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Full text of "Cartas de Andres de Almansa y Mendoza: Novedades de esta corte y avisos recibidos de otras partes, 1621-1626"

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I 




CARTAS 



DE 



ANDRE& DE ALNANSA ¥ liMZA 

NOVEDADES DE ESTA CORTE 

Y AVISOS 
RECIBIDOS DE OTRAS PARTBS 

162I- 1626 











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• * 

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MADRID 


IMPRENTA 


DE MIGUEL GINESTA 


calle 


de Campoinanes , 8 




1886 



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12441. 



.7 



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• * • 

• • • • 

• • • • 




LAS veinte Relaciones que en este 
volumen reimprimimos se refieren 
á sucesos ocurridos en la Monar- 
quía española, y principalmente en Ma- 
drid, en los primeros cinco años del 
reinado de Felipe IV, á partir de la 
enfermedad y muerte de su padre, cuyo 
relato es curiosísimo. Diez y siete de 
ellas forman una serie seguida, citada 
y descrita por primera vez en el Memo- 
rial histórico español {i)y y por cierto 



(i) Tomo i3/; i/de Cartas de algunos PP, 
de la Compañía de Jesús al P. Rafael Perey^ 
ra, pág. XI. 



TI 

encareciendo la conveniencia de su pu- 
blicación por su importancia y rareza. 
Las tres que hemos añadido son del 
mismo género, se refieren á la misma 
época, y, aunque dos de ellas se publi- 
caron anónimas, no tenemos por inve» 
rosímil que sean del mismo autor. 

Fué este Andrés de Almansa y Men- 
doza, de quien no tenemos más noticias 
que las poquísimas que él mismo nos 
dá en algunas de sus cartas, pero que 
debia tener muchas y buenas relaciones 
con la gente palaciega, única manera 
de proporcionarse las curiosísimas noti- 
cias que le servian para su correspon* 
dencia; en la cual se da á veces el caso 
de adelantar los acuerdos que se habian 
tomado, sobre asuntos cuya resolución 
definitiva no era un hecho hasta algún 
tiempo después. 

La Relación que se imprime entre 
la décimaquinta y la décimasexta, ade- 
más de ser del mismo Mendoza, nos 
suministra un dato curioso en su dedi- 
catoria al Duque de Medina-Sidonia, en 
la cual dice: «Esta carta, siguiendo las 
que he acostumbrado á escribir del 



VII 

tiempo del Rey nuestro señor....,* de 
donde deducimos, que aunque no tiene 
la numeración que las otras, siendo del 
mismo género, se escribió con igual 
objeto, y forma, por decirlo así, parte de 
un todo, por lo que la hemos colocado 
en el sitio que por su feclia la corres- 
ponde; parécenos asimismo una prueba 
de que sus trabajos periodísticos, si así 
pueden llamarse, no empezaron, con 
plan fijo al menos, antes de aquella 
fecha. Por lo demás son varias las Rela- 
ciones que hay del mismo autor, refe- 
rentes á sucesos particulares de estos 
años, citadas unas, por él en las que 
aquí reimprimimos, y otras que no 
cita (i); con posterioridad alano 1626, 
no hemos visto ninguna. 

(i ) Encontramos citadas, la Relación de la en- 
trada del Príncipe de Gales (pág. 209), la de la 
salida y viaje del mismo (pág. 317), la del naci- 
miento y bautismo de la In&nta (pág. 356), y la 
del Auto de íe de Enero de 1634 (pág. 364); 
esta última es, á no dudarlo, la que en nuestra 
Noticia Bibliográfica ocupa el núm. 46, y la 
anterior pudiera ser la del núm, 44; las otras 
dos no las hemos visto. En cambio, de las que 
describimos bajo los números 55 y 68, y de la 



vni 



La que precede á la décimaséptima, 
fechada en Enero dé 1626, tampoco 
pertenece á esta sá'ie, pero como es del 
mismo género, y como refiere algunos 
sucesos de que no se habla en la si- 
guiente, nos ha parecido no estaría 
demás su inclusión; con tanto más mo- 
tivo, cuanto que, como la última, se 
refiere á los años 1625 y 1626, dejos 
cuales, sin esta, no habría más que una 
Relación, habiendo tres del que menos 
de los anteriores. La Reimpresión de 



que se imprime en este tomo páginas 369 á 288, 
nada dice. Alguna otra ha de haber también 
suya como la de las fiestas de toros y cañas en 
honor del Príncipe de Gales, la cual no hemos 
visto impresa, pero si una mala copia (tan mala 
que. según ella lo mismo puede ser una que tres 
Relaciones) dividida en tres partes, la primera 
con el título: Relación de la máscara que se 
hÍ3[0f con una dedicatoria de Andrés de Mendo- 
za, á doña Vitoria Colona, duquesa de Medina 
de Rioseco, y la fecha al fin. Abril 9 de i623; y 
las otras dos sin fecha ni dedicatoria con estos 
títulos: A la villa de Madrid Cabera del Mun- 
do, Relación de los primeros toros, ^ Al Conde 
de Olivares f mi Señor, Relación de los segun- 
dos toros. 



IX 



Lima ofrece la singularidad de tener 
al fín las misma provisiones, tanto para 
el Perú como para la Nueva España, 
que pone Mendoza en su décimaséptima 
y última. 

Rétanos decir algo de la que publi- 
camos en el Apéndice, titulada «Suma- 
rio de las nuevas de la Corte,» y que 
debía haberse impreso á seguida de la 
primera de Andrés de Mendoza, pero 
que por no interrumpir sus Cartas tan 
al principio la dejamos para este lugar. 
Publícase por un ejemplar impreso en 
Lima, pues nos ha sido imposible hallar 
la edición de Madrid que debió hacerse; 
aunque creemos difícil que pudiera cor- 
rer en la Corte, porque aquello de decir 
el Rey á D. Bernabé de Vibanco: «Diez 
años há que andáis amancebado^ por 
vida vuestra que os vais á la mano y 
os emendéis de suerte que yo lo entien- 
da » y al Almirante: «No andéis en 

compañías que os estorben entrar en 
Palacio», etc. etc., y más aun el saberse 
con pelos y señales y publicarse, nos 
parece algo fuerte. Es en nuestra hu- 
milde opinión uQa de las más cyripsas 



del tomo, y quizá la más rara, y como 
quiera que esta y la primera de Men- 
doza, se publicaron casi á un tiempo 
(en Abril de 162 1), suponemos, con 
algún fundamento, que juntas hicieron 
el viaje al Perú, y que allí se reimpri- 
mieron, la una como complemento de 
la otra, en el mismo año de 1621, por 
el mes de Octubre; habiendo sucedido 
lo mismo con la anteriormente citada 
y la décimaséptima y última de nues- 
tro Autor. Por todo lo cual, repetimos 
ahora lo que al principio dejamos apun- 
tado, que aunque dos de estas Relacio- 
nes se publicaron anónimas, es posible 
que sean del mismo Andrés de Al- 
mansa y Mendoza. 

Incluimos también en el Apéndice 
una noticia bibliográfica de Relaciones 
de sucesos particulares de estos mismos 
años, y entre ellas alguna que otra ma- 
nuscrita, ya por parecemos de relativa 
importancia, ya por creerla copiada de 
otra impresa; pero entiéndase bien que 
no queremos se suponga, ni por un 
momento, que damos á estos ligeros 
apuntes importancia de ninguna espe- 



XI 



cié, estando como estamos seguros de 
que sería fácil á cualquier aficionado 
duplicar y aun triplicar la lista en breve 
tiempo. 

F. DEL V. S. R. 



COPIA 

DE UNA CARTA QUE ESCRIBIÓ UN SEÑOR 
DESTA CORTE A UN SU AMIGO 



POR haberme mandado vuestra mer- 
ced avise de la muerte de su Majes- 
tad, le escribo ésta con gusto, por ser 
muy servidor suyo, y con puntualidad, por 
haber sido testigo de vistas y oidas de mu- 
chas de las cosas que le diré aquí, breve- 
mente por no cansarle. Después de haber 
oido su Majestad el Rey, nuestro señor, el 
sermón de la Ceniza, de Florencia, se 
sintió indisjpuesto. Atribuyóse entonces á 
abundancia de sangre, después apuntó en 
isipula. Fuese prolongando el mal , y mé- 
dicos y camaristas desmentian los miedos 
del pueblo con palabras de mejoría; que 
los Reyes el primer dia están malos y to- 
dos los demás mejores. Duró ésto hasta 
la penúltima semana de Cuaresma, y el 
lunes en la noche se sintió tan apretado 



2 CARTAS M 

SU Majestad, que pidió todos los Sacra- 
mantos^ y contra el parecer de los médi- 
cos , que decían se habia puesto á parir 
antes de tiempo, los recibió é hizo su 
testamento, mejorando, como le pareció, 
el que habia hecho en Casarrubios; y, por- 
que temia no poder firmar, dio licencia y 
poder al Presidente de Castilla , que esta- 
ba presente, para que firmase por él. Esta 
noche se despidió de sus hijos ^ dándoles 
muy buenos documentos, y al Principe 
un papel cerrado , en que le avisaba de 
algunas cosas particulares, á que se remi- 
tía , dando por señas éste papel , cuando 
le enviaba á encargar alguna cosa de 
nuevo; y nunca más tíó á su hijo. Luego 
por la mañana, martes, fué un coche por 
Florencia, que le llamaba el Rey muy 
apriesa, enviando el del Infantado tres 
recados unos tras otros. En entrando, le 
salió á recibir al antecámara el Confesor 
del Rey, y á apercebir de que tratase á 
su Majestad sólo de cosas de confianza, 
porque estaba algo descaecido, y dejase 
lo demás. Respondió Florencia: «Señor, 
yo soy muy poco entremetido, y desto 
Vuestra Ilustrísima es buen testigo, pues 
ha visto que en dos años no he entrado 
por sus puertas, y ahora vengo á ver la 
primera vez á su Majestad, que Dios guar- 



ANDBB8 DE MENDOZA. 3 

de, llamado con tres archeros.» — «¡Jesús! 
Padre, entre vuestra paternidad , que pue- 
de entrar aquí, cómo y cuándo quisiere; 
sólo decia ésto porque conozco á su Ma- 
jestad y sé lo que ahora es menester.» Con 
ésto entraron en el retrete , donde uno á 
grandes voces leía la Pasión, y otro le 
estaba diciendo conceptos desaproposita- 
dos de la ocasión y tiempo. Tomó Flo- 
rencia la mano, é hizo un razonamiento 
que á todos cuantos estaban allí les hizo 
llorar á hilo, y salió el Confesor á la ante- 
cámara enjugándose los ojos y diciendo: 
«En mi vida he oido cosa más discreta y 
espiritual que éste razonamiento.» El Rey 
se dio por muy servido, y dijo: «) Ah! buen 
Florencia, no os apartéis de aquí hasta 
que me cerréis los ojos, y será presto, que 
ya le he dicho á Espejo que me vaya á 
hacer el ataúd. Florencia, si yo i^e hubiera 
aprovechado de vuestra doctrina , con qué 
otro consuelo muriera ahora.» Y ésto lo 
repitió en varías ocasiones muchas veces, 
tomándole las manos al Padre , y apretán- 
doselas con muestras de grande amor. 
Hizole hacer muchos actos de contrición, 
repitiendo el santo Rey, como si fuera un 
niño, cuanto le decia; hízolc pedir per- 
don á todos los que hubiese dado algún 
pesar. Pidiósele á Dios de las omisiones 



4 CAftTAS OB 

que habla tenido en el reinar, y de no 
haber goberxiado por su persona; de haber 
entregado su voluntad á otro que á Dios 
del cielo ; no haber sido cuidadoso en sus 
obligaciones ; no haber sido muy agrade* 
cido á sus criados, y de no haberles habla- 
do con mucho agrado. Y después de ha- 
berse arrepentido en público, con grandísi- 
ma humildad, de todas éstas faltas y otras 
que allí dijo, le suplicó se quedase solo con 
su confesor,, y desto y lo demás que se 
acordase se reconciliase para recibir nueva 
gracia. Hízolo , y entró después el conde 
deBenavente, y dijo el Rey: «jHa, buen 
Conde, y lo qué os debo!» Dijo Floren- 
cia : «Guarde Dios á Vuestra Majestad los 
años que la Cristiandad há menester, que 
así sabe honrar criados tan leales y cris- 
tianos como el Conde.» Dijo el Rey: «Sí 
lo es el Conde, por cierto.» Trajéronle las 
reliquias de San Isidro, y, llegándoselas á 
la cama, le suplicó fuese diciendo con él, 
y agradeció al Santo la salud que le habia 
dado en Casarrubios , y pidióle perdón de 
no haberla empleado como en aquella 
hora quisiera, y hízole un voto de labrarle 
una suntuosísima capilla si ahora se la 
alcanzaba de Dios. Tenia sobre la cama 
una imagen de Nuestra Señora; hizo la 
misma oración y súplica de no haber pro- 



ANbftis DB MENDOZA. 5 

curado con muchas veras se definiese su 
Inmaculada Concepción , y hizo voto de 
procurallo con alma y vida^ si le daba 
salud. Delante de los dos confesores del 
Rey y Príncipe (que sin duda les pareció 
buena devoción para aquel paso) repitió 
muchas veces su Majestad. «{Ah, si Dios 
me diera vida, cuan diferentemente go- 
bernara!» Y éstas palabras han traido á la 
memoria lo que ha andado aquí entre las 
manos estos años , sin saber á quién ame- 
zaba , un pronóstico que sacó un francés 
en latin tres años há , en que por modo de 
diálogo habla con un pintor , y en que, 
entre otras cosas ^ decia que éste año de 
seiscientos y veintiuno, en el mes de 
Marzo, un Príncipe cristiano de los ma- 
yores Monarcas del mundo llegaría á gran 
peligro de su vida; y que si quedare 
con ella, que será dificultoso, (píntamele 
de allí adelante con un cuchillo en la 
boca, que viene bien con el sentimiento 
que mostraba de la omisión que habia 
tenido en el gobierno el santo Rey, nacida 
de la caridad, con que no quería hacer mal 
á nadie, y de la humildad, con que no 
gustaba de ruidos,) muy de creer es que 
mudara estilo y fuera más ejecutivo de 
justicia. Y volviéndose á Florencia, le dijo: 
«¿Quién os puso á vos en la boca, el miér- 



o ClRTiS DI 

coles de Ceniza, alguno de los que me 
oyen no saldrá de la Cuaresma?; en mí 
se cumplió la sentencia , Florencia.» cSe- 
ñor (dijo el Padre), cierto es que yo no lo 
dije por Vuestra Majestad, que antes qui- 
siera se cumpliera en mí; mas quiere Dios 
coronar á Vuestra Majestad en el cielo.» 
«¡ Ah! en otro tiempo así lo entendía yo 
(dijo el Rey ] cuando no veía tan de cerca 
mis pecados ; ahora no hallo cosa buena 
que me aliente, ni vos cuando prediquéis 
en mis honras la hallaréis qué decir , pero 
encargóos que miréis por la honra de los 
muertos. Yo confíeso que no merezco 
me entierren en sagrado', y que soy el 
mayor pecador del mundo.» A éstas pala* 
bras, dichas con la mayor devoción que 
puede imaginarse, salieron por los ojos de 
los presentes los corazones convertidos en 
agua. Entonces el diestro piloto, que le 
regía el cielo, viendo lo que le combatía 
ésta p>asion de desconfianza, dijo: «¿Es 
poco, Señor, haber regido un Reino vein- 
tidós años con tanta entereza, que pueda 
Vuestra Majestad decir, para el paso en que 
está, como nos lo ha dicho aquí , que siem- 
pre ha hecho lo que entendía ser lo mejor 
y más justicia, y con tal ejemplo perso- 
nal , como todo el mundo sabe , y á mí me 
ha dicho Vuestra Majestad muchas veces, 



AlfDRBS OB IIENDOIA. ^ 

que por todo el mundo no haría un pecado 
mortal? ¿Esto no es así?— ¿Y cómo? res- 
pondió el Rey. — ^Tras ésto, ¿es poco lo que 
Vuestra Majestad ha hecho en Alemania, 
sustentando aquellas guerras con dineros 
y gentes , y asegurando por éste camino la 
cristiandad en Italia y España? ¿ Fué poco 
echctr de España los moriscos , perdiendo 
tanto de sus reales rentas, por no tener 
en el Reino quien no sirviese á Dios? — Dios 
os lo pague , Florencia ( respondió el Rey) 
jio os canséis, que ya vamos ganando 
tierra, más alentado me siento, ¿qué 
merced queréis que os haga? decídmelo, 
por vuestra vida. Besóle la mano, y agra- 
decióle aquel favor, y dijo que no queria 
una, sino dos. Dijo el Rey tan presto, ¿en 
qué?— ¿Qué, me las concederá Vuestra Ma- 
jestad (dijo el Padre) y me dá su Real pa- 
labra? — Sí. — Pues no quiero otras, Señor, 
sino que dando Dios á Vuestra Majestad 
salud, ha de castigar malos y premiar 
buenos.» Varón verdaderamente apostó- 
lico, pues teniendo en empeño la pala- 
bra de un Rey, que le deseaba gratificar 
un muy importantísimo y muy aceptado 
servicio, no quiso amancillar la gloria 
desto con premio que no fuera eterno; 
y fué más de alabar ésta entereza en 
tiempo que el Rey hablaba tan de veras y 



8 CARTAS DB 

estaba repartiendo mercedes. Al de Uceda 
dio el Consejo de Estado, aunque no lo 
aceptó, diciendo que nada podia recom- 
pensar lo que perdia , y muerto el Rey no 
queria más negocios. Al Prior del Escu- 
rial hizo Obispo de Tuy. A su Confesor 
dio cuatro mil ducados de renta de por 
vida. Proveyó dos plazas de Consejo Real 
en.D. Juan de Frias, del Consejo de Ha- 
cienda, y en D. Verenguel, Oydor de 
Valladolid, hombres muy beneméritos, 
jubilando de camino á Pedro de Tapia , y 
á Bonal, del mismo Consejo. Y como Flo- 
rencia estaba de rodillas, lo más cerca de 
la cama, lo más de la conversación era 
con él, y le decia: «Padre mió Florencia, 
no prediquéis ya otra cosa sino éste es- 
pectáculo que veis. Decid que digo yo, 
que no sirve ser Rey ni Roque en ésta 
hora , más que para atormentar el haberlo 
sido. jQuién hubiera vivido estos veintidós 
años en las Tebaidas, que estoy á riesgo 
de tormentos eternos! Decidme desto vos, 
que lo tenéis bien ponderado» «Señor, 
¿quiere Vuestra Majestad (le dijo Floren- 
cia) hacer un acto que valga más que lo- 
que hubiera hecho todo el tiempo de su 
vida, aunque hubiera vivido en el yermo? — 
¿Y cómo? — Pues tome la Monarquía y la 
vida, y póngaselas á Dios en las manos, 



ANDRÉS OB MENDOZA. 



resignándose en ellas, para hacer su vo- 
luntad. — Sí hago; ¿y ésto basta?— Sí señor; 
porque, ¿cuál quisiera más Vuestra Majes- 
tad, vivir ó estar esos años en el yermo? — 
Respondió: Vivir. — ^¿ Luego ofrece Vuestra 
Majestad á Dios cosa que estima más que 
el padecer como los anacoretas, que es 
la vida? Fuera de que Cristo, que es el su- 
premo Rey del cielo, se precia mucho de 
ver á sus pies rendidos los Reyes de la 
tierra, y los Angeles le están ahora dando 
el parabién de ver á Vuestra Majestad ren- 
dido.» Y repetia con gran ternura : « Sí lo 
estoy, por cierto á estos pies, como el más 
vil gusano de la tierra,» besando los pies 
de un Cristo con que murió su padre y 
abuelo, y fué l^r alhaja que dejó al Prin- 
cipe más encargada que trajese en el co- 
razón y memoria; y no le dejó de sus 
manos mientras le pudo sustentar ^n ellas, 
diciéndole palabras devotísimas. Entró el 
Gobernador del Arzobispado, y dijóle: 
«Encargóos mucho la buena educación de 
Fernando, que le llevo atravesado en mi 
corazón.» Pidióle Florencia que llamase 
al Príncipe y le diese buenos consejos, avi- 
sándole de los barrancos que hay en el go- 
bierno, para que no perdiera en ellos los 
estribos. Y como se enternecía mucho en 
verlo, dijo: «Vos se los daréis después en 



10 CARTAS 01 

mi nombre, y mirad que lo hagáis » que 
tiene buen natural y lo sabrá aprovechar 
el Príncipe; ¡qué digo Príncipe! el Rey, 
que yo no soy sino un montón de tierra.» 
En ésto y otras cosas se pasó el tiempo, 
hasta las ocho del miércoles por la maña- 
na, en que fué perdiendo el sentidp. De- 
cíale el Confesor á Florencia que se echa- 
se sobre la cama y le dijese al oido, «Je- 
sús», que hasta en aquel paso reconocía 
la voz, que tantas muestras habia dado 
de gustar della en vida; y fué así, que casi 
siempre que lo decia, hasta muy tarde, 
mostraba sentido. Y á las nueve y media 
espiró, y ya goza de paz y quietud en el 
cielo , mediante la misericordia de Dios, 
habiendo dicho antes una oración muy 
devota , que él sabia , y á Nuestra Señora 
^1 Hora monis suscipe, y después de haber 
pedido el hábito y profesión de la tercera 
orden de San Francisco, que se le dio el 
padre fray Benigno de Genova , Ministro 
general. Muerte digna de ser embidiada 
de los más santos y espirituales religio- 
sos y anacoretas , y que para de un car- 
tujo era santísima. Salió Florencia á una 
puerta que sale á los corredores del patio 
segundo, y dijo : «Encomendemos á Dios 
el alma de su Majestad, que acaba de es- 
pirar ahora.» Luego ai punto se pasó la 



ANDiis 01 MINDOZA. I I 

guarda al cuarto del Principe. Y al Rey 
se le puso morada la mano y brazo izquier- 
do de algún humor pestilente que estaba 
en el corazón, y era el que más le causaba 
aquellas melancolías y congojas. Llega- 
ron los Grandes y besáronle la mano, y 
ios de la Cámara entregaron las llaves, y 
fueron á besar las del nuevo Rey. Volvie- 
ron á abrir el testamento , en que halla- 
ron viva la piedad del muerto Rey. Dejó 
por sí cuarenta mil misas , sin otras dota- 
ciones para fiestas de $u devoción , con 
jubileos plenísimos, limosnas, dotes para 
huérfanas, memorias de obras pías; en 
particular encarga á su hijo lleve ade- 
lante las dos obras de la Reina , su esposa, 
del monasterio de la Encarnación , y el 
Colegio de la Compañía de Jesús de Sala • 
manca , en que quiso estudiase gente , que 
en el Setentrion contra los herejes , y en 
las Indias contra los gentiles , dilaten y 
restauren la Santa Fé. 

En ésta hora irán por todo el mundo 
alterándose innumerables cosas , depo- 
niendo unos su potencia y armándose 
otros con ella. Los papeles que tenia el 
duque de Uceda se dieron á don Baltasar 
deZúñiga;los de Ciriza á Antonio de 
Aróstegui. Declaróse la privanza por el 
cond^ de Olivares; y, porque no faltara 



12 CARTAS DI 

en éste triste caso la indulgencia que 
concedía la Escritura, mandaron volver 
los desterrados, el Almirante de Aragón, 
marqués de Velada, D. Pedro de Tole- 
do, Alcañices , Villamediana, etc. Y, dán- 
dose el duque Cardenal por entendido, 
caminaba hacia acá, mas enviaron á Don 
Alonso de Cabrera, Oidor del Consejo 
Real , que avisase se volviese á Valladolid 
hasta que se le ordenase otra cosa. Fué 
Florencia á dar el pésame al Rey, y los 
consejos que le habia dicho su padre le 
diese ; recibióle con mucho agrado , y los 
consejos con muestras de mucho agrade- 
cimiento. Dijole que le avisase siempre 
de lo que le pareciese convenir, «que mis 
pocos años dan lugar á que podáis hacer 
muchas veces ésto». El cuerpo del santo 
Rey muerto se llevó el viernes al Escurial, 
á estrenar el Panteón suntuosísimo que 
para los huesos de sus padres habia hecho. 
El nuevo Rey, con el Infante Carlos, se 
retiró á san Gerónimo; la Reina, la In- 
fanta y el Cardenalito á las Descalzas. 
Vánse trazando las honras que ha de hacer, 
y las que ha de hacer la Villa, y los ser- 
mones de entrambas se los enviaron á 
Florencia , á quien hizo el Rey Confesor 
de sus dos hermanos el Infante Don Carlos 
y Don Fernando, encareciéndole la honra 



ANDRÉS DE MENDOZA. 1 3 

que le hacia en ñarle la crianza de sus dos 
hermanos; y mostrándose desde éste pun- 
to un rey Salomón en las palabras y en las 
obras, pues, empezando á reinar desde su 
misma edad , imita su sabiduría , con las 
más discretas razones, tan presto y á 
ocasión^ que se pudieran imaginar, y en 
las obras , empezando por la justicia, 
virtud propia de los Reyes. Mandó pren- 
der al duque de Osuna y llevarle á la 
fortaleza de la Alameda, y tras él á algu- 
nos de sus criados. Hizo la prisión Don 
Agustín Mejía, y entrególe al marqués de 
Povar, que le llevó con la guarda Espa- 
ñola, con que habia primero cercado la 
casa. Quitáronse los papeles á Tomás de 
Ángulo, y diéronse á Pedro de Contreras. 
Envió su Majestad un recaudo con el de 
Santistéban á Saldaña , que le habia oido 
decir muchas veces que le deseaba servir 
en la guerra , que escogiese dónde y le 
daria sueldo de Grande, que son seis mil 
ducados de renta. Admitiólo, pero después 
ha salido con casarse con una dama de la 
infanta María , que se llama Doña Maria- 
na de Córdoba. Dióse el ofício de Caba- 
llerizo del Rey, que él tenia, al duque del 
Infantado. Predicó Florencia el segundo 
día de Pascua al Rey , y ponderando las 
visitas que Cristo habia hecho á los suyos 



14 GiBTiS DI ÁNDt¿8 DB MENDOZA. 

in ipsa die (el mismo áia), alabó la prie- 
sa con que despachaba ahora y hacia 
mercedes 9 sin hacer gastar á los nego- 
ciantes sus haciendas en la corte. Después, 
estando comiendo, dijo el Rey: «Logremos 
el sermón y lo que se habia de hacer des- 
pués, hágase luego: conde de Olivares, 
cubrios,» y hizole Grande, con gran gusto 
de toda la corte, que le tienen por discreto 
y honrado caballero. Juró el Patriarca 
sus oficios de Capellán mayor. Limosnero 
y Presidente de la Cruzada. A Roco de 
Campofrio declararon por Presidente de 
Hacienda. Otras mil preñeces hay, que 
saldrán á luz á su tiempo, y yo avisaré 
dellas. Esto es lo cierto, aunque no lo es 
todo lo que se dice. Guarde Dios á vuestra 
merced. Abril 13, 1621. 




CARTA SEGUNDA 

QUE ESCRIBIÓ UN SEÑOR DESTA CORTE 
A UN SU AMIGO. 



CONTINUANDO la pasacU que escribí á 
vuestra merced á 13 de Abiil, diré 
en ésta algunas délas muchas nove- 
dades desta corte, por cumplir lo que vues- 
tra merced me tiene mandado. El mundo 
se ha revuelto con et nuevo gobierno desta 
Monarquía, y su Majestad, Dios le guarde, 
la gobierna con tal celo y prudencia , que 
muestran sus acciones la asistencia que le 
hace el Divino Espíritu ; consérvele Dios 
muchos años, para que tengan grande 
aumento tan felices principios. Ya avisé 
á vuestra merced como habia cubierto al 
conde de Olivares , caballero que hoy go- 
za mucha parte de la gracia del Rey; hizóle 
Sumiller de Corps, y á D. Baltasar de 
Zúñiga el todo en el gobierno : acuerdo 
muy justificado por la gran prudencia y 



1 6 CABTiS DE 

celosa cristiandad deste caballero, adonde 
tan perfectas calidades vemos juntas. A la 
muerte de su Majestad siguió la del con- 
de de Salazar , á quien llevaron con gran 
pompa á Castrillo, lugar suyo junto á Va- 
lladolid, y dieron su Encomienda á su 
sobrino D. Jacinto de Velasco, y la com- 
pañía de Continuos á D. Luis Enriques 
Monredondo. A la duquesa de Gandía hi- 
cieron Camarera mayor de la Reina , con 
que la restituyeron lo que la habian qui- 
tado. 

Vino ñ esta corte la Infanta de Mó- 
dena, nieta del duque de Saboya; apo- 
sentóse en las Descalzas, y allí la reci- 
bió su Majestad encubierto. A la marque- 
sa del Valle han nombrado por Aya del 
Infante que naciere á España , y por su 
Azafata á Doña Ana Zapata. Mayordomo 
mayor de la Reina hicieron al conde de 
Benavente; con que ha metido en la pri- 
vanza ambos hombros, y defiende la Pre- 
sidencia de Italia valientemente, y con ra- 
zón, pues á su grande capacidad nada hay 
incompatible. Al conde de Arcos dieron 
título de conde de Añover; al marqués de 
Rentin, hijo del conde de Sora, capitán de 
la guarda Tudesca. Han jurado Caballeri- 
zos del Rey á D. Juan de Gaviria y á Don 
Manrique de Padilla; Caballerizo mayor al 



ANDftis DB MBlfDOZi. 1 7 

buen duque del Infantado, que fué Mayor- 
domo mayor del Rey difunto. Nombró su 
Majestad por Gentiles-hombres de la boca, 
á D. Manuel Pimentel, al conde de Año- 
ver, á D. Manuel Manrique, á D. Pedro 
Pacheco, al conde de Mejorada, á Don 
Baltasar de Ribera. Al Archiduque, que 
está en Flándes, dio su Majestad orden 
que pudiese dar veinticuatro hábitos de 
las Ordenes militares á las personas que 
mejor sirvieren en aquella guerra; y otra 
al marqués Spinola para que pudiese dis- 
poner de doce en la misma forma: está 
al presente en Flándes. Al marqués de 
Santa Cruz hicieron Teniente del príncipe 
Filiberto, General de la mar, con dos mil 
ducados de ventaja; á D. Pedro de Leiva, 
que fué General de las galeras de Ñapóles, 
dieron las de España ; al duque de Fernan- 
dina, General de las galeras de Ñápeles; al 
de Malpica dieron la encomienda de Méri- 
da, y la que él tenia dieron al de Rivilla. 
Lunes de Pascua juró el de Povar su oficio 
de Capitán de la guarda Española. Al con- 
de de Gelves, Virey de Méjico; al doctor 
Roque Campofrio se dio titulo de Pre- 
sidente de Hacienda , y á Marcial Gonzá- 
lez, Fiscal de aquel tribunal; á D. Luis 
Vanegas de Figueroa, Aposentador mayor. 
Dieron titulo de Secretarios de su Majes- 



1 8 CiBTAS DB 

tad á Antonio de Aróstegui, que lo fué de 
D. Juan Idiaquez» y á Francisco de Alvix» 
que lo es de D. Baltasar de Zúñiga. 
El Embajador de Francia» habiéndose 
ido , volvió á dar el pésame de parte de 
aquellas Majestades. El dia veintitrés de 
Abril fué notable por los dos personajes 
que mandaron salir de la Corte: al Inqui- 
sidor general, que le retiraron á Santo Do- 
mingo de Huete , por un decreto que le 
notificó la noche antes D. Alvaro de Vi- 
llegas, Gobernador del Arzobispado de 
Toledo; el otro personaje que mandaron 
salir de la Corte fué al duque de Uceda, 
que á veinticuatro de Abril le retiraron á 
aquella villa , con pleito homenje que no 
saliese de ella sin orden de su Majestad; 
diéronle pocos dias antes titulo de Ma- 
yordomo mayor , como lo había tenido el 
duque de Alba , D. Fernando de Toledo. 
Dicése que se ha librado decreto para se- 
crestarle su hacienda , habiendo hecho lo 
mismo de la del Cardenal, su padre ^ que- 
dando por él solamente Dénia y los luga- 
res que tiene en el reino de Valencia: 
dicen ha mostrado en ésta caida mayor 
valor que el hijo, pues muestra vivir ale- 
gre y entretenido en Valladolid, y se dice 
escribió á su Majestad, acerca de sus nego- 
cios, una carta discreta, que anda por 



▲NDRB8 DB MUIDOZA. 1 9 

ésta Corte manuescrita. Háse hecho junta 
particular para que se vean todas las 
mercedes hechas por el Sr. Rey Don Fe- 
lipe III , para saber á qué personas, de 
qué calidadad y cantidades, particular- 
mente por decretos del duque de Uceda y 
Lerma, ó á sus criados y confidentes. 
Juró de la boca el capitán Francisco Cal- 
derón, padre del marqués de Siete Iglesias 
(cuya causa dicen se abrevia). A Don 
Femando Ramirez Fariñas , del Consejo, 
se ha mandado haga inventario y embar- 
go de ley bienes del Duque Cardenal , y 
aun dicen hay otro juez que asiste al pa- 
so de Francia, para que no salgan bienes 
ni personas sospechosas sin orden de su 
Majestad. Por la Junta de censura se han 
preso algunas personas lucidas. Pregonóse 
que los que estuvieren agraviados, de 
cualquier género de Ministros, acudan á 
la Junta. A D. Alonso de Cabrera le 
han mandado que administre y gobierne 
la casa y hacienda del de Osuna. A algu- 
nos señores han mandado salir de la Cor- 
te á hacer vida con sus mujeres, y á otros 
que las traigan. Salió Juez particular para 
averiguar el modo de vivir de los escriba- 
nos. Prendieron á D. Antonio de Álzate, 
Ayo de los pajes del Rey, y le sacaron de 
San Bernardo y está en la cárcel de Corte. 



20 CABTA8 DB 

Háse apretado niás la prisión al duque 
de Osuna , multiplicando guardas y ta« 
piando ventanas; estáse en la fortaleza de 
Alameda , á cargo de D. Luis de Godoy, 
caballero del hábito de Santiago: por ésta 
causa han preso personas de considera- 
ción, especialmente á su Mayordomo , Se- 
cretario, Tesorero y Caballerizo, y solta- 
ron al Caballerizo, y el Secretario dicen 
por muy cierto declaró gran cantidad de 
dinero. A Genuino, aquel electo del pue- 
blo en la ciudad de Ñapóles, á quien los 
meses pasados trajeron preso á la ^árcel de 
Corte , ahora le mudan en ca^a de' D. Luis 
de Paredes, que es otra nueva cárcel en ésta 
Corte. £1 conde de Saldaña está detenido 
en Pastrana; vive quieto y bien quisto en 
compañía de su mujer Doña Mariana de 
Córdoba : aqui nos le hicieron degollado» 
y corrió mucho ésta nueva falsa. A Don 
Agustín Mejía dieron la llave, merced 
bien merecida, y también la dieron al 
conde de Monterey; y el Consejo de Esta- 
do á estos cuatro, graduándolos su Majes- 
tad como aquí van escritos: marqués de 
Aytona, duque de Monteleon, marqués 
de Montesclaros y D. Diego de Ibarra. A 
ésta sazón murió la madre Águeda con 
opinión de Santa. Domingo, dos de Mayo, 
fueron los Consejos á San Gerónimo 



ANDRIS DB MENDOZA. 21 

á dar la obediencia y á besar la mano á 
su Majestad; fueron todos á caballo con 
gfandes lutos, lobas y capirotes. A la tarde 
se' vistió de gala la Villa y se colgaron las 
calles , y acompañado el Regimiento de la 
mayor parte de la nobleza , armas de Cas- 
tilla y León , atabales y trompetas y gran 
concurso de pueblo , se levantó el pendón 
Real por el Rey, nuestro señor; hízose en 
la Plaza Mayor un lucido palenque^ adon- 
de cuatro Reyes de armas, con cotas Rea- 
les, acompañaron el Estandarte que lleva- 
ba D. Rodrigo de Cárdenas, Alférez mayor 
de Madrid , con grande acompañamiento, 
con lucidos vestidos y caballos. Arbo- 
lóse el Estandarte por su Majestad con 
general alegría del pueblo , que asistió á 
ésta solemnidad en grande número. Pasó 
desde allí á las Descalzas, adonde vieron 
sus Majestades la ceremonia, y la tercera 
vez se hizo en la Plazuela de la Villa, 
estando las calles adornadas ricamente. 
Desde éste dia fueron viniendo las Ciuda- 
des, cabezas del Reino, y provincias á dar 
el pésame á su Majestad. 

. Para las honras del señor Rey, que está 
en el cielo , se dispuso el túmulo de San 
Gerónimo el Real, con grandeza y majes- 
tad notable: tenia de alto ciento cincuenta 
y cinco pies geométricos, y de haz en cua- 



22 CÁATÁ8 DI 

dro veinticuatro, por no teaer más capaci- 
dad la Capilla; formábase sobre doce co- 
lumnas, tres por parte dóricas, y sobre los 
cuatro cornisamentos, cuatro frontispicios 
piramidales sobre que estaban recostadas 
ocho estatuas doradas^ de forma gigantea, 
muy bien vaciadas. Habia otras ocho de 
pintura, cuyas inscripciones eran: de la 
Gloria, Vera quce intus; de la Fama, Virtuie 
propagatur; de la Fé, Vincit mundum; de 
la Prudencia, Indieat, servato tuetur; de la 
Continencia, Victa victrix ; át la, Manse- 
dumbre, Placidé potens regnat; de la Li- 
beralidad, Semper hahehit opes; de la Re- 
ligión , Regnorum certa finitas ; de la 
Piedad, Tumulis etiam vivi7;dela Clemen- 
cia, Nulla magis decet; de la Justicia, 
Perpetuum facit Imperium ; de la Victoria, 
In multis inpaucis; de la Paz, Ultro ce- 
dentibus; de la Benignidad, Prceest ut 
prosit; de la Verdad, In ceternum invaleS' 
cit; del Honor, Abeuntem séquitur. Virtu- 
des que en el muerto Rey resplandecieron, 
que á ponerse todas fueran innumerables. 
Remataba la máquina una pirámide coro- 
nada, vistosa en extremo. En los cuatro 
ángulos habia cuatro candeleros de á qui- 
nientas velas, que se remataban en gran- 
des cirios, y lo mismo en las puntas y 
cornisas de los frontispicios. Fuera del 



andbís m Miicoozi. 23 

cuerpo del edificio habia otras cuatro me- 
dias columnas cuadradadas, distribuidas 
igualmente , y sobre cada una un candele- 
ro de doscientas velas, que se remataban 
con cirios. Cubría la tumba un riquísimo 
paño de brocado. Decia el epitafio: Phi' 
iippo IIL Hispan. Regí potentissimoj Ca* 
tholicce Fidei etverce Religionis Cultori 
maximOy Pacis perpetua Curatori optimoy 
morum suavitatiy puritate animi omatis" 
simoj qui residua Maurorum gente nomini 
Christiano infestissima trans more aman^ 
data y civeis áb insidiis tutatus Hispaniam 
repurgavit. Larache^ Mamoramque fidiS" 
simas Piratarum nayibuSy stationes aliis 
ante se Regibus frustra petitas ditioni 
adiecit; in Italia novas res molientes pu* 
blicof tranquillitatis Assertor compescuit; 
Germanice perduelles validis exercitibus 
ingenti impensa comparatis sub Imperium 
Romanum redegit. Vixit ann, XLIL mens. 
XL dies XV L regnabit ann. XXII . mens. 
VI. di. XVIII. Obiitprid. Kal. Aprií. 
An. M.DC.XXL Pío erga carissimum 
parentem a/fectu PbiU IV. faciendum cU" 
ravit. Estaban á los pies la cota de armas» 
la Corona y el Estoque, Cetro y Tusón. En 
los cuatro ángulos habia cuatro cándele- 
ros de á doce hachas , con escudos de ar- 
mas, y desde ellos se hacia friso á toda la 



24 CAITAS M 

colgadura de la iglesia , que era de paños 
negros , y la de la Capilla de damascos y 
terciopelos negros, y coronada toda la 
iglesia de luces. En las esquinas de los 
arquitrabes habia cuatro banderas cua- 
dradas, de las armas de los abuelos de 
su Majestad, Austria, Hungría, Castilla 
y Portugal ; y delante del cuerpo del tim- 
bre, las armas y Tusón en escudo, ban- 
dera Real, bandera de cometa, estandarte 
de General , dos banderas blancas y rojas 
y gualdadas, colores de su Majestad. En 
medio estaba la bandera de su empresa, 
que era un león de oro en campo de 
cielo, con un asta en la mano y una cruz 
en la otra, y por letra Ad utrumque. Fue- 
ron los Consejos en forma: bajó su Ma- 
jestad por el claustro acompañado de su 
casa y de diez y nueve Grandes, con co- 
llar sobre el capirote , y los del Tusón lo 
mismo, y los maceros y Reyes de armas 
con cotas; la falda le llevaba el conde de 
Olivares. Iba el Embajador extraordinario 
de Francia, el del Emperador, cubierto 
el rostro á uso de Alemania , y el de Ve- 
necia; el cardenal Espínela al lado del 
Rey. En el banco de los Obispos presidia 
el de Cuenca^ siguiéndose los de Sigüen- 
za, Segovia, Avila, Badajoz, Pamplona, 
Valladolid, Cartagena, Chile, Urgento; 



ANDRI8 DB MBÜDOZi. 25 

hÍ2o el oficio el de Cuenca, con la mú- 
sica de la Capilla Real. El dia siguiente 
bajó el Rey de la misma suerte ; el obispo 
de Segovia celebró la primera Misa, del 
Espíritu Santo; el de Sigüenza la según» 
da, de Nuestra Señora; y el de Cuenca 
la tercera, de Réquiem y á la cual hizo 
ofrenda su Majestad de cera y oro, remi- 
tiendo el pan y el vino á cantidad mayor 
á los religiosos. Predicó el padre Geró- 
nimo Florencia, de la Compañía de Jesús^ 
con la elegancia y erudición que es no- 
torio, y se ha visto por los que andan 
impresos. Habiéndose dado cera , se em- 
pezaron los responsos de Pontifical por 
los obispos de Segovia , Sigüenza , Avila, 
Valladolid, rematando con el último el 
de Cuenca. Asimismo éste dia dijeron 
Misa las Ordenes en altares que previnie- 
ron en el claustro. 

A ocho de Mayo hizo las honras de su 
Majestad la villa de Madrid, en la iglesia 
de Santo Domingo el Real ; dispúsose un 
grandioso túmulo de todo el altor de la 
iglesia , que será de ciento veinte pies 
geométricos, y de cuadrángulo seis varas; 
por partb estaba levantado en ocho gra- 
das, á cuatro pórticos, de doce columnas 
dóricas, á cuyas esquinas se levantaban 
cuatro medias columnas, en que estaban 



26 CAATiS «I 

estatuas de más de forma gigantea, dora- 
das, y de imitación eran, de la Fé, Reli- 
gión , Continencia y Mansedumbre , coa 
sus insignias de Cáliz, Cruz, Ángel y 
Cordero. El cornisamento desta máquina 
era lucidísimo; rematábase en cuatro 
frontispicios partidos, y en los tres linte- 
les habia escudos grandes de las armas 
Reales ; en el de la fachada principal es- 
taba ésta inscripción : Pkilippus III. Phh- 
lippi IlfiliuSj Caroli V. Imperatoris nej^s^ 
AugustuSf MaximuSy PiuSy hofreticorum 
terror f Fidei prcesidiunty Religionis m/- 
men, yídualis continentice speculum^ 
Maurorum expulsor ^ omnium virtutum 
exemplar^ Obiit Matritiprid. KaL ApriL 
Regni sui anno XXIII cetatis sute XLIIL 
salutís nostre M.DC.XXI, SenatuSy po* 
pulusque Mantuanus henefactori suo^ 
ac filio consecravit dicavitque. Deste cuer- 
po, en que estaba inclusa la tumba, cu- 
bierta de paño de brocado , con las insig- 
nias vistas en el de San Gerónimo, se 
formaba otra en las mismas doce colum- 
nas, ligadas tres por parte, en las cuales 
estaban cuatro banderas negras de las 
armas Reales , de la una parte Corintia, y 
parte moderna Romana; en el cual, en 
un pedestal , estaba un globo coronado , y 
encima un pavón, que empezaba á des- 



ANDRÉS DI MENDOZA. %J 

hacer la rueda, mirando abajo, y por le- 
tras ésta iascripcion : Terrenum in medio 
rotee fundamentum vidu Cubríase éste 
cuerpo át una media naranja y cúpula, 
que remataba en una pirámide de un 
globo coronado, y en la superficie un 
monte de velas; en las esquinas de los 
arquitrabes estaban estatuas de menor 
forma , Templanza , Clemencia , Castidad 
y Justicia. Todas las basas del edificio es- 
taban orladas de geroglífícos de Reyes 
antiguos y modernos, propios y extraños, 
gentiles y católicos , cuyas virtudes tuvo 
el muerto en grado superior. El rey Don 
Fernando IV tenia por inscripción: Fa^ 
licis scBculi initium; Cario Magno, In ohe^ 
dientia defensio; Bamba , Consilio firmata 
Dei; Alfonso X, Reges Deurom discipuli; 
Antonino Pió, Insuperabilis clementia; 
Recisbindo, Digna miraculi fides; San 
Luis, rey de Francia, Dux bellorum 
Deus; David , Humilitas fortis; Salomón, 
Pacifica Religio; Filipo I, Magnanimitas 
futura; Ecequías, Fidelis pietas; Vespa- 
siano , lustum etiam supplici; Femando el 
Santo, Maurorum expulsor; Henrico III, 
Usus virtuiis prosperitas; Octavian©, üni' 
versee pacis typus; Carlos V, Felicior 
Regno securitas; Filipo II, Finís virtutum 
constantia; Alfonso VIH, Fortitudo in 



30 GABTAS DI 

cirio y una medalla grande de oro, de los 
rostros de los Reyes muerto y vivo. Dióse 
cera á la mayor parte de la noblesa y al 
Consejo de Estado, y con el últímo rea» 
ponso se acabó U solemnidad. 

Domingo, nueve de Mayo, se previno la 
entrada de su Majestad, y desde la puerta 
de Palacio (que despejada de los talleres 
y obra, quedó la fachada de alegre vista), 
hasta San Gerónimo; fué tal el número de 
tablados y prevención para ver la entra- 
da, que en la calle Mayor formaron otra 
nueva calle de madera, y tal el número 
de gente, como determinada toda la corte 
á verla. El aderezo del ventanaje y calles 
fué el que se deja advertir en día tan fes- 
tivo, y en acción recibida umversalmente 
con gusto, y en la Corte de España, donde 
son los menajes de las casas tan costosos 
y ricos. Pasadas las guardas en orden á 
San Gerónimo con sus Capitanes, fué. la 
Villa con su Corregidor á dar la obediencia 
y recebir al Rey; llevaban ropones de tela 
blanca rica, alcarchofada de oro en el 
telar, forros de raso de oro y carmes!, 
jubones de las ropas , calzas y cueras, de 
pasamanos de oro de realce, y gorras ade- 
rezadas; cada vestido costó ochocientos 
ducados. Besada la mano, su Majestad se 
puso á caballo, y el acompañamiento (que 



ANDIÍ8 DC MINDOZA. ^9 

Tusón al cuello, y ésta letra: A gnus in 
corde. Un cáliz entre dos árboles que le 
enraman/ con ésta letra: Inpace Religio. 
Un árbol vuelto, que tiene en el cielo las 
raíces, con ésta: In Ccelo radix. Un ele- 
fante entre unos corderos, con ésta: Nihil 
potentius. Una nave, roto el árbol, la 
muerte en la popa, y que sin tormenta se 
va á pique, con ésta: Sereno ccelo fran^ 
gitur. Un túmulo, y sobre una almohada 
una muerte coronada, con ésta: Somnius 
diutumior sólito. Muchos escudos de armas 
reales adornaban el edificio, que parecían 
bien por extremo. Colgóse toda la iglesia 
de lutos, con los mismos escudos, y re- 
matóse de luces. Vino al oficio la villa á 
caballo, con lobas y capirotes, con sus 
Oficiales y Maceros , y con cuatro Reyes 
de armas con sus cotas Reales. Hizo el 
oficio el obispo de Vallado! id , y predicó 
su hermano, fray Domingo Pimentel, Pro- 
vincial de la orden de Santo Domingo, 
hijo dignísimo del conde de Benavente. 
Dijo la primera Misa el Prior y convento 
de Atocha, como casa Real y en casa Real 
de su orden; la segunda el Vicario gene- 
ral desta villa, y el clero y cabildo; la 
tercera el obispo de Valladolid , y á ella 
hizo, en nombre de Su Majestad, ofrenda 
el Corregidor, conde de Peñaflor, de uíi 



32 GAITAS DI 

luto aliviado de paño, con jubón de raso, 
calzas de obra negras. Las dos guardas» 
Española y Alemana, iban á pié á los dos 
lados, y detrás del palio D. Baltasar de 
Züñiga, á caballo, y luego la guarda de 
Archeros de Corps, á caballo, con su Ca- 
pitán, el marqués de Falces, con las armas 
y bizarría que estos soldados sacan siem- 
pre en actos públicos, grandes penacheras 
y bandas. Llegó su Majestad á Santa 
María , donde le recibieron con Te Deum 
LaudamuSy y el Patriarca de las Indias de 
Pontifical, y después de la adoración y 
oración pasó á Palacio, donde le hicieron 
la salva los archeros con las pistolas de 
arzón; llovió mucho aquella tarde, y con 
todo lució bastantemente la grandeza 
desta Monarcuía. 

El príncipe Filiberto venia á Madrid á 
la posta, detúvose en Barajas por causa 
de una indisposición , de que le han san- 
grado tres veces, y hasta ahora no ha en- 
trado. El gobernador del Arzobispado, 
D. Alvaro de Villegas , predicó las honras 
de su Majestad en el monasterio de la 
Encarnación , con gran satisfacción de los 
oyentes , y se le ha cometido el proveer 
todo lo eclesiástico, excepto las prevendas 
de la santa iglesia de Toledo. Echanse de 
Madrid los hombres y mujeres de vivir 



▲KOIBS 01 MENDOZA. 33 

escandaloso^ y se murmura saldrán buenos 
mantos y capas. Hoy, domingo, partió su 
Majestad á Aranjuez; muchas provisiones 
de personas beneméritas y otras mil no- 
vedades se prometen cuando vuelva , que 
será al fin desta semana; cuando salgan 
las sabrá vuestra merced , á quien guarde 
Dios muchos años. Madrid, y Mayo 16, 
de 1621. 




TERCERA CARTA 

QUE ESCRIBIÓ UN CABALLERO DESTA CÓRTE 
A UN SU AMIGO. 



POR la mia pasada de i6 de Mayo, sa- 
brá vuestra merced las novedades 
desta Corte , para llevar con menos 
mal la ausencia della. La gran prudencia 
y valor de su Majestad , que Dios guarde, 
su cristiano celo, acertado gobierno y 
disposición loable, lleva cada dia glorio- 
sos aumentos, y se le luce bastantemente 
á ésta dichosa Monarquía ; continúe nues- 
tro Señor tan felices principios , adonde 
vemos amparada la justicia , ejercitada la 
misericordia, premiados los méritos y 
castigados los delitos. La Junta de censura 
prosigue en remediar excesos, en desterrar 
culpados y en castigar delitos , con que se 
mira ésta máquina tan otra , que no hay 
quien se atreva á vivir escandalosamente. 
Quítase la casa de aposento á cien Algua- 



30 GiATAS DI . 

ciles de Corte á quien se daba , reducién- 
dose ésta merced á solos quince , y quítase 
á los Secretarios del Rey , Escribanos de 
cámara y de provincia, y á cuantos les 
valen derechos los oficios; no sé si tendrá 
efecto ésta reformación. El número de 
los Aposentadores habia crecido á nueve, 
redujéronlos á cinco , y que éstos y el 
Aposentador mayor jurasen los ofídos. 
A D. Antonio de Castro, Oidor del Con- 
sejo de órdenes, se ha remitido la visita 
de los oficiales de aquel Consejo. Hay 
junta en casa del Reverendísimo Padre 
Maestro Fray Antonio de Sotomayor, 
Confesor de su Majestad, para reformar 
los derechos de las Audiencias del Nuncio 
y del Vicario; hállanse en ella su Reve- 
rendísima, los Presidentes de Indias y Ha- 
cienda , y D. Juan de Chaves , Oidor del 
Consejo Supremo. Ha mandado su Ma- 
jestad que haya todos los días Consejo 
de guerra y que se le consulte en el mis- 
mo día lo que en él se tratare. Hizo su 
Majestad del consejo de Cámara, á Don 
Juan de Chaves y á D. Alonso de Cabre- 
ra, Oidores del Supremo. Al hijo del 
marqués de Celada se dio la encomienda 
de Bolaños, que se habia dado años antes 
al marqués de Belmonte , hijo del duque 
de Uceda, y por su muerte la tenia ea en- 



AlfOBlS DI MBNDOZá. 37 

comienda su padre, por tiempo limitado. 
Han jurado estos dias de la boca, el con- 
de del Risco, el de Elda, D. Francisco 
de Meló, D. Aledamo Carreto, D. Pedro 
y D. Cristóbal de Córdoba , y háse dado 
hábito á D. Lope de Hoces, D. Luis 
Ponce, D. Francisco Maldonado, D. Pedro 
de Herrera, D. Francisco de las Infan- 
tas, D. Melchor Espinóla, D. Sebastian 
de Mallea, D. Diego de Castro, D. Fran- 
cisco Manrique de Aguayo y al marqués 
de Espino. Dióse encomienda á D. Juan 
Ibañez y á D. Diego de Zúñiga. Mandóse 
retirar á Alcalá de Henares al secretario 
Juan González Centeno, que lo fué del 
Cardenal de Lerma, con orden que no 
salga de allí hasta tenerla. Quitáronse 
diez guardas al duque de Osuna, de vein- 
titrés que tenia en la fortaleza de la Ala- 
meda, y diósele por prisión todo el sitio; 
fuéle á tomar su confesión el señor Gas- 
par de Vallejo, Oidor del Consejo Su- 
premo, y después prendió el mismo á Don 
Antonio Manrique , marqués de Charela: 
D. Andrés Velazquez, Espía mayor y 
del Consejo secreto, está preso en casa de 
D. Luis de Paredes, Alcalde de Corte. La 
Abadía de Alcalá la Real se dio á D. Pe- 
dro de Moya, Capellán de su Majestad y 
Auditor del serenísimo Infante Cardenal. 



38 CiMTU 01 

Al de Uceda, que dias antes estaba preso 
en la fortaleza de Torrejon de Velasco^ 
se le ensanchó la prisión, y no debió ser 
con orden de su Majestad, pues por ello 
fué preso Juan Bautista de Li jalde, su 
Guarda n()ayor^ y se ha puesto en su lugar 
á D. Francisco de Villarroel, ambos del 
hábito de Santiago. 

Por el Cardenal de Lerma se dio á su 
Majestad un largo y discreto memorial, 
haciendo relación de los servicios de sus 
pasados y suyos, así al señor rey D. Fe- 
lipe segundo como al tercero, con el cual, 
como por el memorial parece , priyó tanto 
y tuvo tanta mano, que pendió de su per- 
sona todo el gobierno desta Monarquía, 
y por sus muchos servicios durante éste 
tiempo y otros ejemplos de servicios de 
diferentes personas que se refieren, pre- 
tende que la merced que le hizo el señor rey 
don Felipe tercero de las quince mil sal- 
mas, no fué excesiva sino justa é impor- 
tante para remuneración de sus muchos 
méritos, y que el reducirse ésta merced á 
setenta y dos mil ducados de renta, fué 
una venta y compra y no se le puede des- 
poseer della, pues no tiene un pri\ilegio 
simple, sino un contrato privilegiado, y 
que cuando se le haya de desposeer de la 
dicha merced , no ha de ser Juez el señor 



ÁIIDBI8 DI MINDOZl. 39 

D. Femando Carrillo, recusándole por al- 
gunas causas de enemistad que allí con el 
juramento y solemnidad necesaria expresa; 
y pide se conozca deste y los demás plei- 
tos que se le pusieren en el Consejo de 
Justicia. Su Majestad, como tan cristiano 
y recto, mandó fuese oido de justicia, 
pues si la tiene no quiere sea desposeído 
désta ni otras mercedes, y si no la tiene, 
tampoco quiere defraudar su Real Patri- 
monio, que tan gastado se halla hoy, y 
tan sujeto á precisas obligaciones, así en 
defensa de la Cristiandad como en la 
reputación y conservación desta Monar- 
quía. Y en lo que toca á la recusación de 
D. Femando Carrillo, que sea ó no 
sea Juez en ésta causa no importa , pues 
sabe el mundo ser uno de los más doctos, 
cristianos y rectos jueces de Europa. 

Salió por General de la artillería el 
marqués de Almenara, con cuatrocientos 
ducados al mes , y Lelio Brancaccio por 
Maese de campo general de Italianos en 
Ñapóles y con gobierno de Provincia. El 
gobierno de Calabria se dio ai-Embajador 
que estaba en ésta Corte por la República 
de Luca. Al marqués de Montenegro, Ge- 
neral de la caballería de Sicilia. El gobier- 
no de. las Islas Terceras á D. Pedro de 
Avila, hijo del marqués de las Navas* El 



40 GUITAS M 

vireinado del Abruzo al marqués de Cusa* 
no. El de Montefiesco al marqués de la 
Palleta, y á D. Juan de Médicis un tercio 
de Alemanes. Prendieron en Aragón al 
capitán Ortis» Camarero del duque de 
Osuna, y trajéronle á Madrid con la guar- 
da de aquel Reino. Han entrado estos <Uas 
muchos señores: el duque de Cardona » el 
duque de Béjafi el marqués del Carpió 
y el marqués de Ayamonte , el marqués 
de Villanueva del Fresno de Almufia^ 
conde de Sinarcas , de los Arcos, *del 
Real, y marqués de Villamanrique. Entr6 
la duquesa de Osuna con grande acompa- 
ñamientOy y no con menos la marquesa de' 
Velada. Besó la mano á su Majestad la 
provincia de Guipüscoa, acompañada de la 
mayor parte de su nobleza. Tuvo audien- 
cia el gran Canciller de Milán y despáche- 
sele después de algunos dias, remitiendo 
al duque de Feria la entrega de la Balte- 
lina, gobernándose según los acddentes 
que de los rumores de Italia se hubieren 
descubierto. Avisan de Portugal , que á la 
ciudad de Lagos , en el Algarbe, han lle- 
gado veinticinco velas de holandeses y 
turcos mezclados, que han puesto cuida- 
do, aunque no han hecho hasta agora más 
que darle; que aquel Virey andaba visitan- 
do por su persona los castillos y fuerzas 



ÁNDife DE MBNDOZA. 4I 

de la costa , presidiándolas de lo necesario. 
Quítase el gobierno de Portugal por Virey 
y nombráronse tres Gobernadores para 
aquella Corona, que son: D. Diego de 
Castro, conde de Vasto; D. Alonso Mejfar 
obispo de Coimbra, y D. Ñuño Alvares 
Portugal, y con tanto dará la vuelta á 
Castilla el marqués de Alenquer, Virey de 
aquel Reino. Avisan de Francia estar el 
Rey Cristianísimo sobre San Juan de An- 
gelin, lugar fuerte de rocheleses, y que, 
determinando el Consejo que cinco sol- 
dados reconociesen la batería, quiso su 
Majestad ser uno de ellos, y sin poderlo 
estorbar fué con los cuatro nombrados, 
que los hirieron á todos, y al Rey de un 
mosquetazo en un brazo, de recudida de 
haberle muerto el caballo; y al fin, tomada 
la fuerza por asedio se asentó por partido 
que los caballeros saliesen en calzas y ju- 
bón y en hacas , y los soldados á pié y en 
camisa : dícese que tiene cercada la Ro- 
chela, y que sin batirla quiere que se le 
entregue. De Inglaterra avisan que los 
veinte navios de la Concordia, ingleses, se 
determinaron llegar á inquietar á Argel, 
y para ésto llevaron dos bajeles llenos de 
ingenios de fuego ; quemaron en el puer- 
to de aquella ciudad siete galeones gran- 
des y seis pataches; tomaron un navio de 



43 CAKTIS DI 

PechelingueSy con gran riqueza, y entre 
diversas mercaderías ochenta mil reales 
de á ocho ; cañonearon la ciudad de Argel 
por varias partes ; echaron gente en tíerra 
y robaron la campaña , y, lo que más fué, 
se volvieron á embarcar sin riesgo. Mar- 
tes, veintidós de Junio, fué la primera pro- 
posición de Cortes, y domingo, veintiñete, 
hubo en ésta Corte auto de Inquisición; 
formóle la de Toledo, y penitenció á una 
hijadalgo y cristiana vieja, que después 
que se hizo beata se llamaba María de la 
Concepción, la cual, siendo virtuosa, ten- 
tada de la carne, se dio á rienda suelta al 
vicio, y fría en la caridad 5 tentóla el de^ 
monio en la Fé y diose á todo género de 
embustería y falsas ilusiones ; fué blasfe- 
ma , sacrilega , engañaba al confesor con 
apariencias virtuosas, tenia pacto expre- 
so con el demonio , escupía á un Cruciñ- 
)o , recebia cada dia el Santísimo Sacra- 
mento dos y tres veces , con palabras blas- 
femas , provocándose delante del á torpe- 
zas; fué hereje, arriana, nestoriana, lu- 
terana, calvinista, mahometana y elvi- 
diana, negando la inmortalidad del alma, 
el purgatorio , inñemo y cielo , potestad 
del Papa, imágenes y Sacramento, y úl- 
timamente ateísta: pidió misericordia, 
con contrición, dolor y lágrimas, y de sola 



AlIDliS DI MINDOZA. 43 

delación suya se condenó á hábito y cár- 
cel perpetua irremisible, coroza, mordaza 
y azotes. 

El Nuncio de su Santidad entró á diez 
de Junio: fué á besar las manos de su 
Majestad á diez y ocho del dicho, ocho 
dias después de haber llegado , con grande 
acompañamiento de la mayor parte de la 
nobleza; llámase Alejandro de Sangro, 
Patriarca de Alejandría , Arzobispo de Be- 
nevento. A doce de Julio fué á besar las 
manos á su Majestad el duque de Arescot 
de la Orden del Tusón de Oro, Embaja- 
dor del serenísimo Archiduque Alberto; 
entró con lucido acompañamiento. A ca- 
torce de Julio mandó el Rey cubrir al 
conde de Monterey, y al marqués de Cas- 
telrodrigo, conde de Lumiares. Volvió á 
la Corte D. Diego de Aragón , hijo del du- 
que de Terranova , de servir el gobierno 
de Micina ; fué bien recebido y mandóle 
su Majestad servir su llave, y á pocos dias 
le mandaron salir de la Corte y que fuese 
á servir á su Majestad en el dicho gobier* 
no. Hánse dado llaves al duque del Infan- 
tado , conde de Fuensalida , conde de 
Portalegre , conde de Peñaranda , D. Jai- 
me Manuel , hijo del duque de Maqueda, 
y á los marqueses del Carpió , el Villar, 
Cañete, Camarasa, y Caracena. Al mar- 



44 CAITAS DI 

qués de Malpica han hecho Ayo y Mayordo- 
domo mayor del serenísimo Infante Carde- 
nal, y á D. Gaspar de Ribera, su hijo, die- 
ron título de conde de Parla. Al conde de 
Mora y á D. Luis Enriques hicieron Ma- 
yordomos de la Reina, nuestra señora, y al 
conde de Peñaranda ayo del Infante Don 
Carlos. A D. Francisco Paravecino hicie- 
ron conde de la Torreta. A diez y seis de 
Julio entró en ésta Corte la condesa de 
Oropesa, hija del conde de Benavente, 
viuda del santo conde D. Femando de 
Toledo, hijo del señor D. Duarte, marqués 
de Flechilla , caballero tan virtuoso, que á 
fuerza de penitencias y mortifícftciones, de 
veinticinco años pasó á mejor vida, dejan- 
do una hija y dos hijos; de los cuales, el 
mayor murió después que el padre, y para 
asegurar la salud de los demás, con la 
mudanza á mejor sitio, los trujo á Madrid 
su madre: entró, aunque retirada y encu- 
bierta, con grande acompañamiento y 
casa. Dióse el hábito de Religiosa en el 
Monasterio de la Encarnación á una hija 
de los condes de Santiago , fué su madri- 
na Doña Francisca Clourel, mujer de Don 
Baltasar de Zúñiga , Comendador mayor 
de León ; acompañóla toda la Corte. El 
Rector de la Universidad de Salamanca, 
D. Felipe de Haro, hijo del marqués del 



ÁNDIIS DB MBIIDOZÁ. 45 

Carpió 9 besó la mano á su Majestad, con 
grande acompañamiento, y iba él entre 
seis ci^balleros que habian sido Rectores: 
el conde de Olivares y D. Felipe de Haro, 
tíos del nñsmo D. Fernando; y D. García 
Pimentel, hijo del conde de Benavente, y 
D. Melchior y D. Antonio Moscoso, hijos 
del conde de Altamira. 

Escriben de Alemania, que pide el 
Palatino al Emperador la investidura de 
so Estado para su hijo heredero, y ofrece 
enviarle á criar á la Corte imperial ;• in- 
terceden con el César los demás Electores, 
y piénsase que lo hará si entre todos le 
contribuyen con un millón, para pagar 
parte de gastos, y vienen con los protes- 
tantes en que le obezdecan; y en el ínterin 
que ésto se asienta, aunque pasada la 
tregua de Maguncia , no cesa el comercio 
y el caminar es seguro. Manda el serení- 
simo archiduque Alberto al conde Mauri- 
cio, que dentro en tres meses vengan á 
gozar el Principado de Oran je , que tiene 
en Tierrafírme , donde nó, le da por ban- 
dido de aquellos Estados, y que como á 
tal se procederá contra él. A la princesa 
de Pomblin, viuda , dio el Emperador la 
investidura de aquel Estado , y autoridad 
al Rey Católico para que la pasase á los 
sucesores en su casa, y con ésto ella casó 



46 CAITAS DB 

con el duque de Branzu, caben de la ca- 
sa de Ursino, y el novio y su hermano el 
Cardenal la lleyaron á Roma. Asentáron- 
se las capitulaciones de casamiento entre 
el marqués de Zara, heredero del Ducado 
de Arcos, y hija del duque de Segorbe,' y 
enue D. Hipólito de Velasco y su sobrina, 
la marquesa propietaria de Salinas, y 
entre el conde de Salinas y Ribadeo y 
una hija del duque de Híjar. 

Por parte de D. Rodrigo Calderón se 
dio memorial á su Majestad, implorando 
su piedad y clemencia , suplicando con él 
se usase, pues cuando en él huUese haU- 
do algunos descuidos y culpas , se hallarán 
algunas acciones, que, cuando se hicieron, 
sé tuvieron por servicios y dignas de ala- 
banza, y la mudanza de las cosas y tiem- 
pos las hace parecer delitos; y que las acu- 
saciones y visita que le han hecho ha na* 
cido de conocida pasión y embidia de 
muchos y poderosos émulos, y que sus des- 
cargos no han podido ser iguales á las di- 
ligencias que se habian hecho para sus 
cargos, y que su Majestad, que tiene el cie- 
lo , aunque por su parte acudió á sus pies 
suplicando declarase algunas cosas tocan- 
tes á su justicia , no lo hizo tan cumplida- 
mente como convenia, por no haber quién 
se las trajese á la memoria, y por su 



ANDIB8 DB MfNDOZA. 47 

muerte. Y también el Cardenal Duque, por 
algunos justos respetos se ha abstenida 
de declarar mucho de lo que á la justicia 
del Marqués tocaba , y que muchos de los 
cargos que se le hacen tocan en materias 
de Estado muy graves, y resueltas por el 
Consejo; y que los oficios que él tuvo no 
eran sujetos á visita, y, cuando lo fueran, 
ya ha sido visitado y dado por libre el año 
de 1607, y 4^^ ni los Visitadores podian ser 
jueces en las causas de sus visitas, trayen- 
do para ésto algunos ejemplares. Y que en 
loque toca á haber recebido algunas dádi- 
vas y presentes, lo sabia su Majestad, que 
está en el cielo, y, por justas causas y su 
piedad, leperdonó y dio sus Reales cédulas, 
y quitó el derecho al Fisco que podia tener 
de volver á pedir, atendiendo á sus muchos 
servicios de D. Rodrigo; y para purgar si 
en él hay algunas culpas, trae sus muchas 
molestias recebidas, sus grandes gastos, 
su prisión y tormento. Y no obstante éste 
memorial , á nueve de Julio notificó Lá- 
zaro de Ríos , Secretario de su Majestad, 
dos sentencias al dicho D. Rodrigo Calde- 
rón , marqués de Sieteiglesias , en su per- 
sona ^ preso muchos meses antes en su 
misma casa : la una , de las culpas que se 
le han causado por el proceso civil, y la 
otra por la causa criminal. Por ésta dije- 



48 CAiTAS M 

ron, que por cuanto el señor Fiscal le acu- 
só de culpante en la muerte de la Reina, 
nuestra señora, Doña Margarita de Austria, 
que sea en gloria , y no lo haber probado, 
absolvieron y dieron por libre della al 
dicho D. Rodrigo Calderón. Y asimismo 
en cuanto le acusó de haber dado hechifos 
y con ellos haber procurado atraer las vo- 
luntades del Rey, nuestro señor, y de 
otras personas , y haber dado veneno al 
Padre Maestro Fray Luis de Aliaga , In- 
quisidor general y Confesor que fué del 
Rey, nustro señor , que sea en gloria, y 
haber hecho matar á D. Alonso Carvajal, 
al Padre Cristóbal Xuares, de la Compa- 
ñía de Jesús, á Pedro Caballero y Alonso 
del Camino, también le absolvieron, por 
no lo haber probado el dicho señor Fiscal. 
Pero en cuanto le acusó de la prisión que 
hizo de Agustín de Avila, Alguacil que fué 
desta Corte, y del proceso que contra él le 
formó y de haberle querido matar en la 
prisión con veneno, últimamente de su 
muerte, y todo lo que en ella pasó, y haber 
cometido delito de asesinato y muerte ale- 
vosa , habiendo hecho matar á Francisco 
de Ibarra, por medio del sargento Juan de 
Guzman y de otras diferentes personas, y 
haber pervertido (con la mucha mano que 
tenia) el juicio de la causa criminal que 



IKDItES DI HEnOOZA. 41) 

pendió y se trató en ésta Corte ante los 
Alcaldes della, contra el dicho Pedro Ca- 
ballero, en razón de la muerte del dicho 
Francisco de Ibarra, amenazando y persi- 
guiendo á uno de ellos, porque trataba 
de la averiguación y castigo deste delito, 
y en haber ganado é impetrado cédulas 
de su Majestad, que haya gloria, de per- 
don y liberación desús delitos, con malos 
medios; dijeron , que de la prisión en que 
está sea sacado, caballero en una raula 
ensillada y enfrenada, con voz de pregone- 
ro que publique su delito, y sea traído por 
las calles públicas y acostumbradas de 
ésta villa , y llevado á la Plaza Mayor de 
ella , donde para éste efecto esté hecho un 
cadahalso y en él sea degollado por la gar- 
ganta, hasta que muera naturalmente: 
mas le condenaron en perdimiento de la 
mitad de sus bienes para la Real Ha- 
cienda. 

