Skip to main content

Full text of "Diccionario de voces aragonesas precedido de una introducción filológico-histórica"

See other formats


Google 


This is a digital copy of a book that was preserved for generations on library shelves before it was carefully scanned by Google as part of a project 
to make the world's books discoverable online. 


It has survived long enough for the copyright to expire and the book to enter the public domain. A public domain book is one that was never subject 
to copyright or whose legal copyright term has expired. Whether a book is in the public domain may vary country to country. Public domain books 
are our gateways lo the past, representing a wealth of history, culture and knowledge that's often difficult to discover. 

Marks, notations and other marginalia present in the original volume will appear in this file - a reminder of this book's long journey from the 
publisher to a library and finally to you. 


Usage guidelines 


Google is proud to partner with libraries to digitize public domain materials and make them widely accessible. Public domain books belong to the 
public and we are merely their custodians. Nevertheless, this work is expensive, so in order to keep providing this resource, we have taken steps to 
prevent abuse by commercial parties, including placing technical restrictions on automated querying. 


We also ask that you: 


+ Make non-commercial use of the files We designed Google Book Search for use by individuals, and we request that you use these files for 
personal, non-commercial purposes. 


+ Refrain from automated querying Do not send automated queries of any sort to Google's system: If you are conducting research on machine 
translation, optical character recognition or other areas where access to a large amount of text is helpful, please contact us. We encourage the 
use of public domain materials for these purposes and may be able to help. 


+ Maintain attribution The Google “watermark” you see on each file is essential for informing people about this project and helping them find 
additional materials through Google Book Search. Please do not remove it. 


+ Keep it legal Whatever your use, remember that you are responsible for ensuring that what you are doing is legal. Do not assume that just 
because we believe a book is in the public domain for users in the United States, that the work is also in the public domain for users in other 
countries. Whether a book is still in copyright varies from country to country, and we can't offer guidance on whether any specific use of 
any specific book ¡is allowed. Please do not assume that a book's appearance in Google Book Search means it can be used in any manner 
anywhere in the world. Copyright infringement liability can be quite severe. 


About Google Book Search 





Google's mission is to organize the world's information and to make it universally accessible and useful. Google Book Search helps readers 
discover the world”s books while helping authors and publishers reach new audiences. You can search through the full text of this book on the web 
allhttp://books. google .com/| 














Google 


Acerca de este libro 


Esta es una copia digital de un libro que, durante generaciones, se ha conservado en las estanterías de una biblioteca, hasta que Google ha decidido 
escanearlo como parte de un proyecto que pretende que sea posible descubrir en línea libros de todo el mundo. 


Ha sobrevivido tantos años como para que los derechos de autor hayan expirado y el libro pase a ser de dominio público. El que un libro sea de 
dominio público significa que nunca ha estado protegido por derechos de autor, o bien que el período legal de estos derechos ya ha expirado, Es 
posible que una misma obra sea de dominio público en unos países y, sin embargo, no lo sea en otros. Los libros de dominio público son nuestras 
puertas hacia el pasado, suponen un patrimonio histórico, cultural y de conocimientos que, a menudo, resulta difícil de descubrir. 








Todas las anotaciones, marcas y otras señales en los márgenes que estén presentes en el volumen original aparecerán también en este archivo como 
testimonio del largo viaje que el libro ha recorrido desde el editor hasta la biblioteca y, finalmente, hasta usted. 


Normas de uso 


Google se enorgullece de poder colaborar con distintas bibliotecas para digitalizar los materiales de dominio público a fin de hacerlos accesibles 
a todo el mundo. Los libros de dominio público son patrimonio de todos, nosotros somos sus humildes guardianes. No obstante, se trata de un 
trabajo caro. Por este motivo, y para poder ofrecer este recurso, hemos tomado medidas para evitar que se produzca un abuso por parte de terceros 
con fines comerciales, y hemos incluido restricciones técnicas sobre las solicitudes automatizadas. 


Asimismo, le pedimos que: 


+ Haga un uso exclusivamente no comercial de estos archivos Hemos diseñado la Búsqueda de libros de Google para el uso de particulares; 
como tal, le pedimos que utilice estos archivos con fines personales, y no comerciales. 


+ No envíe solicitudes automatizadas Por favor, no envíe solicitudes automatizadas de ningún tipo al sistema de Google. Si está llevando a 
cabo una investigación sobre traducción automática, reconocimiento óptico de caracteres u otros campos para los que resulte útil disfrutar 
de acceso a una gran cantidad de texto, por favor, envíenos un mensaje. Fomentamos el uso de materiales de dominio público con estos 
propósitos y seguro que podremos ayudarle. 


+ Conserve la atribución La filigrana de Google que verá en todos los archivos es fundamental para informar a los usuarios sobre este proyecto 
y ayudarles a encontrar materiales adicionales en la Búsqueda de libros de Google. Por favor, no la elimine. 


+ Manténgase siempre dentro de la legalidad Sea cual sea el uso que haga de estos materiales, recuerde que es responsable de asegurarse de 
que todo lo que hace es legal. No dé por sentado que, por el hecho de que una obra se considere de dominio público para los usuarios de 
los Estados Unidos, lo será también para los usuarios de otros países. La legislación sobre derechos de autor varía de un país a otro, y no 
podemos facilitar información sobre si está permitido un uso específico de algún libro. Por favor, no suponga que la aparición de un libro en 
nuestro programa significa que se puede utilizar de igual manera en todo el mundo, La responsabilidad ante la infracción de los derechos de 
autor puede ser muy grave. 





Acerca de la Búsqueda de libros de Google 


El objetivo de Google consiste en organizar información procedente de todo el mundo y hacerla accesible y útil de forma universal. El programa de 
Búsqueda de libros de Google ayuda a los lectores a descubrir los libros de todo el mundo a la vez que ayuda a autores y editores a llegar a nuevas 
audiencias. Podrá realizar búsquedas en el texto completo de este libro en la web, en la página[ht tp: //bo0ks google com] 






































DICCIONARIO DE VOCES ARAGUNESAS 





























































































































































































































































































































































































































2 


nazarnos con la invasión árabe, 4 la cual justo es 
decir que debemos la mayor parte de nuestra ade- 
lantada ilustración en los siglos medios, así como 
el desarrollo de todas las cualidados caballereseas 
que constituyeron un día nuestro carácter, y que 
todavía so conservan, aunque muy atenuadas, en- 
tro nosotros, como so conserva el aire de familia, 
6 como se distingue el tipo especial en el rostro de 
cada nación y aun de cada territorio. 

Do la misma manera que ol idioma latino, el 
cual por su difusión vino 4 llamarso, á poco de la 
invasión árabo, la longua do los cristianos, esto 0s, 
Ta lengua nacional, la longue on quo estaba escrita 
la legislación ó el Forum Judicum, de la misma 
manera, decimos, so generalizó entro nosotros el 
írabe,al cual (como dice el sabio Marina) hubieron 
de trasladarse hasta los libros santos, que ni aun 
los sacerdotes entendían, siendo cierto que en el 
siglo IX no había sino uno para cada mil que com- 
prendieso ol idioma latino, cuando el caldeo era en 
muchos puntos de España del todo familiar W, 

No en todos, sin ombargo. Los alentados espa- 


(1) Alvaro, amy pa de San Eulogio, se lamenta en su f; 
Tuminoso de que los Tatinon dejasen por «l krabo au 
Irrebatible texto, adueido por Áldrete en el cap. [IL de su 
peimeiio de la lengua castellana (Bomaa, 1500 Y mpoyado después (b: 4 
Espltilo XI? con muchos mutores de fran nota. demuestra que auibod 
he 2 el mo. Cd el árabe, nos fuero: todo vulgares y App 
_ tando al “erudito rabia Sr. Gayangos al morkico ara: 
gu Lo] wclón, natural de Rueda de A 





A 
des Fomanolo a 
serbia A CA Los ne vernos en de lec 


dl 





folos que, lejos de someter su cerviz al yugo mu- 
sulmán, fueron á refugiarse en lo más arriscado 
de las montañas para preparar desde allí la más 
obstinada y vencodora defensa que han presen- 
ciado los tiompos, salvaron con nuestra naciona- 
lidad nuestro lenguaje. Y no fueron sólo las in- 
vencibles huestes de Pelayo las que conservaron 
el depósito del idioma: tambión los aragoneses, 
reunidos en las asperezas pirenaicas bajo la con- 
ducta de Garci-Jiménez W, preservaron el latín 
gótico de la destrucción completa que le hubiera 
exbido si, como en las ciudades florecientes y aun 
'en comarcas entoras de España, llegara á hacerse 
general el idioma de los árabos, 

Cuál fuora aquel tosco lenguaje 6 qué grado do 
perfección alcanzara, no os fácil decidirlo; pero 
convienen los doctos en algunos puntos que nos- 
otros agruparemos brevemente. Parece que los 
godos no fueron poderosos á imponer ni aun á 
conservar su idioma propio, y tomaron, por el 
contrario, la lengua latina, aunque en el ostado 
mísero en que ya se hallaba, como que ya venía 
decayendo desde su mismo Siglo de Oro %. Las 


oy a oy pri o de Y Feng pa 
Ad iaa db vas Origenes 4 a lengua evalola, 






Lar Mamahar de Altar 

e e a 
' 4 que sufrido la buena lstínidad; San Jeróntino 
od = 





pórdidas que diariamente sufría el idioma del La- 
elo permitían que se infiltrase sin obstáculo tal 
cual influencia gótica, y de ese mutuo decaimien= 
to, favorecido después por elementos arábigos, 
rabínicos y francos, resultó una verdadera 6 in- 
forme fusión, en que sin embargo prevaleció el 
elemento latino %, por donde los idiomas de él 
engendrados se llamaron romanos Ó romances, 
ocasionando entre otros el castellano, que bajo 
este aspecto bien pudo huber nscido en el si- 
glo vu, si puede llamarse idioma nuevo el que 
debió de hablarse en aquella ópoca, de lo eual 
disentimos nosotros francamente, por más que lo 
hayan sostenido, pero sin documentos ni razones 
de algún peso, los eruditos Aldrete, Terreros y 
Andrés %), De todas suertes, y aunque fuese idio- 
ma vulgar y sun cortesano, al decir de Terreros, * 
no le yemos hasta el siglo xx como lenguaje es- 
erito, y, por consiguiente, no podemos deducir de 
6l sino lo que de ésto se desprende. Cónstanos, 
sí, do su existencia, como quiera que la domues- 
tran laz mejores inducciones filológicas, la decla- 
ran los mismos documentos latinos que repetidas 


e dol jecano el lecguato actual proreda del lata AN 


, Aribalda al E. Burriel, divide 
nin segunda. que corre del 





sa, Me godos wimgnros 
Fumana, aunque ala lntroducir la duo el mslo Ándrds, qu que no St 














veces se refleren sl idioma que llaman vulgar (6 
rústico, como Don Alonso el Batallador), y sobro 
todo, la argúirían con su misma perfección rela- 
tiva los primeros monumentos verdadoramente 
castollanos. 
- Pero antes de fijarla ópoca á que óstos ge ro- 
Soren, conviene anticipar dos observaciones di- 
plomáticas, á saber: la falibilidad de muchos docu- 
mentos en ordon á su lenguaje y fecha, y la abun- 
dancia de documentos latinos y absoluta carencia 
de castellanos hasta los tiempos críticos á que 
nosotros referimos el uso del castellano escrito. 
En cuanto á la primera de estas dos ideas, di- 
remos que ha habido muchas piezas, latinas en su 
su origen pero vertidas más ó menos pronto al 
castellano, lo cual puedo inducir 4 fácil error por 
Ja aparento conformidad pero verdadera disonan- 
ola entre la fecha y el idioma, de lo cual (entre 
muchísimas) pueden ser ejemplo los fueros de Se- 
púlveda y de Arguodas, 1076 y 1092: hay también 
privilegios, cuyas confirmaciones so conocon pero 
no sus institucionos, habióndose redactado aqué- 


¡sl slglo via los versos compuestos en alabanza de unos caballeros 
ramas de higuera á los moros que cobraban 

UL el poema en octavas A la pérdido de Es- 
me del siglo xs 


105, Supo! 
del CIA y de Fernán González 6 igunimente dos versos del 
sado Hermigua dirigidos 4 su esposa Outvana, como 














Mas en idioma castellano sobre original latino: ha 
habido también privilegios y fueros que sucesiva- 
mente se han copiado, y modernizado 4 cada 00- 
pia, considerándose vigonte la última de óstas, 
entre la cual y la fecha, que es de suyo inaltora- 
blo, resultaba un desacuerdo filológico no siem- 
pre perceptible: ha habido, en fin, alteraciones 
interesadas y por consiguiento lingúísticas en al- 
gunos pasajes, lo cual ya denunció Don Alonso el 
Sabio en aquellas palabras «aun aquellos libros 
raion et escribien lo que les semejaba 4 pro de 
éllos e a danno de los pueblos». 

El segundo extromo se comprueba con los mu- 
chos faoros municipalos redactados en idioma la- 
tino durante el siglo XI, y aun con loz muy nume- 
rosos quo so otorgaron on el mismo idioma por 
toda la primera mitad dol siglo xr, como lo de- 
muestran, sin salir de los reinos de Aragón y Na- 
varra, los de Alonso el Batallador de 1117, 1129, 
1124 y 1129, concedidos 4 Tudela, Sangiiesa, Ca- 
banillas, San Cerni y otros pueblos, y lo que es 
más, los concedidos por Sancho el Sabio de Na- 
varra desde 1150 4 1193, cuyo roy (ni ningún otro 
que sepamos) no se sirvió del castellano sino en 
el fuero de Arguedas, año de 1171, 

Resulta, pues, que los primeros documentos cas- 
tellanoz corresponden al siglo xn, pues aunque 
so habla de documentos do 950 ", de una os- 











7 


critura do 10660, do una anóedota do 1905 '%, de 
un privilegio de 1101 %, y de algún otro docu- 
mento á este tenor, la verdad es que el primero 
que cita Marina es de 1140, el primero de que 
habla Gayangos de 1145, ol primero que vió Sar- 
miento de 1150, el primero que parece que han 
disfrutado Risco y Tieknor de 1155 0, el primero 
que menciona Yanguas de 1171, y el primero que 
copia Borganza de 1173, advirtiendo nosotros de 
paso que nien ol Archivo de Comptos do Navarra ni 
en el de la Corona de Aragón, no existo documen- 
to anterior á aquellas fechas. Tambión debemos 
exponer respecto al P. Merino que ni alcanzó otra 
osa que lo exhibido en sus Antigiedades por Fray 
Francisco Berganza, ni anduvo á nuestro parecer 
muy cuerdo en la calificación de un romance del 
Cid que aquél encontró on el monasterio de Car- 
deñna y que estotro supuso anterior en algunos 


A e y 

Foto peguen me enzo q pla ego 6 il. gun 

denia hr s«onceder 4 em escritura mayor Ue 

A Ad 

e a a En PE ans como rd 
¡gra dea viin delEvanazho, be, es hacemos onda 

A del Fuero Juego, obra bien conocida y cuya traducción: 

se. hacer dos sá después, en 1241, —El manuscrito más antiguo. 

de pero ¿dice en qué len 

(2) Citado, pero refutado por Tisknor. 
sz, Marina, pero con las vehementes sospechas de ser una 
slglo x1v. 


e TIOS 


años á Borcoo y en un siglo á Don Alonso el Sa- 
bio, siendo así que su estructura revela muy pos- 
toriores tiempos, y que Berganza, á quien se debe 
su hallazgo, no so atrovió á fijarlo antigñodad, li- 
mitándose á coronar su obra con esos (que dice 
61) versos antiguos, 

Los monumentos primitivos de que hablamos, 
suponen realmente lo que ya hemos dicho, la exis- 
tencia de un idioma vulgar, el cual homos de con- 
fesar que todavía se rovela on documentos muy 
anteriores. El erudito D. Tomás Muñoz incluye 
tros latinos en su apreciabilísima Colección de fue- 
ros y Cartas-pueblas, que correspondientes 4 los 
años 804, 824 y 857 contienen las voces carrera, 
carnicerías, calciata, foz, defesís, ganato, omes de 
villa, pradum, porquerum, tempore veraná, lle como 
artículo y no como pronombre, y otras indicacio- 
nes análogas de lo que había de ser, andando el 
tiempo, el idioma español %. Lafuente, en el to- 
mo ll de su Historia de España, cita para prueba 
de esto mismo, la escritura de fundación del Mo- 
nasterio de Obona, 780, en que se hallan las pala- 
bras vacas, tocino, mula, río y peña; una donación 
de Alfonso el Católico que comprende duas cam- 
panas de ferro y tres casullas de syrgo; y un docu» 
mento de Orduño 1 con las voces verano, iberno, 
ganado, carnicerías, caballo, elc. Briz Martínez, en 
Pel Ke sa acrodlioda lastra, lempugnasol Jon Esso. Duel y Burt y 

ED pa AAA hemos A gusto, dejes pa 


pd e Joy e Jada ennocido por Tos iabajos perlollss 





su Historia de S, Juan de la Peña, libro IU, capítu- 
lo XXXVII, inserta á la letra el testamento de Ra- 
miro 1 de Aragón, 1061, en el cual se leon estas 
palabras: «de meas autom armas qui ad varones, et 
caualleros pertinent, sellas de argento, et frenos ot 
brunias, et espatas, et adarcas, et gelmos, et testinias, 
et cinctorios, et sporas, et cawallos, ot mulos, ot eguas 
et vacas et oues dimitto ad Sanctium... et vassos 
de auro et de argento, et de girca, et cristalo, et 
amacano, et meos vestilos, et acitaras, et collectras, 
el almucellas, et seruitivun de mea mensa, totam va- 
dal cum corpore meo ad Sanoctum Joannem... el 
¡llos vassos quos Sanetius filius meus comparaue- 
vit et redemerit; peso per peso de plata, aut de Ca- 
zeni, illos prendat... et in castellos de fronteras de 
Maxros qui sunt pro facere»; cuyo contenido, aumn- 
que su traducción tiene harta dificullad por algunos 
términos incógnitos, romancea de este modo Briz 
Martínez: Otro sí, ordeno que mis armas portene. 
lentes 4 varones y caualleros, como son sillas y 
fcenos de plata, espadas, adargas, yelmos, caun- 
Mos, mulos, yeguas, vacas y ovejas, todo sea y lo 
herede mi hijo Don Sancho... que todos mis bienes 
“muebles como son vasos de oro y de plata, de ala- 
bastro, de cristal y de macano, mis vestidos y aci- 
taras ó camas colectos y almuzas con todo el ser- 
uicio de mi mesa, todo se lleue y entregue, junta= 
mente con mi cuerpo, al monasterio de S. Juan... 
que todos los vasos que mi hijo quisiere redimir y 
comprar, aquellos redima poso por peso por otra 
tanta plata ó cazono... (y todo se dé) para obras de 








castillos que están en las fronteras de moros y no 
acabados de concluir 1D, 

En los primeros tiempos documentales no es 
mucho que so advierta esto mismo con toda la 
claridad posiblo, y así, en una escritura de 1157 
4 favor del monasterio de Veruola, so leo: «nullus 
homo sit ausus casas vuestras vel grangias uel ca- 
banas... violente intrare»; en la de fundación del 
monasterio de Aza «do etiam prefato monaste- 
rio... centum caphices (caices vulgo dicimus) 
quincusginta tritici; en el fuero de Valformoso 
1189 se dico de tribus arriba y mulieren pulam; 
en el do Santander non vendal á detal. Los docu- 
mentos aragoneses ofrecon igual comprobación 
y dan además á entendor desde su cuna su to» 
tal identidad con la formación del castellano, y 
así en una escritura de 1152 (Biblioteca Salazar) 
se dan «500 solidos et III kauallos... et illes kassas 
que forunt de sennior Ennego Sanz... et COC soli- 
dos et una mula»; en otra de 1155, que tambión 
homos visto original, so loo: «ot recipiant cum 
sano ot infirmo ot donant ¡llos fratros in carítato 
ad sua mulior de D. Julian que ad suos filios XX. 
morabotinos, por tale que ¡llos no clamen magis 
do ista hereditate... ot fuit factum hoo donatiuum 
in presentia de magistor D. Frool»; en otra de 
1162: «Hoc est carta do una vinóa quam compa- 
rauit Potro Tizon magist. de Nouellis..... pagato 
protio et aliala»; en otra do 1173: «Dono uobis 


e Alas congo Ep rato de costar ola dnd ms cel Dat 





fidanzas de saluetate affuer de terra... alihala 
paceata»; en otra de 1202: «Hec est carta de com- 
para quan comparauerunt fratres milicie Templi 
Salomonis»; en otra de 1223; «suos domos videli- 
cet et corrallos de coelo usque in abissum». 
Obséryase al golpe que los primeros docamen- 
tos, supuesto el desarrollo del embrión llamado 
romance, durante tres siglos á lo menos, nada tie- 
nen todavía de perfectos; y á la verdad, sobre 
sus frases totalmente latinas que eran de rúbrica 
entre los notarios de aquel tiempo como en los de 
hoy mismo, hay documentos, no ya de los prime- 
ros sino del siglo xut, que son mezclados de latín 
y romance; y aun los que se llaman castellanos 6 
escritos en el idioma vulgar, tienen el corte que 
va á verse, y son tales que permiten hacer fácil- 
mento, no la operación que hemos ahora practica. 
do, sino la contraria de entresacar las voces y gi- 
ros latinos de entro el vulgar informe que les es 
predominante, En una donación hecha á favor del 
monasterio de Cardoña, se leo al fin: «Quiquier 
aque de nostro linsge 6 de otra cualquier aqueste 
anostro fecho et aquesta nostra donacion quisiere 
aquebrantar, toda Ó parte de ella, primeramien- 
stre aya la ira de Dios, et con Judas el trai- 
ador, et con Datan, et Abiron que vivos la terra 
alos sorbió, en Enferno sea atormentado. Amen. 
a Et sobre esto peche al Rey de la terra millo mus. 
=0t al Monesterio et al Hospital sobredichos la ho- 
>redad doblada». En otra escritura relativa al 
mismo Monasterio, y la más antigua que en él so 





conservaba, año 1180, se dice: «E judgo Don Lop: 
»que ninguno de los non fuesse pescar en aque- 
»llas defessas menos del otro quo fuese en la villa 
»y qualquequiere que fuesse pescar, que dieso las 
»cinco partes al abbat, y las tres 4 los Infanzones. 
»Hoe judiciom fuit datum in era MCCXVI regnan- 
ste rege Allefonso cum uxore sua Alionore». En 
otra de 1193 se lee: <Notum sit presentibus et 
»sciant posteri: quia ego Guisabel Garciaz fija de 
»Garci-Ruiz catando pro de mi ánima hi enten- 
»diendo que soa á servicio de Dios, do et otorgo 4 
»vos Don Martin siervo de Dios et abbat del mo- 
»nasterio de San Podro de Cardeña, et al convien- 
»to del mismo logar in perpetuum las mis casas 
»propias que yo hé en Burgos» ", 

Y para que se vea todavía más clara la lucha 
latente entre los idiomas latino y castellano, para 
que se vea cuán laborioso fué aquel parto de don- 
de había de resultar que la lengua latina diese 4 
luz los idiomas gemelos que se denominan neo-la» 
tinos, véase el siguiente trozo castellano del fuero 
de Cáceres, en 1229, en donde predominan á su 
turno ambos idiomas: « Mulier que viduetalen volue- 
vil tenere accipial unam casam (latín) con XII ca- 
briadas el una tierra de dos caffices sembradura 
(castellano) ubicumque volaerit (latín)... ef una bes- 
tía asnar el una mora ó un moro (castellano) el hoc 
accipial de aver dambos (latín y castellano)»; y el si- 


0) tos os están tomados del abundantisimo Apéndice 6, las 
Añipolodon ds Bonpucn, 6 el enel va cupiaa dasclanian y SRA SaCEA 
as dies alos 


es Coples y en ales y ocho, anplfalos mnulild de formularios 











ts 


guiente latino de Tafalla, confirmado en 1157, en 
1255 y en 1355: «Si duo homines habuerint pleito 
Inter se et se alzaren ad regem, ambos pasen Ara- 
gon si ad ambos placuit, et si non placuerit uno 
mon debet enm seguir usque rex passe Aragon». 
De intento nos hemos detenido en dar á cono- 
cer la antigiledad y lenguaje de los primeros do- 
cumentos castellanos, para que se vea que ha de 
renunciarse á citar ejemplos anteriores al siglo x1, 
y para que resulte conocida la estructura del pri- 
mitivo lenguaje español, con el cual podrá ya con» 
trastarge el que se usó en los documentos públi- 
cos del reino de Aragón, de que más tarde habla- 
remos. Por ahora adelantaremos que Aragón 
ostentó 4 veces cierta superioridad sobre Castilla 
en la esfera política, on la legal y aun on la lingúiís- 
tica, verdad que ya confesó el profundo Marina en 
su notabilísimo Ensayo, exponiendo «cuánto influ- 
yeron los usos y costumbres de Aragón y Nava- 
Tra en los do Castilla» %, Sancho el Mayor dió on 
efecto á eso reino algunas leyes navarro-aragone- 
gas: so sabe de los castellanos, que iban 4 Jaca 4 
estudiar aquellos célebres fueros para trasladar- 
los ú su país: también es notorio que el matrimo- 
nio de los clérigos, así como la famosa ley sálica 
£ igualmente la representación en Cortes del bra- 
zo de las Universidades, fueron importados de 


A ti pp stsa Ulloa de Enposa Bert e Eno 
feudalismo) fué mejor que la castellano, la reconquista más. 

arcada reinado poblaciones con más medios 
Auspletos, a elovoción penetró artes Y Aud aná pego, Y 
soperiores y en das Cartes, 

Pa on que ea las Cortes de Castillo. 





a 





Aragón en Castilla; y en cuanto al lenguaje, como 
quo hubo, sobre todas éstas, las mismas causas de- 
terminantes, no puede dudarse quese habló en Ara- 
gón un idioma del todo conforme cuando no más 
rico que el castellano, pudiendo % asegurarse, 
como despuós veremos, que, sobre ser un error 
filológico, es muy gratuita la suposición de que 
los aragoneses usasen el romance lemosín hasta 
que recibleron el castellano al advenimiento de 
Don Fernando de Antequera, á quien, con más 
razones de conveniencia que de justicia, declaró 
monarca de Aragón el Parlamento de Caspe. 

Lo que sí hubo es un comercio recíproco de 
voces y giros entre aragoneses y catalanes, luego 
de unirse ambos estados, aceptándose en Aragón 
algunos vocablos, algunas desinencias, y sobre 
todo una gran parte de la literatura catalana Ó 
provenzal, que en cierto modo oran un solo idioma 
y una misma poesía, desde que los Borenguores 
poseyeron la Provenza y oxaltaron su cultura, 
Mas no sólo había entonces desdoro en este gó- 
nero de imitaciones, como quiera que á ellas se ha 
debido en todas partos la formación do los idiomas; 
no sólo no 6ra vergonzoso entonces, como ahora 
lo sería, el admitir vocos extrañas, sobre todo 
cuando el idioma era en todas partes informe, 
balbuciente, necesitado é inconstituído, sino que 
el idioma lemosín Ó provenzal era á la sazón el 
instrumento de la más bella poesía, y extendía su 


aa A SOANROSO € 0 rotas CUA 























1 


influencia, no ya sólo á la corona de Aragón, pero 
aun á la Francia toda, y, lo que es más, 4 la mis- 
ma Italia, sío que por eso protendamos, como al- 
gunos, que el Petrarca nos imitase ó nos copíaso, 

El idioma lemosín, que algunos, con poca vero- 
similitud, suponen nacido del francés antiguo 
combinado con el lenguaje que llevaron á la Pro- 
wenza los españoles allí refugiados á la invasión 
firabe; ese idioma que otros suponen (cootánoo 
del catalán) formado en el siglo x por el borgonés 
y el latín corrupto, modificado por la casa arago- 
nesa en el siglo x1, decaído y transfigurado en 
0l xi; no hay duda que se difundió por casi toda 
la corona aragonosa casi al mismo tiempo en que 
nacía verdaderamente el castellano, viniendo á 
formar en cierto modo los dialectos 6. romances 
catolón y valenciano; entro los cuales y el proven- 
zal y lomosín, de quienes dico D. Tomás Antonio 
Sánchez que fueron una sola lengua, establecon 
algunas diferencias los filólogos, pero convinien- 
do generalmente en que el lemosín puro fué modi- 
ficado por el catalán, cuyo nombre tomó on la 
corona do Aragón, en que el valenciano procedo 
del catalán, y ambos dol lomosín, habióndoso cas- 
tollanizado el primero y afrancesado el segundo 
andando al tiempo, y en que el catalán tuyo cierto 
aire castellano (sin duda influido por Aragón) que 
lo diferenciaba lo bastante del lemosín puro, el 
cual procodía del latín y ol francés primitivo. Ese 
idioma, y más bien que ól su gusto y poesía, pa- 
'saron rápidamente los Pirineos desde que, en el 








decurso de pocos años, los Berengueres reinaron 
en Provenza y Aragón, á la primera mitad del 
siglo xm; fueron también llevados á Sicilia por 
Federico y 4 Nápoles por Carlos de Anjóu %, y 
después influyeron hasta en la poesía castellana 
durante el siglo xn con Alfonso XI, si bien ésta 
modificó á su vez el genio provenzal desde la co- 
ronación de Don Fernando el de Antequera. 
Algunos reyes de Aragón, prescindiendo de que 
sus conquistas sobre las Baleares, Sicilia y Nápo- 
les, y aun sus empresas, primero sobre la misma 
Valencia, después sobre el $, del Mediterráneo, 
unas veces por cuenta propia, otras en combina- 
ción con Castilla, les hiciesen más conveniente su 
residencia en los pueblos marítimos; preciso es 
confesar que por muy otras razones tuvieron ha- 
cia Barcelona y Valencia una predilección que 
negaron constantemente á Zaragoza, tal vez por- 
que en esta capital, cabeza natural del reino, se 
conservaban más puras las libertades de Sobrar- 
be, que con frecuencia humillaban 4 los más al- 
tivos monarcas, haciéndoles duro de soportar el 
freno eon que se reprimían sus demasías Ó sus 
naturales Ímpotas de mando. Rey hubo, y 4 la 
werdad no de los que menos trabajaron en pro: 
de las libertados públicas, si bien después que las 
Cortes le destruyeron el privilegio de la Unión, 


A 


sha com provocas de. 


cu dl 


17 


que salió hacia Cataluña, maldiciendo la tierra de 
Aragón y «era ésta (como dico Zurita) general afi- 
| ción de los reyes, porque desde que sucedieron 
¡al conde de Barcelona, siempre tuvieron por su 
| naturaleza y antiquísima patria 4 Cataluña, y en 
todo conformaron con sus leyes y costumbres, y 
¡Ja lengua de que usaban era la catalana, y della 
fué toda la cortesanía de que se preciaban en 
l aquellos tiempos». 

Los monarcas, pues, no hay que negarlo, usa- 
ban con frecuencia en lo que á ellos tocaba, el 
idioma lemosín 6 catalán '%, Este lenguaje pala- 
tino, que por imitación hablarían también los cor- 
| tesanos, como hoy se habla el francós en algunas 
Cortes de Europa, en donde os, para explicarnos á 
la moderna, lenguaje oficial; era el que nuestros 
monarcas empleaban, aunque no siempre, como es- 
eritores, como ordenadores de su casa, como prín- 
tipes y aun como particulares; 4 lo cual contri- 
baía, según ya hemos insinuado, el vigor con que 


AE O 
hofivencia castel! 





cl siena elos 'empos de Fernmodo el Ma ao, da > la 


in aC ob apcieas de 
a a e iva «lel obispo Conellas, 
a a ne 
o aio 
esta mota no noz nireveinos E asegurar por: mestre parte. 
2 








18 


forecía la poesía provenzal y el constante apoyo 
que recibió de nuestros reyes el arte de bien de- 
cir, en el cual fueron algunos extremados, y otros 
muy dignos de mención, como se prueba con los 
nombres de Ramón Berenguer V, Alfonso 11, Pe- 
dro II, Jaime 1, Podro TI, Pedro IV, y el infante 
Don Fadrique que reinó en Sicilia. 

Todavía pudiéramos añadir que no sólo en aque- 
lo 4 que llegaba, para expresarnos así, la acción 
privada del Rey, sino aun en las escrituras de 
fundación, en algunas Cartas-pueblas, en libros 
de cuenta y razón %, en los procesos %, y en los 
actos del reino, se usó por algún tiempo el idio- 
ma lomosín, en prueba de lo cual nos cita el se- 
hor Torres Amat los fueros de Don Jaime el 
Conquistador, las proposiciones ó discursos de la 
Corona en la apertura de las Cortes, las Orde- 
nanzas y otros documentos oficiales. Aquel idio- 
ma (digámoslo de paso) es el que algunos desig- 
nan con el nombre de romance, aunque en la 
común inteligencia ses óste el verdadero idioma 
castellano; y es que, derivados del latín todos los 
idiomas y dialectos neo-latinos, en cayo número 
hay que contar al provezal y sus derivados, lla- 
máronse todos romans ó romances, esto es, hijos del 
romano, siendo más natural esta etimología que la 


(6, En 1848 se publicó, con otros documentos acbre la segunda 
Jlición de Ajunso Y en 1432, un sabre ordibari de dates, fotos 
al Sirven! lesorer general dendo maig de 1452 Uns lo dorrer dle do de 
<embre apres seguente. 


as formó pare Justíca en 133 la muerto 
aliiodaate Dosatbndol becas de Podes sl Carmona 

















19 


árabo do al-romí, enunciada aunque no apoyada 
por Marina. > 

Y ya que hemos hablado do los fueros y del 

en que parece haber sido algunos rodac- 
tsdos, no será inoportuno el indícar que mucha 
parte de ellos, y desde lnego los de Don Jaimo I, 
fueron sucesivamente traducidos del romanz en 
latín, como lo afirma el Justicia mosón Juan Ji- 
ménez Cerdán en su cólebro carta 4 Díoz d' Aux, 
por los famosos letrados Jimónez Pérez de Sala- 
nova, Galacián de Tarba y Juan López de Sessé. 
En la colección general que de ellos corre impre- 
sa nótaso que hasta los primeros años del si- 
glo xy, esto os, hasta los decretados en las Cortes 
de 1414, todos se hallan redactados en idioma lati- 
mo Y, empezando á leorso on eastollano los de las 
Cortes de Maella de 1423, así como los do Alfon- 
so UI, inclusos en los de Pedro II que los dió en 
1283, pero que desde luego tienen un lenguaje más 
amodorno que el de su tiempo. 

Volviendo ú insistir sobre la introducción del 
idioma provenzal, quien más contribuyó 4 olla, 
después de los primeros condes catalanos de la 
Provenza, fuó Don Jaime el Conquistador, el cual, 
hasta donde esto es posible, declaró lengua de 


Pero eso lalío era en muchos fueros tan impuro como lo fas gene- 
¿na Edd Meta; y porque de 41 ateo yo puede ficilasomto 


sl que. 
1 ed 
y ia oe sopercida qe dal dnadación Diga el ando año 
el anu campum in que lt send una arro- 
mo ot auns vestes ln el suas «unam 
de melloribus panals quí sintin domo et duas 
de domos plas ad laborandusn cun omnibus suls appar 
a 














corte el lemosín, que merced 4 varias causas llegó 
4 hacerse popular, aunque no, como se ha su- 
puesto, en todo el reino. Pero debe, sin embargo, 
notarse que al cabo de un siglo decayó la pureza 
dela nueva habla y la nueva literatura, pues si 
bien hacia el fin del siglo xtv (1390) se fundó en 
Barcelona, y luego en Zaragoza, un Consistorio de 
la Gaya Ciencia á imitación del que años antes 
(1324) se había fundado en Tolosa, ya es punto 
bastante averiguado en la Historia de las letras y 
las artes, que las Academias suelen fundarse para 
detener la decadencia, pero sin poder atajarla por 
completo si otras causas no comunican nuevo im= 
pulso al ingenio, de suyo libre y aventurero. 
También contribuyó á esa decadencia ul elemento 
castellano, gradualmente introducido en la Co- 
rona de Aragón, ya por el advenimiento de For-= 
nando l en 1414 0, ya por el ejemplo del Marqués 
de Villena que 4 un tiempo insinuaba el gusto 
aragonés en Castilla y el idioma castellano en 


a, 

De entre los escritores que prefirieron el idioma. 
lemosín, son muchos y muy ilustres los que pue- 
den citarse, pero nosotros nos contentaremos con 
recordar á Alfonso IT que fuó el primer trovador 
conocido, y floreció hasta el An del siglo x1; Po- 
dro II, cuyas trovas se conservaron en una coleo- 
ción de ciento veinte trovadores; Jaime I, que es- 


— 































eribió una Crónica lemosina ' anterior 4 la de 
Alfonso el Sabio 6 impresa en 1557 y en 1848, 
además de otras obras, como Lo libre de la saviesa; 
Pedro 1, conocido como trovador; el infante Don 
Pedro, que en la coronación de su hermano Al- 
fonso IV, ocurrida on 1328, lució sus dotos poéti- 
«cas, siendo los cantores 6 juglares de sus poemas 
los afamados Romásot y Novellet; Juan Francés, 
que describió aquella coronación en idioma le- 
mosín; Pedro Lastanosa, que floreció en 1348; Pe- 
alro 1V, autor do una Historia de su reinado, de 
un Libro de los oficios, de su casa, y de algunas 
poesías; Juan 1, conocido como pocta; Fray Juan 
Monzón, quo floreció on la primera mitad del si- 
glo xv; mosón Pedro Navarro, Rodrigo Díoz, Juan 
Dueñas, Santa Fo y Martín García, todos cinco 
poetas lomosines de la misma ópoca; y Juan To- 
rres, que lo fuó también y Moreció hacia el fin del 
siglo xv, 

“Estos, sin otros que cita Latassa en su Biblioto- 
ca antigua, on donde por lo domás abundan on 
mayor númoro los escritores en latín (por no de- 
cir latinos), prueban de un modo evidente que en 
¡Aragón % se hizo mucho uso del idioma lemosín 
para la Poesía, la Historia y la Logislación, y de 


0) Algunos ponen en duda la autenticidad de esa Grónica. 

pa el objeto; de 

e 
ls vemos de Hernardo de 

e ales de Los Emtalan: 


ol aci en ies 006 de mo. 








eso mismo dan testimonio aquellas palabras del 
Marqués do Santillana on su famoso Proemio; «los 
catalanes, valencianos, y algunos del reino de 
Aragón, fueron ó son grandes oficiales de este 
arte», esto es, de la de trovar, llamada Gaya cien- 
cia. Compruébalo también la noticia que dan mu- 
chos historiadores sobro haborse abierto en Zara- 
goza un Consistorio del gay faber al modelo del 
que se había fundado en Barcelona con maestros 
6 mantenedores de Tolosa; y también nos lo acre- 
dita, entre otros autores de buena nota, el diligen- 
to Zurita, el cual pinta en esta manera el reinado 
de Juan 1, que fioreció en el siglo xIv: «y en lu- 
gar de las armas y ejercicios de guerra, que eran 
los ordinarios pasatiempos de los príncipes pasa- 
dos, sucedieron las trovas y poesía vulgar y el ar- 
te de ella que Jlamaban la gaya ciencia, de la cual 
se comenzaron á instituir escuelas públicas; y lo 
que en tiempos pasados había sido un muy honts- 
to ejercicio, y que era alivio de los trabajos de la 
guerra, en que de antiguo se señalaron en la len- 
gua lemosina muchos ingenios muy excelentes de 
caballeros de Rosellón y del Ampurdán que imi- 
taron las trovas de los provenzales, vino á en- 
vilecerse en tanto grado que todos parecían ju- 
glares». 

De lo expuesto hasta aquí habrá quien pueda 
verosímilmente inferir, y tampoco no le faltarán 
autoridades en que apoyarse, que Aragón so sir- 
vió hasta el siglo xrv inclusive del idioma latino y 
del provenzal y no de ningún otro, cuya opinión 


EM q! 


robustecon los fueros de Jaca escritos en lomosín 
y conservados en un códico del Escorial; una Cró- 
mica manuscrita de los reyes de Aragón escrita en 
catalán y citada en el libro de las Coronaciones 
de Blancas; una colección de fueros, que fuó la 
primera compilación y se hizo en catalán, ha- 
biendo sido disfrutada por Diego Morlanes; el ho- 
menaje rendido en catalán 4 Pedro el Grande por 
Jaime Il de Mallorca, que corre con algunas pio- 
zus latinas al Ain de la orónica de Don Pedro ul Ce- 
remonioso, publicada en nuestros días; y muchos 
otros documentos que comprobarían el uso gene- 
ral de ese idioma en nuestro reino, habiéndose de 
contar entre ellos algunos libros que se dicen es- 
-eritos en romance, pero entendiéndose que son 
“en provenzal, el cual se denominaba tambión con 
aquel nombro. 

Mas aun concediendo nosotros que el idioma 
lemosín Ó el catalán fueran el lenguaje de la 
"poesía, el de la casa real y el de cierto género de 
documentos oficiales que no se redactaran en la- 
“Un, nunca deduciríamos la absoluta de que aquél 
fuera el idioma literario, cuando á eso se oponen, 
-no ya algunos escritores imparciales como Torre- 
ros y Aldroto, sino los importantes documentos 
“que se nos ofrecen, siglo por siglo, desde el pri- 
mero documental, que es el duodécimo, ni mucho 
¿menos ineurriríamos en el manifiesto error de su- 

que aquella lengua sabia hubiera sido el 
del pueblo como lo afirma Viardot, 4 cuya 
“autoridad ha cedido un laborioso escritor arago- 











n63, así como tampoco no podemos convenir con 
Mayans para quien da antigua lengua aragonesa 
se conformaba más con la valenciana, 6 por mejor 
decir, era lemosina.» 

