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DICCIONARIO DE VOCES ARAGUNESAS
2
nazarnos con la invasión árabe, 4 la cual justo es
decir que debemos la mayor parte de nuestra ade-
lantada ilustración en los siglos medios, así como
el desarrollo de todas las cualidados caballereseas
que constituyeron un día nuestro carácter, y que
todavía so conservan, aunque muy atenuadas, en-
tro nosotros, como so conserva el aire de familia,
6 como se distingue el tipo especial en el rostro de
cada nación y aun de cada territorio.
Do la misma manera que ol idioma latino, el
cual por su difusión vino 4 llamarso, á poco de la
invasión árabo, la longua do los cristianos, esto 0s,
Ta lengua nacional, la longue on quo estaba escrita
la legislación ó el Forum Judicum, de la misma
manera, decimos, so generalizó entro nosotros el
írabe,al cual (como dice el sabio Marina) hubieron
de trasladarse hasta los libros santos, que ni aun
los sacerdotes entendían, siendo cierto que en el
siglo IX no había sino uno para cada mil que com-
prendieso ol idioma latino, cuando el caldeo era en
muchos puntos de España del todo familiar W,
No en todos, sin ombargo. Los alentados espa-
(1) Alvaro, amy pa de San Eulogio, se lamenta en su f;
Tuminoso de que los Tatinon dejasen por «l krabo au
Irrebatible texto, adueido por Áldrete en el cap. [IL de su
peimeiio de la lengua castellana (Bomaa, 1500 Y mpoyado después (b: 4
Espltilo XI? con muchos mutores de fran nota. demuestra que auibod
he 2 el mo. Cd el árabe, nos fuero: todo vulgares y App
_ tando al “erudito rabia Sr. Gayangos al morkico ara:
gu Lo] wclón, natural de Rueda de A
A
des Fomanolo a
serbia A CA Los ne vernos en de lec
dl
folos que, lejos de someter su cerviz al yugo mu-
sulmán, fueron á refugiarse en lo más arriscado
de las montañas para preparar desde allí la más
obstinada y vencodora defensa que han presen-
ciado los tiompos, salvaron con nuestra naciona-
lidad nuestro lenguaje. Y no fueron sólo las in-
vencibles huestes de Pelayo las que conservaron
el depósito del idioma: tambión los aragoneses,
reunidos en las asperezas pirenaicas bajo la con-
ducta de Garci-Jiménez W, preservaron el latín
gótico de la destrucción completa que le hubiera
exbido si, como en las ciudades florecientes y aun
'en comarcas entoras de España, llegara á hacerse
general el idioma de los árabos,
Cuál fuora aquel tosco lenguaje 6 qué grado do
perfección alcanzara, no os fácil decidirlo; pero
convienen los doctos en algunos puntos que nos-
otros agruparemos brevemente. Parece que los
godos no fueron poderosos á imponer ni aun á
conservar su idioma propio, y tomaron, por el
contrario, la lengua latina, aunque en el ostado
mísero en que ya se hallaba, como que ya venía
decayendo desde su mismo Siglo de Oro %. Las
oy a oy pri o de Y Feng pa
Ad iaa db vas Origenes 4 a lengua evalola,
Lar Mamahar de Altar
e e a
' 4 que sufrido la buena lstínidad; San Jeróntino
od =
pórdidas que diariamente sufría el idioma del La-
elo permitían que se infiltrase sin obstáculo tal
cual influencia gótica, y de ese mutuo decaimien=
to, favorecido después por elementos arábigos,
rabínicos y francos, resultó una verdadera 6 in-
forme fusión, en que sin embargo prevaleció el
elemento latino %, por donde los idiomas de él
engendrados se llamaron romanos Ó romances,
ocasionando entre otros el castellano, que bajo
este aspecto bien pudo huber nscido en el si-
glo vu, si puede llamarse idioma nuevo el que
debió de hablarse en aquella ópoca, de lo eual
disentimos nosotros francamente, por más que lo
hayan sostenido, pero sin documentos ni razones
de algún peso, los eruditos Aldrete, Terreros y
Andrés %), De todas suertes, y aunque fuese idio-
ma vulgar y sun cortesano, al decir de Terreros, *
no le yemos hasta el siglo xx como lenguaje es-
erito, y, por consiguiente, no podemos deducir de
6l sino lo que de ésto se desprende. Cónstanos,
sí, do su existencia, como quiera que la domues-
tran laz mejores inducciones filológicas, la decla-
ran los mismos documentos latinos que repetidas
e dol jecano el lecguato actual proreda del lata AN
, Aribalda al E. Burriel, divide
nin segunda. que corre del
sa, Me godos wimgnros
Fumana, aunque ala lntroducir la duo el mslo Ándrds, qu que no St
veces se refleren sl idioma que llaman vulgar (6
rústico, como Don Alonso el Batallador), y sobro
todo, la argúirían con su misma perfección rela-
tiva los primeros monumentos verdadoramente
castollanos.
- Pero antes de fijarla ópoca á que óstos ge ro-
Soren, conviene anticipar dos observaciones di-
plomáticas, á saber: la falibilidad de muchos docu-
mentos en ordon á su lenguaje y fecha, y la abun-
dancia de documentos latinos y absoluta carencia
de castellanos hasta los tiempos críticos á que
nosotros referimos el uso del castellano escrito.
En cuanto á la primera de estas dos ideas, di-
remos que ha habido muchas piezas, latinas en su
su origen pero vertidas más ó menos pronto al
castellano, lo cual puedo inducir 4 fácil error por
Ja aparento conformidad pero verdadera disonan-
ola entre la fecha y el idioma, de lo cual (entre
muchísimas) pueden ser ejemplo los fueros de Se-
púlveda y de Arguodas, 1076 y 1092: hay también
privilegios, cuyas confirmaciones so conocon pero
no sus institucionos, habióndose redactado aqué-
¡sl slglo via los versos compuestos en alabanza de unos caballeros
ramas de higuera á los moros que cobraban
UL el poema en octavas A la pérdido de Es-
me del siglo xs
105, Supo!
del CIA y de Fernán González 6 igunimente dos versos del
sado Hermigua dirigidos 4 su esposa Outvana, como
Mas en idioma castellano sobre original latino: ha
habido también privilegios y fueros que sucesiva-
mente se han copiado, y modernizado 4 cada 00-
pia, considerándose vigonte la última de óstas,
entre la cual y la fecha, que es de suyo inaltora-
blo, resultaba un desacuerdo filológico no siem-
pre perceptible: ha habido, en fin, alteraciones
interesadas y por consiguiento lingúísticas en al-
gunos pasajes, lo cual ya denunció Don Alonso el
Sabio en aquellas palabras «aun aquellos libros
raion et escribien lo que les semejaba 4 pro de
éllos e a danno de los pueblos».
El segundo extromo se comprueba con los mu-
chos faoros municipalos redactados en idioma la-
tino durante el siglo XI, y aun con loz muy nume-
rosos quo so otorgaron on el mismo idioma por
toda la primera mitad dol siglo xr, como lo de-
muestran, sin salir de los reinos de Aragón y Na-
varra, los de Alonso el Batallador de 1117, 1129,
1124 y 1129, concedidos 4 Tudela, Sangiiesa, Ca-
banillas, San Cerni y otros pueblos, y lo que es
más, los concedidos por Sancho el Sabio de Na-
varra desde 1150 4 1193, cuyo roy (ni ningún otro
que sepamos) no se sirvió del castellano sino en
el fuero de Arguedas, año de 1171,
Resulta, pues, que los primeros documentos cas-
tellanoz corresponden al siglo xn, pues aunque
so habla de documentos do 950 ", de una os-
7
critura do 10660, do una anóedota do 1905 '%, de
un privilegio de 1101 %, y de algún otro docu-
mento á este tenor, la verdad es que el primero
que cita Marina es de 1140, el primero de que
habla Gayangos de 1145, ol primero que vió Sar-
miento de 1150, el primero que parece que han
disfrutado Risco y Tieknor de 1155 0, el primero
que menciona Yanguas de 1171, y el primero que
copia Borganza de 1173, advirtiendo nosotros de
paso que nien ol Archivo de Comptos do Navarra ni
en el de la Corona de Aragón, no existo documen-
to anterior á aquellas fechas. Tambión debemos
exponer respecto al P. Merino que ni alcanzó otra
osa que lo exhibido en sus Antigiedades por Fray
Francisco Berganza, ni anduvo á nuestro parecer
muy cuerdo en la calificación de un romance del
Cid que aquél encontró on el monasterio de Car-
deñna y que estotro supuso anterior en algunos
A e y
Foto peguen me enzo q pla ego 6 il. gun
denia hr s«onceder 4 em escritura mayor Ue
A Ad
e a a En PE ans como rd
¡gra dea viin delEvanazho, be, es hacemos onda
A del Fuero Juego, obra bien conocida y cuya traducción:
se. hacer dos sá después, en 1241, —El manuscrito más antiguo.
de pero ¿dice en qué len
(2) Citado, pero refutado por Tisknor.
sz, Marina, pero con las vehementes sospechas de ser una
slglo x1v.
e TIOS
años á Borcoo y en un siglo á Don Alonso el Sa-
bio, siendo así que su estructura revela muy pos-
toriores tiempos, y que Berganza, á quien se debe
su hallazgo, no so atrovió á fijarlo antigñodad, li-
mitándose á coronar su obra con esos (que dice
61) versos antiguos,
Los monumentos primitivos de que hablamos,
suponen realmente lo que ya hemos dicho, la exis-
tencia de un idioma vulgar, el cual homos de con-
fesar que todavía se rovela on documentos muy
anteriores. El erudito D. Tomás Muñoz incluye
tros latinos en su apreciabilísima Colección de fue-
ros y Cartas-pueblas, que correspondientes 4 los
años 804, 824 y 857 contienen las voces carrera,
carnicerías, calciata, foz, defesís, ganato, omes de
villa, pradum, porquerum, tempore veraná, lle como
artículo y no como pronombre, y otras indicacio-
nes análogas de lo que había de ser, andando el
tiempo, el idioma español %. Lafuente, en el to-
mo ll de su Historia de España, cita para prueba
de esto mismo, la escritura de fundación del Mo-
nasterio de Obona, 780, en que se hallan las pala-
bras vacas, tocino, mula, río y peña; una donación
de Alfonso el Católico que comprende duas cam-
panas de ferro y tres casullas de syrgo; y un docu»
mento de Orduño 1 con las voces verano, iberno,
ganado, carnicerías, caballo, elc. Briz Martínez, en
Pel Ke sa acrodlioda lastra, lempugnasol Jon Esso. Duel y Burt y
ED pa AAA hemos A gusto, dejes pa
pd e Joy e Jada ennocido por Tos iabajos perlollss
su Historia de S, Juan de la Peña, libro IU, capítu-
lo XXXVII, inserta á la letra el testamento de Ra-
miro 1 de Aragón, 1061, en el cual se leon estas
palabras: «de meas autom armas qui ad varones, et
caualleros pertinent, sellas de argento, et frenos ot
brunias, et espatas, et adarcas, et gelmos, et testinias,
et cinctorios, et sporas, et cawallos, ot mulos, ot eguas
et vacas et oues dimitto ad Sanctium... et vassos
de auro et de argento, et de girca, et cristalo, et
amacano, et meos vestilos, et acitaras, et collectras,
el almucellas, et seruitivun de mea mensa, totam va-
dal cum corpore meo ad Sanoctum Joannem... el
¡llos vassos quos Sanetius filius meus comparaue-
vit et redemerit; peso per peso de plata, aut de Ca-
zeni, illos prendat... et in castellos de fronteras de
Maxros qui sunt pro facere»; cuyo contenido, aumn-
que su traducción tiene harta dificullad por algunos
términos incógnitos, romancea de este modo Briz
Martínez: Otro sí, ordeno que mis armas portene.
lentes 4 varones y caualleros, como son sillas y
fcenos de plata, espadas, adargas, yelmos, caun-
Mos, mulos, yeguas, vacas y ovejas, todo sea y lo
herede mi hijo Don Sancho... que todos mis bienes
“muebles como son vasos de oro y de plata, de ala-
bastro, de cristal y de macano, mis vestidos y aci-
taras ó camas colectos y almuzas con todo el ser-
uicio de mi mesa, todo se lleue y entregue, junta=
mente con mi cuerpo, al monasterio de S. Juan...
que todos los vasos que mi hijo quisiere redimir y
comprar, aquellos redima poso por peso por otra
tanta plata ó cazono... (y todo se dé) para obras de
castillos que están en las fronteras de moros y no
acabados de concluir 1D,
En los primeros tiempos documentales no es
mucho que so advierta esto mismo con toda la
claridad posiblo, y así, en una escritura de 1157
4 favor del monasterio de Veruola, so leo: «nullus
homo sit ausus casas vuestras vel grangias uel ca-
banas... violente intrare»; en la de fundación del
monasterio de Aza «do etiam prefato monaste-
rio... centum caphices (caices vulgo dicimus)
quincusginta tritici; en el fuero de Valformoso
1189 se dico de tribus arriba y mulieren pulam;
en el do Santander non vendal á detal. Los docu-
mentos aragoneses ofrecon igual comprobación
y dan además á entendor desde su cuna su to»
tal identidad con la formación del castellano, y
así en una escritura de 1152 (Biblioteca Salazar)
se dan «500 solidos et III kauallos... et illes kassas
que forunt de sennior Ennego Sanz... et COC soli-
dos et una mula»; en otra de 1155, que tambión
homos visto original, so loo: «ot recipiant cum
sano ot infirmo ot donant ¡llos fratros in carítato
ad sua mulior de D. Julian que ad suos filios XX.
morabotinos, por tale que ¡llos no clamen magis
do ista hereditate... ot fuit factum hoo donatiuum
in presentia de magistor D. Frool»; en otra de
1162: «Hoc est carta do una vinóa quam compa-
rauit Potro Tizon magist. de Nouellis..... pagato
protio et aliala»; en otra do 1173: «Dono uobis
e Alas congo Ep rato de costar ola dnd ms cel Dat
fidanzas de saluetate affuer de terra... alihala
paceata»; en otra de 1202: «Hec est carta de com-
para quan comparauerunt fratres milicie Templi
Salomonis»; en otra de 1223; «suos domos videli-
cet et corrallos de coelo usque in abissum».
Obséryase al golpe que los primeros docamen-
tos, supuesto el desarrollo del embrión llamado
romance, durante tres siglos á lo menos, nada tie-
nen todavía de perfectos; y á la verdad, sobre
sus frases totalmente latinas que eran de rúbrica
entre los notarios de aquel tiempo como en los de
hoy mismo, hay documentos, no ya de los prime-
ros sino del siglo xut, que son mezclados de latín
y romance; y aun los que se llaman castellanos 6
escritos en el idioma vulgar, tienen el corte que
va á verse, y son tales que permiten hacer fácil-
mento, no la operación que hemos ahora practica.
do, sino la contraria de entresacar las voces y gi-
ros latinos de entro el vulgar informe que les es
predominante, En una donación hecha á favor del
monasterio de Cardoña, se leo al fin: «Quiquier
aque de nostro linsge 6 de otra cualquier aqueste
anostro fecho et aquesta nostra donacion quisiere
aquebrantar, toda Ó parte de ella, primeramien-
stre aya la ira de Dios, et con Judas el trai-
ador, et con Datan, et Abiron que vivos la terra
alos sorbió, en Enferno sea atormentado. Amen.
a Et sobre esto peche al Rey de la terra millo mus.
=0t al Monesterio et al Hospital sobredichos la ho-
>redad doblada». En otra escritura relativa al
mismo Monasterio, y la más antigua que en él so
conservaba, año 1180, se dice: «E judgo Don Lop:
»que ninguno de los non fuesse pescar en aque-
»llas defessas menos del otro quo fuese en la villa
»y qualquequiere que fuesse pescar, que dieso las
»cinco partes al abbat, y las tres 4 los Infanzones.
»Hoe judiciom fuit datum in era MCCXVI regnan-
ste rege Allefonso cum uxore sua Alionore». En
otra de 1193 se lee: <Notum sit presentibus et
»sciant posteri: quia ego Guisabel Garciaz fija de
»Garci-Ruiz catando pro de mi ánima hi enten-
»diendo que soa á servicio de Dios, do et otorgo 4
»vos Don Martin siervo de Dios et abbat del mo-
»nasterio de San Podro de Cardeña, et al convien-
»to del mismo logar in perpetuum las mis casas
»propias que yo hé en Burgos» ",
Y para que se vea todavía más clara la lucha
latente entre los idiomas latino y castellano, para
que se vea cuán laborioso fué aquel parto de don-
de había de resultar que la lengua latina diese 4
luz los idiomas gemelos que se denominan neo-la»
tinos, véase el siguiente trozo castellano del fuero
de Cáceres, en 1229, en donde predominan á su
turno ambos idiomas: « Mulier que viduetalen volue-
vil tenere accipial unam casam (latín) con XII ca-
briadas el una tierra de dos caffices sembradura
(castellano) ubicumque volaerit (latín)... ef una bes-
tía asnar el una mora ó un moro (castellano) el hoc
accipial de aver dambos (latín y castellano)»; y el si-
0) tos os están tomados del abundantisimo Apéndice 6, las
Añipolodon ds Bonpucn, 6 el enel va cupiaa dasclanian y SRA SaCEA
as dies alos
es Coples y en ales y ocho, anplfalos mnulild de formularios
ts
guiente latino de Tafalla, confirmado en 1157, en
1255 y en 1355: «Si duo homines habuerint pleito
Inter se et se alzaren ad regem, ambos pasen Ara-
gon si ad ambos placuit, et si non placuerit uno
mon debet enm seguir usque rex passe Aragon».
De intento nos hemos detenido en dar á cono-
cer la antigiledad y lenguaje de los primeros do-
cumentos castellanos, para que se vea que ha de
renunciarse á citar ejemplos anteriores al siglo x1,
y para que resulte conocida la estructura del pri-
mitivo lenguaje español, con el cual podrá ya con»
trastarge el que se usó en los documentos públi-
cos del reino de Aragón, de que más tarde habla-
remos. Por ahora adelantaremos que Aragón
ostentó 4 veces cierta superioridad sobre Castilla
en la esfera política, on la legal y aun on la lingúiís-
tica, verdad que ya confesó el profundo Marina en
su notabilísimo Ensayo, exponiendo «cuánto influ-
yeron los usos y costumbres de Aragón y Nava-
Tra en los do Castilla» %, Sancho el Mayor dió on
efecto á eso reino algunas leyes navarro-aragone-
gas: so sabe de los castellanos, que iban 4 Jaca 4
estudiar aquellos célebres fueros para trasladar-
los ú su país: también es notorio que el matrimo-
nio de los clérigos, así como la famosa ley sálica
£ igualmente la representación en Cortes del bra-
zo de las Universidades, fueron importados de
A ti pp stsa Ulloa de Enposa Bert e Eno
feudalismo) fué mejor que la castellano, la reconquista más.
arcada reinado poblaciones con más medios
Auspletos, a elovoción penetró artes Y Aud aná pego, Y
soperiores y en das Cartes,
Pa on que ea las Cortes de Castillo.
a
Aragón en Castilla; y en cuanto al lenguaje, como
quo hubo, sobre todas éstas, las mismas causas de-
terminantes, no puede dudarse quese habló en Ara-
gón un idioma del todo conforme cuando no más
rico que el castellano, pudiendo % asegurarse,
como despuós veremos, que, sobre ser un error
filológico, es muy gratuita la suposición de que
los aragoneses usasen el romance lemosín hasta
que recibleron el castellano al advenimiento de
Don Fernando de Antequera, á quien, con más
razones de conveniencia que de justicia, declaró
monarca de Aragón el Parlamento de Caspe.
Lo que sí hubo es un comercio recíproco de
voces y giros entre aragoneses y catalanes, luego
de unirse ambos estados, aceptándose en Aragón
algunos vocablos, algunas desinencias, y sobre
todo una gran parte de la literatura catalana Ó
provenzal, que en cierto modo oran un solo idioma
y una misma poesía, desde que los Borenguores
poseyeron la Provenza y oxaltaron su cultura,
Mas no sólo había entonces desdoro en este gó-
nero de imitaciones, como quiera que á ellas se ha
debido en todas partos la formación do los idiomas;
no sólo no 6ra vergonzoso entonces, como ahora
lo sería, el admitir vocos extrañas, sobre todo
cuando el idioma era en todas partes informe,
balbuciente, necesitado é inconstituído, sino que
el idioma lemosín Ó provenzal era á la sazón el
instrumento de la más bella poesía, y extendía su
aa A SOANROSO € 0 rotas CUA
1
influencia, no ya sólo á la corona de Aragón, pero
aun á la Francia toda, y, lo que es más, 4 la mis-
ma Italia, sío que por eso protendamos, como al-
gunos, que el Petrarca nos imitase ó nos copíaso,
El idioma lemosín, que algunos, con poca vero-
similitud, suponen nacido del francés antiguo
combinado con el lenguaje que llevaron á la Pro-
wenza los españoles allí refugiados á la invasión
firabe; ese idioma que otros suponen (cootánoo
del catalán) formado en el siglo x por el borgonés
y el latín corrupto, modificado por la casa arago-
nesa en el siglo x1, decaído y transfigurado en
0l xi; no hay duda que se difundió por casi toda
la corona aragonosa casi al mismo tiempo en que
nacía verdaderamente el castellano, viniendo á
formar en cierto modo los dialectos 6. romances
catolón y valenciano; entro los cuales y el proven-
zal y lomosín, de quienes dico D. Tomás Antonio
Sánchez que fueron una sola lengua, establecon
algunas diferencias los filólogos, pero convinien-
do generalmente en que el lemosín puro fué modi-
ficado por el catalán, cuyo nombre tomó on la
corona do Aragón, en que el valenciano procedo
del catalán, y ambos dol lomosín, habióndoso cas-
tollanizado el primero y afrancesado el segundo
andando al tiempo, y en que el catalán tuyo cierto
aire castellano (sin duda influido por Aragón) que
lo diferenciaba lo bastante del lemosín puro, el
cual procodía del latín y ol francés primitivo. Ese
idioma, y más bien que ól su gusto y poesía, pa-
'saron rápidamente los Pirineos desde que, en el
decurso de pocos años, los Berengueres reinaron
en Provenza y Aragón, á la primera mitad del
siglo xm; fueron también llevados á Sicilia por
Federico y 4 Nápoles por Carlos de Anjóu %, y
después influyeron hasta en la poesía castellana
durante el siglo xn con Alfonso XI, si bien ésta
modificó á su vez el genio provenzal desde la co-
ronación de Don Fernando el de Antequera.
Algunos reyes de Aragón, prescindiendo de que
sus conquistas sobre las Baleares, Sicilia y Nápo-
les, y aun sus empresas, primero sobre la misma
Valencia, después sobre el $, del Mediterráneo,
unas veces por cuenta propia, otras en combina-
ción con Castilla, les hiciesen más conveniente su
residencia en los pueblos marítimos; preciso es
confesar que por muy otras razones tuvieron ha-
cia Barcelona y Valencia una predilección que
negaron constantemente á Zaragoza, tal vez por-
que en esta capital, cabeza natural del reino, se
conservaban más puras las libertades de Sobrar-
be, que con frecuencia humillaban 4 los más al-
tivos monarcas, haciéndoles duro de soportar el
freno eon que se reprimían sus demasías Ó sus
naturales Ímpotas de mando. Rey hubo, y 4 la
werdad no de los que menos trabajaron en pro:
de las libertados públicas, si bien después que las
Cortes le destruyeron el privilegio de la Unión,
A
sha com provocas de.
cu dl
17
que salió hacia Cataluña, maldiciendo la tierra de
Aragón y «era ésta (como dico Zurita) general afi-
| ción de los reyes, porque desde que sucedieron
¡al conde de Barcelona, siempre tuvieron por su
| naturaleza y antiquísima patria 4 Cataluña, y en
todo conformaron con sus leyes y costumbres, y
¡Ja lengua de que usaban era la catalana, y della
fué toda la cortesanía de que se preciaban en
l aquellos tiempos».
Los monarcas, pues, no hay que negarlo, usa-
ban con frecuencia en lo que á ellos tocaba, el
idioma lemosín 6 catalán '%, Este lenguaje pala-
tino, que por imitación hablarían también los cor-
| tesanos, como hoy se habla el francós en algunas
Cortes de Europa, en donde os, para explicarnos á
la moderna, lenguaje oficial; era el que nuestros
monarcas empleaban, aunque no siempre, como es-
eritores, como ordenadores de su casa, como prín-
tipes y aun como particulares; 4 lo cual contri-
baía, según ya hemos insinuado, el vigor con que
AE O
hofivencia castel!
cl siena elos 'empos de Fernmodo el Ma ao, da > la
in aC ob apcieas de
a a e iva «lel obispo Conellas,
a a ne
o aio
esta mota no noz nireveinos E asegurar por: mestre parte.
2
18
forecía la poesía provenzal y el constante apoyo
que recibió de nuestros reyes el arte de bien de-
cir, en el cual fueron algunos extremados, y otros
muy dignos de mención, como se prueba con los
nombres de Ramón Berenguer V, Alfonso 11, Pe-
dro II, Jaime 1, Podro TI, Pedro IV, y el infante
Don Fadrique que reinó en Sicilia.
Todavía pudiéramos añadir que no sólo en aque-
lo 4 que llegaba, para expresarnos así, la acción
privada del Rey, sino aun en las escrituras de
fundación, en algunas Cartas-pueblas, en libros
de cuenta y razón %, en los procesos %, y en los
actos del reino, se usó por algún tiempo el idio-
ma lomosín, en prueba de lo cual nos cita el se-
hor Torres Amat los fueros de Don Jaime el
Conquistador, las proposiciones ó discursos de la
Corona en la apertura de las Cortes, las Orde-
nanzas y otros documentos oficiales. Aquel idio-
ma (digámoslo de paso) es el que algunos desig-
nan con el nombre de romance, aunque en la
común inteligencia ses óste el verdadero idioma
castellano; y es que, derivados del latín todos los
idiomas y dialectos neo-latinos, en cayo número
hay que contar al provezal y sus derivados, lla-
máronse todos romans ó romances, esto es, hijos del
romano, siendo más natural esta etimología que la
(6, En 1848 se publicó, con otros documentos acbre la segunda
Jlición de Ajunso Y en 1432, un sabre ordibari de dates, fotos
al Sirven! lesorer general dendo maig de 1452 Uns lo dorrer dle do de
<embre apres seguente.
as formó pare Justíca en 133 la muerto
aliiodaate Dosatbndol becas de Podes sl Carmona
19
árabo do al-romí, enunciada aunque no apoyada
por Marina. >
Y ya que hemos hablado do los fueros y del
en que parece haber sido algunos rodac-
tsdos, no será inoportuno el indícar que mucha
parte de ellos, y desde lnego los de Don Jaimo I,
fueron sucesivamente traducidos del romanz en
latín, como lo afirma el Justicia mosón Juan Ji-
ménez Cerdán en su cólebro carta 4 Díoz d' Aux,
por los famosos letrados Jimónez Pérez de Sala-
nova, Galacián de Tarba y Juan López de Sessé.
En la colección general que de ellos corre impre-
sa nótaso que hasta los primeros años del si-
glo xy, esto os, hasta los decretados en las Cortes
de 1414, todos se hallan redactados en idioma lati-
mo Y, empezando á leorso on eastollano los de las
Cortes de Maella de 1423, así como los do Alfon-
so UI, inclusos en los de Pedro II que los dió en
1283, pero que desde luego tienen un lenguaje más
amodorno que el de su tiempo.
Volviendo ú insistir sobre la introducción del
idioma provenzal, quien más contribuyó 4 olla,
después de los primeros condes catalanos de la
Provenza, fuó Don Jaime el Conquistador, el cual,
hasta donde esto es posible, declaró lengua de
Pero eso lalío era en muchos fueros tan impuro como lo fas gene-
¿na Edd Meta; y porque de 41 ateo yo puede ficilasomto
sl que.
1 ed
y ia oe sopercida qe dal dnadación Diga el ando año
el anu campum in que lt send una arro-
mo ot auns vestes ln el suas «unam
de melloribus panals quí sintin domo et duas
de domos plas ad laborandusn cun omnibus suls appar
a
corte el lemosín, que merced 4 varias causas llegó
4 hacerse popular, aunque no, como se ha su-
puesto, en todo el reino. Pero debe, sin embargo,
notarse que al cabo de un siglo decayó la pureza
dela nueva habla y la nueva literatura, pues si
bien hacia el fin del siglo xtv (1390) se fundó en
Barcelona, y luego en Zaragoza, un Consistorio de
la Gaya Ciencia á imitación del que años antes
(1324) se había fundado en Tolosa, ya es punto
bastante averiguado en la Historia de las letras y
las artes, que las Academias suelen fundarse para
detener la decadencia, pero sin poder atajarla por
completo si otras causas no comunican nuevo im=
pulso al ingenio, de suyo libre y aventurero.