Por la otra sentencia, que dicen 
tiene doscientos y cuarenta y cuatro car- 
gos, le condenan en un milloo y doscien- 
tos cincuenta mil ducados , y por capítulo 
ñnal della, á que fueron remitidas mu- 
chas de las culpas de las dichos cargos, 
fué condenado en perdimiento de todos 
los Títulos y mercedes que de su Majestad 
lenia, y se le habia hecho merced y dado. 



50 CálTAS DI 

y en cualquiera manera que le pertenecie» 
re y puede pertenecer , y en perdimiento 
de los títulos de Conde y Marqués y Capi- 
tán de la Guarda, Contíno de la casa de 
Aragón , Alguacil mayor de la Candlle^ 
ría de Valladolid, Alcayde de la cárcel, 
Archivero mayor, Regidor de aquella ciu* 
dad, Mayordomo de obras deUa, y e^ 
perdimiento del ofício de Correo mayor 
de la dicha ciudad y perpetuación que 
tenia , y en perdimiento del Patronado 
del Monasterio de Portaceli , que hizo en 
la ciudad de Valladolid, y en todos los de^ 
mas títulos y mercedes aplicados á su 
Majestad : y ansi mismo en perdimiento 
át la merced que tenia sobre la Bula de 
lá Cruzada, que se imprimía en Nuestra 
Señora de Prado , que valia ocho mil du- 
cados de renta, y en el ofício que tenia de 
Regidor y Escribano de Ayuntamiento, y 
Depositario de la ciudad de Plasencia, y 
de }r. ciudad de Soria, y villa de Nava y 
otras. Dícese que llevó éste golpe con valor 
notable , y que está tan resignado en las 
manos de Dios, y con tal dolor y actos de 
cristiano, que edifíca y apiada á cuantos le 
ven ; hoy le han admitido la súplica, no se 
sabe con cuánto término, y ansí tiene sus- 
pensos á todos el fín de la causa, sin saberlo 
cierto. Dícese que su encomienda de Oca- 



ÁNDliS Dt MIIIO0I4. 51 

ña se ha dado al marqués del Villar, hijo 
del conde de Benavente. Y es cosa partid 
cular, que, según se ha observado por 
hombres cuidadosos, han sucedido en 
martes todos los términos y sucesos con^- 
siderables en ésta causa de D. Rodrigos 
porque fué martes el dia que salió de 
aqui para Valladolid, y martes el que lo 
prendió alli D. Fernando Ramírez Fari- 
ñas; martes el dia que entró en la fortale- 
za de Montanches á cargo de D. Francis- 
co de Irazabal; martes cuando le trajeron 
al castillo de San torcaz; martes cuando 
vino preso á su casa, en poder de D. Ma- 
nuel Francisco de la Hinojosa: tomáron- 
le la confesión en el mismo dia y en el 
mismo le dieron tormento y pronuncia- 
ron los jueces la sentencia, aunque fué 
Viernes cuando se la notificaron, como he- 
mos dicho. Desta causa han sido jueces 
los señores D. Francisco de Contreras, 
caballero del hábito de Santiago; Luis de 
Salcedo y D. Diego de Corral y Arrellano, 
Oidores del Consejo Supremo de Castilla. 
Dispónese la almoneda de sus bienes , dt- 
cese, que de grandes riquezas, y hánla 
cometido los señores jueces á D. Pedro 
Fernandez de Man'silla , Alcalde de Corte. 
También sentenciaron el mismo dia al 
sargento Juan de Guzman, porque mató 



52 CAITAS DB AMMÍS DB MBlfDOIA. 

alevosamente á Francisco de Ibarra, por 
mandado del mismo D. Rodrigo , y 
también se le admitió la súplica. Por no 
cansar á vuestra merced no soy más largo; 
á quien Dios guarde como deseo. En 
Madrid á 22 de Julio de 1621. 




CUARTA CARTA 

QUE ESCRIBIÓ UN CABALLERO DESTA CORTE 
A UN SU AMIGO. 



EN la mia de veintidós de Julio dije á 
vuestra merced las novedades desta 
Corte , y por mandármelo voy conti- 
nuando en ésta lo que después de escrita 
aquélla va sucediendo. Gloriosa corre la 
felicidad en el Gobierno desta dichosa 
Monarquía ; siglo de oro es para España el 
reinado del Rey, nuestro señor, Felipe IV, 
prometiendo tan felices principios prós- 
peros ñnes: guárdenosle Dios sin limite, 
para que perpetuamente la prudencia , la 
paz y justicia se den las manos. Ya 
dije á vuestra merced en la pasada, que 
habia besado las manos á su Majestad y 
Altezas el duque de Ariscot, Embajador 
del serenísimo archiduque Alberto; oiga 
ahora vuestra merced cómo se hizo aquel 



54 CAIT48 DE 

acto : Por llevar luto , fué el acompafia- 
miento en coches; aguardó D. Baltasar 
de Zúñiga al Embajador al apearse, hon- 
róle mucho el Rey , y del cuarto de su 
Majestad pasó al de la Reina, nuestra seño- 
ra, que le aguardó sentada, y $e levantó 
cuando llegó al estrado. Dióle la mano en 
pié, y vuelta á sentarse, el Duque, de ro- 
dillas , cumplió gallardamente con su ofi- 
cio ; y hechas las cortesías á la Camarera 
mayor y Damas , que asistieron cubiertas 
de luto , y besada la mano á la Reina 
los caballeros que traia consigo, pasó al 
cuarto de sus Altezas, donde tuvo la mis- 
ma ceremonia , primero que con el Infan- 
te Cardenal , con la señora Infanta María, 
que su Alteza y sus damas tenian echa- 
dos sus mantos hasta el pecho. El acom- 
pañamiento fué grandioso, la familia del 
Embajador grande y lustrosa; hízoles la 
costa el Rey en casa del marqués de Falces, 
sirviéndolos los oñcios de la Casa Real. A 
pocos días recibieron por Menino un hijo 
de Monsiur de Peranzi, que vino con el 
duque de Ariscot y se publicó. Mandó su 
Majestad cubrir al príncipe de Leñi y al 
duque de Croy, ausentes, y despachóse 
al Archiduque les diese la posesión de la 
Grandeza. 

Tomó juramento el Arzobispo de Búr- 



ANDtáS DB MlllDOXA. 55 

gos, como Presidente de Castilla, al seré* 
nísimo Infante Cardenal por Chanciller 
mayor, como Arzobispo de Toledo, dig- 
nidad que está aneja á este oñcio desde 
tiempo de los Reyes Católicos, D. Fer- 
nando y Doña Isabel , por provisión suya 
en favor del Cardenal D. Pedro González 
de Mendoza, Arzobispo de Toledo; tam- 
bién se recibió de su Alteza juramento de 
la fé por el Priorato de Ocrato. Diéronse 
llaves al duque de Medina Celi , á D. Bal- 
tasar de Zúñiga, Comendador mayor de 
León; al marqués de Alcañiz le dieron 
las entradas en la Cámara sin llave, y la$ 
mismas al conde de Chinchón, para tratar 
lo que se ofreciere de los Consejos de 
Italia y Aragón, y hiciéronle Mayordomo 
de su Majestad. £1 conde de Monterey va 
á Roma á dar la obediencia al Sumo Pon- 
tífice, Gregorio XV. Ha estado muy enfer- 
mo el duque de Osuna , y hánle mudado 
de la Alameda á la casa de D. Iñigo de 
Cárdenas , puesta entre los dos Caraman- 
cheles ; hánle ido á tomar la confesión y 
dado licencia á que le vea el marqués de 
Peñafiel, su hijo: recusó su Excelencia á 
D. Fernando Carrillo. Ha sido de alivio 
general á estos reinos el haber batido Su 
Santidad moneda con la imagen de la 
Concepción , por la buena esperanza que 



56 GABTáS DB 

da, de ver acabado éste punto, ésta pía 
afición del Sumo Pontífice. La señora 
Doña Ana^Bazan, hija del marqués de 
Santa Cruz, entró por dama de la Reina, 
nuestra señora, con grande acompaña- 
miento; la Alcaydia de la Casa Real del 
Campo se dio en el ínterin á D. Agustín 
Mejía , y al Alcayde de la Casa Real del 
Pardo le dieron trescientos ducados de 
renta por su vida. £1 reino de Cerdeña 
besó la mano á su Majestad, dióle el pé- 
same y el pláceme ; llevó grande acompa- 
ñamiento, y fué entre el marqués de 
Aytona y el duque de Gandía. La entrada 
del marqués de Astorga ñié famosa^ acom- 
pañóle toda la Corte y veintitrés Grandes, 
y su Excelencia en medio de D. Duarte, 
marqués de Flechilla, y del duque de 
Ariscot. £1 dia de Santiago, saliendo su 
Majestad de la Capilla, llegó correo de 
Flandes con nueva de la muerte del se- 
renísimo archiduque Alberto; Príncipe 
verdaderamente glorioso, tanto por el 
gobierno político cuanto por haber aca- 
bado la tregua, pues en los dias pos- 
treros de su vida mandó romper la guerra 
con los rebeldes , para cuyos gastos libró 
su Majestad Católica un millón y seis- 
cientos mil ducados. Ha dado pena y 
cuidado la muerte de su Alteza, y los 



ÁNPBES DI MBHDOZA. 57 

Reyes se retiraron con gran sentimiento 
y renovaron los lutos. Dia de Santa Ana 
fueron cubiertos al Monasterio Real de 
las Descalzas, á dar el pésame á la señora 
infanta Margarita; el mismo dia bautizó 
en la Capilla Real , D. Diego de Guzman, 
Patriarca de las Indias, á seis moros y 
una india, con asistencia de toda la Corte. 
Hablan de ser padrinos los Reyes, y, por 
el sentimiento de la muerte del Archidu- 
que, lo remitieron al conde del Castrillo, 
del Consejo de Guerra, y Mayordomo de 
la Reina, nuestra señora , y á Doña Marí^r 
Enriquez, Dueña de honor. A veintisiete 
se halló su Majestad en el Consejo de Es- 
tado, y pocos dias después enviaron pode- 
res á la señora infanta Doña Isabel para 
gobernar los Estados de Flandes^ donde 
se va la guerra prosiguiendo con prósperos 
sucesos de la Monarquía española. Al du- 
que de Ariscot hizo su Majestad merced 
de una Coronelía de alemanes, con qui- 
nientos ducados al mes , y, con el sueldo 
que antes tenia, llegó la merced á ocho 
mil ducados cada año , que es lo mismo 
que tenia su padre; á los caballeros que 
venian con él se les dieron á cincuenta 
y sesenta escudos al mes , con que todos 
quedaron contentos. £1 último dia de 
Julio , festividad del Santo Padre Ignacio 



58 ^ GAftTAS ti 

de Loyola, fué su Majestad al Colegio de 
la Compañfa; recibiéronle aquellos Pa- 
dres con Te Deum laudamus, por ser la 
primera vez que después de ser Rey babia 
visto aquella Casa : hizo el oficio el padre 
Provincial desta provincia. Háse encarga, 
do el Rey, nuestro señor, de la canoniza- 
ción del bendito Padre Francisco Javier 
porque la del Padre Ignacio se pide en 
Roma, á instancia del Rey de Francia 
que la quiere hacer á sus expensas. Al 
marqués Espinóla dieron título de mar- 
qués de Belvis, en Castilla; al Duque Car- 
denal mandó su Majestad retirar á Toro ó 
Tordesillas , á su elección ; á D. Francisco 
de Quevedo y Villegas llevaron preso al 
convento de Uclés, como Caballero de 
Santiago. Despachóse privilegio para ser 
ciudad la villa de Lucena, á pedimiento 
de su dueño, el duque de Segorbe. Al du- 
que de Gandía se le dio el Condado de 
Villalonga y treinta mil ducados de ayuda 
de costa ; al conde de Villafranqueza se le 
dio perpetuo aquel título y estado, que 
desde la muerte de su padre le tenia por 
dos vidas, diéronle una buena villa en 
Aragón y dos mil ducados de renta. Don 
Sancho de Monroy fué á Francia por la 
posta con embajada extraordinaria; dié- 
ronsele cuatro mil ducados de ayuda de 



ANDRÉS DB HINDOIA. 59 

costa. A D. Francisco de Alarcon, Oidor 
de Granada, se* dio plaza de Alcalde de 
Corte, y va á Ñapóles á la averiguación 
de los negocios del duque de Osuna; el 
licenciado Garciperez de Araciel, del 
Consejo Real, se añadió á la Junta de la 
reformación y censura. Hábito se ha dado 
á D. Francisco de Mendoza Centurión. 
Vino el conde de Monredondo , Cazador 
mayor de Portugal, los marqueses del 
Carpió y Ayamonte y el conde de Torre* 
jon; á D. Cristóbal de Rojas y Sandoval, 
se le dieron cincuenta y cinco escudos al 
mes en Flandes. La señora duquesa de 
Cea ha visitado estos dias á los jueces de 
su suegro , acompañada de su madre , la 
señora duquesa de Medina de RiosecOi y 
grande acompañamiento de señores y 
Grandes, á pié y en coches. A los Gentiles 
hombres de la boca mandó su Majestad 
que se les guardase la antigüedad que 
tenían en los libros de su padre, aunque 
jurasen después. Han hecho de la boca á 
D. Cristóbal Colon, hijo del duque de 
Veraguas; á D. Francisco Mejía, hijo del 
marqués de la Guardia ; á D. Fernando de 
Guzman, su tío, y á D. Gabriel de Chaves. 
La Junta de jueces de D.Rodrigo Calderón 
ha andado liberalisima estos dias, pre- 
miando los oficiales y ministros que han 



6o GAITA8 DB 

andado en la causa : al secretario Lázaro 
de los Ríos dieron tres mil y cuatrocientos 
ducados; á Gaspar Pérez, escribano» 
dos mil, y mil al relator Molino. Sobre la 
súplica, si se habia de admitir, de Don 
Rodrigo Calderón, tienen los jueces di- 
versas juntas, llamando para éste punto 
los mayores letrados desta Corte ; que se 
duda que haya grado de suplicación , por- 
que cuando se procede en una causa por 
particular y absoluta comisión , y se con- 
sulta , y el Principe responde, abstrae á sí 
el juicio; y asi, si no es de spetiali man- 
dato Principis, no queda remedio en de- 
recho. Hácense muchas diligencias de 
parte de D. Rodrigo, para conseguir la 
súplica , la que doctamente contradice el 
Fiscal de la causa; ha hecho recusación de 
jueces , háse dado por ninguna, y conde- 
nadóle en la pena. El Padre Gerónimo de 
Florencia apadrinó al Comendador ma- 
yor de Aragón, y al conde de la Oliva, su 
nieto, para besar la mano á su Majestad 
sobre la súplica; la marquesa de Siete 
Iglesias y sus hijas, cubiertas de luto, han 
ido diversas veces á hablar al Comenda- 
dor mayor de León, para que interceda 
con su Majestad, y hasta ahora solo se ha 
negociado se remita á los jueces, para 
que vean si en justicia tiene lugar la sú- 



ANDRÍS de MENDOZA. 6 1 

plica. A D. Pedro Fernandez de MansíUa, 
Alcalde desta Corte, le han dado comisión 
de ejecutar la sentencia de D. Rodrigo 
' Calderón , en la causa civil , con cédula 
particular de su Majestad, y así se aper« 
ciben muy aprisa los bienes , para hacer 
almoneda que está ya empezada. Murió 
el marqués de Loríana, y ha casado el 
conde de Chinchón con la viuda, mar- 
quesa de Salinas, y dióle su Majestad fa- 
cultad para dejar, después de sus dias, de 
su mayorazgo, cuatro mil ducados de renta 
de por vida á la Condesa. Hay junta en 
casa del Confesor de su Majestad , y fór- 
manla su Paternidad Reverendísima, Don 
Baltasar de Zúñiga, el conde de Bena- 
vente y los oidores D. Juan de Chaves y 
D. Francisco de Tejada. A D. Pedro de 
Toledo, marqués de Villafranca y príncipe 
de Mental van , hizo su Majestad merced 
del ofício de Capitán general de España, 
con diez mil ducados de sueldo , y que le 
goce desde que salió de Milán. El conde 
de Olivares da audiencias y recibe me- 
moriales con ventura de los pretendien- 
tes, pues su gran cristiandad y prudencia 
les promete á todos felices sucesos. A Don 
Pedro de Cifuentes, Fiscal del Consejo 
Supremo de la Inquisición, se le dio plaza 
de Inquisidor del mismo Consejo, y la 



62 CAITAS M 

suya á D. Pedro de Guevara Gaviria, 
Inquisidor de Logroño; el obispado de las 
Canarias se dio á D. Juan de la Torre, 
Inquisidor de Cuenca, y el de Orense al' 
Padre maestro Fray Pedro de Herrera; 
á D. Juan Chacón el oficio de Auditor 
del Infante Cardenal; el corregimiento de 
las Cuatro Villas de la mar, á D. Gerónimo 
de Herrera; el de Gibraltar al capitán 
Mesía de Bocanegra ; el de Bilbao al licen- 
ciado Francisco González de Salazar; el 
de Salamanca á D. Diego de Hoees; el 
obispado de Mótala 4 D. Francisco Salu- 
do; el de Hiberito á D. Gerónimo de 
Costanzo; el de Galipoli al obispo del 
Águila; el arzobispado de Lanchano al 
Camarero del cardenal Montalto. 

Avisan de Francia que aquel Rey hacia 
poblar una citadela en San Juan de An- 
gelis, que en dias atrás ocupó por asedio, 
y que tenia apretada la Rochela y no 
quería concierto con los rebeldes della , y 
habla mandado al duque de Guisa la cer- 
case por mar, y al de Pernon por tierra. 
Y caminando el Rey Cristianísimo á Len- 
guadoc , se le rindió la ciudad y fortaleza 
de Clerac , concediendo las vidas á los ve- 
cinos y soldados, sólo mandó ahorcar á 
cuatro, los más principales del rebelión, 
y echar por tierra la fortaleza ; y porque 



▲NORÍf DI MUIDOZA. 63 

no se saquease la ciudad dieron cincuenta 
ta'ú ducados: y asimismo se rindió Nis* 
mes y Mompeller, y, prosiguiendo el Rey 
su Tiaje á Montalván , se le rindieron otras 
faerxas. De Alemania avisan que la Ma- 
jestad Cesárea habia mandado hacer jus* 
ticia en Praga de trienta y tres señores 
rebeldes, y que, saliendo el conde de Bucoy 
á reconocer un puesto, con algunos impe- 
riales, habia sido muerto en una celada^ 
con general sentimiento del César y délos 
católicos, por la pérdida de tal soldado; y 
que se pelea cada dia en Alemania con el 
ejército del de Mansfelt y otros rebeldes, 
y en Hungría con los rebeldes y el Tran- 
silvano, y ordinariamente con prósperos 
sucesos de los imperiales. De Polonia 
avisan que el gran Turco está en Andri- 
nópoli con ciento veinte mil hombres, y 
aguardaba llegase á trescientos mil para 
entrar en Polonia; y que los cosacos hacian 
grandísimo daño á los turcos en el Mar 
Negro, y hablan llegado á seis leguas de 
Constantinopla, y puéstola en gran es- 
panto ; y que habían cogido dos bajeles 
cargados de artillería y armas ^ y que, ha- 
biendo entrado en la Valaquia gran número 
úe turcos, fueron echados por los polacos 
con gran pérdida de los turcos; y que, 
habiendo hecho puentes en el Danubio, 



64 OiBTAS DI 

pasaron infinitos y corrían la campaña , y 
siendo acometidos por los polacos , en dos 
escaramuzas mataron más de veinte mil 
turcos y hicieron retirar afrentosamente. 
Y que entrando otra vez cuarenta mil 
tártaros y turcos , habían sido desbarata- 
dos por quince mil polacos, con muerte 
de la mayor parte de los infieles; y, últi- 
mamente, con el ejército turquesco peleó 
tres dias el príncipe de Polonia y mató 
más de cuarenta mil, y prendió, entre 
otros muchos , seis personas de gran con- 
sideración y rescate, y hizo retirar al 
enemigo. De Inglaterra avisan que el 
obispo de Londres, persona de gran auto- 
ridad y letras, y de setenta años de edad, 
enfermando de muerte, declaró á sus hijos 
que moria católico, y les advirtió del en- 
gaño en que vivían en no serlo; envió á 
pedir al Rey licencia para que le admi- 
nistrasen los Sacramentos , y que si por 
eso quisiese su Majestad proceder por 
justicia contra él , que lo hiciese en hora 
buena , que él estaba resuelto á morir ca- 
tólico. Respondióle el Rey que le pesaba 
de su resolución , pero que hiciese aquello 
que su intención le dictase; con ésto envió 
á llamar el Obispo al Capellán del conde de 
Gondomar, embajador de España, con 
quien hizo tres largas confesiones en tres 



▲NDlfo DI «RMttA/ 6$ 

dias, y al último recibió el Santísimo Sa- 
cramento, y murió con grandes muestras 
de arrepentimiento: ha causado novedad á 
los ingleses, por ser persona tan eminen- 
te. La desgracia de Granada fué grandfñ- 
ma, dia de Santiago; que, aclamando á su 
Majestad en aquella ciudad , se cayó una 
casa en la plaza de Bibarambla, donde se 
levantaba el estandarte Real, y mató á 
muchas personas é hirió muchísimas; el 
número de los muertos llega á doscientos 
cuarenta y seis , y el de los heridos á más 
de cuatrocientos. A quince de Agosto, á las 
once y media de la noche , parió la Reina, 
nuestra señora, una Infanta que se llamó 
Doña Margarita María, y como habia en* 
trado prósperamente en los meses mayo- 
res de su preñado , se apercibían los seño- 
res y Grandes á grandes fiestas, y está- 
banse haciendo grandiosas libreas; lo cual 
cesó todo, porque murió á los diez y seis 
del mismo mes á las cuatro de la mañana, 
(dicen que no era de dias) y el mismo dia, 
con pompa y acompañamiento Real la 
llevaron á San Lorenzo, yendo con la 
Casa el conde de Castro, Mayordomo de 
la Reina, nuestra señora, y con la Capilla 
el obispo de Badajoz. Su Majestad de la 
Reina está ya con salud. Dios nos la 
guarde felicísimos años para bien destós 

5 



66 GAITAS DB 

Reinos, que al principio nos dio mucho 
cuidado su enfermedad , y se hicieron mu- 
chas rogativas y devociones por su salud. 
Gloriosa ha sido la victoria que 4 diez de 
Agosto ganó de holandeses D. Fadrique de 
Toledo Osorio, hijo de D. Pedro de Tole- 
do , marqués de Villafranca y príncipe de 
Montalban, Capitán general que es de la 
armada y del ejército del mar Océano; 
que saliendo de Cádiz, con la Real , seis 
navios y dos pataches, los tres de cuatro- 
cientas cincuenta toneladas, los otros tres 
de á trescientas treinta, y los dos pata- 
ches , con ánimo de esperar en el puerto 
de San Vicente los navios del general 
Martin de Vallejilla, que estaban en Lisboa, 
dio fondo cuatro leguas á la mar, por ser 
los tiempos contrarios, y allí le cogió aviso 
de que en Torremolinos habian dado fon- 
do veintiséis navios de holandeses, que 
dio algún cuidado á D. Fadrique, por 
haber venido otro aviso pocos días antes, 
que habian salido de Holanda veinticin- 
co navios con intención de hacer mucho 
daño en los de su Majestad; y asi, de con- 
sejo de los capitanes, se determinó el Ge- 
neral á irlos á esperar al Estrecho , y así, 
dio fondo á ocho de Agosto en la bahía 
de Gibraltar. Alli tuvo aviso de navios, y 
sahendo á reconocer, dieron caza al ano- 



▲NDBKS DE MBIIDOZA. 67 

checer á dos que venían á desembocar al 
Estrecho, y á aquella hora se descubrieron 
muchos la vuelta de Levante. Por ésto 
pasó D. Fadrique toda la noche bordeando 
de una vuelta y otra, hasta que por la 
mañana , día de San Lorenzo, á diez de 
Agosto, al amanecer, se halló á sotavento 
de treinta y un navios, veinticuatro en 
una tropa y siete en otra , que todos ha- 
cían el mismo viaje. D. Fadrique se fué á 
ellos , y habiendo ganado el viento á los 
veinticuatro, conociendo , en el no abatir 
el estandarte ni amainar, que eran de 
enemigos que se llegaban con ánino de 
pelear, desde muy cerca les dieron la 
carga de artillería y mosquetería , siendo 
grandiosa y bien empleada la de nuestra 
Real; y habiendo atravesado tres veces 
por medio dallos, haciéndoles mucho 
daño, abordándoles cada uno como podia, 
fué Dios servido que echaron los nuestros 
tres á fondo y tomaron cinco, haciendo 
los españoles grandes cosas. Duró la pelea 
desde que amaneció hasta las tres de la 
tarde, y si á la Real no le faltaran los 
árboles , que se los llevó una ráfaga de 
viento, tenia ánimo D. Fadrique de ir 
peleando con ellos hasta acabarlos á 
todos. Dicen que los que huyeron fueron 
muy mal parados y con mucha gente 



68 GAITAS DI 

muerta. Señaláronse valientemente, el 
Maese de campo D. Gerónimo Agustin ; el 
general D. Carlos de Ibarra; los almiran- 
tes D. Alonso'de Muxica y Roque Centeno; 
el Contador de la armada Juan de Varrun- 
dia, y los capitanes D. Francisco de Her- 
rera y Meneses , y Domingo de Hoyos y 
otros famosos soldados: y no es la menor 
circunstancia deste buen suceso , el haber 
sido el primero después de la rota de la 
tregua, porque anima mucho entrar ga- 
nando. 

El duque de Ariscot partió desta Corte, 
y entró en ella el duque de Terranova, 
caballero de la Orden Real del Tusón de 
Oro, y besó la mano á su Majestad con 
grande y lucido acompañamiento. El 
obispado de Lamego, en Portugal, se dio 
á D. Juan de Alencastre, Capellán mayor 
de la Capilla Real de Lisboa; y éste oficio, 
á D. Juan de Silva , hermano del conde 
de Portalegre. A D. Antonio de Atayde, 
Capitán general de la armada Real de 
Portugal^ se le mandó que saliese en 
busca de los holandeses, que se dice andan 
alterando los puertos y haciendo los daños 
que pueden , y que pelease con ellos ; sacó 
de Portugal lucidísima gente. Dios los dé 
ventura. Para que vea vuestra merced lo 
que duran las grandezas desta vida, y 



ANDRÍ8 DB MBlflIOZA. 69 

cuan poco hay que fiar de las mayores 
riquezas, acabaré ésta con un suceso que 
ha causado lástima general en cuantos le 
saben : ya dije á vuestra merced que Don 
Rodrigo Calderón recusó sus jueces, pues 
sepa vuestra merced, que, admitida la 
recusación y mal probada por él , le con- 
denaron en doce mil maravedís , y luego, 
por otro auto, se los perdonaron por su- 
mamente pobre y no tener bienes ni ha- 
ciendas de qué pagarlos. ¿Q.ué le parece á 
vuestra merced de tal desdicha y qué 
poco le aprovecharon sus tesoros? justos 
juicios son de Dios, el cuál á vuestra mer- 
eced muchos años guarde. De Madrid, 
último dia de Agosto de 1621. 




CARTA QUINTA 

QUE ESCRIBIÓ UN CABALLERO DESTA CÓRTB 
Á UN SU AMIGO. 



POR la mia de último de Agosto 
habrá sabido vuestra merced las 
novedades desta Corte, y no he po- 
dido, ni escribir ésta, ni remitir á vuestra 
merced aquélla con más priesa^ porque 
ha parecido á muchos grande mi cuidado 
en avisar á vuestra merced de los sucesos 
de aquí, y han procurado estorbarlo; como 
si mis cartas tuviesen algo dañoso contra 
la rectitud y prudencia, pues antes, éste 
modo de escribir es loable, pues sin faltar 
á la verdad de los sucesos, y sin daño de 
nadie , se da un alivio licito á los deseos 
de los ausentes de la Corte , para que pa- 
sen las horas con menos ocio; entreteni- 
miento á que yo principalmente tiro con 
escribir á vuestra merced, sin obligarle á 
que lo crea , pues ni yo escribo más que 



lo que oigo, ni ello tiene fuerza de ley á 
premáiica que no puede dudarse Ó con- 
tradecirse. Demús de que si la curiosidad 
de los libreros es tal que sacan mis cartas 
á la calle, ¿qué culj>a tiene lo que yo hago 
en mi casa? Vuestra merced, si quiere 
saber nuevas, las guarde mejor, que no 
quiero, por servir á vuestra merced, dis- 
gustar á nadie. 

Algo correremos atrasados por ésta 
causa en los sucesos; vuestra merced per- 
done y consuélese con que siempre es 
bueno saber novedades, y que para quien 
no las sabe son ñamantes las más viejas. 

Empecemos por la reformación del 
Consejo de Hacienda, cosa bien necesaria, 
y que pedia remedio há muchos dias. 
Redúcense , según dicen , á cuatro el 
número de los Consejeros, á quienes dará 
nombramiento su Majestad, con que 
tácitamente quedan los demás jubilados. 
Los de la Contaduría mayor de Cuentas, 
se reducen á tres, y consúmense los de- 
mos, como fueren muríenijo. Consúmese 
el oñcio del libro de caja, y oficiales, que 
tenia Francisco de Molina. 

Consúmense tos Ordenadores de cuen- 
tas, y mándase á las partes que las traigan 
ordenadas; arbitrio con que interesa mu- 
cho gasto la Real hacienda. 



▲NOtBS DI HIJIDOZA. 73 

Consúmense Ids Contadurías de rentas 
y las Contadurías de quitaciones, y agre* 
ganse á la Escribanía mayor de rentas^ 
con que menguan muchos salarios. 

Consúmense las Contadurías de penas 
de Cámara, que tenian Francisco Gomes 
de Esprílla y Antonio de Rojas, y agré- 
ganse 4 las Contadurías de la razón. Con- 
súmense las recepturías deste Consejo, y 
agr^anse á la Contaduría del sueldo. 

Consúmense sesenta y dq^ Contadores 
sánganos, dejan ocho solos, los cuales 
suceden por su antigüedad. 

En las Contadurías de resultas» de 
veintinueve que habia se consumen trece, 
y nómbranse á tres Contadores entreteni- 
dos, con cédula, y que entren por su an- 
tigüedad , como los otros. 

Que los Receptores de los partidos 
no vengan á dar cuentas á Madrid, sino 
que las envien juradas. Los que tuvieren 
juros acudan á las cabezas de los partidos, 
donde los paguen , sin obligar á gastos á 
unos ni á otros. 

Consúmese el oficio de Secretario, de 
Pedro Rodríguez Criado, y agrégase á la 
secretaría de Miguel de Ipenarrieta , al 
cual quitan el voto de Consejero; dánle 
un hábito y dos plazas de monjas en la 
Encarnación para sus hijas. Dieron título 



74 CÍBTA8 M 

'de Contador á lusepe de TrajiUo; dieron 
título al contador Arellano, y la secretaria 
del Presidente. A todos los jubilados del 
Consejo de Hacienda dejan los gajes por 
«US vidas ; dicen está suplicado desta re- 
formación. Consúmese la Diputación del 
medio general , y que en la nueva nego- 
ciación se acuda á la Contaduría de mer- 
cedes. 

A los quince de Agosto entraron en 
ésta Corte tres Embajadores extraordina- 
rios de la religión de San Juan, con muy 
grande acompañamiento de Títulos y Se- 
ñores , que , con carrozas de Palacio y de 
otros caballeros del Hábito, salieron á 
recibirles hasta Caramanchel; los cuisdes, 
á los diez y nueve, tuvieron audiencia de 
su Majestad, para darle el pésame de la 
muerte de su padre y el pláceme de su 
nuevo gobierno; y si el dia de la entrada fué 
grande el acompañamiento, éste fué mu- 
cho mayor, por la honra que les hicieron 
muchos Grandes , Titulos y Señores de la 
Corte. Fueron bien vistos de su Majestad, 
y ellos y los caballeros del Hábito, de di- 
versas naciones, que fueron muchos, le 
besaron la mano. Luego, á los veinticinco, 
tuvieron segunda audiencia, en la cual le 
representaron todos tres, cada uno por su 
provincia, el agravio que recibe la reli- 



ÁlfDRBS DB MBND0Z4. 75 

gion de que sé les suspenda la posesión 
que tiene, de preceder con el estandarte 
de sus galeras al estandarte de las de la 
República de Genova ; diéronle memorial 
y razones, por las cuales muestran la 
justicia que tiene la religión, y se espera 
buen suceso. Por la lengua de Italia vino 
el Prior de Inglaterra, fray César Ferreti; 
por España el comendador D. Luis de 
Moneada, hermano del marqués de Ay- 
tona, y por Francia el Comendador fray 
Miguel Pontalier Talamey. Martes, á siete, 
se proveyó la Presidencia de Castilla en el 
Sr. D. Francisco de Contreras, jubilado 
del Consejo Supremo, persona merecedora 
de tal ofício por su calidad , rectitud, vir- 
tud , cristiandad y letras ; elección acerta- 
dísima, y que ha sido en extremo bien 
vista de todos, y que ha causado general 
contento y satisfacción. Diéronsele diez 
mil ducados de ayuda de costa, señaláronle 
al año ocho mil ducados de sueldo, y 
viernes, á diez, tomó la posesión en medio 
del duque de Pastrana y conde de Luna> 
y acompañado de toda la Corte. Desde el 
Consejo fué al Reino á la concesión del 
servicio ordinario, y chapín de la Reina, 
y saliéronle á recebir y á acompañar los 
Procuradores de Cortes ; pasó su casa á la 
del ponde de Lodosa , y ha hecho su Se- 



76 CAITAS DI 

cretario á Gaspar Ruiz de Izcaray. El 
jueves, á nueve, se despidió del Consejo el 
señor arzobispo de Burgos, D. Femando 
de Acevedo, y entró á jurar en el Consejo 
de Estado; hfzole su Majestad merced de 
seis mil ducados de renta y dos títulos en 
Italia, dos Hábitos, y la primera Enco- 
mienda que vacase en la orden de San« 
tiago. Prelado en todo dignísimo , y por 
su rectitud, limpieza, facilidad de au- 
diencias, elecciones y disposiciones del 
gobierno, virtuosa vida, caridoso y afable 
natural, merecedor de todo premio y ve- 
neración. Y el conde de Villamediana ha 
mostrado ser tan su amigo, que , entre 
otras muestras que ha dado del amor que 
á su Ilustrísima tiene , le presentaba un 
cintillo de diamantes y una venera de su 
hábito de muy gran valor, y una letra 
aceptada en los Tesoreros de la Cruzada, 
de mucha cantidad; el Arzobispo no lo 
aceptó, si bien agradeció mucho tal ga- 
llardía y valor^ y el Conde le presentó un 
cuadro de pintura de Ticiano, de valor 
de mil escudos, para que se acordase del 
en Burgos , y éste tomó el Arzobispo. La 
iglesia de Toledo envió una Dignidad y 
Canónigo para que le asistiese y acompa- 
ñase hasta Burgos, y le hiciese el gasto 
del camino, y su iglesia hizo lo mismo, y 



ÁNDRB8 DI MBlfDOZA. 77 

D. Francisco de Irazabal le ofreció tres 
mil escudos para su gasto, y nada de todo 
aquesto aceptó; y despedido de todos, 
con muy gran casa de criados, dentro de 
pocos dias partió para su iglesia, con ge- 
neral sentimiento de los que le perdieron. 
Antes habia consagrado el señor arzo- 
bispo de Burgos al obispo de Tuy, Don 
fray Andrés de Peralta , Prior de San Lo- 
renzo el Real ; fué la consagración en la 
Capilla, presente el Rey, nuestro señor, y 
sus Altezas y toda la Corte. Asistiéronle 
los obispos de Badajoz y Mérida, y su 
Ilustrísima los banqueteó grandemente. 
Fuese el duque de Aríscot , habiendo re- 
partido entre los criados del Rey, truanes 
y otros, más de seis mil ducados. Ya dije 
en mi carta cuarta la merced que le habia 
hecho su Majestad; diéronse al conde de 
Senegon, hermano del duque de Aríscot, 
cien ducados al mes. Al sol de la justicia 
distributiva no le vencen exalaciones ni 
nieblas, pues el señor conde de Olivares 
hizo prender y proceder contra su Mas- 
tresala, por haber recibido mil ducados 
por la negociación de una canongía de 
Málaga; llevóle á la cárcel D. Luis de 
Paredes, Alcalde de la Casa y Corte de su 
Majestad. Estuvo muchos dias encerrado 
en la cámara del tormento , con pena de 



78 G4BTA1 DB 

la vida á quien le hablase sin orden par- 
ticular; dióle el Conde una libranza de 
cien ducados para sustentarse: dicen que 
le sentenciarán rigurosamente. A Ge- 
nuyno, electo del pueblo de Ñapóles, que 
vino á España con el duque de Osuna, y 
estuvo preso en ésta Corte en la cárcel y 
en casa de D. Luis de Paredes, han lle- 
vado á Ñapóles, con guarda de arcabuce- 
ros y alguaciles de Corte. 

A D. Martin Portocarrero, hermana 
del marqués de Villanueva de Barcarrota^ 
han llevado á la fortaleza de Santorcaz. 

El Cardenal, duque de Lerma, está 
muy malo en Tordesillas, con calentura 
continua y temores de tabardillo; partió 
á verle de aquf su nieto el duque de Cea. 

El duque de Osuna está en Caraman- 
chel, procédese en su negocio y van á 
Ñapóles, á hacer sus informaciones, Don 
Francisco de Alarcon , oidor de Granada, 
y D. Francisco de Ortega , secretario det 
Consejo de las Órdenes. Al duque de 
Uceda se soltó de la prisión y se le 
mandó ir á Arévalo, donde estará hasta 
que su Majestad mande otra cosa; na 
tiene guardas. Dióse por prisión al secre- 
tario Juan de Salazar su misma casa , con 
dos guardas; sacóse de la prisión á Don 
Antonio Manrique, marqués de Charela^ 



ÁÜDBBS DI MIMDOZá. 79> 

y á D, Andrés Velazquez, Espía mayor y^ 
del Consejo secreto. 

Después que escribí á vuestra merced, 
han sangrado dos vezes al infante Carlos^ 
de una calentura maliciosa, de que ya 
está bueno, á Dios gracias. A la infanta 
María la dio una calentura de cuidado, y 
quiso Dios que no pasase á segunda. Su 
Majestad de la Reina, nuestra señora, ha 
pasado su enfermedad de sobreparto,, 
teniendo á todos cuidadosísimos hasta su 
mejoría , porque la calentura continuaba 
mucho y se acompañó con unos desma- 
yos, que se repetían con alguna malicia; 
acudióse con remedios á bonísimo punto, 
y el pueblo hizo á Dios afectuosas roga- 
tivas por la salud de su Majestad. 

La gloriosa imagen de Nuestra Señora 
de Atocha se sacó al cuerpo de la Iglesia, 
concurrida aquellos dias de innumerable 
gente ; el Santísimo Sacramento se mandó 
descubrir universalmente , y ya la Reina, 
nuestra señora, se halla muy convale- 
ciente de sus achaques ; dióla su Majestad 
del Rey, nuestro señor, un dia de sangría, 
un mazo de tres mil perlas retas, y cien 
doblones de á cien escudos : era todo de 
la almoneda de D. Rodrigo Calderón. 
Murió D. Pedro de Carvajal , obispo de 
Coria, varón dignísimo; y la condesa de 



8o CAITAS M 

Paredes, señora derida santa. ElP^dre 
Florencia llegó muy ai cabo, estuvo stn 
habla, sin sentido ni conocimiento; ha 
mejorado milagrosamente por una sangría 
que el doctor Valle le hiio estando en 
tal estado: ya está sin ealeniuras. 

El señor conde de Olivares ha tnddo 
poca salud estos dias, y el señor Comen- 
dador mayor de León no tiene nmeha. 
Guárdenos Dios á dos tan importantes 
sujetos, para el aumento y bien desta 
Monarquía. 

Murió la marquesa del Valle en Pliia- 
cio^ y la sacaron de allf para depoaítaUa, 
con grande aparato y potnpa fonerali en 
el Monasterio de los Clérigos meqoras; 
cumplióse lo que dijo ésta señora otando 
se procedía contra ella , que el tiempo 
descubriría la verdad , y que esperaba en 
Dios volver á Palacio tan honrada como 
habia salido, y acabar allí los dias de su 
vida. 

Hábito se ha dado á un hijo del conde 
de Palma , á D. Juan de la Puza, caballero 
vizcaíno, á D. Francisco de Álarcoa^ i 
D. Andrés Gutiérrez, y á éste plaza de 
paje; á D. Juan de Vera, á D. Gregorio 
Manuel, plaza de paje y hábito, á Don 
Agustín Fiesco, Tesorero general del In- 
fante Cardenal, y hábito de Santigo. Y 



ANDRÉS DI MENDOZA. 8l 

también se dio hábito á D. Francisco 
Pedro de Herrera, y á un hijo del mar- 
qués del Carpió. 

Hubo en Roma creación de Cardena- 
les, Monseñor Carino, primero colateral 
del Capitolio, y el arzobispo de Salerno. 
Al doctor Ochoa dieron oficio de defensor 
ñscal del aposento, y abogado de los 
criados de la casa Real. 

El señor Presidente de Castilla tomó 
juramento á su Majestad de guardar todos 
los derechos municipales, privilegios y 
estilos forenses del reino. Hay junta de 
reformación en el Consejo de Aragón; 
hácenla el Canciller, Oidor, Regentes del 
mismo Consejo, los señores D. Alonso de 
Cabrera, D. Juan de Chaves, D. Francisco 
de Tejada y D. Gaspar de Valle jo, Oido- 
res del Supremo de Castilla. Vino Don 
Cristóbal de Benavente, Veedor general 
de Flandes, á quejarse de D. Luis de Ve- 
lasco, y el Consejo de Estado le mandó 
salir de la Corte. 

Avisan de Francia que aquel Rey cris- 
tianisimo hace valerosas facciones en la 
reducción de los rebeldes de aquel reino 
y destruicion de los herejes, y sobre 
Montalban habian muerto el duque de 
Humena, y su hermano el príncipe de 
lambila. Avisan de Flandes estar el mar- 



82 CAMTAS DB 

qués de Belbis con cuarenta mil hombres 
en campaña , y el conde Mauricio con 
otros tantos. Avisan de Italia que los he- 
rejes de la liga de Grissa saquearon los 
católicos de Chaula, ciudad principal de 
Baltelina, y pidieron ayuda al duque de 
Feria, y diósela tal que recobraron su 
presa y robaron al enemigo. Avisan de 
Alemania que el Mansfelt, con los ene- 
migos, hizo descercar una ciudad de 
Bohemia, degolló alguna gente, y algunos 
húngaros desmandados han entrado en la 
Austria superior. Tórnanse á rehacer los 
ejércitos del de Sajonia y del de Babiera, 
y en Italia hace gente el duque de Saboya 
y el de Feria. El conde Mansfelt» con el 
enemigo, aprieta las costas del Imperio. 
Está el Austria superior debelada de algu- 
nas interpresas de húngaros rebeldes, que 
hacen no pequeño daño. 

A D. Fadrique de Toledo se dio una 
Encomienda de mil y quinientos ducados 
de renta al año. El corregimiento de Pla- 
sencia se dio á D. Diego de Guzman ; y el 
de Alcalá la Real á Gerónimo Riban de 
Zúñiga. Su Majestad el Rey, nuestro se- 
ñor, salió á la casa Real del Campillo á la 
brama de los venados ; desde allí ha de ir 
á Balsain, y detenerse en San Lorenzo 
hasta fín de Octubre. 



áNDEÍS di MENDOZA. 83 

A ocho de Octubre se publicó en ésta 
Corte una Premática, en que se reducen 
á razón de á veinte los censos y juros 
impuestos á más bajos precios. 

Dióse rebato en las tiendas de los jo« 
yeros de la calle Mayor y Puerta de Gua- 
dalajara, y sáceseles por justicia todas 
las valonas y zapatillas bordadas, almilas, 
ligas, bandas > puntas, randas, abaninos^ 
puños aderezados, y otras galas de muje- 
res á éste modo, y otras cosas de que se 
les habia avisado muchas veces por el 
Consejo que no surtiesen sus tiendas, y 
en rebeldía hicieron los Alcaldes ésta di- 
ligencia por orden del señor Presidente; 
y aquella misma noche quemaron parte 
en la calle Mayor. Avalúanlo en valor de 
muchos ducados ; y dícese que será prin- 
cipio para grandes reformaciones en tra*- 
jes, cuellos y vestidos, por ser cosa su- 
pérñua lo que en ésto se pasa. 

Consumiéronse los Alguaciles de la 
villa, que solian ser casi ciento y no han 
quedado más de los que bastan, para cada 
oficio de Escribano dos. Mandóse que de 
ninguna manera los porteros de vara de 
Villa, ni Corte, no prendan, aunque sea 
in fragantiy y á los Alcaides de las dos 
cárceles, no admitan los presos que ellos 
trajeren. 



84 CARTAS DB AHDláS DB MBNDOZA. 

El conde de la Flor presentó á su Ma- 
jestad dos caballos ricamente enjaezados. 

De la India oriental venian dos naves 
muy poderosas: la una tomó en Lisboa 
puerto, y la otra, por el temporal, no 
pudo; fué acometida de cosarios dife- 
rentes á un tiempo: dicen se defendió tres 
dias, y visto que no podian tomarla, la 
pegaron fuego. Fué grande la pérdida, 
porque se aprecia lo que traia á más de 
dos millones, y la mayor fué perecer 
seiscientas personas que venian en ella. 
Dicen pagaron su pecado los cosarios, 
porque en el Estrecho topó con ellos Don 
Fadrique de Toledo, y de trece vasos que 
eran, echó á fondo nueve, tomó dos, y 
los otros dos, por huir, encallaron. 

No hay cosa de nuevo más de lo que 
he dicho á vuestra merced; avisaré de lo 
que fuere sucediendo. Guarde Dios á 
vuestra merced como deseo. De Madrid y 
Octubre 14, de 1621. 





SEXTA CARTA 

QUE ESCRIBIÓ UN CABALLERO DESTA CORTE 
A UN SU AMIGO. 



EN la pasada mía prometí á vuestra 
merced avisarle del fín de D. Rodrigo 
Calderón, porque ya cuando le es- 
cribí se temía y tenía por cierta su des- 
gracia^ que, cierto, ha granjeado general 
piedad en todos , porque con los tan aco- 
sados de la fortuna, es indigna la ven- 
ganza: ¿quién persiguió al perseguido, y 
quién tiene ánimo, si se juzga con valor, 
para maltratar al caido y desdichado? 
Confíésole á vuestra merced diversos efec- 
tos en su muerte, aunque culpables de 
muchos los inclinados á fiereza; mas tanto 
vulgo como vio aquel desdichado juego 
de fortuna ¿cómo será poderosa á mo- 
derarlo la razón , ni hallar puesto fijo la 
piedad? 

Ayer, jueves, veintiuno de Octubre 



86 CAKTA8 DI 

deste año de seiscientos veintiuno, fué el 
dia más famoso que ha mirado éste siglo, 
adonde, con la muerte de D* Rodrigo 
Calderón, degollado en la Plaza Mayor de 
Madrid , el desengaño de la poca consis- 
tencia humana quedó tan claro, que pu- 
diera verle el más ciego; muestra fué de 
la poca dura de las esperanzas mejor fun- 
dadas en la tierra , de las medras más se- 
guras , y temor general para los mayores 
y más ocultos delitos^ pues desde puestos 
tan altos derriban las culpas propias para 
topar el desengaño y el castigo, cuando 
el juicio humano le considera más apar- 
tado. ¿Quién ña en prosperidades de vien- 
to?: juzgúelo vuestra merced por éste 
suceso, y por el curso apresurado de la 
vida deste cometa, que, desde el punto 
indivisible de su principio humilde, corrió 
el cielo de la mayor privanza y de la ma- 
yor riqueza , y al fin vino á parar en su 
principio, quebrando tanta soberbia con 
las mayores humildades y desprecios; 
nótese despacio por éste discurso de sus 
cosas. 

Fué D. Rodrigo Calderón hijo de Frgin- 
cisco Calderón, que, soldado en Flandes, 
le hubo en María Sandelin , alemana, le- 
gitimado después de algunos años por 
casamiento de los padres; nació en Am- 



ÁN0RÍ8 DB MBNDOZA. 87 

beres, entre las pocas riquezas de un sol- 
dado, y entre los muchos infortunios de 
la guerra, y dióselos á temer su fortuna 
desde tan niño, que de pocos meses na- 
cido le volaron por la muralla de la ciu- 
dad con ocasión de un saco; pero como 
amago primero de su desdicha, no padeció 
más daño que el temor del peligro. Viudo 
su padre, le trujo á Valladolid, de donde 
era natural, de honrada gente y heredado 
con alguna medianía, y viéndole ya cre- 
cido y mal querido de una madrastra que 
le dio á pocos años , y que era fuerza bus- 
carle modo de vida para pasar la suya con 
menos cuidado, le acomodó primero por 
paje del vicecanciller de Aragón, y des- 
pués del marqués de Dénia , D. Francisco 
Gómez de Sandoval y Rojas, hoy duque 
de Lerma, en quien cargó el peso del 
gobierno desta Monarquía , y dueño de la 
mayor privanza del señor rey D. Felipe III, 
que haya gloria. Creció tanto D. Rodrigo 
á la sombra de la grandeza de su dueño, 
ganándole la gracia, de manera que, am- 
parado de dos fortunas, ocupó puestos 
grandes : de Ayuda de cámara sucedió á 
D. Pedro Franqueza, conde de Villalonga, 
en la Secretaría de Estado, manejando él 
solo los papeles que antes ocupaban mu- 
chos , corriendo por su cuenta la expedi- 



88 CkijÁB DB 

cion de los más graves negocios de gracias, 
mercedes y justicias. Era agudo, bien en- 
tendido, de agradable talle y presencia, 
y, si bien soberbio y presuntuoso con los 
que le habían menester (que entonces eran 
muchos), puntual, servicial y cuidadoso 
con los que habla de agradistr. Casó prin- 
cipalmente con Doña Inés de Vargas , se- 
ñora de la Oliva, de casa antigua y rica 
de Extremadura ; luciéronle Caballero del 
hábito de Santiago, luego Comendador 
de Ocaña , luego conde de la Oliva (título 
que después pasó á su hijo D. Francisco 
Calderón, primogénito en su casa, mar- 
qués de Siete Iglesias; últimamente Capi- 
tán de la guarda Alemana). £1 padre, vir- 
tuoso varón , creció poco , porque aun él 
quería montar menos, que, como cuerdo, 
notaba del natural del hijo el fin que le 
predijo tantas vezes (por eso tratado del 
con tal aspereza y desprecio , que lleno de 
soberbia le quiso negar por padre para 
adjudicarse á la casa de un gran señor 
destos reinos, que gobernaba cuando él 
niació los Estados deFlandes); con todo 
le subió, ya viudo segunda vez, á caba- 
llero de San Juan , y alcayde de Consue- 
gra , después de Santiago, y Teniente de 
su misma guarda, y le hizo obtener la 
Encomienda mayor de Aragón, en que 



ANDRÉS DI UNDOZA. 89 

quiso el padre poner límite á su fortuna, 
cuerdo, cristiano y temeroso. Corrió la 
fama de D. Rodrigo la mayor parte de la 
tierra; en toda ella se supo la privanza 
que alcanzó con el Duque, y la gran mano 
que tuvo en el gobierno. Ensoberbecióse 
con ésto sobradamente, tanto, que tenia á 
muchos lastimados de su trato y temerosos 
de su proceder; á los mayores Señores 
estimaba en poco, tratando á los criados 
y familiares sobrada y soberbiamente. El 
número de sus delicias , regalos y rique- 
zas , fué grandísimo; la veneración , pun- 
tualidad y respeto con que hacía servirse 
era notable, dificultando audiencias y 
debiendo visitas. El poder y la grandeza 
le trajo, en ocasiones, para dejarse cor- 
romper con cohechos y recibos ^ tanto, 
que con nota general se hizo riquísimo. 
Grandes culpas y defectos publicaba del 
la mala opinión suya, que le obligó á 
escudarse con un perdón que alcanzó de 
su Majestad (después se dijo que por malos 
medios), en que le daba por buen Ministro 
y le absolvia de todo lo pasado. Con' oca- 
sión del retiro del duque de Lerma á su 
casa, se publicaron de nuevo sus demasías, 
atreviéndose la voz común á adjudicarle 
gravísimos delitos, muertes, falsedades, 
hechicerías y cohechos; fuese á Valladolid 



90 GAITAS 01 

muy temeroso de su desdicha, porque 
entre las reformaciones y residencias que 
entonces habia de Ministros, se juzgaba 
la suya por malísima: públicamente le 
señalaban todos por el primero de los que 
habian de residenciarse y de prenderse. Va- 
cilando en lo qué haría, estuvo en Valla- 
dolid algunos meses indeterminable, y 
consultando sus intentos con una ejemplar 
Religiosa que tenia en su grandioso mo- 
nasterio de Portaceli, y diciéndola que 
quería huir la furía y rígor de un Rey 
ofendido y enojado, le respondió la santa 
monja, que si quería salvarse esperase 
éi fin de sus sucesos; razón que le hizo 
esperar quieto, si bien entonces no en- 
tendió por el camino que lo decia la santa, 
antes , asegurando la libertad del cuerpo 
en lo que ella quizá ponia la salvación 
del alma, escondió muchas joyas y dine- 
ros entre conocidos y amigos, y, reco- 
giendo algunos papeles importantes, es- 
peró en Valladolid el ñn de aquellas 
publicidades, que no se le alargó mucho, 
pues una noche le prendió D. Fernando 
Ramírez Fariñas, oidor del Consejo Real; 
con buena guarda , y á cargo de D. Fran- 
cisco de Irazábal, caballero de Santiago, 
le llevaron al castillo de Montanches. 
Nombráronse jueces para su causa á Don 



ANDRÉS DB mrDOZA. 9I 

Francisco de Contreras^ hoy presidente de 
Castilla 9 á Luis de Salcedo y D. Diego 
del Corral, oidores del Supremo. Mucha 
hacienda se descubrió en diversas partes, 
á fuerza de mandatos y censuras; hízose 
inventario en los bienes que tenia aquf y 
en Valladolid, depositándose riqueza in- 
estimable, y algunas cosas, nóminas y pa- 
peles, que atestiguaban muchas culpas 
suyas. Después de muchos dias, de Mon- 
tanches le renovaron la prisión , con la 
misma guarda, á la fortaleza de Santor- 
cáz, y últimamente le trajeron á su misma 
casa, á donde, en prisión apretada, con 
la misma guarda , y á cargo de D. Manuel 
Francisco de la Hinojosa, caballero de 
Santiago, estuvo hasta el dia de su muer- 
te. Dos baúles de papeles, que se hallaron 
en poder de un deudo suyo, dieron gran 
luz de sus cosas. Y procediendo en las in- 
formaciones y probanzas > le pusieron á 
cuestión de tormento, el cual pasó vale- 
rosísimamente, mostrando el mismo valor 
segunda vez que le reiteraron la tortura; 
fué de potro y de toca, sufriendo muchas 
vueltas y muchos cuartillos de agua, sin 
mostrar un punto de flaqueza. Guardá- 
ronse en su causa puntualmente los t^- 
minos de justicia, de que él mismo alabó 
á los Jueces en muchas ocasiones. Estaban 



92 CAITAS OB 

siempre en su mismo aposento, pequeño, 
y tan oscuro, que siempre tuvo luz de 
vela, dos guardas de posta, que se remu- 
daban á tiempos señalados, y un criado, 
que sin salir de allí , le servia , y á fuera 
repartidas las demás guardas, hasta diez 
y ocho. Nunca se abría la puerta, comia 
6 cenaba, sin la asistencia de la guarda 
mayor 6 su Teniente; la comida era lo 
que él señalaba, y en todo se procuró 
siempre divertirle y darle gusto. No le 
habló nadie hasta la sentencia, sino sus 
Procuradores^ Letrados ó Confesor, y eso 
con asistencia de las guardas. Lo más del 
tiempo pasaba en la cama , con que vino 
á cargarle gota en los pies, que le nece- 
sitó, cuando andaba, á valerse de una mu- 
letilla. Frontero del apartamiento donde 
estaba habia otro, de un oratorio, en que 
le decian misa, y á donde él salia con 
todas las guardas juntas, y otro á donde 
los Jueces tenian su tribunal; y todos estos 
repartimientos estaban en la sala que ser- 
via al estrado de la Marquesa ; ] tan capaz 
y hermosa era I : mas, ¿qué mucho si lo es 
toda la ¿asa? Finalmente, á nueve de 
Julio se le notificaron dos sentencias, la 
una por las culpas que se le habian cau- 
sado por el proceso civil , y otra por la 
causa criminal; por ésta le dieron por 



ANDÍÍÉ8 DB MENDOZA. 93 

libre en lo que el señor Fiscal le había 
acusado, que había sido culpante acefca 
de la muerte de la Reina, nuestra señora, 
Doña Margarita de Austria , que sea ea 
gloría , en lo que le absolvieron y dieron 
por libre por no haberlo probado el señor 
Fiscal ; y lo mismo en las muertes de Doa 
Alonso de Carvajal, el padre Crístóbal 
Suarez, de la compañía de Jesús, Pedro 
Caballero y Pedro del Camino; pero por 
la prísion y muerte de Agustín de Avila, 
Alguacil que fué desta Corte, y todo lo- 
que eq ella pasó, y haber cometido delito 
de asesino y muerte alevosa, haciendo 
matar á Francisco de Xuara por mano 
del sargento Juan de Guzman , y todo lo 
que en ella pasó, y haber impetrado de 
su Majestad, que haya gloría, cédulas de 
perdón y de liberación de sus delitos, con 
malos medios ; le condenaron á que de la 
prísion en que estaba le sacasen caba- 
llero en una muía, ensillada y enfrenada, 
y con voz de pregonero, que publicase sus 
delitos, fuese traído por las calles acos- 
tumbradas desta villa, y llevado á la 
Plaza Mayor della, donde para aquel efecto 
estuviese hecho un cadahalso, y que en él 
fuese degollado por la garganta, hasta 
que muriese naturalmente. Por la otra 
sentencia civil, que dicen tiene doscientos 



94 CARTAS M 

cuarenta y cuatro cargos , le condenaron 
en un millón doscientos cincuenta mil 
ducados; y por capítulo final della, á que 
fueron remitidas muchas culpas de los 
dichos cargos I fué condenado en todos los 
oficios , títulos y mercedes que tuviese, y 
eti cualquiera manera le perteneciesen, 
sin hablar de lo que fuese de sus hijos. 
De todo ésto llevó con gran valor aqueste 
golpe , resignándose en las manos de Dios. 
Suplicó de la sentencia criminal, y para 
la vista de la súplica se nombraron más 
Jueces, de los cuales, D. Rodrigo recusó á 
algunos, y para ésta recusación se nom- 
braron otros ; declarándole por pobre de 
solemnidad, y como á tal le perdonaron 
la condenación de doce mil maravedís, 
en que le condenaron por no haber pro- 
bado la recusación de los Jueces. Volvié- 
ronle, después de algunos dias, á notificar 
que no habia lugar la súplica ; nueva re- 
cibida de su valor, como la vez primera. 
Apelaron sus letrados deste auto, y en re- 
vista mandaron que la sentencia se eje- 
cutase sin embargo. Desde la primera 
notificación de la sentencia de muerte, se 
dio licencia para que le viesen religiosos, 
y él se fué disponiendo para morir con 
grande fervor de espíritu ; quitóse de la 
comida, púsose ^un cilicio, no dormia en 



1NDRB8 DI HINDOZA. 95 

cama, y entregóse de todo punto á peni* 
tencias y disciplinas; pasaba los dias llo- 
rando sus pecados, y las noches en oración 
pidiendo perdón dellos. Tanta era la aspe* 
reza y rigor con que se trataba, que era 
menester muchas veces que su confesor, 
fray Gabriel del Espíritu Santo, carmelita 
descalzo, varón docto, ejemplar y religio* 
so, que siempre le asistía , le fuese á la 
mano en tantas mortificaciones. Al grado 
de arrepentimiento que llegó de sus cul- 
pas fué notable; famoso el ejemplo que 
dio de paciencia en tantos trabajos, per- 
secuciones, aprietos y descomodidades; 
la resignación de su voluntad á Dios , y la 
conformidad que tuvo con la divina, ad- 
mira á quien la sabe : todo era ayunos, 
mortificaciones y disciplinas, sin exceder 
un punto en estos loables ejercicios, hasta 
su fin último, con las mayores muestras, 
de dolor, arrepentimiento y contriccion 
que puede creerse. Confesóse y recibió 
el Santísimo Sacramento muchas veces 
en aquellos dias, nunca sin lágrimas y pre- 
paración de oración , abstinencias y azo- 
tes. Notifieósele el martes por la mañana, 
diez y nueve de Octubre, que hiciese su 
testamento, y testase de dos mil ducados, 
y se dispusiese para padecer de allí en tres 
dias , y dio mil abrazos á quien le dio ésta 



96 CálTÁS DB 

nueva, diciéndole que se la agradecía, 
porque veía tan cerca el fin de tantos tra- 
bajos. De nuevo volvió á impetrar la mi- 
sericordia de Dios afectuosamente; ordenó 
las cosas de su alma como le pareció con- 
veniente , y se dispuso como cristiano para 
la última hora. Dícese que desde aquel dia 
no hizo si no azotarse sin querer más alivio 
que llorar sus culpas delante de un Cruci- 
ñjo, y una imagen de la Santa madre Te- 
resa de Jesús, que por ser muy devoto suyo 
pidió que se la llevasen. Siempre le asis- 
tieron religiosos de todas órdenes, que de 
oirle y verle sallan compungidos y edifi- 
cados. Aquel dia hizo una declaración, en 
que libraba al sargento Juan de Guzman, 
condenado con él á muerte por la de Fran- 
cisco de Xuara , en que decia que él solo 
había tenido culpa en aquel delito, por- 
que Kabia dado una cédula ñrmada de su 
Majestad al Sargento para que lo hiciese, 
la cual él después le había vuelto á pedir 
y rompidola, dándole la carta que estaba 
presentada en el proceso. £1 miércoles por 
la tarde, por un decreto del Consejo de las 
órdenes, fué un Freyre y un Caballero de 
Santiago á quitarle el hábito; acto que sin- 
tió mucho , aunque le llevó con gran valor 
y paciencia : decia , que deseaba grande- 
mente llegar con él á la hora de su muerte, 



AlfDléá OB MENDOZA. 97 

y que en comparación de estos deseos no lo 
habían sido los que había tenido de honras, 
privanzas, riquezas y aplausos, porque con 
más gusto esperaba la muerte que con el 
que había gozado tantas felicidades en lá 
vida. Pregonóse que todos los Alguaciles 
de Corte estuviesen á caballo en la Plaxa 
Mayor á las ocho de la mañana el jueves, 
y á esa hora se halló la plaza despejada, y 
en medio della un tablado alto, anchuroso 
y capaz, y en medio del una silla; cubierto 
todo de luto, que después para la ejecu- 
ción se quitó por mandato particular. La 
gente que había por las calles, por donde 
había de ir, y en la Plaza, era innumera- 
ble; no sé yo que pueda juntarse en ésta 
Corte, para acto ninguno, mayor número, 
bien podia temerse otra desgracia como la 
de Granada: de sus casas, terrados, bal- 
cones, buhardas y tejados, cosa fué de 
admiración tal muchedumbre. A las once 
y media, de medio dia, esperaban á la 
puerta de D. Rodrigo las insignias de dos 
Cofradías, y más de setenta Alguaciles á 
caballo; bajó de arriba acompañado de 
cuatro frailes Franciscos, cuatro Trinita- 
rios, cuatro Agustinos, cuatro Carmelitas 
calzados y cuatro descalzos, y él con una 
loba , capuz y capirote de bayeta , de vene- 
rable rostro y de amable presencia, el ca- 



98 CABTA8 DB 

bello hasta los hombros y la barba hasta 
los pechos y porque en la prisión nunca se 
cortó el pelo. Para tomar la muía, que con 
toca y gualdrapa de bayeta le aguardaba 
en el portal, se santiguó dos veces, y, to- 
mando un Cristo en la mano, con gran 
valor se compuso el capuz, el cabello y 
capirote, sin perder color ni mostrar fla- 
queza , besando el Cristo muchas veces; y 
vuelto á santiguar salió por la puerta de 
su casa , rodeado de religiosos á pié, y él 
á caballo, entre dos alas que hacian los Al- 
guaciles, y delante dos Cristos de las Co- 
fradías. En saliendo á la calle miró á todas 
partes, considerando la muchedumbre de 
gente que le esperaba, y poniendo los ojos 
en el Cielo estuvo así espacio de dos Cre- 
dos, é inclinándose después al Cristo y ado- 
rándole devotamente, nunca jamás hasta el 
cadahalso le apartó fos ojos. Su confesor 
llegó á animarle, y él respondió: «Padre 
mió, vamos en buen hora^que aqai ñome 
falta ánimo, porque le llevo Jnny grande 
á padecer ésta muerte, porque por mí la 
padeció más deshonrada y abatida mi Se- 
ñor Jesucristo; éa, vamos en nombre de 
Dios , pues su Majestad lo quiere , que^ yo 
voy muy contento á cumplir su voluntad 
y á pagar mis pecados,» y vuelto al Cristo 
le pedia misericordia. Este valor tuvo siem- 



ANDBIS hg MENDOZA. 99 

pre^ tanto, que á cuantos le hablaban ani- 
maba y consolaba ; el mismo verdugo le 
llevaba la mala por la rienda , y en empe- 
zando á andar se oyó éste pregón : Esta 
es ¡a justicia que manda hacer el Rey, 
nuestro señor , á éste hombre, por haber 
hecho matar alevosamente á otro, come- 
tiendo delito de asesino, jr haber sido cul- 
pado en la muerte de otro, y haber come- 
tido otras culpas que del proceso resultan^ 
por /# cual le manda degollar, para que 
sea á él castigo y d otros ejemplo: quien 
tal hace que tal pague. Llegó al tablado, 
adonde le esperaba el Padre maestro fray 
Gregorio de Pedrosa, de la orden de San 
Gerónimo, predicador de su Majestad, y 
muy amigo de D. Rodrigo. Subieron todos 
los frailes primero, y él entre algunos de- 
llos^ apeándose con el mismo ánimo y va- 
lor que se habia puesto á caballo , subió 
sin turbarse las gradas, recogiendo el ca- 
puz airosamente sobre el hombro, mos- 
trando, aún en aquella miseria, gravedad 
y señorío. Sentóse un rato á hablar con el 
padre Pedrosa en las mismas gradas de la 
silla, mientras los religiosos de rodillas le 
rezaron la recomendación del alma. Vol- 
vióse á reconciliar, y animosamente, des- 
pedido de todos, se sentó en la silla, dando 
licencia al verdugo para que le atase los 



100 CAITJtf DI 

brazos , pies y cuerpo, y él mismo se quitó 
las trenzas del cuello, que del todo le quitó 
el verdugo; y, llegando á pedirle perdón, 
le abrazó y dio paz dos veces en el rostro, 
diciéndole que él era su mayor amigo, y 
descubriéndose bien la garganta para el 
golpe, volvió de nuevo á ofrecerse á Dios, 
adorando el Cristo con dolor y arrepenti- 
miento, mientras que atándole el verdugo 
un tafetán en los ojos, y derribando la ca- 
beza sobre el espaldar de la silla, le dego- 
lló por la garganta, dando en un instante 
el alma á su Criador, sin que hiciese el 
cuerpo movimiento alguno, animado en 
aquel tránsito de las voces y oraciones de 
los religiosos, y de los gritos y lágrimas de 
tanta muchedumbre. Apiadados de tan la- 
mentable caso, de allí á poco rato desata- 
ron el cuerpo, y sobre un paño de bayeta 
y dos almohadas de luto le pusieron en el 
mismo tablado, descubierta la cara y cu- 
bierto con otra bayeta lo restante, un 
Cristo sobre el pecho, cuatro hachas á los 
lados y guardado de muchos ministros de 
justicia. Pregonóse luego, que, pena de la 
vida, nadie le quitase, hasta tener orden 
del señor Presidente , y estuvo allí todo el 
día , visitado de innumerable gente^ acom- 
pañado de sacerdotes y religiosos, que por 
su devoción subian á decirle responsos. 