Creemos nosotros, muy al revés, que en Aragón 
hubo antes de la conquista árabe una crisis lin= 
gúlstica totalmente igual á la que padeció el resto 
de España; que en las montañas de Sobrarbe se 
conservó y pulió en lo posible el nuevo idioma 
como en las de Asturias; que una vez desahogados 
los cristianos, y pudiendo descender ya á las lanu- 
ras, extendieron su idioma como su reconquista; 
que los árabes, con su tolerancia y su cultura, no 
menos que con sus victorias y alianzas, hicieron 
triunfar sobre nuestro infantil idioma un crecido 
número de palabras todavía conservadas en gran 
parte; que en adelanto la unión de la corona real 
aragonesa con la condal de Barcelona, y sobre 
todo, la influencia que nos vino de la Provenza 
cuando entraron á gobernarla los Berengueres, 
se dejo sentir muy perceptiblemente en el idioma 
aragonés, dándole un tinte lomosín 6 invadiendo 
casi por completo la poesía, el palacio de nues- 
tros reyes y en algún modo las transacciones fo- 
renses; que sobre todo esto so mantuvo bastante 
viva desde los siglos xn y xtv la comunicación 
entre aragoneses y castellanos protegiendo la con- 


A st an su obra, histórica AA 


. de ea rar, loco diienía de 
E A a 













servación de aquel idioma casi común, el cual no 
necesitó uniformarso con la elección de un prín- 
-cipe castellano para ol trono aragonés, ni menos 
posteriormente con la reunión definitiva de am- 
bas coronas; y eu una palabra, que el roce con 
los árabes, las reminiscencias de la época proven- 
281% y ol carácter particular del país, unido al 
espirito fuertemente provincial que todavía se 
deja sentir en algunas de España, han conserva- 
«do un cierto semblante al dialecto aragonés (si 
así puede llamarso) qué es el que le diferencia, 
aunque en poco, del habla castellana, según que 
sen breve procuraremos demostrarlo. 
He ahí muy en resumen la oponión que hemos 
en esa difícil ouestión de los orígenes 
ol idioma aragonés; y para ello, si no tuviéra= 
amos mejores y más indestructibles pruebas que 
to aduciremos, nos apoyarlamos en las pala- 
4 mismas do Mayans, el cual, no sólo emite su 
parecer de la manera muy dudosa que se ha vis- 
to, sino aun contiesa allí mismo la antigúedad de 
un lenguaje aragonés indopondiento de los que 
en adelante le afectaron; y si despuós asevera la 
identidad del aragonés y lomosín, lo haco con tan 
mala prueba, que no aduco sino ol breve catálo- 
go de vocablos aragoneses declarados por Blan- 
«as en sus Coronaciones, catálogo que sólo contie- 
“ne unas doscientas, de contro las cuales la mitad 


ter 


asfonenses, procneales y otras gentes». 











son de purísimo castellano antiguo %, 6 totalmen- 
te latinas (esto es, castellanas también), y las res- 
tantos, ya pocas on número, son tomadas en ge- 
neral de documentos antiguos, los cuales no eran 
al cabo el habla del pueblo, sobre que nosotros 
ya hemos concedido haberse redactado con fre- 
cuencia el lenguaje palaciano, 

En cambio, de las vacilaciones con que luchó 
Mayans y de la afirmación de Terreros, en cuyo 
concepto recibió Aragón el idioma castellano des- 
de los tiempos de Fernando el Magno hasta el si- 
glo xu1, hay otros que confiesan la influencia ara- 
gonesa aun sobre el mismo idioma de Castilla, 
entre los cuales nos limitaremos á citar al P. Me- 
rino. Este diligente investigador, que no debe ser 
sospechoso de parcialidad, cuando, por el contra- 
rio, afecta despreciar todo lo que no sea Castilla, 
omite hablar de documentos aragoneses, atribuye 
en cierto modo á la Coronilla el desmejoro de la 
caligrafía y no tiene por verdaderos reyes de Es= 
paña sino 4 los de Castilla; se ve forzado 4 conoe- 
der que el Aragón tuvo sus rimas ó su poesía 
propia (aunque no dice si castellana) desdo el si- 
glo vi y á confesar que el vulgo, 4 quien atri- 
buye exclusivamente la formación del lenguaje Y, 


43), Adele por tease. a0enolaráa por arrodillarse, a A 
armo pie irnos Ps ls se ba 
Rome por Rostro noo 108 POr, prender. pe nenas 
en poc rectt y et: no són enviellans $ por lo menos no 


bos, dice, le nombran can vílIpendio la vil plebe, el 
mundo vulgo: paro bien le pueden Ielar como quieras, Que el 


¡idioma con el trato do los aragoneses y 

6 hizo culta su lengua, de suerto que 

) andar en las escrituras; opinión que en 
días ha roproducido Monlau en su Dic- 







een nuestro parecer varios 
¡ flados por Latassa, el cual, con 


el dialecto, observación que repito 
Xy, hablando de Fr. Bornardo Boyl, 
del libro intitulado Jsac de Religione, 
rsión dice que se halla escrita en lengua 
“añadiendo que deduos que el autor lo 
calidad del idioma aragonés en que hiso 








la lengua lemosina os la que «estaba en tal tiempo 
más en boga en la corto de Aragón, y que se ha- 
blaba en casi todos sus dominios, 4 excepción de 
la parte que correspondía al primitivo reino de 
este nombre», con lo cual maniflestan que el le- 
mosín estaba en boga y no más, se entiende que 
entre cortesanos y poetas, y que era lengua vul- 
gar, en Cataluña y las Baleares por ejemplo, pero 
no en el Aragón antorior á Doña Petronila, esto 
es, no en el Aragón verdadoro. 

'Transportando ahora la cuestión dol terreno de 
las autoridades al mucho más firme de los docu- 
mentos, no es posible resistir á tanta prueba como 
ofrecen los más antiguos de nuestros fueros, cuyo 
lenguaje, cuando no bastaran los indicios de su 
verdadera fecha, pondría de manifiesto al más in- 
eródulo la verdad de lo que estamos susteptando. 

En la detenida Historia que publicó el abad Briz 
Martínez sobro el monasterio de San Juan de la 
Poña y 4 un mismo tiempo sobre los orígenes del 
reino aragonós, ingiere con motivo de la corona- 
ción de nuestros reyos alguna parte de las vene- 
randas loyos de Sobrarbe en su propio lenguaje 
antiguo que convieno dar á conocer: «Que oya su 
»Missa on la iglosia e que ofrezca porpora et dé 
»su moneda, e que después comulgue. Que al le- 
»vantar suba sobre su escudo, teniéndolo los ri- 


Mo Voz en al tomo Y de su Historia de Aragón. 


AS 


ol timo clerta informs 
aragoneses, 







ves del fuero de Sobrarbe, que á la vor- 

han escaseado Y, por más que sean 

eds quecdo mo conato nde 
lo los 


son: ahora bastante numorosos y sobre 
or estudiados, no on verdad del público 
n permanecen inóditos, pero á lo menos 
onas diligontes que todavía aspiran con 
el polvo de nuestros archivos y bibliotecas. 
pe mejores noticias ha producido, que 
pamos, sobre aquellos preciosos restos 

y la Logislación, ha sido el soñor 














yy sobre todo en su posterior obra en refu- 

cierto Opúsculo polémico del Sr. Mora- 
tistoban, De entro los varios códices que 
o de ellos portonociontes 4 la Acado- 


o Sr. Quinto, tomaremos una cláusula en 
bación de nuestro aserto y la presentare- 
dos versiones que tiene en el más an- 


enumera oeho diversos códices, pla 08 que extsticn fuera 











tiguo códice de la Academia y en el muy antiguo 
también del anotador insigne de Ticknor: «Que si 
»por aventura muere el que regna sin fijos de leal 
»coniugio, que herede el regno el mayor dellos 
»hormanos que fuere de leal coniugio..... et sí 
»muoro ol rroy son creaturas, ho sin hermanos de 
»paroylla (de pareía dice un códice de Quinto), 
»deben levantar por rrey los rrichos omes et los 
»ynffanzones, cavaylleros, et el pueblo de la tie- 
»rra». «Et si por ventura muere el que regna 
»sines fillos de leal coniugio, que horede el regno 
»0l maor do los hermanos que fuere de loal co- 
»niugio..... otsi muere el rey son creaturas, Ó sen 
»hermanos de pareylla, deven levantar Rey los 
»ricos mes, y et los infanzones, cavalleros, et el 
»pueblo de la tierra». 

Pudióramos reproducir á ese tenor algunos más 
fragmentos del fuero de Sobrarbe; pero bastando 
ya á nuestro propósito, citaromos ahora la Prefa- 
ción con que, según Pollicer, apoyado por Larri- 
pa, le encabezó en el siglo x1 ol Rey Don Saucho 
Ramíroz cuando dió fueros á los infanzones de 
Sobrarbe: «Quando moros conquirieron á España 
»sub era DOCL ovo hy grant matanza de oristia- 
» nOs; € estonce perdiose España do mar á mar 
»ontro á los puertos; sino en Caliza, ot las Astu- 
»rias, et daca Alava et Vizcaya, dotra part Bastan, 
»et la Berrueza, et Deyerri; et en Anso, et en so- 
»bro Yaqua, et on cara en Roneal, et en Sarazaz, 
»et en Sobro Arbo, et on Aínsa, Et on estas mon- 
+tanyas so alzaron muy pocas gentes, et dioronse 
















o cavalgadas; ot prisioronse cava- 
Ñm los bionos á los plus esforza- 


toxtos y la noticia de que el 






floreció muy antes que el autor del 
Cid, uno de los primeros monumentos 

4 la verdad harto informo, convén- 
.0l lenguajo ospañol ora desdo muy an- 
so usaba por los aragonesos “, su- 


meros tiempos á servirse del idioma la- 
ose trasladó al vulgar cuando éste había 
cierta robustez, como sucedió á la pu- 
de las Partidas y un poco antes con la 
oción del Fuero Juzgo, posterior, sin em- 
), fi la codificación del Roy Sancho Ramírez. 
1 llegaran razonos contra la autontici- 
e códices á que nos hemos roforido, esto 

si so dudara de que él lenguaje en que 

escritos corrospondiese de hecho ni 4 
de su formación (que esto tampoco no lo 

nos), ni á4 la de Don Sancho Ramírez, ni 

posteriores hasta el gran codificador 
¿por si se insistiera en la opinión que al- 


caia 


a y 





gunos profesan de que el Prefacio atribuido 4 
Don Sancho Ramíroz es obra de Toobaldo de 
Navarra en el año de 1237; por si, confrontados 
los textos de los varios códicos que existen, se 
dedujera la imposibilidad do fijar su verdadera 
importancia; por si se hiciera caudal con la res- 
poctiva modernidad paleográfica que todos ellos 
tienen comparados con la época en que decimos 
haborse redactado, todavía podríamos oponer á 
0sos reparos algunas consideraciones que nos pa- 
recen concluyentes, cuales son Ja corta discro- 
pancia que entro sí tienen los códices conocidos, 
según puedo inferirse del trozo que más atrás 
homos copiado; la antigilodad que tresciontos y 
más años hace, concedieron al texto y al habla de 
esos fueros cuantos autorca aragoneses Ó extra- 
hos los hubieron á las manos W; la estructura de 
su mismo lenguaje que no puede corresponder 
sino á los primitivos tiempos del idioma; las con= 
tostos noticias de los más graves historiadores 
que han usado con toda confianza y consentido 
en toda la antigitodad que nosotros concedemos 
al lenguajo de los fueros de Sobrarbe, y final- 
mente, la casi imposibilidad de que fuera otro 
que el español, toda vez que ni debió sor el la- 
tín, do donde so sabo que fueron trasladados en 


(1), Briz Martínez ya hemos visto que traslada los fueros en sa propio 
E O refiere con Pellicer 4 men 
ontigoetad; nes. ¡ue el códice que ía era copia 
Arataba de Sobrarbe 
ina daa io sa 


E 
, 
¡ 











muy remota época, y al cual, por el contrario, se 
vertieron en adelante muchos otros fueros anti- 
guos 0, ni menos el lemosín, enya influencia no 
ra entonces ni había de ser en muchos años co- 
“nocida. 

Y 4 la verdad, en el supuesto, casi imposible de 
megar, de que los aragoneses no hablasen el idio- 
má latino en pleno siglo x11, la discusión anterior, 
casi inútil bajo el aspecto polémico, debe trasla- 
darse ú los posteriores tiempos en que, por el en- 
tronque de las casas aragonesa y catalana y las 
sotras causas que ya hemos señalado, pudo modif- 
carse el lenguaje hispano-aragonós hasta el punto 
de desnaturalizarse y extinguirse, 

Pero contra esta sospecha, que para algunos ha 
pasado de conjetura inductiva á verdadera evi- 
dencia, no hay que oponer sino dos observaciones, 
que, prescindiendo de las pruebas documentales 
en que todavía insistiremos, resuelven 4 nuestro 
parecer de un modo victorioso esta cuestión. La 
primera so funda en el hecho indestructible de que 
la organización aragonesa se mantuvo perfecta- 
mente intacta y sin que en nada la afectase la re- 
anión de ambas coronas; y si la estructura política 
no padeció influencia alguna, siendo de suyo tan 
ocasionada y fácil 4 los cambios repentinos, cal- 


AA A o sad EA 


ne se el lugar AS Jong de 
e i ez 
pa Pr ds 








Mm 


eúlese cómo había de padecerla el idioma, e de 
suyo es rebelde y lento en sus tran: 

La segunda estriba en el principio Alológico-his: 
tórico de que el idioma no se altera 4 voluntad de 
nadio, no se pierde ni aun con un largo número de 
años, no se cambia como las dinastías por un pac- 
to do familia mi por la influencia de nuevas 003= 
tumbres, y diremos más, vi aun al impulso de las 
revoluciones por grandes que ellas sean: es pre- 
ciso que sobrevenga una transformación completa 
en la sociedad, una irrupción avasalladora, una 
de esas grandes crisis que alteran profundamente 
los imperios; y aun ontonces ha de acompañar 4 
todo esto una especie de parálisis en los miembros 
todos de la sociedad vencida y, después de todo, 
aun sucederá que el idioma antiguo seirá per= 
diendo lentamente, que el nuevo irá triunfando 
por grados y sin estrépito, que ambos, en fin, con- 
servarán y perderán mucho de su naturaleza. 

Y como todo eso haya estado muy distante de 
suceder en la época del predominio lemosín, la 
verdad es que éste no causó más novedad en el 
lenguaje aragonés que la impresión producida en 
general por el contacto Ó contraste frecuente de 
dos lenguas afines, cuyo práctico ejemplo nos ofre- 
con las lenguas española y francesa, como puede 
verse en el reciente y curioso diccionario de gall- 
cismos con que el Sr. Baralt acaba de enriquecer 
nuestra filología. 

Pasando ahora á la prueba documental que he- 
mos ofrecido continuar, concurren asimismo en 


NN al 











Tavor de nuestro propósito las noticias que sumi- 
nistra la crónica auténtica del roy Don Jaime, en la 
eual, si bien los diálogos y las contestaciones sue- 
Jen reducirso al idioma lemosín en que está escri- 
ta, pero á yoces se conservan textualos según so 
pronunciaron, ya en boca de un sarraceno de Pe- 
fiscola: «Señor, quereslo tu azt? é nos lo queremos é 
nos fiaremos en fu, he donarte hemos lo castello en la 
fua fo», ya en boca do uno do los representantes 
6 comisionados de Teruel: «Decimusvos que vos 
empreslaremos tres mil cargas de pan, e mil de trigo 
e dos mil dordió, e veinte mil carneros, e dos mil va- 
ques: e si queredes más, prendel de nos».—Sin salir 
delas crónicas lemosinas, la de Pedro IV nos pro- 
porciona otro testimonio con las cartas que inclu- 
yo, de las cuales abandonando el orden cronológi- 
o, trasladaremos un trozo para que sirva al paso 
como una muestra del lenguajo de su siglo. La 
carta está escrita al rey de Castilla, por Don Pedro 
el Ceremonioso en 1356, y dice: «E sabedes bien 
aque cuando vos por vuestra cuonta nos embias- 
atos rogar que quisiósemos prendor á nuestra ma- 
mo todo lo que han en nuestros regnos et terras, 
non lo quiziemos fer, porque si ellos ho vos por 
ellos nos demandados más do razon, no somos 
»seruidos de ferlo, A las otras cosas que nos foy- 
tes saber en vuestra carta, on quo os foyta mon- 
acion de las paces que oran entre Nos et vos, sabo 
Dios qui está en meo de Nos et de vos et vee tota 
la verdad, que siempre aquellas paces, las oua- 
»les entre nos y vos son firmadas con jura ot 


»homenatge, vos habemos complidament tenidas, 
»assí por buena amor como por posturas. E si al- 
»guna coga vos feziestes saber, siempre en aque- 
»lla compliemos lo que cumplir haviamos et ora 
»mos tonidos». A la misma ópoca correspondo la 
notable respuesta que dió 4 los unidos de Valen» 
cia Don Pedro de Exerica, debiendo notarse que 
los jurados de aquella ciudad so lo habían dirigido 
en lenguaje lemosín, contestándoles ól entro otras 
cosas, según nos lo ha dado á conocer por vez. 
primera el erudito Sr. Quinto, lo siguiente: «A la 
»qual letra bien entendida vos respondo que me 
»semexa que es bueno que requirades al Sr, Rey 
»e supliquedes que vos serve fueros, e privilegios, 
»6 libertades, e buenos usos, e que si alguna cosa 
>ha foitto contra aquéllos, que lo quiera tornar á 
»testamento devido, aseí como aquestas cosas se 
»doven demandar e requerir á Señor más no por 
»manera do unión». Más castellana os todavía la 
respuesta que en 1385 dió á los jurados de Zara» 
goza el rey Juan 1 y que ya ha citado antes que 
nosotros otro laborioso escritor para combatir la 
idea del Marqués de Mondejar de que el castolla- 
no fué importado en Aragón por Fernando l: 
«Omes buenos, bien creemos que habedes sopido 
»como en el principado de Cataluña no hay aque- 
lla abundancia de pan que sería menester», 
Retrocediendo ahora al punto de donde nos han 
separado las crónicas de Jaime 1 y Pedro IV, y 
sin disimular, como imparciales, las no muy gra- 
ves alteraciones que de copia en copia han podido 








a7 


pulir y mejorar el fuero de Sobrarbe, emprende» 
remos de nuevo la documentación castellana de 
Aragón. Eo una escritura de partición de un 
«<ampo, fechada en 1148, leemos la siguiente cláu- 
sula latino-hispana: «Venit nobis in voluptate et 
»vendimus vobis Donua Ponza, mulier qui fuit de 
Don Bonet de Barbastro, uno nostro campo, qui 
sestin término de Cocollata (Suponemos que Co- 
agullada en las cercanías de Zaragoza) et est se- 
aminatura Il guartals de trigo; et sunt afronta- 
«ciones, de Oriente campo de Doña Ponza de 
avobis, et de Occidente campo de nobis vendi- 
alóribus, et per capud ¡llo brazal: sic istas nfron- 
> taciones includun:, sic vendimus vobis cum exiis 
»el regressibus suis et in fucie de vicinos in illo 
arancurran to do..... Damos vobis fidanzas de sal- 
avetate ad foro de Saracoza Don Martín Calvo 
= corrector et Don Román Cavalcator, et est pre- 
sclum placabile inter nos et vos V solidos moneta 
“ajuecensis de HIT dineros, et dedistis illos nobis 
asemper ad munum. Ego Domingo germano de 
aZabalmedion et usor mea Bonota. Sumos testes 
'»venditores Arnal de Luzán germano de Doña 
»Ponza mulier de Bonet sito suprascrito campo.— 
Testes sunt visores et auditores Don Domingo 
>Azarolle et Don Pedro de Barbastro et Exemeno 
»Cormano de Doña Boneta». 

Otro documento nos parece del easo producir 
ante el lector, y es la fundación de una Iglesia 
«consagrada 4 San Esteban y la adscripción de 
anos terrenos circunstantes, acto que tuvo lugar 





en 958 ante Roncio, obispo de Barbastro y que 
se halla copiado en unos incompletos Anales del 
Condado de Ribagorza que, escritos por D, Martín 
Duque de Villahermosa y por su archivoro Juan 
Mongay, posee mss. la Biblioteca universitaria y 
provincial de Zaragoza. Esto instrumento se halla 
extendido en un latín sumamente aceptable; pero, 
al llegar á lo relativo 4 lindes Ó confrontaciones, 
se trasparenta el idioma vulgar y asoman los so» 
lecismos, todo con el objeto sin duda de sostener 
la claridad mayor en lo principal de esa escritura. 
Vénse cómo están marcados los límites: «Seilicet 
»in caput turboni á la fonte Roga, et 4 cohornillo 
»al rivio de la Murria, et á la portella de Gabas 
»et á la font de Avi, et 4 la oroz de Sant Salvador 
»de Avi, et 4 la porcina et obaga de la corta de 
»Lert, ot á la Val de Xenices en la garona al turmo 
»molar et ¿cerbui? al coll del fora, et perpesadias 
»al turmo del Castellar et por la Sorra dels jubianz 
«de la sorra del Castel de exin, et ¿apinxe? cabi= 
»diosa en caput de la Sierra de Moerli de Lena, et 
»8l prodo cabrero et al pax Ballarin, et á la es- 
»pada dol Castillelo de Alvi, et al cuello de lo 
»turmo logrero apart, de mesne et 4 la croz del 
»caput de serra estaca, et al prado bachez de ca- 
»put sorra estaca otá la pedra pica, 6 torna 4 la 
»font Roga sicut prediotis locis ambiunt, includunt 
»diotam eoolesiam.» 

También llamamos la atención hacia el fuero de 
Calatayud, que ya no podemos trasladar (pero se 
halla impreso), en el oual se lee: «Gracia Dei Ego 


F — 











de 


rresponde al año 1178. «Notum sit omnibus homi- 
nibus tam presentibus quam futuris quod ego frai 
Pedro dono á Garcia de Lecadin una peza per 
cambi, en £ (¿tórmino?). Moiana de sobre el prado, 
pow aquella que auio Garcia en Poio arredondo, 
ot ubol frontaciones ex parte horiente la petza de 
Beornart fornero, ex parte achilone la peza D' Urra= 
va Alaues, ex parte meridiane la zezia, ex parte 
hoccidente la peza de Ramon de Ponzan: todas 
istas frontaciones includunt instam pezam»>. Si no 
sw concede que esto sea español, con el dejo latino 
improscindible en aquella época y sobre todo en 
aquellos documentos, ha de confesarse que de esa 
miezola estaba próximo á nacer el idioma de Cas- 
tilla; que estaba ya rompiendo la envoltura de esa 
orisálida latina el romance vulgar que hoy cono- 
SS 

Aun no corrido medio siglo, vemos otra eseri= 
tura perteneciente como la anterior á la Biblioteca 
de Salazar, en la cual el idioma aparece mucho 
más formado. «Esta es carta de destin que fago yo 
,D.* Sancha de Rueda, estando en mi seso e en mi 
amemoria. Primeramientre lexo por mi alma el 
sorto, quen sea tenuda lampada de noit e a las 
ahoras deuant el altar de Sancta Maria de Piluet 
»por todos tiempos... que sean cantadas todos los 
anños XXX misas por mi alma, e todo esto lexo-lo 
»on poder do mi fillo D. Martin, que él que lo 
«cumpla en sos dias, e despues sos dias que lo lexe 
+6 quí el querra que sea del linnage e que cum- 
apala esto... e lexo 4 mi filla D.* Toda e 4D. Garcia 











bión este documento á la Academia de la Historia. 
y procedo de un Cartoral del monasterio de Be- 





| 


Nuestras investigaciones sobre las bibliotecas y: 


ruela, 6 sea «Libro clamado la Privilegia donde 
archivos de la capital de Aragón nos han mani 
festado sensiblemente la poca importancia en go- 
neral, de estos depósitos de nuestras antigileda= 
des, Y en efecto: la Biblioteca de la Universidad 
no contiene riqueza alguna 4 nuestro objeto ni 
otros mss. de verdadero valor literario, sino un 


están insortos y continuados los privilegios papa- 
les y reales y otros actos y soripturas facientes 


por el monasterio y conuento de ntra. senyora de 
Beruela». 
Cancionero lomosín con sólo seis poesías castella= 


nas de Pedro Torrellas y algún otro, y aun esas 








siá 


EE EE 


da 


Er ae Es di 


¡ll AA 





dl 





por lo modernas (siglo xv) inútiles 4 nuestro ob- 
joto, cuyo Cancionero han descrito imperfecta y 
no muy flelmente los anotadores de Ticknor: la 
del Seminario sacerdotal, cerrada al público y á 
los curiosos, no conserva al parecer ni aun códice 
que poseyó de los fueros de Sobrarbe: el archivo 
de la Diputación, que contuvo raras curiosidades, 
no guarda papeles anteriores al siglo xy en lo 
que permitía ser examinado cuando nosotros lo 
intentamos; el de la Catodral de Seo tiene muy 
poco de accesible y aun menos de conocido, 
| Pero en el del Pilar, perfectamente organizado 
¡y registrado, sobre estar servido con aptitud y 
| cortesía por el Sr. D. Diego Chinestra, después de 
¡haber visto con gusto algunss de sus numero» 
sas escrituras en pergamino, y con admiración el 
¡ejemplar de los Morales de San Gregorio, man- 
dado escribir en vitela á gran folio por el obispo 
Sl ue ei Tucas Jesu por alempre entr <l denermabiitlcnto, de 
A 

















“ 


Tajón, hemos acertado á encontrar una pieza de 
gran valor, códico incompleto pero estimable, 
marcado con las indicacionos Al. 2, cax. 8, lig. 2, 
gnb, múmero 28.—Consta do ocho hojas en per- 
fgamino y caracteres góticos, con las rúbricas de 
vermellón, buenas márgenes, letra al parecer del 
siglo xtv, encabezamiento más moderno que dice; 
Quaderno de libro de fueros antiguos, y un conte- 
nido de cerca de veinte distintos faeros, los cuales 
se hallan encadenados después de cada rúbrica 
con la conjuntiva Jem, y tratan de fianzas, compra: 
de cosa hurtada, construcción de castillos, adul- 
terio, homicidio, salario de los sirvientes, pres- 
cripción, prenda, posesión, testamento, retracto, 
hijos naturales, prole de los clórigos y otros pun= 
tos de interés. 

No podomos pensar otra cosa de ese códice sino 
que es copia de los fueros dol rey Don Jaime, 
talos cualos se redactaron en 1247, osto 08, 0n CAS- 
tellano, y original por consiguiente (no el ms. sino 
el longuaje) del texto latino 4 que en 1352 se ro- 
dujeron muchos de ellos, según aparecen on Ja 
colección cineo veces improsa de nuestros fueros. 
Muévenos á esta opinión, antos que todo, la con- 
formidad absoluta entro ol texto del códice y el 
latino de los fueros improsos; y para que pueda 
juzgarso de ella y del códice mismo, confrontare- 
mos dos trozos, que son los siguientes: 





DE OMB QUE TIENE E POS- 
BEDEX POR XXX ANNOS 
ET UN ANNO ET UN DIA. 


Mem, Qualque Infan- 
zon Ó otro ome que tar- 
nan alguna herodat 
por XXX annos ot un 
anno et un día, passado 
aquest término et algun 
otro ome verra querra 
motor mala voz on 
aquella heredat, si aqel 
qui la possoder podrá 
provar que aqel quí la 
demanda entraya et 
exiva en aquella villa 
ont es la heredat, aqel 
qui la demanda non la 
puedo conseguir por 
nenguna razon por fue- 
ro Daragon. Empero si 
el possedidor podrá 
monstrar su actoritat 
por seriptara valedora 
et quod ei sufíicere et 
abundare sibi possit se- 
gunt ol fuero... 


ha. 


DE PRESCRIPTIONIBUS 


Quicumque Infantio 
vol alius tenuerit ali- 
quam heroditatem paci- 
fico por triginta annos 
et unum diém, et post 
transactum istum ter- 
minum alius homo qui- 
cumque sit miserit in 
illam malam vocem, 
demandando illan hore- 
ditatern, si illo nO possi- 
dot poterit probare suf- 
ficienter, quod ¡llo quí 
esm demandat ingro- 
diebatur et agredioba- 
tur in villa ¿lla ubi est 
hereditas antedicta, qui 
cam demandat non po- 
test nec debet cam con- 
sequi rationo qualiqum- 
que secundum Forum 
Aragonium. Si tamen 
ei poterit pro- 

are aut monstrare 
suam auctoritatem Me] 
soripturam sibi valitu- 
ram et quod ei sufíicore 
possit secumdum forum 
salvo anno et die in suis 
casibus siout continotur 
in foro anni et dioi. 





d 


46 


DE TOT SIRVIENT QUE DE- 
MANDA 50 SOLDADA ET 
EL SENNOR NEGARÁ, 
QUOMO DEVE SEDER. 
Hom. Tot ome ser- 

viont qui será á servicio 

dalcum ome et deman- 
dara la soldada qual 
convinie con ól por el 
sorvicio quol avra fel» 
to, et el sennor negara 
quel nol deve tanto 
quanto demanda; el sir- 

viont jurando sobre 1- 

bro et cruz, el sennor 

devel dar entre gament 
toda su soldada. 





DE MERCENARUS 
Serviens conduotitius 
quí non completo servi- 
tio petit á domino sala- 
rium; si dominus tan- 
tum so dobero nogayo- 
rit quantum potit Juran- 
te servo super librum 
et crucem quantitatem 
salarii ques remansit, 
solvet ei dominus sala- 
rium remanons que 
quod petivit. 


Otro de nuestros fundamentos es la grande 
analogía entre el longuajo del referido códice y 
el que se usaba individualmente, no ya en tiempo 
del Rey Don Jaime, sino aun por el mismo redao- 
tor de los fueros de Huesca, el obispo Canellas, 
de quien cita un diligentísimo jurisconsulto 0 es. 
tas palabras: «donques al rey conviene ordenar 
alcaldes y Iueticias, et revocar quanto á eyll plo- 
guiere, et poner á eyllos perdurablement, 6 aqui- 
Bo 3 se A A su muy. A da, 


mártno de San Salvador. 1074, nota 44% enla cual icluye también 
del fuero antiguo de Sobrarbe. 


. + 


los entre los qoalls alcaldes siempre es establido 
un Tosticia principal en el Regno, el qual pues 
que fuere establido una vegada del seyñor no es 
acostumbrado de toyllor tal Justicia sin razón ó 
sin gran culpa». 

Parecióndonos de gran peso ambas razones, y 
mo pudiendo suponer que sean los fueros de dicho 
sódice ni una inoxplicable traducción sobre el tax- 
to latino, cuando su lenguaje denota mayor anti- 
gñedad que la del tiempo de Pérez Salanova y 
López de Sessé (siglo x1v), ni un Manual trabajado 
por algún curioso, aunque éste no dañaría á nues- 
fro objeto Alológico; deducimos que bien pudo ser 
aquél el texto primitivo de los fueros cólebres de 
Huesca, y bajo este aspecto lo hemos presentado 
"como muestra del lengunjo aragonós en la prime- 
ra mitad del siglo xu1. 

Al mismo intento trasladáramos, si nuestra dili- 
gencia nos los hubiese procurado, los muy anti- 
guos romances aragoneses con que pareco que 
piensa enriquecer su monumental Historia de la 
Literatura española el profundo literato Don José 
Amador de los Ríos; pero sin haberlos alcanzado 
¡porque no hemos querido apelar 4 los víneulos del 

rado y la amistad que con aquél nos 
'unen, y eso por no usurparle la primacía de exa- 
men ni privar al público de la superioridad de su 
orítica; nos parece que, aunque más remotos sean 
a restos de nuestra antigua poesía. nunca 
"han de serlo tanto como el códice que acabamos 
de citar. Y es que, á nuestro parecer, existió, en 














efecto, una antiquísima poesía popular anterior 
ciertamente al Poema del Cid, y tal vez, como otros 
dicen (aunque nosotros lo dudamos) historia poé- 
tica do que hubo do sorvirso el autor de la Crómi- 
ea general de España; pero los romances escritos y 
coleccionados, esto es, los que han podido llegar 
hasta nosotros, no pueden ser anteriores al gl 
glo xIv, on la forma on que aparecen escritos, 
pues ni su lenguaje nos da siquiera esa antigiio- 
dad, ni aun racionalmente pueden tenerla, si $0 
considera que, trasmitidos por la tradición, habían 
de modernizarse constantemente (salvo en alguna 
expresión gráfica, proverbial 6 inolvidablo), y sí 
so atiendo á que dl primor Romancero % y aun al- 
gunos otros hubieron de recoger y reducir 4 pa- 
blicidad la misma tradición oral, que ya sabemos 
cuán infiol suele ser aun en los hechos, y cuánto 
es forzoso que lo sea en el lenguaje. 

Dando punto á esta digresión, en que nos debt- 
vióramos con gusto si nos lo consintiora la nata- 
raleza particular de este trabajo, recordaremos al 
lector la concordia, prohijación 6 afillamiento de 
Don Jaime de Aragón y Don Sancho de Navarra, 
documento que Zurita incluye para dar una mues- 
tra del lenguaje de aquellos tiempos %; un ins- 
trumento de permuta que copia Villanueva en su 


(2) Tuvo Zaragoza la gloria de imprimirlo en 1550. 


49 


Viaje literario á las iglesias de España y es el 
IX en el apéndice del tomo 3.”, correspondien- 
do al año 1255 %; y, dejando á un lado el tosta- 
mento de Jaimo I (cuyo lenguaje, por lo mismo 
«die ser tan aenbado, podría parecor sospechoso 
dle modernidad), ol mismo Privilegío general, e8- 
pecio de compendio de Jos antiguos mal cum- 
fueros, redactado por las cortes de Za- 
ragoza % en 1283, otorgado y publicado á la letra 
«con encabezamiento y pie latinos por Pedro III, 
«leclarado como en preguntas y rospuestas por 
Jaimo 1 on 1325, incluído con osa declaración en 
el cuerpo forense desde 1348, comentado ó expli- 
cado de oficio por el Justicia Martín Díez Daux 
'en sus Observancias y costumbres, y del cual, aun- 
que todo es interesante, copiaremos el último ar- 
tículo, que es como siguo: «Protiestan los sobre- 
aditos richos hombres, mespaderos, caualleros, 
sinfancionos, ciudadanos e los otros hombros de 
>los villas, do los villoros e toda la Universidad 
ado todo el Regno de Aragon que salvo finque 4 


'asad como de suso es escrito, dues mi o mb ia 
'aul home del alundo, Ya por mayor Airmera ple est Teyto el de 
Suimenza, quiero el mando que todos enjos ricos homos «miss los 
el mios pi TS pr 
Y EE 
o kaiuicen minga logar. 1ANO TAN, aunque 


ral cezalas quales dicas salions fyo D: Mery, Gonentes ves vendo 4 
de día et non de noch. A 
¡ulees. ef con saJadas, et con heras. 
mom que han las salinas. o darocho el dabaniarers 


ep ES rol predio moble homllter tollsmaruol.. st. pelleruot cam. 


4 











50 


sellos, e a'cada uno de ellos, e 4 cada una de las 
»villas 6 de los villeros de Aragon toda demanda 
>6 demandas que ellos 6 cualquiére dellos pueden 
»0 denon for, asi en especial como en gencral con 
»priuilegios ó con cartas de donaciones 6 de cam- 
»bios, Ó con cartas 6 menos de cartas, cuando á 
»ellos ó a cualquiere dellos bien visto será que lo 
»puedan al Señor Rey domandar en su tiempo € 
>en su lugar». 

En lo que homos, sí, de detenernos, no sólo por 
lo que haco á nuestro intento, pero aun por la im- 
portancia historial y política de su contenido y 
sobre todo de su hallazgo, es en los Privilegios de 
la Unión, que otorgados por Alonso HI en las cor- 
tes de Zaragoza ol año 1287 y conservados dicho- 
samonte en el antiguo monasterio de Poblet, pa= 
saron de 6l 4 la Biblioteca nacional y después á la 
de Cortes y fueros del Congreso, habiendo entra. 
do por fin, va para unos seis años, en el dominio 
de la Academia de la Historia. 

Dichos Privilegios existen, con otros documen= 
tos relativos al mismo asunto, en un códice en 
folio menor, lotra del siglo XIL, sobre papel in- 
consistente y grueso con anchas márgenes escri- 
tas á trechos por Zurita, rotulado exteriormente: 
Esoriluras de los reyes de Aragón Don Pedro 1 y 
Don Alonso III y de las Uniones de Aragón y Va- 
lencia y soñalado con T. CL. M. 139; habiendo 
venido afortunadamente en comprobación de su 
siempre apreciable texto los Comentarios nutógra- 
tos do Blancas, escritos según el primer pensa- 


miento del autor y bajo del primitivo título: /n 
fastos de Justiciis Aragonum Comentarius,—Por- 
que es de advertir que, entro ol autógrafo y la 
edición que conocemos impresa, existon algunas 
curiosas variantos, Ó mejor, algunas diforencios 
nacidas de la poca libertad con que pudo proce- 
der el autor á la publicación de su trabajo; siendo 
uno de los pasajes suprimidos el que corre por 
las márgenes del manuscrito, relativo 4 la fórmu= 
la del juramento de nuestros reyes, el cual nos 
fué dado á conocer la vez primera por el Sr. La- 
sala en su impugnación 4 la citada obra de Quin- 
to % y fué despuós aprovechado por el Sr. Foz en 
su Gobierno y fueros de Aragón (1850); y siendo 
otro el que se refiere 4 los Privilegios de la Unión, 
de los cuales dice en la obra impresa que se con- 
servaban en la biblioteca dol Arzobispo (Don Fer- 
nando), pero que ól no insisto on exponerlos, toda 
vez que nuestros mayores decretaron únicamente 
el que no se hiciora más memoria de ellos, no ya 
como leyes del reino, non ex patrio more atque 
ánstitutis solum, sino aun como obra literaria, sed 
lo cual no le rotrajo sin embargo do trasladarlos 
cuidadosamente á su manuscrito, comunicados 
que le fueron por Zurita. 

El códice contiene todo el texto íntegro de 
cuantos documentos oficiales so extendieron y 
cunutas diligencias so practicaron en el asunto 


0) arto de Zaragoza, año 1549. 


lo 





s2 


de tan famoso privilegio; y bajo este aspecto pa 
reco una acta, proceso Ó protocolo contempo= 
ránoo, aunquo sin autorización de firma, rúbrica, 
sello ni signo alguno; pero con la sovaridad de 
formas, la igualdad do lenguaje, la textualidad 
de documentos, el enlace completamente curial 
entre cada uno de éstos, y la imparcial, fría y mo- 
nótona maroha de un registro oficial, y no de una 
relación literaria verificada con presencia de la 
documentación, 

Confiándonos 4 la indulgencia del lector, que 
no puedo faltarnos cuando se trata de darle á co- 
nocer un importantísimo códico hasta hoy inédito, 
vamos á permitirnos un extracto algún tanto der 
tenido, que ponga de manifiesto toda la tramita- 
ción de este ruidoso acontecimiento, así como el 
lenguaje usado en aquella época, el cual, por por- 
tenecer á tiompos demasiado provenzales, adolece 
de algunos resabios de este idioma y puede servir 
para dar á entondor toda la influencia catalana 
sobre la lengua do Aragón. 

Ábroso el códice con el extracto de las cortes 
de Tarazona en que se dijo al rey que tratase con 
ellas de la guerra de Francia y demás asuntos de 
Estado, 4 lo cual contestó dosenfadadamonte en 
1." do Soptiombro de 1283 que entro ad aquella ora 
por sí auía feito sus faciendas, e que agora no há 
queria ná hi auia mester lur conseillo: roplicáronlo 
que les confirmase sus privilegios, y les satisfizo 
diciendo que no era tiempo de facer tal demanda, 
que ell entendia dar batailla á los franceses, 0, pas- 








sado aquel feylo, que cll que faria lo que deniese 
«contra ellos, y estos, enteadientes et vidientes el gran 
periglo al que el sobredito senyor Rey queria sponer 
assi (4 sí) e á ellos, vedientes e encara entendientos 
que todos, grandes e chicos, sedian con orebantados 
corazones, y vidientes que omme senes fuero ú desa- 
furado non puede auer bon corazon de seruir aquell 
senyor, el considerantes las non contables opresiones 
e desofforamientos que recobidos auían e que recibien 
cada día por el dilo senyor rey e por sus officiales 
Judios e judgues dotras lenguas e naciones, e alen- 
diendo que reyal piadanza endrezasse e millorasee 
las zobreditas cosas mal feytas cada día peor auan e 
uenian de mal en peior absorviendo la sague e la 
substancia de las gentes, parziendo tan poco al mayor 
como al menor; considerantes que faíran muy gran 
serueidal si piedat non awian de sei mismos... gracia 
espiritu sancio vino sobre los nobles ricoos-ommes e 
sobre todos los otros auant dítos e enflamolos todos 
dos corazons en [ hora e en I moment que todos en- 
sembio furason demandassen e que mantunicsen fuo- 
aros, costumpmes, usos, priuilegíos, franquezas, liber- 
dades é cartas de donaciones e de canios, aquellas 
qee auian auidas con su padre el Sr. rey don Jayme 
econ los otros sus antecossores e deuen aun: e todos 
censemblo juráronso en la forma que seguexe.—En 
esta Jura se dico que el traidor 4 la Unión son 
destruído en su cuerpo y bienes, salua la fe de 
senyor rey, e de lodos sus dreytos, e de todas wus re- 
¿galías; que si por esta jura 6l procede sin juicio 
contra alguno le delendan todos; que si manda 








prenderlo 6 matarlo sin sentencia del Justicia, los 
de la jura no lo tengan por roy, llamon á su hijo 
Alonso, et el dito don Alfonso con ellos ensemble en- 
ealcen e geton de la tierra al sobredito ray. 

Presóntanso on las cortes de Zaragoza varias 
quejas, una do los nobles despojados de sus dere- 
chos (on treinta capítulos entro ellos el de las cor- 
tos anuelos), otras por parte de los jurados y pro- 
curadores de la ciudad de Zaragoza, otras por log 
do Huesca, Jaca, Alcañiz, eto.; y en vista de ellas 
el dilo senyor rey con gran! piedat, queriendo contor- 
nar su cara contra su poble e obedir las sus justas e 
dignas pregarias e demandas, confirmó fueros, 
usos y costumbres y expidió el Privilogio gone- 
ral, ol cual ya seguido del otorgado á Valoncia 
(ciudad que cuando fué ganada, so mantuvo algún 
tiempo á fuero do Aragón) y de los de Ribagorza 
y Toruel. 

Reunidos todos en la Iglesia de San Salvador 
(catedral de Zaragoza) innováronse en Octubre 
las juras hechas en Tarazona, diéronse algunos 
castillos en rehones, oligióronse conservadores 
que mantuviesen la tierra en buen estado, é hízo- 
se un ordenamiento de la Unión que fué reformado 
en 8 de Diciembre; después de lo cual se manda- 
ron al roy dos embajadas, á las cnales contestó 
por escrito desde Barcelona y Lórida ofrecióndo- 
so á venir pasada la Pascua á Zaragoza; mas, como 
no lo ejecutara, romitióselo una lista de poticionos, 
mientras se enviaba á Roma una embajada com- 
puosta, entre otras personas, de dos jurisconsultos. 


5 


Después de algunas peticiones y de la confir- 
mación-del fuero general, rogó y mandó el rey á 
los unidos que concurriesen para el día de San 
Juan de 1284 4 Tarazona, y porque el rey no ha- 
bía cumplido con lo que les tenía ofrecido, ni ros- 
tituído las spoliaciones feytas W, ollos expusieron 
por escrito su negativa (4 la cual contestó el rey) 
y se reunieron en San Salvador el 31 de Enero 
de 1285, pasando en Marzo á Huesca y después 4 
Zuera, en donde, por contumascia del dito senyor 
rey, dió el Justicia sentencia sobre las querellas 
presentadas, y esto fué 43 de Abril de 1285. Y dió- 
la también sobre las que en adelante se fueron 
presentando, que fueron muchas, ya de ciudades 
ya de particulares, algunas hasta para averar in- 
Tanzonías. 

Murió el rey á la sazón, mientras su hijo Alfon- 
so se hallaba en la conquista de Mallorca, y ha- 
biéndose sabido que éste se titulaba rey, y hacía 
como tal donaciones y otras cosas, se reunieron 
cortes en Zaragoza el día de San Valero de 1286, 
(ya las hubo antes en Diciembre, pero sólo trata- 
ron de contener á los ladrones y malhechoros que 
molestaban el roino), y acordaron decirle que vi- 
nioseo á jurar 4 Zaragoza, y para esto enviaron 
'mandaderos que se lo expusieran de palabra, y 


par OE ns a 
dempgida AS oe on mos: cons amis se organ 
del dáilto. que era nu E crcnoldor A Nopo. 
E e ¡POLIATEUR, a) oiste 10 hacía ino 

el inventor de esa palabra! 








non leuassen carta de criencia mi otra carta ho es- 
cripto en que ell fuese clamado por el regno rey ni 
infant: el rey contestó que el arzobispo de Tarra- 
gana y los nobles de Cataluña le llamaban rey en 
$us cartas, e pues ellos clamauan ú él rey, non se- 
meyilaba que él se deuies clamar Rey Infant, pero 
ofreció jurar en Zaragoza y lo hizo en un domin- 
go 415 de Abril. El siguiente día, para evitar los 
muylos desordenamientos de la casa del rey, e al pro 
suyo e del regno catar, solicitóse la reforma de ella, 
fi lo cual negóse el rey y se partió para Alagón. 
En vano fué que se le requiriera para que volvie- 
se 4 Zaragoza y enmendase todos los daños causa- 
dos á los fueros y á las personas, en vano que ex- 
pidieran tras él las cories de Zaragoza (fol. 171) 
los consejeros que hubieran de seguir al rey hus- 
ta que concediera las demandas; todo lo que se 
adelantó después de dos mandaderías 6 embajadas, 
fué que desde Valencia citase 4 cortes para Hues- 
<a, después de lo cual todavía se repitieron cuatro 
mandaderías ( una de ellas sobre las vistas que 
Don Alfonso había tenido fuera del reino con el rey 
de Inglaterra; y, por fin, temiendo la mula volun= 
tad del de Aragón, enviaron embajadas para de- 
mandar alianza ú la Eglesía de Roma, ul rey de 
Francia, al de Castilla y aun á los moros (fol. 95); 
poro ol rey se dirigió 4 Tarazona en Septiembre de 
1287, prendió 4 unos, ahorcó á otros y movió una 
guerra desastrosa, que por su mismo mal carfo- 


)) de ellos van firmadax por Sancho Pérez de Biota 
Se, Acuna de sllas van Armadas por ame 














sr 


ter excitó á unos y otros la avenencia. El rey de- 
putó sl Prior de la orden de predicadores en el 
convento de Zaragoza para tratar con los unidos 
que estaban convocados en el fosal de Santa María 
y le dió una credencial en que decía que siempre 
quiso el quiere paz (e) concordia entre sí e sos gentes 
sobre lodas las cosas del mundo, pero que los no- 
bles ficiéronle muylas demandas e pidiéronle muy- 
dos donos, los quales si el otorgado los ouiesse sería 
ameyt gran danyo e minguamiento del regno (fol. 98). 
Así empezaron los tratos, y los unidos nombraron 
personas que pidieron enmienda de los castigos 
de Tarazona y de los males de la guerra que el 
Tey monto á su cuelpa e á su torto, que reclamasen 
la restitución de su vispado al de Zaragoza, el pago 
de utrasos 4 los mesnaderos y la admisión en su 
«onsejo de las personas nombradas por la Unión, 
y que le hiciesen entender, que si procedía contra 
alguno de la jura, de aquella ora adelan no lo tien- 
gan ni lo ayan por rey ni por senyor... é puedan fer 
olro rey e senyor cual guerran sines blasmo e sines 
mala fama. 

