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I
CARTAS
DE
ANDRE& DE ALNANSA ¥ liMZA
NOVEDADES DE ESTA CORTE
Y AVISOS
RECIBIDOS DE OTRAS PARTBS
162I- 1626
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MADRID
IMPRENTA
DE MIGUEL GINESTA
calle
de Campoinanes , 8
1886
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12441.
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• • •
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• • • •
LAS veinte Relaciones que en este
volumen reimprimimos se refieren
á sucesos ocurridos en la Monar-
quía española, y principalmente en Ma-
drid, en los primeros cinco años del
reinado de Felipe IV, á partir de la
enfermedad y muerte de su padre, cuyo
relato es curiosísimo. Diez y siete de
ellas forman una serie seguida, citada
y descrita por primera vez en el Memo-
rial histórico español {i)y y por cierto
(i) Tomo i3/; i/de Cartas de algunos PP,
de la Compañía de Jesús al P. Rafael Perey^
ra, pág. XI.
TI
encareciendo la conveniencia de su pu-
blicación por su importancia y rareza.
Las tres que hemos añadido son del
mismo género, se refieren á la misma
época, y, aunque dos de ellas se publi-
caron anónimas, no tenemos por inve»
rosímil que sean del mismo autor.
Fué este Andrés de Almansa y Men-
doza, de quien no tenemos más noticias
que las poquísimas que él mismo nos
dá en algunas de sus cartas, pero que
debia tener muchas y buenas relaciones
con la gente palaciega, única manera
de proporcionarse las curiosísimas noti-
cias que le servian para su correspon*
dencia; en la cual se da á veces el caso
de adelantar los acuerdos que se habian
tomado, sobre asuntos cuya resolución
definitiva no era un hecho hasta algún
tiempo después.
La Relación que se imprime entre
la décimaquinta y la décimasexta, ade-
más de ser del mismo Mendoza, nos
suministra un dato curioso en su dedi-
catoria al Duque de Medina-Sidonia, en
la cual dice: «Esta carta, siguiendo las
que he acostumbrado á escribir del
VII
tiempo del Rey nuestro señor....,* de
donde deducimos, que aunque no tiene
la numeración que las otras, siendo del
mismo género, se escribió con igual
objeto, y forma, por decirlo así, parte de
un todo, por lo que la hemos colocado
en el sitio que por su feclia la corres-
ponde; parécenos asimismo una prueba
de que sus trabajos periodísticos, si así
pueden llamarse, no empezaron, con
plan fijo al menos, antes de aquella
fecha. Por lo demás son varias las Rela-
ciones que hay del mismo autor, refe-
rentes á sucesos particulares de estos
años, citadas unas, por él en las que
aquí reimprimimos, y otras que no
cita (i); con posterioridad alano 1626,
no hemos visto ninguna.
(i ) Encontramos citadas, la Relación de la en-
trada del Príncipe de Gales (pág. 209), la de la
salida y viaje del mismo (pág. 317), la del naci-
miento y bautismo de la In&nta (pág. 356), y la
del Auto de íe de Enero de 1634 (pág. 364);
esta última es, á no dudarlo, la que en nuestra
Noticia Bibliográfica ocupa el núm. 46, y la
anterior pudiera ser la del núm, 44; las otras
dos no las hemos visto. En cambio, de las que
describimos bajo los números 55 y 68, y de la
vni
La que precede á la décimaséptima,
fechada en Enero dé 1626, tampoco
pertenece á esta sá'ie, pero como es del
mismo género, y como refiere algunos
sucesos de que no se habla en la si-
guiente, nos ha parecido no estaría
demás su inclusión; con tanto más mo-
tivo, cuanto que, como la última, se
refiere á los años 1625 y 1626, dejos
cuales, sin esta, no habría más que una
Relación, habiendo tres del que menos
de los anteriores. La Reimpresión de
que se imprime en este tomo páginas 369 á 288,
nada dice. Alguna otra ha de haber también
suya como la de las fiestas de toros y cañas en
honor del Príncipe de Gales, la cual no hemos
visto impresa, pero si una mala copia (tan mala
que. según ella lo mismo puede ser una que tres
Relaciones) dividida en tres partes, la primera
con el título: Relación de la máscara que se
hÍ3[0f con una dedicatoria de Andrés de Mendo-
za, á doña Vitoria Colona, duquesa de Medina
de Rioseco, y la fecha al fin. Abril 9 de i623; y
las otras dos sin fecha ni dedicatoria con estos
títulos: A la villa de Madrid Cabera del Mun-
do, Relación de los primeros toros, ^ Al Conde
de Olivares f mi Señor, Relación de los segun-
dos toros.
IX
Lima ofrece la singularidad de tener
al fín las misma provisiones, tanto para
el Perú como para la Nueva España,
que pone Mendoza en su décimaséptima
y última.
Rétanos decir algo de la que publi-
camos en el Apéndice, titulada «Suma-
rio de las nuevas de la Corte,» y que
debía haberse impreso á seguida de la
primera de Andrés de Mendoza, pero
que por no interrumpir sus Cartas tan
al principio la dejamos para este lugar.
Publícase por un ejemplar impreso en
Lima, pues nos ha sido imposible hallar
la edición de Madrid que debió hacerse;
aunque creemos difícil que pudiera cor-
rer en la Corte, porque aquello de decir
el Rey á D. Bernabé de Vibanco: «Diez
años há que andáis amancebado^ por
vida vuestra que os vais á la mano y
os emendéis de suerte que yo lo entien-
da » y al Almirante: «No andéis en
compañías que os estorben entrar en
Palacio», etc. etc., y más aun el saberse
con pelos y señales y publicarse, nos
parece algo fuerte. Es en nuestra hu-
milde opinión uQa de las más cyripsas
del tomo, y quizá la más rara, y como
quiera que esta y la primera de Men-
doza, se publicaron casi á un tiempo
(en Abril de 162 1), suponemos, con
algún fundamento, que juntas hicieron
el viaje al Perú, y que allí se reimpri-
mieron, la una como complemento de
la otra, en el mismo año de 1621, por
el mes de Octubre; habiendo sucedido
lo mismo con la anteriormente citada
y la décimaséptima y última de nues-
tro Autor. Por todo lo cual, repetimos
ahora lo que al principio dejamos apun-
tado, que aunque dos de estas Relacio-
nes se publicaron anónimas, es posible
que sean del mismo Andrés de Al-
mansa y Mendoza.
Incluimos también en el Apéndice
una noticia bibliográfica de Relaciones
de sucesos particulares de estos mismos
años, y entre ellas alguna que otra ma-
nuscrita, ya por parecemos de relativa
importancia, ya por creerla copiada de
otra impresa; pero entiéndase bien que
no queremos se suponga, ni por un
momento, que damos á estos ligeros
apuntes importancia de ninguna espe-
XI
cié, estando como estamos seguros de
que sería fácil á cualquier aficionado
duplicar y aun triplicar la lista en breve
tiempo.
F. DEL V. S. R.
COPIA
DE UNA CARTA QUE ESCRIBIÓ UN SEÑOR
DESTA CORTE A UN SU AMIGO
POR haberme mandado vuestra mer-
ced avise de la muerte de su Majes-
tad, le escribo ésta con gusto, por ser
muy servidor suyo, y con puntualidad, por
haber sido testigo de vistas y oidas de mu-
chas de las cosas que le diré aquí, breve-
mente por no cansarle. Después de haber
oido su Majestad el Rey, nuestro señor, el
sermón de la Ceniza, de Florencia, se
sintió indisjpuesto. Atribuyóse entonces á
abundancia de sangre, después apuntó en
isipula. Fuese prolongando el mal , y mé-
dicos y camaristas desmentian los miedos
del pueblo con palabras de mejoría; que
los Reyes el primer dia están malos y to-
dos los demás mejores. Duró ésto hasta
la penúltima semana de Cuaresma, y el
lunes en la noche se sintió tan apretado
2 CARTAS M
SU Majestad, que pidió todos los Sacra-
mantos^ y contra el parecer de los médi-
cos , que decían se habia puesto á parir
antes de tiempo, los recibió é hizo su
testamento, mejorando, como le pareció,
el que habia hecho en Casarrubios; y, por-
que temia no poder firmar, dio licencia y
poder al Presidente de Castilla , que esta-
ba presente, para que firmase por él. Esta
noche se despidió de sus hijos ^ dándoles
muy buenos documentos, y al Principe
un papel cerrado , en que le avisaba de
algunas cosas particulares, á que se remi-
tía , dando por señas éste papel , cuando
le enviaba á encargar alguna cosa de
nuevo; y nunca más tíó á su hijo. Luego
por la mañana, martes, fué un coche por
Florencia, que le llamaba el Rey muy
apriesa, enviando el del Infantado tres
recados unos tras otros. En entrando, le
salió á recibir al antecámara el Confesor
del Rey, y á apercebir de que tratase á
su Majestad sólo de cosas de confianza,
porque estaba algo descaecido, y dejase
lo demás. Respondió Florencia: «Señor,
yo soy muy poco entremetido, y desto
Vuestra Ilustrísima es buen testigo, pues
ha visto que en dos años no he entrado
por sus puertas, y ahora vengo á ver la
primera vez á su Majestad, que Dios guar-
ANDBB8 DE MENDOZA. 3
de, llamado con tres archeros.» — «¡Jesús!
Padre, entre vuestra paternidad , que pue-
de entrar aquí, cómo y cuándo quisiere;
sólo decia ésto porque conozco á su Ma-
jestad y sé lo que ahora es menester.» Con
ésto entraron en el retrete , donde uno á
grandes voces leía la Pasión, y otro le
estaba diciendo conceptos desaproposita-
dos de la ocasión y tiempo. Tomó Flo-
rencia la mano, é hizo un razonamiento
que á todos cuantos estaban allí les hizo
llorar á hilo, y salió el Confesor á la ante-
cámara enjugándose los ojos y diciendo:
«En mi vida he oido cosa más discreta y
espiritual que éste razonamiento.» El Rey
se dio por muy servido, y dijo: «) Ah! buen
Florencia, no os apartéis de aquí hasta
que me cerréis los ojos, y será presto, que
ya le he dicho á Espejo que me vaya á
hacer el ataúd. Florencia, si yo i^e hubiera
aprovechado de vuestra doctrina , con qué
otro consuelo muriera ahora.» Y ésto lo
repitió en varías ocasiones muchas veces,
tomándole las manos al Padre , y apretán-
doselas con muestras de grande amor.
Hizole hacer muchos actos de contrición,
repitiendo el santo Rey, como si fuera un
niño, cuanto le decia; hízolc pedir per-
don á todos los que hubiese dado algún
pesar. Pidiósele á Dios de las omisiones
4 CAftTAS OB
que habla tenido en el reinar, y de no
haber goberxiado por su persona; de haber
entregado su voluntad á otro que á Dios
del cielo ; no haber sido cuidadoso en sus
obligaciones ; no haber sido muy agrade*
cido á sus criados, y de no haberles habla-
do con mucho agrado. Y después de ha-
berse arrepentido en público, con grandísi-
ma humildad, de todas éstas faltas y otras
que allí dijo, le suplicó se quedase solo con
su confesor,, y desto y lo demás que se
acordase se reconciliase para recibir nueva
gracia. Hízolo , y entró después el conde
deBenavente, y dijo el Rey: «jHa, buen
Conde, y lo qué os debo!» Dijo Floren-
cia : «Guarde Dios á Vuestra Majestad los
años que la Cristiandad há menester, que
así sabe honrar criados tan leales y cris-
tianos como el Conde.» Dijo el Rey: «Sí
lo es el Conde, por cierto.» Trajéronle las
reliquias de San Isidro, y, llegándoselas á
la cama, le suplicó fuese diciendo con él,
y agradeció al Santo la salud que le habia
dado en Casarrubios , y pidióle perdón de
no haberla empleado como en aquella
hora quisiera, y hízole un voto de labrarle
una suntuosísima capilla si ahora se la
alcanzaba de Dios. Tenia sobre la cama
una imagen de Nuestra Señora; hizo la
misma oración y súplica de no haber pro-
ANbftis DB MENDOZA. 5
curado con muchas veras se definiese su
Inmaculada Concepción , y hizo voto de
procurallo con alma y vida^ si le daba
salud. Delante de los dos confesores del
Rey y Príncipe (que sin duda les pareció
buena devoción para aquel paso) repitió
muchas veces su Majestad. «{Ah, si Dios
me diera vida, cuan diferentemente go-
bernara!» Y éstas palabras han traido á la
memoria lo que ha andado aquí entre las
manos estos años , sin saber á quién ame-
zaba , un pronóstico que sacó un francés
en latin tres años há , en que por modo de
diálogo habla con un pintor , y en que,
entre otras cosas ^ decia que éste año de
seiscientos y veintiuno, en el mes de
Marzo, un Príncipe cristiano de los ma-
yores Monarcas del mundo llegaría á gran
peligro de su vida; y que si quedare
con ella, que será dificultoso, (píntamele
de allí adelante con un cuchillo en la
boca, que viene bien con el sentimiento
que mostraba de la omisión que habia
tenido en el gobierno el santo Rey, nacida
de la caridad, con que no quería hacer mal
á nadie, y de la humildad, con que no
gustaba de ruidos,) muy de creer es que
mudara estilo y fuera más ejecutivo de
justicia. Y volviéndose á Florencia, le dijo:
«¿Quién os puso á vos en la boca, el miér-
o ClRTiS DI
coles de Ceniza, alguno de los que me
oyen no saldrá de la Cuaresma?; en mí
se cumplió la sentencia , Florencia.» cSe-
ñor (dijo el Padre), cierto es que yo no lo
dije por Vuestra Majestad, que antes qui-
siera se cumpliera en mí; mas quiere Dios
coronar á Vuestra Majestad en el cielo.»
«¡ Ah! en otro tiempo así lo entendía yo
(dijo el Rey ] cuando no veía tan de cerca
mis pecados ; ahora no hallo cosa buena
que me aliente, ni vos cuando prediquéis
en mis honras la hallaréis qué decir , pero
encargóos que miréis por la honra de los
muertos. Yo confíeso que no merezco
me entierren en sagrado', y que soy el
mayor pecador del mundo.» A éstas pala*
bras, dichas con la mayor devoción que
puede imaginarse, salieron por los ojos de
los presentes los corazones convertidos en
agua. Entonces el diestro piloto, que le
regía el cielo, viendo lo que le combatía
ésta p>asion de desconfianza, dijo: «¿Es
poco, Señor, haber regido un Reino vein-
tidós años con tanta entereza, que pueda
Vuestra Majestad decir, para el paso en que
está, como nos lo ha dicho aquí , que siem-
pre ha hecho lo que entendía ser lo mejor
y más justicia, y con tal ejemplo perso-
nal , como todo el mundo sabe , y á mí me
ha dicho Vuestra Majestad muchas veces,
AlfDRBS OB IIENDOIA. ^
que por todo el mundo no haría un pecado
mortal? ¿Esto no es así?— ¿Y cómo? res-
pondió el Rey. — ^Tras ésto, ¿es poco lo que
Vuestra Majestad ha hecho en Alemania,
sustentando aquellas guerras con dineros
y gentes , y asegurando por éste camino la
cristiandad en Italia y España? ¿ Fué poco
echctr de España los moriscos , perdiendo
tanto de sus reales rentas, por no tener
en el Reino quien no sirviese á Dios? — Dios
os lo pague , Florencia ( respondió el Rey)
jio os canséis, que ya vamos ganando
tierra, más alentado me siento, ¿qué
merced queréis que os haga? decídmelo,
por vuestra vida. Besóle la mano, y agra-
decióle aquel favor, y dijo que no queria
una, sino dos. Dijo el Rey tan presto, ¿en
qué?— ¿Qué, me las concederá Vuestra Ma-
jestad (dijo el Padre) y me dá su Real pa-
labra? — Sí. — Pues no quiero otras, Señor,
sino que dando Dios á Vuestra Majestad
salud, ha de castigar malos y premiar
buenos.» Varón verdaderamente apostó-
lico, pues teniendo en empeño la pala-
bra de un Rey, que le deseaba gratificar
un muy importantísimo y muy aceptado
servicio, no quiso amancillar la gloria
desto con premio que no fuera eterno;
y fué más de alabar ésta entereza en
tiempo que el Rey hablaba tan de veras y
8 CARTAS DB
estaba repartiendo mercedes. Al de Uceda
dio el Consejo de Estado, aunque no lo
aceptó, diciendo que nada podia recom-
pensar lo que perdia , y muerto el Rey no
queria más negocios. Al Prior del Escu-
rial hizo Obispo de Tuy. A su Confesor
dio cuatro mil ducados de renta de por
vida. Proveyó dos plazas de Consejo Real
en.D. Juan de Frias, del Consejo de Ha-
cienda, y en D. Verenguel, Oydor de
Valladolid, hombres muy beneméritos,
jubilando de camino á Pedro de Tapia , y
á Bonal, del mismo Consejo. Y como Flo-
rencia estaba de rodillas, lo más cerca de
la cama, lo más de la conversación era
con él, y le decia: «Padre mió Florencia,
no prediquéis ya otra cosa sino éste es-
pectáculo que veis. Decid que digo yo,
que no sirve ser Rey ni Roque en ésta
hora , más que para atormentar el haberlo
sido. jQuién hubiera vivido estos veintidós
años en las Tebaidas, que estoy á riesgo
de tormentos eternos! Decidme desto vos,
que lo tenéis bien ponderado» «Señor,
¿quiere Vuestra Majestad (le dijo Floren-
cia) hacer un acto que valga más que lo-
que hubiera hecho todo el tiempo de su
vida, aunque hubiera vivido en el yermo? —
¿Y cómo? — Pues tome la Monarquía y la
vida, y póngaselas á Dios en las manos,
ANDRÉS OB MENDOZA.
resignándose en ellas, para hacer su vo-
luntad. — Sí hago; ¿y ésto basta?— Sí señor;
porque, ¿cuál quisiera más Vuestra Majes-
tad, vivir ó estar esos años en el yermo? —
Respondió: Vivir. — ^¿ Luego ofrece Vuestra
Majestad á Dios cosa que estima más que
el padecer como los anacoretas, que es
la vida? Fuera de que Cristo, que es el su-
premo Rey del cielo, se precia mucho de
ver á sus pies rendidos los Reyes de la
tierra, y los Angeles le están ahora dando
el parabién de ver á Vuestra Majestad ren-
dido.» Y repetia con gran ternura : « Sí lo
estoy, por cierto á estos pies, como el más
vil gusano de la tierra,» besando los pies
de un Cristo con que murió su padre y
abuelo, y fué l^r alhaja que dejó al Prin-
cipe más encargada que trajese en el co-
razón y memoria; y no le dejó de sus
manos mientras le pudo sustentar ^n ellas,
diciéndole palabras devotísimas. Entró el
Gobernador del Arzobispado, y dijóle:
«Encargóos mucho la buena educación de
Fernando, que le llevo atravesado en mi
corazón.» Pidióle Florencia que llamase
al Príncipe y le diese buenos consejos, avi-
sándole de los barrancos que hay en el go-
bierno, para que no perdiera en ellos los
estribos. Y como se enternecía mucho en
verlo, dijo: «Vos se los daréis después en
10 CARTAS 01
mi nombre, y mirad que lo hagáis » que
tiene buen natural y lo sabrá aprovechar
el Príncipe; ¡qué digo Príncipe! el Rey,
que yo no soy sino un montón de tierra.»
En ésto y otras cosas se pasó el tiempo,
hasta las ocho del miércoles por la maña-
na, en que fué perdiendo el sentidp. De-
cíale el Confesor á Florencia que se echa-
se sobre la cama y le dijese al oido, «Je-
sús», que hasta en aquel paso reconocía
la voz, que tantas muestras habia dado
de gustar della en vida; y fué así, que casi
siempre que lo decia, hasta muy tarde,
mostraba sentido. Y á las nueve y media
espiró, y ya goza de paz y quietud en el
cielo , mediante la misericordia de Dios,
habiendo dicho antes una oración muy
devota , que él sabia , y á Nuestra Señora
^1 Hora monis suscipe, y después de haber
pedido el hábito y profesión de la tercera
orden de San Francisco, que se le dio el
padre fray Benigno de Genova , Ministro
general. Muerte digna de ser embidiada
de los más santos y espirituales religio-
sos y anacoretas , y que para de un car-
tujo era santísima. Salió Florencia á una
puerta que sale á los corredores del patio
segundo, y dijo : «Encomendemos á Dios
el alma de su Majestad, que acaba de es-
pirar ahora.» Luego ai punto se pasó la
ANDiis 01 MINDOZA. I I
guarda al cuarto del Principe. Y al Rey
se le puso morada la mano y brazo izquier-
do de algún humor pestilente que estaba
en el corazón, y era el que más le causaba
aquellas melancolías y congojas. Llega-
ron los Grandes y besáronle la mano, y
ios de la Cámara entregaron las llaves, y
fueron á besar las del nuevo Rey. Volvie-
ron á abrir el testamento , en que halla-
ron viva la piedad del muerto Rey. Dejó
por sí cuarenta mil misas , sin otras dota-
ciones para fiestas de $u devoción , con
jubileos plenísimos, limosnas, dotes para
huérfanas, memorias de obras pías; en
particular encarga á su hijo lleve ade-
lante las dos obras de la Reina , su esposa,
del monasterio de la Encarnación , y el
Colegio de la Compañía de Jesús de Sala •
manca , en que quiso estudiase gente , que
en el Setentrion contra los herejes , y en
las Indias contra los gentiles , dilaten y
restauren la Santa Fé.
En ésta hora irán por todo el mundo
alterándose innumerables cosas , depo-
niendo unos su potencia y armándose
otros con ella. Los papeles que tenia el
duque de Uceda se dieron á don Baltasar
deZúñiga;los de Ciriza á Antonio de
Aróstegui. Declaróse la privanza por el
cond^ de Olivares; y, porque no faltara
12 CARTAS DI
en éste triste caso la indulgencia que
concedía la Escritura, mandaron volver
los desterrados, el Almirante de Aragón,
marqués de Velada, D. Pedro de Tole-
do, Alcañices , Villamediana, etc. Y, dán-
dose el duque Cardenal por entendido,
caminaba hacia acá, mas enviaron á Don
Alonso de Cabrera, Oidor del Consejo
Real , que avisase se volviese á Valladolid
hasta que se le ordenase otra cosa. Fué
Florencia á dar el pésame al Rey, y los
consejos que le habia dicho su padre le
diese ; recibióle con mucho agrado , y los
consejos con muestras de mucho agrade-
cimiento. Dijole que le avisase siempre
de lo que le pareciese convenir, «que mis
pocos años dan lugar á que podáis hacer
muchas veces ésto». El cuerpo del santo
Rey muerto se llevó el viernes al Escurial,
á estrenar el Panteón suntuosísimo que
para los huesos de sus padres habia hecho.
El nuevo Rey, con el Infante Carlos, se
retiró á san Gerónimo; la Reina, la In-
fanta y el Cardenalito á las Descalzas.
Vánse trazando las honras que ha de hacer,
y las que ha de hacer la Villa, y los ser-
mones de entrambas se los enviaron á
Florencia , á quien hizo el Rey Confesor
de sus dos hermanos el Infante Don Carlos
y Don Fernando, encareciéndole la honra
ANDRÉS DE MENDOZA. 1 3
que le hacia en ñarle la crianza de sus dos
hermanos; y mostrándose desde éste pun-
to un rey Salomón en las palabras y en las
obras, pues, empezando á reinar desde su
misma edad , imita su sabiduría , con las
más discretas razones, tan presto y á
ocasión^ que se pudieran imaginar, y en
las obras , empezando por la justicia,
virtud propia de los Reyes. Mandó pren-
der al duque de Osuna y llevarle á la
fortaleza de la Alameda, y tras él á algu-
nos de sus criados. Hizo la prisión Don
Agustín Mejía, y entrególe al marqués de
Povar, que le llevó con la guarda Espa-
ñola, con que habia primero cercado la
casa. Quitáronse los papeles á Tomás de
Ángulo, y diéronse á Pedro de Contreras.
Envió su Majestad un recaudo con el de
Santistéban á Saldaña , que le habia oido
decir muchas veces que le deseaba servir
en la guerra , que escogiese dónde y le
daria sueldo de Grande, que son seis mil
ducados de renta. Admitiólo, pero después
ha salido con casarse con una dama de la
infanta María , que se llama Doña Maria-
na de Córdoba. Dióse el ofício de Caba-
llerizo del Rey, que él tenia, al duque del
Infantado. Predicó Florencia el segundo
día de Pascua al Rey , y ponderando las
visitas que Cristo habia hecho á los suyos
14 GiBTiS DI ÁNDt¿8 DB MENDOZA.
in ipsa die (el mismo áia), alabó la prie-
sa con que despachaba ahora y hacia
mercedes 9 sin hacer gastar á los nego-
ciantes sus haciendas en la corte. Después,
estando comiendo, dijo el Rey: «Logremos
el sermón y lo que se habia de hacer des-
pués, hágase luego: conde de Olivares,
cubrios,» y hizole Grande, con gran gusto
de toda la corte, que le tienen por discreto
y honrado caballero. Juró el Patriarca
sus oficios de Capellán mayor. Limosnero
y Presidente de la Cruzada. A Roco de
Campofrio declararon por Presidente de
Hacienda. Otras mil preñeces hay, que
saldrán á luz á su tiempo, y yo avisaré
dellas. Esto es lo cierto, aunque no lo es
todo lo que se dice. Guarde Dios á vuestra
merced. Abril 13, 1621.
CARTA SEGUNDA
QUE ESCRIBIÓ UN SEÑOR DESTA CORTE
A UN SU AMIGO.
CONTINUANDO la pasacU que escribí á
vuestra merced á 13 de Abiil, diré
en ésta algunas délas muchas nove-
dades desta corte, por cumplir lo que vues-
tra merced me tiene mandado. El mundo
se ha revuelto con et nuevo gobierno desta
Monarquía, y su Majestad, Dios le guarde,
la gobierna con tal celo y prudencia , que
muestran sus acciones la asistencia que le
hace el Divino Espíritu ; consérvele Dios
muchos años, para que tengan grande
aumento tan felices principios. Ya avisé
á vuestra merced como habia cubierto al
conde de Olivares , caballero que hoy go-
za mucha parte de la gracia del Rey; hizóle
Sumiller de Corps, y á D. Baltasar de
Zúñiga el todo en el gobierno : acuerdo
muy justificado por la gran prudencia y
1 6 CABTiS DE
celosa cristiandad deste caballero, adonde
tan perfectas calidades vemos juntas. A la
muerte de su Majestad siguió la del con-
de de Salazar , á quien llevaron con gran
pompa á Castrillo, lugar suyo junto á Va-
lladolid, y dieron su Encomienda á su
sobrino D. Jacinto de Velasco, y la com-
pañía de Continuos á D. Luis Enriques
Monredondo. A la duquesa de Gandía hi-
cieron Camarera mayor de la Reina , con
que la restituyeron lo que la habian qui-
tado.
Vino ñ esta corte la Infanta de Mó-
dena, nieta del duque de Saboya; apo-
sentóse en las Descalzas, y allí la reci-
bió su Majestad encubierto. A la marque-
sa del Valle han nombrado por Aya del
Infante que naciere á España , y por su
Azafata á Doña Ana Zapata. Mayordomo
mayor de la Reina hicieron al conde de
Benavente; con que ha metido en la pri-
vanza ambos hombros, y defiende la Pre-
sidencia de Italia valientemente, y con ra-
zón, pues á su grande capacidad nada hay
incompatible. Al conde de Arcos dieron
título de conde de Añover; al marqués de
Rentin, hijo del conde de Sora, capitán de
la guarda Tudesca. Han jurado Caballeri-
zos del Rey á D. Juan de Gaviria y á Don
Manrique de Padilla; Caballerizo mayor al
ANDftis DB MBlfDOZi. 1 7
buen duque del Infantado, que fué Mayor-
domo mayor del Rey difunto. Nombró su
Majestad por Gentiles-hombres de la boca,
á D. Manuel Pimentel, al conde de Año-
ver, á D. Manuel Manrique, á D. Pedro
Pacheco, al conde de Mejorada, á Don
Baltasar de Ribera. Al Archiduque, que
está en Flándes, dio su Majestad orden
que pudiese dar veinticuatro hábitos de
las Ordenes militares á las personas que
mejor sirvieren en aquella guerra; y otra
al marqués Spinola para que pudiese dis-
poner de doce en la misma forma: está
al presente en Flándes. Al marqués de
Santa Cruz hicieron Teniente del príncipe
Filiberto, General de la mar, con dos mil
ducados de ventaja; á D. Pedro de Leiva,
que fué General de las galeras de Ñapóles,
dieron las de España ; al duque de Fernan-
dina, General de las galeras de Ñápeles; al
de Malpica dieron la encomienda de Méri-
da, y la que él tenia dieron al de Rivilla.
Lunes de Pascua juró el de Povar su oficio
de Capitán de la guarda Española. Al con-
de de Gelves, Virey de Méjico; al doctor
Roque Campofrio se dio titulo de Pre-
sidente de Hacienda , y á Marcial Gonzá-
lez, Fiscal de aquel tribunal; á D. Luis
Vanegas de Figueroa, Aposentador mayor.
Dieron titulo de Secretarios de su Majes-
1 8 CiBTAS DB
tad á Antonio de Aróstegui, que lo fué de
D. Juan Idiaquez» y á Francisco de Alvix»
que lo es de D. Baltasar de Zúñiga.
El Embajador de Francia» habiéndose
ido , volvió á dar el pésame de parte de
aquellas Majestades. El dia veintitrés de
Abril fué notable por los dos personajes
que mandaron salir de la Corte: al Inqui-
sidor general, que le retiraron á Santo Do-
mingo de Huete , por un decreto que le
notificó la noche antes D. Alvaro de Vi-
llegas, Gobernador del Arzobispado de
Toledo; el otro personaje que mandaron
salir de la Corte fué al duque de Uceda,
que á veinticuatro de Abril le retiraron á
aquella villa , con pleito homenje que no
saliese de ella sin orden de su Majestad;
diéronle pocos dias antes titulo de Ma-
yordomo mayor , como lo había tenido el
duque de Alba , D. Fernando de Toledo.
Dicése que se ha librado decreto para se-
crestarle su hacienda , habiendo hecho lo
mismo de la del Cardenal, su padre ^ que-
dando por él solamente Dénia y los luga-
res que tiene en el reino de Valencia:
dicen ha mostrado en ésta caida mayor
valor que el hijo, pues muestra vivir ale-
gre y entretenido en Valladolid, y se dice
escribió á su Majestad, acerca de sus nego-
cios, una carta discreta, que anda por
▲NDRB8 DB MUIDOZA. 1 9
ésta Corte manuescrita. Háse hecho junta
particular para que se vean todas las
mercedes hechas por el Sr. Rey Don Fe-
lipe III , para saber á qué personas, de
qué calidadad y cantidades, particular-
mente por decretos del duque de Uceda y
Lerma, ó á sus criados y confidentes.
Juró de la boca el capitán Francisco Cal-
derón, padre del marqués de Siete Iglesias
(cuya causa dicen se abrevia). A Don
Femando Ramirez Fariñas , del Consejo,
se ha mandado haga inventario y embar-
go de ley bienes del Duque Cardenal , y
aun dicen hay otro juez que asiste al pa-
so de Francia, para que no salgan bienes
ni personas sospechosas sin orden de su
Majestad. Por la Junta de censura se han
preso algunas personas lucidas. Pregonóse
que los que estuvieren agraviados, de
cualquier género de Ministros, acudan á
la Junta. A D. Alonso de Cabrera le
han mandado que administre y gobierne
la casa y hacienda del de Osuna. A algu-
nos señores han mandado salir de la Cor-
te á hacer vida con sus mujeres, y á otros
que las traigan. Salió Juez particular para
averiguar el modo de vivir de los escriba-
nos. Prendieron á D. Antonio de Álzate,
Ayo de los pajes del Rey, y le sacaron de
San Bernardo y está en la cárcel de Corte.
20 CABTA8 DB
Háse apretado niás la prisión al duque
de Osuna , multiplicando guardas y ta«
piando ventanas; estáse en la fortaleza de
Alameda , á cargo de D. Luis de Godoy,
caballero del hábito de Santiago: por ésta
causa han preso personas de considera-
ción, especialmente á su Mayordomo , Se-
cretario, Tesorero y Caballerizo, y solta-
ron al Caballerizo, y el Secretario dicen
por muy cierto declaró gran cantidad de
dinero. A Genuino, aquel electo del pue-
blo en la ciudad de Ñapóles, á quien los
meses pasados trajeron preso á la ^árcel de
Corte , ahora le mudan en ca^a de' D. Luis
de Paredes, que es otra nueva cárcel en ésta
Corte. £1 conde de Saldaña está detenido
en Pastrana; vive quieto y bien quisto en
compañía de su mujer Doña Mariana de
Córdoba : aqui nos le hicieron degollado»
y corrió mucho ésta nueva falsa. A Don
Agustín Mejía dieron la llave, merced
bien merecida, y también la dieron al
conde de Monterey; y el Consejo de Esta-
do á estos cuatro, graduándolos su Majes-
tad como aquí van escritos: marqués de
Aytona, duque de Monteleon, marqués
de Montesclaros y D. Diego de Ibarra. A
ésta sazón murió la madre Águeda con
opinión de Santa. Domingo, dos de Mayo,
fueron los Consejos á San Gerónimo
ANDRIS DB MENDOZA. 21
á dar la obediencia y á besar la mano á
su Majestad; fueron todos á caballo con
gfandes lutos, lobas y capirotes. A la tarde
se' vistió de gala la Villa y se colgaron las
calles , y acompañado el Regimiento de la
mayor parte de la nobleza , armas de Cas-
tilla y León , atabales y trompetas y gran
concurso de pueblo , se levantó el pendón
Real por el Rey, nuestro señor; hízose en
la Plaza Mayor un lucido palenque^ adon-
de cuatro Reyes de armas, con cotas Rea-
les, acompañaron el Estandarte que lleva-
ba D. Rodrigo de Cárdenas, Alférez mayor
de Madrid , con grande acompañamiento,
con lucidos vestidos y caballos. Arbo-
lóse el Estandarte por su Majestad con
general alegría del pueblo , que asistió á
ésta solemnidad en grande número. Pasó
desde allí á las Descalzas, adonde vieron
sus Majestades la ceremonia, y la tercera
vez se hizo en la Plazuela de la Villa,
estando las calles adornadas ricamente.
Desde éste dia fueron viniendo las Ciuda-
des, cabezas del Reino, y provincias á dar
el pésame á su Majestad.
. Para las honras del señor Rey, que está
en el cielo , se dispuso el túmulo de San
Gerónimo el Real, con grandeza y majes-
tad notable: tenia de alto ciento cincuenta
y cinco pies geométricos, y de haz en cua-
22 CÁATÁ8 DI
dro veinticuatro, por no teaer más capaci-
dad la Capilla; formábase sobre doce co-
lumnas, tres por parte dóricas, y sobre los
cuatro cornisamentos, cuatro frontispicios
piramidales sobre que estaban recostadas
ocho estatuas doradas^ de forma gigantea,
muy bien vaciadas. Habia otras ocho de
pintura, cuyas inscripciones eran: de la
Gloria, Vera quce intus; de la Fama, Virtuie
propagatur; de la Fé, Vincit mundum; de
la Prudencia, Indieat, servato tuetur; de la
Continencia, Victa victrix ; át la, Manse-
dumbre, Placidé potens regnat; de la Li-
beralidad, Semper hahehit opes; de la Re-
ligión , Regnorum certa finitas ; de la
Piedad, Tumulis etiam vivi7;dela Clemen-
cia, Nulla magis decet; de la Justicia,
Perpetuum facit Imperium ; de la Victoria,
In multis inpaucis; de la Paz, Ultro ce-
dentibus; de la Benignidad, Prceest ut
prosit; de la Verdad, In ceternum invaleS'
cit; del Honor, Abeuntem séquitur. Virtu-
des que en el muerto Rey resplandecieron,
que á ponerse todas fueran innumerables.
Remataba la máquina una pirámide coro-
nada, vistosa en extremo. En los cuatro
ángulos habia cuatro candeleros de á qui-
nientas velas, que se remataban en gran-
des cirios, y lo mismo en las puntas y
cornisas de los frontispicios. Fuera del
andbís m Miicoozi. 23
cuerpo del edificio habia otras cuatro me-
dias columnas cuadradadas, distribuidas
igualmente , y sobre cada una un candele-
ro de doscientas velas, que se remataban
con cirios. Cubría la tumba un riquísimo
paño de brocado. Decia el epitafio: Phi'
iippo IIL Hispan. Regí potentissimoj Ca*
tholicce Fidei etverce Religionis Cultori
maximOy Pacis perpetua Curatori optimoy
morum suavitatiy puritate animi omatis"
simoj qui residua Maurorum gente nomini
Christiano infestissima trans more aman^
data y civeis áb insidiis tutatus Hispaniam
repurgavit. Larache^ Mamoramque fidiS"
simas Piratarum nayibuSy stationes aliis
ante se Regibus frustra petitas ditioni
adiecit; in Italia novas res molientes pu*
blicof tranquillitatis Assertor compescuit;
Germanice perduelles validis exercitibus
ingenti impensa comparatis sub Imperium
Romanum redegit. Vixit ann, XLIL mens.
XL dies XV L regnabit ann. XXII . mens.
VI. di. XVIII. Obiitprid. Kal. Aprií.
An. M.DC.XXL Pío erga carissimum
parentem a/fectu PbiU IV. faciendum cU"
ravit. Estaban á los pies la cota de armas»
la Corona y el Estoque, Cetro y Tusón. En
los cuatro ángulos habia cuatro cándele-
ros de á doce hachas , con escudos de ar-
mas, y desde ellos se hacia friso á toda la
24 CAITAS M
colgadura de la iglesia , que era de paños
negros , y la de la Capilla de damascos y
terciopelos negros, y coronada toda la
iglesia de luces. En las esquinas de los
arquitrabes habia cuatro banderas cua-
dradas, de las armas de los abuelos de
su Majestad, Austria, Hungría, Castilla
y Portugal ; y delante del cuerpo del tim-
bre, las armas y Tusón en escudo, ban-
dera Real, bandera de cometa, estandarte
de General , dos banderas blancas y rojas
y gualdadas, colores de su Majestad. En
medio estaba la bandera de su empresa,
que era un león de oro en campo de
cielo, con un asta en la mano y una cruz
en la otra, y por letra Ad utrumque. Fue-
ron los Consejos en forma: bajó su Ma-
jestad por el claustro acompañado de su
casa y de diez y nueve Grandes, con co-
llar sobre el capirote , y los del Tusón lo
mismo, y los maceros y Reyes de armas
con cotas; la falda le llevaba el conde de
Olivares. Iba el Embajador extraordinario
de Francia, el del Emperador, cubierto
el rostro á uso de Alemania , y el de Ve-
necia; el cardenal Espínela al lado del
Rey. En el banco de los Obispos presidia
el de Cuenca^ siguiéndose los de Sigüen-
za, Segovia, Avila, Badajoz, Pamplona,
Valladolid, Cartagena, Chile, Urgento;
ANDRI8 DB MBÜDOZi. 25
hÍ2o el oficio el de Cuenca, con la mú-
sica de la Capilla Real. El dia siguiente
bajó el Rey de la misma suerte ; el obispo
de Segovia celebró la primera Misa, del
Espíritu Santo; el de Sigüenza la según»
da, de Nuestra Señora; y el de Cuenca
la tercera, de Réquiem y á la cual hizo
ofrenda su Majestad de cera y oro, remi-
tiendo el pan y el vino á cantidad mayor
á los religiosos. Predicó el padre Geró-
nimo Florencia, de la Compañía de Jesús^
con la elegancia y erudición que es no-
torio, y se ha visto por los que andan
impresos. Habiéndose dado cera , se em-
pezaron los responsos de Pontifical por
los obispos de Segovia , Sigüenza , Avila,
Valladolid, rematando con el último el
de Cuenca. Asimismo éste dia dijeron
Misa las Ordenes en altares que previnie-
ron en el claustro.
A ocho de Mayo hizo las honras de su
Majestad la villa de Madrid, en la iglesia
de Santo Domingo el Real ; dispúsose un
grandioso túmulo de todo el altor de la
iglesia , que será de ciento veinte pies
geométricos, y de cuadrángulo seis varas;
por partb estaba levantado en ocho gra-
das, á cuatro pórticos, de doce columnas
dóricas, á cuyas esquinas se levantaban
cuatro medias columnas, en que estaban
26 CAATiS «I
estatuas de más de forma gigantea, dora-
das, y de imitación eran, de la Fé, Reli-
gión , Continencia y Mansedumbre , coa
sus insignias de Cáliz, Cruz, Ángel y
Cordero. El cornisamento desta máquina
era lucidísimo; rematábase en cuatro
frontispicios partidos, y en los tres linte-
les habia escudos grandes de las armas
Reales ; en el de la fachada principal es-
taba ésta inscripción : Pkilippus III. Phh-
lippi IlfiliuSj Caroli V. Imperatoris nej^s^
AugustuSf MaximuSy PiuSy hofreticorum
terror f Fidei prcesidiunty Religionis m/-
men, yídualis continentice speculum^
Maurorum expulsor ^ omnium virtutum
exemplar^ Obiit Matritiprid. KaL ApriL
Regni sui anno XXIII cetatis sute XLIIL
salutís nostre M.DC.XXI, SenatuSy po*
pulusque Mantuanus henefactori suo^
ac filio consecravit dicavitque. Deste cuer-
po, en que estaba inclusa la tumba, cu-
bierta de paño de brocado , con las insig-
nias vistas en el de San Gerónimo, se
formaba otra en las mismas doce colum-
nas, ligadas tres por parte, en las cuales
estaban cuatro banderas negras de las
armas Reales , de la una parte Corintia, y
parte moderna Romana; en el cual, en
un pedestal , estaba un globo coronado , y
encima un pavón, que empezaba á des-
ANDRÉS DI MENDOZA. %J
hacer la rueda, mirando abajo, y por le-
tras ésta iascripcion : Terrenum in medio
rotee fundamentum vidu Cubríase éste
cuerpo át una media naranja y cúpula,
que remataba en una pirámide de un
globo coronado, y en la superficie un
monte de velas; en las esquinas de los
arquitrabes estaban estatuas de menor
forma , Templanza , Clemencia , Castidad
y Justicia. Todas las basas del edificio es-
taban orladas de geroglífícos de Reyes
antiguos y modernos, propios y extraños,
gentiles y católicos , cuyas virtudes tuvo
el muerto en grado superior. El rey Don
Fernando IV tenia por inscripción: Fa^
licis scBculi initium; Cario Magno, In ohe^
dientia defensio; Bamba , Consilio firmata
Dei; Alfonso X, Reges Deurom discipuli;
Antonino Pió, Insuperabilis clementia;
Recisbindo, Digna miraculi fides; San
Luis, rey de Francia, Dux bellorum
Deus; David , Humilitas fortis; Salomón,
Pacifica Religio; Filipo I, Magnanimitas
futura; Ecequías, Fidelis pietas; Vespa-
siano , lustum etiam supplici; Femando el
Santo, Maurorum expulsor; Henrico III,
Usus virtuiis prosperitas; Octavian©, üni'
versee pacis typus; Carlos V, Felicior
Regno securitas; Filipo II, Finís virtutum
constantia; Alfonso VIH, Fortitudo in
30 GABTAS DI
cirio y una medalla grande de oro, de los
rostros de los Reyes muerto y vivo. Dióse
cera á la mayor parte de la noblesa y al
Consejo de Estado, y con el últímo rea»
ponso se acabó U solemnidad.
Domingo, nueve de Mayo, se previno la
entrada de su Majestad, y desde la puerta
de Palacio (que despejada de los talleres
y obra, quedó la fachada de alegre vista),
hasta San Gerónimo; fué tal el número de
tablados y prevención para ver la entra-
da, que en la calle Mayor formaron otra
nueva calle de madera, y tal el número
de gente, como determinada toda la corte
á verla. El aderezo del ventanaje y calles
fué el que se deja advertir en día tan fes-
tivo, y en acción recibida umversalmente
con gusto, y en la Corte de España, donde
son los menajes de las casas tan costosos
y ricos. Pasadas las guardas en orden á
San Gerónimo con sus Capitanes, fué. la
Villa con su Corregidor á dar la obediencia
y recebir al Rey; llevaban ropones de tela
blanca rica, alcarchofada de oro en el
telar, forros de raso de oro y carmes!,
jubones de las ropas , calzas y cueras, de
pasamanos de oro de realce, y gorras ade-
rezadas; cada vestido costó ochocientos
ducados. Besada la mano, su Majestad se
puso á caballo, y el acompañamiento (que
ANDIÍ8 DC MINDOZA. ^9
Tusón al cuello, y ésta letra: A gnus in
corde. Un cáliz entre dos árboles que le
enraman/ con ésta letra: Inpace Religio.
Un árbol vuelto, que tiene en el cielo las
raíces, con ésta: In Ccelo radix. Un ele-
fante entre unos corderos, con ésta: Nihil
potentius. Una nave, roto el árbol, la
muerte en la popa, y que sin tormenta se
va á pique, con ésta: Sereno ccelo fran^
gitur. Un túmulo, y sobre una almohada
una muerte coronada, con ésta: Somnius
diutumior sólito. Muchos escudos de armas
reales adornaban el edificio, que parecían
bien por extremo. Colgóse toda la iglesia
de lutos, con los mismos escudos, y re-
matóse de luces. Vino al oficio la villa á
caballo, con lobas y capirotes, con sus
Oficiales y Maceros , y con cuatro Reyes
de armas con sus cotas Reales. Hizo el
oficio el obispo de Vallado! id , y predicó
su hermano, fray Domingo Pimentel, Pro-
vincial de la orden de Santo Domingo,
hijo dignísimo del conde de Benavente.
Dijo la primera Misa el Prior y convento
de Atocha, como casa Real y en casa Real
de su orden; la segunda el Vicario gene-
ral desta villa, y el clero y cabildo; la
tercera el obispo de Valladolid , y á ella
hizo, en nombre de Su Majestad, ofrenda
el Corregidor, conde de Peñaflor, de uíi
32 GAITAS DI
luto aliviado de paño, con jubón de raso,
calzas de obra negras. Las dos guardas»
Española y Alemana, iban á pié á los dos
lados, y detrás del palio D. Baltasar de
Züñiga, á caballo, y luego la guarda de
Archeros de Corps, á caballo, con su Ca-
pitán, el marqués de Falces, con las armas
y bizarría que estos soldados sacan siem-
pre en actos públicos, grandes penacheras
y bandas. Llegó su Majestad á Santa
María , donde le recibieron con Te Deum
LaudamuSy y el Patriarca de las Indias de
Pontifical, y después de la adoración y
oración pasó á Palacio, donde le hicieron
la salva los archeros con las pistolas de
arzón; llovió mucho aquella tarde, y con
todo lució bastantemente la grandeza
desta Monarcuía.
El príncipe Filiberto venia á Madrid á
la posta, detúvose en Barajas por causa
de una indisposición , de que le han san-
grado tres veces, y hasta ahora no ha en-
trado. El gobernador del Arzobispado,
D. Alvaro de Villegas , predicó las honras
de su Majestad en el monasterio de la
Encarnación , con gran satisfacción de los
oyentes , y se le ha cometido el proveer
todo lo eclesiástico, excepto las prevendas
de la santa iglesia de Toledo. Echanse de
Madrid los hombres y mujeres de vivir
▲KOIBS 01 MENDOZA. 33
escandaloso^ y se murmura saldrán buenos
mantos y capas. Hoy, domingo, partió su
Majestad á Aranjuez; muchas provisiones
de personas beneméritas y otras mil no-
vedades se prometen cuando vuelva , que
será al fin desta semana; cuando salgan
las sabrá vuestra merced , á quien guarde
Dios muchos años. Madrid, y Mayo 16,
de 1621.
TERCERA CARTA
QUE ESCRIBIÓ UN CABALLERO DESTA CÓRTE
A UN SU AMIGO.
POR la mia pasada de i6 de Mayo, sa-
brá vuestra merced las novedades
desta Corte , para llevar con menos
mal la ausencia della. La gran prudencia
y valor de su Majestad , que Dios guarde,
su cristiano celo, acertado gobierno y
disposición loable, lleva cada dia glorio-
sos aumentos, y se le luce bastantemente
á ésta dichosa Monarquía ; continúe nues-
tro Señor tan felices principios , adonde
vemos amparada la justicia , ejercitada la
misericordia, premiados los méritos y
castigados los delitos. La Junta de censura
prosigue en remediar excesos, en desterrar
culpados y en castigar delitos , con que se
mira ésta máquina tan otra , que no hay
quien se atreva á vivir escandalosamente.
Quítase la casa de aposento á cien Algua-
30 GiATAS DI .
ciles de Corte á quien se daba , reducién-
dose ésta merced á solos quince , y quítase
á los Secretarios del Rey , Escribanos de
cámara y de provincia, y á cuantos les
valen derechos los oficios; no sé si tendrá
efecto ésta reformación. El número de
los Aposentadores habia crecido á nueve,
redujéronlos á cinco , y que éstos y el
Aposentador mayor jurasen los ofídos.
A D. Antonio de Castro, Oidor del Con-
sejo de órdenes, se ha remitido la visita
de los oficiales de aquel Consejo. Hay
junta en casa del Reverendísimo Padre
Maestro Fray Antonio de Sotomayor,
Confesor de su Majestad, para reformar
los derechos de las Audiencias del Nuncio
y del Vicario; hállanse en ella su Reve-
rendísima, los Presidentes de Indias y Ha-
cienda , y D. Juan de Chaves , Oidor del
Consejo Supremo. Ha mandado su Ma-
jestad que haya todos los días Consejo
de guerra y que se le consulte en el mis-
mo día lo que en él se tratare. Hizo su
Majestad del consejo de Cámara, á Don
Juan de Chaves y á D. Alonso de Cabre-
ra, Oidores del Supremo. Al hijo del
marqués de Celada se dio la encomienda
de Bolaños, que se habia dado años antes
al marqués de Belmonte , hijo del duque
de Uceda, y por su muerte la tenia ea en-
AlfOBlS DI MBNDOZá. 37
comienda su padre, por tiempo limitado.
Han jurado estos dias de la boca, el con-
de del Risco, el de Elda, D. Francisco
de Meló, D. Aledamo Carreto, D. Pedro
y D. Cristóbal de Córdoba , y háse dado
hábito á D. Lope de Hoces, D. Luis
Ponce, D. Francisco Maldonado, D. Pedro
de Herrera, D. Francisco de las Infan-
tas, D. Melchor Espinóla, D. Sebastian
de Mallea, D. Diego de Castro, D. Fran-
cisco Manrique de Aguayo y al marqués
de Espino. Dióse encomienda á D. Juan
Ibañez y á D. Diego de Zúñiga. Mandóse
retirar á Alcalá de Henares al secretario
Juan González Centeno, que lo fué del
Cardenal de Lerma, con orden que no
salga de allí hasta tenerla. Quitáronse
diez guardas al duque de Osuna, de vein-
titrés que tenia en la fortaleza de la Ala-
meda, y diósele por prisión todo el sitio;
fuéle á tomar su confesión el señor Gas-
par de Vallejo, Oidor del Consejo Su-
premo, y después prendió el mismo á Don
Antonio Manrique , marqués de Charela:
D. Andrés Velazquez, Espía mayor y
del Consejo secreto, está preso en casa de
D. Luis de Paredes, Alcalde de Corte. La
Abadía de Alcalá la Real se dio á D. Pe-
dro de Moya, Capellán de su Majestad y
Auditor del serenísimo Infante Cardenal.
38 CiMTU 01
Al de Uceda, que dias antes estaba preso
en la fortaleza de Torrejon de Velasco^
se le ensanchó la prisión, y no debió ser
con orden de su Majestad, pues por ello
fué preso Juan Bautista de Li jalde, su
Guarda n()ayor^ y se ha puesto en su lugar
á D. Francisco de Villarroel, ambos del
hábito de Santiago.
Por el Cardenal de Lerma se dio á su
Majestad un largo y discreto memorial,
haciendo relación de los servicios de sus
pasados y suyos, así al señor rey D. Fe-
lipe segundo como al tercero, con el cual,
como por el memorial parece , priyó tanto
y tuvo tanta mano, que pendió de su per-
sona todo el gobierno desta Monarquía,
y por sus muchos servicios durante éste
tiempo y otros ejemplos de servicios de
diferentes personas que se refieren, pre-
tende que la merced que le hizo el señor rey
don Felipe tercero de las quince mil sal-
mas, no fué excesiva sino justa é impor-
tante para remuneración de sus muchos
méritos, y que el reducirse ésta merced á
setenta y dos mil ducados de renta, fué
una venta y compra y no se le puede des-
poseer della, pues no tiene un pri\ilegio
simple, sino un contrato privilegiado, y
que cuando se le haya de desposeer de la
dicha merced , no ha de ser Juez el señor
ÁIIDBI8 DI MINDOZl. 39
D. Femando Carrillo, recusándole por al-
gunas causas de enemistad que allí con el
juramento y solemnidad necesaria expresa;
y pide se conozca deste y los demás plei-
tos que se le pusieren en el Consejo de
Justicia. Su Majestad, como tan cristiano
y recto, mandó fuese oido de justicia,
pues si la tiene no quiere sea desposeído
désta ni otras mercedes, y si no la tiene,
tampoco quiere defraudar su Real Patri-
monio, que tan gastado se halla hoy, y
tan sujeto á precisas obligaciones, así en
defensa de la Cristiandad como en la
reputación y conservación desta Monar-
quía. Y en lo que toca á la recusación de
D. Femando Carrillo, que sea ó no
sea Juez en ésta causa no importa , pues
sabe el mundo ser uno de los más doctos,
cristianos y rectos jueces de Europa.
Salió por General de la artillería el
marqués de Almenara, con cuatrocientos
ducados al mes , y Lelio Brancaccio por
Maese de campo general de Italianos en
Ñapóles y con gobierno de Provincia. El
gobierno de Calabria se dio ai-Embajador
que estaba en ésta Corte por la República
de Luca. Al marqués de Montenegro, Ge-
neral de la caballería de Sicilia. El gobier-
no de. las Islas Terceras á D. Pedro de
Avila, hijo del marqués de las Navas* El
40 GUITAS M
vireinado del Abruzo al marqués de Cusa*
no. El de Montefiesco al marqués de la
Palleta, y á D. Juan de Médicis un tercio
de Alemanes. Prendieron en Aragón al
capitán Ortis» Camarero del duque de
Osuna, y trajéronle á Madrid con la guar-
da de aquel Reino. Han entrado estos <Uas
muchos señores: el duque de Cardona » el
duque de Béjafi el marqués del Carpió
y el marqués de Ayamonte , el marqués
de Villanueva del Fresno de Almufia^
conde de Sinarcas , de los Arcos, *del
Real, y marqués de Villamanrique. Entr6
la duquesa de Osuna con grande acompa-
ñamientOy y no con menos la marquesa de'
Velada. Besó la mano á su Majestad la
provincia de Guipüscoa, acompañada de la
mayor parte de su nobleza. Tuvo audien-
cia el gran Canciller de Milán y despáche-
sele después de algunos dias, remitiendo
al duque de Feria la entrega de la Balte-
lina, gobernándose según los acddentes
que de los rumores de Italia se hubieren
descubierto. Avisan de Portugal , que á la
ciudad de Lagos , en el Algarbe, han lle-
gado veinticinco velas de holandeses y
turcos mezclados, que han puesto cuida-
do, aunque no han hecho hasta agora más
que darle; que aquel Virey andaba visitan-
do por su persona los castillos y fuerzas
ÁNDife DE MBNDOZA. 4I
de la costa , presidiándolas de lo necesario.
Quítase el gobierno de Portugal por Virey
y nombráronse tres Gobernadores para
aquella Corona, que son: D. Diego de
Castro, conde de Vasto; D. Alonso Mejfar
obispo de Coimbra, y D. Ñuño Alvares
Portugal, y con tanto dará la vuelta á
Castilla el marqués de Alenquer, Virey de
aquel Reino. Avisan de Francia estar el
Rey Cristianísimo sobre San Juan de An-
gelin, lugar fuerte de rocheleses, y que,
determinando el Consejo que cinco sol-
dados reconociesen la batería, quiso su
Majestad ser uno de ellos, y sin poderlo
estorbar fué con los cuatro nombrados,
que los hirieron á todos, y al Rey de un
mosquetazo en un brazo, de recudida de
haberle muerto el caballo; y al fin, tomada
la fuerza por asedio se asentó por partido
que los caballeros saliesen en calzas y ju-
bón y en hacas , y los soldados á pié y en
camisa : dícese que tiene cercada la Ro-
chela, y que sin batirla quiere que se le
entregue. De Inglaterra avisan que los
veinte navios de la Concordia, ingleses, se
determinaron llegar á inquietar á Argel,
y para ésto llevaron dos bajeles llenos de
ingenios de fuego ; quemaron en el puer-
to de aquella ciudad siete galeones gran-
des y seis pataches; tomaron un navio de
43 CAKTIS DI
PechelingueSy con gran riqueza, y entre
diversas mercaderías ochenta mil reales
de á ocho ; cañonearon la ciudad de Argel
por varias partes ; echaron gente en tíerra
y robaron la campaña , y, lo que más fué,
se volvieron á embarcar sin riesgo. Mar-
tes, veintidós de Junio, fué la primera pro-
posición de Cortes, y domingo, veintiñete,
hubo en ésta Corte auto de Inquisición;
formóle la de Toledo, y penitenció á una
hijadalgo y cristiana vieja, que después
que se hizo beata se llamaba María de la
Concepción, la cual, siendo virtuosa, ten-
tada de la carne, se dio á rienda suelta al
vicio, y fría en la caridad 5 tentóla el de^
monio en la Fé y diose á todo género de
embustería y falsas ilusiones ; fué blasfe-
ma , sacrilega , engañaba al confesor con
apariencias virtuosas, tenia pacto expre-
so con el demonio , escupía á un Cruciñ-
)o , recebia cada dia el Santísimo Sacra-
mento dos y tres veces , con palabras blas-
femas , provocándose delante del á torpe-
zas; fué hereje, arriana, nestoriana, lu-
terana, calvinista, mahometana y elvi-
diana, negando la inmortalidad del alma,
el purgatorio , inñemo y cielo , potestad
del Papa, imágenes y Sacramento, y úl-
timamente ateísta: pidió misericordia,
con contrición, dolor y lágrimas, y de sola
AlIDliS DI MINDOZA. 43
delación suya se condenó á hábito y cár-
cel perpetua irremisible, coroza, mordaza
y azotes.
El Nuncio de su Santidad entró á diez
de Junio: fué á besar las manos de su
Majestad á diez y ocho del dicho, ocho
dias después de haber llegado , con grande
acompañamiento de la mayor parte de la
nobleza; llámase Alejandro de Sangro,
Patriarca de Alejandría , Arzobispo de Be-
nevento. A doce de Julio fué á besar las
manos á su Majestad el duque de Arescot
de la Orden del Tusón de Oro, Embaja-
dor del serenísimo Archiduque Alberto;
entró con lucido acompañamiento. A ca-
torce de Julio mandó el Rey cubrir al
conde de Monterey, y al marqués de Cas-
telrodrigo, conde de Lumiares. Volvió á
la Corte D. Diego de Aragón , hijo del du-
que de Terranova , de servir el gobierno
de Micina ; fué bien recebido y mandóle
su Majestad servir su llave, y á pocos dias
le mandaron salir de la Corte y que fuese
á servir á su Majestad en el dicho gobier*
no. Hánse dado llaves al duque del Infan-
tado , conde de Fuensalida , conde de
Portalegre , conde de Peñaranda , D. Jai-
me Manuel , hijo del duque de Maqueda,
y á los marqueses del Carpió , el Villar,
Cañete, Camarasa, y Caracena. Al mar-
44 CAITAS DI
qués de Malpica han hecho Ayo y Mayordo-
domo mayor del serenísimo Infante Carde-
nal, y á D. Gaspar de Ribera, su hijo, die-
ron título de conde de Parla. Al conde de
Mora y á D. Luis Enriques hicieron Ma-
yordomos de la Reina, nuestra señora, y al
conde de Peñaranda ayo del Infante Don
Carlos. A D. Francisco Paravecino hicie-
ron conde de la Torreta. A diez y seis de
Julio entró en ésta Corte la condesa de
Oropesa, hija del conde de Benavente,
viuda del santo conde D. Femando de
Toledo, hijo del señor D. Duarte, marqués
de Flechilla , caballero tan virtuoso, que á
fuerza de penitencias y mortifícftciones, de
veinticinco años pasó á mejor vida, dejan-
do una hija y dos hijos; de los cuales, el
mayor murió después que el padre, y para
asegurar la salud de los demás, con la
mudanza á mejor sitio, los trujo á Madrid
su madre: entró, aunque retirada y encu-
bierta, con grande acompañamiento y
casa. Dióse el hábito de Religiosa en el
Monasterio de la Encarnación á una hija
de los condes de Santiago , fué su madri-
na Doña Francisca Clourel, mujer de Don
Baltasar de Zúñiga , Comendador mayor
de León ; acompañóla toda la Corte. El
Rector de la Universidad de Salamanca,
D. Felipe de Haro, hijo del marqués del
ÁNDIIS DB MBIIDOZÁ. 45
Carpió 9 besó la mano á su Majestad, con
grande acompañamiento, y iba él entre
seis ci^balleros que habian sido Rectores:
el conde de Olivares y D. Felipe de Haro,
tíos del nñsmo D. Fernando; y D. García
Pimentel, hijo del conde de Benavente, y
D. Melchior y D. Antonio Moscoso, hijos
del conde de Altamira.
Escriben de Alemania, que pide el
Palatino al Emperador la investidura de
so Estado para su hijo heredero, y ofrece
enviarle á criar á la Corte imperial ;• in-
terceden con el César los demás Electores,
y piénsase que lo hará si entre todos le
contribuyen con un millón, para pagar
parte de gastos, y vienen con los protes-
tantes en que le obezdecan; y en el ínterin
que ésto se asienta, aunque pasada la
tregua de Maguncia , no cesa el comercio
y el caminar es seguro. Manda el serení-
simo archiduque Alberto al conde Mauri-
cio, que dentro en tres meses vengan á
gozar el Principado de Oran je , que tiene
en Tierrafírme , donde nó, le da por ban-
dido de aquellos Estados, y que como á
tal se procederá contra él. A la princesa
de Pomblin, viuda , dio el Emperador la
investidura de aquel Estado , y autoridad
al Rey Católico para que la pasase á los
sucesores en su casa, y con ésto ella casó
46 CAITAS DB
con el duque de Branzu, caben de la ca-
sa de Ursino, y el novio y su hermano el
Cardenal la lleyaron á Roma. Asentáron-
se las capitulaciones de casamiento entre
el marqués de Zara, heredero del Ducado
de Arcos, y hija del duque de Segorbe,' y
enue D. Hipólito de Velasco y su sobrina,
la marquesa propietaria de Salinas, y
entre el conde de Salinas y Ribadeo y
una hija del duque de Híjar.
Por parte de D. Rodrigo Calderón se
dio memorial á su Majestad, implorando
su piedad y clemencia , suplicando con él
se usase, pues cuando en él huUese haU-
do algunos descuidos y culpas , se hallarán
algunas acciones, que, cuando se hicieron,
sé tuvieron por servicios y dignas de ala-
banza, y la mudanza de las cosas y tiem-
pos las hace parecer delitos; y que las acu-
saciones y visita que le han hecho ha na*
cido de conocida pasión y embidia de
muchos y poderosos émulos, y que sus des-
cargos no han podido ser iguales á las di-
ligencias que se habian hecho para sus
cargos, y que su Majestad, que tiene el cie-
lo , aunque por su parte acudió á sus pies
suplicando declarase algunas cosas tocan-
tes á su justicia , no lo hizo tan cumplida-
mente como convenia, por no haber quién
se las trajese á la memoria, y por su
ANDIB8 DB MfNDOZA. 47
muerte. Y también el Cardenal Duque, por
algunos justos respetos se ha abstenida
de declarar mucho de lo que á la justicia
del Marqués tocaba , y que muchos de los
cargos que se le hacen tocan en materias
de Estado muy graves, y resueltas por el
Consejo; y que los oficios que él tuvo no
eran sujetos á visita, y, cuando lo fueran,
ya ha sido visitado y dado por libre el año
de 1607, y 4^^ ni los Visitadores podian ser
jueces en las causas de sus visitas, trayen-
do para ésto algunos ejemplares. Y que en
loque toca á haber recebido algunas dádi-
vas y presentes, lo sabia su Majestad, que
está en el cielo, y, por justas causas y su
piedad, leperdonó y dio sus Reales cédulas,
y quitó el derecho al Fisco que podia tener
de volver á pedir, atendiendo á sus muchos
servicios de D. Rodrigo; y para purgar si
en él hay algunas culpas, trae sus muchas
molestias recebidas, sus grandes gastos,
su prisión y tormento. Y no obstante éste
memorial , á nueve de Julio notificó Lá-
zaro de Ríos , Secretario de su Majestad,
dos sentencias al dicho D. Rodrigo Calde-
rón , marqués de Sieteiglesias , en su per-
sona ^ preso muchos meses antes en su
misma casa : la una , de las culpas que se
le han causado por el proceso civil, y la
otra por la causa criminal. Por ésta dije-
48 CAiTAS M
ron, que por cuanto el señor Fiscal le acu-
só de culpante en la muerte de la Reina,
nuestra señora, Doña Margarita de Austria,
que sea en gloria , y no lo haber probado,
absolvieron y dieron por libre della al
dicho D. Rodrigo Calderón. Y asimismo
en cuanto le acusó de haber dado hechifos
y con ellos haber procurado atraer las vo-
luntades del Rey, nuestro señor, y de
otras personas , y haber dado veneno al
Padre Maestro Fray Luis de Aliaga , In-
quisidor general y Confesor que fué del
Rey, nustro señor , que sea en gloria, y
haber hecho matar á D. Alonso Carvajal,
al Padre Cristóbal Xuares, de la Compa-
ñía de Jesús, á Pedro Caballero y Alonso
del Camino, también le absolvieron, por
no lo haber probado el dicho señor Fiscal.