También contribuyó á esa decadencia ul elemento
castellano, gradualmente introducido en la Co-
rona de Aragón, ya por el advenimiento de For-=
nando l en 1414 0, ya por el ejemplo del Marqués
de Villena que 4 un tiempo insinuaba el gusto
aragonés en Castilla y el idioma castellano en
a,
De entre los escritores que prefirieron el idioma.
lemosín, son muchos y muy ilustres los que pue-
den citarse, pero nosotros nos contentaremos con
recordar á Alfonso IT que fuó el primer trovador
conocido, y floreció hasta el An del siglo x1; Po-
dro II, cuyas trovas se conservaron en una coleo-
ción de ciento veinte trovadores; Jaime I, que es-
—
eribió una Crónica lemosina ' anterior 4 la de
Alfonso el Sabio 6 impresa en 1557 y en 1848,
además de otras obras, como Lo libre de la saviesa;
Pedro 1, conocido como trovador; el infante Don
Pedro, que en la coronación de su hermano Al-
fonso IV, ocurrida on 1328, lució sus dotos poéti-
«cas, siendo los cantores 6 juglares de sus poemas
los afamados Romásot y Novellet; Juan Francés,
que describió aquella coronación en idioma le-
mosín; Pedro Lastanosa, que floreció en 1348; Pe-
alro 1V, autor do una Historia de su reinado, de
un Libro de los oficios, de su casa, y de algunas
poesías; Juan 1, conocido como pocta; Fray Juan
Monzón, quo floreció on la primera mitad del si-
glo xv; mosón Pedro Navarro, Rodrigo Díoz, Juan
Dueñas, Santa Fo y Martín García, todos cinco
poetas lomosines de la misma ópoca; y Juan To-
rres, que lo fuó también y Moreció hacia el fin del
siglo xv,
“Estos, sin otros que cita Latassa en su Biblioto-
ca antigua, on donde por lo domás abundan on
mayor númoro los escritores en latín (por no de-
cir latinos), prueban de un modo evidente que en
¡Aragón % se hizo mucho uso del idioma lemosín
para la Poesía, la Historia y la Logislación, y de
0) Algunos ponen en duda la autenticidad de esa Grónica.
pa el objeto; de
e
ls vemos de Hernardo de
e ales de Los Emtalan:
ol aci en ies 006 de mo.
eso mismo dan testimonio aquellas palabras del
Marqués do Santillana on su famoso Proemio; «los
catalanes, valencianos, y algunos del reino de
Aragón, fueron ó son grandes oficiales de este
arte», esto es, de la de trovar, llamada Gaya cien-
cia. Compruébalo también la noticia que dan mu-
chos historiadores sobro haborse abierto en Zara-
goza un Consistorio del gay faber al modelo del
que se había fundado en Barcelona con maestros
6 mantenedores de Tolosa; y también nos lo acre-
dita, entre otros autores de buena nota, el diligen-
to Zurita, el cual pinta en esta manera el reinado
de Juan 1, que fioreció en el siglo xIv: «y en lu-
gar de las armas y ejercicios de guerra, que eran
los ordinarios pasatiempos de los príncipes pasa-
dos, sucedieron las trovas y poesía vulgar y el ar-
te de ella que Jlamaban la gaya ciencia, de la cual
se comenzaron á instituir escuelas públicas; y lo
que en tiempos pasados había sido un muy honts-
to ejercicio, y que era alivio de los trabajos de la
guerra, en que de antiguo se señalaron en la len-
gua lemosina muchos ingenios muy excelentes de
caballeros de Rosellón y del Ampurdán que imi-
taron las trovas de los provenzales, vino á en-
vilecerse en tanto grado que todos parecían ju-
glares».
De lo expuesto hasta aquí habrá quien pueda
verosímilmente inferir, y tampoco no le faltarán
autoridades en que apoyarse, que Aragón so sir-
vió hasta el siglo xrv inclusive del idioma latino y
del provenzal y no de ningún otro, cuya opinión
EM q!
robustecon los fueros de Jaca escritos en lomosín
y conservados en un códico del Escorial; una Cró-
mica manuscrita de los reyes de Aragón escrita en
catalán y citada en el libro de las Coronaciones
de Blancas; una colección de fueros, que fuó la
primera compilación y se hizo en catalán, ha-
biendo sido disfrutada por Diego Morlanes; el ho-
menaje rendido en catalán 4 Pedro el Grande por
Jaime Il de Mallorca, que corre con algunas pio-
zus latinas al Ain de la orónica de Don Pedro ul Ce-
remonioso, publicada en nuestros días; y muchos
otros documentos que comprobarían el uso gene-
ral de ese idioma en nuestro reino, habiéndose de
contar entre ellos algunos libros que se dicen es-
-eritos en romance, pero entendiéndose que son
“en provenzal, el cual se denominaba tambión con
aquel nombro.
Mas aun concediendo nosotros que el idioma
lemosín Ó el catalán fueran el lenguaje de la
"poesía, el de la casa real y el de cierto género de
documentos oficiales que no se redactaran en la-
“Un, nunca deduciríamos la absoluta de que aquél
fuera el idioma literario, cuando á eso se oponen,
-no ya algunos escritores imparciales como Torre-
ros y Aldroto, sino los importantes documentos
“que se nos ofrecen, siglo por siglo, desde el pri-
mero documental, que es el duodécimo, ni mucho
¿menos ineurriríamos en el manifiesto error de su-
que aquella lengua sabia hubiera sido el
del pueblo como lo afirma Viardot, 4 cuya
“autoridad ha cedido un laborioso escritor arago-
n63, así como tampoco no podemos convenir con
Mayans para quien da antigua lengua aragonesa
se conformaba más con la valenciana, 6 por mejor
decir, era lemosina.»
Creemos nosotros, muy al revés, que en Aragón
hubo antes de la conquista árabe una crisis lin=
gúlstica totalmente igual á la que padeció el resto
de España; que en las montañas de Sobrarbe se
conservó y pulió en lo posible el nuevo idioma
como en las de Asturias; que una vez desahogados
los cristianos, y pudiendo descender ya á las lanu-
ras, extendieron su idioma como su reconquista;
que los árabes, con su tolerancia y su cultura, no
menos que con sus victorias y alianzas, hicieron
triunfar sobre nuestro infantil idioma un crecido
número de palabras todavía conservadas en gran
parte; que en adelanto la unión de la corona real
aragonesa con la condal de Barcelona, y sobre
todo, la influencia que nos vino de la Provenza
cuando entraron á gobernarla los Berengueres,
se dejo sentir muy perceptiblemente en el idioma
aragonés, dándole un tinte lomosín 6 invadiendo
casi por completo la poesía, el palacio de nues-
tros reyes y en algún modo las transacciones fo-
renses; que sobre todo esto so mantuvo bastante
viva desde los siglos xn y xtv la comunicación
entre aragoneses y castellanos protegiendo la con-
A st an su obra, histórica AA
. de ea rar, loco diienía de
E A a
servación de aquel idioma casi común, el cual no
necesitó uniformarso con la elección de un prín-
-cipe castellano para ol trono aragonés, ni menos
posteriormente con la reunión definitiva de am-
bas coronas; y eu una palabra, que el roce con
los árabes, las reminiscencias de la época proven-
281% y ol carácter particular del país, unido al
espirito fuertemente provincial que todavía se
deja sentir en algunas de España, han conserva-
«do un cierto semblante al dialecto aragonés (si
así puede llamarso) qué es el que le diferencia,
aunque en poco, del habla castellana, según que
sen breve procuraremos demostrarlo.
He ahí muy en resumen la oponión que hemos
en esa difícil ouestión de los orígenes
ol idioma aragonés; y para ello, si no tuviéra=
amos mejores y más indestructibles pruebas que
to aduciremos, nos apoyarlamos en las pala-
4 mismas do Mayans, el cual, no sólo emite su
parecer de la manera muy dudosa que se ha vis-
to, sino aun contiesa allí mismo la antigúedad de
un lenguaje aragonés indopondiento de los que
en adelante le afectaron; y si despuós asevera la
identidad del aragonés y lomosín, lo haco con tan
mala prueba, que no aduco sino ol breve catálo-
go de vocablos aragoneses declarados por Blan-
«as en sus Coronaciones, catálogo que sólo contie-
“ne unas doscientas, de contro las cuales la mitad
ter
asfonenses, procneales y otras gentes».
son de purísimo castellano antiguo %, 6 totalmen-
te latinas (esto es, castellanas también), y las res-
tantos, ya pocas on número, son tomadas en ge-
neral de documentos antiguos, los cuales no eran
al cabo el habla del pueblo, sobre que nosotros
ya hemos concedido haberse redactado con fre-
cuencia el lenguaje palaciano,
En cambio, de las vacilaciones con que luchó
Mayans y de la afirmación de Terreros, en cuyo
concepto recibió Aragón el idioma castellano des-
de los tiempos de Fernando el Magno hasta el si-
glo xu1, hay otros que confiesan la influencia ara-
gonesa aun sobre el mismo idioma de Castilla,
entre los cuales nos limitaremos á citar al P. Me-
rino. Este diligente investigador, que no debe ser
sospechoso de parcialidad, cuando, por el contra-
rio, afecta despreciar todo lo que no sea Castilla,
omite hablar de documentos aragoneses, atribuye
en cierto modo á la Coronilla el desmejoro de la
caligrafía y no tiene por verdaderos reyes de Es=
paña sino 4 los de Castilla; se ve forzado 4 conoe-
der que el Aragón tuvo sus rimas ó su poesía
propia (aunque no dice si castellana) desdo el si-
glo vi y á confesar que el vulgo, 4 quien atri-
buye exclusivamente la formación del lenguaje Y,
43), Adele por tease. a0enolaráa por arrodillarse, a A
armo pie irnos Ps ls se ba
Rome por Rostro noo 108 POr, prender. pe nenas
en poc rectt y et: no són enviellans $ por lo menos no
bos, dice, le nombran can vílIpendio la vil plebe, el
mundo vulgo: paro bien le pueden Ielar como quieras, Que el
¡idioma con el trato do los aragoneses y
6 hizo culta su lengua, de suerto que
) andar en las escrituras; opinión que en
días ha roproducido Monlau en su Dic-
een nuestro parecer varios
¡ flados por Latassa, el cual, con
el dialecto, observación que repito
Xy, hablando de Fr. Bornardo Boyl,
del libro intitulado Jsac de Religione,
rsión dice que se halla escrita en lengua
“añadiendo que deduos que el autor lo
calidad del idioma aragonés en que hiso
la lengua lemosina os la que «estaba en tal tiempo
más en boga en la corto de Aragón, y que se ha-
blaba en casi todos sus dominios, 4 excepción de
la parte que correspondía al primitivo reino de
este nombre», con lo cual maniflestan que el le-
mosín estaba en boga y no más, se entiende que
entre cortesanos y poetas, y que era lengua vul-
gar, en Cataluña y las Baleares por ejemplo, pero
no en el Aragón antorior á Doña Petronila, esto
es, no en el Aragón verdadoro.
'Transportando ahora la cuestión dol terreno de
las autoridades al mucho más firme de los docu-
mentos, no es posible resistir á tanta prueba como
ofrecen los más antiguos de nuestros fueros, cuyo
lenguaje, cuando no bastaran los indicios de su
verdadera fecha, pondría de manifiesto al más in-
eródulo la verdad de lo que estamos susteptando.
En la detenida Historia que publicó el abad Briz
Martínez sobro el monasterio de San Juan de la
Poña y 4 un mismo tiempo sobre los orígenes del
reino aragonós, ingiere con motivo de la corona-
ción de nuestros reyos alguna parte de las vene-
randas loyos de Sobrarbe en su propio lenguaje
antiguo que convieno dar á conocer: «Que oya su
»Missa on la iglosia e que ofrezca porpora et dé
»su moneda, e que después comulgue. Que al le-
»vantar suba sobre su escudo, teniéndolo los ri-
Mo Voz en al tomo Y de su Historia de Aragón.
AS
ol timo clerta informs
aragoneses,
ves del fuero de Sobrarbe, que á la vor-
han escaseado Y, por más que sean
eds quecdo mo conato nde
lo los
son: ahora bastante numorosos y sobre
or estudiados, no on verdad del público
n permanecen inóditos, pero á lo menos
onas diligontes que todavía aspiran con
el polvo de nuestros archivos y bibliotecas.
pe mejores noticias ha producido, que
pamos, sobre aquellos preciosos restos
y la Logislación, ha sido el soñor
yy sobre todo en su posterior obra en refu-
cierto Opúsculo polémico del Sr. Mora-
tistoban, De entro los varios códices que
o de ellos portonociontes 4 la Acado-
o Sr. Quinto, tomaremos una cláusula en
bación de nuestro aserto y la presentare-
dos versiones que tiene en el más an-
enumera oeho diversos códices, pla 08 que extsticn fuera
tiguo códice de la Academia y en el muy antiguo
también del anotador insigne de Ticknor: «Que si
»por aventura muere el que regna sin fijos de leal
»coniugio, que herede el regno el mayor dellos
»hormanos que fuere de leal coniugio..... et sí
»muoro ol rroy son creaturas, ho sin hermanos de
»paroylla (de pareía dice un códice de Quinto),
»deben levantar por rrey los rrichos omes et los
»ynffanzones, cavaylleros, et el pueblo de la tie-
»rra». «Et si por ventura muere el que regna
»sines fillos de leal coniugio, que horede el regno
»0l maor do los hermanos que fuere de loal co-
»niugio..... otsi muere el rey son creaturas, Ó sen
»hermanos de pareylla, deven levantar Rey los
»ricos mes, y et los infanzones, cavalleros, et el
»pueblo de la tierra».
Pudióramos reproducir á ese tenor algunos más
fragmentos del fuero de Sobrarbe; pero bastando
ya á nuestro propósito, citaromos ahora la Prefa-
ción con que, según Pollicer, apoyado por Larri-
pa, le encabezó en el siglo x1 ol Rey Don Saucho
Ramíroz cuando dió fueros á los infanzones de
Sobrarbe: «Quando moros conquirieron á España
»sub era DOCL ovo hy grant matanza de oristia-
» nOs; € estonce perdiose España do mar á mar
»ontro á los puertos; sino en Caliza, ot las Astu-
»rias, et daca Alava et Vizcaya, dotra part Bastan,
»et la Berrueza, et Deyerri; et en Anso, et en so-
»bro Yaqua, et on cara en Roneal, et en Sarazaz,
»et en Sobro Arbo, et on Aínsa, Et on estas mon-
+tanyas so alzaron muy pocas gentes, et dioronse
o cavalgadas; ot prisioronse cava-
Ñm los bionos á los plus esforza-
toxtos y la noticia de que el
floreció muy antes que el autor del
Cid, uno de los primeros monumentos
4 la verdad harto informo, convén-
.0l lenguajo ospañol ora desdo muy an-
so usaba por los aragonesos “, su-
meros tiempos á servirse del idioma la-
ose trasladó al vulgar cuando éste había
cierta robustez, como sucedió á la pu-
de las Partidas y un poco antes con la
oción del Fuero Juzgo, posterior, sin em-
), fi la codificación del Roy Sancho Ramírez.
1 llegaran razonos contra la autontici-
e códices á que nos hemos roforido, esto
si so dudara de que él lenguaje en que
escritos corrospondiese de hecho ni 4
de su formación (que esto tampoco no lo
nos), ni á4 la de Don Sancho Ramírez, ni
posteriores hasta el gran codificador
¿por si se insistiera en la opinión que al-
caia
a y
gunos profesan de que el Prefacio atribuido 4
Don Sancho Ramíroz es obra de Toobaldo de
Navarra en el año de 1237; por si, confrontados
los textos de los varios códicos que existen, se
dedujera la imposibilidad do fijar su verdadera
importancia; por si se hiciera caudal con la res-
poctiva modernidad paleográfica que todos ellos
tienen comparados con la época en que decimos
haborse redactado, todavía podríamos oponer á
0sos reparos algunas consideraciones que nos pa-
recen concluyentes, cuales son Ja corta discro-
pancia que entro sí tienen los códices conocidos,
según puedo inferirse del trozo que más atrás
homos copiado; la antigilodad que tresciontos y
más años hace, concedieron al texto y al habla de
esos fueros cuantos autorca aragoneses Ó extra-
hos los hubieron á las manos W; la estructura de
su mismo lenguaje que no puede corresponder
sino á los primitivos tiempos del idioma; las con=
tostos noticias de los más graves historiadores
que han usado con toda confianza y consentido
en toda la antigitodad que nosotros concedemos
al lenguajo de los fueros de Sobrarbe, y final-
mente, la casi imposibilidad de que fuera otro
que el español, toda vez que ni debió sor el la-
tín, do donde so sabo que fueron trasladados en
(1), Briz Martínez ya hemos visto que traslada los fueros en sa propio
E O refiere con Pellicer 4 men
ontigoetad; nes. ¡ue el códice que ía era copia
Arataba de Sobrarbe
ina daa io sa
E
,
¡
muy remota época, y al cual, por el contrario, se
vertieron en adelante muchos otros fueros anti-
guos 0, ni menos el lemosín, enya influencia no
ra entonces ni había de ser en muchos años co-
“nocida.
Y 4 la verdad, en el supuesto, casi imposible de
megar, de que los aragoneses no hablasen el idio-
má latino en pleno siglo x11, la discusión anterior,
casi inútil bajo el aspecto polémico, debe trasla-
darse ú los posteriores tiempos en que, por el en-
tronque de las casas aragonesa y catalana y las
sotras causas que ya hemos señalado, pudo modif-
carse el lenguaje hispano-aragonós hasta el punto
de desnaturalizarse y extinguirse,
Pero contra esta sospecha, que para algunos ha
pasado de conjetura inductiva á verdadera evi-
dencia, no hay que oponer sino dos observaciones,
que, prescindiendo de las pruebas documentales
en que todavía insistiremos, resuelven 4 nuestro
parecer de un modo victorioso esta cuestión. La
primera so funda en el hecho indestructible de que
la organización aragonesa se mantuvo perfecta-
mente intacta y sin que en nada la afectase la re-
anión de ambas coronas; y si la estructura política
no padeció influencia alguna, siendo de suyo tan
ocasionada y fácil 4 los cambios repentinos, cal-
AA A o sad EA
ne se el lugar AS Jong de
e i ez
pa Pr ds
Mm
eúlese cómo había de padecerla el idioma, e de
suyo es rebelde y lento en sus tran:
La segunda estriba en el principio Alológico-his:
tórico de que el idioma no se altera 4 voluntad de
nadio, no se pierde ni aun con un largo número de
años, no se cambia como las dinastías por un pac-
to do familia mi por la influencia de nuevas 003=
tumbres, y diremos más, vi aun al impulso de las
revoluciones por grandes que ellas sean: es pre-
ciso que sobrevenga una transformación completa
en la sociedad, una irrupción avasalladora, una
de esas grandes crisis que alteran profundamente
los imperios; y aun ontonces ha de acompañar 4
todo esto una especie de parálisis en los miembros
todos de la sociedad vencida y, después de todo,
aun sucederá que el idioma antiguo seirá per=
diendo lentamente, que el nuevo irá triunfando
por grados y sin estrépito, que ambos, en fin, con-
servarán y perderán mucho de su naturaleza.
Y como todo eso haya estado muy distante de
suceder en la época del predominio lemosín, la
verdad es que éste no causó más novedad en el
lenguaje aragonés que la impresión producida en
general por el contacto Ó contraste frecuente de
dos lenguas afines, cuyo práctico ejemplo nos ofre-
con las lenguas española y francesa, como puede
verse en el reciente y curioso diccionario de gall-
cismos con que el Sr. Baralt acaba de enriquecer
nuestra filología.
Pasando ahora á la prueba documental que he-
mos ofrecido continuar, concurren asimismo en
NN al
Tavor de nuestro propósito las noticias que sumi-
nistra la crónica auténtica del roy Don Jaime, en la
eual, si bien los diálogos y las contestaciones sue-
Jen reducirso al idioma lemosín en que está escri-
ta, pero á yoces se conservan textualos según so
pronunciaron, ya en boca de un sarraceno de Pe-
fiscola: «Señor, quereslo tu azt? é nos lo queremos é
nos fiaremos en fu, he donarte hemos lo castello en la
fua fo», ya en boca do uno do los representantes
6 comisionados de Teruel: «Decimusvos que vos
empreslaremos tres mil cargas de pan, e mil de trigo
e dos mil dordió, e veinte mil carneros, e dos mil va-
ques: e si queredes más, prendel de nos».—Sin salir
delas crónicas lemosinas, la de Pedro IV nos pro-
porciona otro testimonio con las cartas que inclu-
yo, de las cuales abandonando el orden cronológi-
o, trasladaremos un trozo para que sirva al paso
como una muestra del lenguajo de su siglo. La
carta está escrita al rey de Castilla, por Don Pedro
el Ceremonioso en 1356, y dice: «E sabedes bien
aque cuando vos por vuestra cuonta nos embias-
atos rogar que quisiósemos prendor á nuestra ma-
mo todo lo que han en nuestros regnos et terras,
non lo quiziemos fer, porque si ellos ho vos por
ellos nos demandados más do razon, no somos
»seruidos de ferlo, A las otras cosas que nos foy-
tes saber en vuestra carta, on quo os foyta mon-
acion de las paces que oran entre Nos et vos, sabo
Dios qui está en meo de Nos et de vos et vee tota
la verdad, que siempre aquellas paces, las oua-
»les entre nos y vos son firmadas con jura ot
»homenatge, vos habemos complidament tenidas,
»assí por buena amor como por posturas. E si al-
»guna coga vos feziestes saber, siempre en aque-
»lla compliemos lo que cumplir haviamos et ora
»mos tonidos». A la misma ópoca correspondo la
notable respuesta que dió 4 los unidos de Valen»
cia Don Pedro de Exerica, debiendo notarse que
los jurados de aquella ciudad so lo habían dirigido
en lenguaje lemosín, contestándoles ól entro otras
cosas, según nos lo ha dado á conocer por vez.
primera el erudito Sr. Quinto, lo siguiente: «A la
»qual letra bien entendida vos respondo que me
»semexa que es bueno que requirades al Sr, Rey
»e supliquedes que vos serve fueros, e privilegios,
»6 libertades, e buenos usos, e que si alguna cosa
>ha foitto contra aquéllos, que lo quiera tornar á
»testamento devido, aseí como aquestas cosas se
»doven demandar e requerir á Señor más no por
»manera do unión». Más castellana os todavía la
respuesta que en 1385 dió á los jurados de Zara»
goza el rey Juan 1 y que ya ha citado antes que
nosotros otro laborioso escritor para combatir la
idea del Marqués de Mondejar de que el castolla-
no fué importado en Aragón por Fernando l:
«Omes buenos, bien creemos que habedes sopido
»como en el principado de Cataluña no hay aque-
lla abundancia de pan que sería menester»,
Retrocediendo ahora al punto de donde nos han
separado las crónicas de Jaime 1 y Pedro IV, y
sin disimular, como imparciales, las no muy gra-
ves alteraciones que de copia en copia han podido
a7
pulir y mejorar el fuero de Sobrarbe, emprende»
remos de nuevo la documentación castellana de
Aragón. Eo una escritura de partición de un
«<ampo, fechada en 1148, leemos la siguiente cláu-
sula latino-hispana: «Venit nobis in voluptate et
»vendimus vobis Donua Ponza, mulier qui fuit de
Don Bonet de Barbastro, uno nostro campo, qui
sestin término de Cocollata (Suponemos que Co-
agullada en las cercanías de Zaragoza) et est se-
aminatura Il guartals de trigo; et sunt afronta-
«ciones, de Oriente campo de Doña Ponza de
avobis, et de Occidente campo de nobis vendi-
alóribus, et per capud ¡llo brazal: sic istas nfron-
> taciones includun:, sic vendimus vobis cum exiis
»el regressibus suis et in fucie de vicinos in illo
arancurran to do..... Damos vobis fidanzas de sal-
avetate ad foro de Saracoza Don Martín Calvo
= corrector et Don Román Cavalcator, et est pre-
sclum placabile inter nos et vos V solidos moneta
“ajuecensis de HIT dineros, et dedistis illos nobis
asemper ad munum. Ego Domingo germano de
aZabalmedion et usor mea Bonota. Sumos testes
'»venditores Arnal de Luzán germano de Doña
»Ponza mulier de Bonet sito suprascrito campo.—
Testes sunt visores et auditores Don Domingo
>Azarolle et Don Pedro de Barbastro et Exemeno
»Cormano de Doña Boneta».
Otro documento nos parece del easo producir
ante el lector, y es la fundación de una Iglesia
«consagrada 4 San Esteban y la adscripción de
anos terrenos circunstantes, acto que tuvo lugar
en 958 ante Roncio, obispo de Barbastro y que
se halla copiado en unos incompletos Anales del
Condado de Ribagorza que, escritos por D, Martín
Duque de Villahermosa y por su archivoro Juan
Mongay, posee mss. la Biblioteca universitaria y
provincial de Zaragoza. Esto instrumento se halla
extendido en un latín sumamente aceptable; pero,
al llegar á lo relativo 4 lindes Ó confrontaciones,
se trasparenta el idioma vulgar y asoman los so»
lecismos, todo con el objeto sin duda de sostener
la claridad mayor en lo principal de esa escritura.
Vénse cómo están marcados los límites: «Seilicet
»in caput turboni á la fonte Roga, et 4 cohornillo
»al rivio de la Murria, et á la portella de Gabas
»et á la font de Avi, et 4 la oroz de Sant Salvador
»de Avi, et 4 la porcina et obaga de la corta de
»Lert, ot á la Val de Xenices en la garona al turmo
»molar et ¿cerbui? al coll del fora, et perpesadias
»al turmo del Castellar et por la Sorra dels jubianz
«de la sorra del Castel de exin, et ¿apinxe? cabi=
»diosa en caput de la Sierra de Moerli de Lena, et
»8l prodo cabrero et al pax Ballarin, et á la es-
»pada dol Castillelo de Alvi, et al cuello de lo
»turmo logrero apart, de mesne et 4 la croz del
»caput de serra estaca, et al prado bachez de ca-
»put sorra estaca otá la pedra pica, 6 torna 4 la
»font Roga sicut prediotis locis ambiunt, includunt
»diotam eoolesiam.»
También llamamos la atención hacia el fuero de
Calatayud, que ya no podemos trasladar (pero se
halla impreso), en el oual se lee: «Gracia Dei Ego
F —
de
rresponde al año 1178. «Notum sit omnibus homi-
nibus tam presentibus quam futuris quod ego frai
Pedro dono á Garcia de Lecadin una peza per
cambi, en £ (¿tórmino?). Moiana de sobre el prado,
pow aquella que auio Garcia en Poio arredondo,
ot ubol frontaciones ex parte horiente la petza de
Beornart fornero, ex parte achilone la peza D' Urra=
va Alaues, ex parte meridiane la zezia, ex parte
hoccidente la peza de Ramon de Ponzan: todas
istas frontaciones includunt instam pezam»>. Si no
sw concede que esto sea español, con el dejo latino
improscindible en aquella época y sobre todo en
aquellos documentos, ha de confesarse que de esa
miezola estaba próximo á nacer el idioma de Cas-
tilla; que estaba ya rompiendo la envoltura de esa
orisálida latina el romance vulgar que hoy cono-
SS
Aun no corrido medio siglo, vemos otra eseri=
tura perteneciente como la anterior á la Biblioteca
de Salazar, en la cual el idioma aparece mucho
más formado. «Esta es carta de destin que fago yo
,D.* Sancha de Rueda, estando en mi seso e en mi
amemoria. Primeramientre lexo por mi alma el
sorto, quen sea tenuda lampada de noit e a las
ahoras deuant el altar de Sancta Maria de Piluet
»por todos tiempos... que sean cantadas todos los
anños XXX misas por mi alma, e todo esto lexo-lo
»on poder do mi fillo D. Martin, que él que lo
«cumpla en sos dias, e despues sos dias que lo lexe
+6 quí el querra que sea del linnage e que cum-
apala esto... e lexo 4 mi filla D.* Toda e 4D. Garcia
bión este documento á la Academia de la Historia.
y procedo de un Cartoral del monasterio de Be-
|
Nuestras investigaciones sobre las bibliotecas y:
ruela, 6 sea «Libro clamado la Privilegia donde
archivos de la capital de Aragón nos han mani
festado sensiblemente la poca importancia en go-
neral, de estos depósitos de nuestras antigileda=
des, Y en efecto: la Biblioteca de la Universidad
no contiene riqueza alguna 4 nuestro objeto ni
otros mss. de verdadero valor literario, sino un
están insortos y continuados los privilegios papa-
les y reales y otros actos y soripturas facientes
por el monasterio y conuento de ntra. senyora de
Beruela».
Cancionero lomosín con sólo seis poesías castella=
nas de Pedro Torrellas y algún otro, y aun esas
siá
EE EE
da
Er ae Es di
¡ll AA
dl
por lo modernas (siglo xv) inútiles 4 nuestro ob-
joto, cuyo Cancionero han descrito imperfecta y
no muy flelmente los anotadores de Ticknor: la
del Seminario sacerdotal, cerrada al público y á
los curiosos, no conserva al parecer ni aun códice
que poseyó de los fueros de Sobrarbe: el archivo
de la Diputación, que contuvo raras curiosidades,
no guarda papeles anteriores al siglo xy en lo
que permitía ser examinado cuando nosotros lo
intentamos; el de la Catodral de Seo tiene muy
poco de accesible y aun menos de conocido,
| Pero en el del Pilar, perfectamente organizado
¡y registrado, sobre estar servido con aptitud y
| cortesía por el Sr. D. Diego Chinestra, después de
¡haber visto con gusto algunss de sus numero»
sas escrituras en pergamino, y con admiración el
¡ejemplar de los Morales de San Gregorio, man-
dado escribir en vitela á gran folio por el obispo
Sl ue ei Tucas Jesu por alempre entr <l denermabiitlcnto, de
A
“
Tajón, hemos acertado á encontrar una pieza de
gran valor, códico incompleto pero estimable,
marcado con las indicacionos Al. 2, cax. 8, lig. 2,
gnb, múmero 28.—Consta do ocho hojas en per-
fgamino y caracteres góticos, con las rúbricas de
vermellón, buenas márgenes, letra al parecer del
siglo xtv, encabezamiento más moderno que dice;
Quaderno de libro de fueros antiguos, y un conte-
nido de cerca de veinte distintos faeros, los cuales
se hallan encadenados después de cada rúbrica
con la conjuntiva Jem, y tratan de fianzas, compra:
de cosa hurtada, construcción de castillos, adul-
terio, homicidio, salario de los sirvientes, pres-
cripción, prenda, posesión, testamento, retracto,
hijos naturales, prole de los clórigos y otros pun=
tos de interés.