Con todo esto condescendió el rey, y entonces 
tuó cuando otorgó el famoso privilegio de la Unión 
vuyo texto es 4 la letra el siguiente (fol. 101 v.>): 

«Sepan todos que nos Don Alfonso, por la gra- 
acia de Dios rey de Arugon, de Mayorchas, de 
Valencia, compte de Barcelona, por nos e por 
»Ostros sucossores que por tiempo reguaran en 
Aragon, damos e otorgamos á uos nobles don 
»Fortunyno por aquella misma gracia vispe de 





»Zaragoza, D. Pedro Seynnor d Ayerbe tio nues-" 
»tro, D. Exome d Urreya, D. Blasco de Alagon, 
»D. Podro Jurdan de Penna seynnor de Arenoso, 
+D. Amor Dionis, D. G. de Alcalá de Quinto, don 
»Pedro Ladron de Vidaure, D. Pedro Ferriz de 
>Sessó, Fortun de Vergua Sr. de Penna, D. Gil de 
>Vidauro, D. Corbaran Daunes, D. Gabriel Dionis, 
>Poro Ferrandez de Vergua sennyor de Pueyo, 
>D. Xomen Perez de Pina, D. Martin Roiz de Fo- 
»cos, Fortun de Vergua de Ossera e á los otros 
»mesnaderos, caualleros, infanzones de los Regus 
»de Aragon e de Valencia e de Ribagorza agora 
»ajustados en la ciudad de Zaragoza, e á los pro- 
»curadores o a toda la Universidad de la dita ciu- 
»dad de Zaragoza, assi 4 los clórigos como á los 
»legos, presentes e auenidores.—Que nos ni los 
»nuestros sucesores que en el dito regno de 
»Aragon por tiempo regnaran, ni otri por man- 
»damiento nuestros matemos ni estemos (debe decir 
>estememos), ni matar estemar mandemos ni faga- 
»moe, ni preso Ó presos sobre fianza de dreyto 
»detengamos ni detener fagamos, agora ni en al» 
»gún tiempo, (4) alguno 6 algunos de uos sobre- 
»ditos ricos omoes, mesnaderos, cavalleros, infan= 
»zonS, procuradores e universidat de la díta ciudad. 
»de Zaragoza, así olórigos como legos, presentes 
»6 avinidoros: ni encara alguno 6 algunos de los 
»otros ricos ommes, mes.-, ea., inf. del regno de 
»Aragon, del regno de Valencia, e de Ribagorza, 
ni de sus sucessores, sines de sentencia dada por 
sla Justicia de Aragon dentro en la ciudad do 





» Zaragoza, con conseyllo e atorgamiento de la 
acort d Aragon 6 de la mayor partida clamada e 
»ajustada en la dita ciudad de Zaragoza.—Item 
damos e otorgamos á los ommes de las otras 
»clutades, villas, e villeros, o logaros de los ditos 
sregnos de Aragon e de Ribagorza, e a aus suc- 
»cessores, que non sian muertos, ni estemados, ni 
adetenidos sobre flanza do dreyto sines sentencia 
dada por los justicias de aquellos logares por 
06 douan scor jutgados segunt faero si doncas 
no será ladron 6 ropador manifiesto qui será tro- 
»bado con fuerto e con roparia, ó traidor mani- 
aflesto. Si por auentura algun justicia 6 official 
«contra aquesto fara, sia dól foyta justicia corpo- 
aral. Et a obsoruar, tener, cumplir e soguir el 
»present priuilegio, o todos los sobroditos capi- 
aoles Ó articlos, e cada uno dellos, e todas las 
»cosas, e cada una en ella e end cada uno dellos 
«contenidos, e non contrauenre por nos ni por 
»otri por nuestro mandamiento, en toda 6 en 
partida, agora ni algun tiempo; obligamos e po- 
»námos en tenencia o en rahenas á uos e a los 
»vuestros sucessores aquestos castiellos que se 
»siguon (son diez y sicto, entre ellos Uncastillo, Ma- 
slón, Rueda, Daroca, Huesca y Morella), jus tal 
»condition que si nos 6 los nuestros sucessores 
»que por tiempo regnarán en Aragon faremos ho 
»veniromós en todo 6 en partida contra ol dito 
»priuilegio e contra los sobreditos capitolos 6 ar- 
aticlos e las cosas en ellos e on cada uno dellos 
»contenidas, que daquella hora adelant nos e los 


h 








»nuestrós ayamos perdudo por á todos tiempos to- 
ados los ditos castiellos, de los quales castiollos 
»uos 6 los vuestros podados facer e fagados á to- 
»das nuestras propias voluntades assi como de 
suuestra propia cosa, e dar e liurar aquellos cas- 
stiellos si querredes á otro rey e seynnor, por 
sosto, por que si, lo que Dieus non quiera, nos ó 
»los nuestros sucessores con (tra) uiniessemos á 
»las cosas sobreditas en todo ó en partida, quere- 
>108 6 otorgamos o expressament de corta scien- 
cia asi la ora como agora consentimos que daque- 
»Jla ora a nos niá los sucessores ni (em) el dito 
»Regno de Aragon non tengades ni ayades por 
»Reyos ni por seynnores en algun tiempo, ante 
»sines algun blasmo de fe e de leyaldat podades 
»facer e fagades otro Rey e Seynnor qual querre- 
ades e don querredes, e dar e liurarle los ditos 
»castiellos e a uos mismos en uasallos suyos, et 
»nos ni los nuestros sucessores nunca en algun 
»tiempo á vos ni á los sucossoros domanda ni 
»question alguna uos en fagam, ni facer fogamos, 
»ni end podamos forzar, ante luego de present 
»por nos e por nuestros sucessores soldamos dif- 
»finidamento quanta a vos e á uuestros sucessores 
ade fo, do jura, do naturaleza, de fioldat, de seyn- 
»norio, de vassallerio o de todo otro cualquiere 
»deudo de vassayllo 6 natural douo, e y es tenido 
»4 seynnor en qualquiera manera o razon. E todos 
alos sobreditos articlos 6 capitoles, 6 cada uno 
»dellos, todas las osas e cada una en ellos e en el 
»dito priuilegio contenidos, atender, e complir, e 





»seguir e obseruar 4 todos tiempos e en alguno 
»n0 contrauénir por nos e los nuestros sucessores 
ajuramos ú uos por Dios e la cruz e los sanctos 
»cuangolios delanto nos puestos o corporalment 
»tocados. — Áctum est Cosaraugusta V Kal. jan. 
anno domini MCOLXXX soptimo. = Signum 
>Alfonsi del gracia reg. Aragonum, Mayoric. et 
>Valeno. ae Comes Barchin. — Testes sunt Artal 
+Rogerii Comos Pallyarionsis, P. Ferdinandi do- 
»minus do Ixar patruus predicti domini Regis, 
»G. de Anglarig, Br. de Podio viridi, Petrus Sesse- 
»—Signum Jacobi de Cabannis soriptoris da, do» 
mini Regis, et de mandato ipsius hoc soribit, 
»focit et elausit loco, die et anno preflxis». 

Del otro Privilegio que también se otorgó, con- 
forme con el anterior en su lenguaje y en casi 
todo su contenido formulario, y por lo demás ex- 
fractado también en el cap. 97 del libro IV de los 
Anales de Zurita, sólo copiaremos el principio, 
porque en él se dan á conocer las libertades que 
allí se consignaron: «...Que daqui adelant nos o 
alos sucessores nuestros á todos tiempos elame- 
mos e fagamos ajustar en la dita ciudad do Za- 
»ragoza una negada en cada un año en la fiesta 
ado todos sanctos del mos de noviembre cort ge- 
neral de aragoneses, e aquellos que á la dita 
«cortse ajustaran ayan poder de esleyr, dar e as- 
+signar, e eslian, den e assignen consoylloros a 
nos e a los nuestros sucessores, et nos e los 
muestro sucossoros ayamos e recibamos por con- 
asoylleros aquellos que la dita cort, o la part della 


bh 








»concordant a aquesto, con los jurados o procu- 
»radoros do la dita ciudad esloyran, daran e asig- 
»narán a nos e a los nuestros sucossoros, con 
»cuyo conseyllo nos o los nuostros SUCessores go 
»uernemos e aministromos los regnos de Aragon, 
ade Valencia e de Ribagorza... los quales consey- 
alloros sian camiados todos o partida de ellos 
»quando a la cort uisto sorá o a aquella part do 
»la cort con la qual acordarán los procuradores O 
»los jurados de Zaragoza. ltom damos, queremos 
»0 otorgamos a uos que nos ni los nuestros su- 
»cessores, ni otri por nuestro mandamiento, non 
«detengamos prisos, embargados ni emparados 
»sobre Hanza do dreyto heredamientos ni qua- 
»lesquiero otros bienes do vos sobre ditos no- 
»bles ote., sines de sontoncia dada por la Justicia 
»do Aragón dontro on la ciudat de Zaragoza, con 
»conseyllo expresso 6 otorgamiento de la cort de 
»Aragon clamada o ajustada en la dita ciudat de 
» Zaragoza.» 

El códice continúa 'documentando la entrega 
del príncipe de Salerno, como en rehenes, mien- 
tras se hacía la do los castillos; la entrega de és- 
tos; la obligación de los rehenes; la embajada que 
so dirigió al rey (por no haber concurrido para 
el día de San Matías de 1288) diciéndole que, si 
no vonía para el de Ramos, aurian a demandar e 
cerquar conseyllo e ajuda de quí quiera e en qual- 
quiera manera que antes e meyllor trobar lo puedan. 
Ta qual cosa sí an de facer les pesara muylo de cora- 
zon, porque non querrian, si Deus e el Sennor rey 





.“ 


ya no pueden tenor interés los documentos con 
quo arrastromos lánguidamento nuestro examen 
hasta la reunión de las coronas Aragonesa y 098- 
tellana. A 
Pudiéramos citar una escritura en favor del mo- 
nasterio de Piedra 1260, un mandato oficial de 
Tarazona para cobro de décimas 1290, y otros pa= 
poles de 1303, 1304 y 1305 que hemos visto ori= 
ginales; una escritura de la misma década que se. 
halla en el archivo del Pilar en que se lee: «do a 
treudo á vos D. Pedro Sessa todo el horedamiento 
yermo e poblado que la dita cambra ha e auer 
debe por cualquiere manera ó razon en la villa de 
Lompiache e en término de Rueda, y es á saber, 
un casal en términos de Rueda que afruenta con 
la talliada de Lompiache, e con campo de Santa 
Muría»; las Ordinaciones expedidas en 1320 4 fa- 
vor de los Notarios del número de Zaragoza, 4 
cuyo archivo pertenece el apreciable códice que 
hemos visto“; lasOrdinaciones para la coronación 
de nuestros reyes que, trasladando un códice de 
la mitad dol siglo xIv, incluyeron los Sres. Salvá y 
Baranda en el tomo XIV do su Colección; laz Cartas- 
pueblas de 1360, 67 y 69 que, con otras en latín y 
en lemosín, publicaron los mismos editores en el 
tomo XVIU; las piezas que lleva publicadas la 





(1), Ofrecemos de él esta muestra A nuestros lectores: «Perqse mal como 
hodersso e 4 os notartos el 'o SETE 
soto 






























































TI 


Á este examen vamos á dedicar el resto de 
muestra tarea, procurando señalar la procedencia 
de algunas palabras, legitimando en lo posible su 
uso, probando que 4 su invención ha precedido 
instintivamente el mejor juicio y manifestando que 
no son barbarismos de gente inculta, sino á veces 
primores que el idioma castellano debiera pro- 
hijar% ó no haber abandonado. Entiéndase que 
para la formación de este discurso, así como para 
la del Diccionario que le sigue, hemos de servir= 
nos, en cuanto nos sea dable, de escritores arago- 
neses, de anuncios é inscripciones oficiales, de 
avisos impresos, de la conversación de personas 
cultas, y sólo en donde todo esto no alcance, del 
habla común de los aragoneses. No «bultaremos, 
pues, el Pocabularío ni la crítica con palabras de 
las que frecuentemente se improvisan pero no s8 
extienden ni se hacen permanentes: tampoco no 
lo haremos con las locuciones latinas, usadas por 
nuestros foristas, como, ne pendente apellatione, ar- 
tículo de toliforciam, sentencia de lite pendente, nen 
fram y otras, pues aunque sabemos que la Acade= 

a ¿ig en curo de naber formado algún vocablo nuevo, dice Mayans 

tomaría de las le Es] 


tes le < de las 
E Teto de la Itogua iaus, Somo más conocida, qe de 








mia incluye algunas locuciones latinas, de antiguo. 
castollanizadas, no lo hace, y esto con su habitual 
prudoncía, sino cuando son dol dominio gonoral y 
no del tecnicismo de una ciencia; ni tenemos por 
verdaderamente aragonesas, aunque de uso par- 
ticular de nuestros escritores, algunas libertades 
derivadas dol idioma castellano, como tierra baja 
para denotar cíorta comarca do la derecha del 
Ebro y alto Aragón para denotar la de la izquierda, 
turbante en sentido del que turba, comisante por el 
que comisa y adminiculado de adminicular, voces: 
usadas por Larripa; adrezar que dico Blancas; 
catedrero que consiguan los Gestis de la Univorsi- 
dad do Zaragoza; conséméle por somejanto; reforme 
por roforma y tisígues por tisis, que hemos leído 
en otra parte; caminos cireunstantes que también 
hemos visto usado; acolitar 4 laudes y aculejar el 
pavimento que dico Martón; condiputado que escribe 
Sayas; membranáceo que dice no mal, en lugar de 
membranoso, el racionoro Latassa; comisarios , 
cercenadores, lugar tenientes y otros cargos quo no: 
puede especificar el Diccionario do la lengua y 
que sin embargo son corrientes on los tratados de 
legislación aragonesa. 

Procedemos en este punto con tal cautela y tan. 
desapasionadamonte, que ni damos cabida á algu- 
nas palabras 2 por ol solo hecho do hallarse en 


Atmel comistosfoals, onde sich, Lo de taasedo 
102 Tos ela sad on de os bienes apeehensos Y iros. 


pd CAR 





ex por pasar las plazas, porcagiwm por los cerdos, 
salinalicum por la sal, portulaticum y tavitáticum 
por las naves, ote; y tambión algunos de los ofi- 
cios de la casa real, como subbotellerina, subforna- 
rius, sobrecock (jefe de la cocina) y otros varios, al. 
bién con esta ocasión enumeraremos los que se: 
hallan discornidos en las Ordinaciones de la Real. 
Casa de Aragón, compiladas por Pedro IV en idio- 
ma lomosín el año 1344, traducidas al castellano en 
1562 por el protonario D. Miguel Climente de or-= 
den del príncipo D. Carlos y dadas á la estampa: 
en Zaragoza, año de 1853 por D. Manuel Lasala, 
cuyos oficios (que decíamos) son, dejando á un 
lado los de uso y nombre más conocidos, los de 
botilleros mayoros y comunes, aguador do la boti- 
loría, pauaderos mayoros y Comunes, escudero. 
frinchantes, argentarios 6 ayudantos de cocina, me- 
aucier 6 ropartidor, escuderos que traen los manja- 
res, comprador, cazadores Ó perreros, sobreacemilero 
y sotacomilero, tañedores, escudoros y ayudantes de cd- 
mara, guarda de las tiendas, costurera y su ayudan- 
to, especiero, barrendero y lavador de la plata, hombres 
del oficio del alguacil (fuemetidos 4 61 para aprehon- 
der criminosos), mensageros de vara Ó vergueros, esca 
lentador de la cora: para los sellos pondientes, se- 
Madores de la escribanía, promovedores, enderesadores 
de la conciencia, sotaporteros, servidor de la limosna y. 
escribano de ración que ora á manera de contador ó 
tenedor de libros. 

Con igual economia hemos obrado al examinar 
el Indice donde se declaran algunos vocablos aragoné= 


dl 








citado documento lo escribe, como en latín, de 
esa manera y sin explicación alguna 0; MACANO, 
que se encuentra en elmismo caso y que escrito 
con cedilla pudiera ser manzano, leyóndose por 
lo demás en un documento lusitano citado por Da+ 
cange: «unam copam decuratam ín Maganiz el circa 
bibitorium el circa pedem»; marcisacion, que se nos 
ha comunicado como palabra alguna vez leída, 
poro que nosotros no hemos alcanzado á conocer 
en ningún documento, ni podido por consiguien= 
te interpretarla; masarechos, que hemos visto usa» 
do en escrituras aragonesas sin entenderlo, aun- 
que de persona doctísima sabemos que significaba 
en la Edad Media una especie de copa traída de 
Egipto. 

Esa misma parsimonia, pero mucho más funda- 
da, nos ha guiado en cuanto á las palabras caste- 
Manas que Ducenge define en su Glosario % apo- 
yado en documentos aragoneses, cuales son entre 
otras: acémila, albarda, alodial, arada, armador, Q2= 
cona, dandosidad, cabezalero, enkiz, corredor, escom- 
Drar, espera, fincar, jurista, malatiz, maleta, mayo= 

¡lo d nuestro Diccionario 1 a, yl En- 


1 
mar, más tard: o 
E 








y guiente .. 
SáTeión Dña apistola de Iaduato sobre la yida de Puesngr Und 
Lor Puri yerno de cg 
lo el un tor, d 
para la cestinuación del Glosario el Tesoro 
endlamaes sutcridados las palabras que 2o hallen ía hos docuaatados 
ein roja Tatinidad. . nen 





s 


sal, mesclarse, parral, pérdida, perdidoso, guilate, 
guitación, rastro, realengo, renegado, saca, sales, 
sesmero, sobreseimiento, soldada, solo, tapial, taza, 
timbre, tornadizo y trepado M. 

Las loyes do la erítica son muy estrechas, y las 
leyes del gusto, aunque mucho más amplias, tie- 
men también su órbita que no han de traspasar. 
Nuestra conciencia literaria es algún tanto sove- 
ra, aunque no temática, y nos obliga á excluir de 
muestro Vocabulario hasta palabras que le abulta- 
rían y darían más valor y que á nosotros no nos 
costarían más trabajo. Hay quienes nos han faci- 
litado listas de voces que reputaban aragonesas, 
y la máxima parte eran españolas; hay quienes 
han echado de menos otras en nuestro Dicciona- 
rio, y casi todas habían sido ya examinadas y, 
con buenas razones, rechazadas por nosotros; hay 
quienes creon que el barbarismo 6 solecismo cons- 
fituyen siempro (cuando solamente lo constituyen 
en muy dados casos) palabra nueva; hay quienes, 
si en una tilde discrepan la voz corriente y pura 
y la que ven usada en Aragón, tienen á ésta por 
sujeta 4 la legislación provincial. Nosotros no po- 
demos conceder con todo esto, y en general tene- 
mos que rechazarlo todo; y, si algo se salva de 
esta común exclusión, es por la vía estrecha de 


“Tampoco hemos querido traduelr, para Incorpororlas ea quest: 

nbienarie? siguras polibens no casteltas y Tomudas de docomentos 

aragoneses, como conteribusteríus pechero, cibilaris predio rústico, 
'caballaria de carga. encanum Subasta, enjrachescere hacer franco 6 


a o e Y pa 





MA 





las excopciones: el por qué de cada una de óstas 
va bajo nuestro criterio y responsabilidad.” 

No aludimos en estas censuras á los Sres. Savall 
y Penón, cuyas personas y obras apreciamos, y á 
quienes en el Vocadularío nos roforimos en algu- 
nas ocasiones; pero respetando ol sistema por 
ellos seguido en el Glosario con que ilustraron la 
edición de los Fueros y Observancias de Aragón, n08- 
otros no podemos seguir el suyo por la diferen= 
cia misma que hay entre su objeto y el nuestro, 6 
entro su plan y el nuestro, y vamos á docir lo que 
ellos incluyen y nosotros oxcluimos. Pero antes 
debemos notar la inconsecuencia en que caen, 
pues en las advertencias con que encabezan el 
Glosario se declaran muy restrictivos (en lo cual 
andamos con ellos de acuerdo), y ofrecen omitir 
muchas serios de palabras, entre ellas las incluí- 
das como españolas por la Acadomia, las apoco- 
padas como Juert, las de « líquida como sciencia, 
las terminadas on scer, las de letra doble como 
atlender, las de alteración de una letra como 0% 
fecto, las desviadas ligeramente por causa de la or- 
tografía ó pronunciación como freáudo, las de sig- 
nificación clara, los adjetivos verbales en ero como 
estimadero, los participios activos como arrandante, 
los verbos compuestos como sobreseyer, las voces 
que tienen on su composición la 4 antigua 6 la ay 
como enyo y las que llamasen agrogadas como 
dolmacen: mas, al llegar luego al Glosario, dan ca- 
bida 4 muchas de estas mismas voces, en cuyo 0A- 
mino ya no les seguimos. Nosotros no podemos 


incluir en nuestro catálogo palabras como laz gi- 
guientes, que ponemos para ejemplo. 

Unas no tienen sino cambios ortográficos, ver- 
bigracia, dbito, derecho, kenero, acadallo, evilla, hu- 
was, rastardelo, vestía, tovalla, darzones (do arzones), 
Jaurar (labrar), senyor. 

Otras son puramente latinas, de esas que no 
«quedan en el fondo del idioma: posside, moneta, psal- 
amo, genollarse, fuso, fulla, alieno, closo (corrado), 
exiliar, fama, allio (ajo), feto, Jlo, computo (pro- 
sencia), deciso, fruir, dempto (quitado), expremér, 
sezcludir, concepto (concebido), sxida, desbitar. 

Otras son extranjoras corruptas, principalmen- 
to provenzales, y no naturalizadas tampoco: ade- 
want adolanto, efer negocio, ¿ra ora, argent plata, 
atan tan, avant adelante, dat trigo, Bau azul, drew 
breve, bueyto vacío, bueytar vaciar, cendra coniza, 
elau clavo, combatrá combatirá, combra comerá, 
cuentra contra, cueyto cocido, cuytellaria cuchillo- 
ría, dejus y dius dobajo y bajo, dereylo derecho, dir 
decir, dit dicho, esguarte miramiento, Jer hacor, 
Feito hocho; 22 hilo, ias hasta, Jormags queso, fro- 
mentes granos, 7e se, guañar ganar, gley hoy, guey- 
to y Aueyto ocho, lur y lures suyo y suyos, medze 
médico, proveyto provecho, deposar depositar, ere- 
ter quobrantar, compora» componer. 

Otras padecen una simple altoración fundada 
en la preferencia de ciertas letras sobre otras, 
como la w sobre la ¿, la ¿ sobre la p, la £ sobre la 
d 4 la catalana, la e sobre la iy viceversa la fpor 
la », evolución tan española como aragonesa; por 


di 





2 


ejemplo: adela abeja, aparellado aparejado, avallar 
abajar, bermello bermejo, cañela canela, “consello 
consejo, conello conejo, allos ajos, cerralla cerraja, 
illada ijada, naralla navaja, millor mejor, tradallo 
trabajo, arcebisbe arzobispo, radoro raposo, cabaso 
capazo, sabiese supiese, abal abad, almut almud, 
costumat acostumbrado, ceruella ciruela, destricto 
distrito, metad mitad, encéns incienso, intreyo en 
trego, alfondega alMóndiga, admeter admitir, cazeta 
cajita, eneyire buitre, civada cebada, dida! dedal, 
egpidimia epidemia, pior peor, reftorio refectorio, 
lichera lechera, alfeña alheña, cafés cahiz, foces ho» 
ces, ferradura herradura, guchillero cuchillero, com. 
te condo, espitad hospital, gleda greda, paper papel, 
acercon azercon Ó minio, canafstola cañafistula, co- 
mozer conocer, carabazas calabazas, azada azada, 
exo eso, asi nsí, autedito antedicho, Aaglaterra In- 
glaterra, cupe copa, curaza coraza, enguila angui- 
la, gañar ganar, jodío judío, ruciar rociar, sertén 
sartén, tenalles tenazas, liseras tijeras, manteja 
manteca, fusecular insacular, premática pragmática, 
Otras, poco disímiles de las admitidas como de 
buen cuño, ofrecen la leve diferencia de sílaba 6 
letra adicionada al principio, al medio 6 al An, 
por prótesis, epéntesis y paragoge, 6 sustraída 

a afóresis, síncope y apócope: acontar (contar), 
destorbo, adjutgar, advenidero, alcanyela (canela), 
almárrega, adollar (bollar 6 sellar), anigllo, varie- 
Ma, castiella, orticano (orégano), cirrega (carga) 
siega, cayer, cascavellies, cuchiello, infanción, seer, 
seido;... ros (arroz), roda (arroba), acusa, escomina- 





yO 








demia, la cual incluye (por ejemplo) regatear y re 
catear, rastrojo y restrojo, caray y carey y otras pa- 
recidas, en lo cual habrá procedido muy cuerda» 
mente pero no muy á nuestro gusto. 

Otras palabras hemos también desdeñado que 
tal vez una crítica más benigna se hubiera com» 
placido en aceptar, siquiera por venir de un autor. 
y de un libro en general desconocidos. Persona 
muy entendida de toda nuestra confianza, el ara- 
bista D. Francisco Codera, catedrático de esa len- 
gua, nos ha comunicado un breve catálogo de 
voces tomadas de Ebn Buelarix en su libro 4% 
mostaini, escrito en Zaragoza hacia el año 1110, 
esto es, en las postrimerías de la monarquía árabe 
de Aragón y eu los albores del idioma español 
escrito, libro del cual existen tres códices diferen» 
temente puntuados, el uno llamado de Leydem, el 
otro de Nápoles, y el otro que fué de Toledo y 
hoy pertenece á la Biblioteca nacional. En ese ca- 
tálogo vienen algunas voces que difleren de las 
españolas en sentido aragonés; pero nosotros 
hemos aprovechado solamente media docena de 
ellas, descartando, como levemente diferentes, las 
que sólo discrepaban en la ortografía, y dese- 
chando también por los mismos ú otros motivos 
las siguientes: siruelas ciruelas, esponcha esponja, 
salciya salvia, poma de cáene bellota, panicá panizo, 
guezo y formache queso, espárricos espárragos, nes= 
poros nisporos, porko puerco, foncos hongos, oricano 
orégano, ficos higos, pipinelos pepinos, y zebo cáer- 
vuno sebo de ciervo. 











” 


obra metódica, tómense el trabajo (que nunca 
será tan grande como el nuestro) de combinar la 
lectura del Vocabulario eon la de esta /nfrodueción, 
y en ésta hallarán hasta cierto punto el comple- 
mento de aquél, y podrán acariciar el gran nú- 
mero de palabras que aquí vamos citando, unas 
para apoyarlas y otras para combatirlas y excluir 
las. Más veces dice el pueblo (y el no pueblo) 
seica, ciemo, hancia, gurrupera, mandurria, molocoto= 
nes, muñuelos, bujero, eslegir, pecetas, denguna, goler, 
dempués, mosolina, capotas, devantarse, enruena, desa- 
minar, «ade (adondo), dertura, falo, carruchs, en- 
gina, cartayón, cercillos, escuadria, prencipal, caram= 
delo, vacico (vacio), d la Amitiva, aleliser, adentestate, 
sincel, adellota, jarmiento y enguila, que sus corres. 
pondientes españolas 6 aragonesas. Y de estas 
pslabras, ú otras parecidas, son muehas las que 
han empleado en sus obras los autores castellanos 
de más nota, lo cual probaremos más adelante; 
pero como usadas por ellos, aunque ya desusadas 
por las personas cultas, no se apellidan barbaris- 
mos, sino que tienen la honrosa jubilación de an- 
ticuadas, 

En el mismo caso se hallan las irregularidades 
de los verbos, la colocación de las voces y todos 
los solecismos. En las olases populares, más fre- 
cuente que el hablar bien es el docir (muchas 
veces á la antigua): «ayor nos Jerantemor 4 punto 
de día»; «estidamos comiendo cuando llegó el 
corroo de Madrid»; «nosotros semas probes pero 
honrados»; «mi marido nos frfió dos conejos»; «4 











inclusión en nuestro catálogo, aunque sí de digna 
mención en osto discurso; tales son algunas del 
lNamado dialecto do Fonz, presunto cabeza de Ri- 
bagorza, en donde se dico 1usatros, ousatros, len 
gua, chen (gonto), miro, eva (era), tenida, siñor, 
marchas, queris, quam, habín, (habido), tos (todos) | 
con otras muchas usadas por todo el alto Aragón 
6 irreduciblos casi al aragonés general. Y, sin em- 
bargo, ciortas de esas manoras son vulgaros aun 
allí on donde se habla más puro: on Salamanea, 
por ejemplo, dicen los labriegos Aizom, trajon, du 
von y vinos, por hicieron, trajeron, tuvieron y vi- 
nieron, y D. Vicente Lafuente, que fué allí cato- 
drático, nos decía que había anotado más de cien. 
vyooes que calificaba de estupendas: en Toledo, 
ciudad muy prociada de la pureza de su habla. 
(nos añadía), hay mala pronunciación y una jerga: 
manchogo-madrileña: en Soria se habla como en 
Calatayud y Tarazona, y eso que se propone com- 
potir con Burgos y Salamanca: en el dialecto del 
Vierzo se dico desmediao, escachar, enfurruñarse, 68- - 
patarrao, por mor, troncho, ete., como en Aragón. 
Oyendo, preguntando y estudiando se llegaban. 
4 sorprender otras palabras, que no se sabe si ad- 
mitir de plano como aragonesas, toda vez que no 
son castellanas y en Aragón se ven alguna vez 
usadas, 6 si rochazarlas por extravagantes ó por 
puramento individuales, Algo de arbitrario habrá 
habido en nosotros para incluir unas y excluir 
Otras; pero con esta salvedad, y dejando la reso- 
lución 4 los lectores, los cuales quizá tampoco se 


Mi. 8 


LS 


pondrían de acuerdo, nosotros hemos omitido yo- 
ces como estas: pleyar por coger la peonza en la 
mano, bolveyón por grano despajado pero todavía 
sucio, árraca por nada, cocho por perro, engaravía 
por oropéndola, escamallarse por cansarso do an- 
dar sin utilidad ni objeto, escamocho por pretexto 
6 excusa, perachera por cuidado 6 empeño, esmedi= 
carse de reir por porecoerso de risa, garranchazro 
por golpe último eon la peonza sobre el dinero 6 
hito, dolligar por mejorar un enfermo ó una eo- 
secha, reóulición por agitación pública (se halla 
en documento del siglo x111), padrito y madrita, do- 
lorinos y chiguinos como diminutivos, lampeda por 
lámpara, doloto por alboroto (se usa en los Fue- 
ros), refuerca por retuerza (contra toda eufonía), 
brutaña por abrutado, zampuñas por torpe y des- 
mañado, pesadizo por hombre incómodo, demba por 
fergenal ó forrinal que definimos en nuestro Vo- 
cabwlario, fogarata por fogarada, esturrafado por 
descompuesto, y las muchas palabras que en su 
primera sílaba der suprimen la letra inicial, si 
bien la Academia lo hace en escomerse y otras. 
Abramos otro párrafo para dócir que la Acade- 
mia, aunque no es infalible y aunque algo yerra, 
nos merece tal respeto y tal aprecio, no sabemos 
sl por nuestro amor al principio de autoridad, 6 
porque somos en ella miembros correspondien- 
tes, que tenemos por ley la que ella consigna en 
su Diccionario, y que, casi abdicando nuestros 
fueros críticos, nos conformamos con lo que ella 
dice es cátiedra, aunque veamos que, de sus indi- 
Er 

















peotivas obras do Historia Natural escribieron dos 
insignes botánicos, Bernardo Cienfuegos en los 
primeros años del siglo xv y D. Ignacio de Asso 
(zaragozano) en los últimos del xvnL Esto, sobre 
todo, 4 quien se deben muy curiosos y. eruditos 
tratados sobre las producciones, las ciencias, las 
leyes, la Economía política y aun la Literatura de 
Aragón, tuvo la advertencia do consignar, lo mis- 
mo 6n su Sinopsis stirpinm indigenarum Aragonia 
(1779), que en su ¿ntroductio ad Oryctoyraphian el 
sooloyizm Aragonia (1784), las voces puramento 
aragonosas con que se designaban y todavía so 
designan en el país (que recorrió herborizando y 
estudiando su suelo y los animales quo lo pueblan) 
los objetos sometidos á eu descripción. En conse- 
cuencia de su plan, calificó unas veces con la pa- 
Jabra vernaculé 6 provincial do Aragón, otras con 
la más exprosiva do nostrafibws, las palabras que 
tenía por exclusivamente aragonesas, distinguión- 
dolas de todas las restantes con la anteposición de 
la palabra hispanis; y por si pudiera dudarse de 
que designaba con aquellos antepuestos los voca- 
blos aragoneses, 6l mismo lo declara, ora en el 
Prólogo diciondo: Adjunzi etiam vernacula provin- 
tienosire nomina, ora on el Índico que titula Vomina 
el vernacula Aragonie. "3 

Y decimos todo esto, porque parece después 
muy extraño que persona tan competente en todo 
aquello que emprendía, calificara do aragonesas 
palabras que pasan por castellanas, como asallo, 
balsamina, cadíllo, camomila, cedadilla, ginesta, mar 


le 











103 


tenían cabida en aquella edición '», que on Aragón: 
eran ya muy usuales, y que hoy han pasado al 
fondo común de la Academia, sin que de nuestra 
parto quepa contra esto reclamación alguna, como 
quiera que todos los idiomas viven de esos cambios 
mutuos, principalmente cuando la Jongua de una 
nación prevalece (como su política) sobro los dia- 
Jectos de las provincias que vienen á constituirla. 
Pero hay que considerar como aragonesas al- 
pas palabras que, si bien incluídas como castella- 
nas en el Diccionario genoral de la Longua, no 
puede negarse que son de uso constante, popular, 
y, por decirlo así, privilegiado en Aragón, mien- 
tras lo tienen muy raro 6 ninguno fuera de ól, pu- 
diendo asegurarso desdo ahora que, pasado algún 
tiempo, y cuando ya la Academia forme la eon- 
vioción en que nosotros nos hallamos, habrá de 
conservarlas en su Diccionario con el carácter 
exclusivo de provinciales de Aragón %. Aquí, en 
efecto, so dica suplicaciones por barquillos, como 
en El Desdén con el desdén; no marra por no falla, 
como en las farsas de Lucas Fernández; 2turar, 


rele Lan ya be 
lo de Valtmiena, pero dejó de serlo desde 





e 
SE 


castellana: alirón y azarollo no se hallan sino eu 


el En e selón de YE palabra bere no ss hola, adadín está cora 
as: en la de 1343, Tea pure apeló estar corn aregonesas, abadía 
“castalonas, a, 





el 





como on Bercoo «Abrán con el diablo siempre 4: 
aturar», y como en Lorenzo de Segura, «Anda 
cuemo ruda que no quiere aturar»; amanta, am. 
prar, arguello, arramblar, caño, malmeter, masar, 
paridera, punchar, rematado, vencejo, y otras va- 
rias % que se usan frecuentemente entro nos- 
otros, y de las cuales y otras ya notó Capmany 
que algunas, como aturar, cal, dita, malmster, ostal 
y pudor, eran á un tiempo de Cataluña y de Cas- 


Do entro las palabras verdaderamente aragone- 
sas aunque de apariencia castellana, de entre las: 
palabras que, á cambio de otras citadas y consen- 
tidas como castellanas, tenemos que reivindicar 
como nuestras y sólo nuestras, citaromos más de- 
tenidamente, por ser de las más vulgares en nues» 
tro pueblo llano y sólo en ól, la famosa expresión 
impersonal no me cal (no to cal, no lo cal) on sig- 
nificación do ao me imporía, 19 me conviene, 20 me 
es menester, no me cumple, uo lengo qué, 010, cuya: 
frase, que no traen ni Covarrubias, ni la Acade- 
mia en su Diccionario grande, ni el jesuita Torro- 
ros, ni Bosal en su Diccionario manuscrito, se 
halla autorizada en nuestros días como castellana 
por la Acadomia de la Longua, poro usada como. 
aragonesa por sólo nuestros labriogos.— En el 
Poema del Cid, hablando ósto do los Infantos sus. 


Qu, Sa os cl tos ls que D, Nortano Perla incluye, ens 
Ensayo de un Dicdoner 'panizudolas 
¿on aos Ielioación par o os atrevido e esa. 
cla, como quiera que respetamos! ridad degisiativa de 





yernos, dice, Curiellos guiguier ca dellos poco min* 
cal, y más atrás, Si el rey me lo quisiere tomar d mi 
mon minchal (Damas Hinard traduce al francés ¿l 
me m' en chaut): (0 en el Poema de Alejandro se loo, 


non te col ca se vencires 
non te menguarán vasollos, 


y eu otra parto, 


Mos quequier que él diga 
demi poco me cola: 


en las poesías atribuidas á D, Alonso el Sabio » 
tambión oncontramos, 


Esl vos vels este fuego 
mon vos olrus cogus calen: 





en el Libro de Patronia, 


] Ruégovos que mo consejedos 
lo que viénsdos que me cale más do facer: 


on el Zaderinto de Juan de Mena, 


Mas al presante hoblor no ma cale 
Verdad lo permite, temor lo devieda: 


en las poesías de A. Alvarez Villasandino, 


Ya no me cal 

penaar en al: 
en las farsas ó cuasi comodias de Lueas Fornán- 
dez u' os cele desomular: en la Lorana andaluces, 
libro obsceno de Delicado, «no os cele burlar que 
A 

0 Su mie no ene elertamente todo el ufre de an! 

edad das qua os del pc Sabio tr Vea des 
o 4 Eerganea, D. Tomás Antoalo 











y más adolante al verso 4844, 5 

A la meridiana quel soleilhs pren tombral 

al daro de la vila estan d no men cal; 
esto es, «al medio día, cuando el sol penetra en 
todo sombrío y los dofonsores de la ciudad están 
descuidados» Ó «no están sobre las armas», como 
viene á decir Fauriel, ó «están en un no me im- 
poría», si fuera posible traducir así aquella ex- 
presión que de todos modos indica el abandono; 
y finalmonte, vorso 4913, 

Mas non ala Belcaires temensa que nolh cal, 


que Fauriel traduce, «Mais que Beaucaire, n' nit 
plus de crainte; il n' en doit pas avoir» y que en 
castellano se puede expresar diciendo, «Pero no 
tema Beaucaire, pues no debe, pues no le c0- 
rrospondo, pues no tiene motivo, pues no tiene 
por quó». 

Haciendo punto en esta digresión, ya dema- 
siado extensa pero no inútil 4 nuestro propósito, 
y anudando el pensamiento de dondo ha partido, 
tócanos manifestar que, señaladas las palabras 
usadas por autores aragoneses, mas no por eso 
aragonesas, 6 indicadas también las que á toda 
luz son de Aragón, aunque todavía calificadas 
como castellanas, pudieran añadirse ciertas otras 
generalmente usadas en Aragón y que, á pesar de 
serlo en Castilla por escritoros de nota, no tienen 
cabida como castellanas en el Diccionario do la 
lengua: tales son ña/deta que usa Moratín en aquel 
verso de sus Naves de Cortés: 








108 
do azul y nogro los Aaldotas de anto; 
esmangamazos, que, sin el propuesto privativo, lee- 
mos en aquellos versos del cancionero de Baena, 


A ty mangamazo syn olra Lonsura, 
por ql será dada muy gran penitencia; 

(Págs. 447 y 481). 
laminero, que tanto divierte 4 los castellanos cuan- 
do lo oyen áú algún aragonós y que, sin embargo, 
no sólo es muy natural dorivado de ¿Jamer, y muy. 
parocido á lamistoro y lamiscado, sino que se ye 
usado en el Arcipreste de Hita, 

La golosins tienes goloso lamiínero; 
d placer, que vemos en aque! romance: 


en conte del rey Alfonso 
Bernardo á placer vivle; 


pintar, que usan nuestros pastores por tallar, aun- 
que justo es decir que la Academia lo hace sinó- 
nimo de escribir, explicando bien ambas veralo- 
nes aquellos versos encantadores de Gil Polo: 

mos serole coso tristo 

ver tu nombre olll píntado freñalado en mil robler) 

ho Creo yo que Lo asombre 

lanto el verte allí pintada, eto 
uneso, Ó bocado, que derivado de morsws (de donde 
después almuerzo) se halla como provincial de 
Aragón y, no obstante, lo encontramos en el 
Poema del Cid: 

Nol' puedon facer comer un mueso de pan, 

y tn el de Alejandro aunque con varia lección, y 
en los poctas del Cancionero de Baena: 








li 
y muero 6chopa 
vos A aun emprestado; 

peñora y caritatero que explican Berganza y Me- 
rino, dando á pennora el significado de multa y 
pronda, y á caritas el de refección de bebida tras' 
la colación y lección espiritual; tastar, que si 
bien se halla en sentido de tocar, derivado de 
dactus, también tiene en Berceo el de probar 6 
morder en aquel verso, 





Qué de meior boceado non podriodes fastar; 


aacelo, cuyo derivado macelario no incluyo la Aca- 
demía, pero sí en sus vocabularios los eruditos 
PP, Berganza y Merino; vencejo, de vinculum, que 
aunque admitido por la Acadomia on significación 
de ligadura, sobre todo para atar las haces de las 
mieses, lo declara D. Tomás Antonio Sánchez pri- 
vátivo de Aragón al explicar el verso de Berceo, 


Alzkronlo de barra con un duro voncolo; 


estío, que de Aragon significa constante, diario, 
no interrumpido, conforme con su etimología, 
guotidie, guotidianws, y que la Academia esoribe y 
explica de otro modo, poniendo cutio, trabajo ma- 
terial , y omitiendo absolutamente en su Diccio- 


pa os las de coto ye de Besos 


Mo Corren en el 08D. TY do, su Viaje el Pirnaso, y 6x esta múncido La 
'<utio somo día de labor. 


lo 











nario el adjetivo cufieno (quotidiano) que leemos 
en el poema de Alejandro, 

audi cafíano rudor de la Landa MiS 
y en Berceo, 

fucle Dios por los omes miraclos cutlano, 
y en el célebre Villasandino, 

Pass momerito mey cutiano disanto; 
de, partícula expletiva que se usa en la frase me 
dijo de antes su parecer; y on otras parecidas, y que 
también usan nuestros clásicos como Cervantes 
«tan bien barbado y tan sano como de antes», y el 
obispo Guevara «y sus pueblos quedaron como de 
antes perdidos». 