Pero en cuanto le acusó de la prisión que
hizo de Agustín de Avila, Alguacil que fué
desta Corte, y del proceso que contra él le
formó y de haberle querido matar en la
prisión con veneno, últimamente de su
muerte, y todo lo que en ella pasó, y haber
cometido delito de asesinato y muerte ale-
vosa , habiendo hecho matar á Francisco
de Ibarra, por medio del sargento Juan de
Guzman y de otras diferentes personas, y
haber pervertido (con la mucha mano que
tenia) el juicio de la causa criminal que
IKDItES DI HEnOOZA. 41)
pendió y se trató en ésta Corte ante los
Alcaldes della, contra el dicho Pedro Ca-
ballero, en razón de la muerte del dicho
Francisco de Ibarra, amenazando y persi-
guiendo á uno de ellos, porque trataba
de la averiguación y castigo deste delito,
y en haber ganado é impetrado cédulas
de su Majestad, que haya gloria, de per-
don y liberación desús delitos, con malos
medios; dijeron , que de la prisión en que
está sea sacado, caballero en una raula
ensillada y enfrenada, con voz de pregone-
ro que publique su delito, y sea traído por
las calles públicas y acostumbradas de
ésta villa , y llevado á la Plaza Mayor de
ella , donde para éste efecto esté hecho un
cadahalso y en él sea degollado por la gar-
ganta, hasta que muera naturalmente:
mas le condenaron en perdimiento de la
mitad de sus bienes para la Real Ha-
cienda.
Por la otra sentencia, que dicen
tiene doscientos y cuarenta y cuatro car-
gos, le condenan en un milloo y doscien-
tos cincuenta mil ducados , y por capítulo
ñnal della, á que fueron remitidas mu-
chas de las culpas de las dichos cargos,
fué condenado en perdimiento de todos
los Títulos y mercedes que de su Majestad
lenia, y se le habia hecho merced y dado.
50 CálTAS DI
y en cualquiera manera que le pertenecie»
re y puede pertenecer , y en perdimiento
de los títulos de Conde y Marqués y Capi-
tán de la Guarda, Contíno de la casa de
Aragón , Alguacil mayor de la Candlle^
ría de Valladolid, Alcayde de la cárcel,
Archivero mayor, Regidor de aquella ciu*
dad, Mayordomo de obras deUa, y e^
perdimiento del ofício de Correo mayor
de la dicha ciudad y perpetuación que
tenia , y en perdimiento del Patronado
del Monasterio de Portaceli , que hizo en
la ciudad de Valladolid, y en todos los de^
mas títulos y mercedes aplicados á su
Majestad : y ansi mismo en perdimiento
át la merced que tenia sobre la Bula de
lá Cruzada, que se imprimía en Nuestra
Señora de Prado , que valia ocho mil du-
cados de renta, y en el ofício que tenia de
Regidor y Escribano de Ayuntamiento, y
Depositario de la ciudad de Plasencia, y
de }r. ciudad de Soria, y villa de Nava y
otras. Dícese que llevó éste golpe con valor
notable , y que está tan resignado en las
manos de Dios, y con tal dolor y actos de
cristiano, que edifíca y apiada á cuantos le
ven ; hoy le han admitido la súplica, no se
sabe con cuánto término, y ansí tiene sus-
pensos á todos el fín de la causa, sin saberlo
cierto. Dícese que su encomienda de Oca-
ÁNDliS Dt MIIIO0I4. 51
ña se ha dado al marqués del Villar, hijo
del conde de Benavente. Y es cosa partid
cular, que, según se ha observado por
hombres cuidadosos, han sucedido en
martes todos los términos y sucesos con^-
siderables en ésta causa de D. Rodrigos
porque fué martes el dia que salió de
aqui para Valladolid, y martes el que lo
prendió alli D. Fernando Ramírez Fari-
ñas; martes el dia que entró en la fortale-
za de Montanches á cargo de D. Francis-
co de Irazabal; martes cuando le trajeron
al castillo de San torcaz; martes cuando
vino preso á su casa, en poder de D. Ma-
nuel Francisco de la Hinojosa: tomáron-
le la confesión en el mismo dia y en el
mismo le dieron tormento y pronuncia-
ron los jueces la sentencia, aunque fué
Viernes cuando se la notificaron, como he-
mos dicho. Desta causa han sido jueces
los señores D. Francisco de Contreras,
caballero del hábito de Santiago; Luis de
Salcedo y D. Diego de Corral y Arrellano,
Oidores del Consejo Supremo de Castilla.
Dispónese la almoneda de sus bienes , dt-
cese, que de grandes riquezas, y hánla
cometido los señores jueces á D. Pedro
Fernandez de Man'silla , Alcalde de Corte.
También sentenciaron el mismo dia al
sargento Juan de Guzman, porque mató
52 CAITAS DB AMMÍS DB MBlfDOIA.
alevosamente á Francisco de Ibarra, por
mandado del mismo D. Rodrigo , y
también se le admitió la súplica. Por no
cansar á vuestra merced no soy más largo;
á quien Dios guarde como deseo. En
Madrid á 22 de Julio de 1621.
CUARTA CARTA
QUE ESCRIBIÓ UN CABALLERO DESTA CORTE
A UN SU AMIGO.
EN la mia de veintidós de Julio dije á
vuestra merced las novedades desta
Corte , y por mandármelo voy conti-
nuando en ésta lo que después de escrita
aquélla va sucediendo. Gloriosa corre la
felicidad en el Gobierno desta dichosa
Monarquía ; siglo de oro es para España el
reinado del Rey, nuestro señor, Felipe IV,
prometiendo tan felices principios prós-
peros ñnes: guárdenosle Dios sin limite,
para que perpetuamente la prudencia , la
paz y justicia se den las manos. Ya
dije á vuestra merced en la pasada, que
habia besado las manos á su Majestad y
Altezas el duque de Ariscot, Embajador
del serenísimo archiduque Alberto; oiga
ahora vuestra merced cómo se hizo aquel
54 CAIT48 DE
acto : Por llevar luto , fué el acompafia-
miento en coches; aguardó D. Baltasar
de Zúñiga al Embajador al apearse, hon-
róle mucho el Rey , y del cuarto de su
Majestad pasó al de la Reina, nuestra seño-
ra, que le aguardó sentada, y $e levantó
cuando llegó al estrado. Dióle la mano en
pié, y vuelta á sentarse, el Duque, de ro-
dillas , cumplió gallardamente con su ofi-
cio ; y hechas las cortesías á la Camarera
mayor y Damas , que asistieron cubiertas
de luto , y besada la mano á la Reina
los caballeros que traia consigo, pasó al
cuarto de sus Altezas, donde tuvo la mis-
ma ceremonia , primero que con el Infan-
te Cardenal , con la señora Infanta María,
que su Alteza y sus damas tenian echa-
dos sus mantos hasta el pecho. El acom-
pañamiento fué grandioso, la familia del
Embajador grande y lustrosa; hízoles la
costa el Rey en casa del marqués de Falces,
sirviéndolos los oñcios de la Casa Real. A
pocos días recibieron por Menino un hijo
de Monsiur de Peranzi, que vino con el
duque de Ariscot y se publicó. Mandó su
Majestad cubrir al príncipe de Leñi y al
duque de Croy, ausentes, y despachóse
al Archiduque les diese la posesión de la
Grandeza.
Tomó juramento el Arzobispo de Búr-
ANDtáS DB MlllDOXA. 55
gos, como Presidente de Castilla, al seré*
nísimo Infante Cardenal por Chanciller
mayor, como Arzobispo de Toledo, dig-
nidad que está aneja á este oñcio desde
tiempo de los Reyes Católicos, D. Fer-
nando y Doña Isabel , por provisión suya
en favor del Cardenal D. Pedro González
de Mendoza, Arzobispo de Toledo; tam-
bién se recibió de su Alteza juramento de
la fé por el Priorato de Ocrato. Diéronse
llaves al duque de Medina Celi , á D. Bal-
tasar de Zúñiga, Comendador mayor de
León; al marqués de Alcañiz le dieron
las entradas en la Cámara sin llave, y la$
mismas al conde de Chinchón, para tratar
lo que se ofreciere de los Consejos de
Italia y Aragón, y hiciéronle Mayordomo
de su Majestad. £1 conde de Monterey va
á Roma á dar la obediencia al Sumo Pon-
tífice, Gregorio XV. Ha estado muy enfer-
mo el duque de Osuna , y hánle mudado
de la Alameda á la casa de D. Iñigo de
Cárdenas , puesta entre los dos Caraman-
cheles ; hánle ido á tomar la confesión y
dado licencia á que le vea el marqués de
Peñafiel, su hijo: recusó su Excelencia á
D. Fernando Carrillo. Ha sido de alivio
general á estos reinos el haber batido Su
Santidad moneda con la imagen de la
Concepción , por la buena esperanza que
56 GABTáS DB
da, de ver acabado éste punto, ésta pía
afición del Sumo Pontífice. La señora
Doña Ana^Bazan, hija del marqués de
Santa Cruz, entró por dama de la Reina,
nuestra señora, con grande acompaña-
miento; la Alcaydia de la Casa Real del
Campo se dio en el ínterin á D. Agustín
Mejía , y al Alcayde de la Casa Real del
Pardo le dieron trescientos ducados de
renta por su vida. £1 reino de Cerdeña
besó la mano á su Majestad, dióle el pé-
same y el pláceme ; llevó grande acompa-
ñamiento, y fué entre el marqués de
Aytona y el duque de Gandía. La entrada
del marqués de Astorga ñié famosa^ acom-
pañóle toda la Corte y veintitrés Grandes,
y su Excelencia en medio de D. Duarte,
marqués de Flechilla, y del duque de
Ariscot. £1 dia de Santiago, saliendo su
Majestad de la Capilla, llegó correo de
Flandes con nueva de la muerte del se-
renísimo archiduque Alberto; Príncipe
verdaderamente glorioso, tanto por el
gobierno político cuanto por haber aca-
bado la tregua, pues en los dias pos-
treros de su vida mandó romper la guerra
con los rebeldes , para cuyos gastos libró
su Majestad Católica un millón y seis-
cientos mil ducados. Ha dado pena y
cuidado la muerte de su Alteza, y los
ÁNPBES DI MBHDOZA. 57
Reyes se retiraron con gran sentimiento
y renovaron los lutos. Dia de Santa Ana
fueron cubiertos al Monasterio Real de
las Descalzas, á dar el pésame á la señora
infanta Margarita; el mismo dia bautizó
en la Capilla Real , D. Diego de Guzman,
Patriarca de las Indias, á seis moros y
una india, con asistencia de toda la Corte.
Hablan de ser padrinos los Reyes, y, por
el sentimiento de la muerte del Archidu-
que, lo remitieron al conde del Castrillo,
del Consejo de Guerra, y Mayordomo de
la Reina, nuestra señora , y á Doña Marí^r
Enriquez, Dueña de honor. A veintisiete
se halló su Majestad en el Consejo de Es-
tado, y pocos dias después enviaron pode-
res á la señora infanta Doña Isabel para
gobernar los Estados de Flandes^ donde
se va la guerra prosiguiendo con prósperos
sucesos de la Monarquía española. Al du-
que de Ariscot hizo su Majestad merced
de una Coronelía de alemanes, con qui-
nientos ducados al mes , y, con el sueldo
que antes tenia, llegó la merced á ocho
mil ducados cada año , que es lo mismo
que tenia su padre; á los caballeros que
venian con él se les dieron á cincuenta
y sesenta escudos al mes , con que todos
quedaron contentos. £1 último dia de
Julio , festividad del Santo Padre Ignacio
58 ^ GAftTAS ti
de Loyola, fué su Majestad al Colegio de
la Compañfa; recibiéronle aquellos Pa-
dres con Te Deum laudamus, por ser la
primera vez que después de ser Rey babia
visto aquella Casa : hizo el oficio el padre
Provincial desta provincia. Háse encarga,
do el Rey, nuestro señor, de la canoniza-
ción del bendito Padre Francisco Javier
porque la del Padre Ignacio se pide en
Roma, á instancia del Rey de Francia
que la quiere hacer á sus expensas. Al
marqués Espinóla dieron título de mar-
qués de Belvis, en Castilla; al Duque Car-
denal mandó su Majestad retirar á Toro ó
Tordesillas , á su elección ; á D. Francisco
de Quevedo y Villegas llevaron preso al
convento de Uclés, como Caballero de
Santiago. Despachóse privilegio para ser
ciudad la villa de Lucena, á pedimiento
de su dueño, el duque de Segorbe. Al du-
que de Gandía se le dio el Condado de
Villalonga y treinta mil ducados de ayuda
de costa ; al conde de Villafranqueza se le
dio perpetuo aquel título y estado, que
desde la muerte de su padre le tenia por
dos vidas, diéronle una buena villa en
Aragón y dos mil ducados de renta. Don
Sancho de Monroy fué á Francia por la
posta con embajada extraordinaria; dié-
ronsele cuatro mil ducados de ayuda de
ANDRÉS DB HINDOIA. 59
costa. A D. Francisco de Alarcon, Oidor
de Granada, se* dio plaza de Alcalde de
Corte, y va á Ñapóles á la averiguación
de los negocios del duque de Osuna; el
licenciado Garciperez de Araciel, del
Consejo Real, se añadió á la Junta de la
reformación y censura. Hábito se ha dado
á D. Francisco de Mendoza Centurión.
Vino el conde de Monredondo , Cazador
mayor de Portugal, los marqueses del
Carpió y Ayamonte y el conde de Torre*
jon; á D. Cristóbal de Rojas y Sandoval,
se le dieron cincuenta y cinco escudos al
mes en Flandes. La señora duquesa de
Cea ha visitado estos dias á los jueces de
su suegro , acompañada de su madre , la
señora duquesa de Medina de RiosecOi y
grande acompañamiento de señores y
Grandes, á pié y en coches. A los Gentiles
hombres de la boca mandó su Majestad
que se les guardase la antigüedad que
tenían en los libros de su padre, aunque
jurasen después. Han hecho de la boca á
D. Cristóbal Colon, hijo del duque de
Veraguas; á D. Francisco Mejía, hijo del
marqués de la Guardia ; á D. Fernando de
Guzman, su tío, y á D. Gabriel de Chaves.
La Junta de jueces de D.Rodrigo Calderón
ha andado liberalisima estos dias, pre-
miando los oficiales y ministros que han
6o GAITA8 DB
andado en la causa : al secretario Lázaro
de los Ríos dieron tres mil y cuatrocientos
ducados; á Gaspar Pérez, escribano»
dos mil, y mil al relator Molino. Sobre la
súplica, si se habia de admitir, de Don
Rodrigo Calderón, tienen los jueces di-
versas juntas, llamando para éste punto
los mayores letrados desta Corte ; que se
duda que haya grado de suplicación , por-
que cuando se procede en una causa por
particular y absoluta comisión , y se con-
sulta , y el Principe responde, abstrae á sí
el juicio; y asi, si no es de spetiali man-
dato Principis, no queda remedio en de-
recho. Hácense muchas diligencias de
parte de D. Rodrigo, para conseguir la
súplica , la que doctamente contradice el
Fiscal de la causa; ha hecho recusación de
jueces , háse dado por ninguna, y conde-
nadóle en la pena. El Padre Gerónimo de
Florencia apadrinó al Comendador ma-
yor de Aragón, y al conde de la Oliva, su
nieto, para besar la mano á su Majestad
sobre la súplica; la marquesa de Siete
Iglesias y sus hijas, cubiertas de luto, han
ido diversas veces á hablar al Comenda-
dor mayor de León, para que interceda
con su Majestad, y hasta ahora solo se ha
negociado se remita á los jueces, para
que vean si en justicia tiene lugar la sú-
ANDRÍS de MENDOZA. 6 1
plica. A D. Pedro Fernandez de MansíUa,
Alcalde desta Corte, le han dado comisión
de ejecutar la sentencia de D. Rodrigo
' Calderón , en la causa civil , con cédula
particular de su Majestad, y así se aper«
ciben muy aprisa los bienes , para hacer
almoneda que está ya empezada. Murió
el marqués de Loríana, y ha casado el
conde de Chinchón con la viuda, mar-
quesa de Salinas, y dióle su Majestad fa-
cultad para dejar, después de sus dias, de
su mayorazgo, cuatro mil ducados de renta
de por vida á la Condesa. Hay junta en
casa del Confesor de su Majestad , y fór-
manla su Paternidad Reverendísima, Don
Baltasar de Zúñiga, el conde de Bena-
vente y los oidores D. Juan de Chaves y
D. Francisco de Tejada. A D. Pedro de
Toledo, marqués de Villafranca y príncipe
de Mental van , hizo su Majestad merced
del ofício de Capitán general de España,
con diez mil ducados de sueldo , y que le
goce desde que salió de Milán. El conde
de Olivares da audiencias y recibe me-
moriales con ventura de los pretendien-
tes, pues su gran cristiandad y prudencia
les promete á todos felices sucesos. A Don
Pedro de Cifuentes, Fiscal del Consejo
Supremo de la Inquisición, se le dio plaza
de Inquisidor del mismo Consejo, y la
62 CAITAS M
suya á D. Pedro de Guevara Gaviria,
Inquisidor de Logroño; el obispado de las
Canarias se dio á D. Juan de la Torre,
Inquisidor de Cuenca, y el de Orense al'
Padre maestro Fray Pedro de Herrera;
á D. Juan Chacón el oficio de Auditor
del Infante Cardenal; el corregimiento de
las Cuatro Villas de la mar, á D. Gerónimo
de Herrera; el de Gibraltar al capitán
Mesía de Bocanegra ; el de Bilbao al licen-
ciado Francisco González de Salazar; el
de Salamanca á D. Diego de Hoees; el
obispado de Mótala 4 D. Francisco Salu-
do; el de Hiberito á D. Gerónimo de
Costanzo; el de Galipoli al obispo del
Águila; el arzobispado de Lanchano al
Camarero del cardenal Montalto.
Avisan de Francia que aquel Rey hacia
poblar una citadela en San Juan de An-
gelis, que en dias atrás ocupó por asedio,
y que tenia apretada la Rochela y no
quería concierto con los rebeldes della , y
habla mandado al duque de Guisa la cer-
case por mar, y al de Pernon por tierra.
Y caminando el Rey Cristianísimo á Len-
guadoc , se le rindió la ciudad y fortaleza
de Clerac , concediendo las vidas á los ve-
cinos y soldados, sólo mandó ahorcar á
cuatro, los más principales del rebelión,
y echar por tierra la fortaleza ; y porque
▲NORÍf DI MUIDOZA. 63
no se saquease la ciudad dieron cincuenta
ta'ú ducados: y asimismo se rindió Nis*
mes y Mompeller, y, prosiguiendo el Rey
su Tiaje á Montalván , se le rindieron otras
faerxas. De Alemania avisan que la Ma-
jestad Cesárea habia mandado hacer jus*
ticia en Praga de trienta y tres señores
rebeldes, y que, saliendo el conde de Bucoy
á reconocer un puesto, con algunos impe-
riales, habia sido muerto en una celada^
con general sentimiento del César y délos
católicos, por la pérdida de tal soldado; y
que se pelea cada dia en Alemania con el
ejército del de Mansfelt y otros rebeldes,
y en Hungría con los rebeldes y el Tran-
silvano, y ordinariamente con prósperos
sucesos de los imperiales. De Polonia
avisan que el gran Turco está en Andri-
nópoli con ciento veinte mil hombres, y
aguardaba llegase á trescientos mil para
entrar en Polonia; y que los cosacos hacian
grandísimo daño á los turcos en el Mar
Negro, y hablan llegado á seis leguas de
Constantinopla, y puéstola en gran es-
panto ; y que habían cogido dos bajeles
cargados de artillería y armas ^ y que, ha-
biendo entrado en la Valaquia gran número
úe turcos, fueron echados por los polacos
con gran pérdida de los turcos; y que,
habiendo hecho puentes en el Danubio,
64 OiBTAS DI
pasaron infinitos y corrían la campaña , y
siendo acometidos por los polacos , en dos
escaramuzas mataron más de veinte mil
turcos y hicieron retirar afrentosamente.
Y que entrando otra vez cuarenta mil
tártaros y turcos , habían sido desbarata-
dos por quince mil polacos, con muerte
de la mayor parte de los infieles; y, últi-
mamente, con el ejército turquesco peleó
tres dias el príncipe de Polonia y mató
más de cuarenta mil, y prendió, entre
otros muchos , seis personas de gran con-
sideración y rescate, y hizo retirar al
enemigo. De Inglaterra avisan que el
obispo de Londres, persona de gran auto-
ridad y letras, y de setenta años de edad,
enfermando de muerte, declaró á sus hijos
que moria católico, y les advirtió del en-
gaño en que vivían en no serlo; envió á
pedir al Rey licencia para que le admi-
nistrasen los Sacramentos , y que si por
eso quisiese su Majestad proceder por
justicia contra él , que lo hiciese en hora
buena , que él estaba resuelto á morir ca-
tólico. Respondióle el Rey que le pesaba
de su resolución , pero que hiciese aquello
que su intención le dictase; con ésto envió
á llamar el Obispo al Capellán del conde de
Gondomar, embajador de España, con
quien hizo tres largas confesiones en tres
▲NDlfo DI «RMttA/ 6$
dias, y al último recibió el Santísimo Sa-
cramento, y murió con grandes muestras
de arrepentimiento: ha causado novedad á
los ingleses, por ser persona tan eminen-
te. La desgracia de Granada fué grandfñ-
ma, dia de Santiago; que, aclamando á su
Majestad en aquella ciudad , se cayó una
casa en la plaza de Bibarambla, donde se
levantaba el estandarte Real, y mató á
muchas personas é hirió muchísimas; el
número de los muertos llega á doscientos
cuarenta y seis , y el de los heridos á más
de cuatrocientos. A quince de Agosto, á las
once y media de la noche , parió la Reina,
nuestra señora, una Infanta que se llamó
Doña Margarita María, y como habia en*
trado prósperamente en los meses mayo-
res de su preñado , se apercibían los seño-
res y Grandes á grandes fiestas, y está-
banse haciendo grandiosas libreas; lo cual
cesó todo, porque murió á los diez y seis
del mismo mes á las cuatro de la mañana,
(dicen que no era de dias) y el mismo dia,
con pompa y acompañamiento Real la
llevaron á San Lorenzo, yendo con la
Casa el conde de Castro, Mayordomo de
la Reina, nuestra señora, y con la Capilla
el obispo de Badajoz. Su Majestad de la
Reina está ya con salud. Dios nos la
guarde felicísimos años para bien destós
5
66 GAITAS DB
Reinos, que al principio nos dio mucho
cuidado su enfermedad , y se hicieron mu-
chas rogativas y devociones por su salud.
Gloriosa ha sido la victoria que 4 diez de
Agosto ganó de holandeses D. Fadrique de
Toledo Osorio, hijo de D. Pedro de Tole-
do , marqués de Villafranca y príncipe de
Montalban, Capitán general que es de la
armada y del ejército del mar Océano;
que saliendo de Cádiz, con la Real , seis
navios y dos pataches, los tres de cuatro-
cientas cincuenta toneladas, los otros tres
de á trescientas treinta, y los dos pata-
ches , con ánimo de esperar en el puerto
de San Vicente los navios del general
Martin de Vallejilla, que estaban en Lisboa,
dio fondo cuatro leguas á la mar, por ser
los tiempos contrarios, y allí le cogió aviso
de que en Torremolinos habian dado fon-
do veintiséis navios de holandeses, que
dio algún cuidado á D. Fadrique, por
haber venido otro aviso pocos días antes,
que habian salido de Holanda veinticin-
co navios con intención de hacer mucho
daño en los de su Majestad; y asi, de con-
sejo de los capitanes, se determinó el Ge-
neral á irlos á esperar al Estrecho , y así,
dio fondo á ocho de Agosto en la bahía
de Gibraltar. Alli tuvo aviso de navios, y
sahendo á reconocer, dieron caza al ano-
▲NDBKS DE MBIIDOZA. 67
checer á dos que venían á desembocar al
Estrecho, y á aquella hora se descubrieron
muchos la vuelta de Levante. Por ésto
pasó D. Fadrique toda la noche bordeando
de una vuelta y otra, hasta que por la
mañana , día de San Lorenzo, á diez de
Agosto, al amanecer, se halló á sotavento
de treinta y un navios, veinticuatro en
una tropa y siete en otra , que todos ha-
cían el mismo viaje. D. Fadrique se fué á
ellos , y habiendo ganado el viento á los
veinticuatro, conociendo , en el no abatir
el estandarte ni amainar, que eran de
enemigos que se llegaban con ánino de
pelear, desde muy cerca les dieron la
carga de artillería y mosquetería , siendo
grandiosa y bien empleada la de nuestra
Real; y habiendo atravesado tres veces
por medio dallos, haciéndoles mucho
daño, abordándoles cada uno como podia,
fué Dios servido que echaron los nuestros
tres á fondo y tomaron cinco, haciendo
los españoles grandes cosas. Duró la pelea
desde que amaneció hasta las tres de la
tarde, y si á la Real no le faltaran los
árboles , que se los llevó una ráfaga de
viento, tenia ánimo D. Fadrique de ir
peleando con ellos hasta acabarlos á
todos. Dicen que los que huyeron fueron
muy mal parados y con mucha gente
68 GAITAS DI
muerta. Señaláronse valientemente, el
Maese de campo D. Gerónimo Agustin ; el
general D. Carlos de Ibarra; los almiran-
tes D. Alonso'de Muxica y Roque Centeno;
el Contador de la armada Juan de Varrun-
dia, y los capitanes D. Francisco de Her-
rera y Meneses , y Domingo de Hoyos y
otros famosos soldados: y no es la menor
circunstancia deste buen suceso , el haber
sido el primero después de la rota de la
tregua, porque anima mucho entrar ga-
nando.
El duque de Ariscot partió desta Corte,
y entró en ella el duque de Terranova,
caballero de la Orden Real del Tusón de
Oro, y besó la mano á su Majestad con
grande y lucido acompañamiento. El
obispado de Lamego, en Portugal, se dio
á D. Juan de Alencastre, Capellán mayor
de la Capilla Real de Lisboa; y éste oficio,
á D. Juan de Silva , hermano del conde
de Portalegre. A D. Antonio de Atayde,
Capitán general de la armada Real de
Portugal^ se le mandó que saliese en
busca de los holandeses, que se dice andan
alterando los puertos y haciendo los daños
que pueden , y que pelease con ellos ; sacó
de Portugal lucidísima gente. Dios los dé
ventura. Para que vea vuestra merced lo
que duran las grandezas desta vida, y
ANDRÍ8 DB MBlflIOZA. 69
cuan poco hay que fiar de las mayores
riquezas, acabaré ésta con un suceso que
ha causado lástima general en cuantos le
saben : ya dije á vuestra merced que Don
Rodrigo Calderón recusó sus jueces, pues
sepa vuestra merced, que, admitida la
recusación y mal probada por él , le con-
denaron en doce mil maravedís , y luego,
por otro auto, se los perdonaron por su-
mamente pobre y no tener bienes ni ha-
ciendas de qué pagarlos. ¿Q.ué le parece á
vuestra merced de tal desdicha y qué
poco le aprovecharon sus tesoros? justos
juicios son de Dios, el cuál á vuestra mer-
eced muchos años guarde. De Madrid,
último dia de Agosto de 1621.
CARTA QUINTA
QUE ESCRIBIÓ UN CABALLERO DESTA CÓRTB
Á UN SU AMIGO.
POR la mia de último de Agosto
habrá sabido vuestra merced las
novedades desta Corte, y no he po-
dido, ni escribir ésta, ni remitir á vuestra
merced aquélla con más priesa^ porque
ha parecido á muchos grande mi cuidado
en avisar á vuestra merced de los sucesos
de aquí, y han procurado estorbarlo; como
si mis cartas tuviesen algo dañoso contra
la rectitud y prudencia, pues antes, éste
modo de escribir es loable, pues sin faltar
á la verdad de los sucesos, y sin daño de
nadie , se da un alivio licito á los deseos
de los ausentes de la Corte , para que pa-
sen las horas con menos ocio; entreteni-
miento á que yo principalmente tiro con
escribir á vuestra merced, sin obligarle á
que lo crea , pues ni yo escribo más que
lo que oigo, ni ello tiene fuerza de ley á
premáiica que no puede dudarse Ó con-
tradecirse. Demús de que si la curiosidad
de los libreros es tal que sacan mis cartas
á la calle, ¿qué culj>a tiene lo que yo hago
en mi casa? Vuestra merced, si quiere
saber nuevas, las guarde mejor, que no
quiero, por servir á vuestra merced, dis-
gustar á nadie.
Algo correremos atrasados por ésta
causa en los sucesos; vuestra merced per-
done y consuélese con que siempre es
bueno saber novedades, y que para quien
no las sabe son ñamantes las más viejas.
Empecemos por la reformación del
Consejo de Hacienda, cosa bien necesaria,
y que pedia remedio há muchos dias.
Redúcense , según dicen , á cuatro el
número de los Consejeros, á quienes dará
nombramiento su Majestad, con que
tácitamente quedan los demás jubilados.
Los de la Contaduría mayor de Cuentas,
se reducen á tres, y consúmense los de-
mos, como fueren muríenijo. Consúmese
el oñcio del libro de caja, y oficiales, que
tenia Francisco de Molina.
Consúmense tos Ordenadores de cuen-
tas, y mándase á las partes que las traigan
ordenadas; arbitrio con que interesa mu-
cho gasto la Real hacienda.
▲NOtBS DI HIJIDOZA. 73
Consúmense Ids Contadurías de rentas
y las Contadurías de quitaciones, y agre*
ganse á la Escribanía mayor de rentas^
con que menguan muchos salarios.
Consúmense las Contadurías de penas
de Cámara, que tenian Francisco Gomes
de Esprílla y Antonio de Rojas, y agré-
ganse 4 las Contadurías de la razón. Con-
súmense las recepturías deste Consejo, y
agr^anse á la Contaduría del sueldo.
Consúmense sesenta y dq^ Contadores
sánganos, dejan ocho solos, los cuales
suceden por su antigüedad.
En las Contadurías de resultas» de
veintinueve que habia se consumen trece,
y nómbranse á tres Contadores entreteni-
dos, con cédula, y que entren por su an-
tigüedad , como los otros.
Que los Receptores de los partidos
no vengan á dar cuentas á Madrid, sino
que las envien juradas. Los que tuvieren
juros acudan á las cabezas de los partidos,
donde los paguen , sin obligar á gastos á
unos ni á otros.
Consúmese el oficio de Secretario, de
Pedro Rodríguez Criado, y agrégase á la
secretaría de Miguel de Ipenarrieta , al
cual quitan el voto de Consejero; dánle
un hábito y dos plazas de monjas en la
Encarnación para sus hijas. Dieron título
74 CÍBTA8 M
'de Contador á lusepe de TrajiUo; dieron
título al contador Arellano, y la secretaria
del Presidente. A todos los jubilados del
Consejo de Hacienda dejan los gajes por
«US vidas ; dicen está suplicado desta re-
formación. Consúmese la Diputación del
medio general , y que en la nueva nego-
ciación se acuda á la Contaduría de mer-
cedes.
A los quince de Agosto entraron en
ésta Corte tres Embajadores extraordina-
rios de la religión de San Juan, con muy
grande acompañamiento de Títulos y Se-
ñores , que , con carrozas de Palacio y de
otros caballeros del Hábito, salieron á
recibirles hasta Caramanchel; los cuisdes,
á los diez y nueve, tuvieron audiencia de
su Majestad, para darle el pésame de la
muerte de su padre y el pláceme de su
nuevo gobierno; y si el dia de la entrada fué
grande el acompañamiento, éste fué mu-
cho mayor, por la honra que les hicieron
muchos Grandes , Titulos y Señores de la
Corte. Fueron bien vistos de su Majestad,
y ellos y los caballeros del Hábito, de di-
versas naciones, que fueron muchos, le
besaron la mano. Luego, á los veinticinco,
tuvieron segunda audiencia, en la cual le
representaron todos tres, cada uno por su
provincia, el agravio que recibe la reli-
ÁlfDRBS DB MBND0Z4. 75
gion de que sé les suspenda la posesión
que tiene, de preceder con el estandarte
de sus galeras al estandarte de las de la
República de Genova ; diéronle memorial
y razones, por las cuales muestran la
justicia que tiene la religión, y se espera
buen suceso. Por la lengua de Italia vino
el Prior de Inglaterra, fray César Ferreti;
por España el comendador D. Luis de
Moneada, hermano del marqués de Ay-
tona, y por Francia el Comendador fray
Miguel Pontalier Talamey. Martes, á siete,
se proveyó la Presidencia de Castilla en el
Sr. D. Francisco de Contreras, jubilado
del Consejo Supremo, persona merecedora
de tal ofício por su calidad , rectitud, vir-
tud , cristiandad y letras ; elección acerta-
dísima, y que ha sido en extremo bien
vista de todos, y que ha causado general
contento y satisfacción. Diéronsele diez
mil ducados de ayuda de costa, señaláronle
al año ocho mil ducados de sueldo, y
viernes, á diez, tomó la posesión en medio
del duque de Pastrana y conde de Luna>
y acompañado de toda la Corte. Desde el
Consejo fué al Reino á la concesión del
servicio ordinario, y chapín de la Reina,
y saliéronle á recebir y á acompañar los
Procuradores de Cortes ; pasó su casa á la
del ponde de Lodosa , y ha hecho su Se-
76 CAITAS DI
cretario á Gaspar Ruiz de Izcaray. El
jueves, á nueve, se despidió del Consejo el
señor arzobispo de Burgos, D. Femando
de Acevedo, y entró á jurar en el Consejo
de Estado; hfzole su Majestad merced de
seis mil ducados de renta y dos títulos en
Italia, dos Hábitos, y la primera Enco-
mienda que vacase en la orden de San«
tiago. Prelado en todo dignísimo , y por
su rectitud, limpieza, facilidad de au-
diencias, elecciones y disposiciones del
gobierno, virtuosa vida, caridoso y afable
natural, merecedor de todo premio y ve-
neración. Y el conde de Villamediana ha
mostrado ser tan su amigo, que , entre
otras muestras que ha dado del amor que
á su Ilustrísima tiene , le presentaba un
cintillo de diamantes y una venera de su
hábito de muy gran valor, y una letra
aceptada en los Tesoreros de la Cruzada,
de mucha cantidad; el Arzobispo no lo
aceptó, si bien agradeció mucho tal ga-
llardía y valor^ y el Conde le presentó un
cuadro de pintura de Ticiano, de valor
de mil escudos, para que se acordase del
en Burgos , y éste tomó el Arzobispo. La
iglesia de Toledo envió una Dignidad y
Canónigo para que le asistiese y acompa-
ñase hasta Burgos, y le hiciese el gasto
del camino, y su iglesia hizo lo mismo, y
ÁNDRB8 DI MBlfDOZA. 77
D. Francisco de Irazabal le ofreció tres
mil escudos para su gasto, y nada de todo
aquesto aceptó; y despedido de todos,
con muy gran casa de criados, dentro de
pocos dias partió para su iglesia, con ge-
neral sentimiento de los que le perdieron.
Antes habia consagrado el señor arzo-
bispo de Burgos al obispo de Tuy, Don
fray Andrés de Peralta , Prior de San Lo-
renzo el Real ; fué la consagración en la
Capilla, presente el Rey, nuestro señor, y
sus Altezas y toda la Corte. Asistiéronle
los obispos de Badajoz y Mérida, y su
Ilustrísima los banqueteó grandemente.
Fuese el duque de Aríscot , habiendo re-
partido entre los criados del Rey, truanes
y otros, más de seis mil ducados. Ya dije
en mi carta cuarta la merced que le habia
hecho su Majestad; diéronse al conde de
Senegon, hermano del duque de Aríscot,
cien ducados al mes. Al sol de la justicia
distributiva no le vencen exalaciones ni
nieblas, pues el señor conde de Olivares
hizo prender y proceder contra su Mas-
tresala, por haber recibido mil ducados
por la negociación de una canongía de
Málaga; llevóle á la cárcel D. Luis de
Paredes, Alcalde de la Casa y Corte de su
Majestad. Estuvo muchos dias encerrado
en la cámara del tormento , con pena de
78 G4BTA1 DB
la vida á quien le hablase sin orden par-
ticular; dióle el Conde una libranza de
cien ducados para sustentarse: dicen que
le sentenciarán rigurosamente. A Ge-
nuyno, electo del pueblo de Ñapóles, que
vino á España con el duque de Osuna, y
estuvo preso en ésta Corte en la cárcel y
en casa de D. Luis de Paredes, han lle-
vado á Ñapóles, con guarda de arcabuce-
ros y alguaciles de Corte.
A D. Martin Portocarrero, hermana
del marqués de Villanueva de Barcarrota^
han llevado á la fortaleza de Santorcaz.
El Cardenal, duque de Lerma, está
muy malo en Tordesillas, con calentura
continua y temores de tabardillo; partió
á verle de aquf su nieto el duque de Cea.
El duque de Osuna está en Caraman-
chel, procédese en su negocio y van á
Ñapóles, á hacer sus informaciones, Don
Francisco de Alarcon , oidor de Granada,
y D. Francisco de Ortega , secretario det
Consejo de las Órdenes. Al duque de
Uceda se soltó de la prisión y se le
mandó ir á Arévalo, donde estará hasta
que su Majestad mande otra cosa; na
tiene guardas. Dióse por prisión al secre-
tario Juan de Salazar su misma casa , con
dos guardas; sacóse de la prisión á Don
Antonio Manrique, marqués de Charela^
ÁÜDBBS DI MIMDOZá. 79>
y á D, Andrés Velazquez, Espía mayor y^
del Consejo secreto.
Después que escribí á vuestra merced,
han sangrado dos vezes al infante Carlos^
de una calentura maliciosa, de que ya
está bueno, á Dios gracias. A la infanta
María la dio una calentura de cuidado, y
quiso Dios que no pasase á segunda. Su
Majestad de la Reina, nuestra señora, ha
pasado su enfermedad de sobreparto,,
teniendo á todos cuidadosísimos hasta su
mejoría , porque la calentura continuaba
mucho y se acompañó con unos desma-
yos, que se repetían con alguna malicia;
acudióse con remedios á bonísimo punto,
y el pueblo hizo á Dios afectuosas roga-
tivas por la salud de su Majestad.
La gloriosa imagen de Nuestra Señora
de Atocha se sacó al cuerpo de la Iglesia,
concurrida aquellos dias de innumerable
gente ; el Santísimo Sacramento se mandó
descubrir universalmente , y ya la Reina,
nuestra señora, se halla muy convale-
ciente de sus achaques ; dióla su Majestad
del Rey, nuestro señor, un dia de sangría,
un mazo de tres mil perlas retas, y cien
doblones de á cien escudos : era todo de
la almoneda de D. Rodrigo Calderón.
Murió D. Pedro de Carvajal , obispo de
Coria, varón dignísimo; y la condesa de
8o CAITAS M
Paredes, señora derida santa. ElP^dre
Florencia llegó muy ai cabo, estuvo stn
habla, sin sentido ni conocimiento; ha
mejorado milagrosamente por una sangría
que el doctor Valle le hiio estando en
tal estado: ya está sin ealeniuras.
El señor conde de Olivares ha tnddo
poca salud estos dias, y el señor Comen-
dador mayor de León no tiene nmeha.
Guárdenos Dios á dos tan importantes
sujetos, para el aumento y bien desta
Monarquía.
Murió la marquesa del Valle en Pliia-
cio^ y la sacaron de allf para depoaítaUa,
con grande aparato y potnpa fonerali en
el Monasterio de los Clérigos meqoras;
cumplióse lo que dijo ésta señora otando
se procedía contra ella , que el tiempo
descubriría la verdad , y que esperaba en
Dios volver á Palacio tan honrada como
habia salido, y acabar allí los dias de su
vida.
Hábito se ha dado á un hijo del conde
de Palma , á D. Juan de la Puza, caballero
vizcaíno, á D. Francisco de Álarcoa^ i
D. Andrés Gutiérrez, y á éste plaza de
paje; á D. Juan de Vera, á D. Gregorio
Manuel, plaza de paje y hábito, á Don
Agustín Fiesco, Tesorero general del In-
fante Cardenal, y hábito de Santigo. Y
ANDRÉS DI MENDOZA. 8l
también se dio hábito á D. Francisco
Pedro de Herrera, y á un hijo del mar-
qués del Carpió.
Hubo en Roma creación de Cardena-
les, Monseñor Carino, primero colateral
del Capitolio, y el arzobispo de Salerno.
Al doctor Ochoa dieron oficio de defensor
ñscal del aposento, y abogado de los
criados de la casa Real.
El señor Presidente de Castilla tomó
juramento á su Majestad de guardar todos
los derechos municipales, privilegios y
estilos forenses del reino. Hay junta de
reformación en el Consejo de Aragón;
hácenla el Canciller, Oidor, Regentes del
mismo Consejo, los señores D. Alonso de
Cabrera, D. Juan de Chaves, D. Francisco
de Tejada y D. Gaspar de Valle jo, Oido-
res del Supremo de Castilla. Vino Don
Cristóbal de Benavente, Veedor general
de Flandes, á quejarse de D. Luis de Ve-
lasco, y el Consejo de Estado le mandó
salir de la Corte.
Avisan de Francia que aquel Rey cris-
tianisimo hace valerosas facciones en la
reducción de los rebeldes de aquel reino
y destruicion de los herejes, y sobre
Montalban habian muerto el duque de
Humena, y su hermano el príncipe de
lambila. Avisan de Flandes estar el mar-
82 CAMTAS DB
qués de Belbis con cuarenta mil hombres
en campaña , y el conde Mauricio con
otros tantos. Avisan de Italia que los he-
rejes de la liga de Grissa saquearon los
católicos de Chaula, ciudad principal de
Baltelina, y pidieron ayuda al duque de
Feria, y diósela tal que recobraron su
presa y robaron al enemigo. Avisan de
Alemania que el Mansfelt, con los ene-
migos, hizo descercar una ciudad de
Bohemia, degolló alguna gente, y algunos
húngaros desmandados han entrado en la
Austria superior. Tórnanse á rehacer los
ejércitos del de Sajonia y del de Babiera,
y en Italia hace gente el duque de Saboya
y el de Feria. El conde Mansfelt» con el
enemigo, aprieta las costas del Imperio.
Está el Austria superior debelada de algu-
nas interpresas de húngaros rebeldes, que
hacen no pequeño daño.
A D. Fadrique de Toledo se dio una
Encomienda de mil y quinientos ducados
de renta al año. El corregimiento de Pla-
sencia se dio á D. Diego de Guzman ; y el
de Alcalá la Real á Gerónimo Riban de
Zúñiga. Su Majestad el Rey, nuestro se-
ñor, salió á la casa Real del Campillo á la
brama de los venados ; desde allí ha de ir
á Balsain, y detenerse en San Lorenzo
hasta fín de Octubre.
áNDEÍS di MENDOZA. 83
A ocho de Octubre se publicó en ésta
Corte una Premática, en que se reducen
á razón de á veinte los censos y juros
impuestos á más bajos precios.
Dióse rebato en las tiendas de los jo«
yeros de la calle Mayor y Puerta de Gua-
dalajara, y sáceseles por justicia todas
las valonas y zapatillas bordadas, almilas,
ligas, bandas > puntas, randas, abaninos^
puños aderezados, y otras galas de muje-
res á éste modo, y otras cosas de que se
les habia avisado muchas veces por el
Consejo que no surtiesen sus tiendas, y
en rebeldía hicieron los Alcaldes ésta di-
ligencia por orden del señor Presidente;
y aquella misma noche quemaron parte
en la calle Mayor. Avalúanlo en valor de
muchos ducados ; y dícese que será prin-
cipio para grandes reformaciones en tra*-
jes, cuellos y vestidos, por ser cosa su-
pérñua lo que en ésto se pasa.
Consumiéronse los Alguaciles de la
villa, que solian ser casi ciento y no han
quedado más de los que bastan, para cada
oficio de Escribano dos. Mandóse que de
ninguna manera los porteros de vara de
Villa, ni Corte, no prendan, aunque sea
in fragantiy y á los Alcaides de las dos
cárceles, no admitan los presos que ellos
trajeren.
84 CARTAS DB AHDláS DB MBNDOZA.
El conde de la Flor presentó á su Ma-
jestad dos caballos ricamente enjaezados.
De la India oriental venian dos naves
muy poderosas: la una tomó en Lisboa
puerto, y la otra, por el temporal, no
pudo; fué acometida de cosarios dife-
rentes á un tiempo: dicen se defendió tres
dias, y visto que no podian tomarla, la
pegaron fuego. Fué grande la pérdida,
porque se aprecia lo que traia á más de
dos millones, y la mayor fué perecer
seiscientas personas que venian en ella.
Dicen pagaron su pecado los cosarios,
porque en el Estrecho topó con ellos Don
Fadrique de Toledo, y de trece vasos que
eran, echó á fondo nueve, tomó dos, y
los otros dos, por huir, encallaron.
No hay cosa de nuevo más de lo que
he dicho á vuestra merced; avisaré de lo
que fuere sucediendo. Guarde Dios á
vuestra merced como deseo. De Madrid y
Octubre 14, de 1621.
SEXTA CARTA
QUE ESCRIBIÓ UN CABALLERO DESTA CORTE
A UN SU AMIGO.
EN la pasada mía prometí á vuestra
merced avisarle del fín de D. Rodrigo
Calderón, porque ya cuando le es-
cribí se temía y tenía por cierta su des-
gracia^ que, cierto, ha granjeado general
piedad en todos , porque con los tan aco-
sados de la fortuna, es indigna la ven-
ganza: ¿quién persiguió al perseguido, y
quién tiene ánimo, si se juzga con valor,
para maltratar al caido y desdichado?
Confíésole á vuestra merced diversos efec-
tos en su muerte, aunque culpables de
muchos los inclinados á fiereza; mas tanto
vulgo como vio aquel desdichado juego
de fortuna ¿cómo será poderosa á mo-
derarlo la razón , ni hallar puesto fijo la
piedad?
Ayer, jueves, veintiuno de Octubre
86 CAKTA8 DI
deste año de seiscientos veintiuno, fué el
dia más famoso que ha mirado éste siglo,
adonde, con la muerte de D* Rodrigo
Calderón, degollado en la Plaza Mayor de
Madrid , el desengaño de la poca consis-
tencia humana quedó tan claro, que pu-
diera verle el más ciego; muestra fué de
la poca dura de las esperanzas mejor fun-
dadas en la tierra , de las medras más se-
guras , y temor general para los mayores
y más ocultos delitos^ pues desde puestos
tan altos derriban las culpas propias para
topar el desengaño y el castigo, cuando
el juicio humano le considera más apar-
tado. ¿Quién ña en prosperidades de vien-
to?: juzgúelo vuestra merced por éste
suceso, y por el curso apresurado de la
vida deste cometa, que, desde el punto
indivisible de su principio humilde, corrió
el cielo de la mayor privanza y de la ma-
yor riqueza , y al fin vino á parar en su
principio, quebrando tanta soberbia con
las mayores humildades y desprecios;
nótese despacio por éste discurso de sus
cosas.
Fué D. Rodrigo Calderón hijo de Frgin-
cisco Calderón, que, soldado en Flandes,
le hubo en María Sandelin , alemana, le-
gitimado después de algunos años por
casamiento de los padres; nació en Am-
ÁN0RÍ8 DB MBNDOZA. 87
beres, entre las pocas riquezas de un sol-
dado, y entre los muchos infortunios de
la guerra, y dióselos á temer su fortuna
desde tan niño, que de pocos meses na-
cido le volaron por la muralla de la ciu-
dad con ocasión de un saco; pero como
amago primero de su desdicha, no padeció
más daño que el temor del peligro. Viudo
su padre, le trujo á Valladolid, de donde
era natural, de honrada gente y heredado
con alguna medianía, y viéndole ya cre-
cido y mal querido de una madrastra que
le dio á pocos años , y que era fuerza bus-
carle modo de vida para pasar la suya con
menos cuidado, le acomodó primero por
paje del vicecanciller de Aragón, y des-
pués del marqués de Dénia , D. Francisco
Gómez de Sandoval y Rojas, hoy duque
de Lerma, en quien cargó el peso del
gobierno desta Monarquía , y dueño de la
mayor privanza del señor rey D. Felipe III,
que haya gloria. Creció tanto D. Rodrigo
á la sombra de la grandeza de su dueño,
ganándole la gracia, de manera que, am-
parado de dos fortunas, ocupó puestos
grandes : de Ayuda de cámara sucedió á
D. Pedro Franqueza, conde de Villalonga,
en la Secretaría de Estado, manejando él
solo los papeles que antes ocupaban mu-
chos , corriendo por su cuenta la expedi-
88 CkijÁB DB
cion de los más graves negocios de gracias,
mercedes y justicias. Era agudo, bien en-
tendido, de agradable talle y presencia,
y, si bien soberbio y presuntuoso con los
que le habían menester (que entonces eran
muchos), puntual, servicial y cuidadoso
con los que habla de agradistr. Casó prin-
cipalmente con Doña Inés de Vargas , se-
ñora de la Oliva, de casa antigua y rica
de Extremadura ; luciéronle Caballero del
hábito de Santiago, luego Comendador
de Ocaña , luego conde de la Oliva (título
que después pasó á su hijo D. Francisco
Calderón, primogénito en su casa, mar-
qués de Siete Iglesias; últimamente Capi-
tán de la guarda Alemana). £1 padre, vir-
tuoso varón , creció poco , porque aun él
quería montar menos, que, como cuerdo,
notaba del natural del hijo el fin que le
predijo tantas vezes (por eso tratado del
con tal aspereza y desprecio , que lleno de
soberbia le quiso negar por padre para
adjudicarse á la casa de un gran señor
destos reinos, que gobernaba cuando él
niació los Estados deFlandes); con todo
le subió, ya viudo segunda vez, á caba-
llero de San Juan , y alcayde de Consue-
gra , después de Santiago, y Teniente de
su misma guarda, y le hizo obtener la
Encomienda mayor de Aragón, en que
ANDRÉS DI UNDOZA. 89
quiso el padre poner límite á su fortuna,
cuerdo, cristiano y temeroso. Corrió la
fama de D. Rodrigo la mayor parte de la
tierra; en toda ella se supo la privanza
que alcanzó con el Duque, y la gran mano
que tuvo en el gobierno. Ensoberbecióse
con ésto sobradamente, tanto, que tenia á
muchos lastimados de su trato y temerosos
de su proceder; á los mayores Señores
estimaba en poco, tratando á los criados
y familiares sobrada y soberbiamente. El
número de sus delicias , regalos y rique-
zas , fué grandísimo; la veneración , pun-
tualidad y respeto con que hacía servirse
era notable, dificultando audiencias y
debiendo visitas. El poder y la grandeza
le trajo, en ocasiones, para dejarse cor-
romper con cohechos y recibos ^ tanto,
que con nota general se hizo riquísimo.
Grandes culpas y defectos publicaba del
la mala opinión suya, que le obligó á
escudarse con un perdón que alcanzó de
su Majestad (después se dijo que por malos
medios), en que le daba por buen Ministro
y le absolvia de todo lo pasado. Con' oca-
sión del retiro del duque de Lerma á su
casa, se publicaron de nuevo sus demasías,
atreviéndose la voz común á adjudicarle
gravísimos delitos, muertes, falsedades,
hechicerías y cohechos; fuese á Valladolid
90 GAITAS 01
muy temeroso de su desdicha, porque
entre las reformaciones y residencias que
entonces habia de Ministros, se juzgaba
la suya por malísima: públicamente le
señalaban todos por el primero de los que
habian de residenciarse y de prenderse. Va-
cilando en lo qué haría, estuvo en Valla-
dolid algunos meses indeterminable, y
consultando sus intentos con una ejemplar
Religiosa que tenia en su grandioso mo-
nasterio de Portaceli, y diciéndola que
quería huir la furía y rígor de un Rey
ofendido y enojado, le respondió la santa
monja, que si quería salvarse esperase
éi fin de sus sucesos; razón que le hizo
esperar quieto, si bien entonces no en-
tendió por el camino que lo decia la santa,
antes , asegurando la libertad del cuerpo
en lo que ella quizá ponia la salvación
del alma, escondió muchas joyas y dine-
ros entre conocidos y amigos, y, reco-
giendo algunos papeles importantes, es-
peró en Valladolid el ñn de aquellas
publicidades, que no se le alargó mucho,
pues una noche le prendió D. Fernando
Ramírez Fariñas, oidor del Consejo Real;
con buena guarda , y á cargo de D. Fran-
cisco de Irazábal, caballero de Santiago,
le llevaron al castillo de Montanches.
Nombráronse jueces para su causa á Don
ANDRÉS DB mrDOZA. 9I
Francisco de Contreras^ hoy presidente de
Castilla 9 á Luis de Salcedo y D. Diego
del Corral, oidores del Supremo. Mucha
hacienda se descubrió en diversas partes,
á fuerza de mandatos y censuras; hízose
inventario en los bienes que tenia aquf y
en Valladolid, depositándose riqueza in-
estimable, y algunas cosas, nóminas y pa-
peles, que atestiguaban muchas culpas
suyas. Después de muchos dias, de Mon-
tanches le renovaron la prisión , con la
misma guarda, á la fortaleza de Santor-
cáz, y últimamente le trajeron á su misma
casa, á donde, en prisión apretada, con
la misma guarda , y á cargo de D. Manuel
Francisco de la Hinojosa, caballero de
Santiago, estuvo hasta el dia de su muer-
te. Dos baúles de papeles, que se hallaron
en poder de un deudo suyo, dieron gran
luz de sus cosas. Y procediendo en las in-
formaciones y probanzas > le pusieron á
cuestión de tormento, el cual pasó vale-
rosísimamente, mostrando el mismo valor
segunda vez que le reiteraron la tortura;
fué de potro y de toca, sufriendo muchas
vueltas y muchos cuartillos de agua, sin
mostrar un punto de flaqueza. Guardá-
ronse en su causa puntualmente los t^-
minos de justicia, de que él mismo alabó
á los Jueces en muchas ocasiones. Estaban
92 CAITAS OB
siempre en su mismo aposento, pequeño,
y tan oscuro, que siempre tuvo luz de
vela, dos guardas de posta, que se remu-
daban á tiempos señalados, y un criado,
que sin salir de allí , le servia , y á fuera
repartidas las demás guardas, hasta diez
y ocho. Nunca se abría la puerta, comia
6 cenaba, sin la asistencia de la guarda
mayor 6 su Teniente; la comida era lo
que él señalaba, y en todo se procuró
siempre divertirle y darle gusto. No le
habló nadie hasta la sentencia, sino sus
Procuradores^ Letrados ó Confesor, y eso
con asistencia de las guardas. Lo más del
tiempo pasaba en la cama , con que vino
á cargarle gota en los pies, que le nece-
sitó, cuando andaba, á valerse de una mu-
letilla. Frontero del apartamiento donde
estaba habia otro, de un oratorio, en que
le decian misa, y á donde él salia con
todas las guardas juntas, y otro á donde
los Jueces tenian su tribunal; y todos estos
repartimientos estaban en la sala que ser-
via al estrado de la Marquesa ; ] tan capaz
y hermosa era I : mas, ¿qué mucho si lo es
toda la ¿asa? Finalmente, á nueve de
Julio se le notificaron dos sentencias, la
una por las culpas que se le habian cau-
sado por el proceso civil , y otra por la
causa criminal; por ésta le dieron por
ANDÍÍÉ8 DB MENDOZA. 93
libre en lo que el señor Fiscal le había
acusado, que había sido culpante acefca
de la muerte de la Reina, nuestra señora,
Doña Margarita de Austria , que sea ea
gloría , en lo que le absolvieron y dieron
por libre por no haberlo probado el señor
Fiscal ; y lo mismo en las muertes de Doa
Alonso de Carvajal, el padre Crístóbal
Suarez, de la compañía de Jesús, Pedro
Caballero y Pedro del Camino; pero por
la prísion y muerte de Agustín de Avila,
Alguacil que fué desta Corte, y todo lo-
que eq ella pasó, y haber cometido delito
de asesino y muerte alevosa, haciendo
matar á Francisco de Xuara por mano
del sargento Juan de Guzman , y todo lo
que en ella pasó, y haber impetrado de
su Majestad, que haya gloría, cédulas de
perdón y de liberación de sus delitos, con
malos medios ; le condenaron á que de la
prísion en que estaba le sacasen caba-
llero en una muía, ensillada y enfrenada,
y con voz de pregonero, que publicase sus
delitos, fuese traído por las calles acos-
tumbradas desta villa, y llevado á la
Plaza Mayor della, donde para aquel efecto
estuviese hecho un cadahalso, y que en él
fuese degollado por la garganta, hasta
que muriese naturalmente. Por la otra
sentencia civil, que dicen tiene doscientos
94 CARTAS M
cuarenta y cuatro cargos , le condenaron
en un millón doscientos cincuenta mil
ducados; y por capítulo final della, á que
fueron remitidas muchas culpas de los
dichos cargos I fué condenado en todos los
oficios , títulos y mercedes que tuviese, y
eti cualquiera manera le perteneciesen,
sin hablar de lo que fuese de sus hijos.
De todo ésto llevó con gran valor aqueste
golpe , resignándose en las manos de Dios.
Suplicó de la sentencia criminal, y para
la vista de la súplica se nombraron más
Jueces, de los cuales, D. Rodrigo recusó á
algunos, y para ésta recusación se nom-
braron otros ; declarándole por pobre de
solemnidad, y como á tal le perdonaron
la condenación de doce mil maravedís,
en que le condenaron por no haber pro-
bado la recusación de los Jueces. Volvié-
ronle, después de algunos dias, á notificar
que no habia lugar la súplica ; nueva re-
cibida de su valor, como la vez primera.
Apelaron sus letrados deste auto, y en re-
vista mandaron que la sentencia se eje-
cutase sin embargo. Desde la primera
notificación de la sentencia de muerte, se
dio licencia para que le viesen religiosos,
y él se fué disponiendo para morir con
grande fervor de espíritu ; quitóse de la
comida, púsose ^un cilicio, no dormia en
1NDRB8 DI HINDOZA. 95
cama, y entregóse de todo punto á peni*
tencias y disciplinas; pasaba los dias llo-
rando sus pecados, y las noches en oración
pidiendo perdón dellos. Tanta era la aspe*
reza y rigor con que se trataba, que era
menester muchas veces que su confesor,
fray Gabriel del Espíritu Santo, carmelita
descalzo, varón docto, ejemplar y religio*
so, que siempre le asistía , le fuese á la
mano en tantas mortificaciones. Al grado
de arrepentimiento que llegó de sus cul-
pas fué notable; famoso el ejemplo que
dio de paciencia en tantos trabajos, per-
secuciones, aprietos y descomodidades;
la resignación de su voluntad á Dios , y la
conformidad que tuvo con la divina, ad-
mira á quien la sabe : todo era ayunos,
mortificaciones y disciplinas, sin exceder
un punto en estos loables ejercicios, hasta
su fin último, con las mayores muestras,
de dolor, arrepentimiento y contriccion
que puede creerse. Confesóse y recibió
el Santísimo Sacramento muchas veces
en aquellos dias, nunca sin lágrimas y pre-
paración de oración , abstinencias y azo-
tes. Notifieósele el martes por la mañana,
diez y nueve de Octubre, que hiciese su
testamento, y testase de dos mil ducados,
y se dispusiese para padecer de allí en tres
dias , y dio mil abrazos á quien le dio ésta
96 CálTÁS DB
nueva, diciéndole que se la agradecía,
porque veía tan cerca el fin de tantos tra-
bajos. De nuevo volvió á impetrar la mi-
sericordia de Dios afectuosamente; ordenó
las cosas de su alma como le pareció con-
veniente , y se dispuso como cristiano para
la última hora. Dícese que desde aquel dia
no hizo si no azotarse sin querer más alivio
que llorar sus culpas delante de un Cruci-
ñjo, y una imagen de la Santa madre Te-
resa de Jesús, que por ser muy devoto suyo
pidió que se la llevasen. Siempre le asis-
tieron religiosos de todas órdenes, que de
oirle y verle sallan compungidos y edifi-
cados. Aquel dia hizo una declaración, en
que libraba al sargento Juan de Guzman,
condenado con él á muerte por la de Fran-
cisco de Xuara , en que decia que él solo
había tenido culpa en aquel delito, por-
que Kabia dado una cédula ñrmada de su
Majestad al Sargento para que lo hiciese,
la cual él después le había vuelto á pedir
y rompidola, dándole la carta que estaba
presentada en el proceso. £1 miércoles por
la tarde, por un decreto del Consejo de las
órdenes, fué un Freyre y un Caballero de
Santiago á quitarle el hábito; acto que sin-
tió mucho , aunque le llevó con gran valor
y paciencia : decia , que deseaba grande-
mente llegar con él á la hora de su muerte,
AlfDléá OB MENDOZA. 97
y que en comparación de estos deseos no lo
habían sido los que había tenido de honras,
privanzas, riquezas y aplausos, porque con
más gusto esperaba la muerte que con el
que había gozado tantas felicidades en lá
vida. Pregonóse que todos los Alguaciles
de Corte estuviesen á caballo en la Plaxa
Mayor á las ocho de la mañana el jueves,
y á esa hora se halló la plaza despejada, y
en medio della un tablado alto, anchuroso
y capaz, y en medio del una silla; cubierto
todo de luto, que después para la ejecu-
ción se quitó por mandato particular. La
gente que había por las calles, por donde
había de ir, y en la Plaza, era innumera-
ble; no sé yo que pueda juntarse en ésta
Corte, para acto ninguno, mayor número,
bien podia temerse otra desgracia como la
de Granada: de sus casas, terrados, bal-
cones, buhardas y tejados, cosa fué de
admiración tal muchedumbre. A las once
y media, de medio dia, esperaban á la
puerta de D. Rodrigo las insignias de dos
Cofradías, y más de setenta Alguaciles á
caballo; bajó de arriba acompañado de
cuatro frailes Franciscos, cuatro Trinita-
rios, cuatro Agustinos, cuatro Carmelitas
calzados y cuatro descalzos, y él con una
loba , capuz y capirote de bayeta , de vene-
rable rostro y de amable presencia, el ca-
98 CABTA8 DB
bello hasta los hombros y la barba hasta
los pechos y porque en la prisión nunca se
cortó el pelo. Para tomar la muía, que con
toca y gualdrapa de bayeta le aguardaba
en el portal, se santiguó dos veces, y, to-
mando un Cristo en la mano, con gran
valor se compuso el capuz, el cabello y
capirote, sin perder color ni mostrar fla-
queza , besando el Cristo muchas veces; y
vuelto á santiguar salió por la puerta de
su casa , rodeado de religiosos á pié, y él
á caballo, entre dos alas que hacian los Al-
guaciles, y delante dos Cristos de las Co-
fradías. En saliendo á la calle miró á todas
partes, considerando la muchedumbre de
gente que le esperaba, y poniendo los ojos
en el Cielo estuvo así espacio de dos Cre-
dos, é inclinándose después al Cristo y ado-
rándole devotamente, nunca jamás hasta el
cadahalso le apartó fos ojos. Su confesor
llegó á animarle, y él respondió: «Padre
mió, vamos en buen hora^que aqai ñome
falta ánimo, porque le llevo Jnny grande
á padecer ésta muerte, porque por mí la
padeció más deshonrada y abatida mi Se-
ñor Jesucristo; éa, vamos en nombre de
Dios , pues su Majestad lo quiere , que^ yo
voy muy contento á cumplir su voluntad
y á pagar mis pecados,» y vuelto al Cristo
le pedia misericordia. Este valor tuvo siem-
ANDBIS hg MENDOZA. 99
pre^ tanto, que á cuantos le hablaban ani-
maba y consolaba ; el mismo verdugo le
llevaba la mala por la rienda , y en empe-
zando á andar se oyó éste pregón : Esta
es ¡a justicia que manda hacer el Rey,
nuestro señor , á éste hombre, por haber
hecho matar alevosamente á otro, come-
tiendo delito de asesino, jr haber sido cul-
pado en la muerte de otro, y haber come-
tido otras culpas que del proceso resultan^
por /# cual le manda degollar, para que
sea á él castigo y d otros ejemplo: quien
tal hace que tal pague. Llegó al tablado,
adonde le esperaba el Padre maestro fray
Gregorio de Pedrosa, de la orden de San
Gerónimo, predicador de su Majestad, y
muy amigo de D. Rodrigo. Subieron todos
los frailes primero, y él entre algunos de-
llos^ apeándose con el mismo ánimo y va-
lor que se habia puesto á caballo , subió
sin turbarse las gradas, recogiendo el ca-
puz airosamente sobre el hombro, mos-
trando, aún en aquella miseria, gravedad
y señorío. Sentóse un rato á hablar con el
padre Pedrosa en las mismas gradas de la
silla, mientras los religiosos de rodillas le
rezaron la recomendación del alma. Vol-
vióse á reconciliar, y animosamente, des-
pedido de todos, se sentó en la silla, dando
licencia al verdugo para que le atase los
100 CAITJtf DI
brazos , pies y cuerpo, y él mismo se quitó
las trenzas del cuello, que del todo le quitó
el verdugo; y, llegando á pedirle perdón,
le abrazó y dio paz dos veces en el rostro,
diciéndole que él era su mayor amigo, y
descubriéndose bien la garganta para el
golpe, volvió de nuevo á ofrecerse á Dios,
adorando el Cristo con dolor y arrepenti-
miento, mientras que atándole el verdugo
un tafetán en los ojos, y derribando la ca-
beza sobre el espaldar de la silla, le dego-
lló por la garganta, dando en un instante
el alma á su Criador, sin que hiciese el
cuerpo movimiento alguno, animado en
aquel tránsito de las voces y oraciones de
los religiosos, y de los gritos y lágrimas de
tanta muchedumbre. Apiadados de tan la-
mentable caso, de allí á poco rato desata-
ron el cuerpo, y sobre un paño de bayeta
y dos almohadas de luto le pusieron en el
mismo tablado, descubierta la cara y cu-
bierto con otra bayeta lo restante, un
Cristo sobre el pecho, cuatro hachas á los
lados y guardado de muchos ministros de
justicia. Pregonóse luego, que, pena de la
vida, nadie le quitase, hasta tener orden
del señor Presidente , y estuvo allí todo el
día , visitado de innumerable gente^ acom-
pañado de sacerdotes y religiosos, que por
su devoción subian á decirle responsos.
AIVDlis DE MINDOZá. 101
Al anochecer dieron licencia para enter-
rarle, y aunque se juntaron las religiones
y clerecía, muchas hachas y apercibes
para un grandioso entierro , vino un man-
dato que nadie le acompañase ; y, sin dar
licencia que le bajasen del tablado, le
amortajaron en él dos mujeres que sirven
de amortajar los ahorcados. Alli entrega-
ron sus vestidos al verdugo, y desnudo de-
lante de tanto pueblo ( ¡á quién no enter-
nece ésta miseria! ) le pusieron encima de
una túnica un hábito de San Francisco,
y en el mismo ataúd de la parroquia le cu-
brieron con un paño de bayeta, y en hom-
bros de seis hermanos de Antón Martin,
con dos Cristos de las Cofradías de la Paz
y Misericordia , que entierran los ahorca-
dos , seis pobres con seis hachas y cuatro
clérigos de la parroquia , le llevaron , sin
tocarle una campana , al Monasterio de los
Carmelitas descalzos, donde él mandó en-
terrarse, y en el Capítulo descansa humil-
mente. Hoy dicen que le han hecho un
grave oñcio , y en estos dias le han dicho
muchas misas; tenían colgada de luto la
iglesia aquellos Padres con un moderado
túiiiulo. Hallaron al desnudarle un áspero
cilicio, el acto de la contrición en el pecho,
un rosario de palo en la faltriquera, y todo
el cuerpo acardenalado, llagado y dene-
102 CAKT18 OB
grido de los muchos azotes, y en las rodi*
lias grandes llagas de rezar sobre ellas;
que para que se publicase su arrepenti-
miento y penitencia debió de permitir
Dios aquella afrenta de desnudarle en pú-
blico. Ejém píese en éste lastimoso suceso
la fragilidad humana , lo que hay que ñar
en las mayores felicidades de la vida, lo
poco que valen las riquezas , pues cuando
Dios dispone los sucesos á la mayor pros-
peridad derriba la menor desdicha, y en la
muerte se iguala lo próspero y lo adverso.