No podomos pensar otra cosa de ese códice sino
que es copia de los fueros dol rey Don Jaime,
talos cualos se redactaron en 1247, osto 08, 0n CAS-
tellano, y original por consiguiente (no el ms. sino
el longuaje) del texto latino 4 que en 1352 se ro-
dujeron muchos de ellos, según aparecen on Ja
colección cineo veces improsa de nuestros fueros.
Muévenos á esta opinión, antos que todo, la con-
formidad absoluta entro ol texto del códice y el
latino de los fueros improsos; y para que pueda
juzgarso de ella y del códice mismo, confrontare-
mos dos trozos, que son los siguientes:
DE OMB QUE TIENE E POS-
BEDEX POR XXX ANNOS
ET UN ANNO ET UN DIA.
Mem, Qualque Infan-
zon Ó otro ome que tar-
nan alguna herodat
por XXX annos ot un
anno et un día, passado
aquest término et algun
otro ome verra querra
motor mala voz on
aquella heredat, si aqel
qui la possoder podrá
provar que aqel quí la
demanda entraya et
exiva en aquella villa
ont es la heredat, aqel
qui la demanda non la
puedo conseguir por
nenguna razon por fue-
ro Daragon. Empero si
el possedidor podrá
monstrar su actoritat
por seriptara valedora
et quod ei sufíicere et
abundare sibi possit se-
gunt ol fuero...
ha.
DE PRESCRIPTIONIBUS
Quicumque Infantio
vol alius tenuerit ali-
quam heroditatem paci-
fico por triginta annos
et unum diém, et post
transactum istum ter-
minum alius homo qui-
cumque sit miserit in
illam malam vocem,
demandando illan hore-
ditatern, si illo nO possi-
dot poterit probare suf-
ficienter, quod ¡llo quí
esm demandat ingro-
diebatur et agredioba-
tur in villa ¿lla ubi est
hereditas antedicta, qui
cam demandat non po-
test nec debet cam con-
sequi rationo qualiqum-
que secundum Forum
Aragonium. Si tamen
ei poterit pro-
are aut monstrare
suam auctoritatem Me]
soripturam sibi valitu-
ram et quod ei sufíicore
possit secumdum forum
salvo anno et die in suis
casibus siout continotur
in foro anni et dioi.
d
46
DE TOT SIRVIENT QUE DE-
MANDA 50 SOLDADA ET
EL SENNOR NEGARÁ,
QUOMO DEVE SEDER.
Hom. Tot ome ser-
viont qui será á servicio
dalcum ome et deman-
dara la soldada qual
convinie con ól por el
sorvicio quol avra fel»
to, et el sennor negara
quel nol deve tanto
quanto demanda; el sir-
viont jurando sobre 1-
bro et cruz, el sennor
devel dar entre gament
toda su soldada.
DE MERCENARUS
Serviens conduotitius
quí non completo servi-
tio petit á domino sala-
rium; si dominus tan-
tum so dobero nogayo-
rit quantum potit Juran-
te servo super librum
et crucem quantitatem
salarii ques remansit,
solvet ei dominus sala-
rium remanons que
quod petivit.
Otro de nuestros fundamentos es la grande
analogía entre el longuajo del referido códice y
el que se usaba individualmente, no ya en tiempo
del Rey Don Jaime, sino aun por el mismo redao-
tor de los fueros de Huesca, el obispo Canellas,
de quien cita un diligentísimo jurisconsulto 0 es.
tas palabras: «donques al rey conviene ordenar
alcaldes y Iueticias, et revocar quanto á eyll plo-
guiere, et poner á eyllos perdurablement, 6 aqui-
Bo 3 se A A su muy. A da,
mártno de San Salvador. 1074, nota 44% enla cual icluye también
del fuero antiguo de Sobrarbe.
. +
los entre los qoalls alcaldes siempre es establido
un Tosticia principal en el Regno, el qual pues
que fuere establido una vegada del seyñor no es
acostumbrado de toyllor tal Justicia sin razón ó
sin gran culpa».
Parecióndonos de gran peso ambas razones, y
mo pudiendo suponer que sean los fueros de dicho
sódice ni una inoxplicable traducción sobre el tax-
to latino, cuando su lenguaje denota mayor anti-
gñedad que la del tiempo de Pérez Salanova y
López de Sessé (siglo x1v), ni un Manual trabajado
por algún curioso, aunque éste no dañaría á nues-
fro objeto Alológico; deducimos que bien pudo ser
aquél el texto primitivo de los fueros cólebres de
Huesca, y bajo este aspecto lo hemos presentado
"como muestra del lengunjo aragonós en la prime-
ra mitad del siglo xu1.
Al mismo intento trasladáramos, si nuestra dili-
gencia nos los hubiese procurado, los muy anti-
guos romances aragoneses con que pareco que
piensa enriquecer su monumental Historia de la
Literatura española el profundo literato Don José
Amador de los Ríos; pero sin haberlos alcanzado
¡porque no hemos querido apelar 4 los víneulos del
rado y la amistad que con aquél nos
'unen, y eso por no usurparle la primacía de exa-
men ni privar al público de la superioridad de su
orítica; nos parece que, aunque más remotos sean
a restos de nuestra antigua poesía. nunca
"han de serlo tanto como el códice que acabamos
de citar. Y es que, á nuestro parecer, existió, en
efecto, una antiquísima poesía popular anterior
ciertamente al Poema del Cid, y tal vez, como otros
dicen (aunque nosotros lo dudamos) historia poé-
tica do que hubo do sorvirso el autor de la Crómi-
ea general de España; pero los romances escritos y
coleccionados, esto es, los que han podido llegar
hasta nosotros, no pueden ser anteriores al gl
glo xIv, on la forma on que aparecen escritos,
pues ni su lenguaje nos da siquiera esa antigiio-
dad, ni aun racionalmente pueden tenerla, si $0
considera que, trasmitidos por la tradición, habían
de modernizarse constantemente (salvo en alguna
expresión gráfica, proverbial 6 inolvidablo), y sí
so atiendo á que dl primor Romancero % y aun al-
gunos otros hubieron de recoger y reducir 4 pa-
blicidad la misma tradición oral, que ya sabemos
cuán infiol suele ser aun en los hechos, y cuánto
es forzoso que lo sea en el lenguaje.
Dando punto á esta digresión, en que nos debt-
vióramos con gusto si nos lo consintiora la nata-
raleza particular de este trabajo, recordaremos al
lector la concordia, prohijación 6 afillamiento de
Don Jaime de Aragón y Don Sancho de Navarra,
documento que Zurita incluye para dar una mues-
tra del lenguaje de aquellos tiempos %; un ins-
trumento de permuta que copia Villanueva en su
(2) Tuvo Zaragoza la gloria de imprimirlo en 1550.
49
Viaje literario á las iglesias de España y es el
IX en el apéndice del tomo 3.”, correspondien-
do al año 1255 %; y, dejando á un lado el tosta-
mento de Jaimo I (cuyo lenguaje, por lo mismo
«die ser tan aenbado, podría parecor sospechoso
dle modernidad), ol mismo Privilegío general, e8-
pecio de compendio de Jos antiguos mal cum-
fueros, redactado por las cortes de Za-
ragoza % en 1283, otorgado y publicado á la letra
«con encabezamiento y pie latinos por Pedro III,
«leclarado como en preguntas y rospuestas por
Jaimo 1 on 1325, incluído con osa declaración en
el cuerpo forense desde 1348, comentado ó expli-
cado de oficio por el Justicia Martín Díez Daux
'en sus Observancias y costumbres, y del cual, aun-
que todo es interesante, copiaremos el último ar-
tículo, que es como siguo: «Protiestan los sobre-
aditos richos hombres, mespaderos, caualleros,
sinfancionos, ciudadanos e los otros hombros de
>los villas, do los villoros e toda la Universidad
ado todo el Regno de Aragon que salvo finque 4
'asad como de suso es escrito, dues mi o mb ia
'aul home del alundo, Ya por mayor Airmera ple est Teyto el de
Suimenza, quiero el mando que todos enjos ricos homos «miss los
el mios pi TS pr
Y EE
o kaiuicen minga logar. 1ANO TAN, aunque
ral cezalas quales dicas salions fyo D: Mery, Gonentes ves vendo 4
de día et non de noch. A
¡ulees. ef con saJadas, et con heras.
mom que han las salinas. o darocho el dabaniarers
ep ES rol predio moble homllter tollsmaruol.. st. pelleruot cam.
4
50
sellos, e a'cada uno de ellos, e 4 cada una de las
»villas 6 de los villeros de Aragon toda demanda
>6 demandas que ellos 6 cualquiére dellos pueden
»0 denon for, asi en especial como en gencral con
»priuilegios ó con cartas de donaciones 6 de cam-
»bios, Ó con cartas 6 menos de cartas, cuando á
»ellos ó a cualquiere dellos bien visto será que lo
»puedan al Señor Rey domandar en su tiempo €
>en su lugar».
En lo que homos, sí, de detenernos, no sólo por
lo que haco á nuestro intento, pero aun por la im-
portancia historial y política de su contenido y
sobre todo de su hallazgo, es en los Privilegios de
la Unión, que otorgados por Alonso HI en las cor-
tes de Zaragoza ol año 1287 y conservados dicho-
samonte en el antiguo monasterio de Poblet, pa=
saron de 6l 4 la Biblioteca nacional y después á la
de Cortes y fueros del Congreso, habiendo entra.
do por fin, va para unos seis años, en el dominio
de la Academia de la Historia.
Dichos Privilegios existen, con otros documen=
tos relativos al mismo asunto, en un códice en
folio menor, lotra del siglo XIL, sobre papel in-
consistente y grueso con anchas márgenes escri-
tas á trechos por Zurita, rotulado exteriormente:
Esoriluras de los reyes de Aragón Don Pedro 1 y
Don Alonso III y de las Uniones de Aragón y Va-
lencia y soñalado con T. CL. M. 139; habiendo
venido afortunadamente en comprobación de su
siempre apreciable texto los Comentarios nutógra-
tos do Blancas, escritos según el primer pensa-
miento del autor y bajo del primitivo título: /n
fastos de Justiciis Aragonum Comentarius,—Por-
que es de advertir que, entro ol autógrafo y la
edición que conocemos impresa, existon algunas
curiosas variantos, Ó mejor, algunas diforencios
nacidas de la poca libertad con que pudo proce-
der el autor á la publicación de su trabajo; siendo
uno de los pasajes suprimidos el que corre por
las márgenes del manuscrito, relativo 4 la fórmu=
la del juramento de nuestros reyes, el cual nos
fué dado á conocer la vez primera por el Sr. La-
sala en su impugnación 4 la citada obra de Quin-
to % y fué despuós aprovechado por el Sr. Foz en
su Gobierno y fueros de Aragón (1850); y siendo
otro el que se refiere 4 los Privilegios de la Unión,
de los cuales dice en la obra impresa que se con-
servaban en la biblioteca dol Arzobispo (Don Fer-
nando), pero que ól no insisto on exponerlos, toda
vez que nuestros mayores decretaron únicamente
el que no se hiciora más memoria de ellos, no ya
como leyes del reino, non ex patrio more atque
ánstitutis solum, sino aun como obra literaria, sed
lo cual no le rotrajo sin embargo do trasladarlos
cuidadosamente á su manuscrito, comunicados
que le fueron por Zurita.
El códice contiene todo el texto íntegro de
cuantos documentos oficiales so extendieron y
cunutas diligencias so practicaron en el asunto
0) arto de Zaragoza, año 1549.
lo
s2
de tan famoso privilegio; y bajo este aspecto pa
reco una acta, proceso Ó protocolo contempo=
ránoo, aunquo sin autorización de firma, rúbrica,
sello ni signo alguno; pero con la sovaridad de
formas, la igualdad do lenguaje, la textualidad
de documentos, el enlace completamente curial
entre cada uno de éstos, y la imparcial, fría y mo-
nótona maroha de un registro oficial, y no de una
relación literaria verificada con presencia de la
documentación,
Confiándonos 4 la indulgencia del lector, que
no puedo faltarnos cuando se trata de darle á co-
nocer un importantísimo códico hasta hoy inédito,
vamos á permitirnos un extracto algún tanto der
tenido, que ponga de manifiesto toda la tramita-
ción de este ruidoso acontecimiento, así como el
lenguaje usado en aquella época, el cual, por por-
tenecer á tiompos demasiado provenzales, adolece
de algunos resabios de este idioma y puede servir
para dar á entondor toda la influencia catalana
sobre la lengua do Aragón.
Ábroso el códice con el extracto de las cortes
de Tarazona en que se dijo al rey que tratase con
ellas de la guerra de Francia y demás asuntos de
Estado, 4 lo cual contestó dosenfadadamonte en
1." do Soptiombro de 1283 que entro ad aquella ora
por sí auía feito sus faciendas, e que agora no há
queria ná hi auia mester lur conseillo: roplicáronlo
que les confirmase sus privilegios, y les satisfizo
diciendo que no era tiempo de facer tal demanda,
que ell entendia dar batailla á los franceses, 0, pas-
sado aquel feylo, que cll que faria lo que deniese
«contra ellos, y estos, enteadientes et vidientes el gran
periglo al que el sobredito senyor Rey queria sponer
assi (4 sí) e á ellos, vedientes e encara entendientos
que todos, grandes e chicos, sedian con orebantados
corazones, y vidientes que omme senes fuero ú desa-
furado non puede auer bon corazon de seruir aquell
senyor, el considerantes las non contables opresiones
e desofforamientos que recobidos auían e que recibien
cada día por el dilo senyor rey e por sus officiales
Judios e judgues dotras lenguas e naciones, e alen-
diendo que reyal piadanza endrezasse e millorasee
las zobreditas cosas mal feytas cada día peor auan e
uenian de mal en peior absorviendo la sague e la
substancia de las gentes, parziendo tan poco al mayor
como al menor; considerantes que faíran muy gran
serueidal si piedat non awian de sei mismos... gracia
espiritu sancio vino sobre los nobles ricoos-ommes e
sobre todos los otros auant dítos e enflamolos todos
dos corazons en [ hora e en I moment que todos en-
sembio furason demandassen e que mantunicsen fuo-
aros, costumpmes, usos, priuilegíos, franquezas, liber-
dades é cartas de donaciones e de canios, aquellas
qee auian auidas con su padre el Sr. rey don Jayme
econ los otros sus antecossores e deuen aun: e todos
censemblo juráronso en la forma que seguexe.—En
esta Jura se dico que el traidor 4 la Unión son
destruído en su cuerpo y bienes, salua la fe de
senyor rey, e de lodos sus dreytos, e de todas wus re-
¿galías; que si por esta jura 6l procede sin juicio
contra alguno le delendan todos; que si manda
prenderlo 6 matarlo sin sentencia del Justicia, los
de la jura no lo tengan por roy, llamon á su hijo
Alonso, et el dito don Alfonso con ellos ensemble en-
ealcen e geton de la tierra al sobredito ray.
Presóntanso on las cortes de Zaragoza varias
quejas, una do los nobles despojados de sus dere-
chos (on treinta capítulos entro ellos el de las cor-
tos anuelos), otras por parte de los jurados y pro-
curadores de la ciudad de Zaragoza, otras por log
do Huesca, Jaca, Alcañiz, eto.; y en vista de ellas
el dilo senyor rey con gran! piedat, queriendo contor-
nar su cara contra su poble e obedir las sus justas e
dignas pregarias e demandas, confirmó fueros,
usos y costumbres y expidió el Privilogio gone-
ral, ol cual ya seguido del otorgado á Valoncia
(ciudad que cuando fué ganada, so mantuvo algún
tiempo á fuero do Aragón) y de los de Ribagorza
y Toruel.
Reunidos todos en la Iglesia de San Salvador
(catedral de Zaragoza) innováronse en Octubre
las juras hechas en Tarazona, diéronse algunos
castillos en rehones, oligióronse conservadores
que mantuviesen la tierra en buen estado, é hízo-
se un ordenamiento de la Unión que fué reformado
en 8 de Diciembre; después de lo cual se manda-
ron al roy dos embajadas, á las cnales contestó
por escrito desde Barcelona y Lórida ofrecióndo-
so á venir pasada la Pascua á Zaragoza; mas, como
no lo ejecutara, romitióselo una lista de poticionos,
mientras se enviaba á Roma una embajada com-
puosta, entre otras personas, de dos jurisconsultos.
5
Después de algunas peticiones y de la confir-
mación-del fuero general, rogó y mandó el rey á
los unidos que concurriesen para el día de San
Juan de 1284 4 Tarazona, y porque el rey no ha-
bía cumplido con lo que les tenía ofrecido, ni ros-
tituído las spoliaciones feytas W, ollos expusieron
por escrito su negativa (4 la cual contestó el rey)
y se reunieron en San Salvador el 31 de Enero
de 1285, pasando en Marzo á Huesca y después 4
Zuera, en donde, por contumascia del dito senyor
rey, dió el Justicia sentencia sobre las querellas
presentadas, y esto fué 43 de Abril de 1285. Y dió-
la también sobre las que en adelante se fueron
presentando, que fueron muchas, ya de ciudades
ya de particulares, algunas hasta para averar in-
Tanzonías.
Murió el rey á la sazón, mientras su hijo Alfon-
so se hallaba en la conquista de Mallorca, y ha-
biéndose sabido que éste se titulaba rey, y hacía
como tal donaciones y otras cosas, se reunieron
cortes en Zaragoza el día de San Valero de 1286,
(ya las hubo antes en Diciembre, pero sólo trata-
ron de contener á los ladrones y malhechoros que
molestaban el roino), y acordaron decirle que vi-
nioseo á jurar 4 Zaragoza, y para esto enviaron
'mandaderos que se lo expusieran de palabra, y
par OE ns a
dempgida AS oe on mos: cons amis se organ
del dáilto. que era nu E crcnoldor A Nopo.
E e ¡POLIATEUR, a) oiste 10 hacía ino
el inventor de esa palabra!
non leuassen carta de criencia mi otra carta ho es-
cripto en que ell fuese clamado por el regno rey ni
infant: el rey contestó que el arzobispo de Tarra-
gana y los nobles de Cataluña le llamaban rey en
$us cartas, e pues ellos clamauan ú él rey, non se-
meyilaba que él se deuies clamar Rey Infant, pero
ofreció jurar en Zaragoza y lo hizo en un domin-
go 415 de Abril. El siguiente día, para evitar los
muylos desordenamientos de la casa del rey, e al pro
suyo e del regno catar, solicitóse la reforma de ella,
fi lo cual negóse el rey y se partió para Alagón.
En vano fué que se le requiriera para que volvie-
se 4 Zaragoza y enmendase todos los daños causa-
dos á los fueros y á las personas, en vano que ex-
pidieran tras él las cories de Zaragoza (fol. 171)
los consejeros que hubieran de seguir al rey hus-
ta que concediera las demandas; todo lo que se
adelantó después de dos mandaderías 6 embajadas,
fué que desde Valencia citase 4 cortes para Hues-
<a, después de lo cual todavía se repitieron cuatro
mandaderías ( una de ellas sobre las vistas que
Don Alfonso había tenido fuera del reino con el rey
de Inglaterra; y, por fin, temiendo la mula volun=
tad del de Aragón, enviaron embajadas para de-
mandar alianza ú la Eglesía de Roma, ul rey de
Francia, al de Castilla y aun á los moros (fol. 95);
poro ol rey se dirigió 4 Tarazona en Septiembre de
1287, prendió 4 unos, ahorcó á otros y movió una
guerra desastrosa, que por su mismo mal carfo-
)) de ellos van firmadax por Sancho Pérez de Biota
Se, Acuna de sllas van Armadas por ame
sr
ter excitó á unos y otros la avenencia. El rey de-
putó sl Prior de la orden de predicadores en el
convento de Zaragoza para tratar con los unidos
que estaban convocados en el fosal de Santa María
y le dió una credencial en que decía que siempre
quiso el quiere paz (e) concordia entre sí e sos gentes
sobre lodas las cosas del mundo, pero que los no-
bles ficiéronle muylas demandas e pidiéronle muy-
dos donos, los quales si el otorgado los ouiesse sería
ameyt gran danyo e minguamiento del regno (fol. 98).
Así empezaron los tratos, y los unidos nombraron
personas que pidieron enmienda de los castigos
de Tarazona y de los males de la guerra que el
Tey monto á su cuelpa e á su torto, que reclamasen
la restitución de su vispado al de Zaragoza, el pago
de utrasos 4 los mesnaderos y la admisión en su
«onsejo de las personas nombradas por la Unión,
y que le hiciesen entender, que si procedía contra
alguno de la jura, de aquella ora adelan no lo tien-
gan ni lo ayan por rey ni por senyor... é puedan fer
olro rey e senyor cual guerran sines blasmo e sines
mala fama.
Con todo esto condescendió el rey, y entonces
tuó cuando otorgó el famoso privilegio de la Unión
vuyo texto es 4 la letra el siguiente (fol. 101 v.>):
«Sepan todos que nos Don Alfonso, por la gra-
acia de Dios rey de Arugon, de Mayorchas, de
Valencia, compte de Barcelona, por nos e por
»Ostros sucossores que por tiempo reguaran en
Aragon, damos e otorgamos á uos nobles don
»Fortunyno por aquella misma gracia vispe de
»Zaragoza, D. Pedro Seynnor d Ayerbe tio nues-"
»tro, D. Exome d Urreya, D. Blasco de Alagon,
»D. Podro Jurdan de Penna seynnor de Arenoso,
+D. Amor Dionis, D. G. de Alcalá de Quinto, don
»Pedro Ladron de Vidaure, D. Pedro Ferriz de
>Sessó, Fortun de Vergua Sr. de Penna, D. Gil de
>Vidauro, D. Corbaran Daunes, D. Gabriel Dionis,
>Poro Ferrandez de Vergua sennyor de Pueyo,
>D. Xomen Perez de Pina, D. Martin Roiz de Fo-
»cos, Fortun de Vergua de Ossera e á los otros
»mesnaderos, caualleros, infanzones de los Regus
»de Aragon e de Valencia e de Ribagorza agora
»ajustados en la ciudad de Zaragoza, e á los pro-
»curadores o a toda la Universidad de la dita ciu-
»dad de Zaragoza, assi 4 los clórigos como á los
»legos, presentes e auenidores.—Que nos ni los
»nuestros sucesores que en el dito regno de
»Aragon por tiempo regnaran, ni otri por man-
»damiento nuestros matemos ni estemos (debe decir
>estememos), ni matar estemar mandemos ni faga-
»moe, ni preso Ó presos sobre fianza de dreyto
»detengamos ni detener fagamos, agora ni en al»
»gún tiempo, (4) alguno 6 algunos de uos sobre-
»ditos ricos omoes, mesnaderos, cavalleros, infan=
»zonS, procuradores e universidat de la díta ciudad.
»de Zaragoza, así olórigos como legos, presentes
»6 avinidoros: ni encara alguno 6 algunos de los
»otros ricos ommes, mes.-, ea., inf. del regno de
»Aragon, del regno de Valencia, e de Ribagorza,
ni de sus sucessores, sines de sentencia dada por
sla Justicia de Aragon dentro en la ciudad do
» Zaragoza, con conseyllo e atorgamiento de la
acort d Aragon 6 de la mayor partida clamada e
»ajustada en la dita ciudad de Zaragoza.—Item
damos e otorgamos á los ommes de las otras
»clutades, villas, e villeros, o logaros de los ditos
sregnos de Aragon e de Ribagorza, e a aus suc-
»cessores, que non sian muertos, ni estemados, ni
adetenidos sobre flanza do dreyto sines sentencia
dada por los justicias de aquellos logares por
06 douan scor jutgados segunt faero si doncas
no será ladron 6 ropador manifiesto qui será tro-
»bado con fuerto e con roparia, ó traidor mani-
aflesto. Si por auentura algun justicia 6 official
«contra aquesto fara, sia dól foyta justicia corpo-
aral. Et a obsoruar, tener, cumplir e soguir el
»present priuilegio, o todos los sobroditos capi-
aoles Ó articlos, e cada uno dellos, e todas las
»cosas, e cada una en ella e end cada uno dellos
«contenidos, e non contrauenre por nos ni por
»otri por nuestro mandamiento, en toda 6 en
partida, agora ni algun tiempo; obligamos e po-
»námos en tenencia o en rahenas á uos e a los
»vuestros sucessores aquestos castiellos que se
»siguon (son diez y sicto, entre ellos Uncastillo, Ma-
slón, Rueda, Daroca, Huesca y Morella), jus tal
»condition que si nos 6 los nuestros sucessores
»que por tiempo regnarán en Aragon faremos ho
»veniromós en todo 6 en partida contra ol dito
»priuilegio e contra los sobreditos capitolos 6 ar-
aticlos e las cosas en ellos e on cada uno dellos
»contenidas, que daquella hora adelant nos e los
h
»nuestrós ayamos perdudo por á todos tiempos to-
ados los ditos castiellos, de los quales castiollos
»uos 6 los vuestros podados facer e fagados á to-
»das nuestras propias voluntades assi como de
suuestra propia cosa, e dar e liurar aquellos cas-
stiellos si querredes á otro rey e seynnor, por
sosto, por que si, lo que Dieus non quiera, nos ó
»los nuestros sucessores con (tra) uiniessemos á
»las cosas sobreditas en todo ó en partida, quere-
>108 6 otorgamos o expressament de corta scien-
cia asi la ora como agora consentimos que daque-
»Jla ora a nos niá los sucessores ni (em) el dito
»Regno de Aragon non tengades ni ayades por
»Reyos ni por seynnores en algun tiempo, ante
»sines algun blasmo de fe e de leyaldat podades
»facer e fagades otro Rey e Seynnor qual querre-
ades e don querredes, e dar e liurarle los ditos
»castiellos e a uos mismos en uasallos suyos, et
»nos ni los nuestros sucessores nunca en algun
»tiempo á vos ni á los sucossoros domanda ni
»question alguna uos en fagam, ni facer fogamos,
»ni end podamos forzar, ante luego de present
»por nos e por nuestros sucessores soldamos dif-
»finidamento quanta a vos e á uuestros sucessores
ade fo, do jura, do naturaleza, de fioldat, de seyn-
»norio, de vassallerio o de todo otro cualquiere
»deudo de vassayllo 6 natural douo, e y es tenido
»4 seynnor en qualquiera manera o razon. E todos
alos sobreditos articlos 6 capitoles, 6 cada uno
»dellos, todas las osas e cada una en ellos e en el
»dito priuilegio contenidos, atender, e complir, e
»seguir e obseruar 4 todos tiempos e en alguno
»n0 contrauénir por nos e los nuestros sucessores
ajuramos ú uos por Dios e la cruz e los sanctos
»cuangolios delanto nos puestos o corporalment
»tocados. — Áctum est Cosaraugusta V Kal. jan.
anno domini MCOLXXX soptimo. = Signum
>Alfonsi del gracia reg. Aragonum, Mayoric. et
>Valeno. ae Comes Barchin. — Testes sunt Artal
+Rogerii Comos Pallyarionsis, P. Ferdinandi do-
»minus do Ixar patruus predicti domini Regis,
»G. de Anglarig, Br. de Podio viridi, Petrus Sesse-
»—Signum Jacobi de Cabannis soriptoris da, do»
mini Regis, et de mandato ipsius hoc soribit,
»focit et elausit loco, die et anno preflxis».
Del otro Privilegio que también se otorgó, con-
forme con el anterior en su lenguaje y en casi
todo su contenido formulario, y por lo demás ex-
fractado también en el cap. 97 del libro IV de los
Anales de Zurita, sólo copiaremos el principio,
porque en él se dan á conocer las libertades que
allí se consignaron: «...Que daqui adelant nos o
alos sucessores nuestros á todos tiempos elame-
mos e fagamos ajustar en la dita ciudad do Za-
»ragoza una negada en cada un año en la fiesta
ado todos sanctos del mos de noviembre cort ge-
neral de aragoneses, e aquellos que á la dita
«cortse ajustaran ayan poder de esleyr, dar e as-
+signar, e eslian, den e assignen consoylloros a
nos e a los nuestros sucessores, et nos e los
muestro sucossoros ayamos e recibamos por con-
asoylleros aquellos que la dita cort, o la part della
bh
»concordant a aquesto, con los jurados o procu-
»radoros do la dita ciudad esloyran, daran e asig-
»narán a nos e a los nuestros sucossoros, con
»cuyo conseyllo nos o los nuostros SUCessores go
»uernemos e aministromos los regnos de Aragon,
ade Valencia e de Ribagorza... los quales consey-
alloros sian camiados todos o partida de ellos
»quando a la cort uisto sorá o a aquella part do
»la cort con la qual acordarán los procuradores O
»los jurados de Zaragoza. ltom damos, queremos
»0 otorgamos a uos que nos ni los nuestros su-
»cessores, ni otri por nuestro mandamiento, non
«detengamos prisos, embargados ni emparados
»sobre Hanza do dreyto heredamientos ni qua-
»lesquiero otros bienes do vos sobre ditos no-
»bles ote., sines de sontoncia dada por la Justicia
»do Aragón dontro on la ciudat de Zaragoza, con
»conseyllo expresso 6 otorgamiento de la cort de
»Aragon clamada o ajustada en la dita ciudat de
» Zaragoza.»