Añadiríamos 4 estas algunas otras palabras y 
frases que, siendo muy familiares en Aragón, y 
no teniendo nada de exóticas ni nuevas, están 
excluídas no obstante del Diccionario de la Aca- 
demia, por donde oficialmente resultan no ser 
castellanas, mientras son positivamente, ya que 
no aragonesas, de uso aragonós; pero alribuyendo 
este silencio, no 4 decisión magistral sino 4 des- 
cuido inevitable de aquel sabio Cuerpo literario, 
no adicionaremos el anterior catálogo ni aun con 
las dos que por ahora nos ocurren. Es la una 
Mevar la corriente, frase que hemos oído á caste- 
Manos puros y que usa el Duque de Rivas (posta 
cordobós) un el romance último de su Moro Ro. 
pásito, 


«le ocaricio, lu lleva lo corriente». 








41 


La otra 03 la voz medicina que no so dofine por 
la Academia sino como «ciencia de precavor y cu- 
rar las onformodados del cuerpo humano», y que 
en sentido de medicamento" es en Aragón vulgarí- 
ma, se usa mucho por los facultativos y se leo con 
frecuencia en las Ordinacionos del Hospital de 
Zaragoza, 1656, siendo adomás común ú la lengua 
italiana y al dialocto catalán, pero que no puedo 
formar parto de nuestro Diccionario cuando la 
“vemos usada en todos los más distinguidos eseri- 
tores castellanos desdo Cervantes á Espronceda, 
desde Quevedo hasta el posta popular Truoba, y 
lo mismo en fr. Luis de Granada quo dico, sis los 
tormentos de los médicos y las medicinas, on Moxía, 
como el buen médico sus medicinas, on Guovara, y lo 
poco que las medicinas le han aprovechado, on Rhúa, 
que sana la herida con medicinas lenilicas. 

Pasando ahora á uno de los más notables gru- 
pos en que pueden dividirso las palabras arago- 
nesas, digamos on honor suyo que este pueblo ha 
conservado un gran número de las que constitu- 
yoron el habla antigua castellana, siendo ya con- 
sideradas como arcaísmos, fuera de uso algunas, 
y no pocas que acá nos son del todo familiares, y 
que en parte componen el más usual vocabulario 
de la gonte inculta, cuyos modismos excitan hasta 
cierto punto la compasión de quien los oye, igno- 

















11 


rándose, aun por nosotros mismos, que así h 
ron los padres del común idioma «astellamo. — 
Sería, en efecto, un trabajo muy 

reunir las yoves, inoorreotísimas hoy, de las cla- 
ses últimas del pueblo, y observar su perfecta 
identidad, no ya con las que so emplearon en los. 
siglos primeros del habla, sino aun con muchas 
de los escritores que florecieron en el siglo xv1%. 
Llogarían esas semejanzas hasta el punto de ser. 
fácil componer todo un discurso, y aun todo un 

libro, con palabras tomadas del antiguo ml 
no, que sin embargo serían exactamente 

usa con predilección el pueblo aragonés; bien que 

muchas do ellas no dejan de ser comunes con el 
ya bárbaro dialecto que todavía conserva el esta= 
do llano en toda España. Sean ejemplo de esta ob= 
servación, sin que por eso abultemos con ellas 
nuestro Diccionario, las palabras niervo, 
gomitar, buticario, recontinió, proluengan, 
tuviendo, entreviniendo, adellota, quisiendo, 
cia, risistir, pidir, dicir, recebir, vieda (veda), sigui 
dilla, ambrolla, crocodilo (latino puro), virificar, 
ajepción, asasinar, eto. Séanlo también mesmo, (ru 
¿o%, agora, escuro, enantes, dende, que los poetas 


cr A lines he dei e God E e EN A 
E 
AS 


podía resultar alguna 
a 


Ma. 






























st 


por chapotear, mída por modida, senguilón por 
zangarullón: otros, al contrario, so han alargado 
por opóntesis, como alirós por alón, Dienza por 
binza, cadisra por cadira, carracia por carraca, em- 
pedrear por empedrar, Ailarza por hilaza, jarapo- 
Hear por jaropoar, marreya por marga, panso por 
«paso, valentor por valor. Unos suprimen por afé- 
rosis la sílaba inicial, como esperra por alcaparar, 
dula por adula, fada por azada, jambrar por em- 
Jambrar, pedrads por apedreada, safrán por aza- 
Irán: otros la toman por prótesis, como amerar por 
merar, asesteadero por sesteadero, atrazay por tra- 
zar. Unos pierden la final por apócope, como 
alum, brócul, esparrós, espindí, por alumbro, bró- 
culí, caparrosa y espinaca: otros la toman, como 
-rondalla por ronda. Algunos duplican una letra, 
como acerolla, sarrampión, por acerola, sarampión: 
otros son anagramáticos, 00mo amoryona? y arra- 
elán, por amugronar y alacrán: otros obedecen 
más al origen latino, como 5bufonería, calonia, com- 
cello, curto, gramen por buhonería, caloña, concejo, 
corto, grama: otros padecen la loyo alteración que 
algunos gramáticos llaman antítosis, como sucede 
en achacarse, aldellón, alcorsar, almadia, alganillas, 
aradro, bofo, boteja, cogullada, ensundia, furrufalla, 
garufo, gayata, jijallo, lezna, mandurria, panolla, 
restrojera, rujiada, tamborinazo y vendema, cuyas 
equivalencias castellanas no es necesario enume- 
rar. Otros, finalmente, se distinguen por su sílaba 
inicial es, quo on Aragón suelo proceder como pri- 
vativa on lugar del antopuesto des, y aun aumen- 


Mi 














taxis, en Aragón hay por qué envanecerse en este 
punto, pues son muchas las voces provinciales que 
derivan inmediatamente del idioma del Lacio %, 
Unas han conservado toda su estructura latina, 
omo ¿nmen-domus, articulata, calendata, portata, 
testificata, erbidita, cancelata, eztracia, intamarino, ul- 
tramarino, cisterno, forideclinatorio, paciscente y do- 
navero que, aunque tiene por su terminación aire 
español, procede de la frase antigua, Bona vero 
gua demandautur sunt Lec, y oxpresa hoy como en- 
tonces la lista de los bienes 4 que so refiero la de- 
manda, Otras son idénticas, ó no han variado sino 
la desinencia ó la ortografía, como ápora, apotica- 
sio, ordio, cicures, brisa, ligona, uva, lucidario, san- 
sa, comanda, ezcrez, convenido, pigre y motilar. Otras, 
aunque un poco más desomejantes, conservan muy 
visible su procedoncia, como exaderna, adimple- 
sento, la Seo, coda, falenciales, oleaya, ibberas, femo, 
smacelo, farinetas, batifulla, faboar, zadorra y faboli- 
mes. Otras, en fin, aunque no de tan incuestionable 
etimología, la tienen bastante lógica, y desde lue- 
go mucho menos violenta de lo que suelen bus- 
carla muchos etimólogos, 4 quienes, por lo mismo 
de no poseer nosotros su caudal, no los imitaremos 
ciertamente en disiparlo: tales son geta, gitar y je- 
tar, de gslare (y no de jacere, como otros suponen); 











siempre transmitidas á nosotros por los árabes, 
tiene Aragón otras propias, de las cuales citaremos 
ajada, ajadón, alawto, alderge, albarán, alcohol, al- 
Jerda, algorín, almenara, almud, almwdt, emelgar, 
antibo (de anteda, hincharse), arcas, arguello, arma, 
eturarW, badal, bailio, barreño, bocal, boto, bucarda, 
eraje, gaya, gafete, jauto, jebe, jeto, jimenzar, lapo, 
márfega, márraga, mossén, rafella, rafe, sirga y 24 
frán; 4 las cuales no dudamos en agregar las in- 
vostigadas á ruego nuestro por un competente 
amigo“, de entre los cuales son incuestionable- 
mente árabes, según sus informes razonados, al- 
guaza, alquinio, antosta, Badina, bahurrero, cabidar, 
eapleta, charada, fardacho, Asón, maigar, tadarda, 
fria, zaborra y salear; muy vorosímilos alfarrazar, 
alacel, arcén, duega, cija, lidón y liza, y algún tanto 
dudosas, adollón, aridol, datueco, distreta, doira, cara- 
smullo, cibiaca, cocón, cospillo, cudujón, fejudo, fres, 
gúellas, jasco, lillas, pardina y pocho. 

En cuanto 4 la influencia provenzal, con decir 
que se sintió más 6 menos aun en Castilla, no 
puedo sorprender que on Aragón fuese extraor- 
dinaria, y lo admirable es, pero no menos cierto, 
que aquí no resultase un dialecto como el catalán 
6 valenciano, y que alcanzara á conservarse el 
idioma español, nacido como en Castilla pero in- 


1 Art Caio y, mismo Mark: posterior 
quico 4d dress sobre la in online er 
Fale de Barccona y asar cl ue de AA, 
eos quan EAT su antogridad ln etimología Arabes 
(DD. Mariano Vissasill: al e sus a 
ociatentos mo comes se fos Lomas mal y o 





depondiontomente de Castilla, y perfeccionado 
Jontamente, no sin alguna intervonción castellana, 
pero desdo luego con más y mejores aunque no 
muy aprovechados elementos. 

El profesor D. Braulio Foz escribía en la evis- 
ta de Cataluña que ol catalán literario era el de al- 
gunos pueblos entro el Cinca y ol Segro, espocial- 
mento en Tamarite, y aun el de pueblos do la Tio- 
rra-baja entre Cataluña y Valencia, habiendo sido 
sus pobladores (después de la Reconquista) ara- 
gonesos de llanos y montañas, catalanes do las ri- 
beras del Segro y aun dol contro de Cataluña y 
algunos antiguos pobladoros. 

El mismo Sr. Foz publicó con algunas adiciones 
un compendio do la Historia de Aragón, hocho con 
esmero por A. $, (D. Antonio Sas), y en él, al tra- 
tar de la conquista de Valencia por el gran rey 
Don Jaime, eo consigna que ésto dió fueros en su 
lengua materna, que ora la lomosina, por croor 
que aquel longuaje llano aunque grosoro soría dol 
vulgo mojor entendido que la extrañoza y vario- 
dad de las otras lenguas do España, á pesar de 
que los aregonoses auxiliares de aquella momora- 
blo empresa habían reclamado que aquellas loyes 
se redactasen en la lengua aragonesa, «porque ésta, 
además de ser común á todas las de España don- 
de los romanos introdujeron su lenguajo, como 
para los aragoneses pusieron escuclas on la ciu- 
dad de Huesca, la habían aprendido con mucha 
curiosidad y conservádola menos incorrecta». 

El Sr. Pors y Ramona, que se ha ocupado bas- 


























por el Diccionario de la lengua, pero es desusada 
y aun ridícula entre los castellanos, al paso que 
muy genoral on todas las clascs socialos de Ara- 
gón y do Navarra. Y decimos que muy general, 
porque hemos de confesar que un gran número do 
palabras do las que homos citado como aragone- 
sas, y por ventura las más intoresantes, como cad, 
aturar, amprar y muchísimas otras, ya no se con- 
servan sino entre las olasos ínfimas dol pueblo, 
que también acá ha cundido entre las personas 
¿cultas 01 desdón hacia nuestras bellezas provincia- 
los; poro el diminutivo do que hablamos es uni- 
versal, y ya no depende de la educación sino del 
nacimiento. 

El idioma español, rico en los diminutivos cual 
ningún otro, y desde luego muchísimo más que 
el hebreo, el árabe, el griego y aun el latín y el 
italiano, como que reúno más de treinta diversas 
terminaciones ), habiendo palabra que permite 
ella sola doce desinencias, elaro es que no aplica 
todas osas variantos Ó aumentos de final á todas 
las palabras, antes se conforma con lo que cada 
una permito“; mas en medio de ser esto cier- 


a a en electo, presentar, sl ss 
lerívados, la das le 
ais ba a a pad 


na Tendneho, Ubraco, e, Partica, ot que sis 
ase edo as 
dd odo een. pr oi a 


A 


























139 


de hierba), frailecico (en el doble de ave y pieza 
del torno de la seda), besicos de monja (en el de 
planta), palmadica (en el de baile), y tal vez espa- 
vico, sinónimo de aciago en los antiguos escritores. 

La segunda ventaja que abona el uso del dimi- 
.mutivo en co, es su particular significación, pues 
aunque parecen sinónimos los en ¿co, illo 6 tto, que 
la Academia agrupa, concediendo la elección al 
buen gusto del escritor, es lo cierto que el diminu- 
tivo aragonés (permíitasenos esta frase) tiene dos 
diferencias con aquellos otros; una que podemos 
Mamar gramatical y otra moral, una que se resuel- 
we como todas las cuestiones de sinónimos, otra 
que tiene relación con el carácter del país, en que 
principalmente se conserva generalizado, aquel 
diminutivo. La diferencia gramatical, 4 la verdad 
nO muy marcada, desde que la supresión del di- 
minutivo en ¿co ha refundido en los otros su ver- 
dadero significado, consisto, on que la terminación 
en illo tiendo visiblemente al desprecio, nl achi- 
camiento voluntario de un objeto, por ejemplo, 
chiquillo, capitancillo; la en ito tiene algunas veces 
carácter depresivo y no pocas denota cierta re- 
pugnante hipocresía, como se observa por ejem- 
plo en las frases ¡tiene una risita!, ¡la mosquita 
'muerta!; la en ico demuestra cariño 6 prodilección, 
siendo ú lo menos un aditamento inofensivo, como 
nos lo declara prácticamente el ejemplo que llo- 
“vamos citado do la Celestina, on el cual se ve que 
prepondora aquolla expresiva terminación para 
la alabanza, angolíco, perlica, simplecioa, gestico, y 





a 

















145 


neficio común, esos restos lingúísticos, que de 
otro modo han de perderse, y entonces, ya que el 
vocabulario aragonés, ni se conservara sino en 
libros como éste ú otros de mejor desempeño, ni 
sirviera sino como una curiosidad filológica, con- 
tribuiría por lo menos, 4 enriquecer el acervo co- 
mún do la sin par lengua española; y á cambio de 
tantas glorias abdicadas en favor de la unidad 
ibérica, conservaría Aragón la de haber mejorado 
con su hermoso dialecto, el habla rica de Cor- 
vantes, 


e Jerónimo Borao, 








VOCABULARIO 


A 


Ababol, p., amapola: se suele llamar así, metafórica- 
mente, al sien 6 de pocos alcances, 6 infundadas 
pretensiones. 

abad, p., cura párroco: los Sres. Savall y Penén, editores 
modernos de los Fueros de Aragón, en su Glosario, 
interpretan, ampliativamente, go. 

y Casa del cura en algunos pueblos: en las últi- 
mas ediciones de la Academia está como voz castellana, 
abadiado, a., territorio de la abadía, 
', m., se usa en la frase d abarata canciones, para 
denotar, á vil precio, á bajo precio. 

m., abarcar. 

n., bastar; ser bastante ó suficiente 4 alguna 

por ej lo: tres amanuenses no daban abasto d 

lo que él escribió; no daba abasto á cortarle pan. 
n., egramar ó machacar alubias ú otras legum- 
bres para que suelten ns de la vaina; ll apalear las 
nueces para que caigan del árbol. 
', M., la misma significación. 











y B., Tevocar; voz forense. 
abejera, a., colmenar; voz anticuada que la Academia 
consigna como castellana en su última edición: úsase 
también en pa 
abejero, a., abejaruco. 
ablentar, p., aventar: en Navarra ablendar. 
in, abogacía: se usa en los fueros. 
|, zoquete, generalmente de madera de olmo, que.entra 
en el taladro de la mucla y en el cual encaja el própalo. 
£., abolengo Ó retracto gentilicio. 
a., botón de vides y plantas. 
abollonar, a., brotar de las vides el botón, 








150 A 


abonico, n., bajito; con tiento, 

a , M., molestar; cansar; importunar; y así se 
dice: le adorreció con tantas preguntas: || Úsase tam- 
bién como reflexivo, por rta me con 
tanto limpiar la casa. 

abortín, n., abortón; feto de las reses. 

abrahonar, <., ceñir por los brahones. 

abrevador, c., abrevadero. . 

n., abrigado; y así suele decirse estar abrigo, 
por ir abrigado. 

abrío, n., bestia: la Academia escribe ayerío, y en auto- 
de lec ayería, como también en los fueros 
de Aragón. 

Jos, p., planta; centeurea calcitrapa, 
Í., componerse; llevarse Uno: se usa en la 
expresión abrájese usted como 

PU d., agacharse. 

acaloro, n., acaloramiento, sofocación. 

AcAmPpo, <., dehesa. y 

, E,, Caer granizo grueso: l/ n., lover mucho; 
diluviar. 
), d., asirse por las as. 

ACATTAZArS0, n., echarse sobre uno, asiéndole fuerte= 
E tiene conexión con el a Lo y con el 
castellano agarrafar, aunque es is en 
Des ción yes 5 25 el parta plo pariro pias mos E 
personas y animales, y sobre ti 11 gato. 

aceitero, n., se aplica, como adjetivo, á los molinos ea 

¡ue se estruja la oliva, mientras en Castilla es sustan- 
tivo, que a el que vende aceite y el cuerno en 
que lo guardan los pastores. 

acerarse, n., dicese de los dientes, cuando padecen la 
sensación, llamada dentera. 

acere, n., planta; dcer campestre: la Academia incluyó 
esta palabra, como castelfana, en su edición de 1832, 
en significación de árbol. 








ne Agcaranik: [Jen castellano caldereta; | en catalán 


ll, alcuza. 


A 451 


acitara, n., parece significar cama, en la traducción que 

hace Bcla del testamento de Hamito 1, como pus 
verse en nuestra Introducción; pero más bien es cober- 
tor: en portugués significó le, alcatifa, paño de rax 
y aun manto de tela preciosa, según un Elucidario de 
port: antiguos. 


uguesismos. 
M., CLOCARSE. 
oenolado el egoista que por nada se aflige ni molesta. 
r, José Navarro, estimado del si- 
d Julia, 






d., cortaduras Ó desperdicios de papel, 
guantes, etc. 

ACOTZAT, C., ACOrTar. 

acotolar, d., aniquilar; acabar con alguna cosa, especial- 
"mente con los animales ó frutos de la tierra, 

actitar, n., llevar; seguir; tramitar 6 actuar en los pro- 
cesos, como notario ó escribano, 


M., VÉRte AUTOS, 
alante: de hecho, según Savall y Penén. 
acubilar, n., cubilar. 
peaeo, R., 20sa, Mápación: ACE satisfacción im= 
losa ó gasto inevitable; y así se dico; aunque tengo re- 
Colina rentas, sin embargo, Lc tantos los ccudleros] 
acurcullarse, n., ¡erse encogido como un ovillo. 
achacillarse, a ue es más común. 
penosos, Junta, compuesta del Regente, el oficio de 
la general Gobernación, Jos Ministros de la Audiencia, 
otros que asistían en el Real nombre y ocho Diputados 
por cada brazo, que tenían la vez y voz de la corte 
peral. También se usa el verbo adoptar, ó acordar, 6 
resolver, en aquello en que esta Junta entendía. 
1m., acotar Ó fijar los términos de pastos 
comunes. Usalo, entre otros, Cuenca, en sus Ricos 
hombres. 


ademprio,d., egido 6 término común de pastos. 
E ); ADEMPRIO. 
r. : 
Acimplemento, h., cumplimiento de la condición conte- 
nida en alguna escritura, sentencia, etc. 





PEE 














1. A 


ahorrado, n., aligerado de ropa. 
ahorrarse, n., aligerarse ne ropa: se acompaña con este 
sustantivo, 
5 oy dica del queries Io: | voz de algunas loca- 
lidades. 
Creado m.. ahujerear: |) n., ahujerar los oídos, cansar 
<on la demasiada conversación ó bulla. 
Mos , Pa jero. 
se usa en la la tierra, que signi- 
fica, ir por donde piensa uno 47 tiene el fnsdnto! de que 
ha de ne al pueblo que busca. 
A Jar del bacal consiste, 
iso particular ao, que 
en dexhacerlo: Lan eel rajas y servirlo psa ajo y espe- 
cias y sin espinas. 
lo de culobra, p., plants; allium roseum. 
y Mar, solsa de ajos y aceite, á que se pueden agregar 
yemas de huevo. 
esforzar la voz; gritar hasta enronquecer. 
arrimarse á alguna parte, 
nicho en el cementerio, según Martón. 
alacet, d., fundamento de un edificio. 
aladmo, cierta excomunión que fulminaban los judíos.. 
aladrada, 4., surco abierto en la tierra So el arado. 
rar la tierra, como en las montañas de Burgos, 
ql á donde lo refiere la Academia. 
£., arado. 
alaica, a,, hormiga aluda. 
alalimón, juego de muchachos, que consiste, en una dan- 
za circular, acompañada de un cantar, qn enmienza 
con aquella p palabra la cual es corrupción de 
Ala Miguel Santos A 
cuiadosa, e pi la Maya, y 
en éste se halla, algo variado, ese juego que empieza: 


Holá lirón, lirón, 
De dónde venís de andare? 

y después dice, exactamente, como hoy: 
—No fenernos dinero, 
—Nosotros los daremos. 





















A 155 


—De qué son los dineros? 
—De cáscaras de huevos, eto. 


do alambrera. 

alambrar, Ía frase, ya viene alambrando por los Monta- 
yos, que significa, ya pasa la nube y asoma el sol por 
los cerros, nos ha sido comunicada, con algunas otras, 
por el distinguido escritor D. Vicente Lafuente. 

c., hilo de hierro: se usa en la Gran conquista 
de Ultramar, de Don Alonso el Sabio, publicada en Sa= 
lamanca en 1503, y en Madrid en 1838 por Gayangos. 

bres, utensilios de metal que constituyen la espetera. 
alamín, n., guarda de aguas: se usa en Jós pueblos limá- 
trofes con Navarra, en donde es más común esa voz, 
que la Academi. o otro significado: || n.. es- 
pecie de alguacil entre los sarracenos, el cual podía ter- 
en las causas mínimas, que no excedían de dos 
sueldos. 
y M., sarmiento omugronado ó que deja de po- 
darse, para armugronarlo. 
alarje, cierto tributo, mencionado en la escritura de com= 
pra del Almudí de Zaragoza por el Marqués de Perales, 
in nos lo asegura un conocido abogado. 
|, 8., almez y su fruto, 
alatonero, a., almez, e 
albada, a., alborada ó música de las aldeas: [| a., jabonera; 
planta: ll n., canto de la alborada; género de composi- 
ción poética. 
albahaca de monte, n., planta. 
albala, término de una ciudad, según Yanguas: [| coserío 
en esc término. 





albaneja; ant. 
albar (T:xRRA), n., tierra blanca 6 de sembradora. 

1., papel de alquiler: (| a., cédula: [| a., papel de 
obligación privada: Il d., papeleta que acredita el cumpli» 
miento de parroquia: (| m., factura del del carbón. 

, en la frase mo dejarse alba; significa no 


Mas . eo Costilla eléarrán, el que no 
tiene domicilio fijo: 1] n., id est quod extraneus, dice 
Miguel del Molino en su Repertorio. 





<Q 











a o Pagule, la labor. 
NS o 


alcahuctear, | <hismear; denunciar. 
a 
Daldo de la Roos a ee 


la voz alcavía pudi 
poros ó Jupcuión; x == sio las dudas 
«oh que á continuación 

eri dice: d las es, de AN 
miento es! un rico (su: ¡ue Y 
dosel), una banda de As otra e copete ER 
barras de As ) sobre una alcavia morisca de oro é 
sirgo (que sería una alfombra ó alcala). 

qe de los judíos, ici 00 
lino, 

chimenea para calentarse: $ 0. sala en que 


y d., Acortar. 
E a os AS 
Irae. e of 53 E 
os melo: ra 


<o0 Navarra. ltra gerere, meterse en nego- 
Siga ajenos. 





IAS 











A 157 


alegrarse, a., gozar: en este sentido y como forense anti- 
io Academia, entre las voces provincias 


al llanura en que se hallan las eras: [] d.. FO- 
si olaa cia 
de vil ii imanse también 
adri pl ro 
lano; mente se so! 
mo e 


le , contribución por el derecho de aguas d: 
o. da ge rc di ki veces Jard O 


¡unos moros y judíos ú los principes cris- 
peta ea 


¡cange. 

a el que cola el derecho de alfarda. 

¡lrardón a. alo De hierro que ve susi en el eje del 
e; a le hierro que va el 

Carro, entre] lo pa y la la IL d., arandela. eN 
a., albargama; planta, A > 
2., ajustar run tanto alzado. le 
diezmo de ndo eo Lay verde. ns 


alferraz, de les “una da las variedades del halcón. 
alfetna, n., sedición; guerra intestina, según Ducange, 
a yado a un SA pre Sancho Ramírez de Pam- 
lona, 1073, en donde se leo alfechna, 
aa de la alfóndiga. 
alfóndiga, Ca, 
aforado, ca caballo cada de cuero 6 hierro; Ó A] 
según Bofarull. 
), Ma, Muria corta (ruj 
, 2., atajadizo para de la aceltuna, con sepa» 
tación de clase 6 dueño, hasta Lc 1 d., sitio para 
tener 4 mano la harina, e 
AS Nas pilén donde cac la harina 
que sale de la 


Losas E Il (del árabe ar- 
in, ¡cio e Eo all e es liza edi 
ciones 














A 159 


a., yeso; en Castilla yeso en piedra. 
a y Co, JESar. 
, €. yesón. 
a.) armadía ó balsa de maderos: || d., conjunt 


to 

de ellos q transportarlos por el río: Il is de 
canoa india. 

m., la manta 6 piel de ínfima clase, con que 

se cubre 4 las bestias de a 








4., almáciga ó almástiga; especie de resina: 
almastec, 3Nt,, ALMASTRE, La Academia también 
almazaque, (| incluye másticis y los Fueros aragone- 

ses mastech. 





a., zanja que conduce al río, el agua sobrante 
de las acequias; canal para llevar el agua d un castillo: 
en Maccari, autor árabe que publicó Gayangos, signi= 
fica canal á acueducto. 

(FLoxEcÉR 14), 8., encanecer prematura» 
mente, pues ese árbol echa pronto la flor, que es blanca. 
el agua que, durante tres días al mes, disfru= 
taban el río Queiles y sus Roi » 
£., tropa irregular, mu: famosa en 
E deso 1, en las Sinodales de García pe 
nández de Heredia, 1393, á la muceta que llevaban s0- 
bre los hombros los eclesiásticos de la Corona de Aragón. 
almud, p., medida que consiste en la dozava parte de la 
a aragonesa. 
'retorio, según Ducange. 
almudí, p.. aiñóndia: medida de scis cabices. 
almudín, «., almudí; en y Murcia, 








almuertas (y mejor AzMUESTAS), 2., 
granos vendidos en la Alhóndiga. 
n., zalmedina, ó zavalmedina, Ó pretor ur- 
bano, 6 el mismo pretorio, según Ducange. 
Í., fiel de pesos y medidas: también almo- 
daz a, y alm face, en latín bárbaro mostasqfus y su 
oficio mostasafía. A 
M,, Lorre con O oo cal 
P., Cari to e, vez n 
hallarse secrito sus codila y y largo, mesga dsecal de 
almutazaf: hállase como una de las firmas, en la escri- 
tura pública testificada, á principios del siglo xv, por 


impuesto sobre los 








100 A 


el escribano Yi relativa al suceso trágico de: 
ames de Terna 


eme, a pora de le 








) perseguidor de las cosas huir 


almuza, n.. capillo; esclavina, 6 muceta también se 
designaba con el diminutivo almdcatlar da catalán al= 
mussa y armussa, tienen la misma significaci 
', Conceder moratoria. 
4., almeza; fruto del almez. 
alparcera, se dice de la mujer entrometida, encubridora, 
ociosa y buscarruidos; pero no ticne tanta significación. 
como el cs: a aparcera, = 
Pe se indicara que iba d la parte coa 


alquez, <., medida de doce cántaros de vino, 
paramento de cielo ó pabellón de cama, 
alud, a., caída de la nieve de los montes á los valles, en 
gran cantidad y con estrépito. 

aluda, picl para guantes. 
alufrar, a., columbrar; ver con prontitud; proveer. 
alum, a., alombre. 

hierba del vidri UizÁ ALVITRIMIRAS SS 





d., aficionarse; cebarse. 
amalladar, n., malladar. 
amanta, c., mucho: la Academia escribe d manta y lo ha» 
ce sinónimo de la expresión como tierra: en el de 
los cantares de Trucba se lee; y'o tengo novios d manta, 
Pop en los Proverbios ejemplares de Ruiz 
guilera. 








A 161 


obra de amojonar la tierra. 
| 1., acción y efecto de amelgar. 
, amojonar, en señal de derecho $ posesión: en 


Castilla abrir surcos para sembrar. 

con vino ú otro líquidos 

3c echa nuevamente agua. 

, 1.) amugronar ó tender los sarmientos bajo 
de tierra para que arraíguen. 

amosta, d., adverbio que denota lo que puede cogerse 6 
apararse con las dos manos juntas. A 

ón a., embargo de bieues muebles. Usase también 
£n Navarra. 

amparar, embargar bienes muebles, 

ad m., brizna; pizca: dícese no hay mi un amparo 

cosecha; no ha quedado ni amparo de aceite. 
amprado, 1., lo que se tiene Ó lleva de prestado. 
aid 4., tomar prestado; la Academia y el Dicciona- 
041 de ta uñaden, que significa también, 

pedir prestado. Timoneda, en su rea dice; para 
ampararle un ducado, que tenía grandisima necesidad 
de 610), (Nótese su parentesco con el empruter. pee 

ages, quizá empréstitos ó adelantos. Muerto Fer 

Católico bubo disturbios entre los Cerdanes, señores 

de Sobradiel y Pinseque, y ansí la una parte como la 
Otra facen a 's y ajustes de gentes así de á caballo 


Lomo para facerse guerra » 
informó Pedro de Cunchillos, nombrado para meter paz 
entre ellos. 

n., sumaria, voz anticuada que, tomada de 
los fueros de Aragón, incluyó la Academia, en la edi- 
ción príncipe de su Diccionario. 

, 0, suprimir; quitar: la Academia, en su Diecio» 
nario primitivo de 1726, incluye esta voz, como arago- 
nesa, en sentido figurado y cite aquellas palabras de 
nuestros fueros amputando los tiempos superfluos. 

aná, n., se dice en algunas localidades que llegue, te 














ll 





A 103 


antoria, a., hecho de descubrir al autor 6 primer vende= 
dor de una Sr hurtada. Es 
antosta, a., tabique: otros dicen entosta: || n., estiércol 
endurecido del (anado ' 
1., el que fabrica ó vende anzuelos. 
añero, n., el artesano que se ajusta por un año: es voz 
gencralmente usada entre los sastres, quienes denotan 
con ella, á uno que ni es mancebo, ni aprendiz. 
1,, decaído; desmerecido; alicaído, 
apabilarso, n., experimentar cierta congoja, al sufrir la 


andar, 1, procurar y consegui 
tiene significación, algún tanto parecida, con el Pa 
rer francés, que algunos han españolizado, indebida- 
mente, 
), 1, €l que se dedica á componer vasijas 
de barro, para lo cual pasea las calles, anunciándose á 
grandes gritos, de donde nace que al cantante de mu- 
cha e pero de mal gusto, sucla designársele con ese 
nombre. 
', A, remendar $ componer lo que está roto: se usa 
también en Murcia, como la voz siguiente, 
1., remiendo; reparo Ó composición, 
y 2., vasar; algunos dicen parador. 
1m., se dice del horizonte 6 de la atmósfera, 
cuando anuncian inminentemente la lluvia, piedra 
mieve Ó granizo; en el mismo sentido se dice, que el 
cielo está aparatado; vocablo que no incluimos, ya por 
ser un derivado, de los cuales solemos prescindir por 
demasiado notorios, ya por incluirlo la Academia, 
aunque con la definición general de preparado, dis: 
Esto. 
faratero, n., el que pondera, con exceso, la importan= 
cia de una cosa: en ocasiones es sinónimo de aparatoso; 
voz castellana anticuada, 


redondo, el traj io de nuestras labradoras. 

ñl 404 Glosario de Savall y Penén. 

aparte, a., el espacio Ó hueco que se deja entre dos pa- 
ras. 











16 ES 


apatusca, h. Juego que consiste en tomar número de or= 
den, arrojando. cda Ge Es moneda hacia un guijarro,. 
canto, y, apilad: golpearlas cada uno á su 
turno, con una ET uiera que sea IA 
que hayan q! a ES 
las AD ¡jue al golpe presenten el anverso: algunos 
re á otros juegos igualmente sencillos. (1 En la e 
tonciada, breve poema de principios del siglo xv1, se lee: 


gobernar el carro hermozo 
e ol ts 
M., VOZ a principalmente, 


contra los muchas 
adi? Presenta paria para incoar el 
juicio de sor ¡iensión 6 inventario. 
proceso en que, por la conveniencia 
de su lia, y pheden intervenir como testigos ó de= 
clarantes, cuantos quieran: [| n., pedimento en que se $0- 
licitan los juicios llamudos de aprehensión é inventario. 
), intimación de pena; también 

y A , intimar una pena, ya señalada de antemano; 

[| úsase, E io los que entran ó 
entrar ani propiedad ajena, Se ha 
pan con pr en qe lima edición de la Aca» 


apeñorado, n., pa ocupado; detenido: se aplica tam- 


bién á los 

apercazar, d., coger con alguna dificultad, 

DP y se dice ¡Buen apero!, por el que no sicve para 
el objeto á que se le llama ó destina. 

n., se aplica en el lenguaje de carpintería, á 

lo que monta 6 acaballa para asegurar más el encaje 6 
la defensa, como sucede en las puertas ó en las maderas 
de los balcones. 

n., vocablo derivado ó sacado del anterior. 

petito; voz que pl Diccionario de, Peralta 
Nncluye ¿omo Aragonesa anticuada. a 

apezonar, n., chocar sos carruajes Hats 

aplastarse, 1. hi pri! la do en algún 


metafórica, pero muy 








all 


A 165 


aplegar, a., arrimar 6 roma cosa d otra; rr: 
en Castilla es voz rc que significa, allegar re- 


ápoca, a., recibo $ carta de pago: ll d., testimonio que dan 
poesias por las misas de encargo que han cele- 
lo, 


pocas, aficionarse demasiado á alguna cosa y ape- 
nas salir de ella, o 
apoticario, 


c 8., boticario: en Castilla se decía antes apote- 

cario, 

aprehensión, a., juicio de los cuatro privilegiados, que 
consistía, en poner bajo la jurisdicción real la cosa 
aprehendido, mientras se justificaba la verdadera per 
tenencia, 

apuñcar; dar de puñadas. 

uñcar: lo hemos oído en este refrán, tanto 

te quiero te pu ñego: otros abuñegar, molestar con 


pague 
juios desmedidos. 
anta, n., cabalmente; puntualmente; casual- 


mente. 
n., poner á alguno en apuro, cualquiera dificultad 
e geo lg puro, cualg; 


A . 
) d., formarse herpes ó quiebras, en pies $ 





MINOS. 
no tener ese aquel que es necesario; por carecer 
del juicio ó talento conveniente, 
aradro, a., arado ó aladro, 

lo relativo á Aragón; usa esta voz Briz Mar- 


ito, cristalización de carbonato de sal, abundante 
en Aragón; (voz científica), 


D., araño; arañazo, 
endrino, árbol y endrina, fruto; ciruelo sil- 





arbanches, garbanzos: se halla en Eba Buclarix. 
o planta; aria 
2 a, arbollón Ó deseguadero de los estanques, pa» 
tios, etc. 
intestinos de carnero, de unos cinco palmos, que 
sirven para embutidos. 
1., arco ú ojo de puente: el mismo nombre tenía 





168 


A 

en Navarra, como se ver, en el Diccionario de 

a Era 

arcaduz. 
sistema de arcaduces 6 simplemente, arca= 

duz: esa terminación de participio, mo se incluye en el 
Diccionario de la Academia, 

arcaz, a., endas ó caja, en que se lleva á enterrar á los dis 
funtos: || estante 6 anaquel, si noes que sea arcón, como 
en español, según estos dos textos de D. Clarisel de las 
Flores, novela cuballeresca de Jerónimo Urrea, que se 
conserva inédita en Zaragoza: || Figo meler en 54 apor 
sento muchos aucaces llenos de libros; —Un grande 1u- 
caz que lleno de libros era. 

arcen, a., brocal de pozo. 

arcia, derccho de tomar por nodriza á la sierva. 

arciprestado, ps Aripcntango $ a 

Ares y mares (TXER), n., poseer cuantiosos 
A se usa irónica Ódubitativamente: abi 
se dice, contar ares y mares. 

), £., cestón de mimbres; dícese también, arga- 








1; [voz ant. 
Ñ Ltd le a 
arguellado, c., desmedrado físicamente. 
a. uedar desmejorado y enfermizo: |] d., no. 
ropa lo que debiera; dest la 










, D., 95] 

aribo y asibol má 

arienzo, a., décima sexta parte de una onza. 

armadía, c., almadía, 

arna, a., vaso de colmena: también se usan arnal y ar- 
nero, en sentido de colmenar. 

arnés riñas pet), torneos que celebraba la Cotradía de 
Sun Jorge de Zaragoza. 





A 167 


aro (eczax ror ££), n., comer; engullir; embaular. 
arquero, el guardador del archivo, y aun de las cosas de 
mayor confianza; esto dice Martón, aludiendo á don 
Juan Collados, monje de San! ¡gracia 
a., papelera ó escritorio; || armario pequeño, 
que se coloca sobre una mesa y tiene varias divisiones; 
todo bajo llave, adornándole, comúnmente, mucha 

Jabor de embutidos, etc. 

 archivero: así se titula el que lo fué de los Du- 
ques de Villahermosa en 1577, Juan de Mongay: pones 
mos esa palabra, por lo que aclara la etimología de ese 


seran, m., alacrán: en Castilla, árbol. 

, £., Menar de arena los arroyos Ó torrentes, la 
tierra que han cubierto en una avenida: |]c., llevarse 
uno con codicia, muchas cosas ó todas las de una es- 


1e. 
erancadero, a., la parte más gruesa del cañón de la es- 
arrancasicga, a., riña 6q de palabras injuricsas. 


ArTAncura, queja; pleito; litigio: es voz anticuada y 
tomada de documentos latinos. 
arre, n., caballería de monta 6 de tiro. 
arrear, n., andar; marchar; partir; || p. ej., arrea á la 
1: (es de uso B 5 
y Fem dar término 6 fo á alguna cosa; 
len la Crónica rimada del Cid, v. 575, se lee, Cuantas 
COSAS COMENSAFES ARRUMATARLAS CON [4 MANO. 
arreo, se dice echar un arreo, por un turno ó vuelta de 


beber. 

arrequives, p., adornos ó atavíos. 

arrimadillo, ES friso pintado en la pared, que, común- 
mente, es vercado y alzado, como una vara, fc 
pisos en algunas partes es la estesll 6 friso arrimado 
clavado á la 


re ! M., robadera, 

arrobar, n., se usa en la frase, arrobar la tierra, que sig- 
nifica, trasladarla de un punto á otro, dentro de la obra 
en que se trabaja: || igualar la tierra, después de pasada 
por reja, como preparación para la siembra. 




















170 A 


nar las haces en tresnales Ó pirámides, hasta poder Ue= 
varlas d la cra. A hey 
atrazo, d., persona desaseada Ó desprecia! 
atreudar, n., dar en enfiteusis, 
atularios, n., conjunto de cosas muebles: || ajuar de una 
persona: [| colección de últiles de algún oficio $ profe- 
sión; y así se dice: venció la tanda y" tuvo que Pan 
con todos los aruLantos;—fugóse el pintor y dejó en 
orden lodos sus ATULARIOS. [| Frecuentemente, se pro 
nuncia, artularios. 
aturar, d., ss parar ó o las bestias: [| 1., hacer 
asiento en algún punto: || m., fijarse; y por eso se dice, 
el que d cuarenta Eros no ATURA, d cincuenta no adivina 
sesenta desatina: ll n., durar; en cuyo sentido, que 
es el aceptado por Rosal, leemos en un documento na= 
varro, et este A ATURK d fanto si 
cuanto. la voluntad del sennor rey. || En ” 
sufrir el trabajo; tapar. 
auchar, azuzar: parece Síncope de achuchar, como ap! 
cado, principalmente, á los perros: || en español a 
char es aplastar, y ahuchar, ahorrar. 
, d., albricias ó gratificación que se dá d los cria- 
jos ó á los quetracn algún presente: 1| d., pastel: f d., es- 
carola cocida; || c., con el nombre de augetas es voz cas- 
tellana y significa, la propina que da al postillón, el que 
corre la posta. 
aún, escasamente; difícilmente; á duras penas; se dice, 
podrá tener ella unos quince años y aún. 
aurón, gallo salvaje, según una relación m. de manjares, 
jue copió Latassa, 
sados, ., actos; se dice entierro de uno, dos ó tres autos 
$ actos) soga se celebra la sola misa de entierro Ó una: 
dos le honras. 





, M., así los quiamos jurado el dia de nuestro 
bien autxravo coronamiento, dice Pedro IV, en el códi. 
ce de las Untones. 

ja, a., porción que puede sacar el cónyuge super= 
viviente, antes de partir los bienes muebles. 


aventoza, no le pongas en Aveteza pudiéndola acusar, 
dijo el de Luna á su hijo el Conde de Ribagorza, que 




















A 471 


intentó duclo con el Conde de Olivares, según Dormer, 
página 300 de sus Anales. 

averar, multar; incursar en multa: asi lo declara como 
incial de Aragón, cl Diccionario de Fernández 

Presta, pero no el de la Academia. 
averías, sin duda, haberes ú objetos mensurables de con- 
tratación, En las Cortes de Zarugoza, 1456, se establece: 
el que metra 6 meter fara drapes de lana, ó otras mer= 
las ó avxnías; que d condos (codos) se acostumbran 


yender, en el dito regno de Aragón, etc. 
avorío, a., bestia; (ren ada hoy.en Aragón, según la 
Academia), 


avezar, c., aficionarse; cebarse. 
Practicar un hoyo, alrededor-de la cepa, 
Sri, £., agudo; vivo; entendido; activo, 
avuebos, la Universidad (pucblo) de Zaragoza, pide al 
Rey mil sueldos por avurnos de repartimiento de los 
neos hemos leído en una colección de Privilegios de 


AYUEO, n., YOz con que (por el contrario) se designa, en el 
lenguaje familiar, 4 una persona torpe y obtusa, como 

bras, ababol, membrillo, y otras. 

y M., para denotar que uno está distraído ó en 
babia, se dice que está pensando en las AYUTANDAS. 

axobar, n., la heredad que, además de su dote, recibía la 
esposa por parte de su padre Ó marido, y era perpetua- 
mente, para ella y los suyos: llamábase, antiguamente, 








azembla, n., acémila, in el códice de los Privilegio 
de la Unión; en a iron Econ E 

azofra, 1., correa ancha, que sostiene sobre el sillín de la 
caballería de varas, las del carro: || m., zofrá en los dos 
sentidos de esta palabra: || n., parece ser, turno de aguas, 





1 13 


¡ún hemos deducido de algunos documentos, uno que 
dende de 1238: | ferro para aceñe: As 
bor de tierra. 

azofrar, n., concurrir con su trabajo 4 las obras públicas, 

jue se llevan 4 vecinal. 
, M., pocilga, en las dos acepciones de la Academia: 
pa sustantivo masculino, y sólo usado, en algunas loca- 
lidades, 

azoque, Jéese a: (del árabe en sentido de plaza 
a a O PO 
págs. 71 y 82. En Zaragoza se denomina del Azogue, 
una de sus calles moriscas. 

azotaperros, n., perrero, ó persona destinada cn las igle- 
sas, á ahuyentar los perros. 