Todos los religiosos que le comunicaron
aseguran su salvación , á lo que se puede
juzgar de su arrepentimiento, contrición,
dolor, trabajos y penitencias; ¡dichoso él
mil veces^ pues aunque perdió mucho con
la vida , muchísimo más ganó en la muer-
tel Dios le haya perdonado por su miseri-
cordia. Amen.
Dióse mandamiento de ejecución con-
tra D. Rodrigo, por doscientos setenta y
dos cuentos y ciento y sesenta y dos mil
y novecientos y sesenta y cuatro marave-
dís de las condenaciones pecuniarias; las
joyas , alhajas de casa, aplicados en ser á
su Majestad, se apreciaron en ciento y
ochenta y cuatro mil ducados. Los oficios,
títulos y mercedes que tenia y quedaron
perdidos por la sentencia, son:
JLMDiéS M MUDOZl. IO3
Marqués de Siete Iglesias, Conde de la
Oliva, comendador de Ocaña en la orden
de Santiago, Capitán de la guarda Ale-
mana, Continuo de la casa de Aragón, Re-
gistrador de la Chancillería de Valladolid,
Mayordomo de las obras de la dicha ciu»
dad. Archivero mayor de la dicha ciudad,
Alguacil mayor de la dicha ciudad y de su
Chancillería y Aicayde de la cárcel real
della. Tenia dos Regimientos en la ciudad
de Valladolid con voz y voto en Ayunta»
miento, y la primera antigüedad; tenia
un balcón perpetuo en las casas de Ayun-
tamiento de la dicha ciudad ; era Correo
mayor de la dicha ciudad de Valladolid;
tenia un maravedí en cada Bula de Cruza-
da que se imprimía en Valladolid, que
montaba más de seis mil ducados de renta,
merced de su Majestad. Tenia un aposento
perpetuo en las casas de las comedias de
Valladolid, otro en el corral de la Cruz de
Madrid; era Regidor de Soria con voz y
voto en Ayuntamiento. Tenia dos Regi-
mientos en la ciudad de Plasencia, con
voz y voto en Ayuntamiento; era Deposi-
tario general en la ciudad de Plasencia,
con voz y voto en Ayuntamiento; era Es-
cribano de Ayuntamiento de la ciudad de
Plasencia. El Patronazgo del monasterio
de Portaceli, de Valladolid, y el Patro-
104 CIBTAS DE ANDM8 DI MBlfDOZA.
nazgo de la capilla Real del Monasterio de
la Merced, de Madrid. El menaje de su
casa se tasó en cuatrocientos mil ducados;
tenia la mitad del buzio que se trae de la
India Oriental, que son treinta quintales
de caracoles, que entre negros pasa como
moneda de vellón ; tenia el derecho del
palo del Brasil que viene de Lisboa , que
valdria doce mil ducados de renta; había-
sele hecho merced que nadie, sin su licen-
cia, pudiese tratar ni contratar en las pie«-
dras de tahona y de barberos , que vienen
de fuera para enviarlas á la India Orien-
tal, que le valia muchos ducados.
Háse averiguado por cierto que cada
año entraban en su casa más de doscientos
mil ducados de renta. Particularizar las
riquezas suyas será imposible en mucho
tiempo.
Su padre, dos hijos, y dos hijas, y su
mujer, salieron de aqui dos dias antes que
muriese , después de haber hecho grandes
diligencias por su vida y haber llorado
muchas lágrimas; dicen que se van á la
Oliva. Dios los consuele, y guarde á vues-
tra merced como deseo. De Madrid y Oc-
tubre 22, de 1 62 1.
SÉTIMA CARTA.
BIEN SE PODRÁ PONER POR SÉTIMA CARTA LA
MUERTE Y ELOGIO DEL GRAN CONDE DE BENA-
VENTE, LA CUAL PONDRÉ , DE VERBO AD YER-
BUM, COMO LA ESCRIBIÓ UN VIRTUOSO DE
¿STA CORTE, Y ÉSTO HAGO POR PROSEGUIR
CON MI OBLIGACIÓN, Y AVISAR Á VUESTRA
MERCED DE LO QUE HAY DE NUEVO
EN ÉSTE LUGAR.
ESTE elogio Ó epitáño , señor excelen-
tísimo, bosquejado entre el senti-
miento de la muerte y ruido del en-
tierro del Conde, mi señor, que está en el
cielo, remito á vuestra excelencia, que
espero corrija como maestro y ampare
como dueño , más por muestra de mi vo-
luntad que alarde de sus virtudes, pues
están en vuestra excelencia tan hereda-
das como su casa. Podrá parecer á algún
crítico dislatado, y demás de la disculpa
tan docta como curiosamente dada del
Padre maestro Hortensio, afianzada en
I06 CAtTiS DE ANDftBS OB MBNDOEA.
la autoridad de San Gerónimo á Paula^
pienso que la brevedad de las inscripcio-
nes de piedras antiguas, fué más que in-
genio de los escritores, falta de méritos
en los alabados; agora corre en contrario
la regla, pues está de mi parte la insufi-
ciencia y sobran méritos al Conde , tales
que, no digo á la lisonja, no se llegará á la
verdad, de la boca que jamás sirvió sino
de puente á la sencillez del corazón. Oir
un di a antes de su muerte, que con ella
quedó confirmado el nombre de amigo, dé
ardimiento á desear el de criado; fío que
heredará vuestra excelencia , con mi obli-
gación de servirle , la de amparar los que
su padre quiso bien , y no frustrará espe-
ranza tan bien fundada.
Su criado, Andrés de A Imansa
y Mendoza.
DETEN el paso acelerado, |oh pere-
grino I y con admiración repara en
ésta urna, agradece á tus ojos el ver
lo que á tus oidos por fama habia llegado»
y ellos , deudores al corazón , le pagarán
el debido sentimiento, prorumpiendo el
dolor en lágrimas, si el que desatado de
la mortalidad asiste á mejor vida necesita
humanas demostraciones.
Yace el siempre honrado^ el honrado
siempre D. Juan Alfonso Pimentel de Her-
rerá, no yace D. Juan , el vaso que le guar-
daba sí , pues el espíritu vestido de dari-
dady si el cadáver en sombras de muerte,
vive en quietud dichosa. Conde y Duque
de Benavente, que aunque en él reinó
título de tanta grandeza , el segundo , ha-
biéndole deslustrado con inñdelidad el úl-
timo Duque, sin mirar la obligación de la
real sangre, aunque sus mayores de nues-
tro Conde no heredaban la suya no quisie-
ron acordar sus desaciertos sin el titulo.
De diez y seis años, habiendo nacido
el de cincuenta y dos, casó con Doña Ca-
talina de Quiñones, hija única y heredera
de la ilustrísima casa de Luna, en quien- al
primero tuvo el digno sucesor que dejó á
I08 CARTAS DB
la suya, con otras felices prendas ; vivió li-
gado al matrimonio cuatro, gozando, en la
edad que con más afecto se goza^ su her-
mosa juventud ; heredó en ella, y como de
los bienes de naturaleza y fortuna se debe
siempre pensión, cóbrala el necio ejecu-
tor, desatando ti lazo del matrimonio:
voló el espíritu de la Condesa al descanso
eterno, dejando en soledad al marido, si
bien el alma no desune la del vinculo del
amor. Con tanta mocedad , con habitua-
ción de los afectos y efectos del matri-
monio , dio el sol sobre su viudez cuatro
vueltas sobre sus epiciclos, mirándole,
si no el más continente, el más escandalo-
so vicio- que han hecho gala los hombres
de su esfera. Tal es la corrupción del siglo^
semilla de juventud mal gobernada; si
bien los fínes desta parte de mocedad fue-
ron tales, que se pueden loar sus desacier-
tos. Y aunque el hecho en sí no bueno,
califícale el suceso, pues el efecto que pro-
dujo está en la perfección y la causó á su
alma, pues, conociendo él poderse despe-
ñar en estado de viudez, quiso librarse
destos daños, reiterando los lazos santos
del matrimonio; y quedando en éste tiem-
po viuda de D. Pedro Fajardo, marqués
de los Vélez, Doña Mencía de Züñiga y
Requesens, heredera y señora de la casa y
ANDBE8 DB MENDOZá. IO9
valor y grandes servicios del Comenda-
dor mayor de Castilla, jamás no alabados,
no premiados dignamente, á quien habien-
do propuesto entre número de grandes
señores, que aspiraban á éste matrimonio,
al Conde^ consultó al ejemplo de la pru-
dencia, D. Felipe segundo, el cual le esco-
gió aunque más mozo, tal concepto tenia
del, y quiso mostrarle al mundo llamán-
dole á San Lorenzo^ haciendo le hospeda^
sen en su casa y sirviesen sus tapicerías y
oñcios: cosa hasta hoy con nadie reiterada
en Castilla. Elección de Rey tan cuerdo,
y singular merced en el trato, hizo que
eligiese al Conde , sin mirar que aunque
podia dejar á sus hijos grandes señores,
por la estimación de las prendas del espo-
so, quiso más que en tan gran casa que-
dasen inferiores.
Celebró con ella las segundas bodas;
matrona digna de más dilatadas alaban-
zas y justa merecedora de tal marido, á
quien ayudaron á hacer bien casada, cali-
dad, hermosura, edad, riqueza, fecundi-
dad, ingenio y virtud. Dio el Conde hijo á
su casa, señores al Villar, Alcaudete y
Viana, á los Velez y Oropesa; Obispos y
cabezas á ilustres Iglesias de España; go-
bierno á los polos de la Religión, masque
española universal, Santo Domingo y San
lio CAITAS M
Ignacio; (aquél, martillo de la heregía;
éste, ayo á la juventud , mano ayudadora
eii las caídas de la culpa). Generales dio
á Milán y Sicilia , á éUa y á Ñapóles Mae-
tes de Campo, á Italia y Flandes Capita*
oes y soldados; viendo en sus hijos la ben-
dición felice que la Iglesia Santa da «n las
bodas > alcanzando la cuarta generación.
Llegó la jornada de Portugal , y quiso
en parte pagar á su Rey el concepto que
de su casa tuvo y las mercedes personales,
sirviendo á su costa, entre criados y va-
sallos, con nueve mil hombres, grandeza
sin ejemplar, y que el hijo, que en ella
habia de suceder, empezase á ejercitar el
valor de sus mayores, haciendo el alarde,
y, aunque enfermo, acaudillase la gente; á
quien tenia ( i oh caminante ! ) lugar la par-
te de valor, de que en la juventud habia
dado heroicas señas, y téngale la mayor,
haciendo violencia al natural, venciendo
á su inclinación, porque gustaron los re-
yes ejercitase la prudencia en la paz, más
que el heredado valor en las guerras.
Cuarenta años continuó su servicio,
tan á satisfacción suya y de los ministros,
que, aunque pudo aspirar á los oficios por
la grandeza de su sangre, más los alcanzó
en fe de su prudencia; si se hiciera con
todos, fueran las materias políticas enten-
ANDtis DB MEflDOZá. III
didas más, más acertado el gobierno.
Razón de Eneas Silvio, después Pío se-
gundo, no por común desestimada, admi-
rada por grande^ sí favorecida de la ley del
reino: Yérranse las acciones, buscando
oficios para los hombres; aciértanse, bus-
cando hombres para los oficios.
Suerte grande del Conde , si bien me-
recida, en tiempo no estéril de hombres
de partes juzgarle digno de cualquier go-
bierno. En el que tuvo en Valencia, aquel
reino experimentó, entre la blandura de
su natural, lo severo en la ocasión de jus-
ticia, lo fácil en las materias de gracia.
Dejóle con sentimiento, pasando al de Ña-
póles, que gobernó ocho años, entre tan-
tos hijos y nietos, y con tal desinterés, que,
acrecentando á la hacienda Real ochocien-
tos mil ducados de renta, empeñó su casa
en quinientos mil, y del taller donde se la-
bran tan grúesos^ golpes ilella, su pureza
de corazón ni aún con el deseo afectó
mancha alguna; y con ser el amor de los
hijos raíz de la codicia, y ésta de los m»*
les y afecto siempre vencedor, quedó en
el Conde vencido de la honra, que aunque
el olor de la buena fama pende del Tribu-
nal superior, la dice , no Italia sólo , el
mundo á voces : y aunque en siglos pasa-
dos no era alabanza en los hombres tan
112 CAITAS DB
ilustres, la malicia de los tiempos la ha
hecho primera en los ministros. { Oh infe-
lice siglo , qué vicio á quien la razón puso
tan lejos de la nobleza se tiene por virtud
no haberla contaminado! Tan ageno fué
del Conde, que á ser verdad la transmi-
gración de las almas de Pitágoras, torpe-
mente seguida de Orígenes, creyera ser la
suya de data de quinientos años atrás,
tan poco le alcanzó el siglo depravado.
No corra el acierto de su gobierno por
solo el horror á la hacienda mal adquirida,
tenga parte la integridad y justicia, que
no templó en la ocasión ni la sangre ni
amistad del Marqués de Santelmo, ni in-
terés de cincuenta mil ducados, ofrecidos
para librar al hijo, aunque en tiempo ha-
bia servido^ llegando á ser homicida, á
que no le derribase la cabeza de los hom-
bros. I Oh varón imitador ó más propia-
mente ejemplar á la severidad romana,
pues parece que sus vaticinios veían éste
caso para imitarle con Manlio Capitolino,
aunque habia sido útil á la República en
la invasión de los galos , siendo sedicioso!
¡Oh altísima razón de estado, distinguir
el premio de la pena y compensarlos, y
que la cabeza que ayer, sirviendo, mereció
corona cívica ó mural , hoy esté á los pies
del dueño!
▲NOilS DB HBIIDOU. II3
Gorra por cuenta de la prudencia en
tal continuación de autos ejecutada.
Tenga parte la piedad de su pecho, tan
dilatada que se extendió á los enemigos*
experimentada de algunos á quien justa-
mente castigó, librando ellos en su pie«
dad el descargo de sus almas ; si no ya la
que usó con sus vasallos el año de seis-
cientos cuatro, que no habiendo la tierra
retribuido el depósito á sus sembradores,
y viéndose perdidos, acudieron al asilo
de su piedad, y tomó doce mil ducados á
censo, con que socorrió la necesidad pre-
sente. Su gran fé y religión fué tal , que
mereció de condigno la gloria que posee,
pues, en medio del bullicio del gobierno y
explendor de cortesanos , estaba en sole-
dad de afectos, gastando largos ratos en
el heroico ejercicio de la oración, maestra
de todo buen acierto de la grandeza de
su ánimo. Entre tantos sirvan de testigos
el cardenal Guevara, marqués de Santa
Cruz, Adelantado de Castilla, si los Reyes
que el cielo tiene no experimentaran en
sus obras su grandeza tanto como su ver-
dad, y ésta en grado tan superior, que era
en él frase ordinaria : Mentira en boca de
noble j vicio que le constituye no tal.
Removióle el Rey el gobierno, no solo
con dolor de los regnícolas, sino del
8
114 CARTAS DB
mundo á quien es escala el puerto. Vino
al Consejo de Estado, á continuar el amor
que habia granjeado en Italia con tanta
satisfacción , que dijo el gran Enrique IV
de Francia^ que concurrían cuatro hom-
bres en Italia á quien él envidiaba: en
Clemente VIII, el valor; en Ferdinando,
duque de Florencia, la magnanimidad;
las letras en el duque de Urbino; la pru-
dencia en el conde de Benavente. Retirado
á ésta villa, á tomar de más atrás la car-
rera de la virtud, ejercitándose en todas
y en las penitencias, de una en otra
crecia; acto prudencial, encontrado con
algunos necios fervores destos tiempos,
que estando ayer en el abismo de sus vi-
cios , quieren , pasando de un extremo en
otro, haber llegado á la perfección. Diósela
Dios, dividiendo su santa compañía, pues
en los trabajos toma fuerza la virtud, y
el de su falta , á no estar prevenida con la
gracia, sintiera demasiado su alma.
Volvió á Madrid á servir la presidencia
de Italia, si ya no á ejercer sus virtudes
y obligar en el ejemplo á ejercitarlas,
donde en servicio de su Rey, en aplauso
universal, en estimación de su prudencia,
en continuación de su bondad, más que
le emulaban le envidiaban todos: tanto
importa la buena vida.
▲NBBÍ8 DB KBNOOEA. II5
Fué en la muerte dé aquel Rey ter^
cero, en la santidad primero, no el que
menos le ayudó , quien más le aconsejó y
de quien más íió; y si las palabras de
los Reyes, siempre grandes, mayores en
la muerte > débese estimar las que le dijo:
«]Oh buen conde de Benavente^ bien ma
habéis querido, si yo hubiera hecho lo
que me decíades, de buenos miedos se
librara mi alma!» Dejóla en sus brazos^
recibiendo el Conde el último vapor de
su espíritu. Dióle su digno sucesor la ma-
yordomfa mayor de la Reina , que sirvió
con lealtad, ejemplificó con sosiego,
ilustró con explendor; pues cuando faltara
el de su casa no podia el de sus canas y
venerable aspecto. Hizo á sus hijos mér^
cedes, si no las que merecían; y de sus
dichas no es la menor, que entre quince
no bastardease en ninguno su virtud, sino
que tan hijos fueron della como de la
sangre , cuyos aciertos ayudaron á su for-
tuna en gran parte. Y habiendo en sesenta
y nueve años llegado á tal colmo de feli-
cidades, una calentura lenta purificó lo
terreno, volando el espíritu con el nombre
de Jesús al lugar para donde le habían
criado, y en la agonía de la muerte, en que
todos fluctúan como en mar impetuoso,
navegó quietamente, guiado del viento de
Il6 GAITAS DI ANMliS Bl HBMBOZA.
las oraciones de siete hijos, tomando
puerto en ella, siendo solo el que tocó sin
horror la vecindad de la sepultura.
Quedó el cadáver en la tierra, mos-
trando el rostro la gloria del alma. El
concurso universal le venció; cuál por
sangre, cuál por amistad, cuál por be-
neficio, cuál por respeto; y por la vir-
tud todos. Diéronsele las últimas honras
en modo no imitable , sin que faltasen á
ellas ni aun los Reyes. El gran sentimiento
templa en parte el sucesor que deja, me-
recedor de su casa, y por la disposición
de su ánimo heredero á sus virtudes, y, en
el concepto, de todos sus cargos, cuyo
piadoso pecho levantó éste trofeo; primer
cuidado de tal hijo á tan grande padre.
Esta piedra dura y fría
el cadáver noble absconde,
del sólo en España Conde,
y que á Italia presidia.
Fué ejemplo de cortesía,
de verdad, lealtad, prudencia,
murió en quietud de conciencia;
que en las muertes deste modo,
acredita Dios el todo
del ser de su providencia.
OCTAVA CARTA.
NUBVIS GENERALES DESDE VEINTIDÓS DE
OCTUBRE DE SEISCIENTOS VEINTIUNO, HASTA
DIEZ Y OCHO DE MARZO DE SEISCIENTOS
VEINTIDÓS.
PERDONE vuestra merced el no haberle
dado cuenta de lo sucedido, después
que lo hice en mi última de veintidós
de Octubre, porque ha dado cuidado á
tantos nuestra correspondencia , que han
procurado estorbarla , por paracerles que
es caso de Corte cualquiera de estos avi-
sos , y vuestra merced tiene la culpa, que
guarda tan mal mis cartas que se las im-
primen; si bien ésto merecia estimación,
pues, sin decir mal de nadie, se alivian los
ausentes de la Corte hallando juntos los
sucesos.
Es glorioso éste siglo para España;
viva mil años nuestro gran monarca Fi-
lipo IV, pues, con su católico y acertado
gobierno, luce grandiosamente su pru-
Il8 CÍETA8 M
dencia, en el provecho común y bien uni-
versal de sus vasallos. El valor y la virtud
crecen premiados; los vicios enflaquecen
con el castigo; gobierna la justicia y la
prudencia, y el favor se ha desterrado, de
manera que ya es ciego y manco para
todo, gracias á las dos columnas desta
Monarquía, que se desvelan en su aumen-
to, y en la elección de Ministros acertados
con que nada puede errarse. Hánse lle-
nado las plazas de los Consejos de sujetos
capaces , con que crece el acierto de go-
bierno y elecciones.
Su Majestad, antes de entrar éste año,
fué al Pardo dos veces, y al Escürial, y
quiso hacer la vuelta á la posta, con mu-
chas galas; ocasiones en que lució bas-
tantemente la liberalidad y gallardía del
conde de Villamediana, Correo mayor.
Al conde de Monterey mandó su Majes-
tad cubrir por Grande de España, y partió
para Roma á dar la obediencia al pontiñce
Gregorio XV, de parte de su Majestad
católica. Hizo ésta jornada con gasto y
acompañamiento magniñco, grandes galas
y libreas, mucho número de criados,
lucida familia y muchos caballeros que le
asistiesen hasta la vuelta. De aquí salió
acompañado de la mayor parte de la no-
bleza de la Corte, y, pasando por el terrero
▲NDRSS DI MENDOZA. II9
de Palacio, salieron á verle sus Majestades
y Altezas.
A D. Fernando Alvarez de Toledo,
duque de Huesear, primogénito del duque
de Alba , mandaron cubrir por Condesta-
ble de Navarra, que besó á su Majestad la
mano, acompañado de muchos señores.
Murió el conde de Benavente, lunes,
á ocho de Noviembre del año pasado;
Príncipe dignísimo, por su valor, gobier-
no, servicios, virtud, bondad, grandeza
y cumplida generación, pues dejó vivos
catorce hijos, catorce nietos y tres biz-
nietos. Pomposa y honoríficamente ador-
naron su cuerpo; el concurso de pueblo
que acudió á verle fué notable, muchos
los sufragios que se hicieron por su alma,
acudiendo todas las Religiones á decirle
responsos; hasta que con acompañamiento
grandísimo le llevaron á Benavente , y le
pusieron en Santo Domingo de aquella
villa, donde descansa entre los señores de
su casa. Al conde de Luna, su heredero,
le dieron su ofício de Mayordomo mayor
de la Reina, nuestra Señora, y al Sr. Don
Baltasar de Züñiga, la presidencia del
Consejo de Italia, para que de todas ma-
neras le sucediesen al Conde personas
dignísimas.
A veintiuno de aquel mes cumplió
120 CARTAS DI
años la Reina , nuestra Señora ; día cele-
brado con muchas galas y regocijos.
Las honras del marqués de Sieteigle-
sias, D. Rodrigo Calderón, se hicieron en
el Monesterio del Carmen descalzo, ha-
llándose en ellas el capitán Francisco
Calderón , su padre , acompañado de al-
gunos Grandes y Titulados, y otros ca-
balleros; celebróse el oficio con gran
pompa funeral , estando sobre la tumba el
paño con el hábito de Santiago. El dia de
Santa Catalina , yendo los estudiantes, en
Salamanca, en el acompañamiento que
aquel dia se hace al Rector, se atravesó
un Alguacil de la ciudad con un estudian-
te, y se encendió tanto el fuego, que se
pusieron en armas la ciudad y Universi-
dad, y llegaron á las manos por dos ve-
ces; y fuera grandísimo el daño si la gran
prudencia del Obispo, Maestrescuela,
Rector y caballeros no lo apaciguara. A
la averiguación des te negocio ha ido el
alcalde D. Luis de Paredes , donde está al
presente.
Al Sr. D. Baltasar de Züñiga le nsrció
un hijo varón; bautizóse en el real mo-
nasterio de la Encarnación; fueron sus
padrinos el Rey, nuestro Señor, y la Se-
ñora condesa de Olivares: grandioso dia
en Madrid de acompañamiento, galas y
ÁNDiát DI MINDOSi. Iir
bizarrías. Por haberse retirado á su cat«
D. Bernabé de Vivanco, le sucedió en sa
oñdo Antonio de Losa, hombre de cono-
cidas partes y calidades, y muy digno
Ministro de su Majestad, y que dio otro
famoso dia á Madrid con el bautismo de
otro hijo, de quien fueron padrinos loa
señores condes de Olivares, con grandioso
acompañamiento de Grandes, Títulos y
Señores.
Entró por Menina de la Reina , nues-
tra Señora, una hija del conde de Oli-
vares.
Sus Majestades fueron servidos que los
criados y criadas franceses y que vinieron
con la Reina , nuestra Señora , se volvie«
sen á Francia, haciendo á todos muchas
mercedes y favores ; quedaron en España
Madama Cápela, que cuando la jomada
de Portugal casó con un caballero portu-
gués, y otras dos hijas del ama de la
Reina, nuestra Señora , que casaron en
ésta Corte con personas principales.
Suspendióse de oficio á diez y seis al-
guaciles de Corte, y á algunos Escríbanos
reales, pero después se dio licencia á los
más dellos, y se entiende se dará á todos.
Háse impreso un libro de las virtudes
de D. Juan García Alvarez de Toledo,
quinto conde de Oropesa , y es cosa ma-
131 CAITAS Bl
ravillosa su ejemplar y santa vida,. Famosa
fué la victoria que tuvieron D. Pedro de
Leiva y D. Diego Pimentel, Generales de
las galeras de Ñapóles y Sicilia , pues co-
gieron al Turco muchos vasos y presa, que
se apreció en grandes sumas. Hánse su-
bido los juros de catorce á veinte, por
premática particular, así los antiguos
como los que de nuevo ét fundaren. A
catorce de Enero deste año, remitió su
Majestad al señor Presidente de Castilla
un decreto firmado de su Real mano, su
fecha en el Pardo, por el cual manda que
todos sus Ministros y criados, desde el
más superior hasta el más inferior, que
hubieren servido á su Real hacienda y
Corona , en cualquier ocupación y oficio
de justicia y gobierno, desde el año de
noventa y dos, y le sirvieren adelante,
den inventario de la hacienda con que
entraron y entraren á servirle , y lo que
han granjeado, cómo y por dónde , y ésto
con grandes penas á los que encubrieren
ó no registraren dentro de diez dias. Y
después, por otro decreto, su fecha en el
Pardo á veintitrés de Enero, da su Majes-
tad la forma, al señor Presidente, que se
ha de tener en el dicho registro é inven-
tario, y de los bienes que se han de de-
clarar, que son los lugares, señoríos, ju-
andrís m minboia. 123
risdicciones, bienes raíces, casas « hereda-
mientos, términos redondos, que tuvieren
los dichos Ministros y criados, con men-
ción particular de lo que cada uno renta,
y si son heredados , comprados ó de mer-
ced; item todo el menaje de casa, como
es vajillas de plata labrada, blanca ó do-
rada, coches, caballos, literas, y todo
con particular especificación; y que todo
se cumpla dentro de quince dias , que se
cuenten desde el dia de la publicación
deste segundo decreto, sin otra dilación y
recurso: y por tercero decreto declara su
Majestad que su real voluntad es que se
comprendan en ésto los Regidores, Jura-
dos, Veinticuatros y Aposentadores. Son
Jueces desto el obispo de Cuenca ( que ya
está en la Corte ) , los señores D. Juan de
Chaves y D. Alonso de Cabrera , Oidores
del Supremo y de la Cámara, y fiscal
Antonio González de Legarda, y secre-
tario Lázaro de Rios. Por decreto de su
Majestad se manda que todas las consul-
tas que se han hecho, así á su Majestad
como á su padre , que está en el cielo, de
cualquier Consejo ó Tribunal, las resti-
tuya , así los vivos como los hijos de los
difuntos; y éstas consultas^ juntamente
con las que de nuevo se hicieren, se
guarden en el Consejo Real en un archivo
124 CAITAS l»l
aparte , y que éste archivo esté á cargo de
una persona de confianza , á satisfacción
del señor Presidente , y éste no las entre-
gue, sino con intervención de su señoría
ilustrisima. Al Padre maestro fray Iñigo
de Brlguela, de la orden de Santo Do-
mingo, y confesor que fué del archiduque
Alberto, han dado el obispado de Segovia,
y hecho Presidente de un Consejo Su-
premo que se ha de hacer para lo tocante
á los Estados de Flandes. Al confesor de
la Cristianísima reina de Francia, el Padre
maestro Rivas , de la orden de San Fran-
cisco, dieron el obispado de Ciudarrodri-
go; el obispado de Zamora al de Tuy, que
fué Prior del Escorial; y el obispado de
Tuy al doctor Herrera, catedrático de
Salamanca; el de las Canarias á fray Juan
de Guzman, fraile francisco. Murió el
obispo de Plasencia, D. Enrique Enriquez,
gran Prelado; dieron su obispado á Don
Sancho de Avila; el de Sigiienza al Almi-
rÍEinte de Aragón; el de Cuenca dicen que
al Patriarca de las Indias. El marqués de
Malpica, Ayo y Mayordomo mayor del
Cardenal Infante; el duque de Segorbe
virey de Valencia ; el de Alcañices llave
capona y Montero mayor de su Majestad.
Del Consejo de Guerra los siguientes:
D. Iñigo de Borja , D. Pedro Pacheco, Don
ANDiiS DI MBNDOIA. 1 35
Juan Fajardo, D. Carlos Coloma. El prín-
cipe Feliberto, Generalísimo de la mar;
es virey de Sicilia, donde tiene la Real.
D. Juan Fajardo vá por Capitán general
de una escuadra de veinte galeones ai
Estrecho de Gibraltar. El duque de Ma-
queda, gobernador de Oran, ha pedido 11*
cencía para venir á ésta Corte, y en su
lugar vá por ínterin el Maese de campo
D. Juan Manrique de Cárdenas, su her-
mano. Capitulóse el marqués de Zara con
hija del duque de Segorbe; capitulóse el
conde de Niebla con su tia , hermana de
su padre. Concedióse al reino de Galicia
que nombre Procuradores en las Cortes,
y en éstas nombraron al Sr. D. Baltasar
de Zúñiga y al conde de Monterey; y por
la merced dicha sirve el reino á su Ma-
jestad con cien mil ducados, para ayuda
á hacer los navios que se han de poner en
la Coruña, y que cada casa solariaga
sustentará un soldado en los dichos na-
vios. Vino á ésta Corte un padre capu-
cliino, italiano, que se llama fray Jacinto
de Casal de Monferrato, gran predicador,
enviado por Embajador á su Majestad de
Su Santidad , y no se sabe á qué negocio;
hácele el gasto el llustrísimo Monseñor
Nuncio. Al presente predica en castellano,
y dos sermones ha hecho en italiano, el uno
126 GAITAS DB
en el Hospital de los italianos, y el otro al
consejo de Italia en San Nicolás. La no-
che de Carnestpllendas llegó á ésta Corte
Monseñor Aquaviva, Extraordinario de
Su Santidad , á dar el pésame y pláceme
á su Majestad. El duque de Uceda se está
en Arévrlo, y tiénela por cárcel; al de
Saldaña, su hermano, le nació un hijo
deste segundo matrimonio, en la villa de
Arganda , donde reside. Llegó el príncipe
de Esquilache á esta Corte , y ha dado su
inventario como Virey que ha sido del
Pirú; besó la mano á su Majestad el obispo
de Cuenca, por Inquisidor general. Al
marqués de Montesclaros, del Consejo de
Estado y Guerra, y seis mil ducados de
renta por dos vidas ; la encomienda del
conde de Nieva , al almirante de Castilla;
la del principe de Marruecos, al duque de
Sbsa ; á D. Pedro de Toledo, Capitán ge-
neral de la caballería de España; al padre
Rojas, de la orden de la Santísima Tri-
nidad, Provincial desta provincia, han
hecho confesor de la Reina, nuestra Se-
ñora.
Tratan los descalzos de San Francisco
de hacer Vicario general y eximirse de la
obediencia de los Calzados ; han ganado
Breve de su Santidad, y viene nombrado
por primer Vicario general, hasta la elec-
ANDR¿S DI MINDOZA. 1 27
cion primera, el padre fray Juan de Santa
Marfa, confesor de la serenísima infanta
María. También han sacado Vicario ge*
neral los descalzos Mercenarios y Agus»
tinos. Entró en la Corte D. José de Meló,
anobispo de Évora, en Portugal, con
gran casa , muchos criados y ostentación.
Hicieron virey de la India al conde de la
Vidigueira, gran soldado; hízole su Ma-
jestad muchas mercedes y y partió de aqui
á los últimos de Enero, á disponer su
jomada. Ha mandado su Majestad que en
todos sus Consejos haya una ventana se-
creta, donde vaya de su cámara á ver lo
que se trata en los Consejos, y en la forma
que se despachan los negocios. A D. Mi-
guel de Cárdenas , Alcalde que era de los
Bosques , le han hecho Alcalde de Corte,
con ejercicio y con la antigüedad que se
tenía; á D. Juan de Castilla, caballero de
Burgos, han hecho Corregidor de Madrid;
ejerce su oficio con mucha cristiandad y
rectitud. A diez de Marzo murió el duque
de Veraguas ; estos dias ha estado indis-
puesto el Sr. D. Fernando Carrillo, Pre-
sidente de Indias, mas ya está mejor.
Viernes, diez y ocho de Marzo, casó el
duque de Terranova con Doña Ana de
Mendoza y de la Cerda, dama de la Reina,
nuestra Señora, en la Capilla real; fueron
128 GAKTiS Bl
padrinos los señores infantes D. Carlos y
Doña María. Salgamos con ésto de la Cor-
te, donde no hay otro suceso considerable,
y vamos á que sepa vuestra merced lo que
nos avisan de más lejos.
Murió en Roma el doctísimo cardenal
Roberto Belarmino, cargado de años y
merecimientos; hízose solemne entierro,
con asistencia del Sumo Pontífice, que
tomó su breviario por reliquia, y entre
los Cardenales se repartieron otros bienes
suyos ; hizo heredera , de los pocos que
dejó, á la Compañía, cuyo religioso fué
más de sesenta y ocho años : gran varón,
y que su memoria vivirá eternos siglos.
Dicese que ha partido de Roma, para Es-
paña, á cumplimientos con su Majestad
católica, de parte de Su Santidad, Monse-
ñor Aquaviva , napolitano, y arzobispo de
Tebas.
A diez de Noviembre del año pasado,
llegaron á Roma tres Embajadores, que
los Cantones de esguízaros católicos en-
viaron á dar la obediencia á Su Santidad;
entraron con grande acompañamiento, y
á catorce hicieron en público una solemne
entrada, y á diez y ocho, con lucidísimo
cortejo, fueron al palacio de San Pedro,
donde en público consistorio, en presen-
cia del Sacro Colegio, en la sala que lia-
IRDBBI DI HÍNDOZít. 119
maa Ducal, preslaron la obediencia á
Su Santidad en nombre de su Repibüca.
Habiendo Su Santidad resuelto de re-
formar el Cónclave y modo de elegir Pon-
tífice, á trece de Noviembre hizo con-
gregación con diez y ocho Cardenales,
que, en nombre de lodo el Sacro Colegio,
confirmaron la Bula hecha i'i este fin; la
cual, Su Santidad publicó (\ quince del
mismo mes en Cotisistorío, para que de
aquí adelante se observe inviolablemente
en la elección de futuro Papa.
Sábese por carta de Milán , su fecha
trece de Diciembre, que el duque de Feria
fué en persona á la Baltelina á losherejei
Grisones, que á la salida abrasaron la
mayor parte del lugar de Bormio, que su
excelencia se apoderó de la ciudad de
Chiabena, obligando á la mayor parte de
los enemigos retirarse al lugar de Pachia-
no, que al fin se rindió 5 españoles; que,
ocupado, le saquearon con todo el valle
de Brigalla, que tenían Grisones, de ma-
nera que no queda por dellos nada desta
parte de los montes; que también los
asahaba el serenísimo Leopoldo, por la
Añadina, que entró á ocupar cierto feudo
con seiscientos soldados, que han hecho
grandes daños en los Grisones, con muerte
de muchos y de Hlgunas de sus mujeres,
130 CAUTAS PB
que murieron defendiendo sus casas, hijos
y haciendas con valor increíble, y, acosa-
dos de todas partes, han enviado Emba-
jadores á pedir suspensión de armas y á
ofrecer partidos de paz.
El corsario ingles, llamado Sansón,
tomó cinco naves flamencas que iban de
Genova á Levante por trigo, y ha hecho
oíros muchos daños, y que salian en su
busca las galeras de Núpoles y Cicilia.
Esto me escriben de Genova, en cuyo mar
acometieron veintidós bajeles de corsarios
moros un bajel inglés que venia con
mercadurías ú Italia; y, defendiéndose
valerosamente, le ayudaron las galeras
francesas que llegaron acaso, y después
de haber peleado mucho, cogieron doce
bajeles de los veintidós, y libraron al in-
glés y huyeron los demás. Avisan de
Francia que se deñcnde valerosamente
Montalban, del Rey Cristianísimo, cuya
gente habia ocupado dos baluartes y un
rebellín de aquella fortaleza, adonde se
habían puesto ochenta cañones de arti-
llería, que por mandado del Rey baten la
ciudad, con daño grande, porque está
resuelta aquella Majestad de arruinar la
ciudad por la mucha obstinación de aque-
llos herejes hugonotes, que se defienden
fuertemente, no con poco daño de los
I HB-IDOZl. 131
católicos del Rey, cuyos soldados cocieron
ocho rail doblas de á cuatro que los here-
jes de Francia enviaban á los de la Ro-
chela. También avisan que en el campo
Real, sobre Montalbao, hahia el Rey
mandado ahorcar á un artillero, porque
disparaba la artillería sin balas contra la
ciudad; y que los católicos franceses que
habian ido contra la Rochela, habían
ocupado la isla de Rens, importante lugar
para facilitar aquella empresa. En Mo-
ravia han ocupado los húngaros rebeldes
la gran ciudad de Ugripont, á costa de
mil dellos y de pocos de los imperiales
que estaban de presidio. Del príncipe
Transilvano se dice, que, con diez mil
caballos y catorce mil infantes, trata de
volver sóbrela ciudad de Possonia, en
Hungría , donde la caballería del conde de
Arach ha muerto muchos turcos de la
otra parte del rio Leída, con presa de
muchos caballos y libertad de doscientos
cincuenta cautivos; de Amberes avisan,
que pasando el tercio de napolitanos al
sitio de la ciudad de Juliers, encontró con
gente del conde Mauricio, y en una reñida
escaramuza que se trabó entre unos y
otros, con poco daño de los nuestros, per-
dió el enemigo muchos soldados, y que
estaba temeroso de perder la dicha ciu-
132 CáDTíS uk
dad, porque apretaba mucho el cerco el.
conde Enrico de Bergu, con gente que le
envió el marqués Espinóla ; y que por eso
el enemigo había enviado socorro de mil
carros con seis mosqueteros cada uno.
De Micina avisan haber llegado allí algu-
nos carsmuzales y bajeles, cargados de
ricas mercaderías, que al Turco cogieron
en Levante las galeras de la católica ar-
mada, la cual se halla ahora en el canal
de Consiantinopla , con ánimo de hacer
presa en ciertas naves que se esperaban,
cargadas de trigo, para provisión de aque-
lla ciudad, que padece notable falta dello.
En Ñapóles se embarca mucha infantería
en aquellos galeones; nó se sabe para qué
Sábese que en el Mar Negro andan
corseando contra el Turco setenta barcas
armadas, de cosacos gente del rey de Po-
lonia, y que prendieron sesenta caramu-
zales, llenos de bastimentos, que llevaban
á Constantinopla; saquearon la gran ciu-
dad de Cafa, corte del Tártaro, y otros
muchos lugares del Turco en aquel mar,
poniéndolos todos á fuego y sangre; des*
pues, en el Danubio, hicieron un botin de
quince mil vacas y treinta mil carneros,
y con esto se volvieron al campo de su
Rey Polaco, que estaba con grueso ejér-
cito ea tierra de Moldavia, quemando las
puentes de madera que los turcos tcnian
hechas en el Danubio para pasar su ejér-
cito en Moldavia contra el Polaco. El rey
de Polonia trae consigo al principe La-
dislao, su hijo, doce mil Barones, señores
y caballeros polacos, cien mil hombres de
3 caballo, veinticuatro mil infantes mos-
queteros, alemanes, diez y ocho mil cosa-
cos arcabuceros á caballo, y veinte mil
que andan en las barcas; el Rey anda en
persona en el ejército, haciendo lo que
debe un valeroso soldado. Envió treinta
rra, á buscar al ene-
;ta Andrinópoli, que
está una jornada de Constantinopla, y
volvieron con gran presa, asolando cuanto
hallaban. En el camino se encontraron con
catorce mil genízaros que iban de presidio
á las fortalezas de Moldavia, por donde,
como digimos, haze la entrada el rey de
Polonia, y, degollándolos casi á todos, les
tomaron ciento ochenta piezas gruesas de
artillería, que llevaban para surtir las
fortalezas, y muchos mantenimientos y
municiones que venían para el ejército
del Tu reo, que iba marchando; y, después
de haber puesto esta presa en seguro,
volvieron sobre muchos turcos que venian
tras los genizaros, á la deshilada, é hiele-
134 CMTu DI
ron en ellos grande estrago, sin hallar
resistencia hasta la vista del ejército tur-
qaesco. Quemaron una ciudad á seis le-
guas de Constantinopla, y, desde un rio,
los de fas barcas hacen mucho daño sin
poderlo recebir, é impiden los bastimen-
tos á Constantinopla, por lo cual pasa
mucha necesidad. Trata de paces el Turco,
que se halla en persona en Andrinópoli,
por medio det Emperador, y el Polaco y
los de su ejército han jurado de no voli'er
á sus tierras sin destruir á aquel enemigo
común, con el favor de Dios; y es sin
dada, que si caminan tan prósperamente
como hasta aquí, que tomarán á Constan-
tinopla. Dios lo ordene como más h5 me-
nester la cristiandad, y guarde á vuestra
merced muchos años.
PROVISIONES TOCANTES Á INDIAS.
Presidencia de la casa de la Contrata-
cion,á D. Fernando de Villaseñor, del
Consejo de Indias. El Licenciado Marcos
de Torres, del Consejo de Indias, en lugar
de D. Antonio de Vergara, que murió.
Plaza de General de la flota de Nueva Es-
pana, á D. Carlos de Ibarra. La de Almi-
rante, á Garci Alvarez de Fígueroa. La de
Almirante de Tierra-firme, á D. Pedro
1HDIIÍ> DI HINDOIl. 135
Pasquier, La de General de la dicha flo-
■a, i (!)■
Al secretario Juan Ruíz de Contreras,
se hizo merced de dos mil ducados de
renta por dos vidas, en indios vacos de la
provincia de Guatemala, y señaladamente
en un pueblo, cuya renta estaba destinada
para la fábrica del puerto de Santo Tomás
de Castilla, de aquella provincia, que co-
mienzan á contarse desde su hijo, Don
Fernando, con que goce el dicho su padre
de la renta todos los dias de su vida; y al
dicho D, Fernando se dio título de secre-
tario del Consejo de Indias, y que lo use
desde luego en impedimento, enfermedad
ó ausencia de sa padre, y después de sus
dias la futura sucesión. Y, atento á que se
casó el dicho D. Fernando con una hija
de una Ama de la Reina, le dieron mil qui-
nientos ducados de renta, de dolé, en la
renta de su Cámara por la vida de la dicha
su mujer, y veinte mi! ducados en joyas
y ajuar.
Dióse al Licenciado Morquecho, Oidor
de Lima, la antigüedad que tenia en la
Audiencia de Méjico, y para ello se man-
dó librar sobrecédula, y se le mandaron
pagar en la casa Real de la dicha Audien-
<0
13^ ClBTAi BE
cia de Lima, cíacuenta y siete dias que
se detuvo en el camino más de los seis
meses de término que le fueron señalados.
Visitador general de la Audiencia de
Lima, D. Juan Gutiérrez Flores, Inquisi-
dor de la Inquisición de Méjico. Visitador
de la Audiencia de los Charcas, el Doctor
Cialdós, de Valencia. Visitador general de
la Audiencia de Quito, el Licenciado Juan
Muñozca , y por Inquisidor de la Inquisi'
cioo de Lima. Visiiadof de la Audiencia
del Reino, Oidor de Chile. Juan de Mun-
guía. Tesorero de la Casa Real de Gua-
dala;ara. Juan de Ortiz de Eguiluz, Con-
tador de Yucatán. D. Luís de Nevares,
Tesorero de Trujillo. Licenciado Juan
Ortíz de Cervantes, Fiscal del Nuevo
Reino. D. Fernando de Saavedra, Oidor
de la misma Audiencia. Gobierno de Santa
Cruz de la Sierra, en Gonzalo de Sotís
Ülguin; y Aguarsongo y Pacamoros,en
el capitán D. Pedro del Castillo. El de
Cuenca á D, Juan de Medrano. El de Ma-
requeta en D. Juan de Morales. La Alcaldía
de minas de Potosí en Antonio Romero de
Lugones. La Tesorería del Cuzco, á Diego
López de Herrera. Oidor de Lima, Doctor
Galdós de Valencia.
Canongia de Lima, D, Pedro Mauricio
de Mendoza. Ración de LÍma,áD. Luis
ANDRÉS DE HINDOtl. I37
de Aliri. Canangia de Trujilto, al Maestro
Martin Velasco. Dos Canangías de Gua-
manga, Doctor Juan Nuñez Mexia, y Don
Sancho de Paz. MaestrescoHa de Arequipa,
el Doctor Antonio de Moniel. La Tesorería
desta Iglesia al Doctor D. Juan Bautista
de Aguilar. Una Canongía della, el Doctor
Marcelo de Aramburu. Canongía de Pa-
namá, el Doctor Hernando de Herrera.
Dos Canongías de Santiago de Chile, Her-
nando de Salvatierra y Francisco Foron-
da. Arccdianato del Rio de la Plata, en
Francisco Caballero. Canongía desta igle-
sia, en Pedro Isbran. Castellano de Por-
tovelo, D. Gonzalo de Medinasison. Dean
de la iglesia de Durango, el Bachiller Juan
Martínez. El Bachiller Juan de Frías, Ar-
cediano. Mateo de Soto, Chantre. Doctor
Francisco de Espinosa, Canónigo. Bachi-
Uer Francisco de Forres, Canónigo. Li-
cenciado Juan Delgado, Canónigo de Gua-
¡aca. Francisco Serrano, Racionero de
Santo Domingo. El Corregimiento de las
minas de Potosí se dio á D. Felipe Man-
rique. El gobierno de Antiochía á Garci
Tello de Sandoval y Hábito de Calatrava.
La plaza de Cabo de Honduras , al alférez
Juan de Noguerol.
CARTA NONA.
EL no haber escrito á vuestra merced
desde diez y ocho de Marzo las nue-
vas, asf destos reinos como de los
extranjeros, según se platican en esta
Corte, en la cual, como plaza del mundo,
cuanto en él pasa se sabe, ha sido causa
mi poca salud y ausencia, y el poco recato
que vuestra merced tiene en guardar mis
cartas, pues no solo las da á que las lean,
sino á que las trasladen é impriman algu-
nos curiosos para presentar y vender, y
las traigan á la Corte, de que resulta mo-
lestia S quien las vende, >■ enemistad á
quien las escribe; y por evitarlo determiné
no escribir más esta materia, pero asegu-
rado, como vuestra mercedme asegura,
guardar secreto, diré así:
Esta Monarquía de las Españas, que
Dios prospere como á firme columna de
la cristiandad, espera el más feliz tiempo
I^O UITÁS DE
que ¡amús ha gozado desde que se des-
membró del romano Imperio; porque el
Rey, nuestro Señor, á quien Dios guarde,
es un segundo Trajano ó Teodósio, y así
como estos valerosos Emperadores (espa-
ñoles ambos) , fué el uno lustre y amparo
del Imperio romano, y el otro del griego,
el Rey, nuestro Señor, lo es del español;
y. para que tenga con brevedad efectOj ha
formado una junta de las personas más
doctas y eminentes destos reinos, en que
entran los Presidentes, y algunos Conse-
jeros de todos los Consejos, los Diputados
del reino, y otras personas muy califica-
das, que vean cómo se podrá la Repiiblica
descargar de tributos, excusar gastos su-
pÉrñuos, poblar los pueblos, y otras cosas
de importancia tocantes al gobierno polí-
tico. Asiste á ello, con gran cuidado,
D. Francisco de Contreras, Presidente del
Real Consejo, que con justo titulo pueden
llamar padre de la patria. Su gran cris-
tiandad, letras y partes son notorias; el
cuidado y diligencia con que sirve su
plaza, es de los primeros que vá al Con-
sejo; da en su casa audiencia á todas horas,
sin eicepcion de personas; sus porteros
andan preguntando por la casa si hay .
quien quiera hablarle; ampara i los po-
bres, viudas y huérfanos; acude con pun-
iriDDIS De NENDOIl. I4I
tüalidad ñ iasjunins, asistiendo á algunas
hasta las diez de la noche , que para su
edad es mucho.
Estos dias ha ido su Majestad á caza S
los montes de Toledo, y iíntes de irse
proveyó algunos oficios en personas be-
neméritas, como son D. Enrique de Guz-
raan, marqués de Povara, Capitán de la
guarda española, por Vi rey de Valencia,
con cédula particular de retención de su
plaza; perpetuóle e! oficio de Correo ma-
yor de Jerez de los Caballeros, y á su hijo
primogénito hizo merced de la futura
sucesión de la Claveria de Alcántara. A
D. Duarte, marqués de Flechilla, se dio
llave sin asistencia de servir, pero para
poder entrar á hablar á su Majestad en
cualquier tiempo; dicen le dieron cinco
mil ducados de renta en Portugal; ha sido
merced bien merecida, porque dejando
aparte sus merecimientos, es en efecto
biznieto del rey D. Manuel de Portugal,
y pariente en cuarto grado del Rey, nues-
tro Señor. Dio plazas de Mayordomos, su
Majestad, á D, Lorenzo de Cárdenas, conde
de la Puebla del Maestre ; á D. Rodrigo
Enriquez, tio del Almirante; á D, Juan
de Fonseca, marqués de Orellana; al
conde de Barajas y al marqués de las
Navas , que lo hablan sido de su padre ; y
u
por Virey de NSpoIes fué el duque de Alba,
el cual salió desta Corte coa lucidísimo
acompañamiento y riquísima recámara.
El conde de Salinas, hijo del marqués de
Alenquer, Gobernador que fué de Portu-
gal, fué á Zaragoza á casarse con la du-
quesa de Híjar; casamiento grandioso,
así por ¡a calidad de la novia como por
su gran estado. Entró también en esta
Córie el conde de Monterey, viniendo de
Roma de su embajada, que concluyó fe-
lizmente, al cual, al entrar en Madrid,
acompañó toda la nobleza de la Corte;
entró muy galán, y tamo que su vestido,
de bordado de oro, apenas se conocía co-
lor: metió muchos criados con costosas y
lucidas libreas. Nombró su Majestad por
Virey de Cataluña al duque de Pastrana;
el ir á Cataluña no se sabe si será tan
presto, por estar aquí diversos Embaja-
dores y otras personas por aquel Princi-
pado y Condado de Barcelona, preten-
diendo que su Majestad no ha de nombrar
Virey sin haber primero jurado en Cortes
de aquel Estado, como dicen han hecho
loa Reyes, sus antecesores, y por ser con-
forme á sus fueros: han hablado sobre
esto diversas veces á su Majestad, y su
Majestad ha escrito al Principado. Vino
los días pasados, sobre ello, el Conseller
tNDRBB DI HINDOZi. I43
mayor, el cual eniró en esta Corte cora
lucidísimo acompañamiento, con grande
casa y ostentación ; al cual sobrevino una
enfermedad, de que murió, con gran sen-
timiento de aquella Corona, por sus mu-
chas parles. En su lugar vinieron dos:
han dado á su Majestad sobre ello diversos
memoriales, y respondido á ellos el Fiscal
de Aragón; no se sabe la resolución que
se tomará, Al hijo primogénito del dicho
Duque, concertado de casar con hija de
D. Baltasar de Zúñíga, que Dios tenga en
su gloria, le dieron una Encomienda de
cuatro mil ducados de renta. Entró por
Dama de la Reina la hija del marqués Es-
pinóla, que está en Flandes, la cual lle-
varon á Palacio las condesas de Olivares
y de Monierey, acompañadas de toda la
nobleza de la Corte. Desposóse en Pala-
cio el marqués de Javalquinto con Doña
Isabel de la Cueva, Dama de la Reina,
hija de Doña María de Benavides, Dueña
de honor; fueron padrinos los Reyes, y
comieron aquel dia en público, y la des-
posada con ellos; el novio comió con el
conde de Benavente: fué banquete Real,
A la tarde fueron doscientos caballeros
por la duquesa de Cea , que habia de sa-
car la novia con la duquesa de Medina de
Rioseco, su hermana; acompañó e! Rey
■44 GAITAS n
á la novia hasta los corredores de Pala-
cio, y de allí salieron con grande acom-
pañamiento, grande bizarría y gala, por
la calle Mayor, hasta fin del lugar; fueron
aquella noche á una legua de Madrid á
consumar el matrimonio; al dicho Mar-
qués le dieron tres mil ducados de renta
por dos vidas. A veinticuatro de Setiem-
bre, fué su Majestad, á caballo, á nues-
tra Señora de Atocha, S darle las gracias
de la rota del conde Mansfelt; fué muy
á lo soldado, con un penacho en el som-
brero y una cadena de oro atravesada,
con acompañamienio Real. La rota destc
Conde no se pone aquí, por andar im-
presa.
Ha salido orden que ningún extran-
jero venga á vivir con su casa á estos rei-
nos sin Ucencia de 'su Majestad, y los
que están en ellos no salgan sin la misma
licencia; y premdtica, en que se manda,
debajo de grandes penas, no se pongan
juros en personas supuestas, para excusar
fraudes. Asimismo ha dado su Majestad
licencia á todos sus vasallos destos rei-
nos de España, puedan armar navios para
andar en corso contra enemigos, como
son turcos, moros, rocheleses, holande-
ses y celandeses, sacando primero licen-
cia (que se les dará luego), dando ñanzas
1
ÁNDftás DI miMZA. 145
de no robar á naturales y amigos, sino
darles favor y ayuda, y pagarán los dere-
chos de su Majestad, con que los navios
sean de trescientas toneladas; y manda
su Majestad , en todos sus reinos los aco-
jan y den armas, municiones, y otras
cosas necesarias para la navegación , por
su justo valor. Asimismo, se entiende
que de la Junta han resultado muchas
cosas importantes al bien y aumento de
la República , como es se quiten los millo-
nes desde el año de veinticuatro, y que
en su lugar sustente el reino treinta mil
soldados de infantería con seis ducados
al mes á cada uno ; y que para la paga
desta gente se puedan valer los pueblos
de sus baldíos, y de los de su Majestad
(do los hubiere), sembrándolos ó arren-
dándolos, y de otro cualquier género de
arbitrios justificados y en provecho de los
pueblos. Que se quiten los coches que no
fueren de cuatro caballos, excepto los de
los Consejeros que los puedan traer con
dos, en ésta Corte. Que se establezcan en
estos reinos Erarios , con que se remedia-
rán las necesidades, á poca costa, y se
evitarán muchos pecados y ofensas de
Dios , que cometen logreros y mohatreros
con sus tratos ilícitos , siendo sanguisue-
las de la República. Se quitan guarnicio-
10
145 CAITAS DK
aes de oro y plata, y telas de plata y oro,
en cualquier género de vestidos, capas
de seda, sedas sobre sedas y exceso de
guarniciones, puntas en mantos, ni en
otros adornos, bordados y dorados, si no
fuere cosas de iglesia ó milicia ; se quite
el azul, y reformen los cuellos 6 traigan
valonas, por ser grande el gasto que desto
se sigue , y mucho el oro y plata que sale
cada año destos reinos por trueco de los
lienzos y azul. Qiie no salgan jueces de
comisión de la Corte, ni Chancillerías,
si no fueren pesquisidores por causas cri-
minales , y éstos con mucha moderación,
como la ley manda, y se cometan las
causas, aunque sean privilegiadas, á las
justicias ordinarias. Y porque hay muchos
Ministros de justicia, como escribanos y
otros, se consuman algunos destos ofi-
cios; se moderen los dotes, y ponga límite
en tener criados ; que se vayan los Seño-
res de la Corte á sus tierras, que no tuvie-
ren justas y precisas obligaciones para
estar en ella. Se favorezcan mucho los
casamientos, y á los que hasta edad de
diez y ocho años se casaren , se les con-
ceden muchos privilegios, especialmente
á los que se casaren de diez y ocho años
se les entregue sus haciendas, como si
fueran mayores de edad ; y los que tuvie-
ANDRÍ8 DI KUIMZA. 147
ren veinticinco años, y fueren solteros»
paguen los repartimientos y tributos como
los vecinos casados, aunque estén en lar
patria potestad. A los plateros ponen tas»
en las hechuras. Consúmense los cien Re-
ceptores de Corte , y que no se examinen
Escribanos reales en veinte años. Esto se
platica en ésta Corte, y escribe de otras
partes , hasta que se publique no se sabe
cosa cierta; y aunque su Majestad, con
justa causa, podía mandar publicar éstas
Premáticas, ha mandado (como en efecto
se ha hecho) enviar un traslado á muchos
Señores > y á cada ciudad y cabeza de
partido, para que allí se vea , por el regi-
miento y personas inteligentes de ciencia
y conciencia, si es necesario reformar
alguna cosa; con que vendrá á salir la
resolución que se tomare muy justiñcada,
y se entiende se guardará como ley in-
violable.
Hizo su Majestad del Consejo de Esta-
do, al conde de Olivares, con antigüedad;
é hizo también deste Consejo al marqués
de la Hinojosa y á D. Femando Girón»,
que ambos lo eran del de Guerra ; hicie-
ron al marqués de Castelrodrígo, hijo de
D. Cristóbal de Mora, Veedor de la ha-
cienda en el Consejo de Portugal; didse
el marquesado de Velmar á D. Juan de la
148 ciKTis n
Cueva, hermano del cariJenai de Velmar.
Hizo su Majestad Geniil -hombres de la
boca, S D. Alvaro de Guzman, D. Sancho
de Fonseca, D. Carlos de Ibarra, D. Gon-
lalo de Monroy, D. Juan Enriquez, Don
Felipe Camaño, D. García de Castro,
D.Diego de Cárcamo y á D, Diego Co-
lonia. A D. Gerónimo Pimentel, General
de la caballería de Milán, dieron título y
doce mil ducados de ayuda de costa. A
quince de Octubre hizo años el infante
D, Carlos; fué dia muy solemne en Pa-
lacio, y por la mañana hubo Junta, en
que se halló el Rey , y por la tarde fueron
á San Gerónimo, y desde alli fueron con
el Condestable de Castilla á su quinta,
donde les dio una famosa merienda. Por
Mayordomo y Ayo del señor infante Don
Carlos salió el conde de Alcaudeie, con
retención de su oñcio. Desposóse el conde
de Benavente con Doña Leonor Pimentel,
dama de la Reina; fueron padrinos el in-
fante D. Carlos y la infanta María; vino
su Majestad de San Lorenzo el Real ha
hallarse en la boda; llevaron ú la novia,
desde Palacio ú su casa, la condesa de
OHvares; dicen lleva de dote once mil
ducados de renta, con la legítima de su
madre y mercedes. D. Fernando Ramírez
Fariñas, Oidor del rea! Consejo, va por
AKiitís DI MinDOii. 149
Asistente de Sevilla, con lículo de Señoría.
Famosa fué la victoria de D. Juan de
Cárdenas, que gobierna & Oran, hermano
del duque de Maqueda, con los turcos y
moros africanos que cercaron aquella
plaza, el cual, no solo la defendió valero-
samente con pocos soldados, siendo los
moros m;'is de treinia mil, pero en las
salidas que hizo mató infinidad dellos, y
les obligó á alzar el cerco, sin perder de
su parte un soldado. También fué mucho,
la armada del Estrecho de Gihraltar, con
diez y seis navios y cuatro pataches, de-
fender el paso á ochenta navios holandc'
ses, y hacerlos retirar con gran pérdida;
destas cosas andan relaciones impresas, y
así no se especifican. Grande ha sido la
pesie en toda África y Grecia , especial-
mente en Constantinopla, donde fué
muerto violentamente Osman, Gran Tur-
co; para contar la muerte desgraciada
deste gran Príncipe, que se intitulaba
Rey de Reyes, es necesario hacer discurso
de algunos años Snies ; por mi poca salud
y lugar, lo dejaré para otra cana, do es-
cribiré también mochas provisiones, en
particular de las Indias, y cosas de fuera
del reino. Y es cierto éste año han muerto
grandes hombres, como fué, en Malla,
Alosio de Wiñacurt, caballero francés,
1
150 GABTAS M
gran Maestre de la Religión de San Juan,
que tuvo veintidós años aquel Maestrazgo;
fué en su lugar electo fray Luis Méndez
de Vasconcelos , caballero del Priorato de
Portugal , valiente soldado, que ha tenido
grandes cargos en la religión , como Ca-
pitán de infantería, Recebidor de la Re-
ligión en el reino de Portugal, Embajador
ordinario en Roma , General de las gale-
ras de su religión y Embajador extra-
ordinario en Francia. Ha sido muy sen-
tida en ésta Corte, y toda España, la
muerte de D. Baltasar de Züñiga, Co-
mendador mayor de León , Presidente del
Consejo de Italia; murió dentro de Pala-
cio; pusieron su cuerpo en San Gil; acu-
dieron todas las religiones á decirle res-
ponsos, lleváronle á enterrar al Paular
de Segovia; acompañáronle hasta fuera
del lugar los caballeros de la Corte, y
hasta el Paular el conde de Monterey, á
quien su Majestad hizo merced de la plaza
de Presidente de Italia. Escribió su Ma-
jestad á Doña Francisca Clourel, mujer
de D. Baltasar de Züñiga, cartas de gran
consuelo, prometiendo de amparar á sus
hijos y su persona, mandándola no sa-
liese de Palacio, sino que acudiese al ser-
vicio de la Reina en compañía de la Ca-
marera mayor; por estar enferma de
▲NMÍ» di IIIIDOZA. I$t
sentimiento, bajó la Reina á consolarla á
su cuarto, y á darle la carta del Rey, que
fué favor grande. Mandó su Majestad to»
mar los papeles que tenia D. Baltasar de
Zúñiga al conde de Olivares , y, aunque
rehusó al principio, obedeció, mandándo-
selo segunda vez. Murió también el conde
de Lemos, gran caballero, excelente M»
nistro por la buena cuenta que dio de
sus oficios; murió en ésta Corte, habiendo
venido á ver á su madre, Camarera ma-
yor de la infanta María, que estaba in-
dispuesta; su cuerpo, después de haberle
dicho todas las Ordenes sus responsos,
fué depositado en las Descalzas; su sermón
funeral predicó el padre Florencia , de su
Encomienda hizo su Majestad merced á la
hija del conde de Olivares: sucedió en su
estado D. Fracisco de Castro, hermano
suyo, á quien se le han muerto dos hijos
en Gaeta , en el reino de Ñapóles. Dejó
el conde de Lemos , después de mudu»
mandas que hizo, lo restante de todos sus
bienes libres á Doña Catalina de Sando-
val, su mujer, la cual, sabiendo su en-
fermedad , vino con gran priesa de Mon-
forte de Lemos á ver su marido, y entró
en ésta Corte con gran acompañamiento;
y en efecto, vio vivo al Conde, y vivió
después algunos dias, que es gran con-
15^ . «AMAS M
tnélo para viudas de tan gran
Murió ttmbten el artobispo de SantiagOi
D. Beltran de Guevara ^viniendo de ca»
mino á la Corte, á quien Uamaba su Ma»
jestad para negocios de importancia* Pdr
muerte de D. Fernando Carrillo, Presi*
dente de Indias, gran Juei, dióse aquella
Presidencia á D. Juan de Villela, Oidor
que filé en las Indias, y en el Supremo
Consejo dellas, y en el Real de Castilla^
y otros grandes cargos; fué elección muy
acertada, así por sus grandes partes, como
por la mucha noticia que tiene de aquellas
tierras. Asimismo murió en ésta CÓrte
el duque de Monteleon. Fueron lastimdias
las muertes de D. Femando Pimentel,
lu)o del conde de Benavente, y del conde
de Villamediana , Correo mayor , ambas
violentas, y cogiéndolos descuidados y
desapercebidos; del de Villamediaaa no
se ha sabido el matador ni la causa ; de
D. Fernando Pimentel , fué matador Don
Diego Enriques de Lujan , á quien, preso
en Uclés, fué á tomar su confesión Don
Luis de Viüavicencio, Consejero de Or-
denes, por mandado deste Tribunal: en-
tiéndese tiene mal pleito, aunque los
hermanos no le piden nada. También fué
desgraciada la muerte de D. García Pi«
mentel , Capitán en Flandes, que estando
AFIDIU DI MlKDOIl. 153
con su compañía en un fuerte, le raínaroa
los enemigos, y volaron á ¿1 y á los de-
más que eslaban dentro. Murieron tam-
bién los Obispos de Ciudad Rodrigo, de
Torcosa y el electo de Guadíx. Murió el
marqués de Villanueva de Barcarrota;
untes de su muerte dejó desposada su hija,
heredera de su Estado, con el conde de
Fuensalida; hale puesto pleito D. Martin
Portocarrero, hermano de! Marqués di-
funto, diciendo que aquel mayorazgo es
de agnación, y no suceden hembras ha-
biendo varones. Murió D. Juan Ibanez de
Segovia, Tesorero de su Majestad, caba-
llero muy rico, noble, y de muy buena
fama, su cuerpo se llevó á Segovia, donde
Je salió á recibí r, como á Regidor y tan va-
ledor de aquella ciudad, toda la gente lu-
cida; fué su entierro muy suntuoso; que-
dó en el oficio su hijo. Fué Gaspar de
Vallejo á tomar la confesión al duque de
Osuna, sobre lo que se ha averiguado en
Ñapóles y Sicilia; estuvo algunos días en
tomarla; está el Duque en Vallecas, dicen
se acabará con brevedad su negocio. Sobre
el subir la plata hay grandes pareceres, y
se han dado muy doctos memoriales, así
aprobando el subirla como contradicien-
do; pero salió decreto del Rey, en que
dice no subirá la moneda, ni ¡uros, ni se
154 CiiTis »■
aprovechará de los depósitos, porque su
voluntad es no deshacer los tratos, y así
por ahora parece no hay orden de subir
oro ni plata. Salió la canonización de
Santo Tomás de Villanueva, Arzobispo de
Valencia, v la beatificación de Fray Pedro
de Alcántara, y vino Bula de Su Santidad
para hacer la probanza de la santidad y
milagros de Sor Juana de la Cruz, Monja
en el monasterio de la Cruz, ¡unto al lu-
gar de Cubas, cinco leguas de Madrid,
donde hicieron gran fiesta y estuvo su
cuerpo manifiesto tres dias en la igleüa
del Monasterio, acudiendo gran gente de
toda la comarca.