El códice continúa 'documentando la entrega
del príncipe de Salerno, como en rehenes, mien-
tras se hacía la do los castillos; la entrega de és-
tos; la obligación de los rehenes; la embajada que
so dirigió al rey (por no haber concurrido para
el día de San Matías de 1288) diciéndole que, si
no vonía para el de Ramos, aurian a demandar e
cerquar conseyllo e ajuda de quí quiera e en qual-
quiera manera que antes e meyllor trobar lo puedan.
Ta qual cosa sí an de facer les pesara muylo de cora-
zon, porque non querrian, si Deus e el Sennor rey
.“
ya no pueden tenor interés los documentos con
quo arrastromos lánguidamento nuestro examen
hasta la reunión de las coronas Aragonesa y 098-
tellana. A
Pudiéramos citar una escritura en favor del mo-
nasterio de Piedra 1260, un mandato oficial de
Tarazona para cobro de décimas 1290, y otros pa=
poles de 1303, 1304 y 1305 que hemos visto ori=
ginales; una escritura de la misma década que se.
halla en el archivo del Pilar en que se lee: «do a
treudo á vos D. Pedro Sessa todo el horedamiento
yermo e poblado que la dita cambra ha e auer
debe por cualquiere manera ó razon en la villa de
Lompiache e en término de Rueda, y es á saber,
un casal en términos de Rueda que afruenta con
la talliada de Lompiache, e con campo de Santa
Muría»; las Ordinaciones expedidas en 1320 4 fa-
vor de los Notarios del número de Zaragoza, 4
cuyo archivo pertenece el apreciable códice que
hemos visto“; lasOrdinaciones para la coronación
de nuestros reyes que, trasladando un códice de
la mitad dol siglo xIv, incluyeron los Sres. Salvá y
Baranda en el tomo XIV do su Colección; laz Cartas-
pueblas de 1360, 67 y 69 que, con otras en latín y
en lemosín, publicaron los mismos editores en el
tomo XVIU; las piezas que lleva publicadas la
(1), Ofrecemos de él esta muestra A nuestros lectores: «Perqse mal como
hodersso e 4 os notartos el 'o SETE
soto
TI
Á este examen vamos á dedicar el resto de
muestra tarea, procurando señalar la procedencia
de algunas palabras, legitimando en lo posible su
uso, probando que 4 su invención ha precedido
instintivamente el mejor juicio y manifestando que
no son barbarismos de gente inculta, sino á veces
primores que el idioma castellano debiera pro-
hijar% ó no haber abandonado. Entiéndase que
para la formación de este discurso, así como para
la del Diccionario que le sigue, hemos de servir=
nos, en cuanto nos sea dable, de escritores arago-
neses, de anuncios é inscripciones oficiales, de
avisos impresos, de la conversación de personas
cultas, y sólo en donde todo esto no alcance, del
habla común de los aragoneses. No «bultaremos,
pues, el Pocabularío ni la crítica con palabras de
las que frecuentemente se improvisan pero no s8
extienden ni se hacen permanentes: tampoco no
lo haremos con las locuciones latinas, usadas por
nuestros foristas, como, ne pendente apellatione, ar-
tículo de toliforciam, sentencia de lite pendente, nen
fram y otras, pues aunque sabemos que la Acade=
a ¿ig en curo de naber formado algún vocablo nuevo, dice Mayans
tomaría de las le Es]
tes le < de las
E Teto de la Itogua iaus, Somo más conocida, qe de
mia incluye algunas locuciones latinas, de antiguo.
castollanizadas, no lo hace, y esto con su habitual
prudoncía, sino cuando son dol dominio gonoral y
no del tecnicismo de una ciencia; ni tenemos por
verdaderamente aragonesas, aunque de uso par-
ticular de nuestros escritores, algunas libertades
derivadas dol idioma castellano, como tierra baja
para denotar cíorta comarca do la derecha del
Ebro y alto Aragón para denotar la de la izquierda,
turbante en sentido del que turba, comisante por el
que comisa y adminiculado de adminicular, voces:
usadas por Larripa; adrezar que dico Blancas;
catedrero que consiguan los Gestis de la Univorsi-
dad do Zaragoza; conséméle por somejanto; reforme
por roforma y tisígues por tisis, que hemos leído
en otra parte; caminos cireunstantes que también
hemos visto usado; acolitar 4 laudes y aculejar el
pavimento que dico Martón; condiputado que escribe
Sayas; membranáceo que dice no mal, en lugar de
membranoso, el racionoro Latassa; comisarios ,
cercenadores, lugar tenientes y otros cargos quo no:
puede especificar el Diccionario do la lengua y
que sin embargo son corrientes on los tratados de
legislación aragonesa.
Procedemos en este punto con tal cautela y tan.
desapasionadamonte, que ni damos cabida á algu-
nas palabras 2 por ol solo hecho do hallarse en
Atmel comistosfoals, onde sich, Lo de taasedo
102 Tos ela sad on de os bienes apeehensos Y iros.
pd CAR
ex por pasar las plazas, porcagiwm por los cerdos,
salinalicum por la sal, portulaticum y tavitáticum
por las naves, ote; y tambión algunos de los ofi-
cios de la casa real, como subbotellerina, subforna-
rius, sobrecock (jefe de la cocina) y otros varios, al.
bién con esta ocasión enumeraremos los que se:
hallan discornidos en las Ordinaciones de la Real.
Casa de Aragón, compiladas por Pedro IV en idio-
ma lomosín el año 1344, traducidas al castellano en
1562 por el protonario D. Miguel Climente de or-=
den del príncipo D. Carlos y dadas á la estampa:
en Zaragoza, año de 1853 por D. Manuel Lasala,
cuyos oficios (que decíamos) son, dejando á un
lado los de uso y nombre más conocidos, los de
botilleros mayoros y comunes, aguador do la boti-
loría, pauaderos mayoros y Comunes, escudero.
frinchantes, argentarios 6 ayudantos de cocina, me-
aucier 6 ropartidor, escuderos que traen los manja-
res, comprador, cazadores Ó perreros, sobreacemilero
y sotacomilero, tañedores, escudoros y ayudantes de cd-
mara, guarda de las tiendas, costurera y su ayudan-
to, especiero, barrendero y lavador de la plata, hombres
del oficio del alguacil (fuemetidos 4 61 para aprehon-
der criminosos), mensageros de vara Ó vergueros, esca
lentador de la cora: para los sellos pondientes, se-
Madores de la escribanía, promovedores, enderesadores
de la conciencia, sotaporteros, servidor de la limosna y.
escribano de ración que ora á manera de contador ó
tenedor de libros.
Con igual economia hemos obrado al examinar
el Indice donde se declaran algunos vocablos aragoné=
dl
citado documento lo escribe, como en latín, de
esa manera y sin explicación alguna 0; MACANO,
que se encuentra en elmismo caso y que escrito
con cedilla pudiera ser manzano, leyóndose por
lo demás en un documento lusitano citado por Da+
cange: «unam copam decuratam ín Maganiz el circa
bibitorium el circa pedem»; marcisacion, que se nos
ha comunicado como palabra alguna vez leída,
poro que nosotros no hemos alcanzado á conocer
en ningún documento, ni podido por consiguien=
te interpretarla; masarechos, que hemos visto usa»
do en escrituras aragonesas sin entenderlo, aun-
que de persona doctísima sabemos que significaba
en la Edad Media una especie de copa traída de
Egipto.
Esa misma parsimonia, pero mucho más funda-
da, nos ha guiado en cuanto á las palabras caste-
Manas que Ducenge define en su Glosario % apo-
yado en documentos aragoneses, cuales son entre
otras: acémila, albarda, alodial, arada, armador, Q2=
cona, dandosidad, cabezalero, enkiz, corredor, escom-
Drar, espera, fincar, jurista, malatiz, maleta, mayo=
¡lo d nuestro Diccionario 1 a, yl En-
1
mar, más tard: o
E
y guiente ..
SáTeión Dña apistola de Iaduato sobre la yida de Puesngr Und
Lor Puri yerno de cg
lo el un tor, d
para la cestinuación del Glosario el Tesoro
endlamaes sutcridados las palabras que 2o hallen ía hos docuaatados
ein roja Tatinidad. . nen
s
sal, mesclarse, parral, pérdida, perdidoso, guilate,
guitación, rastro, realengo, renegado, saca, sales,
sesmero, sobreseimiento, soldada, solo, tapial, taza,
timbre, tornadizo y trepado M.
Las loyes do la erítica son muy estrechas, y las
leyes del gusto, aunque mucho más amplias, tie-
men también su órbita que no han de traspasar.
Nuestra conciencia literaria es algún tanto sove-
ra, aunque no temática, y nos obliga á excluir de
muestro Vocabulario hasta palabras que le abulta-
rían y darían más valor y que á nosotros no nos
costarían más trabajo. Hay quienes nos han faci-
litado listas de voces que reputaban aragonesas,
y la máxima parte eran españolas; hay quienes
han echado de menos otras en nuestro Dicciona-
rio, y casi todas habían sido ya examinadas y,
con buenas razones, rechazadas por nosotros; hay
quienes creon que el barbarismo 6 solecismo cons-
fituyen siempro (cuando solamente lo constituyen
en muy dados casos) palabra nueva; hay quienes,
si en una tilde discrepan la voz corriente y pura
y la que ven usada en Aragón, tienen á ésta por
sujeta 4 la legislación provincial. Nosotros no po-
demos conceder con todo esto, y en general tene-
mos que rechazarlo todo; y, si algo se salva de
esta común exclusión, es por la vía estrecha de
“Tampoco hemos querido traduelr, para Incorpororlas ea quest:
nbienarie? siguras polibens no casteltas y Tomudas de docomentos
aragoneses, como conteribusteríus pechero, cibilaris predio rústico,
'caballaria de carga. encanum Subasta, enjrachescere hacer franco 6
a o e Y pa
MA
las excopciones: el por qué de cada una de óstas
va bajo nuestro criterio y responsabilidad.”
No aludimos en estas censuras á los Sres. Savall
y Penón, cuyas personas y obras apreciamos, y á
quienes en el Vocadularío nos roforimos en algu-
nas ocasiones; pero respetando ol sistema por
ellos seguido en el Glosario con que ilustraron la
edición de los Fueros y Observancias de Aragón, n08-
otros no podemos seguir el suyo por la diferen=
cia misma que hay entre su objeto y el nuestro, 6
entro su plan y el nuestro, y vamos á docir lo que
ellos incluyen y nosotros oxcluimos. Pero antes
debemos notar la inconsecuencia en que caen,
pues en las advertencias con que encabezan el
Glosario se declaran muy restrictivos (en lo cual
andamos con ellos de acuerdo), y ofrecen omitir
muchas serios de palabras, entre ellas las incluí-
das como españolas por la Acadomia, las apoco-
padas como Juert, las de « líquida como sciencia,
las terminadas on scer, las de letra doble como
atlender, las de alteración de una letra como 0%
fecto, las desviadas ligeramente por causa de la or-
tografía ó pronunciación como freáudo, las de sig-
nificación clara, los adjetivos verbales en ero como
estimadero, los participios activos como arrandante,
los verbos compuestos como sobreseyer, las voces
que tienen on su composición la 4 antigua 6 la ay
como enyo y las que llamasen agrogadas como
dolmacen: mas, al llegar luego al Glosario, dan ca-
bida 4 muchas de estas mismas voces, en cuyo 0A-
mino ya no les seguimos. Nosotros no podemos
incluir en nuestro catálogo palabras como laz gi-
guientes, que ponemos para ejemplo.
Unas no tienen sino cambios ortográficos, ver-
bigracia, dbito, derecho, kenero, acadallo, evilla, hu-
was, rastardelo, vestía, tovalla, darzones (do arzones),
Jaurar (labrar), senyor.
Otras son puramente latinas, de esas que no
«quedan en el fondo del idioma: posside, moneta, psal-
amo, genollarse, fuso, fulla, alieno, closo (corrado),
exiliar, fama, allio (ajo), feto, Jlo, computo (pro-
sencia), deciso, fruir, dempto (quitado), expremér,
sezcludir, concepto (concebido), sxida, desbitar.
Otras son extranjoras corruptas, principalmen-
to provenzales, y no naturalizadas tampoco: ade-
want adolanto, efer negocio, ¿ra ora, argent plata,
atan tan, avant adelante, dat trigo, Bau azul, drew
breve, bueyto vacío, bueytar vaciar, cendra coniza,
elau clavo, combatrá combatirá, combra comerá,
cuentra contra, cueyto cocido, cuytellaria cuchillo-
ría, dejus y dius dobajo y bajo, dereylo derecho, dir
decir, dit dicho, esguarte miramiento, Jer hacor,
Feito hocho; 22 hilo, ias hasta, Jormags queso, fro-
mentes granos, 7e se, guañar ganar, gley hoy, guey-
to y Aueyto ocho, lur y lures suyo y suyos, medze
médico, proveyto provecho, deposar depositar, ere-
ter quobrantar, compora» componer.
Otras padecen una simple altoración fundada
en la preferencia de ciertas letras sobre otras,
como la w sobre la ¿, la ¿ sobre la p, la £ sobre la
d 4 la catalana, la e sobre la iy viceversa la fpor
la », evolución tan española como aragonesa; por
di
2
ejemplo: adela abeja, aparellado aparejado, avallar
abajar, bermello bermejo, cañela canela, “consello
consejo, conello conejo, allos ajos, cerralla cerraja,
illada ijada, naralla navaja, millor mejor, tradallo
trabajo, arcebisbe arzobispo, radoro raposo, cabaso
capazo, sabiese supiese, abal abad, almut almud,
costumat acostumbrado, ceruella ciruela, destricto
distrito, metad mitad, encéns incienso, intreyo en
trego, alfondega alMóndiga, admeter admitir, cazeta
cajita, eneyire buitre, civada cebada, dida! dedal,
egpidimia epidemia, pior peor, reftorio refectorio,
lichera lechera, alfeña alheña, cafés cahiz, foces ho»
ces, ferradura herradura, guchillero cuchillero, com.
te condo, espitad hospital, gleda greda, paper papel,
acercon azercon Ó minio, canafstola cañafistula, co-
mozer conocer, carabazas calabazas, azada azada,
exo eso, asi nsí, autedito antedicho, Aaglaterra In-
glaterra, cupe copa, curaza coraza, enguila angui-
la, gañar ganar, jodío judío, ruciar rociar, sertén
sartén, tenalles tenazas, liseras tijeras, manteja
manteca, fusecular insacular, premática pragmática,
Otras, poco disímiles de las admitidas como de
buen cuño, ofrecen la leve diferencia de sílaba 6
letra adicionada al principio, al medio 6 al An,
por prótesis, epéntesis y paragoge, 6 sustraída
a afóresis, síncope y apócope: acontar (contar),
destorbo, adjutgar, advenidero, alcanyela (canela),
almárrega, adollar (bollar 6 sellar), anigllo, varie-
Ma, castiella, orticano (orégano), cirrega (carga)
siega, cayer, cascavellies, cuchiello, infanción, seer,
seido;... ros (arroz), roda (arroba), acusa, escomina-
yO
demia, la cual incluye (por ejemplo) regatear y re
catear, rastrojo y restrojo, caray y carey y otras pa-
recidas, en lo cual habrá procedido muy cuerda»
mente pero no muy á nuestro gusto.
Otras palabras hemos también desdeñado que
tal vez una crítica más benigna se hubiera com»
placido en aceptar, siquiera por venir de un autor.
y de un libro en general desconocidos. Persona
muy entendida de toda nuestra confianza, el ara-
bista D. Francisco Codera, catedrático de esa len-
gua, nos ha comunicado un breve catálogo de
voces tomadas de Ebn Buelarix en su libro 4%
mostaini, escrito en Zaragoza hacia el año 1110,
esto es, en las postrimerías de la monarquía árabe
de Aragón y eu los albores del idioma español
escrito, libro del cual existen tres códices diferen»
temente puntuados, el uno llamado de Leydem, el
otro de Nápoles, y el otro que fué de Toledo y
hoy pertenece á la Biblioteca nacional. En ese ca-
tálogo vienen algunas voces que difleren de las
españolas en sentido aragonés; pero nosotros
hemos aprovechado solamente media docena de
ellas, descartando, como levemente diferentes, las
que sólo discrepaban en la ortografía, y dese-
chando también por los mismos ú otros motivos
las siguientes: siruelas ciruelas, esponcha esponja,
salciya salvia, poma de cáene bellota, panicá panizo,
guezo y formache queso, espárricos espárragos, nes=
poros nisporos, porko puerco, foncos hongos, oricano
orégano, ficos higos, pipinelos pepinos, y zebo cáer-
vuno sebo de ciervo.
”
obra metódica, tómense el trabajo (que nunca
será tan grande como el nuestro) de combinar la
lectura del Vocabulario eon la de esta /nfrodueción,
y en ésta hallarán hasta cierto punto el comple-
mento de aquél, y podrán acariciar el gran nú-
mero de palabras que aquí vamos citando, unas
para apoyarlas y otras para combatirlas y excluir
las. Más veces dice el pueblo (y el no pueblo)
seica, ciemo, hancia, gurrupera, mandurria, molocoto=
nes, muñuelos, bujero, eslegir, pecetas, denguna, goler,
dempués, mosolina, capotas, devantarse, enruena, desa-
minar, «ade (adondo), dertura, falo, carruchs, en-
gina, cartayón, cercillos, escuadria, prencipal, caram=
delo, vacico (vacio), d la Amitiva, aleliser, adentestate,
sincel, adellota, jarmiento y enguila, que sus corres.
pondientes españolas 6 aragonesas. Y de estas
pslabras, ú otras parecidas, son muehas las que
han empleado en sus obras los autores castellanos
de más nota, lo cual probaremos más adelante;
pero como usadas por ellos, aunque ya desusadas
por las personas cultas, no se apellidan barbaris-
mos, sino que tienen la honrosa jubilación de an-
ticuadas,
En el mismo caso se hallan las irregularidades
de los verbos, la colocación de las voces y todos
los solecismos. En las olases populares, más fre-
cuente que el hablar bien es el docir (muchas
veces á la antigua): «ayor nos Jerantemor 4 punto
de día»; «estidamos comiendo cuando llegó el
corroo de Madrid»; «nosotros semas probes pero
honrados»; «mi marido nos frfió dos conejos»; «4
inclusión en nuestro catálogo, aunque sí de digna
mención en osto discurso; tales son algunas del
lNamado dialecto do Fonz, presunto cabeza de Ri-
bagorza, en donde se dico 1usatros, ousatros, len
gua, chen (gonto), miro, eva (era), tenida, siñor,
marchas, queris, quam, habín, (habido), tos (todos) |
con otras muchas usadas por todo el alto Aragón
6 irreduciblos casi al aragonés general. Y, sin em-
bargo, ciortas de esas manoras son vulgaros aun
allí on donde se habla más puro: on Salamanea,
por ejemplo, dicen los labriegos Aizom, trajon, du
von y vinos, por hicieron, trajeron, tuvieron y vi-
nieron, y D. Vicente Lafuente, que fué allí cato-
drático, nos decía que había anotado más de cien.
vyooes que calificaba de estupendas: en Toledo,
ciudad muy prociada de la pureza de su habla.
(nos añadía), hay mala pronunciación y una jerga:
manchogo-madrileña: en Soria se habla como en
Calatayud y Tarazona, y eso que se propone com-
potir con Burgos y Salamanca: en el dialecto del
Vierzo se dico desmediao, escachar, enfurruñarse, 68- -
patarrao, por mor, troncho, ete., como en Aragón.
Oyendo, preguntando y estudiando se llegaban.
4 sorprender otras palabras, que no se sabe si ad-
mitir de plano como aragonesas, toda vez que no
son castellanas y en Aragón se ven alguna vez
usadas, 6 si rochazarlas por extravagantes ó por
puramento individuales, Algo de arbitrario habrá
habido en nosotros para incluir unas y excluir
Otras; pero con esta salvedad, y dejando la reso-
lución 4 los lectores, los cuales quizá tampoco se
Mi. 8
LS
pondrían de acuerdo, nosotros hemos omitido yo-
ces como estas: pleyar por coger la peonza en la
mano, bolveyón por grano despajado pero todavía
sucio, árraca por nada, cocho por perro, engaravía
por oropéndola, escamallarse por cansarso do an-
dar sin utilidad ni objeto, escamocho por pretexto
6 excusa, perachera por cuidado 6 empeño, esmedi=
carse de reir por porecoerso de risa, garranchazro
por golpe último eon la peonza sobre el dinero 6
hito, dolligar por mejorar un enfermo ó una eo-
secha, reóulición por agitación pública (se halla
en documento del siglo x111), padrito y madrita, do-
lorinos y chiguinos como diminutivos, lampeda por
lámpara, doloto por alboroto (se usa en los Fue-
ros), refuerca por retuerza (contra toda eufonía),
brutaña por abrutado, zampuñas por torpe y des-
mañado, pesadizo por hombre incómodo, demba por
fergenal ó forrinal que definimos en nuestro Vo-
cabwlario, fogarata por fogarada, esturrafado por
descompuesto, y las muchas palabras que en su
primera sílaba der suprimen la letra inicial, si
bien la Academia lo hace en escomerse y otras.
Abramos otro párrafo para dócir que la Acade-
mia, aunque no es infalible y aunque algo yerra,
nos merece tal respeto y tal aprecio, no sabemos
sl por nuestro amor al principio de autoridad, 6
porque somos en ella miembros correspondien-
tes, que tenemos por ley la que ella consigna en
su Diccionario, y que, casi abdicando nuestros
fueros críticos, nos conformamos con lo que ella
dice es cátiedra, aunque veamos que, de sus indi-
Er
peotivas obras do Historia Natural escribieron dos
insignes botánicos, Bernardo Cienfuegos en los
primeros años del siglo xv y D. Ignacio de Asso
(zaragozano) en los últimos del xvnL Esto, sobre
todo, 4 quien se deben muy curiosos y. eruditos
tratados sobre las producciones, las ciencias, las
leyes, la Economía política y aun la Literatura de
Aragón, tuvo la advertencia do consignar, lo mis-
mo 6n su Sinopsis stirpinm indigenarum Aragonia
(1779), que en su ¿ntroductio ad Oryctoyraphian el
sooloyizm Aragonia (1784), las voces puramento
aragonosas con que se designaban y todavía so
designan en el país (que recorrió herborizando y
estudiando su suelo y los animales quo lo pueblan)
los objetos sometidos á eu descripción. En conse-
cuencia de su plan, calificó unas veces con la pa-
Jabra vernaculé 6 provincial do Aragón, otras con
la más exprosiva do nostrafibws, las palabras que
tenía por exclusivamente aragonesas, distinguión-
dolas de todas las restantes con la anteposición de
la palabra hispanis; y por si pudiera dudarse de
que designaba con aquellos antepuestos los voca-
blos aragoneses, 6l mismo lo declara, ora en el
Prólogo diciondo: Adjunzi etiam vernacula provin-
tienosire nomina, ora on el Índico que titula Vomina
el vernacula Aragonie. "3
Y decimos todo esto, porque parece después
muy extraño que persona tan competente en todo
aquello que emprendía, calificara do aragonesas
palabras que pasan por castellanas, como asallo,
balsamina, cadíllo, camomila, cedadilla, ginesta, mar
le
103
tenían cabida en aquella edición '», que on Aragón:
eran ya muy usuales, y que hoy han pasado al
fondo común de la Academia, sin que de nuestra
parto quepa contra esto reclamación alguna, como
quiera que todos los idiomas viven de esos cambios
mutuos, principalmente cuando la Jongua de una
nación prevalece (como su política) sobro los dia-
Jectos de las provincias que vienen á constituirla.
Pero hay que considerar como aragonesas al-
pas palabras que, si bien incluídas como castella-
nas en el Diccionario genoral de la Longua, no
puede negarse que son de uso constante, popular,
y, por decirlo así, privilegiado en Aragón, mien-
tras lo tienen muy raro 6 ninguno fuera de ól, pu-
diendo asegurarso desdo ahora que, pasado algún
tiempo, y cuando ya la Academia forme la eon-
vioción en que nosotros nos hallamos, habrá de
conservarlas en su Diccionario con el carácter
exclusivo de provinciales de Aragón %. Aquí, en
efecto, so dica suplicaciones por barquillos, como
en El Desdén con el desdén; no marra por no falla,
como en las farsas de Lucas Fernández; 2turar,
rele Lan ya be
lo de Valtmiena, pero dejó de serlo desde
e
SE
castellana: alirón y azarollo no se hallan sino eu
el En e selón de YE palabra bere no ss hola, adadín está cora
as: en la de 1343, Tea pure apeló estar corn aregonesas, abadía
“castalonas, a,
el
como on Bercoo «Abrán con el diablo siempre 4:
aturar», y como en Lorenzo de Segura, «Anda
cuemo ruda que no quiere aturar»; amanta, am.
prar, arguello, arramblar, caño, malmeter, masar,
paridera, punchar, rematado, vencejo, y otras va-
rias % que se usan frecuentemente entro nos-
otros, y de las cuales y otras ya notó Capmany
que algunas, como aturar, cal, dita, malmster, ostal
y pudor, eran á un tiempo de Cataluña y de Cas-
Do entro las palabras verdaderamente aragone-
sas aunque de apariencia castellana, de entre las:
palabras que, á cambio de otras citadas y consen-
tidas como castellanas, tenemos que reivindicar
como nuestras y sólo nuestras, citaromos más de-
tenidamente, por ser de las más vulgares en nues»
tro pueblo llano y sólo en ól, la famosa expresión
impersonal no me cal (no to cal, no lo cal) on sig-
nificación do ao me imporía, 19 me conviene, 20 me
es menester, no me cumple, uo lengo qué, 010, cuya:
frase, que no traen ni Covarrubias, ni la Acade-
mia en su Diccionario grande, ni el jesuita Torro-
ros, ni Bosal en su Diccionario manuscrito, se
halla autorizada en nuestros días como castellana
por la Acadomia de la Longua, poro usada como.
aragonesa por sólo nuestros labriogos.— En el
Poema del Cid, hablando ósto do los Infantos sus.
Qu, Sa os cl tos ls que D, Nortano Perla incluye, ens
Ensayo de un Dicdoner 'panizudolas
¿on aos Ielioación par o os atrevido e esa.
cla, como quiera que respetamos! ridad degisiativa de
yernos, dice, Curiellos guiguier ca dellos poco min*
cal, y más atrás, Si el rey me lo quisiere tomar d mi
mon minchal (Damas Hinard traduce al francés ¿l
me m' en chaut): (0 en el Poema de Alejandro se loo,
non te col ca se vencires
non te menguarán vasollos,
y eu otra parto,
Mos quequier que él diga
demi poco me cola:
en las poesías atribuidas á D, Alonso el Sabio »
tambión oncontramos,
Esl vos vels este fuego
mon vos olrus cogus calen:
en el Libro de Patronia,
] Ruégovos que mo consejedos
lo que viénsdos que me cale más do facer:
on el Zaderinto de Juan de Mena,
Mas al presante hoblor no ma cale
Verdad lo permite, temor lo devieda:
en las poesías de A. Alvarez Villasandino,
Ya no me cal
penaar en al:
en las farsas ó cuasi comodias de Lueas Fornán-
dez u' os cele desomular: en la Lorana andaluces,
libro obsceno de Delicado, «no os cele burlar que
A
0 Su mie no ene elertamente todo el ufre de an!
edad das qua os del pc Sabio tr Vea des
o 4 Eerganea, D. Tomás Antoalo
y más adolante al verso 4844, 5
A la meridiana quel soleilhs pren tombral
al daro de la vila estan d no men cal;
esto es, «al medio día, cuando el sol penetra en
todo sombrío y los dofonsores de la ciudad están
descuidados» Ó «no están sobre las armas», como
viene á decir Fauriel, ó «están en un no me im-
poría», si fuera posible traducir así aquella ex-
presión que de todos modos indica el abandono;
y finalmonte, vorso 4913,
Mas non ala Belcaires temensa que nolh cal,
que Fauriel traduce, «Mais que Beaucaire, n' nit
plus de crainte; il n' en doit pas avoir» y que en
castellano se puede expresar diciendo, «Pero no
tema Beaucaire, pues no debe, pues no le c0-
rrospondo, pues no tiene motivo, pues no tiene
por quó».
