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Full text of "Boletín - Real Academia de la Historia"

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BOLETÍN 


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u 


boletín 


DE    LA 


REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA 


TOiMO  LXXIV 


i\ 


MADRID 
ESTABLECIMIENTO  TIPOGRÁFICO  DE  FORTANET 

IMPRESOR    DB    LA    RKAL    ACADEMIA    DE    I-A     HISTORIA 

Calle  de  la  Libertad,  núm.  ao. — Teléf."  qqi 


I919 


«En  las  obras  que  la  Academia  adopte  y  publique,  cada  autor  será  res- 
ponsable de  sus  asertos  y  opiniones;  el  Cuerpo  lo  será  solamente  de  que 
las  obras  sean  acreedoras  á  la  luz  pública.» 


DP 


t.'l^ 


Esiatuto  XXV. 


TOMO  Lxxiv  Enero,  1919  cuaderno  i 


BOLETÍN 


DK     I.A 


REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA 


INFORMES   OFICIALES 


I 

«CÓDIGO  DE  LAS  C0STUM15RES  ESCRITAS  DE  TORTOSA» 

El  Código  de  las  Costuvihres  escritas  de  Tortosa,  obra  de  don 
José  Foguet  Marsal,  remitida  á  nuestra  Academia  por  la  Subse- 
cretaría de  Instrucción  Pública  para  su  informe,  á  los  efectos  del 
artículo  i.°  del  Real  decreto  de  l.°  de  Junio  de  1900,  y  para  este 
fin  encomendada  al  que  suscribe  por  nuestro  digno  Director, 
merece  el  mayor  aplauso  y  la  protección  oficial  para  compensar 
en  algún  modo  el  acabado  trabajo  de  su  autor.  La  idea  de  haber 
publicado  á  doble  texto  el  Llihre  de  la  cadena^  qué  debe  conser- 
varse en  el  Municipio  de  Tortosa,  y  que  es  el  que  el  autor  ha 
tenido  á  la  vista  y  el  que  ofrece  mayor  garantía  de  autenticidad, 
avalora  notablemente  su  trabajo.  El  plan  y  el  método  seguidos 
por  el  Sr.  .D.  José  Foguet  Marsal  se  ajusta,  en  un  todo,  según 
manifestación  propia,  al  plan  trazado  por  su  antecesor,  D.  Ramón 
Foguet,  cuyas  obras  constituyen  un  verdadero  monumento  his- 
tórico-legislativo  en  su  trabajo  El  llihre  de  las  costtims  generáis 
escrites  de  la  insigne  ciutat  de  Tortosa.  Trabajos  como  el  del 
Sr.  Foguet  Marsal,  en  el  Código  de  las  Costumbres  escritas.,  es  de 
los  que  deben  premiarse,  no  sólo  por  su  gran  valor  científico, 
sino  por  la  enseñanza  que  prestan  á  nuestra  juventud  estudiosa, 


o  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

jDroporcionándola,  con  tan  luminosa  labor,  los  medios  de  adelan- 
tar en  el  conocimiento  de  nuestras  instituciones  y  de  nuestras 
costumbres,  y  dándola  facilidades  con  la  lectura  de  libros  de  t?l 
fuste  para  adquirir  un  extenso  conocimiento  del  derecho  escrito. 

Por  tanto,  el  Académico  que  suscribe  cree  de  justicia  que  el 
libro  del  Sr.  Foguet  Marsal,  á  que  el  presente  informe  se  refiere, 
sea  favorecido  por  el  Estado,  mediante  su  adquisición  con  des- 
tino á  las  Bibliotecas  públicas. 

La  Academia,  sin  embargo,  resolverá,  como  siempre,  lo  más 
acertado. 

Madrid,  6  de  Diciembre  de  191 8. 

Eduardo  de  Hinojosa. 


II 

IGLESIA  DE  SAN  FRANCISCO  DE  BETANZOS 

(Primer  informe.) 

La  Dirección  general  de  Bellas  Artes  del  Ministerio  de  Ins- 
trucción Pública  solicita,  con  fecha  1 7  de  los  corrientes,  que  esta 
Real  Academia  de  la  Historia  informe  sobre  ciertas  obras  hechas 
en  la  iglesia  de  San  Francisco  de  Betanzos  (Coruña),  á  los  efectos 
del  art.  4.°  del  Reglamento  dictado  para  la  ejecución  de  la  ley 
de  7  de  Julio  de  1911.  Y  habiéndose  servido  el  señor  Director 
designarme  para  cumplimentar  aquella  solicitud,  tengo  el  honor 
de  presentar  el  siguiente  proyecto  de  informe. 


Constituye  el  cuerpo  del  expediente  una  Memoria  formada 
por  el  Arquitecto  y  Académico  de  la  Real  de  Bellas  Artes  de 
San  P'ernando  Excmo.  Sr.  D.  Enrique  María  Repullés  y  Vargas, 
comisionado  al  efecto  por  el  Ministerio  para  girar  una  visita  de 
inspección  á  la  citada  iglesia,  é  informar  sobre  las  obras  que  en 
ella  se  ejecutan.  Consta  la  Memoria  de  un  largo,  detallado  y  docu- 


IGLESIA    DE    SAN    FRANCISCO    DE    BETANZOS  7 

mentado  texto,  en  el  que  se  insertan  los  antecedentes  de  la  cues- 
tión, la  historia  del  edificio,  su  descripción,  la  de  la  nueva  cons- 
trucción y  la  legalidad  del  asunto,  y,  como  complemento  y  com- 
probación, acompaña  dos  planos  y  cinco  fotografías.  Las  conclu- 
siones son:  que  las  obras,  ni  técnica  ni  artísticamente,  ni  han 
debido  hacerse  ni  deben  autorizarse,  aunque  haya  que  lamentar 
los  perjuicios  que  de  ello  puedan  resultar  á  la  Comunidad  de 
Religiosos  franciscanos;  y  que  para  ellas  debió  ineludiblemente 
solicitarse  el  informe  de  las  Reales  Academias  de  la  Historia  y 
de  Bellas  Artes,  según  lo  preceptúan  el  Reglamento  que  rige  las 
Comisiones  provinciales  de  Monumentos  y  el  art.  4.°  del  de  eje- 
cución de  la  ley  de  7  de  Julio  de  1911. 

Asesorada  por  esta  Memoria,  y  estudiado  directamente  el 
asunto,  esta  Real  Academia  ha  formado  su  juicio  y  opinión,  des- 
de su  privativo  punto  de  vista.  Es  el  siguiente: 

Antecedentes. — Existe  en  la  ciudad  de  Betanzos  (Coruña)  un 
templo  con  la  advocación  de  San  Francisco,  que  fué  parte  del 
convento  de  la  Orden,  fundado  el  año  12 19.  La  construcción  de 
la  iglesia  se  efectuó  en  el  siglo  xiv,  terminándose  en  1387  por  la 
generosidad  del  noble  Fernán  Pérez  de  Andrade,  que  la  hizo 
panteón  de  su  familia.  Es  un  magnífico  ejemplar  de  la  arquitec- 
tura monástica  de  dominicos  y  franciscanos  de  Galicia,  en  los 
siglos  XIV  y  XV.  Son  sus  rasgos  característicos  la  planta,  de  cruz 
latina  y  una  sola  nave;  tres  ábsides,  cubierta  de  madera  sobre 
arcos  en  aquélla  y  de  bóveda  de  crucería  en  éstos.  El  estilo  es  el 
ojival,  con  muchas  reminiscencias  del  románico,  formando  una 
amalgama  típica  de  la  región  galaica.  Consérvanse  en  ella  varias: 
las  hay  en  Lugo,  Santiago,  Rivadeo,  Noya,  Vivero,  Coruña,  Pon- 
tevedra, Tuy,  Rivadabia  y  Orense.  La  de  Betanzos  es,  induda- 
blemente, la  más  completa,  hermosa  y  característica. 

Desaparecidos  en  mala  hora  el  claustro  y  el  convento,  lucía  la 
iglesia  sola,  aislada,  en  la  poética  y  arcaica  plaza  de  Santa  María 
del  Azoque,  su  larga  nave  con  contrafuertes,  portada,  ventanales 
y  tejaroz;  el  alto  crucero  y  los  esbeltísimos  ábsides.  El  interior  es 
aún  más  interesante  y  bello  por  la  elevación  de  las  naves,  rasga- 
do de  los  ventanales,  ligereza  de  las  cubriciones  y  curiosidad  de 


S  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

los  sepulcros  que  la  pueblan.  Porque,  á  imitación  de  la  noble  fa- 
milia de  los  Pérez  de  Andrade,  muchas  linajudas  de  la  ciudad  y 
del  país,  los  Valousar,  los  Reimúndez,  los  Lemos,  los  Arias  Pardo 
y  otras,  la  eligieron  para  lugar  de  sus  enterramientos. 

Es,  pues,  la  iglesia  de  San  Francisco  de  Betanzos  un  ejemplar 
valiosísimo  para  la  historia  social,  heráldica  y  artística  de  Gali- 
cia. Y  como  tal  figura  en  todos  los  libros  descriptivos  de  la 
región,  y  en  otros  de  arquitectura  española. 

Después  de  la  exclaustración,  el  templo  continuó  como  edifi- 
cio de  culto  público,  sostenido  por  algunas  corporaciones  y  per- 
sonas piadosas.  Cedido  en  1914  por  el  eminentísimo  señor  Car- 
denal de  Santiago  á  los  religiosos  franciscanos,  decidieron 
éstos  adosarle  una  casa-convento,  indispensable  para  su  residen- 
cia; y  formado  el  oportuno  proyecto  por  el  Arquitecto  dioce- 
sano, solicitaron  el  permiso  para  las  obras  del  Ayuntamiento  de 
Betanzos,  el  que  lo  concedió  el  26  de  Febrero  de  1916.  El  l.°  de 
Mayo  de  1817  comenzaron;  y  no  habían  transcurrido  más  que 
seis  días  cuando  la  Comisión  provincial  de  la  Coruña  incoaba 
un  expediente  en  contra  de  dichas  obras,  por  estimar  que  eran 
un  atentado  artístico,  y  fundada  en  el  art.  21  del  Reglamento 
por  el  que  se  rigen.  No  obstante,  y  tras  complicada  tramitación, , 
la  obra  ha  continuado  hasta  llegar  á  la  cubierta,  en  cuyo  punto 
una  orden  gubernativa  la  paró. 

En  la  Memoria  del  Sr.  Repullés  constan  al  pormenor  todas 
las  reclamaciones,  alegatos,  suspensiones,  reposiciones,  dictáme- 
nes é  incidentes  del  asunto,  desde  aquella  fecha  hasta  la  del  6  de 
(octubre  último,  en  la  que  el  Ministerio  comisionó  al  citado  Ar- 
quitecto para  que  se  trasladase  á  Betanzos,  é  informase.  No  co- 
rresponde á  la  Comisión  de  esta  Real  Academia  seguir  ese  sinuo- 
so expediente,  ni  informar  sobre  él.  Bástale  examinarlo  desde  dos 
puntos  de  vista:  I.°,  la  cuestión  legal,  con  relación  á  las  prerro- 
gativas de  las  Reales  Academias  y  de  su  delegada  la  Comisión 
provincial  de  monumentos  de  la  Coruña:  2.°,  la  cuestión  histórico- 
artísüca  en  lo  referente  á  los  perjuicios  que  las  obras  pueden 
causar  al  monumento. 


IGLESIA    DE    SAN    FRANCISCO    DE    BETANZUS  9- 

I."  Cuestión  legal. — Con  multitud  de  datos  y  pormenores 
aparecen  en  la  Memoria  de  referencia  los  alegatos  de  los  Religio- 
sos franciscanos  sobre  el  punto  de  que  edificaron  en  terrenos  de 
su  propiedad,  y  previos  todos  los  permisos  que  les  indicaron 
como  necesarios;  los  del  Ayuntamiento  de  Betanzos,  sobre  la 
firmeza  de  sus  acuerdos,  y  los  del  Gobernador,  sobre  las  inciden- 
cias y  atribuciones  de  unos  y  otros.  Ningún  motivo  hay  para  du- 
dar de  la  rectitud  de  intenciones  de  cuantos  han  intervenido 
en  el  asunto.  Pero  sobre  todo  ese  cúmulo  de  alegatos,  surge  un 
hecho  absolutamente  probado,  cierto  é  innegable:  la  carencia  de 
los  informes  previos  de  las  Reales  Academias  de  la  Historia  y  de 
Bellas  Artes,  á  que  obligan  por  modo  ineludible  los  artículos  2i 
del  Reglamento  de  las  Comisiones  provinciales  de  Monumentos 
y  el  4.°  del  de  aplicación  de  la  ley  de  7  de  Julio  de  1911.  Con 
un  celo  digno  de  los  mayores  encomios,  la  Comisión  de  la  Co- 
ruña  expuso  repetidamente  la  necesidad  de  obtener  aquellos 
informes,  sin  cuyo  requisito  las  obras  eran  ilegales.  Lo  son,  en 
efecto,  á  pesar  del  erróneo  argumento  de  una  de  las  partes,  que 
alega  que  el  edificio  no  es  «monumento  nacional».  Pero  los  ar- 
tículos citados  no  exigen  esa  condición:  basta,  según  ellos,  que 
el  edificio  s&tí  público  ó  tenga  interés  artístico  ó  este' consignado  en 
los  inventarios  oficiales;  y  precisamente  la  iglesia  de  San  P>an- 
cisco  de  Betanzos  reúne  las  tres  condiciones:  la  primera,  por 
haber  estado  siempre  dedicada  al  culto  público;  la  segunda,  por 
ser  un  hermoso  ejemplar  de  la  arquitectura  gallega  del  siglo  xiv,, 
y  la  tercera,  por  constar  como  tal  en  el  inventario  de  la  provin- 
cia de  la  Coruña,  formado  por  el  Sr.  D.  Rafael  Balsa  de  la  Ve- 
ga, que  tiene  carácter  oficial,  por  haber  sido  hecho  por  mandato 
y  á  costa  del  Ministerio  y  estar  por  él  sancionado. 

Queda  firme,  pues,  que  en  la  tramitación  del  expediente  de 
las  obras  se  faltó  absolutamente  á  lo  legislado,  con  olvido  de  las 
prerrogativas  de  las  Academias;  lo  cual  éstas  no  deben  consen- 
tir, no  tanto  por  una  mera  cuestión  de  dignidad  corporativa  (con 
no  ser  para  abandonada),  sino  porque  su  respeto  es  la  salvaguar- 
dia de  las  riquezas  históricas  y  artísticas  de  España. 

2.°     Cuestión   histórico-artistica. — Las   referencias  del    monu- 


lo  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

meato  contenidas  en  las  comunicaciones  de  la  Comisión  pro- 
vincial de  Monumentos  de  La  Coruña;  el  lugar  honrosísimo  que  le 
asignan  los  inventarios  artísticos  de  la  provincia  hechos  por  los 
Sres.  Murguía,  Balsa  de  la  Vega,  Villamil  y  Castro,  y  otros  céle- 
bres arqueólogos,  y  la  sucinta  reseña  con  que  se  encabeza  este  in- 
forme, prueban  los  grandes  méritos  históricos  y  artísticos  que  ate- 
sora San  Francisco  de  Betanzos,  ya  por  su  belleza  en  sí,  ya  como 
ejemplar  el  más  completo  y  típico  de  una  arquitectura  regional. 

Las  obras  nuevas,  en  su  mayor  parte  ya  ejecutadas,  consisten 
en  un  cuerpo  de  1 4  metros  de  altura,  adosado  al  brazo  mayor  de 
la  iglesia,  ocupando  todos  la  línea  de  él,  entre  el  hastial  y  el  del 
crucero.  La  fachada  es  de  mampostería  y  ladrillo,  con  huecos 
rectangulares  y  uniformemente  repartidos;  los  pisos  se  apoyan 
en  el  viejo  muro,  y  la  cubierta,  que  se  eleva  3,25  metros  sobre 
la  iglesia,  carga  también  sobre  aquél.  La  Memoria  del  Sr.  Repu- 
llés  da  amplios  detalles  de  la  obra,  y  además  la  muestra  gráfica- 
mente en  las  fotografías.  Por  el  texto  sabemos  que  para  ejecu- 
tarla se  derribaron  dos  capillas,  se  han  rozado  los  contrafuertes, 
se  han  abierto  muchos  mechinales  en  el  muro,  se  tapan  dos  ven- 
tanales, se  oculta  la  cornisa  y  queda  la  portada  en  el  fondo  de 
un  vestíbulo.  Por  las  fotografías  se  viene  en  conocimiento  de  que 
la  construcción  es  de  una  vulgaridad  extraordinaria  y  de  una  al- 
tura excesiva;  que  oculta  porción  muy  extensa  é  importante  del 
viejo  templo,  y  que  rompe,  desdichadamente,  la  armonía  de  las 
partes  que  quedan  visibles,  con  las  que  no  ata,  y  de  las  que  des- 
entona horriblemente. 

El  Sr.  Repullés  protesta  contra  estas  obras,  que  perjudican  al 
monumento  material  y  artísticamente;  y  con  energía  rechaza  cier- 
tas opiniones  aducidas  en  el  expediente  por  personas  que  allí  se 
califican  de  autorizadas,  y  que  aseguran  que  las  obras  no  sólo 
no  perjudican  al  monumento,  sino  que  lo  favorecen. 

Esta  Real  Academia  hace  suyas  las  opiniones  y  protestas  del 
Sr.  Repullés,  estimando  que  las  obras  en  cuestión  afectan  á  la 
integridad  material  y  artística  del  monumento. 


* 


IGLESIA    DE    SAN    FRANCISCO    DE    BETANZOS  1  I 

Resumiendo  lo  expuesto,  tendremos: 

l.°  Que  en  la  tramitación  del  expediente  relativo  á  las  obras 
ejecutadas  en  la  iglesia  de  San  Francisco  de  Betanzos  se  ha  co- 
metido una  falta  legal,  por  la  omisión  de  los  informes  de  las  Rea- 
les Academias  de  Bellas  Artes  y  de  la  Historia,  prevenidos  ter- 
minantemente en  las  disposiciones  legales. 

2.°  Que  dichas  obras  afectan  á  la  integridad  artística  y  mate- 
rial del  edificio,  que  posee  verdadera  importancia  -histórica  y  ar- 
quitectónica, y  no  han  debido  ejecutarse. 


Muy  doloroso  le  es  á  esta  Real  Academia  tener  que  emitir  su 
informe  en  los  términos  en  que  lo  hace.  Trátase,  en  efecto,  de 
una  Orden  religiosa,  cuyos  fines  no  pueden  ser  más  santos  y 
respetables,  y  que,  creyendo  haber  cumplido  todas  las  prescrip- 
ciones legales,  ha  hecho  cuantiosos  gastos  y  ha  acariciado  lauda- 
bles proyectos,  que  hoy  se  ven  contrariados  y  en  peligro.  Bien 
quisiera  esta  Corporación  haber  encontrado  la  fórmula  que,  de- 
fendiendo esos  respetables  intereses  particulares,  dejase  á  salvo 
los  generales  y  públicos,  por  los  que  está  obligado  á  velar.  Mas 
imposible  le  es  proceder  de  otra  forma,  en  vista  de  los  datos  con 
que  el  problema  está  planteado,  y  desde  el  alto  y  especial  punto 
de  vista  en  que  su  misión  le  coloca.  Abiertas  tienen  los  Religio- 
sos franciscanos  las  vías  ministeriales  y  gubernativas  y  los 
Tribunales  de  Justicia,  para  recabar  concesiones  y  compensacio- 
nes, ó  exigir  responsabilidades,  si  estiman  que  ha  lugar  á  ello. 
Aspecto  es  este  de  la  cuestión  del  cual  esta  Real  Academia  se 
inhibe  por  completo. 

Madrid,  30  de  Noviembre  de  1917. 

Vicente  Lampérez. 


12  boletín  de  la  keal  academia  de  la  historia 

III 

IGLESIA   i^E  SAN  FRANCISCO  DE  BETANZOS 

(Segu)ido  informe.) 

La  Dirección  general  de  Bellas  Artes  remite  á  esta  Real  Aca- 
demia, con  fecha  de  Julio  del  presente  año,  una  instancia  de  cier- 
to número  de  vecinos  de  Betanzos  (La  Coruña),  en  la  que  se  so- 
licita sea  declarada  «monumento  nacional»  la  iglesia  de  San 
Francisco  de  dicha  ciudad.  Y,  el  Sr.  Director,  en  virtud  de  las 
facultades  que  le  otorgan  los  Estatutos,  me  designa  para  infor- 
mar sobre  dicha  instancia.  Cumpliendo  sus  órdenes,  tengo  el 
honor  de  presentar  el  siguiente  proyecto  de  informe. 


Sobre  la  iglesia  de  vSan  Francisco  de  Betanzos  informó  ya  esta 
Real  Academia,  aprobando  en  J  de  Diciembre  de  1 91 7  el  dicta- 
men emitido  por  la  ponencia,  en  expediente  incoado  con  ocasión 
de  ciertas  obras  en  el  edificio  ejecutadas.  Y,  como  en  dicho  in- 
forme se  historiaba  sumariamente  el  monumento  y  se  apreciaban 
sus  méritos,  bastará  al  presente  recordar  lo  allí  dicho  en  cuanto 
atañe  á  esos  dos  puntos  de  vista.  Helo  aquí: 

«Existe  en  la  ciudad  de  Betanzos  (Coruña)  un  templo  con 
la  advocación  de  San  Francisco^  que  fué  parte  del  convento  de 
la  Orden,  fundado  el  año  12 19.  La  construcción  de  la  iglesia  se 
efectuó  en  el  siglo  xiv,  terminándose  en  1 387  por  la  generosidad 
del  noble  Fernán  Pérez  de  Andrade,  que  la  hizo  panteón  de  fami- 
lia. Es  un  magnífico  ejemplar  de  la  arquitectura  monástica  de  do- 
minicos y  franciscanos  de  Galicia  en  los  siglos  xiv  y  xv.  Son  sus 
rasgos  característicos:  la  planta,  de  cruz  latina  y  una  sola  nave;  tres 
ábsides,  cubierta  de  madera  sobre  arcos  en  aquélla  y  de  bóveda 
de  crucería  en  éstos.  El  estilo  es  el  ojival,  con  muchas  reminis- 
cencias del  románico,  formando  una  amalgama  típica  de  la  región 
galaica.  Consérvanse  en  ellas  varias:  las  hay  en  Lugo,  Santiago, 


IGLESIA    DE    SAN    FRANCISCO    DE    BETANZOS  1 3 

Rivadeo,  Noya,  Vivero,  Coruña,  Pontevedra,  1  uy,  Rivadahia  y 
Orense.  La  de  Betanzos  es,  indudablemente,  la  más  completa, 
hermosa  y  característica. 

Desaparecidos  en  mala  hora  el  claustro  y  el  convento,  lucía  la 
iglesia  sola,  aislada,  en  la  poética  y  arcaica  plaza  de  Santa  Ma- 
ría del  Azoque,  su  larga  nave  con  contrafuertes,  portada,  ven- 
tanales y  tejaroz;  el  alto  crucero  y  los  esbeltísimos  ábsides.  El 
interior  es  aún  más  interesante  y  bello  por  la  elevación  de  las 
naves,  rasgado  de  los  ventanales,  ligereza  de  las  cubriciones  é  in- 
terés de  los  sepulcros  que  la  pueblan.  Porque,  á  imitación  de  la  no- 
ble familia  de  los  Pérez  de  Andrade,  muchas'linajudas  de  la  ciu- 
dad y  del  país,  los  Valousar,  los  Reimúndez,  los  Lemos,  los 
Arias  Pardo  y  otras,  la  eligieron  para  lugar  de  sus  enterra- 
mientos. 

Es,  pues,  la  iglesia  de  San  Francisco  de  Betanzos  un  ejemplar 
valiosísimo  para  la  historia  social,  heráldica  y  artística  de  Gali- 
cia. Y  como  tal  figura  en  todos  los  libros  descriptivos  de  la  re- 
gión, y  en  otros  de  arquitectura  española.» 


Al  ratificarse  ahora  esta  Real  Academia  en  todo  lo  que  acaba 
de  copiarse,  reconoce  de  hecho  los  altos  méritos  del  edificio,  y 
por  ende,  que  «puede  llegar  hasta  comprenderlo  en  la  categoría 
de  monumento  nacional»,  según  literalmente  se  dice  en  el  oficio 
de  remisión  del  expediente. 

Cierto  que  las  obras  en  mala  hora  ejecutadas  por  la  Comuni- 
dad que  lo  ocupa,  y  que  merecieron  la  protesta  de  esta  Real 
Academia,  restan  á  San  Francisco  de  Betanzos  parte  de  su  be- 
lleza externa  y  de  su  integridad  artística.  Mas,  con  ser  tan  des- 
dichadas, no  alcanzan  á  anular  el  valor  que  las  Corporaciones 
oficiales  gallegas,  los  autores  de  Arte  y  los  inventarios  oficiales  le 
asignaron.  Y  no  siendo  menor,  sino  muy  al  contrario,  que  el  que 
poseen  las  iglesias^ide  ella  hermanas  de  San  Francisco  y  de  Santo 
Domingo  de  Santiago  de  Compostela  y  de  Santo  Domingo  de 
Pontevedra,  que  están  incluidas  en  la  lista  de  los  «monumentos 


14  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

nacionales»,  es  de  justicia  otorgar  á  la  iglesia  de  .Betanzos  igual 
categoría.  Con  lo  que,  además,  sujeta  á  la  vigilancia  de  la  Comi- 
sión de  Monumentos,  quedará  á  cubierto  de  nuevos  desafueros, 
muy  de  temer,  dados  los  precedentes. 

Tal  es  la  opinión  del  ponente  que  suscribe.  La  Academia  re- 
solverá sobre  ello  lo  más  oportuno. 

Madrid,  5  de  Diciembre  de  191 8. 

Vicente  Lampérez  y  Romea. 


IV 

INGRESO  DE  D.  RAFAEL  FERNÁNDEZ  DE  CASTRO  Y  PEDRERA 
EN  LA  ORDEN  CIVIL  DE  ALFONSO  XII 

A  LA  Academia. 

Por  la  Subsecretaría  de  Instrucción  Pública  y  Bellas  Artes  se 
ha  remitido  á  informe  de  esta  Real  Academia  el  expediente  de 
ingreso  en  la  Orden  civil  de  Alfonso  XII  de  D.  Rafael  de  Castro 
y  Pedrera;  y  el  infrascripto,  designado  al  efecto  por  el  Sr.  Direc- 
tor, tiene  la  honra  de  someter  el  siguiente  proyecto  de  informe, 
que,  si  mereciera  la  aprobación  de  la  Academia,  podrá  ser  diri- 
gido á  la  expresada  Subsecretaría. 

ExcMo.  Sr.: 

Don  Rafael  Fernández  de  Castro  y  Pedrera,  vecino  de  Melilla, 
Oficial  I.°  de  la  Junta  de  Arbitrios,  Jefe  de  la  Sección  de  Esta- 
dística, Secretario  general  de  la  Cámara  Oficial  de  Comercio, 
Industria  y  Navegación,  Presidente  de  la  Asociación  de  la  Pren- 
sa, condecorado  con  cruces  de  primera  clase  del  Mérito  Militar, 
con  distintivo  rojo  y  blanco,  con  las  medallas  de  la  campaña  de 
Melilla  y  de  África  y  la  de  bronce,  como  recompensa  por  salva- 
mento de  náufragos,  acude  al  Ministerio  de  Instrucción  Pública 
y  Bellas  Artes  manifestando  que,  en  público  certamen  abierta 


INGRESO  DE  CASTRO  Y  PEDRERA  EN  LA  ORDEN   CIVIL  DE   ALFONSO  XII  I  5 

por  la  citada  Cámara  de  Comercio,  Industria  y  Navegación,  en  el' 
año  de  IQIO,  obtuvo,  por  unanimidad  del  Jurado,  el  «Premio 
único >s  ofrecido  al  mejor  trabajo  descriptivo  de  las  provincias  de 
Guelaia  y  Ouebdana;  que  su  laureado  trabajo  fué  tan  bien 
acogido  por  el  público,  que  al  poco  tiempo  quedó  agotada  la 
edición;  que  por  Real  orden  del  Ministerio  de  la  Guerra  fué  de- 
clarado de  utilidad;  que,  según  hace  constar  el  docto  prolo- 
guista del  libro,  esta  es  la  primera  obra  publicada  sobre  el  par- 
ticular, y  termina -el  exponente  manifestando  que,  creyéndose 
comprendido  en  el  caso  3.°  del  art.  7.°  del  Reglamento  de  la 
Orden  civil  de  Alfonso  XII,  y  tal  vez  en  el  caso  9.°  del  referido 
artículo,  en  relación  con  el  2°  del  Real  decreto  de  23  de  Mayo 
de  1902  creando  la  Orden,  y  suplicando  el  previo  estudio  de  su 
obra,  por  si  se  le  considerara  merecedor  del  ingreso  en  la  misma; 
lo  cual,  añade,  le  servirá  de  estímulo  para  continuar  su  obra  cul- 
tural, ora  prosiguiendo  los  estudios  históricos  y  geográficos  del 
Norte  de  Marruecos,  que  le  han  comenzado  ya  á  dar  el  fruto  los 
varios  descubrimientos  arqueológicos  en  el  cerro  de  San  Loren- 
zo, ora  dirigiendo  excavaciones  y  siendo  el  Conservador  del  Mu- 
seo Púnico  y  Romano  que  por  su  iniciativa  creó  la  Junta  de  Ar- 
bitrios, lo  cual  presenta  sólo  como  muestra  de  su  propósito  de 
contribuir  á  la  ilustración  de  sus  compatriotas. 

La  obra,  cuyo  examen  desea  el  Sr.  Fernández  de  Castro,  se 
titula:  El  Rif.  Los  territorios  de  Gtielaia  y  Quebdana  ^  prólogo- 
del  Teniente  coronel  de  Estado  Mayor  D.  Gabriel  de  Moralesv 
Málaga.  Zambrana  Hermanos,  impresores.  1911.  Un  vol.  en  8.*^ 
de  xn-222  páginas. 

Después  de  la  sentida  dedicatoria  al  Marqués  de  Comillas 
sigue  un  notable  prólogo,  en  que  el  Teniente  coronel  Sr.  Morales- 
hace  constar  que  la  energía  de  un  caudillo ,  secundada  por  el 
esfuerzo  de  sus  tropas,  abrieron  hace  dos  años  á  la  influencia 
española  aquella  región,  casi  tan  desconocida  entonces  como  en 
los  tiempos  de  Plinio,  Estrabón  y  Ptolomeo;  hace  una  razonada 
disquisición  sobre  esto  y  deduce  la  importancia  del  libro  que 
nos  ocupa,  que  suministra  un  exacto  conocimiento  de  las  regio- 
nes de  Guelaia  y  Quebdana. 


;0  boletín    de    la    real    academia    de    I.A    HISTORIA 

Terminado  este  prólogo,  escrito  en  Marzo  de  IQII,  comienza 
el  Sr.  Fernández  de  Castro  su  obra  dándonos  en  el  capítulo  i  lo 
que  él  llama  «Ligera  idea  de  Marruecos»,  y  en  el  que  sintética- 
mente (puesto  que  no  ocupa  mas  que  once  páginas)  señala  toda 
la  parte  de  Geograiía  física  y  algo  de  la  política  del  vasto  Impe- 
rio marroquí  y  de  la  región  de  Er-Rif,  en  que  dichas  dos  pro- 
vincias están  enclavadas. 

Estudia  en  el  capítulo  ii  la  Geografía  de  El  Rif,  su  situación, 
su  división  en  kábilas  y  razas,  los  hebreos,  el  pequeño  atlas,  el 
clima,  las  producciones,  pesquerías,  etc.,  dedicando  algunas 
consideraciones  á  los  islotes  de  Alhucemas  y  Peñón  de  la 
Gomera. 

Con  estos  dos  capítulos  — que  pueden  ser  considerados  como 
antecedentes  de  la  materia  que  va  á  desarrollarse —  pasa  en  el  iii 
al  estudio  y  razonada  descripción,  en  conjunto,  de  los  territorios 
de  Guelaia  y  jOuebdana,  sus  faros,  puertos,  bahía,  cabos,  ríos, 
etcétera,  acompañando  á  este  capituló  un  excelente  croquis  de 
la  parte  norte  de  la  península  de  Tres  Forcas. 

En  el  capítulo  iv,  dedicado  sólo  á  Guelaia,  estudia  la  etimo- 
logía de  esta  palabra,  la  división  del  territorio  que  comprende, 
su  población  é  idioma  y  la  situación  de  los  siete  zocos  y  los  días 
de  la  semana  en  que  éstos  se  celebran.  Pasa  después  al  detenido 
examen'  de  las  cinco  kábilas  que  le  constituyen  y  que  son  las  de 
Beni  Shicar,  Mazuza  (á  la  que  acompaña  una  vista  de  Ait-Aisa 
— macizo  del  Gurugú —  y  posiciones  de  Taxi-el-Arbi),  Beni-bu- 
Ifrur  (á  la  que  ilustran  las  vistas  de  la  meseta  de  At-Iaten,  del 
fuerte  de  San  Enrique,  en  el  monte  Uicsan,  y  de  su  región  mi- 
nera), Beni-bu-gafar  y  Beni  Sidel,  ilustrado  con  la  vista  del  monte 
Tiediennit ,  demarcado  en  las  antiguas  cartas  geográficas  con  el 
nombre  de  Monte-Milón. 

El  capítulo  v  describe  la  situación  y  extensión  de  la  Mar  Chica; 
se  ocupa  de  la  apertura  del  canal  de  la  Bocana  y  se  extiende  en 
atinadas  observaciones  acerca  de  la  transformación  de  ésta  en 
puerto  militar. 

En  el  capítulo  vi  se  ocupa  de  la  kábila  de  Quebdana,  sus  lími- 
tes, las  nueve  fracciones  que  la  constituyen  y  los  seis  zocos  que 


INGRESO  DE  CASTRO  Y  PEDRERA  EN  LA  ORDEN  CIVIL  DE  ALFONSO  Xll  17 

se  celebran,  terminando  con  una  extensa  descripción  geográfica 
en  todos  sus  aspectos. 

El  capítulo  vil  se  refiere  sólo  á  las  islas  Chafarinas;  en  los  viii 
y  IX  se  estudian  los  usos  y  costumbres  de  los  kabÜeños  de  Gue- 
laia  y  Üuebdana,  sus  orígenes,  leyenda,  carácter,  el  Ramadán, 
aptitudes,  nacimientos,  bautizos,  divorcios,  zocos,  religión,  mez- 
quitas, zaulas,  instrucción  pública,  santuarios,  cementerios  y 
entierros;  y  en  el  x,  «La  mujer  de  Guelaia  y  Ouebdana'>,  exor- 
nado con  las  más  curiosas  y  pintorescas  observaciones. 

A  la  Historia  y  á  la  Geografía  física  y  política  de  Melilla  están 
dedicados  los  capítulos  xi,  xii,  xiii  y  xiv  de  la  obra  del  Sr.  Fer- 
nández de  Castro,  que,  con  el  objeto  de  que  constituyan  una  es- 
pecie de  obra  independiente  del  conjunto,  señala  con  los  cuatro 
números  cardinales  correlativos. 

En  el  I  describe  la  posición  geográfica,  conquista,  orígenes, 
aumentos  de  población  hasta  el  censo  de  191  o,  y  la  que  acer- 
tadamente llama  « Nueva  Era  de  Melilla  ;•> ,  la  influencia  de  la 
campaña  de  1909  en  el  crecimiento  de  la  población,  que  produjo 
el  incremento  que  las  construcciones  tuvieron  y,  como  conse- 
cuencia, el  ensanche,  que  comenzó  con  el  barrio  Reina  Victoria 
y  continúa  por  el  de  Triana,  alcanzando  aquellos  terrenos  pre- 
cios fabulosos,  siendo  unos  catorce  barrios  los  que  ej  Sr.  Fer- 
nández de  Castro  estudia,  señalando  I4  necesidad  de  que  se  for- 
me un  plan  racional  de  ensanche  de  la  ciudad,  con  lo  que  ter- 
mina este  capítulo,  que  ilustra  con  una  vista  de  Melilla,  tomada 
desde  el  fuerte  de  San  Lorenzo. 

En  el  II  examina  todo  lo  referente  al  comercio  de  importación 
y  exportación,  las  industrias,  el  servicio  de  Correos  y  Telégrafos, 
la  Junta  de  arbitrios,  los  gastos  é  ingresos,  la  navegación,  abas- 
tecimiento de  aguas  y  pozos  artesianos,  aduciendo  curiosas  ob- 
servaciones y  señalando  la  necesidad  de  reformas,  como  la  del 
alcantarillado,  ornato  é  higiene  de  la  población,  que  la  Junta  de 
at3bitrios  tiene  en  estudio. 

El  comercio  de  Melilla,  la  preponderancia  de  los  mercados 
argelinos  y  los  arbitrios  sobre  las  mercancías  que  se  importan, 
constituyen  el  texto  del  iii,  en  el  que  el  autor  se  extiende  en 

TOMO    LXXIV  2 


1 8  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

oportunas  consideraciones  acerca  de  la  anulación  de  estos  arbi- 
trios, como  remedio  y  para  la  prosperidad  mercantil  de  la 
ciudad. 

El  IV  de  los  capítulos,  destinado  á  Melilla,  señala  la  organiza- 
ción militar,  Capitanía  general,  efectivo  de  guarnición,  y  detalla 
todo  lo  relativo  á  Juzgados,  incluso  el  Juzgado  moro;  á  las  ofici- 
nas indígenas,  escuelas  árabes,  parte  religiosa,  iglesias,  instruc- 
ción y  Cámara  de  Comercio. 

A  los  dos  apéndices  en  que  se  insei^tan  el  convenio  franco- 
marroquí  de  1 910  y  el  hispanc-marroquí  de  la  misma  fecha, 
siguen  — poniendo  fin  á  la  obra —  unas  interesantes  «Aclaracio- 
nes» que,  ora  corrigiendo  algún  pequeño  error  de  imprenta,  ora 
explicando  el  significado  de  algunas  palabras  ó  ampliando  deta- 
lles de  algunos  conceptos,  empleados  — aquélla  ó  éstos —  en  el 
curso  de  la  obra,  ora  describiendo  algo  que  no  lo  fué  cumplida- 
mente en  el  texto,  u  ora  detallando  alguna  noticia  geográfica, 
completan,  por  modo  conveniente,  la  importancia  del  libro  que 
nos  ocupa,  en  el  que  la  simple  enumeración  de  su  contenido 
basta  y  sobra  para  aquilatarla. 

Esta  obra  y  las  circunstancias  personales  que  concurren  en 
D.  Rafael  Fernández  de  Castro  y  Pedrera  le  colocan  de  lleno  en 
las  condiciones  que  paia  el  ingreso  en  la  Orden  civil  de  Alfon- 
so XII  exigen  el  art.  2.°  del  Real  decreto  de  23  de  Mayo  de  1902 
creando  la  Orden,  y  los  casos  3.°  y  9."  del  art.  7.°  del  Regla- 
mento de  31  del  propio  mes  y  año,  puesto  que  ha  publicado  una 
obra  de  reconocido  mérito,  por  la  que  ha  obtenido  el  «Premio 
único»  en  concurso  público  de  carácter  general  en  España,  y  son 
muy  de  estimar  sus  distinguidos  servicios  y  acertadas  iniciativas 
en  las  Corporaciones  en  que  colabora. 

V.  E.,  no  obstante,  etc.  Dios  guarde,  etc. 

Hasta  aquí  el  informe  que  el  infrascripto  somete  á  la  Acade- 
mia para  que  acuerde  lo  que  de  .seguro  será  siempre  lo  más 
acertado. 

Madrid,  15  de  Novimbre  de  iqíS. 

El.  M.AKQUKS  DK  FoRoxn.v. 


INFORMES  GENERALES 


I 

CARTULARIO  DE  LA  IGLESLl  DE  SANTA  MARÍA  DEL  PUERTO 

(SANTOÑA) 

Co9tii?i7iaridíí    ( i  ). 


XXI 

1 8  de  Febrero  de  1084. 

De  Añero. 

In  Era  tcxxii,  notum  die  sabbato  xii  kaJendas  Martias.  Reg- 
nante  domno  ac  principe  nostro  Adefonso  in  regno.  Ego  denique 
Ueila  Garziez  de  spontanea  mea  uolumtate  sic  dono  uel  concedo 
pro  remedio  anime  mee  ad  regulam  Sánete  Marie  de  Portu,  et 
ad  tibi  abbati  Martino  et  ad  fratres  tuos  uno  pumare  cum  suo 
terre  funditus,  qui  est  in  uilla  de  Añero  ubi  dicunt  in  Sotto  in 
ualles,  ut  in  ipsa  regula  deseruiat  iure  perpetuo.  Si  quis  aliquis. 

Similiter  et  ego  Saluator  Santez  una  pariter  cum  uxore  mea 
Bellita  de  nostra  bona  placentia  sic  donamus  uel  concedimus 
pro  remedio  animarum  nostrarum  ad  ipsa  regulam  Sánete  Marie 
et  ad  tibi  abbati  Martino  et  ad  fratres  tuos  uno  pumare  cum  suo 
terre  fundus  qui  est  ante  Sánete  Marie  in  uilla  de  Termino, 
latus  limite  de  filios  de  Gonsaluo  Citiz;  ipso  pumare  cum  suo 
terre  fundus  ab  omni  integritate,  ut  ad  ipsa  regula  seruiat  iure 
perpetuo.  Quod  si  aliquis.  (Fol.  35,  r.) 


(i)     Véase  Boletín,  tomo  lxxiii,  cuaderno  v,  pág.  420,  191 8. 


,70  bOLETlN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

XXII 

i.°  de  Abril  de  1084. 

Donaaóii  de  un  quiñón  en  Argofios. 

Sub  Xpi  nomine,  eius  imperium,  ego  denique  Albaro  Didaz 
quia  sic  timuit  morte  et  penas  inferni,  quia  sic  trado  in  uita  mea 
pro  remedio  anime  mee  illo  meo  quingone  quantum  quadrat 
Ínter  meos  germanos  uel  heredes  ad  uos  abbas  Martinus  de 
Sancta  Maria  de  Portum  et  ab  omni  congregationis  eius,  in  uilla 
de  Argonios,  ubi  dicent  in  Somesieto,  et  in  ipsa  uilla  in  solares, 
in  cassas,  in  orrios,  in  cubas,  in  hereditates,  in  pumares,  in  diuis- 
sas,  in  colazos,  in  montes,  in  fontes,  in  exitus,  incultum,  discul- 
tum,  mea  hereditate  et  mea  potentia  por  ubi  lo  potueritis  inue- 
nire  in  uilla  de  Argonios,  ab  omni  integritate.  Ouod  si  tamen 
uero  aliquis  homo  aut  ego  Albaro,  aut  filiis  meis,  aut  neptis, 
aut  heredibus,  aut  potestas  terre  qui  ad  iuditio  pulsauit  conten- 
tione  fecerit,  pariet  ipso  qui  ressonat  scriptura  in  hanc  regula 
traditionis  hanc  duplata  et  triplata  in  simile  tale  logare  iusta  suas 
limites,  ad  reges  terre  parie  iii  libras  áureas.  Facta  hanc  scriptura 
regulis  die  notum  kalendas  Aprilis  in  Era  xcxxir,  Adfonso  rex 
in  Toleto,  in  Leone  et  in  Castella,  et  in  illo  monesterio  de  Sancti 
Salbatoris  illa  mea  ratione  uero  sic  trado.  Et  ego  Albaro  Didaz 
qui  hanc  scriptura  fecit  iussit  legente  audiuit  et  de  manu 
mea  >^  roborauit,  coram  testes  Tani  testis,  Martino  testis  et  Sal- 
bator  testis  quia  hic  testes  sumus  de  manibus  nostris  ^  robora- 
bimus.  Cipriano  notuit.  ^•<.  (Fol.  14  v.) 

XXIII 
i.°  de  Mayo  de  1084. 

DOXATIO    VEr.    SCRIPTURA    DE    DONXA     TaRESA    I\    CesERO. 

Sub  Xpi  nomine  et  eius  imperium.  Ego  denique  domna  Taresa 
sic  trado  uel  dono  pro  remedio  anime  mee  uel  de  filio  meo 
Munnio  vSaluatoriz  illas  casas  de  Cesero  cura*  suas  ereditates  uel 
quantum  ad  ipsas  pertinet  in  Cesero  et  in  Colindres  ad  ecclesia 
Sánete  Marie  sempet-   uirginis  seu  sanctorum  Petri  et  Pauli  et 


CARTULARIO  DE  LA  IGLESIA  DE  SANTA  MAUÍA  DEL  FUERTÜ  I^SANTOÑa)  2  1 

Sancto  Uincentio  atque  lustus  et  Pastor  ceterisciue  reliquiis  que 
sunt  recondite  in  ipsa  ecclesia  Sánete  Marie  quod  uocitant  Por- 
tum  et  abbate  Martino  et  ad  fratres  eius,  ab  omni  integritate  ut 
in  ipsum  locum  deseruiat  ¡ure  perpetuo.  Facta  hec  donatio  die 
notum  mi  feria  ipsas  kalendas  Alaias  in  Era  tcxxii.  Similiter  et 
ego  domna  Taresa  pro  remedio  anime  mee  et  de  filio  meo  Mun- 
nio  Saluatoriz  una  pariter  cum  filias  meas  Maria  et  luliana  sic 
trademus  uel  concedimus  illos  tres  quingones  qui  sunt  in  uilla 
de  Argongos  ubi  dicut  Sommerieto  in  illo  solare  cum  suas 
ereditates  uel  quantum  ad  ipso  solare  pertinet,  ab  omni  integri- 
tate, ad  ipsa  regula  Sánete  Marie  et  ad  tibi  abba  Martino  et  ad 
fratres  tuos  ibidem  in  ipsum  locum  vSancte  Marie  de  Portum 
auitantibus,  ut  ibi  seruiat  per  in  perpetuum.  Quod  si  aliquis  homo 
inde  abstulerit  uel  alienaberit,  c]uisquis  fecerk  cómodo  pariet 
quantum  que  in  ista  regula  resonat  dupplato  uel  tripplato  ad  ipsa 
ecclesia  Sánete  Marie  uel  ad  abbate  qui  ibidem  fuerit  et  ad  fra- 
tres suos  in  istas  uillas  pernominatas  iusta  limites  uel  términos 
suos,  et  libra  áurea,  et  ad  regis  terre  tres  libras  similiter  áureas. 
Facta  hec  donatio  uel  traditio  die  notum  mi  feria  ipsas  kalendas 
Maius  in  Era  cxxii  post  millessima.  Regnante  domno  ac  principe 
nostro  Adefonso  in  regno.  Et  ego  domna  Taresa  et  filias  meas 
Maria  et  luliana  qui  hec  tradictio  uel  donatio  fecimus  legente 
audibimus  et  de  manibus  nostris  >ji  roborabimus  coram  testes 
Béila  Telliz,  Aluar  Frenandiz,  sumus  in  hoc  testes  et  >^  robora- 
'bimus.  (Fol.  35  V.) 

XXIV 

5  de  Mayo  de  1084. 

De  Ínsula. 

Sub  Xpi  nomine  et  eius  imperium.  Ego  denique  Gonsaluo- 
Sangez  et  domna  Uerilde  sic  donamus  uel  concedimus  pro 
remedio  animarum  nostrarum  ad  regulam  Sánete  Marie  quod 
uocitant  Portum  ipsos  nostros  quingones  que  abuimus  in  vSancta 
luliana  de  ínsula,  in  térras,  in  pumares,  incultu  et  diseultu,  ab 
omni  integritate.  vSie  trademus  uel»  donamus  ad  ipsa  iam  supra 
dicta  regula  et  ad  tibi  abbati  Martino  et  ad  fratres  tuos  ipsa  ere- 


22  boletín    de    la    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

ditate  ut  ibi  perseueret  in  sécula.  Quod  si  aliquis  homo  inde 
abstulerit  pariet  libra  auri  et  ipsa  ereditate  dupplata,  et  ad  prin- 
cipis  terre  iii  libras  de  auro  puro.  Facta  scriptura  testamenti 
notum  die  iii  nonas.  Maias,  Era  tcxxu.  Regnante  rex  Adefonso 
in  regno.  Et  nos  Gonsalvo  et  Uerildi  qui  hec  testamentum  scrip- 
ture  fecimus  legente  audibimus  et  de  manibus  nostris  fj-  robo- 
rabimus  coram  testes  Citi  et  Belliti,  testes  sumus  et  de  manibus 
nostris  *^.  Didacus  notuit.  (Fol.  34  r.) 


XXV 

25  de  Julio  de   1084. 

Sentencia  judicial  por  la  que  son  adjudicados  á  la  iglesia  de 
Santa  María  del  Puerto  el  Monasterio  de  San  Pedro  de  Noga 
y  otros  bienes. 

In  Era  tcxxii  notum  uie  i  i  feria  viii°  kalendas  Agustas. 
Regnante  domno  nostro  Ihu  Xpo  et  principe  Adefonso  in 
regno.  Ante  presentía  de  corum  concilio  de  bonorum  hominum 
de  Trasmiera,  idest  Veila  Didaz,  Rodrico  Adfonso,  Gonsalvo 
Momez,  Rodrico  Didaz,  Gutier  López,  Nunno  Feles,  Gonsalvo 
Didaz,  Loppe  Momez,  Eoppe  Annaiaz,  Vermudo  Annaiaz,  Ro- 
drico Loppez,  Enneco  Loppez,  vel  aliorum  multorum.  Nos  uero 
igitur  Loppe  Sangez  et  Didaco  Sangez  sic  facimus  kotum  uel 
prosoluitionem  domni  nostri  regis  ad  tibi  abbate  Martino  et  ad 
fratres  tuos  de  Santa  Maria  de  Portum,  de  illo  monasterio  Sanc- 
ti  Petri  de  Nogga  cum  sua  defesa  de  Oggastreta,  et  de  illa  uilla 
de  Giriuago  cum  sua  ecclesia  et  casas,  orrios,  térras,  pumares, 
montes,  fontes,  éxitos  atque  regressos,  cultum  atque  incultum 
ubique  potueritis  inuenire  ab  omni  integritate.  Sic  donamus  uel 
concedimus  uobis  et  facimus  kotum  de  ipsos  monasterios  cum 
omnia  sua  rem  ut  abeatis  uel  possideatis  eos  uos  fratres  de  Sanc- 
ta  Maria  de  Portum  sicut  in  antiquo  tempore  iure  perpetuo.  Et 
accepimus  nos  Loppe  Sangez  et  Didaco  Sangez  precium  uel  ho- 
norem  de  uos  abbate  Martino  et  de  fratres  uestros  xxv  baccas 
et  uno  mulo  uaio  ualente  lx  solidos  pro  ipsos  monasterios  pre- 
dictos  et  proinde  donamus  uel  concedimus  uobis  in  perpetum 


CARTULARIO  DE  LA  IGLESIA  DE  SANTA  MARÍA  DEL  PUERTO  (sANTOÑa)  23 

ut  uos  et  cuncti  fratres  qui  fuerint  in  ¡psa  regula  Sánete  Marie 
uirginis  abeant  uel  uindicent  eos  per  in  sécula.  Quod  si  nos  sé- 
niores Loppe  Sangez  et  Didaco  Sangez  qui  térra  imperamus  sub 
imperio  de  domno  nostro  Adefonsus  rex,  aut  alia  potestate  qui 
de  post  nos  uenerit  ipsos  monasterios  superius  nominatos  Sancti 
Petri  de  ipsa  regula  Sánete  Marie  uoluerit  alienare  uel  toUere  ad 
ipsos  fratres,  eomodo  pariet  ipsos  monasterios  dupplatos  uel 
tripplatos  cum  quanto  ad  ipsos  monasterios  pertinet,  et  auri  li- 
bras tres  ad  abbate  uel  ad  fratres  qui  in  ipsa  regula  eommorabe- 
rint,  et  ad  regis  terre  alias  tres  libras  áureas  exoluat.  In  super 
uero  abeat  iram  de  Xpo  filio  Dei  uiui  et  de  Saneta  Maria  mater 
Domini  et  de  suis  uirginibus  et  de  duodecim  apostolorum  et  de 
duodeeim  prophetarum  et  de  quatuor  euangelistas  Mareus  et  Ma- 
theus,  Lúeas  et  Ihoannes,  et  de  omnium  martirum  et  confesso- 
rum  et  de  saneta  omnia  que  sunt  in  eelo  et  in  térra,  et  non 
abeat  partem  cum  Xpo,  sed  cum  luda  traditore  in  eterna  damna- 
tione,  amen,  arnen.  Nos  uero  Loppe  Sangez,  et  Didaco  Sangez 
qui  isto  kotto  feeimus  legente  audibimus  et  de  manibus  no- 
stris  ^  ^  feeimus  et  roborabimus  coram  testes,  Veila  Telliz,  Sal- 
uator  Arziz  testes.  Mikael  prepositus  testis  >J<.  Godestio  con- 
uersus  testis  y^.  Oruanus  presbiter  testis  ^.  ítem  Mikael  presbi- 
ter  ^.  lulianus  presbiter  ^  testis.  Ihoannes  y^.  Didaco  ^  testis. 
Petrus  presbiter  *i*  testis.  Ellus  presbiter  ^  testis.  Petrus  diaco- 
nus  testis.  Mikael  diaconus  >^  testis.  Sancius  presbiter  ^  testis. 
Ciprianus  conuersus  ^  testis  sumus  et  de  manibus  nostris  >^  ro- 
borabimus. (Fol.  4  V.) 

XXVI 

1 9  de  Agosto  de  1084. 

De  Aras. 

In  Era  tcxxii  notum  die  1 1  feria  xiiii  kalendas  Septembris. 
Regnante  domno  ae  principe  nostro  Adefonso  in  regno.  Ego  de- 
nique  Maria  López  de  spontanea  mea-  volúntate  et  pro  remedio 
anime  mee  sic  dono  vel  concedo  ad  monasterio  Sánete  Marie  de 
Portum  medietate  in  uno  pumare  cum  suo  terre  fundus  in  uilla 
de  Aras   ubi  dicunt  in  Perrielle,   et  in  alio  loco  ubi  dieunt  uilla 


24  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

de  Badames.  Sic  dono  uel  concedo  ad  ipsa  regula  iám  superius 
dicta  et  ad  tibi  abbati  Martino  et  ad  fratres  tuos  medietate  in 
ereditate  et  in  illos  maccanares  illa  quarta  que  est  pro  termino 
de  filios  de  Citi  Monnioz,  et  per  illa  karraria  ántiqua  usque  ad 
illo  rigo  qui  discurrit.  Et  quarto  quingone  in  curriculo  de  illo 
molino.  Sic  dono  uel  concedo  ego  Maria  López  ista  ereditate  ad 
ipsa  regula  ab  omni  integritate  ut  ibi  permaneat  iure  perpetuo. 
Ouod  si  aliquis  homo  ista  ereditate  de  ipsa  regula  abstulerit 
pariet  ea  dupplata  uel  tripplata  cum  libra  áurea,  et  ad  Comitis 
terre  duas  libras  áureas  exoluat,  et  ista  scriptura  firmis  perma- 
neat. Et  ego  Maria  López  qui  hec  donatio  uel  traditio  fieri  iussi 
legente  audibi  et  de  manu  mea  ^  roborabi  coram  testes  Citti  et 
Mikael,  hic  testes  sumus  et  de  manibus  nostris  >^  >j<  roborabi- 
mus,  (Fol.  28  V.) 

XXVII 
Año  1084. 

Donación  de  una  heredad  en  Argoños. 

Regnante  domno  Adfonso  rex  in  Toleto,  in  Leone  et  in  Cas- 
tella,  in  Era  xcxxxii.  Sub  Xpi  nomine,  eius  imperium,  egó  deni- 
que  Maria  López  placuit  michi  bono  animo  spontanea  mea  uo- 
luntate  acessit  uoluntas  sic  trado  uel  dono  mea  hereditate  pro- 
pria  in  uilla  de  Argonios  in  loco  qui  uocitant  pumar  delante, 
iusta  limites  de  filios  de  Comité  Monio  Gonzalbiz,  et  de  alia  pars 
pro  illa  uia  puplica,  tertio  terminum  usque  ad  illam  fontem  mana- 
toriam;  sic  lo  trado  ego  Maria  et  Gutierre  López  et  Gonzalbo 
Sansis,  sic  lo  trademus  uel  donamus  pro  remedio  animarum 
nostrarum  ad  uos  abbas  Martinus  de  Sancta  Maria  de  Portuní  et 
ab  omni  congregationem  eius  firmis  tenere  iure  perpetuo  seculis, 
amen.  Quod  si  tamen  uero  aliquis  homo  aut  ego  Maria  López 
aut  Gutierre  López  aut  Gonzalbo  Sanziz,  aut  filiis  nostris,  aut 
neptis,  aut  hereeíibus  aut  potas  {sic^  por  potestas)  terre  qüis  ad 
disrumpendum  uenerit  aut  uoce  suscitauit,  coníodo  pariat  ipsa 
hereditate  duplata  et  triplata  in  simile  tale  locare  iusta  suas  limi- 
tes, ad  reges  terre  parie  III  libras  áureas.  Pacta  scriptura  regulis 
die  notum  kalendas  Februarias.  Et  ego  Maria  et  Gutierre  e  tGon- 


CARTULARIO  DE  LA  IGLESIA  DE  SANTA  MAKIA  DEL  PUEKTO  (SANTOÑAJ  2  í, 

galbo  scriptura  que  fecimus  iussit  legente  audiuimus  et  de  manus 
nostras  y^^  -^  roborauimus  coram  testes  Sabas,  Munnio  et  Gon- 
galbo  et  Martino,  hic  testes  sumus,  de  manus  nostras  nostras  (sic) 
►f^  ^  roborauimus.  Cipriano  >^  notuit.  (Fol.  15   v.') 

XXVIII 

18  de  Febrero  de  1085. 

Regula  de  Añero. 
Sub  Xpi  nomine  et  eius  imperio.  Ego  uero  Kodrico  Dida¿: 
sic  trado  uel  dono  de  spontanea  mea  uolumtate  ad  regula  Sánete 
Marie  semper  uirginis  et  ad  tibi  abba  Martino  et  ad  fratres  qui 
sunt  ibidem  abitantes  meo  quinto  quingone  in  uno  pumare,  cum 
suo  terre  fundus,  qui  est  in  uilla  de  Añero,  ubi  dicunt  in  Sete- 
nia,  per  termino  de  filios  de  Citi  Xpianiz,  et  per  termino  de  filios 
de  Ueila  Garziez;  tertio  termino  de  Comitato.  Sic  dono  uel  con- 
cedo ego  Rodrico  Didaz  ipso  quingone  iam  dicto  ad  ipsa  regula 
ab  omni  integritate  ut  i6i  permaneat  semper,  pro  remedio  anime 
mee.  Si  quis  inde  abstraxerit  cómodo  pariet  illo  dupplato  et  libra 
auri  ad  abbate  uel  ad  fratres  qui  in  ipsa  regula  pro  amore  Dei 
commoraberint,  et  ad  regis  terre  alia  libra  auri.  Facta  scriptura  in 
Era  Tcxxiii,  xii°  kalendas  Martias.  Adfonsus  rex.  Et  ego  qui 
hoc  testamentum  feci  de  manu  mea  >J«  roborabi  coram  testes 
Rodrico  frater  qui  ^  feci.  Mikael  presbiter  >j<  fecimus  et  de  ma- 
nibus  nostris  >x<  *i<  roborabimus.  (Fol.  34  r.)' 

XXIX 

■8  de  Febrero  de  10S5. 

Regula  de  illas  casas  de  Liemdo. 
In  Era  tcxxiii  notum  die  sabbato  xii  kalendas  Martias.  Ego  de- 
dique Loppe  Momez  ante  presentía  de  chorum  concilio  de  bo- 
norium  hominum  de  Liemdo  et  de  Kolindres,  idest  Loppe 
Annaiaz,  Uermudo  Annaiaz,  Rodrico  Loppez,  Didaco  Loppez  (l) 
Enneko  Loppez,  Loppe  Loppez,  uel  ante  multorum  hominum  de 

(1)     Al  margen,  en  letra  de  la  misma  época:  Enneko  lagguez,  Galindo 
Armentarez  Loppe  Martínez,  Munnio  Godestioz. 


26  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

ipso  ¡am  dicto  concilio,  et  ante  illos  merinos  pernominatos  Ar- 
mentero,  Adfonso  et  Munnio  Munnioz.  Sic  fació  kautum  persol- 
Liitionis  ad  tibi  abba  Martino  et  ad  fratres  tuos  de  Sancta  Maria 
de  Portum,  de  illas  medias  casas  de  Liemdo  (l)  cum  suos  puertos 
et  cum  suas  conparationes  que  fuerunt  de  Antolino  Munnioz, 
et  era  illa  quinta  que  posuit  pro  anima  sua  ad  reguhim  Sánete 
Marie  pro  anima  sua.  Sic  fació  ego  Loppe  Momez  istam  persol- 
uitionem  uel  isto  kautum  de  illas  medias  casas  cuns  suos  puertos 
et  suas  conparationes  ad  tibi  abbate  Martino  et  ad  fratres  tuos, 
ab  omni  integritate.  Et  accepi  ego  Loppe  Momez  precium  uel 
honorem  de  tibi  Martino  abba  et  de  fratres  de  Sancta  Maria  quem 
misi  in  meo  prode  uel  in  seruitio  de  domino  meo  sénior  Loppe 
Sangez,  idest  uno  caballo  pro  colore  uaio  frontino,  ualente  xxx 
solidos,  et  III  baccas  ualente  precio  in  sub  uno  in  lxx  solidos, 
sicut  michi  Loppe  Momez  bene  conplacuit,  et  adfirmabimus  nos- 
tro  mercato  per  in  sécula.  Quod  ¡si  aliquis  homo  istum  kautum 
disrumpere  uoluerit,  potestates  aut  senioribus  terre  aut  iudices 
et  merinos  cómodo  pariet  qui  talia  comiserit  ipsas  medias  casas 
cum  suo  solare  et  cum  suos  puertos  et  cum  suas  conparationes 
dupplatas  uel  melioratas  in  simile  tale  locum,  cum  toto  suo  edifi- 
cio et  labore  ad  abbate  uel  ad  fratres  qui  fuerint  in  ipsa  regula, 
et  III  libras  áureas,  et  ad  regis  terre  pariet  alias  iii  libras  áureas, 
et  scriptura  ista  firmis  permaneat.  Et  ego  Loppe  Momez  qui  isto 
koto  fieri  iussi,  legente  audibi  et  de  manu  mea  ^  roborabi  in 
ipso  concilio  iam  desuper  nominato  de  Liemdo,  coram  testes 
Munnio  et  Rodrico  et  Gutierre,  hic  testes  sumus  et  de  manibus 
nostris  >í<  >í^  ►í^  roborabimus.  (Fol.  2  v.) 


XXX 

i.^  de  Marzo  de  1085. 

.Sub  Xpi  nomini  eius  imperio,  ego  denique  Geneco  Azenariz 
pro  malus  que  feci  peccatis  meis  quia  sic  trado  pro  remedio  ani- 
me mee  mea  hereditate  ad  uos  abbas  Martino  et  ad  sanctarum 


1 )     Raspadas  dos  palabras. 


CARTULARIO  DE  LA  IGLESIA  UE  SANTA  MARÍA  DEL  PUERTO  (sANTOÑa)  2^ 

[sic]  uirginis  mater  Dei  Maríe  et  ab  omni  congregationes  eius  de 
mea  hereditate  illa  medietate  in  uillas  pernominatas  in  Argo- 
nios,  in  Arnorio  et  in  Meruelo,  in  illas  uillas  prenominatas,  de 
mea  hereditate  illa  mediatate  in  solares,  in  hereditates,  in  puma- 
res,  in  monesterios,  in  diuissas,  in  montes,  in  fontes,  in  colazos 
in  exitus,  por  ubi  lo  potueritis  inuenire  illa  mediatate  ab  omni 
integritate.  Quod  si  tamen  uero  aliquis  homo  aut  ego  Geneco  aut 
filiis  meis,  aut  heredibus,  aut  potestas  terre  quis  ad  disrumpen- 
dum  uenerit  aut  uoce  suscitauit,  cómodo  pariat  ipsa  hereditate 
duplata  et  triplata,  ad  reges  terre  parie  iii  libras  áureas.  Facta 
regula  scriptura  die  notum  kalendas  Martias  in  era  tcxxiii,  Ad- 
fonso  rex  in  Toleto,  in  Leone,  et  in  Castella.  Et  ego  Geneco  re- 
gula que  fecit  legente  audiuit  et  de  manu  mea  ►J^  ^  roborauit 
coram  testes  Fredinando  testis,  Micael  testis,  Salbator,  testis 
quia  hic  testes  sumus  de  manus  nostras  j^  ^  roborauimus. 
Cipriano  ^  notuit.  (Fol.    15  r.) 


XXXI 

20  de  Marzo  de  1085. 

Regula  de  Barcena. 

Sub  Xpi  nomine  et  eius  imperium.  Ego  denique  Frenando 
Rodriz  una  pariter  cum  mea  germana  Goina,  sic  donamus  uel 
concedimus  pro  remedio  animarum  nostrarum  ilio  nostro  quin- 
gone  quem  in  uilla  de  Barcena  auemus  et  in  Antongaia  et  in  Co- 
lindres.  Et  ego  Goina  sic  dono  uel  concedo  ipso  meo  quingone 
que  abeo  in  uilla  de  Cesero  foras  illo  quingone  de  rheo  germano 
Frenando  Rodriz,  ad  regulam  Sánete  Marie  semper  uirginis  de 
Portum  et  ad  tibi  abbate  Martino  et  ad  fratres  ibidem  abitantes. 
Sic  donamus  uel  concedimus  ista  ereditate  que  in  ista  regula  re- 
sonat,  ab  omni  integritate  ut  in  ipsa  eclesia  vSancte  Marie  de- 
seruiat  iure  perpetuo.  Et  ego  Cette  una  cum  filiis  meis  sic  do- 
namus ad  ipsa  regula  iam  desuper  nominata  pro  remedio  anime 
filio  meo  Rodrico  ipso  quingone  quem  abemus  in  uilla  de  Kolin- 
dres,  ab  omni  integritate  semper.  Quod   si   aliquis   homo  hec 


2$  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

scnptura  testamenti  disrumpere  uoluerit,  cómodo  pariet  quan- 
tum que  in  ista  regula  resonat,  duplato  uel  tripplato  in  ipsas  ui- 
ilas.iam  superius  dictas,  ad  abbate  uel  ad  fratres  qui  in  ipsa  re- 
gula militaberint,  et  libra  de  auro,  et  ad  regis  terre  similiter  alia 
libra  auri.  Et  ad  Cristo  et  sanctis  eius  anathemá  sit.  Facta  scrip- 
tura  testamenti  xiii.°  kalendas  Aprilis  in  Era  tcxxiii.  Regnante 
doijmo  Imperatore  Adefonso,  Et  ego  Frenando  Rodriz  et  Goina 
et  ego  Cette  et  filios  meos  qui  ista  traditio  uel  scriptura  fecimus 
legente  audibimus  et  de  manibus  nostris  >^  >J<  roborabimus 
coram  testes  Orbanus  presbiter,  loannes  presbiter,  hic  testes 
sumus  et  de  manibus  nostris  >J<  >^  roborabimus.  Dida  *^  cus 
notuit.  (Fol.  36  V.) 

XXXII 

iS  de  Febrero  dé  1085. 

Regula  de  Desio. 

Sub  Xpi  nomine  et  eius  imperium.  Ego  lulianus  presbiter  pla- 
cuit  mici  atque  conuenit  nullo  cogente  imperio  ñeque  suadentis 
articulo,  sed  propria  mici  accessit  uolumtas  ut  facerem  traditio- 
nem  sicut  et  fació.  Igitur  trado  me  et  mea  quinta  tibi  abbati 
Aíartino  uel  cetere  congregationis  quos  Xpi  catena  coniunxit  in 
unum  per  mandatum  Domini  nostri  Ihu  Xpi  qui  dixit:  Vade, 
lleude  omnia  que  abes  et  da  paiiperibus  et  tieni  sequere  me.  Pro- 
inde  ego  lulianus  talem  uocem  euangelicam  audiendo  trado  tibi 
abbati  Martino  et  cuñete  congregationi  tecum  commorantibus 
in  monasterio  Sánete  Marie  semper  uirginis  quod  uocitant  Por- 
tum  illas  casas  que  sunt  in  Desio  meas  proprias,  cum  suos  puma- 
res  que  ego  lulianus  posui  manibus  meis,  et  illo  meo  quingone 
quem  abeo  in  ipsa  ecclesia  de  Santi  Mametis.  Et  similiter  sic 
trado  uel  concedo  pro  remedio  anime  mee  ego  lulianus  presbi- 
ter illo  quingone  quem  abeo  de  meos  parentes  uel  de  auos  meos 
in  ipsa  uilla  Desio,  inter  meos  germanos  et  meos  eredes,  in  ter- 
ris,  in  pumares,  in  montes,  in  fontes,  incultu  et  discuitu,  ab  om- 
ni  integritate,  ad  ipsa  ecclesia  Sante  Marie  et  ad  tibi  abbate  Mar- 
tino  uel  ad  omni  congregationi,  ut  abeatis  me  in  memoria  co- 


CARTULARIO  DE  LA  IGLESIA  DE  SAXTA    MARÍA  DEL  PUEUTO  (SANTOÑAj  29 

ram  Domino  et  sanctis  eius,  quia  qui  pro  alius  orat  se  ipsum 
Deo  conmendat,  sicut  Paulas  apostolus  ait:  Confitcmini  alteru- 
triim  peccata  uestra  et  orate  pro  inuicem  ut  saluemiui.  Et  ¡terum: 
Vigilate  et  orate  quia  nescitis  diem  ñeque  oram  (l).  Si  quis  ta-men 
contra  hanc  traditionem  uel  donationem  ego  lulianus  presbiter 
aut  eredes  mei  aut  quislibet  persona  inrumpere  aut  tentare  uo- 
iuerit,  pariet  auri  libras  iir,  et  ad  regis  terre  similiter  alias  iií  li- 
bras, et  quod  rectemtabit  uel  abstulit  reddat  dupplato  uel  trip- 
plato  ad  ipsa  ecclesia.  Facta  scriptura  donationis  notum  die.  sab- 
bato  XII. °  kalendas  Martias  in  Era  tcxxiii."  Regnante  domno  ac 
principi  Adefonso.  Et  ego  lulianus  presbiter  qui  ista  scriptura 
fieri  iussi  legente  audibi  et  de  manu  mea  ^  roborabi  coram 
concilio  de  Nogga,  coram  testes  Mome  et  Veila  et  Sancio,  hic 
testes  sumus  et  de  manibus  nostris  ^  ¡.J^  roborabimus.  Dida- 
cus  i^  notuit.  (Fol.  4  r.") 

XXXIII 

22  de  Junio  de  1085. 

Regula  de  Solorcexo. 

Sub  Xpi  nomine  et  eius  imperio,  ego  denique  Rodrig  Munnioz 
de  spontanea  mea  uoluntate  sic  placuit  inter  me  et  mea  germa- 
na domna  Eissemena,  sic  donamus  uel  concedimus  pro  remedio 
anime  nostre  quantum  ad  nos  pertinet  in  ipsa  uilla  que  uocita- 
tur  Solorceno,  hereditatem  nostram  ab  omni  integritate,  ad  re- 
gulan! Sánete  Marie  de  Portum  et  ad  uos  abbas  Martinus,  et  de 
una  parte  est  ipsam  hereditatem  circa  rigo  de  Nauanna,  et  de 
alia  parte  pumare  de  Peretiello,  carrera  antiqua  que  discurrit  de 
hagas  de  felgera,  et  alio  pumare  que  est  a  la  Petrosa.  Et  ego  Ro- 
drigo Munnioz  et  mea  germana  domna  Eissemena  sic  damus  ad 
uos  abbas  Martinus  et  ad  fratres  tuos  ipsam  quartam  partem 
quod  ad  nos  pertinuit;  sic  donamus  uel  confirmamus  ad  uos 
abbas  Martinus  et  ad  atrium  Sánete  Marie  semper  uirginis  ab 


(O     El  primero  de  los  textos  citados   cíí  de  la  epístola  de  Santia- 
go, Y- 1 6,  y  el  segundo,  de  San  Mateo,  xxv-13. 


30  BOLETÍN    DE   LA    REAL   ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

onini  integritate  ut  in  ipsa  regula  seruiat  ac  permaneat  iure  per- 
petuo. Quod  si  aliquis  homo  de  hanc  regulam  ipsa  hereditate 
iam  superius  dicta  abstraeré  uoluerit,  aut  ego  Rodrico  Munioz, 
aut  ego  Eissemena  Munnioz,  aut  filiis  aut  neptis  uel  consangui- 
nei,  seu  ex  regia  potestas,  quisquis  homo  talia  fecerit,  pariat 
ipsa  ereditate  uel  ipsos  pumares  dupplatos  uel  triplatos  cum 
fructibus  uel  laboribus  suis  ad  ipsa  regula  Sánete  Marie  uel  ad 
abbate  et  ad  fratribus  qui  ibidem  conmoraverint  in  amorem  Do- 
mini,  et  tres  libras  áureas,  et  ad  regis  terre  un  libras  áureas.  Et 
hanc  scripturam  firmis  fíat.  Facta  scriptura  testamenti  notum 
die  11.^  feria  x  kalendas  lulii  in  Era  t.c.''xx.iii.  Regnannte  rex  Al- 
defonsus  in  regno.  Et  ego  Rodrig  Munnioz  et  Eissemena  Mun- 
nioz qui  hanc  scripturam  traditionis  uel  uenditionis  fieri  iussi 
legente  audivi  et  de  manu  mea  «^  >^  roborabi  coram  testes  An- 
drés Miguellez,  testis.  Saluator  Peitrez,  testis.  Petro  Gonzaluez, 
testis, 

Petro  Sangez  Ueruiensis  scripsit.  (Fol.  20  v.) 


XXXIV 

20  de  Septiembre  de  1085. 

Regula  de  Argonios. 

Sub  Xpi  nomine  et  eius  imperium.  Ego  Maria  Semprongez 
placuit  mihi  bono  animo  et  de  spontanea  mea  volumtate  sic 
dono  uel  concedo  pro  remedium  anime  mee  ad  regulam  Sánete 
]\Iarie  et  ad  tibi  abba  Martino  et  ad  fratres  tuos  illo  meo  quingo- 
ne  quem  abeo  in  uilla  de  Argonios  in  quinta,  idest  térras,  pu- 
mares, montes,  fontes,  cultu  atque  incultu;  illo  quingone  iam 
dicto  sic  dono  uel  trado  ego  Maria  in  ipsa  uilla  de  Argonios  per 
ubi  potueritis  inuenire  ab  omni  integritate,  ut  in  ipsiim  locum 
deseruiat  per  in  seculo. 

Quod  si  aliquis  homo  ista  ereditate  de  ipsa  regula  abstraeré 
uoluerit,  aut  ego  Maria,  aut  filii  mei,  aut  nepti  uel  consaguinei, 
uel  aliquis  de  eredibus,  quomodo  pariet  illa  ereditate  dupplata 
uel  tripplata  latus  ipsos  términos,  ad  abbate   uel   ad    fratres  qui 


CARTULARIO  DE  LA  IGLESIA  DE  SANTA  MARÍA  DEL  PUERTO  (sANTOÑa)  3  I 

in  ipsa  regula  commoraberint,  cum  fructu  uel  labore  suo,  et  libra 
áurea,  et  ad  regís  terre  alia  libra  áurea.  Facta  scriptura  die  no- 
tum  1 1  feria  xii  kalendas  Octobris,  in  Era  tcxxiii.  Regnante 
domno  ac  principe  nostro  Adefonso  in  Toleto  et  in  Castella  et 
in  Leone.  Et  ego  Maria  Semprongez  qui  ista  scriptura  traditio- 
nis  fieri  iussi  legente  audibi  et  de  manu  mea  >^  roborabi  coram 
testes  Citti  et  Belliti,  hic  testes  sumos  et  de  manibus  nos- 
tris  1^  roborabimus.  (Fol.  10  r.) 


XXXV 

30  de  Septiembre  de  10^5. 

De  Liemdo. 

In  nomine  pii  ac  redemptoris.  Ego  denique  luliana  Rebegez 
impirante  domino  Ihu  Xpo,  non  per  metu,  ñeque  perturbatum 
sensum,  sed  per  propria  mea  volumtate  sic  trado  me  ipsa  cum 
tertia  pars  de  mea  ereditate  qui  est  in  uilla  de  Liemdo,  in  térras, 
in  pumares,  in  kasas,  in  ganato,  in  cupas,  in  vestitu,  in  montes, 
in  fontes,  in  cultu  et  discultu,  ubique  est  in  ipsa  uilla  de  Liemdo 
sic  trado  vel  dono  ego  luliana  ipsa  tertia  ratione  pro  remedium 
anime  mee  ad  regulam  Sánete  Marie  semper  virginis  quod  uoci- 
tant  Portum,  et  ad  abbate  Martino  et  ad  fratres  eius  ab  omni 
integritate  ut  in  ipso  loco  deseruiat  per  in  sécula.  Quod  si  ali- 
quis  homo  ex  genere  meo  aut  de  regia  potestas  ipsa  ereditate 
de  illo  monasterio  Sánete  Marie  abstraeré  voluerit  cómodo  pa- 
riet  ipsa  ereditate  dupplata  vel  tripplata  ad  ipsa  regula  et  ad 
abbate  qui  ibi  fuerit  et  ad  fratres  eius,  et  libra  áurea,  et  ad  Co- 
mitis  terre  alia  libra  áurea,  et  ista  scriptura  firmis  fiat.  Facta 
scriptura  testamenti  die  notum  11  feria,  11  kalendas  Octobris  in 
Era  TCXXIII.  Imperante  regno  Adefonsus  princeps.  Et  ego  lulia- 
na Rebegez  qui  hec  traditio  ad  ipsa  regula  feci  legente  audibi  et 
de  manu  mea  signum  >^  roborabi  coram  testes.  Godestio  frater 
testis.  Ihoannes  presbiter  testis;  testes  sumus  et  de  manibus  no- 
stris  ^  >^  roborabimus.  (Fol.  29  r.) 


BOLETÍN    DE    LA     REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 


XXXVl 

2  1  de  Diciembre  de  1085. 

Donación  de  bienes  en  Riotutrto  y  otros  parajes  a  condición 
de  morir  el  donante  sin  hijos. 

In  Era  tcxxiii  notum  die  vi  feria,  xii  kalendas  Januarias,  reg- 
nante  domno  atque  principe  nostro  Adefonso  in  Toleto  uel  in 
Castella  et  in  Leione.  Ego  denique  Gonsalvo  Sangez  de  sponta- 
nea  mea  uolumtate  sic  feci  donationem  uel  traditionem  cum  uer- 
bo  definito,  ad  regulam  Sánete  Marie  semper  uirginis  et  ad  ab- 
bate  Martino  et  ad  fratres  eius,  in  mea  vitta  que  si  ego  Gonsalvo 
laxaxem  filium  de  post  transitu  meo,  ipse  meo  filio  que  tenuisset 
illas  meas  ereditates  qui  sunt  de  rio  Tuerto  et  de  Karris  kabas  et 
de  Grundina,  et  ipse  aberet  eas  atque  possideret  jure  perpetuo. 
Quod  si  uero  filium  non  relinquerem .  qui  ipsas  ereditates  iam 
supra  dictas  tenuisset,  sic  proinde  feci  uel  fació  hanc  donationem 
uel  traditionem  si  in  sanitate  quomodo  et  in  infirmitatem  ad  ipsa 
regulam  Sánete  Marie,  de  toto  meo  quingone  quem  in  istos  lo- 
kares  iam  dictos  abeo  ego  Gonsaluo  Sangez,  id  est  in  casas,  in 
térras,  in  pumares,  in  montes,  in  fontes,  ineultus  et  discultus, 
quomodo  ego  iurifieabam  in  uitta  mea  ita  et  uos  fratres  de  jipsa 
regula  iurificetis  illud  ab  omni  integritate  et  oretis  pro  anima 
mea  et  pro  meorum  parentorum  uel  auorum,  ut  donet  nobis 
Dominus  remissionem  peccatorum  iure  perpetuo,  amen.  Quod 
si  aliquis  homo  ex  generatio  mea  contra  hanc  regulam  ad  dis- 
rumpendum  uenit,  cómodo  pariet  ipso  quingone  que  in  ista  re- 
gula resonat  dupplato  uel  tripplato  in  rio  Tuerto  et  in  Grundina 
et  in  Karres  kabas  iusta  limites  et  términos  suos,  cum  fructu 
vel  labore  que  in  ipsis  loéis  fuerit,  ad  abbate  uel  ad  fratres  que 
in  ipsa  regula  ibi  comoraberint,  cum  duas  libras  áureas,  et  ad 
regís  terre  tres  libras  similiter  áureas  pariet.  Et  ego  Gonsaluo 
Sangez  qui  ista  scriptura  testamenti  fieri  iussi  legente  audibi  et 
de  manu  mea  ^  roborabi  coram  testes.  Mikael  prepositus  testis. 
Ihoannes  presbiter  testes  sumus  et  de  manibus  nostris  ^  *^  ro- 
borabimus.  Didacus  1^  notuit.  (Fol.  6  v.°) 


CARTULARIO  DE  LA  IGLESIA  DE  SANTA  MARÍA  DEL  PUERTO  (sANToSa)  33 


xxxvir 

Año  1085. 

De  Ansuera. 

In  Era  tcxxiii  notum  die  sabbato,  regnante  principe  Ad- 
fonso  in  regno.  Ego  denique  Citti  Ualeriz  et  uxor  mea  Beata  et 
ego  Arzisso  et  ego  Petro  Ualeriz  et  uxor  mea  domna  Maiore, 
placuit  nobis  bono  animo  et  de  spontanea  nostra  volumtate  et  sic 
donamus  vel  concedimus  pro  remedio  animarum  nostrarum  ad 
eclesia  Sánete  Marie  semper  uirginis,  et  ad  tibi  abbati  Martino  et 
ad  fratres  tuos  una  facca  de  térra  qui  est  iusta  termino  de  regula 
de  vSancti  Sthephani  de^  Ansuera,  et  de  alia  parte  pro  termino 
de  illa  karraria  publica  usque  affigit  ad  termino  de  ipsa  regula 
iam  dicta.  Sic  donamus  uel  trademus  nos  Petrp  et  Citti  et  Ar- 
cisso  et  nostras  uxores  ista  facca  de  térra  ad  ipsa  ecclesia  Sancta 
Maria  ab  omni  integritate  ut  ibi  permaneat  iure  perpetuo.  Quod 
si  aliquis  homo  contradixerit  pro  ipsa  facca,  cómodo  pariet  ea 
dupplata  vel  tripplata  ad  ipsa  regula  et  abbati  suo,  et  libra  áurea, 
et  ad  Comitis  terre  duas  libras  áureas,  et  scriptura  hec  firmis 
fíat  semper.  Et  nos  Citti  et  Petro  et  Arcisso  et  uxores  nostras 
Beata  et  domna  Maiore  (l)  qui  hoc  scriptum  fecimus  legente 
audibimus  et  de  manibus  nostris  ^  >í^  >^  «^  ►J^  roborabimus 
coram  testes  Annaia  et  Citti;  hic  testes  sumus  et  de  manibus 
nostris  1^  ^  roborabimus.  Didacus  notuit.  (Fol.  32  v.) 


XXXVIII 

2  1  de  Mayo  de  1086. 

Regula  de  fumare  de  vill.\  Axero. 

In  Era  tcxxiiii  notum  die  sabbato,  xn.°  kalendas  lunias,  reg- 
nante domno  ac  principe  nostro  Adefonso  in  'Foleto  et  in  Cas- 
tella  et  in  Leione.  Ego  denique  Petro  Annaiaz   et  Keruta  An- 


(1)     Raspada  media  línea. 

TOMO    LXXIV 


34  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

naiaz,  ante  presentía  de  homines  de  concilio  de  Añero,  id  est 
("lonsaluo  Frenandiz  et  de  Egguinta  Gonsaluiz  et  de  Mikael  Uei- 
laz,  Martino  Citiz,  Beato  Citiz,  Annaia  Montaniz,  uel  ante  alii 
plures  de  ipso  concilio  sic  facimus  |prosoluitione  nos  iam  supra- 
dictos  Petro  Annaiaz  et  Keruta  Annaiaz  ad  tibi  Martino  abba 
de  Sancta  Maria  de  Portum  et  ad  tibi  domna  Taresa,  de  illo  pu- 
mare  qui  est  in  locum  prenominato  (I)  qui  fuit  de  Munnio  Ad- 
fonso  et  de  domna  luliana,  de  sua  conparatione,  quem  tenuimus 
nos  in  préstamo,  qui  est  pro  termino  de  illa  fonte  et  de  filios  de 
Eggauitta  Bellitiz,  et  pro  illa  karrera  publica  usque  ad  illo  arroio 
unde  abuimus  inter  nos  indicio  et  superastis  nos  uos  abba  Mar- 
tino  et  domna  Taresa  in  isto  concilio,  et  cognouimus  nos  in 
ueritate  quia  non  deuebat  ipso  pumare  nostro  sedere,  sed  de 
regula  de  Portum  et  de  domna  Taresa,  et  proinde  sic  absoluimus 
nos  ipso  pumare  ad  omni  integritate  ut  de  hodie  uel  tempore  fiat 
ipso  pumare  de  nostro  iure  éxito,  et  in  uestro  dominio  datto  et 
confirmato  ab  omni  integritate  cum  suo  terre  fundus,  ut  in  ipsa 
regula  permaneat  iure  perpetuo.  Quod  si  ego  Petro  Annaiaz  et 
Keruta,  aut  filii  nostri  uel  nepti,  uel  consanguinei,  aut  aliquis  de 
eredibus  ad  disrumpendum  uenerit,  uel  uenerimus,  aut  uoce  su- 
scitaberit  pro  ipso  pumare,  cómodo  pariet  illo  dupplato  uel  melio- 
rato  ad  abbate  uel  ad  fratres  qui  in  ipso  monasterio  Sánete  ]\Iarie 
commoraberint,  cum  fructus  uel  labores  que  ibi  fuerint.  Insuper 
uero  pariet  duas  libras  áureas,  et  ad  regis  terre  iii  libras  áureas. 
Et  hanc  scripturam  absolutionis  firmis  fiat.  Et  ego  Petro  Annaiaz 
et  Keruta  qui  ista  absolutione  fecimus,  legente  audibimus  auri- 
bus  nostris,  et  de  manibus  nostris  ^  *^  roborabi  (sic)  coram  tes- 
tes Beato  et  Mikael,  in  hoc  testes  sumus  et  de  manibus  nostris 
t^  *^  roborabimus.  (Fol.  g  v.) 

Manuel  Serrano  y  Sanz. 
(Con¿in?iard.) 


(i)     Raspado  un  tercio  de  línea 


UNA    xVNTIGUA    SORTIJA-SELLO    DE    MUJER    HEBREA  35. 

/ 

II 

UNA  ANTIGUA  SORTIJA-SELLO  DE  MUJER  HEBREA 

Mi  respetable  compañero  de  facultad  ¡D.  José  Ranión  Mélida 
ha  tenido  la  atención,  muy  grata  para  mí,  de  brindarme  el  estu- 
dio de  la  sortija  cuyo  grabado  aquí  aparece.  Ha  sido  hallada, 
con  otros  objetos,  en  las  tierras  del  anfiteatro  romano  emeriten- 
se,  que  vienen  siendo  excavadas  bajo  la  celosa  dirección  y  reco- 
nocida competencia  del  expresado  ilustre  Académico  de  la  Real 
de  la  Historia. 

De  metal  de  bajo  precio,  de  bronce,  maltratada  por  la  acción 
del  tiempo  y  falta,  por  fractura,  de  una  parte  considerable  de  su 
arillo,  conserva,  sin  embargo,  toda  su  ornamentación,  y  en  ella, 
aunque  bastante  desgastada,  se  echa  de  ver  una  inscripción  fran- 
camente hebraica,  compuesta  de  tres  líneas  que  forman  otras 
tantas  palabras.  Su  tamaño  reducido  nos  lleva  á  pensar  que  fue- 
se construida  para  uso  y  ornamento  de  mujer. 

Como  se  afirma  en  la  The  Jezvish  Encydopedia  (l),  siguiendo 
á  los  autores  más  acreditados  en  la  materia,  las  sortijas  de 
dedos,  como  las  de  orejas  y  narices,  fueron  usadas  por  los 
hebreos,  á  guisa  de  ornamentos,  en  período  tan  primitivo  como 
es  el  bíblico,  según  se  infiere  de  los  versículos  22,  etc.,  del  capí- 
tulo XXXV  del  Éxodo.  De  la  lectura  de  los  18,  25,  etc.,  del  capí- 
tulo xxxviii  del  Génesis,  y  de  los  42,  etc.,  del  xli  del  propio  libro, 
se  desprende  que  también  los  hebreos  del  período  bíblico  usa- 
ron los  anillos-sellos  y  los  anillos  distintivos  de  la  más  alta 
dignidad. 

Del  anillo,  como  símbolo  matrimonial,  no  se  hace  mención  al- 
guna en  la  Biblia,  ni  tampoco  en  el  Talmud.  En  el  período  tal- 
múdico las  formalidades  esponsalicias,  cuya  ceremonia  era  con- 
siderada como  inicio  del  matrimonio,  fueron  parecidas  á  las  de 
la  primera  parte  de  la    moderna  promesa  del   matrimonio.   El 

\\)     Vol.  X.  págs.  428-30. 


36  BOLETÍN   DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

novio  donaba  á  la  novia  monedas,  algunos  objetos  de  valor  ó  un 
documento  expresivo  del  ofrecimiento  del  matrimonio. 

Fué  hacia  el  séptimo  ú  octavo  siglo  cuando  el  uso  del  anillo, 
como  símbolo  del  matrimonio,  comenzó  á  ser  frecuente,  primero 
entre  los  judíos  de  Palestina,  y  luego  entre  los  de  Babilonia, 
según  se  cree  como  más  probable,  de  conformidad  con  la  in- 
fluencia romana,  que  se  hizo  sentir  en  aquellas  regiones  antes  que 
en  la  segunda.  Desde  el  tiempo  referido  fué  ceremonia  capital 
del  matrimonió  judaico  la  colocación  de  un  anillo  por  el  novio 
en  el  dedo  medio  de  la  mano  derecha  de  la  novia,  pronuncian- 
do aquél  al  propio  tiempo  la  fórmula:  «Tú  eres  desposada  con- 
migo por  medio  de  este  anillo,  de  conformidad  con  la  Ley  de 
Moisés  y  de  Israel». 

El  anillo  de  boda,  según  R.  Tam,  se  reducía,  por  lo  general, 
á  un  simple  anillo  de  oro  sin  pedrería;  si  bien  fueron  permitidos 
para  el  caso  anillos  de  plata  ó  de  metal  más  bajo,  cuando  lá  no- 
via hubiere  sido  anteriormente  informada  de  esa  circunstancia. 

Como  excepcionales  son  citados,  no  obstante,  los  casos  de 
un  anillo  matrimonial  de  oro  can  perlas  y  de  otro  con  piedras 
falsas  (l). 

Las  mujeres  hebreas,  sin  embargo,  no  tuvieron  costumbre  de 
adornarse  con  sus  anillos  de  boda,  de  enorme  tamaño  los  más 
de  ellos  y  muy  raros  los  pequeños.  De  todas  suertes,  en  unos  y 
otros  su  ornamentación,  en  verdad  muy  prominente,  dificultaba 
ó  hacía  molestísimo  que  fuesen  llevados  por  las  desposadas.  En 
ocasiones,  servían  tales  anillos  como  porta-bouquets  ó  ramillete- 
ros. Las  novias  insertaban  en  ellos  las  ramas  de  mirto. 

De  los  anillos  judaicos  de  boda,  que  en  buen  número  se  con- 
servan, solamente  unos  pocos  son  de  fecha  anterior  al  si- 
glo XVI  y  ninguno  de  ellos  data  de  más  allá  del  xiii  (2).  Algunos 
ostentaban  la  inscripción:   sTJ   211D1    rpo"*    í<f3  ^1^  í<^    ¡Venga 


(i)  Vogelsteix  and  Rieger:  Gcscliicli,  des  Judcn  in  Rom,  11,  304  y  si- 
guientes. 

(2)  V.  Cat.  Anglo-Jezüish.  Hist.  Exh,  N.  1 822-1 831,  1949- 1963;  en  The 
Jewish  EhcvcI.,  I.  c,  son  reproducidos  los  grabados  de  varios  de  ellos. 


UNA    ANTIGUA    SORTIJA-SELLO    DE   MUJER    HEBREA  37 

buena  fortuna!]:  ó  esta  otra:   -zVo  S"í2»   ¡Buena   estrella!,   en  se- 
ñat  de  felicitación. 

La  dificultad  para  las  mujeres  hebreas,  de  no  poderse  adornar 
con  sus  anillos  de  boda,  érales  de  algún  modo  subsanada  en  la 
fiesta  del  Purim,  siguiente  al  acto  del  matrimonio,  en  la  que  sus 
amigos  les  ofrecían  anillos,  vestidos  y  monedas.  Y  en  tiempo 
posterior,  según  León  de  Módena,  hubo  ocasiones  en  que  el  no- 
vio colocó  un  anillo  en  el  dedo  de  la  novia,  mientras  pronuncia- 
ba la  fórmula  esponsalicia.  También  se  hizo  frecuente  que  el  no- 
vio recibiese  regalos.  En  Alemania  llegó  á  ser  usual  que  el  sue- 
gro, previsor,  ofreciese  un  anillo  a  su  futura  nuera,  poco  antes  de 

la  boda. 

*  » 

Otros  anillos  especiales,  de  uso  entre  los  judíos,  fueron  los 
destinados  á  servir  de  sellos.  De  éstos,  los  hay  que  representan 
los  siete  brazos  del  candelabro  y  llevan  k  inscripción:  -jo  piSinS- 
na^  Síy  Tales  anillos,  como  expresa  su  inscripción,  recorda- 
ban á  la  mujer  hebrea  una  de  sus  principales  obligaciones,  la  de 
encender  la  lámpara  del  sábado,  y  se  usaron  primeramente  en 
la  Edad  Media,  como  se  averigua  por  el  hallazgo  de  uno  de  ellos, 
en  Macklemburgo,  juntamente  con  cuños  anglo-sajones  y  dir- 
gems  árabes  (l).  En  Polonia,  cuyos  naturales  cristianos  tuvieron 
gran  prurito  en  llevar  anillos,  no  fueron  autorizados  sus  judíos 
para  llevar  tales  ornamentos,  hasta  el  reinado  de  Segismundo 
Augusto  (1506-48),  después  de  ¡argos  debates  en  el  Reichstag. 

Estos  anillos  de  los  judíos  polacos  ostentaban  la  inscripción 
«Sabbatión»  ó  «Jerusalem»,  que,  según  Lelewel,  servían  para 
recordar   á   los  judíos  la  cólera   de   Dios  y   el  castigo  por  sus 

pecados  (2). 

*  * 

En  tiempf)  posterior  al  uso  de  los  anillos  referidos  comenza- 
ron los  judíos  á  adornarse  con  otros,  que,  llevando  sobrepuesto 
el  nombre  de  Dios,  sirvieron  de  amuletos.   Desde  entonces  la 

(i)     Donath:  Gcsc/i.  der  J::den  in  Aíccklctiburg,  pág.  78. 
{2)     V.  Sternberg:  Cesch.  der  Juden  in  Polen,  pág.  146. 


r 


38  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

afición  á  llevar  anillos  vino  á  ser  tan  desmedida,  que  los  rabi- 
nos ó  sus  congregaciones  hubieron  de  intervenir  contra  seme- 
jante abuso.  Así,  la  Convención  rabínica  de  Bolonia  en  1416  de- 
cretaba que  ningún  varón  pudiese  llevar  más  de  un  anillo  y  nin- 
guna mujer  más  de  tres.  La  regulación  suntuaria  de  Frankíort 
de  17 1 5  establecía   que  la  joven  soltera  no  podía  usar  ninguna 

especie  de  anillo  (i). 

* 

Ahora  bien;  el  anillo  hallado  en  tierras  del  anfiteatro  romano 
de  Mérida  que  me  ha  llevado  á  hacer  el  breve  extracto  prece- 
dente sobre  el  uso  de  anillos  entre  los  judíos,  no  puede  ser  cla- 
sificado entre  los  simbólicos  de  boda. 

,  Desde  luego  fué  construido  para  servir  de  sello.  La  inscrip- 
ción que  ostenta,  ha  sido  grabada  para  ser  leída  cómodamente 
en  su  impronta.  Visto  directamente,  cuesta  algún  trabajo  apre- 
ciar su  carácter  hebraico.  Su  excesivo  desgaste  hace  pensar  que 
hubo  de  ser  bastante  usado  en  su  peculiar  destino.  Su  leyenda 
comprende  las  siguientes  palabras  únicas,  que  dan  la  idea  ác 
que  también  pudo  servir  de  amuleto. 


[por  Yehud; 
[.Salvación] 


Yahacob         ^pyi 
Ychud  "i*  ni 

Xalom  Q^^^r; 


Dados  su  aspecto  general  y  la  forma  de  las  letras  de  su  ins- 
cripción, entiendo  que  no  se  le  pueda  atribuir  umo.  antigüedad 
anterior  á  la  segunda  mitad  del  siglo  xiv  ó  primera  del  x^ . 

M.   Gasi'AR  Ri:>uro. 


(i)     \'.  Schudt:  Jüdisclic  Mcrck'u'urdigkcHcn,  iv,  3,  99. 


VARIEDADES 


I 

LA  PRINCESA  CRISTINA  DE  NORUEGA  V  EL  INFANTE 
130N   FELIPE,   HERMANO  DE   DON   ALFONSO   EL  SABIO 

El  Ministro  del  Rey  Osear  I  de  Suecia,  residente  en  ^Madrid 
en  1856,  Sr.  Juan  Guillermo  Bergman,  en  30  de  Abril  de  dicho 
año  dirigió  una  atenta  comunicación  á  la  Real  Academia  de  la 
Historia,  incluyéndole  otra  del  Profesor  de  la  Universidad  de 
Cristianía,  Sr.  Munch,  en  la  cual  exponía  que  hallándose  éste  es- 
cribiendo la  Historia  General  de  su  país,  de  la  que  llevaba  im- 
presos dos  tomos,  y  habiendo  encontrado  en  los  Archivos  Reales 
un  documento  relativo  al  matrimonio  de  la  Princesa  Cristina  de 
Noruega  con  el  Infante  Don  Felipe,  hermano  del  Rey  Don  Al- 
fonso X  de  Castilla,  apellidado  el  Sabio,  cuyo  documento  le  pa- 
recía notable,  no  sólo  por  ser  coetáneo  del  suceso  y  porque  rec- 
tificaba algunas  fechas  y  nombres  equivocados  por  los  historia- 
dores españoles,  sino  porque,  además,  era  como  una  relación  ó 
itinerario  de  lo  que  uno  de  los  de  la  comitiva  de  la  Princesa 
había  observado  y  visto  en  España,  con  la  impresión  viva  y  ori- 
ginal de  las  cosas  que  llamaban  la  atención  del  extranjero,  tenía 
sumo  interés  en  que  la  Academia  le  informase  de  los  datos  y 
documentos  que  á  su  vez  se  hallasen  en  nuestros  archivos  é  his- 
torias antiguas  acerca  de  aquellas  bodas  y  de  la  vida  posterior 
de  la  referida  Princesa.  Como  testificación  de  lo  que  proponía  el 
Profesor  ]\Iunch,  remitía  adjuntos  algunos  trozos  ó  fragmentos 
-de  lo  que  en  Noruega  se  había  escrito  sobre  el  asunto. 

En  la  sesión  del  3  de  Mayo  inmediato  se  dio  cuenta  de  las  dos 


40  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

comunicaciones  y  lectura  de  los  fragmentos  históricos  que  las 
acompañaban,  y  el  Director,  D.  Pedro  José  Pidal,  primer  Mar- 
qués de  Pidal,  con  acuerdo  de  la  Corporación,  dio  encargo  á  los 
Sres.  D.  Tomás  Antonio  Sancha,  Bibliotecario,  y  D.  Pascual  de 
Gayangos,  de  practicar  las  investigaciones  diplomáticas  y  biblio- 
gráficas é  informar  sobre  la  materia,  á  fin  de  dar  satisfacción 
cumplida  á  la  demanda  hecha. 

En  la  sesión  del  día  23  del  mismo  mes,  los  dos  Académicos 
mencionados,  «cumpliendo  con  el  encargo  que  les  dio  la  Acade- 
mia — dice  textualmente  el  acta — ,  presentaron  un  resumen  de 
las  noticias  que  habían  podido  reunir»;  la  Academia  lo  escuchó 
con  interés,  aprobándolo  después,  y  al  día  siguiente  fué  trans- 
mitido al  Sr.  Bergman  para  que  por  su  conducto  también  se 
enviasen  al  Profesor  Munch  á  Cristianía. 

La  reproducción  de  estos  documentos  en  el  Boletín  nos  ha 
parecido  de  verdadero  interés.  Píelos  aquí: 


Comunicación  del  Profesor  Munch  á  la  Real  Academia 
de  la  Historia. 

Cliristiania  (Norvege),  le  l¿  Avril  lS¿6. 
A  l'Académie  Royale  de  l'Histoire  (Madrid). 

Messieurs  : 

Bien  queje  sois  entierement  inconnu  pour  vous  j'ose  néan- 
moins  m'adresser  á  vous  et  solliciter  votres  assistance  bienveil- 
lante  dans  une  matiere,  laqueíle,  quoique  étans  particuliérement 
d'intérét  pour  l'histoire  de  ma  patrie  (la  Norvege),  concerne  aussi 
l'histoire  de  l'Espagne,  et  sur  laqueíle  les  renseignements  néces- 
saire  ne  peuvent  étre  donnés  que  par  des  savants  de  votre  pays; 
renseignements  que  dans  l'intérét  commun  qui  unit  á  nos 
temps  tous  les  historiens  de  l'Europé,  je  vous  prie  de  vouloir 
bien  me  faire  parvenir,  sil  en  existe  encoré  la  possibilité. 

Vous  savez  sans  doute,  que  sous  le  regne  d'Alonso  X  el  Sabio 
il  fut  question  d'un  mariage  entre  lui  (au  plutot  un  de  ses  freres) 


I.A    PRINCESA    CRISTINA    DE    NORUEGA    Y    EL    INFANTE    DON    FELIPE  4  I 

et  une  princesse  da  la  famille  royale  de  la  Norvege.  II  en  est 
aussi  fait  mention  dans  les  ouvrages  historiques  de  l'Espagne, 
comme  par  Rodrigo  Sánchez;  et  Mariana; '  mais  ees  auteurs, 
écrivant  apres  l'époque  oü  la  Norvege  fut  unie  au  Danemarc, 
ont  tombé  dans  une  erreur  commun  a  tant  d'autres  historiens  de 
ees  temps,  de  confondre  la  Norvege  si  entierement  avec  le  Da- 
nemarc qu'ils  ont  étendu  le  nom  de  Danemarc  pour  tous  les 
deux  royaumes  jusque  au  temps,  oü  ils  n'etaient  encoré  reunies, 
mais  formaient  chaqué  un  regne  indépendant,  donneur  ainsi  pour 
adopter  une  phrase  légale  forcé  rétroactive  á  la  dénomination. 

Ainsi  Sánchez,  Pars,  II,  P.  3/1  parles  du  «rex  Daciae»,  lequel 
envoyait  au  roi  Alfonse  sa  filie  Christina  «xomitatem  pluribus 
nobilibus  suis » ;  le  cortege,  il  dit,  «tándem  Hispalim  appli- 
cuerunt». 

Mariana  parle  aussi  du  «Rey  de  Dinamarca». 

Zurita  seulement  sait  le  nom  réel  de  la  patrie  de  Christina 
(I,  p.  l6o);  «tras  esto  el  Rey  de  Castilla,  con  color  que  no  tenía 
hijos  de  su  muger,  desaviniéndose  de  su  suegro,  trató  de  se  apar- 
tar della,  y  embió,  según  se  escribe  en  su  historia,  con  sus  emba- 
jadores á  pedir  al  rey  de  Nurvega  que  le  diesse  por  muger  una 
hija  que  llaraavan  Christina,  y  comenzó  á  romperse  la  guerra 
entre  suegro  y  yerno...  (puis);  en  este  medio  el  rey  de  Nurvega 
embió  á  su  hija  muy  acompañada,  como  se  requería  á  una  prin- 
cesa que  venía  á  ser  reyna  de  Castilla,  pero  en  este  medio  la 
reyna  dna.  Violante  se  hizo  preñada,  y  el  rey  de  Castilla,  su  ma- 
rido, casó  á  la  infanta  de  Nurvega  con  el  infante  don  Felipe,  su 
hermano,  que  era  Abad  de  Valladolid,  y  electo  Arzobispo  de 
Sevilla». 

J'ai  transcrit  ici  le  récit  de  Zurita,  parce  qu'il  contient  assez 
succinctement  la  versión  genérale  de  cette  matiere.  Elle  labore, 
pourtant  (méme  excepté  l'erreur  de  Sánchez  et  Mariana  dans  le 
nom  du  pays)  de  deux  fautes  considerables. 

1)  Ouant  au  temps;  ees  transactions  ne  se  faisarent  pas,. 
comme  dit  Mariana  et  Zurita,  en  1253  ou  54)  mais  dans  1257 
et  58,  comme  vous  verrez  plus  bas; 

2)  Quant  aux  particularités;  car  il  semble  qu'il  n'y  avait  pas. 


42  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

réellement  question  d'une  séparation  entre  le  Rei  et  Doña  \'io- 
lante,  ni  d'une  guerre,  pour  cette  cause  du  moins  entre  Alfonse 
et  don  Jayme. 

Perreras  a  aussi  sentí  qu'il  y  avait  ici  une  erreur,  mais  man- 
quant  les  renseignemens  nécessaires,  il  est  resté,  comme  on  dit, 
á  demi  chemin.  Dans  son  volume  vi,  pour  l'an  1 253,  art.  3  et  4, 
il  parle  du  mariage  prétendu  entre  Christina  de  Norvége  et  Don 
Phelipe,  mais  ajoute  tres  justement  {ce  qui  porte  témoignage 
d'une  critique  assez  fine  pour  ses  temps). — Todo  esto  es  muy  age- 
no  de  verdad;  lo  primero  porque  el  Infante  Don  Felipe  en  todos 
los  Privilegios  hasta  el  año  57  firma  «electo  de  Sevilla»;  y  si  se 
huviera  casado,  como  se  dice,  el  año  de  54,  no  podía  firmar  todo 
este  tiempo  electo  de  Sevilla,  &c.  &c. — Aprez,  pour  l'an  1 25 7, 
art.  2,  il  parle  encoré  du  mariage  eñ  question,  et  citant  l'historien 
Pontanus  (aujourd'hui  tout  á  fait  antiqué)  11  fait  voir,  que  cette 
Christina  était  filie  du  Roí  <'Aquins»  (c'est  á  diré  Haco,  Haqui- 
nus)  roi  de  Norvege. 

Pour  l'histoire  de  cet  roi  Haco  nous  sommes  assez  heureux 
d'avoir  l'ouvrage  complet  d'un  noble  Islandais  séjournant  long- 
temps  á  la  cour  de  son  fils,  et  y  étant  elevé  aux  dignités  les  plus 
grands,  c'est  a  diré  de  Sturla  Jhordson;  neveu  du  celebre  histo- 
rien Snorre  Sturleson.  II  raconte  minutieusement,  ce  qui  se  pas- 
sait  de  memorable  chaqué  année,  non  pas  sechement  en  chro- 
niste,  mais  vividement,  presque  comme  un  raconteur  Árabe, 
donnant  méme  les  dialogues  et  les  moindres  détaíls.  Sa  véracité, 
et  l'accuratesse  de  sa  chronologie,  sont  au  dessus  de  toute  doute. 
Dans  deux  des  feuilles  ci  jointes,  j'aí  rédigé  une  traduction  latine 
de  ce  quil  dit,  touchant  le  mariage  en  question;  j'aí  copié  la  tra- 
duction deja  publíée  de  Mr.  Gilsson  dans  les  «Scrípta  histórica 
Islandarum»,  vol.  x,  mais  la  corrigeant  d'apres  le  meilleur  texte, 
celui  qui  a  été  suivi  par  le  traducteur  étant  le  plus  mauvais  de 
tous.  Je  vous  prié,  de  vouloir  bien  parcourir  ce  récit  curieux. 
Vous  verrez,  aussitot  qu'il  préclude  toute  possíbílíté  d'erreus  en 
chronogie.  La  maladie  du  Roi  fils,  sa  guérison  tentée  par  le  méde- 
cin  de  la  légation  espagnole,  et  bien  d'autres  circonstances  sont  si 
•enchainées  l'une  dans  l'autre,  que  tout  autre  combínaison  devíent 


LA    PRINCESA    CRISTINA    DE    NORUEGA    Y    EL    INFANTE    DON    FELII'E  43 

tout  a  fait  impossible.  Voici  encoré  un  tait  curieux  qui  porte 
témoin  de  son  accuratesse.  Les  fianc^ailles  de  l'infant  Philippe  se 
faisaient,  selon  le  récit  norvégien  au  ó  Février  1 258,  et  les  noces 
au  31  Mars.  Dans  l'ouvrage  excellent,  publié  par  vous  Memorial 
Histórico  Español,  tomo  1'°,  il  y  a  (pag.  127)  un  Privilege  accordé 
á  la  cité  de  Cordoue  par  le  Roí  Alfonse,  en  date  du  5  Février 
1258,  c'est  a  diré  de  la  veille  des  fiangailles  de  don  Felipe  avec 
Christine.  Ici  (pag.  I20I  Philippe  signe  encoré  comme  «electo  de 
Sevilla».  Mais  dans  le  Privilege  donne  par  le  Roi  Alfonse  á  la 
ville  d'Alicante,  en  date  du  lo  Avril  1258,  c'est  a  diré  dix  jours 
aprés  les  noces  de  don  Philippe  (selon  le  récit  Norvégien)  la 
chaire  archiépiscopale  de  Séville  est  déclarée  vacante  (la  eglesia 
de  Sevilla  vaga,  pág.  136).  Ainsi  11  est  évident  que  Phelippe  a 
resigné  sa  dignité  episcopale  dans  l'intervalle  entre  le  5  Février 
et  le  10  Avril,  ce  qui  demontre  ciairement  l'accuratesse  des  dates, 
donnés  par  l'historien  Islandais.  Philippe  lui  méme  ne  signe  pas 
cet  acte,  vraisemblableraent,  il  était  absent  mais  peu  de  temps 
apres  au  13  Septembre  1 258  (pag.  1 44- 196),  il  signe  entre  les 
autres  Ireres  du  Roi  comme  «Don  Felipp»  seulement,  l'église  de 
Séville  étant  encoré  vacante. 

En  lisant  la  rélation  Norvegienne,  il  semble  a  peu  pres,  comme 
si  l'auteur  avait  eu  recours  a  un  journal  tenu  par  un  des  mem- 
bre  du  cortege,  qui  accompagnait  la  princesse.  Une  telle  impres- 
sion  se  forcé,  pour  ainsi  diré,  sur  l'ame  du  lecteur.  A  regard  de 
cela,  il  mérite  d'etre  mentionné,  qu'un  des  seigneurs  du  cortege, 
Sire  André  fils  de  Nicolás,  qui,  retournant  pour  la  Norvege, 
estait  en  France  pour  le  reste  de  l'année  1 2 58,  faisait,  en  1273, 
un  voyage  a  la  Ierre  Sainte,  dans  lequel  il  mourut,  mais  dans 
lequel  il  íut  aussi  tenu  un  journal,  ou  un  itinéraire  par  son  com- 
pagnon,  le  frere  Dominicain  Maurice.  Ce  frere  ?^Iaurice  était  un 
homme  tres  important  en  Norvege;  en  1 266,  et  1 282  il  fut  en- 
voyé  comme  ambassadeur  au  cour  de  l'PLcosse  de...  II  ya  dix 
ans  a  présent,  que  nous  trouvámes  dans  l'archive  royal  de  la 
Norvege,  servant  comme  reliure  á  quelque  charteque  insigni- 
fiant  du  17  siécle,  quelque  feuilles  d'un  livre  de  parchemin,  étant 
évidemment  écrit  par  le  frere  Maurice,  parcequ'elles  contenaint 


44  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

fragments  et  des  traites  avec  l'Écosse  qu'il  avait  aidé  á  conclure, 
et  de  l'itineraire  mentionné  ci  dessus.  J'en  prends  la  liberté  de 
vous  envoyer  une  copie  exacte,  comme  sans  doute  elle  vous  in- 
téressera  beaucoup,  touchant  pour  le  plupart  l'Espagne,  et  don- 
nant  les  impressions  qu'elle  inspirait  en  1 273  a  un  Norvegien. 
Si  vous  la  trouverez  assez  curieuse  pour  étre  publiée,  j'en  serai, 
tres  charmé. 

Alais  il  faut  reyenir  á  l'objet  principal.  La  demande  que  je 
prends  la  liberté  de  vous  adresser,  est  de  vouloir  bien  me  diré, 
s'il  n'existe  pas  en  Espagne  quelque  document  olí  acte  public 
sur  le  mariage  susdit,  et,  si  vous  en  trouverez  un  d'en  vouloir 
bien  me  faire  parvenir  un  petit  extrait.  II  y  a  deja  5  ans,  que  je 
suis  occupé  d'un  gran  ouvrage  «l'histoire  de  la  Norvege»,  duquel 
3  gros  volumes  ont  déjá  paru;  á  ce  moment,  je  suis  par  venue 
au  commencement  du  13"^^  siecle,  et  quand  je  parviendrai  a  la 
question  du  mariage  de  la  princesse  Christine,  je  serais  bien 
heureux  de  pouvoir  citer  aussi  les  actes  publiques,  qui  nécessai- 
rement  doivent  exister,  oü  du  moins  avoir  existe  en  Espagne  sur 
ees  transactions.  Jusqu'á  ce  temps,  pour  l'histoire  de  l'Espagne 
il  a  fallu  se  contenter  des  ouvrages  elabores  dans  des  temps 
comparativement  récents.  Mais  quelles  étaient  les  sources  que 
suivait  Sánchez,  Moriana  et  Zurita?  D'oü  sait  ce  dernier,  que 
c'était  la  Norvege  et  non  pas  le  Danemark,  qui  avait  donné  nais- 
sance  a  la  princesse?  Ouel  sont  les  Anales  de  Cárdena^  que  cite 
Perreras,  vi,  252?  Ne  serait  il  pas  possible  de  trouver  dans  les 
archives  d'Espagne,  surtout  dans  ceux  de  Simancas,  les  docu- 
ments  en  question?  Est  qu'il  n'existe  pas  un  seul  annaliste  espa- 
gnol,  qui  sait,  oü  raconte,  ce  que  nos  Annaux  disent,  que  la 
princesse  Christina  se  mourut  en  1262?  Et,  enfin,  serat  il  l'his- 
toire Norvegienne  á  l'aide  de  laquelle  les  historiens  espagnols 
sont  mis  en  état  d'avoir,  pour  les  années  de  1 2 57  et  1258  un 
coup  d'oeil  passagere  dans  l'intérieur  de  leur  famille  royale,  plus 
détaillé  qu'aucun  de  leurs  annalistes  propres  leur  peut  fournir, 
oü  ne  pourrait  pas  l'Espagne,  a  son  tour,  fournir  aux  historiens 
de  la  Norvege  ce  qui  leur  manque,  c'est  a  diré  des  actes  publi- 
ques, des  document,  &c.  ? 


LA    PRIN'CESA    CRISTINA    DE    NORUEGA    Y    EL    INFANTE    DON    FELIPE  4  5 

Si  en  vérité  vous  serez  assez  heureux  d'en  trouver  quclqu'un, 
je  ne  serait  pas  assez  importun  pour  vous  demander  une  com- 
plete copie;  je  serai  assez  content  de  savoir  seulement  qu'il 
en  existe  un  tel,  oíi  plusieurs,  et  d'en  apprendre  généralement 
les  contents,  ainsi  que  les  dates,  et  les  noms  des  soussigneurs. 
Si  les  sceaux  existent  encoré,  une  courte  déscriptions  de  ces-ci 
serait  aussi  pour  nous  d'une  extreme  importance.  Mais,  je  le 
répete  encoré,  ne  voux  donnez-pas  des  peines  superflues;  quant 
aux  copies  des  documents,  s'il  en  existent,  il  faut  que  nous 
venions  nous-méme  en  Espagoe  pour  le  faire. 

J'avais  presqui  oublie  á  diré,  que  parvenant  á  traiter  de  ees 
matieres  dans  mon  ouvrages  en  trois  oü  quatres  mois,  je  serais 
bien  heureux  si  je  pourrais  avoir  sinon,  tous  les  renseignements 
que  je  demande,  du  moins  une  réponse  avant  que  cet  espace 
soit  terminer.  Je  suis  bien  fáché,  et  mécontent  de  moi-méme 
d'avoir  proconstiné  si  long  temps  cette  démarche  que  je  fais 
aujourd'hui,  jusqu'á  ce  quil  soit  peut  étre  trOp  tard;  mais  á  pré- 
sent  le  mal  ne  peut  pas  etre  remedié,  et  j'en  dois  porter  les  con- 
séquences.  Cependant  il  a  falla  vous  indiquer  les  circonstances 
dans  lesquelles  je  me  trouve. 

II  faut  ajouter,  que  je  comprends  bien  l'espagnol,  mais  seule- 
ment ne  l'écris  pas. 

Agréer,  messieurs,  mes  salutations  respectueuses,  et  les  assu- 
rances  de  la  haute  considération,  avec  laquelle  je  suis, 

_  Messieurs, 

Votre  tres  humble  serviteur, 

P.  A.  MuxcH, 

Prpfesseiir  d'Hisioire  a  I' Univcrsité de  Christiania 
(Norvege). 

Textos  que  la  acompañan.  , 

Ex  liistoria  Haqiiini  IV,  regís  A^orvegice,   per  Sturlam  Thorderi,  nobilem 
Islandum. — An.  Dom.  1256,  1257  y  1258. 

Rex  Hacon  ab  Ekreyis  (insulis  Ekrensibusj  navigavit,  relicto 
ad  Gothalbim  filio,  rege  Hacone,  qui  in  freto  Straumense  cum 
10  magnis  navibus  stabat...   Inde  Rex  boream  versus  in  Vicam 


40  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

contendit,  primoque  Tunsbergam  appulit,  ubi  brevi  moratus  in 
partes  regni  septentrionales  proficisci  statuit.  Ut  vero  in  Agdas 
venit,  advenit  Elias  presbyter,  qui  a  rege  juniore  in  Hispaniam 
missus  fuerat.  Hic  Regi  (seniori)  aperuit,  legatos  Regís  Hispaniae 
in  regnum  advenisse,  pr£efecto  legationis  reverendo  dom.  Fe- 
rrando, multasque  habere  res,  quas  cum  rege  Hacone  communi- 
cent;  velle  Regem  Hispaniae  ejus  sibi  amicitiam  jungere  eamque 
firma  affinitate  muñiré.  Ut  vero  rex  Hacon  fretum  Randense 
( Randasund)  ingressus  est,  legati  qui  eo  loco  aderant,  mandata 
coram  eo  exposuerunt.  Praecepit  rex,  ut  in  Norvegia  hiemantes 
Tunsbergi  raanerent,  doñee  ipse  veré  insequenti  ab  septemtrione 
reversus,  viris  prudentibus  in  consilium  adhibitis,  negotia  eurum 
decideret.  Inde  Rex  Hacon  Bergas  profectus,  es  res  ad  hieman- 
dum  necessarias  contraxit. 

Rex  Hacon  juvenis  statim  post  festum  Nativitatis  Christi 
lunsbergo  (ubi  hoc  festum  transegerat)  iter  paravit  et  versus 
Konunghellam  (l)  navigavit.  Tum  literae  a  patre  allatse,  ut  sep- 
temtrionem  versus  Asloiam  (2)  rediret  ibique  Regem  Placonem 
a  borea  adventurum  exspectaret,  ut  congressi  deliberarent,  quo- 
modo  tractanda  essent  gravia  negotia  a  rev.  Ferrando  perlata, 
quibus  petiit  Hispaniae  rex,  ut  rex  Hacon  filiam  suam  domice- 
liam  Christinam,  alicui  ex  fratribus  suis  nuptum  daret.  Rex 
Hacon  juvenis  die  (Jinerum  Konunghellá  Asloiam  profectus  est. 
hic  paulisper  moratus...  Konunghellam  revectus,  boream  versus 
in  Vicam  contendit.  Assidue  equo  vehebatur,  accipitribusque  et 
canibus  venans  se  oblectabat.  Et  aliqus  Jie,  quum  trajecto  flu- 
mine  in  Gulleyam,  oblectationis  caussa,  transmisisset,  nocte  pro- 
xime  insequenti  raorbum  nactus  est...,  morboque  ingravescente 
celoce  aliquá  se  Tunsbergum  transportari  et  in  monasterium 
deportari  jussit,  ibidemque  deculDuit.  Hic  accedens  medicus,  qui 
rev.  Ferrandum  ab  Hispania  comitatus  fuerat,  medicinam  morbe 
attulit,  malo  nihilominus  ingravescente,  et  paullo  post  exspiravit, 
binoctio  post  festum  Vitalis.  In  quo  summum  damnum  factum 


{i)     Cité  sur  la  Gota  Elf,  appertenant  depuis  1658  á  la  Suéde. 
(2)     Aujourd'hui  Christiania,  capitale  de  la  Norvége. 


LA    PRINCESA    CRISTINA    DE    NORUEGA    Y    EL    INl-ANTE    DON    FELIPE  47 

esse  omnes  judicarunt,  erat  enim  rex  Ilacon  júnior  apucl  omnes 
gratiosus...  Rex  Ilacon  (sénior)  hanC  hiemem  (1256-57)  Bergis 
transegit,  quai  40'"''^  fuit  hiems  imperii  ejus...  Tune  orientem 
versus  Agdas  preetervectus,  nuncium  de  obitu  regis  Haconis, 
filii  sui,  accepit,  in  que  magnum  damnum  factum  esse  mérito 
aestimavit.  Inde  primo  Tunsbergum  concessit,  hic  ad  vocatum 
archiepiscopum  Einarum  et  omnes  viros  prudentissimos  in  con- 
silium  adhibuit,  quid  ad  mandata,  quse  legati  Regis  Hispaniae  ad 
eum  et  domicellam  Crhistinam  habebant,  responderetur.  Cum- 
que  venisset  archiepiscopus,  mentioque  de  hac  re  fieri  coepisset, 
co  nnubium  oblatum,  si  accederé  fortuna  vellet  — quod  quidem 
exspectandum—  honorificum  videbatur;  quam  ob  rem  legatis 
polliceri  decrevit  Rex,  se  domicellam  Christinam,  filiam  suam, 
ex  mandato  Regis  in  Hispaniam  missurum  ejusque  potestati  tra- 
diturum,  eá  conditione,  ut  ipsa  sibi  aliquem  ex  fratribus  ejus, 
qui  ipsi  comitibusque  principibus  a  Rege  datis  placuisset  mari- 
tum  eligeret.  Deinde  Rex  iter  ejus  et  comitum  apparandum 
curavit,  comitesque  delegit,  quorum  principes  erant  Petrus  epis- 
copus  Hamar/ensis ,  Simón  ex  ordine  Pr^dicatorum  complures- 
que  alii  clerici,  porro  Ivarus  Angelonis  filius,  Thorlaugus  Boso, 
Lodinus  Lepp,  ^^.mundo  Haraldigil.,  multique  alii  laici,  viri  ex- 
cellentes;  plures  quam  120  homines  secum  habuerunt.  Multas 
quoque  matronas  nobiles  comités  ei  tradidit.  Insi  domicellse 
domo  proficiscenti  tantum  dedit  auri  argentique  purificati,  tan- 
Lum  pellium  albarum  cinerearumque  et  aliarum  rerum  pretiosa- 
rum,  ut  nullum  exemplum  quisquam  noverit,  ullam  umquam 
antea  filiam  regiam,  ex  Norvegiá  profecturam,  aeque  pretiosa 
pecunia  fuisse  instructam.  Rex  quoque  eis  ingentem  navem 
longam  faciendam  curavit,  ad  cuius  alterum  latus  cubiculum 
domicelse  instructum  est  ad  alterum  latus  rev.  Ferrando,  qui 
versari  cum  alus  ob  nauseam  nen  posset.  Hoc  iter  magno  sumtu 
ac  splendore  apparatum  est.  Apparato  itinere  virginis,  vela  in 
altum  dederunt,  et  Yarmouthiam  in  Anglia  appulerunt...  Ex 
Angliá,  trajecto  mari,  in  Normandiam  navigarunt;  quo  quum 
venissent,  Ivarus  Angelonis  classe  per  oceanum  occidentalem 
proficisci  voluit,  rev.  vero  Ferrandus  et  Thorlaugus  Boso,  quique 


48  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

negotia  habuere  cum  rege  Franciae  peragenda,  hunc  primum 
adire  voluerunt.  Itaque,  emtis  amplius  septuaginta  equis,  praeter 
eos  quos  antea  habuerunt,  iter  in  mediterrranea  converterunt. 
Thorlaugus  Boso  et  rev.  Ferrandus  regem  Franciae  convenerunt 
et  ab  eo  bene  excepti  sunt.  Oui  quum  cognovisset,  domicellara 
in  corum  comitatu  esse,  hortatus  est,  ne  occidentali  viá  per 
Guasconiam  iter  facerent,  sed  potius  per  regnum  suum,  eisque 
ducem  cum  literis  suis  et  sigillo  dedit,  ut  per  totum  suum  reg- 
num ómnibus,  quos  usus  posceret,  officús  hospitalitatis  uteren- 
tur,  quo  comitati  ad  oppidum  Narbonem,  ad  mare  mediterra- 
neum  situm,  profecti  sunt.  Ut  vero  praefectus  oppidi  adventum 
virginis  cognovit,  eo  die  ipsam  comitesque  suo  sumtu  deducen- 
dam  curavit  in  Cataloniam,  quse  est  in  regno  Regis  Aragonse,  ubi 
liberaliter  excepti  sunt.  Inde  per  Cataloniam  iter  fecerunt;  inde 
magnos  montes  et  ásperas  semitas  pertransierunt,  secundum 
mare  mediterraneum  progressi  ad  oppidum  Geronam,  cujus 
praefectus,  cognito  domicellae  adventu,  comitatus  episcopo  et 
360  viris,  obviam  ei  ex  oppido  amplius  dúo  milliaria  equitavit. 
Cuse  quum  ad  oppidum  venisset,  praefectus  equum  quo  ea  vehe- 
batur,  prehensis  freni  habenis,  in  oppidum  duxit,  episcopo  ad 
alterum  latus  procedente,  surama  cum  honoris  testificatione, 
doñee  hospitium  ei  prospectum  esset;  omnes  quoque  eos  per 
triduum  suo  sumtu  aluit.  Domicella  itineris  molestias  bene  sus- 
tinuit,  eoque  melius,  quo  longius  progredelbantur.  Quum  Barci- 
nonem  veheretur,  Rex  Aragoniae,  tribus  comitatus  episcopis  im- 
mensáque  multitudine.  amplius  3  milliaria  ei  obviam  equitavit, 
et  honorifice  salutavit,  ipseque  equum,  cui  insidebat,  arreptá 
habená  in  urbem  duxit,  eique  ac  suis  cautum  victum  per  biduum 
praebuit,  deinque  per  totum  suum  regnum  prsebendum  curavit. 
Quaecumque  vero  adirent  oppida,  obviam  eis  virginis,  equites, 
barones,  jussu  Regis  Aragoniae  equitarunt.  Sic  per  Aragoniam 
vecti  sunt,  ómnibus  quam  potuerunt  honorificentissime  eos  exci- 
pientibus.  Duabus  ante  festum  Nativ.  Christi  noctibus  domicella 
ad  oppidum  Castellae,  Sarre  (Soria.?')  dictum,  pervenit,  ubi  Ludo- 
vicus  frater  Regis  Castellae  et  episcopus  Astorgensis  obviam  ei 
equitarunt,  lauteque  eos  exceperunt.  Ex  Vigilia  Nativ.  Chr.  Bur- 


LA    PRINCESA    CRISTINA    DE    NORUEGA    Y    EL    INI-ANTE    DON    FELIPE  49 

gos  delati,  liberaliter  sunt  excepti,  hospitabantur   vero  in  mo- 
nasterio, in  qao  Domina  Berengaria,  sóror  Regis,  versabatur, 
ibidemque  missam  celebratam   audierunt.  Tertiá  die  festi  Nat. 
Chr.   Ínter  missam  domicella  Christina  ingens  poculum  obtulit, 
quLim  aluid  antea  Rothomagi  obtulisset;  quibus  rebus  tantam 
gloriam  assecuta  est,  ut  nemo  exemplum  noverit,  ullam  domi- 
cellam  peregrinan!  majorem  honorem  consequi  potuise.  Ouarta 
die  festi  Nat.  Chr.  28  Decbr.  ex  opido  Burgos  evecti  sunt,  jussu 
regis  Castellae,  qui  virginem  ad  se  kalend.  Januar.  venire  optaret, 
ejusdemque  diei  vespere  domina  Berengaria  domicellas  misit  7 
ephippia  muliebria,  splendide  ornata,  et  baldichinum,  quod  ipsa 
gestaret.  Eodem  die  (i.  e.  I  Januar.)  rex  Castellae  ex  oppido  Fa- 
lencia magna  comitatus  multitudine  domicellse  obequitavit,  eam- 
que  ut  si  filia  sua  esset  salutavit.  equique,  quo  vehebatur,  prehen- 
sis  habenis  in  oppidum  prosecutus  est.  Tertio  non.  Januar.  ipse. 
Rex  cum  eá  Vallisoletum  equitavit  quibus  regius  filius  (l)  obviam 
venit  equo  vectus,  immenso  numero  equitum,  baronum,  archiepis- 
coporum,  episcoporum,  legatorumque  tam  christianorum  quam 
paganorum  comitatus.  Rex  eximium  ei  hospitium  parari,  et  supra 
omnes  homines   peregrinos   in   ómnibus  rebus  sestimari  jussit. 
Rex  atque  Regina,  quoties  cumque  eam  visitarent,  utrique  eam 
ad  sedem  deducebant.  Post  hoc  rex  Aragoniae  literas  ad  regem 
Hispanise,  generum  suum,  et  ad  reginam,  filiam  suam,. misit,  pe- 
tens,  ut  rex  domicellam  sibi  collocaret.  Rex  hanc  rem  ad  domi- 
cellam  et  Norvegos  detulit,  ostendens,  hujus  ei  connubü  potes- 
.tatem  fore,  regisque  liberalitatem  et  magnificentiam  praedicavit, 
Ouum  vero  Norvegi  scirent  regem  esse  provectum  aetate,  hoc 
causantes  nuptias  recusarunt,  ñeque  ea  res  ulterius  tentata  est. 
Dein  rex  fratres  suos  coram  virgine  enumeravit,  et  cuiusque  in- 
dolem  ei  exposuit:  Fredericum  esse  natu  máximum,  virum  stre- 
jiuum,    artis    equestris   peritum  justitiae  diligentem  exactorem, 
bonum  venatorem,  quam  ob  causam  labrum  habere  intercisum; 
fratem  Henricum  ex  ómnibus  fratribus  suis  equi  tractandi  longe 


(i)     Peut-étre  un  des  fréres  du  roi, 

TOMO    LXXIV 


50  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

peritissimum  esse,  ñeque  tamen  esse,  cur  ejus  ratio  paberetur,. 
quum  contra  se  atque  patrem  insurrexisset,  bellumque  eis  intu- 
lisset;  Sanctium,  electum  archiepiscopum,  gravum  esse  virum  et 
ad  gerendum  archiepiscopatum  Toletanum  idoneum;  Philippum 
autem  fratrem,  electum  archiepiscopum  Hispalensem,  haud  esse 
ad  hanc  dignitaten;  idoneum,  sed  qui  se  accipitribus  et  canibus 
oblectaret,  esse  enim  ursorum  aprumque  acerrimum  concertato- 
rem;  semper  laetum  et  hilarem,  liberalem,  modestum,  convivam 
lepidissimum,  virium  magnitudine  insignem,  equi  tractandi  pe- 
ritum.  Hujus  staturan  et  pulcritudinem  Rex  non  descripsit,  ipsis 
Norvegis  assidue  conspicuam.  Qui  quum  sentirent,  hunc  regi  ex 
ómnibus  fratribus  máxime  placeré,  hunc  sibi  ex  amicorum  auto._ 
ritate  domicella  maritum  sense  elegit.  Die  cinerum  (6  Febr.)  do- 
minus  Philippus  domicellam  sibi  despondit.  Eo  statim  ab  eo 
petiit,  ut  sedem  sancto  Olao  sacram  sedificandam  curaret,  quod 
ille  extemplo  concessit,  omniaque  quae  peteret  statim  confecta 
sunt.  Decretum  est,  ut  nuptiae  dominica  infra  pascha  (3 1  Mart.JT 
celebrareatur.  Quod  tempus  cum  adesset,  máximo  quanto  eá  in^ 
térra  licuit  honore  sunt  celebratse.  Próximo  die  Mercurii  post 
celebratas  nuptias  (3  Apr.)  Thoraldo  et  Biarno,  legati  regis.  Ha- 
conis,  in  Plispaniam  venerunt.  Quibus  confectis  Norvegi  disces- 
sum  pararunt;  Petrus  episcopus,  Andreas  Nicolai  et  Amundo 
Haraldi  in  Norvegiam  redierunt;  Ivarus  Angelonis,  Thorlaugus 
Boso  et  aliquod  alii  in  terram  Sanctám  iter  pararunt,  in  quQ- 
itinere  Ivarus  mortuus  est...  Autumno  ejusdem  anni  (1258)  fra- 
ter  Simón,  Lodinus  Lepp,  Amundo  Haraldi,  qui  dominam  Chri-' 
stinam  comitati  erant,  coggone  vecti  marítimo  cursu  ab  Hispaniá 
in  Norvegiam  revenerunt;  Petrus  autem  episcopus  p'edestri  iti- 
nere, in  Flandriam  profectus,  post  aliquanto  redii.  Andreas  Ni- 
colai in  Francia  hoc  anno  remansit,  Petrus  episcopus  et  comités 
regi  Haconi  multis  verbis  exposuerunt,  quanto  studio  rex  Plispa. 
niae  domicellam  Christinam,  filiam  eius,  cum  omni  comitatu  ex- 
cepisset,  quamque  magnifice  ipsos  dimisiset,  pecuniam  enim, 
quá  donati  a  rege  fuissent,  non  minorem  esse  960  selibris  argenti 
puri,  praeter  ea  quae  sumtus  itineris  desiderasset.  Multum  quoque 
prsedicarunt,  quam  regi  Haconi  amicus  esset;  ejus  enim  auxilium 


LA    PRINCESA    CRISTINA    DE    NORUEGA    V    EL    INFANTE    DON    FELIPE  5  I 

regi  Haconi,  cum  quocumque  ei  belluní  esset,  patere,  nisi  rex 
Francise  aut  rex  Aragonia;,  socer  suus,  aut  rex,  Angliae  ex  ad- 
versa parte  essent.  Rex  Hacon  vicissim  pollicitus  est,  se  regi 
I  lispanise  opem  laturum,  nisi  adversas  regern  Dania;  out  Svecise 
aut  Anglia;  pugnandum  esset.  Hoc  tempere  rex  Hispaniae,  copias 
adversus  paganos,  ducturus,  regem  Ilaconem  magnopere  horta- 
tus  est,  ut  socia  secum  arma  jungeret,  atque  ita  quod  fecisset 
votum  expeditionis  cruciata?  persolveret. 


Fras^ine/ilum  Itinerarii  fratris  Mauritii  ct  domini  AudríS  Nicolai:  a.  1273. 

...  dicitur  Farfalgurfa  hifpanice  vero  Cabo  fan  Vincent  eo  quod 
ib  i  Corpus  fancti  Vincentij  fuit  inuentum  in  littore.  \  De  isto  loco 
ufque  ad  Kartaginem  iter  femper  dirigitur  uerfus  orientem  et 
habetur  Hiipania  ad  leuam  Affrica  uero  ad  dexteram.  *{  Poft 
Cabo  fent  Vincent  venitur  ad  nafum  qui  dicitur  Farfanabam. 
Deinde  eft  ciuitas  Silueftris  cai'trum  Albuier.  Sancta  Maria  de 
Pharan.  Poftea  Gades  Herculis  ínfula  videlicet  que  alio  nomine 
vocatur  Kalis.  hic  intratur  verfus  Hifpalenfem  ciuitatem  grandem 
que  alio  nomine  Sibilia  vocatur.  Ufque  ad  hunc  introitum  fiue 
ad  hanc  infulam  durat  Algarbia.  In  hac  ínfula  eft  fstatua  Hercu- 
lis tenens  clauem  et  clauam  verfo  voltu  ad  Affricam  dans  inte- 
lligí  quod  Gades  ínfula  fit  clauis  Hífpaníe  ex  illa  parte.  In  hac 
ínfula  fepe  facta  eft  magna  strages  homínum  tam  chríftiane  gen- 
tis  quam  et  farraceníce  eo  quod  vícíffím  ex  vtraque  parte  occu- 
pabant.  IT  Nunc  vero  [per]  Alfonfum  regem  Caftella  eíectis  inde 
vSaracenís  firma  et  bene  murata  ciuitas  eft  edificata,  epifcopo  de 
ordine  fratrum  minorum  ibídem  conftítuto.  ^  De  ífto  loco  ínci- 
pít  térra  que  Betíca  dicitur  fecundum  antíquos,  fequndum  uero 
modernos  vocatur  etiam  Frontarea  eo  quod  frons  eft  chriftiani- 
tatis  ibídem  contra  infideles,  et  ibi  oporteat  dura  fronte  barbari- 
cis  agminibus  uíriliter  obuiare.  1[  Hic  primo  venitur  ad  nafum 
qui  hyfpanice  dicitur  Cabo  de  Beta.  Poftea  ad  alíum  qui  dicitur 
Cabo  de  Plata.  Deinde  ad  tertium  qui  farraceníci  vogatur  {sic) 


52  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

Farfalaga  cui  ex  oppofito  acl  dexteram  hoc  eft  ad  meridiem  in 
Affrica  eft  mons  altiffimus  qui  dicitur  Cabo  de  Spartiel.  %  Ex 
irto  loco  funt  Sarracceni  ex  vtraque  parte  regnuui  Granate  ad 
riniítram  in  Hilpaniam  vero  ad  dexteram  Affrica.  1Í  Modo  inchoa- 
tur  rtrictus  Marrochitanus  ubi  ad  riniftram  in  Granata  eft  caftrum 
quod  dicitur  Calcadara.  11  Ex  oppofito  in  Affrica  mons  maximus 
fuper  Ceptam.  *1[  Deinde  in  Granata  ad  leuam  in  ipfo  Brictu  ci- 
uitas  magna  que  Jazer  aterfa  vocatur  ex  oppofito  ad  dexteram 
in  Affrica  Ceptenfis  ciuitas  famofiffima.  ^  usque  ad  iftum  locum 
de  Vlixibona  hoc  eft  ad  ftrictum  Marrochitanum  eft  iter  duorum 
dierum  et  duarum  noctium  cum  ventas  ad  libitum  habetur  et 
poffunt  eftimari.  cccc.'^  et.  xl.  miliaria.  ^  Poft  modicum  iacet  in 
ftrictus  exitu  ex  parte  finiftra  in  Granata  caftrum  máximum  et 
fortiffimum  quod  dicitur  Gibeltare  alio  nomine  Vrlan.  Dicitur 
etiam  quod  tota  Hyfpania  quondam  cum  effet  chriftianorum 
tempore  Rod[er]ici  regis  inde  perdita  fuit.  hic  etiam  proiecit 
Karolus  magnus  lanceam  fuam  in  mare  acquifita  tota  Hifpania 
cum  propter  mare  vlterius  progredi  non  poffet.  %  De  ftrictu  Ma- 
rrochitano  iacet  rectum  iter  continué  iuxta  Granatam  ufque  Kar- 
taginem.  De  ifto  ftrictu  incipit  Mare  mediterraneum  prius  anguf- 
tum  fed  cito  verfus  Barbariam  ad  meridiem  ampliatur.  %  Iftud 
regnum  Granate  durat  per  quingenta  miliaria  iuxta  mare  ac 
deinceps.  hoc  eft  de  ftrictu.  eft  iftud  totum  mare  per  miliaria 
diftrictum.  %  De  ftrictu  ad  ciuitatem  Malagam  funt  centum  mi- 
liaria. De  Malaga  ad  Muletam.  cc.^  miliaria.  De  iftis  duabus  ciui- 
tatibus  afportantur  meliores  ficus  qui  ad  chriftianorum  térras 
adueniunt.  1í  De  Muleta  ad  Almariam  ciuitatem  antiquitus  famo- 
fiffimam.  lx.  miliaria.  De  Almaria  ad  Kartagenam  cc.^  et.  xl. 
miliaria.  Vfque  huc  regnum  Granate.  Credo  firmiter  hanc  terram 
fore  altiffimam  onnium  terrarum  iuxta  mare  cuius  moncium 
cacumina  nubes  penetrauerant  nobis  videntibus.  H  De  Kartage- 
na  effet  compendiofus  iter  recto  tramite  uerfus  orientem  ad  Sar- 
diniam  per  quadringenta  miliaria  et.  1.  Maioricam  infulam  relin- 
quendo  ad  dexteram.  Nos  uero  eundo  Maffiliam  deuiauimus. 
Nam  ad  aquilonem  directe  tendebamus  et  ficut  prius  habuimus 
regnum  Caftellé  ex  altera  parte  FIyfpanie  ad  finiftram  velifican- 


LA    PKINCESA    CRISTINA    DE    NORUEGA    Y    EL    INFANTE    DON    FELIPE  53 

(lo  Ínter  meridiem  et  occidentem.  sic  etiam  portea  habuinuis 
íimiliter  eandem  terram  ad  finiftram  uelificando  ínter  oríentem 
et  aquilonem.  ^  De  Kartagena  itaque  iuxta  regnum  Murlíe  et 
Cafftelle  usque  ad  locum  qui  dicitur  Alachant  ¡n  Aragonia  c.'"  1. 
miliaria.  ítem  tantum  ad  infulam  que  dicitur  Euifa  ad  cuius  pla- 
gam  meridianam  [sic)  iacet  Maiorica  ínfula  fupradicta.  1[  De  Kui- 
fa  uero  ad  MalTílíam.  quadringenta  et  1.'^  miliaria.  In  fumma  de 
ftrictu  ad  Maffiliam  miliaria,  m.^  ccc.^  et  1."  De  Maflilia  in  Sar- 
diniam  eft  iter  ínter  oríentem  et  meridiem.  et  fnnt  hic.  d.  milia- 
ria. ^  Proximus  locus  uocatur  ínfula  fancti  Petri  que  iacet  fere 
contigua  Sardinie.  lítud  mare  eft  peffímum  in  toto  itenere  (sic) 
de  Maffilía  in  Acón.  Sardinía  eft  máxima  ínfula  et  pertinet  pro 
maiori  parte  ad  Pífanos  qui  tenent  ibidem  dúos  comités.  Kalíe 
(sic)  dicitur  fortiffimum  caftrum  infule.  Terra  hec  in  armentís  et 
blado  opulentiffima  vini  nefcia  et  fupra  modum   infirma,   (jens 

leuís  curfu  rudis  et (Desunt  aliquot   folia) valde  nobilia. 

Jubeltare  videlicet  quod  erat  princípis  Antioceni  et  Cracum  quod 
fuerat  Hofpítalitarum.  ^  Cracum  dicitur  effe  melius  caftrum  to- 
cius  mundi  propter  incredibiles  redditus  ipfsíus.  %  Hoc  caftrum 
expugnauít  Soldanus  circa  annum  domini  m."^  00.""  Ixxi.'"  quín- 
decim  milíbus  chriftianorum  intus  pro  defenfione  ipfíus  exiften- 
tibus.  "íí  In  Antrodo  itaque  intus  in  ecclefía  maiori  eft  capella 
virginís  gloriofe  mire  quidem  pulcritudinis  lícet  parua  in  qua 
non  lícet  alienigenís  celebrare  nifi  epífcopis  et  fratribus  minori- 
bus  et  predicatoribus  tantum.  %  Hic  propter  frequentíam  míra- 
culorum  magna  eft  peregrinacio.  ^  Dicitur  fanctum  Petrum  in 
fabrica  iftius  capelle  laboraffe  propriís  manibus.  1[  Alia  capella 
eft  intus  in  ipfo  caftro  et  afferitur  quod  beata  virgo  etiam  in  fuis 
manibus  in  fabrica  ipfíus  laborabat.  Sciens  uero  quod  futurum 
esfet  ibi  caftrum  commutauit  ipfam  et  [sic)  fancto  Petro  in  cape- 
llam  fupradictam  eo  quod  peregríni  liberius  haberent  illuc  ingre- 
ffum  ficut  patet  in  prefentí,  ^  Huc  ufque  marítima  Sirie  perluf- 
trauimus  nec  eft  vltra  Chriftianítas  nifi  in  Margato  ad.  vi.  leucas 
doñee  perueniatur  in  Armeníam.  11  De  Margato  in  Laodiciam 
{sic)  funt  .ix.  leuce.  De  Laodicia  in  Antiochíam  funt  1.  leuce. 
1Í  De  Antiochia  in  Armeníam   funt   totidem   leuce   videlicet  .1. 


54  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

%  Nos  ucro  de  Antrodo  reuertebamur  via  qua  venimus  in  Accon. 
ir  Ante  Antrodum  eft  ínfula  parua  in  cuius  fcopulis  mater  fancti 
Clementis  naufragium  paciebatur  duobus  filiis  fuis  Fauftino  et 
Faufto.  Alio  nomine  Nicea  et  Aquila  ab  ipía  in  eodem  naufragio 
feparatis  quos  fubmerfos  credidit  quoufque  in  codem  loco  ve- 
niente illuc  Petro  non  folum  illos  dúos  filios  verum  etiam  Cle- 
mentem  queni  domi  cum  patre  reliquerat  fimul  cum  patre  ipfo- 
rum  fuo  videlicet  marito  diuina  difpenfante  gracia  modo  mirabili 
fanos  infimul  repererat  ficut  in  itinerario  ipfius  Clementis  iftud 
Ídem  lucidíus  declaratur. 

11  Cuicunque  ex  ifto  breui  itinerario  fiue  per  memorata  loca 
peregrinando  feu  etiam  ipfum  legendo  alíquid  solátii  noftro 
mediante  labore  acceperit  quefo  ut  animam  felicis  recordacio 
nís  domini  Andree  Nicholai  recommendatam  habeat  coram 
deo  oneque  pauperem  fratrem  Maurícium  nihílominus  diuine 
pietatí  deuocius  recommendat  (sk). 

Pro  vera  copia  testatura: 

P.  A.  MuxcH, 

Pmf.  /lis/. 


Informes  de  los  Sres.  Sánchez  y  Gayaugos. 

No  es  fácil  hallar  documentos  auténticos  relativos  al  matrimo- 
nio de  la  Princesa  Doña  Cristina  de  Noruega  con  el  Infante  Don 
Felipe,  hermano  de  Don  Alonso  el  Sabio.  Solamente  hemos  ha- 
llado algunas  noticias  relativas  á  este  suceso  en  las  memorias 
que  escribió  el  Marqués  de  Mondéjar,  acerca  del  reynado  del  re- 
ferido Don  Alfonso  el  décimo:  y  por  si  la  Academia  las  creyese 
conducentes  á  satisfacer  en  algún  modo  á  la  pregunta  que  se  le 
ha  dirigido  desde  aquellos  remotos  payses,  copiamos  á  conti- 
nuación el  trozo  en  que  el  Marqués  de  Mondéjar  habla  de  este 
suceso: 

<'Casó  este  Príncipe  dos  veces,  y  porque  en  las  observaciones 
manifestamos  los  continuados  absurdos  y  errores  que  cometen 
los   nuestros   refiriendo  su   primer  matrimonio  con  la  princesa 


LA    PRINCESA    CRISTINA    DE    NORUEGA    y    EL    INFANTE    DON    l'ELIPE  55 

Doña  Cristina  de  Noruega,  de  que  hace  memoria  como  vimos 
en  la  Crónica  del  Rey  su  hermano,  bastará  suponer  aquí  que  era 
hija  de  Aquino  el  menor,  II  de  este  nombre,  Rey  de  Noruega  y 
de  la  Reyna  Margarita,  hija  del  Príncipe  Schulo:  y  que  habién- 
dose confederado  con  el  Rey  su  padre  el  nuestro  luego  que  fue 
electo  Emperador  el  mismo  año  de  12  57,  ^^  ^^^^  obtuvo  esta 
gran  dignidad,  entre  las  condiciones  de  aquel  contrato  fue  una 
que  había  de  enviar  á  jEspaña  á  la  Princesa  Doña  Cristina  para 
■que  se  casase  con  cualquiera  de  los  Infantes  sus  hermanos  que 
ella  eligiese,  como  en  efecto  lo  ejecutó  el  siguiente  de  1258, 
según  asegura  Juan  Isacio  Poñtano,  por  testimonio  del  antiguo 
Cronicón  de  Noruega,  cuyo  autor  fué  Snoro  Sturlesonio,  según 
advierte  Stephano  Stephanio,  porque  escribe,  «no  se  ofrece  nada 
en  este  Cronicón  de  Alfonso,  ni  de  la  esterilidad  de  su  muger; 
sólo  dice  que  habiendo  venido  los  Embajadores  del  Rey  de  Es- 
paña, á  pedir  á  Cristina,  en  nombre  de  sus  hermanos,  conviene 
á  saber  con  la  condición  de  que  se  casase  con  el  que  quisiese 
escoger  de  ellos,  y  habiendo  convenido  en  su  demanda,  fueron 
nombrados  para  que  llevasen  la  novia  á  España,  Pedro,  Obispo 
Almeriense,  Ibaro  Anglo,  Turbao  Bosio,  Lodvino  Leppero  y 
Edmondo  Haraldsonio,  señores  de  la  primera  nobleza  y  del  con- 
sejo del  Rey,  y  habiendo  llegado  con,  ella  fueron  causa  de  que 
escogiese  la  novia  á  Felipe.» 

A  poco  murió  la  Infanta,  pues  el  excesivo  calor  de  Sevilla 
con  respecto  al  frío  de  Noruega  á  que  estaba  acostumbrada,  le 
anticipó  la  muerte;  y  el  Infante  casó  luego  con  Doña  Leonor 
Ruiz  de  Castro,  y  murió  en  1 274,  según  consta  de  su  sepul- 
cro, que  existe  en  Villasirga.  V^éase  á  Don  Antonio  Ponz,  Viage 
de  España. 

Es  cuanto  hemos  podido  averiguar  hasta  ?1  día:  y  no  permi- 
tiendo la  premura  con  que  se  piden  las  noticias  hacer  más  dili- 
gencias por  ahora,  comunicamos  lo  que  hemos  podido  averiguar 
á  esta  ilustrada  Corporación,  en  cumplimiento  del  encargo  que 
nos  hizo. Madrid,  16  de  Mayo  de  1856. 

Tomás  Axtoxio  Saxcha.  Pascual  de  Cíavaxgos. 


56  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEíMIA    DE    LA    HISTORIA 


Nota  que  acompañaba  el  anterior  informe. 

Aunque  los  Anales  de  Cárdena  ponen  la  venida  de  la  Prince- 
sa Christina  á  España  en  la  Era  de  mccxcii,  ó  sea  el  año  de  1254, 
no  cabe  duda  sino  que  el  autor  ó  copiante  se  equivocaron,  de- 
biendo escribir  xcv,  en  lugar  de  xcii.  Mondéjar  en  sus  Memorias 
históricas  del  rey  Don  Alfonso  el  Sabio,  pág.  592,  opina  que  la 
Princesa  no  pudo  llegar  á  estos  reinos  hasta  fines  del  año  1257 
ó  1258,  verificándose  poco  después  su  casamiento  con  el  Infan- 
te Don  Felipe;  pues  desde  principios  de  dicho  año  aparece  ya 
la  Iglesia  de  Sevilla  vaca,  y  no  se  halla  su  nombre  entre  los  con- 
firmantes de  los  privilegios,  como  Arzobispo  de  la  mencionada 
Iglesia.  De  la  misma  opinión  parece  ser  P'lórez  en  sus  Reynas 
católicas,  tomo  11,  pág.  5^4- 

En  cuanto  á  la  fecha  de  su  muerte,  no  se  sabe  á  punto  fijo. 
Según  Mondéjar  murió  antes  de  1 269,  pues  en  este  año  aparece 
Don  Felipe  casado  en  segundas  nupcias  con  Doña  Leonor  Ruiz 
de  Castro  (Ibid.,  pág.  592).  Flórez  sospecha  que  murió  de  me- 
lancolía, «al  verse  Infanta,  cuando  vino  para  ser  Reina»  y  espo- 
sa de  Don  Alonso,  en  lo  cual,  no  hace  más  que  seguir  la  Crónica 
del  Rey,  que  así  lo  da  á  entender  (cap.  2.°);  pero  Mondéjar  com- 
bate con  argumentos  de  mucho  peso,  lo  de  que  el  Rey  enviase 
á  pedirla  para  sí  (pág.  584)  y  ^a  diese  después  á  su  hermano. 

Don  Felipe  murió  á  28  de  Noviembre  de  1274  (Era  de  13121, 
y  está  enterrado  en  un  sepulcro  de  mármol  en  la  Iglesia  parro- 
quial de  Villa-Alcázar  de  Sirga  ó  Villasirga,  como  vulgarmente 
se  llama,  distante  dos  leguas  de  Carrión  de  los  Condes.  Frente 
á  su  sepulcro  está  el  de  su  muger  Doña  Leonor,  que  falleció  el 
año  1.275. 

Se  ignora  dónde  está  enterrada  Doña  Christina,  aunque  Ber- 
ganza  [Antigüedades  de  España,  tomo  11,  pág.  15  5)  sospecha  que 
lo  fué  en  Covarrubias,  por  un  sepulcro  de  mármol  bien  labrado, 
que  las  gentes  de  aquella  tierra  atribuyen  á  un  Rey  de  Dinamar- 
ca. Esta  conjetura  de  Rerganza,  parece  tanto  más  probable  cuan- 


LA    PRINCESA    CKISTINA    DE    NORUEGA    Y    EL    INFANTE    DON    FELIPE  57 

to  Don  Felipe  fué  algunos  años  abad  y  bienhechor  de  Cova- 
rrubias. 

No  se  han  hallado  ni  las  capitulaciones  matrimoniales,  ni  nin- 
gún documento  público,  ni  menos  privilegios  ó  escrituras  firmadas 
por  Don  Felipe  y  su  esposa;  pero  habiendo  éste  sido  vSeñor  de 
Valdecorneja  y  de  las  villas  de  Piedrahita,  el  Barco  y  otras,  quizá 
se  hallen  en  sus  Archivos  municipales  algunas  cartas  de  exención 
ó  franqueza  de  las  que  los  señores  solían  otorgar  á  sus  vasallos. 

Los  Aítaks  de  Cárdena^  que  citan  Zurita  y  Ferreras,  y  acerca 
de  los  cuales  el  profesor  Munch  desea  noticias,  los  imprimió 
por  la  primera  vez  Berganza  en  sus  Antigüedades  de  España^ 
tomo  IV,  pág.  S'SS. 

Puede  verse  también  lo  que  dice  Pons,  Viage  de  Españdy 
tomo  XI,  carta  vi;  Zúñiga,  Anales  de  Sevilla^  en  los  años  1 3 12, 
1 3 19,  1 32 1  y  1324;  Gil  González  Dávila,  Teatro  eclesiástico  de 
las  Iglesias  de  España,  tomo  iv,  fol.  50. 


Texto  de  autoridades  históricas. 

Gil  González  Dávila:  Teatro  eclesiástico  de  las  Iglesias  de  España,  tomo  11, 
pág-  50    (Madrid,   1647V 

El  primer  arzobispo  que  tuvo  la  Santa  Iglesia  de  Sevilla,  elec- 
to, y  no  consagrado,  que  la  governó  con  título  de  Administra- 
dor, fué  el  Infante  Don  Felipe,  hijo  del  Rey  Don  Fernando  el 
Santo,  y  de  la  Reya  Doña  Beatriz,  su  primera  muger:  tuvo  las 
Abadías  de  Covarrubias  de  Valladolid,  fué  Canónigo  de  la  San- 
ta Iglesia  de  Toledo:  y  tuvo  por  Maestro  á  su  Arzobispo  don 
Rodrigo  Ximénez^Rada:  Passó  á  París,  que  en  aquel  tiempo,  y 
muchos  años  después,  fué  la  Atenas  de  toda  la  Christiandad, 
por  la  eminencia  de  sus  estudios,  y  multitud  de  hombres  sabios; 
En  esta  escuela  tuvo  por  Maestro  el  Infante  Don  Felipe,  á  Al- 
berto Magno,  gran  Filósofo  y  Teólogo. 

Governó  como  administrador  esta  Santa  Iglesia,  con  el  pare- 
cer, y  consejo  de  don  Reimondo,  Obispo  de  Segovia,    dio  for- 


58  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEíMIA    DE    LA    HISTORIA 

ma  en  las  cosas  della,  señaló  prevendas,  y  sirvientes,  y  les  dio 
estatutos  para  su  mejor  govierno,  y  en  el  año  1263  dexó  la 
administración  á  instancia  de  su  hermano  el  Rey  Don  Alonso  el 
Sabio,  y  la  causa  fué,  que  como  la  Reyna  Doña  Violante  no  le 
dava  hijos,  que  fuessen  herederos  de  sus  Coronas  y  Reinos,  trató 
de  dexar  á  la  Reyna,  y  de  casar  con  Doña  Cristina,  ó  Christiana, 
hija  del  Rey  de  Noreña  (sic:  — -Noruega — ),  pidióla,  y  dice  la 
Historia,  que  el  Rey  la  dio  de  buen  grado,  y  quando  llegó  á 
Castilla  la  Reyna,  Doña  Violante  se  avía  hecho  preñada,  del  que 
fué  Rey  Don  Sancho  quarto  de  los  deste  nombre,  y  dize  más  la 
Historia,  que  el  Rey  Ovo  gran  vergüenza  de  la  tornar  á  embiar 
á  su  Reyno,  y  rogó  á  su  hermano  el  Infante  Don  Felipe  dexasse 
la  clerecía,  que  era  electo  de  la  Iglesia  de  Sevilla,  é  casasse  con 
ella,  certificándole  que  le  daría  tal  parte  en  el  Reyno,  con  que 
pudiesse  vivir  como  quiera.  Vino  en  ello  el  Infante,  y  celebró  el 
casamiento,  mas  el  Rey  no  cumplió  lo  prometido,  de  que  se 
originaron  grandes  daños  en  el  Reyno,  y  aunque  murió  en  bre- 
ves días  Doña  Christina,  no  murieron  las  dissensiones,  y  gue- 
rras, que  el  escrivirlas  no  pertenece  al  instituto  de  nuestro  Tea- 
tro Eclesiástico.  Murió  en  Sevilla,  y  está  sepultada  en  San  Feli- 
cer  de  Amaya,  de  la  orden  de  Calatrava,  que  hoy  está  en  la  ciu- 
dad de  Burgos. 

Berg.^xza,  R.  P.  Mtre.  Fray  Francisco  da:  Antigüedades  de  España.  Parte 
segunda,  pág.  582  (JMadrid:  mdccxií). 

«Era  de  >iccxcii  años  entró  en  Burgos  la  Infant  fija  del  Rey 
de  Noruega,  é  tomóla  por  muger  Don  Felipe,  hermano  del  Rey, 
é  Don  Felipe  era  electo  de  Sevilla,  é  dexó  el  Arzopbispado^^. 

MoNDÉjAR,  IVIarquésde  (D.  Gaspar  Ibáñez  de  Segovia)^  Memorias  /¿isto'rieas 
del  Rei  Don  Alonso  el  Sabio  y  Observaciones  á  su  Chrónica,  Observa- 
ción, XIV,  pág.  591.  Motivo  por  qué  pasó  á  España  la  Princesa  Doña 
Christina  y  año  cierto  en  que  entró  á  ella  (Madrid  mdcclxxv  iiV 

I.°  Haviendo  reconocido  en  las  observaciones  precedentes 
las  inadvertencias  y  absurdos  que  se  han  originado  del  incierto 
motivo,    que  atribuye  la   chrónica  á  la   venida   de   la   Princesa 


LA    PRINCESA    CRISTINA    DE    NORUEGA    Y    EL    INFANTE    UUN    l'ELIPE  59 

Christina  de  Noruega  á  Castilla,  anticipando  su  jornada,  para 
que  pudiesse  hacerse  creíble  la  executasse  con  intento  de  ser 
Keyna  suya,  nos  resta  saber  la  verdadera  causa  de  su  viage,  y  el 
año  fixo  que  entró  en  ella. 

2.'^  Fué,  pues,  electo  nuestro  Rey  Don  Alonso  por  Rey  de 
Alemania  y  Emperador  de  Romanos  á  9  de  Abril  del  año  1 25 7, 
en  oposición  de  Ricardo,  Conde  de  Cornualla,  como  en  su  lugar 
justificamos:  y  para  conseguir  la  possesión  de  los  estados  conse- 
cuentes á  tan  gran  dignidad,  le  fué  preciso  solicitar  diversos 
Príncipes  del  Norte,  con  quienes  se  asegurasse  la  erapressa,  en 
que  lo  había  empeñado  la  obligaeión  de  los  que  votaron  por  él, 
dándoles  diferentes  pensiones,  para  asegurarlos  más  en  su  par- 
tido, como  más  por  menor  referimos  en  su  lugar. 

3."  Entre  otros  que  procuró  ganar  fué  Haquino  el  menor, 
Rey  de  Noruega,  como  uno  de  los  más  poderosos  y  estimados 
que  entonces  florecían  en  el  Norte,  embiando  á  solicitar  su  amis- 
tad y  confederación  recíproca  por  medio  de  sus  Embajadores, 
y  ajustando  para  mayor  seguridad  y  firmeza  de  su  amistad,  em- 
biaría  á  la  Princesa  Christina  su  hija  á  España,  para  que  se 
casasse  con  uno  de  los  hermanos  del  Rey,  y  assi  escrive  Juan 
Isacio  Pontano,  hablando  del  propio  año  1257^  Halló  también  en 
los  instrumentos  de  Noruega,  que  al  mismo  tiempo  se  hace  memoria 
de  Christina,  hija  de  Haquino,  casada  poco  después  con  Phelipe, 
hermano  del  Rey  de  España  y  de  Castilla:  y  entre  los  pactos  esta- 
blecidos entre  ambos  Príncipes,  ofrece  el  Rey  de  España  socorrer 
á  Haquino,  como  no  sea  contra  Francia,  Aragón  ú  Inglaterra: 
y  de  la  misma  manera  promete  Haquino  socorrerle,  como  no  sea 
contra  Dinamarca,  Suecia  ú  Inglaterra. 

4.°  Más  adelante  por  testimonio  de  Snoro  Sturlesiono,  autor 
del  Chronicón  antiguo  de  Noruega,  según  testifica  Stephano 
Stephanio,  después  de  haber  referido  lo  que  escriven  los  nues- 
tros de  la  misma  Princesa,-  añade  el  propio  Isacio  Pontano: 
«Pero  Christina,  como  la  nombran,  de  ninguna  manera  fué  hija 
»del  Rey  de  Dinamarca,  sino  de  Haquino  Rey  de  Noruega,  assi 
»como  su  nombre  Christina,  de  cuyo  matrimonio  con  Phelipe, 
«hermano  del  Rey  de  España  y  de  Castilla,    hicimos  ya  memo- 


6o  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

»r¡a,  aunque  de  passo,  el  año  1257,  por  testimonio  del  Chroni- 
»cón  vulgar  de  Noruega;  pero  no  se  ofrece  nada  en  este  Chro- 
»nicón  de  Alfonso  ú  de  la  esterilidad  de  su  muger.  Solo  dice, 
»que  haviendo  venido  los  Embajadores  del  Rey  de  España  á 
»pedir  á  Christina  en  nombre  de  sus  hermanos,  conviene  á 
»saber,  con  la  condición  de  que  se  casasse  con  el  que  quisiesse 
«escoger  de  ellos;  y  haviendo  convenido  en  su  demanda  fueron 
»nombrados  para  que  truxessen  la  novia  á  España,  Pedro  Obis- 
»po  Hamarense,  Ibaro  Anglo,  Turlao  Bosio,  Lodvino  Leppero  y 
»Amundo  Haraldsonio,  señores  de  la  primera  nobleza  y  del 
«consejo  del  Rey:  y  haviendo  llegado  con  ella,  fueron  causa  de 
»que  escogiesse  la  novia  á  Phelipe». 

5.°  De  entrambos  testimonios  parece  se  infiere  se  ajustó  la 
confederación  entre  nuestro  Príncipe  Don  Alonso  y  Plaquino  el 
menor,  Rey  de  Noruega,  el  año  1 257,  luego  que  fué  electo  Em- 
perador, y  con  motivo  de  grangearle  en  su  ayuda;  pues  de  otra 
manera,  ¿qué  podía  conducir  á  los  interesses  de  Castilla  un  Prín- 
cipe tan  independiente  y  remoto  suyo?  y  que  aunque  dispusies- 
se  inmediatamente  la  Princesa  Christina  su  venida  á  España, 
no  pudo  llegar  á  ella  hasta  fines  del  mismo  año,  ú  principios  del 
siguiente  1 2 58,  en  que  según  escrive  D.  Diego  de  Zúñiga:  cessa 
en  las  confirmaciones  de  privilegios,  la  más  segura  de  la  Chrono- 
logia  de  estos  tiempos^  el  título  de  electo  de  Sevilla  en  el  Infante 
Don  Phelipe,  y  suena  vaga  esta  Santa  Iglesia;  añadiendo  poco 
después:  Se  verifica  que  devió  de  ser  este  el  tiempo  de  su  casa- 
miento con  la  Infanta  Doña  Christina^  que  el  Rey  favoreció  con 
muchas  mercedes. 

6."  No  se  sabe  el  tiempo  que  duró  esta  unión,  aunque  es 
constante  había  passado  ya  de  esta  vida  la  Princesa  Christina  el 
año  de  1269,  y  estaba  casado  de  segundo  matrimonio  el  Infante 
Don  Phelipe,  su  marido,  con  Doña  Leonor  de  Castro,  hija  de  Don 
Rodrigo  Fernández  de  Castro,  por  otro  nombre  Don  Gerardo, 
vizconde  de  Cabrera,  y  de  Doña  Leonor  González  de  Lara,  su 
muger,  según  parece  de  un  convenio  que  hicieron  entrambos 
con  los  Freiles  de  Calatrava,  otorgado  en  Toledo  Viernes  24  de 
Mayo,  P2ra  de  1307,  que  corresponde  al  propio  año,  y  á  la  letra 


LA    PRINCESA    CRISTINA    DE    NORUEGA    Y    EL    INFANTE    DON    I-ELIPE  6 1 

prodiase  Don  Luis  de  Salazar  en  las  pruevas  de  la  historia  de  la 
Casa  de  Lara;  assi  como  también  se  ofrece  inmediatamente  en 
ellas  el  testamento  de  la  misma  Uoña  Leonor  otorgado  á  27  de 
Abril  de  1 27  5,  de  que  infiere  el  mismo  Don  Luis  de  Salazar  era 
ya  muerto  el  Infante,  pues  no  permanece  ninguna  memoria 
suya  en  él. 

7.°  Pero  bástanos  para  nuestro  intento  saber  no  se  ajustó  la 
confederación  entre  nuestro  Rey  y  el  de  Noruega  hasta  después 
de  haver  sido  electo  Emperador  el  año  de  1 25 7,  en  cuyo  tiem- 
po no  sólo  havía  parido  la  Reyna  Doña  Violante  á  las  Infantas 
Doña  Berenguela  y  Doña  Beatriz,  sino  también  al  Infante  Don 
Fernando  de  la  Cerda,  pues  como  escrive  Don  Diego  Ortiz  de 
Zúñiga:  Consta  de  varios  privilegios  era  nacido  á  ^  de  Enero  el 
antecedente  de  12^6;  con  que  es  notoriamente  incierto  pudiesse 
haver  canbiado  por  la  Princesa  Christina  Don  Alonso,  para 
casarse  con  ella,  por  tener  por  estéril  á  la  Reina  su  muger. 

Ortiz  de  Zúñiga  (D.  Diego):  Anales  eclesiásticos  y  seculares  de  la  7mij  noble  y 
muy  leal  ciudad  de  Sevilla.  Era  1290.  Año  1252,  pág.  155  (Sevi- 
lla, 1795,  tom.  j ). 

Vivía  (El  Rey  Don  Alfonso  el  Sabio)  querelloso  de  no  tener 
sucesión  de  la  Reyna  Doña  Violante,  casado  desde  el  año 
de  1246,  como  en  él  escribí,  y  en  la  primera  acción  suya  que 
cuenta  la  Crónica^  haberla  querido  repudiar  por  estéril,  y  bus- 
car nueva  esposa  (ya  comenzaba  á  echarse  menos  la  piedad  y 
religión  de  San  Fernando),  y  envió  con  secreto  Embajadores  al 
Rey  de  Denamarch  á  pedirle  una  hija,  que  fué  traída  á  España, 
á  tiempo  que  la  Reyna  Doña  Violante  había  concebido,  y  el  Rey 
mudado  de  parecer:  Doña  .Christina  se  llamaba  la  Infanta,  que 
algunos  años  después  dio  por  muger  al  Infante  Don  Felipe, 
quando  dexó  la  Mitra  de  Sevilla,  no  antes  del  de  1 258,  aunque 
por  anterior  lo  cuenta  la  Crónica. 

Era  1296.  Año  1258,  pág.,  224.  Muy  á  los  principios  del 
año  1258  cesa  en  las  confirmaciones  de  privilegios,  luz  la  más 
segura  de  la  cronología  de  estos  tiempos,  el  título  de  electo  de 
Sevilla  en  el  Infante  Don  Felipe,  y  suena  vaga  esta  santa  Iglesia 


62  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

así  en  uno,  conque  el  Rey  en  Valladolid  á  2  de  Abril  revalidó 
todos  los  de  sus  pasados  al  Monasterio  de  Fitero,  que  tengo  sa- 
cado por  el  Maestro  Ambrosio  de  Morales,  con  que  se  verifica 
que  debió  de  ser  este  el  tiempo  de  su  casamiento  con  la  Infanta 
Doña  Christina,  que  el  Rey  favoreció  con  muchas  mercedes; 
pero  la  que  pensó  ser  Reyna,  teniéndolo  á  desigual  fortuna,  me- 
lancólica acabó  presto  su  vida.  Y  el  Infante,  que  eligió  lo  más 
peligroso  del  siglo,  anduvo  en  él  harto  mezclado  en  las  inquie- 
tudes públicas,  con  que  perdió  en  todo  la  gracia  de  su  hermano 
el  Rey,  que  estaba  en  Arévalo  á  17  de  Julio,  donde  hizo  merced 
de  Bornos,  aldea  de  Arcos,  á  Per  de  Castel,  caballero  Sevillano 
de  su  Mesnada,  por  privilegio  rodado,  en  que  se  ve  vaga  nues- 
tra Iglesia:  Don  Remondo  (que  después  sucedió  á  Don  Felipe  en 
la  Iglesia  de  Sevilla)  era  Obispo  de  Segovia,  y  nacido  ya  el 
Infante  Don  Sancho. 

Y  en  la  pág,  149  hablando  de  los  hijos  que  el  Rey  Don  Fer- 
nando 3.°  llamado  el  Santo  tuvo  en  su  matrimonio  con  la  Reyna 
Doña  Beatriz,  dice: 

Don  Felipe,  que  renunciada  la  Mitra  de  Sevilla,  veremos  ca- 
sado con  la  Infanta  Doña  Christina,  que  vino  á  ser  Reyna  de 
Castilla.  Verémoslo  causa  de  públicos  alborotos,  después  de  los 
cuales  cesa  su  memoria  en  nuestras  Historias:  adelante  del 
año  1275  dícese  que  murió  en  Sevilla,  y  que  yace  en  el  Monas- 
terio de  San  Felices  de  Amaya  con  su  segunda  muger,  que  fué 
Doña  Leonor  Ruiz  de  Castro,  hija  de  Don  Rui  Fernández  de 
Castro  y  de  Cabrera  y  de  Doña  Leonor  González  de  Lara  su 
muger. 


A  ^stas  autoridades  hay  que  añadir  la  del  Sr.  Ballesteros  y 
Beretta,  el  cual  ha  escrito  lo  siguiente: 

«La  carta  del  profesor  Munch  y  el  relato  del  noble  islandés 
.Sturlam  Thorderi  son  de  sumo  interés.  El  texto  escandinavo  da 
á  conocer  los  detalles  del  viaje  de  la  virgen  noruega  desde  los 
dominios  de  Hakon  hasta  España.  Esta  importante  relación  nos 
imforma  sobre  el  lucido  acompañamiento  de  la  princesa  y  los 


LA    PRINCESA    CRISTINA    DE    NCJKUEGA    Y    EL    INFANTE    DON    FELIPE  63 

sitios  del  itinerario;  de  Noruega  llegaron  al  puerto  de  Yarmonth, 
en  Inglaterra;  de  allí  navegaron  hacia  Francia,  desembarcando  en 
Normandía  y  siguiendo  luego  por  tierra  hasta  Narbona.  Los  viaje- 
ros penetran  en  España,  siendo  agasajados  por  el  veguer  de  Ge- 
rona y  por  el  mismo  rey  Jaime  á  su  llegada  á  Barcelona.  El  22  de 
Diciembre  del  año  1257,  ^^  princesa  Cristina  entraba  en  Soria, 
primera  ciudad  importante  de  la  frontera  oriental  de  Castilla.  A 
Soria  acudió  á  recibirla  el  infante  D.  Luis  de  Poutis^  hermanas- 
tro del  rey  Alfonso  X,  por  ser  hijo  de  Doña  Juana  de  Phontieu, 
segunda  mujer  de  Fernando  IIL  La  embajada  noruega  no  inte- 
rrumpe el  viaje  y  llega  la  víspera  de  Navidad  á  Burgos,  alo- 
jándose la  princesa  Cristina  en  el  Monasterio  de  las  Lluelgas, 
donde  se  hallaba  la  infanta  Berenguela.  Oyó  en  la  iglesia  del 
Monasterio  la  misa  del  Gallo.  Aunque  no  lo  dice  el  relato  su- 
ponemos que  el  monarca  castellano  estaba  en  Burgos,  pues  si 
bien  del  mes  de  Diciembre  (12 5  7)  no  poseemos  documentos, 
nos  consta  que  el  mes  anterior  estaba  en  dicha  población.  Del 
10  de  Noviembre  es  un  privilegio  á  Cañizal  de  Amaya,  al  día 
siguiente  da  el  rey  una  carta  á  la  catedral  de  Burgos,  y  del  12  es 
un  privilegio  rodado  á  las  monjas  del  monasterio  de  Erce,  ha- 
llándose fechados  estos  documentos  en  la  ciudad  de  Burgos. 
Sigue  refiriendo  el  autor  islandés  que  Alfonso,  con  lucido  corte- 
jo, acompañó  á  la  princesa  desde  Falencia  hasta  Valladolid,  sa- 
liendo de  la  primera  población  el  día  l.°  de  Enero  del  año  1 258. 
Indica  luego  haber  llegado  la  comitiva  á  Valladolid  el  día  1 1  de 
Enero  (III  Nonas  Januari),  pero  es  posible  exista  aquí  un  peque- 
ño error,  porque  el  5  concede  el  monarca  desde  Valladolid  una 
donación  en  favor  de  Pelay  Pérez,  de  Asturias,  y  del  8  es  un 
privilegio  á  San  Zoil  de  Carrión,  fechado  también  en  Valladolid. 
Quizás  la  chancillería  en  viaje  datase  los  documentos  en  el  sitio 
terminal  de  la  expedición.  De  todas  maneras  son  muchos  días 
desde  el  l.°  al  II  para  salvar  una  distancia  tan  corta  como  la 
que  hay  entre  Falencia  y  Valladolid. 

»En  extremo  sugestiva  es  la  enumeración  que  hace  Alfonso 
de  las  cualidades  de  sus  hermanos  presentándoselos  moralmente 
á  la  princesa  noruega  para  que  ella  escogiese  como  marido  el  que 


Ó4  BOLETÍN    DE    LA    líEAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

más  le  agradase;  habla  del  valeroso  Federico,  excelente  jinete, 
con  el  labio  partido  en  un  accidente  de  caza,  de  la  cual  era  apa- 
sionado; del  belicoso  Enrique,  gran  conocedor  de  caballos;  de 
Sancho,  el  electo  de  Toledo,  de  carácter  grave,  dedicado  por 
completo  á  los  asuntos  eclesiásticos;  por  último,  se  complace  en 
discurrir  acerca  del  electo  de  Sevilla,  su  hermano  Felipe,  poco 
inclinado  á  la  mitra,  modesto,  liberal,  alegre,  decidor,  enamora- 
do de  las  aves  y  cánticos,  buen  cazador  de  osos,  de  hermosa 
presencia,  perito  en  caballos  y  de  temple  varonil.  Con  tan  agra- 
dable descripción  la  princesa  debía  necesariamente  decidirse  por 
Don  Felipe,  tanto  más  que  el  infante  gustaba  de  la  princesa  y  fre- 
cuentaba su  trato  de  tal  manera  que  dice  el  narrador  que  el  so- 
berano no  describió  su  estatura  y  belleza,  porque  los  noruegos 
lo  veían  asiduamente.  Concertadas  las  voluntades  se  celebraron 
los  esponsales  el  6  de  Febrero  (1258),  teniendo  lugar  las  bodas 
el  31  de  Marzo.  De  este  día  poseemos  un  documento  otorgado 
por  Alfonso  á  Badajoz  desde  Valladolid,  lo  cual  nos  confirma, 
como  es  natural,  en  la  creencia  de  que  el  monarca  asistió  á  la 
ceremonia  nupcial  de  su  hermano.  Gil  de  Zamora  no  da  porme- 
nores tan  exactos  y  detallados  acerca  del  carácter  de  los  infantes. 

»E1  Sr.  jNIunch  comenta  los  privilegios  en  los  cuales  el  infante 
Don  Felipe  aparece  como  electo  y  busca  la  data  en  que  cesó  de 
ostentar  esta  dignidad.  Hoy  puede  precisarse  un  poco  más  la 
fecha.  En  el  privilegio  concedido  á  la  Catedral  de  Córdoba 
(21  Febrero)  figura  Don  Felipe  como  electo,  pero  ya  en  un  docu- 
mento de  12  de  Marzo  al  monasterio  de  Nogales  se  dice:  «Sevi- 
lla vaga»  (Documentos  de  los  Cistercienses  de  Nuestra  Señora  de 
Nogales^  en  Sa?¿  Esteban  de  Nogales,  provincia  de  León,  Sala  2.'"", 
Caja  122,  Archivo  Histórico  N.\croN.A.L).  Por  este  privilegio  ro- 
dado sabemos  que,  por  lo  menos,  veinte  días  antes  de  su  casa- 
miento ya  no  se  titulaba  el  infante  Don  Felipe  electo  de  Sevilla. 

»Cuando  la  princesa  llegó  á  Soria  salió  á  recibirla,  juntamente 
con  el  infante  Don  Luis,  el  obispo  de  Astorga,  Pedro  Fernández, 
■detalle  que  asimismo  conocemos  por  el  relato  en  cuestión.  La 
infanta  Doña  Berenguela,  hermana  de  Alfonso  X,  colma  de  aga- 
sajos á  su  futura  cuñada  regalándole  entre  otras  cosas  preciosísi- 


SAN    FRANCISCO    DE    PAULA    Y   JERÓNIMO    DE    ZURITA  65 

mas  mantillas  {cphippia  nniüebria)  y  un  rico  baldichiuiim  que  ella 
misma  había  llevado.  Con  los  documentos  aportados  por  el  pro. 
t'esor  Munch  se  desvanece  por  completo  la  falsa  especie  propa- 
lada en  la  Crónica  de  que  Doña  Cristina  fuese  destinada  al  rey 
castellano  por  desavenencia  de  éste  con  la  reina  Doña  Violante 
á  causa  de  una  supuesta  esterilidad,  cuando  ya  habían  nacido  las 
infantas  Doña  Beatriz  y  Doña  Berenguela  y  el  primogénito  varón 
Don  Fernando  de  la  Cerda.  Detalle  asimismo  curioso  es  el  del 
médico  español  que  formaba  parte  de  la  embajada  castellana  en 
Noruega,  y  cómo  intenta  curar  al  hijo  del  Rey;  probablemente 
sería  un  médico  judío  o  árabe. 

»E1  itinerario  de  Fray  Mauricio  y  Andrés  Nicolás  tiene  singu- 
lar atractivo,  pues  proporciona  detalles  de  las  costas  meridiona- 
les de  España,  y,  sobre  todo,  de  Cádiz,  ya  conquistada  por  Al- 
fonso X.  Curiosas  son  las  noticias  del  reino  de  Granada  refirien- 
do hasta  las  excelencias  de  los  higos  de  Málaga.» 

Tales  han  sido  los  documentos  que  en  contestación  á  la  con- 
sulta hecha  á  la  Academia  desde  Cristianía  por  el  Sr.  Munch,  Pro- 
fesor de  la  Universidad,  le  fué  ^dirig'ido  en  25  de  Mayo  de  1856 
por  mano  del  Ministro  de  Suecia,  Sr. Bergman.  Desgraciadamen- 
te, los  escritores  que  se  han  ocupado  después  en  España  de  aquel 
tiempo  no  han  sido  más  felices  en  el  descubrimiento  de  otras 
fuentes  de  ilustración. 

Madrid,  i."  de  Diciembre  de  1918. 

J.  P.  DE  GuzmAn  V  Gallo. 


II 

SAN  FRANCISCO  DE  PAULA  Y  JERÓNIMO  DE  ZURITA, 
EN  EL  ARCHIVO  DE  SIMANCAS 

Durante  el  tiempo  que  fué  Jefe  del  Archivo  general  de  Siman- 
cas el  .Sr.  D.  Manuel  García  González,  con  bastante  frecuencia 
dirigía  de  oficio  copias  de  documentos  interesantes  que  encon- 
traba aislados  en  los  legajos  que  iba  organizando,  y  de  que  se 

TOMO    LXXIV  c 


66  BOLETÍN    DE    LA    KEAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

tenía  escasa  noticia  entre  los  literatos,  y  sobre  todo  en  la  Aca- 
demia de  la  Historia. 

Al  número  de  estos  periódicos  envíos  pertenecen  una  Carta  dt 
San  Francisco  de  Paula  dirigida  á  los  Señores  Reyes  Católicos 
en  1 6  de  Agosto  de  1 48 1,  y  dos  del  ilustre  historiador  Jerónimo 
de  Zurita,  de  1573?  dirigidas  desde  Madrid  á  los  Diputados  de 
Aragón,  bajo  cuyo  impulso  y  protección  había  llevado  adelante 
la  obra  insigne  de  sus  inmortales  Anales. 

La  remisión  se  hizo  por  el  Sr.  García  González  en  27  de  Enero 
de  1863,  y  en  la  Academia  deíl  20  de  Marzo  siguiente  se  acordó 
las  informase  el  Académico  bibliotecario,  que  á  la  sazón  lo  era 
el  Sr.  D.  Carlos  Ramón  Fort.  En  su  informe,  emitido  ante  la 
Academia  el  lO  de  Abril  y  aprobado  por  la  misma,  decía  el  señor 
Fort,  textualmente,  que  «la  carta  que  San  Francisco  de  Paula  diri- 
gió á  los  Reyes  Católicos  en  16  de  Agosto  de  1 48 1,  cuya  tra- 
ducción del  original  francés,  tomada  de  una  copia  existente  en 
el  Archivo  general  de  Simancas,  ofrece  especial  interés,  ya  por 
la  calidad  de  los  personajes  entre  quienes  mediaba  tal  correspon- 
dencia, ya,  sobre  todo,  porque  sirve  para  precisar  el  tiempo  en 
que  la  Orden  de  Mínimos  se  estableció  en  España,  con  la  corres- 
pondiente autorización  Real». 

Respecto  á  las  dos  de  Jerónimo  de  Zurita,  de  19  de  Abril  y 
9  de  Mayo  de  1573)  en  que  el  célebre  analista  de  Aragón  daba 
cuenta  á  los  Diputados  de  aquel  antiguo  Reino  de  los  proyectos 
y  tareas  que  le  ocupaban  al  escribirlas  y  de  los  recursos  que  pen- 
saba utilizar  para  la  formación  de  los  libros  históricos  á  que  debe 
su  renombre  universal,  el  informante  creía  innecesario  ponderar 
su  importancia,  principalmente  para  la  historia  literaria  de  tan 
ilustre  escritor. 

Conservados  inéditos  tan  preciosos  documentos  entre  los 
papeles  de  la  Secretaría  de  la  Academia,  parece  oportuno  que 
ilustren  las  páginas  del  Boletín,  como  otros  de  índole  análoga, 
que  están  pidiendo  á  voces  salgan  á  luz  para  ilustrar  la  Historia 
patria  y  los  nombres  esclarecidos  que  son  su  orgullo  y  su  gloria. 

J.  P.  DE  G.  V  G. 


SAN    FRANCISCO    DE    PAULA    Y    JERÓNIMO    UE    ZURITA  67 


Carta  de  San  Francisco  de  Paula  á  los  Señores  Rej'es 
Católicos,  traducida  del  original  francés. 

«Aiuv  III.'^-  el  Rev  V  Maija.ma  la  Revxa:  A  vosotros  nos  enco- 
mendamos y  nosotros  somos  obligados  del  buen  acojimiento 
que  V.  M.^'^^  han  echo  á  nuestros  Pobres  Religiosos  dentro  de 
vuestros  Reynos,  á  lo  qual  les  serán  muy  útiles  para  hacer  la  Paz 
reformando  toda  la  España. 

Yo  os  suplico  que  seáis  constantes  en  perseverar  de  lo  bueno 
c  huir  lo  malo,  porque  nuestro  Salvador  y  Redemptor  Jesucristo 
y  su  bendita  Madre  la  \"irgen  Alaría  os  cumplirá  vuestro  Santo 
deseo. 

No  otra  cosa,  sino  tan  solamente  yo  os  suplico  que  tengáis 
cuidado  de  los  Frayles  hermanos  que  ha  echo  nuestro  Señor 
Dios,  porque  aquello  que  le  agrada  deve  también  agradar  á  toda 
Criatura;  porque  tarde  somos,  y  tarde  venimos,  pues  assí  Dios 
lo  quiere. 

Y  por  esso  yo  os  suplico  que  vosotros  no  os  dejéis  engañar 
del  Demonio,  y  de  la  Avaricia  del  Mundo;  mas  al  contrario,  dar 
todo  vuestro  deseo  y  delectación  á  Dios,  y  de  esta  suerte  Dios 
os  dará  las  Pretensiones  de  vuestros  Corazones,  las  quales  él 
quiera  daros.  Amén. 

Yo  os  suplico  por  último  de  encomendarnos  á  vuestra  Hija  y 
á  las  demás  Gentes,  y  si  es  vuestra  voluntad,  suplicarles  quesean 
servidos  de  permitir  nuestros  Religiosos  tener  cuidado  de  los 
Puestos  en  su  Reyno,  así  como  lo  han  hecho  V.  M.''^^  por  el 
fraile  Bernardo  Binet. 

Y  por  esso  yo  os  suplico  que  tornéis  á  darnos  parte  dentor- 
narse  para  venir  á  traernos  la  reformación  de  la  Paz  de  nuestra 
Madre  Santa  Iglesia,  de  la  qual  por  esso  nosotros  seremos  gozo- 
sos de  vuestra  venerable' Embaxada,  y  prontos  á  serviros  vuestro 
Pobre.  Dado  el  día  1 6  de  Agosto  del  año  l48l.=Vuestra  indigna 
creatura  el  Pobre  Fr.  Fkaxcisco  de  Paula,  Mínimo  de  los  Mínimos. » 

Es  copia  de  la  carta  que  escribió  San  Francisco  de  Paula  á  los  Seño- 
res Reyes  Católicos,  traducida  del  orijinal  francés,  la  qual  tengo  enqua- 


68  BOLETÍN    DE   LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

deniada  con  otros  varios  Mss.  que  compré  de  la  Librería  del  Sr.  D.  Pedro 
\'alero  Díaz,  regente  que  fué  del  Consejo  Supremo  de  Aragón.  Zara- 
goza, 4  de  Diciembre  de  i753.=Joseph  de  Luyando.  (Ha\  una  rúbrica.) 


* 
*     * 


Carta  del  Historiador  Gerónimo  Zurita  á  los  Diputados, 
dándoles  cuenta  de  lo  que  había  trabajado  en  la  His- 
toria y  en  los  sucesos  antiguos  desde  el  año  de  1410 
hasta  el  de  1491. 

•Oyluv  III.^*  Sexokks:  Receví  la  carta  de  V.  S.,  y  por  el  favor  y 
merced  que  V.  S.  me  hace  en  significar  el  cuidado  de  lo  que  toca 
á  la  Impresión  de  la  Hystoria  del  Seré.™''  Rey  Cathólico,  y  por 
lo  demás  que  cerca  desto  se  refiere,  beso  á  V.  S.  las  manos;  que 
con  sólo  sto  tengo  yo  por  muy  bastantemente  remunerados  mis 
servicios,  quando  ellos  hubiessen  sido  de  algún  fruto;  y  porque 
se  tenga  cierta  relación  de  lo  que  en  esto  passa  y  quánto  yo 
deseo  servir  al  Reyno  en  lo  que  me  está  mandado  y  V.  S.  pueda 
mexor  proveher  lo  que  más  entendiere  convenir  al  fin  principal, 
diré  aquí  lo  que  pasa  y  yo  entiendo  que  sería  más  á  propósito  de 
lo  que  se  pretende. 

Tres  ó  quatro  años  antes  que  se  imprimiesen  los  Annales,  yo 
tube  deliberado  de  imprimir  la  Hystoria  del  Rey  Católico,  por 
dos  fines:  el  principal,  porque  en  lo  antiguo  no  me  satisfacían  las 
dilijencias  que  havía  hecho,  y  deseaba  ir  averiguando  y  ynchiendo 
la  relación  de  hechos  que  fuesen  muy  dignos  de.  tal  Historia,  y 
también  porque  se  me  representaba  que  fuera  de  grande  utilidad 
mía  publicar  lo  del  Rey  Cathólico;  porque  como  cosa  más  uni- 
versal y  de  aquel  Principe,  sería  mejor  recevida  de  todas  Gentes. 
Esta  deliberación  estuvo  tan  adelante  que  se  me  prestaron  por 
el  Reyno  mil  libras  para  la  impresión  de  ella,  obligándome  á  res- 
tituirlas dentro  del  trienio  de  aquel  arrendamiento  del  General, 
y  habiéndome  provehido  del  Papel  y  queriendo  poner  mano  en 
la  obra  fueron  advertidos  los  Señores  Diputados  que  entonces 
eran  que  á  la  auctoridad  del  Reyno  combenía  que  se  comenzasse 
la  publicación   por  el   principio   y  origen  del  Reyno,  y  de  este 


SAN    FRANCISCO    DE    FAULA    Y    JERÓNIMO    DE    ZURITA  69 

parecer  fué  el  Iltmo.  y  Exmo.  Señor  Arzobispo  que  oy  es  lugar 
Teniente  General,  y  así  se  hubo  de  sobreseer  en  aquello  y  darme 
gran  prissa  á  lo  comenzado,  y  restituidas  las  mil  libras  á  los 
arrendadores  del  General,  salí  de  aquella  obligación  y  emprendí 
la  impresión  de  los  Anuales  á  mi  costa,  de  lo  qual  se  hizo  servi- 
cio á  la  Corona  Real  de  Aragón:  estos  tiempos  y  aun  los  veni- 
deros lo  juzgarán  más  libremente.  Después  de  la  impresión,  for- 
mando escrúpulo  en  lo  que  podría  succeder  en  lo  trabajado  del 
Rey  Católico  que  se  perdiese,  di  al  Reyno  una  copia  de  aquellos 
diez  libros;  y  después  acá  yo  he  ido  continuando  la  Relación  de 
las  cosas  antiguas  el  año  de  1410  hasta  el  año  1 49 1,  de  que  espero 
que  no  será  menos  servido  el  Reyno  que  en  todo  lo  trabajado, 
y  porque  para  dar  conclusión  á  estos  diez  libros  no  resta  sino 
sola  una  dilijencia  que  me  conviene  hacer  en  el  Archivo  Real  de 
Barcelona,  quanto  al  Processo  del  Parlamento  que  se  tubo  por 
los  Estados  del  Principado  de  Cataluña  sobre  la  elección  del  Rey 
Don  Hernando  el  primero,  y  hecha  ésta,  dentro  de  un  año  podría 
imprimir  aquellos  diez  Libros;  sería  de  gran  inconveniente  diver- 
tirme á  la  Impresión  de  lo  del  Rey  Católico,  y  parecería  cossa 
impertinente  dejar  la  relación  de  las  cosas  passadas  tan  rezagada 
y  interrumpida  y  de  mayor  peligro  perderse  las  relaciones  que 
están  sacadas  para  esta  parte,  las  cuales  verá  aquí  el  Sr.  Abogado 
Fiscal,  tan  particukrmente  que  pueda  hacer  muy  cierta  relación 
á  V.  S.  del  estado  en  que  está  también,  como  yo  mismo,  que  por 
su  gran  prudencia  y  curiosidad  muy  bien  entenderá  si  se  hecha 
dado  falso;  siendo  esto  assí,  como  passa  en  verdad,  y  teniendo 
el  Reyno  en  su  Archivo  los  diez  libros  del  Rey  Católico,  m/""  ser- 
vicio será,  sin  comparación,  instar  en  este  trabajo  de  la  conti- 
nuación de  la  Flystoria  que  pasar  á  la  Impresión  de  lo  del  Rey 
Catóíico,  y  por  esta  causa  no  podría  yo  dar  buenamente  las  rela- 
ciones que  se  me  piden;  ni  sería  de  efecto  alguno,  pues  quan- 
do  N.  S.  fuesse  servido  que  otro  pussiese  la  mano  en  ello  por  fal- 
tar yo,  las  relaciones  sacadas  no  pueden  dexar  de  entregarse  al 
Reyno,  por  descargo  de  mi  consciencia,  y  assí  lo  que  yo  puedo 
y  devo  por  lo  del  Alma,  y  por  cumplir  con  mi  obligación  por  la 
confianza  que  de  mí  se  hizo,  y  por  lo  que  yo  deseo  el  honor  y 


yo  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

auctoridad  del  Reyno,  es  que  entregaré  todos  los  Papeles  anti- 
guos y  relaciones  sacadas  para  los  diez  libros  impresos,  que  son 
muchos  y  muy  importantes,  y  assí  mismo  los  de  los  diez  libros 
del  Rey  Católico,  para  que  se  pongan  en  un  Almario  en  el  Archivo 
del  Reyno,  juntamente  con  los  Libros  emendados,  para  que  sir- 
ban  de  orijinal,  que  es  una  cosa  muy  necesaria  por  la  corruptela 
que  pasa  en  depravarse  los  libros  impresos;  y  me  obligaré  de 
hacer  otro  tanto  quando  hubiere  acavado  la  continuación  de  la 
Hystoria,  que  se  ha  de  imprimir  entregando  todas  las  escripturas 
originales  con  las  relaciones  tocantes  á  aquella  parte,  y  con  ello 
assí  mismo  los  Libros  emendados,  para  que  sean  havidos  por  ori- 
jinal: Y  esto  me  parece  que  es  aun  mucho  más  de  lo  que  V.  S.  me 
manda,  aunque  con  gran  parte  no  llegue  al  deseo  que  yo  tengo 
de  dar  de  mi  cargo  la  satisfacción  que  devo;  y  assí  suplico 
á  \\  S.  reciva  esta  mi  voluntad,  y  se  persuada  que  desde  el  punto 
que  me  encargué  de  servir  al  Reyno  en  este  ministherio  pospuse 
todo  interese,  teniendo  por  principal  fin  cumplir  con  mi  obliga- 
ción y  satisfacer  quanto  en  mí  fuesse  á  la  confianza  que  de  mí  se 
hizo  haciendo  elección  de  mi  persona  para  esta  ocupación,  la 
qual  siempre  he  tenido  por  tan  principal,  que  la  absencia  que  se 
ha  hecho  de  ese  Reyno  no  ha  sido  parte  para  que  yo  olvidase 
á  lo  que  me  obligué,  como  podrá  V.  S.  entender  más  particular- 
mente del  Sr.  Abogado  Fiscal.  Nuestro  Señor  guarde  y  prospere 
las  muy  liles,  personas  y  estado  de  V.  S.  De  Madrid  á  l8  de  Abril 
I573.=]\I.  111.^^  .Señores.  B.  1.  m.''  de  V.  S.,  Gkróximo  Zurita. >^ 


Otra  del  mismo  Historiador  Zurita 
sobre  el  propio  asunto. 

"^L  Illes.  Señores:  -Si  á  mí  se  me  diera  licencia  para  ir  con  mis 
Papeles  á  dar  razón  á  V.  S.  de  lo  que  he  trabajado  ^en  la  conti- 
nuación de  la  Historia,  desde  el  fin  del  Libro  deceno  de  los  Anna- 
les  hasta  el  año  1492,  luego  que  reciví  la  primera  carta  de  V.  S.  lo 
huviera  hecho  sin  que  se  me  embiara  á  mandar;  y  por  no  tener 


SAN    FRANCISCO    DE    PAULA    Y    JERÓNIMO    DE    ZURITA  7  I 

lugar  en  esta  sazón  escriví  que  vería  mis  relaciones  el  Sr.  Abo- 
gado Fiscal,  y  así  le  he  comunicado  muy  en  particular  lo  que 
tengo  ordenado  por  seis  años  en  hechos  muy  señalados,  de  que 
ni  por  los  Procesos  de  los  auctos  de  Cortes,  ni  por  otras  Memo- 
rias ó  Hystorias  se  halla  razón  alguna.  Creo  que  hará  relación 
á  \\  S.  de  lo  que  ha  comprehendido  de  estos  Papeles  y  del  Estado 
en  que  yo  llevo  esta  segunda  Parte;  V.  S.  proveherá  cerca  de  ello 
lo  que  entendiere  que  más  conviene  al  Beneficio  del  Reyno,  sin 
atender  á  lo  que  me  puede  tocar,  pues  desde  que  me  encargué 
desta  ocupación  tengo  pospuesto  qualquier  interese  mío  en  res- 
pecto de  cumplir  con  la  confianza  que  de  mí  se  hizo  quando  me 
encargué  de  este  negocio.  N.  S.  guarde  y  prospere  las  M.  111.^^  Per- 
sonas y  estado  de  V.  S.  De  Madrid,  sábado,  9  de  Mayo  1573.= 
M.  111."^^  vSeñores.=B.  1.  m/  de  V.  S.,  Gerónimo  Zurita.» 

Es  copia  de  las  dos  cartas  que  el  choronista  Gerónimo  Zurita  escrivió 
á  los  Diputados  desde  Madrid,  en  18  de  Abril  y  9  de  Mayo  de  1573,  par- 
ticipándoles lo  que  havía  travajadoen  la  Historia  y  sucesos  antiguos  desde 
el  año  de  1410  hasta  el  de  1491,  las  que  originales  se  hallan  en  un  libro 
de  á  folio,  encuadernado,  cuyo  título  es:  Registro  de  cartas  y  otras  escrip- 
turas  tocantes  á  la  competencia  de  Antonio  Gamir,  entre  la  Corte  del 
Señor  Justicia  de  Aragón  y  Señores  Inquisidores  apostólicos  y  al  Escu- 
sado,  vandoleros  y  otras  diversas  cosas  tratadas  en  la  Diputación  del 
año  1573,  armario  2.°,  número  13,  el  que  con  los  demás  papeles  pertene- 
cientes á  este  Reyno  está  en  su  Archivo  al  cargo  de  Don  Pedro  de  Lezaun. 
Y  para  que  así  conste,  lo  certifico  y  firmo,  como  Comisionado  de  .S.  M. 
I  Dios  le  guarde),  y  de  su  Real  orden,  en  Zaragoza,  á  3 1  de  Mayo  de  1751.= 
JosEPH  DTs  LuYANDO.  (JJav  U7ia  j-ilbricü.) 


BIBLIOGRAFÍA 


I 

«CARTAS  DE  DON  JUAN  DE  AUSTRIA» 

Letlere  di  D.  Giovanni  tí  Austria  a  D.  Giovanni  Andrea  Doria  I,  publícate 
por  cura  del  Príncipe  D.  Alfonso  Doria  Pamphili. — Roma-Forzani 
eC.  tipografi  del  Senato,  1896;  4.°  mayor,  97  páginas. 

El  Sr.  Duque  de  San  Pedro  de  Galatino,  con  atento  B.  L.  M.  al 
Excmo.  Sr.  Marqués  de  Laurencín,  Director  de  la  Real  Acade- 
mia de  la  Historia,  en  18  de  Noviembre  último  le  remitía,  «para 
que  sea  propiedad  de  la  Biblioteca  de  dicha  Academia»,  el  ejem- 
plar de  las  Cartas  de  Don  Juan  de  Austria,  cuyo  título  encabeza 
estas  líneas;  y  el  Sr.  Marqués  de  Laurencín  lo  presentó  en  la 
sesión  del  viernes  22  del  mismo  mes  á  este  docto  Cuerpo,  que 
lo  recibió  con  sumo  agrado  y  gratitud. 

Este  libro,  del  que  su  egregio  editor  no  hizo  más  tirada  que 
de  250  ejemplares  numerados  y  que  no  ha  sido  puesto  á  la 
venta,  no  era  desconocido  en  esta  Real  Academia.  El  año  1899 
nuestro  antiguo  Numerario  y  ^Oficial  de  nuestra  Biblioteca  don 
Antonio  Rodríguez  Villa  publicó  para  la  Sociedad  de  Bibliófilos 
españoles  la  Historia  del  Serenísimo  Señor  Don  Juan  de  Austria, 
hijo  del  invictíssimo  Emperador  Carlos  V,  Rey  de  España,  obra 
inédita  del  licenciado  Baltasar  Porre.vo,  cura  de  las  villas  de 
Sacedón  y  Coreóles,  en  el  Obispado  de  Cuenca,  dirigida  á  la 
Excelentísima  Señora  Doña  Ana  de  Austria,  hija  de  S.  A.,  Aba- 
desa perpetua  y  bendita  del  Santo  y  Real  Monasterio  de  las  Huel- 
gas de  Burgos;  y  en  las  Notas  y  Apéndices  con  que  la  enriqueció, 


«CARTAS  DB  DON  JUAN  DE  AUSTKIA»  73. 

en  la  página  3  jó,  al  dar  un  extracto  de  la  carta  dirigida  por  don 
Juan  desde  Mesina,  el  24  de  Noviembre  de  157I1  al  Señor  Juan 
Andrea  Doria,  acusa  que  la  tomó  de  las  Lettere,  publicadas  por 
el  Príncipe  D.  Alfonso  Doria  Pamphili,  copiando  el  título  que 
lleva  en  la  portada. 

Las  cartas  contenidas  en  este  libro  son  sesenta  y  dos:  empie- 
zan en  Madrid  y  Aranjuez,  en  los  años  1 568  y  1 569;  se  interrum- 
pen luego,  para  secundarlas  en  Junio  de  1 571)  ^"^  Barcelona  y  el 
puerto  catalán  de  Palamós;  prosiguen,  consecutivamente,  en  Niza 
y  Genova,  hasta  Agosto  del  mismo  año,  que  ya  se  fechan  en. Ña- 
póles; en  Octubre,  á  bordo  de  su  galera-capitana,  y  en  Noviem- 
bre, en  Mesina,  hasta  terminar  dicho  año.  Sufren  una  nueva  inte- 
rrupción durante  su  campaña  naval  contra  los  turcos,  hasta  que 
de  Enero  á  Julio  de  1573  se  tornan  á  fechar  en  la  antigua  Parténo- 
pe,  y  desde  Noviembre  hasta  Enero  de  1574  en  Ñapóles,  en 
Mayo  en  Genova  y  en  Julio  en  Milán,  camino  de  Flandes,  y,  por 
último,  de  Enero  á  Agosto  de  1578,  se  escriben  en  Afgenton, 
Namur,  P'irlemont  y  otras  localidades  de  los  Estados  Bajos. 

De  toda  esta  colección  que,  como  se  ha  dicho,  Rodríguez  Villa 
en  1899  ya  conocía,  en  los  apéndices  de  su  libro  tomó  pasajes  ó 
fragmentos  de  las  fechadas  en  Mesina  el  24  de  Noviembre  y  el  21 
de  Diciembre  de  1571;  el  4  de  Marzo  de  I573)  en  Ñapóles;  en 
Genova,  en  Marzo  y  Agosto  de  T574,  y  durante  el  año  1578,  el 
7  de  Febrero,  en  Argenton;  el  14  del  mismo  mes,  en  De  Plevre; 
el  7  de  Junio,  en  Namur,  y  el  12  de  Agosto,  en  Firlemont;  pues 
aunque  no  todas  las  cartas  de  Don  Juan  de  Austria  al  Príncipe 
Doria  son  de  negocios  políticos  y  de  administración  militar,  )• 
en  muchas  se  habla  de  intimidades  de  la  vida  particular.  Rodrí- 
guez Villa  solamente  hizo  uso  de  aquellas  en  que  trataba  de 
asuntos  generales  con  relación  á  sus  comentarios  al  texto  de 
Baltasar  Porreño.  No  por  eso  dejan  de  ofrecer  interés  las  en  que 
Don  Juan  mezclaba  con  las  cosas  públicas  en  que  intervenía  sus 
desahogos  de  hombre  joven,  no  siempre  reducidas  á  actos  pura- 
mente corteses,  como  sus  entretenimientos  con  la  Duquesa  de 
P"lorencia,  al  desembarcar  en  Spezia,  según  escribía  en  su  carta 
del  26  de  Noviembre  de  1 574,   sino   con   damas  de  otro  fuste,. 


74  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

aunque  verdaderas  cortesanas,  principalmente  cuando  tocaba  ó 
residía  en  aguas  de  Genova;  pues  de  lo  que  de  sus  cartas  se  de- 
duce, genovesas  eran  aquella  Tomasina  «de  quien  era  mayor 
que  la  hermosura  la  discreción»,  y  la  señora  Caleta,  y  más  que 
ninguna,  la  otra  Doña  Zenobia,  de  quien,  contando  el  encuentro 
-en  su  carta  del  4  de  Mayo  de  1574)  Don  Juan  escribía:  «sobre 
todo  esto  auemos  reydo  harto  la  señora  Zenobia  y  yo,  y  sobre 
auerle  io  dicho  que  es  más  maliciosa  que  buena  alcagüeta,  por- 
que no  alcanzo  della  cosa  que  me  satisfaga  en  el  oficio;  está  bue- 
na y  muy  preñada;  pero  tal  joya  como  mi  muger  no  se  ha  uisto, 
mayormente  cuando  abla». 

Las  sesenta  y  dos  cartas  de  Don  Juan  al  Príncipe  Doria  nos 
suministran  un  catálogo  precioso  de  los  nombres  de  su  intimidad 
política  y  de  su  servidumbre,  así  en  el  mar  como  en  su  acción 
militar,  que  aunque  ninguno  desconocido  en  la  historia  de  su 
tiempo,  demuestra  los  lados  insignes  que  el  rey  Felipe  II  le  daba 
en  todo  el  mundo  en  quien  se  reflejaba  la  grandeza  de  España 
en  aquel  tiempo.  Allí  se  encuentran  el  Archiduque  Carlos,  el  Du- 
que de  Florencia  y  otros  potentados  semejantes;  allí,  los  Duques 
■de  Alcalá  y  de  Alburquerque,  de  Sessa,  de  Soma  y  de  Terrano- 
va;  allí,  los  Cardenales  de  Aragón  y  Granvela;  allí,  el  Comendador 
mayor  de  Castilla,  D.  Luis  de  Requesens  y  Ruy  Gómez  de  Silva; 
allí,  los  Marqueses  de  Santa  Cruz  y  de  Ayamonte;  allí,  el  Emba- 
jador D.  Sancho  de  Padilla  y  el  Maestre  de  campo  D.  Lope  de 
P^igueroa,  tan  ilustre  en  Lepante,  como  después  en  las  Azores; 
allí,  Nicolás  Spínola  y  Marcelo  y  Pedro  Francisco  Doria;  allí,  el 
catalán  D.  Juan  de  Cardona  y  el  navarro  D.  Sancho  de  Leiva; 
allí,  el  Capitán  Sancho  Vélez  de  Terán  y  el  Capitán  Luis  de 
Acosta;  allí,  el  Secretario  Juan  de  Soto  y  el  famoso  Antonio  Pérez; 
allí,  D.  César  D'Avalos  y  D.  Juan  Idiáquez,  y  tantos  otros  que 
honran  con  su  nombre  las  gloriosas  empresas  en  que  Don  Juan 
intervino. 

No  hay  que  decir  si  estas  cartas  son  preciosas,  á  pesar  del 
caudal  que  de  las  de  Don  Juan  de  Austria  nuestro  Archivo  ge- 
neral de  Simancas  posee  y  otros  P^stablecimientos  públicos,  y  al- 
gunos coleccionistas  especiales.  Pero  ya  que  la  ocasión  lo  facilita, 


«CARTAS  DE  DON  JUAN  DE  AUSTRIA»  75 

me  he  de  permitir  algunas  recordaciones  que,  indudablemente, 
han  de  ser  gratas  á  la  Academia. 

Dos  ilustres  Académicos,  antes  que  el  Sr.  Rodríguez  Villa,  tu- 
vieron el  propósito  de  escribir  una  Historia  docuviental  de  tan 
glorioso  personaje,  el  que  fué  digno  Director  de  este  Cuerpo 
desde  1849  hasta  1853,  en  que  falleció,  D.  Luis  López  Ballesteros, 
el  más  ilustre  hacendista  que  España  tuvo  durante  el  reinado  de 
Fernando  VII  y  el  comienzo  del  de  menor  edad  de  Isabel  II; 
y  D.  Alejandro  Llórente.  Sobre  todo  del  primero,  la  Academia 
no  debe  ignorar  lo  que  á  este  propósito  dejó  certificado  en  su 
gran  donación  testamentaria  para  la  Academia  y  consta  en  nues- 
tros libros  de  Actas. 

En  efecto,  en  el  tomo  xxiii,  que  comprende  los  años  1 85 5 
á  1860,  se  contiene  certificado  por  el  entonces  Secretario  per- 
petuo, D.  Pedro  Sabau,  la  del  viernes  16  de  Mayo  de  1856,  que 
textualmente  dice  así: 


«El  infrascrito  Secretario,  como  encargado  de  pasar  con  los  oficiales  de 
la  Biblioteca  y  Archivos,  Sres.  Muñoz  y  Goicoechea,  á  recoger  de  mano 
de  los  señores  hijos  y  herederos  de  nuestro  difunto  Director,  el  Sr.  Don 
Luis  López  Ballesteros,  los  manuscritos  relativos  á  Donjuán  de  Austri;i, 
que  aquél  recogió  durante  su  vida  y  legó  á  la  Academia,  manifiesta  haber 
cumplido  su  encargo  y  recibido  del  limo.  Sr.  D.  Nicolás  López  Balleste- 
ros, uno  de  dichos  señores  hijos,  aquella  preciosa  colección  de  manus- 
critos, Ja  cual  fué  presentada  á  la  Academia  y  está  compuesta  de  15  le- 
gajos, que  comprenden  copias  de  los  documentos  que  se  expresan  en  la 
siguiente  nota: 

i.°  Historia  del  serenísimo  Sr.  Don  Juan  de  Austria,  liijo  del  inviclissi- 
»io  Emperador  'Carlos  V,  Rey  de  España,  dirigida  á  la  Excma.  Sra.  Doña 
Ana  de  Austria,  hija  de  Su  Alteza,  Abadesa  perpetua  y  bendita  del  Santo 
y  Real  Monasterio  de  las  Huelgas  de  Burgos,  por  el  licenciado  Baltasar 
PoRRBÑo,  cura  de  la  villa  de  Coreóles,  en  el  Obispado  de  Cuenca,  y  Exa- 
minador sinodal  del  dicho  Obispado. — Manuscritos  en  folio,  380  páginas, 
y  la  Tabla  de  los  Capítulos  de  esta  Historia.»  (Copiada  de  la  que  se  guarda 
en  los  Archivos  de  la  Secretaría  de  Estado,  tomo  xr  de  Papeles  relativos  á 
Don  Felipe  TI.) 


76 


BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 


DociDitcnlús  copiados  en  el  Archivo  de  Simancas.  (Estos  documentos 
son  desde  el  año  1538  hasta  1579.) 


Número  y  orden  de  las 
remesas  que  se  hicieron 
al  Sr.  Ballesteros  desde 
el  Archivo  general  de 
Simancas. 


Remesa  i 
ídem  2.^. 
ídem  3.'''. 
ídem  4/''. 
ídem  5.^. 
ídem  6.'''. 
ídem  7.''. 
ídem  8.*. 
ídem  9.''. 


ídem   10. 


/  I ."  par 


parte 


Año  de  los  documentos  que  comprende 
cada  remesa. 


1576,  1577  y  1578  

1574  (dos  documentos),  1576  y  1577..  . 

1568,  1569,1570,  1576,1577,15787  1579- 

1569,  1570  y  1578  

1569,  1570  y  1571  

1571  y  1572  

1568,  1569,  1570,  1571,  1572  y  I573-- • ■ 
1571,  1572  y  1573  

1569,  1571,  1572,  1573,  1574  y  1576.... 

1568,  1569,  1571,  1573,  1574,  i575i  1576, 

1577  y  1578  

1573.  1574,  1575,  1576,  1578  y  1579.-  ■  • 
Tres  atados  de  documentos  que  com- 
ponían   la   remesa    10,   extraviados, 
relativos  al  Sr.  D.  Juan  de  Austria, 
correspondientes  á  los  años  de  1572, 

1573.  1574  y  1575- 

ídem  II 1574,  1575  y  1577 

ídem  12 

ídem  13 


ídem  10  Ijís. 


1538,  1559,  1563  y  1 57 1 

1572,  1573,  1574,  1575  y  1576. 


Número  de 
do  c  umen- 
tos  copia- 
dos en  el 
Archivo. 


85 
175 
293 
106 
164 
•85 
171 
141 
170 

252 
80 


203 

147 
61 


'■ii 


'.La  Academia  se  enteró  de  todo  con  particular  agrado,  y  dispuso  que 
se  contestase  avisando  el  recibo  y  dando  muy  expresivas  gracias  á  los 
señores  hijos  del  Sr  Ballesteros  y  que  se  pasaran  los  manuscritos  á  la 
Biblioteca,  donde  se  conserven  en  la  forma  de  Reglamento  y  se  haga  un 
índice  exacto,  del  que  se  dé  copia  á  su  tiempo  á  los  expresados  señores 
herederos,  (jue  manifestaron  deseo  de  tenerlo.» 


