumbes. El me- 
jor tenedero de esta bahía se halla 3 millas al E. del extremo de 
dicha punta y al N. de la boca del río, en un paraje llamado El 
Pozo. 

El río de Tumbes desemboca en la misma bahía, pero en tiem- 
po de crecieite entra al mar por varias bocas. 

Punta de Malpelo.--Se encuentra esta punta á 3? 30” 40” de 
latitud Sur; es baja y muy saliente y forma el límite sur de la 
grande ensenada de Guayaquil y al mismo tiempo sirve de abrigo 
á la bahía de Tumbes. 

Caleta de Malpaso ó Zorritos.—A unas 13 millas al SO. de la 
punta anterior, se halla la caleta de Malpaso ó Zorritos, la que tie- 
ne muy buen fondeadero. Está rodeada de un barranco acantila- 


13 


ES 


do y sobre una meseta que forma este último se hallan algunos: 
ranchos. Por esta culeta y por la de Boca de pan, situada 5 millas: 
al SO., la hacienda de Máncora exportaba ahora años grandes canti- 
dades de Orchilla, industria que quedó arruinada con el descubri- 
miento de los colores de anilina. 

Cerca de la Caleta de Malpaso ó Zorritos hay abundantes ver- 
tientes de petróleo de excelente calidad, y un establecimiento don- 
de se beneficia para obtener el kerosene y otros. 

Punta de Picos. —A nueve millas y media al SO. de la Caleta 
precedente, se halla la punta de Picos, así llamada por una serie de 
cerros que rematan en punta á manera de picos, los que se elevan 
á 213 metros de altura sobre el nivel del mar. 

Punta de Sal.—Esta punta es muy baja y poco saliente. Se 
halla situada á 19 millas de la punta de Picos. 

Quebrada de Máncora.—A poco más de seis millas al SO. de 
la punta de Picos, se encuentra la quebrada de Máncora, cuyo río 
está casi siempre seco; y 8 millas al SO. está la caleta del mismo 
nombre. 

La caleta de Máncora tiene regular fondeadero y por ella se 
exporta gran cantidad de leña de algarrobo que se trae hasta el 
Cailao. 

Cabo Blanco. —A doce millas y media de la punta de Talara 
en dirección casi N. á¿.S., se halla el lugar que lleva dicho nombre. 
La costa del Perú en este paraje cambia bruscamente de dirección 
dejando la que tenía hacia el SO. para correr casi hacia el Sur. En 
el ángulo formado por este cambio de rumbo existe una punta de 
piedras, poco avanzada en el mar, que remata en un mocrito re- 
dondo y de color blanco que es el que da nombre al cabo. 

Punta de Talara. —Entre el Cabo Blanco y la punta de Pariña, 
existe otra llamada de Talara, formada de varias piedras bajas vi- 
sibles y cercanas. 

Punta de Pariña. — Esta punta, cuyo extremo Norte se halla á 
4. 40 50” de latitud Sar y S1”. 20 45” de longitud O. de Green - 
wich, es formada de rocas oscuras y termina en un promonto- 
rio de 25 metros de elevación sobre el nivel del mar. 

La punta de Pariña es notable bajo el punto de vista geográ- 
fico. por ser el paraje más occidental de Sud América. 

Punta de Paíta.—A 264 millas de la punta de Pariña está 


la de Paita, la que tiene en su contorno varias piedras visi- 
bles. 
Puerto de Paita. -Al este de la precedente punta se halla el 


ñ 


— 291 — 


hermoso y ancho puert)> de este nombre, que es el principal del de- 
purtamento de Piura. En cualquier parte de este excelente puerto 
hay fondeadero seguro, hasta cerca del muelle y de la población, 
que se encuentra al lado sur. — Esta última es abundante en provi- 
siones, pero el agua es costosa; pues hay que traerla desde el pueblo 
de Colán, distante unas dos leguas, y á veces de un lugar llamado 
la Huaca, situado en la orilla del río de la Chira, á más de 6 leguas 
de Paita. 

El puerto de Paita está rodeado hacia el E. y NE. por un ele- 
rado barranco casi cortado á pique, sobre el cual se extiende un te- 
rreno llano conocido en el país con el nombre de Tablazo. 

Buhia de Sechura. —Esta espaciosa bahía está abierta al 
O. y NO. y de consiguiente bien abrigada de los vientos del SE. La 
bahía de Sechutra tiene 35 millas de boca y 14 de saco; ofrece buen 
fondeadero en todas partes, pero los surgideros que se usan de pre- 
ferencia-son los llamados Sulina y El Pueblo. 

El principal artículo que se exporta porla bahía de Sechura 
es la sal. 

El río de Piura desemboca en la parte NE. de la bahía cerca 
del pueblo de Sechura. 

Punta de Pizura.—A la entrada de la gran bahía de Sechu- 
ra, en la parte sur, existe la punta llamada de Pizura, la que con- 
siste en varios cerrites de donde se destacan algunas rocas. 

Punta de Nonura.—A un poco más de 5 millas al SÉ. de la 
precedente punta, hay otra llamada de Nonura, que se prolonga 
un poco al NO. 

Punta de Aguja.—La punta así llamada está á 3 millas y 
media de la de Nonura. Consiste en una lengua baja de tierra are- 
nosa que avanza al mar, y cuyo remate jes un morrito escarpado 
que tiene 46 metros de elevación. Varias piedras y farallones se 
destacan del lado norte. 

Falsa Punta de Aguja.—Dáse este nombre á una punta baja 
y poco avanzada que se halla á 5 leguas al sur de la anterior, y es 
el extremo oeste del gran seno de Lambayeque, cuya dirección 
general es al ESE. 

Rada de San José de Lambayeque.—A trece millas antes de 
llegar al Morro de Eten, viniendo del Norte, se halla la rada de 
San José, que impropiamente llaman puerto; pues no puede recibir 


este nombre un lugar enteramente abierto, sin abrigo de ninguna 
clase. 


El embarque y desembarque se hace allí por medio de 


— 20% — 


balsas, que aunque muy toscas y primitivas, sin duda alguna, 
iguales á las que usaban los antiguos peruanos antes de la con- 
quista, son al menos muy seguras: principalmente en un mar tan 
abierto, donde es muy frecuente quedar incomunicado con tie- 
rra por uno ó dos días. 

Rada de Pimentel. —El llamado puerto de Pimentel es otro 
surgidero que tiene todas las malas condiciones del de San José, 
del que dista solamente cuatro millas. 

Puerto de Eten.—Este puerto está al N. del moro del mis- 
mo nombre y aunque abrigado en parte por este último, no se ha- 
lla defendido de las marejadas del SO. que producen grandes re- 
ventazones. 

Unos barrancos escarpados que rodean al puerto, casi no dejan 
playa. Sin embargo es mucho mejor que los de San José y Pimen- 
tel. 


La costa al norte del puerto es formada de playa de arena en 
la que azota el mar con mucha fuerza. 

Caleta del Progreso.—Esta caleta situada entre el morro de 
Eten y la caleta de Chérrepe, de la que dista siete millas hacia el 
norte, tiene un fondeadero desabrigado á una milla de tierra. En 
este lugar no se encuentran recursos de ninguna clase, habiéndose 
abierto la caleta tan solo para la exportación de leña, carbón y 
otros productos de las haciendas cercanas. 

Caleta de Chérrepe.—La caleta de este nombre se encuentra 
inmediatamente al norte dela Punta de Zaña, que le sirve de 
abrigo. Tiene buen fondeadero para los buques que vienen á car- 
gar los productos de las haciendas de Cayaltí, Ucupe y otras situa- 
das á poca distancia, para cuya exportación ha sido habilitada. 

Rada de Pucasmayo.—A 154 millas de la Punta de Zaña, con 
dirección al SSE., se encuentra la Rada de Pacasmayo, que comun- 
mente llaman puerto. El mejor surgidero se encuentra al O. del 
pueblo á 43 cables de la. playa. 


El embarque y desembarque se hace fácilmente mediante el 
largo muelle de fierro provisto de rieles, sobre los cuales corren los 
carros, algunos de los cuales, provistos de arbol y vela como una 
embarcación, son movidos por el viento. 

Punta de Pacasmayo. —Esta punta se halla inmediatamente 
al sur de la rada anteriory á siete millas delade Arcana. La 
parte que media entre estas dos puntas es baja, arenosa y con fuer- 


29 


tez reventazones, mientras que la parte que forma la punta es más 
alta y se adelanta sobre el mar con saave descenso. 

Caleta Puemac.—Inmediatamente al norte de la punta Arca - 
na, llamada también Puemac, se halla la caleta que lleva este últi- 
mo nombre. Como está poco abrigada se experimenta una mareja- 
da muy molesta. 

Punta Arcana ó Puemac.—Esta punta es la que defiende, aun- 
que muy imperfectamente, la caleta anterior. Es poco saliente y se 
halla 124 al NO. de la punta de Malabrigo. 

Rada de Malabrigo.—La rada de este nombre forma una 
grande ensenada abrigada por el lado sur, pero abierta al SO., O. y 
NO. Su mejor surgidero se encuentra en el fondo de la ensenada, 
entre las casas y una pequeña punta negra llamada el Observato- 
rio. En la rala de Malabrigo hay en general poco fondo; pues á 
una milla de tierra no se encuentra más de Y á 10 metros de pro- 
fundidad, en todas direcciones. 

Punta de Malabrigo.—A unas 15 millas hacia el NO. del valle 
de Chicama, y formando el lado sur de la ensenada de Malabrigo, 
se halla el cerro y punta de este nombre. 

El cerro adelanta sobre el O. presentándose como aislado; tie- 
ne 250 metros de altura sobre el nivel del mar, y termina en va- 
rios mogotes que se internan al mar y forman la punta. 

Caleta del Brujo.—A 3 millas al norte del valle de Chicama y 
casi E.0. con el pueblo llamado Magdalena de Cao,se halla la cale- 
ta del Brujo,conocida también con el nombre de San Bartolomé. Su 
tenedero es muy malo por las numerosas piedras sueltas de que es- 
tá sembrado y por la fuerte marejada. 

Puerto de Huanchaco. — El puerto de este nombre se halla á 
14 4 millas de la desembocadura del río de Chicama, en dirección 
casi al SE. Tiene mal fondeadero á una milla de tierra, pues no 
tiene abrigo para la continua marejada que se experimenta de 
través y en tiempo de bravezas revienta el mar muy afuera. 

Los indígenas acostumbran, para pescar, unas balsitas de 
totora que llaman caballitos, desafiando con estas débiles embar- 
caciones el furor de las olas del mar embravecido; pues siendo muy 
buenos nadadores y prácticos del lugar, vuelven con presteza á 
asir sus caballitos cuando les es arrebatado por las olas. 

Caleta de Huamán — A una milla al NO. de la boca del río 
Moche y muy cerca de Trujillo, se halla la caleta así llamada; su 
fondeadero es malo y no tiene abrigo alguno. 


— 294 — 


Puerto de Salaverry. — El puerto de este nombre está á 12 
millas al SE. del de Huanchaco y á sotavento del Morro Carretas. 
La playa tiene tasca como en Huanchaco, pero el desembarque se 
hace con más facilidad que en ese punto. Salaverry es puerto ma- 
yor, creado recientemente para reemplazar á Huanchaco, por ser 
más seguro. 

Caleta de GFuañape.—Esta caleta se encuentra al E. de la pe- 
queña punta que forma parte del Morro del mismo nombre. Su me- 
jor fondeadero se halla á media milla de tierra cerca de unos ran- 
chos. En la playa hay mucha reventazón, de manera que no es 
prudente desembarcar en los botes de á bordo, siendo preferibles 
para ello las lanchas de tierra. 

Morro de Gmuañape. — Este cerro está inmediato á la cale- 
ta precedente; se eleva á 214 metros sobre el nivel del mar, y co- 
mo las playas que quedan por el SE. y NO. son muy bajas, obser- 
vado de cierta distancia parece una isla. 

Fondeadero de Chao.— El fondeadero que lleva este nombre 
se halla 2 4 millas al NNO. de la caleta de Coscomba y á 1 4 de tie- 
rra frente de los ranchos que hay en la orilla. En este fondeadero 
hay continua marejada y reventazón en la playa. 

Punta de Chao.— A una milla y media hacia el norte del Mo. 
tro que lleva el mismo nombre, se haila la pequeña punta más arri- 
ba nombrada. 

Morro de Chao.—Varios morritos se levantan sobre la playa 
hacia el sur de la punta, pero el más próximo y adelantado sobre 
el mar, es el que se llama Morro de Chao. 

Bahía de Santa. — A dos millas al NNE. de la isla de Santa 
se abre la bahía del mismo nombre y de la cual forma su parte $. 
el Morro. La caleta es pequeña, pero tieme buen fondeadero de 
4345 brazas hacia el lado de la punta. 

Santa es puerto menor, y por él se embarca leña, carbón, 
arroz, algodón, etc. 

Morro de Santa.—Este Morro situado á la entrada de la bahía 
precedente, está formado por un aislado promontorio de piedras, el 
que á causa de la playa baja de arena que forma la bahía de Cois- 
ca, parece una isla. 

Bahía de Coisca. — La bahía de este nombre se halla á 34 mi- 
llas hacia el N.de la bahía del Ferrol; tiene fondeadero á dos cables 
de tierra con fondo de Y á 11 metros de agua. Este paraje está 
expuesto á fuertes rompientes que hace difícil el embarque. 


— 295 — 


Puerto de Chimbote.—La hermosa bahía de Chimbote, llama- 
da también del Ferrol, tiene siete millas de ancho; completamente 
limpia, está defendida hacia el S. por una península de cinco mi- 
llas de largo. Su boca se halla á 9 millas al NO. de la bahía de Sa- 
manco, y los islotes, del mismo nombre, la cierran por el SO.; es 
muy segura y poco menor que esta última, de la que la separa un 
istmo de arena. 

Toda la playa que rodea la isla es muy baja y arenosa, de mo- 
do que las embarcaciones no pueden acercarse á menos de media 
milla de tierra. 

Bahía de Samanco.—Inmediata á la precedente y á 14 millas al 
NO. del puerto de Casma, se halla la bahía de Samanco que es la 
más grande de todas las de la costa peruana al norte del Callao, 
pres se prolonga por seis millas de NO. á SE.; tiene tres millas 
de saco y dos y tercio de boca. En cualquier punto de esta bahía se 
encuentra fondo; desde 21 brazas, á la entrada, va disminuyendo 
gradualmente hasta sólo 33 , en la parte norte, y á 3 de milla de 
tierra. 

Morro de Samanco.—Este Morro consiste en un promontorio, 
bastante elevado de piedras negras, y se encuentra á la entrada de 
la bahía que lleva el mismo nombre. 

Punta de Samanco.—La punta llamada de Samanco es forma- 
da de cerros altos de roca oscura, en un rincón de una ensenada 
que se halla inmediatamente al norte de los islotes los Chinos. 

Bahía de Casma.—A unas 10 4 millas al SE. de la bahía de 
Samanco, se encuentran los cerros situados en la parte norte de la 
de Casma, la que tiene una abra de una milla y dos tercios. ¡n- 
ternándose hacia el [£. se descubre la playa baja de arena que ro- 
dea aquella parte de la bahía. ) 

Su mejor fondeadero se halla hacia el E. 

Morro del Calvario.—Casi á la entrada de la bahía de Casma, 
por el lado del sur, se halla el morro del Calvario,formado por rocas 
de color oscuro y acantiladas. 

Caleta Molino Redondo.—A nueve millas al SSE. del Morro 
del Calvario, está la caleta Molino Redondo, la que se encuentra á 
sotavento de la purta que lleva el mismo nombre. Esta caleta tie- 
ne regular surgidero cerca de la costa del sur, y como está des- 
habitada carece de todo recurso. 

Cerro Mongón.—Desde la caleta anterior é inmediato al mar, 
se levanta el Cerro Mongón que tiene 1189 metros de altura sobre 


— 296 — 


el nivel del mar. Este cerro se halla separado de los del interior y 
termina por picos agudos. 

Punta Molino Redondo.—Inmediato á la caleta de Molino Re- 
dondo está la punta del mismo nombre, y sobre ella se levantan 
dos mogotes, que vistos desde el sur tienen la apariencia de una 
isla. 

Punta Mongoncillo.—A nueve millas de la caleta Molino Re- 
dondo, viniendo del norte, y en una gran ensenada que forma la 
costa,se encuentra la punta de Mongoncillo que termina en un mo- 
gote alto, muy cercano al mar. 

Caleta de Culebras.—A sotavento de la punta de Culebras se 
halla la caleta del mismo nombre, la que dista de la bahía de Huar- 
mey unas nueve millas. Esta caleta tiene fondo de 6 á 8 brazas, á 
la distancia de 2 3 á 3 cables de la costa del sur. 

Punta de Culebra. — Esta punta está situada á nueve mi- 
llas al N. de Huarmey. 

Bahía de Huarmey.—Esta bahía es una ensenada formada por 
la punta Cabeza de Lagarto que avanza hacia al mar y la de- 
fiende por el sur. 

Cabeza de Lagarto. — Dan este nombre á un mogote en que 
terminan unos barrancos de piedra oscura, que defienden por el 
lado sur la bahía de Huarmey. 

Morro del Bufadero. — A trece millas al SSE. de la Cabeza de 
Lagarto, se halla el morro llamado del Bufadero. Un poco al inte- 
rior de este morro se encuentra el Cerro de las Tetas que se eleva 
á 404 metros sobre el nivel del mar. 

Bahía del Framadal.—Continuando al SE. por ocho y media 
millas del morro Bufadero, se llega á la punta del Jagúey, que 
forma la bahía del Gramadal. Esta bahía tiene buen fondeadero 
abrigado hacia e: sur, con 9 á 13 metros de agua, y debe su nombre 
á la grama que cubre á muchos mogotes. 

Punta Jagíiey.—La punta así llamada es la que sirve de abri- 
go á la bahía del Gramadal. 

Punta de los Callejones. —Esta punta es elevada y saliente ha- 
cia el O. y se halla á 6 4 millas de la de Jagiiey. 

Punta Santander.—Situada á 8 $ millas al SE. de la punta de 
Callejones, dista dos y media millas del cerro de la Horca. 

Entre la punta de Callejones y la de Santander, se halla, á 
unas seis millas hacia el exterior, el elevado cerro llamado Pico de 
Pativilca, que aparece en la carta inglesa con el nombre de Monte 


"] Pm 
e 07 


> 


Darwin. Este cerro es de forma cónica algo aguda y tiene 1765 me- 
tros de elevación sobre el nivel del mar, * : 

Cerros de la Horca y de la Portaleza.— A wnas tres millas al 
SE. de la punta de Santander y donde termina, por el N,, el va: 
le de Pativilca, se halla hacia el mar un cerro llamado de la Hor - 
ca. y á poca distancia, hacia el E., otro menos elevado en el que se 
encuentran las ruinas de una fortaleza del tiempo de los Incas. 

Bahía de Barranca. — A nueve millas hacia el SE. de los 
cerros de la Horca, está la pequeña bahía de Barranca, que casi 
es inaccesible por la continua reventazón que impide acercarse á la 
orilla. 

Morro de Barranca. — Así se llama el pequeño morro que 
sirve de abrigo á la anterior bahía, 

Bahía de Supe. —A dos millas al SE. del morro de Barranca se 
encuentra la bahía de Supe, la que es abrigada y ofrece buen te- 
nedero con 7 á 12 metros de profundidad, 

Punta Patillos.—Esta punta es la que sirve de abrigo á la ba- 
hía de Supe. 

Punta Tomás 6 Supe.—Inmediato á la punta de Pavillos se en- 
cuentra algo al sur otra llamada Tomás. 

Punta Atahuanqui.—A 4 $ millas al SE. de la punta Tomás ú 
Supe está la de Atahuanqui, que entra muy poco al mar, es muy 
roqueña y acantilada y de color negro salpicada de blanco. 

Puerto Begueta.—Este puerto, situado á sotavento de la pun- 
ta del mismo nombre, no presta seguridad, tanto por el poco abrigo 
como por la marejada, 

Punta de Begueta.—Esta punta inmediata al puerto de igual 
nombre, es rocallosa y rodeada de piedras hasta cerca de media mi- 
lla hacia el norte. 

Caleta de Carquin. — A poco más de seis millas al S,SE. del 
puerto de Begueta se halla la caleta de Carquín, la que no es fre- 
cuentala á consecuencia de la mucha reventazón que hay en la 
Playa. 

Punta de Carquín.—A dos millas de la punta de Huacho, ha- 
cia el N. 40 O., se encuentra la punta liamada de Carquín, la que 
es formada por un pequeño mogote, 

Pnerto de Huacho. — El puerto de Huacho está inmediata- 
mente al NE. de la punta de su nombre, Tiene regular fondeade- 
ro de catorce á ocho metros, á unos tres cubles de la playa del SE. 

Huacho es puerto menor y hay en él un movimiento de em- 

15 


— 298 — 


barque bastante activo, pues abunda en frutas, aves y otras 
provisiones. 

Bahía Salinas. —Inmediata al puerto de Huacho y hacia el $., 
se abre la espaciosa bahía que tiene tres millas de saco y 4 4 de 
boca y en la que se puede fondear en cualquier punto. 

Punta Baja. — El promontorio que sirve de abrigo á la bahía 
de Salinas, al terminar ésta, tuerce bruscamente, dirigiéndose 
de N. áS. por cinco millas, Tiene en su extremo N. la punta Baja y 
casien su extremidad 5. la punta de Salinas, sirviendo de abrigo 
á un pequeño seno llamado La Herradura de Salinas. 

Playa Grande.—Desde la punta sur del promontorio hasta el 
puerto de Chancay, corre la costa por 27 4 millas con dirección ge- 
neral casi al O.NO. Todo este trecho llamado Playa Grande es in- 
abordable por la continua reventazón, y es sobre esta playa donde 
varan casi siempre los botes, barriles, madera, etc. que vienen al 
varete desde el Callao. 

Puerto de Chancay. — A sotavento de la punta de Chancay se 
encuentra el puerto del mismo nombre que tiene fondo de veinti- 
cuatro á doce metros á la distancia de tres cables de tierra. 

La población de Chancay se halla á ocho kilómetros de distan” 
cia sobre los barrancos del N. 

Punta de Chancay. —Inmediata al puerto de Chancay está la 
punta así llamada. Tiene tres mogotes á su extremo y ofrece un 
morrito acantilado de regular altura y separado de los cerros del 
interior. y 

Punta de Pasamayo. — A 57) millas al SE. de la punta de 
Chancay y á ocho millas hacia el N. 16 O. de la de Mulatas, se ha- 
lla la de Pasamayo, que es poco saliente y tiene rompíentes sobre 
las piedras inmediatas. 

Punta Toma y Calla.—Tres y tercio millas al SSE. de la pu 
ta anterior, está la de Toma y Calla, que es alta, roqueña y for- 
mada de capas de distinto color. 

Puerto de Ancón. — Inmediatamente á sotavento de la punta 
Mulatas, se halla el excelente puerto de Ancón. 

Tiene tenedero muy seguro cerca de tierra á la distancia de 
tres á dos y medio cables hacia el seno del SE., con fondo de arena 
en catorce á nueve metros de agua. 

Punta Mulatas. — La punta así llamada está á tres millas ha- 
cia el N. de la llamada Punta de Pancha; es alta, formada de va- 
rios cerros y mogotes, y avanza al mar hacia el NO. 


299 — 


Punta Bernal. — Esta punta consiste en una lengua de tierra 
que se desprende del cerro llamado Montón de trigo. 

Bahía del Callao. —Esta hermosa y cómoda bahía que es re- 
putada como la mejor de la costa occidental de Sud América, por 
su extensión, comodidad, abrigo é importancia comercial, está 
abierta hacia el NO. y N.; limitada hacia el SO. por la isla de San 
Lorenzo; al S. por la lengua de tierra llamada La Punta y al E., 
por la costa que corre hacia el N. 

En esta bahía se encuentra fondo en todas partes con buen 
tenedero de fango, desde ocho metros muy cerca de tierra, hasta 
treinta y seis, al centro de la bahía,esto¡es, á cuatro millas distante 
de tierra. Por estar abrigado del mar del sur, y por hallarse cer- 
ca del muelle, el mejor punto para fondear es á sotavento de la cos- 
ta sur. 

La mar brava.—El trecho de costa desde La Punta hasta Mi- 
raflores es inabordable casi en toda época del año, por la contínua 
reventazón que hay en este paraje, porcuyo motivo es conocido 
con el nombre de Mar brava. 

Punta del Callao.—Se conoce con este nombre ó simplemen- 
te con el de La Punta, la lengua de tierra y piedras que separa la 
parte sur de la bahía de la Mar brava. 

Ensenada de Chorrillos. —Desde La Punta del Callao empieza 
hacia el S. una espaciosa ensenada que se extiende hasta la punta de 
Chorrillos. Esta ensenada se halla flanqueada por elevados barrancos 
de terrenos de aluvión casi cortados á pique sobre el mar, y que van 
bajando paulatinamente hacia el N. 

El mejor fondeadero de Chorrillos está situado á sotavento de 
la punta del mismo nombre. 

Punta de Chorrillos.—La parte sur de la bahía de Chorrillos 
remata en una punta que lleva este nombre, la que se desprende 
del cerro que forma parte del Morro por el N. y que es conocido 
con el nombre de Salto del Fraile. 

Caletas.—Al doblar la punta de Chorrillos hacia el S. se en- 
cuentra una pequeña caleta limitada porel Morro Solar, conti” 
nuando al sur una milla se llega á otra caleta que tiene por límite 
S. la Punta Solar. 

En ambas caletas hay fondeadero de nueve á cinco brazas á 
tres cables de tierra. : 

El Morro Solar que domina la bahía de Chorrillos y las dos ci- 

- tadas caletas, se elevan á 266 metros sobre el nivel del mar. 

Playa de Conchán.—Desde la punta del Morro Solar empieza 


— 300 — 


auna playa baja llamada de Conchán, con cerros altos hacia el inte- 
rior, la que continúa por 114 millas hasta Lurín,con dirección 
casi al E.SE, 

Ensenada de Lurín, — Cerca del pueblo de Lurín, siguiendo 
hacia el S., empieza una gran ensenada hasta el puerto de Chilca 
que dista 12 millas, con dirección general al SE. 458. 

Todo el seno que forma la costa ofrece fondeadero de veinte á 
catorce metros á una milla de tierra. Se puede foudear delante del 
pueblo en diez metros á la misma distancia. Esta ensenada carece 
le abrigo, y por consiguiente se experimenta fuerte marejada de 
través. 

Puerto de Chilca. — Doce millas al sur de Lurín se halla e] 
puerto de este nombre. Es pequeño, pero tiene regular tenedero 
entre el islote que se desprende por el N. y la playa del E. 

Punta de Chilca.—Esta punta está dos millas al sur del puer - 
to de igual denominación. 

Morro de Calavera.—Cinco millas al SE. F E. de la punta de 
Chilca, se encuentra este Morro, el que es formado de rocas ne- 
gruzcas con manchas blancas de huano y se destaca aislado sobre 
el mar. 

Alto de Salazar, —Countinuando hacia el SÉ. por ocho miilas, 
se llega á la desembocadura del río de Mala, y una y media millas 
más adelante se encuentra el cerro llamado Alto de Salazar, que 
tiene 117 metros de elevación. 


Punta Chocalla.—Esta punta se halla á 3 ¿ millas al SE. de 
Alto de Salazar; es formada de rocas negras con manchas blan- 
quizcas de huano. 

Punta Malpaso de Asía.—A tres millas al S.SE. de la punta 
anterior, se halla la de Malpaso de Asia; lo único que tiene de no- 
table es que la alta marea cubre el camino que pasa al pie. 

Punta Loberia.—Siguiendo la costa por nueve millas al SE.¿5. 
desde la punta Malpaso de Asia, se encuentra la punta Loberia, as; 
llamada por la gran cantidad de lobos marinos ( focas ) que fre- 
cuentan aquel paraje. 

Puerto de Cerro Azul, — A cinco millas en dirección casi al 
sur de la punta anterior, está la caleta conocida con el nombre 
de Puerto de Cerro Azul; tiene fondo de piedra y está sujetoá con- 
tinua marejada del SO. con fuerte reventazón, lo que hace su tene- 
dero poco seguro. 


e 


— 301 — 


Punta Fraile.—Esta punta se halla inmediata al puerto, sir- 
viéndole en algo de abrigo. La parte que avanza al mar ofrece un 
morrito de piedra acantilado y cubierto de una capa blanquizca 
de huano. 

Puerto de Tambo de Mora.— Siguiendo lá costa con direcció n 
al SE. se encuentra á seis y media millas de la punta Fraile, la de- 
sembocadura del río de Cañete, y á 28 millas más adelante, en la 
misma dirección, la quebrada, casi siempre seca, llamada del Jagiey. 
Desde este punto continúa la costa con dirección al S.SE., y 483 
millas distante se halla el puerto de Tambo de Mora. 

Este puerto situado inmediatamente al norte del río de Chin- 
cha no es muy antiguo y ha sido creado para favorecer el em- 
barque de Jos productos del valle de Chincha, tales son: vinos, 
aguardientes, azúcar, algodón, etc. 

Este puerto tiene el fondo de fango, con diez á siete metros de 
agua á media milla de tierra, y está muy expuesto á la mareja- 
da del SO. 

Puerto de Caucato. — Se da este nombre á un pequeño recodo 
que forma la costa al norte de unos cerritos próximos á la desem- 
bacadura del río de Pisco y que se conocen bajo la denominación de 
Altos de Caucato. 

El fondeadero de este puerto es desabrigado, experimentándo- 
se en él mucha marejada y fuerte reventazón en la playa. Tiene 
fondo de diez á ocho metros á una milla de tierra. 

Puerto de Pisco. — Aunque comunmente se comprende con el 
n3mbre de bahía de Pisco al seno limitado por la isla de San Gallán 
la gran península de Paracas y la costa al E. y N.,el verdadero puer 
to está situalo al N. 65 E. de la isla Blanca, de la que dista cinco y 
media millas. 

El puerto de Pisco no está abrigado de la marejada del SO.qué 
es casi constante; tiene surgidero con fondo de fango de catorce á 
ocho metros, pero el mejor fondeadero es al SO. del muelle á dos 
cables de la punta, donde hay ocho metros de agua. 

Es puerto mayor y por él se hacen grandes exportaciones de 
los productos del país, siendo el principal el aguardiente de uva. 

Bahía de Paracas.—Doblando por el N. la península de Para- 
cas y la punta Ripio que es su extremidad NE., se abre la espaciosa 
y segura bahía que lleva el mismo nombre de Paracas, la que tiene 
cuatro millas N.-S. de seno ó saco y dos y media de boca, y ofrece 
un tenedero bueno y seguro en fondo de fango de veintidsó á diez 
metros á la entrada, que va disminuyendo hacia el interior. 


— 3092 — 


Península de Paracas.— El conjunto de tierras altas y cerros 
que miden 9 millas de largo en sentido SO.-N £. y 4 $ millas de SE.— 
NO., y que se hallan unidas al Continente por el SE. con un plano 
de arena de cuatro millas de ancho, es lo que se conoce con el 
nombre de península de Paracas. El punto más elevado de esta 
península es el morro Lechuza que tiene 482 metros de altura so- 
bre el nivel del mar y está situado cerca de la Punta Huacas, q ue 
está al extremo SO. de la península. 

En la parte N. de la península de Paracas está la punta del 
mismo nombre y al extremo NE. la punta de Ripio. 

Monte W:ilson.—Dejando la península de Paracas y siguiendo 
la costa en dirección casi al sur, se halla á 10 millas de distancia 
el Monte Wilson, que está cortado á pique sobre el mar y tiene 433 

metros de elevación sobre este último. 

Cerros de Carretas.—Dáse este nombre á los cerros que for- 
man la península que cierra por el N. la bahía de la Independen- 
cia. Estos cerros cuya elevación es de 447 metros, constituyen co- 
mo un promontorio de piedras negras escalonadas que vienen ba- 
jando hacia el 5. formando en su extremo una punta. 

Bahía de la Independencia.—Entre la punta S., formada por 
los cerros de Carretas y la punta Dardo en la extremidad N. de 
la isla de las Viejas, se halla la ancha entrada de la espaciosa ba- 
hía de la Independencia, la que tiene 15 miilas de largo de NO. á 
SE. y 3% de ancho. Está abrigada al S. y SO. por el mo- 
rro Quemado y las islas de Santa Rosa y la de las Viejas. Su fondo 
es de piedra y arena gruesa en su parte S., pero los más seguros 
surgideros se hallan en el extremo $. de la bahía ó al NE. de la is- 
la de las Viejas. 

La bahía de la Independencia, además de la entrada ancha del 
N. llamada Trujillana, tiene otra más angosta y más segura al 
S. lenominada canal de Serrate, entre las islas de Santa Rosa y el 
morro Quemado. 

Esta bahía no figura en las cartas marinas españolas; pues 
fué descubierta accidentalmente por los buques de trasporte Dar- 
do y Trujillana que llevaban tropas á Pisco, y que habiendo en— 
trado por equivocación á esta bahia, naufragaron, pereciendo una 
gran parte de la tropa. En recuerdo de tan desgraciado accidente 
se dió el nombre de Trujillana á la entrada más ancha y Dardo á 
la punt 2 la isla de las Viejas, recibiendo la bahía el nombre 
de h '. por ser este el lugar adonde recalaron por pzz- 


” 


— 308 — 


mera vez las tropas del General San Martín que proclamó la inde- 
pendencia del Perú. 

Morro Quemado.—La parte sur de la bahía de la Independen- 
cia está formada en parte por un cerro que tiene 630 metros de ele- 
vación sobre el mar, el que se conoce con el nombre de morro Que- 
mado. 

Punta Azua.—A 154 millas al SE. del morro Quemado se ha- 
lla la punta de Azua. Tiene al pie un mogote cortado perpendicu- 
larmente y está rodeado de muchas piedras. 

Punta de Doña María.---Siguiendo la costa con dirección ge- 
neral S. SE. por 10 millas, se encuentra la punta llamada Doña Ma- 
ría, la que se halla casi E-0. ron el cerro denominado Mesa de Do- 
ña María. La punta en cuestión es alta y roqueña, de color oscu- 
ro y con manchas blancas de huano. 

Mesa de Doña María.—Se da este nombre á un cerro que se 
eleva 658 metros sobre el nivel del mar, á 13 millas distante de la 
costa y 44 millas de la punta del mismo nombre. Tiene la forma 
de un cerro truncado. 

Punta de Olleros. —A unas 9 millas casi al E. SE. de la Mesa 
de Doña María, se encuentra la punta llamada de Olleros. Es baja 
y arenosa y se desprenden de ella dos farallones hacia el O. 

Río de Ica.—A $ millas en la misma dirección de E. SE. está 
la desembocadura del río de Ica, el que corre en una quebradi- 
ta angosta y tortuosa, de modo que nose puede distinguir sino 
cuando se está muy cerca. 

Puerto Caballos ó Nazca.—Siguiendo 64 millas en la misma 
dirección desde el río de Ica, se llega á la pequeña ensenada lla- 
mada puerto Caballos ó6 Nazca. Su surgidero se halla en 11 me- 
tros de agua con fondo de arena gruesa á 13 cables de tierra. 

Cabo Nazca.—A dos millas casi al S. del puerto Caballos es- 
tá el cabo Nazca, elque tiene 311 metros de elevación sobre el 
nivel del mar. Es de color oscuro y tiene en su base dos morritos 
de regular altura. 

Punta de Beware.—Siguiendo la costa con dirección casi al 
SE. se encuentra á 4 millas la quebrada de Changuillo y 1! millas 
más adelante la Punta llamada de Beware, la que es alta, de color 
oscuro y rodeada de piedras visibles. 

Bahía de San Nicolás. —Desde la punta anterior se puede de- 
cir que empieza la espaciosa y excelente bahía de San Nicolás, li- 


.mitada al S. y SO. por la punta del mismo nombre y un islote que 


— 301 — 


se desprende de ella. Esta bahía tiene un abrigado surgidero en el 
fondo de la ensenada cerca de tierra, en donde hay 24 á 14 metros 
de agua. 

No existe agua potable ni se hallan recursos de ninguna clase, 
ní en el puerto ni en las inmediaciones, y sólo es frecuentada poY 
los buques que vaná cargar algodón, cochinilla, etc. 

Punta de San Nicolás.—Se da este nombre á la punta que se- 
para la bahía de San Nicolás, —que constituye su parte Sur,— 
del puerto de San Juan. Esta punta es formada de rocas negras, 
con manchas blancas y de color ocre, debidas á ligeras capas de 
huano. Varias piedras bajas y peligrosas rodean tanto la punta co- 
mo el islote. 

Cerro de Acarí.—Este cerro se eleva á 503 metros sobre el ni- 
vel del mar y está situado á una y media millas al N. 6 E. de 
la punta de San Juan. 

Puerto de San Juan.—La punta de San Nicolás separa la ba- 
hía del mismo nombre del puerto de San Juan, al que le sirve de 
abrigo la punta que tiene igual denominación que el puerto de 
que se trata. 

El puerto de Sau Juan es excelente tanto por ser espacioso co- 
mo por su seguro fordeadero de 28 á 16 metros cerca de tierra en la 
costa del SE. Está deshabitado y por consiguiente carece de todo 
recurso. 

Punta de San Juan.—Se llama así la punta que defiende al 
puerto del mismo nombre por el lado del sur. 

Punta de Lobos ó Sombrero.—A 17 millas al E. SE. de la pun- 
ta de San Juan se halla la de Lobos ó Sombrero, que es formada 
de cerros elevados que avanzan al mar, existiendo en su base algu- 
nas rocas en las que se estrellan las olas. 

Puerto de Lomas.—Siguiendo en la misma dirección E. SE. y 
á 7 millas de la punta de Lobos, se halla el puerto de Lomas que 
tiene fondeadero bueno y seguro cerca de tierra en el seno del E., 
en 22 á 14 metros con fondo de arena. 

Por este puerto se exportan los productos de la hacienda de 
Chocavento que está á 26 millas de distancia. 

Punta de Lomas.—A siete millas distante de la punta de Lo- 
bos, en dirección E. S£., se encuentra la de Lomas, la que es baja 
en el punto donde se desprende de la tierra, pero alta y rocallosa 
en la parte que avanza al mar. 

Punta de Paquija ó Chaviña—La punta así llamada se en- 
cuentra á 10 millas al E. SE. de la de Lomas. Es alta y poco salien- 


— 305 — 


te; y tiene un arrecife que se prolonga dos tercios de milla hacia 
elO. (1. 

Punta de Chala.—S'guiendo siempre con dirección al ESE. 
que es la de la costa, se halla á las 3 millas de la punta de Paqui- 
ja 6 Chaviña la quebrada de Lomas ó Chaviña; en seguida, 7 mi- 
llas más lejos se encuentra la quebrada de 4t2quipa, y por fin diez 
millas más adelante de esta última, está la punta de Chala. Dos 
millas antes de Atiquipa se halla la Caleta de Ocopa y tres millas 
después de la misma quebrada de Atiquipa se encuentra la peque- 
ña Caleta de Tanaca, las que no figuran en la citada carta inglesa, 

Morro de Chala. —Este cerro situado á cuatro millas casi al 
N. de la punta del mismo nombre, es notable por su altura, que al- 
canza á 1,140 metros sobre el nivel del mar. Visto por la parte del 
sur aparece en forma de grandes escalones que avanzan al mar. 

Puerto de Chala.—A 8 millas al E.SE. de la punta de Chala se 
halla el puerto de este nombre que no es más que una pequeña 
inflexión de la costa que tiene varias rocas á barlovento. Hallán- 
dose este puerto casi sin abrigo alguno está expuesto á una 
continua marejada y reventazón en la playa. 


Este puerto tiene fondo de piedra de 40 á 30 metros á 14 mi- 
lla del desembarcadero. 


Caleta de Saguas.—La caleta así denominada hállase á 12% 
millas del puerto de Chala en dirección E.SE. Tiene fondo de 30 á 16 
metros á tres cables de tierra. Esta caleta se hace á veces inabor- 
dable, pues no teniendo abrigo para la marejada del SO. la mar azo- 
ta con mucha fuerza las piedras de la playa. 

Punta de Loboso.—Siguiendo la dirección de la costa al SE. 
por 21 millas, se llega á la punta baja y pedregosa llamada de Lo- 
boso. Esta punta termina al O. con rocas negras manchadas de 
blanco por un poco de huano. 

Rada de Atico.—A 8 millas de la punta anterior con direc- 
ción E.SE. se encuentra la excelente rada de Atíco que es abri- 
gada; tiene fondo de 224 18 metros muy cerca de tierra. Se 
puede atracar con facilidad varando en la playa. 

Punta de Atico ó Blanca.—Esta punta está á sotavento de 
la parte sur de la rada anterior. Varias piedras puntiagudas se 


(D. En la carta inglesa 1279 no aparece la punta de Paquija, viéndose en su lu- 
gar la punta Chavini que seguramente es la misma de Paquija y que debe escri- 
birse Chaviña. 


Me 


— 306 — 


hallan diseminadas en toda la extensión de la punta las que vis- 
tas de lejos parecen islas. 

Punta de Pescadores. —Desde la punta de Atíco varía la di- 
rección de la costa, y corre de E. á O. por cerca de 5 millas, en.cu- 
yo término se halla la quebrada y valle de Atíco. Desde este pun- 
to vuelve la costa á tener la misma dirección de antes al E.SE. por 
23 millas, al cabo de las cuales se encuentra la punta llamada de 
Pescadores que es formada per cerros altos y barrancos corta= 
dos casi á pique de color negruzco que van descendiendo poco á 
poco. 

Valle y Quebrada de Ocoña.—A casi 12 millas al E.SE. de la 
Punta de Pescadores se encuentra el valle y quebrada de Oco- 
ña bañada por un río de agua permanente, y flanqueada al N. y 
S. por cerros elevados y áridos. 

Valle de Camaná.-—Siguiendo la costa, cuya dirección gene- 
ral es al E,SE. y á unas dos y media millas del río Ocoña, empiezan 
unos cerros muy escarpados sin plava alguna, y continuamente 
azotados en su base por el mar. Estos escarpes siguen por cuatro 
millas continuando después por 17 millas la costa árida con playa 
de arena flanqueada de cerros elevados hacia el interior, hasta lle- 
gar al valle de Camaná. 

Aunque hay fondo en todas las inmediaciones lo mejor es fon- 
dear frente de la población de la playa en 22 á 14 metros y de 14 
á 15 millas de tierra. Pero hallándose este paraje sin abrigo alguno 
está continuamente expuesto á las bravezas del mar. 

Cerro del Fuerte.—Casi inmediato al mar y como á una mi- 
lla al E. del río de Camaná, se levanta el cerro así llamado, por te- 
ner el aspecto de una fortaleza simulando su cortina. 


Punta de Pano.—Continuando la costa por 6 millas desde el 
cerro del Fuerte casi con dirección al E. se halla la punta de Pano, 
que es poco saliente y no tiene nada de notable. 

Caleta de Quilca.—A 93 millas, siempre en la dirección E.SE. 
de la punta de Pano, se encuentra la caleta de Quilca, notable por 
un pequeño recodo que hace hacia el interior que le da la forma de 
un garabato. 

Esta caleta tiene una entrada angosta y ofrece el mejor tene- 
dero para buques menores. Su fondo es de 18 á 12 metros. 

El mejor surgidero para los buques mayores se halla al S. de 
la caleta, entre ésta y la boca de la quebrada. 

Caleta de Aranta.—Siguiendo la dirección de la costa al 


A 


SE. 5 S. desde la caleta de Quilca, se llega después de7 millas á 
la de Aranta. 

Esta caleta es bastante cómoda y sereconoce con facilidad 
por un islote blanco que hay al 5. El fondo es de piedras en 42 
á 38 metros de agua á un cable ó cable y medio de tierra. Esta ca- 
leta no presta abrigo para los buques grandes y está rodeada de 
cerros muy inclinados. 

Caleta de la Guata.—La caleta de este nombre se halla á tres 
millas al SE. de la de Aranta; carece enteramente de abrigo y 
sólo ofrece fondeadero para las embarcaciones pequeñas. 

Quebrada y Caleta de Nonato. — Dos millas casi al S. de la 
anterior, se encuentra la quebrada y caleta de este nombre. 
La primera es muy angosta y la segunda, que se halla inmediata, 
no tiene fondeadero seguro ni abrigo alguno. 

Punta de Cornejo.--—Esta punta se halla á una milla al S.SE. 
de la caleta anterior. Es formada de farallones, en los que siem- 
pre hay reventazón. 

Caleta de Santa Ana.—Continuando dos y media millas con 
dirección al E., que es la de la costa, se llega á la caleta así lla- 
mada, la que no ofrece abrigo. 

Quebrada de Mollendito. — Al E.SE. de la anterior caleta y á 
S y media millas de distancia, se encuentra la quebrada de este 
nombre. La costa que sigue alta, rccallosa y con barrancos de 
piedra cortada á pique se interrumpe en esta quebradita, hallán- 
dose á su desembocadura una reducida playa y surgidero para 
pequeñas embarcaciones. 

Caleta Mataraní.—Tres millas al S.SE. de la quebrada de Mo- 
llendito. al pie de una pequeña quebrada abierta en el mismo seno 
al N. del puerto, se halla la caleta Matarani, que tiene adelante 
una pequeña playa de arena. Es el mejor tenedero de la ensenada 
de Islay. 

Puerto de Islay. -— Este puerto, uno de los principales de la 
costa del Perú, ofrece el aspecto de una gran fosa redonda rodea .- 
da de barrancos y peñascos cortados casi á pique, que no dejan 
playa alguna en su base. 

El fondo en el puerto de Islay es de piedra con 22 á 26 metros 
de agua, á medio cable de tierra, y va en aumento hasta 30 á la 
mitad del puerto. 

Punta de Islay. — Al sur é inmediato al puerto de Islay, se 
halla la punta del mismo nombre que forma una faja oscura de- 
bajo de los cerros blancos que corren al E. hacia Mollendo. 


— UNES 


Puerto de Mollendo.—Este puerto se halla á 5 millas al E. de 
la punta de Islay; su fondo es de arena gruesa con 24 metros de 
agua, cerca de la costa, y 44 á 3 cables distante de tierra. Hay 
algunas piedras al N. y S. pero son fáciles de evitar. 

Caleta de Mejía —La caleta de este nombre se encuentra á Y 
millas al SE. del puerto de Mollendo. Su fondeadero es de 20 á 18 
metros, á 5 y medio ó 6 cables distante de tierra. No ofrece abrigo 
y siempre hay reventazón en la playa. 

Quebrada de Chule.—A unas dos millas en la misma dirección 
SE. se halla una quebradita llamada Chule, de donde se puede obte- 
ner una pequeña cantidad de agua potable. 

Punta de Méjico.- Siguiendo la costa en la misma dirección 
anterior, y á unas cinco millas del lugar llamado Chule, se llega á la 
Punta de Méjico, la que es baja y saliente y formada por la mis- 
ma playa de arena. 

En este paraje no hay fondeadero seguro, encontrándose fon- 
do de 10 á 12 metros á una milla de tierra. 

Valle de Tambo.—Inmediato á la punta anterior desemboca 
el hermoso valle de Tambo, que es bastante ancho cerca del 
mar; pero se va angostando hacia arriba, á medida que se va 
acercando á los cerros. 

Cabo Peje-Perro.—Dase este nombre á un pequeño promon- 
torio situado á 10 millas de la punta de Méjico siguiendo la di 
rección de la costa al E.SE. Este paraje está expuesto á la fuerte 
marejada y reventazón de la playa. 

Caleta de Cocoteu.—A unas 3 millas hacia el SE. del cabo an- 
terior se halla la caleta de este nombre, la que tiene cerros altos 
en ambos lados y una quebrada en el fondo. Tiene tenedero con 
fondo de 26 á 16 metros. Comunmente esta caleta es visitada 
por los buques que van á cargar huano para la agricultura del 
país. 

Caleta de Pacay. — Hállase esta caleta á 4 y media millas de 
la anterior en dirección hacia el SE. Su fondo es de piedra en +0 
á 36 metros de agua y á cuatro cables de tierra. Es el lugar donde 
se desembarca el huano que se introduce hacia el interior. Exis- 
ten allí unos pocos ranchos de pescadores. 

Punta de Pacay. — Esta punta está inmediatamente al S. de 
la caleta anterior. Es alta, rocallosa y remata en barranco en su 
extremidad. 

Caleta y Quebrada de Yerba-buena.---La caleta y quebrada 
así llamadas, están á 13 y media millas al SE. 5” E. de la punta de 


300 


Pacay, tiene regular fondeadero de 20 á 16 metros y á dos cables 
de la punta de su nombre. Presenta á veces alguna dificultad para 
atracar, á causa de la mucha rompiente. En la plava, á sotavento 
de la punta, hay agua potable. 

Punta de Yerba Buena. —Esta punta se halla inmediatamen- 
te al S. de la caleta de igual nombre. 

Caleta de Chuza. —A tres y media millas de la punta de Ye:r- 
ba-Buena se halla la caleta de Chuza con fondo de 20 á tres cables 
de tierra, En esta caleta hay agua potable. 

Punta de la Sopladera.—La punta así llamada se halla inmme 
dliata á la caleta de Chuza en su lado $. 

Quebrada de Ilo. —Continuando en la dirección de la costa al 
S.SE. por 5 millas, se encuentra esta quebrada que es formada 
por dos barrancos, uno al N. y otro al S. y está bañada por 
un riachuelo que lleva agua al mar solamente en los meses de 
febrero á mayo. 

Puerto de Ilo.—Este puerto se halla en la ensenada del mis 
mo nombre. El fondeadero está situado en la parte S. á no menos 
de dos cables de tierra en 20 á 16 metros de agua. En este fondea- 
dlero se encuentran muchos peñascos y se experimenta continua 
marejada de través; de modo que se prefiere la inmediata caleta 
de Pacocha. 

Caleta de Pacocha.—Esta caleta dista una milla del puerto de 
Tlo; es sin duda la más importante de la ensenada de llo y tiene el 
mejor tenedero en 25 á 24 metros con fondo de piedra. En la cale- 
ta no hay agua potable, pero se proveen de ella en el cercano río 
dle Ilo. 

Punta de Coles. — Como á 4 millas de la caleta de Pacocha 
en dirección al S.SO., que es la de la costa en este trecho, se halla 
la punta así llamada. Es baja en su extremo occidental, pero va 
elevándose hacia el interior. La punta de Coles es saliente for- 
mando la costa en este punto un recodo, por el cambio brusco de 
lirección. 

Punta de Picata, — Doblada la punta de Coles sigue la costa 
hasta Arica, con dirección general hacia el S. 55" E., hallándose á 
's millas de distancia la punta llamada de Pícata y á 3% y media 
millas más adelante la de Ticke. 

Río Locumba.—Continuando desde la punta de Ticke unas +4 
millas, se encuentra el río así ilamado, el que no tiene agua en todo 
el año. 


— 310 — 


Caleta de Sima. —A cinco millas al SE. de la desembocadura 
del río de Locumba se halla la caleta de Sama, la que tiene fondo 
de 26 á 15 metros cerca de tierra. Esta caleta es frecuentada sola- 
mente por los buques cargados de huano para la agricultura del 
país, y sólo los guardianes de este abono y algunos pescadores ha- 
bitan allí. 

Punta de Sama.-—Inmediatamente al S. de la caleta se halla 
la punta del mismo nombre, la que es formada por una ramifica- 
ción del cerro que viene bajando hacia el mar. 

Morro de Sama. —El morro llamado de ¡Sima se halla á tres 
millas al SE. de la punta de aquel nombre y dista de Arica 42 y 
media millas. Este morro tiene 3,890 pie5 de elevación sobre 
el nivel del mar y desde su cumbre ofrece un declive gra- 
dual hacia el mar. 

Punta de (Quiaca. —A nueve y media millas al SE. del morro 
de Sama se halla la punta de Quiaca, la que forma una lengua de 
arena con barrancos que se dirigen hacia el N. 

Altos de Juan Díaz. — Se ha dado este nombre á una cadena 
de cerros poco elevados que ladean la costa con dirección casi al SE. 
é inmediatos al mar. 

Valle de Chacayuta.—Continuando al S. 50 E., que es la di- 
rección de la costa por 31 millas, se llega á la desembocadura de 
la quebrada de Chacayuta. 

Valle de Azapa. — Este valle limita con el anterior; es muy 
escaso de agua, sin embargo es muy productivo. Dista del valle 
de Chacayuta menos de tres millas. 

Puerto de Arica. — Inmediato al valle de Azapa se halla el 
puerto de Arica, el que se abre al N. de la isla Alacrán, que la de- 
fiende por el lado S. Este puerto es formado por una curva que 
describe la costa la que varía en este punto de direcsión, siguiendo 
por 3 y media millas al S.SO. 

El puerto de Arica es espacioso; tiene fondo de arena gruesa, 
en 2€ á 10 metros de agua cerca de tierra. El mejor tenedero es al 
N. de la islita, de 2 y media á 3 cables de distancia. 

En los meses de junio á agosto se experimentan con frecuen- 
cia bravezas del mar. 


a. 


UN EFECTO GEODINÁMICO 


¡ de la corriente americana 


l 


2 ENE un aspecto especial el gran promontorio meridional de 
1) Sud-América, que lo distingue de sus análogos, el de Afri- 
OY ca y el de Australia, á saber: su línea de costas sigue una 
curva bien pronunciada. que empezando en el golfo 
de las Peñas, termina en la isla Wollaston ó mejor en la de los Es- 
tados. No puede aceptarse que ese perfil curvo haya sido determi- 
nado del mismo modo que la ensenada de Arica, es decir por el le- 
vantamiento de las cordilleras ó sea por causas internas; y no pue- 
de aceptarse esto, porque la acción enérgica de modificadores ex- 
ternos se manifiesta claramente en esas regiones: golfos profun- 
dos con orillas escarpadas; fjords, algunos de los cuales se han 
prolongado y ramificado tanto en el interior de las tierras, que 
han destacado islas del continente, dejando aislados fragmentos de 
la cordillera misma; islotes, que pueden llamarse, siguiendo al pro- 
fesor Le-Conte, espectrales, porque su aspecto manifiesta ser sólo 
vestigios de antiguas islas; todo hace ver que, asi como Noruega, Es- 
cocia, etc, las tierras australes americanas han sido y son enérgica 
y constantemente atacadas y demolidas por las olas. 

Pero, já qué causa atribuir el avance de la demolición en for- 
ma de curva casi parabólica? Creo que puede contestarse sin vaci- 
lar: á la corriente antártica. Efectivamente, una corriente mari- 
na, aparte de su propia acción erosiva y de trasporte, tiene la de 
orientar el efect» de la erosión de lasolas; tanto más, si como 
pasa en el casoactual, tienen una y otras, al chocar con la costa, Ca- 
si la misma dirección. 

Para estudiar la forma de la erosión podemos, pu>s, raciocinar 
como si toda la acción erosiva residiera en la corriente sóla. 
Supongamos por un momento que la costa occidental de Pata- 
gonia fuera la prolongación en generai rectilínea de la costa 
chilena, y veamos cómo se efectuaría la erosión marina. In- 
cidiendo la corriente sobre un punto de ese litoral bajo un ángulo 
cualquiera, perdería gran parte de su fuerza viva por el choque, 
produciendo un trabajo equivalente de erosión; de tal modo que 
por dura que fuera la costa, al fin formaría un golfo profundo co- 
mo el que existe, es decir, como el de las Peñas. Además, en el 


— 312 -— 


punto de incidencia, tendría precisa- 
mente que dividirse en dos ramas» 
que es lo que sucede: una, la del án- 
gulo obtuso, que continuaría su mar- 


TS cha al N; y otra, la del ángulo agudo, 
ea e que volvería al S. Pero, apesar de ser 
Na A asimilable la corriente á un chorro. 
AN 4 r + Z 


> pd e Y ñ . 
IN cenando choca contra el continente, de- 
= Y 


E be establecerse cierta diferencia de- 

O bida á las dimensiones de su sección 
ó ay PAS trasversal. Los filetes comprendidos 

AA en la sección ab, quechocan contra la 
AR A costa misma, se bifurcan, y las venas 
Ss SAA parciales bx; y dar, que resultan 
EE Le se limitarían, si estuvieran solas, á 
OS E A 1 lamer las costas haciendo desapare- 
a dl cer sus desigualdades; pero los se- 
Ho tentrionales y meridionales, compren- 
A didos en las secciones ac y bd, no se 
MEN desvían de su dirección primera cho- 

4% EN 


cando contra la costa, sino rechazan- 
do hacia ella las venas ax, y b,2;. 
es S Hay, por supuesto, una diferencia 
notable en la intensidad de la acción. 
Los filetes setentrionales óÓ sea los 
del ángulo obtuso, tendrán que perder poca fuerza viva para des- 
viarse, salvo los más próximos al punto de incidencia, que lanza- 
rán contra la costa la pequeña masa de agua perteneciente á la 
sección Maz, formando un golfo profundo tal como el Corcovado; 
los más setentrionales encontrarán además mayor masa de 
agua, y por consiguiente se limitarán á rechazarla hacia la costa 
antes de desviarse, hasta gue esta acción misma se anule. Si con- 
tinuamos observando los efectos de este brazo setentrional, vere- 
mos que en la costa chilena orientará, según su dirección $. á 
N., los salientes, tal como sucede en realidad, por ejemplo, en las 
puntas Lavapiés, Toro, Lengua de Vaca, Angamos, exceptuándo- 
se la punta meridional de la península Mejillones. En la costa del 
Perú ahondará la ensenada de Arica, pasando en seguida suave- 
mente á la dirección N.NO, cambio que tendrá por causas el mo- 
vimiento terrestre y el perfil propio del continente; en esta cos- 
ta orientará también los cabos según su propia dirección ú otras 
no opuestas á ella; así, conforme sean más setentrionales, los lle- 


— 313 — 


vará al N., N.NO. óÓ NO. dejándolos sin desviación en la costa de 
Piura. Ejemplos de la verificación de lo dicho se tiene en la punta 
de Paracas y obras, y una aparente excepción en la punta N. de la 
bahía Independencia. 