AIVDlis DE MINDOZá. 101 

Al anochecer dieron licencia para enter- 
rarle, y aunque se juntaron las religiones 
y clerecía, muchas hachas y apercibes 
para un grandioso entierro , vino un man- 
dato que nadie le acompañase ; y, sin dar 
licencia que le bajasen del tablado, le 
amortajaron en él dos mujeres que sirven 
de amortajar los ahorcados. Alli entrega- 
ron sus vestidos al verdugo, y desnudo de- 
lante de tanto pueblo ( ¡á quién no enter- 
nece ésta miseria! ) le pusieron encima de 
una túnica un hábito de San Francisco, 
y en el mismo ataúd de la parroquia le cu- 
brieron con un paño de bayeta, y en hom- 
bros de seis hermanos de Antón Martin, 
con dos Cristos de las Cofradías de la Paz 
y Misericordia , que entierran los ahorca- 
dos , seis pobres con seis hachas y cuatro 
clérigos de la parroquia , le llevaron , sin 
tocarle una campana , al Monasterio de los 
Carmelitas descalzos, donde él mandó en- 
terrarse, y en el Capítulo descansa humil- 
mente. Hoy dicen que le han hecho un 
grave oñcio , y en estos dias le han dicho 
muchas misas; tenían colgada de luto la 
iglesia aquellos Padres con un moderado 
túiiiulo. Hallaron al desnudarle un áspero 
cilicio, el acto de la contrición en el pecho, 
un rosario de palo en la faltriquera, y todo 
el cuerpo acardenalado, llagado y dene- 



102 CAKT18 OB 

grido de los muchos azotes, y en las rodi* 
lias grandes llagas de rezar sobre ellas; 
que para que se publicase su arrepenti- 
miento y penitencia debió de permitir 
Dios aquella afrenta de desnudarle en pú- 
blico. Ejém píese en éste lastimoso suceso 
la fragilidad humana , lo que hay que ñar 
en las mayores felicidades de la vida, lo 
poco que valen las riquezas , pues cuando 
Dios dispone los sucesos á la mayor pros- 
peridad derriba la menor desdicha, y en la 
muerte se iguala lo próspero y lo adverso. 
Todos los religiosos que le comunicaron 
aseguran su salvación , á lo que se puede 
juzgar de su arrepentimiento, contrición, 
dolor, trabajos y penitencias; ¡dichoso él 
mil veces^ pues aunque perdió mucho con 
la vida , muchísimo más ganó en la muer- 
tel Dios le haya perdonado por su miseri- 
cordia. Amen. 

Dióse mandamiento de ejecución con- 
tra D. Rodrigo, por doscientos setenta y 
dos cuentos y ciento y sesenta y dos mil 
y novecientos y sesenta y cuatro marave- 
dís de las condenaciones pecuniarias; las 
joyas , alhajas de casa, aplicados en ser á 
su Majestad, se apreciaron en ciento y 
ochenta y cuatro mil ducados. Los oficios, 
títulos y mercedes que tenia y quedaron 
perdidos por la sentencia, son: 



JLMDiéS M MUDOZl. IO3 

Marqués de Siete Iglesias, Conde de la 
Oliva, comendador de Ocaña en la orden 
de Santiago, Capitán de la guarda Ale- 
mana, Continuo de la casa de Aragón, Re- 
gistrador de la Chancillería de Valladolid, 
Mayordomo de las obras de la dicha ciu» 
dad. Archivero mayor de la dicha ciudad, 
Alguacil mayor de la dicha ciudad y de su 
Chancillería y Aicayde de la cárcel real 
della. Tenia dos Regimientos en la ciudad 
de Valladolid con voz y voto en Ayunta» 
miento, y la primera antigüedad; tenia 
un balcón perpetuo en las casas de Ayun- 
tamiento de la dicha ciudad ; era Correo 
mayor de la dicha ciudad de Valladolid; 
tenia un maravedí en cada Bula de Cruza- 
da que se imprimía en Valladolid, que 
montaba más de seis mil ducados de renta, 
merced de su Majestad. Tenia un aposento 
perpetuo en las casas de las comedias de 
Valladolid, otro en el corral de la Cruz de 
Madrid; era Regidor de Soria con voz y 
voto en Ayuntamiento. Tenia dos Regi- 
mientos en la ciudad de Plasencia, con 
voz y voto en Ayuntamiento; era Deposi- 
tario general en la ciudad de Plasencia, 
con voz y voto en Ayuntamiento; era Es- 
cribano de Ayuntamiento de la ciudad de 
Plasencia. El Patronazgo del monasterio 
de Portaceli, de Valladolid, y el Patro- 



104 CIBTAS DE ANDM8 DI MBlfDOZA. 

nazgo de la capilla Real del Monasterio de 
la Merced, de Madrid. El menaje de su 
casa se tasó en cuatrocientos mil ducados; 
tenia la mitad del buzio que se trae de la 
India Oriental, que son treinta quintales 
de caracoles, que entre negros pasa como 
moneda de vellón ; tenia el derecho del 
palo del Brasil que viene de Lisboa , que 
valdria doce mil ducados de renta; había- 
sele hecho merced que nadie, sin su licen- 
cia, pudiese tratar ni contratar en las pie«- 
dras de tahona y de barberos , que vienen 
de fuera para enviarlas á la India Orien- 
tal, que le valia muchos ducados. 

Háse averiguado por cierto que cada 
año entraban en su casa más de doscientos 
mil ducados de renta. Particularizar las 
riquezas suyas será imposible en mucho 
tiempo. 

Su padre, dos hijos, y dos hijas, y su 
mujer, salieron de aqui dos dias antes que 
muriese , después de haber hecho grandes 
diligencias por su vida y haber llorado 
muchas lágrimas; dicen que se van á la 
Oliva. Dios los consuele, y guarde á vues- 
tra merced como deseo. De Madrid y Oc- 
tubre 22, de 1 62 1. 



SÉTIMA CARTA. 

BIEN SE PODRÁ PONER POR SÉTIMA CARTA LA 
MUERTE Y ELOGIO DEL GRAN CONDE DE BENA- 
VENTE, LA CUAL PONDRÉ , DE VERBO AD YER- 
BUM, COMO LA ESCRIBIÓ UN VIRTUOSO DE 
¿STA CORTE, Y ÉSTO HAGO POR PROSEGUIR 
CON MI OBLIGACIÓN, Y AVISAR Á VUESTRA 
MERCED DE LO QUE HAY DE NUEVO 
EN ÉSTE LUGAR. 



ESTE elogio Ó epitáño , señor excelen- 
tísimo, bosquejado entre el senti- 
miento de la muerte y ruido del en- 
tierro del Conde, mi señor, que está en el 
cielo, remito á vuestra excelencia, que 
espero corrija como maestro y ampare 
como dueño , más por muestra de mi vo- 
luntad que alarde de sus virtudes, pues 
están en vuestra excelencia tan hereda- 
das como su casa. Podrá parecer á algún 
crítico dislatado, y demás de la disculpa 
tan docta como curiosamente dada del 
Padre maestro Hortensio, afianzada en 



I06 CAtTiS DE ANDftBS OB MBNDOEA. 

la autoridad de San Gerónimo á Paula^ 
pienso que la brevedad de las inscripcio- 
nes de piedras antiguas, fué más que in- 
genio de los escritores, falta de méritos 
en los alabados; agora corre en contrario 
la regla, pues está de mi parte la insufi- 
ciencia y sobran méritos al Conde , tales 
que, no digo á la lisonja, no se llegará á la 
verdad, de la boca que jamás sirvió sino 
de puente á la sencillez del corazón. Oir 
un di a antes de su muerte, que con ella 
quedó confirmado el nombre de amigo, dé 
ardimiento á desear el de criado; fío que 
heredará vuestra excelencia , con mi obli- 
gación de servirle , la de amparar los que 
su padre quiso bien , y no frustrará espe- 
ranza tan bien fundada. 

Su criado, Andrés de A Imansa 

y Mendoza. 



DETEN el paso acelerado, |oh pere- 
grino I y con admiración repara en 
ésta urna, agradece á tus ojos el ver 
lo que á tus oidos por fama habia llegado» 
y ellos , deudores al corazón , le pagarán 
el debido sentimiento, prorumpiendo el 
dolor en lágrimas, si el que desatado de 
la mortalidad asiste á mejor vida necesita 
humanas demostraciones. 

Yace el siempre honrado^ el honrado 
siempre D. Juan Alfonso Pimentel de Her- 
rerá, no yace D. Juan , el vaso que le guar- 
daba sí , pues el espíritu vestido de dari- 
dady si el cadáver en sombras de muerte, 
vive en quietud dichosa. Conde y Duque 
de Benavente, que aunque en él reinó 
título de tanta grandeza , el segundo , ha- 
biéndole deslustrado con inñdelidad el úl- 
timo Duque, sin mirar la obligación de la 
real sangre, aunque sus mayores de nues- 
tro Conde no heredaban la suya no quisie- 
ron acordar sus desaciertos sin el titulo. 
De diez y seis años, habiendo nacido 
el de cincuenta y dos, casó con Doña Ca- 
talina de Quiñones, hija única y heredera 
de la ilustrísima casa de Luna, en quien- al 
primero tuvo el digno sucesor que dejó á 



I08 CARTAS DB 

la suya, con otras felices prendas ; vivió li- 
gado al matrimonio cuatro, gozando, en la 
edad que con más afecto se goza^ su her- 
mosa juventud ; heredó en ella, y como de 
los bienes de naturaleza y fortuna se debe 
siempre pensión, cóbrala el necio ejecu- 
tor, desatando ti lazo del matrimonio: 
voló el espíritu de la Condesa al descanso 
eterno, dejando en soledad al marido, si 
bien el alma no desune la del vinculo del 
amor. Con tanta mocedad , con habitua- 
ción de los afectos y efectos del matri- 
monio , dio el sol sobre su viudez cuatro 
vueltas sobre sus epiciclos, mirándole, 
si no el más continente, el más escandalo- 
so vicio- que han hecho gala los hombres 
de su esfera. Tal es la corrupción del siglo^ 
semilla de juventud mal gobernada; si 
bien los fínes desta parte de mocedad fue- 
ron tales, que se pueden loar sus desacier- 
tos. Y aunque el hecho en sí no bueno, 
califícale el suceso, pues el efecto que pro- 
dujo está en la perfección y la causó á su 
alma, pues, conociendo él poderse despe- 
ñar en estado de viudez, quiso librarse 
destos daños, reiterando los lazos santos 
del matrimonio; y quedando en éste tiem- 
po viuda de D. Pedro Fajardo, marqués 
de los Vélez, Doña Mencía de Züñiga y 
Requesens, heredera y señora de la casa y 



ANDBE8 DB MENDOZá. IO9 

valor y grandes servicios del Comenda- 
dor mayor de Castilla, jamás no alabados, 
no premiados dignamente, á quien habien- 
do propuesto entre número de grandes 
señores, que aspiraban á éste matrimonio, 
al Conde^ consultó al ejemplo de la pru- 
dencia, D. Felipe segundo, el cual le esco- 
gió aunque más mozo, tal concepto tenia 
del, y quiso mostrarle al mundo llamán- 
dole á San Lorenzo^ haciendo le hospeda^ 
sen en su casa y sirviesen sus tapicerías y 
oñcios: cosa hasta hoy con nadie reiterada 
en Castilla. Elección de Rey tan cuerdo, 
y singular merced en el trato, hizo que 
eligiese al Conde , sin mirar que aunque 
podia dejar á sus hijos grandes señores, 
por la estimación de las prendas del espo- 
so, quiso más que en tan gran casa que- 
dasen inferiores. 

Celebró con ella las segundas bodas; 
matrona digna de más dilatadas alaban- 
zas y justa merecedora de tal marido, á 
quien ayudaron á hacer bien casada, cali- 
dad, hermosura, edad, riqueza, fecundi- 
dad, ingenio y virtud. Dio el Conde hijo á 
su casa, señores al Villar, Alcaudete y 
Viana, á los Velez y Oropesa; Obispos y 
cabezas á ilustres Iglesias de España; go- 
bierno á los polos de la Religión, masque 
española universal, Santo Domingo y San 



lio CAITAS M 

Ignacio; (aquél, martillo de la heregía; 
éste, ayo á la juventud , mano ayudadora 
eii las caídas de la culpa). Generales dio 
á Milán y Sicilia , á éUa y á Ñapóles Mae- 
tes de Campo, á Italia y Flandes Capita* 
oes y soldados; viendo en sus hijos la ben- 
dición felice que la Iglesia Santa da «n las 
bodas > alcanzando la cuarta generación. 

Llegó la jornada de Portugal , y quiso 
en parte pagar á su Rey el concepto que 
de su casa tuvo y las mercedes personales, 
sirviendo á su costa, entre criados y va- 
sallos, con nueve mil hombres, grandeza 
sin ejemplar, y que el hijo, que en ella 
habia de suceder, empezase á ejercitar el 
valor de sus mayores, haciendo el alarde, 
y, aunque enfermo, acaudillase la gente; á 
quien tenia ( i oh caminante ! ) lugar la par- 
te de valor, de que en la juventud habia 
dado heroicas señas, y téngale la mayor, 
haciendo violencia al natural, venciendo 
á su inclinación, porque gustaron los re- 
yes ejercitase la prudencia en la paz, más 
que el heredado valor en las guerras. 

Cuarenta años continuó su servicio, 
tan á satisfacción suya y de los ministros, 
que, aunque pudo aspirar á los oficios por 
la grandeza de su sangre, más los alcanzó 
en fe de su prudencia; si se hiciera con 
todos, fueran las materias políticas enten- 



ANDtis DB MEflDOZá. III 

didas más, más acertado el gobierno. 
Razón de Eneas Silvio, después Pío se- 
gundo, no por común desestimada, admi- 
rada por grande^ sí favorecida de la ley del 
reino: Yérranse las acciones, buscando 
oficios para los hombres; aciértanse, bus- 
cando hombres para los oficios. 

Suerte grande del Conde , si bien me- 
recida, en tiempo no estéril de hombres 
de partes juzgarle digno de cualquier go- 
bierno. En el que tuvo en Valencia, aquel 
reino experimentó, entre la blandura de 
su natural, lo severo en la ocasión de jus- 
ticia, lo fácil en las materias de gracia. 
Dejóle con sentimiento, pasando al de Ña- 
póles, que gobernó ocho años, entre tan- 
tos hijos y nietos, y con tal desinterés, que, 
acrecentando á la hacienda Real ochocien- 
tos mil ducados de renta, empeñó su casa 
en quinientos mil, y del taller donde se la- 
bran tan grúesos^ golpes ilella, su pureza 
de corazón ni aún con el deseo afectó 
mancha alguna; y con ser el amor de los 
hijos raíz de la codicia, y ésta de los m»* 
les y afecto siempre vencedor, quedó en 
el Conde vencido de la honra, que aunque 
el olor de la buena fama pende del Tribu- 
nal superior, la dice , no Italia sólo , el 
mundo á voces : y aunque en siglos pasa- 
dos no era alabanza en los hombres tan 



112 CAITAS DB 

ilustres, la malicia de los tiempos la ha 
hecho primera en los ministros. { Oh infe- 
lice siglo , qué vicio á quien la razón puso 
tan lejos de la nobleza se tiene por virtud 
no haberla contaminado! Tan ageno fué 
del Conde, que á ser verdad la transmi- 
gración de las almas de Pitágoras, torpe- 
mente seguida de Orígenes, creyera ser la 
suya de data de quinientos años atrás, 
tan poco le alcanzó el siglo depravado. 

No corra el acierto de su gobierno por 
solo el horror á la hacienda mal adquirida, 
tenga parte la integridad y justicia, que 
no templó en la ocasión ni la sangre ni 
amistad del Marqués de Santelmo, ni in- 
terés de cincuenta mil ducados, ofrecidos 
para librar al hijo, aunque en tiempo ha- 
bia servido^ llegando á ser homicida, á 
que no le derribase la cabeza de los hom- 
bros. I Oh varón imitador ó más propia- 
mente ejemplar á la severidad romana, 
pues parece que sus vaticinios veían éste 
caso para imitarle con Manlio Capitolino, 
aunque habia sido útil á la República en 
la invasión de los galos , siendo sedicioso! 
¡Oh altísima razón de estado, distinguir 
el premio de la pena y compensarlos, y 
que la cabeza que ayer, sirviendo, mereció 
corona cívica ó mural , hoy esté á los pies 
del dueño! 



▲NOilS DB HBIIDOU. II3 

Gorra por cuenta de la prudencia en 
tal continuación de autos ejecutada. 

Tenga parte la piedad de su pecho, tan 
dilatada que se extendió á los enemigos* 
experimentada de algunos á quien justa- 
mente castigó, librando ellos en su pie« 
dad el descargo de sus almas ; si no ya la 
que usó con sus vasallos el año de seis- 
cientos cuatro, que no habiendo la tierra 
retribuido el depósito á sus sembradores, 
y viéndose perdidos, acudieron al asilo 
de su piedad, y tomó doce mil ducados á 
censo, con que socorrió la necesidad pre- 
sente. Su gran fé y religión fué tal , que 
mereció de condigno la gloria que posee, 
pues, en medio del bullicio del gobierno y 
explendor de cortesanos , estaba en sole- 
dad de afectos, gastando largos ratos en 
el heroico ejercicio de la oración, maestra 
de todo buen acierto de la grandeza de 
su ánimo. Entre tantos sirvan de testigos 
el cardenal Guevara, marqués de Santa 
Cruz, Adelantado de Castilla, si los Reyes 
que el cielo tiene no experimentaran en 
sus obras su grandeza tanto como su ver- 
dad, y ésta en grado tan superior, que era 
en él frase ordinaria : Mentira en boca de 
noble j vicio que le constituye no tal. 

Removióle el Rey el gobierno, no solo 
con dolor de los regnícolas, sino del 

8 



114 CARTAS DB 

mundo á quien es escala el puerto. Vino 
al Consejo de Estado, á continuar el amor 
que habia granjeado en Italia con tanta 
satisfacción , que dijo el gran Enrique IV 
de Francia^ que concurrían cuatro hom- 
bres en Italia á quien él envidiaba: en 
Clemente VIII, el valor; en Ferdinando, 
duque de Florencia, la magnanimidad; 
las letras en el duque de Urbino; la pru- 
dencia en el conde de Benavente. Retirado 
á ésta villa, á tomar de más atrás la car- 
rera de la virtud, ejercitándose en todas 
y en las penitencias, de una en otra 
crecia; acto prudencial, encontrado con 
algunos necios fervores destos tiempos, 
que estando ayer en el abismo de sus vi- 
cios , quieren , pasando de un extremo en 
otro, haber llegado á la perfección. Diósela 
Dios, dividiendo su santa compañía, pues 
en los trabajos toma fuerza la virtud, y 
el de su falta , á no estar prevenida con la 
gracia, sintiera demasiado su alma. 

Volvió á Madrid á servir la presidencia 
de Italia, si ya no á ejercer sus virtudes 
y obligar en el ejemplo á ejercitarlas, 
donde en servicio de su Rey, en aplauso 
universal, en estimación de su prudencia, 
en continuación de su bondad, más que 
le emulaban le envidiaban todos: tanto 
importa la buena vida. 



▲NBBÍ8 DB KBNOOEA. II5 

Fué en la muerte dé aquel Rey ter^ 
cero, en la santidad primero, no el que 
menos le ayudó , quien más le aconsejó y 
de quien más íió; y si las palabras de 
los Reyes, siempre grandes, mayores en 
la muerte > débese estimar las que le dijo: 
«]Oh buen conde de Benavente^ bien ma 
habéis querido, si yo hubiera hecho lo 
que me decíades, de buenos miedos se 
librara mi alma!» Dejóla en sus brazos^ 
recibiendo el Conde el último vapor de 
su espíritu. Dióle su digno sucesor la ma- 
yordomfa mayor de la Reina , que sirvió 
con lealtad, ejemplificó con sosiego, 
ilustró con explendor; pues cuando faltara 
el de su casa no podia el de sus canas y 
venerable aspecto. Hizo á sus hijos mér^ 
cedes, si no las que merecían; y de sus 
dichas no es la menor, que entre quince 
no bastardease en ninguno su virtud, sino 
que tan hijos fueron della como de la 
sangre , cuyos aciertos ayudaron á su for- 
tuna en gran parte. Y habiendo en sesenta 
y nueve años llegado á tal colmo de feli- 
cidades, una calentura lenta purificó lo 
terreno, volando el espíritu con el nombre 
de Jesús al lugar para donde le habían 
criado, y en la agonía de la muerte, en que 
todos fluctúan como en mar impetuoso, 
navegó quietamente, guiado del viento de 



Il6 GAITAS DI ANMliS Bl HBMBOZA. 

las oraciones de siete hijos, tomando 
puerto en ella, siendo solo el que tocó sin 
horror la vecindad de la sepultura. 

Quedó el cadáver en la tierra, mos- 
trando el rostro la gloria del alma. El 
concurso universal le venció; cuál por 
sangre, cuál por amistad, cuál por be- 
neficio, cuál por respeto; y por la vir- 
tud todos. Diéronsele las últimas honras 
en modo no imitable , sin que faltasen á 
ellas ni aun los Reyes. El gran sentimiento 
templa en parte el sucesor que deja, me- 
recedor de su casa, y por la disposición 
de su ánimo heredero á sus virtudes, y, en 
el concepto, de todos sus cargos, cuyo 
piadoso pecho levantó éste trofeo; primer 
cuidado de tal hijo á tan grande padre. 

Esta piedra dura y fría 
el cadáver noble absconde, 
del sólo en España Conde, 
y que á Italia presidia. 

Fué ejemplo de cortesía, 
de verdad, lealtad, prudencia, 
murió en quietud de conciencia; 
que en las muertes deste modo, 
acredita Dios el todo 
del ser de su providencia. 



OCTAVA CARTA. 



NUBVIS GENERALES DESDE VEINTIDÓS DE 

OCTUBRE DE SEISCIENTOS VEINTIUNO, HASTA 

DIEZ Y OCHO DE MARZO DE SEISCIENTOS 

VEINTIDÓS. 



PERDONE vuestra merced el no haberle 
dado cuenta de lo sucedido, después 
que lo hice en mi última de veintidós 
de Octubre, porque ha dado cuidado á 
tantos nuestra correspondencia , que han 
procurado estorbarla , por paracerles que 
es caso de Corte cualquiera de estos avi- 
sos , y vuestra merced tiene la culpa, que 
guarda tan mal mis cartas que se las im- 
primen; si bien ésto merecia estimación, 
pues, sin decir mal de nadie, se alivian los 
ausentes de la Corte hallando juntos los 
sucesos. 

Es glorioso éste siglo para España; 
viva mil años nuestro gran monarca Fi- 
lipo IV, pues, con su católico y acertado 
gobierno, luce grandiosamente su pru- 



Il8 CÍETA8 M 

dencia, en el provecho común y bien uni- 
versal de sus vasallos. El valor y la virtud 
crecen premiados; los vicios enflaquecen 
con el castigo; gobierna la justicia y la 
prudencia, y el favor se ha desterrado, de 
manera que ya es ciego y manco para 
todo, gracias á las dos columnas desta 
Monarquía, que se desvelan en su aumen- 
to, y en la elección de Ministros acertados 
con que nada puede errarse. Hánse lle- 
nado las plazas de los Consejos de sujetos 
capaces , con que crece el acierto de go- 
bierno y elecciones. 

Su Majestad, antes de entrar éste año, 
fué al Pardo dos veces, y al Escürial, y 
quiso hacer la vuelta á la posta, con mu- 
chas galas; ocasiones en que lució bas- 
tantemente la liberalidad y gallardía del 
conde de Villamediana, Correo mayor. 
Al conde de Monterey mandó su Majes- 
tad cubrir por Grande de España, y partió 
para Roma á dar la obediencia al pontiñce 
Gregorio XV, de parte de su Majestad 
católica. Hizo ésta jornada con gasto y 
acompañamiento magniñco, grandes galas 
y libreas, mucho número de criados, 
lucida familia y muchos caballeros que le 
asistiesen hasta la vuelta. De aquí salió 
acompañado de la mayor parte de la no- 
bleza de la Corte, y, pasando por el terrero 



▲NDRSS DI MENDOZA. II9 

de Palacio, salieron á verle sus Majestades 
y Altezas. 

A D. Fernando Alvarez de Toledo, 
duque de Huesear, primogénito del duque 
de Alba , mandaron cubrir por Condesta- 
ble de Navarra, que besó á su Majestad la 
mano, acompañado de muchos señores. 

Murió el conde de Benavente, lunes, 
á ocho de Noviembre del año pasado; 
Príncipe dignísimo, por su valor, gobier- 
no, servicios, virtud, bondad, grandeza 
y cumplida generación, pues dejó vivos 
catorce hijos, catorce nietos y tres biz- 
nietos. Pomposa y honoríficamente ador- 
naron su cuerpo; el concurso de pueblo 
que acudió á verle fué notable, muchos 
los sufragios que se hicieron por su alma, 
acudiendo todas las Religiones á decirle 
responsos; hasta que con acompañamiento 
grandísimo le llevaron á Benavente , y le 
pusieron en Santo Domingo de aquella 
villa, donde descansa entre los señores de 
su casa. Al conde de Luna, su heredero, 
le dieron su ofício de Mayordomo mayor 
de la Reina, nuestra Señora, y al Sr. Don 
Baltasar de Züñiga, la presidencia del 
Consejo de Italia, para que de todas ma- 
neras le sucediesen al Conde personas 
dignísimas. 

A veintiuno de aquel mes cumplió 



120 CARTAS DI 

años la Reina , nuestra Señora ; día cele- 
brado con muchas galas y regocijos. 

Las honras del marqués de Sieteigle- 
sias, D. Rodrigo Calderón, se hicieron en 
el Monesterio del Carmen descalzo, ha- 
llándose en ellas el capitán Francisco 
Calderón , su padre , acompañado de al- 
gunos Grandes y Titulados, y otros ca- 
balleros; celebróse el oficio con gran 
pompa funeral , estando sobre la tumba el 
paño con el hábito de Santiago. El dia de 
Santa Catalina , yendo los estudiantes, en 
Salamanca, en el acompañamiento que 
aquel dia se hace al Rector, se atravesó 
un Alguacil de la ciudad con un estudian- 
te, y se encendió tanto el fuego, que se 
pusieron en armas la ciudad y Universi- 
dad, y llegaron á las manos por dos ve- 
ces; y fuera grandísimo el daño si la gran 
prudencia del Obispo, Maestrescuela, 
Rector y caballeros no lo apaciguara. A 
la averiguación des te negocio ha ido el 
alcalde D. Luis de Paredes , donde está al 
presente. 

Al Sr. D. Baltasar de Züñiga le nsrció 
un hijo varón; bautizóse en el real mo- 
nasterio de la Encarnación; fueron sus 
padrinos el Rey, nuestro Señor, y la Se- 
ñora condesa de Olivares: grandioso dia 
en Madrid de acompañamiento, galas y 



ÁNDiát DI MINDOSi. Iir 

bizarrías. Por haberse retirado á su cat« 
D. Bernabé de Vivanco, le sucedió en sa 
oñdo Antonio de Losa, hombre de cono- 
cidas partes y calidades, y muy digno 
Ministro de su Majestad, y que dio otro 
famoso dia á Madrid con el bautismo de 
otro hijo, de quien fueron padrinos loa 
señores condes de Olivares, con grandioso 
acompañamiento de Grandes, Títulos y 
Señores. 

Entró por Menina de la Reina , nues- 
tra Señora, una hija del conde de Oli- 
vares. 

Sus Majestades fueron servidos que los 
criados y criadas franceses y que vinieron 
con la Reina , nuestra Señora , se volvie« 
sen á Francia, haciendo á todos muchas 
mercedes y favores ; quedaron en España 
Madama Cápela, que cuando la jomada 
de Portugal casó con un caballero portu- 
gués, y otras dos hijas del ama de la 
Reina, nuestra Señora , que casaron en 
ésta Corte con personas principales. 

Suspendióse de oficio á diez y seis al- 
guaciles de Corte, y á algunos Escríbanos 
reales, pero después se dio licencia á los 
más dellos, y se entiende se dará á todos. 

Háse impreso un libro de las virtudes 
de D. Juan García Alvarez de Toledo, 
quinto conde de Oropesa , y es cosa ma- 



131 CAITAS Bl 

ravillosa su ejemplar y santa vida,. Famosa 
fué la victoria que tuvieron D. Pedro de 
Leiva y D. Diego Pimentel, Generales de 
las galeras de Ñapóles y Sicilia , pues co- 
gieron al Turco muchos vasos y presa, que 
se apreció en grandes sumas. Hánse su- 
bido los juros de catorce á veinte, por 
premática particular, así los antiguos 
como los que de nuevo ét fundaren. A 
catorce de Enero deste año, remitió su 
Majestad al señor Presidente de Castilla 
un decreto firmado de su Real mano, su 
fecha en el Pardo, por el cual manda que 
todos sus Ministros y criados, desde el 
más superior hasta el más inferior, que 
hubieren servido á su Real hacienda y 
Corona , en cualquier ocupación y oficio 
de justicia y gobierno, desde el año de 
noventa y dos, y le sirvieren adelante, 
den inventario de la hacienda con que 
entraron y entraren á servirle , y lo que 
han granjeado, cómo y por dónde , y ésto 
con grandes penas á los que encubrieren 
ó no registraren dentro de diez dias. Y 
después, por otro decreto, su fecha en el 
Pardo á veintitrés de Enero, da su Majes- 
tad la forma, al señor Presidente, que se 
ha de tener en el dicho registro é inven- 
tario, y de los bienes que se han de de- 
clarar, que son los lugares, señoríos, ju- 



andrís m minboia. 123 

risdicciones, bienes raíces, casas « hereda- 
mientos, términos redondos, que tuvieren 
los dichos Ministros y criados, con men- 
ción particular de lo que cada uno renta, 
y si son heredados , comprados ó de mer- 
ced; item todo el menaje de casa, como 
es vajillas de plata labrada, blanca ó do- 
rada, coches, caballos, literas, y todo 
con particular especificación; y que todo 
se cumpla dentro de quince dias , que se 
cuenten desde el dia de la publicación 
deste segundo decreto, sin otra dilación y 
recurso: y por tercero decreto declara su 
Majestad que su real voluntad es que se 
comprendan en ésto los Regidores, Jura- 
dos, Veinticuatros y Aposentadores. Son 
Jueces desto el obispo de Cuenca ( que ya 
está en la Corte ) , los señores D. Juan de 
Chaves y D. Alonso de Cabrera , Oidores 
del Supremo y de la Cámara, y fiscal 
Antonio González de Legarda, y secre- 
tario Lázaro de Rios. Por decreto de su 
Majestad se manda que todas las consul- 
tas que se han hecho, así á su Majestad 
como á su padre , que está en el cielo, de 
cualquier Consejo ó Tribunal, las resti- 
tuya , así los vivos como los hijos de los 
difuntos; y éstas consultas^ juntamente 
con las que de nuevo se hicieren, se 
guarden en el Consejo Real en un archivo 



124 CAITAS l»l 

aparte , y que éste archivo esté á cargo de 
una persona de confianza , á satisfacción 
del señor Presidente , y éste no las entre- 
gue, sino con intervención de su señoría 
ilustrisima. Al Padre maestro fray Iñigo 
de Brlguela, de la orden de Santo Do- 
mingo, y confesor que fué del archiduque 
Alberto, han dado el obispado de Segovia, 
y hecho Presidente de un Consejo Su- 
premo que se ha de hacer para lo tocante 
á los Estados de Flandes. Al confesor de 
la Cristianísima reina de Francia, el Padre 
maestro Rivas , de la orden de San Fran- 
cisco, dieron el obispado de Ciudarrodri- 
go; el obispado de Zamora al de Tuy, que 
fué Prior del Escorial; y el obispado de 
Tuy al doctor Herrera, catedrático de 
Salamanca; el de las Canarias á fray Juan 
de Guzman, fraile francisco. Murió el 
obispo de Plasencia, D. Enrique Enriquez, 
gran Prelado; dieron su obispado á Don 
Sancho de Avila; el de Sigiienza al Almi- 
rÍEinte de Aragón; el de Cuenca dicen que 
al Patriarca de las Indias. El marqués de 
Malpica, Ayo y Mayordomo mayor del 
Cardenal Infante; el duque de Segorbe 
virey de Valencia ; el de Alcañices llave 
capona y Montero mayor de su Majestad. 
Del Consejo de Guerra los siguientes: 
D. Iñigo de Borja , D. Pedro Pacheco, Don 



ANDiiS DI MBNDOIA. 1 35 

Juan Fajardo, D. Carlos Coloma. El prín- 
cipe Feliberto, Generalísimo de la mar; 
es virey de Sicilia, donde tiene la Real. 
D. Juan Fajardo vá por Capitán general 
de una escuadra de veinte galeones ai 
Estrecho de Gibraltar. El duque de Ma- 
queda, gobernador de Oran, ha pedido 11* 
cencía para venir á ésta Corte, y en su 
lugar vá por ínterin el Maese de campo 
D. Juan Manrique de Cárdenas, su her- 
mano. Capitulóse el marqués de Zara con 
hija del duque de Segorbe; capitulóse el 
conde de Niebla con su tia , hermana de 
su padre. Concedióse al reino de Galicia 
que nombre Procuradores en las Cortes, 
y en éstas nombraron al Sr. D. Baltasar 
de Zúñiga y al conde de Monterey; y por 
la merced dicha sirve el reino á su Ma- 
jestad con cien mil ducados, para ayuda 
á hacer los navios que se han de poner en 
la Coruña, y que cada casa solariaga 
sustentará un soldado en los dichos na- 
vios. Vino á ésta Corte un padre capu- 
cliino, italiano, que se llama fray Jacinto 
de Casal de Monferrato, gran predicador, 
enviado por Embajador á su Majestad de 
Su Santidad , y no se sabe á qué negocio; 
hácele el gasto el llustrísimo Monseñor 
Nuncio. Al presente predica en castellano, 
y dos sermones ha hecho en italiano, el uno 



126 GAITAS DB 

en el Hospital de los italianos, y el otro al 
consejo de Italia en San Nicolás. La no- 
che de Carnestpllendas llegó á ésta Corte 
Monseñor Aquaviva, Extraordinario de 
Su Santidad , á dar el pésame y pláceme 
á su Majestad. El duque de Uceda se está 
en Arévrlo, y tiénela por cárcel; al de 
Saldaña, su hermano, le nació un hijo 
deste segundo matrimonio, en la villa de 
Arganda , donde reside. Llegó el príncipe 
de Esquilache á esta Corte , y ha dado su 
inventario como Virey que ha sido del 
Pirú; besó la mano á su Majestad el obispo 
de Cuenca, por Inquisidor general. Al 
marqués de Montesclaros, del Consejo de 
Estado y Guerra, y seis mil ducados de 
renta por dos vidas ; la encomienda del 
conde de Nieva , al almirante de Castilla; 
la del principe de Marruecos, al duque de 
Sbsa ; á D. Pedro de Toledo, Capitán ge- 
neral de la caballería de España; al padre 
Rojas, de la orden de la Santísima Tri- 
nidad, Provincial desta provincia, han 
hecho confesor de la Reina, nuestra Se- 
ñora. 

Tratan los descalzos de San Francisco 
de hacer Vicario general y eximirse de la 
obediencia de los Calzados ; han ganado 
Breve de su Santidad, y viene nombrado 
por primer Vicario general, hasta la elec- 



ANDR¿S DI MINDOZA. 1 27 

cion primera, el padre fray Juan de Santa 
Marfa, confesor de la serenísima infanta 
María. También han sacado Vicario ge* 
neral los descalzos Mercenarios y Agus» 
tinos. Entró en la Corte D. José de Meló, 
anobispo de Évora, en Portugal, con 
gran casa , muchos criados y ostentación. 
Hicieron virey de la India al conde de la 
Vidigueira, gran soldado; hízole su Ma- 
jestad muchas mercedes y y partió de aqui 
á los últimos de Enero, á disponer su 
jomada. Ha mandado su Majestad que en 
todos sus Consejos haya una ventana se- 
creta, donde vaya de su cámara á ver lo 
que se trata en los Consejos, y en la forma 
que se despachan los negocios. A D. Mi- 
guel de Cárdenas , Alcalde que era de los 
Bosques , le han hecho Alcalde de Corte, 
con ejercicio y con la antigüedad que se 
tenía; á D. Juan de Castilla, caballero de 
Burgos, han hecho Corregidor de Madrid; 
ejerce su oficio con mucha cristiandad y 
rectitud. A diez de Marzo murió el duque 
de Veraguas ; estos dias ha estado indis- 
puesto el Sr. D. Fernando Carrillo, Pre- 
sidente de Indias, mas ya está mejor. 
Viernes, diez y ocho de Marzo, casó el 
duque de Terranova con Doña Ana de 
Mendoza y de la Cerda, dama de la Reina, 
nuestra Señora, en la Capilla real; fueron 



128 GAKTiS Bl 

padrinos los señores infantes D. Carlos y 
Doña María. Salgamos con ésto de la Cor- 
te, donde no hay otro suceso considerable, 
y vamos á que sepa vuestra merced lo que 
nos avisan de más lejos. 

Murió en Roma el doctísimo cardenal 
Roberto Belarmino, cargado de años y 
merecimientos; hízose solemne entierro, 
con asistencia del Sumo Pontífice, que 
tomó su breviario por reliquia, y entre 
los Cardenales se repartieron otros bienes 
suyos ; hizo heredera , de los pocos que 
dejó, á la Compañía, cuyo religioso fué 
más de sesenta y ocho años : gran varón, 
y que su memoria vivirá eternos siglos. 
Dicese que ha partido de Roma, para Es- 
paña, á cumplimientos con su Majestad 
católica, de parte de Su Santidad, Monse- 
ñor Aquaviva , napolitano, y arzobispo de 
Tebas. 

A diez de Noviembre del año pasado, 
llegaron á Roma tres Embajadores, que 
los Cantones de esguízaros católicos en- 
viaron á dar la obediencia á Su Santidad; 
entraron con grande acompañamiento, y 
á catorce hicieron en público una solemne 
entrada, y á diez y ocho, con lucidísimo 
cortejo, fueron al palacio de San Pedro, 
donde en público consistorio, en presen- 
cia del Sacro Colegio, en la sala que lia- 



IRDBBI DI HÍNDOZít. 119 

maa Ducal, preslaron la obediencia á 
Su Santidad en nombre de su Repibüca. 

Habiendo Su Santidad resuelto de re- 
formar el Cónclave y modo de elegir Pon- 
tífice, á trece de Noviembre hizo con- 
gregación con diez y ocho Cardenales, 
que, en nombre de lodo el Sacro Colegio, 
confirmaron la Bula hecha i'i este fin; la 
cual, Su Santidad publicó (\ quince del 
mismo mes en Cotisistorío, para que de 
aquí adelante se observe inviolablemente 
en la elección de futuro Papa. 

Sábese por carta de Milán , su fecha 
trece de Diciembre, que el duque de Feria 
fué en persona á la Baltelina á losherejei 
Grisones, que á la salida abrasaron la 
mayor parte del lugar de Bormio, que su 
excelencia se apoderó de la ciudad de 
Chiabena, obligando á la mayor parte de 
los enemigos retirarse al lugar de Pachia- 
no, que al fin se rindió 5 españoles; que, 
ocupado, le saquearon con todo el valle 
de Brigalla, que tenían Grisones, de ma- 
nera que no queda por dellos nada desta 
parte de los montes; que también los 
asahaba el serenísimo Leopoldo, por la 
Añadina, que entró á ocupar cierto feudo 
con seiscientos soldados, que han hecho 
grandes daños en los Grisones, con muerte 
de muchos y de Hlgunas de sus mujeres, 



130 CAUTAS PB 

que murieron defendiendo sus casas, hijos 
y haciendas con valor increíble, y, acosa- 
dos de todas partes, han enviado Emba- 
jadores á pedir suspensión de armas y á 
ofrecer partidos de paz. 

El corsario ingles, llamado Sansón, 
tomó cinco naves flamencas que iban de 
Genova á Levante por trigo, y ha hecho 
oíros muchos daños, y que salian en su 
busca las galeras de Núpoles y Cicilia. 
Esto me escriben de Genova, en cuyo mar 
acometieron veintidós bajeles de corsarios 
moros un bajel inglés que venia con 
mercadurías ú Italia; y, defendiéndose 
valerosamente, le ayudaron las galeras 
francesas que llegaron acaso, y después 
de haber peleado mucho, cogieron doce 
bajeles de los veintidós, y libraron al in- 
glés y huyeron los demás. Avisan de 
Francia que se deñcnde valerosamente 
Montalban, del Rey Cristianísimo, cuya 
gente habia ocupado dos baluartes y un 
rebellín de aquella fortaleza, adonde se 
habían puesto ochenta cañones de arti- 
llería, que por mandado del Rey baten la 
ciudad, con daño grande, porque está 
resuelta aquella Majestad de arruinar la 
ciudad por la mucha obstinación de aque- 
llos herejes hugonotes, que se defienden 
fuertemente, no con poco daño de los 



I HB-IDOZl. 131 

católicos del Rey, cuyos soldados cocieron 
ocho rail doblas de á cuatro que los here- 
jes de Francia enviaban á los de la Ro- 
chela. También avisan que en el campo 
Real, sobre Montalbao, hahia el Rey 
mandado ahorcar á un artillero, porque 
disparaba la artillería sin balas contra la 
ciudad; y que los católicos franceses que 
habian ido contra la Rochela, habían 
ocupado la isla de Rens, importante lugar 
para facilitar aquella empresa. En Mo- 
ravia han ocupado los húngaros rebeldes 
la gran ciudad de Ugripont, á costa de 
mil dellos y de pocos de los imperiales 
que estaban de presidio. Del príncipe 
Transilvano se dice, que, con diez mil 
caballos y catorce mil infantes, trata de 
volver sóbrela ciudad de Possonia, en 
Hungría , donde la caballería del conde de 
Arach ha muerto muchos turcos de la 
otra parte del rio Leída, con presa de 
muchos caballos y libertad de doscientos 
cincuenta cautivos; de Amberes avisan, 
que pasando el tercio de napolitanos al 
sitio de la ciudad de Juliers, encontró con 
gente del conde Mauricio, y en una reñida 
escaramuza que se trabó entre unos y 
otros, con poco daño de los nuestros, per- 
dió el enemigo muchos soldados, y que 
estaba temeroso de perder la dicha ciu- 



132 CáDTíS uk 

dad, porque apretaba mucho el cerco el. 
conde Enrico de Bergu, con gente que le 
envió el marqués Espinóla ; y que por eso 
el enemigo había enviado socorro de mil 
carros con seis mosqueteros cada uno. 
De Micina avisan haber llegado allí algu- 
nos carsmuzales y bajeles, cargados de 
ricas mercaderías, que al Turco cogieron 
en Levante las galeras de la católica ar- 
mada, la cual se halla ahora en el canal 
de Consiantinopla , con ánimo de hacer 
presa en ciertas naves que se esperaban, 
cargadas de trigo, para provisión de aque- 
lla ciudad, que padece notable falta dello. 
En Ñapóles se embarca mucha infantería 
en aquellos galeones; nó se sabe para qué 

Sábese que en el Mar Negro andan 
corseando contra el Turco setenta barcas 
armadas, de cosacos gente del rey de Po- 
lonia, y que prendieron sesenta caramu- 
zales, llenos de bastimentos, que llevaban 
á Constantinopla; saquearon la gran ciu- 
dad de Cafa, corte del Tártaro, y otros 
muchos lugares del Turco en aquel mar, 
poniéndolos todos á fuego y sangre; des* 
pues, en el Danubio, hicieron un botin de 
quince mil vacas y treinta mil carneros, 
y con esto se volvieron al campo de su 
Rey Polaco, que estaba con grueso ejér- 



cito ea tierra de Moldavia, quemando las 
puentes de madera que los turcos tcnian 
hechas en el Danubio para pasar su ejér- 
cito en Moldavia contra el Polaco. El rey 
de Polonia trae consigo al principe La- 
dislao, su hijo, doce mil Barones, señores 
y caballeros polacos, cien mil hombres de 
3 caballo, veinticuatro mil infantes mos- 
queteros, alemanes, diez y ocho mil cosa- 
cos arcabuceros á caballo, y veinte mil 
que andan en las barcas; el Rey anda en 
persona en el ejército, haciendo lo que 
debe un valeroso soldado. Envió treinta 
rra, á buscar al ene- 
;ta Andrinópoli, que 
está una jornada de Constantinopla, y 
volvieron con gran presa, asolando cuanto 
hallaban. En el camino se encontraron con 
catorce mil genízaros que iban de presidio 
á las fortalezas de Moldavia, por donde, 
como digimos, haze la entrada el rey de 
Polonia, y, degollándolos casi á todos, les 
tomaron ciento ochenta piezas gruesas de 
artillería, que llevaban para surtir las 
fortalezas, y muchos mantenimientos y 
municiones que venían para el ejército 
del Tu reo, que iba marchando; y, después 
de haber puesto esta presa en seguro, 
volvieron sobre muchos turcos que venian 
tras los genizaros, á la deshilada, é hiele- 



134 CMTu DI 

ron en ellos grande estrago, sin hallar 
resistencia hasta la vista del ejército tur- 
qaesco. Quemaron una ciudad á seis le- 
guas de Constantinopla, y, desde un rio, 
los de fas barcas hacen mucho daño sin 
poderlo recebir, é impiden los bastimen- 
tos á Constantinopla, por lo cual pasa 
mucha necesidad. Trata de paces el Turco, 
que se halla en persona en Andrinópoli, 
por medio det Emperador, y el Polaco y 
los de su ejército han jurado de no voli'er 
á sus tierras sin destruir á aquel enemigo 
común, con el favor de Dios; y es sin 
dada, que si caminan tan prósperamente 
como hasta aquí, que tomarán á Constan- 
tinopla. Dios lo ordene como más h5 me- 
nester la cristiandad, y guarde á vuestra 
merced muchos años. 

PROVISIONES TOCANTES Á INDIAS. 

Presidencia de la casa de la Contrata- 
cion,á D. Fernando de Villaseñor, del 
Consejo de Indias. El Licenciado Marcos 
de Torres, del Consejo de Indias, en lugar 
de D. Antonio de Vergara, que murió. 
Plaza de General de la flota de Nueva Es- 
pana, á D. Carlos de Ibarra. La de Almi- 
rante, á Garci Alvarez de Fígueroa. La de 
Almirante de Tierra-firme, á D. Pedro 



1HDIIÍ> DI HINDOIl. 135 

Pasquier, La de General de la dicha flo- 
■a, i (!)■ 

Al secretario Juan Ruíz de Contreras, 
se hizo merced de dos mil ducados de 
renta por dos vidas, en indios vacos de la 
provincia de Guatemala, y señaladamente 
en un pueblo, cuya renta estaba destinada 
para la fábrica del puerto de Santo Tomás 
de Castilla, de aquella provincia, que co- 
mienzan á contarse desde su hijo, Don 
Fernando, con que goce el dicho su padre 
de la renta todos los dias de su vida; y al 
dicho D, Fernando se dio título de secre- 
tario del Consejo de Indias, y que lo use 
desde luego en impedimento, enfermedad 
ó ausencia de sa padre, y después de sus 
dias la futura sucesión. Y, atento á que se 
casó el dicho D. Fernando con una hija 
de una Ama de la Reina, le dieron mil qui- 
nientos ducados de renta, de dolé, en la 
renta de su Cámara por la vida de la dicha 
su mujer, y veinte mi! ducados en joyas 
y ajuar. 

Dióse al Licenciado Morquecho, Oidor 
de Lima, la antigüedad que tenia en la 
Audiencia de Méjico, y para ello se man- 
dó librar sobrecédula, y se le mandaron 
pagar en la casa Real de la dicha Audien- 



<0 



13^ ClBTAi BE 

cia de Lima, cíacuenta y siete dias que 
se detuvo en el camino más de los seis 
meses de término que le fueron señalados. 
Visitador general de la Audiencia de 
Lima, D. Juan Gutiérrez Flores, Inquisi- 
dor de la Inquisición de Méjico. Visitador 
de la Audiencia de los Charcas, el Doctor 
Cialdós, de Valencia. Visitador general de 
la Audiencia de Quito, el Licenciado Juan 
Muñozca , y por Inquisidor de la Inquisi' 
cioo de Lima. Visiiadof de la Audiencia 
del Reino, Oidor de Chile. Juan de Mun- 
guía. Tesorero de la Casa Real de Gua- 
dala;ara. Juan de Ortiz de Eguiluz, Con- 
tador de Yucatán. D. Luís de Nevares, 
Tesorero de Trujillo. Licenciado Juan 
Ortíz de Cervantes, Fiscal del Nuevo 
Reino. D. Fernando de Saavedra, Oidor 
de la misma Audiencia. Gobierno de Santa 
Cruz de la Sierra, en Gonzalo de Sotís 
Ülguin; y Aguarsongo y Pacamoros,en 
el capitán D. Pedro del Castillo. El de 
Cuenca á D, Juan de Medrano. El de Ma- 
requeta en D. Juan de Morales. La Alcaldía 
de minas de Potosí en Antonio Romero de 
Lugones. La Tesorería del Cuzco, á Diego 
López de Herrera. Oidor de Lima, Doctor 
Galdós de Valencia. 

Canongia de Lima, D, Pedro Mauricio 
de Mendoza. Ración de LÍma,áD. Luis 



ANDRÉS DE HINDOtl. I37 

de Aliri. Canangia de Trujilto, al Maestro 
Martin Velasco. Dos Canangías de Gua- 
manga, Doctor Juan Nuñez Mexia, y Don 
Sancho de Paz. MaestrescoHa de Arequipa, 
el Doctor Antonio de Moniel. La Tesorería 
desta Iglesia al Doctor D. Juan Bautista 
de Aguilar. Una Canongía della, el Doctor 
Marcelo de Aramburu. Canongía de Pa- 
namá, el Doctor Hernando de Herrera. 
Dos Canongías de Santiago de Chile, Her- 
nando de Salvatierra y Francisco Foron- 
da. Arccdianato del Rio de la Plata, en 
Francisco Caballero. Canongía desta igle- 
sia, en Pedro Isbran. Castellano de Por- 
tovelo, D. Gonzalo de Medinasison. Dean 
de la iglesia de Durango, el Bachiller Juan 
Martínez. El Bachiller Juan de Frías, Ar- 
cediano. Mateo de Soto, Chantre. Doctor 
Francisco de Espinosa, Canónigo. Bachi- 
Uer Francisco de Forres, Canónigo. Li- 
cenciado Juan Delgado, Canónigo de Gua- 
¡aca. Francisco Serrano, Racionero de 
Santo Domingo. El Corregimiento de las 
minas de Potosí se dio á D. Felipe Man- 
rique. El gobierno de Antiochía á Garci 
Tello de Sandoval y Hábito de Calatrava. 
La plaza de Cabo de Honduras , al alférez 
Juan de Noguerol. 



CARTA NONA. 



EL no haber escrito á vuestra merced 
desde diez y ocho de Marzo las nue- 
vas, asf destos reinos como de los 
extranjeros, según se platican en esta 
Corte, en la cual, como plaza del mundo, 
cuanto en él pasa se sabe, ha sido causa 
mi poca salud y ausencia, y el poco recato 
que vuestra merced tiene en guardar mis 
cartas, pues no solo las da á que las lean, 
sino á que las trasladen é impriman algu- 
nos curiosos para presentar y vender, y 
las traigan á la Corte, de que resulta mo- 
lestia S quien las vende, >■ enemistad á 
quien las escribe; y por evitarlo determiné 
no escribir más esta materia, pero asegu- 
rado, como vuestra mercedme asegura, 
guardar secreto, diré así: 

Esta Monarquía de las Españas, que 
Dios prospere como á firme columna de 
la cristiandad, espera el más feliz tiempo 



I^O UITÁS DE 

que ¡amús ha gozado desde que se des- 
membró del romano Imperio; porque el 
Rey, nuestro Señor, á quien Dios guarde, 
es un segundo Trajano ó Teodósio, y así 
como estos valerosos Emperadores (espa- 
ñoles ambos) , fué el uno lustre y amparo 
del Imperio romano, y el otro del griego, 
el Rey, nuestro Señor, lo es del español; 
y. para que tenga con brevedad efectOj ha 
formado una junta de las personas más 
doctas y eminentes destos reinos, en que 
entran los Presidentes, y algunos Conse- 
jeros de todos los Consejos, los Diputados 
del reino, y otras personas muy califica- 
das, que vean cómo se podrá la Repiiblica 
descargar de tributos, excusar gastos su- 
pÉrñuos, poblar los pueblos, y otras cosas 
de importancia tocantes al gobierno polí- 
tico. Asiste á ello, con gran cuidado, 
D. Francisco de Contreras, Presidente del 
Real Consejo, que con justo titulo pueden 
llamar padre de la patria. Su gran cris- 
tiandad, letras y partes son notorias; el 
cuidado y diligencia con que sirve su 
plaza, es de los primeros que vá al Con- 
sejo; da en su casa audiencia á todas horas, 
sin eicepcion de personas; sus porteros 
andan preguntando por la casa si hay . 
quien quiera hablarle; ampara i los po- 
bres, viudas y huérfanos; acude con pun- 



iriDDIS De NENDOIl. I4I 

tüalidad ñ iasjunins, asistiendo á algunas 
hasta las diez de la noche , que para su 
edad es mucho. 

Estos dias ha ido su Majestad á caza S 
los montes de Toledo, y iíntes de irse 
proveyó algunos oficios en personas be- 
neméritas, como son D. Enrique de Guz- 
raan, marqués de Povara, Capitán de la 
guarda española, por Vi rey de Valencia, 
con cédula particular de retención de su 
plaza; perpetuóle e! oficio de Correo ma- 
yor de Jerez de los Caballeros, y á su hijo 
primogénito hizo merced de la futura 
sucesión de la Claveria de Alcántara. A 
D. Duarte, marqués de Flechilla, se dio 
llave sin asistencia de servir, pero para 
poder entrar á hablar á su Majestad en 
cualquier tiempo; dicen le dieron cinco 
mil ducados de renta en Portugal; ha sido 
merced bien merecida, porque dejando 
aparte sus merecimientos, es en efecto 
biznieto del rey D. Manuel de Portugal, 
y pariente en cuarto grado del Rey, nues- 
tro Señor. Dio plazas de Mayordomos, su 
Majestad, á D, Lorenzo de Cárdenas, conde 
de la Puebla del Maestre ; á D. Rodrigo 
Enriquez, tio del Almirante; á D, Juan 
de Fonseca, marqués de Orellana; al 
conde de Barajas y al marqués de las 
Navas , que lo hablan sido de su padre ; y 



u 



por Virey de NSpoIes fué el duque de Alba, 
el cual salió desta Corte coa lucidísimo 
acompañamiento y riquísima recámara. 
El conde de Salinas, hijo del marqués de 
Alenquer, Gobernador que fué de Portu- 
gal, fué á Zaragoza á casarse con la du- 
quesa de Híjar; casamiento grandioso, 
así por ¡a calidad de la novia como por 
su gran estado. Entró también en esta 
Córie el conde de Monterey, viniendo de 
Roma de su embajada, que concluyó fe- 
lizmente, al cual, al entrar en Madrid, 
acompañó toda la nobleza de la Corte; 
entró muy galán, y tamo que su vestido, 
de bordado de oro, apenas se conocía co- 
lor: metió muchos criados con costosas y 
lucidas libreas. Nombró su Majestad por 
Virey de Cataluña al duque de Pastrana; 
el ir á Cataluña no se sabe si será tan 
presto, por estar aquí diversos Embaja- 
dores y otras personas por aquel Princi- 
pado y Condado de Barcelona, preten- 
diendo que su Majestad no ha de nombrar 
Virey sin haber primero jurado en Cortes 
de aquel Estado, como dicen han hecho 
loa Reyes, sus antecesores, y por ser con- 
forme á sus fueros: han hablado sobre 
esto diversas veces á su Majestad, y su 
Majestad ha escrito al Principado. Vino 
los días pasados, sobre ello, el Conseller 



tNDRBB DI HINDOZi. I43 

mayor, el cual eniró en esta Corte cora 
lucidísimo acompañamiento, con grande 
casa y ostentación ; al cual sobrevino una 
enfermedad, de que murió, con gran sen- 
timiento de aquella Corona, por sus mu- 
chas parles. En su lugar vinieron dos: 
han dado á su Majestad sobre ello diversos 
memoriales, y respondido á ellos el Fiscal 
de Aragón; no se sabe la resolución que 
se tomará, Al hijo primogénito del dicho 
Duque, concertado de casar con hija de 
D. Baltasar de Zúñíga, que Dios tenga en 
su gloria, le dieron una Encomienda de 
cuatro mil ducados de renta. Entró por 
Dama de la Reina la hija del marqués Es- 
pinóla, que está en Flandes, la cual lle- 
varon á Palacio las condesas de Olivares 
y de Monierey, acompañadas de toda la 
nobleza de la Corte. Desposóse en Pala- 
cio el marqués de Javalquinto con Doña 
Isabel de la Cueva, Dama de la Reina, 
hija de Doña María de Benavides, Dueña 
de honor; fueron padrinos los Reyes, y 
comieron aquel dia en público, y la des- 
posada con ellos; el novio comió con el 
conde de Benavente: fué banquete Real, 
A la tarde fueron doscientos caballeros 
por la duquesa de Cea , que habia de sa- 
car la novia con la duquesa de Medina de 
Rioseco, su hermana; acompañó e! Rey 



■44 GAITAS n 

á la novia hasta los corredores de Pala- 
cio, y de allí salieron con grande acom- 
pañamiento, grande bizarría y gala, por 
la calle Mayor, hasta fin del lugar; fueron 
aquella noche á una legua de Madrid á 
consumar el matrimonio; al dicho Mar- 
qués le dieron tres mil ducados de renta 
por dos vidas. A veinticuatro de Setiem- 
bre, fué su Majestad, á caballo, á nues- 
tra Señora de Atocha, S darle las gracias 
de la rota del conde Mansfelt; fué muy 
á lo soldado, con un penacho en el som- 
brero y una cadena de oro atravesada, 
con acompañamienio Real. La rota destc 
Conde no se pone aquí, por andar im- 
presa. 

Ha salido orden que ningún extran- 
jero venga á vivir con su casa á estos rei- 
nos sin Ucencia de 'su Majestad, y los 
que están en ellos no salgan sin la misma 
licencia; y premdtica, en que se manda, 
debajo de grandes penas, no se pongan 
juros en personas supuestas, para excusar 
fraudes. Asimismo ha dado su Majestad 
licencia á todos sus vasallos destos rei- 
nos de España, puedan armar navios para 
andar en corso contra enemigos, como 
son turcos, moros, rocheleses, holande- 
ses y celandeses, sacando primero licen- 
cia (que se les dará luego), dando ñanzas 



1 



ÁNDftás DI miMZA. 145 

de no robar á naturales y amigos, sino 
darles favor y ayuda, y pagarán los dere- 
chos de su Majestad, con que los navios 
sean de trescientas toneladas; y manda 
su Majestad , en todos sus reinos los aco- 
jan y den armas, municiones, y otras 
cosas necesarias para la navegación , por 
su justo valor. Asimismo, se entiende 
que de la Junta han resultado muchas 
cosas importantes al bien y aumento de 
la República , como es se quiten los millo- 
nes desde el año de veinticuatro, y que 
en su lugar sustente el reino treinta mil 
soldados de infantería con seis ducados 
al mes á cada uno ; y que para la paga 
desta gente se puedan valer los pueblos 
de sus baldíos, y de los de su Majestad 
(do los hubiere), sembrándolos ó arren- 
dándolos, y de otro cualquier género de 
arbitrios justificados y en provecho de los 
pueblos. Que se quiten los coches que no 
fueren de cuatro caballos, excepto los de 
los Consejeros que los puedan traer con 
dos, en ésta Corte. Que se establezcan en 
estos reinos Erarios , con que se remedia- 
rán las necesidades, á poca costa, y se 
evitarán muchos pecados y ofensas de 
Dios , que cometen logreros y mohatreros 
con sus tratos ilícitos , siendo sanguisue- 
las de la República. Se quitan guarnicio- 

10 



145 CAITAS DK 

aes de oro y plata, y telas de plata y oro, 
en cualquier género de vestidos, capas 
de seda, sedas sobre sedas y exceso de 
guarniciones, puntas en mantos, ni en 
otros adornos, bordados y dorados, si no 
fuere cosas de iglesia ó milicia ; se quite 
el azul, y reformen los cuellos 6 traigan 
valonas, por ser grande el gasto que desto 
se sigue , y mucho el oro y plata que sale 
cada año destos reinos por trueco de los 
lienzos y azul. Qiie no salgan jueces de 
comisión de la Corte, ni Chancillerías, 
si no fueren pesquisidores por causas cri- 
minales , y éstos con mucha moderación, 
como la ley manda, y se cometan las 
causas, aunque sean privilegiadas, á las 
justicias ordinarias. Y porque hay muchos 
Ministros de justicia, como escribanos y 
otros, se consuman algunos destos ofi- 
cios; se moderen los dotes, y ponga límite 
en tener criados ; que se vayan los Seño- 
res de la Corte á sus tierras, que no tuvie- 
ren justas y precisas obligaciones para 
estar en ella. Se favorezcan mucho los 
casamientos, y á los que hasta edad de 
diez y ocho años se casaren , se les con- 
ceden muchos privilegios, especialmente 
á los que se casaren de diez y ocho años 
se les entregue sus haciendas, como si 
fueran mayores de edad ; y los que tuvie- 



ANDRÍ8 DI KUIMZA. 147 

ren veinticinco años, y fueren solteros» 
paguen los repartimientos y tributos como 
los vecinos casados, aunque estén en lar 
patria potestad. A los plateros ponen tas» 
en las hechuras. Consúmense los cien Re- 
ceptores de Corte , y que no se examinen 
Escribanos reales en veinte años. Esto se 
platica en ésta Corte, y escribe de otras 
partes , hasta que se publique no se sabe 
cosa cierta; y aunque su Majestad, con 
justa causa, podía mandar publicar éstas 
Premáticas, ha mandado (como en efecto 
se ha hecho) enviar un traslado á muchos 
Señores > y á cada ciudad y cabeza de 
partido, para que allí se vea , por el regi- 
miento y personas inteligentes de ciencia 
y conciencia, si es necesario reformar 
alguna cosa; con que vendrá á salir la 
resolución que se tomare muy justiñcada, 
y se entiende se guardará como ley in- 
violable. 

Hizo su Majestad del Consejo de Esta- 
do, al conde de Olivares, con antigüedad; 
é hizo también deste Consejo al marqués 
de la Hinojosa y á D. Femando Girón», 
que ambos lo eran del de Guerra ; hicie- 
ron al marqués de Castelrodrígo, hijo de 
D. Cristóbal de Mora, Veedor de la ha- 
cienda en el Consejo de Portugal; didse 
el marquesado de Velmar á D. Juan de la 



148 ciKTis n 

Cueva, hermano del cariJenai de Velmar. 
Hizo su Majestad Geniil -hombres de la 
boca, S D. Alvaro de Guzman, D. Sancho 
de Fonseca, D. Carlos de Ibarra, D. Gon- 
lalo de Monroy, D. Juan Enriquez, Don 
Felipe Camaño, D. García de Castro, 
D.Diego de Cárcamo y á D, Diego Co- 
lonia. A D. Gerónimo Pimentel, General 
de la caballería de Milán, dieron título y 
doce mil ducados de ayuda de costa. A 
quince de Octubre hizo años el infante 
D, Carlos; fué dia muy solemne en Pa- 
lacio, y por la mañana hubo Junta, en 
que se halló el Rey , y por la tarde fueron 
á San Gerónimo, y desde alli fueron con 
el Condestable de Castilla á su quinta, 
donde les dio una famosa merienda. Por 
Mayordomo y Ayo del señor infante Don 
Carlos salió el conde de Alcaudeie, con 
retención de su oñcio. Desposóse el conde 
de Benavente con Doña Leonor Pimentel, 
dama de la Reina; fueron padrinos el in- 
fante D. Carlos y la infanta María; vino 
su Majestad de San Lorenzo el Real ha 
hallarse en la boda; llevaron ú la novia, 
desde Palacio ú su casa, la condesa de 
OHvares; dicen lleva de dote once mil 
ducados de renta, con la legítima de su 
madre y mercedes. D. Fernando Ramírez 
Fariñas, Oidor del rea! Consejo, va por 






AKiitís DI MinDOii. 149 

Asistente de Sevilla, con lículo de Señoría. 
Famosa fué la victoria de D. Juan de 
Cárdenas, que gobierna & Oran, hermano 
del duque de Maqueda, con los turcos y 
moros africanos que cercaron aquella 
plaza, el cual, no solo la defendió valero- 
samente con pocos soldados, siendo los 
moros m;'is de treinia mil, pero en las 
salidas que hizo mató infinidad dellos, y 
les obligó á alzar el cerco, sin perder de 
su parte un soldado. También fué mucho, 
la armada del Estrecho de Gihraltar, con 
diez y seis navios y cuatro pataches, de- 
fender el paso á ochenta navios holandc' 
ses, y hacerlos retirar con gran pérdida; 
destas cosas andan relaciones impresas, y 
así no se especifican. Grande ha sido la 
pesie en toda África y Grecia , especial- 
mente en Constantinopla, donde fué 
muerto violentamente Osman, Gran Tur- 
co; para contar la muerte desgraciada 
deste gran Príncipe, que se intitulaba 
Rey de Reyes, es necesario hacer discurso 
de algunos años Snies ; por mi poca salud 
y lugar, lo dejaré para otra cana, do es- 
cribiré también mochas provisiones, en 
particular de las Indias, y cosas de fuera 
del reino. Y es cierto éste año han muerto 
grandes hombres, como fué, en Malla, 
Alosio de Wiñacurt, caballero francés, 



1 



150 GABTAS M 

gran Maestre de la Religión de San Juan, 
que tuvo veintidós años aquel Maestrazgo; 
fué en su lugar electo fray Luis Méndez 
de Vasconcelos , caballero del Priorato de 
Portugal , valiente soldado, que ha tenido 
grandes cargos en la religión , como Ca- 
pitán de infantería, Recebidor de la Re- 
ligión en el reino de Portugal, Embajador 
ordinario en Roma , General de las gale- 
ras de su religión y Embajador extra- 
ordinario en Francia. Ha sido muy sen- 
tida en ésta Corte, y toda España, la 
muerte de D. Baltasar de Züñiga, Co- 
mendador mayor de León , Presidente del 
Consejo de Italia; murió dentro de Pala- 
cio; pusieron su cuerpo en San Gil; acu- 
dieron todas las religiones á decirle res- 
ponsos, lleváronle á enterrar al Paular 
de Segovia; acompañáronle hasta fuera 
del lugar los caballeros de la Corte, y 
hasta el Paular el conde de Monterey, á 
quien su Majestad hizo merced de la plaza 
de Presidente de Italia. Escribió su Ma- 
jestad á Doña Francisca Clourel, mujer 
de D. Baltasar de Züñiga, cartas de gran 
consuelo, prometiendo de amparar á sus 
hijos y su persona, mandándola no sa- 
liese de Palacio, sino que acudiese al ser- 
vicio de la Reina en compañía de la Ca- 
marera mayor; por estar enferma de 



▲NMÍ» di IIIIDOZA. I$t 

sentimiento, bajó la Reina á consolarla á 
su cuarto, y á darle la carta del Rey, que 
fué favor grande. Mandó su Majestad to» 
mar los papeles que tenia D. Baltasar de 
Zúñiga al conde de Olivares , y, aunque 
rehusó al principio, obedeció, mandándo- 
selo segunda vez. Murió también el conde 
de Lemos, gran caballero, excelente M» 
nistro por la buena cuenta que dio de 
sus oficios; murió en ésta Corte, habiendo 
venido á ver á su madre, Camarera ma- 
yor de la infanta María, que estaba in- 
dispuesta; su cuerpo, después de haberle 
dicho todas las Ordenes sus responsos, 
fué depositado en las Descalzas; su sermón 
funeral predicó el padre Florencia , de su 
Encomienda hizo su Majestad merced á la 
hija del conde de Olivares: sucedió en su 
estado D. Fracisco de Castro, hermano 
suyo, á quien se le han muerto dos hijos 
en Gaeta , en el reino de Ñapóles. Dejó 
el conde de Lemos , después de mudu» 
mandas que hizo, lo restante de todos sus 
bienes libres á Doña Catalina de Sando- 
val, su mujer, la cual, sabiendo su en- 
fermedad , vino con gran priesa de Mon- 
forte de Lemos á ver su marido, y entró 
en ésta Corte con gran acompañamiento; 
y en efecto, vio vivo al Conde, y vivió 
después algunos dias, que es gran con- 



15^ . «AMAS M 

tnélo para viudas de tan gran 
Murió ttmbten el artobispo de SantiagOi 
D. Beltran de Guevara ^viniendo de ca» 
mino á la Corte, á quien Uamaba su Ma» 
jestad para negocios de importancia* Pdr 
muerte de D. Fernando Carrillo, Presi* 
dente de Indias, gran Juei, dióse aquella 
Presidencia á D. Juan de Villela, Oidor 
que filé en las Indias, y en el Supremo 
Consejo dellas, y en el Real de Castilla^ 
y otros grandes cargos; fué elección muy 
acertada, así por sus grandes partes, como 
por la mucha noticia que tiene de aquellas 
tierras. Asimismo murió en ésta CÓrte 
el duque de Monteleon. Fueron lastimdias 
las muertes de D. Femando Pimentel, 
lu)o del conde de Benavente, y del conde 
de Villamediana , Correo mayor , ambas 
violentas, y cogiéndolos descuidados y 
desapercebidos; del de Villamediaaa no 
se ha sabido el matador ni la causa ; de 
D. Fernando Pimentel , fué matador Don 
Diego Enriques de Lujan , á quien, preso 
en Uclés, fué á tomar su confesión Don 
Luis de Viüavicencio, Consejero de Or- 
denes, por mandado deste Tribunal: en- 
tiéndese tiene mal pleito, aunque los 
hermanos no le piden nada. También fué 
desgraciada la muerte de D. García Pi« 
mentel , Capitán en Flandes, que estando 



AFIDIU DI MlKDOIl. 153 

con su compañía en un fuerte, le raínaroa 
los enemigos, y volaron á ¿1 y á los de- 
más que eslaban dentro. Murieron tam- 
bién los Obispos de Ciudad Rodrigo, de 
Torcosa y el electo de Guadíx. Murió el 
marqués de Villanueva de Barcarrota; 
untes de su muerte dejó desposada su hija, 
heredera de su Estado, con el conde de 
Fuensalida; hale puesto pleito D. Martin 
Portocarrero, hermano de! Marqués di- 
funto, diciendo que aquel mayorazgo es 
de agnación, y no suceden hembras ha- 
biendo varones. Murió D. Juan Ibanez de 
Segovia, Tesorero de su Majestad, caba- 
llero muy rico, noble, y de muy buena 
fama, su cuerpo se llevó á Segovia, donde 
Je salió á recibí r, como á Regidor y tan va- 
ledor de aquella ciudad, toda la gente lu- 
cida; fué su entierro muy suntuoso; que- 
dó en el oficio su hijo. Fué Gaspar de 
Vallejo á tomar la confesión al duque de 
Osuna, sobre lo que se ha averiguado en 
Ñapóles y Sicilia; estuvo algunos días en 
tomarla; está el Duque en Vallecas, dicen 
se acabará con brevedad su negocio. Sobre 
el subir la plata hay grandes pareceres, y 
se han dado muy doctos memoriales, así 
aprobando el subirla como contradicien- 
do; pero salió decreto del Rey, en que 
dice no subirá la moneda, ni ¡uros, ni se 



154 CiiTis »■ 

aprovechará de los depósitos, porque su 
voluntad es no deshacer los tratos, y así 

por ahora parece no hay orden de subir 
oro ni plata. Salió la canonización de 
Santo Tomás de Villanueva, Arzobispo de 
Valencia, v la beatificación de Fray Pedro 
de Alcántara, y vino Bula de Su Santidad 
para hacer la probanza de la santidad y 
milagros de Sor Juana de la Cruz, Monja 
en el monasterio de la Cruz, ¡unto al lu- 
gar de Cubas, cinco leguas de Madrid, 
donde hicieron gran fiesta y estuvo su 
cuerpo manifiesto tres dias en la igleüa 
del Monasterio, acudiendo gran gente de 
toda la comarca. 