Como  la  Academia  ve,  el  estudio  que  el  Sr.  López  Ballesteros, 
al  morir,  iba  haciendo,  previa  la  recolección  de  documentos  ori- 
ginales, era  de  suma  consideración,  pues  no  sólo  había  hecho 


«CARTAS    DE    DON    JUAN    DE    AUSTRIA»  77 

copiar  la  Historia  entonces  inédita  de  Porreño,  sino  la  suma 
de  2.233  documentos,  casi  en  su  totalidad  cartas  y  despachos 
obtenidos  mediante  una  Real  orden  de  autorización  del  Archivo 
de  Simancas,  cuyo  conjunto,  formando  1 5  legajos,  fueron  en- 
tregados por  sus  hijos  y  herederos  al  Secretario  entonces  de  la 
Academia,  acompañados  de  los  oficiales  de  la  Biblioteca  y  de  la 
Secretaría,  D.  Tomás  Muñoz  y  Romero  y  D.  Pedro  Goicoechea, 
y  por  el  primero  solemnemente  presentados  en  sesión  ordinaria 
y  trasladados,  por  acuerdo  de  la  Academia,  á  su  Biblioteca.  Si  se 
hizo  ó  no  el  Índice  duplicado  que  en  el  acta  se  dice,  lo  ignoro. 
En  la  Bihlioteca  lo  he  buscado  sin  hallarle;  y  alK  he  sabido  que 
algunos  de  los  documentos  de  Don  Juan  de  Austria  que  exis- 
ten con  la  signatura  11-1-7,  legajos  3,  4  y  5)  aparecen  como  do- 
nados, á  su  vez,  á  su  fallecimiento,  por  el  Sr.  D.  Alejandro  Lló- 
rente, que  debía  también  estarse  ocupando  al  morir  del  mismo 
asunto. 

La  Academia  ha  de  perdonar  al  Académico  que  la  informa 
la  investigación  que  ha  querido  hacer  sobre  una  Colección  tan 
importante  de  documentos.  En  el  libro  del  Sr.  Rodríguez  Villa, 
impreso  por  la  Sociedad  de  Bibliófilos  españoles  (nota  vi,  pági- 
nas 372),  se  dice,  que  la  correspondencia  familiar  y  amistosa,  así 
como  la  oficial  y  diplomática,  y  la  de  Felipe  II  y  otros  persona- 
jes, se  ha  publicado,  una  parte,  en  la  Colección  de  documentos  para 
la  Historia  de  España^  en  la  Colección  de  documentos  para  la  Histo- 
ria de  Bélgica  y  en  la  Correspojidencia  del  Cardenal  Granvela,  edi- 
tada por  la  Real  Academia  de  Bélgica;  otra  parte  en  varias  obras 
de  Gachard,  Morel-Eatio,  Sterling,  y  otros  extranjeros,  inclu- 
yendo en  éstos  la  de  las  Cartas  del  Príncipe  Alfonso  Doria  Pam- 
phili;  que  la  parte  relativa  á  la  guerra  de  las  Alpujarras  se  hallaba 
entonces  en  poder  de  D.  Pascual  Gayangos;  que  algunas  otras 
se  guardan  en  la  JBibhoteca  Colombina  y  en  las  Nacionales  de 
Madrid,  París,  Londres  é  Italia  y  varios  centros  extranjeros,  aun- 
que el  mayor  depósito  de  ellas  está  en  Simancas;  no  ha  podido 
por  menos  de  causarme  admiración,  cuando  añade  que  los  que 
él  publica  han  sido  copiados  en  Simancas  por  él  mismo  de  sus 
originales  en  aquel  Archivo,  sin  hacer  la  menor  alusión  á  la  Co- 


-jS  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

lección  de  los  2.233  del  legado  testamentario  del  Sr  López  Ba- 
llesteros á  nuestra  Academia,  de  cuya  Biblioteca  el  Sr.  Rodrí- 
guez Villa  era  oficial,  ni  á  los  legajos  3,  4  y  5  tle  la  signatu- 
ra II-I-7,  que  tuvo  en  estudio  el  Sr.  Llórente  y  en  los  que 
se  encuentran  las  copias  de  todas  las  que  él  dio  en  los  apéndices 
de  su  libro. 

Hay  más:  en  la  Introducción  de  la  Historia  de  Porreño  dice 
que  la  copia  de  esta  obra,  hasta  entonces  inédita,  la  hizo  del  ori- 
ginal que  poseía  D.  Pascual  Gayangos,  el  cual  hoy  se  halla  en 
la  Biblioteca  Nacional  con  los  demás  manuscritos  que  le  perte- 
necían y  lleva  la  signatura  {Mmmscritos  núm.  17.465),  siendo 
también  extraño  que  no  la  cotejara  con  la  copia  que  nos  legó  el 
Sr.  López  Ballesteros,  y  que,  por  fortuna,  subsiste  en  nuestra  Bi- 
blioteca, signatura  11-8-3,  legajo  8,  cuando  del  cotejo  hecho 
ahora  por  mí  con  la  publicada  por  la  Sociedad  de  Bibliófilos  espa- 
ñoles resulta  nuestra  copia  de  tal  exactitud,  que  ni  una  sola  va- 
riante he  encontrado  en  ella. 

No  es  este  escrito,  ni  esta  ocasión  para  profundizar  en  el  enig- 
ma que  encierran  estos  hechos.  Sobre  Don  Juan  de  Austria,  como 
ya  queda  apuntado,  se  han  hecho  tantos  libros  y  se  han  publi- 
cado tantos  documentos,  que  constituye  ya  una  copiosa  biblio- 
grafía, sin  lo  inédito  y  desconocido.  Como  toda  materia  histórica 
que  nos  pertenece,  ni  libros  ni  documentos  han  llegado  á  cons- 
tituir esa  unidad,  que  equivaldría  á  la  base  del  monumento  his- 
tórico que  la  gran  figura  de  Don  Juan  merece;  pero  esto  no  obsta 
para  que  todo  lo  que  del  fondo  del  olvido  salga  á  luz  sea  un  joyel 
más  en  la  rica  presea  de  la  Historia,  y  las  Cartas  al  Príncipe 
Juan  Andrés  Doria^  que  el  Sr.  Duque  de  San  Pedro  de  Gala- 
tino  nos  ha  donado,  son  dignas  de  todo  el  aprecio  con  que  la 
Academia  las  recibió. 

Entretanto,  y  para  concluir,  tengo  el  honor  de  expresar  á  la 
Academia  que,  puesta  toda  la  debida  diligencia  para  averiguar  el 
paradero  de  la  Colección^  que  así  debe  llamarse,  López  Balleste- 
ros^ al  cabo  se  halla  reunida,  reorganizada  por  años,  por  el  dili- 
gente oficial  que  fué  de  nuestra  Biblioteca  D.  Manuel  Goicoe- 
chea,  y  esperando  el  acuerdo  de  la  Academia  para  que  sea  en- 


APELLIDOS  Y   NJMIiRE.S  DE  LUGARES    Hlál'ANO-iMAKKi JQUÍES  79 

cuadernada,  puesto  que  todas  las  copias  están  hechas  en  papel 
de  hilo  de  un  mismo  tamaño  y  con  margen  suficiente  para  que 
la  costura  que  se  haga  no  penetre  en  las  líneas  escritas,  y,  por 
último,  que  aquí  se  acuerde  también  que  en  los  tomos  que  se 
formen,  con  portada  que  se  imprima,  debe  constar  y  llamarse  ya 
para  siempre: 

Colección  López  Ballesteros. 

Cartas  y  docuv/entos  de  Don  yiiají  de  Austria. 

(Copias  de  Simancas.) 

Juan  Pérez  de  Gu/.>l4\   v  Gallo. 

(Así  quedó  acordado  en  sesión  del  20  de  Diciembre  de  iqIS.) 


ÍI 

ESTUDIO  SOBRE  APELLIDOS  Y  NOMBRES  DE  LUGARES 
HISPANO-MARROQUÍES 

J.  Jungfer  A.  Martínez  Pajares. — Estudio  sobre  apellidos  y 
nombres  de  Lugares  Hispano-Marroquíes.  Prólogo  de  don 
Francisco  Rodríguez  Marín.  Madrid,  mcmxvih.  Imprenta  de 
Blass  y  C.^,  San  Mateo,  i;  un  vol.  en  8.°  de  219  páginas. 

El  Sr.  D.  Francisco  Rodríguez  Marín,  en  la  carta-prólogo  de  este  libro, 
dice  al  Sr.  D.  Antonio  Martínez  Pajares...: 

«Lo  ha  pensado  usted  muy  cuerdamente:  á  su  muy  erudito  trabajo  acerca 
de  la  Toponimia  Hispano- Afarroqut  debe  preceder  este  otro,  en  que  Jung- 
fer ha  estudiado  con  singular  maestría  los  nombres  de  lugares  y  apellidos 
HisPANO-PORTUGUESEs,  y  las  curiosas  relaciones  que  existen  entre  unos  y 
otros.  Así  no  se  dirá  que  pretendemos  conocer  nuestras  posesiones  de 
fuera  de  casa  sin  conocer  bien  todavía  lo  que  tenemos  dentro  de  ella.  A 
lo  primero  ha  subvenido  usted...;  á  lo  segundo...  un  extranjero  meritísi- 
mo...  El  importante  estudio  de  Jungfer  será  leído,  á  no  dudar,  con  gusto 
y  con  provecho ,  y  usted  merece  mil  plácemes  por  haberlo  traducido  del 
alemán  y  estar  dispuesto  á  divulgarlo  en  nuestra  patria...» 

Como  se  ve,  el  Sr.  D.  Antonio  Martínez  Pajares  tenía  ultimada  su  Topo- 
nimia Hispano-Marroquí.'y  en  su  deseo  de  completar  las  etimologías  y 
nombres  de  localidades  de  toda  la  Península,  acudió  al  trabajo  del  señor 


So  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

íungfer,  y  tradujo  del  alemán  su  Pcrsoniiamcn  iii  den  Ortsnamen  Spanh'n 
iind  PortiigalSyó  sea  estudio  «sobre  apellidos  y  nombres  de  lugares  His- 
Portugueses»,  ofreciendo  al  público  un  trabajo  completo  de  tan  intere 
pano-sante  materia. 

La  parte  traducida  del  alemán  y  acompañada  de  muy  eruditas  notas 
por  el  Sr.  Martínez  Pajares  de  la  obra  del  Sr.  Jungfer,  comprende,  des- 
pués de  un  breve  y  razonado  preámbulo,  que  en  el  índice  se  llama  «Parte 
general»,  no  sólo  los  apellidos  y  nombres  de  localidades  de  origen  ibero- 
vasco,  celta,  púnico,  griego  y  romano,  sino  los  bíblicos  religiosos,  los  dimi- 
nutivos, los  patronímicos,  los  germánicos,  los  árabes  y  los  nombres 
hebreos,  eslavos  y  [gitanos. 

Toda  esta  parte  del  libro,  que,  como  queda  dicho,  es  la  debida  al  estu- 
dio del  Sr.  Jungfer,  comprende  hasta  la  página  1 1 1;  y  desde  la  1 13  comien- 
za la  Toponimia  Hispano-AIarroqití,  de  que  es  autor  el  Sr.  Martínez  Paja- 
res, quien  después  de  unas  breves  y  eruditas  indicaciones  preliminares, 
que  también  se  llama,  en  el  índice,  «Parte  general»,  pasa  á  la  designación 
de  las  etimologías  de  nombres  y  lugares  del  Rif  y  del  Yebal,  establecien- 
do, en  el  Rif,  las  divisiones  de  «Litoral  mediterráneo»  y  regiones  «Central» 
y  «Meridional»,  y  en  el  Yebal,  después  del  estudio  de  sus  montes,  estable- 
ce las  divisiones  de  Región  i.'\  Región  2.",  Región  central,  Litoral  medi- 
terráneo, Litoral  del  Estrecho  y  Zona  llana,  poniendo  fin  á  su  trabajo 
con  dos  interesantes  apéndices,  un  curioso  cuadro  sinóptico-etnográfico 
de  razas,  ramas,  familias  y  pueblos  ó  naciones  y  siete  láminas  fotograba- 
das, que  ilustran,  por  modo  notable,  el  excelente  texto. 

Estas  nueve  divisiones  comprenden  las  etimologías  respectivas  de  cada 
una  de  ellas,  así  es  que  la  división  «Litoral  mediterránea»,  del  Rif,  con- 
tiene el  estudio  de  las  etimologías  de  nombres  y  lugares  de  las  1 1  kábi- 
las:  Trifa ,  Kebdana,  Guelaia,  Beni-Said,  T'emsaman,  Beni-Uriaghel, 
Bokk'oia,  Beni-It'teft,  Beni-bu-Frah,  Beni-Gmil  y  Mitzina-el-Bah'ar;  en  la 
división  «Región  central»  se  contienen  las  etimologías  de  nombres  y  luga- 
res de  las  12  kábilas:  Beni-Znasen,  Ulad-Set'tul,  Beni-Ulexexék,  Tafersit, 
Beni-Tuzin,  Beni-Mezdui,  Targuist,  Terketz,  Beni-Bexir,  Beni-bu-Negar, 
Beni-Sennus  y  Beni-Seddatz;  y  en  la  división  «Región  meridional  se  es- 
tudian las  correspondientes  á  las  siete  kábilas:  Beni-Mahiu,  Beni-bu-Tah'i, 
El  M'talza  (Ibedhálsen),  Kzennaia  (Igsennaien),  Megraua,  Beni-Amretz  y 
Saghzutz. 

Pasa  después  del  estudio  de  estas  30  kábilas,  el  Sr.  Martínez  Pajares, 
al  de  las  46  que  se  hallan  en  el  territorio  «El  Yebal»,  o  sea  «Los  Montes», 
<iue  no  otra  cosa  significa  esa  palabra,  cuya  significación  y  estructura 
concienzudamente  investiga,  terminando  con  formar  cuatro  agrupaciones 
de  las  tribus  de  esta  zona,  atendiendo  á  la  situación  geográfica  de  las 
regiones  que  habitan. 


«HISTORIA    DE    ARJONA»  8 1 

En  la  primera  de  estas  agrupaciones,  ósea  la  i."'  Región,  (jue  el  autor 
designa  con  el  nombre  «Limítrofe  del  Rif»,  incluye  las  vii  kábilas  Ketama, 
Beni-bu-Xibet,  Ulad-bu-Slama,  Beni-Ah'med,  Ulad-Bekar,  YX  Branós. 
Beni-Ulidy  Ed-Dsu!.  En  la  segunda  agrupación,  ó  sea  la  2."  Región,  de- 
signada con  el  nombre  «Limítrofe  de  la  Zona  Francesa  de  E.  á  0.>,  inclu- 
ye las  VII  kábilas  Mernisa,  Fennasa,  Mitziua-el-Yebel,  Beni-Zezual,  Beni- 
Ah'med  Es-Surrak,  Gzaua  y  Ah'al-Serif.  En  la  tercera  agrupación,  ó  sea 
«Región  central»,  designada  con  el  nombre  de  «Nuestra  Zona  E.  á  O.»,  in- 
cluye las  XI  kábilas  El  Jamas,  Beni-Hassan,  Beni-Leit,  Beni-Isset,  Beni- 
Ider,  Uadras,  Beni-Mesur,  Vebel-el-H'abib,  Beni-Aros,  Sumatza  y  Beni- 
Gurfet.  En  la  cuarta  agrupación,  ó  sea  «Región  Litoral  Mediterránea»,  que 
llama  «Zona  española»,  incluye  las  vi  kábilas  Ghomara,  Beni-Sald,  Beni- 
Maadan,  Beni-Hozmar,  H'uz  Tit't'auin  y  Anyera.  Termina  el  Sr.  Martínez 
Pajares  su  estudio  con  el  de  «El  Garb>,  ó  sea  «Zona  llana»,  en  contrapo- 
sición de  «El  Yebal» ,  «Zona  montañosa»,  en  la  que  estudia  las  iii  kábi- 
las El  Gharbia,  Es-SahelyEl  Folot. 

Es  muy  de  notar  la  relativa  extensión  y  atinadas  observaciones  con 
que  avalora  el  Sr.  Martínez  Pajares  su  trabajo,  y  muy  principalmente  lo 
que  atañe  á  los  territorios  que  España  ocupa,  como  asimismo  los  dos 
apéndices  en  que  se  ventilan  cuestiones  filológicas  y  geográficas  y  se 
aclaran  conceptos  de  los  contenidos  en  el  cuadro  etnográfico  y  en  las  lámi- 
nas fotograbadas  que  completan  la  obra.  Tanto  de  todo  esto,  como  de  lla- 
mar la  atención  del  lector,  acerca  de  las  discretas  é  interesantes  etimolo- 
gías, como  Jungfer  y  Martínez  Pajares  han  acumulado,  se  ocuparía  el  pre- 
sente escrito,  si  su  misión  hubiera'sido  la  de  hacer  un  estudio  profundo  ó 
un  verdadero  juicio  crítico  de  tan  interesante  libro.  Pero  como  lo  que  es- 
tos apuntes  persiguen  es,  tan  sólo,  el  llamar  la  atención  de  los  estudiosos 
ó  aficionados  á  las  disquisiciones  filológicas  y  etimológicas,  limítanse estas 
notas  á  que  sean  consideradas,  únicamente,  como   «notas  bibliográficas». 

El  Marqués  db  Foronda. 


III 
HISTORL\  DE  ARJONA 

El  Presbítero  D.  Manuel  Barbarán  y  Juan  presenta  una  esme- 
rada copia  de  la  Historia  de  Arjona^  por  D.  Martín  Jimena  y 
Jurado,  solicitando  que  la  Academia  informe  acerca  de  la  conve- 
niencia de  publicar  esa  obra. 

TOMO    I.XXIV  6 


^2  BOLETÍN    DE   tA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Bien  conocida  es  la  Historia  de  los  Obispos  de  Jaéii^  quejimena 
publicó  en  1 645;  en  cambio,  la  Historia  de  Arjona  pennznece 
ignorada.  Don  Tomás  Muñoz  y  Romero,  en  su  Diccionario  Bi- 
hUográfico  de  los  Antiguos  Reinos^  no  tiene  del  paradero  de  esa 
Historia  de  Arjona  un  conocimiento  directo:  limítase  á  expresar 
que  «existía  en  el  archivo  de  la  villa»,  empleando  el  pretérito 
imperfecto,  que  parece  indicar  que  la  da  por  perdida. 

No  cabe  dudar  que  la  publicación  de  esta  Historia  de  Arjona^ 
por  Jimena,  es  de  mucho  interés.  Hay  otras  varias  historias  loca- 
les de  dicha  villa;  pero  la  de  Jimena,  acabada  en  1643,  no  sólo 
es  la  más  antigua,  sino  también  la  más  completa  y  copiosa  de 
las  conocidas.  Las  posteriores  de  Bernardo  Alderete,  Fray  Ma- 
nuel Tamayo  y  el  P.  Bernardino  Villegas  se  limitan,  por  lo  ge- 
neral, á  la  historia  de  los  mártires  de  Arjona,  Santos  Bonoso  y 
Maximiliano. 

En  las  postrimerías  del  siglo  xvi,  y  primera  mitad  del  xvii, 
tuvo  el  reino  de  Jaén  una  serie  muy  estimable  de  historiadores 
locales,  entre  los  que  sobresalen  Ambrosio  Montesino,  con  su 
Historia  de  Baeza,  conservada  en  la  biblioteca  de  esta  Academia; 
el  insigne  Argote  de  Molina,  con  sus  historias  de  Baeza  y  Ubeda- 
Terrones  Robres,  con  la  suya  de  Andújar;  Jiménez  Patón  y  Rus 
Puerta,  con  sendas  historias  de  Jaén,  y  Jiménez  Jurado,  con  otras 
dos  de  Jaén  y  de  Arjona. 

Jimena  es,  cronológicamente,  el  último  de  esta  serie,  y  su  sen 
tido  crítico  es  muy  escaso,  tanto  cuando  perturban  su  juicio  los 
falsos  cronicones,  como  cuando  interpreta  caprichosísimamente 
los  testimonios  de  más  valor  en  que  se  apoya.  Por  esto,  al  leerle, 
hay  que  tener  siempre  á  la  vista  los  citados  historiadores  más 
antiguos  á  quienes  sigue;  mas,  no  obstante,  son  siempre  de  valor 
sus  escritos,  porque  con  gran  diligencia  los  compuso  con  ayuda 
de  multitud  de  documentos,  buena  parte  de  los  cuales  se  han 
perdido,  siéndonos,  por  tanto,  asequibles  tan  sólo  mediante  la 
cita  de  Jimena. 

En  la  presente  Histoi'ia  de  Arjona^  toda  vez  que  faltan  los  pre- 
cursores, tiene  Jimena  aun  más  valor  que  en  la  Historia  de  jfac'n. 

Respecto  á  las  ilustraciones  gráficas  de  la  obra  presentada  á 


IIISTOKIA    GENERAL    DF    LA    ORDEN    DE    SAN    AGUSTÍN  83 

la  Academia,  sería  muy  de  desear  se  suprimiesen.  Son  tan  malos 
los  dibujos  de  Jimena,  tan  notablemente  inferiores  á  la  cultura 
media  artística  del  siglo  xvn,  que  por  el  honor  de  aquel  siglo 
sólo  deben  reproducirse  los  dibujos  imprescindibles  que  tengan 
positivo  valor  de  información  gráfica  y  heráldica. 

R.    MeNÉXDEZ    PlUAL. 


IV 
HISTORIA  GENERAL  DE  LA  ORDEN  DE  SAN  AGUSTÍN 

El  tomo  V  de  la  Historia  general  de  la  Orden  de  Agustinos  Re- 
coletos, que  ha  escrito  y  publica  el  P.  Fray  Pedro  Fabo  del  Co- 
razón de  María,  cronista  de  la  misma  Orden,  y  que  ha  sido  pre- 
sentado por  su  autor  á  la  Academia,  está  dedicado  al  Cardenal 
Antonio  Vico,  Obispo  de  Porto  y  Santa  Rufina,  como  Protector 
de  la  Orden  de  Ermitaños  Recoletos  de  San  Agustín,  equipara- 
da á  las  demás  Ordenes  Regulares,  por  el  Breve  Apostólico  Reli- 
giosas familias  de  ró  de  Septiembre  de  19x2. 

Los  cuatro  tomos  anteriores,  que  comprenden  un  siglo  de 
existencia,  desde  1 588  á  1688,  estaban  estampados  en  1756,  en 
que  su  publicación  quedó  detenida.  El  tomo  i,  publicado  en 
1664,  lo  escribió  el  P.  Fray  Andrés  de  San  Nicolás,  Rector  del 
Colegio  de  Alcalá  de  Henares,  con  el  título  de  Historia  generai 
de  los  Religiosos  Descalzos  del  Orden  de  los  Erndtaños  del  Gran 
Padre  y  Doctor  de  la  Iglesia  San  Agustín;  está  dedicado  al 
Rey  Felipe  IV,  y  se  imprimió  en  Madrid,  en  casa  de  Andrés  Gar- 
cía de  la  Iglesia.  Del  tomo  11,  publicado  también  en  Madrid  el 
año  1681,  fué  autor  el  P.  I'ray  Luis  de  Jesús,  Lector  jubilado,  y 
se  dedicó  á  D.  Jaime  P'rancisco  de  Híjar  y  Silva,  Protector  enton- 
ces de  la  Recolección.  El  tomo  iii  lo  dejó  escrito  el  R.  P.  F'ray 
Diego  de  Santa  Teresa,  también  Lector  jubilado,  y  lo  coordinó 
y  añadió  el  P.  Fray  Pedro  de  San  Francisco  de  Asís,  que  lo  de- 
dicó á  Nuestra  Señora  del   Pilar,    siendo   dado  á  la  estampa  en 


84  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Barcelona  en  1 74 1,  con  unas  Adiciones  apologéticas  al  tomo  1; 
y,  finalmente,  el  cuarto,  con  el  mismo  título  que  los  anteriores, 
lo  trabajó  el  mismo  P.  Fray  Pedro  de  San  Francisco  de  Asís; 
lo  dedicó  á  San  Pedro  Tolentino,  y  fué  impreso  en  Zaragoza 
en  1756. 

La  materia  historial  abarca  en  el  tomo  i,  desde  1588  á  1620; 
en  el  segundo,  desde  162 1  á  1650;  en  el  tercero,  desde  165 1  á 
1660;  en  el  cuarto,  de  1661  á  1 690,  y  al  aparecer  ahora  el  tomo  v, 
después  de  ciento  sesenta  y  dos  años  de  interrupción,  el  P.  Fabo, 
reanudando  así  las  biografías  de  los  hombres  insignes  que  ha 
producido  la  Orden,  como  los  principales  fastos  de  su  historial, 
ha  alcanzado  hasta  el  año  1695. 

Son  artículos  especialmente  interesantes  del  tomo  v,  en  el 
capítulo  iii,  el  tercero  también,  que  trata  de  la  celebración  del 
Capítulo  de  la  provincia  del  Pilar  y  del  general  intermedio;  en  el 
quinto,  la  canonización  de  San  Juan  de  Sahagún,  y  en  el  séptimo, 
la  inauguración  de  la  iglesia  de  Valencia;  en  el  capítulo  iv,  los 
tres  capítulos  de  que  se  trata  en  el  artículo  segundo  y  la  misión 
á  las  Islas  Filipinas,  materia  del  artículo  tercero;  en  el  capítu- 
lo VI,  el  artículo  sexto,  que  se  ocupa  de  un  Capítulo  general  de 
la  Orden,  celebrado  en  Alcalá  de  Henares  en  el  mes  de  Mayo 
de  1694,  y  en  el  capítulo  vii,  el  artículo  séptimo,  con  la  Inven- 
ción del  Cuerpo  de  San  Agustín^  hallado  en  la  iglesia  de  San 
Pedro,  en  Pavía,  en  1695;  hecho  muy  controvertido,  sobre  su 
autenticidad,  durante  más  de  treinta  años,  en  cuya  controversia 
tomó  parte  el  célebre  Muratori. 

J.    P.    DE    G.    V    G. 


DOCUMENTOS  OFICIALES 


RECEPCIÓN  PUBLICA  DEL  ACADÉMICO  EXCELENTÍSIMO 
SEÑOR  DON  LUIS  CALPENA  Y  ÁVILA 


Señores: 

Marqués  de  Laurencín  (Di- 
rector). 

Conde  deCedillo(B.). 

Herrera  (T.). 

Beltrán  y  Rózpide. 

Altolaguirre  (C). 

Pérez  de  Guzmán  y  Gallo. 

Ureña. 

Novo  y  Colson. 

Blázquez. 

Bonilla  y  San  Martín. 

Bécker. 

Barón  de  la  Vega  de  Hoz. 

Puyol  y  Alonso. 

Lampérez  y  Romea. 

Marqués  de  Foronda. 

Anión  y  Ferrándiz. 

Ballesteros  y  Beretta. 

Marqués  de  San  Juan  de 
Piedras  Albas. 

Electo. 

Tormo  y  Monzó. 

Correspondientes . 

Berjón. 

Ciria  y  Vinent. 

Comillas  (Marqués  de). 

Fuertes  Arias. 

Gómez  Centurión. 

Guisasola  y  Menéndez(Car- 
denal  Arzobispo  de  To- 
ledo). 

Jusué  (D.  Eduardo). 

Legísima  (Rvdo.  P.  Fray 
Juan  R.  de). 

Montes  de  Oca  y  Obregón 
(Obispo  de  San  Luis  de 
Potosí). 


Para  dar  posesión  de  su  plaza  de  Número 
al  Académico  electo  Excmo.  Sr.  D.  Luis 
Calpena  y  Ávila,  celebró  solemne  Junta  pú- 
blica la  Academia  el  domingo  15  de  Di- 
ciembre, á  las  tres  y  media  de  la  tarde. 

Engalanóse  el  edificio,  como  es  costum- 
bre para  estos  actos,  luciendo  lujosas  colga- 
duras en  los  balcones,  en  que  ondeaba  el 
pabellón  nacional,  cubriendo  de  plantas  y 
flores  el  zaguán  y  escaleras  que  dan  acceso 
al  piso  principal  é  iluminando  copiosamen- 
te el  hermoso  salón  destinado  á  estos  actos. 

Desde  algunas  horas  antes  de  la  señalada 
en  las  invitaciones  hechas,  la  Casa  toda  se 
hallaba  inundada  de  una  enorme  y  distin- 
guida concurrencia:  de  modo  que,  al  empe- 
zar el  acto,  en  la  sala  se  distinguían  muchas 
y  muy  elegantes  damas  é  ilustres  y  conoci- 
das personalidades,  entre  los  que  se  destaca- 
ban los  funcionarios  déla  Casa  Real,  Intenden- 
te general  de  Palacio,  Sr.  Conde  de  Eybar, 
y  Secretario  particular  de  S.  M.  el  Rey,  don 
Emilio  María  de  Torres,  y  el  de  S.  A.  R.  el 


86  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

KivasGroot.  Infante  D.  Fernando;  los  Magistrados  de  la 

San  Román  y  Maldoaado.         -rt     .  -lO  "tíat^-t-i-i-v^ 

Torre  de  Trassierra.  ^0^3  espanola,  Srcs.  P.  Montana,  Ruiz  de  V  e- 

Vaies  y  1-aiide.  lasco,  Várela,  Anaya,  Vales  Failde,  Guerra 

Cortés  y  García  Sabuco;  el  Asesor  de  la  Nunciatura  Sr.  Salé;  el 
Abreviador  Sr.  Reyes;  el  Auditor  Nuncio  Monseñor  Solari;  su 
secretario,  Monseñor  Chicognani;  del  Clero  Catedral,  el  Arce- 
diano, Magistral  vSr.  Vázquez  Camarasa,  Tortosa  y  el  Provisor  y 
Vicario  general  de  la  Diócesis  de  Madrid,  Sr.  Monreal;  el  Cape- 
llán mayor  de  Reyes  de  Toledo,  D.  Francisco  P'rutos  Valiente;  el 
Padre  Provincial  de  los  Agustinos;  el  Rector  de  San  Francisco 
el  Grande,  D.  Cayetano  Ortiz,  y  el  Capellán  mayor,  D.  ^ilarcos 
Rodríguez;  el  Cura  de  San  José,  D.  Donato  Jiménez;  el  Capellán 
mayor  de  la  Beneficencia  Provincial,  D.  Manuel  de  P.  Arias;  una 
comisión  numerosa  de  Padres  Jesuítas  y  otra  de  Padres  Fran- 
ciscanos; el  Presidente  de  la  Audiencia  Provincial  de  Madrid, 
Sr.  Ortega  Morejón;  los  Senadores  Sres.  Rolland,  Ranero,  Ma- 
rín Lázaro,  Martín  Alvarez;  los  Marqueses  de  Toca;  los  Condes 
de  Cerrajería;  los  Marqueses  de  Cruilles;  los  Marqueses  de  Co- 
millas; los  Condes  de  San  Rafael,  y  otra  multitud,  que  no  es  fá- 
cil recordar. 

A  las  tres  y  media^  en  punto  se  constituyó  la  mesa  presiden- 
cial, ocupando  sus  respectivos  puestos  en  ella  el  Sr.  Director, 
Marqués  de  Laurencín;  el  Secretario  accidental,  Sr.  Pérez  de  Guz- 
mán  y  Gallo,  y  el  Sr.  Novo  y  Colson,  que  había  de  contestar  en 
nombre  de  la  Academia  al  ilustre  recipiendario.  Tenía  el  Sr.  Di- 
rector á  su  derecha  al  Excmo.  Sr.  Cardenal  Guisasola,  Arzobis- 
po de  Toledo;  al  Excmo.  Sr.  ex  Ministro  D.  Juan  Navarro  Re- 
verter, Director  de  la  Sección  de  Ciencias  Exactas  de  la  Real 
Academia  de  Ciencias;  al  Tesorero,  Excmo.  Sr.  D.  Adolfo  He- 
rrera, y  á  los  Excmos.  Sres.  Obispos  de  Madrid-Alcalá,  Sión  y 
Sigüenza,  y  á  su  izquierda,  al  Excmo.  Sr.  Nuncio  de  Su  Santidad, 
al  Censor,  Excmo.  Sr.  D.  Ángel  Altolaguirre,  y  á  los  Excelentísi- 
mos Sres.  Obispos  de  San  Luis  de  Potosí,  de  Jaca  y  de  Ciudad 
Real;  y  ocupaban  los  escaños  del  estrado  los  Numerarios  señores 
Conde  de  Cedillo,  Beltrán  y  Rózpide,  LTreña,  Blázquez,  Bonilla 
y  San  Martín,  Bécker,  Barón  de  la  Vega  de  Hoz,  Puyol  y  Alón- 


DOCUMENTOS    OFICIALES  87 

SO,  Lampére¿:  y  Romea,  Marqués  de  Foronda,  Antón  y  Ferrán- 
diz.  Ballesteros  y  Beretta,  y  Marqués  de  San  Juan  de  Piedras 
Albas;  el  Electo  Sr.  Tormo  y  Monzó;  los  Correspondientes  se- 
ñores Marqués  de  Comillas,  Ciria,  Gómez  Centurión,  P.  Legísi- 
iiia,  P\iertes  Arias,  San  Román,  l^erjón,  Torres  de  Trassierra, 
¡usüé,  Rivas  (jroot;  los  Académicos  de  San  Fernando  señores 
l'oggio,  Sentenach  y  Maura  (D.  Bartolomé);  el  de  la  de  Ciencias 
¡exactas  D.  Miguel  Vegas;  el  de  la  de  Ciencias  Morales  y  Políti- 
cas Sr.  Clemente  de  Diego;  los  de  la  de  Medicina  .Sres.  Pulido  y 
Tolosa  Latóur;  el  Secretario  de  la  Legación  de  Méjico,  la  señora 
D.^  Blanca  de  los  Ríos  de  Lampérez,  etc. 

Declarada  abierta  la  sesión,  el  Sr.  Director  invitó  á  los  señores 
Ballesteros  y  Marqués  de  San  Juan  de  Piedras  Albas,  como  los 
nías  modernos,  salieran  á  presentar  al  recipiendario,  Sr.  Calpena 
y  Avila;  y  luego  que  ocupó  la  tribuna  preparada,  le  concedió  la 
palabra  "para  leer  su  discurso.  Con  hermosa,  clara  y  sostenida 
entonación  comenzó  á  leerlo,  y  después  de  un  sentido  pane- 
gírico en  honor  de  los  que  habían  ocupado  el  sitial  que  ahora 
le  tocaba,  los  Sres.  D.  Antonio  Cavanilles,  D.  Fermín  Caba- 
llero, el  P.  Fidel  Fita  y  D.  Julián  Juderías  y  Loyot,  detenién- 
dose más  en  los  altos  merecimientos  de  su  malogrado  ante- 
cesor inmediato,"  anunció  el  tema  que  iba  á  tratar,  que  era: 
Los  Concilios  de  Toltdo  en  la  constitución  de  la  nacionalidad 
española. 

Arrancando  de  la  caída  del  Imperio  romano,  de  la  irrupción 
de  los  llamados  bárbaros,  de  la  romanización  de  los  que  se  asen- 
taron en  nuestra  Península  y  constituyeron  en  ella  la  monarquía 
visigótica,  después  de  escribir  las  diversas  opiniones  acerca  del 
concepto  de  los  Concilios  toledanos,  ya  como  Asambleas  pura- 
mente eclesiásticas,  ya  como  políticas,  constituyentes  y  á  manera 
de  Cortes,  que,  por  lo  tanto,  intervinieron  en  negocios  puramente 
seculares,  en  fin,  haciendo  minucioso  examen  de  cada  uno  de 
ellos,  afirmando  con  nuestro  ilustre  compañero  el  Sr.  Ureña,  á 
quien  cabe  el  honor  de  haber  pronunciado,  en  este  largo  debate, 
la  última  palabra,  que  la  legislación  emanada  de  ellos,  principal- 
mente el  Codex  revisiis^  de  Leovigildo,  debe  ser  considerado  ley 


88  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

territorial  del  Estado  gótico  hispano,  constituyendo  la  base  del 
derecho  general,  que  entonces  se  engendró. 

La  transmutación  que  en  materia  religiosa  en  estas  evoluciones 
de  ideas  y  sentimientos  se  originó,  la  abjuración  del  arrianismo, 
la  paladina  confesión  religiosa  que  dio  su  unidad  política  y  mo- 
ral á  aquellos  pueblos,  y  que  ha  sido  la  más  hermosa  herencia 
de  ellos  recibida  al  formarse  definitivamente  nuestra  nacionali- 
dad, constituye  el  himno  de  alabanza  que  el  discurso  encerraba 
á  la  unidad  religiosa  de  España  como  símbolo  perpetuo  de 
nuestra  unidad  nacional. 

Contestóle  el  Sr.  Novo  y  Colson,  rebatiendo  la  leyenda  del 
parricidio  de  Atanagildo  en  su  hijo  San  Hermenegildo,  y  hacien- 
do después  la  presentación  del  Sr.  Calpena  en  su  vasta  labor 
literaria,  cuyo  carácter  principalmente  hierático  corresponde  á 
su  brillante  carrera  y  estado. 

La  sala  colmó  de  merecidos  aplausos  así  el  discurso  del  señor 
Calpena  como  la  contestación  del  Sr.  Novo  y  Colson.  Después, 
el  Sr.  Director  le  impuso  la  medalla,  símbolo  de  nuestro  Cuerpo; 
mandó  al  Sr.  Calpena  tomar  asiento  entre  los  demás  Académi- 
cos, y  declaró  concluido  el  acto,  de  que  certifico. 

Juan  Pérex  de  Guzmáx  v  Gallo. 


II 

REAL  ORDEN  DECLARANDO  MONUMENTO  NACIONAL 
EL  EDIFICIO  DENOMINADO  «EL  BAÑUELO»  (BAÑOS  ÁRABES\ 

EN  GRANADA 

(Gaceta  de  Madrid,  4  Diciembre,  191 8.) 

limo.  SEÑor: 

Vista  la  instancia  de  D.  Gonzalo  Enríquez,  vecino  de  Granada, 
solicitando  que  sea  declarado  Monumento  nacional  el  edificio  de 
su  propiedad  conocido  con  el  nombre  de  «El  Bañuelo»  (baños 
arabos),  situado  en  aquella  capital,  y  acompañando  al  efecto  el 


DOCUMENTOS    OFICIALES  89 

informe  favorable  de  la  Comisión  de  Monumentos  históricos  y 
artísticos  de  la  citada  provincia: 

Resultando  que  remitida  dicha  instancia  á  informe  de  las  Rea- 
les Academias  de  la  Historia  y  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando, 
ambas  doctas  Corporaciones  han  dictaminado  en  sentido  favo- 
rable sobre  la  petición  que  se  formula; 

S.  M.  el  Rey  (q.  D.  g.),  de  conformidad  con  los  informes  men- 
cionados, ha  tenido  á  bien  declarar  Monumento  nacional  el  edi- 
ficio de  que  se  trata,  disponiendo,  en  su  consecuencia,  que  el 
mismo  quede  bajo  la  vigilancia  del  Estado  y  la  inmediata  custo- 
dia de  la  Comisión  provincial  de  Monumentos  de  Granada. 

De  Real  orden  lo  digo  á  V.  I.  para  su  conocimiento  y  efectos. 
Dios  guarde  á  V.  I.  muchos  años. — Madrid,  30  de  Noviembre 
de  1918. 

BURELL . 

Sr.  Director  s:eneral  de  Bellas  Artes. 


III 
COMISIÓN   PROMNCIAL   DE   MONUMENTOS    DE   SORIA 

Copia  del  acta  de  la  sesión  del  2J  de  Sepiiembre  de  igi8. 

Señores:  Reunidos,  previa  citación,  en  la  Sala  de 

Hinojar.  Profcsorcs  del  Instituto  los  señores  Vocales 

Ramírez. 

G.  Santa  Cruz.  dc  la  Comisión  Provincíal  de  Monumentos 

Director  del  Instituto.  indicados  al  margen,   el  Sr.  Hinojar,   como 

j.  M.  Numanti.  Académico   Correspondiente   más    antiguo, 

abrió  y  presidió  la  sesión,  actuando  de  Secretario  el  más  mo- 
derno, Sr.  Artigas. 

El  Secretario  leyó,  y  la  Junta  aprobó,  el  acta  de  la  anterior. 

Por  orden  de  la  Presidencia  también  leyó  el  Secretario  el 
nuevo  Reglamento  de  las  Comisiones  de  Momumentos,  dado  por 
Real  decreto  de  li  del  pasado  {Gaceta  del  14). 

Acto  seguido  el  Secretario  dio  cuenta-  del  despacho  ordinario, 


90  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

añadiendo  el  Sr.  Ramírez  que,  según  sus  noticias,  había  sido 
designado  para  hacer  reparaciones  en  el  Monasterio  de  Huerta  }■ 
en  la  Ermita  de  San  Baudilio  el  laureado  Arquitecto  D.  Manuel 
A.  Alvar ez. 

En  vista  de  la  escasez  de  Académicos  que  tiene  la  Comisión, 
el  Sr.  Ramírez  indicó  la  conveniencia  de  proponer  á  la  superio- 
ridad el  nombramiento  de  los  Correspondientes. 

El  mismo  Sr.  Ramírez  participó  que  D.  Aurelio  Ibáñez  le  había 
enviado  desde  Medinaceli  un  trozo  de  losa  y  unos  restos  de  cerá- 
mica antigua  para  el  Museo  Provincial. 

El  Sr.  G.  Santa  Cruz  propuso  hacer,  entre  todos,  una  Geogra- 
fía Provincial  Ibérica;  lamentándose  los  reunidos  de  que,  por  falta 
de  atribuciones  y,  sobre  todo,  de  medios  económicos,  se  veari 
reducidos  estos  organismos  á  desempeñar  un  papel  puramente 
burocrático. 

El  jefe  del  Museo  Numantino  propuso  solicitar  del  Excelentí- 
simo Ayuntamiento  la  cesión  al  Museo  Provincial  de  los  objetos 
arqueológicos  hallados  en  el  cerro  del  Castillo. 

Se  cambiaron  impresiones  sobre  los  anteriores  asuntos  y,  por 
unanimidad,  se  tomaron  los  siguientes  acuerdos: 

l.°  Hacer  constar  en  acta  y  comunicar  al  Sr.  Gobernador 
civil  un  expresivo  voto  de  gracias  por  el  eficaz  concurso  que 
prestó  á  la  Comisión  durante  el  tiempo  que  fué  su  digno  Presi- 
dente efectivo. 

2.°  Hacer  constar  en  acta  y  comunicar  al  Sr.  Bibliotecario 
provincial  un  voto  de  gracias  por  el  asiduo  concurso  que  prestó 
á  la  Comisión  durante  el  tiempo  que  fué  Vocal  nato  de  la  misma. 

3.°  Rogar  al  limo.  Sr.  Obispo  de  Osma  se  digne  nombrar  ur. 
delegado  en  esta  Comisión. 

4.°  Participar  al  Sr.  D.  Elias  Romera,  Correspondiente  de  la 
Real  Academia  de  la  Historia  en  Almazán,  que,  según  el  nuevo 
Reglamento,  pasa  á  ser  \  ocal  de  esta  Comisión. 

5."  Proponer  para  Correspondientes  á  los  vSres.  Iñiguez  y 
Taracena. 

6.°  Admitir  el  donativo  del  Sr.  Ibáñez  y  darle  oficialmente 
las  gracias. 


DOCUMENTOS    OFICIALES  9  I 

7."  wSolicitar  del  Excmo.  Ayuntamiento  de  Soria  la  cesión  de 
los  objetos  arqueológicos  hallados  en  el  cerro  del  Castillo. 

Acto  seguido  se  procedió  á  la  elección  de  cargos,  dando  el 
siguiente  resultado: 

Presidente:  D.  Teodoro  Ramírez,  Correspondiente  de  la  Real 
Academia  de  San  Fernando. 

Vicepresidente:  D.  Aniceto  Hinojar,  Correspondiente  de  la  Real 
Academia  de  la  Historia. 

Conservador:  D.  Santiago  G.  Santa  Cruz,  Correspondiente  de 
la  Real  Academia  de  la  Historia. 

Secretario:  D.  Pelayo  Artigas,  Correspondiente  de  la  Real  Aca- 
demia de  San  Fernando. 

Y  no  habiendo  más  asuntos  de  qué  tratar,  el  vSr.  Presidente 
levantó  la  sesión  y  dispuso  extender  esta  acta,  que  firma  conmigo. 

Soria,  21  de  Septiembre  de  191 8. 

El  Presidente,  El  Secretario, 

Aniceto  Híxojar.  Pelavo  Artigas. 


IV 

COMISIÓN  PROVINCIAL  DE  MO'nUMENTOS  HISTÓRICOS 
Y  ARTÍSTICOS  DE  TOLEDO 

Copia  del  acia  de  la  sesión  celebrada  el  día  2  de  Sepiiembre  de  IQlS. 

SbSorks:  En  la  ciudad  de  Toledo,  á  dos  de  Septiem- 

arcia    amuez.  j^^.^  ^^  ^jj  novecicntos  diez  Y  ocho,  y  hora 

Castaños.  ■  J  '    J 

^'^'■''"'  de  las  siete  de  la  tarde,  previa  la  citación 

Cutanda. 

Moraieda.  reglamentaria,  se  reunieron  en  el  salón  de  la 

Ramírez  Arellano.  i       t  r  i 

Ballesteros.  casa  de  Mesa  los  señores  que  al  margen  se 

ampoy.  citau,  á  fin  de  dar  cumplimiento  á  lo  pre- 

Alvarez  Aiicil.  '  J^  í 

San  Román  Fernández.  ccptuado  en  el  art.  3.°  dcl  nucvo  Reglamento 
de  las  Comisiones  provinciales  de  Monumentos  Históricos  y  Ar- 
tísticos de  1 1  de  Agfbsto  último,  bajo  la  presidencia  del  señor 
García  Ramírez,  en  concepto  de  Académico  Correspondiente  más 


92  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

antiguo,  y  actuando  de  Secretario  el  que  suscribe,  como  el  más 
moderno  de  los  Académicos  Correspondientes  de  la  Historia. 

Abierta  la  sesión,  hizo  uso  de  la  palabra  el  Sr.  Castaños,  indi- 
cando-la conveniencia  de  que  se  fijen  las  atribuciones  del  cargo 
de  Conservador  de  la  Comisión,  ya  que  el  nuevo  Reglamento  no 
las  determina,  acordándose,  á  propuesta  del  Sr.  Campoy,  aplazar 
este  asunto  para  otra  sesión,  una  vez  que  sean  elegidos  los  cargos 
y  funcione  la  Comisión  con  arreglo  á  dicho  Reglamento. 

Propone  el  Sr.  Alvarez  Aucil  que,  ejerciendo  actualmente  el 
Sr.  García  Ramírez  el  cargo  de  Vicepresidente  de  la  Comisión  y 
como  justa  prueba  de  consideración  hacia  dicho  señor,  sea  ele- 
gido Presidente  por  aclamación,  y  así  se  acuerda.  El  Sr.  García 
Ramírez  acepta  y  expresa  su  agradecimiento  á  la  Comisión. 

Se  procede  á  la  votación  de  los  cargos  de  Vicepresidente, 
Conservador  y  Secretario,  resultando  que  para  Vicepresidente 
obtuvo  siete  votos  el  Sr.  Ramírez  Arellano  y  tres  el  Sr.  Alvarez 
Aucil;  para  Conservador,  nueve  el  Sr.  Castaños  y  uno  el  Sr.  Cu- 
tanda,  y  para  Secretario,  tres  el  Sr.  Moraleda,  uno  el  Sr.  Balles- 
teros y  seis  el  que  suscribe;  quedando,  en  consecuencia,  nom- 
brados los  Sres.  Ramírez  Arellano,  Castaño  y  el  que  suscribe 
para  los  cargos  de  Vicepresidente,  Conservador  y  Secretario, 
respectivamente. 

Se  acuerda,  á  propuesta  ael  Sr.  Ramírez  Arellano,  y  dada  la 
urgencia  del  caso,  dirigirse  al  Sr.  Gobernador  civil  de  la  provin- 
cia para  que  interese  cerca  del  Excmo.  Ayuntamiento  la  suspen- 
sión de  las  obras  de  construcción  que  se  están  realizando  dentro 
del  perímetro  de  las  ruinas  del  Circo  Romano. 

Y  no  habiendo  más  asuntos  de  qué  tratar  se  levantó  la  sesión, 
de  todo  lo  cual  certifico. — Francisco  de  B.  de  San  Román.  (Ru- 
bricado.) 

Toledo,  24  de  Septiembre  de  1918. 

Es  copia. 
El  Secretario, 

F'kaxcisco  de  B,  de  Sax  RomAx. 


DOCUMENTOS    OFICULES  93 


COMISIÓN  PROVINCIAL  DE  xMONUMENTOS  HISTÓRICOS 
Y  ARTÍSTICOS  DE  BURGOS 

Copia  del  acta  de  la  sesión  de.  14  de  Octubre  de  1918. 

Señores:  Previamente  convocadas  todas  las  perso- 

^  ^'f"  ñas  que  deben  constituir  la  Comisión,  según 

Rodríguez.  gl  nucvo  Reglamento  de  II  de  Agosto  últi- 

Huidobro. 

Tenorio.  mo,  sc  dió  principio  á  la  sesión,  á  las  cinco 

Alcalde  (Gutr.  Moliner).  j         i       i      j         i  11  1  11 

üirectordei  Instituto (Alou-   Y  cuarto  de  la  tarde,  en  el  despacho  del  se- 
rr"  ^t  ,^"""°'-  ,„    ,        ñor  Director  del  Instituto  General  y  Técnico, 

Jefe    del   Museo    (Martínez  ■'  ' 

Burgos).  con  asistencia  de  los  señores  expresados  al 

Arquitecto   provincial  (Ca- 
lleja), margen,  no  concurriendo  D.  Eloy  García  de 

Arquitecto   diocesano  (Mo-     ,  ,  ,  r^     t        '    r'  •        j 

Y^-aer).  Uuevedo  y  D.  José  barmiento  por  estar  en- 

Arquitecto  municipal  (Mar-    fermos,  y  cl  Sr.  Presidente  de  la  Diputación, 

tínez  Ruiz).  ■'  ^  ' 

üíez  Carcedo,  en  represen-   D.  Constantino  Garran,  el  P.  Fr.  Silverio  de 

tación  del  Sr.  Vicario  Ca-      _,  -n      t 

pituiar.-  Santa  Teresa,   el   P.  Luciano   Serrano  y  el 

Secretario  que  suscribe.  r>Air  aj'  í.  j_ 

r.Alionso Andrés,  por  encontrarse  ausentes. 

Ocupó  la  Presidencia  el  Sr.  D.  Antonio  Salva,  como  Acadé- 
mico Correspondiente  más  antiguo  de  los  presentes,  actuando 
de  Secretario  el  que  suscribe,  por  ser  el  más  moderno,  y  leídos 
los  artículos  pertinentes  del  nuevo  Reglamento,  se  declaró  cons- 
tituida nuevamente  la  Comisión,  de  la  cual  formarán  parte  los 
señores  siguientes: 

El  Sr.  Arzobispo  de  esta  diócesis  (hoy  Vicario  capitular.  Sede 
vacante)  ó  persona  en  quien  delegue. 

El  Sr.  Presidente  de  la  Diputación  provincial. 

El  Sr.  Alcalde  Presidente  del  Excmo.  Ayuntamiento  de  esta 
capital. 

El  Sr.  Director  del  Instituto  General  y  Técnico. 

El  Sr.  Director  del  Museo  Provincial. 

El  Sr.  Arquitecto  provincial. 

El  Sr.  Arquitecto  diocesano. 


94  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

El  Sr.  Arquitecto  municipal  de  esta  ciudad. 

Los  Académicos  Correspondientes  de  la  Real  de  la  Historia 
Sres.  D.  Constantino  Garran,  D.  Anselnio  Salva,  D.  Eloy  García 
de  Ouevedo,  D.  Amancio  Rodríguez,  D.  Luciano  Huidobro,  que 
lo  es  también  de  la  de  San  Fernando;  D.  Nicolás  Tenorio,  el 
P.  Fr.  Silverio  de  Santa  Teresa,  del  convento  de  Carmelitas  de 
esta  ciudad;  los  PP.  Benedictinos  D.  Luciano  Serrano  y  D.  Al- 
fonso Andrés,  residentes  en  Santo  Domingo  de  Silos. 

Y  los  Académicos  Correspondientes  de  la  Real  de  Bellas  Ar- 
tes de  San  Fernando  D.Juan  Antonio  Cortés,  D.  José  Sarmiento 
y  el  que  suscribe. 

Leída  el  acta  de  la  sesión  anterior,  fué  aprobada,  y  acto  segui- 
do se  procedió  á  la  elección  de  los  señores  que  han  de  desem- 
peñar los  cuatro  cargos  señalados  por  el  Reglamento,  acordán- 
dose que  el  Sr.  Presidente  interino  designase  una  Comisión  no- 
minadora  para  que  propusiera  los  nombramientos.  El  Sr.  Salva 
señaló  para  este  encargo  á  los  Sres.  D.  Juan  Antonio  Gutiérrez 
Moliner,  D.  Tomás  Alonso  de  Armiño  y  el  que  suscribe,  los 
cuales  se  retiraron  á  otro  local,  y  regresando  al  poco  rato,  pro- 
pusieron la  siguiente  candidatura: 

Presidente^  D.  Anselmo  Salva;  Vicepresidente,  D.  Juan  Anto- 
nio Cortés;  Conservador,  D.  Luciano  Huidobro,  y  Secretario, 
D.  Eloy  García  de  Quevedo,  cuyos  nombres  fueron  acep- 
tados unánimemente  por  los  reunidos,  quedando,  en  su  vir- 
tud, proclamados  ]os  referidos  señores  para  los  respectivos 
cargos. 

El  Sr.  Salva  dio  las  gracias  por  su  nombramiento,  pronun- 
ciando frases  de  modestia,  á  las  cuales  contestó  el  Sr.  Alcal- 
de, haciendo  análogas  manifestaciones  los  Sres.  Cortés  y  Hui- 
dobro. 

Entrándose  luego  en  el  despacho  de  los  asuntos  corrientes,  el 
Sr.  Alcalde  dio  cuenta  de  haber  remitido  á  Sevilla  nota  del  asunto 
histórico  de  que  habló  en  la  sesión  anterior,  y  de  la  buena  aco- 
gida- que  había  tenido  en  la  Junta  organizadora  de  la  Exposición 
Hispano-Americana,  recibiéndose  plácemes  por  lo  interesante 
del  asunto  y  la  precisión  de  los  datos  remitidos. 


DOCUMENTOS    OFICIALES  95 

El  Sr.  Huidobro  manifestó  haber  cumplido,  como  Secretario, 
los  acuerdos  tomados  en  la  sesión  última,  y  anunció  que  si  bien 
no  había  recibido  contestación  al  oficio  enviado  al  Excmo.  Ca- 
bildo, le  constaba  que  los  doseles  de  la  portada  de  la  Coroneria 
estaban  ya  limpios  de  nidos. 

El  Sr.  Alcalde  añadió  que,  además  de  haber  encargado  á  los 
guardias  municipales  la  vigilancia  del  exterior  de  la  Catedral,  un 
asilado  de  la  Casa-Refugio  de  San  Juan  cuidaba  también,  para 
evitar  desperfectos  de  la  misma. 

La  Comisión  oyó  con  agrado  estas  manifestaciones. 

El  Sr.  Huidobro  mostró  un  dibujo  de  una  lápida-estela  ibero- 
rómana  con, un  relieve  representando  el  sacrificio  á  la  diosa  Isis, 
una  inscripción  y  tres  arcos  de  herradura  con  palmas  y  otros 
adornos,  que  procedente  de  Lara  fué  traída  en  Agosto  último  á 
esta  capital  y  ofrecida  á  dicho  señor  como  Tesorero,  habiendo 
tenido  el  sentimiento  de  no  poder  adquirirla,  no  obstante  su  ex- 
cepcional interés,  por  no  contar  ya  esta  Comisión  con  fondos 
suficientes. 

En  vista  de  estas  manifestaciones,  se  acordó  dirigirse  á  la  Di- 
putación provincial,  rogándola  que  en  los  próximos  presupuestos 
consigne  á  favor  de  esta  Comisión  una  cantidad  importante  para 
que  pueda  cumplir  desahogadamente  sus  fines  y  evitar  que  se 
dé  el  triste  caso  de  ver  que  obras  artísticas  ó  históricas  de  gran 
interés  vayan  á  parar  á  manos  de  coleccionistas  ó  de  anticuarios, 
con  peligro  de  que  salgan  de  la  provincia. 

Y  no  habiendo  más  asuntos  de  qué  tratar,  se  levantó  la  sesión 
á  las  seis  y  media,  de  todo  lo  cual,  como  vSecretario  interino, 
certifico. — V°  B.":  El  Presidente,  A.  Salva. — ^uajt  Albarellos. 

Es  copia. 

Eloy  García  de  Ouevedo, 

Secretario. 


90  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 


VI 

COMISIÓN  PROVINCIAL  DE  MONUMENTOS  HISTÓRICOS 
Y  ARTÍSTICOS  DE  CÓRDOBA 

Copia  del  acta  de  la  junta  extraordtnaria  celebrada  el  día  ll  de  Octubre 
de  igi8 ,  para  reorganizarla  según  el  Real  decreto  del  Ministerio  de 
lustniccióti  Piiblica  y  Bellas  Artes  de  II  de  Agosto  de  IQI8. 

voeaies  qtte  asistieron.  g^  la  ciudad  de  Córdoba,  611  cl  día  de  la 

Umo.  Sr.  Gobernador  Civil,     c      ^  ^    i  i  i  •         i        i        i_        i 

,,       c    ni-      ^  1    ^^     techa  y  a  las  doce  y  media  de  la  tarde,  se 

limo.  br.  Obispo  de  la  dio-  -'  J  ' 

'=®^'^'  reunieron,  previa  citación,  en  el.Palacio  epis- 

Sr.    D.     Luis    Valenzuela,  ' 

Vicepresidente.  copal  los  scñorcs  Vocales  que  se  expresan 


los   señores  Vocales  que  integran  esta  Co- 
misión, y  se  ofrece  incondicionalmente  para 


Sr.  D.  Ecequiei  Ruiz  Mar-    marginalmentc. 

tínez.  ° 

Sr.  D.  Manuel  Aifaro  Vaz-        El  Ilmo.    Sr.    Gobcmador    civil    cedc  la 
'^"^^*  presidencia  al  limo.  Sr.  Obispo  de  la  dióce- 

Sr.    Arquitecto    provincial. 

Sr.  Arquitecto  diocesano,   sis,  después  de  dirigir  un  afcctuoso  saludo  á 

Sr.  Jefe  del  Museo  Arqueo- 
lógico. 

Sr.  Director  del  Museo  Pro- 
vincial   de  Bellas    Artes. 

limo  .Sr.  D.  Enrique  Rome-   todo  cuanto  rcdundc  cn  bencficio  de  los  in- 

ro   de  Torres,   Secretario.     ,  i    •    j.  ^    •  j.'   i.-  11 

tereses  historíeos  y  artísticos  de  la  provin- 
cia. Propone  que  en  lo  sucesivo  se  celebren  las  sesiones  bajo  la 
presidencia  del  Sr.  Obispo,  á  quien  elogia  cumplidamente  por 
su  cultura  y  amor  á  las  Bellas  Artes.  La  Junta  lo  acuerda  así 
por  unanimidad  y  el  Prelado  manifiesta  su  agradecimiento  por 
la  prueba  de  afecto  y  consideración  que  recibía. 

El  Sr.  Romero  de  Torres,  (D.  Enrique),  que  actúa  de  Secreta- 
rio, lee  á  continuación,  con  la  venia  de  la  Presidencia,  el  Real 
decreto  del  Ministerio  de  Instrucción  Pública  y  Bellas  Artes,  de 
[  I  de  Agosto  del  pasado  año,  sobre  la  reorganización  de  las 
Comisiones  provinciales  de  Monumentos,  y  la  Junta  queda  reor- 
ganizada en  la  forma  siguiente: 

Presidente  honorario:  limo.  Sr.  Gobernador  civil. 

Presidente  efectivo:  Sr.  D.  Luis  Valenzuela  y  Castillo,  Corres- 
pondiente de  las  Reales  Academias  de  la  Historia  y  de  San 
Fernando. 


DOCUMENTOS    OFICIALES  97 

Vicepresidente:  limo.  Sr.  D.  Salvador  Muñoz  Pérez,  Corres- 
pondiente de  la  Real  Academia  de  San  Feriiando. 

Conservador:  Sr.  D.  Ecequiel  Ruiz  Martínez,  Correspondiente 
de  la  Real  Academia  de  San  Fernando. 

Secretario:  limo.  Sr.  D.  Enrique  Romerojde  Torres,  Corres- 
pondiente de  las  Reales  Academias  de  la  Historia  y  de  San  Fer- 
nando. 

Correspondientes  de  la  Real  Academia  de  San  Fernando:  Señor 
D.  Cipriano  Martínez    Rücker. 

Correspondientes  de  la  Real  Academia  de  la  Historia:  Sr.  D,  José 
de  la  Torre  y  del  Cerro,  Sr.  D.  Manuel  Alfaro  Vázquez,  Sr.  D.  Án- 
gel Delgado  (Belalcázar),  Sr.  D.  Rafael  Moyano  (Puente  Genil). 

Vocales  natos:  limo.  Sr.  Obispo  de  la  diócesis,  Sr.  Presidente 
de  la  Excma.  Diputación  provincial,  Sr.  Alcalde  Presidente  del 
Exorno.  Ayuntamiento,  Sr.  Director  del  Instituto  General  y  Téc- 
nico, Sr.  Arquitecto  provincial,  Sr.  Arquitecto  diocesano.  Señor 
Arquitecto  municipal,  Sr.  Director  del  Museo  Provincial  de  Be- 
llas Artes,  Sr.  Jefe  del  Museo  Arqueológico. 

Una  vez  constituida  la  nueva  Junta,  procédese  á  la  lectura  del 
acta  de  la  sesión  anterior,  que  fué  aprobada. 

El  Secretario  que  suscribe  manifiesta  haber  tenido  el  honor 
de  representar,  por  delegación  del  Sr.  Valenzuela,  á  las  Reales 
Academias  de  la  Historia  y  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando  en 
el  Centenario  del  insigne  polígrafo  D.  José  Amador  de  los  Ríos, 
celebrado  en  Baena  el  30  de  Abril  último,  y  de  haber  dado 
cuenta  á  dichas  Corporaciones  de  los  muchos  agasajos  de  que 
había  sido  objeto,  debido  á  la  representación  que  ostentaba, 
habiendo  quedado  muy  satisfechas  ambas  Academias,  según  le 
habían  com.unicado  por  oficio. 

A  continuación  presenta,  en  nombre  del  Sr.  D.  Salvador  Muño/ 
Pérez,  que  no  puede  asistir  por  hallarse  enfermo,  las  cuentas  jus- 
tificadas del  material  de  la  Comisión,  desde  el  año  1915  hasta  el 
día  15  de  Julio  del  corriente  año,  con  un  sobrante  de  6  pesetas 
28  céntimos,  quedando  aprobadas  y  nombrándose  para  susti- 
tuirle en  el  cargo  de  Depositario  al  Sr.  D.  Manuel  Alfaro  Váz- 
quez, que  se  hace  cargo  de  dicha  cantidad. 


IjS  BOLETÍN    DE    L\    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Dase  cuenta  de  un  B.  L.  M.  del  Excmo.  Sr.  D.  Enrique  María 
Repullés  y  V^argas,  ofreciéndose  en  el  cargo  de  Secretario  de  la 
Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando,  y  de  otros  va- 
rios oficios  de  trámite. 

Se  lee  la  comunicación  que  con  fecha  4  de  Abril  fué  dirigida 
al  Excmo.  Ayuntamiento,  referente  á  la  conservación  de  la  To- 
rre de  la  Malmuerta,  y  en  vista  de  que  aun  nada  había  contes- 
tado, se  acuerda,  á  propuesta  del  Sr.  .Gobernador,  dirigirse  nue- 
vamente al  Sr.  Alcalde,  y  que  se  publique  dicha  comunicación 
en  la  prensa  local;  como  asimismo  interesar  de  nuevo  del  señor 
Presidente  de  la  Diputación  provincial  se  sirva  librar  alguna 
cantidad  para  atender  á  los  servicios  más  indispensables  de  la 
Comisión. 

También  se  acuerda,  por  indicación  del  Sr.  Jefe  del  Museo 
.arqueológico,  pedirle  al  Sr.  D.  Enrique  Villegas,  para  este  Esta- 
blecimiento, un  trozo  de  mosaico  romano  descubierto  en  un  solar 
de  su  propiedad,  y  que,  en  vista  de  que  el  emplazamiento  de  este 
mosaico  va  en  dirección  de  la  vía  pública,  solicitar  del  Munici- 
pio que  estudie  el  mejor  medio  de  descubrirlo  y  sacarlo  en  de- 
bidas condiciones  con  destino  al  expresado  Museo. 

El  Sr.  Alfaro  Vázquez  dice  que  en  los  trabajos  que  se  están 
llevando  á  cabo  por  la  Compañía  de  Peñarroya  se  han  descu- 
bierto algunos  objetos  antiguos,  y  el  Secretario  que  suscribe 
manifiesta  que  dichos  restos  arqueológicos  se  están  coleccio- 
nando por  el  Sr.  Ingeniero  Director  de  las  obras,  el  cual  le  ha 
invitado  para  que  los  vea  y  clasifique,  como  así  lo  hará  tan 
pronto  como  sus  ocupaciones  se  lo  permitan. 

Y  no  habiendo  más  asuntos  de  qué  tratar,  se  levantó  la  sesión, 
de  que  yo,  como  Secretario,  certifico. 

Enrique  Romero  de  Torres.  [Rubricado.) 


NOTICIAS 


La  sesión  del  día  13  de  Diciembre  estuvo  presidida  por  el  Sr.  Vignau, 
como  más  antiguo,  en  ausencia  del  Director  interino,  señor  Marqués  de 
I.aurcncín.  En  cumplimiento  de  los  preceptos  reglamentarios,  y  previos 
.icuerdo  de  la  Academia  y  aviso  á  los  señores  Académicos,  después  del 
despacho  ordinario,  se  procedió  á  la  elección  de  cargos. 

Acerca  de  la  de  Director,  el  señor  Marqués  de  Lema  recordó  el  art.  28 
del  Reglamento,  (¿ue  establece  la  incompatibilidad  de  cargos  Académicos 
entre  sí,  conceptuando  como  Académico  el  de  Senador,  dando  con  esto 
ocasión  á  algún  debate.  Impugnó  su  discurso  el  Censor,  Sr.  Altolagui- 
rre,  negando  cjue  el  de  Senador  sea  más  que  político,  según  lo  ha  en- 
tendido hasta  aquí  la  Academia,  y  como  lo  entienden  las  demás.  Y  como 
el  señor  Conde  de  la  Moriera  se  inclinase  á  la  opinión  del  Marcj[ués  de 
Lema,  el  Sr.  Ureña  definió  en  Derecho  la  condición  esencial  de  dicha 
investidura,  como  lo  han  definido  no  sólo  las  Academias  todas,  sino  las 
demás  Corporaciones  oficiales,  á  las  que  la  ley  vigente  concede  igual 
representación  en  la  Alta  Cámara,  como  los  Arzobispados,  las  Universi- 
dades, las  Sociedades  Económicas,  etc.,  las  cuales  se  hacen  representar 
en  el  Parlamento  hasta  por  individuos  que  no  pertenecen  á  ellas. 

Sometido  el  hecho  á  votación,  resultó  aprobada  la  compatibilidad  de 
la  representación  parlamentaria  con  los  cargos  académicos  de  Directoi;, 
Secretario,  Censor,  Anticuario,  etc.,  por  diecisiete  votos  contra  nueve. 

En  la  votación  ciue  se  hizo  después  para  el  cargo  de  Director,  el  señor 
Marqués  de  Laurencín  obtuvo  quince  votos,  contra  once  papeletas  en 
blanco  y  una  perdida;  siendo,  por  lo  tanto,  proclamado  y  llamado  en  el 
acto,  como  previene  el  Reglamento,  para  que  tomara  posesión. 

Introdujéronle  en  la  Sala  los  Sres.  Bécker  v  Ballesteros,  y  el  señor 
Marqués  de  Laurencín  pronunció  un  elocuente  y  sentido  discurso  de  gra- 
cias, que  mereció  el  aplauso  de  los  asistentes. 

La  elección  de  Tesorero  3'  Vocal  adjunto  de  la  Comisión  de  Hacienda 
volvió  á  recaer  en  los  Sres.  Herrera  y  Blázquez,  que  los  desempeñaban. 


loo  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

siendo  elegidos  por  aclamación,  á  propuesta  del  Sr.  Laiglesia,  y  después 
de  dar  su  venia  el  señor  Director,  por  estar  unánime  la  Academia  en 
tributar  este  testimonio  de  consideración  y  gratitud  á  los  servicios  pi'es- 
tados  por  dichos  señores. 


En  el  mes  último  la  Academia  ha  perdido,  á  causa  de  la  muerte,  dos  de 
sus  Correspondientes:  el  Excmo.  é  limo.  Sr.  D.  Antolín  López  Peláez, 
Arzobispo  de  Tarragona,  que  falleció,  en  esta  Corte,  en  la  tarde  del  día 
22  del  pasado  Diciembre,  y  en  Granada  el  Sr.  D.  Manuel  Gómez  Moreno 
y  González.  El  Sr.  López  Peláez,  que  desde  los  años  juveniles  que  pasó 
en  el  Seminario  de  Astorga,  en  que  por  oposición  había  obtenido  una 
beca,  comenzó  á  demostrar  sus  aficiones  literarias,  que,  apenas  fué  orde- 
nado de  Sacerdote,  le  valieron  el  Curato  de  Mombuy;  después,  por  opo- 
sición también,  la  Canonjía  magistral  de  Lugo,  á  los  veintiséis  años  de 
edad',  en  tercer  acto,  del  mismo  género,  la  Doctoral  de  Burgos;  en  1904, 
la  Silla  episcopal  de  Jaca,  y  en  19 13,  la  Arzobispal  de  Tarragona. 

En  1894,  siendo  Director  de  la  Academia  el  Sr.  Cánovas  del  Castillo, 
á  propuesta  de  la  Comisión  mixta  organizadora  de  las  provinciales  de 
Monumentos,  en  sesión  del  26  de  Febrero  se  acordó  nombrarle  Corres- 
pondiente en  Lugo,  para  que  formase  parte  de  aquella  Comisión  provin- 
cial en  representación  de  la  Real  Academia,  cuyo  diploma  le  fué  entrega- 
do, por  mano  del  señor  Conde  de  Pallares,  el  2.  de  Abril  del  año  referi- 
do. El  20  de  Agosto  de  1900  se  le  trasladó  á  la  Comisión  de  Burgos,  con 
igual  carácter,  desde  donde,  en  7  de  Marzo  de  1902,  remitió  para  la  Bi- 
blioteca del  Cuerpo  su  libro  sobre  Los  escrilos  del  P.  Fray  Martín  Sar- 
miento y  El  siglo  de  Feijo'o;  en  6  de  Junio  de  191 1,  los  volúmenes  titulados 
San  Froilán  de  Ltigo  (siglo  ix)  y  Vida  postuma  de  un  santo  (el  culto  de  San 
Froilán);  en  6  de  Febrero  de  191 2,  por  mano  del  señor  Marqués  de  Lau- 
rencín,  sus  Discursos,  pronunciados  en  Lugo  el  15  de  Agosto  del  año  an- 
terior, y  por  el  mismo  conducto,  el  27  de  Diciembre  de  1913,  su  obra  titu- 
lada Sádaba  y  su  Cristo. 

La  Academia  posee,  además,  otras  muchas  obras  suyas,  ya  siendo 
Obispo  de  Jaca,  ya  Arzobispo  de  Tarragona;  muchas  presentadas  por  él 
mismo  en  las  sesiones  ordinarias,  á  que  asistía  con  frecuencia,  siempre 
que,  por  su  cargo  de  Senador,  visitaba  la  Corte.  Hállanse,  entre  ellas.  Las 
aras  de  la  Catedral  de  Lugo,  El  Monasterio  de  Samos,  Los  Benedictinos  de 
Monforte,  El  Señorío  temporal  de  los  Obispos  de  Lugo,  El  Obispo  San 
Capitón,  y  su  Discurso  en  la  inauguración  del  Museo  Arquoológico  de  Ta- 
rragona, cuya  creación  j^  desarrollo,  en  gran  parte  debido  á  su  actividad 
y  celo,  es  verdaderamente  la  corona  del  Académico  ilustre,  del  Historia- 
dor aplicado,  del  Anticuario  entusiasta  y  del  Prelado  celoso  y  sabio. 

En  el  tomo  lxii  del  Boletín,  pág.  565,  se  inserta  el  brillante  informe 


(jiic  el  Sr.  iMai(|iit.'!S  de  Laurcncín  dio  en  15  de  Mayo  de  191.^,  i)ara  el 
ingreso  y  Gi-an  Cruz  de  la  Orden  civil  de  Alfsnso  XIII  que  le  fué  conce- 
dida, siendo  el  Sr.  López  Peláez  Arzobispo  e/ccto  de  Tarragona. 


Durante  el  mes  de  Diciembre  último  han  sido  elegidos  Corrcs])ondien- 
tes:  en  Cáceres,  D.  Federico  Acedo;  en  Córdoba,  D.  Miguel  Ángel  Ortí 
y  Belmonte,  y  D.  José  María  Ruy;  en  Santander,  D.  Francisco  Torre  Se- 
tier;  en  Soria,  D.  Mariano  Iñiguez  y  Ortiz;  en  Vitoria  (Álava),  el  P.  Les- 
mes  Frías,  S.  J.,  y  D.  Eulogio  Serdán  y  Aguirregavidia. 


Han  trasladado  su  residencia:  de  Málaga  á  Madrid,  el  Correspondiente 
D.  Luis  Rubalcaba  Niveiro;  de  Madrid  á  San  Sebastián  (Guipúzcoa),  don 
José  de  Santiago  Gómez;  de  Cascante  (Navarra)  á  Madrid,  D.  Antonio  Pé- 
rez Arias;  de  Vitoria  (Álava)  á  INIadrid,  el  P.  Lesmes  Frías,  S.  J.;  de  Bar- 
celona á  Madrid,  D.  Wenceslao  Retana;  de  Orense  á  Reus  (Tarragona), 
D.  Pío  Beltrán  Villagrasa,  y  de  Osma  (Soria)  á  Tuy  (Pontevedra),  el 
limo,  Sr.  D.  Manuel  Lago  González,  Obispo  que  era  de  ¡aquella  Diócesis 
y  que  ha  sido  designado  para  la  segunda. 


En  la  sesión  del  día  27  de  Diciembre,  al  notificar  la  Secretaría  el  falle- 
cimiento de  sus  Correspondientes  el  Sr.  Arzobispo  de  Tarragona  y  don 
Manuel  Gómez  Moreno  y  González,  que  lo  era  en  Granada  y  padre  del 
Numerario  Sr.  Gómez  Moreno  y  INIartínez,  el  Director,  Sr.  Manjués  de 
Laurencín,  hizo  el  elogio  fúnebre  de  uno  y  otro,  y  la  Academia  acordó 
constase  en  acta  su  sentimiento. 

También  acordó  dirigir  al  Sr.  Marqués  de  Foronda  un  oficio  de  pésame 
por  la  muerte  de  su  señora,  la  señora  Marquesa  de  Foronda,  y  otro  igual 
al  Numerario  Sr.  Gómez  Moreno. 


En  la  misma  sesión  se  presentaron  por  el  Sr.  Marqués  de  Lema,  Censor 
de  turno,  y  el  que  lo  es  del  Cuerpo,  Sr.  Altolaguirre,  los  discursos  ya 
censurados  del  Sr.  Tormo  y  del  Conde  de  la  Mortera,  fijándose  el  domin- 
go, 12  del  corriente,  para  la  recepción  solemne  y  pública  del  primero,  al 
que  el  segundo  contestará. 

El  Centro  Oficial  de  Estudios  Americanistas  de  Sevilla  ha  empezado  á 
publicar  una  Biblioteca  Colonial  Americana,  cuyo  primer  tomo  está  cons- 
tituido por  un  Catálogo  del  Arc/iivo  General  de  Indias,  que  encierra  el  cua- 
dro de  la  documentación  en  él  contenida,  formado  por  los  Sres.  D.  Pedro 
Torres  Lanzas,  jefe  de  dicho  establecimiento,  y  el  Catedrático  de  la  Fa- 


I02  Bt)I.ETlN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    lUSTURIA 

cullad  de  l'ilosofía  y  Letras  de  la  Universidad  Hispalense  D.  Germán  Sa- 
torres. 

Como  antes  se  ha  dicho,  en  este  volumen  puede  decirse  que  no  apa- 
rece el  Catálogo  general  á  que  se  aspira  y  en  que  el  numeroso  personal 
del  Cuerpo  facultativo  de  Archivos,  Bibliotecas  y  Museos  que,  bajo  la  je- 
fatura del  Sr.  Torres  Lanzas,  en  él  sin  descanso  trabaja.  Pero  el  Archivo 
general  de  Indias  contiene  unos  40.000  legajos,  y  suponiendo  que  cada 
uno  de  ellos,  por  término  medio,  conste  de  diez  documentos,  forma  un 
total  de  cuatro  millones  de  papeles  directos,  sin  las  remisiones,  tarea  que, 
asidua  é  inteligentemente  desempeñada,  supone  muchos  años  de  una  la- 
bor continua  y  diestramente  organizada. 

El  tomo  publicado,  por  lo  tanto,  no  es  mas  que  un  cuadro  general  de 
distribución  de  los  documentos  del  Archivo,  tan  útil  para  conocer  la  ex- 
tensión y  valor  de  lo  que  allí  se  guarda,  como  de  hábil  orientación  para 
los  estudios  que  en  el  Archivo  sin  cesar  también  se  hacen,  así  por  muchos 
nacionales  como  extranjeros. 

Los  autores  del  presente  volumen  ofrecen  ir  sucesivamente  publicando 
fascículos  y  folletos  que  con  el  Catálogo  de  los  legajos,  y  sólo  grosso  modo 
pongan  de  manifiesto  ahora  las  doce  secciones  en  que  se  hallan  clasifica- 
dos sus  fondos. 


La  Compañía  General  de  Tabacos  de  Filipinas  inicia  también  la  publi- 
cación de  la  Colección  general  de  Documejiios  relativos  á  las  islas  Filipitias 
existentes  en  el  Archivo  de  Indias  de  Sevilla.  El  tomo  i,  que  contiene  cuaren- 
ta y  siete  documentos,  desde  1493  á  1518,  reproduce,  además,  los  facsími-- 
les  de  las  Bulas  de  Alejandro  VI  de  3  y  4  de  Mayo  de  1493,  y  las  firmas 
autógrafas  de  Vasco  Gallego,  Juan  Rodríguez  Mafra,  Andrés  de  San  Mar- 
tín, Juan  de  Aranda,  Gonzalo  Gómez  de  Espinosa,  Juan  Rodríguez  Serra- 
no, Juan  Sebastián  del  Cano,  Sebastián  Caboto,  Carlos  I,  Arzobispo  Fon- 
seca,  Femando  de  Magallanes  y  Ruy  Faleiro. 

La  Colección  formada  por  la  Compañía  de  Tabacos  de  Filipinas  para 
enriquecer  su  copiosa  Biblioteca  histórico-oriental  está  constituida  por 
copias  escrupulosamente  tomadas  del  opulento  Archivo  de  Indias  de  Se- 
villa, y  la  iniciativa  para  su  publicación  se  debe  al  Excmo.  Sr.  Conde  de 
Churruca,  á  fin  de  solemnizar  con  ella  el  cuarto  Centenario  del  descu- 
brimiento de  aquel  Archipiélago  por  el  Capitán  Hernando  de  Magalla- 
nes, bajo  la  decidida  protección  de  los  Monarcas  de  Castilla,  dando  origen 
al  primer  viaje  alrededor  del  mundo,  gloriosamente  realizado  por  Juan 
.Sebastián  del  Cano.  La  impresión,  en  rico  papel  de  hilo,  se  hace  en  Bar- 
celona, en  la  imprenta  de  la  Viuda  de  Luis  Tasso. 

Algunos  de  estos  documentos,  casi  la  mayor  parte,  han  sido  ya  publi- 
cados; pero  en  esta  edición  se  corrige  su  texto,  principalmente  en  los  que 


NOTICIAS  103 

llevan  los  números  4,  5,  7,  17,  20,  31,  41  y  47;  unos,  por  estar  diseonfor- 
mes  las  opiniones  sol)re  la  fecha  de  su  expedición;  otros,  por  la  falta  de 
lideüdad  en  el  traslado;  alj^unos,  por  notarse  en  su  tr.inscripción  algunas 
variantes;  algunos,  por  haberse  cometido  al  publicarlo  inexplicable  error 
de  fecha  en  su  encabezamiento,  y  algunos,  también,  por  haber  aparecido 
incompletos. 

Por  último,  han  contribuido  á  la  extremada  corrección  con  que  en  este 
libro  se  estampan  los  documentos  en  él  contenidos  el  digno  jefe  del  Ar- 
chivo de  Indias,  Sr.  Torres  Lanzas,  con  los  distinguidos  oficiales  adscritos 
al  servicio  de  aquel  Centro;  el  R.  P.  Pablo  Pastell,  S.  J.,  (jue  ha  corregido 
los  documentos  escritos  en  latín,  y  el  eminente  filipinista,  nuesti-o  Corres- 
pondiente, D.  Wenceslao  E.  Retana. 


Entre  los  libros  y  folletos  últimamente  presentados  <'í  la  Academia  hav 
cuatro  de  que  no  puede  menos  de  hacerse  especial  honorífica  mención. 
El  titulado  Jtian  de  la  Tierra,  del  R.  P.  A.  Risco,  S.  J.,  en  forma  de  na- 
rración histórica,  hace  una  completa  biografía  del  bastardo  de  Felipe  IV 
y  la  Calderona,  D.  Juan  José  de  Austria,  en  que  el  autor  ha  procurado 
documentarse  bien  en  todos  los  detalles  de  su  larga  y  accidentada  vida, 
sin  dejar  punto  esencial  de  ella  que  no  trate,  apoyada  en  los  testimonios 
escritos  de  aquel  tiempo. 

Otra  biografía,  superiormente  documentada  también,  es  la  publicada 
con  el  título  de  Capítulos  para  la  del  historiador  Argote  de  Molina,  en  el 
tomo  VIII,  sección  6."  de  las  obras  de  la  Asociación  Española  para  el  pro- 
greso de  las  Ciencias,  y  cuyo  autor  benemérito  eí  D.  Celestino  López  Mar- 
tínez, profesor  auxiliar  de  la  Univei-sidad  de  Sevilla,  digno  por  sus  rele- 
vantes méritos  y  sus  grandes  dotes  de  ocupar  hace  tiempo  en  propiedad 
las  cátedras  de  la  Facultad  en  que  enseña  y  un  puesto  en  las  Aca- 
demias. 

De  D.  Anselmo  Arenas  López,  Catedrático  del  Instituto  de  Valencia, 
se  ha  dado  en  los  Anales  de  dicho  establecimiento  un  ti"abajo  de  reivin- 
dicación histórica  sobre  la  patria  de  El  beato  Juan  de  Ávila,  Apóstol  de  An- 
dalucía, que  invita  á  hacer  mayores  investigaciones  sobre  punto  tan  im- 
portante. 

Finalmente,  el  P.  Fabo,  Agustino  Recoleto,  ha  producido  una  Historia  de 
Marsilla  en  que  se  tocan  muchas  cuestiones  que  despiertan  viva  curio- 
sidad. 

Todos  estos  libros  responden  al  movimiento  de  restauración  de  la  His- 
toria patria,  que  cada  día  se  hace  más  intenso  y  mejor  orientado. 

j.   P.    DE   G.   Y    G. 


I04  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

El  día  i.°  de  Diciembre  pasado  se  celebró  en  Sevilla  la  velada  necroló- 
gica, organizada  por  las  Academias  de  Buenas  Letras  y  de  Bellas  Artes  de 
la  ciudad,  en  honor  del  insigne  arqueólogo  é  historiador  Excmo.  Sr.  D.José 
Gestóse  y  Pérez.  El  acto  tuvo  efecto  en  el  salón  de  sesiones  del  Museo,  y 
fué  presidido  por  el  Excmo.  Sr.  Conde  de  las  Navas,  en  representación  de 
S.  M.  el  Rey.  A  sus  lados  se  sentaron  los  Presidentes  de  aquellas  Acade- 
mias, Excmos.  Sres.  Marqués  de  Torrenueva  y  D.  Carlos  Cañal,  ocupando 
sillones  en  el  estrado  todas  las  autoridades  de  Sevilla,  el  representante 
de  la  Real  Academia  de  la  Lengua,  Sr.  Montoto,  y  el  de  las  de  la  Historia 
y  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando,  Sr.  Lampérez.  Asistieron  la  mayoría 
de  los  Numerarios  de  aquellas  Academias  provinciales,  y  entre  ellos,  la 
Excma.  Si"a.  Condesa  de  Lebrija,  recientemente  nombrada  para  ocupar 
uno  de  sus  sillones,  con  amplio  criterio  digno  de  toda  alabanza.  Distingui- 
dísima concurrencia  llenaba  el  salón,  notándose  la  presencia  de  las  hijas 
del  insigne  arqueólogo.  Pronunciaron  breves,  pero  sentidísimos  discur- 
sos, los  Sres.  Marqués  de  Torrenueva,  Cañal,  Montoto  y  Lampérez;  el 
Sr.  Bardarán,  Secretario  de  la  Academia  de  Bellas  Artes,  leyó  un  frag- 
mento histórico  del  Sr;  Gestoso,  y  el  Sr.  Rodríguez  Jurado  pronunció  un 
magistral  discurso,  en  el  que,  biografiando  al  sabio  difunto,  reseñó  am-' 
pliamente  la  inmensa  labor  que  ocupó  su  vida,  consagrada  toda  á  las  glo- 
rias de  Sevilla  y  á  su  resurgimiento;  amor  llevado  más  allá  de  su  exis- 
tencia terrena,  por  cuanto  deja  heredera  de  sus  libros,  manuscritos  y 
documentos  á  la  Biblioteca  Colombina.  El  Sr.  Conde  de  las  Navas,  en  un 
exquisito  escrito,  recordó  su  fraternal  amistad  con  Gestoso,  fundando  en 
ella,  modestamente,  el  honor  otorgado  por  el  Monarca  al  confiarle  su 
representación,  y  manifestando  que  S.  M.,  entusiasta  siempre  de  las  per- 
sonalidades españolas,  se  asociaba  sentidamente  á  aquel  acto,  que  era  de 
grande  y  merecida  glorificación,  más  que  una  triste  necrología. 

V.  L.  R. 

Rectificación. 

Trabajos  históricos  que  en  el  índice  de  los  tomos  li  á  lxxu,  publicado 
en  el  númer(j  del  Boletín  de  la  Real  Academl\  de  la  Hlstorl\  del  mes  de 
Diciembre  de  191 8,  se  adjudican  á  D.  Ricardo  del  Arco,  siendo  de  don 
Ángel  del  Arco: 

Tomo  Lx,  pág.  152:  Un  nuevo  vionumetito  románico  en  Tarragojia. 

Tomo  Lxv,  pág.  258:  Leye7idas  romanas  de  Tarragona. 

Tomo  Lxvii,  pág.  263:  Micer  Juan  de  Sesse',  precursor  de  ¿os  Arqucd/ogos 
é  historiadores  tarraconenses. 


TOMO  Lxxiv  Febrero,  1919  cuaderno  h 


BOLETÍN 


DE    LA 


REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA 


INFORMES   OFICIALES 


I 

«(íeografía  ííexerai.  (,xati:rai.  V  HUMANA)» 

ii(  los  aetiores  D.  Ramón  González  Sicilia  v  D.  José  Centeno  González. 

Ii.MO.  Sfñok: 

Cumpliendo  lo  dispuesto  por  Y .  S.  1.  en  30  de  Octubre  pró- 
ximo pasado,  esta  Academia  tiene  la  honra  de  manifestarle  que 
el  primer  tomo  de  la  obra  titulada  Geografía  general^  que  com- 
prende la  Geografía  natura!  y  liumana,  redactada  por  D.  Ramón 
González  Sicilia  y  de  la  Corte,  profesor,  por  oposición,  de  las 
Escuelas  Normal  é  Industrial  de  Artes  y  Oficios  de  Sevilla,  Abo- 
gado y  Licenciado  en  Ciencias  históricas,  v  por  D.José  Centeno, 
y  González,  Auxiliar  del  Instituto  General  y  Jécnico  de  aquella 
ciudad  y  Abogado  de  los  ilustres  Colegios  de  Sevilla  y  de  esta 
Corte,  y  editada  en  1917,  forma  un  volumen  de  23 1  páginas, 
en  8.",  en  el  cual  se  desarrollan  las  principales  doctrinas  y  ense- 
ñanzas relativas  á  la  ciencia  geográfica. 

El  concepto,  la  división  y  el  plan  de  Geografía,  las  unidades 
geográficas  y  la  importancia  de  estos  estudios,  constituyen  los 
preliminares  del  libro,  sentando,  desde  luego,  el  concepto  de 
que  la  Geografía  es  la  ciencia  que  estudia  las  acciones  y  reaccio- 

TOMO    LXXIV  8 


100  boletIn  de  la  real  academia  de  la  historia 

ncs  que  se  producen  entre  la  tierra  y  el  hombre;  y,  desde  luego, 
puede  apreciarse  que  los  autores  están  al  tanto  de  la  evolución 
(jue  en  los  últimos  años  se  ha  operado  en  este  asunto  \'  que  se 
han  inspirado  en  las  enseñanzas  de  nuestro  compañero  el  señor 
Heltrán  y  Rózpide,  Secretario  general  de  la  Real  Sociedad  Geo- 
gráfica y  Profesor  de  esta  asignatura  en  la  Escuela  superior  del 
magisterio,  que  cada  día  va  encontrando  nuevos  adeptos. 

En  la  primera  parte  del  libro,  denominada  Geoplanetología, 
después  de  unas  breves  consideraciones,  trata  de  las  estrellas, 
sistema  solar,  forma  y  naturaleza  del  sol  y  sus  movimientos,  de 
los  planetas  en  general  (dando  noticias  sucintas  de  cada  uno  de 
ellos),  de  los  asteroides,  de  los  satélites  y  de  la  formación  del 
sistema  solar,  siendo  todas  estas  materias  las  comprendidas  en 
el  capítulo  primero. 

En  el  segundo  estudia  la  Tierra  como  uno  de  los  elementos  de 
dicho  sistema,  las  zonas  astronómicas  y  la  Luna;  en  el  tercero,  la 
Tierra  como  cuerpo  geométrico,  la  orientación,  las  dimensiones 
de  este  cuerpo,  la  posición  de  los  puntos  terrestres  y  su  clasifi- 
cación, y  en  el  cuarto,  la  representación  del  globo  que  habitamos, 
con  indicaciones  de  las  diversas  formas  de  proyección. 

La  segunda  parte  ó  Fisiografía  abarca  los  fenómenos  del  me- 
dio físico,  estudiando  la  formación  de  la  Tierra  y  sus  elementos 
componentes,  iniciando  los  estudios  geológicos  con  detalle  de 
las  eras,  la  composición  \'  origen  de  las  rocas,  los  terrenos  y  la 
configuración  horizontal  y  vertical,  la  Tectonia  y  ( )rogenia. 

Pasa  después  á  exponer  todo  lo  referente  á  los  elementos  líqui- 
do y  gaseoso,  y  concluye  con  un  extenso  capítulo  dedicado 
á  dar  á  conocer  las  modificaciones  actuales  de  la  superficie  te- 
rrestre. 

La  última  parte,  titulada  Ontografía,  comprende  el  estudio  de 
la  vida  orgánica,  tanto  en  el  orden  vegetal  (Fitología)  como  en  el 
animal  (Zoología),  separando  y  dando  extensión  adecuada  al  es- 
tudio de  la  Antropología  en  su  aspecto  general. 

Desde  luego  se  advierte  que  los  autores  han  hecho  una  obra 
que,  aunque  limitada  por  ahora  al  tomo  primero,  muestra  ser 
producto  de  una  larga  preparación,  habiendo  recogido  las  ense- 


COMPENDIO    RAZONADO    DE    HISTORIA    DE    ESFAÑA  LO7 

ñan/as  y  doctrinas  más  modernas,  de  las  cuales  es  síntesis  su 
libro;  que  han  procurado  acomodar  tanto  el  plan  como  la  exten- 
sión á  las  necesidades  más  frecuentes  en  esta  clase  de  materias, 
y  que  por  estar  escrito  con  método  y  claridad  reúne  condi- 
ciones bastantes  para  que  se  considere  incluida  en  las  disposi- 
cií^nes  de  la  Real  orden  de  28  de  Febrero  de  1908. 

lista  es  la  opinión  del  que  suscribe;  la  Academia  resolverá,  no 
obstante,  lo  más  acertado. 

Madrid,  8  de  Diciembre  de  1918. 

An  lONJO  Bl,AZ(.)lJKZ. 


II 

<(r)Ml»END10  RAZONADO  Di:  HISTORIA  DE  ESPAÑA» 

]3esignado  por  el  señor  Director  para  informar,  á  los  efectos  de 
la  Real  orden  de  28  de  Febrero  de  1 908,  acerca  de  la  obra 
Compendio  razonado  de  Historia  de  España,  escrita  por  el 
Catedrático  del  Instituto  de  Falencia,  D.  Eloy  Rico  Jiménez,  ten- 
go el  honor  de  manifestar  á  esta  docta  Corporación  que  la  cita- 
da obra  es  un  libro  destinado  á  los  jóvenes  que  cursan  los  pri- 
meros años  de  la  segunda  enseñanza  en  nuestros  Institutos 
(ienerales  y  Técnicos. 

Sin  duda,  atendiendo  á  la  corta  edad  de  los  alumnos  y  al  con- 
siguiente carácter  elemental  de  estos  estudios,  el  Sr.  Rico  ha 
procurado  resumir  y  simplificar  todo  lo  posible  en  la  exposición 
y  juicio  de  los  hechos.  Consigna  los  más  culminantes  de  nuestra 
historia,  y  aunque  en  ciertos  momentos  de  ésta  — como  sucede, 
por  ejemplo,  en  los  últimos  tiempos  de  la  Monarquía  visigoda — , 
la  extrema  concisión  daña  á  la  claridad  ó  fácil  comprensión  de  lo 
que  se  narra,  y  es  difícil  que  el  lector,  sin  conocer  bien  los  he- 
chos, pueda,  por  sí  mismo,  deducir  y  razonar  consecuencias,  se 
contrarresta  tal  defecto  mediante  los  capítulos  ó  lecciones  finales 
de  cada  edad  y  período,  lecciones  en  las  que  se  trata  del  respec- 


I08  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

tivo  estado  social,  político  é  intelectual,  como  consecuencia  de 
la  sucesión  de  hechos  que  en  gran  parte  no  ha  sido  posible  estu- 
diar por  exigencias  del  grado  y  necesaria  limitación  de  la  en- 
señanza. 

Kl  compendio  del  Sr.  Rico  es  un  libro  sin  alardes  de  erudición. 
Ni  notas  ni  referencias  de  ninguna  clase,  tal  vez  porque  el  autor 
cree  que  aprovechan  poco  á  los  muchachos  de  once  ó  doce  años 
de  edad  que,  por  regla  general,- cursan  la  asignatura  en  los  Ins- 
titutos. Todo  lo  subordina  al  propósito  de  enseñar  poco  y  bien, 
^'  como,  además,  el  lenguaje  es  claro  y  correcto  y  no  desprovisto 
el  estilo  de  cierta  fluidez  y  elegancia,  es  indudable,  en  concepto 
del  que  suscribe,  que  el  Compendio  razonado  de  Historia  de 
España  escrito  por  el  Catedrático  I).  Eloy  Rico,  merece  apro- 
barse, desde  el  punto  de  vista  de  sus  condiciones  didácticas. 

Pero,  como  siempre,  someto  mi  juicio  al  más  autorizado  pare- 
cer de  la  Academia. 

M;idri(l,  lo  cU-  P'iieio  di-  iqu). 

klCAKDO     iÍKI/l  KAN     V     RóziMllK. 


III 

LA  PRETENDIDA   DEMOLICIÓN    DEL  CASTILLO   DE   AL^L\X.SA 

Con  motivo  de  haber  oficiado  al  Gobierno  civil  de  Albacete  el 
Alcalde  de  la  ciudad  de  Almansa  denunciando  el  estado  ruinoso 
del  castillo  existente  en  la  misma,  lo  tjue  motivó  un  reconoci- 
miento y  dictamen  del  Arquitecto  provincial,  hi  Superioridad 
pidió  á  la  Academia  informe,  que  fué  encomendado  al  que  sus- 
cribe, á  quien  cumple  declarar  no  haber  tenido  tanta  suerte  como 
quisiera,  á  pesar  de  haber  empleado  cuantos  medios  pudo,  para 
obtener  los  esclarecimientos  necesarios  que  tan  triste  como  de- 
licado caso  exigen. 

Varios  son  los  puntos  de  vista  desde  los  cuales  pide  ser  con- 
siderada la  cuestión. 


LA    PRETENDIDA    DEMOLICIÓN    DEL    CASTILLO    DE    ALMANSA  109 

Jín  otra  semejante  llamé  la  atención  de  la  .Vcademia  acerca 
del  vergonzoso  abandono  y  lamentable  ruina  en  que  se  encuen- 
tran los  más  de  los  castillos  españoles,  de  los  cuales  poquísimos 
son  los  que  se  encuentran  en  la  lista  de  los  monumentos  nacio- 
nales, mereciendo  serlo  todos,  por  cuanto  dado  lo  que  en  sí  mis- 
mo valen  y  lo  cjue  supone  su  distribución  topográfica  defensiva, 
se  relacionan  aún  más  directamente  que  los  monumentos  reli- 
giosos con  la  Historia  patria,  de  muchos  de  cuyos  hechos  fueron 
teatro  y  hoy  son  testigos  elocuentes.  A  pesar  de  ello,  la  Arqui- 
tectura militar  de  los  pasados  siglos  no  ha  tenido  todavía  un 
historiador,  y  entre  tanto  se  dejan  arruinar  y  perder  los  monu- 
mentos que  deben  integrarla. 

Aunque  sólo  se  considere  este  aspecto  de  la  cuestión  presente 
a  priori,  se  ocurre  que  es  necesario  evitar  esa  obra  de  destruc- 
ción, y  en  consecuencia,  que  no  debe  dejarse  perder  el  castillo 
de  Almansa,  pues  sin  prejuzgar  su  mérito  artístico,  ni  su  impor- 
tancia arqueológica  é  histórica,  desde  luego  salta  á  los  ojos  que 
es  precioso  documento  de  un  pasado  todavía  no  esclarecido. 

;Cuál  es  la  historia  del  castillo  de  Almansa.'  Desgraciadamente 
permanece  ignorada,  y  tal  vez  los  elementos  para  formarla  se  en- 
cuentran ocultos  en  algún  archivo.  D.  Joaquín  Roa,  en  su  Crónica 
de  la  provincia  de  Albacete,  que  habla  de  la  villa  y  de  sus  edifi- 
cios, y  que  trata  muy  prolijamente  de  la  célebre  batalla  ganada 
por  las  tropas  de  Felipe  V,  nada  dice  del  castillo. 

Don  Rodrigo  Amador  de  los  Ríos,  en  su  libro  Murcia  y  Alba- 
cete I  de  la  colección  España:  sus  Monumentos  y  artes,  pág.  750), 
después  de  indicar  que  el  origen  de  Almansa  deberá  remontarse 

<  ya  á  los  días  en  que  fué  declarada  límite  y  frontera  decisiva 
entre  los  reinos  de  Valencia  y  de  Murcia,  dentro  de  este  último, 
por  Don  Jaime  el  Conquistador  y  el  infante  Don  Alfonso,  su  yer- 
no, en  1248,  ya  en  aquellos  otros  en  que  Jaime  II  de  Aragón  con- 
seguía durante  la  minoridad  de  Fernando  VI  apoderarse  de  las 
regiones  murcianas  que  hoy  forman  la  provincia  de  Alicante», 
hace  mención  del  castillo  roquero  que  hoy  en  ruinas  abando- 
nadas existe  >,  al  que  supone  -sucesor»  de  otro  que  pudo  existir 

<  bajo   el    dominio  islamita   ,  y  añade  que  'donada  la  villa  á   la 


I  LO  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Orden  militar  del  Temple  é  incorporada  en  1310a  la  corona,  fué 
aquél  como  punto  limítrofe  y  de  particular  conveniencia,  el  es- 
cogido por  el  inquieto  y  á  la  par  insigne  infante  Don  Juan  Ma- 
nuel, para  molestar  con  frecuentes  correrías,  y  confederado  con 
los  aragoneses  }'  los  granadinos,  las  tierras  castellanas... >' 

La  fisonomía  arquitectónica  del  castillo  se  aviene  con  estos  su- 
puestos. 

Es  una  fortalecía  que  debió  ser  construida  en  el  último  tercio 
de  la  Edad  Media. 

Elévase  sobre  un  cerro  de  naturaleza  yesosa,  como  vigía  del 
poblado  que  se  extiende  al  pie.  Aprécianse,  si  no  nos  engaña- 
mos, dos  recintos  defensivos  y  escalonados,  uno  exterior  y  otro 
interior,  con  torres  semicirculares  y  almenados  lienzos,  y  en  el 
medio  domina  la  gran  torre  cuadrada  del  homenaje. 

Solamente  el  abandono,  la  costumbre  nacida  de  la  ignorancia 
que  mira  los  castillos  como  construcciones  inservibles  y  á  veces 
las  miras  codiciosas  de  aprovechar  sus  materiales  son  las  causas 
que  por  lo  general  contribuyen  á  arruinar  y  vejar  aún  más  que 
el  tiempo  tales  fábricas. 

Pero  vengamos  al  caso  del  castillo  de  Almansa.  Motivó  la  co- 
municación del  (Gobernador  de  Albacete  una  del  Alcalde  de  di- 
cha ciudad,  manifestando  «que  en  vista  de  que  el  histórico  casti- 
llo... parece  amenazar  ruina,  y  caso  de  derrumbarse  ocasionaría 
desgracias,  á  causa  de  hallarse  edificadas  varias  casas  en  sus  alre- 
dedores>,  pide  «se  proceda  á  la  demolición  de  dicho  castillo,  en 
la  parte  que  corresponda».  Ante  tal  denuncia,  el  Ciobernador, 
con  buen  acuerdo,  ordenó  girase  una  visita  de  inspección  al  Ar- 
quitecto provincial,  U.  Ramón  Casas,  el  cual  declara  en  su  in- 
forme eran  fundados  los  expresados  temores;  pero  «que  presen- 
tando la  mayoría  de  la  construcción  buena  estabilidad  y  gran 
solidez,  deben  derruirse  sólo  aquellas  partes  que  amenazan  caer, 
como  son  algunas  de  las  almenas  de  los  muros  de  cerca  y  torreo- 
nes; y  que  estando  el  mayor  peligro  hacia  la  parte  del  saliente, 
por  los  desprendimientos  iniciados  en  la  roca,  debe  prohibirse 
en  absoluto  la  explotación  de  canteras  al  pie  del  castillo  por  los 
procedimientos  violentos  de  barrenos  con  pólvora  ó  dinanxita». 


LA    PRETENDIDA    DEMOLICIÓN    DEL    CASTILLO    DE    ALMANSA  I  I  1 

Esta  explotación  de  canteras  nos  da  la  clave  del  peligro  en 
que  manos  pecadoras  han  puesto  á  una  parte  del  castillo  y  á  sus 
vecinos.  V  este  caso  ejemplar,  como  otros  que  no  lo  son  menos, 
tienen  por  sí  suficiente  elocuencia  para  que  se  ponga  por  quien 
corresponda  urgente  remedio,  dictando  medidas  contra  la  de- 
masía de  comprometer  la  existencia  de  los  monumentos  históri. 
co-artísticos. 

Si  contra  el  daño  hecho  no  cabe  más  arbitrio  que  la  demoli- 
ción parcial,  si  no  es  posible  evitarla  por  medio  de  algún  apeo 
en  lo  socavado,  menester  será  precaverse  contra  la  posible  repe- 
tición del  caso. 

En  consecuencia  de  todo  lo  expuesto,  el  que  suscribe  pro- 
pone á  la  Academia  los  siguientes  acuerdos: 

I."  Oue  se  represente  á  la  Superioridad  los  términos  de  la 
cuestión,  tal  como  quedan  expuestos,  en  lo  que  se  refiere  al  cas- 
tillo de  Almansa  en  particular  y  á  las  construcciones  de  su  clase 
en  general. 

2."  Oue  nada  se  decida  sobre  la  indicada  demolición  ó  me- 
jor remedio  del  daño  sin  competente  dictamen  de  la  Real  Aca- 
demia de  Bellas  Artes  de  San  Fernando. 

3."  üue  se  depure  de  quién  es  propiedad  el  castillo  y,  en 
consecuencia,  en  qué  forma  podría  serle  aplicable  la  vigente 
ley  de  Excavaciones  y  Antigüedades;  y 

4."  Oue  se  pidan  á  la  Comisión  provincial  de  Monumentos 
de  Albacete  los  antecedentes  históricos  que  pueda  tener  del 
castillo  y  lo  que  opine  acerca  de  lo  propuesto  por  los  señores 
Alcalde  de  Almansa  y  Arquitecto  provincial. 

Es  cuanto  al  que  suscribe  ocurre  sobre  los  particulares  ex- 
puestos, que  somete  al  superior  fallo  de  la  Academia. 

José  RA>róN  Méuoa. 


INFOKMRS   GENERALES 


I 

«EL    MONASTERIO     DE    NUESTRA    SEÑORA    DE    LA    RÁBIDA» 

Este  es  el  título  de  un  libro  por  todos  conceptos  interesante, 
escrito  por  el  ilustre  arquitecto-arqueólogo  D.  Ricardo  \"elázquez, 
Bosco,  y  publicado,  con  dibujos  del  autor  y  otras  ilustraciones, 
por  la  Junta  para  ampliación  de  estudios;  libro  digno  de  espe- 
cial atención  por  parte  de  la  Academia,  tanto  por  el  asunto  como 
por  la  depuración  de  datos  históricos  de  suma  importancia,  que 
en  sus  páginas  se  hace  con  severa  crítica. 

Porque  es  necesario  reconocer  que  este  libro  es  algo  más  que 
una  simple  monografía  artística,  como  de  la  competencia  espe- 
cial del  Sr.  Velázquez  podía  esperarse,  sino  que  al  propio  tiem- 
po aporta  esclarecimientos  en  la  historia  de  los  hechos  prelimi- 
nares del  descubrimiento  de  América.  Y  no  es  que  de  este  as- 
pecto del  tema  se  trate  separadamente  del  análisis  artístico  del 
monumento,  sino  juntamente  de  ambos,  demostrando  que  los 
monumentos  van  íntimamente  ligados  con  los  personajes  y  su- 
cesos registrados  por  la  Historia. 

VA  Sr.  X'^elázquez  señala,  desde  luego,  la  importancia  histórica 
del  Monasterio  de  la  Rábida,  esa  «gloria  nacional,  dice,  que  todo 
español  debe  mirar  con  veneración,  y  que  es  y  será  siempre  la 
piedra  fundamental  de  que  á  España  haya  correspondido  la  glo- 
ria de  realizar  el  descubrimiento  del  Nuevo  Mundo>. 

Y  seguidamente  discurre  así  sobre  el  particular:  «La  acogida 
que  Colón  tuvo  en  el  Monasterio  de  la   Rábida  fué  de  decisiva 


EL  MONASTERIO  DE  NUESTKA  SENOKA  DE  LA  RÁBIDA  II3 

Irascenflencia  en  aquel  acontecimiento.  Kn  el  guardián  del  Con- 
vento, Fr.  Juan  Pérez,  y  en  l^'r.  Antonio  Marchena  encontró  quie- 
nes le  comprendieran  v  participaran  de  su  entusiasmo,  y  sin 
cuya  protección,  que  nunca  le  faltó,  ])uede  que  nadie  en  España 
hubiera  pensado  en  ello,  y  Colón,  desilusionado  y  desamparado, 
hubiera  ido  á  ofrecer  á  otra  parte  lo  que  se  consideraba  como 
])ura  fantasía,  y  aunque  en  su  inquebrantable  firmeza  es  seguro 
que  no  hubiera  renunciado  á  su  ])royecto,  la  gloria  del  descubri- 
miento hubiera  sido  perdida  para  España. 

«En  prueba  de  esto,  nada  puede  haber  más  concluyente  que 
la  carta  que  el  mismo  Colón  dirigió  á  los  Reyes  desde  la  isla 
l^'spañola,  en  la  que  decía:  Va  sahoi  Vuestras  A/ter.as,  que  aiidii 
■ve  siete  años  en  su  Corte  iinportiuiáiidoles  por  esto:  nunca,  en  todo 
este  tiempo,  se  halló  piloto,  ni  marinero,  ni  filósofo,  ni  de  otra  n 
ciencia,  que  todos  no  dijesen  que  mi  empresa  era  falsa;  que  nunca 
yo  hallé  ayuda  de  nadie,  salvo  de  fray  Antonio  de  Marchena,  des- 
pués de  aquella  de  Dios  eterno»;  y  en  otra  ocasión  dice:  «  Otie  d  dos 
pobres  frailes  debían  los  Reyes  Católicos  el  descubrimiento  de  las 
Indias. » 

»De  no  menos  interés  es  la  que  el  guardián  de  la  Rábida  es- 
cribió á  Colón  desde  .Santa  Fe,  en  la  que  le  dice:  «...  La  sabia 
y  virtuosa  Isabel,  tocada  de  la  gracia  del  Cielo,  acogió  benigna- 
mente las  palabras  de  este  pobrecillo.  lodo  ha  salido  bien;  lejos  de 
rechazar  vuestro  proyecto,  lo  ha  aceptado  desde  luego,  y  os  llama 
d  la  Corte...  Partid  cuanto  antes,  que  la  Reina  os  aguarda,  y  yo 
mucho  más  que  ella...  La-  gracia  de  Dios  sea  con  vos  y  Nuestra 
.Señora  de  la  Rábida  os  acompañe.'» 

»Estas  dos  cartas,  dice  el  Sr.  V^eláz'quez,  son  el  testimo- 
nio más  concluyente  de  que  en  la  Rábida  estará  siempre  sinteti- 
zado el  descubrimiento  del  Nuevo  Mundo,  y  que  á  los  francisca- 
nos en  ella  establecidos  debieron  principalmente  España  y  Colón 
el  llevar  á  cabo  la  empresa.» 

A  pesar  de  estar  esto  tácitamente  reconocido  y  por  ello  haber 
sido  declarado  monumento  nacional,  en  1 8 56,  el  Monasterio  de 
la  Rábida,  permaneció  éste  muchos  años  en  el  abandono  más 
inexplicable,  como  no  lo  disculpase  el  estado  de  empobrecimien- 


114  BOLETÍN    DE    LA     KEAL    ACADEMIA.    DE     LA     HISTORIA 

to  y  desolación  á  que  lo  había  reducido,  sobre  las  modificacio- 
nes introducidas  en  la  fábrica  durante  los  últimos  siglos,  la 
ruina  que  de  ella  se  enseñoreó  desde  la  extinción  de  las  Ordenes 
regulares  en  1835.  Cubierto  además  de  cal  lo  que  quedaba,  no 
es  de  extrañar  que  á  los  visitantes  que  hasta  aquella  punta  de 
tierra  que  avanza  en  el  punto  de  confluencia  del  río  Tinto  con  el 
Odiel-se  aventuraban,  les  produjese  honda  desilusión  la  vista  de 
un  edificio,  ciertamente  histórico,  pero  que  había  perdido  su  ca- 
rácter, pues  no  mostraba  rasgo  alguno  de  su  pasado,  y  que  si  los 
conservaba  permanecían  ocultos.  Aquello  era  vm  nombre  en  la 
Historia;  pero  no  era  ya  un  testimonio  monumental.  Esta  es  la 
impresión  que  consignaron  en  sus  noticias  los  escritores  que  en 
nuestros  tiempos  dedicaron  alguna  atención  al  Monasterio. 

V,  sin  embargo,  ocultos  bajo  la  capa  de  cal  y  las  torpes  repa- 
raciones estaban  los  caracteres,  los  rasgos  y  los  indicios  que, 
merced  á  una  sabia  restauración  llevada  á  cabo  por  el  mismo  se- 
ñor Velázquez  Bosco,  nos  le  han  devuelto  al  lugar  preeminente 
que  le  corresponde  por  su  mérito  artístico  y  por  su  relación,  pu- 
diéramos decir  la  huella,  que  guarda  y  descubre  con  los  perso- 
najes y  el  hecho  histórico  que  inmortalizan. 

Poner  todo  esto  de  manifiesto,  con  oportunas  descripciones 
críticas  y  gráficas  demostraciones,  es  el  objeto  de  este  libro,  ver- 
dadera revelación  de  una  cosa  redivi.va  y  preciosa. 

Tan  interesante  estudio  nos  hace  saber  que  el  Monasterio  se 
componía  á  fines  del  siglo  xv  de  iglesia,  clausura  y  hospedería, 
partes  que  subsisten  aún  casi  completas,  al  menos  en  su  planta, 
aunque  muy  destruidas.  La  puerta  de  entrada  al  Monasterio,  for- 
mada por  un  arco  de  medio  punto,  mu)'  peraltado,  sostenido 
por  dos  columnas  ochavadas,  que  le  sirven  de  jambas,  ejecutado 
todo  con  ladrillo  agramilado,  es  la  misma  adonde  en  I484  lle- 
gó Colón  con  su  hijo  al  Monasterio.  Encuéntrase  luego  la  puer- 
ta interior,  construida  de  sillería,  con  dintel  conopial,  sobre  el 
que  se  ve  pintado  el  escudo  de  la  r)rden  Franciscana,  y  el  paso 
á  la  hospedería. 

En  la  entrada  por  el  patio  de  la  hospedería  á  la  iglesia  se  hacen 
notar  dos  arcos,  uno  de  ladrillo,  otro  de  piedra,  ambos  en  forma 


EL    MONASTERIO    DE    NUESTRA    SEÑORA    DE    LA    RÁBIDA  II5 

apuntada  túmida,  que  recuerdan  por  su  elegante  trazado  las  nu;- 
jores  obras  de  la  arquitectura  almohade,  que  tan  singular  mani- 
festación tiene  en  Niebla,  con  cuyos  ejemplares  establece  opor- 
tuna comparación  con  los  de  la  Rábida  el  Sr.  Velázquez.  Otros 
dos  arcos,  apuntados  y  de  ladrillo,  comunican  el  mencionado 
patio  con  la  clausura,  cuyas  dependencias  se  agrupan,  como  de 
costumbre,  en  torno  de  otro  patio  claustrcado  de  galerías  con 
arcos  de  medio  punto  peraltados,  todo  ello  de  ladrillo,  deno- 
tando, como  lo  antedicho,  la  fusión  ó  doble  influjo  del  arte  cris- 
tiano y  el  mahometano,  que  caracteriza  á  todo  el  Monasterio. 
Dos  pisos  tiene  el  claustro,  el  alto  posterior  al  primero,  y  dos 
escaleras  los  ponen  en  comunicación.  Una  de  estas  escaleras, 
más  decorada  que  la  otra,  comunica  con  la  llamada  celda  de 
Fr.  Juan  Pérez,  que  estima  el  Sr.  Velázquez  no  debió  serlo,  sino 
sala  capitular,  y  que,  en  cambio,  debe  considerarse  como  celda 
del  Padre  guardián  uiia  pequeña  habitación  contigua;  conjeturan- 
do, sin  embargo,  que  la  sala  llamada  del  P.  Marchena,  cubierta 
con  tosco  artechonado  mudejar,  obra  tal  vez  del  siglo  xvii, 
«esto  es,  reformada»,  y  en  la  de  conversación  ó  de  descanso 
de  la  planta  baja  debieron  celebrarse  las  conferencias  con  Cris- 
tóbal Colón.). 

Dice  que  «en  el  Monasterio,  lo  mismo  la  clausura  que  la  hos- 
pedería y  todas  las  dependencias  anejas  á  una  y  otra,  son  de  fá- 
brica mixta  de  ladrillo  y  del  tapial  característico  de  la  arquitec- 
tura mahometana  en  España,  con  las  jambas,  dinteles,  etc.,  de 
ladrillo»;  mientras  que  en  la  iglesia,  en  cuyos  muros  se  observa 
lo  mismo,  se  manifiesta  más  claramente  el  arte  cristiano  en  par- 
tes como  el  presbiterio,  el  arco  toral  y  la  fachada  exterior,  con 
la  portada  principal,  que  son  de  sillería,  cuyo  aparejo  es  el  pro- 
pio de  la  arquitectura  cristiana.  Dichos  muros  son  anteriores  al 
siglo  XVI  y  su  decoración  de  fines  del  xv.  Esta  iglesia  consta  de 
una  sola  nave  rectangular  y  cabecera  cuadrada.  \í\  cuerpo  bajo  y 
una  capilla  adosada  son  las  partes  más  antiguas  del  monumento»; 
«alguna  podrá,  tal  vez,  ser  anterior  á  la  Reconquista»,  dice  el 
Sr.  \^elázquez,  lo  cual  pudiera  relacionarse  con  los  no  esclareci- 
dos orígenes  del  Monasterio,  de  los  que,  á  falta  de  documentos 


Il6  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    UE    LA    HISTORIA 

auténticos,  sólo  se  conocen  y  utilizaron  por  los  historiadores  Ro- 
drigo Caro,  en  nuestros  días  D.  José  Amador  de  los  Ríos  y  el 
\\  Fr.  José  Coll,  en  su  obra  Coló)/ y  la  Rábida,  las  noticias  saca- 
das de  un  pergamino  escrito  en  latín  en  1515,  del  que  se  sirvió 
en  1 7 14  el  P.  Fr  Felipe  de  Santiago,  titulado  De  la  antigüedad 
del  (  onvento  de  Nuestra  Seiio?'a  de  la  Rábida  y  de  las  Maravillas 
y  prodigios  de  la  Viígeti  de  los  Milagros,  manuscrito  inédito  pro- 
cedente del  Convento,  y  la  Memoria,  también  manuscrita,  debida 
al  P.  Fr.  Juan  Crisóstomo,  en  I///,  el  Convento  de  Nuestra  Se- 
ñora de  la  Rábida,  existente  en  Sevilla  en  la  Biblioteca  Colombi- 
na; trabajos  ambos  que  no  depuran  lo  que  importa. 

Que  en  el  paraje  donde  el  Monasterio  se  alza,  hubieran  cons- 
truido los  romanos  un  templo  á  Proserpina,  luego  convertido  en 
iglesia  cristiana,  después  en  mezquita,  se  pretende  que  converti- 
da de  nuevo  en  iglesia  por  mozárabes  (lo  que  no  es  admisible), 
es  la  historia  de  muchos  monumentos  vetustos. 

En  dicha  Memoria  se  consigna  el  que,  reconquistada  aquella 
región  por  Alfonso  el  Sabio,  los  templarios,  al  apoderarse  de  al- 
gunos castillos  y  ciudades,  se  apoderaron  también  de  la  Rábida, 
donde  se  establecieron  y  permanecieron  hasta  la  extinción  de  la 
urden,  ó  cedieron  el  monasterio  á  los  Padres  franciscanos.  Trata 
de  este  punto  con  mucho  tino  el  Sr.  Velázquez,  depurando 
hechos  y  fechas.  Rodrigo  Caro  dice  que  «en  la  ermita  que  allí 
había  cuando  esta  tierra  se  ganó  á  los  moros  se  estableció  el  Con- 
vento de  solitarios  de  San  Francisco,  siendo  fama  que  se  edificó 
viviendo  el  santo,  por  lo  cual  es  tenido  por  el  más  antiguo  de 
l^spaña  >. 

Pero  es  el  caso  que  esto  no  pudo  ser  'después  de  la  Recon- 
quista, escribe  el  Sr.  Velázquez,  pues  San  Francisco  nació  el 
año  1 182,  fundó  la  Orden  en  I2IO  y  murió  en  122Ó,  ó  sea 
treinta  y  un  años  antes  del  1 257,  en  que  fué  reconquistada  aque- 
lla parte  de  Andalucía  por  Don  Alfonso  X.  Para  que  fuera  cierto 
lo  que  dice  el  Padre  Coll  de  que  P'r.  Bernardo  y  demás  francis- 
canos que  con  él  vinieron  de  Portugal  fundaran  el  convento,  y 
que  para  ello  negociaran  con  los  templarios  allí  establecidos,  se- 
ría preciso  que  unos  y  otros  se  establecieran  mucho  antes  de  la 


EL    MONASTERIO    DE    NUESTRA    SEÑORA    DE    LA    RAUIDA  II7 

Reconquista.  San  Hcrnardo,  Iraile  menor  de  San  l-rancisco,  in- 
gresó en  la  Orden  en  1213;  en  1219  San  I'rancisco  k)  envió  con 
otros  compañeros  á  Marruecos,  partiendo  de  Italia  para  l'orlu- 
gal,  desde  donde  fueron  á  Sevilla,  pasando  luego  á  Marruecos, 
donde  murieron  el  l6  tle  lanero  de  1220.  La  fundación,  para  ser 
hecha  ])<>r  San  Ik^rnardo,  tuvo  que  ser  el  año  12I(),  techa  nui\' 
aproximada  á  la  de  122  1  en  que  la  fija  Fr.  Felipe  de  Santiago, 
lo  (|ue  da  «grandes  probabilidades  de  c-erteza  á  lo  que  éste 
dice... 

«Fd  Padre  Col!  da  para  todo  ello  varias  techas.  \í\  manus- 
crito, según  él.  dice  que  los  templarios  se  establecieron  en  la 
Rábida  hacia  el  año  I20O;  cjue  en  I22I  lo  cedieron  á  los  fran- 
ciscanos, pero  que  continuaron  en  él  hasta  el  año  1 224;  pero 
el  Rvdmo.  (ionzaga  fija  la  fundación  del  convento  en  I2ÓI, 
fechas  aquellas  anteriores  á  la  Reconquista,  y  ésta  posterior, 
siendo  admisible,  por  consiguiente,  que  en  la  Rábida  no  hubiera 
nunca  mezquita,  sino  que  desde  su  fundación  estuviese  siempre 
establecido  en  ella  el  culto  cristiano,  y  esto  explicaría  el  que  lo 
mismo  los  templarios  que  los  franciscanos  pudieran  establecerse 
antes  de  la  Reconquista >■.  A  este  propósito  discurre  acertada- 
mente el  Sr.  \  elázquez  acerca  de  lo  variable  cjue  fué  y  tuvo  que 
ser  durante  los  siglos  medios  la  tolerancia  religiosa,  lo  mismo  en 
los  reinos  cristianos  que  en  los  mahometanos.  El  nombre  mismo 
del  monumento  conviene  con  ello,  pues  según  escribió  D.  Ro- 
drigo Amador  de  los  Ri\)s  en  su  Hntlva  ide  la  Colección  Espa- 
ña: sus  u/oiNiiiieiitos]...  vdJentro  de  la  época  muslímica  existió  a 
todas  luces,  y  dada  la  apacible  soledad  del  paraje,  una  rabitha, 
ermita  ó  convento  fuera  de  poblado,  donde  retirados  del  mundo 
y  entregados  á  las  obras  de  devoción  vivieron  algunos  hombres 
religiosos». 

Con  los  franciscanos  empieza,  puede  decirse,  la  historia  del 
Monasterio,  que  sólo  con  grandes  lagunas  se  conoce. 

Nada  queda  en  él,  sin  embargo,  anterior  á  la  Reconquista  de 
aquella  región;  solan\ente  dos  fustes  de  mármol  y  un  pequeño  \' 
tosc(^  capitel ,  que  en  opinión  del  Sr.  V  elázquez  pudieran  haber 
pertenecido  ••á  alguna  obra  hecha  en  el  templo  en  la  época  visi- 


Il8  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

goda»;  pero  que  "aislados  como  están  no  pueden  servir  de  base 
para  ningún  fundamento  serio». 

Del  estudio  arquitectónico  del  monumento  deduce  su  inteli- 
gente restaurador  que  fué  reconstruido  el  mismo  por  los  fran- 
ciscanos desde  principios  del  siglo  xv,  conservando  sólo  la  igle- 
sia; que  la  reconstrucción  debió  hacerse  por  partes,  lentamente, 
y  que  no  debía  estar  aún  terminada  cuando  llegó  Colón.  Senci- 
llas fueron  esas  obras  á  causa  de  la  pobreza  de  la  Comunidad;  y 
de  aquí  que,  como  escribe  el  Sr.  V'elázquez,  si  el  Monasterio  «no 
puede  considerarse  en  el  concepto  artístico  entre  los  monumen- 
tos de  primer  orden,  tiene,  sin  embargo,  importancia  suficien- 
te para  ocupar  señalado  puesto  en  la  historia  de  nuestra  Arqui- 
tectura», pues  «en  él  se  ve  claramente  la  tradición  del  arte  árabe 
de  Niebla,  anterior  ó  contemporáneo  de  la  Reconquista  de  aque- 
lla región  de  Andalucía  y  del  que  luego  extendió  la  escuela  mo- 
risca sevillana  á  todos  los  pueblos  más  ó  menos  sujetos  á  su 
influjo,  al  par  que  al  del  arte  de  la  España  cristiana  del  Norte  de 
nuestra  Península». 

La  iglesia,  que  como  queda  expuesto  es  lo  más  antiguo,  ma- 
nifiesta esa  doble  influencia  cristiana  y  mahometana.  A  ésta  per- 
tenece la  forma  cuadrada  del  ábside,  y  al  estilo  ojival  el  arco 
triunfal  y  los  demás  formeros,  la  bóveda  de  arista  y  la  puerta 
exterior.  Dicha  cabecera  está  construida  con  sillería,  cuyo  apa- 
rejo es  de  la  arquitectura  cristiana,  mientras  el  resto  lo  está  con 
fábrica  mixta  de  ladrillo,  tapial  y  mampostería.  Las  molduras  del 
arco  toral,  de  los  formeros  y  de  los  diagonales  de  la  bóveda  del 
jjresbiterio,  como  los  de  la  portada  principal,  conserva  los  ca- 
i-acteres  de  la  Arquitectura  gótica  del  siglo  xui,  con  marcado  re- 
cuerdo del  estilo  románico  y  con  la  particularidad,  por  la  pobre- 
za de  la  ejecución,  de  que  carece  de  bases  y  capiteles  y  de  ele- 
mentos ornamentales  que  hicieran  preciso  obreros  especiales,  de 
todo  lo  cual  deduce  que  esa  cabecera  fué  construida  por  obreros 
cristianos,  y  no  mudejares,  á  principios  ó  mediados  del  siglo  xiv», 
aunque  sus  caracteres  corresponden  al  siglo  xiii,  pero  son  los  de 
toda  la  Arquitectura  cristiana  de  ese  período  en  Andalucía. 

No  es  posible  en  este  informe  condensar  las  sabias  disquisi- 


Ef.    MONASTERIO    UE    NUESTRA    SEÑORA    DE    LA    RÁBIDA  II9 

ciones  que  en  ese  punto  y  en  otros  del  aspecto  artístico  del  mo- 
numento hace  el  Sr.  Velázquez  extensamente,  estableciendo  úti- 
lísimas comparaciones  descriptivas  y  gráficas,  con  otros  monu- 
mentos de  España  y  de  fuera  de  ella,  incluso  de  Oriente,  que  en 
sus  viajes  y  sagaces  observaciones  personales  ha  visto  y  estudia- 
do. De  grandísimo  valor  para  la  historia  del  arte  son  las  obser- 
vaciones que  le  sugiere  el  examen  docto  de  sistemas  y  elemen- 
tos arquitectónicos,  estilos  y  procedimientos;  de  todo  lo  cual  se 
deduce,  á  nuestro  juicio,  que  un  monumento  tan  sencillo  como 
el  de  la  Rábida,  cuando  bien  se  le  sabe  apreciar,  es  un  eslabón 
importante  en  el  encadenamiento  de  la  evolución  del  Arte. 

Desde  luego  establece  inmediata  relación  entre  el  claustro  de 
la  Rábida  y  el  del  Convento  de  San  Isidoro  del  Campo,  en  San- 
tiponce,  obra  también  de  ladrillo  y  mudejar,  ejemplares  ambos 
los  más  completos  en  su  género;  y  asimismo  establece  compa- 
ración en  el  decorado  de  sus  frisos,  pintado,  imitación  de  los  ali- 
catados de  mosaico  de  barro  esmaltado  de  la  Arquitectura  his- 
pano-mahometana,  y  más  que  imitación,  dice:  «continuación  de 
un  antiguo  sistema,  del  que  restan  escasos  ejemplares,  de  los  que 
pudieran  reunirse  aún  en  España  algunos  anteriores  á  la  intro- 
ducción de  los  frisos  de  barro  vidriado». 

Pero  lo  más  interesante  de  todo,  tanto  desde  el  punto  de  vista 
artístico  como  del  histórico,  en  algún  respecto,  es  la  decoración 
de  las  paredes  interiores  de  la  iglesia.  Esta  decoración,  también 
pintada,  nada  tiene  que  ver  con  estilos  españoles  cristianos  y 
mahometanos,  como  la  del  claustro,  sino  que  á  su  vez  imita  los 
mosaicos  florentinos,  cosa  extraña  en  verdad. 

Es  de  advertir  que  estas  pinturas  fueron  picadas  y  enjalbega- 
das las  paredes. 

Y,  habiendo  hecho  levantar  la  cal  el  Sr.  Velázquez,  quedó  al 
descubierto,  aunque  mutilada,  esa  decoración,  en  la  que  se  ven 
imitados  tableros  de  mármol  ó  de  madera,  recuadrados  con  mo- 
tivos ornamentales,  florones  á  modo  de  platos  en  el  extradós  ó 
archivolta  de  los  arcos  y  en  los  frentes  de  los  pilares  figuras,  de 
las  que  sólo  de  una  restan  una  mano  y  unos  paños. 

Cuándo  pudo  ser  introducido  en  España  y  hubo  de  desarro- 


I20  HOI-ETIN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Uarüe  este  sistema  decorativo  italiano,  es  punto  solíre  el  cual  dis- 
curre oportunamente  el  autor  del  libro.  Pero  toca  otro  aspecto 
del  insólito  caso,  acerca  de  lo  cual  debe  mu)-  especialmente  el 
que  suscribe  llamar  la  atención  de  la  Academia.  Después  de 
hacer  notar  la  tosquedad  é  imperfecciones  con  que  esas  pinturas 
de  la  Rábida  están  ejecutadas,  denotando  «no  son  obra  de  un 
artista  dedicado  habitualmentc  á  esta  clase  de  trabajos -',  y,  por 
tanto,  que  «ha  podido  ser  ejecutado  ó  dirigido  por  un  aficionado 
que  tuviera  algunas  nociones  de  dibujo  y  que  conociera  el  arte 
decorativo  italiano  y  la  técnica  de  la  pintura  al  fresco»,  el  señor 
Velázquez  plantea  una  cuestión,  para  nosotros  importantísima, 
con  estas  palabras: 

«jPueden  tener  alguna  relación  estas  pinturas  con  la  estancia 
de  Colón  en  el  Monasterio.'  Pregunta  es  esta  á  la  que  no  es  fácil 
contestar;  sólo  habré  de  observar  que,  durante  los  dos  años  que 
estuvo  en  .Sevilla,  entre  otros  medios  de  vivir  tenía  el  de  dibujar 
planos,  y  en  una  de  sus  cartas  á  los  Reyes  dice:  -En  la  marine- 
ría me  fizo  Dios  abondoso;  en  astrología  me  dio  lo  que  abas- 
taba y  así  de  geometría  y  aritmética;  y  en  genio  en  el  ánima  y 
7uai/(>s  para  dcbujar  esfera,  y  en  ella  ¡as  eihdades,  ríos  y  woi/ta- 
üas,  islas  y  puertos,  todo  en  su  propio  sitio».  C^-eo  posible  que  la 
iglesia  esté  decorada  por  Cristóbal  Colón  ó  por  él  dirigida  su 
decoración,  lo  que  pudo  hacer  en  el  tiempo  que,  en  su  primera 
y  segunda  estancia  en  la  Rábida,  estuvo  sin  ocupación  ninguna 
conocida.» 

En  apoyo  de  esta  hipótesis  del  .Sr.  Velázquez,  y  por  lo  que 
pudiera  servir  para  comprobarla  es  oportuno  hacer  constar  que 
en  Genova,  cuna  de  Cristóbal  Colón,  se  conservan  dibujos  suyos 
en  el  Museo  Municipal;  lo  cual,  unido  al  gusto  italiano  de  los 
frescos  de  la  Rábida,  puede  ser  un  argumento  más  en  favor  del 
origen,  hoy  por  algunos  puesto  en  duda,  del  inmortal  navegan- 
te, de  cuyo  trascendental  descubrimiento  se  enorgullece  P^spaña. 
V^éase  por  dónde  el  libro  del  Sr.  Velázquez,  tan  interesante  en 
los  varios  aspectos  que  esbozados  quedan,  ofrece,  entre  ellos, 
uno  nuevo  que  conviene  depurar  por  más  de  un  concepto:  el  de 
Colón,  artista. 


EL    MONASTERIO    DE    NUESTRA    SENOKA    DE    LA    RÁBIDA  121 

Resulta,  pues,  de  todo  ello,  que  á  la  pericia  y  conocimientos 
especiales  de  I).  Ricardo  Xelázquez  líosco  debemos  la  resurrec- 
ción, casi  pudiera  decirse  del  descubrimiento  de  ese  monumen- 
to, cuna  de  aquel  otro  descubriniiento  portentoso  y  de  una  pí'i- 
gina  importante  de  la  historia  del  hecho  y  de  la  ]:)articular  de 
nuestras  artes. 

La  Academia  debe,  á  nuestro  juicio,  congratularse  de  ello;  \" 
no  concluiré  sin  señalarla  un  medio  de  completar  la  reconstitu- 
ción de  esa  página  históricomonumental.  Rn  aquella  reducida 
región  andaluza  existen  casi  juntos  tres  monumentos  que,  como 
muy  bien  lo  expresa  el  Sr.  Velázquez  al  comienzo  de  su  libro, 
sintetizan  la  historia  de  los  primeros  pasos  en  el  descubrimiento 
del  Nuevo  Mundo,  son:  el  Monasterio  de  la  Rábida,  la  Iglesia  de 
.San  Jorge  de  Palos  y  el  Convento  de  Monjas  de  Santa  Clara  de 
r^Ioguer. 

La  Iglesia  de  Palos  -  guarda  bastante,  dice,  para  dar  cabal  idea 
de  lo  que  era  cuando  de  allí  partieron  Colón  y  sus  compañeros, 
el  3  de  Agosto  de  1 492,  y  la  preciosa  puerta  mudejar,  llamada 
de  los  Novios,  bastaría  por  sí  sola  para  dar  interés  á  aquel  tem- 
]:)lo;  y  el  Convento  de  Santa  Clara  de  Moguer,  atesora  joyas  que 
hacen  de  él  un  monumento  de  no  escaso  mérito  en  el  concepto 
artístico-arqueológico-.  Pues  bien,  la  Iglesia  de  Palos  y  el  Con- 
vento de  Santa  Clara  de  Moguer,  no  están  declarados  monumen- 
tos nacionales,  y  debieran  serlo;  lo  reclama  el  recuerdo  histórico 
por  el  cual  está  consagrado  aquel  pedazo  de  L.spaña  como  gloria 
nacional. 

La  Academia  verá  si  lo  estima  justo,  y  sobre  ello  resolverá 
con  el  acierto  que  avalora  sus  decisiones. 

fosiv  Ramón  ^Mélida. 


TOMO    LXXIV 


122  boletín    de    la    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

II 

*LES  DESSOns  DU  CONGRES  DE  VIENNE> 

po¡-  el  Comandante  JA  //.   W'cil. 
Dos  tomos  en  8."  de  xxiY-870  y  782  pá<TÍn<-is,  respectivamente.  (París,  191 7.1 

Al  aproximarse  el  otoño  de  1814  y  la  fecha  en  que  habrían 
de  reunirse  en  Viena  para  el  famoso  Congreso,  dos  Emperadores, 
tres  Reyes,  varios  Príncipes  soberanos  ó  herederos  y  doscientos 
diez  y  seis  jefes  de  misión  de  todos  los  países  de  Europa,  el  Mi- 
nisterio de  Policía  austríaco,  con  el  cual  sólo  pudo  hasta  entonces 
compararse  el  organizado  en  Erancia  por  Napoleón,  extremó  to- 
davía más  la  diligencia  y  la  pericia  y  consiguió  poner  sus  servi- 
cios á  la  considerable  altura  que  las  circunstancias  demandaban. 

^\gahiuiÍL  itc'^i'O^  designado  con  el  pudoroso  eufemismo  de  La 
Mauipuiacióu^  abrió  diariamente  centenares  de  cartas  y  billetes 
interceptados,  resumiendo  el  contenido  de  los  más  interesantes, 
extractando  de  ellos  los  párrafos  merecedores  de  transcripción 
literal,  descitrando  los  escritos  con  clave  y  los  caligrafiados  con 
tinta  simpática,  violando,  en  fin,  por  razones  de  interés  público, 
€l  secreto  de  la  correspondencia  oficial  y  privada,  que  se  pudo 
sorprender  sin  que  los  corresponsales  lo  advirtiesen. 

Además  de  los  agentes  á  quienes  se  encomendó  la  vigilancia 
de  los  personajes  hospedados  en  \  iena,  otros,  profesionales  tam- 
bién, se  instalaron  á  título  de  servidores  en  los  domicilios  de  los 
<liplomáticos  extranjeros  con  encargo  de  huronear  cuanto  pu- 
diesen. Y  por  si  esto  fuera  poco,  personas  distinguidas,  capaces 
ele  alternar  en  la  alta  sociedad  vienesa  con  los  más  ilustres  con- 
gresistas, se  prestaron  á  servir  de  confidentes,  mediante  remune- 
ración ó  por  desinteresado  patriotismo  y  se  aplicaron  á  aprove- 
char y  aun  á  provocar  las  indiscreciones  de  sus  interlocutores. 

Con  las  noticias  por  tan  varios  conductos  allegadas  redactó  el 
ministro  de  policía,  Harón  Hager,  un  informe  cuotidiano  para  Su 
Majestad,  que  el  curiosísimo  l^mperador  Erancisco  debió  leer  con 


I.ES    DESSOÜS    DU    CONGRKS    DE    VIENNE  1 23 

■extraordinaria  fruición,  puesto  que  publicados  ahora  esos  docu- 
mentos por  el  C  omandante  \\  eil  en  este  libro,  del  que  tuvo  la 
galante  atención  de  ofrecer  un  ejemplar  á  nuestra  Acadeniia,  to- 
davía, transcurrido  más  de  un  siglo,  conservan  interés  esas  notas 
policiacas. 

La  habilidad  de  los  subordinados  del  ministro  puede  adver- 
■tirse  en  este  párrafo  del  informe  de  1 4  de  Mayo  de  1 87  5,  esco- 
<^ido  al  azar  como  botón  de  muestra:  «Ayer,  13,  se  interceptó  en 
'Casa  del  (ieneral  'rchernitcliefí  una  nueva  carta  escrita  con  tinta 
simpática  y  dirigida  á  la  Srta.  Itzstein,  en  Francfort,  que  está  sin 
duda  destinada  á  la  amiga  del  Emperador  Alejandro,  Luisa  Beth- 
.mann.  Ateniéndose  á  las  órdenes  de  \^.  ]\L  decidió  el  Ministerio 
de  Negocios  h^xtranjeros  no  someter  esa  carta  á  ningún  reactivo 
.químico  y  restituirla  para  que  ]Dudiese  ser  enviada.  Mas  como  no 
■se  resolvió  esto  sino  tras  de  algunas  consultas  y  deliberaciones, 
Tchernitcheff  tuvo  tiempo  de  advertir  la  desaparición  de  la  carta, 
•culpando  de  ella  á  su  criado  ruso  y  propinándole  una  buena  pa- 
liza. Ll  criado,  que  nada  sabía,  nada  pudo  decir;  y  nuestro  agen- 
te, al  volver  de  la  Manipulación,  tuvo  la  ocurrencia  de  deslizar  la 
■  carta  entre  el  escritorio  y  otro  n\ueble,  donde,  como  es. natural, 
la  encontró  TchernitchefiT  en  el  curso  de  las  minuciosas  pesqui- 
sas que  á  presencia  suya  mandó  hacer.» 

La  discreta  abstención  con  que  procedió  en  este  caso  el  Mi- 
nisterio vienes  de  Negocios  Extranjeros  se  explica  leyendo  otra 
•carta  de  Alejandro  á  la  ]5ethmann,  anteriormente  interceptada  y 
descifrada.  Ni  la  historia,  ni  la  literatura  erótica,  ni  siquiera  la 
•  ortografía,  liubieran  perdido  nada  con  que  este  documento  que- 
dara también  inédito.  P^l  Zar  de  todas  las  Rusias,  el  vencedor  de 
Napoleón,  el  arbitro  de  la  paz  del  mundo  en  los  comienzos  del 
rsiglo  XIX,  desmerece  á   la  luz  de  los  escritos,  dichos  y  hechos 
suyos  que  las  notas  del  Barón  Hager  registran,  como  desmereció 
visto  de  cerca  á  los  ojos  de  sus  contemporáneos.  Dos  semanas 
.apenas  después  de  la  llegada  del  Emperador  moscovita  á  la  corte 
austríaca,  escribía  ya  Llager,  el  8  de  Noviembre  de  1814:  «Ale- 
jandro no  ha  sabido  hacerse  simpático,  l^.ra  mucho  más  popular 
.cuando  no  se  le  conocía.  Se  le  reprocha  su  total  carencia  de  in- 


124  boletín  de  la  reai.  academia  de  la  historia 

teres  por  las  cosas  de  Arte.  Xo  se  ha  advertido  en  él  todavía 
ningún  rasgo  original,  ni  siquiera  un  movimiento  espontáneo.  Las 
señoras,  que  influyen  tanto  en  la  opinión,  le  son  en  general  mu\' 
poco  favorables;  esperaban  ver  un  Apolo,  poder  admirar  su  con- 
ducta y  sus  modales  y  han  sufrido  una  tremenda  desilusión». 

En  el  curso  de  los  largos  meses  que  el  Zar  pasó  en  Viena  se 
demostró,  en  efecto,  que  en  punto  á  Bellas  Artes  no  cultivaba 
sino  la  dan/a  con  el  incontinente  afán  que  inspiró  al  Príncipe  de 
Ligne  el  mordaz  comentario  de  que  el  Congreso  bailaba,  pero  no 
andaba.  La  urbanidad  del  Monarca  ruso  pecó,  en  verdad,  de  ru- 
dimentaria, y  su  educación  de  deficientísima,  pero  asusta  pensar 
lo  que  habría  acontecido  en  \  iena  si  'el  elemento  femenino  no  se 
desilusionara,  porque,  según  el  testimonio  del  propio  Ministro  de 
Policía,  así  en  la  alta  como  en  la  baja  sociedad  halló  frecuentes  y 
extraordinarias  facilidades  para  consolarse  de  la  ausencia  de  Lui- 
sa Bethmann. 

Cierto  que  el  autócrata  tropezó  también,  tal  cual  vez,  con  la 
virtud;  pero  el  hecho  pareció  tan  insólito,  que  hubo  de  ser  reco- 
gido en  los  informes  cuotidianos.  El  14  de  Noviembre  escriben  á 
Hager:  ^  En  un  liaile  no  oficial,  el  Emperador  de  Rusia  ofreció  su 
brazo  á  una  señora  inglesa  para  sacarla  á  bailar  y  recibió  una 
negativa.  Lna  señorita,  que  se  hallaba  próxima  á  la  señora,  ex- 
clamó: — ;Pero  no  reconoce  usted  al  Emperador.- A  un  soberano 
no  se  le  desaira  jamás.  La  inglesa  replicó:  — En  nuestro  país,  se- 
ñorita, se  nos  reconoce  el  derecho  ele  no  bailar  con  los  Príncipes 
ni  con  el  Rey,  y  no  hay  motivo  para  que  perdamos  esta  libertad 
en  el  extranjero». 

El  21  de  Noviembre  informa  al  .Ministro  uno  de  sus  confiden- 
tes: «En  el  baile  que  se  ha  eiado  en  casa  del  Conde  EranciscD' 
Palífi,  Alejan'dro,  que  admira  mucho  la  belleza  de  la  Condesa  Sze- 
chenyi-Ciruilford,  dijo  á  ésta:  — Su  marido  de  usted  está  ausente- 
Sería  muy  agradable  ocupar  provisionalmente  su  puesto.  La  Con- 
desa  contestó:  — ;Me  confunde  V.  i\L    con   alguna   provincia.'  • 

El  10  de  Diciembre  avisa  otro  corresponsal  á  Hager:  «P^nte- 
rado  de  que  el  Príncipe  Esterhazy  iba  á  ausentarse  para  una  ex- 
pedición de  caza  en  sus  propiedades  de  Eisenstadt,  anunció  ,\lo- 


LES  "DESSOUS    DI'    CONGKES    DE    VIENNE  1 25 

jandro  á  la  Princesa  Leopoldina  que  iría  á  pasar  una  velada  á  su 
■casa.  La  Princesa  le  envió  una  lista  de  las  señoras  á  quienes  con- 
taba invitar  para  que  tacliase  los  nombres  que  no  le  fueran  gra- 
tos. P^l  luiiperador  los  borró  todos,  menos  el  de  la  dueña  de  la 
•casa.  La  Princesa  entonces  hizo  venir  á  su  marido  de  P^isenstadt, 
y  el  Príncipe  llegó  á  tiempo  de  acompañar  á  su  mujer  el  día  de 
la  visita  de  Alejandro,  el  cual,  chasqueado  y  furioso,  la  redujo  a 
unos  cuantos  minutos.» 

La  sensualidad  del  Zar,  rayana  en  el  libertinaje,  y  sus  desapren- 
sivas maneras  de  cosaco,  no  tuvieron  émulo  posible  durante  el 
■Congreso  de  Viena;  pero  no  escasearon  los  imitadores;  el  libro 
del  Comandante  \\  eil  edifica  al  lector  sobre  este  particular.  En- 
tre los  mandatarios,  coronados  ó  no,  de  las  grandes  potencias,  la 
•castidad  sólo  estuvo  allí  representada  por  lord  Castlereagh,  que 
se  contentó  con  hacer  reir  á  los  vieneses,  paseándose  del  brazo  de 
su  mujer  por  las  calles  de  la  ciudad,  entrando  en  sus  comercios, 
haciéndose  enseñar  con  flema  británica  todo  el  surtido  de  la  tienda 
\'  marchándose  después  sin  adquirir  nada. 

La  obra  á  que  nos  venimos  refiriendo  tiene  mucho  mayor  in- 
terés para  la  historia  anecdótica  y  pintoresca  que  para  la  política 
\-  diplomática  del  Congreso  de  Viena,  agotada,  en  realidad,  de 
tiempo  atrás  por  una  copiosa  bibliografía.  Pero  á  través  de  sus 
páginas  se  ve  agigantarse  sobre  todas  las  otras  la  figura  de  Tai- 
leyrand,  á  cuyo  genio  hubo  de  recurrir  en  el  difícil  trance,  por 
uno  de  sus  escasos  aciertos,  el  Borbón  restaurado  en  el  trono 
francés.  Los  más  sagaces  sabuesos  del  Ministro  de  Policía  no  lo- 
gran penetrar  en  la  intimidad  del  Príncipe  de  Benevento,  que  se 
•encierra  para  escribir  con  sus  secretarios,  y  quema  luego  los  pa- 
peles inútiles,  que,  absorto,  además,  por  su  ardua,  escabrosa  y 
trascendental  misión,  no  incurre  tampoco  durante  aquellos  me- 
ses en  ninguna  flaqueza  de  las  que  pudieran  haber  enervado  su 
prestigio.  Plenipotenciario  de  la  Francia  vencida,  excluido  de  las 
•deliberaciones  preliminares,  sospechosísimo  á  todos  por  la  fama 
de  su  talento,  por  sus  nada  recomendables  antecedentes  perso- 
nales y  por  los  vínculos  que  en  otro  tiempo  le  ligaron  á  Napoleón, 
•execrado  por  quienes  acababan  de  derribarle,  pero  seguían  aún 


120  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

temiéndole,  supo  Talleyrand  sembrar  la  discordia  entre  sus  ad- 
versarios, asumir  un  papel  más  relevante  cada  día  hasta  llegar  á 
desempeñarlo  preeminentemente  y  prevalecer  en  casi  todos  los 
empeños  que  el  interés  de  su  patria  le  impulsó  á  propugnar. 

El  Congreso  de  Viena  se  había  reunido,  como  todas  las  gran- 
des Asambleas  internacionales,  bajo  la  advocación  de  hidalgos 
principios:  los  derechos  imprescriptibles,  el  restablecimiento  de^ 
los  Gobiernos  legítimos,  la  conservación  del  Derecho  público,  la 
independencia  de  los  pueblos.  Pero  tras  esta  monumental  fachada 
se  cobijaron  todas  las  codicias,  ambiciones  y  vanidades  de  los 
poderosos  de  la  tierra,  favorecidos  por  la  suerte  de  las  armas.  Un 
espíritu  mediocre  se  habría  contentado  con  ir  á  la  parte  en  nom- 
bre de  su  país,  resignándose  á  cualesquiera  combinaciones  á  cam- 
bio de  alguna  piltrafa  territorial.  Muy  al  contrario,  Talleyrand 
sirvió  al  supremo  interés  de  Francia,  cogiendo  por  la  palabra  á 
los  vencedores,  los  cuales,  cuando  pretendían  repartirse  el  botín. 
de  sus  victorias,  vieron  erguirse  al  príncipe  de  Henevento.  cla- 
mando una  y  otra  vez,  hasta  que  le  hubo  escuchado  la  opinión, 
pública  europea:  — Si  es  verdad  que  no  hicisteis  la  guerra  á  la  for- 
tuna de  Napoleón,  sino  á  sus  principios,  no  podéis  vosotros  prac- 
ticarlos ahora,  y  habréis  de  renunciar  á  lo  c|ue  injustamente  estáis 
poseyendo. 

Y  de  este  modo,  el  genio  diplomático  de  Talleyrand,  trocó  du- 
rante el  Congreso  de  Viena  en  victoria  para  su  país,  lo  que  fué 
total  vencimiento  en  los  campos  de  batalla. 

¡Lástima  que  en  aquellos  críticos  episodios  no  tuviese  España 
otro  representante  que  Labrador,  cuya  infortunada  gestión  ana- 
lizó ya  con  la  maestría  en  él  habitual  nuestro  colega  el  señor 
marqués  de  Villaurrutia! 

Cierto  que  sólo  la  candidez  de  quienes  creen  que  el  agradeci- 
miento es  una  virtud  cotizable  en  la  política  internacional,  pudo 
imaginar  que  Europa  tomaría  en  cuenta  á  nuestra  patria  los  enor- 
mes sacrificios  por  ella  realizados  para  sacudir  el  yugo  napolei'i- 
nico.  Haberlos  hecho  fué  precisan.ente  la  causa  de  la  anemia 
que  en  1 8 14  padecía  España,  uno  de  cuyos  resultados,  previsto 
ya  en  Viena,  iba  á  ser  la  pérdida  de  su  inmenso  imperio  colonial 


LES   DESSOUS    DU    CONGRES    DE    VIENNE  12 J 

americano.  Eramos  débiles,  porque  nos  habíamos  desangrado' 
combatiendo  por  los  grandes  principios  que  el  Congreso  invoc(3, 
y  porque  éramos  débiles  se  nos  relegaba  en  ese  mismo  Congre- 
so de  la  Paz  al  último  término.  Pero  la  habilidad  y  el  talento  de 
nuestro  plenipotenciario  hubiesen  conseguido  quizá  reparar,  en. 
parte  al  menos,  esta  injusticia  y  mantener  á  nuestra  nación  en  el 
puesto  á  que  la  hacían  acreedora  la  inmarcesible  historia  de  su 
raza  y  las  varoniles  muestras  que  de  sus  intactas  energías  acaba- 
ba ella  de  dar  durante  la  guerra  de  la  Independencia. 

Labrador  no  aparece  en  los  informes  de  Hager  ni  como  cra- 
puloso ni  como  genial;  se  le  da  en  ellos  trato  de  tactor  insignifi- 
cante, y  apenas  se  le  nombra.  Pero  en  las  contadas  ocasiones  en 
que  él  ó  sus  subordinados  salen  á  escena,  les  sorprendemos 
revelando  á  un  confidente  echadizo,  á  las  pocas  horas  de  su  lle- 
gada, las  instrucciones  secretas  que  en  Madrid  recibieron,  y  jac- 
tándose, poco  después,  de  que  gracias  á  ellos  obtendrían  España 
y  Francia  el  lugar  que  les  era  debido,  porque,  decididamente,  el. 
cuitado  de  Talleyrand  no  estaba  á  la  altura  de  su  misión. 

Aun  á  riesgo  de  molestaros  prolongando  este  ya  largo  Infor- 
me, no  resisto  á  la  tentación  de  recoger  en  él  algo  del  dramático- 
reflejo  que  en  el  libro  de  Mr.  W'eil  tiene  la  última  aventura 
napoleónica:  la  fuga  de  la  isla  de  Elba. 

Las  confidencias  de  los  agentes  oticiosos  ele  Ilager  muestraa 
cuan  general  fué  en  Europa  la  preocupación  por  la  vecindad  á 
Francia  del  iiionstfiío  caído,  y  por  la  proximidad  de  la  isla  de 
VAhix  al  reino  de  Ñapóles,  cuya  corona  ceñía  aún  loaquín  Murat 
en  espera  de  la  decisión  del  Congreso.  La  idea  de  enviar  á  Na- 
poleón mucho  más  lejos,  é  incluso  nominalmente  a  Santa  Elena, 
aparece  con  frecuencia  en  los  documentos  coetáneos,  y  tiene  sin- 
gular interés  este  párrafo  de  una  carta  del  General  Dupont  á  Tal- 
leyrand, fechada  en  París  el  15  de  Octubre  de  1 8 14  é  intercep- 
tada por  el  gabinete  negro:  «Según  los  informes  recibidos  de 
Porto-Ferrajo  — escribía  el  vencido  de  Bailen,  que  no  perdonó' 
jamás  á  Bonaparte  su  propia  derrota — ,  será  [muy  difícil  secues- 
trar á  Napoleón,  porque  tiene  tomadas  todas  las  precauciones 
para   evitarlo   y  cuenta  con   la  adhesión   de  sus  tropas,  ^lariotti. 


12S  BOLETÍN   DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    EUSTORIA 

confía,  no  obstante,  en  conseguirlo.  Napoleón  va  á  menudo  en 
su  brick'éi  la  isla  de  Pianosa,  y  duerme  á  bordo  porque  no  hav 
instalación  adecuada  en  tierra.  Rl  comandante  del  hiick\  Tailla" 
de,  es  pobre;  Napoleón  le  ha  rebajado  el  sueldo,  y  no  parece  di- 
tícil  poderlo  ganar   . 

Los  optimismos  de  Dupont  no  se  confirmaron,  y  en  los  pri- 
meros días  de  Alarzo  de  l8l  5  se  supo  en  Viena,  como  rumor  inve- 
rosímil al  principio,  y  como  noticia  auténtica  lioras  después,  la 
fuga  de  Bonaparte  con  rumbo  desconocido.  La  opinión  general 
se  inclinó  á  suponer  que  si  osaba  desembarcar  en  Fi-ancia  sería 
aprehendido  y  fusilado  como  cualquier  contrabandista  malhe- 
chor. El  mismo  príncipe  Falleyrand,  no  obstante  su  congénita 
cautela,  exclamó  con  sincera  <'>  afectada  naturalidad:  <  Lo  que  no 
comprendo  es  adonde  piensa  ir,  porque  en  Francia  se  ha  hecho 
imposible  y  no  conseguiría  absolutamente  nada». 

Pero  Jas  malas  nuevas  se  sucedieron;  (irenoble  y  Lyón  abrían 
sus  puertas  al  audaz  Bonaparte;  Ney  y  su  ejército  desertaban, 
pasándose  al  enemigo;  Luis  X\^III  huía,  entre  lágrimas  y  bendi- 
ciones, de  París;  Napoleón,  instalado  sin  disparar  un  tiro  en  la 
•capital  de  su  imperio,  formaba  un  (lobierno  de  matiz  francamen- 
te liberal;  la  ])erspectiva  de  la  guerra,  inevitable  ya,  tornaba  á  eii- 
sombrecer  el  horizonte  europeo.  Los  italianos  nacionalistas,  los 
sajones,  los  polacos  y  cuantos  vieron  hasta  entonces  con  disgus- 
to la  marcha  del  Congreso  de  \  iena,  no  recataron  ahora  su  júbi- 
lo, y  otro  tanto  aconteció  con  los  más  de  los  franceses  residen- 
tes en  la  capital  de  Austria,  y  en  singular  con  los  del  séquito  de 
alaría  Luisa.  Aleternich  se  apresui-ó  á  precaver  otras  posibles  sor- 
]3resas,  verosímiles  siempre  de  parte  de  tan  audaz  adversario.  Ll 
Rey  de  Roma,  á  quien  se  llamaba  en  \  iena  Príncipe  de  Parma, 
fué  rodeado  de  servidores  alemanes  y  trasladado  de  vShoenbrunn 
á  la  capital;  mientras,  las  damas  de  la  ex  Emperatriz  y  el  aya  de 
su  hijo  quedaban  poco  menos  que  confinadas  como  sospecho- 
sas, y  en  la  librea  y  en  la  caballeriza  de  la  casa  de  ^NLiría  Luisa 
los  colores  napoleónicos  eran  sustituidos  por  los  imperiales  aus- 
tríacos. Con  tan  nimia  precaución  no  se  logró  siquiera  que  el 
niño  de  cuatro  años  que  había  de  ser  conocido  en  la  historia  con 


LES    DESSOUS    DV    CONGKKS    DE    VIENNE  1  2l) 

el  nombre  de  Napoleón  II,  ignorase  lo  que  estaba  sucediendo, 
porque  cuando  el  T^mperador  Francisco  se  despedía  de  su  nieto 
para  encaminarse  hacia  el  Cuartel  general  de  los  aliados,  le  oyó 
decir  estupefacto:  «;\'erdad,  abuelo,  que  tú  no  harás  daño  á 
papara 

La  menos  disimulada  y  también  la  nitás  imperdonable  de  las  in- 
dignaciones que  produjo  en  \'^iena  el  éxito  feliz  déla  fuga  del 
mo}utnio  fué  precisamente  la  de  su  augusta  consorte.  La  Archi- 
duquesa María  Luisa  acaba  de  obtener  del  Emperador  Alejan- 
dro la  seguridad  de  que  le  serían  atribuidos  por  el  Congreso  los 
dominios  italianos  que  demandó;  y  satisfecha  así  su  ambición, 
mucho  más  que  de  la  suerte  de  su  marido  se  preocupó  de  la  del 
general  Neipperg,  cuyas  dotes  estratégicas  tan  mal  paradas  que- 
daron durante  aquella  campaña. 

El  libro  del  comandante  W  eil  confirma  con  pruebas  inéditas 
estos  hechos,  señalados  ya  por  otros  historiadores,  y  aporta  ade- 
más la  demostración  plena  de  la  absoluta  confianza  con  que  des- 
contaban los  aliados  durante  los  Cien  días  el  fracaso  indefectible 
de  esta  postrera  tentativa  napoleónica.  Hubo,  claro  es,  un  movi- 
miento casi  general  de  mal  humor  contra  la  restaurada  dinastía 
borbónica,  cuya  ineptitud  no  supo  prever  ni  frustrar  el  golpe 
que  la  amagó  é  hirió  al  fin;  pero  del  resultado  final  no  dudaba 
nadie,  entre  los  enemigos  de  Napoleón. 

La  batalla  de  Leipzig,  tan  reciente  aún,  acababa  de  recordar  á 
la  humanidad  entera  la  perenne  enseñanza  de  la  Historia,  que 
reputa  efímeras  todas  las  obras  de  la  Fuerza.  Si  en  la  jornada  de 
\\  aterlóo,  Grouchy  se  hubiese  anticipado  á  Blücher,  los  Cien 
días,  habrían  sido  quinientos,  acaso  mil,  pero  más  pronto  ó  más 
tarde  se  hubiera  comprobado  de  fijo,  una  vez  más,  que  el  poder 
militar  no  basta  para  sostener  ningún  trono.  V  al  cabo  de  los  años 
esto  mismo  se  habría,  una  vez  más,  olvidado;  porque  no  parece 
sino  que  el  prurito  de  dominación  "universal  es  morbo  infeccioso, 
endémico  en  la  tierra,  que  los  vencidos  transmiten  á  los  vencedo- 
res para  venganza  de  su  derrota.  El  escarmiento  de  los  Austria,  no 
aprovecha  á  los  Borbones,  ni  el  de  los  Borbones  á  los  Bonaparte, 
ni   el  de  los  Bonaparte  á  los  HohenzoUern.   Periódicamente  los 


, 


130  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

mandatarios  del  mundo  civilizado  se  reúnen  en  Münster,  en 
Utrecht,  en  Viena,  á  fin  de  asegurar  paz  perpetua  á  los  pueblos, 
mediante  el  predominio  del  Derecho  sobre  la  Fuerza;  mas  como- 
el  Derecho  de  los  diplomáticos  no  es  precisamente  la  Justicia, 
lo  que  ellos  emborronan  con  tinta,  se  lava  después  con  sangre 
humana. 

A  la  hora  actual,  quizá  han  comenzado  ya  á  escribirse  docu- 
mentos análogos  á  los  que  con  tanta  discreción  y  amenidad  cla- 
sificó el  Comandante  Weil,  en  la  obra  que  examinamos;  la  índole- 
fatalmente  indiscreta  de  su  contenido  será  causa  de  que  hasta  el 
siglo  XXI  permanezcan  ellos  inéditos  y  aun  ocultos.  De  los  per- 
sonajes á  quienes  tales  documentos  se  refieran,  depende  que, 
cuando  se  publiquen  y  los  lean,  no  incluyan  nuestros  descen- 
dientes el  nombre  geográfico  con  que  se  designará  al  próximo- 
Congreso,  como  uno  más  en  la  lista  de  los  que  recuerdan  hoy. 
otras  tantas  defraudaciones  perpetradas  por  los  directores  del 
mundo  culto  á  costa  de  la  paciente  humanidad. 

Madrid.  27,  xii,  18. 

Gabkiki.  Maura   v  Gamazo. 


III 
LOS   MERINOS  MAYORES  DE  ASTURIAS  Y  SU  DESCENDENCIA 

Apuntes  genealógicos,  históricos  y  anecdóticos,  por  el  Marqués  de  Alcedo- 
y  de  San  Carlos  (Académico  CoiTespondiente  de  la  Historia),  Madrid;. 
191 7.  Tomo,  en  4."  menor,  de  257  páginas,  .una  dedicatoria,  tres  índices, 
24  láminas  y  37  documentos  intercalados  en  el  texto. 

Al  abrir  el  libro  creemos  encontrar  la  genealogía  de  los  Meri- 
nos de  tierra  asturiana,  y  con  gran  sorpresa  hallamos  el  comien- 
zo de  un  estudio  acerca  de  la  familia  de  los  Quiñones  de  León. 
Nos  asalta  por  un  momento  la  duda  de  si,  en  efecto,  no  hubo 
más  Merinos  de  Asturias  que  los  famosos  Quiñones,  pero  pronto 
el  autor  nos  auxilia  sacándonos  de  la  repentina  ofuscación,  pues 


LOS    MERINOS    MAYORES    DE    ASTURIAS    Y    SU    DESCENnENCIA  1 3  I' 

declara  paladinamente  que  trata  de  la  «descendencia  de  los  Meri- 
nos mayores  de  Asturias,  del  apellido  üuiñones»,  con  lo  cual  no 
sale,  en  verdad,  muy  bien  parado  el  pomposo  título  exterior  de 
la  obra,  que  prometía  ocuparse  de  cuantos  hubieron  de  ostentar 
la  dignidad  mencionada. 

]\íás  adelante  se  habla  de  un  Pedro  /Vlvarez  de  üuiñones,  pri- 
mer Merino  mayor.  Como  la  afirmación  se  hace  sin  salvedad 
alguna,  y  pudiera  inducir  á  error  si  el  lector  indocto  la  combina 
con  el  título  de  la  portada,  conviene  recordar  algunos  nombres  y 
fechas.  En  1279,  II  de  Noviembre,  confirma,  en  Privilegio  á  -Sevi- 
lla, D.  Manrique  Gil,  llamado  Merino  mayor  en  tierra  de  León  y 
de  Asturias;  de  tiempo  de  I'ernando  I\^  es  Pero  López  de  Padie- 
11a,  que  ejerce  el  mismo  cargo,  confirmando  un  documento  roda- 
do del  año  1 308;  al  reinado  de  Alfonso  Xí  pertenecen  Juan  Al- 
varez  Osoyro,  P'ernán  Rodríguez  de  Villalobos,  Rodrigo  Alvarez 
de  Asturias  y  Alvarez  Núñez  Osoyro,  que  figuran  como  Merinos 
ó  Adelantados  de  tierra  asturiana.  El  año  L35L  gobernando  Cas- 
tilla Pedro  I,  ocupaba  la  mencionada  dignidad  D.  Juan  Roix  de 
Cisneros.  Esta  lista  podría  prolongarse  con  nuevos  nombres, 
pero  bastan  los  citados  para  demostrar  que  la  familia  de  üuiño- 
nes no  fué  la  primera  ni  la  única  en  disfrutar  los  altos  prestigios 
del  Merinazgo  de  Asturias. 

Es  hoy  cuestión  bien  dilucidada  lo  del  concepto  científico  de 
L^'tnealogia,  y  desde  Lorenz  se  comprende  en  el  estudio  de  esta 
importante  rama  auxiliar  de  las  investigaciones  históricas,  no  sólo 
á  los  unidos  por  un  lazo  de  sangre,  sino  á  los  que  forman  línea 
serial  de  cargos  y  dignidades,  porque  la  relación  de  parentesco 
espiritual,  la  familia,  oficial,  tiene  íntimas  conexiones  productoras 
de  notas  comunes  muy  de  tenerse  en  cuenta  para  el  estudio  dé- 
los pueblos  por  sus  influencias  políticas  y  sociales.  Por  eso,  tanto 
la  serie  de  los  Hmiiu  asirlos,  como  la  de  los  arcantes  atenienses  ó 
cónsules  romanos,  son  objeto  de  trabajos  genealógicos,  en  los- 
cuales  asimismo  se  hallan  incluidos  los  episcopologios  y  las  de- 
más obras  de  índole  análoga. 

No  siendo  los  üuiñones  de  León  los  primeros  Merinos  de  As- 
turias, ni,  por  tanto,  los  únicos  que  desempeñaron  esa  dignidad. 


(32  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

nos  maravilla  la  ausencia  de  antecedentes  de  esta  clase  de  ge- 
nealogía, tanto  más  existiendo  una  obra  clásica  como  la  de  los 
Salazar  de  Mendoza  sobre  las  Dignidades  de  Castilla,  y  que,  por 
cierto,  no  está  citada  ni  una  sola  vez  en  el  curso  de  la  obra  que 
analizamos. 

Si  estas  consideraciones  nos  sugiere  el  libro  en  sus  primeras 
páginas,  confirmando  los  asertos  expuestos  la  lectura  de  toda  la 
obra,  todavía  debemos  señalar  en  la  página  2  otras  observacio- 
nes, en  nuestro  sentir  merecedoras  de  ser  notadas.  La  exposición 
de  la  leyenda  del  origen  del  apellido  Quiñones  narrando  el  fabu- 
loso viaje  á  Jerusalén  y  la  graciosa  visita  á  Cristo  recién  nacido, 
nos  parecería  un  delicioso  pasatiempo  del  autor  si  no  advirtiéra- 
mos la  absoluta  falta  de  crítica  al  apoyar  sus  afirmaciones  en  el 
testimonio  de  Flavio  Dextro,  como  si  Nicolás  Antonio,  Mondé- 
jar  y  (jodoy  Alcántara  nada  hubieran  escrito  contra  los  falsos 
Cronicones,  existiendo  aún  limpia  de  toda  mancha  la  fama  del 
insigne  falsario  P.  Jerónimo  Román  de  la  Higuera. 

En  la  página  3  se  habla  del  Becerro  de  la  Iglesia  de  Astorga, 
y  se  menciona  como  existente,  por  no  comprobar  la  cita  que  es 
anterior  á  la  guerra  de  la  Independencia,  época  en  que  fué  que- 
mado por  los  ingleses  el  Archivo  de  Astorga,  pereciendo  entre 
otros  documentos  el  famoso  Becerro  ó  Tumbo  negro  astori- 
cense. 

Ya  en  la  página  I  5  se  trata,  con  la  autoridad  de  Trelles  y  de 
segunda  ó  tercera  mano,  del  concepto  de  Merino.  Opinamos  que 
el  problema  inicial  de  la  obra  debiera  haber  sido  fijar  las  mil  du- 
das, puntos  críticos  y  dificultades  que  evoca  la  palabra  Merino, 
apuntadas  por  Salazar  y  Mendoza  y  expue.stas  por  todos  los  tra- 
tadistas de  esta  materia,  y  entre  ellos  por  Lorenzo  de  Santayana 
y  Bustillo  en  el  libro  titulado:  Los  Magistrados  y  Trihiiuaks  di 
Jispaua:  su  origen,  instituto,  jurisdicción,  cojiociniicnto  y  gobierno; 
Zaragoza,  1 75 1-  De  sumo  interés  sería  el  averiguar  la  opinión  del 
Sr.  Marqués  de  Alcedo  acerca  de  la  potestadjudicial  de  los  Meri- 
nos, de  sus  atribuciones  militares  y  de  los  límites  de  sus  faculta- 
des jurisdiccionales,  extremos  que  completarían  el  concepto  de 
Merino,  todavía  no  muy  bien  dilucidado. 


IOS    MERINOS    MAYORES    DE    ASTURIAS    Y    SU    DESCENDENCIA  135 

Nos  dice  el  autor  que  la  rama  de  Alcedo  le  parece  más  impor- 
tante; pero  ignoramos  si  las  causas  de  esta  jircferencia  son  úni- 
camente subjetivas  ó  tienen  otra  trascendencia  de  cuño  más  cien, 
tífico.  Cita  el  Becerro  de  la  i<^iesia  ác  ( )vietlo,  }'  suponemos  que 
se  trata  del  llamado  ÍAhro  de  la  Regla  Colorada.  Sus  inspirado- 
res, en  la  mayoría  de  los  relatos,  son  Carvallo,  Sandoval,  López 
de  Ilaro  y  Trelles,  si  bien  confiesa  es  el  último  de  más  autori- 
dad que  !.<3pez  de  1  laro,  sin  cjue  manifieste  las  razones  en  c]ue 
apoya  su  aserto. 

En  la  página  88  declara  no  le  parece  de  interés  una  carta  de 
Mayorazgo,  no  aportando  pruebas  documentales  de  sus  referen- 
cias. Reproduce  en  la  página  9<^  i^ina  relación  de  derechos,  en  la 
cual  interviene  el  Conde  de  ,\rmagnac,  señor  de  los  Condados  de 
Cangas  y  lineo,  casado  con  la  Condesa  de  Irastamara,  no  expli- 
cando debidamente  la  intervención  de  Armagnac.  Publica,  trun- 
cados, diplomas  del  Infante  Don  Alfonso,  hijo  de  Juan  II,  llamán- 
dose Rey,  y  de  su  hermana  la  Princesa  Isabel,  omitiendo  fechas  \' 
sitios  de  otorgamiento;  lamentable  omisión  que  nos  priva  de  cono- 
cer datos  quizá  muy  interesantes  y  hasta  medios  de  comprobar 
la  autenticidad  del  documento.  Inserta  en  las  páginas  IIO  \'  III 
una  carta  del  Cardenal  de  üuiñones,  y  comparada  la  fotografía 
del  documento  con  su  transcripción,  se  advierte  su  inexactitud 
paleográfica,  pues  transcribe  lejos  por  lexos^  majestad  por  iiiajes- 
tat,  daré  me  por  darme,  etc.;  y  si  esto  sucede  con  una  misiva  del 
siglo  x\'i,  nos  infunde  vehementes  dudas  acerca  de  las  transcrip- 
ciones de  documentos  de  los  siglos  xiv  y  xv. 

El  aparato  de  cuadros  genealógicos  hubo  de  inspirarnos  cier- 
tas desconfianzas,  y,  consultando  con  un  experto  genealogista, 
hallamos  corroboradas  nuestras  sospechas.  En  efecto,  el  autor 
estudia  las  dos  líneas  de  la  familia  üuiñones:  la  primogénita  de 
los  Condes  de  Luna  y  la  de  los  señores  de  Riazo  y  Coladilla, 
mientras  que  el  Señorío  de  Alcedo  sólo  se  menciona,  debiendo 
haber  insertado  la  fundación  del  mismo,  puesto  que  es  el  título 
de  la  línea  segunda,  porque  los  de  Alontevirgen  y  San  Carlos 
proceden  del  enlace  con  los  Abaurre.  Mi  inteligente  asesor  aña- 
de que   los  señores    de   Riazo  y  Coladilla    se  separaron   en  dos- 


134  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

ramas:  la  de  los  Marqueses  de  Lorenzana  y  la  de  los  moderna 
mente  Marqueses  de  Alcedo;  uno  de  sus  miembros  era  en  1628 
Duque  italiano  de  Sasso,  y  después  de  Santo  Magno.  Esta  línea, 
.aunque  conserva  el  apellido,  es,  por  su  varonía,  Lorenzana,  á 
-causa  del  matrimonio  de  D.'^  María  de  Quiñones  con  Lope  Ro- 
dríguez de  Lorenzana.  Se  nota,  además,  en  los  entronques  genea- 
lógicos la  exclusión  sistemática  de  las  hembras,  con  un  raro  pru- 
rito antifeminista,  cuando  en  la  Casa  de  Luna  hubo  damas  tan 
ilustres  como  I).'^  María  de  Toledo,  madre  del  Marqués  de  la 
Mota,  y  la  segunda  Condesa  de  ]-*riego,  D.'^  María  de  Guiñones, 
y  tantas  más. 

.Sin  embargo,  la  obra  del  Marcjués  de  Alcedo  puede  reportar 
.alguna  utilidad  á  los  estudios  históricos.  Reúne  los  datos  disper- 
sos acerca  de  I).  Suero  de  Uuiñones,  el  del  paso  lioiiroso;  aporta 
•  curiosas  noticias  biográficas  de  D."^  Mencía  de  Lemos,  la  amiga 
del  Cardenal  Mendoza;  por  último,  da  á  conocer  documentos 
.inéditos  de  los  reinados  de  Pedro  I,  ]\.\\\v\  I,  Juan  II  y  Reyes 
Católicos,  sin  contar  gran  número  de  escrituras  particulares; 
pero  especialmente  tienen  valor  los  facsímiles,  pues  de  la  trans- 
-cripción  es  conveniente  desconfiar. 

Rn  resumen,  el  libio  jDudiera  haberse  rotulado  Los  Condes  de 
J^Hiia,  título  llevado  por  la  casa  Quiñones,  porque,  como  hemos 
probado,  no  todos  los  que  fueron  Merinos  de  Asturias  ostenta- 
ron ese  apellido,  ni,  por  lo  tanto,  el  Merinazgo  fué  dignidad  per- 
petua vinculada  en  la  familia  historiada  por  el  Marqués  de 
Alcedo. 

Este  es  el  parecer  que  le  merece  al  Académico  que  suscribe  la 
-obra  Merii/os  mayores  de  Asturias.  No  obstante,  siempre  y  en 
-todo  caso  la  Academia  resolverá  lo  que  juzgue  oportuno. 

.Aíadrid.  27  (le  Xoviembrc  de  lOiS. 

.Amonio  B.\rj,ESTKROs   v  BiíRE'rr.x. 


DESCUCRIMIENTOS  ARQUEOLÓGICOS  EN  LA   PROVINCIA   DE  CÓRDOBA 


ÍÍIKVCXS  DKSCniRlMIKXTOS  AROCKOLí  KilCOS  KX  I.A  PRÍAIN- 
CIA  DE   CÓRDOBA 


Ladrillos    visigóticos. 

\o  hace  mucho  tiempo  tuve  noticia,  por  conducto  de  mi  ihis- 
trado  amigo  I).  Manuel  Baena,  de  que  en  un  huerto  de  la  aldea 
■denominada  1^1  Hoyo,  á  ocho  kilómetros  al  sur  de  liélmez 
(provincia  de  Córdoba),  se  habían  descubierto,  al  hacer  trabajos 
de  plantación,  muchos  ladrillos  de  barro  cocido,  decorados  con 
•<liferentes  labores  y  letras  en  relieve. 

IJevado  de  mis  aficiones  á  esta  clase  de  estudios  y  de  mi  in- 
terés por  dar  á  conocer  tal  hallazgo,  hube  de  comisionar  al  señor 
i^aena  para  que  tuviese  la  bondad  de  proporcionarme  algunos  de 
•estos  ejemplares,  lo  que  llevó  á  efecto  con  su  habitual  galantería, 
facilitándome,  además,  la  adjunta  prueba  fotográfica;  siendo  de 
lamentar  que  todas  las  baldosas  encontradas  estén  rotas,  habién- 
dose salvado  solamente  una  en  perfecto  estado  de  conservación. 

Dos  composiciones  distintas  se  repiten  en  los  mencionados 
ladrillos,  ejecutadas  por  el  sistema  de  estampilla  ó  molde  de  real- 
-ce.  Representa  la  primera,  según  se  ve  en  los  tres  fragmentos  que 
se  han  podido  recoger,  agrupados  de  modo  para  facilitar  mejor 
su  reconstrucción,  un  hombre  á  caballo,  con  el  torso  inclinado 
hacia  atrás,  y  su  escudero  ó  criado  á  pie,  delante  del  corcel,  en 
actitud  de  sujetarlo  del  diestro. 

Toda  la  composición  estilizada  con  líneas  en  relieve  se  encie- 
rra en  un  rectángulo  cuadrado,  sobre  el  cual  corre  una  inscrip- 
ción invertida,  en  caracteres  latinos,  que  dice  EDIFICAT  (Edifi- 
Li'/j.  y  al  final  de  la  misma  hay  un  adorno  en  forma  de  X»  como 
para  rellenar  el  espacio  comprendido  entre  la  última  letra  y  la 
línea  del  recuadro. 

Si  este  ladrillo  estuviera  completo,  mediría  0,27  centímetos  de 


ii6 


BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 


alto  por  0,33  tle  ancho.  La  ruda  ejecución  de  su  traza,  aunque 
no  exenta  de  movimiento  en  la  figura  del  jinete,  tiene  mucha 
analogía  con  la  de  los  caballos  grabados  en  las  chapas  de  hebillas 


de  cinturón  de  la  época  visi- 
goda (siglo  V  ó  vil  existentes 
en  el  Museo  Arqueológico 
Nacional,  números  7.4OQ  y 
7.410  del  Catálogo. 

La  de  Barceloaa,  publicada 
asimismo  por  el  sabio  epi- 
grafista (tomo  Lv  del  Bole- 
líx,  pág.  450),  está  ornamen- 
tada con  el  monograma  de 
Cristo  dentro  del  círculo,  y 
las  dos  palomas  en  igual  po- 
sición que  las  anteriores,  á 
semejanza  de  la  hallada'  en 
Zahara  (provincia  de  Cádiz» 
(tomo  T.iii  del  Bouriíx,  pág.  38O),  y  de  otras  lápidas  cristianas. 
Este  ladrillo,  aunque  parece  de  la  misma  época,  siglo  v  a!  \i, 
y  de  igual  construcción  del  que  publicamos  en  este  Bolktíx,  pá- 
gina 78,  descubierto  en  Montilla,  su  dibujo  es  del  todo  diferente, 
pues  aquél  ostenta  en  el  centro  el  Crisinón  y  en  sus  ángulos  res- 
pectivos cuatro  adornos  resaltados  de  curva  biselada,  cuyos  ex- 
tremos se  enroscan,  á  manera  de  volutas,  dentro  de  las  cuales  se 
ve  un  ciprés,  y  á  derecha  é  izquierda  de  la  circunferencia  ofrece 


Fr.ii^menlos  de  ladrillos  visigóticcs  encontrados 
.     en  la  aldea  El  HoJ-o  (Córdoba). 


DESCUBRIMIENTOS  ARQUEOLÓGICOS  DE  LA  PROVINCIA  DE  CÓRDOBA  I  37 

un  exorno  formado  de  pequeños  botones  que  afectan  la  forma 
de  pina  ó  racimos  de  uvas  y  la  inscripción  CILAUCl  (de  Ci- 
lanco |. 

llübner  hace  mención  en  sus  Iiiscripcioins  Hispaiio-C'nstiai/as 


Ladrillo  visigótico  de  la  aldea  El  Hoyo  (Córdoba). 


(núm.  198  y  suplemento)  de  otro  ladrillo  igual  al  de  Montilla, 
encontrados  en  Puente  Genil,  y  otro  idéntico,  aunque  de  proce- 
dencia desconocida,  existe  en  el  Museo  Arquelógico  de  Córdoba. 

Tampoco  se  parece  á  los  baldosines  del  Museo  Arqueológico 
Nacional  hallados  á  cuatro  kilómetros  al  oeste.de  la  población 
de  Burguillos  (Badajoz)  y  cedidos  al  Estado  por  gestiones  del 
ilustre  Director  de  este  Establecimiento,  Sr.  Mélida;  pues  éstos 
afectan  la  forma  romboidal  y  su  ornamentación  es  completa- 
mente distinta. 

Es  sumamente  curioso  este  ejemplar,  y  no  tenemos  noticia 
hasta  ahora  de  ningún  otro  parecido,  exornado  con  asunto  tan 
original  y  simbólico  como  indica  su  inscripción. 

TOMO  Lxxiv  10 


I3S  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

I{n  el  segundo,  que  está  completo,  y  mide  igual  que  el  anterior, 
0,27  centímetros  de  alto  por  0,33  de  ancho,  aparece  dentro  de 
un  rectángulo  cuadrado  un  círculo  en  cuyo  centro  se  ven  dos 
palomas  enlazadas  en  forma  de  cruz,  uniéndose  á  la  línea  de  la 
circunferencia  los  vastagos  de  cuatro  hojas  de  yedra  ó  de  cora- 
zón, y  el  espacio  que  media  entre  cada  una  de  ellas  está  orna- 
mentado con  pequeño  adorno  semejante  á  una  estrella  ó  flor 
cuadrifolia. 

El  simbolismo  cristiano  de  esta  baldosa,  más  descifrable  que 
el  del  anterior,  resulta  interesante;  pues  las  palomas  cruzadas 
dentro  del  círculo  parecen  representar  el  Amor  Divino  y  Eter- 
no, y  las  hojas  de  yedra,  cuyos  vastagos  van  unidos  á  la  circun- 
ferencia, el  amor  terrenal  que  nace  de  aquél  y  la  unión  de  ambos 
amores,  el  amor  humano  con  el  amor  de  Dios. 

El  simbolismo  de  las  palomas,  crismón  y. flores  de  ¡oto  es 
frecuente  verlo  representado  en  los  pocos  monumentos  funera- 
rios que  se  conservan  en  la  época  visigoda;  pero  en  todos  los 
que  conocemos  está  expresado  de  manera  distinta,  como  apare- 
ce en  este  ladrillo,  también  muy  curioso  y  original. 

La  lápida  visigótica  de  Jerez  de  la  Frontera,  dada  á  conocer 
por  el  eminente  P.  Fita  (tomo  x,  pág.  34O  de  este  Boletín),  está 
decorada  en  su  parte  superior  por  dos  palomas  que  sustentan 
con  sus  picos  la  flor  del  loto,  pero  colocadas  fuera  del  círculo, 
cuyo  centro  ocupa  un  pelícano  ó  tal  vez  un  buho,  símbolo  del 
bautismo  y  de  la  inmortalidad. 

Otra  baldosa  ó  ladrillo  se  ha  descubierto,  hace  pocos  días,  en- 
tre varios  restos  de  construcciones  antiguas,  en  el  cortijo  llamado 
de  «Los  Libros»,  á  catorce  kilómetros  de  Córdoba,  en  su  térmi- 
no municipal  y  á  la  izquierda  de  la  carreterra  de  Madrid  á  Cádiz, 
propiedad  de  nuestro  querido  é  ilustrado  amigo  D.  Antonio  Pi- 
neda de  las  Infantas,  ex  alcalde  de  esta  población  y  en  la  actua- 
lidad Vicepresidente  déla  Comisión  provincial.  A  su  amabilidad 
debo  este  ejemplar. 

Mide  2Ó  centímetros  de  alto  por  28  de  ancho;  es  también 
de  barro  cocido,  pero  mucho  más  duro  y  compacto  que  el  de 
los  anteriores.  Su  composición  en  relieve  es  sencilla  y  elegante: 


DESCUBRIMIENTOS  ARQUEOLÓGICOS  DE  LA  PROVINCIA   DE  CÓRDOBA  I  yj 

dentro  de  una  moldura  cuadrangular  se  desarrolla  un  motivo  de- 
corativo en  forma  de  cru/,  graciosamente  combinado,  el  cual   se 


Ladrillo  visigótico  de  la  aldea  El  Hoyo  (Córdoba). 


ve  reproducido  con  frecuencia  en  algunos  monumentos  visigodos. 
No  se  sabe  aún  de  modo  cierto  la  verdadera  finalidad  que  pu- 


I40  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

dieran  tener  estos  elementos  arquitectónicos,  los  cuales  algu- 
nas veces  se  han  encontrado  cubriendo  sepulturas,  y  otras,  como 
en  la  presente,  sólo  han  aparecido  revueltos  entre  materiales  de 
construcción;  pero  por  el  crecido  número  hallado  en  la  aldea  de 
El  Hoyo,  y  antes  en  Burguillos,  y  por  la  particularidad  de  repe- 
tirse en  ellos  un  mismo  motivo  decorativo,  inducen  á  suponer 
que  estos  ladrillos  procedan  de  alguna  basílica  en  la  cjue  se  em- 
plearan para  decorar  sus  muros,  bien  en  zócalos  ó  frisos,  y  tam- 
bién el  pavimento,  en  sitios  determinados. 

El  hallazgo,  pues,  de  estos  curiosos  ejemplares,  que  someto  al 
superior  examen  de  esta  docta  Academia,  tiene  verdadera  im- 
portancia arqueológica,  porque  viene  á  suministrar  nuevos  cia- 
tos para  el  estudio  de  aquella  naciente  sociedad  Hispano-Visigo- 
da,  envuelta  aún  en  las  nebulosidades  de  nuestra  historia  patria. 

Córdol)a,  Diciembre,  191S. 

ExRioui-:  Romero  dk  Torres. 


V 
TJX  A  FIRMA  AUT(')(iRAFA  DEL  P.  RIBERA 

El  ilustre  jesuíta  P.  Francisco  de  Ribera  dejó  su  firma  en  un 
ejemplar  de  la  obra  <'()pvs  ervditissimvm  Divi  Irenaei,  Episcopi 
Lvgdvnensis  in  qvinqve  libros  digestum,  in  quibus  mire  retegit  & 
confutat  ueterum  haereseon  impías  portentosas  opiniones»  (Ba- 
silea,  1533,),  que  se  conserva  en  la  Biblioteca  Universitaria  de 
.Salamanca.  En  el  libro  en  cuestión  hay  diligencias  de  haber  sido 
expurgado,  y  entre  otras  está  la  siguiente: 

«Este  libro  está  expurgado  conforme  al  expurgatorio  publi- 
»cado  por  el  S.***  Offigio,  enfee  de  lo  qual  yo  Fran.'"  de  Rib.'*  de 
»la  Comp.''  de  J.'*%  por  commission  de  los  SS.*""  Inquisidores  lo 
»firmé  de  mi  nombre  en  Salamanca  4,  Jimio  de  1585  años. — 
/  Fran.'*^  de  Ribera».  La  fecha  fué  enmendada,  quizá  al  tiempo  de 


UNA    FIRMA    AUTCJGRAl'A    DEL    P.    RIBERA.  141 

firmarla  el  P.  Ribera,  y  después  de  salvadas  tachaduras  y  enmien- 
das, se  lee:  23  de  Marzo  de  1587  aiios. 

Comparada  la  edición  expurgada  con  otra  que  no  lo  está  resul- 
ta que  sólo  falta  una  epístola  de  Erasmo  (acutoris  damnato,  opus 
permissum). 

Por  si  pudiera  ofrecer  algún  detalle  para  la  biografía  del  refe- 
rido P.  Ribera,  tengo  el  honor  de  participarlo  a  la  Academia. 

Ama  Lío  FIuakih. 

correspondiente  de  ia  Real  Academia  de  la  Historia. 


VARIEDADES 


LAS  REINAS,    MIJERES  LEGITIMAS  DEL  REY  DE  LEOX 
BERMUDO  II 

Censura  de   esta  S\ícmflr¡a  inédita  y  perdida 
de  D.  Casimiro  G(5mez  Ortega. 


Nota  preliminar. 

En  Septiembre  de  l8oi  discutía  la  Academia,  en  sus  sesiones 
ordinarias,  artículo  por  artículo,  los  nuevos  Estatutos  del  Cuerpo, 
que  se  estaban  elaborando.  Por  enfermedad  y  achaques  del  se- 
ñor Conde  de  Campomanes,  las  presidía,  como  más  antiguo,  el 
Sr.  Duque  de  la  Roca,  y  era  Secretario  perpetuo  D.  Joseph  Cor- 
nide.  En  la  sesión  del  día  II,  después  de  aprobado  el  Estatu- 
to A'/V-,  que  prescribía  la  forma  en  que  los  Académicos  super- 
numerarios habían  de  pasar  á  la  clase  de  numerarios,  se  reservó 
para  la  Junta  siguiente  otro  punto  que  abrazaba  el  referido  Esta- 
tuto «acerca  de  los  individuos  que  habían  de  gozar  los  gajes  dt' 
antiguos^  presentando  alguna  Disertación  ú  obra  digna  que  me- 
reciera la  aprobación  del  Cuerpo».  En  efecto,  en  la  sesión  del 
día  1 8  se  trató  de  la  creación  de  otros  gajes,  y  textualmente  el 
acta  de  dicho  día  á  este  propósito  dice  así: 

«En  consecuencia  de  la  conferencia  que  precedió  con  motivo 
de  continuarse  la  discusión  sobre  la  inteligencia  y  ampliación  del 
artículo  14  de  nuestros  Estatutos,  se  acordó  unánimemente,  para 


LAS  REINAS,  MUJERES  LEGÍTIMAS  DEL  REY   DE  LEÓN  BERMUDO  II  )  43 

estimular  la  aplicación  de  los  Académicos  de  número,  la  creación 
de  seis  plazas,  dentro  de  la  expresada  clase,  que  se  distingan  en 
el  goce  de  1.500  reales  vellón  anuales,  y  que  los  que  las  obten- 
gan lleven  el  título  de  Antiguos,  siendo  acreedores  á  ellos  aque- 
llos Numerarios  que,  contando  por  lo  menos  diez  años  de  Aca- 
démicos desde  el  día  en  que  entraron  de  Siipermuner arios ■,  y  te- 
niendo la  calificación  de  útiles  y  asistentes,  como  lo  declara  el 
mismo  artículo,  presenten  una  Memoria,  disertación  ó  discurso 
que,  á  juicio  de  la  .-\cademia,  merezca  publicarse  en  los  tomos 
de  su§  Mcniorias.  Llenas  dichas  seis  plazas,  optarán  á  ellas  los 
Académicos  de  número  que  cumplan  en  esta  condición  por  el 
orden  de  tiempo  en  que  la  desempeñen». 

Ocupaban  á  la  sazón  los  doce  puestos  de  mayor  antigüedad 
en  la  escala  académica  el  Director,  Conde  de  Campomanes,  que 
tenía  como  Numerario  la  de  1 748;  el  Duque  de  la  Roca,  la 
de  1753;  D.José  Corhide,  la  de  1/35;  T).  Tomás  Antonio  Sán- 
chez, la  de  1757;  D.  José  de  (nievara  de  Vasconcelos  y  don 
Casimiro  Gómez  (ortega,  la  de  1770,  respectivamente;  D.  Anto- 
nio de  Capmany,  la  de  1775;  D-  lomas  López,  la  de  1776; 
D.  José  Ruiz  de  Celada,  la  de  1777;  D.  Gaspar  Melchor  de  Jove- 
llanos,  la  de  1/79;  D.  José  Banqueri,  la  de  1783,  y  D.  José 
Vargas  Ponce,  la  de  1787;  y  aunque  aquellos  Estatutos  fue- 
ron aprobados  y  entraron  en  vigor  desde  1802  hasta  1807,  no  se 
había  presentado  para  este  Certamen  ninguno  de  los  antedichos. 
El  que  en  26  de  Agosto  de  1802  presentó  con  dicho  objeto  una 
disertación  Sobre  el  origen,  nombre  y  población  de  Madrid  fué 
I).  Juan  Antonio  Pellicer,  al  que  la  censura  de  los  Sres.  D.  Casi- 
miro (jómez  Ortega,  D.  Isidoro  Bosarte  y  D.  Antonio  Siles 
echó  por  tierra  su  trabajo,  no  conceptuándole  propio  ni  para 
figurar  entre  las  Memorias,  ni  de  obtener  el  premio  de  los 
Antiguos. 

En  2"/  de  Noviembre  del  mismo  año  de  1807  hubo  elección  de 
Director,  siendo  favorecido  con  la  mayoría  de  los  votos  D.  Juan 
Pérez  Villamil;  pero  desde  que  ocurrieron  los  trágicos  sucesos 
del  Dos  de  Mayo  del  año  siguiente  de  1 808,  la  mayor  parte  de 
los  Académicos,  comenzítndo  por  su  mismo  Director,  se  ausentó 


144  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

de  la  capital,  y,  por  lo  tanto,  de  la  Academia.  Con  diversas  alter- 
nativas, conforme  los  franceses  ocupaban  ó  desocjipaban  á  Ma- 
drid, el  número  de  los  Numerarios  que  quedaron  asistentes  era 
(le  cuatro  á  seis,  con  la  adición  de  algún  que  otro  Supernumera- 
rio ó  Correspondiente,  á  los  cuales  hubo  á  veces  que  investirlos 
con  los  cargos  académicos  por  no  haber  Numerarios  que  los  des- 
empeñaran. En  razón  de  ser  el  más  antiguo  entre  los  que  que- 
daron, absorbió  la  dirección  D.  Casimiro  Gómez  Ortega,  y  entre 
|OS  que  solían  asistir,  aunque  no  siempre,  se  contaban  Vargas 
Ponce,  Martínez  Marina,  Clemencín,  Conde,  Abella  y  Flores, 
que  era  el  Secretario  perpetuo.  Como  Supernumerarios,  de  vez 
en  cuando,  concurrían  á  las  sesiones  Navarrete,  vSiles,  Ala- 
manzón,  López,  los  dos  Villanueva,  Garriga,  Ruybamba,  Sanz, 
Bauza,  Salcedo  y  algún  Correspondiente,  como  Alcedo  y 
Llórente. 

El  Secretario  perpetuo,  D.  Joaquín  Juan  Flores,  se  eclipsó  en 
Marzo  de  l8ll,  y  entonces  se  le  dio  por  sustituto  al  Supernu- 
merario D.  Antonio  Siles,  que  empezó  á  ejercer  este  cargo  el  15 
de  dicho  mes.  Ocurrió  en  esto  que,  cumplido  el  trienio  de  la 
Dirección  de  Pérez  Villamil,  cargo  que  accidentalmente  venía 
ejerciendo,  como  se  ha  dicho,  el  Sr.  Gómez  Ortega,  éste,  apenas 
fué  elegido  director  en  propiedad  D.  Vicente  González  Arnao,  el 
26  de  Abril  de  18 1 1,  se  le  antojó  presentarse  pretendiente  á  una 
de  las  seis  plazas  de  Antiguos  que  se  establecieron  en  18  de  Sep- 
tiembre de  1 801  y  al  disfrute  de  los  I.500  reales  vellón  que  se 
designaron  para  sus  gajes,  y  á  este  fin,  en  la  sesión  del  28  de  Ju- 
nio siguiente,  según  reza  el  acta  de  dicho  día,  «leyó  una  Memo- 
ria que  ha  trabajado  acerca  á&Las  dos  Reinas,  Dona  Velasquita  y 
Doña  Elvira^  ynujeres  legítimas^  viviendo  ambas ^  del  Rey  de  León^ 
Don  Bermudo  II,  llamado  el  Gotoso,  aprovechándose  de  las  luces, 
noticias  y  documentos  del  Padre  Maestro  P  r.  Juan  Solveira,  Abad 
del  Monasterio  de  Sopetrán  y  de  los  manuscritos  que  éste  había 
regalado  á  la  Academia». 

Como  hubo  que  cumplir  las  condiciones  que  se  habían  im- 
•puesto  al  crear  esta  distinción  de  honor  y  el  gaje  adherente,  esta 
Memoria  pasó  al  examen  de  los  .SreS.  Siles  y  (barriga,  los  dos 


LAS  REINAS,  MUJERES  LEGÍTIMAS  DEL  REV  DE  LEÓN  BERMUDO  II  I  45 

Supernumerarios  en  oficio  de  Revisores.,  y  luego  que  cumplie- 
ron su  estudio  y  su  informe,  en  la  sesión  del  día  13  de  Septiem- 
bre el  Sr.  Siles,  conforme  el  acta  certifica,  «leyó  el  juicio  que  ha 
extendido,  de  acuerdo  con  el  Sr.  Ciarriga,  de  la  Memoria  traba- 
jada y  presentada  por  el  Sr.  (jómez  Ortega,  con  el  objeto  de 
aspirar  á  los  gajes  de  auíií^iio,  en  el  cual  concluyen  los  censores 
que  no  la  creen  digna  de  publicarse  entre  \?ls- Memorias  de  la 
Academia.,  por  no  ser  conforme  al  espíritu  del  acuerdo  de  18  de 
vSeptiembre  de  1801,  en  que  se  crearon  las  seis  plazas  dé  Acadé- 
micos de  número  con  la  denominación  y  gajes  de  Antiguos'»; 
acordándose  á  la  vez  que/ se  devuelva  la  Memoria  que  presentó 
el  Sr.  Gómez  Ortega,  con  copia  íntegra  de  la  censura  de  los  se- 
ñores Siles  y  (jarriga,  para  que  aquél  la  mejore  y  perfeccione 
con  arreglo  á  las  observaciones  de  los  censores  y  á  las  intencio- 
nes de  la  Academia,  acompañando  el  Necrologio  en  que  se  fun- 
da el  principal  objeto  de  su  trabajo  y  dando  las  pruebas  de  su 
autenticidad  y  verdad». 

Así  se  comunicó  de  oficio  este  acuerdo  del  Sr.  Gómez  Ortega, 
devolviéndole  la  Memoria  y  pidiéndole  el  Necrologio,  á  lo  que  en 
30  de  Septiembre,  contestando  al  Secretario  Flores,  le  decía: 
«Como  para  cumplir  con  lo  que  ha  dispuesto  la  Academia  sea 
necesario  algún  tiempo,  no  me  permite  mi  obligación,  por  mi 
parte,  dejar  de  manifestarla,  desde  luego  por  medio  de  V .  vS.,  el 
más  respetuoso  agradecimiento  por  haberse  servido  mandar,  con- 
tra lo  acostumbrado  en  semejantes  casos,  que  se  me  comuni- 
quen los  reparos,  como  se  me  han  comunicado  en  un  oficio  tan 
honorífico  como  desmerecido,  cuyo  ejemplar  no  puedo  menos 
de  desear  que  la  justificación  y  sabiduría  de  la  Academia  se  haga 
trascendental  por  punto  general  á  todos  los  individuos  que  pre- 
senten á  su  censura  sus  trabajos». 

La  Memoria  del  vSr.  Gómez  Ortega  no  fué  devuelta  más  á  la 
Academia,  corregida  y  repasada  ó  no;  pero  el  informe  que  sobre 
ella  dieron  los  Sres.  Censores  D.  Antonio  Siles  y  D.  José  Garriga 
es  un  trabajo  tan  bien  estudiado  y  dispuesto,  que  al  cabo  de 
ciento  ocho  años  de  permanecer  inédito  entre  los  papeles  de  la 
Secretaría  de  la  Academia,  bien  merece  ver  la  luz  en  su  Bole- 


146  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA     HISTORIA 

TÍN  por  la  lucidez  con  que  aclara  algunos  puntos  dudosos  del 
reinado  y  costumbres  del  tiempo  en  que  reinaba  Bermudo  II  de 
León. 

1.  P.  DK  G.   V  G. 


Exc.Mo.  Se\()k: 

La  disertación,  cuya  censura  se  sirvió  encargarnos  la  Acade- 
mia por  Decreto-  de  28  de  Junio  próximo  pasado,  es  una  Memo- 
ria sobre  las  Reynas,  mugeres  legítimas  del  Rey  de  León  Don  Ber- 
mudo 11^  compuesta  y  leída  por  nuestro  antiguo  Académico  el 
Sr.  D.  Casimiro  Gómez  Ortega.  No  se  necesita  mas  que  referir  el 
objeto  de  este  Discurso  para  conocer  que  no  puede  coresponder 
á  las  intenciones  de  la  Academia  en  esta  clase  de  trabajos,  ni  á 
los  deseos  del  autor. 

Con  efecto,  nadie  ignora  la  extensión  y  claridad  con  que  de 
los  nombres,  acciones  y  familias  de  las  dos  mugeres  legítimas, 
Doña  Velasquita  y  Doíia  Elvira,  que  lo  fueron  del  Rey  Don  Ber- 
mudo II  de  León,  y  de  las  de  sus  amigas  ó  concubinas,  trataron 
el  Padre  Maestro  Flórez,  en  el  tomo  i  de  sus  Reynas  Católicas^ 
página  116,  y  el  Padre  Maestro  Risco,  en  el  tomo  xxxviii  déla 
España  Sagrada,  páginas  17  y  29,  y  en  la  Historia  de  León, 
tomo  I,  página  223,  habiendo  procurado  este  último  resolver  y 
aclarar  varias  dudas  que  dexó  aún  indecisas  el  primero.  De  aquí, 
pues,  la  suma  dificultad,  por  no  decir  imposibilidad,  de  dar  á  un 
asunto  tan  extensa  y  sabiamente  examinado,  aquel  aspecto  de 
novedad,  que  siempre  apetece  la  Academia  en  las  Memorias  que 
con  su  aprobación  hayan  de  lograr  la  luz  pública,  tanto  más 
quanto  el  escritor  más  antiguo  que  refirió  las  acciones  del  Rey 
Don  Bermudo  II,  á  saber,  el  Monge  de  Silos,  en  su  Crónica  nada 
dixo  de  las  mugeres  legítimas  y  concubinas  de  este  Soberano. 
Por  eso  es  necesario  recurrir  á  la  relación  que  sobre  este  particu- 
lar hizo  en  su  Crónica  el  Obispo  de  Oviedo,  Don  Pelayo,  escritor 
del  siglo  XII,  y  á  lo  que  añadieron  en  el  xui  Don  Rodrigo  Ximé- 
nez,  Arzobispo  de  Toledo;  Don  Lucas,  Obispo  de  Túy,  y  la  Cró- 


I.AS  REINAS.  MUJERES  LEGÍTIMAS  UEL  REY  DE  LEÓN  BERMUDO  II  I47 

i/ica  (jeiicral  del  Rey  Don  Alonso  el  Sabio,  Las  escasas  y  con- 
tradictorias noticias  suministradas  por  estos  escritores,  ayudadas 
con  la  corta  luz  que  dan  algunos  diplomas  de  aquellos  tiempos, 
y  la  inscripción  sepulcral  de  ima  Reyna,  Doña  \^elasquita,  que 
descubrió  el  Padre  Risco  en  la  Iglesia  de  San  Salvador  de  Deva, 
son  las  únicas  guías  para  el  examen  de  los  hechos,  y  en  verdad, 
donde  escasean  los  documentos  y  abundan  las  dudas  y  perple- 
xidades  no  es  posible  dar  un  paso  cierto,  sino  que  la  imaginación 
se  abandona  á  congeturas  y  verosimilitudes  que  no  pasan  de  una 
mera  probabilidad  y  jamás  convencen  ni  demuestran  un  heclio 
histórico. 

En  este  supuesto,  el  Autor  de  la  presente  Memoria,  en  los 
diferentes  puntos  de  que  trata,  no  hace  nicas,  ni  puede  hacer  otra 
cosa,  que  entre  los  escritores  que  le  han  precedido  preferir  las 
opiniones  que  le  parecen  más  fundadas.  Sin  que  pueda  decirse 
añade  otra  cosa  que  la  noticia  del  año  de  la  muerte  de  la  Reyna 
Doña  Elvira,  segunda  muger  de  Don  Rermudo  II,  y  el  asignar  por 
padre  de  Doña  \  elasquita  á  Don  Ramiro  el  Ciego,  hijo  del  Rey 
Don  Eruela  II.  Lo  primero,  esto  es,  el  año  en  que  falleció  Doña 
Elvira,  lo  funda  en  un  Necrologio,  descubierto  por  nuestro  difunto 
Académico  el  Padre  ?klaestro  Sobreyra  en  el  Arcliivo  del  Monas- 
terio de  San  Martín  de  la  Ciudad  de  Santiago,  en  cuyo  necrolo- 
gio,  que  señala  la  época  de  la  muerte  de  varios  Reyes,  se  pone  la  de 
Don  Bermudo  II  en  una  feria  quinta  de  Septiembre  de  la  Era  1037, 
ó  séase  año  999  deChristo,  y  la  de  su  muger  la  Reyna  Doña  Elvira, 
en  la  Era  1055;  qi^e  es  el  año  1017  de  Christo.  Aunque  el  Autor 
de  la  Memoria,  dice  acompaña  por  vía  de  Apéndice  una  copia  de 
el  extracto  de  este  Necrologio,  formado  por  el  Padre  Sobreyra,  no 
se  nos  ha  pasado  dicho  apéndice  ó  extracto,  quizá  porque  el 
Autor  no  habrá  cumplido  su  promesa,  porque  el  original  deberá 
estar  entre  los  papeles  del  Padre  Sobreyra  que  posee  la  Acade- 
mia, lampoco  se  hace  un  examen  crítico  de  este  documento 
acerca  de  su  autenticidad,  tanto  más  necesario,  quanto  es  inédito 
y  ha  sido  enteramente  ignorado  hasta  la  noticia  privada  que  ha 
dado  de  él  el  Padre  Sobreyra.  Y  no  basta  en  estos  puntos  supo- 
nerle gótico  y  original,  como  lo  hace  el  Autor  de  la   Memoria, 


148  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE   LA    HISTORIA 

descansando,  sin  duda,  en  el  juicio  del  Padre  Sobreyra  por  los 
conocimientos  paleográficos  que  le  adornaban.  Deben,  además, 
darse  las  pruebas  tle  este  dictamen,  pues  se  trata  nada  menos 
que  de  un  manuscrito  que  se  dice  formado  por  mandado  de  la 
Reyna  Doña  Sancha,  rauger  del  Rey  Don  Fernando  el  Magno, 
escrito  para  tal  Padre  en  el  año  de  105  5  y  adornado  con  el  Re- 
trato de  los  mismos  Soberanos,  que  pintó  un  tal  P>uctuoso.  Y, 
por  Liltimo,  no  se  analiza  tampoco  la  puntualidad  y  exactitud  de 
las  noticias  de  este  necrologio,  pues  si  es  exacto  en  lo  demás  que 
refiere,  conviniendo  con  los  otros  documentos  históricos  que 
han  llegado  á  nuestra  edad,  debemos  suponerle  igualmente  veraz 
acerca  del  año  de  la  muerte  de  la  Reyna  Doña  Elvira,  mas  no  así 
si  en  otros  puntos  encontramos  haberse  equivocado.  Pero  aun 
supuesta  la  autenticidad  y  veracidad  del  Necrologio^  con  la  noti- 
cia que  da  del  fallecimiento  de  la  Reyna  Doña  Elvira,  poco  ó  nada 
gana  la  historia  nacional,  pues  no  ñxa,  como  supone  el  Autor  de 
la  Memoria^  el  último  día,  hasta  ahora  ignorado,  de  la  vida  de 
esta  Reyna,  sino  sólo  el  año,  es,  á  saber,  la  Era  de  105  5,  en  la  que 
ya  de  antemano  se  sabía  vivía  esta  Soberana,  pues  el  diligente 
Ambrosio  de  Morales,  en  el  cap.  xxxviri  del  Libro  x\  11  de  su 
Crónica^  hace  mención  que  entre  los  privilegios  de  la  Iglesia  [Me- 
tropolitana de  Santiago  de  Galicia  existe  uno  expedido  por  esta 
Reyna  á  17  de  Agosto  de  dicha  Era  de  1055,  ó  séase  año  1017 
de  Christo,  en  que  dona  á  aquella  Iglesia  algunos  lugares  en  la 
ribera  del  río  Neyra  y  en  otras  partes;  documento  que  no  menciona 
el  Autor  de  la  Islemoria,  sin  embargo  de  que  debería  hacer  mé- 
rito de  su  resultado,  pues  si  bien  el  Necrologio  fixa  la  muerte  de 
Doña  Elvira  en  el  año  de  1017,  el  citado  privilegio  convence 
que  ésta  debió  ser  después  del  17  de  Agosto,  particularidad  que 
no  consta  por  el  Necrologio. 

Si  en  vista  de  esto  no  puede  decirse  con  verdad  haber  descu- 
bierto el  Autor  de  la  Memoria  el  último  día  de  la  vida  de  la 
Reyna  Doña  Elvira,  menos  podrá  asegurarse  que  ha  determinado 
á  punto  fixo  el  verdadero  padre  de  la  Reyna  Doña  Velasquita, 
primera  muger  de  Bermudo  II.  Prescindiendo  de  las  opiniones 
que  sobre  este  particular  llevaron  los  escritores  anteriores  al  Pa- 


LAS  REINAS  MUJERES  LEGITIMAS  DEL  REY  DE  LEÓN   BEKMUUO  !I  149 

dre  Maestro  Risco,  haciendo  unos  á  dicha  Reyna  hija  de  Don 
Ordoño  el  Malo,  hijo  que  fué  del  Rey  Don  Alfonso  IV  el  Monge, 
y  otros  suponiéndola  hija  del  Conde  de  Castilla  Don  (jarcia  Fer- 
nándc/í,  lo  cierto  es  que  el  insinuado  Continuador  de  la  España 
Sagrada  sospechó  que  era  hija  del  Rey  Don  Ramiro  II,  de  León, 
fundándose  en  la  mencionada  inscripción  sepulcral  de  la  Iglesia 
de  vSan  Salvador  de  Deva,  que  dice:  /;/  nomine  Domiiii  yesu 
Christi  pro  cniiis  amore  Velasquita  Regina  prolis  Ra)ñiniri  edifi- 
cabit  templuvt  Domini  Sancti  Salvatoris  et  reliqíiie  hic  siint  re- 
conditae  &-'c.  Ya  se  ve  que  esta  inscripción  es  perteneciente  á  una 
Reyna  llamada  Velasquita,  mas  en  ella  no  se  expresa  que  fuese 
la  muger  de  Bermudo  II,  y  esta  misma  circunstancia  se  echa  de 
menos  en  el  privilegio  que  publicó  el  propio  Padre  Maestro  Ris- 
co en  el  tomo  38  de  la  España  Sagrada  (Apéndice  9,  pág.  285), 
dado  á  favor  de  la  iglesia  de  San  Salvador  de  Oviedo  por  la 
Reyna  \  elasquita  á  4  de  las  Calendas  de  Septiembre  de  la  Era 
1044,  año  lOOÓ  de  Christo,  en  el  qual  aquella  Reyna  llama  su 
sobrino  "y  enterado  al  Rey  Don  Alfonso  excepto  (dice)  Canda- 
mo  Cf  Soralas  c^  Parivas,  guas  dedi  suprino  (ir  privigno  meo 
Regi  Adefonso.  Mas  pudiera  ser  que  la  Reyna  Velasquita  de  que 
hablan  estos  dos  documentos  fuese  persona  distinta  de  la  primera 
muger  de  Bermudo  II,  pues  no  dexa  de  ser  extraño  que  ponién- 
dose esta  qualidad  en  la  inscripción  del  sepulcro  de  Doña  Elvira, 
que  existe  en  León,  se  omitiese  en  Doña  Velasquita,  y  no  se  al- 
canza la  razón  de  diversidad  por  qué  á  esta  última  no  se  la  lla- 
mase esposa  de  Bermudo  en  su  epitafio,  como  se  hizo  con  la  an- 
terior, á  no  ser  que  digamos  que  fué  porque  no  estuvo  casada 
con  dicho  Rey,  ni  con  otro  real  y  verdadero  Soberano.  Fuera  de 
que  este  nombre  de  Velasquita  no  dexaba  de  ser  de  uso  común 
y  frecuente  en  aquellos  tiempos,  puesto  que  la  historia  nos  pre- 
senta otras  Velasquitas  distintas  de  la  muger  primera  de  Bermu- 
do II,  por  exemplo,  Velasquita,  muger  de  Gudesteo  Suárez,  men- 
cionada en  un  privilegio  de  la  Iglesia  de  Santiago,  que  dio  á  co- 
nocer Ambrosio  de  Morales  en  el  cap.  41,  lib.  17  de  su  Crónica: 
y  otra  V^elasquita,  hija  de  Don  Sancho  Garcés,  Rey  de  Navarra, 
casada  con  Munio  ó  Ñuño,  Conde  de  \^izcava,  como  consta  de 


150  BOLETÍN    DE    LA    KEAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

la  Genealogía  de  los  Reyes  Fireiiaicos,  publicada  por  nuestro  di- 
funto Académico  el  Sr.  D.  Joaquín  Traggia.  No  obsta  el  que  á  la 
antes  referida  Doña  Velasquita,  de  que  hablan  la  inscripción  de 
üeva  y  el  privilegio  de  Oviedo,  se  la  dé  el  dictado  de  Reyna.  pues 
no  era  cosa  desusada  en  aquella  edad,  antes  bien  en  nuestra  his- 
toria nacional  se  encuentran  varios  exemplares  de  haberse  lla- 
mado Reynas  á  las  que  en  realidad  no  lo  fueron,  como  sucedió 
con  Doña  Urraca,  hermana  de  Don  Alonso  VI,  Rey  de  León,  y 
con  Doña  Sancha,  hermana  de  Don  Alonso  VII,  llamado  el  Em- 
perador, como  con  inscripciones  sepulcrales  y  otros  documentos 
lo  acredita  el  Padre  Maestro  Flórez  en  el  tomo  i  de  sus  Reynas 
Católicas,  págs.  154  y  267.  Y  así  no  es  inverosímil  que  á  una 
persona  de  sangre  Real,  como  hija  del  Rey  Don  Ramiro  11,  se  la 
llamase  Reyna,  por  algún  motivo  que  no  haya  llegado  á  noticia 
de  la  posteridad,  y  que  ésta  fuese  la  que  edificó  y  se  enterró  en 
el  templo  de  San  Salvador  de  Deva,  é  hizo  la  donación  á  la  Igle- 
sia de  San  Salvador  de  Oviedo,  aunque  no  hubiese  sido  la  muger 
de  Don  Bermudo  II,  sino  quizá  la  de  alguno  de  los  muchos  que 
tomaron  título  de  Reyes,  sublevándose  contra  su  Soberano. 
Y  se  desvanece  esta  congetura  para  que  en  la  inscripción  de 
Deva  no  se  llame  Rey  á  Ramiro,  padre  de  la  Reyna  Doña  \  elas- 
quita,  sino  que  se  diga  simplemente  prolis  Ranimiri,  por  quanto 
es  sabido  quán  frecuente  es  esta  frase  en  los  diplomas  y  otros 
instrumentos  antiguos  para  denotar  personas  que  indudablemen- 
te fueron  hijos  de  Reyes.  Entre  las  muchas  pruebas  que  pudieran 
ciarse  de  esta  verdad,  bastará  citar  las  confirmaciones  de  la  citada 
escritura  de  la  Reyna  Doña  Elvira,  de  1 7  de  Agosto  del  año 
de  1017.  Allí,  como  testifica  Morales  en  el  referido  lugar,  se  lee: 
Sancia  proles  Veremundi:  Tarasia  proles  Veremundi:  Gekyra 
proles  Veremundi:  y  á  pesar  de  que  al  padre  de  estas  tres,  San- 
cha, Teresa  y  Elvira,  no  se  da  el  dictado  de  Rey,  sin  embargo, 
nadie  duda  que  todas  fueron  hijas  del  Rey  Don  Bermudo  II. 