Pero estando todas estas costas sujetas á emersiones é 
inmersiones, es muy natural que haya algunas excepciones, 
aunque de ningún modo importantes ni numerosas, pues 
también han sido emersiones ó inmersiones lentas que han dado 
tiempo á la corriente y á las olas para actuar; las dos únicas 
importantes son las indicadas, perosila primera puede conside- 
rarse por esa causa como un levantamiento reciente (1), la se- 
gunda no, pues está defendida por los islotes Vieja y Santa Rosa. 
De cualquier modo que sea, esta orientación por la corriente de 
Humboldt, de la erosión marina en las costas de Chile y del Perú, 
puede servir, según lo he hecho ver (2), para determinar en algunos 
casos la edad relativa de sus levantamientos parciales. 

Volvamos al brazo meridional de la corriente. Los filetes 
bd rechazarán con toda su fuerza viva los contenidos en la sec 
ción bx, formando en los comienzos de su acción pequeños fjords 
(con auxilio de los glaciares), destacando después islas; abriéndo- 
se pasos en seguida de un Océano al otro tales como los estrechos 
de Magallanes y de Le-Maire con su prolongación el canal de Bea- 
gle; dándole por último á la línea de costas la forma curva para- 
bólica, cuyo vértice, á la simple vista, es la isla Santa Inés. En defi- 
nitiva la acción de este brazo sobre el promontorio sud-americanoes 
análogo al del viento sobre un montón de arena. La única diferen- 
cia consiste en que la fuerza del viento es constante á lo largo del 
montón, y la resistencia de éste al movimiento disminuye uni- 
formemente del centro á los extremos; mientras que en nuestro 
caso podemos suponer constante la resistencia á la deformación, 
pero la fuerza deformallora variable á partir de la isla Santa Inés, 
hacia el N. y hacia el S. Varía en esa forma la fuerza, es decir, 
tiene un mínimo en esa isla ó en su proximidad. porque á partir 
del punto de incidencia, ó sea del golfo de las Peñas, los filetes lí- 
quidos encuentran mayor masa corriendo hacia el $S., así es que 
la fuerza con que hieren la costa está amortiguada hasta que, 


(1). Esta conclusión no se opone á que sea silúrica la edad de Mejillones, según 
la opinión de Forbes. 
(2) Observaciones en un viaje á Carabaya. Bol. Soc, Geogr. Lima. t. VIL, núme- 
ros1,2 y 3. 
19 


— 314 -- 


aproximándose á la isla Santa Inés ó al vértice de la parábola, se 
va escapando esta masa al Atlántico por el estrecho de Magalla- 
nes y permite á los filetes más meridionales herir más y más enér- 
gicamente la costa. La analogía, por último, con un médano, se 
ha completado, por la forma cóncava de la costa oriental de Pa- 
tagonia, á causa, seguramente, de la corriente circular que forma 
al rededor de las islas Falkland parte de la corriente del Cabo de 
Hornos al chocar con la que viene del N. 

La vena que choca y forma el golfo de las Peñas, Ó sea la zo 
na de bifurcación, corresponde á la vena de velocidad máxima 
que hay en toda corriente y que no pasa precisamente por el cen- 
tro de figura de la sección. 

No hay motivo para aceptar que el trabajo de demolición 
está terminado; al contrario, continúa, y desaparecerá la Tierra 
del Fuego actual, como desapareció la antigua, cuyos restos son 
el grupo de islas que está al S. del cunal de Beagle; é indudablemen- 
te que la corriente Antártica sóla bastará, si no hay causas pertur- 
badoras, para dará Sud-América la forma redondeada de sus 
congéneres Africa y Australia. Entonces esta corriente se dividi- 
rá, no como actualmente, sino por su choque con un cabo análogo 


al de Buena Esperanza. (1) 
J. BALTA. 


NOTA,—En el título de este artículo, se ha notado, después de impreso, la omi- 
sión de la palabra antártica; de manera que el título completo debe decir así: “Un 
efecto geodinámico de la corriente antártica americana”. 


e.  _—___— 


Lexicologia Keshua 
UIRAKOCHA 


(A la Sociedad de Arqueologia y Lingúística cuzqueña) 


A falta de conocimiento de la keshua de parte de muchos 
escritores que se han ocupado de la historia del Imperio 
Tahuantinsuyo, los ha llevado, por una parte, á viciosos 

acomodamientos en la trascripción de muchas palabras importan- 
tes; y por otra, áerrados juicios acerca del pensamiento á que 
ellas estaban ligadas. 


(1) El mapa que acompaña al presente artículo, ha sido tomado del New Mer- 
cantile Map of the World on Mercator's projection, by J. Bartholomew F. R. G.$S. 


— 315 — 


En esta clase de defectos se ha incurrido al ocuparse de la pa- 
labra Usrakocha, cuyo sonido se ha variado, y sobre cuya signifi- 
cación se ha divagado con rara desavenencia. 

Urrakocha no es una palabra vulgar de poca significación y 
cuya importancia puede quedar desatendida: ligada con la teogo- 
nía keshua y con la historia del Imperio, debe al contrario ser 
conocida en su sonido, en su formación y en su significado. 

La viciosa trascripción Viracocha de que tanto se ha usado y 
se usa, ha debido haberse introsucido en el lenguaje desde los 
días de la conquista. Así se ve en la mayor parte de las obras es- 
critas por los primeros historiadores. 

De entre éstos se puede decir que Montesinos que escribió 
Huiracocha, (1) fué el único que se fijó en trascribir con aproxi- 
mada propiedad, el sonido enunciado por los indígenas; y que los 
demás, ¡incluso Garcilaso de la Vega, prescindieron de este cui- 
dado. 

Los escritores de las épocas siguientes, en especial los histo- 
riadores, tomando por norma lo establecido por los antiguos, han 
continuado en las mismas incorrecciones que éstos. 

Es solamente en los últimos años, que algunos autores que se 
han consagrado al estudio de la lengua keshua, han tratado de 
rectificar los vicios cometidos. Tales son: el P. H. Mossi que es- 
cribe Hurracocha, (2) Tschudi y Cl. R. Markham (3) que han 
escrito Uiracocha. 

En descargo de los escritores primitivos, introductores de la 
corruptela aún subsistente, es preciso no olvidar que parece que 
en aquella época, tal vez por falta de tipos, no se tuvo precisión 
en el empleo de las letras u y v; y que era aun preferible usar 
ésta por aquella. Así se comprende cuando se ve que, apesar de 
que en la fonética keshua no existe el sonido de la v, los PP. 
Holguín, Torres Rubio y demás autores de artes y vocabularios 
de keshua y otros escritores de aquella época, usan con profusión 
esta consonante en lugar de la 4 vocal, como en: vma, vray, vncv, 
vrpi, Jvan, etc., que se pronuncian 4ma, uray, uncu, urpi, Juan. 

Pasando ahora á la segunda parte de la dicción Utrakocha, 


(1) Memoires historiques sur lancien Pérou. — Collection de Ternaux - Com. 
pans—Paris—1840. 

(2) P. H. Mossi—Diccionario Quichua—Castellano—Sucre, 1860. 

(3) Tschudi—Kechua-Sprache —Wien—1853. 

Cl, R. Markham—Contributions towards a gramm ar and dictionary of quichua 
—London, 1864, 


— 316 — 


hay que observar que, como en la pronunciación española no se 
conoce la Ko de Kocha, que tiene una guturación más profunda 
que la de la sílaba castellana co, los españoles que no conocen ese 
sonido y limitados á su fonética, no han podido usar en esta síla- 
ba otra letra que la c. Esta acomodación es defectuosa: la Ko 
keshua no es la co española. La primera exige una gutural que 
puede ser representada por K, y se produce con la base de la len- 
gua aplicada á la parte posterior de la bóveda del paladar; mien- 
tras que la segunda, más externa, se verifica con la parte media 
de ese órgano y la parte también media de dicha bóveda. 

Después de lo expuesto, se debe convenir en que Uirakocha 
y no Viracocha es la trascripción legítima de la palabra keshua. 

Para poder, ahora, hacerse cargo del valor de dicha palabra, 
después de las observaciones anteriores relativas á la fonética, 
hay que hacer notar que en la keshua la construcción ú orden de 
las partes que entran en un nombre complejo ó frase, tiene una 
esencial importancia en el significado del conjunto. 

Así, cuando en este idioma se reunen dos nombres para fot- 
mar uno compuesto, el segundo representa la parte nominal y el 
primero viene á ser el calificativo que determine su naturaleza ó 
procedencia. 

Por esta manera de construcción, en Utra Kocha, que está 
formada de los nombres Utra “grasa, gordo” y Kocha “lago”, el 
orden en que éstos se hallan colocados, hace que Kocha sea la 
parte nominal y Utira su adjetivo. Por lo tanto, Uira Kocha es, 
en su significado literal, “lago de grasa” 6 “lago gordo” y en su 
acepción ampliada, podrá ser “lago extenso” ó “grande”. 

Si en vez del orden indicado toman los componentes una co- 
locación inversa, que dé por resultado Kocha Utra, entonces el 
sentido de la palabra cambia sustancialmente, de tal manera que 
siendo Utra la parte nominal y Kocha su calificativo, Kocha Utra 
viene á ser la “grasa del lago”; y por ampliación lo sobrenadante 
del lago, “la espuma del lago”. 

La palabra chibeh1i Cuchavira, con cuya denominación ado- 
raban los indígenas de la planicie de Bogotá al Arco Iris (4) es de 
origen keshua, como otras muchas de ese idioma. La matriz kes- 
hua Kocha-utra debe haber sido formada en el concepto de que el 
Arco Iris es un “producto del lago”. 


(4) E. Uricoechea—Gramática, Vocabulario, etc., de la lengua chibcha—Paris- 
1871. 


— 317 — 


Reconocida así la subordinación que imprime al significado 
de las frases el orden de los nombres que las constituyen, es nece- 
sario reconocer que, de ninguna manera, U/irakocha puede signi- 
ficar “espuma del mar”, como han pretendido Herrera y otros 
escritores; y que ha sido muy justa la repulsa hecha á esta aver- 
sión por Garcilaso de la Vega y Balboa. 

La exposición que se acaba de hacer, de carácter esencial- 
mente gramatical, es de marcada utilidad, como se va á ver á 
continuación, al apreciar las tradiciones indígenas relativas á U:- 
rakocha. 

Uirakocha es el nombre con que se conoció á la principal de 
las Divinidades de los antiguos nacionales, á su Dios Supremo, no 
sólo en la época de la dominación de los últimos incas, sino desde 
una antigúedad que remonta á los tiempos fabulosos de la socie- 
dad autóctona. 

Esto se pone de manifiesto por las tradiciones recogidas por 
los más autorizados anticuarios, que se han entregado á hacer las 
más detalladas investigaciones sobre el antiguo Perú. Ahí están, 
con la mayor uniformidad, Pedro Cieza de León, Betánzos, He- 
rrera, Cabello de Balboa, el P. Blás Valera, jesuita peruano, el P. 
Acosta, Montesinos, Cristóbal de Molina, el indígena Salcamayhua 
y otros testimonios irrecusables. 

Pedro Cieza de León, diligente investigador, apesar de su con- 
dición militar y el más antiguo de estos historiadores, hablando 
en la primera parte de su CRÓNICA DEL PERÚ, de los indios de 
Jauja, de Canas y de los Collas, en los capítulos 84, 98 y 101, dice 
que todos ellos reconocen á un Supremo Hacedor, al cual llaman 
Ticiviracocha. 

En la segunda parte de la CRÓNICA DEL PERÚ (5) da dicho au- 
tor mayor amplitud á sus aseveraciones anteriores. Allí, en el 
capítulo 3”. dice, que antes de la dominación incáica, los natura- 
les del país daban generalmente el nombre de Ticiviracocha al 
Hacedor Supremo; y en el capítulo 30 expone que la institución 
de Hatun Raym: era en celebración del Gran Dios, Hacedor de los 
cielos y de la tierra, llamado Ticiviracocha. 

Juan J. Betánzos que, en su decidida consagración á las co- 
sas del Perú, aprendió la keshua, fué encargado por el virrey An- 


(5) Pedro Cieza de León—Segunda parte de la CRÓNICA DEL PERÚ, publicada. 
por Márcos Jiménez de la Espada —Madrid, 1880, 


20 


tonio de Mendoza de hacer la historia del país. Esa obra, por lar- 
go tiempo perdida, ha sido publicada hace poco y lleva el título 
de SUMA Y NARRACIÓN DE LOS INCAas (6). En el capítulo 1”, refe- 
rente á los tiempos míticos de las primeras poblaciones de este 
país, dice: que el Sér poderoso que salió de una laguna de Colla- 
suyo y que hizo el Sol, la Luna, las estrellas, etc., se llamaba 
Con—Tici — Viracocha—Pachayachachic. 

En el capítulo $, al hablar del inca Yupanqui, cuenta que en 
la visión que éste tuvo, siendo todavía Príncipe, se le apareció el 
Sér Supremo Uirakocha, en la forma de un sér luminoso como el 
Sol y le prometió su protección contra las maquinaciones de su 
padre el inca reinante, Uirakocha, que favorecía á Urco Inca; y 
en el capítulo 11 dice que, cuando el inca Yupanqui emprendió la 
obra de rehacer el Cuzco y edificar la casa del Sol, mandó poner 
la imagen de aquel Sér laminoso como el Sol que se le apareció 
antes en visión; que aunque ese Sér hubo sido Uirakocha-Pacha- 
yachachic, la poca inteligencia de los hombres hizo que confundie- 
sen á Uirakocha con el Sol y se tomara á éste por aquel. 

Antonio Herrera, autor de las ocho Décadas, en las que, con 
inmenso acopio de datos, escribió la HISTORIA DE La AMÉRICA, ha- 
ciendo alusión al mito de los tiempos primitivos del país, dice: 
“que, por la parte del mediodía apareció un hombre blanco, de 
gran cuerpo, que hizo prodigios de todo orden, que cera el princi- 
pio de todas las cosas criadas, Padre del Sol, y el cual se llamaba 


Ticeviracocha y en el Collao Tuapaca y en otras partes Ar- 
nava.” (1) 


Hablando en seguida de la unidad del Culto, arreglada por 
Kapak Yupanqui, expone: “que, después de vencer este Inca á 
los Chancas, estableció que Viracocha fuese tenido por el señor 
Universal, y que las estátuas del Sol y del Trueno le hiciesen re- 
verencia y quedasen debajo de la de Viracocha ” (8) 

El presbítero Miguel Cabello de Balboa dedica á la Historia 
del Perú una parte de su obra titulada Miscelánea Austral, á 
cuya elaboración se consagró por veinte años. En esa parte se ve 


que el autor pudo recoger muchos informes verídicos y de impor- 
tancia. 
Según este autor, “cuando los indios hubieron reconocido 


(6) Juan de Betanzos—SUMA Y NARRACIÓN DE LOS INCAS, que los indios llama- 
ron Capaccuna, publicada por Márcos Jiménez de la Espada —Madrid, 1880. 

(í) Década 5*., libro 3*., capítulo 6”. 

(8) Década 5*, libro 3*., capítulo 5, 


— 319 — 


que existía en el Cielo un poder universal que gobierna el mundo, 
no encontrando cómo expresar su majestad, de una manera con- 
veniente, le dieron el nombre de /llaticz Viracocha.” 

Relata después, como sigue, la manera cómo se estableció la 
unidad del Culto: “la asamblea de Sacerdotes que reunió el Inca 
Yupanqui para establecer la unidad de la Religión del Estado, re- 
solvió á propuesta del Soberano, que á la Causa Suprema, al Dios 
Universal, se le llamase Ticc¿ Viracocha—Pachacamac, que es el 
nombre más dieno y majestuoso que cualquier otro y que signifi- 
ca: “Principio de todo lo que es bueno y Criador del mundo.” (9) 


El P. Blás Valera, jesuita peruano, por cuyos conceptos tiene 
mucha deferencia el historiador Garcilaso de la Vega, dice: “Ha- 
biendo sujetado el Inca cualquiera nueva Provincia y mandado 
llevar al Cuzco el ídolo principal della y habiendo apaciguado 
los ánimos de los Señores y de los vasallos, mandaba que todos 
los indios, así Sacerdotes y adivinos como la demás gente común, 
adorasen al Dios Ticc2- Viracocha, por otro nombre llamado Pa- 
chacamac 6 “Dios Poderosísimo”, triunfador de todos los demás 
dioses.” (10) 

El P. Joseph de Acosta, Sacerdote jesuita de gran mérito y 
saber, hablando de las nociones intituivas que tenían los indios 
de la Divinidad, dice: “Aunque las tinieblas de la infidelidad tie- 
nen oscurecido el entendimiento de aquellas naciones; pero en mu- 
chas cosas no deja la luz de la verdad y razón algún tanto de obrar 
en ellos; y así comunmente sienten y confiesan un Supremo Se- 
ñor y Hacedor de todo, al cual los del Pirú llamaban Viracocha y 
le ponían nombre de gran excelencia, como Pachacamac ó Pa- 
chayachachic que es el “Criador del Cielo y tierra” y Usapu que 
es “admirable” y otros semejantes. A este hacían adoración y era 
el principal que veneraban mirando al Sielo” (11). 

Acosta habla también que Pacha-Cutec-Inca Yupanqui, después 


de vencer á los Chancas, estableció que Viracocha fuese adorado 


como el único.Dios Universal, al cual estaban subordinados los 
otros Dioses; y que las estátuas del Sol y del Trueno le hicieran 
acatamiento. Desde aquel tiempo la estátua de Viracocha se puso 
más alta que la del Sol, del Trueno y de las demás huacas. (12)' 


(9) Balboa-HISTOTRE DU PÉROU.—Collection de Ternaux-Compans.—Paris, 1840 
(10) Garcilaso de la Vega—Comentarios reales. Parte 1.* Libro 5, Capítulo 13, 
(11) Acosta—Historia Natural y Moral de las Indias, Libro 5. Capítulo 3.* 

(12) Id. Libro 6.* Capitulo 21, ; 


ip 


En cuanto al licenciado Fernando de Montesinos, Presbítero, 
si se prescinde de sus pretensiones acerca del Ophír y se deja en 
reserva la larga série de Sobsaranos que, según él, precedieron á 
Manco-Kapak y Sinchi-Roka, es indudable que su obra sobre el 
Perá contiene datos importantísimos desconocidos ó alterados 
por otros historiadores contemporáneos. De Montesinos, historiador 
diligentísimo, en expresión de Mendiburu, ha dicho el P. Rodri- 
guez, en su Historia del Marañón, que nadie conocía mejor que él 
las antigúedades del Perú. 

En el capítulo 11 de su obra, dice Montesinos: “El número de 
los Dioses que se adoraba en el Perú se había hecho infinito y los 
nuevos ritos importados por las naciones venidas por diferentes 
lados, habían borrado enteramente la antigua religión. El Rey 
(Pachacutec) queriendo restablecerla, ordenó, después de haber 
cunsultado con sus consejeros más ancianos que el Gran Dios Pir- 
hua fuese adorado sobre todos los otros, y como la palabra Pirhua 
hubiese ya cambiado de significación, dispuso él que el Gran Dios 
fuese llamado /llatici-Hutracocha. 

Y en el capítulo 22 refiere que habiendo Guarguacac (Y ahuar- 
huacac) alcanzado una victoria sobre los Chancas, ordenó, bajo las 
más severas penas, tener á Huiracocha como al Señor Universal: 
que de los despojos de los Chancas distribuyó parte para el Sol, 
para la Luna y para el Relámpago; pero que nada dió para Hui- 
racocha, porque éste que poseía todo, de nada tenía necesidad.” 

El presbítero Cristóval de Molina, capellán del Hospital de na- 
turales del Cuzco, y á cuya competencia en la historia antigua del 
país se refiere muy respetuosamente Cabello de Balboa, ha dicho 
en el manuscrito que dejó, que: “En el lenguaje de los indios, el 
Criador es llamado Pichayachachi Teesiviracocha que significá 
Dios incomprensible.” (13) 

En ese escrito hay, además, catorce oraciones Ó plegarias di- 
rigidas al Supremo Hacedor y á otros objetos reverentes, en mu- 
chas de las cuales se halla esta frase inicial: Aticsi-Utracocha y 
en algunas simplemente la palabra U?racocha sin calificativo an- 
terior (At1csí debe ser contracción de Ah! Tiest). 

Don Juan de Santa Cruz Pachacuti Yamqui Salcamayhua, 


(13) El importante manuscrito en español “Relaciones sobre las fábulas y los ri- 
tos de los Incas” del presbítero Cristóval de Molina, dedicado al Obispo Dr. D. Sebas- 
tián de Artaun, tercer Prelado de la Diócesis del Cuzco, ha estado olvidado y casi 
perdido por mucho tiempo. Felizmente ha sido traducido al inglés por el esclarecido 
americanista Mr. Clements R. Markham y publicado en Lóndres en 1873, 


> 


escritor indígena y poseedor de muchas tradiciones primitivas, co- 
mo se ve por la obra inédita que dejó: Relación de las antigiveda- 
des de este Reyno del Pirú, refiere que, hallándose Manco Kapak 
muy anciano, se puso de rodillasé hizo una plegaria por la felici- 
«Jlad de su hijo, con una imprecación, cuya primera frase fué: A Ul- 
vacocha Tecsi Kapac........ ” (14) 


El autor habla con insistencia de una plancha de oro, de for- 
ma elíptica, maudada labrar por Manco Kapak en representación 
«lel Ser Supremo Uirakocha Pachayachachik y colocada prefe- 
rentemente en la casa llamada Kor¿ cancha, Pachayachachipa 
hnasin (recinto de oro, morada del Regulador del Universo.) 


Dice asímismo que el Inca Mayta Kapak hizo renovar dicha 
plancha y colocarla en el mismo lugar en que la puso su abuelo 
Manco-Kapak, de donde fué removida en tiempo de Huáscar Inca; 
y que Mayta Kapak instituyó la fiesta de Kapak Raymi en honor 
del Creador Supremo, Superior á todo lo creado, el hombre, el sol, 
la luna, etc. 


Salcamayhua relata, además, que en la coronación y matri- 
monio del Inca Uzrakocha asistió Chhuchht Kapak, Señor de los 
hatun kollas, acompañado de gran séquito y le habló al Inca en 
estos términos: “Tú, Poderoso del Cuzco adoras á Utrakocha 
Pachayachachik, y yo, Poderoso delos Kollas, adorador del Sol...” 


Aunque las citas hechas son suficientes para establecer la ver- 
dad de la tésis propuesta, es necesario no dejar desapercibido un 
documento de gran valor á este respecto. Ese documento es la 
Información oficial hecha en Yucay de orden del Virey D. Fran- 
cisco Toledo, en 1571, en la que muchos indios de los más ancia. 
nos, formando diversos grupos, declararon con uniformidad, ante 
su Secretario Alvaro Ruiz de Navamuel y con el intérprete Gonza. 
lo Gómez Jiménez: “que antes de que entrasen los españoles, ellos 
y sus padres y todos los demás indios adoraban á Viracocha, al 
cual tenían por Hacedor de todas las cosas; y que también adora- 


(14) La obra de Salcamayhua fué también traducida al inglés por Mr. Cl. R 
Markham é impresa en Lóndres en 1873. Ultimamente en 1879 ha sido publicada en 
español, con otras más, por el Ministerio de Fomento de España, con ocasión del 
Congreso Internacional de Americanistas reunido en Bruselas. La labor de esas pu- 
blicaciones es debida al distinguido literato y keshuista Sr. Marcos Jiménez de la 
Espada. 


— 322 — 


ban al Sol, á Pachacamac y á.otros dioses, porque los tenían por co- 
Sas muy allegadas á dicho Viracocha.” (15) 

Contrastando con las afirmaciones citatlas, afirmaciones que ad. 
quieren gran valor por el número y por la competencia de los au- 
tores que las han hecho, se presentan las muy extrañas y aisladas 
opiniones del historiador Garcilaso de la Vega, acerca de Uirakocha 
Dios. 

Dicho autor pretende: 1. que los antiguos indígerras del Perú 
no reconocieron nrás dioses que Pachacámac, no visto ni conocido, 
y el Sol visible y notorio; y que el nombre de Ticiviracocha, de 
ninguna significación y usado solamente por los españoles, no es el 
verdadero de Dios (16): 2. que el nombre Utrakocha fué cono” 
cido con motivo de la revelación que tuvo en Chita el Príncipe he” 
redero hijo de Yahuar-Huacac, que más tarde se llamó Uirakocha 
Inca. (17): 3. que Uirakocha es nombre propio y no compuesto; y 
que, por lo tanto, no tiene relación con el significado de las partes 
Utira y Kocha. (18) : 

Estos asertos no pasan de ser a arsianes infundadas. El pri_ 
mero está desmentido por las citas anteriormente registradas y por- 
que datan de mucha antigúedad los diversos dictados con que se 
asocia la enunciación de Uzrakocha, Tekse, Illa, Puchacamale, Pa- 
chayachachilk, etc,, según se quiera denotar sus caractéres Ó sus ac- 
tos. Por lo demás, es el no haber sido .eompreudido por Garcilaso 
de la Vega el mito encerrado en la frase Tekse- Uirakocha, lo: que 
le ha hecho calificar de insignificante. 

En el segundo hay un error craso, como es el de asegurar que 
el nombre de Utrakocha no fué conocido sino con la aparición del 
fantasma en Chita al Príncipe hijo de Yahuar-Huakak. Lo dicho 
anteriormente desvanece este error. 

En el tercero hay dos partes. En cuanto á la una, no es posi- 
ble poner en duda que la palabra Uzrakocha haya llegado á consti” 
tuir un nombre propio; pero tal hecho no obsta para que él sea, á 
la vez, compuesto y significativo. Ahí están claros y precisos los 
componentes Ulra y Kocha, que, ensu manera de estar dispuestos 
dan al conjunto un significado bien determinado. Con respecto á 


(15) Colección de Mendoza de los Documentos inéditos del Archivo de Indias, 
Tomo 21. Madrid, 1874. 

(16) Garcilaso de la Vega—“Comentarios Reales”. Primera parte. Líbro segundo, 
Capítulo segundo. 

(17) 1d. id. id. Capítulo cuarto. Libro cuarto. Capítulo 21, 

(18) 1d. id, id. Libro quinto. Capítulo 21. 


— 323 — 


la segunda parte, no hay embarazo para que un compuesto sea 
nombre propio. En la keshua, es lo general quelos nombres pro- 
pios, especialmente los de objetos reverentes, sean compuestos y 
de significación, como Mayta-Kapac, Tupak-Amaru, etc. 

Es seusible que el autor de los COMENTARIOS REALES se aparte 
con frecuencia de la verdad histórica y de las tradiciones mejor sos- 
tenidas y aceptadas por los escritores de la más severa crítica. 

En el caso actual, en que se le vé incurrir en esa falta, hay que 
tener en cuenta que Garcilaso de la Vega pertenece por sus ascen- 
dientes maternos á la nobleza de los Incas, de los hijos del Sol. 

Tal vez esa procedencia lo induce á pretender el dominio ab- 
soluto y la persistencia del culto del Sol, impuesto, poralgún tiem- 
po, por los Íncas. 

«Los errores de Garcilaso de la Vega han sido notados y seña- 
Edo. tanto por sus contemporáneos, como por escritores posterio- 
ves; y no han pasado como cosas aceptadas. 

Lo más sensible es que esos errores se han propagado por to- 
das partes y se reproducen en los.compendios de la Historia Anti- 
gua del Perú y en cuanto escrito se hace sobre la materia. Esto de- 
pende de que la obra de Garcilaso de la Vega forma un cuerpo de 
Historia el más completo, al que se recurre con mucha facilidad, 
sin preocuparse de sus defectos. : 

Después de todo lo expuesto hasta aqui, es llegada la vez de 
dilucidar el mito contenido en la palabra Utrakocha: 

¿Cuál es la causa ó en virtud de qué motivo, los indígenas del 
Perú designaron al Supremo Hacedor con la denominación de 
Uirakocha? 

No es fácil dar á esta pregunta una solución clara y satisfacto- 
via. La mayor parte de los escritores que se han ocupado de las 
tradiciones indígenas, no han tenido cuidado de hacer una inter- 
pretación analítica de esta palabra. 

Demostrado como está que, en Uzrakocha, la parte fundamen- 
tal es Kocha “el lago,” es en esa parte que se debe buscar la base 
del mito. Ahora bien, Kocha “el lago” ¿significa el medio por el 
cual se manifestó el Criador, ó es ““el lago” el representante de la 
magnificencia del Ser Supremo? 

He aquí dos versiones por las que, tal vez, se pueda llegar 
descifrar el mito. 

Como un apoyo en favor de la primera, se presenta la leyenda 
de Betánzos que también es la expuesta por Herrera. 

La parte sustancial de esa leyenda se reduce á que: “del gran 


— 324 — 


lago que está en la provincia de Collasuyo, salió un hombre alto 
de cuerpo, de veneranda persona, con vestidura blanca y larga, 
que bizo muchos prodigios, por donde quiera que estuvo; que, ha- 
biendo llegado á Puerto Viejo, en su marcha de Sur á Norte, desa- 
pareció en el mar, sobre cuyas aguas se puso á andar y que ese 
hombre era Con-Tici- Viracocha.” (19) 

Según este mito, es surcando sobre el lago que ese Ser sobre- 
natural se presentó entre los hombres; y que éstos no tuvieron más 
antecedentes de él, que el hecho de su aparición por el lago. 

Siendo así, nada hay de extraño en que, tomándose la proce- 
dencia “el gran lago” Utra Kocha, como la parte esencial, la más 
necesaria de la presencia de dicho Ser entre los hombres, se le ha- 
ya dado, por denominación, el necmbre de dicha procedencia; así co- 
mo se usa decir el Nazareno por Jesús, y como se dijo el Macedonio 
por Alejandro Magno. 

Esta versión, por antonomasia, no Parece ser aceptable. En 
nada satisface ella las aspiraciones del espíritu; y basada en un ac- 
to transitorio, prescinde, en lo absoluto, de los caracteres del Ser 


Supremo, que son los únicos que pueden interesar á los cre- 
yentes. 


La versión de Montesinos está fundada en que la grandiosidad 
del Ser Supremo es representada por la del “lago” Kocha. 


Es Montesinos el que más que ningún otro ha podido avanzar 
en el esclarecimiento de los secretos comprendidos en la misterio- 
sa palabra Uirakocha. 


La interpretación que él hace es clara y lleva al pensamiento 
la sublimidad con que los antiguos indígenas concibieron al Ser 
Supremo. 


Ya se ha hecho mención, ántes, de las circunstancias en que, 
según Montesinos, el Inca Pachacutec ordenó que el Ser Supremo 
fuese llamado /llatici- Utiracocha. Partiendo de este hecno, el au- 
tor dá á la frase la significación de “el brillo, el abismo y el fun- 
damento de todas las cosas”, porque ¿lla es “el brillo”, tica *“el 


(19) Todos los mitos relativos á los diferentes civilizadores americanos hacen re” 
ferencia á personas que tienen los mismos caracteres. Todos son blancos, barbudos» 
generalmente cubiertos con largos vestidos; se aparecen repentina y misteriosamen- 
te, dan leyes, instruyen é introducen religiones de prácticas fraternales y desapare- 
cen de un modo sobrenatural. Así han sido Quetzalcoatl, aparecido en Cholula, Vo- 
tan en Chiapa, Wixepecocha en Oajaca, Zamna y Cukulcan en Yucatan, Guecumatz 
en Guatemala, Uirakocha en el Perú, Bochica en Colombia y Sumé, y Paye-Tome 
en el Brasil.—H. H. Bancroft. 


— 325 — 


fundamento”, hulra corrapción de pirhua, (20) “la reunión de to- 
das las casos” y cocha “el abismo”. (21). 

Si conforme á esta versión, kocha es “el abismo”, esto es, “lo 
infinito”, “lo impenetrable”, la frase U¿rakocha, por el valor mis- 
mo de sus componentes, sin la equivalencia entre Utra y pirhua, 
significará el Gran Infinito, que es uno de los atributos del Ser Su- 
premo. 

No existiendo en la keshua una palabra especial destinada á 
expresar la idea metafísica de “el infinito”, han podido los indí- 
genas servirse de la de Kocha, que representa un objeto imponen- 
te, majestuoso é inmenso, á la vez que el medio de una vitalidad 
infinita, con exuberant> fecundidad y en cuyo seno bulle inmen- 
so número de seres vivos 

Hay más, parece que esos hombres, reconociendo la deficien- 
cia significativa de la palabra para indicar “el infinito”, han pro- 
curado llenar esa deficiencia, asociando á ella el calificativo Utra, 
que denota “gran magnitud”. 

Aunque la palabra Uzrakocha era suficiente para llevar á la 
mente de los keshuas la idea del Supremo Hacedor, y aunque Ui- 
rakocha haya sido la principal Divinidad de su culto; con todo, á 
veces se ha hecho uso de agregados que expresan algunos de sus 
atributos ó de sus actos, y que tienden á hacer más reverente el 
sentido de la palabra. 

Estos agregados son: Illa, Tekse, Pachicamak, Pachayacha- 
chik y también Con. Su unión á Uirakocha puede ser simultánea 
Ó separada, para formar frases más Ó menos complejas, co- 
mo: Tekse-Utirakocha , Illa-Tekse- Uirakocha y Con-Tekse- Utra- 
kocha. A 

La trascripción defectuosa de estas frases hecha por personas 
que no han cuidado de representarlas debidamente, ha llegado al 
punto de hacerlas ininteligibles, como sucede en Ticiviracocha, 


(20) Pirhua ó pirua es en keshua troje”, el depósito de la cosecha. 

En la Teogonía indígena no se tiene ninguna noticia de un Dios así llamado. 
Montesinos da el nombre de Pirhua al jefe de los tun ladores del Cuzco, á quien 

los indígenas llamaban también Pirhua Manco, que fué el primer Rey: dice, ade- 
más, que él se titulaba hijo del Sol; y que reconocía y veneraba por Dios á Illatici- 
Huiracocha. 

Un autor anónimo, poseedor de buenos datos, ha escrito lo siguiente: “*Vira-co- 
cha, Diosinmenso de Pirua, el primer poblador de estas regiones”. Relación de las 
costumbres antiguas de los naturales del Pirú. Obra probable de un jesuita de 1615 
á 1621, publicada por el Ministerio de Fomento de España—Madrid—1879. 

(21) Montesinos—op. cit. 


ED 


que Garzilazo confiesa no comprenderla, como también en Illatici- 
Viracocha y en Contict- Viracocha 

A no ser así, si hubiera habido alguna exactitud, habría sido 
facil o lpeendo: que, añadiendo Telesse “causa, principio univer- 
sal” é Illa “laz, brillo”, al nombre propio Utrakocha “Gran Infi- 
nito”, la frase Tekse Utrakocha significa “Gran infinito, causa Ó 
principio universal”; y la de /lla-Tekse-Utrakocha es “Gran Infi- 
nito, 1UZ y principio universal” 

Los agregados Pachacamak y Pachayachach+ik no hacen más 
que representar al Ser Supremo en sus actos. El primaro significa 
“Criador del Universo” y el segundo “Regulador del Universo”, 

En cuanto á Con (22) que también se usa de agregado á Utra- 
kocha en la frase Con-Tekse- Utrakocha, difiere esencialmente de 
los anteriores, porque no representa atributos ni actos del Ser Su- 
premo, sino que es el nombre de una Divinidad, cuya asociación á 
Uirakocha viene á constituír un índice de santidad. 

Así Contice- Viracocha es el mismo Utrakocha al que se le 
asocia otro nombre divino y el de su atributo, formando la frase 
Con-Tekse-Uirakocha. Esta frase así formada es semejante á al 
de “Santo Dios, Ser infinito” 

Con respecto á Con, de las tradiciones recopiladas por Groma- 

ra (25) resulta que: “Al principio del mundo vino, por el Norte, 
un personaje incorpóreo, hijo del Sol, que se llamó Con; el que, 
con solo su voluntad, formó los valles y las montañas, creó hom- 
bres y mujeres para poblar la tierra; que enojado por las faltas de 
algunos, convirtió tierras feraces en arenales secos y estériles, co- 
mo son los de la costa, en los que quitó la lluvia, y solo dejó los 
ríos, para que sus aguas fuesen utilizadas con el trabajo; y que al 
fin fué desterrado por Pachacamak, hijo también del Sol, que apa- 
reció después”. 

Según esta tradición, Con es un Dios de procedencia extraña, 
y subalterno en su rango á Pachacamak, que lo hizo salir del 
país. 

Algunos escritores pretenden que, entre los indígenas, era de 
antigua data el reconocimiento de la divinidad de este Con. 


(22) Esta palabra parece no tener ningún sentido en la lengua keshua. Co, Con, 
es radical de Comill “vaso, marmita, caldero” en la lengua nahuatl. En la antigua 
lengua simbólica de México, este nombre hace alusión á los mitos religiosos de una 
alta antigúedad—Brasseur de Bouwrbourg-Popol Vuh. Pag. CCXXXIX. 

(23) Gomara--““Historia general de las Indias.” 


Así, Brasseur de Bourbourg (24) muy empañado en la anti- 
gúedad de este culto y de haber sido reconocido aún más allá del 
territorio del Perú, aduce como razones el encontrarse dicho nom- 
bre en el de distintas divinidades, como Chibehacum y enel de 
diversas localidades, como Cundinamarca, Contisuyo, Concacha, 
Concon, «. 

Aunque es posible que haya relación entre Con y Chibchacum 
debe notarse que mientras que el Con de Gromara castigó á los 
hombres con la sequedad de los terrenos, el Dios Chibshacum de 
los muyscas, protector de los labradores, marcaderes y plateros, 
produjo, con el mismo fin de castigar, un acto contrario, la inun- 
dación de los terrenos. (25). 

Con respecto á la existencia de la partícula Con en la. deno- 
minación de algunas localidades, el número de éstas se puede ele- 
var á una cifra muy considerable. A las indicadas se puede añadir 
Combapata, Conayca, Congata, Cónoc y much+s más. Pero debes 
advertirse qu» en el mayor número de estos nombres, la imperfes- 
ta trascripción al ser pronunciadas y las modifi taciones hechas 
por el tiempo, son las causas que hacan aparecer dicha partícula 
en nombres que, porsu etimología, no la contienan, y que por lo 
tanto no requiera ningún significado mítico. 

Así se ve en: Combupata (Cunpaypata “meseta en que se 
tumba”,) Congata (de Cunca “el cuello”), Conayca (de Cunay 
encargar ”), Conoc (de Cunuy “hacer fogata”). 

Brasseur de Bourbourg cree que Conc «cha significa “mensa- 
jero de Con”; y que, en el lugar así llamado, formó un templo el 
Inca Uirakocha, (26). 

En estas aserciones, el sabio americanista ha incurrido en 
errores que provienen de que no conoce la keshua, ni la Geografía 
histórica del Perú. 

Desde luego, la palabra Concacha derivada de Cunca “cuello” 
no tiene á Con por componente; y por otra parte, el pueblo de Ca- 
cha, donde Uirakocha Inca formó un templo dedicado al Dios Ui- 
rakocha, según Garcilaso de la Vega, á quien cita el escritor, es 
completamente distinto de Concacha; el primero está en la pro- 
vincia de Canchis, al Sur del Cuzco, y el segundo se halla en la 
provincia de Abancay, al Norte del Cuzco. 


(24) Brasseur de Bourbourg-- Op. cit. 
(25) Uricoechea---“Antiguedades neo-granadinas”---Berlín 1854, 
(26) Brasseur de Bourbourg- -Op. cit.---Pag. COXLIV. 


— "898 => 


No obstante lo expuesto, hay nombres de lugar en los que, 
parece, que el monosílabo Con juega el papel de componente mí- 
tico, como en Conchtuco, Contisuyo y algunos más. 

Son dignos de tenerse en cuenta los conceptos emitidos por el 
esclarecido americanista Mr. Cl. R. Markham acerca de la Teogo- 
nía especial de la provincia de Huarochirí, en la que el autor cree 
encontrar muestras del mito de Con. 

Mr. Markham, al ocuparse de las tradiciones religiosas de di- 
cha provincia donde se daba culto á Coniraya-Utrakoche y á 
Pariakalka, dice que el nombre de Contraya- Utrakocha es com- 
puesto, de una parte de Coniraya que es palabra yunca, y de otra 
de Utrakocha que es keshua; y que en la primera se ve claramen- 
te la existencia del nombre Con. (27). 

Esta equivocada aseveración de Mr, Markham proviene sim- 
plemente de la falta de exactitud en la trascripción de una pala- 
bra keshua. 

Pronunciando Contiraya tal como está escrito, es innegable 
que no parece ser palabra keshua; pero si se hace la debida cor- 
rección, si se reconoce el radical Koñi (28), “calor” y que Contra- 
ya debe ser Koñtrayak “que permanece caluroso”, hay que con- 
vencerse de que la frase en cuestión Koñtirayak Utrakocha es del 
todo keshua. Adviértase, de paso, que, en dicha frase, Utrakochu 
esla parte nominal y Koñirayak su calificativo. 

Mr. Markham aduce, como apoyo de sus pretensiones, que la 
localidad de Huarochirí fué yunca y no perteneciente á los kes- 
huas. 

El hech> no es cierto del tolo, y po el contrario se observa 
que muchos pueblos de Huarochirí y aun de la costa, son en sus 
nombres de origen keshua, como: Chicla (Checlla “rana verde”;) 
Matucana (Mattucanak “que quema las cosas mal formadas”); 
Quinti (Kent: “el colibrí”); Cocachacra (heredad de coca); Tupico- 
cha (Tupukocha “lago de prendedores”); Lima (Rimak “que ha- 
bla); Pachacamak (el Hacedor del Universo), etc. 

Además hay que advertir que en el mismo Huarochirí, junta- 


(27). “A narrative of the errors false gods, and others superstitions of the pro- 
vince of Huarochirí”, by the Doctor Francisco de Avila—1608—Translated by Cl. 
R. Markham-—London, 1873. 

(28). La guturación de la sílaba Ko de KoAi “calor” es distinta de la de Ko de 
Kocha. Ella se hace en la parte más profunda de la laringe, la que después de con- 
traerse se dilata bruscamente y da paso al sonido. 


AAA een re —AAASAAA 


E 


mente que á Coniraya se daba culto á Pariakaka, cuyo nombre es 
de orígen keshua (peña del flamenco). 

Parece que en los remotos tiempos del Perú, gentes que ha- 
blaban la lengua que más tarde se llamó keshua, sin estar aun 
sometidos á los Incas, ocuparon localidades inmediatas á esta cos- 
ta y aún de la costa. De ahí provienen esos nombres keshuas da- 
dos á pueblos independientes del poder incáico. Cuando Huayna 
Kapak conquistó el reino de Quito, se vió que la lengua que se 
hablaba allí llamada Scyr: era la misma que la del Cuzco. Esto su- 
cedió con pueblos mucho más distantes que los de Huarochirí, 
cuando unos y otros no tenían comunicación entre sí y había en el 
intermedio poblaciones que tenían otras lenguas (29). 

Al terminar esta ligera exposición del mito de Utrakocha en 
la que ha habido que tocar con el culto de Con, es de necesidad no 
pasar desapercibidas las pretensiones de Mr. Wiener. 

En estos últimos años, el viajero Mr. Wiener que ha recorrido 
algunas partes del Perú y de Bolivia, ha llegado á creer que los an- 
tiguos peruanos tuvieron una trinidad divina, constituida por Inti 
“el Sol”, Pacha “la tierra” y Quonn “el agua”; y que el culto de 
esta última divinidad está claramente descifrado en los monumen- 
tos de Concacha,que él llama Quonncacha y en otros más. (30). 

La existencia de esta trinidad y la designación del dios (Zuonn 
“el agua” con absoluto olvido de Uirakocha, son obra de la ima- 
ginación del autor, en completo desacuerdo con las tradiciones in- 
dígenas. Una divinidad en tres entidades, á la manera del tr2mur- 
tz indiano, y Quonn el “dios agua”, son novedades de las que ja- 
más han tenido la menor noticia Cieza de Leon, Molina, Betanzos 
Acosta, Balboa y tantos otros tradicionistas de idoneidad recono- 
cida, ni la plebe indígena, tan apegada hasta ahora á mantener 
las preocupaciones de sus mayores. 

En el peliteismo del antiguo Perú se ha dado culto á Uirako- 
cha “el Ser invisible”, á Inti “el Sol”, á Quilla “la luna” y á otros 
astros, á Illapa “el rayo”, á Mama-Kocha “el mar”, Mamapacha 
“la tierra,” á las huacas, á otros muchos objetos y á los Conopas 


(29). Velasco—““Histoire du royaume de Quito”—-Collection de Ternaux— Com 
pans—Paris—1840 
(30) Wiener—-“Perou et Bolivie”—-Paris, 1880. 


23 


— 3830 — 


*““sus dioses lares”, cayendo así en el fetiquismo más ridículo (31). 
Pero jamás se ha hecho mención de Quonn “dios agua”. 

En las pretensiones de Mr. Wiener ha habido indudablemente 
bastante ligereza, tal vez fruto del deseo de la originalidad. Ha- 
llándose el viajero en el lugac que los indígenas llaman Cuncacha , 
observó allí, entre otros objetos, una piedra grande, con tallados 
en forma de cavidades, canales de diversos calibres y direcciones 
y otras labores apropiadas para el curso de líquidos; el comprendió 
entonces que ese lugar era un adoratorio y la piedra el altar. No 
conociéndose ninguna divinidad en el Santuario creyó Wiener que 
la divinidad de Quonncacha debía ser Quonn; y asi quedó inven- 
tada la divinidad. 

En seguida, persuadido de que era el agua el líquido que de- 
bía correr allí, concluyó que Quonn era “el agua”. 

No cabe duda que Mr. Wiener, sin su visita á Concacha, no 
habría inventado al Dios Quonn; y que, sin esa invención, no ha- 
bría pensado en la nueva trinidad. 

Para poder descifrar la palabra Concacha en la que Brasseur 
de Bourbourg halla la significación de “Mensajero de Con” y Wie- 
ner cree que está el nombre de una Divinidad, es conveniente ha- 
cerse cargo de los juiciosos conceptos expresados por Desjardins 
sobre ese mismo asunto. : . 

Dice Desjardins, entre otras muchas cosas: “Cerca de un lu- 
gar llamado Concacha, hay una de esas piedras curiosas, que ates- 
tiguan evidentemente el culto sanguinario.—No se puede negar 
que allí corría sangre de víctimas. —Concacha era, sin duda, uno 
de los grandes centros religiosos de los pueblos primitivos del Pe- 
rú.—Los monumentos cuyos planos ha levantado Mr. Angrand 
hacen ver que estos pueblos amaban las aguas, la frescura y el 
murmullo de las cascadas”. (32). 

Estas apreciaciones corresponden perfectamente á la manera 
de ser de ese local y á las reminiscencias que ocasiona su obser- 
vación. 

En efecto, un lugar preparado en anfiteatro, en el que hay 
una gran piedra con distintas labores, como una meseta en su par- 
te superior, con hoyos formados á propósito, canales diversos y 
vertientes para el curso de líquidos, indica que ha debido ser de 
sagradas solemnidades y que la piedra ha sido el ara de sacrifi- 

(31) Véase la interesante obra del P. Arriaga: “Extripación de la idolatría de 
Pirú.—Lima, 1621. 
(32) Desjardins. Le Pérou avant la conquéte espagnole.—Paris 1858. 


= 'd0lL — 


cios, donde habría corrido á torrentes la sangre de las víctimas. 
Es muy probable que esas víctimas no hayan sido hombres, por- 
que en estas regiones jamás fué de uso el sacrificio humano. Aun 
en la guerra, la vida del hombre fué siempre respetada fuera del 
campo de batalla. 

Siendo así, parece indudable que la sangre allí derramada 
debía ser la de animales, como llamas, pacochas, vicuñas, etc. Tal 
vez esa sangre era mezclada con las bebidas fermentadas, con la 
chicha, de que los indigenas hacían tanto uso en la solemnidad de 
sus reuniones. 

Los animales destinados al sacrificio que debía realizarse en 
la meseta indicada, han debido ser tomados por el cuello y ser do- 
minados por la cerviz. La ejecución de este acto por los victima- 
rios es Cuncachay (33). 

Así subyugados esos seres, se habría procedido 
de sus cavidades, al derramamiento de la sangre y 
ción por los sacerdotes. E 

A más de la gran piedra indicada, que es la que da el nombre 
á la localidad, hay en Concacha otros objetos que no dejan de ser 
notables. Al contorno de dicha piedra hay grandes asientos labra - 
dos en piedras de una pieza: con alguna distancia existe otra pie- 
dra circular, menor que la anterior, con muchas labores de traba- 
jo finísimo, en alto relieve, destinada tal vez para representar en 
su conjunto el orbe. Esta piedra parece haber sido una fuente, en 
la que brotaba el agua por el centro de su plano superior y salía al 
exterior por treinta aberturas. Se notan asímismo restos de una 
casa y una vertiente con gradería hecha de piedra, como una cas- 
cada artificial para que caiga agua. 

Todo esto induce á creer que Concacha era un sitio de gran- 
des reuniones, en las que, álos sacrificios cruentos, seguían Ó acom- 
pañaban juegos hidráulicos. 

Como esto es lo más probable, sobre todo que Concacha era 
lugar de sacrificios, no es fundado suponer que haya sido el ado- 
ratorio del “Dios Agua” Quonn. 

(33) En la keshua “el verbo Cuncachay formado de Cunca “cuello” y dela 
partícula cha, refiriéndose á alguno, es lo que se dice ““andarle por el cuello”, en lo 
que hay diversos grados, desde el simple asimiento, hasta la extrangulación y la 
mutilación. En esa lengua la partícula cha, sufijada á algunos nombres, hace un' 
verbo, con la significación de ejecutarse lo que indica el nombre. Esto sucede con: 
huasi “casa”, huasichay “hacer casa”; suti “nombre”, sutichay “poner nombre”;. 


cusca “igual,” cuscachay “igualar,” etc. A veces hay que interponer una f, como 
en huasanchay “volver la espalda”, formado de huasa “espalda”. 


a abertura 


á 1 
á la observa- 


— 332 — 


Contodo lo expuesto hasta aquí, y con las numerbsas citas 
hechas de autores, tanto nacionales como extranjeros, que se han 
ocupado de las tradiciones religiosas de los primitivos indígenas y 
de sus sucesores, parece natural concluir que, en el territorio del 
antiguo Perú, data, desde tiempos muy lejanos, la creencia de 
Uirakocha, Ser Sapremo y Hacedor del Universo. 

Esta afirmación no significa queesa creencia fuese general, de 
universal aceptación; sino sólo que, no obstante las dificultades 
con que ella tuvo que luchar, se había mantenido en una gran ma- 
sa de la Nación, y que, cada vez más robustecida, se había trasmi- 
tido de generación en generación. 

Se comprende la magnitud de los obstáculos que se oponían á 
la admisión de un principio religioso abstracto, cuando se tiene en 
cuenta que el Culto del Sol había sido impuesto por los Incas que 
se titulaban hijos de él, y cuando en cada aillo y tal vez en cada 
casa había huacas, conopas y otros objetos gue también eran con- 
siderados como divinidades. Es verdad que, para muchos, estas 
divinidades eran subalternas, de segundo ó tercer orden; pero, pa- 
ra otros no había esta distinción. 

La fuerza de la creencia en Uvrakocha loradical de ella debe 
medirse, no ya por haber prevalecido sobre el politeismo mencio- 
nado, sino porque llegó, al fin, á obrar una reacción general, que 
arrastró consigo á los mismos soberanos y á que se profesara como 
creencia del Estado, que Utrakocha era el Ser Invisible y Su- 
premo Hacedor del Universo. 

El P. Oré ha conservado la sublime oración con que el Inca 
Kapak-Y upanqui invocó la protección divina. Hé aquí una parte 
de ella: 

“Oh Hacedor...... ¿a dónde estás? Por ventura, ¿es en lo al- 
to del Cielo, ó abajo, ó en las nubss y nublados óÓ en los abis- 
mos? Oyeme y respóndeme y concédeme lo que pido; dános per- 
pétua vida para siempre, ténnos de tu mano y esta ofrenda recíbe- 
la á dó quiera que estuvieres, 0h Hacedor.” (34) 


TI 


Recorriendo la cronología de los Incas. se vé que el octavo de 
ellos, hijo de Yahuar-Huakak, se llamó Uirakocha. 

Esta denominación tomada por dicho Inca, no tiene relación 
alguna con la etimología de la palabra. 


(34) “Sy mbolo Cathólico indiano,” por el P. Fr. Luys Hierónymo de Oré, 


— 333 — 


El historiador Garcilaso de la Vega, apasionado panegirista de 
este Inca, en su propósito de presentarlo como un ser excepcio- 
nal, lo hace aparecer con actos en los que entra por mucho lo 
sobrenatural: y no se excusa de ponerse en desacuerdo con los de- 
más historiadores primitivos de estos pueblos. 

Según Garcilaso de la Vega, el expresado Soberano tomó el 
nombre de Uirakocha, en memoria del ser sobrenatural que, lla- 
mándose así, hijo del Sol, se le apareció en Chita, siendo aun prín- 
cipe, á hacerle revelaciones sobre los graves acontecimientos que 
debían sobrevenir en el imperio. 

Como el expresado Inca ciñó la borla imperial, habiendo de- 
rrocado del poder á su padre Yahuar-Huakak (Garcilaso) óÓ des- 
pués del asesinato de Inca- Yupanqui (Cieza de León, Herrera) es 
presumible que se haya revestido de un nombre divino, para ro- 
dearse de prestigio en las empresas que tendría meditadas, y en 
previsión de los atentados que pudieran intentarse contra él. 

“Viracocha intitulábase Dios”, dice Betanzos. (35) 

El P. Acosta expone asímismo: ““A este Inca le tuvieron á 
mal que se intitulase Viracocha, que es el nombre de Dios; y para 
excusarse dijo: que el mismo Viracocha, en sueños, le había apa- 
recido y mandado que tomase su nombre” (36) 

No hay necesidad de repetir que hay un error insanable en 
la pretensión de Garcilaso de la Vega, de que el nombre de Utra- 
kocha fué conocido solamente con motivo del pretendido suceso 
de Chita. 


Después del reinado de Uirakocha, este nombre no aparece en 
la historia del Perú, sino cuando así se llamó á los españoles, du- 
rante la conquista, en 1533. 

Al dar razón de este hecho, han incurrido en error los histo- 
riadores que tomando la palabra Uirakocha en el sentido de “es- 
puma del mar,” pretenden que la aplicación de ese nombre á los es- 
pañoles, hecha por los indígenas en los momentos de la conquista, 
fué debida á haber venido aquellos por mar, como la espuma. 

Esto es completamente inaceptable, tanto porque los indíge- 
nas sabían muy bien que Ulrakocha no significa “espuma del 
mar”, cuanto porque no inventaron esa palabra con la ocasión de 
la llegada de los buques españoles. 


(35) Betanzos, Op. cit., cap. 6. 
(36) Acosta, Op. cit., Libro 6. 9 
24 


— 334 — 


Si se tiene presente que Uirakocha era ya una palabra usada 
por los peruanos y que, en su Teogonía, ella correspondía á un 
personaje de caracteres físicos, diversos de los de los indígenas, 
por su barba, tez blanca etc., es fácil comprender que llamasen Ui- 
rakocha á los españoles cuyas formas se asemejaban á las del Uira- 
kocha mítico; y cuyas armas de fuego producían los efectos del 
rayo y del trueno. 

Agrégase á ésto que, habiendo llegado los españoles á destruir 
el poder de Atahuallpa, cuando las tropas de Huáscar subyugadas 
por las de aquel, invocaban á su Dios Uirakocha y le pedían so- 
corro, era muy natural. que, en su sencillez, creyesen que los nue- 
vos guerreros fuesen sus auxiliares, los hijos de Uirakocha. 

Después de todo ésto, una vez dada esa denominación á los 
españoles, pasó ella á ser equivalente de “Caballero” y un califica- 
tivo de la raza blanca y de los hispano-americanos que, por sus 
caracteres físicos, corresponden á dicha raza. 