La Fiscalía de la Contaduría dieron á 
Pedro Rodríguez de Torres. Hicieron del 
Consejo de Hacienda á Tomás de Ángulo, 
y á un hijo suyo dieron un hábito. Diósc 
el Corregimiento de Córdoba al Alcalde 
Cabrera, de Granada, con retención de su 
plaia, y que pueda poner Teniente. Al 
Licenciado Letona, Oidor de Galicia, die- 
ron plaza de Oidor de Valladolid. Hánse 
proveído tres plazas de Secretarios del 
Rey; Fomat, para lo de Cerdeña, D. Luis 
Blasco, para lo de Moniesa, y Nicolás 
Mensa, para lo de Valencia. Al Secretario 
de D. Baltasar de Zúñiga se dio título de 
Secretario del Rey. Al Padre Mariana, de 



▲lIDiás DI MlllDOZA. 155 

la Compañía de Jesüs, hizo su Majestad 
merced de mil y quinientos ducados para 
imprimir la Historia de España^ que tiene 
muy añadida. £1 arzobispado de Santiago 
se dio al Obispo de Málaga; dicen viene á 
la Corte. Al marqués de Cerralbo y Don 
Diego Mejia, hicieron del Consejo de 
Guerra; dieron á D. Diego Mejfa la futura 
sucesión del castillo de Amberes y M 
tercio de D. Iñigo de Borja» y á D. Iñigo 
el Generalato de la artillería. A D. Fabió 
Carachola, Embajador de Ñapóles, se dio 
título de Conde. A D. Jerónimo Pimentel 
hicieron del Consejo de Guerra. Proveye- 
ron por Mayordomos de la Reina al con- 
de de Siruela, á D. Antonio de Toledo, 
Señor de la Horcajada, y á D. Diego Bro- 
chen). Concedió el Pontífice la Bula de la 
Santa Cruzada en el Reino de Ñapóles y 
Ducado de Milán. Al duque de Albur- 
querque hizo merced Su Santidad de los 
meses que tiene las vacantes en el Mar- 
quesado de Cuéllar. Al Cardenal Zapata, 
Virey de Ñapóles en el ínterin, hizo tam- 
bién Su Santidad merced de ocho mil du- 
cados en una Abadía. Efectuóse el casa- 
miento de la princesa de Venosa, gran 
señora en Italia, con un sobrino del Pon- 
tífice. Hizo Su Santidad merced de toda la 
vacante de D. Femando Pimentel á un 



■ 56 C1IT18 DI 

hijo del conde de Benavente. Dicea se ha 
de hacer un Consejo para tos negocios 10- 
canies al arzobispado de Toledo, que se 
ofrecieren al Infante Cardenal, y para po- 
nerle casa están electos para los oficios 
personas de mucha calidad, coino son: Ma- 
yordomo mayor, el marqués de Malpica; 
Sumiller de Corps, el de Camarasa; Ma- 
yordomos, D. Francisco de Villasis, Cor- 
regidor que fué de Madrid, el conde del 
Real, D. Fadrique de Vargas, y D. Anto- 
nio de Cardona. De la Cámara de su Al- 
teza, el marqués de Orani, et conde de 
Puñonrostro, el conde de Villaflor y el 
conde de Villalba; Gentiles-hombres ecle- 
siásticos, D. Antonio Portocarrero, Arce- 
diano de Toledo y D. Juan de Bracamon- 
te, su Tesorero, y Maestro de Cámara, 
U. Agustin Fiesco; á su Camarero Don 
Melchor de Moscoso, dieron el episcolato 
de Toledo. Las cosas de Alemania han su- 
cedido prósperamente en favor del Empe- 
rador, y están sus enemigos, no sólo ven- 
cidos pero temerosos; mas como la tierra 
es tan grande, tantos y tan poderosos los 
enemigos, no cesan de todo punto las 
guerras. En Flandes pelean los rebeldes 
con gran pertinacia, favorecidos de algu- 
nos eiiEranjeros; y, aunque la fortuna es 
varia, se ha mostrado favorable en las co- 



ANDEÍ8 DI MIRDOZA. 1 57. 

sas de importancia á la Majestad católica. 
Inglaterra goza de paz, si la puede haber 
en República do está en opiniones la 
religión. Hay dése reino dos Embajado-. 
res en esta Corte, uno ordinario y otro 
extraordinario; el extraordinario entró en 
Madrid con buen acompañamiento, y con 
el propio fué á Palacio á besar la mano á 
sus Majestades y Altezas. El conde de 
Gondomar, D. Diego Sarmiento de Acu- 
ña, vino á esta Corte, de Embajador de 
Inglaterra, habiendo usado aquel oficio 
con gran aprobación de ambos reinos; en- 
tró en su plaza de Mayordomo de su Ma- 
jestad: entiéndese le ocuparán en nego- 
cios de mucha importancia. Al rey de 
Francia le sucede todo prósperamente 
contra los herejes rebeldes; créese los su- 
jetará á todos con brevedad, porque Mon- 
talban y Rochela no pueden defenderse 
mucho, pues no sólo les ha de hacer guer- 
ra el Rey Cristianísimo sino la necesidad 
y hambre; y, ganadas estas plazas, queda 
concluida la guerra en aquel reino, en el 
cual ha sido grande el contento de los ca- 
tólicos y pesar de los herejes, por la re- 
ducción del de Ladiguera, á quien su Ma- 
jestad ha hecho Condestable y Caballero 
del Espíritu Santo. 

La poca salud hace no ser más largo; 



158 CkBTáB M AUNES DI MENDOZA. 

vuestra merced perdone si algo de lo es» 
crito no saliere cierto, pues lo cierto es 
yo escribo k> que se platica en la Corte 
entre personas fidedignas, que podrán en- 
gañarse como yo en escribirlo. De Madrid 
diez y seis de Noviembre de mil seiscien- 
tos veintidós. 




CARTA DÉCIMA. 



A diez y seis de Noviembre de mil 
seiscientos veintidós, escribí á vues- 
tra merced las novedades que ha- 
bia, especialmente la Junta que se habia 
formado, para tratar del remedio y go- 
bierno destos reinos, y de paso traté lo 
que se decia estaba resuelto. Concluyóse, 
salió la Premática, publicóse en once de 
Febrero; por la que envié á vuestra mer- 
ced sabe lo que contiene. Su Majestad, no 
sólo como buen legislador hizo la ley, 
sino que ejemplarmente la cumple, ha- 
biendo puesio valona con ei Serenísimo 
Infante D. Carlos. Asimismo dio orden, 
que ningún criado suyo, ni Presidentes, 
Consejeros, Secretarios, Contadores, ni 
otras personas traigan cuellos sino valo- 
nas, que se ejecuta inviolablemente. Los 
cuellos pequeños los traen viejos y algu- 
ñas otras personas que les están bien. Dia 



l60 CáiTAS »l . 

del Ángel de la Guarda, miércoles de Ce-, 
aiza, se comenzaron á ejecutar las Pre- 
máticas en esta Corte. Prendieron á mu- 
chos, 6 porque las valonas tenían rayos, 6 
porque los cuellos eran mayores de lo que 
se mandaba, ó el demás vestido contra ve- 
nia á lo publicado; no paró en hombres, 
sino que también denunciaron á mujeres 
por puntas, lechugillas de colores, tocas 
y otras cosas: á otras quitaron las virilias 
de plata de los chapines. Corrió la voz del 
rigor, llegó á los oidos del Presidente y 
Consejeros, y aún dicen á los de su Ma- 
jestad, y se entiende dieron orden, coma 
tan grandes Gobernadores, otro dia en las 
Audiencias los echasen fuera á todos, y 
dieron las denunciaciones por nulas, man- 
dando, se guardase con puntualidad la 
Premática, pero que no se entendiese 
contravenir á ella llevando valona con 
rayos, ni vainilla, ni en que ios vestidos 
que estaban hechos se trajesen en el tér- 
mino que señala la Premática, no siendo 
cosas que desde luego se prohiban, como 
puntas, azul, y otras; declarando se po- 
dían traer virilias de plata en los chapi- 
nes. Replicaron ios pasamaneros, que se 
les hacia más agravio que á los demás; 
dieron memorial á su Majestad, hablaron 
al conde de Olivares, Padre Confesor y á 



ANDfiás 01 MIROOXA. l6t 

Otras personas, que intercediesen con su 
Majestad, con quien fué menester poco, 
porque como Príncipe benigno, no pro- 
cura el daño, sino el bien de sus vasallos^ 
y que para este efecto instituyó nuevas 
leyes y Pragmáticas, que aunque ahora á 
algunas personas se les hacen duras, con 
el tiempo se verá el beneficio y fruto de* 
lias. En efecto, sus memoriales fueron re- 
mitidos al Presidente, y, aunque con algu- 
na dificultad, fueron oidos de justicia, y 
se les dio licencia pudiesen acabar las 
telas que tenian empezadas, y gastar la 
seda que tenian comprada para este mi- 
nisterio, con alguna limitación, para que 
en este tiempo den orden en tejer otras 
cosas ó tomar otro modo de vivir. Los 
Montes de piedad , y soldadesca del reino 
se remitieron á las Cortes, que se junta- 
rán á veinte de Marzo. Volvió su Majes- 
tad de caza de los montes de Toledo; no 
se halló tanta como se entendió, especial- 
mente de osos, que parece que los propios 
animales con la esterilidad de los tiem- 
pos se han agotado: lleváronse grandes 
prevenciones, como fueron las tiendas 
de campaña de Carlos V. y de D. Juan 
de Austria, por ser tierra despoblada. A 
Fray Antonio de Guzman, monje Benito, 
dieron el Obispado de Osma. A D. Crís- 

II 



102 CARTAS DB 

tóbal de Lobera, Obispo de Osma, le die* 
roa el de Pamplona. A Fray Diego Lo- 
pes, de la Orden de San Agustín, el Ar- 
zobispado de Otranto, en Ñapóles. A Fray 
Juan de San Agustín, Provincial que fué 
de la dicha orden, hicieron Predicador 
de su Majestad. Al Doctor Molina, Cape- 
llán de su Majestad, hermano de Melchor 
de Molina, del Consejo y de la Cámara, 
el Obispado de León. Al Padre M. Fray 
Agustin Antolinez, de la orden de San 
Agustín, Catedrático de Prima de Sala- 
manca, dieron el Obispado de Ciudadr 
Rodrigo. A D. Martin Manso^ Obispo de 
Oviedo, le promovieron al de Osma, y el 
de Oviedo dieron á Fray Plácido de To- 
santos. Obispo de Guadix, y el de Guadix 
á un Religioso Carmelita, Obispo de Ve- 
geven, en Italia, cuñado del Secretario 
Antonio de Aróstigui. £1 Obispado de Cá- 
diz, á Fray Plácido Pacheco, General de 
los Benitos; y el Obispado de Tortosa se 
dio al Cardenal Espinela, hijo del marqués 
Espinóla, por muerte del Doctor Tenas, 
Canónigo que fué de la Santa Iglesia de 
Toledo. Al Almirante de Aragón le die- 
ron el Obispado de Sigüenza, gozóle po- 
cos días, por morir brevemente; fuéle á 
dar sepultura el Doctor Villegas, Gober- 
nad«ü* del Arzobispado de Toledo, que 



ANDUÉS DE ME.XDOZA. 1 63 

llevó el cuerpo al Colegio de la Compañía 
de Jesús de Alcalá de Henares. Su Enco- 
mienda, cuando le dieron el Obispado, se 
dio al Marqués de Toral. A Antonio de 
Aróstigui , Secretario del Consejo de 
Guerra, le hicieron del dicho Consejo, con 
título de Señoría; gozó poco la plaza, por 
morir de allí á pocos dias, y fué deposi- 
tado en San Felipe de xVladrid, y los pape- 
les se dieron á Pedro de Contreras, con 
retención de la Secretaría de la Cámara. 
Antes desto habia muerto Doña Francisca 
Clourel, mujer de D. Baltasar de Züñiga, 
de pesar de la muerte de su marido; acom- 
pañó su cuerpo hasta el Paular de Segovia 
el Obispo de aquella ciudad é Iglesia. 
Sintióse mucho en Palacio su muerte, y 
Su Majestad fué servido, después de algu- 
nos dias, entrase por Menino un hijo su- 
yo, y una hija suya por Menina, hacién- 
doles algunas mercedes por los méritos de 
sus padres. £1 negocio del duque de Uceda 
se vio en la Junta, y se llevó á consultar á 
su Majestad en Aranjuez; dióle el Rey, 
nuestro Señor, el Vireynato de Cataluña 
(que no aceptó], y suspendió por particu- 
lar decreto las penas que los juezes habían 
declarado contra él. Hacen instancia once 
Embajadores de aquel Principado, para 
que su Majestad vaya á tener Cortes á Ca- 



1 64 CAITAS DI 

taluña; á algunos dcUos mandaron salir de 
la Corte. La plaza de Mayordomo mayor, 
que tenia el duque de Uceda, se dio al 
duque del Infantado; y la que tenia de 
Caballerizo mayor, se di6 al conde de 
Olivares. Diérónse Hábitos de Santiago á 
los señores Gilimon de la Mota y á Garci- 
Perez de Araziel, del Consejo Real, y á 
Ipeñarieta, del Consejo de Hacienda. Al 
Maese de campo, Centeno, que lo filé en 
Bretaña y en la Tercera, le han hecho del 
Consejo de Guerra. Celebró matrimonio 
D. Diego Pimentel, General de la escua- 
dra de las galeras de Ñapóles, con hija 
del conde de Villaverde, D. Tello de.Guz- 
man. Salió Decreto de su Majestad para 
los Consejos, mandando que en las con- 
sultas hagan relación de los servicios de 
los pretendientes, ó de sus pasados, y si 
están ó han estado en la Corte, y qué 
tiempo; que no quiere que por solicitud 
se alcancen las pretensiones, sino por me- 
recimientos. Diérónse Hábitos al General 
D. Alonso Enriquez de Silva, D. Ñuño de 
VillavicencioNegron,D. Esteban Carrillo, 
D. Luis Egas de Córdova, D. Diego de 
Valencia y del Castillo, D. Vicencio Vi- 
tori, D. Carlos de Borgoña, D. Diego del 
Castillo y Zúñiga, D. Andrés de Ledesma, 
D. Fernando de Sande y Mesa, D. Pedro 



ÁNDBÍS DE MENDOZA. l6$ 

de Vega Vozmediano, D. Diego del Cor- 
ral Arellano, á quien hizo su Majestad 
merced de la Alcaidía de Baza, D. Fran- 
cisco de Herrera, D. Alonso de Rocaful y 
al General D. Diego de Astudillo. Casó 
D. Sancho de Monroy, caballero de Ex- 
tremadura, con Doña María de Guzman, 
Dama de la Reina; hízole merced su Ma- 
jestad del título de conde de San Juan, y 
de Embajador de Genova; lleva de dote esta 
señora doce mil ducados de ayuda de costa, 
y dos mil de renta por dos vidas. Al mar- 
qués de Castelrodrigo, de la Cámara del 
Key, hijo de D. Cristóbal de Mora, hicie- 
ron del Consejo de Portugal y Veedor de 
la Hacienda de aquel reino. A la mujer 
de D. Rodrigo Calderón, hizo merced su 
Majestad del título de condesa de la Oliva^ 
y de diez mil ducados por una vez; y á ella 
y á sus hijos del Patronazgo del convento 
de Portáceli, en Valladolid, y de la casa 
de las Aldabas, y al hijo mayor, del título 
de conde de la Oliva; y á Francisco Cal- 
derón, padre de D. Rodrigo, hizo merced 
de la villa de Siete Iglesias. Murió la 
condesa de Salazar, y D. Juan Manrique 
de Padilla, el Padre Fray Juan de Santa- 
maría, el Vicecanciller de Aragón y don 
Diego de Ayala, del Consejo Supremo, el 
conde de Siruela, el viejo, y la condesa de 



1 66 CARTAS 01 

Elda. Hicieron Aposentador mayor á don 
Luys Vanegas de Córdova. Después de la 
victoria que tuvo D. Gonzalo de Córdova, 
hermano del duque de Sessa, contra el con- 
de Mansfelt, le hizo su Majestad merced 
de tres mil ducados de renta en el Reino 
de Ñapóles, y de una ciudad, con título de 
Príncipe della^ llamada Ramalea. Llegó 
nueva á esta Corte, á los primeros de Ene- 
ro, que en la India Oriental habia el Per- 
siano, con ayuda por mar de corsarios in- 
gleses, tomado á Ormuz, plaza importante 
en la India. D. Francisco de Córdova, her- 
mano del dicho duque de Sessa, se capituló 
de casar con su sobrina, hija del mismo 
Duque, heredera de la casa de Poza, por 
pasar este Estado al hijo segundo. El 
duque de Medina Sidonia trujo dispensa- 
ción para que su hijo heredero casase con 
su tia, hermana del mismo Duque. Las 
galeras de Sicilia se dieron al marqués de 
Santacruz , en el ínterin que otra cosa se 
proveía , como Asistente en aquel reino y 
Teniente del príncipe de Saboya. Murió 
fuera desta Corte la hermana del dicho 
Marqués, marquesa de Villanueva de 
Barcarrota, habiendo ido con el alcalde 
D. Francisco de Valcárcel á sacar ciertas 
escrituras tocantes al mayorazgo, para 
concluir el pleito que ha puesto D. Martin 



ANDBBS DI MBNOO£A. l6y 

Portócarrero. Vino á esta Cárte Doña 
Dorotea de Austria, hija natural de Ro- 
dulfo, Emperador de Alemania^ paró en 
la quinta del Condestable; estuvo allí do$ 
noches, hasta que viernes, á treinta de Di- 
ciembre de mil seiscientos veintidós, con 
gran acompañamiento entró en Madrid; 
iban en su coche las condesas de Olivares 
y Monterey , las marquesas del Carpió y 
Alcañizas; apeóse en las Descalzas, adon* 
de estaban aguardándola sus Majestades y 
Altezas ; recibiéronla con mucho amor, y 
mandó su Majestad se suspendiese la en- 
trada en el Monasterio, y la aposentasen 
en el cuarto de la Emperatriz. Martes, á 
tres de Enero de mil seiscientos veintitrés, 
Juan Bautista Lavaña, Coronista mayor 
en el reino de Portugal, metió dos hijas 
monjas en el monesterio de la Concepción 
Francisca; fueron madrinas, la condesa 
de Olivares y marquesa de Castelrodrigo; 
apadrináronlas sus Majestades y Altezas 
con muy lucido acompañamiento. A don 
Antonio de Mendoza dieron cuatro escri- 
banías de rentas , de las ciudades de Avila 
y Palencia , y villas de Medina del Campo 
y Carrion de los Condes, y todas las de 
$ué partidos, que tenia por merced el 
conde de Villamediana. Al marqués de 
Montesclaros mandó su Majestad acabase 



la visita y reformación de los hombí 
de armas, que había empezado 
de Salazar. Al conde de la Puebla i 
Maestre, D. Lorenzo de Cárdenas, ^ 
yordomo de los cuatro, se le cometió li 
reformación de Palacio en todo gen 
de oñcios , atendiendo i la casa que ti 
el señor Rey Felipe II. Dícese e! duqoi 
de Pasirana va á Roma por Embajador, 
D. Fernando Ramírez Fariña salió dcsta 
Corte, con título de Señoría, por Asistente 
de Sevilla v Capitán general del reino; 
antepónenlc en preeminencia & la Audien- 
cia, y que cuando vuelva sea Consejero 
de Cámara ; dánie dos Hábitos, uno para 
su persona y otro para su hijo. A D. Pe- 
dro de Guaman, del Consejo de órdenes, 
hermano del marqués de Camarasa, Ic 
hicieron del Consejo Real. Hiio su Majes- 
tad merced de la llave de Cámara, con 
ejercicio, á D. Agustín Mexía , de los con- 
sejos de Estado y Guerra , y á D. Luis de 
Haro, hijo del marqués del Carpió, y á 
D. Fernando de Guzman, sobrino del 
conde de Olivares. Murió en Sevilla el 
Obispo de Chile, fraile Francisco, dejó 
más de cincuenta mil ducados ú su Majes- 
tad, A D. Fernando de Cárdenas le die- 
ron el Gobierno del casiillo de Pombliny 
la Elba, que están junto 5 Puerto Hércules 



ANDRéS DE MBllDOZi. 169 

eñ la Toscana. Murió en Dueñas el adelan- 
tado de Castilla, y su encomienda se dio 
al duque del Infantado; heredó el Estado 
el duque de Cea , y también la dignidad 
de Adelantado , por ser merced de dos 
vidas; púsole pleito el niarqués de la Alga* 
ba por la villa de Dueñas . Al padre fray 
Juan Venido, de la Orden de San Francisco, 
Comisario general de las Indias, hizo su. 
Majestad confesor de la Serenísima Infanta 
Maria^ por muerte de fray Juan de Santa 
María. Murió en Salamanca, de una caida; 
D. Alonso Suarez de Solís, Adelantado 
de Yucatán ; D. Diego Sarmiento de Acii- 
ña^ conde de Gondomar, va á Alemania á 
la Dieta. Mandó su Maj estada que el diá 
de la Purificación de Nuestra Señora, sirr 
viese la casa que se habla puesto al Infan- 
te Cardenal. Otro dia, que fué de San 
Blas, á instancia de su Majestad, se mandó 
guardar, por haber sido el año pasado 
enfermo de garrotillo; fueron sus Majes- 
tades á la hermita, acompañados de los 
Grandes y Señores de la Corte ; salieron 
cuarenta y una conductas de Capitanes. 
Capitulóse el casamiento del duque de 
Medinacclr con hija del marqués de 
Alcalá, heredera del Estado. Nombró el 
Rey, nuestro Señor, por médicos de sü 
familia, al Doctor Ordoñez, Catedrático 



170 CAITAS DE 

que era de Sigüenza ; al Doctor Leonardo 
García; al Doctor Ladrón; al Doctor Can- 
seco de Valladolid ; al Doctor Salazar, Ca- 
tedrático de Alcalá y al Doctor Muñoz; y 
por médicos de la familia de la Reina, al 
Doctor Garzón y al Doctor Velasco. Llegó 
nueva á Madrid de los galeones y flota de 
Tierra-Firme, y la gran tormenta que 
padeció á los principios de Setiembre, 
donde se perdió el Almiranta de la flota, 
sin escaparse de ella más que tres hom- 
bres y dos muchachos: el galeón de la 
Margarita también se fué á pique, esca- 
pándose el Capitán y sesenta personas; 
también se perdió una fragata con cin- 
cuenta y seis personas, las cuales pere- 
cieran si no las llevara á su galeón Almi- 
fanta el capitán Tomás de Razpuru , por 
las cuales fué en una chalupa. El galeón 
de Nuestra Señora del Rosario se fué á 
pique en la Tortuga , escapándose toda la 
gente, plata y artillería; otras dos naos 
de la flota no han parecido. Trescientas y 
noventa y una personas en los dos ga- 
leones, Almiranta, Nuestra Señora de 
Atocha y la Margarita, se ahogaron, y 
sesenta y una se salvaron , como parece 
por una relación fidedigna, impresa, su 
fecha en la Habana. El Rey, nuestro Se- 
ñor, nombró por General de la armada 



ANDRás DB MENDOZA. I7I 

de Indias, deste año de mil seiscientos 
veintitrés , á D. Antonio de Oquendo, que 
lo era de la escuadra de Cantabria , una 
de las de Vizcaya, que son cuatro ga« 
leones, y tomando otros cuatro de la de 
D. Luis Fajardo, que son en todos ocho, 
vaya con esta flota á Indias á traer la 
plata deste año. Nombró también por 
Almirante á Juan Flores Ravanal,y por 
Gobernador del tercio, á D. Antonio Sar- 
miento de Acuña , y por Sargento mayor, 
á Juan de Haro ; dícese que no aceptan 
estos oficios, D. Antonio Sarmiento y 
Juan de Haro. Salieron por capitanes: 
Martin Ruiz de Salazar, Juan Alvarez de 
Aviles, Pedro Pérez de Arallizabal, Do- 
mingo de Bilbao la Vieja, Martin de La- 
ríaga, Lúeas de Rojas, Juan Barvan y 
Pedro Luis de Torres. El licenciado Es* 
pino de Cáceres, Oidor de Panamá, va 
promovido á Oidor de Quito; y el licen- 
ciado D. Juan de Burgos va por Oidor 
de Panamá; D. Blas de Torret Altami- 
rano. Alcalde de corte de Lima, promo- 
vido á Oidor de la misma Audiencia; 
Juan de Bedoya Mogrovexo va por Al- 
calde de corte de Lima. El Corregimiento 
de Tunja, en el nuevo reino de Granada, 
se dio á Alejandrino Ramírez de Arellano; 
y el Corregimiento de Quito, á Juan Nu- 



■7» 

htz de Oicscas; d de Awiqpif, á dea 
García Garariio; d Gobierno do loa Mmt 
loa y Colinus, i Mania do Acofaedtf 
ComoMjjdí Cofffcgiioieaio de la Gria* 
4 Joan Pacheco MaMiwado I oa cotfliwá 
del reiao de Irlaado dicnm mí mofial I 
so Majestad, soplicando qoo, poaa» por 
ensalar lo fe 7 bien de loa 
k» reinos de la Gfoo Bfceaiotae 
el casanñeniD de lo Sere^ñno 
Marfa con d principe de InglaSfiro; ai 
toTÍese fffrc fft p se ooordoae dd 
Irianda en los capftnloa 
qoe se asentasen 9 poes estaba 
por ser fieles 4 la Iglesio RomonOt 7 no 
querer admitir lo lierofia, y haber aerrido 
á los señores Reyes Felipe n y III en las 
ocasiones de sa tiempo; y 00a de las pi«n-> 
cipales mercedes que se les habían de 
hacer, era capitular que en el reino de 
Irlanda se diese libertad de conciencia, y 
que todos los que estaban ausentes de 
aquel reino por la fe y parcialidad espa- 
ñola, se les volviesen sus haciendas y 
fuesen dados por buenos y leales vasallos. 
Dicen que en esto será muy interesada la 
Real hacienda , por los muchos salarios 
que da su Majestad á irlandeses en dife- 
rentes partes de su Monarquía, y cómo 
esto se podrá efectuar para que otro dia 



ANDIII8 DE IIENOOZA. 1 73 

no se contravenga á ello. Vino á esta 
Corte Embajador del Rey de Polonia, 
dicen que á tratar negocios de gran con- 
sideración ; fué á Palacio á besar la mano 
á su Majestad con muy lucido acompaña- 
miento; está aposentado junto á San 
Francisco , en las casas de Gilimon de la 
Mota. Estando su Majestad en el Pardo, 
llegó correo de Flándes, el mes pasado de 
Enero de mil seiscientos veintitrés: dio 
aviso que el enemigo procuró tomar á 
Amberes, habiendo metido en la mar 
bajeles, en que había diez mil hombres 
de pelea ; sucedióle muy al contrario, por- 
que se levantó una tormenta y se anega- 
ron algunos bajeles, sin poder llegar 
otros: parece que fué milagro, porque 
con la traza que traían , y topando á los 
de la ciudad descuidados, ó habiendo 
trato con algunos della , fuera fácilmente 
entrada, especialmente que dicen ve- 
nían mil hombres en hábitos de frailes y 
clérigos con pistolas y otras armas, los 
cuales habian de fíngir huir de los herejes 
al castillo , para apoderarse de la fuerza, 
si se apiadaban de ellos y les abrian las 
puertas, pero Dios castigó sus malos 
intentos. De Alemania escriben que el 
ejército Imperial tomó la villa y castillo 
de Glatz á partido, con que saliesen los 



174 CAITAS DI 

cercados con armas y bagaje, y no to- 
masen las armas contra la Majestad Impe- 
rial en seis meses. Empezó á juntarse en 
Ratisbona una Dieta de todos los Señores 
alemanes , especialmente Electores, para 
poner orden en las cosas del Imperio, 
y que cesasen las guerras, tan perjudi- 
ciales á todos Estados; pero ha sido tal la 
astucia de los calvinistas y otros herejes 
que han sembrado cizaña entre los Seño* 
res , que algunos dellos no quieren hallarse 
en ella , especialmente el duque de Saxo- 
nia , el cual está armado ; convfdanle con 
mil honrados conciertos, que no admite; 
témese de su porfía nazcan nuevos incon- 
venientes. Los campos, por la aspereza 
del invierno, estuvieron quedos. De Hun- 
gría avisan cosas extrañas, que mueren 
muchos de peste, y lo peor es, que cierta 
enfermedad reina en ellos de la cual se 
vuelven rabiosos, y llegó á tal extremo, 
que les fué fuerza, por decreto público, 
matar á arcabuzazos á más de trescien- 
tos que habian acorralado por sus hechos 
monstruosos y actos inhumanos, privados 
de todo género de razón y conocimiento, 
acometiendo con saña rabiosa á hombres 
y animales ; por esta ocasión tienen cer- 
radas algunas ciudades y otros pueblos, y 
llegó hasta la corte de Bethleengabor, 



ANDRÉS DB MBflDOZi. 1 75 

príncipe de Transilvania, cuya guarda 
padeció esta enfermedad, faltando della 
muchos; llaga cruel y pocas veces oida. 
De Flándes, se dice que los holandeses 
hacen levas de gente en Alemania , en sus 
tierras y otras partes ; está á la mira el 
marque Espinóla, para estorbar sus de* 
stgnios. : Francia no está aun de todo 
punto quieta, ni sosegado aquel reino^ 
porque los herejes del, con fuerza de 
armas, dineros y astucias, procuran con- 
seguir su intento, pero la gran vigilancia 
del Rey no da lugar á sus estratagemas^ 
teniendo todavía en pié su ejército : tuvo 
vistas en Aviñon con el duque de Saboya, 
donde se hicieron grandes cortesías, y 
trataron de sus negocios en público y 
secreto en el discurso de tres di as. Tam- 
bién acudió á León el rey de Francia , con 
la reina CristianísimaDoña Añade Austria, 
y Reina madre , á donde vinieron , el prín- 
cipe de Piamonte, Vitorio Amadeo, y Ma- 
dama Cristiana, su mujer, hermana del 
Rey , que salió á recebirlos fuera de la 
ciudad con las Reinas y con su Corte; las 
cortesías al encontrarse fueron grandísi- 
mas, y las fiestas que se hicieron en la 
ciudad también; muchos y grandiosos pre- 
sentes concurrieron de una y otra parte, 
no se especifican por andar impresos. 



176 CAITAS DI 

A D. Gaspar de Guzman, conde de 
Olivares, hizo su Majestad merced de 
perpetuarle la Alcaidía de los Alcaceres y 
Atarazanas Reales de Sevilla, para él y 
sus sucesores en su casa y mayora^o, y 
que pueda cargar cincuenta mil ducado» 
sobre su Estado. La plaza que tenia el 
marqués de Falces, de Capitán de los 
archeros, se dio al conde de Sora, y el 
marqués de Falces va á Flandes. Al alcalde 
D. Pedro Fernandez de Mansilla dieron 
plaza de Consejero de Indias; y á Pedro 
Baez, Fiscal de la cárcel, plaza de Alcal- 
de de corte; á D. Baltasar de Alamos, 
Fiscal de la cárcel; al lincenciado Mateo 
López le hicieron Juez de obras y bos- 
ques ; al Arzobispo de Santiago, D. Luis 
Fernandez de Córdova, que al presente 
está en esta corte , le dieron la visita de 
la Diputación y medio general , y por su 
escribano nombraron al contador Antonio 
González de Legarda, y le examinó el 
Consejo. 

La máscara que se hizo en Madrid á 
veintinueve de Febrero fué lucidísima , y 
con la mayor grandeza que jamás se ha 
visto en esta Corte; entró en ella su Ma- 
jestad y el Serenísimo Infante Carlos; 
hubo cuarenta y ocho parejas con la del 
Rey é Infante , no se especifica aquí por 



▲NDIX8 DB MKllDOZi. 1 77 

andar impresa. Las cosas de Italia andan 
muy calladas ; presumióse hablan de parar 
en muy sangrientas guerras, pero Dios lo 
quiso remediar, poniéndose de por medio 
el Pontífice , á quien dicen se ha de entre- 
gar lo Valtolina en depósito. Murió la du« 
quesa de Feria en Milán , y murió en esta 
Corte el embajador de Genova ; envió otro 
la Señoría. Para las Cortes que se han de 
hacer en esta villa , salieron por Procura- 
dores della, como parroquiano, el conde 
de Olivares, y como Regidor, D. Pedro 
de Torres. A D. Antonio de Mendoza se 
dio título de Secretario del Rey. Trátase 
de la beatificación de Juan de Dios y 
Antón Martin, para esto se han leido 
edictos en las iglesias y hecho probanzas 
de Su Santidad ; trátase también de la co- 
locación del cuerpo del beato padre Oroz- 
co, que está en el colegio de Doña María 
de Aragón. Pregonóse en esta Corte, que 
ninguna persona sacase de España oro ni 
plata en ninguna especie, aunque tuvie- 
sen licencia para ello, hasta venir la flota. 
Las cosas de Turquía andan todavía albo- 
rotadas, no obedeciendo todo aquel Im- 
perio al nuevo Turco; los Príncipes co- 
márcanos se han valido de la ocasión para 
mejorar sus partidos: será Dios servido 
que esta Monarquía, que fué creciendo 

13 



CARTA DÉCIMA. 



A diez y seis de Noviembre de mil 
seiscientos veintidós, escribía vues- 
tra merced las novedades que ha- 
bia, especialmente la Junta que se babía 
formado, para tratar del remedio y go- 
bierno destos reinos, y de paso traté lo 
que se decía estaba resuello. Concluyóse, 
salió la Premática, publicóse en once de 
Febrero; por la que envié á vuestra mer- 
ced sabe lo que contiene. Su Majestad, no 
sólo como buen legislador hizo la ley, 
sino que ejemplarmente la cumple, ha- 
biendo puesto valona con el Serenisimo 
Infante D. Carlos. Asimismo dio orden, 
que ningún criado suyo, ni Presidentes, 
Consejeros, Secretarios, Coniadores, ni 
otras personas traigan cuellos sino valo- 
nas, que se ejecuta inviolablemente. Los 
cuellos pequeños los traen viejos y algu- 
nas otras personas que les están bien. Día 




CARTA UNDÉCIMA, 



CUANTO más he prevenido á vuestra 
merced que á solas se entretenga 
con mis cartas, y en la novena^ le 
advertía el riesgo que habría de publicarse 
6 imprimirse, tanto más las veo divulga- 
das; mas no por eso excusaré de pagar la 
pensión que debo á nuestra amistad, con* 
tinuando nuestra correspondencia, y oca- 
sionando á vuestra merced á que en esa 
soledad «líente su ánimo con manjares 
cortesanos, pero más medidamente que 
hasta aquí, conformándome en Ib que es- 
cribiere con lo que dijo un ñlósofo, que 
quien escribe ( aunque muy en secreto), 
debe pensar^ para no errar^ que escribe 
en lo más público del mundo: y ansí, 
avisaré á vuestra merced de las cosas más 
públicas desta Corte, reservando las se- 
cretas para cuando nos veamos. A doce de 
Marzo deste año, que fué el de la fecha de 



I 8o CAITAS M 

mi última y décima carta, murió ea pocot- 
dias, de enfermedad, la señora Doña Isa* 
bel de Aragón, Dama de Palacio, hermana 
de la duquesa de Villahermosa, cuya cor- 
dura y cristiandad causó general compa- 
sión y soledad; y más á la señora Doña 
Juana, su hermana, á quien dejó diez mil 
ducados que tenia en joyas, y otros dies 
mil ducados á sus criadas. Depositóse en 
las Descalzas hasta que la lleven á Aragón 
al entierro de sus padres. 

Murió D. Diego Bazán, del Consejo át 
Hacienda, y se enterró en la Compaiíá 
de Jesús. 

A Juan de Insausti , que asiste en la 
Secretaria de las Consultas, se dio titulo 
de Secretario ordinario de su Majestad, y 
un Hábito de Santiago. 

Y á Francisco de Elosu y Albiz, que 
asiste en la dicha Secretaría, se dio titulo 
de Secretario, y llave de Ayuda de cá- 
mara de su Majestad. 

Murió la condesa de Elda, Dueña de 
honor de Palacio, y la depositaron en San 
Gil. 

El conde de Siruela murió en la villa 
de Roa, del Obispado de Osma. 

A D. Fadrique de Toledo, General del 
armada de Cádiz, se le remitieron, para 
el entretenimiento de ella, noventa mil 



AMDRfo Bl milDOZA. l8l 

ducados; y á D. Juan Fajardo, General 
de la del Estrecho de Gibraltar, setenta 
mil. 

^k)mb^ó su Majestad por Juezes contra 
D. Antonio de Ataide, General del armada 
dé la India, de Portugal, sobre la nao que 
saquearon y quemaron á la vista de Lis- 
boa diez y siete navios de turcos, habrá 
más de un año (la cual pérdida importó 
más de dos millones y medio, y más de 
setecientas personas), al duque de Villa- 
hermosa, Presidente del Consejo de Por- 
tugal, y al marqués de Castel Rodrigo, 
Veedor de Hacienda, y á D. Antonio Pé- 
reira,. del mismo Consejo', y á D. Fer- 
nando Girón , del Consejo de Estado. 

Bautizóse en la iglesia de San Ginés 
un hijo del Embajador de Alemania, con 
grande solemnidad, ñesta y música, acom- 
pañamiento y ricas colgaduras y cama, 
por mano de D. Alonso de Requesens, 
Obispo de Rosana, Sufragáneo y Visitador 
del Arzobispado de Toledo. Fueron sus 
padrinos el marqués de Renti, Capitán de 
la Guarda tudesca, y la condesa de Barajas. 

Mandó su Majestad á D. Lorencio de 
Cárdenas, conde de la Puebla del Maestre, 
visitar y tomar cuenta á Francisco Gui- 
llamas Velazquez , del oñcio que tuvo de 
Maestre de cámara, y se proveyó el dicho 



l8« CAITAS M 

oñcío en D. Manuel de Hinojosm, gnafda 
mayor que fué de D. Rodrigo Calderón; j 
por no haberlo aceptado, sedió al capitaB 
Tomás de Cardona , criado del conde de 
Olivares; y al dicho Francisco GnilUunás 
se le dio título de Consejero de Hadetidá, 
para en acabándose su visita. 

Hánse traido dos Breves de Su Santi- 
dad: el uno 9 para que los frailes Fran- 
ciscos traigan los mantos media vara más 
cortos que los hábitos, y que no tingan 
libros propios en sus celdas, sino que se 
sirvan de los de las librerías comunes de 
los conventos; y otro, á instancia del 
doctor Villegas, Gobernador del Arzobis- 
pado de Toledo, para que los religiosos de 
todas Órdenes sean examinados para con- 
fesar y predicar, y para que los Ordina- 
rios se hallen presentes á tomar las cuen- 
tas á los Mayordomos de los conventos de 
monjas sujetos á frailes, y á las elecciones 
de las Preladas , y para que , sin el con- 
sentimiento del Ordinario, no se admitan 
en los dichos conventos de monjas seño- 
ras ni criadas seglares ; los cuales Breves 
hasta agora no se han mandado ejecutar. 

A diez y nueve del dicho^ llegó á esta 
Corte el Cardenal Zapata, de su Virei- 
nado de Ñapóles, y se hospedó en la 
quinta de su primo, D. Juan Serrano Za- 



andhís db mkiidoza. 183 

pata^ del Consejo de Órdenes, que es de 
mucha vivienda y recreación. 

A los treinta, partió el duque de Pas- 
trana para su embajada extraordinaria 
<ie Roma; salió á la ligera, con solos cin- 
cuenta criados y personas, y Uevó consigo 
al padre fray Diego López , Arzobispo de 
Otranto; salióle acompañando el Señor 
Nuncio de Su Santidad, D. Inocencio 
Massínio, Obispo de Bertinoro, hasta la 
quinta del Condestable de Castilla. 

Al conde de Castrillo, Mayordomo de 
la Reina, hizo su Majestad merced del 
cargo de Virey de Navarra, en lugar del 
marqués de la Hinojosa, que fué por Em- 
bajador extraordinario á Inglaterra. 

En primero de Abril, se hicieron las 
honras del Rey D. Felipe III, en el 
Escurial, y en la Capilla real , y en las 
Descalzas, y en la Encarnación, por ser el 
dia aniversario de su muerte, asistiendo 
personas Reales, y muchos señores y per- 
sonajes, donde tuvieron presente la bon- 
dad y cristiandad deste católico monarca 

En seis, entró en esta Corte un Jurado 
in capite de Barcelona, para instar en la 
suplicación que aquel reino y los otros 
dos de la Corona de Aragón hacen á su 
Majestad, para que les vaya á jurar sus 
fueros; y de paso besó la mano á su Ma- 



¡estad, yendocon grarnJe acompaña mienro 
de personas de la Casa Real, caballeros 
de su reino y de la Corte, y muchos Seño- 
res y Grandes, 

El dicho dia besaron la mano á su 
MajesCad los Caballeros Procuradores de 
Cortes, Diputados de los reinos de Castilla 
y León, por haberse congregado para las 
Cortes que se están celebrando. 

Hizo su Majestad merced al conde de 
Gondomar de título de Consejero de Es- 
tado; y, dándole el parabién dello, dijo 
¡preciándose de medianero de las alianzas 
con Inglaterra], que estimaba en mucho 
que su Majestad hiciese a un inglés de su 
Consejo de Estado. 

A ocho del dicho hubo en esta Corte 
mucha gala y bizarría, y la alegría general 
que suele en semejantes ocasiones, con 
fiesta particular en las Descalzas, por ser 
dia en que su Majestad cumplió sus diez 
y ocho años; felices y dichosos le conte- 
mos muchas de su Monarquía. 

A nueve, que fué Domingo de Ramos, 
hubo la procesión de los ramos por los 
corredores altos de Palacio, en la forma 
que se suele hacer, asistiendo en ella sus 
Majestades y sus Altezas, con tan grande 
acompañamiento de sus Damas cortesa- 
nas, Caballeros, Señores, Grandes y gente 



Á5DtÍ8 M huidoza. 185 

popular y las guardas, qué apeáis hábít 
por da pasar; y con tantas galas, riqucn» 
y joyas, que podía admirar al prfacipt de 
Gales y á sus ingleses, que estuvieron para 
verla en unas ventanas de las del Rey qac 
caen á los corredores. 

Desde este día asistieron sut MafMta» 
des á los Oficios Divinos de la SeÍMuia 
Santa, en la forma que siempre se tuelé 
hacer, lavando los pies á los pobres, y 
dándoles de comer, y vestido y limosna, 
y andando sus estaciones á pié, y viendo 
las procesiones de disciplina, y en par- 
ticular las de las Órdenes Descalzas, como 
en otra relación de la entrada del Príncipe 
lo avisé á vuestra merced. 

Los dias de Pascua de Resurrección, 
lo parecieron muy bien en las galas y bi- 
zarría de los cortesanos, y en la solemni- 
dad con que todos los Consejos vinieron 
á darlas á su Majestad, como suelen, y en 
la alegría con que el príncipe de Gales 
subió á darlas á su Majestad; y los dos pi- 
saron en público con los Infantes por los 
corredores, con grande acompañamiento, 
á darlas á la Reina y á la Infanta. 

A diez y ocho deste, murió la marquesa 
de Malpica, á cuya cristiandad y virtud, 
más se ha tenido envidia que lástima ; ú 
bien el Marqués estuvo retirado ocho dias 



1 86 CUTAS DI 

en Its casas y iardia del marqués de Fál- 
cesy por ser muy alegres, y posar en ellas 
el conde deCastro^su cufiado. 

A veiotitreSy se pregonó un Registro 
general de todo género de gentes , más 
apretado que el que hubo en Valladolid, 
escando allf la Corte, que causó tanta con- 
fusión, y se hallaron tantos inconvenien* 
tes en él» que su Majestad mandó que oe- 
aara y de ninguna manera se hablara más. 

A veintiséis» hizo el conde de Monte- 
rey un suntuoso banquete al marqués de 
Boquingan, y á todos los caballeros in- 
gleses que asisten con el Príncipe, de que 
habrá vuestra merced visto particular re- 
lación ; y otro no menor, que le hÍ2o don 
Fernando Girón, del Consejo de Estado. 

A treinta, se consagró en la Capilla 
real de Palacio, el Cardenal Ambrosio 
Espinóla, por Arzobispo de Tortosa, por 
mano del Inquisidor mayor, D. .Andrés 
Pacheco, con toda la grandeza que tal 
acto y lugar requería. 

Dia de Santiago, primero de Mayo, por 
la tarde, salió su Majestad por el parque 
con sus coches, por la ribera del Manza- 
nares, hasta entrar en el sotillo de San- 
tiago el Verde, que es un sitio muy agra- 
dable y de grande entretenimiento aquel 
dia, por concurrir allí toda la Corte á pié 



ANDRM BB MBND0I4. 187 

y á caballo y en coche, coif graneles rego- 
cijos, bailes^ burlas y ñestas, donde au 
Majestad, y el Príncipe, y ios Infantes, y 
los señores que los acompañi^n, se hol- 
garon infinito. 

A tres, murió la duquesa de Villaher- 
jnosa, de un snal parto de una hija; depo- 
sitáronla ^ en las Descalzas. Despachóse 
luego á Aragón, á tomar la posesión de 
su Estado, por el conde de Ficallo, su hijo 
mayor, de edad de diez años, y dejó otros 
seis hijos; y á trece, se le hicieron sus 
honras en las Descalzas, donde predicó 
largo de sus virtudes el Padre Florencia. 

A diez, se trasladaron las Arrepentidas 
de la casa donde estaban, en la calk de 
los Peregrinos, por ser pequeña y en mal 
sitio, á otra casa más buena que se les 
compró en la calle de Hortaleza , que era 
de Mateo de la Cana, Alguacil de corte, y 
fueron en procesión cincuenta y dos mu- 
jeres, vestidas con sacos de sayal, descaí- 
zas, cubiertas con velos blancos, de dos en 
dos, y con velas blancas en las manos, 
acompañadas del Vicario general de Ma- 
drid, y de ,toda su clerecía, cruces y es- 
tandartes; y del Corregidor y Regidores 
en forma de Villa , con sus porteros y 
maceros ; estando en la Puerta del Sol el 
conde de Olivares y otros Señores, que 



l88 CAITAS M 

llevaron al principe de Gales á ver pasar 
la dicha procesión. 

A trece, salió el marqués de la Hino- 
}Osa para la embajada extraordinaria de 
Inglaterra y por la postSi con doce posti- 
llones, y cuarenta y tres caballos de 
criados y caballeros que le acompañaban, 
vestidos todos de lucidas libreas naranja- 
das, y muchas galas, plumas verdes » pa- 
samanos y cadenas de oro, muchas joyas 
y cintillos de diamantes, que fué una cosa 
muy para ver. 

A catorce, salió destá Corte el duque 
de Femandina, con su casa y mujer, i 
servir el cargo de las galeras de España. 

A quince, se celebró la fiesta del Santo 
San Isidro Labrador, de Madrid, con 
grandísima solemnidad, en la parroquia 
de San Andrés, donde está su cuerpo, y 
con procesión general de danzas y fiestas, 
y asistiendo el Regimiento de la villa; la 
cual sus Majestades y Altezas vieron desde 
sus ventanas de Palacio. 

A diez y seis, cumplió catorce años el 
Infante Cardenal, en cuya consideración 
vistieron grandes galas todos sus criados, 
y los señores y cortesanos , como se suele 
hacer. 

A veinte, murió en esta Corte la con- 
desa de Pliego, Vireina de Nueva España, 



ANDBás DE HINDOIA. 189 

que por falta de salud y quedar recien 
preñada no fué con su marido á Méjicp, 
malparió una niña, y poco tiempo des* 
pues sucedió su muerte. 

Salieron de Cádiz diez y seis galeones 
bien armados, los ocho á cargo del almi* 
rante Ribera, y los ocho á cargo del Sa;r- 
gento mayor Juan de Bitrial, y Jusepe de 
Mena por cabo destas dos escuadras, en 
busca de los bajeles holandeses y de tur- 
cos, y á venir en conserva de los galeones 
de la plata y naves del Piru. 

D. Juan Roqueta, Capitán francés, 
puso carteles en esta Corte para enseñ$ir 
á jugar de pica y alabarda, y hacha de 
armas, y enarbolar l)andera, y hizo reseña 
destas suertes y de su destreza delante de 
su Majestad y sus Altezas, con grande pri- 
mor y bizarría. 

A veintiséis, . murió Gaspar López de 
Salcedo, Secretario de las tres Órdenes 
militares, y su Majestad hizo merced á su 
■mujer,..por su vida, de setecientos duca- 
dos que su marido tenia de, gajes ; y dio 
.el ofício de Secretario de las dichas Órde- 
.nes al secretario Francisco de Elosu y 
Albiz. 

E$te dia vino extraordinario de Sevi- 
lla al Consejo Real, avisando de un en- 
cuentro que tuvo el asistente D. Fernando 



190 OAtTii M 

Ramirez Fariñas con el Audieacia Real, 
por haber prendido el Asistente algunoi 
esclavos moros que había en aquella du- 
dad , y haberlos mandado soltar el Au- 
diencia; y el Consejo mandó qoe ae sobre- 
seyera el Asistente en la ejecacion de It 
premátíca de los dichos esclavos. 

A veintiocho» por la tarde, fué ei Nun- 
cío de Su Santidad» con grande acomps- 
ñamiento de la nadon italiana» ¿llevar un 
Breve de Su Santidad al prlndpe de Ga- 
les: entró primero en el cuarto del conde 
de Olivares» y- de «lli vino acompañado del 
Conde» y del marqués de Montesclaros y 
de D. Fernando Girón» y» entrando en el 
cuarto del Príncipe» loa salió á redbir 
haste la escalera; y haciéndose grandes 
cortesías, y llevando al Nundo de la mano 
al lado derecho» se sentaron en su retrete, 
y allí le dio un largo recado de parte de 
Su Santidad, y el dicho Breve» cuya copia 
ya habrá vuestra merced visto en español 
y en latín, porque luego se divulga im- 
preso. El Principe lo recibió con grande 
cortesía, haciendo suma estimación del, 
y de quien lo enviaba, y de quien lo traía. 

Este día partió D. Enrique Pimentel» 
hermano del conde de Benavente» á su 
Obispado de Cuenca. 

A veintinueve, dio el Príndpe á Pedro 



ANDRB8 DB VflfDOZA. 191 

<le Sierra, Alguacil de corte, «na cadena 
de setecientos escudos, por haberse ocii* 
pado en traer sa recámara y algunos 
criados, desde Santander A^stu Corte; y 
su Majestad dio otra cadena de cnatrociett«> 
tos escudos á un bufón in^is que trajo 
consigo el Principe. 

Este dia se dijo que las cosas del Im« 
perio del Gran Turco andaban con mucha 
inquietud, porque el Bajá del gobierno de 
Babilonia , T los del gobierno de Corfú, 
de Alepo, de Damasco y de Hongrfa, se 
le hablan rebelado- y krrantado, y que en 
Constantinopla se habiaaencontrada los 
genizaros con la caballerfa; y agora tUti*' 
mámente se dice que es muerto el Gran 
Turco, en su tierna edad, y por oo haber 
quedado hermano ni deudo suyo, con que 
se ha visto cumplida la profecía del fin y 
ruina de la Casa Otomana, estaba aquel 
Imperio puesto en grande discordia, y 
para perderse; y en defecto de sucesores 
de aquella Casa, hablan puesto, por elec- 
ción, un renegado albanés en aquel Im» 
, perio. 

No aviso á vuestra merced de las fíes- 
tas de toros que hubo á primero de Junio, 
porque luego se estampó relación particu- 
lar dellas, y vuestra merced la habrá 
visto. 



ANDRÍ8 DE ttEN0OZA. 1 73 

no se contravenga á ello. Vino á esta 
Corte Embajador del Rey de Polonia, 
dicen que á tratar negocios de gran con* 
sideración ; fué á Palacio á besar la mano 
á su Majestad con muy lucido acompaña- 
miento; está aposentado junto á San 
Francisco , en las casas de Gilimon de la 
Mota. Estando su Majestad en el Pardo, 
llegó correo de Flándes, el mes pasado de 
Enero de mil seiscientos veintitrés: dio 
aviso que el enemigo procuró tomar á 
Amberes, habiendo metido en la mar 
bajeles, en que había diez mü hombres 
de pelea ; sucedióle muy al contrarío, por- 
que se levantó una tormenta y se anega- 
ron algunos bajeles, sin poder llegar 
otros: parece que fué milagro, porque 
con la traza que traían , y topando á los 
de la ciudad descuidados, ó habiendo 
trato con algunos della , fuera fácilmente 
entrada, especialmente que dicen ve- 
nían mil hombres en hábitos de frailes y 
clérígos con pistolas y otras armas, los 
cuales habían de fingir huir de los herejes 
al castillo , para apoderarse de la fuerza, 
si se apiadaban de ellos y les abrían las 
puertas, pero Dios castigó sus malos 
intentos. De Alemania escriben que el 
ejército Imperial tomó la villa y castillo 
de Glatz á partido, con que saliesen los 



íNDRÍS de MENDOZA. I93 

que por la tormenta que tuvieron, á cinco 
de Setiembre de seiscientos veintidós, al 
salir de lá Habana, én el Canal de Baha* 
ma, se hablan detenido hasta agora, como 
habrá visto Noiestra merced por la relación 
que se imprimió de aquel suceso, y arri- 
baron á España con prosperidad, y ún 
otra desgracia; trujeron parte de la plata 
de los galeones que se perdieron, y se en- 
tiende que la demás y el artillería se sa- 
cará, para cuyo ministerio quedó allf el 
piloto mayor Gaspar de Vargas. 

A ocho, hizo el Nuncio de Su Santidad 
un banquete muy regalado y espléndido, 
de todo el dia, á los Embajadores de Ale- 
mania y Francia y á sus mujeres , y al de 
Venecia, en la casa de recreación que su 
Majestad tiene en Bacia-Madrid , riberas 
de Jarama , donde se holgaron y entretu- 
vieron mucho cazando y pescando. 

Dícese que á diez deste llevó el duque 
de Boquingan al Principe , en secreto, en 
coche cerrado , á casa de Vicente Juárez, 
músico de cámara de su Majestad, para 
que se entretuviera oyendo cantar dos 
hijas que tiene, y después de haber can- 
tado y tañido en todos instrumentos con 
notable destreza más de una hora, de que 
su Alteza quedó muy gustoso y alegre, 
pidió el Duque la hija mayor para que 

i3 



194 CARTAS OB 

sirviese á la Duquesa^ y^'dió á cada una 
una cadena de trescientos escudos, y ellas 
las recibieron con mucha cortesía, sin 
responder entonces á lo demás. 

De Italia se escribió á los doce deste, 
que el duque de Alva, Virey de Ñapóles, 
gobierna aquel reino prudentisimamente 
y envió con un correo ordinario la con- 
cesión del donativo, con que aquel Reino 
sirve cada año á su Majestad ; y, además 
de él, concedieron otro donativo extraor- 
dinario, de á trescientos mil ducados en 
cada uno de cuatro años siguientes, que 
montan un millón y ducientos mil duca- 
dos. Y se avisa que andan mal seguros 
aquellos mares y costas, y que algunas 
Señorías y Potentados no proceden con 
toda llaneza, á cuya causa, en lo general, 
aclaman justisi mámente aquellos Reinos 
en todas ocasiones por el valor del duque 
de Osuna. 

Y de Milán se avisó cómo los Grisones 
católicos de la Baltelina no vienen de nin- 
guna manera en estar debajo de la pro- 
tección de otro Príncipe , sino de su Ma- 
jestad Católica, á quien con todas veras y 
resolución se han sometido; sobre lo cual 
se despachó luego al duque de Feria por 
el Consejo de Estado: no se sabe hasta 
agora la orden que se le envió. 



ANDRÉS 01 MBNOOXA. Í95 

A trece, vino correo de Lisboa, despa- 
chado al Consejo de Portugal, con que 
avisan que al puerto de Macao, en la 
China, llegaron quince navios de holande- 
ses, con intento de ganar y robar aquella 
ciudad á los portugueses, que es el más 
rico é importante comercio del Oriente, y 
quedarse en ella y en la amistad de los 
chinos, á los cuales se opusieron sesenta . 
soldados portugueses, con algunos merca- 
deres y esclavos que allí habia , y alguna 
otra gente que acudió de la ciudad, y die- 
ron en los holandeses (que eran más de 
dos mil) con tanta osadía y valor, que 
habiéndoles muerto más de setecientos, se 
retiraron los demás volviendo muy mal- 
tratados. 

Este dia vino aviso de Málaga, que 
llegando allí dos galeras de España, y ha- 
ciendo la salva acostumbrada á su entra- 
da, se pegó fuego en la cámara de la mu- 
nición de la una galera , y se abrió toda y 
se fué á fondo, ahogándose todos los forza- 
dos y algunos soldados, y otros se volaron 
con el fuego, donde murieron más de du- 
cientas personas; desgracia harto notable. 

A catorce, fueron sus Majestades y Al- 
tezas al convento Real de los Angeles, ¿ 
ver dar dos hábitos de monjas á dos hijas 
del Relator Juan de la Rea, del Consejo 



AND1I8 M MUIDOZi. 1 77 

andar impresa. Las cosas de Italia andan 
muy calladas ; presumióse hablan de parar 
en muy sangrientas guerras, pero Dios lo 
quiso remediar, poniéndose de por medio 
el Pontífice, á quien dicen se ha de entre- 
gar lo Valtolina en depósito. Murió la du- 
quesa de Feria en Milán , y murió en esta 
Corte el embajador de Genova ; envió otro 
la Señoria. Para las Cortes que se han de 
hacer en esta villa , salieron por Procura- 
dores della , como parroquiano , el conde 
de Olivares, y como Regidor, D. Pedro 
de Torres. A D. Antonio de Mendoza se 
dio título de Secretario del Rey. Trátase 
de la beatificación de Juan de Dios y 
Antón Martin, para esto se han leido 
edictos en las iglesias y hecho probanzas 
de Su Santidad; trátase también déla co- 
locación del cuerpo del beato padre Oroz- 
co, que está en el colegio de Doña María 
de Aragón. Pregonóse en esta Corte, que 
ninguna persona sacase de España oro ni 
plata en ninguna especie, aunque tuvie- 
sen licencia para ello, hasta venir la flota. 
Las cosas de Turquía andan todavía albo- 
rotadas, no obedeciendo todo aquel Im- 
perio al nuevo Turco; los Príncipes co- 
márcanos se han valido de la ocasión para 
mejorar sus partidos: será Dios servido 
que esta Monarquía, que fué creciendo 

12 



ItS caitas m Aimái m nmou. 

tomo luna, al, propio pato namigfto. Pto« 
diera eseríUr sobre esto algunas parti- 
cularidades» mas por la brevedad las di^ 
j no ser importantes. Guarde Díoa 6 
vuestra Merced. De Madrid, á dboe de 
Marco de mil seiscientos veiniitrts ados. 





CARTA UNDÉCIMA. 



CUANTO más he prevenido á vuestra 
merced que á solas se entretenga 
con mis cartas, y en la novena le 
advertía el riesgo que habria de publicarse 
6 imprimirse, tanto más las veo divulga- 
das; mas no por eso excusaré de pagar la 
pensión que debo á nuestra amistad, con- 
tinuando nuestra correspondencia, y oca- 
sionando á vuestra merced á que en esa 
soledad -aliente su ánimo con manjares 
cortesanos, pero más medidamente que 
hasta aquí, conformándome en lo que es- 
cribiere con lo que dijo un ñlÓsofo, que 
quien escribe ( aunque muy en secreto), 
debe pensar^ para no errar^ que escribe 
en lo más público del mundo: y ansí, 
avisaré á vuestra merced de las cosas más 
públicas desta Corte, reservando las se- 
cretas para cuando nos veamos. A doce de 
Marzo deste año, que fué el de la fecha de 



l8o CARTAS DI 

mi última y décima carta, murió ea pocos- 
días, de enfermedad, la señora Doña Isa« 
bel de Aragón, Dama de Palacio, hermana 
de la duquesa de Villahermosa, cuya cor- 
dura y cristiandad causó general compa- 
sión y soledad; y más á la señora Doña 
Juana, su hermana, á quien dejó diez mil 
ducados que tenia en joyas, y otros diez 
mil ducados á sus criadas. Depositóse en 
las Descalzas hasta que la lleven á Aragón 
al entierro de sus padres. 

Murió D. Diego Bazán, del Consejo ée 
Hacienda, y se enterró en la Compaila 
de Jesús. 

A Juan de Insausti , que asiste en la 
Secretaría de las Consultas, se dio titulo 
de Secretario ordinario de su Majestad^ y 
un Hábito de Santiago. 

Y á Francisco de Elosu y Albiz, que 
asiste en la dicha Secretaría, se dio título 
de Secretario, y llave de Ayuda de cá- 
mara de su Majestad. 

Murió la condesa de Eida, Dueña de 
honor de Palacio, y la depositaron en San 
Gil. 

El conde de Siruela murió en la villa 
de Roa, del Obispado de Osma. 

A D. Fadrique de Toledo, General del 
armada de Cádiz, se le remitieron, para 
el entretenimiento de ella, noventa mil 



AlfDlfa DE mADOZi. l8l 

ducados; y á D. Juan Fajardo, General 
de la del Estrecho de Gibraltar, setenta 
mil. 

Nombró su Majestad por Juezes contra 
D. Antonio de Ataide^ General del armada 
dé la India, de Portugal, sobre la nao que 
saquearon y quemaron á la vista de Lis- 
boa diez y siete navios de turcos, habrá 
más de un año (la cual pérdida importó 
más de dos millones y medio, y más de 
setecientas personas), al duque de Villa- 
hermosa, Presidente del Consejo de Por- 
tugal, y al marqués de Castel Rodrigo, 
Veedor de Hacienda, y á D. Antonio Pé- 
reira,. del mismo Consejo', y á D. Fer- 
nando Girón, del Consejo de Estado. 

Bautizóse en la iglesia de San Ginés 
un hijo del Embajad9r de Alemania, con 
grande solemnidad, fiesta y música, acom- 
pañamiento y ricas colgaduras y cama, 
por mano de D. Alonso de Requesens, 
Obispo de Rosana, Sufragáneo y Visitador 
del Arzobispado de Toledo. Fueron sus 
padrinos el marqués de Renti, Capitán de 
la Guarda tudesca, y la condesa de Barajas. 

Mandó su Majestad á D. Lorencio de 
Cárdenas, conde de la Puebla del Maestre, 
visitar y tomar cuenta á Francisco Gui- 
llara as Velazquez, del oficio que tuvo de 
Maestre de cámara, y se proveyó el dicho 



i8t ^uetiMm 

oficio en D. Mtnuel dÜvHiiioíoMt 
nuyor que fné de D. RodrifO CaMtmi; f 
por no haberlo aceptado, tedió al capilaa 
Tomás de Cardona, ciiado áA tende de 
Olivares; y al dicho Ftancíseo OaiUflniÉl 
se le dio tíralo de Consejero de HicieÉdd» 
para en acabándose sn Tisíta. 

Hánse traido dos Breves é» Su Sami- 
dad: el uno, para que los frailea Frkar 
ciscos traigan los mantos media YataJBiá 
cortos que los hábitos, y que no ttagan 
libros propios en sus celdas, sino qur ae 
sirvan de los de las librerías conmoia de 
los conventos; y otro, á instancia dil 
doctor VUle^as, Gobernador del A^kM»- 
pado de Toledo, para que los reUgieioade 
•codas Órdenes sean examinados para Con- 
fesar y predicar, y para que los Ordina» 
rios se hallen presentes á tomar las cuefi- 
tas á los Mayordomos de los conventos de 
monjas sujetos á frailes, y á las elecciones 
de las Preladas, y para que, sin el con- 
sentimiento del Ordinario, no se admitan 
en los dichos conventos de monjas seño- 
ras ni criadas seglares ; los cuales Breves 
hasta agora no se han mandado ejecutar. 

A diez y nueve del dicho> llegó á esta 
Corte el Cardenal Zapata, de su Virei- 
nado de Ñápeles, y se hospedó en la 
quinta de su primo, D. Juan Serrano Za* 



A!fPAJb DI MIHOOZá* 183 

pata^ del Goiise)o de Órdenes i que es de 
mucha vivienda y recreación. 

A los treinta, partió el duque de Pas- 
trana para su embajada extraordinaria 
de Roma; salió á la ligera, con solos cin- 
cuenta criados y personas, y llevó consigo 
al padre fray Diego López, Arzobispo de 
Otranto; salióle acompañando el Señor 
Nuncio de Su Santidad, D. Inocencio 
Massinio , Obispo de Bertinoro , hasta la 
quinta del Condestable de Castilla. 

Al conde de Castrillo, Mayordomo de 
la Reina, hizo su Majestad merced del 
cargo de Virey de Navarra, en lugar del 
marqués de la Hinojosa, que fué por Em- 
bajador extraordinario á Inglaterra. 

En primero de Abril, se hicieron las 
honras del Rey D. Felipe III, en el 
Escurial, y en la Capilla real , y en las 
Descalzas, y en la Encarnación» por ser el 
día aniversario de su muerte, asistiendo 
personas Reales, y muchos señores y per- 
sonajes, donde tuvieron presente la bon- 
dad y cristiandad deste católico monarca 

En seis, entró en esta Corte un Jurado 
in capUe de Barcelona, para instar en la 
suplicación que aquel reino y los otros 
dos de la Corona de Aragón hacen á su 
Majestad, para que les vaya á jurar sus 
fueros; y de paso besó la mano á su Ma- 



mentó, que se han hecho por su turno en 
las iglesias de San Pedro, San Martin, 
San Gil, en la Encarnación, en San Felipe, 
en la Trinidad y en las Descalzas, y en 
las deraas perroquias desta corte, aunque 
han sido de grande admiración y se han 
visto en ellas innumerables riquezas, 
siendo más acertado remitirlo á su cuerda 
consideración de vuestra merced que S 
mi tosca y prohja relación; solo lo quiero 
ponderar el valor do dos tapicerías que 
hubo en la fiesta de San Felipe, una de 
Sansón y otra de Judich, hechas en Pas- 
trana, con lo que oí decir á unos flamen- 
cos que trataban aellas estLÍndolas mi- 
rando, que no habia en el mundo pincel 
que ¡as pudiese esceder, ni hombre enten- 
dido dolías que las supiese estimar. 

A diez y siete se publicó la merced que 
su Majestad hizo al conde de Osooa, hijo 
mayor del marqués de Aytona, de la Em- 
bajada ordinaria do Alemania, con doce 
mil ducados de ayuda de costa. 

Este dia hubo cartas de Roma , en que 
se avisó el grande recibimiento que se 
hizo en aquella corte al duque de Pascra- 
na, que le salieron á recibir más de cien 
carrozas de Cardenales y Señores, y en 
apeándose en casa del duque de Albur- 
querque. Embajador ordinario, fué t^ he- 



ÁÜDliS M MÜIDaiA. 185 

popular y las guardas, qué apfaiu hábit 
por do pasar; y con tantas galas, riqucni^ 
y joyas, que podía admirar al prfaictpt dr 
Gales y á sus ingleses, que estuvieron para 
verla en unas ventanas de las del Rey que 
caen á los corredores. 

Desde este día asistieron sua Majeata* 
des á los Oficios Divinos de la SeínaiMi 
Santa, en la forma que siempre se suele 
hacer, lavando los pies á los pobres, y 
dándoles de comer, y vestido y limoana, 
y andando sus estaciones á pié, y vieadiD 
las procesiones de disciplina, y en par- 
ticular las de las Órdenes Descalzas, como 
en otra relación de la entrada del Prfndpe 
lo avisé á vuestra merced. 

Los dias de Pascua de Resurrección, 
lo parecieron muy bien en las galas y bi- 
zarría de los cortesanos, y en la solemni- 
dad con que todos los Consejos vinieron 
á darlas á su Majestad, como suelen, y en 
la alegria con que el príncipe de Gales 
subió á darlas á su Majestad; y los dos pa- 
saron en público con los Infantes por los 
corredores, con grande acompañamiento, 
á darlas á la Reina y á la Infanta. 

A diez y ocho deste, murió la marquesa 
de Malpica, á cuya cristiandad y virtud, 
más se ha tenido envidia que lástima ; si 
bien el Marqués estuvo retirado ocho dias 



en lü Citas y ftrdia del marqués ée Fal- 
cas, por aar muy alegres, y posar ea ellas 
«1 ooode de Castro, tu cufiado. 

A Tetetitres, se pregonó un Re^stro 
g ene ra l de todo género de gentes, más 
apretado qoe el que hubo en Valladolid, 
ütsitdo allí laGórte, que causó tanta con- 
Aiaion^ y se hallaron tantos inconveniMo 
4BS en fl| que su BAajesud mandó que ca^ 
•aim y de ninguna manera se l^iblaiia más. 

A Teintíseis, hUo el conde de Monte- 
rrey un suntuoso banquete al marqués de 
Boquingan, y á todos los caballeros in- 
«gleses que asisten con el Príncipe, de que 
babrá vuestra merced visto particular re- 
lación ; y otro no ipenor, que le hixo don 
.Femando Girón, del Consejo de Estado. 

A treinta, se consagró en la Capilla 
real de Palacio, el Cardenal Ambrosio 
Espinóla, por Arzobispo de Tortosa, por 
mano del Inquisidor mayor, D. .Andrés 
Pacheco, con toda la grandeza que tai 
acto y lugar requería. 