La Fiscalía de la Contaduría dieron á
Pedro Rodríguez de Torres. Hicieron del
Consejo de Hacienda á Tomás de Ángulo,
y á un hijo suyo dieron un hábito. Diósc
el Corregimiento de Córdoba al Alcalde
Cabrera, de Granada, con retención de su
plaia, y que pueda poner Teniente. Al
Licenciado Letona, Oidor de Galicia, die-
ron plaza de Oidor de Valladolid. Hánse
proveído tres plazas de Secretarios del
Rey; Fomat, para lo de Cerdeña, D. Luis
Blasco, para lo de Moniesa, y Nicolás
Mensa, para lo de Valencia. Al Secretario
de D. Baltasar de Zúñiga se dio título de
Secretario del Rey. Al Padre Mariana, de
▲lIDiás DI MlllDOZA. 155
la Compañía de Jesüs, hizo su Majestad
merced de mil y quinientos ducados para
imprimir la Historia de España^ que tiene
muy añadida. £1 arzobispado de Santiago
se dio al Obispo de Málaga; dicen viene á
la Corte. Al marqués de Cerralbo y Don
Diego Mejia, hicieron del Consejo de
Guerra; dieron á D. Diego Mejfa la futura
sucesión del castillo de Amberes y M
tercio de D. Iñigo de Borja» y á D. Iñigo
el Generalato de la artillería. A D. Fabió
Carachola, Embajador de Ñapóles, se dio
título de Conde. A D. Jerónimo Pimentel
hicieron del Consejo de Guerra. Proveye-
ron por Mayordomos de la Reina al con-
de de Siruela, á D. Antonio de Toledo,
Señor de la Horcajada, y á D. Diego Bro-
chen). Concedió el Pontífice la Bula de la
Santa Cruzada en el Reino de Ñapóles y
Ducado de Milán. Al duque de Albur-
querque hizo merced Su Santidad de los
meses que tiene las vacantes en el Mar-
quesado de Cuéllar. Al Cardenal Zapata,
Virey de Ñapóles en el ínterin, hizo tam-
bién Su Santidad merced de ocho mil du-
cados en una Abadía. Efectuóse el casa-
miento de la princesa de Venosa, gran
señora en Italia, con un sobrino del Pon-
tífice. Hizo Su Santidad merced de toda la
vacante de D. Femando Pimentel á un
■ 56 C1IT18 DI
hijo del conde de Benavente. Dicea se ha
de hacer un Consejo para tos negocios 10-
canies al arzobispado de Toledo, que se
ofrecieren al Infante Cardenal, y para po-
nerle casa están electos para los oficios
personas de mucha calidad, coino son: Ma-
yordomo mayor, el marqués de Malpica;
Sumiller de Corps, el de Camarasa; Ma-
yordomos, D. Francisco de Villasis, Cor-
regidor que fué de Madrid, el conde del
Real, D. Fadrique de Vargas, y D. Anto-
nio de Cardona. De la Cámara de su Al-
teza, el marqués de Orani, et conde de
Puñonrostro, el conde de Villaflor y el
conde de Villalba; Gentiles-hombres ecle-
siásticos, D. Antonio Portocarrero, Arce-
diano de Toledo y D. Juan de Bracamon-
te, su Tesorero, y Maestro de Cámara,
U. Agustin Fiesco; á su Camarero Don
Melchor de Moscoso, dieron el episcolato
de Toledo. Las cosas de Alemania han su-
cedido prósperamente en favor del Empe-
rador, y están sus enemigos, no sólo ven-
cidos pero temerosos; mas como la tierra
es tan grande, tantos y tan poderosos los
enemigos, no cesan de todo punto las
guerras. En Flandes pelean los rebeldes
con gran pertinacia, favorecidos de algu-
nos eiiEranjeros; y, aunque la fortuna es
varia, se ha mostrado favorable en las co-
ANDEÍ8 DI MIRDOZA. 1 57.
sas de importancia á la Majestad católica.
Inglaterra goza de paz, si la puede haber
en República do está en opiniones la
religión. Hay dése reino dos Embajado-.
res en esta Corte, uno ordinario y otro
extraordinario; el extraordinario entró en
Madrid con buen acompañamiento, y con
el propio fué á Palacio á besar la mano á
sus Majestades y Altezas. El conde de
Gondomar, D. Diego Sarmiento de Acu-
ña, vino á esta Corte, de Embajador de
Inglaterra, habiendo usado aquel oficio
con gran aprobación de ambos reinos; en-
tró en su plaza de Mayordomo de su Ma-
jestad: entiéndese le ocuparán en nego-
cios de mucha importancia. Al rey de
Francia le sucede todo prósperamente
contra los herejes rebeldes; créese los su-
jetará á todos con brevedad, porque Mon-
talban y Rochela no pueden defenderse
mucho, pues no sólo les ha de hacer guer-
ra el Rey Cristianísimo sino la necesidad
y hambre; y, ganadas estas plazas, queda
concluida la guerra en aquel reino, en el
cual ha sido grande el contento de los ca-
tólicos y pesar de los herejes, por la re-
ducción del de Ladiguera, á quien su Ma-
jestad ha hecho Condestable y Caballero
del Espíritu Santo.
La poca salud hace no ser más largo;
158 CkBTáB M AUNES DI MENDOZA.
vuestra merced perdone si algo de lo es»
crito no saliere cierto, pues lo cierto es
yo escribo k> que se platica en la Corte
entre personas fidedignas, que podrán en-
gañarse como yo en escribirlo. De Madrid
diez y seis de Noviembre de mil seiscien-
tos veintidós.
CARTA DÉCIMA.
A diez y seis de Noviembre de mil
seiscientos veintidós, escribí á vues-
tra merced las novedades que ha-
bia, especialmente la Junta que se habia
formado, para tratar del remedio y go-
bierno destos reinos, y de paso traté lo
que se decia estaba resuelto. Concluyóse,
salió la Premática, publicóse en once de
Febrero; por la que envié á vuestra mer-
ced sabe lo que contiene. Su Majestad, no
sólo como buen legislador hizo la ley,
sino que ejemplarmente la cumple, ha-
biendo puesio valona con ei Serenísimo
Infante D. Carlos. Asimismo dio orden,
que ningún criado suyo, ni Presidentes,
Consejeros, Secretarios, Contadores, ni
otras personas traigan cuellos sino valo-
nas, que se ejecuta inviolablemente. Los
cuellos pequeños los traen viejos y algu-
ñas otras personas que les están bien. Dia
l60 CáiTAS »l .
del Ángel de la Guarda, miércoles de Ce-,
aiza, se comenzaron á ejecutar las Pre-
máticas en esta Corte. Prendieron á mu-
chos, 6 porque las valonas tenían rayos, 6
porque los cuellos eran mayores de lo que
se mandaba, ó el demás vestido contra ve-
nia á lo publicado; no paró en hombres,
sino que también denunciaron á mujeres
por puntas, lechugillas de colores, tocas
y otras cosas: á otras quitaron las virilias
de plata de los chapines. Corrió la voz del
rigor, llegó á los oidos del Presidente y
Consejeros, y aún dicen á los de su Ma-
jestad, y se entiende dieron orden, coma
tan grandes Gobernadores, otro dia en las
Audiencias los echasen fuera á todos, y
dieron las denunciaciones por nulas, man-
dando, se guardase con puntualidad la
Premática, pero que no se entendiese
contravenir á ella llevando valona con
rayos, ni vainilla, ni en que ios vestidos
que estaban hechos se trajesen en el tér-
mino que señala la Premática, no siendo
cosas que desde luego se prohiban, como
puntas, azul, y otras; declarando se po-
dían traer virilias de plata en los chapi-
nes. Replicaron ios pasamaneros, que se
les hacia más agravio que á los demás;
dieron memorial á su Majestad, hablaron
al conde de Olivares, Padre Confesor y á
ANDfiás 01 MIROOXA. l6t
Otras personas, que intercediesen con su
Majestad, con quien fué menester poco,
porque como Príncipe benigno, no pro-
cura el daño, sino el bien de sus vasallos^
y que para este efecto instituyó nuevas
leyes y Pragmáticas, que aunque ahora á
algunas personas se les hacen duras, con
el tiempo se verá el beneficio y fruto de*
lias. En efecto, sus memoriales fueron re-
mitidos al Presidente, y, aunque con algu-
na dificultad, fueron oidos de justicia, y
se les dio licencia pudiesen acabar las
telas que tenian empezadas, y gastar la
seda que tenian comprada para este mi-
nisterio, con alguna limitación, para que
en este tiempo den orden en tejer otras
cosas ó tomar otro modo de vivir. Los
Montes de piedad , y soldadesca del reino
se remitieron á las Cortes, que se junta-
rán á veinte de Marzo. Volvió su Majes-
tad de caza de los montes de Toledo; no
se halló tanta como se entendió, especial-
mente de osos, que parece que los propios
animales con la esterilidad de los tiem-
pos se han agotado: lleváronse grandes
prevenciones, como fueron las tiendas
de campaña de Carlos V. y de D. Juan
de Austria, por ser tierra despoblada. A
Fray Antonio de Guzman, monje Benito,
dieron el Obispado de Osma. A D. Crís-
II
102 CARTAS DB
tóbal de Lobera, Obispo de Osma, le die*
roa el de Pamplona. A Fray Diego Lo-
pes, de la Orden de San Agustín, el Ar-
zobispado de Otranto, en Ñapóles. A Fray
Juan de San Agustín, Provincial que fué
de la dicha orden, hicieron Predicador
de su Majestad. Al Doctor Molina, Cape-
llán de su Majestad, hermano de Melchor
de Molina, del Consejo y de la Cámara,
el Obispado de León. Al Padre M. Fray
Agustin Antolinez, de la orden de San
Agustín, Catedrático de Prima de Sala-
manca, dieron el Obispado de Ciudadr
Rodrigo. A D. Martin Manso^ Obispo de
Oviedo, le promovieron al de Osma, y el
de Oviedo dieron á Fray Plácido de To-
santos. Obispo de Guadix, y el de Guadix
á un Religioso Carmelita, Obispo de Ve-
geven, en Italia, cuñado del Secretario
Antonio de Aróstigui. £1 Obispado de Cá-
diz, á Fray Plácido Pacheco, General de
los Benitos; y el Obispado de Tortosa se
dio al Cardenal Espinela, hijo del marqués
Espinóla, por muerte del Doctor Tenas,
Canónigo que fué de la Santa Iglesia de
Toledo. Al Almirante de Aragón le die-
ron el Obispado de Sigüenza, gozóle po-
cos días, por morir brevemente; fuéle á
dar sepultura el Doctor Villegas, Gober-
nad«ü* del Arzobispado de Toledo, que
ANDUÉS DE ME.XDOZA. 1 63
llevó el cuerpo al Colegio de la Compañía
de Jesús de Alcalá de Henares. Su Enco-
mienda, cuando le dieron el Obispado, se
dio al Marqués de Toral. A Antonio de
Aróstigui , Secretario del Consejo de
Guerra, le hicieron del dicho Consejo, con
título de Señoría; gozó poco la plaza, por
morir de allí á pocos dias, y fué deposi-
tado en San Felipe de xVladrid, y los pape-
les se dieron á Pedro de Contreras, con
retención de la Secretaría de la Cámara.
Antes desto habia muerto Doña Francisca
Clourel, mujer de D. Baltasar de Züñiga,
de pesar de la muerte de su marido; acom-
pañó su cuerpo hasta el Paular de Segovia
el Obispo de aquella ciudad é Iglesia.
Sintióse mucho en Palacio su muerte, y
Su Majestad fué servido, después de algu-
nos dias, entrase por Menino un hijo su-
yo, y una hija suya por Menina, hacién-
doles algunas mercedes por los méritos de
sus padres. £1 negocio del duque de Uceda
se vio en la Junta, y se llevó á consultar á
su Majestad en Aranjuez; dióle el Rey,
nuestro Señor, el Vireynato de Cataluña
(que no aceptó], y suspendió por particu-
lar decreto las penas que los juezes habían
declarado contra él. Hacen instancia once
Embajadores de aquel Principado, para
que su Majestad vaya á tener Cortes á Ca-
1 64 CAITAS DI
taluña; á algunos dcUos mandaron salir de
la Corte. La plaza de Mayordomo mayor,
que tenia el duque de Uceda, se dio al
duque del Infantado; y la que tenia de
Caballerizo mayor, se di6 al conde de
Olivares. Diérónse Hábitos de Santiago á
los señores Gilimon de la Mota y á Garci-
Perez de Araziel, del Consejo Real, y á
Ipeñarieta, del Consejo de Hacienda. Al
Maese de campo, Centeno, que lo filé en
Bretaña y en la Tercera, le han hecho del
Consejo de Guerra. Celebró matrimonio
D. Diego Pimentel, General de la escua-
dra de las galeras de Ñapóles, con hija
del conde de Villaverde, D. Tello de.Guz-
man. Salió Decreto de su Majestad para
los Consejos, mandando que en las con-
sultas hagan relación de los servicios de
los pretendientes, ó de sus pasados, y si
están ó han estado en la Corte, y qué
tiempo; que no quiere que por solicitud
se alcancen las pretensiones, sino por me-
recimientos. Diérónse Hábitos al General
D. Alonso Enriquez de Silva, D. Ñuño de
VillavicencioNegron,D. Esteban Carrillo,
D. Luis Egas de Córdova, D. Diego de
Valencia y del Castillo, D. Vicencio Vi-
tori, D. Carlos de Borgoña, D. Diego del
Castillo y Zúñiga, D. Andrés de Ledesma,
D. Fernando de Sande y Mesa, D. Pedro
ÁNDBÍS DE MENDOZA. l6$
de Vega Vozmediano, D. Diego del Cor-
ral Arellano, á quien hizo su Majestad
merced de la Alcaidía de Baza, D. Fran-
cisco de Herrera, D. Alonso de Rocaful y
al General D. Diego de Astudillo. Casó
D. Sancho de Monroy, caballero de Ex-
tremadura, con Doña María de Guzman,
Dama de la Reina; hízole merced su Ma-
jestad del título de conde de San Juan, y
de Embajador de Genova; lleva de dote esta
señora doce mil ducados de ayuda de costa,
y dos mil de renta por dos vidas. Al mar-
qués de Castelrodrigo, de la Cámara del
Key, hijo de D. Cristóbal de Mora, hicie-
ron del Consejo de Portugal y Veedor de
la Hacienda de aquel reino. A la mujer
de D. Rodrigo Calderón, hizo merced su
Majestad del título de condesa de la Oliva^
y de diez mil ducados por una vez; y á ella
y á sus hijos del Patronazgo del convento
de Portáceli, en Valladolid, y de la casa
de las Aldabas, y al hijo mayor, del título
de conde de la Oliva; y á Francisco Cal-
derón, padre de D. Rodrigo, hizo merced
de la villa de Siete Iglesias. Murió la
condesa de Salazar, y D. Juan Manrique
de Padilla, el Padre Fray Juan de Santa-
maría, el Vicecanciller de Aragón y don
Diego de Ayala, del Consejo Supremo, el
conde de Siruela, el viejo, y la condesa de
1 66 CARTAS 01
Elda. Hicieron Aposentador mayor á don
Luys Vanegas de Córdova. Después de la
victoria que tuvo D. Gonzalo de Córdova,
hermano del duque de Sessa, contra el con-
de Mansfelt, le hizo su Majestad merced
de tres mil ducados de renta en el Reino
de Ñapóles, y de una ciudad, con título de
Príncipe della^ llamada Ramalea. Llegó
nueva á esta Corte, á los primeros de Ene-
ro, que en la India Oriental habia el Per-
siano, con ayuda por mar de corsarios in-
gleses, tomado á Ormuz, plaza importante
en la India. D. Francisco de Córdova, her-
mano del dicho duque de Sessa, se capituló
de casar con su sobrina, hija del mismo
Duque, heredera de la casa de Poza, por
pasar este Estado al hijo segundo. El
duque de Medina Sidonia trujo dispensa-
ción para que su hijo heredero casase con
su tia, hermana del mismo Duque. Las
galeras de Sicilia se dieron al marqués de
Santacruz , en el ínterin que otra cosa se
proveía , como Asistente en aquel reino y
Teniente del príncipe de Saboya. Murió
fuera desta Corte la hermana del dicho
Marqués, marquesa de Villanueva de
Barcarrota, habiendo ido con el alcalde
D. Francisco de Valcárcel á sacar ciertas
escrituras tocantes al mayorazgo, para
concluir el pleito que ha puesto D. Martin
ANDBBS DI MBNOO£A. l6y
Portócarrero. Vino á esta Cárte Doña
Dorotea de Austria, hija natural de Ro-
dulfo, Emperador de Alemania^ paró en
la quinta del Condestable; estuvo allí do$
noches, hasta que viernes, á treinta de Di-
ciembre de mil seiscientos veintidós, con
gran acompañamiento entró en Madrid;
iban en su coche las condesas de Olivares
y Monterey , las marquesas del Carpió y
Alcañizas; apeóse en las Descalzas, adon*
de estaban aguardándola sus Majestades y
Altezas ; recibiéronla con mucho amor, y
mandó su Majestad se suspendiese la en-
trada en el Monasterio, y la aposentasen
en el cuarto de la Emperatriz. Martes, á
tres de Enero de mil seiscientos veintitrés,
Juan Bautista Lavaña, Coronista mayor
en el reino de Portugal, metió dos hijas
monjas en el monesterio de la Concepción
Francisca; fueron madrinas, la condesa
de Olivares y marquesa de Castelrodrigo;
apadrináronlas sus Majestades y Altezas
con muy lucido acompañamiento. A don
Antonio de Mendoza dieron cuatro escri-
banías de rentas , de las ciudades de Avila
y Palencia , y villas de Medina del Campo
y Carrion de los Condes, y todas las de
$ué partidos, que tenia por merced el
conde de Villamediana. Al marqués de
Montesclaros mandó su Majestad acabase
la visita y reformación de los hombí
de armas, que había empezado
de Salazar. Al conde de la Puebla i
Maestre, D. Lorenzo de Cárdenas, ^
yordomo de los cuatro, se le cometió li
reformación de Palacio en todo gen
de oñcios , atendiendo i la casa que ti
el señor Rey Felipe II. Dícese e! duqoi
de Pasirana va á Roma por Embajador,
D. Fernando Ramírez Fariña salió dcsta
Corte, con título de Señoría, por Asistente
de Sevilla v Capitán general del reino;
antepónenlc en preeminencia & la Audien-
cia, y que cuando vuelva sea Consejero
de Cámara ; dánie dos Hábitos, uno para
su persona y otro para su hijo. A D. Pe-
dro de Guaman, del Consejo de órdenes,
hermano del marqués de Camarasa, Ic
hicieron del Consejo Real. Hiio su Majes-
tad merced de la llave de Cámara, con
ejercicio, á D. Agustín Mexía , de los con-
sejos de Estado y Guerra , y á D. Luis de
Haro, hijo del marqués del Carpió, y á
D. Fernando de Guzman, sobrino del
conde de Olivares. Murió en Sevilla el
Obispo de Chile, fraile Francisco, dejó
más de cincuenta mil ducados ú su Majes-
tad, A D. Fernando de Cárdenas le die-
ron el Gobierno del casiillo de Pombliny
la Elba, que están junto 5 Puerto Hércules
ANDRéS DE MBllDOZi. 169
eñ la Toscana. Murió en Dueñas el adelan-
tado de Castilla, y su encomienda se dio
al duque del Infantado; heredó el Estado
el duque de Cea , y también la dignidad
de Adelantado , por ser merced de dos
vidas; púsole pleito el niarqués de la Alga*
ba por la villa de Dueñas . Al padre fray
Juan Venido, de la Orden de San Francisco,
Comisario general de las Indias, hizo su.
Majestad confesor de la Serenísima Infanta
Maria^ por muerte de fray Juan de Santa
María. Murió en Salamanca, de una caida;
D. Alonso Suarez de Solís, Adelantado
de Yucatán ; D. Diego Sarmiento de Acii-
ña^ conde de Gondomar, va á Alemania á
la Dieta. Mandó su Maj estada que el diá
de la Purificación de Nuestra Señora, sirr
viese la casa que se habla puesto al Infan-
te Cardenal. Otro dia, que fué de San
Blas, á instancia de su Majestad, se mandó
guardar, por haber sido el año pasado
enfermo de garrotillo; fueron sus Majes-
tades á la hermita, acompañados de los
Grandes y Señores de la Corte ; salieron
cuarenta y una conductas de Capitanes.
Capitulóse el casamiento del duque de
Medinacclr con hija del marqués de
Alcalá, heredera del Estado. Nombró el
Rey, nuestro Señor, por médicos de sü
familia, al Doctor Ordoñez, Catedrático
170 CAITAS DE
que era de Sigüenza ; al Doctor Leonardo
García; al Doctor Ladrón; al Doctor Can-
seco de Valladolid ; al Doctor Salazar, Ca-
tedrático de Alcalá y al Doctor Muñoz; y
por médicos de la familia de la Reina, al
Doctor Garzón y al Doctor Velasco. Llegó
nueva á Madrid de los galeones y flota de
Tierra-Firme, y la gran tormenta que
padeció á los principios de Setiembre,
donde se perdió el Almiranta de la flota,
sin escaparse de ella más que tres hom-
bres y dos muchachos: el galeón de la
Margarita también se fué á pique, esca-
pándose el Capitán y sesenta personas;
también se perdió una fragata con cin-
cuenta y seis personas, las cuales pere-
cieran si no las llevara á su galeón Almi-
fanta el capitán Tomás de Razpuru , por
las cuales fué en una chalupa. El galeón
de Nuestra Señora del Rosario se fué á
pique en la Tortuga , escapándose toda la
gente, plata y artillería; otras dos naos
de la flota no han parecido. Trescientas y
noventa y una personas en los dos ga-
leones, Almiranta, Nuestra Señora de
Atocha y la Margarita, se ahogaron, y
sesenta y una se salvaron , como parece
por una relación fidedigna, impresa, su
fecha en la Habana. El Rey, nuestro Se-
ñor, nombró por General de la armada
ANDRás DB MENDOZA. I7I
de Indias, deste año de mil seiscientos
veintitrés , á D. Antonio de Oquendo, que
lo era de la escuadra de Cantabria , una
de las de Vizcaya, que son cuatro ga«
leones, y tomando otros cuatro de la de
D. Luis Fajardo, que son en todos ocho,
vaya con esta flota á Indias á traer la
plata deste año. Nombró también por
Almirante á Juan Flores Ravanal,y por
Gobernador del tercio, á D. Antonio Sar-
miento de Acuña , y por Sargento mayor,
á Juan de Haro ; dícese que no aceptan
estos oficios, D. Antonio Sarmiento y
Juan de Haro. Salieron por capitanes:
Martin Ruiz de Salazar, Juan Alvarez de
Aviles, Pedro Pérez de Arallizabal, Do-
mingo de Bilbao la Vieja, Martin de La-
ríaga, Lúeas de Rojas, Juan Barvan y
Pedro Luis de Torres. El licenciado Es*
pino de Cáceres, Oidor de Panamá, va
promovido á Oidor de Quito; y el licen-
ciado D. Juan de Burgos va por Oidor
de Panamá; D. Blas de Torret Altami-
rano. Alcalde de corte de Lima, promo-
vido á Oidor de la misma Audiencia;
Juan de Bedoya Mogrovexo va por Al-
calde de corte de Lima. El Corregimiento
de Tunja, en el nuevo reino de Granada,
se dio á Alejandrino Ramírez de Arellano;
y el Corregimiento de Quito, á Juan Nu-
■7»
htz de Oicscas; d de Awiqpif, á dea
García Garariio; d Gobierno do loa Mmt
loa y Colinus, i Mania do Acofaedtf
ComoMjjdí Cofffcgiioieaio de la Gria*
4 Joan Pacheco MaMiwado I oa cotfliwá
del reiao de Irlaado dicnm mí mofial I
so Majestad, soplicando qoo, poaa» por
ensalar lo fe 7 bien de loa
k» reinos de la Gfoo Bfceaiotae
el casanñeniD de lo Sere^ñno
Marfa con d principe de InglaSfiro; ai
toTÍese fffrc fft p se ooordoae dd
Irianda en los capftnloa
qoe se asentasen 9 poes estaba
por ser fieles 4 la Iglesio RomonOt 7 no
querer admitir lo lierofia, y haber aerrido
á los señores Reyes Felipe n y III en las
ocasiones de sa tiempo; y 00a de las pi«n->
cipales mercedes que se les habían de
hacer, era capitular que en el reino de
Irlanda se diese libertad de conciencia, y
que todos los que estaban ausentes de
aquel reino por la fe y parcialidad espa-
ñola, se les volviesen sus haciendas y
fuesen dados por buenos y leales vasallos.
Dicen que en esto será muy interesada la
Real hacienda , por los muchos salarios
que da su Majestad á irlandeses en dife-
rentes partes de su Monarquía, y cómo
esto se podrá efectuar para que otro dia
ANDIII8 DE IIENOOZA. 1 73
no se contravenga á ello. Vino á esta
Corte Embajador del Rey de Polonia,
dicen que á tratar negocios de gran con-
sideración ; fué á Palacio á besar la mano
á su Majestad con muy lucido acompaña-
miento; está aposentado junto á San
Francisco , en las casas de Gilimon de la
Mota. Estando su Majestad en el Pardo,
llegó correo de Flándes, el mes pasado de
Enero de mil seiscientos veintitrés: dio
aviso que el enemigo procuró tomar á
Amberes, habiendo metido en la mar
bajeles, en que había diez mil hombres
de pelea ; sucedióle muy al contrario, por-
que se levantó una tormenta y se anega-
ron algunos bajeles, sin poder llegar
otros: parece que fué milagro, porque
con la traza que traían , y topando á los
de la ciudad descuidados, ó habiendo
trato con algunos della , fuera fácilmente
entrada, especialmente que dicen ve-
nían mil hombres en hábitos de frailes y
clérigos con pistolas y otras armas, los
cuales habian de fíngir huir de los herejes
al castillo , para apoderarse de la fuerza,
si se apiadaban de ellos y les abrian las
puertas, pero Dios castigó sus malos
intentos. De Alemania escriben que el
ejército Imperial tomó la villa y castillo
de Glatz á partido, con que saliesen los
174 CAITAS DI
cercados con armas y bagaje, y no to-
masen las armas contra la Majestad Impe-
rial en seis meses. Empezó á juntarse en
Ratisbona una Dieta de todos los Señores
alemanes , especialmente Electores, para
poner orden en las cosas del Imperio,
y que cesasen las guerras, tan perjudi-
ciales á todos Estados; pero ha sido tal la
astucia de los calvinistas y otros herejes
que han sembrado cizaña entre los Seño*
res , que algunos dellos no quieren hallarse
en ella , especialmente el duque de Saxo-
nia , el cual está armado ; convfdanle con
mil honrados conciertos, que no admite;
témese de su porfía nazcan nuevos incon-
venientes. Los campos, por la aspereza
del invierno, estuvieron quedos. De Hun-
gría avisan cosas extrañas, que mueren
muchos de peste, y lo peor es, que cierta
enfermedad reina en ellos de la cual se
vuelven rabiosos, y llegó á tal extremo,
que les fué fuerza, por decreto público,
matar á arcabuzazos á más de trescien-
tos que habian acorralado por sus hechos
monstruosos y actos inhumanos, privados
de todo género de razón y conocimiento,
acometiendo con saña rabiosa á hombres
y animales ; por esta ocasión tienen cer-
radas algunas ciudades y otros pueblos, y
llegó hasta la corte de Bethleengabor,
ANDRÉS DB MBflDOZi. 1 75
príncipe de Transilvania, cuya guarda
padeció esta enfermedad, faltando della
muchos; llaga cruel y pocas veces oida.
De Flándes, se dice que los holandeses
hacen levas de gente en Alemania , en sus
tierras y otras partes ; está á la mira el
marque Espinóla, para estorbar sus de*
stgnios. : Francia no está aun de todo
punto quieta, ni sosegado aquel reino^
porque los herejes del, con fuerza de
armas, dineros y astucias, procuran con-
seguir su intento, pero la gran vigilancia
del Rey no da lugar á sus estratagemas^
teniendo todavía en pié su ejército : tuvo
vistas en Aviñon con el duque de Saboya,
donde se hicieron grandes cortesías, y
trataron de sus negocios en público y
secreto en el discurso de tres di as. Tam-
bién acudió á León el rey de Francia , con
la reina CristianísimaDoña Añade Austria,
y Reina madre , á donde vinieron , el prín-
cipe de Piamonte, Vitorio Amadeo, y Ma-
dama Cristiana, su mujer, hermana del
Rey , que salió á recebirlos fuera de la
ciudad con las Reinas y con su Corte; las
cortesías al encontrarse fueron grandísi-
mas, y las fiestas que se hicieron en la
ciudad también; muchos y grandiosos pre-
sentes concurrieron de una y otra parte,
no se especifican por andar impresos.
176 CAITAS DI
A D. Gaspar de Guzman, conde de
Olivares, hizo su Majestad merced de
perpetuarle la Alcaidía de los Alcaceres y
Atarazanas Reales de Sevilla, para él y
sus sucesores en su casa y mayora^o, y
que pueda cargar cincuenta mil ducado»
sobre su Estado. La plaza que tenia el
marqués de Falces, de Capitán de los
archeros, se dio al conde de Sora, y el
marqués de Falces va á Flandes. Al alcalde
D. Pedro Fernandez de Mansilla dieron
plaza de Consejero de Indias; y á Pedro
Baez, Fiscal de la cárcel, plaza de Alcal-
de de corte; á D. Baltasar de Alamos,
Fiscal de la cárcel; al lincenciado Mateo
López le hicieron Juez de obras y bos-
ques ; al Arzobispo de Santiago, D. Luis
Fernandez de Córdova, que al presente
está en esta corte , le dieron la visita de
la Diputación y medio general , y por su
escribano nombraron al contador Antonio
González de Legarda, y le examinó el
Consejo.
La máscara que se hizo en Madrid á
veintinueve de Febrero fué lucidísima , y
con la mayor grandeza que jamás se ha
visto en esta Corte; entró en ella su Ma-
jestad y el Serenísimo Infante Carlos;
hubo cuarenta y ocho parejas con la del
Rey é Infante , no se especifica aquí por
▲NDIX8 DB MKllDOZi. 1 77
andar impresa. Las cosas de Italia andan
muy calladas ; presumióse hablan de parar
en muy sangrientas guerras, pero Dios lo
quiso remediar, poniéndose de por medio
el Pontífice , á quien dicen se ha de entre-
gar lo Valtolina en depósito. Murió la du«
quesa de Feria en Milán , y murió en esta
Corte el embajador de Genova ; envió otro
la Señoría. Para las Cortes que se han de
hacer en esta villa , salieron por Procura-
dores della, como parroquiano, el conde
de Olivares, y como Regidor, D. Pedro
de Torres. A D. Antonio de Mendoza se
dio título de Secretario del Rey. Trátase
de la beatificación de Juan de Dios y
Antón Martin, para esto se han leido
edictos en las iglesias y hecho probanzas
de Su Santidad ; trátase también de la co-
locación del cuerpo del beato padre Oroz-
co, que está en el colegio de Doña María
de Aragón. Pregonóse en esta Corte, que
ninguna persona sacase de España oro ni
plata en ninguna especie, aunque tuvie-
sen licencia para ello, hasta venir la flota.
Las cosas de Turquía andan todavía albo-
rotadas, no obedeciendo todo aquel Im-
perio al nuevo Turco; los Príncipes co-
márcanos se han valido de la ocasión para
mejorar sus partidos: será Dios servido
que esta Monarquía, que fué creciendo
13
CARTA DÉCIMA.
A diez y seis de Noviembre de mil
seiscientos veintidós, escribía vues-
tra merced las novedades que ha-
bia, especialmente la Junta que se babía
formado, para tratar del remedio y go-
bierno destos reinos, y de paso traté lo
que se decía estaba resuello. Concluyóse,
salió la Premática, publicóse en once de
Febrero; por la que envié á vuestra mer-
ced sabe lo que contiene. Su Majestad, no
sólo como buen legislador hizo la ley,
sino que ejemplarmente la cumple, ha-
biendo puesto valona con el Serenisimo
Infante D. Carlos. Asimismo dio orden,
que ningún criado suyo, ni Presidentes,
Consejeros, Secretarios, Coniadores, ni
otras personas traigan cuellos sino valo-
nas, que se ejecuta inviolablemente. Los
cuellos pequeños los traen viejos y algu-
nas otras personas que les están bien. Día
CARTA UNDÉCIMA,
CUANTO más he prevenido á vuestra
merced que á solas se entretenga
con mis cartas, y en la novena^ le
advertía el riesgo que habría de publicarse
6 imprimirse, tanto más las veo divulga-
das; mas no por eso excusaré de pagar la
pensión que debo á nuestra amistad, con*
tinuando nuestra correspondencia, y oca-
sionando á vuestra merced á que en esa
soledad «líente su ánimo con manjares
cortesanos, pero más medidamente que
hasta aquí, conformándome en Ib que es-
cribiere con lo que dijo un ñlósofo, que
quien escribe ( aunque muy en secreto),
debe pensar^ para no errar^ que escribe
en lo más público del mundo: y ansí,
avisaré á vuestra merced de las cosas más
públicas desta Corte, reservando las se-
cretas para cuando nos veamos. A doce de
Marzo deste año, que fué el de la fecha de
I 8o CAITAS M
mi última y décima carta, murió ea pocot-
dias, de enfermedad, la señora Doña Isa*
bel de Aragón, Dama de Palacio, hermana
de la duquesa de Villahermosa, cuya cor-
dura y cristiandad causó general compa-
sión y soledad; y más á la señora Doña
Juana, su hermana, á quien dejó diez mil
ducados que tenia en joyas, y otros dies
mil ducados á sus criadas. Depositóse en
las Descalzas hasta que la lleven á Aragón
al entierro de sus padres.
Murió D. Diego Bazán, del Consejo át
Hacienda, y se enterró en la Compaiíá
de Jesús.
A Juan de Insausti , que asiste en la
Secretaria de las Consultas, se dio titulo
de Secretario ordinario de su Majestad, y
un Hábito de Santiago.
Y á Francisco de Elosu y Albiz, que
asiste en la dicha Secretaría, se dio titulo
de Secretario, y llave de Ayuda de cá-
mara de su Majestad.
Murió la condesa de Elda, Dueña de
honor de Palacio, y la depositaron en San
Gil.
El conde de Siruela murió en la villa
de Roa, del Obispado de Osma.
A D. Fadrique de Toledo, General del
armada de Cádiz, se le remitieron, para
el entretenimiento de ella, noventa mil
AMDRfo Bl milDOZA. l8l
ducados; y á D. Juan Fajardo, General
de la del Estrecho de Gibraltar, setenta
mil.
^k)mb^ó su Majestad por Juezes contra
D. Antonio de Ataide, General del armada
dé la India, de Portugal, sobre la nao que
saquearon y quemaron á la vista de Lis-
boa diez y siete navios de turcos, habrá
más de un año (la cual pérdida importó
más de dos millones y medio, y más de
setecientas personas), al duque de Villa-
hermosa, Presidente del Consejo de Por-
tugal, y al marqués de Castel Rodrigo,
Veedor de Hacienda, y á D. Antonio Pé-
reira,. del mismo Consejo', y á D. Fer-
nando Girón , del Consejo de Estado.
Bautizóse en la iglesia de San Ginés
un hijo del Embajador de Alemania, con
grande solemnidad, ñesta y música, acom-
pañamiento y ricas colgaduras y cama,
por mano de D. Alonso de Requesens,
Obispo de Rosana, Sufragáneo y Visitador
del Arzobispado de Toledo. Fueron sus
padrinos el marqués de Renti, Capitán de
la Guarda tudesca, y la condesa de Barajas.
Mandó su Majestad á D. Lorencio de
Cárdenas, conde de la Puebla del Maestre,
visitar y tomar cuenta á Francisco Gui-
llamas Velazquez , del oñcio que tuvo de
Maestre de cámara, y se proveyó el dicho
l8« CAITAS M
oñcío en D. Manuel de Hinojosm, gnafda
mayor que fué de D. Rodrigo Calderón; j
por no haberlo aceptado, sedió al capitaB
Tomás de Cardona , criado del conde de
Olivares; y al dicho Francisco GnilUunás
se le dio título de Consejero de Hadetidá,
para en acabándose su visita.
Hánse traido dos Breves de Su Santi-
dad: el uno 9 para que los frailes Fran-
ciscos traigan los mantos media vara más
cortos que los hábitos, y que no tingan
libros propios en sus celdas, sino que se
sirvan de los de las librerías comunes de
los conventos; y otro, á instancia del
doctor Villegas, Gobernador del Arzobis-
pado de Toledo, para que los religiosos de
todas Órdenes sean examinados para con-
fesar y predicar, y para que los Ordina-
rios se hallen presentes á tomar las cuen-
tas á los Mayordomos de los conventos de
monjas sujetos á frailes, y á las elecciones
de las Preladas , y para que , sin el con-
sentimiento del Ordinario, no se admitan
en los dichos conventos de monjas seño-
ras ni criadas seglares ; los cuales Breves
hasta agora no se han mandado ejecutar.
A diez y nueve del dicho^ llegó á esta
Corte el Cardenal Zapata, de su Virei-
nado de Ñapóles, y se hospedó en la
quinta de su primo, D. Juan Serrano Za-
andhís db mkiidoza. 183
pata^ del Consejo de Órdenes, que es de
mucha vivienda y recreación.
A los treinta, partió el duque de Pas-
trana para su embajada extraordinaria
<ie Roma; salió á la ligera, con solos cin-
cuenta criados y personas, y Uevó consigo
al padre fray Diego López , Arzobispo de
Otranto; salióle acompañando el Señor
Nuncio de Su Santidad, D. Inocencio
Massínio, Obispo de Bertinoro, hasta la
quinta del Condestable de Castilla.
Al conde de Castrillo, Mayordomo de
la Reina, hizo su Majestad merced del
cargo de Virey de Navarra, en lugar del
marqués de la Hinojosa, que fué por Em-
bajador extraordinario á Inglaterra.
En primero de Abril, se hicieron las
honras del Rey D. Felipe III, en el
Escurial, y en la Capilla real , y en las
Descalzas, y en la Encarnación, por ser el
dia aniversario de su muerte, asistiendo
personas Reales, y muchos señores y per-
sonajes, donde tuvieron presente la bon-
dad y cristiandad deste católico monarca
En seis, entró en esta Corte un Jurado
in capite de Barcelona, para instar en la
suplicación que aquel reino y los otros
dos de la Corona de Aragón hacen á su
Majestad, para que les vaya á jurar sus
fueros; y de paso besó la mano á su Ma-
¡estad, yendocon grarnJe acompaña mienro
de personas de la Casa Real, caballeros
de su reino y de la Corte, y muchos Seño-
res y Grandes,
El dicho dia besaron la mano á su
MajesCad los Caballeros Procuradores de
Cortes, Diputados de los reinos de Castilla
y León, por haberse congregado para las
Cortes que se están celebrando.
Hizo su Majestad merced al conde de
Gondomar de título de Consejero de Es-
tado; y, dándole el parabién dello, dijo
¡preciándose de medianero de las alianzas
con Inglaterra], que estimaba en mucho
que su Majestad hiciese a un inglés de su
Consejo de Estado.
A ocho del dicho hubo en esta Corte
mucha gala y bizarría, y la alegría general
que suele en semejantes ocasiones, con
fiesta particular en las Descalzas, por ser
dia en que su Majestad cumplió sus diez
y ocho años; felices y dichosos le conte-
mos muchas de su Monarquía.
A nueve, que fué Domingo de Ramos,
hubo la procesión de los ramos por los
corredores altos de Palacio, en la forma
que se suele hacer, asistiendo en ella sus
Majestades y sus Altezas, con tan grande
acompañamiento de sus Damas cortesa-
nas, Caballeros, Señores, Grandes y gente
Á5DtÍ8 M huidoza. 185
popular y las guardas, qué apeáis hábít
por da pasar; y con tantas galas, riqucn»
y joyas, que podía admirar al prfacipt de
Gales y á sus ingleses, que estuvieron para
verla en unas ventanas de las del Rey qac
caen á los corredores.
Desde este día asistieron sut MafMta»
des á los Oficios Divinos de la SeÍMuia
Santa, en la forma que siempre se tuelé
hacer, lavando los pies á los pobres, y
dándoles de comer, y vestido y limosna,
y andando sus estaciones á pié, y viendo
las procesiones de disciplina, y en par-
ticular las de las Órdenes Descalzas, como
en otra relación de la entrada del Príncipe
lo avisé á vuestra merced.
Los dias de Pascua de Resurrección,
lo parecieron muy bien en las galas y bi-
zarría de los cortesanos, y en la solemni-
dad con que todos los Consejos vinieron
á darlas á su Majestad, como suelen, y en
la alegría con que el príncipe de Gales
subió á darlas á su Majestad; y los dos pi-
saron en público con los Infantes por los
corredores, con grande acompañamiento,
á darlas á la Reina y á la Infanta.
A diez y ocho deste, murió la marquesa
de Malpica, á cuya cristiandad y virtud,
más se ha tenido envidia que lástima ; ú
bien el Marqués estuvo retirado ocho dias
1 86 CUTAS DI
en Its casas y iardia del marqués de Fál-
cesy por ser muy alegres, y posar en ellas
el conde deCastro^su cufiado.
A veiotitreSy se pregonó un Registro
general de todo género de gentes , más
apretado que el que hubo en Valladolid,
escando allf la Corte, que causó tanta con-
fusión, y se hallaron tantos inconvenien*
tes en él» que su Majestad mandó que oe-
aara y de ninguna manera se hablara más.
A veintiséis» hizo el conde de Monte-
rey un suntuoso banquete al marqués de
Boquingan, y á todos los caballeros in-
gleses que asisten con el Príncipe, de que
habrá vuestra merced visto particular re-
lación ; y otro no menor, que le hÍ2o don
Fernando Girón, del Consejo de Estado.
A treinta, se consagró en la Capilla
real de Palacio, el Cardenal Ambrosio
Espinóla, por Arzobispo de Tortosa, por
mano del Inquisidor mayor, D. .Andrés
Pacheco, con toda la grandeza que tal
acto y lugar requería.
Dia de Santiago, primero de Mayo, por
la tarde, salió su Majestad por el parque
con sus coches, por la ribera del Manza-
nares, hasta entrar en el sotillo de San-
tiago el Verde, que es un sitio muy agra-
dable y de grande entretenimiento aquel
dia, por concurrir allí toda la Corte á pié
ANDRM BB MBND0I4. 187
y á caballo y en coche, coif graneles rego-
cijos, bailes^ burlas y ñestas, donde au
Majestad, y el Príncipe, y ios Infantes, y
los señores que los acompañi^n, se hol-
garon infinito.
A tres, murió la duquesa de Villaher-
jnosa, de un snal parto de una hija; depo-
sitáronla ^ en las Descalzas. Despachóse
luego á Aragón, á tomar la posesión de
su Estado, por el conde de Ficallo, su hijo
mayor, de edad de diez años, y dejó otros
seis hijos; y á trece, se le hicieron sus
honras en las Descalzas, donde predicó
largo de sus virtudes el Padre Florencia.
A diez, se trasladaron las Arrepentidas
de la casa donde estaban, en la calk de
los Peregrinos, por ser pequeña y en mal
sitio, á otra casa más buena que se les
compró en la calle de Hortaleza , que era
de Mateo de la Cana, Alguacil de corte, y
fueron en procesión cincuenta y dos mu-
jeres, vestidas con sacos de sayal, descaí-
zas, cubiertas con velos blancos, de dos en
dos, y con velas blancas en las manos,
acompañadas del Vicario general de Ma-
drid, y de ,toda su clerecía, cruces y es-
tandartes; y del Corregidor y Regidores
en forma de Villa , con sus porteros y
maceros ; estando en la Puerta del Sol el
conde de Olivares y otros Señores, que
l88 CAITAS M
llevaron al principe de Gales á ver pasar
la dicha procesión.
A trece, salió el marqués de la Hino-
}Osa para la embajada extraordinaria de
Inglaterra y por la postSi con doce posti-
llones, y cuarenta y tres caballos de
criados y caballeros que le acompañaban,
vestidos todos de lucidas libreas naranja-
das, y muchas galas, plumas verdes » pa-
samanos y cadenas de oro, muchas joyas
y cintillos de diamantes, que fué una cosa
muy para ver.
A catorce, salió destá Corte el duque
de Femandina, con su casa y mujer, i
servir el cargo de las galeras de España.
A quince, se celebró la fiesta del Santo
San Isidro Labrador, de Madrid, con
grandísima solemnidad, en la parroquia
de San Andrés, donde está su cuerpo, y
con procesión general de danzas y fiestas,
y asistiendo el Regimiento de la villa; la
cual sus Majestades y Altezas vieron desde
sus ventanas de Palacio.
A diez y seis, cumplió catorce años el
Infante Cardenal, en cuya consideración
vistieron grandes galas todos sus criados,
y los señores y cortesanos , como se suele
hacer.
A veinte, murió en esta Corte la con-
desa de Pliego, Vireina de Nueva España,
ANDBás DE HINDOIA. 189
que por falta de salud y quedar recien
preñada no fué con su marido á Méjicp,
malparió una niña, y poco tiempo des*
pues sucedió su muerte.
Salieron de Cádiz diez y seis galeones
bien armados, los ocho á cargo del almi*
rante Ribera, y los ocho á cargo del Sa;r-
gento mayor Juan de Bitrial, y Jusepe de
Mena por cabo destas dos escuadras, en
busca de los bajeles holandeses y de tur-
cos, y á venir en conserva de los galeones
de la plata y naves del Piru.
D. Juan Roqueta, Capitán francés,
puso carteles en esta Corte para enseñ$ir
á jugar de pica y alabarda, y hacha de
armas, y enarbolar l)andera, y hizo reseña
destas suertes y de su destreza delante de
su Majestad y sus Altezas, con grande pri-
mor y bizarría.
A veintiséis, . murió Gaspar López de
Salcedo, Secretario de las tres Órdenes
militares, y su Majestad hizo merced á su
■mujer,..por su vida, de setecientos duca-
dos que su marido tenia de, gajes ; y dio
.el ofício de Secretario de las dichas Órde-
.nes al secretario Francisco de Elosu y
Albiz.
E$te dia vino extraordinario de Sevi-
lla al Consejo Real, avisando de un en-
cuentro que tuvo el asistente D. Fernando
190 OAtTii M
Ramirez Fariñas con el Audieacia Real,
por haber prendido el Asistente algunoi
esclavos moros que había en aquella du-
dad , y haberlos mandado soltar el Au-
diencia; y el Consejo mandó qoe ae sobre-
seyera el Asistente en la ejecacion de It
premátíca de los dichos esclavos.
A veintiocho» por la tarde, fué ei Nun-
cío de Su Santidad» con grande acomps-
ñamiento de la nadon italiana» ¿llevar un
Breve de Su Santidad al prlndpe de Ga-
les: entró primero en el cuarto del conde
de Olivares» y- de «lli vino acompañado del
Conde» y del marqués de Montesclaros y
de D. Fernando Girón» y» entrando en el
cuarto del Príncipe» loa salió á redbir
haste la escalera; y haciéndose grandes
cortesías, y llevando al Nundo de la mano
al lado derecho» se sentaron en su retrete,
y allí le dio un largo recado de parte de
Su Santidad, y el dicho Breve» cuya copia
ya habrá vuestra merced visto en español
y en latín, porque luego se divulga im-
preso. El Principe lo recibió con grande
cortesía, haciendo suma estimación del,
y de quien lo enviaba, y de quien lo traía.
Este día partió D. Enrique Pimentel»
hermano del conde de Benavente» á su
Obispado de Cuenca.
A veintinueve, dio el Príndpe á Pedro
ANDRB8 DB VflfDOZA. 191
<le Sierra, Alguacil de corte, «na cadena
de setecientos escudos, por haberse ocii*
pado en traer sa recámara y algunos
criados, desde Santander A^stu Corte; y
su Majestad dio otra cadena de cnatrociett«>
tos escudos á un bufón in^is que trajo
consigo el Principe.
Este dia se dijo que las cosas del Im«
perio del Gran Turco andaban con mucha
inquietud, porque el Bajá del gobierno de
Babilonia , T los del gobierno de Corfú,
de Alepo, de Damasco y de Hongrfa, se
le hablan rebelado- y krrantado, y que en
Constantinopla se habiaaencontrada los
genizaros con la caballerfa; y agora tUti*'
mámente se dice que es muerto el Gran
Turco, en su tierna edad, y por oo haber
quedado hermano ni deudo suyo, con que
se ha visto cumplida la profecía del fin y
ruina de la Casa Otomana, estaba aquel
Imperio puesto en grande discordia, y
para perderse; y en defecto de sucesores
de aquella Casa, hablan puesto, por elec-
ción, un renegado albanés en aquel Im»
, perio.
No aviso á vuestra merced de las fíes-
tas de toros que hubo á primero de Junio,
porque luego se estampó relación particu-
lar dellas, y vuestra merced la habrá
visto.
ANDRÍ8 DE ttEN0OZA. 1 73
no se contravenga á ello. Vino á esta
Corte Embajador del Rey de Polonia,
dicen que á tratar negocios de gran con*
sideración ; fué á Palacio á besar la mano
á su Majestad con muy lucido acompaña-
miento; está aposentado junto á San
Francisco , en las casas de Gilimon de la
Mota. Estando su Majestad en el Pardo,
llegó correo de Flándes, el mes pasado de
Enero de mil seiscientos veintitrés: dio
aviso que el enemigo procuró tomar á
Amberes, habiendo metido en la mar
bajeles, en que había diez mü hombres
de pelea ; sucedióle muy al contrarío, por-
que se levantó una tormenta y se anega-
ron algunos bajeles, sin poder llegar
otros: parece que fué milagro, porque
con la traza que traían , y topando á los
de la ciudad descuidados, ó habiendo
trato con algunos della , fuera fácilmente
entrada, especialmente que dicen ve-
nían mil hombres en hábitos de frailes y
clérígos con pistolas y otras armas, los
cuales habían de fingir huir de los herejes
al castillo , para apoderarse de la fuerza,
si se apiadaban de ellos y les abrían las
puertas, pero Dios castigó sus malos
intentos. De Alemania escriben que el
ejército Imperial tomó la villa y castillo
de Glatz á partido, con que saliesen los
íNDRÍS de MENDOZA. I93
que por la tormenta que tuvieron, á cinco
de Setiembre de seiscientos veintidós, al
salir de lá Habana, én el Canal de Baha*
ma, se hablan detenido hasta agora, como
habrá visto Noiestra merced por la relación
que se imprimió de aquel suceso, y arri-
baron á España con prosperidad, y ún
otra desgracia; trujeron parte de la plata
de los galeones que se perdieron, y se en-
tiende que la demás y el artillería se sa-
cará, para cuyo ministerio quedó allf el
piloto mayor Gaspar de Vargas.
A ocho, hizo el Nuncio de Su Santidad
un banquete muy regalado y espléndido,
de todo el dia, á los Embajadores de Ale-
mania y Francia y á sus mujeres , y al de
Venecia, en la casa de recreación que su
Majestad tiene en Bacia-Madrid , riberas
de Jarama , donde se holgaron y entretu-
vieron mucho cazando y pescando.
Dícese que á diez deste llevó el duque
de Boquingan al Principe , en secreto, en
coche cerrado , á casa de Vicente Juárez,
músico de cámara de su Majestad, para
que se entretuviera oyendo cantar dos
hijas que tiene, y después de haber can-
tado y tañido en todos instrumentos con
notable destreza más de una hora, de que
su Alteza quedó muy gustoso y alegre,
pidió el Duque la hija mayor para que
i3
194 CARTAS OB
sirviese á la Duquesa^ y^'dió á cada una
una cadena de trescientos escudos, y ellas
las recibieron con mucha cortesía, sin
responder entonces á lo demás.
De Italia se escribió á los doce deste,
que el duque de Alva, Virey de Ñapóles,
gobierna aquel reino prudentisimamente
y envió con un correo ordinario la con-
cesión del donativo, con que aquel Reino
sirve cada año á su Majestad ; y, además
de él, concedieron otro donativo extraor-
dinario, de á trescientos mil ducados en
cada uno de cuatro años siguientes, que
montan un millón y ducientos mil duca-
dos. Y se avisa que andan mal seguros
aquellos mares y costas, y que algunas
Señorías y Potentados no proceden con
toda llaneza, á cuya causa, en lo general,
aclaman justisi mámente aquellos Reinos
en todas ocasiones por el valor del duque
de Osuna.
Y de Milán se avisó cómo los Grisones
católicos de la Baltelina no vienen de nin-
guna manera en estar debajo de la pro-
tección de otro Príncipe , sino de su Ma-
jestad Católica, á quien con todas veras y
resolución se han sometido; sobre lo cual
se despachó luego al duque de Feria por
el Consejo de Estado: no se sabe hasta
agora la orden que se le envió.
ANDRÉS 01 MBNOOXA. Í95
A trece, vino correo de Lisboa, despa-
chado al Consejo de Portugal, con que
avisan que al puerto de Macao, en la
China, llegaron quince navios de holande-
ses, con intento de ganar y robar aquella
ciudad á los portugueses, que es el más
rico é importante comercio del Oriente, y
quedarse en ella y en la amistad de los
chinos, á los cuales se opusieron sesenta .
soldados portugueses, con algunos merca-
deres y esclavos que allí habia , y alguna
otra gente que acudió de la ciudad, y die-
ron en los holandeses (que eran más de
dos mil) con tanta osadía y valor, que
habiéndoles muerto más de setecientos, se
retiraron los demás volviendo muy mal-
tratados.
Este dia vino aviso de Málaga, que
llegando allí dos galeras de España, y ha-
ciendo la salva acostumbrada á su entra-
da, se pegó fuego en la cámara de la mu-
nición de la una galera , y se abrió toda y
se fué á fondo, ahogándose todos los forza-
dos y algunos soldados, y otros se volaron
con el fuego, donde murieron más de du-
cientas personas; desgracia harto notable.
A catorce, fueron sus Majestades y Al-
tezas al convento Real de los Angeles, ¿
ver dar dos hábitos de monjas á dos hijas
del Relator Juan de la Rea, del Consejo
AND1I8 M MUIDOZi. 1 77
andar impresa. Las cosas de Italia andan
muy calladas ; presumióse hablan de parar
en muy sangrientas guerras, pero Dios lo
quiso remediar, poniéndose de por medio
el Pontífice, á quien dicen se ha de entre-
gar lo Valtolina en depósito. Murió la du-
quesa de Feria en Milán , y murió en esta
Corte el embajador de Genova ; envió otro
la Señoria. Para las Cortes que se han de
hacer en esta villa , salieron por Procura-
dores della , como parroquiano , el conde
de Olivares, y como Regidor, D. Pedro
de Torres. A D. Antonio de Mendoza se
dio título de Secretario del Rey. Trátase
de la beatificación de Juan de Dios y
Antón Martin, para esto se han leido
edictos en las iglesias y hecho probanzas
de Su Santidad; trátase también déla co-
locación del cuerpo del beato padre Oroz-
co, que está en el colegio de Doña María
de Aragón. Pregonóse en esta Corte, que
ninguna persona sacase de España oro ni
plata en ninguna especie, aunque tuvie-
sen licencia para ello, hasta venir la flota.
Las cosas de Turquía andan todavía albo-
rotadas, no obedeciendo todo aquel Im-
perio al nuevo Turco; los Príncipes co-
márcanos se han valido de la ocasión para
mejorar sus partidos: será Dios servido
que esta Monarquía, que fué creciendo
12
ItS caitas m Aimái m nmou.
tomo luna, al, propio pato namigfto. Pto«
diera eseríUr sobre esto algunas parti-
cularidades» mas por la brevedad las di^
j no ser importantes. Guarde Díoa 6
vuestra Merced. De Madrid, á dboe de
Marco de mil seiscientos veiniitrts ados.
CARTA UNDÉCIMA.
CUANTO más he prevenido á vuestra
merced que á solas se entretenga
con mis cartas, y en la novena le
advertía el riesgo que habria de publicarse
6 imprimirse, tanto más las veo divulga-
das; mas no por eso excusaré de pagar la
pensión que debo á nuestra amistad, con-
tinuando nuestra correspondencia, y oca-
sionando á vuestra merced á que en esa
soledad -aliente su ánimo con manjares
cortesanos, pero más medidamente que
hasta aquí, conformándome en lo que es-
cribiere con lo que dijo un ñlÓsofo, que
quien escribe ( aunque muy en secreto),
debe pensar^ para no errar^ que escribe
en lo más público del mundo: y ansí,
avisaré á vuestra merced de las cosas más
públicas desta Corte, reservando las se-
cretas para cuando nos veamos. A doce de
Marzo deste año, que fué el de la fecha de
l8o CARTAS DI
mi última y décima carta, murió ea pocos-
días, de enfermedad, la señora Doña Isa«
bel de Aragón, Dama de Palacio, hermana
de la duquesa de Villahermosa, cuya cor-
dura y cristiandad causó general compa-
sión y soledad; y más á la señora Doña
Juana, su hermana, á quien dejó diez mil
ducados que tenia en joyas, y otros diez
mil ducados á sus criadas. Depositóse en
las Descalzas hasta que la lleven á Aragón
al entierro de sus padres.
Murió D. Diego Bazán, del Consejo ée
Hacienda, y se enterró en la Compaila
de Jesús.
A Juan de Insausti , que asiste en la
Secretaría de las Consultas, se dio titulo
de Secretario ordinario de su Majestad^ y
un Hábito de Santiago.
Y á Francisco de Elosu y Albiz, que
asiste en la dicha Secretaría, se dio título
de Secretario, y llave de Ayuda de cá-
mara de su Majestad.
Murió la condesa de Eida, Dueña de
honor de Palacio, y la depositaron en San
Gil.
El conde de Siruela murió en la villa
de Roa, del Obispado de Osma.
A D. Fadrique de Toledo, General del
armada de Cádiz, se le remitieron, para
el entretenimiento de ella, noventa mil
AlfDlfa DE mADOZi. l8l
ducados; y á D. Juan Fajardo, General
de la del Estrecho de Gibraltar, setenta
mil.
Nombró su Majestad por Juezes contra
D. Antonio de Ataide^ General del armada
dé la India, de Portugal, sobre la nao que
saquearon y quemaron á la vista de Lis-
boa diez y siete navios de turcos, habrá
más de un año (la cual pérdida importó
más de dos millones y medio, y más de
setecientas personas), al duque de Villa-
hermosa, Presidente del Consejo de Por-
tugal, y al marqués de Castel Rodrigo,
Veedor de Hacienda, y á D. Antonio Pé-
reira,. del mismo Consejo', y á D. Fer-
nando Girón, del Consejo de Estado.
Bautizóse en la iglesia de San Ginés
un hijo del Embajad9r de Alemania, con
grande solemnidad, fiesta y música, acom-
pañamiento y ricas colgaduras y cama,
por mano de D. Alonso de Requesens,
Obispo de Rosana, Sufragáneo y Visitador
del Arzobispado de Toledo. Fueron sus
padrinos el marqués de Renti, Capitán de
la Guarda tudesca, y la condesa de Barajas.
Mandó su Majestad á D. Lorencio de
Cárdenas, conde de la Puebla del Maestre,
visitar y tomar cuenta á Francisco Gui-
llara as Velazquez, del oficio que tuvo de
Maestre de cámara, y se proveyó el dicho
i8t ^uetiMm
oficio en D. Mtnuel dÜvHiiioíoMt
nuyor que fné de D. RodrifO CaMtmi; f
por no haberlo aceptado, tedió al capilaa
Tomás de Cardona, ciiado áA tende de
Olivares; y al dicho Ftancíseo OaiUflniÉl
se le dio tíralo de Consejero de HicieÉdd»
para en acabándose sn Tisíta.
Hánse traido dos Breves é» Su Sami-
dad: el uno, para que los frailea Frkar
ciscos traigan los mantos media YataJBiá
cortos que los hábitos, y que no ttagan
libros propios en sus celdas, sino qur ae
sirvan de los de las librerías conmoia de
los conventos; y otro, á instancia dil
doctor VUle^as, Gobernador del A^kM»-
pado de Toledo, para que los reUgieioade
•codas Órdenes sean examinados para Con-
fesar y predicar, y para que los Ordina»
rios se hallen presentes á tomar las cuefi-
tas á los Mayordomos de los conventos de
monjas sujetos á frailes, y á las elecciones
de las Preladas, y para que, sin el con-
sentimiento del Ordinario, no se admitan
en los dichos conventos de monjas seño-
ras ni criadas seglares ; los cuales Breves
hasta agora no se han mandado ejecutar.
A diez y nueve del dicho> llegó á esta
Corte el Cardenal Zapata, de su Virei-
nado de Ñápeles, y se hospedó en la
quinta de su primo, D. Juan Serrano Za*
A!fPAJb DI MIHOOZá* 183
pata^ del Goiise)o de Órdenes i que es de
mucha vivienda y recreación.
A los treinta, partió el duque de Pas-
trana para su embajada extraordinaria
de Roma; salió á la ligera, con solos cin-
cuenta criados y personas, y llevó consigo
al padre fray Diego López, Arzobispo de
Otranto; salióle acompañando el Señor
Nuncio de Su Santidad, D. Inocencio
Massinio , Obispo de Bertinoro , hasta la
quinta del Condestable de Castilla.
Al conde de Castrillo, Mayordomo de
la Reina, hizo su Majestad merced del
cargo de Virey de Navarra, en lugar del
marqués de la Hinojosa, que fué por Em-
bajador extraordinario á Inglaterra.
En primero de Abril, se hicieron las
honras del Rey D. Felipe III, en el
Escurial, y en la Capilla real , y en las
Descalzas, y en la Encarnación» por ser el
día aniversario de su muerte, asistiendo
personas Reales, y muchos señores y per-
sonajes, donde tuvieron presente la bon-
dad y cristiandad deste católico monarca
En seis, entró en esta Corte un Jurado
in capUe de Barcelona, para instar en la
suplicación que aquel reino y los otros
dos de la Corona de Aragón hacen á su
Majestad, para que les vaya á jurar sus
fueros; y de paso besó la mano á su Ma-
mentó, que se han hecho por su turno en
las iglesias de San Pedro, San Martin,
San Gil, en la Encarnación, en San Felipe,
en la Trinidad y en las Descalzas, y en
las deraas perroquias desta corte, aunque
han sido de grande admiración y se han
visto en ellas innumerables riquezas,
siendo más acertado remitirlo á su cuerda
consideración de vuestra merced que S
mi tosca y prohja relación; solo lo quiero
ponderar el valor do dos tapicerías que
hubo en la fiesta de San Felipe, una de
Sansón y otra de Judich, hechas en Pas-
trana, con lo que oí decir á unos flamen-
cos que trataban aellas estLÍndolas mi-
rando, que no habia en el mundo pincel
que ¡as pudiese esceder, ni hombre enten-
dido dolías que las supiese estimar.
A diez y siete se publicó la merced que
su Majestad hizo al conde de Osooa, hijo
mayor del marqués de Aytona, de la Em-
bajada ordinaria do Alemania, con doce
mil ducados de ayuda de costa.
Este dia hubo cartas de Roma , en que
se avisó el grande recibimiento que se
hizo en aquella corte al duque de Pascra-
na, que le salieron á recibir más de cien
carrozas de Cardenales y Señores, y en
apeándose en casa del duque de Albur-
querque. Embajador ordinario, fué t^ he-
ÁÜDliS M MÜIDaiA. 185
popular y las guardas, qué apfaiu hábit
por do pasar; y con tantas galas, riqucni^
y joyas, que podía admirar al prfaictpt dr
Gales y á sus ingleses, que estuvieron para
verla en unas ventanas de las del Rey que
caen á los corredores.
Desde este día asistieron sua Majeata*
des á los Oficios Divinos de la SeínaiMi
Santa, en la forma que siempre se suele
hacer, lavando los pies á los pobres, y
dándoles de comer, y vestido y limoana,
y andando sus estaciones á pié, y vieadiD
las procesiones de disciplina, y en par-
ticular las de las Órdenes Descalzas, como
en otra relación de la entrada del Prfndpe
lo avisé á vuestra merced.
Los dias de Pascua de Resurrección,
lo parecieron muy bien en las galas y bi-
zarría de los cortesanos, y en la solemni-
dad con que todos los Consejos vinieron
á darlas á su Majestad, como suelen, y en
la alegria con que el príncipe de Gales
subió á darlas á su Majestad; y los dos pa-
saron en público con los Infantes por los
corredores, con grande acompañamiento,
á darlas á la Reina y á la Infanta.
A diez y ocho deste, murió la marquesa
de Malpica, á cuya cristiandad y virtud,
más se ha tenido envidia que lástima ; si
bien el Marqués estuvo retirado ocho dias
en lü Citas y ftrdia del marqués ée Fal-
cas, por aar muy alegres, y posar ea ellas
«1 ooode de Castro, tu cufiado.
A Tetetitres, se pregonó un Re^stro
g ene ra l de todo género de gentes, más
apretado qoe el que hubo en Valladolid,
ütsitdo allí laGórte, que causó tanta con-
Aiaion^ y se hallaron tantos inconveniMo
4BS en fl| que su BAajesud mandó que ca^
•aim y de ninguna manera se l^iblaiia más.
A Teintíseis, hUo el conde de Monte-
rrey un suntuoso banquete al marqués de
Boquingan, y á todos los caballeros in-
«gleses que asisten con el Príncipe, de que
babrá vuestra merced visto particular re-
lación ; y otro no ipenor, que le hixo don
.Femando Girón, del Consejo de Estado.
A treinta, se consagró en la Capilla
real de Palacio, el Cardenal Ambrosio
Espinóla, por Arzobispo de Tortosa, por
mano del Inquisidor mayor, D. .Andrés
Pacheco, con toda la grandeza que tai
acto y lugar requería.
Dia de Santiago, prímero de Mayo, por
la tarde, salió su Majestad por el parque
con sus coches, por la ribera del Manza-
nares, hasta entrar en el sotillo de San*
tiago el Verde, que es un sitio muy agra-
dable y de grande entretenimiento aquel
dia, por concurrir allí toda la Corte á pié
ANOaif Dg MglCDOli. 187
y á caballo y en coche, con grandes rego-
cijos, bailes^ burlas y fiestas, donde su
Majestad, y. el Príncipe, y los Infantes, y
los señores que los acompañaban, se Ik>1-
ganm infinito.