Rememorando, con todo lo expuesto hasta aquí, las variacio- 

nes que ha sufrido en su significación la mítica palabra Uirako- 
cha, desde los remotos tiempos del nacimiento de estas poblacio- 
nes hasta la época de la conquista española y después de ella, se 
nota que, en esa significación, ha habido esenciales cambios. Así, 
se advierte, que el grandioso nombre de “Uirakocha”, con que se 
reverenció y veneró, durante siglos, al Supremo Hacedor, fué pro- 
fanado alguna vez, en tiempo del imperio incáico, por uno de los 
Incas, que se dió esa denominación y pretendió deificarse. 
Se observa, asímismo, que ese nombre sacrosanto, cuya 
enunciación se había hecho siempre con gratitud y esperanza, se 
dió á enemigos encarnizados que no tenían más divisa que el lu- 
cro y la tiranía. Se ha visto, por fin, que, después de todo ésto, la 
palabra Uirakocha no es sino un simple dictado de dignidad dado 
á la raza blanca. 


Dr. L. ViLLarR (del Cuzco.) 


— 8385 — 


OBSERVACIONES TOMADAS EN SAN IGNACIO, CAYLLOMA 
DEPARTAMENTO DE aid: 


JULIO, 1897 


AGOSTO, 1897 


MINIMUM 
DIAS "| MAXIMUM | sO CERO 
1 3.5 14.5 
2 10. 14. 
538% 10.5 o: 
4d ' 10.5 E 
DS 10. 11.5 
6 10. ds 
e) TOIDe 10. 
8 TT, 10.5 
9 A 10.5 
10 10 10.5 
11 ul 12. 
12 12. 14, 
13 9 3: 
14 9 14.5 
15 9.5 12. 
o 10. 12. 
Ser 10.5 10. 
18 10, 11 
NOS 9.5 ES 
20 10.5 11.5 
21 10. 10. 
22 me 16. 
2 8.5 12. 
24 * 10). mE 
25 10 10. 
26 11 10. 
Zo JUN. 10. > 
28 10. 11 
29 10. 11 
30 MO le 
31 JUN 10 
Máximum 13 
Mínimum 16. bajo cero 
Máximum término... É 
medio 10. 
Mínimum id. AS | 
Aguacero ninguno 


X MINIMUM 

DIAS MAXIMUM | xAJO CERO 

if mob 10. 
2 13. 1 
3 173. 12 
4 12, 11. 
5 1 6. 
6 12. de 
E JETA 8. 
S 12: 9. 
9 mal Je 

10 EZ: O 

11 nes 13. 

12 SN 10d 

13 12.5 Malo 

14 10.5 14. 

15 12: 14. 

16 13. 14. 

17 5. 12. 

iS 14,5 6. 

19 12.5 A 

20 18% Ye 

21 14. | $. 

22 15. 8. 

23 14. 8. 

24 8.5 12. 

25 1 TS. 

26 ADO 3). 

27 9. 10. 

28 14. el 

29 14 ele 

30 | 127 ED, 

31 1% 9. 
Máximum 15. 
Minimum 14. bajo cero 
Máximum término 

medio 1314 
Mínimum id 9.7 1d. 
Aguacero 5. mílime- 

tros el 19 


Temblor fuerte el 30 á las 3.20 p.m. 
H. HorPkE Jonks. 


— 336 — 


OBSERVACIONES TOMADAS EN SAN IGNACIO, CAYLLOMA, 


DEPARTAMENTO DE AREQUIPA 


SETIEMBRE, 1897 


OCTUBRE, 1897 


MINIMUM 
DIAS | MAXIMUM | e AjOCERO 
1 14, | 9. 
2 A: 6. 
3 14, 11.5 
4 14, 11.5 
5 15. ML 
6 12.5 Mal 
7 12) e 
Si yl 12: l/s 
9 | 10. 4. 
10 | 13. 9.5 
11 13.5 10. 
12 13.5 JUL 
13 14 12 
14 Oj 8. 
15 16.5 9.5 
16 16. 10. 
vz 17, 10. 
38 16.5 11. 
19 16. 17 
20 ] 15.5 9. 
21 yaz 10. 
22 1 7.5 
23 14. 307, 
24 15.5 | 10. 
25 | 7] 13. 
26 198. 6. 
AMS 1875 8. 
28 | 16.5 | 9. ) 
POP a E | 5.5 
OT: | 6. 
| | 
[ 
Máximum 18.5 
Mínimum 13. bajo cero 
Máximum término 
medio 14.589 
Minimum id. 9. id. 
Aguacero 5. milíme- 
tros el 8|! 


MÍNIMUM 
BAJO CERO 


10.5 


Q: Or 


w 


Rh hu 
MS IE ES 


e ol 
O — ha 


12. 


pu 
4 


a 


DIAS MÁXIMUM 
1 15. 
2 16. 
3 16.5 
4 18, 
5) 157% 
6 MOTO 
Ml 15.5 
3 18. 
9 18.5 
10 [ 19, 
11 19.5 
ON o 0 
13 | Pila 
14 | 18.5 
15 19. 
16 20, 
M7 20. 
18 20. 
19 16. 
20 16. 
21 19.5 
22 18. 
23 Ur 
24 16. 
25 15. 
26 19. 
27 19. 
28 20, 
29 17d 
30 18. 
31 18. 
Máximum 
Mínimumn 
¡Máximum término 
medio 
'Mínimum id. 
Aguacero 


21. 
14. bajo cero 


17.9 
9. id. 
15. milíme- 
tros el 18 


H. HoPE JoNEs. 


— 337 — 


TEMPERATURA DE HUANUCO 


MAYO, 1896 JUNIO, 1896 
o) da A la ell oa 
Dll a OBSERVACIONES ce | OBSERVACIONES 
o |m o |0m 
1122 24.S¡Lluvia por la tarde 1118.5124.2 Despejado 
II A ña E 2118.923,4 ,, 
320.524 [Despejado 3112 122,80... 
4181 (24.6 4119 123.2) ,, 
5122 (24 [Nubl. en la mañana || 519.423.2 ,, 
621.823 [Desp. eu la mañana | 619.6 22.6 
7120.625.5| ,, 7/20.8 22.4 Mañana nublada 
A l2S 1, 8119 (94 | 
RL. 5Rd o, : 920 (24.8 Despejado - 
1021 (96 |), 10,20.224.6 ,, 
1122 125 | ,, 11119.824.8 
12/22 126 | ,, 121202124 1, 
15321.823.6 Nubl. mañana 13121 (23.8 .,, 
14/21 25 [Desp. mañana. Llu- [14/21 (24 | .,, 
via en la noche 15121 (23.6 .,, 
1522 (23 |[Nubl. tarde. Lluvia [16/20.622.6 Tarde nublada 
en la noche 17120.2/22.4/ Despejado 
16/21.224 [Nubl. mañana y nu-||18/20.8:23 23 
che; lluvia en lano- 1912012341, 
che. 2020 23.61 ,, 
17120.224.5Nubl, mañana y no-|(21/20.222,6|,, 
che 2220 [22.2 Tarde lluvia 
1821 22.5Nubl. mañana; llu- |23/20.2/22.4 Nublado 
via en la tarde 24 20.2/23.4 Despejado 
19/20.2 24.8 Despejado 25/20.3123 Ae 


2020 23.2 Lluvia mañana; des- [2420.623.2/.,, 
pejado en la tarde |2720.822,8| .,, 
. 21720.423 [Nubmañana;13p.m. (2821.2/23,8 ,, 


lluvia y truenos 2920.6/23 ñ 
22/20.8/24.4 Despejado 30.20.2123 57 
23121 124.6), 
2491 (24.8 ,, 
25/22 [24 


»” » 
26:20.825 [Nubl. mañana 
27/21 [25 ¡Despejado 
NC EE . 
29 19.4 24.4 Nubl. mañana 
30,19.5/24.8 Despejado 
3121 raso, 


NOTA,.—El barómetro fluctúa entre un mí- NOTA. a punto de rocío fluctúa entre 14 *C 
O e un máximum de 617 mm  Des- | [y 17 lá6.2 

e las 12 m. hasta las 5p.m. generalmente vien- 
to fuerte E. y NE. DK MANUEL L. HOHAGEN. 


25 


— 338 — 


TEMPERATURA DE HUANVUCO 


JULIO, 19896 AGOSTO, 1896 
MaS dE AS 
Z A OBSERVACIONES A OBSERVACIONES 
al a a) QS RES 
1120.8/23.8| Despejado 1119.62% Tarde nublada 
220.7/22.8| ,, 219.822 1 ,, k 
3120.6/23.4 ,, ; repunta ligera|| 3/20.499.92 ,, de 
491 ¡28.8 ,, 491 pe ., os 
520.623 E 5119.8/92.6 ,, E 
6/20.5/23.2|-,, 6/20.222.4 >, ,, noch. luv. 
7120.8/22.7| ., 120.220.3 Lluvia todo el d. y n. 
$21 |22.4/Nublado 8/20 (21.6 Mañana lluvia 
9/20.7/22.6 Mañana nublada 9 19.6/21.8 Despejado 
1020.823 ¡Despejado 0119.8/22.8 ,, 
11120.8/23.2] ,, 1120.2123.6,, 
1220.6/23 ¡Mañana nublada 12120.2/23.2 ,, 
13/20.8/92.8/ ,, Sí 3120.1123.6 ,, 
14/20.8/93 [Despejado 141920 4193.4  ., 
15 20.623 6, 6 p.m. lluvia |(1521 (22.9 ,, 
16/20.6/23.5 Mañana nublada 16/20.6/22.8| ., 
17/20.2/22.4 ,, Muvia; ,, A 
18/20.8/22.6/Tarde A 18/21 [92 [Tarde lluvia 
19/21.822.8 Despejado 19/21.222.2 Mañana lluvia 
20/20.2/22.4 Mañana nublada 20/21 22.8 Despejado 
21 20.423.8 Despejado MATAS ASIA 
2220.5/22.6 Tarde nublada 2291.4/23 Tarde algo nubl. 
23/20.922.8| ., 23/21.223  [Desp.; llovió 7 p. m. 
9420.222.8 ,, 2421 [92.6/Nublado | 
2520 (23.8 Despejado 25/20 .8/23.6 Despejado 
26119 [93.4 ,, 2621.523 [Mañ. nubl. llov. 6 pm. 
27/20,223.2 ,, 27/20.8/23.4 Despejado 
28/19 $ 22.4/Tarde nublada 28/91 [24 E 
2920.62.4 ,,  ,, 2991.294 y ,, 
30/20.122 ¡Nublado 301.224 [Noche nublada 
31/20 122.2] ,, A oso 


. MANUEL L. HOHAGEN. 


— 330 — 


OBSERVACIONES TERMOMETRICAS 


practicadas en el Colegio Nacional de San Miguel de Piura en el mes 


de abril de 


1897 


| 


uv 
s»o 
'ermómetr Ustado del cielo [5 =8 
% Termómetro Esta( sra iia 
A 4 EA 
Á LA SOMBRA| AL SOL Z E der 
a.m 2p.m 98. m2p.m 9a. m | 2 p.m E 
A din Jue: A O egos, 
2,28% 329% (30% ¡35% [Variable ¡Despejado|........- Sul 
38/26% (31% [29% [385% ¡Variable [Despejado |........- Sur 
A A lea as a o eso A 
597% 817% (30% [34% [Despejado | Variable |.........| Sur 
61272 lg0" ¡272 |82% [Nublado ¡Nublado |......... Sur 
TIOTA 199% 129% (33% (Variable [Sereno Sur 
8274 130% [30% (34% ¡Claro Vamtable Lun. 0 Sur 
997% 130% (30% (37% [Sereno DI Sur 
MT SIE O 136%. Nublado ¡Wlaro4 $” liccióno o Sur 
le lA lod a o AN a a oro lA CAS 
12282 1807 (319 137% |Claro Wamablea! esa... [7 Sul 
1397 180% [981 (35% [Variable Cirrus e Eco > IS 
14927 % [30% [29% (33% [Despejado |Nublado |......... Sur 
O E RS A Sa, 
AC MAA a Sd Ae De EEES O 
TIT (99% (30% [34% ¡Olaro AA AO Sul 
A (A et e A AS E E a e ll ida 
1997 (29% 96 ¡32% [Nublado ¡Cirrus Aguacero! Sul 
SO 1295. 19857... ¡Nublado ¡Claro 1 cas... | Sun 
SU 236% [Mariable! ¡CIS 0 lo. se... Sur 
991972 199% ¡2947 (35” ¡Cirrus Mantables E... Sur 
93/26 [29% [99% (364 ¡Claro ¡Despejado |......... Sur 
94126 198% [28% [35% |[Despejado|Nublado |......... Sur 
Do rt SI A A 
961272 1305 (99% (35% [Variable [Cirrus |......... Sur 
227 199*4 [99% 135% [Variable [Variable ¡......... Sur 
28/26 130% (98% (135% [Variable |Despejado|......... Sur 
291264 (30% (9297 135% ¡Claro Despejado. ¿30.. 7 SU 
3026% (99% (298% (132% Cirrus Nublado luso... Sur 
ll A SS A E A - 


En este mes comienzan las siembras de alfalfa, fréjol, yucas, 
plátanos, etc., y se cosecha la caña dulce, la naranja, la chirimo- 
ya, la sandía, el melón, la guayaba y toda clase de plátanos. 


PEDRO C. CASTRO. 


— 340 — 


OBSERVACIONES TERMOMETRICAS 


practicadas en el Colegio Nacional de San Miguel de Piura, en el mes 
de mayo de 1897 


Estado del cielo 


Despejado 


2 Termómetro 
5% 
ai 
pa O 
9 a. m.¡2 p. m./9 a. m.|2 p.m. 9a. m. 

11264 1297 ¡5804 [334 [Variable 

AS AE O AS 

327 (304 1307 [34% [Claro 

428 |293 (30% ¡33% [Variable 

5254 (994 (28% 1835 Nublado 

69261 (984 [294 134% [Despejado 

7951 130 (98% [385 ¡Cirrus 

826 29 267 135 Variable 

NA A a A e 
1026 2981 (28% 138% “¡Claro 
1125 (994 (97 1341 Sereno 
12254 (291 ¡284 135 [Cirrus 
1325 [981 (974 183% [Variable 
1424 ¡29 25 183% [Nublado 
15244 (98 (2964 132% |Variable 
O A E 
17/2414 (987 (925 [343 [Nublado 
1826  |991% 1984 134% ¡Claro 
19253 (981 (98% [343 ¡Despejado 
9094 (9274 (964 (338% [Variable 
91231 (974 (96 132% [Variable 
99/25 (98% 198 (334 [Cirrus 
NI RA A SIN: 
24254 (29 2981 333 ¡Claro 
2525 [974 (9274 34 [Sereno 
26244 (974 (964 344 [Despejado 
27 TO A A 
98/2443 1974 /927- 31% [Claro 
9925 129 127% 33% [Despejado 
ol ) o AR z o oa llo a or b 
311934 197 23% 304 ¡Nublado 


Tariable 
Despejado 
Claro 
Claro 
Olaro 
Despejado 
Variable 
Variable 
Claro 
Despejado 
¡Cumulus 
Cirrus 
Cumulus 
Variable 
Variable 
¡Despejado 
¡Claro 
Despejado 
Cirrus 
Variable 
Claro 
Cirrus 
¡Variable 


Variable 


Garúa 


.. 


ección 


Lluvias 


Dir 
dominante 


DICO MD OO 


OOOO ONO 


e 


......... 


DO ODIOS 


» in feoiia lo Ta 


ARONA OOO 


| 


del viento 


Comienzan las cosechas de maiz, zapallo, cereales, uvas, gua- 
yabas, caña de azúcar, pacaes, potos, sandías, melones, yucas, 


chirimoyas. 


PEDRO C. CASTRO. 


— 341 — 


OBSERVACIONES TERMOMETRICAS 
practicadas en el Colegio Nacional de San Miguel de Piura en el mes de 


junio de 1897 


Termómetro 


ALA SOMBRA AL SOL 


am 2p.m.¡9a. m./2 p.m. 


33 4 


2). 
(SE 


1d) ua ro : 


2133 


133 


(SS, EA 
E 


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Lo) z ma 


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2 


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Estado del cielo 


. ¡Nublado.... 
. Despejado .. 


Variable . 
(CU La Fher 


Despejado .. 
Vatiable.... 


O AE O 


. Variable... 
Despejado ... 


Nublado.... 


Claro 


OOO POE O 


lato 
Vanable” .. 
Despejado... 
Nublado... 
Variable:.. 


¡Despejado . 


OCA OLA 
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. ¡Cumulus 


-.¡Cumulus.. 


. Claro 


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Despejado .. 
Claro... 
CATS 
Variable.... 
Despejado .. 
Cirrus 


Cirrus 


Ss TVariable.<. 


Nublado.... 


Claro 


Cirrus 0 
.[Cumulus.. 


AAA 


JD OO NOR 


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| 
| 


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A OOO 


SO POROS 


aa e o 


TEOIÓO ORADOR 


ante 


irección 
in 


del viento 


D 


dom 


Se cosecha el maíz, el algodón, el trigo, el café, el cacao, la 
cebada, la sandía, la yuca, la papa. 


PEDRO CÉSAR CASTRO. 


26 


— 322 


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343 — 


Observaciones meteorológicas practicadas durante el mes de Octubre de 1896 


EN EL PASO DE SAN CARLOS, KILÓMETRO 77 126 DEL CAMINO AL PICHIS 


por el Dr. Federico Remy, Miembro de la Expedición exploradora al Ucayali 


z Temperatura Humedad | Tensión del vapor 
Z | Min| Maz 'Oscil| Media | Max| Min | Med] Maz | Min | Media 
1116.220.1| 3.9 18.1 | 100 93 96| 16.94; 13.42 15.18 
9115.218.6| 3.4 16.9 | 100 92 :96| 15.23| 12.67| 13.9% 
3116.021.5 5.5| 18.7 | 100/ 82 91] 16.83! 18.511 15.17 
4119.-215.8| 3.4] 17.5 | 1001 93] 96| 15.82] 13.17] 14.49 
5120.916.6| 4.3) 18.7 | 99] 90| 94| 17.14 13.95| 15.54 
6115.423.0; 7.6! 19.2 | Y6| S6| 91| 18.86 192.67| 15.76 
71118.416.4| 2.01 17.4 | 99 96 97, 15.383| 13.77, 13.05 
8/15.4 19,0 3.61 17.2 | 99 ST| 93| 15.92 192.92 14.42 
9115.9119.6| 4.4| 17,4 | 99| S9| 94| 16.19 12.67| 14.39 
10,13.8118.7/ +.9| 16.2 | 100| 931 96| 15.27| 11.50] 13.38 
a ds (7.0 | 1001 94] 97| 15.33| 18.17] 14.25 
1914.4/18.0| 3.6! 16.2 | 97| :90| 93 12.76| 14.40| 13.58 
13114.1/22.01 7.9 16.0 | 98 64| 81| 16.49] 11.73) 14.11 
14/16.024.9 8.2 20,1 | 98 82 90 19.39 13.77| 16.58 
15/15.1/19.8| 4.7 17.4 | 9] 96l 97| 16.13 12.67| 14.70 
16117.6/21.6| 4.01 19.6 98| 86 92 17.46| 14.86] 16.16 
17115.6/18.7. 83.1) 17.2, 99 0%; 96| 15.921 13.09 14.50 
18112.6/26.5113.9! 19.5 | 100, 73 86| 19.89 13.00] 16.19 
19114.4/27.7113.3| 21.0 | 99 81 90| 21.32 14.86] 15.09 
20115,2119.4| 4.21 17.3 | 100, 95l 97| 15.92 12.67| 11.29 


| Nebutosidad 


O <£ 00 “0 =TO>“S 00 =I 00 


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622.40 
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623.75 


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Notas 


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dia del mes 18.29 


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Temblor 


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— 344 — 


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TATMATAON 


AYIALIO 


— 345 — 


DEMOGRAFIA DE HUA 


NUCO EN 1894 


4 o| [2/91 
> | S|P/2/8| 
ENFERMEDADES > ¡S|Rizlo.9 o | 3 15|5|5| 
SS (5 5/7 3 35/9835 81.3 
RISAS SISAo Sra 
IDISentenia. nadas a als EA A IO E a: 
A MINA DSIcal 342 
A A 2.21 2..] 4 9 Ne 
A A PC A e AA Ns AN dl 
IBROMQUILIS => 3 ¿orto e ar Mi all Wi 
Ataque cerebral ......... EAS a os dee ay ai 
¡Afección al corazód........o.o.... ER le le 
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Cancer al estómago. li.liio... len. a E 
Total de defunciones...... 13812 7| 914 11| 9 913| 7| 91192 
Total de nacimientos.... .(40/45 4067/36/33 144 26/37 5011945 
4 


— 346 — 
DEMOGRAFIA DE HUANUCO EN 1895 


| 


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ENFERMEDADES (2 3 RR Rlol(S|o313 S|3|3 
SS |[S|[5| SST SS S/3[9 
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Bronquitis eo O o A 
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Ircación E E 
Cáncer uterino. .. a UE Saló 
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Gostados 10 Eo EL a Ll ML 
Diarrea. ed US FEE A 
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Colerinal e E IEA o 1 
Aterción alicorazonte ES SA 
UJO.... 0 e AR A A E 1 MA 
Indigestiód..L does. A OU Pad a de 
LSDIES is A e de ies Ed! a 
Beritonitis sa e A 
Ictericia, LAO Ne CN MAA 
IMtluenza ate E OS Ph 
Denticióon Uno RA E PI A II 3 
Tos conyulsiva 0. ak A O A 
WOMILOSE Ls ade o cia ls e 
Inflamación O AS E A 
Cáncer al estómago A A 
Eemornacia o oia ala el 
NPIEPSIA culos a , 1 
e bilioso...... ; 
Total de defunciones. . LL 191121641 20111 1911823 
| Total de Nacimientos. . UE 21161152 65 40144143 E 
M. L. HoHAGEN. 


— 347 — 


CUADRO que manifiesta el número de nacimien tos habidos en la po- 


blación de Iquitos durante el año de 1896. 


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SEXO RAZAS 10 
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MODECHO E a al 31 | 2 || 93 3 | 29 || 19 | 380 1) 55 
A O A 39 | 26 || 924 | 10 | 31 || 88.1-39.1| 65 
A 40 | 59 [94 | 298 ¡ 47 || 47 | 52 || 99 
AA A SA ESTO 4-1 19-114 | 19 || 96 
ALO e cara e il 3 A 1 o, 4 
TA. dos 23 | 42 | 22 |12 | 31 [| 32. | 88 | 65 | 
NS A 30 |29| 22 |11|26 [20 | 39.59 | 
| 
Setiembre... dido 28 1.2011 16 | 11-191 4 91. |:97'l| 48 
DA A AS E PESA RD AOS ll 45 
Noviembre E. ae aia sj 35 | 38 || 24 | 19 ¡ 30 | TN 
| | 
| PRGISHbIe. ocios de 44 | 49 | 93 | 90 | 43 | 36 1.50 1 86 
| 
| Enfelrañor its: 328 (356 [232 (131 321207 1387 [684 
Iquitos, Diciembre 31 de 1596. 
v.” B.”—B. Maya. JUAN J. Rriz. 


Inspector de Estado Civil. Oficial de Estadística. 


— 348 — 


cación de sexos, asistencia médica y diagnóstico. 


CUADRO que demuestra las defunciones habidas en la población de Iquitos durante el año de 1896, con especifi= 


» Asistencia a 
Adultos | Páryulos |", Édica ENFERMEDADES | 
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Marzo 21 4 | Sa 8 11191521 9 4 6 2 | 3 9 E 1 AT S 11.33 
A IS TS 0 TO 22 1 6 S SALÓ, 1 3 9 10 || 89 
Mayo..... AECA A E SN IESO: 2 | AO ES 
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Setiembre. 19 | 4 4 9 127 1 A ar lar il 9 9 1 il 7 || 99 
Octubre....! LEG aL MO) 318 3 3 7 3 3 9 RO 1: ESA 
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En el año. 120 | 57 [ 98 [107 [| 94 [288 [38 | 52 | 49 40 [26 18 11 17 10 8 | 9 l109 389 
' 


JUAN J. Ruíz — Oficial de Estadística. 


Iquitos, Diciembre 31 de 1896. 
V.* B."—El Inspector del Estado Civil —B. Maya. 


OBSERVACIONES METEOROLÓGICAS 


S EN EL PUERTO DEL CALLAO, ESPECIALMENTE PARA LA SOCIEDAD GEOGRAFICA DE LIMA 
DURANTE EL MES DE OCTUBRE DE 1897. 


RACTICAD 


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20 | [700.00 700.10 10 16 || | 


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PRACTICADAS 


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760.05 
700.00 
760.00 
760,80 
759.80 
50.45 


759,00 


59.20 


700.70 


10,50. 


780,50 
760,00. 
700.80 


700,70 


0,30 


Temperatura 


Usclla. 


Yom. 


20.0 
20.4 
20,4 
21.3 
20,0 
10.8 
20,6 
19.4 
10.6 
20.1 


20.1 


19.0 
10.8 
20.8 
21.5 
20.0 


50.3 
20.3 


20.0 


Ep Gpo 


OBSERVACIONES METEOROLÓGICAS 


DURANTE EL MES DE NOVIEMBRE DE 1897. 


de agua 


3 


B pom Gpo 


| Etaporaci 


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14.07 


1 
1 
1 
1 
nl 
L 


19) 14,70 02 
LY) 14.86 BD 
1911 14,80 3s 
14 14,10 18 
2011 14:43 4 
511 15,49 34 
71 14:80 02 
0 BT 
6 15 
6 


10.67 
| 17.00. 
39 


nz 


> kesucooz 


Fuerza elástica del vapor 


19,91 
13,12 
14.08 
14.01 
17.06 
1,83: 
19,07 
14:35 
14,20 
14,18 


13,00 


10.01 


15.05 |! 


10.27 
15.00 
16.17 
10.27 
10.43 


10.28 


Radiación 


EN EL PUERTO DEL CALLAO, ESPECIALMENTE PARA LA SOCIEDAD GEOGRAFICA DE LIMA 


| dad relativa | Nebulosidad piro ol vi | = 
Humedad relativa 0410 ¡Plreccits dlel viento! E [solar maxi. 
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» cicalvcaz 


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Ss Ss 

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142.41 


114,50 | 


118.13 
00.31 
0 


130,40 
105,81 
108,84 


91,24] 


104,05 


0.004 
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OBSERVACIONES METEOROLÓGICAS 
PRACTICADAS EN EL PUERTO DEL CALLAO, ESPECIALMENTE PARA LA SOCIEDAD GEOGRAFICA DE LIMA 
DURANTE EL MES DE DICIEMBRE DE 1897. 


Barómetro || | Fuerza elástica del vapor y i ñ 16 a KRadinció 
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Boletin de la Sociedad Geografica de Lima. Ajo VI! - Trimestre 321897 


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TOMO VII 
Lima, Jueves 31 de Marzo de 1898.-Mims. 10, 11 y 12. 


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ITINERARIO DE LOS VIAJES DE RAIMONDI EN EL PERU 


Lampa, Azángaro, Huancané, Putina, Orurillo, Santa Rosa, 
Sicuaní, Checacupe, Cuzco, (1865) (1) 


PROVINCIA DE LAMPA 


Y L principal comercio de esta provincia consiste en lanas, 
exportándose anualmente de cuatro á cinco mil quintales 
de alpaca y más de sesenta mil de oveja. Exporta tam- 
bién gran número de chalonas y sebo de las ovejas que sirven 
á dicha preparación: las primeras se llevan á la costa y el sebo se 
envía al Cuzco en cambio de maíz. 

Como esta provincia no produce muchas papas para el con- 
sumo de sus habitantes, hay que introducir chuño de la de 
Chucuito. 

Las fiestas públicas, tanto políticas como rel'giosas, se celebran 
como en las demás provincias del departamento, con bailes de 
indios vestidos del modo más caprichoso y que recorren las calles 
día y noche tocando su triste y monótona música. 

El carnaval pasa también casi del mismo modo que en todo el 
departamento. El día domingo entran á la población máscaras y 


(1) Véase el Boletín Nos. 4, 5 y 6.—Año VII, Tomo VII y los que le preceden. 
d 


— 350 — 


van recorriendo las calles, indicando que ha llegado el carnaval. 
A veces salen al encuentro de estos indios enmascarados para con- 
ducirlos á la población, ceremonia que llaman 2» á traer el car 
naval. 

Los juegos se reducen á pintarse la cara con harina y tirarse 
cascarones de huevo llenos de agua coloreada con asrampo. Este 
juego empieza casi siempre el lúnes, pero algunos se anticipan 
desde el domingo, día que comunmente acostumbran festejarlo 
con algún convite ó reunión en la que se toma bastante licor y se 
termina bailando. 

El lúnes desde muy temprano comienza el juego que caracte— 
riza el carnaval. Algunos que han pasado la noche en baile, van 
desde la madrugada á las casas de los amigos y los despiertan ha- 
ciéndolos levantar casi por la fuerza para jugar y bailar. 

En el día (1865) se han modificado muchísimo las costumbres, 
y no se usala bárbara ceremonia llamada del Chio chico, que se ha- 
llaba hasta hace pocos años en vigor. Consistía ésta en ir á las cua- 
tro de la madrugada á. la casa de los amigos y si á esta hora los ha- 
llaban todavía en cama los sacaban á viva fuerza, y medio desnu- 

dos los cabalgaban en un asno y los conducían á la plaza, dándo- 
les á beber al mismo tiempo sinnúmero de copas de aguardiente. 

A veces añadían á esta desagradable costumbre otra aún más 
bárbara que era la de azotarlos con hortiga. 


El lúnes casi en todas las casas se establece activa guerra en- 
tre hombres y mujeres, cubriéndose la cara y el pelo con harina y 
arrojándose los cascarones con agua coloreada, de modo que en po- 
co tiempo todas las caras están completamente desfiguradas por 
la mezcla del blanco y colorado, presentando las figuras más extra- 
ñas que se puede imaginar. 

A veces dos ó tres mujeres se reunen para pintar á un hom- 
bre, y es tanta la harina y el agua que le echan á la cabeza, que el 


desgraciado sale con tal cantidad de masa en el pelo, que bien se 
podría fabricar pan. 


Los hombres á su vez echan á las mujeres harina, huevos 
con agua de airampo y por el cuello pomos enteros de olor, 
de manera que salen tan mojadas que se ven obligadas á mu- 
dar de vestido; pero éste no dura seco sino un instante, porque en- 
tran á la casa otros amigos y vuelven á repetir el juego, por lo que 
algunas señoritas tienen que cambiar ropa cuatro ó cinco ve- 
ces en el día; para este juego usan sus vestidos corrientes y sólo 


— 351 — 


acostumbran cubrirse la cabeza con la montera que usan los indios 
para bailes de este género. 

Por la tarde concluye el juego de pintarse y mojarse, dando co- 
mienzo al baile que dura toda la noche, durante la cual se bebe nu- 
merosas copas de vino. A primera vista causa extrañeza el ver que 
todas las señoritas prefieren el aguardiente al vino; pero esto se ex- 
plica fácilmente conociendo la costumbre que tienen la mayor par- 
te de ellas, de no tomar el aguardiente que les ofrecen,sino vaciarlo 
de la boca al pañuelo con destreza particular, maniobra que no po- 
drían hacer con el vino, pues se notaría. 

Las danzas por lo general consisten en bailes del país (especie 
de zamacueca) y la música por lo común es de una sola guitarra, 
existiendo solo dos ó tres pianos. El individuo que toca la gui- 
tarra canta también algunas estrofas con voz estridente y 
descompasada. Las estrofas son las más estrafalarias que darse 
puede y algunas hasta indecentes. 

Costumbre particular á este departamento por lo que respes- 
ta á los bailes, es la de formar una rueda de hombres cogidos de 
la mano, quedando el músico en el centro. El círculo se pone en 
movimiento dando un impulso con los brazos y el cuerpo, cantan- 
do algunas estrofas con sonido triste y quejumbroso. El músico 
situado en el centro no hace sino repetir á cada estrofa ay! carna- 
vales, en tono que casi indica el dolor; de manera que en conjun. 
to parecen más bien lamentaciones que juego. 

En la plaza se forma otro círculo de indias y también de gen- 
te d-cente que da vueltas entonando la misma canción. 

El día mártes se festeja del mismo modo que el lúnes, jugan- 
do con más ardor por ser el último día; en éste nada se respeta: el 
juego se hace encarnizado y en poco tiempo todo se pone de color 
blanco y rosado por la harina y el agua de airampo. Las personas, 
los muebles, las alfombras, todo se ensucia con tan extraños pro- 
yectiles. Este día se remata bailando á veces hasta el amanecer. 

Los indios comunmente no se acuestan el primer día de 
cuaresma, y se les encuentra alamaneceren las calles cantando su 
melancólico ay! carnaval, lo que noes extraño, pues no habiéndose 
acostado no han podido darse cuenta de que el carnaval ha termi- 
nado, y les parece que el primer día de cuaresma no es sino la con- 
tinuación del martes. 

El miércoles, esto es el primer día de cuaresma, se celebra de 
otro modo: casi toda la gente tiene la costumbre de salir 4 pasear 


al campo, á pié, á una pampa fuera de la población; muchas de las 


familias hacen llevar á este lugar provisiones que las toman sen- 
tados sobre alfombras tendidas en el suelo. 

En este día, de tres á seis de la tarde, se notan numerosos 
grupos en la pampa y no faltan bailes improvisados sobre la al- 
fombra verde que forma la blanda yerba. 

Lo que admira es ver una banderz negra en la cual se notan 
unas cuantas calaveras, indicio de que el carnaval ha muerto; 
muerte que no es sino en el nombre, porque el baile es prueba 
palpable de que dura todavía. 


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La raza indígena de Lampa no es de mal carácter; pero sí un 
poco perezosa. Pocos hablan el castellano, siendo sn idioma la len- 
gua quechua. No tienen malas facciones y entre las mujeres se en- 
cuentran algunas que se podrían llamar bonitas, solo que por lo 
común gon muy desaseadas. 

Los hombres usan casi todos el pelo dividido eu gran número 
de trenzas como los de la provincia de Carabaya. Las mujeres 


usan monteras cortadas en linea recta tanto por delante como por 
detrás. 


DE LAMPA Á PALCA (35 KILÓMETROS) 


Marzo 2 de 1865.—Saliendo de Palca (11 h. 37m.) con direc- 
ción hacia el O, á poca distancia de la pobla sión, se pasa delante de 
una casa situada en la pampa conocida con el nombre de Locería, 
(porque se pensaba establecer allí una fábrica de loza). Esta casa 
fué hacienda mineral, notándose todavía dos bóvedas para trapl- 
ches y los relaves de los minerales que se beneficiaban. 

Los minerales venían del cerro Chocchoni que dista 25 kiló- 
metros de Lampa, y con la plata que ha dado este cerro se cons: 
truyó la iglesia de esta población. 

En 1850 se refeccionó la casa que se hallaba casi abandonada 
y se destinó á una fábrica de loza, pues existen en las inmedia- 
ciones excelentes materiales para esta industria; pero desgra- 
ciadamente no se realizó la empresa y después de haber gastado 
bastante dinero en la refección del local, no quedó sino el nombre 
de Locería que lleva el lugar desde aquella época. 

Pasando los dos brazos del rio (12-7) se ve deléjos la hacieada 
de Moquecache que dista 5 kilómetros. 


Frente á la toma de la acequia (12-53) que suministra el agua 
( 


— 353 — 


á la pila de Lampa, en la otra banda del rio, se ve la hacienda 
mineral de Lamparajén, perteneciente á don Máximo Cáceres. 

Saliendo (1 h.) del N 55 O la quebrada se estrecha, pasando el 
camino «1 pie de unos cerritos. 

Luego, se abre la quebrada y principia otra pampa. Se pasa 
un arroyo (1-15) que viene de una quebrada á la derecha al ONO; 
se marcha por terreno casi llano; terminando la pampa (1-45) vuel- 
ve á estrecharse la quebrada. —Pasando un arroyo se abre otro 
llano menos ancho; (los cerritos de la derecha del camino están 
cubiertos de queñua)--Se estrecha la quebrada en un malpaso, 
(1-56) marchándose luego por otro llano con dirección al N 80 O— 
La quebrada (2-12) va estrechándose poco á poco, se pasa (2-15) 
un grueso arroyo que viene de una quebradita á la derecha, en la 
que hay una choza cuyos habitantes se dedican al cultivo de pa- 
pas. Pasando (2-27) del SO al S 72 O, (2-32) se encuentra una que- 
brada (2-40) con un rio regular, atravesándose el principal po- 
cos pasos más arriba de la desembocadura del precedente (al 0). 

Caminando (2-58) al N 80 O se pasa un arroyo y se deja un 
caminoá la izquierda que va á Ocubiri sin pasar por Palca; después 
se atraviesa un rio (3-11) con regular cantidad de agua que viene 
del S 80 O, y luego se sigue por la orilla derecha del rio principal 
con dirección al N 50 O. 

Poco después (3-23) se pasa el rio que está muy esplayado y 
luego se le pasa nuevamente. 

En la orilla derecha del rio (3.30) se encuentra la hacienda mi- 
neral de Umpuco que tiene muchas casas y una capilla; está situa- 
da al N 75 0. 

Tomando al O se pasa el rio (4-13) que se halla dividido en 
varios brazos. 

Se pasa otro (4-30) que viene del NO; y se entra á Palca. 

Palca es caserío situado en una pampa entre dos ríos: uno que 
es el principal viene del cerro mineral de Pomasi y el otro de Vila- 
vila y de los altos del camino que va á Ocubiri. Palca se puele con- 
siderar más bien como hacienda mineral que como población. Sin- 
embargo, en el Congreso que acaba de clausurarse (1865), se pre- 
sentó un proyecto de nueva división del departamento de Puno y 
se le consideró como capital de distrito. 


En Palca se benefician los minerales del Cerro Pomasi que 
dista 25 kilómetros de este lugar. La casa de la hacienda es muy 
sólida, está construida enteramente de cal y piedra, y como las 

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de Arequipa, tiene techo de la misma piedra. Con haber construi- 
do una casa de bóveda en este lugar, se evitó el incendio del techo 
producido por los rayos que son muy comunes y que han destruido 
completamente la torre de la iglesia que se halla reducida á 
montón de escombros. 

Si se exceptúa la casa de la hacienda, todas las demás son mi- 
serables chozas de indios que ni merecen el nombre de tales. 

Una obra de importancia para la hacienda de Palca es la ace- 
quia que conduce el agua al trapiche, cuya construcción ha costado 
S0,000 pesos. 

El cerro de Pomasi dista 25 kilómetro de Palca; el camino 
que conduce á este lugar es muy malo. Este cerro queda ai OSO; 
es muy elevado y del cuerpo del cerro se desprenden dos alas for- 
mando una ensenada donde hay dos lagunitas. 

El riachulo que sale de estas lagunas se reune en Palca con 
ún arroyo que viene de una quebrada en dirección SSO á NNE; 
200 6 300 metros más abajo se reune con otro rio que pasa al pie 
de Palca y juntos forman el rio de Lampa. 


En Pomasi existen varias casas constituyendo casi un pueble- 
cito. 


SALIDA DE PALCA Á OCUBIRI (45 KILÓMETROS) 


Marzo 3.—Saliendo de Palca (10-42) con dirección al NO se 
pasa (10-52) el río por la orilla izquierda. Tomando al NNO se 
atraviesa (11-02) nuevamente, y luego se vuelve á pasar por tercera 
vez, pasándose después un gran arroyo que viene del NE. 

AIN 70 0. se atraviesa el río (11-12) para entrar á Carpaque. 
En esta hacienda se benefician los minerales del Cerro de Pomasi. 
Se halla situada á la orilla derecha del río; tiene varias casas, pe- 
ro no capilla. 

Saliendo de Carpaque (11-37) con dirección hacia el O, se sigue 
un camino que se desvía hacia al NO, (11-47); después se sube al 
O y se baja (11-56) al S S0. O, en donde se pasa un río que viene de 
SSO0, y luego se continúa el camino subiendo entre este río y otro 
que baja á la derecha. Estos ríos se reunen á 50 pasos á la derecha 
y bajan juntos á reunirse con otro que pasa todavía á 300 metros 
á la derecia y que se puede considerar como el principal. 

Este vío pasa por Vilavila, mineral abandonado, donde viven 
pastores que crían pacochas y que está situado al S. 55 O. 

Al O. de Carpaque se encuentra (12-12) una lagunita sin sali- 
da y luego otra á la derecha del camino. 


Al N. 750, (12 22) entrando á la quebrada de dicho río, se pa- 
sa un arroyo que baja al precedente. Se deja (12-46) un camino 
á la izquierda que se dirige al de Arequipa. 

Pasando del SSO. al O. se marcha por una quebrada con ria- 
chuelo, siguiendo (1-40) al OSO; se baja (2-15) al O por un camino 
muy malo y lleno de atolladeros. 

Se sigue (2-45) al ONO, (2-53) al NO y después al N 70. O, se 
baja faldeando. Quebrada. Se pasa (2.59) un arroyo que viene del 
NE.; se sigue (3-26) al NNO dejando la quebrada, y pasando una 
lomada se baja (3-30) al N. á otra quebrada. Al NNO y después 
al N. 50 O, se sigue (3-47) la orilla izquierda de un arroyo que ba- 
ña la quebrada. Se pasa (3-51) este arroyo, que baja á reunirse 
con el riachuelo de la primera quebrada. 

Al NO (3-56) se sigue la banda derecha del arroyo, viene des- 
pués (+ h.) el punto de reunión de las dos quebradas que forman 
una sola con riachuelo. Al NNO se faldea por la banda derecha. 

Pasando (4-22) al ONO y de este punto al (4-30) N 75 O se 
deja (4-45) el camino grande que va á Llalli sin tocar Ocubiri; se 
atraviesa el río llamado Colpani y se sube por la otra banda. Se 
pasa (4-55) un arroyo que baja á reunirse al río; se sube (5-15) al 
O, y se pasa otro arroyo. 

En la parte baja de la quebrada de Colpani, (5-30) hacia la 
derecha y en la orilla izquierda del tío principal, se encuentra la 
hacienda llamada Ecaque. 

Poco después (5-57) se llega á una apacheta. Se baja al O. 
hacía otra quebrada, siguiendo (6-35)al OSO, se llega (6-45) al río 
de Llanllinque que tiene bastante agua y viene con dirección SSE 
á NNO. 

Tomando (7 h.) el ONO se sigue una quebrada río arriba y en 
su Orilla derecha se pasa (7-19) el riachuelo, llegando á Ocubiri. 


OCUBIRI 


Ocubiri es un pequeño pusblo situalo en una quebrada no 
muy ancha y en la ovilla izquierda de un riachuelo. Su tempera- 
mento es muy frío. 

El pueblo no tiene calles rectas y sus casas están diseminadas. 

La fundación de este pueblo parece debida al descubri- 
miento de minas de plata en las inmediaciones, puesto que en 
los cerros de las cercanías se ven bocaminas por todos lados y ade- 


más se notan restos de trapiches para moler metales. La misma 
» 


— 356 — 


hacienda de Llanllinque es un ejemplo, notándose todavía la bóve- 
da donde se hallaba colocada la rueda hidráulica. 

Si no fuera por la cercanía de minerales explotables, con se- 
guridad no se habría fundado un pueblo en lugar que, por su tem- 
peramento tan rígido, no produce ni papas ni cebada. 


En Ocubiri existía un puente de cal y piedra de tres arcos, pe- 
ro por falta de cimientos cayó, y solo queda un arco parado, que 
también amenaza ruina en la primera avenida. 

Casi en la misma población y á pocos pasos del río, existe un 
manantial de agua termal. 

La temperatura de esta agua tomada en el mismo manantial 
el día 4 de Marzo de 1865, á las 10 de la mañana, era de 37.78 del 
termómetro centígrado, siendo la del aire 11”. 


El agua en el mana ntial es bastante trasparente; tiene sabor 
ligeramente acidulado y salobre, y en el pozo,como por donde pasa, 
deposita materia ocrácea que es casi puro óxido de fierro. En el ma- 
nantial se notan algunas algas, pero casi mo se puede distinguir 
su color por la cantidad de óxido de fierro de que se hallan impreg. 
nadas. ' 

A la superficie del agua vienen á reventar escasas burbujas 
de gas carbónico. 

En Ocubiri no hay pozo para bañarse y sería muy necesario 
que los vecinos del pueblo iniciaran construír uno para apro- 
vecharse de estas aguas, que atendiendo á sus componentes de- 
ben ser muy útiles para la curación de varias enfermedades. 


Actualmente las minas de Ocubiri están completamente 
abandonadas y los habitantes de este pueblo minero se han dedi- 
cado á la cría de ganado. 


Ocubiri tiene buenos pastos, de manera que el ganado engor- 
da mucho y de consiguiente es bastante apreciado. En el mis- 
mo pueblo hay dos haciendas de ganado, una situada á la entrada 
del pueblo llamada Llanllinque, y la otra en el extremo opuesto 
de la población, llamada Villaja. 

En la hacienda de Villaja se cría ganado lanar y vacuno; pe- 
ro el primero deja más cuenta porque da una cría todos los años, 
y además suministra la lana que en el día es el mejor ramo del 
comercio de la provincia de Lampa. 

En estas hacien:las se preparan chalonas que se exportan has- 


ta Arequipa. 
( 


El río Ocubiri tiene origen cerca de la hacienda Huacoto y 
baja á reunirse con el Llanllinque. 

Como los habitantes de este pueblo no cultivan ni papas ni ce- 
bada por lo rígido del clima, se proveen de todos los artículos de con- 
sumo de un modo particular, que es el siguiente: crían llamas que 
llaman cargadoras y bajan á la quebrada de Llalli con el objeto de 
trasladar la cosecha desde las chacaras hasta la población, ganan- 
do por este trabajo dos cargas de productos por cada 20 que tras- 
ladan y de este modo se surten de papas. 


PARATIA 


Este lugar es un mineral, con capilla, situado á mucha altura 
y 445 km. de la villa de Lampa. En Paratia hay tres trapiches 
en los que además de beneficiarse los minerales del lugar se bene- 
fisian también los de Pomasi. 


VILAVILA 


El lugar que lleva este nombre es un mineral abandonado si- 
tuado en la quebrada de Carpaque. En otra época cuando se traba- 
jaba la mina Vilavila, tenía muchos habitantes, pero en el día to- 
dos sus moradores se reducen á cuatro familias, que se han dedica- 
doá la cría de ganado, principalmente de los pacochas. Los demás 
habitantes de Vilavila viven en las estancias. 


SALIDA DE OCUBIRI Á LLALLI(25 KILOMETROS). 


Marzo 4.—(1.20) Saliendo de Ocubiri, la quebrada tiene la di 

rección O. á E. Sesube al NNE. (1.30) se toma el N. y después (1.35 
el NNE.; (1.50) se llega á una apacheta; se baja al NNO.; (2.5) 
pasa una zanja con hilo de agua, origen de una quebradita, y se 
baja por su banda izquierda, llegando después (2.16) al lugar en que 
el arroyo baja á la pampa hacia el NNE. 
« Se sigue al NNO; (2.24) se llega á un riachuelo á la izquierda 
que viene del OSO; se sigue la orilla derecha al N, se pasa una ace- 
quia que sale del riachuelo; se pasa éste al NNE. llegando (2.30) á 
la hacienda de Ccuti, en otro tiempo mineral, al presente de ganado, 
que está situada al otro lado del riachuelo. 

(2.36) Descanso. (2.35) Se continúa y (2.41) sellega á la quebrada 
grande. Llano al N O. 


co 


(2.57) ALINNO. sepasa un arroyo que viene por una quebradita 
á la izquierda con chozas de pastores. 

(3.30) Encuentro del camino que va á Carpaque. Se marcha á la 
distancia de 50 metros del río. 

Tomando (3.48) al NNE. y (3.56) al NE., se llega (4 h.) al ENE. 
á la orilla izquierda del río y volviendo á tomar el NE. se pasa un 
río (4.08) que viene de NNO. por una quebrada ancha; (4.13) se pa- 
sa un arroyo que viene de la misma quebraía, llegando á una ha- 
cienda de ganado vacun»>, caballar y lanar. Luego se encuentra 
otro arroyo que, com.» el precadente, se reune al río indicado, antes 
de desembocar al río grande. 

La confluencia de este río con el río grande se verifica á po- 
cos pasos más abajo del último arroyo. 

(4.45) Pasando un arroyo que viene de una quebradita á la iz- 
quierda, la quebrada va ensanchándose poco á poco formando una 
gran pampa; llegándose después (5.02) áuna capilla con algunas ca- 
sas que partenecen á Llalli. 


LLALLI 


Al No. el camino se aleja del río; (5.10) se llega al pueblo de 
Llallique'está situado en una ensenada; goza de temperamento muy 
abrigado, el que se manifiesta por el estado floreciente de sus chaca- 
ras, cuyos productos se cosechan antes que en los demás pueblos de 
las cercanías. En efecto, en Llalli á principios de Marzo, se pueden 
cosechar las papas, mientras que en los demás lugares esta cose- 
cha se hace en Abril ó Mayo. Además, Llalli tiene un pequeño 
arroyo que viene de unos manantiales situados en el fondo de la 
ensenada de cerro y con estas aguas pueden regar sus chacaras 
cuando faltan las lluvias como en el presente año; pero este arroyo 
tan benéfico para la agricultura de este pueblo ha sido también su 
ruína, porque en 1860, habiendo Jlovido mucho, trajo una avenida 
de barro que invadió el pueblo destruyendo cultivos, casas, iglesia 
y cuanto hallaba en su tránsito; fenómeno que se repitió por 3 días, 
arrastrando tan gran cantidad de barro, queen la plaza llegó á 
tener el espesor de más de un metro y medio, dejando la mayor pat- 
te de la población en escombros. 

Después de aquella deplorable desgracia, algunas familias 
abandonaron el pueblo y no habiéndose reconstruido la iglesia ni 
la mayor parte de las casas, aúnal presente se observan acá y 
allá paredes, porte de la torre, casas destrozadas, etc. etc.; de- 


— 350 — 


manera que el que visita este lugar creería hallarse en medio de 
las ruínas de una población antigua. 

En Llalli se producen con bastante abundancia la cebada, qui- 
nua, cañahua, ollucos, habas, papas y arvejas. 

Las papas son grandes y precoces. 


SALIDA DE LLALLI Á MACARI, (25 KILÓMETROS) 


Marzo 5.—(10.45) Saliendo de Llalli con dirección al N., va- 
riando (10.48) al NE. y de este punto (11 h.) al NNE., se marcha por 
terreno llano faldeando unos cerritosá la izquierda y una gran pam- 
pa á la derecha; (11.04) se sube ligeramente caminando entre ce- 
rros, (11.11) se llega á una pequeña abra y se baja al pueblo de Cupi- 
que, como Llalli, se halla situado en una ensenada de cerros. 

Las casas de Onpi son de adobes sin blanquear y se hallan di- 
seminadas sinzorden alguno. La iglesia es de aspecto miserable con 
una pequeña torre de adobes; está situada al otro extremo de la 
plaza. 

Muchas casas tienen puerta estrecha de cuero de forma elíptica, 
otras tienen una pequeña puerta tan mal construída que afecta 
una forma poliédrica. 

(11.18) Saliendo de Cupi se pasa (11.23) un arroyo que viene de 
una quebradita en el fondo de la ensenada del pueblo (el arroyo ba- 
ja al N 75 E); se marcha al ENE y se continúa el camino al pie de 
los cerritos. A la derecha se extiende una gran pampa por más de 
una legua (11.33); se sigue al NNO; á la izquierda se pasa un cerro. 
(11.55) Se entra á otra ensenada de cerros;se sigue al NO. (12.12) Se 
pasa un arroyo que viene de ONO de una quebradita en el fondo 
de la ensenada; llegándose á la hacienda de Acoya situada en 'la 
orilla derecha del arroyo al pie de los cerros y á dos cuadras á la 
izquierda del camino. Se sube al N. 

(12.20) Continúa la subida al NNE; condo (12.23) el ONO y 
poco después (12.26) el NO, se lleza (19.28) á una apacheta. Se fal- 
dea subiendo insensiblemente al N, siguiendo la banda izquierda 
de una quebradita que más abajo se dirige al O. 

(12.36) Al NNE. hay estancia (12.48) en la otra banda de la 
quebradita; luego otra apacheta, la más elevada del camino; bajan- 
do (1 h), á la derecha toma origen una quebradita. 

(1.26) La quebradita quese seguía desemboca á una pampa: 
(1.37) Se pasa un grueso arroyo que viene de OSO por una quebra- 
dita—La pampa se extiende á la derecha por más de dos leguas. 

» 


— 360 — 


Tomando (1.45) al N. 60 O. se encuentran casitas. Se entra 
en otra ensenada de cerros. (1.55) Se sube ligeramente en medio 
de cerros. Se marcha al ONO, y se llega (2-06) á una apacheta. 
Desde este punto se baja al pueblo de Macari al NO. 


MACARI 


(2-20) El pueblo de Macari es poco mejor y más grande que los 
de Llalli y Qupi. Tiene algunas casas de regular aspecto, pero muy 
pocos vecinos. 

La plaza es bastante grande y su iglesia un poco mezquina. 

Este pueblo está situado poco más abajo que el de Llalli, 
sin embargo su temperamento noes tan templado como el de 
éste, lo que sin duda es debido á que se halla en un lugar más 
abierto. 

En las inmediaciones de Macari se cultiva cebada, quinua, ca- 
ñahua, papas y papas lisas ú ollucos. 

La cañahua se cosecha de un modo particular. Como la semi- 
lla cuando está madura se desparrama con mucha facilidad y se 
pierde, se acostumbra recogerla antes de que esté madura, cortán- 
dola 6 arrancándola de raiz, y amontonándola luegoen el mismo 
campo. Para esto se hacen montones de maíz de un metro de alto 
y en seguida cuando está bien madura se golpea ó se restrega entre 
las manos para hacer salir las semillas. 

Los indios de Macari como los de La Paz acostumbran salu- 
dar al pueblo todas las veces que entran ó salen de él; pero esta 
ceremonia la hacen siempre en el mismo punto, cuando empiezan 
'á divisarlo Ó perderlo de vista. Para esto, tanto hombres como 
mujeres se quitan el sombrero y caminan algunos pasos con la 
cabeza descubierta. 

Saliendo de Macari con dirección ENE., se marcha por una 
hermosa pampa; se varía al E. siguiendo un gran arroyo que ba- 
ja de los cerros inmediatos á la población, y se camina por la orilla 
derecha de este arroyo por una gran pampa con cerritos de cal y 
gres. Poco después se llega á la hacienda. Este lugar se llama Pocc- 
poquella y la otra banda del río tiene el nombre de Huancanta. 

La casa de la hacienda es nueva y tiene bastante comodidad. 
La hacienda es de ganado lanar, y sus productos principales son: 
lana de carnero, chalonas y sebo; este último se envía al Cuzco en 
cambio de maiz; también produce cuero, pero en muy pequeña 
cantidad. 6 


— 361 — 


La hacienda de Poccpoquella se halla situada en lugar abierto, 
y por esta causa en las nochas hace más frío que en los pueblos. 

Sus sementeras están en mal estado, habiéndose helado todas 
las papas, amenazando la quinua sufrir la misma suerte. 

Este año (1865) ha sido excepcional por la escasez de agua, de 
manera que las heladas han empezado desde fines de Febrero. To- 
dos los agricultores que hicieron sus siembras temprano, esto es, 
á fines de Agosto, están seguros de tener regular cosecha; pero los 
que sembraron en Noviembre casi no la tendrán. 


SALIDA DE LA HACIENDA POCCPOQUELLA Á AYAVIRI 
(45 KILÓMETROS) 


Marzo 6.—(8-53) —Saliendo de la hacienda con dirección al NE, 
se sigue por una gran pampa; variando (8-57) al E., la pampa se ex- 
tiende 2 + kilómetros á ambos lados del camino; después va exten- 
diéndose á la izquierda por más de 5 kilómetros. La pampa está 
cubierta de buen pasto. 

(9-54) Se pasa un cauce con agua casi estancada que viene de 
derecha á izquierda. 

(10-12) Tomando el ESE. se pasa (10-20) el río grande de Llalli 
que viene de S. 40 O. y baja al N. 40 E. Caminando al E. el ne- 
vado Condoruna queda al N. 15 O. de este punto. 

Tomando (10-50) al SE, se pasa (10-57) el río de Umachiri que 
tiene regular cantidad de agua y viene por una quebrada casi lla- 
na de S400á N 40 E—Parece que baja de arroyos que tienen 
su origen en la elevada cadena de cerros que corren paralelos con 
el rio de Colpani y forman el de Llalli. 


UMACHIRI 


(11 h.) Se entra ai pueblo de Umachiri situado en la des- 
embocadura de la quebrada del mismo nombre á la pampa, que 
sigue entre Macari y Ayaviri, por la orilla izquierda del rio. 

Este pueblo tiene bastante extensión debido á que sus Casas 
están diseminadas en medio de pequeños cebadales. La iglesia 
es grande, pero su plaza tiene aspecto ruinoso por las casas casi en 
escombros que se hallan á sus costados. 

Umachiri quiere decir cabeza fria; mas nada tiene este pueblo 
que coinsida con tal nombre, porque al contrario parece bastante 
abrigado. 


— 362 — 


En Umachiri se cultiva: cebada, papas, quinua, cañahua, ollu - 
cos, etc. El pueblo no queda en el mismo camino sino á un lado 
de éste. 

Cerca de la plaza hay algunas calles rectas con casas re- 
gulares. 


SALIDA DE UMACHIRI 


(11.40) Se deja el camino de Pucará á la derecha. y se marcha 
por una pampa al E. 