Dia de Santiago, prímero de Mayo, por 
la tarde, salió su Majestad por el parque 
con sus coches, por la ribera del Manza- 
nares, hasta entrar en el sotillo de San* 
tiago el Verde, que es un sitio muy agra- 
dable y de grande entretenimiento aquel 
dia, por concurrir allí toda la Corte á pié 



ANOaif Dg MglCDOli. 187 

y á caballo y en coche, con grandes rego- 
cijos, bailes^ burlas y fiestas, donde su 
Majestad, y. el Príncipe, y los Infantes, y 
los señores que los acompañaban, se Ik>1- 
ganm infinito. 

A tres, murió la duquesa de Villaher^ 
mosa, de un mal parto de una hija; depo- 
sitáronla, en las Descalcas. Despachóse 
luego á Aragón, á tomar la posesión de 
su Estado, por el conde de Ficallo, su hijo 
mayor, de edad de diez años, y dejó otros 
seis hijos ; y á trece, se le hicieron sus 
honras en las Descalzas, donde predicó 
largo de sus virtudes el Padre Florencia. 

A diez, se trasladaron las Arrepentidas 
de la casa donde estaban, en la calle de 
los Peregrinos, por ser pequeña y en mal 
sitio, á otra casa más buena que se les 
compró en la calle de Hortaleza , que era 
de Mateo de la Cana, Alguacil de corte, y 
fueron en procesión cincuenta y dos mu- 
jeres, vestidas con sacos de. sayal, descal- 
zas, cubiertas con velos blancos, de dos en 
dos, y con velas blancas en las manos, 
acompañadas del Vicario general de Ma- 
. drid , y de ,toda su clerecía , cruces y es- 
tandartes; y del Corregidor y Regidores 
en forma de Villa , con sus porteros y 
maceros ; estando en la Puerta del Sol el 
conde de Olivares y otros Señores, que 



l88 GAITAt BS 

Uevaroa al principe de Gales á ver pasar 
la dicha procesión. 

A trece, salió el marqués de la Hino- 
josa para la embajada extraorfinaríft de 
Inglaterra y por la posta, con doce posti- 
llones, y cuarenta y tres cabidloa de 
criados y caballeros qae le acompañaban, 
vestidos todos de luddas libreas naranja- 
das, y muchas galas, plumas verdes, par 
sámanos y cadenas de oro, muchas joyas 
y dntillos de diamantes, que lué una cosa 
muy para ver. 

A catorce, salió desta Corte el duque 
de Femandina, con su casa y mujer, ¿ 
servir el cargo de las galeras de E^Mña. 

A quince, se celebró la fiesta del Santo 
San Isidro Labrador, de Madrid, con 
grandísima solemnidad, en la parroquia 
de San Andrés, donde está su cuerpo, y 
con procesión general de danzas y fiestas, 
y asistiendo el Regimiento de la villa; la 
cual sus Majestades y Altezas vieron desde 
sus ventanas de Palacio. 

A diez y seis, cumplió catorce años el 
Infante Cardenal, en cuya consideración 
vistieron grandes galas todos sus criados, 
y los señores y cortesanos , como se suele 
hacer. 

A veinte, murió en esta Corte la con- 
desa de Pliego, Mreina de Nueva España, 



ÁNDBB8 DB MUCOOIA. 1 89 

que por falta de salud y quedar recién 
preñada no fué con su marido á Méjico, 
malparió una niña, y poco tiempo des* 
pues sucedió su muerte. 

Salieron de Cádiz diez y seis galeones 
bien armados, los ocho á cargo del almi* 
rante Ribera » y los ocho á cargo del Sajr- 
gento mayor Juan de Bitríal, y Jusepe de 
Mena por cabo destas dos escuadras, en 
busca de los bajeles holandeses y de tur- 
cos, y á venir en conserva de los galeones 
de la plata y naves del Pirú. 

D. Juan Roqueta, Capitán francés, 
puso carteles en esta Corte para enseñar 
á jugar de pica y alabarda, y hacha de 
armas, y enarbolar lindera, y hizo reseña 
destas suertes y de su destreza delante de 
su Majestad y sus Altezas, con grande pri- 
.mor y bizarría. 

A veintiséis, . murió Gaspar López de 
Salcedo, Secretario de las tres Órdenes 
militares, y su Majestad hizo merced á su 
•mujer,..por su vida, de setecientos duca- 
dos que su marido tenia de.ga^es; y dio 
.el ofício de Secretario de las dichas Órde- 
.nes al secretario Francisco de Elosu y 
Albiz. 

Este dia vino extraordinario de Sevi- 
lla al Consejo Real, avisando de un en- 
cuentro que tuvo el asistente D. Femando 



ANOnfS DE HEXDOZA. 20(| 

hiciesen públicas alegrías y luminarias 
por ella, y ansí las hubo por toda la Cor- 
te; con que fueron los tres dias de mayo- 
res y más. excesivos calores que se han 
visto muchos años hS en España. 

De Ronia vino aviso como la Santidad 
de nuestro Beatísimo Padre Gregorio, 
Papa decimoquinto, murió ú los diez 

Este dia se confirmó, en grado de re- 
vista, la sentencia que en ocho de Mayo 
había salido contra D. Antonio Manrique, 
marqués de Chírela, por la vista que se 
le tomó del tiempo que estuvo en Italia, 
y fué Estraticol de Mecina,en que fuÉ 
condenado en veinticinco mil ducado^y 
las costas, y en seis años de destierro de 
esta Corte y de los reinos de Ñapóles y 
Sicilia. 

En mi relación de la entrada del Prin- 
cipe, veria vuestra merced como sirvió 
aquel dia la compañía de los archeros 
huérfanamente, sin su capitán el mar- 
qués de Falces, y ansí se está hasta hoy, 
porque el Marqués suplicó á su Majestad, 
que en remuneración de sos servicios de 
treinta y seis años continuos, hechos á 
tres Reyes, le hiciese merced de jubilarlo, 
dando su plaza al conde de Sobre, su so- 
brino, haciéndole i Él merced condigna 



1 



ANDRÉS DB VfflIDOIA. IQI 

de Sierra, Alguacil de corte, una cadena 
de setecientos escudos, por haberse ocu* 
pado en traer su recámara y algunoi 
criados, desde Santander á .asta Corte; 7 
su Majestad dio otra cadena de cuatrocien** 
tos escudos á un bufoa ifl^és que trajo 
consigo el Principe. 

Este dia se dijo que las cosas del Im* 
perio del Gran Turco andaban con mucha 
inquietud, porque el Bajá del gobierno de 
Babilonia, j los del gobierno de Corfú, 
de Alepo, de Damasco y de Hungría, se 
le hablan rebelado* y levantado, y que en 
Constantinopla se habiaa encontrada los 
genizaros con la caballerfa; y agora tUti* 
mámente se dice que es muerto el Gran 
Turco, en su tierna edad, y por oo haber 
quedado hermano ni deudo suyo, con que 
se ha visto cumplida la profecía del fin y 
ruina de la Casa Otomana, estaba aquel 
Imperio puesto en grande discordia, y 
para perderse; y en defecto de sucesores 
de aquella Casa, hablan puesto, por elec* 
cion, un renegado albanés en aquel Im-* 
perio. 

No aviso á vuestra merced de las fies- 
tas de toros que hubo á primero de Junio, 
porque luego se estampó relación particu- 
lar dellas, y vuestra merced la habrá 
visto. 



A trts, arillo nueva de Lisboa cómo M 
Aimirante Ribera escoatró en el Gd>e de 
Sea Vicente tees bajeles de tofODs; k» 
echó á ficmdo; y el otro, que era de sete- 
cientas, tonebdesy cogió, y.en él cíeme 
cuarenta es€levo% 

A cuatro, dia de. Pascua del Espíritu 
Sanito, filé el Principe i dar las boenas 
pascuas 4 sus Alajcstades ; Alteaos, fiono 
en la pasada. . 

Segundo dia de Piscue, selieron i en- 
sayarse elganos caballeros, que lien jde 
jugar las ,cafias. en unas fiastas .prindpih 
Jes, donde ha de entiiar 1%, persona Bo*l> 
que serán en eatr mes de Agosio. 

A seis, parió la. duquesa 49:Cea un 
hilo, iquien fueron luego á dar el para» 
bien todas las señoras de la Corte, y al 
Duque todos los señores, y el conde de 
Olivares; aunque se sospechó que el niño 
no. era de días, y ansi^ de allí á pocos, á 
trece del dicho, murió. 

Y el mismo dia vino correo de Ingla- 
terra, y con él se avisó cómo aquel Rey 
hizo merced al marqués de Boquingan de 
titulo de Duque, que será el primero que 
ha habido en aquel Reino. 

A siete, vino correo de la llegada de 
los galeones de la plata y flota de Tierra- 
Firme, que trajo el marqués de Cadereita, 



íNDRÍS DB MBNDOIA. I93 

que por la tormenta que tuvieron, á cinco 
de Setiembre de seiscientos veintidós, al 
salir de lá Habana, en el Canal de Baha- 
ma, se hablan detenido hasta agora, como 
habrá visto \'uestra merced por la relación 
que se imprimió de aquel suceso, y arri- 
baron á España con prosperidad, y ñn 
otra desgracia; trujeron parte de la plata 
de los galeones que se perdieron, y se en- 
tiende que la demás y el artillería se sa- 
cará, para cuyo ministerio quedó allí el 
piloto mayor Gaspar de Vargas. 

A ocho, hizo el Nuncio de Su Santidad 
un banquete muy regalado y espléndido, 
de todo el dia, á los Embajadores de Ale- 
mania y Francia y á sus mujeres, y al de 
Venecia, en la casa de recreación que su 
Majestad tiene en Bacia-Madrid , riberas 
de Jarama , donde se holgaron y entretu- 
vieron mucho cazando y pescando. 

Dícese que á diez deste llevó el duque 
de Boquingan al Príncipe , en secreto, en 
coche cerrado , á casa de Vicente Juárez, 
músico de cámara de su Majestad, para 
que se entretuviera oyendo cantar dos 
hijas que tiene, y después de haber can- 
tado y tañido en todos instrumentos con 
notable destreza más de una hora, de que 
su Alteza quedó muy gustoso y alegre, 
pidió el Duque la hija mayor para que 

i3 



19* 

aniess á la Doqoesa, j~ díó i cada una 
una cadena de trescientos escudos, y días 
las recibiefxxi coo mocha comesSa, sia 
responder entóoces á lo demás. 

De Italia se escñbió á los doce desie, 
que el duque de Aira, Miey de Ñapóles, 
gobierna aquel reino pnidentisimamente 
V enrió coa on correo ordinario la coa- 
cesión del donaüro, coo que aquel Reino 
sirre cada año á su Majestad ; y, además 
de ¿L, concedieron otro donativo extraor- 
dinario, de á trescientos mil ducados en 
cada uno de cuatro años siguientes, que 
montan un millón y ducientos mil duca- 
dos. Y se avisa que andan mal s^uros 
aquellos mares y costas, y que algunas 
Señorías y Potentados no proceden con 
toda llaneza, á cuya causa , en lo general, 
aclaman justisimamente aquellos Reinos 
en todas ocasiones por el valor del duque 
de Osuna. 

Y de Milán se avisó cómo los Grisoncs 
católicos de la Baltelina no vienen de nin- 
guna manera en estar debajo de la pro- 
tección de otro Príncipe, sino de su Ma- 
jestad Católica, á quien con todas veras y 
resolución se han sometido; sobre lo cual 
se despachó luego al duque de Feria por 
el Consejo de Estado : no se sabe hasta 
agora la orden que se le envió. 



anoeís os mbndoza. Í95 

A trece, vino correo de Lisboa, despa- 
chado al Consejo de Portugal, con que 
avisan que al puerto de Macao, en la 
China, llegaron quince navios de holande- 
ses, con intento de ganar y robar aquella 
ciudad á los portugueses, que es el más 
rico é importante comercio del Oriente, y 
quedarse en ella y en la amistad de los 
chinos, á los cuales se opusieron sesenta 
soldados portugueses, con algunos merca- 
deres y esclavos que allí habia , y alguna 
otra gente que acudió de la ciudad, y die- 
ron en los holandeses (que eran más de 
dos mil) con tanta osadía y valor, que 
habiéndoles muerto más de setecientos, se 
retiraron los demás volviendo muy mal- 
tratados. 

Este dia vino aviso de Málaga, que 
llegando allí dos galeras de España, y ha- 
ciendo la salva acostumbrada á su entra- 
da, se pegó fuego en la cámara de la mu- 
nición de la una galera , y se abrió toda y 
se fué á fondo, ahogándose todos los forza- 
dos y algunos soldados, y otros se volaron 
con el fuego, donde murieron más de du- 
cientas personas; desgracia harto notable. 

A catorce, fueron sus Majestades y Al- 
tezas al convento Real de los Angeles, ¿ 
ver dar dos hábitos de monjas á dos hijas 
del Relator Juan de la Rea, del Consejo 



196 GAITAS ME AllMOÍi Dg Vmotá. 

de Indias, & ki ^caalts Uefwron en cóébe 
y apadrinaron la coodcaá de Monleffey y 
marquesa del Carpió, hennáaat del conde 
de Olivares, a«stíénd«des la duquesa del 
Infimtado 7 otras muchas señoras, & las 
cuales, y á las personas reales, dieron las 
monjas muchas 7 muy regaladas cola- 
ciones. 

Los demás sucesos y cosas de nueva 
que sucedieren , yo prometo á vuestra 
merced de aídsar en la docena carta, la 
cual será con nmcha brevedad. 





CARTA DUODÉCIMA. 



EN la oncena carta prometi á vues- 
tra merced, con mucha brevedad, de 
enviarle la docena , y así, para 
cumplir con la obligación tan grande que 
á vuestra merced tengo, le enviaré á de- 
cir las cosas nuevas que después acá de la 
oncena han sucedido. 

Jueves á quince, dia del Corpus ^ se 
hi20 la procesión general del Santísimo 
Sacramento^ para solo la descripción de 
la cual quisiera comenzar otro discurso, y 
no referirla al fin deste, tan largo que lo 
leerá vuestra merced cansado. Fué, señor, 
con tan grande adorno y majestad, cual 
jamás se ha visto; para la cual, desde 
nueve deste se hablan prevenido por el 
Consejo de Órdenes todos los caballeros 
de las tres Órdenes militares, y por la 
Asamblea los de San Juan, para que asis- 



I9B CAITAS N 

tiesen á ella con sus mantos, capltalars^; 
y por mandato de su Majestad todas huí 
Órdenes monacales 7 las exemptas, qna^ 
«n embargo de sus exempciones 6 cos- 
tumbre de no salir, por esta vez asistiesen 
á esta procesión. Comenzó á salir^ como 
suele, de la iglesia de Santa Marfa (Perro- 
quia más antigua), á las nueve de la ma* 
ñaña , y se acabó cerca de las tres de la 
tarde; bajó por la puerta de la casa, que 
se quemó, del Almirante de Castilla, y por 
la del duque de Pastrana, y por las eabU- 
lienzas del Rey, derecha á la paetta de 
Palacio, subió hasta San Juan, y^ por la 
puerta de la casa quis se está labrando del 
conde de Olivares, á la calle de Santiago^ 
y salió á la puerta de Guadalajara, y bajó 
por la Platería, y casa del marqués de Ca- 
ñete, á la Iglesia donde había salido. 
Estuvieron todas las calles y partes dichas 
ricamente aderezadas de colgaduras y ta- 
picerías , y en particular, desde las Caba- 
tlerízas hasta San Juan , las muy ricas de 
su Majestad, de las guerras de Túnez y la 
Goleta , y la de Abrahan y la de Noé ; y 
frontero de Palacio hubo un altar con 
grandiosas )oyas y riquezas, y un dosel 
nuevo, de seda, plata y oro, el mejor que 
desta calidad se ha visto, hecho en el 
nuevo obraje que ha traído á su villa de 



ANDRÉS DE MENDOZA. I 99 

Pastrana el Duque, para emulación de 
los chinos y flamencos, pues se han hecho 
ya alli algunas tapicerías , las mejores que 
dicen se hallan en Europa. Dicha la misa 
por el Inquisidor mayor y Capilla real, 
con asistencia de su Majestad y el Infante 
D. Carlos y cardenales Zapata y Espinóla, 
Grandes y Embajadores , en sus asientos, 
caminó la procesión, yendo los atabaleros 
y trompetas delante. Luego veinticuatro 
pendones, con sus Piostres , Mayordomos 
y Oficiales de las cofradías, con sus cetros 
de plata, y más de cincuenta hachas blan- 
cas con cada pendón. Luego los niños 
desamparados, con su pendón, vestidos 
con ropas azules , y los niños de la Doc- 
' trina , con su pendón y ropas pardas, 
todos con sobrepellices y guirnaldas de 
flores en las cabezas , y ramos en las ma- 
nos. Luego los hermanos del Hospital ge- 
neral; delante una cruz, y d^ras el Preste 
con capa y reliquia, y Diáconos á los la- 
dos. Luego el Tribunal del Santo Oficio 
de la Inquisición, con su estandarte de 
las armas de Santo Domingo, y todos los 
Familiares^ Notarios, Comisarios, Con- 
sultores y Calificadores desta corte y su 
distrito, con hachas y velas de cera, y sus 
insignias en las capas y pectorales en los 
pechos. Luego la religión de Juan de Dios 



200 CARTAS DE 

con guión de plata, y el Preste con capa y 
reliquia^ y Diáconos. Luego los Gapuchi- 
no« , con cruz delante , y Preste con reli- 
quia y Diáconos. Luego, de la misina 
manera, los Mercenarios descalzos, los 
Trinitarios , los Recoletos agustinos y Ios- 
Carmelitas descalzos. Luego la religiotf 
de los Clérigos menores , la Compañia de 
Jesús, en que iban más de doscientos re- 
ligiosos; los Mínimos vitorianps de Saír 
Francisco de Paula, los Gerónimos, Ios- 
Mercenarios , los Trinitarios, los Agusti- 
nos, los Franciscos descalzos y caljEsdos 
juntos, que fueron más de doscientos, y 
los Dominicos. Luego los monjes, los B^ 
cilios, los Premostenses, los Bernardos, y, 
en último lugar, los Benitos, que es la 
más antigua religión de la Iglesia latina; 
llevando todas temos y guiones muy cos- 
tosos y ricos, y acólitos con incensarios^ 
Tras las Órdenes monacales fueron las 
cruzes de las parroquias , y luego las tres 
Órdenes de caballeros militares, con sus 
mantos de capítulo, la de Alcántara, la de 
Calatrava y la de Santiago, yendo los tí- 
tulos y Grandes que tenian Hábitos, con 
el Cuerpo de los Caballero de su orden; 
en medio de las Órdenes militares iba el 
Clero en dos hileras. Luego los Consejos 
por su orden y antigüedad, en dos hileras, 



AKDRES DE MENDOZA. 201 

f eú medio de los Consejos la música de' 
la Capilla real , y algunos veinte clérigos 
revestidos para llevar la Custodia , que es' 
muy rica , y pesa más de catorce arrobar 
dJe plata y en medio un relicario deorO| en 
que va el SantísimoSacraifiento, que pesa' 
una arroba, llevando los 6.egidores de la- 
Villa las varas y cordones del palio. Detrás* 
4i^ Santísimo Sacramento iba el Inquis^ 
dor mayor que habia hecho el oficio, y por 
los lados veinticuatro Capellanes de honor 
del Rey, con capas. Luego los" Mayordo- 
mos semaneros, y algunos Grandes que' 
no tenian Hábitos; y luego su Majestad con 
tanta devoción como es su gallardía y brío, 
con un rico vestido bordado noguerado, y 
el collar grande del Tusón ; y su hermano 
Dé Carlos á la mano izquierda, como un 
paso delante, y otro detras, á los lados de 
9u Majestad, los dos Cardenales, y detras 
de su Majestad los Embajadores, y el 
Capellán mayor y Obispos, cercados to- 
dos, como suelen, de la guarda de los' 
Archeros, yendo delante la espaiíola áV 
lado derecho, y la tudesca al lado iz^ 
quíerdo , llevando todas las personas rea-^ 
les, y las eclesiásticas y seglares, velas 
blancas en las manos , que siempre da la 
Villa este dia, en que se suele gastar 
muchos ducados. 



202 CAITAS M 

Al pasar la procesión por U puerta de 
Palacio , hizo su Majestad gnm cortesfa i 
la Reina, que estaba en el balcón prifld^ 
pal con la Infanta y el Infante Cardtail, 
y la misma cortesfa luso al prfndpc de 
Gales y que estaba con su gente en los 
balcones de su-cuarto, los cuales hicieron 
grandes cortesías y reverencias & «a IfÉ- 
jestad, y «grandes humillaciones y adorar 
ciones, adorando de rodillas al Santfsiflio 
Sacramento cuando pasó; y algunos de 
los caballeros que con él han venido Ank 
ron en la procesión, y se dice por derlQ 
que son católicos, y todos en general hir 
cieroQ la misma cortesía que su Piindpeí 
desde donde estaban, cuando pasaba la 
Custodia. 

Por la tarde se representaron los au- 
tos de 'los carros á la puerta de Palacio, 
asintiendo sus Majestades y Altezas á ve- 
llos, en una ventana baja que está junto á 
la puerta principal; y el príncipe de Ga- 
les, por gozar mejor de la vista de la In- 
fanta, no estuvo en ventana , sino en un 
coche con el duque de Boquingan y otros 
caballeros, cerradas algo las cortinas, 
frontero del tablado y de la ventana de 
sus Majestades, donde pudo gozarlo todo. 

No refiero á vuestra merced las proce- 
siones y fiestas de la Octava del Sacra- 



ANDBÉS DI MENDOZA. 2O3 

mentó, que se han hecho por su tumo en 
las iglesias de San Pedro, San Manin, 
San Gil, en la Encarnación, en San Felipe, 
en la Trinidad y en las Descalzas , y en 
las demás perroquias desta corte, aunque 
han sido de grande admiración y se han 
visto en ellas innumerables riquezas, 
siendo más acertado remitirlo á su cuerda 
consideración de vuestra merced que á 
mi tosca y prolija relación; solo le quiero 
ponderar el valor de dos tapicerías que 
hubo en la ñesia de San Felipe, una de 
Sansón y otra de Judich , hechas en Pas^ 
trana, con lo que oí decir á unos flamen- 
cos que trataban dellas estándolas mi- 
rando , que no habia en el mundo pincel 
que las pudiese exceder, ni hombre enten- 
dido dellas que las supiese estimar. 

A diez y siete se publicó la merced que 
su Majestad hizo al conde de Osona, hijo 
mayor del marqués de Aytona, de la Em* 
bajada ordinaria de Alemania, con doce 
mil ducados de ayuda de costa. 

Este dia hubo cartas de Roma , en que 
se avisó el grande recibimiento que se 
hizo en aquella corte al duque de Pastra- 
na, que le salieron á recibir más de cien 
carrozas de Cardenales y Señores, y en 
apeándose en casa del duque de Albur- 
querque, Embajador ordinario, fué $ be^ 



^04 CirtTAS BB 

sar el pié á Su Santidad, de quLeil fué 
recibido con grande benevolencia y amor. 

Este dia llegó aviso de la dudad de 
Mazagan, en África, de cómo Blas Telkoí 
de MeneseSy Gobernador y Capitán gene- 
ral de aquella plaza, se opuso con cuatro- 
cientos ochenta portugueses contra el po- 
der de cinco mil caballos y cinco mil 
peones moros, saliendo en campaña raaa, 
donde se dio uoa grande batalla, que duró 
desde las ocho de la mañana hasta la una 
de la tarde, en que murieron infinito» 
moros, y alcanzó la victoria el dicho Go- 
bernador con sola la pérdida de un sóida* 
do y veinte heridos. 

A diez y ocho se consagró en la Capilla 
real de Palacio el doctor Molina, hermana 
de Melchor de Molina , del Consejo real y 
de la Cámara , para el Obispado de Leon^ 
por mano del Inquisidor mayor, asistien- 
do los dos Obispos de Rosana y de Sirene^ 

Desde que llegó el principe de Gales & 
esta corte ; se ha tenido con su Alteza la 
cortesía posible y cuidado de su regalo y 
deseo de festejarle y entretenerle, así con 
diversas ñestas que se le han hecho, cor- 
riendo toros en cantidad, con rejones y 
lanzadas admirables, como jugando cañas 
de vistosas libreas, caballos y jaeces, co- 
sas pocas veces ó nunca vistas de la Nación 



ANDRBS OB nNDOti. 2O5 

inglesa; ya con máscaras y encamisadas, 
que han bien merecido las particulares 
relaciones que dellas se han hecho, y ya 
con comedias excelentes, ansí por los auto- 
res que las han hecho como por el primor 
á que ha llegado la poesía y elegancia 
dellos en estos tiempos, y por las diferen- 
cias de bailes y músicas con que las han 
adornado, y esto con tanta frecuencia, 
que cada semana ha oido una ó dos co- 
medias. Ya saliendo á caza 6 á montería 
al Pardo, á los bosques y sotos de su Ma- 
jestad , que por ser tantos y tan abundan- 
tes de caza mayor y menor, ha tenido 
particulares entretenimientos y gusto en 
ellos, y le han sucedido dichosos lances; 
ya saliendo á las casas de placer de su 
Majestad, á la del Campo, donde dicen 
que está la primavera del paraíso en cua- 
dros de flores, calles de árboles, burlado- 
res , grutas y fuentes de agua , hermosísi- 
mos y grandiosos estanques, abundan- 
tes de peces y de cisnes, y por remate 
aquel admirable caballo puesto sobre un 
pié, y encima el retrato al natural del 
rey D. Felipe el tercero, armado y con 
un bastón, todo de bronce y de una pieza 
sobre una eminente basa cuadrada de lo 
mismo , y lo envió el gran duque de Flo- 
rencia, y dicen se debe estimar por una 



20Ó CAKTIS tá 

de las maravillas del mundo. Ya TÍsitañdcr 
el maravilloso sitío de San Lorenzo el 
real, en el Escuríal, que por ser la noTena 
maravilla no hay para qué entrar en la 
ponderación de sus grandezas, y ya re- 
creándose en el milagroso de Aranjuéz, 
cuya grandeza y amenidad ya vuestra 
merced habrá visto, ó, en su defecto, 
leido la elegante relación que de ¿1 escri- 
bió en tercetos Lupercio Leonardo de 
Argensola, que comienza: 

Hay un lugar en lo mejor de EspañUy 
Donde Tajo á Jarama el nombre quita 
Y con sus olas de cristal lo baña. 

Aquí se admiró su Alteza de ver ser- 
virse aquella casa con camellos en lugar 
de acémilas, y de ver la cantidad de aves- 
truces que hay, grandes y pequeños, cria- 
dos en aquel sitio, lo cual ocasionó á su 
Majestad á que presentase al Príncipe un 
elefante y cinco camellos y un avestruz, 
lo cual su Alteza recibió y mandó enviar 
luego á Inglaterra. Otras veces entrete- 
niéndose viendo hacer mal á caballos, ó 
jugar á la pelota , ó en ver correr sortija 
y estafermo, retirado con su Majestad en 
los jardines de la Priora; y muchas tardes 
en ver jugar las armas, á cuyo ejercicio 



ANDRÉS DC MENDOZA. 207 

acudieron á Palacio el Maestro mayor de- 
lias y el de su Majestad, y D. Luis de 
Narvaez , primor de la destreza verdadera, 
y otros maestros desta corte y de diver- 
sas partes, y caballeros y señores añcio- 
nados á ellas , para los cuales hubo dias 
en que se dieron á los que se aventajaron 
premios de guantes, bandas, medias y 
cortes de jubones de tela y aderezos de 
espadas; lo cual estímanlo de manera que 
la frecuencia creció y el punto de la re- 
putación apretó hasta salir descalabrados 
y heridos los más diestros , y un maestro 
con un ojo menos que le sacaron y le saltó 
al suelo de una estocada , á quien su Ma- 
jestad mandó dar cien escudos para cu- 
rarse; en cuyo ejercicio se ha visto claro, 
que excede la fuerza , ligereza y osadía á 
toda cualquier destreza del arte. Todos 
los cuales ejercicios y divertimientos no 
han sido parte para que su Alteza lo tenga 
del principal intento que le trajo á Espa- 
ña , pues en medio del poder de todos les 
volvia las espaldas , y brevemente los de- 
jaba por verse á los rayos de su sol, que 
donde quiera le abrasaba; y ansí, á pocas 
partes procuraba ni dejaba ir, donde la 
Infanta no estuviese, y, cuanto en sí es, 
ha dado increíble priesa á la resolución 
de sus casamientos , venciendo todos los 



208 €i«TA8 DB 

inconvenientes y dificultades que se han 
opuesto , y allanándose á todas las condi- 
ciones justas y santas, que de parte de Su 
Santidad y de su Majestad se han pedido, 
como precisas y necesarias , para la vali- 
dación del indisoluble vínculo del matri- 
monio. A cuyo fin se han enderezado los 
penosos estudios y vigilias de los doctísi- 
mos ingenios de los señores desta junta^ 
con cuyo parecer se resolvió, lunes diez y 
siete de Julio, el efectuarse estos casa- 
mientos, estando todos ciertos que han 
de ser para gran servicio de Dios , nuestro 
Señor, y notable utilidad de la Religión 
cristiana; que pues, ahora á los principios, 
afirman los dos Embajadores que tenemos 
en Inglaterra la innumerable cantidad 
de católicos que se declaran cada dia, y 
la frecuencia grande que hay de los Sa- 
cramentos , y el agrado y afabilidad con 
que son tratados del Rey y sus ministros, 
y de f oda la nobleza , y del común , cierto 
es que en lo de adelante se acrecentará á 
mejor estado, y para^ello se están labran- 
do y edificando temj51os, iglesias y orato- 
rios. 

Martes, diez y ocho de Julio, mandó 
su Majestad avisar esta resolución á todos 
los Señores, Grandes y Consejos, para 
que, en este dia y en los dos siguientes , se 



ANDRÍ8 DI MtNDOIA. 209 

hiciesen públicas alegrías y laminarias 
por ello, y ansf las hubo por toda la Cor- 
te ; con que fueron los tres dias de mayo- 
res y más. excesivos calores que se han 
visto muchos años há en España. 

De Roma vino aviso como la Santidad 
de nuestro Beatísimo Padre Gregorio, 
Papa decimoquinto, murió á los diez 
deste. 

Este dia se confirmó, en grado de re- 
vista, la sentencia que en ocho de Mayo 
habia salido contra D. Antonio Manrique, 
marqués de Chirela, por la vista que se 
le tomó del tiempo que estuvo en Italia, 
y fué Estraticol de Mecina, en que fué 
condenado en veinticinco mil ducado^y 
las costas, y en seis años de destierro de 
esta Corte y de los reinos de Ñapóles y 
Sicilia. 

En mi relación de la entrada del Prín- 
cipe, vería vuestra merced como sirvió 
aquel dia la compañía de los archeros 
huérfanamente, sin su capitán el mar- 
qués de Falces , y ansí se está hasta hoy, 
porque el Marqués suplicó á su Majestad, 
que en remuneración de sus servicios de 
treinta y seis años continuos, hechos á 
tres Reyes, le hiciese merced de jubilarlo, 
dando su plaza al conde de Sobre , su so- 
brino, haciéndole á él merced condigna 



210 CARTAS Dt 

de SUS muchos méritos y servicios , y ha^ 
hiéndese puhlicado luego la merced de la 
plaza al dicho Conde , no habian salido 
hasta agora las mercedes del Marqués; al 
cual, en quince de Julio, fué su Majestad 
servido de honrar, dándole los gajes déla 
dicha plaza por su vida, en su casa, y. la 
futura sucesión de su encomienda de Mo" 
hernando, para después de sus dias, al 
conde de Santistéban, su hijo, poniéndole 
desde luego el hábito de Santiago; y ansi- 
mismo le hizo merced del oficio de Gran 
Mariscal de Navarra. Cargo de grandísima 
estimación en aquel reino, pues lo han 
tenido hijos y hermanos de reyes de Na- 
varra. Con lo cual el dicho Marqués se va 
honroso y gustoso á residir en su estado, 
y el dicho Conde vendrá de Flándes este 
otoño á servir el dicho cargo de capitán 
de los Archeros. 

Ha hecho su Majestad merced al al- 
calde D. Pedro Fernandez de Mansilla, de 
una plaza de Oidor del Consejo de Indias, 
y á D. Pedro de Guzman , hermano del 
marqués de Camarasa , del cargo de Vice- 
canciller de Aragón, y á D. Alonso de la 
Carrera, catedrático de prima de Cánones 
en Salamanca, de plaza de Oidor de Gali- 
cia, y á Felipe de Salas, de título de Se- 
cretario ordinario, y á D, Fernando de la 



ANDRI8 DE MIÜDOZA. 211 

Cerda, hermano de la princesa de Asculi, 
del cargo de Capitán de la guarda del se- 
ñor Infante Cardenal, con que se acres- 
cera á su Alteza un increíble y bien excu- 
sado gasto ; y será el primer Infante de 
Castilla que haya tenido guarda particular. 
Hizo asimismo merced á D. Gonzalo 
de Campo, Provisor y Gobernador que 
fué del Arzobispado de Sevilla , del Obis- 
pado de Guadix, y, antes de haber enviado 
por las Bulas y se le dio el Arzobispado de 
Lima, que es el mejor de todas las Indias.. 

Y á Pedro de Contreras, Secretario de 
la cámara y de las consultas , hizo merced 
de un hábito de Santiago. 

Y á D. Carlos de Ibarra , que viene por 
General de la nota que llegará de Nueva- 
España, dio la futura sucesión de la en- 
comienda de Villahermosa , que tiene Don 
Diego de Ibarra , su padre ; y, por ser de 
la orden de Santiago, se pondrá el hábito 
dolía y dejará el que tiene de Alcántara. 
Esta misma merced estaba hecha á Don 
Francisco de Ibarra, su hermano mayor, 
Maese de campo que era de infantería es- 
pañola en Flándes, y murió, sirviendo allí, 
en la batalla que ganó D. Gonzalo Fer- 
nandez de Córdova contra el conde Mans- 
felt, entre Bruselas y Genape. 

De Alemania se avisó, que la Cesárea 



2IS «ABTAS M 

Majestad mandó echar á todos ios proteÉi 
tantea de Ildemberg, c6ite dd PalatiiM^ 
con que acabó de limiñar deata gmta te 
que le está sujeto» y que se trata de tanav 
Dieta para la elección de Rey de Romanoai 
y por carta del cardenal Diatristan» ifBt 
escribió á Dofia Beatris Diatristan, sá 
hermana f marquesa de Mottd^ar, aodij* 
que sentido el duque de Sajonia da qm 
el Emperador hubiese echado loa beitfes 
de Bohemia, que los más eran Martinia- 
tas y estaban á su protección, había oo» 
menzado á levantar gente para iiupiietar 
el Imperio; y, sabido por el Emperadori 
le envió al Lansgrave de Hessen para aoa»: 
garle y pedirle que se viesen en Praga) ó 
que de no venir le obligaría de ir á Sajo* 
nia,con lo cual el Duque respondió al 
Lansgrave que iría á verse con su Blajes- 
tad Cesárea y debajo de su fé y seguro 
real. Y últimamente se ha escríto, que 
el Lansgrave Maurício procura inquietar y 
perturbar el Imperío y ha enviado á pedir 
socorro al rey de Dinamarca, porque el 
arzobispo de Colonia y el duque de Sajo- 
nia adjudicaron al Emperador, como jue- 
ces arbitros, doscientos mil ducadbt de 
renta de un Estado que el dicho Lans- 
grave Maurício poseía. 

De Flándes se avisó, por Mano, que 



índbbs db mindoza. 213 

había salido el marqués Espinóla á visitar 
algunas fronteras y presidios de aquellos 
Estados, y que á la vuelta dellos supo 
como hablan salido de las Islas diez y seis 
galeones, con mucha gente y pertrechos 
de guerra, municiones y sillas de caba- 
llos y materiales para edificar, y que se 
entendía que venían á las Canarias á en- 
contrar los galeones de la plata ó á tomar 
la Mamora; y por Junio vino correo par- 
ticular, con despachos secretos, en res- 
puesta de lo cual se enviaron letras de 
setecientos mil ducados. Y últimamente, 
que de parte de las Islas se hace instancia 
pidiendo treguas. 

Ya sabrá vuestra merced la alegre 
nueva de que es cierto el preñado de la 
Reina, nuestra Señora, pues cosa de tanta 
consideración no camina sino vuela, si 
bien se había disimulado , viendo que su 
Majestad asistía á las ñestas de toros , pero 
es cierto que está ya de seis faltas. 

Porque no vaya esta relación á pié, 
diré á vuestra merced, por remate della, 
el presente que envió á su Majestad el du- 
que de Medina Sídonia de veinticuatro 
caballos, con otros tantos jaeces y escla- 
vos, para que su Majestad se sirva dellos 
en estas ñestas, donde ha de entrar su 
Real persona; lleváronlos á Palacio, miér- 



214 CARTAS DI 

coles, nueve deste, por la tarde. Cosa muy 
digna de ver y de estimar , porque los ca- 
ballos fueron hermosísimos, de admirables 
obras y parecer, que algunos costaron á 
más de veintisiete mil reales^ y el menor 
no bajó de ochocientos ducados. Los 
jaeces fueron riquísimos: uno de inesti- 
mables perlas , otros de monte con clava- 
zones de plata, otros de monte con los 
mismos hierros y los cueros aderezados 
de ámbar, otros de los realzados y abo- 
llados de plata y oro de Córdoba , manda- 
dos hacer con todo primor, y los dos últi- 
mos todos de oro, que valdrán más de 
seis mil ducados cada uno; y sobre cada 
caballo, un telliz de terciopelo azul, .con 
borlas^ ñecos, y dos guarniciones anchas 
bordadas de oro, y las armas de su Majes- 
tad, y la cifra grande de su nombre, Feli- 
pe IV, forradas en tela de oro, azul , blan- 
ca y encarnada, y los esclavos, mozos de 
muy buenos talles, con libreas de raja 
azul y muchos pasamanos de oro. Yendo 
delante de los caballos dos muy buenos 
trompetas, de librea azul de camino, y 
encima sayos grandes de terciopelo azul, 
cuajados de pasamanos de oro, y las armas 
del Duque, al hombro izquierdo, bordadas 
en tarjeta y en las banderolas de damasco 
de las trompetas, y detras algunos oficia* 



ANDRÉS DE MENDOZA. 21 5 

les de la caballeriza , y el Caballerizo ma- 
yor del Duque vestido de camino, de espo- 
lín azul y negro guarnecido de vidrios. 
Concurrió tanta infinidad de gente á ver- 
los por las calles y plazas , que no se po- 
día caminar por ellas , y en la de Palacio 
y en sus balcones estaba todo el resto de 
la Corte, pero su Majestad y sus hermanos 
y el Príncipe bajaron á verlos á la Priora, 
donde el caballerizo del Duque dio las 
cartas que traía , y presentó los caballos, 
y su Majestad mostró agradecerlo y esti- 
marlo mucho, y sus hermanos y el Prín- 
cipe dijeron que era presente de un Rey. 
El del cielo guarde á vuestra merced como 
deseo; dia de su Madre, 15 de Agosto 
de 623. 

Los demás sucesos y cosas de nuevo 
que sucedieren, yo prometo á vuestra 
merced de avisar en la décimatercia car- 
ta, la cual será con mucha brevedad. 



<0"TXO > 



ANDBÍ8 Pl MBlfDOIA. 239 

rio donde había navegado , tomó los co- 
ches, y llegado i Londres, que de con- 
tento no creía su venida , y le recibió con 
todas las demostraciones de fiesta posible, 
ardiéndose en fuegos, invenciones y lu- 
minarias el lugar por veinticuatro horas, 
y dejando los mercaderes abiertas sus 
casas al arbitrio de todos , y en casa de 
las personas públicas dando banquetes 
universales á quien los quiso recibir, y 
perdonando la vida á trece que ahorcaban 
aquel dia por sus delitos, y mandando 
soltar todos los católicos , por cualquiera 
cosa que estuviesen detenidos en las cár- 
celes, encargándose de sus deudas, partió 
al bosque de Rostona, donde estaba su 
padre aguardándole, con el aplauso y de- 
mostración que remito á pliegos aparte. 
La Serenísima Infanta Doña Isabel le 
envió al Rey y á su Alteza la norabuena 
de su llegada, con D. Juan Niño de Ta- 
bora, Capitán de la guarda y Maesé de 
Campo , á quien acompañaron y honraron 
D. Manuel Pimentel, hermano del conde 
de Benavente, y D. Fernando de Gu2- 
rnan, marqués que será de Valdonquillo; 
y lo mismo han hecho el Emperador, 
reyes de Francia, Dinamarca y Polonia, 
y no son tan poco políticos los Potenta- 
dos de Alemania y Señores de Vénecia, 



que hayan faltado en csie caso, y de los 
lie Italia se debe inferir lo mismo. Y en 
alegría de la llegada del Principe de Gales 
á su Reino, su Majestad hizo merced de 
enviar á todos los del Parlamento joyas 
de á ocho mil ducados. 

Inscripción 6 epitafio del trofeo que ■• 

levanta en el Ingar donde se daspidieroB 

el Rey y el Príncipe, hizola el Fadrs 

Hernando de Salazar, Predicador 

de su A aj estad. 

Hic ubi fausta sunt tullit ad prcerupti 
¡nontis radices in late patenti campulo ío- 
Icmni Regutn venatione nobilí, sed inso- 

lentis reí eventu longé nobilior. 
Philipus IIII. Hispaniarum, IndiararH' 
que Rex Caiholicus, el Carolus, Serenissi- 
mus WaliíF Princeps, pactis cum Ser» 
nissima Infante nuptiis, ad quas petendat. 
(i fama per Orbem) in Hesperiam prope- 
rarat, dextras dederunt, et in amplextiMy, 
peramanter rúenles , pacis et amiciün 
xternx f cederá nodo asirictieruní Herat— 
leo. Ohmagnum et invicium Regem pgn 
sinepari, imb ipsi potius pcrfide affren- 
dente, nec Hercules contra dúo, contra 
omnes dúo Alcide sola, sahgue; insupera- 

bilis sisii Fama. j\'ot plus ultra, 



ira. ■ 



ANDRás DK MENDOZA. I4C 

Viderunty suspexerunt dúo Ausiriacag so- 
holis incrementa maximUy Carolus et Fer- 
áinandus, Serehissimi In/ahtes; Gaspar, 
ExcellentissimeOiivariorum Comes, á Be- 
lli, Statusque Consilüs ffispaniarum Me- 
gistaneSy sacratioris cubiculi, et stahuli 
Regii summus Prafecius; DidacuSy Car- 
pensis Marchioy eui fas per sacratioris 
auloí limen. Ex Britamtis HeroibuSy loan- 
nes, Bristolicus ComeSj Orator extra or- 
dinemj Gualterius Astomius, Legatus, ex 
muñere Baro KensintniuSy Pr^oriana^ 
militice Britanice Princeps» 
Posteritate sacrum. 

Murió de repente de apoplegta, en 
una hora , la condesa de Croy , suegra del 
Sr. D. Baltasar de Zúñiga ; lleváronla á la 
Cartuja del Paular; acompañáronla don 
Antonio de Toledo, Señor de la Horca) a- 
da, y el conde de Cantillana y otras muchas 
personas. Encargóse del hijo de D. Balta- 
sar el señor conde de Monterey. Y en 
Flandes mataron (como quien era) á don 
Cristóbal Colon, hermano del duque de 
Veraguas. Jueves, nueve, yendo en un 
coche ^ buena parte de la noche andada, 
D. Femando de Toledo, Señor de Higa- 
res, Embajador dé Venecia, y D. Fran- 
cisco de Morbeli , y D.* Tomás de Vargas*, 

ib 



242 CARTAS DK 

Caballeros de Sevilla, junto al pasadizo 
del Rey, tíraron un pistoletazo, que la 
bala y munición pasó por los hombros á 
algunos ; sirvióse Dios que no ofendiese á 
nadie : huyóles el agresor. Dióse al mar- 
qués de Cadereita el Consejade la Guerra, 
y al doctor Juan de Balboa, la cátedra 
de prima de Salamanca con mucha razón; 
y otra cátedra de prima al doctor Arce; 
y á D. Rodrigo de Aguiar,. del Consejo de 
las Indias, Hábito, y á D. Antonio, su 
hijo, la tenencia de Canciller mayor de 
las Indias, con quinientos escudos de 
sueldo y HábitOr 

Domingo, doce , en imitación del anfi- 
teatro de la antigüedad, se formó el circo 
debajo de las ventanas de la galería del 
cierzo de Palacio, de madera alta como 
tres cuerpos de hombre , en que se echó 
un robusto león á los lebreles de Irlanda 
y algunos nacidos destos Reinos, que, 
aunque al principio se acobardaron, le 
embistieron después valientemente, y el 
bruto con desestimación real los dejaba, 
hasta que acosado dellos le fué fuerza 
mostrar las suyas; mató á uno y maltra- 
tólos á todos : fué un dia muy solemne y 
de grandísimas apuestas. Esta noche su 
Majestad de la Reina , por estar ya cercana 
al parto (désele Dios como merece su 



AHDRBS DE MENDOZA. 243 

celo), hizo SU testamento, siendo testigos 
el Inquisidor general , el conde de Oliva- 
res y el santo Padre Fray Simón de Rojas, 
su confesor, el secretario Pedro de Con- 
treras que lo otorgó, y el secretario Na- 
varrate, que lo es de su Cámara. Entre 
otras cosas, instituye tres obras dignas 
de la piedad y clemencia Real, y tan 
grandes, que solo ella las puede hacer: 
La primera , erige una Iglesia Colegial en 
esta Corte, en el sitio que hoy está Santa 
María , y en la casa de los señores de Gri- 
ñón y Cubas, que se quemó, y en lo de- 
mas hasta la puerta de la Vega , la cual 
ha de ser del patronazgo real, y se le 
agregan sesenta mil ducados de renta de 
benefícios y Abadías simples, y otros 
bienes eclesiásticos del patronazgo; y 
ofreciéndole la Villa para ello ciento y 
cincuenta mil ducados, respondió con 
ánimo cristiano razón tal, que debia es- 
culpirse en bronce : «Admito el servicio de 
la Villa , como no sea de sisas ni tributos 
cargados á los pobres» (ni menor ánimo 
que el desta villa Imperial pudo hacer tal 
oferta.) Manda asimismo desde luego ins- 
tituir un hospital donde se sustenten, 
vistan y alberguen, cincuenta soldados 
pobres; señala salario á su solicitador y 
abogado que atiendan á su despacho, y 



244 CASTAS »E 

en saliendo uno se reciba otro; y otro 
hospital que crie siempre cincuenta niños 
huérfanos , enseñándoles el marinaje para 
pilotos y hombres de mar: pensamientos 
reales y dignos de su virtud. Y dia de San 
Eugenio, primer Arzobispo de Toledo, 
fué la celebridad de poner la primera pie- 
dra en la Iglesia Parroquial, digo Cole- 
gial, de Santa María de la Almudena; 
formóse de madera y tapicería el sitio, y 
en el altar , en el lugar que ha de ser el 
mayor, púsose la cortina y demás preven- 
ciones^ como en la capilla de Palacio, de 
donde salió la procesión de cruces, pen- 
dones, cofradías, gigantes, danzas é in- 
venciones como el dia del Corpus, el 
clero, confesores, predicadores y cape- 
llanes y música del Rey. Celebró el ilus- 
trísimo Nuncio, que para mostrar loque 
desea servir á sus Majestades, aun el 
echar piedras tiene por cordura; la Reina, 
la Infanta, el Cardenal Infante y la demás 
nobleza de Palacio y las señoras de la 
Corte, asistieron en las ventanas, y á la 
procesión salieron el Rey y el Infante 
Carlos, con grandes aderezos de piedras. 
Hubo catorce Grandes, Embajadores, Pa- 
triarca, Arzobispo de Santiago y Prelados, 
y demás Señores. Echáronse en el lugar 
de la piedra, en el hueco della, madallas 



▲NDBBS DB MENDOZA. 245 

del rostro del Pontífice , de los Reyes y 
de las demás personas Reales , y de las 
principales en calidad y puesto en el 
mundo , y monedas de todas suertes^ y la 
Bula é inscripciones de la erección; y 
tuvo fin el dia ó empezó en la mayor can- 
tidad de luminarias y fuegos, como se 
debe advertir del cuidado de D. Juan de 
Castro y Castilla, Corregidor desta Corte, 
merecedor aún de mayores puestos. 

Volvió de Ñapóles D. Francisco de 
Alarcon de los descargos del duque de 
Osuna , y los que se han hecho en esta 
Corte corrieron por mano del Sr. Beren- 
guel de Aoiz, cuya virtud y entereza no- 
toria da esperanzas del feliz suceso de 
los negocios deste gran Señor, merecidos, 
demás de la grandeza de su casa, de su 
valor. 

La Villa replicó á la Reina ^ que los 
ciento y cincuenta mil ducados se los 
daba en dehesas y tierras valdias ; con que 
la obra pia lo será y bien grande. Y fuélo 
la que instituyó en su testamento Diego 
de Yanguas, vecino de Sevilla, de seis- 
cientos mil ducados para un hospital de 
convalecientes, y nombró por patrones 
los Priores de Santa María de las Cuevas, 
de la Cartuja, San Gerónimo de Buena- 
vista y San Isidro del Campo. El Consejo 



246 CAITAS DB 

por decreto del Rejr, tomando su admi- 
nistración, formó Janta para ella de los 
Señores Gilimon de la Mota , D. Juan de 
Chaves y Mendosa, D. Francisco de Te^ 
jada y Mendosa, y Oarci Peres de Araoel; 
y dió^le la superintendencia por el mis* 
mo decreto al Sr. D. Juan de Chaves, 
varón verdaderamente grande, cuya ca*^ 
lidad, virtud heroica, focilidad de oído, 
afecto de hacer bien, blandura de trato y 
ánimo igual, le hacen digno del lugar 
que ocupa, y con deseo universal se afecta 
para él mayor fortuna. 

Dijo Livio, que la felicidad de la Re^ 
pública consistió en entregarse á uno, 
porque, en determinando los hombres jun- 
tarse á la vida social, fué menester el 
Imperio y Magistrado que los gobernase, 
mas la corrupción de las costumbres hiso 
venal la parte de Imperio que se les con- 
cedió, y es la más penosa acción del go- 
bierno. Asf es tan de estimar la integridad 
y limpieza de manos con que procede el 
señor conde de Olivares , que es tal , que 
aun cuando no fuera tan acertado su go- 
bierno, esta parte le hiciera amable. De 
orden de su Majestad (no se sabe el para 
qué), se embargaron á un tiempo en los 
puertos todos los navios de extranjeros 
que habia. Dióse al Maestro de Capilla de 



ATfDBBS DE BENDOXA. ^7 

Palacio, Capitán, placa de Capellán de los 
Reyes nuevos de Toledo , con retención 
del magisterio y de la que tiene de honor. 
El Consejo pleno, por dos dias, vio el 
pleito de la Iglesia y Arzobispo de San- 
tiago de Galicia , asistiendo él al lado del 
Presidente con dos mil lugares destos 
Reinos , que pretenden no están obligados 
al voto de Santiago; vióse en el grado de 
las mil y quinientas, y por Decreto del 
Principe, particular, se mandó que lo 
viese todo el 'Consejo. La señora duquesa 
de Medina de Rioseco, mujer del señor 
Almirante, celebró ñesta al nombre san- 
tísimo de María, en la Trinidad; dijo el 
Padre Rojas la Misa, predicó el Maestro 
Uortensio Félix, más felice ingenio que 
el Romano, si mas valiente orador. La 
iglesia, la música, el ornato de cera y 
flores y olores , y concurrencia de los se- 
ñores y Señoras de la Corte muy célebre, 
y toda la festividad; y para mí, la mayor 
es servir á V. ilustrísima, á quien pro- 
meto, del parto de la Reina nuestra Se- 
ñora y de lo que sucediere, larga relación. 
Madrid y Noviembre diez y ocho de mil y 
seiscientos veintitrés. 



CARTA DECÍMAQUINTA. 



COPIA DE tTNA CARTA DE ANDRÉS DE MEN- 
DOZA AL DUQUE DE BÉJAR, MARQUÉS DE 
GIBRALEON, CONDE DE BELALCÁZAR, 
CABALLERO DEL INSIGNE 
TUSÓN DE ORO. 



SI la hermosura de la naturaleza con- 
siste en la variedad, no dejará de ser 
agradable á vuestra excelencia esta 
carta, pues tan varias circunstancias la 
hermosean; y verá qué desigualdades des- 
cubren las operaciones de los hijos de los 
hombres, qué sin consistencia sus discur- 
sos, cuantos anhelan por la pretensión, 
pensando terminar sus deseos, y lo que 
habia de ser límite dello, es causa de ma- 
yores incentivos, pues la voracidad del 
fuego, con aplicarle materia^ levanta ma- 
yores llamas. ¡Cuántos han muerto á 
manos de pretensiones sin desengañarse! 



250 CáBriS l»B 

¡Dichosos los que se saben desengañar! 
Buenos ejemplares se verán, si bien el 
hechizo de la Corte nos tíene en mortal 

letargo. 

Su criado y 
Andrés de Mendofa, 



A PESAS había cerrado la de Set j 
ocho de NovieiBbre {qae d 
impresor, ó poco recatado 
río di6 á la estaaqpa}, cmauño tí en la 
calle Mayor al ezceleofísimo conde de 
OüvaieSy que, omm» CabaDeriao mayor, 
salía en páblico á pasetfla, y, por ser la 
prímera rez^ le acom pafia nm todos los 
oficiales mayores y nieDorcs; ri primero 
Caballeríao y los demás pajes en coerpo, 
en los caballos saltadores, y tan gran 
concurso de señores y pueblo como gran^ 
jea su agrado. 

Súpose de Italia, el haber nuestro se- 
ñor dado á monseñor Barbaríno, su ne- 
pote, Capelo, por cuya asumpdon, su Ma^ 
jestad mandó hacer luminarias y fiestas 
de noche, y fiíéronlo grandes y de gusto. 
Y que muríó en Sicilia, General de sus 
galeras, D. Octavio de Aragón, de la Real 
sangre de sus Reyes, hijo de la casa de 
Terranova; y en Madrid, los licenciados 
Gaspar de Vallejo y Marcos de Torres, de 
los Consejos Real y de las Indias; varones, 
si grandes en la inteligencia del derecbo, 
mayores profesores de la virtud, merece- 
dores de mayores puestos, de más dilata- 



ap tARTAS M 

das alábanlas, si á la enridia dé loa úem* 
pos no les pareciaran supcilicioaas, ocn 
qat á los moeitos ni fisonjear, ni tener 
podcmoip pasionci ooq fue se minoran ó 
cnoen loa mériioa en los tívos. Y mvríe- 
roo, el obispo de León D. Joan do Malina, 
(en ochenu añoa, babia aereddo sn vir- 
tud j fcienda aún mayores dignados;) y 
en Sevilla, O. Fedio de Castro y Qpifioaes, 
su Anobispo, de ciento y dos afioa, vf ryen, 
según fiuna uniTcrsal y confmon suya» 
que siendo de virtud es más dificoltosa 
que nuestra creencia, mas la virtud ba 
de ser pdbHca cuando la intendoo es 
oculu. Eterno estudiante» y más eiemo 
velador de su grey; cuyas letras, calidad y 
caridad, no inclusa en Kmites de Oidor 
de Valladolid, Presidente de Granada y 
Valladolid, Arsobispo de Granada, donde 
le favoreció Dios descubiertamente, y 
electo de Santiago, que no quiso aceptar, 
subió al de Sevilla, que aceptó por obe^ 
diencia al Pontífíce con Breve particular. 
Fué Prelado treinta y siete años, ejemplo 
á los demás; envió diez y seis dias antes 
á hacer dejación de su dignidad, y, aunque 
por culpa de sus criados se detuvo, llegó 
á tiempo. Gentil contera de tan buena 
espada. 

Dióse á D. Juan de Hoces el Arsobispa- 



▲NDRSS DB MENDOZA. 253 

do de Tarragona, Prelado de los que deseó 
San Gregorio Magno en el pastoral, pues 
los buenos no solicitan ni admiten las dig- 
nidades, antes las rehusan^ y él, si grande 
en la aceptación desta por la obedien- 
cia, mayor en la desestimación de tantas; 
y , aunque la fortuna suele repartirse cie- 
gamente, se corriera de no ver premiadas 
su virtud, letras y entereza.* Y D. Fray 
Iñigo de Brizuela, considerando que no 
hermanaba su conciencia, Obispo y ausen- 
te de su esposa , como lo deben entender 
ios buenos Obispos , renunció su Obispado 
de Segovia, porque demás del capítulo 
Per Hueras de supplenda negligentia Prce- 
latoruTTiy de la Santidad de Honorio III, 
hay tantos textos y autoridades de los 
Padres, que el no ajustarse á ellas, si ya 
no impiedad es no creerlas, mala inteli- 
gencia es no seguirlas. Hizole su Majestad 
merced de tres mil ducados de pensión en 
el Obispado, y seis mil en el Patriarcado 
de Indias, y quedó en la Corte para cosas 
de su servicio. 

Súpose de Italia que D. Felipe de Eril, 
con las galeras de Sicilia, entró en el 
puerto de Biserta y quemó cuatro bajeles 
grandes redondos, y tomó cinco á vista de 
sus vecinos y defensores; en que mostró 
que el valor español tiene calidad de 



254 CARTAS DB 

palma, á quien el mayor peso levanta 
más, pues el peligro en que debia fallecer 
cobra nuevos alientos. 

Y de Flándes, haberse recuperado 
Lipstar , plaza fuerte del país de Juliers, 
ocupada el año atrás del hereje obispo 
Arlestad; recuperóla el conde Enrique 
de Bergas, soldado digno de que enr sus 
elogios se explayara la pluma, si no hicié- 
ramos sospechosa la verdad con los hipér- 
boles della y ninguno lo fuera. 

Hánse dado Hábitos, que es bien 
honrar á los nobles y que sirven, á don 
Pedro Collado de Alarcon ; á Jiian de Pe- 
droso, Consejero de guerra; D. Juan de 
Parra; D. Manuel de Castrejon; D. Oracio 
de Castelvi; D. Diego, y D. Luis Carrillo 
de Mendoza; D. Fernando de Céspedes; 
D. Antonio de Aguiar, teniente de canci- 
ller mayor de Indias; D. Francisco de 
Rojas, y D. Juan del Castillo, de la cáma- 
ra del Rey. A D. Alonso de Navarrete, Fé- 
lix de Vallejo, y D. Diego de Barrionuevo, 
Regidores de Madrid, Hernando de Espejo, 
Caballerizo de la Reina, y Rafael Cornejo, 
Secretario del Reino; á los cinco para sus 
hijos, y á Pedro Martinez, Escribano Ma- 
yor del Ayuntamiento, para casar una 
hija: á Pedro de Artiaga, D. Pedro Lan- 
chero^ D. Jerónimo de Quero, Ruy-Diaj 



knma de aBniioEA. a;5 

Je Mendoza y D. Fernando de Contreras. 

Plazas de Acroys , 3 D. García de 
Avila Ponce, D. Pedro Alarcon, D. Diego 
de Mendoza y D. Juan de Buslamante; y 
llave de ayudas de! señor Infante Carlos, 
á D. Jerónimo Nuñez de León. Caballe- 
rizo del señor Cardenal InfantCj i don 
Antonio de Bilbao; y vara de alguacil 
mayor de la Inquisición de Toledo, & don 
Juan de Santacruz, camarero del señor 
conde de Olivares. La encomienda de 
Silla, al marqués de Albayda; y la futura 
sucesión, y en ella ochocientos ducados 
de pensión, á D. Pedro Luis de Borja. 

Desposáronse los señores marqueses 
de Villena en casa de la señora condesa 
de Miranda, abuela y tia de los desposa- 
dos; desposólos el señor Inquisidor gene- 
ral (canas, si graves en la edad, mayore: 
en la santidad y letras), padrinos, k 
ñores condes de Olivares, con taní 
queza en el ornato, como agrado en el 
modo, lustre y esplendor de los criados 
de ambas casas, tal como se advierte del 
que en tantos actos han experimentado, 
si no les oscurecieran el de los desposados, 
que dieron librea, á su gran número de 
criados, de terciopelo negro, prensado y 
picado, forros, plumas y cabos de color 
celeste, vistosa y rica, Y en Palacio, don 



L 



256 CAITAS M 

Antonio Mascareñas, nocTO conde de 
Palma, con Doña Marfa de Tabora, hija 
del conde de San Juan, por mano dd 
Patriarca, á la presencia de los Reyes, pa- 
drinos^ que hicieron merced á los desposa- 
dos de estimación de nueve mil ducados 
de rtota; y ellos se Tistieron de verde, ri- 
camente bordado de oro, y Im librea de 
sus criados lo mismo; honró la Reina, 
con asistencia de la Infinta, á la despo- 
sada á su mesa. Fué la gala extraordina- 
ria por ser los años de su Majestad. Sa- 
cóla de palacio la señora condesa de Oli- 
vares> con el acompañamiento que á la 
calidad de su excelencia y los desposa- 
dos y á la costumbre, sigue. Y en la huerta 
de la señora condesa de Valencia, por 
mano del Arzobispo de Santiago, los se- 
ñores duques de Sesa, padrinos y padres, 
desposaron su hija mayor (marquesa de 
Poza que será) con D. Francisco de Cór- 
dova, hermano del Duque; y, aunque pro- 
curaron celarlo, á la gran calidad de sus 
personas y su agrado acompañó la mayor 
parte de la nobleza. La gala y banquete 
fué tan grande como todo. 

Ocurrió en estos dias el nacimiento y 
bautismo de la Infanta, nuestra señora, 
visto ya por relación mia, causa que de- 
vuelve las partes desta carta al levantarse 



ANtmÍB DE llKNDOÍt. Í57 

la Reina, día de la Espectacion. Hizo el 
marqués de Alcañizas fesiin en su casa, 
á que convidó toda !a corte; asistiendo 
más de setcnia señoras en público, á que 
siguieron lo que se deja advertir de seño- 
res, y en los celajes de una celosía, si ya 
no el sol, las estrellas de primera gran- 
deza desta Monarquía. Hiciéronseics dos 
comedias por diferentes autores, con ei'- 
cclentes bailarines, hijos del tugar, una 
máscara de danza, con taAta gala como 
destreza, estando la sala dando envidia á 
las esferas en hermosura y luces, sí ya 
ellas no trasladadas á la pieza. Dióseles 
colación de cíen platos, y continuaron los 
dos días en tanta variedad de hachas, 
ruido de sillas, coches y criados, que fué 
ao la menor parte de la fiesta. 

La vigilia de San Andrés, por los 
anos del serenísimo Príncipe de Gales, 
mandó su Majestad que en la plaza del 
Parque hubiese cañas, que á su presencia 
y á la de sus Altezas, veinticuatro Gran- 
des, títulos y caballeras, con gaia negra, 
cabos, bandas y plumas blancas, las juga- 
ron excelentísimamente, asistiendo Em- 
bajadores, Ministros y Consejos; y, aun- 
que el dia lluvioso, no aguado el contento 
sino le hubiera templado el saberse de 
Londres, que estando trescientas peno- 



258 CAITAS OE 

ñas católicas (que donde quiera tiene Dios 
quien le sirva» y pues aun en medio de 
leones se halla un Daniel) en casa del 
embajador de Francia al sermón, permi- 
tió se cayese el techo, que maltrató á 
muchas personas, matando setenta. {Di* 
chosos los que murieron buscando su ma* 
yor perfección, y desdichado del pecador, 
pues si el justo no se libra de trabajos, 
qué seguridad tiene el que no lo es! 

Dta de Santo Tomás, le dio á su Alte- 
za alferecía, que no desobligó al Rey, con 
galas y Tusón grande, faltase á la celebri-^ 
dad, con que tenia el corazón sobresalta- 
do; porque á la Fe del Monarca de las 
Españas no descompone el dar muestras 
públicas dalla, aun tan naturales senti- 
mientos como la muerte de una hija 
única. La noche se gastó en procesiones y 
rogativas, y por si multiplicando interce- 
sores se impetrase su salud, se trajeron á 
Palacio las imágenes del Almudena, Ato- 
cha y Buen Suceso, y, entre el número de 
reliquias desta gran Corte, los cuerpos de 
San Isidro, la madre Águeda y padre 
Orozco, imágenes de San Nicolás de To- 
lentino y San Antonio de Pádua; mas el 
que tenia determinado de mejorarla en 
Reino, se le dio al romper el alba el 
viernes. Linda observación, en viernes re- 



ANDR¿S DH MCNDOti. • 259 

Oació Dios por los méritos que él granjeó 
en la Cruz, y en viernes, al romper del al- 
ba, fué á ser eterno lucero del Sol de jus- 
ticia. En esto lleváronla á San Lorenzo 
un Obispo y un Mayordomo del Rey, de 
semana, las dueñas de honor, los Gentiles- 
hombres de la boca y de la casa, y la guar- 
da de á caballo; y el señor conde de Oliva- 
res la acompañó, que quiso no faltarla la 
demostración de sentimiento en la prenda 
única del amor de su Rey, pagándole en 
parte el que le tiene, y parecía obligación 
forzosa el hacerlo, pues los brazos que 
quince dias antes habían sido cuna al bau- 
tismo de la gracia fuesen cúmulo á la 
muerte que le perpetuó gloria. / 

La vigilia de Pascua gastó el Consejo 
Real en la visita general de las cárceles 
de esta Corte y Villa; porque á la piedad 
sólida usada en tan grandes dias, no impi- 
dió el sentimiento, que nuestros Reyes no 
permiten que á virtud tan de Reyes falte 
por ningún accidente. Y así el Consejo 
(presidiendo el señor Pedro de Tapia) usó 
con justicia del poder y acostumbrada 
magnificencia, y no comieron después con 
el señor Presidente, con quien es costum- 
bre el día de Pascua y los demás. Su Ma- 
jestad, con las galas y grandeza que siem- 
pre, asistió á la solemnidad; cuyo ánimo 



abo CAÍTA8 DI 

católico, aunque con dolor y sentímientos 
interiores, no faltó á la observancia de los 
actos de religión, primer pretesto de su 
celo, mayor basa de su Imperio. Y el dia 
del Nombre de Jesús fué á honrar la Com- 
pañía como á Religión hija de España, co- 
luna de la fé, guía de juventud, reparo á 
las miserias de la culpa; y el dia de los 
Reiyes le ministró los cálices el señor 
Infante Carlos. No hablo en la solenidad 
á que celebran los ilustrisimos Nuncio, Pa- 
triarca, Arzobispo de Santiago; y, aunque 
en todas acciones grande Palacio, en nin- 
guna tanto como en la música, que fué es- 
tos dias estraña, ingenio del maestro de 
capilla, Capitán, letras de don Antonio de 
Mendoza, Secretario de la cámara de su 
Majestad, ejecutado por los mayores can- 
tores del mundo. 

El segundo dia de Pascua besaron 
los Consejos la mano, y al Real dio el se- 
ñor Presidente banquete tan grande y tan 
regalado, que solo la grandeza de su Ilus- 
trísima, y cuidado de Juan Bautista de 
Franco, su mayordomo, docto en tantas 
experiencias le pudieron dar. Y el dia de 
los Inocentes, el Marques de Montesclaros 
dio á su Consejo de Hacienda y Contadu- 
ría, banquete de doscientos y cincuenta 
platos tres doblados, tan grandes, que 



ANDRÉS DE MENDOZA. 201 

desacreditó la moderación española, acu^ 
sada neciamente de cortedad por Italianos 
y Flamencos, pues los dejó vencidos, si 
bien imitando sus vicios; efecto que sigue 
á las Monarquías,^ como lo advirtió san 
León Papa, hablando con las demás, con 
la República Romana, que imperando á 
las naciones fué esclava de las costumbres 
de todas. Buenas experiencias tenemos en 
lo excesivo de los gastos, pues parece que 
no se vive más que para cumplir con los 
efectos de la vanidad, desfalleciendo la 
robusticidad del ánimo, la blandura y 
riqueza de los trajes y comida. 

Hizo su Majestad mercedes (oñcio pro- 
pio á los Reyes, mayor vínculo de los Im- 
perios, pues nada les constituye duración 
como la manirotura, pues más granjeó 
Servio en los banquetes Romanos, que en 
el Consulado de Asia, y con ser tiranía 
la de César, y de su muerte á la libertad 
no hubo más de siete años, y haber muer- 
to con violencia, no cobró la República 
libertad en virtud de la largueza de su 
mano, án^es constituyó imperio que le 
posee su casa del Rey nuestro señor, y há 
que dura mil y ochocientos años; pues esta 
virtud es mayor muestra de la generosidad 
del ánimo), y las principales fueron: al 
Obispo de Catania, don Juan de Torres, del 



202 CARTAS DK 

Obispado de Oviedo; á D. Melchor de 
Moscoso y Sandoval, Sumiller de Cortina, 
del Obispado de Segovia; y no oso deter- 
minar cuál de los dos es más santo Prela- 
do. A D. Cristóbal de Porras, de Conde de 
Castronuevo; á D. Luis Gaitan de Ayala, 
de Conde de Villafranca de Gaitan; al se- 
ñor de Luque (casa de Córdoba), de Conde 
de Marbella; al señor de Cedillo, Toledo 
y Luna, de Conde de Cedillo; á D. Fa- 
drique de Toledo, de Marqués, y al señor 
de Val verde, casa Alarcon, título de Con- 
de. A D. Juan de Eraso, título en Italia y 
la futura sucesión de Statrico de Mecina; 
á D. Antonio Chumacero, de plaza de 
Alcalde de corte; y á D. Francisco de 
Valcárcel, Alcalde, con retención de su 
plaza, el Corregimiento de Córdoba. A 
D. Juan de Carvajal Sande, colegial de 
Cuenca, la Regencia de Canaria. Secreta- 
rios del Rey, á Pedro Zapata del Marmol 
y D. Fernando Vallejo, más antiguo del 
Consejo Real; D. Pedro de Vallejo Caba- 
nas, que lo es del Sr. Duque de Medina- 
sidonia; Melchor de Castromacedo, Con- 
tador de resultas; Pedro de Ceniceros, 
ofícial de Estado; Esteban Arias^ oñcial 
mayor de la Cámara; Juan del Castillo^ 
que remite sus memoriales; Pedro de 
Aybar, Contador de Zacatecas; Jerónimo 



AMDABS DE MEhOOZA. .263 

de Canencia, Secretario del de Montes- 
claros; Antonio Camero, secretario del 
Sr. Conde de Olivares. 