, madero con punta forrada, para clavarseen tierra. 
azud, c., presa para sacar agua de un río. 
a 


ho Oria. 
azulejo, n., lápida 6 loss, en que se pinta 6 imprime el 
nombre de Mz calles ó plazas y el número de las casas: 
en Castilla, ladrillo vidriado, para [risos y otros objetos. 
azut, a. azud, 
azutero, u., el que cuida de la azuda . 


8., cebolleta. E E ), copecided de 
m., gamella; artesa; Ó, en ral, ca 

apa rectang ey coda cuyo destino 
es el de amasar, ó lavar la ropa, 6 disponer €l sustento 
os royo ee Liberia Berri A 

n ¡cani a en tes ms, 1 a 
ti Mn, pa la bacía, decir alguna sandez; deslucirse 
con alguna ocurrencia impertinente; hacer de las suyas. 











e 473 


bacinilla, bacía para cl agua que se da d la barba. 
m., se dice de cierta clase de judía que no se 
CONServa seca, y se come, comúnmente, desgranada, á 
medio secar: ¡en Murcia bajoca, 
badal, «., carne de la espalda y las costillas, hacia el pes- 
cuezo, en las reses de abasto. 
badallar, bostezar, 
badarrón, n., véase GALACIHO. 
a., balsa ó charca desgua detenida en los caminos. 
lo o QUe BADINA. A E 
cuerda con que se asegura la carga sobre las ca= 
en a trobolla, 








baguerreta, | d., buga. 


ES , a., cazador de aves con lazos Ó redes (voz 
antic. 
, 2,, juez ordinario en ciertas pueblos de señorío: 
usual en la antigua Coronilla. 
bailía, a., territorio en donde ejercía jurisdicción el baile. 
bailío, n., bailía 6 bailiazgo. 
), 8,, prenda Ó pieza que suele colocarse bajo de 
otra, como saya bajera, da bajera. 
baladro, p., adelía; planta silvestre que produce un fruto 
pequeño, esférico, negro y ad Esta voz sirve para 
término de comparación á todo lo amargo. 

y balaustre Ó barandilla: aunque parece, á pri. 
mera vista, un barbarismo, á los cuales no siempre 
mos cabida Juimos esta voz por verla usada cn Ft 
Ma, historiador inédito de la Universidad de Zaragoza. 

balda y baldón, aldabón. 

tela preciosa Ó brocado de Bagdad. 

baldar, a., descabalar 6 dejar incompleta una colección. 

baldorro, aldabón; en algunas localidades. 

eses, n., persona desinteresada; de buen carácter y 
le 


poca 
baldres, valdes; picl suave: L. Fernández usa, valdrés, 
balsa de sangre, a. ¡clla en que, á fuerza de trabajo 
e] se recoge el agua para ganados ó personas: si se 
enacampo propio, es privativa del dueño; si en 
montes comunes, no lo es, mientras no se cerque. 














17m B 


balsete, n., balsilla. 
ballesta: se usa en la frase sin decir cesta ó ballesta; MS 
dismo que se lee en la Sirena métrica, 
crita de poesías y que conviene, aunque 20 toialoRoia 
Sencillas, dr ams pet ceda y otras ballesta. 
, planta; avena fatus; ballueca” Oliván emplea 
NA en su Manual Agricultura, 
arroyo pequeño. 
balluarte, n., especie de andas ó ribuelas, en se 
conduce de un punto á otro el e orial; Ys dose 10307 
el desperdicio de los obras: || también hayarte, como 
sn Navarra. 
 C., especie de cizaña: Asso la describe como 
Ll y es muy nociva al ganado vacuno. 
sección votante de escolares, cuando éstos 
pies ad votos ciertas cátedras. 
banco regio, Audiencia real, según el Glosario de Savall 


y Penén. 
banda, A, e E in que se viste alrededor del cuerpo. 


bandear, n., or Y) doblar las O 
bandearse, n., pasarlo con Ln 
generalmente se dice) entre dos a, YN 
se: en Castilla significa, mover á una y otra banda; antic, 
bando, n., comba; pandeo: se aplica, los cuerpos co- 
locados horizontalmente, cuya extensión y peso les de 
algún pandeo, ya sobre todo, d los a están puestos 
verticalmente, y que, no teniendo soli O do 
á su altura, se cimbrean algún tanto: |! n., d fodo 
expresión que se usa, comúnmente, en set 
para denotar que se hace alguna cosa descaradamente, 
arrostrando todas sus últimas consecuencias. Se usa en 
i Petiac echar d bando las campanas, 
banova, a., colcha ó cubierta de cama: en algunas partes 








4., colmenar pequeño, sin cerca; sitio donde se 
ponen en línea las colmenas, sobre 
baraja, tableta de chocolate, que contiene “tres onzas en 
cuatro porciones: || voz de algunas localidades. 
ae se dice pasar de barán, por nivelar la muela bari- 





ad 


a 105 


Vastado, €., sarmiento con raíces, dispuesto á la planta» 


n., gran cantidad. 
¡odécima parte de un caíz de granos. 









bardino aplica al perro ú otro animal que tienc el 
pelo de un color dudoso, entre plomizo y gris: también 
se dice bárdeno. 


bardo, d., barro. 
bardoma, a., suciedad; porquería; lodo corrompido. 
), My VÉASE BORDONERO Y BORDONADOR, QUE SON 


más 
barlenda, lipodio; planta: úsalo Ebn Buclarix. 
barlete ds hielo en figura de 7 ó de martillo, que, 
atravesando el banco de carpintero, sirve para sujetar 
4 él las piezas que se labran. 
D., balaustre: también puede escribirse warofe. 
Barral, a., redoma grande de vidrio, capaz de una arroba 
de vino, próximamente. 
00 EA ai en un asunto, 
barranquera, n., se aplica 4 cualquier género de ¿za 
AUIpor tener mel licuado el clado la punta, de vuele 
tas con poca suavidad. 
barras, n., las cuatro'bandas, listas Ó palos rojos en cam 
po de oro, con que blasona el reino de Aragón. 
portadera, principalmente, (eE piedras gran- 
des, que se hace con horquillas de de les y travesaños, 





de punta á punta. 





m., lodos: ambas son castellanas, pero, tratándose 
de la suciedad de las calles, en Aragón se prefiere la pri. 
mera, y en Castilla (como dice la Academia) la segunda. 

barza, zarza; ¿refunde á barda y qarza? 


ha 








basta, c.. hilván. 

bastardelo, a., cuaderno-borrador, en que el escribano 6 
notario pr = autos y escrituras. 

baste, p., especie de albarda ó apare 

Patafalda, anís EF 


AGUAS, C., | : en la séptima edición del Dio= 
e Roda baadN 


esta palabri 
patita. a., batihoja ó batidor de oro; antic. 
batimiento, a., acción y efecto de batir, sobre todo la 
moneda; antic. > 
batir, p., verter; arrojar; desechar: |! d., derribar $ dejar 
iclo alguna cosa: la Academia, aunque parece 
incidir con esta significación que, como se ve, tomas 
mos del Diccionario de Peralta, pero no se refiere 
á lo que se derriba á viva fuerza; y como prueba de 
que no se considera castellana a: palabra, los co- 
lectores oficiales de los trozos selectos para uso de los 
Institutos del Reino la acusan de poco castiza en el verso 
de Ercilla, 
Que estuvo en punto de nariz al suclo;, 











, varear Ó sacudir los árboles: la Academia com- 
signs batajar, como proviacial. 

., huevo huero; se usa también cn Navarra, 
existe fuera de Pamplona una fuente medicinal pala 
el Batueco, con alusión al olor ingrato de sus aguas. 

baturro, n., £e dice de los jornaleros del campo y gente 
menos acomodada; pero es voz famili: 

 €., escoria de algunas sustanci 

etcétera. 

beber la toca, n., impacientarse; irritarsez incomodarse 
fuertemente, principalmente con los niños. 

bebida, a., el tiempo en que descansan los trabaj: 
principalmente en el campo, y en que toman algún bos 
cado 6 trago: [| licor: es bastante usual el decir; ¿Quiere 
usted vino rancio 6 bebida? 


como cera, pez, 








a 17 


¡cho 

lana eraración del de Jesucristo, 
por 'medio de A ulto que se destacan « a el pai- 
saje correspondiente: II n., desorden; confusión: || 1., 
1 e ll estar en Belén, estar en Babia 
bella, n., pe, ¡e na; voz local; [en Ordina- 
- ción de Pedro 1 iones se leo: d alli esté 

un nel RATO mostrándose d sus gentes. 
Ma Lo ro de hierro para sujetar el timón á la 








oro, ñ Ea arbusto y su fru: 
 M,, Ducange lo incluye en su Glossarium, 


lo si significa berlina Ó círculo de hierro 
la cabeza de los ajusticiados. 


o d., cardenal; señal Ó hinchazón que deja algún 
pe, sobre todo de látigo. Fuera mejor escribir yer> 


berlanco, d., 
dormi ars Academia dice que hoy se usa en 








A egoísta y escamón, 

m., moneda equivalente á tres reales y dos ma- 
ravedises comunes; en castellano moneda turca de oro 
de veinticuatro quilates: la hubo de plata de tres suel- 
dos dineros catalanes. 

creemos que bresca: se halla ese voz en 
las Ordinaciones de Abejeros, á las páginas 27 y otras. 


Lo E liga; materia viscosa. 
, 1, bestia; y también a mular 6 caballar. 
eta , vino de color de oro de la uva de este nombre, 
a Le ueña y de ho] 
buamo, a., bla: ro; ha mala fama. 
a remera lA :mbargarlos. 
ir A tela del ooo [| telilla 6 parículo del 


mi My ei ES desmesuradamente alto, en pro» 
ión á su edad: en Castilla, el vago d ocioso; en cuyo 
Fentido también se usa en 
bimardo, d., novillo; buey de dos E tres años. 

















penetrante. 
', d., sonsacar: || tomar á préstamo ó anticipo. 
bistreta, d., cantid: jad que, en lo antiguo, se adelantaba 
un procurador: ll los estiércoles, paj; Ae de una 
finca de importancia, que, comprendi: el arriendo 
de ella, debe devolver el arrendatario á la conclusión del 
contrato: |] £e usa en Tarazona y acaso deriva del Vis 
ere o cie A len Ae todo. ee 
miento de dinero, ó anticipación de como 
Academia, en su ' Diccionario de eno (pues en 
los modernos no incluye esta voz), el cual AN 
yoz baja usada en Aragón y tomada de Vistret. 
la Diputación pidió permiso al Justiciado, para tomar 
de la imbla de Pe ¡tos del Reino, tres mil libras por 
wía de Vistreta, con destino ú la reimpresión de los Ama- 
des de Zurita y que para la restituci ri los eS 
208 y seguridades que convinieran comterceras 
Da, a , según se lee eo las Tere palco 
de Jaime 1 
blanco, cada una de las bandas de la barriga del cerdo 
jue no da magro, y se usan generalmente en la olla 
a "% blanquead 
des lor, 
bleto, n., bledo; planta, 
tributo que se pagaba 
dehesa pjs UA tae hs D., 
A abasto: 


lerreno destinado al 
Mo da aio uo Sos uo dea 
(vexax 4), n., reventarse 6 abrirse un tumor; venir dá 


supuración, 
boca. presa 6 fábrica de muro, para atajar el agua de 
un río. 














Polizada, agus que sale con fuerza, después de represada. 
O ' - 


para guardar aceite. pu 
bonavero, n., anotación ó relación de los bienes sobre que 


proceso de aprehensión, á la demanda misma ó apellido. 
1. planta; evon) CUTOPRVS. í 
, €.y EXCTEmento, 

boque, d., macho cabrío. 
bor, la frasc es, de bor en dor, y se usa, para indicar que 
una vasija está llena de agua; así como se dice de bote en 
bote, cuando un aposento, plaza, etc., están totalmente 

Menos de gente, 
borda, p.y choza; pajar; corraliza; provincial do Navarea 
en el primer sentido, según la Academia: en Cataluña 
manso y también pernada. - 


bordón, »., bohordo, 
jador ó el que tiraba bordones al ta 
blado, lo cual se consideraba menos dificil, que el arro= 
Jar lanzas. (Véase TABLAJERO.) a 
borguil, n., la paja apiñada, en forma de cono truncado 
y cul 590 un sacialoy paro Lebestar a dE 
bornizo, vástago reciente en los árboles. 
borraz, tela de cáñamo 6 de coger olivas. 
borrico, la estrella pequeña en el torno de fabricar seda, 
la cual tenía la A 
(ans) 





trellas según Asso, en su Ecomo- 
mía le 
s cosa de poca sus 
tancia. . 
, M., moneda que duró tres años hasta elde 12; 
sein CT 
cual 


y cita estas palabras de Pedro Hi en 1 a 
manetam sipe pOSSONOYAM bil! vel naLs50+ 


xoyam quambibel, 
es ocio en la fiesta de toros. 


botifuera, n., gratificación, a q Ue se 
hace al compiador: |. cl clerto derecho que E 
cántaro el medidor del yino: || n., propina: 
Pp», tienda de A la Academia trae 
13 las palabras botiguils en e 


uN a Id. a acepción poco 
reci a, 
de, al Im., hombre 
Ieitras concepto repugnante. 
vol, ojo par cotas vino, aceite ú otro licor; || 
; variedad que se e distiogos por ser más 
Eo estar fuera de la vaina. 
¡emos Jeído que era un tributo que se pagaba al 
incipio de cada reinado por el reconocimiento de se» 
ío sobre los ganados. 
$ , serbal, árbol; serbal de cozado- 
res: conócese con ese nombre en los Pirineos. 
bozo, n., bozal Ó aparato de varia invención, que se pone 
á los perros en el hocico para impedir que muerdan. 
o metedor ó lienzo que se pone á los niños bajo 
pal 


pgs: seusa en la frase más serio que bragueta de 


brama cencerrada á los viudos-novios. 
brasmar, n., en el Diccionario inédito de Rosal se les, 
, dice el aragonés, del griego órasmos 6 bras- 
re la tempestad del mar ó la demasiada risa 6 ruidos: 
¡rete lo deriva también del griego y lo hace equiva- 
lente á Ea cd Pa Lo 
o A., cuuce Ó se) jue se saca de un 
a riego de Euermas y sembrados. E 
brazo, n. e a rd A rape 
trón de Zaragoza) por. aan que 
influencia, poca 
¡nal de O en las últimas ediciones de su 
Diccionario lo incluye la Academia como castellanos 
era vocablo usado por los poetas provenzales. 
Argensola describiendo un traje del si- 
glo xvn, ce: Bordado tado el campo de canuútillo y 
ERESCADILLO juolas de plata. 
brino, lino en PA 

















de Moncayo, como el que Madrid recibe de Guadarrama. 
o 

torpe, desmañada 6 desa: 
brozoso, n., calificativo de igual significación que el sus+ 
loa abrutado; grosero; mal educado. 


y a, A 

bucardo, macho de la cabra montés. 

buco, a., ¡e 6 macho cabrío: || persona abrutada. 

barreras Mee Mlds Que divide las heredad. 

A les. 

ja de cerdo (voz local). 

bufeta, coleto de piel de búfalo, ln 
francés: esta interpretación es satisfactoria ante el pa- 
saje siguiente de A sola: desclavada una 
del guar: ictcon , y aunque iba allí la murRTA, 

e. 











, lutonero; operario en objetos 
de laton, azófar, etc. 
, M., plenta que Arroba bie: con 


ese nombre, y es la llamada un: 
m., la carga de un bulquete. ' 
bulquetazo, n.. golpe; caída: se usa también en sentido 
moral, como iaa de desgracia 6 cambio de fortuna. 
, M., carro ligero que gira por medio de una cla» 
Ú y suelta de golpe la E por la zaga: suele condu= 
/sase también en Navarra. 
bulto, n.. inohada, sin la funda exterior, delienzo blan- 
cos la Academia lama bulto 4 la funda de la almohada, 
y almohada, al colchoncillo y ú la funda blanca en que 
se mete. 





bullar, bollar ó sellar con plomo los tejidos en las adua= 
mas: la Academia da esta voz como navarra, pero es 
también ¡esa, y en Cortes de Zaragoza de 1456 ze 
a que los que introduzcan en el reino ciertas mer 

das, secn tenidos BurLan con RuLLAS de plomo en los 

primeros l: O 
; arcilla. 

idad, generalmente en las manos, efecto de 

trabajo de rozamiento; también suxro. 

burro, n., espuenda ó margen. (Véase connen Bunno.) 

busca, d., mota. 

buyador, a., latonero. 








e 
Cabal, d., peculio; pegujar de los hijo ¡undos. 
cabalero, el hijo que eya heredera pos 
, 1, contribución am en Aragón. 
y 8, las rentas que señalaban los ricos hombres 
á los caballeros que acaudillaban: había cañanténías de 
honor, de mesnada y otras. 


'm., los que, sin ser de antemano hijo» 
dalgos ó nobles, se armaban como francos carta Ó 
privi real, recibiendo en el hombro la pescoza- 
: en Castillalos que, sin ser nobles, no pechan y 
reeminencias de hijodalgos por privilegio del rey. 
d., lomo de tierra que divide eras los 


cabañera, n., cañada ó espacio señalado para la marcha 
de los ganados trashumantes, que suele ser de 60 4 go 

varas. 

a 4., persona á cuyo cuidado están los riegos 
acequias; || n., guarda de Sil canoa '4 

cabecero, m., el que tomando el arriendo de toda una 

casa por un tanto alzado, recauda los alquileres de las 

habitaciones y se entiende con los inquilinos. 








184 e 


cabezada (par 14), n., desfilar, saludando por delante de: 
Ne rsonas que hacen el duelo eu al entierro: 
alguna visita muy corta. 
cabezana, d., cabestro, 
cabozado, hombre de buena cabeza, esto es, de buena 
e intelectual, 
d., ahorrar; economizar. 
véase captura y los siguientes vocablos, que: 
todos se hallan, indistintamente, escritos con p y b, 
pes SA , párrafo, Moa $ SA AE 7 
cabo encargado de ejecutar las roses 
a! en nombre PE jurados de Za: A 
por lo visto, el jefe de. ze guardia municipal py pi los 






jugadores para ver Á 
LA 


: AcaogO rien 






al los derechos del 2 po 
de los derechos trimonio real. 
pa a, Ls en las bailios de Las fincas. » 


<abruna, piel de cabra: en rigor no debíamos incluir esta 
voz, pues la Academia consigna como españolas cowple- 
runa, piel de cordero; cane) piel de conejo, ete.; 
pero no incluyendo aquélla, támitimos aquí para i2+ 
ar OS es de uso genera] en los antiguos aranceles 
¡ragoneses, como son también cervuna, cabrituna, bo= 

quina, caprellina, eto, 


e falso ros de 
A rd debio + 
m., Beco ó O ordinario: || 


pañuclo de color para la cal V. Lafuente: (| 
adorno fel 





dira dm tan banco de respaldo: la Academia e8= 
cadilo, ea Ea dl cl 


e 485 


fruto: ca la séptima edición del Diccionario de la Aca- 
deima no se balla todavía esta voz. 
, 2., madriguera; huronera. 
Ad cavilar. 
caduco, caviloso. 
cadufo, n., arcaduz, voz dórica y lemosina; en catalán 


PA ho cobarde; pusilánime, 6, como dice la Aci- 
ma: 


18, 


Sale notaria, =p los Sres. Savall y: Penén, en su Glo- 


ario. 
jeta, n., cepo para recoger limosna, 
a, debol que prodace los 6 las glanes, 
calen, c., importa; interesa: úsase siempre en tercera 
persona, y se emplea universalmente entre las clases 
menos acomodadas de Aragón. Entre los provenzales 
no sólo era usual esa palabra, sino la de calemsa, ne 
cesdad ó cuidado, y la de calier, cuidadoso, nece 
tas 
) A., cajón Ó naveta. 
calamosar, |. corromperse ó fermentar la hierba ú otro 
a real, n., variedad de la calandria: sólo en Za- 
A] se desigos <on aquel nombre, según Asso. 
a se dice de la mujer entremetida y que, co. 
pa disipa l día el CE en la ociosidad y los pasatiem= 


dades, "7 usd vana confianza; PS 
le us! £5 CALDO DE CABEZA €70 
o mts s a 
caldo qee mucho ó aparenta ser muy no- 
cesario en 
A, e, usada boy en 


Aragón. 
pal pop alguno; dejarle mal parado. 


), 1, calmoso. 











15 e 
m., multa; rai 


labras caloniar y 
e m., calor ps len bien seco: en Castilla: 
calina, pero en significa. del vaporcillo caliente, 
pl la atmósfera: en idioma provenzal, ina, 


caloyo, d., recental; cabritillo destinado al regalo del pa+ 


e. a., callejuela; callejón. 

camada, d. , 36 usa en la frasc hacer Ó tener camada, para 
denotar que se madruga menos que ordinariamente. 

camaje, pago por la cama ó por pernoctar: se usa en los 
documentos a el 

, M,, escalera para coger oliva; e e 

rajado hasta cierta eel y rio ide de otros, de 
suerte que ofrece base de apoyo y punta, para apoyar 
en las ramas. 

camal, d., rama. 

O e AS parla pera parece tomado del 


edaaricngo a., oficial de la Casa Real de Ar: 
atribuciones y' 4 dej as eran análogas Á Ao 


marero en Castill 
M., (véase camrro), cada manojillo de esparto 
de que consta el vencejo. 
camaz, tamarindo; antic. 
cam )y M, (véase COMBALACHE, que aunque menos 
castellano, es más usual) 
cambra, Montepío de setecientos cahíces de 
puso en Leciñena D, Juan de Arruego, hn 
5 Santo Domingo. 
cameña, n., cama rústica ó campestre dispuesta con 2 


6 ramaje: 
cie de colchón de er se sieven los pas- 
tores, y Consiste en dos pellejos unidos. 
y CAMALIGA. 
camino (ox), n., al momento; en el instante: la Academia 
rea Arase, pero en sentido de al paso, al mismo 


camara Jonganiza aderezada al horno dentro de-un par 


e 187 


o d., solazarse: || €., card e ld., la> 
cir ¡¡ Pasear con vani ostentación; vivir, 
vivir olgadamente. SA 


campico, n., diminutivo de campo, que incluimos aquí 
no Ir ser muy usual, sino aun más jue la 
Academia no le da cabida, á pesar de admitir siempre 
como castellana y algunas veces como exclusiva, aquella 


terminación: verdad es que admite a 
campo, n., se dice por excelencia del de Cariñena, fa» 


lo, 
cana, p., medida de dos varas. Zurita dice, y rompieron 
más de cincuenta canas de muro. 
canalera, a., canal en el tejado y el agua que cae por ella 
cuando llueve. 
canaleta, pieza de madera unida 4 la tolva, por donde 
pasa el grano 4 la muela. 
ón (ponzn Ex), inducir á alguna cosa; hacer con» 
sentir en algo. 
Mm, planta. 
cándara, a., zaranda. 
candarso, candarse el río, helarse. 


candilera, ¡tas o 

A parte á otra visitíndolo todo, por 
para curiosidad y no por precisión. 

candiletero, el ocioso y curiosón que quiere estar en 


m., gollería; salida intempestiva: en Castilla 


canero, d., salvado grueso. 
cansar, n., usen de cste verbo transitivo los pescadores, 
para expresar la acción de dar carrete ó proteger los mo- 
vimientos de un pescado prendido, 4 quien es preciso 
fugas, para que, perdida la fuerza, se le pueda sacor á 
crea, 


canso, a., cansado; voz ant. que se lee en la Crónica del 
Príntipe de Viena y que, según la Academia, usan hoy 
Jos rústicos de Aragón y Castilla la Vieja: [| d., canso, 
canse ó calso de aguja, Ojo de aguja. 
cantal, a., canto grande. 
a d., canto grande: .]] n., golpe dado con un 
cantal. 








tas e 


cántaro, a., medida de vino de unas 28 libras. 
cantero, a., parte ó peduzo de heredad. 
m., planta; linum catharticum. 


low , de 
di Andalucía, y el D. Miguel A. Prínci- 
A a id — 
cantón, callejón, en Caspe y otros puntos. 





cañada, a., medida de vino en Aragón y parte de As | 

turias. | 

cañicerrada, n., res que padece enfermedad inflamatoria | 

en la cabeza. | 

caño, a., vivar: [| c., cueva para enfriar y serenar el | 

e refrescar Írutas, carne, vino Ó niera | 

'n el interesante libro Calila é Dymna se lee; et la mu- | 

ger había fecho un caño desde si casa la calles | 

en el original árabe se lee aqarbe Ó mina subterránes, | 
según Gayangos. Por más que la Academia y el texto 
citado, declaren castellana esta palabra, la vérdad es, 

que los castellanos no la entienden y la ríen, como are | 

h e | 

sale a al uilón que se pone á los machos cal | 

cuando Hibncian; Po Ep de los rebaños rr | 

jas y carneros: llévanlo á veces, “estantes, en la estación | 

| 

| 





.. dar de capazos ó con la capa; antic. 

|, 1., poder; y así se dice, mo capacidad de 
acerle venir; no hay capacidad de > 
alcaparra: Il p., garrapata. 

Caparrós, a., CAParrosa. . 

capaza, a,, capacho; espuerta para los molinos de aceñte. 


CAPAzo, C., €s E 
capel, de capullo del gusano de seda. 











po a aptS capilla ardiente; catafalco. 
capleta, n., fianza de bienes inventariados: tomar 4 ca 


Eo hanz: Agen die! nando secar del casio 


, M., el fianza de bienes inventariados. 

n., adjetivo que se aplica ú la fianza que 
se prestaba en los juicios y sobre los bienes i AS 
dos: llamábase también, cablevadora y 
Castilla, cablieya, es anticuado, con la dgnicasón de 
fianza de sancamiento; y en Berceo se lec; tomaronlis 
EII et bonos 
icadillo: es 4 la vez sustantivo y adjetivo. 


capolar, a >] r la carne. 
capsueldo, ., Ventaja del uno por diez, ho se da ol que 
paga ciertas deudas, antes de vencido el plazo; dícese, 
po ganar capsueldo 6 capsveldo, al > anticipadas 
ente. 


M., el acto de meter la cabeza en el agua por 
un momento, y aun tcieRtne todo el cuerpo, 
a,, variedad de caracol, AOS 
mún y con la concha blanca. 
, caracolilla; se aplica también cse nombre, á 
la niña despejada, diminuta Jo traviesa. 
carada, dar d alguno una carada, siguifica, recibirlo mal 
ó e prstectare a semblante. 





Carasol, , br Lo el sol. 
creo, 0 eno po unta; en los 


nta: yperieta cagiarialts 


cardón, c., dde d., laurel silvestre. 

cardonera, cardón: se usa en las montañas de Jaca, como 
sinónimo de acebo, 

peso de tres quintales: |) 1m., medida de 16 cán» 


cargadal, n., cargazón de tierra y otras sustancias, al fon» 
do de los rios y acequias. 
cargadas, n., se usa en la expresión llevarse las cargadas, 








" 








timer estas pa- 
carrañar, d., regañar. 

d., y earrañoso, n,, regañón. 
carraón, cereal de escasa importancia, que se cría 


en tierras pobres. 

, M., planta medicinal que se cría con abun» 
da en los montes, y comúnmente se emplea con 
mucho éxito para refrescar y disminuir la sangre, 

carraza, d., ristra. 
carrazo, d., racimillo; principalmente de uvas. 
carrazón, n., aparato para colocar y ayudar á la romana 
en las pesadas: [| la misma romana. 
., dar pic para que se hable mucho de una 
cosa, con objeto de enterarse de ella 6 de comprometer 
con sas explicaciones al que habla. 

n., las cuatro variedades de la estirpe, medi 
cago 


carta de y 8., pacto de retrovendendo, en fuerza 
del cual el vendedor puede volver á seguir la cosa 
vend: siempre que ent: e 10. PTA DE 

lh Declaración del Privilegio gen 






narez, la Privilegio general dice: item, 
como las CANTAS DE RAFEZ se clamen falsas por razon 
es puesta en el contra 





Zaragoza, 
casa y tinolo, a., antepuesto el verbo tener, significa dar 
de comer á todo el que quiera ir: tener mesa franca. 
a,, casa solar, de donde toma origen algún li- 


ant. 
p., solar; edificio de casa arruinada. Ñ 
m., el acto de cambiar de domicilio 6 habita» 
ción: 1] dícese gencralmente, estar de casamuda, 
la Los fueros 


casamuda.. usan esta Erie 
considerándola, como traslación de un pueblo á otro. 
e£asca, p., cáscara. 











- cl 





caseamajar, a., quebrantar una cosa, machacándola: f] 1, 
metafóricamente, explicar con minuciosidad una cosa; 
insistir en ella más de lo necesario. r 

cascar, n., dedicarse con cia d una cosa, como se 
ve en las frases cascar! al pan; cascarle al Derecho 
romano, ete, 

n., tunda; de cascar, voz castellana, 

Casera, a. 26 mujer de gobierno que sirve al hombre 
solo, principalmente si es sacerdote. 

casero, n., el que ocupa alguna caseta, en portazgo y pon= 


, 8., castellano 6 gobernador de un castillo: se 
usa sólo en la orden de San Juan, en Aragón, hablando. 
del Castellón de e 

8., aplicase á los firmas ó decretos judiciales ex- 
idos al fin de impedir algún atentado. 

, m., el enca: en el Hospital de la con= 
fección y aplicación de las cataplasmas: || n., zalamero; 
hazañero. 

catastro, oficina y Epia la propiedad: 1] en español, 
contribución general. 
5 PE Er del eo ae tiene veintiocho 
nos de longitud: esa palabra suele usarse com 
amena, diciendo de los niños robustos pesa pr 
un cal z 
causar, a., hacer causa Ó proceso. 
esrendera e A eN leemos esta eS a 
un inédito copiado por Latassa, e D. Val 
tín Carderera atribuye al deán dr ts» 
caza, n., lebrillo. 
B., golpe decisivo 6 mortal; Li así se dice, de tna 
cajada va abajo esa puerta; ¡qué de cajada d 





cazeno, metal parecido á plata, según documento de 1061. 
eco de cacharro. po 


cazuelo, d., cacharro. 


LE a nl 


cabra que aun no ha cumplido un año. 
m., la que se siembra en Marzo, y se 
cría, poco mo, en menos tiempo. 
EOaDEsS; ay precedida de ao ds in 
on cate, significa 
elj de 'arráncate, nado. - E 


1. cegato. 

o WÉAse ZABACIQUIAS Y CANUCEQUIA. 

cena del rey, a., tributo para la mesa del rey, equiva- 
Jente en Aragón y Navarra al de yantar, con: en 
Castilla: en Navarra se llamaba cena de salvedat y se 
daba también 4 los ricos=hombres, cuando llegaban 4 
sus gobiernos. También se llama cenas reales. 

cierta clase de uva menuda y tem ERAS Suele 

decirse, cuando la mora envera, cerca está la cencivera. 

cemero, d., terreno no pedo: dad 

centenar y |, cuenda de lejas. 

censal, a.. censual: |] a., censo. 


4., censualista, 
ceñar, d., guiñar; hi señas: se halla en documentos 
neses, que inserta el Memorial de la Academia de 


a 
ha Historia. 
, cepilladuras: lo hemos visto en algunos anun 
(Saldul 21 de Noviembre de 1860). 
ceprén, d., palanca. 
, d., mover ó sostener algo, con cualquiera pa- 
inca Ó cuña. 
rio, n., el oficial encargado del cuidado de las 
coquias. 
cerámico, n., escrupuloso; irresoluto; persona para poco. 
cercarse, o a suprimirse Sa esta VOZ, 
ser, al parecer, un irismo y excluirse en gene- 
Lory pero hay alguna razón a incluirla: aquí se 
verifica una aféresis, como en acontentar, ac 
, se comete una prótesis. 
cercillo, <., zardillo. 
coremeña, n., avugo, en algunas localidades. 
ceremeño, n., avugucro, 
cereño, fuerte; (voz que se nos ha comunicado). 


























e 195 


«lamor, d., barranco 6 valle que, con las lluvias copiosas, 
forma un grande arroyo. 
A. 


elarearse, n., tener mucho to. 
clarizca. n., se dice de la pedrezucla lisa y brillante. 
» , 4., el que antiguamente seflaba los cajones 
en la Aduan: 
', U,, sellar los cajones ó bultos en la Aduana: 
Jos catalanes decían cauguillador, cawquillar y caugui- 
Aa: también CLOQUILLAR. 

n., salón destinado en la Universidad para 
toda clase de ejercicios en los grados, menos la ir 
vestidura, que se da en cl Teatro mayor. D. Manuel 
Vicente A A le llama también Sala Capitular de 


hierba 6 planta de donde nacen los claveles, 
abertura practicada en las tapias de los 
huertos que entre el agua, 

ida) n., clerta dnade, abundante en la estanca de 


elocarse, n., ponerse en cuclillas, 

seloquetas (ex), n., en claquillas. 

an o 1 ofrece á los niños. 
coca, n., cualquiera golosina que se niños. 

COCer (mALDITO DE), 5 se dice del muchacho perverso, 
mal inclinado ó demasiado impaciente. 

'eocinilla, p., alcobilla 6 chimenea. 

cocio, d., cuenco, 

'ocón, N., coco, en sentido de «fantasma que se figura 
para meter miedo á los niños.» 

id denomina de ese modo á la a 'Ñ 
n. lr la cocona; frase con que se ¡ota 
pagado no ha correpondldo Al desco, á la bra 

lidad d á la esperanza. 

cocote, a., cogote; esa palabra está ya como castellana 
en las últimas ediciones: Cervantes usa del verbo aco- 


colar. 

oc: el perol en que se elaboran algunos electos de 
confitería. 

cochamandrero, n., entremetido; oficioso; amigo de ma- 
nejurlo todo. 





















me 








irracay Clay ¡bernati Teruel, Da 
Le pues de set ed ocho 


el el 
pao in costeo lic cn Hb a 
Ba, 1 tomo 
pt EN a 
concello, n., concej 


ecptlato > apato,semejente E preñadas. 
conclavi, cámara Ó aposento. 
concomerse, n., (véase RECONCOMENSE). 
ce violento; con relación al genió, 
Oz, ele, 
itar; disgustar; Sra así dice un 
poeta anóni 0, que hemos visto m. A 

Diré yo que te a 

que se grite contra el vicio. 
Herrera (edición de 1870), dice: 


Y lo que mds me condena 
es el bien de la memoria. 


conduz, se lee esta voz en los Cabreos y parece significar 
cierto género de tela ó tejido. 

n., conserva de fruta en almíbar; conftura; 1 
creído 6 confiado en algún suceso favorable: es muy co- 
mún decir, casa muy confitado en á 
un tío, pero se ll 

'.1., cocer las frutas cn 


de esta 

redado tanto, ya 

Po de OS hace ya de hie- 

ao) de dos abad SA o entre los Ea 
¡en se han encolado para suj 

tas os 'lenillos? laguen á trabarse ez pre) 

la Mo dore Hr que disponía cada 


uno de los Cobserva. de 
los jefes de la Unión, $ digamos, su 
Junta presidencial $ directiva. 
, M., consenciente; el que consiente ó se hace 
cómplice en alguna cosa. 








me, Y. un sombrero 
habiendo he- 











e 14 


tarudo'ó muy pol la Academia lo refiere 4 la 
astuta y sagaz: el poeta aragonés Pero Torrella dice: 
Car en mon sor. 
Vos port amor tan fina é tan CORALL. 
(Cancionero Indio. pág 201) 
Puede significar aquí tan del corazón; pero dice 
en los Tos de Meneses: a cos 
¡Oh! buen nieto; ¡vive Dios! 
Que es fino como el coral. 


coralina, n., pimiento rojo y picante; guindilla. 
Orca, 1., carco! 





,de la maderacuando la roe el gusuno. 

TN rn aa Si 
a con al los géneros cuerda, su 
Lib elaboración veses, orcióntimente, y ale 1 
sistencia que diámetro: | n., cañada ó cabañera. 

(xx), á horcajadas, una 9 sobre otra, 

cozdoncillo, el picado fino que se hace en la muela para 
que dé muy pulverizada la harina. 

coritatis E D,, EN CANES; CO-CUCTOS. 

corneta, n., guindilla; pimiento de Indias. 

corralizar, n., encerrar ganado en los corrales, 

corrodor, a., pregonero. 

corregúela, n., enredadera; planta. 

correnciar, n., filtrarse el agua de un campo en otro. 7 

correndero, n., se dice del que muestra diligencia cuando 
no es preciso, 





7 E A A ES 
r y antes de la primera lal y se Hera campo 
pie qn que, pudriéndose con el rastrojo y raíces, 
sirva de abono.—En italiano corriente del agna. 
correntiar, a., hacer correntías. Hay ríos que, como el 
Nilo, se desbordan, produciendo correntías naturales. 
, D., extraviarse; perderse una cosa, gene» 
ralmente por malicia de alguien, — Hemos visto esa 
o un artículo de La América, firmado por J. Ra- 
mi 
p., corriente: se aplica d la moneda, según lo 
hemos visto en documentos manuscritos. 








a 20 


«cotorrero, m., se dice del 6 de la que 
A 
Me, la misma si le 
hablador desordenado. e 
coudear, medir: viene de condo, codo. 
cozuelo, n., género de tributo $ , que hemos pas 
mencionado e una carta de jueza, otorgada á 
de Marzo de 1258. 
, B., esquila que llevan los machos cabrios que 
woo dú la cabeza bisade los rebaños de primales y borregos, 


de, radaaidala cul pende la caldera puesta 
al fuego. 


cresarse, d., corcarse; querarse ó pulverizarse la madera. 
cresta, Ae dopcordal HE entra la ma- 








o ser cruz y la po en un el por el 
de Torrellos, se pone entre las condiciones 
da ce de, espada de cuatro palmos, cuucrra llana, 
crudo, p., El algunas partes, Aros sin sazón. 
, A, este nombre á las enfermedades graves, 
que han snido un término feliz, 
h LÍCTT de la dea 
a., la cuarta parte de al guna cosa, 
Mi de O marayo- 


, cada una Es piezas que resultan de aserrar 

'un madero por O fe 

zada, cn la EN linal: concuerda con el cuar- 

tón, que o la Academio, pan cla el cabiró catalán. 
, A, planta muy común; galium yerum. 

Da, Solana y con el cuajo añejo 


rta, tributación del 100, que se daba en el 
eatlacino da Cala pd! noo, quere odo diezmo, 





A 


o 


Apia 








o so 


ando cuartucho; en Castilla, 
de donde se pa tomado, e AN 


cuéición, acuñación de la moncón. (Fueros de Ara» 


cn, nc dió no, ro rada lei es 
cado, y de 1 ÉS e to 
M., YOz cariñosa, con que se: 
los niños de corta edad, a su hermosura 
y sobre todo su "precocidad 6 sus hechizos. 
i, My el ojo Ó bolsa de la EA 
mentos oficiales hemos visto llamarse corujón); el 
cada lado de la alforja; y aun el esportón: depa 


CUENCO, A., CUEZO Para del) 8,, Canasta a aros 
la Mas dícese en cuenta em 56m 
Ñ A 


ETA de padre, me digdis Serjanas 0 ma se 
curra (5d coa) de pedro que medi, l dde 
lt ig o haces de leña foja, 


principalmen: os 

Cuero, se usa en Fs dora cuero, dar peonada por 
otro, estando á la recí 

cuesco, - corps en Cal, a pór redonéa en 
que la viga re los cxpachos, 

cuezo, d., cocio ó cuenco. 

cugucía, cierto derecho contra los bienes de la adúltera: 

en Cataluña llámase cugur, en cut o al marido 





pa buey: se usa en las ii 


O [ta morcón: [| y MORCILLA CULAR d Mi- 
chos la ofrecen y d pocos la dan; p: 

, A, Clueca: [| a, Lorta, en a tapa se suelen por 
ner huevos duros: en Valencia y Murcia mona, según 
la Academia. 

culera, EN la parte del pantalón correspondiente á las 
aposentaderás. 








en 205 


CH 


Chácharas-máncharas, n., cháncharras-máncharras. 
chafar, d., machucar: (/ c., dejar 4 uno burlado, con una 
salida que no esperaba, 
+ d., hablos: platicar. 6 
n., campechano, franco y descuidado en su 
conducta; y poco propio en su vestir. 
m., laguna accidental ó temporal. 
chanada, n., percance; desgracia; avería: suele usarse en 
forma admirati: ¿ 
chanchullo, d., bshorrina; conjunto de cosas desprecia= 
bles: [Im., confusión; desorden; revoltillo (6 rexoltifo, 
que no incluye la Academia): tiene bastante conexión 
con la voz chandrio: |) m., cualquiera composición ú 
operación mecánica, mal ejecutada, 

, D., ramera: es singular, que en Navarra signifi- 
case, por el contrario, mujer de buena opinión, 6, como 
Yanguas dice, dueña. 

, M., desbarajuste; cualquiera de $ des- 
perfecto causados, principalmente, en muebles 6 





ropas: en Navarra tiene el muy diferente significado, 
de hombre apto y laborioso. 
), d., flojo: desaseado, y nosotros añadimos que 
haragán, ocioso y va, 
chaparrazo, d 





y chi ue ifican, 
la primera, coche ancho que ti muy To cielo $ 
tejadillo; y la segunda, mata de encina de mucho folla» 
je y poca “altura. 

y d., chapotear. 
a., especie de sombrero Ó bonete. 
chapeo, signo de primogenitura; en los príncipes de Go» 








cn 207 
muscritos de D. Tomás Lezaún, y en un epigrama 
<ontra los frailes, que ereemos suyo, se lee; 


Todos son aduladores 
Y de lodo CHIFLETEROS. 








chilo, RNA ¡ en Aragón es común, aun entre per- 
sonas cultas, el uso de chilar y sus derivados. 
m., en la laguna de oca; es designada 


EA coll IUaade PeraopS, 
eiquiciin a. chiquita. 
, de, pisto. 


Jocalías: usa esta voz el Conde de Villahermo» 
sa, en carta d su Archivero; 1577. 
chocar, n., agradar: gustar; excitar la hilaridad: ]) n., sor 
prender; causar extralicza. 
, zambra: voz comunicada. 





Da, n. 

chorar, n., hurtar: parece voz rufisnesca Ó de germanía. 

chordón, $ frambuesa; zutno de fresas: también se dice: 
cl la 

chorrada, n., caída ó exceso gracioso, en la medida de 


Chorrotero, h., ENDONERO. 
chorrotón, n., resposeno: [| n., mancha considerable 
producida por algún líquido vertido: || m., el mismo 
acto de desprenderac, fortuitamente, algún líquido. 
d., vaca: [| p., ternera. 
M., retozar, dar muestras de inquietud, travesu= 
ra y alegría. 
hoto, n., berrinche. 
chovo, zurdo: úsase en Borja. 
chuflete, chiflete; chiflo d silbato. 


€hulapo, pilluclo. 
chulo, a de labor, sin encargo determinado. 
4, lonja de tocino. 








D 209 
nemos 4 la o E a la propia des» 
dicha y de Los Tellos de Meneses. También la usó el 
As == Quiñones de Benavente, en su entremés, 

al . 
, documento en que se responde de alguna 


deuda. 
decena, á., compañía de diez personas. 
iquito Á una cuenta. 





do. 


n., manteca de (are pes se conserva mu- 
da y depurada de los chi- 


a, despedir el rey á un rico:bombre, ó desna= 
ie éste, previas ciertas formalidades. 
m., lo mismo. 
desafiliación, n., la acción de desafiliar, 
desafiliar, n., desafijar. 
desafío, a., la carta ó recado, en que el rey manifestaba 
la razón a despedir á un rico-hombre Ó caballero, 
privándole de sus honores y feudos, 
), 310 8 





) M., cobrar lozanía y robustez: || m., des- 
empeñarse una cosa. 