A tres, murió la duquesa de Villaher^
mosa, de un mal parto de una hija; depo-
sitáronla, en las Descalcas. Despachóse
luego á Aragón, á tomar la posesión de
su Estado, por el conde de Ficallo, su hijo
mayor, de edad de diez años, y dejó otros
seis hijos ; y á trece, se le hicieron sus
honras en las Descalzas, donde predicó
largo de sus virtudes el Padre Florencia.
A diez, se trasladaron las Arrepentidas
de la casa donde estaban, en la calle de
los Peregrinos, por ser pequeña y en mal
sitio, á otra casa más buena que se les
compró en la calle de Hortaleza , que era
de Mateo de la Cana, Alguacil de corte, y
fueron en procesión cincuenta y dos mu-
jeres, vestidas con sacos de. sayal, descal-
zas, cubiertas con velos blancos, de dos en
dos, y con velas blancas en las manos,
acompañadas del Vicario general de Ma-
. drid , y de ,toda su clerecía , cruces y es-
tandartes; y del Corregidor y Regidores
en forma de Villa , con sus porteros y
maceros ; estando en la Puerta del Sol el
conde de Olivares y otros Señores, que
l88 GAITAt BS
Uevaroa al principe de Gales á ver pasar
la dicha procesión.
A trece, salió el marqués de la Hino-
josa para la embajada extraorfinaríft de
Inglaterra y por la posta, con doce posti-
llones, y cuarenta y tres cabidloa de
criados y caballeros qae le acompañaban,
vestidos todos de luddas libreas naranja-
das, y muchas galas, plumas verdes, par
sámanos y cadenas de oro, muchas joyas
y dntillos de diamantes, que lué una cosa
muy para ver.
A catorce, salió desta Corte el duque
de Femandina, con su casa y mujer, ¿
servir el cargo de las galeras de E^Mña.
A quince, se celebró la fiesta del Santo
San Isidro Labrador, de Madrid, con
grandísima solemnidad, en la parroquia
de San Andrés, donde está su cuerpo, y
con procesión general de danzas y fiestas,
y asistiendo el Regimiento de la villa; la
cual sus Majestades y Altezas vieron desde
sus ventanas de Palacio.
A diez y seis, cumplió catorce años el
Infante Cardenal, en cuya consideración
vistieron grandes galas todos sus criados,
y los señores y cortesanos , como se suele
hacer.
A veinte, murió en esta Corte la con-
desa de Pliego, Mreina de Nueva España,
ÁNDBB8 DB MUCOOIA. 1 89
que por falta de salud y quedar recién
preñada no fué con su marido á Méjico,
malparió una niña, y poco tiempo des*
pues sucedió su muerte.
Salieron de Cádiz diez y seis galeones
bien armados, los ocho á cargo del almi*
rante Ribera » y los ocho á cargo del Sajr-
gento mayor Juan de Bitríal, y Jusepe de
Mena por cabo destas dos escuadras, en
busca de los bajeles holandeses y de tur-
cos, y á venir en conserva de los galeones
de la plata y naves del Pirú.
D. Juan Roqueta, Capitán francés,
puso carteles en esta Corte para enseñar
á jugar de pica y alabarda, y hacha de
armas, y enarbolar lindera, y hizo reseña
destas suertes y de su destreza delante de
su Majestad y sus Altezas, con grande pri-
.mor y bizarría.
A veintiséis, . murió Gaspar López de
Salcedo, Secretario de las tres Órdenes
militares, y su Majestad hizo merced á su
•mujer,..por su vida, de setecientos duca-
dos que su marido tenia de.ga^es; y dio
.el ofício de Secretario de las dichas Órde-
.nes al secretario Francisco de Elosu y
Albiz.
Este dia vino extraordinario de Sevi-
lla al Consejo Real, avisando de un en-
cuentro que tuvo el asistente D. Femando
ANOnfS DE HEXDOZA. 20(|
hiciesen públicas alegrías y luminarias
por ella, y ansí las hubo por toda la Cor-
te; con que fueron los tres dias de mayo-
res y más. excesivos calores que se han
visto muchos años hS en España.
De Ronia vino aviso como la Santidad
de nuestro Beatísimo Padre Gregorio,
Papa decimoquinto, murió ú los diez
Este dia se confirmó, en grado de re-
vista, la sentencia que en ocho de Mayo
había salido contra D. Antonio Manrique,
marqués de Chírela, por la vista que se
le tomó del tiempo que estuvo en Italia,
y fué Estraticol de Mecina,en que fuÉ
condenado en veinticinco mil ducado^y
las costas, y en seis años de destierro de
esta Corte y de los reinos de Ñapóles y
Sicilia.
En mi relación de la entrada del Prin-
cipe, veria vuestra merced como sirvió
aquel dia la compañía de los archeros
huérfanamente, sin su capitán el mar-
qués de Falces, y ansí se está hasta hoy,
porque el Marqués suplicó á su Majestad,
que en remuneración de sos servicios de
treinta y seis años continuos, hechos á
tres Reyes, le hiciese merced de jubilarlo,
dando su plaza al conde de Sobre, su so-
brino, haciéndole i Él merced condigna
1
ANDRÉS DB VfflIDOIA. IQI
de Sierra, Alguacil de corte, una cadena
de setecientos escudos, por haberse ocu*
pado en traer su recámara y algunoi
criados, desde Santander á .asta Corte; 7
su Majestad dio otra cadena de cuatrocien**
tos escudos á un bufoa ifl^és que trajo
consigo el Principe.
Este dia se dijo que las cosas del Im*
perio del Gran Turco andaban con mucha
inquietud, porque el Bajá del gobierno de
Babilonia, j los del gobierno de Corfú,
de Alepo, de Damasco y de Hungría, se
le hablan rebelado* y levantado, y que en
Constantinopla se habiaa encontrada los
genizaros con la caballerfa; y agora tUti*
mámente se dice que es muerto el Gran
Turco, en su tierna edad, y por oo haber
quedado hermano ni deudo suyo, con que
se ha visto cumplida la profecía del fin y
ruina de la Casa Otomana, estaba aquel
Imperio puesto en grande discordia, y
para perderse; y en defecto de sucesores
de aquella Casa, hablan puesto, por elec*
cion, un renegado albanés en aquel Im-*
perio.
No aviso á vuestra merced de las fies-
tas de toros que hubo á primero de Junio,
porque luego se estampó relación particu-
lar dellas, y vuestra merced la habrá
visto.
A trts, arillo nueva de Lisboa cómo M
Aimirante Ribera escoatró en el Gd>e de
Sea Vicente tees bajeles de tofODs; k»
echó á ficmdo; y el otro, que era de sete-
cientas, tonebdesy cogió, y.en él cíeme
cuarenta es€levo%
A cuatro, dia de. Pascua del Espíritu
Sanito, filé el Principe i dar las boenas
pascuas 4 sus Alajcstades ; Alteaos, fiono
en la pasada. .
Segundo dia de Piscue, selieron i en-
sayarse elganos caballeros, que lien jde
jugar las ,cafias. en unas fiastas .prindpih
Jes, donde ha de entiiar 1%, persona Bo*l>
que serán en eatr mes de Agosio.
A seis, parió la. duquesa 49:Cea un
hilo, iquien fueron luego á dar el para»
bien todas las señoras de la Corte, y al
Duque todos los señores, y el conde de
Olivares; aunque se sospechó que el niño
no. era de días, y ansi^ de allí á pocos, á
trece del dicho, murió.
Y el mismo dia vino correo de Ingla-
terra, y con él se avisó cómo aquel Rey
hizo merced al marqués de Boquingan de
titulo de Duque, que será el primero que
ha habido en aquel Reino.
A siete, vino correo de la llegada de
los galeones de la plata y flota de Tierra-
Firme, que trajo el marqués de Cadereita,
íNDRÍS DB MBNDOIA. I93
que por la tormenta que tuvieron, á cinco
de Setiembre de seiscientos veintidós, al
salir de lá Habana, en el Canal de Baha-
ma, se hablan detenido hasta agora, como
habrá visto \'uestra merced por la relación
que se imprimió de aquel suceso, y arri-
baron á España con prosperidad, y ñn
otra desgracia; trujeron parte de la plata
de los galeones que se perdieron, y se en-
tiende que la demás y el artillería se sa-
cará, para cuyo ministerio quedó allí el
piloto mayor Gaspar de Vargas.
A ocho, hizo el Nuncio de Su Santidad
un banquete muy regalado y espléndido,
de todo el dia, á los Embajadores de Ale-
mania y Francia y á sus mujeres, y al de
Venecia, en la casa de recreación que su
Majestad tiene en Bacia-Madrid , riberas
de Jarama , donde se holgaron y entretu-
vieron mucho cazando y pescando.
Dícese que á diez deste llevó el duque
de Boquingan al Príncipe , en secreto, en
coche cerrado , á casa de Vicente Juárez,
músico de cámara de su Majestad, para
que se entretuviera oyendo cantar dos
hijas que tiene, y después de haber can-
tado y tañido en todos instrumentos con
notable destreza más de una hora, de que
su Alteza quedó muy gustoso y alegre,
pidió el Duque la hija mayor para que
i3
19*
aniess á la Doqoesa, j~ díó i cada una
una cadena de trescientos escudos, y días
las recibiefxxi coo mocha comesSa, sia
responder entóoces á lo demás.
De Italia se escñbió á los doce desie,
que el duque de Aira, Miey de Ñapóles,
gobierna aquel reino pnidentisimamente
V enrió coa on correo ordinario la coa-
cesión del donaüro, coo que aquel Reino
sirre cada año á su Majestad ; y, además
de ¿L, concedieron otro donativo extraor-
dinario, de á trescientos mil ducados en
cada uno de cuatro años siguientes, que
montan un millón y ducientos mil duca-
dos. Y se avisa que andan mal s^uros
aquellos mares y costas, y que algunas
Señorías y Potentados no proceden con
toda llaneza, á cuya causa , en lo general,
aclaman justisimamente aquellos Reinos
en todas ocasiones por el valor del duque
de Osuna.
Y de Milán se avisó cómo los Grisoncs
católicos de la Baltelina no vienen de nin-
guna manera en estar debajo de la pro-
tección de otro Príncipe, sino de su Ma-
jestad Católica, á quien con todas veras y
resolución se han sometido; sobre lo cual
se despachó luego al duque de Feria por
el Consejo de Estado : no se sabe hasta
agora la orden que se le envió.
anoeís os mbndoza. Í95
A trece, vino correo de Lisboa, despa-
chado al Consejo de Portugal, con que
avisan que al puerto de Macao, en la
China, llegaron quince navios de holande-
ses, con intento de ganar y robar aquella
ciudad á los portugueses, que es el más
rico é importante comercio del Oriente, y
quedarse en ella y en la amistad de los
chinos, á los cuales se opusieron sesenta
soldados portugueses, con algunos merca-
deres y esclavos que allí habia , y alguna
otra gente que acudió de la ciudad, y die-
ron en los holandeses (que eran más de
dos mil) con tanta osadía y valor, que
habiéndoles muerto más de setecientos, se
retiraron los demás volviendo muy mal-
tratados.
Este dia vino aviso de Málaga, que
llegando allí dos galeras de España, y ha-
ciendo la salva acostumbrada á su entra-
da, se pegó fuego en la cámara de la mu-
nición de la una galera , y se abrió toda y
se fué á fondo, ahogándose todos los forza-
dos y algunos soldados, y otros se volaron
con el fuego, donde murieron más de du-
cientas personas; desgracia harto notable.
A catorce, fueron sus Majestades y Al-
tezas al convento Real de los Angeles, ¿
ver dar dos hábitos de monjas á dos hijas
del Relator Juan de la Rea, del Consejo
196 GAITAS ME AllMOÍi Dg Vmotá.
de Indias, & ki ^caalts Uefwron en cóébe
y apadrinaron la coodcaá de Monleffey y
marquesa del Carpió, hennáaat del conde
de Olivares, a«stíénd«des la duquesa del
Infimtado 7 otras muchas señoras, & las
cuales, y á las personas reales, dieron las
monjas muchas 7 muy regaladas cola-
ciones.
Los demás sucesos y cosas de nueva
que sucedieren , yo prometo á vuestra
merced de aídsar en la docena carta, la
cual será con nmcha brevedad.
CARTA DUODÉCIMA.
EN la oncena carta prometi á vues-
tra merced, con mucha brevedad, de
enviarle la docena , y así, para
cumplir con la obligación tan grande que
á vuestra merced tengo, le enviaré á de-
cir las cosas nuevas que después acá de la
oncena han sucedido.
Jueves á quince, dia del Corpus ^ se
hi20 la procesión general del Santísimo
Sacramento^ para solo la descripción de
la cual quisiera comenzar otro discurso, y
no referirla al fin deste, tan largo que lo
leerá vuestra merced cansado. Fué, señor,
con tan grande adorno y majestad, cual
jamás se ha visto; para la cual, desde
nueve deste se hablan prevenido por el
Consejo de Órdenes todos los caballeros
de las tres Órdenes militares, y por la
Asamblea los de San Juan, para que asis-
I9B CAITAS N
tiesen á ella con sus mantos, capltalars^;
y por mandato de su Majestad todas huí
Órdenes monacales 7 las exemptas, qna^
«n embargo de sus exempciones 6 cos-
tumbre de no salir, por esta vez asistiesen
á esta procesión. Comenzó á salir^ como
suele, de la iglesia de Santa Marfa (Perro-
quia más antigua), á las nueve de la ma*
ñaña , y se acabó cerca de las tres de la
tarde; bajó por la puerta de la casa, que
se quemó, del Almirante de Castilla, y por
la del duque de Pastrana, y por las eabU-
lienzas del Rey, derecha á la paetta de
Palacio, subió hasta San Juan, y^ por la
puerta de la casa quis se está labrando del
conde de Olivares, á la calle de Santiago^
y salió á la puerta de Guadalajara, y bajó
por la Platería, y casa del marqués de Ca-
ñete, á la Iglesia donde había salido.
Estuvieron todas las calles y partes dichas
ricamente aderezadas de colgaduras y ta-
picerías , y en particular, desde las Caba-
tlerízas hasta San Juan , las muy ricas de
su Majestad, de las guerras de Túnez y la
Goleta , y la de Abrahan y la de Noé ; y
frontero de Palacio hubo un altar con
grandiosas )oyas y riquezas, y un dosel
nuevo, de seda, plata y oro, el mejor que
desta calidad se ha visto, hecho en el
nuevo obraje que ha traído á su villa de
ANDRÉS DE MENDOZA. I 99
Pastrana el Duque, para emulación de
los chinos y flamencos, pues se han hecho
ya alli algunas tapicerías , las mejores que
dicen se hallan en Europa. Dicha la misa
por el Inquisidor mayor y Capilla real,
con asistencia de su Majestad y el Infante
D. Carlos y cardenales Zapata y Espinóla,
Grandes y Embajadores , en sus asientos,
caminó la procesión, yendo los atabaleros
y trompetas delante. Luego veinticuatro
pendones, con sus Piostres , Mayordomos
y Oficiales de las cofradías, con sus cetros
de plata, y más de cincuenta hachas blan-
cas con cada pendón. Luego los niños
desamparados, con su pendón, vestidos
con ropas azules , y los niños de la Doc-
' trina , con su pendón y ropas pardas,
todos con sobrepellices y guirnaldas de
flores en las cabezas , y ramos en las ma-
nos. Luego los hermanos del Hospital ge-
neral; delante una cruz, y d^ras el Preste
con capa y reliquia, y Diáconos á los la-
dos. Luego el Tribunal del Santo Oficio
de la Inquisición, con su estandarte de
las armas de Santo Domingo, y todos los
Familiares^ Notarios, Comisarios, Con-
sultores y Calificadores desta corte y su
distrito, con hachas y velas de cera, y sus
insignias en las capas y pectorales en los
pechos. Luego la religión de Juan de Dios
200 CARTAS DE
con guión de plata, y el Preste con capa y
reliquia^ y Diáconos. Luego los Gapuchi-
no« , con cruz delante , y Preste con reli-
quia y Diáconos. Luego, de la misina
manera, los Mercenarios descalzos, los
Trinitarios , los Recoletos agustinos y Ios-
Carmelitas descalzos. Luego la religiotf
de los Clérigos menores , la Compañia de
Jesús, en que iban más de doscientos re-
ligiosos; los Mínimos vitorianps de Saír
Francisco de Paula, los Gerónimos, Ios-
Mercenarios , los Trinitarios, los Agusti-
nos, los Franciscos descalzos y caljEsdos
juntos, que fueron más de doscientos, y
los Dominicos. Luego los monjes, los B^
cilios, los Premostenses, los Bernardos, y,
en último lugar, los Benitos, que es la
más antigua religión de la Iglesia latina;
llevando todas temos y guiones muy cos-
tosos y ricos, y acólitos con incensarios^
Tras las Órdenes monacales fueron las
cruzes de las parroquias , y luego las tres
Órdenes de caballeros militares, con sus
mantos de capítulo, la de Alcántara, la de
Calatrava y la de Santiago, yendo los tí-
tulos y Grandes que tenian Hábitos, con
el Cuerpo de los Caballero de su orden;
en medio de las Órdenes militares iba el
Clero en dos hileras. Luego los Consejos
por su orden y antigüedad, en dos hileras,
AKDRES DE MENDOZA. 201
f eú medio de los Consejos la música de'
la Capilla real , y algunos veinte clérigos
revestidos para llevar la Custodia , que es'
muy rica , y pesa más de catorce arrobar
dJe plata y en medio un relicario deorO| en
que va el SantísimoSacraifiento, que pesa'
una arroba, llevando los 6.egidores de la-
Villa las varas y cordones del palio. Detrás*
4i^ Santísimo Sacramento iba el Inquis^
dor mayor que habia hecho el oficio, y por
los lados veinticuatro Capellanes de honor
del Rey, con capas. Luego los" Mayordo-
mos semaneros, y algunos Grandes que'
no tenian Hábitos; y luego su Majestad con
tanta devoción como es su gallardía y brío,
con un rico vestido bordado noguerado, y
el collar grande del Tusón ; y su hermano
Dé Carlos á la mano izquierda, como un
paso delante, y otro detras, á los lados de
9u Majestad, los dos Cardenales, y detras
de su Majestad los Embajadores, y el
Capellán mayor y Obispos, cercados to-
dos, como suelen, de la guarda de los'
Archeros, yendo delante la espaiíola áV
lado derecho, y la tudesca al lado iz^
quíerdo , llevando todas las personas rea-^
les, y las eclesiásticas y seglares, velas
blancas en las manos , que siempre da la
Villa este dia, en que se suele gastar
muchos ducados.
202 CAITAS M
Al pasar la procesión por U puerta de
Palacio , hizo su Majestad gnm cortesfa i
la Reina, que estaba en el balcón prifld^
pal con la Infanta y el Infante Cardtail,
y la misma cortesfa luso al prfndpc de
Gales y que estaba con su gente en los
balcones de su-cuarto, los cuales hicieron
grandes cortesías y reverencias & «a IfÉ-
jestad, y «grandes humillaciones y adorar
ciones, adorando de rodillas al Santfsiflio
Sacramento cuando pasó; y algunos de
los caballeros que con él han venido Ank
ron en la procesión, y se dice por derlQ
que son católicos, y todos en general hir
cieroQ la misma cortesía que su Piindpeí
desde donde estaban, cuando pasaba la
Custodia.
Por la tarde se representaron los au-
tos de 'los carros á la puerta de Palacio,
asintiendo sus Majestades y Altezas á ve-
llos, en una ventana baja que está junto á
la puerta principal; y el príncipe de Ga-
les, por gozar mejor de la vista de la In-
fanta, no estuvo en ventana , sino en un
coche con el duque de Boquingan y otros
caballeros, cerradas algo las cortinas,
frontero del tablado y de la ventana de
sus Majestades, donde pudo gozarlo todo.
No refiero á vuestra merced las proce-
siones y fiestas de la Octava del Sacra-
ANDBÉS DI MENDOZA. 2O3
mentó, que se han hecho por su tumo en
las iglesias de San Pedro, San Manin,
San Gil, en la Encarnación, en San Felipe,
en la Trinidad y en las Descalzas , y en
las demás perroquias desta corte, aunque
han sido de grande admiración y se han
visto en ellas innumerables riquezas,
siendo más acertado remitirlo á su cuerda
consideración de vuestra merced que á
mi tosca y prolija relación; solo le quiero
ponderar el valor de dos tapicerías que
hubo en la ñesia de San Felipe, una de
Sansón y otra de Judich , hechas en Pas^
trana, con lo que oí decir á unos flamen-
cos que trataban dellas estándolas mi-
rando , que no habia en el mundo pincel
que las pudiese exceder, ni hombre enten-
dido dellas que las supiese estimar.
A diez y siete se publicó la merced que
su Majestad hizo al conde de Osona, hijo
mayor del marqués de Aytona, de la Em*
bajada ordinaria de Alemania, con doce
mil ducados de ayuda de costa.
Este dia hubo cartas de Roma , en que
se avisó el grande recibimiento que se
hizo en aquella corte al duque de Pastra-
na, que le salieron á recibir más de cien
carrozas de Cardenales y Señores, y en
apeándose en casa del duque de Albur-
querque, Embajador ordinario, fué $ be^
^04 CirtTAS BB
sar el pié á Su Santidad, de quLeil fué
recibido con grande benevolencia y amor.
Este dia llegó aviso de la dudad de
Mazagan, en África, de cómo Blas Telkoí
de MeneseSy Gobernador y Capitán gene-
ral de aquella plaza, se opuso con cuatro-
cientos ochenta portugueses contra el po-
der de cinco mil caballos y cinco mil
peones moros, saliendo en campaña raaa,
donde se dio uoa grande batalla, que duró
desde las ocho de la mañana hasta la una
de la tarde, en que murieron infinito»
moros, y alcanzó la victoria el dicho Go-
bernador con sola la pérdida de un sóida*
do y veinte heridos.
A diez y ocho se consagró en la Capilla
real de Palacio el doctor Molina, hermana
de Melchor de Molina , del Consejo real y
de la Cámara , para el Obispado de Leon^
por mano del Inquisidor mayor, asistien-
do los dos Obispos de Rosana y de Sirene^
Desde que llegó el principe de Gales &
esta corte ; se ha tenido con su Alteza la
cortesía posible y cuidado de su regalo y
deseo de festejarle y entretenerle, así con
diversas ñestas que se le han hecho, cor-
riendo toros en cantidad, con rejones y
lanzadas admirables, como jugando cañas
de vistosas libreas, caballos y jaeces, co-
sas pocas veces ó nunca vistas de la Nación
ANDRBS OB nNDOti. 2O5
inglesa; ya con máscaras y encamisadas,
que han bien merecido las particulares
relaciones que dellas se han hecho, y ya
con comedias excelentes, ansí por los auto-
res que las han hecho como por el primor
á que ha llegado la poesía y elegancia
dellos en estos tiempos, y por las diferen-
cias de bailes y músicas con que las han
adornado, y esto con tanta frecuencia,
que cada semana ha oido una ó dos co-
medias. Ya saliendo á caza 6 á montería
al Pardo, á los bosques y sotos de su Ma-
jestad , que por ser tantos y tan abundan-
tes de caza mayor y menor, ha tenido
particulares entretenimientos y gusto en
ellos, y le han sucedido dichosos lances;
ya saliendo á las casas de placer de su
Majestad, á la del Campo, donde dicen
que está la primavera del paraíso en cua-
dros de flores, calles de árboles, burlado-
res , grutas y fuentes de agua , hermosísi-
mos y grandiosos estanques, abundan-
tes de peces y de cisnes, y por remate
aquel admirable caballo puesto sobre un
pié, y encima el retrato al natural del
rey D. Felipe el tercero, armado y con
un bastón, todo de bronce y de una pieza
sobre una eminente basa cuadrada de lo
mismo , y lo envió el gran duque de Flo-
rencia, y dicen se debe estimar por una
20Ó CAKTIS tá
de las maravillas del mundo. Ya TÍsitañdcr
el maravilloso sitío de San Lorenzo el
real, en el Escuríal, que por ser la noTena
maravilla no hay para qué entrar en la
ponderación de sus grandezas, y ya re-
creándose en el milagroso de Aranjuéz,
cuya grandeza y amenidad ya vuestra
merced habrá visto, ó, en su defecto,
leido la elegante relación que de ¿1 escri-
bió en tercetos Lupercio Leonardo de
Argensola, que comienza:
Hay un lugar en lo mejor de EspañUy
Donde Tajo á Jarama el nombre quita
Y con sus olas de cristal lo baña.
Aquí se admiró su Alteza de ver ser-
virse aquella casa con camellos en lugar
de acémilas, y de ver la cantidad de aves-
truces que hay, grandes y pequeños, cria-
dos en aquel sitio, lo cual ocasionó á su
Majestad á que presentase al Príncipe un
elefante y cinco camellos y un avestruz,
lo cual su Alteza recibió y mandó enviar
luego á Inglaterra. Otras veces entrete-
niéndose viendo hacer mal á caballos, ó
jugar á la pelota , ó en ver correr sortija
y estafermo, retirado con su Majestad en
los jardines de la Priora; y muchas tardes
en ver jugar las armas, á cuyo ejercicio
ANDRÉS DC MENDOZA. 207
acudieron á Palacio el Maestro mayor de-
lias y el de su Majestad, y D. Luis de
Narvaez , primor de la destreza verdadera,
y otros maestros desta corte y de diver-
sas partes, y caballeros y señores añcio-
nados á ellas , para los cuales hubo dias
en que se dieron á los que se aventajaron
premios de guantes, bandas, medias y
cortes de jubones de tela y aderezos de
espadas; lo cual estímanlo de manera que
la frecuencia creció y el punto de la re-
putación apretó hasta salir descalabrados
y heridos los más diestros , y un maestro
con un ojo menos que le sacaron y le saltó
al suelo de una estocada , á quien su Ma-
jestad mandó dar cien escudos para cu-
rarse; en cuyo ejercicio se ha visto claro,
que excede la fuerza , ligereza y osadía á
toda cualquier destreza del arte. Todos
los cuales ejercicios y divertimientos no
han sido parte para que su Alteza lo tenga
del principal intento que le trajo á Espa-
ña , pues en medio del poder de todos les
volvia las espaldas , y brevemente los de-
jaba por verse á los rayos de su sol, que
donde quiera le abrasaba; y ansí, á pocas
partes procuraba ni dejaba ir, donde la
Infanta no estuviese, y, cuanto en sí es,
ha dado increíble priesa á la resolución
de sus casamientos , venciendo todos los
208 €i«TA8 DB
inconvenientes y dificultades que se han
opuesto , y allanándose á todas las condi-
ciones justas y santas, que de parte de Su
Santidad y de su Majestad se han pedido,
como precisas y necesarias , para la vali-
dación del indisoluble vínculo del matri-
monio. A cuyo fin se han enderezado los
penosos estudios y vigilias de los doctísi-
mos ingenios de los señores desta junta^
con cuyo parecer se resolvió, lunes diez y
siete de Julio, el efectuarse estos casa-
mientos, estando todos ciertos que han
de ser para gran servicio de Dios , nuestro
Señor, y notable utilidad de la Religión
cristiana; que pues, ahora á los principios,
afirman los dos Embajadores que tenemos
en Inglaterra la innumerable cantidad
de católicos que se declaran cada dia, y
la frecuencia grande que hay de los Sa-
cramentos , y el agrado y afabilidad con
que son tratados del Rey y sus ministros,
y de f oda la nobleza , y del común , cierto
es que en lo de adelante se acrecentará á
mejor estado, y para^ello se están labran-
do y edificando temj51os, iglesias y orato-
rios.
Martes, diez y ocho de Julio, mandó
su Majestad avisar esta resolución á todos
los Señores, Grandes y Consejos, para
que, en este dia y en los dos siguientes , se
ANDRÍ8 DI MtNDOIA. 209
hiciesen públicas alegrías y laminarias
por ello, y ansf las hubo por toda la Cor-
te ; con que fueron los tres dias de mayo-
res y más. excesivos calores que se han
visto muchos años há en España.
De Roma vino aviso como la Santidad
de nuestro Beatísimo Padre Gregorio,
Papa decimoquinto, murió á los diez
deste.
Este dia se confirmó, en grado de re-
vista, la sentencia que en ocho de Mayo
habia salido contra D. Antonio Manrique,
marqués de Chirela, por la vista que se
le tomó del tiempo que estuvo en Italia,
y fué Estraticol de Mecina, en que fué
condenado en veinticinco mil ducado^y
las costas, y en seis años de destierro de
esta Corte y de los reinos de Ñapóles y
Sicilia.
En mi relación de la entrada del Prín-
cipe, vería vuestra merced como sirvió
aquel dia la compañía de los archeros
huérfanamente, sin su capitán el mar-
qués de Falces , y ansí se está hasta hoy,
porque el Marqués suplicó á su Majestad,
que en remuneración de sus servicios de
treinta y seis años continuos, hechos á
tres Reyes, le hiciese merced de jubilarlo,
dando su plaza al conde de Sobre , su so-
brino, haciéndole á él merced condigna
210 CARTAS Dt
de SUS muchos méritos y servicios , y ha^
hiéndese puhlicado luego la merced de la
plaza al dicho Conde , no habian salido
hasta agora las mercedes del Marqués; al
cual, en quince de Julio, fué su Majestad
servido de honrar, dándole los gajes déla
dicha plaza por su vida, en su casa, y. la
futura sucesión de su encomienda de Mo"
hernando, para después de sus dias, al
conde de Santistéban, su hijo, poniéndole
desde luego el hábito de Santiago; y ansi-
mismo le hizo merced del oficio de Gran
Mariscal de Navarra. Cargo de grandísima
estimación en aquel reino, pues lo han
tenido hijos y hermanos de reyes de Na-
varra. Con lo cual el dicho Marqués se va
honroso y gustoso á residir en su estado,
y el dicho Conde vendrá de Flándes este
otoño á servir el dicho cargo de capitán
de los Archeros.
Ha hecho su Majestad merced al al-
calde D. Pedro Fernandez de Mansilla, de
una plaza de Oidor del Consejo de Indias,
y á D. Pedro de Guzman , hermano del
marqués de Camarasa , del cargo de Vice-
canciller de Aragón, y á D. Alonso de la
Carrera, catedrático de prima de Cánones
en Salamanca, de plaza de Oidor de Gali-
cia, y á Felipe de Salas, de título de Se-
cretario ordinario, y á D, Fernando de la
ANDRI8 DE MIÜDOZA. 211
Cerda, hermano de la princesa de Asculi,
del cargo de Capitán de la guarda del se-
ñor Infante Cardenal, con que se acres-
cera á su Alteza un increíble y bien excu-
sado gasto ; y será el primer Infante de
Castilla que haya tenido guarda particular.
Hizo asimismo merced á D. Gonzalo
de Campo, Provisor y Gobernador que
fué del Arzobispado de Sevilla , del Obis-
pado de Guadix, y, antes de haber enviado
por las Bulas y se le dio el Arzobispado de
Lima, que es el mejor de todas las Indias..
Y á Pedro de Contreras, Secretario de
la cámara y de las consultas , hizo merced
de un hábito de Santiago.
Y á D. Carlos de Ibarra , que viene por
General de la nota que llegará de Nueva-
España, dio la futura sucesión de la en-
comienda de Villahermosa , que tiene Don
Diego de Ibarra , su padre ; y, por ser de
la orden de Santiago, se pondrá el hábito
dolía y dejará el que tiene de Alcántara.
Esta misma merced estaba hecha á Don
Francisco de Ibarra, su hermano mayor,
Maese de campo que era de infantería es-
pañola en Flándes, y murió, sirviendo allí,
en la batalla que ganó D. Gonzalo Fer-
nandez de Córdova contra el conde Mans-
felt, entre Bruselas y Genape.
De Alemania se avisó, que la Cesárea
2IS «ABTAS M
Majestad mandó echar á todos ios proteÉi
tantea de Ildemberg, c6ite dd PalatiiM^
con que acabó de limiñar deata gmta te
que le está sujeto» y que se trata de tanav
Dieta para la elección de Rey de Romanoai
y por carta del cardenal Diatristan» ifBt
escribió á Dofia Beatris Diatristan, sá
hermana f marquesa de Mottd^ar, aodij*
que sentido el duque de Sajonia da qm
el Emperador hubiese echado loa beitfes
de Bohemia, que los más eran Martinia-
tas y estaban á su protección, había oo»
menzado á levantar gente para iiupiietar
el Imperio; y, sabido por el Emperadori
le envió al Lansgrave de Hessen para aoa»:
garle y pedirle que se viesen en Praga) ó
que de no venir le obligaría de ir á Sajo*
nia,con lo cual el Duque respondió al
Lansgrave que iría á verse con su Blajes-
tad Cesárea y debajo de su fé y seguro
real. Y últimamente se ha escríto, que
el Lansgrave Maurício procura inquietar y
perturbar el Imperío y ha enviado á pedir
socorro al rey de Dinamarca, porque el
arzobispo de Colonia y el duque de Sajo-
nia adjudicaron al Emperador, como jue-
ces arbitros, doscientos mil ducadbt de
renta de un Estado que el dicho Lans-
grave Maurício poseía.
De Flándes se avisó, por Mano, que
índbbs db mindoza. 213
había salido el marqués Espinóla á visitar
algunas fronteras y presidios de aquellos
Estados, y que á la vuelta dellos supo
como hablan salido de las Islas diez y seis
galeones, con mucha gente y pertrechos
de guerra, municiones y sillas de caba-
llos y materiales para edificar, y que se
entendía que venían á las Canarias á en-
contrar los galeones de la plata ó á tomar
la Mamora; y por Junio vino correo par-
ticular, con despachos secretos, en res-
puesta de lo cual se enviaron letras de
setecientos mil ducados. Y últimamente,
que de parte de las Islas se hace instancia
pidiendo treguas.
Ya sabrá vuestra merced la alegre
nueva de que es cierto el preñado de la
Reina, nuestra Señora, pues cosa de tanta
consideración no camina sino vuela, si
bien se había disimulado , viendo que su
Majestad asistía á las ñestas de toros , pero
es cierto que está ya de seis faltas.
Porque no vaya esta relación á pié,
diré á vuestra merced, por remate della,
el presente que envió á su Majestad el du-
que de Medina Sídonia de veinticuatro
caballos, con otros tantos jaeces y escla-
vos, para que su Majestad se sirva dellos
en estas ñestas, donde ha de entrar su
Real persona; lleváronlos á Palacio, miér-
214 CARTAS DI
coles, nueve deste, por la tarde. Cosa muy
digna de ver y de estimar , porque los ca-
ballos fueron hermosísimos, de admirables
obras y parecer, que algunos costaron á
más de veintisiete mil reales^ y el menor
no bajó de ochocientos ducados. Los
jaeces fueron riquísimos: uno de inesti-
mables perlas , otros de monte con clava-
zones de plata, otros de monte con los
mismos hierros y los cueros aderezados
de ámbar, otros de los realzados y abo-
llados de plata y oro de Córdoba , manda-
dos hacer con todo primor, y los dos últi-
mos todos de oro, que valdrán más de
seis mil ducados cada uno; y sobre cada
caballo, un telliz de terciopelo azul, .con
borlas^ ñecos, y dos guarniciones anchas
bordadas de oro, y las armas de su Majes-
tad, y la cifra grande de su nombre, Feli-
pe IV, forradas en tela de oro, azul , blan-
ca y encarnada, y los esclavos, mozos de
muy buenos talles, con libreas de raja
azul y muchos pasamanos de oro. Yendo
delante de los caballos dos muy buenos
trompetas, de librea azul de camino, y
encima sayos grandes de terciopelo azul,
cuajados de pasamanos de oro, y las armas
del Duque, al hombro izquierdo, bordadas
en tarjeta y en las banderolas de damasco
de las trompetas, y detras algunos oficia*
ANDRÉS DE MENDOZA. 21 5
les de la caballeriza , y el Caballerizo ma-
yor del Duque vestido de camino, de espo-
lín azul y negro guarnecido de vidrios.
Concurrió tanta infinidad de gente á ver-
los por las calles y plazas , que no se po-
día caminar por ellas , y en la de Palacio
y en sus balcones estaba todo el resto de
la Corte, pero su Majestad y sus hermanos
y el Príncipe bajaron á verlos á la Priora,
donde el caballerizo del Duque dio las
cartas que traía , y presentó los caballos,
y su Majestad mostró agradecerlo y esti-
marlo mucho, y sus hermanos y el Prín-
cipe dijeron que era presente de un Rey.
El del cielo guarde á vuestra merced como
deseo; dia de su Madre, 15 de Agosto
de 623.
Los demás sucesos y cosas de nuevo
que sucedieren, yo prometo á vuestra
merced de avisar en la décimatercia car-
ta, la cual será con mucha brevedad.
<0"TXO >
ANDBÍ8 Pl MBlfDOIA. 239
rio donde había navegado , tomó los co-
ches, y llegado i Londres, que de con-
tento no creía su venida , y le recibió con
todas las demostraciones de fiesta posible,
ardiéndose en fuegos, invenciones y lu-
minarias el lugar por veinticuatro horas,
y dejando los mercaderes abiertas sus
casas al arbitrio de todos , y en casa de
las personas públicas dando banquetes
universales á quien los quiso recibir, y
perdonando la vida á trece que ahorcaban
aquel dia por sus delitos, y mandando
soltar todos los católicos , por cualquiera
cosa que estuviesen detenidos en las cár-
celes, encargándose de sus deudas, partió
al bosque de Rostona, donde estaba su
padre aguardándole, con el aplauso y de-
mostración que remito á pliegos aparte.
La Serenísima Infanta Doña Isabel le
envió al Rey y á su Alteza la norabuena
de su llegada, con D. Juan Niño de Ta-
bora, Capitán de la guarda y Maesé de
Campo , á quien acompañaron y honraron
D. Manuel Pimentel, hermano del conde
de Benavente, y D. Fernando de Gu2-
rnan, marqués que será de Valdonquillo;
y lo mismo han hecho el Emperador,
reyes de Francia, Dinamarca y Polonia,
y no son tan poco políticos los Potenta-
dos de Alemania y Señores de Vénecia,
que hayan faltado en csie caso, y de los
lie Italia se debe inferir lo mismo. Y en
alegría de la llegada del Principe de Gales
á su Reino, su Majestad hizo merced de
enviar á todos los del Parlamento joyas
de á ocho mil ducados.
Inscripción 6 epitafio del trofeo que ■•
levanta en el Ingar donde se daspidieroB
el Rey y el Príncipe, hizola el Fadrs
Hernando de Salazar, Predicador
de su A aj estad.
Hic ubi fausta sunt tullit ad prcerupti
¡nontis radices in late patenti campulo ío-
Icmni Regutn venatione nobilí, sed inso-
lentis reí eventu longé nobilior.
Philipus IIII. Hispaniarum, IndiararH'
que Rex Caiholicus, el Carolus, Serenissi-
mus WaliíF Princeps, pactis cum Ser»
nissima Infante nuptiis, ad quas petendat.
(i fama per Orbem) in Hesperiam prope-
rarat, dextras dederunt, et in amplextiMy,
peramanter rúenles , pacis et amiciün
xternx f cederá nodo asirictieruní Herat—
leo. Ohmagnum et invicium Regem pgn
sinepari, imb ipsi potius pcrfide affren-
dente, nec Hercules contra dúo, contra
omnes dúo Alcide sola, sahgue; insupera-
bilis sisii Fama. j\'ot plus ultra,
ira. ■
ANDRás DK MENDOZA. I4C
Viderunty suspexerunt dúo Ausiriacag so-
holis incrementa maximUy Carolus et Fer-
áinandus, Serehissimi In/ahtes; Gaspar,
ExcellentissimeOiivariorum Comes, á Be-
lli, Statusque Consilüs ffispaniarum Me-
gistaneSy sacratioris cubiculi, et stahuli
Regii summus Prafecius; DidacuSy Car-
pensis Marchioy eui fas per sacratioris
auloí limen. Ex Britamtis HeroibuSy loan-
nes, Bristolicus ComeSj Orator extra or-
dinemj Gualterius Astomius, Legatus, ex
muñere Baro KensintniuSy Pr^oriana^
militice Britanice Princeps»
Posteritate sacrum.
Murió de repente de apoplegta, en
una hora , la condesa de Croy , suegra del
Sr. D. Baltasar de Zúñiga ; lleváronla á la
Cartuja del Paular; acompañáronla don
Antonio de Toledo, Señor de la Horca) a-
da, y el conde de Cantillana y otras muchas
personas. Encargóse del hijo de D. Balta-
sar el señor conde de Monterey. Y en
Flandes mataron (como quien era) á don
Cristóbal Colon, hermano del duque de
Veraguas. Jueves, nueve, yendo en un
coche ^ buena parte de la noche andada,
D. Femando de Toledo, Señor de Higa-
res, Embajador dé Venecia, y D. Fran-
cisco de Morbeli , y D.* Tomás de Vargas*,
ib
242 CARTAS DK
Caballeros de Sevilla, junto al pasadizo
del Rey, tíraron un pistoletazo, que la
bala y munición pasó por los hombros á
algunos ; sirvióse Dios que no ofendiese á
nadie : huyóles el agresor. Dióse al mar-
qués de Cadereita el Consejade la Guerra,
y al doctor Juan de Balboa, la cátedra
de prima de Salamanca con mucha razón;
y otra cátedra de prima al doctor Arce;
y á D. Rodrigo de Aguiar,. del Consejo de
las Indias, Hábito, y á D. Antonio, su
hijo, la tenencia de Canciller mayor de
las Indias, con quinientos escudos de
sueldo y HábitOr
Domingo, doce , en imitación del anfi-
teatro de la antigüedad, se formó el circo
debajo de las ventanas de la galería del
cierzo de Palacio, de madera alta como
tres cuerpos de hombre , en que se echó
un robusto león á los lebreles de Irlanda
y algunos nacidos destos Reinos, que,
aunque al principio se acobardaron, le
embistieron después valientemente, y el
bruto con desestimación real los dejaba,
hasta que acosado dellos le fué fuerza
mostrar las suyas; mató á uno y maltra-
tólos á todos : fué un dia muy solemne y
de grandísimas apuestas. Esta noche su
Majestad de la Reina , por estar ya cercana
al parto (désele Dios como merece su
AHDRBS DE MENDOZA. 243
celo), hizo SU testamento, siendo testigos
el Inquisidor general , el conde de Oliva-
res y el santo Padre Fray Simón de Rojas,
su confesor, el secretario Pedro de Con-
treras que lo otorgó, y el secretario Na-
varrate, que lo es de su Cámara. Entre
otras cosas, instituye tres obras dignas
de la piedad y clemencia Real, y tan
grandes, que solo ella las puede hacer:
La primera , erige una Iglesia Colegial en
esta Corte, en el sitio que hoy está Santa
María , y en la casa de los señores de Gri-
ñón y Cubas, que se quemó, y en lo de-
mas hasta la puerta de la Vega , la cual
ha de ser del patronazgo real, y se le
agregan sesenta mil ducados de renta de
benefícios y Abadías simples, y otros
bienes eclesiásticos del patronazgo; y
ofreciéndole la Villa para ello ciento y
cincuenta mil ducados, respondió con
ánimo cristiano razón tal, que debia es-
culpirse en bronce : «Admito el servicio de
la Villa , como no sea de sisas ni tributos
cargados á los pobres» (ni menor ánimo
que el desta villa Imperial pudo hacer tal
oferta.) Manda asimismo desde luego ins-
tituir un hospital donde se sustenten,
vistan y alberguen, cincuenta soldados
pobres; señala salario á su solicitador y
abogado que atiendan á su despacho, y
244 CASTAS »E
en saliendo uno se reciba otro; y otro
hospital que crie siempre cincuenta niños
huérfanos , enseñándoles el marinaje para
pilotos y hombres de mar: pensamientos
reales y dignos de su virtud. Y dia de San
Eugenio, primer Arzobispo de Toledo,
fué la celebridad de poner la primera pie-
dra en la Iglesia Parroquial, digo Cole-
gial, de Santa María de la Almudena;
formóse de madera y tapicería el sitio, y
en el altar , en el lugar que ha de ser el
mayor, púsose la cortina y demás preven-
ciones^ como en la capilla de Palacio, de
donde salió la procesión de cruces, pen-
dones, cofradías, gigantes, danzas é in-
venciones como el dia del Corpus, el
clero, confesores, predicadores y cape-
llanes y música del Rey. Celebró el ilus-
trísimo Nuncio, que para mostrar loque
desea servir á sus Majestades, aun el
echar piedras tiene por cordura; la Reina,
la Infanta, el Cardenal Infante y la demás
nobleza de Palacio y las señoras de la
Corte, asistieron en las ventanas, y á la
procesión salieron el Rey y el Infante
Carlos, con grandes aderezos de piedras.
Hubo catorce Grandes, Embajadores, Pa-
triarca, Arzobispo de Santiago y Prelados,
y demás Señores. Echáronse en el lugar
de la piedra, en el hueco della, madallas
▲NDBBS DB MENDOZA. 245
del rostro del Pontífice , de los Reyes y
de las demás personas Reales , y de las
principales en calidad y puesto en el
mundo , y monedas de todas suertes^ y la
Bula é inscripciones de la erección; y
tuvo fin el dia ó empezó en la mayor can-
tidad de luminarias y fuegos, como se
debe advertir del cuidado de D. Juan de
Castro y Castilla, Corregidor desta Corte,
merecedor aún de mayores puestos.
Volvió de Ñapóles D. Francisco de
Alarcon de los descargos del duque de
Osuna , y los que se han hecho en esta
Corte corrieron por mano del Sr. Beren-
guel de Aoiz, cuya virtud y entereza no-
toria da esperanzas del feliz suceso de
los negocios deste gran Señor, merecidos,
demás de la grandeza de su casa, de su
valor.
La Villa replicó á la Reina ^ que los
ciento y cincuenta mil ducados se los
daba en dehesas y tierras valdias ; con que
la obra pia lo será y bien grande. Y fuélo
la que instituyó en su testamento Diego
de Yanguas, vecino de Sevilla, de seis-
cientos mil ducados para un hospital de
convalecientes, y nombró por patrones
los Priores de Santa María de las Cuevas,
de la Cartuja, San Gerónimo de Buena-
vista y San Isidro del Campo. El Consejo
246 CAITAS DB
por decreto del Rejr, tomando su admi-
nistración, formó Janta para ella de los
Señores Gilimon de la Mota , D. Juan de
Chaves y Mendosa, D. Francisco de Te^
jada y Mendosa, y Oarci Peres de Araoel;
y dió^le la superintendencia por el mis*
mo decreto al Sr. D. Juan de Chaves,
varón verdaderamente grande, cuya ca*^
lidad, virtud heroica, focilidad de oído,
afecto de hacer bien, blandura de trato y
ánimo igual, le hacen digno del lugar
que ocupa, y con deseo universal se afecta
para él mayor fortuna.
Dijo Livio, que la felicidad de la Re^
pública consistió en entregarse á uno,
porque, en determinando los hombres jun-
tarse á la vida social, fué menester el
Imperio y Magistrado que los gobernase,
mas la corrupción de las costumbres hiso
venal la parte de Imperio que se les con-
cedió, y es la más penosa acción del go-
bierno. Asf es tan de estimar la integridad
y limpieza de manos con que procede el
señor conde de Olivares , que es tal , que
aun cuando no fuera tan acertado su go-
bierno, esta parte le hiciera amable. De
orden de su Majestad (no se sabe el para
qué), se embargaron á un tiempo en los
puertos todos los navios de extranjeros
que habia. Dióse al Maestro de Capilla de
ATfDBBS DE BENDOXA. ^7
Palacio, Capitán, placa de Capellán de los
Reyes nuevos de Toledo , con retención
del magisterio y de la que tiene de honor.
El Consejo pleno, por dos dias, vio el
pleito de la Iglesia y Arzobispo de San-
tiago de Galicia , asistiendo él al lado del
Presidente con dos mil lugares destos
Reinos , que pretenden no están obligados
al voto de Santiago; vióse en el grado de
las mil y quinientas, y por Decreto del
Principe, particular, se mandó que lo
viese todo el 'Consejo. La señora duquesa
de Medina de Rioseco, mujer del señor
Almirante, celebró ñesta al nombre san-
tísimo de María, en la Trinidad; dijo el
Padre Rojas la Misa, predicó el Maestro
Uortensio Félix, más felice ingenio que
el Romano, si mas valiente orador. La
iglesia, la música, el ornato de cera y
flores y olores , y concurrencia de los se-
ñores y Señoras de la Corte muy célebre,
y toda la festividad; y para mí, la mayor
es servir á V. ilustrísima, á quien pro-
meto, del parto de la Reina nuestra Se-
ñora y de lo que sucediere, larga relación.
Madrid y Noviembre diez y ocho de mil y
seiscientos veintitrés.
CARTA DECÍMAQUINTA.
COPIA DE tTNA CARTA DE ANDRÉS DE MEN-
DOZA AL DUQUE DE BÉJAR, MARQUÉS DE
GIBRALEON, CONDE DE BELALCÁZAR,
CABALLERO DEL INSIGNE
TUSÓN DE ORO.
SI la hermosura de la naturaleza con-
siste en la variedad, no dejará de ser
agradable á vuestra excelencia esta
carta, pues tan varias circunstancias la
hermosean; y verá qué desigualdades des-
cubren las operaciones de los hijos de los
hombres, qué sin consistencia sus discur-
sos, cuantos anhelan por la pretensión,
pensando terminar sus deseos, y lo que
habia de ser límite dello, es causa de ma-
yores incentivos, pues la voracidad del
fuego, con aplicarle materia^ levanta ma-
yores llamas. ¡Cuántos han muerto á
manos de pretensiones sin desengañarse!
250 CáBriS l»B
¡Dichosos los que se saben desengañar!
Buenos ejemplares se verán, si bien el
hechizo de la Corte nos tíene en mortal
letargo.
Su criado y
Andrés de Mendofa,
A PESAS había cerrado la de Set j
ocho de NovieiBbre {qae d
impresor, ó poco recatado
río di6 á la estaaqpa}, cmauño tí en la
calle Mayor al ezceleofísimo conde de
OüvaieSy que, omm» CabaDeriao mayor,
salía en páblico á pasetfla, y, por ser la
prímera rez^ le acom pafia nm todos los
oficiales mayores y nieDorcs; ri primero
Caballeríao y los demás pajes en coerpo,
en los caballos saltadores, y tan gran
concurso de señores y pueblo como gran^
jea su agrado.
Súpose de Italia, el haber nuestro se-
ñor dado á monseñor Barbaríno, su ne-
pote, Capelo, por cuya asumpdon, su Ma^
jestad mandó hacer luminarias y fiestas
de noche, y fiíéronlo grandes y de gusto.
Y que muríó en Sicilia, General de sus
galeras, D. Octavio de Aragón, de la Real
sangre de sus Reyes, hijo de la casa de
Terranova; y en Madrid, los licenciados
Gaspar de Vallejo y Marcos de Torres, de
los Consejos Real y de las Indias; varones,
si grandes en la inteligencia del derecbo,
mayores profesores de la virtud, merece-
dores de mayores puestos, de más dilata-
ap tARTAS M
das alábanlas, si á la enridia dé loa úem*
pos no les pareciaran supcilicioaas, ocn
qat á los moeitos ni fisonjear, ni tener
podcmoip pasionci ooq fue se minoran ó
cnoen loa mériioa en los tívos. Y mvríe-
roo, el obispo de León D. Joan do Malina,
(en ochenu añoa, babia aereddo sn vir-
tud j fcienda aún mayores dignados;) y
en Sevilla, O. Fedio de Castro y Qpifioaes,
su Anobispo, de ciento y dos afioa, vf ryen,
según fiuna uniTcrsal y confmon suya»
que siendo de virtud es más dificoltosa
que nuestra creencia, mas la virtud ba
de ser pdbHca cuando la intendoo es
oculu. Eterno estudiante» y más eiemo
velador de su grey; cuyas letras, calidad y
caridad, no inclusa en Kmites de Oidor
de Valladolid, Presidente de Granada y
Valladolid, Arsobispo de Granada, donde
le favoreció Dios descubiertamente, y
electo de Santiago, que no quiso aceptar,
subió al de Sevilla, que aceptó por obe^
diencia al Pontífíce con Breve particular.
Fué Prelado treinta y siete años, ejemplo
á los demás; envió diez y seis dias antes
á hacer dejación de su dignidad, y, aunque
por culpa de sus criados se detuvo, llegó
á tiempo. Gentil contera de tan buena
espada.
Dióse á D. Juan de Hoces el Arsobispa-
▲NDRSS DB MENDOZA. 253
do de Tarragona, Prelado de los que deseó
San Gregorio Magno en el pastoral, pues
los buenos no solicitan ni admiten las dig-
nidades, antes las rehusan^ y él, si grande
en la aceptación desta por la obedien-
cia, mayor en la desestimación de tantas;
y , aunque la fortuna suele repartirse cie-
gamente, se corriera de no ver premiadas
su virtud, letras y entereza.* Y D. Fray
Iñigo de Brizuela, considerando que no
hermanaba su conciencia, Obispo y ausen-
te de su esposa , como lo deben entender
ios buenos Obispos , renunció su Obispado
de Segovia, porque demás del capítulo
Per Hueras de supplenda negligentia Prce-
latoruTTiy de la Santidad de Honorio III,
hay tantos textos y autoridades de los
Padres, que el no ajustarse á ellas, si ya
no impiedad es no creerlas, mala inteli-
gencia es no seguirlas. Hizole su Majestad
merced de tres mil ducados de pensión en
el Obispado, y seis mil en el Patriarcado
de Indias, y quedó en la Corte para cosas
de su servicio.
Súpose de Italia que D. Felipe de Eril,
con las galeras de Sicilia, entró en el
puerto de Biserta y quemó cuatro bajeles
grandes redondos, y tomó cinco á vista de
sus vecinos y defensores; en que mostró
que el valor español tiene calidad de
254 CARTAS DB
palma, á quien el mayor peso levanta
más, pues el peligro en que debia fallecer
cobra nuevos alientos.
Y de Flándes, haberse recuperado
Lipstar , plaza fuerte del país de Juliers,
ocupada el año atrás del hereje obispo
Arlestad; recuperóla el conde Enrique
de Bergas, soldado digno de que enr sus
elogios se explayara la pluma, si no hicié-
ramos sospechosa la verdad con los hipér-
boles della y ninguno lo fuera.
Hánse dado Hábitos, que es bien
honrar á los nobles y que sirven, á don
Pedro Collado de Alarcon ; á Jiian de Pe-
droso, Consejero de guerra; D. Juan de
Parra; D. Manuel de Castrejon; D. Oracio
de Castelvi; D. Diego, y D. Luis Carrillo
de Mendoza; D. Fernando de Céspedes;
D. Antonio de Aguiar, teniente de canci-
ller mayor de Indias; D. Francisco de
Rojas, y D. Juan del Castillo, de la cáma-
ra del Rey. A D. Alonso de Navarrete, Fé-
lix de Vallejo, y D. Diego de Barrionuevo,
Regidores de Madrid, Hernando de Espejo,
Caballerizo de la Reina, y Rafael Cornejo,
Secretario del Reino; á los cinco para sus
hijos, y á Pedro Martinez, Escribano Ma-
yor del Ayuntamiento, para casar una
hija: á Pedro de Artiaga, D. Pedro Lan-
chero^ D. Jerónimo de Quero, Ruy-Diaj
knma de aBniioEA. a;5
Je Mendoza y D. Fernando de Contreras.
Plazas de Acroys , 3 D. García de
Avila Ponce, D. Pedro Alarcon, D. Diego
de Mendoza y D. Juan de Buslamante; y
llave de ayudas de! señor Infante Carlos,
á D. Jerónimo Nuñez de León. Caballe-
rizo del señor Cardenal InfantCj i don
Antonio de Bilbao; y vara de alguacil
mayor de la Inquisición de Toledo, & don
Juan de Santacruz, camarero del señor
conde de Olivares. La encomienda de
Silla, al marqués de Albayda; y la futura
sucesión, y en ella ochocientos ducados
de pensión, á D. Pedro Luis de Borja.
Desposáronse los señores marqueses
de Villena en casa de la señora condesa
de Miranda, abuela y tia de los desposa-
dos; desposólos el señor Inquisidor gene-
ral (canas, si graves en la edad, mayore:
en la santidad y letras), padrinos, k
ñores condes de Olivares, con taní
queza en el ornato, como agrado en el
modo, lustre y esplendor de los criados
de ambas casas, tal como se advierte del
que en tantos actos han experimentado,
si no les oscurecieran el de los desposados,
que dieron librea, á su gran número de
criados, de terciopelo negro, prensado y
picado, forros, plumas y cabos de color
celeste, vistosa y rica, Y en Palacio, don
L
256 CAITAS M
Antonio Mascareñas, nocTO conde de
Palma, con Doña Marfa de Tabora, hija
del conde de San Juan, por mano dd
Patriarca, á la presencia de los Reyes, pa-
drinos^ que hicieron merced á los desposa-
dos de estimación de nueve mil ducados
de rtota; y ellos se Tistieron de verde, ri-
camente bordado de oro, y Im librea de
sus criados lo mismo; honró la Reina,
con asistencia de la Infinta, á la despo-
sada á su mesa. Fué la gala extraordina-
ria por ser los años de su Majestad. Sa-
cóla de palacio la señora condesa de Oli-
vares> con el acompañamiento que á la
calidad de su excelencia y los desposa-
dos y á la costumbre, sigue. Y en la huerta
de la señora condesa de Valencia, por
mano del Arzobispo de Santiago, los se-
ñores duques de Sesa, padrinos y padres,
desposaron su hija mayor (marquesa de
Poza que será) con D. Francisco de Cór-
dova, hermano del Duque; y, aunque pro-
curaron celarlo, á la gran calidad de sus
personas y su agrado acompañó la mayor
parte de la nobleza. La gala y banquete
fué tan grande como todo.
Ocurrió en estos dias el nacimiento y
bautismo de la Infanta, nuestra señora,
visto ya por relación mia, causa que de-
vuelve las partes desta carta al levantarse
ANtmÍB DE llKNDOÍt. Í57
la Reina, día de la Espectacion. Hizo el
marqués de Alcañizas fesiin en su casa,
á que convidó toda !a corte; asistiendo
más de setcnia señoras en público, á que
siguieron lo que se deja advertir de seño-
res, y en los celajes de una celosía, si ya
no el sol, las estrellas de primera gran-
deza desta Monarquía. Hiciéronseics dos
comedias por diferentes autores, con ei'-
cclentes bailarines, hijos del tugar, una
máscara de danza, con taAta gala como
destreza, estando la sala dando envidia á
las esferas en hermosura y luces, sí ya
ellas no trasladadas á la pieza. Dióseles
colación de cíen platos, y continuaron los
dos días en tanta variedad de hachas,
ruido de sillas, coches y criados, que fué
ao la menor parte de la fiesta.
La vigilia de San Andrés, por los
anos del serenísimo Príncipe de Gales,
mandó su Majestad que en la plaza del
Parque hubiese cañas, que á su presencia
y á la de sus Altezas, veinticuatro Gran-
des, títulos y caballeras, con gaia negra,
cabos, bandas y plumas blancas, las juga-
ron excelentísimamente, asistiendo Em-
bajadores, Ministros y Consejos; y, aun-
que el dia lluvioso, no aguado el contento
sino le hubiera templado el saberse de
Londres, que estando trescientas peno-
258 CAITAS OE
ñas católicas (que donde quiera tiene Dios
quien le sirva» y pues aun en medio de
leones se halla un Daniel) en casa del
embajador de Francia al sermón, permi-
tió se cayese el techo, que maltrató á
muchas personas, matando setenta. {Di*
chosos los que murieron buscando su ma*
yor perfección, y desdichado del pecador,
pues si el justo no se libra de trabajos,
qué seguridad tiene el que no lo es!
Dta de Santo Tomás, le dio á su Alte-
za alferecía, que no desobligó al Rey, con
galas y Tusón grande, faltase á la celebri-^
dad, con que tenia el corazón sobresalta-
do; porque á la Fe del Monarca de las
Españas no descompone el dar muestras
públicas dalla, aun tan naturales senti-
mientos como la muerte de una hija
única. La noche se gastó en procesiones y
rogativas, y por si multiplicando interce-
sores se impetrase su salud, se trajeron á
Palacio las imágenes del Almudena, Ato-
cha y Buen Suceso, y, entre el número de
reliquias desta gran Corte, los cuerpos de
San Isidro, la madre Águeda y padre
Orozco, imágenes de San Nicolás de To-
lentino y San Antonio de Pádua; mas el
que tenia determinado de mejorarla en
Reino, se le dio al romper el alba el
viernes. Linda observación, en viernes re-
ANDR¿S DH MCNDOti. • 259
Oació Dios por los méritos que él granjeó
en la Cruz, y en viernes, al romper del al-
ba, fué á ser eterno lucero del Sol de jus-
ticia. En esto lleváronla á San Lorenzo
un Obispo y un Mayordomo del Rey, de
semana, las dueñas de honor, los Gentiles-
hombres de la boca y de la casa, y la guar-
da de á caballo; y el señor conde de Oliva-
res la acompañó, que quiso no faltarla la
demostración de sentimiento en la prenda
única del amor de su Rey, pagándole en
parte el que le tiene, y parecía obligación
forzosa el hacerlo, pues los brazos que
quince dias antes habían sido cuna al bau-
tismo de la gracia fuesen cúmulo á la
muerte que le perpetuó gloria. /
La vigilia de Pascua gastó el Consejo
Real en la visita general de las cárceles
de esta Corte y Villa; porque á la piedad
sólida usada en tan grandes dias, no impi-
dió el sentimiento, que nuestros Reyes no
permiten que á virtud tan de Reyes falte
por ningún accidente. Y así el Consejo
(presidiendo el señor Pedro de Tapia) usó
con justicia del poder y acostumbrada
magnificencia, y no comieron después con
el señor Presidente, con quien es costum-
bre el día de Pascua y los demás. Su Ma-
jestad, con las galas y grandeza que siem-
pre, asistió á la solemnidad; cuyo ánimo
abo CAÍTA8 DI
católico, aunque con dolor y sentímientos
interiores, no faltó á la observancia de los
actos de religión, primer pretesto de su
celo, mayor basa de su Imperio. Y el dia
del Nombre de Jesús fué á honrar la Com-
pañía como á Religión hija de España, co-
luna de la fé, guía de juventud, reparo á
las miserias de la culpa; y el dia de los
Reiyes le ministró los cálices el señor
Infante Carlos. No hablo en la solenidad
á que celebran los ilustrisimos Nuncio, Pa-
triarca, Arzobispo de Santiago; y, aunque
en todas acciones grande Palacio, en nin-
guna tanto como en la música, que fué es-
tos dias estraña, ingenio del maestro de
capilla, Capitán, letras de don Antonio de
Mendoza, Secretario de la cámara de su
Majestad, ejecutado por los mayores can-
tores del mundo.
El segundo dia de Pascua besaron
los Consejos la mano, y al Real dio el se-
ñor Presidente banquete tan grande y tan
regalado, que solo la grandeza de su Ilus-
trísima, y cuidado de Juan Bautista de
Franco, su mayordomo, docto en tantas
experiencias le pudieron dar. Y el dia de
los Inocentes, el Marques de Montesclaros
dio á su Consejo de Hacienda y Contadu-
ría, banquete de doscientos y cincuenta
platos tres doblados, tan grandes, que
ANDRÉS DE MENDOZA. 201
desacreditó la moderación española, acu^
sada neciamente de cortedad por Italianos
y Flamencos, pues los dejó vencidos, si
bien imitando sus vicios; efecto que sigue
á las Monarquías,^ como lo advirtió san
León Papa, hablando con las demás, con
la República Romana, que imperando á
las naciones fué esclava de las costumbres
de todas. Buenas experiencias tenemos en
lo excesivo de los gastos, pues parece que
no se vive más que para cumplir con los
efectos de la vanidad, desfalleciendo la
robusticidad del ánimo, la blandura y
riqueza de los trajes y comida.
Hizo su Majestad mercedes (oñcio pro-
pio á los Reyes, mayor vínculo de los Im-
perios, pues nada les constituye duración
como la manirotura, pues más granjeó
Servio en los banquetes Romanos, que en
el Consulado de Asia, y con ser tiranía
la de César, y de su muerte á la libertad
no hubo más de siete años, y haber muer-
to con violencia, no cobró la República
libertad en virtud de la largueza de su
mano, án^es constituyó imperio que le
posee su casa del Rey nuestro señor, y há
que dura mil y ochocientos años; pues esta
virtud es mayor muestra de la generosidad
del ánimo), y las principales fueron: al
Obispo de Catania, don Juan de Torres, del
202 CARTAS DK
Obispado de Oviedo; á D. Melchor de
Moscoso y Sandoval, Sumiller de Cortina,
del Obispado de Segovia; y no oso deter-
minar cuál de los dos es más santo Prela-
do. A D. Cristóbal de Porras, de Conde de
Castronuevo; á D. Luis Gaitan de Ayala,
de Conde de Villafranca de Gaitan; al se-
ñor de Luque (casa de Córdoba), de Conde
de Marbella; al señor de Cedillo, Toledo
y Luna, de Conde de Cedillo; á D. Fa-
drique de Toledo, de Marqués, y al señor
de Val verde, casa Alarcon, título de Con-
de. A D. Juan de Eraso, título en Italia y
la futura sucesión de Statrico de Mecina;
á D. Antonio Chumacero, de plaza de
Alcalde de corte; y á D. Francisco de
Valcárcel, Alcalde, con retención de su
plaza, el Corregimiento de Córdoba. A
D. Juan de Carvajal Sande, colegial de
Cuenca, la Regencia de Canaria. Secreta-
rios del Rey, á Pedro Zapata del Marmol
y D. Fernando Vallejo, más antiguo del
Consejo Real; D. Pedro de Vallejo Caba-
nas, que lo es del Sr. Duque de Medina-
sidonia; Melchor de Castromacedo, Con-
tador de resultas; Pedro de Ceniceros,
ofícial de Estado; Esteban Arias^ oñcial
mayor de la Cámara; Juan del Castillo^
que remite sus memoriales; Pedro de
Aybar, Contador de Zacatecas; Jerónimo
AMDABS DE MEhOOZA. .263
de Canencia, Secretario del de Montes-
claros; Antonio Camero, secretario del
Sr. Conde de Olivares.