Concurrió en la segunda semana del 
año la ñesta grande del Destierro de María 
Santísima, por siete dias, en el religioso 
monasterio del gran Patriarca San Ber- 
nardo, donde el aderezo de la iglesia fué 
de las grandes cosas que se han visto en 
la Corte; y si pudo ser inferior, lo fué ai 
altar, á la' muchedumbre de luces, flores, 
olores, música y valentía de las oraciones, 
en que los grandes predicadores mostra- 
ron cuánto lo son, y la procesión del 
último dia fué en todas circunstancias 
grande. Asistida toda la ñesta del Nuncio, 
Embajadores, Prelados, Presidentes, Gran- 
des, Consejeros, Inquisidores y Ministros, 
y admirada de nobleza y pueblo. El Arzo- 
bispado de Sevilla se dio al Arzobispo de 
Santiago. Llaves de Gentilhombre de la 
Cámara del Rey, al Conde de los Arcos, 
con retención de oñcio de Mayordomo; 
al Duque de Villahermosa, padre, y al 
Duque su hijo. Encomienda de dos mil du- 
cados por dos vidas; la superintendencia 
de las Armadas, á D. Diego Brochero. Y 
partió el Conde de Osona á su Embajada 
de Alemania. Vino la señora doña María 
Bazan, mujer de D. Jerónimo Pimentel, 



Gemtnl de U cabúleriM. de Milán, j en 
■ ¡■■ir mi l » toé á besar las mañosa los Reyes 
al Pardo, á qae la acompañaron gran 
Bwmcfo de señores y señoras. 

Díéroose más Hábitos á D. Tiebodo 
de Re£n, D. Pedro de Contreras, don 
Pedro de Sansoles, D. Di^o Gallo, don 
Fernando de Barradas, al señor de Cor- 
■ago y D. Tomás de Tovar; y el Corregi- 
miento de Ciadad-Realy á D. Antonio 
NavamneL 

El Aato de la ft ya se ba visto por reía- 
doQ mia; cayo dia en San Ginés un* fraile 
descaían frandscoy de grande opinión de 
santidad, se arrebató en éxtasis, en el cual, 
desde la mitad de la iglesia, fué basta el 
altar por el aire, y en él estuTO un cuarto 
de bora mirando el Santísimo Sacramento, 
á vista de gran pueblo, que le lúzo peda- 
zos el hábito; á que suplió la piedad y 
grandeza de la señora Duquesa de Nájera. 

Murió la Vicaría de las Descalzas Rea- 
les, persona de tan gran calidad, gran va- 
limiento y mayor santidad, á cuyo entier- 
ro y honras asistió toda la Corte y no fal- 
taría la celestial. 

Sábado veinte y siete, por haber con- 
fesado de hurtos más de doscientos mil 
ducados, ahorcaron á seis hombres y azo- 
taron otros, que el mayor no tenia veinte 



ANDRÍS de MENDOZA. 265 

y cinco años, conocidos y de buen pelo. 
Uno de ellos había sido fraile cartujo y 
Jerónimo; porque no tenga excepción la 
regla, que el que desampara la Religión 
no tenga buen ñn, si bien sus muertes 
fueron de codicia. Dijo (que el corazón 
es gran profeta) que habia diez años, y 
más, que pedia á Dios con San Agustin: 
Utinam mórs mea ut mors suspensorum. 
Miércoles último de Enero, el señor 
conde de Olivares, porque este dia se 
votaba su pleito, vino del Pardo, y no sólo 
acompañó sus jueces de la puerta al Con- 
sejo, más á todos los señores del; y advir- 
tiéndole: «Ticio viene, mas no es juez,» 
respondió: «A la dignidad de Consejero, 
mano derecha del Rey, todos debemos 
aconipañar;» respuesta digna de tan gran 
persona. Lo segundo de ponderar en esta 
acción es que no quiso que le acompañase 
nadie, sino las partes. El pleito salió por 
el Conde, contra el Duque de Medina- 
sidonia y sus hermanos, en revista, me- 
jorándole de lugar en la sentencia de 
prelacion á otros acreedores, y principal- 
mente en favor de D. Francisco de Espi- 
nosa; dicen importa más de doscientos mil 
escudos. Gastó el Consejo en votarlo un 
dia, que jamás falta á la administración 
de la justicia, y los más dias en cinco 



266 CáftTAS l>B 

salas. Y este mes 'ha visto el pleito del 
Conde de Casares, entre el Sr. Duque de 
Arcos y el heredero de la casa de Cedillo; 
y el de los Marqueses de los Vetez y el 
Villar, sobre el mayorazgo del Comenda- 
dor D. Juan de Züñiga, en el grado de se- 
gunda suplicación; y el del condado de 
Luna, entre el Conde de Mayorga y Luna, 
y el que se llama Conde de Luna, hijos 
primero y segundo del Sr. Conde de Be- 
navente, sobre este condado, con su 
padre, pretendiendo tocarle cada uno: y 
esto sin faltar á tantas juntas del Gobier- 
no monárquico, económico, político y 
doméstico, y á tantas cosas como deste 
gran Consejo penden, pues los demás, si 
tienen jurisdicción privativa y específica 
en algunas cosas, él universal en todas, y 
los que ocupan el puesto tales, que pudie- 
ra cada uno suplir por todos. En los 
demás Consejos jamás cesa el despacho 
universal; y no es bien olvidar en esta 
parte que en el de justicia de hacienda, en 
que preside D. Lorenzo Ramírez de Prado, 
hombre de tan grandes letras y talento, 
se está parado los más dias, por la priesa 
que dio al despacho de los negocios luego 
que entró á presidir. 

Dióse el gobierno de la isla de Cuba á 
D. Pedro de Fon seca Vetancor, y el de 



1M0RÍ6 01 HtMDOSA. 267 

Venezuela á D. Juan de Padilla, Caballé^ 
ros del hábito de Santiago; y Caballerizo 
del señor Infante Carlos á D. Femando 
de Contreras. 

Murió la Marquesa de Poza, madre de 
la señora Duquesa de Sessa, persona en 
quien lo menos fué el ser hija de la casa 
del señor Almirante, pues tal virtud, in- 
genio y partes (mayores que su gran cali- 
dad], fueron tales, que escurecieron las 
matronas antiguas. El cuerpo se puso en 
su casa, con la majestad y decencia debida 
á tal persona^ donde acudió toda la Corte, 
y las sagradas religiones todas á celebrar 
los Oficios; y con la misma pompa fune- 
ral se depositó en el monesterio de doña 
María de Aragón. 

Dia de la Purificación de Maria Santí- 
sima, se trasladó esta Corte al Pardo, que 
aun en los bosques no permite el celo 
católico del Rey, se falte á la veneración 
y culto de Dios; y así la procesión y ben- 
dición de la cera, por mano del Patriarca, 
fué en los Capuchinos, terminándose la 
majestad y grandeza en la pequenez mo- 
desta y religiosa de aquel templo. Asistió 
su Majestad la Reina, la Infanta é Infan- 
tes, dueñas, damas y meninas, con tantas 
galas de campaña, que parecia más Abril 
que Febrero; fué muy solemne y ayudóle 



a68 CARTAS DB ARDAOS DB IBÍIDOBA. 

el sol. Con que cierro esta carta remi- 
tiendo la jornada de su Majestad el avisar 
los sucesos. 

De los desta carta verá vuestra exce- 
lencia se sirve y hace gusto á todos, más 
es fuerza hacerme esta pregunta, á cuya 
objeción tácita respondo. ¿Cómo sirviendo 
á tantos, me hacen tan pocos bien? Señor, 
los hombres obran bien, 6 por naturaleza 
ó emulación; los que obran conforme á 
ella, encuentran tantos en quien ejecutar 
el afecto, ó considerando la bajeza de mi 
ser, no topan conmigo. Los segundos, 
como los primeros no los dan ocasión 
con hacerme bien, no obran por la envi- 
dia. He sacado que fuera muy desdichado 
si me tuviera por tal, y estoy en un felice 
estado, pues la esperanza de mayor for- 
tuna no me desvanece, ni el temor de 
perder la que poseo postra el ánimo cons- 
tante. Serélo en servir á V. Exc. Madrid 
y Febrero 3 de 1624. 



AL DUQUE DE MEDINASIDONIA, 

MI SEÑOR, DEL CONSEJO DE ESTADO 
DE SU MAJESTAD, ETC. 



PÓNENOS V. Excelencia cada dia eñ 
nuevos y no escusados temores, 
pues poniéndonos su grandeza en 
nuevas obligaciones, pena de desconoci- 
dos á lo que por naturaleza se le debe y 
á lo que nos granjea su ánimo, es fuerza 
meternos en cuidado en representar á su 
cordura, que la demasía del sentimiento 
(si bien no será por tal causa demasiado) 
excede los límites del sentir católico, 
pues se contrista en la muerte de mi se* 
ñora la Duquesa, como si no tuviera espe- 
ranza de la gloria que posee, que es la que 
alivia (en doctrina del Apóstol) estas pen- 
siones y defectos forzosos de la naturaleza, 
tanto, que, entre el colmo de miserias de 
aquel abismo de paciencia^ Job libraba 
su consuelo en que á su pecho guardase 
esta esperanza. Demás, que no era amarla 
desear su vida temporal, pues esa la pri- 



*J0 CASTAS 01 

Vaba de la eterna que goza; y dar ríen" 
éa al sentimiento es la mayor parte del, 
que en la duración continua hace más el 
tiempo' dilatando que la intención^ pues 
esa puede acabar el sujeto y débese aten- 
der á su conservación, porque vuestra 
excelencia no es suyo, sino de una hija 
no puesta en estado, y de tantos subditos 
como de él dependen, obligación en que 
Dios le puso. Y así, mejor es que haga el 
entendimiento lo que ha de hacer el tiem- 
po por fuerza; advertencia de San Jeró- 
nimo á Paula en el consuelo de Eustoquio. 
Esta carta, siguiendo las que ya he acos- 
tumbrado escribir' del tiempo del 'feliz 
Imperio del Rey nuestro señor, remito 
á V. Excelencia, no porque pensé que el - 
dolor sea tan leve ni la elocuencia tan 
grande que pueda templarle, sino sus- 
penderle; y juzgo que se me habia de 
mandar positivamente las escribiese yo, 
que, cuando me falte (como me falta) el 
ingenio, lo noticioso de la memoria, lo 
urbano del decoro de las personas no se 
me podrá negar. Y estas cartas familiares 
tienen en letras sacras y profanas acredi- 
tada su estimación, y en nuestros dias 
fueron primeros corifeos de ellas D. An- 
tonio de Guevara, Anibal Caro y el Pañi- 
garola; siempre serán cual ft^ere el seso del 



AÑORES DI MINDOZi. 27I 

que las escribe^ y aunque del mió no tengo 
conñanxa, suplico á V. Excelencia pase 
los ojos por ella, darale crédito en sus 
iguales, estimaciones en íos inferiores. 
Madrid y Noviembre 23 de 1624. 

Su criado, 
Andrés de Mendoza, 



NUESTRA España ha sido tan célebre 
en todos siglos, que en lo espiritual 
y temporal la han mirado con gran 
respeto. En la primera parte las Bulas de 
tantos Pontífices, las Extravagantes escri- 
tas á nuestros Reyes, honrándolos con los 
nombres de religiosísimos, píos, defenso- 
res de la fé, gloriosísimos, católicos, desde 
D. Alonso el Primero, key de León, nos lo 
muestran. En la segunda, los Sénecas, 
Qlaudianos, Silios y Quintilianos, tan en- 
carecidos de la pluma de San Jerónimo, 
que llamó Príncipes de la elocuencia lati- 
na; y en la estimación de las armas, los 
Viriatos y otros generosos capitanes, no 
olvidando los Arcadios, Honorios, Teodo- 
sios y Trajanos, Melquíades, Dámasos, 
Joanes, Calixtos y Alejandros, que con 
razón pudo decir Plinio en el Panegírico 
que las naciones todas tributaban á Roma 
de lo que abundaban y España la daba 
Príncipes. Obligaciones que han cargado 
el ánimo de la Majestad del Rey, nuestro 
señor, á considerar cuánto debe mirar la 
conservación deste crédito generoso. Y 
porque el primer paso de la felicidad des- 
tos Reinos se debe á la Religión (¡oh, si 



CARTAS DB ANDafa DI IBNDOZA. ^73 

lo entendiesen así los demás Reyes! ), de* 
más del cuidado de su observancia, por la 
justificación propia, el desvelo de que la 
guarden pura los subditos, porque nada 
los contiene en sujeción y en paz como la 
unión del culto (verdad, que aún la al- 
canzó el Filósofo sin lumbre de fé); la 
experiencia la acredita, pues bebiendo las 
provincias septentrionales los errores de 
Arrio, feroces ya los ánimos en la obsti- 
nación de la herejía, se derramaron aque- 
llos bárbaros á invadir las provincias, y 
aun la nuestra: y Alemania, Inglaterra y 
Francia muestran bien lastimosamente la 
falta desta verdad , y el Jarife, nuestro 
vecino, nos la acredita en Fez. Otra razón 
milita en el ánimo del Rey y de los que le 
asisten, ver que la Religión consiste su 
observancia en gran parte en la elección 
de Ministros idóneos; y asi hizo merced 
del Obispado de Mallorca á D. Félix de 
Guzman, Arcediano de Sevilla, hijo de 
aquel gran Consejero licenciado Tejada, 
si ya no más propiamente hijo de sus 
virtuosas obras; el de Zamora, por muer- 
te de D. Fray Plácido de Tossantos, honra 
de la Religión del gran padre San Benito, 
se dio á D. Juan Roco de Campofrio, Pre- 
sidente de Hacienda, varón de letras y 
virtud, que no habia aceptado el de Gua- 

18 



274 CAITAS 01 

dix, y se dio á fray Juan de Arauz, que 
por la reli§;ion del Serafin en carae, hon- 
raba el pulpito del Rey con tanta inteli- 
gencia de la Escritora y celo de la salva- 
ción de las almas, como sabe el mundo. 
La Abadía de Alfaro, á D. Alvaro Peres 
de Aradel; el Priorato de Roche, á don 
Mendo de Benavides, Préndente, de Gra- 
nada; la Abadía de Fitero, á Fray Plá- 
cido del Corral, que, después de grandes 
puestos en la Religión del Cister, la me- 
reció; el Generalato de San Jerónimo, 
á Fray Gregorio de Pedrosa, su predi- 
cador, que, sin agravio de otros, es la 
mejor capilla de España, y pocos dias 
después el Obispado de León, con espe- 
ranza de mejorarle, si bien la mudanza 
de los Obispos, como ha de ser por útil 
de sus esposas, materia tan dificultosa de 
averiguar, tiene gran parte siempre de 
peligro: dejó por General á fray Vicente 
de Montalban, cuya virtud habia mere- 
cido el puesto otras dos veces; y al Obis- 
po de Lugo el Obispado de Valladolid, y 
el de Lugo al doctor D. Diego Vela, Vi- 
cario de Madrid. Plaza del Consejo de 
Inquisición, con la visita de Pirú y Mé- 
jico, á D. Martin Carrillo de Alderete; y 
Obispado de Coimbra á D. Juan Manuel, 
Obispo de Viseo, y éste á D. Francisco de 



AI«DB¿S 01 MENDOZA. 2^5 

Verganza, cuya calidad, letras y virtud de 
todo le hacen digno, y él lo mostró en 
desestimarle. Y á los señores Cardenal de 
Jaén y Obispo de Cuenca^ el Obispado de* 
Córdoba, y no le aceptaron por no repu- 
diar sus esposas. 

En la justicia, hermana mayor de las 
virtudes reales y vocación original de los 
Reyes, que es la que enfrena el ardimiento 
de ios subditos, virtud tan de Reyes, que 
aun Dios, por serlo y guardarla, puso en 
una Cruz su hijo, que por la ostensión de 
la justicia dice el Apóstol que lo hizo así, 
se ha tenido tanto cuidado como se inñere 
destas elecciones: Para el Consejo Real, 
primer móvil del cielo desta Monarquía, 
á D. Pedro Marmolejo, que lo era del de 
Indias, y á D. García de Haro, hermano 
del Marqués del Carpió, Conde que será 
de Castrillo, que lo era de las Ordenes, y 
á esta plaza D. Miguel de Carvajal, her- 
mano del Marqués de Jodar; á las de In- 
dias D. Francisco de Alarcon, Oidor de 
Granada, y D. Diego de Contreras, Fiscal 
que era, último asilo de la inteligencia 
del derecho^ si bien no reconoce ventajas 
á nadie D. Antonio de la Cueva, que le 
sucedió en la Fiscalía; y plaza de Alcalde 
de Casa y Corte al Licenciado Veas Be- 
llon. Oidor de Sevilla, sujeto bien expe- 



276 eiRAS M 

rimentado, y á su plaxa D. Pedro Gonzá- 
lez de Mendoza, que era Alcalde, y á ella 
D. Francisco de Alarc<», hijo del señor 
Fiscal del Consejo. A la Chandllerfa de 
Valladolid el Licenciado Pérez de Lara y 
D. Luis Gudiel, Oidores de Granada, Li- 
cenciado Diego de Castillo, que era Al- 
calde, y D. Jerónimo Pacheco, que lo era 
de hijosdalgo; y á esta plaza D. Jerónimo 
Pueyo de Mendoza, colegial del Arzolns- 
po, y D. Agustín Gilimon de la Mota, hijo 
del Sr. Gilimon de la Mota, del Consejo; 
y á D. Diego de Riaño, Fiscal de Vallado- 
lid, plaza de Oidor de Granada, y la mis- 
ma á D. Juan de Morales; Alcalde de 
hijosdalgo della á D. Diego de Ribera, 
sobrino del Sr. Presidente de Castilla; y 
plaza de Quito al Licenciado Diego García 
Maldonado, y al Licenciado Bustos de 
Bustamante plaza de la Contaduría: y 
por muerte del Licenciado Marciel Gon- 
zález, Fiscal deste Consejo, se dio la Fis- 
calía á D. Juan de Molina, sobrino del 
señor Melchor de Molina, del Consejo, 
letras no inferiores á las de su tio, que es 
bastante alabanza. Y del Consejo de la 
Cámara, D. Fernando Ramirez Fariñas, 
y Garci Pérez de Araciel. Asistencia de 
Sevilla á D. Francisco de Avila y Guz- 
man, primo hermano del Sr. Conde de 



ANDRÉS DE MUIDOZA. 277 

Olivares; Gobierno de Tucuman á D. F^ 
lipe de Albornoz; de la Trinidad, á don 
Luis de Monsalve; Corregimientos de Gui- 
púzcoa, de Bilbao, de Guadalajara, de 
Orense, de Tordesillas^ á los Licenciados 
Juan de Larrea, Puente Agüero, D. Fran- 
cisco de Alderete, el Licenciado Mejít, 
doctor Bonifacio; al Licenciado Badillo 
el de Molina, y el Adelantamiento de 
Burgos al doctor Paez de Vergara, y.á 
Jaén á D. Bartolomé de Morquecho, Oidor 
de Granada, á gobernar y conocer del de- 
Uto del Corregidor, que, pretexto de la 
autoridad del oñcio, dicen dio unas heri- 
das á un caballero; y conñóse justamente 
de D. Bartolomé, que demás de su calidad 
y ciencia, su cordura le hace digno de 
cualquiera puesto. Y todos los referidos 
son tales, que otras veces se puede haber 
dado oficio á las personas y ahora perso- 
nas á los oficios; y al Sr. Presidente y Con- 
sejo de la Cámara estále bien, y aun al 
Rey y Ministro superior, elegir los bene- 
méritos, pues las elecciones acertadas acre- 
ditan que el imperio de los ignorantes ni 
es durable, ni da honor, ni aun la retri- 
bución del ánimo no saben dar, que, como 
no tienen talento, no atribuyen al poder 
el puesto que adquieren. 

Habiendo hablado de la justicia con- 



27S CARTAS DE. 

mutativa y pugnitiva, ó de los Ministros 
della, tiene lugar la distributiva de los 
honores, y de tanta estimación, que aun- 
que el pueblo romano permitió á los no- 
bles la desigualdad de los tributos, en los 
honores no lo consintió; y porque tienen 
su lugar no se pueden dejar dos adverten- 
cias en esta parte, que las demás provin- 
cias, que tanto se arrogan la nobleza, 
todas son inferiores á la nuestra, pues 
nadie la caliñca y perñciona como España, 
Infiérese del cuidado de un Consejo que 
no asiste á otra cosa, haciendo probanzas 
tan secretas con personas de tanta confi- 
dencia, pues en las demás partes, en bau- 
tizándose una mujer, ó de la ley de Moi- 
sen, ó de la secta de Mahoma, ó redu- 
ciéndose de la herejía, se casa con ella el 
mayor señor, y no se repara en nada, y 
nuestra nobleza se deslustra y pierde, en 
cualesquier destas cosas, y no basta la 
notoriedad, ni la grandeza de las casas para 
dejar de hacerles información; y las últi- 
mas desta especie, en los señores Condes 
de Olivares y Marqués de Castelrodrigo, 
para las Encomiendas mayores de Alcán- 
tara y Christus, á los señores Duques del 
Infantado y de Escalona, para que se les 
dieron, y Hábitos, despacháronlas, y con 
riguroso examen se descubrió la gran ver- 



ANDftBS DB MENDOZA. 279 

dad de su nobleza, á que ni la hacienda 
ni el poder no valen contra la entereza del 
Consejo, á D. Francisco Zapata. Al Conde 
de Pliego, para su hermano, Chantre de 
Cuenca; á Alonso Nuñez de Valdivia, Se- 
cretario, que fué de las Ordenes (i) 

en medianía, como se podia olvidar sin 
cuidado el escritor de lo venerable de la 
persona del Duque (2), de la grandeza de su 
ánimo, de los oficios de Mayordomo mayor 
de dos Reyes, Caballerizo mayor de uno, 
Gentil-hombre de la Cámara de tres. Con- 
sejero de Estado y Guerra de los mismos. 
Su cuerpo se puso en la pieza grande' de 
su casa, aderezada de riquísima tapicería 
en túmulo alto, con cama y dosel de bro- 
cado, armado, y con el manto de sú Or- 
den, entre una selva de luces en blando- 
nes y candeleros de plata y otras ricas 
materias, y tres altares de terciopelo ne- 
gro, y ornamentos de lo propio, donde 
acudieron todas las sagradas Religiones á 
celebrar misas y sufragios los dos dias, 
hasta que el cuerpo se llevó á Guadalajara, 



(i) Aqui falta en el original, no sabemos si un pliego 
entero, ó dos ó tres lineas por descuido del impresor; 
desde que notamos la falta hasta imprimir la Relación, 
no nos ha sido posible hallar otro ejemplar. 

(2) Se refiere al duque del Inftntado. 



aSo CAITAS DI 

sepulcro de sus mayores^ cuyo acompaña-» 
miento le aguardó á las dies de k noche 
toda la Corte, y le guiaban cien religiosos 
á caballo con hachas, tantos criados en la 
misma forma; el cuerpo en andas de lite- 
ra, cubierto de paño de brocado, con cruz 
y cuatro faroles grandes, y rodeado de los 
pajes con hachas, no sólo suyos sino de 
todos los Señores, y detrás el marqués de 
Monde|ar, Montesclaros, D. Rodrigo En- 
riques de Mendoza, marqués de Valdon- 
quillo, conde de Corufia/ que eran los que 
huian con él; y después los alcanzó Diego 
Gómez de Sandoval, conde de Saldaña, 
padre del nuevo Duque, á quienes seguian 
entre quince Grandes, cuatro primogéni- 
tos y más de sesenta Señores, hermanos 
de Grandes y Títulos, otros doscientos 
Caballeros. Fué el número de las luces 
tanto, que no hizo falta el luminar mayor. 
Su Majestad hizo merced por renuncia- 
ción de mi señora en su nieto, de pasarle 
el título y darle la encomienda de su 
abuelo y las casas accesorias; y el dia que 
se cubrió, fué asombro el acompañamien- 
to y aun la advertencia del niño, y aquí 
la tiene en el título que los Señores Reyes 
Católicos dieron á esta casa, dice: «Vos 
facemos el primer y mayor de nuestros 
Grandes, y el primero y mayor de núes- 



AHOaBS DB MBNDOCA. 281 

tros Duques.» De Italia se supo la muerte 
del serenísimo Príncipe de Urbino, cuya 
antiquísima casa de los Guidos de Monte- 
feltro entró en la Baronía de la familia 
de la Robere, en un sobrino de la feliz re- 
cordación del pontífice Sixto IV, cuya filé 
la extravagante Grave nimis al misterio 
de la Concepción; y el muerto, demás 
de tan clara ascendencia, fué de los grán^ 
des Príncipes del mundo, y que supo no 
como Señor sino como Maestro, y de los 
más afectos á esta Corona. 

De dos partes que constantemente he 
deseado se compusiese esta carta, preci- 
sión y orden, faltará la segunda en este 
párrafo último, pues es fuerza hacer una 
miscelánea de varías cosas, ormitando el 
caos antes de la separación de las mate- 
rías, que llamó el Poeta: Ruáis indigesta- 
que moleSf 6 como al fin habrá de con- 
fundirse todo, pues ha de volver á su 
prímer ser. Hizo su Majestad merced á 
diferentes personas beneméritas, mudan- 
do unas é introduciendo otras de diez y, 
ocho Dignidades y Canongías, en sus 
iglesias de las Indias: ¡ojalá todas las de 
sus Reinos fueran á su presentación, y no 
se hubieran introducido por los regresos 
y coadjutorías al estado eclesiástico aU 
gunas personas, que por la falta de cali- 



aSo CiftTAS DI 

sepulcro de sus mayores^ cuyo acompaña^ 
miento le aguardó á las dies de k noche 
toda la Corte, y le guiaban cien religiosos 
á caballo con hachas, tantos criados en la 
misma forma; el cuerpo en andas de lite- 
ra, cubierto de paño de brocado, con cruz 
y cuatro faroles grandes, y rodeado de los 
pajes con hachas, no sólo suyos sino de 
todos los Señores, y detrás el marqués de 
MoiKle|ar, Montesclaros, D. Rodrigo En- 
riques de Mendoza, marqués de Valdon- 
quillo, conde de Corufia/ que eran los que 
hniftn con él; y después los alcanzó Diego 
Gómez de Sandoval, conde de Saldaña, 
padre del nuevo Duque, á quienes seguían 
entre quince Grandes, cuatro primogéni- 
tos y más de sesenta Señores, hermanos 
dé Grandes y Títulos, otros doscientos 
Caballeros. Fué el número de las luces 
tanto, que no hizo falta el luminar mayor. 
Su Majestad hizo merced por renuncia- 
ción de mi Señora en su nieto, de pasarle 
el título y darle la encomienda de su 
abuelo y las casas accesorias; y el día que 
se cubrió, fué asombro el acompañamien- 
to y aun la advertencia del niño, y aquí 
la tiene en el título que los Señores Reyes 
Católicos dieron á esta casa, dice: «Vos 
facemos el primer y mayor de nuestros 
Grandes, y el primero y mayor de núes- 



ANDBÉS DB MBNDOZA. 283 

hombres^ los ha hecho volver á la villa, 
pues más le ayudan consumiendo los man- 
tenimiento y municiones, que puede ofen- 
derle su muchedumbre: espérase buen su- 
ceso. Las presas que este año han hecho 
el duque de Maqueda, marqués de Santa 
Cruz, duque de Fernandina y el malogra- 
do D. Diego Pimentel, bien las han publi- 
cado las relaciones, y ansí las excuso por 
notorias. La señora Infanta de Flandes^ 
como conoce el ánimo belicoso del Rey 
nuestro señor, les presentó á su Majestad 
y al señor Infante Carlos arneses para á 
caballo y á pié, y vestidos de gala y de 
armar: su Majestad, después del agrade- 
cimiento justo, le presentó doce caballos, 
y á la Majestad del Emperador treinta y 
seis, todos como de la grandeza de quien 
los daba y de quien los habia de recibir. 
Y su Majestad Cesárea presentó á la seño- 
ra Infanta Margarita, Descalza, una ima- 
gen de plata, de ñguras de la adoración 
de los Reyes, del tamaño de dos pliegos de 
marca mayor, y de su misma escuadra, 
cosa tan grande, que pudo ser digno pre- 
sente de un Emperador dado á su Alteza. 
Promulgóse ley, por la cual se prohibe, 
pena de la vida, que ninguna persona 
saque plata, ni oro de estos Reinos ni 
meta vellón, y la pena se entienda por un 



lS4 GAITAS DI 

solo real, y se mandó á los señores Alcal- 
des D. Miguel de Cárdenas y D. Antonio 
Chum acero, fuesen á las costas del Anda- 
lucía á castigar los que han delinquido 
en esta parte; que Jas leyes no consiste 
su observancia en hacerse, sino en hacer- 
se guardar. Habiendo tenido noticia el 
duque de Ciudad-Real que algunas naves 
de piratas ó armada de enemigos andaba 
infestando los mares de Galicia, se bajó á 
las costas de Rivadeo á visitar y presidiar 
aquellos lugares, con tan gran cuidado 
y diligencia que enfrenó el orgullo que 
pudiera tener el enemigo de invadirlos; 
y hallándose cerca, visitando el Obispado, 
D. fray Rafael Diaz de Villanueva, Obis- 
po de Mondoñedo, se fué á acompañar al 
Duque, y él y sus criados asentaron plaza 
de soldados, y entró de guarda los días 
siguientes, haciendo sus centinelas. Y la 
mayor ayuda y mejor que dio fué so- 
correr á más de tres mil quinientos solda- 
dos pobres y gente de la tierra, que acudía 
á la defensa, por más de quince dias, para 
lo cual, no sólo vendió la plata de servicio, 
más los pectorales y la que pertenecía á la 
autoridad de la dignidad; que los bue- 
nos Prelados, su principal obligación es 
el socorro de los pobres, y la opinión 
general de virtuoso le acredita, que es 



INDIlás DI MINDOZA. 285 

la que da fama á los Prelados. Bien han 
entendido esta verdad los señores Cardenal 
de Jaén D. Sancho de Avila, Obispo de 
Plasencia, D.Francisco de Mendoza, Obis- 
po de Málaga, D. Enrique Pimentel, de 
Cuenca; y todos lo entenderán así, que en 
esta parte, de buenos Prelados, bien di- 
chosa ha sido y es nuestra provincia. No 
será inferiora ninguno D. Melchor de Mos- 
coso y Sandoval, Obispo de Segovia, á 
quien consagró el Patriarca con los Obis- 
pos de Urgento (regla de buenos y cons- 
tantes amigos, y en quien lo menos son las 
letrasy experiencia) y coadjutor del Sr. Car- 
denal Infante, en la Capilla Real, con asis- 
tencia de la Reina y sus Altezas y de lo más 
ilustre de la Corte, por deudos y amigos; 
y después les dio el consagrante un ex- 
pléndido banquete. Y el que dio el señor 
Embajador del Emperador al señor Em- 
bajador de Dinamarca, en que se hallaron 
el señor Nuncio, Embajador de Ingla- 
terra, conde de Sora, y otros personajes, 
fué á la usanza alemana, de más de dos 
horas de tiempo y de extraordinario re- 
galo. En estos dias hizo su Majestad mer- 
ced á D. Alonso de Toledo de titulo de 
marqués de Villamaina, y á Domingo de 
Oribe, de la Contaduría y pagador del 
Principado de Cataluña; y celebró el ani- 



lS4 GAftTAt DI 

solo real, y se mandó á los señores Alcal- 
des D. Miguel de Cárdenas y D. Antonio 
Chum acero, fuesen á las costas del Anda- 
lucía á castigar los que han delinquido 
en esta parte; que «las leyes no consiste 
su observancia en hacerse, sino en hacer- 
se guardar. Habiendo tenido noticia el 
duque de Ciudad-Real que algunas naves 
de piratas ó armada de enemigos andaba 
infestando los mares de Galicia, se bajó á 
las costas de Rivadeo á visitar y presidiar 
aquellos lugares, con tan gran cuidado 
y diligencia que enfrenó el orgullo que 
pudiera tener el enemigo de invadirlos; 
y hallándose cerca, visitando el Obispado, 
D. fray Rafael Diaz de Villanueva, Obis- 
po de Mondoñedo, se fué á acompañar al 
Duque, y él y sus criados asentaron plaza 
de soldados, y entró de guarda los di as 
siguientes, haciendo sus centinelas. Y la 
mayor ayuda y mejor que dio fué so- 
correr á más de tres mil quinientos solda- 
dos pobres y gente de la tierra, que acudía 
á la defensa, por más de quince dias, para 
lo cual, no sólo vendió la plata de servicio, 
más los pectorales y la que pertenecía á la 
autoridad de la dignidad; que los bue- 
nos Prelados, su principal obligación es 
el socorro de los pobres, y la opinión 
general de virtuoso le acredita, que es 



ANDRÉS DB MBND0Z4. 287 

caballo, que le honró con su lado; no hubo 
desgracia, y las suertes del rejón, á que 
anduvieron D. Francisco de Valdés, con 
ocho lacayos de noguerado y plata, don 
Juan de Castilla con siete, á lo tudesco, de 
plata y nácar, D. Gaspar Bonifaz y don 
Jerónimo de Medinilla con otros ocho, 
fueron de galantería; y suertes no raénos 
airosas y arriesgadas, las que á la brida 
hicieron los duques de Ixar y Uceda, y la 
librea de terciopelo negro á doce lacayos^ 
con tahalíes, aderezos y cabos de oro, fué 
señoril y vistosa. Las cañas guiaron cua- 
renta trompetas y atabales de librea blan- 
ca y encamada, y cuatro acémilas con ca- 
ñas; fueron cincuenta en seis cuadrillas, 
con penachos, toquillas, bandas, jubones, 
cabos, bandas de adarga y barbas turcas, 
encarnadas, negras^ azules, blancas, no- 
gueradas y verdes; buena la entrada, no 
errada^la escaramuza y las cañas mejores 
que nunca; la noche dio ñn á esta acción. 
Las desta carta han sido como V. Exc. in- 
ferirá, tantas, tan varias y tan grandes; 
dóile ñn con advertirle que fortalece mu- 
cho á nuestra Santa Fé Católica y á las 
buenas costumbres considerar que de toda 
la grandeza aquí referida con tal puntua- 
lidad, dentro de cien años, y aun menos, 
no habrá quedado sino lo que hubieren 



286 CAITAS DI 

versario y honras de la santa Reina Marga- 
rita, su madre, de quien nadie se acordará 
sin lágrimas, si fuera posible olvidarla, 
asistiendo sus Majestades y Altezas, los 
Prelados, Grandes, confesores y predica- 
dores, celebrando el Patriarca y pcedi* 
cando el padre Jerónimo de Florencia: y 
en todo se mostró piadosamente el esplen- 
dor de la acción. Y cierto, que con gusto 
advierto á V. Excelencia, que hoy 33 
hace años la Reina, que los celebraron 
con galas sus criados y vasallos, que si 
los lutos son sentimiento de la muerte de 
la pasada, las galas alegría de la vida de 
la presente; y para que todas las alosas la 
consigan, á petición de la Reina, nuestra 
Señora, Su Santidad concedió, en toda la 
octava de los Santos, fuesen de alma los 
altares todos de la iglesia de Santa María 
del Almudena. Y porque guardar el alma 
es la primera ol3ligacion, puso en cobro la 
suya su hija mayor del señor Conde de 
Lemos en Santa Teresa de Lerma, olvi- 
dando las esperanzas que le pudiera cau- 
sar su sangre, sus años y hermosura; mas 
la perfecta hermosura se perfecciona en 
el temor de Dios. Esta Imperial Villa, por 
alegrar los Reyes y festejar al señor du- 
que de Neoburs, tuyo, á veinte, toros, el 
encierro alegre, y mas la entrada del Rey á 



CARTA DÉCIMASEXTA 

Q.UE ESCRIBIÓ UN SEÑOR DESTA CORTE 
Á UN SU AMIGO. 



POR las mias pasadas le he dado cuen- 
ta á Vmd. de las novedades desta 
Corte, y avisos que se han tenido 
de otras partes; continuando nuestra amis- 
tad, me atrevo á escrebir ésta, fiado en la 
palabra que me ha dado de que no la dará 
á la estampa, sino que habrá muy gran 
recato que algún curioso no la coja para 
hacelio. 

Hizo su Majestad merced del Obis- 
pado de Lugo á D. Diego Vela, Vicario 
desta villa de Madrid. Dióse la Secretaría 
del Consejo de Estado á D. Andrés de 
Prada. Hizo su Majestad merced del Con- 
sejo de Estado al duque de Pastrana, 
duque de Alburquerque, Conde de Li- 
nios, conde de Monterey, marqués de 
Caracena, marqués de Gelbes, á Fray Iñi- 

19 



a88 CARTAS DI ANDRÉS DE MENDOZA. 

obrado bien los contenidos en ella. Gonsi* 
deracion que aun á los gentiles, sin lum- 
bre de fe, los templaba y componía, el 
saber que la historia habia de continuar 
en la memoria, como los aciertos, los de- 
fectos de los á que obligó la culpa del 
primer padre. Libre Dios á V. Exc. Cum- 
plido hé con hacer gusto á todos la doc- 
trina de Epiteto, asiendo del asa que me 
toca, si no asieren de la otra no es culpa 
mia, y bastantemente quedo premiado en 
obrar bien. 




ANDBBS DB MENDOZA. 29 1 

el duque de Uceda á los últimos de Mayo, 
en Alcalá de Henares, al cual^ de secretOi 
la propia noche le trujeron á esta Corte á 
su monasterio, donde dejó su entierro, y 
que trújese á su mujer, que estaba en Va- 
Uadolid. Volvió su Majestad la Alcaldía de 
Granada al marqués de Mondéjar, coa 
aj^lauso del pueblo; lo demás no se ha 
proveído. 

El duque de Veraguas se casó con su 
prima la marquesa de Gelves; estuvo en 
las monjas de Pinto, hasta que vino la 
dispensación, depositada: ya se casaron 
con lucimiento. Por la visita que hizo 
D. Fernando Ramírez Fariñas en la Chan* 
cillerla de Valladolid, se confírmó la sen- 
tencia que dio, privando algunos Oido- 
res, y suspendió otros dos. Llegó el cor- 
reo de Flándes, que el Maestro de Cam- 
po Luis Alvarez de Olivera, Portugués, 
salió de Dunquerque con seis navios, y se 
encontró con catorce de las i^as, peleando 
veinte ht>ras, echando á fondo cada uno, 
uno; y visto el nuestro la ventaja del con- 
trarío, se retiró al puerto de Dobla en 
Inglaterra. Llegó á esta Corte, con emba- 
jada de la señora Infanta, D. Diego Mesía 
de Guzmán, á tratar lo que los Embaja- 
dores de las Islas propusieron en razón de 
reducirse á la Corona, y lo que el Emba- 



292 GAftTAS Dg 

^ador de Dinamarca propuso por ellas, 
por haberse el Rey puesto por medianero, 
con que el Palatinado se vutlva al Conde. 
Habiendo enviado el Emperador á Flan* 
des al marqués de Montenegro con quince 
mil hombres para el campo, en el cual 
hay sesenta mü. 

No habiendo hallado socorro el conde 
Mansfelt en Francia para las Islas, pasó 
á Inglaterra. Vá por Embajador ordi- 
nario D. Diego Hurtado de Mendoza, y 
el convite que se le hizo fué muy grande, 
pues los favores de los Reyes salen ya en 
estampa por competir con otros. Volvió 
su Majestad este dia el cofrecillo de jo^as, 
que dejó para la señora Infanta del día 
de los desposorios, al Embajador de In- 
glaterra, el cual despachó dando cuenta á 
su Rey de lo hecho. Ya las cosas de mar 
y tierra de las Indias corren parejas, pues 
con lá llegada de los galeones á 2 de Ju- 
nio, de los ci&les el nombrado El Espíritu 
Santo se anegó, sin- salvarse cosa, y la 
Almiranta, salvándose toda la gente y la 
mitad de la plata^ de que otros tratarán 
más por extenso, llegó nueva de la ciu- 
dad de México, como habia tenido grande 
discordia con el Virey, de que resultó en- 
viar á la Coruña por el marqués de Ger- 
ralvo, que la gobernaba; el cual llegó á 



ANDRÉS DE MENDOZA. 293 

esta Corte á la posta^ estando en ella tres 
diaSy y después dellos partió á embarcar* 
se por Virey ^e México^ habiendo causado 
mucho cuidado el desasosiego de aquel 
Reino. 

Hizo su Majestad merced del Obis- 
pado de León al Padre Fray Gregorio de 
Pedrosa, Predicador de su Majestad y 
General de su Orden. Dióse el Gobierno 
de la Coruña, en el ínterin que otra cosa 
se proveía y al marqués de San Damián, 
nieto de D. Juan Idiaquez. Las seis gale- 
ras de Florencia tuvieron nueva que ha- 
blan bajado las siete reforzadas de Viser- 
ta y cuatro de Argel al paraje del verano 
pasado, y junto á Marsella se encontraron 
peleando, llevando los ñorentines en una 
galeota muertos cuatrocientos soldados, y 
de los turcos mil; llegó esta nueva con ex- 
traordinario de Genova. Murió el Secre- 
tario Jorge de Tobar, de los papeles to- 
cantes al Patrimonio Real «eclesiástico, la 
cual $ecretar¡a se dio al Secretario Juan 
de Insausti, con retención de los despa- 
chos /de Estado. La Secretarla de la Cá- 
mara de Justicia de Pedro de Contreras, se 
dio á D. Sebastian de Contreras, quedán- 
dose su padre con los papeles del despa- 
cho del conde de Olivares. El gran torea- 
dor de á pié llamado Arañuela (que citó 



2^ CiBTiS IB 

D. Francisco de Quevedo en su carta de 
la jornada de Andalucia) le mató un toro 
junto Alcalá, en un lugar limado Meco; 
hirióle por la barba, suerte que hizo de 
ponerle el rejón entre los cuernos. Queda 
6u Majestad de la Reina, nuestra Señora, 
preñada en tres meses. Don Andrés de 
Castro, tío del conde de Lemos, se casa 
con hija de la condesa de la Torre. Hizo- 
se asiento con los hombres de negocios, de 
seis millones para las guerras de Flándes. 
El General Vallecilla bajó al Canal de 
Inglaterra con doce galeones á buscar los 
holandeses que bajan de la India. Hizo 
alarde en Flándes el marqués Spinola de 
setenta mil hombres. Dióse la Presidencia 
de Granada á D. Mendo de Benavides, In- 
quisidor de la general. Prendieron á don 
Antonio de Oquendo y á su Almirante 
Rabanal por invernar en la Habana, ha- 
ciéndoles cargo de algunas cosas. Pide su 
Majestad lanzas á todos los titulados para 
la liga del francés, islas y venecianos; sa- 
lieron á hacer gente cuarenta capitanes. 
Dióse el Obispado de Guadixal Padre Fray 
Juan de Arauz, de la Orden de San Fran- 
cisco, y Predicador de su Majestad. Llegó 
á esta Corte el Embajador del Rey de Di- 
namarca á tratar se permitiese el contrato 
de su Reino, y á la reducción de las Islas, 



ÁNDRB8 DK MBÜDOZA. ^95 

con que al Palatino se le vuelva su Es- 
tado. 

Llegó nu({va que treinta y seis navios 
hablan tomado en el Brasil la ciudad de la 
Bahía de Todos Santos, habiéndose for- 
tificado en ella, habiendo cargado doce 
naos de despojos, enviándoias á las Islas, 
y haberles bajado de socorro veinticinco 
naos para defenderla. Su Majestad junta 
Armada de cuarenta navios; nombró por 
General de mar y tierra á Don Fadrique 
de Toledo con cuatro soldados viejos que 
tenga por consejeros: vá lo mejor de Por- 
tugal y mucha gente de Castilla, que 
serán ocho mil hombres. Tomáronse todas 
las rentas de Almoxarifazgos de Sevilla 
de negros y difuntos^ y otras cosas, para 
sacar quinientos mil ducados para apres- 
tarla, y lo propio en Lisboa, habiendo ido 
á Cádiz el Secretario Bartolomé de Anaya 
al despacho della, la cual saldrá á los úl- 
timos deste mes de Octubre. Habiendo las 
ciudades negado los setenta y dos millones, 
se hizo una junta grande, que asi se nom- 
bró, del Consejo de Estado y Castilla con 
su Majestad, para si de poder absoluto lo 
podia pedir, y para adelante, quitando los 
Procuradores, y que las ciudades no tu- 
viesen que confirmar lo que el Consejo de 
Estado mandase, por cuya materia de Es- 



2igl6 CAATAf Bt 

ttdo se gobierna la Monarquía. Hubo mu- 
chas juntas sobre ello. Dícese no pudo qoi* 
tar á sus ciudades los estatutos y coatum- 
bies; y llegando á votar el marqués de 
Montiñclaros, Presidente que es de Ha- 
cienda y de los Consejos de Estado y 
Guerra, de la Cámara de su Majestad, se- 
gundo privado, quedaron todos admira- 
dos del sujeto, que tal cosa no se había 
vistOi diciendo después el Cardenal Za- 
pata que ni en Roma, ni en toda la Euro* 
pa, se habia oído, ni visto sujeto tal. Di- 
cese que lo que se determinó fué escrebir 
á las ciudades socorriesen á su Majestad, 
por la necesidad tan grande que tenía para 
acudir á las guerras. En esta junta» la pri- 
mera del mundo, el Presidente de Casti- 
lla estuvo á la mano derecha de su Majes- 
tad, y á la izquierda el Cardenal Zapata, 
aunque después en los asientos los Coui- 
sejeros de Estado tuvieron mejor lugar; 
aquí se caliñcó ser después de su Majestad 
la primera persona el Presidente de Cas- 
tilla. 

A i.° de Agosto murió el duque del 
Infantado de ocho dias de cama, no cono- 
ciéndole el mal, ó no atreviéndoselo á 
decir, pues en dos horas recibió los Sar 
cramentos; dio poder á la Duquesa para 
testar. Lleváronlo á Guadalajara. La Do- 



y 



ANDBtS OB MBHDOIA. 2^7 

quesa renunció el título de Duque en sa 
nieto, y su Majestad le mandó cubrir; 
dióse la Mayordomia al duque de Arcos» 
el cual la acejptó. Al duque de Osuna por 
estar tan á lo último, le trajeron á esta 
Corte para curarle; está en las casas de 
Gilimon de la Mota. El duque de Femiuk* 
dina cogió tres navios de turcos, pelean- 
do siete horas; fué presa muy grandiosa. 
El marqués de San Germán fué á Ingla- 
terra con embajada; viene por Flándes sin 
despedirse del Rey, el cual envió un me- 
morial con uno de su Cámara, dándole á 
su Majisstad y á los de Estado, pidiendo á 
su Majestad satisfacción del caso; ha ha- 
bido juntas de Estado acerca desto. MajSr 
dóse que también viniese aquí D. Carlos 
Coloma, y que fuese por la posta el Se- 
cretario Bruneo, que lo era aquí del Con- 
sejo de Flándes, para que haga oficio de 
Embajador en el ínterin que se envia otro. 
Condenóse al duque de Lerma en las tra- 
tas con los frutos caidos, que son casi tres 
millones. 

Llegó correo de Flándes, que el mar- 
qués Spinola habia cercado á Breda con 
cuarenta rail hombres, quitándoles el rio 
Musa, no les entrase socorro, y que lo 
demás del ejército hasta setenta mil era 
volante en guarda, si el enemigo salia por 



39B GAftTAS DB 

Otra parte. Dióse título de marquesa de 
Liche á la hija del conde de Olivares, y se 
casa con el marqués de Toral. En Palermo, 
ciudad en el Reino de Sicilia, dio peste, 
y en-ocho dias murió el Principe FiHber- 
to: muere mucha gente. Quedó con el 
gobierno el Cardenal Doria, hasta que se 
provea, y el ser Gran Prior le viene de 
derecho á D. Diego Brochero, por Baylio 
de Lora. Murió la duquesa de Medina- 
Sidonia; murió el conde de Cifuentes. 
Escribe el duque de Feria que el Polaco 
degolló al Turco treinta mil tártaros. Salió 
decreto de que no se pudiesen dar foturas 
sucesiones en ningún cargo. En casa del 
marqués de Alenquer se hace junta con 
algunas personas y dos del Consejo de 
Hacienda, sobre el ensayo de unas minas 
de oro y plata que se han descubierto en 
Castilla; y también se admiten arbitrios 
de cómo se puede consumir el vellón, 
pues hay tanto que pasa el premio de la 
plata á diez y siete reales el ciento, cosa 
que nunca se ha visto. Este dia pasado no 
hubo quien subiese la comida al Rey, y el 
Conde mandó prender á los ayudas de Cá- 
mara, que eran de guarda, en sus casas 
con dos alguaciles. A los Tesoreros de la 
Cruzada se les apretó mucho; y á D. Fran- 
cisco, hermano de D. Agustín, se le apre- 



ANDBÉS DR MBIIDOZi. 299 

tó en la cárcel, que á no intenrenir la 
Reina por una dama suya, hija del mar- 
qués Spínola, que lo pidió, le sucediera 
mucho mal, porque un criado descubrió 
unos cofres de joyas y dineros que tenian 
escondidos. Quisieron sacar al D. Agustín 
de casa del Embajador de Francia; defen- 
diólo, hablando á su Majestad, y como 
deudos del marqués Spinola, y el dicho 
Marqués escribió á Cario Strata acomó- 
dase estos negocios, y con esto él y Juan . 
Lúeas y Vicencio Squar^afígo lo hacen, 
concertándose con las partes, y su Majes- 
tad le dio licencia al dicho D. Agustín 
Fiesco, para que labrase doscientos mil 
ducados de vellón dentro de un año, que 
por lo menos todos cobraran, siendo me- 
nos la pérdida. 

Murió Fray Plácido de Tosantos, Obis- 
po de Zamora; murió Mardones, fraile 
dominico, Obispo de Córdoba. Al mar- 
qués de la Hinojosa se le ha mandado no 
entre en la Corte y diez leguas alrededor. 
De Flándes llegó correo á siete deste mes 
de Septiembre, como el conde Enrique de 
Bergas habia tomado á los holandeses el 
Ducado de Cleves y su provincia, que era 
todo del Principado de Orliens, que como 
murió sin heredero, le tomaron los de las 
Islas. Al Licenciado Márquez Cisneros, 



3O0 CARTAS M 

Oidor de la Contaduria, hizo su Majestad 
Regente de Sevilla; á su hijo de Gilimon 
de la Mota le hicieron Alcalde de los hijos- 
dalgo de Granada. En esta Monarquía han 
sucedido casos prodigiosos, como ha sido 
lo del hereje en San Felipe, de que se 
imprimieron algunas relaciones, y des- 
pués la Inquisición las mandó recoger; 
luciéronse muchas procesiones el dia del 
octavario. En San Felipe se hizo otra pro- 
cesión general alrededor de la Iglesia, 
donde se halló su Majestad con los Con- 
sejos; y después sus Majestades, domingo 
y lunes de la Magdalena, hicieron en Pa- 
lacio su fiesta, y la mayor que los nacidos 
han visto, ni se verá, disponiéndola desta 
suerte: habiendo adornado todos los cor- 
redores altos de los dos patios, en el de la 
Reina estuvo su altar, que en riqueza de 
diamantes y forma del se llevó el nombre; 
tendría, con voto de todos, tres millones. 
Enfrente estaba el del Infante Cardenal, 
á cuyo adorno asistieron los Teatinos. La 
escalera principal se cerró, haciendo un 
tablado en ella y un altar que se andaba 
alrededor á cuatro haces, habiendo traído 
del Escuríal los frontales y reliquias para 
su adorno^ y en medio, de bulto, San Pe- 
dro teniendo una columna, y encima la 
Fé, que fué una figura que llaman Mecina, 



ANDBES OB MENDOZi. 3PI 

que la dicha ciudad la presentó al Rey 
nuestro Señor, Felipe II, y la dio al Es- 
curial, que es de oro y plata, que se esti- 
ma en doscientos mil ducados. En los cor- 
redores del Rey, nuestro Señor, estaba 
otro de la señora Infanta, á cuyo adorno 
asintieron los Clérigos menores, cosa su* 
períor; lo que habia en frente era el que 
propiamente era del Rey, con sola una 
Custodia grande de piedras de ágatas, 
que el de Osuna envió al Rey nuestro Se- 
ñor, Felipe III, de Ñapóles, y encima pu- 
sieron aquellas grandes reliquias de nues- 
tra redención que están en la flor de lis,' 
que son un pedazo del Inincrucis con un 
Cristo de lo propio, que hizo San Geróni- 
mo, y luego un clavo: en esto pasmaba la 
Corte. Fué la procesión por la tarde; sa- 
lieron de luto los Reyes por sentimiento 
de lo pasado. Todo lo referido se estuvo 
los dos dias dichos para que la Corte lo 
viese, habiendo guardas la noche y dia; 
la entrada fué dificultosa, que fué por la 
escalerilla de la portería de las damas, y, 
visto la confusión, se mandó que, sin per- 
juicio del altar, se quitasen unas tablas^ 
para que por la escalera grande sólo baja- 
sen y por la chica subiesen: con que aca- 
bo con lo dicho. 

Habiendo el propio dia sucedido á 



30? CARTAS DB 

la misma hora en Santa Bárbara llegar 
un loco y arrebatar el Santísimo Sacra- 
mento de las manos al Sacerdote cuan- 
do le iba á alzar, como sucedieron en- 
trambas cosas en un día, estaba la Corte 
atemorizada; probósele serlo, y que vivía 
allí cerca, y que era aguardientero; dió- 
sele cárcel perpetua, aunque estaba loco. 
Con estas cosas se pusieron sus Majesta- 
des luto, y en ocho dias no se represen- 
tó, ni hubo mujeres públicas. Diéronse 
muchas limosnas. Todos los monasterios 
ayunaron con disciplinas y procesiones, 
descubriendo después el Santísimo Sacra- 
mento; y los dias primerps se cubrieron de 
luto los dos altares: casos dignos de per- 
petuas lágrimas. Habiéndose dado la ma- 
yordomía del Rey, y acetádola el duque 
de Arcos, se excusó por el accidente de la 
gota que le sobrevino. Nombró su Majes- 
tad por Embajador ordinario de Francia 
á D. Fernando de Toledo, señor de Higa- 
res. Llegó correo de Sicilia, avisando 
como habia mejorado Palermo y Trápana 
de la peste. Murió D. Pedro Fernandez de 
Mansilla, Oidor del Consejo de las Indias. 
Llegó extraordinario del Brasil como el 
Obispo con alguna gente se defendía de 
los holandeses, y no los dejaban campear, 
matándoles mucha gente; están esperan- 



ANDBIS DB MBHDOIA. 303 

do el socorro para acabar de echarlos. 
Murió el duque de Osuna de sus enfer- 
medades, y tan en Dios, que es para dar mil 
gracias de tan grandes maravillas. Depo- 
sitóse de secreto en San Felipe, j á otro 
dia se hicieron sus exequias, habiendo 
colgado toda la iglesia de luto. Hízose un 
tümbulo muy alto con ocho gradas, en la 
última una almohada con el Tusón. Acu- 
dió este dia toda la Grandeza de la Corte, 
y á su novenario su casa cada dia con 
grande ostentación; el primero y el últi- 
mo dijo la Misa de Pontifical el Inquisi- 
dor mayor, no hubo sermón, y al tercer 
dia fué su hijo el Duque con grande acom- 
pañamiento á besarle la mano á su Ma- 
j[,estad, al cual mandó cubrir. Murió Garci- 
perez de Araciel á veintinueve de Setiem- 
bre con las honras del mundo, que por sus 
trabajos y cuidados en servicio de su Ma- 
jestad le hizo, haciéndole Vicecanciller de 
Aragón y del Consejo de Estado; y, lleván7 
dolé estas mercedes, respondió que ya 
no estaba para cosas del mundo, sino para 
dar cuenta á Dios de su vida. Llegó la 
beatificación del santo Francisco de Borja, 
de la Compañía de Jesús, y los Borjas hi- 
cieron una máscara para alegrar la Corte, 
con que se regocijó. El preñado de la 
Reina, nuestra Señora, se deshizo, ha* 



309 CAITAS DE 

la misma hora en Santa Bárbara llegar 
un loco y arrebatar el Santísimo Sacra- 
mento de las manos al Sacerdote cuan- 
do le iba á abar, como sucedieron en- 
trambas cosas en un dia, estaba la Corte 
atemorizada; probósele serlo, y que vivia 
allí cerca, y que era aguardientero; dio- 
sele cárcel perpetua, aunque estaba loco. 
Con estas cosas se pusieron sus Majesta- 
des luto, y en ocho días no se represen- 
tó, ni hubo mujeres públicas. Diéronse 
muchas limosnas. Todos los monasterios 
ayunaron con disciplinas y procesiones, 
descubriendo después el Santísimo Sacra- 
mento; y los dias primerps se cubrieron de 
luto los dos altares: casos dignos de per- 
petuas lágrimas. Habiéndose dado la ma- 
yordomía del Rey, y acetádola el duque 
de Arcos, se excusó por el accidente de la 
gota que le sobrevino. Nombró su Majes- 
tad por Embajador ordinario de Francia 
á D. Fernando de Toledo, señor de Higa- 
rés. Llegó correo de Sicilia, avisando 
como habia mejorado Palermo y Trápana 
de la peste. Murió D. Pedro Fernandez de 
Mansilla, Oidor del Consejo de las Indias. 
Llegó extraordinario del Brasil como el 
Obispo con alguna gente se defendía de 
los holandeses, y no los dejaban campear, 
matándoles mucha gente; están esperan- 



AN0BE8 DB MENDOZA. 3O5 

tros, que está en lo de Breda, vá muy 
adelante, que para Navidad estará rendida 
la dicha fuerza. El duque de ISIeoburg y 
eleves y Tulieris, poten^te^do de 'A-k^st- 
nia, de quinientos mil ducados de renta, y 
cuñado del duque de Baviera, entró en est« 
Corte á los siete de Octubre, y, ya en ella^ 
se buscan nuevas grandezas de recebimiea^ 
tos, pues el suyo ha sido el más grandioso 
que se ha visto, habiendo salido el cpnde 
de Olivares á caballo con toda la Grande- 
za desta Corte á la puerta de Fuencarral, 
llevándole á Palacio, de donde salió de 
noche, teniendo todos prevenidas hachas; 
que desde Palacio á San Gerónimo, donde 
fué aposentado en el cuarto de su Majes- 
tad, habría más de quinientas, llevándole 
el Conde á la mano derecha. Tratóle su 
Majestad de dirección, como trata el Em- 
perador á los Electores; viene á la ligera 
con ochenta personas, á tratar de sus Es- 
tados, como el Rey se los quitóla las Islas 
por las fuerzas, por estar entre la Frisa y 
holandeses: es católico y acepto al Empe- 
rador. Llegó correo de Milán, del duque de 
Feria, que habia llegado el Archiduque 
Carlos y bajaba á Genova á embarcarse, 
y que el dicho Duque habia enviado á Cer- 
deña por el tercio que estaba alojado de 
dos mil españoles, por las premisas que 

10 



304 CilITAS DI 

biéndole bajado á los últimos de cuatro 
meses. Llegó la nao de la India de Portu- 
gal, con cuatro millones de mercaduría, á 
Lisboa en salvamento. Murió también en 
este dicho mes el Padre fray Simón de 
Rojas, confesor de la Reina, nuestra Se- 
ñora, arrebatándole Dios con una prope- 
gia, durando dia y medio sin volver en sí; 
y fué tan grande el sentimiento de sus 
Majestades y la Corte de su muerte, que 
ei dia de su entierro fué necesario enviase 
el Rey su guarda, por el concurso tan 
grande y aplauso desta Corte á quitalle los 
hábitos, tocar rosarios, que todas las reli* 
giones doce dias por su orden le han dicho 
su Misa y sermón, predicando las grande- 
zas y milagros que Dios obró por su sier- 
vo, que tan ocultas estaban; y el dia del 
Padre Florencia fué cosa espantosa el con- 
curso: tiénese por cierto se verá presto 
su beatificación. Sus Majestades enviaron 
por sus hábitos, y no hay lugar para es- 
crebir las grandezas deste siervo de Dios. 
El Condestable de Castilla se casó con 
doña Isabel de Guzman, hermana del mar- 
qués de Toral, menina de la Reina. Todo 
esto se ha platicado en la Corte. 

De Flándes se escribe que el Francés 
envió cuatro mil hombres á las Islas y el 
inglés seis mil, y que el cerco de los núes- 



ÁKDRB8 DI MENDOZA* 307. 

de Cartagena en el doctor D. Matias Sua- 
rez de Meló. La Tesorería de Santa Marta 
en Antonio de Fuentes. Una canongía de 
la Iglesia de la Concepción de Chile en 
Francisco de Espinosa Caracol. De lo que 
fuere sucediendo ofrezco á Vmd. trasla- 
do, etc. Guarde Dios á Vmdt 





CUANDO las Indias no debieran otra 
cosa á España que el aprieto y 
congoja en que la han tenido este 
año, por la falta de sus avisos, no se lo 
pagaran con el Cerro de Potosí; dos que 
vinieron de la Nueva-España tuvieron tan 
buena suerte, que sus dos Capitanes eran 
moriscos encubiertos, y así, en doblando 
el Cabo, se fueron á Zalé á descansar con 
sus padres y abuelos, dejándonos acá so- 
plando las manos y mesando las barbas. 
Esto se vino á saber por los desdichados 
que con ellos venian y quedaron cautivos, 
que avisaron de la traición y engaño con 
que fueron llevados allí. Del Pirú sólo un 
aviso vino, y ese con tan pocas cartas, 
que es como si no viniera. Pof San Juan 
se despachó de aquí otro aviso para que 
partiese en conserva de la flota de Nueva- 
España, y el orgullo del que le llevaba fué 
tal, que salió la noche antes y al medio 
dia siguiente estaba en poder de los moros, 
que, en compañía de los moriscos, está 



310 CARTAS DE 

sembrada la mar de sus bajeles. Entre los 
despachos que llevaba, el que más pena 
me dio que se perdiese fué el titulo para 
dar el hábito de Santiago á D. Antonio 
de las Infantas, caballero muy calificado 
de Córdoba, que pasó en compañia y ser- 
vicio del señor marqués de Guadalcázar; 
pero ahora va y más seguro. 

Fuerza es tomar la corriente de atrás 
en esta relación, que menos importa que 
se lean dos veces unas nuevas que no que 
se dejen de saber. Digo, pues, 'señor, que 
en este año hemos sido atormentados y 
amenazados de Inglaterra y su armada 
tan valientemente, que cada dia temíamos 
una gran ruina en nuestros puertos; pero 
su Majestad, Dios le guarde, y el señor 
conde de Olivares los proveyeron tan con 
tiempo como convenia para resistir á tan 
poderosa armada, y es sin duda, que á 
ningún puerto llegara que no llevara en 
caperuza. Pero nuestro miedo era mayor 
que su poder, si bien temíamos que todo 
él se ordenaba á coger los galeones de la 
plata, con que ellos quedaran tan pujantes 
y nosotros perdidos para siempre. Llegó, 
pues, el dia de Todos-Santos la armada 
de Inglaterra sobre Cádiz á boca de noche, 
que como ya tenían conocida su playa, no 
quisieron probar otra. Esta plaza estaba á 



ANDRRS DE HBNDOIA. 311 

cargo de D. Fernando Girón, Consejero 
de Guerra y Estado de su Majestad, y tan 
gran soldado cual para tal empresa con- 
venia. Al punto que se descubrieron más 
de cien veias^ que fué á la boca de noche, 
despacharon á toda España, y el duque de 
Medina con toda la Andalucía, y de la 
Corte, no quedando hombre de capa ne- 
gra, se juntó el mundo todo en Cádiz y en 
Jerez. El enemigo (por abreviar) echó en 
tierra hasta cuatro mil hombres^ ganó un 
fuertecillo que estaba en el Puntal con 
sesenta hombres y cuatro tiros de artille- 
ría, que se dieron á partido porque no 
tenian defensa. Empezaron á atrinche- 
rarse y el tiempo y aguas á hacerles 
guerra, de manera que aunque estuvieron 
allí ocho dias^ en que no les fué bien en 
alguna^iescaramuzas, viendo los nuestros 
que con priesa se iban embarcando y reti- 
rando, dieron sobre ellos, y sin resistencia 
mataron más de cuatrocientos, sin otros 
tantos que debieron de ahogarse con la 
priesa del huir. Cogiéronles mucho baga- 
je, cuatro piezas de batir y cantidad de 
caballos, que para tirar dellas habian 
echado en tierra; fué gran desconsuelo 
para la nuestra verlos hacer á la mar, por 
parecer iban en busca de los galeones, 
que ya por horas se esperaban. Pregonóse 



312 CAnTAS DI 

en Sevilla y Lisbos^ que el que alcanzase 
á ayisar al de Cadereyta le darian seis mil 
ducados, y al segundo que llegase cuatro 
y al tercero dos; con que partieron de 
ambos puertos arriba de cuarenta cs^ra- 
belas, y la fortuna de España estuvo en 
que ninguna le encontró. No se supo de 
la armada enemiga en muchos dias, y por 
esto se entendía habla pasado á las Indias 
ó habia ido sobre alguna isla; ahora se ha 
sabido llegó á su puerto con cincuenta 
bajeles, todos destrozados y perdidos, y 
el que más gente llevaba eran diez hom* 
bres, toda la demás gente y bajeles se 
piensa los tragó la mar, porque vivos ni 
muertos no se sabe dellos, ni Dios per- 
mita que parezcan. A D. Fernando Girón 
hizo su Majestad títuU por los servicios 
desta ocasión, que fueron notables. Es- 
tando, pues, en este aprieto á veintinueve 
de Noviembre, llegó á boca de noche el 
de Cadereyta á Cádiz, sin haber encon- 
trado carabela amiga que le avisase del 
peligro, ni bajel de enemigo que le turba- 
se, por lo cual su Majestad cristianísi má- 
mente mandó se dotase en toda España, 
á veintinueve de Noviembre, una fíesta 
al Santísimo Sacramento, por la gran 
merced que este dia hizo á toda la Cris- 
tiandad. 



AN0RÍ8 OB MENDOZA. 3I3 

Don Fadrique volvió del Brasil tan 
derrotado, que ni vaso ni soldado pudo 
servir en esta ocasión. En Lisboa estaban 
cuarenta y cinco galeones por cuenta úc 
Tomás de Larraspur y D. Alonso de Mü- 
gica; á estos no les pareció iguales armas 
para salir al enemigo, ni para desamparar 
el puerto, donde, si no estuvieran, se te- 
mieron iría á dar. Al de Cadereyta, por la 
buena fortuna y diligencia deste hecho, le 
hizo su Majestad Mayordomo de la Reina, 
y recibió una hija por Menina, con la su- 
cesión del virreinado de Méjico. 

Los treinta navios que al salir del Bra- 
sil encontró D. Fadrique, que enviaba el 
holandés de socorro, y se le desaparecie- 
ron, dieron sobre Puerto-Rico, donde es- 
tán hechos fuertes, y mucho más los nues- 
tros en la fortaleza del castillo con cua- 
trocientos soldados y socorro que de San- 
to Domingo le envian cada dia: mujeres y 
niños y hacienda se retiraron la tierra 
adentro, donde dicen están seguros. Aho- 
ra parte D. Juan de Andrada Colmenero, 
General del mar del Sur, y de camino, 
con la armada que para allá lleva, pa- 
gará de contado la buena obra que en 
Puerto-Rico están haciendo los holan- 
deses. 

Mientras el enemigo estaba en Cádiz, 



314 G1ETA8 DB 

la señora Infanta, en Flándes, ha hecho 
gran daño á los holandeses é ingleses 
destruyéndoles las pesquerías, que eran 
todo su sustento. 

La guerra de Genova ha tenido felice 
suceso, porque pudiendo el de Saboya en- 
trar á pié enjuto, y hacerse señor de todo 
su Estado, cuando llegó á seis leguas de la 
ciudad, después le han hecho retirar mal 
dé su grado, adonde no alzará cabeza ja- 
más. 

Su Majestad justamente ofendido del 
ingrato y ruin trato del Príncipe de Ga- 
les, ya Rey de Inglaterra, tiene toda Es- 
paña en arma^ y ha hecho plaza dellas en 
Llerena, donde está D. Agustín Mexía asis- 
tiendo con D. Diego Mexía, primo del de 
Olivares; y dicen que á la vuelta de Ara- 
gón, donde su Majestad hoy está, se ven- 
drá allí á hacer una valiente armada y ejér- 
cito, para obligar al enemigo á que guarde 
sus puertos, y no inquiete los nuestros. 

Un dia después de los Reyes partió su 
Majestad á las Cortes de Monzón á la li- 
gera, que sólo un coche de muías llevaba, 
y en seis dias se puso en Zaragoza, donde, 
Martes á catorce, entró con palio. Hizo 
una acción tan soberana, que quedan lo- 
cos de contento todo aquel Reino: Pasan- 
do por el castillo donde estaba el presidio 



AÜDBES DE MENDOZA. 315 

que SU abuelo puso (ignominia de aquel 
Reino) preguntó al Jurado en Cap, que lle- 
vaba á su lado: «¿Qué edificio es este?» — 
«Señor, el presidio que su abuelo de vues- 
tra Majestad puso cuando la pesadumbre 
desta ciudad.» Volvió al conde de Oliva- 
res y dijole: «Conde, quitad este presidio 
que no quiero que á vasallos tan leales 
de hoy más se les haga esta vejación.» 
Fué tan grande el ruido y alboroto del 
pueblo por calles y ventanas, que no se 
oyó otra cosa que un clamor público, 
jVIVA EL REY! hasta que entró en pa- 
lacio. 

El dia antes que partiese de Madrid 
dejó proveído el oficio de Pedro de Le- 
desma, Secretario de Indias, en Antonio 
González de Legarda, contador que solía 
ser. Ledesma fué tras de su Majestad, que 
le hizo del Consejo de Indias, con que 
queda consolado del primer golpe. 

Al Sr. D. Juan de Villela hizo su Ma- 
jestad de Consejo de Estado y mandó en- 
tregar los papeles que Ciriza tenia, y los 
que por muerte de D. Andrés de Prada 
estaban sin dueño, señalándole los gajes 
de ambos secretarios. Llévale consigo esta 
jornada para valerse de su entendimiento, 
con titulo de Superintendente, para todos 
los negocios graves que en aquellos tres 



314 G1ETA8 DB 

la señora Infanta, en Flándes, ha hecho 
gran daño á los holandeses é ingleses 
destruyéndoles las pesquerías, que eran 
todo su sustento. 