Haciendo punto en esta digresión, ya dema-
siado extensa pero no inútil 4 nuestro propósito,
y anudando el pensamiento de dondo ha partido,
tócanos manifestar que, señaladas las palabras
usadas por autores aragoneses, mas no por eso
aragonesas, 6 indicadas también las que á toda
luz son de Aragón, aunque todavía calificadas
como castellanas, pudieran añadirse ciertas otras
generalmente usadas en Aragón y que, á pesar de
serlo en Castilla por escritoros de nota, no tienen
cabida como castellanas en el Diccionario do la
lengua: tales son ña/deta que usa Moratín en aquel
verso de sus Naves de Cortés:
108
do azul y nogro los Aaldotas de anto;
esmangamazos, que, sin el propuesto privativo, lee-
mos en aquellos versos del cancionero de Baena,
A ty mangamazo syn olra Lonsura,
por ql será dada muy gran penitencia;
(Págs. 447 y 481).
laminero, que tanto divierte 4 los castellanos cuan-
do lo oyen áú algún aragonós y que, sin embargo,
no sólo es muy natural dorivado de ¿Jamer, y muy.
parocido á lamistoro y lamiscado, sino que se ye
usado en el Arcipreste de Hita,
La golosins tienes goloso lamiínero;
d placer, que vemos en aque! romance:
en conte del rey Alfonso
Bernardo á placer vivle;
pintar, que usan nuestros pastores por tallar, aun-
que justo es decir que la Academia lo hace sinó-
nimo de escribir, explicando bien ambas veralo-
nes aquellos versos encantadores de Gil Polo:
mos serole coso tristo
ver tu nombre olll píntado freñalado en mil robler)
ho Creo yo que Lo asombre
lanto el verte allí pintada, eto
uneso, Ó bocado, que derivado de morsws (de donde
después almuerzo) se halla como provincial de
Aragón y, no obstante, lo encontramos en el
Poema del Cid:
Nol' puedon facer comer un mueso de pan,
y tn el de Alejandro aunque con varia lección, y
en los poctas del Cancionero de Baena:
li
y muero 6chopa
vos A aun emprestado;
peñora y caritatero que explican Berganza y Me-
rino, dando á pennora el significado de multa y
pronda, y á caritas el de refección de bebida tras'
la colación y lección espiritual; tastar, que si
bien se halla en sentido de tocar, derivado de
dactus, también tiene en Berceo el de probar 6
morder en aquel verso,
Qué de meior boceado non podriodes fastar;
aacelo, cuyo derivado macelario no incluyo la Aca-
demía, pero sí en sus vocabularios los eruditos
PP, Berganza y Merino; vencejo, de vinculum, que
aunque admitido por la Acadomia on significación
de ligadura, sobre todo para atar las haces de las
mieses, lo declara D. Tomás Antonio Sánchez pri-
vátivo de Aragón al explicar el verso de Berceo,
Alzkronlo de barra con un duro voncolo;
estío, que de Aragon significa constante, diario,
no interrumpido, conforme con su etimología,
guotidie, guotidianws, y que la Academia esoribe y
explica de otro modo, poniendo cutio, trabajo ma-
terial , y omitiendo absolutamente en su Diccio-
pa os las de coto ye de Besos
Mo Corren en el 08D. TY do, su Viaje el Pirnaso, y 6x esta múncido La
'<utio somo día de labor.
lo
nario el adjetivo cufieno (quotidiano) que leemos
en el poema de Alejandro,
audi cafíano rudor de la Landa MiS
y en Berceo,
fucle Dios por los omes miraclos cutlano,
y en el célebre Villasandino,
Pass momerito mey cutiano disanto;
de, partícula expletiva que se usa en la frase me
dijo de antes su parecer; y on otras parecidas, y que
también usan nuestros clásicos como Cervantes
«tan bien barbado y tan sano como de antes», y el
obispo Guevara «y sus pueblos quedaron como de
antes perdidos».
Añadiríamos 4 estas algunas otras palabras y
frases que, siendo muy familiares en Aragón, y
no teniendo nada de exóticas ni nuevas, están
excluídas no obstante del Diccionario de la Aca-
demia, por donde oficialmente resultan no ser
castellanas, mientras son positivamente, ya que
no aragonesas, de uso aragonós; pero alribuyendo
este silencio, no 4 decisión magistral sino 4 des-
cuido inevitable de aquel sabio Cuerpo literario,
no adicionaremos el anterior catálogo ni aun con
las dos que por ahora nos ocurren. Es la una
Mevar la corriente, frase que hemos oído á caste-
Manos puros y que usa el Duque de Rivas (posta
cordobós) un el romance último de su Moro Ro.
pásito,
«le ocaricio, lu lleva lo corriente».
41
La otra 03 la voz medicina que no so dofine por
la Academia sino como «ciencia de precavor y cu-
rar las onformodados del cuerpo humano», y que
en sentido de medicamento" es en Aragón vulgarí-
ma, se usa mucho por los facultativos y se leo con
frecuencia en las Ordinacionos del Hospital de
Zaragoza, 1656, siendo adomás común ú la lengua
italiana y al dialocto catalán, pero que no puedo
formar parto de nuestro Diccionario cuando la
“vemos usada en todos los más distinguidos eseri-
tores castellanos desdo Cervantes á Espronceda,
desde Quevedo hasta el posta popular Truoba, y
lo mismo en fr. Luis de Granada quo dico, sis los
tormentos de los médicos y las medicinas, on Moxía,
como el buen médico sus medicinas, on Guovara, y lo
poco que las medicinas le han aprovechado, on Rhúa,
que sana la herida con medicinas lenilicas.
Pasando ahora á uno de los más notables gru-
pos en que pueden dividirso las palabras arago-
nesas, digamos on honor suyo que este pueblo ha
conservado un gran número de las que constitu-
yoron el habla antigua castellana, siendo ya con-
sideradas como arcaísmos, fuera de uso algunas,
y no pocas que acá nos son del todo familiares, y
que en parte componen el más usual vocabulario
de la gonte inculta, cuyos modismos excitan hasta
cierto punto la compasión de quien los oye, igno-
11
rándose, aun por nosotros mismos, que así h
ron los padres del común idioma «astellamo. —
Sería, en efecto, un trabajo muy
reunir las yoves, inoorreotísimas hoy, de las cla-
ses últimas del pueblo, y observar su perfecta
identidad, no ya con las que so emplearon en los.
siglos primeros del habla, sino aun con muchas
de los escritores que florecieron en el siglo xv1%.
Llogarían esas semejanzas hasta el punto de ser.
fácil componer todo un discurso, y aun todo un
libro, con palabras tomadas del antiguo ml
no, que sin embargo serían exactamente
usa con predilección el pueblo aragonés; bien que
muchas do ellas no dejan de ser comunes con el
ya bárbaro dialecto que todavía conserva el esta=
do llano en toda España. Sean ejemplo de esta ob=
servación, sin que por eso abultemos con ellas
nuestro Diccionario, las palabras niervo,
gomitar, buticario, recontinió, proluengan,
tuviendo, entreviniendo, adellota, quisiendo,
cia, risistir, pidir, dicir, recebir, vieda (veda), sigui
dilla, ambrolla, crocodilo (latino puro), virificar,
ajepción, asasinar, eto. Séanlo también mesmo, (ru
¿o%, agora, escuro, enantes, dende, que los poetas
cr A lines he dei e God E e EN A
E
AS
podía resultar alguna
a
Ma.
st
por chapotear, mída por modida, senguilón por
zangarullón: otros, al contrario, so han alargado
por opóntesis, como alirós por alón, Dienza por
binza, cadisra por cadira, carracia por carraca, em-
pedrear por empedrar, Ailarza por hilaza, jarapo-
Hear por jaropoar, marreya por marga, panso por
«paso, valentor por valor. Unos suprimen por afé-
rosis la sílaba inicial, como esperra por alcaparar,
dula por adula, fada por azada, jambrar por em-
Jambrar, pedrads por apedreada, safrán por aza-
Irán: otros la toman por prótesis, como amerar por
merar, asesteadero por sesteadero, atrazay por tra-
zar. Unos pierden la final por apócope, como
alum, brócul, esparrós, espindí, por alumbro, bró-
culí, caparrosa y espinaca: otros la toman, como
-rondalla por ronda. Algunos duplican una letra,
como acerolla, sarrampión, por acerola, sarampión:
otros son anagramáticos, 00mo amoryona? y arra-
elán, por amugronar y alacrán: otros obedecen
más al origen latino, como 5bufonería, calonia, com-
cello, curto, gramen por buhonería, caloña, concejo,
corto, grama: otros padecen la loyo alteración que
algunos gramáticos llaman antítosis, como sucede
en achacarse, aldellón, alcorsar, almadia, alganillas,
aradro, bofo, boteja, cogullada, ensundia, furrufalla,
garufo, gayata, jijallo, lezna, mandurria, panolla,
restrojera, rujiada, tamborinazo y vendema, cuyas
equivalencias castellanas no es necesario enume-
rar. Otros, finalmente, se distinguen por su sílaba
inicial es, quo on Aragón suelo proceder como pri-
vativa on lugar del antopuesto des, y aun aumen-
Mi
taxis, en Aragón hay por qué envanecerse en este
punto, pues son muchas las voces provinciales que
derivan inmediatamente del idioma del Lacio %,
Unas han conservado toda su estructura latina,
omo ¿nmen-domus, articulata, calendata, portata,
testificata, erbidita, cancelata, eztracia, intamarino, ul-
tramarino, cisterno, forideclinatorio, paciscente y do-
navero que, aunque tiene por su terminación aire
español, procede de la frase antigua, Bona vero
gua demandautur sunt Lec, y oxpresa hoy como en-
tonces la lista de los bienes 4 que so refiero la de-
manda, Otras son idénticas, ó no han variado sino
la desinencia ó la ortografía, como ápora, apotica-
sio, ordio, cicures, brisa, ligona, uva, lucidario, san-
sa, comanda, ezcrez, convenido, pigre y motilar. Otras,
aunque un poco más desomejantes, conservan muy
visible su procedoncia, como exaderna, adimple-
sento, la Seo, coda, falenciales, oleaya, ibberas, femo,
smacelo, farinetas, batifulla, faboar, zadorra y faboli-
mes. Otras, en fin, aunque no de tan incuestionable
etimología, la tienen bastante lógica, y desde lue-
go mucho menos violenta de lo que suelen bus-
carla muchos etimólogos, 4 quienes, por lo mismo
de no poseer nosotros su caudal, no los imitaremos
ciertamente en disiparlo: tales son geta, gitar y je-
tar, de gslare (y no de jacere, como otros suponen);
siempre transmitidas á nosotros por los árabes,
tiene Aragón otras propias, de las cuales citaremos
ajada, ajadón, alawto, alderge, albarán, alcohol, al-
Jerda, algorín, almenara, almud, almwdt, emelgar,
antibo (de anteda, hincharse), arcas, arguello, arma,
eturarW, badal, bailio, barreño, bocal, boto, bucarda,
eraje, gaya, gafete, jauto, jebe, jeto, jimenzar, lapo,
márfega, márraga, mossén, rafella, rafe, sirga y 24
frán; 4 las cuales no dudamos en agregar las in-
vostigadas á ruego nuestro por un competente
amigo“, de entre los cuales son incuestionable-
mente árabes, según sus informes razonados, al-
guaza, alquinio, antosta, Badina, bahurrero, cabidar,
eapleta, charada, fardacho, Asón, maigar, tadarda,
fria, zaborra y salear; muy vorosímilos alfarrazar,
alacel, arcén, duega, cija, lidón y liza, y algún tanto
dudosas, adollón, aridol, datueco, distreta, doira, cara-
smullo, cibiaca, cocón, cospillo, cudujón, fejudo, fres,
gúellas, jasco, lillas, pardina y pocho.
En cuanto 4 la influencia provenzal, con decir
que se sintió más 6 menos aun en Castilla, no
puedo sorprender que on Aragón fuese extraor-
dinaria, y lo admirable es, pero no menos cierto,
que aquí no resultase un dialecto como el catalán
6 valenciano, y que alcanzara á conservarse el
idioma español, nacido como en Castilla pero in-
1 Art Caio y, mismo Mark: posterior
quico 4d dress sobre la in online er
Fale de Barccona y asar cl ue de AA,
eos quan EAT su antogridad ln etimología Arabes
(DD. Mariano Vissasill: al e sus a
ociatentos mo comes se fos Lomas mal y o
depondiontomente de Castilla, y perfeccionado
Jontamente, no sin alguna intervonción castellana,
pero desdo luego con más y mejores aunque no
muy aprovechados elementos.
El profesor D. Braulio Foz escribía en la evis-
ta de Cataluña que ol catalán literario era el de al-
gunos pueblos entro el Cinca y ol Segro, espocial-
mento en Tamarite, y aun el de pueblos do la Tio-
rra-baja entre Cataluña y Valencia, habiendo sido
sus pobladores (después de la Reconquista) ara-
gonesos de llanos y montañas, catalanes do las ri-
beras del Segro y aun dol contro de Cataluña y
algunos antiguos pobladoros.
El mismo Sr. Foz publicó con algunas adiciones
un compendio do la Historia de Aragón, hocho con
esmero por A. $, (D. Antonio Sas), y en él, al tra-
tar de la conquista de Valencia por el gran rey
Don Jaime, eo consigna que ésto dió fueros en su
lengua materna, que ora la lomosina, por croor
que aquel longuaje llano aunque grosoro soría dol
vulgo mojor entendido que la extrañoza y vario-
dad de las otras lenguas do España, á pesar de
que los aregonoses auxiliares de aquella momora-
blo empresa habían reclamado que aquellas loyes
se redactasen en la lengua aragonesa, «porque ésta,
además de ser común á todas las de España don-
de los romanos introdujeron su lenguajo, como
para los aragoneses pusieron escuclas on la ciu-
dad de Huesca, la habían aprendido con mucha
curiosidad y conservádola menos incorrecta».
El Sr. Pors y Ramona, que se ha ocupado bas-
por el Diccionario de la lengua, pero es desusada
y aun ridícula entre los castellanos, al paso que
muy genoral on todas las clascs socialos de Ara-
gón y do Navarra. Y decimos que muy general,
porque hemos de confesar que un gran número do
palabras do las que homos citado como aragone-
sas, y por ventura las más intoresantes, como cad,
aturar, amprar y muchísimas otras, ya no se con-
servan sino entre las olasos ínfimas dol pueblo,
que también acá ha cundido entre las personas
¿cultas 01 desdón hacia nuestras bellezas provincia-
los; poro el diminutivo do que hablamos es uni-
versal, y ya no depende de la educación sino del
nacimiento.
El idioma español, rico en los diminutivos cual
ningún otro, y desde luego muchísimo más que
el hebreo, el árabe, el griego y aun el latín y el
italiano, como que reúno más de treinta diversas
terminaciones ), habiendo palabra que permite
ella sola doce desinencias, elaro es que no aplica
todas osas variantos Ó aumentos de final á todas
las palabras, antes se conforma con lo que cada
una permito“; mas en medio de ser esto cier-
a a en electo, presentar, sl ss
lerívados, la das le
ais ba a a pad
na Tendneho, Ubraco, e, Partica, ot que sis
ase edo as
dd odo een. pr oi a
A
139
de hierba), frailecico (en el doble de ave y pieza
del torno de la seda), besicos de monja (en el de
planta), palmadica (en el de baile), y tal vez espa-
vico, sinónimo de aciago en los antiguos escritores.
La segunda ventaja que abona el uso del dimi-
.mutivo en co, es su particular significación, pues
aunque parecen sinónimos los en ¿co, illo 6 tto, que
la Academia agrupa, concediendo la elección al
buen gusto del escritor, es lo cierto que el diminu-
tivo aragonés (permíitasenos esta frase) tiene dos
diferencias con aquellos otros; una que podemos
Mamar gramatical y otra moral, una que se resuel-
we como todas las cuestiones de sinónimos, otra
que tiene relación con el carácter del país, en que
principalmente se conserva generalizado, aquel
diminutivo. La diferencia gramatical, 4 la verdad
nO muy marcada, desde que la supresión del di-
minutivo en ¿co ha refundido en los otros su ver-
dadero significado, consisto, on que la terminación
en illo tiendo visiblemente al desprecio, nl achi-
camiento voluntario de un objeto, por ejemplo,
chiquillo, capitancillo; la en ito tiene algunas veces
carácter depresivo y no pocas denota cierta re-
pugnante hipocresía, como se observa por ejem-
plo en las frases ¡tiene una risita!, ¡la mosquita
'muerta!; la en ico demuestra cariño 6 prodilección,
siendo ú lo menos un aditamento inofensivo, como
nos lo declara prácticamente el ejemplo que llo-
“vamos citado do la Celestina, on el cual se ve que
prepondora aquolla expresiva terminación para
la alabanza, angolíco, perlica, simplecioa, gestico, y
a
145
neficio común, esos restos lingúísticos, que de
otro modo han de perderse, y entonces, ya que el
vocabulario aragonés, ni se conservara sino en
libros como éste ú otros de mejor desempeño, ni
sirviera sino como una curiosidad filológica, con-
tribuiría por lo menos, 4 enriquecer el acervo co-
mún do la sin par lengua española; y á cambio de
tantas glorias abdicadas en favor de la unidad
ibérica, conservaría Aragón la de haber mejorado
con su hermoso dialecto, el habla rica de Cor-
vantes,
e Jerónimo Borao,
VOCABULARIO
A
Ababol, p., amapola: se suele llamar así, metafórica-
mente, al sien 6 de pocos alcances, 6 infundadas
pretensiones.
abad, p., cura párroco: los Sres. Savall y Penén, editores
modernos de los Fueros de Aragón, en su Glosario,
interpretan, ampliativamente, go.
y Casa del cura en algunos pueblos: en las últi-
mas ediciones de la Academia está como voz castellana,
abadiado, a., territorio de la abadía,
', m., se usa en la frase d abarata canciones, para
denotar, á vil precio, á bajo precio.
m., abarcar.
n., bastar; ser bastante ó suficiente 4 alguna
por ej lo: tres amanuenses no daban abasto d
lo que él escribió; no daba abasto á cortarle pan.
n., egramar ó machacar alubias ú otras legum-
bres para que suelten ns de la vaina; ll apalear las
nueces para que caigan del árbol.
', M., la misma significación.
y B., Tevocar; voz forense.
abejera, a., colmenar; voz anticuada que la Academia
consigna como castellana en su última edición: úsase
también en pa
abejero, a., abejaruco.
ablentar, p., aventar: en Navarra ablendar.
in, abogacía: se usa en los fueros.
|, zoquete, generalmente de madera de olmo, que.entra
en el taladro de la mucla y en el cual encaja el própalo.
£., abolengo Ó retracto gentilicio.
a., botón de vides y plantas.
abollonar, a., brotar de las vides el botón,
150 A
abonico, n., bajito; con tiento,
a , M., molestar; cansar; importunar; y así se
dice: le adorreció con tantas preguntas: || Úsase tam-
bién como reflexivo, por rta me con
tanto limpiar la casa.
abortín, n., abortón; feto de las reses.
abrahonar, <., ceñir por los brahones.
abrevador, c., abrevadero. .
n., abrigado; y así suele decirse estar abrigo,
por ir abrigado.
abrío, n., bestia: la Academia escribe ayerío, y en auto-
de lec ayería, como también en los fueros
de Aragón.
Jos, p., planta; centeurea calcitrapa,
Í., componerse; llevarse Uno: se usa en la
expresión abrájese usted como
PU d., agacharse.
acaloro, n., acaloramiento, sofocación.
AcAmPpo, <., dehesa. y
, E,, Caer granizo grueso: l/ n., lover mucho;
diluviar.
), d., asirse por las as.
ACATTAZArS0, n., echarse sobre uno, asiéndole fuerte=
E tiene conexión con el a Lo y con el
castellano agarrafar, aunque es is en
Des ción yes 5 25 el parta plo pariro pias mos E
personas y animales, y sobre ti 11 gato.
aceitero, n., se aplica, como adjetivo, á los molinos ea
¡ue se estruja la oliva, mientras en Castilla es sustan-
tivo, que a el que vende aceite y el cuerno en
que lo guardan los pastores.
acerarse, n., dicese de los dientes, cuando padecen la
sensación, llamada dentera.
acere, n., planta; dcer campestre: la Academia incluyó
esta palabra, como castelfana, en su edición de 1832,
en significación de árbol.
ne Agcaranik: [Jen castellano caldereta; | en catalán
ll, alcuza.
A 451
acitara, n., parece significar cama, en la traducción que
hace Bcla del testamento de Hamito 1, como pus
verse en nuestra Introducción; pero más bien es cober-
tor: en portugués significó le, alcatifa, paño de rax
y aun manto de tela preciosa, según un Elucidario de
port: antiguos.
uguesismos.
M., CLOCARSE.
oenolado el egoista que por nada se aflige ni molesta.
r, José Navarro, estimado del si-
d Julia,
d., cortaduras Ó desperdicios de papel,
guantes, etc.
ACOTZAT, C., ACOrTar.
acotolar, d., aniquilar; acabar con alguna cosa, especial-
"mente con los animales ó frutos de la tierra,
actitar, n., llevar; seguir; tramitar 6 actuar en los pro-
cesos, como notario ó escribano,
M., VÉRte AUTOS,
alante: de hecho, según Savall y Penén.
acubilar, n., cubilar.
peaeo, R., 20sa, Mápación: ACE satisfacción im=
losa ó gasto inevitable; y así se dico; aunque tengo re-
Colina rentas, sin embargo, Lc tantos los ccudleros]
acurcullarse, n., ¡erse encogido como un ovillo.
achacillarse, a ue es más común.
penosos, Junta, compuesta del Regente, el oficio de
la general Gobernación, Jos Ministros de la Audiencia,
otros que asistían en el Real nombre y ocho Diputados
por cada brazo, que tenían la vez y voz de la corte
peral. También se usa el verbo adoptar, ó acordar, 6
resolver, en aquello en que esta Junta entendía.
1m., acotar Ó fijar los términos de pastos
comunes. Usalo, entre otros, Cuenca, en sus Ricos
hombres.
ademprio,d., egido 6 término común de pastos.
E ); ADEMPRIO.
r. :
Acimplemento, h., cumplimiento de la condición conte-
nida en alguna escritura, sentencia, etc.
PEE
1. A
ahorrado, n., aligerado de ropa.
ahorrarse, n., aligerarse ne ropa: se acompaña con este
sustantivo,
5 oy dica del queries Io: | voz de algunas loca-
lidades.
Creado m.. ahujerear: |) n., ahujerar los oídos, cansar
<on la demasiada conversación ó bulla.
Mos , Pa jero.
se usa en la la tierra, que signi-
fica, ir por donde piensa uno 47 tiene el fnsdnto! de que
ha de ne al pueblo que busca.
A Jar del bacal consiste,
iso particular ao, que
en dexhacerlo: Lan eel rajas y servirlo psa ajo y espe-
cias y sin espinas.
lo de culobra, p., plants; allium roseum.
y Mar, solsa de ajos y aceite, á que se pueden agregar
yemas de huevo.
esforzar la voz; gritar hasta enronquecer.
arrimarse á alguna parte,
nicho en el cementerio, según Martón.
alacet, d., fundamento de un edificio.
aladmo, cierta excomunión que fulminaban los judíos..
aladrada, 4., surco abierto en la tierra So el arado.
rar la tierra, como en las montañas de Burgos,
ql á donde lo refiere la Academia.
£., arado.
alaica, a,, hormiga aluda.
alalimón, juego de muchachos, que consiste, en una dan-
za circular, acompañada de un cantar, qn enmienza
con aquella p palabra la cual es corrupción de
Ala Miguel Santos A
cuiadosa, e pi la Maya, y
en éste se halla, algo variado, ese juego que empieza:
Holá lirón, lirón,
De dónde venís de andare?
y después dice, exactamente, como hoy:
—No fenernos dinero,
—Nosotros los daremos.
A 155
—De qué son los dineros?
—De cáscaras de huevos, eto.
do alambrera.
alambrar, Ía frase, ya viene alambrando por los Monta-
yos, que significa, ya pasa la nube y asoma el sol por
los cerros, nos ha sido comunicada, con algunas otras,
por el distinguido escritor D. Vicente Lafuente.
c., hilo de hierro: se usa en la Gran conquista
de Ultramar, de Don Alonso el Sabio, publicada en Sa=
lamanca en 1503, y en Madrid en 1838 por Gayangos.
bres, utensilios de metal que constituyen la espetera.
alamín, n., guarda de aguas: se usa en Jós pueblos limá-
trofes con Navarra, en donde es más común esa voz,
que la Academi. o otro significado: || n.. es-
pecie de alguacil entre los sarracenos, el cual podía ter-
en las causas mínimas, que no excedían de dos
sueldos.
y M., sarmiento omugronado ó que deja de po-
darse, para armugronarlo.
alarje, cierto tributo, mencionado en la escritura de com=
pra del Almudí de Zaragoza por el Marqués de Perales,
in nos lo asegura un conocido abogado.
|, 8., almez y su fruto,
alatonero, a., almez, e
albada, a., alborada ó música de las aldeas: [| a., jabonera;
planta: ll n., canto de la alborada; género de composi-
ción poética.
albahaca de monte, n., planta.
albala, término de una ciudad, según Yanguas: [| coserío
en esc término.
albaneja; ant.
albar (T:xRRA), n., tierra blanca 6 de sembradora.
1., papel de alquiler: (| a., cédula: [| a., papel de
obligación privada: Il d., papeleta que acredita el cumpli»
miento de parroquia: (| m., factura del del carbón.
, en la frase mo dejarse alba; significa no
Mas . eo Costilla eléarrán, el que no
tiene domicilio fijo: 1] n., id est quod extraneus, dice
Miguel del Molino en su Repertorio.
<Q
a o Pagule, la labor.
NS o
alcahuctear, | <hismear; denunciar.
a
Daldo de la Roos a ee
la voz alcavía pudi
poros ó Jupcuión; x == sio las dudas
«oh que á continuación
eri dice: d las es, de AN
miento es! un rico (su: ¡ue Y
dosel), una banda de As otra e copete ER
barras de As ) sobre una alcavia morisca de oro é
sirgo (que sería una alfombra ó alcala).
qe de los judíos, ici 00
lino,
chimenea para calentarse: $ 0. sala en que
y d., Acortar.
E a os AS
Irae. e of 53 E
os melo: ra
<o0 Navarra. ltra gerere, meterse en nego-
Siga ajenos.
IAS
A 157
alegrarse, a., gozar: en este sentido y como forense anti-
io Academia, entre las voces provincias
al llanura en que se hallan las eras: [] d.. FO-
si olaa cia
de vil ii imanse también
adri pl ro
lano; mente se so!
mo e
le , contribución por el derecho de aguas d:
o. da ge rc di ki veces Jard O
¡unos moros y judíos ú los principes cris-
peta ea
¡cange.
a el que cola el derecho de alfarda.
¡lrardón a. alo De hierro que ve susi en el eje del
e; a le hierro que va el
Carro, entre] lo pa y la la IL d., arandela. eN
a., albargama; planta, A >
2., ajustar run tanto alzado. le
diezmo de ndo eo Lay verde. ns
alferraz, de les “una da las variedades del halcón.
alfetna, n., sedición; guerra intestina, según Ducange,
a yado a un SA pre Sancho Ramírez de Pam-
lona, 1073, en donde se leo alfechna,
aa de la alfóndiga.
alfóndiga, Ca,
aforado, ca caballo cada de cuero 6 hierro; Ó A]
según Bofarull.
), Ma, Muria corta (ruj
, 2., atajadizo para de la aceltuna, con sepa»
tación de clase 6 dueño, hasta Lc 1 d., sitio para
tener 4 mano la harina, e
AS Nas pilén donde cac la harina
que sale de la
Losas E Il (del árabe ar-
in, ¡cio e Eo all e es liza edi
ciones
A 159
a., yeso; en Castilla yeso en piedra.
a y Co, JESar.
, €. yesón.
a.) armadía ó balsa de maderos: || d., conjunt
to
de ellos q transportarlos por el río: Il is de
canoa india.
m., la manta 6 piel de ínfima clase, con que
se cubre 4 las bestias de a
4., almáciga ó almástiga; especie de resina:
almastec, 3Nt,, ALMASTRE, La Academia también
almazaque, (| incluye másticis y los Fueros aragone-
ses mastech.
a., zanja que conduce al río, el agua sobrante
de las acequias; canal para llevar el agua d un castillo:
en Maccari, autor árabe que publicó Gayangos, signi=
fica canal á acueducto.
(FLoxEcÉR 14), 8., encanecer prematura»
mente, pues ese árbol echa pronto la flor, que es blanca.
el agua que, durante tres días al mes, disfru=
taban el río Queiles y sus Roi »
£., tropa irregular, mu: famosa en
E deso 1, en las Sinodales de García pe
nández de Heredia, 1393, á la muceta que llevaban s0-
bre los hombros los eclesiásticos de la Corona de Aragón.
almud, p., medida que consiste en la dozava parte de la
a aragonesa.
'retorio, según Ducange.
almudí, p.. aiñóndia: medida de scis cabices.
almudín, «., almudí; en y Murcia,
almuertas (y mejor AzMUESTAS), 2.,
granos vendidos en la Alhóndiga.
n., zalmedina, ó zavalmedina, Ó pretor ur-
bano, 6 el mismo pretorio, según Ducange.
Í., fiel de pesos y medidas: también almo-
daz a, y alm face, en latín bárbaro mostasqfus y su
oficio mostasafía. A
M,, Lorre con O oo cal
P., Cari to e, vez n
hallarse secrito sus codila y y largo, mesga dsecal de
almutazaf: hállase como una de las firmas, en la escri-
tura pública testificada, á principios del siglo xv, por
impuesto sobre los
100 A
el escribano Yi relativa al suceso trágico de:
ames de Terna
eme, a pora de le
) perseguidor de las cosas huir
almuza, n.. capillo; esclavina, 6 muceta también se
designaba con el diminutivo almdcatlar da catalán al=
mussa y armussa, tienen la misma significaci
', Conceder moratoria.