Estos  raciocinios  atacan  en  su  raíz  el  principal  fundamento 
que  deja  el  Autor  de  la  Memoria  en  favor  de  su  opinión  para 
hacer  á  Doña  Velasquita  primera  muger  de  este  Soberano,  hija 
de  Don  Ramiro  el  Ciego,  que  tuvo  por  padre  al  Rey  Don  Frue- 


LAS  REINAS,   MUJERES  LEGÍTIMAS  DEL  KEY  UE   LEÓN  BER.MUUO  II  I.5  I 

la  II.  Pero  supóngase  la  hipótesis  de  que  la  Velasquita,  nuiger  de 
Bermudo,  fuese  la  misma  de  que  habla  la  inscripción  de  Deva, 
y,  por  tanto,  que  aquélla  era  hija  de  un  Ramiro.  .Supóngase,  asi- 
mismo, que  éste  no  fué  Don  Ramiro  II,  Rey  de  León,  sino  otro 
(h"stinto  sugeto,  aunque  del  mismo  nombre.  ;(Jué  razón  se  da 
para  que  hubiese  de  ser  el  Infante  Don  Ramiro  el  Ciego,  hijo  del 
Rey  Don  Frucla  II?  El  i\utor  de  la  Memoria  lo  cree  así,  fundán- 
dose en  que  el  Alongé  de  Corlas,  que  escribió  su  tumbo  en  el 
año  1207,  y  estaba  muy  instruido  en  los  privilegios  é  instrumen- 
tos antiguos,  asegura  que  la  Infanta  Doña  Christina,  hija  de  Ber- 
mudo estuvo  casada  con  Don  Ordofio  Ramírez,  hermano  de  la 
Reina  Doña  \'elasquita:  y  en  que  el  Obispo  Don  Pelayo  dice  ex- 
presamente que  Doña  Christina  estuvo  casada  con  Don  Ordoño, 
hijo  del  Infante  Don  Ramiro  el  Ciego.  De  donde  infiere  que  este 
Don  Ramiro  el  Ciego,  hijo  del  Rey  Don  Fruela  II,  llamado  así 
por  haberle  hecho  sacar  los  ojos  igualmente  que  á  otros  dos  her- 
manos, el  Rey  Ramiro  II,  tuvo  los  dos  hijos,  Velasquita  y  Ordo- 
ño,  marido  de  Doña  Christina.  Dexemos  á  un  lado  la  equivoca- 
ción que  padece  el  Autor  de  la  Memoria  en  atribuir  al  Rey  Don 
Ramiro  II  la  acción  de  haber  mandado  sacar  los  ojos  á  Don  Ra- 
miro, Don  Ordoño  y  Don  Alfonso,  hijos  de  Don  Fruela,  quando 
de  la  Crónica  de  Sampiro,  Obispo  de  Astorga,  resulta  que  el 
autor  de  este  castigo  no  fué  Don  Ramiro,  sino  el  Rey  Don  Al- 
fonso IV  de  León.  Fixemos  únicamente  la  atención  en  la  autori- 
dad del  Monge  de  Corlas  y  en  la  del  Obispo  Don  Pelayo.  En 
quanto  á  la  primera,  el  Autor  de  la  Memoria  no  nos  pone  como 
debiera  las  palabras  del  Alongé  de  Corlas,  así  como  no  las  puso 
el  Padre  Alaestro  Risco  en  el  tomo  xxxviii  de  la  España  Sagrada^ 
página  30,  de  donde  se  ha  tomado,  sin  duda,  esta  noticia:  pues 
se  contenta  con  afirmar,  aunque  sin  probarlo,  que  el  tumbo  del 
Monasterio  de  San  Juan  de  Corias,  que  se  escribió  en  el  año  1 207 
por  un  Alongé  muy  instruido  y  práctico  en  el  reconocimiento  de 
los  privilegios  antiguos,  pone  el  modo  en  que  vino  á  heredar  la 
Villa  de  Aceliana  Doña  Christina  Alfonso,  nieta  de  la  fundadora 
del  Monasterio  de  Corneliana  (que  parece  ser  la  Infanta  Doña 
Christina),  y  dice  que  esta  Señora  estuvo  casada  con  Don  Ordoño 


152  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

Ramírez,  el  qual  era  hermano  de  la  Reyna  Doña  Velasquita.  V 
en  verdad,  por  mucho  que  sea  el  aprecio  que  se  merezca  el  Pa- 
dre Risco,  no  descansaremos  en  su  fe  mientras  que  no  veamos  la 
cláusula  del  tumbo  de  Corlas. 

Alas  dése  por  cierto  que  de  éste  resulte  la  fraternidad  de  Don 
Ordoño  Ramírez  con  la  Reina  Doña  Velasquita,  este  descubri- 
miento, como  el  de  que  el  padre  de  ambos  se  llamaba  Ramiro, 
se  deberá  al  Continuador  de  la  España  Sagrada,  y  siempre  que- 
dará en  duda  si  dicho  padre  fué  el  Rey  Don  Ramiro  II,  como 
opina  Risco,  ó  el  Infante  Don  Ramiro  el  Ciego,  hijo  de  Don  Frue- 
la  II.  Fuera  de  que  el  Monge  de  Corlas  escribía  un  siglo  después 
del  suceso,  y  no  es  bastante  para  acreditar  indudablemente  un 
hecho  que  no  refirieron  los  coetáneos  ó  más  inmediatos.  En  quan- 
to  á  la  autoridad  del  Obispo  Don  Pelayo,  no  negamos  que  refiere 
que  la  Infanta  Doña  Christina,  hija  de  Bermudo  II,  tuvo  muchos 
hijos  é  hijas,  que  menciona,  con  el  Infante  (ordoño,  hijo  del  Infante 
Ramiro  el  Ciego;  pero  también  es  cierto  que  este  mismo  Autor 
dice  expresamente  que  la  Infanta  Doña  Cristina  fué  hija  (no  de  la 
Reyna  Doña  \  elasquita,  á  quien  no  asigna  sucesión  alguna),  sino 
de  una  aldeana  llamada  también  V^elasquita,  hija  de  Mantelo  y  de 
Velalla  de  Meres,  junto  al  monte  Copciano.  .Sin  embargo,  el  Au- 
tor de  la  Memoria  no  sigue  en  esto  al  Obispo  Don  Pelayo,  antes 
cree  haber  confundido  á  la  Reyna  Doña  \  elasquita  con  una  de 
las  amigas  del  Rey  Don  Bermudo  II,  bien  porque  se  haya  adul- 
terado el  texto  en  las  copias  manuscritas  ó  bien  porque  Don 
Pelayo  tuviese  informes  equivocados.  ¿Por  qué,  pues,  no  se  podrá 
sospechar  igual  adulteración  del  texto  en  las  copias  manuscritas 
de  esta  Crónica,  ó  informes  equivocados  en  quanto  á  que  el  sue- 
gro de  Doña  Christina  fuese  Don  Ramiro  el  Ciego,  hijo  del  Rey 
Don  P'ruela  II?  La  inscripción  sepulcral  de  Deva  habla  de  la  Reyna 
Doña  Velasquita,  y  no  de  la  amiga  del  Rey,  su  marido;  por  tanto, 
no  hay  inconveniente  en  que  el  padre  de  aquélla  se  llamase  Ra- 
miro, como  dice  la  inscripción,  y  el  de  ésta  se  nombrase  Mantelo, 
como  asegura  el  Obispo  Don  Pelayo.  Y  si  la  Crónica  del  Rey 
Don  Alonso  el  Sabio  decía  en  el  siglo  xiii,  no  que  la  Infanta  Doña 
Oistina  fuese  dueña  de  gran  guisa,  como  equivocadamente  su- 


I.AS  REINAS,   MUJERES  LEGITIMAS  DEL  REY  Dli  LEÓN  BERMUDO  11  1  53 

p<ine  el  Autor  de  la  Memoria^  sino  cjue  lo  fué  Doña  Velasqiiita, 
su  madre,  muger  á  bendición  del  Rey  Don  Bermudo  IJ,  tambiéii 
decía  que  esta  Doña  Christina  fué  casada  con  Don  Ordoño  el 
Ciego,  hijo  del  Rey  Don  Ramiro  11,  en  lo  que  conviene  también 
el  Arzobispo  Don  Rodrigo  Ximénez  en  el  lib.  5 -"i  t:ap.  xiv  de  su 
Historia^  y  así,  si  unimos  la  relación  de  estos  dos  historiadores 
á  lo  que  se  dice  expresar  el  Monge  de  Corlas,  resultará  indefec- 
tiblemente que  si  la  Rey  na  Doña  Velasquita  era  hermana  de  Or- 
doño Ramírez,  que  casó  con  la  Infanta  Doña  Christina,  hija  de 
aquélla,  y  si  este  Ordoño  era  hijo  del  Rey  Don  Ramiro  II,  tam- 
bién lo  sería  la  Reyna  Doña  Velasquita,  como  quiere  el  Padre 
Risco,  y,  por  tanto,  no  pudo  tener  por  padre  al  Infante  Don  Ra- 
miro el  Ciego,  hijo  del  Rey  Don  Fruela  II,  como  pretende  el  Au- 
tor de  la  Memoria.  Y  así  no  alcanzamos  por  qué  ha  de  ser  pre- 
ferido el  Obispo  Don  Pelayo  en  quanto  á  la  filiación  de  Don  Or- 
doño, y  ha  de  ser  desechado  por  lo  que  respecta  á  la  filiación  de 
Doña  Christina,  y,  por  el  contrario,  por  qué  se  ha  de  dar  prefe- 
rencia á  la  Cránica  general  en  quanto  á  lo  segundo  y  ha  de  ser 
desestimada  por  lo  que  toca  á  lo  primero,  como  se  sigue  del  sis- 
tema adoptado  en  la  Memoria.  Mejor  será  que  convengamos  en 
que  la  qüestión  acerca  del  verdadero  padre  de  Doña  Velasquita 
no  ha  llegado  aún  á  decidirse  con  certidumbre  histórica,  sino  que 
permanece  todavía  cubierta  de  las  mismas  nieblas,  dudas  y  per- 
plexidades  que  tenía  antes,  por  faltarnos  una  guía  segura  que 
podamos  seguir  en  este  punto.  Y,  por  consiguiente,  habremos  de 
convenir  también  en  que  un  asunto  de  esta  clase,  así  por  lo  obs- 
curo y  complicado,  como  por  la  falta  de  novedad,  no  puede  .ser 
un  objeto  digno  de  \xx\2l' Memoria  Académica.  Tanto  más  quanto 
ni  puede  agradar  é  instruir  á  los  lectores,  ni  menos  es  de  utilidad 
para  la  Historia  general. 

En  electo,  la  asignación  del  año  en  (|ue  falleció  la  Reyna  Doña 
Elvira,  primera  muger  de  Don  Bermudo  II,  y  el  señalamiento  del 
verdadero  padre  de  la  primera  muger  de  éste.  Doña  Velasquita, 
y  aun  el  retrato  nuevamente  descubierto  de  la  Reyna  Doña  San- 
cha, muger  de  Don  Fernando  el  Magno,  podría  conducir  para 
añadir  algunas  breves  notas  é  ilustraciones  á  la  obra  de  las  Reynas 

TOMO    LXXIV  II 


1 54  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

Católicas,  del  Padre  Flórez,  si  llegara  á  reimprimirse,  y  para  au- 
mentar la  colección  de  retratos  que  contiene,  pero  estas  noticias 
no  son  de  la  mayor  importancia  para  la  Historia  gemí  al  de  Es- 
paña. Y  una  vez  que,  á  pesar  de  las  indagaciones  del  Autor  de  la 
Disertación,  por  ellas  no  se  desvanece,  sino  que  más  bien  perma- 
nece en  su  vigor  la  grave  dificultad  que  resulta  de  haber  sobre- 
vivido las  dos  Reynas  á  su  marido  Don  Bermudo,  y,  por  tanto, 
de  haber  éste  contrahido  segundo  matrimonio,  viviendo  aun  su 
]>rimera  esposa,  sin  que  por  eso  se  dexasen  de  tener  por  legíti- 
mos ambos  matrimonios,  más  á  propósito  para  los  fines  de  la 
Academia  hubiera  sido  presentar  con  esta  ocasión  los  usos  y  cos- 
tumbres de  aquella  edad  acerca  de  los  matrimonios  en  nuestra 
España,  y  la  historia  de  los  impedimentos  matrimoniales  y  su 
origen  entre  nosotros,  y  las  opiniones  de  los  antiguos  españoles 
sobre  la  indisolubilidad  del  contrato  matrimonial.  ¡Qué  campo 
liubiera  sido  este  tan  nuevo  y  tan  ameno,  y  quán  digno  de  la 
expectación  pública!  Pero  esto  lo  trata  de  paso  el  Autor  de  la 
Memoria.,  contentándose  con  repetir  lo  mismo  que  acerca  de  la 
licitud  y  validación  de  los  matrimonios  de  Don  Bermudo  habían 
dicho  antes  los  Padres  Florez  y  Risco. 

Por  último,  esta  Memoria  es  demasiado  breve  y  concisa,  y  está 
acompañada  de  un  árbol  defectuoso,  por  hallarse  formado  por 
orden  inverso  al  natural  y  acostumbrado,  como  que  el  tronco 
común  Don  Alonso  III  el  Magno  está  en  el  lugar  más  ínfimo,  }■ 
sus  viznietos  en  el  más  elevado,  quando  debería  ser  lo  contrario, 
porque  si  no  los  descendientes  parecen  ascendientes,  }'  se  da  una 
idea  equivocada. 

En  este  supuesto,  aunque  con  sentimiento  nuestro  (porque  la 
amistad  y  particular  afecto  que  profesamos  al  Autor  de  esta  Me- 
moria, su  antigüedad,  asistencia  y  servicios  que  ha  hecho  á  la 
Academia,  nos  hacía  desear  poder  dar  un  dictamen  favorable  á 
este  trabajo),  nos  vemos,  sin  embargo,  en  la  precisión  de  mani- 
festar que  por  las  razones  expuestas  no  creemos  que  esta  Me- 
moria merezca  publicarse  entre  las  de  la  Academia,  por  no  ser 
conforme  al  espíritu  que  está  bien  manifiesto  en  el  acuerdo  de  l8 
de  Septiembre  do  l8oi,  en  que  se  crearon  las  seis  plazas  de  Acá- 


VIAJE    AI,    INTEKIOR    DE    ÁFRICA  1 55 

tlémicos  antiguos  do  Número  con  el  goce  de  gages  de  tales,  (jue 
además  de  la  antigüedad  y  asistencia  exigió  la  calificación  de  útil 
en  el  Académico,  y  que  para  esto  la  Memoria  presentada  ajuicio 
de  la  Academia  merezca  publicarse  en  los  tomos  de  Memorias, 
(lando  así  bien  á  entender  la  grande  economía  con  que  debe  dis- 
pensarse esta  gracia,  como  así  lo  ha  hecho  hasta  ahora  la  Aca- 
demia, pues  más  que  premio  del  individuo,  es  un  medio  de  enri- 
quecer con  trabajos  dignos  los  tomos  de  la  Academia,  que,  al 
paso  que  conserven  el  honor  y  lustre  de  ésta,  aumenten  el  buen 
nombre  y  merecida  reputación  adquirida  por  sus  Autores.  Vue- 
cencia, sin  embargo,  resolverá,  como  siempre,  lo  más  justo.  Ma- 
drid, I2.de  Septiembre  de  l8ii. 

Antonio  Sii.ks.  Joskph  G.vkkica. 


II 

VIAJE  AL  INTERIOR  DE  ÁFRICA 
DE    D.    DOMINCxO    BADÍA    Y    LEBLIC  H 

En  10  de  Abril  de  l8oi  elevó  D.  Domingo  Badía  y  Leblich 
ima  Representación  al  Gobierno  del  Rey  Don  Carlos  IV,  en  que 
le  comunicaba  el  proyecto  de  verificar  un  viaje  al  interior  de  Áfri- 
ca, y  en  1 6  del  mismo  mes  el  entonces  Ministro  de  Estado,  don 
Pedro  Cevallos,  la  pasaba  á  informe  de  la  Real  Academia  de  la 
Historia.  La  empresa  de  Badía  y  Leblich  era  favorecida  por  el 
Príncipe  de  la  Paz,  patrocinador  en  aquel  tiempo  de  todo  pro- 
yecto que  arguyese  un  progreso  para  la  ciencia;  un  prestigio 
más,  cuando  menos,  para  la  Corona  de  España;  una  prenda  más 
que  aumentara  el  poder  nacional,  y  todo  acto  de  valor  y  de  au- 
dacia que  pudiera  conquistar  un  nombre  más  al  heroísmo  espa- 
ñol. Hombre  de  más  fantasía  que  meditadas  resoluciones,  en  la 
empresa  que  Badía  le  había  propuesto  había  entrevisto,  si  no  el 
descubrimiento  do  \\n  nuevo  continente,  como  el  con  que  Colón 


I5Ó  .    BOLETÍN    DE    1,A    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

engrandeció  el  reinado  de  los  Reyes  Católicos,  Don  Fernando  y 
Doña  Isabel,  una  nueva  base  de  grandeza  para  la  Patria  en  la 
conquista,  incorporación  y  colonización  de  África.  Con  estos 
pensamientos,  los  proyectos  de  Badía  fueron  por  él  acogidos,  y 
con  la  celeridad  que  imponía  á  cuanto  ardientemente  deseaba,  él 
fué  la  palanca  bajo  la  cual  Cevallos,  sin  pérdida  de  tiempo,  se 
dirigió  á  la  Academia  de  la  Historia  para  su  informe,  por  más 
que  el  susodicho  Ministro  no  participase  en  esto  de  las  ideas  del 
Jefe  superior,  á  quien  acataba. 

En  los  libros  de  Actas  de  la  Academia  se  lee  textualmente 
este  capítulo  en  la  del  viernes  17  de  Abril,  es  decir,  al  día  si- 
g-uiente  de  recibir  el  oficio  de  Cevallos:  «Di  cuenta  (el  Secretario 
D.  Antonio  Capmany)  de  una  Real  orden,  comunicada  por  el 
Excmo.  Sr.  D.  Pedro  Cevallos,  primer  Secretario  de  Estado  y 
del  Despacho,  en  que  se  remite  á  informe  de  la  Academia  el 
proyecto  de  D.  Domingo  Badía  y  Leblich,  con  los  documentes 
que  le  acompañan,  para  emprender  un  viaje  al  interior  de  África 
con  los  auxilios  del  Gobierno.  El  .Sr.  Presidente  ( lo  era  acciden- 
tal el  .Sr.  D.  Tomás  Antonio  Sánchez,  por  enfermedad  del 
Director  propietario,  Conde  de  Campomanes),  comisionó  para  el 
examen  del  plan  y  documentos  remitidos  por  la  vía  reservada 
del  Ministerio  de  Estado  á  los  Sres.  Guevara  de  Vasconcelos. 
Cornide  y  Fernández  de  Navarrete.  Hasta  la  sesión  del  5  de  Ju- 
nio no  se  leyó  el  dictamen  que  emitieron  tan  doctos  Académi- 
cos, y  aunque  fué  aprobado,  después  de  algunas  ligeras  vwdifica- 
ciones,  dice  el  acta  de  este  día,  se  acordó  se  extienda  por  .Secre- 
taría, en  nombre  de  la  Academia,  y  que,  visto  por  ésta  nuevamente, 
se  dirija  á  la  vía  reservada  de  Estado,  con  devolución  de  todos 
los  papeles  y  documentos  que  acompañan  al  plan.  En  efecto;  en 
el  acta  del  día  12  del  mismo  mes  y  con  la  firma  del  Secretario 
perpetuo,  D.  Antonio  de  Capmany,  se  dice:  «Presenté  y  leí  segun- 
da vez  el  Informe  que  hace  la  Academia  á  la  vía  reservada  de  Es- 
tado sobre  el  proyecto  de  D.  Domingo  Badía,  y  quedó  aprobado 
y  acordado  que  se  extienda  en  limpio  y  se  dirija  al  Ministerio». 

¥A  expediente  de  tan  interesante  asunto  consta  de  los  docu- 
mentos siguientes: 


VIAJE    AL    INTERIOR  DE    ÁFRICA  157 


I.— Oficio  del  Ministerio  de  Estado  á  la  Academia. 

Don  Doniingü  Badía  y  Leblich  ha  reniiliclo  el  adjunto  Oficio,  á 
que  acompaña  un  pkín  de  un  nuevo  viaje  que  desea  emprender 
por  el  interior  del  África;  una  Carta  geográfica  que  ha  formado 
'de  los  nuevos  descubrimientos  hechos  en  aquella  parte  del  Globo, 
y  una  Memoria  con  varios  documentos  relativos  á  observaciones 
atmosféricas  por  medio  del  Globo  aerostático;  y  habiendo  re- 
suelto S.  M.  que  la  Real  Academia  de  la  Historia  examine  el 
proyecto  que  este  sujeto  se  ofrece  á  realizar,  informando  lo  co- 
rrespondiente sobre  los  varios  puntos  que  abraza:  dirijo  á  V.  S. 
dichjs  piipeles,  con  devolución,  para  que  la  Academia  ejecute  y 
me  remita  el  expresado  Informe. 

Dios  guarde  á   \'.   S.   muclios  años.  Aranjuez,    l6   de   Abril 

de  1801. 

Pedko   Ckvallos. 

Sr.  Secretario  de  la  Real  Academia  de  la  Historia. 


II.— Representación  al  Rey  de  D.  Domingo  Badía. 

Se.ñok: 

Don  Domingo  Badía  y  Leblich,  con  el  más  profundo  respeto, 
cí  L.  R.  P.  de  V.  M.  expone: 

Que  examinados  los  viajes  hechos  por  varios  europeos  á  los 
países  interiores  del  África,  vistos  los  cortos  resultados  de  ellos, 
producidos  por  el  método  imperfecto  de  su  ejecución,  siendo  en 
el  día  tan  interesantes  estos  descubrimientos  que  vemos  ocupan 
parte  de  la  atención  de  las  naciones  más  cultas  de  Europa,  aun 
en  medio  de  las  críticas  circunstancias  en  que  se  hallan,  he  for- 
mado el  Plan  de  mi  nuevo  Viaje,  cuyos  resultados  deben  ser  in- 
finitamente más  vastos  que  los  obtenidos  hasta  aquí  por  los  enér- 
gicos medios  que  para  ello  se  propone,  el  cual  se  atreve  á  ofre- 
cer á  L.  P.  de  \'.  M.  en  la  Carta  geográfica  que  he  formado  de 


158  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

los  mismos  descLibrimientos  hechos  en  aquella  parte  del  globo. 
El  exponente  ha  servido  á  V.  M.  diez  años  de  Administrador  de 
Utensilios  en  la  costa  de  Granada,  seis  años  y  medio  de  Conta- 
dor de  Guerra  con  ejercicio  y  distintivo  de  Comisario  Real  de 
Guerra,  y  tres  años  de  Administi-ador  de  la  Renta  de  Tabacos  de 
la  capital  y  partido  de  Córdoba.  Ha  estudiado  Filosofía,  Mate- 
máticas, Física  experimental,  Química  demostrativa,  Idiomas  y 
otras  humanidades,  sobre  cuyos  ramos  ha  publicado  varias  Memo- 
rias y  sostenido  Actos  públicos  que  le  granjearon  el  honor  de  que 
varias  Sociedades  del  Reino  le  remitiesen  títulos  de  Individuo 
suyos.  Una  providencia  ilegal  del  Consejo  de  Castilla  (cual  consta 
en  la  Memoria  y  documentos  adjuntos)  arruinó  al  exponente,  que, 
viendo  desatendida  su  razón  y  todos  sus  recursos,  últimamente 
hizo  dimisión  de  su  empleo,  para  quedarse  á  agenciar  en  la 
Corte  la  indemnización  á  los  males  que  se  le  habían  causado. 
Habiendo  presentado  al  Sr.  D.  Francisco  de  .Saavedra  una  obra 
que  excitó  su  particular  atención,  de  su  orden  la  dedicó  á  Su 
Majestad,  que  se  dignó  admitirla;  mas  después  de  una  aprobación 
muy  lisonjera  de  los  Estudios  Reales,  ¡cuál  fué  el  sentimiento  del 
exponente  al  ver  extraviada  su  obra  en  la  Secretaría!  Así  quedó 
perdido  este  trabajo,  como  tantos  otros  que  ha  hecho  en  servicio 
del  Estado.  Posteriormente  ha  traducido  la  obra  titulada  Diccio- 
nario de  las  Maravillas  del  Universo^  en  cuatro  tomos,  cuyo  pri- 
mero se  ha  publicado  ya;  y  hace  cerca  de  dos  años  que  trabajó 
á  las  inmediatas  órdenes  del  Príncipe  de  Castelfranco,  teniendo 
el  encargo  de  su  Biblioteca.  El  exponente  se  ofrece  á  L.  P.  de 
V.  M.  para  la  ejecución  que  en  el  Plan  se  propone,  cuyos  gastos 
ascienden  á  dos  mil  duros  para  la  compra  de  instrumentos  en  In- 
glaterra, doscientos  doblones  para  su  habilitación  y  gastos  extra- 
ordinarios en  Londres,  y  tres  mil  reales  mensuales  de  sueldo,  de 
cuyo  ingreso  satisfará  todos  los  gastos  ocurrentes  en  África,  cu- 
yas cantidades,  al  cabo  de  cuatro  años  que  durará  el  viaje,  im- 
portarán sólo  100.096  reales,  á  lo  que  se  agregará  el  importe  de 
la  conducción  á  España  desde  las  costas  de  África  de  los  objetos 
que  someta  para  el  Gabinete  de  Historia  Natural  ú  otro  fin,  can- 
tidad bien  diminuta  para  los  grandes  resultados  que  deba  pn>- 


VIAJE    AL    INTERIOR    DE    ÁFRICA»  1 59 

(lucir  su  inversión.  Y  en  esta  atención. =: A  V.  Majestad  suplica 
se  digne  acceder  al  Plan  propuesto,  confiriendo  al  suplicante  su 
«•jecución  y  condecorándole  para  ello  con  algún  carácter  que  le  fa- 
cilite la  atención  de  los  extranjeros  con  quienes  debe  tratar.  Gra- 
cia que  espera  del  benéfico  corazón  de  V.  M.=iMadrid,  II  de 
Abril  de  l8ol.=A  L.  R.  P.  de  V.  M.=:Domingo  Badía  Leblicii. 

«Es  copia  de  un  original,  que  por  ahora  existe  en  mi  poder,  para  de- 
volverle á  su  tiempo  á  la  Secretaría  de  Estado.  Madrid,  20  de  Abril 
(le  i8oi^>. 

Antonio  de  Capmany, 


111. — Traslado  á  los  Académicos  iaformantes. 

Muy  señor  mío: 

Por  acuerdo  de  la  Real  Academia  de  la  Historia,  en  Junta  que 
celebró  el  viernes  próximo,  1 7  del  presente,  pasó  á  manos  de 
V.  S.  copia  certificada  de  una  Real  orden,  que  con  fecha  I  ó  del 
mismo  dirigió  el  Excmo.  Sr.  Ministro  de  Estado  para  que  se 
informe  á  S.  M.  sobre  el  plan  de  un  nuevo  viaje  que  desea  em- 
prender por  el  interior  del  África  D.  Domingo  Radía  y  Leblich; 
acompaña  también  el  Plan  original  mencionado,  la  Carta  Geo- 
gráfica y  Memoria  que  exprevSa  dicha  Real  orden,  y  últimamen- 
te, copia  certificada  también  de  la  Representación  á  vS.  M.  por  el 
mismo  Badía;  todo  con  el  fin  de  que  V.  S.,  con  los  demás  seño- 
res comisionados  por  la  Academia,  la  informe  sobre  los  varios 
puntos  que  ab;-aza  esta  empresa,  para  cumplir  con  la  confianza 
que  este  Real  Cuerpo  merece  á  S.  M. 

vSírvase  V.  S.  darme  aviso  del  recibo  de  estos  documentos, 
para  que  siempre  conste. 

Nuestro  Señor  gde.  á  V.  S.  ms.  as.  Madrid,  2\  de  Abril 
de  1801. 

B.  1.  m.   de  V.  S.  su  muy  atento  servidor: 

Antonio  de  Cai'MANY. 
Sr.  D.  y  ose'  de  Guevara  {i). 


(i>     La  contestación  y  recibo  fecha  del  25. 


l6o  BOLETÍN'DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 


IV. — Informe  sobre  el  viaje  que  intenta  hacer  á  lo  inte- 
rior de  la  África  D.  Domingo  Badía. 

ExcMO.  Skñok: 

Hemos  examinado  con  el  mayor  cuidado  y  atención  el  Plan 
de  su  viaje  á  lo  interior  de  la  África,  presentado  por  D.  Donnin- 
go  Badía  al  Ministerio  de  Estado  y  pasado  á  informe  de  la  Aca- 
demia. 

Desde  luego  se  nos  han  presentado  tres  cuestiones  que  deben 
ser  de  fundamento  á  este  Informe,  y  que  ha  de  tenerse  presente 
para  desempeñar  con  acierto  el  examen  que  se  nos  ha  confiado: 
I.",  si  es  posible  ejecutar  este  viaje,  y  si  ejecutado  en  los  térmi- 
nos que  se  propone,  tendrá  toda  la  autoridad  y  confianza  que 
necesiten  sus  noticias;  2.°,  si  á  España  puede  serle  de  alguna  uti- 
lidad, y  3.°,  si  habiéndola  podrá  confiarse  á  Badía  su  desempeño. 

La  posibilidad  de  la  ejecución  del  viaje  no  puede  ponerse  en 
duda,  pues  que  lo  han  intentado  y  verificado  algunos  particula- 
res, como  fueron  en  lo  antiguo  varios  jesuítas,  que  se  internaron 
hasta  la  Abisinia;  algunos  portugueses  y  el  alemán  Jol">  Ludolfo, 
que  escribió  una  Historia  de  este  país,  del  cual  hay  otra  de  un 
religioso  llamado  el  Padre  Santos.  Modernamente,  el  Profesor 
sueco  Tumberg  se  internó  en  África  desde  el  Cabo  de  Buena  Es- 
peranza hasta  sus  Hotentotes  y  Cafres.  Vaillaut  recorrió  toda  la 
África  Meridional;  el  inglés  Broun,  desde  el  Egipto,  se  internó 
por  la  Nubia  hasta  el  reino  de  Darfour  al  Oeste  de  la  Abisinia; 
su  paisano  Brun  se  había  adelantado  hasta  las  fuentes  del  Nilo  }' 
Montes  de  la  Luna;  ]\Iungo  Parck,  inglés,  emprendió  su  viaje 
desde  la  costa  de  Guinea  y  llegó  hasta  muy  cerca  de  Tombut, 
de  donde  se  cree  traen  el  oro  las  caravanas  de  la  costa  del  África 
occidental.  El  Barón  de  Risdesel,  caballero  sajón,  emprendió  en 
1785,  con  permiso  del  Re}'  de  Francia,  otro  viaje,  en  que  des- 
pués de  subir  todo  lo  posible  por  el  río  Senegal,  debía  internarse 
luego  en  las  tierras  y  penetrar  hasta  la  Abisinia,  y  bajando  desde 


VIAJE    AL    INTERIOR    DE    ÁFRICA  l6l 

allí  por  el  Nilo  pasar  al  l^gi])to  \'  al  Cairo;  y,  úlLímanienté,  los 
papeles  públicos  de  Francia  han  anunciado  y  extractado  el  viaje 
hecho  por  un  escritor  holandés  desde  el  Cabo  de  Buena  Espe- 
ranza hasta  el  Desierto  del  Sahara  y  costa  SeptentrioiTaí  de 
África,  y  de  allí  hasta  Marruecos.  De  casi  todos  estos  viajes  hay 
Relaciones  impresas,  y  son  muy  comunes,  y  todas  prueban  la 
posibilidad  de  la  ejecución  y  el  progreso  que  lian  hecho  los  co- 
nocimientos humanos,  según  el. objeto  particular  de  cada  expe- 
dición, pues  el  de  Tumberg  y  Vaillaut  fué  la  Botánica,  la  Histo- 
ria Natural  y  la  Geografía,  y  los  de  Broun  y  Mungo  Parck,  el  co- 
mercio, y  como  de  esto  resultan  tantas  ventajas  al  de  Inglaterra, 
se  formó  allí  una  Sociedad,  á  cuya  cabera  se  halla  el  famoso 
Banck  para  promover  estos  descubrimientos  desde  el  punto 
adonde  llegó  Broun  hacia  el  Occidente  y  Mediodía,  y  ya  se  sabe 
que  al  Egipto  llegan  las  caravanas  de  Daríour. 

Pero  aun  cuando  después  de  tantos  y  tan  repetidos  viajes 
hechos  en  estos  últimos  años,  y  promovidos  para  el  adelanta- 
miento de  las  ciencias,  y  para  los  intereses  del  comercio  se  hi- 
ciese y  ejecutase  el  que  propone  Badía  sin  compañero,  ni  tes- 
tigo alguno,  ¿qué  fe,  qué  autoridad  podrían  merecer  sus  noticias? 
Cuando  no  se  tuvieren  por  apócrifas,  ó  producidas  por  las  exa- 
geraciones á  que  induce  insensiblemente  el  amor  propio  de  los 
viajeros,  las  reglas  de  la  juiciosa  crítica,  y  la  prudencia  de  los 
sensatos  harían  por  lo  menos  suspender  el  juicio  en  las  cosas 
nuevas,  ó  extraordinarias  que  nos  refiriese.  Ejemplo  tenemos  en 
los  viajeros  anteriores  al  siglo  xv,  que  nos  refirieron  los  descu- 
brimientos hechos  en  la  India  Oriental,  como  el  judío  de  Tude- 
la,  Marco  Polo,  Juan  Manueville,  y  otros.,  cuyas  relaciones  se  tu- 
vieron por  fabulosas,  y  no  todas  han  apoyado  los  conocimien- 
tos posteriores  de  aquellas  regiones,  á  excepción  de  la  de  Marco 
Polo,  que  se  ha  encontrado  más  exacta  y  verdadera. 

Del  examen  de  este  primer  punto  se  infiere  que  á  España  no 
le  queda  qué  hacer,  pues  cjue  dos  naciones  tan  sabias  y  diligen- 
tes como  la  Francia  y  la  Inglaterra  acabarán  lo  que  tan  fervoro- 
samente han  emprendido,  y  mucho  más  cuando  los  franceses 
dueños  deI_Egipto  se  internan  por  todo  aquel  país  comisionando 


ib2  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

hombres  instruidos  en  las  antigüedades  y  ciencias,  y  cuando  los 
ingleses  con  colonias  establecidas  en  la  parte  Occidental,  y  Me- 
ridional de  África  han  formado  compañías,  que  tienen  grande 
interés  en  estos  descubrimientos;  y  claro  es  que  los  sabios  de 
ambas  naciones,  con  los  excelentes  auxilios  que  les  prestan  sus 
conocimientos  científicos,  y  la  perfección  de  sus  instrumentos 
y  máquinas,  harán  en  la  Geografía,  en  la  Botánica,  Historia  Na- 
tural y  demás  ciencias,  los  adela«ntamientos  que  no  pueden  espe- 
rarse prudentemente  de  un  mero  aficionado  como  Badía.  Ade- 
más de  esto,  nuestra  nación  no  tiene  posesiones  en  la  costa  occi- 
dental de  África,  ni  más  comercio  en  aquellas  partes  que  el  de 
algún  trigo  en  el  reino  de  Marruecos,  y  aun  cuando  quiera 
aumentarse,  ó  extenderse  más  este  comercio,  debemos  esperar 
las  noticias  que  traiga  de  aquel  país  el  P.  Fr.  Patricio  de  To- 
rres, catedrático  de  Árabe,  que  con  tres  jóvenes  fué  enviado 
por  nuestro  Ministerio  para  perfeccionarse  en  aquel  idioma,  y 
para  estudiar  los  usos,  costumbres,  comercio.  Agricultura,  etc., 
de  aquel  Reino,  con  el  cual  tenemos  también  varias  relaciones 
políticas,  por  las  cuales  nos  son  fáciles  y  asequibles  los  mismos 
conocimientos. 

Aunque  demostrada  la  poca  utilidad  de  la  expedición  proyec- 
tada, ya  con  relación  al  progreso  de  las  ciencias,  ya  á  los  intere- 
ses de  nuestro  comercio,  podría  excusarse  el  examen  de  la  apti- 
tud de  Badía  para  su  desempeño,  con  todo  no  se  puede  pres- 
cindir en  honor  de  la  verdad  de  hacer  algunas  observaciones 
sobre  este  punto.  Entre  los  papeles  que  acompañan  su  Proyec- 
to se  halla  una  representación  de  Badía  al  Consejo  con  motiva 
de  habérsele  prohibido  el  echar  un  (jlobo  aerostático  que  con 
su  licencia  había  preparado  en  Córdoba,  y  cuya  operación  pro- 
curó impedir  D.  Pedro  Badía,  padre  del  D.  Domingo,  y  la  histo- 
ria de  ella,  de  que  dimanaron  fatales  consecuencias  á  Badía, 
manifiesta  que  los  conocimientos  de  éste,  aunque  apreciables  en 
un  aficionado,  no  tienen  toda  la  profundidad  y  extensión  que 
serían  de  desear  para  los  adelantamientos  que  propone  resulta- 
rían de  su  viaje  en  varios  ramos  de  ciencias  y  literatura,  para  lo 
cual  es  también  grave  obstáculo  el  carecer  del  conocimiento  \' 


VIAJF.    AL    INTEKIOK    DE    ÁFKICA  l<>3 

posesión  de  las  lenguas  Árabe,  Mandinga  y  otras  del  continente 
de  África,  sin  embargo,  del  que  le  supone  necesario.  El  qiu- 
Badía  posee,  y  acredita  de  aquellos  países,  lo  debe  á  la  lectura 
de  los  expresados  viajes,  y  de  ello  es  una  prueba  el  mapa  que 
acompaña,  que  es  una  copia  del  que  está  publicado  en  las  rela- 
ciones de  Brow  y  Mungo  Park.  i^-escindiendo  de  esto,  es  tan 
aventurado  el  éxito  del  viaje  en  los  términos  que  se  propone 
haciéndolo  un  hombre  solo,  tan  difícil  no  ser  descubierto  cami- 
nando con  una  carga  de  instrumentos  y  máquinas  desconoci- 
das en  aquellos  países,  tari  imposible  ocultarse  de  sus  naturales 
para  hacer  observaciones  astronómicas  ó  meteoroh'jgicas,  des- 
mintiendo continuaniente  con  todo  este  aparato  el  traje  y  usos 
que  se  propone  imitar  Badía,  que  es  muy  de  temer  no  sólo  las 
contingencias  á  que  va  expuesto  un  hombre  solo  entre  naciones 
salvajes,  sino  las  que  inevitablemente  han  de  producirle  las  tareas 
de  su  misma  comisión,  ya  deteniéndolo  en  unos  países,  ya  descu- 
briéndolo en  él  otros,  ^-a  huyendo  de  algunos,  ó  ya,  finalmente, 
enfermando,  y  no  teniendo  auxilio,  ni  asistencia,  ni  quien  por  su 
falta  pueda  recoger  sus  papeles,  y  continuar  sus  observaciones. 

A  pesar  de  todas  estas  reflexiones,  nos  parece  tan  laudable  el 
celo  y  espíritu  de  Badía  para  ejecutar  empresas  arriesgadas, 
que  juzgamos  podrá  empleársele  en  las  de  más  directa  utilidad, 
como  los  viajes  de  lo  interior  de  la  América  Septentrional  en 
los  confines  de  nuestras  posesiones,  si  el  Ministerio  lo  estimase 
conveniente. 

Tal  es  nuestro  dictamen,  que  sujetamos  al  superior  juicio  de 
la  Academia,  en  desempeño  de  la  confianza  con  que  nos  ha  hon- 
rado. Madrid  tres  de  Junio  de  mil  ochocientos  y  uno.— Josef  df 

GUKVARA  VaSCONZELLOS.— JOSEI-    CoKXIDE    DE    SaaVEDRA. MaRTÍX 

Fernández  de  Navarkete. — (Riíbricis.) 


Aunque  Badía  realizó  su  viaje  y  de  él  dio  cuenta  en  su  obra 
tan  conocida  y  titulada  Viajes  de  Ali-hey-el-Abassi  por  África  y 
Asia  dmantc  los  arios  1803,  1804^  i8n^,  1806  v  180'j ,  de  que  se 


\  Ó4  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTOKIA 

han  hecho  tantas  ediciones,  importa  que  se  tenga 'exacta  noticia 
<le  estos  antecedentes,  sobre  todo  cuando  ha  transcurrido  un 
sig-lo;  la  labor  del  ikistre  español  ha  servido  para  abrir  la  puerta 
al  conocimiento  y  empresas  posteriores  del  continente  africano, 
y  lejos  de  haber  servido  tan  audaz  empresa  para  los  aumentos 
del  poder  y  de  la  cultura  de  España  en  él,  como  el  Príncipe  de 
la  Paz,  que  la  impulsó  y  protegió  con  todo  su  decidido  celo,  el 
triste  giro  de  nuestros  i\egocios  generales  en  todo  el  siglo  trans- 
currido, que  nos  ha  privado  del  emporio  de  nuestras  colonias 
de  America  y  Asia,  no  ha  sido  por  desgracia  el  más  apto  para 
convertir  en  gloriosos  resultados  la  empresa  que  quedó  redu- 
cida á  simples  sueños  é  idealidades.  El  fruto  de  la  obra  de  Badía 
ha  sido  para  otros,  no  para  líspaña.  Sic  z'os  7/a//  vobis.... 

|uAX  Pérez  de  Guzmáx   v  (jallo. 


ni 

AUTÓGRAFO  INÉDITO    DEL  P.   ANDRÉS  BURRIEI 

En  la  Biblioteca  de  la  residencia  de  los  Padres  de  la  Compañía 
de  Jesús,  de  Sevilla,  se  ha  encontrado  recientemente  el  original 
autógrafo  de  la  siguiente  carta  del  P.  Andrés  Burriel,  dirigida 
desde  Toledo,  en  Í756,  á  D.  Ignacio  de  Hermosilla,  Numerario 
í|ue  fué  de  la  Real  Academia  de  la  Historia  \"  Censor  de  la 
misma: 

S.t>'<  D.íi  Ignacio. 

Muí  6'.'»''  mío,  y  mi  Ducho.  Auikj.  1;i  pobi^e  Califoniia  :_^c  cledi(jiu'  a  ago- 
tar sus  placei-e.s  de  perlas,  quebrantando  sus  leyes,  no  puede  pagar  de- 
hidam.'e  a  Vmd.  y  Señores  Compañeros  Censoría  el  sumo  favor,  que  les 
debe.  De  mí  sé,  que  ])or  la  parte  (jue  me  toca,  me  juzgo  obligado  a  pagar 
a  Vmd.  3'  mis  S.es  con  todos  mis  afectos,  }•  sobre  ellos  pueden  \'mds.  con- 
tar seguramente.  En  efecto  no  puedo  explicar  bien  el  agradv-cidisimo 
contento,  que  me  trans¡)orta,  al  ver  cjue  Vmds.  han  (juCrido  tomarse  tan 
|)esado  trabajo,  como  ( 1  de  ver,  y  vencer  obra  tan  larga,  v  pesada   en  s\i 


AUTOCKAFO    INKDITO    DEL    P.    ANDRKS    BURRIEI.  IO5 

linea,  <hk'  han  (iiuírido  limarla  con  tanta  prolixitlad,  y  esmero,  y  ([ue  ella 
tinalm.'ií  es  mas  agradable  a  Ymds.  que  lo  que  pude  pensar  jamás.  Tenía 
antes  grandisimo  temor,  por  la  delicadeza  de  nuestro  siglo  {delicadeza  en 
todos  sentidos),  haviendola  escrito  con  suma  desazón  entre  mil  embara- 
zos. Ya  con  el  voto  de  Vmd.  y  mis  Señores  nada  temo;  antes  confio,  que 
he  de  sacar  de  mi  obrilla  el  fruto,  fiue  ¡iretendo  a  fa.uor  ile  mis  Indios,  v 
de  nuestra  Nación. 

Ya  que  el  Diablo  y  mis  pecados  impidieron  años  pasados  mi  destino, 
y  viage  a  la  California,  quise  ayudarla  desde  acá  con  la  pluma,  entre  tan- 
to ([ue  Dios  me  concede  la  gracia  de  acabar  de  romperlos  lazos,  que  me 
detuvieron.  \o  puedo  ponderar  bien  las  dificultades,  qu(;  he  tenido,  que 
vencer.  Pero  todo  ha  sido  bien  empleado,  ))ues  ha  servido  para  lograr  la 
satisfacción,  que  hoy  tengo. 

Si  el  S.'»"  Rivera  no  ha  podido  componer  la  restitución  de  mi  Mapa 
(irál.  en  lugar  del  que  se  ha  puesto,  y  que  es  copia  del  de  M.  >"  Buache,  de 
quien  me  burlo;  no  hai  (]ue  insistir  mas  sobre  esto.  Sírvase  Vmd.  dar  mis 
tiernas  g.s  al  S.or  Rivera  por  sus  afectuosos  oficios.  Yo  me  quexé  agria- 
mente, de  que  de  mis  Appendices  se  huviese  borrado  todo  lo  que  hacia 
mas  curioso,  y  estimable  mi  trabajo,  y  entre  otras  cosas  la  gracia  de  en- 
mendar toda  la  plana  a  M.r  Bellidi  y  de  que  se  pusiese  un  Mapa,  que  no 
corresponde  con  mi  Obra,  e  ideas  en  ella  contenidas  &.  Nada  logre;  y  si 
no  tuviera  a  los  Indios  en  mi  corazón,  me  huviera  arrepentido  mil  veces 
de  hauer  escrito  en  historia.  Esto  pasó  en  el  otoño  de  754.  No  pienso  vol- 
ver a  buscarme  un  nuevo  pesar.  Por  la  misma  razón  tampoco  hallaré  una 
sola  palabra  sobre  hermosura  de  impresión  en  papel,  carácter,  viñetas  & 
limpieza,  y  primor  en  el  gravado  de  Mapas  &.  Pero  nadie  sentirá  tan  vi- 
vamente como  Yo,  que  en  esto  se  falte,  y  que  no  se  heche  mano  de 
esos  Mozos  Parisienses  para  los  Mapas. 

Bástame  para  entero  consuelo,  (jue  esté  tan  cercana  a  la  impresión  una 
Obra,  de  cuya  publicación  havia  desesperado  enteram.'ey  que  salga  a  luz 
tan  honrada  qual  nunca  crei.  Y  bástame  también  que  en  mis  borradores 
haya  leido  Vmd.  lo  que  se  ha  testado,  y  cancelado  en  mis  Appendices  re- 
lativo al  ]Mapa  Gral.  Solo  resta  para  satisfacción  mia,  q.  ((uiera  Vmd.  pa- 
sar los  ojos  por  los  borradores  de  mis  dos  Mapas  particular,  y  General, 
que  a  este  fin  remito  a  mi  Herm."  El  General  no  solo  se  enmendó,  y  ajus- 
tó mucho  mas;  sino  también  quedó  mucho  mas  hermoso,  y  limpio  en  li- 
nea, letras,  y  adornos  por  la  bella  mano  de  mi  Amanuense  Palomares, 
guiada  en  cada  punto  por  mí,  teniendo  delante  otro  borrador  de  mi  mano, 
formado  con  quanta  diligencia  alcancé. 

Finalm.íe  si  otras  cosas  enojosas  pueden  quitarme  del  todo  el  animo;  no 
es  bastante  este  sumo  fauor  de  la  Academia  a  voluermele  con  creces, para 
presentar  a   su   censura  algún  día   una  Historia  cumplida  de!  Paraguay: 


HJI.hTÍS     1)K    l..\    REAI.    ACADEMIA     UE     l.A     HISTOIUA 


Viieluo  a  ofrecer  a  \'nid.  todo  mi  afecto  ipius  no  mv  i|LKda  otra  cosa) 
robándole,  cjuiera  ofrcccrlt-  taniliicn  al  S.orD."  A^ustin,  y  demás  Señores 
mis  Fauorecedores.  En  su  com])añía  g/'e  D.s  ;,  \'ms.  m.'^  a?  (iiic  Ir  ruego, 
1  oledo,  y  Febrero  3  de  1756. 

B.   L.    M.    de    \'md.    su    mas   obligado  Cap. "   af.''  scru.'"'  y    agradecido 


;imigo. 


Andrés  Birriki.. 

(RúbiicaV 


A.'"'  />.'*  Ignacio  de  ííeniiosilla. 


MISCELÁNEA 


HOMENAJE  Á  ESPAÑA 

Casi  toda  la  prensa  Española  ha  reproducido  una  carta  y  un 
decreto  del  Alcalde  de  Santiago  de  Chile,  D.  José  Víctor  Besa; 
la  carta  está  dirigida  á  S.  M.  el  Rey  Don  Alfonso  XIII,  por  este 
mismo  señor,  y  el  decreto  fué  expedido  en  aquella  capital 
(•1  l/'  de  Diciembre  de  iQlü.  Portador  de  estos  documentos 
á  España  desde  aqurlla  República  extrema  del  continente  Sur 
(le  América  y  ribereña  del  mar  que  descubrió  y  de  que  tomó 
posesión  Vasco  Núñez  de  Balboa,  ha  sido  la  Excma.  Sra.  Doña 
María  Guerrero  de  Díaz  de  Mendoza,  laureada  actriz,  con  dere- 
chos directos  á  la  grandeza  de  España,  como  esposa  legítima  de 
primogénito  de  grande  y  heredero  de  los  títulos  de  su  casa. 

El  hecho  á  que  estos  documentos  se  contraen  es  el  siguiente: 
V.n  I  55-  el  Emperador  Carlos  V  hubo  de  conceder  á  la  ciudad 
de  Santiago  el  uso  de  cierto  escudo  españolísimo.  Más  tarde,  la 
guerra  de  la  Independencia  chilena  sustituyó  aquél  por  otro  es- 
cudo sin  historia.  El  actual  Alcalde  de  Santiago,  queriendo  con 
ello  rendir  un  homenaje  á  España  y  á  la  persona  de  su  Rey,  ha 
restablecido  el  uso  del  escudo  imperial  con  fecha  i ."  de  Diciem- 
Iire  de  1916,  y  ahora,  aprovechando  el  viaje  de  regreso  á  España 
de  Eernando  Díaz  de  Alendoza,  el  Alcalde  de  Santiago  ha  enviado 
á  Su  Majestad  la  siguiente: 


1 68         .  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HLSTORIA 


Carta  á  S.  M.  el  Rey. 


A  S.  M.  C  Don  Alfonso  XIII,  Rey  de  España. 

Majestad:  Los  sentimientos  de  amor  á  la  madre  Patria  siempre  han 
tenido  en  el  corazón  de  los  chilenos  sitio  preferente,  y  es  para  nosotros 
justo  motivo  de  orgullo  remontar  nuestra  historia  á  los  antiguos  conquis- 
tadores del  Nuevo  Mundo,  que  escribieron  con  sus  espadas  páginas  que 
no  tuvieron  paralelo.  Por  ello  es  que  cuanto  tienda  á  recordar"  nuestro 
origen  será  grato  al  alma  chilena. 

Cuando  desempeñé  el  cargo  de  Alcalde  de  esta  ciudad  quise  hacer  obra 
de  justicia  histcSrica  restaurando  al  uso  oficial  y  permanente  el  escudo  de 
armas  que  concedió  á  esta  ciudad  un  gran  Rey,  escudo  que  había  sido 
olvidado  largos  años,  y  sustituido  por  otro  apócrifo.  Con  profunda  satis- 
facción firme  el  decreto  que  sustituía  el  verdadero  emblema,  porcjue  ello 
significaba  un  nuevo  recuerdo  á  la  madre  España.  La  restauración  fué  re- 
cibida con  general  regocijo,  y  la  colonia  española  vio  en  esto  un  movi- 
miento nuestro  que  nos  acercaba  av'm  más  al  común  origen  v  á  las  secu- 
lares tradiciones. 

No  se  engañó,  ponqué  el  hondo  sentimiento  que  nos  enlaza  á  la  nación 
ibera  quiere  estar  presente  en  todos  y  cada  uno  de  nuestros  actos,  y  no 
descuida  ocasión  para  expresarlo.  La  ciudad  de  Santiago  ostenta  hoy  el 
emblema  olvidado  por  cerca  de  cien  años,  y  él  nos  habla  á  la  sangre  y  á 
la  lengua  común,  á  la  fe  y  á  la  Historia  con  un  afecto  filial  tan  sincero 
como  sentido. 

He  deseado.  Majestad,  hacer  llegar  á  vuestras  manos  un  ejemplar  de 
ial  escudo  acuñado  en  oro,  junto  con  una  copia  del  decreto  que  lo  i-estauró, 
como  homenaje  merecido  al  digno  sucesor  del  Rey  que  lo  otorgó  en  leja- 
no siglo.  Le  acompaña  copia  impresa  del  discurso,  con  el  cual  agradecí 
una  generosa  manifestación  de  la  colonia  española,  para  que  conozcáis 
por  él  los  íntimos  sentimientos  de  amor  á  España  y  de  apego  á  la  glo- 
riosa tradición. 

La  mano  gentil  de  una  e:-pañola,  ([ue  es  una  gloria  de  la  escena,  ha 
<¡uerido  Iiaccrnie  el  honor  de  ser  portadora  del  envío,  que  realiza  un  acto 
de  justicia  y  es  grato  á  mi  corazón. 

Con  devoción  á  V.  ]\í.  se  ofrece  como  vuestro  .'^ervidor, 


JosK  VÍCTOR  Besa, 

Alcalde  de  Saiiiiago  de  Chile. 


LA    CULTURA    DE    LA    RAZA  I 69 


Decreto  de  1."  de  Diciembre  de  1916. 

«Con  las  faciütades  <jue  me  concede  c!  rirt.  85  de  la  ley  de  Municipali- 
dades, decreto: 

De  la  fecha  del  presente  decreto  11."  de  Diciembre  de  1916),  sólo  se 
reconocerá  como  escudo  de  la  ciudad  de  Santiago  el  concedido  á  la  mis- 
ma en  el  3  de  Abril  de  1552  por  el  Emperador  Carlos  V,  que  se  señala 
por  un  león  rampante  (^erguido  sobre  las  patas  traseras),  con  una  espada 
desnuda  en  la  mano  derecha,  en  campo  de  plata,  y  por  orla  ocho  veneras 
{concitas)  de  oro  en  campo  azul,  tal  como  está  esculpido  en  bronce  en  la 
sala  del  despacho  del  primer  alcalde». 

Una  medalla  de  oro  reproduciendo  el  escudo  y  encerrada  en  artístico 
estuche  ha  sido  regalada  al  Rey  por  el  Alcalde  de  Santiago. 

En  el  reverso  de  la  medalla  se  lee: 

'íA  S.  M.  el  Rcx  Don  Alfonso  XIIT,  el  Alcalde  de  Santiago  de  Chile.  José 
Víctor  Besa». 


-         II 
LA    CULTURA    DE    LA    RAZA 

La  Real  Academia  de  la  Historia:  Bosquejo 
de  su  carácter  y  labor. 

El  advenimiento  de  Felipe  V  al  trono  de  España  señala  en  la 
historia  de  la  madre  Patria  un  período  de  ordenación  y  disci- 
plina científica  altamente  benéfico.  El.  primer  Borbón  español, 
imitando  las  ideas  del  Cardenal  Richelieu,  fundó  las  Academias 
que  con  ligeras  variantes  resumen  lo  más  clásico,  lo  más  selecto 
de  la  cultura  hispánica. 

En  efecto,  cinco  Academias  oficiales  hay  allá:  las  Reales  Aca- 
demias Española,  de  la  Historia,  de  Bellas  Artes  de  San  Fernan- 
do, de  Ciencias  Físicas,  Exactas  y  Naturales,  y  la  de  Morales  y 
Políticas.  La  Academia  de  la  Historia  fué  erigida  oficialmente  el 
21  de  Abril  de  1738. 

TOMO  LXXIV  12 


I70  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Desde  entonces  las  modificaciones  de  sus  estatutos  y  regla- 
mentos la  han  perfeccionado,  la  han  acrisolado,  siendo  hoy  una 
institución  de  fama  sólida  y  respetada. 

Sus  directores,  reelegibles  cada  tres  años,  son  en  total  25, 
desde  la  fundación.  El  primero  fué  D.  Agustín  de  Alontiano  y 
r.uyando,  y  el  actual  el  Marqués  de  Laurencín,  cuyo  nombre  es 
n.  T'rancisco  R.  de  Uhagón,  investigador  infatigable  y  excelente 
escritor. 

Fuera  de  esto,  los  directores  de  la  Academia  han  sido  siem- 
pre hombres  representativos,  tales  como  Rodríguez  de  Campo- 
manes,  el  Duque  de  Almodóvar  y  D.  Eugenio  de  Llaguno,  en  el 
siglo  xviii;  V  Alartínez  Marina,  Vargas  Ponce,  Ranz  Romanillos, 
I).  Martin  Fernández  de  Navarrete,  fray  José  de  la  Canal,  Pedro 
losé  Pidal,  Cánovas  del  Castillo,  el  Marqués  déla  Vega  de  Armi- 
¡o,  D,  Eduardo  Saavedra,  D.  Marcelino  Menéndez  y  Pelayo  y  el 
padre  Fidel  Fita,  S.  J. 

El  personal  actual  de  la  Academia  es  el  siguiente:  Marqués  de 
Laurencín,  director;  D.  Eduardo  de  Hinojosa,  secretario  perpe- 
tuo; D.  Ángel  de  Altolaguirre,  censor;  D.  José  Ramón  Mélida, 
anticuario  perpetuo;  el  Conde  de  Cedillo,  bibliotecario  perpetuo; 
D.  Adolfo  de  Herrera,  tesorero;  Doctor  Vicente  Vignau,  médico 
y  abogado;  D.  Antonio  Vives,  numismático  déla  Academia,  jun- 
to con  Herrera;  D.  Ricardo  Beltrán,  notable  geógrafo;  el  Conde 
de  la  Vinaza,  bibliógrafo;  D.  Juan  Pérez  deGuzmán,  historiógra- 
fo; el  Marqués  de  Cerralbo,  sabio  arqueólogo;  D.  Rafael  de  Ure- 
ña,  historiador  del  derecho;  D.  Pedro  de  Novo,  marino  y  geó- 
grafo; el  duque  de  T'Serclaes,  literato  y  bibliófilo;  D.  Antonio 
Blázquez,  geógrafo  de  primera  fila;  D.  Francisco  de  Laiglesia, 
historiador  político;  D.  xA.dolfo  Bonilla,  admirable  polígrafo;  don 
Gabriet  Maura,  historiador  político;  Marqués  de  Villaurrutia,  his- 
toriador de  la  diplomacia  española  y  literato;  D.  Jerónimo 
Bécker,  geógrafo  é  historiógrafo;  D.  Enrique  de  Leguina,  cronis- 
ta de  arte  y  hechos;  Monseñor  José  M.  Salvador  y  Barrera,  Arzo- 
bispo de  Valencia,  historiador  y  literato;  D.  Julio  Puyol,  histo- 
riador literario;  D.  Julián  Ribera,  el  arabista  de  la  Academia; 
D.  Ramón  Menéndez  Pidal,  historiador  literario  y  filólogo;  don 


LA    CULTURA    DE    LA    RAZA  I7I 

Vicente  Lampére/í,  el  arquitecto  arqueólogo  de  la  Academia;  el 
Marqués  de  Foronda,  geógrafo;  el  Marqués  de  Lema,  historiador 
])olítico;  D.  Manuel  Antón  y  Ferrándiz,  D.  Manuel  Góvae/. 
Moreno,  el  Marqués  de  San  Juan  de  Piedras  Albas,  historiógra- 
fo; y  I).  /Vntonio  Ballesteros,  historiador  de  la  filosofía  y  cate- 
drático de  la  misma  materia  en  la  Universidad  de  Madrid. 

La  Academia  de  la  Llistoria  realiza  desde  hace  casi  dos  siglos 
una  obra  de  profunda  cultura  universal,  al  mismo  tiempo  que  de 
raxa.  Representándose  en  su  seno  con  escrupulosa  rigidez  cien- 
tífica cada  una  de  las  ramas  del  estudio  de  la  historia  sin  exclu- 
sivismos ni  hermetismos  antipáticos,  no  entra  en  aquella  casa  el 
genio  de  la  discordia, y  lo  mismo  toma  parte  en  sus  deliberacio- 
nes el  anciano  laureado  que  el  joven  cultor  de  las  glorias  viejas. 
Sólo  se  requiere  una  dedicación  profunda,  desinteresada, 
constante. 

Labor  práctica. 

Pero,  ;qué  hace  la  Academia,  en  resumidas  cuentas.'  ;Será  sólo 
una  junta  decorativa  de  ilustres  varones,  y  nada  más.' 

Ante  todo  es  una  junta  respetable  de  hombres  de  ciencia;  pero 
además  trabaja  bajo  un  plan  amplio,  esclarecido,  inflexible. 

Primeramente,  la  Academia  se  compone  de  sus  individuos  de 
Número,  que  son  en  total  36;  luego,  de  los  Correspondientes  es- 
pañoles en  las  provincias,  que  pasan  de  3 30;  finalmente,  de  los 
Correspondientes  extranjeros,  cuyo  número  es  la  mitad,  más  o 
menos,  del  anterior. 

En  cada  cabeza  de  provincia  hay  una  Comisión  de  Monumen- 
tos, cuyo  presidente  nato  es  el  gobernador,  y  está  formada  por 
Correspondientes  de  la  i\cademia  de  la  Plistoria  y  de  la  de  San 
Fernando.  Estas  Comisiones,  cuyo  celo  las  Academias  excitan  de 
continuo,  velan  por  la  conservación  respetuosa  de  las  innumera- 
bles joyas  artísticas  del  arte  español  antiguo. 

Una  de  las  tareas  de  nuestro  instituto  es,  pues,  obtener  la  ga- 
rantía oficial  para  la  piedra  arquitectónica  noble,  y  arrancar  la 
declaración  de     monumento  nacionaL>. 


1 72  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Hasta  1917  la  Academia  lia  catalogado  114  'aiionum'entos  na- 
cionales^>. 

Desde  1910  hasta  1917  se  declararon  24  en  tal  carácter.  La 
Academia  no  duerme,  pues,  y  continuamente  ordena  dictámenes 
en  expedientes  relativos  á  ese  asunto,  redactados  á  menudo  por 
su  ilustre  miembro  el  arquitecto  Sr.  Lampérez,  esposo  de  la  gran 
escritora  D.'^  Blanca  de  los  Ríos. 


Los  premios. 

La  Academia  es  poseedora  de  fondos  propios,  con  los  cuales 
costea  sus  numerosas  y  útiles  publicaciones;  pero  cuenta  asimis- 
mo con  donaciones  de  propios  y  extraños,  mediante  las  cuales 
organiza  concursos  históricos  á  fin  de  estimular  el  culto  del  pa- 
sado en  las  generaciones  nuevas. 

Los  premios  son  llamados  también  fundaciones,  y  son  éstos: 

El  del  Barón  de  Santa  Cruz,  quien  en  1784  dejó  un  legado 
que  hoy  suma  21  acciones  del  Banco  de  España,  que  son  15.500 
pesetas,  y  además  acciones  del  Banco  Hipotecario,  que  llegan  á 
57.500  pesetas. 

La  Academia  hace  concursos  trienales  sobre  temas  que  ella 
elige. 

El  de  D.  Fermín  Caballero,  quien  instituyó  un  premio  al  ta- 
lento y  otro  á  la  virtud,  que  serán  adjudicados  y  discernidos  por 
la  Academia.  El  capital  es  de  58.000  pesetas. 

El  del  Duque  de  Loubat,  consistente  en  27.000  pesetas,  cuya 
renta  líquida  cada  diez  años  se  adjudica  á  una  obra  escrita  en 
castellano  é  impresa  en  España  acerca  del  Nuevo  ]\Iundo.  El 
premio  recayó  en  1914  sobre  la  obra  del  jesuíta  P.  Pablo  Her- 
nández, titulada  Misiones  del  Paraguay. 

El  del  Duque  de  Berwick  y  de  Alba,  noble  español,  instituido 
en  homenaje  á  Cervantes  el  año  1905.  El  capital  de  esta  funda- 
ción consiste  en  12 5. 000  pesetas. 

Cada  tres  años  los  intereses  (l 2. 000  pesetas),  se  entregan  al 
autor  del  mejor  trabajo  literario,  histórico  y  científico.    Las  tres 


LA    CULTURA    DE    LA    KAZA  ¡73 

Academias,  Española,  de  la  Historia,  y  de  Ciencias  Exactas,  T^ísi- 
cas  y  Naturales,  se  turnan  para  dar  dicho  premio. 

El  del  Marqués  de  la  Vega  de  Armijo,  antiguo  director  de  la 
Academia,  consistente  en  40.000  pesetas,  para  con  sus  intereses 
hacer  dos  partes  y  repartirlas  en  concursos  á  voluntad  de  la 
Corporación. 

Y  el  del  Marqués  de  Aledo,  para  ser  entregado  de  una  sola 
vez  al  autor  laureado  de  una  Ilistoria  de  Murcia. 


Faz  administrativa. 

La  Academia  determina  sobre  la  selecci(3n  de  textos  escolares, 
de  libros  para  los  centros  científicos  y  de  los  que  van  á  formar 
el  caudal  de  las  bH)liotecas  populares  y  modelos. 

Muchos  profesores  desean  adelantar  en  su  carrera,  y  la  Acade- 
mia juzga  si  los  libros  de  ellos  pueden  servirles  de  estímulo  y 
mérito  en  sus  pretensiones. 

La  Academia  suele  presentar  un  candidato  á  las  cátedras  uni- 
versitarias de  las  materias  que  son  de  su  competencia.  La  Aca- 
demia tiene  en  el  Senado  español  un  representante,  según  la  ley 
de  1877.  Es  este  un  bello  aspecto  de  la  representación  profesio- 
nal que  sólo  fáltale  ser  completado. 


Los  Correspondientes  americanos. 

Las  Academias  españolas,  desde  1900  acá,  resolvieron  restrin- 
gir la  designación  de  Correspondientes  extranjeros  en  general,  á 
fin  de  hacer  bien  justiciera  la  elección.  Los  países  que  tienen 
más  Correspondientes  son:  Colombia,  con  8,  y  Venezuela,  con  7; 
Chile,  Ecuador  y  Méjico,  tienen  6  cada  uno;  la  Argentina,  5í 
l'erú,  4;  Paraguay  y  Brasil,  3;  Bolivia  y  Costa  Rica,  2  cada  uno, 
y  Cuba,  Honduras,  Nicaragua,  El  Salvador  y  el  Cruguay,  uno. 
Nosotros  tenemos  como  único  Correspondiente  al  doctor  Juan 
Zorrilla  de  San  Martín^  designado  en  1892,  en  Madrid. 


174  BOLETÍN    DE    LA    REAL   ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 


Publicaciones  de  la  Academia. 

Vamos  á  resumir,  y  con  brevedad,  la  nómina  de  libros  edita- 
dos por  esta  sabia  Corporación: 

Artas  de  las  Corles  de  Castilla:  El  Congreso  de  los  Diputados 
encomendó  á  la  Academia  continuase  publicando  esta  obra  capi- 
tal. La  Academia  lo  tomó  en  el  tomo  19,  y  ha  publicado  ya  el 
tomo  39.  Total,  20  volúmenes. 

Biblioteca  Arábico-hispana:  10  tomos. 

Colección,  de  documentos  inéditos  relativos  al  Descubrimiento, 
etcétera,  comprende  13  volúmenes. 

Colección  de  Fueros:  un  volumen. 

Colección  de  obras  arábigas  de  hihtoria  y  geografía:  2  volú- 
menes. 

Colección  de  discursos  leídos  en  la  Academia. 

Congreso  Internacional  de  Americanistas:  2  volúmenes. 

Cortes  de  los  antiguos  reinos  de  Valencia:  23  volúmenes. 

Cortes  de  los  antiguos  reinos  de  León  y  Castilla:  5  volúmenes. 

España  Sagrada:  colección  formada  por  51  volúmenes. 

Memorial  histórico  español:  47  volúmenes. 

Memorias  tic  la  Real  Academia  de  la  Historia:  14  tomos. 

Boletín  de  la  Academia;  que  consta  de  73  voluminosos  tomos, 
repletos  de  preciosas  investigaciones  en  forma  de  monografías 
substanciosas  v  útilísimas. 


Otras  tareas. 

La  Academia  se  reúne  todos  los  viernes  del  año,  excepto  en 
la  canícula,  que  coincide  con  las  vacaciones  escolares  (Julio  y 
Agosto  j. 

Hay  para  despachar  los  múltiples  asuntos  una  serie  de  comi- 
siones, ni  más  ni  menos  que  en  un  Parlamento.  De  éstas,  unas 
son   permanentes,   otras  accidentales.  Pei'o  todas  elaboran.  Las 


I.A    CÜLTCRA    DE    LA    RAZA 


indicadas  comisiones  son:  de  Indias,  de  la  España  Sagrada,  de 
Antigüedades  de  Cortes  y  l'ueros,  de  l^studios  Orientales,  Co- 
misión mixta  de  Monumentos  Históricos  y  Artísticos,  de  Hacien- 
da, de  Recompensas,  de  Propaganda,  de  Obras  de  la  Academia, 
del  Manual  de  Aríjucología,  del  Boletín-,  del  Diccionario  Bio- 
gráfico., del  Compendio  de  Historia,  de  Vías  Romanas,  iJictamina- 
dora  de  Propuestas,  de  la  Biblioteca  Histórica  Española  y  de 
Estudios  Históricos  v  Geof^ráficos  en  Marruecos. 


He  aquí  un  bosquejo  rápido  de  la  Real  Academia  de  la  Histo- 
ria. Posee  esta  gloriosa  institución  una  biblioteca  propia  riquísi- 
ma y  un  archivo  de  los  más  famosos. 

Actualmente  su  bibliotecario  perpetuo  es  el  Sr.  Conde  de 
Cedillo,  escritor  notable,  cronista  oficial  de  Toledo,  la  ciudad 
imperial,  á  quien  la  Academia  encargó  escribiera  un  libro  sobre 
El  Cardenal  Cisneros.,  gobernador  del  Reino,  que  debe  estar  ya 
terminado  en  esta  lecha,  según  carta  particular  del  Conde  al  autor 
de  este  artículo. 

Todo  sea  para  gloria  de  la  verdad  española. 

MaKIO   FalCAO  Esi'ALrKK. 


DOCUMENTOS  OFICIALES 


RECEPCIÓN  DEL  EXC1\I0.  SR.  D.  ELIAS  TORMO  Y  :\IONZO 


(Junta  pública  del  doiní?2go  12  de  Enero  de  iQlS.) 


Señorks: 

Marqués  de  Laurencin  (Di- 
rector). 

Conde  de  Cedillo  (B.)- 

Vives. 

Herrera  {Y.). 

Beltrán  y  Rózpide. 

Altolagiiirre  (C). 

Pérez  de  Guzmáu  y  Gallo. 

Mélida. 

Marqués  de  Cerralbo. 

Ureíia. 

Novo  y  Colsou. 

Blázquez. 

Conde  de  la  Moriera. 

Bécker. 

Barón  de  la  Vega  de  Hoz. 

Arzobispo  de  Valencia. 

Puyol  y  Alonso. 

Rivera. 

Menéndez  y  Pidal. 

Lauípérez  y  Romea. 

Marqués  de  Foronda. 

Anión  y  Ferrándiz. 

Ballesteros  y  Beretta. 

Marqués  de  San  Juan  de 
Piedras  Albas. 

Calpena  y  Avila. 

Correspondientes . 

Alvarez  Osorio  (D.  Fran- 
cisco). 

Argamasiüa  de  la  Cerda 
(D.  Joaquín). 

Baüer  y  Landaüer (D.  Ig- 
nacio). 


Acordada  en  la  sesión  del  2/  de  Diciem- 
bre último  la  fecha  del  domingo  12  de  Enero 
del  nuevo  año  de  1919  para  la  solemne  re- 
cepción en  Junta  pública  del  x*\cadémico 
electo  Excmo.  Sr.  D.  Elias  Tormo  y  !Monzó,  á 
las  tres  y  media  de  su  tarde,  y  hechas  previa- 
mente las  consiguientes  invitaciones  á  los  al- 
tos Cuerpos  y  Ministerios  del  Estado,  á  las 
Academias  hermanas  y  Corporaciones  cien- 
tíficas, literarias  y  artísticas  y  á  ilustres  per- 
sonalidades, hallábase  ya  dispuesto  todo  con 
la  proverbial  magnificencia  y  esplendor  que 
la  Academia  tiene  por  costumbre  tradicional 
desde  su  origen  para  estos  actos;  y  en  efec- 
to, á  la  hora  indicada,  el  salón  principal  y 
demás  dependencias  del  edificio  contenían 
un  numeroso  y  selectísimo  concurso,  deseo- 
so de  realzar  con  su  presencia  la  toma  de 
posesión  de  la  honorífica  investidura  con 
que  ya  el  ilustre  recipiendario  se  hallaba  ca- 
racterizado. 


DOCUMENTOS    OFICIALES  177 

•  Cáceres  Pía  (1).  Francisco        Puntualmente,    el  Sr.   Director,   Marqués 

Cutrfero  Huerta  (R.  P.  don    cle  Laurcncín,  ocupo  SU  puesto  en  el  estra- 

Baitasar).  ¿q   nueclanclo  constituída  la  Mesa  presiden- 

(Jómez  Centurión  (D   José).  J- 

jusué  (D.  Eduardo).  cfal  coH  el  infrascrito,  Secretario  accidental, 

Lozoya  (^larqués  de).  ,  r-        /^         j       j       i      A  r 

Merino  Áivarez  (D.  Abe-   teniendo  enfrente  al  Sr.  Conde  de  la  Morte- 
lardo).  I-a,  que  había   de   llevar  la  voz    de   la  Aca- 

Montes  lie  Uca  y  Ubregon  '      1 

(Obispo  de  San  Luis  de    (;|e,-,iia,  V  sentándosé  á  la  derecha  del  señor 

Potosí). 

Pacheco  y  Sanz  (D.  En-   Dircctor  cl  dc  la  Rcal  Acadcmia  Española, 

Paño'y  Ruata  (Excmo.  Se-   Excmo.  Sr.  D.  Antonio  Maura  y  Montaner; 

Hor  I)  Mariano).  Arzobispo  de  X^alcncia,  Sr.  Salvador  y  Ba- 

ban   Koman   y    bernandez  ^  ■' 

(D.Francisco de Borja de),    rrera,  Numcrario;  el  Tesorero,  Rxcmo.  Se- 

Sánchez  Pérez  (D.  José  Au- 
gusto), ñor  D.  Adolfo  Herrera;  los  Excmos.  Seño- 

Serrano  (Rvdo.  P.  DoraLu-  t-^       r--      -n  /\    ^  at  '  i         t-"- 

ciano,  Abad  Mitrado  de   fcs  D.  Guilicrmo  Osftia  y  Marques   de  ti- 
SantoDorningo  de  Silos),    g^iero^,  individuos  de  la  Real  Academia  de 

Vales  y  railde  (limo.  Señor     o 

D.  Francisco  Xavier).        San  Fcmando  V  dc  Cicncias  florales  v  Po- 

Walls  y  Merino  (D.  Ma- 
nuel de).  líticas,  respectivamente;  el  Bibliotecario  Ma- 
yor de  S.  M.,  Excmo.  Sr.  Conde  de  las  Navas,  y  el  Secretario 
particular  del  Rey,  D.  Emilio  José  de  Torres;  y  á  la  izquierda,  el 
Censor,  Excmo.  Sr.  D.  Ángel  Altolaguirre;  el  Excmo.  é  limo.  Se- 
ñor D.  Ignacio  Montes  de  Oca,  Obispo  de  San  Luis  de  Potosí, 
el  Excmo.  Sr.  D.  Enrique  María  de  Repullés,  ^Secretario  de  la 
Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando,  y  el  Corres- 
pondiente en  Zaragoza,  Excmo.  Sr.  D.  Mariano  Paño  y  Ruata, 
y  distribuyéndose  en  los  escaños  laterales  del  estrado,  mezcla- 
dos con  los  Numerarios  del  Cuerpo  que  se  anotan  al  margen, 
los  individuos  de  la  Española,  D.  Miguel  Asín  Palacios;  de  la  de 
San  P'ernando,  D.  .Ángel  Aviles,  D.  Marceliano  Santa  María, 
D.  Aniceto  ^larinas,  D.  Tomás  Bretón  y  D.  Narciso  Sentenach; 
de  la  de  Ciencias  Plxactas,  Físicas  y  Naturales,  General  Marvá, 
D,  José  Rodríguez  Mourelo,  D.  Luis  Octavio  de  Toledo  y  don 
Tulio  Fernández,  y  de  la  de  Medicina,  D.  Carlos  M.''^  Cortezo  y 
D.  Ángel  Pulido,  con  los  Correspondientes  que  también  al 
margen  se  citan. 

Declarada  abierta  la  sesión  y  el  objeto  de  la  Junta,  el  Sr.  Direc- 
tor dispuso  que  los  Sres.  Marqués  de  San  Juan  de  Piedras  Albas 
y  Calpena  y  Avila,  como  los  últimos  que  ingresaron  en  el  Cuer- 


lyS  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

po,  introdujesen  en  el  estrado  al  recipiendario,  el  cual  ocupó  la 
tribuna  consagrada  para  estos  actos,  y  habiéndosele  concedido  la 
palabra,  con  sostenida  y  clara  entonación  el  vSr.  Tormo  y  Monzú 
empeiíó  la  lectura  de  su  discurso,  el  cual,  después  del  sentido 
homenaje  dedicado  á  la  memoria  del  Sr.  Azcárate,  de  cuya  silla 
entra  en  posesión,  expuso  el  tema  elegido  bajo  el  título  de  Los 
(tíYÓhíh/os..  disertando  muy  documentariamente  sobre  la  Orden 
monástica,  esencialmente  española,  de  los  frailes  de  este  cogno- 
nien,  desde  que  eremitas  ó  anacoretas  penitentísimos,  en  su  pri- 
mer origen  en  el  siglo  xiv,  arrostraron  los  tiempos  de  gran  cons- 
ternación del  Rey  Don  Pedro  I  de  Castilla,  para  ser  luego,  en 
evolución  rapidísima,  monjes  profesos,  frailes  no  mendicantes,  )' 
finalmente  Orden  con  contextura  orgánica  de  frailes  y  vida 
monacal  de  verdaderos  monjes.  El  orador,  sucesivamente,  fué 
estudiando  cómo  nacieron,  cómo  fueron  acogidos  por  Reyes, 
Grandes  y  Prelados,  cómo  se  extendieron,  conservando  la  unión 
de  las  casas  Gerónimas  y  la  autonomía  de  estas  casas  y  de  la 
Orden,  cuáles  fueron  sus  Generales  y  los  capítulos  que  celebra- 
ron, la  geografía  de  su  dilatación,  la  protección  que  les  brinda- 
ron los  Monarcas  de  los  siglos  xvi  y  xvii,  el. esplendor  de  sus 
fundaciones,  su  influencia  en  la  cultura  española  y  en  la  enseñan- 
za en  general,  y,  más  tarde,  sus  grandes  batallas  intestinas  y  la 
herida  mortal  que  en  el  siglo  xviii  sufrió  el  prestigio  de  la  Orden, 
para  extinguirse  de  todo  punto  en  el  xix.  El  discurso  constituye 
un  verdadero  resumen  histórico  de  una  (Jrden  que  tantos  recuer- 
dos ha  dejado  á  la  historia  patria  en  Sista,  V^alparaíso,  Murta  de 
Belén,  el  Prado  de  Valladolid,  el  Parral  de  Segovia,  San  Jerónimo 
el  Real  de  Madrid,  Lupiana,  Guadalupe,  la  Penha  de  Cintra,  en 
Lisboa,  San  Isidro  del  Campo,  en  Sevilla,  vSanta  Engracia,  en 
Zaragoza,  Yuste  y  El  Escorial,  á  cuyas  disciplinas  se  sometió 
Carlos  V  para  acabar  la  vida;  cuyas  grandezas  exaltó  Felipe  II 
en  la  maravilla  de  San  Lorenzo  y  de  cuyo  seno  salieron  varones 
tan  esclarecidos  como  Fr.  Plernando  de  Talavera. 

El  discurso  con  que  contestó,  á  nombre  de  la  Academia,  el 
Sr.  Conde  de  la  Mortera  tuvo  dos  partes  esenciales:  la  exalta- 
ción de  la  Historia  y  el  resumen  encomiástico  de  las  obras  del 


DOCUMENTOS  OFICIALES  179 

recipiendario,  á  que  delie  la  silla  cjue  ha  ocupado.  Los  dos  dis- 
cursos fueron  premiados  por  el  numeroso  \-  distinguido  concur- 
so con  vibrantes  aplausos. 

]i\  Sr.  Director,  después,  le  im|)uso  la  medalla  correspondien- 
te; le  mandó  sentarse  entre  los  demás  Académicos,  y  dio  por 
terminado  el  acto,  de  que  certifico. 

JlAN     PkREZ    ¡)\:    (ilZMÁN     V    (lALLO. 


II 

COMISIÓN  DP:  MONITMENTOS  HISTÓRICOS  V  ARTÍSTICOS 
DE  LA  PROVINCIA  DE  HLELVA 

Do}/  José  Albelda  y  Alberto  Secretario  de  la  Comisión  provincial 
de  Monumentos  históricos  y  artísticos  de  la  provincia  de  Hitelva. 

CERTILICO:  (Jue  en  el  libro  de  Actas  de  la  Corporación 
figura  la  siguiente 

Acia  de  la  sesión  extraordinaria  del  2>S'  de  Septiembre  de  igi8. 
Académicos Conespondien-        En  la  ciuclad  dc  Huclva,  á  las  dicz  y  siete 

tes  de  la  Historia:  D.  Ja-       i     i     i  ^  o      i       c  •        ^  •  i  i  n  -i 

vier  Gaite,   O.  Lorenzo    ^1^1  día  28  dc  Septiembre  dc  iQlS,  rcunidos 
Cruz,  D.  José  Marchena.    ^^  gj  despaclio  del  Sr.  Gobcmador  civil  de 

De  San  Fernando:   D.   Ma-     ,  .        .        ^^     ^^  .  i       t^      i       •  i      • 

nuei  Garrido,  D.  Antonio   ^^  provmcia,  ü.  Lrancisco  dc  Fcderico,  bajo 
oiiveira.D. Eugenio Her-   g^,   presidencia  V  prcvia  su  citación,  todos 

moso.  ^  '      ' 

De  ambas  Academias,  don    ^os  Srcs.    Académicos  Correspondientcs   y 
■""^^       ^   ^"  Vocales  natos  que  figuran  al  margen,  para 

Vocales  natus:  Sr.  Presiden-      -  i  /- 

te  de  la  Diputación,  señor   íormar  la  Hucva  Comisión  provincial  de  Mo- 

Alcaldc.    Sr.    Arcipreste,  ,  i        '     i  -j.  i 

c    4      .,    .  ■  ,     numentos  con  arreglo  a  lo  prescrito  en  el 

Sr.  Arquitecto  provincial,  o  v 

Sr.  Arquitecto  municipal.  Reglamento  aprobado  por  Real  decreto  de  1 1 
de  Agosto  de  1918,  se  procedió  á  celebrar  la  sesión  extraordina- 
ria para  la  elección  de  cargos  que  previene  el  segundo  párrafo 
del  artículo  de  dicho  reglamento,  resultando  ser  el  Académico 
más  antiguo  D.Javier  Gaite,  Correspondiente  de  la  Academia  de 


1 8o  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

la  1  listoria,  y  actuando  como  Secretario  accidental  D.  José  Al- 
belda, Académico  Correspondiente  de  las  Reales  de  la  Historia 
y  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando,  haciéndose  constar  que  ha- 
bían asistido  á  la  primera  citación  todos  los  señores  que  deben 
integrar  la  Comisión  provincial  de  Monumentos,  salvo  D.  Euge- 
nio Hermoso,  Académico  Correspondiente  de  la  de  Bellas  .\rtes 
de  San  Fernando,  y  el  Sr.  Presidente  de  la  Diputación,  Vocal 
nato,  que  estaban  ausentes  de  Huelva. 

Dada  cuenta  por  el  Secretario  accidental  del  objeto  de  la  con- 
vocatoria y  del  capítulo  i .°  del  Reglamento  citado,  quedaron  ele- 
gidos por  unanimidad: 

Presidente:  D.  Lorenzo  Cruz  y  Fuentes,  Director  del  Instituto 
provincial  y  Académico  Correspondiente  de  la  de  la  Historia. 

Vicepresidente:  D.  Antonio  Oliveira  Domínguez,  Académico 
Correspondiente  de  la  de  San  Fernando. 

Conservador:  D.  Javier  Gaite,  Académico  Correspondiente  de 
la  de  la  Historia. 

Secretario:  D.  José  Albelda,  como  Académico  Correspondien- 
te de  la  de  San  Fernando. 

Estos  señores  dieron  las  gracias  por  su  nombra mieiito  y  to- 
maron posesión  de  sus  cargos;  declarando  el  Sr.  (jobernador 
civil.  Presidente  honorario  de  la  Comisión  provincial  de  Monu- 
mentos, constituida  oficialmente  esta  Corporación,  á  la  que  ofre- 
ció todo  su  concurso,  y  se  designó,  con  arreglo  al  art.  ó."  del  Re- 
glamento, como  domicilio  de  la  Comisión,  el  Instituto  provincial. 

Después  de  haberse  acordado,  por  unanimidad,  dar  un  voto 
de  gracias  al  -Sr.  Gobernador  civil  por  sus  atenciones  y  ofreci- 
mientos, haciéndolo  constar  en  la  presente  acta,  se  levantó  la 
sesión,  de  cuyo  resultado,  como  .Secretario,  doy  te. —  ?'.  Albelda. 
V.°  B.°:  El  Presidente  honorario,  F.  de  Federico. 

Y  para  que  conste,  y  á  los  efectos  de  lo  prescrito  en  el  ar- 
tículo 7.°  del  Reglamento,  expido  la  presente  certificación  para 
la  Academia  de  la  Historia,  en  Huelva  á  veintiuno  de  Octubre  de 
mil  novecientos  diez  y  ocho. — V.°  B".:  El  Presidente,  L.  Crnz. 

J.  Albelda. 


DOCUMENTOS    OFICFALES  iSl 

IH 
COMISI(')X  DE  MOXCMEXTOS  DE  I,A   PROVINCIA  DE  (iEROXA 

Acfa  de  la  sesión  de/  día  jo  de  Sepiiemhre  de  igiS. 
Sk.ñores:  }.;,-,  la  ciudad  de  Gerona,  á  treinta  de  Sep- 

Almeda   (D.    Manuel),    Ar-     ^.  ,  ,  .,  .        ,  ,.  , 

quitectn  provincial  y  dio-   tiembre  de  mil  novecientos  diez  y  ocho,  en 

cesano,    Correspondiente     pj     g.^]^,^     ^J^     juntaS     del     MuSCO     prOVÍncial  , 
de   la  Real  Academia  de  " 

Bellas  Artes  de  San  Fcr-    previa  scgunda  citacióii  á  todos  los  Vocales 

nando.  , 

Bassois    AicaWc   de   Ge-   ^^  ^'^  Comisión  de  Monuiiientos  de  la  pro- 
''°°^*  vincia,  por  no  haber  acudido   suficiente  nú- 

Ballester,    Correspondiente 

de  la  Real  Academia  de    mcro  cn  primera  coiivocatoria ,  reunidos  los 

la  Historia.  _  ,  •,       i  •  .  -.      ■ 

^     ,     .      .  señores  al   mareen    citados    para  constituir 

surada,  Arquitecto  miinici-  ^  ' 

pal,  Correspondiente  de   esta  Comisióu  provincial,  confomie   al  Re- 
la  de  San  Fernando. 

Aimeda  (D.  Santiago),  Co-   glamcnto    aprobado    por    Real    decreto  de 

rrespnndiente  de  la   de  la      jj      ¿^     AgOStO     últimO,    Y     tratar     de     VariOS 
Historia.  o  •' 

Harona, Correspondiente  de     aSUlltOS,   OCUpÓ   la   presidencia  cl   Sr.    D.    Ma- 
la de  San  Fernando.  i        \  i  i  t--  ai 

D  .o,  ,1     r„,.»cr,„„^;„„f»   nuel    Aimeda    y    bsteva,    Académico    mas 

Fascual,     Correspondiente  -'  ' 

de  la  de  la  Historia.  antiguo,  actuando  de  Secretario  el  más  mo- 

derno, D.  José  Pascual  y  Prats,  se  dio  lectura  del  acta  de  la 
sesión  anterior  y  quedó  aprobada. 

Seguidamente  se  procedió  por  suiragio  á  la  elección  de  car- 
gos entre  los  Correspondientes  de  ambas  Reales  Academias  de 
la  Historia  y  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando,  habiendo  resul- 
tado elegidos  en  la  votación  practicada: 

I).  Alanuel  Aimeda  y  Esteva,  Correspondiente  de  la  Real  Aca- 
demia de  Bellas  Artes  de  San  Fernando,  Presidente. 

Don  Rafael  Ballester  y  Castells,  Correspondiente  de  la  de  la 
Historia,   Vicepresidentt. 

Don  José  Pascual  y  Prats,  Correspondiente  de  la  de  la  His- 
toria, Conservador;  y 

Don  Martín  Sureda  y  Vila,  Correspondiente  de  la  de  vSan 
Fernando,  Secretario. 


152  BOLETÍN    DE   LA    REAI.    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

l.os  cuales  tuvieron  todos  los  votos  de  los  presentes,  menos  el 
suyo  respectivo. 

Acto  seguido  tomaron  posesión  los  nuevamente  elegidos,  ha- 
ciendo presente  su  gratitud  por  su  elección;  y  constituidos  en 
I  unta  los  presentes,  se  tomaron  los  siguientes  acuerdos»: 

Dar  conocimiento  de  dicha  constitución  á  la.  excelentísima 
Comisión  mixta  de  ambas  Reales  Academias. 

Haber  visto  con  satisfacción  la  visita  que  el  Excmo.  Sr.  Nuncio 
de  vSu  Santidad,  Monseñor  Francisco  Kagonessi,  ha  realizado  en 
el  Museo,  en  el  día  de  hoy,  en  cuya  visita  le  acompañaba  el  Ilus- 
trísimo  vSr.  Obispo,  Dr.  Mas,  individuo  de  la  Comisión,  habién- 
dole recibido  los  demás  individuos  de  la  misma. 

Agradecer  al  Sr.  Presidente  de  la  Junta  superior  de  excava- 
ciones el  envío  de  la  Memoria  de  las  practicadas  en  vías  roma- 
nas de  Briviesca  á  Pamplona  y  de  Briviesca  á  Zaragoza. 

Aprobar  la  cuenta  presentada  por  Antonio  Bonet,  consei'je  y 
carpintero,  de  la  construcción  para  el  Museo  de  una  librería  de 
7,15  metros  de  longitud,  por  2,15  metros  de  altura,  importante 
687  pesetas,  más  30  pesetas  por  pago  de  papel  del  Estado  para 
el  timbre  del  libro  de  actas,  ó  sean  717  pesetas;  y  deducidas 
256,50  pesetas,  que  recibió  á  cuenta,  quedan  á  satisfacer  460,50 
pesetas,  de  las  cuales  se  extenderá  el  oportuno  libramiento. 

Ouedar  enterada  de  que,  á  propuesta  de  esta  Comisión,  por 
Real  orden  de  2"]  de  Junio  último,  se  ha  incluido  el  Castillo  Pa- 
lacio Condal  de  Bell-cayre  en  el  catálogo  y  registro  de  edificios 
artísticos. 

Solicitar  del  Ministerio  de  Instrucción  Pública  y  Bellas  Artes 
la  inclusión  en  el  propio  catálogo  de  la  capilla  románica  de  San 
Nicolás  de  esta  ciudad,  que  data  del  siglo  yA\. 

Abonar  al  personal  de  la  Comisión  los  haberes  pendientes  de 
cobro. 

Dar  las  más  expresivas  gracias  á  D.  Francisco  J.  Monsalvatje 
é  Iglesias  por  su  donación,  con  destino  á  la  biblioteca  del  Museo 
provincial,  de  556  volúmenes  de  obras  que  pertenecieron  á  su  di- 
funto padre,  y  ponerlo  en  conocimiento  del  Ministerio  de  Ins- 
trucción Pública  y  Bellas  Artes,  y  que  se  coloque  en  la  estante- 


DOCUMENTOS    OIICIALES  1S3 

ría  correspondiente  un  letrero  que  diga:  'Donativo  del  Sr.  Mon- 
salvatje».  -\1  propio  tiempo  acordóse  invitar  á  los  herederos  de 
dicho  señor  que  depositen  la  colección  de  diplomas,  códices  y 
documentos  originales  que  poseen  en  el  Archivo  municipal  de 
(lerona,  ó  en  el  de  la  Corona  de  Aragón,  ó  en  este  Museo,  para 
evitar  la  dispersión  de  tan  rica  fuente  de  n(Hicias  históricas. 

Llamar  la  atención  del  Mxcmo.  Cabildo  Catedral  acerca  del  es- 
tado de  los  pináculos  ó  remates  existentes  en  los  vértices  de  los 
ángulos  de  la  cúpula  del  campanario,  para  que  se  refuercen  con- 
venientemente, para  evitar  desgracias  y  derrumbamientos  y  que 
se  repita  su  caída,  como  aconteció  días  pasados,  rogándole  al 
mismo  tiempo,  ordene  que  se  repongan  los  balustres  que  faltan 
en  la  barandilla  de  la  escalera  principal. 

Abonar  á  D.  José  Pascual  1 12,65  p<?setas  para  pago  de  las  AV- 
:istas  de  Archivos  y  Bibliotecas  que  faltaban  para  completar  di- 
cha colección. 

Ou^  el  Museo  provincial  quede  abierto  jjara  el  público  en  la 
temporada  de  otoño  é  invierno,  de  once  á  trece. 

^  ,  por  último,  consultar  á  la  .Superioridad  si  el  .Sr.  Obispo  de 
esta  diócesis,  que  pertenece  á  la  Comisión  por  derecho  propio, 
como  Académico  Correspondiente  de  la  Real  de  la  Historia,  en 
caso  de  no  serle  posible  asistir  á  alguna  sesión,  puede  delegar 
como  Vocal  nato  á  otra  persona,  según  faculta  el  nuevo  Regla- 
mento. 

Pedir  al  Sr.  Alcalde  destine  un  municipal  de  vigilancia  al 
Museo,  durante  las  horas  que  está  abierto. 

No  habiendo  más  asuntos  que  tratar,  se  levantó  la  sesión,  de 
la  que  certifico. — P.  A.  de  la  C:  El  Secretario  accidental,  'Josc 
Pascual.— V.''  B.":  El  Presidente,  .1/.  Almeda. 

Y  en  cumplimiento  de  lo  que  dispone  el  artículo  7."  del  Re- 
glamento, expido  la  presente  certificación  para  la  Real  Acade- 
mia de  la  Historia,  que  firmo  y  sello  en  Gerona,  á  diez  de  Octu- 
bre de  mil  novecientos  diez  y  ocho. — V.°  B.":  El  Presidente, 
Manuel  Almeda. 

El  Secretario  accidental, 

José  Pasci'.m.. 


184 


boletín  de  i,a  real  academia  de  la  historia 


IV 


COMISIÓN    PROVINCIAL    DE    ¡MONUMENTOS    DE    SALAMANCA 


Acfa  de  la  sesión  de  J  de  Ociiibre  de  igiS. 


-Señor'ks: 
Barrio  Sáínz,  Presidente 
Vocales. 


Concha  Alcalde. 
Bravo  Riesco. 
Vargas  Aguirre. 
Secall  Domingo. 
Ledesma  Hernández 
De  Onís  López, 
Reyraundo  Arroyo. 
Esperabé  Arteaga. 
Huarte  Echeniquc. 

Secretario. 
Lafuentc  Vidal 


En  la  ciudad  de  Salamanca,  reunidos  por 
segunda  citación  y  en  su  local  habitual  los 
señores  que  al  margen  se  expresan,  se  dio 
lectura  al  acta  de  la  sesión  anterior,  que  fué 
aprobada. 

El  Secretario  que  suscribe  dio  conoci- 
miento á  la  reunión  del  Real  decreto  publi- 
cado en  la  Gaceta  del  14  de  Agosto  último, 
modificando  la  constitución  y  funcionamien- 
to de  las  Comisiones  provinciales  de  Monu- 
mentos, y,  en  conformidad  con  lo  que  allí  se  dispone,  fueron 
incorporados  á  esta  de  Salamanca  los  Sres.  Esperabé  y  Huarte, 
Académicos  Correspondientes  de  la  Historia,  que  anteriormente 
no  formaban  parte  de  la  misma,  y  el  Sr.  Secal,  Arquitecto  muni- 
cipal. 

La  Junta  se  felicitó  de  la  cooperación  de  los  nuevos  compañe- 
ros, de  cuya  intelectualidad  y  saber  espera  mucho;  pero  á  la  vez 
lamentó  que  por  el  nuevo  Reglamento  queden  separados  de  ella 
los  señores  Jefe  de  la  Biblioteca  provincial  y  Director  del  Insti- 
tuto; y  considerando  que  la  exclusión  del  primero  no  puede  ser 
debida  mas  que  á  una  omisión  de  la  Gaceta^  dado  su  carácter  de 
Jefe  provincial  del  Cuerpo  de  Arqueólogos,  y  que  el  segundo 
pertenece  á  la  Comisión  en  todas  las  provincias  en  que  no  hay 
Universidad,  aparte  de  los  méritos  sobresalientes  que  adornan  á 
las  personas  que  en  Salamanca  desempeñan  estos  cargos,  la  Co- 
misión constituida  con  el  nuevo  personal  tomó,  como  primer 
acuerdo,  solicitar  del  Sr.  Ministro  que  permita  seguir  formando 
parte  de  la  misma  á  los  Sres.  D.  Juan  Larrauri  y  D.  Mariano  Rey- 


DOCUMENTOS    OFICIALES  I  85 

mundo,  en  su  condición  respectiva  déjele  de  la  Biblioteca  ]nn- 
vincial  y  Director  del  Instituto. 

El  Secretario  dio  lectura  á  un  1).  1,.  M.  del  Sr.  ( )bispo,  excu- 
sando su  asistencia  por  ausencia  de  la  localidad. 

A  continuación,  \-  en  cumplimiento  del  art.  3."  del  nuevt)  i'ie- 
glanu'iito,  se  proccnlió  á  la  elecci(')n  de  los  señores  que  han  de 
desempeñar  los  cargos  en  él  señalados,  y  por  completo  acuerdo 
de  los  asistentes  \'  sin  necesidad  de  votación  fueron  designados 
como  sigue: 

Frisidciítc:  D.  pA'aristo  Barrio,  Correspondiente  de  la  Real 
Academia  de  San  Fernando. 

Vicepresidente:  I).  Enrique  Esperabé,  déla  de  la  Historia. 

Cni/servador:  I).  Jacinto  Váz(]uez  de  Parga,  de  la  de  San  Fer- 
nando. 

Secretario:  D.  Amalio  Iluarte,  de  la  de  la  Historia. 

El  Secretario  saliente,  que  abajo  firma,  dio  cuenta  á  la  Comi- 
sión del  estado  de  fondos  de  que  era  depositario,  que  arrojaban 
un  total  líquido  de  trescientas  treinta  y  cinco  pesetas  cincuenta 
céntimos,  de  cuya  cantidad,  así  como  de  los  libros  y  efectos  de 
la  Secretaría  y  Biblioteca,  se  hizo  cargo  el  iiuevo  Secretario,  se- 
ñor Huarte. 

V  sin  más  asuntos  que  tratar  se  levantó  la  sesión,  de  cuyos 
acuerdos  certifico,  con  el  X ."  B."  del  Presidente,  en  Salamanca 
á  4  de  Octubre  de  1918. —  El  Secretario,  'José  Laf líente. — 
\  ."  B.":  El  Presidente,  Evaristo  Barrio. 

Es  copia  del  original,  sacada  para  ser  remitida  á  la  Real  Aca- 
demia de  la  Flistoria,  en  conformidad  con  lo  dispuesto  en  el  ar- 
tículo 7."  del  Reglamento  vigente. 

Sal.'imanca,  5  de  Octuljre  de  19 18. 

Ei  Secretario  de  la  C.  P.  de  Monumentos, 

Amalio  Huarte. 


TOMO    LXXIV  13 


1 86  B<JLETÍN    DE    I.A    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 


V 

COMISIÓN  ]*R(niXCIAL  DE  MONUMENTOS  HIST(')RICOS 
Y  ARTÍSTICOS  DE  (tUIPÚZCOA 


Exc.Mo.  Señor: 

Tengo  el  honor  de  comunicar  á  esa  ilustre  Real  Academia  de 
su  digna  presidencia  que,  de  conformidad  á  lo  dispuesto  en  el 
Real  decreto  de  II  de  Agosto  pasado,  se  ha  constituido  con 
arreglo  al  nuevo  Reglamento  esta  Comisión  provincial  de  Monu- 
mentos Históricos  y  Artísticos  de  Guipúzcoa,  habiéndose  proce- 
dido también  á  la  elección  de  nuevos  cargos  en  virtud  del  capí- 
tulo I.",  art.  3.°  del  expresado  Reglamento,  quedando,  por  tanto, 
nombrados,  por  unanimidad,  los  señores  siguientes: 

Presidente:  Excmo.  Sr.  Marqués  de  Seoane. 

Vicepresidente:  Excmo.  Sr.  Marqués  de  Rocaverde. 

Conservador:  Excmo.  vSr.  D.  Alfredo  de  Laffitte. 

Secretario:  limo.  Sr.  D.  Adrián  def* Loyarte. 

Esta  Comisión,  para  dar  debido  cumplimiento  á  lo  prevenido 
en  el  art.  7."  acerca  del  envío  de  una  copia  íntegra  del  acta  de 
la  sesión  á  ambas  Reales  Academias,  espera  á  la  lectura  y  apro- 
bación definitiva  de  la  próxima  Junta. 

Dios  guarde  á  V.  E.  muchos  años. — San  Sebastián,  4  de  No- 
viembre de  1918. — El  Vicepresidente,  Manuel  M.  Añibarro. 

El  Vocal  Secretario, 
AlFKEDO    Dlí    LaF1"ITTE. 


lixcnio.  Sr.  /'¡rector  de  la  Real  Academia  de  la  Historia. 


DOCUMENTOS    OFICIALES  I  87 


VI 


COMISIÓN   DK   MONUMENTOS   HISTÓRICOS   V  ARTISIICOS 
DE  NAVARRA 

Acta  de  la  sesión  del  día  ry  de  Diciembre  de  ujiS. 

En  la  ciudad  de  Pamplona,  reunidos,  previa  convocatoria  re- 
glamentaria, eii  la  Sala  de  Juntas  de  la  Cámara  de  Comptos 
Reales  de  Navarra,  domicilio  oficial  de  esta  Comisión  de  Monu- 
mentos, con  el  fin  de  constituir  ésta  con  arreglo  al  nuevo  Re- 
glamento aprobado  por  S.  M.  (q.  D.  g.),  el  il  de  Agosto  del 
corriente  año,  los  señores  U.  Julio  Altadill,  Académico  Corres- 
pondiente de  la  Real  de  la  Historia  y  de  la  de  Bellas  Artes  de 
San  Fernando;  D.  Ángel  (joicoechea,  Correspondiente  de  la 
Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando  y  Arquitecto 
diocesano;  D.  Eduardo  Carceller,  Correspondiente  de  la  Real 
Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fernand  ;  D.  Santiago  Ven- 
goechea.  Correspondiente  de  la  Real  Academia  de  Bellas  Artes 
de  San  Fernando;  D.  Francisco  Javier  Arraiza,  Alcalde  de  Pam- 
plona; D.  Francisco  Irigoyen,  Director  del  Instituto  General  y 
Técnico  de  Navarra;  D.  Manuel  Ruiz  de  la  Torre,  Arquitecto 
provincial,  y  D.  Serapio  Esparza,  Arquitecto  municipal,  dióse 
comienzo  á  la  sesión,  bajo  la  presidencia  del  vSr.  Altadill,  como 
Académico  Correspondiente  más  antiguo,  y  actuando  de  Se- 
cretario el  Sr.  \"engoechea  Académico,  Correspondiente  más 
moderno,  á  las  quince  horas  y  treinta  minutos  de  los  expresa- 
dos días,  mes  y  año,  con  la  lectura  del  acta  de  la  anterior,  que 
fué  aprobada. 

Acto  seguido,  el  Presidente  accidental,  Sr.  Altadill,  manifiesta 
cjue  el  actual  Vicepresidente  de  esta  Comisión  de  Monumentos, 
D.  Arturo  Campión,  Académico  Correspondiente  de  la  Histo- 
ria, que  había  tenido  precisión  de  marchar  á  Madrid  para  cum- 
plir sus  deberes  como  Senador  del  Reino,  le  había  dado  el  en- 
cargo de  hacer  presente  á  todos  los  señores  Vocales  asistentes 


l88  BOLETÍN    DE    LA.    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

á  esta  reunión  el  sentimiento  que  le  causaba  el  no  poder  asistir 
á  ella,  y  que  le  había  rogado  saludase  en  su  nombre  á  todos 
ellos  y  diese  la  bienvenida  á  los  nuevos  Vocales  natos. 

Añadió  el  Sr.  Altadill  que  él  también,  por  su  parte  y  en  nom- 
bre de  los  demás  compañeros  de  Comisión,  se  congratulaba  )■ 
felicitaba  de  poder  contar  en  el  seno  de  esta  Corporación  á  las 
dignas  Autoridades  y  demás  distinguidos  señores  que,  por  man- 
dato del  nuevo  Reglamento,  venían  á  compartir  con  nosotros 
las  tareas  encomendadas  á  estas  Comisiones. 

Seguidamente,  el  Sr.  Alcalde  de  Pamplona,  D.  Francisco  Javier 
Arraiza,  dijo  que  agradecía  muchísimo  las  frases  que  acababa  de 
pronunciar  el  Sr.  Altadill,  y  que,  por  su  parte,  pondría,  como 
Autoridad  y  como  particular,  todo  cuanto  pudiera  y  valiera  para 
laborar  por  el  esplendor  de  esta  Comisión  de  Monumentos  y  por 
el  aumento  de  la  cultura  y  prosperidad  de  Navarra. 

A  continuación  hicieron  análogas  manifestaciones  los  señores 
Irigoyen  y  Esparza,  Director  del  Instituto  y  Arquitecto  muni- 
cipal, respectivamente. 

Acto  seguido  el  Vocal-secretario,  Sr.  Vengoechea,  dio  lectura 
del  nuevo  Reglamento,  é  inmediatamente  se  procedió  á  la  elec- 
ción de  cargos,  siendo  elegidos,  por  unanimidad,  los  señores  si- 
guientes: 

Presideyíte:  D.  Arturo  Campión,  Académico  Correspondiente 
de  la  de  la  Historia. 

Vicepresidente:  D.  Julio  x'\ltadill.  Académico  Correspondiente 
de  la  de  la  Historia  y  de  la  de  Bellas  xA.rtes  de  San  Fernando. 

Conservador:  D.  Carlos  de  ^larichalar,  Académico  Correspon- 
diente de  la  de  la  Historia. 

Secretario:  D.  Santiago  Vengoechea,  Académico  Correspon- 
diente de  la  de  Bellas  Artes  de  íSan  Fernando. 

El  vSr.  Altadill  se  levantó  para  dar  las  gracias  por  su  designa- 
ción para  la  Vicepresidencia,  y  dijo  que  aprovechaba  esta  ocasión 
para  enaltecer  á  la  Excma.  Diputación  de  Navarra  y  al  Excelen- 
tísimo Ayuntamiento  de  Pamplona,  porque  estas  dos  Corporacio- 
nes han  contribuido  siempre  al  desarrollo  de  la  cultura  patria, 
favoreciendo  cuantas   proyectos  han  sido  presentados  por  esta 


DOCUMENTOS    OFICIALES  1  89 

Comisión,  protegiéndola  también  con  sul')venciones  anuales.  Uue 
asimismo  sentía  profunda  satisfacción  por  la  seguridad  de  que 
los  nuevos  Vocales  habían  do  ayudarnos  é  ilustrarnos  en  los  tra- 
bajos de  esta  Comisión. 

El  vSr.  V^engoechea  dio  también  las  gracias  por  su  reelección 
para  el  cargo  de  Secretario,  añadiendo  que  procuraría  desempe- 
ñarlo con  todo  celo  é  interés. 

Volvió  á  hacer  uso  de  la  palabra  el  X'icepresidente,  Sr.  Alta- 
dill,  para  dar  cuenta  de  los  planos  antiguos  de  Pamplona  y  otros 
])untos  de  Navarra  que  se  han  elegido  de  entre  los  incluidos  en 
la  lista  que  se  envió  por  el  Depósito  de  la  (uierra  á  esta  Comi- 
sión de  Monumentos  para  procurar  obtener  copias  de  ellos,  según 
se  dio  conocimiento  en  la  sesión  anterior. 

A  continuación,  el  referido  Sr.  Altadill  dio  también  cuenta  de 
un  escrito  de  la  Real  Academia  de  la  Historia,  pidiendo  datos 
para  un  trabajo  de  bibliografía,  y  el  Sr.  Director  del  Instituto, 
D.  Francisco  Irigoyen,  prometió  dar  todas  las  facilidades  nece- 
sarias para  poder  tomar  notas  y  cuanto  fuere  preciso  en  la  Bi- 
blioteca provincial  afecta  al  Instituto. 

Acto  seguido  el  -Sr.  Altadill  presentó  y  leyó  una  moción  que 
deseaba  fuese  entregada  al  Excmo.  Ayuntamiento  de  esta  capi- 
tal, proponiendo  que  dicha  Corporación  abra  un  concurso  con 
premios  de  alguna  importancia  para  otorgarlos  á  las  mejores 
monografías  sobre  la  Historia  de  Pamplona;  tema  importantísi- 
mo, teniendo  en  cuenta  que  no  existe  todavía  una  obra  verda- 
deramente documentada  sobre  esta  materia. 

Fué  aprobada,  por  unanimidad,  esta  interesante  moción,  acor- 
dándose que,  de  ser  aceptada  por  el  Excmo.  Ayuntamiento  de 
esta  capital,  podría  nombrarse  una  Junta  mixta  de  señores  Con- 
cejales y  de  individuos  de  esta  Comisión  para  fijar  las  bases  de 
dicho  concurso. 

El  vSr.  Arraiza  dijo  que,  como  Alcalde  de  Pamplona,  acogía 
esa  hermosa  idea  con  todo  cariño,  y  trabajaría  con  calor  por 
que  el  Ayuntamiento  la  aceptase  y  llevase  á  feliz  término,  de  lo 
cual  no  podía  dudar  ni  un  momento. 

Y  no  habiendo  más  asuntos  de  qué  tratar  se  levantó  la  sesión, 


190  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

pasando  después  los  nuevos  señores  X^ocales  á  visitar  el  Museo 
de  esta  Comisión  acompañados  de  los  señores  Académicos  Co- 
rrespondientes, á  las  diez  y  seis  horas  y  cuarenta  minutos  de  los 
expresados  día,  mes  y  año,  de  todo  lo  cual,  como  Vocal-secre- 
tario, certifico,  Santiago  VengoecJiea. — \".'^  B.":  por  ausencia  del 
Presidente,  el  Vicepresidente,  Julio  Altadir  (rubricado). 

^'  en  cumplimiento  de  lo  dispuesto  en  el  art.  7.°  del  Regla- 
mento, expido  la  presente  copia  literal  para  la  Real  Academia  de 
la  Historia. 

El  Vocal  Secretario, 

S.\xTi.\oo  Vexooech i:.^  . 


VII 

COMISI(')X  PROVINCIAL  DE  MONUMENTOS  HISTÓRICOS 
V  ARTÍSTICOS  DE  HUESCA 

Don  Ricardo  del  Arco  y  Caray,  Vocal  Secretario  de  la  Comisión 
de  MoiiHinentos  Históricos  y  Artísticos  de  la  provincia  de 
Huesca. 

CERTIF'ICO:  Que  el  acta  de  la  última  sesión  celebrada 
por  esta  Comisión  provincial  de  Monumentos  dice 
literalmente: 

«SESIÓN    EXTRAORlJIXAKI.\ 

Sr.  Director  del  Instituto        En  la  ciudad  de  Hucsca,  á  las  doce  y  me- 
,,  ?°o"x7^".°"^^  dia  del  día  9  de  Diciembre  de  IQ18,  reuni- 

M.  I.  Sr.  D.  Pedro  Gaspar, 

Canónigo  dignidad  de   dos  CU   el   local  dc  la  Comisión  Provincial 

Maestrescuela    deesta  .,.  , 

s.  1  Catedral,  Delegado   de  Monumcntos  Históricos  y  Artísticos  de 

del  M.  I.  Sr.  Gobernador     tt  j  i  í.„i„„"í,     .„„1„ 

»^»»=-e,     A     ,  A-       Huesca,  convocados  con  la  antelación  regla- 

eciesiastico  de  esta  dioce-  ° 

sis,  Sede  vacante.  mentarla  por  el  limo.  Sr.  Gobernador  civil, 

Sr.    Arquitecto    provincial, 

Director  del  Museo  pro-   D.  Julio  Rodríguez  Contreras,   los   señores 

vincial  de  Antieüedades.  ,  •  ^  i 

,,   .      ,      ^     ,       ^      que  al  mare^en  se  expresan,  en-sesion  extra- 

I).  Anselmo  Gascón  de  Go-     ^  tj  r^  ' 

tor,  Correspondiente  de   ordinaria,  cou  el  objeto  de  constituir  la  Co- 


DOCUMENTOS    OFICIALES  19  I 

las  Reales  Academias  de     misiüll     COIl      aiTeglo     ul      nUCVO      ReglamClltO 

la  Historia  y  Bellas  Artes  ■     ■»  r         i    i»  r\ 

de  San  Fernando.  aprobado   pof  S.    Al.   cl    KeV   (q.   J).   g.),  CU    1  ¡ 

I).  Gregorio  Castcjón,  Co-   ^\^  Agosto  Último,  cl  Si".  Ciobernadoi"  declaró 

rrespondiente  de  la  Real 

Academia  de  la  Historia    abierta    la  sesióii,  procedíéiidosc  CU   primer 

M.  I.  Sr.  D.  Híeinio  Lasala,     .   ^         .  ,     ,       .  t  i         •  i        i^  e"  i        • 

Caflóniso  de  la  Catedral,   tcrmuio  adcsigiiar  IVesidentc  y  Secretario 
Correspondiente  de   la    provisionales    para    rcaUzar   la   elección    de 

Real  Academia  de  Bellas 

Artes  de  San  Fernando,      cargos,  confomie  previcne  cl  art.  3-"  tl('  dicho 

D.Ricardo  del  Arco,  Corres-     tí        i  ,  i-'       i     i  i 

pondiente  de  las  Reales   Reglamento ;    correspondiendolc   ocupar    el 
Acadeinias  de  la  Historia   pj.¡nier  carfífo  al  Sr.  D.  Ansclmo  Gascón  de 

y  Bellas  Artes  de  San  Fer-     '  ° 

nando,    Secretario    de    la     (}otor,   V     el   SCgLUldo  al    M.    I.    Sr.   D.    iIÍgÍnÍO 

Comisión     provincial     de 

Monumentos.  Lasala;  si  bien  continuó  ocupando  la  presi- 

dencia, de  modo  honorario,  el  limo.  Sr.  Gobernador  civil,  en 
virtud  del  art.  4."  del  Reglamento. 

Acto  seguido,  el  Sr.  Secretario  accidental  dio  lectura  al  nuevo 
Reglamento,  cuyo  art.  2."  se  había  ya  cumplimentado  al  convo- 
car á  la  presente  sesión  á  los  Sres.  Presidente  de  la  Diputación, 
Alcalde  de  la  ciudad,  Director  del  Instituto,  Delegado  de  la 
autoridad  eclesiástica  (previamente  designado  por  ésta),  Arqui- 
tecto provincial  y  diocesano,  Arquitecto  municipal  y  Director 
del  Aluseo  provincial.  V,  en  su  virtud,  pasóse  á  dar  observancia 
al  art.  3.",  resultando  proclamados,  por  unanimidad,  á  propuesta 
del  vSr.  Arquitecto  provincial,  los  señores  que  á  continuación  se 
expresan,  para  los  cargos  que  se  mencionan,  durante  el  trienio 
de  1918-1921. 

Presidetite:  vSr.  D.  Gregorio  Castejón,  Correspondiente  de  la 
Real  Academia  de  la  Historia. 

Vicepresidente:  M.  I.  Sr.  D.  Higinio  Lasala,  Correspon- 
diente de  la  Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fer- 
nando. 

Conservador:  J\I.  I.  Sr.  D.  Miguel  Supervia,  Correspon- 
diente de  la  Real  Academia  de  Relias  Artes  de  San  Fer- 
nando. 

Secretario:  Sr.  D.  Ricardo  del  Arco,  Correspondiente  de  las 
Reales  Academias  de  la  Historia  y  de  Bellas  Artes  de  San  For- 
nando. 

Tomada  posesión  de  sus  respectivos  cargos  por  los  A'ocales 


192  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

designados,  éstos  manifestaron  á  la  Comisión  su  gratitud  por  la 
distinción  }•  la  prueba  de  confianza  de  que  habían  sido  objeto, 
ofreciendo  poner  en  el  desempeño  de  los  mismos  toda  su  volun- 
tad y  todo  su  entusiasmo  en  pro  de  la  conservación  de  la  riqueza 
arqueológica  confiada  á  la  custodia  de  la  Corporación,  y  para 
el  mayor  lustre  de  la  Comisión  que  de  tal  modo  les  había  hon- 
rado, la  cual  desde  hoy  redoblaría  sus  esfuerzos  para  salvar  de 
la  desaparición  ó  de  la  ruina  tantos  restos  venerables  de  pasadas 
civilizaciones  como  hay  esparcidos  en  la  provincia,  una  de  las 
más  monumentales  de  hispana.  Y  ello  contando  con  la  compe- 
tencia y  la  decidida  cooperación  de  los  restantes  \"ocalcs,  los 
cuales  desde  luego  ofrecieron  ésta. 

Queda,  pues,  constituida  la  Comisión  provincial  de  Monumen- 
tos Históricos  y  Artísticos  de  Huesca  por  los  Sres.  Presidente, 
Vicepresidente,  Conservador  y  Secretario  designados  en  esta 
sesión,  y  además  por  los  Vocales  Correspondientes: 

Sr.  D.  Antonio  (lasós.  Correspondiente  de  las  Reales  Acade- 
mias de  la  Historia  y  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando. 

Sr.  D.  Anselmo  (jascón  de  Gotor,  Correspondiente  de  ambas 
Reales  Academias. 

Sr.  D.  Lorenzo  V^idal,  Correspondiente  de. la  de  la  Historia. 

Sr.  D.  (iregorio  García  Ciprés,  Correspondiente  de  la  de  kr 
Historia,  residente  en  T.oporzano. 

Más  los  X'ocales  natos  expresados  en  la  presente  acta,  que  se- 
ñala el  art.  2°  del  nuevo  Reglamento. 

Y  habiéndose  cumplido  el  objeto  de  la  presente  sesión,  acor- 
dado el  reunirse  en  día  próximo  en  sesión  ordinaria  para  des- 
pachar los  asuntos  pendientes,  el  Sr.  Presidente  la  dio  por  ter- 
minada, extendiéndose  la  presente  acta,  que  firma  conmigo  el 
Secretario,  de  que  certifico.  De  cuya  acta  se  enviará  copia  ínte- 
gra á  las  Reales  Academias  de  la  Historia  y  de  Bellas  Artes  de 
.San  P'ernando,  conforme  dispone  el  art.  7."  de  dicho  Reglamen- 
to.— El  Secretario,  Ricardo  del  Arco  (rubricado). — V."  B.":  Rl 
Presidente,  (iregorio  Castejóii  (rubricado). — Hay  un  sello  en  tin- 
ta que  dice:  «Comisión  de  Monumentos  Históricos  y  Artísticos. 
Provincia  de  Huesca». 


DOCUMENTOS    OFICIALES  193 

^'  para  (juc  conste,  y  en  cumplimiento  de  lo  ([ue  dispone  el 
artículo  /."  del  Reglamento,  expid(í  la  presente  por  duplicado, 
para  entrambas  Reales  Academias,  visada  por  el  Sr.  iVesidente 
y  sellada  con  el  de  esta  Comisión,  en  Muesca,  á  diez  de  Diciem- 
bre de  mil  novecientos  diez  y  ocho.— V."  B.°:  Kl  IVesidente, 
6".  Castejihi. 

RicAHDo  \)Y^.  Arco. 


VIII 

COMISIÓN  PROVINCIAL  DE  MONLUMENTOS  HIST(')RICOS 
V  ARTÍSTICOS  DE  CÓRDOBA 


Lista  de  los  señores  que  componen  la  Comisión. 

PRESIDKXIK  HONORARIO 

limo.  Sr.  Gobernador  civil. 

VOCALES 

Correspondientes  de  la  de  la  Historia. 

limo  Sr.  D.  Enrique  Romero  de  Torres,  Secretario. 

Sr.  D.  José  de  la  Torre  y  del  Cerro. 

Sr.  D.  Rafael  Moyano  Cruz  (Puente  Genil). 

.Sr.  D.  Luis  Valenzuela,  Presidente. 

.Sr.  D.  Manuel  Alfaro  Vázquez. 

Correspondientes  de  la  de  San  Fernando. 

.Sr.  D.  Cipriano  Martínez  Rücker. 

limo.  Sr.  D.  .Salvador  Muñoz  Pérez,   Vicepresidente. 

.Sr.  D.  Ezequiel  Ruiz  Martínez,  Conservador. 

.Sr.  D.  Rafael  Jiménez  Amigo. 


194 


BOLETÍN    DE    L\    REAL    ACADEMIA    DE    LA     HISTORIA 


X'OCALKS    XAT.OS 


limo.  Sr.  Obispo  de  la  Diócesis. 

Sr.  Presidente  de  la  Diputación  Provincial. 

Sr.  Alcalde  de  la  capital. 

vSr.  Director  del  Instituto  (ieneral  y  Técnico. 

Sr.  Arquitecto  provincial. 

Sr.  Arquitecto  diocesano. 

Sr.  Arquitecto  municipal. 

Sr.  Director  del  Museo  provincial  de  Bellas  Artes. 

Sr.  Director  del  Museo  Arqueológico. 


NOTICIAS 


En  fl  mes  de  Enero  último  h;i  fallecido  en  Toledo  el  Correspondiente 
D.  Clemente  Ballesterf)S. 

En  el  mismo  mes  han  sid<>  elegidos  y  proclamados  Correspondientes: 
en  Ciudad  Real,  D.  Ángel  Bkuquez  y  Jiménez;  en  (íranada,  el  excelentí- 
simo é  limo.  Sr.  D.  José  Meseguer  y  Costa,  Arzobispo  de  aquella  Sede,  y 
el  Excmo.  é  limo.  Sr.  D.Juan  Benlloch  y  Vivó.  Obispo  de  Urgel,  Príncipe 
soberano  de  Andorra. 


En  la  sesión  del  día  lo  se  dio  cuenta  de  los  diez  expedientes  é  instan- 
cias presentados  para  aspirar  al  premio  de  la  Virtud;  de  las  seis  obras 
presentadas  j^ara  el  del  TaloUo;  de  la  única  que  opta  al  del  Duque  de 
Loubal  V  de  las  dos  Memorias  para  el  del  ^/arques  de  la  Vega  de  Armi/'o. 

En  la  misma  sesión  (juedaron  nombradas  las  Comisiones  que  han  de 
informar,  y  que  cjuedaron  compuestas  del  modo  siguiente:  para  la  de  la 
]'irt7id,  por  los  Sres.  Vives,  Marqués  de  San  Juan  de  Piedras  Albas  v 
Calpena  y  Avila;  para  la  del  Talento,  por  los  Sres.  Herrera,  Ribera  y  Ba- 
llesteros; para  la  del  Duque  de  Loubat,  por  los  Sres.  Conde  de  Cedillo, 
Beltrán  y  Rózpide  y  Menéndez  Pidal,  y  para  la  del  Aíarque's  de  la  Vega 
de  Armijoy  por  los  Sres.  Ureña.  Conde  de  la  Hortera  y  Puyol. 


Para  plazas  de  Correspondientes  se  han  hecho  propuestas  en  favor  de 
D.  José  María  de  Alós  y  Dou,  para  RipoU  (Gerona),  y  D.  Antonio  Jaén  y 
Morente,  para  .Segovia;  pero  cjuedan  en  suspenso  por  no  existir  vacantes. 


Ha  trasladado  su  residencia  á  Barcelona  el  Corresyjondiente  que  lo 
era  en  Eérida  D.  Joaquín  Miret  y  .Sans. 


196  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Kn  la  sesión  del  viernes  17  se  presentó  el  tomo  xxv  de  las  Cor /es  de 
/o.\  a?!tigiios  ReÍ7ios  de  Aragón  y  de  Valencia  y  Principado  de  Caiai/iiia,  que 
comprende  el  Proceso  familiar  de  las  Cortes  de  Perpiñítn-Barcelona  de 
1473  á  1479. 

El  original  de  este  Proceso  se  encuentra  en  el  Archivo  general  de  la 
Corona  de  Aragón  (Reg.  Si),  procedente  de  la  Generalidad  de  Cataluña, 
V  su  fotografía  en  la  biblioteca  de  esta  Academia. 


Por  encargo  de  la  Tlie  Hispanic  Society  of  America,  el  oficial  del  Archivo 
í^isiórico  Nacional  ^.  Ángel  González  Palencia  ha  publicado  el  índice  de 
la  Est'aña  Sagrada,  libro  de  inmensa  utilidad  para  el  perfecto  manejo  de 
la  obra  monumental  <|ue,  emprendida  por  el  P.  Flórez  en  el  siglo  xviii, 
proseguida  por  el  P.  Risco  y  después,  siendo  ya  propiedad  de  la  Acade- 
mia, por  los  PP.  La  Canal,  Merino  y  otros  ilustres  continuadores,  tiene 
siempre  en  este  Cuerpo  una  Comisión  permanente,  y  (jue  últimamente 
ha  dado  á  la  estampa  el  tomo  lii  con  las  Tablas  de  reducción  del  cómputo 
árabe  r  hebreo  al  cristiano,  r  viceversa,  del  Correspondiente  D.  Eduardo 
Jusué. 

En  el  tomo  xxii,  págs.  1-507  déla  Colección  de  documentos  inéditos  para 
la  Historia  de  España,  nuestro  antiguo  Numerario  D.  Pedro  Sáinz  de  Ba- 
randa, en  1853,  publicó  una  Clave  de  la  España  Sagrada,  que  hasta  aquí 
ha  venido  sirviendo  para  el  estudio  bibliográfico  de  cada  volumen  de  tan 
importante  Colección;  pero  es  un  trabajo  á  todas  luces  somerísimo  <jue 
apenas  da  idea  de  los  documentos  que  la  obra  contiene. 

El  plan  seguido  ahora  por  el  Sr.  González  Palencia  corresponde  mejor 
á  los  progresos  actuales  de  las  ciencias  histórica  y  bibliográfica,  para  cuyo 
desempeño  ha  tenido  que  superar  grandes  dificultades,  vencidas  con 
grande  acierto. 


El  Sr.  D.  Manuel  Aníbal  Alvarez,  Director  de  la  Escuela  .Superior  de 
Anjuitectura,  nos  ha  obsequiado  con  un  ejemplar  del  Catálogo  del  dona- 
tivo de  Ccbrián,  formado  ptjr  el  jefe  de  su  biblioteca,  D.  Fernando  Ariño, 
con  un  prólogo  del  Excmo.  Sr.  D.  Ricardo  Velázquez  Bosco,  y  publicado 
á  expensas  del  mismo  donante,  Excmo.  Sr.  D.  Juan  C.  Cebrián,  nuestro 
insigne  Académico  Honorario  en  San  Francisco  de  California. 

El  donativo  de  obras  y  revistas  hecho  por  el  Sr.  Cebrián  desde  1904  á 
1915  ascendía,  al  publicai"se  el  Catálogo  en  1907,  á  2.619  volúmenes 
y  más  de  400  Revistas  de  libros  propios  de  Historia  y  Arte  impre- 
sos en  ese  tiemi)o  en  los  dos  Mundos. 


NOTICIAS  197 

La  DirccciíHi  general  ele  Jk-llas  Artes  del  Ministerio  de  Instrucci<'iii 
Pública  ha  comunicado  A  la  Academia  no  poder  hacerse  la  declaración  de 
Monumc-nto  nacional  para  el  convento  de  San  N'icente  PVrrer  de  Mana- 
cor,  como  se  hal)ía  jjropuesto,  por  estar  resuelto  ya  el  exi)ediente  en 
sentido  contrario  por  Real  orden  de  14  de  Julif)  d<-  191  ó;  aun(|ue  como- 
«juiera  ([ue  cu  ci  Informe  (|ue  la  Academia  había  elevado  se  manifestase 
que  caso  de  no  ser  declarado  .\fo¡iiiinciilo  iiarioiial  lo  fuese  Mo/i/iinc/i/o 
artístico,  en  lo  i\\.\v^  también  coincidía,  en  cierto  modo,  la  Real  Academia 
de  Bellas  Artes  de  San  Fernando,  la  Dirección  (ieneral  resolvió  remitir 
los  dos  informes  ú  la  |unta  Superior  de  líxcavacioncs  v  Antigüedades 
para  (|ue  dictamine  si  procede  su  inclusicMi  en  la  lista  de  Monumentos 
artísticos. 

El  Comisario  re*;io  del  Turismo,  Excmo.  Sr.  Mar(|ués  de  la  \'e<fa  Inclán, 
l)or  mano  del  Sr.  Director,  Marqués  de  Laurencín,  ha  obse(iuiado  á  la 
Academia  con  tres  grandes  fotografías  de  un  cuadro,  a!  parecer  de  pincel 
italiano  y  coetáneo,  sin  duda,  de  la  célebre  batalla  de  Lepanto,  distinto 
del  que  del  mismo  gloriosf)  suceso  se  conserva  en  el  Arcliivo  general  Cen- 
tral (\v  Alcalá  de  Henares.  La  j)rimera  de  estas  fotografías  copia  el  cua- 
dro entero,  del  que  las  otras  dos  son  sólo  parte,  á  fin  de  que  el  tamaño 
mayor  de  lo  que  representan  haga  apreciar  mejor,  no  sólo  el  mérito  ar- 
tístico de  la  composición  y  el  conjunto,  sino  los  det.illes  de  la  obra. 

El  cuadro  representa  el  (Jolfo  de  su  nombre  en  lo  más  acentuado  de 
la  batalla  naval.  En  primero  y  segundo  término  aparecen  las  galeras  nu- 
tridas de  soldados  y  marineros  combatientes,  remeros  ([ue  gobiernan  las 
naos,  barcas  en  que  se  combate  y  náufragos  (jue  luchan  con  la  muerte. 
El  mar  a])enas  se  adivina  bajo  la  coj)ia  de  naves  que  izan  colosales  ban- 
deras y  estandartes.  Casi  al  promedio  de  una  de  estas  naos  se  destaca  la 
bandera  cuadrada,  en  cuyo  centro  se  percibe  el  escudo  de  ai-mas  del  Rev 
de  España,  y  en  pi^imer  término  l.t  de  Don  Juan  de  Austria,  con  la  bandera. 
(|ue  ostenta  su  histórico  Crucifijo.  Sobre  el  fondo  de  esta  enseña  v  entre 
nubes  en  <[ue  rompen  cabezas  y  medios  cuerpos  alados  de  ángeles  que 
disparan  flechas  sobre  los  otomanos,  ocupa  el  centro  una  preciosa  ima- 
gen de  la  Virgen,  de  cuya  diestra  pende  el  Rosario  jírotector  de  los 
cristianos. 

A  pesar  de  ([ue  las  fotografías  son  de  pliego  entero  de  papel  bristol, 
para  estudio  detallado  de  la  oljra  no  bastan,  ]>or  aparecer  confusos  deta- 
lles y  conjunto. 

La  Academia  a^rordó  que,  á  ser  posible,  se  hiciera  una  mayor  reducción 
fotográfica  para  reproducirlo  en  grabado;  pero  á  pesar  del  esmero  con 
que  se  ha  hecho  la  prueba,  el  resultado  no  ha  sido  favorable. 


198  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Don  José  Piüg  y  Cadafalch  y  Mossén  Pedro  Pujol,  Presbíteros,  han 
publicado,  en  Barcelona,  un  estudio  monográfico  de  Santa  María  de  la 
Seo  de  Urgel,  dedicado  á  su  Obispo  D.  Juan  Benlloch  y  \'ivó,  Príncipe 
soberano  de  Andorra,  como  iniciador  de  la  restauración  de  aquella  santa 
iglesia,  cuya  consagración  se  remonta  al  año  839  de  nuestra  era;  aun- 
<iue  después  de  las  transformaciones  sufridas  del  siglo  ix  al  xii  y  del 
XII  y  xiii  á  su  última  restauración,  la  santa  catedral  de  Ürgel  está  dis- 
tante de  ser  la  obra  iniciada  por  San  Ermengol  en  el  siglo  xi,  ni  la  de 
Raimundo  Lombardo  en  el  xii,  ni  aun  la  de  las  deplorables  reformas 
de  1751  á  1767  en  el  xviii.  Para  la  restauración  iniciada  por  el  actual 
diocesano  á  fin  de  que  fuese  una  reconstitución  meritísima  de  su 
V)asado  artístico,  se  comenzó  por  hacer  el  prolijo  estudio  de  todas 
sus  transformaciones  sucesivas,  v  este  trabajo  es  el  que  constituye  el 
precioso  libro  del  Sr.  Puig  y  Cadafalch. 


El  Ateneo  de  Zaragoza  inauguró  su  curso  de  conferencias  de  191 8- 191 9 
con  la  que  fué  á  dar  á  la  capital  aragonesa  el  Catedrático  de  la  Universi- 
dad Central  D.  Mariano  Gaspar  Remiro,  y  cuyo  tema  fué  Fernando  TI  de 
Aragón  y  V  de  Casulla  en  la  reconquista  del  reino  de  Granada.  Si  el  sabio 
colector  de  los  Documentos  árabes  de  la  Corte  Xazari  de  C ranada,  y  autor 
del  discurso  universitario  de  19 10  que  tuvo  por  tema  los  Últimos  partes 
\  correspondencia  intima  entre  los  Reyes  Católicos  y  Boabdil  sobre  la  entrega 
de  Granada,  no  tuviera  }'a  tan  consolidada  la  reputación  de  su  excepcio- 
nal competencia  sobre  aquel  período  tan  importante  de  nuestra  historia. 
(|ue  impuso  su  sello  glorioso  y  definitivo  á  nuestra  unidad  nacional,  su 
conferencia  última  de  Zaragoza  sería  la  más  elevada  consagración  de  sus 
méritos.  El  Sr.  Gaspar  Remiro  en  todas  estas  obras  nos  ha  dado  á  cono- 
cer un  fondo  de  documentos  auténticos  que  hasta  ahora  habían  sido  des- 
conocidos: la  correspondencia  de  Hernando  de  Zafra,  el  Secretario  de  los 
Reyes  Católicos,  y  la  del  Embajador  Abulcasim  El  Muleh  y  el  Alcaide 
Abencomixa,  cuya  documentación  preciosa,  que  pone  patente  todo  el  ig- 
norado proceso  de  aquella  negociación,  revelando  la  versión  exacta  de 
los  sucesos  que  dieron  por  i-esultado  la  rendición  de  la  plaza,  no  ya  rec- 
tifica, sino  enteramente  anula  las  narraciones  tenidas  en  la  cúspide  de 
toda  autoridad,  de  Lafuente  Alcántara,  D.  Modesto  Lafuente,  Prescott, 
Circourt  y  cuantos  historiadoi"es  les  han  seguido. 

La  edición  de  esta  Conferencia,  hecha  lujosamente  por  el  Ateneo  de 
Zaragoza,  enriquece  con  una  pieza  de  la  mayor  importancia  las  coleccio- 
nes últimas  de  nuestra  documentación  histórica. 


NOTICIAS  199 

Dos  obras  de  relevante  mérito  lian  i)li1»1¡(;u1()  los  l'adrcs  <lc  la  ("onipa- 
ñía  de  jesús,  eon*:rtdas  una  y  otra  á  la  diestra  pluma  de  nuestro  ilustre 
( "orrespondieritc  el  P.  Lesmes  l'rías.  La  i)rimera  se  titula:  ¡m  pioviiicladc 
íispaña  de  fa  Compañía  de  Jesús  de  ¡Si^  á  iSój;  y  la  sej^unda:  La  provincia 
de  Casfi'ia  de  la  CompaFíia  de  Jesús  de  T,Sój  á  l()l 4.  Kl  mero  epíjrrafc  de 
estívs  libros  revela  sutieientemente  su  contenido  histórico.  Kn  efecto, 
son  ia  historia  v  la  or<;anización  total  de  la  Compañía  en  P"-spaña.  y  todas 
sus  vicisitudes,  desde  <|ue  la  Santidad  de  Pío  \'II  en  la  Octava  de  la  fiesta 
de  San  Ignacio  17  de  Ajjosto)  de  1S15  expidió  la  Huía  Solliritttdfl...  para  su 
restablecimiento  en  todas  las  naciones  de  donde  en  el  sitólo  anterior  ha- 
bía sido  proscrita.  Si  uno  y  otro  libro  son  de  extremada  utilidad  para  los 
estudios  de  nuestra  historia,  es  aún  mayor  la  del  secundo  de  los  indica- 
dos, (|ue  no  sólo  describe  el  desarrrollo  de  la  llamada  actualmente  pro- 
vincia de  ("astilla  en  sí  misma  y  en  los  sujetos,  casas  y  colegios  (jue  la 
componen,  sino  al  mismo  tiemijo  la  metódica  y  sabia  ordenación  de  sus 
trabajos. 


Son  notables,  entre  los  estudios  (jue  contiene  el  tomo  11  de  la  Miscelá- 
nea Iristórica  catalana,  con  que  nos  ha  obsefjuiado  nuestro  Correspon- 
diente en  Karcelona  ü.  I",  (barreras  y  Candi,  el  (jue  consagra  á  las  Rela- 
ciones de  los  Vizcondes  de  Barcelona  con  los  árabes,  en  los  siglos  x-al  xvii; 
las  Obras  de  la  catedral  de  Barcelona,  de  1298  á  1445;  La  Cruzada  de  Jai- 
me I  en  Tierra  Santa,  de  1269  á  1270;  la  Rebelión  de  la  nobleza  catalana 
contra  Jaime  í  en  1 2^9,  y  otros  excelentemente  documentados  por  el 
ruitor  en  los  Archivos  de  la  Corona  de  Aragón. 


De  otros  Archivos  nacionales  (jue  jamás  se  agotan  y  cada  día  (_)frecen 
fuentes  más  abundantes  de  ilustración  y  autenticidad,  del  de  Indias  de 
Sevilla,  el  P.  Kr.  Froilán  de  Ríonegro,  Misionero  Ca])uchino,  acaba  de 
darnos  dos  interesantes  volúmenes,  que  con  el  título  de  Relaciones  de  las 
Misiones  de  los  Padres  Capuchinos  de  las  antiguas  provincias  españolas,  hox 
República  de  Venezuela,  contienen  una  documentación  muy  nutrida  desde 
1650,  en  que  dichas  Misiones  fueron  fundadas,  hasta  181 7.  Fr.  Froilán  de 
Ríonegro  es  de  opinión  de  (¡ue  si  se  publicaran  todos  los  documentos  de 
las  Misiones  de  los  Capuchinos  españoles  con  que  el  Archivo  se  enri- 
([uece,  se  formarían,  como  monumento  de  honor  para  la  Orden,  de  60  á 
100  volúmenes  en  folio,  (¡ue  á  la  vez  serían  gloria  de  nuestras  empresas 
civilizadoras  nacionales  en  el  Nuevo  Mundo. 


200  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

Con  un  nuevo  volumen  de  su  edición  monumental  de  La  Araucana, 
de  Ercilla,  nos  ha  favorecido  nuestro  ilustre  Correspondiente  en  Chile, 
D.  José  Toribio  Medina.  Este  tomo  es  el  segundo  de  sus  Ihistracioties  v 
está  impreso  en  la  Imprenta  Elzeviriana  de  Santiago.  Comprende  desde 
el  número  xvii  de  dichas  Ilustraciones  hasta  el  xxiii. 

Trescientas  cuarenta  y  tres  páginas  dedica  en  el  xvii  á  los  compañeros 
de  Ercilla,  de  quienes  no  sólo  publica  cuantas  noticias  les  conciernen, 
sino  hasta  retratos  xilográficos  del  Adelantado  Gerónimo  de  Alderete  y 
el  Gobernador  Francisco  de  Villagrá,  escudos  de  armas  de  Francisco 
Andía  Yrarrazabal  \  Alonso  de  Córdoba  y  firmas  autógrafas  de  otros 
ciento  ó  más. 

Los  héroes  de  Ercilla  en  la  literatura;  La  verdad  hisiórica  de  la  Arauca- 
na; el  juicio  sobre  este  poema;  sus  Imitadores;  sus  Traductores,  y,  final- 
mente, su  Glosario,  completan  el  te.xto  de  este  volumen,  último  de  la 
obra. 


í.  P.   DE  G.  V  f;.- 


TOMO  Lxxiv  Marzo,  1919  cuaderno  iii 


BOLETÍN 


DE    LA 


REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA 


INFORMES  OFICIALES 


I 

LA  UNIVERSIDAD  DE  SALAMANCA  DURANTE  LA  GUERRA 
DE  LA  INDEPENDENCIA 

Con  el  título  de  Investigaciones  históricas.  La  Universidad  ae 
Salamanca  en  la  guerra  de  la  Independencia,  Ja  Subsecretaría  del 
Ministerio  de  Instrucción  Pública  y  Bellas  Artes  remitió  á  infor- 
me de  esta  Real  Academia,  en  19  de  (3ctubre  de  IQI/,  un  libro 
del  Doctor  en  Ciencias  Históricas  D.  Florencio  Amador  y  Ca- 
rrandi,  Ayudante  de  la  Sección  de  Letras  del  Instituto  de  Sala- 
manca, para  cumplir  con  ellas  disposiciones  de  la  Real  orden  de 
28  de  Febrero  de  1908  á  fin  de  que  le  sirva  de  mérito  en  su  ca- 
rrera del  Profesorado. 

El  libro  forma  un  tomo  en  4.°  de  X-I4I  páginas,  editado  con 
completa  corrección  y  esmero;  es  una  de  las  obras  que  constitu- 
yen la  numerosa  bibliografía  del  centenario  de  la  guerra  de  la 
Independencia  y  entra  en  el  no  excesivo  número  de  aquellas  á 
que  no  sólo  ha  dado  origen  la  fe  nacional  y  el  entusiasmo  pa- 
triótico, sino  un  estudio  serio  y  muy  bien  documentado,  habién- 
dose servido  el  autor  para  elaborarlo  en  primer  lugar  de  los 
libros  de  Claustros  y  Juntas  de  Rectorado  del  archivo  de  la  men- 
cionada Universidad;  de  las  Memorias  y  libros  impresos  de  Vi- 
TOMo  Lxxiv  14 


ÍJ02  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

dal  y  üíaz,  Dávila,  Ruiz  y  Madrazo,  Villar  y  Macías,  y-  La  Fuen- 
te y  Esparabé  y  Arteaga  entre  la  bibliografía  nacional  y  de  las 
francesas  de  Thiebault  y  Rene  Bazin, 

En  el  capítulo  ii  entra  de  lleno  en  el  tema  con  la  clausura  de 
la  Universidad  al  conocerse  en  Salamanca  los  sucesos  del  2  de 
Mayo  de  1908  en  Madrid,  secundándose  en  aquella  ciudad  el 
levantamiento  popular  de  la  capital  de  la  Monarquía,  y  sucesiva- 
mente en  los  siguientes  exalta  el  patrimonio  de  los  estudiantes 
y  la  formación  espontánea  de  la  compañía  de  Universitarios,  así 
como  el  del  Claustro  mismo  con  el  generoso  desprendimiento 
de  sus  doctores  y  la  defensa  de  la  Universidad;  describe  des- 
pués la  vida  universitaria  durante  la  guerra,  con  todas  sus  vi- 
cisitudes y  su  economía  orgánica  hasta  las  reformas  que  pro- 
yectó el  General  Thiebault,  su  plan  de  estudios  y  el  doctorado 
de  éste:  llegando  paso  á  paso  hasta  la  salida  de  los  franceses  y 
la  vuelta  á  la  normalidad,  no  sin  tener  que  consagrar  el  último 
de  sus  capítulos,  el  capítulo  xiv,  á  su  vindicación,  á  causa  de  los 
encubiertos  ataques  de  que  se  la  había  hecho  blanco. 

Entra,  por  último,  en  la  transcripción  documentaría  de  otros 
XIV  apéndices,  en  los  cuales  comienza  por  el  Decreto  de  José 
Napoleón  de  18  de  Agosto  de  1 809  sobre  fidelidad  de  los  em- 
pleados y  minuta  para  prestar  juramento;  el  de  lO  de  Diciembre 
de  1 81 0  sobre  confiscación  de  bienes  á  los  españoles  emigrados 
y  el  Claustro  pleno  de  8  de  Noviembre  de  1811,  en  el  que  se 
ofreció  el  grado  de  Doctor  al  General  del  Ejército  opresor.  To- 
dos los  documentos  que  acreditan  el  decaimiento  de  la  fe  nacio- 
nal en  los  certificados  de  honores  y  privilegios  auténticos  conce- 
didos al  General  Thiebault  y  á  su  familia  y  protegidos  constitu- 
yen los  apéndices  v  á  xu,  siendo  el  ix  la  solicitud  del  mismo 
'(General  para  que  la  Universidad  otorgara  también  el  título  de 
Doctor  al  Ministro  Urquijo;  pero  entre  tantas  deformidades  pa- 
trióticas viene  al  cabo  el  apéndice  xiv  con  la  lista  de  los  escola- 
res que  solicitaron  dispensa  de  cursos  en  atención  al  servicio 
militar  que  contra  los  franceses  habían  prestado. 

No  hay  en  esta  obra  páginas  y  cuadros  del  hermoso  patrio- 
tismo que  en  otras  Universidades,   en   la  de  Santiago,  por  ejem- 


IGLESIA    DE    LA    SANGRE,    DE    LIRIA    (vALENCIA)  203 

pío,  ofrece  á  la  admiración  y  al  holocausto  de  las  generaciones 
•el  llamado  batallón  literario,  que  mandó  en  gloriosos  encuentros 
su  Coronel  D.  Ignacio  de  Armada  y  Mondragón,  Marqués  de 
Santa  Cruz  de  Rivadulla;  antes  bien,  se  nota  en  todo  él  cierta 
predilección  por  el  (ieneral  13arón  Thiebault  y  sus  reformas  uni- 
versitarias, desde  que  pasados  los  primeros  chispazos  del  patrio- 
tismo de  estudiantes,  claustrales  y  pueblo,  á  la  entrada  de  los 
invasores  en  Salamanca  los  primeros  que  se  presentaron  á  rendir 
parias  á  los  Generales  franceses  fueron  los  Doctores  de  la  Uni- 
versidad. 

Ue  cualquier  modo  que  sea,  el  libro  responde  á»]a  verdad:  los 
•documentos  que  se  reproducen  la  certifican  y  guardan  para  la 
historia  la  lección  siempre  provechosa  de  las  realidades  de  la 
vida  y  las  realidades  que  las  circunstancias  imponen,  cuando  la 
ley  de  la  violencia  es  la  única  que  rige  la  razón  y  el  espíritu  de 
los  pueblos  vencidos. 

El  informante  juzga  que  el  libro  de!  Sr.  Amador  y  Carrandi 
es  merecedor  de  lo  que  al  presentarlo  á  los  Poderes  públicos 
^solicita. 

La  Academia  resolverá  lo  más  conveniente  en  su  superior  cri- 
terio. 

^fadrid,  17  de  Enero  de  19 19. 

Jl'ax  Pérez   de  GlzmAx  y  Gallo. 


II- 
IGLESIA  DE  LA  SANGRE,  DE  LIRIA  (VALENCIA) 

Plonrado  por  el  Sr.  Director  con  el  encargo  de  que  informe 
«en  el  expediente  incoado  para  la  declaración  de  «monumento 
nacional»  de  la  iglesia  de  la  Sangre,  en  Liria  (Valencia),  he  exa- 
:minado   los   documentos  remitidos  al  efecto  por   la   Dirección 


204  BOLETÍN    DE    LA    REAL   ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

General  de  Bellas  Artes  del  Ministerio  de  Instrucción  Pública,, 
y  tengo  el  honor  de  comunicar  á  la  Academia  lo  siguiente: 

La  documentación  remititida  se  reduce  á  un  oficio  de  dicha 
Dirección,  en  el  que  se  solicita  que  la  Academia  informe  sobre 
otro  informe  emitido  por  la  Real  de  Bellas  Artes  de  San  Fer- 
nando, que  acompaña.  Inusitado  es  el  caso,  ciertamente,  y  no 
habrá  de  considerarse  sino  como  una  distracción  de  aquel  Centro 
oficial.  Cuantos  informes  se  han  pedido  á  esta  Academia,  lo  han 
sido  sobre  el  expediente  original,  cuya  documentación  completa 
le  ha  sido  remitida,  para  la  ilustración  del  asunto.  Sustraérsela, 
pidiendo  que  ijriforme  sobre  otro  informe,  es  procedimiento  que 
la  Aca:demia  no  puede  admitir.  Y  en  el  caso  de  que  se  trata, - 
menos  aún,  pues  el  expediente  consta,  según  las  referencias  del 
documento  remitido,  de  una  extensa  Memoria  de  la  Comisión 
Provincial  de  Monumentos  de  Valencia,  de  un  plano  y  de  varias 
fotografías:  documentación  copiosa  é  indispensable  á  los  fine& 
que  se  exigen  de  esta  Corporación.  Y  no  basta  que  la  Real  de 
Bellas  Artes  haya  extractado  y  analizado  esos  antecedentes  en 
el  informe  remitido,  porque  los  puntos  de  vista  de  ella,  son 
muy  otros  que  los  de  ésta,  como  muy  cuerdamente  se  dice  en 
dicho  estudio;  y  porque,  además,  por  muy  sabio  que  sea  éste, 
como  lo  es  en  efecto,  podía  no  satisfacer  al  criterio  de  nuestra 
Corporación. 

Por  todo  lo  cual  el  ponente  se  ve  en  en  la  precisión  de  devol- 
ver sin  informar  los  documentos  citados,  para  que,  oficialmente, 
se  pida  á  la  Dirección  General  de  Bellas  Artes  el  expediente 
original  completo,  indispensable  para  cumplir  sus  órdenes. 

La  Academia  resolverá  lo  que  estime  conveniente. 

Madrid,  31  de  Enero  de  1919. 

Vicente  Lampérez. 


EL  CONSEJO  SUPREMO  DE  ARAGÓN  EN  EL  REINADO  DE  FELIPE  II  20 5 


ni 

EL  CONSEJO  SUPREMO  DE  ARAGÓN'  EX  EL  REINADO  DE 

FELIPE  II 

Estudio  y  transcripción  de  los  documentos  originales  é  inéditos  de  este 
Consejo  existentes  en  el  Museo  Británico,  por  Carlos  'R.iük, profesor  de 
Historia  Moderna  en  la  Universidad  de  Valencia. — Valencia,  1914. 

El  libro  cuyo  informe  ha  tenido  á  bien  encomendarme  esta 
Real  Academia  por  imposibilidad  de  hacerlo  de  otro  compañero 
de  mucha  mayor  competencia,  y  natural  además  del  antiguo 
jeino  de  Aragón,  es  de  los  que  recompensan  con  su  lectura  la 
modesta  labor  del  informante.  Trátase  de  una  aportación  muy 
valiosa  á  la  historia  patria  en  época  cuya  importancia  no  hay  que 
encarecer,  pues  se  refiere  al  reinado  de  Felipe  II  y  á  los  años 
1587  y  88,  momentos  históricos  que,  por  preceder  á  las  graves 
alteraciones  producidas  por  la  fuga  de  Castilla  de  Antonio  Pérez, 
revisten  singular  interés.  Trátase  además  de  documentos  que, 
por  hallarse  desgraciadamente  fuera  de  nuestros  archivos,  no 
existe  otro  medio  de  reconquistarlos,  hasta  que  no  llegue  el  mo- 
mento, que  el  mismo  autor  prevé  con  patriótico  anhelo,  de  una 
restitución  por  parte  de  los  Estados  que  los  detentan,  sino  por 
su  publicación  y  divulgación  entre  los  hombres  doctos  y  aficio- 
nados á  conocer  en  sus  fuentes  originales  nuestra  historia. 

El  .Sr.  Riba  ha  pasado  temporadas  en  Londres,  y  guiándose 
por  el  catálogo  de  (loyangos  que,  con  sus  imperfecciones  inevi- 
tables, constituye  dirección  útilísima,  escogió  aquellos  papeles 
que,  por  referirse  á  la  historia  del  reino  de  Aragón,  para  él  tan 
conocida  y  estudiada,  y  á  periodo  de  tanto  interés,  le  parecie- 
ron útiles  para  iluminar  los  acontecimientos  no  bien  comprendi- 
dos, si  se  prescinde  de  antecedentes  á  cuyo  esclarecimiento  con- 
tribuyen las  consultas  transcritas  por  el  docto  catedrático.  Son 
425  documentos,  consultas  del  Consejo  de  Aragón,  referentes  á 
este  reino  propiamente  dicho,  y  á  Cataluña,  Valencia,  Baleares, 


206  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Cerdeña,  Xápoles  Sicilia  y  Milán,  en  las  que  aparecen  las  notas 
del  Conde  de  Chinchón,  individuo  del  mismo  Consejo,  Tesorero- 
de  Aragón,  y  las  resoluciones  del  Monarca,  en  la  mayoría  de  los 
casos,  de  su  puño  y  letra,  en  otros,  de  su  Secretario  Vázquez.  Pero 
el  Sr.  Riba  no  se  ha  contentado  con  la  transcripción  que,  hecha 
con  la  fidelidad  y  discreción  de  que  da  muestras,  constituiría  una 
labor  muy  útil  y  meritoria,  sólo  realizable  por  quien  posee  7iua 
preparación  adecuada,  sino  que  la  hace  preceder  de  unas  adver-^ 
tencias  preliminares,  estudio  claro  y  sustancioso  de  las  insti- 
tuciones de  Aragón,  del  modo  como  funcionaban  en  la  época  de 
que  se  trata;  y  como  el  elemento  humano  es  tan  importante  y 
decisivo  en  el  despacho  de  toda  clase  de  asuntos,  principalmen- 
te de  orden  político,  cuida  bien  de  describir  los  personajes  que 
intervienen  en  los  negocios  aragoneses  y  muy  principalmente  al 
mencionado  D.  Diego  Fernández  de  Cabrera,  Conde  de  Chin- 
chón, sujeto  realmente  interesante,  en  el  que  parecen  influir  más 
las  pasiones  del  orgullo  y  la  venganza  que  el  interés,  pero  que 
compensa  esos  defectos  con  cualidades  indudables  que  \e  atraje- 
ron la  confianza  y  el  favor,  hasta  donde  los  concedía  un  monar- 
ca tan  dueño  de  sí  como  el  gran  Felipe  II,  y  aun  los  conser\'ó  en 
el  periodo  siguiente. 

Cuanto  mas  conocidos  y  esclarecidos  sean  los  hechos  de  su 
reinado  á  la  luz  de  los  papeles  de  Elstado,  mayor  será  la  admira- 
ción por  las  dotes  singulares  de  este  soberano;  no  admiración 
ciega  é  incondicional,  sino  deliberada  y  reflexiva,  cual  puede  ex- 
citarla un  insigne  hombre  de  gobierno,  cuya  profunda  huella  se 
percibe  en  los  grandes  y  variados  asuutos  de  una  tan  gran  mo- 
narquía en  la  cumbre  de  su  poderío.  Pero  entre  todas  sus  cuali- 
dades, una  hay,  acerca  de  la  cual  no  puede  existir  discrepancia: 
su  laboriosidad  incansable,  reveladora  de  una  conciencia  del 
deber  cumplido  en  una  extensión  é  intensidad  á  las  que  podrá 
haber  alcanzado,  pero  que  no  superó  jamás  monarca  alguno.  C-tra 
condición  poseía,  para  mí  casi  tan  notoria  como  la  primera:  su 
buena  intención,  intención  de  hombre  de  gobierno  que  busca 
antes  que  nada,  con  acallamiento  de  toda  pasión,  el  acierto  de 
su  servicio,  ó  sea  el  del  Estado  que  personifica.  Y  para  ello  no 


EL  CONSEJO  SUPREMO  DE  ARAGÓN  EN  EL   UEINADO  DE  FELIPE  II  207 

omite  esfuerzo,  ni  experimenta  fatiga,  ni  le  invade  mezquino 
amor  propio.  Kn  su  deseo  de  acierto,  si  peca,  es  de  contempori- 
zador, de  minucioso,  de  excesivamente  solícito  por  obtener  la 
información  posible,  nunca  á  su  juicio  completa  y  suficiente,  lo 
que  no  significa  que  sus  ideas  no  sean  claras,  ni  obscuras  y  vaci- 
lantes sus  resoluciones,  sino  que  por  buscar  para  adoptarlas  toda 
la  madurez  asequible,  sus  decisiones  resultan  á  las  veces  tardías 
é  inoportunas.  El  Sr.  Riba  observa  con  razón,  y  dedúcese  de  mu- 
chas de  las  consultas  que  transcribe,  que  el  monarca  es  mucho 
más  sereno,  moderado  y  benévolo  que  sus  consejeros.  En  los 
asimtos  de  Aragón,  contra  la  opinión  que  se  fué  formando  injus- 
tamente de  su  hostilidad  á  los  fueros  del  reino,  Eelipe  II,  por  el 
contrario,  es  de  una  prudencia,  de  una  delicadeza,  de  un  culto  á 
las  formas  y  de  un  deseo  por  evitar  todo  pretexto  de  crítica  á 
los  que  en  los  actos  de  la  autoridad  real  atisban  siempre  el  desa- 
fuero, que  llega,  como  en  el  caso  del  virrey  extranjero,  en  vez  de 
imponer  su  resolución  autoritariamente,  conforme  al  parecer 
que  de  la  legitimidad  de  su  prerrogativa  en  este  caso' sostenía  su 
Consejo,  á  llevar  la  decisión  del  pleito  á  la  Corte  del  Justicia! 

De  la  lucida  exposición  de  los  hechos  que  turbaban  la  paz 
interior  del  reino  en  el  período  de  1580  en  adelante,  que  pre- 
senta el  Sr.  Riba,  y  del  juego  más  ó  menos  original  de  las  curio- 
sas instituciones  públicas  aragonesas,  dedúcese  que,  no  obstan- 
te su  mérito  y  el  adelanto  que  algunas  significaban,  vistas  á  la 
luz  de  nuestras  máximas  y  preceptos  del  derecho  público,  coma 
la  institución  del  Justicia  con  sus  dos  facultades  de  la  Manifesta- 
ción y  de  las  Firmas,  el  espíritu  que  las  animaba,  de  recelo  hacia 
la  suprema  autoridad  del  Instado,  de  particularismo,  no  sólo 
hacia  los  otros  reinos  antes  independientes,  sino  con  relación  á 
los  mismos  que  componían  la  Corona  de  Aragón  en  el  momen- 
to de  realizarse  la  unidad  nacional,  y  de  escasa  compenetración, 
aun  entre  los  mismos  organismos  de  su  constitución  foral,  las 
constituía  en  remora  para  el  verdadero  progreso  del  reino  ara- 
gonés, cuanto  más  para  la  marcha  de  la  gran  monarquía  españo- 
la. Era  además  una  constitución  feudal,  aristocrática,  basada  en  el 
predominio  de  los  ricos  hombres  y  nobles  sobre  los  burgueses  y 


208  BOLETÍN    DE    LA   REAL   ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

el  pueblo,  entregado,  y  sin  remedio  legal,  al  poder  omnímodo  de 
sus  señores,  poder  que  no  respetaba  ni  sus  bienes  ni  aun  sus  per- 
sonas. Unas  libertades  que  descansan  en  tal  asiento  pierden  bas- 
tante á  los  ojos  del  crítico  desapasionado.  Hasta  los  mismos  caba- 
Jleros  éhijosdalgos  advertían  su  inferioridad  con  relación  á  los  no- 
bles, de  tal  suerte,  que  en  1587  su  capítulo  solicita  del  Rey  se  les 
admita  en  las  fiestas  de  los  últimos,  y  el  Consejo  y  el  Rey  se  lo 
conceden,  con  el  secreto  deseo  de  que  unos  y  otros  se  ocupen 
en  fiestas  y  pasatiempos  y  se  aparten  de  otros  asuntos  más  peli- 
grosos para  la  salud  y  buen  gobierno  del  reino.  Sólo  el  Clero  lo- 
graba templar  las  asperezas  de  un  poder  tan  duro  y  avasallador, 
y  nada  tiene  de  extraño  que  clase  media  y  pueblo  miraran  al  so- 
berano como  su  legítimo  aliado  y  redentor,  siquiera  las  conmo- 
ciones políticas  que  pronto  habrían  de  originarse  les  sumiera  en 
Ja  confusión  que  en  tales  ocasiones  arrastra  á  todos  cuando  nom- 
bres tan  sonoros  y  sugestivos  como  fueros,  libertades  y  nacio- 
nalidad se  esgrimen  por  los  interesados  en  defender  y  afianzar 
un  poder  que  se  escapa. 

La  enemiga  entre  los  señores  y  sus  vasallos  en  nada  se  de- 
muestra tan  ruidosamente  como  en  el  pleito  entre  los  Condes 
de  Ribagorza,  condado  ya  entonces  unido  á  la  casa  de  Villaher- 
tnosa,  y  los  habitantes  del  mismo,  del  que  se  originaron  turbu- 
lencias que  duraron  mucho  tiempo,  y  mientras  el  Conde  acudía 
á  la  Corte  de  Justicia  pidiendo  el  castigo  para  sus  vasallos,  éstos 
■se  declaran  y  organizan  en  plena  rebelión,  buscando  el  ser  in- 
corporados á  la  Corona,  sacudiendo  el  señorío  feudal,  como  des- 
pués de  muchas  vicisitudes  lo  consiguen,  mediante  el  arreglo  y 
las  compensaciones  impuestas  por  la  autoridad  real. 

Luchan,  por  otra  parte,  ciudades  contra  ciudades  por  privile- 
gios y  fueros  que  les  corresponden,  moriscos  y  cristianos  viejos; 
pleitean  Teruel  y  Albarracín  contra  la  Corona;  acógense  los  de- 
lincuentes de  Cataluña,  Navarra  y  Valencia  á  las  libertades  de 
Zaragoza;  disputan  las  Ordenes  de  San  Juan  y  Calatrava  con  la 
Corona  sobre  la  jurisdicción  respectiva  sobre  Monzón  y  Alcañiz, 
etcétera,  etc.  Todo  acusa  un  estado  tal  de  intranquilidad  y  des- 
orden, que  un  suceso,  como  el  provocado  por  la  fuga  de  Anto- 


LOS    SITIOS    DE    ZARAGOZA  209 

nio  Pérez  y  su  acogimiento  al  tuero  aragonés,  habría  de  encen- 
der las  graves  alteraciones  que  se  siguieron,  mostrando  cuanto 
de  arcaico,  injusto  y  fuera  de  los  tiempos  contenía  un  régimen 
que  había  ya  vivido  y  no  podía  sin  peligro  continuar  en  su  ex- 
clusivismo áspero  y  receloso. 

Cuanto  someramente  apunto  basta  para  demostrar  el  interés 
•que  acompaña  á  las  páginas  de  la  introducción  á  la  obra  que 
ligeramente  analizo.  La  erudición  y  buen  juicio  crítico  del  señor 
Riba  resplandecen  en  ellas,  aclarando  y  completando  las  consul- 
tas que  halló  en  el  fondo  de  papeles  españoles  de  Estado  del 
Aluseo  Británico,  que  tan  acertadamente  exhumó.  Es,  pues,  su 
obra  de  las  que  más  debe  ensalzar  y  estimular  esta  Real  Acade- 
mia, labor  de  investigación,  de  publicidad  de  documentos  inte- 
resantes desconocidos,  de  crítica  serena  é  ilustrada.  Ocioso, 
pues,  será  añadir  el  juicio  que  por  sí  mismo  se  deduce  acerca 
del  mérito  de  la  obra  del  Sr.  Riba,  mérito  relevante,  merecedor 
•de  la  aprobación  y  encomio  de  esta  Real  Academia  y  con  todos 
Jos  pronunciamientos  más  favorables  para  servirle  en  su  carrera. 

.  •  Marouks   dk   Lema. 


IV 

cLOS  SITIOS  DE  ZARAGOZA  > 
según  ¡a  narración  del  oficial  sitiador  Baro'tt  Lejeune. 

La  traducción  de  esta  obra  es  oportuna,  tratándose  de  libro 
-interesante  escrito  con  amenidad,  que  se  sigue  con  emoción  y 
■completa  la  Historia  de  Alcaide,  hasta  hoy  la  única  de  conjunto 
que  poseemos,  no  obstante  lo  mucho  que  se  ha  escrito  sobre  los 
sitios  de  la  inmortal  ciudad.  Es  además  traducción  bien  hecha, 
■con  notas  convenientes,  algunas  aclarando  el  sentido  del  texto, 
otras  sbmetiendo  á  crítica  observaciones  y  asertos  no  bien  com- 
j)robados  ó  contradichos  por  fuentes  fidedignas. 


2  10  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

Kn  genera!,  Lejeune  es  justo  con  los  españoles,  cuya  nobleza 
y  arrogancia  alaba,  pero  falsea,  en  obsequio  de  sus  compatriotas, 
hechos  como  la  muerte  del  Padre  Basilio  y  Cura  de  Sas. 

Su  imaginación  á  veces  se  deleita  en  episodios  no  siempre 
dignos  de  entera  confianza,  como  el  de  los  poéticos  amores  de 
un  oficial  francés  con  una  señorita  hija  del  alcaide  de  La  Muela, 
en  cuya  casa  había  hallado  aquél  acogida  caritativa  y  solícitos 
cuidados,  con  ocasión  de  una  grave  herida  que  sufrió  en  el  pri- 
mer sitio  de  Zaragoza.  Vuelto  al  servicio  el  francés,  con  ocasión 
del  segundo  sitio,  la  joven,  por  su  parte,  se  había  refugiado  con 
su  padre  en  la  heroica  ciudad  huyendo  de  La  Muela,  villa  na 
respetada  ya  por  el  invasor,  como  la  había  sido  en  el  primer 
sitio. 

Cuando  al  fin  cae  Zaragoza  en  manos  de  los  franceses,  el  exceso 
de  emociones  y  sufrimientos  había  hecho  tal  estrago  en  la  pobre 
doncella,'  que  al  regresar  á  La  Muela  y  caer  en  brazos  de  su 
madre,  en  ocasión  en  que  el  oficial  francés  por  providencial 
coincidencia,  había  llegado  también  anheloso  por  saber  de  su 
amada,  no  pudo  resistir  á  tanta  emoción  y  murió  en  el  acto.  Igual 
y  terrible  suerte  acaece  al  tío  de  la  joven,  Mosén  Jerónimo  Sánchez, 
Cura  de  La  Muela,  tipo  hermoso  de  creyente  y  patriota  que,  con- 
vencido de  que  Zaragoza  no  puede  ser  rendida  gracias  á  la  espe- 
cial protección  de  la  Virgen  del  Pilar,  á  nadie  cree,  ni  al  oficial 
francés,  ni  á  los  zaragozanos  fugitivos,  ni  á  señal  alguna  de  ren- 
dición de  la  plaza,  hasta  que  con  sus  propios  ojos  contempla  el 
templo  del  Pilar  maltrecho  y  medio  derruido,  guardado  por  los 
soldados  napoleónicos. 

'<La  madre  de  Dios  nos  abandona»,  exclama,  y  cae  de  bruces 
para  no  levantarse  más.  Lo  malo,  desde  el  punto  de  vista  histó- 
rico de  esta  poética  relación,  es  que  no  se  conserva  en  La  Muela, 
ni  memoria  del  suceso,  ni  antecedente  alguno  de  las  personas 
que  en  él  intervienen,  á  pesar  de  tratarse  de  las  autoridades  del 
pueblo  en  fecha  tan  poco  remota. 

La  noticia  bibliográfica  de  fuentes  é  instrumentos  de  trabajo 
para  la  historia  de  Zaragoza  que  sigue  á  la  traducción  de  esta 
parte  de  las  memorias  de  Lejeune  es  copiosa  y  bien  ordenada. 


CATALOGO    DEL    ARCHIVO    MUNICIPAL    DE    TERUEL  211 

y  excusado  parece  encomiar  su  utilidad  para  una  historia  com- 
pleta y  en  lo  posible  definitiva,  de  ese  período  de  nuestra  gucrrí^ 
de  la  Independencia.  Ambos  trabajos  del  Sr.  Riba  son  merece- 
dores de  elogio  y  realzan  el  mérito  de  su  autor  en  su  interesante 
labor  histórica,  de  la  que  habré  de  seguir  ocupándome  en  suce- 
sivos informes,  al  tratar  de  la  transcripción  y  estudio  de  la  carta 
de  población  de  la  ciudad  de  Santa  María  de  Albarracín,  según 
el  códice  romanceado  de  Castiel,  y  de  la  historia  de  la  univer- 
sidad de  Valencia  durante  el  período  de  la  invasión  francesa. 

Makoués  D1-:  Lema. 


V 

«CATÁLOGO   CRONOLÓGICO   K    ÍNDICE  ALFABÉTICO   DE   LOS 

DOCUMENTOS   HISTÓRICOS   DE.SDE   1208   HASTA  18 1*7 

DEL  ARCHIVO  MUNICIPAL  DE  TERUEL. 

formado  por    D.    Sevcriauo    Doporto    v     Uncilla. 

Por  encargo  de  esta  Real  Academia,  á  su  vez  respondiendo  á 
requerimiento  oficial,  he  examinado  el  folleto  cuyo  título  enca- 
beza estos  renglones»  extracto  de  un  Boletíx  de  esta  Real  Acade- 
mia, donde  vio  no  hace  mucho  la  luz  est^  meritorio  trabajo,. 
El  Sr.  Doporto  había  formado  antes  un  índice  provisional  de  los 
interesantes  documentos  del  archivo  Turolense  que,  conservados 
con  solicitud  por  la  Corporación  municipal,  hallaba,  no  obstante, 
desparramados  en  legajos  y  carpetas  sin  orden  ni  concierto;  perf>, 
andando  los  tiempos,  su  celo  histórico  no  le  consintió  detenerse 
en  este  trabajo  provisional  y  en  unión  de  dos  discípulos  suyos 
llevó  á  cabo  la  obra  definitiva  que  examinó. 

El  catálogo  de  los  documentos  reunidos  recorre  largo  camino, 
desde  una  sentencia  del  Rey  Don  Pedro  de  Aragón,  de  1 208,  hasta 
la  ejecutoria  ganada  por  la  muy  ilustre  ciudad  de  Teruel  confir- 
mando su  absoluto  dominio  y   propiedad  sobre  aguas  del  ríO' 


2  12  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Turia,  en  1817.  Privilegios,  sentencias,  escrituras  de  cesión  y 
donación,  concordias  de  ciudades,  comunidades  y  villas,  jurisfir- 
mas,  cartas  reales  varias  y  otros  muchos  documentos  de  interés 
para  la  historia  de  la  ciudad  de  Teruel  y  su  comunidad,  sus  rela- 
ciones con  otras  comunidades,  ciudades,  villas  y  aldeas,  y  para 
la  historia  del  Reino  de  Aragón,  en  general,  guarda  el  archi- 
vo de  la  ciudad,  frecuentemente  llamada  de  los  Amantes.  Al 
índice  cronológico  sigue  otro  alfabético  de  materias  que  completa 
la  utilidad  del  trabajo  y  revela  la  labor  paciente  y  sostenida  del 
Sr.  Doporto  y  sus  dos  auxiliares.  Muchos  documentos  se  refieren 
á  la  que  fué  importante  villa  de  Mosqueruela,  hoy  tan  decaída. 
Lástima  que  el  Sr.  Doporto  no  hubiese  podido  hacer  en  su  archi- 
vo municipal  lo  mismo  que  en  el  de  Teruel.  Allí,  por  lo  que,  tra- 
gando polvo  y  encaramándome  en  una  peligrosa  escalera,  pude 
atisbar  hacia  1903  que  visité  ese  pueblo,  de  un  camaranchón 
donde  se  guardaban,  deben  de  quedar  todavía  documentos  inte- 
resantes de  los  siglos  medios,  y  eso  que  muchos  pergaminos 
habían  servido  en  otros  tiempos  á  los  chicos  para  parches  de 
tambor,  coronas  de  reyes  Magos  y  otros  menesteres  de  sus  jue- 
gos y  pasatiempos,  según  me  contaron  el  alcalde  y  concejales 
que  en  aquella  época  cuidaban  de  que  no  se  perdieran  los  docu- 
mentos aún  existentes,  aunque  tan  mal  alojados,  como  han  des- 
aparecido los  hermosos  pinos  de  Mosqueruela,  que  en  los  tiempos 
de  Carlos  III  se  aprovechaban  para  nuestra  armada  y  de  los  que, 
sin  duda  como  señal,  no  quedaba  en  1903  mas  que  una  mancha, 
más  feliz  en  esto  Mosqueruela  que  la  cercana  Villaroya  de  los 
Pinares,  donde  el  visitante  se  pregunta  cómo  adquiría  este  nom- 
bre, pues  en  la  actualidad  no  queda  ninguno. 

Ciratitud  y  plácemes  merece  el  Sr.  Doporto  por  su  catálogo, 
que  será  de  gran  auxilio  á  los  investigadores  y  expositores  de 
historia  aragonesa,  debiéndose  trasladar  este  informe,  si  la  Aca- 
demia lo  diputa  justo,  al  Ministerio  de  Instrucción  Pública  para 
Jos  fines  que  hayan  movido  al  autor  á  solicitar  el  parecer  de  esta 
Corporación. 

Marquks  de  Lema. 


SOBRE  LA  ENCOMIENDA   DE  LA  ORDEN  CIVIL  DE  ALFONSO  XII  21  3 


VI 

SOBRE   LA  ENCOMIENDA  DE   NÚMERO    DE   LA  ORDEN   CIN'IL 
DE  ALFONSO  XII  AL  PUBLICISTA  D.  VÍCTOR  ESPINOS 

K\  que  suscribe  tiene  el  honor  de  someter  á  la  aprobación  de 
la  Academia  el  siguiente  proyecto  de  infornie: 

limo,  señor:  En  cumplimiento  de  lo  que  previene  el  art.  3." 
del  Real  decreto  de  17  de  Noviembre  de  igo6,  y  por  Real  or- 
den comunicada  de  18  de  Diciembre  próximo  pasado,  la  Subse- 
cretaría del  digno  cargo  de  V.  S.  I.  se  ha  servido  remitir  á  esta 
Real  Academia,  para  su  informe,  el  expediente  sobre  concesión 
de  la  Encomienda  de  número  de  la  Orden  civil  de  Alfonso  XII 
al  publicista  D.  Víctor  Espinos  y  Moltó. 

Sirve  de  base  al  expediente  una  instancia  de  Ü.  Javier  Vales 
Failde,  Rector  de  la  Academia  Universitaria  Católica,  el  cual,  en 
nombre  y  por  acuerdo  del  Claustro  de  profesores  del  menciona- 
do Centro  docente,  solicita  para  el  Sr.  Espinos  la  concesión  de 
dicha  gracia,  por  estimarlo  comprendido  en  la  cláusula  9.'^  del 
art.  J°  del  Reglamento  de  la  Orden  civil  de  Alfonso  XII,  dicta- 
do en  31  de  Mayo  fle  1 902;  y  se  funda  para  hacerlo  así  en  los 
servicios  prestados  por  dicho  publicista  á  la  cultura  patria,  enu- 
merando, al  efecto,  los  siguientes: 

I.  Veintiséis  años  de  ejercicio  activo  del  periodismo  en  los 
diarios  El  Español^  La  Época  y  El  Universo.,  de  esta  corte;  en  la 
Revista  La  Lectura  Dominical,  de  que  es  gerente,  y  en  otras 
publicaciones  de  España  y  del  extranjero. 

II.  La  publicación  de  un  libro  de  lectura  educativa  titulado 
Pues,  Señor... y  favorablemente  informado  por  la  Real  Academia 
Española,  declarado  de  utilidad  para  la  enseñanza  en  las  escue- 
las nacionales,  y  galardonado,  asimismo,  por  el  Consejo  Superior 
de  Protección  á  la  Infancia. 

III.  La  explanación  de  conferencias  públicas  sobre  temas  di- 
versos, literarios,  sociológicos,  de  instrucción  escolar  ó  de  cultu- 


214  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

ra  general,  entre  las  cuales  se  destacan  las  dedicadas  á  vulgarizar 
la  gestión  humanitaria  de  S.  M.  el  Rey  de  España  en  la  guerra;  y 

IV.  La  publicación  de  la  obra  Alfonso  XIII y  la  guerra.  Es- 
pejo de  neiítrúlis,.c\v\(t  mereció  de  la  Real  Academia  de  la  Histo- 
toria  laudatorio  informe,  así  como  haber  sido  tomada  en  consi- 
deración por  el  Ministerio  de  Estado  como  documento  informa- 
tivo de  alto  valor,  por  lo  que  fué  oficialmente  remitido  á  nues- 
tras representaciones  diplomáticas. 

Justo  es  decir  que  si  de  algo  ha  pecado  en  esta  enumeración 
el  Claustro  de  profesores  de  la  Academia  Universitaria  Católica 
no  es  de  exagerar  la  nota,  porque  decir  que  ha  sido  periodista 
durante  veintiséis  años,  que  ha  dado  conferencias  y  que  ha  pu- 
blicado dos  hbros,  no  da  ciertamente  idea  de  los  méritos  contraí- 
dos por  el  Sr.  Espinos. 

Periodistas  hay  muchos;  pero  el  Sr.  Espinos  no  es  uno  de  tan- 
tos, sino  que  en  todos  cuantos  periódicos  ha  escrito  ha  dejado 
luminosa  huella  de  su  actuación,  pues  con  elegante  estilo,  con 
sutil  ingenio  y  fina  gracia,  con  amenidad  y  exacto  conocimiento 
de  los  temas  que  abordaba,  ha  procurado  difundir  sus  honradas 
y  hondas  convicciones,  rindiendo  culto  á  la  verdad,  al  bien  y  á 
la  belleza. 

Conferenciantes  no  escasean;  pero  las  conferencias  del  Sr.  Es- 
pinos se  distinguen,  al  par  que  por  el  profundo  sentido  moral  y 
religioso  que  en  ellas  palpita,  por  la  extensa  cultura  que  reve- 
lan, de  modo  que,  al  mismo  tiempo  que  estimulan  en  el  corazón 
los  más  sanos  sentimientos,  siembran  en  la  inteligencia  lumino- 
sas ideas.  Entre  esas  conferencias  debe  citarse  la  que  dio  sobre 
el  divorcio  y  el  alma  española,  la  cual  formó  parte  de  la  serie  or- 
ganizada por  la  Unión  de  damas  españolas,  y  cuyo  ruidoso 
éxito  no  fué  ciertamente  mayor  que  el  alcanzado  en  el  Centro 
del  Ejército  y  la  Armada  por  la  que  pronunció  sobre  la  obra  de 
un  Príncipe  neutral,  que  constituye  una  hermosa  lección  de 
patriotismo. 

De  sus  obras,  la  titulada  Alfonso  XIII y  la  guerra  es  una  docu- 
mentadísima relación  de  la  intensa  labor  realizada  durante  cuatro 
.años  por  el  Monarca  español,  llevando  el  consuelo  á  muchos  ho- 


SOBRE  LA  ENCOMIENDA  DE  LA  ORDEN  CIVIL  DE  ALFONSO  XII  21  5 

gares,  enjugando  muchas  lágrimas,  mitigando  no  pocos  dolores  y 
atenuando  así,  en  lo  posible,  las  tristes  consecuencias  de  la  horri- 
ble tragedia  de  que  ha  sido  escenario  el  mundo  entero.  Con  ese 
libro  ha  prestado  el  Sr.  Espinos  un  importante  servicio  á  la  pa- 
tria y  á  la  Historia,  dando  á  conocer  un  aspecto  interesantísimo 
de  la  guerra  al  poner  de  relieve  cómo  España,  sin  quebrantar 
en  lo  más  mínimo  sus  deberes  de  neutral,  ha  sabido  tender  el 
manto  de  la  caridad  cristiana  sobre  todos  los  beligerantes  por 
igual,  y  facilitando  á  los  historiadores  del  porvenir  los  datos  que 
han  de  servir  para  trazar,  entre  tantas  páginas  de  horrores  y  de 
sangre,  una  hermosa  página  de  fraternidad  y  de  amor. 

El  otro  libro  es  de  muy  diferente  carácter.  Se  trata  de  una 
preciosa  colección  de  cuentos  para  niños,  en  la  cual  Víctor  Es- 
pinos — según  dice  autoridad  tan  reconocida  en  materia  peda- 
gógica como  D.  Rufino  Blanco — -  no  sólo  ha  vencido  las  dificul- 
tades naturales  de  este  linaje  de  empresas  literarias,  en  las  cua- 
les tan  pocos  escritores  sobresalen,  sino  que  ha  conseguido  lle- 
gar á  un  grado  de  inventiva,  originalidad  y  soltura  en  el  modo 
de  hacer  á  que  llegan  los  maestros  consumados  en  este  género 
de  las  amenas  narraciones. 

Distínguense  los  cuentos  por  su  originalidad,  por  la  variedad 
de  asuntos  en  que  se  ha  inspirado  su  composición,  por  no  haber 
encerrado  el  fin  moral  á  que  todos  obedecen  en  la  forma,  de  or- 
dinario ingrata,  de  una  lección  escolar,  por  la  frescura  del  estilo, 
la  viveza  del  diálogo  y  la  bella  estructura  de  la  composición  in- 
terna. 

Pero  con  reunir  esta  colección  de  cuentos  del  Sr.  Espinos  tan 
peregrinas  y  excelentes  cualidades,  sería,  como  afirma  el  men- 
cionado .Sr.  Blanco,  «enteramente  inútil  para  los  niños  si  el  au- 
tor, más  por  intuición  genial  que  por  acreditada  experiencia,  no 
hubiera  acertado  á  hacer  las  narraciones  accesibles  á  sus  menu- 
dos lectores,  y  como  en  haber  vencido  esta  dificultad  (para  mu- 
chos escritores  insuperable)  se  halla  la  principal  razón  de  su  bon- 
dad pedagógica,  bueno  será  advertirla  para  los  profanos  en  este 
género  de  habilidades  técnicas». 

Y  aquí,  donde  á  todas  horas  tenemos  que  lamentar  la  falta  de 


2l6 


BOLETÍN    DE   LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 


obras  dedicadas  á  la  enseñanza,  que  reúnan  condiciones  peda- 
gógicas, un  libro  como  el  del  Sr.  Espinos  merece  ser  objeto  de 
especial  recompensa,  siquiera  para  que  el  premio  que  se  otorgue 
al  autor  sirva  de  estímulo  á  los  que  puedan  dedicarse  á  este  me- 
ritísimo  género  de  empeños. 

Por  todo  esto,  la  Real  Academia  de  la  Historia  no  vacila  en 
manifestar  que  D.  Víctor  Espinos  y  Moltó  ha  prestado  á  la  cul- 
tura servicios  suficientes  para  considerarlo  comprendido  en  la 
cláusula  9.'^  del  art.  ] .'^  del  Reglamento  de  la  (Irden  civil  de 
Alfonso  XII. 

La  Academia,  no  obstante,  acordará  lo  que  estime  más  acer- 
tado en  justicia. 


17  Enero,  1919. 


Jerónimo  Bécker. 


INFORMES  GENERALES 


I 

EL  sí:pulcro  de  pelayo  en  covadonga 

La  sepultura  de  Pelayo  es  una  de  las  curiosidades  que  Cova- 
donga ofrece  al  visitante.  Y,  en  verdad,  que  todo  en  ella  es  pin- 
toresco: las  desmesuradas  proporciones  del  lucillo,  la  cueva  6 
nicho  en  que  se  encuentra,  la  inscripción  que  en  tal  lugar  se  ha 
colocado  y  hasta  la  extraña  costumbre,  seguida  por  centenares 
de  visitantes,  de  dejar  tarjeta,  á  veces  respaldada,  en  el  recinto 
sepulcral. 

La  citada  inscripción,  grosera  en  su  factura,  vulgar  en  su  texto, 
bárbara  en  su  ortografía,  dice  de  este  modo: 

aquí  yaze  el  s  rey  don  pelaio 
elleito  el  ano  de  716  qve  en 
esta  a'\  i  lacrosa  cveba  c  o  ^\  e 
nzo  la  restauración  de  espa 
ña  benzidos  los  moros  falleció 
año  737  y  le  acopana  ss  mvser  y  ermana 

Comencemos  por  advertir  que  esta  inscripción  data  de  unos 
doscientos  años,  á  lo  sumo.  Ni  Ambrosio  de  Morales,  que  estuvo 
en  Covadonga  en  1572,  ni  el  P.  Carvallo,  que  escribía  sus  A/¿t¿- 
güedades  (l)  á  principios  del  siglo  xvir,   hacen  de  ella  la  más 


(i)     Luis  Alonso  Carvallo:  Antigüedades  y  cosas  memorables  de  Asturias; 
fueron  publicadas,  mucho  después  de  la  muerte  del  autor,  en  Madrid,  1605. 

TOMO  Lxxiv  15 


^l8  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

mínima  mención,  por  lo  cual,  y  teniendo  en  cuenta,  además,  el 
carácter  de  la  letra,  puede  presumirse  que  fué  esculpida  á  fines 
de  dicha  centuria  y,  acaso,  con  posterioridad. 

Pero,  prescindiendo  de  esto,  la  creencia  de  que  aquél  es  el 
sepulcro  del  famoso  caudillo,  carece  de  todo  fundamento,  como 
es  fácil  demostrar  recordando  los  antecedentes  del  asunto. 

De  la  muerte  de  Pelayo  no  hallamos  noticia  alguna  en  los 
cronicones  anteriores  al  siglo  ix,  pues  las  más  antiguas  memorias 
de  ella  son  las  que  contienen  los  del  Albeldeuse  y  de  Sebastián. 
Léese  en  el  primero  que  Pelayo  murió  en  el  lugar  de  Cangas, 
■era  de  775- 

«Obiit  quidem  prsdictus  Pelagius  in  locum  Canicas,  era 
uccLxxv»; 

el  de  Sebastián.,  que  fija  la  misma  fecha,  agrega  que  fué  sepul- 
tado en  la  iglesia  de  Santa  Eulalia  de  Velamio,  en  tierra  de  Can- 
gas, donde  también  estaba  la  tumba  de  su  mujer  la  reina  Gau- 
diosa: 

«Pelagius  post  nonum  decimum  regni  sui  annum  completum, 
»propria  morte  decessit,  et  sepultus  cum  uxore  sua  Gaudiosa 
»regina  territorio  Cangas  in  ecclesia  sanctse  Eulalise  de  Velapnio 
»fuit,  era  occlxxv.» 

De  estos  dos  textos  tomaron  la  referencia  del  hecho  los  cro- 
nistas posteriores:  en  la  crónica  del  Obispo  Don  Pelayo  de 
(Oviedo  (l),  dícese  que  «reinó  Pelayo  diez  y  nueve  años  y  murió 
»y  fué  enterrado  en  el  territorio  de  Cangas  con  su  mujer  la 
>reina  Gaudiosa  en  la  iglesia  de  Santa  Eulalia  de  Velamio»  (2); 


(i)  Vid.  por  lo  que  se  refiere  á  esta  crónica  el  Elogio  de  Don  Pclavo, 
Obispo  de  Oviedo  é  kisioriador  de  España,  por  D.  Antonio  Bláz(|uez  v  Del- 
gado-Aguilera; Madrid,  1910. 

(2)  Por  no  tener  á  mano  el  texto  latino,  me  valgo  de  la  traducción  cas- 
tellana que  se  inserta  en  Las  glorias  nacionales,  tomo  11,  apéndice  iv, 
página  531,  2.''  col. 


EL    SEPULCRO    DE    PELAVO    EN    COVADONGA  2  19 

^de   ellos  se  sirvieron  también  en  sus  respectivas    crónicas   don 
Lucas  de  Tuy  y  D.  Rodrigo  de  Toledo: 

«Vixit  quoque  Pelagius  in  regno  annis  decem  et  octo  et  morte 
»propria  in  Cangas  vitam  finivit»  (l); 

«Pelagius  vero  post  multa  bella  decenter  exercitus,  migravit 
:>cum  Domino  apud  Canicas  anno  décimo  octavo  regni  sui»  (2); 

y,  en  fin,  de  estas  crónicas  fué  directamente  llevado  el  relato  á 
la  General: 

«...  el  rey  don  Pelayo,  pues  que  ouo  fechas  muchas  buenas 
«batallas  et  muchos  buenos  fechos,  passosse  deste  mundo,  et 
>dio  ell  alma  a  Dios.  Murió  en  la  cibdad  de  Cangas»  (3). 

Como  se  ve,  desde  el  cronicón  de  Albelda,  hasta  las  crónicas 
del  siglo  XIII,  todas  las  historias  están  conformes  en  que  Pelayo 
murió  en  Cangas  de  Onís  y  fué  sepultado  en  Santa  Eulalia  de 
Velamio  (hoy  Abamia);  y,  efectivamente,  en  esta  iglesia  consér- 
vanse  los  sarcófagos  vacíos  en  los  que  se  cree  que  estuvieron  los 
restos  del  monarca  y  de  su  cónyuge.  Pero  una  tradición,  de 
ignorado  origen,  asegura  que  aquellos  restos  fueron  trasladados  á 
la  capilla  de  Santa  Alaría  de  Covadonga,  edificada,  según  unos, 
por  Don  Alfonso  I,  según  otros  por  Don  Alfonso  el  Casto,  aun- 
que es  de  notar  que  ni  el  hecho  del  traslado,  ni  el  nombre  del 
rey  que  mandó  construir  el  monasterio  constan  en  parte  alguna. 

Ambrosio  de  Morales,  hablando  del  sepulcro,  escribe  lo  si- 
guiente: 

«Esta  dicen  todos  que  es  la  sepultura  del  Rey  Don  Pelayo, 
añadiendo  qvie  el  Rey  Don  Alonso  el  Casto,  quando  edificó  esta 
Iglesia,  pasó  á  ella  el  cuerpo  de  este  Rey  de  la  Iglesia  de  Santa 


(^i)      ChronicoH  JShiiidi  (ap.  Hispania  Illustrata,  tomf)  iv,  pá^;.  73). 

(2)  De  rcbtis  Hispanice,  libro  iv,  cap.  iii. 

(3)  Pn'tnera  Crónica  General,  tomo  i  de  la  Nueva  B.  AA.£.,  cap.  577. 


220  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Kulalia,  que  él  allí  cerca  había  edificado  y  enterrádose  en  elku 
Esto  es  lo  que  todos  dicen  agora  en  Asturias,  sin  poder  dar  más 
razón  de  ello  de  haber  así  venido  de  unos  en  otros»  (l). 

Ahora  bien,  la  traslación,  si  es  que  existió,  no  pudo  verificarse 
en  fecha  tan  remota.  Cuenta  el  mismo  Morales  que  en  un  libro 
«muy  antiguo  de  coro  que  tiene  el  monasterio,  está  escrito  al 
cabo  con  letra  gótica^  esto  mismo  del  enterramiento  del  Rey 
Don  Pelayo  y  de  su  mujer»  (2),  ó  sea  que  fueron  sepultados  en 
Santa  Eulalia,  sin  que  en  él  se  hable  del  nuevo  sepulcro  en  Cova- 
donga,  V  claro  es  que  por  los  caracteres  paleográficos  de  aquella 
anotación,  se  infiere  que,  por  lo  menos,  á  fines  del  siglo  xi  ó 
principios  del  xn,  que  fué  cuando  en  España  comenzó  á  usarse  la 
escritura  francesa,  no  se  había  hecho  la  traslación  de  los  restos. 
En  el  reinado  de  Alfonso  VII,  debían  de  seguir  aún  en  la  sepul- 
tura de  Santa  Eulalia,  porque  Morales,  en  su  citado  Viaje,  llama 
la  atención  acerca  de  la  circunstancia  de  que  el  obispo  Don  Pe- 
layo,  que  era  asturiano  y  que  escribía  en  Oviedo  en  tiempos  de 
aquel  rey,  afirmase  que  Eelayo  hallábase  sepultado  en  Velamio, 
sin  referirse  al  traslado,  omisión  que  sería  inexplicable  si  éste 
hubiera  tenido  efecto,  máxime  cuando  el  prelado  ovetense  no 
dejó  de  mencionar  el  sepulcro  de  Alfonso  I  en  Covadonga;  de 
todo  lo  cual  deduce  muy  lógicamente  «que  ó  no  está  el  Rey 
Don  Pelayo  enterrado  en  Covadonga,  ó  si  es  así  que  lo  está,  fué 
trasladado  de  quinientos  años  á  esta  parte  después  que  el  Obispo 
Pelayo  escribió»  (3).  Menos  escéptico  se  manifiesta  en  la  Crónica^ 
en  la  que  se  expresa  de  este  modo: 


II)  Viagc  de  Ambrosio  de  Morales  por  orden  del  Re\  Don  Plielipe  //.' 
Madrid,  1765,  pág.  64. 

(2)  Morales:    Crónica  de  España,  lib.  xiii,  cap.  vi. 

(3)  Viage,  loe.  cit.  Sin  embargo,  el  cómputo  hecho  por  Morales  no  es 
del  todo  exacto,  por  partir  de  una  cronología  equivocada;  pues  para  que 
en  1572  hubieran  transcurrido  quinientos  años  desde  la  fecha  de  la  cró- 
nica de  Don  Pelayo,  ésta  tendría  que  haber  sido  escrita  en  1070.  (Vid.  lo 
(jue  dice  Flórez  en  Exp.  Sag.,  tomo  iv,  3.''  ed.,  págs.  207  y  siguientes.) 
Ahora  bien,  el  obispo  ovetense  escribió  dos  crónicas:  la  una  en  1 132,  con 
el  título  Liher  Chronicorum  ah  exordio  nmndi  iisque  Eram  AÍCLXX,  (jue 
es  la  contenida  en  el  códice  complutense,  de  (jue  habla  Pelh'cer,  y  la  otra 


EL    SEPULCRO    DE    PELAYO    EN    COVADONGA  22  1 

«El  cuerpo  del  Rey  con  el  de  su  mujer  fué  después  trasladado 
ȇ  la  santa  cueva,  como  es  cosa  muy  sabida  en  toda  la  tierra. 
»Así  muestran  allí  en  la  santa  iglesia  su  sepultura  en  una  larga 
» covacha  que  está  al  cabo  della,  frontero  de  la  capilla  mayor. 
Dentro  de  esta  capilla  mayor,  por  pequeña  que  es,  y  junto  al 
»altar  mayor,  está  á  un  lado  otra  sepultura  de  piedra  alta,  y  en 
» alguna  manera  bien  labrada.  Ksta  dicen  que  es  de  su  hermana 
»del  Rey  Don  Pelayo.  \'o  tengo  por  cierto  que  esta  sepultura  es 
»del  Rey  y  no  de  su  hermana».  Funda  tal  creencia,  no  sólo  en 
las  consideraciones  que  quedan  indicadas,  sino  también,  en  que 
la  sepultura  que  se  dice  de  Pelayo  acusa  por  su  extremada  sen- 
cillez una  antigüedad  remota,  mientras  que  la  que  se  halla  en  la 
capilla  mayor,  «es  bien  labrada  y  muestra  semejanza  con  otras 
que  vemos  de  trescientos  ó  pocos  más  años  á  esta  parte»,  siendo 
de  presumir  que  quien  ordenó  la  traslación  de  Pelayo,  «mandara 
hacerle  honra  de  enterramiento,  pues  tan  altamente  lo  merecía, 
y  no  lo  arrinconaran  ni  echaran  fuera  de  la  iglesia,  como  verda- 
deramente está  el  agujero  de  la  covacha»,  y  «así  se  le  dio  aquel 
sitio  principal  de  junto  al  altar  mayor,  que  no  había  para  qué 
dárselo  á  su  hermana ».  El  cronista  apunta  la  idea  de  que  el  tras- 
lado se  hiciese  en  tiempo  de  Don  Alfonso  X,  sin  más  razón  para 
ello,  que  la  de  que  este  monarca  «fué  verdaderamente  inclinado 
á  mudar  los  enterramientos  de  algunos  reyes  y  reinas  á  mejores 
lugares»  (l);  pero  no  es  necesario  esforzarse  mucho  para  reco- 
nocer que  estas  opiniones,  tanto  en  lo  que  conciernen  á  las  per- 
sonas que  están  sepultadas  en  la  capilla,  como  á  la  época  del 
traslado,  son  meras  conjeturas  que  no  se  apoyan  en  testimonio 
alguno.  Bueno  será  recordar,  con  tal  motivo,  que  en  el  archivo 


diez  años  más  tarde,  es  decir  en  1142,  y  que  no  es  sino  la  misma  ante- 
rior con  algunas  rectificaciones  y  ampliaciones  (Vid.  Risco  Esp.  Sag., 
tomo  XXXVIII,  págs.  109  y  siguientes,  v  Bláz^juez,  loe.  cit,  pág.  1 1);  y  como 
el  prelado  no  hace  mérito  en  ninguna  de  las  dos  de  la  traslación  de' los 
restos  de  Pelayo,  resulta  que  los  quinientos  años  que  fija  Morales  como 
tiempo  máximo  en  que  aquella  pudo  tener  lugar,  deben  quedar  reducidos 
Á  cuatrocientos  treinta. 
(i)      Crónica,  loe.  cit. 


222  boletín    de    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

de  Covadonga  no  existe  ningún  documento  antiguo,  pues  dio  la 
rara  y   fatal  casualidad  de  que   cierto  abad  á  quien,   según  se 
dice,  le  encomendaron  la  misión  de  llevar  á  la  corte  de  Castilla 
las  escrituras  y  privilegios  del  monasterio,  con  el  fin   de  que 
fueran  confirmados,  muriese  en  el  camino,  con  tan  adversa  es- 
trella para  él,  para  los  monjes  y  para  la  Historia,  que  los  docu- 
mentos no  han  vuelto  á  parecer,  de  la  misma  suerte  que  si  se  los 
hubiese  tragado  la  tierra  (l),  con  lo  cual  quedaron  en  franquía  Ios- 
aficionados   á   la   fábula  para  arreglar  y  aun  para  inventar  los 
hechos  á  su  talante.  Alguien,  sin  embargo,  pretendió  con  poste- 
rioridad que  de  aquella  catástrofe  diplomática  habíanse  salvado^ 
dos  importantísimas  escrituras,  á  saber:  la  de  fundación  del  mo- 
nasterio y  la  de  una  copiosa  donación  al  mismo,  en  la  que  se 
incluían  hasta  algunas  propiedades  enclavadas  en  territorio  legio- 
nense,  ambas  suscritas  por  Don  Alfonso  I  en  los  años  740  y  741;. 
pero,  por  desgracia,  el  P.  Risco  demostró,  hace  ya  más  de  un. 
siglo,  que  son  completamente  apócrifas  (2).  De  todos  modos,  y 
aun  suponiendo  (que  es  mucho  suponer)  que  lo  de  la  pérdida  de 
los  documentos  no  sea  pura  superchería,  parece  improbable  que 
ella  fuese  la  causa  de  haber  desaparecido  el  rastro  de  un  suceso- 
como  el  de  la  traslación  de  los  restos  de  Pelayo,  porque  debiendo 
conocerse  en  Oviedo  y  en  otros  puntos  de  Asturias,  sería  muy 
extraño  que  no  quedase  de  él  alguna  memoria  contemporánea,  ó- 
que  no  hubiera  algún  monje  curioso  en  Covadonga  que  añadiese 
la  noticia  á  la  del  libro  de  coro  que  vio  Morales  en  aquella  casa. 
Como  dato  final,  consignaré  que  en  un  artículo,  no  ha  mucho- 
tiempo  publicado,  afirma  su  autor  que  un  título  asturiano  le  dijo 
que  un  militar  de  alta  graduación  (el  general  Hurguete)  contaba. 
<' haber  estado  presente  á  la  apertura  del  sepulcro  de  Covadonga, 
ordenada  por  el  Rey  Don  Alfonso  XIII,  quien  en   una  de  sus 


(1 )  «En  el  Monasterio  no  hay  una  sola  letra  de  privilegios,  ponjue  los 
(jue  había,  los  llevó  un  Abad  á  Castilla  para  confirmarlos  y  murió  presto,, 
sin  que  dejase  dicho  dónde  estaban,  y  así  no  han  parecido?.  (Jlage,. 
página  66). 

(2)  Esp.  Sag.,  tomo  xxxvii,  pág.  95,  §  144. 


EL  SEPULCRO  DE  PELAYO  EN  COVADONGA  225 

últimas  visitas  al  santuario  manifestó  el  deseo  de  contemplar  los 
restos  de  Don  Pelayo,  y  decía  no  haber  visto  en  el  interior  más 
que  un  fémur,  de  tan  grandes  proporciones,  que  suponía  no  fue- 
se de  persona  humana»  (l).  No  es  muy  difícil,  ciertamente,  dis- 
cernir si  un  fémur  es  humano  6  no  lo  es;  la  gran  dificultad,  en 
este  caso,  comenzaría  cuando  se  tratase  de  averiguar  si  el  fémur 
en  cuestión  es  más  ó  menos  auténtico  que  el  cráneo  que  enseñan' 
en  el  museo  de  la  basílica,  asegurando  que  es  el  del  oso  quedes- 
pedazo  á  Favila. 

De  lo  expuesto,  se  deduce: 

1.°  Que  con  anterioridad  al  siglo  ix  no  existen  noticias  de  la 
muerte  y  enterramiento  de  Pelayo,  pues  las  primeras  que  apare- 
cen son  las  de  los  cronicones  del  Albcldeuse  y  de  Sebastián,  textos 
que  convienen  en  que  aquel  rey  y  su  mujer  murieron  en  Cangas 
y  fueron  sepultados  en  la  iglesia  de  Santa  Eulalia  de  Velamio. 

2."  Que  todos  los  cronistas  posteriores  hasta  los  compilado- 
res de  la  General  narran  el  hecho  del  mismo  modo  que  los  cita- 
dos cronicones,  sin  que  ninguno  diga  absolutamente  nada  de  la 
traslación. 

3."  Que,  según  la  anotación  del  libro  de  coro  de  Covadonga^ 
cuya  antigüedad  no  puede  ser  mayor  que  la  de  fines  del  siglo  xi, 
los  cuerpos  de  Pelayo  y  de  su  mujer  seguían  sepultados  en  la 
iglesia  de  Santa  Eulalia  cuando  dicha  anotación  fué  escrita. 

4.°  Que  en  los  dos  primeros  tercios  del  reinado  de  Alfon- 
so VII,  no  había  memoria  de  que  los  restos  de  Pelayo  hubiesen 
sido  trasladados  de  su  primitivo  enterramiento,  y  que,  por  tanto, 
la  versión  de  hallarse  en  Covadonga  debió  de  nacer  después  del 
año  1 142. 

5.*^  Que  no  hay  documento  alguno  conocido,  ni  en  Covadon- 
ga, ni  en  otra  parte,  que  permita,  no  ya  afirmar,  pero  ni  siquie- 
ra suponer  que  el  cuerpo  de  Pelayo  fué  trasladado  desde  la 
iglesia  de  Santa  Eulalia  al  monasterio  de  Covadonga;  y 

6.",     y  como  consecuencia  de   las  precedentes  conclusiones, 


(i)     Artículo  que  con  el  título  (Está  Pelayu  en  Covadonga?  y  firmada 
por  D.  F.  Pendas,  se  publicó  en  La  Esfera  áé[  16  de  Noviembre  de  I9i8> 


224  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

que  cuanto  se  refiere  al  enterramiento  de  Pelayo  en  Covadonga, 
tiene  trazas  de  ser  una  invención  análoga  á  otras  muchas  que 
pudieran  recordarse,  y  que  á  fuerza  de  dejarlas  que  rueden  entre 
el  vulgo,  llegan  á  ser  reputadas  por  hechos  indubitables,  aunque 
se  hallen  desprovistas  de  todo  fundamento,  pugnen  con  la  ver- 
dad histórica  y  prescindan  de  los  principios  más  elementales  de 
la  crítica  racional. 

7  de  Febrero  de  1919. 

Julio  Puvol. 


II 

CARTULARIO  DE  LA  IGLESIA  DE  SANTA  MARÍA  DEL  PUERTO 

(SANTOÑA) 

C oiilimiación    (  i  ). 


XXXIX 

1 1  de  Enero  de  1086. 

Donación  de  unas  fincas  en  Añero ^  por  Teresa  Alfonso. 

Sub  Xpi  nomine  eius  imperium.  Ego  denique  Taressa  Alfonso 
placuit  michi  bono  animo  spontaneea  mea  uolumptate  sic  uen- 
didi  et  tradidit  pro  remedio  anime  mee  ad  regula  de  Sánete  a-M 
rie  urginis  et  ad  beatorum  apostolorum  Petri  et  Pauli  et  sancto- 
rum  lusti  et  Pastoris,  Uincenti  et  Leti  corum  reliquie  recondite 
sunt  in  monasterio  quo  uocitant  Portum,  adque  tibi  abas  Martino 
et  ad  fratres  tuos  ibidem  comorantibus  proprio  meo  quingone, 
illa  sexma  ratione  quantum  michi  quadrat  inter  meos  heredes  in 
uilla  de  Añero,  in  solares,  in  hereditates,  in  pumares,  in  mones- 
terio  de  Sancti  P'elicis,  in  montes,  in  fontes,  in  exitus,  in  collagos, 
in  diuissas,  por  ubi  lo  potieritis  inuenire,  illo  meo  quingone  in 
uilla  de  Añero  ab  omni  integritate.  Et  accepit  precium  ego  la- 


(1)     Véase    Boletín,    tomo    lxxiii,    cuaderno    v,    pág.    420,    1-918,    y 
tomo  i.xxiv,  cuaderno  i,  pág.  19,  1919. 


CARTULARIO  DE  LA  IGLESIA  DE  SANTA  MARÍA  DEL  PUERTO  (SANTON'A)        225 

ressa  de  nos  abba  Martino  atque  fratres  ele  ipsa  regula,  proinde 
11  hacas  una  de  \'  moyos  et  altera  de  \i  moyos,  et  uno  cabalo 
rosiello  ualiente  x  solidos  ¡n  uno  pretio  ualiente  settainta  solidos, 
pretium  placiuile  quantum  inter  inter  (.sví:)  nos  bene  conplacuit. 
Et  de  odie  et  deinceps  abeatis  uel  possideatis  illo  iam  dicto  quin- 
gone  uos  abba  Martino  et  fratres  uestros  c[ue  hanc  scriptura  re- 
sonat  iure  perpetuo,  üuod  si  aliquis  homo  huno  uestrum  nostrum 
mercatum  uel  concessum  disrumpere  uoluerit,  aut  ego  Taressa, 
aut  filiis  meis,  aut  neptis,  aut  heredibus,  quis  talia  fecerit  pariat 
reges  terre  m  libras  áureas  iam  superius  dictum  duplatum  et  tri- 
platum,  iusta  suas  limites,  con  edificios  que  ibi  fuerint  plantatus, 
et  huius  scripture  tradiccionis  uel  uenditionis  firmis.  perma- 
neat.  Facta  hec  scripture  die  notum  v  feria  iii  Idus  lanuarios  in 
Kra  rcxxuii,  Adfonso  rex  in  ToUeto,  in  Leone  et  in  Castella.  Et 
ego  Taressa  Altonsiz  qui  hanc  scripturam  uenditionis  uel  tradic- 
tionis  iussit,  legente  audiuit  et  de  manu  mea  ^  >^  roborauit  co- 
ram  testes  Micael  testis,  Gongalbo  testis,  Egabita  testis;  Martino 
testis.  Didago  testis  quia  hic  testes  sumus  de  manus  nostras  »x*  "í* 
roborabimus.  Cipriano  notuit.  (Fol.  I4  r.) 


XL 

I."  de  Febrero  de  1086. 

Uon ación  de  parte  de  ¡a  dehesa  de  Conotio.poy  (¡oiitnida  Alfonso. 

vSub  Xpi  nomine  eius  imperium.  Ego  denique  Gontruda  Al- 
tonso  placuit  niichi  dispontanea  mea  uoluntate  accessit  uoluntas 
(sic)  uendo  et  trado  illo  meo  quingone  quantum  quadrat  inter 
meos  germanos  uel  heredes  in  illa  defesa  de  Conoíio  ad  uos  abbas 
Martinus  de  Sancta  Maria  de  Portum  et  ab  omni  congregationes 
eius  illo  meo  quingone  ab  omni  integritate  abeatis  uel  posideatis 
usque  in  seculum.  Quod  si  tamen  aliquis  homo  aut  ego  Gon- 
trueda,  aut  filiis  meis,  aut  neptis,  aut  generatio  quis  ad  disruni- 
pendum  uenerit  aut  uoce  suscitauit,  cómodo  pariat  ipso  quingone 
de  illa  defesa  duplato  et  triplato  in  simile  tale  logare  iusta  suus 
limites,  ad  reges  terre  parie  iii  libras  áureas.  Facta  scriptura  die 


226  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

notum,  kalendas  Februarias  in  Era  tcxxiui.  Adfonso  rex  ¡n  Tol- 
leto,  in  Leone  et  in  Castella.  Et  ego  (jontrueda  scriptura  que  fe- 
cit  iussit  legente  audiuit  et  de  manu  mea  ►Jí  ^  roborauit  coram 
testes  Salbator  et  Antolino  et  Goncalbo  quia  hic  testes  sumus 
de  manus  nostras  ^  »^  roborauimus.  Cipriano  >^  notuit.  (Fo- 
lio l6  r.) 


XLI 

i.°  de  Febrero  de  1086. 


Donación  de  bienes  en  Argoíios,  por  E/o  Diaz. 

In  Dei  nomine.  Ego  Elo  Didaz  sic  fació  concambiatio  con  uos 
abbas  Martinus  et  con  tua  disciplina  qui  sunt  qui  sunt  (sic)  in 
vSancte  Marie  uirginis  dedit  [sic)  mea  hereditate  in  Argonios,  in 
solares,  in  hereditates,  in  cassas,  in  orrios,  in  botegas,  in  cubas, 
in  pumares,  in  diuissas,  in  colazos,  in  montes,  in  fontes,  in 
exitus,  in  pratis,  in  exitus  aquarum,  illo  meo  quingOne  quan- 
tum quadrat  Ínter  meos  germanos,  ab  omni  integritate,  et  illo 
monesterio  de  Sancti  Salbatoris  (l).  vSic  trado  in  illa  uilla  de 
Argonios  por  ubi  lo  potueritis  inuenire  ex  integritate.  Et  ego  io 
Elo  recepit  de  uos  abbas  Martinus  precium  pro  ipsa  concambia- 
tione  térra  in  uilla  de  Añero  ubi  dicunt  in  Uillanoba  in  dos  lo- 
gares, et  supra  inde  accepit  in  pretium  iiii  moios  de  cebarla  et 
cabras  et  obes  per  illas  cassas  recogeré,  et  dedit  uno  orrio,  pre- 
tium adplacibilem  quantum  inter  uos  bene  complacuit,  et  adfir- 
mauimus  nostrum  mercatum  per  in  sécula.  Quod  si  tamen  uero 
uero  [sic)  aliquis  homo  aut  ego  Elo,  aut  filiis  meis,  aut  neptis, 
aut  heredibus,  aut  potestas  terre  qui  ad  disrumpendum  uenerit, 
aut  uoce  suscitauit,  cómodo  pariat  ipsa  hereditate  duplata  et  tri- 
plata  in  simile  tale  logare  iusta  suas  limites,  ad  reges  terre  pa- 
riat III  libras  áureas.  Facta  scriptura  regulis  die  notum  kalendas 
Februarias  in  Era  tcxxiui.  Adfonso  rex  in  Toleto,  in  Leone,  et 
in  Castella.  Et  ego  io  Elo  carta  uel  concambiatione  que  fecit  con 


(i)     Borradas  dos  palabras. 


CARTULARIO  DE  LA  IGLESIA  DE  SANTA  MARÍA  DEL  PUERTO  (sANTOÑa)         227 

nos  abba  ^lartinus  iussit  legente  audiuit  et  de  manu  mea  ►■p  ^  ro- 
borauit  coram  testes  Sabastiano  et  Salbator  et  Galin  (lalindiz 
quia  hic  testes  sumus  de  manus  nostras  t^  *^  roborauimus. 
Cipriano  notuit  ►f*.  (Fol.    ló  v.) 


XLII 
t.°  de  Febrero  de  1086. 

Donación  de  bienes  en  Rasines^  Ñutes  y  Cesero, 
por  Fernando  Diaz. 

Indiuidue  Trinitatis  adque  humanitas^  spontanea  mea  uolumta- 
te  accessit  uolumtas  ego  Fredinando  Citiz  sic  trado  quinta  mea 
hereditate  pro  remedio  anime  mee  ad  uos  aba  Martinus  de 
vSancta  Alaria  de  Portum  et  ab  omni  congregationes  eius  in  uillas 
prenominatas  in  Rassines,  in  Ñutes,  in  Cessero  illa  mea  quinta 
por  ubi  lo  potueretitis  invenire  ab  omni  integritate.  Uuod  si  ta- 
men  vero  aliquis  homo  aut  filiis  meis,  aut  neptis,  aut  heredibus 
quis  ad  disrumpendum  uenerit  aut  uoce  suscitauit  cómodo  pa- 
riat  ipsas  quintas  duplatas  uel  triplatas  in  simile  tale  logare  iusta 
suas  limites,  ad  reges  terre  parie  iii  libras  áureas.  Facta  scriptu- 
ra  die  notum  kalendas  Februarias  in  Era  tcxxiiii.  Adfonso  rex 
in  Tolleto,  in  Leone  et  in  Castella.  Et  ego  Fredinando  scriptura 
que  fecit  iussit  legente  audiuit  et  de  manus  mea  >í<  >^  roborauit 
coram  testes  Mikael  et  Alaria,  et  ut  quia  testes  sumus  de  ma- 
nus nostras  ►^  ►^  roborauimus.  Ciprianus  notuit  ^^  fecit.  (Fo- 
lio 16  V.) 