La guerra de Genova ha tenido felice 
suceso, porque pudiendo el de Saboya en- 
trar á pié enjuto, y hacerse señor de todo 
su Estado, cuando llegó á seis leguas de la 
ciudad, después le han hecho retirar mal 
dé su grado, adonde no alzará cabeza ja- 
más. 

Su Majestad justamente ofendido del 
ingrato y ruin trato del Príncipe de Ga- 
les, ya Rey de Inglaterra, tiene toda Es- 
paña en arma^ y ha hecho plaza dellas en 
Llerena, donde está D. Agustín Mexía asis- 
tiendo con D. Diego Mexía, primo del de 
Olivares; y dicen que á la vuelta de Ara- 
gón, donde su Majestad hoy está, se ven- 
drá allí á hacer una valiente armada y ejér- 
cito, para obligar al enemigo á que guarde 
sus puertos, y no inquiete los nuestros. 

Un dia después de los Reyes partió su 
Majestad á las Cortes de Monzón á la li- 
gera, que sólo un coche de muías llevaba, 
y en seis dias se puso en Zaragoza, donde, 
Martes á catorce, entró con palio. Hizo 
una acción tan soberana, que quedan lo- 
cos de contento todo aquel Reino: Pasan- 
do por el castillo donde estaba el presidio 



ANDBBS Vt MENDOZA. 317 

Murió la Condesa de Chinchón sin dejar 
hijos; y ahora en Toledo, en desafio, un 
mercader mató á D. Pedro de UUoa, mozo 
de veintidós años, hijo de D. Antonio de 
Ulloa y de doña Inés Bazan. Murió Juan 
de Gamboa del Consejo de Hacienda; mu- 
rió D. Bernabé de Vibanco y dejó toda la 
hacienda á las monjas del Caballero de 
Gracia; murió el hermano del conde de 
Salazar en Flandes, y ahora un hermano 
de la señora doña Francisca de Tabara, 
dama de Palacio. Murió D. Sancho de 
Avila, obispo de Plasencia. 

Canonizaron á Santa Isabel, reina de 
Portugal. Beatiñcaron al padre Francis- 
co de Borja, de la Compañía de Jesús, 
porque se han hecho en esta Corte mu- 
chas fiestas y procesiones. Expidió Su 
Santidad breve para que ningún Santo 
colocado destos tiempos quedase con 
altar. 

Juraron en Alemania al hijo del Em- 
perador por Rey de Romanos, con que se 
ha publicado el casamiento de nuestra 
Infanta María con él, que estará un poco 
mejor que con el de Gales, cuya jornada 
dicen hace, y la lleva D. Diego de Guz- 
man, Patriarca que era y hoy Arzobispo 
de Sevilla. Hasta ahora no hay cosa cierta 
en esto, sólo lo es el casamiento. 



3lS CAITAS DI 

La ciudad de Breda, cuyo cerco duró 
tanto tiempo, en Flandes, se rindió á par- 
tido, y fué la señora Infanta á tomar po- 
sesión con el general regocijo de toda 
España, por ver libre al ejército para acu- 
dir á ios enemigos, que por tantos cami- 
nos nos desean hacer pesares. Otros su- 
cesos de guerras particulares ha tenido 
buenos esta Corona, y el Emperador aven- 
tajadísimos contra los herejes, que por 
.no hacer larga esta relación lo dejo de 
decir. 

£1 dia de San Agustin se tocó la cam- 
pana de Velilla, en Aragón, por tres días, 
en diversas veces, y se dice que al tiempo 
. que se tocaba echaba como unas centellas 
de fuego, señalando hacia las partes de 
Francia; estuvo mucha gente que concur- 
rió á ver este espectáculo, y el Virey de 
Aragón, D. Fernando de Borja, que envió 
á esta Corte testimonio desto. Bien hemos 
visto el gran peligro que nos amenazaba; 
el ordinario es tocarse cuando se fabrica 
alguna traición contra España. 

El reino y todos los vasallos, viendo á 
su Majestad tan apretado y con tanto 
enemigo, en esta ocasión le han socorrido 
valientemente; ellos, con donativo más 
de lo que sus fuerzas pueden, pero no 
como pide su obligación, él, dando poder 



ANDBB8 DB MENDOZA. 319 

para que cargue sobre los millones qui- 
nientos mil ducados de renta, con que ya 
vienen á quedar perpetuos. La Señoría de 
Genova dicen ha hecho un gran donativo, 
fuera de otro empréstito, reconocida del 
gran bien que en esta ocasión de España 
ha recibido. Aquí llegó un Embajador suyo 
á dar las gracias, y antes de verle la cara 
se murió. 

El Cardenal Zapata, mi señor, aceptó 
el gobierno de este Arzobispado, tan hi- 
dalgamente, que señalándole el Infante 
Cardenal doce mil escudos de gajes, no ha 
querido aceptar un real ni reservar para sí 
provisión ninguna, sino que su Alteza sea 
dueño de todo, con que ha hecho gran 
bien á esta República y al estado ecle- 
siástico. 

Cayó de su privanza y oñcio Antonio 
de Losa, ayuda de cámara de Su Majes- 
tad, y entró en todo D. Antonio de Men- 
doza, su compañero, por una cosa bien 
niña y que esperamos tendrá remedio, por 
ser muy buena persona el caido y muy 
bien quisto, si bien no lo es menos el que 
en su lugar ha entrado. 

Hizo Su Majestad merced de volver la 
Alcaidía de la Alhambra al marqués de 
Mon dejar, que los años pasados le habian 
quitado. Dio título de Conde á D. Fran- 



320 CABTáS DB ANDBE8 DB Jl&MDOZA, 

cisco de Eraso, y á D. Francisco Dávila, 
primo-hermano del de Olivares, y al señor 
de Valdonquillo, y á D. Antonio de Cór- 
dova, y á D. Pedro Niño, el de Toledo. 

La Comisaria de Cruzada al Arzobis- 
po de Zaragoza. Capellán y limosnero á 
un hermano del duque de Medina. 

Al marqués de Charela han dado título 
de España, y en Zaragoza presentó la 
ciudad una bolsa con diez mil escudos á 
su Majestad y un sin número de cosas de 
comer. A 23 deste quitó su Majestad todo 
el Consejo de Hacienda y Tribunal jác 
Contaduría mayor, y ha puesto de nuevo 
á D. Francisco Dávila, á D. Juan de Casti- 
lla, á D. Francisco de Boorques, hijo del 
Oidor, y sólo quedó Ipeñarrieta. Esto es 
lo más digno de memoria que al presente 
puedo avisar en esta relación, que se im- 
prime á los 27 de Enero de 1626. 




CARTA DÉCIMASÉTIMA. 



A 7 de Enero deste año 16261 partió 
su Majestad desta Corte á Zarago- 
za, llevando en su compañía al se- 
ñor Infante D. Garlos y algunos Grandes, 
Titulados y Caballeros, así de los Conse- 
jos de Elstado y Guerra, como de su casa. 
Siguióle también el Consejo de Aragón y 
parte de los soldados de las tres guardas; 
los sucesos de la jomada y d^ la» tres 
Cortes saldrá impreso. Todo se concluyó 
brevemente, y su Majestad volverá á esta 
Villa muy presto á dar orden en las cosas 
de paz y guerra, porque el Palatino, como 
despojado de sus Estados, convoca á todos 
los Príncipes herejes para que le ayuden 
á cobrarlos. Con este color han hecho los 
herejes una gran liga, que toda ella cons- 
pira contra España y casa de Austria, 
por ser freno de sus diabólicas intencio- 
nes y trazas; en ella entran el Rey de In- 
glaterra, cuñado del Palatino, el de Dina- 
si 



322 CARTAS OB 

»■.' 

marca, el de Suecia, el duque de Saboya, 
duque de Pomerania, Bethlengabor, tirano 
de Transilvania; los holandeses, venecia- 
nos, y algunas ciudades Anseáticas de Ale- 
mania. Los desta liga enviaron Embajado- 
res al Turco para impedir las paces con el 
Emperador, y al fin se concluyeron por 
diez años. 

El de Dinamarca empezó luego á po- 
ner en ejecución lo capitulado con los de 
la liga herética (que ellos llaman de la 
Reltgion), y levantó por la primavera de 
625 un ejército de veinte mil hombres y diez 
mil caballos; y, marchando hacia el Palati- 
nado, el conde Tilli, Capitán general del 
duque de Baviera, y General del Ejército 
de la Liga Católica, le salió al encuentro 
y le desbarató dos veces, y en la una mató 
al duque de Saza, pariente muy cercano 
del duque de Sajonia, el cual se había re- 
conciliado tres veces con el Emperador. 
Últimamente vino nueva, en 15 de Di- 
ciembre de 625, que el conde de Tilli 
pasó á cuchillo diez y siete compañías de 
caballos y mucha infantería en una bata- 
lla que se dieron; cogió el Estado deBrans- 
uic y el de Alberstat,^uyo Obispo mató, 
y quedaba haciendo una fortaleza muy 
grande en la junta del rio Rhin y Mosa, 
con que quita el comercio á los holán- 



áN»RI¿S de MENDOZA. 323 

deses con las ciudades Anseáticas y otras 
tierras del Imperio, que les importa gran 
suma cada año. 

El de Inglaterra casi al mismo tiempo 
estaba aprestando una gruesa armada de 
ciento treinta navios, y, por no declararse 
por enemigo, puso en todos los navios las 
armas del Palatino. Tardóse mucho en sa* 
lir, con ocasión de una gran peste que hu- 
bo en Inglaterra; en el ínterin hubo tiem- 
po para fortificar los puertos y fronteras 
destos Reinos, á donde su Majestad hizo 
llevar municiones y conducir gente. Hicié- 
ronse muchos galeones nuevos, de los 
cuales es General Tomás de Laraspuru, y 
son más de sesenta fuera de los que don 
Fadrique trujo de la toma del Brasil. Los 
catorce son del Reino de Portugal, decio- 
cho de Vizcaya, nueve de los flamencos 
de Sevilla y los demás de su Majestad. 

Acabada de apercibir su Armada el 
Ingles en el puerto de Plemoa, la despa- 
chó en 24 de Octubre, y tuvieron tan feliz 
viaje, que llegaron á Cádiz víspera de 
Todos-Santos; y, aunque la señora Infanta 
despachó luego correo, llegó antes el ene- 
migo, con que turbó notablemente la ciu- 
dad de Cádiz. Tocaron á rebato^ y acu- 
dieron luego los de Xerez y otros pueblos 
á la puente de Zuazo, y la defendieron 



524 CAATiS »R 

valerosamente; don Feraando Girón puso 
luego la gente de Cádiz en orden para re- 
sistirlos. Lo primero que hizo el enemigo 
fué batir el fuerte del Puntal^ y ae apode- 
raron presto del por faltar la munición á 
los nuestros; echaron en tierra mucha 
gente, caballos y artillería. Al segundo 
dia se comenzaron á atrincherar, y estu- 
vieron algunos dias sin hacer nada por lo 
mucho que Uovia. En el ínterin llegó gran 
multitud de gente de todas partes; toda la 
nobleza desta Corte fué, y algunos en ma- 
chos de albarda por oo hallarse otra cosa. 
El duque de Fernandina, General de 
las galeras de Sicilia y Ñapóles, se reco* 
gió al Puerto de Santa María, donde el 
primer dia pasó á vista de los enemigos 
seis cientos hombres á Cádiz, y después 
todo lo necesario. El duque de Medina- 
Sidonia ha andado muy liberal en esta 
ocasión, dando á todos los soldados un 
real cada dia; y la santa Iglesia de Sevilla 
daba cada dia cien fanegas de pan cocido á 
los cercados, á que acudió un canónigo. De- 
sesperados losinglesesde hacer nada, al oc- 
tavo dia se quisieron embarcar; acometió 
D. Fernando Girón á cinco rail dellos con 
seis cientos soldados de los nuestros, y les 
pegaron con tanto denuedo, que mataron 
más de doscientos, y se ahogaron muchos 



ÁNDBBS DR MENDOZA. 315 

Con la priesa con que los hadan embarcar. 
Salieron de la bahía en busca de la 
flota, la cual venía á reconocer en el mis- 
mo tiempo el Cabo de San Vicente, como 
los enemigos; fué Nuestro Señor servido 
que se levantase una borrasca que echó 
los nuestros hacia África, y los enemigos 
á otra parte, y fué milagro no verla, por- 
que pasaron medio grado una armada de 
otra. La nuestra llegó libre á Cádis cua- 
tro dias después de salido el enemigo, sin 
haber encontrado aviso alguno de más 
de cuarenta que le despacharon. Lo que se 
ha sabido pretendian los Ingleses era co- 
ger los navios de D. Fadrique, que sabian 
venian derrotados del Brasil, y después á 
Cádiz, y hacerse fuertes en aquella ciudad, 
para desde allí, con socorro de otras par- 
tes, conquistar á Andalucía, que les pare- 
cía no tenía dificultad. Su Majestad ha 
sentido en extremo este desacato, por 
haber venido los Ingleses como piratas» 
sin denunciar guerra, y por la ingratitud 
de aquel Rey, á quien acarició y regaló 
tanto en esta Corte. Quíntase gente muy 
apriesa en toda España, y se hacen galeo- 
nes en muchas partes, que su Majestad dice 
quiere hacer una gruesa Armada para en- 
frenar á los herejes; y en orden á esto ha 
hecho las provisiones siguientes: Al In- 



326 GABTA8 DB 

fante D. Carlos, Generalísimo de mar y 
tierra; al conde de Olivares, Capitán ge- 
neral de la caballería; á D. Agustín Mesia, 
Capitán general de todo el ejército; por 
Proveedor y Comisario general á Juan de 
Pedroso; plaza de armas en Llerena de 
Extremadura; á D. Diego Mesía*, primo 
hermano del conde de Olivares, Maestre 
de Campo general; á D.Pedro de Toledo, 
á Barcelona por Capitán general de mar 
y tierra; al marqués de Belmar, á Aragón 
á conducir un tercio; al marqués de los 
Vele2, á Murcia por Capitán general; al 
conde de Lemos á Galicia, y al conde de 
Santisteban á levantar gente en el Obis- 
pado de Jaén y Reino de Granada. Su 
Majestad ha mandado que todos los Obis- 
pos, Comendadores y Caballeros de las 
Órdenes tengan á pui>to las lanzas que 
tienen obligación de dar. 

£1 de Suecia levantó en Junio pasado 
de 625 un ejército de veinte mil hombres; 
al mismo tiempo se previno el Polaco, su 
vecino, juntando mucha gente de cosacos 
y polacos para defenderse. Presentóle la 
batalla, desbaratóle y le mató mucha gen- 
te, y prendió á muchos señores Suecos; y 
ocho navios de guerra que enviaba el Rey 
de Suecia al de Dinamarca, con una tem- 
pestad, se derrotaron y perdieron. 



ANDRBS DB MENDOZA. 327 

El duque de Sabóya, con ayuda de 
Francia y de los Venecianois (los cuales 
le dan del tesoro de San Marcos cien mil 
ducados cada mes), pretendió coger á Ge- 
nova y saquearla, que dicen es la bolsa de 
España. Hiciéralo, si el duque de Feria, 
Virey de Lombardía, y el marqués de 
Santacruz, General dé las Galeras de Sici- 
lia y Ñapóles, no se lo impidieran, porque 
habia cogido toda la campaña del Ginove- 
sado. Echáronle luego della, y le han des- 
truido gran parte de los lugares abiertos 
del Piamonte. Cercóle el duque de Feria 
la ciudad de Berma, y, por haber llovido 
mucho y ser el principio del invierno, le 
fué forzoso retirarse; hízolo con grande 
destreza y ardiz, enviando lo primero la 
artillería á Milán por el rio Pó, y, que- 
riendo retirar la infantería, dejó ochocien- 
tos caballos en emboscada. Viendo Iqs cer- 
cados ir la infantería, salió una gran multi- 
tud dellos, y, ya que estaban cebados en 
ofender la retaguardia, dieron los caballos 
de repente sobre ellos, y mataron muchos, 
y los demás huyeron á la ciudad. El mar- 
qués de Santacruz, con la gente de las 
galeras, tuvo otra refriega con el Prín- 
cipe Thomas, y le desbarató y quemó tres' 
lugares, habiéndolos saqueado. 

El duque de Boquingan, Privado del 



3^ GASTAS DE 

lley de Inglaterra» fué á Holanda por No- 
viembre de 625, dicen que para hacer otra 
armada, para estorbar ^ los navios de 
Donquerqiie las correrías j presas que 
continuamente les hacen, porque con ellos 
no tienen navio seguro «n aquellos mares; 
para alcanzar «sto, ofirecia Boquingan á 
los Estados cuarenta rail liombres, con con- 
dición «que el Palatíno fuese General dellos, 
y que tomasen por protector al Rey de 
In^aterra. Los holandeses c^eron el pos- 
te, y echaron de ver no pretendían otra 
cosa que hacer Señor de Holanda al Pa- 
latino, con lo cual le despidieron sin efec- 
tuar nada. El duque de Pomerania envia- 
ba seis mil hombres de socorro al Rey de 
IHnamarca, tuvo aviso el Polaco, y puso 
mucha caballería de cosacos en celada, y 
los pasaron á cuchillo casi todos. 

Salida la armada de Inglaterra, que- 
daron sesenta velas holandesas en el Canal 
para estorbar la salida á los nuestros de 
Dunquerque, pero Nuestro Señor ñié ser- 
vido de enviarles una tempestad tan gran- 
de, cual jamás han visto los vivos en 
aquellas partes, que excepto á cinco, to- 
dos los demás hundió, con lo cual los de 
bunquerque tuvieron el paso libre, y fue- 
ron á la pesquería de Noruega, donde co- 
gieron dos navios de guerra de holande- 



ANDBÍS M VtÜDOZA. jiQ 

ses y hundieron más de cuatrocientas bar- 
cas ^ue estaban asidas unas con otras tes- 
didas las redes, muy descuidadas. Desde 
allí tomaron su derrota á la otra pesque- 
ría que los ingleses y holandeses tienen en 
Terranova, donde hallaron tres navios de 
guerra en guarda de las barcas, y á todas 
las hundieron, y de los tres navios uno 
cogieron, el otro huy6, y el tercero por 
no rendirse se quemó. Con lo cual se vol- 
vieron á Flándes cargados de despojos, y 
trajeron algunos capitanes muy afamados 
de los holandeses; y dicen importa la 
pérdida más de tres millones. Todas las 
ciudades de Flándes, con licencia de su 
Majestad^ arman navios, y los de Ostende 
cogieron en 8 de Diciembre de 625 dos 
navios de Ingleses, uno cargado de mer- 
cadurías y otro de guerra con seiscientos 
soldados y cuarenta piezas, que era la 
estafeta de aquellas partes. 

En 8 de Enero de 626 vino nueva que 
el marqués de Santa Cruz, con los solda- 
dos de Genova, cogió al Saboyano tres 
lugares: á Ormea cogieron de repente, y 
los soldados se recogieron al castillo, y 
viendo no les iba socorro, se rindieron; 
Garesio y Cheva fueron puestos á saco, y 
viendo el Marqués no los podia sustentar, 
les hizo arrasar las murallas. 



330 CABTAS DE 

En 20 de Enero vino nueva que los 
Caballeros de Malta cogieron un galeón 
turquesco con gran suma de mercaderías, 
y que Su Santidad había beatificado al 
santo fray Feliche de Gantalicio, religio- 
so capuchino; y que el Emperador estaba 
en Hungría, teniendo Cortes en aquel 
Reino, y que coronaron á su hijo por Rey, 
con grandes fiestas y regocijos. Y propo- 
niéndoles su Majestad Imperial cuatro, 
para que escogiesen uno por Palatino, es- 
cogieron al conde Estrasi, que no fué 
ocasión de menor alegría, por ser gran 
católico y hombre de grandes partes; y á 
petición de su Majestad Imperial volvie- 
ron á las iglesias las haciendas que les te- 
nian usurpadas los herejes. 

En 21 de Enero vino aviso de Ingla- 
terra que la Armada inglesa habia llegado 
muy mal parada. El mismo día vino nue- 
va que los cosacos del Rey de Polonia y 
los tártaros hicieron una grandiosa cor- 
rería en las tierras del Turco, y trujeron 
muchos despojos y cautivos; y que yendo 
ciento cincuenta caballeros nobles ingleses 
á holgarse la Pascua de Navidad con el Pa- 
latino, que está en Holanda, los cogieron 
los navios de Dunquerque, y les ha de cos- 
tar el rescate mucha suma. 

A D. Diego de Guzman, Patriarca de 



▲NDBÉS DI NINDOZA^ 33 1 

las indias, han hecho Arzobispo de Sevi- 
lla, y con lo que él tenia han acomodado 
los siguientes: Al Inquisidor general, don 
Andrés Pacheco, dieron el Patriarcado, 
con solos dos mil ducados de renta (el 
cual no lo gozó, porque murió lunes 6 de 
Abril á las tres de la mañana; llevaron su 
cuerpo á la Puebla, donde se mandó de- 
positar hasta que se acabe el convento que 
dotó y fundaba en Cuenca, de Carmelitas 
descalzos), y de los doce mil ducados que 
SOR, han repartido los diez mil entre Car- 
denales de Roma: al Arzobispo de Zara- 
goza, que fué Prior del Escurial, han dado 
la Cruzada: á D. Alonso de Guzman, hijo 
del duque de Medina-Sidonia, Limosnero 
y Capellán mayor de su Majestad, y una 
canongia de Toledo que tenia el Carde- 
nal de la Cueva. El Obispado de Plasen- 
cia, que vacó por D. Sancho Davila, se 
dio á D. Francisco de Mendoza, Obispo 
de Málaga. El Oidor Melchor de Molina 
ha tomado residencia secreta, desde el 
año 623, á los del Consejo de Hacienda, y 
há muchos dias que se rugia habian de 
jubilar algunos; difiriólo su Me j estad 
hasta principio del mes de Enero deste 
año, que desde Guadalaxara envió las ór- 
denes siguientes, que jubilaba á los del 
Consejo de Hacienda siguientes: D. Pedro 



\ 



3)t tiltAS DV 

Mesía de Tobar, Juan de la Serna, Jaan 
de Soria, Miguel de Peñarríeta. Los dos 
Secretarios, que son Pedro de Lezama y 
Juan Rodríguez Nuñez, quedan con sus 
gajes. Los que entraron son los siguien- 
tes: Gilimon de la Mota, del Consejo Su- 
premo, por Contador mayor y con preemi- 
nencias de Presidente; los demás Conta- 
dores mayores son, D. Francisco Davila, 
marqués de la Puebla; D. Juan de Casti- 
lla, D. Antonio de Bohorques, D. Baltasar 
de Álamos, y por Secretario con primer 
voto Miguel de Peñarriera, y D. Juan de 
Molina por Fiscal. Para el título de provi- 
siones 6 libranzas se intitula dicho Con- 
sejo: «A vos el mi Contador mayor, Presi- 
dente y Contadores mayores de mi Con- 
sejo de Hacienda;» y éstos no han de durar 
más de dos años, como se declara en el 
juramento que se les tomó de ñdelidad, 
para que no sientan cuando su Majestad 
los quiera promover 6 quitar. 

A D. Juan de Villela, Presidente de 
Indias, han hecho del Consejo de Estado 
y Sobreestante de los Secretarios de este 
Consejo; y han puesto por Gobernador 
del Consejo de Indias á D. García de Haro, 
hermano del marqués del Carpió, persona 
de grandes partes. Al Secretario Pedro de 
Ledesma han hecho Consejero de Indias, 



ANDBBS DE MENDOZA. 533 

y en su ofício entró Antonio González de 
Legarde. En esta villa de Madrid muri6 
el gran Prior de San Juan D. Diego Bro- 
chero; su cuerpo fué llevado á Salamanca 
al convento de los religiosos Mínimos. 

Su Santidad crió en el Consistorio, eq 
1 5 de Eaeroy doce Cardenales, que son los. 
siguientes: A Monseñor Patriarca Caeta- 
no; al Arzobispo de León, de Francia; al 
Arzobispo de Praga, de Alemania; al Ar- 
zobispo de Damiata, Nuncio en Francia; 
al Obispo de Montefrascone, Mayordomo 
de su Santidad; al Obispo de Remini, de 
Venecia; al Obispo de Bergamo; al Obispo 
de Gravino, Nuncio en esta Corte; al Au- 
ditor de la Cámara; al Datario de la Rota; 
á Monseñor Briscia, clérigo de la Cámara; 
á D. Enrique de Haro y Guzman, hijo del 
marqués del Carpió. 

Desde i6 de Enero deste año de 626 
hasta 17 de Febrero no ha cesado de llo- 
ver, y han sido las avenidas de los rios 
tan furiosas, que se han llevado muchos 
pueblos, y en Salamanca y Sevilla fueron 
los daños grandísimos, no sólo derribando 
muchas casas, sino parroquias y monaste- 
rios muy fuertes, de que andan relaciones 
impresas. 

En 18 de Febrero vino nueva de Flan- 
des que los navios de Dunquerque cogie- 



354 CÁtTAS DB 

ron cinco de holandeses que venían de la 
India cargados de ricas mercaderias, y 
se aprecian en un millón. 

El Cardenal Legado tomó puerto en 
Barcelona con muchos Prelados y señores, 
en ocasión que su Majestad se hallaba en 
aquella ciudad, y le fué á recebir el nuevo 
Cardenal, Nuncio de su Santidad, con gran 
acompañamiento. En su compañía vino el 
nuevo electo General de San Francisco, 
Fray Bernardino de Sena, natural del 
Reino de Portugal. La señora Infanta doña 
Isabel ha enviado de Flándes por Emba- 
jador al Príncipe de Gabas, conde de 
Egmont, gran señor en aquellos Estados; 
entró en esta Corte con buen acompaña- 
miento. Tiene gran casa y ostentación, y 
se entiende será de grande efecto sft em- 
bajada. 

Hánse proveido para el Pirú las plazas 
siguientes: La Presidencia de Chile, ádon 
Francisco de Yrazabal; Corregidor de Are- 
quipa, á D. Pedro de Jarava; Corregidor de 
Guamanga, á D. García Osorio de Valdés; 
Corregidor de la Paz, á D. Antonio Mogo- 
llón de Ribera; Corregidor de Truxillo, á 
D. Juan de Losada; Corregidor de Yca, á 
D. Diego de Cárdenas;Corregidorde Lox¿, 
á D. Antonio Ortiz de Espinosa; Corregi- 
dor de Cuenca, á D. Alvaro de Zuñiga; 



ANDRÉS DE MENDOZA. 335 

Corregidor de San Márco3 de Arica, á don 
Diego Enriquez; Corregidor de Guaya- 
quil, á D. Francisco de Navarrete; Oidores 
de Panamá, al licenciado D. Sebastian 
Alvarez de Aviles y al doctor D. Miguel 
de Miñaca; Tesorero del Cuzco, á Manuel 
de Guevara, que lo era de la Paz, y la Te- 
sorería de la Paz^ á Fermin de Elcarte; Te- 
sorero de la Concepción de Chile, á Diego 
Martínez de Prado, que lo era de Tucu— 
man; Tesorero de Loxa, á Agustin Delga- 
do de Segovia; Sargento mayor de Carta- 
gena, á D. Antonio Maldonado de Tejada; 
Corregidor de Quito, á D. Antonio Carre- 
ro de Valderrábano. 

Chantre de Guamanga, al doctor Juan 
Nuñez Mexía, canónigo; Arcediano de Pa- 
namá, á D. Alonso de Pareja, Chantre, 
y Sochantre á Jorge de Montalvo, Maestre- 
escuela; dos Raciones de los Charchas, la 
una al Doctor Juan de Vargas, y otra á 
Francisco Gil Negrete; dos Raciones del 
Nuevo Reino, al Licenciado Miguel Geró- 
nimo de la Cerda y Maestro Alonso Ruiz 
de Baena Castillejo; Canongia de la Con- 
cepción de Chile> al Bachiller Juan de 
Aranguiz; la Tesorería de Santa Marta á 
Alexo Rodríguez, canónigo. 

En la Nueva-España han hecho Obispo 
de Traxcala al Doctor Gutierre Bernardo 



33^ CARTAS OB 

de Quirófty Inquisidor de Toledo; Racio- 
nero de México, al doctor León Lasso de 
la Vega. Dieron media Ración de Traxcala 
al doctor Diosdado; Arcediano de Vene- 
zuela al doctor D. Diego Suarez de Apon- 
te; Ración de Santo Domingo, al licen- 
ciado Gerónimo de Alcocer. Salió por 
Oidor de México el licenciada Miguel 
Rttiz de la Torre, Alcalde que era; por 
Gobernador de Cumana D. Christóbal de 
Guiño; Alcalde mayor de los Suchitepe- 
q^es hicieron á D. Bartolomé Estupiñaa, 
y Alcalde de México al licenciado D. Gas- 
par de Bedoya Carvajal. 

Los Procuradores de Córt^ de t^is Co- 
ronas de Castilla y León, con voto de las 
ciudades, han concedido doce millt>nes á 
su Majestad pagados en seis años^ y para 
su paga imponen uno por ciento en todas 
las cosas que se vendieren y trocaran, sin 
haber cosa reservada, excepto el pan co- 
cido; en los anclajes de los navios en los 
puertos; dos reales en cada hanega de sal, 
y dos reales en cada resma de papel blan- 
con ordinario, en la de marquilla seis, en 
la de marca mayor doce; esto es de lo que 
viene de fuera del Reino, que lo que en él 
se labra es más barato. Para esto saca por 
condición que en veinte años no se labre 
moneda de vellón, y otras cosas mu^ im- 



▲NDtás DB MENDOZA. 337 

portantes al bien común. Hácense infor- 
maciones de la santidad de la sierva de 
Dios doña Luisa de Carvajal, señora muy 
principal, nacida en la villa de Jaraicejo 
de Extremadura, cuyo cuerpo está en el 
monesterio de la Encamación de Madrid: 

« 

murió en prisión en Inglaterra por predi- 
car la Fé de Chrísto, etc. 

De Madrid, á 15 de Abril, 1626. 




ts 



APÉNDICE. 



SUMARIO 

IHB lAS IfOtTM I>t: LA CdltTS, T FHUICIrtOt 

VBL Ynnrro (lonitiuvo dk la CATÓutA 

MAJESTAD DEL Rftt DOlt PCLIK IV 
NtTSSTRO fififioR. 

TBAT£iio8 «gura del Aey nuevo» «M oial 
digo que en menos de echo diae be Iwh 
dio 7 dtcbo coses extrañes de grao pe* 
che; están todos conteatisúnos. Lue^o q«MiBi»- 
rió en padre, envió á la Reiiie, y á la Infiín- 
te, 7 el Casdeniri, sos hermanos^ á las Descalzas^, 
y él, con D. Carlos su bermaso^ se fué A San 
Gerónimo, á estar la Semana SaiAs. Yendo en el 
codse le sucedió un caso de verdadero cristiano^ 
y fué que llevaban el Santísimo Sacramento A un 
enfiermo; apeóse con su hermano, haciendo lo> 
mismo los Graades que le aoompañsfcan, 7 todos 
fueron 7 vinieron ecompafiando al 3efior taasta 
dejarle en la iglesii^ de Santa Crux, y mandó dar 
dosckmos ducados para la cera 7 ciento al en- 
fiEsmo, por ser pobre, y, acabadoesto, le dieron 
un aaemoriBi cerrado eA lamisma iglesia, y Inógt 
k 9bn\ 7 pidiendo luz k kyó y le metió en el 
pecho, cosa que á todos causó admiración y con^ 
testo. 

Fué la Inlaata IJnría á k nueva Rdnn, 7» 



342 CARTAS OS 

echándose á sus pies, la dijo llorando: Ya vuestra 
Majestad es Reina de España, gózelo muchos 
años con más ventura que mi madre; yo me huel- 
go en el alma de tener por Reina á quien tanto 
adoro, aunque me ha|lo Uuérfistna de padre y 
madre; palabras que causaron gran sentimiento 
y dolor. Y luego la Reina la levantó dándola 
muchos besos y abrazos, y diciéndola quería 
era y habia de ser la Reina, y estuviese .cierta 
que no habia de ^char menos á su padre y 
madre. 

Luego los Infiuites fueron á besar la mano 
ál nuevo Rey, el cuál los abrazó y consoló dT- 
défidoies, que si hasta allí les habia tenido por 
hermanos, ahora les temia por hijos, y eUoaJLél 
por hermano y padre, y que echarían de ver lo 
mucho que por ellos hacia; y con esto se fueron 
á sus cuartos, adonde les fué á ver con grandes 
muestras de amor y afabilidad. 

Luego mandó enviar un recado muy honra- 
do á la de Gandía, diciéndola, que, pues su abuelo 
la habia señalado para camarera de su madre, y 
que se lo habian quitado sin culpa, se lo restituía, 
la hacia de la Reina su mujer; flieron por ella 
muchos grandes y señores, y la trujeron con 
g^randísimo acompañamiento. 

Ha hecho el Rey dos Consejos, hallándose en 
ellos, y dicho que se guarden las órdenes y cos- 
tumbres del Rey su abuelo, y que no ha de tener 
más oñcios que su abuelo tuvo; ha dicho que le 
han de dar cuenta de treinta maravedís de su 
servicio; ha quitado sesenta Contadores del Con- 
sejo, y dejado solamente ocho. Ha dicho que está 



ANDtBS DC HUfDOZA. 343 

pobre y todos sus criados ricos, y que solos ioft 
hombres de pluma labran casas y son estimados, 
y que ningún soldado, capitán, m Maestre de 
Campo, ve labrar casas en Madrid; y así ha co- 
menzado á premiar este género de personas, 
para que, con la codicia del premio, se alienten 
■Á servirle. Dio á un soldado de' Milán tres mil 
ducados de renta, que habiendo servido muchos 
años, no le dio el duque de Lerma siquiera una 
ventaja. Los oficios y plazas impertinentes que ha 
quitado importan más de doscientos mil duca- 
dos por cada un año. Dijo que su Confesor po 
haga más de confesar, que los Reyes no hablan 
menester privados, y que para consejos ahí esta- 
ban sus consejeros, y para entretenerse que ahí 
estaba su mujer y hermanos á quien él ama 
como á sí mismo, y que solo sirva D. Baltasar de 
Zúñiga de recoger los memoriales y hacerle rela- 
ción, que él ha de ser el que los ha de despachar; 
y ha tomado á pecho, que de ordinario está en- 
tendiendo en negocios y papeles. 

El sábado, víspera de Ramos, pidió el pleito 
<ie Calderón, y habiéndole visto^ y estado tres 
horas con los del Consejo y los jueces de esta 
causa, dijo con gran resolución: Haced justicia 
deste hombre y abreviad con él. Ha dicho que 
en su casa nadie ha de tener oficios doblados, y 
envió luego á decir al Patriarca, que de los que 
tenía escogiese el que le pareciere mq'or y deja- 
se los demás. 

Ha mandado su Majestad á D. Baltasar de 
Zúñiga que las Audiencias las dé públicamente, 
y así sale á darla á cuantos le quieren hablar; y 



|4# 6AB9A8 DK 

le dí|o que é nadie oyese en su apaKoto, j 
lae0B «ele hiciese reúdon -pare ckspadHtr 
«egoctsfotes, porque no quiene qoeeale Cúfte^ 
ystsn sus afioe y hacieiidas. Eatr6 «a aabcM» 
iM Gonde^ SaiaMdr,que le hereda y táenem 
padreen Flandcs y ha aenrádo mucho al ftey^yr 
difo: Sefior, «1 Conde, ni tío« ea muerto, y 
aii Encomienda, suplico á Vuestra Mafeatad 
haga merced detla por los servidos <le mi padp» 
y tk>; ^ lo euaf re s pondió el Rey: Por loa da 
iraestrotio no^por losdeT«iesin>padffeaÍ,yda 
anuy hueaa gsna yo os ha^o merced deUa, iisr 
dic^ que los sefiores y cabatleroa que no faicie 
ren ^ida con sus nraferes, les ha de dessenar 
dd Reino, y que ceda uno mire como vi^e y la 
que hace porque á ninguno piensa perdonar, y 
que todos vivan como crístisnos. Entr6 eu a»» 
brina de hi Infiuxta de L»orena, nieta del de 9a» 
boya, que viene á ser monja i las Descalzas, y 
la hͣo gran redbimiento, disponiendo las cosas 
para su entrada en el monasterio; y la llevó i la 
nueva Reina, la cual, viendo i la Infanta, se le 
renovó el sentimiento de la muerte de supadiv, 
y acudiendo el Rey á su consuelo, la dijo: Ami» 
ga y señora, no tengáis pena ni me la deis á mf, 
ni queráis que yo pierda padre y esposa, y ad* 
vertid, señora, que si habéis perdido un padre 
Rey, os ha dado Dios un Rey naarido, que esa 
8U favor no habds de echar menos la muerte de 
mi padre. 

Llevando D. Baltasar de Zúñiga tres memo- 
riales para que los firmara su Majestad, tocen- 
tes á negodos de guerra, proveídos en cortesa- 



▲NDiif m «OOOSA. f#f 



UBi» Ib pngnaiéel Rey: ^Pttr foian a» hay 
flridarioÉ SB -CMS partes^ <|aa calta snríaaÉD d 
IwyBQ aenrido, á quien se dabea dar caaa 4i* 
doaf y D. Btltaiar respondió que sí, y alBay 
le difo: Pues no lo qtiien> armar, dtaaeé qaiaÉ 
está aárviendo y lo inerace, que con cao htkté 
quien se anieacá aervir á loa Rqres sS aaaíaoe 
coiálado de premiarics. Antonio Gomalaa da Já 
Garda, contador de su lüa|estad, dice, qu6 mi» 
lando aua libros había hallado una partÚa 
tra la Real Hacienda, que importaba 
tea mil ducados, en feirot de Octerb Centuriab 
Gtnovee, y, descubriéndola, k habían qissifcb 
tapar la boca, y porque no hablan podiéai, ie 
ecfaaioo de la confeaduría: ha estado fiíera trea & 
cuatro anca, ahora se dice se ha descubierto la 
partida, y que se le han embargado al Ceaturkai 
cuarenta y siete rail ducados de renta que tesrfa 
sobre la Real Hadeoda, que su principal sao^ 
ochocientos mil ducados. A D. Bernabé de Vi- 
banco, le di)o su Majestad: D. Bernabé, diecaioa 
há que andáis amancebado, por vida vueatra 
qoeos Tais á la manoy os enmendéis, de suerte 
que yo lo entienda, no sea esto causa que dea- 
doreía Tueatros buenos servidos, y me ^ligueia 
á que OB envíe á dedr lo que tengo determinado 
sino os enmedais; con lo cual, echó de la Corte 
la ocasión de su tropiezo y anda más justo que 
una bota blanca. Envió á llamar al Almirante, y 
le dijo: Por vida vuestra que b pasado sea pa- 
sado, y que oa enmendéis y no me dígsn de voe 
lo que aedioe en la Corte, ni andéis en compa- 
ñías que os estorben entrar en Pelado; con lo 



346 CABTAt M 

cua(, 8e enmendó de manera, que luego echó de 
su casa á todas las oomediantas y deniás gráte- 
cilla que la ocupaban, y vive tan solamente en 
compañía de su mujer, que había mucho se 
deseaba: y agora dice el Almirante por donaire 
que se ha metido recoleto. Un capitán que ha- 
bla servido á su Majestad muchos afíos en Flan- 
des, adonde actualmente tiene un lujo en aque- 
llos Estados sirviendo, dio memorial á su Majes- 
tad, representándole sus servicios y de su hijo, 
pidiendo le hiciese merced para su hijo de un 
Castillo que habia vacado en aquellos Estados; 
el Rey tomó el memorial, y luego llamó al don 
Baltasar y preguntó si conoda á aquel capitán, 
y respondió que sí, y que habia servido en Flan- 
dés muchos afíos valerosamente. Su Majestad 
preguntó si era casado; respondióle que no, pen> 
qUe sabia tenia un hijo muy valioite soküuio, 
que actualmente estaba sirviendo en Flandes. 
—¿Estáis bien informado deso? Señor, sí, le res- 
pondió, entonces sacó el Rey el memorial y le 
mandó le diesen lo que pedia, y le escribiese que 
sin venir á la Corte ni hacer gastos se le haría 
merced, y á los demás que lo mereciesen: con 
que toda la gente de guerra quedó muy alentada 
con la esperanza del premio. Mandó también su 
Majestad, que no se le abran los memoriales que 
se le dieren cerrados, porque no gusta que lo que 
se le avisa en secreto lo sepa nadie; con lo cual 
ningún privado recibe memorial. Quiere grande- 
mente á la Reina, nuestra señora, á quien visita 
y consuela muy á menudo, mostrándola grande 
amor y estimación, hablándola con palabras 



▲NDMS M HIÜDOZA. 347 

tmoroMt; con lo cual, muestra el deaeo que 
tiene de darle gusto, y todos, con esto, cobran 
tnayór fci^erencia á su Mafestad. 

(pelándose el marqués de Santa Cruz, que 
tiene las galeras mal paradas y mal proveídas y 
sin dineros para pagar la gente, le respondió: No 
os de pena, marqfués, que yo haré que presto so- 
bren dineros. Y tratándole de la Vakelina, que le 
tomaron al conde Palatino pocos meses há, dijé- 
ronle que se quejiaban los Príncipes circunsveci- 
nos, de que la poseyese su Majestad; á lo cual, 
respondió: ¿Ya no es mia? pues pídanmela como 
quisieren que yo la defenderé, y, en siendo Dios 
servido de darme un hijo, pienso salir á campaña 
como mi abuelo. A D. Rodrigo Calderón trajeron 
á la cárcel pública y le doblaron las prisiones, 
dicen que está condenado á muerte. Este dia pidió 
el Rey una corona y cetro de cristal, que el Duque 
había presentado a su padre, y diciendo, por via 
de donaire, que era la con que se había de coro- 
nar por Rey de Ñapóles, y, tomándola en la ma- 
no, dijo parecía buena para su coronación. El 
padre Florencia y el padie Fray Diego López, 
el Viernes Santo y el segundo dia de Pasqua, 
hicieron dos sermones á su Majestad, sobre como 
se ha de gobernar, que dejaron admirado al audi- 
toría y con gran gusto, por haber dicho en ellos 
muchas verdades, que oyó su Majestad con gran 
gusto y atención; y salió de allí con gran deseo y 
ánimo de poner en ejecución lo que había oído, 
y envió á decir al padre Florencia y al padre Fray 
Diego López, que no se cansasen ni encogiesen 
en decirle verdades, porque él no se cansaría, ni 



348 cáKtté M 

oi oirks ni en enmendar cuanto 03retew Lie- 
'vsndo á firmar á tu Maíestad una meroBd que 
habia hecho su padre ^ la cual no pudo firmar 
por la ea&raedad ^ue k sobrevino» y pre^n- 
tando, que era la meited que habia de firmar* 
le respondió D. Baltasar, era el Principado de 
F^oblin. ¿Cuánto tiene de renta? dijo el Regr^^de 
seis mil ducados reza la meroed deste decreta— Y 
voe, ¿quédeds que renta? ¿estús informado d^ 
Ud? No, señor, le respondió;*-pue6 informaos y 
avisadme con puntualidad. Hisolo y avisó como 
rentaba sobre cincuenta mil ducacfos; A Secud, 
lespoddió: Asi informaban á mi padrea m^or es 
esto para mi hermano D. Garlos; y yéndose áau 
sposento, y hallándole durmiendo» le despenó y 
d^: Toma, Carlos, esta merced te be iKcbo 
para. agujetas, que vale más de dncuenaa mil 
ducados de renta, que son mejore s para tí que 
ptra el duque de Uceda, y yo pondré ka ooéas 
de manera, siendo Dios servido, que se vuelvan 
á sus higares, con que yo me desempeñe y mis 
Reinos y vasallos no estén oprimidos. Una per- 
sona eclesiástica fué con un memorial á D. Bal- 
tasar de Zúñiga, representándote sus partes, 
' letras y servidos, diciendo que habia sido con- 
sultado tres veces para un obispado, y que nunca 
se lo habian dado, suplicándole intercediese con 
su Majestad que se lo diese; estando informando 
á D. E^Itasar, llegó su Majestad y preguntó qué 
era aquello, y, didéndoselo D« Baltasar, le rea- 
pondió su Majestad: Deddie, que digo yo, que, 
si Uovieseo más mitras que cuando llueve agua 
menuda, no cairia ninguna sobre su cabeisa, por> 



ÁMDliS n IBIIDOZA. 949 

que las pensabt dar á qnitn m las vohrieae de»» 
poea de liahéFselaa dhMlo y no A (piidí la» fridítni^ 
porque eetaria tsni^cft éáót^ 1k quien laa oiereee 
qfie á quien laa pretende. Ea eiérto qoe so Ma- 
jestad dl6 ma palsbra á todéa loa de su Cáfilar% 
oon fufamento, que al que te cogiese en mentire, 
per pequeña que fuese, le habia de flMndarquv- 
far Hi vida ó no le ha de ver mis^ la cara, ni ka 
db estar anásen so servido; 7 que en Pelado ao 
Ite de baber tn^anes, ni tisonferos» ni chisaac^ 
se*. Cmi lo cari, se limpiaroa los zi^uanc» de»- 
«asmfikn sabatK^as, y á los de la CánNura les 
iíemMa la barba, y nadie pretende ser el pdme* 
Tt> á quien su Ms|cstad haga sem^fantcs mer- 



Lones, á aS de Eaero, dtó el mal de imierte 
i nneetro santo Padre Paulo V, de que murid á 
los 28 del dicho mes, á las cuatro de la tarde; 
luciéronle las exequias de los nueve dias de 
cuerpo presente segtm costumbre, y los pueblos 
ooBtiarcanosse despoblaban para venir á besarle 
el pié < la Capilla, adonde fué llevado en bons- 
bros de los Canónigos y demás personajes, qua 
ya esC*n seftalados porsus higares y dignidadst, 
seo toda la solemnidad que en semeiantes acias 
ss acostumbra. 

Entraren en cdndave fes llostrfstmos Carcüs» 
nales, y á los nvese át Febreso, á lasdko. de feí 
noche, salSó electo por Papa nuestro muy saads 
IMm-Gregovia XV, no^habisode estad» ea sa 
al icdo n más tíenpa da diaciseía hovas, da métd 
de sesenta y ocho aiSaa y seis de Gacdaaal. Bhi 
A faab tapo ) de Balbm% lUimÉlaw Ladaaiía^ es 



35P oaítá» 01 

el pTvmtro á quien nuestro Rey pedia en la no- 
minación, de los que sefiaiaba. Es muy afecto y 
devoto de ta Compaftía de Jesús; yéndoie á bessr 
el pié el General della, y habiéndole recibido con 
gran benignidad, le dijo que se holgaría mucho 
de la continuación entre herpes y gentilea. Suce* 
dio en Francia una gran discordia entr0 el duque 
de Nevera y el Cardenal de Guisa, que, trsyemlo 
pleito sobre una Abadía, dióse por ofendido el 
Cardenal de unos escritos que hizo el de Nevers, 
en defensa de su justids, por lo cual le andaban 
buscando en compañía de Jainvilla, su hermano* 
y le halló en casa de un letrado; y,d¡déndoleel 
Cardenal algunas malas palabras,. le di<) un bofe- 
tón, y queriendo echar mano á la espada el de 
Nevers se cortó la mano, y, antes que desenvai- 
nase, cerraron con él y le echaron en el fuego y 
le trataron muy mal. Háse puesto en campafia 
el Cardenal en hábito de soldado, y no se halls 
medio para ponerlos en paz, por ser la ofensa 
tan grave; están juntos en una parte Nevers, 
Humayna y el conde de Yasal, y Longavilla, y el 
conde de Halpony; y de la otra, el Cardenal y su 
hermano, el Príncipe de Jainviila y el conde de 
Guisa. Dicen costará mucha sangre; el de Hu* 
mayna se muestra tan ofendido, que dice no per- 
donará jamás. Está seíialado combate de dos en 
dos. que son el de Humayna y el de Nevers, 
contra el Cardenal y su hermano; el Rey ha dis- 
puesto salir á buscarlos y ha enviado delante su 
guardia, para estorbar no se junte la gente que 
cada uno tiene de su parte. 

Ha sido su Majestad servido de mandar satis- 



ANDRÉS DE MENDOZA. 35I 

facer la octava parte que se tomó del oro y plata 
de particulares el año pasado de 1620, en esta 
manera: que libra en la moneda de vellón lo que 
monte el ocho por ciento, dándoselo á los mer- 
caderes y negociantes lo que les perteneciere en 
la dicha labranza, y á los particulares á cinco 
por ciento. 

Hánse acabado las paces con holandeses, y 
mandad Rey pregonar guerra contra ellos, y, 
pena déla vida, salgan luego de su tierra, y man- 
da se tengan todos los puertos y fronteras forta- 
lecidas de todo lo necesario en ellas. Y se entien - 
de no se harán más paces con ellos, porque 
teniendo su Majestad en la mano un papel, tocan- 
te á una confederación que le pedían, preguntó 
si eran católicos, y, diciéndole que no, rompió el 
papel diciendo: Defiéndanse ellos, que no quiero 
paces con gente semejante, que Dios me ha de 
ayudar á defender mis Reinos sin ayuda de here- 
jes. Y así habrá muy grandes guerras, porque, 
aunque ellos están ricos, está nuestro Rey ven- 
cedor con el Palatino, que le ha ganado muchas 
tierras y el valle de la Valtelina, que es lo que 
el Rey más ha menester en aquellos Reinos, por 
ser el camino por donde le estorbaban, y ahora 
tiene libre todo el paso y camino necesario para 
todo lo que quisiere. 



»VÍ5«<L/*. 




CT6^ 



tíh 



35P OAiTA» 01 

el {hrimero á quien nuestro Rey pedia en la no- 
minación . de los que sefiaiaba. Ea muy afecto y 
devoto de ta Compañia de Jeaús; yéndoie á besar 
el pié el General della, y habiéndole recibido con 
gran benignidad, le dijo que se holgaría mucho 
de la continuación entre herpes y gentUea. Suce* 
dio en Franda uiyi gran discordia entr0 el duque 
de Nevera y el Cardenal deGuisa» que, trayendo 
pleito sobre una Abadía, dióse por ofendido el 
Cardenal de unos escritos que hizo el de Nevers, 
en defensa de su ¡ustida, por lo cual le andaban 
buscando en compañía de Jainvilla, su hermano, 
y le halló en casa de un letrado; y, diciéndole d 
Cardenal algunas malas palabras,. le di0 un bofe*- 
ton, y queriendo echar mano á la espada el de 
Nevers se cortó la mano, y, antes que desenvai- 
nase, cerraron con él y le echaron en el fuego y 
le trataron muy mal. Háse puesto en campaña 
el Cardenal en hábito de soldado,. y no se halla 
medio para ponerlos en paz, por ser la ofensa 
tan grave; están juntos en una parte Nevers, 
Humayna y el conde de Yasal, y Longa villa, y el 
conde de Halpony; y de la otra, el Cardenal y su 
hermano, el Príncipe de Jainviila y el conde de 
Guisa. Dicen costará mucha sangre; el de Hu- 
mayna se muestra tan ofendido, que dice no per- 
donará jamás. Está seíialado combate de dos en 
dos. que son el de Humayna y el de Nevers, 
contra el Cardenal y su hermano; el Rey ha dis- 
puesto salir á buscarlos y ha enviado delante su 
guardia, para estorbar no se junte la gente que 
cada uno tiene de su parte. 

Ha sido su Majestad servido de mandar satis- 



NOTICIA BIBLIOGRÁFICA 

DB 

ALGUNAS RELACIONES DE SUCESOS PARTICULARES 

DE LOS AfcOS 162 1 AL 1626, DE LA MAYOR PARTE 

DE LOS CUALES HACE MENCIÓN EN SUS CARTAS 

ANDRÉS DE ALMANSA T MENDOZA (l). 



AÑO DE 1621. 



* I. Copia de vna carta que escriuio vn Se- 
ñor I desta Corte ¿ vn su amigo. 
Fol.— 2 hojas. 
Impresa en este tomo pág i. 

2. Nuevas | de Castilla, ve- | nidas este pre- 
sente I año de 1621. por el mes de Otubre. (Al 
ñn): Con licencia, en Lima | por Geronymo de 
Contreras; Año | de 1621. 

Empieza: Después de haber oidosu Magestad, 
el Rey nuestro Señor^... 



(i) Cuando la Relación tiene portada ó empieza el 
texto después de la primera página, lo advertimos, 
asi como también caando hay página ú hoja blanca, y 
si está foliada ó paginada ó con signatura. El orden 
seguido es el cronológico de los sucesos, en cuanto 
nos ha sido posible. 

23 



354 NOTICIA bibliogiIfioa. 

Acaba: Otras mil preñezes hay que saldrán 
¿ luz ¿ su tiempo de que se auisará. 
Fol.— 2 h. 

Reimpresión de la anterior, suprimiendo las tres pri- 
meras lineas y unas cuantas pslabras del fin. 

3. Discurso que el Conde de Benabente dio 
á su Magestad el Rey nuestro señor Felipe 
quarto, sobre lo que se debe hacer en el gobier- 
no presente, y las causas de Ig destruicion desta 
Monarquía y estilo nuevo de gouemar. 

Empies^a: La reputación del gobierno desta 
Monarquía se halla en tanta quiebra que llega 
á ser desestimado 

4.^—6 h., la última en blanco. (Manuscrito.) 

4. Codicillo { donde se declara el | testamento 
y mandas | de nuestro muy Católico Rey Don 
Felipe I Tercero que sea en gloria, j Compuesto 
por el Licenciado Gaspar de Roxas. £ Impressa 
en Salamanca | con licencia del señor Prouisor, 
y agora en Barcelona con licencia del Or- | di- 
ñarlo por Esteuan Liberos en la Calle de Santo 
Domingo. (Figurita). 

Tres romances que empiezan: 
I.* Ya el Rey Felipe tercero 

aquel Monarcha excelente, 

que en santidad y costumbres 

exemplo ñie de los Reyes 

2." En las manos religiosas 

de aquel gran P. Florencia 

hijo de la Compañia 

que haze á los inñernos guerra .... 



NorKiA bibuoguífigá. 355 

3.* Avia 8u testamento 
BU Magestad ordenado 
quando estuuo en Casarrubios 
como ]ra es notorio malo.^.. 

4/— a h. 

5. Copiosa relación | de la enfermedad y 
mver- | te del muy Catholico Rey Don Felipe 
tercero deste | nombre, á quien Dios tenga en 
su santa gloria, el qual | como tan Catholico^ 
murió con el santo habito | de los Menores del 
glorioso Patriarcha de | pobres S. Francisco, en 
tres Romances I diferentes de los otros. (Es* 
tampeta.) (Al fin): En Barcelona por Esteuan 
Liberos en la Calle de Santo 1 Domingo. Año, 
M.DC.XXI. 

Tres romances que empiezan: 

i.*^ En la villa de Madrid 
y en su Palacio y Alcafar 
está indispuesto Felipe 
el de la gran casa de Austria..... 

2.* Lleno de angustias mortales 
que acobardan al mas fuerte 
mandó llamar á sus hijos 
este Rey sabio y prudente..... 

3.* Vn anciano labrador 

conforme á los del buen tiempo 
con vn báculo en la mano 

blanca la barba, y cabello 

4.*— 2 h. sign. A. 

6. En esta breue relación se refiere | la tris- 
teza y sentimiento que la Corte y villa de Ma- 



356 NOTICIA BIBLlOGliriCA. 

drid, y t todos los Reynos, y señoríos de la Mo- 
narquia Española, t han hecho por la muerte de 
su Magestad. Compuesto por | Francisco Ro- 
dríguez. Iropresso en Valladolid con licen- | cia 
del señor Prouisor, vistas y examinadas, en 
casa I de la viuda de Francisco de Cordoua, 
año 1621. 1 
Cuatro romances, que empiezan: 
I* Ya la parca inexorable 
cuyos valientes azeros 
destruyen las Monarquías 

y castigan los Imperios 

a.* Lvego que por su palacio 
se estendio la triste nueua 
de la muerte del mayor 

Monarca que huuo en la tierra 

3.* Lvego que la triste nueua 
se estendio por toda España 
ciudades y nobles villas 
su sentimiento declaran.. .. 
4 * Ya la fama voladora 

mas desatada que vn rayo 
que la pintan con cien lenguas 

con cien pies y con cien manos 

4.*— 4 h. sign. A. 

• 7. Svmario | de las nuevas de | la Corte, y 
principios del nuevo | Gouiemo de la Católica 
Magestad del Rey Don Felipe ( Quarto nuestro 
Señor. (Al fin): Con licencia, en Lima | por Ge- 
ronymo de Contreras; Año | de 1621. 

Fol.— 2 h. sign. A. 

Impresa en este tomo pág : 341. 



Honcii mbliogiífiga. 357 

*8 Carta segvnda, que escrivio vn cava- | 
llero detta Corte á vn su amigo, 
Fol— a h. 
Impresa en este tomo pág i5. 

*9. Tercera carta que escriuio vn Cauallero 
desta Corte á vn su amigo. 
Fol.— 2 h. 
Impresa en este tomo pá^ 35. 

* lo. Qvarta Carta, que escriuio vn Cauallero 
desta Corte á vn su amigo. 

Fol.— 2 h. 

Impresa en este tomo pág 53. 

* II. Quinta carta, que escriuio vn Cauallero 
desta Corte á vn su amigo. 

Fol.- 2 h. 

Impresa en este tomo pág 71. 

*i2. Sexta carta que escriuio vn Cauallero 
desta Corte á vn su amigo. 
Fol— 2 h. 
Impresa en este tomo pág. 85. 

* 1 3. Séptima carta, j Bien se podra poner por 
séptima Carta, | la muerte y Elo | gio del gran 
Conde de Benauente, la qual pondré de ver- | bo 
ad verbum, como la escriuio un virtuoso de 
esta I Corte, y esto hago por proseguir con mi 
obli- I gadon, y auisar á v. m. de lo que hay 
de I nueuo en este lugar. 

Fol.— 2 h. 

Impresa en este tomo pág. io5. 



353 fionciÁ MBUOGftincA. 

14. Relación | diaria de | las gyerrt8 teni- 1 
das entre Polacos y Turcos por | los afios 1690. 
y 162 T. I Dirigida al Serenissimo Principe Don 
Carlos t Infante de las Espafías. | Por Mathias 
TitlevYski I Cauallero Polaco. (Adorno). Con pri- 
vilegio, En Madrid, Por Tomas lunti, Inapressor 
del Rey N. S. 1 Año M.DC XXIIT. 

Empieza (después de tres hojas de portada y 
preliminares): Los antiguos Geógrafos señalaron 
dos Sarmacfes, la una Asiática, y la otra Eu- 
ropea. 

Acaba: .....que sea prouechosa, y felicissima 
para toda la República Chrístiana.— Fin. 

4.*— 20 h. sig. A-E y foliadas. 

En el mismo afio y por el mismo impresor se babia 
publicado ya esta Relación en latin. La edición caste- 
llana tiene en las preliminares varias composiciones 
poéticas de D. Francisco de Contreras, natural de Ar* 
gamasilla de Alba. Mendoza dice que Is hizo imprimir 
el Embajador de Polonia (pág. 239). 



ANO DE 1622. 



1 3. Discvrso | qve del nacimien- | to, baptis- 
mo y poses- | sion de la Monarqvia | del gran 
Rey Católico, don Felipe IlII. nuestro | señor, 
que largos, y dichosos años la goze, hizo | el 
padre fray Lucas de Montoya, Predicador, y | 
Coronista general de la Orden de los Mini- | mos 
de san Francisco de Paula, y presen- | tó á su 
Magestad, este año | de 1622. 



IftTIGlA BIBUOaiiflGA. 559 

Empleaba: Deyda natural es aerrír los vaaaa- 
lk>8 á sus Reyes..-. 

Acaba: En Madrid, y en este Convento de 
nuestra Señora de la Vitoria, Orden de los Mi* 
nimos de san Francisco de Paula.— De V. M. Ca- 
tólica vasallo y Capellán perpetuo.— Fr. Lucas 
de Monto3ra. 

4.^—8 h. sign. A, y foliadas. 

* 16. Nueuas generales, desde as. de Octubre 
de 621. hasta 18. de Marzo, de 622. 
Fol.-a h. 
Impresa en este tomo pág 117. 

17. Fiestas que hixo el Religiosissimo Co- 
lé- I gio de S. Alberto de Seuilla, del Orden de 
nuestra Señora del Carmen de la Obseruan- 
cía, I por la Canonización de santa Teressa de 
lesvs, Monja del dicho Orden, y | Fundadora de 
sus Descalfos, y Descal9a8, en seis de Agosto.| 
de 1622 años. | 

Empiei(a: Lvego que llegaron á Seuilla las 
alegrissimas nueuas de la canonización..... 

Acaba: .....y pague d cielo á aquellos santos 
Religiosos la piedad y trabajo de tan solemnes 
fiestas como faizieron á su Santa.— Finia. 

Fol.— 8 h. sign. A-D. y foliadas. 

En prosa y verso. 

18. Relación | de la canonización, | nacimien- 
to, vida, muerte y prodigio- | sas marauillas de 
santa Teresa de lesus, gloria de España, Ma- 1 
dre y Fundadora de la santissima Recolecion | de 



358 ffOTlGU MBUOGftinCA. 

14. Relación | diaria de | las gyema teñí- 1 
das entre Polacos y Turcos por j los afios i6so. 
y 162 T. I Dirigida al Serenissimo Príncipe Don 
Carlos I Infiínte de las Bspafías. | Por Mathias 
Titlevvski I Cauallero Polaco. (Adorno). Con pri- 
vilegio, En Madrid, Por Tomas lunti, Inapressor 
del Rey N. S. | Año M.DC XXIIT. 

Empieza (después de tres hojas de portada y 
preliminares): Los antiguos Geógrafos señalaron 
dos Sarmacfes, la una Asiática, y la otra Eu- 
ropea. 

Acaba: .....que sea prouechosa, y felicissima 
para toda la República Chrístiana.— Fin. 

4.*— 20 h. sig. A-E y foliadas. 

En el mismo afio y por el mismo impresor se había 
publicado ya esta Relación en latín. La edición caste- 
llana tiene en las preliminares varias composiciones 
poéticas de D. Francisco de Contreras, natural de Ar- 
gamasilla de Alba. Mendoza dice que la liizo imprimir 
el Embajador de Polonia (pág. 239). 



ANO DE 1622. 



1 3. Discvrso | qve del nacinaien- | to, baptis- 
mo y poses- | sion de la Monarqvia | del gran 
Rey Católico, don Felipe IlU. nuestro | señor, 
que largos, y dichosos años la goze, hizo j el 
padre fray Lucas de Montoya, Predicador, y | 
Coronista general de la Orden de los Mini- | nios 
de san Francisco de Paula, y presen- j tó á su 
Magestad, este año | de 1622. 



NOTiGU inUOOliflCA. 361 

Valencia aquella, fechadas en i." y 4 de Mayo 
de 1623. 

191 Relación | yerdadera, de la | vitoría que 
tuuo don Fadrique de Toledo Osaorío, Ca ) pi- 
tan General de la Armada, y del exercito del 
mar | Océano, contra treynta y vn nauios xle 
olandeaesy | en el Estrecho de Gibraltar, en 10 
de Agosto I año de 1622. dia de san Lorenfo.) 
Impressa con licencia del señor Don Gonzalo 
Pérez Valen | fuela, del Consejo de su Magestad, 
En Madrid en | casa de Bernardino de Guz- 
man. ) Dirigido, á don luán Vidaurre de Orduña» 
vno de los Ca- | pitanes ordinarios de infanteria, 
del Real numero | de su Magestad, en Madrid. 

Empie:(a: Aviendo salido don Fadrique de 
Toledo..... 

Acaba: .«..de que se den á Dios gracias pues 
es suya. 

Fol.— 2 h. sign. A. 

30. Relación certissima de la felicissi- | ma 
Vitoria que ha tenido D. Gon9alo de Cordoua, 
en los Estados de Flandes | en 29 de Agosto dea- 
te año de 1622. Impresso con licencia del | Real 
Consejo, en Madrid por Andrés de Parra. 

Empie¡(a: Los Dias pasados escribí á v. m. 
como el Conde bastardo de Mansulet..... 

Acaba: De Bruzelas7 de Setiembre 1622 añoa. 

FoL— 2 h. 

21. Relación certissima de la felicissima | Vi- 
toria que a tenido Don Gonzalo de Cordoua, en 



36a mmok inuoGiifici. 

los Esudos de Flandes I en 29. de Agosto del 
Año de 1622. 1 Tratase en esta relación de la 
violenta mverte de | el Gran Turco, y rebelión 
que Yuo contra el, leuantando por Emperador 
á tu tío, hombre inútil. 

Empieza: Como el Conde bastardo de Mans- 
uelt, y el Obispo Luterano 

Acaba: ..^.y se deiie esperar cosas grandes en 
^▼or de la Chrístiandad. 
Fol.— 2 h. 

Reimpresión de la anterior, con algunas variantes, 
adicionada con la déla violenta mnerte del Gran Tor- 
co, etc. Parece impresa en Lima, y probablemente en 
el año de i6s3. 

22. Carta escrita de vn soldado de | Oran á 
un Consejero de su Magestad, en respuesta de 
vna I suya de 20. de lulio de 1622. (Al fin): Con 
licencia en Madrid. | Por la viuda de Alonso 
Martin. 

Empieza: Avnquelo que V. S me manda, que 
le de razón de las entradas en África del señor 
don Juan Manrique de Cárdenas 

Acaba: De Oran a 3o de Agosto de 1622 años. 

Fol— 2 h. 

23. Breve relación ) de las cosas svcedidasl 
en el cerco de la Rochela, | desde el mes de 
Agosto deste presente año de mil | y seiscientos 
y veinte y dos. | Fielmente traduzida de lengua 
Francesa en Castellana, | Por el Licenciado Mi- 
guel de León. | Con licencia en Madrid, Por la 
viuda de Cosme Delga- | do. Año de M.DCXXU. 



RonciA miliooaípioa. 363 

Empieza: Entre las ciudades de Europa roas 
fuertes 

Acaba: ...^y atrevimiento á su Rey y se- 
ñor jf c 

Fol.— 2 h. 

34. Relación | de las cosas de mar, | svcedi- 
das á las galeras, y armada | Naual que tiene 
el Rey de Francia en el Océano, cuyo | General 
ts el Duque de Quisa. | Impressa con licenda. | 

Empieí(a: Viendo el Rey de Francia que no 
podía sugetar..... 

Acaba: De la baia de la Isla de Esguillon, A 3o 
de Otubre de 1623 años. 

Fol.— 2 h. 

Ekta última fecha es la de ana carta del Daqae de 
Goiaa inserta en la Relación. 

*25. Carta nona. (Sin mas titulo). 

Fol— 2 h. sign. A. 

Impresa en este tomo pág iBg. 

26. Relación breve de los | grandes y rígvro- 
sos martirios qve el a- | no passado de 1622. 
dieron en el lapon, á ciento y diez y | ocho 
illustrissimos^ Martyres, sacada principalmente 
de las Cartas de los Padres de la compañia de 
lesvs I que allí residen: y de que an referido 
muchas personas de aquel Reyno, que en dos 
Navios 1 llegaron á la Ciudad de Manila á 12 de 
Agosto de 1623. 

Empieza: La causa de tantas novedades y 
atroces martirios... . 



364 NOTICIA BIBLIOOIÍFICA. 

Acaba: .^..y los demás degollados. De que se 
de gloria á Dios para siempre. 
Fol.— 2 h. 



ANO DE 1623. 



37. Capitrlos I de reformación, | qve sy Ma- 
gestad se sirve i de mandar guardar por esta 
ley, para el | gouierao del Reyno. (Esc ReaL) 
En Madrid 1 Por Tomas lunti, Impressor del 
Rey nuestro señor. | Año M.DC.XXII1. | Vénden- 
se en la calle de Santiago, en casa de Antonio 
Rodríguez Librero. 

La ley ó pragmática tiene 22 hojas de texto, 
sign. A, y foliadas, dentro de un pliego que con- 
tiene la portada, licencia y tasa en la i.* hoja: 
y la Publicación en la última, á 11 de Febrero 
de 1623, rubricada por Hernando de Vallejo; en 
todo 24 hojas en fól. 

28. Capitvlos de reforma- 1 cion que su Ma- 
gestad se sirue de mandar guardar, | por esta 
ley, para el Guouierno del Reyno. (Al fin), 
hnpresso en Lima; Por Geronymo de Contrc- 
ras; | Año de 1623. 

Fol.— 8 h. sign. A. 

Reimpresión de la anterior. Una gran parte de lo 
que se manda en esta ley lo adelantó Mendoza en su 
Carla g.* (páginas 146 y 147); después en la carta lo.* 
(pág. 159 y siguientes) se vuelve á referir á ella al ha> 
blar de su publicación en 1 1 de Febrero, y de las gra- 



NOTICIA BIBLI06IÍFIC4. 365 

vM dificaltades que inmediatamente aorgieroo y por 
laa que parece se aplazó su cumplimiento, al menof en 
gran parte. También dice en U miama pág. 147, qoe se 
hablan mandado enviar traslados á muchos Sefiores y 
á cada Ciudad y Cabeza de partido; y, como para esto 
era más breve imprimirla que sacar copias, es proba- 
ble que asi se hiciese y que haya una edición anterior, 
quizá con notables variantes. 

*2g. Carta decima. (Sin más título). 

Fol.— 2 h. 

Impresa en este tomo, pág 159. 

3o. , (Sin título). 

Empie:^a', El viernes en la noche, diez y siete 
deste entre las diez y las onze, llegaron dos Ca- 
ualleros á casa del Conde de BristoL.... 

Acaba: Esto es lo que por aora se ofrece que 
escriuir; después yre auisando á V. r. de las co- 
sas que fueren sucediendo. Guarde nuestro Se- 
ñor á V. r. muchos años como desseo. 

Fol.— 2 h. 

Impresa en letra bastardilla, y con la última página 
en blanco. Se refiere á la entrada del Príncipe de Ga- 
les en Madrid, de incógnito; no alcanza á la entrada 
oficial, que fué el domingo 26 del mismo mes (Mar- 
zo 1023), según otra relación Ms. que tenemos á la vis- 
ta, en la que después de copiar casi á la letra la pre- 
sente, se continúa hasta referir su entrada en público. 