(12.22) Tomando el 5. 80 E. termina (12.35) la pampa, se pasa 
una lomadita y luego se baja á otra pampa con cerritos. 

(12.55) Terminando los cerros se camina por una pampa gran- 
de, que se extiende 5 kms. tanto á la derecha como á la izquierda 
del camino. : 

Poco después (1.30) se llega á una cresta de depósito calcáreo 
que sobresale de la superficie de la pampa, menos de medio metro. 

Caminando al ESE. se toma el camino que cruza con direc- 
ción al ENE. hacia el pueblo, y se llega (2h.) al rio grande que se 
pasa por vado al N. 75 E. Se sube (2.17) á una meseta de poca 
elevación sobre el nivel del rio y se marcha al ENE. hacia el 
pueblo de Ayaviri, al que se llega pocos minutos después. (2.30). 


AYAVIRI 


Esta población es más grande que las precedentes y después 
de Lampa es la principal de la provincia. Está situado en un lla- 
no, á pocas cuadras del rio en su banda izquierda. La población es 
bastante regular: tiene calles rectas, una gran plaza y una her- 
mosa iglesia construida de cal y piedra. La fachada tienemuchos 
bajo-relieves y dos torres proporcionadas; por su exterior es una 
de las mejores iglesias del departamento. 

Las casas en general son regulares y no tienen aquel aspecto 
ruinoso que se nota en los anteriores pueblos. 

A más de medio kilómetro de la población se halla un ma- 
nantial de agua termal, habiéndose construído cerca de éste una 
poza para bañarse; pero tan estrecha, que apenas tendrá un metro 
de diámetro. ñ 

El agua cuando está tranquilo es trasparente y casi 
no tiene olor; pero si se agita se enturbia por el óxido de fierro 

4 


— 363 — 


que contiene, y además desprende un ligero olor á gas sulfhídrico, 
Su sabor es salobre. 

Tanto el manantial como la poza se hallan encerrados entre 
paredes, pero no tienen techo. 

Cuando se bañan sin tener la precaución de llenar bien la po- 
za, los bañantes se exponen á asfixiarse por la cantidad de ácido 
carbónico que llena la cavidad de la poza desde el nivel del agua 
hasta el de su borde superior, de manera que el individuo tiene 
toda la cabeza sumergida en una atmósfera de ácido carbónico. 
La falta de esta precaución fué causa de la muerte, por asfixia, 
de una mujer. 

En la parte exterior del cuarto sin techo en donde está el ba- 
ño se nota un hoyo profundo como de dos metros de diámetro. 
Este hoyo está llena de agua termal de aspecto lechoso, y tiene 
más de 5 metros de profundidad. 

Tanto en el manantial como en el tragadero exterior crece 
una alga verdosa que forma como un filtro. 

El manantial se halla á pocos pasos de un cerrito de gres roja. 


SALIDA DE AYAVIRI Á PUCARÁ (30 KILÓMETROS) 


Marzo, 7.—Saliendo de Ayaviri (11-15) con dirección hacia el S 
y variando (11-27) al SE, se llega á la orilla izquierda del rio gran- 
de. Se pasa (11-29) este rio por vado al S 10 O Tomando (11-38) 
al E y variando pocos minutos después (11-45) al S 80 E, por una 
pampa, el camino se aparta del rio que pasa detrás de unos cerros. 
Al1SSE, (12-15) andando por caminos de gres, se pasa (1-6) un 
rio que viene de la cordillera detrás de la cual baja paralelamente 
el rio de Colpani. Este rio tiene poco más ó menos la misma can- 
tidad de agua que el de Umachiri y baja del S 50 O al ENE. Se 
marcha al S 80 E, variando después (1-35) al E. Poco después se 
descansa (1-44), continuándose (1-55), hasta llegar (2-20) á un arro- 
yo que baja de$S á N. Se entra (2-37) en una ensenada de cerros y 
se llega (2-44) á una apacheta; se baja al ESE á una pampa gran- 
de. Se llega (2-52) á la pampa al S 80 E. Se pasa (3-18) un cauce 
con arroyo, pasándose después otro arroyo (3-21) que viene de la 
misma quebrada para llegar á Pucará (3-45). 


PUCARÁ 


Pucará es también uno de los pueblos de la provincia de Lam- 
pa, célebre por sus tradiciones. » 


— 3641 — 


La población se halla situada en un llano á la orilla derecha 
del rio que pasa por Ayaviri. Un gran peñasco de gres se levan- 
ta casi perpendicularmente á pocas cuadras del pueblo y parece 
amenazatlo, lo que le dá un aspecto pintoresco. 

Sus calles son rectas, y su plaza bastante grande, está ador- 
nada con una pila de piedra que abastece de agua á la pobla- 
ción. La iglesia es de cal y piedra con dos torres, de las cuales una 
ha quedado inconclusa; el interior es regular, pero no está muy 
adornado, 

Aquí se celebra una feria todos los años el día 5 de Agosto. Es 
bastante concurrida pero inferior á la de Vilque. 

Como hemos dicho, Pucará es pueblo de tradiciones; pero la. 
principal es la que se relaciona con el gran peñasco que domina la 
población. Se dice que un vecino cazó un lindo halcón y lo man- 
dó de regalo al rey de España;.el monarca mandó entonces hacerle 
un adorno de oro consistente en una cadenita con una planchuela 
que colgaba sobre el pecho del auimal y en la cual había una ins- 
cripción. Un día apareció en la peña de Pucará el halcón, que su 
pusieron había venido desde España á su lugar natal, cosa abso- 
lutamente imposible en un animal de esa especie, pues que, sin 
patas palmadas como las de las aves marinas, no puede descan- 
sar. sobre el agua durante una tan larga travesía. Pero sea de 
ello lo que fuere, lo cierto es que al saber el rey que su halcón 
habia aparecido en Pucará, concedió por cédula una pensión de 
50 pesos mensuales para que se pusieran continuamente carneros 
en dicha peña, á fin de que el animal tuviera alimento seguro. Es- 
ta pensión duró hasta la época de la independencia y por cierto 
que no era el halcón el que disfrutaba de dicha suma sino el co- 
rregidor de Puno. 

Hay además la tradición de que cerca de la peña se halla ente- 
rrado un tesoro de 5 millones de pesos, y en años atrás se formó 
una compañía de muchos socios con cuota de 50 pesos cada uno, 
para hacer escavaciones con el objeto de sacarlo. Pero la compa- 
ñía, después de algunos trabajos de escavación, se disolvió sin 
haber sacado más que algunas piedras labradas, de las que apro- 
vechó el cura para su iglesia, pues era tesorero de la compañía. 

En el lugar en que se hacía dicha escavación existen algunas 
minas del tiempo de los Incas. 


SALIDA DE PUCARÁ PARA AZÁNGARO (45 KILÓMETROS) 


Marzo 10.4 Saliendo de la población (9-47) con dirección a 


S 75 E, variando poc) después (9-55) al E, se llega á la orilla 
derecha del rio grande; variando (10-2) al SSE, se pasa (10-6) 
el rio y se descansa. Continúa (10-18) el camino al ENE.—Se 
marcha por una pampa—Se pasa (10-40) un arroyo de agua estan- 
cada. Se encuentra (11-20) un mojón y se entra á una quebrada; 
á la izquierda hay charco de agua fangosa. Se llega (11-26) á San- 
tiago, miserable ranchería en medio de la cual se levanta hermo- 
sa iglesia de cal y piedra con dos torres. 

Las casas ó más bien chozas están diseminadas excepto al re- 

edor de la plaza adonde forman callejuelas. —Caminando (12-7) 
al N 55 E, se descansa (12-13) y luego se continúa la marcha. 

Se pasa (12-40) un arroyo que viene del NO-—-Se pasa (12-46) 
otro y se vuelve á pasar (2-50) marchándose por su orilla dere- 
cha—Se pasa el arroyo (12-58) por tercera vez. Caminando al N 
s0 E y después (1-5) al NE, se observa una pampa grande á la 
derecha—Variando (1-21) al N 20 O se encuentra quinua y caña- 
hua (1-38). Al N 30 O hay un arroyo (1-42) que viene de los cerros á 
la izquierda, se leipasa vadeando (1-51) al NNO. se marcha por una 
quebrada casi sin agua y se encuentra (1-56) un mojón—Varian- 
do (2-24) al N 10 E y después (2-35) al NNO, se encuentra (2-41) 
otro mojón y se llega (2-50) á Azángaro. 


. 


AZÁNGARO 


Esta población se halla situada entre dos quebradas: una pe- 
queña, que es la que se sigue en el camino, y la otra muy grande y 
con río que es la que recibe el nombre de la población. 

La plaza mayor de Azángaro se llama de Vileca-Apasa, en 
recuerdo de uno de los jefes de la rebelión de Tupac Amaru. 


SALIDA DE AZÁNGARO PARA CHUPA AL SE (40 Kms.) 


Marzo 11.—A lasalida dela población seestá construyendo ac- 
fualmente una alemeda en la que se ha plantado ya gran número 
de pequeñas plantitas de Budleya coriacea, las que se han dispuesto 
en dos series á cada lado del camino. 

Se sigue (9.40) á la orilla derecha del río de Azángaro que tie- 
ne mucha agua. En este punto"(9.43) se notan las ruinas de un 
puente de cal y piedra. Actualmente se pasa el río en balsas. 

El río de Azángaro, aunque no ha llovido desde mucho tiempo, 


tiene sinembargo gran cantidad de agua, «al contrario de los de- 
3 5 


— 366 — 


más que tienen muy poca. Esta anomalía se explica fácilmente, 
si se considera que el río de Azángaro está formado por la reu- 
nión de muchos arroyos que bajan de la gran cordillera nevada de 
Carabaya. Como no ha llovido en estos días ha habido muy fuer- 
tes soles, que disolviendo gran cantidad de nieve, dieron lugar á 
que los arroyos tributarios del río de Azángaro llevasen bastante 
agua á este río, lo que no sucede con los demás que no bajan de 
las cordilleras nevadas. 

(9.56). Se pasa el río por vado, el que tiene tanta agua, que 
cubre hasta el pecho de la bestia. 

Marchando al SE. se deja (10.21) la ruta de Azapa á la de- 
recha. El camino se aleja poco á poco del río. Se marcha por una 
eran pampa, que es la misma del río de Azángaro. Al ESE se en- 
cuentran papas heladas; hay (11 h.) varias casitas á ambos lados 
del camino. Como á 200 metros ála izquierda de este lugar empleza 
]a laguna de Salinas. 

A su orilla (11.10) se notan varias salinas. El agua de 
esta laguna es bastante salada y los habitantes del pueblo de Sali- 
nas, situado en la orilla, así como todos los que viven en las casi- 
tas al rededor de ella, se ocupan de la extracción de la sal que con- 
tiene el agua. Para esto forman en la orilla muchos cuadros ó 
estanques con borde de tierra gredosa, que comunican entre sí por 
medio de pequeños canales; en seguida forman en la misma orilla 
un pocito un poco profundo, lo que permite que el agua dela laguna 
pueda entrar por sí sola; y de este pozuelo con un mate ó recipiente 
cualquiera toman el agua y la vacian en el cuadro más elevado, de 
manera que por los pequeños canales puedeir á los demás cua- 
dros ú estanques. El agua de éstos, por medio dela acción solar, 
se vá evaporando, y dejala sal en pequeños cristales que serecogen. 
Esta sal es más Ó menos blanca según el cuidado del fabrican- 
he. 


A1S (11.15) y en la misma laguna, hay patos y zabullidores, lo 
que hace suponer la existencia de peces en ella. 

Después de pasar (11.20) un depósito calcáreo en que el baró- 
metro aneroide señala 462.5, se observa en la otra banda (11.35) de 
la laguna, hacia el NE, el pequeño pueblo de Salinas, cuyos habi- 
tantes, como se ha dicho, no tienen otra industria que la extrac- 
ción de la sal de la laguna. 

(11.40) Termina la laguna. En casi toda su periferia se notan 
estanques de egua para la extracción de la sal. 


rd 


— 367 — 

Caminando al E y variando á los pocos minutos (11.50) 115 75 
E, se pasa (12.2) un arroyo casi seco que baja á la laguna. Se pasa 
otra vez (12.10) el arroyo. La quebrada se estrecha y el camino su- 
be insensiblemente. Subiendo (12.12) en la misma dirección de las 
capas hacia el ESE, (12.15) sedescansa; se continúa después (12.20), 
se baja unos 200 metros y luego se sigue por terreno casi llano. Se 
sube (12.30) ligeramente, llegándose (12.51) al punto más elevado 
del camino (aneroide 454). Se baja al S 55 E. Se pasa un arroyo (1 h.) 
que viene del SO y se continúa la bajada por una quebradita á la 
orilla derecha del arroyo. La quebrada (1.12) se ensancha luego en- 
contrándose casitas al ESE. En esta quebrada se nota muy buen 
pasto y muy crecido. Se pasa (1.27) un arroyo que viene de la de- 
recha al N 80 E. Se deja (1:32) la quebrada que baja al NE y se 
sube al ESE para bajar luego á otra quebrada. Se pasa (1.44) el 
riachuelito de la otra quebrada que se ha dejado y que viene por 
una quedradita á la izquierda. Se varía al S 55 E. 

Caminando al E (2.7) por la orilla izquierda del riachuelo, se 
pasa (2.9) éste ,y se sube (2.15) para atravesar la quebrada. Se baja 
nuevamente (2.25) á la quebrada que en este punto es mucho más 
ancha, llegándose (2.29) al llano. Al ESE se marcha (2.45) por la 
orilla derecha del riachuelo y se observan muchas casitas disemina- 
das en la pampa. 

Caminando (2.50) al SSO alejándose del río y marchando (3h.) 
hacia una lomada, se sube ésta; de la cumbre (3.7) se vé Chupa 
hacia el SO. Se baja y se llega (3.15) á este pueblo. 


CHUPA 


Este es un pequeño pueblo situado al pié de unos cerritos, cer- 
ca de la laguna de Arapa. Por su cercanía á la laguna tiene tem- 
peramento muy templado, siendo considerado como uno de los 
puntos más abrigados del departamento. 

Además ae los productos comunes á todo el departamento, 
como cebada, papas, quinua, cañahua, papas lisas, etc., produce 
también maíz, el que aunque de grano un poco pequeño madura 
sin embargo muy bien. 

La iglesia es pequeñita y mezquina. Las casas más cercanas á 
la plaza están alineadas y dispuestas en calles, desembocando á la 
plaza por cuatro arcos de adobes. 


La industria de sus habitantes es la agricultura, y como este 


pueblo no es de tránsito, los productos son bastante baratos, prin” 
3 


— 368 — 


cipalmente la cebada que vale cuatro reales el quintal (medido, 
no en peso). 

Como esta medida es muy arbitraria, dan doble cantidad que 
en los otros lugares. 

En las inmediaciones del pueblo se encuentran minerales. 

Los domingos se llena la plaza de mujeres que vienen del pue- 
blo de Salinas á vender la sal que han extraído durante la semana. 
Todas se visten del mismo modo, de color negro con montera recor- 
tada. La sal que llevan á vender es de varios colores variando desde 
el blanco bastante puro hasta el color de tierra. 

Además de las mujeres que venden sal, se ven otras que tie- 
nen en venta una arcilla muy fina de color blanco, más ó menos 
pura que llaman Cchaco, la cual sirve de alimento y se come con 
las papas. Para esto disuelven la arcilla en un poco de agua, des- 
pués le añaden un poco de sal, y con esta preparación condi- 
mentan las papas, como se haría con la leche ó con la mantequilla, 

Esta arcilla no es muy cara, pues se vendía 46 5 libras por 
medio real. 

En Chupa se habla el aimará. 


SALIDA DE CHUPA Á HUANCANÉ, (13 KILOMETROS) 


Marzo 13.—(10h.) Saliendo de Chupa, marchando por una pam- 
pa al N. 75 E. y alejándose de la laguna, se deja el cerrito de las 
Amatistas á la derecha y se pasa (10.12) un arroyo que baja al $. 
Sigue el camino al E.; se pasa (10.25) una calzada sobre terreno 
pantanoso. Caminando al ESE se entra (10.30) en una ensena- 
da de cerros. (10.40) Descanso. (10.43) Se continúa subiendo por 
terrenos de gres. Variando (11.19) al S 75 E se encuentra (11.24) 
un mojón; de este punto se divisa la laguna de Arapa á uu cuarto: 
de legua á la derecha. Se deja un camino que baja á la laguna. Se 
baja (11.43) á una quebradita seca. (11.53) Descanso. Caminando: 
(11.56) hacia el S. 75 E, se llega (12.25) 4 una apacheta. Termi: 
nando la bajada rápida (11.50) se pasa un arroyo que baja al 
SSE. En este lugar se encuentra cebada y papas heladas. Se va al 
E. Luego (12.57) se pasa otro arroyo. 

Se ven varias casitas á ambos lados de la quebrada. 

Se pasa (1.3) el arroyo formado por la reunión de los dos pre- 
cedentes. 

Caminando (1.15) al S 75 E. se pasa otra vez (1.17) el arroyo; 
en este lugar kay sembrío de quinua, cebada y papas. La quebra- 


— 36Y — 


da va estrechándose poco á poco. (1.37) Al E; (1.57) caserío en 
la falda del cerro á la izquierda, á 300 metros del camino. Des. 
canso. Variando (2.2) al ESE se marcha (2.37) por la orilla dere- 
cha del río de Putina que viene del N. 

Se pasa (2.46) este río por vado, que tiene bastante canti- 
dad de agua, pero menos que el de Azángaro. Se sube (2.56 
faldeando unos cerritos de gres á la izquierda, se baja (3.6) 
al NE y ENE y se llega (3.58) á Huancané. 


HUANCANÉ 


Esta ciudad se halla situada al pie de unos cerritos que dividen 
a quebrada de este nombre de la quebrada grande por donde co 
rre el río de Putina. 

En la provincia de Huancané se usa comer unas larvas de 
insectos que pescan en los ríos Escoma y Cabanillas (proba - 
blemente es la larva de alguna especie de Libélula que abunda en 
la cercanía de los ríos). Este gusano se llama Chichi y los del 
país dicen que es muy agradable al paladar. 

Parece que esta comida se usa también en las provincias de 
Jauja y Huancayo, y que se encuentra de venta aun en Lima. 

De Huancané á Vilque Chico hay 20 kilómetros. 


SALIDA DE HUANCANÉ PARA IRÁ INCHUPALLA [35 KILOMETROS] 


Marzo 15.- - Para irá Inchupalla hay varios caminos: uno es muy 
busono y pasa por el pueblecito de Huatasani que es viceparroquia de 
Putina, y cerca de la confluencia con el río quese sigue en el cami- 
no de Soraycho á Vilque-Chico. Este camino es el mejor, y cas 
enteramente llano. 

Otro camino pasa por Huatasani, dejando este pueblo á la iz- 
quierda; pero es muy malo, y tiene elevadas cuestas muy pedre- 
gosas. 

Saliendo de Huancané (9.141) al ONO, se pasa (9.50) una calza- 
da sobre terreno pantanoso. (10.12) Terreno inundado á la iz- 
quierda. 

Caminando (10.27) al NO á 100 ó6 200 metros del río, se observa 
una capilla en la otra banda á 5006 600 metros de distancia. 

Se llega á la repartición (10.36) de caminos; descanso. Para ir 
4 Inchupalla (10.38) se toma el de la derecha. Siguiendo (10.50) se 

6 


, 


encuentra muy buenos cultivos; hallándoselas papas en muy buen 
estado,. mientras que en los demás lugares, están completamente 
heladas. 

La quinua y cebada se cosecha en montones. 

Caminando (10.55) al N, se deja (11) la quebrada grande y se 
entra en otra secundaria. Variando al ENE se atraviesa (11.7) la 
quebrada, pasándose (11.8) el riachuelo que la baña, que viene del 
555 E. Se encuentra un pequeño crestón de gres. (11.13) Arroyo 
que baja de una quebradita detrás del crestón, á reunirse con el 
riachuelo precedente. Se sube (11.35) y poco después (11.40) se 
encuentran tierras arcillosas;se sube después (11.52) una cuesta pe- 
dregosa y se observa (11.58) una estancia á la derecha del ca- 
mino. 

(12.15) Apacheta en la que el aneroide señala 443. Ladera 
muy mala (12.23) sobre piedras de gres; terminada ésta (12.80) co- 
mienza otra de piedras más menudas. 

Siguiendo al NNO y variando á los pocos minutos (12.45) al NE, 
se baja (12.56) á una quebrada. 

A la derecha (1.10) tiene origen una quebradita. (1.20) Ca- 
miuo malo al NNE. (1.26) Camino llano al N 15 E. $Se pasa 
(1.32) un arroyo que viene junto con el hilito de agua de la quebra- 
dita que se seguia. Elarroyo viene del SÉ por una quebrada, 

Marchando hacia el NNE á unos cien metros de la orilla izquier- 
da del río que se deja en el camino de Soraychoá Vilque-Chico, se 
pasa (1.50) el rív grande precedente que viene del E. Descanso. 
Variando (2h.) al N, se sigue (2.5) la orilla izquierda de un riachue- 
lito que baja á reunirse al grande cien metros más arriba del 
vado. : 

Continuando (2.13) al N. 40 E y variando á los pocos minutos 
(2,21) al NNO, sigue el camino por la banda izquierda dela quebra-: 
dita. Se pasa el riachuelo (2.34) que baña la quebrada y se cami- 
na por la banda izquierda, pasándose después (2.36) un arroyuelo 
que baja al riachuelito. Caminando (2.45) al NE faldeando y su- 
biendo, se encuentra (2.55) un mojón y se faldea al NNE, pasán- 
dose (3.3) un arroyito que se reune con otro que viene del NO, á 400 
metros á la izquierda, para formar el riachuelito de la quebrada 
que se seguía y que queda á la izquierda. 

Se sube (3.18) sobre gres y se llega (3.21) á una apacheta, se 
baja hacia el pueblo de Inchupalla, y se llega á él poco después 
(3.51). 

cs 


-— 311 — 


INCHUPALLA 


Este lugar es un paqueño pueblo situado en una pampa, sobre 
la banda derecha de unaancha quebrada. Tiene una plaza grande 
con cuadrante solar en su centro. La iglesia es pequeña y algo 
desaciada. Las casas tienen sus paredes pintadas exteriormente 
de blanco y colorado, siendo la parte inferior de este último 

color, y la superior blanca. 

La torre está aislada y muy ruinosa, al presente se construye 
otra. 

Las casas más cercanas á la plaza están dispuestas en calles; 
pero una gran parte están diseminadas. 

En Inchupalla hace más frío que en los pueblos precedentes. 
Sus habitantes se ocupan en la cria de ganado, y cultivan: papas, 
quinua y cañahua para su alimento. La cebada produce bien, pero 
no madura el grano, por lo que se siembra tan solo para mantener 
los animales. 

Dos leguas más arriba de Inchupalla se halla la estancia de 
Ticani (en la misma quebrada). Esta estancia correspo.:de á In- 
chupalla. 


SALIDA DE INCHUPALLA Á PUTINA (25 KILÓMETROS) 


Marzo 16.—Saliendo (9.27) de Inchupalla hacia el N. 55 O., se 

encuentra (9.30) una quebrada á la derecha por la que viene un 
arroyo; se llega á la orilla izquierda de éste y se pasa (9.37). En 
sus orillas se nota una gran capa de turba de más de un metro de 
espesor. El arroyo (9.40) te reune con el riachuelo quese pasa para 
entrar á Inchupalla á cien metros á la izquierda. Se llega (9.45) á 
una repartición de tres caminos y se toma el de la izquierda. Ca- 
minando (9.51) con dirección NO. se observa una quebradita á 
la izquierda en la otra banda. Se pasa (9.54) el riachuelo y se ca- 
mina por la orilla izquierda al NNO. En la otra banda (10h.) hay 
una estancia. 
Caminando (10.192) hacia el NO. y variando en seguida (10.15) 
al ONO. se camina por terrenos carboníferos y sinnosos en los ce- 
rros á la izquierda de la quebrada. La quebrada por conde se mar- 
cha es ancha y llana (400 á 500 metros de ancho). Al pié de los 
cerros en ambas bandas se notan varias estancias. 

Variando (10.15) al NO. y poco después (10.48) al ONO. se 
observa (10.58) cultivo de papas. (11.43) El río E al cami- 


E 


no y se marcha por su orilla izquierda. Caminando al N. 55 O. y 
variando poco después (12h.) al ONO. se sube para atravesar una 
lomada. Se baja (12.3) á otra quebradita que afluyeá la que sigue: 
Al NNO. se pasa (12,9) un arroyo que se reune al riachuelo que 
se seguía, á pocos pasos de distancia, y luego se sigue el riachuelo 
por su orilla izquierda. Quebrada en la otra banda frente al punto 
en que el camino pasa la lomada. A la izquierda del camino (12. 14) 
se encuentra una casa. Después (12.37) un mojón. Camino al SO. 

Caminando (12.44) al O y después al OSO se observa (12.46) una 
hacienda á 200 metros á la izquierda del camino. (12.56) A1O se 
pasa (12.58) un arroyo que viene de una ensenada de cerros hacia 
la izquierda. (1.3.) Descanso. Continuando (1.18) al O por la ori- 
lla izquierda del río, se le pasa (1.41) y poco después se entra á la 
población de Putina. 


PUTINA 


Esta población tiene regular extensión. Se] halla situada en 
un llano al pie de unos cerros de gres rojo y sobre la orilla dere- 
cha del río. Tiene una plaza grande con iglesia de cal y pie- 
Gra muy sólida, sus torres son bajas y cuadradas. 

Las calMles son bastante rectas y gran parte de las casas tienen 
sus paredes blanqueadas, de manera que no ofrecen vista desagra- 
dable. 

Lo más notable en esta población son sus aguas termales, las 
que salen á la superficie del suelo por varios manantiales que pa- 
rece pasan debajo de la misma población. Los manantiales más 
calientes son los que se hallan situados al pie de los cerros de gres 
rojo. 


El manantial principal es el que está situado en las inmedia- 
ciones de una pequeña poza de piedra. A la entrada de la pobla- 
ción, por el camino de Muñani, existe un manantial que se conoce 
con el nombre de Huayna Putina. En medio de las peñas, casi 
en la misma población, hay otro más pequeño, que está en una 
hendidura que forma la peña; el agua que sale de este manantial 
es trasparente, y su temperatura es de 37”. 

El agua que sale de este manantial entra á una abertura que 
tiene la misma peña, y corre subterranea. En él acostumbran los 
habitantes de Putina darse baños de pié, no prestándose para 


Otro uso, 
c 


Los habitantes de la población usan muy poco estas aguas pa- 
ra baños generales. 
En Putina se teje ponchos y frazadas de lana. 


SALIDA DE PUTINA Á MUÑANI (25 KILÓMETROS). 


Marzo, 17.—(9-30) Saliendo de Putina con dirección NNE. se 
observa (9-32) la reunión del rio Inchupalla con el de Muñani á 
200 metros á la derecha del camino. 

El rio de Muñani viene de los altos de Potoni. 

(9-37) Se camina al N; el camino dista 300 6 400 metros del rio. 
Se deja un camino á la derecha. Se marcha por una pampa. Se 
observa poco después (9-43) una estancia á la izquierda. Cami- 
nando (9-51) con dirección NNO se encuentra (10 h.) varias estan- 
cias en la falda de los cerros á la izquierda. Variando (10-10) al N, 
10 O, se observa un caserío en la otra banda del rio. Este último 
dista solamente una cuadra del camino. (10-42) Al N 55 O, (10-45) 
Riachuelo en la otra banda que viene del NE. Estancia á la dere- 
cha en la otra banda. Se camina (10-50) al ONO, variando poco 
después (11-25) al NO se encuentra un cerrito aislado de 1000 á 
1200 metros de largo y situado entre el camino y el rio (11-28). Al 
ONO. (11-38) Descanso. Se pasa (11-45) un arroyo que viene de SO. 
Al NO (12 h.) se sube (12-5) una lomada que se baja para llegar 
(12-11) á un llano. Se encuentra (12-20) un mojón. Al N 55 O se 
marcha entre cerros. (12-26) Se sube (12-28) bajándose después á 
un pequeño llano. Se sube ligeramente y se llega en seguida á un 
alto con mojón, de donde se ve el pueblo de Muñani al NO. Se 
baja por un camino empedrado, bastante malo. (12-47) Al O está la 
pampa. Variando (12-51) al ONO y 4 los pocos minutos (12-57) al 
NNO. se llega (1-12) al pueblo de Muñani. 


MUÑANI. 


Este pueblo que es muy pequefio, se nalla situado en una en- 
senada de cerros de gres, extendiéndose hacia el ENE una pampa 
por donde corre el rio del mismo nombre que dista de la pobla- 
ción algunas cuadras. 

La iglesia es pequeña y mezquina: 1 casas rústicas y dise- 
minadas. Algunos árboles que hay en el cementerio de la iglesia 
disminuyen un poco la monotonía del lugar. 


«2 


— 374 — 


Los cultivos en las inmediaciones del pueblo son los comunes 
en todo el departamento: papas, quinua, cañahua, etc. 

Su clima no es muy frígido, pues está abrigado por la ense- 
nada de cerros que la defiende de los vientos frios de la cordillera. 


SALIDA DE MUÑANI Á SAN JOSE (35 KILÓMETROS). 


Marzo 18. (9-43) Saliendo de Muñani se entra (9-45) á una 
quebradita; marchando hacia el O, se sigue un arroyuelo y se su- 
be por su orilla izquierda. Este arroyuelo baja detrás del pueblo 
quedando Muñani á su orilla izquierda. 

Caminando (9-48) hacia el S5S0O por mal camino, se marcha 
poco después (9-51) sobre peña viva de gres rojo arcilloso cortado 
en escalones. Variando al ONO y á los pocos minutos (9.57) a] 
OSO. se llega á un pequeño llano. Se sube (10 h.) nuevamente so- 
bre peña. Siguiendo hácia el SSO. y variando en seguida (10.2) al 
O y después (10.4) al OSO. se llega á otro llano. 

Caminando con dirección S 55 O variando (10.10) al O. y des- 
pués al ONO. (10.15) se llega á un lugar en que el aneroide señala 
451. Se baja, y se marcha al O; se observan (10.23) chozas con co- 
rral. Luego se entra al llano, y se atraviesa una quebrada con 
muchos atolladeros sobre calzada. La quebrada parece tener ori- 
gen en las faldas del cerro nevado llamado Surupana que viene del 
NO, pero en el punto de la calzada tuerce al SSO. 

Se llega (10.26) al encuentro del camino que vá de Azángaro á 
Sandía y que se dirige por la quebrada indicada. Se marcha por 
este camino que ladea al pie de los cerros en la banda derecha de 
la quebrada. 

Después se sigue las direcciones SSO, SO y OSO. 

(10.33) La quebrada tiene muy poco declive y forma una la- 
gunita hacia el SO. á 300 metros del camino á la izquierda. Hay 
una estancia á la derecha. 

Se sube (10.35) por camino muy mal empedrado hacia el SO. 
dejando la quebrada á la izquierda. Llegando (10.40) al alto, se 
deja el camino de Sandía á Azángaro á la izquierda y se baja al 
N. 750. Se camina (10.45) con dirección NNO. atravesándose 
(10.50) otra quebrada llena de charcos de agua. Caminando al 
O. la quebrada baja al SSO. como la primera. Se sube (l1 h.) al 
O. y se observa (11.9) otra pequeña lagunita, abajo y á la izquier- 
da, á poco más de un kilómetro del camino. Se llegatal desagúe de 
la quebrada y por una quebradita que se dirige al SSO, parece que 

6 


desagua la laguna. Este arroyo vaá juntarse con el dela pri- 
mera. 

Se faldea (11 13) al ONO. Variando (11.18) al OSO. y álos 
pocos minutos (11.22) al N. 75. O., se llega (11.26) á un trecho del ca- 
mino con atolladeros. A la derecha (11.30) se vbserva una estancia. 
Se sube al NO. (11.39) Descanso. Se continúa (11.45) el camino al 
SO. por terreno ligeramente ondulado. Se baja (11.52) por una que- 
bradita á una quebrada grande con dirección al N. 750. Se ladea 
(12.2) un arroyo que toma origen á la derecha del camino. Se pa— 
sa el arroyo, al que (12.4), pocos pasos más arriba del vado, se le 
junta otro que viene del OSO. 

El arroyo formado por la reunión de los dos baja por una que- 
bradita al $. 

El camino continúa alOSO. siguiendo la orilla derecha del 
arroyo quese le junta hacia su origen. Se marcha por una pampa 
rodeada de cerros. (12.12) Se aparta del arroyo que viene por una 
quebrada con dirección de NNO. á SSE. Se pasa (12.16) otro 
arroyo qne viene del ONO. y baja al ESE. Caminando (12.19) 
al NO. y variando (12.23) al O, se ladea el arroyo marcado. (192.16) 
Variando (12.26) al N.75 y poco después (12.30) al NO., se en- 
tra áuna quebradíta y se sube. Caminando (12.37) con dirección 
O.'se baja (12.44) un poco y se faldea al ONO. AlNO. (12.53) fal- 
deando unos cerros á la derecha del camino se atraviesa (1.5) una 
quebrada con arroyo que baja al S. 

El arroyo es formado porla reunión de dos: uno viene del NNE 
y otro del NO. Se sigue la orilla derecha de este último. El arroyo 
(1.15) viene de NNE por una quebradita que baja de la cordillera 
de Surupana. Se sube al N 550. Caminando (1.30) al O, siguiendo 
unas entradas y faldeando, se observa á poca distancia á la derecha 
(1,46) el nevado de Surupana. Se baja, el aneroide señala 447. (1.52) 
Quebrada á la derecha, que toma orign cerca del alto. Se pasa 
(1.56) el arroyo de la quebrada que se seguía al ONO atrevesando 
un llano; se pasa (2.5) un cauce de río con arroyo que viene del N 
bajando del nevado de Surupana. El arroyo baja al SO y como un 
kilómetro más abajo tuerce al O. (2.15) Se sube nuevamente, lle- 
gando (2.28) á la cumbre; se descansa. A poca distancia (2.33) de 
este lugarse encuentra muy buen pasto y distinto de los demás. Se 
baja al O. Caminando (2.45) al ONO se baja áunaquebradita. Se 
pasa (2.55) unarroyo y luego un mal paso. Descanso. El arroyo ba- 
ja al SSO. Se llega á otro mal paso. Continúa (3.10) el camino al 
SO, se observa una hacienda abajo á 800 ó 1000 metjos al S del ca 


— 376 — 


mino y en la orilla izquierda del arroyo (2.55). (3.18) Descanso. Se 
deja (3.25) un camino á la izquierda que Fes á la pampa. Al N 55 
O (3.30) se baja (3.33) un llano al NO hacia el pueblo de San José. 
Se pasa (3.42) un arroyo que viene del N 10 E. Se atraviesa (3.48) 
ún cauce muy ancho con un arroyo que viene de NNE yse llega 
(4.3) al pueblo de San José. 


SAN JOSÉ. 


Este pueblo se halla situado en una pampa al pié de un muro 
de figura cónica y á poca distancia del nevado de Surupana. 

Su temperamento es algofrígido, de modo que la cebada no da 
grano y solo produce papas, quinua y cañahua. 

Tiene una iglesia muy aseada con altares de estuque blanco y 
adornos dorados, además tiene dos órganos bastante buenos. (Tan- 
to los altares como los órganos han sido construidos por su actual 
Cura, Fray Juan de Dios Cárdenas, del Cuzco). 

La torre está muy ruinosa y se piensa construirla de nuevo. 

En la plaza se ha plantado cinco árboles de ccolli, los que es- 
tán e tiernos. 

A 5 kilómetros hacia el O de la población se halla un manan- 
tial de agua termal muy caliente, que sale del gres. Este punto se 
conoce con el nombre de Putina-puncu. Los huevos se pasan en 
este manantial al cabo de media hora. 

El agua despide olor á gas sulfhídrico y deposita un sarro roji- 
zo que consiste en óxido de fierro. 

En el cerro de Surupana que domina la población, se encuen- 
tran varias minas con minerales de diferente naturaleza que no 
se trabajan por falta de inteligentes en el ramo de minería. Sin 
embargo, por las numerosasbocaminas y los restos de trapiche, se 
ve que han sido trabajadas en otra época. 


SALIDA DE SAN JOSÉ AL PUEBLO DE ASILLO (30 KILOMETROS). 


Marzo 19.—(11.30) “Saliendo de San José se marcha por una 
pampa al SSO; se continúa (11.45) con la cordillera de Surupana á 
la derecha. (11.55) Se sube. Se llega (12) á un alto punto que queda 
al S 40 O de san José. Se baja pasándose (12,3) después una acequia 
y luego se marcha al S porla orilla izquierda de un riachuelo que 
viene del N; poco después (12.7) selepasa. Secamina al SO dejando 


300 metros ág¿a derecha, en la falda de unos cerritos, la hacienda 


— 1 — 


de Quinsa Ccalca. Se llega á un llano. (12.17) Se sube; bajándose 
(12.21) al S 10 E. Terminando (12.35) la bajada se observa un llano 
que se extiende á la derecha por más de dos y medio kilómetros. 

Se camina (12.40) hacia el SSO, ladeando un arroyo con ato” 
lladero que viene de NNO por la pampa. Caminando (12.45) con 
dirección alSO y variando (12.47) al SSE, se pasa (12.50) un arroyo 
al SO. Se pasa después (12.57) otro con atolladero, que baja al 550. 
Marchando con dirección OSO se atraviesa la quebrada, y se pasa (12, 
59) otro atolladero sobre una calzada. (1.15) Sesube; (1.30) descendién- 
dose después, se nota abajo, ála derecha, y 4100 metros de distancia, 
una quebrada enteramente inundada, formando .una laguna con 
mucha totora. Esta laguna se extiende á la derecha como dos ki- 
lómetros y por el frente unos $006 1000 metros. Caminando (1.34) 
con rumbo al SSO, sellega á la orilla de la laguna; se descansa. Ter-- 
minando ésta (1.48) se pasa un arroyo que viene del SO. Se cami- 
na hacia?el O, entrando en una quebradita y marchando por la or 
lla izquierda de un arroyo, desagúe de la laguna. Caminando (2 h.) 
conrumbo N 750, variando á los pocos minutos (2.4) al ONO, se ob- 
serva (2.9) una quebradita en la otra banda con arroyito y en su 
desembocadura al arroyo que baña la quebrada. Se nota en la ori- 
lla derecha la capilla de; Ccaltarani; distinguiéndose una estancia 
en la otra banda y cultivos de cañahua. Se pasa (2.17) el arroyo 
Ó más bien el riachaelito que baña la quebrada. (2.19) Represa pa- 
ra la toma de una acequia. La quebrada se estrecha entre cerros 
de gres blanquizco y luego se marcha al pie de los cerros pora ban- 
da derecha del riachuelo. Se marcha (2.23) al O, pasándose nue- 
vamente (2.26) el riachuelo por la orilla izquierda. Se encuentran 
después cultivos de quinua y de papas en regular estado. Seicamina 
(2.31) en dirección ONO. Sellega (2.39 )áunapuerta quese ha abier- 
to el río á través de las capas de gres quese hunden al NE, pordonde 
Cesaguan los terrenos de arriba, que en otro tiempo estaban com- 
pletamente cubiertos de agua, formando una gran laguna que 
comprendía también todo el terreno inundado de que se habla más 
adelante, (1.30) situado en la parte baja ála derecha, á 100 metros de 
distancia, y á donde se nota una quebrada enteramente inundada, 
que forma una laguna con mucha totora. 

Caminando con rumbo O, se pasa (2.40) el riachuelo por su ori- 
lla derecha, volviéndose (2.43) á pasar poco después. Se tuerce al 
NO para pasar detrás de unos cerritos. Caminando al O, y luego 


8 


al ONO, la quebrada se ensancha nuevamente y vuelve á aparecer 
el arroyo que baja al ONO. 

En este punto se deja la quebrada y el camino que baja por 
ella y se sube un trecho malo al S 40 O. Termina (2.45) la subida 
y sigue llano aunque ligarameute ondulado. (2.55) Mojón. Se pasa 
(2.59) una quebradita seca quelbaja al O. Se marcha al S. Se continúa 
(3.6) la marcha al 050. Sol muy fuerte que se hace insoportable 
por el calor á las espaldas y á la cabeza la que se llena de sangre. 

Caminando (3.10) al 575 O, bajando hacia el río de Azángaro 
que viene de NO á SE, se pasa por vado ¡este río que tiene bastante 
agua. Descanso. Continuando (3.26) la marcha por la otra banda 
del río al SO y variando á los pocos minutos (3.30) al S 100, se lle- 
ga (3.36) al camino de Azángaro á San Antón. Caminando hacia el 
SSO se pasa (3.45) un riachuelo de agua poco corriente que baja 
casi de O. á E. Marchando con rumbo OSO, por una panipa, se 
observan cerritos de gres á la derecha del camino. Se varía (3.52) 
al O y se camina por la orilla izquierda del río de Asillo á 200 me- 
tros de distancia, continuándose (3.56) la marcha á pocos pasos del 
río con dirección hacia el O.—Se pasa por vado el río de Asillo que 
viene de OSO. y tiene mucha agua. Camino al S. 35 O. Variando 
(4.13) al SO, se llega (4.20) á una lagunita á la izquierda. (4.24) Al 
OSO. termina (4 30) la laguna y se entra (4.34) á la población de 
Asillo. 


SALIDA DE ASILLO Á ORURILLO (20 KILÓMETROS). 


Marzo 20. —(10.58) Saliendo de Asillo al ONO, se marcha (11) 
por la orilla de la laguna, teniendo á la izquierda á ésta 
y á la derecha una pequeña cadena de cerros con capas alternadas 
de gras y carbonato de cal. A la derecha del camino se observan 
cultivos de quinua, cañahua y papas. Se camina (11.30) al N. 80 O, 
Termina la laguna. Se pasa un arroyo de agua estancada que sirve 
de desaguadero y después se marcha por pampa muy llana hasta 
Orurillo. Siguiendo al ONO, se pasa (11.50) un cauce que no tiene 
agua en el paso; pero que sí la tiene estancada más abajo. (12.15) 
Descanso. Continuando (12.23), se llega (1) á un punto situado al 
N. 80 O del pueblo de Asillo. Caminando con rumbo O. y variando 
á los pocos minucos (1.10) al S. 75 O, se pasa (1.16) un arroyo que 
baja del S. por una quebradita. 

(1.19) A cuatrocientos metros á la derecha del camino se dis- 
tingue la laguna ee Orurillo. Secamina (1.27) 450 pasos dela laguna 


— 319 — 


al O. Siguiendo con dirección ONO. y variando poco despuós (1.29) 
al NO se marcha á pocos pasos de la laguna; se varía (1.33) al 90 
y se pasa (1.35) una calzada de champa muy bien hecha. Marchan- 
do con rumbo OSO y después al O, termina (1.39) la calzada. Se ca- 
mina con dirección ONO. observándose cultivos de quinua. Termi- 
na (2.3) la laguna y se entra á la población de Orurillo. 


ORURILLO. 


Esta población pertenece á la provincia de Lampa y su situa- 
ción á la orilla de una laguna, le dá aspecto agradable y clima 
más benigno. 

En el pueblo se ven algunas casas decentes, y no es raro 
ver otras con portada de piedra, viviendas empapeladas y venta- 
nas con vidrios. 

Algunas tienen también su huertecita con muchas flores, co- 
mo: rosas, claveles, violetas, amapolas, antirrhinum, caléndula, 
tropeolum, scabio0sa, aquilegia, lavateras, etc. etc. 

La iglesia de Orurillo en su exterior es muy sencilla, pues es 
construída de adobes, pero el interior está ricamente adornado. 
Grandes cuadros con ancho marco dorado cubren las paredes. El 
púlpito y los altares están sobrecargados de adornos dorados, y 
hasta los confesonarios están llenos de adornos y enteramente do- 
rados. 

Las pinturas de los cuadros son regulares. 

La iglesia se halla cubierta de tejas. 

En el cementerio se notan unos troncos enormes de árboles 
Ccoll?, que se han muerto de viejos, y que sin duda tendrán la 
edad de la iglesia que pasa de 200 años. Hstos troncos tienen co- 
mo un metro de diámetro, y algunos hace dos años que tenían 
todavía brotes; pero atacados por la enfermedad de la mielecilla 
debida á un insecto que llaman pulgón, acabaron por secarse. 

Hace apenas dos años que hubo un desarrollo tan grande de 
estos insectos, que desde esa época la mayor parte de los árboles 
de Ccolli que existían en Orurillo perecieron. 

En la laguna se nota mucha abundancia de aves acuáticas. 

Un la plaza se ve á un lado una pila de piedra con su taza cir- 
cular; pero actualmente no tiene agua por estar rota la cañería. 

Al presente se ha traido una cañería de fierro y se están cortan- 
do las piedras para construir una pila en medio de ly plaza. 


La la gunano desagua sino cuando está muy llena. 

El río de Asillo pasa á dos leguas de Orurillo. 

En este pueblo como en la mayor parte delos del departamen- 
to, usan comer el echichi. Se da este nombre á una larva que pet- 
tenece al género Efímera. 

Por el mes de Abril comunmente y á veces en Mayo, se desarro- 
jla en los ríos del departamento de Puno una cantidad tan grande 
de estas larvas, que las aguas se ponen como turbias y con espuma. 
Entonces, removiendo las piedras, hacen entrar en sacos todas las 
larvas, las que se extienden y secan. 

A veces caen en tan gran cantidad, quese forman montones sobre 
el agua y en las orillas. Para comer los echichi se tuestan antes, 
después se muelen y así en polvo se les echa ají. 


SALIDA DE ORURILLO AL PUEBLO DE NUÑOA (35 k.) 


Marzo 21. — (10.21) Saliendo de Orurillo al NNO., se en- 
cuentra (10.40) una hacienda con su capillita. Se marcha por un 
llano rodeado de cerros con la laguna de Orurillo al ENE. Sigue 
una calzada de champa muy baja—(10.46). Calzada muy elevada. 
— Caminando con rumbo N. hay un arroyito que pasa debajo de la 
calzada y desagua en la laguna.—(10.55) Terminada * (10.57) la 
calzada, empieza luego otro trecho. (11.2) Terreno con muchos 
charcos de agua á ambos lados de la calzada, que forman un arro- 
yo que baja 4 la laguna. —(11.4) Termina la calzada. —Caminando 
al NNE. sigue otro trecho.—Se sube (11.8) por tierras de diferentes 
colores que alternan con pequeñas capas de gres y se hunden al 
NNO. con ángulo de 45. Se camina al NE.; las capas (11.12) va- 
rían de dirección é inclinación á cada rato.—Se deja (11.16) el ca- 
miro á la derecha y se sube por otro caminito al NO para (11.24) 
llegar al alto.—Se baja al NNO y se llega (11.31) al plan de la que- 
brada. —Caminando (11.36) al N, hay (11.45) una lagunita que em- 
pieza á la derecha. Se pasa un arroyo que viene de la quebrada 
que se seguía y desagua en la laguna. —Termina (11.51) la laguna 
a la derecha.—Se pasa (11.57) un arroyito que viene de OSO y ba- 
ja al NE á reunirse con el desagúe de la laguna. (12.) Descanso. 
Continuando (12. 10) se pasa un cauce pequeño y seco y se sube al 
N55 0. Ala derecha hay un terreno cultivado de quinua, que 
presenta el más bello aspecto por los diferentes matices que ofre- 
cen las distintas variedades de esta planta, observándose todos los 
colores desde £l verde al rojo G6scuro casi negruzco.—Sigue (12.18) 


— 38l — 


la subida al NO, teniendo á la izquierda el pequeño cauce seco 
que tiene sus charquitos de agua. Se le pasa poco después (12.20). 
En seguida (12.34) se encuentra una apacheta.- - Se baja al NO. A la 
derecha toma origen una quebrada.--Se pasa (12.41) un arroyito que 
baja al NE. (12.46) La quebrada forma un recodo y baja al NNE. 
En el camino (12.54) se encuentra una bocamina.—Se baja por 
una quebradita. 

Caminando (1 h.) al ONO por la banda derecha de la quebradita, 
se observa (1.5) una estancia y quebradita en la otra banda. —Poco 
después (1.10) se distingue otra quebradita á la otra banda y lue- 
go se pasa el arroyo que baña la quebrada que se sigue. Descanso. 
Caminando (1.24) al ONO. se marcha por una pampa, se ven 
(1.39) varias casas al pie de los cerros, á la derecha. La quebrada 
tendrá 500 metros de ancho. Se varía al NO y poco después (1.45) 
al NNO; se pasa (1.55) un gran arroyo que viene de la izquierda 
por la pampa que se sigue. Caminando al N 55 Ose observa una 
casa con grandes cultivos de cañahua y quinua; también se en- 
cuentran vacas, llamas y carneros, que pastan en la pampa. 

(2 h.) Se pasa un riachuelo que viene de OSO á NE (2.2). Des- 
canso; pasándose (2.5) poco después otro río que baja á reunirse 
con el precedente; se camina al O por la orilla izquierda 
del último rio. Luego hay terrenos inundados (2.15). Se deja el 
riachuelo detrás de unos cerritos á la izquierda. Se camiva al 
ONO, subiendo (2.28) al N. 

Se camina (2.30) al S 75 O sobre un cerro de traquita. Mar- 
chando con rumbo ONO se llega á la cumbre (2.33) y se faldea 
bajando insensiblemente al O. (2.35) Se baja, luego hay una lagu- 
nita (2.41) rodeada de cerros á la derecha al ONO. Esta lagnnita 
se halla en el centro de cerros traquíticos; no tiene salida, de 
manera que se padría considerar como cráter volcánico. Termi- 
nando (2.50) la laguna se camina con rumbo NO bajando á una 
pampa. Se camina (3) con dirección ONO, se varía á los pocos 
minutos (3.12) al N 75 O, y se continúa la misrcha en medio de la 
pampa. Se vuelve á encontrar (3.30) el rio qne se había dejado de- 
trás de los cerros. 

Se llega (3.43) á la orilla izquierda del riachuelo y se marcha 
por la misma orilla con rumbo NO. Variando á los pocos segun- 
dos (3.50) al ONO, el camino se aleja (3.57) un poco del río. Des- 
canso. Se varía (4.3) al NNO, á los pocos minutos (4.12) al 
NO y de este punto (4.32) al N 55 O, marchándose hacia el pue- 


blo de Nuñoa, al cual se llega poco después (4.43). 
» 9 


— 3892 — 
NUÑOA 


Este pueblo es de bastante extensión, pero poco más pequeño 
que Otuvillo, Se halla situado en una quebrada y á la ovilla dere- 
cha de un río que baja de la cordillera que divide los departamentos 
de Puno y Cuzco. 

Este río tiene á veces bastante agua y han perecido en él varias 
personas que intentaron pasarlo por vado. Lleva el nombre 
del mismo pueblo y baja por la pampa grande al pié de los cerros 
para entrar en seguida en una quebrada. Recibe los dos riachuelos 
que se pasan en el camino de Orurillo á Nuñoa y engrosado por 
otros muchos arroyos y riachuelos, se reune con el de Azángaro 
en las inmediaciones de Fray Lima, á siete y medio kilómetros 
poco más ó menos de Asillo, 

Nuñoa tiene como Orurillo una iglesia muy sencilla al exte- 
rior, pero muy adornada en su parte interna. 

Parece que han sido hechas por el mismo modelo, pues se 
ve los grandes cuadros que tapizan todas las paredes, encuadradas 
por anchos marcos lorados. 

Nuñoa es un pueblo situado á mucha mayor elevación que 
Orurillo, de consiguiente tiene temperamento más frío. La 
cebada madura con dificultad. 

Las casas próximas á la plaza están dispuestas en calles no 
muy rectas; pero gran parte de la población está formada por 
casas diseminadas. Vasi todas tienen un pequeño canchón culti- 
vado de cebada; sinembargo, este artículo es bastante caro, no 
pudiéndose mantener una bestia por menos de tres reales diarios. 

En el cementerio de la iglesia se notan muchos árboles de 
ccoll? bastante antiguos, aunque todavía vigorosos. 

El'comercio de Nuñoa consiste en la lana de carnero y de 
alpaca que se exporta á Puno y Arequipa. 

Sus habitantes son muy belicosos y se reputan por los 
más valientes de todo el departamento. En este pueblo hay 
riñas continuas y no es raro que se maten entre sí. A la mayor 
parte no le falta una arma de fuego. 


En las inmediaciones de Nuñoa hay mucho garbancillo (as- 
tragalus) que tiene la propiedad de enflaquecer y cegar las bestias 
que lo comen en abundancia. 


SALIDA DE NUÑOA Á SANTA ROSA (27.5 KLMS.) 


Marzo 23.—(10.45) Saliendo de Nuñoa con dirección al SSO. 
€ 


— 383 — 


se sube (10.55) un cerro de gres. Se llega (11) á una cruz. To- 
mando el rumbo O y marchando sobre una cuchilla de cerros, se 
baja (11.5) á la misma pampa que se seguía el día anterior. 

Variando al SO se marcha (11.7) sobre cal en capas vertica- 
les y ruinosas. Se llega (11.5) á la pampa. Al variar al S se en- 
cuentra la orilla (11.21) del riachuelo quese seguía la víspera, y 
se deja en el punto en que el camino se aleja un poco del río. 
Luego se pasa el riachuelo que viene del N. 75 O, y se marcha al 
SSO por una quebrada. Seentra en una ensenada de cerros muy 
ancha. Poco después se faldea unos cerros á la derecha. 

Se varía al SO., después (11.35) al SSO: y de este pun- 
to (11.45) al SO: la ensenada se estrecha en quebrada. Un 
riachuelo baja paralelamente al camino. (11.55) Descanso. (12.3) 
Continuando, se pasa un arroyito. 

Variando al S se observa (12.7) una estancia Ó hacienda á 
la otra banda del gran arroyo que baña la quebrada. Se pasa 
(12.8) una arroyuelo que viene por una quebradita á la derecha. 
La quebrada se estrecha cada vez más, no dejando lugar sino 
para el camino y el arroyo. Se pasa el arroyo que baña la quebra- - 
dita. (12.20) Se pasa ésta. 

Siguiendo al O se pasa un arroyito que viene del SO por una 
quebrada ancha. (12.27) Al OSO se sube y luego se llega (12.34) 
á una apacheta. (Esta apacheta no es el punto culminante del 
camino). 

Se marcha por un llano ondulado. Caminando con rumbo 
SO se ve (12.37) tierras arcillosas de varios colores que se hun- 
den al SSO; se llega (1.6) al punto culminante del camino. 

(1.13) Se baja al S 15 O (hay tierras arcillosas de colores varia- 
dos debajo de la apacheta). A la izquierda (1.16) toma origen una 
quebradita. Se pasa (1.20) el arroyuelo que baña dicha quebradita. 
Variando al S de este punto (1.26) al SO, se ve (1.30) una quebra- 
da en la otra banda; tomando nuevamente (1.35) al S, se camina 
sobre gres blanquizcu. Se baja faldeando y se llega (1.45) á la ha- 
cienda Parina. Luego arroyo que baja de la izquierda—gres meta- 
mórfico.—Se continúa al S. 15 O. y después al $. 

Se encuentra una pampa abajo, á la derecha. Se pasa (1.53) 
una lomada y se baja á la misma pampa; se continúa al S. y se 
llega (2) á la pampa. 

Camino al SSO. Se pasa (2.2) un arroyo que viene de una ense- 
nada de cerros á la izquierda. El nevado de Santa Rosa queda al S 
75 O. Se marcha (2.10) al pie de unos cerros de pórfi jo colorado. Va- 


— 381 — 


riando (2.18) al S, se encuentra un terreno inundado á la derecha. 
(2.21) A: 550; (2.23) se pasa el riachuelo qua viene caracoleando por 
la pampa. Este riachuelo viene por una quebrada con dirección 
NO y desemboca á la pampa á 2.5 kms. á la derecha del camino. 
Se atraviesa la pampa. Se sigue al SO. en esta pampa que se lla- 
ma de Parina (se notan caballos, mulas, vacas, carneros, llamas y 
alpacas). La pampa está rodeada de cerros por todos lados y tiene 
salida solamente por una estrecha quebradita. Hay (2.35) terreno 
inundado á la izquierda. Se pasa (2.40) un riachuelo con regular 
cantidad de agua que viene por la misma pamoa, casi al pié de 
los cerros. Se sigue al 5 y luego al S30; á 200 metros á la izquierda 
se reunen los dos riachuelos. (2.44) Acaba la pampa. Se sube por la 
falda de los cerros y se entra á una quebralita por donde desaguan 
los dos riachuelos reunidos. 

Camino al SSE. 

(2.52) Al 5, SSO y SO. (2.55) Se baja (2.57) por caminollano al 
S50. La quebrada se ensancha. Después se pasa un arroyo que baja 
de ONO. —Quebrada con arroyo enla otra banda. (3.5) Al O, (3.8) 
al ONO, (3.15) al SO, (3.25) al OSO. (3.30) Cultivo de cebada y pa- 
pas entre el río y el camino. 

(3.43) Al N 75 O. Se pasa un arroyito que baja de los altos á la 
derecha y se entra al pueblo de Santa Rosa. 