Concurrió en la segunda semana del
año la ñesta grande del Destierro de María
Santísima, por siete dias, en el religioso
monasterio del gran Patriarca San Ber-
nardo, donde el aderezo de la iglesia fué
de las grandes cosas que se han visto en
la Corte; y si pudo ser inferior, lo fué ai
altar, á la' muchedumbre de luces, flores,
olores, música y valentía de las oraciones,
en que los grandes predicadores mostra-
ron cuánto lo son, y la procesión del
último dia fué en todas circunstancias
grande. Asistida toda la ñesta del Nuncio,
Embajadores, Prelados, Presidentes, Gran-
des, Consejeros, Inquisidores y Ministros,
y admirada de nobleza y pueblo. El Arzo-
bispado de Sevilla se dio al Arzobispo de
Santiago. Llaves de Gentilhombre de la
Cámara del Rey, al Conde de los Arcos,
con retención de oñcio de Mayordomo;
al Duque de Villahermosa, padre, y al
Duque su hijo. Encomienda de dos mil du-
cados por dos vidas; la superintendencia
de las Armadas, á D. Diego Brochero. Y
partió el Conde de Osona á su Embajada
de Alemania. Vino la señora doña María
Bazan, mujer de D. Jerónimo Pimentel,
Gemtnl de U cabúleriM. de Milán, j en
■ ¡■■ir mi l » toé á besar las mañosa los Reyes
al Pardo, á qae la acompañaron gran
Bwmcfo de señores y señoras.
Díéroose más Hábitos á D. Tiebodo
de Re£n, D. Pedro de Contreras, don
Pedro de Sansoles, D. Di^o Gallo, don
Fernando de Barradas, al señor de Cor-
■ago y D. Tomás de Tovar; y el Corregi-
miento de Ciadad-Realy á D. Antonio
NavamneL
El Aato de la ft ya se ba visto por reía-
doQ mia; cayo dia en San Ginés un* fraile
descaían frandscoy de grande opinión de
santidad, se arrebató en éxtasis, en el cual,
desde la mitad de la iglesia, fué basta el
altar por el aire, y en él estuTO un cuarto
de bora mirando el Santísimo Sacramento,
á vista de gran pueblo, que le lúzo peda-
zos el hábito; á que suplió la piedad y
grandeza de la señora Duquesa de Nájera.
Murió la Vicaría de las Descalzas Rea-
les, persona de tan gran calidad, gran va-
limiento y mayor santidad, á cuyo entier-
ro y honras asistió toda la Corte y no fal-
taría la celestial.
Sábado veinte y siete, por haber con-
fesado de hurtos más de doscientos mil
ducados, ahorcaron á seis hombres y azo-
taron otros, que el mayor no tenia veinte
ANDRÍS de MENDOZA. 265
y cinco años, conocidos y de buen pelo.
Uno de ellos había sido fraile cartujo y
Jerónimo; porque no tenga excepción la
regla, que el que desampara la Religión
no tenga buen ñn, si bien sus muertes
fueron de codicia. Dijo (que el corazón
es gran profeta) que habia diez años, y
más, que pedia á Dios con San Agustin:
Utinam mórs mea ut mors suspensorum.
Miércoles último de Enero, el señor
conde de Olivares, porque este dia se
votaba su pleito, vino del Pardo, y no sólo
acompañó sus jueces de la puerta al Con-
sejo, más á todos los señores del; y advir-
tiéndole: «Ticio viene, mas no es juez,»
respondió: «A la dignidad de Consejero,
mano derecha del Rey, todos debemos
aconipañar;» respuesta digna de tan gran
persona. Lo segundo de ponderar en esta
acción es que no quiso que le acompañase
nadie, sino las partes. El pleito salió por
el Conde, contra el Duque de Medina-
sidonia y sus hermanos, en revista, me-
jorándole de lugar en la sentencia de
prelacion á otros acreedores, y principal-
mente en favor de D. Francisco de Espi-
nosa; dicen importa más de doscientos mil
escudos. Gastó el Consejo en votarlo un
dia, que jamás falta á la administración
de la justicia, y los más dias en cinco
266 CáftTAS l>B
salas. Y este mes 'ha visto el pleito del
Conde de Casares, entre el Sr. Duque de
Arcos y el heredero de la casa de Cedillo;
y el de los Marqueses de los Vetez y el
Villar, sobre el mayorazgo del Comenda-
dor D. Juan de Züñiga, en el grado de se-
gunda suplicación; y el del condado de
Luna, entre el Conde de Mayorga y Luna,
y el que se llama Conde de Luna, hijos
primero y segundo del Sr. Conde de Be-
navente, sobre este condado, con su
padre, pretendiendo tocarle cada uno: y
esto sin faltar á tantas juntas del Gobier-
no monárquico, económico, político y
doméstico, y á tantas cosas como deste
gran Consejo penden, pues los demás, si
tienen jurisdicción privativa y específica
en algunas cosas, él universal en todas, y
los que ocupan el puesto tales, que pudie-
ra cada uno suplir por todos. En los
demás Consejos jamás cesa el despacho
universal; y no es bien olvidar en esta
parte que en el de justicia de hacienda, en
que preside D. Lorenzo Ramírez de Prado,
hombre de tan grandes letras y talento,
se está parado los más dias, por la priesa
que dio al despacho de los negocios luego
que entró á presidir.
Dióse el gobierno de la isla de Cuba á
D. Pedro de Fon seca Vetancor, y el de
1M0RÍ6 01 HtMDOSA. 267
Venezuela á D. Juan de Padilla, Caballé^
ros del hábito de Santiago; y Caballerizo
del señor Infante Carlos á D. Femando
de Contreras.
Murió la Marquesa de Poza, madre de
la señora Duquesa de Sessa, persona en
quien lo menos fué el ser hija de la casa
del señor Almirante, pues tal virtud, in-
genio y partes (mayores que su gran cali-
dad], fueron tales, que escurecieron las
matronas antiguas. El cuerpo se puso en
su casa, con la majestad y decencia debida
á tal persona^ donde acudió toda la Corte,
y las sagradas religiones todas á celebrar
los Oficios; y con la misma pompa fune-
ral se depositó en el monesterio de doña
María de Aragón.
Dia de la Purificación de Maria Santí-
sima, se trasladó esta Corte al Pardo, que
aun en los bosques no permite el celo
católico del Rey, se falte á la veneración
y culto de Dios; y así la procesión y ben-
dición de la cera, por mano del Patriarca,
fué en los Capuchinos, terminándose la
majestad y grandeza en la pequenez mo-
desta y religiosa de aquel templo. Asistió
su Majestad la Reina, la Infanta é Infan-
tes, dueñas, damas y meninas, con tantas
galas de campaña, que parecia más Abril
que Febrero; fué muy solemne y ayudóle
a68 CARTAS DB ARDAOS DB IBÍIDOBA.
el sol. Con que cierro esta carta remi-
tiendo la jornada de su Majestad el avisar
los sucesos.
De los desta carta verá vuestra exce-
lencia se sirve y hace gusto á todos, más
es fuerza hacerme esta pregunta, á cuya
objeción tácita respondo. ¿Cómo sirviendo
á tantos, me hacen tan pocos bien? Señor,
los hombres obran bien, 6 por naturaleza
ó emulación; los que obran conforme á
ella, encuentran tantos en quien ejecutar
el afecto, ó considerando la bajeza de mi
ser, no topan conmigo. Los segundos,
como los primeros no los dan ocasión
con hacerme bien, no obran por la envi-
dia. He sacado que fuera muy desdichado
si me tuviera por tal, y estoy en un felice
estado, pues la esperanza de mayor for-
tuna no me desvanece, ni el temor de
perder la que poseo postra el ánimo cons-
tante. Serélo en servir á V. Exc. Madrid
y Febrero 3 de 1624.
AL DUQUE DE MEDINASIDONIA,
MI SEÑOR, DEL CONSEJO DE ESTADO
DE SU MAJESTAD, ETC.
PÓNENOS V. Excelencia cada dia eñ
nuevos y no escusados temores,
pues poniéndonos su grandeza en
nuevas obligaciones, pena de desconoci-
dos á lo que por naturaleza se le debe y
á lo que nos granjea su ánimo, es fuerza
meternos en cuidado en representar á su
cordura, que la demasía del sentimiento
(si bien no será por tal causa demasiado)
excede los límites del sentir católico,
pues se contrista en la muerte de mi se*
ñora la Duquesa, como si no tuviera espe-
ranza de la gloria que posee, que es la que
alivia (en doctrina del Apóstol) estas pen-
siones y defectos forzosos de la naturaleza,
tanto, que, entre el colmo de miserias de
aquel abismo de paciencia^ Job libraba
su consuelo en que á su pecho guardase
esta esperanza. Demás, que no era amarla
desear su vida temporal, pues esa la pri-
*J0 CASTAS 01
Vaba de la eterna que goza; y dar ríen"
éa al sentimiento es la mayor parte del,
que en la duración continua hace más el
tiempo' dilatando que la intención^ pues
esa puede acabar el sujeto y débese aten-
der á su conservación, porque vuestra
excelencia no es suyo, sino de una hija
no puesta en estado, y de tantos subditos
como de él dependen, obligación en que
Dios le puso. Y así, mejor es que haga el
entendimiento lo que ha de hacer el tiem-
po por fuerza; advertencia de San Jeró-
nimo á Paula en el consuelo de Eustoquio.
Esta carta, siguiendo las que ya he acos-
tumbrado escribir' del tiempo del 'feliz
Imperio del Rey nuestro señor, remito
á V. Excelencia, no porque pensé que el -
dolor sea tan leve ni la elocuencia tan
grande que pueda templarle, sino sus-
penderle; y juzgo que se me habia de
mandar positivamente las escribiese yo,
que, cuando me falte (como me falta) el
ingenio, lo noticioso de la memoria, lo
urbano del decoro de las personas no se
me podrá negar. Y estas cartas familiares
tienen en letras sacras y profanas acredi-
tada su estimación, y en nuestros dias
fueron primeros corifeos de ellas D. An-
tonio de Guevara, Anibal Caro y el Pañi-
garola; siempre serán cual ft^ere el seso del
AÑORES DI MINDOZi. 27I
que las escribe^ y aunque del mió no tengo
conñanxa, suplico á V. Excelencia pase
los ojos por ella, darale crédito en sus
iguales, estimaciones en íos inferiores.
Madrid y Noviembre 23 de 1624.
Su criado,
Andrés de Mendoza,
NUESTRA España ha sido tan célebre
en todos siglos, que en lo espiritual
y temporal la han mirado con gran
respeto. En la primera parte las Bulas de
tantos Pontífices, las Extravagantes escri-
tas á nuestros Reyes, honrándolos con los
nombres de religiosísimos, píos, defenso-
res de la fé, gloriosísimos, católicos, desde
D. Alonso el Primero, key de León, nos lo
muestran. En la segunda, los Sénecas,
Qlaudianos, Silios y Quintilianos, tan en-
carecidos de la pluma de San Jerónimo,
que llamó Príncipes de la elocuencia lati-
na; y en la estimación de las armas, los
Viriatos y otros generosos capitanes, no
olvidando los Arcadios, Honorios, Teodo-
sios y Trajanos, Melquíades, Dámasos,
Joanes, Calixtos y Alejandros, que con
razón pudo decir Plinio en el Panegírico
que las naciones todas tributaban á Roma
de lo que abundaban y España la daba
Príncipes. Obligaciones que han cargado
el ánimo de la Majestad del Rey, nuestro
señor, á considerar cuánto debe mirar la
conservación deste crédito generoso. Y
porque el primer paso de la felicidad des-
tos Reinos se debe á la Religión (¡oh, si
CARTAS DB ANDafa DI IBNDOZA. ^73
lo entendiesen así los demás Reyes! ), de*
más del cuidado de su observancia, por la
justificación propia, el desvelo de que la
guarden pura los subditos, porque nada
los contiene en sujeción y en paz como la
unión del culto (verdad, que aún la al-
canzó el Filósofo sin lumbre de fé); la
experiencia la acredita, pues bebiendo las
provincias septentrionales los errores de
Arrio, feroces ya los ánimos en la obsti-
nación de la herejía, se derramaron aque-
llos bárbaros á invadir las provincias, y
aun la nuestra: y Alemania, Inglaterra y
Francia muestran bien lastimosamente la
falta desta verdad , y el Jarife, nuestro
vecino, nos la acredita en Fez. Otra razón
milita en el ánimo del Rey y de los que le
asisten, ver que la Religión consiste su
observancia en gran parte en la elección
de Ministros idóneos; y asi hizo merced
del Obispado de Mallorca á D. Félix de
Guzman, Arcediano de Sevilla, hijo de
aquel gran Consejero licenciado Tejada,
si ya no más propiamente hijo de sus
virtuosas obras; el de Zamora, por muer-
te de D. Fray Plácido de Tossantos, honra
de la Religión del gran padre San Benito,
se dio á D. Juan Roco de Campofrio, Pre-
sidente de Hacienda, varón de letras y
virtud, que no habia aceptado el de Gua-
18
274 CAITAS 01
dix, y se dio á fray Juan de Arauz, que
por la reli§;ion del Serafin en carae, hon-
raba el pulpito del Rey con tanta inteli-
gencia de la Escritora y celo de la salva-
ción de las almas, como sabe el mundo.
La Abadía de Alfaro, á D. Alvaro Peres
de Aradel; el Priorato de Roche, á don
Mendo de Benavides, Préndente, de Gra-
nada; la Abadía de Fitero, á Fray Plá-
cido del Corral, que, después de grandes
puestos en la Religión del Cister, la me-
reció; el Generalato de San Jerónimo,
á Fray Gregorio de Pedrosa, su predi-
cador, que, sin agravio de otros, es la
mejor capilla de España, y pocos dias
después el Obispado de León, con espe-
ranza de mejorarle, si bien la mudanza
de los Obispos, como ha de ser por útil
de sus esposas, materia tan dificultosa de
averiguar, tiene gran parte siempre de
peligro: dejó por General á fray Vicente
de Montalban, cuya virtud habia mere-
cido el puesto otras dos veces; y al Obis-
po de Lugo el Obispado de Valladolid, y
el de Lugo al doctor D. Diego Vela, Vi-
cario de Madrid. Plaza del Consejo de
Inquisición, con la visita de Pirú y Mé-
jico, á D. Martin Carrillo de Alderete; y
Obispado de Coimbra á D. Juan Manuel,
Obispo de Viseo, y éste á D. Francisco de
AI«DB¿S 01 MENDOZA. 2^5
Verganza, cuya calidad, letras y virtud de
todo le hacen digno, y él lo mostró en
desestimarle. Y á los señores Cardenal de
Jaén y Obispo de Cuenca^ el Obispado de*
Córdoba, y no le aceptaron por no repu-
diar sus esposas.
En la justicia, hermana mayor de las
virtudes reales y vocación original de los
Reyes, que es la que enfrena el ardimiento
de ios subditos, virtud tan de Reyes, que
aun Dios, por serlo y guardarla, puso en
una Cruz su hijo, que por la ostensión de
la justicia dice el Apóstol que lo hizo así,
se ha tenido tanto cuidado como se inñere
destas elecciones: Para el Consejo Real,
primer móvil del cielo desta Monarquía,
á D. Pedro Marmolejo, que lo era del de
Indias, y á D. García de Haro, hermano
del Marqués del Carpió, Conde que será
de Castrillo, que lo era de las Ordenes, y
á esta plaza D. Miguel de Carvajal, her-
mano del Marqués de Jodar; á las de In-
dias D. Francisco de Alarcon, Oidor de
Granada, y D. Diego de Contreras, Fiscal
que era, último asilo de la inteligencia
del derecho^ si bien no reconoce ventajas
á nadie D. Antonio de la Cueva, que le
sucedió en la Fiscalía; y plaza de Alcalde
de Casa y Corte al Licenciado Veas Be-
llon. Oidor de Sevilla, sujeto bien expe-
276 eiRAS M
rimentado, y á su plaxa D. Pedro Gonzá-
lez de Mendoza, que era Alcalde, y á ella
D. Francisco de Alarc<», hijo del señor
Fiscal del Consejo. A la Chandllerfa de
Valladolid el Licenciado Pérez de Lara y
D. Luis Gudiel, Oidores de Granada, Li-
cenciado Diego de Castillo, que era Al-
calde, y D. Jerónimo Pacheco, que lo era
de hijosdalgo; y á esta plaza D. Jerónimo
Pueyo de Mendoza, colegial del Arzolns-
po, y D. Agustín Gilimon de la Mota, hijo
del Sr. Gilimon de la Mota, del Consejo;
y á D. Diego de Riaño, Fiscal de Vallado-
lid, plaza de Oidor de Granada, y la mis-
ma á D. Juan de Morales; Alcalde de
hijosdalgo della á D. Diego de Ribera,
sobrino del Sr. Presidente de Castilla; y
plaza de Quito al Licenciado Diego García
Maldonado, y al Licenciado Bustos de
Bustamante plaza de la Contaduría: y
por muerte del Licenciado Marciel Gon-
zález, Fiscal deste Consejo, se dio la Fis-
calía á D. Juan de Molina, sobrino del
señor Melchor de Molina, del Consejo,
letras no inferiores á las de su tio, que es
bastante alabanza. Y del Consejo de la
Cámara, D. Fernando Ramirez Fariñas,
y Garci Pérez de Araciel. Asistencia de
Sevilla á D. Francisco de Avila y Guz-
man, primo hermano del Sr. Conde de
ANDRÉS DE MUIDOZA. 277
Olivares; Gobierno de Tucuman á D. F^
lipe de Albornoz; de la Trinidad, á don
Luis de Monsalve; Corregimientos de Gui-
púzcoa, de Bilbao, de Guadalajara, de
Orense, de Tordesillas^ á los Licenciados
Juan de Larrea, Puente Agüero, D. Fran-
cisco de Alderete, el Licenciado Mejít,
doctor Bonifacio; al Licenciado Badillo
el de Molina, y el Adelantamiento de
Burgos al doctor Paez de Vergara, y.á
Jaén á D. Bartolomé de Morquecho, Oidor
de Granada, á gobernar y conocer del de-
Uto del Corregidor, que, pretexto de la
autoridad del oñcio, dicen dio unas heri-
das á un caballero; y conñóse justamente
de D. Bartolomé, que demás de su calidad
y ciencia, su cordura le hace digno de
cualquiera puesto. Y todos los referidos
son tales, que otras veces se puede haber
dado oficio á las personas y ahora perso-
nas á los oficios; y al Sr. Presidente y Con-
sejo de la Cámara estále bien, y aun al
Rey y Ministro superior, elegir los bene-
méritos, pues las elecciones acertadas acre-
ditan que el imperio de los ignorantes ni
es durable, ni da honor, ni aun la retri-
bución del ánimo no saben dar, que, como
no tienen talento, no atribuyen al poder
el puesto que adquieren.
Habiendo hablado de la justicia con-
27S CARTAS DE.
mutativa y pugnitiva, ó de los Ministros
della, tiene lugar la distributiva de los
honores, y de tanta estimación, que aun-
que el pueblo romano permitió á los no-
bles la desigualdad de los tributos, en los
honores no lo consintió; y porque tienen
su lugar no se pueden dejar dos adverten-
cias en esta parte, que las demás provin-
cias, que tanto se arrogan la nobleza,
todas son inferiores á la nuestra, pues
nadie la caliñca y perñciona como España,
Infiérese del cuidado de un Consejo que
no asiste á otra cosa, haciendo probanzas
tan secretas con personas de tanta confi-
dencia, pues en las demás partes, en bau-
tizándose una mujer, ó de la ley de Moi-
sen, ó de la secta de Mahoma, ó redu-
ciéndose de la herejía, se casa con ella el
mayor señor, y no se repara en nada, y
nuestra nobleza se deslustra y pierde, en
cualesquier destas cosas, y no basta la
notoriedad, ni la grandeza de las casas para
dejar de hacerles información; y las últi-
mas desta especie, en los señores Condes
de Olivares y Marqués de Castelrodrigo,
para las Encomiendas mayores de Alcán-
tara y Christus, á los señores Duques del
Infantado y de Escalona, para que se les
dieron, y Hábitos, despacháronlas, y con
riguroso examen se descubrió la gran ver-
ANDftBS DB MENDOZA. 279
dad de su nobleza, á que ni la hacienda
ni el poder no valen contra la entereza del
Consejo, á D. Francisco Zapata. Al Conde
de Pliego, para su hermano, Chantre de
Cuenca; á Alonso Nuñez de Valdivia, Se-
cretario, que fué de las Ordenes (i)
en medianía, como se podia olvidar sin
cuidado el escritor de lo venerable de la
persona del Duque (2), de la grandeza de su
ánimo, de los oficios de Mayordomo mayor
de dos Reyes, Caballerizo mayor de uno,
Gentil-hombre de la Cámara de tres. Con-
sejero de Estado y Guerra de los mismos.
Su cuerpo se puso en la pieza grande' de
su casa, aderezada de riquísima tapicería
en túmulo alto, con cama y dosel de bro-
cado, armado, y con el manto de sú Or-
den, entre una selva de luces en blando-
nes y candeleros de plata y otras ricas
materias, y tres altares de terciopelo ne-
gro, y ornamentos de lo propio, donde
acudieron todas las sagradas Religiones á
celebrar misas y sufragios los dos dias,
hasta que el cuerpo se llevó á Guadalajara,
(i) Aqui falta en el original, no sabemos si un pliego
entero, ó dos ó tres lineas por descuido del impresor;
desde que notamos la falta hasta imprimir la Relación,
no nos ha sido posible hallar otro ejemplar.
(2) Se refiere al duque del Inftntado.
aSo CAITAS DI
sepulcro de sus mayores^ cuyo acompaña-»
miento le aguardó á las dies de k noche
toda la Corte, y le guiaban cien religiosos
á caballo con hachas, tantos criados en la
misma forma; el cuerpo en andas de lite-
ra, cubierto de paño de brocado, con cruz
y cuatro faroles grandes, y rodeado de los
pajes con hachas, no sólo suyos sino de
todos los Señores, y detrás el marqués de
Monde|ar, Montesclaros, D. Rodrigo En-
riques de Mendoza, marqués de Valdon-
quillo, conde de Corufia/ que eran los que
huian con él; y después los alcanzó Diego
Gómez de Sandoval, conde de Saldaña,
padre del nuevo Duque, á quienes seguian
entre quince Grandes, cuatro primogéni-
tos y más de sesenta Señores, hermanos
de Grandes y Títulos, otros doscientos
Caballeros. Fué el número de las luces
tanto, que no hizo falta el luminar mayor.
Su Majestad hizo merced por renuncia-
ción de mi señora en su nieto, de pasarle
el título y darle la encomienda de su
abuelo y las casas accesorias; y el dia que
se cubrió, fué asombro el acompañamien-
to y aun la advertencia del niño, y aquí
la tiene en el título que los Señores Reyes
Católicos dieron á esta casa, dice: «Vos
facemos el primer y mayor de nuestros
Grandes, y el primero y mayor de núes-
AHOaBS DB MBNDOCA. 281
tros Duques.» De Italia se supo la muerte
del serenísimo Príncipe de Urbino, cuya
antiquísima casa de los Guidos de Monte-
feltro entró en la Baronía de la familia
de la Robere, en un sobrino de la feliz re-
cordación del pontífice Sixto IV, cuya filé
la extravagante Grave nimis al misterio
de la Concepción; y el muerto, demás
de tan clara ascendencia, fué de los grán^
des Príncipes del mundo, y que supo no
como Señor sino como Maestro, y de los
más afectos á esta Corona.
De dos partes que constantemente he
deseado se compusiese esta carta, preci-
sión y orden, faltará la segunda en este
párrafo último, pues es fuerza hacer una
miscelánea de varías cosas, ormitando el
caos antes de la separación de las mate-
rías, que llamó el Poeta: Ruáis indigesta-
que moleSf 6 como al fin habrá de con-
fundirse todo, pues ha de volver á su
prímer ser. Hizo su Majestad merced á
diferentes personas beneméritas, mudan-
do unas é introduciendo otras de diez y,
ocho Dignidades y Canongías, en sus
iglesias de las Indias: ¡ojalá todas las de
sus Reinos fueran á su presentación, y no
se hubieran introducido por los regresos
y coadjutorías al estado eclesiástico aU
gunas personas, que por la falta de cali-
aSo CiftTAS DI
sepulcro de sus mayores^ cuyo acompaña^
miento le aguardó á las dies de k noche
toda la Corte, y le guiaban cien religiosos
á caballo con hachas, tantos criados en la
misma forma; el cuerpo en andas de lite-
ra, cubierto de paño de brocado, con cruz
y cuatro faroles grandes, y rodeado de los
pajes con hachas, no sólo suyos sino de
todos los Señores, y detrás el marqués de
MoiKle|ar, Montesclaros, D. Rodrigo En-
riques de Mendoza, marqués de Valdon-
quillo, conde de Corufia/ que eran los que
hniftn con él; y después los alcanzó Diego
Gómez de Sandoval, conde de Saldaña,
padre del nuevo Duque, á quienes seguían
entre quince Grandes, cuatro primogéni-
tos y más de sesenta Señores, hermanos
dé Grandes y Títulos, otros doscientos
Caballeros. Fué el número de las luces
tanto, que no hizo falta el luminar mayor.
Su Majestad hizo merced por renuncia-
ción de mi Señora en su nieto, de pasarle
el título y darle la encomienda de su
abuelo y las casas accesorias; y el día que
se cubrió, fué asombro el acompañamien-
to y aun la advertencia del niño, y aquí
la tiene en el título que los Señores Reyes
Católicos dieron á esta casa, dice: «Vos
facemos el primer y mayor de nuestros
Grandes, y el primero y mayor de núes-
ANDBÉS DB MBNDOZA. 283
hombres^ los ha hecho volver á la villa,
pues más le ayudan consumiendo los man-
tenimiento y municiones, que puede ofen-
derle su muchedumbre: espérase buen su-
ceso. Las presas que este año han hecho
el duque de Maqueda, marqués de Santa
Cruz, duque de Fernandina y el malogra-
do D. Diego Pimentel, bien las han publi-
cado las relaciones, y ansí las excuso por
notorias. La señora Infanta de Flandes^
como conoce el ánimo belicoso del Rey
nuestro señor, les presentó á su Majestad
y al señor Infante Carlos arneses para á
caballo y á pié, y vestidos de gala y de
armar: su Majestad, después del agrade-
cimiento justo, le presentó doce caballos,
y á la Majestad del Emperador treinta y
seis, todos como de la grandeza de quien
los daba y de quien los habia de recibir.
Y su Majestad Cesárea presentó á la seño-
ra Infanta Margarita, Descalza, una ima-
gen de plata, de ñguras de la adoración
de los Reyes, del tamaño de dos pliegos de
marca mayor, y de su misma escuadra,
cosa tan grande, que pudo ser digno pre-
sente de un Emperador dado á su Alteza.
Promulgóse ley, por la cual se prohibe,
pena de la vida, que ninguna persona
saque plata, ni oro de estos Reinos ni
meta vellón, y la pena se entienda por un
lS4 GAITAS DI
solo real, y se mandó á los señores Alcal-
des D. Miguel de Cárdenas y D. Antonio
Chum acero, fuesen á las costas del Anda-
lucía á castigar los que han delinquido
en esta parte; que Jas leyes no consiste
su observancia en hacerse, sino en hacer-
se guardar. Habiendo tenido noticia el
duque de Ciudad-Real que algunas naves
de piratas ó armada de enemigos andaba
infestando los mares de Galicia, se bajó á
las costas de Rivadeo á visitar y presidiar
aquellos lugares, con tan gran cuidado
y diligencia que enfrenó el orgullo que
pudiera tener el enemigo de invadirlos;
y hallándose cerca, visitando el Obispado,
D. fray Rafael Diaz de Villanueva, Obis-
po de Mondoñedo, se fué á acompañar al
Duque, y él y sus criados asentaron plaza
de soldados, y entró de guarda los días
siguientes, haciendo sus centinelas. Y la
mayor ayuda y mejor que dio fué so-
correr á más de tres mil quinientos solda-
dos pobres y gente de la tierra, que acudía
á la defensa, por más de quince dias, para
lo cual, no sólo vendió la plata de servicio,
más los pectorales y la que pertenecía á la
autoridad de la dignidad; que los bue-
nos Prelados, su principal obligación es
el socorro de los pobres, y la opinión
general de virtuoso le acredita, que es
INDIlás DI MINDOZA. 285
la que da fama á los Prelados. Bien han
entendido esta verdad los señores Cardenal
de Jaén D. Sancho de Avila, Obispo de
Plasencia, D.Francisco de Mendoza, Obis-
po de Málaga, D. Enrique Pimentel, de
Cuenca; y todos lo entenderán así, que en
esta parte, de buenos Prelados, bien di-
chosa ha sido y es nuestra provincia. No
será inferiora ninguno D. Melchor de Mos-
coso y Sandoval, Obispo de Segovia, á
quien consagró el Patriarca con los Obis-
pos de Urgento (regla de buenos y cons-
tantes amigos, y en quien lo menos son las
letrasy experiencia) y coadjutor del Sr. Car-
denal Infante, en la Capilla Real, con asis-
tencia de la Reina y sus Altezas y de lo más
ilustre de la Corte, por deudos y amigos;
y después les dio el consagrante un ex-
pléndido banquete. Y el que dio el señor
Embajador del Emperador al señor Em-
bajador de Dinamarca, en que se hallaron
el señor Nuncio, Embajador de Ingla-
terra, conde de Sora, y otros personajes,
fué á la usanza alemana, de más de dos
horas de tiempo y de extraordinario re-
galo. En estos dias hizo su Majestad mer-
ced á D. Alonso de Toledo de titulo de
marqués de Villamaina, y á Domingo de
Oribe, de la Contaduría y pagador del
Principado de Cataluña; y celebró el ani-
lS4 GAftTAt DI
solo real, y se mandó á los señores Alcal-
des D. Miguel de Cárdenas y D. Antonio
Chum acero, fuesen á las costas del Anda-
lucía á castigar los que han delinquido
en esta parte; que «las leyes no consiste
su observancia en hacerse, sino en hacer-
se guardar. Habiendo tenido noticia el
duque de Ciudad-Real que algunas naves
de piratas ó armada de enemigos andaba
infestando los mares de Galicia, se bajó á
las costas de Rivadeo á visitar y presidiar
aquellos lugares, con tan gran cuidado
y diligencia que enfrenó el orgullo que
pudiera tener el enemigo de invadirlos;
y hallándose cerca, visitando el Obispado,
D. fray Rafael Diaz de Villanueva, Obis-
po de Mondoñedo, se fué á acompañar al
Duque, y él y sus criados asentaron plaza
de soldados, y entró de guarda los di as
siguientes, haciendo sus centinelas. Y la
mayor ayuda y mejor que dio fué so-
correr á más de tres mil quinientos solda-
dos pobres y gente de la tierra, que acudía
á la defensa, por más de quince dias, para
lo cual, no sólo vendió la plata de servicio,
más los pectorales y la que pertenecía á la
autoridad de la dignidad; que los bue-
nos Prelados, su principal obligación es
el socorro de los pobres, y la opinión
general de virtuoso le acredita, que es
ANDRÉS DB MBND0Z4. 287
caballo, que le honró con su lado; no hubo
desgracia, y las suertes del rejón, á que
anduvieron D. Francisco de Valdés, con
ocho lacayos de noguerado y plata, don
Juan de Castilla con siete, á lo tudesco, de
plata y nácar, D. Gaspar Bonifaz y don
Jerónimo de Medinilla con otros ocho,
fueron de galantería; y suertes no raénos
airosas y arriesgadas, las que á la brida
hicieron los duques de Ixar y Uceda, y la
librea de terciopelo negro á doce lacayos^
con tahalíes, aderezos y cabos de oro, fué
señoril y vistosa. Las cañas guiaron cua-
renta trompetas y atabales de librea blan-
ca y encamada, y cuatro acémilas con ca-
ñas; fueron cincuenta en seis cuadrillas,
con penachos, toquillas, bandas, jubones,
cabos, bandas de adarga y barbas turcas,
encarnadas, negras^ azules, blancas, no-
gueradas y verdes; buena la entrada, no
errada^la escaramuza y las cañas mejores
que nunca; la noche dio ñn á esta acción.
Las desta carta han sido como V. Exc. in-
ferirá, tantas, tan varias y tan grandes;
dóile ñn con advertirle que fortalece mu-
cho á nuestra Santa Fé Católica y á las
buenas costumbres considerar que de toda
la grandeza aquí referida con tal puntua-
lidad, dentro de cien años, y aun menos,
no habrá quedado sino lo que hubieren
286 CAITAS DI
versario y honras de la santa Reina Marga-
rita, su madre, de quien nadie se acordará
sin lágrimas, si fuera posible olvidarla,
asistiendo sus Majestades y Altezas, los
Prelados, Grandes, confesores y predica-
dores, celebrando el Patriarca y pcedi*
cando el padre Jerónimo de Florencia: y
en todo se mostró piadosamente el esplen-
dor de la acción. Y cierto, que con gusto
advierto á V. Excelencia, que hoy 33
hace años la Reina, que los celebraron
con galas sus criados y vasallos, que si
los lutos son sentimiento de la muerte de
la pasada, las galas alegría de la vida de
la presente; y para que todas las alosas la
consigan, á petición de la Reina, nuestra
Señora, Su Santidad concedió, en toda la
octava de los Santos, fuesen de alma los
altares todos de la iglesia de Santa María
del Almudena. Y porque guardar el alma
es la primera ol3ligacion, puso en cobro la
suya su hija mayor del señor Conde de
Lemos en Santa Teresa de Lerma, olvi-
dando las esperanzas que le pudiera cau-
sar su sangre, sus años y hermosura; mas
la perfecta hermosura se perfecciona en
el temor de Dios. Esta Imperial Villa, por
alegrar los Reyes y festejar al señor du-
que de Neoburs, tuyo, á veinte, toros, el
encierro alegre, y mas la entrada del Rey á
CARTA DÉCIMASEXTA
Q.UE ESCRIBIÓ UN SEÑOR DESTA CORTE
Á UN SU AMIGO.
POR las mias pasadas le he dado cuen-
ta á Vmd. de las novedades desta
Corte, y avisos que se han tenido
de otras partes; continuando nuestra amis-
tad, me atrevo á escrebir ésta, fiado en la
palabra que me ha dado de que no la dará
á la estampa, sino que habrá muy gran
recato que algún curioso no la coja para
hacelio.
Hizo su Majestad merced del Obis-
pado de Lugo á D. Diego Vela, Vicario
desta villa de Madrid. Dióse la Secretaría
del Consejo de Estado á D. Andrés de
Prada. Hizo su Majestad merced del Con-
sejo de Estado al duque de Pastrana,
duque de Alburquerque, Conde de Li-
nios, conde de Monterey, marqués de
Caracena, marqués de Gelbes, á Fray Iñi-
19
a88 CARTAS DI ANDRÉS DE MENDOZA.
obrado bien los contenidos en ella. Gonsi*
deracion que aun á los gentiles, sin lum-
bre de fe, los templaba y componía, el
saber que la historia habia de continuar
en la memoria, como los aciertos, los de-
fectos de los á que obligó la culpa del
primer padre. Libre Dios á V. Exc. Cum-
plido hé con hacer gusto á todos la doc-
trina de Epiteto, asiendo del asa que me
toca, si no asieren de la otra no es culpa
mia, y bastantemente quedo premiado en
obrar bien.
ANDBBS DB MENDOZA. 29 1
el duque de Uceda á los últimos de Mayo,
en Alcalá de Henares, al cual^ de secretOi
la propia noche le trujeron á esta Corte á
su monasterio, donde dejó su entierro, y
que trújese á su mujer, que estaba en Va-
Uadolid. Volvió su Majestad la Alcaldía de
Granada al marqués de Mondéjar, coa
aj^lauso del pueblo; lo demás no se ha
proveído.
El duque de Veraguas se casó con su
prima la marquesa de Gelves; estuvo en
las monjas de Pinto, hasta que vino la
dispensación, depositada: ya se casaron
con lucimiento. Por la visita que hizo
D. Fernando Ramírez Fariñas en la Chan*
cillerla de Valladolid, se confírmó la sen-
tencia que dio, privando algunos Oido-
res, y suspendió otros dos. Llegó el cor-
reo de Flándes, que el Maestro de Cam-
po Luis Alvarez de Olivera, Portugués,
salió de Dunquerque con seis navios, y se
encontró con catorce de las i^as, peleando
veinte ht>ras, echando á fondo cada uno,
uno; y visto el nuestro la ventaja del con-
trarío, se retiró al puerto de Dobla en
Inglaterra. Llegó á esta Corte, con emba-
jada de la señora Infanta, D. Diego Mesía
de Guzmán, á tratar lo que los Embaja-
dores de las Islas propusieron en razón de
reducirse á la Corona, y lo que el Emba-
292 GAftTAS Dg
^ador de Dinamarca propuso por ellas,
por haberse el Rey puesto por medianero,
con que el Palatinado se vutlva al Conde.
Habiendo enviado el Emperador á Flan*
des al marqués de Montenegro con quince
mil hombres para el campo, en el cual
hay sesenta mü.
No habiendo hallado socorro el conde
Mansfelt en Francia para las Islas, pasó
á Inglaterra. Vá por Embajador ordi-
nario D. Diego Hurtado de Mendoza, y
el convite que se le hizo fué muy grande,
pues los favores de los Reyes salen ya en
estampa por competir con otros. Volvió
su Majestad este dia el cofrecillo de jo^as,
que dejó para la señora Infanta del día
de los desposorios, al Embajador de In-
glaterra, el cual despachó dando cuenta á
su Rey de lo hecho. Ya las cosas de mar
y tierra de las Indias corren parejas, pues
con lá llegada de los galeones á 2 de Ju-
nio, de los ci&les el nombrado El Espíritu
Santo se anegó, sin- salvarse cosa, y la
Almiranta, salvándose toda la gente y la
mitad de la plata^ de que otros tratarán
más por extenso, llegó nueva de la ciu-
dad de México, como habia tenido grande
discordia con el Virey, de que resultó en-
viar á la Coruña por el marqués de Ger-
ralvo, que la gobernaba; el cual llegó á
ANDRÉS DE MENDOZA. 293
esta Corte á la posta^ estando en ella tres
diaSy y después dellos partió á embarcar*
se por Virey ^e México^ habiendo causado
mucho cuidado el desasosiego de aquel
Reino.
Hizo su Majestad merced del Obis-
pado de León al Padre Fray Gregorio de
Pedrosa, Predicador de su Majestad y
General de su Orden. Dióse el Gobierno
de la Coruña, en el ínterin que otra cosa
se proveía y al marqués de San Damián,
nieto de D. Juan Idiaquez. Las seis gale-
ras de Florencia tuvieron nueva que ha-
blan bajado las siete reforzadas de Viser-
ta y cuatro de Argel al paraje del verano
pasado, y junto á Marsella se encontraron
peleando, llevando los ñorentines en una
galeota muertos cuatrocientos soldados, y
de los turcos mil; llegó esta nueva con ex-
traordinario de Genova. Murió el Secre-
tario Jorge de Tobar, de los papeles to-
cantes al Patrimonio Real «eclesiástico, la
cual $ecretar¡a se dio al Secretario Juan
de Insausti, con retención de los despa-
chos /de Estado. La Secretarla de la Cá-
mara de Justicia de Pedro de Contreras, se
dio á D. Sebastian de Contreras, quedán-
dose su padre con los papeles del despa-
cho del conde de Olivares. El gran torea-
dor de á pié llamado Arañuela (que citó
2^ CiBTiS IB
D. Francisco de Quevedo en su carta de
la jornada de Andalucia) le mató un toro
junto Alcalá, en un lugar limado Meco;
hirióle por la barba, suerte que hizo de
ponerle el rejón entre los cuernos. Queda
6u Majestad de la Reina, nuestra Señora,
preñada en tres meses. Don Andrés de
Castro, tío del conde de Lemos, se casa
con hija de la condesa de la Torre. Hizo-
se asiento con los hombres de negocios, de
seis millones para las guerras de Flándes.
El General Vallecilla bajó al Canal de
Inglaterra con doce galeones á buscar los
holandeses que bajan de la India. Hizo
alarde en Flándes el marqués Spinola de
setenta mil hombres. Dióse la Presidencia
de Granada á D. Mendo de Benavides, In-
quisidor de la general. Prendieron á don
Antonio de Oquendo y á su Almirante
Rabanal por invernar en la Habana, ha-
ciéndoles cargo de algunas cosas. Pide su
Majestad lanzas á todos los titulados para
la liga del francés, islas y venecianos; sa-
lieron á hacer gente cuarenta capitanes.
Dióse el Obispado de Guadixal Padre Fray
Juan de Arauz, de la Orden de San Fran-
cisco, y Predicador de su Majestad. Llegó
á esta Corte el Embajador del Rey de Di-
namarca á tratar se permitiese el contrato
de su Reino, y á la reducción de las Islas,
ÁNDRB8 DK MBÜDOZA. ^95
con que al Palatino se le vuelva su Es-
tado.
Llegó nu({va que treinta y seis navios
hablan tomado en el Brasil la ciudad de la
Bahía de Todos Santos, habiéndose for-
tificado en ella, habiendo cargado doce
naos de despojos, enviándoias á las Islas,
y haberles bajado de socorro veinticinco
naos para defenderla. Su Majestad junta
Armada de cuarenta navios; nombró por
General de mar y tierra á Don Fadrique
de Toledo con cuatro soldados viejos que
tenga por consejeros: vá lo mejor de Por-
tugal y mucha gente de Castilla, que
serán ocho mil hombres. Tomáronse todas
las rentas de Almoxarifazgos de Sevilla
de negros y difuntos^ y otras cosas, para
sacar quinientos mil ducados para apres-
tarla, y lo propio en Lisboa, habiendo ido
á Cádiz el Secretario Bartolomé de Anaya
al despacho della, la cual saldrá á los úl-
timos deste mes de Octubre. Habiendo las
ciudades negado los setenta y dos millones,
se hizo una junta grande, que asi se nom-
bró, del Consejo de Estado y Castilla con
su Majestad, para si de poder absoluto lo
podia pedir, y para adelante, quitando los
Procuradores, y que las ciudades no tu-
viesen que confirmar lo que el Consejo de
Estado mandase, por cuya materia de Es-
2igl6 CAATAf Bt
ttdo se gobierna la Monarquía. Hubo mu-
chas juntas sobre ello. Dícese no pudo qoi*
tar á sus ciudades los estatutos y coatum-
bies; y llegando á votar el marqués de
Montiñclaros, Presidente que es de Ha-
cienda y de los Consejos de Estado y
Guerra, de la Cámara de su Majestad, se-
gundo privado, quedaron todos admira-
dos del sujeto, que tal cosa no se había
vistOi diciendo después el Cardenal Za-
pata que ni en Roma, ni en toda la Euro*
pa, se habia oído, ni visto sujeto tal. Di-
cese que lo que se determinó fué escrebir
á las ciudades socorriesen á su Majestad,
por la necesidad tan grande que tenía para
acudir á las guerras. En esta junta» la pri-
mera del mundo, el Presidente de Casti-
lla estuvo á la mano derecha de su Majes-
tad, y á la izquierda el Cardenal Zapata,
aunque después en los asientos los Coui-
sejeros de Estado tuvieron mejor lugar;
aquí se caliñcó ser después de su Majestad
la primera persona el Presidente de Cas-
tilla.
A i.° de Agosto murió el duque del
Infantado de ocho dias de cama, no cono-
ciéndole el mal, ó no atreviéndoselo á
decir, pues en dos horas recibió los Sar
cramentos; dio poder á la Duquesa para
testar. Lleváronlo á Guadalajara. La Do-
y
ANDBtS OB MBHDOIA. 2^7
quesa renunció el título de Duque en sa
nieto, y su Majestad le mandó cubrir;
dióse la Mayordomia al duque de Arcos»
el cual la acejptó. Al duque de Osuna por
estar tan á lo último, le trajeron á esta
Corte para curarle; está en las casas de
Gilimon de la Mota. El duque de Femiuk*
dina cogió tres navios de turcos, pelean-
do siete horas; fué presa muy grandiosa.
El marqués de San Germán fué á Ingla-
terra con embajada; viene por Flándes sin
despedirse del Rey, el cual envió un me-
morial con uno de su Cámara, dándole á
su Majisstad y á los de Estado, pidiendo á
su Majestad satisfacción del caso; ha ha-
bido juntas de Estado acerca desto. MajSr
dóse que también viniese aquí D. Carlos
Coloma, y que fuese por la posta el Se-
cretario Bruneo, que lo era aquí del Con-
sejo de Flándes, para que haga oficio de
Embajador en el ínterin que se envia otro.
Condenóse al duque de Lerma en las tra-
tas con los frutos caidos, que son casi tres
millones.
Llegó correo de Flándes, que el mar-
qués Spinola habia cercado á Breda con
cuarenta rail hombres, quitándoles el rio
Musa, no les entrase socorro, y que lo
demás del ejército hasta setenta mil era
volante en guarda, si el enemigo salia por
39B GAftTAS DB
Otra parte. Dióse título de marquesa de
Liche á la hija del conde de Olivares, y se
casa con el marqués de Toral. En Palermo,
ciudad en el Reino de Sicilia, dio peste,
y en-ocho dias murió el Principe FiHber-
to: muere mucha gente. Quedó con el
gobierno el Cardenal Doria, hasta que se
provea, y el ser Gran Prior le viene de
derecho á D. Diego Brochero, por Baylio
de Lora. Murió la duquesa de Medina-
Sidonia; murió el conde de Cifuentes.
Escribe el duque de Feria que el Polaco
degolló al Turco treinta mil tártaros. Salió
decreto de que no se pudiesen dar foturas
sucesiones en ningún cargo. En casa del
marqués de Alenquer se hace junta con
algunas personas y dos del Consejo de
Hacienda, sobre el ensayo de unas minas
de oro y plata que se han descubierto en
Castilla; y también se admiten arbitrios
de cómo se puede consumir el vellón,
pues hay tanto que pasa el premio de la
plata á diez y siete reales el ciento, cosa
que nunca se ha visto. Este dia pasado no
hubo quien subiese la comida al Rey, y el
Conde mandó prender á los ayudas de Cá-
mara, que eran de guarda, en sus casas
con dos alguaciles. A los Tesoreros de la
Cruzada se les apretó mucho; y á D. Fran-
cisco, hermano de D. Agustín, se le apre-
ANDBÉS DR MBIIDOZi. 299
tó en la cárcel, que á no intenrenir la
Reina por una dama suya, hija del mar-
qués Spínola, que lo pidió, le sucediera
mucho mal, porque un criado descubrió
unos cofres de joyas y dineros que tenian
escondidos. Quisieron sacar al D. Agustín
de casa del Embajador de Francia; defen-
diólo, hablando á su Majestad, y como
deudos del marqués Spinola, y el dicho
Marqués escribió á Cario Strata acomó-
dase estos negocios, y con esto él y Juan .
Lúeas y Vicencio Squar^afígo lo hacen,
concertándose con las partes, y su Majes-
tad le dio licencia al dicho D. Agustín
Fiesco, para que labrase doscientos mil
ducados de vellón dentro de un año, que
por lo menos todos cobraran, siendo me-
nos la pérdida.
Murió Fray Plácido de Tosantos, Obis-
po de Zamora; murió Mardones, fraile
dominico, Obispo de Córdoba. Al mar-
qués de la Hinojosa se le ha mandado no
entre en la Corte y diez leguas alrededor.
De Flándes llegó correo á siete deste mes
de Septiembre, como el conde Enrique de
Bergas habia tomado á los holandeses el
Ducado de Cleves y su provincia, que era
todo del Principado de Orliens, que como
murió sin heredero, le tomaron los de las
Islas. Al Licenciado Márquez Cisneros,
3O0 CARTAS M
Oidor de la Contaduria, hizo su Majestad
Regente de Sevilla; á su hijo de Gilimon
de la Mota le hicieron Alcalde de los hijos-
dalgo de Granada. En esta Monarquía han
sucedido casos prodigiosos, como ha sido
lo del hereje en San Felipe, de que se
imprimieron algunas relaciones, y des-
pués la Inquisición las mandó recoger;
luciéronse muchas procesiones el dia del
octavario. En San Felipe se hizo otra pro-
cesión general alrededor de la Iglesia,
donde se halló su Majestad con los Con-
sejos; y después sus Majestades, domingo
y lunes de la Magdalena, hicieron en Pa-
lacio su fiesta, y la mayor que los nacidos
han visto, ni se verá, disponiéndola desta
suerte: habiendo adornado todos los cor-
redores altos de los dos patios, en el de la
Reina estuvo su altar, que en riqueza de
diamantes y forma del se llevó el nombre;
tendría, con voto de todos, tres millones.
Enfrente estaba el del Infante Cardenal,
á cuyo adorno asistieron los Teatinos. La
escalera principal se cerró, haciendo un
tablado en ella y un altar que se andaba
alrededor á cuatro haces, habiendo traído
del Escuríal los frontales y reliquias para
su adorno^ y en medio, de bulto, San Pe-
dro teniendo una columna, y encima la
Fé, que fué una figura que llaman Mecina,
ANDBES OB MENDOZi. 3PI
que la dicha ciudad la presentó al Rey
nuestro Señor, Felipe II, y la dio al Es-
curial, que es de oro y plata, que se esti-
ma en doscientos mil ducados. En los cor-
redores del Rey, nuestro Señor, estaba
otro de la señora Infanta, á cuyo adorno
asintieron los Clérigos menores, cosa su*
períor; lo que habia en frente era el que
propiamente era del Rey, con sola una
Custodia grande de piedras de ágatas,
que el de Osuna envió al Rey nuestro Se-
ñor, Felipe III, de Ñapóles, y encima pu-
sieron aquellas grandes reliquias de nues-
tra redención que están en la flor de lis,'
que son un pedazo del Inincrucis con un
Cristo de lo propio, que hizo San Geróni-
mo, y luego un clavo: en esto pasmaba la
Corte. Fué la procesión por la tarde; sa-
lieron de luto los Reyes por sentimiento
de lo pasado. Todo lo referido se estuvo
los dos dias dichos para que la Corte lo
viese, habiendo guardas la noche y dia;
la entrada fué dificultosa, que fué por la
escalerilla de la portería de las damas, y,
visto la confusión, se mandó que, sin per-
juicio del altar, se quitasen unas tablas^
para que por la escalera grande sólo baja-
sen y por la chica subiesen: con que aca-
bo con lo dicho.
Habiendo el propio dia sucedido á
30? CARTAS DB
la misma hora en Santa Bárbara llegar
un loco y arrebatar el Santísimo Sacra-
mento de las manos al Sacerdote cuan-
do le iba á alzar, como sucedieron en-
trambas cosas en un día, estaba la Corte
atemorizada; probósele serlo, y que vivía
allí cerca, y que era aguardientero; dió-
sele cárcel perpetua, aunque estaba loco.
Con estas cosas se pusieron sus Majesta-
des luto, y en ocho dias no se represen-
tó, ni hubo mujeres públicas. Diéronse
muchas limosnas. Todos los monasterios
ayunaron con disciplinas y procesiones,
descubriendo después el Santísimo Sacra-
mento; y los dias primerps se cubrieron de
luto los dos altares: casos dignos de per-
petuas lágrimas. Habiéndose dado la ma-
yordomía del Rey, y acetádola el duque
de Arcos, se excusó por el accidente de la
gota que le sobrevino. Nombró su Majes-
tad por Embajador ordinario de Francia
á D. Fernando de Toledo, señor de Higa-
res. Llegó correo de Sicilia, avisando
como habia mejorado Palermo y Trápana
de la peste. Murió D. Pedro Fernandez de
Mansilla, Oidor del Consejo de las Indias.
Llegó extraordinario del Brasil como el
Obispo con alguna gente se defendía de
los holandeses, y no los dejaban campear,
matándoles mucha gente; están esperan-
ANDBIS DB MBHDOIA. 303
do el socorro para acabar de echarlos.
Murió el duque de Osuna de sus enfer-
medades, y tan en Dios, que es para dar mil
gracias de tan grandes maravillas. Depo-
sitóse de secreto en San Felipe, j á otro
dia se hicieron sus exequias, habiendo
colgado toda la iglesia de luto. Hízose un
tümbulo muy alto con ocho gradas, en la
última una almohada con el Tusón. Acu-
dió este dia toda la Grandeza de la Corte,
y á su novenario su casa cada dia con
grande ostentación; el primero y el últi-
mo dijo la Misa de Pontifical el Inquisi-
dor mayor, no hubo sermón, y al tercer
dia fué su hijo el Duque con grande acom-
pañamiento á besarle la mano á su Ma-
j[,estad, al cual mandó cubrir. Murió Garci-
perez de Araciel á veintinueve de Setiem-
bre con las honras del mundo, que por sus
trabajos y cuidados en servicio de su Ma-
jestad le hizo, haciéndole Vicecanciller de
Aragón y del Consejo de Estado; y, lleván7
dolé estas mercedes, respondió que ya
no estaba para cosas del mundo, sino para
dar cuenta á Dios de su vida. Llegó la
beatificación del santo Francisco de Borja,
de la Compañía de Jesús, y los Borjas hi-
cieron una máscara para alegrar la Corte,
con que se regocijó. El preñado de la
Reina, nuestra Señora, se deshizo, ha*
309 CAITAS DE
la misma hora en Santa Bárbara llegar
un loco y arrebatar el Santísimo Sacra-
mento de las manos al Sacerdote cuan-
do le iba á abar, como sucedieron en-
trambas cosas en un dia, estaba la Corte
atemorizada; probósele serlo, y que vivia
allí cerca, y que era aguardientero; dio-
sele cárcel perpetua, aunque estaba loco.
Con estas cosas se pusieron sus Majesta-
des luto, y en ocho días no se represen-
tó, ni hubo mujeres públicas. Diéronse
muchas limosnas. Todos los monasterios
ayunaron con disciplinas y procesiones,
descubriendo después el Santísimo Sacra-
mento; y los dias primerps se cubrieron de
luto los dos altares: casos dignos de per-
petuas lágrimas. Habiéndose dado la ma-
yordomía del Rey, y acetádola el duque
de Arcos, se excusó por el accidente de la
gota que le sobrevino. Nombró su Majes-
tad por Embajador ordinario de Francia
á D. Fernando de Toledo, señor de Higa-
rés. Llegó correo de Sicilia, avisando
como habia mejorado Palermo y Trápana
de la peste. Murió D. Pedro Fernandez de
Mansilla, Oidor del Consejo de las Indias.
Llegó extraordinario del Brasil como el
Obispo con alguna gente se defendía de
los holandeses, y no los dejaban campear,
matándoles mucha gente; están esperan-
AN0BE8 DB MENDOZA. 3O5
tros, que está en lo de Breda, vá muy
adelante, que para Navidad estará rendida
la dicha fuerza. El duque de ISIeoburg y
eleves y Tulieris, poten^te^do de 'A-k^st-
nia, de quinientos mil ducados de renta, y
cuñado del duque de Baviera, entró en est«
Corte á los siete de Octubre, y, ya en ella^
se buscan nuevas grandezas de recebimiea^
tos, pues el suyo ha sido el más grandioso
que se ha visto, habiendo salido el cpnde
de Olivares á caballo con toda la Grande-
za desta Corte á la puerta de Fuencarral,
llevándole á Palacio, de donde salió de
noche, teniendo todos prevenidas hachas;
que desde Palacio á San Gerónimo, donde
fué aposentado en el cuarto de su Majes-
tad, habría más de quinientas, llevándole
el Conde á la mano derecha. Tratóle su
Majestad de dirección, como trata el Em-
perador á los Electores; viene á la ligera
con ochenta personas, á tratar de sus Es-
tados, como el Rey se los quitóla las Islas
por las fuerzas, por estar entre la Frisa y
holandeses: es católico y acepto al Empe-
rador. Llegó correo de Milán, del duque de
Feria, que habia llegado el Archiduque
Carlos y bajaba á Genova á embarcarse,
y que el dicho Duque habia enviado á Cer-
deña por el tercio que estaba alojado de
dos mil españoles, por las premisas que
10
304 CilITAS DI
biéndole bajado á los últimos de cuatro
meses. Llegó la nao de la India de Portu-
gal, con cuatro millones de mercaduría, á
Lisboa en salvamento. Murió también en
este dicho mes el Padre fray Simón de
Rojas, confesor de la Reina, nuestra Se-
ñora, arrebatándole Dios con una prope-
gia, durando dia y medio sin volver en sí;
y fué tan grande el sentimiento de sus
Majestades y la Corte de su muerte, que
ei dia de su entierro fué necesario enviase
el Rey su guarda, por el concurso tan
grande y aplauso desta Corte á quitalle los
hábitos, tocar rosarios, que todas las reli*
giones doce dias por su orden le han dicho
su Misa y sermón, predicando las grande-
zas y milagros que Dios obró por su sier-
vo, que tan ocultas estaban; y el dia del
Padre Florencia fué cosa espantosa el con-
curso: tiénese por cierto se verá presto
su beatificación. Sus Majestades enviaron
por sus hábitos, y no hay lugar para es-
crebir las grandezas deste siervo de Dios.
El Condestable de Castilla se casó con
doña Isabel de Guzman, hermana del mar-
qués de Toral, menina de la Reina. Todo
esto se ha platicado en la Corte.
De Flándes se escribe que el Francés
envió cuatro mil hombres á las Islas y el
inglés seis mil, y que el cerco de los núes-
ÁKDRB8 DI MENDOZA* 307.
de Cartagena en el doctor D. Matias Sua-
rez de Meló. La Tesorería de Santa Marta
en Antonio de Fuentes. Una canongía de
la Iglesia de la Concepción de Chile en
Francisco de Espinosa Caracol. De lo que
fuere sucediendo ofrezco á Vmd. trasla-
do, etc. Guarde Dios á Vmdt
CUANDO las Indias no debieran otra
cosa á España que el aprieto y
congoja en que la han tenido este
año, por la falta de sus avisos, no se lo
pagaran con el Cerro de Potosí; dos que
vinieron de la Nueva-España tuvieron tan
buena suerte, que sus dos Capitanes eran
moriscos encubiertos, y así, en doblando
el Cabo, se fueron á Zalé á descansar con
sus padres y abuelos, dejándonos acá so-
plando las manos y mesando las barbas.
Esto se vino á saber por los desdichados
que con ellos venian y quedaron cautivos,
que avisaron de la traición y engaño con
que fueron llevados allí. Del Pirú sólo un
aviso vino, y ese con tan pocas cartas,
que es como si no viniera. Pof San Juan
se despachó de aquí otro aviso para que
partiese en conserva de la flota de Nueva-
España, y el orgullo del que le llevaba fué
tal, que salió la noche antes y al medio
dia siguiente estaba en poder de los moros,
que, en compañía de los moriscos, está
310 CARTAS DE
sembrada la mar de sus bajeles. Entre los
despachos que llevaba, el que más pena
me dio que se perdiese fué el titulo para
dar el hábito de Santiago á D. Antonio
de las Infantas, caballero muy calificado
de Córdoba, que pasó en compañia y ser-
vicio del señor marqués de Guadalcázar;
pero ahora va y más seguro.
Fuerza es tomar la corriente de atrás
en esta relación, que menos importa que
se lean dos veces unas nuevas que no que
se dejen de saber. Digo, pues, 'señor, que
en este año hemos sido atormentados y
amenazados de Inglaterra y su armada
tan valientemente, que cada dia temíamos
una gran ruina en nuestros puertos; pero
su Majestad, Dios le guarde, y el señor
conde de Olivares los proveyeron tan con
tiempo como convenia para resistir á tan
poderosa armada, y es sin duda, que á
ningún puerto llegara que no llevara en
caperuza. Pero nuestro miedo era mayor
que su poder, si bien temíamos que todo
él se ordenaba á coger los galeones de la
plata, con que ellos quedaran tan pujantes
y nosotros perdidos para siempre. Llegó,
pues, el dia de Todos-Santos la armada
de Inglaterra sobre Cádiz á boca de noche,
que como ya tenían conocida su playa, no
quisieron probar otra. Esta plaza estaba á
ANDRRS DE HBNDOIA. 311
cargo de D. Fernando Girón, Consejero
de Guerra y Estado de su Majestad, y tan
gran soldado cual para tal empresa con-
venia. Al punto que se descubrieron más
de cien veias^ que fué á la boca de noche,
despacharon á toda España, y el duque de
Medina con toda la Andalucía, y de la
Corte, no quedando hombre de capa ne-
gra, se juntó el mundo todo en Cádiz y en
Jerez. El enemigo (por abreviar) echó en
tierra hasta cuatro mil hombres^ ganó un
fuertecillo que estaba en el Puntal con
sesenta hombres y cuatro tiros de artille-
ría, que se dieron á partido porque no
tenian defensa. Empezaron á atrinche-
rarse y el tiempo y aguas á hacerles
guerra, de manera que aunque estuvieron
allí ocho dias^ en que no les fué bien en
alguna^iescaramuzas, viendo los nuestros
que con priesa se iban embarcando y reti-
rando, dieron sobre ellos, y sin resistencia
mataron más de cuatrocientos, sin otros
tantos que debieron de ahogarse con la
priesa del huir. Cogiéronles mucho baga-
je, cuatro piezas de batir y cantidad de
caballos, que para tirar dellas habian
echado en tierra; fué gran desconsuelo
para la nuestra verlos hacer á la mar, por
parecer iban en busca de los galeones,
que ya por horas se esperaban. Pregonóse
312 CAnTAS DI
en Sevilla y Lisbos^ que el que alcanzase
á ayisar al de Cadereyta le darian seis mil
ducados, y al segundo que llegase cuatro
y al tercero dos; con que partieron de
ambos puertos arriba de cuarenta cs^ra-
belas, y la fortuna de España estuvo en
que ninguna le encontró. No se supo de
la armada enemiga en muchos dias, y por
esto se entendía habla pasado á las Indias
ó habia ido sobre alguna isla; ahora se ha
sabido llegó á su puerto con cincuenta
bajeles, todos destrozados y perdidos, y
el que más gente llevaba eran diez hom*
bres, toda la demás gente y bajeles se
piensa los tragó la mar, porque vivos ni
muertos no se sabe dellos, ni Dios per-
mita que parezcan. A D. Fernando Girón
hizo su Majestad títuU por los servicios
desta ocasión, que fueron notables. Es-
tando, pues, en este aprieto á veintinueve
de Noviembre, llegó á boca de noche el
de Cadereyta á Cádiz, sin haber encon-
trado carabela amiga que le avisase del
peligro, ni bajel de enemigo que le turba-
se, por lo cual su Majestad cristianísi má-
mente mandó se dotase en toda España,
á veintinueve de Noviembre, una fíesta
al Santísimo Sacramento, por la gran
merced que este dia hizo á toda la Cris-
tiandad.
AN0RÍ8 OB MENDOZA. 3I3
Don Fadrique volvió del Brasil tan
derrotado, que ni vaso ni soldado pudo
servir en esta ocasión. En Lisboa estaban
cuarenta y cinco galeones por cuenta úc
Tomás de Larraspur y D. Alonso de Mü-
gica; á estos no les pareció iguales armas
para salir al enemigo, ni para desamparar
el puerto, donde, si no estuvieran, se te-
mieron iría á dar. Al de Cadereyta, por la
buena fortuna y diligencia deste hecho, le
hizo su Majestad Mayordomo de la Reina,
y recibió una hija por Menina, con la su-
cesión del virreinado de Méjico.
Los treinta navios que al salir del Bra-
sil encontró D. Fadrique, que enviaba el
holandés de socorro, y se le desaparecie-
ron, dieron sobre Puerto-Rico, donde es-
tán hechos fuertes, y mucho más los nues-
tros en la fortaleza del castillo con cua-
trocientos soldados y socorro que de San-
to Domingo le envian cada dia: mujeres y
niños y hacienda se retiraron la tierra
adentro, donde dicen están seguros. Aho-
ra parte D. Juan de Andrada Colmenero,
General del mar del Sur, y de camino,
con la armada que para allá lleva, pa-
gará de contado la buena obra que en
Puerto-Rico están haciendo los holan-
deses.
Mientras el enemigo estaba en Cádiz,
314 G1ETA8 DB
la señora Infanta, en Flándes, ha hecho
gran daño á los holandeses é ingleses
destruyéndoles las pesquerías, que eran
todo su sustento.
La guerra de Genova ha tenido felice
suceso, porque pudiendo el de Saboya en-
trar á pié enjuto, y hacerse señor de todo
su Estado, cuando llegó á seis leguas de la
ciudad, después le han hecho retirar mal
dé su grado, adonde no alzará cabeza ja-
más.
Su Majestad justamente ofendido del
ingrato y ruin trato del Príncipe de Ga-
les, ya Rey de Inglaterra, tiene toda Es-
paña en arma^ y ha hecho plaza dellas en
Llerena, donde está D. Agustín Mexía asis-
tiendo con D. Diego Mexía, primo del de
Olivares; y dicen que á la vuelta de Ara-
gón, donde su Majestad hoy está, se ven-
drá allí á hacer una valiente armada y ejér-
cito, para obligar al enemigo á que guarde
sus puertos, y no inquiete los nuestros.
Un dia después de los Reyes partió su
Majestad á las Cortes de Monzón á la li-
gera, que sólo un coche de muías llevaba,
y en seis dias se puso en Zaragoza, donde,
Martes á catorce, entró con palio. Hizo
una acción tan soberana, que quedan lo-
cos de contento todo aquel Reino: Pasan-
do por el castillo donde estaba el presidio
AÜDBES DE MENDOZA. 315
que SU abuelo puso (ignominia de aquel
Reino) preguntó al Jurado en Cap, que lle-
vaba á su lado: «¿Qué edificio es este?» —
«Señor, el presidio que su abuelo de vues-
tra Majestad puso cuando la pesadumbre
desta ciudad.» Volvió al conde de Oliva-
res y dijole: «Conde, quitad este presidio
que no quiero que á vasallos tan leales
de hoy más se les haga esta vejación.»
Fué tan grande el ruido y alboroto del
pueblo por calles y ventanas, que no se
oyó otra cosa que un clamor público,
jVIVA EL REY! hasta que entró en pa-
lacio.
El dia antes que partiese de Madrid
dejó proveído el oficio de Pedro de Le-
desma, Secretario de Indias, en Antonio
González de Legarda, contador que solía
ser. Ledesma fué tras de su Majestad, que
le hizo del Consejo de Indias, con que
queda consolado del primer golpe.
Al Sr. D. Juan de Villela hizo su Ma-
jestad de Consejo de Estado y mandó en-
tregar los papeles que Ciriza tenia, y los
que por muerte de D. Andrés de Prada
estaban sin dueño, señalándole los gajes
de ambos secretarios. Llévale consigo esta
jornada para valerse de su entendimiento,
con titulo de Superintendente, para todos
los negocios graves que en aquellos tres
314 G1ETA8 DB
la señora Infanta, en Flándes, ha hecho
gran daño á los holandeses é ingleses
destruyéndoles las pesquerías, que eran
todo su sustento.
La guerra de Genova ha tenido felice
suceso, porque pudiendo el de Saboya en-
trar á pié enjuto, y hacerse señor de todo
su Estado, cuando llegó á seis leguas de la
ciudad, después le han hecho retirar mal
dé su grado, adonde no alzará cabeza ja-
más.