3i. Relación de algvnos | de los mvchos mi- 
lagros, qve I a obrado Dios nuestro Señor en 
Munebrega, lugar de la comunidad | de Calata • 
yud, por medio de una imagen de San Ignacio 



366 Koncu ubuooíífiga. 

deLoyola, { Fundador de la Compañía de lean, 
en loa meaea de Abril y \ Mayo de i633. (Al 
fin)c Impreaao con licencia en Madrid por Luis 
Sánchez | Impressor del Rey N. S. 

Emjpie\a\ En 17 días de Abril del preaente 
afio de 1623. aegundo dia de Pascua^^ 

Acaba: .«..y el Padre Valerio Piquer y el Padre 
Francisco Pérez de Culla, de la misma Compa- 
fiia, an escrito á k>8 Padrea de Madrid. 

FoL— 2 h, 

32. Relación de algvnos 1 de los mychos mi- 
lagros, qve a obrado Dios | nuestro Señor en 
Munebrega, lugar de la comunidad de Calata- 
yud por medio de | yna imagen de San Ignacio 
de Loyola, Fundador de la Compañia de lea va, | 
en loa meses de Abril y Mayo de 1623. (Al fin): 
Impresso en Lima por Geronymo de 0>ntreras. 
Año de 1624. 

Empieza: En 17 de Abril del presente año 
de i623...„ 

Acaba: an escrito á los Padres de Madrid. 

Fol— 2 h. 

Reimpresión de la aqterior. 

*33. Carta vndecima. (Sin más título). 

Fol.— 2 h. sig. A. 

Impresa en este tomo pág 179. 

34. Verdadera | relación | de la entrada | y 
recebimiento qve | hizieron á don luán de Men- 
doza, Marques | de la Hinojosa, y Capitán ge- 
neral de la Arti- 1 Ueria de España, y Embaxa- 



Nonaá. bibuoobAfica. 367 

dor trasor- | dinarío de Inglaterra, que al pre- 
sen I te está por el Rey nuestro | sefíor. (Es- 
cudo IiDp. con el águila de dos cabezas.) (Al fin): 
Con licencia. | De el señor Oydor Veas Vellón» 
Oydor de | la Real Audiencia de | Sevilla, j Im- 
presso I en casa de Gabriel Ramos Vejarano, en 
la calle de | Genova. En este año de | 1623. 

Empie:(a: Partió el Marques de la Hinojosa de 
Madrid, á treze dias del mes de Mayo... • 

Acaba: Por momentos aguardamos la alegre 
nueva de que esta efectuado el matrimonio. 
Dios lo ordene como puede, todo para servido 
suyo. 

Fol.— a h, 

35. 1^ I Relación | verdadera, de la | insigne 
Vitoria que Nuestro Señor ha sido | servido de 
dar, en seis de Agosto deste año | de i633 al 
Conde de Tylli, Teniente de | General del exer- 
cito de la liga Católica, | contra el Duque Cus- 
tiano de Bron- 1 zuyque. Obispo de Alberstat,! 
y su exercito. (Al fin): Con licencia. | En Ma- 
drid, por Diego Flamenco, | Año de i633. 

Empie!(a: Vna de las cosas en que.... 

Acaba: en semejantes ocasiones fundan sus 

buenos y íelizes sucesos. 
Fol— 2 h. 

36. Relación | verdadera de la | milagrosa 
Vitoria que tuuieron los | Católicos de la Liga, 
en Ale- | manía, contra los | Hereges. | Con li- 
cencia. I En Madrid, Por Bemardino de Guz- 
man. | Año M.DC XXIII. 



368 MOTICIA BlBUOOainCA. 

Empies^a-, El Conde de Tilli, Teniente Gene- 
ral de la Liga Católica..^. 

Acaba; ..^por tantas mercedes como nos hace 
por todos caminos.^Fin.— - 

Fol.— 3 h^ la última pág. en blanco. 

37. 1^1 1 Relación | verdadera | en que se da 
q venta | muy por extenso de la primera, y se- 
gunda I parte de la Victoria que Dios nuestro 
Señor fue ser- | uido de dar al Conde de Tylli 
en Alemania, contra i los Hereges rebeldes, y 
enemigos de la Liga Católica, j Traduzida de 
lengua Flamenca en Castellano | por luán de 
Vargas vezino de Madrid. | Impresso con licen- 
cia de los Señores del Consejo Real, | En Ma- 
drid por Andrés de Parra, año lósS. (Al fin): 
Esta tassado por los Señores del Consejo Real, 
cada pliego | desta Relación á quatro mara- 
vedís. I 

Empieza: Muy notorio es como el Bastardo 
Mansuelt 

Concluye: se esperan presto otros buenos 

sucessos mediante el fauor de la Virgen maria. 

Fol.— 2 h. 

*38. Carta dvodecima. (Sin más título). 

Fol— 2 h. 

Impresa en este tomo pág ... 197. 

39. Elogio descrip- | tivo a las fiestas | que 
su Magestad del Rey Fiiipo IIIl | hizo por su 
persona en Madrid á 21. | de Agosto de 1623. 
años, á la celebra- | cion de los conciertos entre 



Noneii biimoorÍfica. 36*) 

el a4re(iis|s¡roo Curios Es lusrdn. Principe deln- 
I glaterra, y ]» sercnífistmii Maria de | Austria 
InfeniB de | CasliUa | Al Duque Adelanlado, *[c. 
(D«d»calorÍB en cuatro lineas.) El licencmito 
D. luán Ruyí de Alarcon | y Mendofa (Al fin): 
Con licencia. |En Madrid, Por la viuda dejAlonso 
Martin. | Véndese en Ií lorre de Santa Cruz. 
Empieja: 

Mientras la admiración aviara atiende 
A tanta Magestad, A tanta pompa, 
el buelo. ó fama, con la voz suspende, 
porque informada bien silencios rompa; 
no encarecida !a verdad aprende, 
(jue no mendiga aumentos de su trompa 

lengua S tu alíenlo, y ley 4 tu albedrio. 
4."— 8 h. sign. A y foliadas. 



40. Relación | breve del mar- | lirio qve die- 
ran á veinte y tres | Mártires del Orden da 
Santo Domingo, en la Prouincio del Taponen las| 
filipinas; sin otros mucbos que los días possa- 
dos murieron i manos de | Maros infieles {de 
ditereniei Religiones.) Embio esta Reía- | don el 
P. Fr. Melchor Moníano, Prouincial de las | Fi- 
lipinas, al P. Fr. Domingo González | desta di- 
L:ha Religión, que es Pre- | dicador, y Comissa- 
rio del [ santo Oficio. (Al fin): Con licencia. En 
Seuilla, por luán de Cabrera. Frontero del | Cor- 
reo Mayor. Aflu de 1Ó37. 

Empieza: Las Filipinas es la Prouincia mas 



370 NOTICU biblimhífica. 

Acaba'. .....y los hizo pintar y poner en sus 

marcos en el dicho Conuento.-^Lavs Deo.— 
Fol.— 2. h sign. A. 

De esta Relación <iebe haber ediciones anteriores, 
pues el último martirio á qne se refiere ocarrtó en 
Agosto de 1633. 

41. Relación ver | dadera de la grandeza 
con I qve se celebro el Avto de la Fe en | Va- 
Uadolid, por los señores de la Santa Inquisi- 
ción, á quatro de Otubre j deste presente año 
dé 1633. Compuesto por Diego j Ossorío de 
Basurto. | Con licencia, en Madrid, por Diego 
Flamenco, y en Sevilla por | Francisco de Lyra. 
Año de 1623. y 

Cuatro romances, que empiezan; 
I.* El divino tribunal 

en cuyos onbros descansa, 
la Fe compren centro suyo ■ 

y en sus pechos se regala 

2* Martes á las tres y media 
quando el soi en su carroza 
va recogiendo los rayos 

por quien de noche se formal 

3.® Miércoles, tres oras antes 
que diese el aurora muestra 
de salir dando á los campos 
su rozio en blancas perlas.^.. 
4.* El lueves por la mañana 
anda van los forasteros 
por las calles aguardando 

la procession de los reos 

4.'-4 h. 



NOTICIA BIBLIOORÍPICA. 37I 

* 43. Sucessos desta Corte, desde 1 5. de Agos- 
to, hasta fin de Octubre. 
Fol.— 2 h. 
Impresa en este tomo pág 317 

*43. Carta de vn Cortesano, á vno de los 
señores Obispos destos Reynos. 
Fol.— 3 h. 
Impresa en este tomo pág 333 

44. Relación verdadera, | del acompañamien- 
to y Baptismo, de la serenissima | Princesa, 
Margarita, María, Catalina. (Al fin): Con licen- 
cia. En Madrid por Diego Flamenco. Año de 1633, 

Empieza: Para el Viernes, (dia de la purissi- 
ma Concepción de la intacta Madre de Dios, 
ocho del mes de Diziembre) se publicó..... 

Acaba: .....¿ la diversión de los cuerpos y á la 
grandeza de tan celebre dia. 

Fol.— 2 h, 

45. )^ I Discvrso I sobre el nacimiento y 
bap- I tismo de 1h Serenissima Princesa Doña 
Marga- | rita de Austria. Y Relación de las fíes- 
tas que huuo, y honra que | hizo su Magestad 
al Marques de Alcafiizas, | yendo este dia ¿ su 
casa. I Por el Doctor Juan Antonio de la Peña, 
natural de Madrid, | A D. Ynes de Guzman, 
Marquesa de Alcañizas, ^c. (k\ fin): Con Licen- 
cia en Madrid, Por la viuda de Cosme Delga- 
do. I Año, M.DCXXIII. 

Empieza (A la vuelta de la 1.' hoja en que 
esta el título y la dedicatoria): Al uoiuersal de- 



yjl noticia 1I1LK>GBÍPICA. 

seo de España en el feliz parto que se espe- 
raba 

Acaha: y dentro de Palacio lo que pre- 
sume la felicidad del dia y ¡unta de Damas y 
Señores. 

Fol.— 4 h. sig. A., la última pág. en blanco. 



AÑO DE 1624. 



46. Relación del Avto publico \ de la fe, que 
«e celebro en esta Corte, Domingo 21. de Ene- 
ro I de 1624. I ^ la'señora Doña María Paulina de 
Chaues, muger del señor Don luán de Chtues y 
Mendoza. (Al fin): Con licencia, En Madrid, por 
Diego Flamenco. 

Empie:(a: Como la lusticiar es la virtud, Real 
y principal exercicio de los Rey^s, .... 

Acaba: ....aumentos en la gracia y mejoras 
en estado doy fin á esta narración, ífc. 

Fol.— 2 h. 

La dedicatoria está suscrita: «Su criado— Andrés de 
Mendoza.» 

47. Relación | verdadera , embiada j de los 
Estados de Flandes por j personas fidedignas, 
de la ruyna que ha causado el mucho | yelo y 
nieue en la isla de Olanda, y como el rio Leeck I 
ha anegado mas de quarenta ciudades y villas, 
donde mu | rieron muchas personas y se perdió 
gran cantidad | de hazienda, y ganados raiayores 
y menores, | como mas largamente se refiere j 



N0TICI4 BIBLIOGRÁFICA. 373 

en esta relación. | Con licencia en Madrid, Por 
luán González, año 1634. 

Mmpie3[a: En la Isla de Holanda, por cau^ 
de los yelQ&. ... 

Acaba: Son estas nueuas autenticas y verda- 
deras, trasladadas de las cartas venidas de 
Flandes. 

Fol.— 2 h, 

* 48. }^ \ Copia de | vna carta de Andrés f de 
Mendoza. | Al Duque de Vexar, Marques de Ci-^ 
¿ra- I león. Conde de Belalca^ar, Cauallero del | 
insigne Tusón de oro. (Al ñn): Con licencia del 
Real Consejo de su Magestad | y prohibición. \ 
Impresso en Madrid por Andrés de Parra, Año 
1624. j Véndese en casa de Alonso de Paredes, 
junto á la cárcel de Corte. 

Fol.— 4 h., sign. A, y foliadas. 

Impresa en este tomo pág 249. 

Empieza el texto á seguida del título y dedicatoria, 
y está en blanco la última página. 

49. Copia de vna carta de | Andrés de Men- 
doza. I Al Duque de Bejar, Marques de Gibra- 
león. Conde de Belalca^ar, | Cauallero del insig- 
ne Tusón de oro. (Al fin): Con licencia en Ma- 
drid, por la viuda de Cosme Delgado. Véndese 
al lado de la cárcel de Corte. 

Fol.- 2 h. 

Reimpresión de la anterior, ó la anterior de esta. 

50. i^ I Verdadera Reía» | cion de la granr 
batalla, que don Fiey 1 Luys de Cárdenas» Ge- 



374 NOTICIA BiiLionaincA. 

neral de las Galeras de Malta, | tuuo con dos 
nauios de guerra y treze CaraniU9aIes | de Tur- 
cos, que cargados de ricas mercaderías que I 
yuan á Constantinopla. Sucedió á tres de Fe- | 
brero deste año de 1624. á la entrada | del 
canal. | Peñérese vna graciosa burla que hizo 
al gran Turco j don frey Antonio de Quiñones, 
cauallero de León. (Estampeta.) Con licencia; 
En Madrid por Diego Flamenco. | Año de 1624. 

Empieza (á la vuelta de la portada): Tenien- 
do auiso el gran Maestre de Malta 

Acaba: ...^tiempo, ni ocasión para esoriuir- 
las. Guarde N. S. {fe. Malta y Febrero 5. de 1624. 
añós.--KI Capitán don Frey luán Maldonado. 

Fol.— 2 h. 

5i. ' Salida del (Rey nvestro Señor | Don Feli- 
pe qvarto, de la villa | de Madrid, para la Ciudad 
de Sevilla, lueves ocho | de Febrero de 1624. 
{ Sacado de una carta escrita de Madrid, á una; 
persona grave | desta ciudad de Sevilla. | Dase 
cuenta del acompañamiento de su Real persona, 
y de las pre- 1 venciones de Sevilla para recebille. 
(Esc. Real.) Con licencia. | Impresso en Sevilla, 
por Francisco Pérez de Estupiñan.| Año de 1624. 

Empie:(a (á la vuelta de la portada): Querien- 
do el Rey nuestro señor don Felipe Quarto 

Acaba: terror de los enemigos, y asombro 

de las naciones estrangeras.— Lavs Deo. 

Fol. — 2 h. 

52. Avisos I muy verdaderos, j que ha tray- 
do el vltimo Correo extraordinario de | Flandes. 



NOTICIA BIBLI0GRÁPIC4. 375 

Contienen, el daño que los Olandeses han | rece* 
bido por las inundaciones passadas: la entrada 
que I el exerdto de su Magestad ha hecho en 
tierra de | aquellos rebeldes: y la vitoria que 
quatro na- | uios de su Magestad tuuieron con- 
tra 1 nueue de los mismos rebeldes. I De Ambe- 
res, á 21. d Febrero 1624. (Al fin): Con licencia, 
En Madrid, por Diego | Flamenco. Año 1624. 

Empie^ai En cartas de Amsterdam de catorze 
deste,.... 

Acaba: los quales han padecido muchissi- 

mo por las inundaciones del Reno. 

F0I.-2 h. 

I 

53. Entrada. | Que el exerci | to de Sv Ma- 
gestad | en Flandes, hizo en Olanda, en | la 
tierra de aquellos rebeldes, por orden de la Se^ 
re- I nissima señora Infanta, y prevenciones del 
Mar- I ques Espinóla, para dar sobre los | ene- 
migos. I Dase cventa de la Vitoria qve | quatro 
Navios de su Magestad tuvieron contra nueve | 
de Olanda, y de el miserable estado en que 
están | aquellas Provincias | De Amberes, á 21. 
de Febrero Año 1624. (Esc. Real). (Al fin): Con 
licencia. | En Sevilla, por | Francisco deLyra. j 
I 1624. 

Empie!(a: En cartas de Amsterdam, de cator- 
ze deste,.... 

Acaba: los quales an padecido muchissimo 

por las inundaciones del Rio Reno. 

Fol.— 2 h., sign. A. 

Reimpresión de la anterior. 



37^ HOTICIA BJBLIOeftÁPICA. 

54. Relación | cierta y verdadera | de la feliz 
Vitoria y prósperos sucessos que en la India O- 
ríental | han conseguido los Portugueses, contra 
armadas nnuy po- | derosas de Olanda, y Persia, 
este año de 1634. La fecha | en la ciudad de 
Goa, cabefa de aquel Reyno, á 37. | de Mar^ 
del dicho año, y vino en la nao | Santo Tom^ 1 
Refíerense las naos y armadas que á los enemi- 
gos le han desbarata | do, la muchedumbre de 
gente que le han muerto, las fortalezas, y | luga- 
res que le han ganado, y vna ciudad muy fuer- 
te, I con otras nueuas de grande alegría | para 
los Católicos. (Al fin): Impresso en Madrid en 
casa de Bernardino de Guzman. | Año de i635. 

Empieza: Ha sido Nuestro Señor seruido de 
premiar 

Acaba: .....mas de dozientas mil personai que 
estauan deslumbradas del santo Guangelio. 

Fol.— 2 h. 

55. Vitoria | qve los monges | del Monasterio 
de Nves- | tra Señora de Oya de la orden de | 
Cistel tuvieron contra cinco Navios de Turcos, \ 
que davan ca^a á dos Naos Portuguesas, | y 
una Francesa, t Dase cuenta de como le echa- 
ron á fondo la Capitana , ahogándose | los que 
venían en ella: y de los captivos, | y presa. | Es- 
crita por Andrés de mendosa, assistente en la 
Corte (Esc. Real). Con licencia. | En Sevilla. Por 
Francisco de Lyra. Año 1624. | 

Empie:(a (á la vuelta de la portada): Entre 
otros diez y seys Monasterios, que el Rey don 
Alonso..... 



NOTICU BIBLIOGRÁFICA. 377 

Acaba: y mas con el ayuda de María san- 

tissima.— Lava Deo. 
Fol -2 h. 

56. Ra^on y discurso de lo sucedido en el 
viage de la Real Armada de la guarda de las 
Indias del cargo del General D. Antonio de 
Oquemio, desde 9 de Abril deste año, tercero dia 
de Pascua de Resurrección, que salió del puerto 
de la Habana para los reinos despaña, deste año 
de 24. 

Empieza-, Lo primero del dicho discurso y 
viage es decir que después de la invernada y 

haber dado carena á todas las naos 

Fol— 4 h., la última blanca. (Manuscrito,) 
Fechado en Sevilla á 2 de Junio de 1624. 

57. Copia de | vna carta qve de ) la Ciudad 
de Palermo embio el Capitán Francisco | Ruiz 
Diaz de Villegas, Secretario del Marques de 
Santa Cruz, á ) Don luán Vidaurre de Orduña 
entretenido por su Magestad en esta i Corte, y 
vno de sus Capitanes ordinarios de Infantería, 
en que se | haze relación de la gran Vitoria que 
Don Alvaro Bagan, Marques | de Santa Cruz, 
general de las galeras de Sicilia, y Teniente de 
su Al I teza el Principe Filiuerto Virrey de Sici- 
lia, y general de la mar, tuuo | con quatro na- 
uios de guerra de enemigos, que hazian gran 
daño en | las costas de los Reynos de Sicilia y 
Ñápales, con el Cosario Sansón, | por otro nom- 
bre llamado Ali Arráez, renegado, ¿ cuyo cargo i 
venian estos navios, que eran de Isuph Bey, 



37$ MOTfOIA lIBLIOGliriGA. 

Rey de Túnez. 1 los quales auian hecho muy 
gran daño 1 á la Christiandad. (Al fin): Con li- 
cencia I de los señores del Conse- | jo ReaL | En 
Madrid. Por Bernardino de Guzínan. 

Principia (á seguida del título y de la dedica- 
toria suscrita por su autor, y fechada en Palenno á 
I.* de Julio de 1634.): A los veynte y vno de Mayo 
partió el Marqués de Santa Cruz de Palermo.-.. 

Acaba: y los Capitanes de las galeras á sa- 

tisfieicion de su Excelencia. 

Fol.— 2 h. 

58. Declaración ^de | las prodigiosas señales 
del monstrvo | so pescado que se hallo en yo 
Rio de Polonia en | Alemania, cuyo retrato se 
embió á España | este año de 1624. | A Don 
Francisco de Toledo y Solier. | Fides, Religio 
Pugnent: Árabes Deus Indicat Hostes (Grabado 
que figura el monstruo, y debajo repite): Fides 
Religio Pugnant; Árabes Deus ludícat Hostes. 1 
Con licencia. | En Montilla en la calle de la Im- 
prenta por luán Batista | de Morales su Autor. 
Año de M.DC.XXIIII. 

Empie^^a (en la hoja segunda): No es nueuo 
auisar Dios á los hombres por medio de Anima- 
les y Monstruos. 

Acaba: .....so cuya corrección e hecho esta 
explicación, sugetandome en todo á ella.— La vs 
Deo— 

4."-4 h. 

La primera hoja contiene la portada y la dedicatoria 
suscrita por el autor, con estampilla. 



NOTICIA BIBLIOGIAVICA. 379 

59. La prometida | declaración | venida de 
España, | de las prodigiosas señales del | mons- 
truoso Pescado que se halló en un rio de Polo- 
nia en I Alemania, cuyo retrato se embio a Es- 
paña, I este año de 1624. | A Don Francisco de 
Toledo y Solier. | Por luán Baptista de Morales 
su Autor. (Al fin): Impresso en Lima; Por Ge- 
ronymo de Contreras, Año de i635. | 

Empieza', No es nueuo auisar Dios a los hom- 
bres por medio de animales 

Acaba: so cuya corrección e hecho esta ex- 
plicación, sujetándome en todo á ella. 

Fol.— 2 h. 

Reimpresión de la anterior. 

60. )$( Relación verdadera | del Avto de la Fe, 
qve se celebro | en la villa de Madrid, á catorze 
dias del mes de lulio | deste presente año de 
1634. 1 Compuesta por el Licenciado Pedro Ló- 
pez de Mesa | residente en esta Corte. (Al fin): 
Con licencia en Madrid por Diego Flamenco 
Año de 1624. I 

Empieza: Si se huuieran de contar por extenso 
las cosas 

Acaba: y darnos su gracia para que le sir- 

uamos, Amen. (Sigue una aprobación del li- 
cenciado Alvarado Calderón, dada en Madrid 
á 17 Julio 1624.) 

Fol.— 2 h. 

61. Relación verda | dera de la gran Vitoria 
que el Chris- | tianissimo Rey de Francia ha te- 
nido contra el Rey de Ingala- | térra y el Conde 



37$ NOTICIA bibliogríviga. 

Rey de Túnez, | los quales auian hecho muy 
gran daño | á la Christíandad. (AI fin): Con li- 
cencia I de los señores del Conse- | jo ReaL | En 
Madrid. Por Bernardino de Guzn^an. 

Principia (á seguida del título y de la dedica- 
toria suscrita por su autor, y fechada en Palermo á 
I.* de Julio de 1634.): A los veynte y vno de Mayo 
partió el Marqués de Santa Cruz de Palermo.^.. 

Acaba: y los Capitanes de las galeras á sa- 

tisfiücion de su Excelencia. 

F0I.-2 h. 

58. Declaración ^de | las prodigiosas señales 
del monstrvo i so pescado que se hallo en yn 
Rio de Polonia en | Alemania, cuyo retrato se 
embió á España | este año de 1624. | A Don 
Francisco de Toledo y Solier. | Pides, Religio 
Pugnent: Árabes Deus Indicat Hostes (Grabado 
que figura el monstruo, y debajo repite): Fides 
Religio Pugnant; Árabes Deus ludicat Hostes. | 
Con licencia. ) En Montilla en la calle de la Im- 
prenta por luán Batista | de Morales su Autor. 
Año de M.DC.XXI1I1. 

Empie:[a (en la hoja segunda): No es nueuo 
auisar Dios á los hombres por medio de Anima- 
les y Monstruos. 

Acaba: .....so cuya corrección e hecho esta 
explicación, sugetandome en todo á ella.— Lavs 
Deo— 

4.'-4 h. 

La primera hoja contiene la portada y la dedicatoria 
suscrita por el autor, con estampilla. 



NOTICIA BIBLIOGiiFlCA. 381 

4,* Aqui Belina de Toro 
sera razón que te quente 
" los particulares hechos 
de aquel Sol de los Franceses.. .. 
5.* Vencidos por mar y tierra 
lacobo y el Palatino, 
que vanamente pensauan 
ser rayos de Ludouico..... 
4.^—4. h. La última página la ocupa un es- 
cudo de las armas imperiales. 

62. Verda (escudo) dera | Relación | de la 
gran | vitoria qve el Exce- | lentissimo Dvque 
de Fernán- | dina á tenido sobre Arenas gordas, 
captivando muchos \ Moros en quatro Navios 
que les quito, y vno que Uevavan | de presa, 
con muerte de muchos dellos que dieron | fin á 
sus días en la batalla: la qual duró desde | las 
cinco de la mañana, hasta las | onze de eidia. 
(Estampeta). Impresso en Sevilla en la Impren- 
ta de luán de Cabrera. | Con licencia. En la calle 
de Martin Cerón, | frontero del Correo Mayor. | 
Año 1624. 

Empieza (á la vuelta de la portada): Para sa- 
lir en Coso mando el señor Duque deFetnan- 
dina.... 

Acaba: á los que mas pusieron á riesgo sus 

vidas, ofrecía mayor premio.-^Lavs Deo. (Sigue 
la licencia á Juan de Cabrera ) 

Fol.^2 h. 

63. Copia de carta escrita de vn Religioso 
del Mo- I nasterio de señor San Felipe d« Ma- 



382 NOTICIA BIBLlOGftÍFIGA. 

drid de la Orden de señor San | Agustín, al 
P. Prior de Osuna de la misma Orden. 

Empie3[a: Por consolar en parte essa Santa 
Comunidad de V. P. que la considero tierna de 
la muerte del Duque de Osuna..^. 

Acaba: Basta, Padre mió. nuestro Señor con- 
serve á V. P. en su santo amor, y gracia. Ma- 
drid 27. 4e Setiembre 1624 ^Consieruo en el 
señor. ~ Fray luán de Sevilla Religioso Agus- 
tino. 

Fol.— 2 h. 

64. Discvrso de mvchas ) cosas notables y 
de edificación, | que dixo é hizo en la príssion, 
y al tiempo de i su muerte, el Excel. Duque 
de I Osuna. (Al fin): Irapresso en Lima; por Ge- 
ronymo de Contreras Año de 1635. ) 

Empie:(a: Para consuelo de V. S. hize esta 
breue recopilación 

Acaba: ó por lo menos esta muy cerca 

della. 

Fol.— 2 h. 

65. Relación | de la di- | chosa vida | mver- 
te, y onras, que | las sagradas religiones de | la 
Villa de Madrid hizieron en la muerte de el | 
R. P. M. Fr. Simón de Roxas, Confessor | de la 
Reyna nuestra | señora. (Al fin): Impresso en 
Sevilla por luán de Cabrera. Por original | im- 
presso por Diego Flamenco en Madrid ] Año de 
1625. I 

Empieza: Aviendose conocido la buena y di- 
chosa vida 



NOTICIA BIBLIOGRivICá. 383 

Acaba: .....las informaciones por Búlete que 
vino del señor Nuncio para ello. 
Fol.— 3 h., sígn. A. 

66. Relación | de la presa, que Don | Diego 
Pixnentel, que este en el cielo, G&- 1 neral de la 
esquadra de Ñapóles, hizo | á la vista de las 
islas de san Pedro, con { ocho galeras de su 
escuadra, quatro de Fio- | rencia, y tres dd 
Papa. (Al ñn): Con licencia. En Madrid por luán 
Delgado. 

Empiej(a: Salió de Ñapóles á los ocho de Se- 
tiembre..... 

Acaba: importaria toda la presa dodentos 

mil ducados, antes mas que menos. 

Fol.— 2 h. 

Aunque no tiene año esta Relación, la ponemos en 
el de 1624, porque el malogrado D. Diego Pimentel, 
de quien habla Mendoza en su carta de 23 de Noviem- 
bre de dicho año (pág. 283), debe ser el que mandaba 
en este combate, que murió al dia siguiente, 4 de 
Octnbre, de resultas de una herida de bala de mosquete 
en la boca del estómago. 

67. Socorro | qve el | estado | eclesiástico | 
de España | parece podia hazer | al Rey | Nues- 
tro Señor, | en el aprieto de hazienda | en qve 
oy se halla, | con menos mengva de sv | inmu- 
nidad, I y avtoridad, | y provecho mayor svyo, 
y del Reyno. | A las | Iglesias j de la Corona | 
de Castilla. | Por el Maestro Fr. Ángel Manii 
qve. Abad del j Colegio de San Bernardo, y ca- 
tedrático de Filosofía Moral | de la Vniuersidad 



384 NOTICIA BlBUOOBiPhU. 

de Salamanca. | En Salamanca, en la Imprenta 
de Antonia Ramírez. | Año de 1624 | 

Empieza (en la 2/ hoja): Qvanto es mal re- 
cibido en el Derecho, que el Estado Eclesiástico .. 

Acaba: pedia otro memorial mas largo 

que este.— Lavs Deo.— 

Fol.*-i6 K, sign. A, y paginadas desde la 3/ 
L.a primera, con la portada y á su vuelta la de- 
dicatoria, suscrita en Salamanca 10. Octubre 
de 1634; la última página la ocupa el Índice. 

Papel cariosísimo, pues, siendo so autor un fraile^ 
sienta y defiende: 

«Qae á España, á proporción del pueblo que tiene le 
sobran eclesiásticos; y que esta sobra no solo no es del 
servicio de Dios ni de autoridad y honra de su Yglcsia 
antes tan perjudicial á entrambos fines, que por solos 
ellos se debiera hacer una gran reformación aunque la 
necesidad del Reino no apretara. » 

68. i{( I Relación de Andrés | de Mendoza, 
capitvlaciones | de los señores Marqueses de To- 
ral, y boda del señor | Condestable de Castilla, 
mascara, y acompaña- | miento de su Magestad.| 
A la Condesa de Olivares mi | señora guarde 
Dios. (Al fin): Con licencia en Madrid, Por Ber- 
nardino de Guzman. 

Empiexa (á seguida de la dedicatoria): Deter- 
minado el señor Conde de Olivares celebrar las 
bodasde la Marquesa deLíche, su hija única, con 
el Marqués de Toral señor de la casa de Guzman... 

Acaba: .... Ha sido (la fiesta) de las lustrosas 
de la corte: perdóneseme el olvido de algunas 
circunstaneias, pues ingenio de hombres, ni me- 



NOTICU BII|.lj»6RáF|GA. 385 

memoria no pueden tenerla de todo, protestando 
con el perdón cobre nueva vida la relación, y 
la pluma nuevos alientos. 
Fol — 4 h. sign. A, y foliadas. 

I^s capitulaciones de los Marqueses de Toral tuvie- 
ron lugar el jueves 1 1 de Octubre, la máscara el lunes, 
y el miércoles 17 la boda del Condestable, siendo pa- 
drinos I08 Reyes, y asistiendo, como no podía roénoc 
de ser, todo lo más notable de la Grandeza de U GortSf 
y más de caatrocientos entre caballeros y Gentilff 
hombres de la Boca y de la Casa. Mendoza detalla mi'^ 
oaciosamente los trages de los Reyes, los de los Gran- 
des y Caballeros, el aderezo y tapicerías de la casa del 
Condestable, donde merendó el Rey, las galas de la Rei- 
^a, Infanta y desposada, etc., etc.; siendo por lo tanto 
una de las más curiosas de nuestro Autor. La boda de 
los Marqueses de Toral, ó sea de D. Ramiro NnSez Fe- 
I ¡pez de Guzman, Señor de la Casa de Guzman, con 
Doña María de Guzman, marquesa de Liche, se efectuó 

«n 9 de Enero del siguiente año de 1625, según Men-* 
dez Silva (i). 

69. Verdadera | relación | de las admira- | 
bles Vitorias, qve j an sucedido, assi por mar, 
como en tierra, y en | diferentes partes, en fauor 
de la Christian i dad, el año passado de mil y 
seys I cientos y veynte y quatro. (Esc. Real.) 
Con licencia. | In^pressoen Lima; | PorGerony- 
mo de Contreros; Año | de 1623. (Al fin): hn- 
presso en Lima; por Geronymo de Conerefas; 
Año de 1623. 



(I) Breve, curiosa y aiustada noticia, de los Ayos y 
Maestros que hasta ovnan tenido los Principes Infantes 
y otras personas Reales de Castilla. Madrid, ¡634.-8.^. 

25 



386 NOTICIA BIBLIOGRÁFICA. 

Empieza (á la vuelta de la portada): Sábado 
vey nte de Abril, se vieron en la costa de Galicia.... 

Acaba: sin tomar para si mas que el honor 

de la Vitoria. 

F0I.-2. h. 

70. Traslado | de vna carta en | que declara 
todo lo sucedido en los Esta- \ dos de Flandes, 
desde fin de Agosto, ] hasta 20. de Octubre de | 
1624. 1 El desafío de cinco del Campo | del Rey, 
contra cinco de Mauricio, y también de los qua- 
tro I baxeles de Dunquerque, y como la gente de 
Mauricio. | intento tomar d. castillo de Amberes, 
con I otras cosas sucedidas. (Al fín): Impressa 
con licencia. ) En Madrid, Por luán Delgado. | 
Año de M.DCXXIIII. 

Empieza: Ya auise á V. merced, como el Prin- 
cipe de Polonia 

Acaba: De lo demás que sucediere yre siem- 
pre auisando á v. m. á quien Dios guarde. De 
Ambers y Octubre á 20. de 1624.— Rodrigo de 
Lara. 

F0I.-.2. h. 

71. Traslado | de vna carta | en qve declara 
todo lo qve | á sucedido en los Estados de Flan- 
des, desde ñn de Agosto, | hasta los vey nte de 
Noviembre, de este j año de 1G24. | También se 
da aviso del famoso | desañode cinco, del Campo 
del Rey, contra otros cinco de el Campo | de 
Mauricio, y también de los quatro baxeles de 
Dunquerque, | y como la gente de Mauricio, in- 
tento tomar el Castillo | de Amberes, y como 



NOTICIA BIBU06RÍFICA. 387 

dize el refrán, viniendo por la- ) na, bolvieron 
trasquilados. (AI ñn): En Sevilla por luán de 
Cabrera, por original | Impresso en Madrid, en 
la imprenta | de luán Delgado. 1624. 

Empie!(a: Los días passados avise á v. m. 
como el Principe de Polonia.^.. 

Acaba: De lo demás que sucediere iré siempre 
avisando á v. m. De Amberes, y Noviembre, 
a 20 de 1634. 

Fol.— 2 h. sign. A. 

Reimpresión de la anterior, con algunas variantes. 
La fecha del fin debe estar equivocada, pues la edición 
de Madrid descrita antes de esta, dice Octubre en vez 
de Noviembre. 

73. Memorable | svceso, qve este | ano de 
mil y seyscientos y veinte | y quatro á veynte 
y cinco del mes de Otubre, se vido en | Seuilla, 
escrito á vn amigo, en que le da cuenta de como | 
vn hombre auiendo preso á su muger por adul- 
tera, y sen- | tenciados á degollar por manos de 
su marido, se le entre- | garon en vn cadahalso, 
para que executasse la sen | tencia: declarase el 
principio del caso, el | medio que tuuo, y el buen 
ñn I que se consiguió. { Impresso con licencia en 
Seuilla por Manuel Ximenez, año de 1624. 

Empies^a; Por ser este vn caso peregrino y 
que raras veces se ve con entera execucíon...^ 

Acaba: .....acordándose del miserable trance 
en que se vieron. Sea nuestro Señor seruido dar- 
nos gracia, para que conozcamos esta suma mi- 
seria, amen. 

Fol.— 3 h. 



386 NOTICIA BIBLIOGIÁFICA. 

Empieza (á la vuelta de la portada): Sábado 
veynte de Abril, se vieron en la costa de Galicia.... 

Acaba: sin tomar para si mas que el honor 

de la Vitoria. 

F0I.-2. h. 

70. Traslado | de vna carta en | que declara 
todo lo sucedido en los Esta- \ dos de Flandes» 
desde fin de Agosto, ] hasta 20. de Octubre de ) 
1624. 1 El desafío de cinco del Campo t del Rey, 
contra cinco de Mauricio, y también de k>s qua- 
tro I baxeles de Dunquerque, y como la gente de 
Mauricio. | intento tomar el castillo de Amberes, 
con I otras cosas sucedidas. (Al fin): Impressa 
con licencia. ) En Madrid, Por luán Delgado, i 
Año de M.DC.XXII1I. 

Empie(a: Ya auise á V. merced, como el Prin- 
cipe de Polonia 

Acaba: De lo demás que sucediere yre siem- 
pre auisando á v. m. á quien Dios guarde. De 
Ambers y Octubre á 20. de 1624.— Rodrigo de 
Lara. 

F0I.-2. h. 

71. Traslado | de vna carta | en qve declara 
todo lo qve | á sucedido en los Estados de Flan- 
des, desde fin de Agosto, | hasta los veynte de 
Noyicmbrc, de este | año de 1G24. | También se 
da aviso del famoso | desafío de cinco, del Campo 
del Rey, contra otros cinco de el Campo | de 
Mauricio, y también de los quatro baxeles de 
Dunquerque, | y como la gente de Mauricio, in- 
tento tomar el Castillo | de Amberes, y como 



NOTICIA BIBLIOGliFIQi. 389 

el título, la pág. i.*): A viendo el Viernes pasado 
23 deste, salido desta Corte el Señor Almirante 
de Castilla..». 

Acaba: .....censura que da el discreto á los pa» 
peles que se le ofrecen con buen desseo. 

Fol— 2. h. 

76. Panegyrico | al Sereniss."" Señor | Ar<r 
cfaidvqve Carlos | de Avstria. | En sv venida á 
España, (adorno) Dedicado | al Excelentissirno 
SefiorDon 1 Francisco Christoval QuevenhiUer, 
Conde de | Franquemburg, Barón de Landts- 
cron, I i Werem- | berg, señor hereditario en 
Halto Osterwitz, i | Carlsperg, Cavallerizo xna^ 
yor perpetuo de Ca- | rinthia, Cavallero de el 
Orden de el Tusón | de oro» de el Consejo de 
Estado, Gentil- 1 hombre de la Cámara de el Em» 
I perador, i su Embaxador | en España, | |fc 

Empleita (después de la portada, y la dedi- 
catoria suscrita por su autor D. Diego de Silva, 
que ocupan las dos primeras hojas): 

Carlos Augusto, en cuyo exodso nombre 

Cifró tanto poder Naturaleza, 

Que á la exageración fiíita renombre 

De tu valor capaz, de tu grandeza: 

Formándote portento, con que assombre 

De su pródiga mano la destreza; 

Para que en todo fuesses, sin segundo, 

Vniversal admiración al mundo. 

4.*— 14 h., sign. A. B. C, y foliadas desde 
la 3.*; al ejemplar que describimos le falta la 
últüna, que no sabemos si sería blanca. 

Poemita en 64 octavas. 



390 N0T1CI4 bibliogrIvici. 

77* # Relación | de la gran vito- | na que 
tuuieron las galeras de Floren- | cía en el Canal 
de Constantinopla , con las galeras que | em- 
biaua el Rey de Argel al gran Turco, con la 
garra- ) ma que auia cobrado en los estados 
del Poniente, que | eran dos millones, y vn 
presente de treynta cautí- | uos chrístianos, y 
ocho donzellas Calabresas, { en veynte y ocho 
de Nouierabre, | de mil y seyscientos y veyn- | 
te y quatro, (Al fin): Impresso con licencia en 
Madrid en casa de Bernar | diño de Cazman. 
Año de 1633. 

Empeija: Es de todos muy sabido como al 
gran Turco le rinden y pagan parias muchos 
Keyes del Puniente..^ 

Acaba: .....contento de que fíiesse hazienda de 
tan mal enemigo. 

FoL— 2h. 

78. Nueuas que escrive el P. Rector del G>- 
Uegio Ingles de Seuilla á 23 de Noviembre de 
1624. De la Beatificación del Santo Francisco de 
Borja y fiestas de Madrid. 

Empie:[a: El estado que tiene el Rey y nación 
inglesa es el mas perplexo que han tenido 

Fol— 2 h. (Manuscrito.) 

El P. Rector debía llamarse Francisco de los Ca» 
raeros, y la carta ir dirigida á D. Felipe Manrique, 
Corregidor del Cuzco, según dice un segundo títu- 
lo. Al copiarla equivocaron, sin duda, el mes, po- 
niendo Noviembre en vez de Diciembre, pues la bea- 
tificación fué por bula de 23 de Noviembre de este 
mismo año. 



IfOTiClÁ BÍBLI06RAFIG4. ^ 39 1 

* 79 Carta que escribió un señor desta Corte 
á vn su amigo. 
FoL— 2 h. 

Impresa en este tomo pág 289. 

No tíene fecha pero debió imprimirse á fines de 1634. 
Es la 16.* de las de Andrés de Mendoza. 

80. Carta | qve vn amigo | escriue á otro, 
auisando de vn | presente que se hizo á su Ma- 
gestad, I y otras cosas. | Año (adorno) 1624. 
En 22 octavaseis primera: 

Después Don Diego que me days licencia 
Para que en este género os escríüa 
Sucessos de la corte, cuya ausencia 
En vuestro mismo desengaño estriua: 
No a tenido ocasión mi diligencia 
(Puesto que á mil cuydados sucessiua) 
Para admiraros mas, si ser pudiera 
(¿ue en vuestro ingenio admiración cupiera. 
4 •—4 h. 

En un documento qoe tenemos á la vista, firmado y 
signado en Guadalcanal en 4 de Octubre de i635 por 
el escribano Juan Vázquez Tamayo, se llama á D, Juan 
de Oñate «Adelantado de las provincias de la Nueva 
Méjico, Gobernador y Capitán general délas dichas pro- 
vincias. Visitador general de las minas y escoríales 
de estos Reinos y Señoríos por el Rey nuestro Señor.» 
Quizá este último nombramiento se resolviera en la 
Junta que se hizo en casa del Marqués de Alenquer 
•sobre el ensayo de unas minas..... que se han descu- 
bierto en Castilla» dSe que habla Mendoza (pág. 298). 
Algo también parece deducirse, referente al mismo asun- 
to y á la importancia que se le dio, de las dos octavas 
siguientes que son la 6.* y 7.* de esta Carta: 



Felli principio de la plau fina 
Qpe cerca de los Montes Carpentsnos 
Saca de las escorias de una mina 
Qae dexaron labrada los Romanos: 
Esta (el Invierno fuera) determina 
Labrar de nnevo, con discursos llanos 
Que si riqneza tal la escorla ha dado 
La suya vendrá á ser la que ha buscado. 

Vn ensaye fiínibien hizo importante 
Del metal de las minas da Calcena, 
Y á laa de Cartagena de Leñante, 
Vltimamente su partida ordena: 
En canto pues que á su valor constante 
Agradecida Espafia se desbena 
Oyd el que dio al Rey, presente rico 
Que es el que en estos versos os dedico. 

8i. Hymefleo | á les bodas de | doña Ana 
Enñquee | da Ribera, y doñ Pedro | Faxardo 
Marques | de Molina. | Hecho á ioscancia de vn 
amigo dsl dicho I Marques. | Valladolid en la 

imprenta de Fran- | cisca de los Rios, año 162/;. 
Empie:(a (á la vuelta de la portada): 
Crespas las hebras de oro 

El que Thesalio fué pastor vagante, 

Illuminaua el Toro» 

Que lupiter Tonante 

Fixó en el tachonado pauimento, 

Ya Progne en su lamento 

Que el año amanecía, 

De flores argentado repetía. 

Quando en el valle vmbroso.... 
d*— 8 h. sign. A, y foliadas. 



AÑO DE 1625. 



82. Discvrso I poUtico J del desempeño del 
Reyno, 1 segvro de la omut, y defensa de | laa 
coataa de la Monarquía de | España. | A la Ma- 
gestad Católica. (Esc. R^l) En Madrid | XXI de 
Mayo, Año M.DC.XXniL 

Empie:(a (en la hoja 2.*): Señor— El Licen- 
ciado Murcia de la Llana..... 

Acaba: y de luz para tomar resolución en 

lo que más conuenga al seruido suyo, y destos 
Reynos.— El Lie. Francisco Murcia de la Llana. 

Fo].--24 h. sign. A, y foliadas hasta la 12. 

Lá primera hoja es la portada con la vaelta en blan* 
Co, y está también en blanco la última página. 

Debió acabarse de imprimir est^ Discurso en i6i5, 
de cnyo afio cita una pragmática, y es tan carioso ^ae, 
para dar una kiea de él, iosertamos á cootinuacioa el 
primer párrafo íntegro: 

•El Licenciado Murcia de la Llana, criado de V. M., 
y%u Corrector general de libros, dize, que consideran- 
do el estado 3' empeño en que está la Real hazienda 
de V. M. aulendo venido á tal estremo, que come la 
casa Real la renta del año de veinte y seis, constando 
«ttds asientos casi ua tercio de daño, procediendo asta 
desdicha de aaer hallado V. M. quando entró á Réynar, 
•a patrimonio tan acabado y exausto, qae ea milagro 
él que su divina Magcstad obra en la conservación de 
esta Monarquía, pues no ay renta que poder vender, ni 
gracia que poder hacer, que todo no esté assolado. Los 
oficios qne eran renunciables los ha hallado V. M. com- 
puestos perpetuamente; otros passados en sus sucesso^ 
rea: no hay de que echar mano ni adonde bokier loa 



394 NOTiaA BIBI.I0GiiflC4. 

ojos, sino es á Dios, qae de luz para que se halle algún 
medio suaae con que poder acudir á tanta aflicción.» 

PropMie una contribución sobre las herencias y la 
defiende graciosaaiente diciendo: 

«Y esto será fácil porque el que muere acá se lo de}a, 
y el que lo hereda lo dará de buena gana, porque será 
como el que juega y gana, que dá con gusto el barato.» 

Propone también el descoento sobre todas cuantas 
cantidades se paguen, «esceptuando desta contribución 
los sueldos de soldados.» 

83. Memorial | para el Rey nv€s- 1 tro Señor, en 
sv Conseio | de Estado, 1 Cerca I de la reducción 
de la moneda { de vellón. (Esc. Real). En Madrid, 
año M.DCJJ:XV. 

Empie:^a (en la 2.* hoja): Siendo tan graues 
los daños que ha causado la subida del vellón á 
estos Reynos, destruyendo totalmente el comer- 
cio de los naturales..... 

Acaba: Y á V. M. suplico lo mande ver y 
censurar, y que se consulte lo que pareciere. 
Guarde Dios la Católica persona de V. M., &c. 
Madrid 2. de Febrero i625.— D. Lorenzo Brandon, 

4.*— 6 h. sign. A, y foliadas. La vuelta de la 
portada y las tres últimas páginas en blanco. 

84. Relación |de la batalla qve|Nuño Albarez 
Botello, General de la | Armada Portuguesa de 
altobordo, del mar de la India, tuuo | con las 
Armadas de Olanda, y Inglaterra en el Estre- 
cho I de Ormuz. De que vino el auiso en 20. | de 
Febrero deste año de i626.)Impresso con licencia 
de los Señores del Consejo Real, en | Madrid, en 
casa de Bernardino de Guzman, | Año de 1626. 



MOTiCIA 1IBLI06IÍFICA. 395 

Empiei(a: Salió Nufio Albarez Botello Capi- 
tán General de la Annada de altobordo de la 
mar de la India..... 

Acaba: muchas Vitorias contra los enemi- 
gos de la Fee, y de la Santa Iglesia Católica. 

Fol.— 2 h. 

Esta Relación y la signfente son ízales, y, según el 
cooteoido, la batalla fué por Febrero de 162 5. 

85. Relacionjde la batalla qvejNuño Aluarez 
BQtello, General de la ar | mada Portuguesa de 
altobordo, del mar de | la India, tuuo con las 
armadas de 01anda,|é Inglaterra, en el estrecho 
de Or- I muz: por el mes de Febrero | de 1625. 
años. (Al fin): Impresso en Lima; Por Geronymo 
de { Contreras; Año de 1626. 

Empie¡(a: Salió Ñuño Aluarez Botello Capitán 
General de la armada 

Acaba: contra los enemigos de la Fe, y de 

la Santa Iglesia Católica.— Lavs Deo. 

FoL— 2 b. sign. A. 

86. Relación de la par- )tida del Señor Duque 
de Neosburque, y | copia de vna carta de su 
Confessor, á vn Padre de la | Compañía de lesus 
de Alcalá. | Impresso con licencia en Madrid 
en casa de Bernardino de | Guzman, Año de 
1625. 

Al título sigue la Carta suscrita, «Butrago* 
Marzo x6de i625.->SuhijoTheodoroVramosin,» 
y después el texto que empieza: Testigo es Dios 
que en los cinco meses y ocho dias que ha estado 
en la Corte..... 



39^ ximciA BiMJOGtincA. 

m 

Aeabau^,, ronitiré á V. C. de Alemania el fin 
de nuestro Ttaje, y en el de la salvación nos le 
de Oíos bueno. 

FoU— 3. h. 

87. Relación | embiada | á vn perso- | nage 
de esta civdad, | avisándole de algvnos or- | di- 
ñarlos que de Italia, y otras partes an venido 
á la Cor- | te de Su Magostad, y de la muerte de 
lacobo Rey | de Inglaterra, y Coronación | de 
su hijo. I También se avisa de los lutos que por 
tu muerte pusieron Sus Ma | gestades, y como 
en la villa de Madrid nacieron dos niñas | pega- 
das, con dos caberas, quatro pies y quatro bra- 
90S,y I un ombligo, recibieron agua de bautismo, 
y murie- | ron, y oy su madre esta viva. | en la 
Corte, (ñguríta). (Ai fin): Impresso ep Madrid 
con licencia, en casa de Diego Flamen | co, y 
por su original. En SeviMa por luán | de Cabre- 
ra. Año de I 1625. 

Empieza: En veinte y tres de Abril, llegó Or- 
dinario déla Ciudad de Barcelona 

Acaba: pues son el báculo de nuestra Es- 
paña, y de paz entre crhistianos.-— Lavs Deo. 

Fol.— 2 h, 

88. Verdadera | relación de la | victoria, qve 
han tenido | vnas naos de Vnqverqve con vna | 
armada de Olanda, cerca, y á la vista de Cales, 
puerto I del Rey de Francia, este año de mil y 
seis- I cientos y veynte y cinco. | Va inserto con 
esto, I la memoria de los Principes y señores, i 
que por mandado de su Magestad van á recorrer 



NOTICIA BlBLIOOBÁriCA. 397 

ias costas | de España, y preuenirlas de lo neces- 
sario, |.con otras cosas curiosas. (Escudo) Im* 
presso con licencia en Madrid por Diego Fla- 
menco, y por su origi- | nal, por Simón Faxar- 
do, año de 1635. 

Empie3(a (á la vuelta de la portada): Despves 
de aver salido el Conde Mansiel tan desüira- 
tado 

Acaba: si fueren pocos, y si se alargase el 

tiempo se le darán cada mes. 

FoL— 2 h. 

89. Feliz I victoria | qve don Baltasar | de 
Barradas, cavallero del | abito de San luán, y 
Capitán General de vn exercito» por | la Católica 
Magestad del Rey nuestro señor, ha tenido en | 
los presidios y fuerzas de la Baltolina, contra vn 
exercito | de Franceses y Saboyanos, que esta- 
uan de guarnición , pas- | sando á cuchillo casi 
dos mil dellos, y les gano dos hierbas | de mucha 
consideración. Auisase también otras | muchas 
cosas de Flandes, Inglaterra, Francia, | y Italia. 
Fecha en Madrid á 19. de Agosto | deste año 
de 1635. (Esc. Real.) (Al fin): Impresso con li- 
cencia del señor Teniente don Luys Ramirez de 
Are I llano, en Seuilla por Simón Faxardo, en 
la calle de la Sierpe, | en la calleja de las Mo^as. 
Año de 1625. I 

Empieza', Don Baltasar de Barradas, Caua- 
llero del Abito 

Acaba: para desde alli pasar donde su Ma- 
gestad le ordenare. 

Fol.— 2 h. 



398 Noncu BiBuoGtiriGA. 

ga Ditcurio y relación sobre la Inpresa de 
la Vaya de san Saluador del Brasil hecho por 
el Gouemador luán Vicendo San Feli'che érc. 

Empieza: Acabóse el año i6ao la tregua hecha 
entre su Magestad y los rebeldes Estados de 
Olaoda»^ 

Fol.— 13 h. (Manuscrito.) 

91. Svcessos de Cádiz | y entrada del ene- 1 
migo Glandes en su Baia. | (Al fin): impresso 
en Lima; Por Geronymo de Contreras; | Aík> 
de 1636. 1 

Empiei^a: Sabodo primero de Nouiembre, día 
de todos Santos...- 

Acaba: Permita Dios, que escarmentando en 
su daño, tengamos presto auiso de su ruyna. 

Fol.— 2 h. sign. A. 

93. Relación del | Avto general de la fe qve 
se cele- | bro en la Ciudad de Cordoua, á dos 
días del mes de Diziembre deste presente | año 
de rail y seyscientos y veinte y cinco. Por los 
señores Licenciados don Damián | de Arraenta 
y Valen^uela, Arcediano y Canónigo desta Santa 
Iglesia. Don | luán Remirez de Contreras del 
Habito de Sanctiago. Y el D. Christoual { de 
Mesa Cortes Canónigo de la mesroa Sancta Igle- 
sia. Inquisi I dores Apostólicos de la mesma 
Ciudad. I Al lllustrissimo Señor don Andrés Pa- 
. checo, I Obispo, y Inquisidor General. &c (Al 
ñn): En Cordoua, Por Francisco Romero, Im- 
preesor del Santo Ofñcio de la Inquisición, y por 
su I mandado, con especial Decreto de prohibí- 



NOTICIA BIBLICQRATICA. 399 

don, para que otro ninguno lo pueda imprimir, 
ni co I sa tocante á el. Sopeña de Excomunión 
mayor, y de veinte mil marauedis, y perdimien- 
to de I los moldes. 

Empieza (á seguida del título y de la Dedi- 
catoria suscrita por el Licenciado luán Paez de 
Valencuela): Viernes treinta de Octubre deste 
Año^.. 

Acaba: .....como á la Christiandad le haze me- 
nester. 

Fol.-r6 h. sign. desde la 2.* A-B; la primera 
es una portada orlada, con la vuelta en blanco, 
que dice: 

Exurge Do | mine et iudi- | ca cavsam tvam. | Anoo 
(Esc. de la Inquisición.) i635. | Hostium nostrvm | Do- 
mine, elide superbiam, & eo- | rum contumatiam, dex- 
terse | tuse virtute prosterne. 

93. Nvevo 1 descubrimiento i del gran Catha- 
yo, ó Reynos de Ti- | bet, por el Padre Antonia 
de An- | drade, de la Compañia de | lesvs, Por» 
tugues, I en el año 1624. (Al fín); Está impressa 
esta Relación del Catayo, con licencia, | Madrid, 
en casa de Luis Sánchez, impressor del Rey | 
nuestro señor, y del Reyno, año 1627. | Laus 
Deo. 

Empie:(a: Entre las grandes felicidades y Vi- 
torias del notable año de 1625... . 

Acaba: y en la bendición de V. R. mucho 

me encomiendo &c. Agrá, 8 de Nouiembre 
de 624.— Antonio de Andrade. 

4.*— 12 h. signadas A, y foliadas. 

Aunque el descubrimiento fuéá fínesdel año 1624, 



400 NOTIGiA BIBUQORÍPUA. 

en e«ta Relación precede á U Carta del P. Andrade na 
ligerisimo resumen de los felices sucesos (así k» Ut* 
ma) del de 163 5, por lo cual la colocamos aquí; debe 
haber impresión de 1626, segon la Segunda carta. 
Véase el oúm. 107 y último de esta Noticia. 



ANO DE f6^. 



94. * (Sin título). 

Empiei^a: Quando las indias no deuieran otra 

cosa a España.... 
Fol— 2 h. 
Impresa en este tomo pág $09. 

Esta debe ser la edición primitiva, hecha en Madrid, 
lleva la fecha de 27 de Enero de 1626. 

Aunqae no es de la serie de las de Andrés de Men- 
doza la hemos incluido en este volumen por ser del 
mismo género, y por que dá algunas noticias de suce- 
sos de los años 1635 y 1626 que no se encuentran en 
la 17.' y última, á pesar de que una y otra se refieren 
casi al mismo período. 

95. Nuevas i de Castilla, qve | an venido 
este I presente año de 1626. (Al fin): Impressoen 
Lima; Por Gerónimo de Contreras, Año de 1626. 

Empieza: Quando las Indias no deuieran otra 
cosa a España 

Acaba: Pación de Santo Domingo al Li- 
cenciado Gerónimo de Alcocer. 

Fol— 2 h. sign. A. 

Reimpresión de la anterior, con la singularidad de 
tener al fin las mismas Provisiones para el Perú y Nue- 



NOTICIA BIBLIOGftiriCá. 4OI 

-va España, que la 17." y Altíma de la ColeccioB (pa- 
ginas 334-36) aunque en dlstínto orden. 

96. G>pia de vna carta escrita | por vn Elstu- 
diante desta Vniuersidad de Salamanca, | á don 
luán de la Sal y Aguilar, Obispo de Bona, del | 
Consejo de su Magestad: donde se declara | la 
destruycion que hizo la auenida | grande del río 
Tormes. | Impressa con licencia del Ordinario, 
y del Señor Corregidor. En Salamanca | en casa 
de Antonia Ramírez, este año de 1626. | 

Empie:{a: Movido de dos razones mas que 
negligente en el seruicio de V. S 

Acaba: y aprobadas por el Señor Corre- 
gidor. Si se oñ-ecieren otras avisare á V. S. ^c. 

Fol.— 2. h. sign. A. 

97. El Cisne Negro | Poema trágico, de las 
Inundaciones | del Tormes, y estragos de Sala- 
manca en I 36. de Henero, y 13. de Febrero | de 
i6a6. años. | Compuesto por Don Antonio Alua- 
rez, estudiante desta Vniuer- | sidad, con licen- 
cia del Ordinario, y del señor Corregidor, | im- 
pressas por Diego de Cussio. | Dedicado A Don 
Antonio Corrionero Obispo de Salamanca, | del 
Consejo de su Magestad, fifc. 

Empieza (en la pág. 3, después del título, y 
la dedicatoria en tres octavas, que ocupan 
la i.«): 

Era llaue dorada el Sol luciente 
de los cristales que su buelta abría 
en arca de Saphiro transparente 
en vrna celestial que despedía 

te 



400 MOTIGiA BIBUOQRirUA. 

en e«ta Relación precede á U Carta del P. Andnide oii 
UgerisUno resumen de los felices sucesos (asi los Ut* 
ma) del de 1635, por lo cual la colocamos aquí; debe 
haber impresión de 1626, según la Segunda carta. 
Véase el núm. 107 y último de esta Notici/i. 



AÑO DE 1626, 



94. • (Sin título). 

Empie¡{a: Quando las indias no douieran otra 

cosa a España... . 
Fol.— 2 h. 
Impresa en este tomo pág $09. 

Esta debe ser la edición primitiva, hecha en Madrid, 
lleva la fecha de 27 de Enero de 1626. 

Aunque no es de la serie de las de Andrés de Men- 
doza la hemos incluido en este volumen por ser del 
mismo género, y por que dá algunas noticias de suce- 
sos de los años 1625 y I6s6 que no se encuentran eo 
la 17.' y última, á pesar de que una y otra se refieren 
casi al mismo periodo. 

95. Nuevas i de Castilla, qve | an . venido 
este I presente año de 1626. (Al fin): Impressoen 
Lima; Por Gerónimo de Contreras, Año de 1626. 

Empieza: Quando las indias no deuieran otra 
cosa a España 

Acaba: ...^Pación de Santo Domingo al Li- 
cenciado Gerónimo de Alcocer. 

Fol. —2 h. sign. A. 

Reimpresión de la anterior, con la singularidad de 
tener al fin las mismas Provisiones para el Perú y Nvie- 



NOTICIA BIBLIOGRÍFICÍ. 403 

99. Relación de la avenida del Rio de Sevi- 
Ut, y de 8u ¡inundación á los últimos de enero 
del año de 1636. 

Empie^^a: Muchas cosas se requieren para la 
perfección de una historia pero la mas impor- 
tante es la verdad...^ 

4.*--2o h. (Manuscrito.) 

Seguo esta Relación, las pérdidas materiales fberon 
de ocho millones doscientos ochenta y un mil docados. 

100. l{l 1 Relación | cierta , y j verdadera de 
la I presa que las Galeras del gran Du- | que de 
Florencia,jjuntamente con la Patrona j de Sicilia, 
y su esquadra, han hecho de vn j Nauio de Cos- 
sarios. Turcos, Moros, y j Renegados, que an- 
dauan robando en | la Costa de Cataluña, en 9. 
de I Abril de 1626. | Compuesto por Francisco 
Cardoso de Acuña, na | tural de Lisboa, soldado 
de las Galeras. (Estampeta) Con licencia impres- 
so en Madrid | en casa de Bernardino de | Guz- 
man. | 

Empieij^a (á la vuelta de la portada): Viernes 
á tres de Abril llegaron á esta Ciudad de Bar- 
celona 

Acaba: El dia siguiente llegaron las seis gale- 
ras que auian quedado en Tarragona.^ Laus 
Deo. — 

Fol.— 2 h. 

loi . • 1 1 1 (Sin título). 

Fol.— 2 h. 

Impresa en este tomo pág 32i 

Es la 17.* y última de la serie. Desde la i3." inclusive, 



404 NOTICIA BIBLIOGRiriGA. 

ademas del título, tienen todas en la margen superior 
derecha su número correlativo; la presente no tiene mas 
que el número (17) y tres crucecitas en el centro. Es la 
peor impresa de todas y en peor papel. 



loa. Al 111.- i Rev.— S." | Cardenal Fran- 
cisco I Barberino, | Legado de Sv Santidad. | En 
8V venida á España. (Escudo) Año MDC.XXVI. 

Quando (6 Príncipe excelso) tus honores 
Intento retratar, i tu nobleza, 
Préstame liberales tus favores, 
De el animo humanando la grandeza: 
Al pincel, los fínissimos colores 
De tus virtudes, celen la rudeza; 
El afecto, tal vez, yerros permite. 
Perdona el yerro, i el afecto admite. 
4.* — 13 h. sign. A. B. C. y foliadas desde 
la 3.*, en que empieza el texto con la palabra 
Panegirico: las dos primeras contienen la por- 
tada y la dedicatoria suscrita por D. Diego de 
Silva. A nuestro ejemplar le falta la última hoja 
que probablemente estaría en blanco. 

io3. Relación de todo lo | Sucedido en la 
Legacia del Ilustrissimo señor don Francisco 
Bar I barino, sobrino de la Santidad de N. Bea- 
tissimo padre Vrbano | Octauo, donde se refiere 
su ¡ornada desde Roma á esta Corte. En | trada. 
Recibimiento, Visitas assi á los señores Reyes y 
Infantes, | como á los Monesterios de Monjas, y 
frayles Bautismo, y Pro | cession del Corpus 
Va también el traslado de la carta que su | San- 



IfOTlGIA BIBLIOGMÁriGA. 4O5 

tidÍBid enbio á la Reyna N S. ) Hecha y ordena- 
da por don luán de la Rea. (Al fin) Con licencia 
en casa de Bernardino de Guzman. 

Empie:^a: Sv Santidad como tan zelosodel 
bien vniuersal de la Iglesia,... 

Acaba: y fue vno de los mayores y de ma- 
yor deuocion que vio la Corte. 

104. Discvrso. (Sin mas título.) 

Empieza: Viendo el Maestre mayor de la 
ñaue de la Iglesia..... 

Acaba: .....y de buen exemplo para alentarse 
al diuino seruicio. 

4.*~23 h. sign. A-F, y foliadas. 

Dividida eo párrafos cuyos epígrafes copiamos aquí, 
para dar una idea del contenido de esta Relación; no 
sabemos si le faltará al presente ejemplar algona ho}a 
ú hojas al principio, con portada y preliminares. Los 
epígrafes son estos: lomada del Conde de Oñate. — lor» 
nada del Conde de Puñoenrostro.— Entrada del Rey N. S. 
por la posta. — ^Aparato para la entrada del señor Lega- 
do.— Acción del Duque de Sessa.— Entrada del sefior 
Legado en esta Corte.— Recámara del sefíor Legada- 
Recibimiento del Rey N. S. — Aparato de la casa del 
señor Legado.— Visita el señor Legado á los Reyes. — 
Bautismo de^la señora Infante.— De las libreas que se 
dieron este dia.— Fiestas del Santissimo Sacramento. 

io5. Aparato | festivo en | el bavtismo de la| 
Serenissima Infanta D. Maria | Eugenia, cele-, 
brado con esplendida pompa en la Real Capilla | 
de su Magestad, á siete de lunio deste presente | 
año de 1626. 1 AI Marques de Rol, Feudatario 
Imperial Embaxador del se- I renissimo señor 



404 NOTICIA BIBLIOGRAFIGA. 

ademas del título, tienen todas en la margen auperior 
derecha su número correlativo; la presente no tiene mas 
que el número (17) y tres cmcecitas en el centro. Es la 
peor impresa de todas y en peor papel. 



loa. Al 111.— i Rev ■• S." | Cardenal Fran- 
cisco I Barberino, | Legado de Sv Santidad. | En 
8v venida á España. (Escudo) Año MJX:.XXVI. 
Empie:^a: 

Quando (6 Principe excelso) tus honores 
Intento retratar, i tu nobleza. 
Préstame liberales tus favores, 
De el animo humanando la grandeza: 
Al pincel, los fínissimos colores 
De tus virtudes, celen la rudeza; 
El afecto, tal vez, yerros permite, 
Perdona el yerro, i el afecto admite. 
4.*— 12 h. sign. A. B. C. y foliadas desde 
la 3.*, en que empieza el texto con la palabra 
Panegírico: las dos primeras contienen la por- 
tada y la dedicatoria suscrita por D. Diego de 
Silva. A nuestro ejemplar le falta la última hoja 
que probablemente estaría en blanco. 

io3. Relación de todo lo | Sucedido en la 
Legacía del Ilustrissimo señor don Francisco 
Bar I barino, sobrino de la Santidad de N. Bea- 
tissimo padre Vrbano | Octauo, donde se reñere 
su jornada desde Roma á esta Corte. En | trada. 
Recibimiento, Visitas assi á los señores Reyes y 
Infantes, | como á los Monasterios de Monjas, y 
frayles Bautismo, y Pro | cession del Corpus 
Va también el traslado de la carta que su | San- 



NOTICIA BIBLIOGRÁFICA. 4O7 

Thibet, por el Padre Antonio de Andrada, de | 
la Compañia de lesus, Portugués, escrita á su 
General, | y embiada del Virrey de la India á su 
Magestad, | en este año de 1637. (Al fin): Con 
licencia del señor don Gonzalo Pérez de Valen- 
(uela, en Se- 1 gouia por Diego Flamenco. Año 
de 1628. 

Empieza: El año passado de i6a6, se impri- 
mió la relación del primer descubrimiento..... 

Acaba: De Chaparangue Corte del Rey del 
gran Thibet en i5. de Agosto de 1626.— El Pa- 
dre Antonio de Andrada. 

Fol.— 6h. sign. A; en blanco la última página. 

Al describir la primera Relación ó Carta del P. An- 
drade (ó Andrada como en esta se firma) impresa en 
1627, diglmos que debia haber edición de 1626; asi 
consta en efecto al principio de esta segunda: la in- 
cluimos aquí, aunque de fecha algo posterior á la de la 
última carta de Andrés de Mendoza, por ser continua- 
ción y complemento de aquella. Véase el núm. gS. 




406 NOTICIA BnuoGRincá. 

Duque de Modena, Cauallero | del Abito de 
Santiago, 8fc (Al fin): Con licencia en casa de 
Bernardino de Guzman. | 

Empieza: Magestuosas grandezas de España... 

Acaba: Preuienense, sarao, mascaras, enca^ 
misada, toros, y cañas, para aplaudir la presen- 
cia de tal huésped, y solenizar el regozijd de 
otros felizes sucessos. 

Fol.-2h. 

La primera página la ocupan el titulo y la dedicatoria 
suscrita por el Doctor Antonio Ferrari, Capellán de Su 
Mageatad; el texto empieza en la 2.* 

106. Verissima | Relación en | qve se da 
qventa en el estado | en que están las guerras 
en las Filipinas, y Reynos de el | lapon^ contra 
los Olandeses. Y los famosos hechos i de doD 
Fernando de Silva Sargento mayor, | con la gran 
Vitoria que tuvieron los Españo- | les, dego^ 
liando quatrocientos | Olandeses. Año de | 1626. 
(Al fin): Impressa con licencia de | el señor Don 
Luys Ramírez de Arellano, Teniente | Mayor de 
Sevilla. I En Sevilla, por Ivan de | Cabrera, 
frontero del Correo Mayor. | Año 1626. 

Empieza: Daré qventa de lo que en estas 
partes remotas ay de nuevo.. .r. 

Acaba: pero si son las mugeres Japonesas, 

se queden como también las hijas, y lleven los 
hijos.— Lavs Deo.— 

Fol— 2 h, sign. A. 

107. Segvnda carta. | Prosigue el descubri- 
miento del gran Catayo, ó | Reynos del gran 



OBRAS PUBLICADAS. 



I. Delicado. — La Lozana Andaluza. 
II. Verdugo. — Guerra de Frisa. 

III. Muñón. — Tragicomedia de Lisandro 

y Roselia. 

IV. Cancionero llamado de Stúñiga. 

V. Villegas Selvago. — Comedia Sel- 

vagia. 
VI. Lope de Vega. — Comedias inédi- 
tas. Tomo I. 
vil. Milán. — El Cortesano. 
VIII. Pero Tafur. — Andan<jas é viajes. 
IX. Silva. — La segunda Celestina. 
X. Lucas Rodríguez. — Romancero his- 
toriado. 

XI. Hurtado de Mendoza. — Obras poé- 

ticas. 

XII. Tirso y Guillen de Castro. — Co- 

medias. 
XIII. Varias Relaciones del Perú y Chile. 

XIV. Varias Relaciones de las campañas 

de Flandes. 

XV. Guerra de los españoles en África, 

en 1542, 1543 y 1632. 

XVI. Montesinos. — Memorias antiguas 

del Perú. 
XVII. Almansa y Mendoza. — Cartas.