SANTA ROSA 


Este pueblo es el último del departamento de Puno en el ca- 
mino de esta ciudad al Cuzco. “Se halla situado en un lugar 
abierto y á una elevación sobre el nivel del mar igual al de Nu- 
ñoa. La población es poco más pequeña que la de ésta; tiene tam- 
bién el comercio de lana, pero como en Santa Rusa apenas hay al- 
pacas, la lana que se exporta es casi toda de carnero. 

Hay ganado vacuno y preparan queso y mantequilla. 

Cuanto á la agricultura, solo se cultiva papas, quinua y caña- 
hua. La cebada se cultiva como forraje para las bestias, porque 
por la mucha elevación del lugar, el grano no madura. 

Santa Rosa tiene una iglesia que se asemeja á la de San José, 
y como en ésta, sus altares son de estuco blanco con adornos 
dorados. 

El cementerio está adornado con algunos árboles de ccollz, 
como en casi todas las iglesias del departamento. 

Las casas están dispuestas en calles. 

€ 


— 385 — 


Santa Rosa es poco más ó menos del mismo estilo que los pre- 
cedentes; pero se distingue de ellos por el aspecto imponente del 
nevado Cunurana que domina la población y le sirve de adorno. 


SALIDA DE SANTA ROSA PARA AGUA CALIENTE (42'5 KLMS) 


Marzo 2/.—Comunmente se calcula en 35 kms. la distancia 


entre Santa Rosa y Agua Caliente. 

(S.50) Saliendo de Santa Rosa se pasa un arroyo y luego 
se marcha al N 75 O. Se encuentra (9) una capillita. Variando 
al O se pasa (9.15) un arroyo que viene de una quebradita cerca- 
naalnevado Cunurana. Se pasa (9.27) un riachuelito que baja cerca 
ael nevado. Se llega á la orilla del río de Santa Rosa, origen de los 
ríos de Ayaviri y Pucará. En la banda derecha empieza una cadena 
porfírica. Se continúa (9.38) al ONO. y (9.43) al O, después; se 
marcha casi por la orilla del río, y luego (9.46) al OSO; (9.50) al O; 
(10) y al ONO. Se pasa (10.3) un arroyo que baja de lafalda del Cu- 
nurana y luego otro; se sigue á este último por algunos centena- 
res de metros por su orilla derecha. 

La quebrada (10.10) se abre en una pampa. Se pasa (10.13) 
un arroyo; (10.27). al NO. Seencuentra carneros y llamas. Se mar- 
cha (10.40) sobre una calzadita en medio de un terreno pantanoso, 
Se sigue (10,44) al NNO. (10.55) El Cunurana queda al NE de 
este punto. El nevado de Vilcanota queda al NO. 

Se, llega al camino llano: (11.4) al N. 15 O. Se pasa (11.10) un 
arroyo; (11.25) al N 550. Se pasa (11.30) un riachuelo que viene 
del N 15 E por una quebradita. Se pasa (11.38) otro riachuelito. 
Se continúa al ONO; (11.54) al N 75 O, Se pasa (12.7) el rio que 
baña la queórada al O. (12.44) Quebrada con riachuelo en la otra 
banda. AlONO. Ala derecha de la desembocadura de la quebra- 
da yá la otra banda, hay una casa grande que pares» de hacien- 
da; (12,54) al N 750 (12.56) Descanso. (1.7) al ONO; hay (1.16) 
arroyo que baja del nevado Vilcanota en la otra banda. Se 
marcha (1.18) por camino un poco más inclinado, se encuentran 
muchos montoncitos de piedras colocadas por los indios, por algu- 
na superstición. Se pasa (1.26) un regulararroyo que viene de una 
quebradita á la izquierda. (1.30) Camino en plano inclinado insen- 
sible y se llega (1.41)á una apacheta y al lugar llamado la Raya, 
porque sirve de límite entre el departamento de Puno y el del 


Cuzco. 


— 386 — 


Admira ver una quebrada tan llana bajar con un declive muy 
insensible desde este punto al pié de los nevados, y situada á una 
altura de más de 14,600 piés. 

Por cierto que sería muy fácil el trazo de un ferrocarril antra 
Puno y Cuzco, porque se pasa la cordillera casi sin sentirlo. 

(2.1) Continuando la marcha se llega (2.10) á una lagunita 
á la derecha. Al ONO; (2.16) al O; (2.21) arroyito que se pasa. A la 
derecha, hacia el N de este punto, se eleva el colosal nevado de 
Vilcanota, cuyo verdadero nombre es Inchurusi. Sigue el camino 
muy pedregoso. Al ONO y luego (2,38) al O, se pasa (2.41) el 
riachuelo que baña la quebrada y se continúa por la banda de- 
recha. 

Se pasa (2.45) un riachuelo que baja de los nevados, que se 
continúan por atrás formando una cadena. 

(2.54) Al ONO hay una hacienda en la otra banda llamada 
Vilcanota. Esta hacienda pertenece al dueño de la posta de Agua 
Caliente. Cerca de las mismas casas dela hacienda hay un ma- 
nantial de agua termal, que tiene la temperatura del cuerpo y 
sirve para baño á los que habitan la hacienda. Se pasa (2.58) un 
arroyo y luego se sigue por su orilla derecha. Después se pasa (3.2) 
un arroyito. Hay (3.22) depósito de agua mineral en la otra ban- 
da. Se pasa (3.35) el río que baña la quebrada y se marcha al ONO 
hacia la Posta de Agua Caliente, la cual se halla situada á la orilla 
izquierda del rí> Vilcanota, que es origen del río Urubamba, y que 
reuniéndose con los demás del departamento del Cuzco y de Ju- 


nín forman el caudaloso Ucayali, uno de los mayores tributarios 
del Amazonas. 


Esta posta es muy miserable y para los pasajeros no hay 
más que un solo cuarto vacío con puerta de cuero. 

En la época de mi tránsito había un canchón de cebada, 
de manera que había alimento para las bestias; pero en obras 
épocas del año no se encuentra sino pasto natural; y quien 


tiene bestias propias paga medio real porcada una para que 
pasten. 


En cuanto á recursos para los pasajeros se halla el infa- 
lible chupe y un poco de leche, porque la misma posta tiene vacas. 

El nombre que tiene esta posta le viene de algunos manan- 
tiales de agua termal situados á unos 400 Ó 500 metros más abajo. 

Agua Caliente se encuentra á mayor altura que el pueblo 
de Santa Resa; pero la diferencia de nivel entre estos dos puntos 
es de pocos meros: 


— 387 — 


En esta posta se hallan las bestias á poca distancia, de 
manera que los transeuntes que están de paso por ese lugar, 
pueden conseguir bestias de remuda demorando cuando más ¿ de 
hora 


SALIDA DE LA POSTA DE AGUA CALIENTE PARA 
IR Á SICUANI (25 KILÓMETROS). 


Marzo 25.—(8.20) Saliendo de la posta con dirección ONO, se 
llega 4los manantiales de Agua Caliente. A pocos pasos del camino, 
hacia la derecha, se ve el primer manantial que está poco elevado 
sobre el nivel de los demás y sin agua, tiene una temperatura de 
41.5 del termómetro centigrado. El agua de este manantial depo- 
sita materia calcárea; pero no óxido de fierro. 

A pocos pasos del anterior, hacia el río y casi en su cauce, hay 
un manantial mucho más grande cuya agua deposita óxido de fie- 
rro y materia calcárea. En la superficie del agua se nota mucho 
desprendimiento de ácido carbónico. La temperatura de esta 
agua es de 55.”. También se nota una alga de color verde oscuro y 
de consistencia gelatinosa que se halla impregnada de óxido de 
fierro. 

Algunos metros más allá, hacia abajo, se encuentra otro 
gran manantial situado en el mismo cauce y con fuerte despren- 
dimiento. Este manantial deposita como el precedente óxido de fie- 
rro y una materia calcárea que cubre las piedras sumergidas con 
una costra blanquizca. Latemperatura de este último manantial es 
des. 20. 10. 

Saliendo del agua termal (8.48) se camina al O. por la orilla 
izquierda 'del río. Quebrada en la otra banda frente á los ma- 
nantiales de Agua Caliente. El riachuelo de esta quebrada desembo- 
ca más abajo. (8.54) Al NO está el punto donde desemboca el ria- 
chuelo que viene por la otra banda. Se sigue al ONO. En la cabecera 
de esta quebrada se ven grandes nevados. 

Mas allá (9.5) hay un gran depósito calcáreo en capas horizon- 
tales en el plan de la pampa. El río se ha escarbado un cauce 
estrecho y profundo en este depósito. Los cerros de la quebrada 
son de roca porfírica. (9.12) Hacienda en la otra banda. (9.25) Se 
pasa un arroyoque viene de la misma quebradita. (9.37) Al N 55 O, 
En la otra banda (10) se ve una quebradita ancha con muchas es- 
tancias. 

Se pasa (10.3) un grueso arroyo, y casi enfrente desembo* 


— 388 — 


ca otro que viene por la quebrada precedente. (10.15) A1 NO y N. 
(10.23) AIN 40 O. Laquebrada es casillana y por sus verdes cultivos 
presenta una hermosa vista. (10.28) Casa en la otra banda. 
(10.34) Al NNO. (10.44) Casa en el camino y otras en ruina. Se pasa 
un arroyito. Quebrada con arroyo en la otra banda. (10.55) Al 
ONO; (11.2) quebradita con arroyo en la orilla opuesta. Se llega 
(11.18) á Marangani. 


MARANGANI 


Este pueblo pertenece á la provincia de Sicuani. Se halla situa- 
do á la orilla izquierda del río Vilcanota y á la derecha de 
un riachuelo que tributa sus aguas á este último. Tiene regular 
extensión, pero en general sus casas son pequeñas y ofrecen mez- 
quino aspecto. Su plaza es grande. La iglesia de una sola nave, su 
interior está adornado con cuadros que representan los hombres 
más ilustres de la Compañía de Jesús, lo que hace presumir que 
haya sido fundada por los Jesuitas. 

El pueblo tiene temperamento algo templado y en sus inme- 
diaciones, á más de los cultivos de trigo, cebada, quinua, papas, 
etc., se encuentra un poco de alfalfa, pero en muy pequeña canti- 
dad. 

SALIDA DE MARANGANI 


(11.35) Se pasa un riachuelo que lleva el mismo nombre de la 
población, y que viene por una quebrada bastante larga con direc- 
ción del SSO. 

En frente, en la otra banda, desemboca una quebradita con 
arroyo. AlONO, se pasa (11.51) un riachuelo que viene por una 
quebradita estrecha. (12) Lomada de terreno de aluvión colorado 
á la izquierda. Al NO, casi toda la quebrada está cultivada de tri- 
go y promete una buena cosecha, pues se vé moviéndose portodos 
ladoslas doradas espigas al soplo de la brisa, y numerosos pajarillos 
cantando alegremente en medio de estos campos que les brindan 
comida abundante. 

En medio de los trigales se ve crecer con mucha fuerza una 
especie de avena cuyos flexibles y colgantes panojas se elevan so- 
bre las espigas del alimenticio trigo. 

Mas allá (12.37) hay una quebrada en la otra banda con varias 
casas y arroyo. El camino (12.45) se acerca al río y luego se mat- 
cha en el ES es muy ancho. 


—38Y — 


Se pasa (12.50) el río al NO y se vé cultivo de trigo con barba. 
Se pasa (12.58) una acequia cuya aguaviene de una quebradita. 
Se ladea la acequia por su orilla derecha. Se pasa (1.5) un 
hilito de agua (1.6) que viene por la quebradita. Luego hay una 
quebrada grande con camino que viene porla otra banda. Este ca- 
mino se dirige á Langui, pueblo situado á la orilla de una laguna 
que tiene 15 kilómetros de largo por 75 kilómetros de ancho. 
En su otra extremidad se halla el pueblo de Layo, ambos per- 
tenecientes á la provincia de Canas. (1.21) Llegada á Sicuani. 


SICUANI 


Esta población es la capital de la provincia de Canchis y com- 
prende 6 distritos, á saber: Sicuaní, Maranganí, San Pablo de Ca- 
cha, (San Pedro de Cacha), Tinta, Checcacupe y Pampamarca. 

La población de Sicuani se halla situada á la orilla derecha 
del Vilcamayo, consiste en una sola calle muy larga, pues cuando 
menos tiene 4 de legua de longitud. 


Su plaza es cuadrada, bastante grande, pero las casas que la 
flanquean no son dignas por cierto de una capital de provincia, 


porque la mayor parte se halla en estado deplorable. 

La iglesia tanto en lo exterior como en lo interior, se encuentra 
en ruinas. Las paredes interiores están sucias y los cuadros que cu- 
bren la partesuperior de ellas están casi borrados. 

Sicuani tiene muy pocos vecinos; pero cuenta con una escuela 
de instrucción primaria. 

En los días domingos la plaza se llena de indios y se establece 
un activo comercio como si fuese feria. De un lado se ve los gra- 
nos, tales como trigo y maíz, adonde concurren ¿comprar los ha- 
bitantes del Collao. Por otro lado se ve los vendedores de frutas, 
notándose con especialidad los célebres melocotones ó duraznos de 
la quebrada de Urubamba. Cerca de los vendedores de fruta se ob- 
serva muchas indias que tienen de venta: ají colorado, huevos 
secos de pescado que llaman atajo, cochayuyos, etc. Por otro lado se 
nota algunas que tienen en venta ovillos de lana, y jerga, otras tie- 
nen delante de sí monteras aglomeradas que venden á 80 cen- 
tavos cada una. Estas monteras tienen la parte superior de pañete 
negro con bordados de plata falsa y su parte inferior forradas en 
bayeta de distintos colores. 

Por una esquina se ve mercaderes de cintas de hilo de varios 


11 
» 


— 390 — 


colores teñidos en el país; cerca de éstos se encuentra otros que 
venden los materiales para teñir, como: palo del Brasil, añil y di- 
solución ya preparada de esta última sustancia. 

En distintos puntos se ve tiendas improvisadas, en las que se 
vende género de algodón para trajes y tejidos diversos. 

Tampoco faltan las vendedoras de yerbas tanto culinarias 
como medicinales. Por último, acá y allá se ve algunos indios que 
tienen de muestranumerosas taleguitas llenas de drogas de la mon- 
taña, que representa la terapéutica nacional, y cuyo comercio se ha- 
ce por los astutos y vagabundos collaguayos, conocidos también 
con los nombres de camiles, camatas, etc. 

Sicuani, con ser capital de provincia, no tiene siquiera un tam- 
bo en el que puedan alojarse los transeuntes; de manera que el que 
no tiene allí relaciones, se ve obligado á alojarse en la miserable 
casa de postas, adonde no hay más que un inmundo cuarto en el 
que viven confundidos los pasajeros con los indios quevienen de 
postillones. 

Tampoco se nota una sola casa de gusto y hasta en la 
misma plaza, como hemos dicho, se observa solamente casuchas 
miserables, y si existe una que tiene un pequeño corredor sostenido 
por dos columnas de piedra labrada, están éstas tan mal colocadas 
que ai siquiera tienen posición vertical. Pareceque en este lugar se 
desconoce tanto la linea horizontal como la vertical. 

La industria de sus habitantes consiste en la agricultura 
y principalmente en el cultivo de trigo, que sirve de comercio 
con el vecino departamento de Puno. Las mujeres también hilan 
lana y tejen jerga y algunos ponchos. 

Su temperamento es un poco frígido; pero mucho más term- 
plado que el del Collao, y prueba de esto es que en la misma esta 
ción se nota en Sicuani una regular cantidad de moscas, mientras 
que en el Collao casi son desconocidas. 

A 25 kilómetros de Sicuani se ha descubierto recientemente 
un manantial de agua termal. 


SALIDA DE SICUANI PARA IR Á TINTA (25 KILÓMETROS) 


Marzo 27.—(8.11) Saliendo de Sicuani al N. se observa alfalfa 
y trigo. (8.19) AL NNO. Se pasa (8.22) un arroyo que viene por la 
derecha del NNE. 
Poco después se llega á una linda lomada cultivada de trigo 
€ 


— 391 — 


y cebada, formando un agradable contraste el amarillo ¡del pri- 
mero con el verde de la última. 

Al ONO, acercándose al río, y marchando luego por su orilla 
derecha, hay cerros nevados hacia el mismo lado. 

(8.35.) Se encuentra arvejas. Capilla á 800 ó 1000 metros á la 
derecha. Continúa la lomada más hermosa por la variedad de mati- 
ces producidos por algunos sembríos de quinua colorada en medio 
del verde de la cebada y del amarillo del trigo, lo que se realza to- 
davía más por la cadena de cerros negruzcos con su cumbre cubier- 
ta de nieve, que se levanta detrás de la lomada. El lugar se llama 
Chuccho. 

Poco después (8.45) se pasa un arroyuelo que viene de la 
derecha. Camino un poca fangoso, Se sigue (8.56) alS 75 O. (9) Al 
ONO. En la otra banda se nota cerros colorados. 

La quebrada es hermosísima: ancha, llana y toda cubierta de 
cultivos de trigo, cebada, habas, etc. 

Luego, (9.15) se pasa un grueso arroyo dividido en varios bra- 
zos, que viene de una quebrada á la derecha y cuya desembocadura 
en la quebrada principal dista más de un kilómetro. Tanto este 
arroyo como el que se pasa á poca distancia de Sicuani, no tie- 
ne cauce, de manera que en tiempo de avenida invade gran ex- 
tensión de terreno. 

A poco hay muchas casitas á un lado y otro del camino. 

En seguida (9,23) hay sembríos de quinua con habas y papas. 
La mayor parte del terreno de la quebrada está cubierto de trigo. 

(9.30) AIN 55 O. (9.45) Caserío llamado el Molino, en la otra 
banda poco después hay capilla (9.54) en el camino. Se pasa (10.15) 
un riachuelito sobre un puente de piedra. El riachuelo en el punto 
que se pasa viene del E; pero poco más arriba viene del NE. 

Luego se entra al pueblo llamado San Pablo de Cacha. 


SAN PABLO DE CACHA 


Esta población no queda en el mismo camino sino á la dere- 
cha. La mayor parte de sus casas tienen techo cubierto de tejas; 
pero casi todas se hallan en estado muy ruinoso. Como la pobla- 
ción está situada en un llano que tiene casi el mismo nivel del 
río, no tiene desagúe, y de consiguiente el terreno está lleno! de 
charcos y de aguas estancadas, de manera que su clima no debe 
ser muy sano, pues la población está sujeta á las emanaciones 


miasmáticas quese desprenden de todos estos terrenos inundados en 
: 3 


— 399 — 


donde las materias orgánicas entran en putrefacción. Las mismas 
calles de la población son muy sucias y fangosas. 

En la época en que visité este pueblo, estaban sus calles desier- 
tas y por el aspecto ruinoso de las casas me pareció una población 
abandonada. 

La iglesia tiene su interior muy recargado de adornos dorados 
y sus paredes están revestidas de grandes cuadros con pinturas 
bastante regulares. 

Tanto el techo como los palos de forma tosca que lo sostienen 
están cubiertos de pintura. á 

Esta iglesia tiene más de doscientos años, pues en su fachada 
se ve la fecha de 1641. 

Además de la iglesia hay una capilla. 

La casa cural es bastante grande y sólida. 


SALIDA DE SAN PABLO DE CACHA 


Marzo 27. Al salir de San Pablo se ve una quebrada en la otra 
banda. Al ONO hay terreno inundado á ambos lados del camino, 
es una calzada. 

Poco después (11.05) se llega á San Pedro. Esta población es 
más pequeña que San Pablo; pero con aspecto más decente, pues 
todas las casas tienen el techo cubierto de tejas y las paredes blan- 
queadas. 

La plaza de San Pedro es pequeña; su iglesia está sin techo y 
actualmente se celebra en una capilla muy sencilla situada al cos- 
tado de ella en la misma plaza. 

La población de San Pedro está situada á la orilla derecha del 
mismo río Vilcamayo, que pasa por Sicuaní y San Pablo y al pie de 
un cerro de gres rojo con capas verticales. 

Como en San Pablo, el clima no debe ser muy sano, por la in- 
mediación de los terrenos inundados que no tienen desagúe. 

(11.12) Saliendo de San Pedro, se nota muchas casitas dise- 
minadas— Al O se pasa un riachuelo que viene del fondo de una 
ensenada, por una quebradita. in la falda de los cerros que for- 
man la ensenada, se observa numerosas casitas con cultivos, for- 
mando como hermoso anfiteatro. 

Poco después (11.21) se ve una capilla con algunas casas en 
la otra banda.—(11.25) Gran caserío con capilla y casas con tejas; 
este lugar se llama Qquella. 

A19750, seguasa por su plazuela. Se faldea (11.37) un morrito 


— 393 — 


con muchos cercos de piedra y cultivos de cebada. El camino dista 
pocos pasos del río. 

En la otra banda se observa una ensenada de cerros con culti- 
vos y muchísimas casas en la desembocadura de una quebrada. 
Este lugar se llama Machac-marca y pertenece á Tinta. 

Poco después (11.43) se faldea un cerro de roca volcánica que 
parece trapp, y se llega (11.51) al lugar llamado Racche á poca dis- 
tancia á la derecha. En este lugar se notan ruinas del tiempo de 
los Incas. Estas consisten en un gran edificio del cual queda sola - 
mente una espesa y elevada pared de adobe en laque se observa 
ocho puertas: una enteramente destruída y las otras en parte; otra 
puerta forma ángulo con las primeras, de modo que se ve dos costa 
dos incompletos del edificio. 

Luego está Racche, lugar en donde fabrican centavos. —Se 
pasa un riachuelo que viene bañando el canto de estas ruinas. En 
su orilla derecha se encuentra una capilla casi á la misma distancia 
de las ruinas que pertenece á San Pablo. 

Se sube (11.53) algunos pasos y luego'se presenta á la vista la 
población de Tinta, situada en la otra banda del río hacia el N 550. 

(12.15) Al ONO, se marcha (12.20) sobre rocaque parece haber 
sido depositada por alguna agua mineral. Se pasa el puente que 
es de cal y piedra y de 3 arcos, pero inconcluso; se entra á la po- 
blación de 


TINTA 


Esta población en otra época era capital del partido del mismo 
nombre; pero actualmente es distrito de la provincia de Canchis, 
cuya capital es Sicuani, como hemos dicho. 

Se halla situada en la orilla izquierda del río Vilcamayo. Tie- 
ne bastante extensión, pero sus casas son de humilde aspecto y las 
calles durante el día están casi completamente desiertas, porque 
sus moradores se ocupan en los trabajos del campo y no regresan 
á sus hogares sino por la tarde, cerca de la oración. 

El número de los habitantes de Tinta no guarda proporción 
con su extensión, porque gran parte de terreno está ocupada por 
pequeños corrales anexos á cada casa, cultivados con cebada, qui- 
nua Ó papas; de manera que en la mayor parte de las calles se en- 
cuentra paredes de adobes con una ó dos casas cuando más. 

Para impedir la entrada furtiva á las casas, escalando las 
paredes, que no son muy altas, se ha puesto sobre todas ellas ma- 


tas de ayrampo (especie de opuntia) con el doble objeto de servir de 
, 


— 04 —= 


defensa y de aprovechar de sus semillas que se emplean como ma 
teria colorante para las bebidas. Estas semillas sirven también de 
artículo de comercio con el Cuzco, Arequipa, etc. 

En Tinta parece muy escasa la madera (aunque no se halla á 
mucha distancia de la montaña) porque en la construcción de las 
puertas de las casas no se usan tablas. La mayor parte de ellas es- 
tán formadas de palitos delgados amarrados á manera de rejar, ú 
también son hechas con cuero de vaca tendido sobre un delgado 
armazón de palitos. 


La plaza es un verdadero campo, con pasto, y las casas que la 
flanquean no tienen por cierto arquitectura elegante. 

En la plaza hay una iglesia y una capilla á su costado; la pri- 

mera es de pobre apariencia exterior é interiormente y la capilla 
no tiene techo. La torre es de piedra, pero muy baja. En la misma 
plaza, delante de la iglesia, se nota una como meseta ú altar de 
piedra labrada, sobre el cual se elevan tres enormes cruces tam=- 
bién de piedra; en ellas hay que admirar la longitud de la piedra 
que forma la rama mayor que es de una sola pieza, y en la cruz 
del medio, que es la más grande, la piedra llega á tener como 
cuatro metros de largo. 
—— Tinta por lo general es población muy sucia y en casi todas 
las casas el patio es un chiquero con fangal en el que se revuelcan 
los cochinos que son muy abundantes; también se encuentra £n 
cada casa vacas y borricos. 

Lo que tiene de mejor Tinta es un puente de cal y piedra de 
tres arcos; pero tampoco esta obra ha sido terminada, pues le fal- 
ta el parapeto lateral á la mitad del puente cuando menos. Pare- 
ce imposible quelos habitantes de este lugar sean tan indiferentes 
que no acaben esta obra en la que lo más costoso está hecho, y es- 
peren que el gobierno les suministre todo. 

Tinta tiene agua algo salobre. Desde enero hasta mayo goza 
de hermosa vista, con las faldas delos cerros en ambos lados 
del río cubiertas de verdes cultivos de cebada, alfalfa, etc. El 
temperamento es suficientemente templado para permitir el culti- 
vo del maiz con ventaja, y casi todos los productos de los climas 
fríos producen con exuberancia. He visto algunas matas de qui- 
nua de la altura de dos metros y medio. 

Al extremo de la población pasa una quebradita cor arroyo, 
el que ha cavado un cauce en medio de una roca caliza de for- 


mación reciente y que forma una meseta á ambos lados. 
€ 


— 395 — 
DE TINTA Á QUIQUIJANA (4/0 K.) 


Marzo. 28.—Para ir á Quiquijana se pasa el puente sobre el 
rio grande y se continúa por la banda derecha de la "quebrada. 

Se sale (8.8) del puente. Quebradita en la otra banda que pasa 
al canto de la población.—Se pasa un cauce que viene de una que- 
bradita ála derecha. Al NO hay cerros de terrenos de aluvión 
colorado. 

Se observa después (8.18) las ruinas de un puente de cal y 
piedra cuyos cimientos fueron destruidos por el agua del río. 
Uno de los estribos con una porción del arco ha caído al río, 
formando una masa compacta como si fuera una sola piedra. 

Quebradita en la otra banda, en la que se nota una capilla. 
Sigue camino fangoso; se pasa (8.33) un arroyo que viene de una 
quebradita. (8.37) En este punto de la quebrada no se nota otro 
cultivo que trigo. Luego hay una quebradita angosta en la otra 
banda. (8.48) Se pasa (8.52) un pequeño cauce seco y se llega (9.3) 
al pueblo de Combapata (orilla derecha). Hay una pequeña capilla 
á la entrada. 


COMBAPATA 


El pueblo de Combapata tiene una calle principal recta y bas- 
tante grande con algunas casas en su contorno, provistas de 
corredores sostenídos por pilares de piedra. 

La iglesia es de mezquina apariencia. Las casas tienen sus 
paredes rústicas sin blanqueo y sus techos en la mayor parte están 
cubiertos de tejas. 

(9.12) Salida de Combapata. (Dista 200 á 300 metros del río.) 
Se llega á una quebradita en la otra banda con camino.—Se deja 
(9.15) á la derecha un camino que va á una capilla y sube por una 
quebrada grande. Se baja al río de Combapata que viene por esta 
quebrada.— Al ONO maíz y habas.—Se pasa (9.26) el río de Com- 
bapata que es bastante grande, sobre un hermoso puente de cal y 
piedra labrada, que es de dos arcos. En medio del puente hay un 
semicírculo con asientos á cada lado y sobre una piedra se ve la 
fecha de 1855 en que se concluyó. 

Se camina en las direcciones NNE, SSO, ESE, ONO. Des- 
pués se marcha (9.48) hácia el N.; más allá (9.52) hay caserío con 
hacienda en la otra banda. Al NO se faldea unos cerritos 
enteramente cubiertos de arbustos de cassia, pererckia, etc, 

» 


— 396 — 


Se sigue (10) al N 55 O; —se pasa (10.13) un arroyo que viene 
por una quebradita cortada en el terreno de aluvión. (10.19) Al 
NO hay quebradita (10.27) en la otra banda y camino que sube 
(10.35) Se pasa un arroyo que viene por una quebradita y se lle- 
ga (10.45) al pueblo de 


CHECCACUPE 


A la entrada de esta población hay una capilla. El pueblo de 
Checcacupe es más miserable que el de Combapata. — Consta 
de una sola calle torcida y mal empedrada; tiene muchas casas en 
escombros y otras ruinosas con techos de paja. 

La iglesia ha debido ser hermosa si se juzga por lo que ha que- 
dado: grandes cuadros de “regulares pinturas tapizan las paredes; 
los marcos son muy anchos y tienen á cada lado como pequeñas 
columnas doradas recargadas de adornos. Debajo de los grandes 
cuadros se encuentran otros pequeños y regulares. Además del 
altar mayor tiene otros dos, pero situados en un solo cos- 
tado. El techo estaba cubierto interiormente por lienzo pintado, 
pero al presente queda solamente nna pequeña partecomo muestra 
de lo que fué, viéndose en todo el resto los palos desnudos. 

El exterior no está en armonía con el interior, pues es muy 
pobre. Tiene dos puertas la mayor es lateral y mirahacia la 
plaza. La torre queda aislada, y es de forma cuadrada y muy 
macisa. 

La rigneza de las iglesias induce á creer que en otra época to- 
dos estos pueblos se encontraban en estado floreciente, porque no 
está en proporción el no solo grande sino costoso trabajo quese ob- 
serva en ellas, con la miseria que reina en estos pueblos. 

En Checcacupe hay posta. 

El pueblo está dividido en dos partes por el río del mismo 
nombre; pero la iglesia y la mayor parte de las casas quedan á 
la orilla izquierda. 

Los cerros de las inmediaciones están formados de terrenos 
de aluvión y se hallan poco cubiertos de verdura. 


(11.12) —Salida de Checcacupe.— Se nota una casa nueva 
de forma bastante regular; se pasa el río de Checcacupe sobre 
puente de cal y piedra de un solo arco y apoyado contra la peña, 
El río está peo als encajonado. 


— 3971 — 


Al otro lado del río se ve parte de la población.—(11.45) Se 
llega á la hacienda de Llocllora con caserío.—Al O sus terrenos 
con cultivo forman hermoso llano eu una ensenada de cerros. 
La casa de la hacienda es nueva. —Inmediata á la casa se observa 
una cueva de regulares dimensiones en el terreno de aluvión, el 
cual forma un barranco de siete metros sobre el nivel del río. 

Luego se pasa un riachuelito que baja de NNO á SSK.-—Poco 
después se baja al OSO; luego, (12) al ONO.—Se baja (12.15) casi 
al nivel del río. —Al NO.—Poco más allá (12.23) hay una quebrada 
con riachuelo y camino en la otra banda. —Hacienda con molino 
en la orilla izquierda del precedente riachuelo llamado Chuquica- 
bana. (12.43) Al NNO.—(12.50) Hacienda de Occobamba á la iz- 
quierda del camino y luego muchas masas de pórfido en el camino. 

Se pasa (1.2) un arroyo que viene por una quebradita. —Más 
allá (1.12) hay una quebrada con riachuelo en la otra banda y en 
su desembocadura se nota el pueblecito de Yauyac, á la orilla iz- 
quierda del riachuelo.—A1l NO.—(12.43) Al NNO.—Se baja (1.21) 
al nivel del río. —(1.32) Al N 15 E.—Ss pasa (1.37) una quebradita 
seca al NNO. 

(1,40) Al NNE para llegar (1.45) al pueblo de Cusipata, que es 
más bien un caserío. Se halla situado sobre una meseta á 
unos 16 6 20 metros sobre el nivel del río. ¡Sus casas son mezqui- 
nas y oscuras. Sus callejuelas tortuosas y tiene pequeña y sen- 
cilla capilla. 

Los terrenos de las inmediaciones de estos pueblecitos están casi 
enteramente cultivados con maíz, constituyendo el forraje para las 
bestias la panca del maíz. 

En Cusipata no hay posta, gobernador, ni vecinos. 

En estos lugares se acostumbra vender chicha tanto en el ca- 
mino como en la población, y las mujeres que hacen este comercio 
dan al mismo tiempo que la chicha un atalito de chala para las 
bestias; de manera que los indios que transitan por estos caminos, á 
costa de medio real no sólo encuentran su querido licor, la chicha, 
sino también sus borricos hallan cansuelo en el bocadito de chala y 
adquieren nuevas fuerzas para continuar la marcha. 

Se sale (2.15) de Cusipata por una senla con dirección al NNO; 
poco después se baja (2.28) el río del mismo nombre, que corre de 
S55EáN 55 0.—Este río tiene regular cantidad de agua, pero 
menos que los anteriores; se le pasa sobre puente de palos. 

Al NO.—(2.35) Hacienda de Paucarpata.—(2.39) Se baja y se 

13 


—“S980—= 


llega (2.42) á la hacienda de Paropuquio con caserío en la otra 
banda. —Aquí se vé agua calcárea que deposita cal en la e acequia. — 
En la orilla del río, á dos pasos del camino, hay manantial de agua 
ferruginosa. 

Se marcha (2.54) por buen camino al N., flanqueado por atr- 
bustos. 

(3) Hacienda Chasquihuasi con fábrica de bayetones en la otra 
banda, 
(3.5) Grande muralla de terreno de aluvión formada por la es- 
cavación en dicho terreno de dos zanjas, por una de las cuales pa- 
sa un arroyito y por la otra un riachuelo; ambos vienen por la mis. 
ma quebrada.—Se pasa un riachuelo. 

Se llega poco después (3.12) á las ruinas de un pueblo en la 
otra banda. —Después hay (3.20) un llano con muchas casas y ca- 
pilla; este lugar se llama Colcca. 

Se sigue al ONO.—Mas allá se vé muchos sembríos de maíz. 
Hay una quebradita seca (3.23) que se pasa para llegar (3.27) á la 
hacienda de Huilcancca en laotra bantta y á la derecha de la des- 
embocadura de una quebr adita con arroyo.—Las casas distan del 
río 300 metros. 

En la orilla del río grande y á la izquierda de la desenrbocadu- 
ra del arroyo se observa un molino. 

Hay (3.33) otra hacienda en la misma meseta de la de Huil- 
cancca. Se llama Huacaytaqui. E 

Al NO.—Hacienda de Racaypata (3 43) en la orilla del río.— 
Llegada (3.55) á la población de Quiquijana. Esta población, bas- ' 
tante grande, está dividida por el río en dos partes desiguales: la 
de la derecha es la principal, hallándose en ella la iglesia y una 
capilla. La plaza es bastante grande y tiene un pequeño portal en 
frente de la iglesia. 

La iglesia principal es de una sola nave; sencilla exteriormen- 
te, pero bastante rica en su interior. Actualmente se halla muy 
arruinada habiéndose caído parte del techo. 

Las calles de Quiquijana son largas, bastante rectas; pero 
muy estrechas y mal empedradas. La mayor parte de las casas 
tienen techos con tejas, pero el mayor número se encuentran en 
estado lamentable y son de la más triste apariencia. 

Lo que tiene de vistoso (Quiquijana es el puente que es muy. 
hermoso. Desgraciadamente los cimientos no son lo bastante pro- 
fundos, de mangra que se hallan ya carcomidos en parte por el 


— 399 — 


agua. Su construcción es de cal y piedra, habiéndose combinado 
éstas de val manera que las que forman los pilares y los arcos son 
de gres rojo ó gris oscuro, y las que forman los parapetos, de tra- 
yertino blanco; esta disposición presenta agradable conjunto, pues 
lo oscuro de los estribos y arcos contrasta con lo blanco de los pa- 
rapetos, y hace que se note desde muy lejos. 
Este puente fué construído en 1845 por D. Narciso Mendoza. 
“Tiene tres arcos y una longitud de más de 50 metros. Está bien em- 
pedrado y tiene además dos semicírculos con asientos. 

Los habitantes de Quiquijana comercian con los del Collao, 
llevando al departamento de Puno maíz, trigo y pan; este últi- 
mo articulo lo llevan hasta la provincia de Carabaya, principal. 
mente á los pueblos de Corani, Ayapata, etc. 

Quiquijana tiene posta; pero se halla en la parte del pueblo si- 
tuada en la banda izquierda. 

La población tiene agua algo mala, siendo mejor la del río. 


SALIDA DE QUIQUIJANA Á URCOS (20 KMS.) 


Marzo 29.—(8.45) De Quiquijana se sigue al N 55 O.—(8.50) 
Al ONO. se pasa!(S.52) un riachuelo. —(9.) Al NNO.; (9.3) al NNE 
hay quebrada (9.5) con riachuelo y puente en la otra banda; (9. 10) 
al ONO.—(9.12) hacienda de Acobamba en la otra banda. —A] 
NO: (9.22) al N 55 O; (9.27) al ONO; más allá (9.37) está la hacien- 
da de Huaraypata con gran caserío; se pasa un riachuelo sobre un 
¿puente de cal y piedra. E 

Poco después se ve muchas casas con capilla pertenecientes á 
«la hacienda de Thio que.se halla situada á la orilla derecha de un 
'riachuelo con puente. 

¡y Después (10.8) se baja á una pampa casi al mismo nivel del 
río; á la izquierda está la hacienda Mollebamba. Continúa (16.11) 
la pampa y se sigue las direcciones (10.15) NNO, (10.18) NO, (10.26) 
ONO, (10.30) NNO; se llega (10.35) á la hacienda de Ninabamba; 
se continúa al N. : 

Luego se llega (10. 41) á una hacienla que está á la orilla dere- 
cha de un arroyo que viene por una quebradita. Esta hacienda se 
llama Chupanhuaro y tiene puente de mimbre. Se descansa. 

Se continúa (10.55) la marcha al NO y se llega (11.22) á una 
quebrada con riachuelo en la otra banda. Se cambia (11.37) al 
ONO y luego (11.48) el camino se aparta del río á la izquierda, y se 
llega á Urcos, dejando á la derecha la hacienda de Paucarbamba 


— 400 - - 


URCOS 


Esta población es capital de la provincia de Quispicanch 
que ha sido dividida, formando, con parte de ella, la nueva pro- 
vincia de Acomayo. 

Está situada entre dos morritos yen lugar un poco elevado 
sobre el nivel del río, de manera que escasea el agua y tiene tem- 
peramento muy seco. 

El agua de consumo es de manantiales situados al pié de unos 
cerritos á poca distancia de la población, la cual se deposita en un 
tanque y de éste hay cañería hasta la pileta que está al lado de la 
iglesia. 

La población de Urcos es de regular extensión. La iglesia tie- 
ne una especie de portal y corredor encima de él. 

Las calles no son muy rectas y las casas oscuras. 

Al extremo de la población hay una lagunita, célebre por la 
tradición que existe todavía, de que en ella se arrojó la gran ca- 
dena de oro del Inca Huáscar. 

Urcos, como se ha dicho, es capital de provincia, pero las au- 
toridades no viven en él: el subprefecto reside en Oropesa y el 
gobernador en el pueblo inmediato de Huaroc. 

En el pueblo hay escasez de recursos, hallándose con difi- 
cultad pasto. También carece de posta, de manera que los tran- 
seuntes no encuentran sino con trabajo lugar donde alojarse y las 
bestias que necesiten. 

En el departamento del Cuzco los pueblos presentan menos 
comodidades que los del departamento de Puno, siendo difícil 
que las autoridades residan en el pueblo, pues habitan comun- 
mente en sus haciendas. 


DE URCOS PARA OROPESA (20 KMS). 


Marzo 31.—(10-32.) Se sale de Urcos hacia el NO.—Hay la- 
gunita á la derecha; no tiene agua visible que la alimente, ni 
tampoco desagúe, de manera que su origen se debe á algunas 
vertientes que no pueden hacer subir el agua más de cierto nivel. 
Esta laguna aumenta algo en tiempo de aguas, y, como se ha 
dicho, es célebre por la tradición de la gran cadena de Huáscar. 

Se marcha (10.83) al O.—Se ve que la laguna se halla situada 


-— 41 — 


en el fondo de una hoyada que se divía ser la boca de un gran cra- 
ter, si sus alrededores fuesen de roca volcánica y no de gres rojo, 
esquisto y terreno de aluvión. 

(10.41)—Hay capilla en el camino; se baja al pueblo de Hua- 
roc--Se marcha al ONO. 

(10,45) —Se llega á Huaroc, pueblo formado por una calle muy 
larga y tres que cruzan en ángulo recto. 

Tiene mezquina apariencia; no se ve sino paredes de barro y 
piedras y pobres casuchas. La plaza es grande; la iglesia regular, 
tiene la torre de forma rectangular y extraña por susarcos sobre- 
puestos. 

Hay. pocas casas decentes. 

Huaroc se halla situado en una pequeña quebradita cultivada 
y á la orilla derecha de un riachuelito. 

Continuando (10.50) se pasa el riachuelo sobre un puente de 
piedra, el cual baja de NO á SE. Después se toma hacia el ONO. 
Mas allá (11.13) se llega á la hacienda de Pucuto (de doña María 
Ana Centeno). Tiene casa elegante y una serie de 22 habitaciones 
para los trabajadores, habitaciones que se hallan situadas en 
frente de la misma hacienda. Esta se encuentra en la banda dere- 
cha de la quebradita de Huaroc. 

En la otra banda (11.25) se ve una quebrada estrecha por la 
cual viene el río grande que se había dejado á la salida de Urcos. 

Al1SO (11.27) se deja el camino grande para entrar (11.35) al 
pueblo de 


ANDA HUAYLILLAS 


Este pueblo parece haber sido construilo sobre las ruinas 
de otro de la época de los Incas, porque todavía se nota ca- 
sas con trechos de pared de piedra labrada de aquel tiempo. Es 
más grande que Huaroc y tal vez superior á la misma capital Ur- 
cos; en efecto, su iglesia es mejor, así como su plaza que tiene una 
pila de piedra en el centro. — La grada de la iglesia es de piedra la- 
brada antigua.-- Varias casas son de construcción bastante re- 
gular, 

Pareceque Andahuaylillas fué población estimada también en 
tiempo de los españoles, porque aún se nota restos que manifies- 
tan cierto lujo. En algunas casas se ve grandes cuadros con mar- 


cos dorados y todavía he tenido ocasión de ver una cama grande, 
14 


—1409 2 


toda de madera, esculpida y dorada, objeto que figuraría mejor en 
un museo de antigúedades. 

(12)—Se sale de Andahuaylillas hacia el NNE. —$Se llega 
(12.6) á la hacienda de la Rinconada. 

El pueblode Andahuaylillas se halla situado en la banda dere- 
cha de una quebradita que baja casi del NNE.—Luego se pasa un 
cauce seco. 

Se llega (12.9) al camino grande que se había dejadu para 
entrar á Andahuaylillas. —Se sigue al NO.—Se marcha á poca dis- 
tancia del río grande. 

(12.28.) —Punto donde se deja el río grande, el cual continúa 
bajando al NO.—Sigue luego el camino al ONO. 

Después (12.44) al NO, (12.50.) Se sube. Luego, (12.57). se 
baja.—Se sigue hacia el ONO. 

Mas allá (1.10) se sube y en seguida (1.12) se llega á ruinas de 
paredes grandes de piedra labrada que servían de puerta á la que - 
bradita. Las piedras son bastante grandes y muy bien unidas. 

Abajo, (1.22) á la izquierda, empieza una laguna.—Más arri- 
ba de ésta hay una eusenada de cerros y en su origen una que- 
bradita. En el fondo de esta ensenada se halla la hacienda de 
Lucre (perteneciente á don Francisco Garmendia) y en la que se 
está implantando fábrica de paños. —Ruinas de un fortín sobre un 
morrito cerca de la laguna. 

Se pasa (1.37) unos ranchos en el camino y luego una calzada 
sobre terreno inundado que es continuación de la laguna. 

Debajo de la calzada pasa un grueso arroyo que se dirige á la 
derecha y baja al río grande por quebradita estrecha. 

(1.40) —Termina el terreno inundado y se continúa por un lla- 
noatravesando la quebrada. 

(1.45.) —Hacienda de Anchibamba á 100 metros á la derecha. 
Su caserío está en el camino. Se sigue hacia el O. 

(1.55.) —Hay una hacienda á la derecha. 

Después (2), con dirección N 75 O, se termina la pampa, se 
entra á un callejón en medio de cerros. 

Luego, (2.15) se llega á la iglesia, en el camino; es de regular 
aspecto y tiene fachada de piedra labrada.—Se pasa el Huatanay 
sobre puente de cal y piedra y se tuerce al N. 

(2.18) —Se ve muchas casas en escombros á la entrada de la 
población de 


A e O A E <<. 


— 4083 — 
OROPESA, 


Esta población fué, en otros tiempos, privilegiada por los 
españoles, siendo en aquella época, condado. —- Actualmente 
tiene el título de villa. La mayor parte de la población se encuen- 
tra en gran deterioro, notándose infinidad de casas sin techo y las 
demás en escombros enteramente.—Sus callejuelas son numero- 
sa8 pero muy estrechas, llenas de piedras y vegetación, como las 
de un lugar completamente abandonado. 

En algunas casas se nota todavía los restos de su opulencia 
antigua, observándose grandes cuadros, marcos dorados, muebles 
de madera tallada al estilo antiguo, etc. 

Oropesa parece también haber disminuido mucho en pobla.- 
ción, puesto que gran parte de las casas, como se ha dicho, 
están arruinadas y por eso deshabitadas. 

Las casas que están cerca de la plaza son las ocupadas. 

La catedral se encuentra situada en la plaza, en meseta algo 
elevada; por delante tiene una grada de piedra labrada; en su ex- 
terior es bastante sencilla. 


Su interior es al estilo antiguo, y su altar mayor está recar- 
gado de adornus, desde la base hasta el techo, y completamente 
dorado. 


Lo que llama la atención en esta iglesia es el púlpito, el cual 
es de madera finamente tallada y de prolijo trabajo.-—Solo esta 
obra es bastante para hacer conocer la opulencia de la población 
en otra época. 

El techo está en ruinoso estado, sobre todo la parte que cu- 
bría el armazón de madera. A un costado de la plaza se observa 
algunas plantas de adorno 


En el día no se ve en Oropesa casa alguna de gusto y sus ve- 
cinos más acomodados viven gran parte del año en sus fincas y 
haciendas situadas en las ¿nmediaciones. 


La población tiene fama de preparar buen pan, el que se lle- 
va en cautidal hasta el Cazo)». Pero en Oropesa sucede lo que 
en casi todos los puntos del Perú en donde se produce algún ar- 
tículo, y es que en el mismo lugar productor no se encuentra á ve- 
ces, y se ha presentado el caso que de Oropesa hayan tenido que 
hacer traer el pan del Cuzco, exportado allí de Oropesa. 

La población dista 200 óÓ 300 metros de la orilla izquier- 

» 


0 


da del riachuelo Huatanay, que pasa por el Cuzco; pero es- 
te riachuelo se halla situado mucho más abajo que el nivel de 
la población, de manera que su agua no puede servir para el 
riego de los terrenos, y por consiguiente escasea tal elemen- 
to, surtiéndose para su consumo solamente de unos pocos manan- 
tiales.—La escasez del agua ha sido una de las causas que han 
influído decididamente en el decaimiento y despoblación de Oro- 
pesa. 


SALIDA DE OROPESA PARA EL CUZCO (20 KMS.) 


Abril 1.” de 1865.—(10.15) Se sale de Oropesa con dirección 
N 65 0. Ala derecha se ve una iglesia de regular construcción. 

(10.20) Se marcha al OSO. Luego (10.23) al O, continuando 
el camino por la orilla izquierda del Huatanay. 

Se sigue después (10.27) al N. 80 O. Se llega (10.30) á la ha- 
cienda de Chinicara que está á 400 6 500 metros á la derecha. —Se 
ve una casa blanqueada de bonito aspecto. 

Se marcha (10.36) por pampa con pasto pequeño y sin ar- 
bustos. 

Se llega (10.39) á la hacienda de Quispicanchi (de las familias 
Nadal y Garmendia) á 300 metros á la derecha-—A la izquierda 
del camino, en la otra banda del Huatanay, y al pié de los cerros, 
se nota otra haciendita. 

(10.55) Se llega á una hacienda con capilla sobre eminencia 
de terreno, á 200 metros á la derecha. —Hay otra á la izquierda al 
pié de los cerros. 

(11.3) Hacienda á la derecha y luego arroyo que viene por 
una quebradita. Cien metros más allá de este punto se pasa el 
Huatanay. 

(11.5) Hay hacienda á la izquierda, al pié de los cerros.—La 
quebrada tendrá S00 metros de ancho. 

Se llega (11.12) á una ranchería en el camino. 

(11.15) Hacienda á la derecha.—La casa se halla situada á la 
derecha de la desembocadura de la quebradita. (11.20) Casas á la 
izquierda-—Se sigue al ONO.—Se nota una gran pared de arco y 
otros peyueños arcos á manera de ventanas en la parte superior. 
Parece haber pertenecido á alguna capilla. 

Se llega (11.24) á la hacienda de Condebambilla, á la derecha 
(del señor Zavaleta). Esta hacienda se encuentra en la otra banda 

( 


005 =— 


del Huatanay.—Se llega al: caserío de-Saylla enel camino-—Este 
caserío es grande y tiene capilla. —=Se marcha al N 75 O. 

(11.48) Hacienda de la Angostura 4 poca distancia, á la dere- 
cha, er la otra orilla del Hnatanay.—Se sigue la dirección N 80 O. 

Se llega (12) á un arroyito en la obra banda. 

Se pasa (12.7) el Huatanay (orilla izquierda). —Se va hacia 
el y 

12.15) Se ve el Cuzco hacia el N 80 O.-- (12.31) Se descansa. 

És lega al pueblo de San Pedro; á la derecha, cuyas 
últimas casas tocan el camino. Elpueblo es algo grande; 
sus casas tienen el techo cats con a Su iglesia es al 
estilo de la de Huaroc. 

San Pedro es distrito y peda de la Aa del cercado 
del Cuzco. 

(12,42) Continuando, 'se llega (1) á una hacienda, en el cami- 
no.—En la falda de los Cerros, á la derecha, detrás de la preceden- 
te hacienda, se ve varias casas de bonito aspecto. 

(1.3) Se pasa el Huatanay y se marcha por la orilla ave 

Se pasa (1.12) otra vez el Huatanay y se llega (1.32) al pueblo 
de San Sebastián. 


SAN SEBASTIÁN 


¿Constituye obro distrito de la provincia del Cercado del Cuz- 
co. Se halla situado en el mismo camino, en. la banda izquierda 
del Huatanay, y 4-5 kilómetr '0s de la. capital, 

Este pueblo tiene una calle bastante ancha; es más pequeño 
que San Pedro, pero tiene her mosa iglesia de cal y piedra, con dos 
Lorres y fachada. de piedra, .con esculturas en bajo relieve: es 
de elegante arquitectura y las borres guardan proporción con la fal 
chada y el resto del edificio. 

. Hasta el cementerio es obra TS a por su solidez, pues 
es todo de piedra.labrada,. como,por su buena construcción. 

San Sebastián tiene varias casas con altos y puertas de piedra 
labrada; ; pero por lo general tienen. apariencia rústica. 

- (1.45) Se sale.de San Sebastián, continuándose la marcha. há? 
cia el Cuzco. 

Se llega (2,15) 4 la ciudad del Cuzco: 


- 


15 


AN RÁ 
Mandíbula inferior del “Mastodon Andium” 


HALLADO EN UN TERRENO CERCA DE LA DESEMBOCADURA DEL RÍO 


DE MOYOBAMBA AL HUALLAGA., 


Descripción general 


STE precioso resto fósil ha sido descubierto cerca del puer- 
to de Juan Guerra, á poca distancia de la confluencia del 
río Mayo, que baña la ciudad de Moyobamba, con el río 
Huallaga. El descubrimiento fué casual y debido al derrumbe 
de un aluvión antiguo que había sido minado por las aguas del río 
Mayo; el suceso tuvo lugar á fines del año 1871. 

No es una mandíbula entera sino un frazmento el que se me 
ha presentado y que está figurado en la plancha. Pero este frag- 
mento, perteneciente á la mandíbula inferior derecha, ofrece ca- 
racteres muy patentes para determinar tanto el género como la 
especie. En efecto, en su parte anterior se nota una especie de ca- 
nal que se observa solamente en la mandíbula de los Elefantes, 
Mastodontes y Morsas; pero los dientes molares, que se hallan im- 
plantados en la quijada, erizados de tubérculos mamelonados, ha- 
ce luego conocer que pertenece á un Mastodonte. 

Toda la pieza mide m. 0.335; su mayor altura, compren- 
didas las muelas, es de m. 0.16; su mayor ancho en la parte 
posterior truncada es m. 0.11 Tiene una muela anterior com- 
pleta con 3 colinas ó 6 tubérculos muy gastados; y otra muela 
posterior rota é incompleta, conservando intactos solamente dos 
pares de tubérculos. Estas muelas presentan un cuello bastante 
inflado y líneas trasversales que ofrecen una disposición como 
apizarrad a, que parece indicar su contínuo crecimiento por la ba- 
se por medio de capas exteriores 4 manera de las uñas ó cascos, 
puesto que en la parte inferior estas zonas son mucho más angos- 
tas y como apretadas unas contra otras, por la materia que viene 
de abajo y cubre la anteriormente formada. 

Además de estas dos muelas,en la parte anterior existe un al- 
veolo casi rellenado que manifiesta claramente haber existido 
otra muela, que se ha caído para dar paso á las demás. 

En el corte trasversal de la parte posterior de la mandíbula, 
donde la muela se halla partida, se puede ver con claridad dos raí- 
ces divididas por la prolongación del hueso de la mandíbula que 


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aparece de color más claro y de forma cónica. Las dos raíces y el 
cuerpo de la muela que corresponde al cuello se encuentran 
huecas. 

Debajo de la raíz externa se ve un ancho agujero que corres- 
ponde al canal dentario, el que se abre al exterior en la parte de 
la mandíbula más adelante del alveolo citado antes, formando el 
agujero mentoniano. 

El hueso de la mandíbula en su parte posterior es bastante 
convexo, haciéndose más llano en la parte anterior de la muela 
de 6 tubérculos y debajo del alveolo que corresponde á la muela 
caída. 

El canal situado cerca de la sínfisis de la mandíbula es bien 
marcado y muy arqueado. 

La base de la mandíbula forma una línea ligeramente sinuo- 
sa. Todo el hueso presenta un color rojizo, y las muelas son bas- 
tante lustrosas y tienen un aspecto y color que se asemeja al del 
cuerno con matices morenos. 

El punto de inserción de las muelas en la mandíbula se halla 
cubierto de una arena cuarzosa y ferruginosa de granos gruesos 
y cristalinos, bastante adheridos. 

La misma arena rellena las cavidades de las muelas gastadas 
por el uso, y se nota además pequeñas manchas sobre la superficie 
del hueso de la mandíbula. 


Muela anterior 


La muela anterior tiene 6 tubérculos, bastante usados y 
además un talón en su parte posterior. Los tubérculos exte- 
riores están más desgastados que los interiores, lo cual se ve- 
rifica generalmente en todas las muelas de la mandíbula in- 
ferior de los Mastodontes y de la mayor parte de los animales 
herbívoros. 

Los tubérculos exteriores presentan una cavidad con lóbulos 
laterales en su base, lo que basta para hacer conocer que la man- 
díbula en cuestión no pertenece al Mastodon giganteus, sino á 
Otra especie que tenía otros pequeños tubérculos laterales que al 
desgastarse han dejado su pequeña cavidad quese ha refundido 
con la cavidad del tubérculo principal, formando una sola con tres 
lóbulos. 

Los tubérculos interiores, mucho menos pEntOs que loz exte- 


— 408 — 


riores, presentan una camadas sinrple que es más ó menos ovalad: il 
según el desgaste. :; 

Los dos tubérculos anteriores han sido tan desgastados que. 
sus cavidades se han confundido en una, sola, que tiene casi la 
forma de una cruz con bordes redondeados. 

Los dos intermedios estánmn poco menos usados, de manera 
que forman dos cavidades distintas separadas por el borde esmal- 
tado. correspondiente á la cavidad del tubérculo interno. La cavi- 
d ul del tubérculo exterior es trilobada, y la del tubérculo interior 
más 6 menos rectangular con ángulos vtedondeados. : 

Los tubérculos posteriorés están menos usados que los prece- 
dentes, y por consiguiente dan lugar á dos cavidades distintas mu- 
cho más pequeñas; de las cuales, la correspondiente al tubérculo 
exterior tiene un lóbulomuy marcado hacia la parte anterior y 
y=otro. muy pequeño, casi nulo,, en, la parrbe postevior; la cavidad 
del tubérculo interno es ovalada. y 

Por último, el talón no presenta cavidad alguna, pero parece 
que en su origen se hallaba formado. de dos pequeños tubérculos, 
los que por la destrucción de sus ¡extremidades libres han dado la- 
gar á uno solo de forma alargada. 

Esta muela presenta en su parte anterior una superficie llana 
que se podría atribuír á la compresión de la muela que existía 
antes en el alveolo casi obstruído; pero, según mi opinión, es debi- 
da al desgaste producido por algún tubérculo saliente de la mue- 
la superior correspondiente. Me hace suponer esto, la inclinación 
que presenta esta superficie llana y-la destrucción del borde de es- 
malte, que forma la convexidad del lóbulo anterior de la cavi- 
dad, lo que se ha verificado contemporáneamente al desgasta de la 
muela inferior. : ¡ srt ARA 


Muela posterior 


La muela posterior desgraciadamente se halla rota y quedan 
solamente dos pares de - tubérculos, cuando deberían haber 5 pares 
ó sea 10 tubérculos; pero por otra parte presenta en la superficie de 
fractura el modo como dicha muela se halla implantada en el hue- 
so de la mandíbula y su estructura interna. 