4., almeza; fruto del almez.
alparcera, se dice de la mujer entrometida, encubridora,
ociosa y buscarruidos; pero no ticne tanta significación.
como el cs: a aparcera, =
Pe se indicara que iba d la parte coa
alquez, <., medida de doce cántaros de vino,
paramento de cielo ó pabellón de cama,
alud, a., caída de la nieve de los montes á los valles, en
gran cantidad y con estrépito.
aluda, picl para guantes.
alufrar, a., columbrar; ver con prontitud; proveer.
alum, a., alombre.
hierba del vidri UizÁ ALVITRIMIRAS SS
d., aficionarse; cebarse.
amalladar, n., malladar.
amanta, c., mucho: la Academia escribe d manta y lo ha»
ce sinónimo de la expresión como tierra: en el de
los cantares de Trucba se lee; y'o tengo novios d manta,
Pop en los Proverbios ejemplares de Ruiz
guilera.
A 161
obra de amojonar la tierra.
| 1., acción y efecto de amelgar.
, amojonar, en señal de derecho $ posesión: en
Castilla abrir surcos para sembrar.
con vino ú otro líquidos
3c echa nuevamente agua.
, 1.) amugronar ó tender los sarmientos bajo
de tierra para que arraíguen.
amosta, d., adverbio que denota lo que puede cogerse 6
apararse con las dos manos juntas. A
ón a., embargo de bieues muebles. Usase también
£n Navarra.
amparar, embargar bienes muebles,
ad m., brizna; pizca: dícese no hay mi un amparo
cosecha; no ha quedado ni amparo de aceite.
amprado, 1., lo que se tiene Ó lleva de prestado.
aid 4., tomar prestado; la Academia y el Dicciona-
041 de ta uñaden, que significa también,
pedir prestado. Timoneda, en su rea dice; para
ampararle un ducado, que tenía grandisima necesidad
de 610), (Nótese su parentesco con el empruter. pee
ages, quizá empréstitos ó adelantos. Muerto Fer
Católico bubo disturbios entre los Cerdanes, señores
de Sobradiel y Pinseque, y ansí la una parte como la
Otra facen a 's y ajustes de gentes así de á caballo
Lomo para facerse guerra »
informó Pedro de Cunchillos, nombrado para meter paz
entre ellos.
n., sumaria, voz anticuada que, tomada de
los fueros de Aragón, incluyó la Academia, en la edi-
ción príncipe de su Diccionario.
, 0, suprimir; quitar: la Academia, en su Diecio»
nario primitivo de 1726, incluye esta voz, como arago-
nesa, en sentido figurado y cite aquellas palabras de
nuestros fueros amputando los tiempos superfluos.
aná, n., se dice en algunas localidades que llegue, te
ll
A 103
antoria, a., hecho de descubrir al autor 6 primer vende=
dor de una Sr hurtada. Es
antosta, a., tabique: otros dicen entosta: || n., estiércol
endurecido del (anado '
1., el que fabrica ó vende anzuelos.
añero, n., el artesano que se ajusta por un año: es voz
gencralmente usada entre los sastres, quienes denotan
con ella, á uno que ni es mancebo, ni aprendiz.
1,, decaído; desmerecido; alicaído,
apabilarso, n., experimentar cierta congoja, al sufrir la
andar, 1, procurar y consegui
tiene significación, algún tanto parecida, con el Pa
rer francés, que algunos han españolizado, indebida-
mente,
), 1, €l que se dedica á componer vasijas
de barro, para lo cual pasea las calles, anunciándose á
grandes gritos, de donde nace que al cantante de mu-
cha e pero de mal gusto, sucla designársele con ese
nombre.
', A, remendar $ componer lo que está roto: se usa
también en Murcia, como la voz siguiente,
1., remiendo; reparo Ó composición,
y 2., vasar; algunos dicen parador.
1m., se dice del horizonte 6 de la atmósfera,
cuando anuncian inminentemente la lluvia, piedra
mieve Ó granizo; en el mismo sentido se dice, que el
cielo está aparatado; vocablo que no incluimos, ya por
ser un derivado, de los cuales solemos prescindir por
demasiado notorios, ya por incluirlo la Academia,
aunque con la definición general de preparado, dis:
Esto.
faratero, n., el que pondera, con exceso, la importan=
cia de una cosa: en ocasiones es sinónimo de aparatoso;
voz castellana anticuada,
redondo, el traj io de nuestras labradoras.
ñl 404 Glosario de Savall y Penén.
aparte, a., el espacio Ó hueco que se deja entre dos pa-
ras.
16 ES
apatusca, h. Juego que consiste en tomar número de or=
den, arrojando. cda Ge Es moneda hacia un guijarro,.
canto, y, apilad: golpearlas cada uno á su
turno, con una ET uiera que sea IA
que hayan q! a ES
las AD ¡jue al golpe presenten el anverso: algunos
re á otros juegos igualmente sencillos. (1 En la e
tonciada, breve poema de principios del siglo xv1, se lee:
gobernar el carro hermozo
e ol ts
M., VOZ a principalmente,
contra los muchas
adi? Presenta paria para incoar el
juicio de sor ¡iensión 6 inventario.
proceso en que, por la conveniencia
de su lia, y pheden intervenir como testigos ó de=
clarantes, cuantos quieran: [| n., pedimento en que se $0-
licitan los juicios llamudos de aprehensión é inventario.
), intimación de pena; también
y A , intimar una pena, ya señalada de antemano;
[| úsase, E io los que entran ó
entrar ani propiedad ajena, Se ha
pan con pr en qe lima edición de la Aca»
apeñorado, n., pa ocupado; detenido: se aplica tam-
bién á los
apercazar, d., coger con alguna dificultad,
DP y se dice ¡Buen apero!, por el que no sicve para
el objeto á que se le llama ó destina.
n., se aplica en el lenguaje de carpintería, á
lo que monta 6 acaballa para asegurar más el encaje 6
la defensa, como sucede en las puertas ó en las maderas
de los balcones.
n., vocablo derivado ó sacado del anterior.
petito; voz que pl Diccionario de, Peralta
Nncluye ¿omo Aragonesa anticuada. a
apezonar, n., chocar sos carruajes Hats
aplastarse, 1. hi pri! la do en algún
metafórica, pero muy
all
A 165
aplegar, a., arrimar 6 roma cosa d otra; rr:
en Castilla es voz rc que significa, allegar re-
ápoca, a., recibo $ carta de pago: ll d., testimonio que dan
poesias por las misas de encargo que han cele-
lo,
pocas, aficionarse demasiado á alguna cosa y ape-
nas salir de ella, o
apoticario,
c 8., boticario: en Castilla se decía antes apote-
cario,
aprehensión, a., juicio de los cuatro privilegiados, que
consistía, en poner bajo la jurisdicción real la cosa
aprehendido, mientras se justificaba la verdadera per
tenencia,
apuñcar; dar de puñadas.
uñcar: lo hemos oído en este refrán, tanto
te quiero te pu ñego: otros abuñegar, molestar con
pague
juios desmedidos.
anta, n., cabalmente; puntualmente; casual-
mente.
n., poner á alguno en apuro, cualquiera dificultad
e geo lg puro, cualg;
A .
) d., formarse herpes ó quiebras, en pies $
MINOS.
no tener ese aquel que es necesario; por carecer
del juicio ó talento conveniente,
aradro, a., arado ó aladro,
lo relativo á Aragón; usa esta voz Briz Mar-
ito, cristalización de carbonato de sal, abundante
en Aragón; (voz científica),
D., araño; arañazo,
endrino, árbol y endrina, fruto; ciruelo sil-
arbanches, garbanzos: se halla en Eba Buclarix.
o planta; aria
2 a, arbollón Ó deseguadero de los estanques, pa»
tios, etc.
intestinos de carnero, de unos cinco palmos, que
sirven para embutidos.
1., arco ú ojo de puente: el mismo nombre tenía
168
A
en Navarra, como se ver, en el Diccionario de
a Era
arcaduz.
sistema de arcaduces 6 simplemente, arca=
duz: esa terminación de participio, mo se incluye en el
Diccionario de la Academia,
arcaz, a., endas ó caja, en que se lleva á enterrar á los dis
funtos: || estante 6 anaquel, si noes que sea arcón, como
en español, según estos dos textos de D. Clarisel de las
Flores, novela cuballeresca de Jerónimo Urrea, que se
conserva inédita en Zaragoza: || Figo meler en 54 apor
sento muchos aucaces llenos de libros; —Un grande 1u-
caz que lleno de libros era.
arcen, a., brocal de pozo.
arcia, derccho de tomar por nodriza á la sierva.
arciprestado, ps Aripcntango $ a
Ares y mares (TXER), n., poseer cuantiosos
A se usa irónica Ódubitativamente: abi
se dice, contar ares y mares.
), £., cestón de mimbres; dícese también, arga-
1; [voz ant.
Ñ Ltd le a
arguellado, c., desmedrado físicamente.
a. uedar desmejorado y enfermizo: |] d., no.
ropa lo que debiera; dest la
, D., 95]
aribo y asibol má
arienzo, a., décima sexta parte de una onza.
armadía, c., almadía,
arna, a., vaso de colmena: también se usan arnal y ar-
nero, en sentido de colmenar.
arnés riñas pet), torneos que celebraba la Cotradía de
Sun Jorge de Zaragoza.
A 167
aro (eczax ror ££), n., comer; engullir; embaular.
arquero, el guardador del archivo, y aun de las cosas de
mayor confianza; esto dice Martón, aludiendo á don
Juan Collados, monje de San! ¡gracia
a., papelera ó escritorio; || armario pequeño,
que se coloca sobre una mesa y tiene varias divisiones;
todo bajo llave, adornándole, comúnmente, mucha
Jabor de embutidos, etc.
archivero: así se titula el que lo fué de los Du-
ques de Villahermosa en 1577, Juan de Mongay: pones
mos esa palabra, por lo que aclara la etimología de ese
seran, m., alacrán: en Castilla, árbol.
, £., Menar de arena los arroyos Ó torrentes, la
tierra que han cubierto en una avenida: |]c., llevarse
uno con codicia, muchas cosas ó todas las de una es-
1e.
erancadero, a., la parte más gruesa del cañón de la es-
arrancasicga, a., riña 6q de palabras injuricsas.
ArTAncura, queja; pleito; litigio: es voz anticuada y
tomada de documentos latinos.
arre, n., caballería de monta 6 de tiro.
arrear, n., andar; marchar; partir; || p. ej., arrea á la
1: (es de uso B 5
y Fem dar término 6 fo á alguna cosa;
len la Crónica rimada del Cid, v. 575, se lee, Cuantas
COSAS COMENSAFES ARRUMATARLAS CON [4 MANO.
arreo, se dice echar un arreo, por un turno ó vuelta de
beber.
arrequives, p., adornos ó atavíos.
arrimadillo, ES friso pintado en la pared, que, común-
mente, es vercado y alzado, como una vara, fc
pisos en algunas partes es la estesll 6 friso arrimado
clavado á la
re ! M., robadera,
arrobar, n., se usa en la frase, arrobar la tierra, que sig-
nifica, trasladarla de un punto á otro, dentro de la obra
en que se trabaja: || igualar la tierra, después de pasada
por reja, como preparación para la siembra.
170 A
nar las haces en tresnales Ó pirámides, hasta poder Ue=
varlas d la cra. A hey
atrazo, d., persona desaseada Ó desprecia!
atreudar, n., dar en enfiteusis,
atularios, n., conjunto de cosas muebles: || ajuar de una
persona: [| colección de últiles de algún oficio $ profe-
sión; y así se dice: venció la tanda y" tuvo que Pan
con todos los aruLantos;—fugóse el pintor y dejó en
orden lodos sus ATULARIOS. [| Frecuentemente, se pro
nuncia, artularios.
aturar, d., ss parar ó o las bestias: [| 1., hacer
asiento en algún punto: || m., fijarse; y por eso se dice,
el que d cuarenta Eros no ATURA, d cincuenta no adivina
sesenta desatina: ll n., durar; en cuyo sentido, que
es el aceptado por Rosal, leemos en un documento na=
varro, et este A ATURK d fanto si
cuanto. la voluntad del sennor rey. || En ”
sufrir el trabajo; tapar.
auchar, azuzar: parece Síncope de achuchar, como ap!
cado, principalmente, á los perros: || en español a
char es aplastar, y ahuchar, ahorrar.
, d., albricias ó gratificación que se dá d los cria-
jos ó á los quetracn algún presente: 1| d., pastel: f d., es-
carola cocida; || c., con el nombre de augetas es voz cas-
tellana y significa, la propina que da al postillón, el que
corre la posta.
aún, escasamente; difícilmente; á duras penas; se dice,
podrá tener ella unos quince años y aún.
aurón, gallo salvaje, según una relación m. de manjares,
jue copió Latassa,
sados, ., actos; se dice entierro de uno, dos ó tres autos
$ actos) soga se celebra la sola misa de entierro Ó una:
dos le honras.
, M., así los quiamos jurado el dia de nuestro
bien autxravo coronamiento, dice Pedro IV, en el códi.
ce de las Untones.
ja, a., porción que puede sacar el cónyuge super=
viviente, antes de partir los bienes muebles.
aventoza, no le pongas en Aveteza pudiéndola acusar,
dijo el de Luna á su hijo el Conde de Ribagorza, que
A 471
intentó duclo con el Conde de Olivares, según Dormer,
página 300 de sus Anales.
averar, multar; incursar en multa: asi lo declara como
incial de Aragón, cl Diccionario de Fernández
Presta, pero no el de la Academia.
averías, sin duda, haberes ú objetos mensurables de con-
tratación, En las Cortes de Zarugoza, 1456, se establece:
el que metra 6 meter fara drapes de lana, ó otras mer=
las ó avxnías; que d condos (codos) se acostumbran
yender, en el dito regno de Aragón, etc.
avorío, a., bestia; (ren ada hoy.en Aragón, según la
Academia),
avezar, c., aficionarse; cebarse.
Practicar un hoyo, alrededor-de la cepa,
Sri, £., agudo; vivo; entendido; activo,
avuebos, la Universidad (pucblo) de Zaragoza, pide al
Rey mil sueldos por avurnos de repartimiento de los
neos hemos leído en una colección de Privilegios de
AYUEO, n., YOz con que (por el contrario) se designa, en el
lenguaje familiar, 4 una persona torpe y obtusa, como
bras, ababol, membrillo, y otras.
y M., para denotar que uno está distraído ó en
babia, se dice que está pensando en las AYUTANDAS.
axobar, n., la heredad que, además de su dote, recibía la
esposa por parte de su padre Ó marido, y era perpetua-
mente, para ella y los suyos: llamábase, antiguamente,
azembla, n., acémila, in el códice de los Privilegio
de la Unión; en a iron Econ E
azofra, 1., correa ancha, que sostiene sobre el sillín de la
caballería de varas, las del carro: || m., zofrá en los dos
sentidos de esta palabra: || n., parece ser, turno de aguas,
1 13
¡ún hemos deducido de algunos documentos, uno que
dende de 1238: | ferro para aceñe: As
bor de tierra.
azofrar, n., concurrir con su trabajo 4 las obras públicas,
jue se llevan 4 vecinal.
, M., pocilga, en las dos acepciones de la Academia:
pa sustantivo masculino, y sólo usado, en algunas loca-
lidades,
azoque, Jéese a: (del árabe en sentido de plaza
a a O PO
págs. 71 y 82. En Zaragoza se denomina del Azogue,
una de sus calles moriscas.
azotaperros, n., perrero, ó persona destinada cn las igle-
sas, á ahuyentar los perros.
, madero con punta forrada, para clavarseen tierra.
azud, c., presa para sacar agua de un río.
a
ho Oria.
azulejo, n., lápida 6 loss, en que se pinta 6 imprime el
nombre de Mz calles ó plazas y el número de las casas:
en Castilla, ladrillo vidriado, para [risos y otros objetos.
azut, a. azud,
azutero, u., el que cuida de la azuda .
8., cebolleta. E E ), copecided de
m., gamella; artesa; Ó, en ral, ca
apa rectang ey coda cuyo destino
es el de amasar, ó lavar la ropa, 6 disponer €l sustento
os royo ee Liberia Berri A
n ¡cani a en tes ms, 1 a
ti Mn, pa la bacía, decir alguna sandez; deslucirse
con alguna ocurrencia impertinente; hacer de las suyas.
e 473
bacinilla, bacía para cl agua que se da d la barba.
m., se dice de cierta clase de judía que no se
CONServa seca, y se come, comúnmente, desgranada, á
medio secar: ¡en Murcia bajoca,
badal, «., carne de la espalda y las costillas, hacia el pes-
cuezo, en las reses de abasto.
badallar, bostezar,
badarrón, n., véase GALACIHO.
a., balsa ó charca desgua detenida en los caminos.
lo o QUe BADINA. A E
cuerda con que se asegura la carga sobre las ca=
en a trobolla,
baguerreta, | d., buga.
ES , a., cazador de aves con lazos Ó redes (voz
antic.
, 2,, juez ordinario en ciertas pueblos de señorío:
usual en la antigua Coronilla.
bailía, a., territorio en donde ejercía jurisdicción el baile.
bailío, n., bailía 6 bailiazgo.
), 8,, prenda Ó pieza que suele colocarse bajo de
otra, como saya bajera, da bajera.
baladro, p., adelía; planta silvestre que produce un fruto
pequeño, esférico, negro y ad Esta voz sirve para
término de comparación á todo lo amargo.
y balaustre Ó barandilla: aunque parece, á pri.
mera vista, un barbarismo, á los cuales no siempre
mos cabida Juimos esta voz por verla usada cn Ft
Ma, historiador inédito de la Universidad de Zaragoza.
balda y baldón, aldabón.
tela preciosa Ó brocado de Bagdad.
baldar, a., descabalar 6 dejar incompleta una colección.
baldorro, aldabón; en algunas localidades.
eses, n., persona desinteresada; de buen carácter y
le
poca
baldres, valdes; picl suave: L. Fernández usa, valdrés,
balsa de sangre, a. ¡clla en que, á fuerza de trabajo
e] se recoge el agua para ganados ó personas: si se
enacampo propio, es privativa del dueño; si en
montes comunes, no lo es, mientras no se cerque.
17m B
balsete, n., balsilla.
ballesta: se usa en la frase sin decir cesta ó ballesta; MS
dismo que se lee en la Sirena métrica,
crita de poesías y que conviene, aunque 20 toialoRoia
Sencillas, dr ams pet ceda y otras ballesta.
, planta; avena fatus; ballueca” Oliván emplea
NA en su Manual Agricultura,
arroyo pequeño.
balluarte, n., especie de andas ó ribuelas, en se
conduce de un punto á otro el e orial; Ys dose 10307
el desperdicio de los obras: || también hayarte, como
sn Navarra.
C., especie de cizaña: Asso la describe como
Ll y es muy nociva al ganado vacuno.
sección votante de escolares, cuando éstos
pies ad votos ciertas cátedras.
banco regio, Audiencia real, según el Glosario de Savall
y Penén.
banda, A, e E in que se viste alrededor del cuerpo.
bandear, n., or Y) doblar las O
bandearse, n., pasarlo con Ln
generalmente se dice) entre dos a, YN
se: en Castilla significa, mover á una y otra banda; antic,
bando, n., comba; pandeo: se aplica, los cuerpos co-
locados horizontalmente, cuya extensión y peso les de
algún pandeo, ya sobre todo, d los a están puestos
verticalmente, y que, no teniendo soli O do
á su altura, se cimbrean algún tanto: |! n., d fodo
expresión que se usa, comúnmente, en set
para denotar que se hace alguna cosa descaradamente,
arrostrando todas sus últimas consecuencias. Se usa en
i Petiac echar d bando las campanas,
banova, a., colcha ó cubierta de cama: en algunas partes
4., colmenar pequeño, sin cerca; sitio donde se
ponen en línea las colmenas, sobre
baraja, tableta de chocolate, que contiene “tres onzas en
cuatro porciones: || voz de algunas localidades.
ae se dice pasar de barán, por nivelar la muela bari-
ad
a 105
Vastado, €., sarmiento con raíces, dispuesto á la planta»
n., gran cantidad.
¡odécima parte de un caíz de granos.
bardino aplica al perro ú otro animal que tienc el
pelo de un color dudoso, entre plomizo y gris: también
se dice bárdeno.
bardo, d., barro.
bardoma, a., suciedad; porquería; lodo corrompido.
), My VÉASE BORDONERO Y BORDONADOR, QUE SON
más
barlenda, lipodio; planta: úsalo Ebn Buclarix.
barlete ds hielo en figura de 7 ó de martillo, que,
atravesando el banco de carpintero, sirve para sujetar
4 él las piezas que se labran.
D., balaustre: también puede escribirse warofe.
Barral, a., redoma grande de vidrio, capaz de una arroba
de vino, próximamente.
00 EA ai en un asunto,
barranquera, n., se aplica 4 cualquier género de ¿za
AUIpor tener mel licuado el clado la punta, de vuele
tas con poca suavidad.
barras, n., las cuatro'bandas, listas Ó palos rojos en cam
po de oro, con que blasona el reino de Aragón.
portadera, principalmente, (eE piedras gran-
des, que se hace con horquillas de de les y travesaños,
de punta á punta.
m., lodos: ambas son castellanas, pero, tratándose
de la suciedad de las calles, en Aragón se prefiere la pri.
mera, y en Castilla (como dice la Academia) la segunda.
barza, zarza; ¿refunde á barda y qarza?
ha
basta, c.. hilván.
bastardelo, a., cuaderno-borrador, en que el escribano 6
notario pr = autos y escrituras.
baste, p., especie de albarda ó apare
Patafalda, anís EF
AGUAS, C., | : en la séptima edición del Dio=
e Roda baadN
esta palabri
patita. a., batihoja ó batidor de oro; antic.
batimiento, a., acción y efecto de batir, sobre todo la
moneda; antic. >
batir, p., verter; arrojar; desechar: |! d., derribar $ dejar
iclo alguna cosa: la Academia, aunque parece
incidir con esta significación que, como se ve, tomas
mos del Diccionario de Peralta, pero no se refiere
á lo que se derriba á viva fuerza; y como prueba de
que no se considera castellana a: palabra, los co-
lectores oficiales de los trozos selectos para uso de los
Institutos del Reino la acusan de poco castiza en el verso
de Ercilla,
Que estuvo en punto de nariz al suclo;,
, varear Ó sacudir los árboles: la Academia com-
signs batajar, como proviacial.
., huevo huero; se usa también cn Navarra,
existe fuera de Pamplona una fuente medicinal pala
el Batueco, con alusión al olor ingrato de sus aguas.
baturro, n., £e dice de los jornaleros del campo y gente
menos acomodada; pero es voz famili:
€., escoria de algunas sustanci
etcétera.
beber la toca, n., impacientarse; irritarsez incomodarse
fuertemente, principalmente con los niños.
bebida, a., el tiempo en que descansan los trabaj:
principalmente en el campo, y en que toman algún bos
cado 6 trago: [| licor: es bastante usual el decir; ¿Quiere
usted vino rancio 6 bebida?
como cera, pez,
a 17
¡cho
lana eraración del de Jesucristo,
por 'medio de A ulto que se destacan « a el pai-
saje correspondiente: II n., desorden; confusión: || 1.,
1 e ll estar en Belén, estar en Babia
bella, n., pe, ¡e na; voz local; [en Ordina-
- ción de Pedro 1 iones se leo: d alli esté
un nel RATO mostrándose d sus gentes.
Ma Lo ro de hierro para sujetar el timón á la
oro, ñ Ea arbusto y su fru:
M,, Ducange lo incluye en su Glossarium,
lo si significa berlina Ó círculo de hierro
la cabeza de los ajusticiados.
o d., cardenal; señal Ó hinchazón que deja algún
pe, sobre todo de látigo. Fuera mejor escribir yer>
berlanco, d.,
dormi ars Academia dice que hoy se usa en
A egoísta y escamón,
m., moneda equivalente á tres reales y dos ma-
ravedises comunes; en castellano moneda turca de oro
de veinticuatro quilates: la hubo de plata de tres suel-
dos dineros catalanes.
creemos que bresca: se halla ese voz en
las Ordinaciones de Abejeros, á las páginas 27 y otras.
Lo E liga; materia viscosa.
, 1, bestia; y también a mular 6 caballar.
eta , vino de color de oro de la uva de este nombre,
a Le ueña y de ho]
buamo, a., bla: ro; ha mala fama.
a remera lA :mbargarlos.
ir A tela del ooo [| telilla 6 parículo del
mi My ei ES desmesuradamente alto, en pro»
ión á su edad: en Castilla, el vago d ocioso; en cuyo
Fentido también se usa en
bimardo, d., novillo; buey de dos E tres años.
penetrante.
', d., sonsacar: || tomar á préstamo ó anticipo.
bistreta, d., cantid: jad que, en lo antiguo, se adelantaba
un procurador: ll los estiércoles, paj; Ae de una
finca de importancia, que, comprendi: el arriendo
de ella, debe devolver el arrendatario á la conclusión del
contrato: |] £e usa en Tarazona y acaso deriva del Vis
ere o cie A len Ae todo. ee
miento de dinero, ó anticipación de como
Academia, en su ' Diccionario de eno (pues en
los modernos no incluye esta voz), el cual AN
yoz baja usada en Aragón y tomada de Vistret.
la Diputación pidió permiso al Justiciado, para tomar
de la imbla de Pe ¡tos del Reino, tres mil libras por
wía de Vistreta, con destino ú la reimpresión de los Ama-
des de Zurita y que para la restituci ri los eS
208 y seguridades que convinieran comterceras
Da, a , según se lee eo las Tere palco
de Jaime 1
blanco, cada una de las bandas de la barriga del cerdo
jue no da magro, y se usan generalmente en la olla
a "% blanquead
des lor,
bleto, n., bledo; planta,
tributo que se pagaba
dehesa pjs UA tae hs D.,
A abasto:
lerreno destinado al
Mo da aio uo Sos uo dea
(vexax 4), n., reventarse 6 abrirse un tumor; venir dá
supuración,
boca. presa 6 fábrica de muro, para atajar el agua de
un río.
Polizada, agus que sale con fuerza, después de represada.
O ' -
para guardar aceite. pu
bonavero, n., anotación ó relación de los bienes sobre que
proceso de aprehensión, á la demanda misma ó apellido.
1. planta; evon) CUTOPRVS. í
, €.y EXCTEmento,
boque, d., macho cabrío.
bor, la frasc es, de bor en dor, y se usa, para indicar que
una vasija está llena de agua; así como se dice de bote en
bote, cuando un aposento, plaza, etc., están totalmente
Menos de gente,
borda, p.y choza; pajar; corraliza; provincial do Navarea
en el primer sentido, según la Academia: en Cataluña
manso y también pernada. -
bordón, »., bohordo,
jador ó el que tiraba bordones al ta
blado, lo cual se consideraba menos dificil, que el arro=
Jar lanzas. (Véase TABLAJERO.) a
borguil, n., la paja apiñada, en forma de cono truncado
y cul 590 un sacialoy paro Lebestar a dE
bornizo, vástago reciente en los árboles.
borraz, tela de cáñamo 6 de coger olivas.
borrico, la estrella pequeña en el torno de fabricar seda,
la cual tenía la A
(ans)
trellas según Asso, en su Ecomo-
mía le
s cosa de poca sus
tancia. .
, M., moneda que duró tres años hasta elde 12;
sein CT
cual
y cita estas palabras de Pedro Hi en 1 a
manetam sipe pOSSONOYAM bil! vel naLs50+
xoyam quambibel,
es ocio en la fiesta de toros.
botifuera, n., gratificación, a q Ue se
hace al compiador: |. cl clerto derecho que E
cántaro el medidor del yino: || n., propina:
Pp», tienda de A la Academia trae
13 las palabras botiguils en e
uN a Id. a acepción poco
reci a,
de, al Im., hombre
Ieitras concepto repugnante.
vol, ojo par cotas vino, aceite ú otro licor; ||
; variedad que se e distiogos por ser más
Eo estar fuera de la vaina.
¡emos Jeído que era un tributo que se pagaba al
incipio de cada reinado por el reconocimiento de se»
ío sobre los ganados.
$ , serbal, árbol; serbal de cozado-
res: conócese con ese nombre en los Pirineos.
bozo, n., bozal Ó aparato de varia invención, que se pone
á los perros en el hocico para impedir que muerdan.
o metedor ó lienzo que se pone á los niños bajo
pal
pgs: seusa en la frase más serio que bragueta de
brama cencerrada á los viudos-novios.
brasmar, n., en el Diccionario inédito de Rosal se les,
, dice el aragonés, del griego órasmos 6 bras-
re la tempestad del mar ó la demasiada risa 6 ruidos:
¡rete lo deriva también del griego y lo hace equiva-
lente á Ea cd Pa Lo
o A., cuuce Ó se) jue se saca de un
a riego de Euermas y sembrados. E
brazo, n. e a rd A rape
trón de Zaragoza) por. aan que
influencia, poca
¡nal de O en las últimas ediciones de su
Diccionario lo incluye la Academia como castellanos
era vocablo usado por los poetas provenzales.
Argensola describiendo un traje del si-
glo xvn, ce: Bordado tado el campo de canuútillo y
ERESCADILLO juolas de plata.
brino, lino en PA
de Moncayo, como el que Madrid recibe de Guadarrama.
o
torpe, desmañada 6 desa:
brozoso, n., calificativo de igual significación que el sus+
loa abrutado; grosero; mal educado.
y a, A
bucardo, macho de la cabra montés.
buco, a., ¡e 6 macho cabrío: || persona abrutada.
barreras Mee Mlds Que divide las heredad.