Su Majestad justamente ofendido del
ingrato y ruin trato del Príncipe de Ga-
les, ya Rey de Inglaterra, tiene toda Es-
paña en arma^ y ha hecho plaza dellas en
Llerena, donde está D. Agustín Mexía asis-
tiendo con D. Diego Mexía, primo del de
Olivares; y dicen que á la vuelta de Ara-
gón, donde su Majestad hoy está, se ven-
drá allí á hacer una valiente armada y ejér-
cito, para obligar al enemigo á que guarde
sus puertos, y no inquiete los nuestros.
Un dia después de los Reyes partió su
Majestad á las Cortes de Monzón á la li-
gera, que sólo un coche de muías llevaba,
y en seis dias se puso en Zaragoza, donde,
Martes á catorce, entró con palio. Hizo
una acción tan soberana, que quedan lo-
cos de contento todo aquel Reino: Pasan-
do por el castillo donde estaba el presidio
ANDBBS Vt MENDOZA. 317
Murió la Condesa de Chinchón sin dejar
hijos; y ahora en Toledo, en desafio, un
mercader mató á D. Pedro de UUoa, mozo
de veintidós años, hijo de D. Antonio de
Ulloa y de doña Inés Bazan. Murió Juan
de Gamboa del Consejo de Hacienda; mu-
rió D. Bernabé de Vibanco y dejó toda la
hacienda á las monjas del Caballero de
Gracia; murió el hermano del conde de
Salazar en Flandes, y ahora un hermano
de la señora doña Francisca de Tabara,
dama de Palacio. Murió D. Sancho de
Avila, obispo de Plasencia.
Canonizaron á Santa Isabel, reina de
Portugal. Beatiñcaron al padre Francis-
co de Borja, de la Compañía de Jesús,
porque se han hecho en esta Corte mu-
chas fiestas y procesiones. Expidió Su
Santidad breve para que ningún Santo
colocado destos tiempos quedase con
altar.
Juraron en Alemania al hijo del Em-
perador por Rey de Romanos, con que se
ha publicado el casamiento de nuestra
Infanta María con él, que estará un poco
mejor que con el de Gales, cuya jornada
dicen hace, y la lleva D. Diego de Guz-
man, Patriarca que era y hoy Arzobispo
de Sevilla. Hasta ahora no hay cosa cierta
en esto, sólo lo es el casamiento.
3lS CAITAS DI
La ciudad de Breda, cuyo cerco duró
tanto tiempo, en Flandes, se rindió á par-
tido, y fué la señora Infanta á tomar po-
sesión con el general regocijo de toda
España, por ver libre al ejército para acu-
dir á ios enemigos, que por tantos cami-
nos nos desean hacer pesares. Otros su-
cesos de guerras particulares ha tenido
buenos esta Corona, y el Emperador aven-
tajadísimos contra los herejes, que por
.no hacer larga esta relación lo dejo de
decir.
£1 dia de San Agustin se tocó la cam-
pana de Velilla, en Aragón, por tres días,
en diversas veces, y se dice que al tiempo
. que se tocaba echaba como unas centellas
de fuego, señalando hacia las partes de
Francia; estuvo mucha gente que concur-
rió á ver este espectáculo, y el Virey de
Aragón, D. Fernando de Borja, que envió
á esta Corte testimonio desto. Bien hemos
visto el gran peligro que nos amenazaba;
el ordinario es tocarse cuando se fabrica
alguna traición contra España.
El reino y todos los vasallos, viendo á
su Majestad tan apretado y con tanto
enemigo, en esta ocasión le han socorrido
valientemente; ellos, con donativo más
de lo que sus fuerzas pueden, pero no
como pide su obligación, él, dando poder
ANDBB8 DB MENDOZA. 319
para que cargue sobre los millones qui-
nientos mil ducados de renta, con que ya
vienen á quedar perpetuos. La Señoría de
Genova dicen ha hecho un gran donativo,
fuera de otro empréstito, reconocida del
gran bien que en esta ocasión de España
ha recibido. Aquí llegó un Embajador suyo
á dar las gracias, y antes de verle la cara
se murió.
El Cardenal Zapata, mi señor, aceptó
el gobierno de este Arzobispado, tan hi-
dalgamente, que señalándole el Infante
Cardenal doce mil escudos de gajes, no ha
querido aceptar un real ni reservar para sí
provisión ninguna, sino que su Alteza sea
dueño de todo, con que ha hecho gran
bien á esta República y al estado ecle-
siástico.
Cayó de su privanza y oñcio Antonio
de Losa, ayuda de cámara de Su Majes-
tad, y entró en todo D. Antonio de Men-
doza, su compañero, por una cosa bien
niña y que esperamos tendrá remedio, por
ser muy buena persona el caido y muy
bien quisto, si bien no lo es menos el que
en su lugar ha entrado.
Hizo Su Majestad merced de volver la
Alcaidía de la Alhambra al marqués de
Mon dejar, que los años pasados le habian
quitado. Dio título de Conde á D. Fran-
320 CABTáS DB ANDBE8 DB Jl&MDOZA,
cisco de Eraso, y á D. Francisco Dávila,
primo-hermano del de Olivares, y al señor
de Valdonquillo, y á D. Antonio de Cór-
dova, y á D. Pedro Niño, el de Toledo.
La Comisaria de Cruzada al Arzobis-
po de Zaragoza. Capellán y limosnero á
un hermano del duque de Medina.
Al marqués de Charela han dado título
de España, y en Zaragoza presentó la
ciudad una bolsa con diez mil escudos á
su Majestad y un sin número de cosas de
comer. A 23 deste quitó su Majestad todo
el Consejo de Hacienda y Tribunal jác
Contaduría mayor, y ha puesto de nuevo
á D. Francisco Dávila, á D. Juan de Casti-
lla, á D. Francisco de Boorques, hijo del
Oidor, y sólo quedó Ipeñarrieta. Esto es
lo más digno de memoria que al presente
puedo avisar en esta relación, que se im-
prime á los 27 de Enero de 1626.
CARTA DÉCIMASÉTIMA.
A 7 de Enero deste año 16261 partió
su Majestad desta Corte á Zarago-
za, llevando en su compañía al se-
ñor Infante D. Garlos y algunos Grandes,
Titulados y Caballeros, así de los Conse-
jos de Elstado y Guerra, como de su casa.
Siguióle también el Consejo de Aragón y
parte de los soldados de las tres guardas;
los sucesos de la jomada y d^ la» tres
Cortes saldrá impreso. Todo se concluyó
brevemente, y su Majestad volverá á esta
Villa muy presto á dar orden en las cosas
de paz y guerra, porque el Palatino, como
despojado de sus Estados, convoca á todos
los Príncipes herejes para que le ayuden
á cobrarlos. Con este color han hecho los
herejes una gran liga, que toda ella cons-
pira contra España y casa de Austria,
por ser freno de sus diabólicas intencio-
nes y trazas; en ella entran el Rey de In-
glaterra, cuñado del Palatino, el de Dina-
si
322 CARTAS OB
»■.'
marca, el de Suecia, el duque de Saboya,
duque de Pomerania, Bethlengabor, tirano
de Transilvania; los holandeses, venecia-
nos, y algunas ciudades Anseáticas de Ale-
mania. Los desta liga enviaron Embajado-
res al Turco para impedir las paces con el
Emperador, y al fin se concluyeron por
diez años.
El de Dinamarca empezó luego á po-
ner en ejecución lo capitulado con los de
la liga herética (que ellos llaman de la
Reltgion), y levantó por la primavera de
625 un ejército de veinte mil hombres y diez
mil caballos; y, marchando hacia el Palati-
nado, el conde Tilli, Capitán general del
duque de Baviera, y General del Ejército
de la Liga Católica, le salió al encuentro
y le desbarató dos veces, y en la una mató
al duque de Saza, pariente muy cercano
del duque de Sajonia, el cual se había re-
conciliado tres veces con el Emperador.
Últimamente vino nueva, en 15 de Di-
ciembre de 625, que el conde de Tilli
pasó á cuchillo diez y siete compañías de
caballos y mucha infantería en una bata-
lla que se dieron; cogió el Estado deBrans-
uic y el de Alberstat,^uyo Obispo mató,
y quedaba haciendo una fortaleza muy
grande en la junta del rio Rhin y Mosa,
con que quita el comercio á los holán-
áN»RI¿S de MENDOZA. 323
deses con las ciudades Anseáticas y otras
tierras del Imperio, que les importa gran
suma cada año.
El de Inglaterra casi al mismo tiempo
estaba aprestando una gruesa armada de
ciento treinta navios, y, por no declararse
por enemigo, puso en todos los navios las
armas del Palatino. Tardóse mucho en sa*
lir, con ocasión de una gran peste que hu-
bo en Inglaterra; en el ínterin hubo tiem-
po para fortificar los puertos y fronteras
destos Reinos, á donde su Majestad hizo
llevar municiones y conducir gente. Hicié-
ronse muchos galeones nuevos, de los
cuales es General Tomás de Laraspuru, y
son más de sesenta fuera de los que don
Fadrique trujo de la toma del Brasil. Los
catorce son del Reino de Portugal, decio-
cho de Vizcaya, nueve de los flamencos
de Sevilla y los demás de su Majestad.
Acabada de apercibir su Armada el
Ingles en el puerto de Plemoa, la despa-
chó en 24 de Octubre, y tuvieron tan feliz
viaje, que llegaron á Cádiz víspera de
Todos-Santos; y, aunque la señora Infanta
despachó luego correo, llegó antes el ene-
migo, con que turbó notablemente la ciu-
dad de Cádiz. Tocaron á rebato^ y acu-
dieron luego los de Xerez y otros pueblos
á la puente de Zuazo, y la defendieron
524 CAATiS »R
valerosamente; don Feraando Girón puso
luego la gente de Cádiz en orden para re-
sistirlos. Lo primero que hizo el enemigo
fué batir el fuerte del Puntal^ y ae apode-
raron presto del por faltar la munición á
los nuestros; echaron en tierra mucha
gente, caballos y artillería. Al segundo
dia se comenzaron á atrincherar, y estu-
vieron algunos dias sin hacer nada por lo
mucho que Uovia. En el ínterin llegó gran
multitud de gente de todas partes; toda la
nobleza desta Corte fué, y algunos en ma-
chos de albarda por oo hallarse otra cosa.
El duque de Fernandina, General de
las galeras de Sicilia y Ñapóles, se reco*
gió al Puerto de Santa María, donde el
primer dia pasó á vista de los enemigos
seis cientos hombres á Cádiz, y después
todo lo necesario. El duque de Medina-
Sidonia ha andado muy liberal en esta
ocasión, dando á todos los soldados un
real cada dia; y la santa Iglesia de Sevilla
daba cada dia cien fanegas de pan cocido á
los cercados, á que acudió un canónigo. De-
sesperados losinglesesde hacer nada, al oc-
tavo dia se quisieron embarcar; acometió
D. Fernando Girón á cinco rail dellos con
seis cientos soldados de los nuestros, y les
pegaron con tanto denuedo, que mataron
más de doscientos, y se ahogaron muchos
ÁNDBBS DR MENDOZA. 315
Con la priesa con que los hadan embarcar.
Salieron de la bahía en busca de la
flota, la cual venía á reconocer en el mis-
mo tiempo el Cabo de San Vicente, como
los enemigos; fué Nuestro Señor servido
que se levantase una borrasca que echó
los nuestros hacia África, y los enemigos
á otra parte, y fué milagro no verla, por-
que pasaron medio grado una armada de
otra. La nuestra llegó libre á Cádis cua-
tro dias después de salido el enemigo, sin
haber encontrado aviso alguno de más
de cuarenta que le despacharon. Lo que se
ha sabido pretendian los Ingleses era co-
ger los navios de D. Fadrique, que sabian
venian derrotados del Brasil, y después á
Cádiz, y hacerse fuertes en aquella ciudad,
para desde allí, con socorro de otras par-
tes, conquistar á Andalucía, que les pare-
cía no tenía dificultad. Su Majestad ha
sentido en extremo este desacato, por
haber venido los Ingleses como piratas»
sin denunciar guerra, y por la ingratitud
de aquel Rey, á quien acarició y regaló
tanto en esta Corte. Quíntase gente muy
apriesa en toda España, y se hacen galeo-
nes en muchas partes, que su Majestad dice
quiere hacer una gruesa Armada para en-
frenar á los herejes; y en orden á esto ha
hecho las provisiones siguientes: Al In-
326 GABTA8 DB
fante D. Carlos, Generalísimo de mar y
tierra; al conde de Olivares, Capitán ge-
neral de la caballería; á D. Agustín Mesia,
Capitán general de todo el ejército; por
Proveedor y Comisario general á Juan de
Pedroso; plaza de armas en Llerena de
Extremadura; á D. Diego Mesía*, primo
hermano del conde de Olivares, Maestre
de Campo general; á D.Pedro de Toledo,
á Barcelona por Capitán general de mar
y tierra; al marqués de Belmar, á Aragón
á conducir un tercio; al marqués de los
Vele2, á Murcia por Capitán general; al
conde de Lemos á Galicia, y al conde de
Santisteban á levantar gente en el Obis-
pado de Jaén y Reino de Granada. Su
Majestad ha mandado que todos los Obis-
pos, Comendadores y Caballeros de las
Órdenes tengan á pui>to las lanzas que
tienen obligación de dar.
£1 de Suecia levantó en Junio pasado
de 625 un ejército de veinte mil hombres;
al mismo tiempo se previno el Polaco, su
vecino, juntando mucha gente de cosacos
y polacos para defenderse. Presentóle la
batalla, desbaratóle y le mató mucha gen-
te, y prendió á muchos señores Suecos; y
ocho navios de guerra que enviaba el Rey
de Suecia al de Dinamarca, con una tem-
pestad, se derrotaron y perdieron.
ANDRBS DB MENDOZA. 327
El duque de Sabóya, con ayuda de
Francia y de los Venecianois (los cuales
le dan del tesoro de San Marcos cien mil
ducados cada mes), pretendió coger á Ge-
nova y saquearla, que dicen es la bolsa de
España. Hiciéralo, si el duque de Feria,
Virey de Lombardía, y el marqués de
Santacruz, General dé las Galeras de Sici-
lia y Ñapóles, no se lo impidieran, porque
habia cogido toda la campaña del Ginove-
sado. Echáronle luego della, y le han des-
truido gran parte de los lugares abiertos
del Piamonte. Cercóle el duque de Feria
la ciudad de Berma, y, por haber llovido
mucho y ser el principio del invierno, le
fué forzoso retirarse; hízolo con grande
destreza y ardiz, enviando lo primero la
artillería á Milán por el rio Pó, y, que-
riendo retirar la infantería, dejó ochocien-
tos caballos en emboscada. Viendo Iqs cer-
cados ir la infantería, salió una gran multi-
tud dellos, y, ya que estaban cebados en
ofender la retaguardia, dieron los caballos
de repente sobre ellos, y mataron muchos,
y los demás huyeron á la ciudad. El mar-
qués de Santacruz, con la gente de las
galeras, tuvo otra refriega con el Prín-
cipe Thomas, y le desbarató y quemó tres'
lugares, habiéndolos saqueado.
El duque de Boquingan, Privado del
3^ GASTAS DE
lley de Inglaterra» fué á Holanda por No-
viembre de 625, dicen que para hacer otra
armada, para estorbar ^ los navios de
Donquerqiie las correrías j presas que
continuamente les hacen, porque con ellos
no tienen navio seguro «n aquellos mares;
para alcanzar «sto, ofirecia Boquingan á
los Estados cuarenta rail liombres, con con-
dición «que el Palatíno fuese General dellos,
y que tomasen por protector al Rey de
In^aterra. Los holandeses c^eron el pos-
te, y echaron de ver no pretendían otra
cosa que hacer Señor de Holanda al Pa-
latino, con lo cual le despidieron sin efec-
tuar nada. El duque de Pomerania envia-
ba seis mil hombres de socorro al Rey de
IHnamarca, tuvo aviso el Polaco, y puso
mucha caballería de cosacos en celada, y
los pasaron á cuchillo casi todos.
Salida la armada de Inglaterra, que-
daron sesenta velas holandesas en el Canal
para estorbar la salida á los nuestros de
Dunquerque, pero Nuestro Señor ñié ser-
vido de enviarles una tempestad tan gran-
de, cual jamás han visto los vivos en
aquellas partes, que excepto á cinco, to-
dos los demás hundió, con lo cual los de
bunquerque tuvieron el paso libre, y fue-
ron á la pesquería de Noruega, donde co-
gieron dos navios de guerra de holande-
ANDBÍS M VtÜDOZA. jiQ
ses y hundieron más de cuatrocientas bar-
cas ^ue estaban asidas unas con otras tes-
didas las redes, muy descuidadas. Desde
allí tomaron su derrota á la otra pesque-
ría que los ingleses y holandeses tienen en
Terranova, donde hallaron tres navios de
guerra en guarda de las barcas, y á todas
las hundieron, y de los tres navios uno
cogieron, el otro huy6, y el tercero por
no rendirse se quemó. Con lo cual se vol-
vieron á Flándes cargados de despojos, y
trajeron algunos capitanes muy afamados
de los holandeses; y dicen importa la
pérdida más de tres millones. Todas las
ciudades de Flándes, con licencia de su
Majestad^ arman navios, y los de Ostende
cogieron en 8 de Diciembre de 625 dos
navios de Ingleses, uno cargado de mer-
cadurías y otro de guerra con seiscientos
soldados y cuarenta piezas, que era la
estafeta de aquellas partes.
En 8 de Enero de 626 vino nueva que
el marqués de Santa Cruz, con los solda-
dos de Genova, cogió al Saboyano tres
lugares: á Ormea cogieron de repente, y
los soldados se recogieron al castillo, y
viendo no les iba socorro, se rindieron;
Garesio y Cheva fueron puestos á saco, y
viendo el Marqués no los podia sustentar,
les hizo arrasar las murallas.
330 CABTAS DE
En 20 de Enero vino nueva que los
Caballeros de Malta cogieron un galeón
turquesco con gran suma de mercaderías,
y que Su Santidad había beatificado al
santo fray Feliche de Gantalicio, religio-
so capuchino; y que el Emperador estaba
en Hungría, teniendo Cortes en aquel
Reino, y que coronaron á su hijo por Rey,
con grandes fiestas y regocijos. Y propo-
niéndoles su Majestad Imperial cuatro,
para que escogiesen uno por Palatino, es-
cogieron al conde Estrasi, que no fué
ocasión de menor alegría, por ser gran
católico y hombre de grandes partes; y á
petición de su Majestad Imperial volvie-
ron á las iglesias las haciendas que les te-
nian usurpadas los herejes.
En 21 de Enero vino aviso de Ingla-
terra que la Armada inglesa habia llegado
muy mal parada. El mismo día vino nue-
va que los cosacos del Rey de Polonia y
los tártaros hicieron una grandiosa cor-
rería en las tierras del Turco, y trujeron
muchos despojos y cautivos; y que yendo
ciento cincuenta caballeros nobles ingleses
á holgarse la Pascua de Navidad con el Pa-
latino, que está en Holanda, los cogieron
los navios de Dunquerque, y les ha de cos-
tar el rescate mucha suma.
A D. Diego de Guzman, Patriarca de
▲NDBÉS DI NINDOZA^ 33 1
las indias, han hecho Arzobispo de Sevi-
lla, y con lo que él tenia han acomodado
los siguientes: Al Inquisidor general, don
Andrés Pacheco, dieron el Patriarcado,
con solos dos mil ducados de renta (el
cual no lo gozó, porque murió lunes 6 de
Abril á las tres de la mañana; llevaron su
cuerpo á la Puebla, donde se mandó de-
positar hasta que se acabe el convento que
dotó y fundaba en Cuenca, de Carmelitas
descalzos), y de los doce mil ducados que
SOR, han repartido los diez mil entre Car-
denales de Roma: al Arzobispo de Zara-
goza, que fué Prior del Escurial, han dado
la Cruzada: á D. Alonso de Guzman, hijo
del duque de Medina-Sidonia, Limosnero
y Capellán mayor de su Majestad, y una
canongia de Toledo que tenia el Carde-
nal de la Cueva. El Obispado de Plasen-
cia, que vacó por D. Sancho Davila, se
dio á D. Francisco de Mendoza, Obispo
de Málaga. El Oidor Melchor de Molina
ha tomado residencia secreta, desde el
año 623, á los del Consejo de Hacienda, y
há muchos dias que se rugia habian de
jubilar algunos; difiriólo su Me j estad
hasta principio del mes de Enero deste
año, que desde Guadalaxara envió las ór-
denes siguientes, que jubilaba á los del
Consejo de Hacienda siguientes: D. Pedro
\
3)t tiltAS DV
Mesía de Tobar, Juan de la Serna, Jaan
de Soria, Miguel de Peñarríeta. Los dos
Secretarios, que son Pedro de Lezama y
Juan Rodríguez Nuñez, quedan con sus
gajes. Los que entraron son los siguien-
tes: Gilimon de la Mota, del Consejo Su-
premo, por Contador mayor y con preemi-
nencias de Presidente; los demás Conta-
dores mayores son, D. Francisco Davila,
marqués de la Puebla; D. Juan de Casti-
lla, D. Antonio de Bohorques, D. Baltasar
de Álamos, y por Secretario con primer
voto Miguel de Peñarriera, y D. Juan de
Molina por Fiscal. Para el título de provi-
siones 6 libranzas se intitula dicho Con-
sejo: «A vos el mi Contador mayor, Presi-
dente y Contadores mayores de mi Con-
sejo de Hacienda;» y éstos no han de durar
más de dos años, como se declara en el
juramento que se les tomó de ñdelidad,
para que no sientan cuando su Majestad
los quiera promover 6 quitar.
A D. Juan de Villela, Presidente de
Indias, han hecho del Consejo de Estado
y Sobreestante de los Secretarios de este
Consejo; y han puesto por Gobernador
del Consejo de Indias á D. García de Haro,
hermano del marqués del Carpió, persona
de grandes partes. Al Secretario Pedro de
Ledesma han hecho Consejero de Indias,
ANDBBS DE MENDOZA. 533
y en su ofício entró Antonio González de
Legarde. En esta villa de Madrid muri6
el gran Prior de San Juan D. Diego Bro-
chero; su cuerpo fué llevado á Salamanca
al convento de los religiosos Mínimos.
Su Santidad crió en el Consistorio, eq
1 5 de Eaeroy doce Cardenales, que son los.
siguientes: A Monseñor Patriarca Caeta-
no; al Arzobispo de León, de Francia; al
Arzobispo de Praga, de Alemania; al Ar-
zobispo de Damiata, Nuncio en Francia;
al Obispo de Montefrascone, Mayordomo
de su Santidad; al Obispo de Remini, de
Venecia; al Obispo de Bergamo; al Obispo
de Gravino, Nuncio en esta Corte; al Au-
ditor de la Cámara; al Datario de la Rota;
á Monseñor Briscia, clérigo de la Cámara;
á D. Enrique de Haro y Guzman, hijo del
marqués del Carpió.
Desde i6 de Enero deste año de 626
hasta 17 de Febrero no ha cesado de llo-
ver, y han sido las avenidas de los rios
tan furiosas, que se han llevado muchos
pueblos, y en Salamanca y Sevilla fueron
los daños grandísimos, no sólo derribando
muchas casas, sino parroquias y monaste-
rios muy fuertes, de que andan relaciones
impresas.
En 18 de Febrero vino nueva de Flan-
des que los navios de Dunquerque cogie-
354 CÁtTAS DB
ron cinco de holandeses que venían de la
India cargados de ricas mercaderias, y
se aprecian en un millón.
El Cardenal Legado tomó puerto en
Barcelona con muchos Prelados y señores,
en ocasión que su Majestad se hallaba en
aquella ciudad, y le fué á recebir el nuevo
Cardenal, Nuncio de su Santidad, con gran
acompañamiento. En su compañía vino el
nuevo electo General de San Francisco,
Fray Bernardino de Sena, natural del
Reino de Portugal. La señora Infanta doña
Isabel ha enviado de Flándes por Emba-
jador al Príncipe de Gabas, conde de
Egmont, gran señor en aquellos Estados;
entró en esta Corte con buen acompaña-
miento. Tiene gran casa y ostentación, y
se entiende será de grande efecto sft em-
bajada.
Hánse proveido para el Pirú las plazas
siguientes: La Presidencia de Chile, ádon
Francisco de Yrazabal; Corregidor de Are-
quipa, á D. Pedro de Jarava; Corregidor de
Guamanga, á D. García Osorio de Valdés;
Corregidor de la Paz, á D. Antonio Mogo-
llón de Ribera; Corregidor de Truxillo, á
D. Juan de Losada; Corregidor de Yca, á
D. Diego de Cárdenas;Corregidorde Lox¿,
á D. Antonio Ortiz de Espinosa; Corregi-
dor de Cuenca, á D. Alvaro de Zuñiga;
ANDRÉS DE MENDOZA. 335
Corregidor de San Márco3 de Arica, á don
Diego Enriquez; Corregidor de Guaya-
quil, á D. Francisco de Navarrete; Oidores
de Panamá, al licenciado D. Sebastian
Alvarez de Aviles y al doctor D. Miguel
de Miñaca; Tesorero del Cuzco, á Manuel
de Guevara, que lo era de la Paz, y la Te-
sorería de la Paz^ á Fermin de Elcarte; Te-
sorero de la Concepción de Chile, á Diego
Martínez de Prado, que lo era de Tucu—
man; Tesorero de Loxa, á Agustin Delga-
do de Segovia; Sargento mayor de Carta-
gena, á D. Antonio Maldonado de Tejada;
Corregidor de Quito, á D. Antonio Carre-
ro de Valderrábano.
Chantre de Guamanga, al doctor Juan
Nuñez Mexía, canónigo; Arcediano de Pa-
namá, á D. Alonso de Pareja, Chantre,
y Sochantre á Jorge de Montalvo, Maestre-
escuela; dos Raciones de los Charchas, la
una al Doctor Juan de Vargas, y otra á
Francisco Gil Negrete; dos Raciones del
Nuevo Reino, al Licenciado Miguel Geró-
nimo de la Cerda y Maestro Alonso Ruiz
de Baena Castillejo; Canongia de la Con-
cepción de Chile> al Bachiller Juan de
Aranguiz; la Tesorería de Santa Marta á
Alexo Rodríguez, canónigo.
En la Nueva-España han hecho Obispo
de Traxcala al Doctor Gutierre Bernardo
33^ CARTAS OB
de Quirófty Inquisidor de Toledo; Racio-
nero de México, al doctor León Lasso de
la Vega. Dieron media Ración de Traxcala
al doctor Diosdado; Arcediano de Vene-
zuela al doctor D. Diego Suarez de Apon-
te; Ración de Santo Domingo, al licen-
ciado Gerónimo de Alcocer. Salió por
Oidor de México el licenciada Miguel
Rttiz de la Torre, Alcalde que era; por
Gobernador de Cumana D. Christóbal de
Guiño; Alcalde mayor de los Suchitepe-
q^es hicieron á D. Bartolomé Estupiñaa,
y Alcalde de México al licenciado D. Gas-
par de Bedoya Carvajal.
Los Procuradores de Córt^ de t^is Co-
ronas de Castilla y León, con voto de las
ciudades, han concedido doce millt>nes á
su Majestad pagados en seis años^ y para
su paga imponen uno por ciento en todas
las cosas que se vendieren y trocaran, sin
haber cosa reservada, excepto el pan co-
cido; en los anclajes de los navios en los
puertos; dos reales en cada hanega de sal,
y dos reales en cada resma de papel blan-
con ordinario, en la de marquilla seis, en
la de marca mayor doce; esto es de lo que
viene de fuera del Reino, que lo que en él
se labra es más barato. Para esto saca por
condición que en veinte años no se labre
moneda de vellón, y otras cosas mu^ im-
▲NDtás DB MENDOZA. 337
portantes al bien común. Hácense infor-
maciones de la santidad de la sierva de
Dios doña Luisa de Carvajal, señora muy
principal, nacida en la villa de Jaraicejo
de Extremadura, cuyo cuerpo está en el
monesterio de la Encamación de Madrid:
«
murió en prisión en Inglaterra por predi-
car la Fé de Chrísto, etc.
De Madrid, á 15 de Abril, 1626.
ts
APÉNDICE.
SUMARIO
IHB lAS IfOtTM I>t: LA CdltTS, T FHUICIrtOt
VBL Ynnrro (lonitiuvo dk la CATÓutA
MAJESTAD DEL Rftt DOlt PCLIK IV
NtTSSTRO fififioR.
TBAT£iio8 «gura del Aey nuevo» «M oial
digo que en menos de echo diae be Iwh
dio 7 dtcbo coses extrañes de grao pe*
che; están todos conteatisúnos. Lue^o q«MiBi»-
rió en padre, envió á la Reiiie, y á la Infiín-
te, 7 el Casdeniri, sos hermanos^ á las Descalzas^,
y él, con D. Carlos su bermaso^ se fué A San
Gerónimo, á estar la Semana SaiAs. Yendo en el
codse le sucedió un caso de verdadero cristiano^
y fué que llevaban el Santísimo Sacramento A un
enfiermo; apeóse con su hermano, haciendo lo>
mismo los Graades que le aoompañsfcan, 7 todos
fueron 7 vinieron ecompafiando al 3efior taasta
dejarle en la iglesii^ de Santa Crux, y mandó dar
dosckmos ducados para la cera 7 ciento al en-
fiEsmo, por ser pobre, y, acabadoesto, le dieron
un aaemoriBi cerrado eA lamisma iglesia, y Inógt
k 9bn\ 7 pidiendo luz k kyó y le metió en el
pecho, cosa que á todos causó admiración y con^
testo.
Fué la Inlaata IJnría á k nueva Rdnn, 7»
342 CARTAS OS
echándose á sus pies, la dijo llorando: Ya vuestra
Majestad es Reina de España, gózelo muchos
años con más ventura que mi madre; yo me huel-
go en el alma de tener por Reina á quien tanto
adoro, aunque me ha|lo Uuérfistna de padre y
madre; palabras que causaron gran sentimiento
y dolor. Y luego la Reina la levantó dándola
muchos besos y abrazos, y diciéndola quería
era y habia de ser la Reina, y estuviese .cierta
que no habia de ^char menos á su padre y
madre.
Luego los Infiuites fueron á besar la mano
ál nuevo Rey, el cuál los abrazó y consoló dT-
défidoies, que si hasta allí les habia tenido por
hermanos, ahora les temia por hijos, y eUoaJLél
por hermano y padre, y que echarían de ver lo
mucho que por ellos hacia; y con esto se fueron
á sus cuartos, adonde les fué á ver con grandes
muestras de amor y afabilidad.
Luego mandó enviar un recado muy honra-
do á la de Gandía, diciéndola, que, pues su abuelo
la habia señalado para camarera de su madre, y
que se lo habian quitado sin culpa, se lo restituía,
la hacia de la Reina su mujer; flieron por ella
muchos grandes y señores, y la trujeron con
g^randísimo acompañamiento.
Ha hecho el Rey dos Consejos, hallándose en
ellos, y dicho que se guarden las órdenes y cos-
tumbres del Rey su abuelo, y que no ha de tener
más oñcios que su abuelo tuvo; ha dicho que le
han de dar cuenta de treinta maravedís de su
servicio; ha quitado sesenta Contadores del Con-
sejo, y dejado solamente ocho. Ha dicho que está
ANDtBS DC HUfDOZA. 343
pobre y todos sus criados ricos, y que solos ioft
hombres de pluma labran casas y son estimados,
y que ningún soldado, capitán, m Maestre de
Campo, ve labrar casas en Madrid; y así ha co-
menzado á premiar este género de personas,
para que, con la codicia del premio, se alienten
■Á servirle. Dio á un soldado de' Milán tres mil
ducados de renta, que habiendo servido muchos
años, no le dio el duque de Lerma siquiera una
ventaja. Los oficios y plazas impertinentes que ha
quitado importan más de doscientos mil duca-
dos por cada un año. Dijo que su Confesor po
haga más de confesar, que los Reyes no hablan
menester privados, y que para consejos ahí esta-
ban sus consejeros, y para entretenerse que ahí
estaba su mujer y hermanos á quien él ama
como á sí mismo, y que solo sirva D. Baltasar de
Zúñiga de recoger los memoriales y hacerle rela-
ción, que él ha de ser el que los ha de despachar;
y ha tomado á pecho, que de ordinario está en-
tendiendo en negocios y papeles.
El sábado, víspera de Ramos, pidió el pleito
<ie Calderón, y habiéndole visto^ y estado tres
horas con los del Consejo y los jueces de esta
causa, dijo con gran resolución: Haced justicia
deste hombre y abreviad con él. Ha dicho que
en su casa nadie ha de tener oficios doblados, y
envió luego á decir al Patriarca, que de los que
tenía escogiese el que le pareciere mq'or y deja-
se los demás.
Ha mandado su Majestad á D. Baltasar de
Zúñiga que las Audiencias las dé públicamente,
y así sale á darla á cuantos le quieren hablar; y
|4# 6AB9A8 DK
le dí|o que é nadie oyese en su apaKoto, j
lae0B «ele hiciese reúdon -pare ckspadHtr
«egoctsfotes, porque no quiene qoeeale Cúfte^
ystsn sus afioe y hacieiidas. Eatr6 «a aabcM»
iM Gonde^ SaiaMdr,que le hereda y táenem
padreen Flandcs y ha aenrádo mucho al ftey^yr
difo: Sefior, «1 Conde, ni tío« ea muerto, y
aii Encomienda, suplico á Vuestra Mafeatad
haga merced detla por los servidos <le mi padp»
y tk>; ^ lo euaf re s pondió el Rey: Por loa da
iraestrotio no^por losdeT«iesin>padffeaÍ,yda
anuy hueaa gsna yo os ha^o merced deUa, iisr
dic^ que los sefiores y cabatleroa que no faicie
ren ^ida con sus nraferes, les ha de dessenar
dd Reino, y que ceda uno mire como vi^e y la
que hace porque á ninguno piensa perdonar, y
que todos vivan como crístisnos. Entr6 eu a»»
brina de hi Infiuxta de L»orena, nieta del de 9a»
boya, que viene á ser monja i las Descalzas, y
la hͣo gran redbimiento, disponiendo las cosas
para su entrada en el monasterio; y la llevó i la
nueva Reina, la cual, viendo i la Infanta, se le
renovó el sentimiento de la muerte de supadiv,
y acudiendo el Rey á su consuelo, la dijo: Ami»
ga y señora, no tengáis pena ni me la deis á mf,
ni queráis que yo pierda padre y esposa, y ad*
vertid, señora, que si habéis perdido un padre
Rey, os ha dado Dios un Rey naarido, que esa
8U favor no habds de echar menos la muerte de
mi padre.
Llevando D. Baltasar de Zúñiga tres memo-
riales para que los firmara su Majestad, tocen-
tes á negodos de guerra, proveídos en cortesa-
▲NDiif m «OOOSA. f#f
UBi» Ib pngnaiéel Rey: ^Pttr foian a» hay
flridarioÉ SB -CMS partes^ <|aa calta snríaaÉD d
IwyBQ aenrido, á quien se dabea dar caaa 4i*
doaf y D. Btltaiar respondió que sí, y alBay
le difo: Pues no lo qtiien> armar, dtaaeé qaiaÉ
está aárviendo y lo inerace, que con cao htkté
quien se anieacá aervir á loa Rqres sS aaaíaoe
coiálado de premiarics. Antonio Gomalaa da Já
Garda, contador de su lüa|estad, dice, qu6 mi»
lando aua libros había hallado una partÚa
tra la Real Hacienda, que importaba
tea mil ducados, en feirot de Octerb Centuriab
Gtnovee, y, descubriéndola, k habían qissifcb
tapar la boca, y porque no hablan podiéai, ie
ecfaaioo de la confeaduría: ha estado fiíera trea &
cuatro anca, ahora se dice se ha descubierto la
partida, y que se le han embargado al Ceaturkai
cuarenta y siete rail ducados de renta que tesrfa
sobre la Real Hadeoda, que su principal sao^
ochocientos mil ducados. A D. Bernabé de Vi-
banco, le di)o su Majestad: D. Bernabé, diecaioa
há que andáis amancebado, por vida vueatra
qoeos Tais á la manoy os enmendéis, de suerte
que yo lo entienda, no sea esto causa que dea-
doreía Tueatros buenos servidos, y me ^ligueia
á que OB envíe á dedr lo que tengo determinado
sino os enmedais; con lo cual, echó de la Corte
la ocasión de su tropiezo y anda más justo que
una bota blanca. Envió á llamar al Almirante, y
le dijo: Por vida vuestra que b pasado sea pa-
sado, y que oa enmendéis y no me dígsn de voe
lo que aedioe en la Corte, ni andéis en compa-
ñías que os estorben entrar en Pelado; con lo
346 CABTAt M
cua(, 8e enmendó de manera, que luego echó de
su casa á todas las oomediantas y deniás gráte-
cilla que la ocupaban, y vive tan solamente en
compañía de su mujer, que había mucho se
deseaba: y agora dice el Almirante por donaire
que se ha metido recoleto. Un capitán que ha-
bla servido á su Majestad muchos afíos en Flan-
des, adonde actualmente tiene un lujo en aque-
llos Estados sirviendo, dio memorial á su Majes-
tad, representándole sus servicios y de su hijo,
pidiendo le hiciese merced para su hijo de un
Castillo que habia vacado en aquellos Estados;
el Rey tomó el memorial, y luego llamó al don
Baltasar y preguntó si conoda á aquel capitán,
y respondió que sí, y que habia servido en Flan-
dés muchos afíos valerosamente. Su Majestad
preguntó si era casado; respondióle que no, pen>
qUe sabia tenia un hijo muy valioite soküuio,
que actualmente estaba sirviendo en Flandes.
—¿Estáis bien informado deso? Señor, sí, le res-
pondió, entonces sacó el Rey el memorial y le
mandó le diesen lo que pedia, y le escribiese que
sin venir á la Corte ni hacer gastos se le haría
merced, y á los demás que lo mereciesen: con
que toda la gente de guerra quedó muy alentada
con la esperanza del premio. Mandó también su
Majestad, que no se le abran los memoriales que
se le dieren cerrados, porque no gusta que lo que
se le avisa en secreto lo sepa nadie; con lo cual
ningún privado recibe memorial. Quiere grande-
mente á la Reina, nuestra señora, á quien visita
y consuela muy á menudo, mostrándola grande
amor y estimación, hablándola con palabras
▲NDMS M HIÜDOZA. 347
tmoroMt; con lo cual, muestra el deaeo que
tiene de darle gusto, y todos, con esto, cobran
tnayór fci^erencia á su Mafestad.
(pelándose el marqués de Santa Cruz, que
tiene las galeras mal paradas y mal proveídas y
sin dineros para pagar la gente, le respondió: No
os de pena, marqfués, que yo haré que presto so-
bren dineros. Y tratándole de la Vakelina, que le
tomaron al conde Palatino pocos meses há, dijé-
ronle que se quejiaban los Príncipes circunsveci-
nos, de que la poseyese su Majestad; á lo cual,
respondió: ¿Ya no es mia? pues pídanmela como
quisieren que yo la defenderé, y, en siendo Dios
servido de darme un hijo, pienso salir á campaña
como mi abuelo. A D. Rodrigo Calderón trajeron
á la cárcel pública y le doblaron las prisiones,
dicen que está condenado á muerte. Este dia pidió
el Rey una corona y cetro de cristal, que el Duque
había presentado a su padre, y diciendo, por via
de donaire, que era la con que se había de coro-
nar por Rey de Ñapóles, y, tomándola en la ma-
no, dijo parecía buena para su coronación. El
padre Florencia y el padie Fray Diego López,
el Viernes Santo y el segundo dia de Pasqua,
hicieron dos sermones á su Majestad, sobre como
se ha de gobernar, que dejaron admirado al audi-
toría y con gran gusto, por haber dicho en ellos
muchas verdades, que oyó su Majestad con gran
gusto y atención; y salió de allí con gran deseo y
ánimo de poner en ejecución lo que había oído,
y envió á decir al padre Florencia y al padre Fray
Diego López, que no se cansasen ni encogiesen
en decirle verdades, porque él no se cansaría, ni
348 cáKtté M
oi oirks ni en enmendar cuanto 03retew Lie-
'vsndo á firmar á tu Maíestad una meroBd que
habia hecho su padre ^ la cual no pudo firmar
por la ea&raedad ^ue k sobrevino» y pre^n-
tando, que era la meited que habia de firmar*
le respondió D. Baltasar, era el Principado de
F^oblin. ¿Cuánto tiene de renta? dijo el Regr^^de
seis mil ducados reza la meroed deste decreta— Y
voe, ¿quédeds que renta? ¿estús informado d^
Ud? No, señor, le respondió;*-pue6 informaos y
avisadme con puntualidad. Hisolo y avisó como
rentaba sobre cincuenta mil ducacfos; A Secud,
lespoddió: Asi informaban á mi padrea m^or es
esto para mi hermano D. Garlos; y yéndose áau
sposento, y hallándole durmiendo» le despenó y
d^: Toma, Carlos, esta merced te be iKcbo
para. agujetas, que vale más de dncuenaa mil
ducados de renta, que son mejore s para tí que
ptra el duque de Uceda, y yo pondré ka ooéas
de manera, siendo Dios servido, que se vuelvan
á sus higares, con que yo me desempeñe y mis
Reinos y vasallos no estén oprimidos. Una per-
sona eclesiástica fué con un memorial á D. Bal-
tasar de Zúñiga, representándote sus partes,
' letras y servidos, diciendo que habia sido con-
sultado tres veces para un obispado, y que nunca
se lo habian dado, suplicándole intercediese con
su Majestad que se lo diese; estando informando
á D. E^Itasar, llegó su Majestad y preguntó qué
era aquello, y, didéndoselo D« Baltasar, le rea-
pondió su Majestad: Deddie, que digo yo, que,
si Uovieseo más mitras que cuando llueve agua
menuda, no cairia ninguna sobre su cabeisa, por>
ÁMDliS n IBIIDOZA. 949
que las pensabt dar á qnitn m las vohrieae de»»
poea de liahéFselaa dhMlo y no A (piidí la» fridítni^
porque eetaria tsni^cft éáót^ 1k quien laa oiereee
qfie á quien laa pretende. Ea eiérto qoe so Ma-
jestad dl6 ma palsbra á todéa loa de su Cáfilar%
oon fufamento, que al que te cogiese en mentire,
per pequeña que fuese, le habia de flMndarquv-
far Hi vida ó no le ha de ver mis^ la cara, ni ka
db estar anásen so servido; 7 que en Pelado ao
Ite de baber tn^anes, ni tisonferos» ni chisaac^
se*. Cmi lo cari, se limpiaroa los zi^uanc» de»-
«asmfikn sabatK^as, y á los de la CánNura les
iíemMa la barba, y nadie pretende ser el pdme*
Tt> á quien su Ms|cstad haga sem^fantcs mer-
Lones, á aS de Eaero, dtó el mal de imierte
i nneetro santo Padre Paulo V, de que murid á
los 28 del dicho mes, á las cuatro de la tarde;
luciéronle las exequias de los nueve dias de
cuerpo presente segtm costumbre, y los pueblos
ooBtiarcanosse despoblaban para venir á besarle
el pié < la Capilla, adonde fué llevado en bons-
bros de los Canónigos y demás personajes, qua
ya esC*n seftalados porsus higares y dignidadst,
seo toda la solemnidad que en semeiantes acias
ss acostumbra.
Entraren en cdndave fes llostrfstmos Carcüs»
nales, y á los nvese át Febreso, á lasdko. de feí
noche, salSó electo por Papa nuestro muy saads
IMm-Gregovia XV, no^habisode estad» ea sa
al icdo n más tíenpa da diaciseía hovas, da métd
de sesenta y ocho aiSaa y seis de Gacdaaal. Bhi
A faab tapo ) de Balbm% lUimÉlaw Ladaaiía^ es
35P oaítá» 01
el pTvmtro á quien nuestro Rey pedia en la no-
minación, de los que sefiaiaba. Es muy afecto y
devoto de ta Compaftía de Jesús; yéndoie á bessr
el pié el General della, y habiéndole recibido con
gran benignidad, le dijo que se holgaría mucho
de la continuación entre herpes y gentilea. Suce*
dio en Francia una gran discordia entr0 el duque
de Nevera y el Cardenal de Guisa, que, trsyemlo
pleito sobre una Abadía, dióse por ofendido el
Cardenal de unos escritos que hizo el de Nevers,
en defensa de su justids, por lo cual le andaban
buscando en compañía de Jainvilla, su hermano*
y le halló en casa de un letrado; y,d¡déndoleel
Cardenal algunas malas palabras,. le di<) un bofe-
tón, y queriendo echar mano á la espada el de
Nevers se cortó la mano, y, antes que desenvai-
nase, cerraron con él y le echaron en el fuego y
le trataron muy mal. Háse puesto en campafia
el Cardenal en hábito de soldado, y no se halls
medio para ponerlos en paz, por ser la ofensa
tan grave; están juntos en una parte Nevers,
Humayna y el conde de Yasal, y Longavilla, y el
conde de Halpony; y de la otra, el Cardenal y su
hermano, el Príncipe de Jainviila y el conde de
Guisa. Dicen costará mucha sangre; el de Hu*
mayna se muestra tan ofendido, que dice no per-
donará jamás. Está seíialado combate de dos en
dos. que son el de Humayna y el de Nevers,
contra el Cardenal y su hermano; el Rey ha dis-
puesto salir á buscarlos y ha enviado delante su
guardia, para estorbar no se junte la gente que
cada uno tiene de su parte.
Ha sido su Majestad servido de mandar satis-
ANDRÉS DE MENDOZA. 35I
facer la octava parte que se tomó del oro y plata
de particulares el año pasado de 1620, en esta
manera: que libra en la moneda de vellón lo que
monte el ocho por ciento, dándoselo á los mer-
caderes y negociantes lo que les perteneciere en
la dicha labranza, y á los particulares á cinco
por ciento.
Hánse acabado las paces con holandeses, y
mandad Rey pregonar guerra contra ellos, y,
pena déla vida, salgan luego de su tierra, y man-
da se tengan todos los puertos y fronteras forta-
lecidas de todo lo necesario en ellas. Y se entien -
de no se harán más paces con ellos, porque
teniendo su Majestad en la mano un papel, tocan-
te á una confederación que le pedían, preguntó
si eran católicos, y, diciéndole que no, rompió el
papel diciendo: Defiéndanse ellos, que no quiero
paces con gente semejante, que Dios me ha de
ayudar á defender mis Reinos sin ayuda de here-
jes. Y así habrá muy grandes guerras, porque,
aunque ellos están ricos, está nuestro Rey ven-
cedor con el Palatino, que le ha ganado muchas
tierras y el valle de la Valtelina, que es lo que
el Rey más ha menester en aquellos Reinos, por
ser el camino por donde le estorbaban, y ahora
tiene libre todo el paso y camino necesario para
todo lo que quisiere.
»VÍ5«<L/*.
CT6^
tíh
35P OAiTA» 01
el {hrimero á quien nuestro Rey pedia en la no-
minación . de los que sefiaiaba. Ea muy afecto y
devoto de ta Compañia de Jeaús; yéndoie á besar
el pié el General della, y habiéndole recibido con
gran benignidad, le dijo que se holgaría mucho
de la continuación entre herpes y gentUea. Suce*
dio en Franda uiyi gran discordia entr0 el duque
de Nevera y el Cardenal deGuisa» que, trayendo
pleito sobre una Abadía, dióse por ofendido el
Cardenal de unos escritos que hizo el de Nevers,
en defensa de su ¡ustida, por lo cual le andaban
buscando en compañía de Jainvilla, su hermano,
y le halló en casa de un letrado; y, diciéndole d
Cardenal algunas malas palabras,. le di0 un bofe*-
ton, y queriendo echar mano á la espada el de
Nevers se cortó la mano, y, antes que desenvai-
nase, cerraron con él y le echaron en el fuego y
le trataron muy mal. Háse puesto en campaña
el Cardenal en hábito de soldado,. y no se halla
medio para ponerlos en paz, por ser la ofensa
tan grave; están juntos en una parte Nevers,
Humayna y el conde de Yasal, y Longa villa, y el
conde de Halpony; y de la otra, el Cardenal y su
hermano, el Príncipe de Jainviila y el conde de
Guisa. Dicen costará mucha sangre; el de Hu-
mayna se muestra tan ofendido, que dice no per-
donará jamás. Está seíialado combate de dos en
dos. que son el de Humayna y el de Nevers,
contra el Cardenal y su hermano; el Rey ha dis-
puesto salir á buscarlos y ha enviado delante su
guardia, para estorbar no se junte la gente que
cada uno tiene de su parte.
Ha sido su Majestad servido de mandar satis-
NOTICIA BIBLIOGRÁFICA
DB
ALGUNAS RELACIONES DE SUCESOS PARTICULARES
DE LOS AfcOS 162 1 AL 1626, DE LA MAYOR PARTE
DE LOS CUALES HACE MENCIÓN EN SUS CARTAS
ANDRÉS DE ALMANSA T MENDOZA (l).
AÑO DE 1621.
* I. Copia de vna carta que escriuio vn Se-
ñor I desta Corte ¿ vn su amigo.
Fol.— 2 hojas.
Impresa en este tomo pág i.
2. Nuevas | de Castilla, ve- | nidas este pre-
sente I año de 1621. por el mes de Otubre. (Al
ñn): Con licencia, en Lima | por Geronymo de
Contreras; Año | de 1621.
Empieza: Después de haber oidosu Magestad,
el Rey nuestro Señor^...
(i) Cuando la Relación tiene portada ó empieza el
texto después de la primera página, lo advertimos,
asi como también caando hay página ú hoja blanca, y
si está foliada ó paginada ó con signatura. El orden
seguido es el cronológico de los sucesos, en cuanto
nos ha sido posible.
23
354 NOTICIA bibliogiIfioa.
Acaba: Otras mil preñezes hay que saldrán
¿ luz ¿ su tiempo de que se auisará.
Fol.— 2 h.
Reimpresión de la anterior, suprimiendo las tres pri-
meras lineas y unas cuantas pslabras del fin.
3. Discurso que el Conde de Benabente dio
á su Magestad el Rey nuestro señor Felipe
quarto, sobre lo que se debe hacer en el gobier-
no presente, y las causas de Ig destruicion desta
Monarquía y estilo nuevo de gouemar.
Empies^a: La reputación del gobierno desta
Monarquía se halla en tanta quiebra que llega
á ser desestimado
4.^—6 h., la última en blanco. (Manuscrito.)
4. Codicillo { donde se declara el | testamento
y mandas | de nuestro muy Católico Rey Don
Felipe I Tercero que sea en gloria, j Compuesto
por el Licenciado Gaspar de Roxas. £ Impressa
en Salamanca | con licencia del señor Prouisor,
y agora en Barcelona con licencia del Or- | di-
ñarlo por Esteuan Liberos en la Calle de Santo
Domingo. (Figurita).
Tres romances que empiezan:
I.* Ya el Rey Felipe tercero
aquel Monarcha excelente,
que en santidad y costumbres
exemplo ñie de los Reyes
2." En las manos religiosas
de aquel gran P. Florencia
hijo de la Compañia
que haze á los inñernos guerra ....
NorKiA bibuoguífigá. 355
3.* Avia 8u testamento
BU Magestad ordenado
quando estuuo en Casarrubios
como ]ra es notorio malo.^..
4/— a h.
5. Copiosa relación | de la enfermedad y
mver- | te del muy Catholico Rey Don Felipe
tercero deste | nombre, á quien Dios tenga en
su santa gloria, el qual | como tan Catholico^
murió con el santo habito | de los Menores del
glorioso Patriarcha de | pobres S. Francisco, en
tres Romances I diferentes de los otros. (Es*
tampeta.) (Al fin): En Barcelona por Esteuan
Liberos en la Calle de Santo 1 Domingo. Año,
M.DC.XXI.
Tres romances que empiezan:
i.*^ En la villa de Madrid
y en su Palacio y Alcafar
está indispuesto Felipe
el de la gran casa de Austria.....
2.* Lleno de angustias mortales
que acobardan al mas fuerte
mandó llamar á sus hijos
este Rey sabio y prudente.....
3.* Vn anciano labrador
conforme á los del buen tiempo
con vn báculo en la mano
blanca la barba, y cabello
4.*— 2 h. sign. A.
6. En esta breue relación se refiere | la tris-
teza y sentimiento que la Corte y villa de Ma-
356 NOTICIA BIBLlOGliriCA.
drid, y t todos los Reynos, y señoríos de la Mo-
narquia Española, t han hecho por la muerte de
su Magestad. Compuesto por | Francisco Ro-
dríguez. Iropresso en Valladolid con licen- | cia
del señor Prouisor, vistas y examinadas, en
casa I de la viuda de Francisco de Cordoua,
año 1621. 1
Cuatro romances, que empiezan:
I* Ya la parca inexorable
cuyos valientes azeros
destruyen las Monarquías
y castigan los Imperios
a.* Lvego que por su palacio
se estendio la triste nueua
de la muerte del mayor
Monarca que huuo en la tierra
3.* Lvego que la triste nueua
se estendio por toda España
ciudades y nobles villas
su sentimiento declaran.. ..
4 * Ya la fama voladora
mas desatada que vn rayo
que la pintan con cien lenguas
con cien pies y con cien manos
4.*— 4 h. sign. A.
• 7. Svmario | de las nuevas de | la Corte, y
principios del nuevo | Gouiemo de la Católica
Magestad del Rey Don Felipe ( Quarto nuestro
Señor. (Al fin): Con licencia, en Lima | por Ge-
ronymo de Contreras; Año | de 1621.
Fol.— 2 h. sign. A.
Impresa en este tomo pág : 341.
Honcii mbliogiífiga. 357
*8 Carta segvnda, que escrivio vn cava- |
llero detta Corte á vn su amigo,
Fol— a h.
Impresa en este tomo pág i5.
*9. Tercera carta que escriuio vn Cauallero
desta Corte á vn su amigo.
Fol.— 2 h.
Impresa en este tomo pá^ 35.
* lo. Qvarta Carta, que escriuio vn Cauallero
desta Corte á vn su amigo.
Fol.— 2 h.
Impresa en este tomo pág 53.
* II. Quinta carta, que escriuio vn Cauallero
desta Corte á vn su amigo.
Fol.- 2 h.
Impresa en este tomo pág 71.
*i2. Sexta carta que escriuio vn Cauallero
desta Corte á vn su amigo.
Fol— 2 h.
Impresa en este tomo pág. 85.
* 1 3. Séptima carta, j Bien se podra poner por
séptima Carta, | la muerte y Elo | gio del gran
Conde de Benauente, la qual pondré de ver- | bo
ad verbum, como la escriuio un virtuoso de
esta I Corte, y esto hago por proseguir con mi
obli- I gadon, y auisar á v. m. de lo que hay
de I nueuo en este lugar.
Fol.— 2 h.
Impresa en este tomo pág. io5.
353 fionciÁ MBUOGftincA.
14. Relación | diaria de | las gyerrt8 teni- 1
das entre Polacos y Turcos por | los afios 1690.
y 162 T. I Dirigida al Serenissimo Principe Don
Carlos t Infante de las Espafías. | Por Mathias
TitlevYski I Cauallero Polaco. (Adorno). Con pri-
vilegio, En Madrid, Por Tomas lunti, Inapressor
del Rey N. S. 1 Año M.DC XXIIT.
Empieza (después de tres hojas de portada y
preliminares): Los antiguos Geógrafos señalaron
dos Sarmacfes, la una Asiática, y la otra Eu-
ropea.
Acaba: .....que sea prouechosa, y felicissima
para toda la República Chrístiana.— Fin.
4.*— 20 h. sig. A-E y foliadas.
En el mismo afio y por el mismo impresor se babia
publicado ya esta Relación en latin. La edición caste-
llana tiene en las preliminares varias composiciones
poéticas de D. Francisco de Contreras, natural de Ar*
gamasilla de Alba. Mendoza dice que Is hizo imprimir
el Embajador de Polonia (pág. 239).
ANO DE 1622.
1 3. Discvrso | qve del nacimien- | to, baptis-
mo y poses- | sion de la Monarqvia | del gran
Rey Católico, don Felipe IlII. nuestro | señor,
que largos, y dichosos años la goze, hizo | el
padre fray Lucas de Montoya, Predicador, y |
Coronista general de la Orden de los Mini- | mos
de san Francisco de Paula, y presen- | tó á su
Magestad, este año | de 1622.
IftTIGlA BIBUOaiiflGA. 559
Empleaba: Deyda natural es aerrír los vaaaa-
lk>8 á sus Reyes..-.
Acaba: En Madrid, y en este Convento de
nuestra Señora de la Vitoria, Orden de los Mi*
nimos de san Francisco de Paula.— De V. M. Ca-
tólica vasallo y Capellán perpetuo.— Fr. Lucas
de Monto3ra.
4.^—8 h. sign. A, y foliadas.
* 16. Nueuas generales, desde as. de Octubre
de 621. hasta 18. de Marzo, de 622.
Fol.-a h.
Impresa en este tomo pág 117.
17. Fiestas que hixo el Religiosissimo Co-
lé- I gio de S. Alberto de Seuilla, del Orden de
nuestra Señora del Carmen de la Obseruan-
cía, I por la Canonización de santa Teressa de
lesvs, Monja del dicho Orden, y | Fundadora de
sus Descalfos, y Descal9a8, en seis de Agosto.|
de 1622 años. |
Empiei(a: Lvego que llegaron á Seuilla las
alegrissimas nueuas de la canonización.....
Acaba: .....y pague d cielo á aquellos santos
Religiosos la piedad y trabajo de tan solemnes
fiestas como faizieron á su Santa.— Finia.
Fol.— 8 h. sign. A-D. y foliadas.
En prosa y verso.
18. Relación | de la canonización, | nacimien-
to, vida, muerte y prodigio- | sas marauillas de
santa Teresa de lesus, gloria de España, Ma- 1
dre y Fundadora de la santissima Recolecion | de
358 ffOTlGU MBUOGftinCA.
14. Relación | diaria de | las gyema teñí- 1
das entre Polacos y Turcos por j los afios i6so.
y 162 T. I Dirigida al Serenissimo Príncipe Don
Carlos I Infiínte de las Bspafías. | Por Mathias
Titlevvski I Cauallero Polaco. (Adorno). Con pri-
vilegio, En Madrid, Por Tomas lunti, Inapressor
del Rey N. S. | Año M.DC XXIIT.
Empieza (después de tres hojas de portada y
preliminares): Los antiguos Geógrafos señalaron
dos Sarmacfes, la una Asiática, y la otra Eu-
ropea.
Acaba: .....que sea prouechosa, y felicissima
para toda la República Chrístiana.— Fin.
4.*— 20 h. sig. A-E y foliadas.
En el mismo afio y por el mismo impresor se había
publicado ya esta Relación en latín. La edición caste-
llana tiene en las preliminares varias composiciones
poéticas de D. Francisco de Contreras, natural de Ar-
gamasilla de Alba. Mendoza dice que la liizo imprimir
el Embajador de Polonia (pág. 239).
ANO DE 1622.
1 3. Discvrso | qve del nacinaien- | to, baptis-
mo y poses- | sion de la Monarqvia | del gran
Rey Católico, don Felipe IlU. nuestro | señor,
que largos, y dichosos años la goze, hizo j el
padre fray Lucas de Montoya, Predicador, y |
Coronista general de la Orden de los Mini- | nios
de san Francisco de Paula, y presen- j tó á su
Magestad, este año | de 1622.
NOTiGU inUOOliflCA. 361
Valencia aquella, fechadas en i." y 4 de Mayo
de 1623.
191 Relación | yerdadera, de la | vitoría que
tuuo don Fadrique de Toledo Osaorío, Ca ) pi-
tan General de la Armada, y del exercito del
mar | Océano, contra treynta y vn nauios xle
olandeaesy | en el Estrecho de Gibraltar, en 10
de Agosto I año de 1622. dia de san Lorenfo.)
Impressa con licencia del señor Don Gonzalo
Pérez Valen | fuela, del Consejo de su Magestad,
En Madrid en | casa de Bernardino de Guz-
man. ) Dirigido, á don luán Vidaurre de Orduña»
vno de los Ca- | pitanes ordinarios de infanteria,
del Real numero | de su Magestad, en Madrid.
Empie:(a: Aviendo salido don Fadrique de
Toledo.....
Acaba: .«..de que se den á Dios gracias pues
es suya.
Fol.— 2 h. sign. A.
30. Relación certissima de la felicissi- | ma
Vitoria que ha tenido D. Gon9alo de Cordoua,
en los Estados de Flandes | en 29 de Agosto dea-
te año de 1622. Impresso con licencia del | Real
Consejo, en Madrid por Andrés de Parra.
Empie¡(a: Los Dias pasados escribí á v. m.
como el Conde bastardo de Mansulet.....
Acaba: De Bruzelas7 de Setiembre 1622 añoa.
FoL— 2 h.
21. Relación certissima de la felicissima | Vi-
toria que a tenido Don Gonzalo de Cordoua, en
36a mmok inuoGiifici.
los Esudos de Flandes I en 29. de Agosto del
Año de 1622. 1 Tratase en esta relación de la
violenta mverte de | el Gran Turco, y rebelión
que Yuo contra el, leuantando por Emperador
á tu tío, hombre inútil.
Empieza: Como el Conde bastardo de Mans-
uelt, y el Obispo Luterano
Acaba: ..^.y se deiie esperar cosas grandes en
^▼or de la Chrístiandad.
Fol.— 2 h.
Reimpresión de la anterior, con algunas variantes,
adicionada con la déla violenta mnerte del Gran Tor-
co, etc. Parece impresa en Lima, y probablemente en
el año de i6s3.
22. Carta escrita de vn soldado de | Oran á
un Consejero de su Magestad, en respuesta de
vna I suya de 20. de lulio de 1622. (Al fin): Con
licencia en Madrid. | Por la viuda de Alonso
Martin.
Empieza: Avnquelo que V. S me manda, que
le de razón de las entradas en África del señor
don Juan Manrique de Cárdenas
Acaba: De Oran a 3o de Agosto de 1622 años.
Fol— 2 h.
23. Breve relación ) de las cosas svcedidasl
en el cerco de la Rochela, | desde el mes de
Agosto deste presente año de mil | y seiscientos
y veinte y dos. | Fielmente traduzida de lengua
Francesa en Castellana, | Por el Licenciado Mi-
guel de León. | Con licencia en Madrid, Por la
viuda de Cosme Delga- | do. Año de M.DCXXU.
RonciA miliooaípioa. 363
Empieza: Entre las ciudades de Europa roas
fuertes
Acaba: ...^y atrevimiento á su Rey y se-
ñor jf c
Fol.— 2 h.
34. Relación | de las cosas de mar, | svcedi-
das á las galeras, y armada | Naual que tiene
el Rey de Francia en el Océano, cuyo | General
ts el Duque de Quisa. | Impressa con licenda. |
Empieí(a: Viendo el Rey de Francia que no
podía sugetar.....
Acaba: De la baia de la Isla de Esguillon, A 3o
de Otubre de 1623 años.
Fol.— 2 h.
Ekta última fecha es la de ana carta del Daqae de
Goiaa inserta en la Relación.
*25. Carta nona. (Sin mas titulo).
Fol— 2 h. sign. A.
Impresa en este tomo pág iBg.
26. Relación breve de los | grandes y rígvro-
sos martirios qve el a- | no passado de 1622.
dieron en el lapon, á ciento y diez y | ocho
illustrissimos^ Martyres, sacada principalmente
de las Cartas de los Padres de la compañia de
lesvs I que allí residen: y de que an referido
muchas personas de aquel Reyno, que en dos
Navios 1 llegaron á la Ciudad de Manila á 12 de
Agosto de 1623.
Empieza: La causa de tantas novedades y
atroces martirios... .
364 NOTICIA BIBLIOOIÍFICA.
Acaba: .^..y los demás degollados. De que se
de gloria á Dios para siempre.
Fol.— 2 h.
ANO DE 1623.
37. Capitrlos I de reformación, | qve sy Ma-
gestad se sirve i de mandar guardar por esta
ley, para el | gouierao del Reyno. (Esc ReaL)
En Madrid 1 Por Tomas lunti, Impressor del
Rey nuestro señor. | Año M.DC.XXII1. | Vénden-
se en la calle de Santiago, en casa de Antonio
Rodríguez Librero.
La ley ó pragmática tiene 22 hojas de texto,
sign. A, y foliadas, dentro de un pliego que con-
tiene la portada, licencia y tasa en la i.* hoja:
y la Publicación en la última, á 11 de Febrero
de 1623, rubricada por Hernando de Vallejo; en
todo 24 hojas en fól.
28. Capitvlos de reforma- 1 cion que su Ma-
gestad se sirue de mandar guardar, | por esta
ley, para el Guouierno del Reyno. (Al fin),
hnpresso en Lima; Por Geronymo de Contrc-
ras; | Año de 1623.
Fol.— 8 h. sign. A.
Reimpresión de la anterior. Una gran parte de lo
que se manda en esta ley lo adelantó Mendoza en su
Carla g.* (páginas 146 y 147); después en la carta lo.*
(pág. 159 y siguientes) se vuelve á referir á ella al ha>
blar de su publicación en 1 1 de Febrero, y de las gra-
NOTICIA BIBLI06IÍFIC4. 365
vM dificaltades que inmediatamente aorgieroo y por
laa que parece se aplazó su cumplimiento, al menof en
gran parte. También dice en U miama pág. 147, qoe se
hablan mandado enviar traslados á muchos Sefiores y
á cada Ciudad y Cabeza de partido; y, como para esto
era más breve imprimirla que sacar copias, es proba-
ble que asi se hiciese y que haya una edición anterior,
quizá con notables variantes.
*2g. Carta decima. (Sin más título).
Fol.— 2 h.
Impresa en este tomo, pág 159.
3o. , (Sin título).
Empie:^a', El viernes en la noche, diez y siete
deste entre las diez y las onze, llegaron dos Ca-
ualleros á casa del Conde de BristoL....
Acaba: Esto es lo que por aora se ofrece que
escriuir; después yre auisando á V. r. de las co-
sas que fueren sucediendo. Guarde nuestro Se-
ñor á V. r. muchos años como desseo.
Fol.— 2 h.
Impresa en letra bastardilla, y con la última página
en blanco. Se refiere á la entrada del Príncipe de Ga-
les en Madrid, de incógnito; no alcanza á la entrada
oficial, que fué el domingo 26 del mismo mes (Mar-
zo 1023), según otra relación Ms. que tenemos á la vis-
ta, en la que después de copiar casi á la letra la pre-
sente, se continúa hasta referir su entrada en público.
3i. Relación de algvnos | de los mvchos mi-
lagros, qve I a obrado Dios nuestro Señor en
Munebrega, lugar de la comunidad | de Calata •
yud, por medio de una imagen de San Ignacio
366 Koncu ubuooíífiga.
deLoyola, { Fundador de la Compañía de lean,
en loa meaea de Abril y \ Mayo de i633. (Al
fin)c Impreaao con licencia en Madrid por Luis
Sánchez | Impressor del Rey N. S.