Los tubérculos existentes, si se exceptúa una parte que se ha= 
lla rota (tal vez en el momento de sacar la mandíbula del terreno). 
no presentan de gaste alguno en sus extremidades. Su forma es 


Boletin de la Sociedad Geográfica 


| Trimestre III - Año VII - Tomo VII. 
) 


FRAGMENTO DE LA MANDIBULA INFERIOR DERECHA DEL 


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CORTE TRASVERSAL EN LA 
PARTE POSTERIOR. 
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— 409 — 


cónica muy alargada y presentá las zonas trasversales mucho más 
pronunciadas que los tubérculos de la muela anterior. Estas zo- 
nas son onduladas y se ve patentemente que las situadas hacia ¡a 
raíz de las muelas son las más externas. 

Esta muela presenta entre sus tubérculos externos otros pe- 
queños é intermedios que ligan entre sí á los grandes; así, entre 
la primera y la segunda colina hay dos pequeños tubérculos y otro 
rudimentario en la base hacia el exterior. Entre la segunda y la 
tercera colina que falta por la ruptura de la muela se nota otro pe- 
queño tubérculo. 

Esta muela tiene también de particular que ofrece en su parte 
anterior un talón, formado de dos pequeños tubérculos soldados, 
que no deben confundirse con los tubérculos intermedios, que exis- 
ten solamente entre los grandes tubérculos exteriores. 

Esta particularidad es digna de notarse, puesto que general- 
mente se cree que el talón existe solamente en la parte posterior 
de la muela; por consiguiente, si esta muela rota se hubiera halla- 
do aislada, se habría podido considerar su parte anterior, como si 
fuese la posterior perteneciente á una muela de la parte izquierda» 
de'la mandíbula. Este talnó se halla desgastado en su parte exte- 
rior, presentando una superficie oblícua; y reflexionando ua poco 
habría bastado este caracter para hacer conocer la parte anterior 
de estamuela, en el caso de que se hubiese encontrado fuera de 
su alveolo. Efectivamente, es sabido que las muelas de un Masto- 
donte, empiezan á. gastarse en su parte anterior, notándose- co- 
munmente muelas que tienen sus tubérculos anteriores algo usa- 
dos, cuando los posterior es no ofrecen desgaste alguno. Ahora, co- 
mo esa muela conserva sus grandes tubérculos intactos, es claro 
que hallándose el talón usado éste debe hallarse en la parte ante- 
vior y no en la parte posterior de la muela. 


est 01 (De los manuscritos del Sr, Raimondi). 


O 


— 410 — 


Colonización del Norte del Perú 


Preocupación constante de nuestros Gobiernos ha sido la colonización de nues- 
tras vastas regiones bañadas por los caudalosos ríos Napo, Marañón, Ucayali, Amazo- 
nas, Purús y Madre de Dios; y no obstante los esfuerzos hechos, no se ha logrado aún 
sino establecer pequeñas colonias de inmigrantes en uno ó dos lu zares del Perú, de- 
jando abandonadas inmensas zonas de un terreno privilegiado por la naturaleza, y 
que solo necesitan la mano del hombre para ser explotadas. Es por esto que juzgamos 
que será leído con atención el interesante informe que el Ingeniero de Estado, Sr. A. 
de Montferrier presentó al Supremo Gobierno en [856, sobre “Colonización del Norte 
del Perú y modo de abrir el camino entre los dos Océanos, por el Marañón, el Chin- 
chipe, Huancabamba y Paita, sin gasto alguno para el Tesoro Nacional”; el cual, 
aunque formulado ahora 42 años, apenas es conocido. 

Dicho informe es el siguiente: 


Cuerpo de Ingenieros Civiles 


Misión del Norte. 


Señor Ministro: 


UANDO se recorre las fronteras del Norte, cuando se estu- 
dian de cerca las fuerzas vitales y productivas de los tres 
departamentos y de las dos provincias que componen esa 
parte importante de la República, es forzoso reconocer, 

por grande que sea el patriotismo que al corazón anime, por vivo 
que sea el amor propio nacional, que en esas regiones bendecidasS 
de Dios y en donde se encuentran acumuladas todas las riquezas 
de la creación, no ha llenado el hombre su deber, poco importa la 
causa, y se ha mostrado hasta hoy incapaz de concurrir á la civili- 
zación con su respectiva parte de trabajos y de productos. 

En el norte, sobre la frontera de hecho, desde Yambrasbamba 
hasta Huancabamba, se encuentran muy pocas poblaciones y éstas 
enervadas por enfermedades repugnantes que vejetan á la merced 
de Dios. Desde la linea que traza esas poblaciones se extienden mi- 
llares de leguas cuadradas pertenecientes al Perú, que han queda- 
do vírgenes; por las que hoy transitan como soberanos algunas 
hordas salvajes, algunos millares de brutos armados de arcos y 
lanzas. 

Si se adelanta en el valle del Utcubamba situado á un lado del 
Marañón, y si por otra parte se atraviesa el río Chamaya, se en- 
cuentra no hay duda, poblaciones más sanas y más vigorosas. 
En A Chota, comienzan á mostrarse los elementos 


— 411 => 


de la vida civilizada, y en Cajamarca se les ve más desarrollados 
y más enérgicos. 

Pero ¿sería racional exigir de esas poblaciones que ellas solas 
completen la unidad peruana, es decir, que ofrezcan al país el com- 
pleto goce de los territorios que le pertenecen en el Norte? Que se 
les unan Piura y Trujillo, las dos grandes ciudades de la costa, y 
aún asi todavía serían impotentes para esa inmensa tarea. ¿Será 
preciso añadir que habría locura en padir á los departamentos del 
centro y del Sur lo que le falta al Norte para poblar y fecundar- 
las 16,000 leguas cuadradas que nuestros antepasados han abando- 
nado á los salvajes y á las usurpaciones furtivas de vecinos em 
prendedores? 

Triste es decirlo, señor Ministro, sabido es por desgracia que 
faltan los hombres. La peste, esta grande plaga que acaba de he- 
rirnos ha reducido más aún las poblaciones. 

Antes de ahora las guerras civiles han impedido al Gobierno 
ponerse en aptitud de poseer sus verdaderas fronteras, y hoy es 
materialmente imposible á la República proporcionarse en el país 
los colonos necesarios para habitarlas. 

¿Y deberemos quedar en el statu quo? ¿Habremos de abando- 
nar á los salvajes Ó á aventureros esas admirables comarcas que 
bordan el Amazonas desde Loreto hasta Borja, esos países encan. 
tadores que se dilatan desde la verdadera frontera de Maynas has- 
ta Tomependa, la frontera de hecho de este lado? 

Ningún hombre afecto á su país podrá concebir semejante 
pensamiento, : 

Voy pues, señor Ministro, á tener el honor de hablar á US: 
de la colonización del Norte, á someter á Us. un proyecto de co- 
lonización; pero esta palabra de colonización que trae consigo la idea 
de extranjeros que no choque á US. por oírla de mi boca; porque 
desde que he ocupado mi pensamiento con ese proyecto, he busca- 
do antes de todo los medios de mantener completa é intacta la so- 
beranía del Perú. Creo haberloz encontrado: Us. los apreciará, 

La primera cuestión que aquí se presenta, rueda sobre la elec- 
ción de los primeros terrenos que se han de colonizar. En efecto, 
del Este al Oeste desde el río Yavari hasta la frontera de Loja, del 
Sur al Norte desde el paralelo 9.” hasta la frontera de este la- 
do, hay en el Norte del Perú más de 16,000 leguas cuadradas qua 
esperan desde el primer día de la creación la mano que debe fecun- 
darlas. Todas estas tierras están dotadas de una fertilidad prodi. 
giosa, todas ofrecen productos naturales de grandísima riqueza, 


— 419 — 


todas ellas son eminentemente apropialas para la colonización, y 
no hay duda que llegará un día, quizás no muy remoto, «en que 
alimentarán inmensas muchedumbres. 

Pero por eso no se quiere decir que se pueda arrojar al acaso 
poblaciones nuevas en aquellas soledades; hay reglas de las cuales 
no es posible separarse; es preciso marchar científicamente á la 
conquista del desierto. 

Antes que todo, es necesario buscar los medios de comunica- 
ción: es decir asegurar las relaciones de la nueva colonia con las 
regiones de la madre patria, que deban prestarle recursos en su 
origen, y con los países á los que hayan de pasar sus primeros pro- 
ductos. Por esto es que en las 16,000 leguas cuadradas que ofrece 
el Norte del Perú para la colonización, he debido escoger úna co- 
marca que pueda hallarse en comunicación con los dos Océanos y 
que recibiendo fácilmente desde su origen los auxilios de la madre 
patria, le ofrezca más tarde en recompensa, los tesoros que la na- 
turaleza ha depositado en su seno, unidos á los de la civilización 
del viejo mundo. 

Sin criticar ahora las varias y desacertadas elecciones de terre- 
nos que últimamente se han señalado, indicaré para cuna de la 
colonización las tierras que se extienden al Norte de la frontera 
que se halla trazada en mi itinerario, por Chisquilla, Sipasbamba, 
Copallios, Puyaya, y el río Chinchipe en las provincias de Chacha- 
poyas y Jaen, hasta las fronteras verdaderas del Perú con el Ecua.- 
dor y que tienen por límites al Oeste la provincia de Loja, Ñ al Es- 
te el río Cahuapanas. 

Estos países pueden comunicar con los dos Océanos. Por una 
parte el Chinchipe navegable hasta San Ignacio ó Perico, puede 
fácilmente ponerse en comunicación con Piura y Paita; por el otro 
lado el Marañón, en la época de las bajas aguas y después de ha- 
ber recibido el Chinchipe, no ofrece otra dificultad á la navegación 
antes de pasados los Pongos, sino algunas angosturas en donde la, 
corriente llega á tener una velocidad de dos leguas y media por 
hora. Después de los Pongos la navegación hasta el Atlántico está 
libre de peligros. 

Corren por uno y,otro lado de la comarca que en dos partes 
desiguales divide el Marañón, y desaguan en él, más de veinte 
ríos, cada uno de los cuales fecunda un valle. Esas partes desigua- 
les que el Marañón divide, comienzan por un lado en el dorso de 
la cordillera central que pasa al Oriente de Chachapoyas y del otro 
toma su origen en la falda oriental de la cordillera occidental. So- 

€ 


— 4183 — 


bre las cimas y en las planicies donde se forman los valles, la tem- 
peratura es la del mediodía de ¿la Francia; en los valles mismos y 
á medida que descienden al Marañón, el cual se halla profunda- 
mente encajonado, se experimenta un excesivo calor húmedo. 

Se asegura que estas transiciones del frío á un calor excesivo, 
son la causa principal de las tercianas que atacan á casi todos los 
que visitan por primera vez aquellos países. Pero ¿cuántas no son 
las compensaciones que hay para esas enfermedades insignifican- 
tes que todos los hombres de empresa han vencido mil veces con 
la ayuda de una higiene fácil y de algunos remedios conocidos? 

A los inmensos tesoros de una naturaleza tropical, que no me 
sería posible enumerar, se unen los de las zonas templadas. En un 
mismo cesto pueden reunirse á la uva, á la cebada, al trigo, las 
naranjas, los plátanos y las más esquisitas piñas; no hay un valle 
que no ofrezca los más ricos cultivos industriales, desde el café y 
el tabaco de primera calidad hasta el añil, la cochinilla y el algo- 
dón de clase superior; no hay una montaña que no dé en abundan- 
cia la cascarilla, la zarzaparrilla, la vainilla, las gomas, el incien- 
so, los bálsamos, etc. En fin, tan luego como la mano inteligente 
de la civilización haya penetrado en esas montañas, no habrá un 
solo arbol que no tenga su valor, porque todos se hallan dotados 
con cualidades útiles; y no es esto todo, porque es preciso aña- 
dir á esas grandes riquezas que he enumerado, otras más gran- 
des aún. A cada paso brotan en las dos cordilleras vetas de metal 
de fierro, de plomo, de estaño, de cobre, de mercurio, de plata, de 
oro, etc. y en tanta abundancia, que aquel que, como yo, ha teni- 
do la fortuna de tocar con la mano estos dones insignes de la Pro- 
videncia, no sabe en su entusiasmo qué admirar más, si las rique- 
zas vegetales, ó si los tesoros que entrañan las rocas. 

En esos países, señor Ministro, la colonización tiene por nece- 
sidad que prosperar: Dios ha preparado allí las recompensas más 
bellas que jamás se han podido inventar para premiar el trabajo 
de sus criaturas. 

Pero no se crea que es bastante enviar allí, empleando á la 
ventura algunos millares de pesos, unos cuantos centenares de 
obreros para comenzar la colonización, algunos oficiales desconten- 
tos para formar en aquellos lugares nuevos departamentos perua- 
nos, y algunos pobres artistas, arrancados por la fuerza de la mi- 
seria de las grandes naciones de Europa para impiantar en ellos 
las artes. Es preciso proceder de otra manera. 

US. observará desde luego, Sr. Ministro, que Ss aconsejo que se 


— 414 — 


diseminen los colonos y el dinero del país sobre todas las piayas 
del Amazonas desde Loreto hasta Bellavista; por el contrario pido 
que, tomándose á Bellavista por punto de partida, se avance poco 
á poco, apoyando cada nueva Creación en un punto sólidamente 
establecido. 

Además me parece que esa gran base de la cordillera cen- 
tral que forma los Pongos de Manseriche, debería escogerse para 
punto de apoyo de la colonización de todo el Amazonas, y,creo que 
á dos leguas al oriente de los Pongos, es donde debe formarse el 
establecimiento ccntral al que deban ir los buques de Europa á 
cambiar sus productos por los que le ofrezcan los que ejercen el 
cabotaje en el Marañón. En efecto, disfrutando allí los colonos del 
doble clima de la zona tórrida y de la zona templada, fácilmente 
se hallarían ai abrigo de las enfermedades y tendrían á la mano el 
centro de la exportación de las riquezas vegetales y minerales del 
Peri. 

Este primer paso que será el más difícil, "pero que también 
presentará al mundo la medida del poder colonizador de la Nación 
Peruana, exige además de una fuerte organización colonial, la su- 
presión de dos obstáculos: 

1.? Son los Jíbaros los que, en número de ocho á diez mil, 
se encuentran diseminados en las dos márgenes del Marañón, des 
de Bellavista hasta los Pongos, y á los cuales se les ha dejado ad - 
quirir la costumbre de asesinar impunemente á todos los perua- 
nos Ó á cualesquiera otros á quienes puedan apresar en el río. 

2.” Las pretensiones del Brasil que de simple ocupante de las 
puertas del Marañón, quiere convertirse, según se nos refiere, en 
su dueñoexclusivo y prohibir la entrada y la salida á todas las po- 
tencias co-propietarias. 

Porlo que respecta á los salvajes, US. se dignará recordar, 
señor Ministro, que en mi nota de 27 de mayo último; he pedido 
un subsidio de 120 pesos por día para terminar la cuestión de la 
navegación del Marañón á despecho de los salvajes. Esta cifra 
puede indicar á US. suficientemente la poca importancia que doy 
á esta dificultad. 

Por lo que mira al Brasil, la cosa podría parecer más difícil, 
pero es de pública notoriedad que si alguna vez esta potencia se 
permitiese prohibir al pabellón peruano, la entrada ó la salida del 
Amazonas,no tardaría mucho el castigo á tan odiosa tiranía. Pres- 
cindamos, pues, aquí de esos dos obstáculos, puesto que no pre- 
sentan ninguna EA gravedad, y prosigamos. 


— 415 — 


Debe establecerse, por principio, que cada país llamado á ser 
colonizado, tiene que ser tratado de una manera diferente. No en 
todas partes es posible pretender con los mismos medios, la ad- 
quisición de unos mismos resultados. La colonización de la India 
por los ingleses, la de la América del Norte por las razas europeas, 
la de la Malesia por los holandeses y la de Argel por los france- 
ses, todas estas colonias que hoy se hallan en una marcha próspe- 
ra, presentan mil contrastes serios. Supérfluo es hacer aquí una 
comparación seguida de ellos, ¿porque salta á la vista que á cada 
país ha sido preciso adoptar un sistema diferente, y que todos los 
resultados felices han estado precedidos de pruebas más ó menos 
duras, más ó menos largas. 

Pues bien, lo que hay que hacer es, tener presente el mayor 
número posible de las dificultades que se han experimentado en 
la colonización de los países que acabo de citar, á fin de formarse 
una idea exacta de lo que se debe hacer en el Amazonas. Sin eso, 
señor Ministro, ¿no debería serel Amazonas desde hace largo tiem- 
po, el centro y la arteria de inmenso y poderoso imperio? No habría 
sido un obstáculo el espíritu retrógrado de los portugueses y de los 
españoles. El Amazones con sus dificultades se ha defendido él 
sólo de toda colonización, ni el Brasil ni ningún otro lo ha ayuda- 
do en su defensa, y en verdad que el gran río no necesitaba de 
ningún auxiliar. La colonización del Amazonas, señor Ministro, 
es difícil: para realizarla, son precisos una dirección hábil, hom- 
bres animosos y bien disciplinados y dinero. Yo debería enumerar 
aquí extensamente, señor Ministro, todas las dificultades, todos 
los peligros que aguardan á los futuros colonos; pero permitidme 
resolver la cuestión de otro modo y decir á US. cómo creo que se 
debe colonizar: la respuesta más directa que se debe dar á los obs- 
táculos que indico, no puedo ser otra sino un proyecto de organi- 
zación concebido bajo el triple punto de vista material, social y 
nacional. 


* 
* 


Los primeros establecimientos necesitan de una vigilancia ex- 
tremada en esos países, en que tan difíciles son los desmontes á 
causa de la misma fertilidad del suelo, en donde las fiebres que 
de estos trabajos se originan son tan frecuentes y peligrosas y en 
donde los primeros que llegan quedan ¿expuestos á carecer detodo, 
Jo cual es mucho más mortífero que las fiebres. 

Debe desecharse el pensamiento de formar Ez el Amazonas 


— 1416 = 


una colonización libre como en la América del Norte. En Amazo- 
nas debe el colono ser protegido de un modo más poderoso. Una 
administración perfectamente constituída deba tenerle el camino 
preparado y ponerlo al abrigo de las enfermadades y sobre todo de 
la miseria. 

Los estímulos ofrecidos en estos últimos tiempos por el Gro- 
bierno á algunos individuos y aun empresarios de colonización en 
grande, sin imponerles más condiciones que las de trasportar hom- 
bres y aún masas de hombres á ciertos parajes designados á la - 
ventura, han tenido su origen en un celo imprudente, porque es- 
tos estímulos no han producido ni podían producir otro resulta- 
do, que disminuir los recursos del tesoro, al mism.» tiemp) que ha- 
cían más difícil en Europa el enganche de los colonos. No se igno- 
ra en Hamburgo, en Amberes, en todos los puertos donde la emi- 
eración está organizada, que algunos centenares de alemanes han 
ido ya al Amazonas peruano, arrastrados por agentes que no 
veían en su emigración otra cosa más que un negocio, y que la 
cuarta parte de estos desgraciados se ha refugiado en el Brasil, 
después de haber visto morir de hambre y de enfermedad á sus 
demasiado crédulos compañeros. De aquí es que ya se caracteriza 
al Amazonas peruano como un país de enfermedades y de miseria. 

Al cabo conviene no ser muy severo con los imprudentes: la 
historja de las colonias abunda en hechos de esta naturaleza. Un 
país hermoso, espléndido, riquezas inmensas de todas clases, mi- 
nas vírgenes á cada paso: he aquí lo que entrevé el infeliz emigra- 
do; se deja seducir, cuenta con su valor, con sus fuerzas, y se pre- 
cipita con los ojos cerrados y sin calcular; pero cuando se encuen- 
tra al frente de la tarea inmensa que tiene que llenar, cuando se 
halla sin consejero, sin jefe hábil, sin protector poderoso que al 
menos aplaque su hambre y su sed en los días de miseria, ó que 
siquiera calme su delirio en los días de fiebre ardiente, entonces 
muere. ¡Cuántos han muerto así y cuántos morirán aún! 

Pues bien, para que la nueva colonización no se estrelle con- 
tra uno de esos escollos, es preciso cuidarla como un niño en su 
cuna. Ya el Emperador de los franceses ha mandado poner en 
vigor una ley admirable sobre la emigración que sale de Francia y 
asegurado la suerte de los colonos hasta el puerto de su desem- 
barque: no queda más que completar su obra. Cada convoy, al 
salir de Europa, debe tener un punto fijo de desembarque. Allí 
debe encontrar un Estado Mayor que lo reciba, que dirija sus pri- 


( 


E —= 


meros trabajos y que ponga á cada uno en posesión de los terre. 
nos que le hayan concedido desde Europa. 

Antes de su llegada, se tendrán edificados en el centro de la 
nueva colonia, el hospital, la casa común, la fonda y la prisión, y 
además habitaciones provisionales para los colonos, con arreglo 
á un sistema apropiado al Amazonas. Deberán tenerse acopiados 
víveres frescos, lo que será. menos difícil en virtud de la elección 
que he hecho, para comenzar, de las tierras más próximas á la 
frontera de hecho, y cada convoy llevará en reserva una provisión 
suficiente de víveres. En fin, deberán hallarse reunidos de ante- 
mano, todos los elementos de trabajo y deberán estar tomadas to- 
das las medidas para conservar la salud de los nuevos colonos. 

(Véase los proyectos que siguen). 

* 
* x 

Pasemos á la organización social. 

He dicho que sería un error querer colonizar el Amazonas co- 
mo lo ha sido la América del Norte. Creo que, bajo el punto de 
vista material, nadie pondría en duda mi opinión. Vamos ahora 
á buscar bajo el punto de vista social, diferencias todavía más mar- 
cadas. q 

Us. sabe cómo tienen lugar allá las cosas; algunos europeos 
llegan allí con su familia y todos con un peculio. Compran tierras 
y se organizan sin otra traba que la de conformarse á las leyes que 
reglan á sus vecinos y á la República. Frecuentemente sucede que, 
como esos emigrados arriban en abundante masa, en un mismo 
día, abandonando la aldea europea con su gobernador, su cura y 
sus penates, se realiza la colonización de un solo golpe, instantá- 
neamente, y no hay para ellos más cambio que la tierra más fér- 
til y el pabellón de algunos oscuros tiranos de la vieja Alemania, 
por las brillantes estrellas de la joven América. Y he ahí una nue- 
va colonia que se establece como por encanto y que al punto pros- 
pera apoyada por sus nuevos vecinos, sin perder nada, por decirlo 
así, de sus costumbres y de su originalidad. 

Advierto á US. que no hablo de aventureros, reunidos un día 
en el mismo buque que los trasporta á Nueva-York, y que se dis- 
persan tan luego como llegan: que estos lleguen ó no á obtener un 
buen resultado, es cosa que únicamente depende de sus buenas ú 
malas cualidades personales, y poco importa aquí semejantes ex- 


18 
» 


— £18. — 


cepciones, por numerosas que sean, supuesto que nos ocupamos 
de una idea más general. Por otra parte, aquellos emigrados no 
son de los que forman colonia, no hacen sino variar de país. 

La base de la colonización es la familia, si no se obtiene fami- 
lias de emigrados, es preciso renunciar á la inmigración. Sabido es, 
por experiencia, que los individuos aislados rara vez se establecen, 
sobre todo cuando al día siguiente de su llegada no encuentran una 
montaña de oro maciso. 

Sería, pues, según esto, una extraña pretensión querer coloni- 
zar con algunos centenares, con algunos millares si se quiere de 
hombres aventureros, llegados de todos los puntos del globo. ¿No 
es evidente para US. que esas gentes transportadas de Europa con 
grandes gastos hechos por el país, irían á arañar las arenas aurí- 
feras, á cosechar la goma elástica ó la zarzaparrilla, á cortar algu- 
nos árboles de ebanistería; y después, cuando hubiesen visto que no 
habían ganado un millón en seis meses, se marcharían sabe Dios 
adónde, si es que la miseria y las enfermedades no los matan? 

Trate US. de organizar á semejantes hombres, de imponerles 
la más pequeña ley, aunque no sea más que la de que no se dejen 
devorar por los tigres, y US. verá cómo obedecerían á nuestro dig- 
no y buen gobierno que los habría traído de Europa á sus costas y 
en sus buques. 

No habría señalado el inconveniente que llevan consigo, si no 
creyese haber advertido en la administración actual una muy gran- 
de facilidad, una generosidad demasiado grande en favor de todos 
los colonos en general, sin hacer las indispensables clasificaciones. 

He aquí lo que debe hacerse: deben traerse familias en la pro- 
porción á lo menos de cuatro quintas partes. Pero: ¿cómo se les po- 
drá hacer venir? Aunque este país sea mucho más rico, carece de 
los atractivos que hacen de los Estados Unidos del Norte el sueño 
de todas las poblaciones que padecen en la vieja Europa: ¿qué pue- 
de ofrecer el país á la familia de los colonos para que tengan con- 
fianza, para que cambien gozosos su tierra de miseria por éste el 
Dorado! ¿qué haría el Gobierno con sus libertades municipales, que 
les son tan caras, que entre ellos se respetan tanto, que forman 
verdaderos ciudadanos aun en los estados absolutos, y que son los 
elementos más poderosos de la prosperidad de los ciudadanos? He 
aquí, pues, una grave cuestión; cuestión que, sino se resuelve de 
la manera debida, no permitirá que se tenga verdaderos colonos. 
El decreto de 15 de Abril dice: —ARTÍCULO 21. Se permitirá á las 
nuevas poblaciones, que los individuos que las forman se reunan 

( 


— 419 — 


en corporaciones municipales, bajo la presidencia del Fobernador 
del territorio respectivo, para arreglar lo relativo á la adminis- 
tración local. 

ARTÍCULO 22. Se permitirá que para administración de justi- 
cia, nombren los nuevos pobladores sus jueces-delegados hasta que 
el Congreso estatuya lo que debe observarse. 

¿Pero es esto suficiente, vale esto la libertad de la Confedera- 
ción del Norte, presenta eso á las familias las garantías precisas? 
No! todo esto. está mal concebido, incompleto. 

A US., señor Ministro, toca la gloria de presentar una ley que 
sea conforme con la alba civilización y con el espiritu avanzado del 
Perú y de su nuevo Gobierno. 

Para conseguir un buen resultado, es preciso que US. escoja los 
colonos, es preciso proveerse de familias morales, de verdaderos 
colonos; ¿pero no se conseguirá sino aventureros, sino se ofrecen 
sérias garantías. 

Permítame US. que trate de esta cuestión en los proyectos. 


e 

Llegamos á la tercera cuestión: organización nacional. 

Nacionalidad! he aquí la gran palabra, el gran eszollo que in- 
timida. Se dice que la civilización del Norte es la ruina del Perú, 
ó si no al menos la pérdida de aquellas ricas comarcas que se erigi- 
rán en potencia independiente con gran detrimento de la Madre Pa- 
tria. Mas, por infundados que puedan parecer esos díceres á los hom- 
bres de juicio, véome en la penosa necesidad de asegurar que los 
he oído por todas partes y aun de la boca de algunos de los que pa. 
recen más inteligentes, más fuertes y más consagrados al país. Se 
teme, pues, que los colonos conquisten ó aniquilen, iy como conse- 
cuencia de esto se dice: vale más esperar la conquista que provo- 
carla. Sin duda si la colonización hubiera de ser la conquista, de- 
bería preferirse no pensar jamás en ella. Pero marchando en este 
orden de ideas, ¿no podrían también decir que ha sido muy impru. 
dente dar la libertad á los esclavos éintroducir chinos? Ciertamen.- 
te los libertos y los chinos son hombres mucho más que temer, 
porque se hallan establecidos y¡presentan una fuerza en el corazón 
mismo de la Capital, y además es indudable que existe y existirá 
siempre entre ellos y el ciudadano peruano distancias mucho más 
insalvables que las que se puedan suponer entre el peruano y el 


verdadero colono europeo. A la verdad, no sería más fundado te- 
a . 


mer el predominio de un emperador africano ó del Celeste Impe- 
rio, que el de un emperador amazónico.  - 

Examinemos la cuestión con sangre fría y veamos lo que pue- 
da hacer la colonización del Norte en daño del Perá, suponiendo 
que llegase un día en que se la tuviese por enemiga. ¿No es evi- 
dente que se la podría destruír sin necesidad de grandes esfuerzos? 
Esto es de una evidencia indisputable. 

Supongo que se encuentran reunidos en Nauta, centro actual 
y que al fin ha de venirá hacer uno de los puntos más ricos del 
Amazonas, algunos centenares de oficiales descontentos, como hoy 
suelen enviarse, algunos otros centenares de artistas extranjeros 
colonizadores, como los que no hace mucho tiempo se enviaban, y 
en fin, los diez mil alemanes como los que se han ofrecido. Para 
reunir en Nauta, según el sistema actual, esta masa de individuos, 
el Gobierno habrá invertido tesoros. 

Esta población se subleva, asesina al Gobernador ó al Prefec- 
to, pone en las puertas á los hombres del Gobierno: y qué hace 
después...... ! 


Basta suplicar á la marina brasileña que ponga un falucho 
armado al través del Marañón y que á los departamentos del Nor- 
te del Perú se les prohiba todo comercio con los insurgentes para 
que la insurrección muriese de hambre. Y este resultado sería más 
fácil aún, si tuviese cabalmente lugar en los países que he indicado 
deben ser la cuna de la colonización. 

El verdadero secreto para la conservación del patronato perua- 
no sobre las colonias del Norte, es que de aquí hasta largo tiempo, 
hasta muy dilatado tiempo, no podrían hallarse esas colonias en 
aptitud de existir por sí, si se les cierra las comunicaciones con los 
dos océanos, bloqueo que, dicho sea de paso, puede fácilmente po- 
ner el Gobierno sin peligro ninguno. Sin embargo que propongo 
se escoja los colonos en clase muy diferente de las en que hasta 
ahora se les ha escogido, no por esto dejaré de proponer que se to- 
men todas las medidas de fuerza para rechazar hasta la probabili- 
dad de una usurpación. Envíese á Nauta uno de los hermosos va- 
pores nuevos de guerra, ármense los dos pequeños vapores que se 
están pudriendo en Nauta, ordénese á los Prefectos de Amazonas 
y Cajamarca pongan cada uno en la frontera y en actividad algu- 
nos soldados; y hecho esto, espérense los rebeldes aunque estos pu- 
dieran ser diez mil. 

Permítame US., señor Ministro, que le confiese que esa cues- 
tión de la rebeli¿n de los colonos me ha chocado siempre excesiva- 


mente por la razón de haberme sido posible examinar de cerca los 
recursos de que estas gentes podrían disponer. 

No hay duda que con una mala administración los colonos es- 
tarían descontentos, pero ó morirían ó se retirarían sin peligro al- 
guno para la nacionalidad peruana. Con una buena administra- 
ción ¿qué peligros podrían presentarse? . 

Yo he comprendido, señor Ministro, perfectamente aquellos 
temores de que he hablado, y me he explicado claramente sobre 
ellos con los señores Prefectos de Amazonas y Cajamarca, y mo 
parece que la idea de este último de movilizar 400 hombres de la 
Guardia Nacional del departamento para apoyar la colonización 


del Norte, ocupando sucesivamente los puntos militares conquista- 
dos, podría tener resultados muy buenos. Fácil es sin duda reclu- 
tar en el departamento de Cajamarca 400 soldados excelentes, pe- 
ro es dudoso que después de la peste que acaba de asolarlo, sea 
fácil á ese departamento sostener en la frontera semejanto fuer- 
za. Para conservar siempre 400 hombres válidos en la frontera de 
Jaén, hombres que salieran de Chota y de Cajamarca, sería nece- 
sario un reemplazo anual de 300 hombres por lo menos. He aquí, 
pues, una grande inversión de hombres. Sin embargo, la idea del 
Prefecto de Cajamarca es buena y merece que se la considere. Pe- 
ro, ¿ho sería más ventajoso enviar uno de los batallones del Ejér- 
cito, bajo las órdenes de un jefe escogido, para que llenase ese pe- 
noso servicio, que en verdad no es del resorte de las Guardias Na- 
cionales? 

Dígnese US.. señor Ministro, no olvidarse que es preciso co- 
menzar con esas tropas una campaña bastante interesante contra 
los asesinos de Copallín y de Puyaya. Este es principalmente el 
motivo por el cual ma inclino por la fuerza de línea mandada por 
un oficial escogido; campaña que al fin, y en fuerza de las dificulta- 
des materiales, formaría admirables soldados. Así es como se con- 
sigue en Europa organizar excelentes tropas. 

No faltan en el Perú campos de instrucción, la verdadera fron- 
tera no está todavía indicada en los mapas europeos. Reparad, se- 
ñor, esta injusticia, y para ello no necesita US. sino agregar algu- 
nas compañías de los soldados escogidos á las expediciones cientí- 
ficas. 


x 
xo 


En mi concepto, la cuestión queda perfectamente arreglada. 
Una chalupa cañonera en Loreto, cien hombres en Nauta, ciento 
19 


— 422 — 


de guarnición en la ciudad que deba formarse al pie de los Pon- 
gos, doscientos en Copallín, Puyaya y Yusamaro; me parece que 
quedan satisfechas todas las garantías de seguridad, ya sea contra 
los salvajes, ya contra los colonos indisciplinados. Con estas me- 
didas de precaución se domina la grande línea del Amazonas y se 
puede impedir que los colonos insubordinados reciban socorros 
del Este ó del Oeste. ¿No es esto mil veces suficiente para some- 
terlos? 

Pero, señor Ministro, escogida la emigración del modo como 
lo he indicado en el párrafo precedente, no sería ella jamás otra 
cosa que un complemento de la Nación Peruana. 

Y después de todo, si apesar de haber expuesto que la coloni- 
zación debe establecerse en una provincia fácil de dominar, y que 
los colonos deben ser escogidos de entre los mejores que se encuen- 
tran en Europa, no llegare todavía á manifestarse en los corazo- 
nes la confianza y la fraternidad; si, en fin, se me replicara que 
quizás por los medios que señalo, se pueda retardar en algunos 
años, en 100 154 lo más, la futura emancipación de los futuros 
colonos, entonces no obstante de que estoy convencido de que las 
nuevas colonias estarán tan estrechamente ligadas á la Patria, co- 
mo Arequipa ó Trujillo; trataría la cuestión bajo otro punto de 
vista particular y diverso. 

Dar quince años de vida á la colonización del Norte del Perú 
por el Perú actual, es obtener un presente igual al del buano. 

En el Norte hay más de 16,000 leguas cuadradas que coloni- 
zar, Ó sea 16.968,12 fanegadas (una fanegada es igual á 2.98 hec- 
táreas de Francia, 6 á 7 acres 32 de Estados Unidos). 

Hagamos un cálculo: supongo que +, de esta extensión se ha- 
lla ocupado por las rocas, lo cual es exagerado; 1, por los pantanos 
lo que también es exagerado; +, por los bosques preciosos que es 
preciso conservar, y que los otros , se puedan aplicar al culti- 
vo; éstos dan una extensión de 8.484,456 fanegadas. 

En los Estados Unidos una fanegada de terreno á 200 6 3006 
leguas al interior, tiene el precio mínimo de 7 pesos 32 céntimos; 
pero también se vende á más de 20 pesos en los parajes en que ya 
están formados los primeros establecimientos. 

Admitamos por un instante que el Gobierno quiera enagenar 
todas sus tierras del Norte y supongamos que los tres quintos de 
la última cifra se venden por término medio á 7 pesos 32 céntimos 
la fanegada y los dos otros quintos restantes á 20 pesos como es 
natural: de aquí resulta para el Estado una suma de 200 millones 


A 


de pesos, reservándose en los ,3, que forman los bosques, un va: 
lor por lo menos igual. 

Según este cálculo, esas tierras del Norte de las que hoy se 
hace tan poco caso, valdrían para el Estado como 400 millones de 
pesos. 

Cuatrocientos millones de pesos en el Norte, nada más que en 
terrenos. 

Añádase á esto lo que existe en el Centro y en el Sur desde 
los 9 grados de latitud; agréguese á esto el valor de todos los terre- 
nos que pertenecen al Estado en la zona que hoy está cultivada, y 
se llegará á tener una cifra de las más respetables. 

De este modo, por un buen sistema «e colonización, se reem- 

plazarían completa y perfectamente todas las islas huaneras. 
Quince años sólo de vida á una colonización inteligente, activa y 
eficaz y se tendrán inmensos valores sin contar el de los bos- 
ques reservados, el impuesto sobre las entradas de aduana y el 
impuesto sobre el mayor valor de todas las propiedades actuales 
en comercio con las nuevas colonias. No hay exageración en ava- 
luar ese capital futuro en 1,000 millones de pesos, y admitiendo 
que se deba gozar de él en los 15 años que siguen á 1856, 
En fin ¿podrá creerse que la política de las grandes potencias 
permitirá en estos países en que tan fácil les es ejercer una in- 
fluencia suprema, los excesos de la conquista? ¿Será posible creer 
que el Amazonas tan fácil de dominar por una flotilla de guerra, 
pueda ser un día la presa de los aventureros? ¿Es racional creer 
que bastaría, como se me ha sostenido, dos ó tres mil extranjeros 
norteamericanos sobre todo, para cambiar de faz de esos países 

Hay una verdad, señor Ministro, que veo cor. sentimiento no 
estar bastantemente imbuida en la América del Sur y es la de que 
la Francia, la Inglaterra y los Estados Unidos, es decir, las tres 
grandes potencias marítimas del mundo, las tres únicas que pue- 
dan ejercer alguna acción =n estos países, han adoptado en favor 
nuestro, las reglas de la más justa imparcialidad. Esta convención 
no ha sido el objeto de un tratado, es verdad; pero US. ve sin em- 
bargo con qué fidelidad se observa hoy aún en Centro América. 
Además, señor Ministro, el Perú se encuentra tan estrechamente 
ligado, bajo el punto de vista comercial, con las grandes potencias 
marítimas, que éstas aún dudando lo que no es permitido, de su 
franqueza, considerarán siempre como un deber suyo ayudat al 


Perú, y principalmente cuando se trata de una cuestión 
> 


— 4 


á la que acabo de presentar, cuestión de emigrados de aquellos 
países en lucha con la potencia que les ha dado hospitalidad. 

Permitidme, pues, que asegure 4 US. que todas las grandes 
naciones están animadas de muy buenos sentimientos en favor de 
la nacion peruana, y que si alguna vez en alguna cuestión grave 
necesitase el Perú del apoyo ó de la intervención de alguna de 
ellas, no habría más que escoger entre las estrellas del Norte, el 
leopardo de Inglaterra ó el águila de Napoleón. 

Pero organizando sábiamente la colonización nada se tendrá 
que temer y no se necesitará de la intervención de ninguna poten- 
cia extranjera. Abandóness, pues, todos los ensayos tímido é in- 
fructuosos del pasado y todos los temores de la debilidad, para ve- 
solver enérgicamente la cuestión como hombres decididos á con- 
seguir un buen resultado. 

Puesto que este es un grande asunto que está llamado á tener 
resultados inmensos, es preciso también manejarlo con grandio- 
sidad. 

Que el Gobierno invite á todo el país y al comercio extranje- 
ro, á compartir con él la gloria de esta obra humanitaria! que pa- 
ra este fin común se entrelacen sériamente los intereses de los 
ciudadanos con los de los extranjeros!—obrando así se tendrá 
una garantía más de feliz resultado, una seguridad para el por- 
venir, etc, etc, etc. 

Réstame, señor Ministro, terminar este informe con el pro- 
yecto de ley y los proyectos de organización que deben comple- 


tarlo. 


Dios guarde á US. 
A. DE MONTFERRIER. 


Nota.—He preparado diferentes proyectos, pero los he modi- 
ficado del modo que sigue, después de haber oído las sabias obser- 
vaciones del Dr. D. José Gálvez, de los señores Hostas y de algu- 
nos otros honorables Diputados. 

Estos proyectos no se aplican á la colonización de todo el Nor- 
te como deseaba presentarlos, sino á una décima parte solamente 
de los terrenos baldíos de esta parte de la República. Si el Gobier- 
no quiere hacer los adelantos necesarios, se puede aplicar los pro- 
yectos á la colonización general del Norte. En la duda hago la 
propotición más barata. 


— 495 — 


Después de lo que he dicho en el informe al Ministro 
que sirvede introducción, no me parecería útil exponer de nuevo 
por qué he elegido los países indicados si no creyese indis- 
pensable insistir en establecer que la base de la colonización 
del Norte debe fijarse en las vertientes de la cordillera central, 
porque en esta posición, al mismo tiempo que se abren las comu- 
nicaciones entre los dos océanos, se asegura á la colonia los recur- 
sos de los dos mundos, se acostumbran las poblaciones peruanas 
á trabajar y á mezclarse con lo3 extranjeros, y se fortifican los 
derechos de la metrópoli. 

Ciertamente la superficie de los terrenos que pueden ser cul- 
tivados no se encuentra allí en la misma proporción que en los 
llanos inmensos que se desarrollan al Oriente, y por consiguiente 
la cantidad de terrenos para dividir en acciones es mucho menor, 
pero se debe considerar que estos terrenos son más elevados y sa- 
nos y que presentan una industria capaz de arrastrar muchos bue- 
nos colonos, la de las minas. He reconocido ya algunos excelentes 
minerales. 

Esta menor proporción de terrenos que vender, se encuentra 
así perfectamente compensada por las ventajas que ofrecen las 
minas y la salubridad. 

Por fin, se pide un adelanto de 100,000 pesos y 1,600 leguas 
cuadradas, y se ofrece al (robierno volonizar dichos terrenos y 
hacer el gran camino de comunicación entre los dos océanos. 

Pero si se quisiera colonizar en una sola operación las 16,000 
leguas cuadradas del Norte, se necesitaría un adelanto de 4 millo- 
nes de pesos y se podría ofrecer al tesoro un beneficio de 50 millo- 
nes de pesos sobre la venta de terrenos, que podría ser suficiente 
para pagar las obras públicas votadas por la Convención. 

Estas ventas no constituyen, com>se va á ver, todas las ga- 
nancias del Estado: le queda además un mievo capital inmen- 
so, muy bien asegurado. 


PROYECTO DE LEY 


Art. TI La Convención Nacional decreta la colonización de 
los terrenos baldíos de la República. 

Art. IL. Los primeros establecimientos de colonos, se forma- 
rán en el país comprendido entre la frontera de Loja, al Este, el 


río Campaña al Oeste, la frontera del Ecuador al Norte. El río 
20 


— AY — 


Chinchipe, el río Utcubamba y los territorios de Sipas, Pomaco- 
cha y Chisquilla de la provincia de Chachapoyas, al Sur. 

Art. IL Se forma una Dirección de Colonización que tendrá 
que organizar la explotación de dichos terrenos y de todos los 
productos que encierran, conforme á la ley de organización que si- 
gue; corresponderá directamente con el Jefe del Ejecutivo. 

Art. IV. El Tesoro Nacional presta á la Dirección: de Coloni- 
zación la cantidad de 100,000 pesos que será reintegrada con los 
primeros productos de la colonización. 

Art. V. Con los productos obtenidos por la colonización de los 
terrenos indicados, la Dirección de Colonización pondrá lista, en 
cinco años al menos, la comunicación entre los dos océanos por el 
Amazonas, el Chinchipe, Huancabamba y Paita. 

Art. VI. Los terrenos colonizados, tan pronto cm o terminen 
los trabajos de la Dirección de Colonización, serán entrega- 
dos al Gobierno que los organizará políticamente, conforme á la 
Constitución de 1856 y álos fueros concedidos á los colonos por la 
ley de organización que sigue: 

La ley de organización se divide así: 

1.” Sistema de colonización. 

2. Composición, atribuciones y deberes de la Dirección de 
Colonización. 

3.” Inversión de los productos de la colonización. 


SISTEMA DE COLONIZACIÓN 


Art. Í. Se hará un llamamiento á todos los emigrantes de 
Europa y de América, por medio de una larga publicidad, que no 
cesará mientras no se consiga el resultado final. 

Art. II. La colonización se hace por acciones. Todo perua- 
no óÓ extranjero puede tomar acciones á condición de poseer sea 
un capital, sea una industria, de ser sano y de dar garantías de su 
moralidad. 

Art. IIML.—Cada acción vale 20 pesos pagaderos sea en di- 
nero, sea en trabajo, sea en mercancías, y da derecho al suscritor á 
las ventajas que siguen: 

1? á 7 acres de buenas tierras de cultivo (a) 


(a) Los terrenos destinados por la Dirección á la construcción de ciudades ó 
pueblos, quedan exceptuados de ese repartimiento. 
1 Q E Y 


( 


2. á 1 rancho para una familia. (b) 

3. á instrumentos y herramientas de agricultura. (c) 

4. Al goce en común de los productos del cheptel y (d) de 
las huertas de legumbres que habrán sido establecidas previamen- 
te por la Dirección en cada centro de población. 

5.2 Al cuidado gratuito de los Médicos de la Dirección en 
sus hospitales ó á domicilio. 

6.* A una ración de víveres por cada día y cada cabeza du- 
rante el primer año, con la condición de reembolsar el valor de ese 
adelanto, sea con dinero, sea con días de trabajo, sea con produc- 
tos al precio corriente. (e) 

7. A un número de la gran lotería nacional. 

8.2 A los premios anuales que la; Dirección repartirá á los 
colonos como recompensa de sus trabajos y buena conducta. 

9. Alderecho de hacer imprimir gratuitamente en el Dia- 
rio de la Colonia, las quejas que se quisieran hacer contra los em- 
pleados de la Dirección. 

10. A la exención de todo impuesto nacional durante 
quince años. 

11. A no pagar derechos de aduanas, á la entrada por 
el Marañón, superiores al 25 */, de los derechos del arancel de la 
cuesta durante quince años. 

Art. IV.--Los colonos serán admitidos por los agentes del 
Perú en el extranjero, ó por los mismos agentes de la Dirección 
nombrados á ese efecto, ó bien directamente mandados por las so- 
ciedades de emigración con las cuales se practicarán tratados par- 
ticulares, ó bien en fin por la Dirección. 

Art. V.—Para indemnizar á los empleados subalternos de las 
cancillerías peruanas en el extranjero del aumento de trabajo que les 
dará el precedente artículo, se les gratificará con |, sobre cada 
acción que tomaren. Para aumentar el interés de las com- 


(b) Los colonos que tomaran algunas acciones, podrán, si quieren, obtener uña 
sola casa equivalente á todas aquellas que les suministra cada acción. 

(c) A cada colono se le entregará las herramientas propias para el cultivo que 
quisiera emprender, pero queda entendido que la Dirección no puede hacer más. No 
obstante, siun colono ofreciese garantías serias para la explotación de ciertas indus- 
trias, en este caso podría obtener un adelanto especial en material. 

(d) Arrendamiento de ganados á medias, entre el locador y el locatario (N. de 
la S.) ; 

(e) En cada centro habrá una cantina, establecida por la Dirección; allí se re- 
partirá cada día, á precio fijo, los alimentos más .convenientes y más apropiados al 
clima, 


— 428 — 


pañías de emigración, se les concederá 1 sobre cada acción, y 
también otras ventajas en proporción de los servicios prestados. 

Art. VI.—El trasporte de los colonos se hará por los vapo- 
res de la Dirección y por buques peruanos, fletados al efecto, con 
tal que no haya nunca pérdida de tiempo. Los colonos pagarán 
su pasaje conforme á tarifas establecidas por la Dirección. 

Art. VIL—Al embarque, y cualquiera que sea el lugar de la 
salida, los colonos deberán ser organizados á bordo delos buques 
de trasporte conforme á las últimas ordenanzas del gobierno fran- 
cés que rigen. 

Art. VIIL—Los colonos serán recibidos á su llegada por 
agentes destinados ad hoc por la Dirección é inmediatamente pues- 
tos en posesión de sus propiedades, después de haber recibido los 
auxilios que se les debe. 

Todo colono que llegase á la colonia por un convoy anunciado, 
y que quedara nás de quince días antes de serinstalado en su res- 
pectiva posesión, tendrá en ese caso derecho para hacerse reem- 
bolsar el doble de su ó de sus acciones. Esa indemnización gra- 
vará el capital de la Dirección y los sueldos del empleado que 
hubiese cometido el error. 

Art. TX.—A su llegada los colonos podrán escoger sus terre- 
nos sobre un mapa que será publicado á ese efecto. Habrá sola- 
mente en estas elecciones una regla de la cual no podrán apartat- 
se y que es la siguiente: la raza anglo-sajona respecto de las 
otras razas, debe estar en todos los centros de población en la pro. 
porción de uno á dos. 

Art. X.—Después de haber establecido cada nuevo centro de 
población, la Dirección reunirá todos los dueños de acciones del lu- 
gar, jefes de familia y mayores de edad, para que formen, por me- 
dio de una votación regular, su Municipalidad, su Jurado y su Guat- 
dia Nacional. La Municipalidad estará encargada de todos los ne- 
gocios del pueblo, la Guardia Nacional asegurará el orden público, 
y el Jurado sentenciará sin apelación todos los delitos ó crímenes 
cometidos en su territorio, excepto los crímenes políticos, cuyo jui- 
cio pertenece al Consejo Colonial. 

Art. XL—La justicia civil será administrada por jueces, pro- 
puestos por las municipalidades y nombrados por la Dirección. 

Art. XIT.—La Guardia Nacional de cada pueblo no podrá sa- 

- lir reunida en cuerpo de los límites de su territorio, sin previa au- 
torización de la Dirección. 

A>'t. XUL—El jefe de la Municipalidad, el del Jurado y el 


499 — 


de la Guardia Nacional de cada pueblo, dependerán de la Dirección 
y le darán cuenta de sus hechos. 

Art. XIV.—En cada centro de población existirá en el Cabil- 
do un libro llevado por un contador, nombrado por la Dirección. 
En aquel libro se trascribirán los títulos de cada colono y sus obli - 
gaciones, y estará á la vista de los míembros del Cabildo que ten- 
drán la facultad de verificarlo cada día. Este libro relatará todas 
las cantidades debidas ó pagadas por los colonos á la Dirección. 
En él, el colono encontrará su garantía. Pero ese mismo libro se- 
rá llevado doble en la capital de la colonia, allí encontrará su ga- 
rantía la Dirección de los trabajos. - En fin, triple copia se sacará 
para el Gobierno por la Dirección general, y esaserá la garantía de 
todos. El resumen de ese diario aprobado que sea de un modo de- 
finitivo, será publicado en el Diario de la colonia. 

Art. XV.—El mismo contador quellevará el gran libro del 
pueblo, vigilará el cheptel y el jardín concedidos por la Dirección 
á cada centro, de tal molo que el Cabildo los mantenga siempre 
en buen estado hasta el momento que la Dirección juzgue por con- 
veniente venderlos á la población. El mismo empleado vigila- 
rá también los otros establecimientos que la Dirección hubiese for- 
mado en dicho pueblo. 

Art. XVI.—La repartición de los víveres á los colonos el pri- 
mer año, la licencia de pagar la Dirección en jornales de trabajo 
ó en productos, la entrada en los hospitales de la Dirección, se ve- 
rificarán con un boleto privado por el jefe del Cabildo y aprobado 
por el contador. 

Art. XVII.—Cada Cabildo está autorizado para imponerse las 
cargas que juzgare convenientes, en interés de la prosperidad 
del pueblo, sin embargo, el jefe del Cabildo tendrá que participarlo 
á la Dirección. 

Art. XVIIT.—Los soldados peruanos podrán formar en la co- 
lonia una segunda clase de colonos. 

Art. XIX.—Cada año la Dirección pondrá á disposición 
del Ministro de la Guerra: 50 lotes de terreno, 50 raciones y 50 
ranchos. 


Art. XX.—Aquellos colunos serán puestos en los puntos mi- 
litares de la colonia. 

Art. XXI.—La Dirección hará disfrutar á esos colonos de 
todas las ventajas concedidas al colono civil, pero como habrán de 


do 
» 


== 0 


quedarse organizados militarmente, no tendrán ni Cabildo nf 
Jurado. 

Art. XXIL—Sus jefes quedarán subordinados á la Dirección 
de colonización. 


COMPOSICIÓN, ATRIBUCIONES Y DEBERES DE LA 


DIRECCIÓN DE COLONIZACIÓN 


Art. I.—La Dirección de colonización se compondrá: 1.” de la 
Comisión de Vigilancia fijada en Lima y 2.” de la Dirección de los 
trabajos fijada en la colonia. de 

En la Comisión de Vigilancia habrá: 

Un Director. 

Un Agente de los colonos. 

Un Tesorero central. 

En la Dirección de los trabajos habrá: 

Un Director de la colonia ó de los trabajos. 

Un Consejo Colonial. 

Una compañía de Ingenieros. 

Art. 11.—El Director de la Comisión será nombrado por el Su- 
premo Gobierno, tratará directamente con el Jefe de la República 
de los intereses de la colonía y comunicará E órdenes del Gobierno 
á la Dirección de los trabajos. 

El Agente general de las colonos será nombrado por las muni- 
cipalidades de los colonos, y provisionalmente por el Director de la 
Comisión. ] 

El Tesorero central será nombrado por el Supremo Gobierno. 


Art. II!L.—El Director delos trabajos mombrado por el Su- 
premo Gobierno dará cuenta de las, obras que haga ejecutar. 

El Consejo Colonial se compondrá de los 7 más altos empleados. 
de la Dirección en la colonia y 7. colonos nombrados por las Muni- 
cipalidades. Dirigirá la justicia criminal y política; nombrará los 
jueces civiles; revisará la contaduría de la colonia cada trimestre 
llamando al tesorero central, y vigilará la prensa colonial. 

La Compañía de Ingenieros mandada por el Director de los 
trabajos, se compondrá de todos los ayentes necesarios para la or- 
ganización de la colonia y será reclutada ya sea en el Perú ó en el 
extranjero por dicho Director. 


Dicha compañía deberá constar del personal que sigue: 
Ú 


—:431 — 


Mínimum del fin del primer año Número Sueldo Total 
Director: Nica A 1  $3,600 $ 3,600 
AA p) 1,500 3,000 
Moron. l. dar III das q LS 1 2,400 2,400 
Da do de 2 1,200 2,400 
Empleados para huertas, cheptels, fon- 

A E A 4 1,000 4,000 
Imeenitéros (oficial): : ¡FARSA 1 3,000 3,000 
Contra=MaestrosS.::: 00.10%: AA -2 1,500 3,000 
Operarios, albañiles, car pinteros, herre- 

ASC e a A a 20 750 15,000 
Netomalista eii A AN, 1 9,000 2,000 
MTS: (Easeniero)” 22 0 DI 1 2,400 2,400 
E A A a 9 1,000 2,000 
EA A o ci a 1 3,000 3,000 
A A A ad 1 3,000 3,000 
rones cai e IR A SS 2 250 500 
Wapor (tripulación): .:... ¿e A nd a 7,000 

Tobal... UR 61 5 56,000 


Art. IV. Tan pronto como hayan sido nombrados, la Comi- 
sión de Vigilancia y la Dirección de trabajos se ocuparán de las 
materias que siguen: 

A, La Comisión y la Dirección reunidas: 

Organización general. 

Publicidad. : 

Apertura de los libros de contabilidad. 

B. La Dirección de trabajos sola: 

Enganches para la compañía de Ingenieros. 

Estudio del camino de Paita al Marañón. 

Apertura de la navegación del Marañón. 

Fundación del establecimiento central de las colonias, (Argy- 
ropolis). 

Fundación del Diario de la Dirección. 

Compra de un vapor especial. 

Trabajos para la recepción de los primeros colonos. (Hospita- 
les, almacenes de víveres y útiles, fondas, casas provisionales, for- 


tificaciones de campaña). ES 
» 


— 4892 


Examen de las minas ya descubiertas y reconocimientos 
nuevos. 

Art. V.—Los sueldos de la Comisión de Vigilancia principia- 
rán el día que lleguen los primeros colonos de Europa; los de la 
Dirección de trabajos, el día que entre en campaña. 

El presupuesto de la Dirección de Colonización puede avaluar- 
se así para el primer año: 


Comisión de Vigilancia. cada as $ 6,000 
Publicidade. Hua 10,000 
MA as Bersonali. ae 64,000 
Dirección de trabajos Material...... E 5,000 
Total lrt a o $ 130,000 


P. S. Se encontrará lo que falte en las compañías de emigra- 
ción y en los tratados particulares. El buen éxito dependerá de la 
buena dirección. 


INVERSIÓN DE LOS PRODUCTOS DE LA COLONIZACIÓN 


Art. 1.—Se puede avaluar, al máximum, la superficie que co- 
lonizará la dirección en 6.000,000 de acres que pueden dividirse así: 


Terrenos inútiles y de viabilidad 
Terrenos O OS $ 12.000 000 AS 
Montañas ads elf O: 4 0,0701 0,010) s 
Terrrenos para construcción.... , JS0000 y E 

Dichos terrenos siendo colonizados pueden ofrecer los produc- 
tos que siguen: 

1.2 Productos de la venta por acciones de los terrenos de 
cultivo. 

2.2 Producto de las montañas. 

3." Producto de la venta de los cheptels, huertas, etc. 