A les.
ja de cerdo (voz local).
bufeta, coleto de piel de búfalo, ln
francés: esta interpretación es satisfactoria ante el pa-
saje siguiente de A sola: desclavada una
del guar: ictcon , y aunque iba allí la murRTA,
e.
, lutonero; operario en objetos
de laton, azófar, etc.
, M., plenta que Arroba bie: con
ese nombre, y es la llamada un:
m., la carga de un bulquete. '
bulquetazo, n.. golpe; caída: se usa también en sentido
moral, como iaa de desgracia 6 cambio de fortuna.
, M., carro ligero que gira por medio de una cla»
Ú y suelta de golpe la E por la zaga: suele condu=
/sase también en Navarra.
bulto, n.. inohada, sin la funda exterior, delienzo blan-
cos la Academia lama bulto 4 la funda de la almohada,
y almohada, al colchoncillo y ú la funda blanca en que
se mete.
bullar, bollar ó sellar con plomo los tejidos en las adua=
mas: la Academia da esta voz como navarra, pero es
también ¡esa, y en Cortes de Zaragoza de 1456 ze
a que los que introduzcan en el reino ciertas mer
das, secn tenidos BurLan con RuLLAS de plomo en los
primeros l: O
; arcilla.
idad, generalmente en las manos, efecto de
trabajo de rozamiento; también suxro.
burro, n., espuenda ó margen. (Véase connen Bunno.)
busca, d., mota.
buyador, a., latonero.
e
Cabal, d., peculio; pegujar de los hijo ¡undos.
cabalero, el hijo que eya heredera pos
, 1, contribución am en Aragón.
y 8, las rentas que señalaban los ricos hombres
á los caballeros que acaudillaban: había cañanténías de
honor, de mesnada y otras.
'm., los que, sin ser de antemano hijo»
dalgos ó nobles, se armaban como francos carta Ó
privi real, recibiendo en el hombro la pescoza-
: en Castillalos que, sin ser nobles, no pechan y
reeminencias de hijodalgos por privilegio del rey.
d., lomo de tierra que divide eras los
cabañera, n., cañada ó espacio señalado para la marcha
de los ganados trashumantes, que suele ser de 60 4 go
varas.
a 4., persona á cuyo cuidado están los riegos
acequias; || n., guarda de Sil canoa '4
cabecero, m., el que tomando el arriendo de toda una
casa por un tanto alzado, recauda los alquileres de las
habitaciones y se entiende con los inquilinos.
184 e
cabezada (par 14), n., desfilar, saludando por delante de:
Ne rsonas que hacen el duelo eu al entierro:
alguna visita muy corta.
cabezana, d., cabestro,
cabozado, hombre de buena cabeza, esto es, de buena
e intelectual,
d., ahorrar; economizar.
véase captura y los siguientes vocablos, que:
todos se hallan, indistintamente, escritos con p y b,
pes SA , párrafo, Moa $ SA AE 7
cabo encargado de ejecutar las roses
a! en nombre PE jurados de Za: A
por lo visto, el jefe de. ze guardia municipal py pi los
jugadores para ver Á
LA
: AcaogO rien
al los derechos del 2 po
de los derechos trimonio real.
pa a, Ls en las bailios de Las fincas. »
<abruna, piel de cabra: en rigor no debíamos incluir esta
voz, pues la Academia consigna como españolas cowple-
runa, piel de cordero; cane) piel de conejo, ete.;
pero no incluyendo aquélla, támitimos aquí para i2+
ar OS es de uso genera] en los antiguos aranceles
¡ragoneses, como son también cervuna, cabrituna, bo=
quina, caprellina, eto,
e falso ros de
A rd debio +
m., Beco ó O ordinario: ||
pañuclo de color para la cal V. Lafuente: (|
adorno fel
dira dm tan banco de respaldo: la Academia e8=
cadilo, ea Ea dl cl
e 485
fruto: ca la séptima edición del Diccionario de la Aca-
deima no se balla todavía esta voz.
, 2., madriguera; huronera.
Ad cavilar.
caduco, caviloso.
cadufo, n., arcaduz, voz dórica y lemosina; en catalán
PA ho cobarde; pusilánime, 6, como dice la Aci-
ma:
18,
Sale notaria, =p los Sres. Savall y: Penén, en su Glo-
ario.
jeta, n., cepo para recoger limosna,
a, debol que prodace los 6 las glanes,
calen, c., importa; interesa: úsase siempre en tercera
persona, y se emplea universalmente entre las clases
menos acomodadas de Aragón. Entre los provenzales
no sólo era usual esa palabra, sino la de calemsa, ne
cesdad ó cuidado, y la de calier, cuidadoso, nece
tas
) A., cajón Ó naveta.
calamosar, |. corromperse ó fermentar la hierba ú otro
a real, n., variedad de la calandria: sólo en Za-
A] se desigos <on aquel nombre, según Asso.
a se dice de la mujer entremetida y que, co.
pa disipa l día el CE en la ociosidad y los pasatiem=
dades, "7 usd vana confianza; PS
le us! £5 CALDO DE CABEZA €70
o mts s a
caldo qee mucho ó aparenta ser muy no-
cesario en
A, e, usada boy en
Aragón.
pal pop alguno; dejarle mal parado.
), 1, calmoso.
15 e
m., multa; rai
labras caloniar y
e m., calor ps len bien seco: en Castilla:
calina, pero en significa. del vaporcillo caliente,
pl la atmósfera: en idioma provenzal, ina,
caloyo, d., recental; cabritillo destinado al regalo del pa+
e. a., callejuela; callejón.
camada, d. , 36 usa en la frasc hacer Ó tener camada, para
denotar que se madruga menos que ordinariamente.
camaje, pago por la cama ó por pernoctar: se usa en los
documentos a el
, M,, escalera para coger oliva; e e
rajado hasta cierta eel y rio ide de otros, de
suerte que ofrece base de apoyo y punta, para apoyar
en las ramas.
camal, d., rama.
O e AS parla pera parece tomado del
edaaricngo a., oficial de la Casa Real de Ar:
atribuciones y' 4 dej as eran análogas Á Ao
marero en Castill
M., (véase camrro), cada manojillo de esparto
de que consta el vencejo.
camaz, tamarindo; antic.
cam )y M, (véase COMBALACHE, que aunque menos
castellano, es más usual)
cambra, Montepío de setecientos cahíces de
puso en Leciñena D, Juan de Arruego, hn
5 Santo Domingo.
cameña, n., cama rústica ó campestre dispuesta con 2
6 ramaje:
cie de colchón de er se sieven los pas-
tores, y Consiste en dos pellejos unidos.
y CAMALIGA.
camino (ox), n., al momento; en el instante: la Academia
rea Arase, pero en sentido de al paso, al mismo
camara Jonganiza aderezada al horno dentro de-un par
e 187
o d., solazarse: || €., card e ld., la>
cir ¡¡ Pasear con vani ostentación; vivir,
vivir olgadamente. SA
campico, n., diminutivo de campo, que incluimos aquí
no Ir ser muy usual, sino aun más jue la
Academia no le da cabida, á pesar de admitir siempre
como castellana y algunas veces como exclusiva, aquella
terminación: verdad es que admite a
campo, n., se dice por excelencia del de Cariñena, fa»
lo,
cana, p., medida de dos varas. Zurita dice, y rompieron
más de cincuenta canas de muro.
canalera, a., canal en el tejado y el agua que cae por ella
cuando llueve.
canaleta, pieza de madera unida 4 la tolva, por donde
pasa el grano 4 la muela.
ón (ponzn Ex), inducir á alguna cosa; hacer con»
sentir en algo.
Mm, planta.
cándara, a., zaranda.
candarso, candarse el río, helarse.
candilera, ¡tas o
A parte á otra visitíndolo todo, por
para curiosidad y no por precisión.
candiletero, el ocioso y curiosón que quiere estar en
m., gollería; salida intempestiva: en Castilla
canero, d., salvado grueso.
cansar, n., usen de cste verbo transitivo los pescadores,
para expresar la acción de dar carrete ó proteger los mo-
vimientos de un pescado prendido, 4 quien es preciso
fugas, para que, perdida la fuerza, se le pueda sacor á
crea,
canso, a., cansado; voz ant. que se lee en la Crónica del
Príntipe de Viena y que, según la Academia, usan hoy
Jos rústicos de Aragón y Castilla la Vieja: [| d., canso,
canse ó calso de aguja, Ojo de aguja.
cantal, a., canto grande.
a d., canto grande: .]] n., golpe dado con un
cantal.
tas e
cántaro, a., medida de vino de unas 28 libras.
cantero, a., parte ó peduzo de heredad.
m., planta; linum catharticum.
low , de
di Andalucía, y el D. Miguel A. Prínci-
A a id —
cantón, callejón, en Caspe y otros puntos.
cañada, a., medida de vino en Aragón y parte de As |
turias. |
cañicerrada, n., res que padece enfermedad inflamatoria |
en la cabeza. |
caño, a., vivar: [| c., cueva para enfriar y serenar el |
e refrescar Írutas, carne, vino Ó niera |
'n el interesante libro Calila é Dymna se lee; et la mu- |
ger había fecho un caño desde si casa la calles |
en el original árabe se lee aqarbe Ó mina subterránes, |
según Gayangos. Por más que la Academia y el texto
citado, declaren castellana esta palabra, la vérdad es,
que los castellanos no la entienden y la ríen, como are |
h e |
sale a al uilón que se pone á los machos cal |
cuando Hibncian; Po Ep de los rebaños rr |
jas y carneros: llévanlo á veces, “estantes, en la estación |
|
|
.. dar de capazos ó con la capa; antic.
|, 1., poder; y así se dice, mo capacidad de
acerle venir; no hay capacidad de >
alcaparra: Il p., garrapata.
Caparrós, a., CAParrosa. .
capaza, a,, capacho; espuerta para los molinos de aceñte.
CAPAzo, C., €s E
capel, de capullo del gusano de seda.
po a aptS capilla ardiente; catafalco.
capleta, n., fianza de bienes inventariados: tomar 4 ca
Eo hanz: Agen die! nando secar del casio
, M., el fianza de bienes inventariados.
n., adjetivo que se aplica ú la fianza que
se prestaba en los juicios y sobre los bienes i AS
dos: llamábase también, cablevadora y
Castilla, cablieya, es anticuado, con la dgnicasón de
fianza de sancamiento; y en Berceo se lec; tomaronlis
EII et bonos
icadillo: es 4 la vez sustantivo y adjetivo.
capolar, a >] r la carne.
capsueldo, ., Ventaja del uno por diez, ho se da ol que
paga ciertas deudas, antes de vencido el plazo; dícese,
po ganar capsueldo 6 capsveldo, al > anticipadas
ente.
M., el acto de meter la cabeza en el agua por
un momento, y aun tcieRtne todo el cuerpo,
a,, variedad de caracol, AOS
mún y con la concha blanca.
, caracolilla; se aplica también cse nombre, á
la niña despejada, diminuta Jo traviesa.
carada, dar d alguno una carada, siguifica, recibirlo mal
ó e prstectare a semblante.
Carasol, , br Lo el sol.
creo, 0 eno po unta; en los
nta: yperieta cagiarialts
cardón, c., dde d., laurel silvestre.
cardonera, cardón: se usa en las montañas de Jaca, como
sinónimo de acebo,
peso de tres quintales: |) 1m., medida de 16 cán»
cargadal, n., cargazón de tierra y otras sustancias, al fon»
do de los rios y acequias.
cargadas, n., se usa en la expresión llevarse las cargadas,
"
timer estas pa-
carrañar, d., regañar.
d., y earrañoso, n,, regañón.
carraón, cereal de escasa importancia, que se cría
en tierras pobres.
, M., planta medicinal que se cría con abun»
da en los montes, y comúnmente se emplea con
mucho éxito para refrescar y disminuir la sangre,
carraza, d., ristra.
carrazo, d., racimillo; principalmente de uvas.
carrazón, n., aparato para colocar y ayudar á la romana
en las pesadas: [| la misma romana.
., dar pic para que se hable mucho de una
cosa, con objeto de enterarse de ella 6 de comprometer
con sas explicaciones al que habla.
n., las cuatro variedades de la estirpe, medi
cago
carta de y 8., pacto de retrovendendo, en fuerza
del cual el vendedor puede volver á seguir la cosa
vend: siempre que ent: e 10. PTA DE
lh Declaración del Privilegio gen
narez, la Privilegio general dice: item,
como las CANTAS DE RAFEZ se clamen falsas por razon
es puesta en el contra
Zaragoza,
casa y tinolo, a., antepuesto el verbo tener, significa dar
de comer á todo el que quiera ir: tener mesa franca.
a,, casa solar, de donde toma origen algún li-
ant.
p., solar; edificio de casa arruinada. Ñ
m., el acto de cambiar de domicilio 6 habita»
ción: 1] dícese gencralmente, estar de casamuda,
la Los fueros
casamuda.. usan esta Erie
considerándola, como traslación de un pueblo á otro.
e£asca, p., cáscara.
- cl
caseamajar, a., quebrantar una cosa, machacándola: f] 1,
metafóricamente, explicar con minuciosidad una cosa;
insistir en ella más de lo necesario. r
cascar, n., dedicarse con cia d una cosa, como se
ve en las frases cascar! al pan; cascarle al Derecho
romano, ete,
n., tunda; de cascar, voz castellana,
Casera, a. 26 mujer de gobierno que sirve al hombre
solo, principalmente si es sacerdote.
casero, n., el que ocupa alguna caseta, en portazgo y pon=
, 8., castellano 6 gobernador de un castillo: se
usa sólo en la orden de San Juan, en Aragón, hablando.
del Castellón de e
8., aplicase á los firmas ó decretos judiciales ex-
idos al fin de impedir algún atentado.
, m., el enca: en el Hospital de la con=
fección y aplicación de las cataplasmas: || n., zalamero;
hazañero.
catastro, oficina y Epia la propiedad: 1] en español,
contribución general.
5 PE Er del eo ae tiene veintiocho
nos de longitud: esa palabra suele usarse com
amena, diciendo de los niños robustos pesa pr
un cal z
causar, a., hacer causa Ó proceso.
esrendera e A eN leemos esta eS a
un inédito copiado por Latassa, e D. Val
tín Carderera atribuye al deán dr ts»
caza, n., lebrillo.
B., golpe decisivo 6 mortal; Li así se dice, de tna
cajada va abajo esa puerta; ¡qué de cajada d
cazeno, metal parecido á plata, según documento de 1061.
eco de cacharro. po
cazuelo, d., cacharro.
LE a nl
cabra que aun no ha cumplido un año.
m., la que se siembra en Marzo, y se
cría, poco mo, en menos tiempo.
EOaDEsS; ay precedida de ao ds in
on cate, significa
elj de 'arráncate, nado. - E
1. cegato.
o WÉAse ZABACIQUIAS Y CANUCEQUIA.
cena del rey, a., tributo para la mesa del rey, equiva-
Jente en Aragón y Navarra al de yantar, con: en
Castilla: en Navarra se llamaba cena de salvedat y se
daba también 4 los ricos=hombres, cuando llegaban 4
sus gobiernos. También se llama cenas reales.
cierta clase de uva menuda y tem ERAS Suele
decirse, cuando la mora envera, cerca está la cencivera.
cemero, d., terreno no pedo: dad
centenar y |, cuenda de lejas.
censal, a.. censual: |] a., censo.
4., censualista,
ceñar, d., guiñar; hi señas: se halla en documentos
neses, que inserta el Memorial de la Academia de
a
ha Historia.
, cepilladuras: lo hemos visto en algunos anun
(Saldul 21 de Noviembre de 1860).
ceprén, d., palanca.
, d., mover ó sostener algo, con cualquiera pa-
inca Ó cuña.
rio, n., el oficial encargado del cuidado de las
coquias.
cerámico, n., escrupuloso; irresoluto; persona para poco.
cercarse, o a suprimirse Sa esta VOZ,
ser, al parecer, un irismo y excluirse en gene-
Lory pero hay alguna razón a incluirla: aquí se
verifica una aféresis, como en acontentar, ac
, se comete una prótesis.
cercillo, <., zardillo.
coremeña, n., avugo, en algunas localidades.
ceremeño, n., avugucro,
cereño, fuerte; (voz que se nos ha comunicado).
e 195
«lamor, d., barranco 6 valle que, con las lluvias copiosas,
forma un grande arroyo.
A.
elarearse, n., tener mucho to.
clarizca. n., se dice de la pedrezucla lisa y brillante.
» , 4., el que antiguamente seflaba los cajones
en la Aduan:
', U,, sellar los cajones ó bultos en la Aduana:
Jos catalanes decían cauguillador, cawquillar y caugui-
Aa: también CLOQUILLAR.
n., salón destinado en la Universidad para
toda clase de ejercicios en los grados, menos la ir
vestidura, que se da en cl Teatro mayor. D. Manuel
Vicente A A le llama también Sala Capitular de
hierba 6 planta de donde nacen los claveles,
abertura practicada en las tapias de los
huertos que entre el agua,
ida) n., clerta dnade, abundante en la estanca de
elocarse, n., ponerse en cuclillas,
seloquetas (ex), n., en claquillas.
an o 1 ofrece á los niños.
coca, n., cualquiera golosina que se niños.
COCer (mALDITO DE), 5 se dice del muchacho perverso,
mal inclinado ó demasiado impaciente.
'eocinilla, p., alcobilla 6 chimenea.
cocio, d., cuenco,
'ocón, N., coco, en sentido de «fantasma que se figura
para meter miedo á los niños.»
id denomina de ese modo á la a 'Ñ
n. lr la cocona; frase con que se ¡ota
pagado no ha correpondldo Al desco, á la bra
lidad d á la esperanza.
cocote, a., cogote; esa palabra está ya como castellana
en las últimas ediciones: Cervantes usa del verbo aco-
colar.
oc: el perol en que se elaboran algunos electos de
confitería.
cochamandrero, n., entremetido; oficioso; amigo de ma-
nejurlo todo.
me
irracay Clay ¡bernati Teruel, Da
Le pues de set ed ocho
el el
pao in costeo lic cn Hb a
Ba, 1 tomo
pt EN a
concello, n., concej
ecptlato > apato,semejente E preñadas.
conclavi, cámara Ó aposento.
concomerse, n., (véase RECONCOMENSE).
ce violento; con relación al genió,
Oz, ele,
itar; disgustar; Sra así dice un
poeta anóni 0, que hemos visto m. A
Diré yo que te a
que se grite contra el vicio.
Herrera (edición de 1870), dice:
Y lo que mds me condena
es el bien de la memoria.
conduz, se lee esta voz en los Cabreos y parece significar
cierto género de tela ó tejido.
n., conserva de fruta en almíbar; conftura; 1
creído 6 confiado en algún suceso favorable: es muy co-
mún decir, casa muy confitado en á
un tío, pero se ll
'.1., cocer las frutas cn
de esta
redado tanto, ya
Po de OS hace ya de hie-
ao) de dos abad SA o entre los Ea
¡en se han encolado para suj
tas os 'lenillos? laguen á trabarse ez pre)
la Mo dore Hr que disponía cada
uno de los Cobserva. de
los jefes de la Unión, $ digamos, su
Junta presidencial $ directiva.
, M., consenciente; el que consiente ó se hace
cómplice en alguna cosa.
me, Y. un sombrero
habiendo he-
e 14
tarudo'ó muy pol la Academia lo refiere 4 la
astuta y sagaz: el poeta aragonés Pero Torrella dice:
Car en mon sor.
Vos port amor tan fina é tan CORALL.
(Cancionero Indio. pág 201)
Puede significar aquí tan del corazón; pero dice
en los Tos de Meneses: a cos
¡Oh! buen nieto; ¡vive Dios!
Que es fino como el coral.
coralina, n., pimiento rojo y picante; guindilla.
Orca, 1., carco!
,de la maderacuando la roe el gusuno.
TN rn aa Si
a con al los géneros cuerda, su
Lib elaboración veses, orcióntimente, y ale 1
sistencia que diámetro: | n., cañada ó cabañera.
(xx), á horcajadas, una 9 sobre otra,
cozdoncillo, el picado fino que se hace en la muela para
que dé muy pulverizada la harina.
coritatis E D,, EN CANES; CO-CUCTOS.
corneta, n., guindilla; pimiento de Indias.
corralizar, n., encerrar ganado en los corrales,
corrodor, a., pregonero.
corregúela, n., enredadera; planta.
correnciar, n., filtrarse el agua de un campo en otro. 7
correndero, n., se dice del que muestra diligencia cuando
no es preciso,
7 E A A ES
r y antes de la primera lal y se Hera campo
pie qn que, pudriéndose con el rastrojo y raíces,
sirva de abono.—En italiano corriente del agna.
correntiar, a., hacer correntías. Hay ríos que, como el
Nilo, se desbordan, produciendo correntías naturales.
, D., extraviarse; perderse una cosa, gene»
ralmente por malicia de alguien, — Hemos visto esa
o un artículo de La América, firmado por J. Ra-
mi
p., corriente: se aplica d la moneda, según lo
hemos visto en documentos manuscritos.
a 20
«cotorrero, m., se dice del 6 de la que
A
Me, la misma si le
hablador desordenado. e
coudear, medir: viene de condo, codo.
cozuelo, n., género de tributo $ , que hemos pas
mencionado e una carta de jueza, otorgada á
de Marzo de 1258.
, B., esquila que llevan los machos cabrios que
woo dú la cabeza bisade los rebaños de primales y borregos,
de, radaaidala cul pende la caldera puesta
al fuego.
cresarse, d., corcarse; querarse ó pulverizarse la madera.
cresta, Ae dopcordal HE entra la ma-
o ser cruz y la po en un el por el
de Torrellos, se pone entre las condiciones
da ce de, espada de cuatro palmos, cuucrra llana,
crudo, p., El algunas partes, Aros sin sazón.
, A, este nombre á las enfermedades graves,
que han snido un término feliz,
h LÍCTT de la dea
a., la cuarta parte de al guna cosa,
Mi de O marayo-
, cada una Es piezas que resultan de aserrar
'un madero por O fe
zada, cn la EN linal: concuerda con el cuar-
tón, que o la Academio, pan cla el cabiró catalán.
, A, planta muy común; galium yerum.
Da, Solana y con el cuajo añejo
rta, tributación del 100, que se daba en el
eatlacino da Cala pd! noo, quere odo diezmo,
A
o
Apia
o so
ando cuartucho; en Castilla,
de donde se pa tomado, e AN
cuéición, acuñación de la moncón. (Fueros de Ara»
cn, nc dió no, ro rada lei es
cado, y de 1 ÉS e to
M., YOz cariñosa, con que se:
los niños de corta edad, a su hermosura
y sobre todo su "precocidad 6 sus hechizos.
i, My el ojo Ó bolsa de la EA
mentos oficiales hemos visto llamarse corujón); el
cada lado de la alforja; y aun el esportón: depa
CUENCO, A., CUEZO Para del) 8,, Canasta a aros
la Mas dícese en cuenta em 56m
Ñ A
ETA de padre, me digdis Serjanas 0 ma se
curra (5d coa) de pedro que medi, l dde
lt ig o haces de leña foja,
principalmen: os
Cuero, se usa en Fs dora cuero, dar peonada por
otro, estando á la recí
cuesco, - corps en Cal, a pór redonéa en
que la viga re los cxpachos,
cuezo, d., cocio ó cuenco.
cugucía, cierto derecho contra los bienes de la adúltera:
en Cataluña llámase cugur, en cut o al marido
pa buey: se usa en las ii
O [ta morcón: [| y MORCILLA CULAR d Mi-
chos la ofrecen y d pocos la dan; p:
, A, Clueca: [| a, Lorta, en a tapa se suelen por
ner huevos duros: en Valencia y Murcia mona, según
la Academia.
culera, EN la parte del pantalón correspondiente á las
aposentaderás.
en 205
CH
Chácharas-máncharas, n., cháncharras-máncharras.
chafar, d., machucar: (/ c., dejar 4 uno burlado, con una
salida que no esperaba,
+ d., hablos: platicar. 6
n., campechano, franco y descuidado en su
conducta; y poco propio en su vestir.
m., laguna accidental ó temporal.
chanada, n., percance; desgracia; avería: suele usarse en
forma admirati: ¿
chanchullo, d., bshorrina; conjunto de cosas desprecia=
bles: [Im., confusión; desorden; revoltillo (6 rexoltifo,
que no incluye la Academia): tiene bastante conexión
con la voz chandrio: |) m., cualquiera composición ú
operación mecánica, mal ejecutada,
, D., ramera: es singular, que en Navarra signifi-
case, por el contrario, mujer de buena opinión, 6, como
Yanguas dice, dueña.
, M., desbarajuste; cualquiera de $ des-
perfecto causados, principalmente, en muebles 6
ropas: en Navarra tiene el muy diferente significado,
de hombre apto y laborioso.
), d., flojo: desaseado, y nosotros añadimos que
haragán, ocioso y va,
chaparrazo, d
y chi ue ifican,
la primera, coche ancho que ti muy To cielo $
tejadillo; y la segunda, mata de encina de mucho folla»
je y poca “altura.
y d., chapotear.
a., especie de sombrero Ó bonete.
chapeo, signo de primogenitura; en los príncipes de Go»
cn 207
muscritos de D. Tomás Lezaún, y en un epigrama
<ontra los frailes, que ereemos suyo, se lee;
Todos son aduladores
Y de lodo CHIFLETEROS.
chilo, RNA ¡ en Aragón es común, aun entre per-
sonas cultas, el uso de chilar y sus derivados.
m., en la laguna de oca; es designada
EA coll IUaade PeraopS,
eiquiciin a. chiquita.
, de, pisto.
Jocalías: usa esta voz el Conde de Villahermo»
sa, en carta d su Archivero; 1577.
chocar, n., agradar: gustar; excitar la hilaridad: ]) n., sor
prender; causar extralicza.
, zambra: voz comunicada.
Da, n.
chorar, n., hurtar: parece voz rufisnesca Ó de germanía.
chordón, $ frambuesa; zutno de fresas: también se dice:
cl la
chorrada, n., caída ó exceso gracioso, en la medida de
Chorrotero, h., ENDONERO.
chorrotón, n., resposeno: [| n., mancha considerable
producida por algún líquido vertido: || m., el mismo
acto de desprenderac, fortuitamente, algún líquido.
d., vaca: [| p., ternera.
M., retozar, dar muestras de inquietud, travesu=
ra y alegría.
hoto, n., berrinche.
chovo, zurdo: úsase en Borja.
chuflete, chiflete; chiflo d silbato.
€hulapo, pilluclo.
chulo, a de labor, sin encargo determinado.
4, lonja de tocino.
D 209
nemos 4 la o E a la propia des»
dicha y de Los Tellos de Meneses. También la usó el
As == Quiñones de Benavente, en su entremés,
al .
, documento en que se responde de alguna
deuda.
decena, á., compañía de diez personas.
iquito Á una cuenta.
do.
n., manteca de (are pes se conserva mu-
da y depurada de los chi-
a, despedir el rey á un rico:bombre, ó desna=
ie éste, previas ciertas formalidades.
m., lo mismo.
desafiliación, n., la acción de desafiliar,
desafiliar, n., desafijar.
desafío, a., la carta ó recado, en que el rey manifestaba
la razón a despedir á un rico-hombre Ó caballero,
privándole de sus honores y feudos,
), 310 8
) M., cobrar lozanía y robustez: || m., des-
empeñarse una cosa.
) ausentarse del pueblo, corporación, etc.
destetar; quitar el pecho á las criaturas; en
', destetar d los becerros; desvegar,
desacostumbrar.
, d, retal; trozo de tela; (1 d., el tanto que se pagaba
en dinero cuando en los diezmos no llegaba al número
especie.
descajerar, angostar el cajero de una mia.
descarcañar, n., dc lobalAs só
degordsr, a., desapuntar ó cortar; desbilvanar las piezas
210 D
desemparar, n., quebrantar la rd.
desenronar, a., olor la enrona de alguna parte.
n., desesperación.
, ), M., desvergonzadamente: en italiano
afocciatemente,
desfachatado,
, n., insolente; descarado: en italiano £fac-
elato.
desfachatez, n., insolencia; desvergUenza: en ¡teliano
sfacciamento, ¿facciatagine 4, »,
, M., desaseado ó descompuesto en el
desmazalado en la persona; extenso y mal distri
en las habitaciones.
', M., deshilachar.
soltarse á hablar ú obrar; perder el enco.
gimiento que antes se ten:
3., desmayo; congoj;
, persona resuelta y poco cuidadosa de
3U persona,
, M., prenda ó pieza de hilo para aprovecharla
en paños, vendas, etc.
, di, retal: (1 d., parte de diezmo pogeda en metás
lico; úsase también escay.
, A. (véase subía DACHOCA).
y 8., retal.
pr de n., desgobierno; desorden; calamidad; y así se
dice esa casa es un deshecho.
deshiladiz, a., filadiz 6 seda que se saca del capullo roto.
desinsacular, a., sacar del cántaro ó bolsa alguno de los
nombres allí insaculados, con lo cual se le excluía de la
Sei Es
desjuñir, d.. uncir.
desmadejado, d., flojo; desmazalado: son castellanas des-
madejamiento y desmadejar.