) ausentarse del pueblo, corporación, etc. 
destetar; quitar el pecho á las criaturas; en 





', destetar d los becerros; desvegar, 


desacostumbrar. 
, d, retal; trozo de tela; (1 d., el tanto que se pagaba 
en dinero cuando en los diezmos no llegaba al número 
especie. 
descajerar, angostar el cajero de una mia. 
descarcañar, n., dc lobalAs só 
degordsr, a., desapuntar ó cortar; desbilvanar las piezas 








210 D 


desemparar, n., quebrantar la rd. 
desenronar, a., olor la enrona de alguna parte. 
n., desesperación. 
, ), M., desvergonzadamente: en italiano 
afocciatemente, 
desfachatado, 


, n., insolente; descarado: en italiano £fac- 


elato. 
desfachatez, n., insolencia; desvergUenza: en ¡teliano 
sfacciamento, ¿facciatagine 4, », 
, M., desaseado ó descompuesto en el 
desmazalado en la persona; extenso y mal distri 
en las habitaciones. 
', M., deshilachar. 
soltarse á hablar ú obrar; perder el enco. 
gimiento que antes se ten: 
3., desmayo; congoj; 
, persona resuelta y poco cuidadosa de 
3U persona, 


, M., prenda ó pieza de hilo para aprovecharla 
en paños, vendas, etc. 
, di, retal: (1 d., parte de diezmo pogeda en metás 
lico; úsase también escay. 
, A. (véase subía DACHOCA). 


y 8., retal. 

pr de n., desgobierno; desorden; calamidad; y así se 
dice esa casa es un deshecho. 

deshiladiz, a., filadiz 6 seda que se saca del capullo roto. 

desinsacular, a., sacar del cántaro ó bolsa alguno de los 
nombres allí insaculados, con lo cual se le excluía de la 
Sei Es 

desjuñir, d.. uncir. 

desmadejado, d., flojo; desmazalado: son castellanas des- 
madejamiento y desmadejar. 

Pm M., SALCE. 

desmote, n., la E efecto de desmotar la lana. 

desocupo, desocupación, desocupo de hombre, estar 
todo el día cortejando Es criados 

desolador, a., sitio para desollar reses. 

, acabar con la paciencia de uno: es muy 

diferente de impacienter, y aunque no hay motivo 
que esa palabra sea puramente aragonesa, €s lo 

















A 


PE Y 











pD at 


que se usa E mucho y que no está admitida como 
española por la Academia. 
|, B., punto de conve: ó e 
de dos carreleras; encuentro de dos vías cualesquí 
, desorientado del camino; descaminado. 
pr o palleja Jar 
, D., des; 13 ar. 
esarrollarse; 


, M., des soltarse en la conversa» 


., salida; desaguadero. 
1 perdida G:ezcavio: de algona E algas 


reses. + 
destajar, n., deshacer el hatajo del ganado. 
desterrarse, ausentarse mu pee busca de mais 
diversión 6 espectáculo; y así se dice, Zaragoza se 
ha desterrado para ir ver las maniobras. 
4., tejido de lana ordinaria, que sirve para ta- 
petes y alfombras. 
destroza, n., destrozo: usa esta voz cal D. Agustín 
Alcayde en su Historia de los Sitios de Zaragoza; ya 
en E o tuvo un impugnador de sus noticias y de 
su lenguaje. 
E  destripaterrones: úisase erp voz en 
un pasquín que se fijó en Zaragoza el 2 de Ábril de 1776 
y, due ha sido publicado cu la Revista de Archivos, del 


de Junio de 1874. 
desvezar, cortar los mi es sa viñas, por la parte 
madre. 


jue $e comunican con . 
dela, m., húmero mínimo; y así se dice, y está manda- 
A pa 'ivo, el que no posea DE- 
TALLO de ovejas. 
Movalles, hasta donde llega el agua, en su mayor altura. 
deverías, n., tributos personales, us los ricos-hombres 
cobraban de cada casa de los llamados antiguamente pa- 





a O, Heros á veces se 
utilizan mu: nto la 
So mchachol E 


voro de m: y Es 
dica, d., hasta. gos 


personifica á los niños 
ropa, diciendo: ¡qué de- 











diermador, a., pS de diezmos. 
As hemos leído esta palabra como si» 


7 






sesiones. 

dineral, a., medida de vino $ aceite 

dien do los peoido 
dinerillo, a., moneda de cobre de más de un ochavo y 
menos de un cuarto. H 
dinero, a., ochavo || n., moneda inaria de dos mara» 
vedises y dos tercios, Ó sea la ¡sexta parte de un. 
sueldo. 

dir, decir: de uso del vu! eS 

disante menor, n., nombre que da Cienfuegos 4 la planta 


yd is también E 
dominicatura, a., del Señor: 
doncas, n., en documentos antiguos como ya se ha visto 


dulcillón, cierto vino de Cariñena. 

duncas, n., voz ant. que parece significar con tal de; d no 
ser que; en el Diccionario de Antiguedades de Navarra 
se aplica del mismo modo la palabra poxcas, dado caso 
que; d no ser que; y tiene alguna analogía con la Jocu- 
ción también antigua, Ñ 

durasnal, n., durazno 6 duraznero; árbol. 

duraznillla, d., durazno; fruto. 


Ebro, d., se usa la expresión no estar para echar gatos 
al Ebro, como equivalente á estar miserable; pusarlo 
con estrechez; no estar para derrochar: || n.. comer más 
que Ebro, devorar: || n., ha de bajar mucha agua por 
el Ebro, ha de pasar mucho tiempo. 

echadazo, tendido por poltronería; |] woz expresiva que 
o en representación de otras, como largazo, 


30. 
., Se dice estar en edad, por el tiempo en que aun 
A. lares y bs sn 
efemerón, ficbre; erupción ú otra turbación en la sa- 
lud, que panal dura Ss, día 6 poco más, 
y mude acometer con especialidad á los niños. 
: d., albacez. h 
), M., tributo que se conoció con este nombre en 
Aragón, según Blancas. 
, M., almilla. 
embadinar, d., encharcar. 
embafar, d., empalagar. > 
embarralar, n., meter el vino ú otro líquido en barral 
por extensión en cualquiera otra redoma. 
y €», hilvanar, 
0 5 llenar de estorbos, I| desembelecar, qui- 
08. 


emberar, p., la sazón de las frutas; tomar color, 
sobre todo las ovas. e 

















2 E 


embero, p., el color que indica sazón en las frutas; y la 
misma uva ó 
,.7oz de Sericultura. 


a dl pao 


di 
emologar, | e confirmar; ratificar Ó Pi según se 
lec en las as Abejí E 04. q% 
su pued pasivo se usa en 
Irdinaciones de Zar 'agoza: el 
) Day Sa AA sentido de excep- 
ción ó Amparo 
mezcla de paja con agua y á veces un poco de 
sal, para Sa ú las caballerías cuando están enfermas, 
, pastel ensuciado; mala salida de un ne- 
¿emi embrollo, 













o 
una ca 
Academia, que admite lor 
entre 
a (véase EMPANDULLO). 
, Empapujar. 


empara, a., emparamento 6 inventario. 
, 2., acción y EE copan homo: 
A e eo EA pin po 
miento: || n. tico Mn, n E 
en Cortes de Cataluña, 20N 
, M,, emparemento, emparatoria; manda- 
miento de secuestro. 
el que pide ó ¡pes el secuestro, 
emparar, a., embargar ó secuestrar; y mejor, inven- 
tariar. 
empedrear, d., empedrar. 
empeltre, olivo Fsetado 
empenta, 'mpujón; empellón, 
ni 







de a prenda. 
na licar una bizma: || sacar á uno el 
nero, con dies cal le; 4 comprometerle en un 


negocio, de pérdida 
en, n., precediendo al Añaldvo, como en castellano al 











opa la Ele Pr UA 


mos. m., partícula relativa, usada, como en 1 haga 
francesa, en las expresiones m' en voy, por me voy 
eS) uÍ; m' en canso, por me canso de bo Apo oe 
le después en varias da 
alld, te diremos lo ce Raras cando 
solecismo, se diría bien, en llegando.—Significa tam= 
bien Don, tratamiento usual en Cataluña y en los do- 
cumentos Jemosines, y no infrecuente en los arago» 
eses, 


Cantar o usage ; procedimiento. 
enantar, m., Duca: So tespreta 
El Códice de las Dio vagón e e siguientes 
Juesen que 


a E las A que notari. 
PAR em aque 


Mes ente la Justicia do Ara, rogó marca Ó que 
rría exantar personas Ó bienes de algunos, etc.; que si 
no viene el día de Ramos por kNANTAR en las cosas 50+ 
breditas, etc. También bemos leído fué mandada cort 
e, ee AS pr, exaNTan en los ditos feitos. 11 Ale 

parece, como, emplazar; citar; Ó hacer com+ 
Fl, r. (Véase el Privilegio general). 
enanto, proceso, 
mudo de estupor. 
. desmedrado; imperfecto de nacimiento: // d., 
de ánimo apocado y ruin. 

enavesar, d.. trasponer, 

vino que se mezcla con aguardiente 
¡becero. 


encabezar y encabezarse, n., verbos de donde nace el 


par pios anterior; y que también son usuales en Aragón. 
Mes O 








Códice de los privilegios de la Unión. 
encanarse, n. ¡res demasiado en la comecón 
eternizarse hablando: [| m., pasmarse á la fuerza 
Voro ó de la risa: la Academia sólo admite el primer 
afecto, que á la verdad, es el más común y adecuado. 
encantar, d., vender en almoneda. 








encante y encantillo, d e en que se venden las co- 

a pr 
, M., cubrir las bovedillas $ cualquiera otra 

obra con cañizos. 

a Do, ce papa rs 

d., irritarse; incomodarse 

encartar, n., one acción criminal, contra el obli 
en instrumento, en que se juraba, no pleitear, 
(Vésse á Larripa en sus Procesos 

encensero, incensario: se lee, en documentos medio le» 
mosines, medio aragoneses. 

encercar, n., inquirir; investigar: es antic. y deducido 
de documentos tinos, y Ed consiguiente dudoso. 

encerrona, n., en el juego del dominó es, dejar 
bas puntas, lbn mismo número ó palo, cuando odos 
están jugados, en cuyo caso ya no pueden jugar las 
fichas que se tienen cn la mano;—en general, se de á 
este lance el nombre de cierro, y cuando los tantos que 
se cuentan son muchos, entonces se ama encerrona, 
En Zaragoza es más usual que en Otras partes y por 
consiguiente, se halla muy adelantado el juego 0 
aludimos, de cuyo tecnicismo incluiremos chalro Ó cine 
£o vocablos, 

encetar, d., decentar: || d., empezar: la Academia escribe 
encentas "para la [ significación, y aunque omite 
la segunda, pone la de encentador, el que encienta Ó 
empieza alguna cosa. 

encomienda, depósito, 

en , B., conjunto de cuerdas de una guitarra Ú 
otro instrumento de cuerda. 

encorrer, d., correr tras alguno para cogerle: es verbo 
activo. 

, M., vale tanto como entredicho, d ji 

por el Códice de las Uniones en que se lee, que 
mos soltar al dito seymor rey el excontimexro de los 
ditos castieyllos € que non los alienenos. 

endurar, a., pp hambre; a 

enfarinada, harina ont mezclada con agua, que, 
dada á las vacas, les proporciona leche pronta. 





E m7 
engafetar, n., enlazar los gafetes macho y hembra; 
engalzar, d., encorrer. 

» oro: neralmente se usa ess la 
con perla, Ñ GS 





pets la a 
pi e 


eo: adas d tierra las mieses, por viento 
Muvia. 


engluciar, d., mirar con intensión; hacer gestos para 
seguir alguna golosina, 
engoltas bohardilla.ó falsa. 
, EStrenar. 
así se designa cierta variedad de peras y pe= 
rales, que otros llaman de Don Guindo. Subido es que 
en lemosín, el tratamiento de Don se expresa por en. 
y de ,, sumidero. 
¡brado, picadura que se practica, á menudo, en la 
muela harinera, para hacerla más moliente. 
, M., intercalar; incluir; y aun confeccionar 6 
com 


enjaus, n., prórroga en el pago del arriendo de las geno- 
ralidades » oo tributo público, y como, d o se 
concedía sin causa justa y producla un lucro contra los 
caudales públicos 6 de corporación, de ahí las frases 
hacer enjaues; andar en enjaues; e con en- 
E etc., equivalentes á las más vulgares de andar 
3 ba en cuyo sentido admite la Academia 

pad Qe 
, hacer cierto género de ensambladura, en los pisos 
¡na casa, cuando las tramadas tienen que interrum= 
pin y y ofrecer algún hueco para escalera, chimenea, 


.enjuneiar, n., cubrir de juncia las calles y plazas para 


a hombre cubierto $ embozado en la man- 


ta, la cual forma del traje al és en la clase 
nalera y parece pue recuerdo del albornoz a 








enquesta, privilegio de cast 
criados, "Egin recordamos 
ri tente-mozo á un sera galero: 11- 


ensebunado, oxidad 
oxidado. 


), A., enredarsez entrelazarse; enmarañarse una 
cosa con Otra. 
enrona, a., escombros; desperdicios de una obra 
enronar, envolver con escombros: [| n., metafórica- 
mente, e dice de alguno, que es tan rico, que mos 
enronar d onjas de oro. 
enruena, d., enrona. 








enruna, p., enrona. . 
enrunar, enronar. 
ensimesinado y ensimismado, n., el que está distraído, 


metido eo sí mismo, y absolutamente extraño, á lo que 
pasa en torno suyo, 

légamo que deja en los campos una inun- 
dación. 


ensobinado, e se dice de la res enfermiza. 
ensobinarse, d. ., caer una caballería en postura supina, 
con riesgo de perecer. 

, B., enjundia ó gordura: úsase también, meta» 
fóricamente, para denotar a y es todavía más fa 
miliar la palabra da 

entalogado, el que metido en un saco, compite con otros 

en correr ó andar á saltos; diversión que, generalmente, 

se prepara en las fiestas locales y que tiene algón pre. 
mio señalado. a 
entaquá, hasta a 

par oro curso de las aguas para elevarlas: 
E] la detención es natural == la por la creci. 
da de otro río, en el cual a. 

entibo, remanso ó remolino de De forma en el 
lecho de algún río, acequia ó == te 
troceso de una corriente por la que le ofrece 
para el desagle, otra mayor: [| ión 
del agua, por desviación que se le jee hago al po Dc 
A a E 
rica: || soltar r la paran: ¡ra 
agua cobre su curso y nivel habitual al: SS 











entornar, d., hacer dobladillo. 
entorno, n., dobladillo. 

, tl armado de trallos, generalmente de olive- 
ra, para cerrar ó disminuir alguna abertura; por ejem. 
plo, en los pozos negros. 

 d., entrada de religioso en alguna comunidad; 
la Academia lo incluye, como provincial de Navarra, 
var, de, Epia de hierbas la hortaliza, 
entrega, n., restitución in integrum. 
, M., entripado; en ambos sentidos, recto y 





en 
figurado. 
entriparrar, n., ocupar demasiado el estómago, algún 
manjar indigesto comido en abundancia. 
', €., embudo: la Academia añade, que grande 
y propio para pellejos y toneles, esto es, para grandes 
capacidades. $ a 
+ May COZALZOL ¡er guerra entre varias 
sembiando discocales: la Academia adrnica laos 
Ls Bos ás bi l conj di 
¡uipaje; Ó más bien, el conjunto de te- 
da $ establece. ; A 


Pe a., miel virgen. 

n., era $ plantel de tierra, para cultivo de verduras. 

error de proceso, a., con que se nota que alguno es tan 
bábil que, aun convencido, se libera de la pena. que le 

Ll le 






ande cacalria la en el agua, d 
lir, extender la ropa y agitarla en el agua, des 
DADOS pas de labo. pu 
, romper el tiempo en Muvia 6 aire. , 
PILA), escapado de su cauce, por rompi- 
miento de éste. 
', d., asombrar; espantar la caza, caballerías, etc. 
, desbarrigado, pero no en el sentido de es- 
caso de barriga, como dice la Academia, sino en el de 
herido en el vientre: usa eso palabra el rey Don Martín 
en las Cortes de 1388. 
n., desbriznar ó entresacar de la flor los estama 
bres del azafrán, 
), desperdicio del lino como la agramiza lo es del 
cáñamo 


escacear, n., desmenuzar la piedra, el yeso, la cal, etc., 
para molerlos después más fácilmente. 
yd despactiiras, E ajos apiatie E 
, di, despachurrar; 6 mejor, a; machucar: 
Md, hasquear; de '” burlado. % B po 
¿0., igual significación que la anterior, pero 
de uso del ' 
escajerar, rellenar el hoyo que se abrió para alguna plan 
er. “paso To tad il angosto, retorci- 
mon! a, :neralmente 
do y Ps sobre roca, E cual ofrece un escalonado, 
unas veces puramente natural y otras empedrado, átre- 
chos, de industria. 


£., peldaño; escalón. 
ie: de caracol Ó de ojo, como dice la Aca- 
calfocido, Horecido, do, £ perder: 
Bon ) esto es, em lo. se 
aplica á la fruta, al queso ó ¿cualquar comestible que 
se enmohece, según la Academia. 

, €., Draserillo. 

escaliar, n., culturar 6 poner en cultivo tierra que había 
sido abandonada, y en este sentido lo usan las Obser= 
yancias y cl erudito Cuenca. Peralta no incluye esta 
yor, pero sí la de escachar uE que nosotros no. 
hemos incluído, por suponerla error de imprenta, que 
se corrige con la voz ESCALIAR: 
guos documentos de Navarra. 

, dí, sacar el rescoldo ó remover el fuego; a 
idioma provenzal, CALIVAR, QuUEMOr; ESCALFAR y tar; 
RECALIVAN, Volver d calentar: en catalán, ESCALIVAR, 6S- 
carbar y cocer al rescoldo, 

escalla, cierto fruto cercal criado en tierra de poca fuerza, 
y propio para alimento de animales. 

estamochear, a., pavordear ó javardear 6 hacer las abe- 
segunda cría, después de la principal; scparándose de 
madre, en corto número, con su macstra. 

, se aplica al que es mal figurado $ desarro» 
lado y, por otra parte, carece de animación Vo 
escampar, d., tender el estiércol por la tierra; Ñ +, derra: 


mar granos ó semillas. 
escandallar, n., computar el valor de una partida de ga- 





jase también en anti 








nado, haciendo de él varios gru ¡pos con las reses más 
; tirando desde otro corral ó aposento una piedra 
“cada grupo; pesando las nod: ha tocado cada 
fon callando por pe de adoos cidos 
se a aci 
A A 
ens d una, marcundo como tipo las que hacen un re 






ero di diez, En castellano tiene 
añ mean a e dd por 
LE examinar; en italian: sen 

EA mejor deb nido, pues responde en sentido 


ú inguirir, averiguar, etc., como en Casti (Nov, 153 
Da scandagliar gli altrul talenti d fondo. 


escandalo, n., operación de escandallar: || m., la res que 
se saca como li llm,, A EscanvaLLo, modo adverbial 
para expre quese vende un ganado escandallándolo. 
tarse; ahogarse de una tos muy 


escaño, d., féretro. 
', Se usa en la frase, uno 
la frase, echar d uno d escaparrgr, 

para denotar que se le despide de mala cara ó que se le 
contesta agriamente. 

 M., insecto de los coleópteros. 

DE n., enfermedad que suele padecerse en 

Ll 


escarmentar, echar á las lumbres agua fría, cuando su- 
ben por el hervor. 7 
(), 2., 4 horcajadas. 


EA 

y De machucar; c<bafar; quebrantar: también se 
dice, esclafar los huevos, por cascarlos, partirlos Ó 
abrirlos. 

escobar, c., barrer. 

esco! e descubrir; alzar el velo á alguna cosa, 

|, escarmentado. 
escolano, n., ayudamte del pr MAyOr,, na el AE 
le argo as especie de coadjutor: 

bién, llamado de la limosna, se ve, en y ra 
a de Po 1V: ll sa 6 acólito: listo; avis- 
pal 








A 
escombra, n., escombro: la Academia admite esta voz 
como el hecho de escombrar. 

éstas y las almuestas ó almuertos eran 
derechos en ie que el rey cobraba del Almudi de 
Zaragoza: habla de ello Jiménez de Araglés en el tra= 





escomenzar, 
Fernández y no 
, 2, escondite; juego de muchachos. 
escopotada, d., escopetazo. 
escorcar, n. (véase EsMOLLAR). 
d.. túrdiga; correa de cuero ancha y sin curtir. 
levantar la corteza Ó piel 4 lana cosa; 








escorchar, 
oorciia: polluelo impl 
Juelo implume. 
escorchón, n., desclladura. 
ica 
, en significación de comy como + tamil 
se dice Es he descornado obalando y Otras locuciones 
«omo ésta. En una colección de refranes leemos: bEJam- 
Lo nxscorsar; frase de que se usa cuando no se quiere 


meler paz. 
escorrodezo, n., tanal por donde se facilita la salida del 
agua sobrante de un riego ó del término de una acequia: 


Ilm., el fondo de la vagina: voz de la gente inculta. 

), A. , ESCOBREDERO. 

', M,, ESCORKEDERO; usa aquella voz el Conde 
de Sástago ca su lujosa obra sobre el Canal Imperial de 


Aragón. 
escotolarso, d., frotarse el cuerpo con la camúsa, mo- 
viéndose. 
), £., instrumento con que se sacan los es- 
CULZTNOS. 
de ración, n., oficio de la Casa real de Ara» 
gón en el siglo x1v. 
escrismar, n., descrismar. 


» lo; deshecho de ho 
tributo; en un documento se les por los 
EscuaTnEs de la Iglesia. 
escudillar, d., echar caldo en las sopas, el chocolate en 





los DT 6 jícaras, etc.: || vaciar el puchero en la 
fuente Jia oli, ds pues e Ls ice: escudillar 


la co Ar de lo EN me pedía: Ls un secreto, 
Y. B., y 0 le revelé mi plan, y el lo escudilló al punto 
en el isatro: Iescupitiar La sora, calarla Ó echar sobre 
ella el caldo; acepción que hemos visto en algún Diccio= 
nario. 
escueznar, 1., sacar los escueznos. 
po Ay “pulpa 6 carne de la nuez tierna: úsase en 
lural. 
escalaragujas, ci teto que algunos aplican 4 los sastres, 
y que usó, en un informe ante la Audiencia de Aragón, 
un Abogado de bid nota, que pasaba por discipulo 
del famoso Almalilla, 
Ma, escopeta; escupitina; escupidura. Gue» 
vara dice, escupec 
', venidero; el notario Beneded, en 1283, con- 
elvía su acto público sobre la Virgen de Leciñena con 
labras: las sobrescitas cosas..... escriptas é tes= 
difcalos en mi É protocollo, mesas en memoria del *sot= 


esdovenimientos, rendimientos 6 productos calcu- 


estiadiz n., filadiz; desfiladiz: usan aquella voz los £ L. 

, quitar los oa vicioscs que salen de un 

árbol 6 los sarmientos de las pu 

povcptle tomea la fuerza ria; 

cluye, en el mismo sentido, como N: 
rrocinar. 


estullinador, n., deshollinador. 
.esfullinar, n :, deshall ORT. 
esgarrar, 1, y 
: dy elefecto que nos causa la lima, cuando da 
en falso: 1 d., espeluznarse de horror. 
LA rrón; 
), desarrapado. 
BA pis á gustar de una cosa: |] ir to- 








mando el gusto á algo: |] estrenarse en ciertas diversio- 
nes y placeres. 
eslava, n., pendiente lisa por donde resbala el agua. 
eSMANFAMAZOS, io des e persona de poco 
vales, principalmente del estado llano: || equivale muy 
aproximadamente, al castellano echa cantas. 
esmediar, n., disminuir la cantidad de algún líquido; y 
se aplica, comúnmente, á los que están al ra 
cocer; úsase también como reflexivo, y hay quienes lo 
pronuncian y escriben, A 
(uorIa pr), por consunción: voz local. 
esmerado, n., líquido que ha disminuido en peso y vo= 
lumen por ebullición, 
esmerar, n., conseguir la disminución de un Hquido 
medio de la ebullición: _ ryan retecno, 
'e0smo, n., tino; tiento; y así se dice esmo; 
mucho en el Alto Aragón. En catalán se usa esma, 
esmollar, n., quitar la cáscara verde á las nueces, ave» 
ESA otras frutas: [| m,, desmoronarse las obras de 
tierra $ de construcción deleznable. 
, 1., desportillado. ' 
esmoscarse, n., desaparecer sin ser visto; ausentarse mas 
liciosamente. 
, de, deslizarse: escurrirse; zafarse. 
|, M., juego de naipes; acuso el tresillo; entre los 
papeles manuscritos de Lezaún, hay una carta escrita 
en verso desde la Zaida, en que se lee: 
Mi mayor divertimiento 
e Cia de espadilla, 
en el cual gano tres reales, 
en cuatrocientas partidas, 


ospalmar, B., quitar el polvo á la ropa, trotándola con 





manos; así las leyes palatioas de Jaime II de Ma- 
llorca, en las cuales también se balla spalmator, según 
Ducange. 


, M,, miserable; piojoso; perdido; hombre que 
no tiene sobre qué caerse muerto; es voz local. 
, m,, cubrir $ aforrar con esparto lag, vasijas de 
vidrio; se usa también en el adjetivo 6 participio pasivo. 
|, m,, gavilán: tombién rsranver. 








E 25 


espatarrarse, n. Ly Ar tarrárse: del. modo pierden 
en Aragón tad los demás a a > 


Si hay un Barranchán 
que al mundo EstATARnA y 


dice, en sentido metafórico, uno de:los varios copleros 
que se desataron, cruelmente, contra la Soci Eco» 
nómica Aragonesa, en 1785. 


especias, perfumes. 

espedera, A. ha 

espedo, a. CO 

eqpeniedos: ga Ó vara, que tiene dientes de hie- 
roo á la punta, e a para colgar y descolgar cualquier 


objeto, 

esperreque, d., niño ú hombre mal sano 6 regañón || d., 
cosa despreciable, 

espeso, el que abunda mucho en alguna parte, ó se ciñe 
demasiado, d una compañía 64 un negocio: tiene pas 
recido con caldoso. 





espichar, d., morir. 

ospiella, ex ; escanda d especie de trigo: lo hemos 
lo, en mentos oficiales, 

espinái, d., espinaca 





en a partes es] 
emplea esta voz el LD Martín, en el Dis. 
a bra AS 
este pasaje: su cuerpo? 
¿E cuántos esvarriga pa a bio 
e Doy a en movimiento, los machos cabeíos 
fuiones herir Les b 
0 rro tcas, acer 
aros e dE metafórica Ó credo del niño 
mal educado. 
£., CENCerro, 
he 'a., cencerrada, 
esquilador, pS 





esquilador, para denotar que se ha comido, bebido 6 
tenido otro goce, hasta el exceso. 

), d., cencerro: [| n., esquileo. 

e lsncan XL), sacar todo el partido posible de un: 
derribar á golpe, el trigo respigado. 
la la limpia de las acequias. 





, se dice, del ido metido en el establo. | 
estabular, n., meter el ganado en el establo. 
estadal, p., librito de cerilla. 
estadalera, palmatoria; esto creemos, en vista de los 
nificedos de esraval y del inventario de las joyas de: 
Universidad en 1781; en que se menciona una de aque= 
Das, de peso de nueve onzas y cuatro arienzos. | 
), M., división que se , en los grandes corra= 
Le para colocar las reses, con la separación conveniente, 
', M., quitar el talón á la media ú otro calzado: 
se dice del zapato que va destalonado,: cuando se le 
dobla el talón, para llevarlo debajo del pie. 
, 11., perdonar; voz ara anticuada, según 
el Indice de Blancas: excusar; ahorrar; economizar: esto 





estamento, a., cada estado Ó brazo, de los cuatro que 
concurrían á las Cortes de Aragón. 
', madero que se arrima á una pared ruinosa, 
formando dngulo agudo con ella y afianzando en tierra. 
estanca, n., gran porción de agua estancada: es muy 
aa en Aragón la de Alcañiz, célebre por sus buenas 
anguilas. 
estancos, M., terrenos acotados y vedados, ya de purticu- 
lares, ya de propios: dehesas en que los ganados pueden 
entrar ciertos meses del año. 
estarel, medida de áridos: el monge Martón habla de 
a estareles de trigo importados de la isla de 
S a. 
estatuecer, n., estatuir: se ve que se usaba ese verbo, por 


E 21m 


las muchas veces en que se encuentra la tercera persona 
del indicativo siatieot, 

estatuarios, n., procesos. 

estema, n., cada mutilación; perdimiento de miembro. 

estemar, n., imponer la anterior pena que tal vez se €X- 
tendería 4 la de marcar con hierro ardiente, Berceo 
en su poema de Santo Domingo dice; Hasta que de la 
Jengua os haya estemano, que Janer interpreta privado. 

: Mámase también estrepilla. 

esterno, n. (véase cisTERNO). 

esterza, n., éuda uno de los trozos ó suertes en que se di- 
viden para su arriendo ó aprovechamiento algunos 


montes. 
estomizarse, descalabrarse, k 
eroramcia,. . dice en algunas localidades, yo no pago 


estornija, a., tala; juego de muchachos. 
ar 


estozar, > 

estral, Bo, destral: el diccionarista Rosal trae la palabra 
RES ó achuela, que ya el vulgo (dice) llama estra- 
leja. 


Pera ver m,, baraúnda; ruido; desorden. 
d., trébedes. 
estremezo, a., estremecimiento. 
estrenas, c., augetas, en sentido de gratificación. 
', d., entornar 6 medio cerrar una puerta: nunca 
hemos oído esta acepción. 


de, 





E 


rereifa, 'que, nombrándose em 
y 


tanto ambos. 











F 229 


q0% moría sin hijos en edad hábil: vigente en Catalaña 
ta el siglo xv. 
exporga, n., expu 
esporgar, M., EN ILn., soltar los árboles y las vi- 
les parte de a Íruto naciente. 
a de a pr e sed y frío 


que ia e potestad absoluta, podían 
imponer á sus os signo servicio, 
aby io. 1, imponer la pena de muerte por hambre, 
y frio. 


., traslado fiel de cualquiera escritura 6 ins- 
etcamenio público. 
sacar traslado - alguna escritura. 
a limpiar la casa; principalmente, asear los pisos. 





F 





acción y efecto de FABRAR, 

cada bres sacado de la bolsa de Jura- 

¡goza para votar á los qne habían de entrar 
los oficios públicos. 





en suerte pi 
; 2., Yotar con habas Ó bolas blancas y negras. 
fabolines, d., a de habas pequeñas. 
fabriguera, había Casa rasnicusña en 102 pueblos rea- 
'0s de Aragón, y sus diezmos eran para la fábrica de 
de Zaragoza, catedral pe no concluída; pero 
S. M. tenía de ello el Real Noveno, —Hemos tomado 
Erro de Zeregca, Ereado ¡cc iSipad 
¡rioóLs) a, o 
Boro, pad dello de e Dicolomanió: 
fabueño, d., viento favonio. 
fadiga, a., derecho que se paga al señor del dominio di- 
recto, siempre que se enajena la cosa 13 is. 
FABUE! 
ar, poner 4 los niños la envoltura. 
, envoltura para a á los o 
español tienco estas palabras significación más 




















Fr mi 


á Lucas Fernández, y 0 
ñor o Ende Codo eN que algunas Catedrales de As 
Hamaban en xv Jarsó AA 
tines de Jueves Santo; voz que vendría de farsa, por 
las preces rimadas que cerraban estos oficios. 

fatera, bobada; tontería. 
My VOZ "orense, que Ebo parece sino una de 
las a de aquella pa se ve Usa 
da en nuestros ff. en la E re ara 
dilación maliciosa, en la administración de 


la a idea. 
favueño, VANUEÑO y 


'AGUEÑO. 
heces de a ea pueblos limítrofes á Navarra. 
d., pesadez. 
, de bardo, pesado, con aplicación á las ne ln., 


Les demasiado incómoda, complicada 6 ma- 


femado, n., lo abonado con estiércol. 

femar, N., abonar un campo con estiércol. 

, el que y acarrea el estiércol, 
LA femeración se lec, en algún docu» 








fenal, d., prado. 
£or, bacan en el uso del vulgo. 
campos que se E á la redonda de 
vn puel pa ' dícese pto rms y 
), A, se usa en la frase dar ferrele, para denotar la 
as una cosa, y así s dice, dar _Jerrete d dos 
1 estudiarlos m 
a hoja 6 hierro de la la. En el famoso cartel 
de desafío dirigido por D. Pedro Torrellas 4 Jerónimo 
Anca, desde Zaragoza, á 4 de Mayo de e ca de 
lo pad odio Ja comedi; 
este título, escrita por Lope de Vega, se lee; pe cea 
pada de cuatro palmos de venxuza, d medida de vara 
de Aragón. 








22 r 


en Fueros mes. de Aragón hemos leído esta. 
e 
y o ideas 


hominem. 
ficacio, cuidado, atención, y así, pon icacio en lo que 


haces: quizá viene de eficacia. 
ácicomiso m., se da nombre de fideicomiso loral-al 


, 
o dci ic de a plas al 
My esti la la equivalen: esta pi 
Glosario del Memorial hisórico de la. Academia dela 
Historia: A pia eb entre las pa- 
Jabras A Jaume Roig en su Llibre de Conali 
usa también aquella 
hi N., travieso; desasosegado; inquieto; revoltoso. 
madero; Im., rostro; semblante; en. 
sr LN viga: 
liar: [| m., : lim. fila de agua; 





hs 


filarcho, n. 
ra ca Mas Ordo Ordenanzas del gremio de Torcedores de 
, 1611, se mencionan al capítulo Hd las tocas de 
algodón y de lino delgado, llamadas FuaMPÍAS. 
o, n., andrajo; retal; retazo. 
filureho, h.., bilarcha, 
, Polluelo. * 


Pp 
vilegiados, r el cual se mantenía á alguno en la pose 
si60, do Jos bien 


posesoris, titular, 
etcétera: J) 0., Eds jue expedi 'el Tribunal al que 
se valía raices frma: |) a.,, 
E EA O título como ley $ escritura 
lica: [I'm., firma de dote, los bienes que el marido 

olor dda mújer sobre su dote, 
firmalos, dueñas ó doncellas muy bien guarnecidas de 








nd ms 


westidn de oro é:sirgo e lana brostados de oro é cintas 
É-FIRMALES Ó cadenas de oro é de plata, dice un docu- 


mento antiguo. 

firmante, n., el que sc al al privilegio de firma. 
Pes, n., solicitar por sí Ó por otro, el privilegio de 

ES 

firmaticia, n., provisión 6 providencia en que se ascgura- 

oa poi de bienes 6 derechos. 
 d., resistero de sol. 

fito. fito, m., constante, no interrumpido: equivale al 
«cutio cutio: || n., rito, de hito en hito, 

fizado, -n., se dice del animal que ha sido mordido ve- 
nenosamente, y principalmente, de la oveja que ha te- 
tado al morgaño. 

fizar, d., clavar el aguijón la abeja ú otro animal ponzo- 


fizón, d., squid, 
e e hacer ó dar flico significa, hacer mala 
sa 


, M., aflojar. 
d m,, falto de acera ó cd el que alo 
fiorada, a., entre colmeneros, el tiempo que dura una for. 
florecido, WÉASE ESCASFECIDO. Lu 
Morín de oro, n., moneda de 20 sueldos en 1 y de 
16.en el reinado de Carlos 1, según Merino: hoy equis 
walente, según Yanguas, á 34 15. En la Universidad de 
Salamanca, se calculaba la paga de los catedráticos por 
florines de Aragón, según nos lo ha comunicado, el no- 
table escritor D. Vicente Lafuente. 
, focio, n., persona poco culta y de maneras 
bruscas. 
focha, n., gallina de agua. 
Logajo, D,, fuego; bogar; familia; en castilla, contribu= 
¡ón repartida por fuegos ú hogares. 
fogalizar, n., marcar con fuego el ganado. 
fogarear, n., quemar: se dice de la leña. 
€., VIDO. 
la Academia escribe bien fandillón. 
forado, agujero; castellano antiguo. 
a expatriados: el Duque de Villahermosa dice en 
1577, que los cristianos de Ribagorza estaban FonaJIDOS 














2 F 


pa sale muy bien del latín fora exi= 
fos (6 
forano, n., forastero: esta significación tiene también, en 

el Jeoguaje de la German 
forcacha, n., hi 

n. *jetcepción declinatoria de fuero, 

foridicamente, fuero; según fuero. 
forigar, necio: úsase en el bajo Aragón. 


en un medica de oficios palatinos de Jaime 11 se 
ofrecen pintados varios de ellos, entre otros el forleríñus, 
forlerio 6 aposentador, correspondiente al Traversier 
francés, y origen de nuestro iel, sobre lo cual 
de verse 4 Covarrubias y á Latassa, en el tomo 11 de su 
Biblioteca anti, ro Pese, 
formiguero, montoncillo de tierra, que se quema con 
rea en más terreno, como abono; tam-= 
'n se llama hormiguero y formill 
forro, n., aborrado de ropa 7 Unir se dice, aforrado; 
pero son voces locales. 
a M., mezquino; avaro; miscrable; ahorrador con 
sosa a. A, a mpalero en Costilla, cementerio. 
labozo: |] n., casucha. 
fractor, n., se llama fractor de firma, el que desobedece 
algunas de las inhibiciones 6 proridzncian; en el proceso 
privilegiado de aquel nombre. 
ha Eos ; frambueso. 
jenco, cerdo de media credida, ni pp de los llamados 
le leche, mi bien de los de cuel 
frao, a., fraude: úsase mucho este Vecablo, en las Colec- 
ci 

















dos pens 

frederical: n., lo a á los Fadriques; y así se 
dijo manto frederical, porque lo habían usado, en aque= 
la forma, algunos Fadriques de Sicilia. 

frogadera, n., fregadero. 

frente, con la frase aguiétate la frente, se indica que no 
se pretende ya cosa alguna. 


€ Erclita dice en el canto XXI! de su Arancana: 
Andas de tar banderas PONASIDO, 





B- 


un 25 


fres, a., galón de plata ú oro; también se decía freso en 
el siglo xv1; voz que la Academia trae como Castellana 
anticuada, Blancas, en su pie A 
eses, interpreta fresada oro por oro, 
Elando debe de ser ida de oro. 
, D,, ave; faisán-perdiz. 
fresca del arzo! m., el tiempo de mayor calor, du- 
rante el día, 


o ente. 
¡olento: la Academia usa además, las pa- 








'oriento, friolengo, iento h 
, D., en A de e de ara 
al folio 98, se pide enmienda de los daños que en la ál- 
tima guerra hicieron á los nobles los rrowraLeros del 
rey, delo cual se desprende que serían algún cuerpo 
de soldados de preferencia. 
frontinazo, d., golpe dado en la frente contra alguna pa- 
red, mucble, etc, 





e sign 
3 
felna, 140 garduña. 
fulco, d.. jeme: se usa también en Navarra. 

, A., se aplica 4 lo que no es de recibo, principal- 
mente á la moneda defectuosa Ó de baja ley: || m., asi- 
mismo á la persona de malas mañas ó equivoca con- 
ducta; y es más común para deprimir 4 la mujer: [1 m., 
también á las prendas de vestir que no son de buen 


to. 
falla, o impostura; de aquí deriva bien enfullar, 








furo, <., fiero; buraño; esquivo: Il d., animal coceador $ 
no domado: li a., hacer. 


queria, o co ¡entries y A 


destinadas ú la persecución de malhechores. 
fusta, n., pue pera panoda los cabañas 
fustdolz, rega! 


fuste, a., fuste cuarentén es, viga de cuarenta palmos. 

Tenial; imeccho, spúncel Clisario de Savall y ¿BR 
futesa, n., tela; cosa de poca entidad; parece nacer 
de fútil, y aunque no incluída en el Diccionario de la 
Academia, se halla en otros, como el de Campuzano. 
En la edición de 1869, ha incluído la Academia como 
española, esta voz. 


s 


Gabarda, a., mosqueta silvestre; planta. 
Wen d., volante 6 rehilete; juego. 
'n, A, ave: [| se dice del que habla mucho, princi- 
palmente con alusión á los niños. 
galete, c., corchete; voz usada en Aragón, en donde tam- 
bién significa perro para cazar conejos, según Dozy, 
), de, porción de manzana, naranja, etc. 
de, a 6 cortadura que dejan las avenidas Ó 
aguas decrom! e . 
galafatón (coozr Ex), m., rá uno ín 
galapatillo, insecto que a] á las mieses. 
galas, agallas; antic. 
galee, n., marco Ó aro y también rebajo. 
galdrufa, a., peonza: de este juego nacen otras palabras, 
aragonesas en general, que por su poca entidad no in- 


cluimos, como: quigue y quicazo, cuando la cac 
LA licularmente sobre el dinero: garram cuan. 
do lo desparrama con el clavo; ', cuando con la 
barriga, etc. 








o a 


galera, c., casa de corrección para mujeres. 
sado, n., el animal que ER salido persecución de 
gos, consiguiendo A 
gallina ciega, n., ave; caprimulgos europeas. 
gallinero, C., cozu la; localidad de teatro. 
gallipuente. 


, 2,, puente que, llevando una acequia, sirve 








óla vez ro 
gallofa, p., añalejo. 
gallón, a., césped arrancado de los prados, para hacer 
paredes, márgenes, bancos ú otras construcciones; no 
se halla en las últimas ediciones de la Academia, aun 
ss sí, como castellano, su derivado gallanada, tapia 
ibricada con céspedes. 
gallos (X), n., se usa en Ja frabe, hervir d gallos, para 
expresar un hervor muy fuerte. 

, zancada Ó paso largo Ó todo el movimiento que 
permite lx pierna para avanzar ó para hacer montar 
con ella, algún obstáculo: || vuelta; excursión, 

, d., darle ó no darle 4 uno la gana, querer 6 no 
querer; [| a., estar de mala gana; hallarse indipueno: !] 
a., mala gana, ja. En este último sentido, lo usa 
Avellanada en + Quote. 

ibas, hombre de genio blando; carácter poco 
activo. 

ganoso, se emplea en el proverbio, más vale hora ganoza 
ue dla | perezoso. 

, d,, extremos de herradura, reja Ó azada; cierta 

rte dentada Ó en forma de sierra, que tienen en lo 
inferior de la cabeza, algunos pescados, 

, M,, insecto hemiptero: [pn., enfermedad de 
los trigos, ocasionada por aquel insecto. 
, medidor oficial del vino y el aceite. 

) Oficina de medición de víno y aceite: es cos 
tumbre en algunos pueblos, arrendar el 01naprro Ó ex- 
<lusiva, de la medición oficial, y esto viene Á ser para 

Z AS ipal. 
garda, a., gavilla de mieses. 

y o ', 2, formar las garbas ó e me 
garbo (ox), con abundancia á prodigalidad; y así se 


dice, gastó de garbo, en aquellas flestas. 
parella, alcachofa: así <a, oda no despreciable 














poema de J. B, Felices, dedicado al torneo celebrado. 
en Zaragoza el año 1630. 
p. batueco 6 huevo huero. 
n., cubierto de madera, en donde se vende pesca- 
do: también las hay de quincalla, Dicc 
garlanda, probablemente, guirnalda 4 diadema; en Or- 
denación para coronación de las reinas se lee, salvo que 
no lleve Garxarba mí corona en la cabeza, 
y 2., va y vino de cierta especie. 
garra, cn la frase estirar la garra significa, morir, 
E A ao GAMBADA. 
garrampa, d., calambre. 
garrapata, n., se dice de la sección más joven 6 más 
desaplicada en las escuelas de niños, y. por a 
de la parte menos distinguida en cualquiera reunión. 
librero Cabrerizo, en sus Memorias, dice, ya nos espe= 
raba medio pueblo 2 E Fasa] soldados de GARRAPATA. 
garras, n., piernas delgadas: usa esa voz el Fuero gene- 
ral de Navarra (el mss., no el impreso) para denotar. 
en general, las piernas. 
garraspa, escobajo. 
garre: , patalcar, agitar y mover descompuestamente 
las piernas; Ó por estar impedido, 6 por dolor 6 coraje. 
garrico, campo yermo: se lee, en antiguos documentos 


meses. 
arca, Pp. algarroba. 
, 8, calcañar; y así, al que lleva las medias caídas, 
se le dice que las lleva al garrón: codillo de la res. 


garroso, d., patituerto, 


la; geral $ conjunto desordenado 
de gentes; en la Fábula de Finoo y las Harpias, que se 
halla recogida por Lezaún, en uno de sus tomos má= 
nuscritos, se lee, 
Y toda la GARULLADA 
de los dioses del Olimpo. 
gasón, a., césped. 
aa 
n., mojigata; hipócrita; mujer redomada: tie- 
pe alguna analogía con la voz gafatumba, que en caste- 


















a lo 





A 





o 239 


Cda significa, simulación de obsequio, reverencia Ó 
gataria, n., galera; planta: nepeta cataria, 


y Ma, hacer la gatatumba, hacerse el muerto: 
la Academia admite esa voz con significación algo di- 
ferente. 
Da de. 
, gualda, según Glosario. 

gavia, n., expresión metafórica, para motejar á uno de 
loco, travieso, Ó calavera: aa de bomberos: se lo 
hemos oído á un jefe de bomberos de incendios. 

gaviño, d., pretil. 