4.2 Producto de los terrenos para construcciones. 

5.2 Producto de la navegación. 

6." Producto de las minas. 

Art. II.—El producto total de las 140,000 acciones de terrenos 
que será de $ 2.800,000 se dividirá en dos partes iguales, después de 
pagados, antes de todo, los 100,000 pesos adelantados por el tesoro 
público. La primera parte será consagrada á pagar los gastos de 
construcción del camino de los Pongos de Manseriche á Paita, y 
la seguada pertgnecerá á la caja de colonización. Sila operación 


— 438 — 


de venta de las 140,000 acciones concluida enteramente, quedara 
sobrante en la Caja de la Dirección, estos fondos pertenecerán á la 
empresa de los caminos del Atlántico al Pacífico por el Marañón y 
las provincias de Jaen y Piura. 

Art. IM.—El producto de las montañas pertenecerá á la ca- 
ja de la Dirección, para las necesidades de la colonización durante 
su administración; terminada ésta volverá al Estado. 

Art. IV.—El producto de los cheptels, plantíos, huertas, 
fundos y otros establecimientos formados por la Dirección, será 
capitalizado y Servirá para acabar el camino entre los dos océanos. 

Art. V.—Delos terrenos destinados á la construcción de ciu- 
dades, villas ó pueblos, 4 de la superficie que se deberá emplear pa- 
ra lus edificios públicos, Iglesias, Cabildos, cárceles, fortificacio- 
nes, etc., será propiedad del Estado; $ serán capitalizados para for- 
mar la dotación de la primera escuela pública y del primer hospi- 
tal de la colonia; é serán concedidos como premio á las compañías 
de emigración que prestaran los mejores servicios, y por fin, los 4 
restantes constituirán un fondo de recursos para las necesidades 
primeras de la colonia y de los trabajos de los caminos. 

Art. VI.—El producto de la navegación pertenecerá á la Di- 
rección y después á la nueva administración. 

Art. VIL.—Por fin, el producto de las minas explotadas por 
la Dirección, será dividido como sigue: 

Ys Para los empleados de la Dirección proporcionalmente á su 
sueldo y después para los empleados de la administración central. 

Ys Para los descubridores. 

fe Para los trabajadores. 

e Que serán repartidos cada año en 200 partes iguales; 100 
serán distribuidas por la Dirección de trabajos á la administración 
que vendrá después; á los colonos que más se hallan distinguido 
porsu trabajo ó conducta, y los otros 100, por vía de suerte, en una 
lotería colonial entre todos los colonos y empleadus de la colonia 
sin excepción. : 

ARTÍCULO ADICIONAL 

Siendo el trabajo de todos los empleados de la colonización muy 
penoso, seautoriza al Director de trabajos para hacer formar además 
de los 140,000 lotes designados, 14,000 de la misma área Ó más, pa- 
ra que sean distribuidos proporcionalmente, entre todos los em- 
pleados de la Dirección, sin excepción alguna, que hayan permane- 

cido en su destino hasta el término de la operación. 


H. A. DE MONFERRIRE. 
» 


— 434 — 


APENDICE 
INFORME AL SR. MINISTRO DE GOBIERNO SOBRE LOS GRANDES CAMINOS 
DEL NORTE DEL PERÚ 


SM, 


En todo el norte del Perú, rigorosamente hablando, no existe 
ni un solo camino. De todos los que he recorrido, los de la provin- 
cia de Trujillo y el de Leymebamba á Chachapoyas, que son los 
que están en mejor estado, presentan . dificultades inmensas, 
Por las playas tristes y desiertas, el viajar es sin la menor duda 
más fácil; pero á qué precio? Allí nada de industria humana, y ade- 
más, luego que el camino atraviesa un valle, se halla imposibilita- 
do por la creciente de las aguas durante: seis meses del año. Tris- 
te es decirlo, Señor Ministro, pero la conquista no ha hecho nada 
por el maravilloso país que ha caído en sus manos por una dis- 
tracción de la Providencia, y la Independencia, demasiado ocupada 
y una seria de luchas intestinas prolongadas hasta ahora, se ha 
hallado siempre en la imposibilidad de ocuparse de la prosperidad 
material del país. 

Muy bien lo sabe US. y últimamente una sesión muy intere- 
sante de la Sociedad de Economía Política de París, lo ha mani- 
festado de un modo positivo.—El primer elemento de. la civiliza- 
ción, del progreso de las naciones, es la apertura de las comun:- 
caciones bien calculadas por su territorio. 

Expondré á US. algunos hechos generales, no habiendo lle- 
gado todavía el tiempo de entrar en detalles. 

La parte Norte del Perú del 9.” al 4.” de latitud Sur, se 
compone al Oeste. de una playa más ó menos árida que se ex- 
tiende en todo el espacio encerralo entre la costa y las primeras 
pendientes de la cordillera occidental. 

Sigue después la cordilleza occidental generalmente baja, que 
mantiene una población bastante numerosa y de la cual salen pro- 
ductos naturalmente muy distintos de los de las poblaciones de la 
costa so 

Entre la cordillera occidental y la cordillera central no se en- 
cuentra un espacioso valle, como se podría creer, sino un océano de 
cerros que han sufrido un trastorno sin leyes conocidas, presentan 
do unas puntas tan agudas que á su vista se desvanecen todas las 
esparanzas que hubieran nacido de unir por caminos las dos gran- 
des cadenas de la cordillera. 

Cc 


— 435 — 


Estas dos grandes cadenas están divididas porel rey de los 
ríos, el Marañón, que corre hondamente encajonado. 

Desde la gran cordillera hasta la cordillera occidental, el terre- 
no ha sufrido también el mismo trastorno y en el medio de un va- 
lle más conmovido todavía que el Marañón, corre, ó más bien cae, 
por saltos de agua, el río Huallaga tributario del Marañón. 

Al Este de la cordillera oriental, sigue por último el poderoso 
Ucayali que no presenta las mismas dificultades á la navegación. 

De este modo, en el Norte, las grandes cadenas de cerros y los 
grandes cursos de agua refluyen del Sur al Norte, y los valles que 
forman son obstruídos por mil obstáculos. 

Los Incas, cuyos trabajos es preciso estudiar con cuidado, 
siendo los únicos que hayan podido ocuparse de trabajos públicos 
en el Perú, han seguido el mejor sistema que podía ser puesto en 
uso en aquella época. 

Las ruinas de sus grandes caminos existen aun, son trabajos 
dignos de las Legiones Romanas. 

El camino de Quito al Cuzco que M. Humboldt ha estudiado, 
y que yo he seguido desde Huancabamba hasta Pucará, es una 
obra maestra de habilidad y de poder. 

En el Norte, los Incas habían abierto dos caminos paralelos á, 
la costa: el uno corría del Norte al Sur desde Tumbes, atravesan- 
do esas playas, hoy desiertas, y que ellos habían sabido fertilizar; 
y el otro pasaba entre la vertiente oriental de la gran cordillera 
occidertal y el Marañón. 

Estos eran los caminos imperiales en cuyo tránsito se encon- 
traban los tambos y los almacenes del emperador. 

Este sistema era probablemente encadenado por muchas vías 
de comunicación que conducían del valle central á la costa. Aun 
los últimos vestigios de esos caminos no han sido destruidos por 
el tiempo y todavía se pueden descubrir algunos. 

En el otro valle detrás de la gran cordillera central que 
pasa al oriente de la provincia de Pataz y de la de Chachapoyas, 
los Incas no habían, según sabemos, formado camino alguno. La 
conquista no los había aún llevado tan lejos. 

Los sucesores españoles de Atahualpa no podían adoptar el 
mismo sistema itinerario; desde Camaná hasta el Sur, tenían una 
gran vía de comunicación por mar, que era pata ellos una verda.- 
dera línea de operación y sin duda muy superior. Además fueron 
llevados al interior por caminos quebrados y absurdos, tales como 
podían crearlos el genio de las minas de plata y oro. Así, El con- 

» 


— 486 — 


quistador pensó que la única línea del Norte al Sar que podía con- 
servarse con utilidad era la del mar y dejó sin escrúpulo las gran- 
des vías de comunicación de los Incas. En cuanto á los caminos 
hacia el valle central entre las dos cordilleras, ya no había moti- 
vo para ocuparse de ellos: el conquistador se encontraba bastante 
fuerte por sus comunicaciones marítimas, y sí todavía subsisten 
caminos ó mejor dicho, senderos de una cordillera á otra, no se 
puede atribuír su conservación sino á un interés unicamente per- 
sonal. 

La Independencia que rechazó en el Norte la verdadera fron- 
tera peruana hasta más allá de 73% de longitud de París, frontera 
verdadera entonces, porque se debió pensar por un instante que to- 
dos los elementos sociales de la Nación libertada del yugo, se mez- 
clarían para no formar sino uno solo, ha debido cambiar y cambió 
necesariamente las condiciones de las comunicaciones del Norte. 
Pero ay! estos cambios no han podido ser realizados hasta ahora, 
ni tampoco se ha pensado mucho en ellos. Sin embargo, ha lle- 
gado el tiempo de ocuparse de su ejecución. Manos pues á la obra, 
aunque se deba trabajar en beneficio de otro siglo. 

Hoy día, como en tiempo de los españoles, no existe sino una 
sola gran vía de comunicación en el Perú, la marítima. 

A esta grande arteria desembocan todos los caminos de los 
principales valles de la costa, y uno después de otro, de mes en 
mes á lo más, cada valle goza de la ventaja de embarcar sus comu- 
nicaciones y sus pasajeros en los vapores. 

A este camino caen algunos senderos de la cordillera, habien- 
do desaparecido el de los Incas paralelo á la costa. 

Me permitirá US. hacerle presente los únicos que me han 
parecido de primer orden, á saber: 

1: Los de Huancabamba, Morropón, Piura y Paita. 

2.” Los de Querecotillo, Lambayeque y Chiclayo. 

3. Los de Cajamarca y Pacasmayo. 

4. Los de Huamachuco, Trujillo y Huanchaco. 

En cuanto á los otros senderos ó caminos por los cuales se 
transita ahora, algunos pueden parecer útiles, en razón de ser 
más Ó menos concurridos, pero los que acabo de señalar á US. 
son los únicos lógicos, lo que será probado posteriormente. 

Los Incas que tenían grandes explotaciones de toda naturale- 
za hasta encima de la cordillera occidental, y por consiguiente te- 
nían necesidad de obrar de un modo directo y rápido sobre esta 
línea, abrieron ese camino célebre del cual he hablado, camino 

r ( 


a 


— 437 — 


inutilizado por los conquistadores, en cuanto al punto de vista po- 
lítico. Hoy, aunque sea de menos provecho, sería de una uti- 
lidad notoria que cl Gobierno diese las órdenes más severas á las 
autoridades locales, á fin de que hiciesen poner en buen estado 
el sendero que lo ha revmplazado, sendero en muchas partes peli- 
grOSO, 

Hoy este camino central es enteramente secundario y en ra- 
zón del sistema de comunicaciones por la costa, no tiene otra im- 
portancia sino la de tránsito entre poblaciones insignificantes. 

Los únicos y verdaderos grandes caminos de la costa al valle 
interior por las dos cordilleras occidental y central, son las cuatro 
líneas que he tenido 'el honor de señalar á US, 

Sin embargo, es preciso atender á que una vez llegadas al 
Marañón, esas líneas deben inclinarse al N. 

Si se establece que la provincia de Jaén se halla perfectamen- 
te explotada por los caminos de Huancabamba y de Querecotillo, 
que las de Chota y Cajamarca lo serán perfectamente por el ca- 
mino de Pacasmayo, y en fin la de Huamachuco por el de Trujillo, 
se presenta todavía por detrás, ó mejor dicho al Oriente del Ama- 
zonas, intereses nuevos que señalar y que necesitan ser satis- 
fechos. 

Existen al Oriente del Marañón tres puntos, tres pequeños 
centros que reclaman de un modo serio comunicaciones naturales 
y buenas con la Metrópoli. Dígnese US. observar que no hablo 
de las otras comunicaciones á las que también pretenden tener 
derecho. Estos tres centros son Chachapoyas, Moyobamba y 
Nauta. 

Yo creo que la línea de Huancabamba puede prolongarse 
hasta el Chinchipe y de allí seguir hasta Nauta; que las dos lí- 
neas de Querecotillo y Cajamarca pueden reunirse en Malleta y 
de allí seguir hasta Nauta; en fin que la línea de Huamachuco 
puede correr por Cajamarquilla hasta Moyobamba. 

Las tres primeras líneas, como lo señalo, siguen esos pasos 
del Marañón hoy olvidados, que los sabios y los jesuítas del siglo 
pasado sabían aprovechar tan bien, y que sin duda no serán más 
peligrosos para la generación presente. En fin, la cuarta se dirije, 
en línea recta por medio de los cerros al punto deseado. 

Así, sin necesidad de abrir ninguna línea paralela al océano, 
el Norte de la República puede tener comunicaciones magníficas 
por medio de cuatro grandes caminos principales hasta el Amazo- 

> 3 


Y 


A 


nas y allá tomar las direcciones que acabo de señalar. El Gobier. 
no no debe omitir, de modo alguno, el dar las órdenes más seve- 
ras, á fin de que las sendas terrestres de otra naturaleza que exis- 
ten de pueblo á pueblo, sean puestas en buen estado y mejoradas 
si es posible, y debo decirlo hay mucho que hacer. 

Sin duda en el porvenir y quizás en un pervenir no muy le- 
jano, será necesario abrir, como lo hicieron los Incas, caminos 
paralelos al océano; pero entonces correrán al Este y al Oeste de 
la cordiliera oriental. La primera será la vía de comunicación 
del valle que se encuentra entre la cordillera central y la cordille- 
ra oriental, y la segunda atravesará las Pampas célebres del Sa- 
cramento desconocidas hasta ahora. . 

Mientras tanto, ocupémonos de lo más urgente. 

Entre los caminos señalados hay uno que ofrece el más vivo 
interés y que conviene mucho indicar. 

El camino de Payta á Morropón, de Morropón al Chinchipe» 
del Chinchipe á Nauta, de Nauta al Havre ó á Southampton. 

Se trata sencillamente, como: ve US., de una comunicación 
entre los dos océamos por el Amazonas, atravesando el territorio 
peruano, comunicación aunque más larga en algunos días, no deja 
por eso de ser muy preferible á la de Panamá. 


CAMINO DE SOUTHAMPTON Á PAITA Y LIMA 


De Southampton al Pará se necesita, término 
A A OI ei DAI A E 192 días 
Del Pará á Tomependa bay 740 leguas por el 
Amazonas, calculando dos leguas por hora 
aguas arriba, por ser generalmente muy 


pequena, la CORE oa eo 15 días 
De Tomependa á San lgnaci0............... 5 horas 
De San Ignacio á Huancabamba (nuevo cami- 
no) 2Mssuas. A A A 10 horas 
De Huancabamba á Paita (nuevo camino y fe- 
oca AS eras o ti A 10 horas 
De:Parta tab SA 2 días 12 horas 
Tal ae 0 AAA ES 


30 días 15 horas para venir de Inglaterra á Lima. Por los cáleu- 
los anteriores, es posible venir de Inglaterra ó de Francia á Lima 
€ 
( 


— 439 — 


por Paita en 31 días; paro es nacasario calcular que, en la entrada 
de los Pongos se mudará de buque, que en San Ignacio se tomará 
la senda de tierra, en Morropón el Ferrocarril, y en fin en 
Paita habrá que embarcarse en el vapor del Pacífico; lo que ha- 
cen cuatro cambios y obligará, teniendo un servicio perfecto, 
añadir cuatro días á los 31 indicados, es decir 35 días. 

Se puede llegar á Panamá por el ferrocaril americano actual 
en 21 días; después habrá que reembarcarse para el Norte ó para 
el Sur, ó para el Oeste, dejando á la izquierda el Perú y Chile, á 
la derecha California, en frente las islas de la Sociedad y la Nue- 
va Holanda. 

El camino actual por el Istmo de Panamá, tiene en apariencia 
una ventaja muy grande sobre el que acabo de indicar 4 US. y 
la tiene también sobre la ruta del Havre y de Southampton, en no 
necesitarse sino dos trasbordos en lugar de cuatro. Esto es cier 
tamente ventajoso en cuanto al número de días de viaje, pero in- 
significante en cuanto al viaje mismo. 

Es preciso examinar la cuestión atentamente; si el camino 
que señalo, que conduce de Europa á Australia, al Perú y Chile, 
es más largo en pocos días que el camino por Panamá, en compen- 
sación ofrece ventajas tales, que estoy cierto que será preferido 
aún por los viajeros que hagan ruta hacia el Norte, es decir, la 
China, las islas Sandwich y California. 

Paita será un día uno de los mayores puertos del mundo, 

El camino por Panamá indudablemente ha ganado mucho des- 
de la apertura del ferrocarril americano, pero ese trabajo, por ad: 
mirable que sea ¿ha aumentado las seguridades del tránsito, ni 
son menos temibles los peligros de la navegación, ni ha minorado 
en lo más: mínimo las víctimas de las fiebres, sea en San Thomas, 
sea en Panamá. 

Allí, en efecto, todo se reúne para aniquilar las naturalezas, 
más atan" mala organización, malos modos, malos caminos, 
navegación mala y lo que es peor, la fiebre amarilla constante. 

El camino atrevesando la América por medio del río Amazo- 
nas, no tiene ninguno de estos peligros. 

La navegación do Francia ó de Inglatera hasta el Pará, sabi. 
do es de todos, es libre de peligros y de enfermedades, la nave ega- 
ción del Amazonas es un paseo admirable que atraerá lar o biém- 
po la atención general: en fin los paises sanos que se atravesará 
para llegar al Pacífico, harán de esta vía, el verdadero camino 
de los viajeros. En cuanto á las mercaderías quedará la guestión 

» 


—- 44) — 


de duración, pero esta cuestión puede ser neutralizada por un 
arancel, y si se quiere el flete de las mercaderías por el Amazonas 
hasta Lima será menos costoso que este mismo flete por el Cabo 
de Hornos ó Panamá. 

Me dispensará US. si no entre en mayores pormenores, por 
que en miúltimo viaje agentes secundarios de la administra- 
ción, sin patriotismo ni inteligencia, me impidieron, á pesar de la 
más constante abnegación y sacrificios de los dos jóvenes que me 
acompañaban, acabar sériamente el estudio de esos grandes cami- 
nos de tantas esperanzas para el porvenir del Perú. 

Pero no importa, señor Ministro, poca cosa queda que hacer 
y si el Gobierno se digna echar una mirada al futuro, y pensar, 
como me he esforzado en demostrar la utilidad, en dar, desde hoy, 
valor á los tesoros que posee en las márgenes del gran río, enton- 
ces podré, antes de poco tiempo, presentar los cálculos de gastos, 
los que no recaerán sobre el presupuesto, porque como he teni- 
do ya el honor de decirlo á US. en un informe anterior, el pri- 
mer deber de las colonias del Amazonas es abrir sus caminos con 
el Pacífico. 

En esta virtud, tendré el honor de proponer á US. organizar 
para la estación próxima, una expedición más completa que la 
primera, porque tendrá obstáculos más sérios que vencer. Esta 
misión se dividirá en dos: la primera saldría de Cajamar- 
ca por Malleta estudiando el trazo del nuevo camino, cons- 
truiría embarcaciones con las maderas que previa m ente he hecho 
cortar, é iría á juntarse en Tomependa con la segunda que habría 
ya estudiado el camino de Piura al Chinchipe, abierto la tro- 
cha, construido igualmente embarcaciones sea en San Ignacio, sea 
en Perico, y bajado el Chinchipe. Las dos divisiones reunidas ba- 
jarían el Marañón hasta más abajo de los Pon gos, después regre- 
sarían por la cumbre de la cordillera central hasta la altura de 
Leymebamba ó Cajamarquilla. Así quedaría resuelto el problema 
de la comunicación entre los dos océanos, y además el tan intere- 
sante del camino de las minas de la cordillera central, y si los in- 
dicios que he observado en los ramales de esta cordillera que cru- 
zan la provincia de Chachapoyas no son engañosos, esas minas de- 
ben ser iguales en riquezas al muy célebre Potosí boliviano, ó á 
la Valenciana mexicana. 


Dios guarde á US. 
A. DE MONTFERRIER. 
Lima, 8 de Octubre de 1856. 


€ ( 


— 441 — 
Provincia de Yauyos 


INFORME PRESENTADO POR EL INGENIERO SEÑOR RICARDO REY Y 
BasaDRE, Á La H. JunTa DEPARTAMENTAL DE LIMA, SOBRE LOS 
CAMINOS DE ESTA PROVINCIA. (1) 


TL Datos Preliminares 


OMISIONADO por el H. Consejo Departamental de Lima 
para efectuar los estudios de las reparaciones que han me- 
nester aiguno de los caminos que conducen de esta capi- 

tal á la capital de la provincia de Yauyos, de manera de convertir- 
lo en un buen camino departamental de tráfico cómodo para facilitar 
el considerable comercio entre ambas localidades, así como para 
estudiar la conveniencia de restablecer el puente de Berástegui y la 
construcción de otro puente en el lugar llamado San Gerónimo, 
ambos sobre el río grande de Cañete, me trasladé oportunamente 

á esas localidades para efectuar los correspondientes estudios téc- 

nicos, Antes de emprender mi viaje, el H. Consejo Departamen- 

tal había pedido informe al H. Concejo Provincial de Yauyos sobre 
la ruta mejor y más frecuentada entre Yauyos y Lima, y esta 
corporación había recomendado el preferente estudio de la siguien - 
te vía: Yauyos á Lima por Anco, Aucampa, Allauca, Tauripampa 
óÓ Porococha á la quebrada del río de Asia (respectivamente á la 

Esquina de Cata Ó á la Esquina de Omas,) Mala, Chilca y Lurín, 

por ser la más corta y la más frecuentada. Este debía ser, pues, 

el camino que preferentemente debía de estudiar. 

La provincia de Yauyos, perteneciente al Departamento de 
Lima, está situado al SE. de esta capital. Sus linderos son: 

Por el N. y NW. con la provincia de Huarochiri. 

Por el E. con la cordillera de los Andes. 

Por el SE. con la provincia de Castrovirreyna, siendo este 
lindero muy irregular y caprichoso, como puede verse en el ma- 
pa, y 

Por el S. y O. con la provincia de Cañete. 


(1) Hemos suprimido de este informe todos aquellos párrafos que se refieren á 
costo de las obras que propone el autor y materiales que debían emplearse, dejan- 


y dosólo todo aquello de caracter puramente geográfico.—(N. de la $.) 
24 


> 2) 


=D 


Su territorio tiene 112 kilómetros de N. á S. y 100 kilómetros de 


E. 4 0. en las partes más anchas, y su superficie medida es de 8665 
kilómetros cuadrados. 


Su población que vive en 43 villas, pueblos, aldeas y caseríos 
y diseminada en las quebradas, estancias y vaquerías de la cordi- 
llera, sube más ó menos á 18,000 habitantes, y se compone en su 
mayor parte de indios y mestizos y en pequeño número de raza 
blanca. 

Las principales industrias á que se dedican los yauyinos son 
la ganadería y la agricultura, obteniendo de esta última productos de 
las zonas templada y fría y algunos de la tropical, predominando 
los dos primeros ya que la mayor parte del territorio está situado 
á grande altura sobre el nivel del mar. La ganadería es en reali- 
dad la industria predominante y los numerosos rebaños de anima- 
les vacunos, lanares y cabríos, viven sobre los abundantes pastos 
naturales de las altiplanicies de donde bajan en las épocas opor- 
tunas á invernar ya á los alfalfares de las quebradas, yaá las lo- 
mas de la costa. La agricultura produce en la parte mediana y al- 
ta: maíz, trigo, cebada, habas, fréjoles, papas, ollucos, ocas, ajos, 
alfalfa, etc. y en las quebradas profundas y ardientes: coca (en el 
pueblo de Viscas, el único lugar del Perú á este lado de los Andes 
en donde se cultiva esta valiosa planta, siendo la producción de 
Viscas de hoja pequeña y sólo en cantidad necesaria para el consu- 
mo de la localidad y sus alrededores, ) caña de Guayaquil, achiote, 
tara, yucas y demás productos y frutas tropicales. Las industrias 
fabriles existen en pequeña escala y se fabrica buenos ponchos, 
bufandas y pañolones de lana de vicuña, —cuadrúpedo que abunda, 
en las altiplanicies, —frazadas y jergas de lana de carnero, alfom- 
bras y cordelería de las fibras del maguey, ollas de barro, etc. 

Todas estas industrias no sólo cubren las necesidades de la fru- 
gal población de la provincia, sino que producen un gran exceden- 
te que es remitido á Lima constituyendo un importante comercio 
y un activo arrieraje. 

Este movimiento comercial es importante y habiendome es- 
forzado en tomar datos minuciosos respecto á su cuantía, creo de 
utilidad consignar aquí un resumen de él. Aunque gran parte de 
los ganados que vienen á Lima de esa provincia salen realmente 
de sus ganaderías, el resto se trae allí para su conveniente inverna 
de los departamentos de Ica, Junín y Huancavelica en tránsito 
para Lima, pero representan así mismo un importante factor de su 

3 ( 


— 443 — 


industria, ya que esos ganados consumen durante largos meses los 
ricos pastos de su agricultura. 
Hé aquí el resumen detallado de este comercio. 


a.—Productos agricolas 


1,400 quintales de ajos de Caranca y Piños á 8/. 10 el 


A o A E TS S/. 14,000 
500 quintales de papas secas á S/. S quintal.......... 4,000 
600 fanegas de semilla de alfalfa 4 S/. 20........... 12,000 
1,200 quintales de semilla de tara 4 5/.2............ 2,400 
200 quintales de semilla de achiote á S/. 22.......... 4,400 
EA A AS E OAS 00 
b.—Productos de la ganadería 

INFeSes vacunas en b/m DIARIA S/. 400,000 
IO carneros ent € IRA A 24,000 
AO ara entt/m A S/T OI 8,000 
500 cecinas de res vacuna en t/. 40.................. 22,500 

1,200 montones de quesos cada montón t/m 20 libras 
A A 0 ARRE 3,000 
A a a S/. 457,500 


Valor total del comercio de exportación ............ S/. 494,300 


Un comercio tan importante se hace hoy por caminos, si nó 
peligrosos, pero sí difíciles para el tráfico, en su mayor parte, tan- 
to por la naturaleza abrupta y quebrada del terreno que atravie- 
san, cuanto por el inconcebible descuido de las autoridades munici- 
pales, que al dejar los caminos en el más completo abandono, los 
hacen en parte casi intransitables por la gran cantidad de piedra ro- 
dada y derrumbes que los cubren. Silo primeroes de difícil remedio, 
lo último demuestra Ja inercia y la incuria de esas corporaciones, 
máxime cuando con sólo el concurso voluntario, entusiasta y gra- 
tuito de las respectivas comunidades, podría tenerse esos caminos 
en el mejor estado posible. Esto en cuanto se refiere á los cami- 
nos que atraviesan las serranías y los contrafuertes de ella que ba- 
jan á la costa, pues por lo tocante á la partede los caminos que 
vienen de Coayllo á Asia hasta Lima, su aridez y sus pesados arena- 
les son los que oponen insanable dificultad al tráfico del arrieraje; 

> S 


A 


allí mueren por centenares los ya cansados y exhaustos anintales 
y aunque á cortas distancias, relativamente, se encuentran valles 
con agua y pasto, la carestía de estos últimas y la mal entendida 
economía de los arrieros y ganaderos, sostienen la crecida mortan- 
dad de los animales. Las innúmeras osamentas que cubre los are- 
nales sirven de seguro guía al viajero para no extraviarse en esos 
caminos. 

Si, pues, la reparación y constante cuidado de los caminos de 
las serranías facilitarían notablemente el tráfico mercantil de la 
importante provincia de Yauyos, éste encontraría un obstáculo 
sério en los arenales de la costa, mientras no se construya el ferro- 
carril de Lima al Sur, siquiera hasta el rico valle de Mala (100 kiló- 
metros de Lima,) obra que no ofrece ninguna dificultad y en la 
cual existen ya construidos los terraplenes hasta “Cruz de hueso” 
(58 kilómetros de Lima.) Esta importante obra pública no ocasio- 
naría un gasto superior á S/. 1.500,000 y no sólo daría un inmenso 
impulso al comercio de las provincias de Yauyos, Huarochirí y Ca- 
ñete y más especialmente á los ricos valles de Lurín, Mala y Asia, 
sino que sería sobre todo de un inmenso valor estratégico para la 
defensa de Lima en una guerra extrangera. 

La constitución geológica del territorio de la provincia de Yau- 
yos es esencialmente eruptiva y volcánica; predominan las res- 
pectivas rocas cristalinas, las que al abrirse paso hacia la superficie 
han solevantado, trastornado, quebrado y metamorfoseado todo el 
terreno preexistente, de donde viene su actual forma excesivamen- 
te abrupta, quebrada y grandiosamente salvaje. Las quebradas 
son en general angostas, están profundamente cortadas y encajo- 
nadas por enormes serranías de flancos muy pendientes, por cuyo 
motivo está en muchas partes la roca desnuda. Y como el enfria- 
miento de los terrenos cristalinos ha sido rápido al ser abyectados de 
los centros subterráneos, cuando tenía lugar este inmenso trabajo 
dinámico bajo las aguas de los océanos terciarios, aquellos han efec- 
tuado una contestura en capas verticales ó que á ello se aproximan, 
en considerables trechos, resquebrajándose en formas poliédricas 
derrumbándose, rellenando con estos fragmentos las profundas que- 
bradas y cubriendo los flancos de las montañas. De aquí que los 
caminos sean compuestos de una continuada serie de subidas y ba- 
jadas y de grandes rodeos, y en partes estén abiertos sobre los amon- 
tonados y desnudos fragmentos de rocas rodadas. Hay pueblos 
que estando situados en las laderas opuestas de una quebrada, la dis- 
tancia que los separa, en línea recta, es insignificante y sin embar- 


> ( 


— 445 — 


go, para trasladarse del uno al otro hay que recorrer casi siempre 
una gran distancia, bajando el profundo thalweg por un largo ca- 
mino en zig-zag y volviendo á subir por la opuesta ladera otro 
empinadísimo camino. 

En general los caminos están bien trazados siguiendo las fal- 
das de las serranías, el fondo de las quebradas ó las cimas de las 
altiplanicies, y como he dicho antes, bastaría un poco de cuidado y 
decisión de las autoridades municipales para mantenerlos en el ma- 
jor estado posible. Así muchos quedarían convertidos en excelen- 
tes caminos de herradura con solo este cuidado y con mejorar uno 
que otro pequeño trecho, volando algunas puntas de roca que los es- 
trechan ó forman escalones innecesarios. 

Esta es la generalidad de los caminos, 

Sinembargo, hay caminos en esta provincia en los cuales no 
hay compostura posible, tal es, por ejemplo, el famoso camino del 
“Tragadero” entre el “Portachuelo” (cumbre ó pasaje de la cordi- 
llera que separa las quebradas de Yauyos y de Ayaviri) y el punto 
llamado la “Cruz de Huamucalle” (en las "cercanías de Yauyos). 
En efecto, al bajar el “Portachuelo” (á 4.150 metros sobre el nivel 
del mar) se entra á la quebrada de Chiquia ó Tambillo, formada 
por una ingente y profunda cortadura que ha separado la roca 
eruptiva en dos imponentes masas verticales. Allí la roca res- 
quebrajada se ha derrumbado, rellenando en parte la profunda ra- 
jadura con inmensos rodados, entre cuyos oquedades desaparece el 
torrente que desciende de las alóuras para reaparecer á varios ki- 
lómetros más abajo. Sobre tal montón de ruínas se ha formado el 
imposible camino que baja por varios kilómetros en grandes sal- 
tos y escalones, y en rápidos y empinadísimos caracoles. A los la 
dos yérguense imponentes é inatacables, y á gran altura, los ver- 
ticales acantilados de la durísima roca cristalina. En tal sección 
ninguna reparación del camino es posible. 

Expuestos estos datos preliminares entro en materia. 


II. Camino departamental entre Lima y la Villa de Yuuyos 


Saliendo de Lima por la Portada de Cocharcas se entra al ca- 
mino que conduce á Lurín, el que atraviesa los campos cultivados 
del valle hasta que á los 9 kilómetros termina el cultivo en los lin- 
deros meridionales de la hacienda de Tebes. Al terminar la pedre- 
gosa pampa de Tebes el camino continúa en suave ascenso, pasan- 
do por entre unos pequeños cerros redondeados ara bajos en se- 


, me Y E 


guida á “Quebrada honda” que queda á 15 kilómetros de la Capi- 
tal. Desde este punto bifurca el camino que, inclinándose hacia el 
SE., váá las lomas de “Atacondo” y al pueblo de Pachacamac. 
Siguiendo el camino para Lurín subs suavemente la arenosa *“Ta- 
blada de Lurín”, desde cuyo punto culminante á 200 metros s. Nn. 
m. * desciende poco á poco hasta el río de Lurín. Esta famosa 
pampa arenosa de doble declive de 20 kilómetros de extensión en- 
tre “Quebrada honda” y el río de Lurín, se extiende por el Oeste 
hasta elmar y es limitada porel Este porla cadena de ce- 
rros que forman las conocidas lomas de '“Atacondo” El río de Lu- 
rín se pasa por el excelente puente colgante de hierro, construído 
en 1851 bajo el Gobierno del Sr. General Echenique, penetrándos e 
en seguida al fértil valle. Caminando 4 kilómetros por entre los 
callejones de las haciendas se llega al pueblo de Lurín. : 

La distancia, pues, de Lima á Lurín, es de 39 kilómetros, es- 
tando situado este pueblo á 20m s. n. m. Saliendo de Lurín hacia 
Chilca cesa á poco la vegetación del valle y se entra de nuevo en el 
desierto, inclinándose el camino hacia el S5S0O. hasta llegar á 
la playa llamada “El Jaguey” á 6% kilómetros de Lurín. Desde 
aquí mantiénese el camino en la proximidad del mar y caminan- 
do 5 kilómetros más se pasa por la falda del “Cerro Botija” que 
mira al mar; 24 kilómetros más adelante por la. playa de “Mar 
Bravo”, desde donde se interna el camino alejándose algo del mar 
hasta Megar á **'Cruz de hneso” 5 kilómetros más al Sur de “Mar 
brava”. En “Cruz de hueso” terminan los terraplenes que hace 25 
años construyeron los señores Ramos para su proyectado ferroca- 
rril de Limaá Pisco, y no hay paruano queno sienta sincera- 
mente que tan importante obra pública nose llevase á buen 
término. y que consu inconsulta paralización se irrogase tan 
inmenso perjuicio al país y á esos audaces y patriotas empresarios! 
cuatro kilómetros más adelante se pasa la quebrada, que aquí es 
una ligera depresión del terreno, llanada “Río Saso” que descien- 
de al mar de las lomas de “Caringo” para enseguida subir suave- 
mente por la “Encañaida” que condac> á la qenombrada pequeña 
serranía de los “Caracoles de Chilca” El punto culminante de esta 

“altura está á 54 kilómetros más al Sur de “Río Seco” y á 20 Ms. 
n. m. Desde aquí el camino baja á la gran “Pampa-«de Chilca” y 
recorriendo 93 kilómetros de su ondulada superficie arenosa se ]le- 
ga al pueblo de Chilca. 


(€ ara abrevior indicaré en adelante la altura sobre el nivel del mar con las 
letrass. 1. Mo. : ' 


— 44 — 


Los 38 kilómetros de camino entre Lurín y Chilca pasan por 
un desierto estéril, en gran parte cubierbo por arenas marinas y en 
donde no se encuentra una gota de agua. 

Al salir de Chilca para Mala el camino atraviesa por cerca de 
2 kilómetros un terreno de arenas salobres marinas mezcladas con 
conchas cuartarias que cubre con un espesor de 1á4 2 metros un 
buen terreno de tierra de cultivo, que permanece constantemente 
húmedo por las filtraciones de agua dulce que descienden de los te- 
rrenos superiores del Este. Los habitantes de Chilca se aprovechan 
de esta circunstancia para formar sus pequeñas chácaras, remo- 
viendo la capa de arena salobre estéril hasta descubrir el terreno 
vegetal húmedo, y allí siembran maiz, alfalfa y verduras en cor- 
ta cantidad, además de higueras y parras que dan excelentes fru- 
tos. A 3 kilómetros al Sur del pueblo el camino pasa. al: lado de 
las conocidas salinas de Chilca, cuyo producto de muy inferior ca- 
lidad por la constante y fuerte proporción de sales calcáreas que 
contiene, es consumido en salar pescado allí, en las playas vecinas 
y sobre todo en las provincias de Huarochirí y Yauyos. Desde las 
salinas el camino sigue hacia el Sur atravesando: una gran pampa 
ondulada cubierta en sa mayor parte de arena, hasta que á los 92 
kilómetros más adelante de las salinas sube el camino una peque- 
ña serranía en la cual desarrolla una longitud adicional de 7% kiló- 
metros, punto culminante á 15M. s. n. m. y desde el cual se ve 
al ancho y ameno valle de Mala. Desde este punto baja el camino 
al pueblecito de “San Antonio” y se llega á: él después de recorrer 
un kilómetro: “San Antonio” está casi al pié de la*cuesta y en el lin- 
dero de la vegetación. De San Antonio el camino va atravesando 
los terrenos cultivados, pasa 'el río casi seco entre Mayo y Diciem- 
bre, pero de mucha agua y pelizroso vado en los meses de aveni- 
das y después de recorrer 4 kilómetros se llega al pueblo de Mala 
que está situado á 15M s., n. m. 


De Chilca á Mala hay, pues, 25 kilómetros de distancia. El 
camino sigue de Mala hacia el Sur por los callejones delas chácaras 
en dirección á la hacienda de “Bujama” que está sitnada á 8 kiló- 
metros de Mala, y 1 kilómetro más al SSE. cesa la vegetación y 
el camino cruza la gran pampa árida de “Bujama”, la que tiene 
buen piso duro, ascendiendo suavemente hasta llegar al pie de la 
pequeña serranía de “Perico”, en cuyo punto el camino está ya á 
125m s. n. m., habiéndose recorrido desde los terrenos cultivados de 
aquella hacienda 4 kilómetros. Desde aquí se sube por ladera y 

> » 


Y 


— M8 — 


muy ámplios zigzazs hasta la cumbre de “Perico” á una altura de 
320Mm s. n. m. habiendo recorrido 14 kilómetros para efectuar esta 
ascensión. Desde esta cumbre baja el camino á la pampa de “Pe- 
rico”, planicie en suave descenso que en tiempo de lomas está cu- 
bierta de verde pasto en donde pacan numerou3as reses, así como 
en la vecina serranía del Este. Después de cruzar esta hermosa 
pampa se llega á “Puqnio Salado” 3 kilómetros más adelante de 
la cumbre de “Perico” yá 1S0ms. n. m. Esta pequeña aguada 
brota por entre las junturas d» estratificación d> la arenisca, pro- 
duce una agua ligeramente salobre y de ella se proveen los habi- 
tantes del pueblo de Asia, cargándola en barriles y cántaros sobre 
burros con angarillas. La dirección de este camino desde Bujama 
ha sido casi constantemente el SSE. y así continúa hasta un 
punto llamado la “Esquina de Asia”, situado á 160m s.n.m.yá 
34 kilómatros de '*Puquio Salado”. La “Esquina de Asia” está for- 
mada por una abertura de la pequeña serranía que encajona por 
el Norte la quebrada de Asia y desde este punto voltea el ca- 
mino hacia el Este para penetrar ála dicha quebrada; sigue por 
corto trecho por el lad» Norte, la atraviesa y sigue por la mar- 
gen Sur hasta un kilómetro antes de llegar al pueblo de Coayllo, 
en cuyo punto vuelve á atravesar el río para entrar al dicho pue- 
blo. La distancia así recorrida desde la “Esquina de Asia” hasta 
Coayllo es de 73 kilómetros, estando este pueblo situado A. 3£0M s. 
n. m. El río de Asia está completamente seco, raras veces vienen 
por él verdaderas avenidas, y si no fuera por los mumerosos pu- 
quios que surgen en tolo su trayezto, sería uns quebrada entbera- 
mente estéril. 

La distancia que separa Mala de Coayllo, es, p:es, de 30% ki- 
lómetros. 


Desde Coayllo sigue el canin> ha sia el Esta po: el fonlo de la 
quebrada, la atraviesa á 17 kilómetros más alelante del pueblo 
para seguir en general por su margen Sur, pasa por las importan- 
tes minas incáicas de “Uquira” 4 400Ms. n. m. y 4 kilómetros de 
Coayllo; por “San Andrés” á 440M s. n. m. y otros 4 kilómetros de 
marcha; por la “Yesera” y *'*“Pueblo viejo”, en cuyo último punto 
existen otras considerables ruínas de una población incáica, á 
670M s. n. mM. y 95 kilómetros de “San Andrés”; por Guayllana- 
ves, precioso oasis, á 800m s. n. m. y 8 kilómetros más adelante de 
“Pueblo viejo”, para llegar, después de otros 34 kilómetros de mar- 
cha á la “Esquina de Cata” que está á 990M s. n. m. 


é $ E 


Ls SÓ 


De manera que desde el pueblo de Coayllo hasta la Esquina 
de Cata hay que recorrer una distancia de 29 kilómetros de buen 
camino de quebrada. 

En San Andrés desemboca por el sur la quebrada del mismo 
nombre y por la cual hay un camino de travesía que va directa: 
mente á Cañete. 

En Pueblo Viejo desemboca igualmente por el sur otra ancha 
quebrada y porla cual va un camino á Cañete que pasa porel pue- 
blecito de Pócoto. 

La formación geológica de los terrenos que atraviesan los 161 
y medio kilómetros de camino desde Lima hasta la Esquina de Ca- 
ta, es como sigue: Los terrenos desde la capital hasta principiar la 
pampa de Tebes son terrenos de cultivo que descansan sobre un 
terreno aluvial formado de capas alternadas de piedras rodadas, 
arena, arcilla y tierra vegetal; entre 25 m. y 30 m., encuéntrase 
fuerte cantidad de aguas filtrantes que corren hacia el mar, en ge- 
neral sobre un terreno impermeable por el depósito calcáreo que 
esas aguas van depositando en su curso subterráneo, de tal mane- 
ra que el nivel de filtración de estas aguas va subiendo poco á po- 
co, hasta que en una época muy lejana surgirán á luz en la super- 
ficie de los terrenos convirtiéndolos en pantanos. La pampa de Te- 
bes, hoy el lindero de las tierras cultivadas, fué en tiempo remo- 
to, pero perteneciente á nuestro actual perívdo cuaternario, linde- 
ro también del Océano que sin duda se invernaba formando un 
extenso golfo allí donde está la parte baja del valle de Lima. Pue- 
de trazarse desde Chorrillos hasta más adentro de la pampa de Te- 
bes la playa de este golfo al pie de la serranía que termina en el 
Morro Solar por la existencia de las conchas cuartarias que en ban- 
cos y diseminadas se encuentran en todo ese trayecto, conchas de 
las mismas familias y especies de las que hoy viven en nuestros 
mares. Saliendo de la pampa de Tebes se encuentra una pequeña 
cadena de cerros que corre hacia el Morro Solar; ellos son forma- 
dos por una marga calcáreo-silicia de grano extremadamente fino, 
atravesada en el sentido de su estratificación por hilos muy delga- 
dos de espato calcáreo blanco, cuyas capas se hunden hacia el NO. 
con 20 á 25 grados de inclinación con el horizonte. Esta roca pa- 
rece que pudiera utilizarse como piedra litográfica. Los terrenos 
siguientes dela Tablada de Lurín parecen ser constituidos por 
buen terreno vegetal cubierto en parte por las arenas que el vien- 
to viene acarreando desde el sur. La cadena de cerros que limita 
por el este todos estos terrenos, son compuestos de rocas sieníti- 

> > > 


— 450 — 


cas, atravesadas en algunos por el diorito oscuro horniblendoso de 
grano fino y muy compacto. Los terrenos vegetales aparecen ya 
cultivados en el valle de Lurín y subsisten por algunos kilómetros 
hacia el sur hasta cerca de Cerro de Botija. Este cerro es de for- 
mación pizarrosa. Apenas se voltea hacia el sur la cumbre de los 
Caracoles de Chilca, encuéntranse á cerca de 200 m. s. n. m. ban- 
cos de conchas cuartarias en buen estado de conservación, terreno 
de antiguo fondo de mar que subsiste hasta cerca de la serranía 
que divide la hoya del valle de Chilca de la de Mala. Los bancos de 
conchas cubren toda la parte baja y aun la falda delos cerros has- 
ta muy cerca de 300 m. s.n.m. y las numerosas conchas sueltas, to- 
do el terreno. Aquí se ve muy claramente que el Océano ha ocupado 
todo este terreno internándose muy adentro, formando un profun- 
do golfo. El levantamiento del terreno fuera de las aguas oceán1- 
cas ha sido ó gradual y paulatino ó quizás por secciones como en 
la costa norte del Perú, entre Chimbote y Pacasmayo. Pero sea de 
una ú otra manera largo tiempo ha trascurrido para perfilarse la 
costa tal cual hoy existe. En efecto, el trabajo de acumulación de 
los grandes bancos ha debido demorar largos períodos de tiempo 
en las actuales faldas elevadas de los cerros cuya parte alta circun- 
daba el extenso golfo é igualmente han debido trascurrir muy lar- 
gos períodos de tiempo cuando el Océano ocupaba la parte baja que 
forma hoy las grandes pampas que rodean Chilca. Aquí existe una 
serie dle pequeños cerros dioríticos cuyos flancos sur y sureste han 
sido desgastados por el largo y continuo embate de las olas, con- 
virtiendo en barrancos verticales lo que fué tendido talud: en 
aquellas épocas fueron estos cerritos una serie de pequeños islotes 
que emergieron poco á poco de las aguas. Como he dicho ya el es- 
pesor de las arenas marinas mezcladas con conchas cuartarias en 
la pampa cerca de Chilca es de uno á dos metros, y esta arena cu- 
bre un buen terreno vegetal, lo que evidentemente es prueba que 
este subsuelo fué sumergido bajo el Océano después de formado, 
de manera que aquí vuelve á confirmarse el hecho de la inmersión 
y posterior emersión de los terrenos de la costa durante nuestro 
actual período cuaternario. Loque aquí llama especialmente la 
atención es la gran profundidad que tuvieron las aguas del mar y 
comparando este hecho con lo que he podido estudiar en la ya indi- 
cada sección de la costa norte, parece como que el centro en fionde 
tuvo su origen la manifestación de las fuerzas expansivas subte- 
rráneas residió hacia el sur, yendo en disminución hacia el norte, 


levantando la costa como un plano inclinado de sur á norte. 
é. Cc 


A tres kilómetros al sur de Chilca encuéntrase al pie del flan- 
co Este del Morro de Chilca una laguna de agua salada, cuyo gra= 
do de densidad marca al pesa-sales 10 grados. Las sales contenidas 
en esta salmuera son una mezcla de sal marina, sulfato de cal y 
sulfato de magnesia y soda. Esta laguna ha dado origen al esta- 
blecimiento de una salina, cuyos productos son de muy inferior ca- 
lida.l por las dañosas sales que en fuerte proporción acompañan 
á la sal marina. La paqueña serranía que existe antes de llegar á 
San Antonio es compuesta de arenisca metamórfica en contacto 
con el dioribo oscuro, compacto, de grano fino. En la pequeña se- 
rranía de Perico vuelven á aparecer los terrenos sedimentarios: la 
cuarcita en contacto con la sienita alternando hacia el SE. con la 
arenisca, cuya formación continúa hasta tres kilómetros antes de 
llegar al pueblo de Coayllo. 

Ya he dicho que en Puquio Salado brota por entre la estratifi- 
cación de la arenisca una fuente de agua ligeramente salobre. Tres 
kilómetros antes de llegar á Cuayllo aparece la sienita en contac- 
to con la arenisca, persistiendo aquella roca eruptiva hasta un ki- 
lómetro más adelante de San Andrés. Aquí aparece en contacto 
con la sienita la pizarra silícea metamórfica que sigue hasta once 
kilómetros antes de llegar á la Esquina de Cata, en cuyo punto es- 
tá esta roca sedimentaria en contacto con el diorito que persiste 
hasta la dicha Esquina. Para regar los diferentes oasis que consti- 
tuyen los cultivos agrícolas de la quebrada del río de Asia se apro- 
vecha de las aguas que en abundancia brotan de los puquios que 
surgen en la Yesera, Guayllanaves y otros puntos más arriba de 
la quebrada. Las aguas de estos puquios son termo-minerales con 
una temperatura mayor de 35 grados centígrados á su salida y aun- 
que son potables, no tienen un sabor agradable. 

En la Esquina de Cata está la división de los caminos que van 
á la sierra: el que sigue subiendo por la quebrada del río de Asia 
va por Omas, Pilas y Tamará á Ayaviri, y el que se inclina hacia 
el sur entra por la quebrada de Ayray para Tauripampa, Allau- 
ca, Aucampi, Anco, á la villa de Yauyos. 

Al internarse el camino por la quebrada de Ayray toma la ten- 
dida falda de la cadena de cerros que la encajona por el NE. y se 
mantiene á pequeña altura sobre el thalweg por una distancia de 
83 kilómetros, en cuyo punto, situado á 1500 m. s. n. m. toma el 
fondo mismo de la quebrada, que es seca, sucediendo muy raras 
veces que corra agua por allí de una que otra ligera avenida. 


Sigue el camino así por 53 kilómetros mas hasta ans vuelve á 


— 452 — 


tomar la ladera NE. hasta que lleza, después de recorrer otros 
43 kilómetros al pie de la elevada cuesta de Pachis, punto que 
está situado á 1950 m. s. n. m. y en el cual existe un pequeño pu= 
quio, con cuya agua se riegan unos cortos terrenos que producen 
alfalfa, maíz, camotes, etc. La altura que hay que vencer para 
efectuar la subida de esta gran cuesta hasta llegar al “Portillo de 
Pachis”, es considerable, pero estando toda la falda de esa serranía 
cubierta de espesa capa de tierra arcillosa, el camino que allí se 
ia abierto en faldeo y en amplios y poco empinados Zig-zag, es 
bastante cómodo y con solo proceder ásu arreglo y limpieza por 
la comunidad de Tauripampa quedará en las mejores condicio- 
nes posibles, teniendo de 17 á 2 metros de ancho. Esta subida tiene 
desde el pie de la cuesta hasta el Portachuelo de Pachis una lon- 
gitud total de Y kilómetros, de los cuales 4 y medio en buen 
camino de faldeo y 4 y medio en zig-zag. desarrollo que vence 
una diferencia de altura de 1030 metros, de manera que el Portillo 
está situado á 2980 m. s. n. m. El Portillo de Pachis es el punto 
culminante de la serranía que separa la quebrada de Ayray de la 
quebrada de Laycho, esta última baja pasando por Tauripampa de 
las alturas de Huancalpi y la primera nace de la serrranía que se 
eleva un poco al Sur de aquel pueblo. Desde el Portillo de Pa- 
chis sigue el camino subiendo suavemente durante 13 kilómetros 
por la cresta de la serranía hasta un punto situado á 3100 m. s. n- 
m., llamado Corral de Marcalla desde donde sigue el camino su- 
biendo gradualmente en buen faldeo hasta llegar al pueblo de Tau - 
ripampa, después de recorrer otros 73 kilómetros. 

De manera que la distancia que media entre la Esquina de 
Cata y el pueblo de Tauripampa es de 362 kilómetros de buen ca- 
mino, aunque casi falto de agua y muy escaso de pastos, salvo en 
tiempo de lluvias, en cuya época las serranías desde el pie de la 
cuesta de Pachis hasta Tauripampa están cubiertas de excelentes 
pastos naturales y nacen varias aguadas, sostenidas por los agua— 
ceros. 

El pueblo de Tauripampa, capital del distrito de su nombre, 
está situado á 3330 m. s n. m. y contiene 400 habitantes, indios y 
mestizos,que se dedican exclusivamente á la cría de ganados vacn- 
no, lanar y cabrío, que se mantienen únicamente de los pastos na- 
turales de las serranías vecinas, donde abundan las vicuñas y los 
huanacos. La agricultura es muy limitada, pues aunque existen 
en los alrededores extensos y buenos terrenos de cultivo, es tal la 
escasez go agua de regadío que apenas abastece el cultivo á las ne- 


— 453 — 


cesidades de tan corto número «de habitantes, cuyas chácaras,en su 
mayor parte, están situadas cerca de dos leguas más abajo del 
pueblo en la quebrada de Laycho, de consiguiente el pasto para 
bestias es algo escaso. La pequeña cantidad de agua que surte al 
pueblo para el corto cultivo y sus necesidades domésticas, provie- 
ne de una fuente termo-mineral que surge un poco más arriba, á 
la salida del pueblo en dirección para Allauca. 

Su Municipio sostiene una escuela de primeras letras en la 
cual reciben instrucción primaria 22 niños. El edificio de esta 
escuela está en regular estado de conservación, y además del gran 
salón destinado á la escuela de varones, tiene otro para la de 
niñas, la que no funcionaba cuando visité el pueblo. La Cárcel pú- 
blica es un pequeño cuarto, sin más abertura que una puertecita: 
no tiene luz ni ventilación y no presta la menor seguridad para la 
custodia de los presos. 

De Tauripampa sigue el camino para el pueblo de Allauca al 
NNE. faldeando en suave subida las tendidas lomadas que for- 
man por el SSO. la quebrada de Laycho ó Tauripampa. A los 
200 metros baja del SSO. la quebradita de Cunigiacú 3370 m 
s. n. M., y 1400 m. más adelante del mismo rumbo, la quebrada de 
Choclla, 3580 m. s. n. m. y caminando 23 kilómetros más se va- 
dea la quebrada de Laycho, 3800 m. s. n. m., siguiendo el camino 
por la opuesta lalera de la quebrada. 5% kilómetros más adelante, 
subiendo siempre ya por tendidas lomadas ó por ancho camino de 
cima se llega á la Apacheta de Huancalpi á 4100 m.s. n. m. 

El camino hasta aquí ha sido siempre de suave subida, cómodo 
y bueno. Numerosos rebaños de vicuñas y huanacos pastan tran- 
quilamente en esas elevadas soledades. Desde la Apacheta de 
Huancalpi se divisa claramente el océano, distinguiéndose la costa 
y la isla de Asia. 

Desde aquí baja el camino hacia la quebrada del río de Cañete 
suavemente por ancho camino de cima: á los 2 kilómetros, 3930 m. 
s. n. m., se llega al punto á donde se dividen los caminos: el que se 
dirige hacia el NE. conduce á Allauca; el que va hacia el N. se 
dirije á la villa de Yauyos por la ruta de la quebrada de Quishka 
y las alturas de Ñapahuasi; y el que toma rumbo al NNO. el cami- 
no que vá á Porococha y á la Esquina de Omas. 

Por 8 kilómetros más sigue el camino descendiendo suavemen- 
te, parte por la altiplanicie y parte por las laderas tendidas hasta 
(3630 m. s. n. m.) que principia la bajada en zig-zag que tiene un 


desarrollo de 44 kilómetros para llegar al pueblo de Allayga. 
) 2 


— 454 — 


La distancia, pues, de Tauripampa á Allauca es de 241 kiló-. 
metros de buen camino, que solo necesita limpieza y arreglo anual 
por los municipios para ser excelente. 

El pueblo de Allauca, perteneciente al distrito de Tauripampa, 
situado á 3000 m.s. n. m. está edificado en la falda de un cerro, 
bastante pendiente, sobre todo por el lado que mira al tan próxi- 
mo pueblo de Aucampi, del que no dista, á vuelo de pájaro, 600 
metro3; pero como entre ambos pueblos hay la notable diferencia 
de altura de 300 metros, el desarrollo del camino en zig-zag entre. 
ambos pueblos es de 14 kilómetros. 

Este pueblo está, pues, colgado del cerro sobre su vecino como 
un nido de águila, por lo que es posible que reblandecido el terreno 
de tierra arcillosa,sobre el que está edificado, por prolongados agua- 
ceros, pudiera algún día ser precipitado en un gran derrumbe del 
terreno sobre Aucampl: ya se ha producido, años hace, profunda. 
agrietadura en el terreno, lo que manifiesta que no debe confiarse 
demasiado en su estabilidad. 

Está habitado por 400 habitantes, indios y mestizos, muy la- 
dos á la agricultura y á la ganadería. Los pequeños terrenos que 
rodean el pueblo producen los dones de la Zona templada en canti- 
dad suficiente para el sostenimiento de sus pocos moradores; po- 
seen, además, buenos y más vastos terrenos en todo el curso y al 
pie de la quebrada de Aucampi ó Quirman. 

Existe un edificio municipal para escuela de hombres: allí en 
un gran salón reciben instrucción media 60 niños y en una habita- 
ción anexa vive el preceptor. La cárcel pública es un cuartito sin 
ninguna condición de seguridad ni higiene. 

Saliendo de Allauca sigue el camino para Aucampi un “rápido! 
descenso por zig-zags, los que desarrollan una distancia de 12 kiló- 
metros y vencen una diferencia de altura de 300 metros. Aunque 
este camino es-bastante pendiente no es malo, pues es ancho y no 
ofrece el menor peligro, necesitando sí que las comunidades de am- 
bos pueblos se dediquen más á su limpieza y arreglo, pues está en 
su mayor parte cubierto de piedras rodadas sueltas. 