Emjpie\a\ En 17 días de Abril del preaente
afio de 1623. aegundo dia de Pascua^^
Acaba: .«..y el Padre Valerio Piquer y el Padre
Francisco Pérez de Culla, de la misma Compa-
fiia, an escrito á k>8 Padrea de Madrid.
FoL— 2 h,
32. Relación de algvnos 1 de los mychos mi-
lagros, qve a obrado Dios | nuestro Señor en
Munebrega, lugar de la comunidad de Calata-
yud por medio de | yna imagen de San Ignacio
de Loyola, Fundador de la Compañia de lea va, |
en loa meses de Abril y Mayo de 1623. (Al fin):
Impresso en Lima por Geronymo de 0>ntreras.
Año de 1624.
Empieza: En 17 de Abril del presente año
de i623...„
Acaba: an escrito á los Padres de Madrid.
Fol— 2 h.
Reimpresión de la aqterior.
*33. Carta vndecima. (Sin más título).
Fol.— 2 h. sig. A.
Impresa en este tomo pág 179.
34. Verdadera | relación | de la entrada | y
recebimiento qve | hizieron á don luán de Men-
doza, Marques | de la Hinojosa, y Capitán ge-
neral de la Arti- 1 Ueria de España, y Embaxa-
Nonaá. bibuoobAfica. 367
dor trasor- | dinarío de Inglaterra, que al pre-
sen I te está por el Rey nuestro | sefíor. (Es-
cudo IiDp. con el águila de dos cabezas.) (Al fin):
Con licencia. | De el señor Oydor Veas Vellón»
Oydor de | la Real Audiencia de | Sevilla, j Im-
presso I en casa de Gabriel Ramos Vejarano, en
la calle de | Genova. En este año de | 1623.
Empie:(a: Partió el Marques de la Hinojosa de
Madrid, á treze dias del mes de Mayo... •
Acaba: Por momentos aguardamos la alegre
nueva de que esta efectuado el matrimonio.
Dios lo ordene como puede, todo para servido
suyo.
Fol.— a h,
35. 1^ I Relación | verdadera, de la | insigne
Vitoria que Nuestro Señor ha sido | servido de
dar, en seis de Agosto deste año | de i633 al
Conde de Tylli, Teniente de | General del exer-
cito de la liga Católica, | contra el Duque Cus-
tiano de Bron- 1 zuyque. Obispo de Alberstat,!
y su exercito. (Al fin): Con licencia. | En Ma-
drid, por Diego Flamenco, | Año de i633.
Empie!(a: Vna de las cosas en que....
Acaba: en semejantes ocasiones fundan sus
buenos y íelizes sucesos.
Fol— 2 h.
36. Relación | verdadera de la | milagrosa
Vitoria que tuuieron los | Católicos de la Liga,
en Ale- | manía, contra los | Hereges. | Con li-
cencia. I En Madrid, Por Bemardino de Guz-
man. | Año M.DC XXIII.
368 MOTICIA BlBUOOainCA.
Empies^a-, El Conde de Tilli, Teniente Gene-
ral de la Liga Católica..^.
Acaba; ..^por tantas mercedes como nos hace
por todos caminos.^Fin.— -
Fol.— 3 h^ la última pág. en blanco.
37. 1^1 1 Relación | verdadera | en que se da
q venta | muy por extenso de la primera, y se-
gunda I parte de la Victoria que Dios nuestro
Señor fue ser- | uido de dar al Conde de Tylli
en Alemania, contra i los Hereges rebeldes, y
enemigos de la Liga Católica, j Traduzida de
lengua Flamenca en Castellano | por luán de
Vargas vezino de Madrid. | Impresso con licen-
cia de los Señores del Consejo Real, | En Ma-
drid por Andrés de Parra, año lósS. (Al fin):
Esta tassado por los Señores del Consejo Real,
cada pliego | desta Relación á quatro mara-
vedís. I
Empieza: Muy notorio es como el Bastardo
Mansuelt
Concluye: se esperan presto otros buenos
sucessos mediante el fauor de la Virgen maria.
Fol.— 2 h.
*38. Carta dvodecima. (Sin más título).
Fol— 2 h.
Impresa en este tomo pág ... 197.
39. Elogio descrip- | tivo a las fiestas | que
su Magestad del Rey Fiiipo IIIl | hizo por su
persona en Madrid á 21. | de Agosto de 1623.
años, á la celebra- | cion de los conciertos entre
Noneii biimoorÍfica. 36*)
el a4re(iis|s¡roo Curios Es lusrdn. Principe deln-
I glaterra, y ]» sercnífistmii Maria de | Austria
InfeniB de | CasliUa | Al Duque Adelanlado, *[c.
(D«d»calorÍB en cuatro lineas.) El licencmito
D. luán Ruyí de Alarcon | y Mendofa (Al fin):
Con licencia. |En Madrid, Por la viuda dejAlonso
Martin. | Véndese en Ií lorre de Santa Cruz.
Empieja:
Mientras la admiración aviara atiende
A tanta Magestad, A tanta pompa,
el buelo. ó fama, con la voz suspende,
porque informada bien silencios rompa;
no encarecida !a verdad aprende,
(jue no mendiga aumentos de su trompa
lengua S tu alíenlo, y ley 4 tu albedrio.
4."— 8 h. sign. A y foliadas.
40. Relación | breve del mar- | lirio qve die-
ran á veinte y tres | Mártires del Orden da
Santo Domingo, en la Prouincio del Taponen las|
filipinas; sin otros mucbos que los días possa-
dos murieron i manos de | Maros infieles {de
ditereniei Religiones.) Embio esta Reía- | don el
P. Fr. Melchor Moníano, Prouincial de las | Fi-
lipinas, al P. Fr. Domingo González | desta di-
L:ha Religión, que es Pre- | dicador, y Comissa-
rio del [ santo Oficio. (Al fin): Con licencia. En
Seuilla, por luán de Cabrera. Frontero del | Cor-
reo Mayor. Aflu de 1Ó37.
Empieza: Las Filipinas es la Prouincia mas
370 NOTICU biblimhífica.
Acaba'. .....y los hizo pintar y poner en sus
marcos en el dicho Conuento.-^Lavs Deo.—
Fol.— 2. h sign. A.
De esta Relación <iebe haber ediciones anteriores,
pues el último martirio á qne se refiere ocarrtó en
Agosto de 1633.
41. Relación ver | dadera de la grandeza
con I qve se celebro el Avto de la Fe en | Va-
Uadolid, por los señores de la Santa Inquisi-
ción, á quatro de Otubre j deste presente año
dé 1633. Compuesto por Diego j Ossorío de
Basurto. | Con licencia, en Madrid, por Diego
Flamenco, y en Sevilla por | Francisco de Lyra.
Año de 1623. y
Cuatro romances, que empiezan;
I.* El divino tribunal
en cuyos onbros descansa,
la Fe compren centro suyo ■
y en sus pechos se regala
2* Martes á las tres y media
quando el soi en su carroza
va recogiendo los rayos
por quien de noche se formal
3.® Miércoles, tres oras antes
que diese el aurora muestra
de salir dando á los campos
su rozio en blancas perlas.^..
4.* El lueves por la mañana
anda van los forasteros
por las calles aguardando
la procession de los reos
4.'-4 h.
NOTICIA BIBLIOORÍPICA. 37I
* 43. Sucessos desta Corte, desde 1 5. de Agos-
to, hasta fin de Octubre.
Fol.— 2 h.
Impresa en este tomo pág 317
*43. Carta de vn Cortesano, á vno de los
señores Obispos destos Reynos.
Fol.— 3 h.
Impresa en este tomo pág 333
44. Relación verdadera, | del acompañamien-
to y Baptismo, de la serenissima | Princesa,
Margarita, María, Catalina. (Al fin): Con licen-
cia. En Madrid por Diego Flamenco. Año de 1633,
Empieza: Para el Viernes, (dia de la purissi-
ma Concepción de la intacta Madre de Dios,
ocho del mes de Diziembre) se publicó.....
Acaba: .....¿ la diversión de los cuerpos y á la
grandeza de tan celebre dia.
Fol.— 2 h,
45. )^ I Discvrso I sobre el nacimiento y
bap- I tismo de 1h Serenissima Princesa Doña
Marga- | rita de Austria. Y Relación de las fíes-
tas que huuo, y honra que | hizo su Magestad
al Marques de Alcafiizas, | yendo este dia ¿ su
casa. I Por el Doctor Juan Antonio de la Peña,
natural de Madrid, | A D. Ynes de Guzman,
Marquesa de Alcañizas, ^c. (k\ fin): Con Licen-
cia en Madrid, Por la viuda de Cosme Delga-
do. I Año, M.DCXXIII.
Empieza (A la vuelta de la 1.' hoja en que
esta el título y la dedicatoria): Al uoiuersal de-
yjl noticia 1I1LK>GBÍPICA.
seo de España en el feliz parto que se espe-
raba
Acaha: y dentro de Palacio lo que pre-
sume la felicidad del dia y ¡unta de Damas y
Señores.
Fol.— 4 h. sig. A., la última pág. en blanco.
AÑO DE 1624.
46. Relación del Avto publico \ de la fe, que
«e celebro en esta Corte, Domingo 21. de Ene-
ro I de 1624. I ^ la'señora Doña María Paulina de
Chaues, muger del señor Don luán de Chtues y
Mendoza. (Al fin): Con licencia, En Madrid, por
Diego Flamenco.
Empie:(a: Como la lusticiar es la virtud, Real
y principal exercicio de los Rey^s, ....
Acaba: ....aumentos en la gracia y mejoras
en estado doy fin á esta narración, ífc.
Fol.— 2 h.
La dedicatoria está suscrita: «Su criado— Andrés de
Mendoza.»
47. Relación | verdadera , embiada j de los
Estados de Flandes por j personas fidedignas,
de la ruyna que ha causado el mucho | yelo y
nieue en la isla de Olanda, y como el rio Leeck I
ha anegado mas de quarenta ciudades y villas,
donde mu | rieron muchas personas y se perdió
gran cantidad | de hazienda, y ganados raiayores
y menores, | como mas largamente se refiere j
N0TICI4 BIBLIOGRÁFICA. 373
en esta relación. | Con licencia en Madrid, Por
luán González, año 1634.
Mmpie3[a: En la Isla de Holanda, por cau^
de los yelQ&. ...
Acaba: Son estas nueuas autenticas y verda-
deras, trasladadas de las cartas venidas de
Flandes.
Fol.— 2 h,
* 48. }^ \ Copia de | vna carta de Andrés f de
Mendoza. | Al Duque de Vexar, Marques de Ci-^
¿ra- I león. Conde de Belalca^ar, Cauallero del |
insigne Tusón de oro. (Al ñn): Con licencia del
Real Consejo de su Magestad | y prohibición. \
Impresso en Madrid por Andrés de Parra, Año
1624. j Véndese en casa de Alonso de Paredes,
junto á la cárcel de Corte.
Fol.— 4 h., sign. A, y foliadas.
Impresa en este tomo pág 249.
Empieza el texto á seguida del título y dedicatoria,
y está en blanco la última página.
49. Copia de vna carta de | Andrés de Men-
doza. I Al Duque de Bejar, Marques de Gibra-
león. Conde de Belalca^ar, | Cauallero del insig-
ne Tusón de oro. (Al fin): Con licencia en Ma-
drid, por la viuda de Cosme Delgado. Véndese
al lado de la cárcel de Corte.
Fol.- 2 h.
Reimpresión de la anterior, ó la anterior de esta.
50. i^ I Verdadera Reía» | cion de la granr
batalla, que don Fiey 1 Luys de Cárdenas» Ge-
374 NOTICIA BiiLionaincA.
neral de las Galeras de Malta, | tuuo con dos
nauios de guerra y treze CaraniU9aIes | de Tur-
cos, que cargados de ricas mercaderías que I
yuan á Constantinopla. Sucedió á tres de Fe- |
brero deste año de 1624. á la entrada | del
canal. | Peñérese vna graciosa burla que hizo
al gran Turco j don frey Antonio de Quiñones,
cauallero de León. (Estampeta.) Con licencia;
En Madrid por Diego Flamenco. | Año de 1624.
Empieza (á la vuelta de la portada): Tenien-
do auiso el gran Maestre de Malta
Acaba: ...^tiempo, ni ocasión para esoriuir-
las. Guarde N. S. {fe. Malta y Febrero 5. de 1624.
añós.--KI Capitán don Frey luán Maldonado.
Fol.— 2 h.
5i. ' Salida del (Rey nvestro Señor | Don Feli-
pe qvarto, de la villa | de Madrid, para la Ciudad
de Sevilla, lueves ocho | de Febrero de 1624.
{ Sacado de una carta escrita de Madrid, á una;
persona grave | desta ciudad de Sevilla. | Dase
cuenta del acompañamiento de su Real persona,
y de las pre- 1 venciones de Sevilla para recebille.
(Esc. Real.) Con licencia. | Impresso en Sevilla,
por Francisco Pérez de Estupiñan.| Año de 1624.
Empie:(a (á la vuelta de la portada): Querien-
do el Rey nuestro señor don Felipe Quarto
Acaba: terror de los enemigos, y asombro
de las naciones estrangeras.— Lavs Deo.
Fol. — 2 h.
52. Avisos I muy verdaderos, j que ha tray-
do el vltimo Correo extraordinario de | Flandes.
NOTICIA BIBLI0GRÁPIC4. 375
Contienen, el daño que los Olandeses han | rece*
bido por las inundaciones passadas: la entrada
que I el exerdto de su Magestad ha hecho en
tierra de | aquellos rebeldes: y la vitoria que
quatro na- | uios de su Magestad tuuieron con-
tra 1 nueue de los mismos rebeldes. I De Ambe-
res, á 21. d Febrero 1624. (Al fin): Con licencia,
En Madrid, por Diego | Flamenco. Año 1624.
Empie^ai En cartas de Amsterdam de catorze
deste,....
Acaba: los quales han padecido muchissi-
mo por las inundaciones del Reno.
F0I.-2 h.
I
53. Entrada. | Que el exerci | to de Sv Ma-
gestad | en Flandes, hizo en Olanda, en | la
tierra de aquellos rebeldes, por orden de la Se^
re- I nissima señora Infanta, y prevenciones del
Mar- I ques Espinóla, para dar sobre los | ene-
migos. I Dase cventa de la Vitoria qve | quatro
Navios de su Magestad tuvieron contra nueve |
de Olanda, y de el miserable estado en que
están | aquellas Provincias | De Amberes, á 21.
de Febrero Año 1624. (Esc. Real). (Al fin): Con
licencia. | En Sevilla, por | Francisco deLyra. j
I 1624.
Empie!(a: En cartas de Amsterdam, de cator-
ze deste,....
Acaba: los quales an padecido muchissimo
por las inundaciones del Rio Reno.
Fol.— 2 h., sign. A.
Reimpresión de la anterior.
37^ HOTICIA BJBLIOeftÁPICA.
54. Relación | cierta y verdadera | de la feliz
Vitoria y prósperos sucessos que en la India O-
ríental | han conseguido los Portugueses, contra
armadas nnuy po- | derosas de Olanda, y Persia,
este año de 1634. La fecha | en la ciudad de
Goa, cabefa de aquel Reyno, á 37. | de Mar^
del dicho año, y vino en la nao | Santo Tom^ 1
Refíerense las naos y armadas que á los enemi-
gos le han desbarata | do, la muchedumbre de
gente que le han muerto, las fortalezas, y | luga-
res que le han ganado, y vna ciudad muy fuer-
te, I con otras nueuas de grande alegría | para
los Católicos. (Al fin): Impresso en Madrid en
casa de Bernardino de Guzman. | Año de i635.
Empieza: Ha sido Nuestro Señor seruido de
premiar
Acaba: .....mas de dozientas mil personai que
estauan deslumbradas del santo Guangelio.
Fol.— 2 h.
55. Vitoria | qve los monges | del Monasterio
de Nves- | tra Señora de Oya de la orden de |
Cistel tuvieron contra cinco Navios de Turcos, \
que davan ca^a á dos Naos Portuguesas, | y
una Francesa, t Dase cuenta de como le echa-
ron á fondo la Capitana , ahogándose | los que
venían en ella: y de los captivos, | y presa. | Es-
crita por Andrés de mendosa, assistente en la
Corte (Esc. Real). Con licencia. | En Sevilla. Por
Francisco de Lyra. Año 1624. |
Empie:(a (á la vuelta de la portada): Entre
otros diez y seys Monasterios, que el Rey don
Alonso.....
NOTICU BIBLIOGRÁFICA. 377
Acaba: y mas con el ayuda de María san-
tissima.— Lava Deo.
Fol -2 h.
56. Ra^on y discurso de lo sucedido en el
viage de la Real Armada de la guarda de las
Indias del cargo del General D. Antonio de
Oquemio, desde 9 de Abril deste año, tercero dia
de Pascua de Resurrección, que salió del puerto
de la Habana para los reinos despaña, deste año
de 24.
Empieza-, Lo primero del dicho discurso y
viage es decir que después de la invernada y
haber dado carena á todas las naos
Fol— 4 h., la última blanca. (Manuscrito,)
Fechado en Sevilla á 2 de Junio de 1624.
57. Copia de | vna carta qve de ) la Ciudad
de Palermo embio el Capitán Francisco | Ruiz
Diaz de Villegas, Secretario del Marques de
Santa Cruz, á ) Don luán Vidaurre de Orduña
entretenido por su Magestad en esta i Corte, y
vno de sus Capitanes ordinarios de Infantería,
en que se | haze relación de la gran Vitoria que
Don Alvaro Bagan, Marques | de Santa Cruz,
general de las galeras de Sicilia, y Teniente de
su Al I teza el Principe Filiuerto Virrey de Sici-
lia, y general de la mar, tuuo | con quatro na-
uios de guerra de enemigos, que hazian gran
daño en | las costas de los Reynos de Sicilia y
Ñápales, con el Cosario Sansón, | por otro nom-
bre llamado Ali Arráez, renegado, ¿ cuyo cargo i
venian estos navios, que eran de Isuph Bey,
37$ MOTfOIA lIBLIOGliriGA.
Rey de Túnez. 1 los quales auian hecho muy
gran daño 1 á la Christiandad. (Al fin): Con li-
cencia I de los señores del Conse- | jo ReaL | En
Madrid. Por Bernardino de Guzínan.
Principia (á seguida del título y de la dedica-
toria suscrita por su autor, y fechada en Palenno á
I.* de Julio de 1634.): A los veynte y vno de Mayo
partió el Marqués de Santa Cruz de Palermo.-..
Acaba: y los Capitanes de las galeras á sa-
tisfieicion de su Excelencia.
Fol.— 2 h.
58. Declaración ^de | las prodigiosas señales
del monstrvo | so pescado que se hallo en yo
Rio de Polonia en | Alemania, cuyo retrato se
embió á España | este año de 1624. | A Don
Francisco de Toledo y Solier. | Fides, Religio
Pugnent: Árabes Deus Indicat Hostes (Grabado
que figura el monstruo, y debajo repite): Fides
Religio Pugnant; Árabes Deus ludícat Hostes. 1
Con licencia. | En Montilla en la calle de la Im-
prenta por luán Batista | de Morales su Autor.
Año de M.DC.XXIIII.
Empie^^a (en la hoja segunda): No es nueuo
auisar Dios á los hombres por medio de Anima-
les y Monstruos.
Acaba: .....so cuya corrección e hecho esta
explicación, sugetandome en todo á ella.— La vs
Deo—
4."-4 h.
La primera hoja contiene la portada y la dedicatoria
suscrita por el autor, con estampilla.
NOTICIA BIBLIOGIAVICA. 379
59. La prometida | declaración | venida de
España, | de las prodigiosas señales del | mons-
truoso Pescado que se halló en un rio de Polo-
nia en I Alemania, cuyo retrato se embio a Es-
paña, I este año de 1624. | A Don Francisco de
Toledo y Solier. | Por luán Baptista de Morales
su Autor. (Al fin): Impresso en Lima; Por Ge-
ronymo de Contreras, Año de i635. |
Empieza', No es nueuo auisar Dios a los hom-
bres por medio de animales
Acaba: so cuya corrección e hecho esta ex-
plicación, sujetándome en todo á ella.
Fol.— 2 h.
Reimpresión de la anterior.
60. )$( Relación verdadera | del Avto de la Fe,
qve se celebro | en la villa de Madrid, á catorze
dias del mes de lulio | deste presente año de
1634. 1 Compuesta por el Licenciado Pedro Ló-
pez de Mesa | residente en esta Corte. (Al fin):
Con licencia en Madrid por Diego Flamenco
Año de 1624. I
Empieza: Si se huuieran de contar por extenso
las cosas
Acaba: y darnos su gracia para que le sir-
uamos, Amen. (Sigue una aprobación del li-
cenciado Alvarado Calderón, dada en Madrid
á 17 Julio 1624.)
Fol.— 2 h.
61. Relación verda | dera de la gran Vitoria
que el Chris- | tianissimo Rey de Francia ha te-
nido contra el Rey de Ingala- | térra y el Conde
37$ NOTICIA bibliogríviga.
Rey de Túnez, | los quales auian hecho muy
gran daño | á la Christíandad. (AI fin): Con li-
cencia I de los señores del Conse- | jo ReaL | En
Madrid. Por Bernardino de Guzn^an.
Principia (á seguida del título y de la dedica-
toria suscrita por su autor, y fechada en Palermo á
I.* de Julio de 1634.): A los veynte y vno de Mayo
partió el Marqués de Santa Cruz de Palermo.^..
Acaba: y los Capitanes de las galeras á sa-
tisfiücion de su Excelencia.
F0I.-2 h.
58. Declaración ^de | las prodigiosas señales
del monstrvo i so pescado que se hallo en yn
Rio de Polonia en | Alemania, cuyo retrato se
embió á España | este año de 1624. | A Don
Francisco de Toledo y Solier. | Pides, Religio
Pugnent: Árabes Deus Indicat Hostes (Grabado
que figura el monstruo, y debajo repite): Fides
Religio Pugnant; Árabes Deus ludicat Hostes. |
Con licencia. ) En Montilla en la calle de la Im-
prenta por luán Batista | de Morales su Autor.
Año de M.DC.XXI1I1.
Empie:[a (en la hoja segunda): No es nueuo
auisar Dios á los hombres por medio de Anima-
les y Monstruos.
Acaba: .....so cuya corrección e hecho esta
explicación, sugetandome en todo á ella.— Lavs
Deo—
4.'-4 h.
La primera hoja contiene la portada y la dedicatoria
suscrita por el autor, con estampilla.
NOTICIA BIBLIOGiiFlCA. 381
4,* Aqui Belina de Toro
sera razón que te quente
" los particulares hechos
de aquel Sol de los Franceses.. ..
5.* Vencidos por mar y tierra
lacobo y el Palatino,
que vanamente pensauan
ser rayos de Ludouico.....
4.^—4. h. La última página la ocupa un es-
cudo de las armas imperiales.
62. Verda (escudo) dera | Relación | de la
gran | vitoria qve el Exce- | lentissimo Dvque
de Fernán- | dina á tenido sobre Arenas gordas,
captivando muchos \ Moros en quatro Navios
que les quito, y vno que Uevavan | de presa,
con muerte de muchos dellos que dieron | fin á
sus días en la batalla: la qual duró desde | las
cinco de la mañana, hasta las | onze de eidia.
(Estampeta). Impresso en Sevilla en la Impren-
ta de luán de Cabrera. | Con licencia. En la calle
de Martin Cerón, | frontero del Correo Mayor. |
Año 1624.
Empieza (á la vuelta de la portada): Para sa-
lir en Coso mando el señor Duque deFetnan-
dina....
Acaba: á los que mas pusieron á riesgo sus
vidas, ofrecía mayor premio.-^Lavs Deo. (Sigue
la licencia á Juan de Cabrera )
Fol.^2 h.
63. Copia de carta escrita de vn Religioso
del Mo- I nasterio de señor San Felipe d« Ma-
382 NOTICIA BIBLlOGftÍFIGA.
drid de la Orden de señor San | Agustín, al
P. Prior de Osuna de la misma Orden.
Empie3[a: Por consolar en parte essa Santa
Comunidad de V. P. que la considero tierna de
la muerte del Duque de Osuna..^.
Acaba: Basta, Padre mió. nuestro Señor con-
serve á V. P. en su santo amor, y gracia. Ma-
drid 27. 4e Setiembre 1624 ^Consieruo en el
señor. ~ Fray luán de Sevilla Religioso Agus-
tino.
Fol.— 2 h.
64. Discvrso de mvchas ) cosas notables y
de edificación, | que dixo é hizo en la príssion,
y al tiempo de i su muerte, el Excel. Duque
de I Osuna. (Al fin): Irapresso en Lima; por Ge-
ronymo de Contreras Año de 1635. )
Empie:(a: Para consuelo de V. S. hize esta
breue recopilación
Acaba: ó por lo menos esta muy cerca
della.
Fol.— 2 h.
65. Relación | de la di- | chosa vida | mver-
te, y onras, que | las sagradas religiones de | la
Villa de Madrid hizieron en la muerte de el |
R. P. M. Fr. Simón de Roxas, Confessor | de la
Reyna nuestra | señora. (Al fin): Impresso en
Sevilla por luán de Cabrera. Por original | im-
presso por Diego Flamenco en Madrid ] Año de
1625. I
Empieza: Aviendose conocido la buena y di-
chosa vida
NOTICIA BIBLIOGRivICá. 383
Acaba: .....las informaciones por Búlete que
vino del señor Nuncio para ello.
Fol.— 3 h., sígn. A.
66. Relación | de la presa, que Don | Diego
Pixnentel, que este en el cielo, G&- 1 neral de la
esquadra de Ñapóles, hizo | á la vista de las
islas de san Pedro, con { ocho galeras de su
escuadra, quatro de Fio- | rencia, y tres dd
Papa. (Al ñn): Con licencia. En Madrid por luán
Delgado.
Empiej(a: Salió de Ñapóles á los ocho de Se-
tiembre.....
Acaba: importaria toda la presa dodentos
mil ducados, antes mas que menos.
Fol.— 2 h.
Aunque no tiene año esta Relación, la ponemos en
el de 1624, porque el malogrado D. Diego Pimentel,
de quien habla Mendoza en su carta de 23 de Noviem-
bre de dicho año (pág. 283), debe ser el que mandaba
en este combate, que murió al dia siguiente, 4 de
Octnbre, de resultas de una herida de bala de mosquete
en la boca del estómago.
67. Socorro | qve el | estado | eclesiástico |
de España | parece podia hazer | al Rey | Nues-
tro Señor, | en el aprieto de hazienda | en qve
oy se halla, | con menos mengva de sv | inmu-
nidad, I y avtoridad, | y provecho mayor svyo,
y del Reyno. | A las | Iglesias j de la Corona |
de Castilla. | Por el Maestro Fr. Ángel Manii
qve. Abad del j Colegio de San Bernardo, y ca-
tedrático de Filosofía Moral | de la Vniuersidad
384 NOTICIA BlBUOOBiPhU.
de Salamanca. | En Salamanca, en la Imprenta
de Antonia Ramírez. | Año de 1624 |
Empieza (en la 2/ hoja): Qvanto es mal re-
cibido en el Derecho, que el Estado Eclesiástico ..
Acaba: pedia otro memorial mas largo
que este.— Lavs Deo.—
Fol.*-i6 K, sign. A, y paginadas desde la 3/
L.a primera, con la portada y á su vuelta la de-
dicatoria, suscrita en Salamanca 10. Octubre
de 1634; la última página la ocupa el Índice.
Papel cariosísimo, pues, siendo so autor un fraile^
sienta y defiende:
«Qae á España, á proporción del pueblo que tiene le
sobran eclesiásticos; y que esta sobra no solo no es del
servicio de Dios ni de autoridad y honra de su Yglcsia
antes tan perjudicial á entrambos fines, que por solos
ellos se debiera hacer una gran reformación aunque la
necesidad del Reino no apretara. »
68. i{( I Relación de Andrés | de Mendoza,
capitvlaciones | de los señores Marqueses de To-
ral, y boda del señor | Condestable de Castilla,
mascara, y acompaña- | miento de su Magestad.|
A la Condesa de Olivares mi | señora guarde
Dios. (Al fin): Con licencia en Madrid, Por Ber-
nardino de Guzman.
Empiexa (á seguida de la dedicatoria): Deter-
minado el señor Conde de Olivares celebrar las
bodasde la Marquesa deLíche, su hija única, con
el Marqués de Toral señor de la casa de Guzman...
Acaba: .... Ha sido (la fiesta) de las lustrosas
de la corte: perdóneseme el olvido de algunas
circunstaneias, pues ingenio de hombres, ni me-
NOTICU BII|.lj»6RáF|GA. 385
memoria no pueden tenerla de todo, protestando
con el perdón cobre nueva vida la relación, y
la pluma nuevos alientos.
Fol — 4 h. sign. A, y foliadas.
I^s capitulaciones de los Marqueses de Toral tuvie-
ron lugar el jueves 1 1 de Octubre, la máscara el lunes,
y el miércoles 17 la boda del Condestable, siendo pa-
drinos I08 Reyes, y asistiendo, como no podía roénoc
de ser, todo lo más notable de la Grandeza de U GortSf
y más de caatrocientos entre caballeros y Gentilff
hombres de la Boca y de la Casa. Mendoza detalla mi'^
oaciosamente los trages de los Reyes, los de los Gran-
des y Caballeros, el aderezo y tapicerías de la casa del
Condestable, donde merendó el Rey, las galas de la Rei-
^a, Infanta y desposada, etc., etc.; siendo por lo tanto
una de las más curiosas de nuestro Autor. La boda de
los Marqueses de Toral, ó sea de D. Ramiro NnSez Fe-
I ¡pez de Guzman, Señor de la Casa de Guzman, con
Doña María de Guzman, marquesa de Liche, se efectuó
«n 9 de Enero del siguiente año de 1625, según Men-*
dez Silva (i).
69. Verdadera | relación | de las admira- |
bles Vitorias, qve j an sucedido, assi por mar,
como en tierra, y en | diferentes partes, en fauor
de la Christian i dad, el año passado de mil y
seys I cientos y veynte y quatro. (Esc. Real.)
Con licencia. | In^pressoen Lima; | PorGerony-
mo de Contreros; Año | de 1623. (Al fin): hn-
presso en Lima; por Geronymo de Conerefas;
Año de 1623.
(I) Breve, curiosa y aiustada noticia, de los Ayos y
Maestros que hasta ovnan tenido los Principes Infantes
y otras personas Reales de Castilla. Madrid, ¡634.-8.^.
25
386 NOTICIA BIBLIOGRÁFICA.
Empieza (á la vuelta de la portada): Sábado
vey nte de Abril, se vieron en la costa de Galicia....
Acaba: sin tomar para si mas que el honor
de la Vitoria.
F0I.-2. h.
70. Traslado | de vna carta en | que declara
todo lo sucedido en los Esta- \ dos de Flandes,
desde fin de Agosto, ] hasta 20. de Octubre de |
1624. 1 El desafío de cinco del Campo | del Rey,
contra cinco de Mauricio, y también de los qua-
tro I baxeles de Dunquerque, y como la gente de
Mauricio. | intento tomar d. castillo de Amberes,
con I otras cosas sucedidas. (Al fín): Impressa
con licencia. ) En Madrid, Por luán Delgado. |
Año de M.DCXXIIII.
Empieza: Ya auise á V. merced, como el Prin-
cipe de Polonia
Acaba: De lo demás que sucediere yre siem-
pre auisando á v. m. á quien Dios guarde. De
Ambers y Octubre á 20. de 1624.— Rodrigo de
Lara.
F0I.-.2. h.
71. Traslado | de vna carta | en qve declara
todo lo qve | á sucedido en los Estados de Flan-
des, desde ñn de Agosto, | hasta los vey nte de
Noviembre, de este j año de 1G24. | También se
da aviso del famoso | desañode cinco, del Campo
del Rey, contra otros cinco de el Campo | de
Mauricio, y también de los quatro baxeles de
Dunquerque, | y como la gente de Mauricio, in-
tento tomar el Castillo | de Amberes, y como
NOTICIA BIBU06RÍFICA. 387
dize el refrán, viniendo por la- ) na, bolvieron
trasquilados. (AI ñn): En Sevilla por luán de
Cabrera, por original | Impresso en Madrid, en
la imprenta | de luán Delgado. 1624.
Empie!(a: Los días passados avise á v. m.
como el Principe de Polonia.^..
Acaba: De lo demás que sucediere iré siempre
avisando á v. m. De Amberes, y Noviembre,
a 20 de 1634.
Fol.— 2 h. sign. A.
Reimpresión de la anterior, con algunas variantes.
La fecha del fin debe estar equivocada, pues la edición
de Madrid descrita antes de esta, dice Octubre en vez
de Noviembre.
73. Memorable | svceso, qve este | ano de
mil y seyscientos y veinte | y quatro á veynte
y cinco del mes de Otubre, se vido en | Seuilla,
escrito á vn amigo, en que le da cuenta de como |
vn hombre auiendo preso á su muger por adul-
tera, y sen- | tenciados á degollar por manos de
su marido, se le entre- | garon en vn cadahalso,
para que executasse la sen | tencia: declarase el
principio del caso, el | medio que tuuo, y el buen
ñn I que se consiguió. { Impresso con licencia en
Seuilla por Manuel Ximenez, año de 1624.
Empies^a; Por ser este vn caso peregrino y
que raras veces se ve con entera execucíon...^
Acaba: .....acordándose del miserable trance
en que se vieron. Sea nuestro Señor seruido dar-
nos gracia, para que conozcamos esta suma mi-
seria, amen.
Fol.— 3 h.
386 NOTICIA BIBLIOGIÁFICA.
Empieza (á la vuelta de la portada): Sábado
veynte de Abril, se vieron en la costa de Galicia....
Acaba: sin tomar para si mas que el honor
de la Vitoria.
F0I.-2. h.
70. Traslado | de vna carta en | que declara
todo lo sucedido en los Esta- \ dos de Flandes»
desde fin de Agosto, ] hasta 20. de Octubre de )
1624. 1 El desafío de cinco del Campo t del Rey,
contra cinco de Mauricio, y también de k>s qua-
tro I baxeles de Dunquerque, y como la gente de
Mauricio. | intento tomar el castillo de Amberes,
con I otras cosas sucedidas. (Al fin): Impressa
con licencia. ) En Madrid, Por luán Delgado, i
Año de M.DC.XXII1I.
Empie(a: Ya auise á V. merced, como el Prin-
cipe de Polonia
Acaba: De lo demás que sucediere yre siem-
pre auisando á v. m. á quien Dios guarde. De
Ambers y Octubre á 20. de 1624.— Rodrigo de
Lara.
F0I.-2. h.
71. Traslado | de vna carta | en qve declara
todo lo qve | á sucedido en los Estados de Flan-
des, desde fin de Agosto, | hasta los veynte de
Noyicmbrc, de este | año de 1G24. | También se
da aviso del famoso | desafío de cinco, del Campo
del Rey, contra otros cinco de el Campo | de
Mauricio, y también de los quatro baxeles de
Dunquerque, | y como la gente de Mauricio, in-
tento tomar el Castillo | de Amberes, y como
NOTICIA BIBLIOGliFIQi. 389
el título, la pág. i.*): A viendo el Viernes pasado
23 deste, salido desta Corte el Señor Almirante
de Castilla..».
Acaba: .....censura que da el discreto á los pa»
peles que se le ofrecen con buen desseo.
Fol— 2. h.
76. Panegyrico | al Sereniss."" Señor | Ar<r
cfaidvqve Carlos | de Avstria. | En sv venida á
España, (adorno) Dedicado | al Excelentissirno
SefiorDon 1 Francisco Christoval QuevenhiUer,
Conde de | Franquemburg, Barón de Landts-
cron, I i Werem- | berg, señor hereditario en
Halto Osterwitz, i | Carlsperg, Cavallerizo xna^
yor perpetuo de Ca- | rinthia, Cavallero de el
Orden de el Tusón | de oro» de el Consejo de
Estado, Gentil- 1 hombre de la Cámara de el Em»
I perador, i su Embaxador | en España, | |fc
Empleita (después de la portada, y la dedi-
catoria suscrita por su autor D. Diego de Silva,
que ocupan las dos primeras hojas):
Carlos Augusto, en cuyo exodso nombre
Cifró tanto poder Naturaleza,
Que á la exageración fiíita renombre
De tu valor capaz, de tu grandeza:
Formándote portento, con que assombre
De su pródiga mano la destreza;
Para que en todo fuesses, sin segundo,
Vniversal admiración al mundo.
4.*— 14 h., sign. A. B. C, y foliadas desde
la 3.*; al ejemplar que describimos le falta la
últüna, que no sabemos si sería blanca.
Poemita en 64 octavas.
390 N0T1CI4 bibliogrIvici.
77* # Relación | de la gran vito- | na que
tuuieron las galeras de Floren- | cía en el Canal
de Constantinopla , con las galeras que | em-
biaua el Rey de Argel al gran Turco, con la
garra- ) ma que auia cobrado en los estados
del Poniente, que | eran dos millones, y vn
presente de treynta cautí- | uos chrístianos, y
ocho donzellas Calabresas, { en veynte y ocho
de Nouierabre, | de mil y seyscientos y veyn- |
te y quatro, (Al fin): Impresso con licencia en
Madrid en casa de Bernar | diño de Cazman.
Año de 1633.
Empeija: Es de todos muy sabido como al
gran Turco le rinden y pagan parias muchos
Keyes del Puniente..^
Acaba: .....contento de que fíiesse hazienda de
tan mal enemigo.
FoL— 2h.
78. Nueuas que escrive el P. Rector del G>-
Uegio Ingles de Seuilla á 23 de Noviembre de
1624. De la Beatificación del Santo Francisco de
Borja y fiestas de Madrid.
Empie:[a: El estado que tiene el Rey y nación
inglesa es el mas perplexo que han tenido
Fol— 2 h. (Manuscrito.)
El P. Rector debía llamarse Francisco de los Ca»
raeros, y la carta ir dirigida á D. Felipe Manrique,
Corregidor del Cuzco, según dice un segundo títu-
lo. Al copiarla equivocaron, sin duda, el mes, po-
niendo Noviembre en vez de Diciembre, pues la bea-
tificación fué por bula de 23 de Noviembre de este
mismo año.
IfOTiClÁ BÍBLI06RAFIG4. ^ 39 1
* 79 Carta que escribió un señor desta Corte
á vn su amigo.
FoL— 2 h.
Impresa en este tomo pág 289.
No tíene fecha pero debió imprimirse á fines de 1634.
Es la 16.* de las de Andrés de Mendoza.
80. Carta | qve vn amigo | escriue á otro,
auisando de vn | presente que se hizo á su Ma-
gestad, I y otras cosas. | Año (adorno) 1624.
En 22 octavaseis primera:
Después Don Diego que me days licencia
Para que en este género os escríüa
Sucessos de la corte, cuya ausencia
En vuestro mismo desengaño estriua:
No a tenido ocasión mi diligencia
(Puesto que á mil cuydados sucessiua)
Para admiraros mas, si ser pudiera
(¿ue en vuestro ingenio admiración cupiera.
4 •—4 h.
En un documento qoe tenemos á la vista, firmado y
signado en Guadalcanal en 4 de Octubre de i635 por
el escribano Juan Vázquez Tamayo, se llama á D, Juan
de Oñate «Adelantado de las provincias de la Nueva
Méjico, Gobernador y Capitán general délas dichas pro-
vincias. Visitador general de las minas y escoríales
de estos Reinos y Señoríos por el Rey nuestro Señor.»
Quizá este último nombramiento se resolviera en la
Junta que se hizo en casa del Marqués de Alenquer
•sobre el ensayo de unas minas..... que se han descu-
bierto en Castilla» dSe que habla Mendoza (pág. 298).
Algo también parece deducirse, referente al mismo asun-
to y á la importancia que se le dio, de las dos octavas
siguientes que son la 6.* y 7.* de esta Carta:
Felli principio de la plau fina
Qpe cerca de los Montes Carpentsnos
Saca de las escorias de una mina
Qae dexaron labrada los Romanos:
Esta (el Invierno fuera) determina
Labrar de nnevo, con discursos llanos
Que si riqneza tal la escorla ha dado
La suya vendrá á ser la que ha buscado.
Vn ensaye fiínibien hizo importante
Del metal de las minas da Calcena,
Y á laa de Cartagena de Leñante,
Vltimamente su partida ordena:
En canto pues que á su valor constante
Agradecida Espafia se desbena
Oyd el que dio al Rey, presente rico
Que es el que en estos versos os dedico.
8i. Hymefleo | á les bodas de | doña Ana
Enñquee | da Ribera, y doñ Pedro | Faxardo
Marques | de Molina. | Hecho á ioscancia de vn
amigo dsl dicho I Marques. | Valladolid en la
imprenta de Fran- | cisca de los Rios, año 162/;.
Empie:(a (á la vuelta de la portada):
Crespas las hebras de oro
El que Thesalio fué pastor vagante,
Illuminaua el Toro»
Que lupiter Tonante
Fixó en el tachonado pauimento,
Ya Progne en su lamento
Que el año amanecía,
De flores argentado repetía.
Quando en el valle vmbroso....
d*— 8 h. sign. A, y foliadas.
AÑO DE 1625.
82. Discvrso I poUtico J del desempeño del
Reyno, 1 segvro de la omut, y defensa de | laa
coataa de la Monarquía de | España. | A la Ma-
gestad Católica. (Esc. R^l) En Madrid | XXI de
Mayo, Año M.DC.XXniL
Empie:(a (en la hoja 2.*): Señor— El Licen-
ciado Murcia de la Llana.....
Acaba: y de luz para tomar resolución en
lo que más conuenga al seruido suyo, y destos
Reynos.— El Lie. Francisco Murcia de la Llana.
Fo].--24 h. sign. A, y foliadas hasta la 12.
Lá primera hoja es la portada con la vaelta en blan*
Co, y está también en blanco la última página.
Debió acabarse de imprimir est^ Discurso en i6i5,
de cnyo afio cita una pragmática, y es tan carioso ^ae,
para dar una kiea de él, iosertamos á cootinuacioa el
primer párrafo íntegro:
•El Licenciado Murcia de la Llana, criado de V. M.,
y%u Corrector general de libros, dize, que consideran-
do el estado 3' empeño en que está la Real hazienda
de V. M. aulendo venido á tal estremo, que come la
casa Real la renta del año de veinte y seis, constando
«ttds asientos casi ua tercio de daño, procediendo asta
desdicha de aaer hallado V. M. quando entró á Réynar,
•a patrimonio tan acabado y exausto, qae ea milagro
él que su divina Magcstad obra en la conservación de
esta Monarquía, pues no ay renta que poder vender, ni
gracia que poder hacer, que todo no esté assolado. Los
oficios qne eran renunciables los ha hallado V. M. com-
puestos perpetuamente; otros passados en sus sucesso^
rea: no hay de que echar mano ni adonde bokier loa
394 NOTiaA BIBI.I0GiiflC4.
ojos, sino es á Dios, qae de luz para que se halle algún
medio suaae con que poder acudir á tanta aflicción.»
PropMie una contribución sobre las herencias y la
defiende graciosaaiente diciendo:
«Y esto será fácil porque el que muere acá se lo de}a,
y el que lo hereda lo dará de buena gana, porque será
como el que juega y gana, que dá con gusto el barato.»
Propone también el descoento sobre todas cuantas
cantidades se paguen, «esceptuando desta contribución
los sueldos de soldados.»
83. Memorial | para el Rey nv€s- 1 tro Señor, en
sv Conseio | de Estado, 1 Cerca I de la reducción
de la moneda { de vellón. (Esc. Real). En Madrid,
año M.DCJJ:XV.
Empie:^a (en la 2.* hoja): Siendo tan graues
los daños que ha causado la subida del vellón á
estos Reynos, destruyendo totalmente el comer-
cio de los naturales.....
Acaba: Y á V. M. suplico lo mande ver y
censurar, y que se consulte lo que pareciere.
Guarde Dios la Católica persona de V. M., &c.
Madrid 2. de Febrero i625.— D. Lorenzo Brandon,
4.*— 6 h. sign. A, y foliadas. La vuelta de la
portada y las tres últimas páginas en blanco.
84. Relación |de la batalla qve|Nuño Albarez
Botello, General de la | Armada Portuguesa de
altobordo, del mar de la India, tuuo | con las
Armadas de Olanda, y Inglaterra en el Estre-
cho I de Ormuz. De que vino el auiso en 20. | de
Febrero deste año de i626.)Impresso con licencia
de los Señores del Consejo Real, en | Madrid, en
casa de Bernardino de Guzman, | Año de 1626.
MOTiCIA 1IBLI06IÍFICA. 395
Empiei(a: Salió Nufio Albarez Botello Capi-
tán General de la Annada de altobordo de la
mar de la India.....
Acaba: muchas Vitorias contra los enemi-
gos de la Fee, y de la Santa Iglesia Católica.
Fol.— 2 h.
Esta Relación y la signfente son ízales, y, según el
cooteoido, la batalla fué por Febrero de 162 5.
85. Relacionjde la batalla qvejNuño Aluarez
BQtello, General de la ar | mada Portuguesa de
altobordo, del mar de | la India, tuuo con las
armadas de 01anda,|é Inglaterra, en el estrecho
de Or- I muz: por el mes de Febrero | de 1625.
años. (Al fin): Impresso en Lima; Por Geronymo
de { Contreras; Año de 1626.
Empie¡(a: Salió Ñuño Aluarez Botello Capitán
General de la armada
Acaba: contra los enemigos de la Fe, y de
la Santa Iglesia Católica.— Lavs Deo.
FoL— 2 b. sign. A.
86. Relación de la par- )tida del Señor Duque
de Neosburque, y | copia de vna carta de su
Confessor, á vn Padre de la | Compañía de lesus
de Alcalá. | Impresso con licencia en Madrid
en casa de Bernardino de | Guzman, Año de
1625.
Al título sigue la Carta suscrita, «Butrago*
Marzo x6de i625.->SuhijoTheodoroVramosin,»
y después el texto que empieza: Testigo es Dios
que en los cinco meses y ocho dias que ha estado
en la Corte.....
39^ ximciA BiMJOGtincA.
m
Aeabau^,, ronitiré á V. C. de Alemania el fin
de nuestro Ttaje, y en el de la salvación nos le
de Oíos bueno.
FoU— 3. h.
87. Relación | embiada | á vn perso- | nage
de esta civdad, | avisándole de algvnos or- | di-
ñarlos que de Italia, y otras partes an venido
á la Cor- | te de Su Magostad, y de la muerte de
lacobo Rey | de Inglaterra, y Coronación | de
su hijo. I También se avisa de los lutos que por
tu muerte pusieron Sus Ma | gestades, y como
en la villa de Madrid nacieron dos niñas | pega-
das, con dos caberas, quatro pies y quatro bra-
90S,y I un ombligo, recibieron agua de bautismo,
y murie- | ron, y oy su madre esta viva. | en la
Corte, (ñguríta). (Ai fin): Impresso ep Madrid
con licencia, en casa de Diego Flamen | co, y
por su original. En SeviMa por luán | de Cabre-
ra. Año de I 1625.
Empieza: En veinte y tres de Abril, llegó Or-
dinario déla Ciudad de Barcelona
Acaba: pues son el báculo de nuestra Es-
paña, y de paz entre crhistianos.-— Lavs Deo.
Fol.— 2 h,
88. Verdadera | relación de la | victoria, qve
han tenido | vnas naos de Vnqverqve con vna |
armada de Olanda, cerca, y á la vista de Cales,
puerto I del Rey de Francia, este año de mil y
seis- I cientos y veynte y cinco. | Va inserto con
esto, I la memoria de los Principes y señores, i
que por mandado de su Magestad van á recorrer
NOTICIA BlBLIOOBÁriCA. 397
ias costas | de España, y preuenirlas de lo neces-
sario, |.con otras cosas curiosas. (Escudo) Im*
presso con licencia en Madrid por Diego Fla-
menco, y por su origi- | nal, por Simón Faxar-
do, año de 1635.
Empie3(a (á la vuelta de la portada): Despves
de aver salido el Conde Mansiel tan desüira-
tado
Acaba: si fueren pocos, y si se alargase el
tiempo se le darán cada mes.
FoL— 2 h.
89. Feliz I victoria | qve don Baltasar | de
Barradas, cavallero del | abito de San luán, y
Capitán General de vn exercito» por | la Católica
Magestad del Rey nuestro señor, ha tenido en |
los presidios y fuerzas de la Baltolina, contra vn
exercito | de Franceses y Saboyanos, que esta-
uan de guarnición , pas- | sando á cuchillo casi
dos mil dellos, y les gano dos hierbas | de mucha
consideración. Auisase también otras | muchas
cosas de Flandes, Inglaterra, Francia, | y Italia.
Fecha en Madrid á 19. de Agosto | deste año
de 1635. (Esc. Real.) (Al fin): Impresso con li-
cencia del señor Teniente don Luys Ramirez de
Are I llano, en Seuilla por Simón Faxardo, en
la calle de la Sierpe, | en la calleja de las Mo^as.
Año de 1625. I
Empieza', Don Baltasar de Barradas, Caua-
llero del Abito
Acaba: para desde alli pasar donde su Ma-
gestad le ordenare.
Fol.— 2 h.
398 Noncu BiBuoGtiriGA.
ga Ditcurio y relación sobre la Inpresa de
la Vaya de san Saluador del Brasil hecho por
el Gouemador luán Vicendo San Feli'che érc.
Empieza: Acabóse el año i6ao la tregua hecha
entre su Magestad y los rebeldes Estados de
Olaoda»^
Fol.— 13 h. (Manuscrito.)
91. Svcessos de Cádiz | y entrada del ene- 1
migo Glandes en su Baia. | (Al fin): impresso
en Lima; Por Geronymo de Contreras; | Aík>
de 1636. 1
Empiei^a: Sabodo primero de Nouiembre, día
de todos Santos...-
Acaba: Permita Dios, que escarmentando en
su daño, tengamos presto auiso de su ruyna.
Fol.— 2 h. sign. A.
93. Relación del | Avto general de la fe qve
se cele- | bro en la Ciudad de Cordoua, á dos
días del mes de Diziembre deste presente | año
de rail y seyscientos y veinte y cinco. Por los
señores Licenciados don Damián | de Arraenta
y Valen^uela, Arcediano y Canónigo desta Santa
Iglesia. Don | luán Remirez de Contreras del
Habito de Sanctiago. Y el D. Christoual { de
Mesa Cortes Canónigo de la mesroa Sancta Igle-
sia. Inquisi I dores Apostólicos de la mesma
Ciudad. I Al lllustrissimo Señor don Andrés Pa-
. checo, I Obispo, y Inquisidor General. &c (Al
ñn): En Cordoua, Por Francisco Romero, Im-
preesor del Santo Ofñcio de la Inquisición, y por
su I mandado, con especial Decreto de prohibí-
NOTICIA BIBLICQRATICA. 399
don, para que otro ninguno lo pueda imprimir,
ni co I sa tocante á el. Sopeña de Excomunión
mayor, y de veinte mil marauedis, y perdimien-
to de I los moldes.
Empieza (á seguida del título y de la Dedi-
catoria suscrita por el Licenciado luán Paez de
Valencuela): Viernes treinta de Octubre deste
Año^..
Acaba: .....como á la Christiandad le haze me-
nester.
Fol.-r6 h. sign. desde la 2.* A-B; la primera
es una portada orlada, con la vuelta en blanco,
que dice:
Exurge Do | mine et iudi- | ca cavsam tvam. | Anoo
(Esc. de la Inquisición.) i635. | Hostium nostrvm | Do-
mine, elide superbiam, & eo- | rum contumatiam, dex-
terse | tuse virtute prosterne.
93. Nvevo 1 descubrimiento i del gran Catha-
yo, ó Reynos de Ti- | bet, por el Padre Antonia
de An- | drade, de la Compañia de | lesvs, Por»
tugues, I en el año 1624. (Al fín); Está impressa
esta Relación del Catayo, con licencia, | Madrid,
en casa de Luis Sánchez, impressor del Rey |
nuestro señor, y del Reyno, año 1627. | Laus
Deo.
Empie:(a: Entre las grandes felicidades y Vi-
torias del notable año de 1625... .
Acaba: y en la bendición de V. R. mucho
me encomiendo &c. Agrá, 8 de Nouiembre
de 624.— Antonio de Andrade.
4.*— 12 h. signadas A, y foliadas.
Aunque el descubrimiento fuéá fínesdel año 1624,
400 NOTIGiA BIBUQORÍPUA.
en e«ta Relación precede á U Carta del P. Andrade na
ligerisimo resumen de los felices sucesos (así k» Ut*
ma) del de 163 5, por lo cual la colocamos aquí; debe
haber impresión de 1626, segon la Segunda carta.
Véase el oúm. 107 y último de esta Noticia.
ANO DE f6^.
94. * (Sin título).
Empiei^a: Quando las indias no deuieran otra
cosa a España....
Fol— 2 h.
Impresa en este tomo pág $09.
Esta debe ser la edición primitiva, hecha en Madrid,
lleva la fecha de 27 de Enero de 1626.
Aunqae no es de la serie de las de Andrés de Men-
doza la hemos incluido en este volumen por ser del
mismo género, y por que dá algunas noticias de suce-
sos de los años 1635 y 1626 que no se encuentran en
la 17.' y última, á pesar de que una y otra se refieren
casi al mismo período.
95. Nuevas i de Castilla, qve | an venido
este I presente año de 1626. (Al fin): Impressoen
Lima; Por Gerónimo de Contreras, Año de 1626.
Empieza: Quando las Indias no deuieran otra
cosa a España
Acaba: Pación de Santo Domingo al Li-
cenciado Gerónimo de Alcocer.
Fol— 2 h. sign. A.
Reimpresión de la anterior, con la singularidad de
tener al fin las mismas Provisiones para el Perú y Nue-
NOTICIA BIBLIOGftiriCá. 4OI
-va España, que la 17." y Altíma de la ColeccioB (pa-
ginas 334-36) aunque en dlstínto orden.
96. G>pia de vna carta escrita | por vn Elstu-
diante desta Vniuersidad de Salamanca, | á don
luán de la Sal y Aguilar, Obispo de Bona, del |
Consejo de su Magestad: donde se declara | la
destruycion que hizo la auenida | grande del río
Tormes. | Impressa con licencia del Ordinario,
y del Señor Corregidor. En Salamanca | en casa
de Antonia Ramírez, este año de 1626. |
Empie:{a: Movido de dos razones mas que
negligente en el seruicio de V. S
Acaba: y aprobadas por el Señor Corre-
gidor. Si se oñ-ecieren otras avisare á V. S. ^c.
Fol.— 2. h. sign. A.
97. El Cisne Negro | Poema trágico, de las
Inundaciones | del Tormes, y estragos de Sala-
manca en I 36. de Henero, y 13. de Febrero | de
i6a6. años. | Compuesto por Don Antonio Alua-
rez, estudiante desta Vniuer- | sidad, con licen-
cia del Ordinario, y del señor Corregidor, | im-
pressas por Diego de Cussio. | Dedicado A Don
Antonio Corrionero Obispo de Salamanca, | del
Consejo de su Magestad, fifc.
Empieza (en la pág. 3, después del título, y
la dedicatoria en tres octavas, que ocupan
la i.«):
Era llaue dorada el Sol luciente
de los cristales que su buelta abría
en arca de Saphiro transparente
en vrna celestial que despedía
te
400 MOTIGiA BIBUOQRirUA.
en e«ta Relación precede á U Carta del P. Andnide oii
UgerisUno resumen de los felices sucesos (asi los Ut*
ma) del de 1635, por lo cual la colocamos aquí; debe
haber impresión de 1626, según la Segunda carta.
Véase el núm. 107 y último de esta Notici/i.
AÑO DE 1626,
94. • (Sin título).
Empie¡{a: Quando las indias no douieran otra
cosa a España... .
Fol.— 2 h.
Impresa en este tomo pág $09.
Esta debe ser la edición primitiva, hecha en Madrid,
lleva la fecha de 27 de Enero de 1626.
Aunque no es de la serie de las de Andrés de Men-
doza la hemos incluido en este volumen por ser del
mismo género, y por que dá algunas noticias de suce-
sos de los años 1625 y I6s6 que no se encuentran eo
la 17.' y última, á pesar de que una y otra se refieren
casi al mismo periodo.
95. Nuevas i de Castilla, qve | an . venido
este I presente año de 1626. (Al fin): Impressoen
Lima; Por Gerónimo de Contreras, Año de 1626.
Empieza: Quando las indias no deuieran otra
cosa a España
Acaba: ...^Pación de Santo Domingo al Li-
cenciado Gerónimo de Alcocer.
Fol. —2 h. sign. A.
Reimpresión de la anterior, con la singularidad de
tener al fin las mismas Provisiones para el Perú y Nvie-
NOTICIA BIBLIOGRÍFICÍ. 403
99. Relación de la avenida del Rio de Sevi-
Ut, y de 8u ¡inundación á los últimos de enero
del año de 1636.
Empie^^a: Muchas cosas se requieren para la
perfección de una historia pero la mas impor-
tante es la verdad...^
4.*--2o h. (Manuscrito.)
Seguo esta Relación, las pérdidas materiales fberon
de ocho millones doscientos ochenta y un mil docados.
100. l{l 1 Relación | cierta , y j verdadera de
la I presa que las Galeras del gran Du- | que de
Florencia,jjuntamente con la Patrona j de Sicilia,
y su esquadra, han hecho de vn j Nauio de Cos-
sarios. Turcos, Moros, y j Renegados, que an-
dauan robando en | la Costa de Cataluña, en 9.
de I Abril de 1626. | Compuesto por Francisco
Cardoso de Acuña, na | tural de Lisboa, soldado
de las Galeras. (Estampeta) Con licencia impres-
so en Madrid | en casa de Bernardino de | Guz-
man. |
Empieij^a (á la vuelta de la portada): Viernes
á tres de Abril llegaron á esta Ciudad de Bar-
celona
Acaba: El dia siguiente llegaron las seis gale-
ras que auian quedado en Tarragona.^ Laus
Deo. —
Fol.— 2 h.
loi . • 1 1 1 (Sin título).
Fol.— 2 h.
Impresa en este tomo pág 32i
Es la 17.* y última de la serie. Desde la i3." inclusive,
404 NOTICIA BIBLIOGRiriGA.
ademas del título, tienen todas en la margen superior
derecha su número correlativo; la presente no tiene mas
que el número (17) y tres crucecitas en el centro. Es la
peor impresa de todas y en peor papel.
loa. Al 111.- i Rev.— S." | Cardenal Fran-
cisco I Barberino, | Legado de Sv Santidad. | En
8V venida á España. (Escudo) Año MDC.XXVI.
Quando (6 Príncipe excelso) tus honores
Intento retratar, i tu nobleza,
Préstame liberales tus favores,
De el animo humanando la grandeza:
Al pincel, los fínissimos colores
De tus virtudes, celen la rudeza;
El afecto, tal vez, yerros permite.
Perdona el yerro, i el afecto admite.
4.* — 13 h. sign. A. B. C. y foliadas desde
la 3.*, en que empieza el texto con la palabra
Panegirico: las dos primeras contienen la por-
tada y la dedicatoria suscrita por D. Diego de
Silva. A nuestro ejemplar le falta la última hoja
que probablemente estaría en blanco.
io3. Relación de todo lo | Sucedido en la
Legacia del Ilustrissimo señor don Francisco
Bar I barino, sobrino de la Santidad de N. Bea-
tissimo padre Vrbano | Octauo, donde se refiere
su ¡ornada desde Roma á esta Corte. En | trada.
Recibimiento, Visitas assi á los señores Reyes y
Infantes, | como á los Monesterios de Monjas, y
frayles Bautismo, y Pro | cession del Corpus
Va también el traslado de la carta que su | San-
IfOTlGIA BIBLIOGMÁriGA. 4O5
tidÍBid enbio á la Reyna N S. ) Hecha y ordena-
da por don luán de la Rea. (Al fin) Con licencia
en casa de Bernardino de Guzman.
Empie:^a: Sv Santidad como tan zelosodel
bien vniuersal de la Iglesia,...
Acaba: y fue vno de los mayores y de ma-
yor deuocion que vio la Corte.
104. Discvrso. (Sin mas título.)
Empieza: Viendo el Maestre mayor de la
ñaue de la Iglesia.....
Acaba: .....y de buen exemplo para alentarse
al diuino seruicio.
4.*~23 h. sign. A-F, y foliadas.
Dividida eo párrafos cuyos epígrafes copiamos aquí,
para dar una idea del contenido de esta Relación; no
sabemos si le faltará al presente ejemplar algona ho}a
ú hojas al principio, con portada y preliminares. Los
epígrafes son estos: lomada del Conde de Oñate. — lor»
nada del Conde de Puñoenrostro.— Entrada del Rey N. S.
por la posta. — ^Aparato para la entrada del señor Lega-
do.— Acción del Duque de Sessa.— Entrada del sefior
Legado en esta Corte.— Recámara del sefíor Legada-
Recibimiento del Rey N. S. — Aparato de la casa del
señor Legado.— Visita el señor Legado á los Reyes. —
Bautismo de^la señora Infante.— De las libreas que se
dieron este dia.— Fiestas del Santissimo Sacramento.
io5. Aparato | festivo en | el bavtismo de la|
Serenissima Infanta D. Maria | Eugenia, cele-,
brado con esplendida pompa en la Real Capilla |
de su Magestad, á siete de lunio deste presente |
año de 1626. 1 AI Marques de Rol, Feudatario
Imperial Embaxador del se- I renissimo señor
404 NOTICIA BIBLIOGRAFIGA.
ademas del título, tienen todas en la margen auperior
derecha su número correlativo; la presente no tiene mas
que el número (17) y tres cmcecitas en el centro. Es la
peor impresa de todas y en peor papel.
loa. Al 111.— i Rev ■• S." | Cardenal Fran-
cisco I Barberino, | Legado de Sv Santidad. | En
8v venida á España. (Escudo) Año MJX:.XXVI.
Empie:^a:
Quando (6 Principe excelso) tus honores
Intento retratar, i tu nobleza.
Préstame liberales tus favores,
De el animo humanando la grandeza:
Al pincel, los fínissimos colores
De tus virtudes, celen la rudeza;
El afecto, tal vez, yerros permite,
Perdona el yerro, i el afecto admite.
4.*— 12 h. sign. A. B. C. y foliadas desde
la 3.*, en que empieza el texto con la palabra
Panegírico: las dos primeras contienen la por-
tada y la dedicatoria suscrita por D. Diego de
Silva. A nuestro ejemplar le falta la última hoja
que probablemente estaría en blanco.
io3. Relación de todo lo | Sucedido en la
Legacía del Ilustrissimo señor don Francisco
Bar I barino, sobrino de la Santidad de N. Bea-
tissimo padre Vrbano | Octauo, donde se reñere
su jornada desde Roma á esta Corte. En | trada.
Recibimiento, Visitas assi á los señores Reyes y
Infantes, | como á los Monasterios de Monjas, y
frayles Bautismo, y Pro | cession del Corpus
Va también el traslado de la carta que su | San-
NOTICIA BIBLIOGRÁFICA. 4O7
Thibet, por el Padre Antonio de Andrada, de |
la Compañia de lesus, Portugués, escrita á su
General, | y embiada del Virrey de la India á su
Magestad, | en este año de 1637. (Al fin): Con
licencia del señor don Gonzalo Pérez de Valen-
(uela, en Se- 1 gouia por Diego Flamenco. Año
de 1628.
Empieza: El año passado de i6a6, se impri-
mió la relación del primer descubrimiento.....
Acaba: De Chaparangue Corte del Rey del
gran Thibet en i5. de Agosto de 1626.— El Pa-
dre Antonio de Andrada.
Fol.— 6h. sign. A; en blanco la última página.
Al describir la primera Relación ó Carta del P. An-
drade (ó Andrada como en esta se firma) impresa en
1627, diglmos que debia haber edición de 1626; asi
consta en efecto al principio de esta segunda: la in-
cluimos aquí, aunque de fecha algo posterior á la de la
última carta de Andrés de Mendoza, por ser continua-
ción y complemento de aquella. Véase el núm. gS.
406 NOTICIA BnuoGRincá.
Duque de Modena, Cauallero | del Abito de
Santiago, 8fc (Al fin): Con licencia en casa de
Bernardino de Guzman. |
Empieza: Magestuosas grandezas de España...
Acaba: Preuienense, sarao, mascaras, enca^
misada, toros, y cañas, para aplaudir la presen-
cia de tal huésped, y solenizar el regozijd de
otros felizes sucessos.
Fol.-2h.
La primera página la ocupan el titulo y la dedicatoria
suscrita por el Doctor Antonio Ferrari, Capellán de Su
Mageatad; el texto empieza en la 2.*
106. Verissima | Relación en | qve se da
qventa en el estado | en que están las guerras
en las Filipinas, y Reynos de el | lapon^ contra
los Olandeses. Y los famosos hechos i de doD
Fernando de Silva Sargento mayor, | con la gran
Vitoria que tuvieron los Españo- | les, dego^
liando quatrocientos | Olandeses. Año de | 1626.
(Al fin): Impressa con licencia de | el señor Don
Luys Ramírez de Arellano, Teniente | Mayor de
Sevilla. I En Sevilla, por Ivan de | Cabrera,
frontero del Correo Mayor. | Año 1626.
Empieza: Daré qventa de lo que en estas
partes remotas ay de nuevo.. .r.
Acaba: pero si son las mugeres Japonesas,
se queden como también las hijas, y lleven los
hijos.— Lavs Deo.—
Fol— 2 h, sign. A.
107. Segvnda carta. | Prosigue el descubri-
miento del gran Catayo, ó | Reynos del gran
OBRAS PUBLICADAS.
I. Delicado. — La Lozana Andaluza.
II. Verdugo. — Guerra de Frisa.
III. Muñón. — Tragicomedia de Lisandro
y Roselia.
IV. Cancionero llamado de Stúñiga.
V. Villegas Selvago. — Comedia Sel-
vagia.
VI. Lope de Vega. — Comedias inédi-
tas. Tomo I.
vil. Milán. — El Cortesano.
VIII. Pero Tafur. — Andan<jas é viajes.
IX. Silva. — La segunda Celestina.
X. Lucas Rodríguez. — Romancero his-
toriado.
XI. Hurtado de Mendoza. — Obras poé-
ticas.
XII. Tirso y Guillen de Castro. — Co-
medias.
XIII. Varias Relaciones del Perú y Chile.
XIV. Varias Relaciones de las campañas
de Flandes.
XV. Guerra de los españoles en África,
en 1542, 1543 y 1632.
XVI. Montesinos. — Memorias antiguas
del Perú.
XVII. Almansa y Mendoza. — Cartas.