XLII  I 
I."  de  Febrero  de  10S6. 

Donación  de  fincas  e)L  Argoños,  por  Gotina  Mu  ños. 

vSub  Xpi  nomine.  Ego  Gotina  Monioz  placuit  michi  bono  ani- 
mo expontanea  volúntate  accessit  uoluntas,  sic  fació  carta  pro 
remedio  anime  niee  ad  uos  abbas  Martinus  de  Santa  Alaria  de 
Portum  et  ab  omni  congregationem  eius>  de  mea  hereditate  de- 


228  BOLETÍN   DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Argonios,  illa  mediatate  ab  onini  integritate  in  solares,  in  here- 
ditates,  in  pumares,  in  montes,  in  fontes,  in  diuissas,  in  colazos, 
in  exitus,  de  illo  me  o  quingone  por  ubi  lo  potueritis  inuenire, 
in  uilla  de  Argonios  illa  mediatate.  Quod  si  tamen  aliquis  homo 
aut  ego  Gotina  Monioz,  aut  filiis  meis,  aut  neptis,  aut  heredibus, 
aut  potestas  terre  quis  ad  disrumpendum  uenerit  aut  uoce  sus- 
citauit,  cómodo  pariat  ipsa  hereditate  duplata  et  triplata  in  simi- 
le  tale  logare  iusta  suas  limites,  ad  reges  terre  parie  m  libras  áu- 
reas. Facta  carta  scriptura  die  notum  kalendas  Februarias  in 
Era  Tcxxmí.  Adfonso  rex  in  ToUeto,  in  Leone  et  in  Castalia.  Et 
-ego  Gotina  Monioz  carta  que  fecit  iussit  legente  audiuit  et  de 
tuanu  mea  ►^  >^  roborauit  coram  testes  Sabastiano  et  Martino  et 
'Gongalbo  quia  hic  te'stes  sumus  de  manus  nostras  i^  í^  robora- 
nimuos.  Cipriano  >J<  notuit.  (Fol.  IJ  r.) 


XIAV 
.18  de  Febrero  de  1086. 

Regula  de  Lie.mdo. 

Sub  Xpi  nomine  et  eius  imperium.  Ego  denique  domna  (iris- 
taldi  una  pariter  cum  filiis  meis  Aluaro  et  Didaco  et  Fronildi  et 
Maria  et  Goto,  de  spontanea  nostra  uoluntate  sic  uendimus  uel 
tradinius  ad  regulam  Sánete  Marie  de  Portum  et  abbati  Martino 
•€t  fratribus  suis  illo  nostro  quingone  quem  auemus  in  uilla  de 
Liendo  ubi  dicunt  a  solare  de  Gotina  ]\Ionnioz,  qui  est  per  termi- 
no de  rio  Marañes  et  per  términos  de  illa  fonte  de  .Saneta  Eula- 
lia, et  per  ubi  potuentis  inuenire  de  ipso  quingone  in  ipsa  uilla 
de  Liemdo,  quantum  nobis  quadrat  ínter  nostros  eredes.  Sic  uen- 
dimus uel  concedimus  nos  iam  supradictos  ad  tibi  abba  Martino  et 
ad  fratres  tuos,  ab  omni  integritate,  et  dedistis  nobis  precio 
proinde  idest  uno  bobe  rubio  per  colore,  valente  v  moios  a  pre- 
cio de  cibaria,  quantum  inter  nos  bene  conplacuit,  tantum  pro 
precio  isto  uel  etiam  pro  remedio  animarum  nostrarum.  Sic  do- 
jiamus  uel  concedimus  ad  ipsa  regula  de  Saneta  María  ista  ere- 
<litata  quantum  ad  ipso  solare  pertinet  ut  ibi  permancat  iure  per- 


CARTULARIO  DE  LA  IGLESIA  DE  SANTA  MARÍA  DEL  PUERTO  (SAXTOÑAj  2  29" 

petuo.  Ouod  si  ego  illa  Cristikli  aut  filii  niei,  aut  nepti  uel  meis 
eredibus  uel  aliciuís  hdnio  hunc  nostrum  mercatuní  uel  testa- 
mentum  disriimpere  uoluerit  quomodo  pariet  quantum  que  ia 
hanc  scriptura  resonat  dupplato  uel  tripplato  ad  ipsa  regula 
Sánete  Marie  et  ad  fratrihus  ibidem  auitantes,  et  duas  libras  áu- 
reas, et  ad  regis  tsrre  iii  libras  exoluat,  et  hanc  traditio  uel  uen- 
ditio  firniis  fiat.  Facta  scriptura  die  notuní  wu."  kalendas  Mar- 
tias  in  Era  rcxxini.  Rex  Adefonsus  in  regno.  Rt  ego  (jristikH 
et  nos  filios  suos  Aluaro  Didaz  et  Didaco  Didaz  et  Fronildi  et 
María  et  Cioto  qui  hanc  scripturam  fieri  iussimus  legente  audibi- 
mus  et  coram  istos  testes  presentes  hos  ^  «^  signos  roborabi- 
mus.  Rodrico  Ihoannes,  In  hoc  testes  sumus  et  de  manibus  nos- 
tris  ►ÍH  t^  roborabimus.  (Fol.  II  v.) 


XLV 

1 8  de  Febrero  de  1086. 

Dk  Castkllo. 

Sub  Xpi  nomine  et  eius  imperium.  Ego  domna  Gotto  placuit 
michi  bono  animo  et  de  spontanea  mea  uolumtate  et  sic  tradidi 
uel  donabi  ad  regulam  Sánete  Marie  de  Portum  pro  remedio 
animarum  parentum  meorum,  et  ad  abba  Martino  uel  ad  suos 
fratres  quarta  ratione  in  illas  casas  qui  sunt  in  Castello,  et  in 
illas  ereditates  uel  in  illos  collazos  atque  in  omnia  rem,  causa, 
que  ad  ipsas  casas  pertinet  que  fuerunt  de  patre  meo  Gunsaluo- 
Frenandez  et  de  matre  mea  domna  Guntrueda.  Et  quarta  in 
pumare  in  uilla  de  Arnorio  ubi  dicunt  ad  kasa  de  Annaia  Didaz,. 
i;um  suo  terre  fundus.  Sic  dono  uel  concedo  ego  domna  ( jotto 
ipsa  quarta  ratione  in  illas  casas  uel  in  ipsas  ereditates  et  in 
ipsos  collazos  atque  in  omnia  rem  causa  que  ad  ipsas  casas  per- 
tinet. Et  ipsa  quarta  in  ¡sumare  in  uilla  de  Arnorio  ab  omni 
integritate  pro  remedio  anime  mee  et  de  meos  parentes  ad  ipsa 
regula  sánete  uirginis  Marie  et  ad  scrruis  Dei  ibidem  commo- 
rantibus  ut  in  ipso  locum  seruiat  per  in  perpetuum  seeulum. 
Quod  si  ego  domna  Goto  aut  filii  mei,  aut  nepti  uel  eredibus 


:230  boletín    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

meis  uel  aliquis  homo  ista  scriptura  disrumpere  uoluerit,  cómodo 
pariet  ista  ereditate  que  in  ista  regula  resonat  dupplata  uel  me- 
iiorato  (sic)  in  ipsa  uilla  de  Castellum  iusta  suos  limites  ad  ipsa 
regulam  et  ad  fratres  qui  ibidem  fuerint  abitantes,  et  duas  libras 
áureas,  et  ad  regis  terre  iii  libras  áureas.  Facta  scriptura  testa- 
menti  xii  kalendas  Martias  in  Era  tcxxiiii,  regnante  rex  Adfonso. 
Et  ego  domna  Goto  qui  hanc  scripturam  fieri  iussi  legente  audi- 
bi  et  de  manu  mea  »^  roborabi  coram  testes  Mikael  et  Godestio 
hic  testes  sumus  et  de  manibus  nostris  ^  roborabimus.  Finit. 
(Folio  1 1  r.) 

XLVI 

3  de  Abril  de  ioS6. 

De  Eskalante. 

Sub  Xpi  nomine  et  eius  imperio.  Ego  denique  Oria  Bellitizi 
sic  misi  fidiatore  ad  tibi  abba  Martino  por  uno  nobello  ad  partes 
de  Martino  Citiz  mairino  et  pariasti  ipso  nouiello  tibi  abba  Mar- 
tino  ad  ipso  mairino  iam  dicto  Martino  Citiz,  ualente  dúos 
moios,  et  proinde  ego  Oria  Bellitiz  sic  dono  uel  concedo  ad  tibi 
abba  Martino  et  ad  fratres  de  monasterio  de  Sancta  Marie  de 
Portum  duas  tertias  in  septem  maccanares  in  illa  aquerez  in 
uilla  de  Eskalante  per  termino  de  illo  arroio  qui  discurrit  ad 
kasa  de  Savastiano  Bellitiz,  et  per  illo  maccano  parro  et  per  illas 
pennas  que  sunt  supra  kasa  de  illo  Sabastiano  Bellitiz  usque  ad 
termino  de  illa  karraria  publica.  Sic  donabi  uel  pariabi  ego  (^ria 
Bellitiz  ipsas  duas  tertias  in  ipsos  septem  maccanares  qui  sunt 
in  uilla  Aquera  cum  suo  terre  fundus  inter  istos  términos,  ab 
omni  integritate  ad  tibi  abbati  Martino  et  ad  regula  Sánete  Ma- 
rie ut  ibi  permaneat  per  in  sécula.  Et  alia  tertia  de  istos  mac- 
■canares  est  in  regula,  üuod  si  aliquis  homo  ista  scriptura  di- 
srumpere uoluerit,  aut  ego  (3ria,  aut  filiis  meis,  aut  neptis  uel 
eredibus,  aut  de  regia  potestas  quomodo  pariet  qui  talia  comise- 
rit  ipsas  duas  tertias  in  illos  septem  maccanares  dupplatas  uel 
melioratas  in  simile  tali  locum  ad  tibi  abbati  Martino  et  ad  fra- 
tres qui  fuerint  abitantes  in  ipsa  regula  de  Sancta  Maria,  et  duas 


CARTULARIO  DE  LA  IGLESIA  DE  SANTA  MARÍA  DEL  PUERTO  (sANTONA)         2}  I 

libras  áureas,  et  ad  regís  terre  siniiliter  alias  duas  libras  áureas, 
et  scripLura  ista  firmis  perniancat.  I'^acta  regula  testamenti  die 
notum  II  feria,  iii  Nonas  Aprilis.  In  lira  tcxxiui.  Regnante 
domno  ac  principe  nostro  Adefonso  in  ioleto  et  in  Castella  uel 
in  Leione.  Et  Oria  Bellitiz  qui  ista  scriptura  fieri  iussi  legente 
audibi  et  de  manu  mea  ^  roborabi  coram  testes  Tellu  presbiter 
testis;  ( )rbano  presbiter  hic  testes  sumus  et  de  manibus  nostris 
►J^  »^  roborabinius.  (Fol.  8  r.) 


XL\'II 
2  1  de  iSIayo  de  1086. 

Recula  de  timakh  de  villa  Axkro. 

In  Era  tcxxiiu  notum  die  sabbato  xu  kalendas  lunias,. regnan- 
te domno  ac  principe  nostro  Adefonso  in  Toleto  et  in  Castella 
et  in  Leione.  Ego  denique  Petro  Annaiaz  et  Keruta  Annaiaz, 
ante  presentía  de  homines  de  concilio  de  Añero,  idest  Gonsaluo 
Frenandiz  et  de  Eggauita  (jonsaluiz  et  de  Mikael  Ueilaz,  Marti-' 
no  Citiz,  Annaia  Alontaniz  uel  ante  alii  plures  de  ipso  concilio, 
sic  facimus  prosoluitione  nos  iam  supra  dictos  Petro  Annaiaz 
ad  tibi  Martino  abba  de  Sancta  Alaria  de  Portum  et  ad  tibi 
domna  Taresa,  de  illo  pumare  qui  est  in  locum  pronominato 
qui  fuit  de  Munnio  Adfonso  et  de  domna  luliana,  de  sua  conpa- 
ratione,  quem  tenuimus  nos  in  préstamo,  quod  est  pro  termino 
de  illa  fonte  et  de  filios  de  Eggauita  Bellitiz,  et  pro  illa  karrera 
publica  usque  ad  illo  arroio  unde  abuimus  inter  nos  indicio  et 
superastis  nos.  uos  abba  Alartino  et  domna  Taresa  in  isto  conci- 
lio, et  cognobimus  nos  in  ueritate  quia  non  debebat  ipso  puma- 
re  nostro  sedere,  sed  de  regula  de  Portum  et  de  domna  Taresa, 
et  proinde  sic  absoluimus  nos  ipso  pumare  ab  omni  integritate 
et  de  hodie  uel  tempore  fíat  ipso  pumare  de  nostro  iure  éxito, 
et  in  uestro  dominio  datto  et  confirmato  ab  omni  integritate 
cum  suo  terre  fundus  ut  in  ipsa  regula  permaneat  iure  perpetuo. 
Quod  si  ego  Petro  Annaiaz  et  Keruta,  aut  filii  nostri,  uel  nepti 
uel  consanguinei,  aut  aliquis  de  eredibus  ad  disrumpendum  ue- 


232  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

nerit,  uel  uenerimus  noce  suscitaberit  pro  ipso  pumare,  cómodo 
pariet  ipso  dupplato  uel  nieliorato  ad  abbate  uel  ad  fratres  qui 
in  ipso  monasterio  Sánete  Marie  comoraberint,  cum  fructu  uel 
labores  que  ibi  fuerint.  Insuper  uero  pariet  duas  libras  áureas,  et 
ad  regis  terre  iii  libras  áureas,  et  hanc  scriptura  absolutionis 
firmis  fiat.  Et  ego  Petro  Annaiaz  et  Keruta  qui  ista  absolutione 
fecimus,  legente  audibimus  auribus  nostris,  et  de  manibus  nos- 
tris  >^  >j<  roborabi  coram  testes  Beato  et  IMikael,  in  hoc  testes 
sumus  et  de  manibus  nostris  >^  >j<  roborabimus.  (Fol.  g  v.) 


XLVIII 
20  de  Junio  de  ioS6. 

Carta  de  Ceseko. 

Sub  Xpi  nomine  et  eius  imperium.  Ego  denique  Uermuda 
Martínez  de  spontanea  mea  uolumtate  sic  trado  uel  uendo  ad 
regula  Sánete  Marie  de  Portum  et  ad  tibi  abbati  Martino  et  ad 
fratres  tuos  meas  ereditates  quem  abeo  in  billa  de  Cesero  in 
loéis  pernominatis  in  Arenas  et  in  eri  Paterni  uel  ubieumque  in 
ipsa  uilla  de  Cesero  potueritis  peruenire,  dono  uel  uendo  uobis 
omnia  ad  integritate  in  térras,  in  pumares,  in  montes,  in  fontes, 
in  defesas,  in  eanales,  incultu  et  diseultu.  Et  accepi  precium 
ego  Uermudo  Martiniz  de  uos  abba  Martino  pro  ipsas  eredi- 
tates, idest  una  bacea  bitulata  ualente  vii  moios,  precium  pla- 
eibile  quantum  inter  nos  bene  conplacuit,  et  adfirmabimus  nos- 
tro  mercato  per  in  sécula.  Ouod  si  aliquis  homo,  quod  longe 
sit,  hista  ereditate  iam  dieta  de  ipso  monasterio. Sánete  INIarie 
semper  uirginis  abstraeré  uoluerit,  aut  ego  Uermudo,  aut  filii 
mei,  nepti  aut  eonsanguinei,  uel  heredibus,  aut  iudicium  su- 
scitaberit, quomodo  pariet  ipsa  hereditate  dupplata  uel  tripplata 
iuxta  suas  limites,  cum  tracas  uel  edificios  suos,  ad  abbate  uel 
ad  fratres  qui  ibi  commoraberint,  et  libra  áurea,  et  ad  regis- 
terre  ni  libras  áureas.  Factá  scriptura  testamenti  notum  die  vi 
feria,  xu  kalendas  lulias,  in  Era  tcxxiiii.  Rex  Adefonsus  in  Leionc 
et  in  Castella  et  in  'Foleto,  l^t  ego   Uermudo    qui  hec  scriptura 


CARTULARIO  DE  LA  IGLESIA  DE  SANTA    MARÍA  DEL  PUERTO  (sANTOÑa)         23^ 

uenditionis  ucl  traditionis  fieri  iussi  legente  audihi  et  de  mana 
mea  ►J^  roborabi  coram  testes  AI  i  kae  I  presbiter,  Petrus  presbiter; 
hic  testes  sumus  et  de  manibus  nostris  y^  y^  roborabinuis.  (Fo- 
lio 12  V.) 

XLIX 
30  de  Junio  de   1086. 

Regula  de  Ínsula. 

In  Del  nomine,  ligo  domna  Girntrueda  placuit  michi  bono- 
animo  et  de  spontanea  mea  uolumtate  et  sic  trado  uel  concedo 
ad  regulam  Sánete  Marie  semper  uirginis  et  ad  tibi  abbate  Mar- 
tino  et  tratribus  ibidem  persistentibus,  pro  remedio  anime  mee 
illas  casas  de  Insla  et  meo  quingone  in  illas  ereditates  quantum 
michi  quadrat  ínter  meos  eredes.  Sic  dono  uel  concedo  illas 
casas  et  ipsas  ereditates  iam  supradictas,  ad  ipsa  regula  Sánete 
Marie,  ipso  meo  quingone  ab  omni  integritate  ut  in  ipsa  regula 
permaneat  iure  perpetuo,  üuod  si  aliquis  homo  ipsas  casas  uel 
ipsas  ereditates  de  illa  regula  abstraeré  uoluerit,  meos  filios,  aut 
meos  netos,  aut  de  eredibus  meis,  cómodo  pariét  illas  dupplatas 
uel  tripplatas  casas  uel  ereditates  ad  ipsa  regula  Sánete  Marie  de 
l^ortum  et  ad  fratribus  ibidem  consistentibus,  cum  duas  libras 
áureas,  et  ad  regis  terre  tres  libras  áureas,  et  hanc  scriptura  te- 
stamenti  firmis  fiat.  Facta  hanc  scriptura  notum  die  iii  feria  11 
kalendas  lulias  in  Era  Tcxxnn.  Regnante  domno  principe  nostro 
Adefonso  in  Toleto,  in  Naggara  et  in  Castella  uel  in  Leione.  Et 
ego  domna  Guntrueda  qui  hanc  scriptora  donationis  fieri  iussi 
legente  audibi  et  de  manu  mea  >^  roborabi  coram  testes  Annaia 
et  Asensso  hic  testes  sumus  et  ►J^  ^  roborabimus.  (Fol.  7  r. ) 


1 8  de  Julio  de  1086. 

Regula  de  illa  ereditate  de  Lareto. 

In  Del  nomine,  ego  Loppe  Annaiaz  placuit  michi  bono  animo» 
et  de  spontanea  mea  uoluntate,  et  sic  dono  uel  concedo  ad  tibí 
abbati  Martino  de  Sancta  Maria  de  Portum  et  ad  fratres  tuos  illas. 

TOMO    LXXIV  1 6 


^34  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

:medias  ereditates  de  Lareto  in  conkamiatione,  id  est  térras  et 
pumares,  montes  et  fontes,  cultum  atque  incultum  atque  éxitos 
•cum  suos  regressos.  Sic  dono  uobis  atque  concedo  ipsa  ereditate 
iam  supra  dicta  quantum  mici  quadrat  inter  meos  eredes,  ab 
omni  integritate  ubique  potueritis  in  ipsa  uilla  de  Lareto  perueni- 
re.  Et  uos  abba  Martino  et  uestros  fratres  dedistis  á  michi  Loppe 
Annaiaz  similiter  in  conkamiatione  eiusdem  símiles  ereditates  in 
uilla  de  Karasa  sicut  inter  nos  bene  conplacuit,  ereditate  pro 
ereditate,  et  adfirmabimus  nostro  mercato  uel  conkamio  per  in 
perpetua  sécula.  Quod  si  ego  Loppe  Annaiaz  aut  filii  mei,  aut 
nepti  aut  consanguinei  uel  aliquis  de  eredibus  meis  ad  disrum- 
pendum  uenerimus,  cómodo  pariemus  nos  aut  ipse  homo  qui 
talia  comiserit  ipsa  ereditate  dupplata  uel  tripplata  ad  ipsa  regula 
de  Sancta  Maria  de  Portum  uel  ad  abbate  que  in  ipso  monaste- 
rio fuerit,  et  libra  auri,  et  ad  regis  terre  iii  libras  áureas.  Facta 
carta  conkamiationis  notum  die  vi  feria  xv  kalendas  Agustas  in 
Era  Tcxxiiii.  Regnante  domno  nostro  rex-  Adfonso  in  Leione  et 
in  Castella  et  in  Toledo.  Et  ego  Loppe  Annaiaz  qui  ista  scriptura 
de  isto  conkamio  fieri  iussi  legente  audibi  et  de  manu  mea  >^ 
roborabi  coram  testes  Flagino  et  Martino;  hic  testis  sumus  et  de 
manibus  nostris  ^  roborabimus.  Didacus  notuit.  (Fol.  I O  r.) 


LI 

I."  de  Agosto  de  1086. 

Regula  d'  alfoz  d'  Eras. 

In  Dei  nomini.  Ego  xA.lfonsus  Regis  Castelde  in  Yspania  Inpera- 
torem  rrenante  in  Toledo  et  in  Leone  et  in  Galizia  et  tota  urbis 
Castella,  placuit  mihi  bono  animo  et  per  expontanea  mea  et 
per  rremedium  anime  me  et  parentum  meorum,  et  timendo 
penas  inferni  et  desiderando  bitam  eternam  cum  Ihu  Xpo  et 
cum  matre  eius  beata  uirgo  Alaria  abere  paradisum  gaudium, 
dono  at  bos  domine  Condesse  contum  bos  potestis  alare  in  uno 
eco  iugiro  in  uno  die  sid  salbum  et  libertum  de  acá  et  de  me  et 
de  omecidiis  et  de  omne  ocassione  et  de  omne  manerie,  et  super 


1 


CARTULARIO   DE  LA  IGLESIA  DE  SANTA  MARÍA  DEL  PUERTO  (sANTOXA)  235 

istam  racionem  ilda  domina  diuidid  términos:  esivid  de  Porto 
usque  Aliachares.  et  postea  abulauid  á  rostro  de  alia  yera  usque 
ad  Sanctum  Petrum  de  Omeda,  et  postea  anbulauit  usque  ad 
picum  de  Viscabrum  et  usque  at  vedules  de  Vierna  usque  a 
piedra  de  X'iscabrum,  et  postea  anbulabit  á  Sancti  Ibañes  de 
Valguebroso  usque  at  Castanatum  de  por  de  fontem  frígidam, 
€t  postea  anbulabit  Petram  foratam  usque  illas  meses  de  Gra.con, 
et  postea  anbulabit  de  fonten  del  faru  usque  illa  cruzem  de 
Llorada,  et  anbulabit  á  Alolleir  usque  illa  moneca  de  collado  et 
usque  anbulabit  á  Ssecontum  usque  illas  cauatas  fontem  coba- 
tum;  post  anbulabit  at  crucem  bustrematum  usque  at  Rubilla, 
usque  at  uostarum  de  Marrone.  In  Era  rcxxiiii  notum  diesabatum 
ipsas  kalendas  Agustas;  et  quicunque  fuerit  contra  istam  dona- 
cionem,  uel  disrumpere,  abet  iram  Dey  et  de  beate  Marie  et 
ominibus  (^sic)  sanctis  eius,  et  eum  ludas  trraditore  sedead  in 
inferno  danatum,  amen.  Et  ego  Alfonsus  Inperator  in  Ispanie, 
Res  Gástele  qui  feci  istam  donationem  rouorabi  cum  manu 
mea  »í*  ►i^  ►í^  >í<  roborabimus  coram  testes  ►f*  *^.  (Hoja  suelta 
intercalada  entre  los  folios  70  y  "¡2;  copia  de  mediados  del 
siglo  xii). 

LII 

20  de  Noviembre  de  1086. 

Regula  de  Liemdo. 

Sub  Xpi  nomine  et  eius  imperio.  Ego  denique  Gotina  Momez 
de  spontanea  mea  uoluntate  sic  dono  uel  concedo  pro  remedium 
anime  mee,  uel  pro  precium,  id  est  uno  bobe  ualente  vi  moios 
que  accepi  ego  Gotina  de  tibi  Martino  abba  ad  regulam  Sánete 
Marie  de  Portum,  illa  mea  ereditate  qui  est  in  uilla  de  Liemdo  in 
illo  solare  de  Sobbe,  in  térras,  in  pumares,  in  defesas,  in  mon- 
tes, in  fontes,  incultu  et  discultu.  Sic  dono  uel  concedo  ego  Go- 
tina Momez  ad  tibi  abba  Martino  et  ad  fratres  tuos  ipsa  ereditate 
uel  omnia  sua  quantum  ad  illo  solare  pertinet  ab  omni  integri- 
tate  ut  in  ipsa  regula  seruiat  iure  perpetuo.  Ouod  si  aliquis  homo 
de  hanc  regulam  ipsa  ereditate  iam  superins  dicta  abstraeré  uol- 


236  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

iierit,  aut  ego  Gotiná  Momez,  aiit  filii  mei,  uel  nepti,  uel  consan- 
guinei,  seu  et  regia  potestas,  quisquís  homo  talia  fecerit  pariet 
ipsa  ereditate  uel  ipso  solare  dupplato  uel  tripplato  cum  fructi- 
bus  uel  laborjbus  suis  ad  ipsa  regula  Sánete  Marie  uel  ad  abbate 
et  ad  fratribus  qui  ibidem  commoraberint  in  amorem  Domini,  et 
duas  libras  áureas,  et  ad  regis  terre  iii  libras  áureas,  et  hanc  scrip- 
turam  firmis  fiat.  Facta  scriptura  testamenti  notum  die  vi  fe- 
ria XII  Kalendas  Decembris  in  Era  tcxxiiii.  Regnante  rex  Ade- 
fonsus  in  regno.  Et  ego  Gotina  Momez  qui  hanc  scripturam  tra- 
ditionis  uel  uenditionis  fieri  iussi  legente  audibi  et  de  manuí 
mea  ^  ►x^  roborabi  coram  testes  Gudestius  testis,  Munnio  tes- 
tis,  Rodrico  testes  sumus  et  de  manibus  nostris  >^  >^  >^  robo- 
rabimus.  (Fol.  I O  v.) 

Lili 

Año  10S6. 

De  Kolixdres. 

Sub  Era  cxxiiii  post  millena,  notum  die  vi  feria,  regnante  rex 
Adefonsus  in  regno.  Ego  denique  Petro  Cengez  placuit  michL 
bono  animo  et  de  spontanea  mea  volúntate  sic  trado  uel  concedo 
pro  remedio  anime  mee  ad  regulam  Sánete  Marie  de  Portum  et 
ad  tibi  abba  !Martino  et  ad  fratres  tuos  quarta  in  pumare  in  uilla 
de  Kolindres  ubi  dicunt  in  summo  uillare,  cum  suo  terre  fundus 
qui  est  per  termino  de  Pagino,  et  de  alia  parte  de  Annaia  Galín- 
dez,  si  de  una  pars  cómodo  et  alia  usque  ad  illa  karraria  publi- 
ca; sic  dono  uel  concedo  ego  Petro  ista  quarta  in  ipso  pumare- 
cum  suo  terre  fundus  ad  ipsa  regula  ab  omni  integritate  ut  ibi 
seruiat  pro  anima  mea  in  perpetuo.  Similiter  et  ego  vSiluana  Di- 
daz  qui  sum  mater  de  ipso  Petro  Cengez  sic  dono  uel  concedo 
pro  remedio  anime  mee  ad  regulam  Sánete  Marie  et  ad  tibi  abba 
Martino  alia  quarta  in  ipso  pumare  cum  suo  terre  fundus  latus 
ipsa  quarta  inter  ipsos  términos,  ipsa  quarta  ab  omni  integritate. 
Sic  dono  uel  trado  ut  ibi  semper  seruiat  in  perpetuum.  Similiter 
et  ego  Siluána  Didaz  in  ipsum  locum  ubi  dicunt  in  sommo  ui- 
llare  sic   dono   uel    concedo  ad   ipsa  regula  Sánete   Marie   alia 


CARTULARIO  DE  LA  IGLESIA  DE  SANTA  MARÍA  DEL  PUERTO  (sANTONA)  237 

•quarta  in  alio  pumare  cum  suo  terre  fundus  qui  est  per  termino 
•de  Pagino  et  de  Annaia  ( jalindez  et  per  termino  de  illa  ilce,  ipsa 
quarta  cum  suo  terre  fundus.  Sic  dono  uel  concedo  ego  Siluana 
]5ro  remedio  anime  mee,  ab  omni  integritate  ut  in  ipsa  regula 
seruiat.  Similiter  et  ego  Orbellito  Didaz  qui  sum  germana  de  Sil- 
uana Didaz,  sic  dono  uel  trado  pro  remedio  anime  mee  ad  regu- 
lan! Sánete  Marie  et  ad  abbati  Martino  et  ad  fratres  tuos  alia 
quarta  cum  suo  terre  fundus  in  ipso  pumare  latus  ipsa  quarta 
iam  dicta,  inter  istos  términos  ab  omni  integritate  ut  in  ipsa  re- 
gula seruiat  in  perpetuum.  Ouod  si  aliquis. 

Et  ego  Godestio  frater  sic  dono  uel  concedo  pro  remedio  ani- 
me mee  ad  fratres  meos  de  Sánete  Marie  de  Portum  et  ad  tibi 
-abbati  nostro  Martino  quarta  in  pumare  cum  suo  terre  fundus 
qui  est  in  uilla  de  Kolindres  ubi  dicunt  in  moro  per  termino  de 
Loppe  Annaiaz  et  de  \"ermudo  Annaiaz;  tertio  termino  de  Egga- 
uita  Morez;  sic  dono  uel  concedo  ego  Godestio  ipsa  quarta  ab 
•omni  integritate  ad  ipsa  regula  Sánete  Marie  per  in  perpe- 
tuum. Ouod  si  aliquis.  (F"ol.  lo  v.) 


Lí\' 

.21  de  Enero  de  1090. 

Carta  de  Ceseko. 

Summi  Patris  nutu,  pneumatis  almi,  ego  denique  Petro  Petriz 
ex  de  nuno  {sic)  imperio  atque  espontanea  uoluntate  sic  trado 
uel  concedo  ad  regulam  Sánete  Marie  de  Portum  et  ad  abbati 
Martino  uel  ad  suos  fratres,  atque  uendo  illo  meo  quingone  quem 
abeo  de  patre  meo  in  uilla  de  Cesero  inter  meos  eredes,  per  ubi- 
eumque  illum  in  ipsa  uilla  de  Cesero  potueritis  peruenire  ab 
omni  integritate,  térras,  pumares,  montes,  fontes,  defesas,.  pascuis, 
aquis  aquarum,  eultum  atque  ineultum.  Sic  trado  uel  uendo 
ego  Petro  Petriz  ista  ereditate  ad  ipsa  regule  Sánete  Marie  et  ad 
tibi  abbati  Martino  et  ed  fratres  qui  sunt  ibidem  commorantes, 
ut  in  eodem  loco  deseruiat  pro  remedio  anime  mee,  iure  perpe- 
tuo. Et  dedistis  michi  precio  pro  ista  ereditate  uos  abba  Martino 


238  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

¡n  confirmationem  huius  scripture  una  bacca  feta  ualente  VI  mo- 
dios  sicut  Ínter  nos  bene  conplacuit,  et  adfirmabimus  nostrum 
mercatum  per  cunctis  seculis.  Ouod  si  aliquis  homo  aut  ego  Pe- 
tro  Petriz,  aut  filii  mei,  nepti  uel  meis  eredibus  hunc  nostrum 
testamentum  uel  uenditio  disrumpere  uoluerit  pariet  quantum 
que  in  hanc  scriptura  resonat  ipsa  ereditate  dupplata  uel  trip- 
plata  ad  ipsa  regula,  et  ad  abbati  uel  ad  fratribus  eius  cum  duas 
libras  áureas,  et  ad  regis  terre  iii  libras  aures  (sic)  et  traditio  ista 
uel  uenditio  firmis  fíat.  Facta  scriptura  die  notum  v  feria,  xii  Ka- 
lendas  Februarias  in  Era  rcxxviii.  Adefonsus  rex  in  Toleto.  Et 
ego  Petro  Petriz  qui  hec  series  testamenti  fleri  iussi  legente  audi- 
bi  et  de  manu  mea  >^  ^  roborabi  coram  testes  luliano  et  Petro; 
hic  testes  sumus  et  de  manibus  nostris  *i*  ^  roborabimus.  Dida- 
cus  >^  notuit.  (Fol.  12  r.) 

LV 

2(  de  Julio  de  1090. 

Acta  de  wi  juicio  contra  Martín  Citiz. 

In  Era  T  centesima  xxvni  notum  die  iii  feria,  xii  kalendas 
Agustas.  Ego  denique  abba  Martinus  stantem  in  concilio  in  Sanc- 
to  Petro  quod  uocitant  de  Casaia  cum  infancones  transmeranos, 
idest  Rodrico  Adfonso,  Antolino  Saluatoriz,  Rodrico  Rebbegez, 
Romano  Sallistarez,  Gutier  Lopiz,  Nunno  Feles,  Gonsaluo  Sarra- 
zinez,  uel  cum  alus  multis.  Sic  venit  Martino  Citiz  cum  superbia 
et  feriot  meo  basallo  Pelagio  Monnioz  ante  me  uel  ante  istos  ui- 
ros  idóneos,  et  pro  talem  contumeliam  statuimus  inter  nos  diem 
placitum  ut  benisemus  ante  iudices,  et  hoc  quod  illos  iudicassent, 
faceret  ipse  Aiartino  Citiz.  Et  sic  uenimus  ante  ipsos  iudices  pre- 
nominatos  Rodrico  Monnioz  et  Gutierre  Monnioz  filios  Munnio 
(jonsaluiz  Comitis,  et  ad  uocem  petitionis  mee  iudicaberunt  ut 
quingentos  solidos  pariasset  michi  ipse  Martino  Citiz  pro  illa  ca- 
lonia  de  meo  basallo  Pelagio  Monnioz.  Deinde  cognobit  se  post 
iudicium  et  leuabit  de  illa  calonia  duoscentos  quinquaginta  soli- 
dos de  manegga  ipse  Martino  Citiz.  Et  Rodrico  Monnioz  leuabit 
de  illa  calonia  similiter  alios  duocentos  quinquaginta  solidos  de 


CARTULARIO  DE  LA  IGLESIA  DE  SANTA  MARÍA   DEL  PUERTO  (SANTONA)        239^ 

manegga  a  partes  de  michi  abíjate  Alartino  uel  de  fratres  qui  in> 
Sancta  María  de  Portum  auitaberint.  Et  est  de  isla  manegga 
fidiatore  Didaco  (ionsalbiz  de  Añero.  Et  ego  Martino  Citiz  de 
Eskalante  qui  ista  scriptura  uel  fidiatura  fieri  iussi  legente  audibi 
et  de  manu  mea  ^  roborabi  coram  testes.  (lonsaluo  Monnioz 
de  Forres  qui  audibi  et  de  manu  mea  >^  roborabi.  l-'redinando 
Aluariz  qui  audibi  et  de  manu  mea  >^  roborabi.  Et  ego  Ihoan. 
Annaiaz  presbiter  et  Petrus  presbiter  in  hoc  testes  sumus  et  de 
manibus  nostris  f^  >^  roborabimus  (Fol.  12  v.). 


LVI 

24  de  Abril  de  1091. 

Donación  de  bienes  en  Arnorio,  por  Juliana  Alfonses. 

Sub  Xpi  nomine  et  eius  imperium.  Ego  denique  luliana  Ad- 
fonsez  qui  sum  filia  Adefonsi  Monnioz  et  de  domna  Maior,  pla- 
cuit  michi  bono  animo  et  de  spontanea  mea  uolumtate  sic  uendi 
uel  tradidi   pro  remedium  anime  mee  ad  regulam  Sánete   Marie 
uirginis  ac  genetricis   Dei,   uel  sanctorum  martirum  Vincenti  et 
Leti  atque  sanctorum  apostolorum  Petri  et  Pauli  corum  reliquie 
recondite  sunt  in  monasterio  quod  uocitant  Portum,  atque  tibi 
abbati  Martino  et  ad  fratres  tuos  ibidem  commorantibus,  proprio 
meo    quingone  quantum  michi  quadrat    inter   mea  germana    in 
uilla  de  Arnorio  in  monaste  (sic)  in  diuisis,  in  collazos,  in  térras,, 
in  pumares,  in  montes,  in  fontes,  in  canalibus  maris,  incultu  et  ia 
discultu  uel  ubicumque  potueritis  peruenire  de  meo  quingone. 
Sic  dono  uel  concedo  atque  uindo  ego  luliana  uobis  iam  supra 
nominatos  abba  Martino  et  fratres  de   ipsa  regula  ab  omni  inte- 
gritate   ipso  meo  quingone  in  ipsa  uilla  de  Arnorio.  Et  accepi 
precium  ego  luliana  de  uos  abba   Martino  et  de  fratres  de  ipsa- 
regula  proinde  in  baccas  fetas  ualentes   sex   medios  ad    forum 
de  Asturias,   et  uno  bobe   ualente  sex  moios,  precium  placibile 
quantum  inter  nos  beue  complacuit.  Et  de  odie  et  deinceps  abea- 
tis  uel  possideatis  illo  iam  dicto   quingone  uos  abba  Martino  et 
fratres  uestros,  tam  pro  remedio  anime  mee  quam  pro  precio  istcK 


-240  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

que  in  hanc  scriptura  resonat,  iure  perpetuo.  Ouod  si  aliquis  homo 
hunc  nostrum  mercatum  uel  concessum  disrumpere  uoluerit,  aut 
■ego  luliana  Adfonsez  aut  filü  mei,  nepti  uel  consaguinei,  aut  de 
eredibus,  quisquís  talia  fecerit  pariet  regis  terre  iii  libras  áureas, 
et  huic  regule  ipso  quingone  iam  superius  dictum  dupplatum  uel 
tripplatum  in  ipsa  uilla  de  Arnorio  uel  ubicumque  fuerit  iuxta 
.suos  limites,  cum  fructu  uel  edificio  qualiscumque  ibi  inuentus 
fuerit,  et  una  libra  áurea,  et  liulus  (sic)  scripture  traditionis  uel 
uenditionis  firmis  permaneat.  Facta  hec  scriptura  die  notum  ii 
leria  vin.°  kalendasMaias,  in  Era  tcxxvhii.  Regnante  rex  Adfonso 
in  'Foleto  uel  in  regno  suo.  Et  ego  luliana  Adfonsez  qui  hec 
:scriptura  uenditjonis  atque  traditionis  fieri  iussi  legente  audibi  et 
de  manu  mea  «^  roborabi  coram  testes.  Ihoannes  testis  ►f».  Pe- 
lagius  testis  «^  Rodrico  testis  >r*  sumus  et  de  manibus  nostris 
roborabimus.  Didacus  »^  notuit.  (Fol.  1 3  r.) 


LVII 
9  de  ^layo  de  109 1. 

Venta  de  un  quiñón  en  Carasa  por  Munio  Mu  ños  y  otros. 

In  Era  tcxxviiii,  notum  die  sabbato  vii  Idus  Maius,  regnante 
rex  Adefonsus  in  regno  Toletano  uel  in  regno  Legionense.  Nos 
uero  Alunnio  Munnioz  et  Uermudo  Sarrasinez  qui  sumus  merinos 
■de  séniores  nostros  Lope  Sangez  et  Didaco  Sangez,  una  pariter 
cum  iudices  nostros  Uincenti  Cipprianez  et  Rodrico  Aluariz,  et 
salones  Petrus  et  Saluator,  ex  nostra  placentia  sic  facimus  kotum 
atque  firmitudine  tibi  abbati  Martino  uel  ad  fratres  de  regula 
Sánete  !\íar¡e  Portum,  de  quingone  de  Alikael  filio  de  Belliti  Ar- 
mentariz,  qui  est  in  uilla  de  Karasa.  Sic  donamus  uel  uendimus 
nos  iam  supradictos  ad  uos  abba  Martinus  et  ad  fratres  de  illa  re- 
gula ipso  quingone  de  Mikael  in  ipsa  uilla  de  Karasa  uel  ubicum- 
que potueritis  de  illo  peruenire  ab  omni  integritate,  in  térras,  in 
pumares,  in  montes,  in  fontes,  incultu  et  discultu,  et  accepimus 
precium  uel  honorem  de  uos  iam  dictos,  idest  una  bacca  cum  suo 
hitulo,  ualente  iiii  moios,  et  una  puerka  ualente  iii  quartas,  que 


CARTULARIO  DE  LA  IGLESIA  DE  SANTA   MARIA  DEL  PUERTO  (SANTONAj        24  I 

misimus  m  palacio  de  doninos  nostros;  preciuní  placibile  quali- 
ter  Ínter  n(3S  bene  conplacuit,  et  adfirniabimus  noslruní  merca- 
tum  per  in  sécula.  Ouod  si  nos  iam  dictes  merinos  ac  iudices  uel 
salones  qui  hec  uenditio  fecimus,  aut  alios  merinos  uel  iudices 
qui  de  post  uenerint,  seu  aliquis  homo  de  subrogata  persona  dis- 
rumpere  uoluerint  hunc  nostrum  mercatum  uel  kotum  quonio- 
do  parient  ipso  quingone  de  Mikael  ad  tibi  abbati  Martino  et  ad 
fratres  de  Sancta  Alaria  dupplato  uel  tripplato  in  ¡psa  uilla  de 
Karasa  iuxta  suos  limites,  cum  suo  fructu  uel  labore  que  ibi  fue- 
rit  et  una  libra  áurea,  et  ad  regis  terre  m  libras  áureas,  et  koto 
isto  firmis  permaneat.  Et  nos  merinos  Munnio  Munnioz  et  Uer- 
mudo  Sarrazinez  atque  iudices  nostros  Uincenti  Cipprianez  et 
Rodrico  Albariz  et  salones  Petro  et  Saluator  qui  istum  kotum 
fecimus,  legente  audibimus  et  de  manibus  nostris  «^  roborabi- 
mus  coram  testes  Gudesteus  frater  testis,  Ihoannes,  testes  sumus 
et  de  manibus  nostris  -^  ►f»  roborabimus.  Didacus  »^  notuit. 
(Fol.  13  V.) 

LVIII 
14  de  Noviembre  de  1091. 

Donación  de  bienes  en  Mente  lo  por  Teresa  Sarracinec. 

Sub  Xpi  nomine  eius  imperium.  Ego  denique  Teresa  Sarrazi- 
nez propter  penas  inferni  timendo  et  amorem  celestem  diligendo 
sic  trado  corpus  uel  anima  ad  eclesiam  Sancti  Petri  que  posita 
est  in  locum  quod  nunccupant  Carzia,  et  ad  tibi  abbate  Petro 
Petriz,  et  dono  uel  concedo  pro  remedio  anime  mee  mea  eredi- 
tate  que  abeo  in  uilla  de  Meruelo  et  in  mulinare  quantu  michi 
quadrat  inter  meos  eredes,  idest  in  casas,  in  oreos,  in  cubas,  in 
térras,  in  pumares,  in  felgares,  in  monte,  in  fonte,  quantum  infra 
¡stos  términos  (I)  potueritis  inuenire  illo  meo  quinione  in  ipsa 
uilla  de  Meruelo  dono  uel  de  pumar  pont  del  Castañero  de  la 
pila    usque   ad  aquam   tiertent  at  sunnmini,   ut  (2)    ad    regula 


(1)  De  letra  posterior  las  cuatro  palabras  que  preceden. 

(2)  De  letra  posterior  lo  que  va   en   bastardilla,   y  escrito  sobre   un 
raspado. 


242  boletín    de    la    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

et  ad  ecclesiam  Sancti  Petri  et  ad  tibi  abbas  Petrus  medietate 
de  mea  ereditate  in  billa  de  Meruelo,  et  in  mulnar,  de  monte 
in  fonte,  in  cultu  et  in  discultu,  in  térras,  in  pumares,  in  ommia 
rem  que  mici  pertinet  inter  meos  eredes,  illa  medietate  trado 
ad  regula  Sancti  Petri  et  ad  tibi  abbas  Petrus  et  ad  fratres 
tuos  ut  propicietur  nobis  Dominus  per  uestris  sacris  orationibus 
ut  ibi  permaneat  per  in  sécula.  Quod  si  aliquis  homo  de  eredibus 
meis  aut  de  senioribus  terre  qui  de  ipsa  regula  abstrare  uoluerit 
quomodo  pariet  ipsa  hereditate  duplata  in  ipsa  uilla  de  Meruelo 
iusta  suos  limites  cum  fuctibus  (sic:)  uel  edificiis  que  ibi  fuerint, 
ad  ipsos  abbates  uel  fratres  qui  in  ipso  monasterio  fuerint,  cum 
una  libra  áurea,  et  ad  (l)  Comitis  terre  pariat  tres  libras  auri, 
ipsum  pariet  qui  comptione  fecerit,  et  hec  scriptura  firmis  per- 
maneat in  sécula.  Facta  scriptura  testamenti  die  notus  secunda 
feria  xviii°  kalendas  Decembris  in  Era  mcxx.^viiii.'^  Regnante  rex 
Adfonso  in  Toledo  et  in  Legione  et  in  Castella.  Et  ego  Serrazi- 
nez  et  Elo  Serrazinez  qui  ista  scriptura  de  istas  ereditates  fieri 
iussimus  legente  audiuimus  et  de  manus  nostras  ►f*  >^  roborabi- 
mus  coram  testes  Pelagio  Monnioz  et  Petro  vSaluatorez  testes; 
Michael  Saluatorez;  hic  testes  sumus  et  legente  audiuimus  et  de 
manus  nostras  ►í^  ►í<  >í^  roborauimus.  (Fol.  23,  v.) 

Manuel  Serrano  y  Sanz. 

f  Continuará.) 


{{)     Tachado:  ;r^/j. 


VARIEDADES 


ORIGEN  E  INSTITUTO  DE  LA  ORDEN  MILITAR  DE  SANTA  MARÍA 
DE    ESPAÑA 

(Discurso  de  recepción,  inédito)   (i). 

vSeñores: 

En  el  día  en  que  por  la  primera  vez  tengo  el  honor,  por  el 
favor  distinguido  que  se  sirvió  dispensarme  la  Academia,  conde- 
corándome primero  con  el  título  de  Académico  Honorario^  i  des- 
pués con  el  de  Supermmierario^  de  sentarme  á  par  de  los  ilustres 
miembros  de  este  sabio  Cuerpo,  sería  importunidad  i  cierto  linage 
de  arrogancia  que,  viniendo  á  dar  gracias  por  tan  señalada  honra,,. 


(i)  Don  Juan  Menéndez  Pidal  publicaba  en  1907  un  interesante  folleto 
titulado  Noticias  acerca  de  la  Urden  militar  de  Santa  Alaria  de  España 
instituida  por  Alfonso  X.  Este  trabajo  veía  la  luz  pública  un  siglo  después 
de  haber  leído  su  discurso  de  recepción  sobre  el  mismo  tema  el  acadé- 
mico D.  Juan  Pérez  Villamil.  El  estudio  del  Sr.  Menéndez  Pidal  sigue 
paso  á  paso  la  disertación  del  académico,  como  consta  por  confesión  del 
propio  autor  del  folleto,  lamentándose  en  la  página  7  (nota  l)  que  aún  no 
se  hallara  impreso  el  erudito  trabajo  de  Pérez  Villamil,  inédito  aun  á  pe- 
sar del  acuerdo  expreso  del  Real  Instituto.  La  investigación  moderna  de 
Menéndez  Pidal  presenta  valiosos  documentos  del  Archivo  Histórico 
Nacional,  reunidos  en  Madrid  en  virtud  de  la  desamortización,  y  que  no 
pudo  ver  el  académico  de  la  Historia;  pero  en  la  doctrina,  la  obra  del 
siglo  XX  nada  sustancial  añade  á  la  benemérita  labor  del  erudito  de  la 
décimanovena  centuria.  Desde  hoy  el  docto  trabajo  de!  Sr.  Péi'ez  Villa- 
mil,  IX  Director  que  fué  de  la  Academia,  queda  con  esta  p"ublicación  del 

dominio  de  los  estudiosos. 

A.  B.  R. 


:244  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

-ocupase,  quien  aun  tiene  que  oir  i  que  aprehender,  con  un  pesado 
discurso  el  tiempo  que  emplea  la  Academia  en  cosas  más  impor- 
tantes. 

Tampoco  me  detendré  en  ponderar  mi  gratitud  con  expresio- 
nes afectadas,  porque  este  noble  sentimiento  harto  mejor  se 
manifiesta  con  palabras  sencillas  i  con  obras  que  con  quantas 
figuras  i  maneras  de  decir  inventó  el  arte;  i  fué  poca  gloria  de 
cierto  Cuerpo  respetable  reunir  los  Discursos  de  recepción,  que 
leyeron  en  él  sus  individuos,  en  muchos  tomos  de  cumpli- 
mientos. 

Así,  pues,  Yo  doy  á  la  Academia  las  más  sinceras  i  afectuosas 
gracias  por  el  honor  que  tubo  á  bien  dispensarme;  i  por  cumplir 
con  lo  que  previene  el  estatuto,  entre  tantos  hechos  conío  nues- 
tra historia  ofrece  á  cada  paso  para  digna  ocupación  del  ingenio 
en  ilustrarlos,  escogí  uno  que  me  persuado  será  grato  á  la  Aca- 
demia, por  ser  propio  de  aquel  Rey  á  quien  la  historia  de  la 
nación,  i  casi  quantas  clases  de  conocimientos  hay,  debieron 
mucho  en  su  siglo,  i  aun  hoy  los  admiramos  en  la  Augusta  per- 
sona de  Don  Alfonso  el  Sa/;io. 

Como  sea  imposible  leer  su  historia  sin  que  se  detenga  muchas 
veces  la  atención  á  considerar  acciones  ilustres  con  que  este 
Príncipe  dexó  ennoblecido  su  rey  nado,  puse  la  mía  en  indagar 
quanto  á  mi  diligencia  fuese  dable,  el  Origen  i  el  Instituto  del 
Orden  militar  de  Santa  María  de  España^  por  cuyo  estableci- 
miento no  es  elogiado,  como  debiera,  Don  Alonso,  de  ninguno 
de  los  escritores  nacionales. 

Entre  los  quales  el  primero  que  de  aquel  Orden  militar  hizo 
mención  fué  el  erudito  Don  Luis  de  Salazar  i  Castro  (l),  con 
ocasión  de  haber  hallado  en  el  Archivo  de  Uclés  dos  privilegios, 
dados  por  el  Rey  fundador  en  Sevilla  en  los  días  lO  i  31  de 
Diciembre  del  año  de  1279,  i  después  de  compendiar  el  conte- 
nido de  ambos,  prorrumpió  aquel  escritor  en  esta  sentida  quexa: 
«Es  cosa,  dice,  muy  notable  que  en  toda  la  historia  castellana  no 


(i  )     Hist.  de  la  Casa  de  Lara,  tomo  i,  pág.  300. 


ORDEN    MILITAR    UE    SANTA    MARÍA    DE    ESPAÑA  245: 

»haya  memoria  de  una  tan  grande  operación  del  Rey  como  eb 
^>establecimiento  y  dotación  de  una  orden  militar». 

Publicada  esta  noticia,  la  repitió  el  ilustre  Marqués  de  Mondé- 
xar  en  las  Memorias  históricas  del  mismo  Rey  Don  Alonso  (l),. 
pero  con  toda  su  erudición  i  diligencia,  que  fué  mucha,  hubo  de 
contentarse  el  Marqués  con  lo  que  escribió  Salazar. 

Más  feliz  que  uno  i  otro,  el  Maestro  Fray  Francisco  de  Ber- 
ganza,  benedictino,  descubrió  en  los  monumentos  anecdóticos,, 
que  publicó  Martene,  el  año  en  que  Don  Alonso  dio  la  carta  de 
fundación  de  aquella  Orden,  á  saber,  en  .Santo  Domingo  de  la 
Calzada  á  23  de  Fnero  de  1273  (2). 

Copió  aquel  escritor  una  epístola  del  Abad  del  Císter,  Juan,  i- 
del  Capítulo  general,  adonde  se  refiere  el  origen  del  Orden  de 
Santa  María  de  España,  que  estaba  sugeto  al  Monasterio  de 
( Trandisilva,  en  Francia,  como  filiación  suya,  á  manera  del  Orden 
militar  de  Calatrava,  i  se  contienen  otras  noticias  de  que  aun- 
haré  mención. 

Al  Maestro  Berganza  copió  el  primer  anotador  de  la  Historia- 
de  Mariana,  que  se  publicó  en  Valencia  (3);  pero  no  anduve- 
exacto  ese  erudito  quando  dixo  que  Berganza  «nos  facilitó  las. 
» noticias  que  faltaban  para  tener  suficiente  conocimiento  de  aqueb 
» Orden  militar»,  como  en  esta  breve  disertación  he  de  mos- 
trarlo. 

Por  diligencia  posterior  de  dichos  escritores  se  sabe  la  funda- 
ción de  la  Orden  de  Santa  María  en  1 273,  que  fué  establecida  á 
manera  de  la  de  Calatraba,  i  con  subordinación  á  la  del  Císter;  que 
se  componía  de  Monxes,  unos  clérigos,  i  otros  Caballeros,  i  de- 
treires  legos;  que  su  principal  Monasterio  estaba  en  Cartagena;  í 
que  el  Maestre  de  ella,  Don  Pedro  Muñoz,  fué  elegido  en  1 280 
para  igual  dignidad  en  la  Orden  de  Santiago. 

También,  además  de  estas  noticias  ciertas,  se  sospecha  que,^ 
así  como  por  muerte  del  Maestre  de  .Santiago,  Don  Gonzalo  Ruiz, 


(i)     Lib.  V,  cap.  43,  pág.  362,  i  lib.  vii,  pág.  438,  cap.  2. 

(2)  Tomo  II,  Aiitig.  de  Esp.,  pág.  177,  nn.  65  i  67. 

(3)  Toms  V,  pág.  170,  n.  2. 


246  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

•de  Girón,  de  resultas  de  las  heridas  que  recibió  en  la  desigual 
batalla  de  Moclin,  en  22  de  Junio  de  1280,  fué  elegido  para  que 
le  sucediese  el  Maestre  de  Santa  María  de  España,  así  también 
los  Caballeros  de  esta  Orden  pasaron  á  la  de  Santiago,  quedando 
aquélla  extinguida  desde  entonces,  pues  no  se  encuentra  docu- 
mento que  haga  memoria  de  ella  después. 

Esta  sospecha  tiene  á  su  favor  dos  Argumentos:  Primero,  que 
•en  la  batalla  junto  al  Castillo  de  Moclin  «murieron,  según  la 
»Chronica  de  Don  Alonso  el  Sabio  (l),  todos  los  más  de  los 
»freyles  de  Santiago»,  i  añade  el  chronista  Rades  (2)  que  el 
Maestre  Muñiz  luego  dio  el  hábito  á  muchos  caballeros,  porque 
de  los  antiguos  se  habían  salvado  muy  pocos  en  tan  infausta 
jornada. 

La  conservación  posterior  de  una  Orden  militar  tan  benemé- 
rita como  la  de  Santiago  lo  era,  que  acababa  de  sacrificarse  á  la 
vista  del  Infante  heredero  por  la  gloria  del  Estado,  i  en  una  expe- 
dición mandada  por  el  mismo  Infante,  exigía  á  la  verdad  que 
luego  se  reemplazase  con  sugetos  á  propósito  para  sostener  su 
lustre,  i  no  otros  más  convenientes  que  los  Caballeros  de  un 
nuevo  Orden  militar,  que  aunque  tenía  ya  quatro  Casas,  según 
expresa  en  su  epístola  el  Abad  del  Císter,  apenas  estaba  conso- 
lidado i  conocido. 

Segundo,  que  en  el  Archivo  de  Uclés  fué  donde  se  hallaron 
los  primeros  documentos,  por  donde  se  descubrió  la  fundación 
de  aquella  Orden;  i  también  consta  que  varios  pueblos  que  le 
había  donado  el  Rey  fundador  los  dio  después  del  año  de  1280 
á  la  Orden  de  Santiago,  como  juiciosamente  observó,  en  prueba 
de  la  incorporación  en  ella  de  la  de  Santa  María  de  España,  Don 
Luis  de  vSalazar  en  el  lugar  citado. 

Pero  no  por  esto  me  muevo  á  creer,  como  este  escritor  presu- 
mió, que  la  incorporación  se  hizo  por  no  haber  tenido  de  la  Silla 
Apostólica  confirmación  el  Orden  de  Santa  María,  ó  que  con  su 
.autoridad  se  extinguió. 


(i)    Cap.  72. 

,'2)     Cron.  de  Saní.,  cap.  25. 


ORDEN  MILITAR  DE  SANTA  MARÍA  DE  ESPAÑA  247 

Porque  aceptada  por  la  ( )rden  matriz  la  fundación,  i  estando 
sugeto  el  Convento  general  de  Cartagena  al  de  Grandisilva  como 
filiación  suya,  esto  bastaba  para  su  primer  establecimiento  con  la 
voluntad  del  Rey;  i  como  apenas  subsistió  siete  años,  los  bienes 
con  que  por  su  munificencia  la  había  dotado  se  devolvieron, 
incorporada  ya  en  la  Orden  de  Santiago,  á  la  Corona,  por  dere- 
cho claro  de  la  Regalía,  usada  varias  veces  en  casos  semexantes 
de  extinción  ó  supresión  de  una  Orden,  i  por  las  reservas,  táci- 
tas ó  expresas,  que  llevan  estas  donaciones,  señaladamente  las 
•de  los  pueblos  i  fortalezas. 

A  esto  se  reduce  quanto  ha  podido  descubrir  mi  diligencia  en 
los  escritores  nacionales  acerca  del  establecimiento  de  esta  Orden 
militar.  Pero  de  su  instituto,  relativamente  á  su  fin  i  objeto  par- 
ticular, con  ser  esto  lo  más  importante  i  necesario,  ninguno  dixo 
palabra;  porque,  á  la  verdad,  en  nuestros  historiadores  fué  harto 
común  la  omisión  de  no  buscar  ni  leer  los  documentos  que  á  la 
legislación  pertenecen,  mientras  que  por  el  contrario  defecto,  los 
jurisperitos  se  halucinaron  muchas  veces  por  ignorar  la  historia- 

Yo  creo  que  de  dos  providencias  que  contiene  uno  de  los 
muchos  ordenamientos  del  sabio  Rey  fundador,  i  especialmente 
de  la  una,  pueda  casi  con  seguridad  deducirse  quál  fué  el  Insti- 
tuto de  la  desconocida  Orden  de  Santa  María  de  España.  Este 
Ordenamiento  es  el  de  Zamora  de  1274,  del  qual  el  número  XLI 
en  mi  manuscrito  dice  así: 

«Esi  algunos  truxieren  peticiones  que  non  sean  de  justicia  é 
»que  non  ayan  de  librar  los  Alcalles,  que  las  den  á  los  monxes 
»de  la  Confradía  de  Santa  María  de  Espanna,  é  Ellos  que  las 
» muestren  al  Rey.» 

I  el  LXIII  dice  de  esta  manera: 

«É  todos  estos  maravedís  de  las  penas  sobredichas  (multas 
»judiciales)  que  pertenefcen  al  Rey,  tiene  el  Rey  por  bien  de  los 
»dar  á  ¡a  Confradía  de  Sayita  María  de  Espanna  para  fecho  de- 
»Wízr»,  etc. 

Confieso,  señores,  que  si  tratase  de  otro  Soberano  no  sería 
osado  á  levantar  sobre  cláusulas  tan  ceñidas  i  encerradas  el  pen- 
samiento que  voy  á  proponer  á  la  sabia  censura  de  este  Cuerpo. 


248  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Pero  quando  considero  el  genio  creador  de  Don  Alfonso  el 
Sadio,  sus  conquistas  de  Cartagena  i  Cádiz,  el  deseo  que  tubo  de 
enterrarse  en  esta  Isla  para  empeñar  á  los  sucesores  á  que  hicie- 
sen asunto  de  honor  el  conservarla;  que  en  Sevilla  estableció  una 
atarazana  i  que  formó  marina;  que  el  principal  convento  de 
aquella  Orden  i  Cofradía  ó  Confraternidad  militar  le  puso  en  Car- 
tagena, i  finalmente  que,  pagando  feudo  el  reino  de  Granada,  no 
había  ya  que  temer  al  sarraceno,  una  vez  que  fuese  el  Rey  supe- 
rior en  fuerzas  navales  sobre  el  estrecho  á  los  Moros  de  África: 
quando  considero,  pues,  todo  esto  no  queda  duda  en  mi  ánimo 
de  que  los  caballeros  de  Santa  Alaría  de  Espanna^  i  el  Instituto 
de  esta  (Irden  militar  fué  para  los  hechos  del  mar  i  expediciones 
navales,  como  el  de  las  otras  militares  lo  era  para  pelear  en  tierra 
contra  los  enemigos  de  la  religión  i  de  la  patria. 

Este  pensamiento  magnífico  i  brillante,  que  bastaría  él  solo 
para  dar  al  Rey  fundador  nombre  inmortal,  era  muy  propio  de 
su  carácter,  porque  su  Corte,  sus  conocimientos  i  hasta  sus  mis- 
mas querellas,  todo,  tubo  el  realce  de  majestuoso  i  grande.  Tal 
vez  contaba  con  que  este  establecimiento  llegase  á  colmo  quando 
meditaba  arroxar  al  África  toda  la  Morisma,  i  aun  perseguirla 
dentro  de  ella.  Pero  sus  desgracias  i  los  fueros  de  aquel  tiempo 
no  dexaron  llegar  á  sazón  este  proyecto. 

Aun  examinado  el  hecho  por  sola  la  letra  del  Ordenamiento 
de  Zamora,  no  puede  disputarse  que  pasa  á  una  clase  más  alta 
de  lo  que  se  llama  en  la  historia  una  congetura  prudente  i  racional. 

Concedió  el  Rey,  dice,  á  los  Monxes  de  Santa  María  de  Es- 
paña las  multas  que  allí  ey.\)VQS7K  para  los  fechos  del  mar.  I  ¿cómo 
podrá  dudarse  que  estos  monxes  tenían  á  su  cuydado  estos 
hechos  quando  para  ellos  se  les  dan  aquellas  penas.^  c'Q*^^  °^^*^' 
sentido  si  no  puede  recibir  esta  cláusula,  ó  qué  otra  ¡dea  se  puede 
formar  de  sus  palabras  fuera  de  éste,  á  saber:  de  crear  una  ma- 
rina respetable,  de  quien  fuesen  caudillos  los  caballeros  del 
nuevo  Orden  militar? 

Ni  era  propio  tampoco  de  tal  clase  de  personas  ocuparlas,  ni 
ocuparfe  en  otros  hechos  del  mar  que  no  fuesen  los  de  acaudillar 
la  marina,  al  modo  que  los  de  las  Otras  Odenes  militares  acaudi- 


ORDEN    MILITAR    DE    SANTA    MARÍA    DE    ESPAÑA  249 

liaban  sus  hombres,  i  como  algún  tiempo  después  la  Orden  mili- 
tar de  San  Juan,  ocupada  Rodas  en  1308,  levantó  i  acaudilló 
marina  poderosa,  que  casi  disputó  al  imperio  othomano  en  sus 
más  gloriosos  días  el  de  los  mares  de  levante,  supliendo  lo  que 
faltaba  al  número  la  calidad  i  el  esfuerzo. 

Aquel  Rey,  pues,  que  faltando  á  la  nación  un  Código  civil 
formó  baxo  de  sus  auspicios  el  más  ordenado  en  general  que 
tubo  Europa  en  la  edad  media  i  el  más  metódico  en  sus  peque- 
ñas partes  ó  leyes;  aquel  Soberano,  que  en  la  conquista  de  vSevilla, 
hecha  por  su  glorioso  Padre,  había  visto  de  quánto  servicio  podría 
ser  una  escuadra  respetable  para  la  conquista  de  las  fuertes  pla- 
zas marítimas  que  ocupaban  aún  los  ]\Ioros  en  España,  fué  el 
primero  que  entre  los  Reyes  de  Castilla  intentó  fundar  este  brazo 
poderoso  de  la  defensa  de  su  reyno,  para  lo  qual  nada  más  propio 
i  digno  que  empeñar  á  la  Nobleza  en  esta  nueva  Cofradía  militar, 
de  cuya  clase  de  establecimientos  se  habían  visto  los  efectos  pro- 
digiosos de  valor,  que  pudo  inspirar  en  pechos  generosos  un 
vestido  singular,  acordado  para  premio  de  la  virtud,  como  le 
habían  inspirado  en  Griegos  i  Romanos  una  Corona  de  encina  ó 
de  Laurel,  concurriendo  además  aquí  la  Religión  para  separar 
del  valor  la  vanagloria  con  quien  se  suele  hgar. 

Llégase,  que  la  misma  situación  de  los  conventos  de  esta  misma 
Orden  persuade  lo  que  se  ha  dicho,  porque,  además  del  de  Car- 
tagena, ios  otros  tres  que  llegó  á  tener  estaban  cerca  de  Cádiz  i 
eran  como  filiaciones  del  convento  de  aquella  plaza.  I  el  haber 
intentado  el  Rey  fundar  una  quinta  casa  en  el  Castillo  de  Medina- 
sidonia,  como  consta  de  una  de  las  Donaciones,  extractadas  por 
Salazar,  también  comprueba  esto  mismo. 

Por  manera  que,  unida  á  las  demás  esta  circunstancia,  i  ha- 
biendo sido  la  intención  que  se  tubo  en  la  fundación  de  esta 
Orden  militar  la  de  guerrear  á  los  sarracenos  i  pelear  en  defensa 
i  dilatación  de  la  fe  contra  las  naciones  bárbaras,  como  se  lee  en 
una  de  las  epístolas  del  Abad  del  Císter,  creo  que  se  convence 
quanto  lo  permite  un  hecho  histórico  de  esta  clase,  de  que  han 
quedado  tan  pocos  vestigios  en  la  historia  i  en  los  diplomas  que 
de  la  Orden  de  Santa  María  de  España  este  fué  el  Instituto:  los 

TOMO    LXXTV  I  7 


250  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

hechos  del  mar;  conviene  saber:  peleando  en  él  sus  Caballeros  en 
Defensa  de  la  patria. 

Mas,  como  he  dicho,  las  desgracias  del  Rey  fundador  i  los  fue- 
ros i  opiniones  del  tiempo,  juntamente  con  la  instante  necesidad 
que  ocurrió  de  repoblar  la  Orden  de  Santiago,  no  dexaron  que 
este  gran  pensamiento  prosperase  ni  le  volviese  á  seguir  el  Rey. 
Las  desgracias  son  bien  sabidas;  tal  vez  lo  demás  no  lo  es  tanto, 
lo  qual  me  ha  movido  á  insinuar  con  esta  ocasión  mis  refle- 
xiones. 

En  tiempo  de  Don  Alonso  el  Sabio  estaba  sumamente  atra- 
sada la  marina.  Sus  vasallos,  guerreros  ¡lustres  en  tierra,  no  mi- 
raban los  hechos  del  mar  con  aquel  interés  que  les  movía  á  pelear 
á  pie  firme  en  las  campañas,  porque  los  feudos  ó  beneficios  mili- 
tares, los  acotamientos  i  rentas  eran  para  los  soldados  i  caudi- 
llos que  conquistaban  ciudades  y  castillos  i  mantenían  la  tierra 
por  el  Rey.  Los  de  las  provincias  septentrionales  eran  los  únicos, 
entre  sus  vasallos,  que  con  ocasión  del  comercio  que  se  hacía  en 
Flandes,  tenían  naos  i  entendían  de  equipararlas  i  su  manejo.  La 
conquista  de  Sevilla  había  sido  la  primera  en  que  los  Castellanos 
conocieron  la  importancia  de  la  marina,  pues  en  la  de  Almería, 
hecha  en  el  siglo  anterior,  asistieron  de  auxiliares  Písanos,  Geno- 
veses  i  Catalanes  (l);  así  que  entonces  tenían  la  guerra  de  mar 
como  cosa  desamparada  y  de  mayor  peligro  que  la  de  tierra,  como 
dice  una  ley  de  las  partidas  (2),  i  además  no  era  de  tanto  honor 
i  provecho  esta  carrera. 

Asimismo,  los  Ricos  Omes  i  los  que  tenían  tierra  del  Rey  no 
se  creían  obligados  por  razón  de  sus  caballerías  i  honores  á  ser- 
virle en  expedición  fuera  de  sus  dominios,  para  la  qual  fuese  nece- 
sario pasar  el  mar.  I  aunque  en  Documentos  de  la  legislación  cas- 
tellana, ni  en  las  crónicas,  no  me  acuerdo  de  haberlo  hallado  así 
escrito,  pero  en  la  de  Aragón,  cuyo  servicio  militar  era  semejante, 
como  lo  observó  Morales  (3),  es  expreso  uno  de  los  artículos  del 


(f)     Cliro7i.  de  Alfonso  Vil,  v.  330  i  sigg. 

(2)  Ley  I,  Tít.°  24,  Part.  n. 

(3)  Opiisciilo,  tomo  11,  pág.  67. 


ORDEN    MILITAR    DE    SANTA    MARÍA    DE    ESPAÑA  25  I 

famoso  privilegio  general  de  aquel  reino,  otorgado,  ó  para  decirlo 
mejor,  renovado  por  Don  Pedro  el  III  en  1283  (l).  A  cuyo  fuero 
se  ha  de  atribuir  que  el  Rey  Don  Jayme  el  Conquistador  hubiese 
tenido  que  ajustar  en  Barcelona  i  Tarragona  ciertas  Capitulacio- 
nes, á  manera  de  un  negocio  de  Compañía  (2),  para  la  conquista 
de  Mallorca,  i  no  se  leen  otras  en  iguales  términos  en  toda  la  his- 
toria de  aquel  reyno,  ni  hubo  fundamento  para  presumir  que  se 
hubiesen  celebrado  también  para  la  conquista  de  Valencia,  como 
por  analogía  de  lo  que  pasó  en  la  de  Mallorca  algunos  Eruditos 
respetables  lo  escribieron  (3),  ni  los  repartimientos,  muy  usados 
en  el  siglo  xiii,  hechos  por  voluntad  y  gracia  de  los  Soberanos, 
á  diferencia  de  los  de  justicia,  como  el  de  Mallorca,  bastan  á  com- 
probarlo, como  se  podría  mostrar  si  este  fuese  lugar  oportuno 
para  hacerlo. 

Finalmente,  los  Qóinitres^  los  Naocheros^  los  Proeles^  los  Alie- 
res  i  Sobresalientes^  que  después  del  Almirante  eran  entonces  los 
xefes  de  las  escuadras,  no  tenían  el  honor  i  brillantez  de  los  cau- 
dillos de  tierra. 

Según  las  leyes  de  las  Partidas,  sólo  el  Almirante  recibía  su 
mando  como  si  oviese  de  ser  caballero  (4);  los  demás  no  tenían 
esta  distinción.  I  si  en  todos  tiempos  este  exterior  de  represen- 
tación i  calidad  tubo  señalado  influxo  en  una  nación  cuyo  carác- 
ter es  el  pundonor,  ningún  pensamiento  más  a  propósito  para 
levantarla  á  un  grado  notable  de  poder  que  el  establecimiento 
de  un  Orden  militar,  cuyo  instituto  supliese  lo  que  faltaba  en  los 
fueros,  de  que  era  tan  zelosa  la  nobleza  castellana.  Se  habría  cono- 
cido la  importancia  de  un  buen  puerto  i  la  riqueza  que  da  el 
comercio,  i  por  medio  de  una  marina  mercantil  se  habría  llegado 
á  establecer,  como  en  Aragón,  Cataluña  i  en  las  repúblicas  de 
Italia,  una  gran  marina  militar,  con  cuyo  auxilio  no  habrían  per- 


(i)     Art.  XXV,  privil.  gen.,  lib.  i,  Jor.  Arag.,  v.  observ.  xvii  i  xviii,  lib.  vii, 

(2)  Dameto:  Hisi.  de  Mallorca  Marc.  hisp.,  etc. 

(3)  El  Sor.  Campom.:  Trat.  de  la  Amori.,  cap.  xvii,  n.°  57,  i  el  anotador 
de  la  Hist.  de  Aíariana,  ed.  Valencia,  tomo  4,  obs.  pág.  412, 

(4)  Ley  3,  tít.°  24,  Part.  11. 


252  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

manecido  los  Aíoros  en  la  posesión  de  la  mejor  i  más  hermosa 
porción  de  España  tanto  tiempo.  Nos  ad audiendumparati  sumiis. 
cic."  tuscu/,  1,  9. 

Madrid,  23  de  Abril  de  1803, 

Juan  Pérez  "V^illamil. 


(Leído  en  la  Academia  del  14  de  Marzo  de  1806,  pasó  á  la  censura  del 
señor  Revisor  general  en  5  de  Abril  siguiente,  y  aprobado  por  éste  en  su 
informe  y  por  la  Academia,  se  acordó  su  impresión  «como  digno  de  la 
luz  pública»;  sin  embargo,  se  ha  conservado  inédito  hasta  ahora.  Su  origi- 
nal autógrafo  tiene  la  signatura  11-3-5-Leg.  i.) 

P.   DE   G.   Y   G.  ■ 


II 

RELACIÓN    DE    LOS    CORREGIMIENTOS    DEL    REINO    V    DEL 

TIEMPO  EN  QUE  FUÉ  PRO\'EÍDO  CADA  UNO  Y  DEL  SALARIO 

Y  AYUDA  DE  COSTA  QUE  TIENE  (AÑO  1516)  (i) 

Ya  indiqué  en  mi  discurso  de  ingreso  en  esta  Real  Academia 
las  dificultades  que  existían  para  poder  presentar  de  momento 
un  cuadro  de  la  geografía  de  España  en  el  siglo  xvi  y  para  dibu- 
jar el  mapa  correspondiente,  en  forma  tal  que  responda  á  las 
exigencias  de  nuestros  tiempos  y  á  la  necesidad  de  conocer  de 
un  modo  completo  la. distribución  política,  administrativa,  judi- 
cial, militar,  eclesiástica,  etc.,  en  términos  tales,  que  el  que  quiera 
formarse  una  idea  de  estas  divisiones  territoriales  tendría  que 
hacer  por  sí  una  investigación  especial  que  le  llevaría  largo  tiem- 
po y  no  escaso  trabajo. 

No  es  óbice  para  esto  ni  se  opone  á  la  afirmación  anterior  el 
que  hubiera  trabajos  muy  notables  de  geografía  de  España  en 
aquella  época,  trabajos  que  yo  he  citado  en  dicho  discurso  con 


(i)     Archivo    general   de   Simancas. — Diversos  de    Casulla   (legajo   9, 
folio  36). 


RELACIÓN  DE  LOS  CORREGIMIENTOS  DEL  REINO  253 

bastante  minuciosidad;  antes  por  el  contrario,  esos  mismos  tra- 
bajos confirman  la  afirmación  antes  hecha,  pues  se  observa  que 
no  aparece  ni  en  ninguna  de  aquellas  obras  citadas,  ni  en  el  con- 
junto de  todas  ellas  muchos  de  los  asuntos  antes  mencionados 
y  respecto  de  los  cuales  la  Academia  ha  entendido  que  eran 
precisos  para  formar  el  mapa  y  nosotros  añadimos  para  trazar  la 
geografía  de  España  en  el  siglo  xvi. 

Y  si  de  estos  asuntos  pasáramos  al  estudio  de  los  recursos 
económicos  del  país,  al  conocimiento  de  sus  fuentes  de  riqueza, 
de  su  agricultura,  en  cuanto  á  la  extensión  y  distribución  de  los 
cultivos,  á  los  productos  de  sus  minas  y  bosques,  á  su  ganadería, 
á  su  industria  y  comercio,  veríamos  igual  deficiencia  extensiva  á 
los  mapas,  sin  que  de  esta  deficiencia  de  nuestro  desconoci- 
miento pueda  deducirse  un  cargo  contra  los  geógrafos  de  enton- 
ces; en  las  demás  naciones  de  Europa  tampoco  se  cuidaban  de 
estos  asuntos  de  un  modo  suficiente  para  satisfacer  lo  que  hoy 
se  pide  al  historiador. 

El  documento  que  aquí  se  transcribe  es  oficial,  conciso  y  bre- 
ve; se  trata  de  una  relación  de  carácter  administrativo  y,  por 
tanto,  se  limita  á  ser  un  registro  con  noticias  curiosas  en  el  orden 
administrativo;  pero  también  es  interesante  en  el  orden  pura- 
mente geográfico,  puesto  que  nos  da  á  conocer  los  nombres  de 
los  corregimientos  existentes  en  1 516,  dato  no  consignado  en 
los  libros  de  geografía  de  la  época,  y  este  es  su  valor  y  de  aquí  di- 
mana su  importancia,  que  se  acrecentará  el  día  en  que  puedan 
conocerse  los  respectivos  límites  de  estas  partes  del  territorio. 

Madrid,  20  de  Enero  de  191 2. 

AxTOXio  Blázoiez. 


Relación  de  los  corregimientos. 

I.  Burgos  tienela  Francisco  de  Luxan  fue  proveída  a  treinta 
de  Mayo  de  quinientos  e  quinse  cumple  el  primer  año  a  treinta 
de  Mayo  de  quinientos  e  diez  e  seis  tiene  de  salario  quinientos 
maravedises  cada  dia  y  ochenta  mil  de  libranza  por  la  merindad. 


254  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

2.  (TiiipHZCoa  tienda- Sancho  Martínez  de  Leiva  fue  proveído 
a  veinte  y  dos  de  Mayo  de  quinientos  e  quinse  cumple -el  pre- 
sente año  a  veinte  e  dos  de  Alayo  deste  año  de  quinientos  e 
diez  e  seis  tiene  de  salario  sin  la  capitania  e  merindad  ciento  e 
ocho  mil  maravedises. 

3.  ^  Vizcaya  tienela  el  licenciado  de  Lugo  fue  proveído  a  nue- 
ve de  Hebrero  de  quinientos  e  trece  cumplió  los  dos  años  a 
nueve  de  Hebrero  deste  año  de  diez  e  seis  tiene  de  salario  cien 
mil  maravedises  y  cinquenta  mil  de  ayuda  de  costa. 

4.  5)6.  Logroño  Alfaro  Calahorra  tienela  el  Comendador  Pe- 
dro Barrientos  fue  proveída  a  veinte  e  uno  de  Enero  de  quinien- 
tos e  quinse  fue  recibido  a  diez  e  seis  de  Aíarzo  adelante  cum- 
plió el  primero  año  a  diez  e  seis  de  Marzo  deste  año  de  diez  e 
seis  tiene  de  salario  quarenta  e  cinco  mil  maravedises  e  treinta 
mil  de  ayuda  de  costa. 

7.  Santo  Domingo  de  la  Calzada  tienela  Gil  del  Campo  fue 
proveído  a  catorce  de  Abril  de  quinientos  y  catorce  cumple  los 
dos  años  a  catorce  de  Abril  deste  año  de  diez  e  seis  tiene  de 
salario  quarenta  mil  maravedises  y  veinte  mil  de  ayuda  de  costa. 

8.  Agreda  tienela  Alonso  Bonifaz  fue  proveído  a  ocho  de 
Abril  de  quinientos  e  catorse  tiene  de  salario  cinquenta  mil  ma- 
ravedises y  treinta  mil  de  ayuda  de  costa  cumple  dos  años  a 
ocho  de  Abril  este  año  de  diez  e  seis. 

9.  10.  Molina  y  Atiensa  tienela  el  licenciado  Antonio  Criado 
fue  proveído  a  diez  de  Marzo  de  quinientos  e  catorce  son  cum- 
plidos los  dos  años  tiene  de  salario  quarenta  e  cinco  mil  mara- 
vedises y  dos  mil  de  ayuda  de  costa  y  ciento  y  ochenta  fanegas 
de  pan. 

1 1.  Las  Tres  l^i/Ias  de  la  costa  de  la  mar  y  Merindad  de  Tras- 
miera  tienela  en  residencia  el  licenciado  Bernal  Flores  tiene  de 
salario  cien  mil  maravedises  y  cinquenta  mil  de  ayuda  de  costa. 

12.  San  Vicente  de  la  Barquera  e  Merindad  de  Pe  fia  Melera 
tienela  Francisco  Gutiérrez  Altamirano  fue  proveído  a  diez  y  sie- 
te de  Setiembre  de  quinientos  a  catorce  cumple  dos  años  a  diez 
e  siete  de  Setiembre  de  quinientos  e  diez  e  seis  tiene  de  salario 
treinta  mil  maravedises  y  veinte  mil  de  ayuda  de  costa. 


RELACIÓN    DE    LOS    CORREGIMIENTOS    DEL    REINO  255 

I  3.  La  Mcrindad  de  Campo  tienda  Antonio  de  Alcocer  fue 
proveído  a  diez  e  seis  de  Enero  de  quinientos  e  quinse  cumple 
los  dos  años  a  diez  e  seis  de  Enero  de  quinientos  e  diez  e  siete 
tiene  de  salario  por  libranza  quarenta  mil  maravedises  y  veinte 
de  ayuda  de  costa.  ' 

14.  Paleiicia  tiene  en  residencia  el  bachiller  Alonso  de  To- 
rres tiene  de  salario  ciento  e  cincuenta  maravedises  cada  dia. 

15.  i> íYíVvvY  tienela  el  bachiller  Juan  de  Burgos  fue  proveído 
en  Enero  de  quinientos  e  catorce  son  cumplidos  los  dos  años 
tiene  de  salario  cien  maravedises  cada  dia. 

16.  Asturias  de  Oviedo  tienela  Don  Pedro  I\Ianrique  fue  pro- 
veído a  ocho  de  Abril  de  quinientos  e  catorce  son  cumplidos 
los  dos  años  tiene  de  salario  quinientos  maravedises  cada  dia. 

17.  León  tienela  ]\Iudarra  fue  proveído  a  veinte  e  nueve  de 
Julio  de  quinientos  e  catorce  cumple  dos  años  en  Julio  deste  año 
de  diez  e  seis  tiene  de  salario  doscientos  maravedises  cada  día. 

18.  19.  Car  rio  J¿  y  Sahagun  tienela  en  residencia  el  Licencia- 
do de  Cuellar   tiene  de  salario  trecientos  maravedises  cada  día. 

20.  Valladolid  tienela  Diego  López  de  Toledo  ha  sido  pro- 
veído dos  veces  y  la  segunda  provisión  se  fiso  a  veinte  e  siete 
de  Noviembre  de  quinientos  e  catorce  es  cumplido  su  tiempo 
tiene  de  salario  quinientos  maravedises  cada  día. 

21,  22.  Arauda  y  Sepulveda  tienela  Alvaro  de  Aldana  fue 
proveído  a  veinte  e  uno  de  Enero  de  quinientos  e  quinse  cumple 
dos  años  en  Enero  de  quinientos  e  diez  e  siete  tiene  de  salario 
dosíentos  maravedises  cada  día  y  veinte  mil  de  ayuda  de  costa. 

23,  24.  Medina  y  Olmedo  tienela  Sancho  de  Fonseca  fue 
proveído  a  quinse  de  Julio  de  quinientos  e  quinse  cumple  los 
dos  años  en  quinse  de  Julio  de  quinientos  e  diez  e  siete  tiene  de 
salario  veinte  e  dos  mil  maravedises  e  cínquenta  mil  con  las  obras 
de  Aíedína  el  alguacilazgo  vale  más. 

25,  2Q.  Toro  y  TordesiUas  tienela  Juan  Gutiérrez  de  Montal- 
vo  fue  proveído  a  onse  de  Enero  de  quinientos  e  quinse  cumple 
dos  años  a  onse  de  Enero  de  quinientos  e  diez  e  siete  es  segun- 
da provisión  tiene  de  salario  docientos  maravedises  cada  día  con 
Toro  y  sesenta  mil  por  libranza  con  TordesiUas. 


256  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

2'j .  Zamora  tienda  Iñigo  López  de  Mendoza  fue  proveido  a 
diez  e  ocho  de  Mayo  de  quinientos  e  quinse  cumple  el  primero 
año  a  ocho  de  Mayo  de  quinientos  e  diez  e  seis  tiene  de  salario 
quinientos  maravedises  cada  dia. 

28.  Salavmnca  tienela  Gonzalo  de  Carvajal  fue  proveido  a 
onse  de  Enero  de  quinientos  e  quinse  cumple  los  dos  años  a  onse 
de  Enero  de  quinientos  e  diez  e  seis  tiene  de  salario  quinientos 
maravedises  cada  dia. 

29.  Cibdad  Rodrigo  tienela  Francisco  de  Mercado  fue  pro- 
veido postrero  de  Marzo  de  quinientos  e  quinse  cumple  postre- 
ro de  Marzo  de  quinientos  e  diez  e  siete  tiene  de  salario  dosien- 
tos  maravedises  e  treinta  mil  de  ayuda  de  costa. 

30.  TrjigiUo  tienela  Diego  Osorio  fue  proveido  a  nueve  de 
Junio  de  quinientos  e  catorce  cumple  dos  años  a  nueve  de  Junio 
deste  año  de  diez  e  seis  tiene  de  salario  trescientos  maravedises 
cada  dia. 

31.  Caceres  tienela  en  residencia  el  Licenciado  Salaya  tiene 
de  salario  cada  año  cient  mil  maravedises  y  veinte  mil  de  a3'uda 
de  costa. 

32.  Plascncia  tienela  el  bachiller  Alonso  Ortiz  fue  proveido 
a  ocho  de  Julio  de  quinientos  e  quinse  cumple  el  primer  año  a 
ocho  de  Julio  deste  año  tiene  de  salario  cinquenta  e  cinco  mil 
maravedises  y  veinte  de  ayuda  de  costa. 

33.  Avila  tienela  Pero  Vaca  fue  proveido  a  nueve  de  Junio 
de  quinientos  e  catorce  cumple  los  dos  años  a  nueve  de  Junio 
deste  año  de  diez  e  seis  tiene  de  salario  trescientos  maravedises 
cada  dia. 

34.  Segovia  tienela  Francisco  del  Ñero  fue  proveido  a  seis 
de  Octubre  de  quinientos  e  catorce  cumple  los  dos  años  a  seis 
de  Octubre  deste  año  de  diez  e  seis  tiene  de  salario  cient  mil 
riiaravedises  y  setenta  mil  por  cédula  por  las  penas  y  calunias  y 
treinta  mil  de  ayuda  de  costa. 

35.  Madrid  tienela.  Don  Pedro  Corella  fue  proveída  a  diez  e 
ocho  de  Abril  de  quinientos  e  catorce  cumplió  los  dos  años  en 
diez  y  ocho  de  Abril  deste  año  de  diez  e  seis  tiene  de  salario 
docientos  maravedises  y  cinquenta  mil  de  ayuda  de  costa. 


RELACIÓN    DE    LOS    COKKEGLMIENTOS    DEL    REINO  257 

36.  Toledo  tienda  Mosen  Ferrer  fue  proveído  segunda  vez  a 
veinte  e  seis  de  Julio  de  quinientos  e  dos  no  ha  fecho  residencia 

después  acá  tiene  de  salario  tresientos  y  ocho  mil  maravedises  y 
quinse  mil  maravedises  mas  con  la  tenencia  de  la  puerta  de  W- 
sagra. 

37)  38.  Cuenca  y  Huet-e  tienela  en  residencia  el  Licenciado 
Henao  tiene  de  salario  seiscientos  maravedises  cada  dia. 

39,  40,  41.  Míircia  Lorca  y  Cartagena  tienelos  Gutierre  de 
Sandoval  fue  proveído  a  siete  de  Hebrero  de  quinientos  e  trece 
son  pasados  los  dos  años  y  corre  el  tercero  tiene  de  salario  tre- 
cientos e  ochenta  maravedises  cada  dia. 

42.  El  Marquesado  de  Villena  tienelo  en  residencia  el  Li- 
cenciado Sunga  tiene  de  salario  cada  dia  quinientos  marave- 
dises. 

43.  Requeua  tienela  Don  Francisco  de  Bazan  es  cumplido  el 
primer  año  y  corre  el  segundo  tiene  de  salario  quarenta  e  qua- 
tro  mil  maravedises  este  oficio  ha  muchos  años  que  le  tiene  y 
esta  provisión  es  sobre  las  pasadas  después  de  fecha  residencia: 

44.  Alearas  tienela  Gonzalo  de  Bañuelos  fue  proveído  a  vein- 
te de  Deciembre  de  quinientos  e  catorce  cumple  dos  años  a 
veinte  de  Deciembre  deste  año  de  diez  e  seis  tiene  de  salario  do- 
sientos  maravedises  cada  dia. 

45-  Cibdad  Real  úeneXdL  Alonso  Mudarra  fue  proveído  a  diez 
e  siete  de' Deciembre  de  quinientos  e  quinse  corre  el  primer  año 
tiene  de  salario  docientos  maravedises. 

46.  Badajoz  tienela  en  residencia  el  Licenciado  Montenegro 
tiene  de  salario  dosientos  maravedises  cada  dia  y  treinta  mil  de 
ayuda  de  costa. 

47,  48.  Hiibeda  y  Baeza  tienela  Luis  de  Quintanilla  fue  pro- 
veído a  veinte  e  siete  de  Noviembre  de  quinientos  e  trece  son 
pasados  los  dos  años  y  corre  el  tercero  tiene  de  salario  seiscien- 
tos maravedises  cada  dia. 

49i  50.  y  alien  y  Andujar  tienela  Francisco  Vázquez  de  Ce- 
peda fue  proveído  a  diez  e  nueve  de  Marzo  de  quinientos  e  ca- 
torce son  cumplidos  los  dos  años  tiene  de  salario  quatrocíentos 
maravedises  cada  día. 


258  BOLETÍN    DE    LA   REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

51.  Córdoba  tienela  Don  Antonio  de  la  Cueva  fue  proveído 
a  tres  de  Abril  de  quinientos  e  quinse  es  cumplido  el  primer 
año  y  corre  el  segundo  tiene  de  salario  quinientos  maravedises 
sin  la  tenencia  de  la  Calahorra. 

52.  Ecija  tienela  en  residencia  el  Licenciado  Alvarez  tiene 
de  salario  trecientos  maravedises  cada  dia. 

3  5 .  Car  mona  tienela  Francisco  Pérez  de  Barradas  es  cumplido 
el  primer  año  y  corre  el  segundo  tiene  de  salario  noventa  y  un 
mil  y  docientos  y  cinquenta  maravedises. 

54.  Sevilla  tienela  Don  Juan  de  Silva  y  de  Rivera  fue  pro- 
veído por  voluntad  en  ocho  de  Enero  de  quinientos  y  dose  tiene 
de  salario  quatrocientos  y  veinte  mil  maravedises. 

55-  Xerez  de  la  Frontera  tienelo  Pedro  Xuarez  de  Castilla 
fue  proveído  a  tres  de  Julio  de  quinientos  e  trece  ha  cumplido 
los  dos  años  y  corre  el  tercero  año  tiene  de  salario  quinientos 
maravedises  cada  dia. 

56,  Cadis  tienela  en  residencia  el  Licenciado  Aguilera  tiene 
■de  salario  sesenta  mil  maravedises  de  libranza  y  treinta  mil  de 
ayuda  de  costa. 

57.  Gibr altar  tienela  el  Licenciado  de  Medina  fue  proveído 
a  veinte  e  quatro  de  Deciembre  de  quinientos  e  quinse  corre  el 
primer  año  tiene  de  salario  quarenta  mil  maravedises  y  treinta 
mil  de  ayuda  de  costa. 

58.  Palos  tienela  el  Licenciado  Salmerón  fue  proveído  a 
veinte  e  quatro  de  Deciembre  de  quinientos  e  quinse  tiene  de 
salario  quarenta  mil  maravedises  por  libranza  y  veinte  mil  de 
ayuda  de  costa. 

59,  60.  Ronda  y  Mar  bella  tienela  Diego  de  Soto  fue  proveí- 
do a  veinte  e  quatro  de  Enero  de  quinientos  e  cjuinse  ha  cum- 
plido el  primer  año  y  corre  el  segundo  tiene  de  salario  dosien- 
tos  e  cinquenta  maravedises  cada  dia  y  veinte  mil  de  ayuda  de 
costa. 

61,  ^2.  Malaga  y  Velez  tienela  Fernando  de  Vega  fue  pro- 
veído a  cinco  de  Junio  de  quinientos  e  catorce  ha  cumplido  el 
primer  año  y  corre  el  segundo  tiene  de  salario  ciento  e  treinta  e 
seis  mil  e  quinientos  maravedises. 


RELACIÓN    DE    LOS    CORREGIMIENTOS    DEL    REINO  259 

63,  64,  Ó5.  Laxa  AUiama  Alcalá  la  AVí// tiendas  el  Licencia- 
do Lorenzo  ^L1ldonaclo  fue  proveido  a  quatro  de  Setiembre  de 
quinientos  e  catorce  es  cumplido  el  primer  año  y  corre  el  segun- 
do tiene  de  salario  docientos  e  cinquenta  maravedises  cada  dia.    • 

66.  Granada  tienela  Juan  \^azquez  de  Coronado  fue  proveido 
a  diez  e  seis  de  Enero  de  quinientos  e  quinse  es  cumplido  el  pri- 
mer año  y  corre  el  segundo  tiene  de  salario  dosientos  e  treinta 
e  tres  mil  maravedises. 

Qj,  68,  69,  70,  71,  72.  Guadix  Almería  Vera  y  Baza  y 
Moxacar  y  Purchena  tienelo  Don  Rodrigo  Manrique  fue  proveido 
a  quinse  de  Enero  de  quinientos  e  quinse  es  pasado  el  primer 
año  y  corre  el  segundo  tiene  de  salario  en  cada  año  ciento  e 
ochenta  e  ocho  mil  maravedises  y  dose  mil  en  penas  de  cámara 
por  Moxacar  y  treinta  mil  de  ayuda  de  costas  y  veinte  mil  para 
el  salario  de  los  alcaldes. 

73.  Poiif errada  tienela  Enrique  Paez  fue  recebido  a  quinse 
de  Hebrero  de  quinientos  e  catorce  es  cumplido  el  tiempo  de  los 
dos  años  tiene  de  salario  sesenta  mil  maravedises  por  libranza  y 
veinte  mil  de  ayuda  de  costa. 

74,  75.  La  Cor  uña  y  Betanzos  tienela  Pedro  de  Luxan  fue 
proveido  a  diez  e  nueve  de  Hebrero  de  quinientos  e  catorce  son 
cumplidos  los  dos  años  tiene  de  salario  cinquenta  y  seis  mil  ma- 
ravedises al  año. 

El  gobernador  de  Galicia  esta  sin  tiempo  ninguno  a  voluntad. 

La  gobernación  de  Canaria  tienela  Lope  de  Sosa  fue  preveido 
a  dos  de  Abril  de  quinientos  e  quinse  es  cumplido  el  primer  año 
y  corre  el  segundo  tiene  de  salario  ciento  e  cinquenta  mil  mará-, 
vedises  y  cient  mil  maravedises  con  la  Torre  de  la  Mar  Pequeña 
y  otros  cinquenta  mil  con  otra  torre. 

La  gobernación  de  Tenerife  y  La  Palma  tienela  Don  Alonso 
Fernandez  de  Lugo  sin  tiempo  limitado  tiene  de  salario  cient 
mil  maravedises  cada  año. 

76.  El  Adelantamiento  de  Castilla  tienelo  el  Licenciado  Barja 
fue  proveido  a  veintiquatro  de  Deciembre  de  quinientos  e  quin- 
se  corre  el  primer  año  tiene  de  salario  sesenta  mil  por  libranza. 

Tj .     El  Alcaldia  mayor  del  Adelantamiento  de  Castilla  en  el 


200  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

partido  de  Falencia  tienelo  el  Licenciado  Ramirez  fue  proveído  a 
nueve  de  Octubre  de  quinientos  e  quinse  corre  el  primer  año 
tiene  de  salario  sesenta  mil  maravedises. 

78.  El  Alcaldía  del  Adelantamiento  de  León  tienelo  el  Li- 
cenciado Iruña  fue  proveído  a  diez  e  siete  de  Octubre  de  qui- 
nientos e  quinse  corre  el  primer  año  tiene  de  salario  sesenta  mil 
maravedises. 

79.  El  Corregimiento  de  Soria  provéelo  Juan  Velazquez. 

80.  81.  El  Corregimiento  de  Arevalo  y  Santa  Maria  de  Nie- 
va provéelo  Juan  \'elazquez. 

82.  El  Corregimiento  de  Madrigal  provéelo  Juan  Yo.- 
lazquez. 

83.  Guadalajara  Q'ü  7AQ-2i\á&  mayor  el  Duque  del  Infantado 
suélese  tomar  residencia  a  los  alcaldes. 

84.  Anteqiiera  es  alcalde  mayor  el  Marques  de  Pliego  suéle- 
se tomar  residencia  a  sus  tenientes  de  dos  en  dos  años. 

(Siguen  nombres  de  caballeros  y  letrados,  sin  indicar  divisio- 
nes territoriales.) 


III 
ADQUISICIONES  PARA  LA  REAL  ARMERÍA 

La  colección  de  espadas  antiguas  de  Toledo  y  otras  ar- 
mas de  D.  Juan  Manuel  de  Alcocer. 

Unos  apuntes  tomados  por  mí,  hace  años,  en  uno  de  los 
Archivos  de  Madrid,  fuera  el  de  la  Casa  Real  ó  el  Histórico  Na- 
cional, ó  algún  otro,  encontrados  ahora  al  hacer  auto  de  fe  de 
muchos  de  los  que  han  sido  fruto  de  mis  estudios  de  toda  la' 
vida,  pero  que  á  la  avanzada  edad  en  que  me  encuentro  ni  podrán 
ser  utilizados  ya  por  mí,  y  menos  por  ningún  otro,  volvieron  á 
despertar  mi  curiosidad  al  hallarlos  ahora  en  el  maremágniini 
del  montón,  y  traté  de  salvarlos  dándolos  á  luz  en  el  Boletín  de 
la  Academia. 


ADQUISICIONES    PARA    LA    KEAL    ARMERÍA  201 

Trátase  de  la  adquisición,  en  el  año  de  1803,  de  una  Colección 
de  espadas  aiitigKas  de  Toledo  v  otras  ari//as  que  había  formado 
durante  el  reinado  de  Carlos  III  D.  Juan  Manuel  de  Alcocer,  In- 
tendente que  á  la  sazón  era  del  Real  Sitio  del  Buen  Retiro;  que 
á  su  muerte  dejó  en  herencia  á  su  sobrino  carnal  D.  Pedro  Polo 
de  Alcocer,  Comisario  de  Guerra  que  había  sido  de  los  Ejér- 
citos de  S.  M.,  y  Oficial  de  la  Secretaría  del  Despacho  de  Gue- 
rra, y  que  habiendo  tenido  infortunios  que  le  sumergieron  en  las 
desventuras  de  la  pobreza,  las  ofreció  en  venta  al  Rey  Carlos  IV^ 
por  medio  del  Mayordomo  mayor  de  S.  M.  Marqués  de  Plariza 
y  de  Estepa,  Almirante  de  Aragón. 

Remití  estos  apuntes  al  Conservador  de  la  Real  Armería,  Ilus- 
trísimo  Sr.  D.  José  Florit,  para  que  me  iluminara  sobre  las  par- 
tes donde  los  había  yo  tomado,  por  haber  perdido  la  signatura 
que  debía  acompañarlos,  y  habiéndome  expresado  que  en  el 
Archivo  de  aquella  dependencia  de  la  Real  Casa  no  había  el  me- 
nor antecedente  del  asunto,  que 'consideraba  de  interés  [l],  fui 
á  hacer  nueva  investigación  en  el  Archivo  general  de  Palacio, 
sin  haber  logrado  la  menor  orientación.  P'inalmente,  recurrí  al 
ArcJiivo  Histórico  Nacional^  en  el  cual,  y  en  la  sección  de  Pape- 


(i^i  ExcMO.  Sr.  D.  Juan  Pérez  de  Guzmán. — ^M¿  respetable  x  querido  ami- 
go: Nada  existe  en  este  Archivo  relativo  á  la  adquisición  de  la  Armería 
de  Alcocer  por  Carlos  IV.  Como  la  enumeración  de  los  objetos  concuer- 
da con  mucho  de  lo  cjue  aquí  hay,  es  imposible  la  identificaciórf.  No  obs- 
tante, hay  algo  que  lo  corrobora  y  es  una  espada  de  aquella  época,  con 
hoja  más  antigua,  marcada  de  «Sahagúh».  La  guarnición  de  media  taza 
tiene  grabados  una  corona  Real,  un  castillo,  un  campanario  y  la  inscrip- 
ción: <íjua7i  Alaniiel  Alcocer  Crespo  en  Aladrid,  ano  itótf.  Los  gavilanes 
y  el  guardamano,  cincelado;  el  pomo,  en  forma  de  cabeza  de  negro. 

Es  cuanto  puedo  decirle  sobre  esas  notas,  que  desde  luego  me  parecen 
de  interés  y  me  han  servido  para  deshacer  el  error  en  cjue  el  Conde  de 
Valencia  de  Don  Juan  cayó  al  hacer  el  catálogo  de  la  Armería,  suponien- 
do que  la  inscripción  antes  copiada  era  la  firma  de  un  armero  llamado 
Alcocer. 

wSiempre  su\"o  afectísimo  y  buen  amigo,  q.  1.  b.  1.  m., 

23  de  Enero  de  1919. 

José  M.  Florit. 


2b2  boletín  de  la  real  academia  de  la  histuria 

Its  de  Estado,  di  con  los  documentos  originales  que  constituían 
mis  notas  en  el  legajo  2.824. 

Aunque  en  alguno  de  los  documentos,  ahora  hallados  de  nue- 
vo, hay  referencias  á  las  primeras  gestiones  hechas  por  D.  Pedro 
Polo  de  Alcocer  para  que  se  le  adquiriese  la  que  él  llama  Anui- 
ría de  su  tío  D.  Juan  Manuel,  con  destino  á  la  Real  ó  de  Su  Ma- 
jestad, estas  gestiones  hay  que  deducirlas  del  texto  de  los  docu- 
mentos que  se  contienen  en  dicho  expediente.  El  primero,  con 
fecha  de  22  de  Septiembre  de  1 803,  y  dirigido  al  Caballerizo 
ma^'or  Marqués  de  Bélgida,  textualmente  dice  así: 

ExcMO.  Señor. — Señor:  En  virtud  de  la  orden  que  V.  E.  se  sirvió  comu- 
nicar al  Armero  mayor  de  S.  M.,  D.  Carlos  Montargis,  he  visto  y  recono- 
cido en  las  tardes  del  18  hasta  la  de  hoy  22,  la  Armería  ó  Colección  de 
espadas  antiguas  de  Toledo  una  por  una,  y  he  confirmado  su  calidad  y 
primor.  Yo,  señor,  la  tenía  estimada  en  más  valor  c^ue  el  que  le  da  Mon- 
targis, pues  S.  M.  mismo  sabe  por  una  espada  que  mi  difunto  tío  D.  Juan 
Manuel  de  Alcocer  le  presentó  y  se  dignó  admitir  siendo  todavía  Prínci- 
pe de  Asturias,  que  era  de  los  mejores  conocedores  de  armas  blancas  y 
uno  de  los  hombres  más  aficionados  y  partidarios  de  los  Armeros  anti- 
guos de  Toledo,  cuya  fábrica  se  acabó  á  la  entrada  del  siglo  xviii.  Deseo- 
so, no  obstante,  de  salir  de  ella,  se  la  ofrecí  á  S.  M.  por  la  mitad  de  su 
valor;  ó  no  debo  ni  quiero  retractarme;  pero  sí  ruego  á  \'.  E.  incline  la 
voluntad  del  Rey  nuestro  Señor,  á  cjue  se  acerque  al  valor  de  dichas  ar- 
mas, ó  para  Cjue  en  lugar  de  este  valor,  me  dispense  la  gracia  de  la  Pen- 
sión de  la  Orden  de  Carlos  III,  de  que  soy  caballero  supernumerario  des- 
de el  mes  de  Mayo  de  1792,  en  consideración  á  los  servicios  del  dicho 
mi  tío.  que  también  fué  caballero  de  la  propia  Orden  é  Intendente  del 
Buen  Retiro,  y  por  los  míos  hechos  en  la  Conquista  de  Menorca  de  1 782 
y  sitio  de  Gibraltar  hasta  la  paz,  de  Comisario  de  Guerra  de  los  Exérci- 
tos  V  oficial  de  la  Secretaría  del  Despacho  de  este  ramo,  hasta  Septiem- 
bre de  1792.  Una  ú  otra  gracia  recaerá  en  favor  de  unas  familias  y  vasa- 
llos á  cjuienes  la  suerte  ha  llenado  de  infortunios  y  ha  situado  en  estado 
de  indigencia. 

Nuestro  Señor  guarde  á  V.  E.  los  muchos  años  que  deseo. — Madrid, 
22  de  Septiembre  de  1803. 

Excmo.  Señor: 
B.  1.  }>t.  de  V.  E.  su  más  atento  servidor, 

Pedro  Polo  de  Alcocer. 
Excino.  Sr.  Marques  de  Bclgida. 


ADQUISICIONES    PARA    LA    REAL    ARMERÍA  263 

Esta  carta,  despucs  de  consultada  con  el  Rey,  motivó  una  Real 
orden  dirigida  por  el  Marqués  de  Bélgida  al  Ministro  de  Instado, 
D.  Pedro  Cevallos,  cuyo  tenor  era  el  que  sigue: 

ExcMO.  Señor:  Habiéndome  propuesto  D.  Pedro  Polo  de  Alcocer  (juc 
la  colección  selecta  de  espadas  antiguas  de  Tf)lcdo  y  otras  armas  que 
había  heredado  de  su  tío  D.  Juan  Manuel  Alcocer,  Intendente  que  fué  del 
Real  Sitio  del  Buen  Retiro,  y  tenía  de  venta,  estaba  pronto  á  enajenarla 
por  la  mitad  de  su  valor,  y  (]uc  por  su  mérito  era  digna  de  ocupar  un  lu- 
gar distinguido  en  la  Real  Armería  de  S.  M.,  dispuse  que  el  Armei'o  ma- 
yor honorario  D.  Carlos  Montargis  reconociese  y  me  informase  mesura- 
damente sobre  la  referida  colección,  y  habiéndolo  ejecutado,  resulta  se 
compone  de  las  piezas  que  indica  la  siguiente  nota,  asegurándome  al 
mismo  tiempo  que  es  sin  duda  la  única  colección  que  puede  encontrarse 
en  el  Reino  y  mu}'  digna  de  proponerse  á  S.  M.  para  la  Real  Armería, 
con  la  ventajosa  circunstancia  de  estar  convencido  el  interesado  á  cedei"- 
la  en  ?o.ooo  rs.  vn.,  valor  muy  equitativo  al  mérito  de  las  referidas  armas. 
En  consideración  á  todo  lo  hago  presente  á  V.  E.  acompañando  un  oficif) 
que  posteriormente  me  ha  dirigido  el  D.  Pedro  Polo  de  Alcocer,  para 
que  dando  de  ello  cuenta  á  S.  M.  se  sirva  resolver  lo  que  más  fuere  de  su 
Real  agrado. 

M.  El  Marofés  de  Bélgida. 
Exento.  Sr.  D.  Pedro  Cevallos. 


A  este  oficio  acompañaba  una  nota  que  decía: 


Razón  de  la  eoleeción  de  espadas  aniigiias  r  otras  armas  que  fueron  de 
Don  Juan  Manuel  de  Alcocer,  Intendente  que  fué  del  Real  Sitio  del  Buen 
Retiro. 

Setenta  y  tres  espadas  de  varias  dimensiones:  las  más  son  de  Toledo, 
de  los  mejores  autores,  y  algunas  alemanas  antiguas;  todas  con  guarnicio- 
nes, y  alguna  de  mérito  superior  en  sus  relieves  v  trabajos. 

Dos  sables  árabes,  el  uno  con  la  guarnición  de  relieve. 

Cinco  dagas. 

Un  hacha  de  desarmar,  con  relieves. 

Una  maza  antigua. 

Una  alabarda. 


204  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Una  escopeta  con  llave  de  rueda,  la  caja  con  figuras  y  ornatos  enibu- 
tidos.de  marfil. 

Vn  cañón  de  mosquete. 

I^n  modelo  de  un  cañón  de  Artillería:  cañón  de  metal  y  cui'eña  de 
madera. 

Un  modelo  de  mortero,  con  la  cureña  de  madera. 

Tres  broqueles,  el  uno  de  relieve  antiguo. 

Una  armadura  de  cuerpo  entero  con  un  cubre-testa  de  caballo. 

Al  margen  de  la  anterior  comunicación  de  oficio,  el  Ministro 
Cevallos,  de  puño  propio,  decretó  con  fecha  del  29  de  Septiem- 
bre: «Que  se  traigan  estas  armas  al  Escorial  para  que  S.  M.  las 
vea  y  resuelva  lo  que  sea  de  su  agrado». 

Pidió  en  nuevo  papel,  al  trasladarle  esta  resolución,  D.  Pedro 
Polo  de  Alcocer,  se  le  aclarase  si  el  envío  había  de  ser  á  su  costa, 
por  carecer  de  medios  para  verificarlo,  y  en  6  de  Octubre  se  le 
comunicó  por  medio  del  Marqués  de  Bélgida  «que  le  hiciese 
llevar  á  expensas  de  S.  M.» 

La  vista  y  el  reconocimiento  de  aquellas  armas  por  el  Rey 
Don  Carlos  IV  no  pudo  ser  más  satisfactoria  para  Polo  de  Alco- 
cer, pues  la  Colección  entera  le  fué  adquirida  por  los  20.000  rea- 
les en  que  la  ofreció,  y  aunque  después  del  tiempo  transcurrido 
y  las  varias  vicisitudes  que  la  Armería  Real  ha  corrido,  es  muy 
difícil,  como  en  su  carta  el  Sr.  Florit  expone,  individualizar  las 
armas  que  corresponden  á  este  lote,  entre  las  muchas  de  su  clase 
que  aquel  opulento  Museo  posee,  basta  la  rectificación  que  por 
una  de  ellas  se  hace  á  la  obra  ilustre  del  Sr.  Conde  de  Valencia 
de  Don  Juan,  para  reconocer  la  importancia  de  los  documentos 
transcritos. 

En  la  comunicación  de  Polo  de  Alcocer  al  Marqués  de  Bélgi- 
da del  22  de  Septiembre  de  1 803,  no  sólo  por  recompensa  del 
valor  de  las  armas  que  ofrecía  en  venta  á  S.  M.  solicitaba  la  gra- 
cia de  la  pensión  de  la  Orden  de  Carlos  III,  de  que  era  caballero 
supernumerario  desde  el  mes  de  Mayo  de  1 792,  sino  se  indica 
que  lo  era  también  su  tío  D.  Juan  Manuel,  de  quien  heredó  su 
armería.  En  efecto,  entre  las  pruebas  de  nobleza  que  por  aquel 
tiempo  tenían  que  hacer  los  agraciados  para  poder  ingresar  en 


ADQUISICIONES    PARA    LA    REAL    ARMERÍA  265 

dicha  Real  y  Distinguida  ( )rden,  aparece  como  caballero  pen- 
sionado D.  Juan  Manuel  Alcocer  y  Crespo,  del  Consejo  de  Su 
Majestad;  su  Secretario  é  Intendente  del  Real  vSitio  del  Buen 
Retiro,  desde  12  de  Noviembre  de  1789,  sino  de  D.  Pedro 
Polo,  simple  caballero^  desde  2  de  Diciembre  de  l/QÍ.  Tío  y 
sobrino  eran  naturales  de  la  villa  de  Tinajas,  en  el  Obispado  de 
Cuenca,  y  el  D.  Juan  Manuel,  que  había  nacido  en  29  de  Julio  de 
1732,  ganó  en  la  Real  Chancillería  de  Valladolid,  en  20  de  Sep- 
tiembre de  1786,  carta  ejecutoria  de  caballero  hijogalgo  notorio 
de  sangre,  como  décimo  nieto  paterno  de  Plernando  Díaz  de 
Alcocer,  á  quien  en  1436  armó  caballero  en  Alcalá  de  Henares 
á  presencia  del  Rey  Don  Juan  II,  su  Montero  Mayor  Diego  Hurta- 
do de  Aíendoza,  y  como  sexto  nieto  legítimo  también  por  la  línea 
recta  de  varón  de  D.  Antonio  Alvarez  de  Alcocer,  que  casó  con 
D.'''  Elvira  vSuárez  de  Toledo,  dueño  y  señor  de  la  villa  de  Villa- 
muela  y  regidor  perpetuo  en  el  estrado  y  banco  de  los  caballeros 
de  la  ciudad  de  Toledo. 

A  los  cuarenta  años  de  su  edad,  habiéndose  venido  á  ^Madrid, 
entró  en  el  servicio  del  Excmo.  Sr.  Conde  de  Floridablanca, 
primer  secretario  de  Estado,  obteniendo  vivienda  con  él  en  la 
parroquia  de  San  Martín,  plazuela  de  Doña  María  de  Aragón, 
donde  Floridablanca  tenía  su  casa  y  ministerio,  y  en  24  de  Junio 
de  1779  alcanzó  para  él  título  de  Secretario  de  S.  ]\I.  con  gajes 
y  casa  de  aposento,  pasando  á  la  Intendencia  del  Real  Sitio  del 
Buen  Retiro. 

Muy  joven  vino  á  su  calor  su  sobrino  D.  Pedro  Polo  de  Alco- 
cer, hijo  de  una  hermana  de  D.  Juan  Manuel,  el  cual  había  naci- 
do en  Tinajas  el  24  de  F'ebrero  de  1 762,  y  habiéndole  inclinado 
al  ejercicio  de  las  armas,  después  de  haber  prestado  los  servicios 
militares  que  representó  más  tarde  al  Caballerizo  mayor  del  Rey 
Don  Carlos  IV,  Marqués  de  Bélgida,  entró  de  Oficial 'de  la  Se- 
cretaría de  Estado  y  despacho  de  la  Guerra,  como  en  el  expe- 
diente del  Archivo  de  la  Orden  de  Carlos  III  atestiguan  el  Te- 
niente General  D.  Juan  del  Río  Estrada,  caballero  del  hábito  de 
Santiago,  gentilhombre  de  Cámara  de  S.  M.,  y  l'eniente  de  Ayo 
del  Príncipe   de  Asturias  D.  Fernando;  el  Mariscal  de  Campo 

TOMO    LXXIV  18 


266  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

D.  Antonio  Angosto,  Teniente  coronel  de  Artillería  y  Director 
general  del  Seminario  de  Nobles;  el  Coronel  D.  Lorenzo  de  la 
Hoz  y  otras  distinguidas  personas  de  análogo  rango  social.  El 
expediente  de  Polo  de  Alcocer  también  se  halla  en  el  expe- 
diente respectivo  de  la  Orden  de  Carlos  III,  en  el  Archivo  His- 
tórico Nacional. 

Academia,  viernes  24  de  Enero  de  19 19. 

Juan  Pérez  de  Guzmán  v  Gallo. 


DOCUMENTOS  OFICIALES 


COMISIÓN  PROVINCIAL  DE  MONUMENTOS  HISTÓRICOS 
Y  ARTÍSTICOS  DE  ZAMORA 

ExcMO.  Señor: 

Con  esta  fecha  ha  quedado  constituida  la  Comisión  provincial 
de  oNIonumentos  Históricos  y  Artísticos,  con  arreglo  al  Real  de- 
creto de  1 1  de  Agosto  último,  en  la  forma  siguiente: 

Presidente:  Sr.  D.  Rafael  Gras  Esteva,  Correspondiente  de  la 
Real  Academia  de  la  Historia. 

Vicepresidente:  Sr.  D.  José  Crespo  Alvarez,  Correspondiente 
de  la  Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando. 

Vocales:  Sr.  Presidente  de  la  Excma.  Diputación,  Sr.  Alcalde 
de  la  capital,  Sr.  Director  del  Instituto,  Sr.  Deán  de  la  Santa 
Iglesia  Catedral,  por  delegación  del  Excmo.  Sr.  Obispo;  vSr.  Ar- 
quitecto provincial,  Sr.  Arquitecto  municipal. 

Conservador:  Sr.  D.  Severiano  Ballesteros  Ortiz,  Correspon- 
diente de  la  Real  Academia  de  la  Historia. 

Secretario:  Sr.  D.  Federico,  de  Nicolás  y  Teijeiro,  Correspon- 
diente de  la  Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando. 

Al  tener  el  honor  de  ponerlo  en  conocimiento  de  V.,  E.  cum- 
plo el  grato  deber  de  ofrecerle,  en  nombre  de  Ta  misma,  su  deci- 
dido concurso  para  todo  cuanto  se  relacione  con  este  organismo 
y  al  propio  tiempo  el  testimonio  de  la  consideración  personal 
más  distinguida. 

Dios  guarde  á  V.  E.  muchos  años. 

Zamora,  i6  de  Octubre  de  1918. — El  Presidente,  Rafael  Gras. 

Excmo.  Sr.  Secretario  de  la  Real  Academia  de  la  Historia. 


268  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 


II 

COMISIÓN  PROVINCIAL  DE  MONUMENTOS  HISTÓRICOS 
Y  ARTÍSTICOS  DE  CÁCERES 

Don  Gustavo  Hurtado  y  ñluro,  Profesor  de  Dibujo  del  Instituto 
General  y  Técnico  de  las  Escuelas  Normales  de  Cáceres^  Co- 
rrespondiente de  la  Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fer- 
nando y  Secretario  de  la  Comisión  Provincial  de  Monumentos 
Históricos  y  Artísticos ^ 

CERTIFICO:  Que  en  el  libro  de  actas  de  la  expresada 
Comisión  de  la  provincia  de  Cáceres  hállanse  escri- 
tas, como  últimas,  las  dos  siguientes,  que  dicen  así: 

Sesión  extraordinaria  del  22  de  Octubre  de  igiS. 

Señores:  Previa  convocatoria  á  los  Correspondien- 

D.  Pubiio  Hurtado  y  Pérez,    |.gg       jg   residen  en  la  capital  é   individuos 

Correspondiente   de    las 

Reales  Academias  de  la    natos  quc   liau    de  componcr   la   Comisióu 

Historia  y  de  Bellas  Arles  •        •    i      i      -i  t  i      r^ '  ' 

de  San  Fernando.  provincial  de  Monumentcs  de  Caceres,  a  los 

IX  Emilio  Herreros  y  Este-    q^,g  gg  indicaba  el  objcto  de  la  reunión,  acu- 

ban,   Correspondiente  de 

la  Real  Academia  de  Be-    dieron  al  local  de  la  Comisióu  y  hora  de  las 

lias  Artes  de  San  Fernán-  .  .     , ,  .. 

do  y  Presidente  de  la  Di-    qumce,  en  el  día  amba.anotado,  los  señores 

putación  provincial.  11  1     '  1  i  ~ 

^  ^  expresados  al  marguen,  v  leído  por  el   señor 

!>.  Gustavo  Hurtado  y  Mu-  ^  s.  y  i 

ro,  Correspondiente  déla   Sauguino,  á  falta  del  que  viuo  siciido  Secre- 

Real  Academia  de  Bellas  •  ,    r-i        1  1  1         \  1    • 

Artes  de  San  Fernando.      tario,  cl  Reglamento  de  II  de  Agosto  ulti- 


■    Real  Academia  de  la  His-  ncs  de  Monumentos,  ocupódcsde  luego  la 

loria  y  Director  del  Museo  .        t-v      ti     i   i  •        r  t       i       1  r- 

provincial  de  Bellas  Ar-  prcsideucia    U.  Publio  liurtado,  como   Co- 

'^^'  rrespondiente  más  antiguo,  v  entró  en  fun- 

D.  Germán   Rubio,  Alcalde  ^  fe  ^ 

de  la  capital.  ciones  de  Secretario  el  que  firma  la  presente 

D.  Francisco  Perales,  Cura  ,  j      1         /^  1  •        i.  1         ' 

„       .    j   c    ,   \,    -  acta,  por  ser  de  los  Correspondientes  el  mas 

Regente  de  banta  Mana,  '    i  1 

Delegado  del  Prelado.  modemO 
D.  Manuel  Castillo,  Corres- 

pondientedeiaReai  Acá-        Procediósc  á   continuacióu  á   la  elección 

deniia  de  la  Historiay  Di-  ,  .  1         1.  ^  i  •       i-  i 

.»^t  .p\\  .,;,„»  r»n  de  cargos,  y  basto  que  alguno  indicara  el 

rector  del  instituto  Oene-  o        '    y  T.  Í3 

ral  y  Técnico.  nombrc   dcl   que  habría   de  desempeñarlo, 


DOCUMENTOS    OFICIALES  269 

respectivamente,  para  que  los  demás  asintieran  complacidos,  sin 
discrepancia. 

Quedaron,  con  esto,  elegidos: 

Presidente:  D.  Publio  Hurtado  y  Pérez. 

Vicepresidente:  D.  Emilio  Herreros  y  Esteban. 

Conservador:  D.  Juan  Sanguino  y  Michel. 

Secretario:  D.  Gustavo  Hurtado  y  Muro. 

Estos  señores  dieron  las  gracias,  y  acordóse  que  el  acto  reali- 
zado constara  en  acta  separada  de  la  que  tratare  del  despacho 
ordinario  en  que  iban  á  entender,  y  que  se  consignara  la  satis- 
facción de  todos  respecto  á  D.  Antonio  C.  Floriano,  que  había 
desempeñado  la  Secretaría,  á  quien  se  relevaba  por  sus  muchas 
ocupaciones  y  ser  incompatible  con  el  que  quedaba  elegido  Con- 
servador, por  pertenecer  ambos  á  la  misma  Academia. 

Dióse,  después  de  esto,  por  terminada  la  sesión,  de  lo  que 
certifico. — El  Secretario  accidental,  Manuel  Castillo.  (Rubrica- 
do.)— V.°  B.°:  El  Presidente  accidental,  Publio  Huj'tado.  (Rubri- 
cado.) 

Sesión  ordinaria  del  22  de  Octubre  de  IQIS. 

Así  que  dio  fin  la  sesión  extraordinaria  que  se  reseña  en  el 
acta  anterior,  y  en  posesión  de  sus  puestos  los  señores  que  habían 
sido  elegidos  para  los  distintas  cargos,  dióse  comienzo  á  esta  otra 
sesión  — á  la  que  asistieron  los  mismos  que  en  aquélla  se  men- 
cionan—  con  la  lectura  del  acta  correspondiente  al  10  de  Agosto 
de  este  año,  la  cual  fué  aprobada. 

Dirigió  luego  el  Presidente  cortés'  saludo  á  los  señores  Alcalde 
de  la  capital  y  delegado  del  Prelado,  que  asistían  por  vez  prime- 
ra á  las  tareas  de  la  Comisión,  y  estos  señores  respondieron  con 
finos  ofrecimientos. 

Como  en  el  acta  que  se  había  leído  se  trataba  de  la  visita 
hecha  á  Santa  María  con  motivo  de  obras,  de  la  cual  el  delegado 
dicho  es  Rector,  manifestó  este  señor  que  había  seguido  el  con- 
sejo de  los  Vocales  de  la  Comisión,  atendiendo  á  que  se  repara- 
ran los  hoyos  del  suelo,  pero  con  respeto  absoluto  para  las 
laudes. 


270  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

Dijo  también  que  el  retablo  del'altar  mayor  se  asentaba  sobre 
mármol  enmascarado  por  pintura,  que  él  quería  ver  en  su  prís- 
tino estado,  mas  que  los  ensayos  hechos  no  le  habían  dado 
buen  resultado,  y  pedía  consejo,  que,  por  lo  pronto,  no  se  le 
pudo  dar. 

Dióse  cuenta  de  que,  por  acuerdo,  se  había  preguntado  á  la 
Dirección  general  de  Bellas  Artes  si  se  había  resuelto  acerca  de 
la  petición  hecha  para  que  la  muralla  cacereña  quedase  bajo  la 
protección  de  la  ley  de  7  de  Julio  de  1911;  y  la  Dirección,  á  su 
vez,  vino  preguntando  si  se  había  derribado  en  la  parte  del  adar- 
ve de  Santa  Ana,  á  lo  que  se  contestó  que,  á  pesar  de  la  denun- 
cia de  un  Vocal  de  la  Comisión,  reiterada  ante  el  mismo  Minis- 
tro, y  del  informe  favorable  á  su  conservación  del  Académico 
Sr.  Mélida,  la  orden  al  Gobernador  para  que  se  suspendiera  el 
derribo  llegó  tarde,  cuando  la  demolición  se  había  efectuado,  tras 
titubeos  del  Ayuntamiento  y  transcurrir  más  de  medio  año  des- 
de la  demanda. 

Notició  el  Sr.  Sanguino  que  en  El  Cronista,  de  Serradilla,  de 
5  de  Septiembre,  D.  Víctor  Mena  escribía  acerca  de  una  piedra 
de  sacrificios  y  recinto  en  Robledillo  de  Trujillo,  análogos  á  los 
que  él  señaló  en  Mayoralguillo  de  Vargas,  como  puede  verse  en 
el  Boletín'  de  la  Real  Academia  de  la  Historia,  salvo  que  esta 
otra  piedra  tiene  su  pendiente  de  N.  á  S.,  como  la  del  Acebu- 
chal. En  el  mismo  periódico,  número  de  20  de  Agosto,  daba 
noticia  D.  Agustín  Sánchez  de  una  nueva  lápida  romana  apare- 
cida en  Las  Corchuelas,  dehesa  del  Conde  de  Trespalacios 
poco  distante  de  allí  (Serradilla).  La  copia  que  le  dieron  parece 
poco  exacta,  por  lo  que  no  se  pone  aquí,  y  espera  ver  la  piedra 
y  fotografiarla  dicho  señor.  Además,  del  Sr.  Mena  leyó  nuestro 
compañero  una  carta,  en  la  que  le  decía  que  las  armas  halladas 
en  Castillejo  (citado  en  su  artículo)  fueron  vendidas  como  co- 
bre viejo,  y  le  indica  otros  lugares  en  que  podrían  encontrarse 
antigüedades. 

Recordó  el  Sr.  Sanguino  que  hace  dos  años  transmitió  la  Co- 
misión á  la  Academia  de  la  Historia  noticias  algo  alarmantes  so- 
bre la  estabilidad  del  templo  romano  de  Talavera  la  Vieja,  ame- 


DOCUMENTOS    OFICIALES  27I 

nazado  por  las  filtraciones  del  lajo,  según  las  indagaciones  que 
aquélla  hizo  á  petición  de  la  Academia;  pero  habiendo  ido  allá 
un  técnico,  lice  que  el  monumento  no  peligra;  y  así  lo  ha  pues- 
to en  conocimiento  del  vSr.  Mélida  (que  habrá  de  informar)  nues- 
tro compañero,  agradecido  á  la  intervención  que  en  esto  ha  te- 
nido el  ingeniero  D.  José  (branda. 

De  la  Junta  para  ampliación  de  estudios  se  habían  recibido: 
la  Memoria  correspondiente  á  los  años  1916  y  IQI/  y  el  primer 
fascículo  en  que  trata  D.  Rafael  Mitjana,  en  «estudio  crítico-bi- 
bliográfico», de  Don  Fernando  de  las  Infantas^  Teólogo  y  Músi- 
co, obra  impresa  este  año;  de  la  Comisión  de  Monumentos  de 
Orense,  el  número  de  su  Boletín  de  Julio  y  Agosto,  y  del  de  la 
Academia  de  la  Historia,  el  último  cuaderno,  en  que  comienzan 
á  publicarse  las  actas  de  las  Comisiones  provinciales. 

Por  noticia  de  la  prensa  se  sabía  que  había  sido  nombrado  Co- 
rrespondiente de  la  Academia  citada  el  Deán  de  Plasencia,  se- 
ñor Polo  Benito. 

Como  hubiese  fallecido  el  Conserje  de  la  Comisión  y  del  Ins- 
tituto, se  pensó  en  quién  podría  sucederle  en  el  primer  cargo. 

El  Sr.  Castillo  felicitó  al  Alcalde,  representante  del  Ayunta- 
miento, por  el  acuerdo  tomado  de  dar  el  nombre  del  polígrafo 
Roso  de  Luna  á  una  calle. 

Díjose  que  un  profesor  de  la  Universidad  de  Madrid  tenía  por 
problemático  el  que  viniera  á  la  Biblioteca  provincial  el  legado 
de  libros  manuscritos  y  trabajos  inéditos  de  D.  Vicente  Paredes. 
No  se  dudó  de  esto,  habiendo  una  cláusula  testamentaria  termi- 
nante, y  se  consideró  el  perjuicio  que  se  hacía  á  la  usufructuaria 
de  la  casa  con  no  dejársela  libre  de  libros  y  antigüedades,  pen- 
diente todo  de  consultas  hechas  á  la  Superioridad,  llamada  á  re- 
solver. 

Manifestó  nuestro  Presidente  al  de  la  Diputación  que  sólo 
restaban  de  existencia  66  pesetas,  y  que  convendría  librara  éste 
la  asignación  del  año  ó  parte  de  ella,  á  lo  que  asintió. 

Iras  de  esto  se  levantó  la  sesión. — El  Secretario,  Gustavo 
Hurtado.  (Rubricado.)— V.°  B.°:  El  Presidente,  Puhlio  Hurtado. 
(^Rubricado.) 


272  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

Y  en  cumplimiento  del  art.  7.°  del  Reglamento  expido  la  pre- 
sente certificación  para  la  Real  Academia  de  la  Historia,  que  fir- 
mo en  Cáceres  á  30  de  Octubre  de  1018.  V:*^  B.°:  El  Presiden- 
te, Publio  Hurtado. 

El  Secretario, 

Gustavo  Hurtado. 


ni 

COMISIÓN  PROVINCIAL  DE  MONUMENTOS  HISTÓRICOS 
Y  ARTÍSTICOS  DE  ÁVILA 

Don  Fernando  Rodrígites  Giismdn,  Licenciado  en  Filosofía  y  Li- 
tras,  Oficial  del  Cuerpo  Facultativo  de  Archiveros.,  Biblioteca- 
rios y  Arqueólogos.,  Director  del  Museo  Provincial.,  Correspon- 
diente de  las  Reales  Academias  de  la  Historia  y  de  Bellas  Artes 
de  San  Fernando.,  Secretario  accidental  de  la  Comisión  de  Mo- 
numentos Históricos  y  Artísticos  de  la  provincia  de  Avila, 

CERTIFICO:  Que  el  acta  de  la  última  sesión  celebrada 
por  la  Comisión  de  Monumentos  de  esta  provin- 
cia dice  literalmente  lo  que  sigue: 

Señores  asistentes  ^^£j^  j^  ciudad  de  Avila,  á  doce  días  del 

Excmo     Sr.   D.   Bernardino 

de  Melgar  y  Abreu,  Mar-   mcs  dc  Novicmbrc  dcl  año  de  mil  novecien- 

qués  de  San  Juan  de  Pie-     .  i .  ,  i  i        ,  ^  i 

dras  Albas,  Académico  de   tos  dicz  y  oclio,  y  hora  de  las  cuatro  de  su 
Número  de  la  Real  Acade-  tarde,  reunidos  en  la  Biblioteca  provincial  v 

mia  de  la  Historia  (Presi-  ' 

<iente\  dcl  Instituto  general  y  Técnico,  en  sesión 

D.  Manuel  Sánchez  Ramos,  ,  ,  .  .        ,  ^  , 

Correspondiente  de  la  Real    extraordinaria,  los  scnores  que  al  margen  se 


expresan,  previa  citación  y  bajo  la  presiden- 


Academia  de  Bellas  Artes 
de  SjU  Fernando  (Vice- 
presidente accidental).  cia  dcl  Excmo.  Sr.  Marqués  de  San  Juan  de 

D.  Victoriano  Nieto  y  Fer-  tj-      i  a  11  A         j  '       •  j      "X^  ' 

nández,  Correspondiente  Picdras  Albas,  como  Academico  dc  Numero 

de  la  Real  Academia  de  ¿g  [g^  Historia,  con  rcsidencia  accidcntal  en 

Bellas  Artes  de  San  F'er- 

nando.  la  referida  capital,  con   el  fin  de  constituir 

D.  Félix  Braeado  é  Izquier-  1         1        /^  •    -^  1         -\  r  _<-„ 

A    1^  T       ■      T  tT     •  nuevamente   la   Comisión    de    Monumentos 

do,  u.  rrancisco  J.  Barnes 

y  Salinas,  D.  Jesús  Moii-  de  la  proviucia,  coii  aiTeglo  al  Reglamento 


DOCUMENTOS  OFICIALES  273 

ñero  y  i'ernández,  Corres-   aprobado  por  Real  clccreto  clcj  Ministerio  de 

pendientes  de  la  Real  Acá-     I.^st^^jcción    Pública   V   BcllaS  ArtCS  dC    II    de 
deinia  de  la  Historia. 

D.  Eriiiiio  González,  Arqui-   Agosto  dc  IQlS  y  procedcr  á  la  elección  de 

tecto  municipal.  ... 

D.  Guillermo  Hernández  de   cargos  que  cl  mismo  determina,  dio  princi- 

la  Magdalena,  Directordel     «Jq   |^   SCSiÓn   COn   la   Icctura   íntefrra   dc  la  re- 
Instituto.  '  ° 

D.FernandoRodriguezGuz-    fcrida    disposición   legal    por   cl   Sccretario. 

man,   Correspondiente  de      j-^,  ,  r     ^      ^    i  1      t  •         t^  ' 

las  Reales   Academias   de     Oída     qUC     tuC     esta,    cl     Sr.    BamCS    prOpUSO 

la  Historia  y  de  Bellas  Ar-   g^e,  para  formar  un  cabal  concepto  de  las 

tes  de  San  Fernando  (Se-      ^  i 

cretario  accidental).  funcioncs  quc  son  inherentes  á  estos  orga- 

nismos, así  como  para  ejercer  debidamente  cada  uno  las  faculta- 
des que  le  .son  propias,  era  necesario  que  cada  Vocal  poseyese 
un  ejemplar  de  dicho  Reglamento  y  del  de  la  ley  de  Excavacio- 
nes de  7  de  Junio  de  191 1,  toda  vez  que  la  simple  lectura  de  sus 
¡^receptos  no  bastaba  para  la  exacta  compenetración.  Se  acuerda, 
por  unanimidad,  solicitarlos  de  las  Reales  Academias. 

A  continuación  manifestó  el  Presidente  que,  siendo  uno  de 
los  objetos  principales  de  la  Junta  la  elección  de  cargos  á  que  se 
refiere  el  art.  3.°  del  vigente  Reglamento,  proponía  que  se  proce- 
diese á  ello,  en  la  forma  que  estimara  mejor  la  Comisión.  Pre- 
via propuesta  quedaron  nombrados  por  aclamación,  para  el  trie- 
nio 1919-1921,  los  señores  que  á  continuación  se  expresan: 

Presidente:  D.  Félix  Bragado  é  Izquierdo,  Correspondiente  de 
la  Real  Academia  de  la  Historia. 

Vicepresidente:  D.  Manuel  Sánchez  Ramos,  Correspondiente 
de  la  Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando. 

Conservador:  D.  Jesús  Molinero  y  Fernández,  Correspondien- 
te de  la  Real  Academia  de  la  Historia. 

Secretario:  D.  Fernando  Rodríguez  Guzmán,  Correspondiente 
de  ambas  Reales  Academias. 

A  propuesta  del  Sr.  Barnés  se  acordó,  por  unanimidad,  que 
constase  en  acta  la  satisfacción  con  que  la  Comisión  había  visto 
el  nombramiento  de  Académicos  de  Número  de  la  Real  Acade- 
mia de  la  Historia  á  favor  de  dos  individuos  de  su  seno,  tales 
son:  los  Excmos.  Sres.  Marqueses  de  Foronda  y  de  San  Juan  de 
Piedras  Albas,  y  que  se  comunicase  así  á  dicha  ilustre  Corpora- 
ción   y   á  los   interesados.    Este    último    señor    agradeció    este 


274  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

acuerdo  que,  por  su  parte,  rehusaría  por  estimarlo  inmerecido! 
pero  que,  teniendo  en  cuenta  que  comprende  á  otro  compañero 
muy  digno  de  ello,  se  somete  y  reitera  las  gracias  á  todos.  Por 
último,  el  Sr.  Bragado  propuso  que  se  diese  íntegro  traslado  á 
la  Excma.  Diputación  provincial  del  art.  1 7  de  la  nueva  disposi- 
ción, para  su  debido  cumplimiento  al  confeccionarse  los  nuevos 
presupuestos. —  No  habiendo  más  asuntos  de  qué  tratar,  se  le- 
vantó la  sesión,  de  la  que,  como  Secretario  accidental,  doy  fe. — 
Fernando  Rodríguez  Guzmán.  (Rubricado.) — B.°  V.°:  El  Mar- 
qués de  San  Juan  de  Piedras  Albas.  (Rubricado.)» 

Y,  en  cumplimiento  de  lo  que  dispone  el  art.  7.°  del  Regla- 
mento, expido  la  presente  certificación  para  la  Real  Academia 
de  la  Historia,  que  firmo  y  sello  en  Avila,  á  catorce  de  Noviem- 
bre de  mil  novecientos  diez  y  ocho.— B.°  V.°:  El  Vicepresiden- 
te, Manuel  Sánchez  Ramos. 

Fernando  RodrÍ(juez  GuzmAx. 


IV 

COMISIÓN   PROVINCIAL  DE   :\IONUMENTOS   HISTÓRICOS 
Y    ARTÍSTICOS   DE  JAÉN 

Copia  del  acia  de  consiiiución  de  la  Comisión  provincial. 

En  Jaén,  á  doce  de  Noviembre  de  mil  novecientos  diez  y  ocho, 
se  celebró  una  reunión  en  el  despacho  del  Sr.  Presidente  de 
la  Excma.  Diputación  provincial,  á  fin  de  constituir  la  Comisión 
provincial  de  Monumentos  Plistóricos  y  Artísticos  con  arreglo 
al  Real  decreto  y  Reglamento  de  14  de  Agosto  de  este  año. 

Presidió  el  Académico  más  antiguo  de  los  Correspondientes 
que  residen  en  esta  provincia,  limo.  Sr.  D.  I^uis  Enrique  Muñoz- 
Cobo,  de  la  Real  de  la  Plistoria,  que  había  convocado  al  acto. 

Asistieron:  el  Correspondiente  de  las  Reales  Academias  de  la 
Historia  y  Bellas  Artes  de  San  Fernando,  con  el  carácter,  ade- 


DOCUMENTOS    OFICIALES  275 

más,  de  Director  del  Museo  provincial  de  Bellas  Artes;  I).  Al- 
fredo Cazaban  y  Laguna;  el  Correspondiente  de  la  Real  ^Vcade- 
niia  de  Bellas  Artes,  citada,  D.  Cándido  Milagro  (jarcia;  el 
M.  I.  Sr.  D,  Saturnino  Sánchez  de  la  Nieta,  Deán  de  la  Santa 
Iglesia  Catedral,  en  quien  delegó  el  Revdmo.  Sr.  Obispo  Ad- 
ministrador Apostólico  de  la  Diócesis;  el  Presidente  de  la  Exce- 
lentísima Diputación  provincial,  D.  Rafael  Fantoni  Gómez;  el  Al- 
calde de  la  capital,  D.  Ricardo  Velasco  y  Pro;  el  Arquitecto 
provincial  y  á  la  vez  Arquitecto  diocesano,  D.  Justino  Palores  Lla- 
mas, y  el  Arquitecto  municipal,  D.  Agustín  Eyries. 

No  asistieron,  por  ausencia,  el  Correspondiente  de  la  Historia 
D.  Luis  Muñoz-Cobo  Arredondo;  el  también  Correspondiente 
de  la  Historia  y  á  la  vez  Director  interino  del  Instituto  General 
y  Técnico,  D.  Eduardo  Fernández  de  Rábago;  los  Correspon- 
dientes de  la  Real  Academia  de  Bellas  Arles  de  San  Fernando, 
Excmo.  Sr.  D.  José  del  Prado  y  Palacio  y  D.  Tomás  Román  Pu- 
lido, y  por  enfermedad,  el  Académico  Correspondiente  de  la  de 
la  Historia  D.  Félix  García  y  García. 

No  concurrieron  representaciones  de  Academias  oficiales  de 
Bellas  Artes  por  no  existir  ninguna  en  esta  capital. 

Leída  el  acta  de  la  última  sesión  de  la  Comisión  anteriormen- 
te existente,  el  Presidente  accidental  saludó  á  los  reunidos,  dan- 
do cuenta,  como  Secretario  accidental,  el  Académico  más  mo- 
derno entre  los  presentes,  Sr.  Milagro,  del  objeto  de  la  sesión  y 
disposiciones  oficiales. 

Seguidamente  se  procedió  á  la  elección  de  cargos,  que  dio  el 
siguiente  resultado: 

Presidoite:  limo.  vSr.  D.  Luis  Enrique  IMuñoz-Cobo,  Corres- 
pondiente de  la  Real  Academia  de  la  Historia. 

Vicepresidente:  D.  Cándido  Milagro  García,  Correspondiente 
de  la  Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando. 

Conservador:  D.  Alfredo  Cazaban  y  Laguna,  Correspondiente 
de  la  Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  San  P'ernando  y  de  la 
de  la  Historia. 

Secretario:  D.  Eduardo  Fernández  de  Rábago,  Correspon- 
diente de  la  Real  Academia  de  la  Plistoria. 


276  BOLETÍX    DE    LA.    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Los  expresados  señores  tomaron  posesión  de  sus  cargos,  dan- 
do las  gracias  por  su  elección. 

Después  se  adoptaron  los  siguientes  acuerdos: 

Primero.  Designar  al  Conservador  Sr.  Cazaban  para  actuar 
como  Secretai'io  en  esta  sesión,  por  ausencia  del  Secretario  elec- 
to Sr.  Fernández  de  Rábago. 

Segu?ido.  Designar  al  Académico  Correspondiente  de  Bellas 
Artes  de  San  Fernando  D.  Tomás  Román  Pulido  para  que  sus- 
tituya y  reemplace  al  Conservador  en  sus  ausencias,  enfermeda- 
des ú  ocupaciones  de  otra  índole. 

Tercero.  Proponer  á  la  Real  Academia  de  Bellas  Artes  de 
San  Fernando  que  sea  nombrado  Académico  Correspondiente 
el  limo,  y  Revdmo.  Señor  Obispo  de  Hamah,  Fr.  Plácido  Ángel 
Rey  Lemos,  Administrador  Apostólico  de  esta  Diócesis,  cuya 
cultura  y  competencia  en  materias  de  arte  es  meritísima  y  cuya 
colaboración  se  estima  altamente  necesaria. 

Cuarto.  Apoyar  el  acuerdo  del  Ayuntamiento  de  Baeza  pi- 
diendo que  sea  declarada  monumento  nacional  la  Casa  del  Pó- 
pulo, notable  edificio  de  la  época  del  Emperador  Carlos  V,  y  co- 
misionando al  Conservador  para  redactar  el  oportuno  docu- 
mento. 

Oiiiuto.  Interesar  de  la  Comisión  mixta  de  las  Reales  Aca- 
mias  que  se  sirva  apoyar  la  propuesta  de  Correspondiente  del 
expresado  Sr.  Obispo  Administrador  Apostólico. 

Sexto.  Reiterar  el  acuerdo  de  la  extinguida  Comisión  de  que 
sea  órgano  de  ella  la  Revista  de  arte  é  historia  Don  Lope  de  Sosa, 
que  dirige  el  Cronista  de  la  provincia  y  miembro  de  esta  Junta 
D.  Alfredo  Cazaban. 

Séptimo.  Publicar  en  el  Boletin  Oficial  de  la  provincia  el 
Real  decreto  y  Reglamento  de  14  de  Agosto,  con  una  circular 
llamando  la  atención  sobre  su  importancia  y  necesidad  de  'que 
todos  contribuyan  á  su  cumplimiento.  ' 

De  todo  lo  cual,  como  Secretario  accidental,  certifico. — 
V.o  B.°:  el  Presidente,  Miiuo:>Cobo. 

Alfredo  Cazabax. 


DOCUMENTOS    OKICJALfcS  277 


V 

COMISIÓN  PROVINCIAL  DE  MONI^MENTOS  HISTÓRICOS 
Y  ARTÍSTICOS  DE  FALENCIA 

Jc¿a  de  la  sesión  de  .,'  de  Diciembre  de  igrS. 

En  la  ciudad  de  Falencia,  á  tres  de  Diciembre  de  mil  nove- 
cientos diez  y  ocho,  previa  citación  en  forma,  se  reunieron,  á  las 
cinco  de  la  tarde,  en  el  despacho  del  Sr.  (lobernador  civil, 
D.  Pascual  Testor,  y  bajo  su  presidencia,  los  .Sres.  D.  García 
Muñoz  Jalón  y  D.  José  vSanabria,  Correspondientes  de  la  Acade- 
mia de  Bellas  Artes;  D.  Pantaleón  Gómez  Casado  y  D.  Nazario 
Vázquez,  Correspondientes  de  la  Academia  de  la  Historia;  el 
limo.  Sr.  D.  Ramón  Barbera,  Obispo  de  Falencia;  D.  Hermene- 
gildo Gandarillas,  Alcalde  de  la  capital;  D.  Eloy  Blanco,  Vice- 
director  del  Instituto;  D.  José  Avelino  Díaz,  Arquitecto  provin- 
cial; D.  Agustín  Blanquez,  Archivero-bibliotecario,  y  yo,  el  in- 
frascrito Secretario,  con  el  fin  de  constituir,  con  arreglo  al  nue- 
vo Reglamento  de  1 1  de  Agosto  de  1918,  la  Comisión  provincial 
de  Monumentos.  Excusó  su  asistencia,  cortésmente,  por  razones 
de  salud,  D.  Fernando  Monedero,  Correspondiente  de  San  Fer- 
nando y,  al  presente.  Vicepresidente  de  esta  Comisión. 

Flxpuesto  por  el  Sr.  Presidente  el  objeto  de  la  reunión,  yo, 
el  Secretario,  di  lectura  al  oficio  de  la  Comisión  mixta  de  ambas 
Academias,  de  fecha  diez  de  vSeptiembre  de  mil  novecientos 
diez  y  ocho,  por  el  cual  la  Academia  de  Bellas  Artes  nombra 
sus  Correspondientes  en  esta  ciudad  á  D.  Juan  Polanco,  D.  Gar- 
cía Muñoz  Jalón  y  D.  José  Sanabria.  Estos  dos  últimos  señores, 
que  se  hallaban  presentes,  fueron  declarados  en  posesión  de  sus 
cargos,  previas  muy  corteses  palabras  del  Sr.  (jobernador,  que 
tueron  recogidas  y  contestadas  con  elocuentes  y  sentidas  frases 
por  los  nuevos  Correspondientes. 

Di  asimismo  lectura  al  nuevo  Reglamento,  en  lo  que  toca  á  la 
organización  de  estas  Comisiones,  con  cuyo  motivo  el  Sr.  Pre- 
sidente, en  nombre  de  toda  la  Junta,  expuso  la  satisfacción  y  la 


278  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

viva  simpatía  con  que  ésta  recibía  en  su  seno  la  valiosa  coopera- 
ción del  Sr.  Obispo,  á  quien  declaró  en  posesión  de  su  cargo. 
El  Sr.  Obispo,  á  su  vez,  en  elocuentes  y  sentidas  palabras, 
manifestó  su  identificación  con  los  fines  de  esta  Comisión  y  su 
propósito  de  cooperar,  en  la  medida  de  sus  medios,  á  los  desig- 
nios de  esta  Comisión.  Iguales  formalidades  se  siguieron  y  en 
términos  parecidos  se  cumplió  el  acto  de  dar  también  posesión 
de  su  cargo  al  Sr.  Blanquez,  Archivero-bibliotecario.  Con  lo  cual 
se  dio  por  constituida  la  Junta  con  arreglo  al  nuevo  Reglamento, 
precediéndose,  acto  seguido,  á  la  lectura  del  acta  de  la  sesión 
anterior,  que  fué  aprobada. 

A  continuación  se  entró  en  el  despacho  de  los  asuntos  pen- 
dientes, que  comprendieron: 

i.°  Estado  económico. — El  estado  económico  de  la  Comisión, 
que  carece,  al  presente,  de  toda  clase  de  recursos  para  hacer 
frente  á  los  gastos  que  inevitablemente  se  producen.  Y  conside- 
rando que  no  tiene  otros  medios  para  lograrlos  que  las  consig- 
naciones que  haga  en  sus  presupuestos  la  Diputación  provincial, 
consignación  que  al  presente  ha  quedado  reducida  á  50  pesetas 
anuales,  se  acordó  recurrir,  en  la  forma  que  proceda,  á  la  Corpo- 
ración provincial  para  que  eleve  esta  consignación  á  la  cifra  con 
que  figuraba  hace  algunos  años:  á  2.000  pesetas  anuales,  apelan- 
do entretanto  á  la  Comisión  provincial  para  que  del  Capítulo  de 
imprevistos  libre  lo  necesario  y  posible  á  los  fines  más  perento- 
rios de  esta  Comisión  de  Monumentos. 

2.°  Iglesia  de  Villasirga. — Fué  informada  la  Comisión  y  es- 
cuchó con  aplauso  las  gestiones  realizadas  en  Madrid  para  que 
el  Gobierno  declare  Monumento  nacional  la  Iglesia  de  Santa  Ma- 
ría de  Villasirga,  mediante  el  informe  favorable  de  ambas  Aca- 
demias. Con  este  motivo  se  dio  conocimiento  de  los  buenos  pro- 
pósitos del  Ministro  á  la  sazón  de  Instrucción  Pública,  Sr.  Alba, 
en  una  carta  que  dirige  al  Sr.  Maura,  Presidente  del  Consejo, 
carta  á  que  yo,  el  Secretario,  di  lectura. 

En  conexión  con  este  asunto  se  dio  cuenta  de  cierto  descu- 
brimiento de  antigüedades  romanas  ó  iberas  heclio  en  Villasirga: 
de  cuevas  y  cenizales,  con  restos  de  vasijas  pintadas  y  decora- 


DOCUMENTOS    OFICIALES  279 

das.  Se  acordó  solicitar  del  descubridor  las  más  amplias  noticias 
para  mejor  conocimiento. 

3."  Antigüedades  romanas  de  Falencia. — Con  relación  al  des- 
cubrimiento hecho  frente  á  la  Cárcel  vieja  de  esta  ciudad,  duran- 
te el  verano  pasado,  y  con  ocasión  de  rebajar  el  pavimento  de  la 
vía  pública,  deudos  gruesos  muros  de  hormigón  paralelos  entre 
sí,  y  separados  apenas  dos  metros,  muros  que  se  siguen  en  una 
longitud  de  40  metros,  sin  que,  hasta  el  presente,  haya  podido 
conjeturarse  cuál  fuera  su  primitivo  destino  y  sin  que  pueda 
hacerse  hasta  ahora  otra  afirmación  que  la  de  corresponder, 
como  corresponden,  á  la  época  romana,  y  ofrecer,  como  ofrecen, 
las  huellas  y  señales  indudables  del  incendio  que  consumió  á 
Falencia  en  451,  por  mano  de  Teodorico,  se  acordó,  de  acuerdo 
con  el  Sr.  Alcalde,  que  se  hallaba  presente,  proceder,  de  l.°  de 
E^nero  en  adelante,  á  la  exploración  metódica  y  cuidadosa  de 
aquellas  ruinas,  bien  sea  con  recursos  de  la  Comisión,  si  los  tie- 
ne, bien  con  los  elementos  de  que  el  Ayuntamiento  dispone.  En 
tal  empresa  habrá  de  seguirse  principalmente  la  exploración 
de  una  bóveda  de  hormigón  que  se  descubre  y  recoger  la  ma- 
yor cantidad  posible  de  trigo  calcinado  que  entre  los  escombros 
existe,  dando  la  impresión  de  que  aquello  fuera  un  estableci- 
miento público,  por  su  magnitud,  y  de  abastecimiento  común, 
por  su  contenido. 

4.°  Baños  de  Cervato. — El  Sr.  Arquitecto  provincial  dio 
noticia  de  las  agresiones  de  que  está  siendo  objeto  de  parte  de 
los  muchachos  la  basílica  visigoda  de  Baños  de  Cerrato,  y  de  los 
desperfectos  que  el  monumento  sufre  apenas  reparado,  sin  que 
sean  parte  para  remediarlo  las  advertencias  y  solicitaciones  que 
se  han  hecho  cerca  de  las  Autoridades  y  del  INIaestro. 

La  Comisión,  lamentando  este  estado  de  incultura  agresiva, 
resolvió  intervenir  en  el  asunto,  proponiéndose  designar,  cuando 
sus  fondos  lo  permitan,  una  pequeña  retribución  á  persona  que 
pueda  de  cerca  ejercer  la  necesaria  vigilancia;  y  el  Sr.  Goberna- 
dor, por  su  parte,  anunció  su  propósito  de  oficiar  al  Alcalde 
para  que  ponga  su  autoridad  al  servicio  de  una  indispensable  ac- 
ción tutelar. 


2So  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

5.°  Archivos  de  Husillos  y  Lehanza. — Descubierto  reciente- 
mente en  el  Palacio  Episcopal  todo  ó  la  mayor  parte  del  archivo 
de  la  antigna  Abadía  de  Lebanza,  en  Pernia,  y  descubierto  tam- 
bién en  la  parroquia  de  Ampudia  el  copioso  é  ignorado  archivo 
de  la  no  menos  importante  y  antigua  Abadía  de  Husillos,  archi- 
vo éste  incorporado,  ahora,  por  disposición  del  Sr.  Obispo,  á 
los  fondos  que  se  custodian  en  su  palacio,  y  expuesta  la  tras- 
cendencia y  utilidad  que  el  estudio  y  publicación  de  ambos 
archivos  tendría  para  la  cultura  histórica,  toda  vez  que  ninguno 
de  los  analistas  é  investigadores  desde  el  siglo  xviii,  al  presente, 
hace  referencia  de  ellos,  el  Sr.  Obispo,  inspirándose- en  los 
más  altos  fines,  anunció  su  propósito  de  favorecer  el  conoci- 
miento y  catalogación  de  estos  documentos.  Para  lograrlo  acep- 
tó benévolo  los  ofrecimientos  que  hizo  el  Sr.  Blanquez,  especia- 
lizado en  estudios  paleográficos  de  sus  servicios,  proponiéndose 
^mbos  señores,  con  beneplácito  de  todos,  dar  feliz  remate  á  tan 
nobles  resoluciones. 

6.°  Elección  de  cargos. — Terminados  los  asuntos  pendientes 
se  procedió  á  la  designación  de  cargos,  según  dispone  el  Regla- 
mento; y  aceptando,  como  principio  de  régimen  interior,  la  pro- 
puesta del  Sr.  Blanquez,  para  que  D.  Ramón  Bardberá,  Obispo 
de  Palencia,  tuviera  el  carácter  de  Presidente  honorario,  la  Junta 
así  lo  acordó,  como  hecho  de  justicia. 

Después  de  lo  cual  fueron  designados:  D.  Fernando  ^Nlonede- 
ro.  Correspondiente  de  la  Real  Academia  de  San  Fernando, 
para  Presidente;  D.  Pantaleón  Gómez  Casado,  Correspondiente 
de  la  de  la  Historia,  para  Vicepresidente;  D.  José  Sanabria,  Co- 
rrespondiente de  la  de  San  Fernando,  para  Conservador;  Don 
Francisco  Simón  Nieto,  Correspondiente  de  la  de  la  Historia, 
para  Secretario. 

Y  no  habiendo  más  asuntos  de  qué  tratar,  se  levantó  la  sesión, 
de  que  certifico. — El  Secretario,  Francisco  Simón.  (Rubricado.) 
V.°  B.°:  El  Gobernador-Presidente,  Pascual  Testor.  (Rubricado.) 

(Es  copia.) 
El  Secretario, 

Fraxcisco  Simón. 


DOCUMENTOS    OFICIALES  28  I 


VI 


COMISIÓN   DE  MONUMENTOS  HISTÓRICOS  V  ARTÍSTICOS 
DE  LA  PROVINCIA  DE  ALMERÍA 

Don  Juan  Antonio  Martínez  de  Castro ,  Secretario  de  la  Comisión 
provincial  de  Monumentos  Históricos  y  Artísticos  de  Almería^ 

CERTIFICO:  Oue  el  acta  de  la  última  sesión  celebrada 
por  la  mencionada  Comisión  dice  literalmente  lo 
siguiente: 

Sesión  del  30  de  Sepíieinbre  de  iQlS. 

En  la  ciudad  de  Almería,  el  día  treinta  de  Septiembre  de  mil 
novecientos  diez  y  ocho,  siendo  las  cuatro  y  media  de  la  tarde, 
reunidos  en  la  sala  de  Profesores  del  Instituto  General  y  Técni- 
co los  señores  D.  Onofre  i\mat  García  y  D.  Fernando  Martínez 
Checa,  Correspondientes  de  la  Real  Academia  de  Bellas  Artes 
de  San  Fernando;  D.  Juan  Antonio  Martínez  de  Castro,  Corres- 
pondiente de  las  de  la  Historia  y  de  San  Fernando;  D.  Francis- 
co Jover  y  Tovar,  Correspondiente  de  la  de  la  Flistoria;  D.  Gabriel 
Callejón  Maldonado,  Director  del  Instituto- General  y  lécnico; 
D.  Rafael  Ortega  Barrios,  Canónigo  y  Fiscal  eclesiástico,  en  re- 
presentación del  Excmo.  y  Revdmo.  Sr.  Obispo  de  Almería;  don 
Enrique  López  RuU,  Arquitecto  provincial  y  diocesano,  y  D.Ju- 
lio Egea  López,  Arquitecto  municipal,  ocupó  la  Presidencia  el 
Sr.  Amat  García,  que  venía  ostentando  el  cargo  de  Vicepresi- 
dente de  la  Comisión,  y  después  de  saludar  con  afectuosas  fra- 
ses á  los  señores  Martínez  Checa,  Jover,  Callejón  ,  Ortega  y  Egea, 
que  por  primera  vez  concurren  á  la  Comisión ,  manifestó  que  el 
objeto  principal  de  esta  Junta  era  reorganizar  la  Comisión  con- 
forme á  lo  establecido  en  el  nuevo  Reglamento  de  1 1  de  Agosto 
último,  y  que  el  Sr.  Martínez  de  Castro,  que  venía  desempe- 
ñando el  cargo  de  Secretario,  daría  cuenta  de  lo  efectuado  en 
consonancia  con  las  nuevas  disposiciones. 

El  Sr.  Martínez  de  Castro  expuso  que,  en  cumplimiento  de  lo 

TOMO    LXXIV  19 


282  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

en  ellas  preceptuado,  se  habían  convocado  á  esta  reunión,  con  la 
debida  anticipación,  en  virtud  del  artículo  l.°,  además  de  los  se- 
ñores Académicos  Correspondientes  presentes,  á  D.  Diego  IMár- 
quez  y  Meler,  que  lo  es  de  la  de  Bellas  Artes  y  reside  en  ésta,  y 
á  los  de  la  Historia  D.  José  Bernabé  Soler  y  D.  Luis  Siret  Cels, 
residentes  en  Cuevas  de  Vera,  y  D.  Fernando  Palanques  Ayén, 
en  Vélez  Rubio;  no  constando  haya  en  la  provincia  ningún  Co- 
rrespondiente más. 

Por  lo  dispuesto  en  el  artículo  2.°  del  Reglamento  hoy  vigente 
se  ha  citado  á  los  seilores:  Presidente  de  la  Diputación  provin- 
cial; Alcalde  de  la  Capital;  Director  del  Instituto;  Obispo  de  Al- 
mería; Arquitectos  provincial,  municipal  y  diocesano,  que  son 
de  los  consignados  en  el  artículo  mencionado  los  que  en  ésta 
debían  ser  convocados.  De  ellos  asisten  los  que  al  principio 
constan;  siendo  el  representante  del  Sr.  Obispo,  no  sólo  para 
esta  sesión,  sino  permanente  en  la  Comisión,  según  oficio 
de  S.  E.  R.,  fecha  28  del  corriente,  del  que  se  dio  lectura.  Con- 
gratulóse la  Comisión  de  que  la  representación  de  S.  I.  haya 
sido  conferida  á  personalidad  de  tan  grandes  merecimientos 
como  concurren  en  el  Sr.  (ortega. 

Y,  finalmente,  teniendo  en  cuenta  lo  establecido  en  el  ar- 
tículo 4.°,  se  invitó  al  limo.  Sr,  Gobernador  civil  de  la  provincia 
por  si  quería  presidir  la  sesión. 

Cumplidos  los  trámites  reglamentarios  en  cuanto  á  las  perso- 
nas que  deben  formar  la  Comisión,  procedía  verificar  la  elección 
de  los  cargos  establecidos  en  el  artículo  3.°,  para  el  trienio  que 
terminará  en  30  de  Septiembre  de  192 1,  y  siendo  D.  Onofre 
Amat  García  el  Correspondiente  más  antiguo  — fué  nombrado 
en  30  de  Junio  de  1888 — siguió  ocupando  la  Presidencia,  pa- 
sando á  actuar  de  Secretario  el  Excmo.  Sr.  D.  Francisco  Jover, 
por  ser  el  de  más  reciente  nombramiento. 

Verificóse  la  elección  por  papeletas  para  cada  uno  de  los  car- 
gos, resultando  elegidos  por  siete  votos  á  su  favor  y  una  papele- 
ta en  blanco  cada  uno  los  señores  siguientes: 

Presidente:  D.  Onofre  Amat  García,  Correspondiente  de  la  de 
San  Fernando. 


DOCUMENTOS    OFICIALES  283 

Vicepresidente:  D.  Francisco  Jover  Tovar,  Correspondiente 
de  la  de  la  Historia. 

Conservador:  D.  Fernando  Martínez  Checa,  Correspondiente 
de  la  de  San  Fernando;  y 

Don  Juan  Antonio  Martínez  de  Castro,  Correspondiente  de  la 
de  la  Historia  y  de  vSan  Fernando,  Secretario;  proclamando 
acto  seguido  el  Sr.  Amat  para  los  respectivos  cargos  á  los 
expresados  señores,  quienes  los  aceptaron,  dando  las  gracias  á 
sus  compañeros  por  la  distinción  que  les  hacían. 

Volvió  á  ejercer  de  Secretario  el  Sr.  Martínez  de  Castro,  ma- 
nifestando que  la  Comisión  de  Monumentos  Históricos  y  Artís- 
ticos de  la  provincia  quedaba  constituida  en  esta  fecha  como 
sigue: 

Vocales  Académicos:  D.  Onofre  Amat  (jarcia.  Correspondien- 
te de  la  de  Bellas  Artes,  Presidente;  D.  José  Bernabé  Soler, 
Correspondiente  de  la  de  la  Flistoria,  residente  en  Cuevas;  D.  Fer- 
nando Martínez  Checa,  Correspondiente  de  la  de  Bellas  Artes, 
Conservador;  D.  Luis  Siret  Cels,  Correspondiente  de  la  de  la 
Historia,  residente  en  Cuevas;  D.Juan  Antonio  Martínez  de 
Castro,  Correspondiente  de  las  de  la  Historia  y  de  Bellas  Ar- 
tes, Secretario;  D.  Fernando  Palanques  Ayén,  Correspondiente 
de  la  de  la  Historia,  residente  en  Vélez  Rubio;  D.  Diego  Már- 
quez Meler,  Correspondiente  de  la  de  Bellas  Artes,  y  el  Exce- 
lentísimo Sr.  D.  Francisco  Jover  Tovar,  Correspondiente  de  la 
de  la  Historia,  Vicepresidente. 

Vocales  Jiatos:  Sr.  Presidente  de  la  Diputación  provincial,  se- 
ñor Alcalde  de  Almería,  Sr.  Director  del  Instituto  General  y 
Técnico,  Sr.  Obispo  de  Almería,  representado  por  el  Sr.  D.  Ra- 
fael Ortega  Barrios;  Sr.  Arquitecto  provincial,  que  es  también  el 
diocesano,  y  Sr.  Arquitecto  municipal. 

Reorganizada  ya  la  Comisión,  el  Secretario  dio  lectura  al  acta 
de  la  última  sesión  celebrada,  que  lo  fué  en  4  de  Marzo  de  1912, 
siendo  aprobada. 

A  continuación,  y  presentando  los  documentos  de  referencia, 
dio  cuenta  detallada  de  lo  tramitado  desde  aquella  fecha  hasta 
hoy,  acordándose  que  se  averigüe  si  está  ya  terminado  el  Cata- 


284  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

logo  monumental  de  la  provincia;  y  haber  visto  con  gran  satis- 
facción el  nombramiento  que  en  5  de  Febrero  de  1914  se  hizo  á 
favor  de  D.  Gabriel  Callejón  de  Vocal  representante  de  la  Co- 
misión en  la  Junta  Consultiva  é  Inspectora  de  Teatros,  y  ratifi- 
carlo, puesto  que  el  Sr.  Callejón  lo  ponía  á  disposición  de  la  Co- 
misión, sin  que  haya  que  expedirle  nuevo  nombramiento  para 
que  siga  desempeñándolo. 

Leyó  el  Sr.  Martínez  de  Castro  relación  de  los  impresos  reci- 
bidos por  él  como  Secretario  de  la  Comisión,  á  cuya  disposi- 
ción los  tiene.  Se  acordó  continúen  en  su  poder  hasta  que  en 
una  próxima  sesión  se  decida  sobre  la  instalación  definitiva  de  la 
Comisión. 

Después  dio  lectura  del  Reglamento  vigente  para  exacto  cono- 
cimiento de  los  demás  Vocales,  y  se  acordó,  visto  lo  dispuesto 
en  el  art.  17,  rogar  al  Sr.  Presidente  de  la  Diputación  mani- 
fieste qué  cantidad  aparece  consignada  en  los  actuales  presu- 
puestos para  esta  Comisión,  y  cuáles  se  nos  adeudan,  puesto 
que  no  se  ha  cobrado  nada  desde  que  falleció  el  anterior  Secre- 
tario, é  interesarle  que  en  los  próximos  se  consigne  la  mayor 
cantidad  posible,  para  el  mejor  desempeño  de  las  importantes 
funciones  confiadas  á  la  Comisión. 

Terminada  esta  parte  de  la  sesión,  el  Secretario  propuso  cons- 
tase en  acta  el' sentimiento  de  la  Comisión  por  el  fallecimiento 
del  que  fué  su  Vocal,  D.  Miguel  Soler  Márquez,  Correspon- 
diente de  la  Real  Academia  de  la  Historia,  en  Cuevas  de  Vera. 
Así  se  acordó. 

Seguidamente,  todos  los  señores  asistentes  se  ocuparon,  con 
el  mayor  interés,  de  cuánto  se  podría  realizar  en  cumplimiento 
de  nuestros  deberes,  si  se  contase  con  algunos  recursos  econó- 
micos, pero,  desgraciadamente,  de  nada  se  dispone,  ni  hay  que 
esperarlo,  dada  la  precaria  situación  por  que  atraviesa  la  Excelen- 
tísima Diputación  provincial,  que  á  todos  consta,  por  lo  que 
habremos  de  limitarnos  á  las  propias  fuerzas  de  los  Vocales,  de 
cuyo  entusiasmo  y  devoción  á  los  estudios  históricos  y  artísti- 
cos hay  que  esperar  lo  que  la  Comisión  vaya  realizando. 

Habló  D.  Enrique  López  Rull  de  la  falta  de  monumentos  en 


DOCUMENTOS    OFICIALES  285 

la  provincia,  exponiendo  su  opinión  de  que  aparte  la  Alcazaba  y 
la  Catedral  almerienses  y  algún  detalle  de  iglesias  de  la  capital, 
no  había  más  edificio  digno  de  mención  que  el  castillo  de  Vélez 
Blanco,  ya  expoliado  hace  años,  para  bochorno  de  la  cultura 
patria. 

Apuntó  el  vSecretario  su  creencia  de  que  se  requiere  un  dete- 
nido estudio  de  algunos  otros  edificios  más  ó  menos  ruinosos  y 
de  restos  arquitectónicos,  por  si  se  juzgasen  merecedores  de 
conservación. 

Se  dolió  el  Sr.  Martínez  Checa  de  la  falta  de  obras  artísticas 
que  pudieran  figurar  en  el  Aíuseo  que  la  Comisión  debe  procu- 
rar ir  formando,  y  con  este  motivo  se  acordó  que  dicho  señor 
y  el  Director  del  Instituto  hagan  las  averiguaciones  necesarias 
para  conocer,  con  exactitud  si  de  los  pocos  cuadros  que  se  cus- 
todian en  el  salón  de  actos  y  en  la  sala  de  Profesores  del  Insti- 
tuto, algunos  fueron  enviados  por  el  Ministerio  con  destino  al 
proyectado  Museo  provincial. 

Dio  esto  ocasión  á  que  se  tratase  de  los  cuadros  de  Alonso 
Cano  que  posee  la  Catedral,  indicando  el  Sr.  Jover  su  opinión 
terminante  de  que  no  es  de  aquel  insigne  artista  uno  de  los  que 
se  le  atribuyen. 

Varios  Vocales  hablaron  de  la  colección  de  pinturas  que  llegó 
á  reunir  el  docto  aficionado  D.José  de  Medina  y  Jiménez,  \"ocal 
que  fué  de  esta  Comisión  hace  muchos  años,  y  habiendo  mani- 
festado el  Secretario  que  tiene  entendido  se  habían  vendido  al- 
gunos cuadros  hace  tiempo ,  y  otros  se  encuentran  venales  en 
Nueva  York,  se  acordó  que  el  Sr.  Ortega,  que  tiene  relaciones 
de  amistad  con  el  heredero  del  inteligente  colector,  procure  ad- 
quirir cuantos  antecedentes  le  sea  posible  acerca  de  la  impor- 
tancia y  valor  de  la  colección  Medina  y  estado  actual  de  ella, 
trayendo  á  la  Comisión  detallada  noticia.  D.  Rafael  Ortega  acep- 
tó el  encargo. 

De  la  colección  de  epígrafes  arábigo-almerienses  formada  por 
el  citado  Sr.  Medina  dio  noticias  bibliográficas  el  Sr.  Presidente, 
y  la  Comisión  lamentó  la  pérdida,  que  según  el  Secretario  es 
casi  total,  de  tan  valiosos  elementos  para  la  historia  local  y  para 


286  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

la  general  artística  de  España,  si  bien  el  más  interesante  rendi- 
miento de  ella  no  se  ha  perdido  por  los  doctísimos  estudios  de 
I).  Rodrigo  Amador  de  los  Ríos.  El  Sr.  Martínez  de  Castro  hizo 
presente  que  en  una  oportunidad  consiguió  obtener  fotografías 
de  las  ocho  lápidas  que  restaban  completas. 

Eos  Sres.  Amat  y  Martínez  Castro  manifestaron  que  los  ob- 
jetos colectados  por  el  anterior  Secretario,  D.  Miguel  Ruiz  de 
Villanueva,  fueron  vendidos  por  su  dueño  la  mayor  parte  y  los 
restantes  por  su  viuda,  la  que  había  entregado  á  requerimientos 
del  Sr.  Martínez  de  Castro,  como  pertenecientes  á  la  Comisión, 
seis  vasijas  de  barro  primitivas  y  cuatro  romanas  y  dos  fusiles 
antiguos,  incompletos,  lo  que  estaba  á  disposición  de  la  Co- 
misión. 

Expuso  el  Secretario  que,  á  su  juicio,  si  era  difícil  por  la  falta 
de  recursos  formar  colección  de  obras  de  arte,  era  probable  que 
con  escaso  ó  no  mu}'  grande  dispendio  se  pudiera  reunir  de  im- 
portancia arqueológica ,  buscando  en  los  emplazamientos  de  Tu- 
raniana ,  Abdera ,  Murgis ,  etc. ,  donde  es  seguro  que  investiga- 
ciones bien  dirigidas  darían  provechosísimo  resultado. 

Rogó  también  el  Secretario  al  Sr.  Egea  López  que,  de  acuerdo 
con  el  Sr.  Alcalde ,  procurase  recoger  para  la  Comisión  tres  pie- 
dras con  epígrafes  latinos  que  constituyen  la  acera  de  la  casa 
número  13  de  la  calle  de  la  Viña,  en  esta  ciudad,  y  mandase 
buscar  en  el  depósito  municipal  de  materiales  de  construcción, 
por  si,  como  es  probable,  se  encontraran  fragmentos  de  lápidas 
árabes.  El  Sr.  Arquitecto  municipal  ofreció  hacerlo  con  todo  in- 
terés. 

Se  acuerda  se  practiquen  las  gestiones  que  se  crean  conve- 
nientes para  la  restauración,  en  lo  posible,  del  Archivo  de  la 
Comisión  y  fomento  de  su  incipiente  Biblioteca ,  así  como  para 
la  adquisición  por  donotivo  ó  en  depósito  de  objetos  para  el 
Museo  que  debemos  aspirar  á  instalar  cuanto  antes. 

Siendo  esta  sesión  de  reorganización  de  la  Comisión,  se 
acuerda  que  el  acta  correspondiente  sea  firmada  por  todos  los 
asistentes,  y  que  las  sucesivas  las  autoricen  nada  más  que  los 
Sres.  Presidente  y  Secretario,  entendiéndose  que  los  acuerdos 


DOCUMENTOS    OFICIALES  287 

(le  la  Comisión  tomados  reglamentariamente  serán  firmes,  cual- 
quiera que  sea  su  importancia  ó  trascendencia,  desde  el  mo- 
mento de  su  adopción,  sin  que  se  requiera,  por  tanto,  para  que 
tengan  tal  carácter  la  aprobación  del  acta  en  que  consten. 

Con  esto,  el  Sr.  Presidente  dio  por  terminado  d  acto.  —  Fir- 
mado: Onofre  Amat  (rúbrica);  Gabriel  Callejón  (rúbrica);  Fran- 
cisco Jover  (rúbrica);  Rafael  (ortega  (rúbrica);  Fernando  Muñoz 
Checa  (rúbrica);  Fnrique  López  Rull  (rúbrica);  Julio  Egea  (rú- 
i:>rica),  y  Juan  A.  Martínez  de  Castro  (rúbrica). 

Y  en  cumplimiento  de  lo  dispuesto  en  el  artículo  7.°  del  Re- 
glamento expido  el  presente  para  la  Real  Academia  de  la  His- 
toria, en  Almería,  á  nueve  de  Diciembre  de  mil  novecientos 
diez  y  ocho. — V.*^  B.°:  El  Presidente,  Aiiiat. 

Jtax  a.  Martíxkz  dk  Castko. 


VII 

SUBCOMI.SIÜX  DE  MON U:\IEXTOS  HISTÚRICO.S  Y  ARTÍSTICOS 

DE  MÉRIDA 

Don  Rafael  Pérez  del  Bosque,  Secretario  Je  la  Subcomisión  de 
Moiniuientos  Históricos  y  Artísticos  de  Mérida, 

CERTIFICO:  Oue  el  acta  de  la  última  sesión  celebrada 
por  la  Subcomisión  de  ^Monumentos  de  esta  ciu- 
dad dice  literalmente: 

Sesión  extraordinaria. 

coKcuKRENTEs  En  la  cíudad  de  Mérida,  á  las  trece  del 

1).  Manuel  Gutiérrez.  ^[^  g  ¿g  Diciembre  dc  1918,  reunidos  los 

U.  Juan  Francisco  Grajera. 

1).  Gasimiro  González.         individuos  quc  constituyen  la  Subcomisión 

1).  Maximiliano  Macías.  i      a  r  i   i       • 

1).  juanj.  González.  dc  .Monumentos  de  esta  población,  y  que  al 

D.Rafael  Pérez  del  Bosque,  margen  sc  cxprcsan,  con  el  fin  de  constituir 
aquélla  con  arreglo  al  nuevo  Reglamento  aprobado  por  S.  M.  el 
Rey  (q.  D.  g.),  el  1 1  de  Agosto  último,  se  procedió,  en  primer 


288  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

término,  á  designar  Presidente  y  Secretario  accidentales,  corres- 
pondiéndole  ocupar  el  primer  cargo  á  D.  Manuel  Gutiérrez 
Barrena,  y  el  segundo  á  D.  Rafael  Pérez  del  Bosque,  cumpliendo 
así  lo  preceptuado  en  el  art.  3.°,  párrafo  2.",  del  moderno  Regla- 
mento de  las  Comisiones  provinciales  de  Monumentos  Históri- 
cos y  Artísticos. 

El  Sr.  Secretario  dio  lectura  del  antedicho  y  vigente  Regla- 
mento, y  una  vez  que  fué  leído  totalmente,  se  procedió  á  cum- 
plir el  art.  3.°  en  lo  que  se  refiere  á  la  elección  de  cargos,  entre 
los  Correspondientes  de  ambas  Academias,  resultando  procla- 
mados, por  unanimidad,  para  el  trienio  de  1918-1921  los  seño- 
res siguientes: 

Presidente:  D.  Juan  Francisco  Gragera  Alvarado,  Correspon- 
diente de  la  Real  Academia  de  la  Plistoria. 

Vicepresidente:  D.  Juan  José  González,  Correspondiente  de  la 
Real  Academia  de  la  Historia. 

Conse7'vador:  D.  Maximiliano  Macías  Liañez,  Correspondiente 
de  la  Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando. 

Secretario:  D.  Rafael  Pérez  del  Bosque,  Correspondiente  de  la 
Real  Academia  de  la  Historia. 

El  vSr.  Presidente  accidental  hizo  constar  que  no  habiendo 
en  esta  Subcomisión  de  Monumentos  mas  que  un  individuo 
Correspondiente  de  la  Real  Academia  de  Bellas  Artes'  de  San 
Fernando,  los  cargos  de  Presidente  y  Vicepresidente  tienen 
que  recaer  en  Correspondientes  de  la  Real  Academia  de  la 
Historia. 

Acto  seguido  se  posesionaron  de  los  respectivos  cargos  los 
señores  elegidos,  expresando  todos  su  más  vivo  reconocimiento 
por  la  distinción  de  que  acababan  de  ser  objeto,  prometiendo 
todos,  en  honor  á  esta  deferencia  que  se  les  dispensaba,  redo- 
blar sus  entusiasmos  en  pro  de  estos  grandiosos  monumentos 
y  veneradas  reliquias  del  Arte,  fieles  testigos  de  la  civilización  y 
grandeza  de  pasadas  edades  que  la  superioridad  tiene  confiados 
á  esta  Subcomisión. 

De  común  acuerdo  se  convino  en  celebrar  Juntas  ordinarias 
los  días  15  de  cada  mes,  sin  perjuicio  de  reunirse  en  todas  aque- 


DOCUMENTOS    OFICIALES  289 

lias  extraordinarias  que  por  la  urgencia  ó  importancia  del  asunto 
á  resolver  así  lo  requiera. 

Últimamente,  el  Secretario  que  suscribe  dio  lectura  del  acta 
de  la  sesión  anterior,  la  cual  fué  aprobada.  Y  no  habiendo  más 
asuntos  de  qué  tratar,  el  Sr.  Presidente  levantó  la  sesión,  de  la 
que  yo,  como  Secretario,  doy  fe. — Rafael  Pérez  del  Bosque.  (Ru- 
bricado.)— V.°  B.°:  El  Presidente,  Juaíi  F.  Gragera.  (Rubricado,  i 

Y  en  cumplimiento  de  lo  que  dispone  el  art.  7.°  del  Regla- 
mento, expido  por  duplicado  la  presente  certificación  para  las 
Reales  Academias  de  la  Plistoria  y  Bellas  Artes  de  San  I'ernan- 
do,  que  firmo  y  sello  en  Mérida  á  once  de  Diciembre  de  mil  no- 
vecientos diez  y  ocho. — V.°  B.°:  El  Presidente,  Juan  F.  Crragera. 

Rafael  Pkre/í  del  Bosque. 
Exorno.  Sr.  Secretario  cíe  la  Real  Academia  de  la  Historia. 


VIII 

COMISIÓN  DE  MONUMENTOS  HISTÓRICOS  Y  ARTÍSTICOS 
DE  VALLADOLID 

Fr.  Diodor  o  J'aca  Gojizdlez,  O.  S.  A.,  Secretario  de  la  Couiisió» 
de  Monumentos  Histó?  icos  V  Artísticos  lie  la  provincia  de  Va- 
lladolidy 

CERTIFICO:  Oue  el  acta  de  la  última  sesión  celebrada 
por  la  Comisión  de  Monumentos  de  esta  provincia 
es  del  tenor  siguiente: 

Sesión  e.xtraordhiaria. 
D.  Casimiro  González  Gar-        A  las  diez  v  scis  del  día  Q  de  Diciembre 

cía-Valladolid,    Corres-,  o  -i  11  111       /"  •     ^ 

pendiente  de  la  Real  Acá-   ^^  IQlS,  reunidos  en  el  local  de  la  Cornisón 
demia  de  la  Historia,  Cro-   ¿g  Monumcntos  Históricos  y  Artísticos  de 

nista  de  la  ciudad  de  Va- 

i'a'^oii'í-  la  provincia  de  Valladolid  los  señores  que  al 

D.    Manuel    Diez   Saniurjo,  ,    -         ,  ...      . 

Correspondiente  de  la   margen  sc  expresan,  con  el  fin  de  constituir 
Real  Academia  de  Bellas   ¿sta  con  arrcglo  al  nuevo  Reglamento  apro- 


290 


BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 


Artes  (le  San  Fernamlo, 
Ingeniero  de  Caminos. 

1).  Juan  Agapito  Revilla, 
Currespondiente  de  la 
Real  Academia  de  Bellas 
Artes  de  San  Fernando, 
Individuo  de  número  de 
la  de  Bellas  Artes  de  Va- 
Uadolid,  Arquitecto  mu- 
nicipal. 

Excnio.  Sr.  D.  Eduardo  Oli- 
ver  Copons,  Correspon- 
diente de  la  Real  Acade- 
mia de  la  Historia,  Coro- 
nel de  Artillería. 

limo.  Sr.  D.  Narciso  Alonso 
Cortés,  Correspondiente 
de  las  Reales  Academias 
de  la  Historia  y  de  la 
Lengua,  Director  del  Ins- 
tituto General  y  Técnico, 
Individuo  de  número  de 
la  Academia  de  Bellas  Ar- 
tes de  Valladolid,  etcéte- 
ra, etc. 

R.  P.  l"r.  Diodoro  Vaca  Gon- 
zález. O.  S.  A., Predicador 
de  S.  .\1.,  Correspondien- 
te de  Las  Reales  Acade- 
mias de  la  Historia,  Sevi- 
llana do  Buenas  Letras, 
General  de  Ciencias,  Be- 
llas Letras  y  Nobles  Artes 
de  Córdoba  y  de  la  His- 
pano Americana  de  Cien- 
cias y  Artes  de  Cádiz,  et- 
cétera, etc. 

D.  Ramón  Núficz  Fernán- 
liez,  Correspondiente  de 
la  Real  Academia  de  Be- 
llas Artes  de  San  Fernan- 
do, Director  de  la  Escue- 
la de  Artes  y  Oficios. 

Excnio.  Sr.  I).  Calixto  Val- 
verde  y  Valverde,  Corres- 
pondiente de  la  Real  Aca- 
demia de  Ciencias  Mora- 
les y  Políticas,  Rector  de 
la  Universidad  Literaria. 

1).  Luis  González  Frades, 
Presidente  de  la  Acade- 
mia de  Bellas  Artes  de 
Valladolid  y  Catedrático 
de  la  Universidad. 

D.  Angei  Maria  Alvarez  Ta- 
ladriz,  Directordel  Museo, 
Catedrático  del  Instituto 
General  y  Técnico. 

D.  Santiago  Guadilla  de  la 
Serna,  Arquitecto  provin- 
cial. 


bado  por  S.  M.  (q.  D.  g.),  el  ii  de  Agosto 
último,  se  procedió,  en  primer  término,  á  de- 
signar Presidente  y  vSecretario  accidentales, 
correspondiendo  ocupar  el  primer  cargo  á 
D.  Casimiro  González  García- Valladolid,  Co- 
rrespondiente más  antiguo,  y  el  segundo  á 
D.  Ramón  Núñez  Fernández,  como  Corres- 
pondiente más  moderno.  Abierta  la  sesión, 
leyó  el  Sr.  Secretario  accidental  el  artícu- 
lo 3.°  del  nuevo  Reglamento,  en  el  que  se 
ordena  que  cada  Comisión  elija  un  Presi- 
dente, un  Conservador  y  un  Secretario  en- 
tre los  Correspondientes  de  las  Reales  Aca- 
demias de  la  Historia  y  Bellas  Artes  de  .San 
Fernando. 

Antes  de  proceder  á  la  votación  manifes- 
tó el  vSr.  Presidente  accidental  que,  inter- 
pretando el  deseo  de  todos  los  allí  reunidos, 
debería  nombrarse  Presidente,  por  aclama- 
ción, al  Excmo.  Sr.  D.  José  María  de  Cos  y 
Macho,  Cardenal  Arzobispo  de  Valladolid, 
pero  que,  atendiendo  á  las  reiteradas  instan- 
cias del  mismo  excelentísimo  señor,  que  ale- 
gaba sus  muchos  años  y  el  estado  delicado 
de  su  salud,  por  lo  cual  declinaba  este  honor, 
se  procedería  á  la  votación  de  cargos,  no  sin 
hacer  constar  en  acta  lo  mucho  que  deplo- 
raba no  poder  contar  con  la  hermosísima 
providencia  de  dicho  señor  Cardenal. 

Manifestó  igualmente  la  pena  que  les  pro- 
ducía tener  que  comunicar  el  fallecimiento 
de  tres  dignísimos  Vocales  de  la  Comisión 
de  Aionumentos,  los  Sres.  M.  R.  P.  Fr.  Tirso 
López  Bartón,  O.  S.  A.,  limo.  Sr.  D.  Policar- 
po  Mingoto  y  Tarazona  y  Excmo.  é  Ilustrí- 
simo  Sr.  D.  Antonio  Medina  y  Cañáis,  pro- 


DOCUMENTOS    OFICIALES  29 1 

poniendo  constara  en  acta  el  sentimiento  que  tan  triste  noticia 
causaba  á  la  Comisión. 

Procedióse  luego  á  la  elección,  resultando  proclamados,  por 
unanimidad,  para  el  trienio  de  1918-1921: 

Presidente:  D.  Casimiro  González  (jarcia- Valladolid,  Corres- 
pondiente de  la  Real  Academia  de  la  Historia,  Cronista  de  esta 
capital. 

Vicepresidente:  D.  Manuel  Diez  Sanjurjo,  Correspondiente  de 
la  Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando,  Ingeniero 
de  Caminos. 

Conservador:  D.  Juan  Agapito  Revilla,  Correspondiente  de  la 
Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando,  Arquitecto 
municipal. 

Secretario:  R.  P.  Fr.  Diodoro  Vaca  (iDnzález,  O.  S.  A.,  Corres- 
pondiente de  la  Real  Academia  de  la  Historia,  Profesor  en  el 
Real  Colegio  Seminario  de  Agustinos  Filipinos  de  Valladolid. 

Posesionados  de  sus  respectivos  cargos,  manifestaron  dichos 
señores  su  profundo  agradecimiento  por  la  distinción  de  que 
acababan  de  ser  objeto,  moviéndoles  esta  deferencia  á  cumplir 
con  el  mayor  celo  la  honrosa  comisión  que  se  les  confiaba. 

Seguidamente  la  nueva  junta  se  declaró  en  sesión  ordinaria,  y 
aprobadas  las  cuentas  del  año  1917  y  despachados  otros  asuntos 
de  interés  local  se  levantó  la  sesión. 

De  la  que,  como  Secretario  accidental,  doy  fe. — Ramón  Núñe"- 
Fernández.  (Rubricado.) — V.°  B.°:  El  Presidente,  Casimiro  Gon- 
zález García- Valladolid.  (Rubricado.) 

Y,  en  cumplimiento  de  lo  que  dispone  el  art.  7.°  del  Regla- 
mento, expido  la  presente  certificación  para  la  Real  Academia  de 
la  Historia,  que  firmo  y  sello  en  V^alladolid,  á  19  de  Diciembre 
de  1918. — V.°  B.°:  El  Presidente,  Casimiro  González  García-Va- 
lladolid. 

El  Secretario, 

Fr.  Diodoro  Vaca  González. 
Exento.  Sr.  Director  de  la  Real  Academia  de  la  Historia. 


NOTICIAS 


Durante  el  mes  de  Febrero  último,  la  Academia  ha  tenido  noticia  del 
fallecimiento  de  sus  Correspondientes  el  Vizconde  de  Castilho,  en  Lisboa, 
V  el  Sr.  Manuel  Vieira  Natiyidade,  en  Alcobaga  (Portugal);  del  excelentí- 
simo. Sr.  D.  Fermín  Calbetón,  Ministro  de  Hacienda,  en  Madrid;  de  don 
Odón  de  Apráiz,  en  Álava;  y  de  D.  Francisco  Aznar  y  D.  Manuel  García 
de  Otazo  y  Sivila,  en  Madrid  también,  y  de  D.  Emilio  Tapia  y  Ribas  }'  don 
Pedro  González  Maseda,   en  Lugo. 


Han  sido  elegidos,  en  el  pasado  mes  de  Febrero,  Académico  honorario, 
el  que  era  Correspondiente  en  Santiago  de  Ghile,  D.José  Toribio  Medina, 
y  Correspondientes,  los  Sres.  D.  Mario  Falcao  Espalter,  en  Uruguay 
(Montevideo);  D.Jesús  Gamió  Gutiérrez,  en  Méjico;  D.  Ricardo  Montes  v 
Romero,  en  Córdoba,  v  D.  Miguel  Bravo,  en  León. 


Por  haber  sido  nombrado  Canónigo  de  la  iglesia  catedral  de  Ceuta  ha 
trasladado  su  residencia  á  dicha  plaza  nuestro  Correspondiente  D.  Mi- 
guel Acosta,  que  como  tal  figuraba  en  Melilla. 


Con  motivo  de  haber  remitido  Fray  Luis  Martín  de  Vargas  al  excelen- 
tísimo Sr.  D.  F.  Passini  de  Passeyer  y  Castellanos,  Conde  de  Passini  Fras- 
soni,  en  Roma,  un  ejemplar  del  opúsculo  que  en  1892  publicó  en  Madrid 
el  Marqués  de  Laurencín,  con  el  título  de  La  patria  de  Colón,  según  los 
documentos  de  las  Ordenes  Jíí7/íares,e\  Conde  de  Passini,  Caballero  pro- 
feso del  hábito  de  San  Esteban,  ha  publicado  un  interesante  artículo,  en 
qne  se  formula  la  siguiente  pregunta:  Savona,  ^patria  de  Cristóbal  Colón: 

El  Conde  de  Passini  Frassoni  puntualiza  en  él  la  confirmación  que  re- 


NOTICIAS  293 

sulta  de  las  declaraciones  (¡ue  en  1540  hicieron  los  nietos  de  Cristóbal 
Colón,  D.  Cristóbal  y  D.  Diego  Colón  y  Toledo  Moñiz  de  Perestelo  y  Ro- 
jas, vecinos  deSanto  Domingo,  para  vestir  uno  y  otro  el  hábito  de  Alcán- 
tara, designando  como  sus  abuelos  á  Cristól)al  Colón,  natural  de  Savona, 
cerca  de  Genova,  y  D."'  Felipa  Moñiz  de  Perestelo,  natural  de  Lisboa, 
con  lo  que  se  dice  en  una  obra,  hoy  sumamente  escasa  y  rara,  impresa 
en  Roma  en  el  año  1697,  y  cuyo  título  es  .\  femar ¡c  d' Imoinini illustri  savo- 
nesi,  compendíate  da  Agustino  María  di  Aíonit,  prete  secutare,  en  cuyo 
tomo  I.  pág.  142,  el  autor  dice  que  «Cristóbal  Colón  llamó  Savona  á  una 
isla  por  él  descubierta,  como  recuerdo  de  su  patria»,  y  después,  en  la  pá- 
gina 362:  '^Cristoplioro  Colovtbo,  gloria  non  solo  di  Savona,  sua  patria,  ina 
di  tutta  la  Liguria^. 

Además  el  Conde  aduce  el  testimonio  de  otro  manuscrito  que  pertene- 
ció al  Marqués  Costa  de  Reaugirard,  titulado:  Origine  di  tutte  le  famiglie 
di  Genova,  tanto  nobili,  qiianto  non  nohili,  co7i  le  sue  arme  distinte,  con  suoi 
colori,  con  tin  discorso  sopra  la  nobillA  et  altre  notitie  di  Francesco  Maria 
Accinelli,  año  de  1740,  en  cuya  página  20  figura  el  linaje  Colombo,  y  se 
dice  que  trae  su  origen  de  Savona,  y  que  hay  en  España  descendientes 
de  Cristóbal  y  son  caballeros  de  calidad;  añadiendo  que  á  este  linaje  per- 
tenecieron Martín  v  Bartolomeo  Colombo,  que  en  138S  juraron  fidelidad 
al  Duíjue  de  Milán. 

Cuando  en  1892  salió  de  las  prensas  de  Ricardo  Fe  el  opúsculo  del 
Marqués  de  Laurencín,  La  Época  dio  por  terminado  el  pleito  del  lugar 
del  nacimiento  del  descubridor  del  Nuevo  Mundo  con  Jas  declaraciones 
de  sus  nietos  en  las  informaciones  para  los  hábitos  de  Alcántara  con  que 
se  honraron,  y  argüyó  acerca  del  patronímico  genovés  con  que  le  han  reco- 
nocido todos  los  escritores  antiguos  y  modernos,  no  á  que  fuera  nacido 
en  Genova,  ciudad,  sino  en  Genova,  estado:  de  modo  ciue  afirmando  el 
feliz  descubrimiento  del  Sr.  Marqués  de  Laurencín,  le  reconoció  como 
genovés,  de  Savona,  no  por  cercana  á  la  capital,  sino  como  perteneciente 
al  genovesado,  como  si  hubiese  nacido  en  Liria  ó  en  Gandía  y  podría 
haber  sido  tenido  por  valenciano,  no  de  la  propia  Valencia,  sino  de  una 
población  que  formaba  parte  de  aquel  antiguo  reino. 

El  descubrimiento  del  Mai-qués  de  Laurencín,  en  los  documentos  refe- 
ridos del  Archivo  de  las  Ordenes  Militares,  que  hoy  forma  parte  del  His- 
tórico Nacional,  ha  resuelto  de  una  manera  definitiva  y  conclu3rente,  des- 
de 1892,  la  cuestión  de  la  patria  de  Cristóbal  Colón,  glorioso  descubri- 
dor, con  los  españoles,  del  Nuevo  Mundo. 

En  la  sesión  del  día  3 1  de  Enero,  el  Correspondiente  Dr.  Yahuda  dio 
un  informe  verbal  mu}-  extenso,  no  solamente  del  estado  en  que  se  halla 
la  obra  Corpus  Hispanicum  Inscriptionum  se^niticarunt,  obra  insigne  que 


294  BOLETÍN'    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

fué  la  prcocupac¡(Sn  más  tenaz  del  P.  Fita  en  los  últimos  años  de  su  vida, 
después  de  haber  consagrado  gran  parte  de  ella  á  las  investigaciones  más 
afortunadas  para  realizarlo  y  de  haber  sido  uno  de  los  primeros  que  en 
Europa  y  todo  el  mundo  sabio  de  ambos  hemisferios  iniciaron  estos  es- 
tudios relativos  al  tantas  veces  secular  asiento  de  los  judíos  en  Espa- 
ña. El  Dr.  Yahuda  resumió  los  frutos  de  las  expediciones  que  con  este 
objeto  había  hecho  por  toda  la  Península,  incluyendo  en  ellas  á  Portugal, 
en  cuyas  expediciones,  además  de  las  inscripciones  sepulcrales  conme- 
morativas é  históricas,  estudió  de  nuevo  las  de  las  sinagogas  de  Toledo 
y  Córdoba,  la  mezquita  de  esta  última  ciudad  y  los  alcázares  de  Sevilla 
y  de  la  Alhambra,  habiendo,  al  mismo  tiempo,  registrado  muchos  archi- 
vos y  cuantas  relaciones  podían  ilustrarle  acerca  de  los  judíos,  que  se 
conservan  en  numerosas  poblaciones,  sinagogas,  convertidas  en  iglesias, 
edificios  públicos  y  particulares  y  cementerios.  Entre  estos  edificios  so- 
bresalen el  palacio  de  Samuel  Le  vi.  Consejero  del  Rey  Don  Pedro  I  de 
Castilla,  en  Sevilla;  la  casa  del  famoso  filósofo  Mosés  ben  Xahaman  Bo  ■ 
nastrum,  en  Gerona,  y  otros.  En  materia  de  documentos  habló  del  mismo 
modo  de  los  encontrados,  completamente  inéditos,  en  hebreo  y  aljamia- 
dos, españoles  y  árabes,  en  Barcelona,  Gerona,  Zaragoza,  Huesca,  Cala- 
tayud,  Tauste,  etc.,  con  datos  precisos  sobre  sus  aljamas  del  siglo  x  al  xiv. 

Para  poder  realizar  estos  trabajos  refirió  la  ayuda  que  había  recibido 
del  también  Correspondiente  Sr.  Baüer  y  Landaüer,  el  cual  renovó  su 
ofrecimiento  para  la  prosecución  de  tan  interesante  obra,  que,  cuando 
esté  terminada,  será  presentada  á  la  Academia. 

El  Dr.  Yahuda  fué  escuchado  con  interés,  y  la  Academia  acordó  dos  vo- 
tos de  gracias:  uno  para  él,  por  el  trabajo  que  realiza  y  sus  propósitos  de 
entregarlos  á  la  sabia  Corporación,  y  otro  al  Sr.  Bíiüer,  por  sus  generosos 
desprendimientos. 


Entre  las  obras  recientemente  presentadas  á  la  Academia  hay  que 
hacer  mención  especial  de  dos  de  suma  importancia.  La  primera  es  el 
ejemplar  de  la  tercera  edición  de  las  Crónicas  generales  de  España,  des- 
critas por  nuestro  Numerario  D.  Ramón  Menéndez  Pidal,  y  ahora  repro-. 
ducida  con  notables  enmiendas,  adiciones  y  mejoras;  la  otra  la  constitu- 
yen los  cinco  volúmenes  que  hasta  ahora  van  publicados  de  la  Historia 
de  la  Compañía  de  Jesús  en  la  asistencia  de  España,  escrita  por  el  P.  Anto- 
nio Astrain,  de  la  misma  Compañía. 

El  ejemplar  de  las  Crónicas  de  España  es  el  tomo  v  del  Catálogo  de  la 
Real  Biblioteca,  cuya  iniciativa,  debida  á  S.  M.  la  Reina  Regente  Doña 
María  Cristina,  en  1889,  y  secundada  con  infatigable  celo  por  el  Inten- 
deote  general  de  la  Real  Casa  y  por  el  Bibliotecario  mayor  de  S.  M.,  con- 
tinúa produciendo   interesantísimos  volúmenes  periódicamente  bajo   la 


NOTICIAS  295 

protección  y  á  costa  de  S.  M.  el  Rev  Don  Alfonso  XIII.  Por  mano  de  su 
Bibliotecario  mayor,  y  por  mandato  de  S.  M.,  la  Academia  ha  recibido  con 
suma  gratitud  obra  de  tanta  valía,  y  de  cuyo  mérito  nada  hay  que  decir 
después  de  cuanto  los  sabios  y  críticos  de  los  dos  mundos  han  escrito  de 
la  concienzuda  labor  del  Sr.  Mcnéndez  Pidal,  al  ])ul)licarse  su  i)rimoi  1 
edición  en  1898  y  la  segunda  en  1900. 

Respecto  á  la  Hisioria  de  la  Compañía  de  Jesús,  del  P.  Astrain,  por  hoy 
el  Boletín  se  limita  á  la  mera  noticia  de  su  remisión  á  este  docto  Cuer- 
po. Trabajo  crítico  de  más  importancia  ocupará  sobre  ella  las  páginas  de 
esta  publicación. 

El  Marqués  de  San  Francisco,  nuestro  Correspondiente  en  Méjico,  don 
Manuel  Romero  de  Torreros,  ha  publicado  un  nuevo  folleto,  el  ix  de  su 
colección,  con  el  título  de  Torneos,  inascaradas  v  fiestas  reales  en  la  Nueva 
España.  Precedidas  de  un  prólogo  muy  erudito  en  que  describe  lo  que 
son  torneos,  justas,  pasos  de  armas,  juegos  de  cañas,  corridas  de  sortijas, 
mascaradas,  corridas  de  toros,  fiestas  reales  y  demás  deportes  caballeres- 
cos de  la  España  antigua,  toma  de  varios  autores  las  relaciones  ú&  El  paseo 
del  pendón  en  1528,  en  la  que  fué  asiento  de  la  corte  del  Emperador  Mote- 
zuma;  los  Deportes  del  Virrey  Don  Luis  de  Velasco,  en  1550;  la  Mascarada 
de  Alonso  de  Avila,  en  1566;  las  Fiestas  del  bautizo  de  los  hijos  de  D.  Martín 
Cortés,  en  el  mismo  año  de  1566;  la  Afáscara  en  honor  de  San  Isidro,  en 
1 62 i;  las  Fiestas  de  la  consagracio')i  de  la  catedral  de  Puebla,  en  1649;  la 
Mascarada  con  motivo  de  la  dedicación  del  templo  de  Guadalupe  en  Querc- 
taro,  en  1680;  los  Torneos  y  Juegos  en  la  Jura  de  Fernando  VI  en  Méjico. 
en  1747,  y  la  Jura  de  Carlos  III  en  Pachuca,  en  1761.  Autores  de  las 
mencionadas  relaciones,  en  sus  libros  respectivos,  son  el  Dr.  Francisco 
Cervantes  de  Salazar,  Fray  Juan  de  Torquemada,  Juan  Suárez  de  Peralta, 
el  P.  Andrés  Pérez  de  Rivas,  S.  J.,  D.  Mariano  Fernández  de  Echeverría  y 
Veitia,  el  P.  José  Mariano  de  Abarca,  etc.,  y  entre  los  escritores  mejicanos 
modernos  D.  Joaquín  García  de  Icazbalceta.  Es  uri  folleto  muv  curioso. 

J.  P.  DE  G.  V  G. 

En  sesión  de  7  de  Febrero,  nuestro  compañero  Sr.  Beltrán  y  Rózpide 
presentó  á  la  Academia,  en  concepto  de  donativo  de  D.  Eduardo  Moreno 
Rodríguez,  un  ladrillo  visigodo  con  relieves,  procedente  de  El  Hoyo,  alde;i 
situada  al  S.  de  Belmez,  en  la  provincia  de  Córdoba.  El  ladrillo  mide 
0,34  m.  de  longitud,  0,27  de  latitud  y  0,05  de  grueso.  El  adorno  que 
destaca  en  bajorrelieve,  de  molde,  en  su  cara  principal,  consiste  en  dos 
palomas  cruzadas  dentro  de  un  círculo,  del  que  parten  hacia  los  ángulos 
del  recuadro  cuatro  hojas  de  yedra,  y  en  cuyos  intermedios  hay  cuatro 
estrellas  de  á  cuatro  puntas. 


296  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

La  Academia  recibió  con  singular  aprecio  este  notable  ejemplar,  que 
es  idéntico  á  uno  de  los  publicados  recientemente  en  el  Boletín  por 
nuestro  Correspondiente  Sr.  Romero  de  Torres  (i). 


En  una  de  las  últimas  Juntas  fué  presentada  á  la  Academia  una  Memo- 
ria titulada  N^utnancia  y  la  Medicina  en  la  Antigtia  Iberia,  escrita  por  el 
Dr.  D.  Mariano  Iñiguez  v  Ortiz,  médico  del  Hospital  de  Soria,  reciente- 
meute  nombrado  Correspondiente.  Es  esta  Memoria  un  trabajo  impor- 
tante, en  el  que,  tomando  por  base  los  descubrimientos  realizados  en  el 
sitio  en  que  existió  Numancia  y  subsisten  sus  ruinas,  se  discurre  con  bas- 
tante erudición  y  acierto  acerca  de  los  procedimientos  empleados  por 
los  iberos  para  la  curación  de  las  enfermedades.  Uno  de  ellos  fué  aquella 
antigua  costumbre  de  que  habla  Estrabón,  ya  practicada  por  los  caldeos 
y  seguida  por  los  españoles,  de  exponer  en  los  caminos  á  los  «enfermos 
lánguidos»,  para  que  si  algún  viandante  entendía  de  tales  enfermedades 
confiarlos  á  la  gracia  de  su  arte  médico;  y  el  Sr.  Iñiguez,  relacionando 
esa  costumbre  con  el  culto  rendido  por  los  iberos  al  sol,  de  cuya  acción 
benéfica  sentirían  los  efectos  aquellos  «enfermos  lánguidos»,  piensa  cjue 
ciertos  círculos  de  piedra,  considerados  por  alguno  de  los  descubridores 
de  las  ruinas  numantinas  (Mélida,  Excavaciones  de  Numancia,  1908)  como 
recintos  sagrados  ó  templos  al  aire  libre,  pues  que  de  otro  género  no  se 
han  descubierto  allí,  piensa  si  serían  expositorios  de  enfermos,  lo  que  no 
se  opone,  sino  que  conviene  al  destino  religioso  de  tales  recintos;  y  es  de 
notar  (jue  todos  éstos  se  hallan  en  la  vertiente  meridional  del  cerro  de 
Numancia.  Señala  asimismo  como  posibles  amuletos  de  virtud  curativa 
algunos  objetos  encontrados,' como  son  las  bolas  de  barro,  fundándose 
en  supersticiones  subsistentes;  )",  por  último,  estudia  los  instrumentos 
((uirúrgicos  de  piedra,  bronce  y  hueso  en  Numancia  descubiertos.  En 
todo  su  trabajo  el  Sr.  Iñiguez  aporta  observaciones  y  datos  para  la  histo- 
ria de  la  Medicina  en  España. 

Algunos  grabados  acrecientan  el  valor  de  esta  publicación. 

T.  R.  M. 


(i)  Boletín  de  la  Real  Academia  de  la  Historia. — Tomo  lxxiv,  pág.  135. 
La  reproducción  por  fotograbado  del  ladrillo  referido  se  halla  en  la  pá- 
gina 137- 


TOMO  Lxxiv  Abril,  1919  cuaderno  iv 


BOLETÍN 


!)E    I. A 


REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA 


INFORMES   OFICIALES 


I 

LA  IGLESIA  DE  LA  \'ERA-CRUZ  EX   SEGOVIA 

•  Habiéndome  sido  comunicada,  con  fecha  1 8  del  pasado  mes 
de  Febrero,  mi  designación  para  informar  acerca  de  la  comuni- 
cación que  dirige  al  Excmo.  Sr.  Director  de  la  Academia  el  Ex- 
celentísimo Sr.  Obispo  de  Segovia,  sobre  conveniencia  de  de- 
claración de  monumento  nacional  de  la  iglesia  de  la  Vera-Cruz 
de  aquella  capital,  en  cumplimiento  de  mi  encargo,  tengo  el 
honor  de  someter  á  la  consideración  y  aprobación  de  la  Acade- 
mia el  siguiente  proyecto  de  informe: 

«A  unos  dos  kilómetros  al  NO.  del  centro  de  Segovia,  y  den- 
tro de  su  término  municipal,  próximo  al  suburbio  de  San  ]\Iar- 
cos,  sito  á  la  derecha  del  río  Eresma,  y  no  lejos  del  pequeño 
pueblo  de  Zamarramala,  yérguese  en  un  recuesto  «un  santuario 
sin  culto,  solitario  y  misterioso,  donde  el  arqueólogo  y  el  poeta 
pueden  estudiar  y  soñar  de  consuno»  (l);  es  la  iglesia  en  lejanos 
días  dicha  del  Santo  Sepulcro,  y  poco  más  tarde,  de  la  Vera- 
Cruz,  y  vulgarmente  conocida  por  Los  Templarios. 


(i)     Lampérez:  Historia  de  la  Arquitectura  Cristiana  Española  en  la 
Edad  Atedia,  tomo  i  (Madrid,  1908),  pág.  499. 

TOMO  LXXIV  20 


298  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMJA    DE    LA    HISTORIA 

No  es  ciertamente  éste  un  monumento  desconocido,  antes 
bien  todo  lo  contrario.  Su  proximidad  á  Segovia,  la  despejada 
situación  en  que  tiene  su  asiento  y  lo  desusado  de  su  fábrica,  al 
exterior  bien  patente,  entre  otras  causas,  atrajeron  desde  mucho 
tiempo  ha  la  atención  de  historiadores,  artistas,  arqueólogos, 
viajeros  y  paseantes,  y  así  el  edificio  fué  muy  visitado,  descrito, 
estudiado  y  ponderado.  Colmenares,  en  el  siglo  xvii;  Bosarte, 
Gómez  de  Somorrostro,  Caveda,  Cuadrado,  Amador  de  los  Ríos 
y  Lampérez,  en  el  xix;  el  mismo  Lampérez,  Colorado  y  Lecea, 
en  el  xx,  entre  otros  escritores,  ocupáronse  más  ó  menos  exten- 
samente en  la  iglesia  de  la  Vera-Cruz,  en  su  descripción  y  en  su 
historia.  Desbrozado  así  el  camino,  fácil  es  la  gestión  de  la  Aca- 
demia á  los  efectos  del  informe  que  su  dignísimo  Correspondien- 
te el  Sr.  Obispo  de  Segovia  de  ella  solicita,  reducida  en  este  caso 
á  dictaminar  si  el  edificio  de  referencia  es  digno  ó  no  de  ser  ofi- 
cialmente inscrito  en  el  Catálogo  de  los  Monumentos  nacio- 
nales. 

Fué  en  el  reinado  del  Emperador  Alfonso  VII  cuando  pudo 
haber  tenido  principio  en  España  la  Religión  del  Temple  (l). 
En  Castilla,  «no  mucho  antes  de  II43»,  según  un  historiógrafo 
de  la  (3rden  (2),  tal  vez  antes  de  II40,  estaba  ya  afianzada  y 
pronto  contó  entre  nosotros  con  numerosos  templos  y  conven- 
tos. Venía  el  Emperador  favoreciendo  á  los  segovianos  en  pre- 
mio de  sus  servicios,  debido  en  parte  á  lo  cual  hubo  ya  de  co- 
brar Segovia  gran  importancia  por  aquel  entonces.  «No  repug- 
na á  la  razón  — dice  el  moderno  cronista  de  Segovia,  D.  Carlos 
de  Lecea  y  García — ,  antes  bien,  verosímil  parece,  según  estas 
indicaciones,  que,  arraigados  los  Templarios  en  Castilla  antes 
de  1 140,  fuera  entonces  cuando  adquirieron  el  término  suyo  de 
Miraflores,  arrabal  de  Segovia,  donde  andando  los  tiempos  sur- 


(i)  Rodríguez  Campomanes  (D.  Pedro):  Disscrtacloncs  /listdricas  de! 
Orden  y  Cavallcn'a  de  los  Templarios  (Madrid,  m.dcc.xlvii). —  En  el 
«Prólogo». 

(2)  López  (D.  Santiago):  Historia  v  tragedia  de  los  Templarios  (Ma- 
drid, 1 81 3). — Discurso  i.°,  pág.  38. 


LA    IGLESIA    DE    LA    VERA-CTUZ    EN    SEGOVIA  299 

gió  el  pueblo  de  Zamarramala.  No  es  recio  de  creer  tampoco  que 
su  amor  y  su  entusiasmo  por  la  Tierra  Santa,  teatro  de  sus  glo- 
riosas hazañas,  cuya  conquista  liahía  dado  origen  ;i  la  ( )rdcn  de 
Caballería  de  su  nombre,  los  sugiriese  el  noble  pensamiento  de 
erigir  á  la  vista  y  bajo  el  amparo  del  formidable  alcázar  sego- 
viano,  el  originalísimo  templo  que  les  recordara  de  continuo 
aquel  otro  donde  se  guardó  el  Sepulcro  adorable  del  Reden- 
tor» (l).  Cuanto  á  que  fueran  los  Templarios  los  fundadores  de 
la  iglesia  de  que  se  trata,  parece  fuera  de  toda  duda,  aunque  tan 
sólo  como  simple  creencia  acogió  la  noticia  el  cauto  y  bene- 
mérito Quadrado  (2).  Acerca  de  esto  la  tradición  es  constante 
en  Segovia;  afírmalo  sin  vacilaciones  el  historiador  Colmena- 
res (3)  y  corrobóralo  la  crítica  moderna,  después  de  examinar  y 
analizar  la  vetusta  y  curiosa  fábrica.  Pero  con  esta  firme  creen- 
cia, ó  más  bien  absoluta  certeza  moral,  hemos  de  contentarnos, 
sin  que  nos  sea  dable  pasar  más  adelante  en  ello,  pues  ni  Maria- 
na, ni  Argote  de  Molina,  ni  Rodríguez  Campomanes,  autores 
que  enumeran  y  mencionan  expresamente  muchas  de  las  pose- 
siones de  los  Templarios  en  España,  mientan  para  nada  este 
templo  de  la  Vera-Cruz,  ni  aun  hacen  con  tal  motivo  la  menor 
alusión  á  Segovia. 

No  es  tan  fácil  averiguar  la  fecha  de  la  edificación  del  templo 
y  si  éste  se  alzó  en  la  segunda  mitad  del  siglo  xii  ó  en  los  pri- 
meros años  del  xiii.  Sobre  el  particular  faltan  los  documentos  y 
se  han  dividido  las  opiniones,  debiendo  además  observarse  que 
la  cronología  de  los  monumentos  segovianos  de  aquella  época  es 
muy  dudosa  y  que  dista  aún  mucho  deestar  fijada  de  un  modo 
incontrovertible.  El  templo  recibió  primeramente  la  denomina- 


(i)  Informe  redactado  en  17  de  Enero  de  1902  y  dirigido  á  la  Comi- 
sión de  Monumentos  de  Segovia,  inserto  en  el  folleto  del  mismo  autor, 
titulado  Los  templos  antiguos  de  Segovia  (Segovia,  19 12). —  ]ld.  el  artículo 
ó  apartado  xvii:  La  Vera-Cruz  o' ios  Templarios,  pág.  76. 

(2)  Salamanca,  Avila  y  Segovia  (Barcelona,  1884),  pág.  637;  3.'^  parte- 
capítulo  V. 

(3)  Historia  de  la  insigne  civdad  de  Segovia...  (Segovia,  1637),  cap.  xix, 
párrafo  iv,  pág.  167. 