La distancia de Allauca á Aucampi es, pues, solo de 14 kilóme- 
tros de empinado camino. 

El pueblo de Aucampi, perteneciente al distrito de Yauyos y á 
2700 m. s. n. m., está situado en la angosta quebrada de Aucampi 
ó Quirman que 2 leguas más abajo desemboca en el río de Cañete, 
cerca del puente de Castillo. Por esta que brada baja de las vecinas 
alturas una regular cantidad de agua con la que se riega los te- 

€ ( 


rrenos que cultivan los aucampinos y allauquinos. Aucampi es ha- 
bitado por 200 indios y mestizos que se dedican principalmente á 
la ganadería. Sostiene una escuela primaria donde reciben instruc. 
ción 17 niños y su cárcel es como la de Allauca. 

El camino entre Aucampi y Auco goza en toda la provincia de 
Yauyos de gran notoriedad por lo escabroso y el gran peligro que 
ofrece al viajero, siendo, de consiguiente, el constante ideal de los 
yauyinos el que se les construya un nuevo camino por otra ruta. 

Nada ss, sin embargo, más exagerado é infundado, y sobre todo 
más difícil. El camino que hoy existe y es traficado en toda época 
del año por numerosos viajeros, cargas y gamados, es el más 
corto que puede existir entre ambos pueblos, está perfectamente 
trazado, bien construído con un ancho de 13 á 3 metros, sin gran- 
des subidas ni bajadas, ni ofrece el menor peligro, y si allí ha su- 
cumbido algún viajero, solo puede haber sido por su estado de em- 
briaguez, en cuyas circunstancias pudo también haber perecido en 
cualquiera otro camino. 

El camino parte de Aucampi para Auco bajando por una dis- 
tancia de 400 metros de buen camino de ladera hasta el fondo de 
la quebrada para atravesarla por un vado á 2660 m. s. n. m. Al la- 
do del vado existe un puentecito que solo se habilita durante el 
tiempo de lluvias, cuando la quebrada se hace invadeable. 

Pasando la quebrada toma el camino por la ladera opuesta fal- 
deando en subida suave, cortada en tierra, hasta llegar á un pun- 
to 11 kilómetros más adelante, á 2700 m. s. n. m. desde donde se 
divisa perfectamente el pueblo. De aquí sigue el camino faldeando 
en suave bajada por 800 metros hasta atravesar la quebradita la- 
teral de Lucmaya 262% m. s.n. m que baja de las alturas de 
Quishka. j 

Así sigue el camino por 24 kilómetros más á 2525 m. s. n. m. 
terminados los cuales principia una bajada cortada en zig-zag, de 
13 kilómetros de desarrollo á 2320 m. s.n.m. Al pie de esta bajada 
el camino que vá á Auco empalma con el que sube desde el puen- 
te de Castillo, desde el punto llamado Quirman por la quebrada 
asimismo llamada ú de Aucampi. 

Se sigue bajando suavemente por camino de ladera por 2 kiló- 
metros más hasta llegar á 2370mM s. n. m. Hasta aquí el camino ha 
venido siguiendo por la ladera NE. de la quebrada de “Quirman” 
6 de “Aucampi”. Aquí voltea el camino hacia el NNE. siguien- 
do la falda de la serranía que domina por el NNO. el valle, ó 
más bien debe llamarse aquí quebrada del río de Jañete y princi- 


— 456 — 


pia el tan inmotivadamente temido camino llamado del “Desfila- 
dero” 134 kilómetros más atrás del final de esta sección baja un ca- 
mino al fondo de la quebrada del río de Cañete hasta el puente de 
“Castillo”, pasando por la chacra *“Sañin”, en parte faldeando y el 
resto en empinados escalones y Zig-zags. Sigue una sección de 
so0m en faldeo, cortado en tierra y solo 200 metros en traquita 
descompuesta; sigue un pequeño tramo de 55 m. de roca desnuda. 

Los siguientes 1300 metros hasta llegar á 2480 M. s. n. m. son 
de buen camino, en que una que otra punta de roca lo estrecha ó 
forma innecesarios escalones; sigue 210 metros en roca traquí- 
tica desnuda; después un corto tramo de 80 metros cortado en roca 
diorítica dura y compacta y que solo tiene un metro (1 mM.) de an- 
cho. En seguida viene una sección de 1875 metros (á 2430 Mm. s. n. 
m.) de buen camino ancho de faldeo, cortado en tierra con un an- 
cho de 1,40 á 3 metros. Por fin el último tramo del camino baja al 
pueblo de Auco en ámplios y no muy empinados zig-zags que des- 
arrollan una longitud de 1% kilómetros de buen camino que solo 
requiere el cuidado y arreglo de las comunidades. 

La distancia entre Aucampi y Auco, es de consiguiente por 
este camino de 17 kilómetros. 

Desde Aucampi hay otro camino que conduce á Auco y Yau- 
yos, de manera que el viajero que no quiere tomar el camino direc- 
to de que ya me he ocupado, puede perfectamente evitar los ima- 
ginarios peligros y molestias de aquel, siguiendo su viaje por el 
que baja á Quirman. Este camino se bifurca de aquel álos 5175 
metros después de salir de Aucampl. 

Desde este punto baja al fondo de la quebrada de Aucampl 
ó Quirmán, vadea el riachuelo que corre por el thalweg, toma la 
falda opuesta y después de recorrer en bajada, generalmente fal- 
deando, 10 kilómetros, llega al punto de ““Quirman”; desde aquí se 
camina 300 metros quebrada arriba á lo larg.> del río de Cañete, se 
pasa el puente de Castillo y 6% kilómetros más arriba vuelve á 
atravesar el río por el puente de Auco ó Chuspichaca. 

De aquí á Auco se sube por 27 kilómetros. De manera que por 
esta ruta que no ofrece los imaginarios peligros que la otra, hay 
que recorrer, en vez de los 17 kilómetros que aquella mide, más 
de 234 kilómetros. 

El pueblo de Auco, perteneciente al distrito de Yauyos, está 
situado á 2220 M. s. n. m. en la falda tendida de un cerro á 220 m. 
sobre el fondo de la quebrada del rio de Cañete. Cuenta con 300 ha- 
bitané _, indios ¿? mestizos, dedicados en corta escala á la agricul- 


— 407 — 


tura en los pequeños terrenos que;poseen en los alrededores del pue- 
blo y en el fondo de la quebrada. Crían algunos ganados que man- 
dan al camal de Lima. Su municipio no sostiene ninguna escuela, 
y quizás por ser la habitual residencia del Juez de 1.* Instancia de 
la provincia, posee una carcel más grande y en mejores condicio- 
nes que la de los anteriores pueblos. 

Siguiendo el camino de Auco á Yauyos hay que bajar al fon- 
do de la quebrada del río de Cañete hasta la cercanía del puente de 
““Auco” ó “Chuspichaca” que lo atraviesa á 2000 M. s. N. M.: para 
ello hay que recorrer 1,, kilómetros de buen camino, bifurcándose 
en seguida: el que va al puerto de Cerro Azul se dirije hacia el ya 
citado puente, para llegar á él hay que caminar 1% kilómetro; el 
que va á Yauyos sigue quebrada arriba, manteniéndose el buen 
camino en el fondo del valle á pequeña altura sobre el río durante 
1% kilómetros hasta llegar al pie de la cuesta de ““Taumata”. Es- 
ta subida se efectúa por tendidos zig-zags que desarrollan otros 
1% kilómetros de buen camino para en seguida tomar el cómodo 
camino de faldeo de la ladera de ““Parmincha” de 21 kilómetros de 
largo cuyo fi.: llega al nivel del río, punto que está á 2080 M. s. n. 
m. Sigue el camino faldeando por otros 2 kilómetros hasta atra- 
vesar la quebradita lateral de “Ceni” á 2240 m. s. n. m. 

Continúa desde aquí en iguales condiciones, y después de ca- 
minar otros 2 kilómetros por la ladera, se llega á un punto al pie 
del cual está el puente de Berástegui ó Cortegana, que atraviesa el 
río de Cañete. Este puente fué destruído hace algunos años por 
una fuerte avenida del río, peroen junio del año próximo pasado 
de 1596, lo reconstruyó el entonces subprefecto de la provincia Sr. 
Cortegana. 

Siguen 71 kilómetros de buen camino de quebrada ó de ladera 
hasta llegar á los fértiles campos de la “Migdalena” á 2470 Mm. s. 
n. m. á cuyo ple está el puente de “Parco” sobre el río Cañete. 31 
kilómetros más sigue el camino sobre las faldas y por el fondo de 
la quebrada hasta llegar al pie de la cuesta de “Azote” á 2470 m. 
s. n. M., cuya cuesta se vence por ámplios zig-zags que con des- 
arrollo de ¿ de kilómetro lleva 2550 mM. s. n. m. Por fin 31 kilóme- 
tros de camino de faldeo de regular pendiente, llevan al viajero á 
la villa de Yauyos. 

La distancia entre Auco y Yauyos es, pues, de 251 kilómetros. 

La total longitud del camino de Lima á Yauyos es, pues, por 
esta ruta de 2667 kilómetros, repartidos del modo siguiente: 


28 
) - 


De Lima 4 Turín. 604.492 DUELE RANAS . .. Klmts. 39. 
y burin 2 Oblca. + SEDO. AE AE 088 
/, Chilca GiMala. 000120. QUE. CIT? RR AA 
3) Mala Coayllo. 10 4100.3 0USbss LR O 30350 
,+- Coayllo Esquina de Cata........ O AUR ALIÓ 
,, Esquina de Cata á Tauripampa......... E DA ,» 36.50 
,, Tauripampa á Allauca............. DIT 1 224.50 
) Mlatica 4 Aticamprl!, HE CASLEIN O IA A 4 
y HAndCaMmpriA ÁAUCOS 4 A NA e le 
5 Auco' Yau yO. MOL U DA CIA ADOS E UI OS 


kilómetros 266.50 


lo que equivale € 48 leguas de á 20 al grado 


La formación geológica de los terrenos que atraviesa el cami- 
no desde la “Esquina de Cata” hasta Yauyos, es como sigue: El 
diorito que se ve en las serranías de la quebrada del río de Asia 
desde 11 kilómetros antes de llegar á la “Esquina de Cata” cesa 
aquí, y en la opuesta falda de la quebrada de Ayray por donde se 
interna el camino para Tauripampa reaparece la sienita compacta 
que persiste hasta la media falda de la cuesta de Pachis ó sea en 
una extensión de 23 kilómetros. En este último punto la sienita 
está atravesada por numerosísimos filones dykes) de dioribo ver- 
doso, compacto, de grano menudo, de 1 42 metros de potencia, 
que así se ha abierto paso para cubrir la sienita hacia la cumbre. 
del “Portillo de Pachis”. 

Sigue el diorito desde aquí formando la serranía que encajona 
la quebrada de Laycho ó Tauripampa hasta 5, kilómetros más 
arriba del pueblo de Tauripampa en dirección hacia las alturas del 
Portachuelo de Huancalpi, á 3.950 M. s. n. m., en cuyo punto está 
el contacto de esta roca cristalina. con los terrenos sedimentarios 
metamórficos, compuestos de una formación de pizarra silicea de 
color azul oscuro, que en capas casi verticales forma la cresta de 
la apacheta de Huancalpi, punto culminante ó divisorio de las 
aguas entre el río de Asia y el de Cafiete. 

He dicho ya que un poco más arriba del pueblo de Tauripam- 
pa surge una pequeña fuente de aguas termo-minerales. Este últi- 
mo resto de las fuerzas subterráneas vuelve á encontrarse á 9 le- 
guas más abajo de Tauripampa, en el camino de este pueblo á So- 
cote, en g! lugar llamado Mollebas, donde brota una fuente de 


— 459 — 


agua sulfurosa, existiendo otra á una legua más abajo sobre el 
mismo camino. 

Los indicados terrenos sedimentarios, muy trastornados, per- 
sisten hasta las cercanías del pueblo de Allauca, cubiertos hacia 
las elevadas cumbres por rocas traquíticas que se han abierto paso 
en su contacto con el diorítico y atravesando á éste en los alrede- 
dores de este pueblo. Este traquito en parte es blanquecino, poro- 
so, blando y nv contiene cuarzo, muy parecido al de Verrugas en 
la quebrada del Rimac, y en otras partes preséntase predominando 
en ella el cuarzo en íntima mezcla con el sanidino, formando una 
roca vidriosa, de contestura fundida, de color amarillento verdoso 
ó gris, y finalmente en otras es de aspecto porfírico y se distin- 
guen en ella los cristales de cuarzo, sanidina, horniblenda y lámi- 
nas de mica: entonces es áspero al tacto y tiene bastante dureza. 

Dos y medio kilómetros más abajo de Aucampi, en el camino 
hacia Auco, está éste cortado en partes en la traquita y allí apare- 
ce formando el núcleo de la serranía hasta cerca de Auco, en don- 
de reaparece el diorito cubierto por la andesita que allí forma las 
altas cumbres de las serranías. Toda la parte inferior de los cerros 
hacia Yauyos está formada por un diorito de grano fino, compac- 
to, de gran dureza, de color verdoso ó gris oscuro, muy parecido 
al que atraviesa la sienita de la costa del “Portillo de Pachis”. 

En la quebradita de “Ceni”, camino de Auco á Yauyos, rea- 
parece la sienita en contacto con el diorito, y un poco más adelan- 
te, en las laderas cercanas á los hermosos campos de la Magdalena, 
vuelve á encontrarse el diorito atravesando la sienita en forma de 
filones (dykes), aquí en mayor potencia que en la cuesta de Pa- 
chis. 

Un kilómetro y cuarto antes de llegar á la Magdalena presén- 
tase la pizarra en contacte con aquellas rocas eruptivas y muy 
metamorfoseada y dislocada. Los terrenos sedimentarios persisten 
hasta la villa de Yauyos, formados por capas poderosas alternadas 
de aquella roca, con cuarzita, pizarra arcillosa bituminosa, .terre- 
nos estos últimos que seguramente contienen mantos de carbón de 
piedra. Toda esta formación sedimentaria está cubierta hacia la 
parte superior por las rocas eruptivas y sus capas están de tal 
modo trastornadas, dislocadas y quebradas que es difícil decir cuál 
es en verdad su verdadero rumbo é inclinación general. La cuar- 
zita es muy blanca en general y de grano tan fino que parece una 
masa fundida de extraordinaria dureza. 


La villa de Yauyos, antiguamente nombrada At», Y auyu 


la 


— 460 — 


capital de la provincia de Yauyos, está situada á 2930 M. sn. m. 
en el fondo de una profunda quebrada, encajonada por elevadísi- 
mas y abruptas serranías. Contiene 600 habitantes, de los cuales 
muy pequeña parte pertenecen á la raza blanca, predominando los 
indios y mestizos. Es la residencia de un subprefecto y de un juez 
de primera instancia; mas este último, por motivos de salud, reside 


habitualmente en el pueblo de Auco. 
Yauyos es un lugar de muy escasa importancia, pues su co- 


mercio é industrias son muy insignificantes. Está atravesado por 
un riachuelo torrentoso, de cance muy angosto y de poca profun- 
didad, que es una constante y terrible amenaza para la villa, pues 
si sobreviniese en las alturas circunvecinas una lluvia torrencial 
de las que producen las violentas y terribles avenidas, llamadas 
“llocllas” 6 *“huaicos” es casi segura su complete destrucción por 
el desborde y violento curso de las aguas. Sobre este riachuelo 
hay construidos varios pequeños puentes de madera, uno de ellos 
de arco de toba calcárea traída de Caranea. Posee regular ex- 
tensión de terrenos de sembrío que ocupan la falda de los cerros 
adyacentes y el fondo de la quebrada, y en los cuales se cosecha 
maíz,trigo, papas, alfalfa y demás productos de la zona templada, 
lo que sólo basta para su subsistencia. Crían abundantes ga- 
nados que forman el mejor ramo de su industria, exportando las . 
reses á Lima vivas Ó en cecinas. 


El H. Concejo Provincial sostiene en un pobre é inadecuado 
edificio una escuela primaria de primero y segundo grados, en la cual 
hay matriculados 70 niños y es triste tener que decir que el térmi- 
no medio de la asistencia es solo de 40; en verdad hay que decir 
también que mayor número de los 40 asistentes no cabría en el pe: 
queño salón. Esta escuela no posee sino los útiles para la ense- 
ñanza del segundo grado, carece pbr completo de los del primer 
grado. 

El Cabildo es un edificio de adobería de dos pisos con techo de 
tejas mal cocidas, que está viniéndose abajo por la destrucción del 
maderamen. podrido por las aguas de las lluvias que pasan á tra- 
vés del deteriorado tejado. El piso bajo de este edificio sirve de cuat- 
tel para la corta guarnición de gendarmes que custodia los presos 
de la cárcel que allí mismo existe, y que consiste en siete calabozos 
aislados colocados al rededor del gran patio central, en cuyo cer.- 
tro hay una pila de agua corriente. Detrás de este patio hay un 
corral para los caballos de la tropa. Los altos del edificio están 
ocupag*” por el lgcal de la Municipalidad con escalera independien” 


40) 


te ála plaza que hay al frente del Cabildo. Es urgente la necesi- 
dad de cambiar la cubierta del techo, reemplazando el actual dete- 
riorado tejado por planchas de fierro galvanizado acanalado. 

Lo que más llama la atención al ocuparse de esta villa es la 
completa inercia é incuria de sa Municipio en lo referente al cuida- 
do de los caminos; puede decirse, sin temor de equivocarse, que los 
peores caminos de toda la provincia son los que salen de la villa 
de Yauyos. Es tal la cantidad de piedras sueltas que los cubren, 
que las bestias en marcha apenas encuentran donde poner los cas- 
cos, de manera que es sumamente penoso el tránsito por ellos. 


TlT.—Camino de Lima á Yauyos por la esquina 


de Omas y Porococha 


Para tomar este camino se viene de Lima por Lurín, Chilca, 
Mala, Esquina de Asia y Coayllo á la Esquina de Cata. Desde este 
último punto se toma el camino que sigue por el fondo de la que- 
brada del rio de Asia y á y kilómetro se atraviesa el seco cauce 
del río para seguir por la opuesta banda. 

Dos kilómetros más adelantese pasa la quebrada lateral de “Pun- 
chor” á 1,000 M. s. n. m. y adelantando otros 2 kilómetros la que- 
brada de ““Huanaco” á 1,100 M. s. n. m., por la cual bifurca un ca- 
mino de travesía que conduce al valle del río de Mala, desembo- 
cando á 9 kilómetros más arriba de “Calango.” Este camino es 
en general bueno y sólo ofrece dificultades en la cuesta de “Huana- 
co,” atraviesa 31 kilómetros de arenales y pedregales de completa 
sequedad y aridez. —2 4 kilómetros más adelante de la desemboca- 
dura de la quebrada de “Huanaco” se llega á la hacienda de *“Ca- 
yangas,” uno de los más importantes oasis de la quebrada del río 
de Asia; y en el que se cultiva en regular extensión la alfalfa y el 
maiz. Aquí á 1,270 ms. n. m. está el límite entre las provincias de 
Cañete y Yauyos, constituído y bien señalado por un grueso mura- 
llón de piedra seca que atraviesa la quebrada. 

A 17% kilómetros, á 1,370 M. s. n. m., más adelante baja del 
SE. la quebrada de “Laycho” ó “Cumias” por la cual hay que in- 
ternarse para tomar el camino por el pueblo de Porococha. Para 
ello se abandona el camino que se ha venido siguiendo, se atravie- 
sa la quebrada del río de Asia y después de + kilómetro de marcha 
al través de los cultivados campos, se llega al punto llamado la 
“Esquina de Omas.” 


== 109: — 


Desde este punto se interna el camino por la quebrada de Lay- 
cho á pequeña altura sobre el thalweg siguiendo el lado izquierdo 
por 4 4 kilómetros; atraviesa la quebrada á 1,500 M. s. n. m. y si- 
gue por la opuesta banda por $ £ kilómetros hasta llegar á las rui- 
nas incáicas de “Pueblo Viejo” á 1,860 m. s. n. m. En este punto se 
bifurca el camino, el que sigue hacia el SE. siguiendo siempre por 
la quebrada de “Laycho” ó “Tauripampa” conduce al pueblo de 
“Tauripampa” y el que se dirije al ESE. va por la quebrada de 
“Songo” ó “Chupaca” 4. tomar la quebradita de “Queillpi” para 
Porococha. El camino á Tauripampa tiene 18 kilómetros de 
largo y vá al principio por 2 3 kilómetros por la ladera NE. y el 
resto por la opuesta faldeando hasta el pié de Tauripampa desde 
donde por amplios zig-zags sube á unirse al camino que viene del 
“Portillo de Pachis” para este pueblo. 

El camino desde “Pueblo Viejo” para “Porococha” sigue atra- 
vesando de nuevo la quebrada para eutrar á la quebrada de “Son- 
go” 6 “Chupaca” 4 2,200 M.s. n. m. y faldeando ya por una ú 
otra falda hay que subir la empinada cuesta para llegar á Poroco- 
cha después de recorrer 18 kilómetros desde *Pueblo Viejo.” 

De manera, pues, que por esta ruta el camino desde la Esquina 
de Cata hasta Tauripampa tiene una longitud de 40 kilómetros y 
como calidad de camino es poco más ó menos como el que sale de 
la Esquina de Cata por la quebrada de Ayray. Y de la Esquina de 
Cata hasta Porococha la distancia es igualmente de 40 kilómetros. 

El pueblo de Porococha, perteneciente al distrito de Tauri- 
pampa está situado en la ladera SE. dela quebrada de Queillpi 
que arranca de las alturas de Huancalpi y 43,200 Ms. n.m. Su 
población de indios y mestizos es muy corta, apenas llega á 250 
habitantes, y en general es tan pobre de agna y de recursos como 
Tauripampa. : 

Con la escasa cantidad de agua que brota de una pequeña ver- 
tiente se riega una pequeña extensión de terrenos, cuyos produe- 
tos, todos de la zona templada, sólo alcanzan para la subsistencia 
de aquellos habitantes. Como en Tauripampa críase en las altu- 
ras algunos ganados que oportunamente se traen para el consumo 
de Lima. No tiene escuelas y sí una pequeña cárcel que no reune 
ninguno de los exigidos requisitos. 

El camino de Porococha para Allauca sale de aquel pueblo su- 
biendo por la quebrada, y llega en suaves faldeos, después de reco- 
rrer 8 kilómetros, á la Apacheta, á 4,200 M. s. n. m., camino en un 
todo pa»»cido al que sale de Tauripampa.—?2 2 kilómetros más ade- 


. 


— 463 — 


lante empalma este camino con el que va de Tauripampa á 
Allauca. 

La distancia que hay, pues, que recorrer desde Porococha has- 
ta el empalme de los caminos es de 10 4 kilómetros. 

De manera que la distancia total desde Lima á Yauyos por es- 
ta ruta es de 268 3 kilómetros, repartidos del modo siguiente: 


De Lima á la Esquina de Cata........... kilómetros..... :. 161 50 
,, Esquina de Cata á la Esquina de Omas 

NBBROCOCAS. UTA. NE 40 
,, Porococha al empalme de caminos .... E 10 50 
,, Empalme caminos á Allauca..... e yy 12 50 
,, Allauca á Yauyos por Aucampi + 

A A E ra >> 44 


Kilómetros.... 


ó sea un poco más de 48) leguas de 20 ul grado. 

La formación geológica de los terrenos recorridos por este ca- 
mino es en todo idéntica á la recorrida desde la Esquina de Cata al 
empalme de los caminos. 


IV.—Camino de Lima á Yauyos por Omas y Ayaviri 


Para tomar este camino saliendo de Lima hay que pasar por 
Lurín, Chilca, Mala, Coayllo, Esquina de Cata y llegar hasta en- 
frente de la Esquina de Omas. La distancia así recorrida desde 
Lima á la Esquina de Omas, es decir frente á ella en el camino ha- 
cia Omas,es de 170 kilómetros. Desde un poco más adelante de este 
punto el camino entra por la encañada formada por varios cerros y 
14 kilómetros de marcha conducen al pueblo de Omas, atravesando 
antes una profunda quebradita que baja del NO. 

El pueblo de Omas, capital del distrito de su nombre, está si- 
tuado 4 1500 m. s. n. m. en el fondo de la quebrada del río de Asia, 
estrechada aquí bastante por los elevadoscerros sieníticos de Huall- 
capampa, ácuyo pie está edificado el pueblo de Yuracaca en la 
banda opuesta. Es escaso su número de habitantes, no pasando 
de 220 de las varias castas y razas que pueblan el Perú, gente in- 
dolente, quizás por el excesivo calor que allí reina, por lo que ape- 
nas se dedican á cultivar un poco de maíz, alfalfa, de la cual cose- 
chan perfectamente la semilla para venderla en Lima y valles cer- 
canos de la costa, y algunos productos y frutos tropicales para su 
subsistencia. 


AS 
Eo) 


) —= 


— 464 — 


Este pueblo está situado casi en el límite hasta donde alcan- 
zan las fuertes lluvias de la sierra y los densos nublados de la cos- 
ta. Su Municipio sostiene una escuela de primeras letras para hom- 
bres en la cual reciben instrucción 30 alumnos: el local es bastan- 
te adecuado, se compone de un salón grande para las clases y una 
habitación para el preceptor. 

La cárcel ocupa el piso bajo del Cabildo y tiene dos cala- 
bozos, el uno para hombres y el otro para mujeres y ofrece algu- 
na seguridad para la custodia de los presos, no siendo buenas sus 
condiciones higiénicas por falta completa de ventilación y luz. El 
local del Cabildo, situado en los altos, se compone de un buen sa- 
lón y de nna oficina anexa, todo en buen estado, menos los techos, 
cuyas delgadas tortas de barro dejan libremente pasar el agua de 
las lluvias, lo que también sucede con los de la escuela: felizmente 
no son de larga duración las lluvias aquí. 

El camino sale de Omas siguiendo quebrada arriba del río de 
Asia, la que sigue estrechándose cada vez más. Después de reco- 
rrer 3 kilómetros el camino atraviesa la quebrada en el lugar lla- 
mado “Guayo” á 1680 m. s. n. m. y va siguiendo después al lado 
del thalweg por otros tres kilómetros hasta llegar á las ruinas in- 
cáicas de Huancané á 1850 m. s. n. m. Hasta 4 kilómetro antes de 
llegar á estas rujnas el camino es bueno. 

Desde las ruinas de Huancané sigue siempre el camino por 
otros 2 kilómetros por el fondo de la quebrada, cortado casi todo él 
en tierra y ripio y solo 200 metros en roca diorítica rajada y des- 
compuesta 

Al fin de este tramo del camino está el punto llamado Lucu- 
mara á 2000 m. s. n. m. al pie de la cuesta de Auqueca. La subida 
á esta cuesta efectúase por amplios y tendidos zig zags que tienen 
2 y medio kilómetros de desarrollo, ganándose la altura de 2100 m. 
s. n. m., y está todo cortado en tierra y ripio. 

De Auqueca sigue el camino subiendo por un desarrollo en fal- 
deo y en amplios zig-Zags por 1250 m. más, cortados la mayor parte 
en tierra y sólo 250 metros en diorito y arenisca rajados y descom- 
puestos hasta llegar á la cumbre de Illpa á 2250 m.s. n. m. Tres ki- 
lómetros más de camino ascendente de faldeo conducen al pueblo de 
Pilas. Este último tramo del camino está cortado casi todo en tie- 
rra y sólo 260 metros en la pizarra, arenisca y diorito descom- 
puesto. 

La distancia de Omas á Pilas es, pues, de 14 ¿ kilómetros. 

(Continuará) 
GA 


e ( 


J 


— 165 — 


Personal be la Soricdab Geográfica be Lima 


SOCIOS NATOS 


Excmo. Señor Presidente de la República (Presidente nato). 

Señor Ministro de Relaciones Exteriores (Vicepresidente nato). 

Oficial Mayor del Ministerio de Relaciones Exteriores. 

Presidente de la Cámara de Comercio de Lima. 

Director de la Escuela Especial de Construcciones Civiles y de Mi- 
nas. 

Director General de Correos y Telégrafos. 

9 Director de la Biblioteca Nacional de Lima. 

Director de Marina. 

Director de Obras Públicas. 

Director de Industrias. 

Director de la Escuela Militar y Naval. 

Profesor de Geografía del Colegio de Guadalupe. 


SOCIÓS HONORARIOS 


Ballivián, Manuel Vicente, Director de la Oficina de Estadistica y 
Propaganda Geográfica de La Paz, Bolivia. 

Billing, John S., del Army Medical Museum and Library de Wash- 
ington. 

Carrillo, Juan C., Cochabamba, Bolivia, 

Castelar, Excmo. Señor Emilio, Madrid. 

Cheste, Excmo. Conde de, Presidente de la Real Academia de la 
Lengua, Madrid. 

Coello, Excmo. Señor Francisco, Coronel de Ingenieros, Presiden- 
te de la Sociedad Geográfica de Madrid. 

) Contzen, Leopoldo, Essen, Alemania. 


— 466 — 


Cora, Guido, Profesor de la Universidad de Turín. 

Fernández Duro, Cesáreo, Capitán de Navío, Académico de la His- 
toria, Madrid. 

Flammarión, Camilo, Astrónomo, París. 

Galindo, Aníbal, Abogado, Bogotá. 

García Merou, Martín, Abogado, E. E. y Ministro Plenipotenciario 
de la República Argentina en Washington. 

Goblet d'Alviella, Conde, Presidente de la Sociedad Geográfica de 
Bélgica. 

Harrington, Mark W., Jefe del Weather Bureau de Washington. 

Hertz, N., Senador, Presidente de la Sociedad de Geografía de Ham- 
burgo. 

Hodges, Doctor A. D., Boston. 

Jannasch, Doctor R. I., Presidente de la Sociedad Central de Geo- 
grafía Comercial de Alemania. 

Langley, S. P., Secretario perpétuo de la “Smithsonian Institu- 
tion” de Washington. 

Mac Gee, W. J., Profesor de la Geological Survey de Washington. 

Markham, Clemente R., C. B., F. S. A., Presidente de la R. G. $. 
de Londres. 

Merino, Miguel, Director del Observatorio Astronómico de Ma- 
drid. 

Moreno, Francisco de P., Director del Museo de La Plata. 

Petit Thouars Du, Oficial de la marina francesa. 

Powel, John W., Director de la Geological Survey de Washington. 

Pradier Foderé, P., Procurador de la República de Francia, Lyon. 

Putnam, Frederik W.,de la Harvard University Peabody Museum 
de Cambridge, UÚ. $. 

Reclus Eliseo, Geógrafo, París. 

Reiss, Doctor Guillermo, Dresde, Alemania. 

Ross, Alejandro, Londres. 

Stúebel, Alfonso, Dresde, Alemania. 

Vaughan, S. Em. el Cardenal N., Westminster. 


SOCIOS CORRESPONSALES HONORARIOS 


Bailey, Solón, Director del Observatorio de Harvard en Arequipa, 
Perú. 
Claparede, Arturo de, Presidente de la Sociedad Geográfica de Gi- 


nebra, Suiza. 
E ( 


— 467 — 


Decoud, José A., Asunción, Paraguay. 

Du Bief, O., Secretario de la Sociedad Geográfica de Bélgica. 

Gebelin, Julio, Vicepresidente de la Sociedad de Greografía Comer- 
cial de Burdeos. 

Hann, Doctor J., Director del Observatorio de Viena. 

Jiménez de la Espada, Excmo. Señor Marcos, americanista, miem- 
bro de la Academia de la Historia, Madrid. 

Larrouy, Pedro, E. E. y Ministro Plenipotenciario de Francia en 
el Perú. 

Pickering, W. H., Astrónomo, Cambridge, U. $. 

Renoz, Charles, Cónsul de Bélgica en Lima. 

Rodríguez de Quijano de Arroquía, Excmo. Señor General don 
Angel, España. 

Salvator Luigi, S. Alteza Serenísima. 

Sherzer, Cavallieri di. 

Sorondo, Alejandro, Presidente de la Sociedad Geográfica de Bue- 
nos Aires. 

Wolff, Teodoro, Dresde, Alemania. 


SOCIOS CORRESPONSALES 


Alayza y Paz Soldán, Francisco, Ingeniero. 

Alarco N., Huancavelica. 

Anisits, Daniel, Asunción, Paraguay. 

Aspiazú, Agustín, La Paz, Bolivia. 

Balta, José, Ingeniero. 

Barberena, Santiago N., San Salvador. 

Beltrán, Pedro, Cañete. 

Bendezú, Ignacio, Ayacucho. 

Bergelund, Juan, Desaguadero, Bolivia, 

Blanco Ascona, Agustín, Secretario de la Legación del Perú en 
el Ecuador. 

Blanco, Federico, Cochabamba, Bolivia. 

Blumensttrit, Fernando, 

Bolstad, Juan M., Abogado. 

Bonaparte, S. A. R. el Príncipe Rolando, Paris. 

Bonnemaison, Juan E., Ingeniero, Buenos Aires, 

Bottger, Enrique. 

Cancino, Teobaldo, Médico y Cirujano. 


— 46 


Carranza, Adolfo P., Buenos Aires. 

Carranza, Albino, Tarma. 

Castañeda, Julio C., Ingeniero. 

Corzo, Mariano E., Guayaquil. 

Dávalos Lisson. Pedro, Ingeniero. 

Deustua, Alejandro, Abogado, Encargado de Negocios del Perú en 
la República Argentina. 

Divizzia, Angel, Ica. 

Dorca, Augusto, Agricultor y Minero. 

Egg, R. P. José, Pozuzo. 

Eguigúren Victor, Abogado, E.E. y M.P. del Perú en los EE. UU. 

Elguera, Manuel, Ingeniero, secretario de la Legación del Perú en 
los EE. UU. 

Enzian, Victor. 

Figueroa, Julio B., Ingeniero, Buenos Aires. 

Findlay Carlos, Secretario del Congreso Marítimo de Londres. 

Flores, David M., Prefecto del Departamento de Junín. 

Gálvez, José M., Huancavelica. 

Gamboa, C. 

Gamero, Enrique, Teniente 1.” de la Armada, Puno. 

Ganoza Agustín, Médico y cirujano, Trujillo. 

Garezon, Pedro, Capitán de Fragata, Nápoles. 

Grec, Emilio T., Farmacéutico. 

Guachalla, Fernando E., Abogado, La Paz. 

Guillaume, Herbert, Southampton. 

Herrera, Genaro E., Abogado. 

Hennequin N., Coronel, Director del Instituto Cartográfico Militar 
de Bruselas. 

Hilfiker, Alfredo, Marcapata. 

Hohagen, Manuel, Ingeniero, Huánuco. 

Holter, German Von, Cochabamba, Bolivia. - 

Hooker, Horacio, Comodoro de la Compañía Inglesa de Vapores. 

Hope Jones, H., San Ignacio, Caylloma. 

Hutchinson, Tomás, Londres. 

Idiáquez, Alejandro de, Havre. 

Idiáquez, Eduardo, La Paz, Bolivia. 

Idiáquez, José R., Buenos Aires. 

Jiménez, Jesús, Costa Rica. 

Jiméger Pastor, Abogado, Tacna. 


— 469 — 


Jover y Tovar, Pedro, Secretario de la Legación de España en el 
Perú. 

Kall Courtenay de, New York. 

La Fuente Gustavo de la, Secretario de la Legación del Perú en 
Francia. 

Lange R. P. Cárlos, San Luis de Shuaro. 

Larco José A., París. 

La Torre González Agustín, Hacendado. 

Leguía Augusto B., Comerciante. 

Lirios Gilberto, Granada, Guatemala. 

López Larrañaga Carlos, Cónsul General del Perú en el Pará 

Llona Alcides, Yauli. 

Martín Guillermo, París. 

Martinet J. H., Agrónomo. 

Matzenauer Carlos, Cónsul General del Perú en Viena. 

Moner Tolmos Dalmace, Cónsul General del Perú en Amberes. 

Montero y Tirado Manuel G.., Chimbote. 

Mora Federico, San José, Costa Rica. 

Neil Ricardo, Secretario de la Legación de los Estados Unidos en 
Lima. 

Ordinaire Olivier, Vice-Cónsul de Francia en Tarragona, O 

Oropesa Samuel, Sucre, Bolivia. 

Ortega José, Guatemala. 

Osambela Claudio, Abogado. 

Otto Riick Ernesto, Sucre, Bolivia. 

Pando José Manuel, Coronel, La Paz, Bolivia, 

Panizo y Zárate Manuel), Director de la Penitenciaría de Lima. 

Pavlow Alejandro, Ingeniero Geólogo, Moscón. 

Perini, Doctor S. A de 

Pesce Luis, Doctor en Medicina, La Merced, Chanchamayo. 

Pezet Federico Alfonso, Lóndres. q 

Quintana Ismael de la, Hacendado, Ica. 

Raez Nemesio A., Huancayo. 

Raffard Enrique, Secretario del Instituto Histórico Geográfico de 
Río Janeiro. 

Ramos Juan Francisco, Andahuaylas. 

Raygada Julio Abel, Teniente 2.” de la Armada. 

Rehberg Herman, Callao. 

Remy Federico, Doctor en Ciencias, 

Rivera Alejandro, Loreto. 


00 = 


Rocha José R., La Paz, Bolivia. 

Romero José, La Paz, Bolivia. 

San Juan Manuel A., Publicista. 

Schafferer Francisco, Pozuzo. 

Sears Alfredo, Ingeniero Civil. 

Souza Aurelio, Diputado á Congreso. 

Swayne Javier, Hacendado, Nepeña. 

Troni Doctor José, Canónigo, Italia. 

Torres Calderón Germán, Diputado á Congreso. 
Torres Vicuña Santiago, Acobamba. 

Tweddle Herbert, Industrial. 

Uclos Carlos, Honduras. 

Uribe Fabricio, Guatemala. 

Valdez Hipólito, Hacendado. 

Viellerobe Alberto, explorador del Perú. 
Villegas Aníbal, Ministro del Perú en Suiza. 
Vincent Frank, Nueva York. 

White Calvin Emory, Doctor en Ciencias, Nueva York. 


SOCIOS ACTIVOS 


Almenara Butler Francisco, Médico y Cirujano y Catedrático, Mi- 
nistro de Estado. 


Almenara Domingo M., Abogado. 
Alzamora Lizardo, Abogado y Catedrático. 


Amézaga Carios G., Escritor. 

Arámburu Narciso de, Abogado. 

Arancibia Felipe, Ingeniero Civil. 

Artola Manuel R., Médico y Cirujano y Director del Observatorio 
Meteorológico Unánue. 

Avendaño Leonidas, Médico y Cirujano. 

Ayulo Ernesto, Comerciante. 

Bayley Juan, Gerente del Cable West Coast. 

Barreda y Osma Felipe, Comerciante. 

Barreda Enrique, Comerciante. 

Bariandarán Carlos, Teniente 1.” de la Armada. 

Barberi José Luis, Industrial. 

Barranca José $S., Naturalista. 

Basadre Modesto, Greógrafo. 

Basadre y Forero Carlos, Senador. 
a C 


3 


: A — 471 — 


Benavídez Emilio, Capitán de Corbeta. 

Benites Enrique, Autor de textos de Greografía. 

Billinghurst Guillermo, Ingeniero, autor de varias obras de Geo- 
grafía. 

Blume Federico, Ingeniero. 

Bonifaz Emilio, Abogado y Diplomático. 

Braun José Manuel, Ingeniero Civil. 

Bryce Luis N., Senador y Agrónomo. 

Candamo Manuel, Senador y Estadista, Presidente de la Cámara 
de Comercio. 

Carranza Luis, F. R. G. S., Médico, Senador, Presidente de la So- 
ciedad Geográfica de Lima. 

Capelo Joaquín, Ingeniero Civil, Constructor del camino al Pichis. 

Cárdenas Leonidas, Senador. 

Carrillo Camilo N., Capitán de Navío, Director General de Correos 
y Telégrafos. 

Carrillo Enrique E., Profesor y Periodista. 

Carvajal Melitón M., Capitán de Navío, Vicepresidente de la So- 
ciedad Geográfica de Lima. 

Castañón José, Ingeniero Civil. 

Castro Juan Domingo, Médico y Cirujano. 

Cavero Octavio, Capitán de corbeta. 

Chacaltana Cesáreo, Abogado, Publicista, Catedrático y Diplomá.- 
tico, 

Chiarella Olivo, Médico y Cirujano. 

Crosby Francisco L., Comerciante. 

Delaude Lorenzo, Industrial y Comerciante. 

Delgado Eulogio, Ingeniero Civil. 

Delgado Miguel, Comerciante. 

Dulanto Martín, Médico y Cirujano. 

Eléspuru Juan N., Coronel de Ejército. 

Eléspuru Teobaldo, Ingeniero Militar y Civil. 

Elguera Federico, Abogado. 

Elmore Alberto, Vocal de la Excelentísima Corte Suprema, Publi- 
cista y Diplomático. 

Elmore Juan F., Abogado y Diplomático. 

Elmore Teodoro, Ingeniero Civil. 

Espinar Enrique F., Capitán de Fragata. 

Espinoza Agustín, Ingeniero Civil. 

Ferreyros Carlos, Capitán de Navío. 


Florez Ricardo L., Médico y Cirujano. 

Gadea Alberto L., Doctor en Ciencias, Director del Colegio Nacio- 
nal de Puno. 

García Calderón Francisco, Abogado, Académico y R>ctor de la 
Universidad 

García Rosell Ricardo, Diputado á Congreso 

Garland Alejandro, Comerciante. 

+randa José, Abogado y Pedagogo. 

Guevara Alejandro, Ingeniero Civil. 

Guzmán y Valle Enrique, Doctor en Ciencias. 

Habich Eduardo, Ingeniero Civil, Director de la Escuela Especial 
de Construcciones Civiles y de Minas. 

Herrera Federico, Abogado. 

Irigoyen Manuel, Abogado y Diplomático. 

Iturregui Juan M., Capitalista. 

La Combe Ernesto de, Coronel de Ejército. 

La Puente Ignacio, Médico y Cirujano. 

La Torre Elías, Coronel de Ejército. 

Lavalle y Pardo José A., Abogado. 

Leicher Carlos, Dr. en Filosofía y Pedagogo. 

Mackehenie Carlos, Gerente de la Compañía Sud Americana de 
Vapores. 

Malinowski Ernesto, Ingeniero Civil, Constructor del Ferrocarril 
Central de la Oroya. 

Middendorff Ernesto, Médico y Cirujano. 

Miró Quesada José A., Periodista. 

Moreno Federico, Coronel de Ejército y Economista. 

Nation Guillermo, Ornitólogo. 

Odriozola Ernesto, Médico y Cirujano. 

Olaechea Teodorico, Ingeniero Civil. 

Osma y Pardo Felipe, Abogado. 

Oyague y Soyer J. V., Comerciante. 

Palacios y Mendiburu Samuel, Coronel de Ejército y Explorador 
de Loreto. 

Pacheco Zegarra Gavino, Escritor. 

Pardo Juan, Ingeniero de Minas. 

Pardo José, Abogado. 

Patrón Pablo, Médico y Cirujano y Filólogo. 

Payán José, Gerente del Banco del Perú y Londres. 

Paz-Soldán Carlos, Escritor. 

Pereyra José M., Coronel de Ejército. 

pe ( 


¿ 


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Perla Enrique, Abogado. 

Pfliicker y Rico Loonardo, Ingeniero de Minas y Geólogo. 

Piaggio Faustino G-., Comerciante. 

Polo José Toribio, Bibliófilo y Anticuario. 

Porras Melitón F., Abogado, Ministro de Estado. 

Prado y Ugarteche Javier, Abogado y Catedrático. 

Prado y Ugarteche Mariano I., Abogado y Catedrático. 

Puente José Agustín, Agrónomo. 

Raygada E luardo, Capitán de Frazata y Explorador de los ríos 
Tambo y Pachitea. 

Rey y Basadre Ricardo, Ingeniero Civil. 

Rincón Federico, Capitán de Fragata. 

Rodríguez Ramirez José M., Coronel de Ejército. 

Romero Eleodoro, Abogado y Catedrático. 

Rosas Francisco, Médico y Cirujano y Estadista. 

Rossel Ricardo, Comerciante. 

Salaverry Juan, Capitán de Fragata. 

Seoane Guillermo A., Abogado y Catedrático. 

Sharpe Jorge, Gerente de la Compañía Inglesa de Vapores. 

Silgado Enrique, Ingeniero Civil. 

0 Solar Pedro A del, Vocal de la Excelentísima Corte Suprema. 

Terry Tadeo, Explorador marítimo y terrestre. 

Tovar Manuel, Vicario Capitular y Arzobispo electo de Lima. 

Ulloa Alberto, Jefe del Archivo Nacional de Límites. 

Valdizán Darío, Ingeniero Civil. 

Vásquez de Velazco Arístides, Médico y Cirujano. 

Villar Leonardo, Médico y Cirujano y Filólogo. 

Villarán Luis F., Aboyado, Decano de la Facultad de Ciencias Po- 
líticas y aa as. 

Villareal Federico, Ingeniero Civil, Doctoren Ciencias y Astrónomo. 

Wakulsky Francisco Javier, Hgeniero Civil. 

Wells Martín B., Gerente del Banco del Perú y Londres. A 

Wertheman Arturo, Ingeniero Civil, Geógrafo y Explorador. : 

WHhilar Agustín F., Pedagogo. 

Wiesse Carlos, Abogado. a 

Williams Carlos, Pedagogo. 


= 473 — 


a Mínimum a IMiaitades 

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OBSERVACIONES TOMADAS EN SAN IGNACIO, CAYLLOMA, 
DEPARTAMENTO DE AREQUIPA 


NOVIEMBRE 1897 


DICIEMBRE 1897 


— 4715 — 


) 
OBSERVACIONES TOMADAS EN SAN IGNACIO, CAYLLOMA, ; 
DEPARTAMENTO DE AREQUIPA 
ENERO 1898 FEBRERO 1898 
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19 195 35 + 13 16 2 5 z 
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15 17 3 15. 145 | 1 ES 
16 Ausente || 16| 13 2 ES 
17 15 9 _ 17) 14 15 E 
18| 16 0 18 14 1 3 
19 15 1 - 19 15 9 3 
20 Ausente || 20) 15 2 3 
21) 145 3 ES 21 Ausente 
2 116 A E! 291 2 $ 
231 115 il 23 145 3 2 
24 16 25 24 o |] 
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Máximum término Máximum término 
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OBSERVACIONES TERMOMETRICAS 
practicadas en el Colegio Nacional de San Miguel de Piura, en el mes 
de agosto de 1897 


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Se cosecha el algodón, maiz, habas, garbanzos, arv 


ejas, zapa- 


llos, toda clase de fréjoles y sandías. Comienza la siembra del 


camote. 
PEDRO C. CASTRO 
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practicadas en el Colegio Nacional de San Miguel de Piura, en el mes 


— 47 — 


OBSERVACIONES TERMOMETRICAS 


de setiembre de 1897 


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Se cosecha el algodón, el algarrobo, la palta, la papaya, la 
naranja, el arroz, el camote, el maiz, el zapallo, la yuca, el pláta- 
no, la haba y toda clase de fréjoles. 

PEDRO C. CASTP>%._. o 
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OBSERVACIONES PLUVIOMETRICAS 


hechas en la Quebrada del Carmen (La Merced, Chanchamayo) 


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Cantidad de lluvia en mm. 457 399| 450 412| 307| 225| 150| 135 350] 288| 934 667 
Número de días de lluvla] 19| 20| 16| 19| 171 18] S| 14 16| 17| 11| 928 
Y e ¿ DoctTor Luis PEscE. 
( 


/ y — 470 — 


ÍNDICE 


de los artículos insertos en los Boletines de la Sociedad Geográfica de Lima, 
correspondientes al tómo séptimo 


BOLETINES NUMEROS 1, 2 y 3 


(Junio 30 de 1897) 


Págs: 
Itinerario de los viajes de Raimondi en el Perú: Tarma, Chanchamayo, Vi- 
toc Monobambary Jauja (1) ola aloe Belo loja e o olaaa ele 1 
Estudios demográficos de la ciudad de Piura. por el Dr. Victor Eguigúren.. 1 
La raiz Chi en varias lenguas de América, por el Dr. Pablo Patrón.........» 25 
Memoria que el Presidente de la Sociedad Geográfica ¿de Lima, Dr. Luis Ca- 
rranza, presenta á la Junta General, en su última sesión del año 1896-97. 41 
Monografía de la provincia de Huánuco, por X. X..coo.oooocccrccorocoro..» 61 
Observaciones hechas en un viaje á Carabaya, por José Balta (con cuatro 
grabaditos vtercaládos en el TextO.).onccecionsca danes eee rr 105 
Observaciones pluviométricas hechas en La Merced (Chanchamayo) durante 
el año 1896, por el Dr, Luis Pesce........... los > tinajas 120 
0 OBSERVATORIO UNÁNUE: Cuadros de observaciones brológicas de Lima, 
correspondientes á los meses de Marzo, Abril, Mayo y Junio de 1837. 
BOLETINES NUMEROS 4, 5 y 6 
(Setiembre 30 de 1897) 
Itinerario de los viajes de Raimondi en el Perú: Rápida ojeada sobre la pro- 
vieadeCarabaya isc. o de os ces IAS OE 121 
Estudios fisiológicos: Informe presentado por el E Ignacio La Puente, á la 
Sociedad Geográfica de Lima..... os ns or ote 141 
Crecimiento, decrecimiento y mortalidad de la ciudad de Lima, por Federico 
Moreno ..... A a A A de 145 
El Mantaro y sus afluentes, por Nemesio A Raz iaa ee o 
Coloración roja del cielo al ponerse y levantarse el 24 (De los eras de 3 
RAMO ¿dt ir A e O O SS E 208 
Moho: ligeros apuntes descriptivos, por AMB tas rei Peris a 132 
Ambar: datos estadísticos y topográficos, por el Dr. Claudio Osambela....... 216 
Provincia de la Unión: apuntes geográficos é históricos, por Juan Gastelú. . 225 = 


Etimologías peruanas: Ica, Pica, Arica, Acarí, Azapa, Huancavelica, Pisa: 
gua, Iquique, Icasco, Icabamba y Arequipa, por Juan Pagador....... Ex 230 
Observaciones termométricas tomadas en San Ignacio, provincia de Cayllo- 
ma, en los meses de Enero, Febrero, Marzo, Abril, Mayo y Junio de 1897, 
PORERPEOpO TORES: 1%... AI rd Ol tsilís > arder ejaas . 238 
>) OBSERVATORIO UNÁNUE: Cuadros de observaciones al drolúciras de a 


correspondientes á los meses de Julio y Agosto de 1897, 
el 


E Aim A ttn RAS ) > A 


AOS ¿ | 


BOLETINES NUMEROS 7, 8 y 9 


(Diciembre 31 de 1897) 


Págs 

Geografía física (de los manuscritos de Raimondi) ......ooococcccccoccccooo 241 
TAN islotes y rocas del Perú (de los manuscritos de Raimondi).............. 278 
Bahías y puntas (de los manuscritos de Raimondi)... 289 
Un efecto geodinámico do la corriente antártica americana, por el ingeniero 

José Balta (con un grabado intercalado en el texto y un MAPLD) .....oo... 511 
Laxicología keshua: Uirakocha, porel Dr. Les1ardo Villar ......o.o......... 314 
Observaciones termométricas en San Ignacio (Cry lloma), en loz me3as de Ju- 

lio, Agosto, Setiembre y Ovtubre d= 1897, por H. Hope-Jonues........... 335 
Temperatura de Huánuco en los meses de Mayo, Junio, Julio y Agosto de 

1896, por elir, Manuel E: Hobgren A 337 
Observaciones termométricas practica las en el Colexio de San Miguel de Piu- 

ra, en los meses de Abril, Mayo y Junio d2 1897, p>r Pedro C. Castro... 339 
Observaciones climatológicas practicadas en el Paso de San Carlos, kiló- 

metro 77-726 del camino al Pichis, del 7 de Setiembre al 10 de Noviembre 

de 1896, poWbl Dr. Federico Remy oe is NA 342 
Demografía de Huánuco en los años 1895 y 1896, par el Dr. Manuel L. Hoha- 

BM o as ses le luso era ANA 345 
Demografía de Iquitos: Cuadros oficiales de los nacimie ntos y defunciones 

habidas eneliaño 1896. o rasa do o] OA es AAN 


Cuadros de observaciones climatológicas practicadas en el puerto del Callao, 
en los mases de Ostuabra, N>vizmbre y Diciembre ds 1897, expresamente 
para la Sociedad Geográfica de Lima, por el Dr. Federico Remy. 

S et, IS ADA 
BOLETINES NUMEROS 10, 11 y 12 


(Marzo 31 de 1898) 


Itinerario de los viajes de Raimondi en el Perú; Lampa, Azángaro, Huanca— 
né, Putina, Orurillo, Santa Rosa, Sicuaní, Checcacupa, Cuzco (1855)..... 319 
Mandíbula inferior del ““Mastodon Andium”, hallado en un terreno cerca de 
la desembocadura del río de Moyobamba al Huallaga (de los manuscritos 
de Raimondi (con. dos .fobograbados)' mosso mer AS IIA IA 406 
Colonización del Norte del Perú, por elinganiero A. de Mantfecrier ... ... . 410 
Provincia de Yanyos: Informe presentado á la H. Junta Departamantal de 
Lima, por elingeniero Ricardo Ray y Basadre .....om..mocico.o.. e... 441 
¿Personal de la Sociedad Geográfica de Lima ........ 00 .oooomoo. c.o...des. 465 
Observaciones termométricas en San Ignacio, provincia de Caylloma, en los 
meses de Noviembre y Diciembre de 1597, Enero y Febrero de 1833, por 


H”. Hope-Jones ALA LAA RNA OLORES ERE 474 
Observaciones termométricas practicadas en el Colegio de San Miguel de 

Piura, en los meses de Agosto y Setiembre de 1897 ......ooo.mmoomm.m...... 476 
Observaciones pluviométricas heshas en Li Mercal (Chanzhiamayo) durante 

el año 129% por el Dr Luis Pescor O AN 478 
ÍNDICE GENERAD DEL TOMO VILA ol ae QUOA 479 


Cuadros de observaciones climatológicas pricticadas en el puerto del Ca- 
llao, en los meses de Enero, Febrero y Marzo de 1898, expresamente pa- 
ra la Sociedad Geográfica de Lima, por el Dr. Federico Remy. 

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Observaciones climatológicas practicadas en el puerto del Callao especialmente para la Sociedad Geográfica de Lima 


DURANTE EL MES DE ENERO DE 1898. 


NOTA.—Los días que llevan esta señal * son de neblina. 


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16,41 16.04 
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7.9 16.78 | 
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2.8 9 20.3 | 
4.5 6 20.2 | 
28.0 | 52 | 20 | 2.0 | 2011] 210 15:34 10471 | 
| 
28.2 | 5.7 | 219 | 21.0 | 15,61 $1.00 | 0 
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(6.00 24.5 | 65 | 20.2 | 24.0 16.05 lez 
(6.00 23.0 | 50 | 198 | 20.0 | 16.58 | 16 0.0032! 
7.0 | 29.2 | 0 
5.0 | 218 | 0.0008 
66 | 250 | 210 | 0.080 
67 | 20 | 20 | 0,0090| 
35 | 216 | 30 | DL (80 [[10kn 10 * | S fp 0 
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Observaciones climatológicas practicadas en el puerto del Callao especialmente para la Sociedad Geográfica de Lima 


DURANTE EL MES DE FEBRERO DE 1598. 


Burómetro ¡Fuerza elástica del vapor y iva, Nebulosidad pivecci | S || Radinci 
umedad relativa * 'veción de ! 5 ndinción 
' Temperatura dengua | E A | 0410 Direcclómael eo s | solar maxi 
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16.10 S 0.028 || 
16.33 5 0,140 [| 
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17.08 | 16.05 
10.08 
10.00. 


16.08 
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20.0 | 


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17.05 0,090 


Dr. Federico E. Ren 


Ñ NOTA.—Los dias que llevan esta señal * son de neblina, 


Observaciones climatológicas practicadas en el puerto del Callao especialmente parala Sociedad Geográfica de Lima 


DURANTE EL MES DE MARZO DE 1: 


Barómetro E Fuerza elástica del vapor | iva Nebulosidad pj i i s | Radiación | 
" 5 + ha | e rol afp£ pl Dirección del viento | E 
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25.0 | | 1 01 1 88 | 01 Y sk N poa || 48,02 0 | 
| 24.3 | | | 50 [86 | 85 0 Nw | 8 | losmoo lo 
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29 8 10,81 116,14 “7 | 87 |80 | 6 sk N SE | 76.44 |[ 0 Viento 10 p. mA 0a, m. | 
30 | 5 5.5 | 20.0 | ¡[DI [sa | 0 Saki| 8 Ss S 101.07 || 0 | 
| LO | 3.2 | 290 | pp ss [01 [87] | Goki| 8 S SE | 104.00 || 0 
Íxtod. ll 50 y 21.6 an y ' | i 805 || 0.184 


Dr. Federico E, Remy. 


NOTA.—Los días que llevan esta señal * son de neblina, 


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