ó gayo, d., arrendajo, ave. 

Saya, n., pieza triangular de tela, que se pone en las cas 
miss y en otras prendas del traje, para dar ensanche, 
hacia la parte que el cuerpo lo requiere. 

gayata, 2., cayada 6 cayado. 

gaznatazo, boletón: ice admite la Academia 
gaqnatada, z 

, d., rentas generales: Jl aula, en la Universidad 
de Zaragoza: suele usarse en pe lo hemos leído, la 
última vez, en un informe del Arquitecto D. Tiburcio 
Delcaso, sobre el estado en que el edificio se hallaba 
en 1813, después de haberlo volado los franceses; l) 
a. aduana, 

4, aduanero. 

a., comunidad: [| a., contribución que se 
adeuda en las aduanas. Según Dormer se llama así, el 
adeudo arancelario, porque generalmente lo pagan todos 
y de todo lo que entra y sale de los reinos. 

), 2, contribuciones públicas. 

conil. genio y geniazo: la Academia define sólo, como 

jetivo. 

gente de la estopa, alpargateros, sogueros y talegueros. 
Según D. Vicente de Lafuente. 

, n., gestos; guiños; visajes; contorsiones. 
gerova (11 A La), n., ejercer el oficio ó industria de Gr 

ROVERO, 





gerovero, n., 1 . 1 :blos de corto 
indario, se destioa 4 acarrear de ls ciudades 6 poblar 
ciones más próximas, las provisiones y demás objetos 





ha J 


Eire Deli se usa en las localidades ra- 
gela, Crit pi labios gruesos; boca y aun me. 
A. 0; es, 
sillas 13 near mo Ue JasIGUE 






cuado: 
agitare: 


yde, ' 
d., multa ó pena, abuso en los: 
Elímenzar ; dy cucudir'á golpes, dable a ES ele 


m0. 
finjol, d., azofaifa, 
, M., se usa en la frase, no me venga V. com gia 
rolitoz, y equivale á no me venga V. con panas discul= 
alineros «campo e lrtole que praducan lo pla 
cam] le árl jue ¡ucen 
glanes, "bellotas de una clase pu is que se 
Jamente, á los animales. Incluimos esta voz, en plural, 
como siempre se usa; tanto por ser de empleo actual y 
frecuente, como por diferir en la escritura y Sy ifica- 
ción, de la voz glande. que, anticuada, admite la Aca- 
demia; como porque tenes sus derivados: a 
¡bernudo, n., se dice, de la persona de mucho: no 
6 de la que se afana en hacérselo todo. a 
, pieza accesoria de la lanza, á veces con picos, que 
se adaptaba 4 la manija: es voz que no incluye la Aca= 
demía en este sentís ino en el de pieza del yelmo y 
sobre la cual remitimos á la palabra noovere: también 
sigoifica sobaguera 6 guarda-axila. 
gonela, en la Corona de Aragón, dice Quadrado, se daba 
este nombre italiano á la aljuba, Ó pelote, ó quezote, que 
era una especie de tonelete, 






M., BIOSOr. 
p., Az., la olla 6 remolino que hace el agua: (en 

ción 1832 y siguientes). 
gorgojo, 1., nombre qe se aplica á los niños, para deno- 


tar, 6 su [o l su viveza. 
pod choza encierran los cerdos. 
en que se cerdos. 

gorrinilla, | cacireciao alo: 











o mL 


Pp», puerco Ó cochino: en Castilla, puerco de 
aun no cuatro meses. 
|, M., aye muy conocida, durante el verano, en la 
laguna de Gallocanta. 
cárcel en que entra el gorrón Ó eje de las 
puertas de calle, construidas con este giro y no con bi= 
Sagras. 
gosar, n., atreverse; osar; decidirse á una cosa; el pocta 
Leonardo de Sors dice, E 


Com no soso dir lo mal que sent. 


En documento de 1283 leemos, no cosana fablar. 

), M., traguito; también se dice, y con más frecuen= 
cla, gotico: la Academia no incluye esta palabra, mi la 
de gatas pero otros diccionarios ponen gota, gotita y 


Gaado, 1., se llamaban grados de bóveda los que deven- 
gaban la mitad de las propinas, según se ve en los 
fis del siglo pasado: la mitad que no se entregaba 4 los 
doctores, se destinaba á atenciones generales de la Es- 


cueta. 
gralla, fleje Ó tenaza de bierro, para asegurar las paredes. 
"vestidura talar; aunque la Academia 5 define 
así, pero antes de que esta Corporación existiera, 
no ser comprendida esa palabra fuera de Aragón, á juze 
r estas curiosas de Dil Murillo en el PÚNE 
1." de sus Excelencias: y Es ¡les que 
visten los Jurados en los actos públicos, se ll GRA= 
MALLAS, que no es razon dejar de poner nuestros 
Propios términos para que consten los es. 
y M., GHAMALLA: 88 leo en Andrés de Uztarroz y 
en las Ordinaciones de Zaragoza. 
granota, rana. 
grasonera, más comúnmente rasonera. 
gratar, d., rascar suavemente: Rosal lo deriva de grato, 
cosa dulce y gustosa, pero no, pues es un italianismo. 
greque, n., calificativo de cierta especie de uvas de color 














” us 


, 2, el ganado que herbajen: ¡1 m., el ganadero 
que tiene halbojtado á e Pta z 
herbaje, a., tributo que se pagaba de los ganados, á cada 
monarca, al principio de su reinado. 
M., €l que posee alguna heredad ó finca rús- 


derejía, n,, cualquiera falta, abuso, exceso de precio, 6 

lo que se separa algo de lo razonal por eso es 
palabra muy usual y poco ofensiva: también se usa en 
el mismo séntido, la palabra hereje. 


May cia. 
n., se llama en Aragón hermandad lana, á 
la absoluta, en todos los bienes de los cónyuges. 
hermanos del hospital, así se llamaba en Zaragoza, á los 
muchos llamaban Orates y todos locos, según don 
e es, Vicente Aramburu en su Relación de Fiestas 
1765. » 








, hueca del hueso. 


hilete, <., hilo delgado 
hilo, n., blo: al urto de la espada, dice Zurita: la Aca= 
demia lo pone como anticuado: || a,, Áilo de 5 


bramante: [| 1., hiledo; y así se dice: tapia de uno, de 
dos hilos, por los cuerpos 6 firmes que tiene. 

n., todo le que tiene mucho ornato, ya sea 
mueble, prenda de vestido, etc,; la Academia aplica esta 


tura. 

hombre del lo, oficial; ministro: es ant. 
hombres, n., el estado llano se dividía en ciudadanos 
honrados, hombres del signo del rey 6 de lugares rea- 
dos par: 






honor: 11 ací 
traducción que hace Baz Martínez de un documento 








y ur 


a Za , Y HUELGA de dicho pueblo y del de Perdi- 
¡emos sia en un periódico. 
tér, tierra de fo: en este sentido se usa en el 
del Cid, v. 1181, aludiendo á Valencia. 
o] ra, n., el que vende huevos. 
huevo en agua, «., huevo pasado por agua. 
huevos bobos, tortilla E pan rallado, aderezada en 
Il rwevos en calzoncillos, huevos duros con caldo, 
ajo, perejil, etc. 
hurta-dineros, a., hucha; alcancía. 





Tbón, a., laguna formada de manantiales ó arroyos, cau- 
sados por las nieves derretidas: tiene alguna analogía con 
la palabra tinóx, y no se ha admitido por la Academia, 
a es en sus últimas ediciones. 

imbursación, a., acción y efecto de imbursar 6 insacular. 
imbursar, a., insacular. 

Jmplas, ., úsase en la des de mi buen implaz, equiva- 

pte á de mi buen grado, 


lón, AiO Apia 
d., enconarse las 
corista de corta e 




















» P., pilón adonde-van las aguas que se han eme 
pleado. en ttcaldar Ja pasta de la aceituna: es provincial 
de Navarra y Aragón, y sólo se halla como tal en la 
última edición de la Academia. 

pa iria dond labora la li 

ingenio, d., tábri le se elabora la cera: la Aci 
nin dice, « «que cualquiera máquina en la mecánica 

'errA. 
ma a., cada uno de los jueces bienales nombra= 
por de rey, el Jogarteniente 6 los diputados, para in- 











» mu 


allí lo pasó afrentado todo el día: la Academia da una 
significación muy análoga. 
de malla gruesa, que generalmente se usa 


portear la paja. 
baso! n., especie de cabra montés, de pelo algo más 


ra 
fino, 
, A, se usa en el lenguaje familiar, como equi- 
Valente á las frases castellanas, ¡vaya una ada 


miren qué embajada! y 
y 4, zada. 
tí 3., cavar con la azada, 


, azadica Ó azada pequeña: diminutivo de jada, 
pero cambiado el sexo. 
jambar, n., aplanchar y dar la última mano al pantalón, 
en la parte que cubre las piernas. 
A., CAMAFErO. 
y enjambrar. + Ñ 
e de los lados de las alforjas; también 
xeque: es áral Ap m., moneda de los reyes de Ara» 
gon, y así dice D. Pedro, mis 4quES se meclaron con 
sus torneses igue de Raynouard). 
(Linea), M., VÍase LIBRA JAQUESA. 
, 8., jaropeo. 

', 2, jaropear ó dar jaropes: la Academia in- 
cluye esta voz y la anterior como provinciales, igual-= 
mente que de Aragón, de Andalucía. 

7 distribuir el agua por horas. 

, el tiempo de riego que toca á un campo. 

n., jauría de perros: |] n., hombre de jarcias, per- 
sona de conocimientos, de estudios, de noticias; en cuyo 
sentido se dice, tener muchas jarcías: || red de cuerda de 
malla, más espesa que la de JÁBREGA. 

, sarmentar: también ixarmentar. 

y M., jabarrar. 

), 2., el que, y sobre todo, la que grita mucho, ha= 
ad sin propósito: [| d., medida de vino: [[c., ca» 
c£harro. 

, d., desabrido; áspero al paladar; falto de jugo. 

aparato Ó E ep de mucha En y ele- 
vación, para trabajar en alto: difiere algo de las acepcio- 
mes de la Academia. 























J 251 
judía de sin hilo, variedad muy conocida de aquella lo- , 
im 


bre. 
, M., tierra sembrada de judías. 
Mera, '., la plania que produce el fruto llamado 
8,, cada uno de los diez y siete jueces, que fa- 

Maban sobre los ministros de justícia ó Jos lugartenicn- 
1es del de Aragón, que habían sido denunciados, en sus 
oficios: estos magistrados, también se llamaban diez y” 


sietes. 
judienco, n., despectivo de judío, que comúnmente se 
usa, en sentido metafórico. 
catedrero, funcionario. ES residía en Madrid y 
entendía en lo relativo á provisión de cátedras y sus ¡n= 
cidencias: de él tratan los Gestis, en el año 1741, 
bien esa voz era común á las demás Universidades, 
como procedente del Consejo de Castilla: || n., juez de 
la casa del rey, Canciller, según el Códice de las Unio- 
nes de Al ¿[| as, juez de sta, Ministro togado 
que hacía inquisición y p ía de oficio, contra los 
Da y contra notarios y escribanos: [| 0.. jmez 
lio, Justicia de Aregón; juez de la Zeca, quizás Di- 
rector de la Casa de Moneda: en los £f. se trata de la 
Casa de la Seca, 


), M., coyuntura en los miembros. 

 YUBO, y 6 4 Ñ 

, ., partida de juego; gencralmente improvisa- 

la y tumultuosa. 

Juicio, n., se dice, beberse el juicio y sorberse el juicio, 
como en Castillo, tener el juicio en los talones, con alu» 
sión, no á la verdadera locura, sino ú la poca reflexión 

madurez, en algún pea E j 

Julepe, n.. se usa en la expresii le levar un ulepe, 
para significar lleyar una 6 haber sufrido mucha 
contradicción, 6 haberse dado un mal rato; sea cami- 
nando, ses desempeñando algún negocio. 

junta, n., yunta: | n., junta de cínco, así se denomina, 
la de acreedores censalistas de Zaragoza. 

, d, coyunda. 
de, uncir. h 5 
en eap, a., primer jurado, de entre los insacula= 











E 


Labor, p., simiente de los gusanos de seda: || n., lador de 
agua, lluvia que cala á la profundidad de la labor de 
surco Ó azada. 

labores, a., precedida del verbo hacer, significa esa pa- 
Jabra tomar las medidades convenientes, para la conse- 
cución de alguna cosa. 

), m,, se usa en la expresión tener poca lacha para 
manilestar, poca aprensión, poco fundamento. 

laco, nogue 6 fosa de piedra en que se cristaliza el capa- 
rrós (, ), Econ. pol., 255). A a 

lama, tela tejida de oro Ó plata, dice la Academia: pero 
Argensola en su Descripción del Torneo de 1630, con- 
ps la as a q Pp y dea, cincuenta 

lacayos vestidos de tela de plata ñ licer LAMA. 

lambreño, lambrija, a 

lambroto, n., glotón; el que come desmedidamente y 
con afán. 

lamín, a., golosina; se usa figuradamente en sentido de 
cebo Ó atractivo, cuando se dice, al lamén de la dote 


'Ó en la trampa. 

lamisar, a., laminoar, n., lamer, golosinear ó golosmear, 

como dices la última edición de la Academia. 

y 8., abeja suelta que se adelanta á las demás, al 

olor del pasto y comida que le gusta. 
, 2., goloso: úsase también en Murcia. Léese en 
los Engaños de Lope de Rueda, pus Acadcmia ha aca- 
bado por adoptarla como española en su última edición 
de 1863. Se usa también para calificar lo que excita co. 
dicia 6 engolosina el gusto ó convida á retenerlo, Y. B., 
JO no presto novelas, porque son libros muy lami» 
Heros. 


,se usa en la frase echarla de lampa ó de P'amo 
quizá de la hampa, con la que tiene indudable 







































































morrocotudo, n., grande; formidable; temible: se usa, y 
sólo vulgarmente, con algunos sustantivos, como en 
las frases, E cuatro leguas morrocotudas; es un capi= 
tal ; es un Juego morrocotudo, ete. 

morrón, calificativo de Cierta variedad en los pimientos. 

morrudo, n., aficionado 4 los manjares exquisitos; prác= 
tico en gustarlos; el que se apercibe pronto deus boen 
6 mal condimento: es voz familiar: [| m., se aplica al 
que pa enfadado, Ó, como se dice metafóricamente, 
con 





', D,, amortajar. 
en que en la Milicia Nacional 6 ciudadana sus- 
tituía habitualmente á otros por dinero en las guardias 
y retenes. 
2 de párvulo muerto. 





, tulo 6 tratamiento equivalente 4 Don, que 
antes se daba 4 los nobles y hoy 4 los clérigos: abrevlas 
ción eufónica árabe de mii soñor, 6 quizá compuesto del 
francés mos y el lemosin en: según Gayangos, este tí- 
tulo se dió en A extranjeros. 0 

mosigón, n., se di iliarmente, niño arisco 
Tor, que "no obedece por falta de acividad y oa 


prensión. 
mostacilla, n.., abalorio menudo para bordar. 
motacén, a., almotacén ó fiel de pesos y medidas. 
motilar, <., cortar el pelo. 
mozlemes, n., moros, según un documento latino en que 
Briz traduce moxlesmes. 
muda, mudanza de casa; no vemos en la Academia bas= 
tante expresiva aquella palabra para indicar ese acto, 
por eso y por su gran uso en Aragón la incluimos aq! 
o e ¡Ue Po E O 
més de la ¡uista, in Blancas, Y 
br e según » Pág, 
muela ., se usa en la frase tener la muela picada 
para indicar que se tiene buen apetito. 
muelles, n., por ojo de muelles se entiende, no sólo el 
que tiene suelto el vientre, sino el que es fácil de 
muerdo, mueso ó bocado: así lo leído 
mento. 





mi ad 


muermo, n., hombre pesado é importuno. 

muerras, Naval alegó que el rey” a en deman» 
darles sus murnras y los pogos las salinas, según 
Privilegios de ón. 

mueso, a., bocado; voz anticuada que usaron mucho en 
otro tiempo los escritores castellanos, como puede verse 
en nuestra Jmtroducción. Entre ellos, el autor del libro 
de Patronio 6 Conde Lucanor, en el capítulo IX, en 
que se dice: y enderezaron entrambos al león, e pará» 
ronle tal d muEsos y d coces, que por fuerga se huvo d 
encerrar en la casa donde salió: también xUERDO. 

p., mojón, término 6 límite, y no montón; cúmulo 

ó acervo que interpreta Ducange, citando el libro Vi de 
las Observancias de Aragón. 

ordeñar. 

., emplazado; citado; obligado Á comparecer en 

juicio; sí muÑrbos d concello no vinieson, paguen, ete., 

que dice Cuenca. 

mureño, montón de piedras que resulta de la limpia de 
UN campo. 

múrgula, d., cierta criadilla de tierra de forma cónica, 

museo, n., jefe de la cocina y la despensa del rey, según 
se ve en las leyes palatinas de Juime 11 de Mallorca. 

música, n., el conjunto de esquilas que se pone 4 los re- 


baños. 
mutaía, d., almotacén. 











N 


Nacerse, abrirse Ó desunirse la tela por estar muy al 
borde la costura. 

hano, n., se dice fortuna del nano, con alusión á la que 
ilusiona demasiado, aunque poco importante co sí mis- 
ma: [| n., el año de la nanita, frase con que se denota 
antigledad de una cosa, como en Castilla se dice: el 
año de cuarenta, y en Aragón el año uno ó el año ocho. 





N am 


Berceo escribe: decit que lis faredes viudas d las waxas, 
con lo cual parece indicar las jóvenes casadas. Juan Lo- 
renzo de Segura dice: Retroxo! que era fijo de mala 
Nara, esto es, madre 6 mujer; y en otra parte: 

mas por toda la lida el rey greciano, 

tanto daya por ella quanto por un NANO. 


nantarse, d., apresurarse. 

, juego de cartas entre muchachos, en que la 
pena es recibir tantos golpes en la nariz con sus naipes, 
cuantos son los tantos que se pierden. 

natilla, d., natillas; composición cocida de harina, leche, 
huevos y azúcar, hasta tomar alguna consistencia. 

natizo, n., caloyo: || n., enatizo. 

naturaleza, n., fidelidad que el súbdito debe á su rey. 

ave de iglesia ú otro edificio; úsalo Blasco 








navatero, almadicro. 

navesar, d., esnavesar. 

na m., plancha ó barra de acero, colocada al extremo 
del árbol y como base del rodillo barinero, para que 
éste no se desgaste co la rotación; pieza de hierro que 
entra en el própalo; y sobre la cual descansa la muela 
volandera ó superior. 

', M., la hembra de la saviza, abierta en la piedra 
en Bande poca lacio, jes 

naya, d., galería, en palacio, iglesia, etc. 

MAZATOno, n., se DO del que está lleno de 
sangre, polvo ó descompostura en su traje. 

mebleros, molde para hacer las hostias, 

, 1, olivo que produce cierta clase particular de 
aceltunas, completamente negras, que da fruto todos los 
años, aunque es más sensible 4 los rigores del frio, 

, 2., fruto del níspero. 
nietro, a., medida de dieciséis cántaros de vino. 
, d., dengoso; hombre que se emplea en menu» 
'ncias y reparos despreciables, 
noble, a., título de honor que da el rey y queen 1390 
sustituyó al de rico-hombre. 












o nm 


obrería, p., oficina para los los concernientes á la 
fábrica de cualquiera iglesia 6 comunidad. 
obrero, n., uno de los primeros cargos en las Juntas de 
arroquía. 
), Mu, la octava parte; Úsase, comúnmente, como 
sustantivo, 
ocho, n., pan de á libra. 
olada, oleada, heces de aceite: la Academia lo incluye 
como provincial, en sentido de buena cosecha, 
, 8, agua sucia, sobrante, después de sacado el 


pila 
oliva, p., aceit 
olivera, <., olivo; árbol. 
Sie , 0. planta phillyrea angustifolia, descrita por 
550. 


oncejo, p., vencejo; ave. 
onso, oso; en el Pirineo. 
n., las partes litigantes. 
| 2., precediendo romper las, como dice la 
Academia, ó corromper las, como decimos nosotros, 
significa interrompir el discurso con alguna importi- 
nencia, 
orache, viento fresco, cuando es excesivo; y especial- 
mente cuando es estemporáneo. 
, £., Ordenanza. 
cebada, 








oreja | PAN DE), , 8s] secie de pan de flor, cuya forma se 
Ae ála Y Lona. + y 
Orenza, tolva, 


orga, especie de pequeño yunque para soportar la dalla 
anda se le alta k golpa de marllo. ¿ 
), M1. Orilla; canto Ó extremo de cualquiera tela: en 
Castilla sólo se refiere aquella palabra al canto del paño 
que es de lana más basta y se conoce también con el 
cortantes, campiña 6h diente á 
, Campii uerta Corres] ente á una la. 
Soren le donación queda lA lesa de las re 
Masas, hizo el rey al Obispo de Jaca en el siglo xa, dice 
hoc donatibum fuit factum in illo owramiza (sic) de Za= 
ragoza; renombre (dice Martón) que suena 


de esta ciudad. E 








41] pe 


) My dd acompaña ó lleva en sus brazos 4 niños 
hryp corta dad, como pudiera hacerlo la nodriza ó la mi- 
fiera; Úsase más en Navarra, 

el pelo 6 hebra de 1 Q a a el tercio. 
pelo: en las Ordenanzas de la cd) 

1611, se estableció que el ido da de maestro tor= 
ciese una devanadera de oxzovo para terciopelos, otra 
na tramas de mantos y otra de pelos para 


bh pe rehén, según Ducange, 
pera n., aullar el lobo: úsase esa voz cn algunos pue= 
blos del Somontano. 

, Otrie, e., otro: en el Conde Lucanor se lee olvidan, 
mucho aína lo que ori ha_fecko por ellos: [| d., hacien= 
da de otri, ropa ajena, 

m., esquila que se pone en los rebaños á las ove= 








jas. 
ovitar, n., Cortar; según se desprende de las Ordinacio- 
nes de Abejeros, + 494, en a se lec, que nadie puede 
ei mi rancar, ni _faer leña. 





La dicho ó hecho que no vale la 
pena y que o ¡jota sandez $ tontería, 
), M., género de peso, según Ducange, apo- 
yado, en un documento de 1272. 
A % pa qe 7 p 
pairo, mul le que se pone al toro ó noyillo, 
E contra él 5 hemos oído con a] 
ina, 














P mn 
poja, la frase, trabaje la paja se denota, haber 
do al ¡na c0sa, con poca ninguna utilidad: ha; 
vías la Íacna de la trilla de 






eras y los pesebres, 
pala, n., tira de tela en las camisas y Otras prendas de 
vestir. 
e , M., el bozo que se hace con un cabo del ramal, 
para E á las bestias 6 impedirles que coman ¿ 


al, Mana y la 


pallada, n., parv 


rada. 
, M., maceta Ó tiesto: úsase en el Alto Aragón, así 


como paellaso, 

pan, 1., Rosal dice que tomó los nombres de sus precios, 
como en la Corona de Aragón las yuitenas, quaernas y 
otras suertes de panes; se usa en la locución, pan de mi 
alforja, para manifestar q se ama la independencia, 
lo cual recuerda el verso del Dante, 


Oh come sa di sale il pane altruil 


pandereta, n., panderete. 

panel, e es de carpintería: en francés panneas. 
trigo en hierba. 

., diminutivo de pan. Se conserva esa voz, en 

minación vulgar de una de las iglesias memora- 









bles de Zarogoza, la cual fué primitivamente, Palacio 
real de los árabes, con el nombre de azuda; sirvió de 
ra d_Alfonso [, cuando reconquistó la ciudad, 
en 18 de Diciembre de 1118; lla después Sar 
Juan de Jerusalén; y hoy, y ya en tiempo de Blancas 
(page y de el Comentar on de cano común= 
mente, con el título de San de los Panetes, 


, privilegio concedido al monasterio de 
Santa en se, que le autorizaba á tener una 
panadería arrendable á los horneros, la cual se abrió en 


efecto, en la calle de la Verónica y produjo quinientas 
libras anuales. 
), M,, el que tenía á su cuidado el servicio del pan 
en la Casa ral: panicería, panadería. 
en Borja y otros puntos, lo mismo que sopeta. 
de ia fm, niño ó ciña mucha 
viveza y movilidad. 
panizar, el campo ó tabla sembrado de maíz. 
, P», maíz.—Solían llamarle trigo de Indias, según 





panso, ., ; seco; consumido: se aplica 4 las 
así E SS pansado. 
se paj , en mente 
de Line un isvelio: en el Glosario 


rico tomo V., se lee paxsa, cosa extendida Ó expuesta 
al sol (de pandere); uvas pansas, pasas. 

, M,, fantasma: es voz vulgar que se lisa tam- 
bién metafóricamente. Lope de Rueda dice, hecho rax= 
asma ó bausan: Quevedo escribió el entremés del Ma» 
rido pontasma. 


paño! aclanación de sorpresa: unas veces se usa solo 
como interjección y otras en régimen, como sustantivo, 


ve us ¡el paño del re y: qué miserable que es! 
papabigo, aparato d manerd defembudo, para coger higos 


lel árbol. 
papelero, n., hazañero; finge-negocios. 

Paquetero, Day contrabandista que introduce en Espa» 
ja paquetes de contrabando, venciendo los Pirineos. 
paradero, ra m,, compuerta ó tajadera, formada de ta- 

tiles. 





blas port: 








- 2. 





del jaicio; 1] n., disponer; 
la mesa, en sentido de pas 
dice la Academia, de ponerí 
habla de los colchones, cojines, etc.: || n., parar fuerte, 
mantenerse en buena salud: en Navarra se usó pararse 
mal, sentirse mal, 
M., palabra: es voz anticua. 
por Blancas, en su Indice. 
parco, p., parce 6 OS dan algunos maestros, 
principalmente, en la Escuela Pía, y que sirve para obe 
tener perdón de o castigos. $ 
pardina, a., despoblado, esto es, yermo 6 sitio, que en 
otro tiempo, tuvo población, d halla incluído, por 
primera vez, en la penúltima edición de la Academia: |/ 
M., prado: (| patio. El canónigo Es en su Historia 
(isedia) de la Seo, dice que D. lodiema vendió 4 la 
en 1152 una PARDINA Ó patio para Hospital, z en 
otra parte que el Flospital es hoy paroima (sin duda 
por despoblado). 
imonio: voz usada en el fuero de So- 
brarbe, para designar los hijos legítimos, que allí se Ml 
man, hijos de rAREILLA. 
parajo, d.., poco limpio en aderezar la comida: [| n., do- 
tado de cierta desaprensión y que todo lo lleva por igual. 
paricionero, n., pastor que se ajusta con el ganadero 
para servirle durante la parición. 
parihuelas, n., parihuela. 
parizonar, n., parir el ganado. 
pa (susinse Á La), n., ofenderse; picarse de alguna alu- 
sión. 








, de las incluídas 











parranda (ps), n., de jolgorio; de gran diversión, ocio» 
sidad 6 pasatiempo, 
, m., vasija grande, para ordeñar la leche en las 
cabrerías. 


m P 
, con la expresión, se indica 
eE 

temerle?; ¿de qué parte ha de triun 


parvada, p., gran cantidad. 
Ea n., enajenación absoluta, sin condicio» 
Y otras: es ne que se usa en oposición 


Tiro de co cuentas: [| M., a 
acepción, que da á Esta e palate la la Aca 


', P=, pasión por. ¡rte del Evangeli 
mo y Ba, el pes pete destinado a 4 E de 
Zaragoza, 4 la asistencia espiritual de los enfermos, 
mejilla: en Acto público de 1283, sobre apa- 
rición de | PS irgen de Magallón leemos, que no se le 
despegaría la mano del rasTARELLO. 
Pes en la Relación de las fiestas que se celebraroa en 
o con motivo de la concesión del rezo propio de 
la Virgen del Pilar, dice Escuder, agrus benditos que 
menos reverentemente se llaman pAsTAs. 
pastenco, 0., la res que se echa al pasto: nio 
la división de las que aun maman, en calo) 
rd yá a se les llama también, pr le- 
patriense, compatricio. Martón dice, mi pararexsz Don 
Vicencio aro de Lanuqa; y, aunque esto no tanto pa. 


rece un aragonesismo, cuanto una manera pus 
barda creemos po debe conlgnaces, a 











salida de pavana, es ión que significa 
réplica ¡ntempestiva, A > ro Po también, 
porte inesperado; desenlace licado en algún 
asunto, 
pasivo, d., pavía [| d., tonto; lerdo. 
VA lil Aja) frase, poner d uno como un peal, 








Ln = 






equivalente 4 d uno como un trapo, es exten» 
pobre, po pens; abres, puindlla duero 
, pimienta; uindilla fuerte. 
Docta ds, tienda; a Rolo) 
pecotoso, , señal de hermoso; pro- 





verbio. 
pecullo, d., peculio; voz anticuada. 
pechas, la parte convexa ó más alta de la muela hari- 
nera, Ó sea la más próxima al centro. 
n., 4 repecho. 


, D,, pedrca. 
, d., pedernal. 
, M., calzado tosco, que se usa en las montañas. 
, Pez: se lee muchas veces, en los Cabreos. 
, M., colunana ú obelisco, que contiene alguna ima 
qe y que se halla, Únicamente, 4 la entrada de las al» 
is: lámase también patrón. 
peladizo, n., ¡el que cubre la carne de las frutas: la 


te vulgar dice, pelarqo. 
pele cañas, viento fuerte y frío. 


£., pobrete; falto de inteligencia y de fortuna: 


pelele, 
simple, Inútil, dice la Academia. 
polindasos, n., ramera; mujer 








le mala vida. 
pelmuda, cambio de pelo Ó pluma, en los cuadrópedos 6 
aves. 
pelmudar, verificar la pelmuda. 


pelón, escolar novato, que cursaba el primer año en la 
Universidad. 
A e crespo Ó descompuesto; se dice tam- 
pola del qee E - 
y €., el cogollo de la col. 
ana, RES de malas prendas 6 de mala vida: 
las rameras fueron llamadas pellejas (según Rosal) 
ue vestían pieles de cabra roja ó zorra entre los 
pastores de Roma, y de ahí, verosímilmente, se ha de- 
rivado esa palabra, muy usada en Aragón. 
pellejero, n., entre ganaderos, el que se dedica 4 com- 
rar pieles de desecho ó de reses mortecinas.. 
, Po, Pelleja; piel. 








, considerable de una cantidad: así sé dice, 
gado un Buen pellón; le ha entrado un buen 








a 
penar, d., pesarle d uno; arrepentirse, 
pendijo, EN cualquier adorno pendiente, cuando se usa 
solo por vanidad; como las borlas de un bastón, las 
cruces de honor y los dijes de las señoras en el cuello, 
las orejas Ó brazos. 
, M., disipar el tiempo; callejear; concurrir á 
todo lo que sea distracción. 
), 0, haragán; vago; amigo de diversiones y 
tiempos. 
pencque. h ESborracho, 
penones, n., edictos ó decretos del Rey, según Du» 


cange. 
peñas veras y grises, en una curiosa descrl; de 
Alvar García de Santa María se lec, que las lle- 
A de martas é 
VEROS É crisis, muy afeitados se 
va lara Drabre. de pde No OS 
cuso la_ctimología de perma, en sentido de pluma, y 
siendo insuficiente la significación académica de pena, 
como adorno mujeril, compuesto de una cinta al cuello, 
de la cual pendía alguna joya, aquel traje $ adorno se 
explica ditflmente y ya Blancas no se lo explicó. Zuri= 
ta dice, que á la coronación de Alfonso IV, los caba- 
lleros iban con paños de aro y PRÍAS VERAS, que era toda 
la gentileza de aquel tiempo, y después, que con Peas 
VERAS, Ó armiños. El Canciller Ayala dice, que la reina 
Leonor llevaba paños blancos cón vxñas Guisus, y la 
reina María paños de jametes blancos con »xñas veras É 
cxisus. De Lodo esto deducimos, que PEÑAS VENAS É Chi 
sus significaba, pieles de armiño y marta, como cabos 
de aquellos no PY it 
peñora, n., prisión: (| n., multa ó pena, 
peñorado, epés copia Un Privilegio de 27 de Mayo de 
1299, por el cual los peregrinos 4 la Virgen del Pilar, 
no eran PrforaDos mi marcados en su persona ml 


bienes. 
peñorar, n., prender; y así dice Cuenca, d los señores de 




















P 285 


vasallos no se les veñona 6 prende: [| m., multar; apo 
nar; dar ó tomar en prenda. 
a., peonada; fal: lo que un peón trabaja en 






: la hay de bergamota, mala-cara ó de invicr= 
no, perapan, magdalena de buen cristiano y otras 
muchas variedades, que no consignamos. 

percazar, d paa 6 coger con dificultad. 

perdigón. 

, d., perdigón. 

Pp pérdida: también se halla en las Colecciones 
legislativas, perd: 

se usa en la frasc, perejil de todas las salsas, 

indicar, dE uno se multiplica en todas partes. 

perera, d., peral. 

Las, género de recurso, que tenían para 

ante el Rey, los vasallos de los barones, contra éstos y 
contra los jueces ordinarios del territorio, que les pare- 
cían sospechosos: en las Cortes de Calatayud, celebra 
das en 1515 por la reina Germana, los ricos hombres y 
señores de vasallos, instaron contra ellos, según Argen- 
sola, en sus Anales. ps explica también esta voz, 
en su Vida de Antonio Agustín. 

perindola, n., perinola. 

perjudicioso, rjudicial. 

pernada, n., predio rústico, según Ducange. 

, 1, la parte del pantalón, que cubre cada pierna. 
|, n,, esta conjunción adversativa, tiene alguna vez 
oficios de partícula afirmativa, equivaliendo á sí; como 
es fácil, pero muy fácil. 
y 1, CAZO. 
, M., perol grande; vasija de cobre ú otro metal, 
destinada á varios usos. 

perpagar, n., pagar completamente; voz anticuada. 

perrera, n., berrinche. 

perro, para indicar que uno no hace falta en alguna 
parte 6 negocio, se dice, q como los perros en misa. 

|, 1., pescadero; cl que vende pescado. 

peseta de pilares, columnaria Ó de cinco reales, 

, M., persona Ó cosa que sirve de estorbo; en Na- 
varra se dice petacho, 


























petate (tian 1), disponerse á marchar; abandonar el 
pueblo en que se vive. 
y d,, FEtozar,. - a 
m., barreño; aman: léese en palati= 
pao Jae. LA Majo po 





), terreno peñascoso que algunas veces da nom-= 
bre á la demarcación, p. datos rusos, entre Villa= 
mayor y Perdiguera. 


pez Coca, n., jugo resinoso, un poco más grueso que la 
pa sirve comúnmente, para la forn: de 
rn! 3 


pezolaga, d., tronera; persona de poco asiento y mal de- 


le 
a travesaño, zoquete, piedra ó cualquier objeto con 
que se calzan las ruedas de un carro parado para 
no lo arrastren de pronto los animales que de él tiren; 
Iiloseta para la re el banco en que descansan el ro- 
dete y maquinaría de la muela harinera. 
plar, sé aplica al carro cuando se le pone E 
jachoya, n., instrumento 6 herramienta para demoler, 
de que generalmente usan los albañiles, y se distingue, 
en que el hierro tiene pico al un extremo y boca al otro. 
oso, n., el que se pica Ó resiente sin gran motivo y 
con bastante frecuencia. 
), M,, se usa cn la frase, estar de pica pelón, en 
equivalencia de estar contrapuntado. 
, M., Mavín con que se abre la puerta exterior 
de las habitaciones. 
picar, p., machacar; desmenuzar. 
m., pico de que usan los albañiles para demoler 
In., taza con que se sirve el caldo ú otros líquidos 4 los 
enfermos, que no pueden incorporarse en la Cama. 
picor, p., picazón; escozor. 
picota, d.. piquera: || n., no saber ni picota, no saber piz= 
ca; no conocer una jota; no tener noticia alguma de lo 
que se trata. 64 Ea 
y My picar Ó ir comiendo de poco en poco. 
piculín, »., volatín; titerero, como otros dicen; buratín, 
como hay quien escribe 4 la italiana. 
pichón, c., palomino ó polluelo de paloma. 
pie, d., medida para la aceituna: || n., hacer pies, empe 





P 287 
zar á sostenerse el niño, sobre ellos: en Castilla se dice 
5 o > 


piernas, en otro sentido. 
D.. dijowe, d piedra perdida, en equivalencia de 
la expresión actual, d fuego ), como puede ver- 


se en Zurita: hoy se dice, en significación, de apresura- 
damente.—En un ms. atribuido á Larrea se lee, ex- 
presiones descompuestas, como las del común populacho 


le de PIEDRA. 
r 9,0, pérdida, y a se dice, es calle que no tiene 
nerde. 
piero, a., tardo; negligente $ desidioso; conforma, más 


ue el castellano con la etimología latina.— Des» 
¡plcado $ poco apcovechado en la sicsala. 


nea. mn echado de la viruela. 








base, pilón de los cuartos. 
pilotero, po uno de los operarios, en las fábricas antiguas 


de papel. 
pimentón, Po» es 58 
pimien! ¡MACER), n,, tomarse vacación, 
Pinada, ia pes] 


pun: 
¡yudante; marmitón de cocina. 
|, punzón. 
ep indonga 6 mujer callejera: también se 
usa en masculino y en la forma verbal. 
pinetas, volteretas, 

n., seusa en la frase, estar en ranetas, 
que síy nifica, estar en cuclillas; estar mal sentado 6 aco- 
odad estar en peligro de caer: en Castilla, estar en 

inganitos es, ha! en puestos elevados Ó en buena 
'ortuna. 
pingar, en la frase pis las canales significa, caer el 
oa plarial en Jos olaión: vigo 
, M., sustantivo con que suele designarse, al que es 








288 Led 
demasiado suelto, haragán y desascado: generalmente 


se aplica á App mujer. 
rd Ena je. En castellano, la boja del pino. 
pinochora, da hoja que cobra la panoja¡6 panela 
pinta, n., clarión. 
pintar, n., tallar; esculpir: así llaman los pastores, á los 
adornos ( que hacen en la madera, con cualquiera instru= 
mento cortante: [| n., pintarla, figurar; gol ir; darse 
pitdaz, empezará Mover 6 gotea. 
', EM e 
Pinturrulenr, p. ., Pintorrear; pintarrajar, 
piñerol, n., en Alcañiz, el pájaro loxia curvirosira, 
piñonada, pi iñonate. 2 igún adel pan 
Piñorar, c., sacar prendas, por algún adelanto que se 
hecho: dí [cese también ar y ambas son voces an 
Ucuadas. 
: , n,, se dice compañía la de pora 5; S PA] 
de malos comediantes; Y ge pri 
la de poco pelo 6 menor oran 
piguoro, 6 bañil; alarife, 
d., albañi 
piquete, esquila ¿de pogo volumen, Ene se pone en los 
rebañis, los borregos 6 corderos de desvezo. 
perinola pequeña y redonda, sin las iniciales, 
mi por "casiguleria las suertes, que tiene la peri 
común. 
4D, se dice de la reja ad en la acera de 
una calle, para dar ventilación y luzá aj 
Ea jr en general, como jairo; todo lo que 


aya _s ser pisadi 
pisada; plsotón; esta última palabra, todavía 
no se Ballk ad admitida por la Academia. 
Jo, epíteto despectivo que viene ú significar, inútil; 
¡olesto; desmedrado. 
pitañar, m., casa de mala =— vivienda extraviada, 
sospechosa y de pobre apariencia. 
pitón, a. ¿7 rezuela con que juegan los muchachos á los 


ju segon de emtctiacihon con cloco ponia da RA 
otra materia: diferente del juego de la taba, 
oe «dimite la Academia. 





que sa 











P 209 


pitoste, petoste, hombre ¡: tuno desmañado 
jue suele pad Es patera cboio 





tar cara, hacer cara Ó presentarse en ademán de re- 
sistencia. 
, M,, simiente: [| tablar, destinado en la huerta, á 
recibir semillas, basta que de ellas nazcan las plantas y 
tomen las creces suficientes, para ser á otra 
ad en donde adquieran con desahogo, todo su desa» 
rrollo, 
planzón, d., estaca de olivo ú otro árbol. 
platada, 1.; el comestible contenido en ún plato colmado. 
plañir, sentir 6 deplorar; pero con valor de escasear, excu= 
sar, Ahorrar, economizar p. el no ha on ningún 
gasto en la enfermedad de e tod nose For 
Eros Ay jor También se usa co la frase, 
el que d un enemigo plañe, en sus manos muere, En 
e del Ray D, Martín á las Cortes de Zarago- 
za de 1388, se lee, según el historiador Murillo, sí avez 
plañidos vuestros cuerpos por vuestros señores; cierto 
decir que non, 
cierta [erisdicción eclesiástica, como la plebania 
de Montalván . 
plébano, cura párroco: la Academia lo incluye, como pro- 


vincial. 

, 1,, tablón que, colocado verticalmente 6 de 
canto y arrastrado por una 6 dos caballerías, va amon- 
es en la era, dirigido por el labrador que 












tonando la 
Jo sujeta con una esteva. 
plegado (xx), por junto; según el Glosario de Savall y 
2. 
Hegañor, 2. el que recoge limosna para alguna cofradía 
co! 


munidad. 
, 4, hacer la lega: II m., concluir una cosa: quedar 
plegado Vrecoar paco] erp sella 
. ría parva, le la, a 
da á aventarla: [| sil O pi 











se dice ¡buen pliegue va d llevar 64 tenert, 
e o A 

y Sacar un con pozales 6 cubos. 
ice rel os de bolas due formas da caco 
prenda 4 la rte del 
pochada, n., lo que se contiene dentro de esa cavidad. 
porto, €., peto Secciccido: | no; JodiS ¡SEA 


eras. 
poder, 1., Úúsase en la frase es cosa que me ', COMO. 
diciendo que me incomoda, que me saca de mí. 


, d., pulpa. 
a Ó margen á trechos, para que se de- 
te 14: || n., gargajo. 
pollbzo, vástago de un drbol. 
n., el empleado á cuyo cargo estaba el cobro 
del derecho de pontazgo. 
, 1., aumentativo despectivo de puente: [/ puente 
poco notable 6 ya muy mal parado: lo usa Martón. 
porción, n., tablilla de chocolate de una onza ó de tres 
cuartos. 
porche, <., poste; soportal. 
porgadero, as cedazo; zaranda ó criba. 
porgar, d., aechar. 
porguesas, d., acchaduras $ desperdicios, después de 
aechudo 6 cribado el o 
, n., ave que no ha salido del nido y permanece 
todavía implume. 
), n., vosija de madera para transportar las uvas 
arte tabla á Agada: equivale 4 leña, 
, tabla la: equivale , que 
la Academia cieñoe! la habla que sirve pat 0 


tas. 
portata, n., acción de llevar, conducir, custodiar, ins= 
truir, tramitar, etc., y así se dice por la vonrata de 
lbs en un Tratado de los Oficios y Salarios de la 
Orona. 
 M., pórtico de iglesia; voz local que por nues» 
ro pare pa bemos als pero nos faro EN 











P mam 


poso, <., parte gruesa de los líquidos que queda en el 
fondo de la vasija, 

postigo: así se desprende de una delara- 
ción da. 1522 por la corte del Justicia, condenando 
en 60 dineros á los que quiebren puerta ó postilll 

pote (coLor bs), color quebrado ó bajo en el rostro. 