300  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

ción  del  Santo  Sepulcro,  por  haber  sido  fabricado,  según  se  vie- 
ne repitiendo  hace  siglos,  sobre  el  modelo  mismo  del  Sepulcro 
Santo  de  Jerusalén,  especie  acerca  de  la  cual  no  se  tardará  en 
volver.  Pero  si  no  consta  6í  año  de  la  erección  del  edificio,  cons- 
ta, en  cambio,  de  un  modo  fehaciente,  el  de  su  dedicación,  que 
se  verificó  el  día  13  de  Abril  del  año  1208  de  nuestra  era.  La 
inscripción  votiva  en  que  así  consta,  en  caracteres  de  la  época, 
abierta  en  una  lápida  que  existe  embebida  en  el  ijiterior  de  la 
iglesia  sobre  el  arco  del  Mediodía,  de  los  cuatro  que  sostienen  la 
fábrica  interior  del  sepulcro,  fué  mal  leída  por  Colmenares  (l), 
induciendo  á  error  á  algunos  de  los  que  le  siguieron.  El  insig- 
ne D.  José  María  Cuadrado  restituyó  la  verdadera  lección, 
que  es  como  sigue: 

Hec  sacra  fundantes  celesti  sede  locentur 

atque  suberrantes  in  eadem  consocientur. 

Dedicatio  ecclie  beati  sepulcri  idus  aprilis  era  mccxlvi  (2). 

Estos  ingenuos  versos  leoninos  tienen  todo  el  candor  propio 
de  la  Leyenda  áurea.  He  aquí  su  versión  al  romance: 

Los  que  han  erigido  este  templo  hallen  un  lugar  en  la  celeste 
Morada,  y  cuantos  por  bajo  de  él  discurran  (3)  únanse  allí  tam- 
bién á  ellos.  La  dedicación  de  la  iglesia  del  Santo  Sepulcro  tué 
el  día  de  los  idus  de  Abril  de  la  era  124Ó. 

Consagrada  ya,  pues,  la  iglesia,  en  su  interior  recinto,  y  en 
torno  del  simulado  sepulcro  que  allí  se  ve,  se  congregarían  los 
Templarios,  moradores  en  tierra  segoviana,  para  elevar  á  Dios 
sus  preces  y  cánticos  y  para  recibir  en  su  seno  á  sus  nuevos  her- 


ir) En  la  Historia  de...  Segovia...  cap.  xix,  párrafo  iv,  en  que  se  ocu- 
pó en  la  iglesia  de  la  Vera- Cruz. 

(2)  Puede  verse  esta  transcripción  de  Ouadrado  en  su  conocida  obra 
Salamanca,  Ávila  y  Segovia,  3.^  parte,  cap.  v,  pág.  638. 

(3)  La  razón  de  ser  de  esta  frase  estriba  en  la  estructura  del  templo, 
cuyo  recinto  central  está  dispuesto  en  dos  pisos  ó  plantas,  en  el  superior 
de  los  cuales  y  en  torno  del  sepulcro  se  reunían  los  Caballeros,  pudiendo 
circular  el  pueblo  por  el  piso  inferior  y  por  el  recinto  circundante. 


LA    IGLESIA    DB    LA    VEPA-CRUZ    EN    SEGOVIA  3OI 

manos.  Al  mismo  tiempo  era  la  iglesia  parroquial  del  arrabal  ó 
caserío  de  Miraflores,  y  siguió  siéndolo  hasta  la  erección  del 
templo  parroquial  de  Zamarramala. 

En  Í224  ó  1226,  el  Papa  Honorio  III  envió  á  los  Templarios 
de  Segovia  una  reliquia  de  la  verdadera  Cruz  del  Redentor,  que 
aquéllos  colocaron  devotamente  en  el  sagrado  edículo,  y  sobre 
ella  prestaban  juramento  y  pronunciaban  sus  votos  los  Caballe- 
ros al  ingresar  en  la  Orden.  En  razón  á  esta  reliquia  comenzó  á 
denominarse  el  templo  la  Vera-Cruz,  denominación  que  ya  con- 
servó en  adelante  (l).  Pacíficamente  poseyeron  los  Templarios 
aquel  lugar  de  oración  durante  algo  más  de  un  siglo,  hasta  la  tan 
sonada  abolición  de  la  Orden  del  Temple,  en  1 3 12,  por  el  Papa 
Clemente  V,  en  el  Concilio  general  de  Viena  del  Delfinado.  Se- 
cuestrados los  bienes  que  poseían  en  Castilla,  como  en  los  dis- 
tintos reinos  de  la  cristiandad,  retuvo  el  Rey  algunos  de  ellos  y 
cedió  otros  á  las  demás  Ordenes  de  Caballería,  ignorándose  qué 
suerte  cupo  por  el  momento  al  templo  de  la  Vera- Cruz  de  Sego- 
via. Pero  más  tarde  ó  más  temprano,  probablemente  en  el  mismo 
siglo  XIV,  el  edificio  y  Priorato  de  la  Vera-Cruz  pasó  á  poder  de 
la  religión  de  San  Juan,  formando  la  Encomienda  de  Miraflores, 
y  bajo  ella  siguió  en  culto  hasta  mediados  del  siglo  xvji,  en  que, 
por  propia  comodidad,  los  Priores  de  San  Juan  lo  trasladaron  á 
la  iglesia  de  Zamarramala,  que  de  arrabal  pasó  á  ser  aldea,  aun- 
que conservando  su  jurisdicción  eclesiástica  en  la  \  era-Cruz. 
Hacia  1663  el  templo  de  la  Vera-Cruz  quedó  abandonado  y  du- 
rante largo  tiempo  fué  albergue  abierto  á  viandantes  pordioseros 
y  á  ganados  transeúntes.  Por  los  años  1 846  tomóle  á  su  cargo 
la  Comisión  de  ^Monumentos  de  Segovia  y  le  hizo  objeto  de  sus 
cuidados,  dentro  de  la  gran  escasez  de  sus  recursos,  y  con  algún 
auxilio  pecuniario  de  la  Diputación  Provincial,  entablándose  ya 


(i)  En  la.iglesia  del  inmediato  lugar  de  Zamarramala  se  conserva  esta 
reliquia  de  la  Santa  Cruz.  Es  un  fragmento  del  brazo  derecho  como  de 
pulgada  y  media  de  largo,  y  está  contenido  en  una  cruz  de  plata  dorada, 
de  estilo  gótico,  y  adornada  con  perlas  que  regaló  el  mismo  Pontífice. 
(Madoz:  Diccionario  geográfico  de  España,  tomo  xvi,  artículo  «Zamarrama- 
la». (pág.  454.) 


302  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

alguna  gestión  para  que  el  Estado  lo  declarase  monumento  na- 
cional. La  jurisdicción  eclesiástica  del  templo  pasó  al  Prelado  de 
Segovia  cuando,  en  cumplimiento  del  Concordato  de  185 1,  se 
erigió  en  Ciudad  Real  el  Priorato  de  las  Ordenes  Militares. 

Penetrada  la  Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fernan- 
do de  la  importancia  de  la  iglesia  de  la  Vera-Cruz,  contribuyó 
por  los  años  de  1 872  con  algunas  cantidades  para  el  retejo  y 
alguna  otra  obra  de  necesidad  absoluta  en  el  antiguo  santuario, 
é  intervino  oficialmente  para  que  la  Comisión  provincial  de  Mo- 
numentos siguiera  teniéndole  á  su  cargo,  contra  las  pretensiones 
del  Párroco  de  Zamarramala,  que  retenía  las  llaves  desde  que  el 
templo  fuera  dependencia  de  la  Orden  de  San  Juan  de  Jerusalén. 

Constante  en  sus  propósitos  la  Comisión  segoviana,  en  Enero 
de  1902  confió  á  su  digno  Vocal  D.  Carlos  de  Lecea  y  García 
el  encargo  de  redactar  un  informe,  que,  en  efecto,  en  17  de  Ene- 
ro del  citado  año  evacuó  en  el  seno  de  aquella  Corporación,  in- 
forme en  que  ponía  de  relieve  el  excepcional  interés  de  la  ve- 
tusta fábrica.  Como  conclusión  de  este  escrito  afirmaba  su  autor 
que  el  edificio  merecía  la  consideración  de  monumento  artístico 
y  nacional,  y  que  las  Reales  Academias  y  el  Estado  sancionasen 
lo  que  el  común  sentir  de  arqueólogos,  artistas  y  eruditos  venía 
proclamando  de  luenga  fecha;  con  tanto  mayor  motivo,  cuanto 
que  su  buen  estado  de  conservación  y  el  pequeño  coste  de  algún 
ligero  retejo  no  habrían  de  ser  carga  pesada  en  el  correspon- 
diente presupuesto.  Aprobó  la  Comisión  el  informe  del  Sr.  Lecea, 
y  lo  elevó  en  el  mismo  año  1902  á  la  Real  Academia  de  San  Fer- 
nando, solicitando  la  declaración  de  monumento  nacional,  sin 
que  por  causas  ajenas  á  las  voluntades  de  todos  pasara  adelante 
el  asunto. 

Tal  es  lo  que  se  sabe  de  la  historia  del  edificio;  tales  son  las 
vicisitudes  por  que  ha  pasado,  y  tales  los  esfuerzos  hechos  por 
respetables  entidades  para  librarle  de  la  ruina.  Pero  la  Acade- 
mia cree  completar  este  informe  agregando  á  lo  ya  dicho  algu- 
nas consideraciones  que,  por  tocar  de  un  modo  directo  á  la  his- 
toria artística  de  España,  no  son  ajenas  á  su  Instituto,  indepen- 
dientemente de  que  la  Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fer- 


LA    IGLESIA    DE    LA    VERA-CKUZ    EN    SEGÜVIA  3O3 

nando  emita  su  dictamen,  si  ha  lugar  á  ello,  considerando  el  mo- 
numento desde  sus  peculiares  puntos  de  vista. 

Como  documento  notable  para  la  historia  del  Arte  arquitectó- 
nico en  España,  la  iglesia  de  la  Vera-Cruz  tiene  — ya  más  arriba 
quedó  insinuado —  gran  importancia.  Nadie  diría  hoy  de  ella  que 
es  de  estilo  gótico^  como  estampó  Bosarte  á  principios  del  pasado 
siglo  (I).  Templo  románico  es,  de  estilo  románico  absoluto,  según 
la  autorizada  opinión  del  Sr.  Lampérez  (2),  y  á  pesar  de  la  fecha 
de  la  consagración.  Pero  lo  que  más  interés  ofrece  y  le  diferen- 
cia realmente  de  los  demás  templos  románicos  segovianos  y  de 
los  numerosísimos  de  este  arte  que  aun  se  conservan  en  el  suelo 
español,  son  su  planta  y  su  trazado.  Ya  en  la  primera  mitad  del 
siglo  XVII  hizo  observar  Colmenares  que  su  fábrica  es  el  modelo 
mismo  del  Sepulcro  Santo  de  Jerusalén  (3).  El  monumento  res- 
ponde, en  efecto,  al  simbolismo  de  la  Alilicia  del  Temple,  que 
acostumbra  reproducir  en  sus  santuarios  la  rotonda  del  venera- 
do sepulcro  jerosolimitano,  erigida  en  680  por  arquitectos  si- 
rios (4).  Y  si  bien  es  cierto  que  Amador  de  los  Ríos  se  burló  de 
la  afirmación  de  Colmenares,  estudios  posteriores  muy  concien- 
zudos han  demostrado,  como  oportunamente  observa  el  Sr.  Le- 
cea,  que  Colmenares  estuvo  más  en  lo  cierto  al  hacer  aquella 
afirmación  que  Amador  de  los  Ríos  poniéndola  en  ridículo  (5). 
El  templo  segoviano  de  la  Vera-Cruz,  el  navarro  de  Eunate  y 
alguno  más  poco  tiempo  ha  descubierto  y  estudiado,  solas 
construcciones  de  este  género  que  se  conservan  en  España  (6) 
— ^aunque  comparadas  entre  sí  la  una  con  las  otras  ofrezcan 
profundísimas  diferencias — ,  así  lo  acreditan.  Sin  duda  la  repro- 
ducción de  la  basílica  jerosolimitana  que  aquí  se  hizo  (ya  lo  notó 


(1)  Viaje  artístico  á  varios  pudrios  de  España,  tomo  i   (Madrid   1804), 
página  42. 

(2)  Historia  de  ta  Arquitectura  cristiana  española  e7i  la  Edad  JMcdia..., 
tomo  I,  pág.  499. 

(3)  Historia  de...  Segovia...,  cap.  xix,  párrafo  iv,  pág.  167. 

(4)  Lampérez:  nt  supra,  pág.  500. 

(5)  Los  templos  antiguos  de  Segovia,  pág.  79. 

(6)  Colorado:  Segovia.  Ensayo  de  tena  critica  artística  de  sus  monumen- 
tos (Segovia,  1908). 


304  BOLETÍN    DE    LA     REAL    ACADEMIA    DE    LA     HISTORIA 

el  perspicaz  Quadrado)  no  sería  puntual,  sino  tan  aproximada 
como  se  pudiera,  pues  diminuta  y  toscamente  no  más  se  ensa- 
yaría al  tenor  de  la  relación  de  los  peregrinos,  según  se  hallaba 
en  el  siglo  xii,  durante  el  dominio  de  los  Cruzados  (l).  Pero, 
de  todos  modos,  la  implantación  de  aquel  tipo  de  orientalismo  en 
plena  meseta  castellana  vieja  hace  que  nuestro  monumento  tem- 
plario adquiera  no  escaso  y  manifiesto  valor. 

Un  ilustre  técnico  de  la  Arquitectura  y  miembro  numerario 
de  esta  Academia  de  la  Historia,  el  Sr.  Lampérez,  ya  arriba  nom- 
brado, realizó  hace  más  de  veinte  años  un  perfecto  estudio  del  tra- 
zado geométrico  del  monumento  (2),  cuya  planta  es  un  dodecá- 
gono con  tres  ábsides  semicirculares  adosados  al  Oriente,  y  una 
cuadrada  torre  agregada  al  S.E.,  y  dentro  del  cual  recinto  hay 
otro  interior  concéntrico  y  semejante,  que  representa  más  espe- 
cialmente el  edículo  del  de  Jerusalén.  De  la  estructura  y  distri- 
bución interna  del  edificio,  de  sus  particularidades  constructivas 
y  decorativas,  de  su  filiación  artística  é  índole  de  su  románico,  de 
su  comparación  y  conexiones  con  el  desaparecido  santuario  pari- 
sino del  Temple,  de  sus  influencias  mahometanas  y  parcial  mude- 
jarismo,  también,  pero  más  recientemente,  se  ocupó  con  mucha 
doctrina  el  mismo  Sr.  Lampérez  (3).  La  Academia  aporta  estas 
ideas  y  afirmaciones,  como  testimonios  de  la  gran  monta  del 
templo  de  la  Vera-Cruz  dentro  de  la  historia  de  nuestra  arquitec- 
tura medieval,  remitiéndose  cuanto  al  más  hondo  estudio  del 
elemento  artístico  retrospectivo,  á  lo  que  pueda  informar  á  la 
Superioridad  la  Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando. 
Reconoce,  en  fin,  esta  de  la  Historia,  con  el  Sr.  Lampérez,  que  el 
notabilísimo  templo  segoviano  de  la  Vera-Cruz  «es  un  monu- 
mento de  primera  importancia»,  y  que  «por  la  disposición,  por 
la  forma  y  por  el  trazado...  es  un   monumento  completo,  típico  y 


(i~)     Salamanca,  Ávila  \  Segovia,  pág.  638. 

(2)  La  Iglesia  de  los  Templarios  en  Segovia:  en  el  Boletín  de  la  Socie- 
dad Española  de  Excursiones,  tomo  vi,  núm.  62  (correspondiente  á  Abril 
de  1898),  pág.  36. 

(3)  Historia  de  la  Arquitectura  Cristiana  Española  en  la  Edad  Media^ 
tomo  I,  págs.  498  á  500. 


LA    IGLESIA    DE    r.A    VERA-CRUZ    EN    SEGOVIA  3O5 

Único  en  España  de  las  singulares  iglesias  de  los  Caballeros  Tem- 
plarios» (l).  Cree,  pues,  la  Real  Academia  de  la  Historia  que  pue- 
de accederse  á  lo  que  de  la  Superioridad  solicita  el  Kxcmo.  se- 
ñor Obispo  de  Segovia,  y  que  procede  declarar  monumento  na- 
cional á  la  por  varios  títulos  interesantísima  iglesia  de  la  Vera- 
Cruz,  que  se  alza,  desde  hace  más  de  siete  siglos,  en  las  afueras 
de  aquella  ciudad  castellana.» 

La  Academia,  no   obstante,  con  arreglo  á  su  superior  criterio, 
resolverá  lo  más  conveniente  y  acertado. 

Madrid,  7  de  Marzo  de  19 19. 

El  Conde   de  Cedillo. 


(i)      Vicie  uí  siipra,  págs.  498  y  500. 


INFORMES   GENERALES 


I 

LOS     ALMIRANTES    DE    ARAGÓN 

DATOS    PARA    SI)    CRONOLOGÍA 

La  importancia  grande  que  ya  en  el  siglo  xiu  tenían  los  asti- 
lleros marítimos  del  Señorío  de  Vizcaya,  la  excelencia  de  sus 
naves,  debida  á  la  habilidad  y  pericia  de  sus  naturales,  que  fue- 
ron acaso  primeramente  marinos  que  mercaderes  y  en  su  más 
antigua  presencia  en  el  tráfico  se  manifestaron  como  intermedia- 
rios, prestando  sus  navios  á  los  negociantes  de  otras  partes  (cual 
lo  hace  observar  con  atinado  fundamento  el  Sr.  Guiard)  (l),  ayu- 
dados por  las  ventajas  de  su  posición  geográfica,  hizo  del  Señorío 
emporio  comercial,  adonde  afluyeron  traficantes  extranjeros  y 
castellanos,  singularmente  los  burgaleses,  que  allí  tuvieron  asien- 
to y  preponderancia.  Debido  á  esta  causa,  á  fin  de  realizar  con 
éxito  el  noble  y  magno  designio  de  conquistar  Sevilla,  para  el 
logro  de  cuya  empresa  precisaba  la  construcción  de  una  escua- 
dra que  ayudara  por  el  Guadalquivir  la  acción  militar  terrestre, 
llamó  el  Rey  Don  Fernando  III  á  Ramón  Bonifaz,  comerciante 
burgalés,  ducho  y  experto  en  construcciones  navales  y  en  acha- 
ques de  navegación,  encargándole  que  formase  esta  escuadra  en 
los  puertos  de  la  mar  de  Vizcaya:  «-mandó  luego  á  tornar  á pi'isa 
á  que  fuese  á  guisar  naves  ¿galeras  á  Vizcaya  é  la  mayor  flota 
que  p odíese  é  mejor  guisada  é  que  viniese  con  ella  para  Sevilla-». 

(i)     Historia  del  Consulado  de  Bilbao. 


LOS  ALMIRANTES  DE  ARAGÓN  307 

Y,  en  efecto,  al  cumplir  su  propósito  y  al  aprontarse  á  la  an- 
siada conquista,  nombróle  el  Santo  Rey  ¡efe  supremo  de  aquella 
flota  (año  1 248),  con  rango  y  título  de  Almirante,  por  vez  prime- 
ra establecido  y  así  nombrado  en  nuestra  patria. 

Las  facultades,  jurisdicción  y  honores  de  los  .Almirantes  (pa- 
labra que  pretenden  y  afirman  viene  del  áralic  ainir-al-nta.,  emir 
ó  jefe  del  mar  ó  del  agua,  hombre  sediento  de  agua,  según  otros) 
y  sus  grandes  preeminencias,  consignadas  están  en  las  leyes  de 
las  Partidas;  dice  el  título  24,  ley  3/''  de  la  Partida  II: 


Qtcál  debe  seer  el  Alnitratiie  de  la  mar,  el  cdttio  debe  seer  fecho 
el  qué  poder  ha: 

«Almiral  es  dicho  a(iuel  que  es  cabdiello  de  todos  los  que  van  en  los 
navios  para  facer  guerra  sobre  mar;  et  ha  tan  grand  poder  quando  va  en 
la  flota,  que  es  así  como  hueste  mayor,  ó  en  el  otro  armamento  menor 
que  se  face  en  logar  de  cabalgada,  como  si  el  Rej'  nuestro  hi  fuese:  et  sin 
esto  debe  judgar  todas  aquellas  cosas  que  deximos  en  las  leyes  que  fablan 
de  su  oficio.  Et  por  este  poderío  que  ha  tan  grande,  debe  ante  seer  mucho 
escogido  el  que  quisieren  fecer  almiral,  catando  que  haya  en  sí  todas  es- 
tas cosas;  primeramente  que  sea  de  buen  linage  para  tener  vergüenza,  et 
desi  que  sea  sabidor  de  fecho  de  la  mar  et  de  la  tierra  porque  sepa  lo 
que  conviene  de  facer  en  cada  una  dellas,  et  que  sea  de  gran  esfuerzo,  ca 
esta  es  cosa  quel  conviene  mucho  para  cometer  et  facer  daño  á  sus  ene- 
migos, et  otrosí  para  apoderarse  de  la  gente  que  troxiere,  que  son  homes 
que  han  siempre  menester  justicia  et  grant  acabdellamiento;  et  otrosí 
debe  ser  mucho  granado  porque  sepa  bien  partir  lo  que  hobiere  con  aque- 
llos quel  han  de  ayudar  et  de  servir.  Et  como  quier  que  todos  los  homes 
hayan  placer  et  sabor  naturalmente  quando  les  facen  bien  et  les  dan 
buena  parte  de  lo  que  ganan,  mucho  lo  han  mayor  los  del  mar;  lo  uno  por 
la  grant  cuita  que  sufran  en  ella,  lo  al  porque  son  en  logar  que  non  pue- 
den haber  la  cosa  sinon  por  mano  del:  et  sobre  todo  le  conviene  que  sea 
leal  de  guisa  que  sepa  amar  et  guardar  al  señor  et  á  los  que  van  con  él; 
et  eso  mismo  de  no  facer  cosa  cjue  mal  le  esté.  Et  el  que  desta  guisa  fuere 
escogido  para  ser  Almiral,  cuandal  quisieren  facer  debe  tener  vegilla  en 
la  eglesia  como  si  hobiere  de  seer  caballero;  et  otro  día  debe  venir  antel 
rey  vestido  de  ricos  paños  de  seda,  et  hale  meter  una  sortija  en  la  mano 
diestra  por  señal  de  la  honra  quel  face,  et  otrosí  una  espada  desnuda  por 
el  poder  quel  da,  et  en  la  siniestra   mano  un  estandal  de  la  seña  de  las 


308  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

armas  del  rey  por  señal  del  acabdellamiento  quel  otorga.  Et  estando  así 
debel  prometer  que  non  esquivará  muerte  por  amparar  la  fe  et  por 
acrescer  la  honra  et  el  derecho  de  su  señor,  et  por  pro-  comunal  de  su 
tierra,  et  que  guardará  et  fará  lealmente  todas  las  cosas  que  hobiere  de 
facer  segunt  su  poder;  et  desque  todo  esto  fuere  acabado  desde  adelante 
ha  poderío  de  Almirante  en  todas  las  cosas  segunt  dicho  es.» 


P.XRTIDA  11,   TITULO  XXIII,   LEY  XIV 

Qiíc  cosas  so?i  pendones  et  acáiiias  maneras  son  del/os. 

<sEt  el  Almirante  mayor  de  la  mar  debe  llevar  en  la  galea  en  que  fue- 
re el  estandal  del  rey,  una  señal  cabdal  en  la  popa  de  la  galea  de  señal 
de  sus  armas,  et  todos  los  otros  pendones  que  troxiere  en  ella  puédelos 
aun  traer  de  su  señal,  porque  todas  las  otras  galeas  que  se  han  de  cab- 
dellar  por  él  conozcan  la  suya  en  que  él  va.  Mas  en  todos  los  otros  na- 
vios de  la  flota  no  debe  traer  señal  sinon  del  rey  ó  del  señor  que  mandó 
facer  el  armada,  fueras  que  el  cómitre  de  cada  galea  puede  llevar  en  ella 
un  pendón  de  su  señal,  porque  se  acabdielle  su  campaña  él  sepa  quál 
face  bien  ó  mal». 

Contestes  están  todos  los  muchos  escritores  que  han  tratado 
del  asunto,  apoyados  en  la  fe  y  el  testimonio  de  auténticos  do- 
cumentos, acerca  de  la  grande  importancia  y  alta  consideración 
que  mereció  siempre  el  precitado  cargo;  pretendían  algunos  tra- 
tadistas ser  superior  al  de  Condestable,  como  lo  afirma  Mosén 
Diego  de  Valera  cuando  dice:  «que  si  el  Condestable  y  el  Almi- 
rante son  de  igual  nobleza,  el  Almirante  ha  de  preceder  en  los 
lugares  públicos  por  cuanto  supone  á  mayor  peligro  peleando 
por  mar  que  por  tierra,  y  porque  el  Condestable  no  tiene  siem- 
pre el  oficio,  porque  no  siempre  hay  campo  ni  guerra,  y  armada 
la  ha  de  haber  siempre,  porque  no  es  cosa  que  se  hace  en  un 
momento  como  el  ejército;  y  así  tiene  el  Almirante  subditos  que 
le  obedezcan». 

Diego  de  Soto  y  Aguilar,  comentado  por  el  cronista  José 
Alonso  Guerra  (l)  consigna  que  «después  de  la  dignidad  de  Con- 

(i)     Biblioteca  Nacional,  manuscrito  11.764. 


LOS  ALMIRANTES  DE  ARAGÓN  3O9 

destable  entra  la  de  Almirante,  y  éste  también  es  oficio  y  cargo 
temporal  y  limitado;  muchos  ha  habido  que  han  contendido  so- 
bre cuál  sea  más,  ó  la  dignidad  de  Almirante  ó  la  de  Condesta- 
ble, y  no  hay  en  esto  que  porfiar,  pues  se  sabe  que  la  antigüe- 
dad del  oficio  (l)  y  la  asistencia  más  junto  á  la  persona  del  Rey 
y  los  privilegios  y  preheminencias  que  tiene  dan  mayor  testimo- 
nio de  su  prerrogativa». 

Y  más  adelante  añade:  «Es  el  oficio  del  Almirante  ser  Capi- 
tán general  en  el  mar  cuando  se  hace  guerra  con  armada;  allí 
tiene  el  mismo  señorío  que  el  Condestable  en  el  ejército  de  tie- 
rra y  todo  el  imperio  y  mando  y  justicia,  y  ha  de  ser  obedecido 
y  tenido  de  la  misma  manera». 

No  es,  á  la  verdad,  propósito  mío  el  de  ocuparme,  y  aun  menos 
ahondar  en  el  estudio  de  la  jurisdicción,  facultades,  vicisitudes  é 
historia  del  Almirantazgo  en  nuestra  patria;  mucho  se  ha  escrito 
y  glosado  dónde  poder  aprender  de  esta  materia.  El  propio  Rey 
Felipe  V,  que  suprimió  la  dignidad  de  Almirante  de  Castilla  y 
confirmó  la  de  Aragón  en  provecho  y  honor  de  D.  Juan  Antonio 
de  Palafox,  Marqués  de  Ariza,  en  I /O",  quiso  conocer  al  detalle 
cuanto  en  ello  se  hubiese  estatuido  y  legislado,  y  se  encomendó 
el  trabajo  á  un  jefe  de  la  Armada,  D.  Sebastián  de  la  Cuadra, 
quien  examinó  muchos  papeles  de  la  Casa  de  Contratación  de 
Sevilla,  redactando  un  informe  ó  apuntamiento   de  cien    folios 


(i)  El  de  Almirante,  como  hemos  visto,  lo  instituyó,  en  1248,  Fernan- 
do III  el  Santo,  en  cabeza  de  D.  Ramón  Bonifaz.  El  de  Condestable  de  ios 
Reinos  de  Castilla,  Toledo,  León  y  Galicia,  lo  creó,  en  1382,  el  Rey  Don 
Juan  I,  estando  en  Ciudad  Rodrigo,  para  las  guerras  de  Portugal,  á  favor 
de  D.  Alonso  de  Aragón,  Marqués  de  Villena,  Conde  de  Denia  )'■  de 
Ribagorza,  hijo  del  Infante  Don  Pedro  y  nieto  del  Rey  Don  Jaime  II  de 
Aragón.  La  misma  prioridad  tiene  en  Aragón  el  cargo  y  dignidad  de  Al- 
mirante sobre  el  de  Condestable.  Ostentó  ac^uélla,  en  1264,  el  Infante  Don 
Pedro  Fernando,  hijo  del  Rey  Don  Jaime  I;  no  fué  creada  la  condesta- 
blía  hasta  en  1379  por  Don  Pedro  IV  para  su  hijo  Don  Martín. 

En  Navarra  fué  nombrado  el  primer  Condestable  por  Don  Juan  II,  en 
1455,  siéndolo  Mosén  Pierres  de  Peralta,  hijo  del  Infante  Don  Pedro  y 
nieto  de  Carlos  II,  de  aquel  Reino. 

Vemos,  pues,  que  la  institución  del  Almirante  fué  en  todos  los  Reinos 
de  España  muy  anterior  á  la  de  Condestable. 


3IO  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

cumplidos,  encuadernado  en  un  volumen  en  pergamino  que  para 
en  la  Biblioteca  Nacional  (l),  donde  puede  ser  consultado  con 
fruto  por  los  estudiosos  ó  interesados  en  este  linaje  de  disquisi- 
ciones. 

Y  por  lo  que  respecta  á  los  Almirantes  de  Aragón  en  sus  fun- 
ciones y  derechos,  ahí  están  las  Ordenanzas  Navales  de  la  Co- 
rona de  Aragón  (2),  donde  van  especificadas  al  detalle. 

Sí  conviene  hacer  constar  que  á  raíz  de  la  creación  del  cargo 
de  Almirante,  y  aun  muchos  años  después,  le  proveyeron  los  Re- 
yes á  las  veces  por  indicación  de  las  Cortes  ó  Parlamentos,  con 
sumo  cuidado  y  diligencia,  en  personas  las  más  aptas  y  capaci- 
tadas para  desempeñarlo  con  éxito,  de  reconocidos  talentos  mi- 
litares, ó  de  hábiles  políticos,  á  quienes  facultaban  para  nom- 
brar, cuando  los  mismos  Monarcas  no  lo  hacían,  otros  Almiran- 
tes adjuntos  en  quienes  descuidar  los  afanes  y  trabajos  de  la  mar, 
sin  robarles  tiempo  y  desvelo  para  sus  altas  misiones  guerreras 
ó  diplomáticas. 

«Algunos  de  los  Reyes  de  Castilla  tuvieron  á  un  tiempo  mismo 
dos  y  tres  Almirantes:  el  uno  tenía  á  cargo  las  galeras,  y  el  otro, 
los  navios.  Esté  sabido  esto  para  quitar  confusión  y  que  se  guar- 
dó esta  costumbre  hasta  los  tiempos  del  Rey  Don  Alonso,  el  últi- 
mo, que  no  tuvo  mas  que  un  Almirante  de  navios  y  galeras,  y 
que  hicieron  lo  mismo  los  Reyes  que  le  sucedieron»,  dice  Sala- 
zar  de  Alendoza  (3). 


(i)     Manuscrito  17.789. 

(2)  Ordenanzas  de  las  Armadas  Navales  de  la  Corona  de  Aragón, 
aprobadas  por  el  Rey  Don  Pedro  I\',  año  de  mcccliv.  Van  acompaña- 
das de  varios  edictos  y  reglamentos,  promulgados  por  el  mismo  Rey, 
sobre  el  apresto  y  alistamiento  de  Armamentos  Reales  y  de  particulares, 
sobre  las  facultades  del  Almirante,  y  otros  puntos  relativos  á  la  navega- 
ción mercantil  en  tiempo  de  guerra.  Copiadas  por  D.  Antonio  de  Capma- 
ny,  con  orden  de  S.  M.,  del  Archivo  del  Maestre  racional  de  Cataluña  y 
del  Real  y  general  de  la  Corona  de  Aragón,  y  vertidas  literal  y  fielmente 
por  el  mismo  de  idioma  latino  y  lemosino  al  castellano,  con  inserciones 
de  los  respectivos  textos  originales  de  cada  instrumento.  Madrid.  Im- 
prenta I^eal,  mdcclxxxvii. 

(3)  Doctor  Salazar  de  Mendoza:  Origen  de  las  dignidades  seglares  de 
Castilla  y  de  León . 


LOS  ALMIRANTES  DE  ARAGÓN  3II 

En  Aragón,  el  cargo  de  Capitán  general  de  las  Ar ¡nadas  Rea- 
les fué  creado  por  Don  Pedro  IV,  haciéndolo  recaer  siempre  en 
capitanes  experimentados  para  que  pudieran  mandar  en  persona 
las  flotas  en  tiempo  de  guerra,  sin  sujeción  al  Abnirai/te,  título 
supremo  de  la  mar,  de  jerarquía  que  hacía  la  dignidad  muchas 
veces  más  nominal  que  efectiva,  pues  recayendo  de  una  manera 
vitalicia  en  determinado  magnate  al  que  se  quería  honrar,  no 
siempre  reunía  la  pericia  marítima  ni  la  edad  apropiada  para  el 
desempeño  del  cargo,  que  sólo  ejercía  entonces  cuando  le  obli- 
gaba a  ello  el  embarcarse  el  Rey  ó  persona  Real  en  la  armada 
de  la  Corona  (l). 

Andando  el  tiempo,  la  libre  provisión  Real  para  designar  tu- 
telares de  tan  noble  y  alto  cargo,  vino  á  convertirle,  no  en  insti- 
tución hereditaria,  porque  cada  favorecido  lo  era  á  virtud  de  Cé- 
dula real,  pero  sí  en  privilegio  de  una  familia  determinada  de 
raza  casi  regia,  la  de  los  Eiiriqíiez^  toda  vez  que  desde  el  XXV  Al- 
mirante de  Castilla  y  de  León,  que  lo  fué  D.  Alonso  Enríquez, 
Señor  de  Medina  de  Ríoseco^  Castroverde  y  otras  tierras,  hijo  de 
D.  Fadrique,  Maestre  de  Santiago,  muerto  á  manos  de  su  her- 
mano el  Rey  Don  Pedro,  cuando  entró  á  reinar  su  otro  hermano 
Don  Enrique  de  Trastamara,  hubo  de  tener  buen  cuidado  en 
acrecentar  á  D.  Alonso  Enríquez,  su  sobrino,  honrándole  con  el 
oficio  de  Almirante,  que  no  salió  nunca  de  esta  casa,  hasta  la 
muerte  del  último  poseedor,  D.  Juan  Tomás  Enríquez  de 
Cabrera  y  Alvares  de  Toledo,  VII  Duque  de  Medina  de  Ríoseco, 
Conde  de  Módica,  Melgar,  Osona  y  Colle,  Grande  de  España, 
Caballerizo  mayor  del  Rey  Don  Carlos  II,  Consejero  de  Estado, 
Capitán  general  de  Castilla  la  Vieja,  Gobernador  de  Milán,  \^irrey 
de  Cataluña,  Capitán  general  de  las  costas  del  mar  Océano  y  úl- 
timo Almirante  de  Castilla. 

A  su  fallecimiento  dispuso  la  Majestad  del  Rey  Felipe  V,  en 
Real  decreto  dado  en  el  Pardo  á  22  de  Enero  de  1 726:  «No 
siendo  mi  Real  ánimo  proveer  las   dignidades  de  Almirante  y 


(i)     Historia  Marítima  Militar  de  España,  por  Adolfo  Navarrete. 


312  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Condestable  de  Castilla,  prevengo  de  ello  á  la  Cámara  para  que 
lo  tenga  entendido.  «Al  Obispo  Gobernador  del  Consejo». 

Este  tácito  privilegio  ó  costumbre  no  interrumpida  de  adscri- 
bir la  dignidad  de  Almirante  en  los  Enríquez  por  espacio  de 
trescientos  años,  explica  sobradamente  lo  que  afirma  Salazar  de 
Mendoza:  «El  que  tiene  título  de  Almirante  no  usa  ni  ejercita  el 
oficio  de  Capitán  general  de  la  mar,  como  se  hizo  en  lo  antiguo; 
porque  cuando  á  los  Reyes  se  les  ofrece  ocasión  de  hacer  jorna- 
da de  mar,  le  nombran  á  su  voluntad  y  no  se  tienen  por  obliga- 
dos á  nombrar  al  que  le  dieren  la  dignidad,  pues  no  todas  las 
veces  en  el  que  lo  posea  concurren  las  partes  y  experiencia  de 
sucesos  de  mar  que  se  requieren  para  servirle  como  conviene». 

Y  esta  razón  potísima  indujo  seguramente  á  que  en  cartas  y 
documentos  reales  fuesen  unos  agraciados  de  por  vida,  que  son 
los  que  forman  serie,  para  distinguirlos  de  los  simples  Almiran- 
tes adventicios,  ocasionales,  digámoslo  así,  para  expedición  ó  em- 
presa determinada,  ó  titulares  de  uno  ó  más  Reinos,  pero  no  de 
todos  los  que  constituían  la  Corona  de  Aragón,  á  quienes  los  Re- 
yes daban  despacho  y  título  de  Almirante,  aunque  no  con  la  ex- 
tensión y  plenitud  de  facultades  que  concurrían  en  el  Gran 
Almirante.  Confírmalo  así  el  Dr.  Klüpfel  en  su  reciente  estu- 
dio acerca  de  la  Historia  administrativa  de  Aragón  al  final  del  si- 
glo XI  11  {\). 


{i)  Klüpfel  (Dr.  Ludwig):  Vcrwaliuagsgesc/nchte  des  KónigreicJis  Ara- 
gón zu  Ende  des  13.  Jahrhunderts.  von...  Aus  dem  Nachlasse  herausgege- 
ben  von  Dr.  H.  E.  Rohde.  Stuttgart.  W.  Kohlhammer,  impresor;  191 5. — 
Klüpfel  (Dr.  Ludwig):  Historia  administrativa  del  reino  de  Aragón  al  final 
del  siglo  XTII.  Edición  postuma  publicada  por  el  Dr.  H.  E.  Rohde.  Stutt- 
gart. W.  Kohlhammer,  impresor;  191 5. 

Sólo  en  sentido  limitado  cabe  decir  que  mediante  el  nombramiento 
de  Almirantes  se  constituyó  una  forma  característica  de  la  administra- 
ción militar,  incluso  en  la  época  de  paz  (*).  Pues  las  competencias  del  Al- 

(*)  Además  de  MAK9UET  y  Mayoij  es  nombrado  F.  Carróz  pera  el  admiratiis  noster  (R.  nú- 
mero 72,  fol.  24  V.).  En  :2  de  Julio  de  1288  es  designado  Bn.  de  Peratallada  para  Almirante 
tocius  ármate  nostre per  tolaní  iurisdiccionem  nostra  (R.  núm.  78,  fol.  4).  Y  á  su  lado  estaba  el 
propio  Almirante  de  Aragón  Roger  de  Lauria.  El  titulo  se  usa  en  sentido  totalmente  distinto. 
Cada  Comandante  de  una  escuadra,  aunque  no  se  compusiera  sino  de  dos  buques,  es  desig- 
nado á  veces  con  tal  título,  aun  cuando  no  tuviera  la  amplia  suma  de  facultades  jurisdiccio- 
nales y  financieras  del  gran  Almirante,  en  todo  caso,  cuando  éste  se  hallaba  presente. 


I.OS    ALMIRANTES    DE    ARAGÓN  3I3 

l^oco  tiempo  después  nónibranse  por  los  Reyes  los  Vicealmi- 
rantes: con  repetición  los  vemos  citados  en  Zurita  y  otros  his- 
toriadores aragoneses;  y  en  ocasiones,  estos  Vicealmirantes  pa- 
saron á  ocupar  el  puesto  ó  la  vacante  del  Almirante  á  cuyas  ór- 
denes servían  ó  habían  servido.  Pedro  IV  el  Ceremonioso^  por 
Cédula  Real,  dada  en  \"alencia  á  28  de  Diciemlire  de  I  365,  de- 
termina ([ue  en  detecto  del  Almirante  de  la  escuadra  sea  siem- 
pre Jefe  de  ésta  el  Vicealmirante. 

Estos  primeros  Almirantes,  como  es  dicho,  fueron  escogidos 
y  nombrados  por  los  Reyes  entre  los  más  insignes  caudillo's  )' 
expertos  marinos,  cuyas  virtudes  y  dotes  militares  eran  más 
propias  para  guerrear  contra  el  moro  }'  para  las  conquistas  y  ar- 
duos negocios  militares,  que  por  tan  largo  espacio  de  tiempo 
embargaron  la  atención  de  los  Monarcas  de  Aragón. 

Como  en  Castilla  los  Ei/riqnes^  en  Aragón  los  Cardona  asu- 
mieron para  sí  el  rango  supremo  de  Almirante,  con  la  diferen- 
cia, empero,  que  los  primeros  eran  á  título  graciable,  renovado 


mirante  no  estaban  á  veces  muy  deslindadas.  Al  paso  que  cabe  decirlo 
de  Roger  de  Lauria  incondicionalmente,  pues  tenía  en  su  mano  toda  la 
administración  de  la  escuadra,  y  en  parte  también  la  obtención  de  recur- 
sos y  administración  de  los  mismos,  ocurría  cosa  completamente  distinta 
con  los  «Almirantes»  arriba  citados,  designados  para  casos  aislados  ó  á 
causa  de  la  ausencia  de  Roger.  El  Rey  confiere  á  veces  por  sí  los  cargos 
de  mando  de  cada  buque;  los  Municipios  poseen  á  veces  tal  derecho,  y 
también  lo  comparten  á  veces  los  Almirantes,  y  en  un  caso  se  les  permi- 
te libremente  deponer  á  los  recién  nombrados,  caso  de  desobedien- 
cia {*).  Pero,  en  general,  se  oye  de  ese  Almirante  demasiado  poco  para 
poder  fijar  debidamente  sus  aflúbuciones  en  este  respecto.  El  gran  Almi- 
rante Roger  de  Lauria  permaneció  casi  siempre  en  Sicilia.  En  cambio, 
tuvieron  los  Almirantes  importancia  como  Jueces  (**),  y  en  la  mayoría 
de  los  casos  inspeccionaban  como  juzgadores  técnicos  la  construcción  de 
nuevas  unidades  navales  í***"). 

(*)      R.  «i'im.  ;o,  tol.  qi. 

(**)  Así  Lauria  tiene  jurisdicción  civil  y  criminal  sobre  su  escuadra  (R.  núm.  6;,  fol.  i). 
Análogamente  Marquet  y  Mayo],  en  la  expedición  menorquina  (R.  núm.  70,  fol.  33  v.  21  de 
Diciembre  de  128Ó). 

(***)  R.  núm  Si,  fol.  7  V.  Marquet  y  Mayo!  pagan  en  1290  sus  haberes  al  constructor  de 
1.1  rtota  qne  se  está  disponiendo  en  Tarragona.  Y  al  propio  tiempo  deben  construir  buques  en 
Barcelona,  y  hacer  coger  la  madera  necesaria  para  ello  (fol.  10  v  ).  En  Tortosa  son  cons- 
truidas por  su  orden  cuatro  galeras  por  un  burgués  de  la  localidad  (fol.  tí).  » Quod fiant  ibideiH 
^oxXo%Tí)  4.  galee,  quas  ficri  facial  Bug.  Piyol,  civis  eoriiiitdeiii,  sccundtiin  qtwd  ei  ordittaverint 
Marquet  et  Maj^'oU.» 

TOMO    LXXIV  2  I 


JI4  BOLETÍN    UE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

por  merced  Real  en  cada  sucesión;  mientras  los  Cardona  lo 
fueron  por  derecho  hereditario  ó  vincular,  confirmado  por  el 
■Soberano,  desde  D.  Hugo  Folch,  XIX  Vizconde  y  primer  Conde 
<ie  Cardona,  1357,  l'iasta  que,  por  el  derecho  de  su  abuela  doña 
María  Folch  de  Cardona  y  Ligné,  casada  con  D.Juan  de  Palafox, 
Marqués  de  Ariza,  vino  á  ser  Almirante  de  Aragón  D.  Juan  An- 
tonio de  Palafox  Zúñiga  y  Folch  de  Cardona;  cargo,  dignidad  y 
honor  que,  antepuesto  el  Marquesado  de  Ariza,  subsiste  en 
.nuestras  días.  Mas  nótese  que  esta  vinculación,  privilegio  ó  cos- 
tumbre hace  perder  al  cargo  su  carácter  técnico,  militar  ó  naval, 
para  reducirlo  solamente  á  la  categoría  de  alta  dignidad,  de 
mero  dictado  de  honor. 

Esta  simultaneidad,  y  en  casos  duplicidad,  de  Almirantes  y 
Almirantes  eventuales  ó  Vicealmirantes,  el  pase  de  alguno  de  és- 
tos al  rango  supremo  de  Almirante,  la  homonimia  en  series  suce- 
sivas de  Almirantes  Cardonas,  las  herencias  por  hembra  y  los  nu- 
merosos y  larguísimos  pleitos  que  se  originaron  en  esta  familia 
para  dilucidar  el  mejor  derecho  hereditario  ó  representativo, 
indujeron  á  tanto  efror  y  á  confusión  tanta  en  la  cronología  de 
los  Almirantes  de  Aragón,  que  no  he  visto  una  sola  que  sea 
exacta  y  no  contenga  atribuciones  gratuitas  é  infundadas,  cuan- 
do no  lagunas  ú  omisiones,  desde  que  la  dignidad  quedó  fincada 
€n  los  Folch  de  Cardona. 

De  ello  pude  convencerme  cuando  me  ocupé  de  investigar  en 
los  archivos  del  Duque  del  Infantado  los  papeles  del  estado  de  la 
Monclova,  en  demanda  de  los  que  pudieran  relacionarse  con  nues- 
tro gran  poeta  el  genial  Garcilaso  de  !a  Vega,  que  tuve  la  buena 
fortuna  de  encontrar.  Quise  también  examinar  los  de  la  casa  de 
Ariza,  y  tanto  los  documentos  que  de  la  misma  allí  había,  como 
los  de  la  casa  de  Cardona,  Marqueses  de  (niadalest,  siete  de  los 
cuales  lucieron  la  calidad  y  título  de  Almirantes  de  Aragón,  y 
los  provenientes  de  los  ricos  archivos  de  aquel  Reino,  me  con- 
sintieron fundamentar  sobre  más  sólidas,  auténticas  y  documen. 
tadas  bases  una  serie,  hasta  donde  es  posible,  bastante  depura- 
da, exacta  y  fidedigna  de  los  titulares  de  aquella  preciada  y  alta 
investidura,  serie  de  Almirantes  que  hoy  presento  sin  alarde  ni 


Lf)S    ALMIRANTES    DE    ARAGÓN  3I5 

propósito  de  hacer  otras  tantas  biografías  de  estos  personajes, 
•limitándome  tan  sólo  á  un  ligero  apunte  de  cada  uno,  á  un  so- 
mero esbozo  que  permita  establecer  la  autenticidad  del  enlace 
de  cada  uno  de  ellos  con  los  documentos  de  referencia  que  me 
ha  sido  dado  allegar  y  que  disipen,  en  lo  posible,  las  obscuri- 
dades y  confusiones  en  la  cronología  de  los  Almirantes  de  Ara- 
gón, que  hasta  ahora  lian  corrido  como  buenas,  sobre  todo  des- 
de que  el  cargo  se  perpetuó  en  tan  insigne  familia  catalana,  ya 
que  en  los  primeros  Almirantes  no  es  empresa  llana  y  sencilla 
distinguir  los  que  lo  fueron  con  título  amplio  y  jurisdicción  com- 
pleta de  los  que  se  nombraron  con  título  restringido  y  facultades 
limitadas. 

Otro  vendrá  que  corrija,  modifique  ó  aumente  la  serie  y  las 
noticias  que  damos,  á  título  de  curiosidad,  de  estos  Almirantes. 


I 
El  Infante  Pedro  Ferrando. 

El  Rey  de  Aragón  Don  Jaime  I  el  Conquistador  organizó  una 
Armada  contra  las  piraterías  de  los  moros  africanos,  cuyo  centro 
de  acción  estaba  en  Ceuta,  y  á  súplica  de  las  Cortes  generales 
eligió  Almirante  de  aquella  flota  á  su  hijo  el  Infante  Pedro  Fe- 
rrando, así  por  su  elevada  clase  como  por  el  conocimiento  que 
tenía  de  aquel  futuro  teatro  de  los  sucesos,  aunándose  la  justicia 
del  Soberano  con  el  amor  del  padre,  pues,  como  dice  muy  bien 
el  Sr.  vSalas  (i),  nadie  más  á  propósito  que  el  Infante,  por  el  tri- 
ple derecho  de  los  servicios  anteriores,  de  la  valía  de  la  persona 
y  de  su  pericia  relativa  en  la  náutica. 

El  nombramiento  lleva  fecha  de  26  de  Enero  de  1263,  y  en  él 
confiere  el  Rey  á  su  hijo  plenamente  su  Real  jurisdicción,  de 
modo  que  pueda  juzgar,  según  derecho,  de  todas  las  quejas  y 


(i;     Marina  Española  de  la  Edad  Media.  Bosquejo  histórico,  por  F.  Ja- 
vier DE  Salas.  Madrid,  1864. 


3l6  BOLETÍN    DE    LA   REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

delitos  que  se  hicieren,  tanto  en  mar  como  en  tierra,  ofrecién- 
dole en  el  mismo  despacho  que  no  nombrará  otro  Almirante  de 
dichas  galeras.  Helo  aquí: 

Ouod  cum  Nos  Jacobus,  Dei  gracia,  etc.,  dedimus  et  concesseriraus  vo- 
bis  dilecto  Petro  Ferrandi,  filio  nostro,  quod  sitis  almirandus  omnium  il!;i- 
rum  gal'earum  quas  in  subsidium  et  defensionem  christiane  fidei  contra 
sarracenos  proposuimos  adarmare,  damus  et  concedimus  vobis  dicto  Pe- 
tro  Ferrandi  plenam  jurisdiccionem  nostram  in  homines  qui  in  galeis 
fuerint  et  ibunt  armamenti  predicti,  ita  scilicet  quod  dum  in  eo  fueritis 
armamento  super  querimoniis,  maleficiis  sive  injuriis  que  inter  ipsos 
homines  fient  quocumque  modo  possitis  judicare  ac  justicias  de  ipsis 
prout  comunis  fuerit  faceré  personales.  INIandantes  ómnibus  et  singuíis 
(jui  in  ipso  fuerint  armamento  quod  tam  in  mari  quam  in  térra  vobis 
atendant  et  in  ómnibus  obediant  tanquam  nobis.  Datum  Cesarauguste, 
VII  idus  ffebruari,  anno  Domini  m.°cc.°l.x°  tercio. 

Confirma  este  nombramiento  el  despacho  de  Almirante  de  la 
presente  Armada,  expedido  por  el  Rey  en  Calatayud,  en  8  de 
Mayo  de  1264,  á  favor  de  su  citado  hijo,  con  todas  las  facultades 
y  derechos  de  tal  Almirante;  acompaña  al  documento  una  orden 
Real  á  los  bailes,  vegueres,  justicias,  jurados  y  demás  oficiales 
para  que  no  se  prenda  por  razón  de  deudas  á  los  que  vayan  en 
el  armamento,  antes  bien  sean  salvos  y  seguros. 

En  29  de  Mayo  de  1264  se  otorga  gracia  por  la  cual  el  Rey 
Don  Jaime  I  de  Aragón  concede  á  su  hijo,  el  Infante  Don  Pedro, 
que  la  galera  que  dicho  Infante  hace  armar  contra  sarracenos  no 
tenga  que  ir  en  conserva  con  las  demás,  que  con  el  mismo  objeto 
hará  armar  el  Rey.  A  más,  da  palabra  el  Rey  al  Infante  que  de 
vSan  Andrés  á  un  año  no  habrá  hecho  aún  paz  ni  tregua  con  los 
sarracenos,  y  que  lo  que  dicha  galera  en  este  tiempo  apresare, 
no  yendo  con  la  armada  de  galeras,  será  todo  del  Infante  y 
podrá  disponer  de  ello  con  libre  albedrío. 

Bravamente  se  portó  el  Infante  en  esta  jornada,  acometiendo 
á  las  naves  piratas,  trabando  con  ellas  un  abordaje  donde  el  hie- 
rro y  el  fuego  pusieron  el  espanto  entre  los  enemigos,  apresán- 
doles considerable  número  de  embarcaciones. 

Xo  afirmo  que  este  Infante  sea  el  primer  Almirante   de  Ara- 


LOS  ALMIRANTES  DE  ARAGÓN  3I7 

gón;  los  ha  habido  antes  que  él  para  empresas  determinadas  ó 
para  casos  concretos.  Sí  creo  que  con  el  comienza  la  serie  de  los 
grandes  Almirantes  con  prerrogativas  superiores  amplísimas  )' 
más  completa  jurisdicción  que  los  otros  llamados  también  Almi- 
rantes, denominación  genérica  que  se  daba  á  los  jefes  á  quienes 
se  confería  el  mando  de  determinadas  expediciones  ó  empresas. 

Al  nacer  la  Marina  catalana,  por  los  arrestos  y  el  genio  mili- 
tar de  Jaime  I  y  el  entusiasmo  que  despertó  en  todas  las  clases 
la  conquista  de  Mallorca  en  1227,  construyóse  y  preparóse  una 
escuadra,  de  la  que  fué  alma  y  jefe  el  noble  Pedro  MartcL 
Conde  de  Salsas^  Merino  de  Tarragona,  esforzado  campeón  y 
•diestro  y  hábil  navegante;  designósele  para  dirigir  la  flota,  y  En 
Guillen  de  Moneada^  í  izconde  de  Bearue  hacía  las  veces  de 
lugarteniente  del  Rey  en  esta  expedición. 

(Hra  segunda  expedición  fué  organizada  para  la  conquista  de 
Ibiza  por  el  Arzobispo  de  Tarragona  Guilhrnw  de  Montgri^ 
mandando  la  flota  en  persona  el  animoso  Prelado  hasta  conse- 
guir la  completa  rendición  de  la  isla  (1235). 

Estos  caballeros  }'  otros  como  Dalviao  Finós^  Plcgamans^ 
Marqueta  etc.,  fueron  quienes  mandaron  las  primeras  flotas,  y 
pueden  considerarse  como  los  precursores  de  estos  Almirantes, 
cuyas  atribuciones,  jurisdicción,  honores  y  emolumentos  fueron 
determinándose  y  fijándose  sucesivamente  por  modo  concreto 
y  estable. 

II 
Pedro  la  Bisbal. 

No  obstante  el  ofrecimiento  que  en  26  de  Enero  de  12Ó3  hizo 
Don  Jaime  I  á  su  hijo  Pedro  Ferrando  que  no  nombraría  otro 
Almirante  de  las  galeras  que  se  propuso  entonces  armar,  y  de 
las  facultades  que  le  concedió  en  6  de  Febrero  siguiente,  el  Rey 
expidió  en  Zaragoza  otro  despacho  de  Almirante,  en  5  de  Mayo 
de  1264,  á  favor  de  Pedro  la  Bisbal,  de  nueve  galeras  que  se 
armaban  á  la  sazón,  con  el  mando  y  goces  que  los  Almirantes 
acostumbraban  tener. 


3lS  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

El  nombramiento  de  la  Bisbal  debió  quedar  sin  efecto  á  los- 
tres  días,  por  reelección  del  Infante  Pedro  Ferrando. 

Un  año  después,  en  5  de  Mayo  de  1265,  se  expidió  por  ei. 
Monarca  un  segundo  despacho  de  Almirante  al  mismo  Pedro  la 
Bisbal,  y  con  los  mismos  goces  que  habían  acostumbrado  tener 
y  disfrutado  los  demás  Almirantes,  y  que  dice  así: 

Damus  et  concedimus  vobis  Petro  de  Episcopali,  civi  Terracone,  f)ffi- 
cium  Almirallie  Galeorum  quas  modo  armamus  seu  arman  facimus  contra 
Sarracenos.  Ita  quod  vos  sitis  Almirallus  ipsorum  Galeorum  in  presentí' 
armamento  et  utamini  in  Comitis  Nautis  et  in  Marinarijs  et  alijs  homini- 
bus  earundem  in  ómnibus  et  per  omnia  de  Officio  Almirallie  prout  melius 
et  plenius...  de  officio  Almirallie  ati  consuevit.  Concedentes  etiam  vobis 
quod  habeatis  et  percipiatis  inde  pro  vestro  officio  et  labore  quod  ceteri 
Almiralli  pro  eorum  Almirallia  consueverunt  percipere  et  habere.  Man- 
dantes &.  Dat.  Cesarauguste  Tertio  Nonas.  Madij,  Anno  Domini  Milles- 
simo  Ducentésimo  Sexagésimo  Quinto. 

De  este  ciudadano  de  Tarragona,  cuyo  apellido  Bisda/  con\h-- 
tieron  en  catalán  Bisbe  (obispo)  y  le  latinizaron  bárbaramente  ea 
el  Real  despacho  llamándole  Episcopali^  no  tenemos  noticia 
alguna  ni  encontramos  en  los  cronistas  aragoneses  relato  de  sus- 
hazañas. 

Debieron,  no  obstante,  concurrir  en  su  persona  notables  mere- 
cimientos, en  consonancia  con  la  amplitud  de  facultades  que  le 
fueron  concedidas. 

Y  el  enumerarse  éstas,  y  el  sueldo  que  había  de  percibir,  como 
lo  tuvieron  los  demás  predecesores  en  el  cargo,  circunstancias 
son  que  corroboran  la  existencia,  como  hemos  dicho,  de  ante- 
riores Almirantes. 

III 
Conrado  de  Lanza. 

En  Valencia,  á  19  de  Abril  del  año  1 278,  expide  Don  Pedro  Hi- 
ele Aragón  el  Grande  despacho  por  el  que  «promueve  á  la  digni- 
dad de  Almirante  de  sus  armadas  presentes  y  que  mandare  apres- 
tar en  lo  sucesivo  á  Conrado  de  Lanza,  en  remuneración  de  sus^ 


LOS    ALMIRANTES    DE    ARAGÓN  3  1 9 

muchos  y  gratos  servicios '>,  mandando  que  le  obedezcan  como  á 
tal  Almirante,  á  quien  concede  sobre  /w/^í  jurisdicción  civil  y  cri- 
minal. • 

Va\  la  misma  fecha  dirige  orden  á  los  cómitres,  pilotos,  mari- 
neros y  demás  individuos  de  sus  armadas  para  que  le  obedezcan 
como  .Vlmirante,  á  «cuya  dignidad  le  ha  promovido». 

Novcrint  universi  quod  nos  Petrus  Dei  gratia  etc.:  Propter  multa  grata 
servitia  que  vos  Nobilis  et  dilectus  Noster  Conradus  Lancea  nobis  et  nos- 
tris  exhibetis  ad  presens  et  in  futurum  poteritis  exhibere  damus  et  con- 
cedimus  vobis  plenarie  in  Regno  nostro  et  Dominio  Almiratis  officium. 
Ita  quod  de  Cetero  vos  ut  Almiratus  á  nobis  constitutus  exerceatis  plene 
c-t  integriter  officium  supradictum  in  Armatis  nostris  statutis  et  etiam 
statuendis  ordinando  ea  omnia  et  singula  que  ad  dictum  officium  spec- 
tant  et  tam  in  térra  (¡uam  in  mari  justitiam  vniversis  et  singulis  deputatis 
vel  dcputandis  ad  predictas  armatas  tam  civiliter  (juam  criminaliter  fa- 
ciendo. Mandantes  Universis  Comitis  Nautis  Marinarijs  et  ómnibus  alijs 
hominihus  predictarum  Armatarum  quod  vobis  ut  Almirato  nostro  obe- 
(liant  pareant  et  attendant  in  ómnibus  supra  dictis  et  alijs  que  ad  pre- 
(Hctum  spcctare  officium  dinoscuntur,  Dat,  Valencie  décimo  tertio  kaL 
Maij  An  Dom.  Mili.™"  Ducent.m"  Sexag.™"  octavo. 

Era  Conrado  de  Lanza  Caballero  oriundo  de  Sicilia,  antiguo 
paje  de  la  Princesa  de  aquel  Reino  Doña  Constanza  de  Suabia,  y 
tan  distinguido  por  sus  prendas  como  por  su  alcurnia,  y  á  quien, 
como  justo  premio  de  sus  muchos  y  particulares  servicios,  con- 
firió el  Rey  el  cargo  de  Almirante  de  la  flota  aprestada  contra 
los  piratas  africanos,  y  especialmente  los  corsarios  de  Túnez, 
que,  aliados  con  los  moros  de  Almería,  interceptaban  la  navega- 
ción y  ejercían  el  latrocinio  en  las  embarcaciones  cristianas,  muy 
frecuentemente  en  las  del  Rey  de  Aragón.  Lanza  supo  castigar 
tales  desmanes  deshaciendo  la  escuadra  marroquí. 

líl  fué_^quien  vino  con  la  hija  del  Rey  Manfredo  de  Sicilia  para 
casarla  con  el  primogénito  de  Don  Jaime,  y  en  esta  expedición 
acompañaron  á  la  que  había  de  ser  Reina  de  Aragón,  entre  otras 
personas,  además  de  su  antiguo  paje  y  pariente  Conrado  de  Lan- 
za, el  aya  de  la  Princesa,  llamada  doña  Bella,  con  su  hijo  Roger 
de  Lauria,  que  tan  famoso  había  de  hacer  su  nombre  en  los  fas- 


320  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

tos  de  la  marina  aragonesa,  y  que  casó  con  Margarita  de  Lanza, 
la  hermana  de  Conrado. 

Ambos  ilustres  marinos  eran  los  dos  caballero»  más  apuestos 
del  Reino,  los  que  mejor  hablaban  el  idioma  del  país,  los  más 
gentiles,  los  de  más  viso  en  aquella  corte  y  hasta  los  más  mima- 
dos de  las  damas,  si  Desclot  no  exagera  las  cualidades  de  estas 
dos  figuras  históricas. 

Con  ser  quien  era  Roger  de  Lauria,  alcanzó  su  cuñado  Lanza 
por  su  acrisolada  lealtad  tal  grado  de  autoridad  y  respeto,  que 
el  propio  Rey  le  guardaba  gi-andes  consideraciones,  y  cuando,  á 
consecuencia  de  haberse  roto  una  tregua  ajustada  por  Roger  en 
su  expedición  á  Calabria,  se  presentó  éste  ante  el  Rey,  renuncian- 
do á  su  empleo  de  Almirante,  diciéndole  que  aquello  mancillaba 
su  crédito  y  disminuía  su  autoridad,  replicándole  el  Rey  que  po- 
día marcharse  donde  gustase,  porque  si  sus  servicios  eran  mu- 
chos no  eran  menores  los  premios  que  se  le  habían  dado,  hubie- 
ra pasado  á  más  la  alteración  á  no  haber  mediado  Conrado  Lan- 
za^ cuñado  de  Roger,  persona  de  grande  autoridad  por  sus  muchos 
servicios.  A  su  persuasión  se  aplacó  el  Rey,  y  Roger  pidió  per- 
dón de  su  demasía,  y  se  reconcilió  en  su  gracia. 

(Quintana:  Vidas  dd  e^pañolis  celebres.) 


IV 

Pedro  de  Queralt. 

Este  noble  caballero,  perteneciente  á  una  de  las  más  antiguas 
y  linajudas  familias  catalanas,  era  un  experto  marino  de  gran 
reputación  y  concepto;  atento  á  sus  notables  conocimientos  náu- 
ticos, confirióle  el  Rey  Don  Pedro  III  el  siguiente  nombramiento, 
fechado  en  Valencia  en  las  Nonas  de  Agosto  de  1277. 

Real  Provisión  de  Don  Pedro  III  de  Aragón,  en  la  cjue  dice  que  á  honra 
de  Dios  y  de  su  Santa  Madre  j  provecho  de  toda  la  christiandad,  oi'dena 
que  Pedro  de  Queralt,  Almirante  general  de  las  Galeras,  vaya  en  la  Ar- 
mada de  Jefe  de  todos  con  poder  de  hacer  paz,  guerra,  treguas,  justicias 
y  todo  lo  demás  que  él  mismo  podría  si  fuese  en  persona;  que  (juillermo 


I 


LOS  ALMIRANTES  DE  ARAGÓN  321 

de  Marsella  sea  Almiranle,  por  lo  ([iic-  corresi)()nda  ú  las  ()i)cracioiu's 
marítimas,  v  tcnjía  jurisdicción  sobre  los  cóniitres  y  demás  frente  de  mar, 
con  facultad  de  cambiar  de  destinos,  prender,  imponer  penas  y  castif^ar, 
debiendo  entregar  á  Oueralt  los  reos  capitales;  (|ue  en  ausencia  de  ¡Mar- 
sella ocupe  su  lu<»ar  Pedro  de  Libia,  y  en  ausencia  de  éste,  su  hijo  Her- 
nardo  de  Libia,  etc. 

Esta  amplitud  de  facultades  y  lo  extenso  de  la  jurisdicción 
(jue  le  conceden,  no  dan  lugar  á  duda  de  su  calidad  de  Almi- 
rante de  Aragón  de  los  que  yo  llamo  grandes  Almirantes. 

Como  ejemplo  de  lo  variable  y  anómalo  del  funcionamiento 
de  estos  cargos  en  aquel  Reino,  diremos  que  este  Almirante  Oue- 
ralt, investido  de  tan  plenos  poderes,  figura  en  la  Armada  que  en 
1280  mandaba  en  calidad  de  Almirante  general  el  Infante  Don 
Jaime  Pérez,  sirviendo  á  sus  órdenes  como  jefe  de  cuatro  gale- 
ras, con  Ramón  Marquet  por  Vicealmirante  y  Berenguer  Mayol, 
Capitán  de  las  táridas;  por  cierto  que  á  la  pericia  militar  de  Mar- 
quet y  de  Oueralt  se  debió  el  haber  deshecho  el  entuerto  que 
produjo  en  Frijoles  la  impetuosidad  irreflexiva  del  Infante,  que 
p'dgó  con  su  destitución  del  cargo. 

Oueralt  fué  el  vencedor  de  la  gloriosa  jornada  de  Nicotcra^ 
que  aumentó  los  bien  ganados  timbres  de  su  ilustre  apellido, 
acreciendo  los  de  la  marina  aragonesa. 


El  Infante  Don  Jaime  Pérez. 

Ya  en  documento  del  2/  de  Agosto  de  1280  habla  Pedro  III 
de  Aragón  de  su  hijo  el  Almirante,  y  en  efecto,  como  gran  Al- 
mirante de  aquella  flota  de  más  de  ciento  ochenta  velas,  que 
parte  para  la  conquista  de  Sicilia,  va  el  Infante  Jaime  Pérez,  hijo 
natural  del  Rey,  llevando  á  Ramón  Marquet  por  Vicealmirante, 
á  Berenguel  Mayol  por  Capitán  de  las  táridas  y  á  Pedro  de 
Queralt  por  Jefe  de  cuatro  galeras. 

Tras  prósperos  y  felices  sucesos,  el  carácter  impetuoso  del  In- 
fante Don  Jaime  Pérez,  contrariando  la  orden  del  Rey,  su  padre, 


322  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

quiso  acometer  con  su  armada  á  Frijoles,  donde  estaba  el  Rey 
Carlos  (de  Anjou)  y  perdió  algunos  almogávares  y  navios,  y  «por 
esta  causa  estuvo  el  Rey  tan  indignado  que  estuvo  en  peligro  que 
le  cortara  la  cabeza,  y  entonces  le  quitó  el  almirantado  y  se  lo  dio 
á  Roger  de  Lauria,  que  fué  el  más  excelente  Capitán  que  hubo  ja- 
más del  mar»  (Zurita). 

VI 
Roger  de  Lauria. 

Nacido  el  año  1 2 50,  en  el  pueblo  de  Scala,  en  la  Calabria,  aun- 
que otros  dicen  que  en  el  de  Loria  ó  Lauria,  en  Ñapóles,  nada 
podemos  añadir  á  lo  mucho  que  se  ha  escrito  acerca  de  este  cele- 
bérrimo mai'ino,  figura  legendaria,  casi  de  romancero,  por  sus 
proezas,  hazañas  y  victorias  alcanzadas  sobre  la  escuadra  francesa 
en  Malta,  ganando  casi  toda  la  Calabria  y  la  isla  de  (jerbes,  que 
le  fué  dada  en  Señorío  para  sí  y  sus  descendientes:  ni  de  sus 
triunfos  en  África,  en  guerra  contra  el  moro:  nuevamente  sobre 
los  franceses  en  Crotón  y  en  Tarento  y  contra  las  naves  sicilia- 
nas mandadas  por  el  afamado  marino  genovés  Conrado  Doria, 
en  la  reñida  batalla  de  Ponza,  inmortalizada  por  la  pluma  genial 
del  gran  Marqués  de  Santillana,  en  su  conocida  poesía,  titulada 
Come  dieta  de  Ponga. 

Con  los  libros  que  tratan  de  este  personaje  puede  formarse 
una  extensa  bibliografía,  digo  más,  está  ya  hecha  por  mi  ilustre 
y  doctísimo  compañero  D.  Antonio  Ballesteros  y  Beretta,  en  el 
tomo  II  de  su  Historia  de  España.,  próximo  á  publicarse.  Son 
también  muy  interesantes  los  artículos  de  D.  Antonio  de  Huici 
acerca  de  este  Almirante,  titulados  Las  cuentas  de  Roger  de  Lau- 
ria., insertos  en  la  Revista  del  Centro  de  estudios  históricos  de 
Granada  y  su  Reino,  dirigida  por  D.  Mariano  Gaspar  y  Remiro. 

Murió  Roger  de  Lauria  en  Valencia,  el  1 7  de  Enero  de  1305, 
enterrándose  su  cuerpo,  cumpliendo  su  viltima  voluntad,  en  el 
Monasterio  de  Santas  Creus,  en  Cataluña,  debajo  del  panteón  de 
su  gran  amigo  el  Rey  Don  Pedro  IIL 

He  aquí  las  fechas  de  sus  nombramientos  militares: 


LOS    ALMIRANTES   DE    ARaCÓN  333 

I.— 20  de  Abril  (ic  128^      I        Nombramiento  de  .  \/iiiiraii¿c  del-  reino  de  Cala- 
-  luna  y  Sicilia  gs.^cú\úo  por  el  Rej^  Don  Pedro  III 

de  Aragón  á  favor  de  Rogerio  de  Lauria,  mandando  á  todos  los  depen- 
dientes de  las  Armadas  de  Cataluña  y  Sicilia  (|uc  obedezcan  y  respeten 
portal  Almirante  íil  expresado  Lauria,  á  (|uien  le  concede  el  Rey  jurisdic- 
ción civil  y  criminal  y  todo  lo  demás  perteneciente  á  la  dicha  dignidad, 
según  la  han  ol)ti-nido  sus  predecesores. 


11.-21  deNoviembre  de  12S5.I  Despacho  de  Don  Alfonso  III  de  Aragón,  i)or 
el  cual,  en  vista  de  otro  despacho  del  Rey  su  pa- 
di"e,  por  el  (jue  hizo  á  Rogerio  de  Lauria  Almirante  de  Cataluña  y  Sicilia, 
y  cjueriendo  seguir  las  huellas  de  su  Augusto  padre,  y  premiar  el  mérito 
á  dicho  Lauria,  lo  eleva  á  la  dignidad  de  Almirante  de  Aragón,  Cataluña, 
Valencia  y  Mallorca,  y  de  lodos  sus  demás  Estados,  etc.,  etc.. 

III.-16  de  Enero  de  1296.  I  Caita  (|ue,  hallándose  en  Roma,  escribió  el 
Rey  Don  Jaime  II  de  Aragón  al  Ahiiiranie  Roge- 
rio de  Líturia,  rogándole  y  mandándole  que  al  instante  fuese  á  encon- 
trarse con  él,  por  necesitar  de  su  persona  para  su  servicio:  en  el  supuesto 
de  que  acordándose  de  los  gratos  servicios  cjue  ha  hecho  á  su  padre  el  Rey 
Don  Pedro,  á  su  madre  y  á  él  mismo,  lo  conservará  en  su  estado  y  hono- 
res y  aun  io  elevará  á  mayores.  Pero  que  en  caso  de  no  hacer  lo  (jue 
se  manda,. procederá  contra  su  persona  y  bienes.. 


IV.— 2  de  Abril  de  1297.  I  Nombramiento  de  Almirante  de  si/s  Reinos  v 
Coíulado  de  Barcelona,  expedido  por  el  Rev  Don 
Jaime  II  de  Aragón  á  favor  de  Rogerio  de  Lauria,  durante  su  vida,  en  re- 
muneración de  los  distinguidos  servicios  que  le  ha  hecho  á  él  v  á  sus  pre- 
decesores y  de  los  grandes  peligros  á  que  se  ha  expuesto,  é  inmensos 
trabajos  r|ue  ha  sufrido  y  sufre.  Son  muchas  las  gracias  que  en  el  mismo 
Real  despacho  le  hace,  las  facultades  que  le  da  y  obvenciones  que  le 
concede,  las  que,  por  evitar  prolijidad,  no  se  enumeran. 

V.— 5  ,'e  Abril  de  1297.      I        Delegación  que,   atendiendo  al  valor  y  fideli- 
~  dad  del  Almirante  Rogerio  de   Lauria,   le   hizo 

hallándose  en  Roma,  el  Rey  Don  Jaime  II  de  Aragón,  de  las  facultades 
correspondientes  al  empleo  de  Almirante  de  la  Santa  Romana  Iglesia, 
confirmado  por  el  sumo  Pontífice  á  dicho  Rey:  mandando,  con  autori- 
dad de  la  Sede  Apostólica,  que  se  obedezca  á  dicho  Lauria  en  lo  per- 
teneciente á  dicha  delegación. 


3^4  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HlSTiiRIA 

VI.— I. °(io  Octubre  He  1330.  I  Breve  del  Papa  Bonifacio  \'11I,  recomendando 
al  Rey  Don  Jaime  II  de  Aragón  al  famoso  Almi- 
rante Rogerio  de  Lauria  por  los  señalados  y  agradables  servicios  (}ue  es- 
taba haciendo  y  había  hecho  á  la  Iglesia,  rogando  á  S.  M.  protegiese  sus 
bienes  y  estados  contra  las  injurias  de  Ciiliberto  de  Castellnou  y  otros 
émulos  (jue  le  molestaban. 

VII 
Bernardo  de  Peratallada. 

Don  Alfonso  III  el  Liófra/  expide  en  Barcelona  el  12  de  Julio 
•de  1288,  título  de  Almirante  de  toda  la  Armada  del  Rey  de 
Aragón,  á  favor  de  Bernardo  de  Peratallada,  facultándole  para 
■que  use  de  dicha  dignidad  como  han  acostumbrado  los  otros 
Almirantes  en  tiempos  pasados,  y  son  las  mismas  que  tuvo  Ro- 
ger  de  Lauria;  pero  con  la  advertencia  que  debería  cesar  en 
dicho  empleo  hallándose  en  estos  países,  donde  estuviese  Lau- 
ria, y  queriendo  ejercerlo  el  expresado  Almirante. 

No  obstante  esta  limitación,  la  amplitud  de  facultades,  juris- 
dicción y  derechos  que  le  fueron  concedidos  por  el  siguiente 
nombramiento,  no  da  lugar  á  duda  de  que  fuese  uno  de  los 
grandes  Almirantes  de  Aragón. 

Nos  Alfonsus,  etc.  Comendamus  vobis  Nobili  Bernardo  de  Petratallia- 
cla  offlcium  Almiratie  quamdiu  nobis  placuerit.  Ita  quod  vos  sitis  Almi- 
ratus  totius  Ármate  nostre  per  totam  jurisdictionem  nostram  et  utamini 
bcne  et  diligenter  ipso  officio  prout  per  alios  Almiratos  temporibus 
retroactis  bene  et  diligenter  est  fieri  consuetum  et  prout  Nobilis  Ro- 
gerius  de  Loria  usus  est  huiusc|ue  et  habeatis  et  recipiatis  omnia  jura  ad 
Almirantum  spectantia  prout  ipsa  alü  Admirati  consueverunt  ipsa  reci- 
pcre  et  habere,  Preterea  volumus  quod  dum  Nobilis  Rogerius  predictus 
fuerit  in  istis  partibus  et  officium  ipsum  cjuod  nos  ei  concessimus  tenere 
vuluerit  vos  cessetis  uti  ab  officio  Almiratie  predicte.  Mandantes  univer- 
sis  hominibus  jurisdictionis  nostre  cjuod  in  absentia  dicti  Nobilis  Ro- 
gerii  habeant  pro  Almirato  vos  Bernardum  de  Petratalliada  et  prov  obis 
faciant  ac  vobis  obediant  prout  alus  Admiratis  est  fieri  consuetum  ac 
concessionem  nostram  vobis  observant  et  faciant  observan  ut  superius 
est  expressum. 

Dat.  Barchin.  Ouart.  Id.  Jul.  An.  Dom.  JMill."'o  Ducent.'""  Octog.mo 
-octavo.  Stephanus  de  Alfa. 


LOS    ALNIRAN'TES    DE    ARAGÓN  325; 

\'  I  i  I 

Don  Bernaldo  de  Sarria. 

Kn  7  de  Febrero  de  1 296,  el  Rey  I)on  Jaime  II,  hallándose  en 
Roma,  nombró  á  su  querido  Consejero  y  familiar  Bernaldo  de 
.Sarria  (confisi  de  fide,  prudentia  et  Icgalitatc  vestri)  Almirante  de 
sus  Reinos  de  Mallorca,  Valencia  y  Murcia  y  Condado  de  Barce- 
lona; y  á  5  de  Abril  del  mismo  año  le  escribe  el  Rey  una  carta, 
también  desde  Roma,  participándole  que,  consecuente  á  lo  que 
ya  le  tiene  advertido,  había  restituido  el  empleo  de  Almirante  á 
Rogerio  de  Lauria,  por  haberse  hallado  dispuesto  á  cumplir  los 
servicios  en  su  favor. 

Por  Cédula  fecha  en  \^alencia  el  3  de  las  Nonas  de  Febrero  de 
1307,  el  mismo  Don  Jaime,  mientras  fuere  de  su  regia  voluntad, 
le  nombra  Almirante  de  Arag<hí^  \''alencia,  Cerdeña  y  Córcega  y 
Condado  de  Barcelona: 

Xoverint  iiniversi:  Oiiod  nos  Jacobus  Dei  gratia  Rex  Aragonum,  Valen- 
tie  Sardinie  et  Corsice  ac  Comes  Barchinone:  Attentis  universis  servitiis 
per  vos  dilectum  Consiliarium  nostrum  Bernardum  de  Sarriano  nobis 
exhibitis:  Consideratis  insuper  laboribus  et  periculis  quibus  personam  et 
bona  vestra  pro  nobis  pluries  comisistis  spectantes  ut  quanto  vos  gradu 
majori  officiorum  nostrorum  possuerimus,  tanto  vos  erga  nostra  servitia 
exhibebitis  promotionem  circa  futura  ex  preteritis  presumentes:  Ideo 
cum  presentí  carta  nostra  comíttimus  damus  et  concedimus  vobis  preci- 
tato  Bernardo  de  Sarriano  dum  de  nostre  fuerit  beneplácito  voluntatis 
officium  Ammiraríe  regnorum  nostrum  Aragonum,  Valentie  Sardinie  et 
Corsice  ac  Comitatus  Barchinone  ceterarumque  terrarum  nostre  dictioni 
subjectarum:  Ita  quod  vos  dum  noliis  placuerit  sítís  Ammiratus  noster  et 
dictorum  Regnorum  Comitatus  et  terrarum  nostrarum  ac  nostro  dominio 
subditarum  et  exerceatis  teneatís  ac  regatis  ipsum  officium  ad  honorem 
et  servitium  nostrum  bene  legalíter  et  devote  pro  ut  alií  Ammirati  nostri  et 
predecesorum  nostrorum  ipsum  Ammiraríe  officium  exercerunt  et  tenue- 
runt  et  debebant  et  consueverunt  exercere  regere  ac  tenere.  Recipíatís- 
que  et  habeatis  dum  ipsum  officium  tenuerítís  ut  est  dictum  omnia  jura  et 
alia  quecumque  que  Ammiratus  noster  ac  dictorum  regnorum  et  terrarum 
nostrarum  debet  ac  consuevit  recipere  et  habere.  Mandamus  igítur  per 


326  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

prcseiitcni  prcl;itis,  richis  hominibus,  militibus,  civibus  et  hominibus  villa- 
rum  ;it"  (|U()runicLim(|ue  locorum  regnorum  et  terrarum  nostro  dominio 
subjeclarum  presentibus  et  futuris  nec  non  comitis  patronis  marinariis 
ac  alus  <iuibusvis  ómnibus  et  singulis  navigantibus  seu  navigaturis  nostre 
jurisdictioni  subjectis  qiiod  vos  pro  Ammirato  nostro  ut  est  dictum  ha- 
beant  et  teneant,  vobisque  pareant,  obediant  et  respondeant.  In  hiis  óm- 
nibus in  quibus  Ammirato  nostro  tenentur  parere  responderé  ac  etiam 
obcdire  dum  nobis  placuerit,  ut  est  dictum.  Datura  Valentie  tercio  nonas 
februarii  anno  Domini  millesimo  trecentessimo  séptimo. 

Bernardus  de  Aversone  mandato  Regio  qui  cum  audivit  eam  et  sic  ex- 
pediri  mandavit  /;/  loco  siispccto  csi  rasura  et  sic  fiat  alia  carta.  lam  facta 
est  et  sigillata  consimile  in  dicto  calendario:  Erat  autem  primum  calen- 
darium  tercio  nonas  Januarii  anno  Domini  millesimo  trecentessimo  sexto 
in  \'alcncia. 

En  el  nuevo  reinado  de  Alfonso  V\  expídele  este  Monarca 
nombramiento  análogo  al  anterior,  donde  se  contiene  una  ins- 
trucción ú  ordenanza  relativa  al  ejercicio,  administración,  de- 
rechos y  partes  de  presa  pertenecientes  al  cargo  de  Almirante. 

Intervino  con  fortuna  D.  Bernaldo  en  muchas  empresas  mili- 
tares, y  en  1309  hizo  levantar  el  sitio  de  Lorca  al  Rey  de  Alme- 
ría; se  apoderó  de  varias  fortalezas  en  Calabria  y  ayudó,  asis- 
tiéndole por  su  cuenta  con  I.600  hombres,  al  Rey  Don  Fadri- 
que  en  la  conquista  de  Sicilia.  Hombre  acaudalado  debió  ser  el 
Almirante  á  juzgar  por  los  siguientes  documentos: 

Alfonso  III  de  Aragón,  estando  en  Valencia  en  el  día  de  las  Calendas 
de  Septiembre  del  año  1290,  vendió  al  noble  Bernaldo  Sarria,  pai-a  él  y 
para  sus  descendientes  perpetuamente  y  en  franco  alodio,  el  castillo  de 
Castell  de  Castells,  con  su  villa  y  arrabales,  por  precio  de  42.000  sueldos. 

Y  el  mismo  Monarca,  y  en  los  propios  términos,  vendió  al  dicho  Sa- 
rria, en  los  Idus  de  Noviembre  de  1290,  la  alquería  de  Callosa,  por  pre- 
cio de  40.000  sueldos,  entregando  el  comprador  20.000  sueldos  en  nume- 
rario, y  los  otros  20.000  los  satisfizo  con  la  donación  de  las  salinas  de 
Sellent  que  hizo  al  rey,  y  que  se  justipreciaron  en  esta  suma. 

Jaime  II,  estando  en  Valencia,  en  3  de  los  Idus  de  Agosto  de  1296,  donó 
á  Bernaldo  de  Sarria,  para  él  y  con  facultad  de  trasmitirlo  por  testamen- 
to una  sola  vez,  el  valle  de  Ayora,  con  todos  los  derechos  y  jurisdiccio- 
nes al  señor  pertenecientes. 

El  mismo  Monarca,  por  su  Privilegio  fechado  en  Barcelona  á  1 1  de  las 


LOS    ALMIRANTES   DE    ARAGÓN  327 

CalcMidas  de  [unió  de  1298,  donó  t-n  feudo  honrado  al  dicho  Sania  y  á  sus 
descendientes  el  castiUo  de  ( "onlVides,  reservándose  el  Monarca  Potes- 
tad, Paz  y  Ciuerra. 

En  la  misma  ciudad,  y  por  el  mismo  .Monarca,  se  concede  A  este  Almi- 
rante, por  título  de  venta,  los  castillos  tie  Ah^ar  y  Kxalon,  con  sus  valles 
ahiuerías  y  fortalezas,  siendo  precio  de  esta  enajenacitm  el  de  1 50.000 
sueldos  y  fecha  del  privilegio  2  de  las  Nonas  de  A))ril  del  año  1300. 

Finalmente,  estando  Jaime  II  en  INIurcia,  en  10  de  las  kalendas  de  Mar- 
zo de  1300,  le  vendió  el  Castillo  de  Muía,  en  dicho  Reino,  por  precio  de 
70.000  suélelos,  rc-servánd()se  el  Rey  mero  imperio,  Paz  y  (ñierra. 

(Todas  estas  donaciones  y  ventas  constan  en  el  libro  iv  <ie  Enajenaciones  del  Real  Patri- 
.Mosio  DE  Valencia.) 


IX 
Francisco  Carróz. 

El  Rey  Don  Jaime  II  ti  justiciero  nombra  á  su  familiar  el  no- 
ble D.  Francisco  Carróz,  señor  de  Rebollet,  Almirante  de  los 
Reinos  de  Aragón^  Valencia.  Cerdeña  y  Córcega  y  del  Condado 
de  Barcelona,  fechado  el  nombramiento  en  Barcelona  el  4  de 
Octubre  de  1 3 13,  cuyo  despacho  contiene  una  explicación  y 
aclaración  de  la  jurisdicción,  goces  y  derechos  del  empleo  de 
Almirante.  En  el  mismo  despacho  le  da  jurisdicción  sobre  los 
operarios  que  trabajan  en  la  Atarazana,  novedad  esta  de  conce- 
der á  los  Almirantes  tal  facultad  en  tierra,  no  observada  hasta 
entonces. 

Cuando  la  conquista  de  Cerdeña,  luchó  valerosamente  con 
su  armada,  tomando  á  Caller,  en  1 324,  derrotando  nuevamen 
te  á  los  franceses  y  genoveses  en  1326,  en  el  estrecho  de 
aquel  nombre. 

Seüorios  de  que  disfrutó  el  Aluiinmte  Carróz 
en  el  Reino  de   Valencia. 

Constan  en  Privilegio  expedido  en  Valencia  á  1 5  de  Marzo  de 
1300  por  Pedro  IV,  y  en  el  que  este  Monarca,  en  atención  á  que 
Francisco  Carróz  había  renunciado  en  los  pueblos  y  villas  de  su 


32S  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Señorío  el  uso  de  los  Fueros  de  Aragón  y  aceptado  para  los  mis- 
mos los  generales  de  Valencia,  le  dice:  «Así,  pues,  por  la  presen- 
te vuestra  carta  siempre  valedera,  gratis,  de  ciencia  cierta,  con 
deliberación  y  de  espontánea  voluntad,  por  Nos  y  todos  nuestros 
herederos  y  sucesores  nuestros,  en  compensación  de  lo  antedi- 
cho [la  renuncia  de  Fueros],  y  por  los  muchos,  gratos  y  nota- 
bles servicios  que  á  Nos,  como  antes  se  ha  dicho,  hiciste,  y  en 
contemplación  de  la  dicha  promesa,  damos  y  concedemos  á  vos 
y  á  los  vuestros  perpetuamente  el  pleno  nuevo  imperio  y  su  ejer- 
cicio en  vuestro  Castillo  de  Rebollet  y  en  las  villas  ó  lugares  de 
()liva,  de  la  Font  y  en  los  otros  lugares  comprendidos  dentro  de 
los  términos  de  dicho  castillo  y  en  todos  los  términos  de  dicho 
castillo  y  sus  lugares...;- 

El  castillo  y  señorío,  que  eran  de  D.  Francisco  Carro/,  pasó 
por  su  muerte  á  doña  Teresa  Eximenez  de  Borriol,  su  esposa,  la 
que  como  tal  heredera  lo  poseyó  hasta  el  año  1 346. 

(El  original  latino  en  el  Archivo  de  la  Corona  de  Aragón.  Registro  482, 
folio  121  vuelto.)  , 

Sepulcro  del  Almirante  Francisco  Carros. 

Se  conserva  en  la  villa  de  Fuente  de  Encarróz,  colocado  en  la 
capilla  de  Nuestra  Señora  del  Remedio  de  la  Iglesia  parroquial 
dedicada  á  vSan  Antonino  mártir,  adonde  fué  trasladado  en  23 
de  Abril  de  1748,  al  encontrar  este  sepulcro  (en  unión  de  otro), 
entre  las  ruinas  del  Castillo  de  Rebollet,  el  labrador  Pedro  An- 
tonio de  Escrivá,  vecino  de  Fuente  de  Encarróz,  cavando  para 
sacar  piedra. 

En  la  tapa  del  sepulcro  se  halla  esculpido  un  caballero  arma- 
do, y  en  los  bordes  de  la  tapa,  grabada,  una  inscripción  latina,  con 
letras  longobárdicas,  que  traducida  dice  así:  «Aquí  yace  el  noble 
Francisco  Carróz,  mayor  en  días,  vSeñor  del  Castillo  de  Rebollet, 
que  murió  en  Cerdeña,  año  del  Señor  mil  trescientos  cuarenta  y 
tres,  día  veinte  y  uno  del  mes  de  Enero;  bus  huesos  fueron  trans- 
portados y  sepultados  aquí:  cuya  alma  descanse  en  paz,  así  sea». 

Fué  dicho  Carróz  Almirante  general  de  la  Armada  de  Jaime  II> 


LOS  ALMIRANTES  DE  ARAGÓN  329 

que  aprestó  para  la  conquista  de  Cerdeña;  por  los  especialísimos 
servicios  prestados  en  la  jornada,  le  hizo  merced  Jaime  II  de  la 
Baronía  de  San  Miguel  y  Angers,  falleciendo,  en  la  fecha  antes 
indicada,  víctima  de  una  enfermedad  llamada  en  el  país  I' Ii/tem- 
peria. 

TÍTULO    DE    ALMIRANTE 

Sepan  todos,  como  Nos  Jaime...,  etc.  Pensando  entre  Nos,  con  la  debi- 
da y  solícita  consideración,  como  entre  las  otras  cosas,  (jue  á  los  Reyes 
y  Príncipes  atañen,  incumbe  á  los  mismos  conceder  honores  y  justamente 
entonces  la  fama  con  su  voz  pone  en  las  nubes  su  magnificencia,  cuando 
en  sus  empleos,  sobre  todo  en  los  mayores,  eligen  y  ponen  á  personas 
notables  y  dignas  de  estos  honores  por  su  nobleza,  fidelidad  y  otras  cua- 
lidades recomendables.  Por  lo  tanto,  dirigiendo  nuestra  vista  á  vos  el 
noble,  familiar  y  amado  nuestro  Francisco  Carro'z,  señor  de  ReboUet, 
como  aquel  á  quien  conocemos  adornado  de  nobleza  de  linaje,  de  cons- 
tancia en  la  fidelidad  y  sinceridad  y  de  otras  laudables  condiciones  y 
confiando  en  que  en  aquellas  cosas,  que  miran  á  la  exaltación  de  nues- 
tro nombre  y  honor,  miraréis  con  todo  cuidado,  diligencia  y  solicitud,  y 
atendiendo  á  los  servicios,  que  con  ánimo  pronto  prestasteis  á  Nos  y  á 
los  que  esperamos  que  nos  hagáis,  por  lo  tanto,  proponemos,  ordenamos 
y  determinamos  establecer  á  Vos  en  Almiranie  nuesiro  de  los  Reinos 
de  Aragón,  J^a/encia,  Cerdeña  y  Córcega  y  del  Condado  de  Barcelona.  Y 
para  que  dicho  oficio  de  Almirante,  tanto  vos,  como  los  otros,  que 
después  tengan  dicho  oficio,  ya  en  nuestro  tiempo,  ya  en  el  de  los 
Reyes  nuestros  sucesores,  se  pueda  con  más  certeza,  mejor  y  más 
útilmente  regir  y  ejercitar,  proveímos  poner  aquí,  insertar  y  declarar  por 
el  presente  escrito  nuestro,  todas  y  cada  una  de  las  cosas  pertenecientes 
á  dicho  oficio,  tanto  en  su  ejercicio,  ó  administración  del  mismo,  como 
sobre  los  derechos  que  se  han  de  percibir  por  el  mismo,  habiendo  tenido 
sobre  esto  plena  deliberación  y  consejo,  como  se  sigue: 

1.  Queremos,  pues,  y  ordenamos  y  mandamos  que  Vos,  los  Vicealmi- 
rantes nombrados  por  Vos  y  los  nuestros  y  los  otros  comisarios  y  nun- 
cios vuestros,  ejerzáis  y  hagáis  ejercer  fiel,  leal,  diligentemente  y  bien  el 
dicho  oficio  de  Almirante  en  todos  los  Reinos  y  Condado  dichos,  para 
honor,  servicio  y  fidelidad  nuestra  ^  comodidad  y  ganancia  de  nuestra 
Curia. 

2.  Asimismo  queremos,  ordenamos  y  concedemos  á  Vos,  que  vos 
y  aquel  á  quien  estableciereis  en  lugar  vuestro,  conozcáis  y  hagáis 
justicia  álos  querellantes,  sobre  las  causas  y  cuestiones  que  se  moviesen, 

TOMO    LXXIV  22 


330  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

tanto  civiles  como  criminales,  entre  los  hombres  de  la  general  y  de  la 
especial  Armada  nuestra  ó  de  nuestras  galeras,  á  saber,  de  aquellas  que 
hayan  sido  motivadas  después  que  dicha  armada  haya  sido  empezada  y 
durante  la  misma  armada,  y  esto  sumariamente,  según  los  usos  y  costum- 
bres de  la  Armada,  á  vuestro  arbitrio;  cuyo  conocimiento  ejerceréis  y 
haréis  ejercer  sobre  las  causas  y  cuestiones,  que  nuevamente  acontecie- 
ren desde  los  quince  días  antecedentes  al  día  señalado  para  el  embarque 
hasta  los  quince  días  después  que  la  Armada  general  ó  especial,  ó  sean 
nuestras  galeras,  sean  desarmadas.  Exceptuamos,  sin  embargo,  de  este 
vuestro  conocimiento  las  cuestiones  ó  acciones  reales,  las  cuales  reser- 
vamos á  los  jueces  ordinarios  de  los  Lugares. 

3.  Además,  ordenamos,  queremos  y  concedemos  á  vosotros,  que 
siempre  y  cuando  aconteciese,  que  Nos  mandemos  hacer  de  nuevo  ó 
reparar  galeras  ú  otros  cualesquiera  bajeles,  para  la  general  ó  especial 
armada  nuestra,  conozcáis  vos,  ó  el  que  vos  estableciereis,  de  las  cuestio 
nes  civiles  y  criminales  que  hubiese  entre  los  capitanes  de  dichas  gale- 
ras ó  bajeles,  y  los  maestros  de  ribera  y  calafates  y  sus  aprendices,  y  los 
otros  trabajadores,  á  saber:  de  aquellas  que  se  promovieren  después  que 
dichas  obras  ó  reparaciones  fueren  empezadas  y  las  que  surgieren  duran- 
te las  mismas  obras  ó  reparaciones  en  que  ellos  estuviesen  y  dichas 
cuestiones  terminéis  en  justicia;  y  dichos  maestros  y  los  antedichos  com- 
peláis á  responder  en  juicio  ante  vos  y  los  diputados  por  vos  y  no  ante 
otros  oficiales.  Declaramos,  sin  embargo,  que  si  algunos  ó  alguno  de  los 
dichos  con  otro  ú  otros,  de  otra  condición  que  sus  consemejantes  en  los 
sobredichos  oficios,  tuvieren  cuestiones  civiles  ó  criminales,  aunque  fuese 
durante  el  tiempo  de  dichos  trabajos,  no  se  conozca  de  ellas  por  vos  ó 
vuestros  delegados,  sino  por  los  jueces  ordinarios,  como  fuere  de  razón. 
Ni  se  han  de  comprender  en  esta  clase  de  personas  aquellos  que  por 
comisión  ó  concesión  nuestra  tienen  nuestros  arsenales  en  cualquier 
lugar  de  dichos  nuestros  Reinos  y  Condado,  más  aún,  quei-emos,  que  los 
que  tuvieren  dichos  nuestros  arsenales  no  estén  obligados  á  responder 
ante  vos  sino  ante  sus  ordinarios.  Exceptuamos  también  del  mismo  cono- 
cimiento vuestro,  como  se  ha  dicho  en  el  anterior  capítulo,  las  cues- 
tiones ó  acciones  reales,  las  cuales  reservamos  á  los  ordinarios  de  los 
Lugares. 

4.  ítem,  no  siendo  fácil  recibir  las  debidas  épocas,  ú  otras  cautelas, 
de  lo  que  gastaréis  ó  pagaréis  en  dicha  armada  ó  por  razón  de  la  misma, 
por  motivo  de  las  múltiples  variedades  de  negocios  que  ocurren  con  fre- 
cuencia en  las  armadas,  ordenamos,  queremos  y  concedemos,  que  vos, 
de  las  cantidades  ó  cosas,  que  vos  y  vuestros  encargados  recibiereis  ó 
pagareis,  deis  relación  á  nuestra  Curia  por  cuadernos  solamente,  pero 
claramente  y  con  las  justas  y  racionables  causas  para  la  final  y  debida 


LOS    ALMIRANTES    DE    ARAGÓN  331 

razón  de  ello  y  que  se  esté  por  lo  que  arrojen  dichos  cuadernos  y  vos  no 
estéis  obligado  á  manifestar  ó  entregar  otras  apocas  ó  cautelas. 

5.  Y  para  que  en  el  ejercicio  de  este  oficio  tanto  más  amplia  y  eficaz- 
mente miréis,  cuanto  conozcáis,  que  la  gracia  conferida  por  nuestra  Alte- 
za os  lo  ha  sido  á  vos  para  vuestro  honor  y  utilidad,  hemos  determinado 
proveeros  de  los  derechos  que  vos  tenéis  que  recibir  en  esta  forma,  á 
saber:  Si  en  la  batalla  y  choque  de  la  Armada  de  los  rebeldes  y  enemigos 
nuestros  sucediera  que  su  Almirante  fuera  cogido  por  la  Armada  nuestra, 
que  vos  mandaréis,  el  Almirante  cautivado  con  todas  las  cosas  que  tuvie- 
ra en  sus  barcos,  os  lo  concedemos  á  vos,  para  ser  aplicado  á  utilidad 
vuestra;  pei"0  salvamos  y  retenemos  para  Nos  expresamente  que  si  fuere 
nuestro  gusto  y  voluntad  que  la  persona  de  dicho  Almirante  cautivachj 
pasase  á  nuestro  poder,  dándoos  y  pagándoos  por  él  quinientos  marcos 
de  plata,  podamos  tener  la  persona  del  Almirante  cautivado  en  nuestra 
jurisdicción  v  poder,  sin  contradicción  de  parte  vuestra;  pero  los  bienes 
todos  que  dicho  Almirante  cautivado  tuviere  en  la  Armada  se  ap!ic|uen 
como  se  ha  dicho,  á  utilidad  vuestra.  Y  de  todas  las  cosas,  mercancías  y 
bienes  existentes  en  las  naves  v  en  otros  cualesquiera  bajeles  que  se 
cautiven  por  nuestra  Armada  en  que  Vos  mandéis,  queremos,  ordenamos 
y  concedemos  que  Vos  tengáis  íntegramente  la  vigésima  parte  de  lo  que 
tocare  de  ello  á  nuestra  Curia  con  todas  sus  jarcias  y  aparatos. 

Además  de  lo  dicho,  concedemos  también  á  vos  cada  año,  desde  el  día 
en  que  nuestra  Armada  general  ó  especial  se  empezare,  hasta  que  estu- 
viera terminada,  en  la  cual  vos  fuereis  personalmente,  tanto  cuando  estu- 
viera en  tierra  como  en  el  mar,  el  que  tengáis  para  vuestros  gastos  trein- 
ta sueldos  barceloneses  cada  día  pagados  por  nuestra  Curia. 

Queremos,  además,  ordenamos  y  á  vos  concedemos,  que  de  las  perso- 
nas de  los  moros  que  se  cojan  con  nuestros  bajeles,  que  se  armen  por  vos 
con  nuestro  beneplácito,  tengáis  vos  íntegramente  la  trigésima  parte, 
quedando  las  partes  restantes  de  los  moros  dichos  aplicados  á  las  como- 
didades de  nuestra  Curia,  pero  las  personas  de  cualesquiera  cristianos 
que  se  cautiven,  declaramos  y  queremos  que  pertenezcan  á  Nos  y  á  nues- 
tra Curia,  sin  descuento  alguno,  ni  perteneceros  derecho  alguno  en  ellos, 
lo  que  antes  dijimos  de  la  persona  del  Almirante  cautivado  quede  en  su 
fuerza.  Pero  si  aconteciera  que  por  vuestra  prudencia  y  tratos  y  coacción 
Nos  ó  nuestra  Curia  adquiíñese  y  tuviese  de  cualesquiera  moros  nuevos 
tributos  y  servicios,  sin  mengua  de  los  antiguos  y  acostumbrados  tributos 
y  servicios,  vos  tendréis  para  utilidad  vuestra  la  parte  vigésima  de  dichos 
nuevos  tributos  ó  servicios  adquiridos  por  vuestra  prudencia,  tratos  y 
fuerza. 

Finalmente,  queremos,  ordenamos  y  os  concedemos  que  tengáis  y  re- 
cibáis de  los  hombres  alistados  en  nuestra  Armada  general  ó  especial, 


332  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

aquellos  derechos  que  los  otros  Almirantes  nuestros  acostumbraron  te- 
ner y  recibir;  pero  nos  retenemos  la  escribanía  de  nuestra  Armada  ge- 
neral ó  especial  para  conferirla  á  quien  queramos.  En  su  consecuencia, 
pues,  queremos  que  vos  y  los  otros  Almirantes,  que  en  adelante  fueren 
en  dichos  Reinos  y  Condados,  estéis  contentos  con  la  ordenación  y  con- 
cesión predichas  por  Nos  hechas  del  oficio  sobredicho  y  también  con  los 
derechos  vuestros  que  por  razón  del  mismo  tenéis  de  recibir,  según  arri- 
ba por  Nos  se  ha  declarado,  quedando  excluidas  por  completo  otras  or- 
denaciones y  concesiones  y  también  derechos  acostumbrados  ó  desacos- 
tumbrados por  los  otros  Almirantes  en  tiempos  pasados  ejercidos,  perci- 
bidos y  habidos. 

Por  tenor,  pues,  de  este  nuestro  escrito  mandamos  á  los  procuradores, 
vegueros,  justicias,  bailes,  curias  y  otros  cualesquiera  oficiales  y  subditos 
nuestros  constituidos  y  por  constituir  en  todos  los  Reinos  y  Condado 
predichos,  tanto  presentes  como  futuros,  que  os  tengan  á  vos  por  Almi- 
rante nuestro  y  á  vos  y  á  todos  los  que  deputaréis  sirvan,  respondan, 
obedezcan  eficazmente  y  ayuden  en  todos  los  negocios  que  conozcan  re- 
ferirse á  dicho  oficio,  para  honor,  servicio  y  fidelidad  nuestra.  Esta  nues- 
tra concesión  queremos  que  dure  mientras  fuere  de  nuestro  agrado. 

En  testimonio  de  lo  cual  hicimos  la  presente  nuestra  carta,  y  manda- 
mos en  ella  poner  el  sello  pendiente  de  nuestra  majestad.  Dada  en  Bar- 
celona á  4  de  Octubre  de  1313. — B.  de  Averson  por  mandado  del  Rey,  y 
le  fué  leída. 


X 
Don  Bernardo  de  Boxador. 

Don  Jaime  II  nonibra  al  noble  familiar  suyo  y  mayordomo  del 
Infante  Don  Alfonso,  su  hijo,  por  cédula  dada  en  Barcelona  á  6 
de  Marzo  de  1325,  Almirante  en  los  Reinos  de  Aragón,  Valencia, 
Cerdeña  y  Córcega,  y  del  Condado  de  Barcelona,  con  las  atribu- 
ciones y  deberes  de  su  cargo. 

Nuevo  nombramiento  de  este  mismo  cargo  á  su  favor  lo  hace 
el  Rey  de  Aragón  Don  Alfonso  IV  el  Benigno,  para  durante  su 
real  beneplácito  en  Zaragoza,  el  lode  Marzo  de  1 328,  donde  dice: 
«Y  para  que,  tanto  durante  mi  Reinado  como  reinando  mis 
sucesores,  podáis  mejor  y  con  mais  utilidad  exercer  dicho  em- 
pleo»,  conteniendo  este  último   diploma  una  especie  de  orde- 


LOS  ALMIRANTES  DE  ARAGÓN  333 

nanza  relativa  al  ejercicio,  administración,  derechos  y  parte  de 
presas  pertenecientes  á  la  expresada  dignidad. 

Todavía  encontramos  en  1 33 1  otro  documento,  Carta  real  por 
la  que  Alfonso  IV  concede  á  Boxador  seis  galeras,  que  hace 
armar  en  la  ciudad  de  Valencia.  Debió  desempeñar  su  cargo, 
durante  el  cual  tomó  parte  en  varias  campañas  en  Italia,  y  en 
África,  contra  moros,  hasta  1335. 


XI 
Don  Ramón  de  Peralta. 

En  Zaragoza,  á  16  de  las  kalendas  de  Abril  (17  Marzo)  de  1335, 
firmó  el  Rey  Don  Alfonso  IV  el  diploma  de  Almirante  de  los 
Reinos  de  Aragón,  Valencia,  Cerdeña  y  Córcega,  y  Condado  de 
Barcelona,  durante  su  real  beneplácito,  á  favor  del  noble  Ramón  ó 
Raimundo  Peralta,  conteniéndose  en  este  despacho,  como  en 
otros  anteriores  se  hizo,  un  á  manera  de  Ordenamiento  de  facul- 
tades y  derechos  inherentes  á  la  dignidad  de  Almirante. 

Mas  como  quiera  que  D.  Ramón  de  Peralta  (Conde  de  Cala- 
tabellotai,  nombrado  Almirante  por  la  urgencia  de  defenderse 
contra  el  Rey  de  Marruecos,  que  intentaba  invadir  la  España  y 
particularmente  el  reino  de  V^alencia,  había  sido  llamado  de  Cer- 
deña, donde  residía,  y  no  se  presentó  para  desempeñar  su 
cargo,  nombró  el  Rey  Almirante  á 


XII 
Don  Xofre  Gilaberto  de  Cruilles. 

Este  D.  Xofre  (Jaufredo)  pertenecía  á  la  ilustre  y  antigua  fa- 
milia catalana  de  los  Cruilles,  que  fueron  á  la  conquista  de  Va- 
lencia, y  allí  se  establecieron,  fundando  el  preclaro  linaje  de  su 
nombre,  que  perdura  en  nuestros  días. 

En  13  de  Noviembre  de  1337  es  nombrado  por  Pedro  IV 
de  Aragón  Almirante  de  todos  sus  Reinos  y  Condado,  acom- 


334  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

pañandü  al  título  una  Carta  real  á  D.  Xofre,  ofreciéndole  y 
prometiéndole  no  removerle  de  su  empleo  y  dignidad  con 
tal  que  lo  administre  bien  y  lealmente  en  el  espacio  de  seis 
años. 

Por  Carta  real  de  13  de  Abril  de  1 338  declara  el  Rey  Don 
Pedro  que  su  Almirante  Cruilles  no  debe  prestar  segurida- 
des ni  fianzas  algunas  por  los  asuntos  pertenecientes  al  régi- 
men y  ejercicio  de  su  dignidad,  y  que  nadie  pueda  obligarle 
á  ello. 

Fué  enviado  de  Embajador  á  Castilla  en  1 336. 

En  1339,  en  reñido  y  sangriento  combate  naval,  derrotó,  en 
aguas  de  Ceuta,  á  la  flota  mora,  apresando  varias  galeras;  pero 
al  penetrar  en  Algeciras  murió  atravesado  por  una  flecha 
enemiga.  Sucedióle  como  Almirante 


XIII 
Don  Pedro  de  Moneada. 

Varios  son  los  diplomas  y  Cartas  reales  que  expidió  Don  Pe- 
dro IV  á  favor  de  este  personaje. 

Es  el  primero  el  título  de  Almirante  de  todos  los  Reinos  de 
la  dominación  aragonesa  y  del  Condado  de  Barcelona,  expedida 
en  Valencia  el  6  de  Alayo  de  1340. 

Consiste  el  segundo  documento  en  una  Carta  real  de  Don  Pe- 
dro IV,  fecha  15  de  P'ebrero  de  1 341,  por  la  que  confiere  á 
Moneada  de  por  vida  el  empleo  de  Almirante  de  Aragón,  etc.,  de 
que  le  había  hecho  gracia  durante  su  real  beneplácito  en  6  de 
Mayo  de  1340. 

El  tercer  documento  es  un  Real  diploma  datado  en  1 5  de  Ju- 
lio de  1343,  por  virtud  del  cual,  hallándose  ya  el  Rey  Don  Pe- 
dro IV  de  Aragón  en  pacífica  posesión  del  Reino  de  Mallorca  e 
islas  adyacentes.,  nombraba  Almirante  de  dicho  Reino  á  D.  Pedro 
de  Moneada,  que  lo  era  ya  de  los  de  Aragón,  etc. 

'  A  1 3  de  Noviembre  de  1 344  otra  carta  Real  confirma  las  pa- 
tentes ó  títulos  especiales,  y  crea  de  nuevo  á  D.  Pedro  Almirante 


LOS  ALMIRANTES  DE  ARAGÓN  335 

y  le  ofrece  bajo  su  jinamento  que  no  le  privará  o  desaojara  ja- 
más de  dicha  dignidad. 

Estando  D.  Pedro  en  Gibraltar  al  frente  de  20  galeras,  guar- 
dando el  Estrecho  del  paso  de  los  moros  para  facilitar  así  al 
A'íonarca  Alfonso  XI  la  victoria  del  Salado,  encargóle  el  Sobe- 
rano la  conquista  de  Mallorca,  y,  en  efecto,  su  valor  y  su  pericia 
llevaron  á  término  feliz  lan  magna  y  arriesgada  empresa,  derro- 
tando en  Ponsa  y  Peguera  al  Monarca  mallorquín,  quien  le 
rindió  la  isla  con  las  de  ^Menorca  é  Ibiza. 

Más  tarde,  peleando  bajo  las  banderas  de  su  Rey,  conquistó  el 
Rosellón  y  la  Cerdaña,  que  en  29  de  Marzo  de  1 344,  en  el  Pa- 
lacio de  Barcelona,  se  declararon  definitivamente  unidas  á  la 
Corona  de  Aragón. 

Pertenecía  D.  Pedro,  hijo  de  D.  Ot  (Otto)  de  Pioncada,  á  esta 
gran  familia,  que  desde  el  siglo  vin  figuraba  á  la  cabeza  de  la  no-' 
bleza  catalana,  y  cuyos  miembros  merecen  bien  el  nombre  de 
restauradores  de  nuestra  nacionalidad  durante  los  siglos  xii, 
XIII  y  ííiv.  De  ellos  vienen  tantos  célebres  Moneadas,  que  fueron 
después  Marqueses  de  Aitona. 

Este  Almirante,  D.  Pedro,  estuvo  casado  con  doña  Constanza 
de  Lauria,  hija  del  famoso  Roger,  habida  en  su  segundo  matri- 
monio, celebrado  en  Valencia  en  1 272,  con  doña  Saurina,  hija 
de  Berenguer  de  Entenza. 

Jaime  I  de  Aragón,  en  el  Repartimiento  de  la  Conquista  de 
Valencia,  donó  á  Pedro  de  Moneada,  antecesor  del  Almirante,  la 
torre  de  Moneada,  con  las  alquerías  en  sus  términos  comprendi- 
das, según  uso  y  fuero  de  Barcelona. 

Pedro  II  hizo  donación  de  Ruzafa  á  los  templarios,  para  cuando 
la  ganasen  de  poder  de  los  moros,  bien  fuera  él  ó  alguno  de  los 
Monarcas  de  Aragón  sus  sucesores;  pero  su  hijo  Jaime  I,  que  la 
ganó,  optó  por  quedarse  con  ella,  si  bien  en  respeto  á  la  palabra 
de  su  padre,  para  restituir  á  la  Orden  el  valor  de  la  ofrenda,  ad- 
quirió de  D.  Pedro  de  Moneada  la  torre  de  Moneada,  de  Ber- 
nardo Vidal  la  alquería  de  Carpesa  y  de  Guillem  Escribano  once 
j  ovadas  de  tierra  en  término  de  Carpesa,  y  todo  ello  lo  donó  es- 
lando  el  Rey  en  Jijona  á  4  de  las  kalendas  de  Enero  de  124Ó  á 


336  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

los  templarios,  y  en  su  representación  á  Frey  Reamballo  de  Caon 
y  á  Frey  Bernardo  de  Cardona,  Teniente  y  Ministro  del  Maestre 
en  las  Casas  de  Aragón  y  Cataluña. 

(Real  PatrIíMOnio  de  Valencia,  libro  iv  de  Enajenaciones.) 

XIV 
Poncio  de  Santapau. 

Cuando  la  flota  del  Rey  Don  Pedro  IV  de  Aragón,  unida  á 
la  de  los  venecianos  y  los  griegos,  fueron  contra  la  escuadra  ge- 
novesa  en  1 35 1,  eligió  para  Almirante  de  toda  la  Armada  á  Pon- 
cio de  Santapau,  caballero  catalán,  persona  de  esclarecido  linaje 
y  bien  probado  valor,  dándole  por  Vicealmirantes  de  Cataluña, 
Valencia  y  Mallorca,  respectivamente,  á  Bononato  DescoUs,  Ber- 
nardo Ripoll  y  Rodrigo  de  Sanmartí. 

En  carta  del  Rey  Don  Pedro  IV  de  Aragón,  del  17  de  Septiembre  de 
1351,  al  Capitán  del  Arma  Poncio  de  Santapau,  le  dice  que,  respecto  que 
la  inobediencia  de  los  individuos  de  las  galeras,  ha  producido  muchas 
veces  mengua  y  deshonor,  como  sucedió  con  las  de  Gibraltar,  que  se 
volvieron  sin  permiso  de  su  Almirante,  quiere  y  manda  que  se  publique 
en  todas  las  galeras  la  Real  orden  que  acompaña.  Por  ella  se  manda  á  los 
patrones,  cómitres,  sotacómitres,  nocheros  y  á  todos  los  demás  indivi- 
duos que  sean  obedientes  á  los  preceptos  de  Poncio  de  Santapau,  y  que 
contra  el  que  fuere  tan  loco  que  se  separara  de  la  Armada  sin  su  per- 
miso, se  procederá  en  persona  y  bienes,  y  será  habido  y  reputado  por 
hombre  que  en  el  campo  de  batalla  abandona  á  su  señor. 

Por  instrumento  del  20  de  Septiembre  de  135 1,  el  Rey  Don  Pedro  IV 
de  Aragón  concede  facultad  al  Capitán  de  la  Armada  Poncio  de  Santapau, 
de  poner  en  ella  el  alguacil  ó  alguaciles  que  le  pareciere,  y  el  destituirlos 
y  removerlos  cuantas  veces  quisiere. 

El  relato  de  estos  sucesos  y  la  victoria  obtenida  por  los  alia- 
dos, tras  una  batalla  de  las  más  obstinadas  y  sangrientas  que  se 
habían  visto  hasta  aquellos  tiempos,  se  halla  inserto  en  el  tomo  11 
del  Memorial  Histórico  Español:  acompáñale  una  importante  co- 
lección diplomática  de  documentos,  en  muchos  de  los  cuales 


LOS    ALMIRANTES    DE -ARAGÓN  337 

llama  el  Rey  Almirante  á  Santapau.  Kii  carta  al  Pontífice  Cle- 
mente VI  participa  su  sentimiento  por  la  muerte  del  Almirante, 
bastantes  días  después  de  la  batalla  (en  Marzo  de  1 352),  ocurrida 
por  muerte  natural  en  Constantinopla,  donde  con  toda  solemni- 
dad y  pompa  se  le  hicieron  magníficas  exequias. 


XV 
Don  Bernardo  de  Cabrera. 

Este  magnate  catalán,  nacido  en  Calatayud  en  1 298,  después 
de  haber  tomado  parte  en  las  revueltas  civiles  y  militares  de  Ara- 
gón, retiróse,  ya  cincuentón,  cansado  de  aquellas  luchas,  á  sus 
tierras  de  San  Salvador  de  Breda,  cediendo  el  título  de  \"izcon- 
de  de  Cabrera  á  su  hijo  primogénito,  que  fué  el  Conde  de 
Osona. 

El  Rey  Don  Pedro  IV  de  Aragón  le  sacó  de  su  retiro,  nom- 
brándole su  Mayordomo;  poco  después  de  nacido  el  Príncipe 
Don  Juan,  que  fué  Duque  de  Gerona,  y  en  atención  á  las  singu- 
lares dotes  que  reunía  Cabrera,  le  encargó  de  la  educación  de  su 
hijo  «porque  en  valor  y  prudencia  y  en  todas  las  buenas  partes 
que  se  requerían  para  semejante  cargo  excedía  este  caballero  á 
todos  los  de  su  reino»  (Zurita). 

Era  tan  grande  su  prestigio  que,  cuando  la  isla  de  Cerdeña  se 
sublevó  contra  Aragón,  exigieron  las  Cortes  catalanas  reunidas 
en  Villafranca  del  Panadés,  á  principios  de  1 353,  que  fuese  Ca- 
brera el  Jefe  de  la  expedición  que  contra  Córcega  se  dirigía:  y 
así  lo  hizo  el  Ceremonioso,  concediéndole,  por  ende,  el  título  de 
Vizconde  de  Bas. 

El  nombramiento  de  Almirante  va  acompañado  de  una  orden 
del  Rey  (2 1  de  Junio  de  1353)  otorgándole  facultad  ilimitada  para 
que  en  la  Armada  de  su  mando,  siempre  y  cuando  quisiere,  pu- 
diera poner  y  remover  los  oficiales,  aunque  tuvieran  los  empleos 
con  patentes  reales,  en  el  supuesto  de  que  se  concede  general  y 
libre  administración  de  la  dicha  Armada,  permitiéndole  disponer 
todo  á  su  arbitrio,  como  pudiera  hacerlo  el  mismo  Rey,  si  se  ha- 


338  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

liase  presente  (l).  No  defraudó  Cabrera  las  esperanzas  del  país  y 
del  Soberano:  tan  hábil  militar  como  prudente  gobernante,  una 
vez  confiada  á  su  pericia  la  dirección  de  la  Armada,  aun  cuando 
Cerdeña  se  había  aliado  á  la  sazón  con  la  República  de  Genova, 
supo  Cabrera  unir  á  sus  huestes  las  naves  de  los  venecianos,  y, 
hecho  á  la  mar,  derrotó  á  sus  enemigos  el  27  de  Agosto  de  I353> 
glorioso  resultado  que  le  valió  ser  colmado  de  honores  y  bene- 
ficios. 

Sus  hechos  militares,  los  sucesos  políticos  en  que  intervino, 
las  negociaciones  diplomáticas  de  que  fué  alma,  sus  tratos  con 
los  Reyes  de  Castilla  y  de  Navarra,  la  preponderancia  é  influjo 
que  adquirió  en  el  ánimo  del  Rey  Ceremonioso  creáronle  émulos 
y  envidiosos  entre  los  proceres  catalanes,  la  enemiga  de  los  In- 
fantes Don  Pedro  y  Don  Ramón  Berenguer,  tíos  del  Rey,  y  el 
odio  implacable  de  la  Reina  Doña  Leonor,  hermana  de  Don  Alon- 
so el  XI  de  Castilla;  aprovecharon,  todos  unidos,  circunstancias 
propicias,  é  influyeron  con  el  ingrato,  veleidoso  y  sanguinario 
Monarca,  acusando  á  Cabrera  del  delito  de  alta  traición,  siendo 
encarcelado,  procesado  y  juzgado  con  malas  artes,  y,  por  orden 
de  su  amo,  decapitado  en  el  mercado  de  la  ciudad  de  Zaragoza 
un  viernes  26  de  Julio  de  1364. 

Algunos  años  después,  en  5  de  Febrero  de  1 381,  el  mismo  Rey 


(i)  30  de  Marzo  de  1353. — Carta  real  por  la  que  Don  Pedro  IV  de 
Aragón  confirió  á  Bernardo  de  Cabrera  el  mando  de  la  Armada,  que  apres- 
tó contra  los  genoveses,  quienes,  según  dice  el  Re 3%  en  varias  ocasiones 
(juebrantaron  la  paz  firmada,-  y  no  contentos  con  esto,  hacían  grandes 
aprestos  navales  para  hostilizar  á  los  subditos  del  Rey,  por  no  haber  éste 
querido  unirse  con  ellos  ni  hacer  guerra  á  los  venecianos. 

En  el  mismo  despacho  se  detallan  sus  facultades,  autoridades,  sueldos 
y  partes  de  presa,  etc. 

30  de  Maj^o  de  1353. — Procura  que  el  Rey  Don  Pedro  IV  de  Aragón 
otorgó  á  favor  del  Almirante  Bernardo  de  Cabrera,  que  debía  salir  man- 
dando una  escuadra  que,  combinada  con  los  venecianos,  debía  operar 
contra  genoveses,  concediéndole  plena  facultad  de  hacer  cuanto  le  pare- 
ciese, de  poder  hacer  la  paz  con  éstos,-  declarar  la  guerra  ó  usar  de  re- 
presalias contra  cualesciuier  Príncipe  ó  Estados,  abrir  préstamos,  cobrar 
créditos,  etc.,  etc.,  como  no  quebrántaselo  convenido  con  los  venecianos  pl 

aliados  del  Rey  Don  Pedro.  ^  i 


LOS  ALMIRANTES  DE  ARAGÓN  339 

Don  Pedro  IV  restituyó  á  D.  Bernardinp,  nieto  de  Cabrera,  el 
Condado  de  Osona  y  los  vizcondados  de  Cabrera  y  Bas,  con  los 
pingües  bienes  que  le  habían  sido  confiscados,  declarando  en  la 
escritura  el  propio  Soberano  que  fué  aquel  Almirante  íüi  varán 
de  elevado  corazón  y  gran  consejo;  lamenta  los  extremos  rigores 
con  él  habidos,  cuando  fuimos  provocados  á  indignación  e  ira; 
rehabilita  por  completo  su  memoria  y  vuelve  á  su  gracia  al  nieto 
de  D.  Bernardo. 

La  vida  agitadísima  por  toda  especie  de  sucesos  de  este  per- 
sonaje, su  proceso  y  variados  documentos  muy  interesantes  que 
le  atañen,  se  encuentran  en  el  libro  ameno,  erudito  y  basado  en 
doctas  y  fieles  investigaciones,  como  todos  los  suyos,  que  escri- 
biera D.  J.  B.  Sitges,  intitulado  La  muerte  de  D.  Bernardo  de 
Cabrera,  Consejero  del  Rey  Don  Pedro  IV^  de  Aragón. 


XVI 
Don  Olso  de   Proxita. 

En  31  de  Mayo  de  1360  está  fechado  su  nombramiento  de 
Capitán  de  las  seis  galeras  que  el  Rey  Don  Pedro  IV  hizo  armar 
para  transportar, á  Sicilia  á  la  Reina  de  aquella  isla,  Doña  Cons- 
tanza, su  hija;  por  dicho  documento  no  sólo  le  hace  jefe  de  aque- 
lla Armada  sino  también  cabeza  de  toda  la  comitiva,  encargán- 
dole la  persona  de  la  Reina,  concediéndole  expresamente  los  de- 
rechos de  Almirante. 

En  II  de  Enero  de  1 363  le  nombra  Capitán  de  seis  galeras 
mandadas  construir  en  Cataluña  en  este  año  con  motivo  de  la 
guerra  contra  el  Rey  de  Castilla,  concediendo  á  dicho  su  camar- 
lengo, Olso  de  Proxita,  todos  los  sueldos  y  derechos  acostum- 
brados, otorgándole  además  toda  la  jurisdicción  civil  y  cri- 
minal. 

Por  último,  en  5  de  Diciembre  de  aquel  mismo  año  1 363, 
nombróle  el  Ceremonioso  Capitán  general  de  todas  las  galeras, 
que  con  motivo  de  la  guerra  con  el  Rey  de  Castilla,  se  manda- 
ren armar  para  defensa  de  los  mares  y  ofensa  de  los  enemigos. 


340  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Concédesele  en  este  documento  la  plena  potestad  y  jurisdic- 
ción que  «han  acostumbrado  tener  los  Almirantes  de  los  tiem- 
pos pasados»,  y  manda  á  su  primogénito,  Gobernador  general, 
y  á  los  demás  oficiales  y  vasallos  suyos  reconozcan  á  dicho 
Proxita  por  tal  Capitán  general,  y  le  obedezcan  y  respondan  en 
todos  los  asuntos  en  los  cuales  «se  haya  acostumbrado  obede- 
cer y  responder  al  Capitán  general  que  haya  tenido  la  potestad 
plenísima  de  Abiñraute-». 

Este  instrumento  me  decide  á  colocarle  en  la  categoría  de  tan 
alta  dignidad,  sin  que  me  sea  conocida  la  existencia  á  su  favor 
del  diploma  original  de  Almirante  de  Aragón. 

Estos  Proxitas,  Prochidas,  Procidas  y  Projitas,  que  de  todos  es- 
tos modos  son  llamados  en  las  crónicas  de  su  tiempo,  eran  oriun- 
dos de  Sicilia;  un  caballero  Juan  Projita  tomó  parte  principalí- 
sima en  el  famoso  levantamiento  conocido  por  las  Vísperas  Sici- 
lianas. 

Pedro  IV  de  Aragón,  estando  en  Valencia  á  7  de  las  Kalen- 
das  de  Febrero  del  año  1349,  empeñó  á  D.  Olso  de  Proxita, 
padre  y  legítimo  administrador  de  los  nobles  D.  Juan  de  Proxita 
y  doña  Constanza  de  Proxita,  habidos  de  su  mujer  la  noble  doña 
Estefanía  (no  pone  su  apellido),  el  mero  y  mixto  imperio  de  los 
Castillos  y  lugares  de  Almenara  y  Luchente,  propios  del  dicho 
D.  Olso,  por  préstamo  de  17.OOO  sueldos. 

(Real  Patrimonio  de  Valencia,  libro  iv,  de  EnaJenacio7ies.) 


XVII 
Don  Hugo  de  Cardona  y  Anglesola. 

Hijo  de  D.  Hugo  de  Cardona  y  de  su  mujer  doña  Beatriz  de 
Anglesola  (hija  y  heredera  de  D.  Guillen,  señor  de  Bellpuig,  y 
de  doña  Beatriz,  hermana  del  Conde  de  Pallars),  fué  este  don 
Hugo,  XIX  Vizconde  de  Cardona,  creado  Conde  de  Cardona 
por  merced  del  Rey  Don  Pedro  IV  de  Aragón,  otorgada  en 
Barcelona  el  4  de  Diciembre  de  1375,  siendo,  dice  Zurita:  «el 


LOS    ALMIRANTES    DE    ARAGÓN  34 í 

primero  que  dejó  el  título  de  Vizconde,  que  tantos  siglos  habían 
tenido  en  aquella  casa  sus  predecesores». 

Sirvió  á  las  órdenes  de  D.  Olso  de  Proxita  en  calidad  de  Vi- 
cealmirante. 

En  Barcelona,  á  19  de  Abril  de  1364. — Carta  real  por  la  que  Don  Pe- 
dro IV  de  Aragón,  á  petición  de  las  Cortes  generales  de  Cataluña,  dio  el 
mando  ó  Capitanía  general  de  la  Armada,  destinada  á  operar  contra  el  Rey 
de  Castilla,  que  tenía  sitiada  por  mar  y  tierra  la  ciudad  de  Valencia,  á 
Hugo,  Vizconde  de  Cardoíia,  declarándole  en  el  mismo  despacho  sus  juris- 
dicciones, goces  y  partes  de  presas,  declarando  también  que  Olso  de 
Prochida  debe  continuar  siendo  Capitán  de  las  10  galeras  que  mandaba, 
bien  que  subordinado  á  él,  etc. 

En  Tortosa,  á  26  de  Enero  de  1365. — Nombramiento  de  Almirante  de 
todos  sus  Reinos  y  Condados,  que  expidió  el  Rey  Don  Pedro  IV  de  Ara- 
gón á  favor  de  Hugo,  Vizconde  de  Cardona.  En  él  declara  el  Rey  todos  los 
derechos,  fueros,  emolumentos  y  prerrogativas  que  deberá  disfrutar,  y  los 
que  le  sucedieren  en  adelante  en  aquella  dignidad,  quedando  derogadas 
todas  las  ordenaciones  anteriores.  Declara  igualmente  que  los  Vicealmi- 
rantes que  mandaron  armada  por  no  poderlo  verificar  el  Almirante,  ten- 
drán los  mismos  goces  y  privilegios  que  el  Almirante  á  excepción  de  la 
gratificación  diaria  de  40  sueldos  barceloneses  concedidos  á  éste. 

En  el  nuevo  reinado  de  Don  Juan  I  de  Aragón,  apellidado  el 
Cazador,  al  suceder  á  su  padre,  Don  Pedro  IV,  expídele  en  Bar- 
celona, á  24  de  Enero  de  1 387,  nuevo  título  ó  despacho  de  Almi- 
rante de  todos  sus  reinos.  Helo  aquí: 


«N0MBR.\MIENT0  DE  HuGO  CaRDONA  DE  AnGLESOLA,  CoNDE  DE  CaRDONA, 

DE  Almirante  de  Ar.agón,  etc.,  etc.,  en  1387. 

Nos,  Johannes  Dei  gratia  etcétera.  Infra  nos  debita  ac  sollicita  medita- 
cione  pensamus  qualiter  ínter  alia  regibus  et  principibus  incumbencia 
incumbit  eisdem  tuncque  eorum  laudis  cum  fame  preconio  magnifficencia 
vehementer  extollit  dum  in  illorum  officiis  precipue  maioribus  personas 
ordinant  proponunt  fidelitatis  industria  et  alus  sufragiis  bonis  notabiles 
atque  dignas  officiorum  huiusmodi  honbribus  subliman.  Idcirco  ad  perso- 
nara vestri  nobilis  et  dilecti  consiliarii  nostri  Hugonis  de  Angidaria,  Comitis 
Cardone,  nostrum  intuitum  dirigentes  véluti  quem  nomen  fidelitatis  legali- 


342  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

tatis  et  constancia  et  alus  laudabilibus  conditionibus  insignitum.  Confiden- 
tesque  in  hiis  que  exaltacionem  nostri  nominis  et  honoris  respiciant  omni 
cura  et  diligencia  ac  sollicitudine  intendetis  necnon  prospectis  servitiis  que 
prompte  animo  pi^estitis  nobis  et  que  speramus  in  posterum  exhiberi  vos 
propterea  in  admiratum  nostrum  regnorum  nostrorum  Aragonum,  Valen- 
cie,  IMaioricarum  Sardinie  etCorsice  comitatusque  Barchinone,  Rossilionis 
et  Ceritanie  proponimus  ordinamus  et  ducimus  statuendum.  Et  ut  predic- 
tum  officium  ammirati  tam  vos  quam  alii  qui  postea  ipsum  officium  tenue- 
runt  sive  nostro  sive  aliorum  regnorum  succesorum  nostrorum  tempori- 
bus  cercius  melius  et  utilius  regere  valeatis  ac  etiam  exercere  omnia  et 
singula  ad  ipsum  officium  tam  in  exercicio  seu  administracione  ipsius 
quam  super  recipiendis  juribus  pro  eodem  in  presenti  scripto  nostro, 
habito  super  hiis  pleno  cum  deliberacione  consilio,  declaranda  ponenda 
et  inserenda  providimus  ut  inferius  continetur.  Volumus  itaqüe  et  ordi- 
namus atque  mandamus  quod  vos  vestrosque  viceammiratos  ordinatos 
et  alios  comissarios  et  nuncios  vestros  predictum  ammirancie  officium  in 
ómnibus  regnis  et  comitatibus  predictis  ad  honorem  servicium  et  fidelita- 
tem  nostram  nostreque  Curie  comodum  et  profectum  exerceatis  et  facia- 
tis  exerceri  fideliter  legaliter  diligenter  et  bene.  ítem  volumus  ordinamus 
atf[ue  concedimus  vobis  quod  vos  et  ille  quem  ad  hoc  loco  vestri  statue- 
ritis  de  causis  et  de  questionibus  tam  civilibus  quam  criminalibus  que 
Ínter  homines  generalis  et  specialis  ármate  nostre  seu  galearum  nostra- 
rum  de  illis  scilicet  que  contráete  sint  post  quam  ipsa  armata  incepta 
fuerit  et  duraverit  eidem  armata  insunexerint  summarie  secundum  sta- 
tum  et  consuetudinem  ármate  ad  arbitrium  vestrum  cognoscatis  et  singu- 
lis  conquerentibus  justiciam  ministretis  quam  cognicionem  exerceatis 
et  exerceri  faciatis  de  causis  et  questionibus  quas  moneri  contingat  a  quin- 
decim  diebus  antecedentis  diem  ad  recoUigendum  assignatam  et  in  antea 
usque  ad  xv  dies  postquam  ipsa  generalis  vel  spetialis  armata  seu  galee 
nostre  fuerint  exarmate.  Excipimus  tamen  ab  huiusmodi  cognicione  ves- 
tra  questiones  seu  acciones  regales  quas  locorum  ordinariis  reservamus. 
ítem  ordinamus  volumus  et  concedimus  vobis  quod  quandocumque  con- 
tingerit  nos  faceré  fieri  de  novo  seu  reparari  galeas  vel  alia  quecunjque 
vassella  pro  generali  vel  spetiali  armata  nostra  vos  seu  statutus  a  nobis  de 
questionibus  civilibus  et  criminalibus  que  inter  magistros  ipsorum  galea- 
rum seu  vassellorum  et  magistros  axie  et  calefatos  ipsorumque  discípulos 
et  ceteros  operarios  de  illis  scilicet  que  contráete  sint  postquam  ipsa 
opera  seu  reparaciones  incepta  fuerint  et  durantibus  eisdem  operibus  seu 
reparationibus  insurrexerint  in  quibus  ipsi  fuerint  Cognoscatis  casque 
secundum  justitiam  fine  debito  terminetis  ipsique  magistri  et  alii  supra- 
dicti  coram  vobis  et  ordinatis  a  vobis  et  non  coram  alus  officialibus  inda 
responderé  in  judicio  compellantur.  Declaramus  tamen  quod  si  aliqui  vei 


LOS  ALMIRANTES  DE  ARAGÓN  343 

aliquis  predictoriim  cum  alio  vel  alus  altcrius  condicionis  (¡uod  suoriini 
consimilium  in  officiis  supradictis  civiles  vel  criminales  questiones  habue- 
rint  etiam  tempere  operum  predictorum  de  ipsis  non  per  vos  aut  statutos 
vestros  sed  per  officiales  ordinarios  prout  de  ratione  fuerit  cognoscatur. 
Nec  intelligantur  inter  personas  huiusmodi  illi  <|ui  ex  comissione  seu  con- 
cessione  nostra  tenent  darac^annatiis  nostros  in  quovis  locorum  dictorum 
regnorum  et  comitatuum  nostrorum.  Imo  volumus  qiiod  ipsi  daraganatus 
predictos  nostros  tenentes  non  teneantur  coram  vobis  sed  coram  suis 
ordinariis  responderé.  Excipimus  etiam  et  simili  ut  supra  in  proxime  Ca- 
pitulo dictum  est  a  cognicione  vcstra  questiones  seu  acciones  reales  cjuas 
locorum  ordinariis  reservamus.  ítem  ordinamus  volumus  et  concedimus 
quod  cum  propter  múltiples  varietates  multorum  negociorum  que  circa 
armatas  sepe  contingunt  non  esset  facile  de  singulis  que  expenderitis  aut 
solveritis  in  ipsa  armata  vel  ratione  ipsius  debitas  apochas  vel  alias  cau- 
telas recipere  quod  vos  de  pecunia  seu  rebus  quas  per  vos  et  ordinatos 
vestros  receperitis  et  solveritis  ponatis  nosti-e  Curie  per  quaternos  tan- 
tum  modo  clare  tamen  et  cum  instrumentis  consimilibus  causam  finalem 
et  debitam  rationem  de  hiis  que  stent  in  ipsis  quaternis  nec  vos  de  neces- 
sitatis  opporteat  ostendere  vel  reddere  alias  apochas  seu  cautelas  ut  ante 
in  comisso  vobis  huiusmodi  officio  eo  amplius  et  efficacius  intcndatis  quo 
a  vobis  et  honorem  esse  impensum  et  utilitatis  gratiam  collatam  a  nostra 
celsitudine  censietis.  De  juribus  recipiendis  a  nobis  pro  presentí  officio 
vobis  providendum'duximus  sub  hac  forma.  Videlicet  quod  si  in  debella- 
cione  et  conñictu  stolii  rebellium  et  inimicorum  nostrorum  ammirantum 
eiusdem  stolii  per  nostrum  felix  stolium  in  c^uo  vos  prefueritis  capí  con- 
tingerit  ammirantum  ipsum  captum  cum  ómnibus  rebus  suis  quos  in  stoleo 
habuerit  vobis  concedimus  et  donamus  vestris  utilitatibus  applicandum. 
Verim  tamen  solvamus  et  retinemus  nobis  expresse  quod  si  beneplaciti 
et  voluntatis  nostre  fuerit  quod  personam  ipsius  ammirati  capti  ad  posse 
et  jus  nostrum  habere  voluerimus  quod  nobis  dantibus  et  solventis  vobis 
pro  eo  quingentas  marchas  argenti  ipsius  ammirati  capti  personam  ad  jus 
et  posse  nostrum  absque  aliqua  contrarietate  vestra  habere  possimus. 
Bona  tamen  omnia  que  ipse  ammiratus  captus  in  stoleo  habuerit  sicut  jam 
pi"etactum  est  vestris  utilitatibus  applicentur.  De  universis  autem  rebus 
mercibus  et  bonis  existentibus  in  navibus  et  alus  quibuscumque  vassellis 
capiendis  per  stoleum  nostrum  in  quo  vos  prefueritis  volumus  et  ordina- 
mus atque  concedimus  quod  vos  XXa"^  partem  eorum  omnium  que  Curia 
nostra  inde  habuerit  integraliter  habeatis  ipsas  vero  naves  et  cetera  va- 
sella  capta  juribus  nostre  Curie  cum  eorum  universis  exarciis'et  apparati- 
bus  reservamus.  Ultra  premissa  etiam  omnia  vobis  concedimus  quod  annis 
singulis  a  die  videlicet  quo  armata  nostra  generalis  vel  specialis  fieri  inci- 
piet  usque  quo  completa  fuerit  et  finita  in  qua  vos  personaliter  iveritis 


344  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

tam  dum  fueritis  in  térra  quam  in  mari  habeatis  pro  expensis  vestris  de 
pecunia  Curie  nostre  die  qualibet  sexaginta  solidi  Barchinone.  Volumus 
insuper  ordinamus  et  vobis  concedimus  quod  de  personis  serracenorum 
capiendis  cum  vestris  vassellis  armandis  per  vos  de  beneplácito  nostro 
vos  decimam  partem  eorum  integriter  habeatis.  Reliquiis  partibus  sarra- 
cenorum  ipsorum  Curie  nostre  comoditatibus  applicandis.  Personas  autem 
christianorum  quorumcumque  capiendorum  ad  nos  et  Curiam  nostram 
declaramus  et  volumus  pertinere  absque  aliqua  deduccione  vel  jure  vobis 
in  eis  minime  pertinenti.  Eo  tamen  c^uod  supra  diximus  de  persona  am- 
miranti  capti  in  suo  robore  ducaturo  sane  si  contingerit  vestra  prudencia 
et  tractatu  ac  exactione  nos  seu  Curiam  nostram  a  serracenis  quibilsli- 
bet  nova  tributa  seu  servita  acquirere  et  habere  antiquis  et  solitis  tri- 
butis  et  serviciis  nobis  plene  remanentibus  vos  de  ipsis  novis  tributa  seu 
serviciis  vestris  sicut  dictum  est  prudencia  et  tractatu  ac  coaccione  haben- 
dis  partem  vicesimam  pro  vestris  valitatibus  habeatis  denique  volumus  et 
ordinamus  et  vobis  concedimus  quod  ab  ómnibus  acordandis  in  armata 
nostra  generali  vel  speciali  habeatis  et  recipiatis  ea  jura  que  alii  amiranti 
nostri  habere  et  recipere  consueverunt.  Sci'ibania  vero  ármate  nostre 
generalis  et  specialis  conferendam  per  nos  cui  voluerimus  retinemus.  Pre- 
dictas  igitur  ordinatione  et  concessione  per  nos  superius  factas  de  officio 
supradicto  necnon  et  de  juribus  vestiús  racione  ipsius  a  vobis  recipiendis 
per  nos  superius  declaratis  quibuslibet  alus  ordinacionibus  et  concessio- 
nibus  necnon  juribus  solitis  aut  insolitis  per  alios  ammiratos  temporibus 
preteritis  exerceri  percipi  et  haberi  omnino  exclusis  vos  et  alios  ammi- 
ratos qui  in  dictis  regnis  et  comitatibus  pro  tempore  fuerint  volumus  esse 
contentos.  Mandamus  itaque  per  presens  scriptum  nostrum  procuratori- 
bus  vicariis  justiciis  bajulis  curiis  et  ceteris  alus  quibuscumque  officiali- 
bus  et  subditis  nostris  per  omnia  regna  et  comitatus  predicta  constitutis 
et  constituendis  tam  presentibus  quam  futuris  quod  vos  pro  ammirato 
nostro  habeant  et  teneant  vobisque  et  ordinatis  vestris  de  omnibns  que 
de  ipsius  officii  negocia  spectare  noscantur  ad  honorem  servicium  et  fide- 
litatem  nostram  pareant  respondeant  obediant  efficaciter  intendant  hanc 
autem  concessionem  durare  volumus  de  tota  vita  vestra.  In  cuius  rei  tes- 
timonium  presentem  cartam  vobis  fieri  jussimus  nostri  pendentis  sigilli 
munimine  insignitam.  Data  Barchinone  XXIV  die  januarii  anno  a  Nativi- 
tate  Domini  M°CCC°  LXXX°  VIP.  Regnique  nostri  anno  primo.  Garcia 
Cancellarius. 

Dominus  Rex  mandavit  mihi  Galcerando  de  Ortigiis.  Vidit  eam  domi- 
nus  Rex.  Prothonotarius.» 

Por  no  repetir  dos  veces  el  apellido  y  Condado  de  Cardona, 
pénesele  en  el  instrumento  el  apellido   materno  de   Aitglesola 


LOS    ALMIRANTES    DE    ARAGÓN  345 

(bárbaramente  latinizado  por  Aiigiilaria)  iiostii  diltcti  consiharii 
Huo-oiiis  de  Auxiliarla  Coiiiitis  C  ardone. 

Tal  circunstancia  y  la  longevidad  que  alcanzó  este  personaje 
han  inducido  al  error  de  creer  que  eran  dos  Almirantes  dis- 
tintos D.  Hugo  de  Cardona,  en  1365,  y  D.  Hugo  de  Anglesola, 
en  1387,  cuando  en  realidad  son  una  misma  y  sola  persona. 

Casóse  I).  Hugo  en  primeras  nupcias  con  doña  Blanca  de 
Aragón,  hija  del  Infante  Don  Ramón  Berenguer  y  nieta  de  Jai- 
me II,  de  cuyo  enlace  sólo  tuvieron  una  hija,  doña  Beatriz  de 
Cardona,  que  fué  Condesa  de  Urgel. 

De  su  segundo  matrimonio  con  doña  Beatriz  de  Luna  Xérica 
y  Aragón  (hija  de  D.  Pedro  Martínez  de  Luna,  Rico-hombre  de 
Aragón,  Señor  de  Pola  y  Almonacid,  y  de  doña  Elfa  de  Ejeri- 
ca,  ó  Xérica,  y  Aragón,  Princesa  de  la  Casa  Real  aragonesa) 
tuvieron  varios  hijos,  de  los  que  fué  el  primogénito  y  sucedió  en 
la  casa  D.  Juan  Ramón,  que  en  vida  de  su  padre  fué  Almirante  de 
Aragón,  en  virtud  del  privilegio  que,  dada  la- ancianidad  de  don 
Hugo,  le  concedió  el  Rey  Don  Martín  el  Humano^  fechado  en 
Mesina  á  30  de  Septiembre  de  1396.  De  esta  concesión  ó  privi- 
legio puede  decirse  que  arranca  el  derecho  hereditario  del  Almi- 
rantazgo, que  no  sale  ya  de  la  casa  de  Cardona  ó  de  su  repre- 
sentación. Murió  D.  Hugo  el  año  1 400. 

Don  Juan  I  de  Aragón,  estando  en  }iIonzón,  á  7  de  Septiembre  de  1380, 
donó  en  franco  y  libre  alodio  á  su  Mayordomo  Galcerán  de  Rusgech, 
alias  Ferrán  Ximénez  de  Cueva,  la  albóndiga  que  tiene  su  asiento  en  Va- 
lencia, cerca  de  la  Morería,  por  causa  de  los  muchos  servicios  que  le  te- 
nía prestados;  fueron  testigos  de  este  instrumento  D.  García,  Arzobispo 
de  Zaragoza;  D.  Galcerán,  Obispo  de  Lérida;  D.  Fray  Pedro,  Obispo  de 
Elva;  D.  Juan,  Conde  de  Ampurias;  D.  Hugo  de  Angularia,  Conde  de 
Cardona;  el  Infante  Don  JNIartín,  Duque  de  ÍNIontblanc;  D.  Gastón  de  Mon- 
eada y  D.  Olso  de  Proxita. 

(Archivo  dki^  Real  Patrimonio,  libro  iii  de  Enajenaciones,  folio  3  °) 

Don  Pedro  de  Jérica  era  Señor  de  Navarros,  sin  ejercicio  de  mero  impe- 
no; Pedro  IV  de  Aragón,  que  consideraba  en  gran  manera  á  dicho  Pedro 
de  Jérica,  por  los  muchos  servicios  que  á  la  Corona  tenía  prestados,  le 
concedió,  estando  en  Caller,  á  21  de  Agosto  de  1355,  el  que  poseyera  la 
TOMO  Lxxiv  23 


34Ó  BOLETÍN   DE    LA    REAL    ACADEMIA    UE    LA    HISTOKIA 

villa  de  Navarrés  en  feudo  honrado,  mas  el  de  Jérica  deseaba  la  posesión 
en  franco  alodio;  consiguió  que  el  mismo  Monarca  le  reiterara  en  tales 
términos  la  donación  en  Septiembre  del  propio  año. 

Pasado  algún  tiempo,  en  22  de  Febrero  de  1358,  vendió  D.  Pedro  de 
Xérica,  ó  Jérica,  el  lugar  de  Navarros,  con  toda  jurisdicción,  en  franco 
alodio,  á  doña  María  Cardona,  viuda  de  D.  Alonso  Roger  de  Lauria,  v 
después,  por  muerte  de  esta  señora,  sucedió  en  el  referido  lugar  el  \"\a- 
conde  de  Cardona,  D.  Hugo  Anglesola,  2  de  Marzo  de  1368. 

(Akchivo  del,  Real  Patrihokio,  libro  iv,  folio   i  °) 


XVIII 
Don  Juan  Ramón  Folch  de  Cardona  y  Luna. 

Fué  este  Almirante  de  Aragón  el  II  Conde  de  Cardona,  por 
sobrenombre  Cabeza  de  San  Juaii  Bautista^  según  dice  Esco- 
lano  en  sus  Décadas\  nació  el  3  de  Enero  de  1375  y  casóse 
en  1392  con  doña  Juana  de  Aragón  y  Villena,  hija  de  D.  Alon- 
so de  Aragón,  Duque  Real  de  (jandía  y  Marqués  de  Villena, 
Condestable  de  Castilla^  Conde  de  Denia,  de  Ribagorza  y  de 
Ampurias,  y  de  doña  \  iolante,  nieta  del  Infante  Don  Pedro  de 
Aragón. 

En  las  Cortes  reunidas  el  25  de  Septiembre  de  1410  aparece 
llevando  la  voz  por  el  estado  noble,  siendo  uno  de  los  24  caba- 
lleros que  nombró  el  Principado  para  designar  los  compromisa- 
rios que  en  el  Parlamento  de  Caspe,  movidos  por  la  sublime  y 
persuasiva  elocuencia  de  San  Vicente  Ferrer,  eligieron  por  Rey 
de  Aragón  á  Don  Fernando  de  Castilla,  llamado  el  de  Anteqnera. 

.Vsistió  como  Embajador  de  Alfonso  V  al  Concilio  de  Cos- 
tanza,  tomando  parte  en  la  elección  del  Papa  Martín  (Colonna), 
que  puso  término  al  cisma  promovido  por  el  anti  Papa  Bene- 
dicto XIII  (D.  Pedro  de  Luna)  (I). 

Fué  á  Sicilia  á  ofrecer  la  corona  de  Aragón  al  Rey  Don  Mar- 
tín, cuando  murió  su  hermano  Don  Juan  I,  asistiendo  á  la  coro- 


(i)     En  la  colección  Salazar  hay  algunas  cartas  curiosas  suyas  al  Rey 
Don  Alfonso  V  de  Aragón  sobre  las  cosas  del  Concilio. 


LOS    ALMIRANTES    DE    ARAGÓN  347 

nación  y  jura  de  aquel  (el  1 3  de  Abril  de  1399),  en  el  Palacio  de 
la  Alfajería  de  Zaragoza,  donde  el  Monarca  en  persona  armó  ca- 
ballero á  su  hijo  y  sucesor.  INIurió  el  año  I423,  dejando  dos  hijos: 
D.  Juan  Ramón,  que  continúa  la  casa,  y  D.  Hugo,  en  quien  prin- 
cipia la  de  Guadalest. 

Hermanos  suyos    fueron  13.  Antonio  de  Cardona,   Conde   de 
■Golisano,  y  D.  Hugo,  que  sucedió  en  la  Baronía  de  Bellpuig. 


XIX 
Don  Juan  Ramón  Folch  de  Cardona  y  Aragón, 

Nació  este  Almirante  el  1 4  de  Junio  de  1400,  y  fué  el  III  Con- 
de de  Cardona,  creado  á  los  cuatro  años  de  edad  Vizconde  de 
Villamur,  y  casado,  cuando  contaba  catorce  años,  con  doña 
Juana  Gonzalva  Jiménez  de  Árenos,  Aragón  y  Prades,  Condesa 
de  las  Montañas  de  Prades  y  señora  de  la  Baronía  de  Entenza, 
biznieta  de  Don  Pedro,  Infan-te  de  Aragón,  y  hermana  de  la  Reina 
Doña  Margarita  de  Aragón,  mujer  que  fué  del  Rey  Don  Martín, 
por  cuya  doña  Gonzalva  entró  en  la  Casa  de  Cardona  el  Con- 
dado de  las  Montañas  de  Prades. 

En  1430,  al  frente  de  22  galeras  y  de  ocho  navios  gruesos, 
salvó  al  Rey  del  grave  peligro  en  que  se  encontraba  en  Ñapóles, 
y  al  regresar  á  Barcelona  tomó  á  Marsella,  entrando  á  saco  en  la 
ciudad,  según  prolijamente  narra  Bartolomé  Fació.  Estando  el 
Rey  en  Tudela  el  año  1 463,  le  concedió  el  señorío  de  la  villa  de 
Termes,  en  Sicilia,  en  premio  á  los  grandes  servicios  que  le  había 
prestado  en  muchas  y  muy  importantes  empresas  militares. 

En  1468  asistió  con  el  Rey  Católico  á  la  toma  de  Berga. 

La  cédula  de  Almirante  de  Aragón  le  fué  expedida  por  la 
Reina  Doña  María,  esposa  y  lugarteniente  de  Alfonso  el  Magná- 
nimo, e\  22  de  Mayo  de  1423. 

Falleció  el  año  147 1,  dejando  por  heredero  de  su  casa  y  esta- 
dos á  su  hijo 


348  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

XX 

Don  Juan  Ramón   Folch  de  Cardona 
y  Jiménez  de  Árenos. 

Nació  este  IV  Conde  de  Cardona  y  de  Prades  el  9  de  Enero 
de  I418;  fué  casado  en  I445  con  doña  Juana  de  Urgel  y  Ara- 
gón (viuda  del  Conde  de  Fox),  hija  de  D.Jaime,  Conde  de  Urgel, 
y  de  la  Infanta  Doña  Isabel  de  Aragón  (hija  de  Don  Pedro  I\^,i. 

En  1473,  en  unión  del  Infante  Don  Alonso,  tomó  activa  parte 
en  la  campaña  del  Ampurdán,  ganando  la  batalla  de  Besos  }' 
haciendo  á  los  franceses  gran  número  de  prisioneros,  con  su 
capitán,  Jacobo  Galeoto. 

En  1474  concertó,  como  Embajador  de  vS.  M.,  la  paz  con  el 
Rey  Luis  de  Francia. 

Nombrado  Virrey  de  Sicilia  en  1477,  murió  en  1 48 5,  dejan- 
do por  heredero  de  sus  títulos,  y  con  ellos  de  la  dignidad 
de  Almirante  de  Aragón,  á  su  hijo 

XXI 
Don  Juan  Ramón  Folch  de  Cardona  y  Urgel. 

Este  V  Conde  de  Cardona  y  de  Prades,  Vizconde  de  Villa- 
mur,  Barón  de  Entenza,  nacido  en  Marzo  de  1446,  contrajo 
matrimonio  el  2Ó  de  Marzo  de  1467  con  doña  Aldonza  (hija  de 
D.  Fadrique  Enríquez,  Almirante  mayor  de  Castilla,  y  de  doña 
Teresa  de  Quiñones,  su  segunda  mujer),  hermana,  de  parte  de 
padre,  de  la  Reina  Doña  Juana,  esposa  de  Don  Juan  II  de  Ara- 
gón y  madre  del  Rey  Católico. 

Fué  D.  Juan  Ramón  gran  Condestable,  Lugarteniente  general 
de  Aragón,  primer  Marqués  de  Pallars,  cuyos  estados  conquistó, 
titulándole  sobre  ellos  Don  Fernando  el  Católico,  quien  hizo- 
además  á  su  tío,  por  privilegio  dado  en  Sevilla  á  4  de  Abril 
del  1491,  primer  Duque  de  Cardona. 


11 
i 


LOS    ALMIRANTES    DE    ARAGÓN  349 

Solamente  ostentó  la  dignidad  de  Almirante  de  Aragón  du- 
rante la  menor  edad  de  su  hijo  D.  Fernando,  á  tenor  de  lo  dis- 
]:)uesto  en  el  Real  privilegio  del  Rey  Católico  dado  en  Santiago 
de  Compostela  el  28  de  Septiembre  de  1486,  en  el  cual  dice  que 
por  fallecimiento  del  Almirante  Juan,  Conde  de  Cardona,  con- 
fiado el  Rey  en  la  óptima  índole  del  niño  Fernando  de  Cardona 
y  Enríquez,  su  amado  primo,  y  en  que  seguirá  las  huellas  de  su 
abuelo  ilustre,  le  nombra  Almirante  de  Aragón,  de  por  vida,  y 
con  todas  las  prerrogativas  y  jurisdicción  propias  de  su  dig- 
nidad. 

Durante  su  menor  edad  autoriza  á  su  padre,  el  Conde  de  Car- 
dona y  Condestable  de  Aragón,  el  que  elija  alguna  ó  algunas 
personas  honorables  para  que  ejerzan  el  cargo,  jurando  aquél,  y 
haciendo  que  éstas  juren,  desempeñarle  bien  y  fielmente,  en  igual 
forma  que  sus  predecesores,  hasta  que  el  agraciado  llegue  á  la 
mayor  edad. 

Termina  el  documento  con  idénticas  fórmulas  al  expedido 
más  tarde  en  1 5  10. 

Murió  este  I  Duque  de  Cardona  el  año  1 51*3- 


XXII 
Don   Fernando   Ramón   Folch   de   Cardona   y  Enríquez. 

Este  Almirante  de  Aragón,  que  era  á  la  par  gran  Condestable 
de  aquel  Reino,  fué  confirmado,  por  privilegio  del  Rey  Católico 
dado 'en  Barcelona  á  4  de  Octubre  de  1493,  en  los  nuevos  dere- 
chos que  al  Almirante  D.  Juan  Ramón,  su  abuelo,  concedió  Don 
Juan  II  sobre  los  dos  quintos  de  las  presas  que  hicieran  sus  sub- 
ditos en  todos  los  mares. 

Fué  II  Duque  de  Cardona,  Conde  de  Prades,  Marqués  de 
Pallars,  Vizconde  de  Villamur,  Barón  de  Entenza,  Caballero 
del  Toisón  de  oro.  Grande  de  España,  de  los  primeramente 
creados;  casó  en  1 497  con  doña  Francisca  ^lanrique  de  Lara, 
hija  de  D.  Pedro  Manrique  de  Lara  ¿I  Fuerte,  I  Duque  de  Ná- 
jera,  II  Conde  de  Treviño,  Rico-hombre  de  Castilla,  Adelantado 


350  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

Mayor  del  Reino  de  León,  y  de  la  Duquesa  doña  Guiomar 
de  Castro  (de  la  casa  de  los  Condes  de  Monsanto,  en  Por- 
tugal). 

Intervinieron  directamente  en  las  capitulaciones  matrimonia- 
les los  Duques  de  Nájera  y  de  Cardona,  estableciendo  la  cuantía 
de  la  dote  de  la  novia  y  los  bienes  y  estados  que  el  de  Cardona 
cedía  á  su  hijo  D.  Fernando,  fundando  vinculación  perpetua, 
que  prefería  varón  á  hembra  y  la  mayor  á  la  menor  edad. 

Murió  el  Duque  D.  Fernando  el  ano  1543  sin  hijos  varones,, 
heredando  el  Ducado  de  Cardona  su  primogénita  doña  Juana, 
que  casó  con  D.  Alonso  de  Aragón  y  de  Sicilia,  II  Duque  de 
Segorbe,  renunciando  el  Almirantazgo  de  Aragón,  por  preferir- 
varonía,  en  favor  de  su  primo. 

Por  las  variantes  y  modificaciones  que  con  los  antiguos  tiene,, 
publicamos  el 

TÍTULO    DE    ALMIRANTE    DE    ARAG<JN 

Nos,  Fernando,  etc.  Proveímos  días  pasados  con  la  mayor  confianza  en 
vos,  ilustre  Fernando  de  Cardona,  Marqués  de  Pallárs,  el  cargo  de  Almi- 
rante de  nuestro  Reino  de  Aragón,  según  aparece  más  .detalladamente  en 
el  oportuno  privilegio  entonces  expedido,  al  cual  nos  referimos.  Y  aun 
cuando  indudablemente  fué  nuestro  pensamiento  é  intención  concederos 
y  encomendaros  confiadamente  ese  mismo  cargo,  juntamente  con  todas 
y  cada  una  de  las  jurisdicciones,  preeminencias,  prerrogativas  y  cuales- 
cjuiera  otros  derechos  á  este  mismo  cargo  pertinentes  y  que  puedan  y 
deban  pertenecer  en  adelante,  tanto  por  concesiones,  provisiones,  orde- 
nanzas y  pragmáticas  de  los  Serenísimos  Reyes  de  Aragón,  nuesti'os  pre- 
decesores, de  sagrado  recuerdo,  cuanto  por  otros  conceptos,  con  todo, 
como  observamos  no  haberse  hecho  expresa  mención  de  lo  anterior  en 
el  privilegio  antes  mencionado,  y  también  por  algunos  abusos  en  aquellas 
cosas  cometidos  hasta  ahora  y  en  otras,  ese  mismo  cargo  sufre  detrimen- 
to en  su  régimen,  porque  algunos  funcionarios  y  otras  personas  de  nues- 
tros Reinos  se  mezclan  y  pretenden  entrometerse  en  el  conocimiento  de 
las  causas  y  otros  asuntos  de  los  que  existen  y  deben  existir  bajo  el  exa- 
men y  jurisdicción  vuestros  como  tal  Almirante,  y  os  impiden  y  perturban 
á  vos  ó  á  vuestros  sustitutos  ó  subdelegados  en  el  ejercicio  de  la  juris- 
dicción y  en  otros  extremos  que  incumben  al  mismo  oficio;  si  por  Xos  no 
se  proveyera  debidamente  á  ello,  dicho  cargo  y  su  jurisdicción  y  ejercicio' 


LOS    ALMIRANTES    DE    ARAGÓN  35 1 

se  menoscaharúin,  hasta  el  i)unto  de  (¡ue  (iiiedarían  completamente  nulos. 
Y  como  nos  constare  legalmente  por  muchos  y  extensos  ]>rivilejíios,  con- 
cesiones, providencias,  pragmáticas  y  ordenanzas  de  los  mencionados 
Re3-es  de  Araíjón,  nuestros  predecesores,  de  los  cuales  se  nos  ha.  hecho 
fe  por  vuestra  parte,  que  \'os,  el  propiíj  Fernando  de  Cardona  como 
susodicho  Almirante  v  nint^ún  otro  puede  usar  lil)re  é  impunemente  de 
las  precitadas  jurisdicciones,  conocimientos,  preeminencias  y  demás 
cosas  contenidas  v  expresadas  en  las  mismas  concesiones;  queriendo, 
por  tanto,  declarar  esos  privilegios  y  su  serie  y  disposición  sin  deroga- 
ción ni  mudanza  de  ninguno  de  ellos,  antes  bien  con  su  omnímoda  validez 
v  corroboración,  según  el  tenor  de  la  presente,  deseamos  y  nos  propo- 
nemos mantener  por  conocimiento  jjropio  y  cierto,  deliberadamente  \'  a 
sabiendas,  estos  mismos  privilegios  y  todo  lo  contenido  en  ella  en  con- 
junto V  lo  decl.arado  especialmente,  como  si  en  las  presentes  se  inserta- 
sen palabra  por  palabra  por  primera  vez,  y  ante  todo  como  va  dicho,  con- 
ñrmando,  al.ibando  y  aprobando  todos  y  cada  uno  de  ellos,  y  si  es  preciso 
concediéndolos  de  nuevo,  proveemos,  declaramos  y  decretamos;  y  á  vos 
el  mencionado  Almirante  concedemos  y  otorgamos  que  todas  las  causas 
tanto  civiles  como  criminales  y  tanto  primitivas  como  promovidas  ó  cpie 
hayan  de  promoverse  entre  personas  marítimas,  tanto  de  nuestra  flota 
como  de  cualesquiera  otras  naves,  birremes,  trirremes  y  otras  <[ue  sur- 
([uen  de  nuevo  ó  se  dirijan  á  los  mares,  tanto  nuestras  como  ajenas,  tanto 
armadas  como  desarmadas,  tanto  en  tierra  como  en  mar,  puedan  }•  deban 
oírse,  examinarse  v  también  definirse  en  vuestra  audiencia  y  curia,  tanto 
por  ios  jueces  ordinarios  de  nuestra  curia  como  por  delegados  vuestros- 
y  que  vos  y  los  jueces  ordinarios  y  los  delegados  por  vos  podáis  }'  pue- 
dan castigar  las  maldades,  crímenes  ó  delitos  y  prevenir  á  los  facinero- 
sos, Y  podáis  condenarlos  á  las  penas  debidas,  según  parezca  convenir 
mediante  justicia,  v  también  conmutar  las  penas  criminales  en  civiles  y 
hacer  composiciones  acerca  de  ellas,  y  también  amenguarlas  ó  perdonar- 
'as,  según  os  pareciere  mejor  obrar.  Además,  que  podáis  crear  y  hacer 
cualesquiera  comisarios,  escribanos,  alguaciles,  porteros  y  otros  funcio- 
narios para  ejercer  la  jurisdicción  de  dichos  mares  y  separarlos  }•  sus- 
penderlos y  conocer  en  pleno  de  cualesquiera  naufragios  como  os  pare- 
ciere bien,  y  constituidos  personalmente  como  pudiéramos  hacerlo  Nos 
acerca  de  todo  lo  precedente.  Además,  como  al  tenor  de  dichos  privile- 
gios 3^a  por  otra  parte  se  concedió  á  vos  y  otros  predecesores  y  suceso- 
res vuestros  en  dicho  cargo,  reiteradamente  de  nuevo  lo  concedemos  y 
juzgamos  que  se  debe  declarar  y  declaramos  cjue  el  conocimiento,  juris- 
dicción, examen  y  castigo  ó  absolución  de  todas  las  cuestiones  acordadas 
tanto  civiles  como  criminales  que  de  algún  modo  toquen  á  dichas  acor- 
dadas, pertenezcan  y  deban  pertenecer  á  vos,  el  mencionado  Almirante 


352  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Ó  á  vuestro  Vicealmirante  como  juez  ordinario  y  (qtiia)  si  por  cualesquie- 
ra jueces  se  obrase  de  otro  modo,  se  entienda  que  ponen  mano  en  mies 
ajena  á  sabiendas  cjue' de  "dichas  acordadas  y  por  acordar  en  nuestras 
Armadas  ú  otras  flotas  que  por  alguien  con  nuestra  licencia  se  armaren, 
ahora  ó  en  lo  sucesivo,  y  no  sólo  de  las  acordadas,  sino  de  aquellas  C]ue 
estén  en  perspectiva  de  acuerdo  en  alguna  ciudad,  villa  ó  lugar  de  los 
dichos  Reinos  nuestros  é  ínsulas,  aun  si  fueren  inculpados  de  liui'tos,  la- 
trocinios, traiciones  ó  de  otros  crímenes,  aun  si  se  dudare  de  si  están 
comprendidos  en  jurisdicciones  (i¡i  giudaticis)  acordadas  ó  que  deban  ser 
acordadas,  concedidas  en  favor  de  las  Armadas,  algunos  funcionarios 
nuestros,  tanto  mayores  como  menores  ó  cualesquiera  otras  personas 
constituidas  6  que  dehan  constituiríje  en  los  dichos  Reinos  é  Islas  no  se 
entrometa,  ó  que  alguno  de  ellos  se  entrometa  de  algún  modo  por  razón 
de  su  cargo  ni  con  pretexto  de  alguna  cualidad,  autoridad  ó  preeminen- 
cia, á  instancia  de  parte,  sobre  todo  si  á  algunas  de  las  personas  maríti- 
mas, tanto  autorizadas  como  las  comprendidas  en  el  presente  privilegio 
nuestro  por  concesión,  declaración  y  confirmación;  si  en  sus  manos  ó  po- 
testad ca3'^eseii  y  presos,  encarcelados  ú  en  otra  forma  detenidos  tuvieren, 
en  el  acto  en  que  estuvieren  cogidos,  con  la  suficiente  custodia,  y  con 
todos  los  bienes  de  los  mismos  se  entreguen  y  pongan  en  manos  y  potes- 
tad de  vos  el  dicho  Almirante  ó  del  Vicealmirante  y  de  otros  subdelega- 
dos vuestros  en  dicho  cargo,  poixjue  Nos  al  conocimiento  y  examen  de  los 
predichos,  si  dichos  enjuiciados  ó  por  enjuiciar  dichos  crímenes  y  exce- 
sos hubieren  cometido  ó  no,  y  si  en  la  dicha  jurisdicción  estuvieren  com- 
prendidos ó  no,  y  si  fueren  exceptuados  ó  no,  y  si  fueren  inculpados  de 
cualquier  crimen  ó  exceso,  cualquiera  que  sea  el  nombre  con  que  se  le 
designe,  cjueremos  cjue  á  Vos  el  dicho  Almirante  y  á  los  mencionados 
Vicealmirante  é  subdelegados  vuestros  sean  remitidos  para  que  sean  juz- 
gados y  castigados  en  debida  justicia,  y  para  que  Vos  el  dicho  Almirante 
no  sólo  gocéis  y  uséis  de  las  cosas  mencionadas,  sino  también  de  todos 
los  demás  privilegios,  honores,  prerrogativas,  preeminencias  y  jurisdiccio- 
nes de  que  los  demás  predecesores  vuestros  en  el  dicho  cargo,  y  los  res- 
tantes Almirantes  de  los  otros  mares  de  Castilla,  Ñapóles  y  Sicilia  por 
sus  privilegios  mejor  usar  y  disfrutar  pudieron  y  debieron,  y  pueden  y 
deben,  v  para  que  Vos  el  mencionado  egregio  Fernando  de  Cardona, 
Almirante  citado  acerca  de  lo  tocante  á  dicho  cargo.de  Almirante,  seáis 
adornado  de  algún  singular  privilegio,  que  de  ningún  modo  queremos  se 
extienda  á  otros,  excepto  Vos,  os  damos  y  concedemos  (|ue  no  ya  de  las 
personas  marítimas,  como  antes  se  ha  declarado,  sino  de  cualesquiera 
otras  personas,  acerca  de  las  cpierellas  ó  cuestiones  criminales  nacidas  ó 
promovidas  ó  (jue  puedan  promoverse  dentro  del  mar,  podáis  y  tengáis 
autoridad  para  conocer  y  juzgar  por  Vos  y  vuestros  dependientes,  no 


LOS  ALMIRANTES  DE  ARAGÓN  353 

importando  la  causa  por  <iiic  los  delincuentes  ó  los  ciuerellantes  hayan 
entrado  en  el  mar,  ó  en  su  litoral  se  encuentren  establecidos,  ó  sean  ha- 
llados; que  en  todas  v  cada  una  de  las  prcdichas  cosas  contenidas  en  este 
privile<(io  á  Vos  v  no  á  ningún  otro,  instituímos  y  ordenamos  conforme  A 
este  tenor,  y  también  de  nuevo  instituímos  y  ordenamos  además  primer 
funcionario  nuestro  en  dichos  nuestros  Reinos  é  Islas  á  ellos  adyacentes, 
(jueriendo,  declarando  y  concediendo  de  nuevo  á  Vos  dicho  Almirante  y 
á  los  demás  funcionarios  nuestros  que  á  los  delincuentes  que  están  bajo 
vuestra  jurisdicción  por  propia  autoridatl  los  cojáis  y  podáis  co<;erlos,  y 
los  cojan  ó  puedan  cogerlos  y  «[ue  los  dichos  funcionarios  nuestros  ú 
otros,  tanto  eclesiásticos  cuanto  civiles,  no  puedan  impediros  de  ningún 
modo  el  ejercicio  de  vuestra  jurisdicción,  sino  que  si  á  algunos  de  los 
sometidos  á  vuestra  jurisdicción  detuviesen,  cuando  fuesen  cogidos,  estén 
obligados  á  entregarlos  y  restituirlos  á  Vos,  no  juzgados  ni  absueltos,  y 
además  á  aquellos  que  juzgar  ó  absolver  puedan  ó  presuman  que  pueden. 
Y  esta  nuestra  confirmación,  nueva  concesión,  declaración  y  providencia, 
hacemos  t^uc  tengan  la  fuerza  y  efecto  en  absoluto  debidos,  sin  f]ue  pue- 
dan entorpecerlas  ninguna  clase  de  abusos  ni  usos,  ni  otras  cosas  en  con- 
trario quizá  realizadas  hasta  ahora,  supliendo  en  virtud  de  la  plenitud  de 
nuestra  regia  potestad  en  las  leyes  absolutamente  todos  y  cada  uno  de 
los  defectos  y  omisiones  de  solemnidades  si  algunos  ó  algunas  en  el  pre- 
sente (privilegio')  acaso  ocurriese  que  se  observaran  ó  surgiesen,  por 
■cualquier  circunstancia,  que  para  salvaguardia  y  conveniencia  de  \'os  el 
dicho  Almirante,  no  menos  que  á  la  buena,  sana  y  sincera  inteligencia. 
< lucremos  y  mandamos  Cjue  así  se  entiendan,  queriendo  también  que,  á 
fin  de  que  todo  lo  precedente  se  patentice  á  todos,  se  publique  á  voz  de 
pregonero  en  los  lugares  de  costumbre  de  nuestros  territorios  y  domi- 
nios y  otios,  por  lo  cual,  declarado  nuestro  propósito  v  concedida  la  ben- 
dición paterna  á  la  serenísima  Doña  Juana,  Reina  de  Castilla,  de  León, 
de  Granada,  Princesa  de  Gerona,  Archiduciuesa  de  Austria,  Duquesa  de 
Borgoña,  nuestra  ([ueridísima  hija  primogénita  y  Gobernadora  general,  y 
después  de  felices  y  longevos  días  nuestros',  Dios  mediante,  inmediata 
heredera  y  legítima  sucesora  en  todos  nuestros  Reinos  y  territorios,  de- 
claramos y  rogamos  á  los  demás  Virreves  y  Lugartenientes  generales 
nuestros,  y  al  Regente  de  la  Lugartenencia  general,  á  los  que  hagan  las 
veces  de  nuestro  Gobernador  general,  y  al  que  regente  este  cargo,  á  los 
Bailíos,  Capitanes  generales,  Vicarios,  Subvicarios,  Subbailíos,  Justicias, 
Jurados,  Alguaciles  y  á  todos  y  cada  uno  de  los  demás  funcionarios  y 
subditos  nuestros  en  dichos  nuestros  Reinos  de  Aragón,  Valencia,  Mallor- 
ca y  Cerdeña  y  el  principado  de  Cataluña  y  las  islas  de  Menorca  é  Ibiza, 
en  actual  óTuturo  ejercicio,  y  á  los  demás  funcionarios,  tanto  eclesiásti- 
cos como  seglares,  tanto  nuestros  como  otras  cualesc^uiera  personas  civi- 


354  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

les  ó  eclesiásticas.  Requiriendo  y  exhortando  á  cada  cual,  según  lo  que  á 
cada  uno  mire  y  pertenezca ,  decimos,  y  estrictamente  preceptuand(> 
mandamos,  á  menos  de  incurrir  en  nuestro  enojo  é  indignación,  y  bajo 
la  pena  de  diez  mil  florines  de  oro  aragoneses,  de  los  bienes  de  cuakjuiera 
que  os  desobedezca,  lo  que  no  creemos,  y  que  han  de  ser  exigidos  irre- 
misiblemente é  ingresados  en  nuestros  erarios,  á  fin  de  que  la  predicha 
declaración  y  nueva  concesión  j  todas  y  cada  una  de  sus  cláusulas  con- 
forme á  su  consecuencia  y  tenor  mantengan  á  la  letra  firmemente  \  ob- 
serven, V  hagan  mantener  y  observar  inviolablemente,  por  aquellos  á 
(¡uienes  corresponda,  y  que  no  hagan  lo  contrario  ni  dejen  hacerlo,  por 
ninguna  razón  ni  causa,  si  dicha  serenísima  Reina,  Princesa  é  hija  nuestra 
carísima,  desea  complacernos,  y  los  demás  funcionarios  y  subditos  nues- 
tros mencionados  quieren  evitar  la  pena  establecida  al  cjue  incurra  en 
nuestra  indignación,  el  cual,  caso  de  contravención,  no  ha  de  librarse  de 
cumplir  aquélla.  En  su  consecuencia.  Nos,  para  mayor  exceso  de  precau- 
ción, retiramos,  con  decreto  de  nulidad,  la  facultad  de  obrar  en  contra- 
rio. En  testimonio  de  lo  cual  mandamos  extender  el  presente,  provisto 
de  nuestro  sello  ordinario  que  de  él  pende.  Dado  en  la  villa  de  Montis- 
són  (Monzón?)  el  25  del  mes  de  Agosto  del  año  de  la  Natividad  del  Señor 
1 5 10,  y  de  nuestros  Reinos,  á  saber:  de  Sicilia  (ultra  Pharum),  año  403;  de' 
Aragón  y  otros,  302;  de  Sicilia  (citra  Pharum)  y  de  Jerusalem,  el  8.°  = 
Vo  EL  Rey.=E1  Señor  Rey  lo  mandó  á  mí,  Miguel  Vclázqucz  Climent.  Vi- 
sado por  de  Qnalb/s,  Tesorero  y  Conservador  general. 


XXIII 
Don  Alonso  Folch  de  Cardona  y  Fajardo. 

Hijo  de  D.  Juan  Folch  de  Cardona  y  Navarra,  II  Señor  cié 
íjuadalest  (Barón  los  llama  con  repetición  Salazar  y  Castro), 
Mayordomo  Mayor  del  Príncipe  Don  Carlos  de  Viana  su  primo, 
nieto  de  D.  Hugo  Folch  de  Cardona,  III  Señor  de  Guadalest 
por  cesión  del  Duque  Real  de  Gandía  en  1497,  y  de  doña  ]\Iaría 
Fajardo  y  Quesada,  hermana  del  primer  Conde  de  Cartagena 
D.  Pedro,  Adelantado  Mayor  de  Murcia,  progenitor  de  los  Mar- 
queses de  los  Vélez,  fué  D.  Alonso  Almirante  de  Aragón  por  la 
muerte,  como  hemos  dicho,  de  su  sobrino  D.  Fernando  sin  su- 
cesión masculina.  No  conozco  las  cláusulas  de  la  vinculación,  si 
la  hay,  del  Almirantazgo  en  la  Casa  de  Cardona,  ni  las  condicio- 


LOS    ALMIRANTES    Dlí    ARAGÓN  355" 

nes  con  que  se  otorgaría  la  fundación  ó  privilegio  de  ostentar 
tal  dignidad  á  la  Casa  egregia  de  Tos  Folch;  no  debía  excluir 
hembra,  pues  que  veremos,  más  de  una  vez,  recaer  el  Almiran- 
tazgo en  damas  que  en  vida  transmitieron  el  ejercicio  de  este 
honor  á  sus  maridos,  y  por  muerte  al  hijo  ó  al  más  próximo 
pariente  de  su  línea.  Ello  es  cierto  que  nobles  escrúpulos  ú  otras- 
razones  inclinaron  el  ánimo  del  Duque  D.  Fernando  á  disponer 
de  los  títulos  y  estados  de  su  Casa  en  favor  de  su  hija  doña  Juana, 
con  arreglo  á  la  vinculación  fundada  por  su  padre,  dejando  el 
cargo  de  Almirante  de  Aragón,  mediante  Regia  aprobación,  para 
su  tío  D.  Alonso. 

Casó  este  D.  Alonso,  III  Señor  de  (ñiadalest,  con  doña  Isabel 
Ruiz  de  Liori  y  Moneada,  Señora  de  Bechy,  Gorja  y  Travadell  (l). 

En  este  Almirante  se  separa  esta  dignidad  de  la  rama  titula. 
da  de  Cardona  y  durante  los  siete  siguientes  permanece  aislada 
en  línea  de  agnación,  hasta  que  en  1707  se  incorpora  á  la  gran 
Casa  de  los  Palafox,  Marqueses  de  Ariza. 

Fué  su  heredero  y  sucesor  su  hijo 


XXIV 
Don  Sancho  Folch  de  Cardona  y  Ruiz  de  Liori. 

Este  IV  Señor  de  Guadalest  fué  creado  primer  Marqués  del 
mismo  título  por  cédula  del  Emperador  Carlos  V  y  de  su  madre- 


[i)  Estos  Liori  son  de  los  Ricoshomes  de  mesnada  en  Aragón  (según 
lo  reñeren  Zurita  y  Blancas)  j  de  los  mejores  que  sirvieron  en  la  con- 
(juista  de  Valencia,  (juedando  heredados  en  ella.  En  las  guerras  c|ue 
Jaime  II  entró  haciendo  por  Murcia  al  Rey  de  Castilla,  entre  los  que  más 
se  señalaron  en  el  año  1296,  fué  Gil  Ruiz  de  Liori,  Señor  de  Cascante  y 
Gobernador  de  Aragón.  En  la  guerra  que  en  1309  hizo  el  mismo  Rey  ;í 
los  moros  de  Almería,  sirvió  D.  Juan  Ruiz  de  Liori;  y  en  la  conquista  de 
Cerdeña,  á  las  órdenes  del  Infante  Don  Alonso  combatió  en  1323  Gonzalo 
Ruiz  de  Liori. 

El  Almirante  de  Sicilia  y  Vizconde  de  fiayano,  .Sancho  Ruiz  de  Liori, 
fué  caballero  muy  principal  en  la  Corte  de  los  Reyes  Don  fuan  I  v  Don 
Martin. 

Blasonan  los  Liori  =  en  campo  de  oro  tres  cruce.-  gules. 


35^  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

la  Reina  Doña  Juana,  dada  en  Barcelona  el  i.''  de  Marzo  de  1543 
á  «su  gran  Almirante  de  Aragón»  reza  el  documento. 

Casó  con  doña  alaría  Colón  y  Toledo,  hija  de  los  Duques  de 
X'eragua  y  nieta  del  descubridor  de  América 

Le  sucedió  en  el  Marquesado  y  en  la  Almirantía  su  hijo 


XXV 
Don  Cristóbal  Folch  de  Cardona  y  Colón. 

Fué  II  Marqués  de  Guadalest,  Señor  de  todos  los  estados  y 
lugares  de  su  noble  Casa,  Caballero  de  la  Urden  de  Alcántara 
en  161 2,  y  por  su  madre  fue  Duque  de  Veragua,  Marqués  de 
Jamaica  y  Almirante  de  las  Indias,  al  par  que  lo  era  de  Aragón. 
Casó  con  doña  Ana  de  Centellas,  hija  de  los  Condes  de  Oliva. 

Por  su  muerte  sin  sucesión  alguna  heredó  su  Casa,  títulos  y 
honores,  su  hermana  doña  María  Folch  de  Cardona  y  Colón, 
viuda  del  Conde  de  Fuentes,  y  no  obstante  ser  hembra,  ella  vino 
á  ser  la  Almirantesa  de  Aragón,  por  cuyo  derecho  fué  Almiran- 
te su  segundo  marido 

XXVI 
Don  Francisco  de  Mendoza,   olim  Folch  de  Cardona. 

Tercer  hijo  de  D.  Iñigo  López  de  Mendoza,  Marqués  de  Mon- 
déjar  y  Conde  de  Tendilla,  y  de  doña  María  de  Mendoza,  que  á 
3u  vez  lo  era  del  IV  Duque  del  Infantado,  nació  D.  Francisco 
de  Mendoza  en  Granada,  en  1547)  desempeñando  su  padre  á  la 
sazón  el  elevado  cargo  de  Capitán  general  de  aquel  Reino  y  Al- 
caide de  la  Alhambra. 

Los  quince  primeros  años  de  su  vida  los  pasó  en  aquella  her- 
mosa ciudad,  donde  recibió  la  primera  enseñanza,  adornada  con 
los  ejercicios  corporales  propios  de  aquel  tiempo  y  de  su  alta 
alcurnia,  pasando  á  comenzar  los  estudios  de  Artes  en  la  célebre 
Universidad  complutense,  y  después  en  la  de  Salamanca. 

Al  lado  de  su  padre  aprendió  el  arte  militar,  en  la  guerra  de 


LOS    ALMIRANTES    DE    ARAGÓN  357' 

¡a  Alpujarra.  No  se  separó  de  él,  ni  mientras  fué  X^irrey  de  \"alen- 
cia  ni  cuando  lo  fué  en  Ñapóles,  asistiéndole  en  tan  importantes 
cargos  con  tal  acierto  y  tal  celo  que,  para  premiar  su  conducta 
y  servicios,  le  hizo  merced  Felipe  II  de  la  encomienda  de  Valde- 
peñas en  la  (^rden  de  Calatrava,  cuyo  hábito  vistió  en  1 560,.. 
cuando  sólo  contaba  doce  años  de  edad. 

La  vida  accidentada,  novelesca,  por  todo  extremo  interesante 
de  este  extraordinario  personaje,  las  intermitencias  de  su  varia 
fortuna,  sus  empresas  militares,  sus  amoríos,  su  muerte  santa,  su 
existencia  toda,  que  más  parece  forjada  leyenda  que  realidad 
vivida,  nos  la  cuenta,  por  modo  magistral,  historiador  tan  insigne 
como  lo  fué  nuestro  amigo  y  compañero  D.  Antonio  Rodríguez 
Villa  (l),  acompañando  su  relato  de  auténticos  y  desconocidos 
documentos.  A  él  nos  remitimos,  ciñéndonos  á  los  datos  estric- 
tamente conducentes  á  nuestro  propósito. 

A  3  de  Marzo  de  1584  se  otorgaron  en  Valencia  las  capitula- 
ciones matrimoniales  para  casarse  con  doña  María  Folch  de 
Cardona  y  Colón,  hija  de  D.  Sancho  de  Cardona,  Almirante  de 
Aragón,  y  de  doña  filaría  Colón,  Marqueses  de  Guadalest.  La 
más  extraña  y  arrogante  cláusula  de  aquellas  capitulaciones  fué 
la  que  impuso  D.  Sancho  de  Cardona  á  su  futuro  yerno;  dice  así: 
■■< Otrosí,  está  concertado  y  acordado  que  el  dicho  Sr.  D.  Fran- 
cisco de  Mendoza  y  sus  hijos  y  descendientes  de  este  matrimo- 
nio hayan  de  tomar  y  tomen  nombre  y  armas  y  apellido  de  Car- 
dona sin  mixtura  alguna,  con  condición,  pena  y  gravamen  que 
el  que  no  se  nombrare  del  nombre  de  Cardona  solo  y  no  hiciere 
las  armas  de  Cardona  sin  mixtura  alguna,  pierda  todos  los  bie- 
nes susodichos,  mayorazgo  y  estado,  y  ipso  facto,  sin  otra  decla- 
ración de  juez  alguno,  pase  al  siguiente  en  grado...» 

Cumplió  fielmente  D.  Francisco  esta  condición  mientras  su 
suegro  vivió,  llamándose  en  los  documentos  oficiales  D.  Fran- 
cisco de  Cardona,  hasta  que,  muerto  aquél,  y  cuando  fué  más 
tarde  Almirante  de  Aragón,  por  privilegio  que  por  vida  le  con- 


(i)     Homenaje  á  D.  Marcelino  Menéndez y  Pelayo. 


358  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

cedió  Felipe  II,  pudo  conseguir  de  los  deudos  de  su  esposa  y  del 
mismo  Rey  el  incumplimiento  de  esta  obligación,  y  aun  así  se  le 
encuentra  muchas  veces  nombrado  en  escrituras  y  papeles  oficia- 
les D.  Francisco  de  Mendoza,  olim  de  Cardona. 

Estando  preso  de  orden  del  Rey  en  el  Sacro  Convento  de 
Calatrava  la  Nueva,  fué  á  visitarle  su  esposa,  en  viaje  para  Valen- 
cia; mas  la  noble  dama  enfermó  tan  gravemente  en  la  aldea 
llamada  Calzada  de  Calatrava,  que  allí  murió  el  8  de  Agosto  de 
1 591,  asistida  y  consolada  por  su  marido,  á  quien  Felipe  II  auto- 
rizó para  este  efecto  á  salir  de  su  Convento,  adonde  fueron 
llevados  los  despojos  mortales  de  la  Marquesa  de  Guadalest, 
y  colocados  encima  del  arco  de  la  iglesia  comunicante  con  la 
sacristía. 

Agobiado  y  empobrecido  por  su  manía  de  pleitear,  habiendo 
ganado,  para  perderlo  luego,  el  famoso  litigio  de  los  Colón,  en 
que  llevaba  el  derecho  de  su  mujer,  y  por  él  se  intituló  Duque 
de  Veragua  y  Almirante  de  las  Indias,  á  la  par  que  de  Aragón, 
hubo  de  pasar  á  Flandes,  nombrado  Mayordomo  ma^'^or  del 
Archiduque  Alberto,  á  quien  asistió  con  tal  lealtad  en  todas  sus 
empresas,  militares  y  diplomáticas,  gracias  á  su  pericia  militar  y 
.  á  su  ciencia  política,  que  se  captó  su  afecto  y  simpatía,  que  tan 
útiles  le  fueron,  cuando  á  su  regreso  de  Flandes,  en  1 603,  comen- 
zaron para  él  la  serie  de  persecuciones  é  infamias  de  sus  émulos 
(el  Duque  de  Lerma  y  D.  Rodrigo  Calderón,  principalmente),  que 
pararon  en  largo  proceso  de  traición,  durante  el  cual  vivió  cinco 
años  preso,  y  del  que  nada  resultó  contra  él. 

Sin  embargo,  asaltóle  con  tanto  sufrimiento  grave  melancolía, 
dejándose  crecer  la  barba  hasta  la  cintura,  cayéndole  los  cabe- 
llos hasta  las  espaldas.  Después  de  tan  larga  é  injusta  prisión, 
abatido  el  cuerpo  por  gravísimos  males,  el  peso  de  los  años  y  las 
fatigas  de  la  guerra,  decidió  D.  Francisco  consagrarse  á  Dios  los 
cortos  años  que,  según  él,  le  quedaban  de  vida;  y,  al  efecto,  reci- 
bió la  Orden  sacerdotal  á  mediados  del  1 61 7,  firmando  los  docu- 
mentos en  adelante  con  los  títulos  de  Presbítero- Ahnirautc. 

Consagrado  á  sus  devociones  y  al  estudio  vivía  tranquilamente 
en  Guadalajara,  en  el  palacio  de  su  hermano  el  Duque  del  Infan- 


LOS  ALMIRANTES  DE  ARAGÓN  359 

tado,  cuando  al  subir  al  Trono  Felipe  I\"  fué  uno  de  sus  prime- 
ros actos  proponerle,  en  1622,  para  la  Silla  episcopal  de  Sigüenza 
en  presencia  de  sus  grandes  méritos  y  como  recompensa  á  la 
inicua  persecución  que  había  sufrido  en  el  anterior  reinado. 

Estando  de  partida  para  su  iglesia,  murió  en  Madrid  el  día  1." 
de  Marzo  del  año  1 62 3,  á  los  setenta  y  seis  de  su  edad,  dispo- 
niendo se  le  diese  sepultura  en  el  Colegio  de  la  Compañía  de 
Jesús,  de  Alcalá  de  Henares,  cómo  lo  ejecutó  el  Dr.  \'illegas, 
(jobernador  del  Arzobispado  de  Toledo  por  el  Infante  Don 
Fernando  de  Austria. 

Acompaña  al  estudio  que  Rodríguez  Villa  hizo  del  asendereado 
Admirante  un  su  retrato,  pintado  por  Pedro  Isac  cuando  se 
hallaba  en  Flandes,  año  de  1600,  en  el  ocaso  de  su  vida,  y  gra- 
bado por  el  renombrado  Matham,  grabado  que  se  conserva  en  la 
Sala  de  estampas  de  la  Biblioteca  J\acional,  y  acusa  exacto  pare- 
cido con  el  que  posee  el  Duque  del  Infantado  en  un  curioso  cua- 
dro que  representa  al  Almirante  D.  Francisco  al  frente  de  su 
Estado  Mayor,  en  un  campamento  ó  revista  militar.  El  centro 
del  cuadro  donde  se  halla  la  figura  permite  identificar  su  pare- 
cido con  el  retrato  de  Isac,  retrato  que  traía  á  la  mente  del  señor 
Rodríguez  Villa  «la  vida  del  famoso  y  quimérico  hidalgo  man- 
chego  (con  quien  hasta  en  lo  físico  tiene  notable  parecido),  que 
por  el  mismo  tiempo  trazaba  la  pluma  del  inmortal  Cervantes^». 

A  su  muerte  fué  el  Almirantazgo  de  Aragón  á  buscar  su  línea 
natural,  representada  por  los  derechos  del  Marqués  de  Guada- 
lest,  en  la  persona  de 

XXVII 
Don  Felipe  Folch  de  Cardona  y  Borja-Lanzol. 

Por  muerte  de  su  prima  hermana  doña  María  I'olch  de  Car- 
dona y  Colón,  heredó  D.  Felipe  su  Casa  y  estados,  y  fué 
el  IV  Marqués  de  Guadalest,  vistió  el  hábito  de  Alcántara 
en  1586,  y  siendo  Embajador  en  Plandes  cerca  de  los  Archidu- 
ques Alberto  y  doña  Isabel  Clara  Eugenia,  allí  casó  con  doña 


360  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Ana  de  Ligne,  Princesa  del  Sacro  Imperio,  hija  mayor  de  Lamo- 
ral,  Príncipe  de  Ligne,  Marqués  de  Roubays,  Conde  de  Fau- 
quemberg,  Caballero  del  Toisón  de  oro  y  Grande  de  España. 

Viniéronle  los  derechos  al  título,  estados  y  honores  de  la  Casa 
de  Guadalest,  por  nieto  del  Almirante  D.  Sancho,  cuyo  hijo 
segundo  (padre  de  este  D.  Felipe)  fué  D.  Juan  F"olch  de  Cardona 
y  Ruiz  de  Liori,  Comendador  de  Aluseros  en  la  Orden  de  San- 
tiago; sirvió  en  Flandes,  Alemania  y  Túnez  al  Emperador  Car- 
los V,  cuyo  Gentilhombre  de  Boca  fué  á  tiempo  que  tenían  este 
empleo  todos  los  segundos  como  él,  de  las  primeras  Casas  de 
España,  y  estuvo  casado  con  doña  Luisa  de  Borja  Lanzol,  hija 
de  D.  Juan,  XI  Barón  de  Villalonga  y  II  de  Castilnovo  y  biznieta 
de  doña  Juana  de  Borja,  hermana  del  Pontífice  Alejandro  VI. 

Tengo  por  muy  problemático  que  este  caballero  haya  jamás 
poseído  la  dignidad  de  Almirante.  Concedida  ésta  por  Felipe  II, 
mientras  viviera,  á  D.  Francisco  de  Mendoza,  por  la  muerte  de 
su  esposa  doña  María  Folch  de  Cardona  y  Colón,  Marquesa  de 
Guadalest,  que  era  Almirantesa  por  su  propio  derecho,  vemos  en 
el  título  quede  la  Almirantía  del  siguiente  dignatario  publicamos, 
haberle  sido  concedida  por  el  Rey  Felipe  IV,  en  IÓ22,  directa- 
mente á  este  D.  PVancisco,  para  cuando  vacase,  por  muerte  ó 
renuncia  del  que  la  poseía,  D.  Francisco  de  Mendoza,  el  Preshí- 
tero-Alniiraute;  y  nada  permite  suponer  que  el  ^lonarca  prescin- 
diera de  D.  P'elipe,  padre  del  agraciado  D.  Francisco,  á  quien 
correspondió  heredar  el  título.  Casa  y  estados  de  Guadalest; 
antes  bien,  es  lógica  la  presunción  de  que  premuriese  al  Almi- 
rante Mendoza,  razón  que  explica  la  merced  hecha  á  su  hijo. 

Así  se  desprende  claramente  del  Memorial  que  D.  Francisco 
dirigió  al  Rey,  pidiendo  para  su  elevado  y  noble  cargo  y  para 
su  ilustre  título  la  Grandeza  de  España,  en  cuyo  Meniofial  dice: 
«Heredó,  por  muerte  de  su  padre,  el  Marquesado  de  Guadalest 
y  Casa  de  Liori;  y  después^  por  la  del  Almirante  de  Aragón  don 
Francisco  de  Mendoza,  volvió  á  su  persona  el  título  de  Almi- 
rante que  hoy  goza». 

Como  quiera  que  autoridad  tan  afamada  cual  la  de  don 
Luis  de  Salazar  y  Castro  le  llama   «Don  Felipe,  I\'  Marqués  de 


LOS    ALMIRANTES   DE    ARAGÓN  36 1 

Guadalest   y  Almirante»,    he   consignado   su  persona,    más  por 
antecedente  genealógico  que  en    razón  de  este   cargo  preemi- 
nente que,  en  mi  opinión,  no  tuvo  nunca. 
Hijo  suyo   y  sucesor    fué 


XXVIII 
Don  Francisco  Folch  de  Cardona  y  Ligne. 

Fué  el  V  de  los  Marqueses  de  Guadalest,  Caballero  de  la 
Orden  de  Alcántara  en  l6l8.  Comendador  de  Quintana  en  ella 
y  de  Vinaroz  en  la  de  Montosa,  Gentilhombre  de  la  Cámara  de 
Su  Majestad,  de  su  Consejo  y  su  Bayle  general  en  la  ciudad  y 
Reino  de  Valencia. 

De  edad  de  quince  años  sirvió  de  Capitán  de  caballos  en  Flan- 
des  y  de  él  fueron  padrinos  de  bautismo  los  Serenísimos  Infan- 
tes Archiduques  Alberto  y  doña  Isabel  Clara  Eugenia. 

Casó  con  doña  Lucrecia  de  Palafox,  dama  de  la  Reina  Doña 
Isabel  de  Borbón,  y  hermana  del  tercer  Marqués  de  Ariza. 

Murió  en  Madrid  en  1 664. 

De  este  Almirante  se  conserva  manuscrito  en  la  Biblioteca 
Nacional  un  extenso  memorial  al  Rey  Carlos  II,  alegando  la  im- 
portancia del  Almirantazgo  de  Aragón,  el  lustre  de  la  Casa  de 
Cardona  y  de  sus  allegados,  y  los  propios  merecimientos  del 
exponente  para  que  se  concediese  al  Marquesado  de  Guadalest 
la  Grandeza  de  España. 

El  Rey  Don  Felipe,  siguiendo  la  antigua  costumbre  de  pre- 
miar los  servicios  prestados  por  personas  de  mérito  relevante 
ó  por  sus  antepasados,  hace  merced  del  oficio  de  Almirante  de 
los  Reinos  de  la  Corona  de  Aragón  (exceptuadas  las  dos  Sicilias), 
como  prueba  de  amor  y  de  gratitud,  á  su  consanguíneo  don 
Francisco  de  Cardona,  Marqués  de  Guadalest,  sucesor  de  dicha 
Casa  y  estados,  para  el  caso  de  morir  ó  renunciar  aquel  cargo 
su  actual  poseedor  D.  Francisco  Folch  de  Cardona,  antes  de 
Mendoza . 

Y  para  ejercer  debidamente  esa  autoridad,  le  concede  todos 

TOMO    LXXIV  24 


362  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

los  fueros  y  prerrogativas  propios  de  su  jurisdicción,  con  poder 
de  administrar  justicia  civil  y  criminal  sobre  personas  y  cosas  á 
ella  sometidas,  por  mar  y  tierra,  así  en  causas  primeras  como 
en  apelaciones;  con  obligación  de  prestarle  obediencia  cuantos 
funcionarios  de  cualquier  índole  y  subditos  en  general  sean  per- 
tenecientes á  la  Corona. 

Esta  concesión  de  derechos,  sueldo  y  preeminencias  corres- 
pondientes, se  entienden  previo  juramento  de  conducirse  bien 
y  lealmente  en  el  ejercicio  de  su  cargo.  Conmina  con  la  pena  de 
10.000  florines  de  oro,  de  Aragón,  á  quien  contravenga  lo  dis- 
puesto en  este  documento,  que  firma  y  sella  en  Madrid,  á  9  de 
Junio  de  1622. 

Insértase  el  título  original  como  muestra  de  estos  despachos 
de  Almirante  en  época  ya  adelantada  y  de  las  prerrogativas  que 
conservaba  el  cargo. 


Don  Francisci  de  Cardona,  Marchionis  de  Guadalest. 

Nos  Philippus,  etc.  Cum  multa  maiores  nostri  optime  inventa  atque 
mirabiliter  instituta  reliquerint  quibus  ingentem  gloriam  ae  immortale 
decus  sibi  compararunt  effectum  est,  ut  eorum  nomen  et  fama  in  perpe- 
tuum  mérito  propagarentur,  nos  vero  ínter  caetera  illud  egregie  stabili- 
tum  censemus  ut  ii  quorum  parentes  et  predecessores  longa  suaequc 
domus  et  generis  antiqui  probata  experientia  nobis  et  predecessoribus 
Regibus  Aragonum  nimirum  fideles  et  affectatos  i-eddit  insigni  aliquo  de- 
core illustrentur.  Memores  itaque  quotannis  nostro  regio  diademati  in 
officio  muñere  et  decore  Archinavarchi  seu.Admirati  marium  nostrorum 
Regnorum  Coronae  Aragonum  praedecessores  domus  et  status  de  Gua- 
dalest in  praefato  nostro  Valentiae  Regno  aliisque  in  rebus  utroque  tem- 
pore  et  bellorum  et  pacis  longiis  et  assiduis  lucubrationibus  inservierunt; 
desiderantesque  in  signum  amoris  et  gratitudinis  aliquo  regio  favore  te 
illustrem  don  Franciscum  de  Cardona,  nostrum  consanguineum,  Mar- 
chionem  de  Guadalest,  successorem  dictae  domus  et  status  prosequi 
officium  praedictum  munus  et  decus  Archinavarchi  seu  Admirati  marium 
Regnorum  nostrorum  Coronae  Aragonum  (utraque  Sicilia  dempta)  quan- 
do  et  quomodocumque  vacare  contigerit  morte  aut  renuntiatione  don 
Francisci  Folch  de  Cardona,  olim  de  Mendoga,  illius  possessoris  tibi  con- 
cedendum  decrevimus.  Tenore  igitur  presentís,  de  nostra  certa  scientia, 
delibérate  et  consulto  motuque  proprio  nostro  ac  ex  nostra  regia  pofes- 
tate  officium  praedictum,   decus   et  munus   Archinavarchi   seu   Admirati 


LOS    ALMIRANTES    DE    ARAGÓN  363 

Regnorum  nostroruní  Coronae  Aragonum,  atraque  Sicilia  dempta,  dicto 
casu  adveniente  niortis  scilicet  aut  rcnuntiationis  dicti  don  Francisci 
Folch  de  Cardona,  olim  de  Mendoga,  tibi  dicto  don  Francisco  de  Cardona, 
Marchioni  de  Guadalest,  nostra  mera  et  libera  volúntate  durante  conce- 
dimus,  committimus  et  commendamus.  Itaquc  quod  tu  ipse  ct  alius  nemo 
sis  et  esse  debeas  Archinavarchius  sen  Admiratus  marium  Regnorum 
nostrae  Coronae  Aragonum  (utracjue  Sicilia  dempta)  ipsumcjue  munus, 
decus  et  officium  habeas,  tencas  et  exerceas  probé,  prudentcr,  fideliter, 
legaliter  atque  bene,  ea  omnia  et  singula  faciendo  et  libere  exercendo 
ac  in  ipso  officio  uti  convenit  honorifice  praesidendo,  ius  et  iustitiam 
eidem  submissis  tribuendo  et  administrando,  de  ómnibus  causis  tam  ci- 
vilibus  (}uam  criminalibus  et  tam  primitivis  quam  appellationum  motis 
et  movendis  inter  personas  marítimas,  tam  de  praedictis  regnis  et  parti- 
bus  Coronae  Aragonum  quam  de  quibuscunque  alus  locis  et  partibus  in 
navibus,  trirremibus  et  alus  navigiis,  maria  sulcantibus  tam  nostris  quam 
alus,  tam  armatis  quam  non  armatis,  tam  in  térra  quam  in  mari  circa  ea 
quae  ad  dictum  officium  spectant  cognoscendo  easque  audiendo,  deci- 
dendo  et  determinando  scelera.  crimina  seu  delicta  puniendo  et  iustitia 
mediante  castigando  ea<jue  componendo,  prout  tibi  videbitur  expediré 
necnon  commissarios,  alguazirios,  scribas,  portarlos  et  alios  ofñciales  ad 
exercendum  jurisdictionem  dictorum  marium  creare  possis  et  valeas  eos 
quoque  removeré  et  suspendere  et  de  (juibuscumque  acordatoriis,  (juaes- 
tionibus  et  causis  civilibus  et  criminalibus  dictum  officium  respicientibus 
cognoscere  omniaque  alia  et  singula  facías  et  libere  exerceas  et  adminis- 
tres facereque  et  libere  exercere  et  administrare  possis  et  valeas  quae 
ad  officium  ípsum  praesídentíam  et  exercitium  pertínere  quovismodo 
vídeantur,  et  habeas,  percipías  et  consequarís  tuisque  usíbus  et  utilitatí- 
bus  applíces  salaríum  annuum  eave  jura,  lucra,  obventiones  et  emolu- 
menta dicto  officio  íuste,  debite  et  pertínentía  ac  per  praedecessores 
tuos  recipi,  exigí  et  habed  sólita  et  consueta.  Gaudeas  ínsuper,  utarís  et 
fruarís  ommnibus  et  síngulís  praeeminentiís,  superíoritatíbus,  íurísdictio- 
nibus,  cognítione,  facultatíbus,  praerrogativis,  prívilegiis  et  honoribus 
offlcío  eídem  debitis  et  pertinentíbus  et  quíbus  díctus  don  Francíscus 
Folch  de  Cardona,  olim  de  Mendoga,  et  alíí  praedecessores  tuí  ín  officio 
ipso  usi  et  gavísi  fuerunt,  utíque,  fruí  et  gaudere  solíti  sunt.  potuerunt  et 
debuerunt  usquequaque;  subjícíarís  quoque  oneríbus  eidem  officio  ín- 
cumbentibus.  Verum  antequam  regímíní  et  exercitío  praefatí  te  immís- 
ceas  officií  íurare  tenearís  ín  posse  íllíus  ad  quem  spectet  te  bene  et 
fideliter  et  legaliter  ín  eodem  habíturum  et  alia  facturum  ad  quae  tenea- 
rís et  sis  astríctus.  Quapropter  quíbuscumque  locumtenentíbus  et  capíta- 
neis  generalíbus  in  Regnis  et  dominiis  nostris  praedictis,  gerentibusque 
vices  generalís  gubernatorís,   capitaneis    generalíbus  et   particularibus 


364  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

nostrae  maritimae  classis,  magistris  rationalibus,  bajulis  generalibus, 
procuratoribus  regiis,  alguaziriis,  portariis,  virgariis,  caeterisque  demum 
universis  et  singulis  oficialibus  et  subditis  nostris  maioribus  et  minoribus 
ubique  dictorum  Regnorum  constitutis  et  constituendis,  dictorumque 
officialium  locumtenentibus  et  subrogatis  aut  officia  ipsa  regentibus  et 
cuilibet  eorum  ad  quos  spectet  dicimus,  praecipimus  et  iubemus,  (juate- 
nus  te  dictum  don  Franciscum  de  Cardona  dicto  adveniente  casu  mortis 
scilicet  vel  renuntiationis  dicti  don  Francisci  Folch  de  Cardona,  olim  de 
Mendoga,  nostra  mera  et  libera  volúntate  durante,  ut  praefertur,  pro  Ar- 
chinavarco  vel  Admirato  nostro  marium  Regnorum  praedictorum,  atra- 
que Sicilia  dempta,  habeant,  teneant,  reputent,  honorificent  atque  trac- 
tent  et  dicto  submissi  officio  eidem  Archinavarco  vel  Admirato  pareant 
et  obediant  in  iis  in  quibus  parere  et  obedire  solitum  est  atque  debent 
et  ii  eorum  ad  quos  spectet  in  possessionem  dicti  officii  ponant  et  indu- 
cant  inductumque  manuteneant  et  defendant  contra  cunctos  et  de  salario 
annuo,  juribus,  lucris  et  emolumentis  praedictis  tibi  integre  respondeant 
et  faciant  plenarie  responderi;  nostramque  huiusmodi  gratiam  et  conces- 
sionem  et  omnia  et  singula  in  ea  contenta  dicto  adveniente  casu  obser- 
vent  et  inviolabiliter  observari  faciant  per  quoscumque  iuxta  huiusmodi 
seriem  continentiam  et  tenorem  pleniores,  cauti  secus  agere,  fierive 
permittere  ratione  aliqua  sive  causa  si  officiales  et  subditi  nostri  prae- 
dicti  gratiam  nostram  charam  habent  ac  praeter  irae  et  indignationis 
nostrae  incursum  poenam  florenorum  auri  Aragonum  decem  mille  a  bo- 
nis  secus  agentis  irremissibiliter  exigendorum  et  nostris  inferendorum 
aerariis  cupiunt  evitare.  In  huiusmodi  vero  concessione  non  intendimus 
comprehendi  immo  expresse  excipimus  ab  eadem  utriusque  Siciliae  reg- 
na.  In  cuius  rei  testimonium  presentem  fieri  iussimus  nostro  regio  com- 
muni  sigillo  pendenti  munitam.  Datta  in  oppido  nostro  Matriti  die  nona 
mensis  junii  anno  a  Nativitate  Domini  millesímo  sexcentésimo  vigésimo 
secundo,  Regnorunque  nostrorum  secundo. 

Yo  EL  Rey. 

Vidit  Roig,  Vicecancellarius. 

Vidit  Comes,  Thesaurarius  generalis. 

Vidit  Pérez  Manrique,  Regens. 

Vidit  don  Franciscus  de  Casteivi,  Regens 

Vidit  d.  Salvator  Fontanct,  Regens. 

Vidit  Villar,  Regens. 

Vidit  Qalba  de  Vallseca,  Regens. 

Vidit  Protlionotarius  pro  Conservatore  generali. 

Dominus  Rex  mandavit  mihi  Hieronimo  Villanueva.  Visa  per  Roig, 
Vicecancellarium;  Gomiiem,  generalem  Thesaurarium;  don  Sahmtorem 
Fontanet,  Pérez  Afanrique ,    Villar,  don   Franciscum  de  Casteivi  et  Qal- 


LOS  ALMIRANTES  DE  ARAGÓN  365 

ba  de  Vallseca,  Regentes  Cancellariam  et  me  piíí  conservatore  ge- 
nerali. 

V.  IMag.<í  hace  merced  á  Don  Fran-cisco  de  Cardona  ,  Afargues  de 
Guadalest,  del  officio  de  Almirante  de  los  Reynos  de  la  Corona  de  Ara- 
gón para  quando  le  dexare  ó  falleciere  don  Francisco  de  Mendoga. 

Consultado. 

(Archivo  de  la  Corona  dk  Aragón.  Registro  0/ficialiutn,  11  (1Ó21  á  1628),  folio  30.) 


XXIX 
Don  Felipe  Folch  de  Cardona  y  Palafox. 

Este  Almirante  de  Aragón  era  el  VI  Marqués  de  Guadalest, 
caballero  de  Alcántara  en  1665,  y  en  esta  Orden  Comendador 
de  Quintana  y  del  Peso  Real  de  Valencia  en  la  misma,  gentil- 
hombre de  la  Cámara  de  Su  Majestad.  Casó  con  doña  Luisa 
María  de  Sotomayor  y  Lima,  dama  de  la  Reina  María  Ana 
de  Neoburg,  hermana  y  sucesora  de  D.  Fernán  Yáñez  de  Soto- 
mayor,  Lima  y  Brito.  II  Marqués  de  Tenorio  y  Conde  de 
Crecente. 

Murió  el  Almirante  en  1669,  dejando  en  la  cuna  á 


XXX 
Don  Isidro  Tomás  Folch  de  Cardona  y  Sotomayor. 

VII  Marqués  de  Guadalest,  Almirante  de  Aragón,  Caballero 
de  la  Orden  de  Alcántara  en  1 669  y  de  la  de  Montesa  en  1 680, 
y  en  ella  Comendador  de  Vinaroz  y  Benicarló,  administrador  de 
la  encomienda  de  Quintana  en  Alcántara;  fué  D.  Isidro  Tomás 
Señor  de  Bechy,  Gorja  y  Ribarroja,  Gobernador  y  Capitán 
general  de  Galicia;  casó  en  primeras  nupcias  con  doña  Elvira 
de  Navarra  Toralto  y  Aragón,  hija  segunda  de  los  Duques  de  la 
Palata,  Príncipes  de  Massa;  y  en  segundas  con  doña  María  del 
Patrocinio  de  Ligne  y  Arenberg,  Princesa  de  Barbanzón,  Du- 
quesa de  Arenberg,  Condesa  de  la  Roche,  Vizcondesa  de  Daye, 


366  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

dama  de  las  Reinas  María  Ana  de  Neoburg  y  Doña  Mariana  de 
Baviera. 

No  logró  sucesión  en  ninguno  de  sus  dos  matrimonios;  y  á  su 
muerte,  ocurrida  en  5  de  Agosto  de  1699,  deja  de  ir  unido  el 
apellido  de  Cardona  á  la  dignidad  de  Almirante  de  Aragón,  dig- 
nidad que  pretendieron  D.  Vicente  Folch  de  Cardona,  Marqués 
de  Castilnovo,  y  en  Cataluña  Marqués  de  Pons,  alegando  la  agna- 
ción como  segundo  nieto  que  era  de  D.  Antonio,  hermano  del 
Almirante  D.  Felipe  Folch  de  Cardona  y  Borja-Lanzol,  y  de  otra 
parte  D.  Juan  Antonio  de  Palafox  Zúñiga  y  Folch  de  Cardona, 
V  Marqués  de  Ariza,  como  nieto  de  doña  María  Felipa  Folch  de 
Cardona  y  Ligne,  hermana  del  Almirante  D.  Francisco,  V  ^lar- 
qués  de  Guadalest,  casada  doña  María  Felipa  con  D.  Juan  Doris 
de  Palafox,  III  Marqués  de  Ariza,  del  Consejo  Supremo  de  Ara- 
gón y  Mayordomo  mayor  del  Rey.  Resolvióse  el  litigio  á  favor 
del  Marqués  de  Ariza  por  cédula  de  Felipe  V  dada  en  el  Pala- 
cio del  Buen  Retiro  el  20  de  Junio  de  1707,  quedando  desde 
entonces  incorporada  esta  dignidad  puramente  honorífica,  que 
siempre  la  ostentaron  anteponiéndola  á  este  título. 

Dos  veces  ya  herédase  este  dictado  de  honor  por  línea  de 
hembra,  la  una  en  doña  María  Folch  de  Cardona  y  Colón,  por 
quien  la  ostentó  su  marido  D.  Francisco  de  Mendoza,  tem- 
poralmente, para  volver  á  la  Casa;  ahora  por  derecho  recono- 
cido á  la  dicha  doña  María  Felipa  de  Cardona,  cuyo  nieto, 
antes  citado,  D.  Juan  Antonio  Palafox,  obtuvo  el  Almirantazgo 
de  Aragón. 

No  dejó  D.  Tomás  Isidro  de  seguir  la  insistente  costumbre 
de  muchos  de  sus  antepasados  de  acudir  al  Rey  en  demanda  de 
la  Grandeza  de  España  para  el  Marquesado  de  Guadalest;  á  cuyo 
efecto  enderezó  al  Monarca  un  prolijo  Memorial  aduciendo  la 
calidad  y  servicios  de  los  Cardona,  la  preeminencia  de  la  Almi- 
rantía  y  hasta  el  esplendor  y  gran  nobleza  del  linaje  de  su 
esposa,  firmando  el  documento  el  Almirante,  Príncipe  de  Bra- 
banzón. 

El  Reino  de  Valencia,  reunido  en  Cortes,  hizo  análoga  de- 
manda  en  ocasiones  varias,  sin  que  su   petición  lograra  nunca 


LOS  ALMIRANTES  DE  ARAGÓN  367 

el  éxito  apetecido,  ni  otra  ni  más  contestación  que  la  evasiva 
de  «S.  M.  proveerá»,  cuando  se  dieron  (irandezas  á  Casas  harto 
menos  calificadas  y  notorias  que  esta  de  los  Cardona  (1). 


XXXI 
Don  Juan  Antonio  de  Palafox  Zúñiga  y  Ligne. 

Fué  Almirante  de  Aragón:  era  Comendador  de  Paracuellos 
en  la  Orden  de  Santiago,  V  Marqués  de  Ariza,  Señor  de  las 
haronías  de  Cortes,  Sueca,  Calmarza,  Caspe  y  Teuladas,  creado 
Grande  de  España  por  el  Rey  Felipe  V  en  1 9  de  Agosto  del  1 72 1 ; 
casó  con  doña  Francisca  Centurión,  Fernández  de  Córdoba, 
Carrillo  de  Albornoz,  V  Marquesa  de  Laula,  de  Vivóla  y  de 
Monte  de  Vay,  de  Armunia  y  de  la  Guardia,  Condesa  de  la 
Monclova  y  de  Santa  Eufemia,  dos  veces  grande  de  España. 
Murió  el  año  1 72 5. 

Sucedióle  su  hijo  el  Almirante 


(i)  La  razón  de  inmiscuirse  las  Cortes  valencianas  en  esta  petición, 
obedecía  á  la  influencia,  prestigios  y  riquezas  que  poseían  los  Guadalest 
en  Valencia,  donde  tuvieron  su  residencia  y  morada. 

«■Calle  del  Palaii,  14,  Palacio  del  Almirante. — Perteneció  á  los  Car- 
dona, creados  más  tarde  Marqueses  de  Guadalest,  á  quienes  sucedieron 
los  Palafox,  Marqueses  de  Ariza,  cuyo  título  con  la  dignidad  aneja  de 
Almirante  de  Aragón  lleva  hoy  el  Duque  del  Infantado.  Portada  del 
siglo  xvm,  con  los  blasones  de  Palafox  y  Cardona.  Ofrece  en  su  interior 
el  más  completo  ejemplar  del  Palacio  medioeval  valenciano.  Patio  claus- 
tral, escalera  colgada,  galería  gótica,  puertas  conopiales,  arcos  apunta- 
dos y  otros  elementos  importantes  del  siglo  xv.»  (Geografía  General  del 
Reino  de  Valencia.  Provincia  de  Valencia,  por  José  Martínez  Aloy,  cro- 
nista de  Valencia.) 

«La  calle  del  Almirante,  la  llama  así  la  Guia  de  forasteros,  correspon- 
diente al  año  1780,  porque  en  ella,  y  en  una  antigua  casa  de  la  man- 
zana 117  han  vivido  los  descendientes  de  los  Almirantes  de  Aragón, 
Condes  de  Sinarcas,  y  luego  de  los  Marqueses  de  Guadalest,  y  últi- 
mamente los  de  Ariza,  que  poseían  en  la  calle  del  Palau  otra  casa...,  etcé- 
tera.» (Boix.) 


368  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

XXXII 

Don  Joaquín  Antonio  de  Palafox  y  Centurión. 

VI  Marqués  de  Ariza  y  de  Estepa,  X  de  Guadalest,  con 
todos  los  demás  títulos  y  Estados  arriba  citados  de  su  padre 
y  de  su  madre,  tres  veces  grande  de  España,  Caballero  del  Toi- 
són de  Oro,  Gran  Cruz  de  Carlos  III,  Caballerizo  mayor  de  la 
Reina.  Contrajo  matrimonio  en  1 7 30  con  doña  Rosa  Pérez  de 
Guzmán  el  Bueno,  hija  de  los  Duques  de  Medinasidonia:  de  ellos 
fué  hijo  primogénito  el  Almirante 

XXXIII 
Don  Fausto   Joaquín   de   Palafox  y   Pérez  de   Guzmán. 

Nació  el  VII  Marqués  de  Ariza  el  30  de  Octubre  de  1731: 
ostentó  todos  los  títulos  de  su  padre  y  las  Grandezas  de  España 
á  ellos  unidas.  Fué  también  Caballero  del  Toisón  de  Oro,  Gran 
Cruz  de  Carlos  III,  y  Caballerizo  mayor  de  S.  M.  Casó  el  12  de 
Junio  de  1 75 1  con  doña  María  Teresa  de  Silva-Bazán  y  Sar- 
miento, hija  de  los  Marqueses  de  Santa  Cruz. 

A  su  muerte,  ocurrida  en  1778,  heredó  la  dignidad  de 
Almirante   de   Aragón    su  hijo 

XXXIV 
Don  Vicente  de  Palafox  y  Silva. 

VIII  Marqués  de  Ariza  y  demás  ilustres  títulos  y  grande- 
zas de  su  noble  Casa:  tuvo,  como  su  padre  y  abuelo,  el  Toisón 
de  Oro  y  la  gran  Cruz  de  Carlos  III. 

Casó  en  1 800  con  doña  Teresa  de  Silva  y  de  Palafox,  hija  de 
los  Duques  de  Híjar,  su  prima  (viuda  del  Duque  de  Berwick  y  de 
Liria),  siendo  hija  única  de  este  matrimonio  y  heredera  de  todos 


LOS  ALMIRANTES  DE  ARAGÓN  369 

SUS  títulos  y  dignidades  doña  Alaría  Elena,  incluyendo  la  de  Al- 
mirante de  Aragón  que,  por  ser  ella  Almirantesa  propietaria,  os- 
tentó durante  su  matrimonio. 


XXXV 
Don  José  de  Idiáquez  y  Carvajal. 

Era  este  D.  José  hijo  segundo  de  O.  Francisco  de  Borja  de 
Idiáquez  y  Palafox,  I\^  Duque  de  Granada  de  Ega,  X  Marqués 
de  Cortes,  XIV  Mariscal  de  Navarra,  y  de  doña  María  Agus- 
tina de  Carvajal  y  Lancáster,  hija  de  los  quintos  Duques  de 
Abrantes. 

De  su  matrimonio  con  doña  Elena  nació  un  hijo,  el  Conde 
de  Santa  Eufemia,  que  falleció  antes  que  sus  padres,  por  cuya 
muerte  heredó  todos  los  títulos,  honores  y  dignidades  de  esta 
gran  Casa,  y  fué  Almirante  el  primo-hermano  de  doña  Elena 

XXXVI 

Don  Andrés  Avelino  de  Arteaga-Lazcano  Palafox 
Centurión  Folch  de  Cardona 

cuyo  derecho  le  venía  por  hijo  que  era  de  doña  María  Ana  de 
Palafox  y  Silva  (hermana  del  Almirante  D.  Vicente,  VIII  Marqués 
de  Ariza),  casada  en  1783  con  D.  Ignacio  Ciro  de  Arteaga-Laz- 
cano é  Idiáquez,  Señor  de  la  Casa  de  Lazcano,  y  como  tal.  Gran- 
de de  España,  IV  Marqués  de  Valmediano  y  Conde  de  Corres, 
Caballero  del  Toisón  de  Oro,  Sumiller  de  Corps  de  S.  M.,  de 
cuyos  títulos  era  poseedor  D.  Andrés  Avelino  desde  1817,  con 
anterioridad  á  la  muerte  de  su  prima  doña  Elena. 

Casó  con  doña  Joaquina  Carvajal  y  Manrique  de  Lara,  hija  de 
los  Duques  de  San  Carlos,  cuyo  hijo  primogénito,  D.  Andrés 
Avelino  de  Arteaga  y  Carvajal,  Conde  de  Corres  y  de  Santa 
Eufemia  (casado  con  doña  Fernanda  de  Silva  Téllez  Girón,  hija 
de  los  Marqueses  de  Santa  Cruz),  murió  en  1 8 50,  en  vida  de  su 


370  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

padre,  transmitiendo  todos  sus  presuntos  derechos  á  su  hijo 
mayor,  quien  heredó  directamente  de  su  abuelo,  fallecido  el  año 
18Ó4,  su  Casa,  títulos  y  dignidades,  siendo  por  ello  Almirante  de 
Aragón. 

Era  este  Almirante  Alférez  mayor  perpetuo  de  la  imperial 
ciudad  de  Toledo  y  su  Reino;  Alcalde  mayor  de  hijosdalgo  de 
Castilla;  Señor  de  las  villas  de  Corres,  Ulibarri,  Alda,  Fresno 
de  Torote,  Torre  de  Cuzcurutilla,  Valle  de  Arana,  Villarejo 
de  la  Peñuela,  Cabrejas,  Valmelero,  Lúcar-Sierro,  Sufly,  Torre- 
franca,  El  Viso,  Guijo,  Torralba,  Beteta  y  otros  muchos 
lugares. 

Heredóle,  como  es  dicho,  su  nieto 


XXXVII 

Don  Andrés  Avelino  de  Arteaga-Lazcano  Silva  Carvajal 
y  Téllez  Girón. 

Nacido  en  1833,  fué  XI  Marqués  de  Ariza,  VI  de  Valmediano, 
de  Estepa,  de  Guadalest,  de  La  Guardia,  de  Armunia,  Conde  de 
Corres,  de  Santa  Eufemia  y  de  la  Monclova,  XXII  Señor  de  la 
Casa  de  Lazcano,  cuatro  veces  Grande  de  España.  Por  falleci- 
miento de  su  tío  el  XV  Duque  de  Osuna,  D.  Mariano  Téllez- 
Girón,  que  lo  era  también  del  Infantado,  sucedió  en  este  título 
el  año  1882,  y  en  los  de  Marqués  de  Santillana,  de  Cea,  de 
Argüeso,  de  Almenara,  y  en  los  Condados  de  Saldaña  y  del 
Real  de  Manzanares,  renunciando  en  favor  de  su  hermano  don 
Fernando  (á  quien  ya  había  cedido  el  Marquesado  de  Gua- 
dalest) su  derecho  á  los  títulos  de  Marqués  de  Távara  y  de 
Algecilla. 

Era  General  de  Brigada,  Caballero  del  Hábito  de  Santiago 
y  dignidad  de  Trece  en  dicha  Orden;  Gran  Cruz  y  Collar  de 
Carlos  III,  Gran  Cruz  de  San  Hermenegildo  y  Senador  por 
derecho  propio.  Tomó  parte  en  la  guerra  de  África  y  en  la  del 
Norte,  ganando  la  Cruz  de  vSan  Fernando  y  varias  por  méritos 
de  guerra. 


LOS  ALMIRANTES  DE  ARAGÓN  371 

Casó  D.  Andrés  Avelino  en  1 866  con  doña  María  de  Belén 
Echagüe  y  Méndez  de  Vigo,  hija  del  Teniente  (jeneral  del  Kjér- 
cito  D.  Rafael  Echagüe  y  Bermingham,  creado  Conde  del  Serra- 
llo, con  grandeza  de  España. 

Murió  el  l8  de  Junio  de  IQIO,  siendo  heredero  de  su  casa  y 
títulos  (excepto  los  Marquesados  de  Argüeso,  Almenara  y  La 
(juardia,  que  en  vida  cedió  á  sus  tres  hijas)  su  hijo  único  varón, 
el  actual  Almirante 

XXXVIII 

Don  Joaquín  Ignacio  de  Arteaga-Lazcano  Echagüe 
Silva  y  Méndez  de  Vigo. 

Nacido  el  5  de  Septiembre  de  1 870;  XVII  Duque  del  Infan- 
tado, XVIII  Marqués  de  Santillana,  XII  Marqués  de  Ariza, 
XII  Marqués  de  Estepa,  XV  Conde  de  la  Monclova,  XXIII  Señor 
de  la  Casa  de  Lazcano,  seis  veces  Grande  de  España  por  estos 
títulos.  Es,  además.  Marqués  de  Valmediano,  de  Laula,  de  Vi- 
vola,  de  Monte  de  Vay,  de  Armunia  y  de  Cea;  Conde  de  Corres, 
de  Santa  Eufemia,  XX  de  Saldaña,  XVIII  del  Real  de  Manzana- 
res; Caballero  del  Toisón  de  Oro,  Presidente  del  Consejo  y 
Decano  del  Tribunal  de  las  Ordenes  Militares,  Caballero  profeso 
y  Trece  en  la  de  .Santiago;  posee  las  Grandes  Cruces  de  Carlos  III, 
Mérito  Militar,  con  distintivo  blanco,  y  del  Cristo  de  Portugal. 
Es  diputado  á  Cortes.  Y  se  ha  mandado  expedir  recientemente, 
también  á  su  favor,  carta  de  sucesión  en  los  títulos  de  Conde* del 
Cid,  de  Ampudia  y  Marqués  de  la  Eliseda,  correspondiéndole 
asimismo  el  Condado  del  Serrallo,  con  grandeza,  por  muerte 
del  III  Conde,  el  Teniente  General  D.  Ramón  Echagüe  y  Méndez 
de  Vigo,  hermano  de  su  madre. 

Por  el  Ministerio  de  Gracia  y  Justicia  despachósele  Real  cé- 
dula de  sucesión  en  la  dignidad  de  Almirante  de  Aragón,  el 
31  de  Diciembre  del  año  1912. 

Está  casado  desde  1 894  con  doña  Isabel  Falguera  y  Moreno, 
Lasa  y  Moscoso   de  Altamira,  III  Condesa  de  Santiago,  dama 


372  boletín  de  l\  real  academia  de  la  historia 

de  SS.  MM.  las  Reinas  Doña  María  Cristina  y  Doña  Victoria 
Eugenia. 

Tiene  numerosa  sucesión;  entre  ella,  tres  varones,  siendo  (por 
fallecimiento  del  primogénito  D.  Andrés  Avelino)  presunto 
heredero  de  la  Casa  y  del  Almirantazgo  de  Aragón,  D.  Iñigo 
de  Loyola  de  Arteaga  y  Falguera. 


De  las  tres  Almirantías  que  hubo  en  España, 

la  de  Castilla^  que  llevaron  los  Enríqnez^  fué  suprimida  por  Fe- 
lipe V  en  1726; 

la  de  Aragón^  vinculada  en  los  Cardona^  la  posee  por  represen- 
tación la  Casa  de  Ariza,  y  por  ella,  el  Duque 
del  Infantado; 

la  de  Indias,  creada  para  el  descubridor  del  Nuevo  Mundo  y, 
por  tanto,  patrimonial  de  los  Colón,  la  osten- 
ta actualmente  su  descendiente  el  Duque  de 
Veragua. 


Relación  de  algunos  otros  ALmir antes,  Vicealnár antes.  Capita- 
nes generales  y  Jefes  de  galeras  con  jurisdicción  plena  que 
hubo  en  Aragón  y  sus  Reinos,  por  orden  cronológico  de  sus 
nombramientos: 

I  Ejercicio  del  empleo  de  Almirante  de  la 
Ramón  Marquet \      Armada  en  Cataluña.  — 1.°  de  Agosto  de 

(       1263  y  16  de  Mayo  de  1285. 

i  Ejercicio  del  empleo   de  Almirante  de  la 
Berenguer  Mayol ]      Ai-mada  en  Valencia. —  i."  de  Agosto  de 

\      1263  y  16  de  Mayo  de  1285. 

Pedro  Pisa Almirante. — 13  de  Enero  de  1277. 

Pedro  de  Narbona Capitán  de  naves. — 7  de  Febrero  de  1286. 

...._,          .  .  Vicealmirante  de   Mallorca. — 22  de   Junio 

Ansaldo  de  Teruela ,       „ 

I       de  1286. 


LOS    ALMIRANTES    DE    ARAGÓN 


373 


Berenguer  de  MontoHu.. 
Romeo  Marimón 


Pedro  Bonifaci. 


.     -Almirante. — Año  1290. 

\  C'apitán  de  galeras   con  jurisdicción  plena. 

(       5  de  Febrero  de  1 296. 

i'  Comandante   de    galeras    con   jurisdicción. 

(      24  de  Febrero  de  1296. 

Berenguer  de  Vilaragut. .    Almirante. — Año  129S. 

Eynieric    BeIVi Vicealmirante. — 2  de  Mayo  de  1305. 

Bartolomé  Matoses Vicealmirante. — 3  de  Mayo  de  1305. 

_.  „        ,  i  Almirante,   Capitán   general    de  Armadas. 

Diego  García 

3  de  Agosto  de  1309. 

Eymeric  Bellochi Vicealmirante. — 12  de  Septiembre  de  1309. 

Gisberto  de  Centelles,  V¡z-\  Capitán  general  de  Armadas. — 6  de  Octu- 

conde  de  Castelnou. . . .  (      bre  de  1309. 

Poncio  Hugo,  Conde   de, 


Ampurias 

Hugueto  de  Talxó.. 


Almirante.— 31  de  Mayo  de  13 10. 


-Año 


.  Almirante  de  la  Araiada  de  Mallorca. 

'        1321. 

í  Almirante    de    Mallorca. — 25   de  Ma3'o  de 

(       '323- 

Año  1326. 
^  Vicealmirante   de   Cataluña. — 29   de   Mayo 
(       de  1330. 

Año  1331. 
^  Vicealmirante  de  Valencia. — 26  de  Julio  de 
f       1337  )"  16  de  Marzo  de  1342. 

Í  Vicealmirante  de  Valencia. — 15   de  Octu- 
bre de  1341,  29  de  Enero  de    1344  y  11 
de  Agosto  de  1352. 
,   Comandante  de  galeras  con  honores  yju- 

Galcerán  de  Pujades \      risdicción  por  gracia  especial. — 7  de  No- 

\^       viembre  de  1343. 

(  Vicealmirante   de   Valencia. — 1.°  de  Junio 

(      de   1 35 1. 


Pedro  Monsó 

Ramón  de  Perellós 

Bernardo  Pujades 

Guillermo  de  CerVelIó.. . 
Jaime  Escriba 


Bernardo  Ripoll. 


„    j  .^     o              i'  (  Vicealmirante   de   Cataluña, — i."   de  Junio 

Rodrigo  Sanmartí ]  -* 

(      de  1351. 

/  Vicealmirante    de    Cataluña. — 15    de   Sep- 

Bononato  Descoli <      tiembre  de  1 35 1  y  26  de  Septiembre  de 

(       '361. 
Raimundo  Alemán  de  Cer-,^  Ricohome    con    mando    de    galera. — 15   de 

Mayo  de  1353. 
Capitán  de  galeras  con  jurisdicción  plena 
30  de  Abril  de  1354. 


vello. 
Francisco  Muñoz 


374  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

_..      ..  (  Vicealmirante   de   Valencia. — 15   de   Abril 

Berenguer  Ripoll ,         ^  ^    ^^ 

(de  1356  y  1 1  de  Mayo  de  1364. 

^    ...             -.  (  Vicealmirante   de   Cataluña. — 14  de  Octu- 

Guillertno  MoreV \ 

{      bre  de  1356. 

Guillermo  Ontomar Capitán  general.— 4  de  Abril  de  1364. 

_,          ,           ,      .  (  Almirante   de  Cataluña. — 3   de   Agosto   de 

Francisco  de  Averso { 

(      1364. 

_,        ,     -^  (  Almirante  de  Valencia. — ^28   de 'Enero  de 

Tomas  DeVac < 

(      1369- 

Conde  de  Guirra  (Beren-^  Capitán  general  de  Armadas. — 5  de  Marzo 

guer  Carróz) (      de  1370. 

„  -.  (  Capitán  general  de  Armadas. — 11  de  Abril 

Berenguer  Morey < 

(      de  1370. 

„    .,,             -,  I  Capitán  general,  sustituto  de  Olfo  de  Pró- 

GuiUermo  Noguera { 

(      xita. — 14  de  Diciembre  de  1372. 

,'  Capitán  general. — 22  de  Diciembre  de  1373, 

Gilaberto  de  Cruilles 17   de  Junio  de  1374,   5  de  Octubre  de 

(       1375  y  ^  de  Mayo  de  1380. 

„    .       ^  1'  Vicealmirante   de   Valencia, — 18   de    Tunio 

Pedro  Tous ^  ^ 

(      de  1376. 

Bernardo  Cabrera,  Conde|  Mandó  la  flota  que  salió  para  Sicilia  y  fué 

de  Osona (       Almirante  para  Italia. — Año  1 376. 

Vizconde  de  Rocaberti.. .    Almirante.— 7  de  Junio  de  1381. 

^                  ..             ,  \  Vicealmirante  de  Cataluña. — 11  de  Enero 

Galcerán  Marquet ) 

'       de  1393- 

(Vicealmirante    de    Valencia.  —  26   de    No- 
Pedro  Marrades { 

(      viembre  de  1394. 

í  Vicealmirante   de    Cerdeña   y  Córcega.  — 
Raimundo  Boter ,    ^  , 

/       14  de  Enero  de  1397. 

(  Capitán    general    de    las    Armadas    reales. 

Pedro  Torrelles ^    ^r    •     1       j         o 

(      25  de  Noviembre  de  1408. 

i  Capitán  general  de  Armada. — 7  de  Julio  de 
Raimundo  Perellós ^ 

(      1416. 

Romeo  de  Corbera Almirante.  -24  de  Octubre  de  1420. 

Antonio    de    Sessa,    Viz-Í  Almirante  de   Cerdeña. — 22  de  Enero  de 

conde  de  Santluri (      1438. 

Juan  de  Barbera Capitán  general. — 21  de  Junio  de  1441. 

Berenguer  de  Eril Almirante. — 13  de  Octubre  de  1441. 

Francisco  Bertrán Vicealmirante.— 16  de  Marzo  de  I444- 

Galcerán  de  Requesens.  .    Capitán  general.— 18  de  Mayo  de  1448. 

\  Capitán  general  del  Rosellón  y  Cerdeña. 
Bernardo  de  Villamarí. . .  „  j    ^t    •      v      j 

(       I.    de  Noviembre  de  1453. 


NUEVO    LADRILLO    VISIGÓTICO    CON    INSCRIPCIÓN  375 

(  Capitán   general   de   (!erdeña. — 18   de    Di- 
luan  de  Villamarí ]  ,        ,        ^ 

(       ciembre  de  1403. 


Conde  de  Concentaina  . . . 
Bernardo  de  Pachs 


^  Capitán  general  de   galeras. — 30   de   Abril 
)       de  1464. 

[  Vicealmirante  de  Mallorca. — 8  de  Diciem- 
/       bre  de  1464. 


El  Marqués   \>k  Laukkncíx. 


II 
NUEVO  LADRILLO    VISIGÓTICO   CON    INSCRIPCIÓN 

En  el  tomo  lxxiv,  página  135  de  este  Boletín-,  publiqué  va- 
rios ladrillos  visigóticos  descubiertos  en  la  provincia  de  Córdoba. 

Hoy  daré  á  conocer  otro  muy  curioso  hallado  en  el  cerro  de- 
nominado «(Jabeza  Aguda»,  perteneciente  al  «Coto  de  las  Palo- 
mas» ,  término  municipal  de  la  villa  de  Villaviciosa  de  Córdoba, 
distante  de  esta  población  33  kilómetros. 

Debo  la  noticia  del  hallazgo  al  ilustrado  y  rico  propietario  de 
Montilla  D.  Miguel  Riobóo,  el  cual,  estando  de  montería  en  di- 
cho coto,  tuvo  conocimiento  por  el  guarda  de  que  al  hacer  unos 
desmontes  se  habían  encontrado  los  trabajadores,  entre  varios 
restos  de  construcciones  antiguas,  un  ladrillo  de  buen  tamaño 
con  letras  grabadas;  suponiendo  el  Sr.  Riobóo  que  pudiera  te- 
ner algún  interés  arqueológico,  lo  adquirió  en  el  acto,  y  poco 
tiempo  después  hubo  de  donármelo  galantemente  para  mi  colec- 
ción particular. 

Esta  baldosa  ó  ladrillo  es  de  barro  tosco  y  colorado;  mide 
0,37  centímetros  de  largo  y  0,23  de  alto  por  6  de  espesor. 
En  la  parte  alta  tiene  una  inscripción  latina  formada  por  dos 
renglones  con  letras  desiguales  mayúsculas,  torpemente  gra- 
badas antes  de  ser   metido   en  el  horno,  viéndose    en  la    parte 


376 


boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 


inferior  las  huellas  de  dos  dedos  que,  sobre  el  barro  blando, 
trazaron  á  la  ligera  una  sencilla  labor  ondulante  que  le  sirve 
de  único  exorno. 


Dice  así  la  inscripci(5n: 


LETENTUR       CELI        ET 
EXULTET      TERRA       OMN 


La  última   palabra  debe  de  leerse   owníjs),   resultando  sentido  com- 
pleto: 

«Alégrense  los  cielos  y  regocíjese  la  tierra  toda». 


Excepto  esta  última  palabra,  lo  demás  corresponde  á  dos  tex- 
tos bíblicos  idénticos,  que  se  leen  en  el  libro  ii  délos  Paralipó- 
menos,  cap.  1 6,  verso  31,  y  en  el  salmo  95,  verso  II.  La  índole 
religiosa  y  cristiana  de  la  inscripción  es,  pues,  evidente,  y  sólo 
cabe  duda  en  reconocer  qué  aplicación  se  dio  á  la  frase;  pero 
téngase  en  cuenta  que  el  texto  primero  susodicho  alude  clara- 
mente á  la  Resurrección  de  Cristo,  y  que  el  salmo  es  como  un 
himno  á  las  maravillas  del  Señor. 

En  el  ladrillo  se  suprimen,  como  era  usual,  los  diptongos,  es- 
cribiendo letentur  y  celi^  en   vez  de   laetentur  y  coeli\  el  tipo  de 


NUEVO    LADRILLO    VISIGÓTICO    CON    INSCRIPCIÓN  377 

letra  es  bastante  clásico,  pero  con  influjos  unciales  en  la  forma 
de  algunas  T,  de  una  E,  de  la  X  y  aun  de  la  R,  lo  que  no  es  de 
extrañar,  tratándose  de  letrero  escrito,  como  si  dijésemos,  cála- 
mo currente.  Resulta  muy  parecido  al  de  la  lápida  visigótica 
hallada  en  Porcuna  {Obulco)  y  publicada  por  el  ilustre  epigra- 
fista Sr.  Fernández  Guerra,  de  feliz  memoria,  en  el  tomo  xi, 
página  170  de  este  Boletín,  haciendo  ello  suponer  que  el  men- 
cionado ladrillo  se  remonte  al  siglo  vi. 

Este  nuevo  hallazgo  arqueológico  que,  tengo  el  honor  de  so- 
meter al  superior  examen  de  la  Academia,  es  de  gran  interés, 
puesto  que  tiende  á  esclarecer  la  verdadera  finalidad,  hasta 
ahora  desconocida,  de  estas  baldosas  ó  ladrillos  que  se  encuen- 
tran con  frecuencia,  decorados  con  emblemas  é  inscripciones, 
enalteciendo  siempre  el  ideal  cristiano  en  aquella  época  nebulo- 
sa de  la  sociedad  hispano-visigoda. 

Córdoba,  6  de  Enero  de  191 9. 

Enrique  Romero  de  Torres, 

Correspondiente. 


TOMO    LXXIV 


25 


DOCUMENTOS  OFICIALES 


COMISIÓN  PROVINCIAL  DE  MONUMENTOS  HISTÓRICOS 
Y  ARTÍSTICOS  DE  MURCIA 

Tengo  el  honor  de  participar  á  V.  E.  que  el  día  6  del  corrien- 
te mes  la  Comisión  de  Monumentos  Históricos  y  Artísticos  de 
esta  provincia  eligió,  por  unanimidad,  la  siguiente  Junta: 

Presidente:  D.  Alejandro  Seiquer  López,  Correspondiente  de 
la  Real  Academia  de  Bellas  Artes. 

Vicepresidente:  D.  Vicente  Llovera  Coolomín,  Correspondien- 
te de  la  Real  Academia  de  la  Historia. 

Conservador:  D.  José  María  Ibáñez  García,  Correspondiente  de 
la  de  la  Historia. 

Secretario:  D.  Andrés  Sobejano  Alcaynn,  Correspondiente  de 
la  Real  Academia  de  Bellas  Arses. 

Vocales:  D.  Joaquín  Báguena  Lacárcel,  Correspondiente  de  la 
de  la  Historia;  D.  Mariano  Ruiz-Funes  García,  Correspondiente 
de  la  de  la  Historia;  D.  Diego  González  Conde,  Correspondiente 
de  la  de  la  Historia  (reside  en  Madrid);  D.  José  Pérez  Mateos, 
Correspondiente  de  la  de  Bellas  Artes;  D.  Federico  Obanos  y 
Alcalá  del  Olmo,  Correspondiente  de  la  de  la  Historia  (reside 
en  Cartagena);  D.  José  Mención  Sastre,  Correspondiente  de  la 
de  la  Historia  (reside  en  Lorca);  D.  José  María  Campoy,  Corres- 
pondiente de  la  de  la  Historia  (reside  en  Lorca);  D.  Pablo  García 
Fernández,  Correspondiente   de  la   de   Bellas   Artes   (reside  en 


DOCUMENTOS  OFICIALES  379 

Cartagena),  y  todos  los  demás  señores  que  por  sus  cargos  oficia- 
les son  vocales  natos. 

Lo  que  le  comunico  á  los  efectos  oportunos. 

Dios  guarde  á  V.  K.  muchos  años. — Murcia,  7  de  Diciembre 
de  1918. 

El  Secretario, 

Andrés  Sobkjaxo. 
Excnw.  Sr.  Secretario  de  la  Real  Academia  de  la  Historia. 


II 

COMISIÓN  PROVINCIAL  DE   MONUMENTOS   HISTÓRICOS 
Y  ARTÍSTICOS  DE  CUENCA 

Constitución  de  esta  Comisión,  según  el  Reglamento  de 
11  de  Agosto  de  1918. 

Sesión  de  12  de  Diciembre  de  igiS. 

En  la  ciudad  de  Cuenca,  á  doce  de  Diciembre  de  mil  nove- 
cientos diez  y  ocho,  reunidos  en  la  Sala  de  Profesores  del  Insti- 
tuto (leneral  y  Técnico  los  Sres.  D.  Ramón  Torres  Carretero, 
D.  Juan  Jiménez  Cano  y  D.  Francisco  León  y  Benita,  Corres- 
pondientes de  la  Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fernán-- 
do;  D.  Jaime  Fernández  Castañeda,  y  el  Secretario  que  suscribe, 
que  lo  son  de  la  Historia,  y  D.  Emilio  Sánchez  Vera,  Jefe  del 
Museo  Arqueológico  y  como  tal  Vocal  nato,  previa  citación 
ante  dieni  de  todos  los  V^ocales  por  ambos  conceptos  que  inte- 
gran esta  Comisión  á  los  efectos  de  constituir  ésta  con  arreglo 
al  Reglamento  aprobado  por  S.  M.  en  II  de  Agosto  del  co- 
rriente: 

Se  procedió  por  el  que  suscribe,  como  Vocal-Secretario  que 
cesaba,  á  la  lectura  del  nuevo  Reglamento;  y  efectuada  ésta  se 
constituyó  provisionalmente  la  Comisión,  bajo  la  presidencia  del 


380  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Vocal  D.  Ramón  Torres  Carretero,  como  Académico  más  anti- 
guo, y  actuando  de  Secretario  D.  Francisco  León  y  Benita,  como 
más  moderno,  procediéndose  acto  continuo  á  la  elección  de  car- 
gos, por  sufragio,  según  previene  el  artículo  tercero  en  su  párra- 
fo segundo. 

A  continuación,  y  después  de  suspendida  por  breves  momen- 
tos la  sesión  para  ponerse  de  acuerdo  los  Vocales,  se  procedió  á 
la  elección,  siendo  elegidos  por  unanimidad,  salvo  el  voto  de  los 
presentes  y  los  ausentes  enfermos,  los  que  á  continuación  se  ex- 
presan: 

Presidente:  el  Excmo.  Sr.  D.  Wenceslao  Sangüesa  y  Guía,  Co- 
rrespondiente de  la  Real  Academia  de  la  Historia. 

Vicepresidente:  D.  Ramón  Torres  Carretero,  Correspondiente 
de  la  Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando. 

Conservador:  D.  José  María  Sánchez  Vera,  Correspondiente  de 
esta  Academia. 

Secretario:  D.  Rogelio  Sanchiz  y  Catalán,  Correspondiente  de 
la  Real  Academia  de  la  Historia. 

Cuyos  cargos  son  los  que  se  precisan  en  el  párrafo  primero 
del  precitado  Reglamento  en  el  artículo  indicado. 

El  Vocal  Sr.  Torres,  en  nombre  de  los  presentes  y  ausentes, 
agradeció  la  distinción  que  se  les  había  dispensado,  prometiendo 
desempeñar  los  cargos  con  el  mayor  celo  y  actividad  que  les 
fuere  posible;  manifestaciones  que  estimaron  en  todo  su  valor  los 
demás  Vocales  asistentes  al  acto. 

Efectuada  la  constitución  de  esta  Junta,  acordaron  los  reuni- 
dos que  no  debía  levantarse  la  sesión  sin  que  se  reiterase  á  las 
Reales  Academias  de  la  Historia  y  de  Bellas  Artes  de  San  Fer- 
nando las  propuestas  de  Correspondientes  que  se  tienen  hechas 
respectivamente:  para  aquélla,  de  D.  Emilio  Sánchez  Vera  y  don 
Emilio  Echevarría  Sais,  y  para  ésta,  de  D.  Ricardo  Zome- 
•  ño  Cobo  y  D.  Julio  Larrañaga  Mendia,  en  la  sesión  de  3  de 
Abril  del  año  último,  por  estimar  esta  Comisión  que  merecen 
tal  nombramiento  las  expresadas  personas  por  su  cultura,  labo- 
riosidad é  instrucción  literaria  y  por  la  utilidad  que  habían  de 
prestar  á  la  misma  por  las  razones  expuestas. 


DOCUMENTOS   OFICIALES  38 1 

A  continuación,  y  con  la  venia  y  asentimiento  de  todos  los  re- 
unidos, por  el  Secretario  que  suscribe  se  dio  lectura  á  una  mo- 
ción que  desde  hace  tiempo  tiene  redactada  y  que,  con  motivo 
del  nuevo  régimen,  determinado  por  el  Reglamento  de  II  de 
Agosto  último,  estima  de  inaplazable  realización,  siendo  aquélla 
como  sigue: 


«A  la  Comisión  de  Monumentos  Históricos  y  Artísticos 
de  esta  provincia. 

La  divulgación  de  la  Historia  y  del  Arte  de  las  generaciones 
pasadas  indudablemente  es  una  de  las  más  loables  empresas  que 
pueden  acometerse,  y  el  intentarlo  constituye  por  sí  solo  un 
esfuerzo  altamente  meritorio  y  digno  de  toda  atención  y 
aprecio. 

Consecuente  con  aquélla,  el  Vocal  que  suscribe  estima  de  uti- 
lidad indiscutible  procurarla  en  la  porción  del  solar  patrio  que 
las  leyes  tienen  encomendado  á  su  custodia  y  vigilancia,  y  si  dig- 
no y  loable  es  llenar  la  misión  de  inspeccionar  y  procurar  el  buen 
estado  de  los  monumentos  y  de  las  reliquias  de  las  generaciones 
pasadas,  tan  noble  y  digno  es  vulgarizar  el  conocimiento  del  Arte 
y  de  la  Historia,  poniéndolos  de  modo  factible  al  alcance  de  to- 
dos para  que  les  sea  familiar  el  modo  de  ser  y  la  vida  de  los  que 
nos  precedieron. 

En  este  deseo,  y  como  medio  de  llevarlo  á  la  práctica,  cree  el 
suscribiente  que  nuestra  Comisión  debe  acordar  la  publicación 
de  un  Boletín  mensual,  en  el  que  sucesivamente  se  vayan  com- 
prendiendo los  hechos  acaecidos  en  la  Historia  y  en  el  Arte  de 
la  provincia  de  Cuenca  por  medio  de  trabajos  concretos,  bien 
por  la  inserción  aislada  de  documentos  determinativos  de  hechos, 
tanto  de  aquellos  que  permanezcan  inéditos,  como  de  otros  que, 
aunque  estén  publicados,  el  poco  conocimiento  de  los  mismos, 
por  la  rareza  de  sus  ejemplares,  puedan  estimarse  como  casi  des- 
conocidos, de  tal  modo  que  el  expresado  Boletín  constituya  el 
principal  fondo  á  que  puedan  acudir  el  historiador  y  el  artista 


382  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

para  estudiar  y  conocer  el  pasado  de  la  vida  del  pueblo  redimi- 
do por  Alfonso  VIII  de  Castilla. 

Brillantísima  é  interesante  es  en  extremo  la  historia  de  la 
provincia  conquense,  é  inagotables  son  los  materiales  que 
existen  para  el  estudio  de  la  misma,  circunstancias  que  per- 
miten asegurar  á  la  publicación  propuesta  una  vida  larga  y 
venturosa. 

No  pretende  el  dicente  que  se  haga  una  edición  lujosa:  sus  as- 
piraciones son  más  modestas,  sacrificando  aquélla  á  lo  meramen- 
te necesario  é  indispensable  para  llevar  á  la  práctica  su  deseo,  y 
no  creería,  desde  luego,  completar  su  obra^  si  no  la  terminase 
con  la  indicación  de  los  medios  para  realizarla,  suplicando  le  sea 
permitido  exponer  aquéllos,  elevando  para  ello  su  voz  hasta  la 
Excma.  Diputación  Provincial  y  al  Excmo.  Ayuntamiento  de 
esta  ciudad. 

Sostiene  aquélla  una  hermosa  y  bien  surtida  imprenta,  taller 
de  excelente  crédito,  atestiguado  á  diario  por  las  apreciadas  edi- 
ciones que  de  ella  salen;  y  puede  éste,  sin  gran  esfuerzo,  consig- 
nar en  su  presupuesto  una  cantidad  necesaria  para  la  adquisición 
de  papel  y  fotograbados;  de  modo  que,  facilitando  tan  respeta- 
bles Corporaciones  los  elementos  necesarios:  imprenta  y  la  mate- 
ria prima  de  papel  y  fotograbados,  el  Vocal  que  dice  vería  reali- 
zado su  pensamiento  de  crear  el  Boletín  mensual  de  la  Comisión 
de  Monumentos  Históricos  y  Artísticos  de  la  provincia  de  Cuen- 
ca, que  había  de  ser,  en  suma,  la  historia  particular  de  la  misma, 
ó,  por  lo  menos,  así  como  el  Archivo-Biblioteca  en  que  podía 
estudiarse. 

Réstale  añadir  á  lo  expuesto,  que  el  Boletín  podía  editarse  en 
papel  satinado  corriente,  tamaño  en  cuarto  y  en  cuantía  de  24 
páginas  mensuales  y  una  de  índice  anual,  en  total,  300,  y  el  que 
había  de  repartirse  gratuitamente  á  los  Ayuntamientos  de  la  pro- 
vincia. Comisiones  provinciales  de  Monumentos,  Bibliotecas  de 
la  Diputación,  Instituto  provincial,  Seminario,  Catedral,  etc.,  y 
demás  que  se  acordase,  pudiéndose  fijar  la  tirada  del  Boletín 
en  quinientos  ejemplares  de  cada  número. 

Fundadamente  espera  el  proponente  que  ha  de  ser  atendido  su 


DOCUMENTOS    OFICIALES  383 

ruego,  y  por  ello  se  complace  en  anticipar  las  más  expresivas 
gracias. 

Cuenca,  doce  de  Diciembre  de  mil  novecientos  diez  y  ocho. — 
Rogelio  Sanchiz  Catalán.  (^Rubricado,)» 

La  Comisión  acordó  hacer  suya  la  proposición  transcrita  y 
que  se  traslade  á  las  Excmas.  Corporaciones  provincial  y  muni- 
cipal de  Cuenca  en  ruego  de  que  sea  atendida  para  que  produz- 
ca los  efectos  que  en  aquélla  se  interesan  en  bien  de  la  Historia 
y  Arte  conquenses. 

Asimismo  se  dio  cuenta  por  el  que  suscribe  de  que  en  el  Bo- 
letín Oficial  de  esta  provincia,  de  1 1  del  actual,  se  publica,  por  el 
Juzgado  de  Instrucción  de  esta  capital  una  relación  de  documen- 
tos declarados  inútiles  por  la  correspondiente  Junta  de  expurgo, 
en  sesión  de  29  de  Octubre  último,  y  en  la  que  se  comprende 
el  siguiente:  «Número  32,  Alistamiento  de  Nobles  en  esta  ciu- 
dad de  Cuenca  y  varios  pueblos  de  su  corregimiento,  hecho  en 
virtud  de  Real  orden  de  S.  M.  el  Rey  Felipe  II  el  1570»,  y  como 
quiera  que  reviste  gran  carácter  histórico  y  está  amenazado  de 
destrucción,  la  Comisión  acuerda  suplicar  le  sea  cedido  para 
conservarlo  en  su  Archivo,  solicitándolo  de  la  Sala  de  Gobierno 
de  la  Audiencia  territorial  de  Albacete,  á  quien  compete  acor- 
dar su  conservación,  y,  á  ser  posible,  la  cesión  de  dicho  do- 
cumento. 

Y  no  habiendo  más  asuntos  de  qué  tratar  se  dio  por  termina- 
da la  sesión,  certificando  yo,  el  Secretario,  de  todo  lo  en  ella 
acordado.  —  El  Secretario,  Rogelio  Sanchiz.  (Rubricado.)  —  Es 
copia,  el  Presidente,  Wenceslao,  Obispo  de  Cuenca, 


El  Secretario, 

Rogelio  Saxchiz. 


384  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 


III 

COMISIÓN  PROVINCIAL  DE  MONUMENTOS  HISTÓRICOS 

Y  ARTÍSTICOS  DE  ORENSE 

Arta  de  la  sesión  de  16  de  Diciembre  de  IQI8. 
Señorks:  <^£n  la  ciudad  de  Orense,  á  dieciséis  de 

Macías,  Correspondiente  de  ,-,^.     . 

las  Reales  Academias  de  Diciembre  de  mil  novecientos  diez  y  ocho, 

la  Historiay  de  la  Lengua.  «  i       j       t       i.  j    i    tvt  •        •    i 

„  ,,        „■'  j."  en  la  sala  de  Juntas  del  Museo  provmcial, 

r.  Alonso,  Correspondiente  "^  ' 

de  la  Real  Academia  de  la  rcunidos  los  señorcs  al  margen  citados,  bajo 

Historia. 

A.  CueviUas,  Correspon-  la  prcsidencia  del  Sr.    D.  Marcelo  Macías, 

diente  de  la  Real  Acade-  aj^-  '  l-  ^■^   i       i 

mia  de  Bellas  Artes  de  ^omo  Academico  mas  antiguo,  se  dio  lectu- 

San  Fernando. 
Padilla,   Director  del  Insti- 
tuto y  Correspondiente  de  iDacla. 
la    Real   Academia   de   la  o  •  i  a.  i    c-        t\  t       '  i  'i 

jjjgtoria.  seguidamente,  el  br.  Macias,  después  de 


ra  al  acta  de  la  sesión  anterior,  que  fué  apro- 


Taboada,  Presidente  de  la   lamentarse  de   Que,    por   las  circunstancias 

Diputación  provincial. 

Guiias,  Arquitecto  munici-   por  quc  hcmos  atravcsado,  á  'consecuencia 

pal  y  diocesano.  j       i  -J  •  •  i.  4.       t  4. 

Vázquez  Pardo,  Correspon-   ^^  ^^  epidemia  reinante,  que  tantos  estragos 
diente  de  la  Real  Acade-   ^a  hccho  cn  csta  población,  v  por  haber  esta- 

mia   de    Bellas    Artes    de  1  ^    i 

San  Fernando.  do  auscutcs  algunos  scñorcs  Vocalcs,  Corres- 

pondientes de  las  Reales  Academias,  no  hubiese  podido  celebrar- 
se sesión,  manifestó  que  el  objeto  de  la  presente  no  era  otro, 
como  se  expresaba  en  la  convocatoria,  que  constituir  esta  Comi- 
sión provincial,  conforme  al  Reglamento  aprobado  por  Real 
decreto  de  1 1  de  Agosto  último,  del  cual  mandó  dar  lectura. 

Terminada  ésta,  se  procedió  á  la  votación  de  cargos,  resultando 
elegidos,  por  unanimidad,  los  señores  siguientes: 

Presidente:  D.  Marcelo  Macías  y  García,  Correspondiente  de 
la  Real  Academia  de  la  Historia. 

Vicepresidente:  D.  Julio  Alonso  Cuevillas,  Correspondiente  de 
la  Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando. 

Conservador  del  Museo:  D.  Benito  Fernández  Alonso,  Corres- 
pondiente de  la  Real  Academia  de  la  Historia. 

Secretario:  D.  Emilio  Vázquez  Pardo,  Correspondiente  de  la 
Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando. 


DOCUMENTOS   OFICIALES  385 

Se  enteró  la  Comisión  de  un  oficio  del  Excmo.  Sr.  Obispo, 
nombrando,  para  que  le  represente  en  el  seno  de  la  misma,  á  don 
Cándido  Cid  Rodríguez,  congratulándose  todos  los  Vocales  de  lo 
acertado  de  la  designación. 

Se  dio  cuenta  de  las  últimas  adquisiciones  hechas  para  Museo 
de  la  Comisión,  reseñadas  ya  en  nuestro  Boletín. 

Y  no  habiendo  más  asuntos  de  qué  tratar,  se  levantó  la  se- 
sión, de  que  yo,  Secretario,  certifico.» — V.°  B.°:  El  Presidente, 
Marcelo  M acias. 

Emilio  V.  Pardo. 


IV 

COMISIÓN  PROVINCIAL  DE  MONUMENTOS  HISTÓRICOS 
Y  ARTÍSTICOS  DE  CASTELLÓN 

Don  Juan  B.  Carbú  Doviénech,  Secretario  de  la  Comisión  de  Mo- 
numentos Históricos  y  Artísticos  de  la  provincia  de  Castellón. 

CERTIFICO:  Que  el  acta  de  la  última  sesión  celebrada 
por  la  Comisión  de  Monumentos  de  esta  provincia 
dice  literalmente: 

^=^°""-'^'  «En  la  ciudad  de  Castellón  de  la  Plana,  á 

D.  Elíseo  Soler  Breva,  Co- 
rrespondiente de  la  Real    Veinte  días  del  mes  de  Diciembre  de  1918, 

Academia  de  Bellas  Artes.  .  ,  \    t       ,  • ,     ,         r^  <         r-r^  ^        . 

D.José  ciará  Pinol,  Corres-   ^-eunidos  cn  cl  lustituto  General  y  Tccnico 
pondientedeiaReaiAca-   Iqs  scñorcs  que  al  margen  se  indican,  cele- 

demia  de  la  Historia. 

D. Luis  FabraSanz,  Corres-   braron  sesión  con  el  fin  de  constituir  la  nue- 

pondienfe  de  la  Real  Acá-  r^  .    . ,  .        .    ,     ,       ■«  t 

demia  de  Bellas  Artes.  va  Comision  provmcial  de  Monumentos  con 
'^;elrco';eS::ndient°et  ^^'"^gl^  ^^  Reglamento   aprobado  por   Real 

la   Real   Academia   de   la     dcCretO   del    I  I    dc  AgOStO   de    IQI8. 
Historia.  ^  *^ 

D.  Miguel  Martí  Biat,  Di-        Leída  el  acta  de  la  anterior  fué  aprobada. 

rectsr  del  Instituto.  ,  .  ,  ,  t-.        1 

D.  José  Porcada  Peris,  Al-        ^cto  seguido  diose  Icctura  al  Reglamento, 
caide  de  la  capital.  procediéndose  luego  á  designar  Presidente 

U.  L.U1S  Revest  Corzo,  Jete  o  t> 

deiaBibiiotecaprovinciai  y  Secretario  accidentales,  correspondién- 
dole  el  primer  cargo  á  D.  Elíseo  Soler  Breva,  y  ocupando  el 
segundo  el  que  suscribe. 


386  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE   LA    HISTORL\ 

Hecha  á  continuación  la  elección  de  cargos  para  el  trienio  de 
1918-1921,  resultaron  elegidos,  por  unanimidad,  los  señores 
siguientes:  * 

Presidente:  D.  Elíseo  Soler  Breva,  Correspondiente  de  la  Real 
Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando. 

Vicepresidente:  D.  José  Ciará  Pinol,  Correspondiente  de  la  Real 
Academia  de  la  Historia. 

Conservador:  D.  Luis  Fabra  Sanz,  Correspondiente  de  la  Real 
Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando. 

Secretario:  D.  Juan  B,  Carbó  Doménech,  Correspondiente  de 
la  Real  Academia  de  la  Historia. 

Hacen  presente  su  gratitud  los  señores  elegidos,  posesionán- 
dose seguidamente  de  sus  respectivos  cargos. 

Acuérdase  oficiar  al  limo.  Sr.  Obispo  de  la  Diócesis  para  que 
designe  su  representación  en  la  Junta,  y  participar  al  Arquitecto 
municipal,  D.  Godofredo  Ros  de  los  Ursinos,  su  nombramiento 
como  individuo  nato  de  esta  Comisión. 

Últimamente,  teniendo  en  cuenta  que  por  fallecimiento  del 
que  fué  Secretario  D.  Ramón  Huguet,  y  traslado  del  Catedrático 
D.  Luis  del  Arco,  queda  esta  Comisión  castellonense  incom- 
pleta, acuérdase  elevar  á  la  Real  Academia  de  la  Flistoria  una 
propuesta  para  que  sea  designado  Correspondiente  de  la  misma 
D.  Luis  Revest  Corzo,  Jefe  de  la  biblioteca  provincial  y  escritor 
notable. 

No  habiendo  más  asuntos  que  tratar,  el  Sr.  Presidente  levantó 
la  sesión,  de  la  que,  como  Secretario,  doy  fe.» — -V."  B.°:  El  Pre- 
sidente, Soler. 

Es  copia: 
El  Secretario, 

Juan  B.  C.\rbó  Doménech. 


NOTICIAS 


Durante  el  mes  de  Marzo  no  ha  tenido  la  Academia  más  noticias  de 
Correspondientes  fallecidos  que  la  del  que  lo  era  en  Viana  (Navarra),  don 
Víctor  Sáinz  de  Robles,  y  D.  Enrique  Esteban  Santos  en  Salamanca, 
muerto  el  15  de  dicho  mes. 

Los  de  nueva  elección  en  dicho  mes  han  sido  D.  Francisco  Martínez  y 
González,  en  Socuéllamos  (Ciudad  Real),  y  D.  Julián  Zuazo  Palacios. 

Por  traslado  al  Arc/iivo  de  la  Dirección  General  de  la  Deuda  ha  dejado 
de  prestar  sus  servicios  en  la  Biblioteca  de  la  Academia  el  Inspector  del 
Cuerpo  facultativo  D.  José  Gómez  de  Centurión,  y  ha  sido  reemplazado 
por  los  oficiales  de  tercer  grado  del  mismo  D.  Guillermo  Arsenio  de  Izaga 
y  Ojembarrena  y  D.  Pedro  Longás  y  Bartibás,  que  los  prestaban  en  las 
Bibliotecas  de  la  Facultad  de  Medicina  y  en  la  de  la  Facultad  de  Filosofía 
y  Letras  de  San  Isidro,  respectivamente. 

Aunque  al  comunicarlo  así  la  Dirección  General  de  Instrucción  Pública 
manifiesta  que  el  último  no  tomará  posesión  de  su  plaza  hasta  que  sea 
reemplazado  en  la  que  todavía  ocupa,  la  Academia  no  ha  podido  dejar  de 
expresar  la  urgencia  que  tiene  de  los  dos  funcionarios  referidos,  pues 
acometida  francamente  la  catalogación,  sin  hacer,  de  la  mayor  parte  de  sus 
colecciones  documentarías,  tan  valiosas  como  es  notorio,  siente  imperio- 
samente la  necesidad  de  personal  capacitado  para  tan  ardua  tarea,  que 
reclaman  vehementemente  la  regularización  de  sus  servicios  y  el  inventa- 
rio formal  de  las  riquezas  diplomáticas  y  documentarías  que  posee. 


En  la  Junta  del  viernes  21  del  mes  pasado  se  acordó  que  la  sesión  so- 
lemne y  pública  para  conmemorar  el  clxxxi  aniversario  de  la  creación  de 
la  Academia  y  distribuir  los  premios  anuales  ala  VirhidyaX  Talento  áe.  Xa 
fundación  del  Excmo.  Sr.  D.  Fermín  Caballero,  el  del  Excmo.  Sr.  Duque 
de  Loubat  y  el  del  Excmo.  Sr.  Marqués  de  la  Vega  de  Armijo,  que  han 
correspondido  al  presente  año,  se  verifique  el  domingo  20  del  actual  mes 


388  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

de  Abril.  En  ella  será  leída  la  Memoria  histórica^  que  comprenderá  los 
actos  realizados  por  la  Academia  desde  el  15  de  Abril  de  1918  al  15  de 
Abril  del  año  en  curso. 


La  distribución  del  Anuario  de  la  Academia,  del  presente  año,  ha  sido 
confiada,  en  las  provincias,  á  los  Sres.  Secretarios  de  las  Comisiones  de 
Monumentos  Históricos  y  Artísticos,  á  quienes  se  han  dirigido  tantos 
ejemplares  para  este  fin  como  Correspondientes  existen  en  cada  una 
de  ellas. 

El  Gobierno  de  la  República  de  Portugal  ha  conferido  la  Gran  Cruz  de 
la  Orden  de  Cristo  á  nuestro  Numerario  el  Excmo.  Sr.  D.  Salvador  Ber- 
múdez  de  Castro,  Marqués  de  Lema  y  Duque  de  Ripalda. 


Se  ha  trasladado  de  Cádiz  á  Huelva  nuestro  Correspondiente  D.  Fran- 
cisco Javier  Gaite  y  Lloves,  Catedrático  de  aquel  Instituto,  y  al  que  la 
Comisión  Provincial  de  Monumentos  ha  elegido  su  Conservador. 


Con  comunicaciones  del  8  y  del  1 1  del  mes  de  Febrero  último,  el  ex 
Embajador  de  S.  M.  y  Subsecretario  del  Ministerio  de  Estado,  excelentí- 
simo Sr.  D.  Juan  Pérez  Caballero,  ha  remitido  á  la  Academia  un  estado  de 
la  liquidación  de  la  testamentaría  del  que  fué  nuestro  Correspondiente 
en  Bélgica,  Sr.  Eugenio  M.  O.  Dognée,  que  demuestra  la  situación  en  que 
ésta  en  la  actualidad  se  encuentra,  y  posteriormente  algunos  de  los  valo- 
res que  responden  á  los  legados  y  objetos  que  en  el  testamento  se  con- 
signan. La  Afemoria  es  del  Notario  de  Lieja  M.  Hault,  y  el  remitente  por 
medio  del  Ministerio  de  Estado,  nuestro  digno  Ministro  en  Bélgica  exce- 
lentísimo Sr.  Marqués  de  Villalobar. 

La  Academia,  ante  todo,  acordó  enviar  por  el  mismo  conducto  oficial 
al  Excmo.  Sr.  Marqués  de  Villalobar,  á  quien  con  fecha  del  26  de  Junio 
de  1915  otorgó  sus  amplios  poderes  para  representar  sus  derechos  en  este 
asunto,  un  expresivo  voto  de  gracias  por  el  interés,  celo  y  diligencia  con 
que  ha  desempeñado  y  sigue  desempeñando  esta  representación  en  medio 
de  las  dificultades  de  la  guerra  y  las  múltiples  atenciones  de  su  cargo  di- 
plomático. Además  se  nombró  una  Comisión  compuesta  de  la  Mesa,  es 
decir.  Director,  Secretario  accidental  y  Censor,  y  de  los  dos  Numerarios 
letrados  Sres.  Bonilla  y  San  Martín  y  Conde  de  la  Moriera,  para  atender 
á  las  emanaciones  todas  de  este  asunto. 

Nuestro  digno  Honorario  en  San  Francisco  de  California,  excelentísimo 
Sr.  D.  Juan  C.  Cebrián,  que  tanto  trabaja  en  América  en  la  divulgación 
de  cuanto  corresponde  á  las  reparaciones  de  nuestra  historia,  principal- 


J 


NOTICIAS  389 

mente  en  lo  relativo  á  la  colonización  y  administración  y  gobierno  espa- 
ñoles en  lo  que  fueron  nuestras  posesiones  del  Nuevo  Mundo,  nos  ha 
remitido  varios  ejemplares  del  opúsculo  del  distinguido  hispanista  norte- 
americano Dr.  Aurelio  M.  Espinosa,  Profesor  de  la  Universidad  de  Leland 
Stanford,  con  el  título  de  El  término  (es  decir,  la  frase)  América  latina, 
con  que  desde  el  final  del  siglo  xix  algunos  escritores  extranjeros  preten- 
den sustituir  los  nombres  de  América  española,  Hispatio- América,  etc.,  con 
que  durante  cuatro  siglos,  desde  el  descubrimiento  y  conquista  de  aque- 
llos continentes  por  los  españoles,  el  mundo  entero  había  designado  los 
que  fueron  nuestros  dominios.  Este  trabajo  apareció  por  vez  primera  en 
la  revista  Hispania,  que  dirige  el  mismo  Sr.  Espinosa,  y  se  publica  en 
inglés  El  opúsculo  es  una  traducción  castellana  hecha  por  otro  Profesor 
de  la  misma  Universidad  en  California:  el  Sr.  Felipe  M.  de  Setién,  y  los 
conceptos  que  en  el  referido  trabajo  se  expresan  tienen  su  raíz  en  una 
carta  del  Sr.  Cebrián  sobre  la  misma  materia  que  se  publicó  en  Las  Nove- 
dades, de  Nueva  York,  el  2  de  Marzo  de  1916;  en  otro  excelente  artículo 
del  Sr.  Menéndez  Pidal  en  el  Jnter-Atnerica,  de  Abril  de  1918;  en  el  libro 
Ariel,  del  distinguido  escritor  uruguayo  D.  José  Enrique  Rodó;  en  la  His- 
toria de  la  civilización  ibérica,  del  ilustre  polígrafo  portugués  Oliveira  Mar- 
tins,  y  en  las  The  Hispanic  Series,  del  Profesor  de  la  Universidad  de  Illinois, 
Fitz-Geral.  Todos  estos  escritores  mencionan  la  unanimidad  de  criterio 
con  que  durante  cuatro  siglos  los  franceses  han  usado  el  nombre  de  Atne 
rique  espagnole,  los  italianos  el  de  America  spagnuola,  los  ingleses  el  de 
Spanish  America,  en  perfecta  conformidad  con  la  razón  y  la  historia,  y 
todos  impugnan  el  bastardo  apelativo  latino,  que  nada  enteramente  signi- 
fica, pues  la  civilización  de  aquellos  territorios  de  nuestra  sangre,  de  nues- 
tra habla  y  de  nuestra  historia  nada  de  común  tienen  con  lo  que  se  llama 
latino,  es  decir,  con  lo  francés,  italiano,  provenzal,  rumano,  sardo,  etc.,  que 
es  lo  que  por  su  remoto  origen  puede  admitir  el  nombre  de  latino.  El 
Sr.  Espinosa,  en  fin,  textualmente  dice:  «La  América  española  es  española 
y  portuguesa  (española,  hispánica),  y  no  francesa,  italiana,  rumana,  sarda. 
La  civilización  española  es  el  elemento  civilizador  de  la  América  española. 
España  descubrió,  conquistó,  colonizó  los  países  de  Sud-América.  Hoy 
estos  ñorecientes  países  hispánicos  están  desarrollando  una  civilización 
que  tiene  por  base  lo  mejor  de  la  sangre  y  del  cerebro  de  la  antigua  Es- 
paña. Los  elementos  de  la  tradición  india  no  han  dado  frutos  apreciables. 
Los  españoles  trajeron  el  cristianismo  á  Sud-América,  civilizaron  á  los 
indios,  fundaron  ciudades,  iglesias,  escuelas,  desarrollaron  la  agricultura. 
Los  mismos  emigrantes  del  mundo  todo  que  llegan  y  se  naturalizan  en 
Hispano-América,  á  la  segunda  generación  han  perdido  los  caracteres 
étnicos  de  los  países  de  donde  proceden  y  quedan  fundidos  en  el  elemento 
español  que  forma  la  esencia  de  esas  nacionalidades  hispano-americanas. 


390  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

No  hay,  por  consiguiente,  justificación  alguna  para  el  nuevo  nombre 
América  latina  y  sus  derivados.  Los  Estados  Unidos  jamás  consentirán  que 
se  les  dé,  respecto  á  su  origen  y  significación,  otro  nombre  que  el  de 
anglo-americanos,  y  no  el  de  t&7itónico-americanos  ú  otro  semejante,  y  la 
The  American  Association  of  Teachers  of  Spanish  se  ha  fundado  únicamente 
para  extender  el  conocimiento  tan  interesante  de  la  lengua  española  y 
para  hacer  que  desaparezca  del  todo  de  la  América  española  el  dictado  de 
latina  con  que  escritores  recientes  y  émulos  de  España  tratan  de  que  se 
desfigure  lo  que  este  nombre  significa  en  la  historia  de  la  civilización». 


En  los  Afínales  du  Midi  (Toulousse),  tomo  xxx  (191 8),  ha  publicado  el 
Jefe  del  Archivo  del  Alto  Garona,  M.  F.  Pasquier,  la  reproducción  foto- 
grabada de  un  diploma  original  de  Berenguer,  Conde  de  Barcelona,  expe- 
ilido  en  el  año  1023,  con  la  ]'enta  del  castillo  de  Castelviel  de  Resanes,  la 
transcripción  del  texto  latino  y  eruditos  comentarios. 


El  último  número  putílicado  del  Boletín  de  la  Sociedad  Castellana  de 
Excursiojies,  titulado:  Castilla  artística  é  histórica,  reproduce  \a.?,  Inscrip- 
ciones visigóticas  de  Dueñas  y  Baños  de  Cerrato,  que  nuestro  difunto  Direc- 
tor P.  Fidel  Fita  tenía  publicadas  en  el  Boletín  de  la  Academia. 

J.  P.  DE  G.  Y  G. 


Eugeniusz  FrankovCski. 

As  cangas  é jugos  portugueses  dejungir  os  bois  pelo  cochano. — (Revista  Terra 
Portuguesa;  Lisboa  19 16;  núm.  2,  con  22  figuras.) 

El  autor  estudia  los  diferentes  tipos  de  yugos  usados  en  Portugal  para 
uncir  los  bueyes  por  el  cuello,  indicando  todas  sus  formas  evolutivas. 

Del  trabajo  resulta  claramente  que  el  yugo  portugués,  admirable  desde 
el  punto  de  vista  artístico,  ha  nacido  y  se  ha  desarrollado  en  el  mismo  país, 
utilizándose  para  su  adorno  los  motivos  artísticos  de  origen  más  remoto. 

— La  lucha  entre  el  hombre  y  los  espíritus  malos  por  la  posesión  de  la  tierray 
su  usufructo. — (Boletín  de  la  R.  Soc.  Esp.  de  Hist.  Nat.,  tomo  xvi, 
1916;  Madrid.) 

En  este  trabajo  el  autor  se  ocupa  de  la  antigua  creencia  popular  de  que 
la  fierra  sobre  la  cual  vivimos  no  nos  pertenece,  sino  que  disponen  de  ella 
espíritus  más  fuertes  que  nosotros.  El  hombre  que  edifica  una  casa  ó 
siembra  los  campos  se  expone  á  la  ira  y  venganza  de  aquéllos  por  haber 
turbado  su  quietud. 


NOTICIAS  391 

En  algunos  países  vive  esa  idea  en  plena  conciencia;  en  otros,  apenas 
se  ve  su  antigua  existencia  en  las  costumbres  y  dichos  populares. 

Para  calmar  la  ira  de  los  espíritus  y  precaver  la  venganza,  el  hombre 
acude  á  los  sacrificios,  ofrendas,  etc.  El  autor  reúne  numeroso  material 
que  coniirma  la  existencia  de  tales  creencias  y  costumbres  en  distintas 
comarcas  del  mundo,  añadiendo  curiosos  datos  acerca  de  su  existencia  en 
la  Península  ibérica. 

— Los  signos  quemados  y  esquilados  sobre  los  animales  de  tiro  de  la  Penínsu- 
la ibérica. — (Mem.  de  la  Soc.  Esp.  de  Hist.  Nat.,  tomo  x,  memoria  5, 
con  14  láminas  y  26  grabados.) 

La  singular  costumbre  de  esquilar  los  animales  de  tiro,  adornando  su 
piel  con  dibujos  curiosos,  constituye  el  tema  de  este  trabajo.  En  las  49 
figuras  que  le  acompañan  están  representadas  estas  efímeras  obras  del 
arte  que  revelan  el  elevado  espíritu  artístico  de  algunos  de  sus  ejecuto- 
res. El  Sr.  Frankowski,  apoyándose  sobre  el  material  etnográfico  compara- 
tivo, considera  estos  adornos  como  supervivencia  de  creencias  remotas. 
Los  adornos  quemados  y  esquilados  ahora  en  las  ancas  de  las  caballerías 
y  bueyes  de  la  Península  ibérica  tienen  la  misma  relación  — dice  el 
autor —  con  los  dibujos  quemados  conscientemente  por  los  singaleses, 
como  el  cultivo  inconsciente  del  tatuaje  en  algunas  esferas  sociales  de 
Europa  tiene  relación  con  el  pintar,  cortar,  quemar  y  tatuar  que  hace 
conscientemente  el  hombre  salvaje  del  viejo  y  nuevo  continente  sobre  su 
cuerpo  para  protegerse  de  malas  influencias. 

— Hórreos  y  Palafitos  de  la  Península  ibérica. — (Memoria  núm.  18  de  la 
Comisión  de  Investigaciones  Paleontológicas  y  Prehistóricas.  Madrid, 
1918;  con  23  láminas  y  50  grabados.) 

En  este  trabajo  el  autor  estudia  los  diferentes  tipos  de  los  graneros 
levantados  sobre  pilai-es,  llamados  según  la  localidad:  hórreo,  orro,garaixe, 
garai^  espigueiro,  canastro,  palleiro. 

Después  de  una  minuciosa  documentación  relativa  á  esta  clase  de  cons- 
trucciones en  todo  el  mundo,  llega  á  la  conclusión  de  que  los  hórreos  de 
Asturias,  Galicia,  país  vascongado  y  Portugal  deben  ser  considerados 
como  reliquias  de  tiempos  muy  lejanos,  cuando  en  estas  tierras  reinaba 
la  construcción  palafítica  de  madera.  El  autor  encuentra  en  las  viviendas 
populares  de  estas  comarcas,  contruídas  de  piedra,  los  ramos  primordiales 
de  su  procedencia  de  las  construcciones  palafíticas. 

En  apoyo  de  sus  suposiciones  invoca  la  probable  existencia  de  restos 
de  las  construcciones  palafíticas  en  Galicia  y  las  muy  probables  represen- 
taciones de  palafitos  en  el  arte  rupestre  del  habitante  prehistórico  de  la 
Península  ibérica. 


^92  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

— As  cabeceiras  de  sepultura  e  as  suas  transformagoés. — (Revista  Terra 
Portuguesa,  191 8,  núm.  25;  con  12  figuras.) 

Constituyen  el  tema  de  este  trabajo  las  estelas  funerarias  discoideas 
existentes  en  distintas  comarcas  de  la  Península  desde  los  tiempos  de  la 
celtiberia  hasta  casi  nuestros  tiempos. 

El  autor,  que  fué  el  primero  en  fijar  su  atención  sobre  esta  clase  de  mo- 
numentos é  hizo  su  estudio  del  conjunto,  supone  que  en  principio  fueron 
las  estelas  discoideas  representaciones  del  muerto,  cuya  sombra  ó  doble 
pudiera  encontrar  el  descanso  eterno  y  necesario  en  aquella  figura. 

En  algunas  comarcas  las  ponían  debajo  de  tierra;  en  otras  las  levan- 
taban sobre  la  sepultura.  En  ciertas  partes  de  la  Península  la  tosca  repre- 
sentación de  la  figura  humana  recibía  la  foirma  más  detallada,  transfor- 
mándose en  una  estatua;  en  otras  ha  pasado  todas  las  fases  de  estilización 
natural,  perdiendo  su  primitiva  significación  y  sufriendo  el  típico  cambio 
de  dimensiones  relativos  del  disco  y  piececillo.  La  decoración  concéntrica 
del  disco  en  ciertos  casos  ha  dejado  lugar  á  representaciones  secundarias, 
como  la  figura  del  muerto,  objetos  de  su  oficio  ó  simples  letreros.  En  otras 
comarcas,  cruzada  con  otro  tipo  de  monumento  ó  indicada  solamente 
sobre  la  piedra  alargada,  fué  dividida  en  ornamentos  distintos. 

El  autor  indica  la  interesante  evolución  que  ha  sufrido  este  curioso 
monumento  funerario  á  través  de  los  siglos. 

M.  A.  y  F, 


TOMO  Lxxiv  Mayo,  1919  cuaderno  v 

BOLETÍN 

DE    LA 

REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA 


INFORMES  GENERALES 


I 

LA  INÉDITA  IGLESIA  DE  SANTIAGO  EN  AGÜERO 

En  el  confín  occidental  de  la  provincia  de  Huesca,  que  mira  á 
la  de  Zaragoza,  se  halla  el  pueblo  de  Agüero,  á  cuyo  Ayunta- 
miento está  agregado  el  lugar  de  San  Felices.  Corresponde  á  la 
diócesis  y  partido  judicial  de  Jaca  y  está  situado  en  un  cerro,  al 
pie  de  una  montaña  de  conglomerado  terciario  que  forma  capri- 
chosas agujas,  ó  mallos  (como  les  llaman  en  el  país);  montaña  que 
le  abriga  de  los  vientos  del  Norte.  El  terreno  participa  de  llano 
y  montuoso. 

Ya  hay  memoria  auténtica  de  Agüero  en  el  siglo  x.  En  25  de 
Marzo  del  año  992,  el  Rey  de  Pamplona,  Sancho  Garcés  II,  y  su 
esposa  Doña  Urraca,  fundaron  y  dotaron  espléndidamente  el  Mo- 
nasterio de  Religiosas  de  Santa  Cruz  de  la  Seros,  sito  al  pie  del 
monte  de  San  Juan  de  la  Peña.  Consta  el  documento,  copiado  en 
el  Libro  gótico  pinatense  (existente  en  la  Biblioteca  de  la  Facultad 
de  Derecho  de  la  Universidad  de  Zaragoza),  y  lo  transcribió  pun- 
tualmente D.  Manuel  Magallón  en  las  páginas  77  y  78  de  su  Co- 
lección diplomática  de  San  Juan  de  la  Peña.  También  trata  de  él 
el  Abad  Briz  Martínez  en  el  cap.  xiv  del  libro  11  de  su  Historia  de 
San  Juan  de  la  Peña  (i). 

(i)     Zaragoza,  1Ó20,  en  fol.  de  863  págs. 

TOMO   LXXIV  26 


294  BOLETÍN   DE    LA    REAL   ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Pues  bien,  entre  los  numerosos  lugares  que  donaron  los  Re- 
yes fundadores  para  renta  del  nuevo  cenobio  se  contaban  en 
Agüero  (Avero)  las  heredades  de  San  Salvador  de  Carbonera, 
San  Salvador  de  Arrensa,  San  Juan  de  Ates,  Santa  María  de 
Germellué,  etc. 

Kn  el  año  1036  era  sénior  en  Agüero  Fortunio  Sceint nones. 
Vérnosle  confirmando  una  donación  hecha  por  el  Rey  de  Ara- 
gón Ramiro  I  á  su  esposa  Gisberga  de  varios  pueblos,  fincas  y 
castillos  (I).  En  1 046  era  sénior  Lope  Garcés  (2).  Diez  años  des- 
pués lo  era  Ariol  Enecones.,  como  consta  en  una  donación  hecha 
por  el  mismo  Rey  al  Monasterio  pinatense,  del  derecho  á  perci- 
bir la  renta  de  un  pozo  de  sal,  sito  en  Scalate  (Escalada),  durante 
un  día  de  cada  semana  (3).  En  el  año  1063  lo  era  Sancho,  hijo 
del  Rey  (4). 

En  el  Concilio  que  en  Jaca  reunió  el  Monarca  en  este  año  fué 
adjudicada  la  iglesia  de  Agüero  al  Obispado  de  Huesca  y  Jaca, 
constituido  á  la  sazón  en  esta  ciudad,  hasta  tanto  que  la  primera 
fuese  librada  del  yugo  sarraceno.  Pónela  en  la  región  del  río 
Cinca,  como  así  es  (5)- 

El  Rey  Sancho  Ramírez  donó  el  Monasterio  Sancti  Salvatoris 
de  Agüero  al  de  Sirera,  en  las  estribaciones  pirenaicas;  donación 
que  más  tarde  confimó  Doña  Berta,  viuda  del  Rey  Pedro  I  de 
Aragón  (6j. 

Durante   el   reinado  de   Sancho   Ramírez    fueron  séniores  de 


(i)  Véase  Documentos  correspondientes  al  reinado  de  Ramiro  I  (Zara- 
goza, 1904),  por  D.  Eduardo  Ibarra,  pág.  ló. 

(2)  ídem,  pág.  223. 

(3)  Documentos  correspondientes  al  reinado  de  Ramiro  /(Zaragoza,  1 904), 
por  D.  Eduardo  Ibarra,  pág.  134. 

(4)  Ibídem,  pág.  175. 

(5)  Tratan  largamente  de  este  famoso  Concilio,  el  P.  Fr.  Ramón  de 
Huesca,  en  los  tomos  v  y  viii  de  su  Teatro  liistórico  de  las  iglesias  del  Reino 
de  Aragón,  y  el  P.  Fita. 

(6)  Véase  el  estudio  que  sobre  el  Monasterio  de  Siresa  he  publicado 
en  la  revista  Linajes  de  Aragón,  año  191 5,  Doy  en  él  la  transcripción  de 
este  diploma  original,  que  obra  en  el  Archivo  capitular  de  Huesca,  así 
como  el  de  Doña  Berta. 


I,A    INÉDITA    IGLESIA    DE    SANTIAOO    EN    AGÜERO  ;J95 

Acjüero  Fortmiio  Et/ecoiies,  desde  el  año  io68  hasta  el  io8o  (l); 
en  este  último  figura  también  Fertún  Xemeuours. 

En  15  de  Noviembre  del  año  1069,  Fortmiio  Oriol  tlona  al 
cenobio  de  San  Juan  de  la  Peña  cuanto  posee  en  Agüero  (id  est 
Agite f  o  ct  Miiridlfl  (21  ct  Cinarbi  et  Artasso  et  Burgi  in  omnes 
istas  mea  pars),  y  otros  lugares,  más  varias  armas  y  caballos  (3). 

Rn  el  año  loSo,  días  iG  y  2']  de  Mayo,  Lope  Garcés  y  su  es- 
posa I)/'  María  otorgan  sus  testamentos,  por  los  que  legan  parte 
desús  bienes  al  Monasterio  pinatense,  entre  ellos  sus  posesiones 
de  Agüero  (...  ijuad  in  Aie/det  (Ayerhe),  iu  Marcuello  (Sarsamar- 
cuello),  et  i>i  MoreUo  (Murillo  de  Gallego)  et  in  Agüero  et  in  Bel 
I  Hiél)  aheo...)  (4). 

lambién  el  Conde  Sancho  (jalíndez,  en  su  testamento,  fechado 
en  el  año  1080,  cede  al  mismo  cenobio,  entre  otros  bienes,  un 
malluelo  y  casas  en  Agüero^  con  todas  sus  pertenencias  (5)- 

En  I."  de  Marzo  del  año  1083,  el  Rey  Sancho  Ramírez,  en 
atención  á  haber  tomado  por  su  esfuerzo  su  vasallo  Gallo  Penne- 
ro  el  castillo  de  Agüero,  y  hecho  entrega  de  él  al  Monarca,  le 
concede  privilegio  de  ingenuidad,  lo  mismo  que  á  sus  descen- 
dientes. 

Este  curioso  privilegio  obra  original  en  el  Archivo  capitular 
de  Huesca,  con  la  signatura  armario  cj."^  legajo  11 ,  núm.  '¡2  (61. 


1^1)  Documentos  correspondientes  al  reinado  de  Sancho  Ramírez,  por  don 
José  Salairullana,  págs.  56  v  130. 

(2)  Murillo  de  Gallego,  prov.  de  Zaragoza,  lugar  vecino  de  Agüero 

(3)  Salarrullana:  Ob.  cit.,  pág.  63. 
(4)-    Ibídem,  pág.  133. 

(5)     Ibídem,  pág.  138 

(_6)  Dice  así:  «In  Dei  nomine.  Hec  est  carta  ingenuacionis  quam  fació 
ego  Sancius  dei  gracia  aragonesium  et  pam|)ilonensium  rex  ad  tibi  gallo 
pennero  propter  illa  presone  de  illo  castello  de  Agüero  [quam  misisti  te  in 
morte  (?)]  (*),  propter  servicium  meum  et  cum  tuos  argatos  et  tuos  ingen- 
nos  et  pro  bono  tuo  esforzó  prendidisti  illo  castello  de  agüero  et  dedisti 
illum  mihi.  Ideo  fació  tibi  francum  et  liberum  et  ingenuum  ab  omni  cisso 
et  ab  omni  tributo  quod  mihi  debes  faceré  vel  aliqui  alteri,  et  non  facías  un- 
quam  ñeque  ostes  ñeque  forssarias  ñeque  nullum  serbicium  quid  tibi  gra- 

(*)      Están  estas  letras  muy  borrosas,  y  no  se  pueden  leer  bien. 


296  BOLETÍN   DE   LA   REAL  ACADEMIA   DE   LA   HISTORIA 

Seguramente,  Agüero  caería  en  poder  de  los  moros,  y  en  este 
año,  1083,  tomó  su  castillo  Gallo  Pennero,  para  el  rey  Sancho 
Ramírez,  el  cual,  en  108 1  había  tomado  Bolea,  y  en  1083  man- 
dó poblar  á  Ayerbe,  sito  no  lejos  de  Bolea  y  muy  cerca  de 
Agüero,  como  refiere  Zurita  {1). 

Es  verosímil  que  el  Rey  no  estuviera  presente  á  la  toma  del 
castillo  de  Agüero,  y  se  deduce  de  las  palabras  del  documento. 

La  toma  de  Agüero  sería  en  Febrero.  En  l.°  de  Marzo  vemos 
que  Sancho  Ramírez  estaba  en  el  Monasterio  de  San  Juan  de  la 
Peña;  y  desde  allí  concede  el  transcrito  privilegio  de  franquicia 
á  Gallo  Pennero,  quien  con  su  esfuerzo  y  pertrechos  de  guerra 
había  recuperado  el  castillo.  En  28  de  Abril  se  hallaba  de  nue- 
vo en  aquel  cenobio,  después  de  haber  tomado  la  importante 
villa  de  Graus,  en  Ribagorza,  que  consta  documentalmente  que 
cayó  en  manos  del  rey  en  14  del  mismo  mes  (2). 

Era,  pues,  Agüero,  lugar  de  realengo.  En  el  Archivo  munici- 
pal de  Huesca  hay  un  privilegio  original  de  Doña  Berta,  viuda  del 


be  fuisset,  et  compara  atque  scalia  de  infangones  et  de  billanos  per  omnia 
mea  térra.  Et  qui  boluerit  hanc  ingenuacionis  mee  de  anc  kartam  disrrum- 
pere  et  biolare,  alienus  sit  a  consorcio  bite  eterne,  et  insuper  geennam 
possideat  in  eternum  amen.  Et  hoc  totum  sicut  scriptum  est  superius 
sedeat  tuum  frangum  et  liberunt  et  ingenuum  et  de  filü  tul  et  de  omnis 
generado  sibe  posteritas  tua  salba  mea  fidelitate  et  de  omni  mea  poste- 
ritate  per  sécula  cuneta  amen. — Signum  regís  °|__|  sancii. — Facta  carta 
ista  in  ERA  M.*  C  XXP,  in  Sancti  lohannis  de  illa  pinna  (*)  kalendas 
Marcio.  Regnante  dominio  nostro  ihesu  christo,  et  sub  eius  imperio  Ego 
namque  Sancius  in  aragone  et  in  pampilona,  in  superarvi  et  in  ripacurga 
atque  in  pallares.  Sancius  Wuillelmus  in  gasquenna.  Belengarius  comes 
in  barchinona.  Episcopus  Sancius  in  pampilona.  Episcopus  Mancius  in 
aragone.  Paternus  abbas  in  Sancti  lohannis.  Sénior  fertun  sangiz  in  un 
castello.  Sénior  lopennecons  in  arrosta.  Sénior  Exemen  garcez  in  sos. 
Ego  autem  Amancio  scriba,  sub  iussione  domini  mei  regis  hanc  cartam 
scripsi,  et  de  manu  mea  hoc  signum  -f-  feci.» 

(i)     Anales,  tomo  i,  fol.  28. 

(2)  Arch.  Hist.  Nac,  docs.  pinatenses,  privilegio  real  con  la  signatura 
antigua,  lig.  3.",  n.  !£. 

Está  copiado  en  el  libro  de  privilegios,  conservado  en  la  Biblioteca  de 
la  Facultad  de  Derecho  de  la  Universidad  de  Zaragoza,  al  fol.  424. 

i*)     En  el  Monasterio  de  San  Juan  de  la  Peña. 


LA  INÉDITA   IGLESIA   DE  SANTIAGO   EN   AGÜERO  Zgf 

Rey  Pedro  I  de  Aragón,  en  el  que  da  á  Eneco  Danzones  unas 
casas  en  Sangarrén.  Su  fecha,  Era  M.C.XL/II,  6  sea  año  del 
Señor  1105.  Tanto  al  principio  como  en  la  firma,  se  titula  Reina, 
y  dice  que  por  gracia  del  Rey  Don  Pedro,  ya  difunto,  y  por 
amor  del  Rey  Don  Alfonso  I,  su  pariente,  tenía  los  lugares 
de  AgüerOy  Murillo,  Riglos,  Marcuello,  Ayerbe,  Sangarrén  y 
Callen. 

De  esta  posesión  proviene  el  ser  denominados  todavía  los 
terrenos  colindantes  al  caserío  de  Agüero,  de  la  Reina. 

El  Rey  Pedro  IV,  por  su  privilegio  dado  en  Zaragoza,  á  9  de 
Abril  de  1 372,  incorporó  á  la  Corona  el  castillo  y  lugar  de  Agüe- 
ro, con  la  condición  de  que  en  ningún  tiempo  pudiera  ser  ena- 
jenado. Dos  años  después,  á  18  de  Abril,  y  desde  Valencia,  el 
Infante  Don  Juan  concedió  á  Lope  de  Gurrea,  Camarero  y  Con- 
sejero del  Rey,  la  alcaidía  y  gobierno  de  Agüero  y  otros  lugares, 
en  atención  á  sus  méritos  y  virtudes. 

A  pesar  de  la  promesa  de  Pedro  IV,  contenida  en  el  docu- 
mento que  arriba  se  cita,  en  sus  apuros  económicos  enajenó  el 
lugar  á  carta  de  gracia,  sin  perjuicio  de  que  en  28  de  Noviembre 
de  1 38 1,  desde  el  castillo  de  la  Aljafería  de  Zaragoza,  declaraba 
que  se  considerase  en  su  fuerza  y  vigor  el  privilegio  de  incorpo- 
ración á  la  Corona  (l). 

Según  Zurita  (Árales:  libro  xii,  capítulo  xlv),  el  noble  Miguel 
de  Gurrea,  hijo  segundo  de  D.  Lope,  el  Camarero,  más  arriba 
citado,  tuvo  en  herencia  el  castillo  y  lugar  de  Agüero.  Casó  en 
22  de  Febrero  de  1 389;  y  su  única  hija,  doña  Aldonza,  lo  here- 
dó, á  su  vez,  hacia  1400. 

En  1446,  Lope  de  Gurrea,  nieto  de  D.  Lope,  el  Camarero, 
era  señor  de  Agüero  (^). 

La  casa  de  Gurrea  continuó  con  el  señorío  de  este  lugar. 

Según  Briz  Martínez  (3),  poseyó  su  Monasterio  el  de  San  Mar- 


(i)    Arch.  mun.  de  Sariñena:  Cuaderno  de  privilegios  de  la  villa. 

(2)  Linajes  de  Aragón,  tomo  vii,  números  12  y  13. 

(3)  Ob.  cit.,  pág.  249. 


298  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

tín  de  Agüero,  dicho  antiguamente  de  San  Felices,  por  el  lugar 
de  este  nombre  junto  á  Agüero,  cuyos  vestigios  aun  se  recono- 
cían en  lÓJO,  en  que  escribió  aquel  autor  su  libro. 


Que  Agüero  disfrutó  en  tiempos  pasados  de  relativa  grande- 
za y  esplendor  lo  proclama  (aparte  la  iglesia  eremítica  de  San- 
tiago, objeto  del  presente  Informe,  y  de  la  que  luego  hablaré),  la 
iglesia  parroquial,  muy  espaciosa.  Es  una  modificación  ó  acaso 
ampliación  hecha  en  el  siglo  xiii  del  templo  románico  de  fines 
del  XI,  del  que  son  vestigios  interesantísimos,  la  puerta  princi- 
pal, que  fué  respetada,  y  algunos  grandes  capiteles.  Aquélla  la 
constituyen  tres  arcos  semicirculares  en  gradación;  las  archivol- 
tas  llevan  adornos  escaqueados,  y  otros.  Los  capiteles  son  de 
factura  ruda,  y  ofrecen  en  su  campo  fauna  y  flora  estilizadas. 
Hay  un  caballo  muy  interesante.  Los  abacos  presentan  florones 
y  hojas.  Dos  de  los  capiteles  (los  más  internos)  sostienen  el  liso 
dintel,  y  encima  está  el  gran  tímpano,  en  el  que  se  ve,  esculpi- 
do, al  Salvador  bendiciendo,  dentro  de  moldura  elíptica,  y  en 
los  ángulos,  los  símbolos  de  los  Evangelistas.  Es  un  ejemplo  no- 
table de  tímpano  con  grandes  esculturas,  que  agregar  al  del  cas- 
tillo de  Loarre,  citado  por  el  insigne  Lampérez  en  su  Historia  de 
la  Arquitectura  cristia)ia  española  en  la  Edad  Media  (tomo  i). 

Nada  tiene  de  particular  que  sea  desconocido,  por  cuanto 
esta  iglesia  parroquial  de  Agüero  es  por  completo  inédita,  por 
causa  de  que,  hasta  hace  poco  en  que  se  ha  construido  carrete- 
ra, ha  estado  este  pueblo  punto  menos  que  incomunicado. 

Volviendo  á  este  templo,  diré  que  los  cañetes  exteriores  son 
muy  curiosos,  señaladamente  uno  que  ostenta  una  cabeza  de 
cabra,  otro  con  busto  varonil,  de  marcada  factura  oriental,  y  otro 
con  una  gran  cabeza  de  mujer. 

De  la  misma  fábrica  son  los  enormes  capiteles,  con  grandes 
figuras  de  animales  y  monstruos,  que  á  modo  de  ménsulas  sos- 
tienen ó  apean  los  arcos  fajones  de  la  bóveda  de  transición,  que 


LA    INÉDITA    IGLESIA    DE    SANTIAGO    EN    AGÜERO  «99 

marcan  ya  la  ojiva.  En  el  centro  de  la  nave  central,  dos  pilares 
de  considerables  dimensiones. 

Las  naves  laterales  son  plenamente  góticas,  como  lo  es  tam- 
bién la  puertecilla  lateral,  de  dos  arcos  ojivales,  abierta  en  el 
muro  del  sur,  con  pilares,  pero  sin  capiteles. 

Esta  iglesia  es  depósito  de  notables  alhajas  y  ornamentos. 
May  una  píxide,  con  viril  desmontable,  rematando  en  crucifijo. 
A  los  lados  del  viril,  dos  ángeles.  La  urna  y  el  pie  son  góticos 
de  fin  del  siglo  xv.  Es  bello  ejemplar,  sin  duda  labrado  en  Za- 
ragoza. 

Un  depósito  para  los  Óleos,  en  forma  de  candelabro,  del 
siglo  XVII.  De  la  misma  centuria  es  la  cruz  parroquial,  de  plata 
sobredorada,  elegante,  con  la  base  en  forma  de  basílica,  de  plan- 
ta circular  y  con  lindas  estatuillas. 

L'n  juego  completo  de  frontal,  casulla,  dalmáticas,  capa  plu- 
vial, gremial  y  paño  para  facistol,  en  terciopelo  carmesí,  bordado 
en  sedas  con  finura  insuperable.  Todas  estas  piezas  ostentan  el 
escudo  de  armas  del  donante:  un  árbol  sinople,  y  pasado  por  el 
tronco  un  corazón  gules  sostenido  por  dos  leones  rampantes. 
El  campo  de  oro.  Son  armas  del  apellido  aragonés  Aznárez.  En 
efecto:  hízose  con  legados  de  D.  Francisco  Aznárez,  ex  Rector 
de  Agüero  y  Canónigo  de  Jaca,  en  donde  falleció  en  15Ó2. 
Costó  1.089  libras  jaquesas.  El  frontal  presenta  bordados  la 
escena  de  la  Epifanía  y  medallones  con  bustos.  La  casulla, 
cinco  efigies  de  santos  en  las  bandas,  lo  mismo  que  las  dalmá- 
ticas y  el  capillo  y  la  franja  de  la  capa.  Es  obra  magnífica  de 
fin  del  siglo  xvi,  que  sería  el  orgullo  de  cualquier  catedral. 

Expuestos  estos  antecedentes,  por  ser  inéditos  é  interesantes, 
á  guisa  de  preámbulo,  vayamos  al  objeto  principal  del  presente 
dictamen,  esto  es,  á  describir  y  examinar  el  santuario  de  Santia- 
go de  Agüero. 


Se  levanta  sobre  un  montículo  (acaso  el  primitivo  castillo),  á 
corta  distancia  del  pueblo. 

Trátase  de  una  iglesia  de  planta  basilical,  rectangular  y  triab- 


300 


BOLETÍN   DE   LA   REAL   ACADEMIA    DE   LA    HISTORIA 


sidal.  Son  tres  naves.  La  central  mide  13  metros  de  longitud, 
desde  el  ábside  al  muro  que  la  termina  por  el  extremo  opuesto, 
y  8,50  metros  de  ancho.  Las  dos  laterales  miden  10,50  metros 
de  largo,  por  6,40  de  ancho.  Y  las  tres,  8,50  metros  de  altura;  un 


CííW, 


Croquis  de  la  planta  de  la  iglesia  de  Santiago,  en  Agüero  (Huesca). 


poco  más  la  central.  Los  ábsides  son  circulares,  y  siguen  la 
orientación  litúrgica.  Las  naves,  á  partir  del  presbiterio  de  las 
tres  capillas  absidales  (únicas),  son  cortas  en  proporción  á  su  an- 
chura (6,50  por  6,40  metros),  y  quedan  como  bruscamente  cor- 
tadas y  cerradas  por  el  muro  de  pie. 

Es  indudable  que  se  trata  de  un  templo  no  acabado,  al  que 
falta  en  sus  naves  otra  tanta  longitud  de  la  que  hoy  tiene.  Per- 
suaden de  ello  las  siguientes  razones:  i.^  La  doble  imposta  que 
corre  por  los  ábsides  y  muros  laterales  (me  refiero  al  interior), 
queda  interrumpida  al  llegar  al  muro  de  pie,  y  la  que  hay  en  el 
de  la  nave  central  no  corresponde  á  aquélla.  Lo  único  que  se 
hizo  igual  al  cerrar  el  templo  sin  haberse  cumplido  el  plan,  fué 
el  zócalo  corrido,  sobre  el  pavimento.  2.^  Todo  el  muro  de  pie 
está  levantado  toscamente,  sin  el  cuidado  de  los  demás.  3.*  El 


LA   INÉDITA   IGLESIA   DE   SANTIAGO    EN   AGÜERO  é^ 

arco  de  paso  á  la  capilla  del  Evangelio  descansa,  junto  al  muro 
de  pie,  no  en  el  pilar  con  sus  columnas  adosadas  que  tiene  al 
otro  lado,  sino  en  un  pilar  grosero,  recio  y  liso,  de  sola  susten- 
tación, al  que  no  llegó  ni  las  columnas  ni  exorno  alguno.  4.^  El 


Exterior  de  la  iglesia  de  Santiago,  en  Agüero. 

muro  ocupa  los  vanos  de  tres  arcos  construidos  para  prolongar 
las  naves.  En  el  central  hay  un  fuste  sin  capitel,  surmontado  por 
los  sillares  de  cierre.  Las  tres  aspilleras  (una  por  nave)  no  guar- 
dan correspondencia  en  su  colocación.  Y  en  el  muro  de  la  nave 
de  la  Epístola  hay  empotrado  un  arquito  igual  al  de  la  cara  inte- 
rior de  la  portada,  denotando  que  se  hubiera  empleado  en  la 
prolongación  de  aquella  arquería.  4.^  Por  el  exterior  de  este 
muro  de  pie  se  comprueba  claramente  la  no  conclusión  del  tem- 
plo, pues  quedaron  al  descubierto  dos  columnas,  con  labrados 
capiteles,  de  las  adosadas  al  pilar  de  la  nave,  correspondiendo  á 
la  interrumpida  prolongación;  y  5.^  Por  el  templo  hay  disemina- 
dos trozos  de  fuste,  un  capitel  y  basas  que  no  faltan  en  la  obra 
actual,  revelando  que  se  labraron  para  la  fábrica  frustrada. 


302  BOLETIK    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Por  el  exterior,  al  lado  izquierdo  de  la  portada,  puede  también 
comprobarse. 

El  plan  fué  el  de  una  gran  iglesia  de  tres  naves  paralelas,  sin 
crucero  ni  cimborio,  con  dos  pilares  en  el  centro  y  columnas 
adosadas  á  ellos,  sustentando  el  sistema  de  arcos.  Quedaron  inte- 
rrumpidas las  obras,  y  se  cerró  con  un  muro  postizo,  segura- 
mente á  principios  del  siglo  xui.  Mas  la  obra  ultimada  es  acaba- 
da y  perfecta. 

Examinemos  el  exterior  de  este  precioso  templo. 

Miden  de  altura  los  ábsides  laterales  8  metros.  El  central  es 
algo  más  elevado.  Están  divididos  verticalmente,  por  haces  de 
dos  y  tres  fustes  cilindricos,  excepto  el  de  la  capilla  del  lado  de 
la  Epístola,  que  forma  un  tambor,  con  sólo  dos  columnas.  Está 
ruinoso,  muy  agrietado,  de  tal  modo,  que  peligra  la  fábrica  por 
aquel  lado.  Los  capiteles  son  grandes,  y  sobrios  en  el  exorno, 
de  inspiración  muy  purista,  lo  propio  que  los  del  frente  de  la 
capilla  central,  en  el  interior  del  templo.  En  lo  alto  de  estos  mu- 
ros, rodeando  la  iglesia,  bonitos  cañetes  con  cabezas,  leones  y 
pájaros  en  gran  relieve,  sustentando  el  tejaroz.  Hay  seis  rasga- 
dos ventanales,  de  arquito  semicircular  en  el  ábside  central,  y 
dos  aspilleras  de  12  centímetros  de  luz,  pero  con  pronunciado 
esviaje  al  interior,  en  cada  uno  de  los  laterales. 

Pero  lo  interesante  del  exterior  del  ábside  central  es  la  faja 
historiada  que  circunda  el  muro.  Y,  antes  de  pasar  adelante,  diré 
que,  aparte  el  mérito  arquitectónico  de  la  iglesia  de  Santiago 
de  Agüero,  que  es  subido,  el  valor  principal  que  este  templo 
encierra  estriba  en  las  numerosas  y  preciosas  esculturas,  de 
transición  románico-gótica,  que  contiene  en  sus  capiteles,  tím- 
pano, fajas  y  canecillos.  Es  ciertamente  un  alarde  escultórico,  y 
sorprende,  en  verdad,  en  un  templo  de  no  grandes  proporcio- 
nes, tal  prodigalidad  de  esculturas,  trazadas  por  un  artista 
sobresaliente,  con  notable  maestría,  dada  la  época;  ningún  tem- 
plo en  Aragón,  y  pocos  en  España,  con  el  destino  del  que  nos 
ocupa,  puede  decir  otro  tanto. 

En  esta  faja  hay  leones,  centauros,  grifos  alados,  otros  con  cola 
de  dragón;   dragones,   murciélagos,  pájaros,  y  una  escena  muy 


LA    INÉDITA    IGLESIA    DE    SANTIAGO    EN    AGÜERO 


Portada  de  la  iglesia  de  Santiago,  en  Agüero. 


304 


BOLETÍN   DE    LA   REAL  ACADEMIA  DE  LA   HISTORIA 


curiosa  representando  dos  leones  que  despedazan  á  otro,  tendido 
en  el  suelo,  y  un  niño  que,  asustado  y  lloroso,  los  contempla. 
Separan  las  figuras  pámpanos  y  racimos  de  uva. 

Esta  faja,  por  estar  al  exterior,  se  halla  algo  deteriorada. 

Los  otros  dos  ábsides  tienen  sólo  una  imposta. 

En  el  muro  del  lado  sur  se  abre  la  puerta  de  ingreso.  Es  pre- 
ciosa, Fórmanla  cuatro  archivoltas  de  medio  punto,  en  gradación. 


Detalle  de  la  portada  de  la  iglesia  de  Santiago,  en  Agüero. 


apoyadas  en  capiteles,  con  su  tuste  cilindrico,  y  basa,  pedestal 
y  zócalo.  i\quéllos  son  interesantísimos.  De  izquierda  á  derecha 
representan:  dos  animales  devorando  á  un  tercero;  el  rey  David 
tocando  el  arpa,  y  otras  figuras  humanas;  una  dama,  con  vestido 
y  tocado  de  la  época  y  el  cabello  suelto,  cayendo  de  espaldas, 
como  desmayada;  dos  guerreros  con  clípeo  y  porra.  Sigue  el 
capitel  que  hace  de  ménsula  al  tímpano  de  la  puerta,  represen- 
tando una  gran  cabeza  de  monstruo,  de  cuya  boca  surge  Adán, 
que  aun  tiene  la  pierna  izquierda  dentro.  Sigue  el  otro  capitel- 
ménsula,  igual  que  aquél,  sólo  que  en  vez  de  Adán  es  Eva  la  que 
sale  de  la  boca;  un  capitel  con  dos  centauros;  dos  fieras  comién- 
dose á  otra;  dos  animales  fantásticos;  un  guerrero  con  arco  y 


LA  INÉDITA   IGLESIA   DE   SANTIAGO   EN   AGÜERO  ^9^ 

carcaj,  con  cuerpo  y  patas  de  cerdo  y  busto  varonil,  y  un  águila 
y,  por  último,  un  centauro  de  rodillas. 

Revelan  un  artista  muy  diestro  y  de  gran  imaginación.  En  los 
espacios  que  dejan  libres  las  figuras  hay  hojas  esculpidas.  El  gran 
abaco  es  corrido,  de  hojas  de  acanto  y  otros  dibujos,  modelo  de 
ornamentación. 

El  tímpano  ofrece  una  Epifanía  muy  interesante:  San  José,  con 
un  bastón  en  forma  de  T,  aparece  como  dormido,  reclinada  la 
cabeza  en  el  brazo  derecho.  Uno  de  los  Reyes  está  de  rodillas, 
besando   los    pies   del 

Niño.    Los    ropajes   y       ^iano^  Ía.ioi¿a,r¿os  en  U  iglesia. 
actitudes    son    dignos  de  ^¡uitUx^o,  de  Afuero. 

de  atención.  . 

Enema  de  la  porta-  ^L^^^_¡|_^^  J^ 
da,   rematándola,   seis        ■^  jj  1 

cañetes  historiados 

que  sustentan  el  teja-       W    \J    jr\    O     — |  "      ||        y^ 

roz.  Forma  aquélla  un        j        V  U 

cuerpo    algo    saliente, 

á  usanza;  y  más  arriba  ^_^  IA)NOLL      ^  ^^ 

vese  ocho  cañetes  sen- 
cillos, en  el  muro  de 
la  nave,  en  los  que, 
como  se  ha  dicho,  ter- 
minan los  muros  al  ex 


terior.  AH    H^    (^ 


Sólo  resta  observar 

los  signos  lapidarios  de      /..TT^j/xaí^AlIlE 
estos  muros.  Abundan       —  c  '  /  »     v^  -n 

notablemente,  aunque,       ^ /- 

claro  está,  se  repiten  (^  £ri  urv /ccste  cU¿  ¿ná.r¿or-J 

los  modelos.  Son  mu- 
chos los  fustes  en  que  todos  sus  bloques  aparecen  marcados  por 
el  cantero.  En  dibujo  he  reproducido  los  distintos  signos.  Llama 
desde  luego  la  atención  una  marca,  que  es,  sin  duda,  el  nombre 
del  cantero:  IMNOLL.  Figura  en  el  fuste  de  esquina  del  ábside 


306  BOLETÍN    DE    I  A    REAI.    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

de  la  Epístola,  y  no  aparece  en  situación  horizontal,  sino  verti- 
cal. Consideróla  muy  interesante.  Hay  una  llave,  cuidadosamen- 
te trazada,  puesta  en  diversos  lugares  en  todas  las  posiciones. 

Las  letras  pertenecen,  por  su  factura,  al  fin  del  siglo  xii,  ó 
principios  del  xiii. 

A  la  portada  corresponde  interiormente  otra  menor,  más 
sencilla,  formada  por  una  archivolta  saliente  apoyada  en  cuatro 
fustes  cilindricos  aparejados,  con  basas  distintas,  pero  un  capitel 
común  á  entrambas  parejas.  vSigue  un  pequeño  arquito,  apoyado 
a  mano  derecha  en  un  fuste,  con  su  basa  y  capitel.  Estos  y  sus 
abacos,  bellamente  exornados  con  figurillas,  hojas  y  frutas.  Car- 
gan las  columnas  sobre  un  zócalo  corrido;  y  remata  esta  porta- 
dilla interior  en  cornisa  moldurada,  elevándose  y  sobresaliendo 
de  la  bóveda,  aunque  siguiendo  su  directriz,  hasta  morir  sobre 
la  clave  del  arco  frontero. 

La  separación  y  el  paso  entre  las  naves  determínanlos  grandes 
arcos  apuntados,  lo  mismo  que  los  que  forman  el  frente  de  las 
tres  capillas,  apoyados  aquéllos  en  pilar  y  recias  columnas  sobre 
zócalo,  y  con  archivoltas  planas  á  uno  y  otro  lado  de  la  nave,' 
que  cargan  en  columnas  acodadas,  más  delgadas.  El  zócalo, 
cñmo  digo,  es  corrido  por  todo  el  templo. 

A  la  altura  de  los  abacos  corre  á  lo  largo  del  paramento  mural 
doble  imposta  abocetada. 

En  el  muro  occidental  de  cerramiento,  tres  aspilleras  y  hasta 
una  pequeña  archivolta  moldurada  empotrada  en  el  muro,  como 
he  dicho. 

Las  bóvedas  son  apuntadas,  y,  como  toda  la  fábrica,  de  sillería, 
dispuesta  de  modo  perfecto. 

Desde  el  pavimento  hasta  los  abacos  de  los  capiteles  de  estos 
arcos  hay  una  altura  de  3,6o  metros,  y  de  aquí  á  la  clave  de  la 
bóveda,  cinco. 

VA  espesor  de  muros  es  de   l,6o  metros,  poco  más  ó  menos. 

En  el  fuste  de  la  columna  de  frente,  junto  al  muro  occidental, 
entre  la  nave  de  Epístola  y  la  central  y  á  la  altura  de  una  per- 
sona, hay  una  inscripción  muy  mal  conservada,  y,  por  tanto,  de 
dificilísima    interpretación.  V  eso   que   sobre   ella   insistí   largo 


LA    INÉDITA    IGLESIA    DE    SANTIAGO    EN    AGÜERO 


Iglesia  de  Santiago,  en  Agüero.— Nave  de  la  Epístola  y  paso  á  la  mayor. 


^08  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

tiempo,  por  juzgarla  interesante,  dada  su  disposición  y  exten- 
sión. Doy  aparte  su  facsímil,  junto  con  los  signos  lapidarios. 
Las  letras  que  se  distinguen  parece  que  son  estas: 

ECIA       DAN       ESAINE       F-  •  •  ■        p.  .  •  . 

¿Qué  significa  esta  inscripción?  El  tipo  de  letra  tiende  al  mo- 
nacal, y  sería  puesta  allí  á  la  terminación  de  la  obra.  Desde  lue- 
go no  es  marca  de  cantero,  por  su  mucha  extensión,  pues  abraza 
casi  todo  el  grueso  fuste,  ¿Es  dedicatoria  de  la  iglesia.f*  (ECIA., 
abreviatura  de  Ecclesia?).  ¿Es,  tal  vez,  el  nombre  del  extranjero 
arquitecto  — Eciadan  Bsaine  /[ec'it] — ■}  No  me  atrevo  á  puntua- 
lizar nada,  y  dejo  en  suspenso  la  interpretación  para  que  alguien 
más  versado  que  yo  lo  aclare.  Es  lástima  que  no  se  pueda  leer 
bien  la  tal  inscripción. 

Los  grandes  capiteles  correspondientes  á  todos  los  fustes  (ma- 
yores y  menores)  de  los  arcos  del  templo  no  son-  menos  cu- 
riosos y  merecedores  de  estudio,  pues  constituyen  un  espléndi- 
do muestrario  de  todas  las  fuentes  de  inspiración  escultórica  de 
la  época;  y  ello  de  un  modo  acabado.  Hojas  de  acanto  y  de  loto, 
en  dos  órdenes;  caballos,  águilas,  grifos  alados;  guerreros,  ánge- 
les; lacerías  de  influencia  arábiga;  capiteles  puramente  corintios, 
clásicos  y  de  gran  elegancia;  hasta  uno  formado  por  una  gran  ca- 
beza con  diadema  y  adornos,  de  marcado  sabor  asirio,  en  la  ar- 
quería del  presbiterio.  En  el  arco  de  la  nave  de  la  Epístola  hay 
uno  curioso,  representando  á  un  niño  desnudo,  en  cuya  cabeza 
pican  dos  águilas. 

Llaman  la  atención  los  abacos  de  estos  capiteles  por  su  gran 
variedad  de  recursos  y  de  detalles.  En  las  esquinas  de  los  del 
presbiterio  mayor  vese  rostros,  cabezas  de  toro  y  cerdo,  águilas, 
cariátides  y  niños,  en  combinación  con  el  exorno.  Algunos  aba- 
cos presentan  solamente  molduras. 

El  sustentáculo  del  pulpito  lo  forma  un  enorme  capitel,  presen- 
tando hojas  de  ¡otus,  sin  abaco  y  con  un  poco  de  fuste.  Este  ca- 
pitel quedó  labrado,  aunque  pendiente  de  colocación,  y  ha  sido 
aprovechado  para  soporte. 


LA    INÉDITA    IGIESIA    DE    SANTIAGO    EN    AfiÍERO  4O9 

La  capilla  central  ó  principal  tiene  bóveda  hemistérica,  con 
dos  arquitos  Tajones.  Su  entrada  la  forma  un  arco  toral,  apun- 
tado, que  se  apoya  á  ambos  lados  en  columnas  apareadas;  así 
como  á  la  entrada  de  las  capillas  colaterales  no  hay  arco,  sino 
que  la  bovedilla  de  cascarón  avanza  hasta  el  frente,  presentando 
su  sección. 

El  ábside  es  circular,  con  tres  grupos  de  á  dos  rasgados  ven- 
tanales cada  uno,  practicados  en  el  grueso  del  muro.  Dos  colum- 
nas separan  estos  grupos  y  apean  los  dichos  arcos  fajones  de  la 
bóveda.  Debajo  corre  una  imposta,  como  separando  y  protegien- 
do la  bella  arquería  de  columnas  (cuyas  basas  se  asientan  en 
pilares  y  zócalo)  que  reciben  las  archivoltas.  Los  capiteles  están 
sencillamente  exornados  con  hojas,  entrelazos,  rostros,  etc.  Los 
abacos  ostentan  más  adornos:  flora,  lacerías  y  cabezas  de  monjes, 
bustos  varoniles  y  efigies  de  niños  en  las  esquinas,  muy  lindos, 
en  consonancia  con  los  otros  abacos  del  templo. 

Hay  un  parecido  tal  entre  la  columnata,  y  sus  sustentáculos, 
de  esta  arquería  y  la  de  la  portada,  que  denota  la  misma  mano. 

Las  capillas  laterales  no  tienen  arcatura,  pero  la  de  la  Epístola 
presenta  á  la  admiración  del  curioso  una  preciosísima  faja  proli- 
jamente historiada  que  vale  por  aquélla.  Llama  en  seguida  la 
atención  por  su  limpieza  y  finura  de  ejecución  y  por  la  diversi- 
dad de  escenas  y  motivos  figurados. 

La  bóveda  de  estas  capillas  es  de  cascarón.  Dos  aspilleras,  pro- 
tegida ó  encerrada  cada  una  por  una  archivolta  apoyada  en  dos 
columnas,  permiten  escasa  luz,  pero  no  tan  poca,  que  no  nos  deje 
examinar  las  dichas  fajas  ó  frisos  que  corren  á  lo  largo  del  muro, 
inmediatamente  debajo  de  las  aspilleras. 

La  historiada  es  de  análoga  factura  que  la  que  hemos  visto  en 
el  exterior  del  ábside  central  (al  fin,  de  la  misma  mano),  pero 
mucho  mejor  conservada,  por  no  estar  á  la  intemperie.  Las  foto- 
grafías que  acompaño  darán  idea  de  su  valor  escultórico  é  icono- 
gráfico; pero  aun  así,  no  renuncio  á  citar  algunas  escenas  repre- 
sentadas con  maestría  singular:  un  lecho  con  una  mujer  y  dos 
varones,  uno  anciano,  barbado,  en  medio,  como  muertos,  y  un 
ángel  que  les  señala  ó  indica  el  cielo;  la  Virgen   y  San  José  ha- 

TOMO  LXXIV  27 


4IO  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

liando  al  Niño  Dios  en  el  templo,  sentado  en  escabel,  y  bendi- 
ciendo con  la  diestra;  San  José  y  la  Virgen,  ésta  con  una  vela  en 
la  mano  (¿la  Purificación?);  tres  guerreros,  uno  con  lanza,  recosta- 
do, y  dos  con  espada  y  broquel;  un  rey  con  cetro  y  una  reina 
con  un  libro  abierto  en  las  manos,  ambos  sedentes,  y  dos  hom- 
bres como  jugando  á  los  dados  en  una  mesa;  un  santo  difunto, 
y  un  ángel  que  baja  á  recogerlo;  la  Oración  en  el  Huerto;  los 
Reyes  Magos,  á  caballo,  siguiendo  la  estrella,  etc.  Cada  escenita 
va  separada  de  la  otra  por  hojas  de  vid  y  racimos  de  uva. 

Cuanto  se  diga  de  la  minuciosidad  y  detalle  de  estas  represen- 
taciones será  poco,  á  pesar  de  su  pequenez.  Son  muestra  briosa 
del  anónimo,  pero  expertísimo  escultor  de  Agüero,  ducho  en  re- 
cursos y  en  su  arte,  inspirado  en  moldes  clásicos;  de  finura  de 
ejecución  que  no  reconoce  par  en  el  Alto  Aragón  dentro  de  la 
época  á  que  este  monumento  se  contrae. 

La  capilla  del  Evangelio  (más  combatida  por  la  humedad)  no 
tiene  figuras  humanas  en  la  faja,  sino  tan  sólo  un  dibujo  de  mo- 
tivo de  flora,  repetido.  Encima,  floroncillos  que  denotan  el  co- 
mienzo del  siglo  XTii. 

En  ambas  capillas  hay  credencias  practicadas  en  el  muro. 

Las  esculturas  de  la  iglesia  de  Santiago,  en  Agüero,  pertene- 
cen á  la  iniciación  del  período  de  esplendor  de  aquel  arte  al 
servicio  de  la  arquitectura.  Por  lo  demás,  sabido  es  que  en  Espa- 
ña alcanzó  caracteres  de  belleza,  severidad  y  unción  particula- 
res en  los  siglos  xii  y  xiir,  que  no  obedecieron  á  importación 
alguna.  Las  esculturas  de  los  frisos  de  Agüero,  con  su  elegancia 
(singularmente  en  las  hojas),  recuerdo  interesantísimo  del  arte 
clásico,  anuncian  ya  la  época  ojival,  con  personajes  humanos  for- 
mando parte  de  las  composiciones,  en  amalgama  con  bestiarios 
tan  típicí^s  del  románico  del  siglo  xii.  El  aspecto  de  sus  figuras 
ha  perdido  la  característica  rigidez  románica;  hay  expresión  en 
los  rostros  (véase  las  escenitas  del  Niño  en  el  templo  y  la  Purifi- 
cación (.■*);  aquellos  rostros  y  aquellas  actitudes  son  ya  góticas); 
movimiento  y  vida  en  las  actitudes,  amplitud  y  cierta  gracia  en 
los  ropajes.  En  este  punto,  el  siglo  xiir,  como  afirma  Viollet-le- 
Duc,  es  una  admirable  reversión  á  la  bella  antigüedad. 


I-A    INÉDITA    IGLESIA    DE    SANTIAGO    EN    AGÍERO  411 

Llama  la  atención  en  este  templo  la  colocación  de  taja  ó  friso 
ornamental  en  el  exterior  del  ábside.  En  el  arte  arquitectónico- 
escultórico  de  este  tiempo,  la  ornamentación  está  tratada  con 
cierto  juicioso  discernimiento  y  con  sentido  de  las  proporciones. 
Lo  que  debe  ser  visto  á  distancia  es  amplio,  simple;  pocos  deta- 
lles, y  masas  fuertemente  acentuadas  y  salientes  vivamente  sen- 
tidos. En  Agüero,  aquella  pequeña  linda  faja  abrazando  el  ábside» 
que  lo  empequeñece  más  — de  tal  modo,  que  á  distancia  parece 
un  simple  baquetón—,  es  algo  singular,  contrapuesto  á  aquellos 
principios. 

En  la  Edad  Media,  los  escultores  son  los  auxiliares  constantes 
é  inseparables  de  los  arquitectos;  y  el  maestro  de  obras  dirige  y 
está  encargado  de  combinar  y  coordinar  todas  las  partes  y  ele- 
mentos del  edificio.  De  ahí  el  imponente  efecto  del  conjunto,  y 
que  ciertos  templos  sean,  de  la  base  al  remate,  bellas  diademas 
de  piedra.  Bien  auxilió  en  la  iglesia  de  que  tratamos,  el  anóni- 
mo escultor  al  arquitecto,  y  aun  le  superó  en  abundancia. 

La  portada  de  Agüero,  si  bien  en  conjunto  nos  da  la  impre- 
sión de  mayor  romanismo,  no  es  románica  mas  que  en  la  dispo- 
sición, en  la  tradición,  no  relegada  todavía  al  olvido  cuando  este 
templo  se  labró;  pues  aparte  la  esbeltez  de  la  columnata  y  lo 
clásico  del  basamento,  en  la  escultura,  apreciada  en  detalle,  ob- 
servaremos una  soltura,  una  libertad  de  cincel  y  una  valentía  de 
motivos  y  de  formas  que  señalan  goticismo  bien  patente,  aun- 
que primario.  Véase  el  tercer  capitel  en  el  lado  izquierdo;  la  ac- 
titud libre  y  suelta  de  aquella  dama  que  se  cae  de  espaldas,  el 
cabello  extendido  y  los  senos  al  aire,  no  es  propia  de  un  artista 
d  ¡o  románico^  sino  poseedor  de  un  ímpetu  y  una  intención  á  lo 
,S^ótico.  aunque,  repito,  sin  salirse  todavía  del  molde  de  la  escuela 
románica.  Lo  propio  cabe  decir  de  la  Epifanía  del  tímpano,  y 
eu  ella  particularmente,  del  tocado  de  la  Virgen.  El  artista  de 
esta  portada  tuvo  predilección,  á  lo  que  se  ve,  por  los  bestiarios, 
la  combinación  fantástica  de  animales  y  monstruos  en  remem- 
branza oriental  y  flora  rara  y  extraña.  El  lado  derecho  casi 
no  es  otra  cosa.  Pero  no  tratados  esos  animales  monstruosos, 
ora   enlazados    por    la    cola,    ora    aparejados    devorando   á   un 


412  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

tercero;  estos  caprichos  de  centauros  y  leones  con  cabeza  de 
mujer  (los  vicios?),  con  la  pesadez  románica,  con  la  dureza  romá- 
nica, sino  con  finura  y  ligereza,  presintiendo  y  calculando  los 
efectos  de  la  imaginación  en  el  detalle  del  exorno  y  en  el  con- 
junto. En  una  palabra,  sin  arcaísmo  amazacotado. 

Por  lo  demás,  como  dice  Lecoy  de  la  Marche  (l),  describir  los 
detalles  de  ornamentación  diversos  en  los  monumentos  de  este 
tiempo  equivale  á  describir  cada  uno  de  los  capiteles,  cada  aba- 
co, cada  moldura,  cada  cañete.  Su  variedad  es  inmensa;  los  tipos 
se  multiplican,  y  bien  puede  afirmarse  que  no  existen  dos  capi- 
teles iguales  en  absoluto.  Tal  en  este  templo  de  Agüero.  Los  ca- 
necillos exteriores,  los  numerosos  capiteles  ^tantos  como  días 
tiene  el  año,  dice  con  hipérbole  el  vulgo  de  aquel  lugar)  y  sus 
abacos  vienen  á  confirmar  las  opiniones  que  dejo  sentadas  res- 
pecto á  la  época  de  labra  de  este  interesante  monumento  de 
transición.  Véase  el  capitel  que  hay  frente  á  la  puerta,  á  mano 
izquierda  (dos  águilas  picoteando  en  la  cabeza  de  un  niño  des- 
nudo); aquellas  águilas,  y  sobre  todo  aquel  desnudo  tan  realista, 
no  son  románicos:  son  góticos  ya.  Nada  digamos  del  capitel  que 
hay  á  su  derecha.  Aparece  en  él  figurada  ni  más  ni  menos  que 
una  cariátide  de  sabor  oriental  admirable  (parece  asirla),  reve- 
lando á  las  claras  un  docentista  que  pugna  por  desligarse  de  la 
costumbre.  Los  capiteles  de  Agüero,  en  una  palabra,  son  más 
góticos  que  románicos  en  cuanto  al  estilo  y  carácter;  románicos 
en  cuanto  á  su  forma  é  inspiración,  especialmente  en  los  moti- 
vos y  en  la  amplitud  de  los  abacos.  Nada  hay  de  extraño  en  ello, 
porque  aun  en  el  gótico  primario  definido  los  capiteles  copian 
las  formas  románicas  del  período  tercero  y  de  transición,  cuan- 
do no  recuerdan  el  estilo  corintio  degenerado. 

Compárese  la  ornamentación  del  claustro  oséense  de  San  Pe- 
dro el  Viejo,  que  es  el  que  por  su  relativa  perfección,  por  su  es- 
tilo y  por  su  época — reinado  de  Ramiro  II  e/ Alo  u/e,  acaso —  puede 
ofrecer  más  analogías  con  la  de  Agüero,  y  se  observará  el  evi- 
dente progreso  de  esta  última.  También  en  aquélla  hay  motivos 

(i)     Le  treizieme  siecle  artistiqtte,  P^íff-  '96- 


L\    INÉDITA    IGLESIA    DE    SANTIAGO    EN    AGÜERO  413 

de  pámpanos  y  racimos  en  los  abacos,  y  aun  hay  un  capitel  que 
presenta  dos  monstruos  devorando  á  un  tercero,  casi  igual  á  uno 
de  la  portada  de  Agüero;  como  otro  de  dos  aves  enlazadas.  Pero 
esas  son  coincidencias  meramente  circunstanciales  de  fuentes  de 
inspiración,  que  pierden  valor  si  observamos  la  mayor  soltura  y 
perfección  de  los  capiteles  de  Agüero,  sobre  todo  los  del  inte- 
rior del  templo;  hay  visible  avance  en  el  movimiento  de  las  es- 
cenas, figuras  y  paños,  en  contraposición  al  hieratismo  de  las  del 
claustro  oséense.  Y  nada  digamos  de  las  fajas  ó  frisos;  véanse  las 
capas  de  los  Reyes  Magos,  en  uno  de  ellos,  las  figuras  todas,  y 
se  adivinará  claramente  un  artista  que  deja  el  yugo  románico. 

Los  capiteles  de  la  portada,  por  estar  á  la  intemperie,  han  per- 
dido algo  de  finura  y  parece  que  acusan  más  tosquedad;  pero  ob- 
servándolos en  detalle  se  deduce  que  pudo  ser  un  mismo  artista 
el  que  labró  éstos  y  las  fajas  y  capiteles  del  interior.  La  llave  en 
signo  lapidario,  es  de  un  dibujo  perfecto,  como  puede  verse. 

Vayamos  á  la  parte  arquitectónica  del  templo.  El  románico 
subsiste  aún  en  el  exterior  de  las  ábsides  circulares^  y  en  los 
ventanales  que  los  animan,  con  carácter  de  aspilleras  por  lo  ras- 
gados y  por  carecer  de  toda  moldura;  son  simples  aberturas  en 
el  muro.  El  sistema  de  las  cubiertas,  á  dos  vertientes,  con  espe- 
cial para  los  ábsides,  es  asimismo  románico,  como  lo  es  la  dis- 
posición de  la  portada,  saliente  y  encerrada  entre  haces  de  es- 
beltísimas columnas,  y  las  bovedillas  de  los  ábsides. 

También  el  ábside  central  conserva  en  su  interior  la  típica 
arquería  ciega  del  románico  del  xii,  tal  como  se  ve,  no  lejos  de 
allí,  en  la  iglesia  del  castillo  de  Loarre,  y  en  la  de  Ovarra,  en 
Ribagorza;  pero  su  basamento,  los  capiteles,  la  esbeltez  y  ele- 
gancia, y  más  aún,  la  faja  ó  imposta  que  corre  encima,  señalan 
un  notable  progreso  con  vistas  al  goticismo. 

Es  sabido  que  muchos  autores  — no  sin  fundamento —  impug- 
nan la  creencia  de  que  la  presencia  del  arco  ojival  en  los  monu- 
mentos anuncia  constantemente  el  siglo  xiii;  cuando  en  ciertos 
países  se  encuentra  en  las  grandes  aberturas  de  la  nave  ya  desde 
el  comienzo  del  siglo  xi;  mientras  en  otros  no  se  halla  usado 
hasta  el  fin  del  xii;  concluyendo  que  el  arco  ojival  no  es,  pues, 


414  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

el  signo  distintivo  del  gótico  (ij.  En  el  Alto  Aragón,  en  efecto, 
no  aparece  el  arco  ojival  hasta  el  final  de  la  duodécima  centuria: 
y  se  comprende,  observando  la  tosquedad  y  sobriedad,  la  robus- 
tez, dilatada  en  casi  todo  el  período  románico,  un  poco  brusca, 
como  muy  bien  observa  Lampérez,de  la  mayor  parte  de  sus  cons- 
trucciones románicas,  que  había  de  retardar  (lo  que  no  pasó  en  el 
centro  ni  en  el  Bajo  Aragón  — donde,  por  otra  parte,  hay  poco 
románico — )  el  advenimiento  de  la  elegante  ojiva.  Así,  pues,  la 
bóveda  y  la  arcada  en  ojiva  son  en  el  Alto  Aragón  un  progreso 
evidente  del  estilo  románico  en  su  período  último,  que  aquí  se 
puede  llamar  ya  de  transición.  En  la  iglesia  de  Santiago  de 
Agüero  no  hallamos  en  las  naves  arco  ninguno  de  medio  punto, 
ni  bóveda  de  cañón  corrido;  naves  y  bóvedas  son  de  forma  apun- 
tada, si  bien  todavía  no  se  decoran  las  archivoltas  para  disimular 
la  inerte  masa  pétrea.  Obsérvase  la  vuelta  á  la  columna  antigua, 
luchando  con  el  pilar  románico,  propia  del  gótico  primitivo,  y 
van  aquéllas  adelgazándose  y  agrupándose  con  manifiesta  tenden- 
cia á  convertirse  en  elegantes  haces.  El  interior  es  más  amplio  y 
más  aéreo.  Sin  embargo,  y  esto  es  propio  de  este  período,  las 
ventanas  de  la  nave  no  han  admitido  todavía  la  ojiva  (2),  pues 
como  muy  bien  afirma  Lampérez  (Historia  de  la  Arquitectura 
cristiana,  pág.  Il8),  en  los  primeros  tiempos  del  estilo  ojival  esta 
forma  apuntada  no  fué  aplicada  mas  que  á  ciertos  elementos  de 
estructura  que  lo  pedían,  y  nunca  á  los  accesorios  (ventanas^ 
puertas,  etc.  etc.).  Es  decir,  que  fué  forma  constructiva,  y  no  es- 
tética. Y  conviene  no  olvidar  — añade —  que  aun  como  tal,  su 
uso  es  relativo  en  muchos  monumentos  de  la  mejor  época  (la 
Catedral  de  Burgos,  por  ejemplo). 

Como  digo,  las  columnas  tienden  á  agruparse  para  sustituir  al 
pesado  pilar,  y  las  basas  traen  á  la  memoria  la  toscana,  cargadas 
sobre  pedestales. 

Todo,    pues,   revela   que  nos  hallamos   ante   un  monumento 


(i)     Lecoy  de  la  Marche:  Ob.  cit.,  pág.  36. 
(2)     Lecoy  de  la  Maixhe;  Ob.  cit.,  pág.  57. 


LA    INÉDITA    IGLESIA    DE    SANTIAGO    EN    AGÜERO  415 

románico  de  transición  al  gótico,  en  su  fase  primera.  [>as  foto- 
grafías que  acompaño  comprueban,  á  lo  que  creo,  mi  tesis. 

Mucho  se  ha  discutido  acerca  de  si  puede  hallarse  ó  no  un 
período  románico  de  transición  al  ojival;  pero  teniendo  presente 
que  los  elementos  orientales  vinieron  otra  vez  á  contribuir  á  la 
formación  del  arte  nuevo,  hay  que  admitir  en  España  como 
incuestionable  ese  período  de  transición  (l).  Rn  la  iglesia  deque 
tratamos  se  comprueba  — como  he  dicho —  por  la  corrección  de 
la  formay  la  creación  del  conjunto.  Todos  esos  templos  — como 
afirma  Gillman —  con  sus  arcadas  ojivales,  sus  ábsides  exteriores, 
sus  cúpulas  y  sus  bóvedas,  sus  capiteles  de  adornos  vegetales  y  J7/ 
lujo  de  decoración^  traen  á  la  memoria  las  artes  orientales,  las  ideas 
de  griegos  y  romanos,  de  persas  y  sasánidas;  de  las  construccio- 
nes cristianas  de  Siria,  que  no  deben  de  olvidarse  jamás  al  tra- 
tar de  esta  cuestión  (2).  De  modo  es  que  los  adelantos  realizados 
en  el  terreno  técnico  hallaron  seguidamente  su  expresión  en  las 
formas.  Y  este  hecho  se  comprueba  en  la  iglesia  de  Santiago  de 
Agüero;  hay  palpaoles  adelantos  de  técnica  arquitectónica  y  más 
aún  escultórica,  traslucidos  en  las  formas. 

Otra  iglesia  importante  hay  en  la  provincia  de  Huesca  corres- 
pondiente á  este  período  de  transición:  la  de  San  Miguel  de 
Foces,  junto  á  Ibieca,  declarada  monumento  nacional.  Pero  se 
diferencia  de  la  de  Agüero  en  que  pertenece  á  la  fase  última  de  la 
transición;  casi  puede  decirse  que  es  un  templo  gótico  primario; 
la  elegancia  ojival  ha  hecho  su  entrada  triunfal  en  bóvedas,  arcos 
y  ventanales;  los  ojos  de  buey,  ó  ventanas  circulares,  exornados 
ya  á  lo  gótico.  En  el  interior  de  las  capillas  absidales,  aquel  arto 
se  desenvuelve  ya  con  gallardía,  amalgamado  con  los  últimos 
vestigios  de  un  románico  florido.  Si  no  por  esto,  por  las  archi- 
voltas  ostentosamente  festoneadas  de  la  portada  y  por  algunos 
basamentos  que  recuerdan  aquel  estilo,  Foces,  edificado  en  1259, 
sería  calificado   de  monumento  ojival.  Dicho  está  con  esto,  y 


(1)  Valladar:  Historia  del  Arte,  tomo  i.  pág.,  251 

(2)  Valladar:  Ob.  cit.,  pág.  254. 


4l6  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

como  de  paso,  que  la  plena  arquitectura  ojival  entra  en  el  Alto 
Aragón  más  tarde  que  en  otras  regiones  españolas. 

Pero  Agüero  es  una  transición  mucho  más  severa  y  sobria, 
por  ser  inicial^  y  que  responde  mejor  á  la  pureza  construc- 
tiva tradicional  del  alto  Aragón,  pues  Foces  es  fábrica  catala- 
nizada,  acaso  porque  su  fundador,  Eximino  de  Foces,  en  sus 
andanzas  al  lado  de  su  Rey,  tan  dado  á  Cataluña,  reclutó  artí- 
fices de  aquella  región  para  que  levantaran  su  magnífica  iglesia- 
panteón. 

Por  tanto,  no  hay  en  Aragón  otro  ejemplar  tan  típico  ni  tan 
interesante  y  completo  como  este  de  Agüero,  que  con  tanta 
pujanza  marque  la  transición,  destacándose  los  elementos  romá- 
nicos y  los  ojivales,  éstos  singularmente,  en  el  sistema  construc- 
tivo y  en  la  parte  escultórica.  Es  un  consiguiente  legítimo  del 
románico  robusto  alto  aragonés,  influido  por  el  goticismo,  sobrio 
en  cuanto  á  la  arquitectura;  más  elegante,  delicado  y  nimio  res- 
pecto á  la  escultura. 

En  esto  último  se  basa,  á  mi  juicio,  la  importancia  singular 
que  concedo  á  la  iglesia  de  Santiago  de  Agüero:  al  gran  número 
y  á  la  calidad  de  sus  relieves  escultóricos,  cual  no  los  presenta 
ningún  otro  monumento  aragonés  de  sus  dimensiones.  Es  un 
lujo  de  ornamentación  escultórica  en  fajas,  impostas  y  capiteles, 
que  se  aparta  de  la  sobriedad  imperante  en  el  país,  marcando 
positivo  adelantamiento;  un  foco  importante  para  estudiar  la 
evolución  de  la  escultura  románica  y  sus  primeras  manifesta- 
ciones góticas  en  el  Alto  Aragón.  Confieso  que  hasta  ahora  no 
había  encontrado  ejemplar  propicio  (y  no  abundan,  ciertamente, 
en  Aragón),  pues  en  Foces  (que  repito  es  posterior)  no  hay  figu- 
ras humanas,  y  aun  poquísima  fauna:  todo  es  flora  en  la  orna- 
mentación. 

En  Agüero  se  hallan  todas  las  fuentes  de  inspiración,  al  ser- 
vicio de  un  artista  muy  personal  y  expertísimo. 

Sorprende,  ciertamente,  en  aquella  altura  una  iglesia  tan 
magnífica.  Es  algo  tan  inusitado,  que  no  puede  uno  creer  que 
tal  templo  no  tuvo  más  destino  que  el  de  simple  ermita.  Hasta 
la  linda  arquería  del  presbiterio  es  harto  sospechosa.  El  plan, 


LA    INÉDITA    IGLESIA    DE    SANTIAGO    EN    AGÜERO  417 

interrumpido,  como  digo,  parece  de  gran  iglesia  monacal.  Acaso 
hubo  allí  población,  de  la  que  no  queden  vestigios  visibles.  Al- 
guna excavación  nos  haría  tal  vez  salir  de  dudas.  Sea  como 
quiera,  el  hecho  evidente  es  el  valor  patente  del  bello  templo 
de  Agüero. 

Además,  nos  prueba  éste,  como  caso  notable,  que  no  perdió 
tan  intensamente  como  se  ha  supuesto  su  sello  propio  la  Ar- 
quitectura altoaragonesa  con  la  unión  de  Aragón  á  Cataluña, 
por  lo  menos  en  esta  zona;  ya  que  más  abajo  el  Monasterio  de 
Sigena  sí  es  un  ejemplo  indudable  de  catalanización.  Las  rela- 
ciones del  aquel  cenobio  y  sus  insignes  abadesas  con  los 
Reyes  de  la  Casa  de  Barcelona  y  con  Cataluña  explican  este 
fenómeno  (la  influencia  catalana  en  Sigena,  en  todos  los  siglos 
y  en  todos  los  órdenes,  fué  evidente);  como  lo  explica  en 
cuanto  á  Salas,  en  Huesca,  la  fundación  real,  por  Doña  Sancha 
(esposa  de  Alfonso  II),  de  este  famoso  santuario  en  los  últimos 
años  del  siglo  xii;  y  en  San  Miguel  de  Foces,  el  hecho  arriba 
apuntado. 

Por  lo  demás,  su  ornamentación,  considerable  y  rica,  como 
digo,  dados  el  lugar  de  emplazamiento  y  sus  relativas  reducidas 
dimensiones,  no  carece  de  antecedentes  en  aquellos  contornos. 
A  unos  20  kilómetros  está  el  magno  castillo  de  Loarre,  de  exor- 
no sentido  y  fino,  un  poco  anterior  al  de  Agüero  y  estupendo 
para  castillo  roquero.  Más  cerca  Ayerbe:  el  esbelto  campanario 
de  cuya  iglesia  de  San  Pedro  (único  vestigio  que  dejaron  las 
tropas  napoleónicas),  contemporánea  acaso,  se  presenta  precio- 
samente esculpido  en  sus  capiteles.  Más  cerca  todavía  Murillo 
de  Gallego,  con  cripta  y  arcos  ciegos  en  el  presbiterio  de  su 
importante  iglesia  parroquial,  pródiga  en  capiteles  románicos 
notables.  Se  trata  de  una  zona  de  importante  actividad  construc- 
tiva y  escultórica  de  añadidura,  que  hay  que  tener  muy  en 
cuenta  en  la  historia  del  arte  aragonés  en  sus  períodos  románico 
y  de  transición. 

Después  de  lo  antedicho,  no  cabe  añadir  — y  con  harto  do- 
lor—  sino  que  el  templo  de  Santiago  de  Agüero  camina  dere-. 
chámente  á  la   ruina,  si  no  se  ataja  el  daño  creciente  que  está- 


4l8  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

sufriendo  por  causa  del  abandono  en  que  se  le  tiene  (l).  El  ábsi- 
de de  la  Epístola  está  tan  agrietado  (en  la  fotografía  puede  apre- 
ciarse), de  la  base  á  la  techumbre,  que  amenaza  venirse  al  suelo 
parte  del  muro  sur,  y  con  él,  sin  duda,  la  bella  portada.  Por  las 
cubiertas  penetra  el  agua  á  su  sabor.  Da  pena  pensar  que  aque- 
lla venerable  porción  de  antigüedad  pueda  perderse  para  siem- 
pre. Aun  se  está  á  tiempo  de  acudir  al  remedio  — pero  pron- 
to— .  El  vecindario  de  Agüero  ha  recurrido  á  la  Comisión  pro- 
vincial de  Monumentos  en  súplica  de  que  su  iglesia  de  Santiago 
sea  protegida  y  conservada  por  el  Estado,  declarándola  Monu- 
mento nacional.  Este,  en  efecto,  sería  el  único  eficaz  auxilio. 
Y  méritos  no  le  faltan  á  aquel  templo,  que  he  creído  conve- 
niente presentar  al  examen  é  ilustrada  consideración  de  ¡a 
Academia. 

Huesca,  20  de  Diciembre  de  19 18. 

Ricardo  del  Arco, 

Correspondiente, 
(lofografías:  Institttt  d'Estudis  Catalans.  A.  Más.)  (2). 


II 

TARIFA,  Y  LA  l'OLÍTICA  DE  SANCHO  IV  DE  CASTILLA 

En  este  trabajo,  cuya  importancia  se  debe  al  hallazgo  de  do- 
cumentos que  complementan,  ilustran  y  rectifican  la  Crónica  é 
historias  conocidas  de  este  pasaje  del  reinado  de  Sancho  IV,  nos 
proponemos  presentar  con  toda  diafanidad  el  proyecto  de  recon- 
quista del  Rey  Bravo,  á  quien  los  historiadores  han  juzgado  con 


(i)  A  lo  que  creo,  no  hay  ya  culto  en  esta  iglesia.  Con.sérvase  en  ella 
una  interesante  efigie  de  la  Virgen,  sedente,  de  madera  policromada 
con  el  Niño  en  brazos,  bendiciendo,  tipo  de  fin  del  siglo  xii. 

(2)  Obtenidas  por  indicación  del  que  esto  escribe,  como  comisionado 
de  la  Diputación  de  Barcelona  y  del  Instituí,  para  realizar  el  inventario 
artístico  de  la  provincia  de  Huesca,  en  el  año  último  de  1917. 


TARIKA,    V    LA    I'OLITICA    DE    SAN'CHO    IV    DE    CASTILLA  419 

demasiada  severidad,  llevados  acaso  por  la  impresión  de  la  rebel- 
día de  este  Monarca  contra  su  padre  el  sabio  Alfonso  X,  cóm- 
plice de  sus  propias  desgracias  por  funestas  vacilaciones. 

Benavides,  entre  otros,  niega  íi  Sancho  l\  las  cualidades  gue- 
rreras de  su  padre  y  abuelo,  reprochándole  duramente  no  resca- 
tase de  los  moros  sino  Tarifa,  sin  pensar  que  en  su  corto  rei- 
nado hubo  de  resolver  complicados  problemas.  Pocos  años  más 
de  vida  le  hubieran  bastado  al  nieto  de  San  Fernando  para  rea- 
lizar sus  bien  organizados  proyectos,  pasando  á  la  posteridad 
cubierto  de  gloria,  pero  la  muerte  implacable  segó  en  plena  ju- 
ventud la  vida  del  esforzado  Rey,  cuando  empezaba  á  dar  fruto 
su  labor  de  Gobierno,  cayendo  en  el  abismo  de  una  desastrosa 
minoría  todos  los  grandes  planes  y  las  fundadas  esperanzas. 

La  toma  de  Tarifa  tiene  mucha  más  importancia  de  la  que 
hasta  ahora  se  le  ha  dado,  pues  esa  plaza  fuerte  era  un  centinela 
(m  el  Estrecho  para  estorbar  los  desembarcos  de  los  africanos, 
un  punto  de  apoyo  en  todas  las  campañas  que  se  siguieron  y 
representaba  el  golpe  primordial  dado  para  expulsar  de  España  á 
la  Casa  de  Marruecos,  constituida  por  los  inquietos  Benimerines, 
que  con  sus  frecuentes  ataques  al  de  Castilla  eran  un  grave 
peligro  para  la  tranquilidad  de  Andalucía. 

El  sitio  de  Tarifa  no  es  un  hecho  aislado,  sino  el  primer  paso 
de  una  gran  campaña  preparada  para  apoderarse  de  las  llaves 
del  Estrecho.  Dueño  el  cristiano  de  Algeciras  y  Gibraltar  evita- 
ría posible  auxilio  de  los  africanos  á  sus  correligionarios  del  reino 
de  Granada,  tal  vez  meta  no  lejana  de  las  aspiraciones  de  San- 
cho el  Bravo.  El  soberano  de  Castilla  tenía  su  más  firme  auxiliar 
en  la  enérgica  Reina,  pues,  como  veremos.  Doña  Maria  la  Grande 
toma  parte  principal  en  la  dirección  de  esta  empresa,  particular- 
mente cuando  el  Rey  empeoró  de  su  cruel  dolencia,  en  el  mo- 
mento crítico  de  estar  dispuesto  para  ir  sobre  Algeciras. 

Para  Guzmán  el  Bueno,  el  sublime  defensor  de  Tarifa,  serán 
pálidas  cuantas  alabanzas  se  le  tributen;  pero  su  hecho  heroico, 
envuelto  en  el  apasionado  lenguaje  de  la  leyenda,  ha  obscure- 
cido toda  una  campaña,  siendo  su  altísimo  sacrificio  un  episodio 
de  aquella  lucha  de  razas  no  interrumpida  en  toda  la  Edad  Media 


420  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

española.  A  la  hazaña  gloriosísima  del  leal  caballero  hay  que 
darle  el  valor  histórico  que  tiene  respecto  á  los  hechos  genera- 
les subsiguientes  de  mayor  importancia  por  sus  efectos,  si  bien 
infinitamente  más  pequeños  vistos  desde  la  cumbre  de  las  gran- 
des virtudes. 

También  hemos  de  hacer  resaltar  figuras  desconocidas,  como 
la  de  Juan  Mathé  de  Luna,  Camarero  mayor  de  Sancho  IV,  y  la 
de  Fernán  Pérez,  «chanceller  del  sello  de  la  poridat»,  prudentes 
consejeros  del  Rey,  laboriosos  y  activos,  que  exentos  de  ambicio- 
nes bastardas  trabajaron  con  celo  inusitado  por  el  bien  de  la 
patria,  meditando  en  los  problemas  y  orientando  al  Monarca  con 
sus  consejos.  Mientras  los  poderosos  señores  quebrantaban  la  au- 
toridad real  con  sus  discordias  mezquinas,  disgregando  las  ener- 
gías del  reino,  estos  dos  hombres,  de  más  humilde  linaje,  á  quienes 
no  movían  las  rivalidades  personales  de  grandeza,  dedicaron  su 
esfuerzo,  sin  escatimarlo,  á  la  empresa  contra  el  infiel,  verdadera 
política  patriótica,  encaminada  á  reconstituir  la  unidad  nacional. 

Otro  aspecto  interesante  de  esta  campaña  es  la  alianza  con 
Aragón,  que  cambia  su  proceder  hacia  Castilla,  tornando  su  con- 
ducta hostil  en  solícita  amistad,  cuando  ve  crecer  el  prestigio 
internacional  de  Sancho  el  Bravo.  La  unión  de  los  dos  reinos 
peninsulares  hubiera  dado  excelentes  frutos  en  la  reconquista 
si  no  ocurre  la  funestísima  muerte  de  Sancho  IV,  pues  Jaime  II, 
viendo  á  Castilla  débil  y  convulsa  por  la  turbulenta  minoría  de 
Fernando  IV,  vuelve  á  la  antigua  y  tradicional  política  aragonesa 
contra  el  reino  castellano. 

El  magno  proyecto  pierde  mucho  de  su  importancia  con  I.a 
desaparición  de  Sancho  IV,  pero  como  era  empresa  de  la  ani- 
mosa Doña  María  de  Molina  y  del  perseverante  Juan  Mathé,  lo 
vemos,  en  parte,  realizado  años  más  tarde. 


Sancho  IV  dedicó  los  primeros  años  de  su  reinado  á  sosegar 
sus  revueltos  Estados,  suspendiéndose  la  lucha  latente  entre  mo- 
ros y  cristianos,  pues  embargaban  la  atención  del  Rey  muy  di- 


TARIFA,    Y    LA    POLÍTICA    DE    SANCHO    IV    DE    CASTILLA  42  I 

versas  preocupaciones,  entre  ellas  la  rivalidad  con  los  Infantes 
de  la  Cerda,  aspirantes  al  trono,  que  fueron  apoyados  sucesiva- 
mente por  Pedro  III  y  Alfonso  III  de  Aragón;  y  además  le 
preocupaban  los  asuntos  con  Francia  y  el  continuo  sobresalto 
causado  por  las  maquinaciones  de  su  hermano,  el  turbulento 
Infante  I).  Juan,  á  quien  secundaban  poderosos  magnates. 

Desde  el  sitio  de  Jerez,  en  1 285,  no  hay  encuentros  entre  cas- 
tellanos y  musulmanes.  En  este  año,  según  la  Crónica  de  San- 
cho IV,  el  Monarca  consiguió  atemorizar  al  marroquí  Aben 
Jucef  (i),  pero  siguiendo  á  los  cronistas  árabes  fué  el  Sultán  de 
Marruecos  el  que  impuso  al  Rey  de  Castilla  una  paz  rigurosa  (2). 
Entonces  se  ajustaron  treguas,  pero  no  tenemos  noticia  por 
cuánto  tiempo,  aunque  suponemos  fueran  por  cinco  años,  pues 
Ortiz  de  Zúñiga  habla  en  el  año  1290  de  que  «estaban  para  ex- 
pirar las  treguas»  (3). 

De  1284  es  la  carta  de  Pedro  III  de  Aragón  á  Sancho  IV  con- 
testando á  la  que  éste  le  escribiera  comunicándole  halló  en  buen 
estado  tierras  de  Sevilla  y  lo  que  «feciera  con  el  Rey  de  Gra- 
nada» y  «el  fecho  de  Aben  Jugef»  (4).  Ortiz  de  Zúñiga  (5)  refiere 
ciertas  deslealtades  ocurridas  en  el  campamento  cristiano  ante 
Jerez,  que  obligaron  á  Sancho  IV^  á  dar  oídos  á  pactos  y  treguas; 
éstas  se  le  proponían  con  el  granadino  ó  con  Aben  Jucef,  deci- 
diéndose á  tratar  con  este  último.  Quizá  en  esto  no  estuviese 
ausente  la  mano  de  Pedro  III,  que  por  entonces  pactaba  con 
Granada,  y  Tremecén  contra  Castilla  (6),  Con  estas  treguas  que- 
daba aplazada  la  enemistad  entre  el  marroquí  y  el  castellano.  Ya 
en  el  año  1290  leemos  en  la  Crónica^  empezaron  las  amenazas 


(i)  Crónicas  de  los  Reyes  de  Casulla.  Edición  Rivadeneyra;  Madrid,  1875, 
capítulo  II,  pág.  71. 

(2)  El  Cartas:  Noticia  de  los  Reyes  del  Mogreb  é  historia  de  la  ciudad  de 
Fez,  por  Aben  Abi  Zara.  Traducción  castellana  de  A.  Huici;  Valencia,  1918» 
pág.  365. 

(3)  Ortiz  de  Zúñiga:  Anales  de  Sevilla;  Madrid,  1677,  pág,  146. 

(4)  Jiménez  Soler:  La  Corona  de  Aragón  y  Granada;  Barcelona,  1908, 
pág.  23. 

(5)  Anales  de  Sevilla.  Ed.  cit.,  pág.  141. 

(6)  Jiménez  Soler:  Ob.  cit.,  pág.  24. 


422  boletín    de    la    REAL    ACADEMIA    UE    LA    HISTORIA 

de  los  moros,  y  en  los  cronistas  árabes  se  dice  partió  la  agresión 
de  los  cristianos;  lo  cierto  de  esto  es  que  por  entonces  se  rom- 
pieron las  hostilidades  con  los  Benimerines. 

Para  comprender  la  situación  de  Sancho  IV  al  comenzar  el 
año  1 29 1,  debemos  fijarnos  antes  en  las  relaciones  internaciona- 
les de  Castilla  en  aquel  entonces,  pues  en  la  empresa  contra  Ta- 
rifa juegan  papel  importante  Aragón,  Granada  y  Marruecos,  é 
indirectamente  Francia,  Portugal  y  Tremecén.  Los  intereses  de 
estos  países,  entrelazados  casualmente,  producen  efectos  y  pre- 
paran circunstancias  especiales  que  modifican  los  hechos,  por  lo 
cual  nos  conviene  conocer  su  movimiento  político  para  explicar- 
nos muchos  sucesos  de  Castilla. 

La  hábil  política  de  Sancho  IV  consistió  en  librarse  de  la  ame- 
naza de  sus  sobrinos  los  Infantes  de  la  Cerda,  que  eran  un  arma 
en  mano  de  Aragón  contra  Castilla,  puesto  que  residían  en  tierra 
aragonesa  (iV  Rl  medio  empleado  por  el  Rey  castellano  para 
conseguir  este  fin  fué  pactar  con  Francia,  donde  buscaban  apoyo 
Alfonso  de  la  Cerda  y  su  madre  Doña  Blanca  de  Francia;  de  esta 
manera  vSancho  IV  les  quitaba  una  fuerza  á  sus  rivales  y  al  mis- 
mo tiempo  se  hacía  temible  al  Rey  de  Aragón,  enemigo  de  Fran- 
cia. Sancho  no  tuvo  que  vencer  grandes  dificultades  para  llegar 
á  la  concordia  con  Felipe  el  Hermoso,  quien  no  tomaba  con  gran 
calor  la  defensa  de  sus  primos,  conviniéndole  más  la  amistad  con 


(i)  Alfonso  X,  al  morir,  viendo  la  rebelión  de  Don  Sancho,  dejó  el  tro- 
no en  su  testamento  al  Príncipe  Alfonso  de  la  Cerda,  hijo  de  su  primogé- 
nito el  difunto  Infante  D.  Fernando  y  Doña  Blanca  de  Francia,  pero  lo  ocu- 
pó Don  Sancho  que  había  sido  jurado  heredero  á  la  muerte  de  su  hermano 
mayor  el  Infante  D.  Fernando  de  la  Cerda,  ocurrida  el  año  1275. 

El  apoyo  de  Aragón  á  los  Infantes  de  la  Cerda  se  debe  al  parentesco  de 
éstos  con  sus  Reyes  (el  mismo  que  tenía  Sancho),  y  que  D.^  Violante,  ma- 
dre de  Sancho  IV  y  abuela  de  los  la  Cerda,  alegó  buscando  auxilio  para 
sus  nietos,  de  quienes  fué  decidida  defensora;  hermana  de  Pedro  III,  tra- 
bajó sin  descanso  para  inclinarlo  al  partido  de  los  Infantes  de  la  Cerda. 

Con  Portugal  también  trataron,  por  ser  la  santa  Reina  Isabel  mujer  de 
D,  Dionis,  Princesa  aragonesa,  hermana  de  Jaime  II. 

Doña  Blanca,  viuda  del  primogénito  de  Alfonso  X,  era  hija  de  San  Luis 
y  hermana  de  Felipe  III,  Rey  de  Francia.  Así  los  Infantes  de  la  Cerda  eran 
primos  hermanos  de  Felipe  IV  el  Hermoso,  por  lo  cual  Doña  Blanca  bus- 
caba en  su  sobrino  un  auxiliar  contra  Sancho  IV. 


TAKIKA,    Y     LA    POLÍTICA    L)E    SANCHO    IV    [)E    CASTILI  A  433 

Sancho  I\^  (l).  Francia,  en  su  eterna  contienda  contra  Inj^Hati-rra, 
necesitaba  un  aliado  en  el  Sur,  más  aún  por  estar  en  guerra 
abierta  con  Aragón,  resultando  que  la  unión  de  Francia  y  Cas- 
tilla era  provechosa  á  los  dos  reinos. 

En  Abril  de  1290  se  firma  el  tratado  de  Bayona  (2),  triunfo 
diplomático  de  Sancho  I\',  quien,  reconociendo  la  importancia 
del  hecho  que  lo  ponía  en  ventajosísimas  condiciones,  conme- 
mora esa  paz  en  los  privilegios  rodados  de  aquel  año,  que  el 
sobredicho  Rey  Don  Sancho  se  vio  en  la  ciudad  de  Bayona  con 
el  Rey  Don  Felipe  de  Francia,  su  primo  Cormano,  et  pusieron  su 
amor  en  uno  et  sacaron  todas  las  estrannegas  que  eran  entre  ellos 
et  apartóse  la  cassa  de  Francia  de  todas  las  demandas  que  auía 
contra  la  cassa  de  Castilla  ^  (3).  Estas  demandas  eran  el  pleito  de 
los  Infantes  de  la  Cerda,  que  perdían  toda  esperanza  respecto  á 
Francia.  Luego  se  siguieron  cordialísimas  negociaciones  entre 
Sancho  IV  y  Felipe  el  Hermoso,  á  fin  de  unir  los  dos  reinos  por 
medio  de  matrimonios  entre  los  Príncipes  de  ambas  casas  rei- 
nantes. 

En  cuanto  al  reino  aragonés,  la  situación  de  Sancho  IV  mejo- 
raba notablemente  con  la  subida  al  trono  de  Jaime  II  (junio, 
1291),  monarca  propicio  á  Castilla;  esta  benevolencia  del  nuevo 
Rey  aragonés  hacia  el  castellano,  era  la  consecuencia  más  feliz 
de  la  paz  de  Bayona.  Sancho  IV,  unido  á  Francia,  podía  ser  un 
enemigo  formidable  para  Aragón  ó  un  excelente  intermediario 
con  Francia,  por  lo  cual  el  político  Jaime  II  se  ofreció,  no  sólo 
como  amigo,  sino  como  esposo  para  la  hija  del  Rey  de  Castilla  (4 ). 
La  discordia  entre  el  reino  aragonés,  la  Iglesia  y  Francia  conti- 
nuaba por  la  actitud  de  Jaime  II  no  renunciando  al  trono  de  S¡- 


(i)  Daumet:  J\íémo¿res  sur  les  Relatio7is  de  la  France  et  de  la  Castille  de 
1255  a  1320;  París,  págs.  100  y  siguientes.  Felipe  el  Hermoso,  primo  her- 
mano de  los  Infantes  de  la  Cerda,  era  primo  segundo  de  Sancho  IV. 

(2)  Daumet:  Ob.  cit.,  pág.  112. 

(3)  Privilegio  dado  á  la  Catedral  de  Sevilla  el  8  de  Diciembre  de  1290, 
leg.  5,  núm.  2,  Archivo  de  la  Catedral  de  Sevilla,  y  en  otro  de  1291,  Enero 
II,  dado  al  Abad  de  Santillana,  Archivo  de  la  Colegiata  de  Santillana  (sin 
signatura). 

(4)  Crónica,  cap.  vm,  pág.  85 


424  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

cilia;  por  tanto,  Sancho  IV  debía  medir  sus  pasos,  pues  si  bien 
deseaba  la  alianza  con  Jaime,  quería  evitar  cualquier  reproche 
por  parte  de  Francia.  Por  eso,  en  cuanto  empezó  á  tratar  con  el 
aragonés,  Sancho  mandó  sus  embajadores  á  París  para  explicar 
su  proceder  (l).  Veamos  ahora  cómo  se  desarrollan  las  negocia- 
ciones con  Aragón. 

El  Rey  de  Castilla  no  supo  la  muerte  de  Alfonso  III,  ocurrida 
en  Junio  de  1 29 1,  hasta  el  mes  de  Septiembre  cuando  iba  camino 
de  Ciudad  Rodrigo  á  verse  con  el  Rey  de  Portugal,  pues  los  me- 
ses de  Julio  y  Agosto  los  pasó  Sancho  dominando  las  revueltas 
de  D.  Juan  Núñez  y  Juan  Alfonso  de  Alburquerque  (2);  en  Julio 
fué  en  romería  á  Santiago,  donde  estaba  el  día  29  (3).  Creemos, 
por  coincidir  exactamente  con  la  fecha,  que  el  mensajero  porta- 
dor de  la  noticia  del  fallecimiento  de  Alfonso  III  es  Martín  de 
Sayas,  «mensaiero  de  Aragón»,  á  quien  se  le  dan  800  maravedís 
«por  bestias  que  le  mandamos  tomar»,  como  dice  la  carta  de 
Sancho  IV  de  18  de  Septiembre  de  1 29 1,  dada  en  Ciudad  Ro- 
drigo al  Obispo  de  Astorga  (4);  en  el  mismo  documento  encon- 
tramos otra  cláusula  «á  P'ernán  Pérez,  fijo  de  García  fferrández 
de  Piria,  que  le  mandó  dar  la  Reyna  Donna  Alaría,  mi  muger, 
para  una  muía  quando  lo  mandó  en  nuestro  servicio  á  Aragón, 
DC  mrs.»;  quizá  este  Fernán  Pérez  llevara  la  respuesta  de  Cas- 
tilla al  nuevo  Monarca  aragonés. 

Algún  autor  ha  sostenido,  en  nuestro  sentir  equivocadamente, 
que  al  subir  al  trono  Jaime  II  se  disputaban  su  amistad  Abenja- 
cob,  de  Marruecos;  Mohamed  Aben  Alahmar,  de  Granada,  y 
Sancho  IV,  de  Castilla;  este  último  por  temor  á  los  [Infantes  de 
la  Cerda  (5). 


(i)     Daumet:  Ob.  cit.,  págs.  iii  y  112. 

(2)  Crónica,  cap.  viii,  pág.  85. 

(3)  Carta  de  Sancho  IV  á  la  Iglesia  de  Santiago  (inserto  en  uno  de 
Juan  II).  Boletín  de  la  Comisión  de  Monumentos  de  Orense,  tomo  v;  Diciem- 
bre, 1915.  Doc.  núm.  105. 

(4)  Documento  en  que  se  le  toma  cuenta  de  cierta  cantidad  á  D.  Mar- 
tín, Obispo  de  Astorga.  Biblioteca  Nacional.  Mss.  18.739',  I^^  nuestra  co- 
lección en  prensa. 

(5)  Jiménez  Soler:  Ob.  cit.,  pág.  25. 


TARIFA,    Y    LA    POLÍTICA    DE   SANCHO    IV    DE    CASTILLA  425 

De  las  embajadas  musulmanas  se  conservan  documentos,  pero 
(le  Castilla  nada  se  sabe  en  este  sentido,  y  podemos  afirmar,  ba- 
sándonos en  los  datos  hasta  ahora  conocidos,  que  la  solicitud  de 
alianza  partió  de  Jaime  II  y  no  de  Sancho  IV.  El  Rey  castellano, 
después  de  los  tratados  con  Francia,  á  los  cuales  se  sometían  los 
Infantes  de  la  Cerda,  nada  podía  temer  de  sus  rivales;  en  cam- 
bio al  aragonés  le  convenía  la  amistad  con  Sancho,  buen  media- 
dor para  la  cuestión  aragonesa  con  Francia.  Esta  afirmación  debe 
dejarse  sentada  para  comprender  mejor  el  curso  de  las  negocia- 
ciones entre  los  dos  reinos  hispanos,  pues  en  todas  las  cartas  de 
Jaime  II  á  Sancho  IV  se  ve  el  deseo  del  primero  en  agradar  al 
.Monarca  de  Castilla  (l). 

Si  el  castellano  podía  interponer  su  influencia  cerca  de  Felipe 
el  Hermoso  en  favor  de  Jaime,  en  compensación  obtendría  de 
éste  auxilios  materiales  en  la  guerra  contra  el  moro;  además,  Jai- 
me era  buen  arbitro  en  las  relaciones  de  Sancho  el  Bravo  con  los 
musulmanes,  con  quienes  Aragón  había  mantenido  trato  amis- 
toso. Tales  eran  los  dos  puntos  de  vista. 

Zurita  dice  que  al- llegar  Jaime  el  Justo  á  Barcelona  (Agosto 
de  1 291),  Alfonso  de  la  Cerda  quiso  reanudar  los  pactos  habidos 
entre  él  y  Alfonso  III  contra  el  Rey  Bravo;   pero  tal  propuesta 


(i)  Es  muy  importante  recordar  la  situación  de  Jaime  II  respecto  á 
Francia  y  la  Santa  Sede,  para  lo  cual  es  necesario  remontarse  siete  lustros. 
Cuando  en  1 266  murió  Manfredo,  Regente  de  Sicilia,  y  dos  años  más  tarde 
desapareció  su  sobrino  Conradino,  quedaba  como  representante  de  la 
casa  de  Suabia  en  el  pleito  de  güelíos  y  gibelinos,  el  Rey  Pedro  III  de 
Aragón,  por  estar  casado  con  la  hija  de  Manfredo,  y  empezó  la  larga  cues- 
tión con  Carlos  de  Anjou,  á  quien  el  Papa  había  dado  en  feudo  el  reino 
de  Sicilia.  Después  de  empeñadas  luchas,  el  Pontífice  francés  Martino  IV 
excomulgó  á  Pedro  III,  y  dio  la  investidura  de  Aragón  á  Carlos  de  Valois, 
hijo  segundo  del  Rey  de  Francia  (Mayo,  1284).  Luego  sabemos  las  treguas 
y  paces  no  cumplidas  en  tiempo  de  Pedro  III  y  Alfonso  III.  Este  último, 
poco  antes  de  morir,  firmó  el  tratado  de  Tarascón  (Febrero,  1291),  por  el 
cual  recobraba  su  reino,  sometiéndose  á  pagar  tributo  á  la  Iglesia  y  obli- 
gándose á  exigir  de  su  hermano  Jaime  la  renuncia  de  la  Corona  siciliana. 
En  tal  estado  las  cosas,  muere  Alfonso  III,  y  Jaime  no  renuncia  al  reino 
de  Sicilia,  del  que  entonces  era  Rey  nominal  el  hijo  de  Carlos  de  Anjou, 
llamado  Carlos  el  Cojo,  Príncipe  de  Salerno,  cuyos  hijos  estaban  presos 
en  Aragón. 

TOMO  Lxxiv  28 


4^6  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMU    DE    I,A    HISTORIA 

no  fué  aceptada,  porque  <;el  Rey  Don  SancKo  estaua  ya  tan  apt>- 
derado  del  Regno  y  tenía  tan  ganadas  las  voluntades  de  todos 
los  pueblos,  que  la  causa  de  Don  Alfonso  estaua  muy  desfauore- 
cida,  así  en  fuergas  como  en  reputación)  (l);  y  en  un  relato  ca- 
talán publicado  en  el  Memorial  Histórico  Español  (2)  se  refiere 
que  cuando  Jaime  vino  y  encontró  guerra  entre  Aragón  y  Cas- 
tilla, porque  su  difunto  hermano  Alfonso  apoyaba  á  los  Infantes 
de  la  Cerda  «veen  que  per  esta  rao  no  devia  esser  en  guerra  ab 
lo  dit  Rey  Don  Sanxo,  qui  es  cosí  germá  seu,  maná  per  ses  fron- 
leres  que  mal  no  fos  fet  en  Castela^-,  y  en  igual  sentido  dio  sus 
órdenes  el  Rey  castellano  respecto  á  las  fronteras  de  Aragón. 
Naturalmente,  el  primer  paso  fue  suspender  las  hostilidades,  ex- 
pidiéndose las  oportunas  cartas  con  este  fin  á  los  almogávares 
de  Murcia  (3);  al  alcaide,  juez  y  oficiales  de  Albarracín  (4),  á 
Sangüesa  (5)  y  á  Berenguer,  Mayoral  de  los  ballesteros  de  San- 
cho IV  (6),  en  la  frontera  aragonesa.  Estos  despachos  se  dieron 
con  fechas  de  15,  1/  y  19  de  vSeptiembre  (1291),  y  creemos  fue- 
ran consecuencia  de  la  determinación  tomada  por  los  dos  Reyes 
en  las  cartas  cambiadas  por  medio  de  los  mensajeros  Martín  de 
Sayas,  aragonés,  y  del  castellano  Fernán  Pérez,  hijo  del  de  Piria, 
que  antes  hemos  mencionado.  Seguramente,  en  cuanto  éstos  lle- 
garon á  Aragón  con  la  respuesta  de'vSancho,  Jaime  II  mandó  sus 
embajadores  á  Castilla,     l-^napres  foren  trameses  cartes  del  Se- 


(i)  Gerónimo  de  C^urita:  Anales  déla  Corona  de  Aragón;  C,;arago9a,  161  o, 
tomo  I,  fol.  396. 

(2)  Metn.  Hisi.  Esp.,  tomo  iii,  pág.  452. 

(3)  Mem.  Hisi.  Esp.,  tomo  iii,  pág.  461,  y  en  la  pág.  460  se  publica  la 
carta  enviada  por  Jaime  II  á  Juan  Sánchez,  Adelantado  de  Castilla  en  Mur- 
cia, comunicándole  la  orden  dada  á  los  almogávares. 

(4)  Archivo  de  la  Corona  de  Aragón,  reg.  90,  fol.  46. 

(5)  Archivo  de  la  Corona  de  Aragón,  reg.  90,  fol.  46.  Las  cartas  á  San- 
güesa y  Albarracín  están  escritas  en  idénticos  términos  que  la  dirigida  á 
los  almogávares  de  Murcia. 

(6)  Archivo  de  la  Corona  de  Aragón,  reg.  90,  fol.  46.  Véase  Apéttdice. 
El  García  Ferrández  que  se  nombra  en  este  documento  como  enviado  por 
el  Rey  de  Castilla  debe  ser  García  fferrández  de  Piria,  padre  de  Fernán 
Pérez,  quien,  como  hemos  visto  antes,  fué  á  Aragón  por  mandado  de  la 
Reina  Doria  María. 


TAKIFA,    Y    LA    POLÍTICA    DE    SANCHO    IV    DE    CASTILLA  427 

nvor  Rey  Don  Jacnic  al  Senyor  Rey  Don  Sanxo,  c  niissatges 
vengren  de  laun  al  altre  per  creximent  damor  et  damistat  entre 
ells,  axi  quel  noble  Don  Lop  Ferrench  de  Luna,  en  Aiaman  De- 
gudal  qui  foren  missatges  aportaren  lo  fet  damor  dells  a  acaba- 
ment»,  acordándose  que  fueran  amigos  de  amigos  y  enemigos 
de  enemigos,  y  que  Don  Jaime  tomaría  por  esposa  á  la  Infanta 
Doña  Isabel,  hija  de  Sancho  el  Bravo  (l). 

Don  Lope  Ferrench  de  Luna  estaba  ya  en  la  Corte  de  San- 
cho I\'  el  15  de  Septiembre,  pues  confirma  un  privilegio  dado 
en  Ciudad  Rodrigo,  á  donde  le  acompañara  el  enviado  aragonés, 
quien  figura  como  vasallo  del  Rey,  lo  cual  nos  hace  pensar  tra- 
jera amplios  poderes  de  su  Soberano,  )'  para  más  seguridad  en 
los  pactos,  el  P^mbajador  hiciera  homenaje  al  Rey  de  Castilla  (2). 
Entonces  debieron  concertarse  las  vistas  de  Monteagudo,  llegan- 
do á  esta  población  Sancho  IV  á  fines  de  Noviembre  de  1 29 1, 
ratificándose  allí  todos  los  extremos  ya  convenidos.  Además,  el 
de  Castilla  no  debía  pactar  con  F'rancia  ni  con  otros  Príncipes 
sin  consultar  á  Jaime,  quien  á  su  vez  se  obligaba  en  idénticas 
condiciones  respecto  al  castellano;  se  fijó  para  el  mes  siguiente 
en  vSoria  otra  entrevista  y  allí  sería  entregada  la  Infanta  Isabel  al 
Rey  aragonés  (3). 

Como  para  este  trabajo  sólo  nos  interesa  directamente  lo  re- 
ferente á  las  relaciones  con  los  musulmanes,  á  ellas  dedicaremos 
nuestra  preferente  atención,  ya  que  hemos  dejado  trazados  los 
rasgos  generales  de  la  cuestión  mternacional. 

En  el  tratado  de  Monteagudo  se  acordó  que  Jaime  ayudase  á 
Sancho  con  veinte  galeras  para  defenderse  de  la  agresión  de 
Abenjacob.  que  entonces  sitiaba  á  V'ejer  (4).  Además',  se  marcó 


(1)  A/em.  Hist.  Esp.,  tomo  iii,  pág.  453.  La  Infanta  Isabel  cumpliría  los 
ocho  años  de  edad  en  Diciembre  de  129 1. 

(2)  íDon  Lope  Fenenque  de  Luna,  uassallo  del  Rey»;  cf.  Priv.  rodado 
de  Sancho  IV  á  la  Catedral  de  Orense,  dado  el  15  de  Septiembre  de  i2yi 
en  Ciudad  Rodñgo.  Bo/e/ín  de  la  Comisión  de  Monnmenios  de  Orense^  towo  v, 
año  1915,  núm.  100. 

(3)  Zurita:  Anales,  tomo  i,  fol.  349  y  349  v. 

(4)  Zurita:  Anales,  tomo  i,  fol.  349  v. 


438  BOLETÍN   DE    LA    REAL   ACADEMIA   DE    LA    HISTORIA 

el  límite  de  la  conquista  de  Berbería,  correspondiendo  á  Castilla 
desde  el  río  Muluya  hacia  Ceuta  y  del  Muluya  en  dirección  á 
Bugía  y  Túnez  al  reino  aragonés  (l);  dato  importante,  lección 
de  actualidad,  que  en  aquella  época  señalaba  las  justas  am- 
biciones de  expansión  de  los  dos  reinos  iberos.  En  el  preámbulo 
del  contrato  matrimonial  de  Jaime  II  con  la  Infanta  Doña  Isabel 
se  hizo  constar,  como  justificación  de  la  dispensa  que  el  Papa 
debía  concederles,  que  esta  unión  se  hacía  para  defender  la  Fe 
Cristiana,  pues  los  moros  aprovechaban  las  discordias  entre  los 
Príncipes  cristianos  para  invadir  la  Península  é  introducir  la  «ley 
barbárica»  (2). 

Ahora  retrocedamos  unos  meses  en  nuestra  narración  para 
conocer  la  actitud  de  Jaime  con  los  moros.  Cuando  en  Agosto 
(1291)  vino  á  su  reino  el  heredero  de  Alfonso  III  le  esperaban 
embajadores  de  Marruecos  y  Granada  que  deseaban  ratificar  la 
amistad  existente  con  el  Rey  difunto  (3);  Jaime  II  les  contestó 
con  evasivas,  quizá  dando  tiempo  á  que  llegara  la  respuesta  del 
Monarca  de  Castilla  y,  según  fuera  ésta,  ajustar  su  conducta  con 
los  musulmanes. 

Las  cartas  del  Rey  de  Aragón  á  Abenjacob  y  á  Mohamed  II 
son  de  28  de  Agosto.  Después  volvió  á  la  Corte  aragonesa  otro 
enviado  de  Granada,  Hagén  el  Toledano,  quien  al  regresar  llevó 
para  el  Sultán  granadino  una  carta  afectuosa  de  Jaime  II,  fechada 
en  Calatayud  el  17  de  Octubre,  diciéndole  entre  otras  cosas:  «E 
embiamos  uos  degir  con  ellos  [los  primeros  embajadores  de  (ira- 
nada]  que  nos  plagia  auer  amor  con  uos  é  otrossí  que  nos  plagia  de 
uos  tractar  en  abinencia  de  nos  é  del  Rey  de  Castiella  don  Sanxo, 
nuestro  córmano  segund  que  por  uos  se  tractaua  entrel  Rey  de 
Castilla  don  Sanxo  é  el  Rey  don  alfonso  nuestro  hermano.  Como 
quier  que  entre  nos  é  éll  no  ha  sino  bien  y  debdo  muy  gran»  (4). 


(i)     Mem.  Hist.  Esp.^  lomo  iii,  pág.  456. 

(2)     Aíem.  Hist.  Esp.,  tomo  iii,  pág.  457. 

(3;    Jiménez  Soler:  Ob.  cit.,  pág.  25. 

(4)  Reg.  55,  fol.  54.  Véase  Apéndice.  El  Sr.  Jiménez  Soler  dice  que 
esta  carta  se  publicó  en  el  Mem.  Hist.  Esp.,  tomo  iii,  pero  sólo  se  hace  una 
referencia  á  la  embajada  de  Ha^én. 


TARIFA,    Y    LA    POLÍTICA    DE    SANCHO    IV    DE    CASTILLA  429 

En  efecto,  ya  en  esta  fecha  (Octubre  1 291)  existía  completa  ar- 
monía entre  Aragón  y  Castilla  y,  por  tanto,  estaban  de  más  los 
buenos  oficios  del  Na/^arí  como  intermediario  pacificador,  papel 
que  seguramente  pensaba  explotar  en  su  provecho  el  Rey  de 
Granada.  Luego,  el  l.°  de  Diciembre,  desde  Soria  escribe  Jaime 
á  Mohamed  Aben  Alahmar,  comprometiéndose  á  hacer  guardar 
á  su  suegro  (Sancho  IV)  las  posturas  que  «son  scriptas  en  los 
privilegios  de  las  pages  que  vos  con  éll  avedes»  (l). 

Jaime  II,  sometiéndose  á  las  consecuencias  de  la  paz  con  Cas- 
tilla, se  hizo  amigo  del  granadino,  quien  entonces  estaba  en  bue- 
nas relaciones  con  Sancho,  pero  con  Abenjacob  hubo  de  seguir 
otra  táctica,  puesto  que  el  marroquí  era  enemigo  del  castellano 
y  en  aquellas  fechas  (otoño  de  1 29 1)  sitiaba  la  villa  de  Vejer. 
El  Rey  de  Aragón,  obrando  con  habilidad,  no  hizo  pública  la 
ruptura  con  Marruecos,  y  el  8  de  Diciembre  (1291),  en  Soria, 
escribe  á  las  autoridades  de  Barcelona  y  al  Baüíp  mayor  de  Ma- 
llorca, manifestándoles  que  por  haber  hecho  paz  con  Sancho  de 
Castilla  debe  ayudarle  en  la  guerra  contra  el  Sultán  de  Fez,  por 
lo  cual  les  ordena  avisen  secretamente  á  sus  subditos  y  merca- 
deres residentes  en  Alcudia  y  demás  tierras  de  Abenjacob,  sal- 
gan de  ellas  con  sus  haciendas  (2).  Esto  debía  ser  una  medida 
preventiva,  pues,  por  lo  visto,  se  trataba  simultáneamente  de  lle- 
gar antes  á  un  acuerdo  entre  Sancho  y  el  marroquí,  mediante  la 
intervención  de  Jaime  II,  á  quien  el  Rey  de  Castilla  le  dio  poder 
€l  16  del  mismo  mes  (Diciembre,  1 291)  para  que  fuera  arbitro 
entre  él  y  Abenjacob  (3).  También  recibió  el  Soberano  aragonés 
un  mensajero  deTremecén,  á  quien  confirmó  la  buena  amistad  (4). 
Luego  veremos  lo  que  representaba  para  los  Reyes  españoles  la 
alianza  con  este  reino  africano. 

Para  la  claridad  de  estos  sucesos  es  indispensable  tener  en 


(i)     Mcfn.  Hist.  Esp.,  tomo  iii,  pág.  467. 

(2)  Mem.  Hist.  Esp.,  lomo  iii,  pág.  468. 

(3)  Jiménez  Soler:  Ob.  cit.,  pág.  31. 

(4)  Archivo  de  la  Corona  de  Aragón,  reg.  55,  íol.  54.  En  el  tomo  iii 
<iel  Mem.  Hist.  Esp.,  pág.  452,  se  hace  referencia  á  estos  pactos. 


43°  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

cuenta  las  luchas  continuas  que  sostenían  en  el  Norte  de  7\frica 
por  antiguas  rivalidades  de  familia,  el  Benimerín  Abenjacob^ 
Sultán  de  Marruecos,  y  el  Abd  el  Onadita  Otmán,  Rey  de  Tre- 
mecen. 

En  la  primavera  de  1 290  Abenjacob  había  corrido  las  tierras 
de  Otmán,  y  en  Septiembre  del  mismo  año  sitió  la  ciudad  de 
Tremecén,  que  se  resistió  tenazmente  (l).  Esto  nos  explica  la 
solicitud  del  Abd  el  Onadita  hacia  los  Monarcas  cristianos,  ene- 
migos de  Abenjacob  en  aquella  época  (1291).  Otmán,  fiel  á  la 
política  de  su  padre  (el  bravo  Yagmoracén),  había  mantenido 
buenas  relaciones  con  el  granadino  Aben  Alahmar  y  el  Rey  cris- 
tiano (Sancho  IV),  lo  que  no  le  perdonó  nunca  el  Sultán  de 
Fez  (2).  Para  Castilla  era  provechosísima  la  alianza  con  Treme- 
cén, pues  mientras  Abenjacob  tuviera  amenazados  sus  dominios 
africanos  por  el  Abdeluadita  no  podía  atender  eficazmente  á  los 
asuntos  de  España,  dividiéndose  así  las  fuerzas  militares  del 
Benimerin. 

La  situación  de  Granada  era  desde  luego  la  más  difícil;  al 
-Nazarita  no  le  convenía  la  enemistad  de  Castilla,  pero  tampoco 
la  de  Abenjacob,  que  aun  poseía  á  Tarifa  y  varias  fortalezas  fron- 
terizas de  Granada,  algunas  de  ellas  dependientes  de  ambos  emi- 
res (3).  Sin  embargo,  Aben  Alahmar  parecía  inclinarse  hacia  la 
avenencia  con  Castilla,  tal  vez  porque,  como  dice  Abenjaldún^ 
temiera  alguna  traición  del  Sultán,  el  cual  parecía  tener  el  pro- 
yecto de  conquistar  Andalucía,  y  ;cbajo  la  influencia  de  esta  idea 
tuvo  (Aben  Alahmar)  una  conversación  secreta  con  el  Rey  su 
vecino >í  (4);  el  historiador  musulmán  habla  así  refiriéndose  á 
hechos  del  año  1292,  pero  sin  duda  el  Nazarita  tenía  estas  ideas 
desde  mucho  antes,  pues  á  fines  de  1290  ó  principios  de  1291 


(i)     Ibn  Khaldun:  Histoire  des  Bereberes.  Trad.   del  Barón  de  Slanc; 
Alger,  1856,  tomo  iv,  pág.  129  —El  Caetás:  Ed.  cit.,  pág.  392. 

(2)  Ibn  Khaldun:  Ed.  cit.,  tomo  iii,  pág.  374. 

(3)  El  Cartas,  ed.  cit.,  pág.  397,  enumera  veintiún  castillos  que  de- 
pendían conjuntamente  de  Abenjacob  y  Moharaed  II. 

(4)  Ibn  Khaldun:  Ed.  cit.,  tomo  iv,  pág.  131. 


TARIFA,    Y    I.A    POLÍTICA    DE    SANCHO    IV    DE    CASTILLA  43  I 

llegó  ante  Sancho  l\'  Don  l\^rnán  Pérez  Ponce,  Adelantado  de 
la  frontera,  que  traía  pleitesía  del  Rey  de  Ciranada,  tjuien  se  ofre- 
cía como  vasallo  de  Castilla  á  pagar  las  parias  ó  tributos.  El  Rey 
castellano  aceptó  y  mandó  á  Granada  al  mismo  P^rnán  Pérez 
Ponce,  que  vuelve  á  la  Corte  de  Sancho  el  Bravo  en  Mayo  de 
129 1  acompañado  de  un  arrayas  de  Andarax,  asentándose  en- 
tonces la  concordia  entre  (Granada  y  Castilla  (I).  En  esta  fecha 
la  Crónica  guarda  bastante  exactitud,  pues  en  un  documento  d*^ 
18  de  Septiembre  (1291)  el  Rey  castellano  toma  cuenta  al  Obis- 
po de  Astorga,  entre  otras  cosas,  -de  Juan  (jarcia,  nuestro  Al- 
guacil en  Toledo,  quenos  dio  en  doblas  182  délas  que  troyo  de 
Ciranada  29.700  mrs.»  (2);  estas  doblas  debían  set  parte  del  tri- 
buto de  Aben  Alahmar. 

Como  al  Nazarita  le  convenía  una  Castilla  fuerte,  puesto  ya  en 
el  plan  de  unirse  para  resistir  al  altivo  Renimerin,  no  sólo  to- 
mento la  paz  entre  Aragón  y  Castilla,  sino  que  pretendió  ser  él 
mismo  el  factor  de  esa  alianza,  como  se  deduce  de  la  carta  que 
Hagén  el  Toledano  llevó  de  Jaime  II  al  emir  de  Granada  (17  de 
Octubre  de  1291);  además,  se  ve  en  la  misiva  que  Mohamed  11 
trabajaba  en  este  sentido  desde  antes  de  morir  Alfonso  III  de 
Aragón  (3). 

En  cuanto  á  Portugal,  siguió  vSancho  una  política  de  atracción. 
El  reino  lusitano,  por  su  situación  geográfica  al  extremo  occiden- 
tal de  la  Península,  se  mantenía  relativamente  apartado  de  com- 
plicaciones internacionales,  conservando  buena  amistad  con  su 
único  vecino,  el  Rey  de  Castilla;  sin  embargo,  esta  amistad  en  el 
fondo  no  era  tan  cordial  como  aparecía  oficialmente,  pues  Don 


(i)  Crónica,  cap.  viii,  pág.  85.  Dice  que  Sancho  recibió  al  arrayaz  de 
Andarax  en  Burgos,  y  en  este  año  (1291)  el  Rey  estuvo  en  esa  ciudad  todo 
el  mes  de  Mayo;  el  i.°  da  en  Burgos  una  carta  á  la  Catedral  de  Cuenca, 
Archivo  de  la  Catedral  de  Cuenca  (sin  signatura^  el  9  un  privilegio  rodado 
á  S.  Pedro  de  Arlanza,  Archivo  Histórico  Nacional,  y  el  29  una  carta  á  la 
Catedral  de  Cartagena.  Biblioteca  Nacional,  Mss.  13.075,  fol.  136  v.  Tam-- 
bien  estuvo  unos  días  del  mes  de  Junio  en  la  misma  ciudad. 

(2)  Carta  de  Sancho  IV  al  Obispo  de  Astorga.  Biblioteca  Nacional^ 
Mss.  18.739. 

(3)  Véase  Apéndice. 


432  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

Dionis,  amante  de  la  memoria  de  su  abuelo  Alfonso  X,  no 
profesaba  gran  afecto  al  rebelde  Don  Sancho,  prefiriendo  quizá 
á  Don  Juan,  el  fatídico  Infante  á  quien  correspondió  en  el  tes- 
tamento postrero  de  Alfonso  el  Sabio  los  reinos  de  Sevilla  ^' 
Badajoz,. este  último  fronterizo  con  Portugal  (i).  En  las  continuas 
revueltas  de  Don  Juan  contra  el  Rey  su  hermano  no  se  ve  clara 
la  actitud  del  portugués,  pero  éste  siempre  cubrió  las  fórmulas 
de  concordia  con  Sancho  IV.  Aunque  las  negociaciones  con  Por- 
tugal ofrecei}  interés,  no  son  esenciales  para  el  fin  de  este  tra- 
bajo, y  sólo  consignaremos  la  actitud  de  Don  Dionis  ante  la 
empresa  de  Sancho  sobra  Tarifa.  Al  Rey  de  Portugal  le  conve- 
nía la  paz  cogí  Castilla,  sobre  todo  después  de  la  alianza  caste- 
llano-aragonesa, pues  sin  el  apoyo  aragonés  Portugal  nada  podía 
contra  Castilla,  y  al  Rey  Bravo  le  importaba  mucho  estar  en  ar- 
monía con  su  sobrino  Don  Dionis  para  verse  libre  de  discordias 
interiores,  en  los  nominales  dominios  del  Infante  Donjuán,  y  po- 
der desenvolver  sus  planes  contra  el  infiel  en  Andalucía.  De  esta 
manera  sin  vencer  ningún  obstáculo  llegaron  á  un  acuerdo, 
pactándose  el  matrimonio  de  la  Infanta  portuguesa  Doña  Cons- 
tanza con  el  heredero  de  Castilla  (Septiembre  de  1291). 

Otras  negociaciones  importantes  para  Castilla  fueron  las  ini- 
ciadas en  aquel  año  (1291)  por  Otmán  deTremecén,  que  mandó 
sus  mensajeros  á  Sancho  IV.  Pero  como  llegaran  en  momentos 
en  que  éste  debía  ir  á  las  concertadas  vistas  de  Monteagudo,  los 
enviados  esperaron  en  Toledo  el  regreso  de  Sancho,  mantenidos 
á  costa  del  Monarca  cristiano,  como  vemos  en  la  siguiente  dis- 
posición: «Al  Alguacil  de  Tremecén  et  á  García  Gómez  Truia- 
mán  et  á  Mahomat,  por  carta  del  Rey  para  espensa  de  cada  día 
LX  mrs.  fata  que  tornase  el  Rey  de  las  uistas  del  Rey  d' Aragón. 
Dada  xx  días  de  Noviembre.  Era  de  xxix  (1291).  Mostró  pago 
del  Alguacil  de  iii  meses  que  ellos  estudieron  en  Toledo  que 
fueron  Diciembre,  Enero  et  I'ebrero  vocee  mrs.»  (2).  El  Rey  cas- 


(i)     Como  es  sabido,  Alfonso  X  excluyó  de  la  sucesión  á  Sancho  el 
Bravo  en  sus  últimas  disposiciones. 

(2)     Biblioteca  Naciotíal.  Sección  de  Manuscritos.  Mss.  13.090. 


TARIFA,    Y    LA    POLÍTICA    DE    SANCHO    IV    DE    CASTILLA  433 

tellano  debió  dispensarles  buena  acogida,  admitiendo  en  princi- 
pio los  tratos,  si  bien  aplazando  para  su  vuelta  la  puntualización 
de  condiciones  que  debía  hacerse  sin  premuras  de  tiempo.  Segu- 
ramente en  los  acuerdos  tomados  por  Jaime  y  Sancho  IV  (Mon- 
teagudo,  Soria,  1 291),  se  tuvo  muy  en  cuenta  la  amistad  de 
Otmán,  enemigo  tradicional  de  los  Benimerines. 

Esta  embajada  de  Tremecén  ha  permanecido  desconocida 
hasta  ahora,  pues  la  Crónica  nada  dice,  y  Abenjaldún  habla  de 
enviados  de  (Hmán  al  Rey  cristiano,  señalando  una  fecha  poste- 
rior (1293),  pero  creemos  sea  un  error  cronológico  del  autor 
árabe,  pudiendo  identificarse  su  relación  con  el  dato  de  nuestras 
cuentas. 

Dice  Abenjaldún  que  cuando  Abenjacob  levantó  el  sitio  de 
Tremecén  (Septiembre,  1 290)  y  Aben  Alahmar  se  ligó  con  el 
cristiano  (Mayo,  1291),  Otmán  buscó  la  alianza  de  los  dos  Sobe- 
ranos españoles,  enviando  cerca  de  Don  Sancho  á  Aben  Beridi, 
antiguo  servidor  suyo  y  cliente  de  su  familia  (en  el  año  692  de 
la  hégira,  1 293).  «Este  mensajero  volvió  á  Tremecén  acompa- 
ñado por  un  embajador  del  Rey  cristiano,  el  llamado  Er  Rik 
Rikcen,  uno  de  los  grandes  de  esa  nación:-/  (l).  Luego  pasó  á 
Castilla  para  ratificar  los  tratados.  El  Hadj  Masoud,  oficial  del 
séquito  de  Otmán.  Este  oficial  debe  ser  otro  mensajero  venido 
año  y  medio  después  del  Alguacil  de  Tremecén,  como  veremos 
más  adelante,  y  quizá  el  Aguacil  que  esperó  á  Sancho  en  Toledo 
sea  el  mismo  Aben  Beridi,  antes  mencionado,  quedando  así  de 
acuerdo  las  referencias  de  Abenjaldún  con  nuestras  noticias. 

Sabemos  que  uno  de  los  Reyes  españoles,  cuya  amistad  soli- 
citó Otmán,  iué  Don  Sancho;  pero  como  al  otro  no  se  le  nombra, 
ignoramos  si  Abenjaldún  se  refiere  al  granadino,  al  aragonés  ó 
hasta  al  mismo  Don  Dionis.  Sin  embargo,  es  probable  aluda  á 
Don  Jaime,  quien  recibió  en  Calatayud  un  emisario  de  Tremecén 
(Octubre,  1 291),  siendo  fácil  que  los  dos  embajadores  salieran 
de  Tremecén  al  mismo  tiempo. 


(1)     Ibn  Khaldun:  Ed.  cit.,  tomo  iv,  pág.  138.  El  Barón  de  Slancsu-. 
pone  que  Er  Rik  Rikcen  puede  ser  el   Obispo  de  Marruecos  D.  Rodrigo 


434  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

J)e  las  relaciones  entre  Castilla  y  Marruecos  ya  sabemos  eran 
hostiles  desde  fines  de  1 290  ó  principios  de  1 291. 

Ortiz  de  Zúñiga  dice  que  el  Rey  de  Castilla  aceptó  la  paz  con 
í  irranada  para  estar  más  desembarazado  y  poder  atender  á  las 
agresiones  del  Merinida,  quien  se  proponía  pasar  el  Estrecho  en 
son  de  guerra,  según  los  repetidos  avisos  recibidos  por  Sancho; 
parece  que  entonces  (comienzos  de  1291)  terminaban  las  treguas 
de  que  nos  habla  el  analista  sevillano  (l).  Abenjaldún  refiere  que 
la  paz  entre  Marruecos  y  Castilla  se  alteró  en  los  primeros  meses 
de  1 291,  ordenando  Abenjacob  á  su  jefe  militar  en  España  Alí 
Aben  Jugef  Aben  Irgacen  atacara  á  Jerez  y  corriera»  los  terri- 
torios cristianos,  lo  que  pone  en  práctica  el  general  africano  en 
el  segundo  Rebia  de  690  (Abril,  1291)  (2).  Entretanto,  el  emir 
de  Fez  convoca  para  la  guerra  santa  en  el  Andalus,  y  llegando  á 
Alcázar  el  Chuaz  en  Mayo  (1291),  empieza  á  transportar  su  ejér- 
cito; pero  noticioso  vSancho  de  esto,  hizo  armar  una  escuadra  en 
sus  puertos  y  ocupó  el  Estrecho  para  impedirles  el  paso.  Enton- 
ces el  Sultán  prepara  sus  naves  para  lidiar  con  las  del  cristiano, 
siendo  derrotadas  las  fuerzas  musulmanas  en  el  Estrecho  el  mes 
de  Xaabán  (30  de  Julio  á  2']  de  Agosto  de  1291),  pereciendo 
sus  caides  y  quedando  deshecha  la  expedición  (3).  Después  los 
moros  lograron  reponerse,  y  aprovechando  una  retirada  de  los 
cristianos,  el  vSultán  pasa  á  Tarifa  en  la  última  decena  de  Rama- 
dán  (17  á  2(S  de  Septiembre  de  1 291)  y  corre  la  tierra,  poniendo 
cerco  á  Vejer  (4). 

Seguimos  en  esta  narración  á  los'  historiadores  árabes,  pues 
guardan  más  exactitud  que  la  Crónica  de  Sancho  IV  y  otros  au- 
tores modernos,  quienes,  por  lo  visto,  no  han  tenido  sino  esta 
fuente  de  información.  La  fecha  del  victorioso  combate  naval  de 
los  cristianos  en  el  Estrecho  se  ha  fijado  siempre  erróneamenlo 


(O     Ortiz  de  Zúñiga:  Ob.  cit.,  pág.  147. 

(2)  Ibn  Khaldun:  Ed.  cit.,  tomo  iv,  pág.  130. 

(3)  El  Cartas:  Ed.  cit..  pág.  392. — Ibn  Khaldun:  Ed.  cit.,  tomo  iv,  p.i- 
gina  130. 

(4)  Ibn  Khaldun:  Ed.  cit.,  tomo  iv,  pág.  131.  — El  Cartas,  pág.  393. 


TARII'A,    V    LA    POLÍTICA    DE    SANCHO    IV    DE    CASTILLA  4^5 

on  el  año  siguiente  (1292),  pero  hemos  podido  comprobar  qm- 
la  razón  está  de  parte  de  los  escritores  niusnlmanes. 

En  estos  hechos  la  Crónica  va  retrasada  de  fechas,  pues  dice 
que  á  fines  de  1291  (l)  Sancho  el  Bravo  mandó  «armar  grand 
flota  en  los  puertos  de  la  mar  de  Castilla  é  de  Asturias  é  de  Ga- 
licia é  envió  por  Alicer  Benito  Zacarías,  que  era  de  Genova,  que 
le  trújese  cinco  galeras,  é  avíale  á  dar  por  cada  mes  seis  mili 
doblas»  (2);  pero  Micer  Benito  confirma  ya  como  Almirante  ma- 
yor de  la  mar,  el  15  de  Septiembre  de  1291,  cuando  el  Rey  está 
en  Ciudad  Rodrigo;  con  lo  cual  queda  manifiesto  el  error  de  la 
Crónica  (3).  De  .manera  que  fué  en  Agosto  de  1291  la  famosa 
batalla  en  que  el  Almirante  genovés  apresó  trece  galeras  trence 
á  Tánger,  á  la  vista  de  Abenjacob,  trayendo  luego  su  presa  por 
el  Guadalquivir  á  vSevilla  (4). 

El  Rey  Bravo  se  preparaba  militarmente  para  ir  contra  el  Be- 
nimerín  desde  principios  de  1291,  en  cuanto  tuvo  noticias  de  los 
propósitos  del  emir  marroquí;  pero  ocupado  en  someter  á  los 
rebeldes  y  en  ultimar  sus  tratados  con  Aragón  y  Portugal,  no 
pudo  prestarle  el  debido  interés  á  la  empresa,  lo  cual  aprovechó 
el  africano  para  cercar  á  Vejer  (Octubre  á  Diciembre  de  I291). 

Según  dice  la  Crónica,  cuando  el  Rey  estuvo  en  Medina  del 
Campo  (Noviembre,  1291),  pidió  á  los  Obispos  su  auxilio  pecu- 
niario para  ir  sobre  Algeciras,  encaminando;  o  luego  á  Monteagu- 
do  para  verse  con  Jaime  lí  (5)- 


(1)  Crónica,  ed.  cit.,  tomo  i,  pág.  86,  dice  hizo  esto  el  Rey  estando  en 
Medina  del  Campo.  Allí  estuvo  en  el  mes  de  Noviembre  de  ese  año,  donde 
el  día  !  I  da  un  privilegio  á  Riva  de  Sil,  que  cita  Tomás  González. 

(2)  Crónica,  tomo  i,  pág.  86. 

(3)  Privilegio  rodado  de  Sancho  IV  á  la  Catedral  de  Orense,  15  de 
Septiembre,  era  1329  (año  1291).  Boletín  de  la  Comisión  de  Mom,,mentos  de 
Orense,  tomo  v,  núm.  100,  año  19 15.  En  el  mes  de  Juni<i  son  todavía  almi- 
rantes Pedro  Díaz  y  Ñuño  Díaz  de  Castañeda.  Privilegio  rodado  de  Don 
Sancho  al  Monasterio  del  Moral.  Palencia,  22  de  Junio  de  1291.  Fuentes 
para  la  Historia  de  Castilla,  por  el  P.  Serrano,  tomo  i,  pág.  129;  Vallado- 
lid,  1906. 

(4)  Ortiz  de  Zú.niga:  Ob.  cit.,  pág.  147,  que,  como  hemos  repetido, 
también  equivoca  la  data. 

(5)  Crónica,  tomo  i,  pág.  86. 


430  BOLETÍN     DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Mientras  estaba  el  Rey  castellano  en  aquellas  vistas,  Abenja- 
cob  levantó  el  cerco  de  Vejer,  que  se  resistió  tres  meses,  pasan- 
do el  Merinda  al  África  á  fines  de  Diciembre  (1291)  (i). 

En  resumen,  la  situación  del  Rey  de  Castilla  al  finalizar  el  año 
1 291  era  muy  ventajosa.  En  paz  con  Francia,  unido  con  Aragón 
y  Portugal  mediante  los  matrimonios  mencionados,  aliado  de 
(Iranada  y  Tremecén,  y  sometido  el  rebelde  Infante  Don  Juan, 
Sancho  el  Bravo  podía  consagrarse  por  completo  á  combatir  al 
Benimerín.  De  aquellos  tratados  sólo  darían  fruto  efectivo  Ara- 
gón y  Granada  que  auxiliarían  á  Castilla  en  su  empresa  guerrera, 
pero  para  Sancho  significaba  mucho  la  neutralidad  de  Portugal 
y  la  amistad  de  Tremecén. 

Mercedes  Gaibrois  de  Ballesteros. 

(Coniii!ua)-á.) 


III 
EL  MUSEO  DE  RAXA 

El  opúsculo  que  con  este  título  recibió  no  ha  mucho  la  Aca- 
demia, publicado  por  su  Correspondiente  en  Palma  de  Mallorca 
D.  Benito  Pons  Fábregues,  se  refiere  por  entero  á  las  gestiones 
realizadas  para  lograr  sea  conservado  en  aquella  isla  el  Museo 
de  Estatuaria  clásica  y  otras  antigüedades  que  en  el  siglo  xviii 
fundó  en  su  alquería  de  Raxa  el  eminentísimo  Cardenal  don 
Antonio  Despuig,  el  cual  formó  asimismo  una  escogida  Biblio- 
teca, más  una  galería  de  pinturas,  y  estableció  una  Academia 
para  enseñanza  de  las  Bellas  Artes,  llevado,  no  solamente  de 
sus  aficiones,  sino  del  propósito,  que  consignó  en  su  testa- 
mento, de  que  todo  ello  siryiese  para  fomentar  la  educación  y 
cultura  de  sus  paisanos.  Pero  tan  patrióticos  fines  de  aquel  be- 


(i)     Ibn  Khaldun:  Ed.  cit.,  tomo  iv,  pág    130. 


El.    MUSH)    DE     KAXA  437 

nemérito  mallorquín  se  han  visto  incumplidos,  y  á  salvar  el  res- 
to del  Museo  se  aunaron  los  esfuerzos  de  entidades  y  personas 
muy  significadas  de  Palma  de  Mallorca. 

La  primera  moción  para  que  esas  colecciones  no  salieran  del 
país  hízola  en  1896  la  Comisión  de  Monumentos,  dirigiéndose  al 
Ayuntamiento  y  á  la  Diputación  provincial.  Poco  después,  en 
aquel  mismo  año,  el  Presidente  de  la  Sociedad  .Arqueológica 
Luliana  D.  A.  K.  Aguiló  dirigió  un  oficio  al  Ayuntamiento  la- 
mentando «la  pena  de  todos  los  buenos  mallorquines  por  la  pér- 
dida de  la  Carta  hidrográfica  de  Gabriel  Valseca,  ejemplar  nota- 
bilísimo de  la  escuela  mallorquina  de  Cartógrafos  célebre  desde 
el  siglo  XIV.  Otras  entidades  elevaron  asimismo  sus  quejas  y  pro- 
testas ante  las  desmembraciones  que  iba  sufriendo  la  colección. 
Y,  por  último,  en  Abril  del  presente  año,  ante  noticias  de  la  pren- 
sa local  de  que  habían  llegado  á  la  isla  comisionados  para  tratar 
de  la  compra  del  Museo  de  Estatuaria,  se  reunieron  los  amantes 
de  las  glorias  mallorquínas,  y  acordaron  dirigirse  al  .Sr.  D.  An- 
tonio Maura  y  á  los  senadores  y  diputados  por  Baleares  en  sú- 
plica de  que  procuren  la  conservación  de  aquel  importante  lega- 
do; y  elevar  razonada  instancia  al  Sr.  Ministro  de  Instrucción 
Pública  y  Bellas  Artes,  proponiendo  la  adquisición  por  el  Es- 
tado de  tan  importante  Museo.  Suscribieron  esta  instancia  don 
Luis  Alemany  Pujol,  Presidente  de  la  Diputación  provincial; 
D.  Pedro  Martínez  Rosich,  Alcalde  de  Palma;  D.  Jerónimo  Rius 
Salva,  Presidente  de  la  Academia  provincincial  de  Bellas  Artes; 
D.  Antonio  Barceló,  Presidente  de  la  Sociedad  Económica;  don 
Gabriel  Llabrés,  Presidente  de  la  Sociedad  Arqueológica  Lulia- 
na y  Catedrático  de  Llistoria  del  Instituto;  D.  Lorenzo  Cerda, 
Director  del  Museo  provincial  de  Bellas  Artes;  D.  Benito  Pons 
Fábregues  y  D.  Guillermo  Reines,  de  la  Comisión  de  Monu- 
mentos. 

Todos  estos  antecedentes,  la  instancia,  la  carta  dirigida  al  se- 
ñor Maura  y  las  cláusulas  testamentarias  del  Cardenal  Despuig 
constituyen  el  opúsculo  del  Sr.  Pons,  publicado  con  el  laudable 
propósito  de  dar  á  conocer  á  la  opinión  asunto  tan  interesante, 
y  buscar  en  ella  el  apoyo  patriótico,  que  nadie  podrá  negar. 


458  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    I. A    HISTORIA 

Esa  riqueza  arqueológica  es  conocida  por  el  libro  Noticia  his- 
torico-artistica  de  ¡os  Museos  del  Eminentísimo  señor  Cardenal 
Despuig  existentes  en  Mallorca^  que  escribió  D.  Joaquín  María 
l)Over,  individuo  de  esta  Academia,  que  se  publicó  en  1846  con 
láminas  litográficas,  >'  contiene  un  detallado  catálogo  de  las  ins- 
cripciones, esculturas  y  otras  antigüedades,  pinturas,  grabados, 
biblioteca  y  monetario.  I'>1  profesor  Emilio  Hübner,  en  su  libro 
Antike  Bildzverke  ¿n  Madrid  (págs.  292  y  siguientes),  trae  un  ca- 
tálogo de  dichas  esculturas  y  antigüedades. 

Inscripciones,  esculturas  de  mármol  y  demás  objetos  anti- 
guos procede  todo  de  las  excavaciones  que  en  el  siglo  xviii  fue- 
ron practicadas  por  el  dicho  Cardenal  Despuig  en  Aricia  (Italia). 

Esa  colección  y  la  del  Museo  del  Prado,  además  de  la  de  la 
Casa  de  Pilatos  en  Sevilla,  es  lo  que  poseemos  de  mármoles 
antiguos  de  Italia,  para  conocer  la  escultura  griega  y  romana 
genuinas,  pues  los  mármoles  romanos  encontrados  en  el  país 
son  los  que  se  coleccionan  en  los  Museos  Arqueológicos  de 
Madrid,  Tarragona,  Sevilla  y  Mérida,  por  no  citar  más  que  los 
principales.  No  estamos,  pues,  tan  sobrados  de  mármoles  clási- 
cos como  los  que  en  galerías  extranjeras  constituyen  una  riqueza 
artística  de  primer  orden;  y  así,  pues,  el  que  suscribe  tiene  la 
honra  de  proponer  que  la  Academia  una  su  ruego  al  de  las 
citadas  personalidades  de  Palma  pidiendo  á  la  superioridad  sea 
asegurada  para  la  patria  la  posesión  del  Museo  de  Raxa,  cum- 
pliendo así  los  deseos  de  su  benemérito  fundador. 

La  Academia  acordará,  como  siempre,  lo  más  justo. 

Madrid,  25  de  Octiihir  áv  1918. 

losK  RA>rÓN  Méliija. 


CARTUI.AR10  DE   I, A   l(;i  F.SIA  DE  SANTA   MARÍA  DEL  PUERTO  (sANTOÑA  439 


IV 

CARTULARIO  DE  LA  IGLESIA  DE  SANTA  MARÍA  DEL  l'UERTC» 

(SANTOÑA) 

ConHuiiacipu    f  i  )• 


LIX 


1.*^'  do  Jmiio  de  1092. 


Fcrvtnta  de  bienes  entre  el  abad  de  Santa  María  del  I^uerto 
y  el  abad  de  Santa  Cruz  de  Castañeda. 

Conmbiationes  que  fcccrunt  abbas  Martinus  Portulensis  cum 
ilomno  abbas  domno  Ihoannis  de  Sancta  Crux  de  Chastanieta  he- 
leditate  pro  ereditate  et  regula  pro  regula.  I*'.t  ego  abbas  Ihoannes 
sic  dabo  uel  concedo  ad  uos  abbas  Martinus  de  Sancta  Alaria  Por- 
tulensis uel  ad  congregatio  fratrum  illa  ereditate  de  Añero  que 
tuit  de  Gonsaluo  Martiniz,  ille  posuit  in  regula  de  Sancta  Crux, 
et  ego  concambio  uobiscum  ipsa  ereditate"  cu n\  solare,  ipso 
solare  cui  est  inter  términos  de  Tarasia  Monnioz  et  perge  pro 
illo  arroio  de  lacu,  et  de  alia  pars  de  tibi  abbas  Martinus  et  de 
Tarasia  Monnioz  et  de  filios  de  Pelaio  Ueilaz,  et  de  alia  pars  illa 
ereditate  que  fuit  de  filios  de  Anfonso  Monioz,  et  per  terminum 
de  regula  de  Sancti  Felicis;  infra  ipsos  términos  ab  omni  integri" 
tati,  tam  ad  laborandum  quam  ad  pupulandum ,  cum  casas  et 
orreos,  térras,  pumares,  exitus  et  regresitus  de  monte  in  fonte 
incultum  et  in  discultum  et  in  aquis  aquarum  uel  in  sedicas  mo- 
linarum  uel  ubi  illo  potucritis  inuenire  quantu  ad  ipso  solare  per- 
tinet  abeatis  illo  datum  uel  confirmatum  usque  in  finem  seculi. 
Et  in  illa  regula  de  Sancti  Felicis  illa  ratione  que  fuit  de  Gonzal- 
uo  Martiniz,  cum  suo  monasterio.  Cum  ista  ereditate  que  de  sur- 


(i)     \'éase    Boletín,    tomo    lxxiii,    cuaderno    v,    pág.    420,    1918,    y 
tomo  Lxxiv,  cuadernos  i  y  ni,  págs.  19  y  224,  respectivamente,  19 19. 


440  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

sum  resona  fuit  posita  in  regula  de  Sancta  >^.  Sic  trado  uel  con- 
cedo uobis  uel  ad  congregatio  fratrum  de  Sancta  María  ubi  illo 
potueritis  inuenire  uobis,  et  post  uos  uenturus  fuerint  uel  usque 
in  finem  seculi.  Et  accepit  ego  abbas  Ihoannis  alia  ereditate  cuní 
suo  monasterio  que  est  in  Kamargo  in  billa  qui  dicent  Bolnan- 
tina  de  reliquias  ipsas  Sancti  lacobi  apostoli  cum  quanta  eredi- 
tate ibidem  pertinet  quantu  a  michi  abbas  Ihoannes  uel  ad  con- 
gregatio fratrum  meorum  bene  conplacui,  et  ad  firmauibus  inter 
nos  regulas  nostras  usque  in  finem  seculi,  si  des  odie  in  die  aliquis 
"homo  de  aliquis  homo  (sic)  de  auca  parte  uenerit  qui  corrum- 
pere  quesierit,  cómodo  pariat  ipsum  de  sursum  resonat  duplatum 
uel  tripulatum  fuerit,  et  pariat  aurri  libras  binas  uel  ternas  ad 
tibi  abbas  Martinus  uel  ad  abbates  qui  post  te  fuerint,  et  ad  Im- 
peratoris  terre  c  libras  áureas  pariet  ipsum  pariet  qui  compara- 
tione  fecerit.  Facta  regula  ista  die  notum  quod  erit  sabbatum 
ipsas  kalendas  lunias  in  Era  xcxxx,  regnante  rex  Anfonso  in 
Leione  et  in  alias  prouincias  sedeo  in  Toleto,  et  Loppe  vSanxez  et 
Didaco  Sanxez  potestas  in  Trasmiera ,  et  ego  abbas  lohannes  et 
congregatio  fratrum  meorum  qui  hac  regula  que  fieri  uoluimus 
legente  audiuimus  et  de  manus  nostras  rouora  ^  >^  uimus  coram 
testes  Michael  Ueilaz  et  Martino  Zitiz  testes  et  Annaia  Alontaniz 
testis,  Garcia  Ueilaz,  testes  sumus  et  legente  audiuimus  et  de 
manus  nostras  ^  ^  ►í^  rouorauimus.  Petrus  notuit  et  oc  ^  fecit. 
iFol.  20  V.) 


LX 

1,°  de  Febrero  de  1095. 

Martín  Nelaz  vende  al  abad  Martin  una  heredad  en  Cesero. 

Notum  die  kalendas  Februarias  in  Era  xcxxxiii,  Adfonso  rex 
in  ToUeto,  in  Leone  et  in  Castella.  Indiuidue  Trinitatis  atque 
humanitatis  concensum  meum.  Ego  Martino  Belaz  sic  trado  uel 
uendo  pro  remedio  anime  mee  et  pro  una  puerca  mea  hereditate 
propria  ad  uos  abbas  Martinus  de  Sancta  Maria  de  Portum  et  ab 
omni  congregationes  {sic)  eius  in  uilla  de  Cesero  illo  meo  qum- 
gone  quantum  quadrat  inter  meos  germanos  uel  heredes,  in  so- 


CARTULARIO  DE  I  A  IGLESIA   DE  SANTA   MARÍA  DEL  PUERTO  (^SANTONa)  44  I 

lares,  in  hereditates,  in  ¡íumares,  iii  montes,  in  fontes,  in  exitus 
por  ubi  lo  potueritis  inuenire  in  uilla  de  Cessero  illo  meo  quin- 
goneab  omni  integritate  tantum  pro  anima  mea.  Quod  si  tamen 
uero  aliquis  homo  aut  ego  Martino  Belaz,  aut  filiis  meis,  aut  nep- 
tis,  aut  heredibus  aut  potestas  terre  quis  ad  disrumpendum  ue- 
nerit,  aut  uoce  suscitauit  cómodo  pariat  ipsa  hereditate  duplata 
et  triplata  in  simile  tale  locare  iusta  suus  limites,  ad  reges  terre 
parie  iii  libras  áureas.  Et  ego  Martino  Belaz  qui  hanc  scripturam 
fecit  iussit  legente  audiuimus  et  de  manus  nostras  ^  >^  robo- 
rauimus  coram  testes  Micael  et  Anaia  et  Uitagano  hic  testes 
sumus  de  manus  nostras  ►!"<  ►í^  >í<  roborauimus.  Cipriano  >J<  no- 
tuit.  (Fol.  15  V.) 


LXI 

!."  de  Febrero  de  1096 

Dona  don  de  quiñones  e)i  la  dehesa  de  Cornotio. 

Sub  Xpi  nomine  eius  imperium.  Ego  denique  nos  Fredinando 
Rodrizsiz  et  Fronildi  Gongalbiz  pro  remedio  animarum  nostra- 
rum  sic  donamus  uel  tradimus  de  nostros  quingones  illas  media- 
tates  in  illa  defesa  de  Cornotio  ad  uos  abba  Martinus  de  Sancta 
Alaria  de  Portum  et  ab  omni  congregationes  eius  que  teneatis 
uel  possideatis  illas  mediatates  ab  omni  integritate  usque  in  se- 
culum.  Quod  si  tamen  uero  aliquis  homo  aut  ego  Fredinando 
Rodriz,  aut  Flonildi  [sic)  aut  filiis  nostris,  aut  neptis,  aut  heredi- 
bus quis  ad  disrumpendum  uenerit  aut  uoce  suscitauit  cómodo 
pariat  ipsos  quingones  de  illa  defesa  duplato  et  triplato  in  simile 
tale  logare  iusta  suas  limites,  ad  reges  terre  parie  in  libras  áureas. 
Facta  scriptura  die  notum  kalendas  Februarias  in  Era  tcxxxiiii 
Adfonso  rex  in  Toleto,  in  Leone  et  in  Castella,  Et  Fredinando 
Rodriz  et  Fronildi  Goncalbiz  carta  que  fecimus  iussit  legente  au- 
diuimus et  de  manus  nostras  >^  ^  roborauimus  coram  testes 
Martin  Citiz,  Salbator  Citiz  et  Antolino  quia  hic  testes  sumus  de 
manus  nostras  ^  ^  roborauimus.  Cipriano  y^  notuit.  (Fol.  16  r.) 

TOMO    LXXIV  29 


442  boletín  ce  la  real  academia  de  la  historia 


LXII 
2í  de  Noviembre  de  1 103. 

Donación  de  tina  tierra  en  Nolia. 

In  Dei  nomine.  Ego  Ciesago  placuit  mici  bono  animo  et  per 
expontanea  mea  uoluntate  sic  uendiui  tibi  Petro  et  ad  regula 
Sancti  Laurencii  de  Garuilios  uno  agro  de  térra  qui  est  in  billa 
de  Nolia  in  loco  certissimo  ubi  dicent  ad  Miere  de  Cortina,  iuxta 
agro  qui  est  per  terminum  de  Sancti  lohannis  de  Ris,  et  alium 
terminum  de  te  Petro,  et  ni."™  terminum  de  Sancti  lohannis,  et 
ad  illa  carriera  publica,  inter  ipsos  términos  illa  medietate  ab 
omni  integritate.  Per  quem  accepi  ego  Ciesago  precio  de  te  Pe- 
tro, ¡dest  medietate  in  una  novella  de  tres  modios,  quantu  mici 
bene  conplacuit.  Debitum  non  remansit  super  te  pro  daré,  nec 
mici  iure  pro  ipsa  térra  iureficare,  et  affirmanimus  inter  nos 
mercatu  per  in  sécula.  Et  si  des  hodie  in  die  aliquis  homo  de 
alica  parte,  aut  ego,  aut  filiis,  uel  neptis  meis,  aut  aliquis  subro- 
gata  persona  qui  carta  ista  conrumpere  quesierit,  quomodo 
pariet  ipso  agro  decuplato  in  simili  tali  loco,  cum  quale  fructum 
fuerit,  con  c  solidos,  et  ad  regis  terre  111'=*  libras  áureas;  ipsum 
pariet  qui  contemptione  fecerit.  Facta  carta  uendicio  mea  et 
comparatio  tua  die  notu  quod  erit  xi  kalendas  Decembris  in 
Era  M.c.xLi.''  Regnante  rex  Adfonsus  in  Leione  et  in  Castiella,  et 
Seniore  Lope  Sancxez  in  Asturias.  Et  ego  Ciesago  qui  hanc 
carta  fieri  uolui  tibi  Petro  legente  audiui  et  de  manu  mea  ►J*  ro- 
boraui  coram  testes  Citi  et  Belliti;  hic  testes  sumus,  legente 
audiuimus  et  de  manus  nostras  ►f»  *^  roborauimus.  (Fol.  63.  v.) 


LXIII 
22  de  Noviembre  de  1103. 

Donación  de  una  tierra  en  Nolia  por  Goina  y  Rodrigo, 

In  Dei  nomine.  Ego  Goina  una  pariter  cum  filio  meo  Roderico 
placuit  nobis  bono  animo  et  per  expontaneas  nostras  uoluntates 
sic  uendimus  tibi  Petro  et  ad  regula  Sancti  Laruencü  de  Garui- 


CARTULARIO  DE  LA  IGLESIA  DE  SANTA  MARÍA   DEL  PUERTO  (sANTOÑa)         443 

lios  uno  agro  de  térra  qui  est  in  billa  de  Nolia  in  loco  nominato 
ubi  dicitur  ad  Miar  de  Copertina,  in  ipso  agro  illa  media  ratione 
ab  omni  integritate  in  ipso  agro  qui  est  per  terminum  de  regula 
de  Sancti  lohannis  de  Ris,  et  alium  terminum  de  te  Petro,  et 
tercium  terminum  de  regula  de  Sancti  lohannis,  et  iiii.""^  termi- 
num ad  illa  itinere  publica,  inter  ipsos  términos  illa  medietate  ab 
omni  integritate.  Per  quem  accepimus  nos  iam  supra  dictos 
Goina  [et]  filio  meo  Rodericus  precio  de  tibi  Petro,  id  est  dúos 
solidos  de  denarios  et  uno  modio  de  cibaria,  quantu  nobis  bene 
conplacuit.  Debitum  non  remansit  super  te  pro  daré,  nec  nobis 
iure  pro  in  ipsa  térra  pro  iureficare,  et  afirmauibus  inter  nos 
mercatum  per  in  sécula.  Et  si  des  hodie  in  die  aliquis  homo  de 
alica  parte  uenerit,  aut  filiis,  uel  neptis  nostris  aut  aliquis  subro- 
gata  persona  qui  carta  ista  corrumpere  quesierit,  quomodo  pa- 
riat  quantu  desursu  resonat  duplatu  in  simili  tali  loci  cum  quale 
fructum  fuerit,  con  c  solidos,  et  ad  reges  terre  iir.'^^  libras  auri; 
ipsum  pariet  qui  contemptione  fecerit.  Facta  carta  uendicio 
nostra  et  comparatio  tua  die  notu  quod  est  sabbato  x.°  kalendas 
Decembris  in  Era  iM.c.xli.^  Regnante  rex  Alfonsus  in  Leione  et 
in  Castiella,  et  Sénior  Lope  Sancxez  in  Trasmiera.  Et  ego  Goina 
una  cum  filio  meo  Roderico  qui  hanc  carta  que  fieri  uoluimus 
ad  tibi  Petro  et  ad  regula  Sancti  Laurencii,  legente  audiuimus  et 
de  manus  nostras  >^  >^  roboravimus  coram  testes  Citi  et  Belliti, 
hic  testes  sumus  et  légente  audiuimus  et  de  manus  nostras  robo- 
rauimus.  (Fol.  63  r.) 


I.XIV 

10  (k'  ^layo  (\r    1 1 13. 

Donación  de  una  heredad  eii  Argoños. 