', 1., molestar; aburrir; cansar; apurar á uno. 

poya, carnicera ó peso de pan de tres libras: en español, 
un derecho que se paga en el horno común. 

poral, <., cubo de pozo: || cargar ó llenar de agua alguna 
vasija. 








, de, revolver el agua de un pozo, subiendo y 


bajando sin objeto los les. 
d., estimación del daño causado en los campos, 


, £., púlpito. 
pregueras, tributo cereal al Comendador de San Juan. 
proconización, pregón; antic. 
prendada, n., apenamiento ó intimación de alguna pena, 
prendar, n., apenar ó intimar alguna pena. 
presa, a., puchero de enfermo. 
presco, melocotón. Entre los refranes de Hernán Núñez 
se halla éste, quatro son le bone bocone: prigigo, fig0, 
Songo, melone, 6 sea cuatro son buenos bocados: prisco, 
higo, hongo, melón. 
presera, trampa para cazar: se halla usada en los Fueros. 
prosoro, e, puchero de dos tazas de caldo. 
, apercibirse, 
presquilla, duraznilla. 
prestar, c., dar de sí; extenderse las telas: la Academia, 






0 
procura, p., procuradoría. 
A roserador, 4. sa dica procurador estricio, all oblgallo 








negocio; en Castilla se dice, salir por la puerta de los 
perros, por salir huyendo, 
pues, tiene un aire aragonés equivalente á entonces; en 


este caso; esto ; y análogo al donc francés: por 
ejemplo, ¿qué había de hacer, pues? 

pueyo, cabezo. 

pug: 





púa. 
m., moneda que valía la cuarta parte de un dinero 
en tiempo de Carlos V, según Juan Gutiérrez, citado 
rel paleógrato Merino, 
), M,, castañuclas. 
a b á los costados de 
d. carga que se sobrepone costados de 
cualquiera carro Ala cindaialA con cuerdas fuera 
dela escalera del carruaje: también toma aquel nombre, 
la misma red de cuerd: que se contiene la carga. 








'unzón, . 

07 tripalamte ei los bartos del Canal Imperial, 

cuya maniobra consiste en evitar que la embarcación 

ta contra las márgenes, lo cual previene apoyando 
en ella unos largos remos. 

., el que tiene mucho puntillo 6 una suscep= 
tibilidad exquisita. Aunque de etimología fran- 
cesa, no debe ser sino un derivado de puntillo: la Aca- 
dema admite puntoso y puntuoso. 

puntuante, el destinado en la Universidad á dar puntos 
qn los ejercicios 6 4 presidir los piques: en los Gestis 
leemos también apuntuante. 

punza, púa; espina. 


puñazo, n., puñada; puñetazo (1. 

pe vo halldndola ion el Bitar e da e tenga pasar de sde el dan 
Jaco más próximo dela puño, y ten parto. 
frecuente Aragón, hemos perra! A 
Aunque mus pocas, que se hallan en esto cmo, En Jo demís, 
hemos dado cabida A voces que ln Academia califica de castellanas, por 
AA da Ratapo. y ao exa, 
marcadas, para conocimiento del Jestor, con la letra e 





2 e 
d., chispa; (| n., tener malas purnas, tener malas 
chanzas, Ó mal genio, ó mal carácter, ó poco aguante. 
puya, d., poya: || subir una pendiente: úsase en los mon- 
tas 


pirenaicas. 
puyada n., regreso, principalmente de los ganados tras» 
UMAntes. 





Q 


Quebrazas, d., herpes. 

quejón, n., quejumbroso, 

quemazo, n., quemadura. 

quera, d., carcoma; I| n., hombre pesado. 
querar, d., carcomer, 

, M., cereza más fina que la común y de un co- 
lor más bajo, que o, llaman albar, y otros, por el 
país en que es abundante, cereza de Monzón. 

, ., pasta de re batido y mezclado con 
huevos, azúcar y mod esencia de limón, cocido todo 
en el horno 4 fi lento. 

) aceituna desmedrada y menuda. 

n., uno de los tribuios que se exigían antigua» 
mente en Aragón. k 

ta, n., ¡cómo! Se usa interrogativa y admirati- 
vamente, significando el desprecio ó vitupeño, y usí se 
dice: ¡guiento ha quedado este gabinete!; ¡quiento se ha 








hi 


Rabada, d., rabadilla: ) n., dar una rabada, se de 
uno bruscamente y en ademán hostil; dar á la conver- 
sación Ó á la disputa un giro inesperado é insolente. En 
sentido análogo, aunque más concreto, la Academia 
usa rabotada. 7 

rabal. n., arrabal. 

) M., género de pecha 6 tributo que, con este 
nombre, vemos en varias escrituras de exenciones $ 
franquicias. 

rabatín, cri: e en a A in 

rabiojo, n., se dice, mirar de rabiojo, manera que 
E Castilla mirar de reojo, 6 mirar de rabo óde rabillo 

ajo. 

racimar, p., rebuscar; recoger los racimos que quedan 
después m3 vendimiada una viña. “ 

), d., hijuela 6 parte de una uva. 

, 2., Oficial de la Casa real de Aragón, equivalen» 
te á Contador mayor: || n., el empleado que examinaba, 
en la Cofradía de Abegeros, las cuentas del Receptor. 

racionero de mensa, n., el sacerdote que, desde la fun» 
dación de una pieza eclesiástica, tiene derecho Á cierta 
parte, en los productos de los bienes y obligación de 
celebración, coro, misa conventual, etc., como los de- 
más capitulares. 3 

, M.. parece ser, suelta Ó libre, en aquel pasaje de 
un documento de Veruela, Pr la agua lexare rADIA 

y a la torne á la fila ond la prende, peyte, eto. 

, M,, FaCr, 
, 1, miserable; avaro; desprendido: en Cas» 
lla, raído, ene muy otra significación. 
1 €.1 FASCFO,. 

rafal rafaila, Dy Eroja; casa 6 predio en el campo. 

rafe, p., alero de tejado: [| n., extremidad de una cosa, y 
así se dice, al 7aje de la mesa, de la cama, del papel. 





taluña, que unas veces signi! gracias no 
importa, y otras ticoen más enérgica equiv ; 
como en rai que tiene , quien mal es 


Pedro 
su hermano; yo ral importa, lo is esmi 
A 'o.es los 


las tripas, n., rallar, en la segunda acepción del 
Diccionario de la lengua. 
, M., alcarraza. 
rama, se usa en frases como esta: los domingos se iban= 
todos en rama, foja 4 la ciudad. 
ramiello, n., zarzal; matorral; etc. 
linerillo, 
Tampa, calambre. 
rampallos, d., pi llos, 
A E rr 


mojo. 
ran, d., raíz: dicesc, cortar al ran de tierra, por cortar 















ranosa, n., la res baldada 6 impedida de los remos. 

nte; d flor de tierra. 

iento; indispuesto; delicado. 
también se decía paños de ras, 
'aragoza los hubo excelentes en 


el A , y los hay en la Sco y en San Pablo; 
aquí sobre dibujos de Ralael de Urbino: viene de Ras: 
Arras, ciudad de la Picardía, en donde se fabricaban 
o no ión elevada de ti di dío, 6, mej 
rasa, d., porci le tierra de lo, 6, mejor, 
(A pd 








rR 297 


ticada á todo lo largo de las plantaciones de Árboles, 
principalmente en los paseos. 
cantero ó trozo; aplicado al pan. 

M., persona descontentadiza y de dificil 
trato, que se inquieta por todo y que da importancia 
bagatelas: también se dice casca-miagjas. 

n., rasero.—Mor de Fuentes, que, aunque arago- 
nés, era escritor afectadamente puro y hasta arcaico, si 
bien en las traducciones que corren como suyas se des» 
mienten muchas veces esus cualidades; en la Serafina 
decía: medirlos por la nasena general. 

rasmear, n., se dice del objeto que araña, rasca ú ofende 
al tacto con su aspereza: también se dice rasmexe 
rasmeazo; pero son palabras que sólo se usan ca la con. 
versación fam! 
rasmia, afición; diligencia; fuerza 6 voluntad para el tra- 
bajo: ll discreción; buen ingenio para negocios ordina= 
rios de la vida: I| roña Ó malestar que resulta de alguna 
enfermedad.—Es, como se ve, una palabra bastante in= 
decisa. 

























» Meno; colmado (0; [| d., desvergonzado, desen- 

vuelto en el A con aplicación 4 la 

mujer: [| n., escaso, 6, mejor, enteramente to; por 
ejemplo: la tela ha venido rasa, para indicar que nada 
ha sobrado: se aplica al que, y sobre todo, á lo que se 
puesta sacudido, desenvuelto y demasiado franco en 

ablar. 

rasonera, vasija, á manera de fuente oblonga ó en forma 
de barco, y generalmente de metal, á propósito para 
servir á la mesa ciertos asados ó pescados .. 

raspa, c., escobajo de la uva: en algunas partes gajo de 
uvas. 

rastra, c., ristra Ó sarta. 

rastras (4), n., á la rastrea. 

rastro, n., matadero. 

rayada, n., ráfoga de sol Ó de luz: || m., cantidad poco 





abundante de líquido, que se vierte por el dela vi. 
najera, me de ed vale des 
rayora, abeja reina ó maestra en pollo. * 
real, n., moneda imaginaria de 32 maravedises: dícese 
Pa ó cal de AS 54 osal e e Saad reales 
le su tiempo, diciendo que el ía 40 Más 
ravedís menores, el de la Corona de Aragón 36 y el de 
Castilla 34 Ñ antes 33. 
realtar, n., altar: se usa repetidamente en las Ordinacio» 
nes de Pedro 1V: en latín retroalíare. 
rebadán, n., rabadán. 
rebalva, n., ave del orden de los pájaros. 
rebaño, multitud; montón: se dice rebaño de mujeres, de 
leitos, de melones, etc. 
, d., pandear; inclinarse un árbol ó rama al peso 
de la fruta, 
reblar, d., titubcar; retroceder; cejar: ll d., hincar en la 
madera la punta de un clavo, cuando sale otro. 
rebol, n., lana 6 vellón corto. 
rebolería, n., casa en que se preparaban las pieles; |] 
ábrica de velas de sebo. La Universidad tuvo situar 








di ¡s rentas algún tiempo, sobre el producto de car- 

nicerías y rebolerías fGestis, 23). 

) Po, trastienda, 

E De, e e 

rebullo, n., reburujón; . 

rebuñoso, d., tomado de orín. 

rebuscar, <., racimor. 

rebutar, Urrea, en su celebrado Didlogo de la verdadera 
pct a dice, que ie - no A duelo 
por contra 1n, fames 1d REMUSAR 
no peiboa por la ley ó por voluntad costra exceplua- 
a at E o Pen 

rel lo, lleno; ocupa: r completo: por ejemplo, 
este aposento lesid Febutido de muables. 109 esta voz 
J. M. Cuadrado en sus Recuerdos y Bellezas de España. 

rebutir, aglomerar objetos 6 cosas aun inmateriales, en 
en parte: p. ej., su discurso estaba rebutido de me= 

oras. 


Jumbago 6 dolor de riñones: así se lo he- 
mos oido á un ico. 











recado (muxx), d., mucho: la Academia parece admitie 
esta significación, no tanto en las definiciones que da de 
aquella voz, como en el refrán, buen recado tiene mi pa- 
dre el día que no hurta. 
recantillo, d., barda de tapia. 
, d., revendedor. 
, M., contar, según se lee en una Escritura de 
principios del siglo 'xvxr. 
y d., sala de recibimiento: llos oficio honorífico 
de alguna encomienda: || n., antesala. 
e 













recibir, ti ca dice, recibir un testamento, tn con- 
trato, acirlo á instrumento público. 
1, levadura. 
recluído, n., incomunicado en la prisión. 
rocluimiento, reclusión. 


recocho, agua madre, en el caldo del alumbre (Asso, 255). 
recocina, a., cuarto contiguo á la cocina y para Ea 
se halla en las primeras ediciones del Diccio= 
nario de la Academia. 
reconcomerso, n., dominar el sentimiento 6 despecho, de 
suerte que no aparezca en el semblante nien las palabras. 
recorte, n., en el juego de dominó, colocación inesperada 
de ficha que presenta un punto, en que no se creía fuer= 
te al jugador, el cual lo da algunas veces, no. porque le 
queden puntos como aquel, sino porque le ha de facilin 
war las fichas que le convienen: cuando el recorte se hace 
tapando el que parecía ser su juego é inaugurando otro 
r ambas puntas, entonces se dice vulgarmente, entre 
Jugadores, volverse inglés. 
, Aquel contra quien se recurre. 
), de, guisado que se pasa de fuego. 
redaño (rcran EL), trabajar d toda fatiga. 


rendija. 
e 5 bola hueca que contiene la cédula que ha 
de sortearse: turno para deshacer la aceituna. 








redoncho, n., círculo; voz familiar. A 

refilón (or), n., de pronto; de pasada: por ejemplo, mas 
hemos visto de refilón: la Academia admite esta frase, 
pero solo en las Últimas ediciones, como sinónimo de al 


soslayo. 
ela, refineta, n., vénse PIRULO. 


300 R 
refirmar, a; pa una pe ae otra; significación que 
mos parece diferente de asegurar ú afianzar, que 
mad Academia: Argensola dice en su tragedia abela: 
Y para nurianan los plés so0ces, 
El oro servirá de nuestras cruces 
de él labradas estriberas. 


refitolero, n., indiscreto; imprudente; curioso. 

refrotar, n., frotar. 

refrotón, restregón; encuentro; estregón ó refregón. 
|, M., cauce angosto para el riego. 

Ñ , d., canal abierto por el agua de- 
rrumbada de los montes: || en sentido de ta Ó surco 
de agua para el riego, se usa en la Gran ista de 
Ultramar de Don Alonso el Sabio, publicada en 1858 


Gayangos. 
regata, picado más grueso quel ordene enla muela, 
para que circule el aire y se despida bien la harina, 
, se aplica al ojo habitualmente sanguinolento 
por los bordes. 
), 1, el cargo de regidor 6 individuo del Regi= 
miento ó Ayuntamiento. 
RL, M., ESTCMECCISe; 
sIvO. 


ntir un movimiento convul= 





Í., estremecimiento general en el cuerpo. 
listón de los que usan los albañiles y otros ope- 


regla, . 
rarios para las alineaciones. 
regostado, satisfecho; harto; material y moralmente ha= 
lando, 


la frase sn regular, que consideramos ara= 
álaca la: iS 


peon, uivale á 
2 e 













nza, el trompo, la Aynigho ete. 
car la: lo hemos oído en Malón. 
ela; 1., pórtico de la [glesia: se usa en algunas loca» 
lidades. 
rejuela, n., pasta freída ca la sartén, y que tiene, aunque 
remotamente, aquella forma. 
, Sobreviviente. 





R 30 





la persona muy curiosa y escudriñadora. 
doin la propensión á enterarse de todo, 
hay en una casa ó concurrencia, etc. 
sumas, 1 sopa mojada en chocolate. 
la faena de nEMOLDAR: 
., cortar las ramas viciosas de los árboles. 
sacar ciertas plantas del sementero y colo» 
disposición y ú la distancia convenientes, 
pora que rindan el fruto, 
4., rumiar. 
, podador ó remoldador. 
, 1, rendija; hendrija: sobre ser familiar aquella 
voz, la hemos visto usada en poesías inéditas. 
y Mo, renegador. 
A, Avellaneda, en su Quijote, dice al capí= 
tulo 1V, con que durmió aquella noche (Sancho) muy 











, operación que se hace con el pan. 
repaso, segunda prensada de la aceituna, que gene- 
ralmente es para el dueño del molino, en pago de la 
primera. 
, adornado ó excesivo de picos ú ondas. 

', recaudar; ant., forense: || alzarse con todo: por 
ejemplo, antes de abandonar la casa, replegó con todo 
lo que allí había en frutos y muobles. 

roposte, 1., despensa. 
y d,, registrar con curiosidad reprensible. 
1», disputador; temoso; aficionado á llevar á 
todos la contraria. 
repostón, n., respondón. Avellana dice, fra es la mayor 
parlera y uxrostoxa que hay: en todas y 
pa de popagaros (cap. XXVI). Hemos oído mu- 
+ ¡s veces esa palabra, usada hoy sin distinción de 
clases. 
reprenda, aprehensión; retención. 
repropiar, EN resistir el ce II d., repetir impertinente» 
mente una misma a 
h., reto; acusación: qa el Privilegio no 
ice, (si alguno) será de traición... 
cb acusador estar en su REYTERIO, nO sía ienido. 
sado responder d otra demanda si le serd feyta. 








repuí, desecho; desperdicio: se aplica d cosas y personas: 
en algunas partes rebul. 
, las últimas campanadas que se dan para marcar 
si las anteriores eran primero, segundo $ tercer loque. 
requedar, marcar cada toque al final de él. 

1., adornos Ó accesorios en los objetos ma- 
reriales y preámbulos, circunloquios, rodeos Ó aravíos 
en la conversación. 

res, nada: también se dice no res, reduplicativamente, 
Aunque forastera, incluimos esta voz por el uso coms- 
















tante que tiene en As la 
m., los peritos que en las cacerías se desti- 
nan á ojear y hacer mover de sus cados Ó escondites 4 
los animales de caza. 
resacar, n., la acción de dispersar y poner en carrera É 
las piezas de caza. 
resbalón (a M., Véase REFILÓN, con cuya frase tiene 
grande analogía, 
lo, 1., dícese de la persona cuyo exterior inspira 
respeto. 
sosplgar, coger los desperdicios 6 restos de la cosecha: 
en se limita á las mieses, obedeciendo á su 
i : en Aragón se dice también de las olivas. 
, n., alzarse Ó ponerse de puntillas; esto es, 
sobre las puntas de los pies. 
respingo, m., €n la frase dar ó pegar un respingo, signi- 
fica crecer muy aprisa en estatura ó en fortuna, Se dice 
echar un respingo, por reprender á uno fuertemente. 
respalero, respondón: también respollón. 
, B., punto que dan los sastres para asegurar 
bolsillos y otras piezas. 
s istero de sol. 
E 
restrojera, rojen 
retajo, n., retal; retazo: alguna vez se usa en sentido 
figurado, para apodar á los niños de corta edad. 
retastinarso, d., pasarse de fuego el guisado ó asado. 
retavillo, n., instrumento de labranza, que consiste en 
un palo terminado por un aro Ó grande arco de círculo, 
y sirve á los mismos fines que la plegadera. 
, M., rechinar; se dice de los dientes cuando se 





aceran Ó resienten por alguna impresión exterior del 
tacto ó el oído. 





nesa. 

rey de zarza, n., ave del orden de los pájaros. 

rezago, d., ganado endeble que se separa de los rebaños 
y se conduce en un grupo, aunque perteneciendo á 
varias clases, 

:., avenida de río, —Jovellanos prefiere arríada; la 

E española cita como aragonés aquel wo= 





cablo. 
La , tibazo; pendiente entre dos campos superior É 
inferior. 
ribetón, n., faja 6 ribete más ancho del ordinario, el cual 
usaban las mujeres en vestidos; sobre lo cual puso limi- 
taciones la ley suntuaria de 1553. 
campo sembrado, con sólo las espigas que en él que» 
daron, ya porque cayeron desgranadas, ya porque no se 
cosecharon. 
ricos-hombres, n., los sjes de la primera nobleza 
de Aragón: unos se llamaron de naturaleza y otros de 
: de los primeros dice Blancas que procedían 4 
duodecim illis Senioribus qui in primo interregno Réi= 
iblicar nostro: moderatores fuerunt. Ducange dice rici 
mines, proceres apud aragonenses .quos alli vulgo 
barones vocantus 


"ones lr. 

ridículo, n., bolsa de señora que solía usarse, como parte 
del traje, para llevar, como en la escarcela antigua, los 
útiles más precisos. 

riedra, n., véase FIANZA. 

rillo, n., cada uno de los tres cilindros de hierro, que se 



























































e a. 


tontusco, n., despectivo de tonto. 
toña, d., pan grande. 
toñina, n., alle zurra; tunda.—La di una apo re 
dice Serra en Luz y Sombra, voz que no trae el Dicción 
mario de la Academia de 1832 y sí el de 1809: 
, en los Hospitales civil y militar de Zaragoza 
se llama así á los practicantes que aplican remedios ex- 


teriores. 
toquitear, n., diminutivo ó atenuante de focar, aunque á 
veces tiene carácter de frecuentativo; también foguinear. 
tormo, d., terrón de tierra Ó azúcar. 
tornallo, porción de tierra destinada á una especie de 
plantas y que se riega Eo 
tornizo, n., castrón, mardano 6 padre mal castrado. 
torno, n., el que sirve en los carruajes para dificultar su 
a las bajadas. A O 
toro, toro e) ¿man , dice 
Dr. Antonio la Íglesla en una Relación de estas que 
hizo Epila á su señor, el Conde de Aranda. 
torre, p., pS granja; carmen; casa de recreo en el 
campo.—En Carta-puebla de Ejea, 1180, ya se decía el 
¡lla vonne de Escoron, non hadel nisi sex 
torrero, colono 6 encargado de una huerta 5 granja. 
tortera, dija de bar 5 la los. 
n., vasija de barro en quese sirve la so] ASA 
dos y aun las verduras e viandas: en Caba ticas 
ión mucho más concreta. 











a, Es, pon golpe coa o 
£,, testarudo; terco; obstinado; tenaz, 
tozoludo, testarudo. Ñ z 
', porfiar demasiado y obstinarse testarudamente 
en una cosa. a 
, my alquitira; > 
 d., cuart o pa árbol. 
4, IFANCIZO.. 
franco, n., se usa en la frase d trancos 6 barrancos, que 





se T 


significa lentamente, con trabajo, con dificultad; echan» 
do mano de todo arbitrio. 

a , A,, trance Ó remate en lo vendido 4 pública licita= 
ción. 


Aranzer, d., rematar. 
o paño tendido al pic del olivo, para recoger en 
él la aceítuna que se arranca, 
, M., diminutivo de trápala: || n., persona que 

pa e hi 

,,M,, herida, de mi ¡ura que . 
trasca, de palo grande de buey. Pao 
trascolar, d., 


; a 
d., pescuño ó cuña para apretar la reja, la este- 
tal 








US usa, entre otros, esta palabra 
te, en sus Escarmientos de Jacinto. 
tratadores, n., los diputados nombrados por cada brazo 
pura confereociar entre sí y con E sobre los puntos 
le recibi 





allí tratados y que habían d su aprobación y 

sanción AS Panor. 
trasmudador, £.. ue se ica al oficio trascgar. 
trasmudar, pal 







hurtar. 
D. idero de tablas, estacas, cañas, etc., para 
contener d desviar el agua, 
trazas, n., sustantivo aplicado, siempre en plural, al ba 
zañero que es todo apariencias: úsase también en sus 
diminutivos, illas y tracetas. 
trazo, n., despojo de res perdida. 
, se dice del madero que tiene 26 palmos 6 poco 
A despoblad 
|., páramo; montes despoblados. 
tremoncillo, d, 





tomillo, 
trena, d., trenza: |] a., bollo 6 pan de esa figura: [| m., mes 
ter en trena, sujetar 4 uno, reducirle á razón.—Ayala, 
en el Rimado de Palacio, parece indicar adorno de 
vestido, como foja, galón ó lazo, en los versos, 


Pero si diese un parmo de Melimas con 545 TREMAS 
Valerle ha piedat. 


T ES 


trencha, d., pretina. 
ns stgo: así hemos visto explicada la ctimo- 
logía de la calle que conserva aquel nombre en Zarago» 
za, —En Murcia, defensa ó reparo de los ríos. 
trenzadera, s., cinta de hilo.—Para decir, ¿qué dorra- 
chera trael, se dice, ¡qué trenzadera! 6 ¡qué alpargata! 
, M., lo que está sujeto al pago de algún TrruDo 


Canon. 

treudo, n., pensión anual, de suyo irredimible, en reco» 
nocimiento directo de una cosa dada en tributación ó 
enfiteusis /Gestis, 10).—La Academia, que en 1822 le 
daba equivocadamente la significación de catastro, en 
las últimas ediciones define mejor, aunque no del todo 
bien, tributo ó canon enfitéutico, 

treznar, a,, atresnalar. 

tría, n., huclla ó carril que abren en los caminos las rue- 
das de los carruajes. 

triado, n., el rambo que tiene trías: || m., camino muy 
frecuentado: [| 1., asunto 6 mat ue se hon des- 
envuelto muchas veces; y en este sentido es sinónimo de 
trillado. 

triar, n., formar carril Ó tría: | n., triarse, torcerse 6 
agriarse algún plato de leche. 

tribunal, n., el de los diez y, siete, formado del seno 
¡Ba los cuatro brazos, juzgaba á los lugartenientes y cu. 
riales. 





, 8, enajenación de bienes raíces que trans- 
fierc el dominio útil, pagándose por el directo, cierto 
A : || d,, reconocimiento de los límites concedidos á 

festa. 








poner mojones en los límites señalados á la 





tributo, a., catastro. 

tricallón, palo unido 4 las cuerdas y al objeto que ha de 
ALTABLrarse. 

trifulea, n., gran bulla; diversión; contienda; inquietud ó 
movimiento. 

', 2., saltar; correr; dar muestras de contento. 

pa de cabestro; (| d., campanilla de las 
habitaciones, en Barbastro, 

trinquis, trago: en alemán, trinken, beber. 





su Tr 


e le e ¡ra designar 
que es val md oa 
tripas, para indicar al que es cruel 6 vengativo. 

a., réplica á la segunda contradicción de la parte 


responder en juicio á la dúplica 6 segunda 
contradicci 


, Patata: aunque nosotros no hemos oído esta voz, 

h ile ser el único aumento que, sobre la 
rimera edición del Diccionario Aragonés de 

¡emos observado cn la segunda, la cual se imprimió en 

Palma en 1853, si bien á nuestras manos no llegó, hasta 

después de Vie por primera vez, este nuestro. — 








Otros triun 
, perinola. 
tronador, n., juguete de los muchachos, que consiste, en 
un pliego de papel, cuyos pliegues se sueltan de pronto 
¡roducen una detonación. 
tsonlirón, calavera: tronlironada, calaverada. 
tronzado, »., cansado; tullido, 4 consecuencia de una 
marcha penosa. 
), M,, resentirse; fatigarse por el demasiado ejer- 


cicio. 
trubiano, en lenguaje jítanesco significa, aragonés, según 
as en la Corona poltica de zara, pá 700. » 
trueque. 
trucar, d., golpcar á la puerta: 1] cambiar: barbarismo 
derivado de trocar. 
(oecir), ., úsase en la frase, como si dijeras truco 
y en sus equivalentes, para indicar, que una persona no 
consigue nada de otra: [1 nm, esquilón que sc pone al ma- 
cho cabrío de mejor apariencia, que sirra, con los 
a los cañones, como guía del rebaño. 
|, 2, logar. 
a., vasija para recibir el vino del lagar á las 


a, 0, esquila ó truco de menor volumen, que sue- 
le ponerse ú algunas ovejas. 
, túferas, d., especie de criadillas de tierra. 





cubas. 














uu nu 


Conclusiones de Economía política, sostenidas en 1785, 
bajo los auspicios de la Sociedad aragonesa, se lee, 


Genovesí el tUMBARRO Y Otros tales 


en significación de mandria ú otra parecida. 

turra, n., ave que frecuenta la laguna de Gallocanta y que 
Asso llama desconocida. 

turruntela, capricho repentino; propósito extravagante. 


u 


m., del tronco materno; lo hemos visto usa- 
do con alusión á los bienes, en lenguaje forense. 
unidad, n., unión ¿fuero de la). 
unido, n., el que hrmaba ó se alistaba para sostener los 
fueros, invocando el Privilegio de la unión. 
, ., privilegio que consistía, en firmar los nobles, 
veces la familia real y aun el rey, para permanecer 
en estado de insurrección, hasta que, reunidas las Cor- 
tes, se diese satisfacción al reino de las ofensas hechas £ 
los fueros: fué confirmado por Pedro 111 y Alfonso 111 


y abolido por Pedro IV. 
A además de las usuales acepciones, se halla 


una vez en sentido de Ciudades; y la verdad es, que 
el brazo de las Universidades se componía de represen= 
tantes de los pueblos de voto en Cortes, que eran en ge- 
neral Ciudades, 
untada, n., rebanada de pan mojada en aceite, manteca 
ú otra sustancia análoga. 
to, n., unción; vocablo declarado aragonés por 
Blancas. 
untura, manteca: se les en el zaragozano Ebn Buelarix. 
usajes, n., derecho consuetudinario, pero elevado 4 ley, 
constitución, ordenanza, fuero 6 privilegio. 
usín, husín, nieve menuda, traída por el viento norte: su 
uso en el Alto Aragón. 








s6 v 





usa en la pa vagar te puede, para 





a., erial; racio. 
pla de ciervo, cuerno de venado: úsase por Ebn Bu. 
clarix, según informes. 
, M,, cacharro; la Academia define, como provin- 
cial, bajillo, cuba ó tonel, 
), ligero, versátil 6 falso: | alegre 6 chillón de 
colorido. 
', 1, valor, estimación Ó precio; y así se dice, va- 
lentor de un real; valentor de un alfiler. 
valenza, n., parece significar, valentía, denuesto, riepto 
6 desafío, á juzgar por las palabras de Cuenca que, re- 
firiendo antiguos privilegios, dice, el pechero que hiciere 
vatenza d caballero, no siendo pariente en cuarto, gra- 
do, pierda caballo y armas. Tiene alguna conexión con 
la voz soberbia, usada en el fuero de Sorauren (Nava- 
rra), ca donde dice, que ningún Señor les hiciere sober- 
bia, esto es, agravio 6 violencia, 
y A., tener valor alguna cosa, y así se dice, este año. 
se vale mucho el trigo. 
), €., calzones. 
vara, látigo; zurriago: se toma E por el todo. 
varear, n., ahuecar; esponjar; mullir la lena de los colcho- 











vw 
nes: [| también se dice aunque ambas voces 
e ni ea de un modo 


general. 
vareador, n., el que tiene por oficio varcar la lana. 


varello, n., val pequeña. 
Vasallerío, n., derecho sobre los vasallos y condición de 


sayllo ú nutural deue, etc. (Códice de la Unión). 
de , M., los que daban tributos persona= 
les á los ricos-hombres: trata de ellos Cuenca, en su 
pa de este título, Los había también, de contrato, co» 
ete, 
vasallo de signo servicio, los collati tendelli (collazos) 
6 adscriptos á la gleba, Ó colonos adscripticios, 6 colo- 
nos enfeudados, que, insurreccionados, y abolido ese 
estado antes de 1430, quedaron vasallos de parada ó de 
contrato; eran hasta divisibles en las herencias y sujetos 
al derecho de vida y muerte, si bien se redimían cuando, 
heredando ó viviendo fuera de los fondos alodiales 0, 
, n., ombligo de Venus; planta. 
vaso de  M., Jámase censo del vaso de agua, el 
que consiste en el 5 %, del capital (antes el 10) por cada 
enajenación; no pudiendo hacerse ésta, sin consenti- 
miento del censualista, 
, laringe ó cavidad entre la glotis y la vepiglotis. 








, 1. cada uno de los dos ministros, elegidos por 
el Capítulo general de Ganaderos de Zaragoza, para 
:cuciones, il otras 


ar embargos, itas y 
diligencias judiciales. En Navarra tenían el mismo nom= 
bre los guardas de los campos; y hoy se conserva en 
Agredas el de yidaleros. 

', 0., juez ó alcalde de un partido ó territorio. 
po, toldo de tela burda y consistente; (| n., especie 
de quitasol de grandes dimensiones, que se fija en tie» 
rra y sirve para preservarse de la intemperie, los ven- 
dedores ó feriantes. 





rro Vocals el de Lada, dl de amen Pla Porn Y O 








ad v 
volletarós po, plcial que mabaja eat m7 
ES Aide co, pair pel Adm 
EN Adenda esta rmac, por 
¿mo Sai incluimos, pe co 


esta palabra, se conserva hoy en Aragón oa 
que es fuera de aquí, una voz desapas 
vendeduría AN > 





o A e 
A de EAN ON) 
hacen las limpias. 
ventano, n., ventanico ó ventanillo, según la Academia, 
do estos diminutivos, pero no su respec» 
¡va voz radical. 
«ora y Orilla, 
ps dice ca sentido de ctgnidad $ dela otra vida, 
pues hemos oído frases como ésta; le hallé inmóvil, sin 
color, sin pulsos y. crel queyea estada enla perdad. 
, verduzco, d., látigo de cuero $ 
A RS mi 
en plural significa los al maíces, etc; 
codi leds als eso ao han pino % 


ed indica la sotidad. de una fortuna ó una co- 
ma 1D; p- € a Y SECO. 
A 1 de Aragón, de arran= 
e Provenza 4 su hermano Sancho y ice, 


Pucis ab cor 
Quan n' ac pres lo vert él madur; 


que Mr. Millot traduce así, 
Apres en avoir tisé le vert et le s0c,, 


o parece indicar, que este modismo era también 
lrancés. 
vereda, n., cada uno de los nueve distritos, en que se di 











del templo del Pilar de Zaragoza, suspendidas desde el 


|, D., vez; y así se dice, este 
es voz del vi tiene, como se ve, bastante mas lati- 
tud, que los significados de la Academia. 
, M., las señaladas, en general, para tras= 
bumar el ganado, 
vicera, n., adula: úsase también en Navarra: en Castilla 
bicerra, es cabra montés y vecera, hato de puercos ú 
útros ganados que van 4 la vez; así como vecería, ma- 
nada de ganado, por lo común porcuno, perteneciente 
un vecindario.— Vecero está usado por muchos, en 
treotros por Berceo, en sentido de cosa que se 


turno Ó persona que la hace. 
viblos (pan), a. pre 
As, ado; educado con demasiada libertad. 








n., hombrecillos; planta. 

wieda, prohibición de saca de ganados, granos y otras 
mercancías, fuera del reino: los diputados, en las Cor» 
tes de Monzón de 1528, pidieron hacerlas ellos, pero se 
contestó que eso era regalía (Dormer). 

villa! ,, berbiquí: es de uso general y exclusivo en 

1, adonde T trajeron los franceses, en la inva» 

sión de 1808 y por ello conserva un nombre, tan pare- 
cido al de vil ¡fra, con que aquéllos le conocen. 

villanos de D., llamados de convención Ó conve= 
nio, por el que hacían de servir á los infanzones, sin 


la 





¡Ínea agreste 
visuégalo, rdi a o 

Viola, 2, violeta; alba 

violario, a., «lr ic € no pur la a 


ción que dea Laos de es hacisgda d Pl 
mediante la jue éste hace de su PSo 
de ella. Las cuales d vioLamio ricos-homes y” 


, dice un documento antiguo; sin duda, nde 
cando, que cuidaban de su conservación $ 


en este sentido, que es casi 
de aquella polos las Ea 
naciones os la Casa de Ganaderos de Zas y 
Ll E MS d las cuales hemos acudido para com- 
nan IIgunas palabras de ganadería, si bien allí no se 
A das las de nuestro Diccionario. 
, a., usufructo que sobre los bienes del cón 
a goza. el superviviente, mientras continúa én 
viudez. 
vizalero, d., ho 
voceador. 1. 








a nd la. 
votador, caja 6 urna para recibir los votos. En los Gestis 
de la Universidad hay un inventario de ornamentos y 
joyas en 1 en el cual consta un botador de plata. 
md 10; bóveda. 
L, vi 


E a 





a 
e 
EA 





3 


Xx 


', 4., revolver el agua ú otro líquido: dícese más 
bien chapurcar.. 
XAITO, 4., VÉAse JARRO. 
xía, u., chia; insignia de la magistratura: ant. 
'¡glar, a:, gritar con regocijo. 


Y 


Yaya, n., abuela: también es muy frecuente, sobre todo 
entre los niños, designarla con el nombre de lola, que 
no incluimo: 





, Des : se toma el género por la especie. 
Jecha del pico, n., planta E des ps 
yerba corxoncra, hipérico. 
yerba de pordioseros, n., planta. 
yeso, a., Úsase la expresión lavar de yeso, y significa, cue 

brir de yeso una pared, bruñiéndola con la paleta. 
yunta, p., yugada. 





EA 


uías, d., el que cuida de los turnos en el ri 
de multar d los que contravienen á los estatutos Ú or- 
denanzas. 


zabalmedina, n., zalmedina: lo hemos visto escrito de 
esa manera, gunos ¡mentos manuscritos, y Du- 
cange habla de él, usando además los nombres de 
medina, o cephalmedina: en un Privilegio de 

Pedro IM, en favor de los Jurados de Zaragoza, se lee, 





cazalmedina, 

zaborra, d., piedra pequeña: tiene alguna conexión con el 
saburra latino y sorra español, que significan la arena 
gruesa con que se lastraban las embarcaciones: || piedra 
sin labrar. 

zaborrero, d., albañil que trabaja con zaborras: || d., poco. 
diestro en algún oficio. 

ZADOITO, N., ALIEZÓN. 

TAburrero, d., ZAnORRERO. 





zafareche, s., estanque. 
zafariche, a., cantarera Ó sitio donde se ponen los cán- 
taros. 
zaforas, zAfOroso, M., persona desmañada, sucia Ó 
torpe. 
zafrán, n.. azafrán: así se lee en nuestros Fueros, pero 
en castellano sólo se usa, como licencia poética, 
zago, después: también zaga. En acto público del no» 
tario Bencded, 1283, se lec, entraron en la Iglesia zauo 
de el; é los sus enemigos zaca del. 
, calzones de piel, que sólo cubren la parte ante- 
rior: úsanlos los pastores. z 
, ., últimamente: también se dice la qa 
"a vez, cuya significación es aproximada á la de la 
cademia. 
zalacho, andrajo: se artis despectivamente, á las per- 
Parcial se dice también, poner d uno como un qa- 


zalear, d., manosear 6 deslustrar alguna cosa. 

ina, a., en lo antiguo, alcalde Ó magistrado con 
jurisdicción civil y criminal: era Juez ordinario de Za- 
ragoza y para el desempeño de su oficio, que era anual, 
tenía un asesor. Fs equiparan este Ea al de 
Censor en Roma: jj d., era en lo antiguo el alcaide de 
las cárceles; que , Aquel preso que por sus circunstan= 
cias, es nombrado para cuidar del orden interior, en 





z 333 


cada estancia: — viene de Cadí juez y Medina pobla- 
ción 1. (Véase Nougués, Aljafería). 
. , M., dignidad y oficio del zarmrDIxA, en su 
primera acepción. s 
n., golpe con palo, correa etc.: || n., desgracia 
que uno sufre en su salud, su carrera ó su fortuna; y 
así se dice de uno que ha quedado cesante, hay le ha 
llegado el zamarrazo 6 ramalajo: también vemos usa» 
da esa palabra, en unas quintillas, escritas con motivo 
de las oposiciones verificadas en Zaragoza, para llenar 
la vacante del catedrático P. Raulín. 
ZAmueco, n., mostrenco; majadero; drope. 
¡coohar, d., guisar con poca limpieza; en Castilla sal» 
eochar: || d., revolver, desgobernar. 
, d., empandullo, 
, M., muchacho desproporcionadamente alto: |l 
n., joven inútil y ocioso. 
ho  n., zurriburri, 
ape ), M,, En algunos juegos, el que no hace tanto 6 
za. 


zo, n., sapo; [| a., persona desmedrada, torpe ú desma= 
ida.—Rosal dice, que los antiguos llamaban zapo, al 
sapo y zapico, ul hombre chico. 
, ) d.., trompazo; talegazo. 
zapos-quedos, juego de muchachos. 
A n., cuero en que se saca agua de los pozos, según 
autor del Diálogo de las lenguas, quien cita esa pala» 
bra como aragonesa, diferenciando su significación de 
la de Castilla, en donde vale tanto, como cuero de vino. 
zaranga. d., fritada. 
zaragoci, cierta especie de ciruelas, que la Academia tra- 
duce, Casaraugustanus: en rigor, esta palabra, pura- 
mente española, no debiera incluirse aquí, como nohe- 
mos incluído en su lugar, la uya aragonesa. 
, 2, arco de cuba. 











0) Briz Martínez dice, que de rabal señor y metina ciudad, y añado 
ue sustituy E al Señor 6 Juez ordinario, y que 099 
ope 





el 
¿sr fs rial sp Mos por ads 1.4 pal dl, o o 
Tiniones (lafora de San Jana de la Daño, libro Ivo oop. RI 


Ñ 





zarfe, n., criado que se toma en común, por 
que via; a a tempo, Jcca desu esa. a 
zarpa, D., se Usa en la . ¡arpa greña y 
significación de andar ñ A É 
zarpear, n., equivale aproximadamente, Á manotear y 
manoscar: |! n., echar A 
, n., revoltijo; conjunto desordenado de cosas 
y aun de ideas Ó palabras; Úsase también en el mismo 
es piedad pastrón. 
), M., ZAFTAPasiroso; Zarra la 
maria miis espe de loo $ otra suciedad, en los 
les tl 
Ho , Juez toeyor de judíos y moros: sad 008 
. Foz. 
zerigallo, d., pingajo: ll d., joven indiscreto, que presu= 
me y e lens mbr dato que debe. Es 
xiza, avispa: úsase en Borja y otros puntos. 
zoca, d., choca. 
zofra. ven ess que paa AS en A 
reino de Aragón: (| n,, hacer trabajar para 
común 6 4 vecinal, en obras de at y 
zolle, azolle: se usa también, como término de compara» 
ción, e pintar una habitación estrecha y lóbrega. 
zoque, d., tarugo Ótronco de árbol, sobre el caal se cor= 








tan las carnes: (1 tajo; tajador: |] m., cepo para la limos- 
na, en tierra de Biescas, 

zorina, gallina con manchas blancas, en fondo canela. 

zorra, d., quorra de carne, piltrafa. 

zorriar, n., el supuesto Avellaneda, autor a: 
la opinión común, usa de este verbo, en varios lugares 
de su Don Quijote, pero siempre en boca de Sancho. 
Una vez dice, jue d fe que me zorrian ya las 
de pura hambre (P. V., cap. IV); y otra, había 
la escudilla cel las le tos Seo me os 
zonnianbo por el estómago abajo (cap. |, Aral 
frases se compadecen bastante, con las a de 
qurriar y qurrir, sonar ó resonar bronca y desa pacible» 
mente aíguna cosa 

zoto, c., ignorante, Jerdo, 

zucrería, d.. confitería; se balla excluida de la última 
edición de la Academia, sin la justa causa, con que se 


z 335 


ha omitido qudería, que estaba en la penúltima, indu- 
dablemente, por error tipográfico. 
TUCrero, n., confitero, 
ruda, n., castillo, según Ducange, 
TUNOO, N., eras enla tela. 
uncir, 0. francis plegar 6 recoger el borde de cualquie- 
ra tela. 
, M, persona chismosa y mal intencionada, que ¡n= 
dispone á unos con otros: tiene también, pero un poco 
la, la significación de la Academia: || se dice ser 
un quriga, al que es travieso ó aturrullado y mañero. 
zuro, d., corcho: el corazón de la panoja. 
zurraco, d., bolsón de dinero, y en general dinero muy 
escondido. 
zurrumbre, hedor que se exhala de algunos animales ó 
de sus desperdicios. 

































































































































































































































































INDICE 





PaóLoco: 
1. Homenaje 4 Aragón. 
NL. D. Jerónimo Borao 
NIL. Diccionario de Voces Aragonesas. 
IsTropucciÓN: 




















COLECCIÓN DE VOCES USADAS EN La LITERA. 
= *  — DEUSO EN ARAGÓN. 





Páginas 


0] 


«)