In  Dei  nomine.  Ego  Odone  et  uxor  mea  Maria  placuit  nobis 
bono  animo  et  per  expontaneas  nostras  uoluntates  sic  tradimus 
nostra  ereditate  ad  Sancta  Maria  de  Portu  qui  est  in  billa  de 
Argonios  m  certo  loco  ad  pumar  delant.  Ipso  solare  cum  casas 
et  orreos,  cum  térras  et  pumares,  de  monte  in  fonte,  in  exitus 
et  regressitus,  in  aquis  aquarum  uel  in  sedicas  molinarum  ubi 


444  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

illo  potueritis  inuenire  dauimus  ad  regula  de  vSancte  Alaria  de 
{sic)  et  ad  tibi  abbate  Martino  ab  omni  integritate  pro  remedium 
animarum  nostrarum;  sic  dauimus  illo  solare  per  terminum  de 
illa  Sama,  et  alium  terminum  usque  in  illo  monte  de  Mecxedo  et 
III.  "™  terrainun  illa  faza  de  illos  infanzones,  et  iiii."'"  terminum 
illa  serna  de  pumar  delante,  inter  ipsos  términos  ab  omni  inte- 
gritate dauimus  ad  Sancta  Maria  et  ad  tibi  abbate  Martino  per 
in  sécula,  et  si  des  hodie  in  die  aliquis  homo  de  alica  parte 
uenerit,  aut  filiis,  aut  neptis  nostris  aut  aliqua  subrogata  persona 
qui  karta  ista  conrumpere  quesierit  quomodo  pariet  ipso  solare 
duplato  in  simile  tale  loco  cum  quale  fructum  fuerit,  con  c  soli- 
dos ad  illo  abbate  de  Sancta  Maria  ipsum  pariet  qui  contemptio- 
nem  fecerit.  Facta  karta  donacio  nostra  et  recepicio  uestra  die 
notu  VI  feria,  vi.°  Idus  Mai,  Era  m.  c.  l.  i.  Regnante  rex  Anfonso 
in  Legione.  Et  ego  Odone  et  uxor  mea  Maria  que  hanc  carta  uel 
regula  que  fieri  uoluimus  ad  Sancta  Maria  et  ad  tibi  abbas  Marti- 
nus  legente  audiuimus  et  de  manus  nostras  «^  >f«  roborauimus. 
Gonsaluus  notuit  hoc  fecit.  (Vol.  22  r.) 


I, XV 
19  de  Marzo  de  11 20. 

Venia  de  una  heredad  en  la  Villa  de  Quejo. 

In  Dei  nomine.  Ego  Maria  Alfonso  placuit  mici  bono  animo 
et  per  expontanea  mea  uolumptate  sic  uendo  tibi  Petro  et  ad 
honorem  Sancti  Laurencii  hereditate  que  abeo  in  billa  de  Kexo 
de  monte  in  fonte,  in  exitus  et  regressitus,  incultu  et  discultu, 
in  felgares,  in  diuisas  et  in  omnia  rem  qui  mici  pertinet  inter 
meos  heredes.  Sic  uendo  uel  concedo  tibi  ab  omni  integritate, 
per  quem  accepi  ego  Maria  Alfonso  precio  de  te  Petro,  id  est  una 
bacha  de  1111.°''  modios  quantu  michi  bene  complacuit.  Debitum 
non  remans  {sic)  super  te  pro  daré,  nec  michi  iure  pro  in  quantu 
desurso  resonat  pro  iureficare.  Et  afirmauimus  inter  nos  merca- 
tus  per  in  sécula,  et  si  des  hodie  in  die  aliquis  homo  de  alica 
parte  uenerit,  aut  filiis  uel  neptis  meis  aut  aliquis  subrogata  per- 


CARTULARIO  DE  LA  IGLESIA  DE  SANTA  MARÍA  DEL  PUERTO  (sANTOÑa)         445 

sona  qui  carta  ista  conrumpere  quesierit,  quomodo  pariet  quan- 
tu  desursLi  resonat  duplatu  in  similis  talis  locis  cum  quale  fruc- 
tum  fuerit  con  c  solidos,  et  ad  regis  terre  ni.''"*  libras  auri  ipsuní 
pariet  que  conteptione  fecerit.  Facta  carta  uendicio  mea  et 
comparacio  tuo  die  notu  vi."  feria  xviiii  kalendas  lulias  in  Era 
MCLX."^  regnante  rex  Alfonsus  in  Leione  et  in  Castiella,  et  Comité 
Roderico  Gonsaluez  in  Asturias  et  in  Trasmiera.  Et  ego  María 
Alfonso  qui  hanc  carta  que  fieri  uolui  tibi  Petro  legente  audiui 
et  de  manus  mea  >^  roboraui  coram  testes  Citi  et  Belliti,  hic  tes- 
tes sumus  et  legente  audiuimus  et  de  manus  nostras  <^  ►J*  robo- 
rauimus.  (\^ol.  65  r.) 

LXVI 

1."  de  Abril  de  1 120. 

Romano  y  su  mujer  venden  una  heredad  á  la  iglesia 
de  San  Lorenzo. 

In  Dei  nomine.  Ego  Romano  et  uxor  mea  Alaria  placuit  nobis 
bono  animo  et  per  expontaneas  nostras  uoluntates  sic  uendiui- 
mus  tibi  Petro  et  ad  ecclesia  Sancti  Laurencii  ereditate  que  est 
in  billa  de  Nolia  in  loco  certissimo  ubi  dicitur  ad  queualuina 
usque  in  Bereceda  et  ad  illa  ripa  de  ¡lio  mare;  sic  uendo  tibi  Pe- 
tro et  ad  ecclesia  Sancti  Laurencii,  per  quem  accepimus  nos 
iam  supra  dictos  Romano  et  uxor  mea  Maria  precio  de  te  Petro, 
id  est  dúos  boues  ruvios  per  colore,  in  sub  uno  precio  in  viiii 
medios  quantu  nobis  bene  complacuit.  Debitum  non  remansit 
super  te  pro  daré,  nec  nobis  iure  pro  in  quantu  resonat  pro  iure- 
ficare,  et  afirmauimus  ínter  nos  mercatus  per  in  sécula,  et  si  des 
hodie  in  die  aliquis  homo  de  alica  parte  uenerit,  aut  filiis  uel 
neptis  nostris  ant  aliquis  subrograta  persona  qui  carta  ista  con- 
rumpere quesierit,  quomodo  pariet  quantu  desursu  resonat  du- 
platum  in  similis  talis  locis  cum  quale  fructum  fuerit  con  c  soli- 
dos, et  ad  imperatores  terre  m.^s  libras  áureas  ipsum^  pariet  qui 
contemptione  fecerit.  Facta  carta  uendicio  nostra  et  comparacio 
tua  die  notu  quod  est  sabbato  xiiii."  Kalendas  Aprilis  in  Era 
MCLViii.'*   Regnante  rex  Alfonsus  in  Castiella  et  regina  Urracha 


446  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

in  Leione,  et  Roderico  Gonsaluez  potestas  in  Asturias.  Et  ego 
Romano  et  uxor  mea  mea  (sic)  Maria  qui  hanc  carta  que  fieri 
uoluimus  tibi  Petro,  legente  audiuimus  et  de  manus  nos- 
tras  >^  y^  roborauimus  coram  testes.  Cite  et  Belliti  hic  testes 
sumus,  legente  audiuimus  et  de  manus  nostras  ►f*  ►J*  roboraui- 
mus. (V^ol.  64  V.) 

LXVII 

14  de  Junio  de  1 122. 

Venta  de  una  heredad  en  Nolia. 

In  Dei  nomine.  Ego  Salutor  (sic)  Ueilaz  una  cum  iermano  mea 
Petro  Ueilaz  placuit  nobis  bono  animo  et  per  expontaneas  nos- 
tras  uoluntates  [sic)  uendiuimus  tibi  Petro  et  ad  honorem  Sancti 
Laurencii  hereditate  que  habuimus  in  billa  de  Nolia,  de  monte  in 
fonte,  in  exitus  et  regressitus,  in  cultu  et  in  discultu,  uel  ubi  illo 
potueritis  inuenire  nostro  et  de  nostros  iermanos;  sic  uendiui- 
mus uel  concedimus  tibi  ab  omni  integritate;  per  quem  accepi- 
mus  nos  iam  supra  dictos  Saluator  Ueilaz  et  iermano  meo  Petra 
precio  de  te  Petro,  idest  uno  boue  de  iin.'^^  modios  et  medio,  ni- 
gro  per  colore,  et  una  nobiella  de  iii  modios,  rucia  per  colore,  et 
uno  nobellum  de  vii  quarteros,  quantu  nobis  bene  conplacuit. 
Debitum  non  remansit  super  te  pro  daré,  nec  nobis  iure  pro  in 
quantu  desursu  resonat  pro  iureficare,  et  affirmauimus  inter  nos 
mercatu  per  in  sécula.  Et  si  des  hodie  in  die  aliquis  homo  de 
alica  parte  uenerit,  aut  filiis,  uel  neptis  nostris  aut  aliquis  subro- 
gata  persona  qui  carta  ista  conrumpere  quesierit,  quomodo  pariet 
quantu  desursu  resonat  duplatu  in  similis  talis  locis  cum  quale 
fructum  fuerit  con  c  solidos,  et  ad  imperatores  terre  iii.*^*  libras 
áureas,  ipsum  pariet  qui  contemptione  fuerit.  Facta  carta  uen- 
dicio  nostra  et  comparado  tua  die  notu  quod  est  v.*  feria, 
xviiii.°  (l)  Kalendas  lulias,  in  Era  m.c.lx.  Regnante  rex  Adfonsus 
in  Castilla^et  Comité  Roderico  Gonsaluez  in  Asturias.  Et  ego 
Sauator  [sic)  una  cum  iermano  meo  Petro  qui  hanc  carta  que  fieri 


(i)     Sobra  una  unidad  en  esta  fecha. 


CARTULARIO  DE  LA  IGLESIA  DE  SANTA  MARÍA  DEL  PUERTO  (sANTOÑa)         447 

uoluimus  tibi  Petro  legente  audiuimus  et  de  manus  nostras  >^  >^ 
roborauimus  coram  testes  Citi  et  Belliti,  hic  testes  sumus  et  le- 
</ente  audiuimus  et  de  manus  nostras  »i*  >i*  roborauimus.  (Fo- 
lio 65  V.) 

LXVIll 

i6  de  Junio  de  1 122. 

Donación  de  todos  sus  bienes,  por  Tello  Vela  y  su  mujer  Elvira. 

In  De¡  nomine.  Ego  Tello  Ueillaz  et  uxor  mea  (}eluira  placuit 
nobis  bono  animo  et  per  expontaneas  nostras  uolumptates,  sic 
damus  uel  concedimus  tibi  Petro  et  ad  regula  vSancti  Laurentii 
pro  remedium  animarum  nostrarum  damus  quinta  de  nostras 
hereditates  in  térras,  in  pumares,  in  kasas,  in  oreos  et  in  omnia 
rem  que  abuimus  per  in  sécula;  et  si  des  hodie  in  die  aliquis  orno 
dealica  parte  uenerit,  aut  filiis  uel  neptis  nostris,  aut  aliquis  sub- 
rogata  persona  qui  regula  ista  conrumpere  quesierit  quomodo 
fiat  excomunicatus  ex  parte  Dei  oranipotentis,  et  deinde  pariet 
quantu  desursu  resonat  duplatu  in  similis  talis  locis  cum  quale 
fructum  fuerit  con  c  solidos,  et  ad  imperatores  terre  iii  libras 
auri  ipsum  pariet  qui  conteptione  fecerit,  et  carta  ista  firmis  per- 
maneat  in  sécula.  Facta  regula  ista  die  notu  quod  est  v,^  feria, 
XVI  kalendas  luHas,  in  Era  m.c.lx.  Regnante  rex  Adfonso  in  Cas- 
tiella  et  Comité  Roderico  Gonsaluez  in  Asturias.  Et  ego  Tello  el 
Uxor  mea  Geluira  qui  regula  ista  que  fieri  uoluimus  tibi  Petro  et 
ad  honorem  Sancti  Laurencii  legente  audiuimus  et  de  manus  nos- 
tras  ^  «^  roborauimus  coram  testes  lohan  Ueilaz,  Petro  Flainez 
et  Petro  Gonsaluez,  testes,  et  Citi  et  Belliti,  hic  testes  sumus  et 
legente  audiuimus  et  de  manus  nostras  ^  ^  roborauimus.  (Fo- 
lio 66  r.) 

LXIX 

10  de  Julio  de  I  122. 

Donación  de  una  heredad  en  Nolia,  por  Julia  Velaz. 

In  Dei  nomine.  Ego  lulia  Ueliaz  placuit  mihi  bono  animo  per 
expontanea  mea  uoluntate  sic  uendo  ad  tibi  Petro  et  ad  onorem 
Sancti  Laurenti  ereditate  que  abeo  in  billa  de  Nolia,  in  loco  per- 


448  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

nominato  en  Ris,  de  monte  in  fonte,  in  exitus  et  regressiUis,  in- 
culta et  in  discnltu,  in  felgarios  et  in  diuisas,  in  omnia  rem  qui 
michi  pertinet  inter  meos  eredes;  [sic)  uendo  uel  concedo  tibi  ab 
omni  integritate.  Per  quem  accepi  ego  Juliana  Ueliaz  precio  de 
tibi  Petro  x  solidos  de  medietate,  quantum  mihi  bene  conplacuit; 
debitum  non  remansit  super  te  pro  daré,  nec  mihi  iure  pro  in 
quantu  desursum  resonat  pro  iureficare,  et  affirmauimus  inter  nos 
mercatum  per  in  sécula,  et  si  des  odie  in  die  aliquis  homo  de  alia 
parte  uenerit,  aut  filiis,  uel  neptis  meis,  aut  aliquis  subrogata  per- 
sona qui  carta  ista  conrumpere  quesierit,  quomodo  pariat  quan- 
tum desursu  resonat  duplatu  uel  triplatu  cum  quale  fructum  fue- 
rit,  cum  c  solidos,  et  ad  imperatores  terre  auri  libras  tres;  ipsum 
pariat  qui  contemptione  fecerit.  Facta  carta  uendicio  mea  et  com- 
paracio  tua  die  notu  quod  erit  v  feria,  x  Julii,  in  Era  m.clx.  Reg- 
nante  rex  Adefonso  in  Castiella,  et  Comité  Roderico  Gonsaluez 
in  Asturias.  Et  ego  lulia  qui  hanc  carta  que  fieri  uolui  ad  tibi 
Petro,  legente  audiui  et  de  manu  mea  ^  roboraui  coram  testes 
Martino  et  Micahel,  testes  sumus  et  legente  audiuimus  et  de  ma- 
nas nostras  >^  >^  roboraaimus.  (Fol.  69  v.°) 


LXX 

Año  1 122. 

Incipit  pactiim  ve!  scriptnra  regule  Sánete  Mane. 

In  Dei  nomine.  Ego  Adeffonsus  Ispanie  imperator,  regnante 
in  Toleto  et  in  Leone,  et  in  Gallecia,  et  tota  urbis  Castella,  uobis 
abbati  dompno  Martino  uestrisque  successoribus  in  perpetuum 
promouendis  fació  kartam  pro  remedio  anime  mee  ut  de  hodie 
et  tempore  non  intred  saio  regis,  nec  alicus  alterius  potestatis, 
in  tota  hereditate  et  honore  de  Sancta  Maria  de  Portum,  ubicum- 
que  fuerit,  ñeque  pro  calumpnia,  ñeque  pro  aliqua  alia  fazenda- 
ria,  sed  sit  cotata  et  honorificata,  euuo  perhenni.  Et  de  pamar 
delante  cum  toto  koto  caurero  usque  in  toto  brusco,  et  de  gro- 
ma  pro  illo  mare  usque  ad  penna  Uerana. 

Et  super  hoc  statuit  decretum  at  nallus  homo  uiuens  ingre- 


CARTULARIO  DE  L\  IGLESIA  DE  SANTA   MARÍA   DEL  PUEKTO  (sANTONa)         449 

(liatur  (le  puniar  delante,  et  sicut  superiiis  ipsos  términos  reso- 
nant  nullus  homo  sit  ausus  intrare  ñeque  cum  bakas,  ñeque 
cum  porcos,  ñeque  ad  pascendum,  ñeque  ad  pignorandum-  Si 
(luis  uero  fecerit,  et  intrare  permiserit  sine  iussione  abbatis  et 
disruptor  fuerit  hoc  testamentum,  occidatur,  et  mors  eius  nullus 
homo  inquiratur;  homicida  uero  uel  adueña,  pupillus  adque 
pauper  qui  ad  ipsa  ecclesia  Sánete  Marie  confugerit  de  ipso  pu- 
niar delante,  sicut  superius  ipsos  términos  resonant,  nullus  homo 
audeat  post  eum  iré  ad  prehendendum  seu  ad  abstraendum 
sine  preceptum  abbatis,  sed  ipse  abba  acceptis  fidei  ¡ussoribus 
paretur  in  concilio  et  secundum  legibus  iudicetur.  Qui  autem 
hoc  fecerit  cum  uiolencia  intra  ipsos  términos,  occidatur.  Hoc 
testamentum  uel  pactum  dedit  scripture  fecit  imperatore  ad  illo 
abbate  dompno  Martino  et  ad  suis  fratribus,  iure  perpetuo. 

Et  ego  iam  supra  dicti  imperatore  qui  ipsum  pactum  scri- 
pture feci,  sic  dono  pro  remedio  anime  mee  et  parentorum  meo- 
rum  ad  ipsa  ecclesia  Sánete  Marie  de  Portum  et  ad  uobis  abbate 
Martino  et  ad  vestris  succesoribus,  ipsas  meas  ecclesias  heremas 
qui  sunt  in  alfoz  de  Penza  uel  in  alfoz  de  i\ras:  id  est  Sancta 
Eulalia  de  Asprilla  cum  sua  serna  uel  cum  suas  defesas  et  cum 
tutos  suos  términos  rengalengos,  et  in  Arnorio  Sanctorum  Cosme 
et  Damiani.  Et  in  Muxsancte  Sancta  Eulalia,  Sancti  Petri  de 
Nolia.  vSancta  Eulalia  de  Lamas.  Et  in  Argonios  Sanctorum 
lusti  et  Pastor.  Sancti  Saluatoris  de  Laruario.  Sancti  Andrée  de 
Ambrusero.  Sancti  Petri  de  Selorzeno.  Et  in  Aras  (l)  Sancti 
Pantaleonis.  vSancta  Eulalia.  Sancti  Michaelis  de  della  parte. 
Sancta  Maria  de  Karasa.  Sancti  Stephani  de  Paternega,  et  in 
alfoz  de  Rassines  Sancti  Mametis  de  Ciruiago  cum  suas  de- 
fesas ei  cum  totos  suos  términos  rengalengos.  Et  ipsas  ecclesias 
totas  dono  uel  concedo  ego  Imperatore  ad  Sancta  Maria  et  ad 
ipsos  fratres  qui  ibi  fuerint  commorantes  et  ad  tibi  abbati  Mar- 
tino.  Ipsas  ecclesias  cum  totas  suas  hereditates  in  montes,  in 
tontes  ubicumque   potueritis    inuenire   hereditates  qui  ad  ipsas 


I )     Raspadas  dos  palabras. 


45°  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

ecclesias  pertinent  habeatis  et  posideatis  uos  et  qui  fuerint  post 
uos  in  sécula.  In  Era  mclx. 

Et  in  Aras  Sancti  Mametis  cum  omni  hereditate  sua  per  ter- 
mino de  Ja  aqua  de  rada  per  illa  callegga  de  aqua  sal  usque  ad 
illas  limites  de  Flanez  et  deinde  ad  somum  Conforcum  et  per 
illa  callegga  de  uillar  aiuso  et  a  rio  cabo  eta  maza  negra  usque 
ad  buega  et  a  monte  negro  et  a  uozillos  et  a  botu  usque  ad  illa 
aqua  de  rada,  et  in  omni  Aras  cum  ómnibus  terminis  suis  fiat 
hereditaria  ipsa  ecclesia  Sancti  Mametis.  Et  super  hoc  quisquís 
homo  in  ipso  monasterio  inter  iam  supra  nominatos  términos 
cum  superbia  uel  cuní  forcia  ingredere  uoluerit  et  ipse  abba 
minime  ualuerit  ipsa  ecclesia  defenderé  uel  uindicare  non  po- 
tuerit,  potestas  terre,  comités,  ac  principes  uel  merinos  aut  iudi- 
ces  uel  tiranos  uel  salones  aut  montaneros  qui  hoc  fecerint  fiant 
excomunicati  et  extraneati  a  Corporis  et  a  Sanguinis  Domini  et 
abeant  iram  de  Sancta  Maria  matris  eiusdem  domini  nostri  Ihu 
Xpi  et  de  suis  apostolis  et  prophetis,  atque  de  omnium  Sanc- 
torum  martyrum,  Virginum  et  Confessorum,  et  kareant  a  fronte 
lucerna  oculorum,  et  sit  pars  illorum  cum  luda  traditore  in  eterna 
dampnatione  in  seculis  perpetuis,  amen,  amen,  et  insuper  pariet 
dompno  monasterii  uocem  pulsanti  c.  libras  auri. 

Ego  Adeíonsus  imperator  qui  hanc  cartam  qua  iussi  fieri 
confirmauit   et  propria  manu  roboraui.  Signum  ►J*  Imperatoris. 

Huius  rei  sunt  testes  et  confirmatores,  Comes  Rodericus  Gon- 
saluez  obtinente  Foleto  et  Asturias  conf.  Comes  Rodericus  Martí- 
nez conf.  Comes  Rodericus  Gómez,  conf.  Comes  Gonsaluus,  conf. 
Gutier  Ferrandez  maiordomus.  conf  Almarricus  Alferiz  conf. 
Lop  López  conf.  Michael  Felices,  Merino  conf.  Didaco  Munioz, 
Merino,  conf.  Raimundus  Toletanus  archiepiscopus,  conf.'  Petrus 
Secobiensis  episcopus,  conf.  Berengarius  Salmanticensis  epi- 
scopus  conf. 

Semenus  bursensis  episcopus  conf.  Abbas  Martinus  de  Sancta 
Juliana  conf.  Abbas  Romanus  de  Sancti  Emeterii  conf.  Giraldus 
scripsit  hanc  cartam  iussu  magistri  L  gonis  cancellarii  imperato- 
ris. (Fol.  43  r.) 


CARTULARIO  DE  LA  IGLESIA  DE  SANTA  MARÍA  DEL  PUERTO  (sANTOÑa)        45  I 


LXXI 

15  de  Noviembre  de  1 12.^. 

Regula  de  Mekuelo. 

Sub  Xpi  nomine  eius  ¡mperium.  Ego  dcm'quc  Petro  Roderi/ 
propter  penas  inferni  timendo  et  amorem  celestem  diligendo,  sic 
trado  hereditate  ad  ecclesiam  Sancti  Petri  que  posita  est  in  lo- 
cum  quod  nuncupant  Carzia,  et  ad  tibi  abbate  Petro  Michelliz; 
sic  dono  uel  concedo  pro  remedio  anime  mee  mea  ereditate  que 
abeo  in  billa  de  Aleruelo  et  in  Mulnare  quantu  mici  quadrat  Ín- 
ter meos  iermamos  et  meos  eredes,  idest  in  térras,  in  pumares,  in 
felgeros,  in  monte,  in  fonte,  in  cultu  et  in  discultu,  ubique  illo  po- 
tueritis  inuenire  illo  meo  quinione  in  ipsa  uilla  de  Meruelo,  sic 
dono  uel  concedo  uobis  ab  omni  integritate. 

Similiter  et  ego  jNIikael  Saluatorez  sic  dono  uel  trado  pro  re- 
demedium  isic)  anime  mee  ad  regula  et  ad  ecclesiam  Sancti  Pe- 
tri et  ad  tibi  abbas  Petro  Michaeliz  mea  ereditate  in  billa  de  Me- 
ruelo  et  in  mulnar,  de  monte  in  fonte,  in  cultu  et  in  discultu,  in 
térras,  in  pumares,  in  omnia  rem  que  mici  pertinet  inter  meos 
eredes;  illa  mea  ereditate  trado  ad  regula  Sancti  Petri  et  ad  tibi 
abbas  Petro  }ilicliaelliz  et  ad  fratres  tuos  ut  propicietur  nobis 
Dominus  pro  uestris  sacrificiis  et  orationibus,  ut  ibi  permaneat 
per  in  sécula.  Quod  si  aliquis  homo  de  eredibus  nostris,  aut  de 
senioribus  terre  qui  de  ipsa  regula  abstrahere  uoluerit  quomodo 
pariet  ipsa  ereditate  duplata  in  ipsa  uilla  de  Meruelo  iusta  limites 
suos,  cum  fructibus  uel  edificiis  que  ibi  fuerint,  ad  ipsos  abbates 
uel  fratres  qui  in  ipso  monasterio  fuerint,  cum  i.^  libra  áurea,  et 
ad  Comitis  terre  pariat  alia  libra  áurea,  et  hec  scriptura  firmis 
permaneat.  Facta  scriptura  testamenti  die  notu  iii.''  feria,  xvii.'' 
kalendas  Decembris  in  Era  mclxi.''  Regnante  regina  Urraka  in 
Legione  et  in  Castella,  et  Comité  Roderico  Gonsaluiz  in  Asturias. 
Et  ego  Petro  et  Michael  quos  anc  scriptura  de  istas  ereditates 
fieri  iusimus  legente  audiuimus  et  de  manus  nostras  *^  ►p  robo- 


45^  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

rauimus  coram  testes  Mikael  Nunnez  et  Martino  Monnioz  et  Di- 
daco  Raristarez;  hic  testes  sumus  et  legente  audiuimus  et  de 
nianus  nostras  roborauimus.  (Fol.  24  r.) 


LXXII 
Año  1133. 


Do}iación  de  níia  heredad  en  Argoños. 

In  Dei  nomine.  Ego  Mome  Gonzaluez  una  cum  uxor  mea 
Maior  Petriz  placuit  nobis  per  expontaneam  nostram  uoluntatem, 
penas  inferni  timendo  et  misericordia  Dei  querendo,  sic  tradimus 
uel  concedimus  nostra  hereditate  quam  abemus  de  parentorum 
nostrorum  et  de  comparatione  in  uilla  de  Argonios  in  locum 
nominatum  ad  Sancti  Saluatoris,  ipsa  hereditate  cum  sua  diuisa 
de  monte  in  fonte,  exitus  et  regressitus,  in  aquis  aquarum  uel  in 
sedicam  molinarum,  dauimus  uel  concedimus  a  tibi  abbas  Marti- 
nus  et  sociorum  tuorum  et  a  Sancta  Maria  sedis  Portunensis  ut 
in  die  iudicii  misericordia  Dei  abeamus,  et  si  de  hodie  uel  tem- 
pore  aliquis  homo  de  aliqua  parte  uenerit,  aut  filiis,  aut  neptis 
meis,  aut  aliquis  subrogata  persona  qui  carta  ista  disrumpere 
uoluerit,  ueniat  mors  super  eum  et  descendat  in  inferno  uiuen- 
tem  et  submegat  (sic)  eum  Dominus  sicut  submersit  Sodoma  et 
Gomorra  et  fiat  descomunicato  a  Corpore  et  Sanguine  Christi, 
et  superinde  pariat  ipsa  hereditate  quantum  desursum  resonat 
duplatum  uel  triplatum  in  siraile  tale  loco  cum  quale  fructum 
fuerit  a  tibi  abba  Martinus  et  ad  abbas  qui  post  te  uenerit, 
cum  centum  solidos  de  plata,  et  a  rex  qui  térra  tenuerit  pariat 
auri  libras  binas  uel  ternas;  de  ista  hereditate  foras  sacamus  inde 
illo  felgario  de  super  pumar  parra,  et  carta  ista  firmis  permaneat. 
Pacta  carta  donatio  nostra  et  receptio  uestra  die  notum  quod 
erit  V  feria  in  Era  m.'""  c.^  lxx.'"*  i.^  Regnante  rex  Alfonso  in  Leone 
et  in  Castella  et  in  alias  prouintias,  et  Comité  Rodricus  Gonzauiz 
in  Asturias.  Et  ego  Mome  Gonsauez  et  uxor  mea  Maior  qui  hac 
carta   que   fieri    uoluimus   legente    audimus   et   de   manus   nos- 


CARTULARIO  DE  LA  IGLESIA  DE  SANTA    MARÍA   DEL  PUERTO  (sANTOÑa)         455 

tras  ^  *í<  »í^  roboramus  coraní  testes  Citi  et  Belliti  hic  testes 
sumus  et  legente  audiuimus  et  de  manus  nostras  *^  »^  robora- 
mus.  (Fol.  20  r.) 


LXXIÍI 
Año  1 135. 

Donación  de  iina  Jic redad  en  los  canales  de  Nolia. 

Sub  nomine  sánete  et  indiuidue  Trinitatis,  Pater  et  Filius  et 
Spiritus  Sanctus.  Ego  denique  Ihoannes  Uelaz  una  pariter  cuní 
germana  mea  Oria  Uelaz,  pro  remedio  animarum  nostrarum,  pe- 
nas inferni  timendo  et  uitam  réquiem  desiderando,  sic  trademus 
illa  riostra  hereditate  que  habemus  in  Dexo  de  illas  canales  de 
Nolia  usque  ad  brusco,  et  tercium  terminum  usque  ad  illo  mare; 
Ínter  ipsos  términos  sic  donamus  ad  regula  Sánete  Marie  et  a 
uobis  abbate  Martino  uestrisque  sucessoribus  iure  perpetuo  ubi- 
cumquelo  potueritis  inuenire  infra  ipsos  términos,  hereditate  que 
nobis  pertinet  in  montes,  in  fontes,  in  cultu  et  discultu,  in  exitus 
et  regresitus,  in  felgarios,  ubicumque  potueritis  inuenire  ab  omri 
integritate.  Et  nobis  abbate  Martino  et  lohannes  Uelaz  fecimus 
ibi  carta  ad  tibi  Michael  Martínez  et  ad  uxor  tua  luliana  lohannes 
de  illa  parte  que  mihi  pertinet  intra  ipsos  términos  nominatos, 
ut  ábeas  et  tencas  tu  et  filiis  et  neptis  tuis  per  in  sécula,  et  seruias 
cum  illo  ad  Sancta  Maria.  Et  des  hodie  in  die  si  aliquis  homo 
uenerit,  aut  filiis  uel  neptis  nostris  qui  scriptura  ista  disrumpere 
uoluerit  sint  excomunicati  uel  extraneati  a  Corporis  et  Sanguinis 
Domini  et  abeat  iram  Dei  et  de  Sánete  Marie  matris  eiusdem. 
In  Era  mclxxui,  regnante  rex  Adfonso  in  toto  suo  regno,  et  Co- 
mité Rodrico  Gonsaluez  in  Toleto,  et  in  Asturias  potestas  Munio- 
Gonsaluez.  Et  testes  et  confirmatores  hic  sunt  Gonsaluo  Fernan- 
dez. Vela  Osorez.  Martino  Annaia.  Ihoannes  Sebastianez.  Michael 
Petrez,  Sancio  Petrez,  ]\Iichael  Gonsaluez.  Pelaio  Michaellez,  Mi- 
chael Michaellez.  Et  alios  homines  de  concilio  de  Portu  nos  su- 
mus testes  et  confirmatores.  Petras  escripsit.  (Fol.  I  r.) 


454  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 


LXXIV 

20  de  Septiembre  de  1 147. 

Donación  de  un  quirión  en  Argoños  por  Martín  Miguelez. 

Sub  Christi  nomine  et  ekis  imperium.  Ego  Martino  Michaellez 
})lacuit  mihi  bono  animo  et  de  expontanea  mea  uolumptate  sic 
dono  uel  concedo  pro  remedium  anime  mee  ad  regulam  Sánete 
Marie  et  ad  tibi  abbate  Sancio  et  a  fratres  tuos  illo  meo  quinio- 
ne  quem  abeo  in  uilla  de  Argonios,  ¡n  Pereda  et  in  ínsula  et  in 
Toraia  et  in  Carasa,  in  Chinta,  id  est  térras  et  pumares,  montes, 
in  fontes  et  in  defesas,  cultu  atque  in  discultu,  casas  et  uodegas 
et  in  lagares  et  in  orreos,  illo  meo  quinione  iam  dicto  ubi  potue- 
ritis  inuenire;  sic  dono  uel  trado  ego  Martino  Michaelez  in  ipsas 
uillas  et  in  Arnorio,  en  ecclesia  et  ubicumque  potueritis  inuenire 
ab  omni  integritate,  ut  in  ipsum  locum  deseruiat  per  in  seculo. 
Ouod  si  aliquis  homo  ipsas  hereditates  de  ipsa  regula  abstraeré 
uoluerit,  aut  ego  Martino  Michaelez,  aut  germanis  meis,  aut  pa- 
rentis  meis,  uel  aliquis  de  heredibus,  quomodo  pariet  illas  here- 
ditates duplatas  uel  triplatas  iusta  ipsos  términos  ad  abbate  uel 
a  fratres  qui  in  ipsa  regula  commorauerint,  cum  fructu  uel  labore 
su  o,  et  libra  áurea,  et  a  reges  terre  alia  libra  auri.  Facta  scriptura 
die  notu  11.*  feria,  xn."  kalendas  Octobris,  in  Era  m."  c.  lxxx.  v." 
Regnante  domno  Imperatore  nostro  Adfonso  in  Toleto  et  in 
Castella  et  in  Leone  et  in  toto  regno  suo;  vSeniore  in  Trasmiera 
Martino  Martínez.  Et  ego  Martino  Michaelez,  aut  aliquis  homo 
qui  ista  scriptura  disrumpere  uoluerit,  fiat  excomunicatus  a  Cor- 
pus et  a  Sanguinis  Domini  et  a  consorcio  omnium  sanctorum 
apostolorum  et  martirum,  confessorum  et  uirginum,  et  habeat 
parte  cum  luda  traditore  in  eterna  dampnacione,  fiat,  fiat,  fiat; 
legente  audiuimus  et  de  manus  nostras  »í^  >í<  >í^  roborauimus  co- 
ram  testes  sumus.  Citi  et  Belliti  hic  testes  sumus  et  de  manibus 
nostris  >í<  ^  ^t»  roborauimus.  (Fol.  40  \.\, 


CARTULARIO  DE  LA   IGLESIA  DE  SANTA   MARÍA   DEL  PUERTO  (SANTONA)        455 


LXX\ 
23  de  Mayo  de  1198. 

Donación  de  un  pomar  en  Badames. 

A.  xps.  (1).  Sub  Christi  nomine  et  eius  iniperium.  I^go  dom- 
no  Roder¡co  penas  inferni  timendo  el  uitam  réquiem  desideran- 
do,  sic  dono  mea  hereditate  quem  ego  abeo,  ad  Sancta  María  de 
Porto,  pro  remedium  anime  mee,  in  certo  loco  in  uilla  de  Bada- 
mes  uno  pumare  cum  suo  terre  fundus  et  una  térra  uaga  pro 
termino  (l). 

Similiter  et  in  Colindres  do  altera  térra  in  loco  pernominato  in 
porta,  in  diebus  meis  seruiat  mihi  hec  térra,  et  post  obitum 
meum  teneant  illo  don  Michael  et  Martino  et  seruiant  cum  illo 
ad  Sancta  Maria  et  habeant  media  bona  de  illo  et  altera  media  de 
la  casa  et  de  quanto  fezeron  in  suos  dias  habeant  illo,  et  post- 
quam  migratis  tuerint  ex  hoc  seculo  sedett  totum  de  Sancta  Ma- 
ría. Et  ego  don  Roderíco  do  et  offero  unum  calícem  ad  vSancta 
María,  que  fecí  de  meos  xl''  morabetinos,  et  dúos  aqua  maniles 
que  conparaui  de  iii/°  morabetinos,  et  uno  medio  míssal  ualen- 
te  XX  morabetinos,  los  xv  ad  íllos  prebíteros  de  illa  ecclesia,  et  x 
ad  dominus  monasterií  de  illa  baselica,  et  vi  uakas  ad  ómnibus 
clerícis  Sánete  Marie,  et  i.'^  colcetra  cum  suo  cabezal,  et  una  cal- 
dera, et  alios  quatuor  morabetinos  quod  dedi  ad  ipso  don  Gu- 
tierre Fernandez  quod  erat  sénior  in  Porto. 

Pacta  carta  sub  Era  m.'*  ce."*  xxx.'*  vi."'*  Die  notu  x."  kalendas 
lunii.  Regnante  rex  Alfonso  in  'Foleto,  et  in  Castella.  Coram  tes- 
tes don  Michael  de  Ambrosero  testis,  Don  Domingo  de  Duesso 
testis,  Don  Petro  Gonsaluez  testis,  Don  Rodrico  de  Camargo  tes- 
tis, Don  Martin  Sobrino  testis,  et  clericis  de  Portu  testes  sumus, 
legente  audiuimus  et  manus  nostras  ►í^  >í<  >í<  roboramus.  lohannes 
scripsit  >^  me.  (Fol.  37  r.) 

Manuel  Serrano  y  Sanz. 

( Continuará.) 


(i )     Raspado  el  espacio  de  una  línea. 


VARIEDADES 


I 

LOS  SEPULCROS  REALES  DEL  MONASTERIO  DE  POBLET 

ExcMo.  Señor: 

La  revolución,  que  nada  perdona,  que  nada  respeta,  que  todo 
lo  destruj^e,  ha  llevado  en  nuestros  días  su  endurecida  mano 
hasta  las  cosas  más  sagradas.  Siguiendo  su  instinto  destructor 
ha  derribado  sin  piedad  los  más  célebres  monasterios,  donde 
nuestros  antepasados,  movidos  por  su  religioso  espíritu,  hacina- 
ron inmensas  riquezas  para  que  brillase  con  todo  su  esplendor 
el  culto  de  nuestra  santa  religión.  Nada  fueron  para  ella  aque- 
llas augustas  bóvedas  donde  por  tantos  siglos  habían  resonado 
los  cantos  que  las  vírgenes  y  sacerdotes  dirigían  al  Criador, 
nada  el  sitio  que  tantos  hombres  insignes  habían  escogido  para 
su  eterno  descanso.  Su  mente  estúpida  no  pudo  concebir  la  su- 
blimidad de  aquellos  cantos  ni  el  valor  de  aquellas  tumbas,  y 
arrollándolo  todo  en  sus  ebrios  arrebatos,  alteró  el  sueño  de  los 
héroes  y  demolió  piedra  á  piedra  los  pacíficos  asilos  en  que,  al 
par  que  la  piedad,  brillaban  las  letras.  Época  fatal  para  las  artes, 
época  aciaga  para  la  historia  ha  sido  la  que  hace  poco  hemos 
atravesado:  en  ella  han  perdido  aquéllas  sus  mejores  monumen- 
tos; en  ella  han  perecido  á  millares  los  sólidos  fundamentos  de 
la  segunda.  Amante  decidido  de  las  artes,  entusiasta  por  cuanto 
contribuye  al  esplendor  de  la  historia,  he  apurado  hasta  las  heces 
la  copa  del  dolor  al  contemplar  tanta  devastación,  y  si  bien  no 
ha  estado  en  mis  mdios  salvar  de  las  voraces  llamas  tantos  pre- 


LOS    SEPUICROS    REALES    í/EI,    MONASIERIO    1>E    POBLET  457 

ciosos  archivos,  ni  detener  las  profanas  manos  que  abrían  los 
silenciosos  sepulcros  de  nuestros  mayores,  he  creído  de  mi 
deber,  como  individuo  de  la  ilustre  Corporación  que  V.  E.  tan 
dignamente  dirige  (l),  adquirir  cuantas  noticias  sean  dables  para 
que,  no  siéndonos  posible  recobrar  lo  que  el  fuego  destruyó, 
sepamos  al  menos  lo  que  hemos  perdido. 

Guiado  por  esta  convicción  me  he  procurado  noticias  de  va- 
rios monasterios  que  no  son  ya  mas  que  un  montón  de  ruinas, 
y  espero  con  ellos  arrancar  del  seno  del  olvido  el  sitio  donde 
descansaron  tantos  varones  insignes  que  conquistaron  al  precio 
<le  su  sangre  los  laureles  de  que  se  corona  nuestra  Patria. 

¿Adonde  dirigir  mi  primera  mirada?  Un  santuario  existía  que 
descollaba  entre  los  demás  como  la  encina  sobre  los  arbustos; 
que  encerraba  en  su  seno  riquezas  imponderables  ofrecidas  á  su 
vez  por  Reyes  y  magnates;  que  guardaba  dentro  de  su  recinto 
las  más  brillantes  páginas  de  la  historia  del  reino  de  Aragón, 
tan  poco  apreciada  por  ser  casi  enteramente  desconocida.  Estas 
razones  me  han  movido  á  que;  antes  que  otro,  dirigiera  hacia 
él  mis  angustiados  ojos:  este  monasterio  era  el  de  Poblet. 

No  es  mi  ánimo  describir  sus  bellezas  artísticas,  ni  enumerar 
ias  muchas  preciosidades  que  contenía  dentro  de  sus  murallas. 
Este  empeño,  sobre  exceder  á  mis  fuerzas,  no  es,  rigurosamente 
hablando,  propio  del  instituto  de  la  Academia  á  que  me  dirijo, 
y  á  la  cual  me  honro  de  pertenecer.  Voy  únicamente  á  ocupar- 
me de  lo  que  tenía  relación  con  la  historia  de  los  personajes 
<\ue  yacían  en  él,  creyendo  que  en  tan  augusto  sitio  no  penetre - 
rían  las  tumultuosas  oleadas  de  los  tiempos  que,  como  hemos 
visto  con  horror,  no  sólo  le  han  invadido,  si  que  también  des» 
1  rozado. 

VA  monasterio  de  Poblet  estaba  situado  en  el  valle  llamado 
Conca  de  Barbera,  á  corta  distancia  de  Espluga  de  Francolí,  en 
el  Arzobispado  de  Tarragona.  Fué  su  fundador  el  Conde  de  Bar- 


(11  r).  I.ris  LÓPEZ  Bali.ksteros,  Director  X\'I  de  la  Academia  conti- 
nuadamente desde  30  i\(>  Xovienil.re  de  1S49  hasta  13  de  Octubre 
•<le  1S53  en  que  murió. 


TOMO    LXXIV 


30 


458  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

celona  Don  Berenguer  IV  el  Santo,  y  tomó  su  nombre  del  de 
un  célebre  ermitaño,  que  habiéndose  retirado  á  aquellos  valles 
cuando  eran  todavía  dominados  por  los  moros,  obtuvo  de  su 
jefe  Almira  Almomiziz  (después  de  haberse  varias  veces  salva- 
do milagrosamente  de  la  prisión  á  que  éste  le  había  reducido), 
que  le  fuesen  concedidos  para  su  habitación  todos  aquellos  mon- 
tes, prohibiendo  al  mismo  tiempo  á  los  moros  de  aquellos  alre- 
dedores que  se  le  molestase.  Esto  aconteció  por  el  año  1120^ 
Posteriormente  admitió  Poblet  en  su  compañía  á  algunos  otros 
que  como  él  querían  pasar  su  vida  alabando  al  Criador,  y 
entregándose  á  la  vida  más  austera.  Así  pasaron  algunos  años, 
hasta  que  en  1 148,  conquistado  que  fué  aquel  territorio  por  el 
Conde  Don  Berenguer,  mandó  que  se  construyesen  tres  iglesias 
en  otros  tantos  sitios  muy  cercanos  unos  de  otros,  donde,  según 
relación  de  los  ermitaños,  aparecieron  algunos  sábados  unas 
luces  milagrosas. 

No  contento  el  Conde  con  la  creación  de  estas  iglesias,  y  de- 
seando fundar  en  sus  estados  un  monasterio  de  la  Orden  del 
Císter,  á  la  cual  tenía  particular  predilección,  pidió  y  obtuvo  de 
Don  Sancho,  Abad  del  monasterio  de  Fuen  Tría,  en  la  diócesis 
de  Narbona,  que  pasasen  algunos  monjes  á  residir  en  el  que 
iba  á  fundar  en  el  huerto  de  Poblet.  No  se  sabe  á  punto  fijo 
cuándo  llegaron  los  monjes  de  Fuen  Tría,  pero  es  cierto  que  el 
día  6  de  Mayo  de  1 15 1  residían  ya  en  el  monasterio,  pues  así 
resulta  de  una  escritura  otorgada  por  la  casa  de  Cardona  en  que 
se  concedía  semanalmente  una  medida  de  sal  á  cada  uno  de  ellos. 

Para  atender  á  su  subsistencia  había  ya  Don  Berenguer  hecho 
donación  de  todo  el  territorio  de  Poblet  al  antedicho  Abad  el 
día  8  de  Enero  de  1 149,  ejenvplo  de  generosidad  que  fué  imita- 
do por  los  Reyes  de  Aragón,  sus  sucesores,  y  por  las  principa- 
les casas  de  Cataluña:  de  suerte  que  con  el  tiempo  llegó  este 
monasterio  á  ser  señor  alodial  directo  y  jurisdiccional  de  siete 
baronías  que  comprendían  treinta  y  siete  lugares  poblados  y 
diez  y  seis  términos  yermos  situados  en  Cataluña,  Aragón  y 
Valencia,  además  del  derecho  de  patronato  sobre  varios  pueblos 
de  las  mismas  provincias  y  del  cargo  de  limosnero  mayor  de  los 


1 


LOS    SEPULCROS    REALES    DEL    MONASTERIO    DE    POBLET  459 

Reyes  de  Aragón  que  gozaba  su  Abad,  al  ([ue  concedía  la  Santa 
Sede  el  uso  de  todas  las  insignias  pontificales  y  la  facultad  de 
ordenar  de  menores  á  los  monjes  que  le  estaban  subordinados. 

Nunca  descuidó  el  célebre  Conde  de  Barcelona  y  Príncipe  y 
dominador  de  Aragón  Don  Berengucr  IV  la  protección  del  mo- 
nasterio de  Poblet,  que  con  tal  empeño  había  erigido;  pero  no 
atreviéndose  sin  duda  á  separarse  de  la  costumbre  de  los  Con- 
des soberanos  sus  mayores,  mandó  que,  como  éstos,  fuese  ente- 
rrado en  el  monasterio  de  Ripoll,  encargando  á  su  hijo  Do.n' 
Alfonso  que  dispensase  al  de  Poblet  la  misma  protección  con 
que  él  le  había  favorecido. 

Este  fué  el  último  soberano  de  Barcelona  que  hubo  de  sepul- 
tarse en  Ripoll.  Sus  descendientes  los  Reyes  de  Aragón,  aban- 
donand<i  su  habitual  sepultura  de  San  Juan  de  la  Peña,  manda- 
ron con  raras  excepciones  que  sus  cuerpos  fuesen  trasladados  á 
Poblet. 

Don  Ramón  ó  Alkoxso  I  de  Barcelona  y  II  de  Aragón  fué  el 
que  estableció  esta  costumbre,  mandando  que  se  le  enterrase 
en  el  monasterio  de  Poblet,  al  que  legó  también  su  corona  y  la 
dominicatura  de  Vinarós,  haciendo,  entre  otros,  un  legado  al  de 
Santa  María  de  Ripoll  in  reaiperatione  sepultiire  mee.  Este  mo- 
narca, que  sucedió  á  su  padre  Don  Berenguer  en  1 162  en  el  con- 
dado de  Barcelona  y  en  1 164  en  el  reino  de  Aragón  por  renun- 
cia de  su  madre  Doña  Petronila,  expulsó  á  los  moros  de  todo  su 
territorio,  sujetó  á  los  de  las  montañas  de  Prades,  que  siendo  ya 
vasallos  suyos  se  le  habían  sublevado,  é  hizo  respetar  su  nombre 
en  la  Provenza,  Bearne  y  Rosellón,  dondefué  necesaria  su  presen- 
cia. En  18  de  Enero  de  1 174  se  casó  con  Doña  Sancha,  hija  del 
Emperador  y  Rey  de  Castilla  y  León  Alfonso  VII,  la  que  le  dio 
tres  hijos  y  cuatro  hijas,  de  los  cuales  el  primogénito  le  sucedió 
gn  Aragón,  Cataluña,  Rosellón  y  demás  Estados,  menos  en  los 
condados  de  Provenza,  Amiliá,  Gavaldá  y  Roda,  que  los  legó  a 
Don  Alfonso,  su  segundogénito,  destinando  al  menor,  llamado 
Don  Fernando,  para  monje  de  Poblet.  En  atención  á  su  pro- 
verbial continencia,  la  historia  le  ha  decorado  con  el  título  de 
Casto. 


4Ó0  boletín  de  la.  real  academia  de  la  historia 

Frente  al  sepulcro  de-Don  Alfonso  (que  se  hallaba  inmediato 
al  presbiterio,  al  lado  de  la  epístola)  estaba  el  de  Don  Jaime  I  el 
Conquistador,  hijo  de  Don  Pedro  I  el  Católico  y  de  Doña  María 
de  Montpeller.  Al  tiempo  de  la  muerte  de  su  padre  se  encontra- 
ba este  Príncipe  en  poder  del  Conde  de  Montfort,  el  cual  tenía 
tanto  empeño  en  conservarle,  que  para  que  le  libertase  fué  pre- 
ciso un  mandato  del  Papa,  y  que  sus  fieles  catalanes  y  aragone- 
ses hiciesen  entender  al  de  Montfort  que  estaban  decididos  á 
todo  para  rescatar  al  Infante.  Restituido  este  á  sus  subditos,  pasó 
á  Lérida,  donde  fué  aclamado  Rey,  )'  de  esta  ciudad  al  castillo  de 
Monzón,  en  el  cual  fué  educado  por  D.  Guillermo  de  Monrodón, 
maestre  de  los  caballeros  Templarios.  Los  primeros  años  de  su 
reinado  fueron  turbulentos,  como  todos  los  de  minorías,  habién- 
dose en  ellos  desatado  de  tal  modo  la  ambición  de  los  grandes, 
que  hasta  la  persona  del  Rey  estuvo  en  inminente  peligro,  y  el 
reino  reducido  al  estado  más  lastimoso.  Llegado  ya  á  la  edad  de 
la  pubertad,  reprimió  Don  Jaime  la  hidra  de  la  rebelión,  y  diri- 
giendo después  su  vista  á  las  fronteras  de  sus  Estados,  concibió 
la  idea  de  ensancharlas,  abatiendo  de  esta  suerte  el  poder  de  la 
media  luna,  pujante  todavía  en  nuestro  suelo. 

Las  quejas  de  los  catalanes,  que  como  muy  inmediatos  eran 
cotidianamente  molestados  por  los  moros  de  las  Baleares,  llama- 
ron principalmente  su  atención  hacia  tan  bellas  islas,  cuya  con- 
quista fue  resuelta  en  las  Cortes  celebradas  en  Barcelona  á  fines 
del  año  1228.  Verificados  todos  los  preparativos  necesarios, 
hízose  á  la  vela  una  escuadra  compuesta  de  25  naves  gruesas, 
más  de  100  de  transporte  y  muchas  menores,  las  que  juntamen- 
te con  el  Rey  conducían  al  Obispo  de  Barcelona,  los  principa- 
les caballeros  catalanes  y  quince  mil  infantes,  con  mil  quinientos 
caballos,  los  cuales,  después  de  un  penosísimo  viaje,  desembar- 
caron en  la  isla  de  Mallorca  el  primer  viernes  de  Septiembre 
de  1229.  Al  adelantar  (el  día  siguiente)  el  ejército  cristiano,  en- 
contró frente  á  frente  un  cuerpo  de  moros,  sumamente  respeta- 
ble y  trabóse  entre  ambos  una  encarnizada  lucha,  en  la  que  sí 
bien  quedó  el  campo  por  Don  Jaime,  merced  á  sus  infinitos 
rasgos  de  valor,  murieron  muchos  caballeros  catalanes,  en  cuyo 


IOS    SEPULCROS    REALES    DEL    MONASTERIO    DE    POBLET  46 1 

número  se  contaban  I),  (jiiillcrmo  y  I).  Ramón  de  Moneada. 
Al  siguiente  día  de  esta  lucha  se  sitió  la  ciudad  de  Palma, 
y,  á  pesar  de  la  obstinada  resistencia  de  sus  defensores,  fu*' 
tomada  por  asalto  el  día  31  de  Diciembre  del  mismo  año, 
siendo  Don  Jaime  uno  de  los  primeros  que  penetraron  por 
la  brecha. 

Poco  tiempo  después  fueron  sujetados  los  moros  que  se  ha- 
bían sublevado  y  reducida  Menorca  á  la  obediencia  del  Monar- 
ca aragonés.  Las  islas  de  Formentera  é  Ibiza.lo  fueron  en  1235 
por  D.  Guillermo  de  Mongri,  Arzobispo  electo  de  Tarr'agona, 
junto  con  el  Infante  Don  Pedro  de  Portugal  y  los  Condes  de 
Urgel  y  Kosellón. 

Concluidas  todas  estas  conquistas,  que  por  sí  solas  harían  su 
nombre  inmortal,  trató  de  quitar  á  los  enemigos  de  la  fe  el  reino 
de  Valencia  que  tanto  habían  embellecido.  Para  su  resolución 
convocó  laá  Cortes  y,  obtenido  que  hubo  su  beneplácito,  resolvió 
llevar  con  presteza  sus  planes  adelante.  .En  poco  tiempo  cayeron 
varios  pueblos  en  su  poder,  y  á  pesar  de  la  decisión  de  los  sitia- 
dos, en  9  de  Octubre  de  1238  lo  verificó  su  capital,  ante  cuyos 
muros  fué  Don  Jaime  herido  de  una  saeta. 

En  1269,  movido  por  el  Papa  Inocencio  IV  para  que  contri- 
buyese á  la  conquista  de  la  Tierra  Santa,  se  hizo  á  la  vela  en 
Barcelona,  donde  reunió  una  magnífica  escuadra;  pero  habiéndo- 
se levantado  un  fuerte  temporal,  fué  ésta  dispersada  y  conduci- 
do el  Rey  á  las  costas  del  Languedoc,  desde  cuyo  punto  se  res- 
tituyó á  su  reino.  Volviendo  en  él  los  ojos  á  Dios  y  cansado  ya 
del  bullicio  del  mundo  y  sinsabores  del  gobierno  y  domésticos, 
que  le  molestaron  largo  tiempo,  abdicó  la  corona  en  favor  de  su 
hijo  Don  Pedro,  y  después  de  haber  tomado  el  hábito  y  profe- 
sado como  monje  de  Poblet,  falleció  el  día  2']  de  Julio  del  1276, 
cuando  se  retiraba  al  monasterio. 

Don  Jaime  I  casó  en  122 1  con  Doña  Leonor,  hija  de  Alfon- 
so IX  de  Castilla,  y  de  ella  tuvo  un  hijo  que  se  llamó  Don  Alonso, 
y  murió  en  1260;  mas  habiendo  este  matrimonio  sido  efectua- 
do sin  la  correspondiente  dispensa  del  parentesco  que  mediaba 
entre    los  contrayentes,   Don  Jaime  pidió  y  obtuvo  del  Sumo 


4Ó2  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

l'ontífice  que  fuese  anulado,  aunque  declarando  legítimo  al  único 
hijo  que  de  él  había  nacido. 

Algunos  años  después  de  su  separación  con  Doña  Leonor 
contrajo  segundas  nupcias  con  Doña  Violante,  hija  de  Andrés  II, 
rey  de  Hungría,  la  cual  dio  á  luz  cuatro  hijos  y  cinco  hijas,  de 
los  que  el  primogénito,  Dox  Pedro,  le  sucedió  en  el  reino  de 
Aragón  y  condado  de  Barcelona,  y  el  segundo,  llamado  Do.\ 
Jaime,  en  el  reino  de  Mallorca,  condados  de  Rosellón  y  Cer- 
deña,  señorío  de  Montpeller  y  algunos  estados  de   Cataluña  (l). 

La  gloria  imperecedera  que  circunda  el  nombre  de  Don  Jai- 
me no  es  debida  únicamente  á  sus  asombrosos  hechos  de  armas, 
sino  también  á  la  extensión  que  dio  á  sus  relaciones  diplomáti- 
cas, que  aumentó  prodigiosamente,  y  al  exquisito  esmero  que 
siempre  puso  en  hacer  la  felicidad  de  sus  vasallos.  Uno  de  los 
hechos  que  más  prueban  este  constante  desvelo  fué  la  institución 
del  primer  Cuerpo  municipal  ó  del  célebre  Consejo  de  Ciento 
que  en  1 274  otorgó  á  su  querida  ciudad  de  Barcelona.  Seáme 
lícito,  á  fuer  de  hijo  de  esta  noble  ciudad,  ofrecer  un  tributo  de 
agradecimiento  al  Rey  ilustre  que,  á  pesar  del  espíritu  aristocrá- 
tico de  aquellos  tiempos,  tuvo  el  suficiente  acierto  para  fundar 
una  corporación  en  que  tenían  entrada  todos  los  hombres  de  • 
probidad,  fiado  en  que  era  esta  bastante  garantía  para  que  nunca 
degenerase  tan  noble  institución.  No  se  engañó:  la  historia  acre- 
dita cuan  sabias  fueron  las  decisiones  del  Consejo  y  cuan  impar- 
cial y  terrible  su  justicia,  circunstancias  que,  elevándole  al  más 
alto  grado  de  esplendor,  hicieron   que  la  dignidad   de  Conseller 


[\)  En  un  Cronicón  de  fines  del  siglo  xiii  ó  principios  del  xiv,  se  lee 
lo  siguiente:  <íDc  la  bondat  del  Rey  en  Jacmc. — Devets  saber  que  aquest 
Rey  en  Jacme  era  lo  pus  bell  hom  del  mon,  e  era  maior  que  altre  hom 
un  gran  palm,  e  era  ben  format  e  cumplit  de  tots  sos  membres.  Thani;i 
gran  cara  e  vermella,  e  frescha:  el  ñas  lonch  é  be  dret  e  gran  bocha  o 
fresca  e  belles  dents  é  blanches  é  blanhs,  e  beylls  hulls  negres,  e  belles 
seylles  e  grans  spatles,  el  lonch  eos  e  delgat,  els  brassos  grossos  e  ben 
feyts,  e  belles  mans  e  lonchs  dits,  e  era  molt  ardit,  e  prous  de  ses  armes, 
i-  larch  de  donar,  e  agradable  a  tota  gent,  e  molt  misericordiós.  e  era  tot 
son  cor  e  sa  voluntat  de  garreiar  tots  tcmps  ab  sarrahins». 


LOS    SEPULCKOS    REALES    DEL    MONASTERIO    DE    POBLET  463 

íuese  reputada  como  una  de  las  primeras  del  Estado  y  se  viese 
á  los  grandes  señores  renunciar  á  sus  fueros  y  dignidades  para 
ser  admitidos  entre  aquellos  ilustres  menestrales  (l). 

Inmediato  á  Don  Jaime  estaba  sepultado  Dox  Pedro  III  de 
Barcelona  y  IV  de  Aragón,  que  empezó  su  reinado  persiguien- 
do á  su  madrastra  Doña  Leonor  y  á  sus  hermanos,  hijos  de  ésta 
y  de  su  padre  Don  Alfonso  III  el  Benigno.  Su  genio  violento  é 
inconsiderado,  que  tantos  sinsabores  le  produjo,  se  dio  ya  á  co- 
nocer en  la  época  de  su  coronación,  pues  sin  hacer  el  menor 
caso  de  la  costumbre  que  establecía  que  antes  de  verificarse 
ésta  pasasen  los  Reyes  á  jurar  los  privilegios  de  los  catalanes, 
se  coronó  al  momento  en  Zaragoza,  sin  atender  las  vivas  recla- 
maciones de  los  diputados  del  Principado  que,  llenos  de  ira, 
abandonaron  aquellos  sitios  y  regresaron  á  sus  casas. 


<  1)     Su  epitafio  decía  así: 

Anno  Domini  M.  CC.  LXXVl 
Vigilia  B.  Mariae  Magdalenae 
Illusirissimus  ac  virtiiosissimus 
Jacobjis,  Rex  Aragonum,  Majori- 
carum,  Valenliae,  comesque  Barcinonae 
et  Vrgelli,  ei  Dominus  Montispesulani, 
accepit  habitum  Ordinis  Cisterciensis, 
in  Villa  Algecirae,  et  obüi  VaHentiae 
VI  Kal.  augusti.  Hic  contra 
sarracenos  semper  praevaluit, 
et  abstiilit  eis  Regna  ñíajoricarnm, 
Valentiae,  et  Afitrciae,  et  regnavit 
LXIl  annis,  X  mensibus,  et  XX  V 
diebíts:  et  iranslatus  est  de  civitaie 
Valentiae  ad  Monasteriiim  Pojtuleti, 
ubi  sepuHus  fuit  praesentibus  Rege 
Petro  filio  siio^  ejiís  uxore  Constantiae 
Regina  Aragomim,  et  Violante 
Regina  Cas tellae  filia  Domini 
Regis  Jacobi  praedicti  et  Archiecopo 
Terraconae,  ei  mtiltis  Episcopis,  ef 
Abbatibus,  ac  Nobilibiis  viris. 
Hic  aedificavii  Monasterium  Bonifazani 
et  fecit  milita  bona  dicto  Monasterio  Popuhti. 
Ejr/s  anima  rcquiescat  in  pace. 
Amen. 


464  BOLETÍN    DE    LA    REAL   ACADEMIA    DE   LA   HISTORIA 

Los  aragoneses,  que  cuando  esto  aconteció  aplaudían  el  Cíirác- 
ter  de  Don  Pedro,  sin  considerar  que  si  con  esta  conculcación 
de  costumbre  halagaba  su  amor  propio,  no  se  verían  ellos  libres 
de  semejantes  desafueros,  tuvieron  muy  pronto  motivos  funda- 
dos de  queja,  pues  tampoco  fueron  respetados  sus  fueros,  como 
no  lo  había  sido  la  costumbre  de  los  Reyes  anteriores.  La  tena- 
cidad de  Don  Pedro  en  querer  gobernar  á  su  antojo  disgustó 
altamente  á  los  magnates,  que  viéndose  postergados  y  alguna 
vez  escarnecidos,  formaron  una  liga  á  cuyo  frente  colocaron  al 
Infante  Don  Fernando  y  resolvieron  no  someterse  al  Monarca 
hasta  que  fuesen  asegurados  sus  fueros  bajo  mejor  fianza  que  la 
palabra  real,  y  que  la  ley  sálica  estuviese  declarada  como  funda- 
mental en  la  Monarquía.  Inútil  es  describir  las  escandalosas  es- 
cenas que  con  este  motivo  tuvieron  lugar:  baste  decir  que  des- 
pués de  haber  sido  insultado  y  puesto  en  peligro  el  trono  por 
los  partidarios  de  la  Unión,  que  levantaron  grandes  ejércitos, 
primero  en  Aragón  y  después  en  Valencia,  fué  aquélla  aniquila- 
da por  Don  Pedro,  valiéndose  para  ello,  ya  de  dádivas,  ya  de  la 
fuerza. 

Concluidos  los  cuidados  que  la  odiada  Unión  le  acarreara,  diri- 
gió Don  Pedro  su  vista  hacia  Castilla,  con  cuyo  Rey  estuvo  algún 
tiempo  en  guerra;  pero  viendo  sin  duda  el  poco  ó  ningún  fruto 
que  de  ella  sacaba,  resolvió  sacrificar  otra  víctima,  que,  como 
débil  que  era,  no  podría  resistir  á  su  ambiciosa  pujanza.  Esta  víc- 
tima fué  Don  Jaime  de  Mallorca.  La  corona  de  este  pequeño, 
pero  hermoso  reino,  tan  cercano  á  sus  dominios,  era  para  Don 
Pedro  una  continua  tentación,  y  no  sabiendo  contenerla,  mandó 
formar  una  causa  contra  Don  Jaime,  en  la  que  después  de  acu- 
sarle de  varios  delitos,  cuya  existencia  nadie  pudo  hacer  constar, 
le  declaró  rebelde  y  contumaz  por  no  haberse  presentado  á  de- 
fenderse, y  envió  tropas  á  apoderarse  de  sus  Estados:  lo  cual  le 
costó  poco  trabajo,  á  pesar  de  la  protección  que  el  Papa  dispen- 
sara al  de  Mallorca.  Desde  entonces  este  reino  quedó  para 
siempre  unido  al  de  Aragón. 

El  decidido  empeño  de  Don  Pedro  en  conservar  la  Sicilia,  re- 
belada continuamente  á  instigaciones  de  las  repúblicas  de  Vene- 


LOS    SEPULCROS    REALES    DEL    MONASTEKIO    DE    POBLET  465 

cia  y  Pisa,  y  el  deseo  de  apoderarse  de  Atenas  y  Patras,  don- 
<le  tenía  algún  partido,  le  costaron  grandes  osfuerzos,  que  prue- 
ban al  mismo  tiempo  su  ánimo  valeroso  y  la  riqueza  y  sufri- 
miento de  sus  pueblos.  Por  fin,  después  de  un  reinado  de  cin- 
cuenta y  dos  años,  mezcla  singular  de  guerras,  transacciones, 
heroicidades  y  perfidias,  muri(3  Don  Pedro  en  su  palacio  de  Bar- 
celona, en  1387,  á  la  edad  de  sesenta  y  siete  años.  Su  carácter 
violento  le  arrastró  á  crueldades  que  supo  perfectamente  disfra- 
zar, algunas  veces,  con  su  genio  sagaz  y  político.  Fué  astrólogo  \" 
alquimista,  muy  dado  á  las  letras  y  trovador  muy  aventaja- 
do (i).  Es  conocido  generalmente  por  el  dictado  de  Ceremonioso 
por  haber  escrito  el  ceremonial  de  la  coronación  de  los  reyes  de 
Aragón  y  las  ordenanzas  de  la  Real  Casa;  pero  en  Cataluña  se  le 
llama  vulgarmente  el  del  punyalet^  por  llevar  siempre  consigo 
esta  arma,  con  la  (|ue  desgarró  los  principiosde  la  Unión. 

Barcelona   recordará  siempre  la   memoria   de    este   Monarca, 


(i)     Como  muestra  ile  sus  producciones  coi)iamos  la  ^ilfuiente: 

«Vetlan  el  lit  suy  nom  penser  casat 
De  dar  consell  ais  caballers  quis  fan. 
De  quis  faran  caballers  deravan, 
Et  en  qual  loch  los  será  pus  legut. 
E  dich  primer  que  la  caballeria 
Rebre  deu  hom  de  son  senyor  si  v  es. 
O  de  valent  caballer  enapres, 
O  de  qui  cap  de  son  linatge  sia 
Lo  loch  me  par  que  sia  pus  degut 
Nobla  ciutat  ó  Vila  grosse  gran, 
Oís  enamichs  valentmen  garreian 
Tenent  el  puny  langa  el  bras  escut, 
Ou  espleya  en  gran  devota  sia. 
E  sin  faxí,  no  será  ja  repres 
Per  caballers  ne  per  nuil  hom  entes  *• 

Quin  noble  fayts  met  se  pensa  tot  dia. 
Damor  no  chant  axi,  com  far  solía, 
Car  me  vey  trop  en  anys  avant  empet 
Duptant  (juen  fos  en  mal  per  alguns  pres 
Perqué  meu  cali,  que  pus  non  chantaria. 

Dominus    Rex    mandavit    mihi 

Guillermo  Oliverh.  » 


466  BOLETÍN    DE    I.A    REAL    ACADEMIA    DE     LA     HISTORIA 

pues,  en  medio  de  algunas  cualidades  poco  recomendables,  tuvo 
un  incesante  afán  de  embellecerla  y  fortificarla.  Deseando  po- 
nerla al  nivel  de  las  principales  ciudades  de  Europa,  mandó 
construir  nuevos  arsenales,  armerías,  templos,  fuentes,  archivos 
y  las  casas  de  la  Ciudad,  de  la  Diputación  y  la  Lonja.  Publicó 
muchas  leyes,  pragmáticas  y  ordenaciones  para  el  debido  arreglo 
del  gobierno,  siendo  muy  célebre  la  promulgada  en  las  Cortes 
de  Perpiñán  el  15  de  Diciembre  de  1350,  para  que,  en  adelante, 
se  contase  por  la  Era  de  la  Natividad  de  Nuestro  Señor  Jesu- 
cristo (l). 

l'^nfrente  de  Don  Pedro  yacía  Dox  Juax  I  el  Cazador.,  su 
hijo  primogénito,  el  cual,  viviendo  su  padre,  casó  por  primera 
vez  con  Doña  Juana  de  Valois,  hija  del  Rey  de  Francia,  la  que 
ni  siquiera  pudo  reunirse  con  su  esposo,  pues  la  asaltó  la  muerte 
en  Beziers  al  ir  á  verificarlo.  Dos  años  después  quiso  Don  Pedro 
poner  fin  á  la  viudez  de  Don  Juan,  disponiendo  que  contrajese 
segundas  nupcias  con  Doña  Matea,  Matha  ó  Martha  de  Arme- 
nyach,  lo  cual  tuvo  efecto  en  1 372,  celebrándose  los  desposorios 
en  el  castillo  de  Lautrec,  donde  D.  Lupo  de  Gorrea  representó 
á  D.  Juan,  Duque  entonces  de  Gerona.  También  fué  éste  desgra- 

11)     El  epitafio  de  Don  Pedro  detu'a: . 

Qnartus  Aragón  iae  Peiriis, 

(i  píiglone  vocaíus,  iiivictus  animo, 

hic  jacet  inanímis  LXVII  aeíatis 

expleiis  annis,  duui  Regni  sui  complereí 

LI  obüt  Barcinoiie  auno  Domini 

Al.CCC.LXXX  Vn?touis  j-anuarH: 

ejus  Corpus  ibiEclesiae  catedrali  conuneudatum 

inansit  Vllamiis  et  IV  mensibus,  sitie 

desideraio  sepulclii  o,  quod  ipse  sibi  et 

aliis  Regibus  in  hoc  Monasterio  Populeti 

Constnixeraí.  Ad  ipsum  autem  fuit 

postea  transtatitm  anuo  M.CCCXCIV 

idibiis  niaii,  qua  die  presente  Ülusirissiino 

Joanne,  filio  suo  Reoe,  Aragonnrn,  cum 

fraeclaris  vivís,  et  Proelatis  pluí  imis, 

Sotemniier  fuit  humatum. 

Anima  ejiís  reqniescat  in  pace. 

Amen. 


IOS    SEPULCROS    REALES    DEL    MONASTERIO    DE    POBLET  467 

ciado  en  su  segundo  matrimonio,  jMies  á  los  seis  años  de  concer- 
tado murió  su  esposa  en  Zaragoza,  dejando  en  la  familia  Real  y 
(MI  el  amor  de  los  que  debían  ser  sus  ])uebIos  un  vacío  difícil  de 
llenar. 

Muerta  Doña  Matea,  estalló  en  la  regia  familia  una  larga  serie 
de  rencillas,  celos  y  odios  entre  Doña  Sibilia  de  Porcia,  esposa 
del  Rey,  y  sus  entenados  los  hijos  de  Doña  Leonor  de  Sicilia,  que 
(lió  últimamente  pábulo  á  muchos  escándalos  de  que  raras  veces 
ha  habido 'ejemplo.  Rota  con  este  motivo  la  valla  del  respeto, 
casóse  Donjuán,  á  disgusto  de  su  padre,  con  Doña  X'^iolante,  so- 
brina de  Carlos  el  Sabio,  Rey  de  Francia,  enlace  que  irritó  tanto 
al  Monarca  aragonés,  que  privó  á  Donjuán  (si  bien  que  á  ruegos 
de  Doña  Sibilia)  de  la  administración  de  los  negocios  que  como 
primogénito  le  correspondía  (l).  Dudoso  éste  acerca  del  partido 
que  en  tales  circunstancias  debía  adoptar,  se  puso  al  fin  en  ma- 
nos del  Justicia  mayor  de  Aragón,  que  era  entonces  Domingo 
•Cerdán,  el  cual  le  amparó  de  tal  manera  que  nada  pudo  ya  con- 
tra él  la  rencorosa  ira  de  su  padre,  que  le  legó  en  el  testamento 
su  maldición,  si  no  cumplía  exactamente  cuanto  en  él  se  dispo- 
nía acerca  de  Doña  Sibilia  y  de  sus  hijos. 


(I )     Para  manifestar  su  disgusto  t-iivió  á  Don  Juan  una  carta  y  los  ver- 
sos siguientes: 

Mon  car  fill,  per  sent  anthoni 
Vos  juram  quest  mal  consellat, 
Con  laxats  tal  matrimoni 
En  quens  dan  un  bon  regnat, 
E  quen  haiats  altre  fermat. 
¡En  inferu  ab  lo  dimoni 
Si  cubren  quins  nanganat! 
Qui  ben  crex  son  patrimoni 
Es  nest  mon  per  tuyt  presat. 
Axi  lio  dix  apoUoni 
Largament  en  un  dictat, 
On  hoa  ben  declarat, 
E  li  fa  gran  testimoni 
Alaxandre  en  veritat 
No  volg  esser  mullerat. 
¡Peí  valent  de  sen  celoni 
Quen  perdes  tal  heratat! 

Rkx  í'etriis. 


468  HOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Convencida  ésta  de  las  persecuciones  que  iba  á  sufrir  se  esca- 
pó de  Barcelona  algunos  momentos  antes  de  fallecer  su  marido, 
pero  habiendo  cundido  al  instante  la  voz  de  que  había  hechizado 
al  difunto  y  á  su  entenado  Don  Juan,  que  se  hallaba  en  aquel 
entonces  enfermo  en  Gerona,  fué  perseguida  por  los  nobles,  pre- 
lados y  conselleres  al  toque  de  somatén  y  traída  á  Barcelona, 
donde  había  también  acudido  Don  Juan  alarmado  por  tales  no- 
ticias. Formósela  al  momento  una  como  causa,  y,  en  su  virtud, 
fueron  condenados  á  muerte  muchos  de  sus  partidarios,  pena  de 
que  ella  pudo  librarse  únicamente  por  intercesión  del  legado 
pontificio,  y  entregando  todos  sus  castillos  y  posesiones,  de  los 
que  Don  Juan  hizo  merced  á  su  esposa  Doña  Violante. 

Terminados  estos  desastrosos  sucesos  gobernó  Don  Juan  con 
benignidad,  si  bien  con  algún  descuido,  pues  su  decidida  afición 
á  los  ejercicios  de  la  caza,  que  le  valió  el  sobrenombre  de  Caza- 
dor., le  retrajo  algún  tanto  del  cuidado  de  los  negocios.  No  obs- 
tante, sostuvo  con  dignidad  el  pabellón  aragonés,  cuando  los 
franceses,  al  mando  del  Conde  de  Armenyach,  entraron  en  Ara- 
gón y  en  los  reinos  de  Cerdeña  y  Sicilia,  que  durante  su  domi- 
nación continuaron,  como  siempre,  rebelándose.  Murió  el  día  H) 
de  Mayo  de  1396,  de  resulas  de  una  caída  de  caballo  que  sufrió 
estando  corriendo  una  liebre  en  el  bosque  de  Foixá,  cerca  de 
Torroella  de  Montgrí. 

El  reinado  de  Don  Juan  es  célebre  en  la  Historia  por  lo  mu- 
cho que  protegió  la  poesía,  pues  para  saciar  su  afición  á  ella,  fun- 
dó en  Barcelona  una  Academia  del  gay  saber  en  la  que  lucieron 
su  ingenio  los  más  famosos  trovadores  de  su  tiempo,  elevando  ai 
más  alto  grado  de  esplendor  el  bello  idioma  lemosín. 

En  su  sepulcro  figuraban  tres  estatuas  yacentes.  La  que  le  re 
presentaba  y  la  de  Doña  Violante,  su  última  esposa,  ceñían  co- 
rona real;  la  otra,  que  era  la  de  Doña  Matea,  tenía  rodeada  su 
cabeza  con  una  corona  de  flores  y  sostenía  la  regia  con  sus  ma- 
nos: pensamiento  poético  y  delicado,  dice  Piferrer,  que  nos  la 
representa  pura  y  graciosa  aun  en  el  sepulcro,  diciendo  cuanto 
debió  serlo  en  vida  la  que  al  brillo  del  oro  prefirió  en  su  frente 
las  pálidas  violetas. 


LOS    SEPULCROS    REALES    DEL    MONASTERIO    DE    POBLET  4O9 

Al  lado  de  Don  Pedro  del  Pmiyalct,  y  en  el  sepulcro  desti- 
nado para  Don  Maktín  el  Humano  (i),  yacía  Don  I'^kknanikj  el 
Honesto  ó  de  Anteqtiera,  Monarca  de  origen  castellano,  si  bien 
hijo  de  Doña  Leonor,  que  lo  era  de  Don  Pedro  el  Ceremo- 
nioso, )'  ([ue  nunca  parecía  había  de  ceñir  la  corona  aragonesa  á 
no  haber  sido  por  la  singular  sentencia  del  Parlamento  de  Caspe. 
Mucho  se  ha  deseado  conocer  las  razones  que  impulsaron  á  los 
jueces  de  este  célebre  tribunal  para  preferir"  á  Don  Fernando; 
pero  nada  se  ha  logrado  mas  que  consignar  la  decidida  protec- 
ción que  el  Maestro  \  ícente  Ferrer  le  dispensaba,  y  el  interés 
que  por  el  mismo  demostraba  el  Papa  Benedicto  de  Luna,  que 
deseaba  tener   á  su  favor  ambas  Cortes,  castellana  y  aragonesa. 

Dejando  á  un  lado  los  motivos  de  su  nombramiento,  no 
puede  menos  de  confesarse  que  fué  Príncipe  valeroso,  señalán- 
dose, particularmente,  en  las  batallas  que  siendo  aún  infante  de 
Castilla  ganó  á  los  moros,  y  que  dio  pruebas  de  una  virtud 
ejemplar,  pues  tuvo  bastante  desprendimiento  para  desechar  la 
Corona  del  mismo  reino  que  los  grandes  le  ofrecían,  siendo 
él  regente  y  menor  de  edad  su  sobrino  Don  Juan  II.  Acostum- 
brado Don  Fernando  á  las  costumbres  de  Castilla  no  pudo  fácil- 
mente  habituarse   á  las  de  Aragón,    diversas  de  las  que  había 


{i^     En  el  .sepulcro  ise  ]eí;i 


Fortis  et  siremi/s  Martimis 

Ara^o)iiae  Rex. 

Obiiiatnw  Domini  M.CCCCX. 

Prid.  Kal.  Junii. 
^.'ecedit  m  ipso  virilis  Comitum 
Barcin.  pfopa¡y;at.  Regnavit  annis  X  V 
diebus  XI,  liberis  ante  ipsum  de- 
f  uncus,  et  ipse  LI  aetatis  expíelo 
anno,  Regnum  posteris per  juris  exa- 
men sub  lite  decidendum  reliquit. 
Fuit  primo  in  sede  Barcinonensi  se- 
pultas: mide  L  anuo  Populetuní 
translatus  anno  M.CCCCLX.  ínter 
suos  ibldem  fuit  tumulatus. 
Anima  ejus  requiescat  in  pace. 
Amen. 


470  boletín  de  la  keal  academia  de  la  historia 

seguido  desde  niño,  ni  menos  soportar  las  infinitas  trabas  que 
sus  provincias  oponían  á  su  autoridad  con  el  escudo  de  sus 
fueros  (l,. 

En  1393,  siendo  aún  Infante  de  Castilla,  casó  Don  Fernando 
en  Madrid  con  Doña  Leonor  de  Alburquerque,  llamada  la  rica 
hembra^  de  la  que  tuvo  cinco  hijos  y  dos  hijas,  de  los  cuales  se 
ocupa  bastante  la  Historia. 

Alfonso  V,  su  hijo,  le  sucedió  el  mismo  día  de  su  muerte,  y 
aunque  su  elevación  al  trono  no  produjo  mucho  entusiasmo,  las 
relevantes  prendas  que,  desde  luego,  dio  á  conocer,  hicieron  de 
él  uno  de  los  reyes  de  Aragón  más  estimados.  Poco  tiempo 
después  de  ocupado  el  solio  supo  de  un  modo  que  no  le  per- 
mitía ningún  género  de  duda,  que  se  conspiraba  contra  él  y  que 
varios  de  sus  principales  nobles  se  habían  afiliado  en  una  cons- 
piración para  proclamar  al  Conde  de  Urgel.  Alfonso,  sin  hacer 
caso  de  las  noticias,  pidió  la  lista  de  los  conspiradores,  y  cuan- 
do ésta  le  fué  entregada,  la  rompió  sin  leerla  siquiera:  ejemplo 
de  magnanimidad  que  le  valió  muchas  simpatías  y  que  prueba 
generosidad  poco  usada. 

Constituido  ya  en  el  mando  y  sosegados  los  bandos  interiores, 
resolvió  Don  Alfonso  someter  de  una  vez  los  reinos  de  Córcega 
y  Cerdeña,  á  cuyas  islas  se  dirigió,  y  en  las  que  obtuvo  los  más 
brillantes  resultados.  Mientras  más  engolfado  estaba  en  su  expe- 
dición, recibió  emisarios  de  Doña  Juana,  reina  de  Ñapóles,  que 
le  pidió  ayuda  contra  su  esposo  el  Conde  de  Lamarche  y  contra 
el  Duque  de  Anjou,  ofreciéndole,  si  tal  hacía,  adoptarle  y  nom- 


(1)  «...E  lo  Rcj'  sen  vench  á  Cathalunya  en  la  vila  de  Muntblanch,  per 
teñir  corts  ais  cathalans,  en  les  quals  corts  foren  prelats,  barons,  nobles  e 
caballers,  ciutats  e  villes  del  dit  principat  de  Cathalunya,  los  quals  dema- 
naren  alguns  capitols  al  Rey  en  les  dites  Corts,  los  quals  capitols  lo  Rey 
nols  volc  atorgar  aus  sobre  los  dits  capitols  lo  Rey  se  lexá  dir  algunas 
paraulas  en  presencia  de  totes  les  Corts  assats  carragosas  ais  regnes  e 
principat,  les  quals  páranles  no  vull  agi  recitar,  pero  al  dit  Rey  fou  res- 
post  per  lo  honorable  mossen  Ramón  Desplá,  sindic  canseller  en  cap  de 
la  noble  ciutat  de  Barcelona,  axi  com  se  pertan}'^a  á  rcspondre  segons  les 
páranles  ditas  per  lo  Re}',  tota  faeltat  guardada  al  dit  senyor,  e  per 
aqüestes  paraules  les  Corts  romperen,  e  lo  Rey  sen  ana  á  Valencia...» 


LOS    SEPULCROS    REMES    DEÍ.    MONASTERIO    DE    POULET  47  I 

brarle  su  legítimo  sucesor.  Don  Alfonso  aceptó  el  trato,  y  así  se 
estipuló  en  escritura  pública.  Trasladóse  al  instante  á  Ñapóles,  y 
cuando  más  solícito  andaba  en  favor  de  Doña  Juana,  supo  que 
ésta,  voluble  en  sumo  grado,  urdía  contra  él  las  intrigas  más  in- 
fernales, llegando  hasta  el  extremo  de  querer  asesinarle.  Libre  por 
un  milagro  de  semejante  trama,  resistió  con  valor  inaudito  los 
ejércitos  franceses,  genoveses,  del  Papa  y  del  Duque  de  Milán, 
que  juntos  auxiliaban  á  Doña  Juana.  En  esta  campaña  sufrió  reve- 
ses de  consideración,  habiendo  caído  prisionero  en  uno  de  ellos; 
pero  alcanzó  también  infinitas  victorias,  que  acreditan  su  ánimo 
esforzado  y  que  le  valieron,  al  fin,  la  corona  de  Ñapóles,  que  por 
su  voluntad  pasó,  después  de  su  muerte,  á  las  sienes  de  su  hijo 
ilegítimo  Don  Fernando.  Murió  en  el  castillo  de  Oro,  en  Ñapó- 
les, el  día  J"]  de  Junio  de  I458;  su  cadáver  fué  depositado  en  el 
convento  de  San  Pedro  ^Mártir,  de  la  misma  ciudad,  y  trasla- 
dado á  Poblet,  según  su  mandato,  el  año  1 67 1,  por  disposi- 
ción de  Don  Pedro  Antonio  de  Aragón,  su  sobrino  en  quinto 
grado  (I). 

A  Don  Alfonso,  rey  valiente  entre  los  más  valientes,  genero- 
so en  extremo,  amante  de  las  letras,  dotado  de  claro  entendi- 
miento y  constante  en  sus  adversidades,  si  bien  demasiado  am- 
bicioso y  no  muy  recto  político,  sucedió  en  la  corona  aragonesa 
su  hermano  Dox  Ji'ax,  que  durante  la  permanencia  de  aquél  en 
Ñapóles  gobernaba  el   reino   como  lugarteniente  general,  hom- 


(1)  AlfonsHS  V  Ara'^oniac  ct  Ncapolis  Rcx  Scrcriissins,  ob  eximias  be- 
llicae  virtufis  dotes  cognomento  magnanimus,  in  subacta  Neapoli  decessit 
XXVIII  (*)  Jiatii,  Anuo  MCDLVIII  cujiis  corpis  ad  B.  Petri  Martyrís 
aram  Deponi,  ct  in  Regiiim  Beatae  Mariae  de  Poblet  Avitum  Scpulchrum 
asportari  ex  testamento  mandavit.  Rcgiiim  iinperium  per  CCX  atino,  inter- 
missum  D.  Petras  Antonius  de  Aragón,  Segorvidac,  et  Cardonae  Diix  Nea- 
polis  Pro  rcx,  ad  Clemente  n  X  legaíus,  Catholicoriim  Regum  Decretis  insis- 
tens,  Pontificioque  impetrato  diploínatc,  per  Cassannm  Episcopum  tándem 
exolvit  XXV.  Angustí  anno  Domini  D.DC.LXXI.  Tanti  Regis,  ac  Reginae 
Mariae  Conjugis  Ossa  Apostólica  dispensatiotic,  quo  sple?idiori  ornarentur 
cultu  Ídem  pientissimus  Dux  novo  lapide  conten gens  parentávit. 

(*)     Sfgún  los  dietarios  y  principnles  autores  murió  al  día  27. 


472  BOLETÍN    DE    LA     REAL    ACADEMIA    DE    LA     HISTORIA 

bre  de  genio  turbulento,  de  corazón  poco  humano,  de  poca  ins- 
trucción y  de  torcida  política,  el  cual,  viviendo  todavía  Don  Al- 
lonso,  casó  (después  de  haber  intentado  varios  matrimonios)  con 
Doña  Blanca,  hija  única  y  heredera  de  Carlos  III  el  Noble,  rey 
de  Navarra.  Dicen  algunos  historiadores  que  en  sus  capitulacio- 
nes matrimoniales  se  estipuló  que,  muerto  Don  Carlos,  entrasen 
á  reinar  Doña  Blanca  )'  Don  Juan,  y  que  en  caso  de  que  ésta 
falleciese  antes  que  su  marido ,  reinase  Don  Juan  durante  su 
vida,  y  después  sus  descendientes.  (!)tros  afirman  que,  según  las 
mismas,  Don  Juan  sólo  debía  reinar,  después  de  muerto  Carlos 
ti  Noble,  mientras  viviese  su  esposa,  muerta  la  que  entraban  in- 
mediatamente sus  descendientes.  Nadie  sabe  á  punto  fijo  lo  que 
se  pactó;  pero  indudablemente  debió  ser  lo  último,  pues  no  pue- 
de creerse  que  Carlos  el  Noble  y  Doña  Blanca  postergasen  sus 
hijos  á  Don  Juan,  mayormente  si  éste  pasase  a  segundas  nupcias, 
como  lo  hizo,  ni  se  deduce  otra  cosa  del  testamento  de  Doña 
Blanca,  que  llamó  inmediatamente  al  Príncipe  de  Viana,  su 
hijo  primogénito,  si  bien  para  ello  le  rogó  que  pidiese  el  bene- 
plácito de  su  padre.  IVes  hijos  tuvo  Don  Juan  de  su  'primera 
esposa:  Don  Carlos,  á  quien  su  abuelo  dio  al  poco  tiempo 
de  su  nacimiento  el  principado  de  Viana;  Doña  Blanca,  que 
después  casó  con  Enrique  IV,  rey  de  Castilla,  y  Doña  Leonor, 
que  lo  hizo  con  el  Conde  de  Fox.  Descolló  el  primero  por  su 
gallardía,  talento  y  prudencia,  de  modo  que  durante  las  ausen- 
cias de  su  padre  gobernaba  el  reino  de  Navarra  con  tanto  tino, 
que  su  gobierno  era  bendecido  por  todos  los  navarros.  Pasado 
algún  tiempo,  Don  Juan,  que  tenía  muchas  posesiones  en  Casti- 
lla y  que,  como  todos  los  grandes  de  este  reino,  odiaba  á  Don 
Alvaro  de  Luna,  que  gobernaba  á  su  antojo  el  débil  ánimo  de 
Don  Juan  II,  'resolvió  para  derribarle  unirse  estrechamente  con 
Don  Fadrique  Enríquez,  Almirante  de  Castilla,  para  lo  cual  le 
pidió  la  mano  de  su  hija  Doña  Juana,  con  la  que  se  desposó  en 
1441.  Verificado  el  enlace,  sin  anuencia  siquiera  del  Príncipe  de 
Viana  y  de  los  estados  del  reyno,  pasaron  los  recién  casados  á 
Navarra,  donde  Doña  Juana,  escudada  con  el  título  de  goberna- 
dora, que,  en  detrimento  del  Príncipe  Don   Carlos,  le  conceiió 


LOS    SEPULCROS    REALES    DEL    MONASTERIO    DE    POBLET  473 

Don  Juan,  comenzó  á  mandar  despóticamente  y,  como  dice 
Quintana,  á  insultar  á  los  pueblos  con  la  ostentación  de  su 
poder. 

Celosa  del  cariño  que  éstos  profesaban  al  de  Viana,  dedicóse 
con  incesante  afán  á  vejar  á  los  numerosos  partidarios  que  éste 
tenía,  y  aun  él  mismo  tuvo  que  sufrir  infinitas  humillaciones,  á 
pesar  de  que  su  carácter  sumiso  y  apacible  evitaba  las  ocasiones 
que  pudieran  producir  un  rompimiento  con  su  madrastra.  Nada 
logró  á  pesar  de  sus  deseos;  aparecieron  de  nuevo  dos  bandos, 
titulado  el  uno  agramontés  y  beamontés  el  otro,  que  ya  se  habían 
formado  en  tiempo  de  Doña  Blanca,  y  poniéndose  Don  Carlos  al 
frente  del  segundo,  dio  la  señal  de  la  guerra,  que,  encendiéndose 
en  breve  tiempo  por  el  reino,  causó  una  larga  serie  de  calami- 
dades que  no  cesaron  hasta  que,  después  de  muerto  Alfonso  V, 
y  muertas  también  las  esperanzas  que  en  su  mediación  había 
fundado  el  de  Viana,  se  sometió  éste  sin  condiciones  á  la  vo- 
luntad de  su  padre. 

Los  únicos  deseos  de  Don  Carlos  después  de  su  sumisión  eran 
que  su  padre  le  declarase  primogénito  y  sucesor  y  que  le  fuese 
dada  por  esposa  la  Infanta  Doña  Isabel,  hermana  de  línrique  IV 
de  Castilla.  Lo  primero  nunca  lo  concedió  su  padre;  lo  segundo 
halló  en  el  mismo  y  en  Doña  Juana  Enríquez  una  decidida  opo- 
sición, pues  la  deseaban  hacía  mucho  tiempo  para  su  hijo  Don 
Ferx.wdo,  que,  andando  el  tiempo,  fué  apellidado  el  Católico. 
En  vano  hizo,  para  vencer  esta  resistencia,  las  más  vivas  ins- 
tancias; Doña  Juana  preveía  que  Doña  Isabel  llegaría  á  ser  rei- 
na de  Castilla,  y  como  todo  su  empeño  era  una  corona  para 
^  Fernando,  resistió  tenazmente  los  esfuerzos  de  su  ^entenado. 
Don  Carlos,  empero,  no  desistió;  entabló  secretamente  tratos 
con  Enrique  IV,  que  no  sólo  consentía,  sino  que  deseaba  esta 
boda;  pero  habiendo  sido  descubiertos  por  Don  Fadrique,  padre 
de  la  Reina  de  Aragón,  fueron  inmediatamente  comunicados  á 
ésta  y  á  su  esposo,  que,  llamando  á  su  hijo  con  precipitación  á 
Lérida,  donde  celebraba  Cortes,  lo  mandó  poner  preso  y  llevarle 
al  castillo  de  Aytona.  Vanos  fueron  los  ruegos  de  las  Cortes  ca- 
talanas y  aragonesas;  vana  también  la  voz  general  del  reino,  que 

TOMO    LXXIV  -.  I 


474  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

pedía  la  libertad  de  Don  Carlos:  el  obcecado  Monaica  nada  es- 
cuchó, y  Don  Carlos,  llevado  sucesivamente  á  Fraga,  á  la  Aljafería 
de  Zaragoza  y  al  castillo  de  Morella,  hubiera  permanecido  largo 
tiempo  en  su  encierro  si,  desechada  toda  consideración,  no  se 
hubiese  levantado  Cataluña  y  el  partido  beamontés  de  Navarra  y 
Don  Enrique  IV  no  hubiese  traspasado  la  frontera  amenazando 
invadir  el  territorio  aragonés.  En  vista  de  tal  sublevación,  Dt^a 
juana,  autorizada  por  su  marido,  puso  en  libertad  á  Don  Carlos 
y  lo  llevó  á  Cataluña,  donde  al  poco  tiempo  falleció  llorado  por 
todos  los  buenos. 

Terminados  estos  acontecimientos  y  apaciguadas  las  interio- 
res discordias,  quiso  Don  Juan  recobrar  el  Rosellón,  que  duran- 
te la  última  guerra  había  empeñado  á  Luis  XI  de  Francia,  y 
estuvo  tan  afortunado  en  esta  empresa,  que  después  de  haber 
éste  intentado  dos  veces  su  recobro,  se  vio  precisado  á  abando- 
nar aquella  provincia,  que  ni  por  medio  de  las  armas  ni  por 
simpatías  pudo  hacer  suya. 

Por  fin,  después  de  cincuenta  y  cuatro  años  de  reinado  en 
Navarra  y  veintidós  en  Aragón,  murió  Don  Juan  en  Barcelona, 
el  IQ  de  Enero  de  1479,  poco  llorado  por  sus  vasallos,  que  toda- 
vía recordaban  la  muerte  del  Príncipe  de  Viana  y  de  su  herma- 
na Doña  Blanca,  sacrificada  también  por  su  obcecado  padre. 

Don  Juan'  II  fué  el  último  rey  que  mandó  se  le  enterrase  en 
Poblet  y  el  último  á  quien  se  construyó  un  sepulcro  como 
correspondía  á  su  alta  dignidad. 

Cercanos,  ó  con  los  reyes  que  acabamc>s  de  enumerar,  yacían 
25  Infantes  de  Aragón,  hijos  ó  nietos  de  los  mismos,  cuyos 
hechos,  salvo  los  de  Don  Enrique,  hermano  de  Alfonso  V,  son 
poco  mencionados  por  la  historia. 

Dentro  del  panteón  de  la  casa  de  Cardona  estaban  colocados 
la  Reina  Doña  María  y  su  esposo  Dox  Martín  ei  Humano,  que, 
después  de  un  venturoso  reinado,  murió  sin  sucesión.  Reposa- 
ban en  el  mismo  sitio  Doña  Beatriz  de  Aragón,  Reina  de 
Hungría,  nieta  de  Alfonso  V  é  hija  de  Don  Fernando  de  Ñapó- 
les; Don  Pedro,  Duque  de  Notho,  hermano  del  mencionado  Don 
Alfonso,  que  murió,  estando  con  éste,  en  el  sitio  de  Ñapóles; 


LOS   SEPULCROS    REMES    DEL    MONASTERIO    DE    POBLET  475 

Don  Alfonso  de  Akagón,  hijo  bastardo  de  Don  Juan  II  y  uno 
de  sus  más  valientes  capitanes;  el  Pkíncipk  dk  Vi  ana  y  Don- 
juán DE  Aragón. 

En  el  mismo  panteón  yacían  33  cadáveres  de  la  ilustre  casa  de 
Cardona  y  de  Segorbe,  cuna  la  más  fecunda  de  héroes  é  incesan- 
tes protectores  de  este  célebre  monasterio,  cuyas  hazañas  sería 
largo  enumerar.  Entre  ellos  se  hacía  notar  por  su  magnífico  se- 
pulcro Don  Ramón  Folch,  Vizconde  de  Cardona^  que  antiguamen- 
te estaba  enterrado  en  el  suelo  y  fué  colocado  después  en  el  se- 
pulcro mencionado  por  su  noble  descendiente  el  Excmo  Sr.  Don 
•Luis  Ramón  de  Cardona  (l). 

Por  fin,  en  los  claustros  y  en  las  capillas  gozaban  del  eterno 
sueño  muchos  Prelados,  el  Conde  de  Urgel,  los  Vizcondes  de 
Ager,  los  Barones  de  Cataluña  y  caballeros  de  las  más  ilustres 
familias  del  Principado. 

He  aquí,  excelentísimo  señor,  el  tesoro  que  la  historia  tenía 
depositado  en  Poblet.  Bajo  sus  bóvedas  estaban  guarecidos  los 


i  I '     Este  sepulcro  contenía  la  inscripción  siguiente: 

D.     O.     M. 

ínclitos  inier  vivos,  máximo  D.  D.  Raymundo  Folch  XVII  Cardoiiae  Vice- 
comiti:  Ínter  magtii  noininis  Imperatores  dexterrimo:  inter  gigantes  virtutis 
Milones,  Alcidi:  inter  ?nafurae  meniis  Catones,  Niimae  inier  aetatis  suae 
Dinastas j  Heroi  antonomastice  proclámalo:  Alfonsi  Priticipis  pro  Patre 
Regni  Gubernatoris,  Coadjntori  destinato:  Petri  Aragoniac  Regis  cuín 
Siento  Carolo  in  duellum  venturi,  electo  Propugnatori:  Gerundae  contra 
Pontijícis,  Galliaeque  Regís  insultas,  defcnsori  invicto:  ejusdemqiie  ab  hosti- 
cum  dominatii,  Víndicí  fortunato.  Hiiic  in  bclli  alea,  Marti:  in  pasis  otio, 
Mercurio:  in  templis,  pietatis  Antesignano:  in  compojietidis  inter  Reges  suos 
discordis  amiciíiis,  Confaederaiori:  in  pacis  esseram  non  semel  Oppignorato: 
in  cxpcditione  Murcica,  expugnationis  Auctori  Huic  Cardoniorum  Propa- 
gatori,  in  gratitudínis  et  honoris  obsequium  póstera  ej'us  propago  nobilissi- 
ma  hoc  busiutn  stniit  excellentissimu  Dux  D.  D.  Ludovicus  de  Aragón, 
Folch,  et  Cardona  (oliin  Fernandez  de  Cordova)  Dux  de  Cardona  et  de  Se- 
gorve:  Marchio  de  Gomares  et  de  Pallar s:  Comes  de  Ampurias  et  de  Prares: 
Vicccome  de  Villamur:  eques  aurei  velleris:  cui  Ordini  nomen  daturi  Caroli 
secundi  Hispaniarum  Regis  torquem  aureum  propria  matiu  colla  admovií, 
tantis  cineribiis  debatum.  Atmo  M.DC.LXIX. 

D.     C.     .S. 


476  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

que  dieron  asunto  para  las  más  brillantes  páginas  de  la  de  Ara- 
gón, y  que,  ya  con  la  espada,  ya  con  la  política,  elevaron  los  rei- 
nos que  la  Providencia  les  encomendara  al  más  alto  grado  de  es- 
plendor. Mas  ahora,  el  asilo  á  que  se  habían  refugiado  contra  los 
tiempos  desapareció;  el  templo  que  edificaron  es  sólo  un  mon- 
tón de  escombros;  sus  sepulturas  están  destrozadas,  y  sus  mismos 
huesos,  esparcidos  acá  y  acullá,  hacen  inútiles  los  esfuerzos  del 
investigador  afanoso. 

Nada  quedó  en  pie,  ni  la  casa  de  Dios  ni  el  asilo  de  los  héroes. 
Aquél  recibió  el  primer  insulto;  éstos  fueron  el  juguete  de  la  bar- 
barie; á  aquél  le  profanaron  el  templo  y  le  asesinaron  sus  minis- 
tros; á  éstos  les  abrieron  las  tumbas,  les  despojaron  de  sus  joyas, 
armas  y  vestidos,  y  atándoles  una  cuerda  en  la  garganta,  fueron 
llevados  arrastrados  hasta  los  pueblos  cercanos,  entre  los  más 
atroces  aullidos  y  escandalosas  risotadas. 

Un  solo  cadáver  se  salvó  de  tan  inaudita  invasión.  Éste,  que  se 
dice  ser  de  Don  Jaime  el  Conquistador,  y  al  cual  convienen  al- 
gunas de  las  señas  que  del  mismo  nos  dejó  la  crónica,  está  de- 
positado en  una  de  las  capillas  de  la  Catedral  de  Tarragona,  sin 
que  la  más  leve  inscripción  llame  la  curiosidad  de  la  gente,  que 
muchas  veces  mira  el  ataúd  sin  saber  lo  que  contiene. 

Yo  participo  á  V.  E.  este  hecho  para  que,  si  lo  juzga  conve- 
niente, interponga  con  el  Gobierno  de  S.  M.  su  poderoso  influjo 
y  el  nombre  de  esa  ilustre  Academia  para  que  dicho  regio  ca- 
dáver sea  sacado  del  abandono  en  que  está,  y  bien  sea  en  Tarra- 
gona, diócesis  en  que  quiso  ser  enterrado,  ó  bien  en  Barcelona, 
que  tanto  amó  y  tanto  contribuyó  á  la  adquisición  del  renombre 
con  que  se  le  conoce,  sea  sepultado  con  el  decoro  que  requiere 
su  alta  dignidad,  las  hazañas  que  llevó  á  cabo  y  el  aprecio  que 
profesan  á  su  memoria  todos  los  hombres  ilustrados  de  nuestra 
patria. 

Madrid,  20  de  Febrero  de  1850. 

Juan  Codina. 

N.  B.     El  Boletín  dio  cuenta  de  la  muerte  de  su  Correspondiente  don 
Juan  Codina,  ocurrida  en  Barcelona  el  1 1  de  Octubre  de  1895.  (Tomo  xxv 
página  510.) 


VIDA  DE  DON  JUAN  DE  CASTRO  477 


;II 

«VIDA  DE  DON  JUAN  DE  CASTRO» 

por  Jacinto  Freiré  de  Andrade. 

Para  cumplir  el  encargo  de  la  Academia  he  reconocido  ligera- 
mente la  Vida  de  Don  Juan  de  Castro,  qiiarto  Vi- Rey  de  la  India, 
escrita  por  Jacinto  Freiré  de  Andrade,  y  regalada  á  nuestra  Aca- 
demia por  la  de  las  Ciencias  de  Lisboa.  Digo  que  la  he  recono- 
cido ligeramente,  porque  ni  la  obra  exigía  que  se  hiciese  con 
detención,  ni  mis  ocupaciones  lo  hubieran  permitido.  Jacinto 
Freiré  de  Andrade  publicó  su  obra  en  Lisboa  el  año  165 1,  cuya 
edición  como  más  auténtica  ha  servido  de  texto  para  esta  reim- 
presión; y  esta  edición  de  165  I,  primera  de  todas,  existe  en  la 
biblioteca  de  la  Academia.  En  ella  existe  también  la  edición  de 
Lisboa  de  1738,  aumentada  con  la  vida  de  Freiré  de  Andrade, 
que  no  tiene  la  presente,  y  existe,  además,  la  traducción  latina 
que  el  P.  PVancisco  María  del  Rosso,  de  la  Compañía  de  Jesús, 
hizo  y  publicó  en  Roma  en  1 727.  En  este  supuesto  sólo  ha  de- 
bido recaer  y  ha  recaído  mi  examen  en  lo  que  era  peculiar  de  la 
presente  edición,  y  son  algunas  breves  notas  autorizadas  con 
documentos  originales  é  inéditos  del  Obispo  Reservatario  de 
Coimbra,  13.  Fr.  Francisco  de  San  Luis,  Conde  de  Arganil,  Par 
del  Reino,  Consejero  de  Estado  é  Individuo  de  la  Academia.  Vino 
á  sus  manos  en  Marzo  de  1827  una  colección  de  ochenta  y  tan- 
tas cartas  escritas  á  D.  Juan  de  Castro  y  á  su  hijo  D.  Alvaro 
desde  el  año  1527  hasta  el  de  1543  por  el  Rey  Donjuán  III,  la 
Reina  Doña  Catalina,  el  Infante  Don  Luis  y  el  Cardenal  In- 
fante Don  Enrique.  A  esta  colección  se  agregó  otra  aún  más 
copiosa  de  cartas  asimismo  originales,  dirigidas  á  los  mismos 
Castros,  padre  é  hijo,  por  algunos  príncipes  y  señores  de  Orien- 
te, por  los  Capitanes  de  las  fortalezas  de  los  estados  portugueses 
en  Asia,  por  las  Cámaras,  veedores  de  hacienda,  hidalgos  y  otras 
personas  que  allí  servían  á  la  sazón  al  Rey  de  Portugal.  Sesenta 


478  BOLETÍN    DE    LA   REAL    ACADEMIA    DE   LA    HISTORIA 

y  cuatro  son  las  cartas  que  insertan  en  sus  apéndices  el  Obispo 
D.  Fr.  Francisco  de  San  Luis,  fuera  de  otras  muchas  que  extrac- 
ta para  ilustrar  la  obra  de  Freiré  de  Andrade,  apoyando  unos 
hechos,  aumentando  otros,  rectificando  aquellos  en  que  proce- 
dió menor  informado  y  fijando  sobre  todo  las  fechas  en  que  se 
descuidó  sobremanera.  La  India  oriental  fué  el  teatro  principal 
de  las  acciones  de  D.  Juan  de  Castro,  y  siendo  su  cuarto  vi- 
rey,  murió  allí  el  día  6  de  Junio  de  1648,  á  los  cuarenta  y  ocho 
años  de  su  edad.  No  eran  tales  todas  las  relaciones  de  España 
con  aquellos  países  que  pueda  ilustrarlas  la  presente  obra;  pero 
•en  cambio  de  esto  el  trabajo  del  Obispo  D.  Fr.  Francisco  de  San 
Luis,  apoyado  en  documentos  coetáneos,  da  nueva  luz  á  la  histo- 
ria portuguesa  por  lo  que  mira  á  la  India  oriental.  Al  fin  de  las 
obras  hay  una  lista  de  las  publicadas  por  la  Academia  de  Cien- 
cias de  Lisboa,  con  presencia  de  la  cual  he  visto  los  tomos  del 
índice,  pero  nada  tengo  que  añadir  á  la  que  antes  formé  y  aho- 
ra presento  de  nuevo,  donde  se  contienen  las  obras  dadas  á  luz 
por  aquella  Academia  que  posee  nuestra  biblioteca. 

Madrid,  14  de  Julio  de  1835. 

Pedro  Sáinz  de  Baranda. 


Academia  de  77  de  yulio  de  i8j§. — Oído  con  particular  gusto. 


DOCUMENTOS  OFICIALES 


I 

CLXXXI  ANIVERSARIO  DE  LA  FUNDACIÓN  DE  LA  ACADEMIA 

Sesión  pública  del  domingo  20  de  Abril  de  19IQ. 

Sbñorbs:  Con  el  aparato  tradicional  para  las  sesio- 

Marqucs  de  Laurencia  (Di-   ^^^  anualcs  conmcmorativas  dc  la  fundación 

rector). 

Conde  de  Cediiio(B.).  de  la  Academia  se  abrió  la  de  este  día  para 

Vives. 

Herrera  (T.).  Celebrar  SU  CLXXXI  aniversario  y  distribuir 

Beltráo  y  Róipide.  •  •       '  , 

Aitoiag.iirre(c.).  '*^^  premios  propucstos  por  sus  respectivas 

Pérez  de  Guzmáa  y  Gallo,       ComÍSÍOneS. 
Ureña. 

Novo  y  CoisoD.  A  la  hora  señalada,  el  Sr.  Director  abrió 

Blazquez.  . 

Bonilla  la  sesión,  con  asistencia  de  los  Académicos 

slrón'de  la  Vega  de  Hoz.  ^notados  al  margen  y  del  público  que  ocu- 
Puyo)  y  Alonso.  paba  el  salón  de  actos  solemnes,  y  después 

Lainpérez  y  Romea. 

Marqués  de  Foronda.  dc  dcclarar  el  objeto  de  ella,  me  otorgó  la 

Antón  y  Ferrándix.  , 

Ballesteros  y  Beretta,  palabra  para  leer  la  correspondiente  Memo- 

Marqnés  de  San  Juan  de  ^-^  Histórica,  resumen  dc  los  actos  acadé- 
Caipena y  Ávila.  micos  desde   i5  de  Abril  de  1918  á  15   de 

Tormo  y  Monzó. 

„       ^     .-,  Abril  en  curso. 

LorresponaieHtes. 

Torre  de  Trassierra.  Después  de  SU  lectura,  cl  Sr.  Director  ma- 

Fuertes  Arias  nifcstó  quc  habicndo  sido  dcclarados  dcsicr- 

Vaies  y  iaiide.  ^.^g  p^j.  j^g  Comisioncs  respectivas,  con  apro- 

bación de  la  Academia,  los  premios  al  Talento,  de  la  fundación 
del  Excmo.  Sr.  D.  Fermín  Caballero;  del  Duque  de  Loubat  y  de^ 
Marqués  de  la  Vega  de  Armijo,  sólo  tocaba  otorgar  el  de  la  Vir' 
tud,  para   el  que   había   sido   propuesta  Servanda  Martínez,  de 


480  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

setenta  años,  sirviente,  cuyos  méritos  se  hicieron  conocer  de  la 
concurrencia. 

Llamada  la  agraciada  al  estrado,  le  fué  entregado  el  sobre  que 
contenía  las  l.OOo  pesetas,  en  q-ue  consistía  el  premio  y  el  diplo- 
ma de  honor  de  la  Academia. 

El  público  aplaudió,  y  el  Sr.  Director  declaró  terminado  el 
acto,  de  que  certifico. 

El  Secretario  accidental, 

Juan  Pérez  de  Guzmán  y  Gallo. 


II 


COMISIÓN  PROVINCIAL  DE  MONUMENTOS  HISTÓRICOS 
Y  ARTÍSTICOS  DE  ZARAGOZA 


Exorno.  Sr.  D.  Máximo        En    Cumplimiento   de  lo   preceptuado,  y 

Pascual  de  Quinto.  ■  1  •  1  1   ti  o         /^     l  1  1 

D.  Mariano  de  Paño.  prcsididos  por  el  Ilmo.  Sr.  Gobcmador  de 

D.  Gregorio  García  Arista.   |^  provincia,  sc  han  reunído  eñ  el  día  de  la 

D.  Manuel  Abizanda,  por  la 

Real  Academia  de  la  His-   fecha  los  scñorcs  quc  al  margen  se  expre- 

Excmo.  Sr.  1).  Florencio   san,  con  objcto  de  copstituir  la  Comisión 

jardiei.  ^^  MonuiTientos  de  Zarag^oza,  no  habiendo 

D.  Mariano  de  Paño.  •=> 

D.  José  María  Vargas.  gj^Q  posible  hacedo  hasta  el  presente  por 

D.  Carlos  Mendizábal. 

D.  Antonio  Lasierra.  las   anómalas   circunstancias  que  ha  atrave- 

D.  Juan  Moneva.  ,      ,  i   1       •  ^ 

D.  Ángel  Maseda.  Sado  la  poblaClOn. 

D.  Carlos  Palao,  por  la  Real 

Academia    de   San    Fer-  ,  „    „„„ 

ELECCIÓN  DE  CARGOS 

nando. 

M.   I.    Sr.    D.   Miguel  Díaz  r\      n,r       ■     '  j 

Gomara,  por  el  Excelen-        PííSidente:   Excmo.    Sr.   D.  Mariano    de 

uIoÍTr.a  tíuiri'iiué.   Paño,  Correspondiente  de  la  Real  Academia 

Director deiinstituto, por   ^^  j^  Historia  y  Presidente  de  la  Real  Aca- 

el  Excmo.  Sr.  Rector  de 

la  Universidad.  dcmia  dc  San  Luis. 

Vicepresidente:  limo.  Sr.  D.  Antonio  Lasierra. 
Conservador:  D.  Carlos   Palao,   Correspondiente   de  la    Keal 
Academia  de  San  Fernando. 


DOCUMENTOS    OFICIALES  4^1 

Secretario:  D.  Manuel  Abizanda,  Correspondiente  de  la  Real 
Academia  de  la  Historia. 

Lo  que  comunico  á  V.  E.  para  los  efectos  oportunos. 

Dios  guarde  á  X"^.  E.  muchos  años. — Zaragoza,  30  de  Diciem- 
bre de  1 91 8; 

El  Secretario, 

Manuel  Abizanda  y  Broto. 
Excmo.  Sr.  Secretario  de  la  Real  Academia  de  la  Historia. 


III 

COMISIÓN   PROVINCIAL   DE  MONUMENTOS   HISTÓRICOS 
Y  ARTÍSTICOS   DE   LÉRIDA 

Sesión    del    13  de   Enero    de    IQIQ. 
Señores  coNCL'RRENTEs:  Reuuidos  en  el  despacho  del  Excmo.  se- 

Presidenie  honorario:  Exce-      ^  /—i  j  ••!  U"  .  -J^- 

1    ,-        «,  n  u^.r,.A^.   i^Oí*  Cjrobernador  civil,  y  bajo  su  presidencia, 

lentísimo  br.  (jobernaoor  t  j  j  r  ' 

'^"^''-  los  señores  que  al  margen  se  expresan,  dio 

Presidente:  Wmo.Sr    D.José 

Miraiies  Sbert.  priucipio  la  sesión   leyeudo  el  nuevo  kegla- 

r.v.>r..,v.«íevSr  D.Eduar-   j-j^gj-jj-Q,  aprobado  por  S.  M.  en  II  de  Agosto 

00  Soliva  Arcas.  '  '  ° 

Conservador:  limo.  Sr.  don   dc  IQlS,  en  cl  quc  sc  reorganizan  las  Comi- 

Herminio  Fornes  García.         .  •        •    i  i       n  íi 

„     ,    .      ,  ,  T^  ,  siones  provinciales  de  Monumentos. 

Secretario  acial:  u.  Ignacio  i 

(le  ViUaionga  y  Casañes.        Proccdióse  á  contínuación  á  designar  los 

Vjcales  natos:  Sr.  Presidente  ai 

de  la  Excma  Diputación  scñores  Acadcmicos  quc  han  de  ocupar  los 
rZlHdalsr^iirectofd'eT  diferentes  cargos,  resultando  elegidos,  por 
Instituto;  Sr.  Arqutiecto    unanimidad    de   votos,    para  Presidente,    el 

provincial;  Sr.  Arquitecto 

municipal  y  diocesano;   Ilmo.  Sr.  D.  José  Miralles  Sbert  (Académico 

Sr.    Director   del    Museo       ,        t-.    n  \  i        c-  t-'  i  j        i 

Provincial  de  Pinturas.  ¿e  BcUas  Artcs  de  San  bernando  y  de  la 
Historia);  para  Vicepresidente,  D.  Eduardo  Soliva  Arcas  (Acadé- 
mico de  la  Historia),  y  para  Conservador,  D.  Herminio  Fornes 
Ciarcía. 

Por  ser  tan  sólo  tres  los  señores  Académicos  Correspondientes 
que  residen  en  esta  capital  )'  cuatro  los  cargos  á  proveer  por  los 


482  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

mismos,  se  acordó  continuase  accidentalmente  como  Secretario 
D.  Ignacio  de  Villalonga  y  Casañas,  hasta  que  las  Reales  Acade- 
mias resolviesen  la  propuesta  de  Académicos  Correspondientes 
hecha  por  esta  Junta  y  transmitida  en  3  de  Octubre  próximo  pa- 
sado al  Excmo.  Sr.  Presidente  de  la  Comisión  mixta  de  las 
Reales  Academias. 

Dióse  cuenta  á  continuación  de  una  carta  de  D.  Santiago  Vi- 
nardell,  firmada  en  Vilasar  de  Mar  (Barcelona),  en  la  que  solici- 
taba el  envío  de  las  monografías,  pruebas  fotográficas  y  estudios 
publicados  por  esta  Comisión.  El  Sr.  Secretario  da  cuenta  á  la 
Corporación  de  haber  contestado  á  su  debido  tiempo  á  dicho 
señor  que  al  venir  á  tomar  posesión  del  cargo  de  catalogador  d^ 
los  Monumentos  de  la  provincia  se  le  facilitarían  cuantos  datos 
estuviesen  en  poder  de  esta  Junta:  aprobóse  lo  hecho. 

A  continuación  se  leyeron  dos  comunicados  de  la  Real  Aca- 
demia de  Bellas  Artes  de  vSan  Fernando,  en  los  que  se  solicita- 
ba copia  del  acta  de  constitución  de  esta  Junta  con  arreglo  al 
nuevo  Reglamento.  Se  acordó  contestar  conforme  piden. 

Seguidamente,  el  Vocal  Secretario  dio  lectura  de  un  comuni- 
ca io  de  la  Comisión  provincial  de  Oviedo,  en  el  que  se  ofrece  á 
esta  Corporación  para  cuanto  pueda  redundar  al  estudio  y  escla- 
recimiento de  la  Historia  de  Asturias.  Se  acordó  contestar  dando 
las  gracias  más  expresivas  y  ponerse  á  su  disposición  para  cuan- 
to sirviese  para  el  arte  patrio. 

Acto  seguido  se  leyó  una  carta  del  Sr.  vSecretario  de  la  Comi- 
sión provincial  de  León,  en  la  que  solicitaba  la  adquisición  para 
la  biblioteca  de  esta  Comisión  de  algún  ejemplar  de  su  obra 
Historia  de  los  Comuneros  de  León  y  de  su  influencia  en  el  movi- 
miento general  de  Castilla.  Se  acordó  adquirir  un  ejemplar. 

Asimismo  leyó  el  vSr.  Secretario  un  comunicado  firmado  por 
el  Sr.  Alcalde  de  Huesca  invitando  á  esta  Corporación  á  inscri- 
birse como  congresista  del  //  Congreso  de  Historia  de  la  Corona 
de  Aragón.  Abierta  discusión,  se  acordó  por  unanimidad  inscri- 
birse mediante  la  cuota  de  veinticinco  pesetas. 

El  Vocal  vSecretario  dijo  á  continuación  que  había  leído  en  la 
prensa  local  que  el  ramo  de  Guerra  había  cedido  á  la  Comandan- 


DOCUMENTOS    OFICIALES  4J83 

€¡a  de  Ingenieros  de  esta  ciudad  una  cantidad  para  reparar  los 
netretes  de  los  distintos  edificios  militares  de  ésta,  y  comoquie- 
ra que  los  retretes  del  cuartel  instalado  en  la  antigua  Seo  están 
situados  adjunto  la  capilla  Recasens,  que  es  una  de  las  partes 
más  delicadas  y  bellas  de  nuestra  Catedral,  creía  necesario  se 
mombrase  una  Comisión  que  se  entrevistase  con  el  Sr.  Goberna- 
dor militar  para  que  al  hacer  dichas  reformas  se  respetasen  en 
absoluto  las  obras  de  arte.  Redundando  en  esta  idea,  el  Sr.  Vi- 
cepresidente propone  pedir  al  Sr.  Gobernador  militar  entregue  á 
esta  Corporación  las  partes  de  aquel  monumento  que  no  habili- 
ten los  militares. 

Conforme  con  ambos  extremos,  se  nombran  para  constituir  la 
Comisión  al  Sr.  Vicepresidente  y  á  los  Sres.  Arquitectos  pro- 
vincial y  municipal.  Encargando  á  estos  mismos  señores  gestio- 
nen del  Sr.  Alcalde  la  inclusión  en  el  presupuesto  municipal  de 
mayor  cantidad  posible  para  sufragar  los  gastos  de  esta  Corpo- 
ración.— V.°  B.°:  El  Presidente,  José^  Obispo  de  Lérida. 

El  Secretario  accidental, 
Vi  LL  ALONO  A. 


IV 

COMISIÓN  PROVINCIAL  DE  MONUMENTOS  HISTÓRICOS 
Y  ARTÍSTICOS  DE  LE(')N 

Sesión  del  di  a  14  de  Enero  de   I<jl8. 
D.  Manuel  Diez  y  Diez.  Reunidos  los  señores  que  se  expresan  al 

D,    Pedro   Serrano   y   Sán- 
chez, margen,  á  las  cinco  de  la  tarde  del  día   I4 

Sr.    Arquitecto    provincial.       i       t->  i  iii.it 

Sr.  Arquitecto  municipal.  "^  Encro  dc  IQIQ,  cn  la  sala  de  actos  de  la 
Sr.secretariodeiiimo.se-   Comisión  dc  Monumcntos,  D.  Manuel  Diez 

ñor  Obispo. 

Sr.  Director  del  Instituto,    y  Díez,  como  Académico  Correspondiente 

D.    Eloy    Díaz    Jiménez    y  , 

MoUeda.  "^33  antiguo,  abrió  y  presidió  la  sesión,  cuyo 

fin  era  constituir  aquélla  con  arreglo  al  Reglamento  aprobado 
por  S.  M.  el  Rey  (q.  D.  g.)  en  ll  de  Agosto  de  1918  y  publica- 
do en  la  Gaceta  de  Madrid  el  14  del  mismo  mes  y  año. 


484  bületIn  de  la  real  academia  de  la  historia 

Aprobada  el  acta  de  la  sesión  anterior,  el  Secretario  leyó  el 
mencionado  Reglamento,  y  cumpliendo  lo  que  se  dispone  en  su 
artículo  2.°,  se  procedió  á  la  elección  de  cargos,  nombrándose 
Presidente  á  D.  Manuel  Diez  y  Diez,  Correspondiente  de  la  Real 
Academia  de  la  Historia;  Vicepresidente,  á  D.  Félix  Arguello, 
Correspondiente  de  la  Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  San 
Fernando-  Conservador,  á  D.  Juan  Crisóstomo  Torbado,  Corres- 
pondiente de  la  Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fernan- 
do, y  Secretario,  á  D.  Eloy  Díaz  Jiménez  y  Molleda,  Correspon- 
diente de  la  Real  Academia  de  la  Historia. 

Seguidamente,  los  señores  elegidos  manifestaron  su  gratitud 
y  tomaron  posesión  de  sus  respectivos  cargos,  declarándose 
constituida  en  Comisión  de  Monumentos. 

Se  confirmó  en  el  cargo  de  Tesorero  á  D.  Pedro  Serrano  y  Sán- 
chez, y  este  señor  presentó  las  cuentas  del  año  1918,  que  fueron 
examinadas  y  aprobadas. 

A  propuesta  de  D.  Mariano  Domínguez  Berrueta,  Director  del 
Instituto,  se  acordó  rogar,  en  atento  y  razonado  oficio,  á  la  Real 
Academia  de  la  Historia  y  á  la  Junta  Superior  de  Excavaciones 
que  influyan  para  que  el  Gobierno  de  S.  M.  conceda  á  esta  Co- 
misión la  cantidad  necesaria  para  dar  principio,  en  los  meses  del 
próximo  verano,  á  las  exploraciones  que,  á  fin  de  descubrir  los 
restos  de  la  antigua  ciudad  de  Lancia,  deben  realizarse  en  el  tér- 
mino de  Villasabariego. 

Y  no  habiendo  más  asuntos  de  qué  tratar,  se  levantó  la  sesión, 
de  la  que,  como  Secretario,  doy  fe. — V.°  B.°:  El  presidente,  Ma- 
miel  Diez  y  Diez  (rubricado). — El  Secretario,  Eloy  Diaz  Jimé- 
nez y  Molleda  (rubricado). 

Es  copia. 
El  Secretario, 

Eloy  Díaz  Jiménez  y  Molleda. 


DOCUMENTOS    OFICIALES  485 


V 

COMISIÓN  PROVINCIAL  DE  MONUMENTOS  HISTÓRICOS 
Y  ARTÍSTICOS  DE  CIUDAD  REAL 

ExcMo.  Señor: 
,    Tengo  el  honor  de  participar  á  V.  E.  que  en  la  sesión  celebra- 
da por  la  Comisión  de  Monumentos  Históricos  y  Artísticos  de 
esta  provincia,  el  día  I4  del  actual,  se  eligió  por  unanimidad  la 
siguiente  Junta: 

Presidente:  D.  ]\íanuel  Tolsada  y  Gómez,  Correspondiente  de 
las  Reales  Academias  de  la  Historia  y  Bellas  Artes  de  San  Fer- 
nando. 

Vicepresidente:  Sr.  D.  Luis  Barreda  y  Ferrer  de  la  Vega,  Co- 
rrespondiente de  la  Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  vSan  Fer- 
nando. 

Conservador:  D.  Florián  Calvo  y  Rodríguez,  Correspondiente 
de  la  Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando. 

Secretario:  D.  Emiliano  Morales  y  Ruiz  de  Rivera,  Corres- 
pondiente de  la  Real  Academia  de  la  Historia. 

Vocales:  D.  Emilio  Bernabeu  y  Novalbos,  D.  Eloy  Fernández 
y  Alcázar,  D.  Miguel  Federico  Fernández  y  Alcázar  y  D.  Euse- 
bio  Vasco  (Valdepeñas),  Correspondientes  de  la  Real  Academia 
de  la  Historia. 

Don  Miguel  Pérez  Molina  y  D.  Justo  Sánchez  Escribano,  Co- 
rrespondientes de  la  Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  San  Fer- 
nando. 

Dios  guarde  á  V.  E.  muchos  años.— Ciudad  Real,  á  20  de 
Enero  de  1919. 

El  Secretario, 

Emiliano  Morales. 
Excnio.  Sr.  Secretario  de  la  Real  Academia  de  la  Historia. 


NOTICIAS 


En  la  sesión  del  viernes   u   del  pasado  mes  de  Abril,  fué  elejíido  Co- 
rrespondiente en  Lugo  D.  Ramón  Méndez  Gaité. 


Ha  fallecido,  en  Bruselas,  el  Correspondiente  que  era  de  nuestra  Aca- 
demia en  la  capital  de  Bélgica  Sr.  Ernest  Gossart. 


Nuestro  Académico  de  Número  el  Excmo.  Sr.  Conde  de  la  Moriera, 
D.  Gabriel  Maura  y  Gamazo,  ha  sido  elegido  por  la  Real  Academia  Es- 
pañola, con  igual  carácter,  en  la  vacante  del  Sr.  Bureli. 


La  Real  Academia  Sevillana  de  Buenas  Letras  ha  acordado  la  celebra- 
ción de  un  Certamen  para  el  año  venidero  de  1920.  Las  obras  inéditas 
que  han  de  presentarse  al  concurso  tendrán  por  tema:  Pedro  Mexia 
extudio  bio-bihlwgráficn-critico  de  cstr  Historiador  sevillano. 


El  Barón  de  la  Vega  de  Hoz,  en  la  sesión  del  día  21  de  Marzo,  presen t<) 
un  trabajo  histórico  del  Catedrático  del  Instituto  de  Castellón  D.  Eduardo 
Julia  y  Martínez,  titulado  6a;/  Vicente  Ferrcr  y  los  Jurados  de  Valencia, 
escrito  para  conmemorar  el  Centenario  del  Santo,  que  había  de  celebrar- 
se el  día  5  de  Abril.  El  exceso  de  original  ha  obligado  á  apJazar  su  pu- 
blicación. 

En  el  mismo  caso  se  halla  el  titulado  Nuevos  datos  sobre  Colón  v  oti  os 
descubridores,  de  la  Sra.  A.  B.  G.  Q.,  y  oti'os.  que  quedan  en  cartera. 


NOTICIAS  487 

Para  hi  celebración  del  Centenario  del  ilustre  escritor  balear  D.  José 
Maiía  Quadrado,  que  fué  Correspondiente  de  la  Academia  de  la  Histo- 
ria, se  ha  expedido,  por  la  Secretaría  de  la  misma,  certificado  de  sus 
trabajos  académicos  á  solicitud  del  Sr.  D.  Juan  Roselló,  que  los  pidió 
desde  Ciudadela  (Menorca),  i)or  haber  sido  encargado  de  escribir  su  bio- 
grafía . 

En  la  sesión  celebrada  el  31  de  Enero  último  en  la  Comisión  provin- 
cial de  Monumentos  de  Toledo  se  leyó  una  comunicación  de  la  Direc- 
ción general  de  Bellas  Artes,  en  virtud  de  la  que  se  autoriza  al  Exce- 
lentísimo Sr.  Duque  del  Infantado  para  llevar  á  cabo  algunas  obras 
de  ampliación  en  la  cripta  de  la  Capilla  de  Santiago  de  la  Catedral 
primada. 

[.a  Real  Academia  de  Bellas  Artes  y  Ciencias  Históricas  de  Toledo,  en 
uso  de  las  facultades  que  la  ley  le  concede,  gestiona  con  la  Congregación 
de  Hermanos  Maristas,  poseedores  del  antiguo  palacio  del  Conde  de 
Cifuentes  en  aquella  capital,  para  que  en  las  obras  que  en  él  están  prac- 
ticando en  la  nueva  fachada  del  edificio  se  coloque  el  artístico  escudo  de 
piedra  que  antes  le  decoraba,  y  cjue  si  tratasen  de  su  inauguración,  den 
antes  cuenta  á  dicha  Corporación,  para  que  pueda  ejercitar  el  derecho  de 
preferencia  que  le. concede  el  apartado  2."  del  art.  13  del  Reglamento 
vigente. 

El  señor  Príncipe  Eduardo  de  Block  ha  obsequiado  á  la  Academia  con 
un  ejemplar  de  su  espléndido  Aniiorial  des  Prmces  du  sang  Royal  de 
Haivaut  et  de  Brabant,  acompañado  de  un  cuaderno  anejo  de  xliv  pági- 
nas. El  libro,  de  270  páginas,  en  folio,  está  impreso  con  sumo  lujo  en 
Tours,  en  casa  de  los  impresores  A.  Marne  é  Hijo;  y  aunque  no  contie- 
ne año  de  impresión,  dedúcese  que  fué  impreso  en  1905,  pues  en  el 
Anejo,  que  lleva  el  mismo  título  y  está  impreso  en  Bruselas  (por  la  viuda 
de  Fernando  Lanuii  en  1908^  se  contienen,  primero  en  letras  de  molde 
y  luego  en  fotograbado,  1 5  cartas  de  Príncipes,  á  los  que  el  autor  había 
remitido  y  regalado  su  obra,  fechadas  unas  en  1905  y  otras  en  1906.  La 
carta  del  Conde  de  Andino,  como  Seci-etario  de  S.  M.  el  Rey  D.  Alfon- 
so XIII,  está  escrita  el  i  de  Noviembre  de  1905,  y  en  este  mismo  año 
las  de  los  Secretarios  del  Rey  Carlos  de  Rumania,  Pedro  I  de  Servia, 
Guillermo  II  de  Wurtemberg,  Gran  Duque  Guillermo  Ernesto  de  Sajonia- 
Weimar,  y  otros  Príncipes;  y  en  1906  las  del  Papa  Pío  X  y  varios  Poten- 
tados reinantes  entonces  en  Alemania.  La  carta  en  nombre  del  Rey  Pe- 
dro de  Servia  es  la  que  tiene  fecha  más  antigua,  y  es  del  27  de  Agosto 
de  1905.  También  había  hecho  elogio  bibliográfico  del  Armorial  el  Figa- 


488  DOLETIN    DE    LA    KEAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

ro,  de  París,  del  16  de  Septiembre  del  año  referido.  La  cartade  remisión, 
autógrafa  toda  del  Príncipe  de  BJock  á  la  Academia  está  fechada  en  Am- 
beres  en  17  de  Marzo  de  1919,  y  el  ejemplar  ha  llegado  á  ella  el  10  de 
Abril. 

El  Armorial  del  Príncipe  de  Block,  muy  interesante  para  la  genealogía 
histórica  de  las  casas  egregias  que  emanan,  desde  1261,  del  Duque  de 
Mosellane  ^  M?.ire  del  Palacio  de  Austrasia  San  Amoldo  (Aman Id),  es 
un  nuevo  libro  heráldico  de  familia,  en  la  que  se  incluyen  la  mayor  parte 
de  las  que  en  1905  eran  testas  coronadas  en  nuestro  viejo  Continente, 
todas  relacionadas  en  parentesco  más  ó  menos  propincuo  con  la  casa  de 
los  Príncipes  de  Looz-Bloch. 

En  la  parte  consagrada  á  los  Príncipes  modernos  ipág.  1 13),  y  desde  el 
capítulo  xxu'  (pág.  157),  describe  el  escudo  del  Conde  de  Battenberg, 
hasta  que  en  16  de  Diciembre  -de  1858  Alejandro  de  Hesse  y  del  Rhin, 
casado  morganáticamente  con  la  Condesa  Julia  de  Hancke,  recibió  el  títu- 
lo de  Príncipe,  con  tratamiento  de  Alteza  Serenísima:  prosigue  la  gene- 
ración de  tan  excelsa  familia  por  el  que  fué  Príncipe  de  Bulgaria  Alejan- 
dro José  de  Battenberg,  hijo  del  anterior,  hasta  c[ue  el  hijo  único  de  éste, 
el  Príncipe  Enrique  Mauricio,  por  su  casamiento  en  Osborne  con  la  Prin- 
cesa Beatriz  María  Victoria,  Princesa  de  la  Gran  Bretaña  é  Irlanda  y 
Duquesa  de  Sajonia,  fué  elevado  en  13  de  Julio  de  1885,  por  carta»  paten- 
tes de  la  Reina  Victoria  de  Inglaterra,  á  Alteza  Real. 

De  este  matrimonio,  que  tuvo  tres  hijos  varones,  los  Príncipes  Ale- 
jandro Alberto,  Leopoldo  Arturo  Luis  y  Mauricio  \'íctor,  forma  el  cuarto 
la  Princesa  Victoria  Eugenia  Julia  Eva,  Reina  de  España,  por  su  matri- 
monio en  1906  con  S.  M.  el  Rey  D.  Alfonso  XIII. 

El  Armorial  del  Príncipe  Eduardo  de  Block  corresponde  por  su  elegan- 
tísima y  rica  estructura  literaria  y  artística  al  noble  objeto  que  lo  ha  ins- 
pirado. 

El  Archivo  de  Arte  Valencia7io,  publicación  de  la  Real  Academia  de 
Bellas  Artes  de  San  Carlos,  ha  puljlicado  en  su  único  número,  que  com- 
prende todo  el  año  191 8,  de  Enero  á  Diciembre,  trabajos  muy  erudi- 
tos y  muy  bien  ilustrados  sobre  El  pintor  Nicolás  Falcó  y  el  renacimiento 
vale7iciano,  la  Vidriería  historiada  medieval  de  la  Catedral  de  Valencia,  las 
Marcas  alfareras  de  Paterna,  los  Castillos  valencianos  de  Scgorbe,  Pem's~ 
cola  y  Onda,  la  Colección  sigilográfica  del  Archivo  de  la  Catedral,  el  Z'/v- 
ptico  de  Joanes  en  Soi  de  Chera  y  otros  artículos  de  igual  importancia 
histórica  y  artística. 

J,  P.  DK  G.  y  G. 


TOMO  Lxxiv  Junio,  1919  cuaderno  vi 

BOLETÍN       ■ 

DE    l.A 

REAL  ACADEMIA  DE  LA  HISTORIA 

INFORMES  OFICIALES 


I 

LA  KiLESIA    DE    LA    SANGRE,    EN    LIRLl 

Tengo  el  honor  de  pi'esentar  á  esta  Real  Academia  el  siguien- 
te proyecto  de  informe  sobre  declaración  de  «monumento  na- 
cional» de  la  iglesia  de  la  Sangre,  en  Liria  (Valencia),  para  cuyo 
estudio  fui  designado  por  el  Sr.  Director,  con  fecha  del  23  del 
pasado  mes  de  Abril. 


Llega  el  expediente  á  esta  Real  Academia  pertrechado  con  los 
eruditísimos  y  concienzudos  informes,  emitido  el  uno  por  la  Co- 
misión de  Monumentos  históricos  y  artísticos  de  la  provincia  de 
Valencia,  y  el  otro,  por  la  Real  Academia  de  Bellas  Artes  de 
San  Fernando.  Tan  minuciosa  y  excelentemente  se  hace  en  ellos 
la  historia  del  monumento  y  se  inventarían  sus  condiciones  y 
méritos  artísticos,  que  huelga  el  que  nuestra  Corporación  entre 
de  nuevo  en  reseñarlos.  Y,  á  mayor  abundamiento,  cuenta  la 
Iglesia  de  la  Sangre,  en  Liria  con  una  bibliografía  especial,  en 
la  que  están  el  libro  Valencia,  del  insigne  Teodoro  Llórente, 
y  el  opúsculo  San  Félix  de  Játiva  y  las  iglesias  valencianas  del 
siglo  xnr,  del  Sr.  D.  Fortunato  de  Selgas,  nuestro  ilustrado  Co- 
rrespondiente. Trátase,  por  lo  tanto,  de  un  monumento  muy  co- 

TOMO    LXXIV  32 


490  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

nocido  ó  investigado.  Bastará,  pues,  á  esta  Corporación  sinteti- 
zar los  datos  y  apreciaciones  tan  sabiamente  expuestos  en  aque- 
llos documentos  y  obras;  especialmente  los  que  con  la  historia 
tienen  relación. 

En  1238,  el  Rey  Don  Jaime  I  conquistaba  la  región  valencia- 
na, cayendo  en  su  poder,  por  tanto,  la  Edeta  de  los  edetanos, 
Laura  de  los  romanos  y  Liria  de  los  árabes.  En  el  Repartimien- 
to formado  por  el  Conquistador,  consta  la  donación  hecha  al 
Obispo  de  Valencia,  Fr.  Andrés  Albalat,  de  varias  casas,  entre 
cuyos  límites  se  hallaba  la  mezquita.  Sobre  ella  se  elevó  la  iglesia 
de  que  se  trata.  Estaba  ya  construida  en  1 273,  de  cuyo  año  es  su 
cesión,  que  el  Obispo  hace  á  los  cartujos  de  Porta-Coeli,  á  cam- 
bio del  sostenimiento  de  un  vicario.  La  cita  otro  documento  de 
1279,  nombrándola  eclesianí  ville  Lirie.  Y  siguió  sirviendo  de 
única  parroquia  á  la  población,  hasta  que,  en  1627,  su  creci- 
miento impuso  elevar  otra,  lo  que  se  hizo  con  los  favores  de  la 
casa  señorial  de  Liria  y  ducal  de  Alba.  Desde  entonces,  perdi- 
da su  categoría,  la^iglesia  de  la  .Sangre  quedó  relegada  á  segundo 
término,  como  domicilio  religioso  de  la  Cofradía  de  la  Sangre, 
creada  á  raíz  de  la  reconquista  para  catequizar   moros  y  judíos. 

Como  arte,  el  monumento  es  un  ejemplar  extraordinariamen- 
te típico,  de  la  arquitectura  gótica,  con  arcaísmos  románicos, 
característica  de  la  región  valenciana.  Detalladamente  descrita 
en  los  informes  citados,  no  corresponde  á  esta  Academia  sino 
la  mención  de  sus  elementos.  Su  planta  es  rectangular,  de  una 
sola  nave,  con  estructura  de  grandes  arcos  apuntados,  sobre  los 
que  carga  la  armadura  de  madera.  Han  de  señalarse  en  ésta  las 
pinturas,  en  la  que  se  ven,  á  más  de  ornatos  de  varias  clases, 
figuras  y  escenas  de  caza,  torneos,  etc.  etc.,  de  buena  mano  y  rico 
colorido.  Y,  finalmente,  las  dos  puertas  y  las  capillas,  adiciones 
estas  de  una  reforma  del  siglo  xiv. 

Resulta  de  todo  lo  expuesto,  que  la  iglesia  de  la  Sangre,  en 
Liria,  es  un  documento  de  la  formación  de  la  sociedad  valencia- 
na, en  los  años  sucesivos  á  la  reconquista  de  Don  Jaime  I;  y  si 
bien  no  consta  que  sus  muros  hayan  sido  testigos  de  ningún 
hecho  histórico  de  importancia,  sí  lo  fueron  de  particularidades 


EL    VERDADERO    ESCUDO    DE    HUESCA  49 1 

de  interés,  como  son  ciertas  condiciones  del  curiosísimo  Repar- 
timiento^ las  relaciones  eclesiásticas  entre  los  episcopados  valen- 
ciano y  leridense  y  las  Ordenes  religiosas,  la  acción  social  de 
los  cristianos  reconquistadores  sobre  los  moros  y  judíos  y  va- 
rias. Desde  otro  punto  de  vista,  la  arquitectura  del  monumento 
constituye  una  página  interesantísima  de  la  Historia  del  Arte 
cristiano  en  la  región  valenciana,  y  en  sus  formas  típicas  á 
raíz  de  la  conquista,  del  que  ya  no  quedan  muchos  ejemplares. 
Y  lo  avaloran  las  pinturas  de  la  techumbre,  que  son  doaivientos 
de  vida  civil,  de  indumentaria  y  de  costumbres  del  siglo  xiii. 

Por  todo  lo  cual  esta  Academia  se  asocia  al  parecer  de  su  her- 
mana la  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando,  abogando  por  la  de- 
claración de  «monumento  nacional»  á  favor  de  la  iglesia  de  la 
Sangre,  en  Liria. 

Lo  que,  con  devolución  del  expediente,  tengo  el  honor  de 
exponer  á  esta  Corporación. 

Madrid,  14  de  Mayo  de  1919. 

Vicente  Lamférez 


II 
EL  VERDADERO  ESCUDO  DE  HUESCA 

Ricardo  del  Arco.-  El  verdadero  escudo  de  Huesca.  Trabajo  presentado  á 
petición  del  Excmo.  Ayuntamiento  de  la  ciudad  é  informado  favorable- 
mente por  la  Real  Academia  de  la  Historia,  que  ha  decidido  el  empleo 
exclusivo  del  escudo  antiguo  de  Huesca.  (Huesca.  Talleres  tipográficos 
de  Justo  Martínez;  1918. "i 

A  los  efectos  del  art.  i.°  del  Real  decreto  de  i.°  de  Junio 
de  1900,  el  Director  general  de  Bellas  Artes  pide  informe  res- 
pecto del  libro  cuyo  título  antecede,  y  nombrado  ponente  el  que 
suscribe,  tiene  el  honor  de  presentar  el  siguiente  proyecto  de 
dictamen: 

«Excmo.  Señor:  Para  informar  respecto  del  libro  de  D.  Ricar- 
do del  Arco,  titulado:  El  verdadero  escudo  de  Huesca,  no  tiene 
la  Academia  que  entrar  en  el  fondo  del  asunto  tratado  en  el  dic- 


492  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

tamen  aprobado  en  28  de  Junio  del  año  pasado,  é  íntegramente 
reproducido  en  el  folleto  del  Sr.  Arco. 

^'a  en  aquel  dictamen  se  hizo  justicia  á  los  meritísimos  traba- 
jos realizados  por  D.  Ricardo  del  Arco  para  ilustrar  una  cuestión 
obscura  por  su  misma  naturaleza,  y  como  en  la  nueva  obra  el 
autor  se  limita  á  presentar  y  coordinar  los  elementos  todos  en 
que  basa  su  razonada  opinión,  constituye  esta  labor  una  intere- 
sante monogratía,  útil,  por  diversos  conceptos,  para  el  conoci- 
miento de  la  historia  de  Huesca. 

Comienza  el  autor  estudiando  el  emblema  distintivo  de  la  ciu- 
dad durante  la  Edad  Media,  y  para  ello  acude  á  los  indubitables 
argumentos  que  le  suministra  la  Sigilografía,  y  continúa  tratando 
de  los  blasones  introducidos  posteriormeute,  para  venir  á  dedu- 
cir cuál  debe  ser  el  único  y  verdadero  emblema  de  Huesca,  refu- 
tando los  argumentos  opuestos  por  los  escasos  defensores  del 
escudo  del  siglo  xvi  y  concluyendo  por  expresar  elocuentemente 
lo  que  simboliza,  repi'esenta  y  recuerda  el  escudo  medieval. 

Demuestra  el  Sr.  Arco  en  este  trabajo,  muy  documentado  y 
prolijamente  adornado  con  figuras,  que  justifican  cada  una  de 
sus  afirmaciones,  no  sólo  el  profundo  estudio  hecho  del  debatido 
asunto,  sino  además  una  extraordinaria  preparación  que  se  re- 
vela en  todas  las  partes  que  la  obra  abraza,  por  lo  que  aun  cuando 
ésta  tenga  un  campo  limitado,  como  la  erudición  del  Sr.  Arco 
es  amplísima,  se  extiende  á  veces  en  consideraciones  de  general 
interés,  no  pudiendo  ocultarse  el  mérito  relevante  de  su  libro. 

Así  lo  han  reconocido  las  personas  más  competentes  en  este 
linaje  de  investigaciones;  así  lo  han  declarado  autorizadas  firmas 
en  las  revistas  de  heráldica  más  acreditadas. 

Considera,  pues,  esta  Academia  perfectamente  justificada  cual- 
quiera recompensa  que  se  otorgue  al  autor  del  libro  á  que  se 
hace  referencia.» 

Es  cuanto  puede  informar  el  que  suscribe;  la  Academia  resol- 
verá lo  más  acertado. 

Madrid,  Ma3'o  de  1919. 

El  Barón  de  l.\  Vega  de  Hoz. 


INFORMES   GENERALES 


I 

LA    CORRESPONDENCIA    CIENTÍFICA    DEL   P.    FITA 
CON  SABIOS  EXTRANJEROS 

El  P.  Fita  dejó,  al  morir,  su  aposento  abarrotado  de  libros 
y  papeles,  y,  fuera  de  esos,  tenía  otros  muchos  impresos  y  ma- 
nuscritos en  diversas  piezas  de  la  casa,  habilitadas  para  este  fin; 
pero  todo  en  grandísimo  desorden:  que  dicen  ser  propiedad,  no 
exclusiva  ciertamente,  de  sabios.  Cuando  se  persuadió  de  que  se 
moría,  él  mismo  indicó  al  Superior  que  diera  al  autor  de  estas 
h'neas  el  encargo  de  revisarlo  todo;  porque  habría  mucho  que 
quemar,  pero  también  algo  que  guardar.  No  había  para  tal  desig- 
nación más  fundamento,  que  ser  éste  el  único  en  casa  dedicado 
á  estudios  y  trabajos  algo  semejantes  á  los  suyos. 

La  primera  operación  fué  separar  lo  impreso  de  lo  manuscrito; 
porque  en  estantes,  mesas,  sillas,  en  todas  partes,  se  hallaba,  re- 
vuelta con  borradores,  cartas,  fotografías,  calcos  de  inscripciones 
y  copias  de  documentos,  ya  sueltos,  ya  recogidos  en  pliegos  ór 
sobres,  donde  había  de  todo  eso,  una  multitud  de  libros,  folletos - 
y  números  de  revistas  y  periódicos.  Las  obras  magistrales,  tanto- 
españolas  como  extranjeras,  no  eran  en  gran  número.  La  España 
Sagrada^  el  Viaje  Literario,  de  Villanueva;  las  Tnsc7-ipciones,  de 
Hübner,  y  algunas  otras.  Pero  monografías,  principalmente  his- 
tóricas, y  trabajos  de  diversa  índole,  ya  cortos,  ya  largos,  merití- 
simos  unos,  buenos  otros  y  medianos  no  pocos,  esos  abundaban; 
porque  de  algunos  años  á  esta  parte  le  dedicaban  un  ejemplar  de 


494  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA     HISTURIA 

SUS  obras  aun  muchos  autores  de  libros  que  no  entraban  pro- 
piamente en  el  círculo,  aunque  tan  ancho,  de  los  estudios  del 
P.  Fita. 

Una  cosa  he  dudado,  si  consignar  aquí  lo  tocante  á  los  impresos. 
Ni  él  guardaba,  ni  en  casa  se  han  encontrado  ejemplares  dé  algu- 
nas de  las  obras  del  mismo  P.  Pita.  Tenemos  la  Epigrafía  Ro- 
mana de  León;  pero  ha  sido  menester  que  viniera  un  ejemplar  de 
la  biblioteca  de  D.  Antonio  Cánovas  del  Castillo  y  otro  de  la  que 
en  Roma  tenía  el  Asistente  de  España  cerca  del  General  de  la 
Compañía.  Tenemos  La  Santa  Cueva  de  Manresa;  el  Álbum  His- 
tórico titulado  San  Ignacio  en  Manresa^  cuyas  leyendas  son  sin 
duda  suyas;  la  Galería  de  Jesuítas  Ilustres;  el  Discurso  Panegí- 
rico de  la  Inmaculada  Concepción;  el  Sermón  de  la  Bula;  el  Dis- 
curso de  recepción  en  la  Academia  en  sus  dos  ediciones;  los  Res- 
tos de  la  Declinación  Céltica;  Suplementos  al  Concilio  Nacional 
Toledano  VI;  Apringio,  Obispo  de  Beja;  los  Tres  Discursos  His- 
tóricos ó  elogios  de  la  Inmaculada,  de  León  XIII  y  de  Doña  Leo- 
nor de  Inglaterra;  Fray  Bernardo  Boíl;  Lo  Llibre  Vert  de  Man- 
resa; Jovellanos  en  la  Real  Academia  de  la  Historia;  el  Elogio  de 
Santa  Teresa  de,  Jesús,  y  los  artículos  del  Boletín  tocantes  á  la 
Santa,  sus  escritos  y  su  familia,  de  que  sacó  ejemplares  aparte, 
y  no  sabemos  si  esos  los  tenemos  todos;  La  España  Hebrea;  los 
Recuerdos  de  un  viaje  á  Santiago;  Los  Reys  de  Aragó  y  la  Seu  de 
Girona;  La  Devoción  al  Sagrado  Corazón  de  Jesús,  difundida  en 
España  durante  la  primera  mitad  del  siglo  xvi.  De  los  ocho  tomos 
de  Estudios  Históricos,  el  octavo  no  lo  tenemos  sino  en  pliegos 
sueltos,  y  de  esos  falta  el  último.  Las  Actas  Inéditas  de  siete  Con- 
cilios Nacionales  y  los  Monumentos  Antiguos  de  la  Iglesia  Com- 
postelana,  reunidos  en  un  solo  volumen,  los  tuvo  en  sus  nianos 
,e]  que  esto  escribe  dos  meses  antes  de  la  muerte  del  P.  Fita;  des- 
pués de  ella  los  ha  buscado  en  balde. 

.     Cuan  lejos  estaba  de  hacer  alarde  de  sus  obras  quien  tan  poco 
cuidado  tuvo  aun  de  conservarlas.  Bien  diferente  estima  de  ellas 
muestran  sus  corresponsales  cuando  agradecen  el  envío  de  ejem- 
plares ó  los  piden  con  grande  instancia. 
,     .Sus  papeles  se  reducen  á  la  correspondencia  ó  cartas  en  gran 


LA    CORRESPONDENCIA    CIENTÍFICA    DEL    P.    I'ITA  495 

número  recibidas  de  hombres  doctos  y  versados  en  los  múltiples 
estudios  á  que  él  estaba  consagrado:  copias,  fotografías,  calcos  é 
improntas  de  inscripciones  de  monumentos,  de  objetos  de  arte 
y  documentos  diversos  que  de  todas  partes  de  España  y  aun  de 
fuera  se  le  enviaban  para  su  estudio;  algunos,  muy  pocos,  de  esos 
documentos,  originales,  que  suponemos  le  regalaban  sus  posee- 
dores, y  de  algunos  dan  testimonio  sus  cartas;  borradores,  pero 
incompletos  casi  todos,  de  algunos  de  sus  libros,  y,  sobre  todo,  de 
sus  innumerables  artículos  publicados  en  el  Boletín  de  la  Aca- 
demia: cuatro,  seis,  diez  cuartillas,  aun  esas  no  seguidas,  sino  fal- 
tando algunas  intermedias,  acompañadas  muchas  veces  de  notas 
bibliográficas,  del  documento,  fotografía,  inscripción  sobre  que 
el  artículo  versaba  y  de  la  carta  ó  cartas  con  que  habían  venido. 
IVabajos  inéditos  completos,  parece  que  ninguno.  La  lectura 
del  Boletín  da  á  entender  á  cualquiera  que  el  P.  Fita  no  sabía 
tener  baldío  cuatro  días  documento  utilizable  que  le  viniera  á  las 
manos;  inmediatamente  pasaba  con  su  estudio  correspondiente 
á  las  páginas  de  su  publicación  favorita.  Comenzados  y  no  aca- 
bados por  falta  de  datos,  ó  por  otras  causas,  hay  algunos.  Pres- 
cindiendo de  otros  menores,  en  cuyo  examen  detenido  no  hemos 
entrado  todavía,  dos  merecen  ser  aquí  mencionados,  aunque 
hayan  quedado  muy  en  los  comienzos,  por  aquello  de  que  in 
magias  volnisse  sat  est.  Titúlase  el  uno  «Diccionario  castellano- 
vascongado-georgiano-celta  (bajo  bretón,  irlandés,  etc. ),  com- 
puesto por  el  P.  Fidel  Fita,  S.  J.»;  pero  tiene  redactados  solamente 
unos  pocos  artículos  con  la  voz  castellana  y  sus  correspondientes 
en  las  lenguas  indicadas.  El  otro  es  un  Biliario  Español^  en 
que  desde  San  Siricio  hasta  Benedicto  XI,  es  decir,  desde  384 
hasta  1304,  había  catalogado  las  bulas  pontificias  en  número 
considerable,  tomando  los  datos  de  otras  obras  más  generales  de 
esa  misma  índole,  como  las  de  Potthast  y  Jaffé,  y  de  las  históricas 
principalmente  nuestras,  como  la  España  Sagrada  y  muchas  otras 
particulares.  Merece  también  especial  mención  entre  sus  papeles, 
aunque  de  índole  muy  diversa,  un  Diario,  en  que  durante  muchos 
años  (faltan  algunos)  fué  anotando,  ya  de  su  mano,  ya  pegando 
recortes  de  periódicos,  los  sermones  que  predicaba  y  las  sesiones 


490  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

de  la  Academia  á  que  asistía,  con  alg-unas  otras  noticias  relativas 
á  sus  trabajos  históricos.  Tenemos  de  ese  Diario  siete  cuadernos, 
que  comprenden  los  años  l88l  á  1891  y  1903  á  1917. 

Lo  más  valioso,  tal  vez,  de  todo  esto  es  la  correspondencia,  y 
lo  sería  doblemente  si  tuviéramos  con  las  cartas  de  sus  corres- 
ponsales las  suyas  propias.  Pero  de  éstas  apenas  quedan  dos  do- 
cenas. Advierto  que,  de  esta  correspondencia,  la  mayor  parte 
está  separada  con  tal  cual  documento,  á  que  se  refiere,  incluido 
en  ella;  otra  parte  está,  como  antes  indiqué,  con  los  documentos 
que  la  acompañaban  y  los  borradores  ó  apuntes  de  mano  del 
P.  Fita  para  sus  artículos  en  pliegos  ó  sobres.  Descontando  esta 
segunda  sección,  todavía  suman  algunos  miles  las  cartas  y  tarje- 
tas postales  de  eruditos  españoles  y  extranjeros  dirigidas  en  su 
inmensa  mayoría  por  ellos  mismos  al  P.  Fita;  pero  algunas  por 
otros  que  las  habían  recibido,  y  no  sabiendo  responder  á  sus 
preguntas,  acudían  á  él  para  que  respondiera.  Solamente  las  de 
extranjeros  pasan  de  mil,  y  de  ellas  exclusivamente  vamos  á 
decir  alguna  cosa. 

Es  curioso  ver  la  diversidad  de  consultas  literarias  y  de  pre- 
guntas y  peticiones  que  se  le  dirigían:  testimonio  irrefragable  de 
su  fama  fuera  de  España  como  docto  en  la  más  varia  erudición 
y  como  solícito  sei-vidor  de  cuantos  á  él  acudían.  Luego  daremos 
una  ligera  muestra  de  esas  consultas. 

Ahora  empecemos  notando  cuánto  fué  solicitada  su  colabora- 
ción en  revistas  extranjeras.  Los  Bolandistas  contaban  con  ella 
al  emprender  la  publicación  de  su  Analecta  Bollandiana  (l); 
Isidoro  Loeb,  Secretario  general  sucesivamente  de  la  Alianza 
Israelita  Universal  y  de  la  Sociedad  de  Estudios  Judíos,  le  pide 
alguna  cosa  para  el  primer  número  de  la  futura  Revista  del  mis- 
mo nombre  (2),  y  cuando  él  falleció,  el  Secretario  de  la  Redac- 
ción y  luego  también  de  la  Sociedad,  Israel  Levy,  le  suplica  que 
siga  enviando  sus  artículos  del  Boletín  para  extractarlos,  como 
antes;  ó,  mejor,  que  él  mismo  envíe  hechos  los  extractos;   más 


(i)     P.  Backer:  sin  fecha. 

(2)      II  de  Diciembre  de  1879  y  27  de  Enero  de  1880. 


LA    CORRESPONDENCIA    CIENTÍFICA    DEI.    P.    FITA  497 

aún,  que  sea  aquella  revista  la  preferida  para  dar  á  luz  sUvS  traba- 
jos (l).  El  encargado  de  dirigir  la  nueva  edición  de  los  concilios 
de  Mansi  quiere  que  le  ayude  en  la  magna  obra  de  corregir,  ano- 
tar y  completar,  hasta  nuestros  días,  aquella  colección  inmen- 
sa (2);  los  organizadores  del  Congreso  bibliográfico  internacio- 
nal, celebrado  en  París  en  1 898,  se  dirigen  á  él  para  obtener  una 
Memoria  de  lo  publicado  sobre  la  historia  de  España  en  los  diez 
últimos  años  (3).  En  1 88 1,  le  pedían  por  corresponsal  de  la 
revista  inglesa  La  Academia  (4);  en  1886,  proyectándose  en  Fran- 
cia una  Sociedad  de  Estudios  Bihlicos^  le  suplicaban  admitiese  el 
nombramiento  de  Correspondiente  y  colaborase  en  la  publica- 
ción periódica  respectiva  (5)-  Pudiéramos  añadir  más  datos;  pero 
como  no  tratamos  de  dar  sino  una  noticia  sucinta  de  la  corres- 
pondencia del  P.  Fita,  basta  lo  dicho. 

Tampoco  hemos  de  nombrar  á  todos  los  sujetos  que  para 
otros  fines  tuvieron  con  él  alguna  comunicación;  pero  sí  á  los 
más  insignes  y  á  los  más  constantes  en  su  correspondencia. 

Por  ambos  títulos  es  de  los  primeros  Emilio  Hübner,  cuya 
primera  carta,  entre  las  coleccionadas,  es  de  Mayo  de  1879,  aun- 
que por  ella  misma  se  ve  que  habían  precedido  otras,  y  la  últi- 
ma, de  25  de  Diciembre  de  1900,  es  decir,  dos  meses  antes  de 
su  muerte.  Más  de  sesenta  cartas  comprende  esta  corresponden- 
cia importantísima,  que  versa  casi  exclusivamente  sobre  la  lectu- 
ra é  interpretación  de  inscripciones  y  contiene  útilísimas  ense- 
ñanzas y  advertencias  generales  para  acertar  en  esa  dificilísima 
labor.  En  el  Boletín  de  la  Academia  se  puede  ver  cuánto  comu- 
nicaba el  P.  Fita  con  Hübner  sobre  esta  materia  y  cuánto  se 
aprovechaba  de  sus  grandes  conocimientos  en  ella,  aunque  no 
siempre  y  en  todos  los  pormenores  lo  consignara  expresamente. 
Así,  en  Mayo  de  1900  le  envió    un  ejemplar  de  las  pruebas  de 


(i)  París,  30  de  Noviembre  de  1892. 

(2)  Septiembre  de  390  (falta  el  último  número). 

(3)  P.  Bernardo  Gaudeau,  S.  J.:  París,  27  de  Agosto  de  1897. 

(4)  Jas.  S.  Cotton:  Londres,  24  de  Octubre  de  188 1. 
^S)  P.  DuTAu,  S.  J.:  París,  21  de  Julio  de  1886, 


498  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

imprenta  de  algunas  inscripciones  destinadas  al  Boletín.  Iba  en- 
tre ellas  esta  brevísima:  Domitia  /  Fuscina  i  Fusci  Me  /  ttnri. 
ciíui  I  f.  h.  s.  e.  s.  t.  t.  1.  =  Domicia  Fuscina,  esposa  de  Fusco- 
Metturo,  aquí  yace  con  su  hija.  Séate  la  tierra  ligera».  Hub- 
ner  escribió  en  las  pruebas  mismas:  «Creo  que  es  Fusci  Mettii- 
ricum  f(ilia)  =  de  la  gentilidad  de  los  Mettúricos».  El  P.  Fita 
adoptó  su  interpretación  y  en  el  número  del  Boletín  corres- 
pondiente al  mes  de  Junio,  el  epígrafe  salió  como  le  entendía 
Hiibner.  En  otras  pruebas  le  hizo  otra  observación  semejante 
sobre  la  letra  de  una  tésera  de  bronce  hallada  en  Paredes  de 
Nava  (l);  pero  el  P.  Fita,  firme  en  su  parecer,  formado,  á  lo  que 
allí  escribe,  con  la  vista  y  el  examen  detenido  del  objeto  mismo, 
prescindió  de  ella,  dando  solamente  en  nota  otra  que  por  carta 
le  hacía  sobre  la  interpretación  de  la  última  palabra.  General- 
mente, Hübner  da  por  acertadas  las  lecturas,  interpretaciones, 
compleinentos  de  epígrafes  faltos  de  letras  ó  palabras,  que  el  Pa- 
dre Fita  le  enviaba;  sin  embargo,  abundan  en  sus  cartas  los  aná- 
lisis y  discusiones,  ya  de  esos,  ya  de  otros  que  llegaban  á  sus 
manos  por  el  Boletín  ó  por  comunicación  de  otros  epigrafistas; 
de  suerte  que,  quien  hubiera  de  hacer  una  revisión  de  las  ins- 
cripciones latinas  de  España,  sacaría,  sin  duda,  gran  provecho  de 
esta  importante  correspondencia.  No  son  raras,  aderpás,  las  apre- 
ciaciones que  el  doctor  alemán  hace  del  valor  é  importancia  de 
los  descubrimientos  hechos  en  esta  materia  y  del  diverso  mérito 
de  los  hombres  que  aquí  han  trabajado  en  los  varios  ramos  de  la 
Arqueología.  Allí  se  ve  llamado  principe  de  los  anticuarios  espa- 
ñoles de  hoy  día  (Mayo  de  1879)  á  D.  Aureliano  Fernández  Gue- 
rra; allí,  trabajador  incansable^  al  Marqués  de  Monsalud,  en  quien 
la  Epigrafía  española  ha  adquirido  un  promotor  enérgico,  cuyos 
servicios  son  inmejorables  (2);  allí  se  dice  que  un  plano  de  los 
tres  recintos  de  un  campamento  romano,  trazado  por  D.  Ángel 
de  los  Ríos,  es  muy  importante,  y  que  Hübner  no  conoce  otro 


(i)     Boletín,  tomo  xiii,  pág.  329. 
(2)     25  de  Junio  de  1899. 


L\    COKRESPONDENCIA    CIENTÍFICA    DEL    P.    FITA  499 

semejante  aun  fuera  de  España  (l).  En  cambio,  censura  dura- 
mente el  tomo  de  España  y  sus  Monumentos,  correspondiente  á 
Extremadura,  por  lo  tocante  á  las  inscripciones  (2).  Testimonios 
de  estimación  del  P.  Fita  y  de  su  saber  abundan,  como  ya  se 
puede  suponer,  en  estas  cartas.  Preciosas  llama  sus  observacio- 
nes sobre  el  nombre  de  Jerez  (3)  y  sobre  una  nueva  lápida  ove- 
tense (4).  «vSin  la  cooperación  eficaz  de  usted,  el  Suplemento  no 
podrá  salir  tan  completo  como  merece»,  le  escribía  á  tiempo 
que  ya  lo  iba  imprimiendo  y  le  pedía  nuevas  inscripciones  re- 
cientemente descubiertas  (5).  En  otra  carta,  expuesta  su  manera 
de  entender  un  epígrafe,  concluye  diciendo:  «Aguardo  su  dicta- 
men de  usted»  (6).  En  esa  misma  le  dice:  «El  capítulo  de  Cabe- 
za (del  Griego)  ya  saldrá  algo  aumentado  en  mi  Suplemento^  gra- 
cias á  usted.  Los  de  Avila  y  Segovia,  espero  que  tendrán  la  mis- 
ma suerte».  En  fin,  por  no  multiplicar  textos,  valga  por  muchos 
este  de  lO  de  Abril  de  1897:  «Mi  sabio  amigo,  después  de  haber 
concluido  el  Suplememto  6  los  Suplementos  á  las  inscripciones 
profanas  de  España,  estoy  ya  pronto  á  dar  á  la  imprenta  el  Suple- 
mento, muy  necesario  á  las  inscripciones  cristianas.  Para  hacerlo 
bien,  necesito  su  cooperación  benigna;  pero  no  dejaré  de  cuidar 
atentamente  que  ella  no  salga  demasiado  molesta  para  usted... 
Me  parece  lo  más  corto  y  (menos)  molesto  para  usted  de  man- 
darle á  usted  el  manuscrito,  para  que  lo  vea  antes  de  imprimirse 
y  me  pueda  ayudar  con  sus  luces...  Ruego,  pues,  á  usted  de  to- 
mar sobre  sus  hombros,  que  ya  p@rtan  tantos  pesos,  también 
éste  en  pro  de  ]a  ciencia  patria.  Si  han  escapado  á  mi  observa- 
ción citas  de  obras,  que  reproducen  los  textos,  ó  explicaciones 
oportunas,  como  usted  antes  de  todos  las  puede  emitir,  ruego 
lo  mismo,  se  sirve  (sirva)  anotar  en  las  hojas  de  mi  manuscrito 
todo  lo  que  se  le  ofrezca  á  usted». 


(,1)  21  de  Agosto  de  1888, 

(2)  17  de  Noviembre  de  1897. 

(3)  13  de  Abril  de  1897. 

(4)  9  de  Febrero  de  1900. 

(5)  14  de  Agosto  de  1888. 

(6)  22  de  Septiembre  de  1888. 


500  BOLETÍN    Uk    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Casi  lo  mismo  que  de  Emilio  Hübner,  por  lo  tocante  á  las  ins- 
cripciones latinas,  puede  decirse  de  Isidoro  Loeb  respecto  de  las 
hebreas.  Sus  cartas,  que  pasan  de  ciento,  y,  como  las  de  Hüb- 
ner, empiezan  en  1 879  y  acaban  poco  antes  de  la  muerte  de 
Loeb,  en  1892,  versan  en  gran  parte  sobre  el  descubrimiento  y 
explicación  de  ellas  y  sobre  diversos  puntos  de  la  historia  de  los 
judíos  en  España.  Ocho  ó  diez  tratan  de  la  sinagoga  de  Córdo- 
ba, descubierta  por  el  P.  Fita  en  1 884,  de  las  inscripciones  halla- 
das en  ella  y  del  estudio  que  el  Padre  les  consagró,  acabando  el 
Sr.  Loeb  sus  apreciaciones  sobre  este  punto  con  estas  palabras: 
«He  leído  su  sabio  artículo  sobre  la  sinagoga  de  Córdoba  en  su 
forma  definitiva.  Es  excelente»  (l).  Otras  cinco  contienen  las 
conjeturas  sobre  lectura  é  inteligencia  de  una  estela  funeraria  con 
lo  que  sobre  ella  pensaban  otros  epigrafistas  consultados  por 
él  (2).  Allí  está  indicado  ya  en  1 887  {3)  el  proyecto  de  un  Corpus 
ó  colección  de  inscripciones  hebreas  de  España;  allí  hay  una  bre- 
ve noticia  de  la  forma  y  disposición  que  tenían  las  sinagogas  y 
sus  partes  principales  (4);  allí  se  da  por  segura,  y  se  añade  que 
será  al  fin  universalmente  adoptada  en  España,  la  opinión  del  Pa- 
dre Fita,  emitida  en  sus  Suplementos  al  Concilio  Nacional  Toleda- 
no F/,  sobre  que  ciertas  leyes  y  cánones  de  la  época  visigoda 
contra  los  judíos  no  hablan  con  los  no  bautizados,  sino  sólo 
con  los  bautizados  relapsos  (5),  y  se  ve  á  este  propósito  una  nue- 
va, y  parece  que  más  acertada,  interpretación  de  las  palabras 
venerabilis  Ronmni  Pj'incipis.,  que  en  los  citados  Suplementos  (6) 
entendió  el  P.  Fita  del  Pontífice  Romano  y  luego  mejor  del  Em,- 
perador  Romano,  Heraclio  (7).  Otras  ideas  relativas  á  los  judíos 
españoles  hay  esparcidas  en  esta  correspondencia  dignas  de  ser 


(i)  25  de  Diciembre  de  1884. 

(2)  9,  12,  16,  20  y  25  de  Diciembre  de  18S7. 

(3)  20  de  Diciembre. 

(4)  24,  30  de  Octubre  de  1884. 
(S")  22,  29  de  Marzo  de  1881. 

(6)  Página  59. 

(7)  Votre  idee  sur  le  princeps  Romanus  (HERACuns)  est  extremement 
intéressante. 


LA    CORRESPONDENCIA    CIENTÍFICA    DEL    P.    FITA  501 

tenidas  en  cuenta.  Nada  decimos  de  las  mil  cosas  que  el  señor 
Loeb  pide,  y  preguntas  que  hace  al  P.  Fita.  Una  sola  notamos. 
De  parte  del  orientalista  húngaro,  Adolfo  Neubauer,  judío  tam- 
bién como  él,  le  pidió  que  revisara  en  lo  tocante  á  España,  las 
crónicas  judías  que  iba  á  publicar,  ha<:iendo  en  ellas  las  obser- 
vaciones y  correcciones  que  creyera  necesarias,  y,  sobre  todo, 
declarando  los  nombres  propios  dudosos  (i).  No  sabemos  si  se 
prestó  á  ello.  A  lo  menos,  á  muchas  preguntas  determinadas  sí 
que  contestó.  Poco  después,  el  mismo  Neubauer  sostuvo  frecuen- 
te correspondencia  con  el  P.  ?'ita;  pero  esa  apenas  tiene  impor- 
tancia, y  casi  toda  se  reduce  á  pedirle  ó  ver  cómo  puede  obte- 
ner la  confrontación  de  sus  crónicas  con  los  originales  existentes 
aquí  y  datos  relativos  á  Alfonso  de  Zamora,  El  sucesor  de  Loeb 
en  la  Secretaría  General  de  la  Sociedad  de  Estudios  Judíos,  Is- 
rael Levy,  en  las  pocas  cartas  que  de  él  tenemos,  examina  tam- 
bién algunas,  pero  muy  pocas  inscripciones  hebreas^  y  lo  mismo 
Moisés  Schwab,  que  más  habla  de  la  publicación  de  una  Memo- 
ria suya  relativa  á  ellas. 

Más  varia  es  la  correspondencia  del  Sr.  Eduardo  Spencer 
Dodgson,  que  durante  sus  viajes  por  toda  España  y  la  región  vas- 
co-francesa comunicaba  con  el  P.  Fita  cuanto  encontraba  de  ins- 
cripciones de  todas  clases,  romanas,  ibéricas,  vascongadas,  unas 
veces  remitiéndolas  simplemente,  otras  estudiándolas,  y  le  daba 
ó  le  pedía  según  los  casos,  noticias  bibliográficas,  principalmen- 
te sobre  el  vascuence.  Su  colección  de  inscripciones  vasconga- 
das, publicada  en  el  Boletíx,  es  la  materia  de  buen  número  de 
cartas. 

Larga  es  también  é  interesante  la  de  otro  gran  vascófilo^ 
Wentworth  Webster,  que  además  del  vascuence  se  extiende  a 
otras  lenguas  pri  altivas  y  á  las  más  diversas  materias  históricas. 
En  1888  daba  noticia  de  un  artículo  no  suyo,  publicado  en  la 
revista  inglesa  La  Academia,  de  la  cual  él  era  redactor  ó  muy 
asiduo  colaborador,  llamando  la  atención  de  los  sabios  sobre  la 


(i)     2  de  Septiembre  de  i< 


502  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA     DE    LA    HISTORIA 

semejanza  de  la  lengua  vascongada  con  la  georgiana  é  ibérica, 
advertida  y  notada  por  el  P.  Fita  en  su  discurso  de  entrada  en 
la  Academia,  nueve  años  hacía  (i).  En  varias  cartas  habla  de  las 
relaciones  del  vascuence  con  el  etrusco  (2).  La  mutua  comuni- 
cación de  publicaciones,  de  datos,  de  noticias,  de  juicios  sobre 
libros  y  artículos  salidos  á  luz  en  puntos  diversos  de  historia,  de 
lingüística,  de  epigrafía,  llena  el  centenar  de  cartas  y  postales 
que  de  Webster  hay  coleccionadas. 

De  Horacio  Sandars,  además  de  otras  muchas  con  inscripcio- 
nes recogidas  en  diversas  partes  de  Andalucía,  hay  una  larga 
Memoria  de  diez  y  siete  páginas  en  folio  sobre  antigüedades  de 
Linares.  Acerca  de  La  Puente  Quebrada  publicó  el  concienzudo 
estudio  bien  conocido  en  esta  Real  Academia;  de  algunas,  á  lo 
menos  de  las  otras  comunicaciones,  dio  oficialmente  cuenta  el 
P.  Fita;  esta  extensa  carta  no  sabemos  si  fué  presentada:  publi- 
cada, parece  que  no;  aunque  el  P.  Fita  debió  de  pensar  en  ello, 
pues  hizo  sacar  una  copia,  que- está  con  el  original  autógrafo.  El 
contenido,  sin  duda,  está  todo  en  el  mencionado  estudio. 

También  merece  honrosa  mención  el  portugués  Albano  Belli- 
no,  en  cuyas  cartas  se  hallan  dibujadas  y  estudiadas  cierto  nú- 
mero de  inscripciones  é  indicada  la  lectura  y  sentido  que  de  al- 
gunas daban  Hübner  y  el  P.  Fita. 

Recorriendo  más  de  prisa  la  correspondencia  de  otros  escri- 
tores, unos  más  y  otros  menos  insignes  y  conocidos,  encontra- 
mos á  Graetz,  el  historiador  de  los  judíos,  pidiéndole  su  estudio 
sobre  la  Inquisición  de  Toledo  y  algunos  otros  (3);  al  vascófilo 
Vinson,  muy  deseoso  de  que  colabore  en  su  Revista  de  Lingüis- 
tica y  pidiéndole  datos  sobre  Larramendi  y  obras  vascongadas 
anteriores  á  1700  {4);  á  Abbadie,  vascófilo  también  é  investiga- 
dor de  la  antigüedad  ibérica,  preguntando  por  el  parentesco  de 
los  iberos  con  los  vascos  ó  á  lo  menos  de  sus  lenguas  respecti- 


(t)  Postal  de  24  de  Julio  de  18S8. 

(2)  13  de  Septiembre  de  1886;  14  de  Abril  y  17  de  Agosto  de  1887. 

(3)  I  de  Octubre  y  31  de  Diciembre  de  1888. 

(4)  París,  5  de  Marzo  de  1887. 


LA    CORRESPONDENCIA    CIENTÍFICA    DEL    P.    l'ITA  503 

va$,  y  íii  la  inscripción  de  Castellón  es  ó  no  vascongada,  con  otras 
cuestiones,  que  reconoce  ser  de  difícil  pero  ¡m[:)ortante  solución, 
V  que  no  se  las  propondría  á  no  estar  seguro  de  que  es  muy 
capaz  de  resolverlas  (l);  á  Ulises  Kobert,  agradeciéndole  sus  co- 
rrecciones en  el  Bularlo  que  iba  á  publicar  de  Calixto  II  y  la  no- 
ticia de  bulas  que  no  conocía,  y  pidiéndole  diversos  datos  para 
su  obra  (2);  á  Dom  Ferotin,  pidiéndole  también,  como  quien  me- 
jor que  nadie  puede  dársela,  la  explicación  de  una  frase  curiosí- 
sima que  encuentra  en  el  Libe?'  Ordiimm,  y  confesando  luego  de 
recibirla  que,  aunque  no  completamente  segura,  es  sin  duda  la 
mejor  que  puede  hallarse  (y  en  efecto,  la  consignó  en  su  obra)  (3); 
á  Ad.  Alix,  del  Puy,  en  el  alto  Loire,  rogándole  que  envíe,  para 
una  revista  allí  fundada,  su  interpretación  de  la  inscripción  con- 
servada en  aquel  Museo  y  por  ninguno  otro  entendida  (4). 

Esto  de  pedirle  datos  y  noticias  bibliográficas  sobre  puntos 
históricos  es  lo  que  más  abunda  en  esa  tan  varia  y  múltiple  co- 
rrespondencia del  P.  Fita.  De  Austria-Hungría  le  pide  el  rabino 
Mauricio  Kayserling  ciertos  documentos  relacionados  con  Colón 
y  los  judíos,  y  corrige  una  equivocación  que  dice  haber  en  el 
Boletín  (5)  sobre  el  verdadero  autor  de  una  obra  adquirida  por 
la  Academia  (6);  Rodolfo  Beer  dale  gracias  «por  los  preciosos 
datos  sobre  donaciones  de  manuscritos  en  antigüedad  tan  remo- 
ta»  (7);  el  P.  Leopoldo  Janauschek,  cisterciense,  pide  algunos 
sobre  monjas  de  su  Orden  en  Madrid  (8);  y  el  Dr.  Hugo  Schu- 
chart,  noticia  de  inscripciones  ibéricas  aquí  descubiertas  los  últi- 
mos años  (9).  De  Alemania,  el  Dr.  Finke  pregunta  si  hay  aquí 
todavía  documentos  inéditos  sobre  los  templarios  (lo);  los  edito- 


(0  6  de  Septiembre,  sin  año. 

(2)  Saint-Mandé,  20  de  Junio  de  1888. 

(3)  27  de  Febrero  y  7  de  Marzo  de  1903. 

(4)  Le  Puy,  5  de  Julio  de  1882. 

(5)  Marzo  de  1893,  pág.  283. 

(6)  Budapest,  13  de  Marzo  de  1893. 

(7)  Viena,  6  de  Agosto  de  i  S97. 

(8)  Zwete,  24  de  Febrero  de  1884. 

(9)  Graz,  14  de  Noviembre  de  1906. 

(10)  Freiburg  in  Brisgau,  9  de  Enero  de  1904. 


504  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

res  Calvary  y  Compañía  piden  para  su  Semana  Filológica  de 
Berlín  (Berliner  Philologische  Wochenschrift)  crónicas  científicas 
sobre  el  progreso  de  los  estudios  clásicos,  inscripciones  y  obras 
artísticas  nuevamente  descubiertas  y  demás  antigüedades  de  Es- 
paña (l);  el  presidente  de  la  Dirección  central  de  Mommienta 
Germaniae,  Dr.  DUmmler,  que  le  haga  la  confrontación  de  la  vida 
de  San  Desiderio  de  Viena,  publicada  en  la  España  Sagrada  con 
el  manuscrito  de  Toledo,  actualmente  en  la  Nacional,  para  su 
publicación  entre  las  otras  de  los  Santos  de  la  época  merovin- 
gia  (2).  De  Francia,  uno  pide  la  bibliografía  española  sobre  la 
célebre  inscripción  romana  de  Hasparren  (3);  otro,  datos  sobre 
el  valle  de  Andorra  (4);  otro,  sobre  las  puertas  de  la  Catedral  de 
Puy  (5);  otro,  sobre  la  constitución  de  Bayona  y  sobre  la  de  Cá- 
diz del  año  doce  (ó);  otro,  sobre  Pedro  Mártir  de  Anglería  (7); 
otro,  sobre  Santa  Fe  y  su  culto  en  España  (8);  otro,  sobre  Ga- 
briel de  Valseca,  Bernardo  Boil  y  Raymundo  Lulio,  para  un  libro 
sobre  Viajeros  y  Geógrafos  catalanes  de  los  siglos  XIII  al  XVI, 
y  da  por  su  parte  algunas  noticias  de  hallazgos  suyos  cartográfi- 
cos mallorquines  (g).  De  Bélgica  le  consultan  sobre  una  inscrip- 
ción hebrea  de  Béjar,  mal  entendida  aquí  (lO),  y  le  dan  curiosas 
noticias  de  itinerarios  y  peregrinaciones  desde  aquel  país  á  San- 
tiago de  Compostela  (ll)-  De  Portugal  le  piden  la  interpretación 
de  una  inscripción  árabe  (12);  copias  de  bulas  de  Sixto  IV,  rela- 
tivas á  la  Inquisición,  que  allí  no  se  encuentran  (13);  y  noticia  de 
las  mejores  fuentes  para  una  galería  de  filósofos  escolásticos  in- 


(i)  Berlín,  21  de  Enero  de  1884. 

(2)  Berlín,  23  de  Junio  de  1896. 

(3)  Daranatz:  Bayona,  29  de  Enero  de  1915. 

(4)  Gourdon:  Bagnéres  de  Luchon,  3  de  Febrero  de  1885. 

(5)  Marcon:  París,  26  de  Enero  de  1886. 

(6)  Grandmaison,  11  de  Mayo  de  1903. 

(7)  FiRMíN  Gouvot:  Besangon,  14  de  Diciembre  de  1882. 

(8)  A.  Buillet:  París,  i  de  Noviembre  de  1895. 

(9)  Hamy:  París,  10  de  Octubre  de  1885. 

(10)  E.  Ouverleaux:  Bruselas,  10  de  Octubre  de  1881. 

(11)  ].  F.  Hye  Hoys:  Gante,  20  de  Noviembre  de  1882. 

(12)  Joaquín  María  Pereira:  Faro,  15  de  Marzo  de  1897. 

(13)  Dr.  Fortunato  de  Almeida:  Coimbra,  17  de  Noviembre  de  1899. 


LA    CORRESPONDENCIA    CIENTÍFICA    DEL    P.    FITA  505 

sifones  de  ambos  reinos  de  la  Península  (l),  y  del  Diccionario 
vascongado  antiguo  descubierto  por  él  (2). 

Todavía  quedan  en  esta  correspondencia  nombres  ilustres, 
como  el  del  insigne  romanista  Adolfo  Mussafia;  el  del  vascófilo 
Van  Eys;  el  de  Samuel  Berger,  investigador  de  la  historia  de  la 
Biblia,  tanto  de  la  Vulgata  como  de  diversas  versiones  en  las 
lenguas  romances;  Philippson,  autor  de  varios  trabajos  sobre 
nuestra  historia  política  en  tiempo  de  los  dos  Felipes  II  y  III; 
Dessau,  el  autor  de  las  Inscriptiones  Latinae  Selectae;  y  tal  vez 
otros  más  dignos  de  mención,  cuya  gloria  al  autor  de  estas  pági- 
nas le  es  desconocida. 

No  hemos  mencionado  hasta  ahora  entre  los  corresponsales 
extranjeros  del  P.  Fita  á  ningún  jesuíta,  fuera  de  los  bolandistas, 
de  los  cuales,  los  tres  directores  últimos,  los  PP.  José  de  Bac- 
ker,  Carlos  de  Smedt  é  Hipólito  Delaihaye,  han  tenido  con  él 
alguna  correspondencia.  Pero  ya  se  deja  entender  que  si  los  ami- 
gos y  aun  no  amigos,  sino  solamente  conocedores  de  su  vasta 
erudición,  trababan  con  él  relaciones  epistolares;  mucho  más  fá- 
cilmente lo  harían  sus  hermanos  de  religión,  conocidos  unos  y 
desconocidos  otros  para  él.  Así  son  en  gran  número  las  cartas 
de  jesuítas  franceses,  ingleses,  belgas,  italianos,  portugueses,  aus- 
tríacos y  alemanes  que  se  han  reunido;  pero  no  señalaremos  sino 
las  que  por  diversos  motivos  son  más  dignas  de  memoria. 

Dos  Padres  franceses  le  pedían  luz,  con  diferencia  de  un  año, 
sobre  una  misma  carta  de  Santa  Teresa  de  Jesús,  que,  tal  como 
está,  parece  que  ofrece  graves  dificultades  para  ser  admitida 
como  auténtica  (3);  el  P.  L.  Michel  da  a  entender  que  le  había 
proporcionado  datos  para  cuatro  obras  suyas,  las  vidas,  sin  duda, 
de  San  Ignacio,  San  Luis,  San  Francisco  Javier  y  el  Beato  Pedro 
Canisio  (4);  el  P.  Pierling,  bien  conocido  por  su  excelente  obra 


(1)  Dr.  Luis  María  de  Silva  Ramos:  Coimbrp,  to  de  Febi'ero  de  1882 

(2)  Adolfo  Coello:  Lisboa,  7  de  Noviembre  de  1881. 

(3)  P.  J.  PEYRé:  27  de  Febrero  de  1903;  P.  Leonardo  José  María  Cros, 
22  de  Marzo  de  L904, 

(4)  I  de  Enero  de  1891. 

TOMO   lxxiv 

33 


5o6  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

acerca  de  las  relaciones  de  Rusia,  su  patria,  con  la  Santa  Sede, 
se  los  pidió  y  los  obtuvo  sobre  un  religioso  agustino  portugués, 
martirizado  en  Rusia  en  el  siglo  xvii  (l);  y  le  envió,  para  su  pu- 
blicación en  España,  algunos  documentos  diplomáticos  de  nues- 
tras embajadas  en  Viena  y  Moscou  (2),  algunos  Padres  franceses 
de  los  residentes  en  Uclés,  como  los  PP.  Calvet  y  Capelle,  le 
comunican  datos  arqueológicos  de  aquellas  cercanías;  el  P.  Al- 
berto María  Centurione  le  consulta  sobre  los  Talayots  o  torres 
de  la  isla  de  Mallorca  (3);  el  P.  Durand,  sobre  los  trabajos  apos- 
tólicos de  las  Ordenes  religiosas  en  Oran  (4);  el  P.  Thurston,  so- 
bre las  emparedadas  y  ciertos  puntos  de  la  Inquisición  (5);  el 
P.  Dunin-Borkowski,  sobre  el  filósofo  Espinosa,  como  oriundo  de 
la  Península  (6);  el  P.  Pfister,  misionero  en  China,  que  quería  pu- 
blicar el  Ave  Maiía  escrita  en  el  mayor  número  posible  de  len- 
guas y  sus  variedades,  y  le  tenía  ya  en  trescientas,  se  la  pide  al 
P.  Fita  en  la  visigótica,  árabe  de  la  Edad  Media,  mozárabe,  ber- 
berisca, árabe  marroquí,  castellano  de  diversos  siglos,  patois, 
vascuence  antiguo,  etc.,  etc.  (7). 

Ya  es  demasiado  larga  esta  enumeración;  omitamos  otros  mu- 
chos y  terminémosla  con  tres  ó  cuatro  más,  dignos  de  atención. 
Del  P.  José  Brucker,  redactor  de  nuestra  revista  francesa  Etudes, 
hay  una  carta  muy  curiosa,  en  que  presenta  una  interpretación 
no  descaminada  de  las  siete  letras  misteriosas  que  Colón  ante- 
ponía á  su  firma  (8),  interpretación  sugerida  por  otra  dada  en  el 
Boletín  de  la  Academia  por  Eugenio  M.  O.  Dognée  (9).  No  sa- 
bemos si  el  P.  Brucker  publicó  esta  explicación  ingeniosa,  y  fun- 
dada en  un  texto  del  mismo  Colón,  no  tomado  en  cuenta  hasta 


(i)  París,  12  de  Febrero  de  1897  y  17  de  Junio  de  1902. 

(2)  23  de  Octubre  de  1881. 

(3)  Turín,  1885  y  1886. 

(4)  Oran,  10  de  Febrero  de  1902. 

(5)  Wimbledon,  18  de  Febrero,  sin  año. 

(6)  Feldkirch,  6  de  Enero  de  1904. 

-  (7)  Isla  de  Tsona-Ming,  23  de  Febrero  de  i88t . 

(8)  París,  18  de  Mayo  de  1891, 

(9)  Tomoxvm,  págs.  303-329;  Abril  de  1891. 


LA    CORRESPONDENCIA    CIENTÍFICA    DEL   P.    FITA  507 

r^ntonces,  según  parece,  por  los  intérpretes.  De  no  estarlo,  pare- 
ce que  merecía  la  pena  de  insertarla  en  el  Boletín  al  lado  de 

!a  otra. 

La  más  interesante  de  esta  serie  es,  sin  género  de  duda,  la  co- 
rrespondencia del  P.  Tailhan,  el  conocido  investigador  de  nues- 
tra España  visigótica  y  de  los  primeros  siglos  de  la  Reconquis- 
ta, editor  del  Anónimo  de  Córdoba  y  otras  crónicas  cortas  antes 
desconocidas.  Lo  más  de  esa  correspondencia  son  noticias  de  la 
labor  del  P.  Tailhan  en  la  preparación  de  esas  publicaciones  y  de 
la  cooperación  prestada  para  ella  por  el  P.  Fita,  con  esta  otra, 
menos  esperada:  que  el  P.  Tailhan  le  propuso  hacer  juntos,  la 
del  Anóninio^  ó  en  París  ó  en  Madrid  (i).  Pero  no  faltan  juicios 
del  autor  sobre  diversos  puntos,  que  tal  vez  ilustran  algo  los 
emitidos  en  esas  mismas  publicaciones.  En  la  misma  carta  en 
que  hace  la  propuesta  indicada,  trata  de  si  los  judíos  influyeron 
ó  no  en  la  pérdida  de  España  bajo  Don  Rodrigo;  en  otras  da  su 
sentir  sobre  las  fuentes  puras  y  no  puras  para  la  historia  de  esos 
sucesos  (2)  y  del  descubrimiento  hecho  en  el  Briísi/i  Museum  de 
las  dos  hojas  que  faltan  al  códice  visigótico  del  Anónimo,  exis- 
tente en  esta  Biblioteca  de  la  Academia,  añadiendo  algunas  ob- 
servaciones hechas  sobre  la  parte  del  texto  de  ellas  que  ha  exa- 
minado (3);  en  otra,  por  fin,  da  noticia  del  fuero  de  Cáceres,  vis- 
to en  Bruselas  entre  los  papeles  de  la  Serna  Santander,  y  mani- 
fiesta no  convenir  con  el  P.  Fita  en  creer  que  la  lectura  del  có- 
dice de  Calixto  II  excitara  en  otro  tiempo  el  patriotismo  español 
contra  los  moros  (4). 

No  dejaremos  de  añadir  aquí  algunas  otras  noticias  recogidas 
de  esa  correspondencia,  aunque  no  sean  literarias,  sino  de  muy 
diversa  índole.  Es  curiosa  la  relación  que  el  P.  Tailhan  hace  de 
su  expulsión  violenta  del  colegio  en  que  habitaba  en  París, 
en  1880,  cuando  en  Francia  fueron  disueltas  todas  las  comuni- 


(i)  París,  14  de  Octubre  de  18Í 

(2)  1."  de  Noviembre  de  1883. 

(3)  27  de  Marzo  de  18S2. 

(4)  25  de  Diciembre  de  i832. 


S08  BOLETÍN    DE   LA    REAL    ACADEMIA   DE    LA    HISTORIA 

dades  de  jesuítas;  pero  más  digno  de  mención  es  este  episodio^ 
ocurrido  poco  antes,  cuando  ardía  ya  el  fuego  de  la  persecución^ 
y  referido  por  el  mismo  Padre:  «Hace  treinta  años  — dice  en  car- 
ta de  20  de  Marzo  de  l88o— ,  hace  treinta  años  que  estoy  en  ín- 
timas relaciones  con  M.  Vicwog,  director  propietario  de  la  Roma- 
nía^ en  que  escribo  algunas  veces.  Pues  hace  unos  días  que  se 
presentó  en  su  casa  cierto  semisabio  y  semipolítico  y  le  dijo  muy 
irritado:  — ¿Cómo  se  entiende,  escribir  los  jesuítas  en  la  Roma- 
nía} Eso  no  puede  tolerarse.  — Y  ¿á  qué  viene  eso.^  si  se  puede 
saber.  — ¿A  qué  viene?  ¿No  trae  el  último  número  un  artículo  del 
P.  Tailhan.?'  — Sí,  señor;  y  ha  de  saber  usted  que  el  P.  Tailhan  es 
uno  de  mis  más  antiguos  amigos.  Pero,  dígame  usted,  el  articuló- 
les bueno.''  ¿Hay  en  él  algo  digno  de  censura.''  — Eso  no,  cierta- 
mente. — Pues  sepa  usted,  señor  mío,  que  artículos  buenos  los 
recibiré,  no  ya  de  jesuítas,  pero  del  mismo  diablo,  si  el  diablo 
fuera  capaz  de  escribir  artículos  buenos.  Así  me  lo  contó  ante- 
ayer en  su  despacho  el  mismo  Vicwog,  añade  el  P.  Tailhan,  cuan- 
do fui  á  llevarle  una  serie  de  notas  filológico-históricas  para  la  re- 
vista» (l). 

Del  insigne  bibliógrafo  de  la  Compañía,  el  P.  Carlos  Sommer- 
vogel,  sólo  encontramos  aquí  tres  cartas;  pero  una  de  ellas  con- 
tiene un  párrafo  algo  largo,  que,  á  pesar  de  su  extensión,  vamos 
á  insertar  aquí,  porque  revela  el  espíritu  superior  del  ilustre  je- 
suíta y  está  escrito  á  propósito  de  un  paso  de  la  vida  del  P.  Fita,, 
no  poco  importante  y  seguramente  desconocido.  En  l88o,  su 
Provincial,  el  de  Aragón,  adonde,  como  es  sabido,  pertenecía  el 
P.  Fita,  quiso  sacarle  de  Madrid  y  llevársele  á  su  provincia.  Él, 
aunque  dispuesto  á  obedecer,  sintió  dificultad  y  representó  los 
inconvenientes  que  en  el  cambio  veía,  y,  al  fin,  el  Padre  General 
tuvo  por  bien  que  siguiera  en  Madrid.  En  el  intermedio,  el 
P,  Fita  parece  que  dio  noticia  al  P.  Sommervogel  de  lo  que  se 
trataba,  manifestándole  su  sentimiento,  y  éste  le  contestó  al  pro- 
pósito con  el  capítulo  de  carta  indicado,  que  dice  así:  «Consolé- 


(i)     20  de  Marzo  de  1880. 


LA    CORRESPONDENCIA    CIENTÍFICA    DEL    P.    FITA  509 

monos  mutuamente.  Á  V.  R.  le  separan  de  sus  estudios  favori- 
tos para  lanzarte  á  la  predicación;  á  mí  me  quitan  de  la  mano  un 
trabajo  de  veinticinco  años  para  que  empiece  á  tomar  gusto  á 
los  asuntos  de  gobiorno  (le  habían  nombrado  compañero,  ó  sea 
Secretario  del  Provincial).  Padre  mío:  permítame  decírselo  como 
á  amigo  de  la  mayor  intimidad:  Que  la  herida  no  llegue  al  cora- 
zón. Yo  me  he  representado  muchas  veces  lo  que,  como  hom- 
bre, pudiera  serme  más  doloroso;  el  quedarme,   por   cualquier 
causa  que  fuera,  sin  el  ejemplar  de  Backer,  que  tengo  cubierto 
de  notas  para  hacer  la  tercera  edición;  de  mi  cuaderno,  en  que 
tengo  apuntados  los  nombres  y  las  obras  de  setecientos  ú  ocho- 
cientos autores,  ya  fallecidos  y  omitidos  en  la  segunda;  de  las 
papeletas,  que  son  en  gran  número,  donde  está  la  bibliografía  de 
todos  los  que  aun  viven:  que  este  es  todo  mi  matalotaje.  Pues 
bien,  paréceme  que,  por  la  gracia  de  Dios,  la  destrucción  com- 
pleta de  todo  ello  (siento  algún  reparo  en  descubrir  esto)  no  me 
turbaría  más  de  lo  que  debe  de  turbarse  uno  cuando  el  viento  le 
lleva  el  sombrero  al  arroye.  Se  echa  la  mano  para  cogerle,  se  co- 
rre un  poco  tras  él,  y,  al  fin,  se  va  por  otro  á  la  sombrerería. 
Esta  disposición  de  ánimo  la  tengo  yo,  padre  mío,  por  una  de 
las  mayores  gracias  que  puedo  recibir  de  Dios;  y  como  quien 
sabe  bien  lo  que  vale,  se  la  deseo  á  V.  R.  con  toda  mi  alma;  por- 
que en  teniéndola,  se  ríe  uno  de  todos  los  acontecimientos  de 
aquí  abajo, 'y  ninguna  combinación  de  que  uno    pueda  ser  sim- 
ple elemento  ó  también  víctima,  le  coge  desprevenido»  (i).  Así 
está  mezclada  en  estos  papeles  y  puede  aprenderse  en  ellos   la 
ciencia  y  la  virtud. 

Tal  es  la  idea  que  hemos  podido  dar  de  la  correspondencia 
del  P.  Fita  con  sabios  extranjeros,  importante,  sobre  todo,  para 
una  biografía  suya  bien  documentada,  y  de  alguna  utilidad  tam- 
bién para  los  estudios  históricos,  principalmente  para  la  Epi- 
grafía. 

Lesmes  Frías,  S.  J., 

Correspondiente. 


<i)     París,  26  de  Noviembre  de  1880. 


510  BOLETÍN    DE    LA    REAL   ACADEMIA    DE   LA    HISTORIA 


II 

«EL  ALCÁZAR  DE  SEGOVIA» 

,  por  el  Coronel  de  Artillería  D.  Eduardo  de  Oliver-Copons. 

En  el  borde  meridional  de  la  vastísima  meseta  peninsular  que 
rinde  al  Duero  el  tributo  de  sus  aguas,  hay  una  ciudad  famosa^ 
«ciudad  de  ensueño,  fuente  de  inspiración  y  de  poesía,  nuda 
armónico  de  Naturaleza  y  Arte,  solio  de  Reyes,  solar  de  la  leal- 
tad, compendio  de  la  vieja  y  austera  Castilla,  suelo  bendito  en 
que  los  ojos  y  el  espíritu  sorprenden  los  rasgos  determinantes 
de  una  raza  gloriosa»  (l);  ciudad  á  la  que  diputé  en  cierta  oca- 
sión como  «á  manera  de  romántica  Trinidad  en  que  las  tres  dis- 
tintas personas  — Naturaleza,  Historia  y  Arte —  forman  un  con- 
junto maravillosamente  armónico,  una  sola  é  individua  Segovia 
verdadera»  (2).  Pues  en  el  extremo  occidental  de  Segovia,  asen- 
tado sobre  inconmovible  peña  junto  á  la  confluencia  del  Eresma 
y  del  Clamores,  como  gigantesca  nave  cuya  aguda  proa  hendiera 
la  no  siempre  tranquila  corriente  de  ambos  ríos,  álzase  el  fan- 
tástico Alcázar,  constante  objeto  de  atención,  no  sólo  para  el 
artista,  para  el  arqueólogo,  para  el  historiador  y  para  el  cons- 
ciente excursionista,  sino  aun  también  para  el  simple  viajero — 
máquina  cuyo  espíritu  no  suele  entender  el  mudo  lenguaje  con 
que  en  su  rápido  pasar  le  hablan  perspectivas  naturales,  pue- 
blos y  monumentos. 

De  ese  Alcázar,  del  que  ha  dicho  un  notable  tratadista  militar 
contemporáneo  que  «entre  los  innumerables  baluartes  levanta- 
dos en  toda  la  nación  ninguno  le  sobrepuja  ni  igualarle  puede 


(i)  Segovia,  ciudad  de  ensueño...,  artículo  del  Conde  de  Cedillo  inserto 
en  la  publicación  titulada  Segovia.  Recuerdo  de  la  Coronación  canónica  de 
la  Virgen  de  la  Fuencisla.  (Segovia,  Septiembre  de  1916.) 

(2)  Carta-prólogo  del  Conde  de  Cedillo  en  el  libro  Doña  Angelina  de 
Grecia,  de  D.Juan  de  Contreras.  (Segovia,  19' 3-) 


EL    ALCÁZAR    DE    SEGoVlA  5' I 

en  grandeza  ),  mucho  es  lo  que  se  había  escrito  antes  de  ahora 
por  autores  nacionales,  ilustres  algunos  de  ellos,  y  así  su  biblio- 
grafía es  extensísima.  Pero  ni  se  había  dicho  de  él  todo  lo  nece- 
sario, ni  su  período  de  información  podía,  por  tanto,  conside- 
rarse cerrado.  De  ahí  la  reciente  aparición  de  otro  libro  acerca 
del  celebrado  Alcázar  de  Segovia,  obra  esta  vez  del  Coronel  de 
Artillería  y  nuestro  Académico  Correspondiente  D.  Eduardo  de 
Oliver-Copons,  libro  del  cual,  por  designación  del  .Sr.  Director 
de  la  Academia,  paso  á  emitir  informe.  « 

Titúlase  el  libro:  Monografía  histórica.  El  Alcázar  de  Segovia. 
Está  impreso  en  Valladolid,  Imprenta  Castellana,  1 916,  y  es  un 
elegante  volumen  en  8.°  mayor  (o,20  m.  X  0, 12  m.),  que  consta 
de  xvii  -f-  406  -\-  Lxx  páginas,  con  otras  dos  de  índice  y  colofón; 
ilustrado  con  154  grabados  y  con  una  cubierta  á  doble  estampa- 
ción tipográfica,  negra  y  roja,  en  que  aparece  un  detalle  artístico 
del  Alcázar.  La  distribución  del  volumen  es  como  sigue:  Dedi- 
catoria.— Proemio. — Texto  del  libro,  comprendido  en  ocho  ca- 
pítulos.—  Post-scriptum. —  Notas. — Apéndices. —  Cancionero. — 
Explicación  de  los  grabados. 

Hecha  esta  breve  descripción  del  libro  en  sus  caracteres  ex- 
ternos, entrémonos  ahora  por  las  interioridades  de  su  letra  y  de 
su  espíritu.  Desde  que  Buffon  dijo,  ó  vino  á  decir,  que  el  estilo 
es  el  hombre,  ha  fluido  esta  frase  como  verdad  axiomática  de  la 
pluma  de  incontables  escritores.  Para  mi  uso  particular  he  intro- 
ducido en  ella  una  enmienda,  y  ante  cualquier  libro  que  cae  en 
mis  manos  y  que  examino  afirmo,  generalizando  más,  que  no 
sólo  el  estilo,  sino  que  el , libro  es  el  hombre.  En  el  libro,  cierta- 
mente, suele  aparecer  retratado  el  hombre,  y  la  obra  del  señor 
Oliver-Copons  no  es  una  excepción  de  esta  que  yo  imagino  ley 
general.  Don  Eduardo  de  Oliver-Copons,  miembro  de  una  noble 
progenie  en  que  el  servicio  de  la  patria  por  la  carrera  de  las 
armas  constituye  una  tradición  familiar,  recibió  su  educación 
militar  en  Segovia,  vistiendo  el  honroso  uniforme  de  las  bombas. 
Abiertos  su  mente  y  su  corazón  á  las  impresiones  que  el  suge- 
rente  escenario  que  rodeaba  su  vida  le  inspiraba,  al  propio  tiem- 
po que  completaba  su  instrucción  técnica  y  se  disponía  á  hacer 


5 '2  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

de  su  carrera  una  segunda  religión,  orientaba  su  cultura  en  tal 
dirección  y  tan  intensamente,  que  ya  ella  había  de  ser  la  carac- 
terística que  perdurara  durante  toda  su  existencia.  Oliver  es,  en 
efecto,  un  entusiasta  de  su  glorioso  Cuerpo  facultativo,  un  apa- 
sionado por  la  historia,  un  «amante  fervoroso  del  pasado»,  como 
él  mismo  confiesa  (i),  de  las  buenas  tradiciones,  de  la  Fe,  de  la 
Patria,  de  la  Monarquía,  de  Castilla,  de  Segovia,  de  cuanto  in- 
funde ¡deas  nobles  y  levantadas.  A  sus  bien  probadas  aficiones 
se  deben  su  libro  ^l  castillo  de  Burgos,  que  mereció  de  esta 
Academia  un  laudatorio  y  honrosísimo  informe  (2);  el  boceto 
histórico  Diego  de  Álava,  en  que  estudió  la  vida  y  las  obras  de 
aquel  insigne  tratadista  militar  del  siglo  xvi,  y  primer  escritor 
español  de  Artillería;  y  las  conferencias  acerca  del  Alcázar  de 
Segovia,  que  formaron  parte  de  las  organizadas  por  la  Sociedad 
Económica  de  Amigos  del  País  de  aquella  capital,  y  que  dio  su 
autor  en  19  y  20  de  Abril  de  1915. 

Desde  su  misma  juventud  sintióse  Oliver  subyugado  ante  la 
belleza  del  Alcázar,  cuya  magnificencia  le  anonadaba  (3).  Sus  jus- 
tificados entusiasmos  por  el  monumento  determináronle  á  escri- 
bir un  libro,  cuya  gestación  fué  labor  de  muchos  años.  Dióse  á 
investigar  y  allegar  cuanto  sobre  el  histórico  castillo  se  había 
venido  escribiendo  desde  pasadas  centurias,  y  sin  excusar  tra- 
bajo ni  omitir  sacrificio  llegó  á  lograr  grueso  acopio  de  materia- 
les; y,  en  fin,  en  Diciembre  del  año  1914  puso  manos  á  la  110 
liviana  tarea  de  ordenar  y  aquilatar  sus  apuntes  y  (copio  sus 
mismas  palabras):  «en  plácido  y  solitario  retiro,  brindado  por  la 
amistad  y  el  cariño,  al  pie  del  Alcázar,  que  al  despertar  veía», 
esto  es,  durante  una  larga  estancia  en  la  antigua  segoviana  Casa 
de  la  Moneda^  levantada  por  P'elipe  II  á  orillas  del  Eresma  y  hoy 
de  propiedad  particular,  dio  cima  á  su  empresa,  brotando  así  el 
libro  que  es  objeto  de  este  informe. 


(i)     El  Alcázar  de  Segovia,  pág.  402. 

{2)  El  castillo  de  Burgos,  por  Eduardo  de  üliver-Copons,  Capitán  de 
Artillería.  Informe  del  General  D.  José  Gómez  de  Aiteche.  Boletín  de 
LA  Real  Academia  de  la  Historia,  tomo  xxxiii,  pág.  499- 

(3)     El  Alcázar  de  Segovia,  pág.  403. 


EL    ALCÁZ\K    DE    SEGOVIA  5 '3 

l'lncabézale  una  sentida  dedicatüria  á  nuestro  augusto  Sobera- 
no, que  se  había  dignado  aceptar  la  obra;  y  a  ella  sigue  el  Proe- 
mio, en  que,  en  movidos  párrafos  da  cuenta  al  público  el  autor 
de  Ja  razón  de  su  trabajo.  Ábrese  el  primero  de  los  capítulos  con 
discretas  consideraciones  generales,  tras  las  que  ya  se  ocupa  el 
historiador  en  los  orígenes  y  primitivos  tiempos  de  la  fortaleza, 
cuyos  fastos  se  continúan  en  los  sucesivos  hasta  nuestros  mismos 
días. 

Oscuros  y  dudosos  son  los  orígenes  del  Alcázar  de  Segovia. 
Acerca  del  pueblo  y  de  la  época  por  el  cual  y  en  la  que  hubo  de 
alzarse  la  primitiva  fortaleza,  cuantos  escritores  trataron  de  las 
cosas  del  Alcázar  hundiéronse  en  hipótesis,  suposiciones  y  con- 
jeturas. El  Sr.  Oliver  reconoce,  lógicamente,  que  dada  la  gran 
importancia  en  ambos  conceptos,  estratégico  y  táctico,  de  aquella 
posición,  de  aquella  alta  roca  aislada  junto  á  dos  profundos  fosos 
naturales  que  conducen  el  agua  de  dos  ríos,  inaccesible  por  aquel 
lado,  sita  en  la  región  central  de  la  península,  á  una  legua 
al  O.  de  la  cordillera  Carpetana  y  en  la  confluencia  de  varias 
antiguas  vías  de  comunicación,  había  de  ofrecer  grandes  ventajas 
que  sin  duda  hubo  de  aprovechar  prácticamente  el  hombre  desde 
la  misma  edad  de  piedra,  y  que  las  edades  sucesivas  habían  de 
marcar  con  su  sello.  Pero  nada  nuevo  ni  seguro  aporta  el  libro 
sobre  dichos  orígenes,  que  siguen  tan  inciertos  como  estaban 
antes.  Lo  que  parece  más  claro  es  que  el  autor  se  inclina  á  que 
el  Rey  Alfonso  VI,  después  de  tomada  Segovia,  «levantó  el  Alcá- 
zar»; lo  cual,  naturalmente,  no  quiere  decir  que  no  existiera  allí 
con  anterioridad  algún  edificio  ó  recinto  fortificado. 

Del  tiempo  de  Alfonso  VI,  es  decir,  desde  el  fin  del  siglo  xi, 
arranca  en  puridad  la  historia  conocida  del  castillo  segoviano, 
historia  que  el  Sr.  Oliver  sigue  fielmente  al  través  de  reinados  y 
de  siglos  hasta  los  que  ahora  corren.  Cuantos  sucesos  importan- 
tes tocan  más  ó  menos  de  cerca  al  famoso  monumento,  tales 
como  estancias  de  monarcas  y  de  otros  personajes,  asedios  y 
hechos  de  armas.  Cortes,  recepciones,  vida  y  fiestas  palacianas, 
etcétera,  se  hallan  en  el  libro  registrados,  no  faltando  en  él  ani- 
madas descripciones  y  narraciones  de  aquella  peculiar  vida  y  de 


5 '4  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

aquellos  acontecimientos,  tal  como  (por  no  citarlo  todo)  lo  en 
orden  á  la  permanencia  en  el  Alcázar  de  la  Reina  Doña  Urraca, 
hija  de  Alfonso  VI,  al  Rey  Donjuán  II,  y  á  los  hechos  y  vicisitu- 
des de  su  gran  privado  D.  Alvaro  de  Luna;  y  á  Enrique  IV  y 
sus  relaciones  con  el  Alcázar  y  con  Segovia,  ciudad  á  que  tenía 
muy  especial  afición  y  donde,  según  consigna  su  cronista  y 
capellán  Enríquez  del  Castillo,  parece  que  cesaban  sus  congo- 
jas y  cuidados. 

Al  tratar  de  las  cosas  de  aquel  reinado  y  de  aquel  triste  mo- 
narca, que  habitó  con  gran  frecuencia  en  su  Alcázar  de  Segovia, 
ocúpase  largamente  el  autor  en  describir  las  grandes  obras  y 
mejoras  que  realizó  en  el  edificio,  aquellas  espléndidas  decora- 
ciones góticas  y  mudejares  con  que  vistió  las  magníficas  estancias, 
y  aquellos  ricos  muebles  y  tapices  y  damascos  y  armaduras  y 
objetos  artísticos  de  varia. índole  con  que  alhajó  la  regia  morada, 
que  quedó  así  convertida  en  uno  de  los  más  suntuosos  palacios 
de  su  tiempo.  De  análogo  modo,  al  llegar  al  reinado  de  Felipe  II, 
discurre  con  bastante  extensión  sobre  las  nuevas  obras  y  refor- 
mas hechas  allí  de  su  orden,  y  que  modificaron  en  gran  manera 
el  aspecto  de  la  fortaleza. 

Para  particularmente  notado  es  lo  relativo  á  la  solemne  pro- 
clamación de  Isabel  I  como  Reina  de  Castilla  (13  de  Diciembre 
de  1474)  que,  en  circunstancias  harto  críticas,  hizo  por  sí  y  ante 
sí  el  Concejo  de  Segovia:  hecho  que  constituye  una  gloria  in- 
marcesible de  la  ciudad  del  Eresma,  suceso  de  enorme  trascen- 
dencia para  nuestra  Patria  y  para  el  mundo  que,  creo  yo,  no  ha 
sido  lo  encarecido  que  debiera  con  haberlo  sido  no  poco.  Aun- 
que la  proclamación  se  celebró  en  la  plaza  Mayor,  en  el  Alcázar 
habíase  madurado  el  feliz  proyecto  con  la  plática  allí  habida  pre- 
viamente  entre  la  egregia  princesa,  Andrés  Cabrera,  y  el  Letra- 
do y  los  Regidores  segovianos  mandatarios  del  Concejo.  Razón 
tiene,  pues,  el  Sr.  Oliver,  al  afirmar  que  entre  aquellos  muros 
nació  el  primer  acto  que  puso  la  corona  en  las  sienes  de  Isabel, 
y  que  ello  es  gran  honra  para  el  Alcázar,  ya  que  de  aquel  hecho 
arranca  la  reconstitución  y  la  grandeza  de  España. 

Acostumbra  el  autor  con  frecuencia   acompañar  su    narración 


EL    ALCÁZAR    DE    SEGOVIA  5  '  5 

insertando  textos  de  reales  cédulas  y  de  otros  documentos  fir- 
mados por  los  Monarcas  en  el  Alcázar  ó  en  otras  localidades» 
bien  referentes  á  las  obras  que  en  aquél  se  fueron  realizando, 
bien  á  asuntos  varios  tocantes  á  la  misma  ciudad  de  Segovia. 
Presta  todo  ello  indudable  interés  al  relato,  y  fué  buen  acuerdo 
del  historiógrafo  no  quedarse  corto  en  la  exhibición  de  este  apa- 
rato documental.  No  parece  tan  justificada,  en  mi  juicio,  la  am- 
plitud, á  las  veces  excesiva,  con  que  narra  sucesos  muy  conoci- 
dos de  la  historia  de  Segovia,  de  Castilla,  y  aun  de  la  Monarquía, 
que  en  poco  ó  en  nada  se  relacionan  con  el  Alcázar,  y  que 
hubieran,  por  tanto,  podido  suprimirse  sin  detrimento  del  ca- 
rácter peculiar  del  libro;  y  en  el  mismo  caso  se  encuentran  al- 
gunas largas  digresiones  y  amplificaciones  basadas  en  hechos 
harto  sabidos,  que,  si  ciertamente  se  inspiran  en  un  sano  crite- 
rio y  en  nobilísimas  ideas,  despiertan  escaso  interés  y  carecen 
de  novedad.  En  este  sentido,  bien  puede  decirse  que  la  obra  del 
Sr.  Oliver-Copons  da  más  de  lo  que  promete,  pues  luego  se  ad- 
vierte, al  comenzarse  su  lectura,  que  es  en  mucha  parte,  no  sólo 
historia  del  Alcázar  segoviano,  sino  historia  del  desenvolvimien- 
to de  la  Monarquía  castellana;  con  lo  que,  sin  duda,  ha  de  prestar 
tan  buenos  servicios  como  libro  de  divulgación  que  como  priva- 
tiva monografía. 

Mayor  novedad  pueden  tener  para  el  leyente  los  párrafos  de- 
dicados á  las  menciones  del  Alcázar  en  su  calidad  de  supuesta 
teatro  de  hechos  que  le  atribuyeron  ficciones  literarias,  tales 
como  el  Gil  Blas  de  Santillaiia  y  El  deliitcuente  honrado,  de  Jo- 
vellanos,  menciones  que  no  dejaron  de  contribuir  en  algo  á 
afianzar  la  fama  del  monumento. 

Su  condición  de  Artillero,  de  que  justamente  se  muestra  el 
Sr.  Oliver-Copons  satisfecho,  condición  que  parece  imprimir  ca- 
rácter, y  que  comunica  á  cuantos  visten  aquél  severo  uniforme 
un  generoso  espíritu  de  solidaridad  y  vivo  entusiasmo  por  lo  his- 
torial y  por  las  glorias  del  Cuerpo  de  Artillería,  constriñó  al 
autor  á  ocuparse  muy  extensamente  en  cuanto  toca  al  Cuerpo  en 
su  relación  con  el  Alcázar;  y  aquí  sí  que  los  largos  vuelos  del  li- 
bro están  plenamente  justificados,  pues  en  verdad  puede  afirmar- 


5l6  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

se  que  la  historia  de  la  fortaleza  en  su  estado  moderno  corre  pa- 
ralela, ó,  aun  mejor,  se  compenetra  con  la  del  Real  Cuerpo  casi 
desde  que  fundado  en  1761  por  el  Conde  de  Gazola,  Inspector 
general  de  Artillería,  é  instalado  en  1764  en  el  Alcázar  de  Sego- 
via  el  Colegio  del  Arma,  sigue  desenvolviéndose  con  fortuna 
varia  hasta  los  mismos  días  que  corremos.  Como  consecuencia 
muy  natural  de  esto,  la  reseña  histórica  del  Alcázar  se  convierte 
bajo  la  pluma  de  Oliver-Copons,  en  los  capítulos  vi,  vii  y  viii  de 
su  libro,  en  reseña  del  Colegio  Artillero;  y  así  asistimos  con  su 
lectura  á  las  vicisitudes  que  le  acarreó  la  guerra  de  la  Indepen- 
dencia, durante  la  cual  tuvo  que  salir  del  Alcázar  y  de  Segovia  y 
andar  errante  por  la  península  y  por  las  Baleares  hasta  su  reins- 
talación en  el  Alcázar  en  1814;  á  su  nuevo  traslado  en  1823,  al  en- 
trar en  España  el  ejército  del  Duque  de  Angulema  y  á  la  subsi- 
guiente reinstalación  en  1825;  y  á  su  tercera  marcha  con  motivo 
de  la  entrada  de  los  carlistas  en  Segovia  en  Agosto  de  1837. 

Fecha  de  imborrable  recuerdo  en  la  historia  del  Alcázar  sego- 
viano  es  el  6  de  Marzo  de  1862,  en  que  estalló  el  voraz  y  devas- 
tador incendio  que  produjo  incalculables  daños  en  el  edificio  y 
destruyó  los  maravillosos  artesonados  y  las  preciosidades  artís- 
ticas que  tanto  le  avaloraban,  con  ocasión  de  lo  cual  el  Colegio 
de  Artillería,  que  parecía  condenado  á  constante  peregrinación, 
hubo  de  abandonar  de  nuevo  aquellos  históricos  muros,  trasla- 
dándose al  ex  convento  de  San  Francisco  de  la  misma  ciudad 
de  Segovia,  donde,  con  el  nombre  de  Academia  de  Artillería, 
que  pocos  años  después  recibió,  sigue  siendo  lozano  plantel  de 
los  artilleros  españoles. 

Trátase  también  en  el  libro  muy  al  detalle  la  historia  del  Alcá- 
zar en  su  más  reciente  fase,  ó  sea  á  partir  de  los  comienzos  de 
su  laboriosa  restauración.  Varios  fueron  los  proyectos  ideados 
acerca  del  destino  que  había  de  darse  al  edificio.  En  1 896  fué  de 
nuevo  cedido  por  Real  orden  al  Cuerpo  de  Artillería,  destinán- 
dosele á  Parque  y  Archivo  central  del  Arma;  por  otra  Real  orden, 
en  1898,  se  le  dedicó  á  contener  el  Archivo  General  de  Guerra; 
y,  en  fin,  mediante  una  tercera  Real  orden  de  1 909,  volvió  á  ser 
concedido  al  Cuerpo  de  Artillería,  si  bien  continuando  instalado 


EL  ALCÁZAR  DE  SEGOVIA  517 

en  él  provisionalmente  el  Archivo  General  Militar.  Poco  antes  de 
esta  última  resolución,  en  Mayo  de  1908,  habíanse  inaugurado 
las  obras  del  monumento  á  los  héroes  del  2  de  Mayo  de  1808, 
que  se  alza  en  la  explanada  de  ante  el  Alcázar;  y  el  autor  des- 
cribe este  monumento  (obra  del  escultor  y  Académico  segoviano 
D.  Aniceto  Marinas),  que  se  terminó  é  inauguró  solemnemente 
en  1910. 

Noticias  de  otros  sucesos  y  solemnidades  posteriores  en  algo 
relacionados  con  el  Alcázar,  hallan  también  cabida  á  continua- 
ción en  las  páginas  de  la  obra,  y  así,  entre  aquéllas,  las  fiestas  de 
la  coronación  canónica  de  la  Virgen  de  la  Fuencisla,  celebradas 
en  Septiembre  de  1916,  de  grata  memoria  para  cuantos  las  pre- 
senciaron, y  á  las  que  asistió,  en  representación  de  nuestra  Real 
Academia,  el  firmante  de  este  informe. 

Pasa  después  el  autor  á  describir  el  Alcázar  segoviano  en  su 
presente  estado,  dando  cuenta  de  lo  que  contiene  en  relación  á 
su  actual  destino.  En  fin,  termina  el  texto  de  la  obra  con  la  expo- 
sición de  cuantos  proyectos  se  han  ido  explayando  por  unos  ú 
otros  escritores  acerca  del  empleo  definitivo  que  debe  reservarse 
al  edificio.  A  este  propósito  declara  el  autor  á  su  vez,  y  razona 
largamente  su  peculiar  proyecto,  especie  de  ideal  que  debiera 
convertirse  en  realidad  tan  luego  como  el  monumento  fuera  rein- 
tegrado en  su  totalidad  al  Cuerpo  de  Artillería.  Consiste  este 
proyecto  en  convertir  el  Alcázar,  con  la  explanada  que  le  pre- 
cede y  el  parque  que  le  rodea,  en  rico  Museo  histórico  del  arte 
de  la  guerra  y  de  la  arqueología  militar  en  sus  extensas  y  varia- 
dísimas manifestaciones,  concediéndose,  como  es  natural,  la  im- 
portancia que  le  es  propia  al  Arma  de  Artillería;  y  en  mi  juicio 
discurre  atinadamente  el  autor  al  estimar  que  el  tal  vasto  é  his- 
tórico Museo,  tan  ampliamente  concebido  y  ejecutado,  habría  de 
reportar  gran  utilidad  y  servir  de  mucha  enseñanza,  y  contribui- 
ría, sin  duda,  á  afirmar  generalmente  la  admiración  y  los  entu- 
siasmos por  nuestras  glorias  nacionales. 

Al  texto  del  libro  siguen  sus  notas,  en  número  de  243,  de 
índole  bibliográfica,  descriptiva,  histórica,  biográfica  y  crítica. 
Cmco  apéndices  aparecen  á  continuación,  á  saber:  un  interesante 


5l8  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Estudio  y  dcscripcióu  de  las  uiurallas  de  Segovia;  un  catálogo  de 
los  Aleaides  del  Alcázar  de  Segovia;  una  noticia  de  Personajes 
ilustres  que  se  educaron  en  el  Alcázar,  de  utilidad  evidente,  por 
contener  breves  notas  biográficas  de  distinguidos  artilleros  de  los 
siglos  XVIII  y  xix;  El  2  de  Mayo  de  igo8,  reseña  de  la  inaugura- 
ción del  monumento  erigido  ante  la  fortaleza  á  la  memoria  de  los 
héroes  de  la  Independencia  nacional,  y  un  modesto  Cancionero, 
en  que  se  incluyen  algunas  modernas  composiciones  poéticas 
dedicadas  al  celebrado  Alcázar. 

Ilustran,  como  queda  dicho,  la  obra  del  Sr.  Oliver-Copons 
numerosos  grabados  intercalados  en  el  texto,  reproducciones,  en 
su  mayor  parte,  de  dibujos  hechos  por  el  Comandante  D.  Manuel 
Lassa.  No  es  dudoso  que  de  haberse  optado  más  bien  por  el  pro- 
cedimiento fotográfico  y  por  la  fototipia,  la  ilustración  habría 
resultado  más  exacta  y  más  moderna,  pero  lo  que  en  este  sen- 
tido pierde  el  libro  gánalo  en  cuanto  que  refleja  así  una  serie  de 
impresiones  más  personales.  Representan  los  grabados,  entre 
otras  muchas  cosas,  vistas  de  conjunto  y  detalles  arquitectónicos 
del  Alcázar  en  sus  distintas  fases  antiguas  y  modernas;  perspec- 
tivas segovianas;  vistas,  detalles  y  motivos  ornamentales  de  otros 
monumentos  y  restos  segovianos  y  no  segovianos;  reconstitu- 
ciones de  batallas  y  de  otros  hechos  históricos;  escudos  heráldi- 
cos y  sellos  medioevales;  objetos  artísticos  5'  arqueológicos  de 
varia  índole,  tales  como  estatuas  3^acentes,  pinturas,  reproduccio- 
nes de  grabados,  armas  blancas  y  de  Artillería,  uniformes  pro- 
pios de  este  Cuerpo;  conjunto  y  detalles  del  monumento  á  Daoíz 
y  Velarde  levantado  ante  el  Alcázar,  é  información  de  sucesos 
contemporáneos,  tales  como  la  entrega  de  una  bandera  que 
regaló  á  la  Academia  de  Artillería  S.  M.  la  Reina  D.^  Victoria 
Eugenia,  y  la  cabalgata  histórica  organizada  en  Septiembre 
de  1916  con  motivo  de  la  coronación  de  la  Virgen  de  la  Fuen- 
cisla.  El  autor  ha  tenido  el  buen  acuerdo  de  entreverar  todos 
estos  dibujos  en  los  más  adecuados  lugares  del  texto,  y  no  en 
otros,  á  medida  que  lo  iban  requiriendo  los  distintos  pasajes, 
con  lo  que,  al  recorrerse  las  nutridas  páginas,  se  mejora  y 
completa  la  visión  de   los  sucesos  y  objetos  narrados  ó  descri- 


Rl      ALCÁZAR    UE    SEGOVIA  5I9 

tos.  Acompáñase  también  una  planta  del  .Mcázar,  en  escala 
de  I  :  400. 

Tal  es,  bosquejada  á  grandes  rasgos,  la  obra  del  Coronel  señor 
Oliver-Copons,  en  la  que  ya  la  Comisión  dictaminadora  del  Pre- 
mio al  Talento^  instituido  por  nuestro  D.  Fermín  Caballero,  halló 
méritos  suficientes  para  otorgarle  en  el  concurso  de  1918  mev- 
ciihi  honorífica^  con  el  voto  unánime  de  la  Academia  (l). 

Pero  como  la  perfección  no  es  condición  propia  de  obras 
humanas,  forzoso  es  reconocer  que  deslucen  en  parte  la  edición 
erradas  formas  de  algunos  nombres  propios,  y  aun  de  otros,  cra- 
sas erratas  y  viciosas  transcripciones  de  epígrafes  latinos.  Si  al- 
guna vez  hubiera  de  procederse  á  hacer  una  segunda  edición  de 
este  libro,  sería  de  rigurosa  necesidad,  y  de  gran  facilidad  junta- 
mente, subsanar  todos  estos  yerros,  con  lo  cual,  y  con  alguna 
revisión  de  la  forma  literaria,  el  libro  adquiriría  nuevo  realce,  que 
vendría  á  coronar  el  estimable  mérito  y  la  paciente  laboriosidad 
que  en  la  obra  del  Sr.  Oliver-Copons  habrán  de  hallar  cuantas 
personas  se  internen  por  la  nutrida  prosa  de  sus  páginas. 

Resumiendo  ya  cuanto  queda  dicho,  ó,  más  bien,  reduciéndolo 
á  precisos  conceptos,  tomen  forma  mis  juicios  en  las  siguientes 
conclusiones:  No  es  el  libro  del  Sr.  Oliver-Copons,  El  Alcázar 
de  Segovia,  y  es  seguro  que  no  pretende  serlo,  un  monumento 
literario,  esto  es,  el  monumento  de  ideas  construido  exquisita- 
mente en  prosa  ó  en  verso  (que  para  el  caso  tanto  monta)  que  la 
gentilísima  fábrica  arquitectónica,  enhiesta  más  de  ocho  siglos  ha 
en  su  firme  asiento  de  roca,  parece  que  reclama  de  la  alta  inspi- 
ración de  un  Walter  Scott,  un  Víctor  Hugo,  un  Zorrilla  ó  un 
Verdaguer,  que  todavía  no  ha  llegado.  No  es  tampoco  una  obra 
de  Arqueología  á  la  moderna  en  el  sentido  vulgar  y  corriente 
del  vocablo  y  del  concepto:  obra  analítica  y  crítica  en  que  los 
valores  arquitectónico,  decorativo  y  poliorcético  fueran  sujetos 


(i)  Informe  de  la  Comisión  del  premio  al  Talento,  Apéndice  T/I,  B),  en  la 
Memoria  histórica  de  la  Real  Academia  de  la  Historia  desde  el  16  de  Abril 
de^  IQ17  hasta  el  15  del  mismo  mes  de  1918....  (Madrid,  1918).— F?í/.  en  la 
página  149. 


520  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

á  un  severo  examen,  paralelamente  á  los  de  otros  grandes  monu- 
mentos similares  de  España  y  de  fuera  de  España.  Ni  aun  puede 
afirmarse  en  realidad  que  sea  una  obra  histórica  de  carácter  defi- 
nitivo, en  que  el  afortunado  investigador  haya  sorprendido  y  des- 
entrañado los  oscuros  y  remotos  arcanos  del  gran  castillo  de 
Segovia,  ú  ofrezca  al  ávido  interés  del  lector  peregrinos  y  desco- 
nocidos documentos  que  realcen  y  afirmen  más  de  lo  que  ya  lo 
estaba  en  la  mente  de  las  personas  cultas  la  gran  importancia  del 
Alcázar  al  través  de  su  larga  historia,  y  en  relación  con  la  de 
nuestra  gloriosa  C&stilla.  Pero  en  cambio  es  la  obra  generosa 
de  un  corazón  y  de  una  voluntad;  es  á  la  vez  un  archivo  y  un 
himno;  es  el  producto  del  allegador  paciente  y  abnegado  que  no 
perdonó  trabajo  ni  excusó  molestia  para  reunir  en  un  volumen 
cuanto  más  sustancial  dijeron  y  narraron  del  Alcázar  los  autores 
que  le  habían  precedido;  es  la  obra  más  completa  que  hasta  hoy 
se  ha  escrito  de  la  histórica  mansión  de  Juan  II  y  de  Enrique  IV, 
obra  de  consulta  forzosa  para  cuantos  en  adelante  se  propongan 
tratar  todavía  del  Alcázar;  es  la  obra  de  un  caballero  sin  tacha 
y  de  un  militar  pundonoroso  que,  rindiendo  ferviente  culto  á 
los  ideales  del  Honor  y  de  la  Lealtad,  ha  acertado  á  proclamar 
y  definir  el  espiritual  y  ya  indestructible  enlace  del  Alcázar 
segoviano  con  el  ilustre  y  benemérito  Cuerpo  de  Artillería;  es  la 
obra  de  un  español  amante  de  su  patria,  de  sus  glorias,  de  sus 
venerandas  tradiciones,  de  cuanto  constituye  el  nervio  y  el  alma 
de  nuestra  nacionalidad;  obra  de  un  español,  catalán  de  sangre 
(nótese  esta  circunstancia),  ya  que  no  lo  sea  de  nacimiento;  pero 
catalán  que,  por  cima  de  todos  sus  amores  terrenales,  coloca  su 
amor  á  España;  á  la  patria  grande,  á  la  patria  única;  obra  de  un 
catalán  de  sangre,  apasionado  de  Segovia,  de  «esta  Segovia 
de  nuestros  amores»,  como  él  mismo  dice  de  sí  (l),  con  frase 
que  encierra  tanta  sustancia  como  la  que  podrían  contener  mu- 
chos discursos. 

Todo  esto  es,  y  no  es  ser  poco,  la  última  obra  del  Coronel 


(i)     El  Alcázar  de  Segovia,  pág.  401. 


TARIFA,    Y    LA    POLÍTICA    DE    SANCHO    IV    DE    CASTIt.IA  $21 

Oliver-Copons,  que,  por  encargo  de  la  Real  Academia  de  la  His- 
toria he  venido  examinando.  Por  su  publicación  se  gratula  nues- 
tro Cuerpo,  que  observa  con  complacencia  cómo  muchos  de  sus 
Correspondientes  coadyuvan  á  la  tarea  de  ilustrar  la  historia  de 
España,  propia  de  su  Instituto.  Y  también  por  ello  se  complacen 
los  aficionados  á  los  estudios  históricos  que,  en  el  reciente  y  me- 
ritorio libro  de  Oliver-Copons,  habrán  de  reconocer  una  mono- 
grafía muy  útil  en  que  pueden  adquirirse  noticias  y  refrescarse 
recuerdos  que  directamente  tjDcan  á  la  vieja  Castilla,  á  la  suges- 
tiva Segovia,  y  á  uno  de  los  más  bellos  é  interesantes  monu- 
mentos de  la  Arquitectura   militar  creados  por  la  Edad  Media. 

Madrid,  21  de  Febrero  de  19 '9- 

El  Conde  de  Cedillo. 


III 

TARIFA,  Y  LA  POLÍTICA  DE  SANCHO  IV  DE  CASTILLA 

(Continuación)  (i). 

En  la  primavera  de  1 292  el  Rey  castellano  había  finalizado  sus 
preparativos  bélicos,  y  se  encaminó  hacia  Andalucía,  yendo 
antes  á  Ciudad  Rodrigo  (Mayo  de  1 292)  para  solicitar  ayuda 
monetaria  de  Don  Dionis,  quien  se  excusó  con  buenas  razones  (2). 
El  mismo  mes  de  Mayo  llegó  el  Rey  á  Sevilla,  donde  esperó  á 
su  hueste  y  á  la  flota  que  hiciera  armar  en  los  puertos  de  Casti- 
lla, Asturias  y  Galicia  (3). 

Sancho  IV,  comprendiendo  la  importancia  de  la  campaña  em- 
prendida para  rescatar  las  llaves  del  Estrecho  de  manos  de  sus 
enemigos,   no  había  escatimado  su  esfuerzo  y  actividad,  solici- 


(i)     Véase  Boietín,  tomo  lxxiv,  cuaderno  v,  pág.  418,  19 19. 

(2)  Crónica,  ed.  cit.,  tomo  i,  cap.  ix,  pág.  86. 

(3)  Crónica,  tomo  i,  cap.  ix,  pág.  86. 

TOMO    LXXIV 


34 


522  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

tando  de  sus  reinos  tres  servicios  especiales  «por  Razón  que  lo 
auía  mucho  mester  para  la  yda  de  Tarifa,  que  era  gran  seruigio 
de  dios  et  pro  et  guarda  de  toda  mi  tierra»,  como  dice  el  mismo 
Rey  (l).  Coadyuvaron  á  la  lucha  contra  el  infiel  los  obispados, 
monasterios,  behetrías,  concejos,  grandes  señores.  Ordenes  mili- 
tares, cuantas  fuerzas  representaban  algo  en  las  energías  nacio- 
nales. Un  millón  ochocientos  noventa  y  dos  mil  ochocientos 
siete  maravedís  se  recaudó  sólo  en  los  obispados  de  Segovia, 
Ávila,  Osma,  SigUenza,  Calahorra,  Falencia,  Burgos,  Coria,  Cá- 
ceres,  Badajoz  y  algunos  monasterios  y  behetrías,  contando  una 
pequeña  cantidad  de  la  Orden  de'  San  Juan  y  una  mínima  parte 
del  Arzobispado  de  Toledo  (2).  vSi  estos  obispados,  que  no  eran 
los  más  ricos,  contribuyeron  con  suma  tan  crecida,  podemos  cal- 
cular á  cuánto  ascendería  la  enorme  cantidad  tributada  entonces 
por  los  reinos  castellanos. 

Además,  sabemos  que  dieron  fo/isadera  (3)  monasterios  privi- 
legiados y  exentos  de  ese  tributo,  como  Oña,  que  la  hubo  de 
dar  por  «fuérga  para  la  hueste  de  Tarifa»  (4),  y  hasta  las  viudas 
y  huérfanos  de  León,  libres  de  todo  pecho,  tuvieron  que  contri- 
buir para  el  mismo  fin  (5);  también  conservamos  noticia  del 
apoyo  prestado  por  Santander  á  Sancho  IV  «quando  ganó  á 
Tarifa»  (6). 

El  Soberano  esperaba  en  Sevilla  su  flota  y  las  máquinas  de 
guerra,  que  debían  llegar  del  Norte,  conociéndose  por  las  cuen- 
tas curiosos  detalles  del  armamento  de  una  de  aquellas  galeras, 
que  seguramente  iba  destinada  al  bloqueo  de  Tarifa,  pues  Per  de 
Nordomench  mostró  carta  «del  Rey  en  quél  mandaba  fazer  una 


(1)  Carta  de  Sancho  IV  á  las  viudas  y  huérfanos  de  León.  20  de  Mayo 
de  1293;  Valladolid.  Archivo  municipal  de  Leó?i.  Véase  Apéndice. 

(2)  De  nuestra  colección  en  prensa.  Biblioteca  Nacional.  Manuscritos. 
Dd.  109.  Mss.  13.090.  Véase  Apéndice. 

{3)     Tributo  de  guerra. 

(4)  Véase  Ape'ndice, 

(5)  Véase  Apéndice. 

(6)  Privilegio  rodado  de  Alfonso  XI  á  .Santander,  inserto  en  uno  de 
los  Reyes  Católicos.  Pedraja,  fols.  375  y  siguientes,  tomo  i.  Archivo  intrni- 
cipal  de  Sa?ita7tder. 


TARIFA,    Y   LA    POLÍTICA   DE   SANCHO   IV    DE   CASTILLA  523 

galea»,  en  la  que  gastó  2.056  maravedíis,  empleados  en  (^quince 
■docenas  de  bornaie,  cxxx  Rimos,  xir  docenas  de  tablas  para 
tillado.  Las  Picaderas  et  las  Astoras  para  asentar  la  galea,  et  que 
dio  adelantado  á  los  Terreros  para  los  clavos  et  otras  cosas...  et 
diz  que  dio  adelantado  á  los  carpenteros  para  traer  la  madera  et 
la  ligazón  de  la  galea»  (l).  Además,  las  armas  debieron  llevarse 
á  Sevilla  por  mar,  una  vez  que  las  mismas  naves  que  las  condu- 
jesen se  utilizarían  en  el  cerco  de  la  plaza;  así  se  dan  1 1. 244  ma- 
ravedís á  Johan  Pérez  de  la  Cámara  «para  llevar  los  engenios 
et  los  fierros  et  las  fondas  á  los  puertos  de  la  mar,  et  mostró 
carta  del  Rey  mandadera»;  á  Per  López  «para  cuerdas  et  fierro 
para  los  engenios  lo  que  oviese  meester»,  y  de  la  fonsadera  de 
Calahorra  «para  la  hueste  de  Tarifa»  tomó  Sancho  Pérez  54. 000 
maravedís  «para  la  Cámara  et  para  los  Engenios»,  y  se  dieron 
xii  maravedís  «á  Pero  Sánchez,  maestre  de  los  Engenios,  que  fué 
á  Tarifa»  (2). 

Escuadra,  hueste  y  armamentos  llegaron  á  Sevilla  en  los  me- 
ses de  Aíayo  y  Junio  (1 292),  reuniéndose  allí  las  armadas  caste- 
llana }'•  aragonesa  (3). 

Alberto  de  Mediona,  el  encargado  de  llevar  las  diez  galeras 
prometidas  por  Jaime  II  á  Sancho  IV,  se  encaminó  á  las  costas 
andaluzas,  llevando  una  carta  de  Jaime  (vii  idus,  Mayo  de  1292) 
en  que  le  decía  fuera  á  ponerse  á  las  órdenes  del  Rey  de  Castilla, 
y  si  éste  lo  dispusiese,  Mediona  debía  ir  luego  como  embajador 
cerca  de  Abenjacob  á  tratar  de  los  negocios  del  castellano  (4). 
Sancho  debió  hablar  con  el  Almirante  aragonés  en  Sevilla,  de- 
sistiendo de  entablar  negociaciones  con  Abenjacob  y  aplazando 
para  mejor  ocasión  hacer  uso  de  los  buenos  oficios  de  su  yerno 
Don  Jaime,  por  lo  cual  ordenó  á  Mediona  no  fuera  á  Marruecos, 


(i)  De  nuestra  colección  en  prensa.  Mss.  13.090.  Biblioteca  Nacional. 
Per  de  Nordomench  era  recaudador  de  los  diezmos  en  San  Sebastián. 
Fuenterrabía  y  Guetaria  y  otros  puertos  de  Guipúzcoa. 

(2)  De  nuestra  colección.  Mss.  13.090.  Biblioteca  Nacional. 

(3)  Zurita:  A?iales,  ed.  cit.,  tomo  i,  fol.  353. 

(4)  Jiménez  Soler:  Corojia  de  Aragón  v  Granada,  ed.  cit.  pág.  31.  Véase 
Apéndice.  '  -  t    s  J 


524  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

esperando  el  Rey  Bravo  obtener  más  ventajas  por  la  fuerza,  ya 
que  contaba  con  una  lucida  hueste  y  cuantioso  numerario.  Me- 
diona,  ante  tal  resolución,,  se  volvió  al  reino  aragonés,  dejando 
como  Vicealmirante  á  Berenguer  de  Montoliu  (i). 

Pocos  días  después  (iii  idus,  Mayo)  de  mandar  Jaime  á  Medio- 
na  con  las  galeras,  da  una  carta  de  seguro  al  mensajero  del  Rey 
de  Castilla,  Marcos  García,  quien  iba  «cum  responsione  nostra 
ad  Rege  predictum»,  y  quizá  la  respuesta  del  aragonés  fuera 
anunciándole  á  Sancho  el  viaje  de  Alberto  de  Mediona.  Proba- 
blemente Marcos  García  iría  en  solicitud  de  la  intervención  ara- 
gonesa con  Abenjacob,  y  á  este  mensajero  se  refiere  Jaime  en  su 
carta  á  Mediona  (2). 

En  Junio  de  1 292,  Sancho  tenía  dispuestas  para  la  lucha  sus 
fuerzas  marítimas  y  terrestres,  las  diez  galeras  aragonesas,  y  con- 
taba con  el  apoyo  de  Aben  Alahmar,  quien  se  situaría  en  Málaga 
para  atender  al  aprovisionamiento  de  los  sitiadores  (3).  Pasado 
el  día  de  San  Juan  (24  de  Junio  de  1292)  salieron  de  Sevilla  las 
huestes  cristianas,  y  según  dice  la  Crónica,  el  Rey  pretendía 
sitiar  á  Algeciras,  pero  «consejáronle  que  cercase  á  Tarifa  por 
razón  que  era  la  mar  más  estrecha  allí,  é  que  avían  allí  mejor 
salida  para  los  caballos  cuando  los  moros  pasasen  aquende»  (4); 
acogida  esta  ¡dea  por  Sancho,  acampó  sobre  Tarifa,  combatién- 
dola duramente  «por  mar  y  tierra,  noche  y  día,  y  levantó  máqui- 
nas para  batirla»  (5),  mientras  la  escuadra  ocupaba  el  Estrecho^ 
impidiendo  la  llegada  de  auxilios  africanos  á  la  plaza  sitiada  (6). 

Entretanto  Aben  Alahmar  envía  un  destacamento  que  se  apo- 
dera de  Estepona  (7). 


(i)     Zurita:  Anales^  tomo  i,  fol.  353. 

(2)  Documento  del  Archivo  de  la  Cotona  de  Aragón.  Véase  Apéndice. 

(3)  Ibn  Khaldun:  Ob.  cit,  tomo  iv,  pág.  132.— El  Cartas:  Ed.  cit.,  pá- 
gina 393. 

(4)  Crónica,  ed.  cit.,  cap.  ix,  pág.  86.  El  Rey  está  en  Sevilla  el  23  de 
Junio  de  1292,  en  el  que  da  un  privilegio  al  Monasterio  de  San  Clemente. 
Archivo  dt  San  Clemente  de  Sevilla. 

(5)  El  Cartas:  Ed.  cit.,  pág.  393. 

(6)  Ibn  Khaldun:  Ob.  cit.,  tomo  iv,  pág.  132. 

(7)  Ibn  Khaldun:  Ob.  cit.,  tomo  iv,  pág.  132. 


TARIFA,    Y    LA    POLÍTICA    DE    SANCHO    IV    DE    CASTII-LA  525 

La  Reina  Doña  María  no  descansaba.  Desde  Sevilla  atendía  al 
aprovisionamiento  de  los  ejércitos,  administrando  el  dinero  de 
la  «ayuda  que  nos  fué  mandada  para  la  cerca  de  Tarifa»,  como 
dice  el  Rey  en  un  privilegio  de  cuentas.  Entre  éstas  figuran 
11.558  maravedís,  que  «costaron  levar  los  dineros  que  embiastes 
á  la  Rey  na  á  Sevilla  et  á  Córdoba»  (l).  Por  cartas  de  ella  se  pa- 
garon 800  maravedís  «á  Domingo  Benítez,  Mercadero  de  Sevilla, 
de  vino  quel  tomaron  para  el  Rey  quando  estaba  sobre  Tarifa», 
y  2.990  «á  Johan  de  Fisaque,  Mercadero  de  Qamora,  por  con- 
ducho quel  tomaron  paral  Rey  quando  estaba  sobre  Tarifa». 
Además,  luego  se  abonó  á  Rodrigo  de  Eañez  de  (^amora,  por 
orden  de  la  Reina,  entre  otras  cosas,  «por  quél  prestó  en  Burgos 
para  dar  á  Pero  Martínez,  Escribano  del  Rey,  para  levar  á  Tarifa 
veinte  mil  maravedís  para  pagar  las  quitaciones  déla  gente  que 
y  estaba  et  la  flota»,  y  á  Pero  Martínez  se  le  tomó  cuenta  «délos 
maravedís  que  levara  á  Tarifa»;  la  misma  Reina  recibió  también 
en  cuenta  50  maravedís  que  dieron  «á  micer  Rofín  en  don»  (2). 
Este  Micer  Rofín  debe  ser  un  subjefe  ó  Vicealmirante  de  micer 
Benito  Zacarías,  pues  en  ocasión  posterior  es  él  quien  recibe  el 
importe  del  flete  de  las  galeras  genovesas  de  micer  Benito. 

Indudablemente  la  Reina  mantenía  comunicación  con  su  espo- 
so, y  quizá  sea  entonces  cuando  se  dan  30  maravedís  «á  un  men- 
saiero  que  fué  al  Rey  á  Tarifa»,  como  aparece  en  las  citadas 
cuentas  (3). 

También  conservamos  interesantes  noticias  de  las  inquietudes 
de  Doña  María,  quien  reconociendo  el  peligro  afrontado  por  el 
Monarca  en  tan  reñido  sitio,  manda  400  maravedís  «á  los  con- 
ventos de  Frayres  menores  de  Mayorga  et  Villalpando  por  que 
■rogasen  á  Dios  por  el  Rey  quando  estaba  sobre  Tarifa»;  200  «á 
los  Frades  Predicadores  de  León  por  la  Oración  que  tovieron 
por  el  Rey  quando  estaba  sobre  Tarifa»,  y  otros  200  «á  los  Fra- 
des predicadores  de  Benavente  por  esta  Razón»  (4). 


(i)  Véase  Apéndice. 

(2)  Biblioteca  Nacional.  Mss.  13.090.  En  prensa. 

(3)  Biblioteca  Nacional.  Mss.  13.090. 

(4)  Bibltoieca  Nacional.  Mss.  13.090.  Documento  citado,  en  prensa. 


526  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Mientras  se  batían  cristianos  y  musulmanes  ante  los  muros  de- 
Tarifa,  Jaime  II  mandaba  un  embajador  á  Granada,  pero  no  sabe- 
mos con  qué  fines,  pues  el  mensajero  Abrahem  Abenamias  mue- 
re en  la  niandadería  y  sólo  conservamos  la  carta  de  Jaime 
pidiendo  al  emir  granadino  los  bienes  que  dejara  allí  Abe- 
namias; el  aragonés  termina  diciendo  á  Mohamed:  «somos 
apareiados  de  exandir  benignament  las  vuestras  pregarías» 
{22  de  Julio  de  1292)  (l).  Tal  vez  dataran  desde  entonces  las 
diferencias  que  luego  exteriorizó  Aben  Alahmar  contra  Don 
Sancho. 

Precisamente  es  también  de  esta  fecha  {22  de  Julio  de  1292). 
la  carta  que  da  en  Sevilla  D.  Rodrigo,  Arzobispo  de  Santiago, 
sobre  los  honores  de  la  cruz  alzada  en  jurisdicción  de  Sevilla, 
diciendo  iba  « uocati  per  dommum  sancium  illustren  Regem 
Castelle  ac  Legionis  ad  exercitum  quem  cum  Algeziram  moue- 
bat»  (2). 

Además  de  este  Arzobispo  acudieron  á  Tarifa  otros  muchos 
grandes  señores,  entre  ellos  Alfonso  Pérez  de  Guzmán,  Fernán 
Pérez  Ponce,  quien,  según  cree  Ortiz  de  Zúñiga,  pereció  en  aquel 
cerco  (3),  y  hasta  el  díscolo  Infante  D.  Juan,  poco  antes  enemigo 
de  su  hermano  Don  Sancho,  se  batió  valerosamente  en  aquella 
ocasión,  siendo  tal  su  arrojo  que  le  quemaron  las  barbas  con 
fuego  de  azufre,  como  refiere  Brandaon  (4). 

El  valor  del  Rey  no.  fué  menor  que  el  de  sus  caballeros,  pues, 
como  dice  la  Crónica,  «tomó  y  tan  grand  afán  é  tanta  lacería^ 
que  fué  comienzo  déla  dolencia  que  él  ovo  depués,  de  que  ova 
de  morir»  (5).  Recordando  estas  fatigas  y  penalidades  del  Rey 
Bravo,  pensamos  que  si  no  hubiera  otros  datos,  éste  era  bastante 
para  afirmar  no  fué  allí  donde  escribiera  el  Libro  de  los  castigos 
atribuido  á  Don   Sancho,   cuyo  prólogo   termina  diciendo:   «é 


(i)     Véase  Apéndice. 

(2)  A.  Ballesteros:  Sevilla   en   el   siglo   XUI.    Madrid,    1913,  pági- 
na ccLXviir.  Documento  núm.  245. 

(3)  Ortiz  de  Zúñiga:  Anales,  pág.  149. 

(4)  Brandaon:  Monarchia  Lusitana. 

(5)  Crónica,  temo  i,  pág.  86. 


TARIFA,    y    LA    POLÍTICA    DE   SANCHO    IV    DE    CASTILLA  527 

fícelo  en  el  año  que  con  el  ayuda  de  Dios  gané  á  Tarifa  de  los 

moros...»  (l)- 

Por  fin,  tanto  esfuerzo  y  ardimiento  tuvieron  por  galardón  la 
entrada  triunfal  de  las  huestes  cristianas  en  Tarifa  al  cabo  de  dos 
meses  y  medio  de  continuada  lucha.  Dice  la  Crónica  que  la  villa 
fué  entrada  por  fuerza,  y  Abenjaldún  afirma  fué  mediante  capi- 
tulación cumplida  fielmente  por  el  Rey  cristiano,  añadiendo  su- 
cumbió la  plaza  agotada  por  el  hambre  y  las  pérdidas  sufridas 
durante  el  cerco  (2). 

Dice  además  que  Abenjacob  no  pudo  socorrer  á  sus  correli- 
gionarios españoles  por  estar  atendiendo  á  los  asuntos  de  Ala- 
rruecos.  No  es  aventurado  ver  en  esto  el  fruto  de  la  paz  entre 
Castilla  y  Tremecén;  indudablemente  Otmán,  hostilizando  al  Be- 
nimerín  en  tierras  africanas,  impidió  que  el  Emir  de  Fez  pudiera 
enviar  fuerzas  en  auxilio  de  Tarifa,  que  á  pesar  de  su  resistencia 
hubo  de  caer  al  cabo  en  poder  de  Don  Sancho. 

En  la  fecha  de  la  rendición  de  Tarifa  difieren  los  historiadores 
musulmanes  de  la  Crónica  de  Sancho  IV,  en  la  cual  leemos  tuvo 
lugar  este  hecho  el  día  de  San  Mateo  (21  de  Septiembre)  (3), 
sosteniendo  Ortiz  de  Zúñiga  fué  la  víspera  día  20  (4). 

El  Cartas  señala  el  suceso  en  el  último  de  xanal  (13  de  Octu- 
bre) (5),  y  Abenjaldún  no  fija  fecha,  limitándose  á  decir  resis- 
tió Tarifa  vigorosamente  durante  cuatro  meses  (6).  Por  otra 
parte,  sabemos  que  Jaime  II  no  tuvo  conocimiento  de  la  toma 
de  Tarifa  hasta  el  24  de  Octubre  (1292),  data  de  la  misiva  en 
que  felicita  á  su  suego  Don  Sancho  por  el  triunfo  obtenido, 
diciendo  «que  después  que  las  ditas  letras  nuestras  vos  embia- 
mos,  soplemos  que  aviades  preso  Tarifa»  (7).  Las  cartas  aludi- 


(i)  Autores  españoles  en  prosa  anieriores  al  siglo  XV.  Edición  Rivade 
neyra.  Madrid,  1884,  pág.  87. 

(2)  Ibn  Khaldun:  Ob.  cit.,  pág.  132. 

(3)  Crónica,  cap.  ix,  pág.  86. 

(4)  Anales,  pág.  148. 

(5)  El  Cartas:  Ed.  cit,,  pág.  393. 

(6)  Ibn  Khaldun:  Ob.  cit.,  pág.  132. 

(7)  Jiménez  Soler:  Ob.  cit.,  pág.  28. 


528  BOLETÍN   DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

das  son  de  1 7  y  23  de  Octubre,  en  las  que  nada  dice  sobre 
Tarifa  (l). 

Üuizá  hubo,  en  efecto,  capitulación,  debiendo  iniciarse  ésta 
después  de  algún  combate  decisivo  y  afortunado  para  los  cris- 
tianos en  una  probable  salida  de  los  sitiados.  Admitida  esta  hipó- 
tesis, diríamos  que  el  día  de  San  Mateo  (21  de  Septiembre)  se 
dio  una  batalla  victoriosa  para  los  sitiadores,  después  de  la  cual 
capituló  la  plaza,  siguiéndose  las  debidas  negociaciones,  que 
tuvieron  como  resultado  la  ocupación  de  Tarifa  por  Sancho  el 
Bravo  el  13  de  Octubre,  como  dice  El  Cartas. 

Si  los  sucesos  se  desarrollaron  como  queda  dicho,  es  induda- 
ble que  la  Crónica  da  'por  tomada  á  Tarifa  el  día  de  la  batalla 
(21  de  Septiembre),  y  el  autor  árabe  se  refiere  á  la  fecha  de  en- 
trada de  los  cristianos  en  la  ciudad  (13  de  Octubre).  También  le 
da  visos  de  verdad  á  nuestra  conjetura  el  que  Jaime  II  no  supiera 
la  toma  de  Tarifa  hasta  el  24  de  Octubre,  pues  si  la  villa  se 
hubiera  tomado  el  21  de  Septiembre,  resultaría  extraño  que  el 
aragonés  no  se  enterara  hasta  un  mes  después. 

Seguramente  las  negociaciones  de  la  capitulación  se  llevaron 
en  secreto;  por  tanto,  Jaime  no  lo  supo  hasta  que  el  hecho  se 
hizo  público  con  la  entrada  de  los  cristianos  en  Tarifa  el  13  de 
Octubre. 

El  Arzobispo  D.  García  de  Sevilla  bendijo  la  Mezquita  de  la 
ciudad  conquistada,  cuya  guarda  encomendó  el  Rey  á  D.  Rodri- 


(1)  La  carta  del  17  la  publica  Jiménez  Soler:  Ob.  cit.,  pág.  28,  y  la  del 
23  es  inédita.  Véase  Apéndice. 

En  la  fecha  del  sitio  de  Tarifa  tampoco  concuerdan  los  historiadores. 
El  Cartas  dice  que  el  Rey  cristiano  acampó  sobre  Tarifa  el  i.°  de  chumdaa 
el  ajira  (20  de  Abril)  de  1292,  lo  cual  no  es  exacto,  pues-Sancho  IV  fecha 
el  15  de  Abril  un  documento  en  Zamora  al  Monasterio  de  Val  de  Dios 
(Archivo  Histórico  Nacioíial),  y  el  30  del  mismo  mes  y  año  está  en  Ciudad 
Rodrigo.  (Carta  Real  á  la  Catedral  de  Cartagena.  Biblioteca  Nacio?zal, 
Mss.  13.076,  fol.  206.)  La  C/wí/Va  dice  salió  el  Rey  de  Sevilla  pasado  el 
día  de  San  Juan  (24  de  Junio),  y,  en  efecto,  el  último  documento  que  tene- 
mos de  ese  mes  es  del  23,  dado  en  Sevilla  al  convento  de  San  Clemente 
de  dicha  ciudad.  Luego  no  poseemos  diplomas  del  Rey  hasta  el  8  de  No- 
viembre; desde  el  23  de  Junio  al  8  de  Noviembre  debió  estar  Sancho  IV 
dedicado  á  la  empresa  de  Tarifa. 


y" 


SANTA    EULALIA    DE    MKRIDA  5^9 

po  Ordóñez,  Maestre  de  Calatrava,  quien  recibiría  por  la  tenencia 
de  Tarifa  dos  millones  de  maravedís  anuales,  comprometiéndose 
el  Monarca  á  mantener  galeras  en  el  Estrecho  para  defender  la 
villa  de  posibles  agresiones  (l). 

Probablemente  Sancho  permaneció  en  Tarifa  unos  días  orga- 
nizando la  guarnición,  encaminándose  luego  á  Sevilla,  donde  está 
el  8  de  Noviembre  (1292)  (2). 

Mercedes  Gaibrois  de  Ballesteros. 
(Conünnará.) 


IV 

SANTA  EULALIA  DE  MERIDA 

Encardado  de  informar  á  la  Academia  acerca  del  estado  de 
ruina  que  se  manifestó  en  1916  en  la  Basílica  de  Santa  Eulalia 
de  Mérida,  según  declara  el  señor  cura  párroco  de  la  misma  en 
comunicación  dirigida  á  nuestro  Director,  con  fecha  de  lO  de 
Septiembre  de  aquel  año,  debe  manifestar  el  que  suscribe  que 
si  no  cumplió  antes  dicho  encargo  fué  por  las  fundadas  esperan- 
zas que  teníamos  todos  de  que  la  reparación  de  ese  templo,  de- 
clarado monumento  nacional  en  22  de  Julio  de  1912,  había  de 
ser  inmediata  á  la  denuncia.  Los  hechos  son  los  siguientes: 

En  virtud  de  oportuna  comunicación  de  la  celosa  Subcomisión 
de  Monumentos  de  Mérida,  y  no  menos  oportunos  estímulos  de 
esta  Real  Academia  y  de  la  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando,  á 
las  que  tuve  la  honra  de  dar  cuenta  del  caso  en  el  mismo  año  de 
1 91 6,  fué  designado  por  el  Ministerio  de  Instrucción  Pública  y 
Bellas  Artes  uno  de  sus  inteligentes  Arquitectos  para  que,  previa 


(i)     Crónica,  cap.  ix,  pág.  86. 
^  (2)     Privilegio  Real  á  la  Catedral  de  Toledo.    Archivo  de  la  Catedral  de 
Toledo.  Ortiz  de  Zúñiga,  pág.  149,  dice  que  el  Rey  estaba  en  Sevilla  el 
21  de  Noviembre. 


53©  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

la  necesaria  inspección  del  monumento,  lo  que  realizó  sin  demo- 
ra, hiciese  un  proyecto,  con  el  conveniente  presupuesto,  para  las 
obras;  y  al  cabo  de  algunas  vicisitudes  que  no  hay  para  qué  men- 
cionar, pero  que  interrumpieron  esos  trabajos  preliminares,  los 
dichos  proyecto  y  presupuesto  de  reparación  de  la  techumbre 
de  la  Basílica,  deben  estar  ya  presentados  en  el  Ministerio. 

Por  mi  parte,  mis  frecuentes  viajes  á  Mérida  me  han  permitido 
seguir  el  curso  del  daño  en  tan  importante  fábrica  manifestado, 
y  puedo  asegurar  que  cada  vez  es  más  urgente  esa  reparación, 
que  cuanto  más  se  dilate  será  de  mayor  coste  que  el  reducido 
que  hoy  representa. 

Por  ello,  por  tratarse  de  un  monumento  nacional  cuya  histo- 
ria gloriosa  va  unida  á  la  del  cristianismo  en  nuestra  patria,  lle- 
vando como  timbre  excelso  el  nombre  de  la  Virgen  mártir  Santa 
Eulalia,  y  en  la  historia  del  arte  se  señala  como  notabilísima 
construcción  visigoda,  modificada  conforme  al  estilo  románico 
en  el  siglo  xiii  y  en  los  tres  siguientes  con  adiciones  de  los  suce- 
sivos estilos,  constituyendo  un  conjunto  por  todo  extremo 
estimable,  la  Academia  está  en  el  caso  de  estimular  nuevamente 
á  la  Superioridad  para  que  sin  más  espera  se  proceda  á  la  res- 
tauración ó  reparación  de  tan  importante  monumento. 

Es  cuanto  sobre  el  particular  ocurre,  al  que  suscribe,  someter 
al  juicio  de  la  Corporación. 

4  Abril,  1919. 

José  Ramón  Mélida. 


ir5i) 


BOI  .     DE    LA     R.     ACAD.    DE    LA    HlST. 


T.  LXXIV.— C.^0  VI.— Lám.  i. 


EXCMO.     SR.     D.    EDUARDO     DE     HINOJOSA     Y     NAVEROS,     SECRETARIO     PEBPETUO 
DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 


Nació  el  25  de  Noviembre  de  1852. 


Murió  el  19  de  Mayo  de  IQIQ- 


EXCMO.  SH.  D.  EDUARDO  DE  IIISOJOSA  Y  NAVEROS 


Al  terminar  el  domingo  último  la  brillante  recepción  del  nuevo 
Académico  de  número  Excmo.  Sr.  Duque  de  Berwick  y  de  Alba, 
algunos  de  los  asistentes  al  acto  quedaron  en  espera  de  las  seis 
y  media  de  la  tarde,  á  cuya  hora  se  sabía  que  habían  de  admi- 
nistrarse al  Secretario  perpetuo  Excmo.  Sr.  D.  Eduardo  de  Hino- 
josa  los  Santos  Sacramentos.  El  Sr.  Hinojosa  venía  gravemente 
enfermo  hacía  seis  años,  sufriendo  una  parálisis  que  le  había  in- 
habilitado para  todo  género  de  ocupaciones  literarias.  En  tan  di- 
latado espacio  de  tiempo,  su  amor  á  las  Academias  á  que  perte- 
necía y  á  la  ciencia  en  los  diversos  ramos  que  profesaba  le  había 
hecho  á  temporadas  sobreponerse  á  su  enfermedad,  asistiendo 
personalmente  á  sus  sesiones  ordinarias,  si  bien  con  el  papel  ente- 
ramente pasivo  que  su  situación  le  imponía.  La  Academia  Espa 
ñola  le  aplicó  al  cabo  el  artículo  de  su  Reglamento  orgánico,  por 
el  cual,  en  premio  de  sus  largos  y  excelentes  servicios  á  las  letras 
patrias,  se  le  dispensaba  de  la  asistencia,  otorgándole  los  benefi- 
cios como  si  asistiera  á  sus  sesiones.  En  la  de  la  Historia,  varios 
señores  Académicos  intentaron  proponer  también  para  él  los  de 
su  art.  73,  como  se  habían  aplicado  á  los  Sres.  Fernández  Duro> 
Fernández  y  González,  Codera  y  otros;  pero  el  Sr.  Director, 
Marqués  de  Laurencín,  sabiendo  por  la  familia  del  Sr.  Hinojosa 
el  gran  pesar  que  en  ello  tendría  el  ilustre  enfermo,  que  aunque 
en  brazos  casi  de  los  dependientes  de  la  Academia,  tenía  verda- 
dero gusto  de  ocupar  su  asiento  entre  sus  compañeros,  aplazó 
siempre  una  determinación  que  había  de  afectarle  -é  influir  en  la 
dilatación  de  su  interesante  vida.  El  Sr.  Hinojosa  asistió  por  últi- 


532  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

ma  vez  á  la  sesión  extraordinaria  que  la  Academia  celebró  el 
martes  1 3  de  Mayo:  dos  días  después  recayó  para  no  levan- 
tarse más. 

La  vida  del  Sr.  Hinojosa,  casi  entera  se  consagró  al  estudio,  y 
el  prestigio  de  su  labor  literaria  le  llevó  luego  á  algunas  altas 
posiciones  de  la  política.  Nacido  en  Alhama,  en  la  provincia  de 
Granada,  en  Noviembre  de  1 852,  en  la  Universidad  literaria  de 
esta  capital  hizo  simultáneamente  las  dos  carreras  de  Derecho 
civil  y  canónico  y  de  Filosofía  y  Letras,  y  cuando  de  allí  vino  á 
Madrid  á  cursar  las  asignaturas  del  Doctorado  en  la  Universidad 
Central,^  trajo  ya  ganada  desde  aquellas  aulas  la  elevada  reputa- 
ción debida  á  su  aplicación,  aprovechamiento  y  talentos.  Desde 
su  llegada  á  Madrid  las  antiguas  relaciones  de  familia  le  hicieron 
entrar  en  la  intimidad  de  D.  Aureliano  Fernández  Guerra,  de 
D.  Juan  de  Dios  de  la  Rada  y  Delgado,  de  D.  Juan  Facundo  Riaño 
y  otros  granadinos  ilustres.  Bajo  el  consejo  de  éstos  ingresó  en 
el  Cuerpo  de  Archiveros,  Bibliotecarios  y  Arqueólogos,  dándo- 
sele destino  en  el  Museo  Arqueológico,  donde  se  hizo  notar  por 
una  multitud  de  monografías,  la  mayor  parte  insertas  en  el  Mu- 
seo español  de  antigüedades,  ya  sobre  Los  nuevos  bronces  de  Osu- 
na, en  colaboración  con  el  Sr.  Rada,  ya  sobre  Los  sellos  roma- 
nos, ó  sobre  un  Vaso  polícromo  del  mismo  establecimiento  en 
que  servía  y  otros  que  le  valieron  para  obtener  por  oposición  la 
cátedra  de  Geografía  histórica  antigua  y  de  la  Edad  Media  en  la 
Escuela  Superior  de  Diplomática. 

Compartió  con  estos  estudios  otros  de  carácter  histórico-jurí- 
dico,  como  La  Historia  del  Derecho  romano  según  las  más  recien- 
tes investigaciones  (1880);  El  régimen  municipal  de  los  romanos. 
La  jurisdicción  entre  los  visigodos  y  algunos  semejantes,  hasta  la 
aparición  de  su  Historia  del  Derecho  español,  según  las  más  recien- 
tes investigaciones,  en  dos  volúmenes,  base  científica,  puede  decir- 
se, de  la  Cátedra  que  desempeñó  en  la  Universidad  Central  y  en 
la  Facultad  dej  Filosofía  de  Historia  antigua  y  media  de  España., 
que  ha  conservado  hasta  su  muerte. 

Entretanto,  y  á  propuesta  de  los  Sres.  Fernández  Guerra,  Oli- 
ver  Hurtado  (D.  Manuel),  Rada  y  Delgado  y  Menéndez  y  Pelayo, 


DON    BDUARDO    DE    HINOjOSA    Y    NAVEROS  533 

al  fallecer  el  Excmo.  Sr.  D.  Antonio  Benavides,  Director  de  la 
Academia  de  la  Historia,  desde  la  muerte  del  Duque  de  vSan  Ali- 
íTuel,  en  1862,  continuadamente  hasta  el  23  de  Enero  de  1884; 
con  fecha  del  29  de  Febrero  de  este  último  año  fué  elegido  Aca- 
démico de  número,  aunque  no  tomó  posesión  de  su  plaza  hasta 
cinco  años  después,  en  lO  de  Marzo  de  1889.  En  su  discurso  de 
entrada,  á  que  contestó  Menéndez  y  Pelayo,  tomó  por  tema  Hi 
dominico  Fray  Francisco  de  Vitoria,  el  gran  maestro  del  Derecho 
público  en  Europa  en  el  siglo  de  nuestras  grandezas  políticas,  cien- 
tíficas y  literarias,  bajo  el  cetro  del  Rey  Felipe  II  de  Austria  (l). 
La  labor  literaria  y  científica  de  Ilinojosa  desde  aquella  fecha 
es  tan  numerosa,  como  doctamente  estimada  dentro  y  fuera  de 
España.  De  1890  es  su  opúsculo  Influencia  que  tnvieron  en  el  De- 
recho público  de  su  patria,  y  singularmente  en  el  DerecJio  penaly 
los  filósofos  y  teólogos  españoles  de  los  siglos  xvi  y  xa'u;  de  1903, 
sus  Estudios  sobre  la  Historia  del  Derecho  español,  y  de  1905,  El 
régimen  señorial  y  la  cuestión  agraria  en  Cataluña  durante  la 
Edad  Media.  Del  alemán  tradujo  Las  gratides  lineas  de  la  Eco- 
nomía política,  de  Brand,  y  la  Historia  universal,  de  Jaeger.  Su- 
yos son  los  tratados  sobre  El  elemento  germánico  en  el  Derecho 
español  y  el  titulado  Mezquinos  y  Exáricos,  datos  para  la  historia 
de  la  servidumbre  en  Navarra  y  Aragón:  y  para  el  Homenaje  á 
Menéndez  y  Pelayo  escribió  su  bello  trabajo  El  Derecho  en  el 
Poema  del  Cid,  preciosa  flor  del  talento  y  de  la  erudición.  Ade- 
más, con  Fernández  Guerra  escribía,  aunque  no  se  concluyó, 
la  monografía  Historia  de  España  desde  la  invasión  de  los  pueblos 
germánicos  hasta  la  ruina  de  la  monarquía  visigoda  (1890). 


(i)  Dos  raras  coincidencias  se  advierten  así  relativamente  á  la  meda- 
lla núm.  8  ciue  Benavides  é  Hinojosa  disfrutaron,  como  á  las  relaciones 
de  Hinojosa  con  Menéndez  y  Pelayo.  En  efecto,  la  medalla  núm.  8  desde 
1847  en  que  fué  creada  esta  insignia  académica,  no  ha  tenido  en  los 
setenta  y  dos  años  transcurridos  más  que  estos  dos  poseedores:  es  decir, 
Benavides  é  Hinojosa.  Respecto  á  Menéndez  y  Pelayo,  que  firmó  la  pro- 
puesta en  favor  de  Hinojosa  y  qne  contestó  después  á  su  discurso  de 
recepción,  falleció,  como  es  sabido,  en  Santander  el  19  de  Mayo  de  1912 
siete  años  después,  el  mismo  día  19  de  Mayo  de  1919,  ha  fallecido  ea 
Madrid  Hinojosa,  cuya  intimidad  con  aquél  fué  inalterable. 


534  BOLETÍN    DE    I.A    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTOKIA 

En  el  Boletín  de  nuestra  Academia  se  conservan  otros  dos 
•estudios  suyos  muy  importantes;  De  1895  su  Informe  sobre  la 
edición  de  las  fuentes  históricas  anteriores  á  Wamda,  por  Leu- 
viar,  y  particularmente  sobre  las  Crónicas  españolas  anteriores  a 
Ja  invasión  árabe^  y  el  Discurso  que  leyó  en  la  sesión  pública 
de  23  de  Junio  de  1901  con  el  Elogio  de  Teodoro  Moynmsen^  á 
causa  del  fallecimiento  del  gran  historiador  alemán. 

No  solamente  pertenecía  por  su  carrera  como  Académico-pro- 
fesor á  la  de  Jurisprudencia  y  Legislación,  sino  que  la  Real  Es- 
pañola le  recibió  entre  sus  miembros  de  número  en  1904,  acto 
solemne  que  autorizó  con  su  presencia  S.  M.  el  Rey  Don  Al- 
fonso XIII,  y  en  1907,  la  de  Ciencias  Morales  y  Políticas.  En  el 
extranjero  tenía  el  título  de  Doctor  en  Filosofía,  honor is  causa, 
por  la  Universidad  de  Friburgo  (Badén),  y  era  Correspondiente 
del  Instituto  de  Francia,  Miembro  honorario  de  la  Sociedad 
Jurídica  de  Berlín,  Correspondiente  del  Real  Instituto  Véneto  de 
Ciencias,  Letras  y  Artes  y  de  la  Junta  de  Historia  y  Numismá- 
tica de  Buenos  Aires.  Además  tenía  las  insignias  de  Oficial  de  la 
Legión  de  Honor. 

En  política,  afiliado  hasta  su  muerte  á  los  hermanos  Pidal  pri- 
mero, y  después  al  vSr.  Maura,  fué  Gobernador  de  Valencia,  dos 
veces  de  Barcelona  (i),  Director  general  de  Instrucción  Pública 
y  Senador  varias  veces  por  la  Universidad  de  Santiago  y  por  la 
Real  Academia  de  la  Historia. 

En  la  Academia  de  la  Historia  formó  parte  de  las  Comisiones 
permanentes  de  Cortes  y  Fueros,  de  Indias  y  del  Compendio  de 
Plistoria  de  España,  y  en  l.°  de  Diciembre  de  1911  fué  elegido 
para  el  cargo  de  Secretario  perpetuo,  vacante  por  fallecimiento 
de  D.  Juan  Catalina  García  en  1 8  de  Enero  del  mismo  año. 

Juan  Pérez  de  Guzmán  y  Gallo.  , 


(i)  Siendo  Gobernador  de  Barcelona  por  segunda  vez,  fué  elegido 
miembro  de  número  de  la  Real  Academia  de  Buenas  Letras  de  dicha 
capital,  y  en  su  recepción  solemne  leyó  un  discurso  sobre  Los pagesos  de 
remcnsa. 


VARIEDADES 


I 

I>RIVILEGIO    DE    FREY    LUIS    DE    PAZ,    COMENDADOR 

DE    ARCHENA    Y    CALASPARRA,     DE    LA    ORDEN 

DE  SAN  JUAN,  Á  LA  ALJAMA  DE  ARCHENA. 

SEGCn    los    usos   y  COSTUMBRES 

TRADICIONALES  (1462). 

Entre  los  documentos  del  Archivo  General  de  Simancas^  cu- 
yas copias  certificadas  fueron  obsequiosamente  remitidas  á  la 
Real  Academia  de  la  Historia  por  el  Jefe  facultativo  de  él  en  1865, 
D.  Manuel  García  González,  merece  singular  atención  este  privi- 
legio, hasta  ahora  inédito.  Ciertamente  los  arabistas  hallarán 
horrible  transcripción  en  los  nombres  mahometanos  que  en  él 
se  citan;  pero  hay  que  advertir  que  en  la  segunda  mitad  del 
siglo  XV  y  en  tiempos  aun  muy  posteriores,  los  escribanos  y  sus 
auxiliares  de  ordinario  escribían  los  nombres  propios  de  árabes 
y  judíos,  no  con  arreglo  á  la  ortografía  de  sus  respectivos  idio- 
mas, sino  como  á  ellos  les  sonaban  en  sus  oídos. 

El  original  de  este  documento  se  halla  en  el  Archivo  General 
de  Simancas,  legajo  65  del  Negociado  que  se  titula  Procesos, 
pleitos  y  expedientes  del  Consejo  Real  de  Castilla,  al  folio  II. 

J.  P.  DE  G.  Y  G. 


En  el  logar  de  archena  que  es  de  la  orden  de  Sant  juan  de 
jherusalem  onse  días  del  mes  de  setyenbre  año  del  nascimiento 
de  nuestro  Señor  ihesucrispto  de  mil  e  quatrocientos  e  sesenta  e 
dos  años  este  dicho  día  antel  honrrado  cauallero  frey  luys  de 


536  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

paz  comendador  de  la  dicha  orden  de  archena  e  calasparra  e  en 
presencia  de  mi  diego  de  armesto  escriuano  en  la  dicha  villa  de 
calasparra  e  de  los  testigos  de  yuso  escritos  parecieron  el  aljama 
e  viejos  e  omes  buenos  del  dicho  logar  es  a  saber  alicen  buja 
e  mahomad  alfaquy  e  abrahjn  alfaquy  e  muga  borohamed  e 
(juad  borostud  e  hamet  hendy  jurado  e  hamet  almory  e  hamet 
que  lleyny  e  cacen  camar  e  hamet  abenan  xeque  e  fudal  aladry 
e  gaad  gimj  e  callyma  moros  vesynos  e  moradores  en  el  dicho 
lugar  de  archena  como  aljama  en  nombre  de  la  dicha  aljama  e  de 
todos  los  otros  vesinos  e  moradores  del  dicho  logar  de  archena 
que  agora  son  e  serán  de  aquí  adelante  e  dixeron  al  dicho  frey 
luys  de  paz  comendador  suso  dicho  su  Señor  que  presente  hera 
que  por  quanto  todos  los  dichos  moros  son  venidos  nuevamente  a 
poblar  en  el  dicho  logar  de  archena  quellos  qujeren  saber  en  1l 
vya  e  forma  e  manera  que  han  de  biujr  e  usar  e  pechar  e  ser 
jusgados  e  luego  el  dicho  Comendador  les  respondió  e  dixo  que 
le  plazía  e  plogo  deles  dar  priuillejo  en  nombre  de  la  dicha 
orden  el  qual  declarase  asy  los  derechos  que  los  dichos  moros 
han  de  pagar  como  los  buenos  usos  e  costumbres  que  otros 
tienpos  usaron  e  acostunbraron  los  moros  vezinos  que  fueron 
del  dicho  logar  de  archena  en  los  tiempos  pasados  los  quales 
son  estos  que  se  siguen. 

Estos  son  los  usos  e  costumbres  que  los  Comendadores  que 
fueron  de  la  encomienda  de  archena  usaron  con  el  aljama  e  vie- 
jos e  vesinos  e  moradores  del  dicho  logar  de  archena. 

Primeramente  cada  vesino  del  dicho  logar  que  touiere  suerte 
o  vancales  en  la  huerta  ha  de  pagar  un  par  de  gallinas  cada  un 
año  la  una  primero  día  de  henero,  la  otra  el  día  de  sant  juan  de 
junjo  e  sy  el  dicho  vesino  no  toviere  suerte  ni  vancales  pague 
una  gallina  en  'el  dicho  mes. 

Otro  sy  cada  un  moro  del  dicho  logar  que  sea  de  hedad  de 
quinse  años  arriba  paga  cabegaje  doce  mrs.  de  tres  blancas  cada 
un  año  e  dende  ayuso  de  la  dicha  hedad  los  dichos  moros  e  mo- 
ras un  mri.  por  cabega  por  los  dichos  tienpos. 

Otro  sy  cada  mora  byuda  ha  de  pagar  medio  cabegaje  que 
son  seis  mrs.  cada  año  por  los  dichos  tienpos. 


PRIVILEGIO    DE    FREY    LUIS    DE    PAZ  537 

Otro  sy  cada  un  moro  o  mora  chico  o  granel  que  biue  en  el 
dicho  logar  ha  de  pagar  en  el  año  un  celemín  de  cenada  de  de- 
recho que  es  dicha  alfutia  por  la  fiesta  de  Sant  juan  de  junjo. 

Otro  sy  sy  que  ha  de  dar  cada  un  vesyno  del  dicho  logar  de 
cada  hun  cahis  de  trigo  e  cenada  que  diere  de  diezmo  diez  mrs. 
del  secano  de  derecho  que  es  llamado  almarjal. 

Otro  sy  han  de  pagar  de  cada  arroba  de  uba  que  touieren  del 
diezmo  un  dinero  cada  un  vesino  de  derecho  que  es  dicho  turi- 
fe  esto  sin  el  dicho  diezmo. 

Otro  sy  ha  de  dar  cada  un  vesino  que  cogeré  vino  de  diez 
garnas  una  de  diezmo  e  de  diez  garnas  que  diere  de  diezmo  un 
celemín  de  linueso  e  mas  una  garna  para  el  alcaide. 

Otro  sy  han  de  dar  el  diezmo  del  ganado  en  esta  manera  de 
diez  uno  e  sino  allegare  á  diez  que  de  mri.  por  cada  uno  pero  si 
llegare  a  seys  alo  de  dar  a  la  orden  que  le  tornen  dos  mrs.  e  si  lle- 
gare a  cinco  han  de  echar  suertes  el  Señor  y  la  parte  de  la  orden 
e  a  quien  cayere  que  tornen  a  la  otra  parte  ios  mrs.  e  medio. 

Otro  sy  han  de  dar  el  diezmo  de  los  figos  e  castañas  e  ajos  e 
cebollas  el  que  lo  toviere. 

Otro  sy  han  de  dar  a  la  orden  el  diezmo  de  las  tinajas  e  cán- 
taros e  teja  que  se  hizieren  en  el  dicho  logar. 

Otro  sy  ha  de  dar  cada  un  vesino  del  dicho  logar  dos  mrs.  de 
presente  cada  un  año. 

Otro  sy  que  cada  e  quando  quel  Comendador  viniere  al  dicho 
logar  o  enbiare  que  los  moros  sean  obligados  a  darles  ropa  e 
posadas. 

Otro  sy  cada  un  vesino  del  dicho  logar  que  labrare  fuera  del 
término  ha  de  dar  por  cada  par  con  que  labrare  una  fanega  de 
pan  media  de  trigo  e  media  de  cebada. 

Otro  sy  ha  de  dar  cada  vesino  del  dicho  logar  el  diezmo  de 
las  aceytunas  que  cogeré. 

Otro  sy  qualquiera  que  matare  venado  o  puerco  ha  de  dar  a 
la  orden  una  libra  e  el  quarto  gaguero  por  sus  dineros. 

Otro  sy  ha  de  dar  cada  un  vesyno  del  dicho  logar  que  mata- 
re aldea  a  su  pasqua  una  espalda  de  la  mejor  res  que  matare  o 
su  valía. 

TOMO  LXXIV 


538  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Otro  sy  cada  un  vezino  que  toviere  colmenas  ha  de  pagar  de 
cada  colmena  cinco  dineros  en  el  año  e  sí  las  no  magnifiesta  son 
del  Señor. 

Otro  sy  sy  alguna  moc^a  mora  se  hechare  con  algund  mogo 
moro  e  se  enpreñare  e  fuere  sabido  pague  trezientos  agotes  la 
meytad  el  mogo  e  la  meytad  la  moga  saluo  si  tiene  carta  de  ca- 
samiento que  dise  almaz  faz  no  ha  pena  ninguna. 

Otro  sy  sy  algund  moro  se  hechare  con  alguna  mora  casada 
e  el  fuere  casado  e  se  hechare  con  moga  e  fuere  sabido  por  ver- 
dad es  cativo  para  la  orden  eso  mismo  sy  alguna  mora  casada 
se  hechare  con  algund  moro  casado  mogo  es  catyva. 

Otro  sy  ningund  moro  que  casare  el  primero  año  no  pague 
servicio  alguno  a  la  orden  esto  se  entiende  del  que  sale  de  casa 
de  su  padre  el  seruicio  se  entienda  gallinas  e  dulas  e  ropa. 

Otro  sy  todos  los  moros  del  dicho  logar  an  de  ser  jusgados  por 
su  alcalde  moro  por  su  guna  e  garra  en  todo  lo  que  atañe  a  ellos. 

Otro  sy  ningund  vesino  del  dicho  logar  non  pueda  ser  leuado 
preso  fuera  del  dicho  lugar  dando  fiadores  saluo  sy  fuere  acusa- 
do de  muerte. 

Otro  sy  todo  vesyno  del  dicho  logar  non  puede  hechar  lyno 
a  cozer  sin  ser  dezmado  en  pena  de  sesenta  mrs. 

Otro  sy  cada  un  besyno  deste  logar  sea  obligado  de  traher  su 
diesmo  a  la  casa  de  la  horden. 

Otro  sy  sean  obligados  los  vesynos  de  yr  a  casa  dos  vezes  en 
el  año  para  el  vSeñor  por  razón  del  Señorío. 

Otro  sy  quel  cogedor  non  puede  recabdar  ningund  derecho 
ocho  días  antes  de  la  pasqua  mayor  e  ocho  después. 

Otro  sy  han  de  pagar  los  vesynos  dicho  logar  diezmo  de  todas 
las  cosas  que  cogeren  así  del  pan  como  de  todas  las  otras  cosas 
que  cogeren. 

Otro  sy  el  que  cogiere  una  ha  de  dar  una  garrada. 

Otro  sy  qualquiera  vesyno  que  hisiere  boda  ha  de  dar  a  la 
orden  treinta  panes  de  los  que  masa  para  la  boda  e  mas  doze 
mrs.  e  una  gallina  e  una  espalda  de  la  res  que  mataren. 

Otro  sy  qualquier  vesino  del  dicho  logar  que  fisiere  retajo  e 
traxere  juglares  ha  de  pagar  lo  suso  dicho. 


PRIVir.EGIO    DE    FREY    LUIS    DE    PAZ  539 

Otro  sy  qualquier  moro  del  dicho  logar  que  fuere  a  los  Rey- 
nos  de  granada  o  de  aragón  syn  licencia  del  Señor  sea  cautivo 
e  sy  ba  a  los  Reynos  de  granada  ha  de  pagar  por  la  carta  qua- 
tro  mrs.  e  por  la  licencia  treynta  e  tres  mrs.  e  sy  fuere  a  aragón 
ha  de  dar  por  la  carta  quatro  mrs. 

Otro  sy  ningunos  albogueros  ni  juglares  non  puedan  entrar 
en  el  dicho  logar  a  hazer  bodas  ni  retajos  ni  otras  cosas  de  sus 
oficios  sin  licencia  del  Señor  e  eso  mismo  los  barueros  e  sy  vi- 
nieren juglares  que  vayan  a  tañer  a  casa  del  Señor. 

Otro  sy  qualquier  bestia  que  matare  a  qualquier  persona  per- 
tenesce  la  dicha  bestia  a  la  orden. 

Otro  sy  qualquier  moro  o  mora  que  se  enforcare  por  sí  mis- 
mo pierda  todos  sus  bienes  aunque  tengan  herederos  son  de  la 
h  orden. 

Otro  sy  qualqu)'er  onbre  que  fisiere  maleficio  e  fuere  jusgado 
a  muerte  e  el  se  diere  por  catino  que  non  sea  fecho  justicia  del 
saluo  si  matcj  onbrc  o  mujer  que  sea  fecho  justicia  del. 

Otro  sy  que  todas  las  auenturas  que  se  tomaren  en  el  logar  o 
en  su  término  o  bynieren  por  el  Río  de  Segura  sean  de  la 
horden. 

Otro  sy  qualqujera  que  vendiere  cosas  o  heredades  ha  de  pa- 
gar al  Comendador  diesmo  e  medio  el  que  vende  diesmo  e  el 
que  compra  medio. 

Otro  sy  cada  vesyno  ha  de  dar  dos  días  de  dula  al  Señor  el 
que  touiere  bestia  con  ella  e  el  que  no  touiere  bestia  horro  cada 
año. 

Otro  sy  qualqujera  vesyno  del  dicho  logar  que  touiere  bestia 
es  obligado  de  traher  a  la  orden  dos  cargas  de  leña  e  sino  tiene 
bestia  traya  una  carga  cada  un  año  e  ha  de  ser  de  la  mejor  que 
ouiere  en  el  dicho  término. 

Otro  sy  qualqujer  moro  catino  que  quigere  demandar  en  el 
dicho  logar  ha  de  pagar  quatro  mrs.  por  la  licencia  que  le  dan. 

Otro  sy  qualqujera  yerua  que  no  sale  a  las  heras  que  se  aca- 
rrage  e  sy  se  segare  syn  acarragar  que  caiga  en  pena  de  sesen- 
ta mrs. 

Otro  sy  que  si  el  Comendador  oujere  de  cobrar  en  el  Castillo 


540  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

o  en  su  casa  deste  logar  que  los  moros  le  ayuden  por  sus  dine- 
ros en  esta  manera  el  que  touiere  bestia  que  les  den  dos  mrs.  me- 
nos de  como  andovieren  en  la  tierra  e  al  peón  horro  un  maravedí 
menos. 

Otro  sy  que  qualquier  vesino  que  diere  una  fanega  de  pan 
de  diesmo  que  sea  obligado  de  traher  a  la  orden  un  xauega  de 
paja. 

Otro  sy  han  de  pagar  almagran  por  la  huerta  por  cada  tahulla 
seys  mrs.  por  dos  pagas  tres  mrs.  por  mayo  e  tres  por  Octubre. 

Otro  sy  han  de  pagar  cada  un  vesyno  de  cada  fanega  de  pan 
que  da  de  diesmo  un  celemín  de  alcaydia. 

Otro  sy  qualquier  vesino  que  mora  o  morare  en  el  dicho  logar 
e  fisiere  cinco  años  de  vesyndad  conplydos  que  pueden  vender 
su  casa  e  suerte  entera  e  que  sea  obligado  de  traher  vesyno  a  la 
dicha  casa  e  suerte  dentro  en  tiempo  de  veynte  días  el  dicho 
vesyno  que  ha  de  traher  a  la  dicha  suerte  sea  de  fuera  parte  e 
sea  a  contentamiento  del  Señor  e  del  aljama  e  synon  se  hallare 
vesyno  de  fuera  parte  que  la  pueda  vender  a  hijo  de  vesyno  del 
dicho  logar  que  pase  de  diez  años  arriba  e  sy  después  el  hijo  del 
vesyno  del  logar  muriese  que  la  vendan  e  sea  obligado  de  la  ven- 
der a  otro  vesyno  de  fuera  parte  o  a  hijo  de  vesyno  del  logar  de 
la  hedad  suso  dicha. 

Otro  sy  que  qualquier  vesino  del  dicho  logar  pueda  vender  e 
enpeñar  a  otro  vesyno  del  dicho  logar  una  o  dos  o  tres  tahullas 
de  su  suerte  e  non  mas  sea  entendido  que  aya  complido  los  cin- 
co años  de  vesyndad  e  sy  non  los  oujere  complido  que  non  pue- 
da -vender  ni  enpeñar  las  dichas  tahullas  e  sino  conpliere  los  di- 
chos cinco  años  e  se  fuere  a  ueuir  a  otra  parte  que  la  suerte  torne 
al  Señor. 

Otro  sy  cada  un  vesyno  del  dicho  logar  ha  de  dar  en  el  año 
quatro  mrs.  de  caigas  en  las  dichas  dos  pagas. 

Otro  sy  cada  un  vesino  del  dicho  logar  ha  de  pagar  seys  ma- 
ravedís de  agua  en  el  dicho  año  en  las  dichas  dos  pagas. 

El  dicho  fray  luys  de  paz  Comendador  suso  dicho  por  sy  e  en 
nonbre  de  la  dicha  orden  e  non  perjudicando  aquella  ni  a  su  de- 
recho nin  la  afraudando  en  cosa  alguna  prometyo  de  lo  tener  e 


PRIVILEGIO    DE    KREY    LUIS     DE    PAZ  54  1 

guardar  e  conplyr  así  segund  de  suso  en  este  alanzel  e  priuillejo 
se  contiene  so  obligación  de  sy  e  de  sus  bienes  que  para  ello 
(lixo  que  obligaua  e  obligo  e  otro  sy  la  dicha  aljama  e  viejos  e 
tx-nes  buenos  de  suso  contenidos  e  nonbrados  que  presentes 
heran  por  ellos  mismos  e  en  nonbre  de  los  otros  vesynos  del 
dicho  logar  de  archena  que  agora  son  e  sean  de  aquí  adelante 
dixeron  queso  misnio.se  obligauan  a  tener  e  guardar  e  conplir  e 
pagar  e  estar  por  todo  lo  suso  dicho  e  loavan  e  retifycavan  para 
agora  e  par*  syempre  jamás  e  pidieron  a  my  el  dicho  escrivano 
que  ge  lo  diese  asy  por  testynymonio  e  cada  una  de  las  dichas 
partes  para  guarda  de  su  derecho  e  rogaron  a  los  presentes  que 
fuesen  dello  testigos  que  fué  fecho  día  e  mes  e  año  suso  dicho 
testigos  que  a  ello  fueron  presentes  llamados  e  rogados  aluaro 
de  paz  e  alonso  criado  del  dicho  Comendador  e  alonso  de  pare- 
des vesyno  de  Carauaca. — \"a  testado  en  una  parte  no  le  enpesca. 

Los  dichos  testigos  asy  mysmo  fueron  presentes  que  dyo  el 
dicho  Comendador  una  suerte  al  aljama  para  la  mezquita — frey 
luys  de  paz. 

E  yo  diego  de  Armesto  escriuano  de  la  dicha  Calasparra  de 
suso  dicho  presente  luy  al  otorgamiento  e  confirmación  del  di- 
cho priuilegio  e  al  firmar  aquj  su  nonbre  el  dicho  Comendador 
en  uno  con  los  dichos  testigos  e  de  pedimyento  de  la  dicha  al- 
jama lo  escreuj  e  saque  en  estas  seis  fojas  de  papel  de  quarto 
de  pliego  con  esta  que  \a  mío  signo  e  ba  en  fin  de  cada  capítulo 
e  foja  una  raya  de  tynta  e  por  ende  en  testymonio  de  verdad 
fyz  aquí  este  mío  signo  acostunbrado. — Diego  de  Armesto  es- 
criuano. 

Fecho  e  sacado  fué  este  dicho  treslado  de  la  dicha  escryptura 
oreginal  en  la  cibdad  de  Segovja  a  doze  de  junyo  de  1 5  14  años, 
testigos  que  fueron  presentes  a  la  ver  leer  e  concertar  con  el 
original  juan  de  Santyllana  e  Ramyro  de  canpo  mis  criados, 

Conosco  yo  el  Comendador  brizeño  que  recebj  del  Secretario 
Castañeda  el'  oreginal  desta  escriptura  la  qual  quedo  de  boluer 
cada  e  quando  que  me  fuere  mandado  sopeña  que  no  sea  ávida 
por  presentada  fecho  el  dicho  día. 

El  Comendador  de  galasparra. 


DOCUMENTOS  OFICIALES 


I 

RECEPCIÓN  DEL   EXCMO.  SR.  D.  JACOBO  STUART  FITZ-JAMES 
FALCÓ  PORTOCARRERO,  DUQUE  DE  BERWICK  Y  DE  ALBA 


Jtinta pública  del  domingo  i8  de  Maxo  de  l<^ig. 


Señorks: 

Marqués  de  Laurencin  (Di- 
rector). 

Conde  de  Cedillo. 

Vives. 

Herrera  (T.). 

Beltrán  y  Kózpide. 

Conde  de  la  Vinaza. 

Altolaguirre  (C). 

Pérez  de  Guzmán  y  Gallo, 

Mélida. 

Marqués  de  Cerralbo. 

Drena. 

filázquez. 

Bonilla. 

Conde  de  la  Moriera. 

Marqués  de  Villaurrulia. 

Bécker. 

Barón  de  la  V^ega  de  Hoz. 

Puyol. 

Ribera. 

Menéndez  Pidal. 

Lampérez. 

Marqués  de  Foronda. 

Marqués  de  Lema. 

Antón  y  Ferrándiz. 

Calpena, 

Tormo. 

Correspondientes: 

Argamasilla  de  la  Cerda. 

Baüer  y  Laudauer. 

Blázquez  y  Jiménez. 

Cuartero  Hu__erta. 

Fernández  y  Amador  de  los 
Ríos. 


A  las  cuatro  de  la  tarde  en  punto," hora  se- 
ñalada ealas  invitaciones  para  el  acto  solem- 
ne de  la  recepción  del  Académico  electo 
Excmo.  Sr.  D.  Jacobo  Stuart  Fitz-James  Fal- 
có y  Portocarrero,  Duque  de  Berwick  y  de 
Alba,  se  constituyó  en  el  salón  grande  de 
recepciones  la  Mesa  de  la  Academia,  com- 
puesta de  los  Excmos.  Sres.  Director,  Mar- 
qués de  Laurencin;  Censor,  General  D.  Án- 
gel Altolaguirre,  y  Secretario  accidental,  que 
certifica,  D.  Juan  Pérez  de  Guzmán  y  Gallo, 
teniendo  el  primero  á  su  derecha  al  Exce- 
lentísimo Sr.  D.  Eduardo  Dato,  ex  Presiden- 
te del  Consejo  de  Ministros;  al  Tesorero 
Excmo.  Sr.  D,  Adolfo  Herrera  y  Chiesano- 
va,  Excmos.  é  limos.  Sres.  Obispos  de  Syón 
y  de  San  Luis  de  Potosí  (Méjico)  y  Excelen- 
tísimo Sr.  Conde  de  la  Mortera;  Académico, 
y  á  su  izquierda  al  Censor  ya  mencionado; 
al  Bibliotecario,  Excmo.  Sr.  Conde  de  Cedi- 
llo; limo.  Sr.  D.  José  Ramón  Mélida,  Anti" 


DOCUMENTOS    OFICIALES  543 

Fuertes  Arias.  cuarío,    y   Excmo.    Sr.    I).  Luis    Cali^ona    y 

García  Armesto.  ^     ¡j  ^    pj,        J  Monzó   OUC   liabíail 

González  (Marques  de).  J  .'  1 

Méndez  Gaité.  j^   descnipenai'  el    cargo   de    introductores 

Merino  Álvarez. 

Pacheco  de  Le>  va.  dcl  recipiendario.  La  derecha  de  la  Mesa  se 

S.Tinpetrillo  (Barón  de).  i     •     r  •  c-  •  i 

San  Luis  de  Potosí  (Obis-  ocupaba  por  el  intrascnto  Secretario,  y  la 
u-  ^".^'''^'r,-  izquierda  por  el  Excmo.  Sr.  Marqués  de  Le- 

.Sanchez  Pérez.  í  ^  '■ 

Torre  de  Trassierra.  ,-,-1^^  Duquc  de  Ripalda,  cncargado  del   dis- 

Vales  y  Failde. 

Secretario  accidental:  ^UrSO   de   COntestación  . 

Pérez  de  Guznián  y  Gallo.  Conio  sc  previene,  desdc  los  primeros  Re- 

glamentos de  la  fundación  del  Cuerpo,  en  los  escaños  del  estrado 
é  interpolados  con  los  Sres.  Académicos,  así  de  Número  como 
Correspondientes  que  ai,  margen  se  expresan,  tomaron  asiento 
además  de  los  Sres.  D.  Jacinto  Octavio  Picón  y  D.  Miguel  Asín 
y  Palacios,  de  la  Real  Academia  Española,  Excmo.  Sr.  D.  Ma- 
riano Benlliure,  de  lá  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando,  Ilustrí- 
simo  Sr.  D.  José  Rodríguez  Alourelo,  de  la  de  Ciencias  Exactas, 
Físicas  y  Naturales,  Excmos.  Sres.  Conde  de  Lizárraga,  D.  Gui- 
llermo J.  de  Osma,  Marqués  de  Figueroa  y  D.  José  ¿Manuel  Pe- 
dregal, de  la  de  Ciencias  Morales  y  Políticas,  y  Excelentísimo 
Sr.  D.  José  Gómez  Ocaña  é  limo.  Dr.  D.  Nicasio  Mariscal  y  Gar- 
cía, de  la  de  Medicina,  el  Secretario  particular  de  S.  M.  el  Rey, 
Excmo.  vSr.  D.  Emilio  de  Torres  y  González  Arnao;  el  Intendente 
general  de  la  Real  Casa  y  Patrimonio,  Excmo.  Sr.  Conde  de 
Aybar;  el  Bibliotecario  mayor  de  S.  M.,  Excmo.  Sr.  Conde  del 
Donadío  de  Casasola;  Excmos.  Sres.  Duques  del  Infantado, 
Aliaga,  del  Arco  y  Príncipe  Pío  de  Saboya;  los  Excelentísimos 
Sres.  Marqueses  de  la  Mina,  Corvera,  Guadalcázar,  Almunias, 
Toca  y  Somió,  Castell-Bravo,  Santo  Domingo,  Santa  María  de 
Silvela,  Güell  y  Pons;  los  Condes  de  Cerragería,  Asalto,  Cuevas 
de  Vera,  Casa- Valencia  y  Casal,  y  otras  personas  de  distinción, 
entre  las  que  resaltaban  el  Magistrado  del  Tribunal  Supremo, 
Excmo.  Sr.  D.  José  Ortega  Morejón,  los  Sres.  Beruete  y  Moret, 
Fernández  Villaverde,  Retortillo,  Díaz  Merry,  Campo,  Bascarán 
(D.  Fernando),  Comba,  Sancho,  Cavestany  y  muchos  otros.  Del 
Cuerpo  diplomático  extranjero  hallábanse  allí  los  Excelentísimos 
Sres.   Embajador   de   Francia  y  Ministro   de   Bélgica,   y   núes- 


544  BOI-ETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

tro  Ministro  de  Estado,  Excmo.  Sr.  D.  Manuel  González  Hon- 
toria. 

En  la  sala,  materialmente  henchida  de  un  auditorio  tan  nume- 
roso como  escogido,  también  se  hallaban  con  las  egregias  damas 
de  la  familia  del  recipiendario,  Excmas.  Sras.  Duquesas  de  Fer- 
nán-Núñez,  Montellano,  Pinohermoso,  Marquesas  de  la  Mina  y 
V'aldeolmos  y'  Condesa  de  Nava  del  Tajo,  las  señoras  del  Emba- 
jador de  Francia,  Mad.  Alapetite,  y  la  del  de  los  Estados  Unidos 
de  América,  Mrs.  Villard,  las  duquesas  de  Ahumada,  Plasencia  y 
Mandas;  las  Marquesas  de  Viana,  Toca  y  Somió,  Santa  María  de 
Silvela,  Hoyos  y  Villahuerta,  las  Condesas  de  Casa- Valencia,  San 
Luis,  Cerragería  y  Cuevas  de  Vera,  la  Baronesa  del  Castillo  de 
Chirel,  la  ilustre  escritora  D.'"'  Blanca  de  los  Ríos  de  Lamperez  y 
otra  multitud  de  damas  que  prestan  su  brillo  á  la  corte  de  la 
Momarquía  española. 

El  Sr.  Director  expresó  el  objeto  de  la  sesión,  é  invitó  á  los 
Sres.  Calpena  y  Tormo  y  Monzó  á  introducir  al  Académico 
electo;  y  apenas  el  Sr.  Duque  de  Alba  ocupó  la  tribuna,  dispuesta 
para  estos  actos,  le  concedió  la  palabra  para  leer  su  discurso  de 
recepción.  Con  clara  y  viril  entonación  dio  éste  principio  á  su 
lectura,  en  que  tras  breve  introducción  atribuyendo  el  honor 
que  la  Academia  le  tributaba,  más  que  á  su  propio  mérito,  al 
recuerdo  de  su  inolvidable  madre,  que  con  las  obras  que  publicó 
puso  á  la  clara  luz  de  la  historia  el  arsenal  preciosísimo  de  los 
documentos  del  archivo  de  la  Casa  de  Alba,  tanto  por  realce  de 
tan  antigua  esclarecida  estirpe,  como  para  nuevas  glorias  y  ho- 
nor de  la  patria,  dirigió  una  sentida  conmemoración  biográfica 
del  Académico  D.  Manuel  Pérez  Villamil,  de  cuyo  sitial  viene  á 
ser  su  digno  heredero,  entrando  inmediatamente  en  el  tema  de 
su  discurso,  reducido  á  una  documentadísima  Contribución  al 
estudio  de  la  persona  del  tercer  Duque  de  Alba,  D.  Fernando  Al- 
varez  de  Toledo,  con  razón  reconocido  en  los  fastos  de  la  historia 
con  el  título  de  El  Grande.  Más  que  á  las  acciones,  así  políticas 
como  militares  y  de  gobierno  con  que  tan  insigne  personaje 
vinculó  en  la  historia  tan  singular  apelativo,  el  nuevo  recipien- 
dario, como  en  la  exposición  de  su  tema  se  expresaba,  se  empeñó 


DOCUMENTOS    OFICIALES  545 

en  dilucidar  cuáles  fueron  las  prendas,  tanto  de  propia  naturaleza 
como  de  educación  y  externas  que  modelaron  su  carácter  en  sí  y 
su  carácter  en  la  historia:  de  modo  que,  tras  el  análisis  de  su 
cuna  y  sus  ascendientes,  todos  grandes  en  sus  hechos  y  sus  prin- 
cipios, presentó  al  Duque  D.  Fernando  bajo  la  inmediata  tutela 
y  dirección  de  su  abuelo  D.  Fadrique,  en  su  educación  entre 
maestros  que  había  de  formarle  guerrero  como  era  de  tradición 
en  los  de  su  sangre,  hombre  de  gobierno  como  imponía  su  eje- 
cutoria secular  al  servicio  de  sus  príncipes  y  hombre  de  cultura 
literaria  como  reclamaba  el  progreso  de  los  tiempos  y  las  pers- 
pectivas del  porvenir,  y  con  los  documentos  de  su  casa  y  con 
las  opiniones  de  los  escritores  propios  y  extraños  que  sobre  él 
escribieron,  y  con  el  ejemplo  vivo  de  sus  propias  obras,  le  fué 
bosquejando  primero  en  su  educación  y  lecturas,  después  en  la 
condición  de  su  vida,  á  seguida  en  el  ambiente  social  de  su  tiein- 
po,  luego  en  sus  ideas  religiosas,  consecutivamente  en  sus  ideas 
políticas,  y,  por  último,  pasados  sus  Gobiernos  de  Italia  y  de  los 
Países  Bajos,  en  su  conquista  de  Portugal.  No  hay  que  añadir 
que  en  cada  uno  de  estos  grandes  períodos  y  circunstancias  el 
recipiendario  aprovechó  la  ocasión  para  discutir,  prefiriendo  los 
juicios  extranjeros  á  los  nacionales  á  fin  de  dar  más  fuerza  á  sus 
argumentos,  los  cargos  ó  censuras  que  se  han  hecho  sobre  algu- 
nos de  los  sucesos  de  que  el  gran  Duque  fué  el  ejecutor.  El  dis- 
curso, aunque  muy  abreviado  para  no  hacer  larga  la  lectura,  fué 
oído  con  sumo  interés  por  el  selecto  auditorio  y  aprobado  y  pre- 
miado al  fin  con  varias  salvas  de  aplausos. 

La  contestación,  á  nombre  de  la  Academia,  confiada  al  señor 
Marqués  de  Lema,  penetró  más  en  el  sentido  político  de  la  figura 
histórica  del  gran  Duque  de  Alba.  La  misma  atención  é  interés 
manifestó  el  culto  auditorio  durante  su  lectura  que -en  la  del  dis- 
curso del  recipiendario  y  los  mismos  aplausos  confirmaron  la 
aprobación  general. 

Acto  continuo  el  Sr.  Director  llamó  al  Sr.  Duque  de  Alba 
para  colocarle,  por  su  mano,  al  cuello  la  medalla  con  el  emblema 
de  la  Academia  que  imprime  su  carácter  á  los  Académicos  Nu- 
merarios, siendo  la  que  le  ha  correspondido  la  que  lleva  el  nú- 


546  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

mero  I.  llí/ule  después  sentar  entre  los  demás  Académicos,  con- 
forme preceptúa  el  art.  42  del  Reglamento,  y  le  entregué,  en 
cumplimiento  del  mismo  artículo,  el  título  y  un  ejemplar  de  los 
Estatutos  y  Reglamentos.  Con  esto  se  declaró  terminado  el  acto 
y  se  levantó  la  sesión,  de  que  certifico. 

El  Secretario  accidental, 

JuAM  Pérez  de  Guzmán  y  Gallo. 


II 

DECRETO  VIZIRIAL  CREANDO  LA  JUNTA  SUPERIOR  Y  JUNTAS 

LOCALES  DE  MONUiMENTOS  HISTÓRICOS  Y  ARTÍSTICOS 

DE  MARRUECOS  (i)- 


Comunicación  del  Ministerio  de  Estado. 

ExcMO.  Señor: 

El  Sr.  Alto  Comisario  de  España  en  Marruecos  ha  remitido  á 
este  Ministerio,  para  su  aprobación,  el  texto  definitivo  del  De- 
creto Vizirial  creando  la  Junta  Superior  y  Juntas  locales  para  la 
conservación  de  monumentos  artísticos  é  históricos  de  la  Zona, 
cuya  copia  adjunto  á  V.  E.  y  en  cuya  redacción  se  han  tenido 
en  cuenta  las  observaciones  hedías  por  esa  Real  Academia  de  su 
digna  presidencia. 

Aprobado  por  este  Centro  el  texto  del  Dahir,  y  ordenada  su 
publicación  en  el  Boletín  Oficial  de  la  Zona,  ruego  á  V.  E.  que 
á  la  brevedad  posible,  y  con  el  fin  de  dar  cumplimiento  á  dicho 
Decreto  Vizirial,  se  proceda  por  esa  Real  Academia  á  designar 
la  persona  de  esa  Corporación  que  habrá  de  formar  parte  en  la 
Junta  que  se  crea,  á  fin  de  participarlo  al  Sr.  Alto  Comisario  para 

(1)  Véase  Memoria  Histórica  de  la  Real  Academia  de  la  Historia, 
1918-1919.  Apéndice  11,  págs.  69-76. 


DOCCTMEKTX/S   OTüCJALES 


que  proceda  á  aconsejar  á  S.  A.  I.  el  Jalíía  la  expedádón  del  co- 
rrespondiente Dahír  de  nonibramiento. 

De  Real  orden  lo  digo  á  V.  E.  para  su  conocimiento  y  efectos 
que  se  expresan. 

Dios  guarde  á  V.  E.  muchos  años. — Madrid,  30  de  Abril  de 
1 01  o. — Manuel  G^onzákz. 

Sr.  Director  dt  la  Real  Academia  de  ¡a  Historia. 


Decreto   Vjzirial. 

TKADCfOCIÓX 

Loor  á  Dios  líínico. 

.Sólo  su  Imperio  es  perdurable. 

SeU<i»  en  tinta  roja:  DELBGAaóx  de  asdxtos  dídígexas. — Tdtuán. 

Hacemos  saber  por  este  escrito,  en  muestra  calidad  de  Presi- 
dente del  Consto  de  Ministros,  que  cod  objeto  de  dar  cumpli- 
miento á  lo  dispuesto  en  id  Dahir  de  1 5  RamaidáoL  1331,36  crea 
en  esta  capital  de  la  Zona  una  Junta  Superior  de  Stlomumientios 
Artísticos  é  Históricos,  á  la  que  perteneceráíi,  bajo  mi  presiden- 
cia, di  Secretario  general  de  la  Alta  Coimisaráa,  el  Delegado  de 
Asuntos  ind^enas  y  ^  Delegado  para  los"  servicios  de  Fomento 
de  los  intereses  ¡materiales,  y  adennás,  como  Asesores  residentes, 
el  Arquitecto  de  la  Delegación  de  Fomento,  un  jefe  del  Ejó"CÍto 
y,  como  Asesores  correspondientes,  un  Académico  de  ca^da  una 
de  las  Reales  Academias  españolas  de  la  Historia  y  BeUas  Artes, 
nombrados  por  DaMr  xerifiano  á  propuesta  de  ia  Academia 
resp«±iva. 

"  Además  se  organizan  Juntas  l'ocales  de  3tíonumentos  artísticios 
é  históricos  en  todas  las  ciudades  de  la  Zona,  compuestas  del  In- 
terventor local  general,  que  presidirá,  de  un  indigena  museknán 
que  sea  Fakíh  ó  especialmente  versado  en  la  Mstciria  de  la  ciu- 
dad, del  Arquitecto  ó  Ingeniero  de  la  misma  y  de  un  jefe  ú  ofi- 
cial de  Ing€anieros  did  Ejóxáto.  Pertenecerán,  adenaás,  por  A^v^- 
ir.C'  prooio  á  estas  lu  ritas  locales  las  personas  residentes  en  la 


548  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

comarca  que  sean  Académicos  de  las  Reales  Academias  españo- 
las de  la  Historia  y  de  Bellas  Artes.  El  Secretario  de  la  Junta  de 
servicios  locales  será  también  Secretario  de  la  Junta  local  de  Mo- 
numentos artísticos  é  históricos. 

La  Junta  superior  dirigirá  y  encauzará  los  trabajos  de  las  Jun- 
tas locales,  que,  aparte  de  los  encargos  especiales  que  les  haga 
aquélla,  consistirán  principalmente  en  lo  siguiente: 

l.°  Catalogar  todos  los  monumentos  artísticos  é  históricos 
que  existan  dentro  del  radio  de  su  demarcación,  tomando  foto- 
grafías de  todos  ellos  y  formando  con  dichas  fotografías  y  los 
objetos  artísticos,  inscripciones,  lienzos,  medallas,  monedas,  etc., 
que  fueran  hallándose  un  pequeño  Museo  local  instalado  en  el 
edificio  de  la  Junta  de  servicios  locales.  De  todo  lo  existente  en 
estos  pequeños  Museos  se  harán  catálogos,  que  juntos  formarán 
el  Catálogo  general  de  la  Junta  Superior. 

2.°  Velar  por  el  cumplimiento  de  cuanto  se  dispone  en  el 
Dahir  de  15  de  Ramadán  de  1331  (18  de  Agosto  de  1913,  recu- 
rriendo, en  su  caso,  á  las  autoridades  municipales  ó  á  la  Junta 
superior  para  evitar  pérdidas  de  objetos  artísticos  é  históricos  ó 
pedir  auxilio  para  su  obtención  y  conservación. 

3."  Cuidar  especialmente  de  que  los  barrios  musulmanes  de 
las  ciudades  del  Protectorado  no  pierdan  su  carácter  típico,  y 
procurar  que  vaya  desapareciendo  todo  lo  que  en  sentido  con- 
trario se  haya  hecho  durante  los  últimos  años.  Con  este  fin  de- 
berán las  Juntas  locales  determinar  exactamente  los  barrios  ó 
calles  que  deben  ser  objeto  de  dicha  preservación,  y  una  vez 
aprobada  la  determinación  de  los  mismos,  deberá  dictarse  en 
cada  ciudad  una  disposición  de  carácter  municipal  por  la  que  se 
prohiba  hacer  nuevas  construcciones  ó  reparaciones  exteriores 
en  los  barrios  y  calles  citados  sin  la  autorización,  por  escrito,  de 
la  Junta  de  Monumentos. 

4.°  Elevar  á  la  Junta  superior  proyectos  é  iniciativas  que 
tienden  á  la  realización  de  los  propósitos  que  inspiraron  el  Dahir 
arriba  citado,  en  relación  con  la  conservación  de  monumentos 
de  valor  histórico  ó  artístico,  y  de  todo  lo  típico  á  la  par  que 
i:)ello  que  se  encuentre  en  la  Zona. 


DOCUMENTOS    OFICIALES  549 

En  SU  consecuencia,  ordenamos  á  todas  nuestras  autoridades 
y  demás  encargados  de  nuestro  mando  que  éste  leyeren,  obren 
á  su  tenor  sin  extralimitación. 

Y  la  paz. 

A  20  Rayeb  de  1337  (22  Abril  919). — (Firmado.)  Mohamed 
Beu  Azzuz. — Visto  para  promulgar. — Tetuán,  22  de  Abrril  de 
919. — (Firmado.)  El  Delegado  de  Asuntos  indígenas,  José  Btii- 
gas  de  Dalmau. — Hay  un  sello  de  la  Delegación  de  Asuntos 
indígenas. 

Propuesta  de  la  Academia  de  la  Historia. 

REAL    ACADEMIA 

DE   LA 

HISTORIA 

ExcMo.  Señor: 

Dadaxuenta  á  esta  Real  Academia  de  la  Historia 
de  la  Real  orden  comunicada  por  V.  E.  con  fecha  30 
del  próximo  pasado  Abril,  remitiendo  copia  del  tex- 
to definitivo  del  Decreto  Vizirial,  por  el  cual  se  crea 
la  Junta  superior  de  Monumentos  históricos  y  artís- 
ticos de  la  Zona  española  de  Marruecos,  y  dispo- 
niendo que  por  esta  Real  Corporación  se  proceda 
á  designar  la  persona  que,  conforme  al  dicho  Decreto 
Vizirial,  haya  de  representarla  en  la  Junta  mencio- 
nada, ha  acordado  la  Academia  conferir  esta  repre- 
sentación á  su  Académico  Correspondiente,  con  resi- 
dencia en  Tetuán,  Sr.  D.  Manuel  Ferrer,  Abogado  y 
agregado  á  la  Residencia  de  España  en  aquella  capital. 

En  nombre  y  por  acuerdo  de  la  Academia,  y  para 
los  oportunos  efectos,  tengo  el  honor  de  ponerlo  en 
conocimiento  de  V.  E.  cuya  vida  guarde  Dios  mu- 
chos años.— Madrid,  ló  de  Mayo  de  1919. 

El  Secretario  accidental, 

Juan  Pérez  de  GuzmAn  y  Gallo. 
Exento.  Sr.  Ministro  de  Estado. 


550  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 


III 

COMISIÓN  PROVINCIAL  DE  MONUxMENTOS  HISTÓRICOS 
Y  ARTÍSTICOS  DE  MÁLAGA 


Arta  de  constifi<ción. 

Don  Antonio  Quintana  Serrano^  Secretario  de  la  Comisión  de  Mo- 
ni miento  s  de  Málaga^ 

CERTIFICO:  Que  en  el  libro  de  actas  de  esta  Comisión 
provincial  aparece  una  cuyo  texto  es: 

En  los  salones  del  Museo  provincial  de  Bellas  Artes  de  la  ciudad 
de  Málaga,  á  la  hora  diez  y  seis  del  día  /  del  mes  de  Enero  del  año 
mil  novecientos  diez  y  nueve,  se  reunieron  los  Sres.  D.  Joaquín 
Díaz  de  Escovar,  D.  Eugenio  Marquina  Alvarez,  D.  Emilio  Ruiz 
Muñoz,  D.  Joaquín  María  Díaz  Serrano,  D.  Antonio  Quintana 
Serrano,  Académicos  Correspondientes  de  la  Historia;  D.  Nar- 
ciso Díaz  de  Escovar,  D.  José  Nogales  Sevilla,  D.  César  Alvarez 
Dumont,  D.  Rafael  Murillo  Carrera,  Académicos  Correspondien- 
tes de  la  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando,  y  D.  Miguel  de  Mé- 
rida  y  Díaz  y  D.  Federico  Bermúdez  Gil,  por  la  Real  Academia 
de  Bellas  Artes  de  San  Telmo,  de  Málaga;  D.  Eugenio  Marquina, 
además  de  la  suya,  acreditó  la  representación  del  limo.  Sr.  Qbis- 
po  del  Olimpo,  Administrador  de  esta  Diócesis,  y  los  vSres.  de 
Mérida  y  Bermúdez,  la  de  la  Presidencia  del  organismo  que  los 
designaba. 

Presidió  la  reunión,  como  Correspondiente  más  antiguo  de  la 
Historia,  el  Académico  D.  Joaquín  Díaz  de  Escovar,  y  actuó  de 
Secretario  el  más  moderno,  Sr.  Quintana. 

Manifestó  la  Presidencia  que  era  objeto  único  de  la  reunión 
dar  cumplimiento  al  Real  decreto  de  1 1  de  Agosto  del  año  an- 
terior sobre  bases  nuevas  para  la  constitución  de  las  Comisiones 
provinciales  de  Monumentos,  y  que,  para  establecer  continuidad 


DOCUMKNTOS    ÜFICIAIHS  55  I 

histórica  en  el  funcionaniiento  de  esta  Corporación,  se  leería  por 
el  Sr.  Secretario,  antes  que  la  soberana  disposición,  el  acta  de  la 
última  sesión  celebrada. 

Así  lo  hizo;  iodos  dieron  su  aprobación,  y  en  seguida  el  mismo 
Secretario  dio  leciura  al  Real  decreto  promotor  de  la  Asamblea 
y  á  las  comunicaciones  que  acusaban  la  representación  del  Obis- 
pado y  de  la  Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  vSan  Telmo. 

Como  explícitamente  previene  el  arr.  3."  del  nuevo  Reglamen- 
to, procedióse  á  la  elección  de  Presidente,  resultando  que  el  su- 
fragio manifestado  por  papeletas  dio  el  cargo  al  Académico  de 
la  Historia  D.Joaquín  Díaz  de  líscovar. 

En  igual  forma  se  realizó  la  elección  de  Vicepresidente,  de 
Conservador  y  de  Secretario,  resultando  elegidos,  respectiva- 
mente, D.  César  Alvarez  Dumont,  Correspondiente  de  Bellas 
Artes  de  San  Fernando;  D.  Rafael  Murillo  Carrera,  de  la  misma 
Academia,  y  D.  Antonio  (Quintana,  de  la  de  la  Plistoria. 

Los  elegidos  tomaron  posesión  de  sus  cargos  y  dieron  las 
gracias  por  la  honra  que  se  les  dispensaba,  siendo  unánime  el 
beneplácito  de  los  reunidos  por  la  constitución  de  tal  Mesa. 

Acordóse  elevar  copia  del  acta  de  constitución  á  la  Comisión 
mixta  de  las  Academias,  y  se  levantó  la  sesión,  de  que  yo,  el  Se- 
cretario, certifico.  —V.''  B.°:  El  Presidente,  Joaquín  M.  Díaz  de 
Escovar. 

Ei  Secretario, 

Antoxio  Quintana. 


ADQUISICIÜNES  ÜE  LA  ACADEMIA 

durante  el  segundo  semestre  del  año  1918 


REGALOS  DE  IMPRESOS 

DE    SEÑORES    ACADÉMICOS    DE    NÚMRRO 

Bonilla  y  San  Martín  (limo.  Sr.  D.  Adolfo).  «Historia  de  los 
Heterodoxos  españoles».  Segunda  edición,  refundida  por  el 
Dr.  D.  Marcelino  Menéndez  y  Pelayo.  Edición  ordenada  y 
anotada  por  D.  Adolfo  Bonilla.  Tomo  iii  (con  censura  ecle- 
siástica). Madrid,  1918. 
«Ensayos  de  crítica  filosófica»,  por  el  Dr.  D.  Marcelino  Menén- 
dez y  Pelayo.  Edición  ordenada  y  anotada  por  D.  Adolfo 
Bonilla.  Madrid,  1918. 
«Francisco  Suárez  ( 1548-1617).  El  Escolasticismo  tomista  y  el 
Derecho».  Madrid,  1918. 

L.aurencín  (Excmo.  Sr.  Marqués  d.e^.  «Artículos  varios,  escritos 
y  publicados  por  el  Marqués  de  Laurencín,  de  la  Real  Aca- 
demia de  la  Historia».  Volumen  segundo.  Madrid,  1918. 

Pérez  de  Guzmán  y  Gallo  (Excmo.  Sr.  D.  Juan).  «Conferencia 
pronunciada  en  el  Fomento  de  las  Artes,  la  noche  del  9  de 
Marzo,  sobre  el  tema  «Martín  Alonso  Pinzón  y  su  participa- 
pación  en  el  descubrimiento  de  América»,  por  el  Capitán 
de  Infantería  de  Marina  y  Abogado  D.  José  Luis  H.  Pinzón 
y  Ganzinotto».  Madrid,  1918. 

Vega  de  la  Hoz  (Excmo.  Sr.  Barón  de  la).  «Arte  Españob  [Re- 
vista de  la  Sociedad  de  Amigos  del  Arte).  Madrid.  Año  vii. 
Tomo  IV.  Núm.  I.  Primer  trimestre  de  1918. 


ADQUISICIONES    DE    LA    ACADEMIA  553 


ÜE   COKRKSI'ONDIENTKS    NACIONALES 

Aguado  Bleye  (Sr.  D.  Pedro).  «Manual  de  Historia  de  España». 
Tomo  I.  Prehistoria.  Edades  Antigua  y  Media.  Bilbao,  191 8. 

Álvarez-Ossorio  (Sr.  D.  Francisco).  «Vasos  griegos,  etruscos  é 
italo-griegos  que  se  conservan  en  el  Museo  Arqueológico 
Nacional».  Madrid,  IQIO. 

Arco  (Sr.  D.  Ricardo  del).  «El  verdadero  escudo  de  Huesca». 
Huesca,  1918. 

Asúa  y  Campos  (Sr.  D.  Miguel  de).  «La  Torre  de  los  Zarauz. 
Historias  y  leyendas».  Madrid,  191 8. 

Baüer  y  Laudauer  (Sr.  D.  Ignacio).  «Les  dessous  du  Congrés  de 
Vienne  d'aprés  les  documents  originaux  des  Archives  du 
Ministére  Imperial  et  Royal  de  l'Intérieur  a  Vienne».  To- 
mes I  et  ir.  París,  1917. 
«Dos  descripciones  de  la  Alameda»,  recopiladas  por  Ignacio 
Bauer.  Madrid,  19 1 8. 

Campos  y  Munilla  (Sr.  D.  Manuel  de).  «La  Escultura  de  Diana 
Cazadora,  descubierta  en  Itálica  el  año  1900».  SeviUa,  1918. 

Canella  y  Secad  es  (limo.  Sr.  D.  Fermín).  :<De  Covadonga  (Con- 
tribución al  XII  Centenario)».  Madrícl,  19 18. 

Carreras  y  Candí  (Sr.  D.  Francisco).   «Miscelánea  histórica  cata- 
lana». Serie  11.  Barcelona,  1918. 
«Ibers    y   Grechs  (La  llengua  catalana  successora  de  l'antigua 
ibérica)».  Barcelona,  1917. 

Cáscales  Muñoz  (Sr.  D.  José).  «Rasgos  de  nuestra  epopeya  (epi- 
sodios y  personajes)».  Prólogo  del  Excmo.  Sr.  D.José  Or- 
tega Munilla,  Individuo  de  número  de  la  Real  Academia 
Española.  Madrid,  19 18. 

Castro  López  (Sr.  D.  Manuel).  «D.  Joaquín  Gudín.  Su  autobio- 
graiía  con  introducción  y  notas».  Buenos  Aires,  1918. 

Coll  y  Tosté  (Sr.  Dr.  D.  Cayetano).  «Boletín  Histórico  de  Puerto 
Rico».  San  Juan  de  Puerto  Rico.  Año  v.  Núm.  2.  Marzo  y 
Abril  de  1918.  — Núm.  5.  Septiembre  y  Octubre  de  1918. 

TOMO    LXXIV  ,5 


554  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA     HISTORIA 

Cetrina  Ferrer  (Sr.  D.  José).  «El  Colegio  de  Artillería  en  Menor- 
ca. Monografía  histórica».  Mahón,  IO17. 

Fabo  (Rvdo.  P.   Fr.  Pedro),   «Olor  de  Santidad   (datos  para  el 
tomo   II   de   la   biografía    del    P.    Ezequiel    Moreno)».   Ma- 
drid, 1916. 
«Un  sabio  del  siglo  xix».  Aladrid,  1915. 
«Historia    general    de    la    Orden    de   Agustinos    Recoletos». 

Tomo  V.  Aíadrid,  19 1 8. 
«Liberaladas  de  una  revolución».  Pamplona,  19T4. 

Floriano  (Sr.  D.  Antonio  C).  «El  retablo  de  Santiago  de  los  Ca- 
balleros de  Cáceres  y  el  escultor  Alonso  Berruguete».  Cá- 
ceres,  1 91 8. 

Frías  (Rvdo.  P.  Lesmes).  «La  Provincia  de  España  de  la  Compa- 
ñía de' Jesús,  1815-1863.  Reseña  histórica  ilustrada».  Ma- 
drid, 1914. 
«La  Provincia  de  Castilla  de  la  Compañía  de  Jesús  desde  1863 
hasta  1914.  Reseña  histórica  ilustrada».  Bilbao-Deusto,  I9I5' 
«Los  Jesuítas  y  el  motín  de  Esquilache  en  la  Historia  de  Es- 
paña^ por  Rafael  Altamira».  Artículo  publicado  en  Razón  y 
Fe  (I'ebrero  y  Marzo  de  1911),  por  el  P.  Lesmes  Frías,  de 
la  Compañía  de  Jesús.  Madrid,  1911. 

García  Ciprés  (Sr.  D.  Gregorio).  «En  defensa  del  actual  escudo 
de  Huesca».  Huesca,  19 1 8. 

(lómez  Imaz  (Excmo.  Sr.  D.  Manuel).  «Artículos.  Fruslerías  de 
antaño».  vSegunda  serie.  Sevilla,  19 1 8. 

(^udiol  y  Cunill,  Pbre.  (Sr.  D.  Joseph).  «El  Museu  Arqueológich 
Artístich    Episcopal    de    Vich.    Historial    y    organisació». 
.  Vich,  1918. 

Hernández  Sanz  (Sr.  D.  Francisco).  «El  Excmo.  Sr.  D.  Teodoro 
A.  Ladico  y  Font,  hijo  ilustre  de  Menorca».  Notas  biográ- 
ficas escritas  por  encargo  del  Excmo.  Ayuntamiento  de 
Mahón.  Mahón,  19 18. 

Huarte  (Sr.  D.  Amalio).  «Don  Fernando  Pimentel,  Maestrescuela 
de  la  Iglesia  de  Salamanca».  Madrid,  1918. 

Hurtado  (Sr.  D.  Publio).  «Ayuntamiento  y  familias  cacerenses». 
Cáceres,  1918. 


ADQUISICIONES    DE    LA    ACADEMIA  555 

Jusué  (Sr.  D.  Eduardo).  «Tablas  abreviadas  para  la  reduc- 
ción del  Cómputo  árabe  y  del  hebraico  al  cristiano  y  vice- 
versa». Manuscrito  original.  Madrid,  2$  de  Octubre  de 
1918. 

López-Aydillo  (Sr.  D.  Eugenio).  Fernando  III,  poeta  gallego- 
portugués.  «Una  cantiga  desconocida  del  Rey  Santo»,  por 
D.  E.  López-Aydillo  y  D.  S.  Rivera  Manescau.  Vallado- 
lid.  1918. 

López  Peláez,  Arzobispo  de  Tarragona  (Excmo.  .Sr.  D.  Antolín). 
«¿Clericalismo  en  España?».  Tarragona,  1918. 

Naval  (Rvdo.  P.  Francisco).  «Curso  breve  de  Arqueología  y  Be- 
llas Artes».  Obra  de  texto  en  los  Seminarios  y  en  otros 
muchos  Centros  de  enseñanza.  Segunda  edición  corregida 
y  perfeccionada.  Maclrid,  1918. 

Ossuna  y  Van  den  Heede  (Sr.  D.  Manuel  de).  «El  problema  de 
la  Atlántida  y  la  Nación  española».  La  Laguna,  s.  f. 

Pacheco  y  de  Leyva  (Sr.  D.  Enrique).  «El  peligro  turco  en  tiem- 
pos de  Carlos  I».  Madrid,  1918. 

Santa  Teresa,  Carmelita  Descalzo  (Rvdo.  P.  Fr.  Silverio  de). 
«Resumen  histórico  de  la  Restauración  de  los  Carmelitas 
Descalzos  de  España,  18Ó8-1918».  Burgos,  1918. 

Saralegui  y  Medina  (Excmo.  Sr.  D.  Manuel  de).  «Los  monumen- 
tos megalíticos  en  España».  Madrid,  1918. 

Tettamancy  Gastón  (Sr.  D.  Francisco).  «La  Catedral  de  Lugo», 
por  José  Vega  Blanco,  individuo  de  Número  de  la  Real  Aca- 
demia Gallega,  con  un  prólogo  de  Francisco  Tettamancy 
Gastón.  Coruña,  1919. 

Torres  Lanzas  (Sr.  D.  Pedro).  «Centro  oficial  de  Estudios  Ame- 
ricanistas. Archivo  general  de  Indias.  Catálogo-cuadro  ge- 
neral de  la  documentación»,  por  Pedro  Torres  Lanzas,  Jefe 
del  Archivo  de  Indias,  y  Germán  Latorre,  Catedrático  de  la 
Facultad  de  Filosofía  y  Letras  de  la  Universidad  de  Sevilla. 
Sevilla,  1918. 

Vales  y  Failde.  «Carlos  I  no  fué  ingrato  con  Cisneros».  Ma- 
drid, 1918. 

Vergara  y  Martín  (.Sr.  D.  Gabriel  María).  «Noticias  acerca  de  al- 


55^  BOLETÍN    DE    I,A    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

gunos  naturales  de  la   provincia  de  Segovia  que  se  distin- 
guieron en  América».  Madrid,  191 8. 
«Noticias  acerca  de  algunos  naturales  de  la  provincia  de  Gua- 
dalajara  que  se  distinguieron  en  América».   Madrid,  1918. 


DE    CORRESPONDIENTES    EXTRANJEROS 

Fitz-Gerald  (Sr.  John  D.).  «Hispania».  A  Ouarterly  Journal  devo- 
ted  to  the  interests  of  Teachers  of  Spanish,  and  published 
by  The  American  Association  of  Teachers  of  Spanish.  Orga- 
nization  number.  Vol.  i.  November,  1917.  Vol.  i.  Number  2. 
May,  1918.  Number  3  September,  1918. 
«Importance  of  Spanish  to  the  American  Citizen».  By  John 
D.  Fitz-Gerald,  Ph.  D.  New  York,  191 8. 

Gottheil  (Prof.  Richard).  «Fray  Joseph  Díaz  Pimienta,  alias  Abra- 
ham  Díaz  Pimienta  and  the  auto- de- fe  held  at  Seville, 
July  25,  1720».  New  York,  1918. 
^The  Belmont-Belmonte  Family».  Put  together  from  the  Ori- 
ginal Documents  in  the  Archives  and  Libraries  of  Spain, 
Portugal,  Holland,  England  and  Germany  as  well  as  from 
prívate  sources,  by  Richard  J.  H.  Gottheil,  Professor  in  Co- 
lumbia  University.  New  York,  1917. 

Jijón  y  Caamaño  (Sr.  J.)  y  Larrea  (Sr.  Carlos  M.).  Individuos  de 
Número  de  la  Sociedad  Ecuatoriana  de  Estudios  Plistóricos 
Americanos. 
«Un  cementerio  incásico  en  Quito  y  Notas  acerca  de  los  Incas 
en  el  Ecuador».  Quito,  1918. 

Longin  (Mr.  Emile).  «La  Nation  Comptoise».  Besangon,  1918. 

Medina  (Sr.  José  Toribio).  «El  piloto  Juan  F'ernández,  descubri- 
dor de  las  islas  que  llevan  su  nombre,  y  Juan  Jufré,  armador 
de  la  expedición  que  hizo  en  busca  de  otras  en  el  Mar  del 
Sur.  Estudio  Histórico».  Santiago  de  Chile,  1918. 
«El  disfrazado  autor  del  Quijote  impreso  en  Tarragona  fué 
Fray  Alonso  Fernández».  Carta-prólogo  de  D.  Julio  Vicuña. 
Santiago  de  Chile,  1918. 


ADQUISICIONES    DE    LA.    ACADEMIA  5S7 

Monners  Sans  (Sr.  D.  Ricardo).   «La  fiesta  hispanoamericana. — 

Discurso  en  la  Escuela  Argentina  Modelo  (i2  de  Octubre 

de  1918)».  Buenos  Aires,  1918. 
«La   vita    e   un    sogno  de  Arturo   Farinelli».    Buenos   Aires, 

1918. 
Riva  Agüpro   (Sr.  D.  José   de  la).  «Los  comentarios    reales   de 

los    Incas,    por    Garcilaso    de    la    Vega».    Tomo    i.    Lima, 

1918. 
Romero  de  Terreros  y  Vinent,  Marqués  de  San  Francisco  (señor 

D.  Manuel).   «Florecillas  de  San  Felipe   de  Jesús».  México, 

1918. 
«La  Casa  de  Parada».  Madrid,  I9I7- 
«Los  Corregidores  de  México».  Madrid,  1917. 
«Los  Grabadores  en  México  durante  la  época  colonial».  Mé- 
xico, 1917. 
«Arte  Colonial».  Segunda  serie.  México,  1918. 
Saville  (Mr.  Marshall  H.).  «Some  Unpublished  Letters  of  Pedro 

de  La  Gasea  relating  to  the  Conquest   of  Perú».    Worces- 

ter,  1918. 
«The    Guatemala    Earthquake   of   December,    1917,   and   Ja- 

nuary,  1918».  New  York,  1918. 
«A  Letter  of  Pedro  de  Alvarado  relating  to  his  Expedition  to 

Ecuador».  New  York,  19 1 7. 
«The  Glazed  Ware  of  Central  America,  with  Special  Reference 

to  a  Whistling  Jar  from  Honduras>^.  Washington,  1916. 
«Monolithic  axes  and  their  distribution  in  Ancient  America». 

New  York,  19 16. 
«Precolumbian  decoration  of  the  teeth  in  Ecuador».  Lanca»- 

ter,  1913. 
«Funeral  Urns  from  Oaxaca».  New  York,  1904. 
ScheviU   (Sr.    Rudolph).    «The   dramatic   art    of  Lope  de  Vega 

together  with  La  dama  hobai>.  University  of  California  Press. 

Berkeley,  19 18. 
Silva  (Sr.  Dr.  J.  Francisco  V.).   «Guerra  de  España  contra  los 

Estados  Unidos  en  1804.  El  Almirante  Macdonnell».  Texto, 

notas,  estudio,  documentos,  facsímil  y  mapas,  con  Introduc- 


558  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

ción  sobre  Derrotismo  hispánico  y  Sociedad  de  naciones*. 
Madrid,  1918. 
«Reparto  de  América  Española  y  Pan-Hispanismo».  Introduc- 
ción de  D.  Adolfo  Bonilla  y  San  Martín.  Madrid,  1918. 


DEL    GOBIERNO    DE    LA    NACIÓN 

Dirección   General  de  Aduanas.   «Resúmenes  mensuales  de  la 
Estadística  del  Comercio  exterior  de  España».  Núms.  342 
á  344.  Mayo  á  Septiembre  de  los  años  1916  a  1918.  Ma- 
drid, 1918. 
«Memoria  sobre  el  estado  de  la  Renta  de  Aduanas  en  1917». 

Madrid,  1918. 
«Estadística  del  Impuesto  de  transportes  por  mar  y  á  la  en- 
trada y  salida  por  las  fronteras».  Primer  trimestre  de  1918. 
Madrid,  19 1 8. 
^Producción  y  circulación  de   azúcares,  achicoria,   alcohol  y 
cerveza  en  el  primer  trimestre  de  19 1 8».  Madrid,  1918. 

Ministerio  de  la  Gobernación.  Inspecciones  generales  de  Sani- 
dad. «Boletín  mensual  de  Estadística  demográfico-sanita- 
ria».  Meses  de  Diciembre  de  1917  y  Enero  á  Mayo  de 
1918. 

Ministerio  de  Instrucción  Pública  y  Bellas  Artes.  Dirección  Ge- 
neral del  Instituto  Geográfico  y  Estadístico.  «Boletín  de  la 
Estadística  municipal  de  Sevilla».  Año  v.  Núms.  50  y  51. 
24  de  Noviembre  y  24  de  Diciembre  de  1917. — Año  vi. 
Núm.  52.  24  de  Enero  de  1918.  Núms.  54  y  55.  24  de  Marzo 
y  24  de  Abril  de  1918. 
«Anuario  Estadístico  de  España».  Año  iv.  Madrid,  1918. 

•.  «Estadística  del  Reclutamiento  y  Reemplazo  del  Ejército. 
Trienio  de  1915-1917».  Madrid,  1918. 


ADQUISICIONES    DE    LA    ACADEMIA  559 


DEl.    DEPÓSITO     UE    LIBROS     ÜKL     MINISTERIO     DE     INSTRUCCIÓN     pOblICA 
Y    BELLAS    ARTES 

«La  Ilustración  Española  y  Americana».  Madrid.  Año  lxii.  Nú- 
meros 24  á  37.  30  de  Junio  á  8  de  Octubre  de  1918. — Nú- 
meros 39  á  46.  22  de  Octubre  á  I  5  de  Diciembre  de  1918. 

«Revista  de  Archivos,  Bibliotecas  y  Museos».  Madrid.  Tercera 
época.  Año  xxi.  Mayo-Diciembre  de  1917. 


DE    GOBIERNOS    EXTRANJEROS 

Estadística  Municipal  de  la  ciudad  de  Buenos  Aires.  «Boletín». 

Año  XXXII.  Núms.  3-8.  Marzo-Agosto  de  19 1 8. 
Ministerio  de  Industrias  de  la  República  Oriental  del  Uruguay 

(Montevideo).  «Revista».  Año  vi.  Núms.  38-40.  Mayo-Sep- 
tiembre de  1918. 
Ministerio  de  Relaciones  Exteriores  de  la  República  Oriental  del 

Uruguay    (Montevideo).    «Boletín».   Año  vi.   Núms.    6-10. 

Julio-Octubre  de  1 91 8.  Montevideo,  1918. 
Secretaria  de  Instrucción  Pública  y  Bellas  Artes  de  la  República 

de  Cuba.  «Revista  de  Instrucción  Pública».  Habana.  Año  i. 

Vol.  I.  Núm.  3.  Mayo-Junio  de  1918. 


DE    ACADEMIAS    Y     CORPORACIONES    NACIONALES 

Abadía  de  Montserrat.  Barcelona.   «Analecta  Montserratensia». 

Vol.  I.  Any  1917. 
Asociación    de   Arquitectos  de   Cataluña.   Barcelona.   «Anuario 

para  mcmxvi:i».  Barcelona,  191 8. 
Asociación  Española  de  Coleccionistas.  Madrid.  «Coleccionismo». 

Año  VI.  Núms.  70-71.  Octubre-Noviembre  de  1918. 
Asociación  Española  de  Socorros  Mutuos  de  Rosario  de  Santa 


560  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA     HISTORIA 

Fe  (República  Argentina).  ,<a8o8.  Dos  de  Mayo.  1918». 
Rosario  de  Santa  Fe,  1918.  Remitido  por  conducto  del 
Sr.  D.  Juan  P.  Criado  y  Domínguez. 

Asociación  de  la  Librería  de  España.  Madrid.  «Bibliografía  Es- 
pañola». Repertorio  quincenal  de  la  producción  del  libro. 
Año  XVIII.  Núm  3.  I.°  de  Febrero  de  1918.  Núms.  18-20. 
16  de  Septiembre  y  16  de  Octubre  de  1918. 

Ateneo  Científico,  Literario  y  Artístico  de  Mahón.  «Revista  de 
Menorca».  Año  xxii.  Quinta  época.  Tomo  xiii.  Cuader- 
nos vi-ix.  Junio-Noviembre  de  19 1 8. 

Ateno  de  Tortosa.  «La  Zuda».  Boletín  del  Ateneo.  Año  vi.  Nú- 
meros 64-69.  Junio-Noviembre  de  1918. 

Beneficencia  Provincial  de  Madrid.  «Semblanzas  y  recuerdos  de 
los  médicos  más  prestigiosos  del  Cuerpo  facultativo  de  la 
Beneficencia  provincial  de  Madrid  fallecidob  durante  estos 
últimos  cincuenta  años,  por  el  Dr.  Simón  Hergueta  y  Mar- 
tín, y  publicadas  á  expensas  de  la  Excma.  Diputación  Pro- 
vincial de  Madrid».  Madrid,  1918. 

Biblioteca  de  Catalunya.  Barcelona.  «Butlletí».  Any  iv.  Núm.  7. 
Gener-Desembre,  1917- 
«Principáis  adquisicions  de  la  Biblioteca  de  Catalunya  durant 
l'any  1917».  Barcelona,  1918. 

Cámara  de  Comercio  de  la  provincia  de  Madrid.  «Boletín  oficial». 
Año  XI.  Núm.  6.  Junio  de  1918.  Núms.  9-IO.  Septiembre- 
Octubre  de  19 1 8. 
«Memoria  de  los  trabajos  de  la  Cámara  correspondientes  al 
año  1917,  enviada  á  la  Dirección  de  Comercio  en  cumpli- 
miento de  las  disposiciones  vigentes».  Madrid,  1918. 

Casa  Profesa  de  los  RR.  PP.  Jesuítas  en  Madrid.  «El  Gerundense 
y  la  España  primitiva.  Discursos  leídos  ante  la  Real  Acade- 
mia déla  Historia,  en  la  recepción  pública  del  Rvdo.  P.  Fidel 
Fita  y  Colomé,  de  la  Compañía  de  Jesús,  el  día  6  de  Julio 
de  1879».  Madrid,  1879. 
«Escalera  de  virtudes  para  subir  á  la  perfección.  Tratado  es- 
piritual compuesto  por  San  Alonso  Rodríguez,  de  la  Com- 
pañía de  Jesús».  Madrid,  I9I7- 


ADQUISICIONES    DE    LA    ACADEMIA  561 

Centre  Excursionista  de  Catalunya.  Barcelona.  «Butlletí».  Any 
xxviii.  Núms.  278-280.  Marg-Maig  de  1918. 

Centro  de  Estudios  Americanistas  de  Sevilla.  «Boletín».  Año  v. 
Núms.  19-20.  (Octubre-Noviembre  de  19 1 8. 

Círculo  de  Bellas  Artes  y  Ateneo  de  Bilbao.  «Idearium>'.  Año  lu. 
Núms.  13-15.  Junio-Agosto  de  1918. 

Colegio  de  Abogados  de  Madrid.  «Boletín».  Año  11.  Núm.  14. 
Octubre  de  1918. 

Comisaría  Regia  del  Turismo.  Madrid.  «Cervantes  en  Valladolid», 
por  D.  Narciso  Alonso  Cortés.  Valladolid,  1918. 

Comisión  de  Monumentos  Históricos  y  Artísticos  de  Navarra. 
Pamplona.  «Boletín».  Segunds  época.  Tomo  ix.  Núm.  34-35- 
Segundo  y  tercer  trimestre  de  1918. 

Comisión  de  Monumentos  de  Vizcaya.  Bilbao.  «Boletín».  Año  vii. 
Tomo  VII.  Bilbao,  1918. 

Compañía  General  de  Tabacos  de  Filipinas.  «Colección  general 
de  documentos  relativos  á  las  Islas  Filipinas  existentes  en 
el  Archivo  de  Indias  de  Sevilla  (1493-15 18)».  Tomo  i.  Bar- 
celona, 1918. 

Congreso  de  Estudios  Vascos.  Oñate.   «Publicación  del  Comité 
Ejecutivo».  Bilbao,  1918. 
«Congreso  de  Estudios  Vascos.  Oñate,  1918».  Bilbao,   1918. 

Escuela  de  Comercio  de  Colunga.  «Memoria  y  cuentas  rela- 
tivas al  año  de  1917,  aprobada  por  la  Junta  de  Patronato 
en  sesión  celebrada  el  día  16  de  Marzo  de  1918».  Ovie- 
do, 1918. 

Escuela  Especial  de  Ingenieros  de  Caminos,  Canales  y  Puertos. 
«Anuario.  Curso  de  1916-1917».  Madrid,  1918. 

Estado  Mayor  Central  del  Ejército.  Madrid.  «La  guerra  y  su 
preparación».  Año  iri.  Núms.  6-1 1.  Junio-Noviembre  1918. 

Federación  española  de  productores,  comerciantes  y  amigos  del 
libro.  «Bibliografia  Española».  Repertorio  quincenal  de  la 
producción  del  libro.  Madrid.  Año  xviii.  Núms.  23-24.  No- 
viembre-Diciembre de  1918. 

Fiscalía  del  Tribunal  Supremo.  Madrid.  «Memoria  elevada  al  Go- 
bierno de  S.  M.  en  la  solemne  apertura  de  los  Tribunales 


562  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

el  día  ló  de  Septiembre  de  1918  por  el  Fiscal  del  Tribunal 
Supremo  Víctor  Covián  y  Junco».  Madrid,  1918. 
Institución  Libre  de   Enseñanza.  Madrid.   «Boletín».  Año  xlii. 

Núms.  699-704.  Junio-Noviembre  de  1918. 
Instituto  General  y  Técnico  de  Valencia.  «La  patria  del  Beato 
Juan  de  Avila»,  por  Anselmo  Arenas  López.  Valencia,  1918. 
Instituto  Geológico  de  España.  Madrid.  «Memorias  del  Instituto 
Geológico   de   España.    Criaderos   de    hierro   de    España». 
Tomo  III  (Criaderos  de  Guadalajara  y  Teruel).  Madrid,  1918. 
Junta  para  ampliación  de  estudios  é  investigaciones  científicas. 
Centro  de  Estudios  Históricos.  Madrid.  «Revista  de  Filolo- 
gía Española».  Tonio  v.  Cuadernos  ii-iu.  Mayo-Septiembre 
de  1918. 

«El  Obispo  de  Orense  en  la  Regencia  del  año  1810  (Plantea- 
miento de  los  problemas  fundamentales  de  la  vida  constitu- 
cionaldeEspaña)»,  por EugenioLópez-Aydillo. Madrid,  1918. 

«Escuela  Española  en  Roma.  Relaciones  vaticanas  de  Hacienda 
española  del  siglo  xvi»,  por  Enrique  Pacheco  y  de  Ley  va. 
Madrid,  1918. 

«Memoria  correspondiente  á  los  años  Í916  y  1917».  Ma- 
drid, 1918. 

«Don  Fernando  de  las  Infantas,  Teólogo  y  Músico»,  por  Ra- 
fael Mitjana.  Madrid,  1918. 

«Memoria  correspondiente  á  los  años  igi6  y  1917».  Ma- 
drid, 1918. 

«Crónica  de  Alfonso  III»,  por  el  Rvdo.  P.  Zacarías  García  Vi- 
llada,  S.  J.  Madrid,  1918. 
Junta  Directiva  del  Fomento  del  Trabajo  Nacional.  Barcelona. 
«Memoria  que  su  Junta  Directiva  ha  elevado  al  Gobierno 
de  S.  M.  sobre  los  problemas  económicos  que  demandan 
una  solución  urgente».  Barcelona,  1918. 
Junta  Superior  de  Excavaciones  y  Antigüedades.  Madrid.  Exca- 
vaciones en  la  Cueva  y  Collado  de  los  Jardines  (Santa  Elena, 
Jaén).  Memoria  de  los  trabajos  realizados  en  la  campaña 
de  191 7,  redactada  por  los  Delegados-Directores  D.  Ignacio 
Calvo  y  D.Juan  Cabré».  Madrid,  1918. 


ADQUISICIONES    DE    LA    ACADEMIA  563 

«Excavaciones  en  Bílbilis  (Cerro  de  Bambola,  Calatayud)». 
Memoria  de  las  exploraciones  y  excavaciones  praciicadas 
en  el  año  de  1917  por  el  Delegado-Director  D.  Narciso  Sen- 
tenach  y  Cabanas.  Madrid,  1918. 
«Excavaciones  de  extramuros  de  la  Ciudad  de  Cádiz».  Memo- 
ria acerca  de  los  resultados  obtenidos  en  1 91 7,  redactada 
por  el  Delegado-Director  D.  Pelayo  Quintero  Atauri.  Ma- 
drid, 1918. 

Liga  Marítima  Española.   Madrid.   «Boletín  oficial».  Año  xviu. 
Núms.  109-110.  Julio-Octubre  de  1918. 
«Vida  Marítima».  Órgano  de  propaganda  de  la  Liga  Marítima 
Española.  Madrid.  Año  xvii.  Núms.  594-61 1.  Junio-Diciem- 
bre de  1918. 

Monte  de  Piedad  y  Caja  de  Ahorros  de  Madrid.  «Memoria 
y  cuenta  general  correspondiente  al  año  1917».  Madrid,  1918. 

Museo-Laboratorio  Jurídico  de  la  L^niversidad  de  Madrid.  «Re- 
vista de  Ciencias  Jurídicas  y  Sociales».  Año  i.  Núms.  I -3. 
Madrid,  1918. 

Observatorio  del  Ebro.  Tortosa.  «Ibérica».  Año  v.  Núms.  234- 
250.  Junio-Noviembre  de  1918. — Núms.  252-256.  Noviem- 
bre-Diciembre de  1918. 

Oficina  Regionalista.  Madrid.  «Elementos  para  el  estudio  del  pro- 
blema de  Cataluña.  Soluciones  autonomistas  y  federaléis- 
tas».  Noviembre  de  19 1 8. 

Real  Academia  de  Bellas  Artes  de  San   Fernando.    «Boletín». 
Tercera  época.  Núms.  45-46.  Marzo-Junio  de  1918. 
«Discursos  leídos  en  la  recepción  pública  del  Excmo.  Sr.  D.  Pe- 
dro  Poggio  y  Alvarez   el   día   9  de  Junio  de   19 1 8».  Ma- 
drid, 1918. 

Real  Academia  de  Ciencias  Exactas,  Físicas  y  Naturales.  «Revis- 
ta». Tomo  XV.  Núms.  10-12.  Abril-Junio  de  1917.  Tomo  xvi. 
Núms.  1-6.  Julio-Diciembre  de  1917. 
«Discurso  leído  por  el  Sr.  D.  Obdulio  Fernández  y  Rodríguez 
en  su  recepción  pública  y  contestación  del  Excmo.  Sr.  Don  ' 
José  Rodríguez  Carracido  el  día  29  de  Junio  de  1918».  Ma- 
drid, 1918. 


564  BOr.ETÍN    DE     LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Real  Academia  de  Ciencias  Morales  y  Políticas.  «El  uso,  los  usos 
sociales  y  los  usos  convencionales  en  el  Código  civil  espa- 
ñol. Discurso  leído  por  el  Sr.  D.  Felipe  Clemente  de  Diego 
en  el  acto  de  su  recepción  el  día  13  de  Octubre  de  1918 
y  contestación  del  Excmo.  Sr.  D.  Ángel  Salcedo  y  Ruiz». 
Madrid,  1918. 
«La  Etica  de  Aristóteles  traducida  del  griego  y  analizada  por 

Pedro  Simón  Abril».  Madrid,  1918. 
«Ensayo  de  Exposición  histórico-crítica  de  las  más  importan- 
tes doctrinas  sociales  y  del  intervencionismo  del  Estado  con 
aplicación  á  España.  Discurso  leído  por  el  Excmo.  Sr.  don 
Fermín  Calbetón  en  el  acto  de  su  recepción  el  día  24  de 
Noviembre  de  1918  y  contestación  del  Excmo.  Sr.  D.  Amos 
Salvador».  Madrid,  1918. 

Real  Academia  Española.  «Boletín».  Tomo  v.  Cuadernos  xxiu- 
xxiv.  Junio-Octubre  de  1918. 
«Discursos  leídos  en  el  acto  de  su  recepción  pública  por  el  Ex- 
celentísimo Sr.  D.  Juan  Armada  y  Losada,  Marqués  de  F^i- 
gueroa  y  el  Excmo.  Sr.  D.  Antonio  Maura  y  Montaner  el 
día  20  de  Octubre  de  1918».  Madrid,  1918. 

Real  Academia  Gallega.  Coruña.  «Boletín».  Año  xiu.  Núme- 
ros 126-127.  Septiembre-Noviembre  de  1918. 

Real  Academia  Hispano-Americana  de  Ciencias  y  Artes.  «Pro- 
grama de  la  Fiesta  del  Día  de  la  Raza».  12  de  Octubre 
de  1 91 8.  Madrid. 

Real  Academia  de  Jurisprudencia  y  Legislación.  «Memoria  refe- 
rente al  Instituto  Libre  de  Enseñanza  en  las  Carreras  Diplo- 
mática y  Consular  y  Centro  de  Estudios  Marroquíes  en 
1917  á  191 8,  leída  por  el  Secretario  D.  Adolfo  Pons  y  Um- 
bert,  en  la  inauguración  del  curso  1918  á  1919,  celebrada 
el  día  9  de  Noviembre  de  1918».  Madrid,  1918. 
«Resumen  crítico  del  curso  de  1917  á  1918,  por  el  Secretario 
general  D.  Adolfo  Pons  y  Umbert».  Madrid,  1918. 

Real    Academia    Nacional    de    Medicina,    Madrid.     «Anales». 
Tomo  xxxviii.  Cuadernos  11  y  111.  30  de  Junio  de  1818. 
«Discursos  leídos  para  la  recepción    pública   del  Académico 


ADQUISICIONES    DE    I.A    ACADEMIA  „  565 

electo   Sr.   D.   Antonio   García   Tapia   el  día    30  de  Junio 
de  1918».  Madrid,  1918. 
«Profilaxis  de  las  enfermedades  orico-valvulares  del  corazón. 
Discurso  leído  por  el  Excmo.  Sr.  D.  Antonio  Simonena  y 
Zabalegui  en  el  acto  de  su  recepción  y  contestación  del  Fíx- 
celentísimo    Sr.     D.    Amalio    Gimeno    y    Cabanas».     Ma- 
drid, 19 1 8. 
«Discursos  leídos  para    la  recepción  pública  del  Académico 
electo  Dr.  D.  Francisco  Murillo  el  día  14  de  Julio  de  1918. 
Madrid,  1918. 
«Discursos  leídos  en  la  recepción  pública  del  Académico  elec- 
to Excmo.  Sr.  D.  José   Casares  Gil  el  día  l.°  de  Diciembre 
de  1918».  Madrid,  1918. 
«Discursos  leídos  en  la  recepción  pública  del  Académico  elec- 
to Dr.  D.  José  Goyanes   Capdevila  el  día  8  de  Diciembre 
de  1918».  Madrid,  1918. 

Real  Academia  Sevillana  de  Buenas  Letras.  Sevilla.  «Boletín». 
Año  II.  Tomo  11.  Cuadernos  vi-vir.  Junio-Septiembre  de 
1918. 

Reales  Academias  de  Buenas  Letras  y  de  Bellas  Artes  de  Sevi- 
lla. «Homenaje  rendido  á  la  memoria  del  Excmo.  Sr.  don 
José  Gestoso  y  Pérez».  Discurso  necrológico  por  el  Exce- 
lentísimo Sr.  Dr.  D.  Adolfo  Rodríguez  Jurado.  Sevilla,  1918. 

Real  Ateneo  de  Vitoria.  «Ateneo».  Revista  mensual.  Año  vi. 
Núms.  58-62.  Julio-Noviembre  de  1918. 

Real  Sociedad  Arqueológica  Tarraconense.  «Boletín  Arqueoló- 
gico». Época  II.  Núm.  19.  Abril-Junio  de  1918. 

Real  Sociedad  Geográfica.  ALidrid.  «Boletín».  Tomo  lx.  Tercer 
trimestre  de  1918. 
«Revista  de  Geografía  colonial  y  mercantil».  (Órgano  oficial 
de  la  Sección  Colonial  del  Ministerio  de  Estado.)  Núme- 
ros 8-1 1.  Agosto-Noviembre  de  1918. 
<E1  correo  en  los  trenes  rápidos».  Conferencia  leída  en  sesión 
pública  de  la  Real  Sociedad  Geográfica,  el  día  16  de  Di- 
ciembre de  1918,  por  Eduardo  Moreno  Rodríguez.  Ma- 
drid, 1918. 


566  BOLETÍN    DE    LA     REAL    ACADEMIA    DE    LA     HISTORIA 

Sociedad  Castellana  de  Excursiones.  Valladolid.  «Boletín». 
Año  xvi.  Núms.  185-199.  Mayo-Octubre  de  1918. 

Sociedad  Española  de  Salvamento  de  Náufragos.  Madrid.  «Bole- 
tín». Año  XL.  Núm.  351.  Abril,  Mayo  y  Junio  de  1918. 

Sociedad  Peñalara.  Madrid.  «Peñalara*.  Revista  de  Alpinismo, 
Año  V.  Núm.  57-  Septiembre  de  1918. 

Societat  Arqueológica  Juliana.  Palma.  «Bolletí».  Any  xxxiv. 
Tomo  XVII.  Núms.  453-457- Juliol-Novembre  de  1918. 

Tribunal  Supremo  de  Justicia.  Madrid.  «Discurso  leído  por  el 
Excmo.  Sr.  D.  José  Ciudad  Aurioles,  Presidente  del  Tribu- 
nal Supremo,  en  la  solemne  apertura  de  los  Tribunales,  ce- 
lebrada el  16  de  Septiembre  de  1918.  Madrid,  1918. 

Universidad  Literaria  de  Salamanca.  «Memoria  sobre  el  estado 
de  la  instrucción  en  esta  Universidad  y  Establecimientos  de 
enseñanza  de  su  distrito,  correspondiente  al  curso  Acadé- 
mico de  1916  á  191 7  y  Anuario  para  el  de  1917  á  1918» 
Salamanca,  1918. 
«Discurso  leído  en  la  solemne  apertura  del  curso  Académico 
de  1918-á  1919,  por  el  Dr.  D.José  Giral  y  Pereira,  Cátedra, 
tico  de  Química  orgánica».  Salamanca,  1918. 

Universidad  Literaria  de  Sevilla.  «El  nuevo  Código  Canónico  y 
sus  principales  novedades  y  reformas  en  materia  de  perso- 
nas y  matrimonio».  Discurso  leído  en  la  solemne  apertura 
del  curso  de  1 91 8  á  1 9 19,  por  el  Dr.  D.  José  M.  Campos  y 
Pulido.  Sevilla,  1918. 

Universidad  de  Oviedo.  «Discurso  leído  en  la  solemne  apertura 
del  curso  Académico  de  1918-19,  por  el  Dr.  D.  Isaac  Gal- 
cerán  Cifaentes,  Catedrático  numerario  de  la  Facultad  de 
Derecho».  Oviedo,  1918. 

Universidad  de  Valladolid.  «Anales  Universitarios:  Historia  de 
la  Universidad  de  Valladolid,  transcrita  del  Libro  de  Bece- 
rro, que  compuso  el  Rvdo.  P.  P'ray  Vicente  Velázquez  de 
Figueroa...»  Valladolid,  1916. 
«Discurso  leído  en  la  solemne  inauguración  del  curso  Acadé- 
de  1918  á  1919,  por  el  Dr.  D.  César  Mantilla  Ortiz».  Va- 
lladolid, 1918. 


ADQUISICIONES    DE    LA    ACADEMIA  567 


DE    ACADEMIAS    Y    CORPORACIONES    EX'rRANJEl{AS 

Academia  de  la  Historia  de  Cartagena  de  Indias.  Colombia.  «Bo- 
letín Historial».  Año  iv.  Núms.  34-36.  Abril  de  1918. 

Academia  de  Legislación  y  Jurisprudencia  de  Nicaragua.  «El 
Foro  Nicaragüense».  Managua.  Tomo  i.  Núms.  4-8.  Abril- 
Agosto  de  19 1 8. 

Académie  des  Inscriptions  et  Belles  Lettres.  Paris.  «Comptes 
Rendus  des  séances  de  l'année  1917».  BuUetin  de  Novem- 
bre-Décembre  de  1917.  BuUetin  de  Janvier-Février  de  1918. 

Académie  des  Sciences.  Paris.  «Comptes  Rendus  hebdomadaires 
par  MJM.  les  Secrétaires  perpetuéis».  Tome  167.  N°  2.  Juil- 
let  de  19 18.  N"  20.  Novembre  de  19 18. 

Académie  des  Sciences  de  Russie.  Petrograd.  «BuUetin».  vi"  se- 
rie. N"^  4-6.  Mars-Avril  de  1919.  N°  8.  r''  Mai  de  1918. 

American  Catholic  Historical  Society  of  Philadelphia.  «Records>. 
Vol.  XXIX.  N'^*^  2-3.  June-September  de  1918. 

American  Historical  Association.  Washington.  «Annual  Report 
of  the  American  Historical  Association  for  the  year  1914. 
(Vols.  i-ii.)  The  year  1915»-  Washington,  1916-1917. 

American  Philosophical  Society.  Philadelphia.  «Proceedings>  . 
Vol.  Lvii.  N^'«  2-5.  19 1 8. 

Archivo  general  Administrativo  de  la  República  Oriental  del 
Uruguay.  Montevideo.  «Revista  del  Archivo.».  Vol.  vii. 
Montevideo,  1918. 

Archivo  y  Museo  Histórico  Nacional.  Montevideo.  «Revista  His- 
tórica». Montevideo.  Tomo  ix.  Núm.  25.  Año  1918. 

Archivo  Nacional.  Habana.  «Boletín».  Publicación  bimestral. 
Año  XVII.  Núm.  i.  Enero-Febrero  de  19 18. 

Asociación  Patriótica  Argentina.  Barcelona.  «La  Argentina». 
Año  II.  Núm.  15.  Septiembre  de  191 8. 

Ateneo  Hispanoamericano.  Buenos  Aires.  «Revista».  Publicación 
bimestral.  Año  i.  Núms.  I -2.  Abril-Juho  de  19 18. 

Biblioteca  da  Academia  das  Sciéncias  de  Lisboa.   «Depois  do 


568  BOIETÍX    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Terremoto.  Subsidios  para  a  Historia  dos  Bairros  Ociden- 
tais  de  Lisboa».  Vol.  i.  Por  G.  de  Matos  Sequeira.  Lis- 
boa, 1916. 

«Subsidios  para  o  estudo  das  RelagOes  exteriores  de  Portugal 
em  seguida  a  Restauragao  ( 1 640- 1649)»,  por  Carlos  Roma 
du  Bocage.  Vol.  i.  Lisboa,  1916. 

«Jornal  de  Sciéncias  Matemáticas,  Fisicas  e  Naturais».  Tercei- 
ra  serie.  Tomo  i.  N°  2.  Abril  de  19 17. 

«Boletim  da  segunda  classe.  Actas  e  pareceres,  estudos,  docu- 
mentos e  noticias».  Vol.  xi.  Fascículo  n°  i.  Novembro  a 
Margo  de  1917.  Coimbra. 

«Arsenicais  e  Sífilis.  Crítica  do  tratamento  abortivo»,  por 
Thomaz  de  Mello  Breyner.  Lisboa,  1918. 

«As  superstigoes  e  p  crime.  Memoria  presentada  á  Academia 
das  Sciéncias  de  Lisboa  pelo  seu  socio  Correspondente  Vis- 
conde  de  Carnaxide».  Lisboa,  1918. 

«Privilegios  de  estrangeiros  em  Portugal  (ingleses,  franceses, 
alemáes,  flamengos  e  italianos)»,  por  Vitor  Ribeiro.  Coim- 
bra, 1917. 

«Registos  conventuais  de  Lisboa.  Obituario  da  Igreja  e  Casa 
Professa  de  Sao  Roque  da  Companhia  de  Jesús  desde  1555 
até  1704»,  por  Víctor  Ribeiro.  Lisboa,  1916. 

«Historia  e  Memorias  da  Academia  das  Sciéncias  de  Lisboa». 

Nova  serie.  Segunda  classe  (Sciéncias  Moráis  e  Políticas  e 

Belas  Letras).  Tomo  xir,  parte  11  (1910-1915)-  Lisboa,  1918. 

Biblioteca  Municipal  de  Guayaquil.  «Boletín».  Tomo  iii.  Núm.  69. 

Diciembre  de  1917.— Núms.  70-74.  Enero-Julio  de  1918. 

«Relación  histórica  del  Homenaje  de  Guayaquil  á  los  proceres 
de  su  independencia».  Guayaquil,  1918. 
Biblioteca  Nacional  de  Honduras.  Tegucigalpa.  «Fábulas»,  por 
Luis  Andrés  Zúñiga.  Tegucigalpa,  1 918. 

«Lecturas  militares.  1918».  Tegucigalpa,  1918. 

«Reglamento  parala  Lotería  Nacional  de  Beneficencia».  Tegu- 
cigalpa, 1918. 

«Boletín  de  la  Secretaría  de  Fomento,  Obras  públicas  y  Agri- 
cultura». Tomo  viT.  Núms.  5-6.  Mayo-Junio  de  1918. 


ADQUISICIONES    DE    LA    ACADEMIA  5^9 

«1.a  enseñan/:a  primaria).  Tegucigalpa.  Año  vi.  Núm.  40.   1 5 

de  Septiembre  de  19 1 8. 
liil)li()teca  Nacional  do  Rio  de  Janeiro.  «Boletim  Bibliographico». 

Anno  1.  N"^  1-2.  Janeiro-Junho  de  1918. 
Biblioteca  Naxionale  Céntrale  di  Firenze.  «l^ollcttino  delle  Pubbli- 

cazioni    italiane  ricevute  per  diritto  di    Stampa».  N"'^  207- 

208.  Maggio-Agosto  de  1918. 
«índice  alfabético  delle  opere.  Anno  1917». 
Bibliotheca   Philologica   Batava.   Lugduni-Batavorum.    «Mnemo- 

syne».  Nova  series A^olumen  quadragesimum  sextum.Pars  i\'. 
Centro  de  lístudios  Históricos.  Mani/ales  (República  de  Colom- 
bia).   «Archivo    Historial».    Año    i.    Núm.    2.    Septiembre 

de  1918. 
Dropsie  CoUege  for  Hebrew  and  cognate  Learning  in  the  city  of 

Philadelphia.   «The  Jewish  Ouarterly  Review».  New  series. 

Vol.  IX.  N°"  1-2.  July-October,  1918. 
Estado  Mayor  del  Ejército  de  Colombia.  «Memorial  del  Estado 

Mayor».  Bogotá.  Año  \iii.  Núm.  74.  Agosto  de  1918. 
Facultad  de   F'ilosofía  y  Letras  de   la    Universidad  de  Buenos 

Aires.   «Los  manuscritos  del  Diario  de  Schmidel».   Breves 

apuntes  por  el  Doctor  Roberto  Lehmann.  Nitsche.  Buenos 

Aires,  1918. 
Faculté  des  Lettres  de  Bordeaux  et  des  Universités  du  Midi, 

« Bulletin    Hispanique » .    Bordeaux.    xl   année.    Tome   xx. 

N°«  2-4.  Abril-Décerabre,  1918. 
«Revue  des  Etudes  Anciennes».   Bordeaux.  Tome  xx.  N""  3. 

Juillet-Septembre,  1918. 
Hispanic  American  Historical  Review.  r>altimore,  Md.,  U.  S.  A. 

«The  Hispanic  American  Historical  Review».  Vol.  i.   N°  i. 

February,  19 18. 
Instituto    Smithsoniano   de   Washington.    «Recent    Discoveries 

Attribued  to  Early  Man  in  America»,  by  Dr.  ALs  Hrdlicka. 

Washington,  1918.  "* 
«Tetón   Sioux  music»,  by  Francés    Densmore.    Washington, 

1918. 
«Report  on  the  progress  and  condition  of  the  United  States 

TOMO    LXXIV  37 


57°  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

National  Aíuseum  for  the  year  ending  June  30,  1917».  Was- 
hington, 1918. 
Koninklijke  Bibliotheek  (Bibliotheque  Royale  des  Pays-Bas  a  la 

Haye).  «Verslag»,  19 17. 
Musen   Etnológico   Portugués.    Lisboa.    «O    Archeologo   Portu- 
gués. Vol.  XXII.  N^'  I-12.  Janeiro-Decembro,  1917. 
R.  Accademia  della  Crusca  per  la  Lingua  d'Italia.  Firenze.  «Atti. 

Anno  accademico  1916-1917».  Firenze,  1918. 
Reale  Deputazione  di  Storia  Patria.  Parma.   «Archivio   Storico 
per   le   Province    Parmensi».    Nuova   series.  Volume   x.vii. 
Anno  1917. 
Reale   Deputazione  Véneta   di   Storia  Patria.  Venezia.    «Nuovo 
Archivio  Véneto».    Periódico   storico   trimestrale   N°    108. 
Ottobre-Dicembre,    I917.  —  N°''    109- 1 10.    Gennaio-Giug- 
no,  1918. 
Renascenga  Portuguesa.  Porto.  «A  Aguia».  Revista' mensual  de 
literatura,  arte,  sciéncia,  filosofía  e  crítica  social.  N""*  77-78. 
Maio-Junho,  19 1 8. 
Royal    Canadian    Institute.    Toronto.    «Transactions».   Vol.    xi. 

Part.  II.  N°  26.  November,  1917. 

Sociedad  de  Arquitectos  de  Montevideo.  «Arquitectura».  Órgano 

oficial  de  la  Sociedad.  Año  iv.  Núm,  25-  Marzo- Abril,  1918. 

Sociedad   Económica   de   Amigos   del   País.    Habana.    «Revista 

Bimestre  Cubana».  Vol.  xiii.  Núm.  3.  Mayo-Junio  de  1918. 

Sociedad  Ecuatoriana  de  Estudios  Históricos  Americanos.  Quito. 

«Boletín».  Año  i.  Núm.  I.  Junio  de  1918. 
Sociedad  Geográfica  de  Lima.  «Boletín».  Tomo  xxxiii.  Trimes- 
tre tercero.  P'ima,  1918. 
'-Plano  de  la  ciudad  del  Cusco». 
«Plano  del  río  Huallaga». 
«Plano  del  río  Tambopata>^. 
«Plano  del  río  Pastaza». 
«Plano  del  río  Manu». 

-'Mapa  histórico  y  geográfico  de  Paucartambo». 
«Corte  geológico  de  Casma  y  Chacas». 
«Plano  de  la  región  oriental  del  Perú». 


ADQUISICIONES    DE    LA    ACADEMIA  571 

«Corte -geológico  de  las  inmediaciones  de  Morococha». 
«Plano  de  los  ríos  Ñapo  y  Puluniayo. 
«Alapa  de  la  navegación  del  Alto  Marañón». 
«Plano  del  río  Amazonas  Peruano». 
«Croquis  del  Alto  Ucayali  y  Bajo  Urubamba». 
Sociedad  Geográfica  Sucre.  «Boletín».  Revista  mensual  de  His- 
toria, Geografía  y  Estadística.  Tomo  xviii.  Núms.    193-205. 

Primer  y  tercer  trimestre  de  1918. 
Sociedad    Jurídico-Literaria.    Quito.    «Revista».    Nueva    serie. 

Tomo  XX.  Núms.  56-61.  Enero-Junio  de  1918. 
Societá  di  Storia,  Arte,  Archeologia  per  la  provincia  di  Alessan- 

dria.   «Rivista».  Anno  xxvii.   Fases. v-viir.  Gennaio-Settem- 

bre  de  T918. 
Societá  di  Storia  Patria.  Napoli.  «Archivio  Storico  per  la  provin- 

ce  Napoletane».  Nuova  serie.  Anno  iii.  Fase,  iii-iv.  20  Ma- 

ggio,  1918. 
Societá  Storica  Lombarda.  Milano.  «Archivio  Storico  Lombar- 
do». Serie  quinta.  Anno  xuv.  Fase,  iii-iv,  1917.  Anno  xl\". 

Fases,  i-ii.  Agosto  191 8. 
Société  des  Antiquaires  de  l'Ouest.  Poitiers.  «Bulletin».  Troisie- 

me   et   quatriieme  trimestres  de    1917.    Premier  trimestre 

de  1918. 
Société  Asiatique.  Paris.  «Journal  Asiatique».  Recueil  de  Mémoi- 

res  et  de  notices  relatifs  aux  études  orientales.  Onziéme  se- 
rie. Tome  XI.  N°  2.  Mars-Avril  de   1918. 
Société  Historique  Algérienne.  Alger.    «Revue  Atricaine».   Cin- 

quante    neuvieme    année.    N°     295.    Deuxieme    trimestre 

de  1918. 
Société  des  Langues  Romanes.  Montpellier.  «Revue  des  Langues 

Romanes».  Tomes  lx.  vi*'  serie.  Tome  x.  N"*  i-iii.  Janvier-Jui- 

llet  1918. 
Société  Nationale  des  Antiquaires  de  P>ance.  Paris,  «Bulletin». 

Primer  trimestre  de  1917. 
Société   Suisse    d'Héraldique.    Zurich.    «xArchives    Héraldiques 

Suisses».  N°^  3-4,  1917.  N°  i,  1918. 
The  Historical  Society  of  Pennsylvania.  Philadelphia.  «The  Penn- 


572  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

sylvania  Magazine  of  History  and  Biography».  Published 
Ouarterly.  Vol.  xui.  N"'-*  165-166.  January-April  du  1918. 

Trustees  ofthe  Public.  Library  of  the  City  of  Boston.  «Sixty- 
sixth  annual  Report  1917-1918».  Boston,  1918. 

Unión  Panamericana.  Washington.  «Boletín».  Unión  internacio- 
nal de  las  Repúblicas  americanas.  Volumen  xlvii.  Núme- 
ro  1.  julio,  1918. 

Universidad  Mayor  de  San  Marcos.  Lima.  Perú.  «Revista  Uni- 
versitaria». Año  XIII.  Volumen  i.  Primero  y  segundo  trimes- 
tre de  1918. 

University  of  Toronto  Studies.  «Review  of  Historical  publica- 
tions  relating  to  Canadá»,  edited  by  George  M.  Wrong, 
M.  A.,  Professor  of  History  inthe  University  of  Toronto; 
H.  H.  Langton,  M.  A.,  Librarían  ofthe  University  of  Toronto 
and  W.  Stewart  Wallace,  M.  A.,  Lecturer  in  History  in  the 
University  of  Toronto.  índex.  Vols.  xi-xx.  Toronto,  mcmxviii. 


DE    PARTICULARES    NACIONALES 

Aguilar  (Sr.  D.  P"ernando  de).  «Mis  vJajes. — Impresiones  reco- 
gidas en  un  viaje  por  Francia,  Suiza  y  Alemania,  durante  el 
verano  de  1914».  Segunda  serie.  Madrid,  I9I5- 
«La  Pintura  en  los  Países  Bajos».  Madrid,  1913. 

Artiza  (Sr.  D.  Gregori).  «Noticies  Históriques  del  territori  i  po- 
blé de  Capmany  amb  algunes  altres  conexíonades,  que  ha 
recullit  i  publica  son  filí  En  Gregori  Artiza».  Figueres,  1918. 

Balparda  (Sr.  D.  Gregorio).  «Errores  del  nacionalismo  vasco». 
Madrid,  19 1 8. 

Barcia  Trelles  (Sr.  D.  Augusto).  «La  primera  campaña  parlamen- 
taria de  D.  Augusto  Barcia  Trelles:  Cortes  de  1916-1917». 
Madrid,  19 1 8. 

Barcones  (Sr.  D.  Enrique  Mateo).  «Un  voto  para  la  paz».  Confe- 
rencia dada  en  el  Ateneo  de  Madrid  el  día  í5  de  Abril 
de  1918.  Madrid,  1918. 

Biada  y  Viada,  Presbítero  (Rvdo.  Dr.  1).  Onofre).  «Noticia  histó- 


ADQUISICrONES    DE    r,A    ACADEMIA  57.^ 

rica  del  origen,  vicisitudes,  acontecimientos,  instituciones  y 
feligreses  ilustres  de  la  iglesia  parroquial  de  Santa  María  del 
Mar  >.  Barcelona,  1918. 

Corral  (Sr.  D.  León).  <  El  derribo  de  la  Universidad  de  Vallado- 
lid  en  1009.— Datos  para  la  Historia».  Valladolid,  1918. 

Duran  (Sr.  D.  F.).  «T.a  orfebrería  catalana».  Madrid,  1915. 

Escobar  (Sr.  D,  Francisco).  <'La  Columna  de  San  Vicente  Ferrer 
(algunos  fragmentos  de  historia  local),  con  un  prólogo  de 
Miguel  Rodrigue/  Valdés».  Lorca,  1918. 

Espinos  Moltó  (Sr.  D.  Víctor).  «Alfonso  XIII  y  la  guerra. ^ — Es- 
pejo de  neutrales,  1914-1917».  Madrid,  1918. 

Fernández,  Agustino  (Rvdo.  P.  Benigno).  <•  La  M.  Cándida  de  San 
Agustín  y  la  guerra  europea  (visiones  y  profecías)».  Con  las 
licencias  necesarias.  Madrid,  1918. 

Folch  (Sr.  Dr.  D.  Rafael).  «Publicación  desconocida.-— Zcz  Con- 
cordia Aroumtariorum  civitatis  Cesaraiignste.  Anno  mcxlvi». 
Barcelona,  19 18. 

Galvarriato  (Sr.  D.  J.  A.).  *La  obra  de  Adolfo  Bonilla  y  San  Mar- 
tín». Madrid,  m.cm.xviii. 

Gamoneda  (Excmo.  Sr.  D.  Antonio).  «Secretaría  del  Congreso 
de  los  Diputados:  Boletín  analítico  de  los  principales  docu- 
mentos parlamentarios  recibidos  en  la  misma».  Madrid. 
Año  IX.  Tomo  xiv.  Números  90-93.  15  de  Julio-15  de  No- 
viembre  de    1918. 

García  Villada,  S.  J.  (Rvdo.  P.  Zacarías).  «Crónica  deAlfonso  III  >. 
Publicada  por  la  Junta  para  ampliación  de  estudios  é  inves- 
tigaciones científicas.  Madrid,  19 1 8. 

Gómez  de  Baquero  (Sr.  D.  E.).  «Soldados  y  paisajes  de  Italia». 
Prólogo  de  Guido  Mazzoni.  Senador  del  Reino  de  Italia.  Ma- 
drid, 1918.  (Remite  dos  ejemplares.) 

Gredilla  y  Gauna  (Sr.  D.  Apolinar  Federico).  «Biografía  de  Don 
Javier  de  Arizaga».  Volumen  11.  Vitoria,  1918. 

Hazañas  y  la  Rúa  (limo  Sr.  D.  Joaquín).  «Vázquez  de  Lecea, 
1573-1649».  Sevilla,  1918. 

H.  Pinzón  y  Ganzinotto  (Sr.  D.  José  Luis).  «Conferencia  pronun- 
ciada en  el  Fomento  de  las  Artes  la  noche  del  9  de  Marzo 


574  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

sobre  el  tema   «Martín  Alonso  Pinzón»   y  su  participación 
en  el  descubrimiento  de  América».  Madrid,  1918. 

Herrera  y  Gés  (Sr.  D.  Manuel).  «L'Antiga  Seu  de  Lleyda. — La 
Porta  deis  Fillols».  Lleyda,  1918. 
«L'Antigua  Seu  de  Lleyda. — La  porta  de  l'Anunciata».  Lle}'- 

da,  1918. 
«La  Catedral  vella  de  Lleyda».  Lleyda,  1918. 

Huguet  Segarra  (Sr.  D.  Ramón).  «Secciones  lingüística,  histórica 
*y  artística».  (De  la  obra  en  publicación  «(jeografía  general 
del  Reino  de  Valencia»,  editada  para  la  Casa  Alberto  Mar- 
tín, de  Barcelona.) 

Tbáñez  de  Ibero  (Sr.  D.  Carlos).  «El  General  Ibáñez  de  Ibero, 
Marqués  de  Mulhacén. — Apuntes  para  servir  á  su  biogra- 
fía». Barcelona,  1918. 

Iñiguez  y  Ortiz,  Médico  del  hospital  de  vSoria  (Sr.  Dr.  D.  Maria- 
no). «Numancia  y  la  Medicina  en  la  antigua  Iberia».  Zara- 
goza, 191 6. 

Jaén  (Sr.  D.  Antonio).  «Retratos  de  mujeres  (estudio  sintético  de 
la  evolución  del  retrato  en  la  pintura  española)».  Sego- 
via,  1918. 

López  Landa  (Sr.  D.  José  Maria).  «Estudio  arquitectónico  del 
Real  Monasterio  de  Nuestra  Señora  de  Veruela».  Léri- 
da, 1918. 

López  Martínez  (Sr.  D.  Celestino).  «Capítulos  para  la  biografía 
del  historiador  Argote  de  Molina»,  publicado  por  la  Aso- 
ciación Española  para  el  Progreso  de  las  Ciencias. 

Llórente  (Sr.    D.  Teodoro).    «Versos  de  la  juventud».  Madrid, 

1917- 

Manjarrés  (Sr.  D.  Ramón).  í  Rinconcillos  de  la  Historia  america- 
na». Cádiz,  1918. 

Martín-Mateos  (Sr.  D.  Nicomedes).  «Bibliografías  asturianas:  Pe- 
layo».  Madrid,  19 1 8. 

Martín  Mínguez  (Sr.  D.  Bernardino).  «De  la  Cantabria.  Santilla- 
na.  San  Martín  y  Santo  Toribio  y  Santa  María  de  Lebeña 
(Liébana).  Santa  María  del  Puerto  (Santoña)».  Madrid,  1914. 

Miguélez,   O.   S.  A.  (Rvdo.  P.).   ■  Sobre  el  verdadero  autor,  del 


ADQUISICIONES    DE    I./V    ACADEMIA  575  - 

«Diálogo  de   la   Lengua»,    según  el   Códice   Escurialense'^. 
Madrid,   1918. 

JNliquel  y  Planas  (Sr.  D.  R.).  <  Bibliofilia  .  Recull  d'  estudis,  ob- 
servacions,  comentaris  y  noticies  sobre  Ilibres  en  general  y 
sobre  qüestions  de  llengua  y  literatura  catalanes  en  par- 
ticular. Barcelona».  Fascicle  xxii.  Janer-Juni  19 1/.  Fasci- 
cle  xxi\ .  Juliol-Desembre  1917. 

Orejón  y  Calvo  (Rvdo.  P.  Anacleto).  <  Plistoria  del  Convento  de 
Santa  Clara  de  Astudillo»,  por  Anacleto  Orejón  y  Calvo, 
Canónigo  Lectoral  de  la  Santa  Iglesia  Catedral  de  Falencia. 
Falencia,  1917. 

Palacio   Alayeto    (Sr.  D.  Julián).    «La   escuela   ante  la  guerra  ó 
triunfo  de  la  educación».  Madrid,  1916. 
«El  habla  castellana  y  el  regionalismo».  Madrid,  1918. 

Falomer  (Mossén  Joseph).  «Lectura  Popular  (Biblioteca  d'  autors 
catalans).  Llegendes  y  fantasies».  Barcelona,  1918. 
«El  F.  Fita  i  els  Reis  de  Catalunya  i  Aragó».  Discurs  pronun- 
ciat  en  la  Betllada  Necrológica  que  1'  Il-lustrissim  Ajunta- 
ment  de  Arenys  de  Mar  dedica  á  la  memoria  de  1'  insigne 
compatrice  el  dia  5  de  Febrer  de  1'  ann  1918.  Barcelona, 
1918. 

Pareja  Serrada  (Sr.  D.  Antonio).  «Monografías  provinciales.  Bri- 
huega  y  su  partido»,  por  D.  Antonio  Pareja,  Cronista  pro- 
vincial. \^oi.  II.  Guadalajara,  1916. 

Peligro  Valle    (Sr.    D.   Onofre).    «El   héroe   popular   extremeño 
Francisco  Pizarro  y  su  grandiosa  conquista  del  Perú».  Ba- 
dajoz, 1907. 
«El   héroe   popular    extremeño  Hernán  Cortés  y  su  gloriosa 
conquista  de  Méjico».  Badajoz,  1906. 

Portóla  (Sr.  D.  Felipe).  «Topografía  médica  del  Concejo  de  Gí- 
jón».  Madrid,  19 1 8. 

Pou  y  Martí,  Franciscano  íRvdo.  P.  Fr.  José  M.).  «Archivo  de  la 
Embajada  de  España  cerca  de  la  Santa  Sede.  IL  índice  ana- 
lítico de  los  documentos  del  siglo  xvn».  Roma,  1917. 

Puig  i  Cadafalch.  íSanta  Maria  de  la  Seu  d'  Urgell».  Barcelo- 
na,  1918. 


576  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Pulido  (Sr.  D.  Tomás  Román).  «Don  Lope  de  Sosa».  Núms.  66 
y  68,  correspondientes  á  los  meses  de  Junio  y  Agosto 
de  1918 

vSan  Pedro  de  Galatino  (Excmo.  Sr.  Duque  de).  «Lettere  di  don 
Giovanni  d'  Austria  a  D.  Giovanni  Andrea  Doria  I,  publica- 
te  per  cura  del  Principe  D.  Alfonso  Doria  Pamphili».  Roma^ 

vSánchez  (Sr.  D.  Agustín).  «Un  año  de  vida  serradillana  por  un 
amante  de  Serradilla».  vSerradilla  (Cáceres),  1918. 

Suñol  (Rvdo.  P.  Gregorio  María).  «Analecta  Montserratensia».. 
Vol.  I.  Any  1917.  Monestir  de  Montserrat,  1918. 

Tortosa  (Sr.  Dr.  D.  Diego).  «Oración  fúnebre  pronunciada  el  día 
II  de  Diciembre  de  1917  ante  la  Pontificia  y  Real  Congre- 
gación de  la  Purísima,  en  memoria  de  los  Congregantes  y 
Protectores  de  la  misma  fallecidos  desde  su  fundación»^ 
Madrid,  19 1 8. 

Torrejón  (Excmo.  Sr.  Conde  de).  «Proceso  de  Rodrigo  Calderón».. 

Valverde  y  Valverde  (Excmo.  Sr.  D.  Calixto).  «Anales  Univer- 
sitarios: Historia  de  la  Universidad  de  Valladolid,  transcrita 
del  Libro  de  Becerro  que  compuso  el  Rvdo.  P.  Fr.  Vicente 
Velázquez  de  Figueroa,  con  una  introducción  del  excelen- 
tísimo Sr.  D.  Calixto  Valverde  y  Valverde,  Rector  y  Sena- 
dor de  esta  Universidad».  Valladolid,  1918. 

Velasco  Zazo  (Sr.  D.  Antonio).  «El  Madrid  de  Alfonso  XIIL 
Memorias».  Madrid,  1918. 

Wright  (Sr.  J.  A.).  «Santiago  de  Cuba  and  its  District  .(1607- 
1640)».  Written  from  documents  in  the  Archive  of  the  In- 
dies,  at  vSeville,  Spain.  Madrid,  1918. 


DE    PARTICULARES    EXTRANJEROS 

Bibl  (Dr.  Viktor).  «Der  tod  des  Don  Carlos».  W'ien,  19 18. 

Boman  (Sr.  Eric).  «Universidad  Nacional  de  Córdoba.  Tres  car- 
tas de  Gobernadores  del  Tucumán  sobre  todos  los  Santos 
de  la  Nueva  Rioja  y  sobre  el  Gran  Alzamiento».  Córdoba 
(República  Argentina),  1918. 


ADQUISICIONES    DE    LA    ACADEMIA  577 

Camperio,  Agregado  Xaval  de  la  Embajada  de  Italia  en  Madrid 
(Sr.  I),  Felipe).  «I.os  monumenLos  italianos  y  la  guerra»,  por 
Ugo  üjetti.  (Publicación  del  Negociado  especial  del  Minis- 
terio de  Marina.)  Milán,  I91S.    . 

Contamine  de  Latour  (Mr.  E.).  «L'oeuvre  et  le  prestige  de  Lord 
Kitchener»,  par  Ilenry-D.  Davray;  avec  une  lettre-préface 
de  Paul  Cambon,  Ambassadeur  de  France  en  Angleterre. 
París,  191 7. 
«La  Bataille  de  la  vSomme  (Seconde  phasc)»,  par  John  Buchan. 
Londres,  I917. 

Destruge  (Sr.  Camilo).  «La  Columna  de  Octubre.  Relación  histó- 
rica del  Homenaje  de  Guayaquil  á  los  Proceres  de  su  Inde- 
pendencia». Guayaquil,  1918. 
«Cuestión  histórica.  La  entrevista  de  Bolívar  y  San  Martín  en 
Guayaquil».  Guayaquil,  1918. 

P^alcao  Espalter  (Sr.  D.  Mario).  La  tolerancia  de  antaño».  Monte- 
video, 1917. 
«El  poeta  oriental  Bartolomé  Hidalgo».  Montevideo,  1918. 

Infante  (Sr.  J.  Daniel).  «El  problema  agrario».  Rosario  de  Santa 
Fe,  1918. 

Madera  (Sr.  Luis  F.)  «Grano  de  Arena».  Publicación   decenal. 
Ibarra  (Ecuador).  Año  i.  Núm.  23.  Octubre  de  1918. 
«Ibarra  y  el  terremoto  de  1868».  Ibarra,  I918. 

i\Iozans,  A.  M.,  Ph.  D.  (Sr.  H.  J.).  «L^p  the  Orinoco  and  down  the 

Magdalena».  Ne\v  \'ork,  19 1 0. 

«Through  South  America's  Southland».  Xew  York,  1916. 

«Along  the  Andes  and  down  the  Amazon».  New  York,  1912. 

«The  Ouest  of  El  Dorado  the  most  Romantic  episode  in  the 

History  of  South  American  Conquest».  New  York,  I917. 

j\Iuñoz  y  Gómez  (Sr.  D.  Agustín).  «Anuario  estadístico  de  los 
Estados  L'nidos  de  \"enezuela.  Edición  terminada  el  l.'^  de 
Julio  de  1889».  Caracas,  1889. 

Otero  Costa  (Sr.  D.  E.).  «La  Bandera  Nacional  >.  Manizales,  191S. 

Rodríguez  García  (Sr.  Dr.  José  A.).  «Cuba  Intelectual».  Época 
segunda.  Año  x.  Núms.  57-58.  Junio-Agosto  de  1918. 

Romero  (Sr.  D.  Antonio  A.).  «El  Homo  Pampaeus.  Contribución 


57S  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

al  estudio  del  origen  y  antigüedad  de  la  Raza  Humana  en- 

Sud  Americana  según  recientes  descubrimientos».  Buenos. 

Aires,  19 1 8. 
Salgado    (Sr.    Dr.  José).    «El   Gobierno    Indiano».    Montevideo^ 

I918. 
.Sijthoff's  (Sr.  A.  W.).  «Museum».  Leyden.  2  5^'*^  Jaargang.  N°^  g- 

12.  Juni-Septembre,  I918. —26^*«  Jaargang.  N°^  I-3.  Octo- 

ber-December,  igi8. 
Vianna  (Sr.  Arthur).  «Pontos  de  Historia  do  Para».  Belem,  I900. 
Weil  (Mr.  le  Commandant).  «Autour  du  Congres  de  Vienne.  Le 

vol  de  l'Aigle».  Paris,  1915. 
«Les  Cents-Jours».  Paris,  I915. 


PUBLICACIONES    NACIONALES  RECIBIDAS    POR    CAMBIO   CON  EL   «BOLETÍN» 

«Archivo  Ibero-Americano».  Publicación  bimestral  de  los  Padres 
Franciscanos.  Madrid.  Año  v.  Núms.  28-29.  Julio-Octubre 
de  1918. 

«Boletín  de  Santo  Domingo  de  Silos».  Burgos.  Año  xx.  Núme- 
ros 9-12.  Julio-Octubre  de  1918.  Año  xxu  Núms.  1-2.  No- 
viembre-Diciembre de  191 8. 

«Coleccionismo».  Revista  mensual  de  Coleccionismo.  Madrid. 
Año  VI.  Núms.  66-69.  Junio-Septiembre  de  1918. 

«Don  Lope  de  Sosa».  Crónica  mensual.  Jaén.  Año  vi.  Núme- 
ros 66-71.  Junio-Noviembre  de  1918. 

«El  Monasterio  de  Guadalupe».  Revista  quincenal  ilustrada,  pu- 
blicada por  los  Padres  Franciscanos  del  mismo  Monasterio. 
Año  111.  Núms.  49-60.  Julio-Diciembre  de  1918. 

«España  y  América».  Revista  quincenal.  Madrid.  Año  xvi.  Nú- 
meros 13-24.  Julio-Diciembre  de  1918. 

«Estudios  Franciscanos».  Revista  mensual,  dirigida  por  los  Pa- 
dres Capuchinos.  Barcelona.  Año  xii.  Tomos  xx-xxi.  Nú- 
meros 133-138.  Junio-Noviembre  de  1918. 

«La  Alhambra».  Revista  quincenal  de  Artes  y  Letras.  Granada- 
Año  XXL  Núms.  487-497.  Julio-Diciembre  de  1918. 


ADQUISICIONES    DE    LA    ACADEMIA  579 

«La  Ciencia  Tomista».  Publicación  bimestral  de  los  Dominicos 
españoles.  Madrid.  Año  x.  Xúms.  5--54-  Julio-Dicienjbrc 
de  1918. 

<J.a  Ciudad  de  Dios».  Revista  religiosa,  filosófica,  científica  y 
literaria,  publicada  por  los  Padres  Agustinos  de  El  Escorial. 
Madrid.  Año  xxxviu.  \'olumen  cxiv.  Época  3."''  Núms.  I.083- 
1.093.  Julio-Diciembre  de  1918. 

«Memorial  de  Artillería».  Madrid.  Año  lxxiii.  Serie  sexta. 
Tomo  xHi.  Entrega  6.^  Junio  de  1918.  Tomo  xiv.  Entre- 
gas I. "^-5 -^  Julio-Noviembre  de  1918. 

«Memorial  de  Infantería».  Toledo.  Año  vii.  Tomo  xiv.  Núme- 
ros 78-83.  Julio-Diciembre  de  1918. 

«Memorial  de  Ingenieros  del  Ejército».  Madrid.  Año  lxxiii.  Quin- 
ta época.  Tomo  xxxv.  Núms.  6-1 1.  Junio-Noviembre  de 
1918. 

<>AIonumenta  Histórica  Societatis  Jesu  a  Patribus  ejusdem  So- 
cietatis  edita».  Matriti.  Annus  xxv.  Fase.  292-296.  lulio- 
Augusto,  19 1 8. 

«Nueva  Academia  Heráldica.  Archivos  Históricos  de  Genealogía 
y  Heráldica».  ^Madrid.  Tomo  vi.  Segunda  época.  Números 
correspondientes  á  Julio-Noviembre  de  1918. 

«Nueva  Etapa».  Revista  nacional,  redactada  por  los  alumnos  de 
la  Universidad  libre  de  El  Escorial.  Época  xxii.  Núm.  I.  Di- 
ciembre de  1918. 

«Razón  y  Fe».  Revista  mensual,  redactada  por  Padres  de  la 
Compañía  de  Jesús.  Aladrid.  Año  xvir.  Núms.  203-208.  Julio- 
Diciembre  de  1918. 

«Revista  Castellana».  Valladolid.  Año  iv.  Núms.  25-27,  1918. 

«Revista  general  de  Marina».  Madrid.  Tomo  lxxxii.  Cuaderno  vi. 
Junio  de  1918.  Tomo  lxxxiii.  Cuadernos  i-v.  Julio-Noviem- 
bre de  .1918. 
«índice  general  alfabético  de  la  Revista  general  de  Marina. 
Comprende  desde  l.°  de  Enero  de  1913  á  31  de  Diciembre 
de  191 7».  Madrid,  1918. 

<■  Revista  de  Historia  y  de  Genealogía  Española».  ]\Iadrid  Año  vii. 
Núms.  6-1 1.  Junio-Noviembre  de  1918. 


5S0  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

«Revista  Histórica».  \"alla(lolid.  Año  i.  Núms.  i  á  10.  Enero-Oc- 
tubre de  19 1 8. 

«Toledo».  Revista  ilustrada  de  arte  y  turismo».  Toledo.  Año  iv. 
Núms.  99-110.  Junio-Noviembre  de  1918. 


Pl  BLICACIOXES  EXTRANJERAS  RECIBIDAS  POR  CAMBIO  COX  EL   «BOLETIX  > 

Archivum  Fi'anciscanum  Flistoricum  ■>.   Florentiam.  Annus  ix. 
Fases,  i-iv.  lanuarius-October,  1916. 

<  Félix  Ravenna>.  Bollettino  storico  romagnolo.  Ravenna.    Fas- 

cicolo  xxvii.  Luglio-.Settembre,  1917. 
«L'Archipfinnasio».  Bullettino  della  Biblioteca  Comunale  di  Bo- 
logna.  Anno  xiii.  N'^''  I-4.  Gennaio-Agosto,  1918. 

<  La   Civilta    Cattolica».  Roma.   Anno  lxix.  \"o1.  ui.  Ouadernos 

I.636-I.6Ó4.  Agosto-Dicembre,  1918. 
<;La  Rassegna».  Giá  Rassegna  bibliográfica  della  Letteratura  ita- 
liana. Firenze.  Serie  iii.  ii.nno  xxvi.  \"oI.  iii.  X-~-  I-3.   Feb- 
braio-Giuno,  1918. 

<  O  Instituto».  Revista  scientifica  e  literaria.  Coin:ibrá.  Vol.  lxv. 

X°^  5-9.  Maio-Setembro,  191 8. 

<  Polybiblion».  Revue  Bibliographique  Universelle.  Paris. 

«Partie  Littéraire».  Deuxieme  serie.  Tome  quatre-vingt-sep- 
tieme.  cxliii''  de  la  collection.  Premiere  livraison.  Juillet, 
19 1 8. — Deuxieme  et  troisieme  livraisons.  Aoút-Septembre, 
1918. — Ouatrieme  livraison.  Octobre,  1918. 

«Partie  Technique».  Deuxieme  serie.  Tome  quarente-quatrié- 
me.  cxi-iv*^  de  la  collection.  Septieme  livraison.  Juillet, 
191 8. — Huitieme  et  neuvieme  livraisons.  Aoút-Septembre, 
1918.  —  Dixieme  livraison.  Octobre,  IO18. 

<  Revue  Flispanique».  Recueil  consacré  á  létude  des  langues,  des 

littératures  et  de  l'histoire  des  pa3's  castillans,  catalans  et 
portugais.  Paris.  Tome  xliii.  N°  103.  Juin,  1918. 

<  Rivista  Storica  Italiana>.    Pubblicazione   trimestrale.    Torino. 

Anno  XXXIV.  Vol.  ix.  Fase.  iv. — \"ol.  x.  Fase.  11.   1918. — 
Fase.  III.  Luglio-Settembre,  1918. 


ADQUISICIONES    DE    LA    ACADEMIA  5S  I 

«The  English  llistorical  Revie\v>;'.  London.   \'ol.   xxxur.    Xuni- 

ber  13  I- 1 32.  October,  1918. 
«The   Tlieosophicae  Path».  Point   Loma,    California,   E.   U.  A. 

Vol.  xiv-xv.  Number  6-7.  June-August,  1918. 

DE  LAS  RKDACCIOXKS  Y  POR  CORREO 

«Catálogo  de  monedas  hispano  cristianas  y  de  medallas  conme- 
morativas en  oro  puestas  en  venta  por  D.  Antonio  López 
Villasante».  Madrid,  1918. 

«El  Cronista».  Revista  quincenal.  Serradilla.  Año  ni.  Xúms.  65- 
"/l.  Septiembre-Diciembre  de  1918. 

«El  Ideal  Gallego».  La  Coruña.  Año  11.  Núms.  442,  48,  53,  60, 
65,  Q)^,  70-73,  79,  80,  86,  501,  3,  6,  9,  10,  21,  25,  28,  41,  42, 
54-56,  59-63,  Ó5-68,  70,  77-79.  Julio-Diciembre  de  1918. 

«El  Siglo  de  las  ^Misiones».  Revista  mensual  ilustrada.  Bilbao. 
Año  V.  Núm.  59.  Noviembre  de  19 1 8. 

«Galicia».  Revista  regional  ilustrada.  Habana.  Año  xvii.  Xúm.  26. 
Junio  de  I918. 

«Helios».  Revista  mensual.  Buenos  Aires.  Año  i.  Núms.  I -4. 
Julio-Octubre  de  I918. 

«La  Reforma  Social».  Habana.  Tomo  xi.  Núms.  1-2.  ]\Iayo-Junio 
de  191S. — Tomo  xii.  Núms.  1-2.  Septiembre -Octubre 
de  1918. 

«Lusa».  Viana-do-Castelo.  Año  11.  Núms.  31-37.  Junho-Setem- 
bro,  1918. 

«Patria  Española».  Revista  católica  descriptiva.  ^íadrid.  y\ño  iv. 
Núm.  75.  Diciembre  de  I918. 

«Revista  de  Austria-Hungría».  Madrid.  Año  11.  Núms.  5-8.  Julio- 
Octubre  de  191 8. 

«Revista  Económica».  ]\Iadrid.  Año  vi.  Núms.  1 2 1- 1 30.  25  de 
Julio  á  10  de  Diciembre  de  1918. 

«Revista  de  Obras  Públicas».  Madrid.  Año  lxvi.  Núms.  2.231- 
2.256.  27  de  Junio  á  19  de  Diciembre  de  1918. 

«Tribuna  Escolar».    Revista  Nacional   Universitaria.  Barcelona. 


582  BOLETÍxS    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

Año  I.  Xúms.  13-18.  30  de  Junio  á  1 5  de  Septiembre 
de  IQ18. 

«Unión  Femenina».  Barcelona.  Núm.  9.  25  de  Octubre  de  1918. 

«Union  Ibero-Americana».  Madrid.  Año  xxxii.  Núms.  3-5.  Junio- 
Septiembre  1918.  Núm.  6.  i.°  de  Noviembre  de  1918. 


POR  •  SUSCRIPCIÓN'    Y    COMPRA 

«Dos  tratados  históricos  tocantes  al  Cardenal  Ximénez  de  Cis- 
neroSjpor  el  Licenciado  Baltasar  Porreño».  Madrid,  mcmxviii. 

«El  Marqués  de  la  Romana. — ^Su  influencia  en  los  sucesos  de 
Galicia  (1808-1810)»,  por  Federico  Pita  Ezpelosin,  Capitán 
de  Infantería  y  Abogado.  Madrid,  1917. 

«El  tesoro  canónico  y  la  práctica  parroquial».  Libro  ir.  Parte  ci- 
vil, administrativa  y  comercial,  por  el  Presbítero  Doctor  don 
Narciso  María  Viñas  Dausa.  Barcelona,  19 17. 

«Nueva  Biblioteca  de  Autores  Españoles,  fundada  bajo  la  direc- 
ción delExcmo.  Sr. D.Marcelino Menéndez y  Pelayo. — 25. — 
(orígenes  de  la  Dominación  Española  en  América. — Estu- 
dios históricos,  por  D.  Manuel  Serrano  y  Sanz».  Tomo  i. 
^Madrid,  1918. 


NOTICIAS 


En  el  pasado  mi-s  ck-  Maj^o  ha  fallecido  en  Pamplona  el  Corrc-spon- 
diente  D.  Heimilio  Olóriz,  decano  de  los  de  Xavana. 


En  la  sesión  del  9  de  Mayo  último  fueron  elegidos  y  pi-oclamados  Co- 
rrespondientes: en  Cádiz,  D.  Julio  Moro  Delgado,  D.  Enrique  Martínez  y 
Ruiz  de  Azúa,  y  D.  Alvaro  Picardo  Gómez;  en  Salamanca,  D.Antonio  Gar- 
cía Boíza,  y  en  Cracovia  (Polonia),  el  Sr.  Eugeniusz  Frankowski. 


Con  motivo  de  la  celebración  de  la  llamada  Sonaiia  Española,  en  Pa- 
rís, para  estrechar  las  relaciones  intelectuales  entre  Francia  y  España,  y 
en  contestación  á  la  carta  del  Sr.  Ministro  de  Estado  de  6  de  Mayo 
dirigida  á  nuestro  Director,  y  de  que  fué  dada  cuenta  á  la  Academia,  se 
acordó  en  la  sesión  del  9  enviar  al  Excmo.  Sr.  D.  Carlos  Cortezo,  Presi- 
dente de  la  Delegación  Española,  un  telegrama  de  adhesión.  El  Presi- 
dente del  Comité,  'Mr.  Imbart  de  Latour,  inmediatamente  contestó  agra- 
deciendo la  adhesión  de  la  Academia  de  la  Historia. 


El  Ministro  de  Estado  ha  comunicado  á  la  Real  Academia  de  la  Histo- 
ria que  en  despacho  del  Excmo.  Sr.  Marqués  de  Mllalobar,  Ministro  de 
España  en  Bélgica,  se  notifica  el  embarque  en  Amberes,  á  bordo  del  va- 
por Ripa,  con  rumbo  á  Gijón  y  Bilbao,  de  la  Biblioteca  que  perteneció  á 
nuestro  Correspondiente  Mr.  Dognée,  y  dejó  en  su  testamento  para 
nuestra  Corporación. 

La  Secretaría  dio  cuenta  en  la  sesión  del  día  3  de  ]\Iayo  de  haber  reci- 
bido, por  mano  del  Rvdo.  P.  Lesmes  Frías,  S.  J.,  á  quien  el  Prepósito  de 
la  Compañía  encargó  del  examen  de  los  papeles  y  libros  que  el  P.  Fita 
tenía  en  su  celda  de  la  residencia  de  lá  calle  de  Isabel  la  Católica,  cuatro 
bultos,  conteniendo  en  completo  desorden  multitud  de  trabajos:  unos 
que  aparecen  completos  y  otros  sin  concluir,  fotografías,  fotograbados  y 


584  BOLETÍN    DE    LA    KEAL    ACADEMIA    UE    LA    HISTORIA 

f)tros  objetos  de  la  multitud  de  asuntos  varios  á  que  nuestro  antiguo  Di- 
rector aplicaba  la  asiduidad  de  sus  estudios. 

Algunos  de  estos  papeles  parecía  que  eran  procedentes  del  archivo  y 
biblioteca  de  la  Academia,  aunque  todos  carecían  de  notas  relativas  á  su 
procedencia.  Algunos  pudieran  ser  informes  ó  tentativas  de  informes 
para  nuestro  Boletín,  siendo  necesario  un  detenido  j  minucioso  examen 
para  averiguar  cu;íles  están  ya  publicados  y  cuáles  inéditos. 

Esta  misma  obscuridad  reina  sobre  toda  la  numerosa  parte  de  fotogra- 
fías de  inscripciones  romanas,  árabes  }■  hebreas. 

Independientemente  de  esto  hay  un  grupo  de  fotografías  de  docu- 
mentos medievales  ó  de  páginas  de  Códices  antiguos,  aunque  en  ninguno 
se  detalla  cuáles  fuesen  éstos  y  á  qué  archivos  pertenecieron.  En  un 
grupo  de  fotografías  había  imágenes  de  la  Virgen  en  esculturas  de 
los  siglos  medios  y  que  aun  se  veneran  en  diversas  iglesias  de  España,  y 
de  tiempos  modernos  y  coetáneos  otro  grupo  de  objetos  que  se  custodian 
en  el  Museo  particular  de  Antigüedades  del  Sr.  Marqués  de  Comillas, 
en  Comillas,  del  Museo  arqueológico  parroquial  de  Niebla  y  de  la  Colec- 
ción de  objetos  romanos  formada  por  el  Ayuntamiento  de  Falencia. 

De  hojas  y  cuadernos  manuscritos  hay  más  de  cien  legajos  en  la 
misma  confusión. 

La  Seci'etaría  ha  comenzado  su  clasificación  y  enumeración. 

En  el  núm.  298  (año  lx)  de  la  Rcviic  africaine,  que  publica  en  Argel  la 
Sociedad  histórica  argclie7ise,  se  publica  la  lista  de  los  miembros  que  for- 
man dicha  Corporación  en  número  de  130  individuos.  En  la  parte  biblio- 
gráfica de  dicho  número  se  describen  el  Diccionario  abreviado  tiiareg- 
francés,  de  R.  Basset;  el  Gobierno  general  de  Argelia,  de  Julio  Cambón;  el 
libro  de  Pablo  Gaffarel  N^uesira  expansión  colonial  en  África,  de  iSjo  kasia 
nuestros  dias;  el  de  J.  L.  de  Lanessan  El  Tunezado;  el  de  Juan  ¡Nlelia  La 
Francia  y  la  Argelia  y  La  cuestión  de  África^  estudio  sobre  las  relaciones 
de  Europa  y  África  desde  sus  orígenes  hasta  la  guerra  de  1914,  por  Rai- 
mundo Ronze.  Además  se  da  cuenta  de  los  escritos  cjue  contiene  la  revis- 
ta L' Afrigue  frangaise,  órgano  del  Comité  del  África  francesa  y  del  de 
¡Marruecos;  los  de  las  tituladas  France-AIarroc,  Rcvue  du  Monde  AIusul- 
7na?i,  Revue  Tunisienne  y  otros  análogos. 

Todas  estas  publicaciones  demuestran  cómo  en  Francia  se  entiende  la 
conquista  de  África  por  el  estudio  5^  la  atracción  de  la  inteligencia. 


Con  motivo  de  la  reorganización  del  Archivo  musical  de  la  Real  Capi- 
lla de  S.  M.,  el  Profesor,  tenor  de  la  misma,  D.José  García  Marcellán,  ha 
publicado  una  interesante  Historia  de  los  instramentos  de  música,  contri- 
l)uídos  por  Stradavarius  y  Amati,  que  en  la  actualidad  se  poseen  en  ella. 


NOTICIAS  585 

El  Sr.  M.irccH.ín  había  sido  cncart^ado  por  S.  M.  el  Rt-v  do  la  rcor'^ani- 
zación  de  acjuel  Archivo  desde  1734,  pues  sabido  es  ({iic  en  la  noche  del 
24  de  Diciembre  de  dicho  año  el  terrible  incendio  que  redujo  á  cenizas 
el  antiguo  regio  Alcázar  de  Madrid,  destrozó  por  completo  la  entonces 
llamada  Papelera  de  música  de  ¡a  Real  Capilla,  perdiéndose  una  de  las  más 
hermosas  colecciones  de  obras  de  música  religiosa  que  existía  en  Eu- 
ropa. 

El  Sr.  Marcellán  no  sólo  tomó  nota  de  las  primeras  obras  que  después 
del  desastre  volvieron  á  enriquecer  aquella  colección,  siempre  esco- 
gida, y  que  comenzó  á  formarse  con  las  de  D.  José  de  Torres,  D.  Felipe 
Falconi,  el  ¡Maestro  Corselli,  el  Maestro  Nebra  y  otros  sucesivamente,  sincj 
que  á  seguida  hace  la  historia  de  cómo  fueron  adquiridos  los  instrumentos 
que  Stradivarius  construyó  para  la  Casa  Real  de  España,  narrando  \:\< 
vicisitudes  que  corrieron,  antes  de  venir  á  ella  por  la  muerte  del  construc- 
tor en  1742.  Lo  mismo  hace  con  el  conlrabajo  v  el  violin  de  los  hermanos 
Amati  de  Cremona. 


Los  Directores  de  la  Real  Academia  de  la  Historia  ([ue  han  sido  á  la 
vez  Numerarios  de  la  Española,  han  sido: 

D.  Agustín  ¡Nlontiano  y  Luyando. 

El  Conde  de  Torrepalma,  Señor  de  Gor. 

El  Duque  de  la  Roca. 

D.  Francisco  ¡Martínez  Marina. 

D.  Juan  Pérez  Villamil. 

D.  Vicente  González  Arnao. 

El  Marqués  de  Santa  Cruz,  que  á  la  vez  fué  también  Director  de  la  Es- 
pañola. 

D.  Antonio  Ranz  Romanillos. 
"    D.  Martín  Fernández  Navarrete. 

El  Barón  de  la  Joyosa. 

El  Marqués  de  Pidal. 

D.  Antonio  Cánovas  del  Castillo. 

D.  Eduaido  Saavedra. 

D.  Marcelino  Menéndez  y  Pelayo. 

Rvdo.  P.  Fidel  Fita.  S.  J.  felecto). 
Lo  fueron  de  la  de  Bellas  Artes  de  San  Fernando: 

El  INLarqués  de  Torrepalma  (Conciliario). 

D.  José  de  Vargas  Ponce  (Académico  de  honor). 

El  Marqués  de  Santa  Cruz  (Conciliario). 

D.  Antonio  Ranz  Romanillos  (Académico  de  honor). 

D.  Martín  Fernández  Navarrete. 

El  Barón  de  la  Joyosa  (Conciliario). 


5S6  BOLETÍN'    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

D.  Luis  Lü])ez  Ballesteros  (Conciliaiioi. 
El  Marqués  de  Pidal. 
El  Duíjue  de  San  Miguel. 
D.  Antonio  Cánovas  del  Castillo. 
D.  Marcelino  iMenéndez  y  Pelayo. 
De  la  de  Ciencias  Morales  y  Políticas. 
El  Marqués  de  Pidal  (^Director). 
O.  Antonio  Benavides. 
D.  Antonio  Cánovas  del  Castillo. 
El  Marques  de  la  Vega  de  Armijo  (Director). 
D.  Marcelino  Menéndez  v  Pelavo. 


Los  premios  para  el  certamen  histórico-literario  que  se  ha  de  verificar 
en  Zaragoza,  en  el  próximo  mes  de  Octubre,  con  motivo  del  VIII  Cente- 
nario de  la  Reconquista,  son  los  siguientes: 

I.  Colección  de  romances  en  número  superior  á  20,  sin  exceder  de  30, 
referentes  á  Don  Alfonso  I  el  Batallador  y  su  época.  Premio  de  Su  Ma- 
jestad el  Rey. 

II.  La  tradición  del  Pilar  en  los  siglos  medievales.  Premio  de  Su  INIa- 
gestad  la  Reina  Doña  Marí^  Cristina. 

III.  Fiestas  populares  aragonesas  originarias  de  la  Reconquista  y  per- 
petuadas hasta  nuestros  días.  Premio  de  S.  A.  la  Infanta  Doña  Isabel. 

IV.  Influencia  de  las  campañas  de  Don  Alfonso  I  en  la  Reconquista 
española.  Premio  de  S.  A.  el  Infante  Don  Carlos. 

V.  La  fundación  de  grandes  monasterios  y  su  misión  social  en  la 
época  de  la  Reconquista.  Premio  de  .S.  A.  el  Infante  Don  Fernando 

VI.  Fuentes  documentales  de  los  Ana/es  de  Aragón,  de  Jerónimo  de 
Zurita.  Premio  de  la  Real  Academia  de  la  Historia. 

VIL  Indicaciones  bibliográficas  y  diplomáticas  para  el  estudio  del  de- 
recho de  propiedad  en  los  tiempos  de  la  Reconquista  de  Zaragoza.  Pre- 
mio del  Excmo.  Sr.  D.  Ángel  Ossorio  y  Gallardo,  j\Iinistro  de  Fomento. 

VIII.  Influjo  ejercido  por  la  dominación  musulmana  en  la  Historia 
política  y  social  de  Aragón»:  tema  de  D.  Mariano  de  Cavia.  Premio  del 
Círculo  español  de  Buenos  Aires. 

IX.  Monografía  sobre  alguna  institución  económica  existente  en  Ara- 
gón en  la  Edad  Media.  Premio  de  las  Asociaciones  de  Regantes. 

J.    P.    DE    G.    V    G. 


índice  del  tomo  lxxiv 


Págs. 
Informes  oficiales: 

I.     Código  de  las  Costumbres  escritas  de  Tortosa. — Eduardo  de 

Hinojosa 5 

II.     Iglesia  de  San  Fi-ancisco  de  Betanzos.  (Primer  informe.) — 

Vicente  Lampérez  y  Romea 6 

III.  Iglesia  de  San  Francisco  de  Betanzos.  (Segundo  informe.) — 

Vicente  Lampérez  y  Romea 12 

IV.  Jngreso  de  D.  Rafael  Fernández  de  Castro  y  Pedrera  en  la 

Orden  civil  ríe  Alfonso  Xll — El  Marqués  de  Foronda. ...        14 

Informes  generales: 

I.     Cartulario  de  la  iglesia  de  Santa  María  del  Puerto  (Santo- 
ña).  (Continuación.)— Manuel  Serrano  y  Sanz 19 

II.  U)ia   antigua   sortija- sello   de   mujer  hebrea. —  M.    Gaspar 

Remiro 35 

Variedades: 

I.  La  Prificesa  Cristina  de  Noruega  y  el  hifante  Don  Felipe, 

her?nano  de  Don  Alfonso  el  Sabio. — J.  P.  de  Giizmán  y 

Gallo 39 

II.     San  Francisco  de  Paula  y  Jerónimo  de  Zurita  en  el  Archivo 

de  Simancas. — J.  P.  de  G.  y  G 65 

Bibliografía: 

I.      Cartas  de  Do7i  Juan  de  Austria. — Juan  Pérez  de  Guzmán  y 

Gallo ....  72 

II.  Estudio  sobre  apellidos  y  nombres  de  Lugares  Hispano-Ma- 

rroquíes. — El  Marqués  de  Foronda .  79 

III.  Historia  de  Arjona. — R.  Menéndez  Pidal 81 

IV.  Historia  gefieral  de  la  Orden  de  San  Agustín. — J.  P.  de  G.  y  G.  83 

Documentos  oficiales: 

I.     Recepción  pública  del  Académico  Excmo.  Sr.  D,  Luis  Calpena 

y  Ávila. — Juan  Pérez  de  Guzmán  y  Gallo   85 

II.     Real  orden  declara?ido  Aíonume?ito  nacional  el  edificio  deno- 
minado El  Bañuelo  [baños  árabes)  en  Granada 88 


588  BOLETÍN    DE    LA    REAL    ACADEMIA    DE    LA    HISTORIA 

P.-igs. 

III.  ComisiÓ7i  Provincial  de  Momimeiitos  de  Soria. 89 

IV.  Cotnisióii  Provincial  de  JSIomimenios  Históricos  y  Artísticos 

de  Toledo 91 

V.     Comisión  Provincial  de  J\íonumentos  Históricos  y  Artísticos 

áe  Burgos 93 

VI.     Comisión  Provincial  de  Monumentos  Históricos  y  Artísticos 

de  Córdoba 96 

Noticias 99 


Informes  oficiales: 

I.  Geografía  general  (natural y  hwnana)  de  los  Sres.  D.  Ramón 
González  Sicilia  y  D.  José  Centeno  González. — Antonio 
Blázquez _. 105 

II.  Competidlo  razonado  de  Historia  de  España. — Ricardo  Bel- 

trán  y  Rózpide 107 

III.     La  pretendida  demolición  del  castillo  de  Alniansa. — José  Ra- 
món Mélida 108 

Informes  generales: 

I.  El  Monasterio  de  Nuestra  Señora  de  la  Rábida. — José  Ra- 

món Mélida 112 

II.  Les    dessous    du    Congres    de     Vienne.,  por   el   Comandante 

M.  H.  Weil. — Gabriel  Maura  y  Gamazo 1 22 

III.  Los  Merinos  Mayores  de  Asturias  y  su  descendencia.  —  kx\\.o- 

nio  Ballesteros  y  Reretta 130 

IV.  Nuevos  descubrimientos  arqueológicos  en  la  provincia  de  Cór- 

doba.— Enrique  Romero  de  Torres 351 

V.      Una  firma  autógrafa  del  P.  Ribera.— km^YiolimrtG.    140 

Variedades: 

I      Las  Reinas,  mujeres  legítimas  del  Rey  de  Leóii  Bermudo  LL — 

J.  P.  de  G.  y  G 142 

II.      Viaje  al  iíiterior  de  África  de  D.  Domingo  B adía  y  Leblich. — 

Juan  Pérez  de  Guzmán  y  Gallo , 155 

III.  Autógrafo  inédito  del  P.  Atidrés  Btirriel. ....    ...      1Ó4 

Miscelánea: 

I.     //£>w¿;/í7;'¿  «  ^j/í2;7i5f.— José  Víctor  Besa 167 

II.     Z,a  ¿-/¿//«/-a  </¿ /a  ríZSíí.— Mario  Falcao  Espalter 169 

Documentos  oficiales: 

I.     Recepción  del  Excmo.   Sr.  D.  Elias  Tormo  y  Monzó.—]w?ir\ 

Pérez  de  Guzmán  y  Qallo 17^ 

II.  Comisión  de  Monumentos  Históricos  y  Artis ticos  de  la  provin- 
cia de  Huelva '79 


589 


III.  Comisión  de  Monumentos  de  la  provincia  de  Gerona 181 

IV.  Comisión  Provincial  de  Monumentos  de  Salamanca     .......  i8.| 

V.  Comisión  Provincial  de  Monumentos  Histói  icos  y  Artísticos  de 

Guipúzcoa 1 86 

VI.      Comisio'n  de  Monumentos  Históricos  y  Artísticos  de  Navarra.  187 

VII.  Comisión  Provincial  de  Monumentos  Históricos  y  Artísticos  de 

Huesca 1 90 

VIII.  Comisión  Provincial  de  Momimentos  Históricos  y  Artísticos  de  . 

Córdoba 193 


Noticias 


'95 


Informes  oficiales: 

I.  La  Universidad  de  Salamanca  durante  la  guerra  de  la  Inde- 
pendencia.— ^Juan  Pérez  de  Guzmán  y  Gallo 201 

II.  Iglesia  de  la  Sangre,  de  Liria  {Valencia).  —  Vicente  Lam- 

pérez 203 

III.  El  Co7isejo  Supremo  de  Aragón  en  el  Reinado  de  Felipe  //. — 

Marqués  de  Lema 205 

IV.  Los  sitios  de  Zaragoza,  segi'm  la  narración  del  oficial  sitiador 

Barón  Lejeune.—  Marqués  de  Lema 206 

V.  Catálogo  Cronológico  é  índice  alfabético,  de  los  dommentos 
históricos  desde  120S  hasta  i8ij  del  Archivo  Municipal  de 
Teruel,  fonnado  por  D.  Severiano  Doporto  y  Uncilla. — 

Marqués  de  Lema. 211 

VI.  Sobre  la  encomienda  de  íi amero  de  la  Orden  Civil  de 
Alfonso  XII  al  publicista  D.  Víctor  Espinos.  — Jerónimo 
Bécker 213 

Informes  generales: 

I.     El  sepulcro  de  Pelayo  en  Covadonga. —]u\io  Puyol 217 

II.     Cartulario  de  la   iglesia    de   Santa    María    del    Puerto 

(Santoña).  (Continuación.) — Manuel  Serrano  y  Sanz 224 

Variedades: 

I.     Origen  é  Instituto  de  la    Orden  militar  de  Sania  María  de 

Espaüa.—juan  Pérez  Villamil 243 

II.  Pelación  de  los  corregimientos  del  reino  y  del  tiempo  en  que 
fué  proveído  cada  uno  y  del  salario  y  ayuda  de  cosía  que  tie- 
ne (año  1516). — Antonio  Blázquez. ...    252 

III.  Adquisiciones  para  la  Real  Armería. — Juan  Pérez  de  Guz- 

mán y  Gallo. .    260 


59°  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

Págs. 

Documentos  oficiales: 

I.     Comisídfi  Provincial  de  Monumentos  Históricos  y  Ariisticos 

de  Zamora 267 

II.     Comisión  Provincial  de  Aíomimenios  Históricos  y  Artísticos 

de  Cdceres 268 

III.  Comisión  Provincial  de  Monmnentos  Históricos  y  Artísticos 

de  Ávila . .    .  , 272 

IV.  Comisión  Provincial  de  ]\loniime?itos  Históricos  y  Artísticos 

de  Jaén 274 

V.  Comisión  Provincial  de  Monmnentos  Históricos  y  Artísticos 

de  Palencia 277 

VI.     Comisión  de  Monumentos  Históricos  y  Artísticos  de  la  provin- 
cia de  Almería 281 

VIL     Stibcomisión  de  Aíonumcntos  Históricos  y  Artísticos  de  Mé- 

rida , . . , 287 

VIII.     Comisión  de  Monumentos  Históricos  y  Artísticos  de   Valla- 

dolid. 289 

Noticias 292 


Informes  oficiales: 

I.     La  iglesia  de  la    Vera-Cruz  e?z  Segovia. — El  Conde  de  Ce- 

dillo 297 

Informes  generales: 

1.     Los  Almirantes  de  Aragón:  Datos  para   su  cronología. — El 

Marqués  de  Laurencín 306 

II.     Nuevo  ladrillo  visigótico  con  inscripción. — Enrique  Romero 

de  Torres 375 

Documentos  oficiales: 

I.     Comisión  Provittcial  de  Monumentos  Históricos  y  Artísticos 

de  Murcia. 378 

II.     Comisión  Provincial  de  Momnnentos  Históricos  y  Artísticos 

de  Cuenca 379 

III.  Comisión  Provincial  de  Monumentos  Históricos  y  Artísticos 

de  Orense. 384 

IV.  Comisión  Provincial  de  Monumentos  Históricos  y  Artísticos       » 

de  Castellón 385 

Noticias 887 


ÍNDICE  591 

Págs. 


Informes  generales: 


I.  La   inédita    iglesia   de  Santiago   en   Agüero. — Ricardo  del 

Arco 393 

II.  Tarifa,  y  la  política  de  Sancho  IV  de  Castilla.— Mercedes 

Gaibrois  de  Ballesíeros 418 

III,  El  Museo  de  /?axa.—]oaé  Ramón  Mélida 436 

IV.  Cartulario  de  la  iglesia  de  Sa?¿ta  María  del  Puerto  {San- 

toña).  (Continuación.) — Manuel  Serrano  y  Sanz 439 

Variedades: 

I.     Los  sepulcros  reales  del  Monasterio  de  Poblet. — Juan  Codina.     456 

II.  Vida  de  Don  Juaii  de  Castro  por.  Jacinto  Freiré  de  Andra- 

de. — Pedro  Sáinz  de  Baranda 477 

Documentos  oficiales: 

I.     CLXXXI  aniversario  de  la  fundación  de  la  Academia.  — Juan 

Pérez  de  Guzmán  y  Gallo 479 

II.     Comisión  Provincial  de  Monumentos  Históricos  y  Artísticos 

de  Zaragoza 480 

III.  Comisión  Provincial  de  Monumentos  Históricos  y  Artísticos 

de  Lérida 481 

IV.  Comisión  Provincial  de  Aíonumentos  Históricos  y  Artísticos 

de  León .   . ,     483 

V.     Comisión  Provincial  de  Monumentos  Históricos  y  Artísticos 

de  Ciudad  Real 485 

Noticias 486 


Informes  oficiales:  ■  ' 

I.     La  iglesia  de  la  Sangre^  en  Liria. — Vicente  Larapérez . .    ..      489 
II,     El  verdadero  escudo   de   Huesca.  — EX   Barón    de    la    Vega 

de  Hoz 491 

Informes  generales: 

I.     La  correspondencia  científica  del  P.  Fita  con  sabios  extran/e- 

ros. — Lesmes  Frías,  S.  J 493 

II.     El  Alcázar  de  Segovia. — El  Conde  de  Cedillo 510 

III.  Tarifa,  y  la  política  de  Sancho  JV  de  Castilla.  (Continua- 

ción.)— Mercedes  Gaibrois  de  Ballesteros 521 

IV.  Santa  Eulalia  de  Mérida.—]osé  Ramón  Mélida   529 

Excmo.  Sr.  D.  Eduardo  de  Hiño  jos  a  y  Naveros, ....  .     531 


592  boletín  de  la  real  academia  de  la  historia 

Págs 

Variedades: 

I.  Privilegio  de  Frey  Luis  de  Paz,  Comendador  de  Archena  y 
Calasparra,  de  la  Orden  de  San  Juan,  á  La  Aljama  de 
Archena,  según  los  usos  y  costutnhres  tradicionales  ( 1 462).  - 
J.  V.  de  G.  y  G 535 

Documentos  oficiales: 

I  Recepción  del  Exento.  Sr.  D.  Jacobo  Stuart  Fitz-James  Falcó 
Portocarrero,  Duque  de  Berwick  y  de  Alba. — Juan  Pérez 

de  Guzmán  y  Gallo 542 

II.  Decreto  vizirial  creando  la  Junta  Superior  y  Jimias  locales 
de   Monumentos  Históricos  y  Artísticos  en   Marruecos. — 

Juan  Pérez  de  Guzmán  y  Gallo 546 

III,     Comisión  Provincial  de  Monumentos  Históricos  y  Artísticos 

de  Málaga 550 

Adquisiciones  de  la  Academia  durante  el   segundo  semestre   del 

año  1918 552 

Noticias 583 

índice  del  tomo  lxxiv 5^7 


DP 

1 
A35 


Academia  de  la  Historia, 
Madrid 
Boletin 


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