Pm M., SALCE.
desmote, n., la E efecto de desmotar la lana.
desocupo, desocupación, desocupo de hombre, estar
todo el día cortejando Es criados
desolador, a., sitio para desollar reses.
, acabar con la paciencia de uno: es muy
diferente de impacienter, y aunque no hay motivo
que esa palabra sea puramente aragonesa, €s lo
A
PE Y
pD at
que se usa E mucho y que no está admitida como
española por la Academia.
|, B., punto de conve: ó e
de dos carreleras; encuentro de dos vías cualesquí
, desorientado del camino; descaminado.
pr o palleja Jar
, D., des; 13 ar.
esarrollarse;
, M., des soltarse en la conversa»
., salida; desaguadero.
1 perdida G:ezcavio: de algona E algas
reses. +
destajar, n., deshacer el hatajo del ganado.
desterrarse, ausentarse mu pee busca de mais
diversión 6 espectáculo; y así se dice, Zaragoza se
ha desterrado para ir ver las maniobras.
4., tejido de lana ordinaria, que sirve para ta-
petes y alfombras.
destroza, n., destrozo: usa esta voz cal D. Agustín
Alcayde en su Historia de los Sitios de Zaragoza; ya
en E o tuvo un impugnador de sus noticias y de
su lenguaje.
E destripaterrones: úisase erp voz en
un pasquín que se fijó en Zaragoza el 2 de Ábril de 1776
y, due ha sido publicado cu la Revista de Archivos, del
de Junio de 1874.
desvezar, cortar los mi es sa viñas, por la parte
madre.
jue $e comunican con .
dela, m., húmero mínimo; y así se dice, y está manda-
A pa 'ivo, el que no posea DE-
TALLO de ovejas.
Movalles, hasta donde llega el agua, en su mayor altura.
deverías, n., tributos personales, us los ricos-hombres
cobraban de cada casa de los llamados antiguamente pa-
a O, Heros á veces se
utilizan mu: nto la
So mchachol E
voro de m: y Es
dica, d., hasta. gos
personifica á los niños
ropa, diciendo: ¡qué de-
diermador, a., pS de diezmos.
As hemos leído esta palabra como si»
7
sesiones.
dineral, a., medida de vino $ aceite
dien do los peoido
dinerillo, a., moneda de cobre de más de un ochavo y
menos de un cuarto. H
dinero, a., ochavo || n., moneda inaria de dos mara»
vedises y dos tercios, Ó sea la ¡sexta parte de un.
sueldo.
dir, decir: de uso del vu! eS
disante menor, n., nombre que da Cienfuegos 4 la planta
yd is también E
dominicatura, a., del Señor:
doncas, n., en documentos antiguos como ya se ha visto
dulcillón, cierto vino de Cariñena.
duncas, n., voz ant. que parece significar con tal de; d no
ser que; en el Diccionario de Antiguedades de Navarra
se aplica del mismo modo la palabra poxcas, dado caso
que; d no ser que; y tiene alguna analogía con la Jocu-
ción también antigua, Ñ
durasnal, n., durazno 6 duraznero; árbol.
duraznillla, d., durazno; fruto.
Ebro, d., se usa la expresión no estar para echar gatos
al Ebro, como equivalente á estar miserable; pusarlo
con estrechez; no estar para derrochar: || n.. comer más
que Ebro, devorar: || n., ha de bajar mucha agua por
el Ebro, ha de pasar mucho tiempo.
echadazo, tendido por poltronería; |] woz expresiva que
o en representación de otras, como largazo,
30.
., Se dice estar en edad, por el tiempo en que aun
A. lares y bs sn
efemerón, ficbre; erupción ú otra turbación en la sa-
lud, que panal dura Ss, día 6 poco más,
y mude acometer con especialidad á los niños.
: d., albacez. h
), M., tributo que se conoció con este nombre en
Aragón, según Blancas.
, M., almilla.
embadinar, d., encharcar.
embafar, d., empalagar. >
embarralar, n., meter el vino ú otro líquido en barral
por extensión en cualquiera otra redoma.
y €», hilvanar,
0 5 llenar de estorbos, I| desembelecar, qui-
08.
emberar, p., la sazón de las frutas; tomar color,
sobre todo las ovas. e
2 E
embero, p., el color que indica sazón en las frutas; y la
misma uva ó
,.7oz de Sericultura.
a dl pao
di
emologar, | e confirmar; ratificar Ó Pi según se
lec en las as Abejí E 04. q%
su pued pasivo se usa en
Irdinaciones de Zar 'agoza: el
) Day Sa AA sentido de excep-
ción ó Amparo
mezcla de paja con agua y á veces un poco de
sal, para Sa ú las caballerías cuando están enfermas,
, pastel ensuciado; mala salida de un ne-
¿emi embrollo,
o
una ca
Academia, que admite lor
entre
a (véase EMPANDULLO).
, Empapujar.
empara, a., emparamento 6 inventario.
, 2., acción y EE copan homo:
A e eo EA pin po
miento: || n. tico Mn, n E
en Cortes de Cataluña, 20N
, M,, emparemento, emparatoria; manda-
miento de secuestro.
el que pide ó ¡pes el secuestro,
emparar, a., embargar ó secuestrar; y mejor, inven-
tariar.
empedrear, d., empedrar.
empeltre, olivo Fsetado
empenta, 'mpujón; empellón,
ni
de a prenda.
na licar una bizma: || sacar á uno el
nero, con dies cal le; 4 comprometerle en un
negocio, de pérdida
en, n., precediendo al Añaldvo, como en castellano al
opa la Ele Pr UA
mos. m., partícula relativa, usada, como en 1 haga
francesa, en las expresiones m' en voy, por me voy
eS) uÍ; m' en canso, por me canso de bo Apo oe
le después en varias da
alld, te diremos lo ce Raras cando
solecismo, se diría bien, en llegando.—Significa tam=
bien Don, tratamiento usual en Cataluña y en los do-
cumentos Jemosines, y no infrecuente en los arago»
eses,
Cantar o usage ; procedimiento.
enantar, m., Duca: So tespreta
El Códice de las Dio vagón e e siguientes
Juesen que
a E las A que notari.
PAR em aque
Mes ente la Justicia do Ara, rogó marca Ó que
rría exantar personas Ó bienes de algunos, etc.; que si
no viene el día de Ramos por kNANTAR en las cosas 50+
breditas, etc. También bemos leído fué mandada cort
e, ee AS pr, exaNTan en los ditos feitos. 11 Ale
parece, como, emplazar; citar; Ó hacer com+
Fl, r. (Véase el Privilegio general).
enanto, proceso,
mudo de estupor.
. desmedrado; imperfecto de nacimiento: // d.,
de ánimo apocado y ruin.
enavesar, d.. trasponer,
vino que se mezcla con aguardiente
¡becero.
encabezar y encabezarse, n., verbos de donde nace el
par pios anterior; y que también son usuales en Aragón.
Mes O
Códice de los privilegios de la Unión.
encanarse, n. ¡res demasiado en la comecón
eternizarse hablando: [| m., pasmarse á la fuerza
Voro ó de la risa: la Academia sólo admite el primer
afecto, que á la verdad, es el más común y adecuado.
encantar, d., vender en almoneda.
encante y encantillo, d e en que se venden las co-
a pr
, M., cubrir las bovedillas $ cualquiera otra
obra con cañizos.
a Do, ce papa rs
d., irritarse; incomodarse
encartar, n., one acción criminal, contra el obli
en instrumento, en que se juraba, no pleitear,
(Vésse á Larripa en sus Procesos
encensero, incensario: se lee, en documentos medio le»
mosines, medio aragoneses.
encercar, n., inquirir; investigar: es antic. y deducido
de documentos tinos, y Ed consiguiente dudoso.
encerrona, n., en el juego del dominó es, dejar
bas puntas, lbn mismo número ó palo, cuando odos
están jugados, en cuyo caso ya no pueden jugar las
fichas que se tienen cn la mano;—en general, se de á
este lance el nombre de cierro, y cuando los tantos que
se cuentan son muchos, entonces se ama encerrona,
En Zaragoza es más usual que en Otras partes y por
consiguiente, se halla muy adelantado el juego 0
aludimos, de cuyo tecnicismo incluiremos chalro Ó cine
£o vocablos,
encetar, d., decentar: || d., empezar: la Academia escribe
encentas "para la [ significación, y aunque omite
la segunda, pone la de encentador, el que encienta Ó
empieza alguna cosa.
encomienda, depósito,
en , B., conjunto de cuerdas de una guitarra Ú
otro instrumento de cuerda.
encorrer, d., correr tras alguno para cogerle: es verbo
activo.
, M., vale tanto como entredicho, d ji
por el Códice de las Uniones en que se lee, que
mos soltar al dito seymor rey el excontimexro de los
ditos castieyllos € que non los alienenos.
endurar, a., pp hambre; a
enfarinada, harina ont mezclada con agua, que,
dada á las vacas, les proporciona leche pronta.
E m7
engafetar, n., enlazar los gafetes macho y hembra;
engalzar, d., encorrer.
» oro: neralmente se usa ess la
con perla, Ñ GS
pets la a
pi e
eo: adas d tierra las mieses, por viento
Muvia.
engluciar, d., mirar con intensión; hacer gestos para
seguir alguna golosina,
engoltas bohardilla.ó falsa.
, EStrenar.
así se designa cierta variedad de peras y pe=
rales, que otros llaman de Don Guindo. Subido es que
en lemosín, el tratamiento de Don se expresa por en.
y de ,, sumidero.
¡brado, picadura que se practica, á menudo, en la
muela harinera, para hacerla más moliente.
, M., intercalar; incluir; y aun confeccionar 6
com
enjaus, n., prórroga en el pago del arriendo de las geno-
ralidades » oo tributo público, y como, d o se
concedía sin causa justa y producla un lucro contra los
caudales públicos 6 de corporación, de ahí las frases
hacer enjaues; andar en enjaues; e con en-
E etc., equivalentes á las más vulgares de andar
3 ba en cuyo sentido admite la Academia
pad Qe
, hacer cierto género de ensambladura, en los pisos
¡na casa, cuando las tramadas tienen que interrum=
pin y y ofrecer algún hueco para escalera, chimenea,
.enjuneiar, n., cubrir de juncia las calles y plazas para
a hombre cubierto $ embozado en la man-
ta, la cual forma del traje al és en la clase
nalera y parece pue recuerdo del albornoz a
enquesta, privilegio de cast
criados, "Egin recordamos
ri tente-mozo á un sera galero: 11-
ensebunado, oxidad
oxidado.
), A., enredarsez entrelazarse; enmarañarse una
cosa con Otra.
enrona, a., escombros; desperdicios de una obra
enronar, envolver con escombros: [| n., metafórica-
mente, e dice de alguno, que es tan rico, que mos
enronar d onjas de oro.
enruena, d., enrona.
enruna, p., enrona. .
enrunar, enronar.
ensimesinado y ensimismado, n., el que está distraído,
metido eo sí mismo, y absolutamente extraño, á lo que
pasa en torno suyo,
légamo que deja en los campos una inun-
dación.
ensobinado, e se dice de la res enfermiza.
ensobinarse, d. ., caer una caballería en postura supina,
con riesgo de perecer.
, B., enjundia ó gordura: úsase también, meta»
fóricamente, para denotar a y es todavía más fa
miliar la palabra da
entalogado, el que metido en un saco, compite con otros
en correr ó andar á saltos; diversión que, generalmente,
se prepara en las fiestas locales y que tiene algón pre.
mio señalado. a
entaquá, hasta a
par oro curso de las aguas para elevarlas:
E] la detención es natural == la por la creci.
da de otro río, en el cual a.
entibo, remanso ó remolino de De forma en el
lecho de algún río, acequia ó == te
troceso de una corriente por la que le ofrece
para el desagle, otra mayor: [| ión
del agua, por desviación que se le jee hago al po Dc
A a E
rica: || soltar r la paran: ¡ra
agua cobre su curso y nivel habitual al: SS
entornar, d., hacer dobladillo.
entorno, n., dobladillo.
, tl armado de trallos, generalmente de olive-
ra, para cerrar ó disminuir alguna abertura; por ejem.
plo, en los pozos negros.
d., entrada de religioso en alguna comunidad;
la Academia lo incluye, como provincial de Navarra,
var, de, Epia de hierbas la hortaliza,
entrega, n., restitución in integrum.
, M., entripado; en ambos sentidos, recto y
en
figurado.
entriparrar, n., ocupar demasiado el estómago, algún
manjar indigesto comido en abundancia.
', €., embudo: la Academia añade, que grande
y propio para pellejos y toneles, esto es, para grandes
capacidades. $ a
+ May COZALZOL ¡er guerra entre varias
sembiando discocales: la Academia adrnica laos
Ls Bos ás bi l conj di
¡uipaje; Ó más bien, el conjunto de te-
da $ establece. ; A
Pe a., miel virgen.
n., era $ plantel de tierra, para cultivo de verduras.
error de proceso, a., con que se nota que alguno es tan
bábil que, aun convencido, se libera de la pena. que le
Ll le
ande cacalria la en el agua, d
lir, extender la ropa y agitarla en el agua, des
DADOS pas de labo. pu
, romper el tiempo en Muvia 6 aire. ,
PILA), escapado de su cauce, por rompi-
miento de éste.
', d., asombrar; espantar la caza, caballerías, etc.
, desbarrigado, pero no en el sentido de es-
caso de barriga, como dice la Academia, sino en el de
herido en el vientre: usa eso palabra el rey Don Martín
en las Cortes de 1388.
n., desbriznar ó entresacar de la flor los estama
bres del azafrán,
), desperdicio del lino como la agramiza lo es del
cáñamo
escacear, n., desmenuzar la piedra, el yeso, la cal, etc.,
para molerlos después más fácilmente.
yd despactiiras, E ajos apiatie E
, di, despachurrar; 6 mejor, a; machucar:
Md, hasquear; de '” burlado. % B po
¿0., igual significación que la anterior, pero
de uso del '
escajerar, rellenar el hoyo que se abrió para alguna plan
er. “paso To tad il angosto, retorci-
mon! a, :neralmente
do y Ps sobre roca, E cual ofrece un escalonado,
unas veces puramente natural y otras empedrado, átre-
chos, de industria.
£., peldaño; escalón.
ie: de caracol Ó de ojo, como dice la Aca-
calfocido, Horecido, do, £ perder:
Bon ) esto es, em lo. se
aplica á la fruta, al queso ó ¿cualquar comestible que
se enmohece, según la Academia.
, €., Draserillo.
escaliar, n., culturar 6 poner en cultivo tierra que había
sido abandonada, y en este sentido lo usan las Obser=
yancias y cl erudito Cuenca. Peralta no incluye esta
yor, pero sí la de escachar uE que nosotros no.
hemos incluído, por suponerla error de imprenta, que
se corrige con la voz ESCALIAR:
guos documentos de Navarra.
, dí, sacar el rescoldo ó remover el fuego; a
idioma provenzal, CALIVAR, QuUEMOr; ESCALFAR y tar;
RECALIVAN, Volver d calentar: en catalán, ESCALIVAR, 6S-
carbar y cocer al rescoldo,
escalla, cierto fruto cercal criado en tierra de poca fuerza,
y propio para alimento de animales.
estamochear, a., pavordear ó javardear 6 hacer las abe-
segunda cría, después de la principal; scparándose de
madre, en corto número, con su macstra.
, se aplica al que es mal figurado $ desarro»
lado y, por otra parte, carece de animación Vo
escampar, d., tender el estiércol por la tierra; Ñ +, derra:
mar granos ó semillas.
escandallar, n., computar el valor de una partida de ga-
jase también en anti
nado, haciendo de él varios gru ¡pos con las reses más
; tirando desde otro corral ó aposento una piedra
“cada grupo; pesando las nod: ha tocado cada
fon callando por pe de adoos cidos
se a aci
A A
ens d una, marcundo como tipo las que hacen un re
ero di diez, En castellano tiene
añ mean a e dd por
LE examinar; en italian: sen
EA mejor deb nido, pues responde en sentido
ú inguirir, averiguar, etc., como en Casti (Nov, 153
Da scandagliar gli altrul talenti d fondo.
escandalo, n., operación de escandallar: || m., la res que
se saca como li llm,, A EscanvaLLo, modo adverbial
para expre quese vende un ganado escandallándolo.
tarse; ahogarse de una tos muy
escaño, d., féretro.
', Se usa en la frase, uno
la frase, echar d uno d escaparrgr,
para denotar que se le despide de mala cara ó que se le
contesta agriamente.
M., insecto de los coleópteros.
DE n., enfermedad que suele padecerse en
Ll
escarmentar, echar á las lumbres agua fría, cuando su-
ben por el hervor. 7
(), 2., 4 horcajadas.
EA
y De machucar; c<bafar; quebrantar: también se
dice, esclafar los huevos, por cascarlos, partirlos Ó
abrirlos.
escobar, c., barrer.
esco! e descubrir; alzar el velo á alguna cosa,
|, escarmentado.
escolano, n., ayudamte del pr MAyOr,, na el AE
le argo as especie de coadjutor:
bién, llamado de la limosna, se ve, en y ra
a de Po 1V: ll sa 6 acólito: listo; avis-
pal
A
escombra, n., escombro: la Academia admite esta voz
como el hecho de escombrar.
éstas y las almuestas ó almuertos eran
derechos en ie que el rey cobraba del Almudi de
Zaragoza: habla de ello Jiménez de Araglés en el tra=
escomenzar,
Fernández y no
, 2, escondite; juego de muchachos.
escopotada, d., escopetazo.
escorcar, n. (véase EsMOLLAR).
d.. túrdiga; correa de cuero ancha y sin curtir.
levantar la corteza Ó piel 4 lana cosa;
escorchar,
oorciia: polluelo impl
Juelo implume.
escorchón, n., desclladura.
ica
, en significación de comy como + tamil
se dice Es he descornado obalando y Otras locuciones
«omo ésta. En una colección de refranes leemos: bEJam-
Lo nxscorsar; frase de que se usa cuando no se quiere
meler paz.
escorrodezo, n., tanal por donde se facilita la salida del
agua sobrante de un riego ó del término de una acequia:
Ilm., el fondo de la vagina: voz de la gente inculta.
), A. , ESCOBREDERO.
', M,, ESCORKEDERO; usa aquella voz el Conde
de Sástago ca su lujosa obra sobre el Canal Imperial de
Aragón.
escotolarso, d., frotarse el cuerpo con la camúsa, mo-
viéndose.
), £., instrumento con que se sacan los es-
CULZTNOS.
de ración, n., oficio de la Casa real de Ara»
gón en el siglo x1v.
escrismar, n., descrismar.
» lo; deshecho de ho
tributo; en un documento se les por los
EscuaTnEs de la Iglesia.
escudillar, d., echar caldo en las sopas, el chocolate en
los DT 6 jícaras, etc.: || vaciar el puchero en la
fuente Jia oli, ds pues e Ls ice: escudillar
la co Ar de lo EN me pedía: Ls un secreto,
Y. B., y 0 le revelé mi plan, y el lo escudilló al punto
en el isatro: Iescupitiar La sora, calarla Ó echar sobre
ella el caldo; acepción que hemos visto en algún Diccio=
nario.
escueznar, 1., sacar los escueznos.
po Ay “pulpa 6 carne de la nuez tierna: úsase en
lural.
escalaragujas, ci teto que algunos aplican 4 los sastres,
y que usó, en un informe ante la Audiencia de Aragón,
un Abogado de bid nota, que pasaba por discipulo
del famoso Almalilla,
Ma, escopeta; escupitina; escupidura. Gue»
vara dice, escupec
', venidero; el notario Beneded, en 1283, con-
elvía su acto público sobre la Virgen de Leciñena con
labras: las sobrescitas cosas..... escriptas é tes=
difcalos en mi É protocollo, mesas en memoria del *sot=
esdovenimientos, rendimientos 6 productos calcu-
estiadiz n., filadiz; desfiladiz: usan aquella voz los £ L.
, quitar los oa vicioscs que salen de un
árbol 6 los sarmientos de las pu
povcptle tomea la fuerza ria;
cluye, en el mismo sentido, como N:
rrocinar.
estullinador, n., deshollinador.
.esfullinar, n :, deshall ORT.
esgarrar, 1, y
: dy elefecto que nos causa la lima, cuando da
en falso: 1 d., espeluznarse de horror.
LA rrón;
), desarrapado.
BA pis á gustar de una cosa: |] ir to-
mando el gusto á algo: |] estrenarse en ciertas diversio-
nes y placeres.
eslava, n., pendiente lisa por donde resbala el agua.
eSMANFAMAZOS, io des e persona de poco
vales, principalmente del estado llano: || equivale muy
aproximadamente, al castellano echa cantas.
esmediar, n., disminuir la cantidad de algún líquido; y
se aplica, comúnmente, á los que están al ra
cocer; úsase también como reflexivo, y hay quienes lo
pronuncian y escriben, A
(uorIa pr), por consunción: voz local.
esmerado, n., líquido que ha disminuido en peso y vo=
lumen por ebullición,
esmerar, n., conseguir la disminución de un Hquido
medio de la ebullición: _ ryan retecno,
'e0smo, n., tino; tiento; y así se dice esmo;
mucho en el Alto Aragón. En catalán se usa esma,
esmollar, n., quitar la cáscara verde á las nueces, ave»
ESA otras frutas: [| m,, desmoronarse las obras de
tierra $ de construcción deleznable.
, 1., desportillado. '
esmoscarse, n., desaparecer sin ser visto; ausentarse mas
liciosamente.
, de, deslizarse: escurrirse; zafarse.
|, M., juego de naipes; acuso el tresillo; entre los
papeles manuscritos de Lezaún, hay una carta escrita
en verso desde la Zaida, en que se lee:
Mi mayor divertimiento
e Cia de espadilla,
en el cual gano tres reales,
en cuatrocientas partidas,
ospalmar, B., quitar el polvo á la ropa, trotándola con
manos; así las leyes palatioas de Jaime II de Ma-
llorca, en las cuales también se balla spalmator, según
Ducange.
, M,, miserable; piojoso; perdido; hombre que
no tiene sobre qué caerse muerto; es voz local.
, m,, cubrir $ aforrar con esparto lag, vasijas de
vidrio; se usa también en el adjetivo 6 participio pasivo.
|, m,, gavilán: tombién rsranver.
E 25
espatarrarse, n. Ly Ar tarrárse: del. modo pierden
en Aragón tad los demás a a >
Si hay un Barranchán
que al mundo EstATARnA y
dice, en sentido metafórico, uno de:los varios copleros
que se desataron, cruelmente, contra la Soci Eco»
nómica Aragonesa, en 1785.
especias, perfumes.
espedera, A. ha
espedo, a. CO
eqpeniedos: ga Ó vara, que tiene dientes de hie-
roo á la punta, e a para colgar y descolgar cualquier
objeto,
esperreque, d., niño ú hombre mal sano 6 regañón || d.,
cosa despreciable,
espeso, el que abunda mucho en alguna parte, ó se ciñe
demasiado, d una compañía 64 un negocio: tiene pas
recido con caldoso.
espichar, d., morir.
ospiella, ex ; escanda d especie de trigo: lo hemos
lo, en mentos oficiales,
espinái, d., espinaca
en a partes es]
emplea esta voz el LD Martín, en el Dis.
a bra AS
este pasaje: su cuerpo?
¿E cuántos esvarriga pa a bio
e Doy a en movimiento, los machos cabeíos
fuiones herir Les b
0 rro tcas, acer
aros e dE metafórica Ó credo del niño
mal educado.
£., CENCerro,
he 'a., cencerrada,
esquilador, pS
esquilador, para denotar que se ha comido, bebido 6
tenido otro goce, hasta el exceso.
), d., cencerro: [| n., esquileo.
e lsncan XL), sacar todo el partido posible de un:
derribar á golpe, el trigo respigado.
la la limpia de las acequias.
, se dice, del ido metido en el establo. |
estabular, n., meter el ganado en el establo.
estadal, p., librito de cerilla.
estadalera, palmatoria; esto creemos, en vista de los
nificedos de esraval y del inventario de las joyas de:
Universidad en 1781; en que se menciona una de aque=
Das, de peso de nueve onzas y cuatro arienzos. |
), M., división que se , en los grandes corra=
Le para colocar las reses, con la separación conveniente,
', M., quitar el talón á la media ú otro calzado:
se dice del zapato que va destalonado,: cuando se le
dobla el talón, para llevarlo debajo del pie.
, 11., perdonar; voz ara anticuada, según
el Indice de Blancas: excusar; ahorrar; economizar: esto
estamento, a., cada estado Ó brazo, de los cuatro que
concurrían á las Cortes de Aragón.
', madero que se arrima á una pared ruinosa,
formando dngulo agudo con ella y afianzando en tierra.
estanca, n., gran porción de agua estancada: es muy
aa en Aragón la de Alcañiz, célebre por sus buenas
anguilas.
estancos, M., terrenos acotados y vedados, ya de purticu-
lares, ya de propios: dehesas en que los ganados pueden
entrar ciertos meses del año.
estarel, medida de áridos: el monge Martón habla de
a estareles de trigo importados de la isla de
S a.
estatuecer, n., estatuir: se ve que se usaba ese verbo, por
E 21m
las muchas veces en que se encuentra la tercera persona
del indicativo siatieot,
estatuarios, n., procesos.
estema, n., cada mutilación; perdimiento de miembro.
estemar, n., imponer la anterior pena que tal vez se €X-
tendería 4 la de marcar con hierro ardiente, Berceo
en su poema de Santo Domingo dice; Hasta que de la
Jengua os haya estemano, que Janer interpreta privado.
: Mámase también estrepilla.
esterno, n. (véase cisTERNO).
esterza, n., éuda uno de los trozos ó suertes en que se di-
viden para su arriendo ó aprovechamiento algunos
montes.
estomizarse, descalabrarse, k
eroramcia,. . dice en algunas localidades, yo no pago
estornija, a., tala; juego de muchachos.
ar
estozar, >
estral, Bo, destral: el diccionarista Rosal trae la palabra
RES ó achuela, que ya el vulgo (dice) llama estra-
leja.
Pera ver m,, baraúnda; ruido; desorden.
d., trébedes.
estremezo, a., estremecimiento.
estrenas, c., augetas, en sentido de gratificación.
', d., entornar 6 medio cerrar una puerta: nunca
hemos oído esta acepción.
de,
E
rereifa, 'que, nombrándose em
y
tanto ambos.
F 229
q0% moría sin hijos en edad hábil: vigente en Catalaña
ta el siglo xv.
exporga, n., expu
esporgar, M., EN ILn., soltar los árboles y las vi-
les parte de a Íruto naciente.
a de a pr e sed y frío
que ia e potestad absoluta, podían
imponer á sus os signo servicio,
aby io. 1, imponer la pena de muerte por hambre,
y frio.
., traslado fiel de cualquiera escritura 6 ins-
etcamenio público.
sacar traslado - alguna escritura.
a limpiar la casa; principalmente, asear los pisos.
F
acción y efecto de FABRAR,
cada bres sacado de la bolsa de Jura-
¡goza para votar á los qne habían de entrar
los oficios públicos.
en suerte pi
; 2., Yotar con habas Ó bolas blancas y negras.
fabolines, d., a de habas pequeñas.
fabriguera, había Casa rasnicusña en 102 pueblos rea-
'0s de Aragón, y sus diezmos eran para la fábrica de
de Zaragoza, catedral pe no concluída; pero
S. M. tenía de ello el Real Noveno, —Hemos tomado
Erro de Zeregca, Ereado ¡cc iSipad
¡rioóLs) a, o
Boro, pad dello de e Dicolomanió:
fabueño, d., viento favonio.
fadiga, a., derecho que se paga al señor del dominio di-
recto, siempre que se enajena la cosa 13 is.
FABUE!
ar, poner 4 los niños la envoltura.
, envoltura para a á los o
español tienco estas palabras significación más
Fr mi
á Lucas Fernández, y 0
ñor o Ende Codo eN que algunas Catedrales de As
Hamaban en xv Jarsó AA
tines de Jueves Santo; voz que vendría de farsa, por
las preces rimadas que cerraban estos oficios.
fatera, bobada; tontería.
My VOZ "orense, que Ebo parece sino una de
las a de aquella pa se ve Usa
da en nuestros ff. en la E re ara
dilación maliciosa, en la administración de
la a idea.
favueño, VANUEÑO y
'AGUEÑO.
heces de a ea pueblos limítrofes á Navarra.
d., pesadez.
, de bardo, pesado, con aplicación á las ne ln.,
Les demasiado incómoda, complicada 6 ma-
femado, n., lo abonado con estiércol.
femar, N., abonar un campo con estiércol.
, el que y acarrea el estiércol,
LA femeración se lec, en algún docu»
fenal, d., prado.
£or, bacan en el uso del vulgo.
campos que se E á la redonda de
vn puel pa ' dícese pto rms y
), A, se usa en la frase dar ferrele, para denotar la
as una cosa, y así s dice, dar _Jerrete d dos
1 estudiarlos m
a hoja 6 hierro de la la. En el famoso cartel
de desafío dirigido por D. Pedro Torrellas 4 Jerónimo
Anca, desde Zaragoza, á 4 de Mayo de e ca de
lo pad odio Ja comedi;
este título, escrita por Lope de Vega, se lee; pe cea
pada de cuatro palmos de venxuza, d medida de vara
de Aragón.
22 r
en Fueros mes. de Aragón hemos leído esta.
e
y o ideas
hominem.
ficacio, cuidado, atención, y así, pon icacio en lo que
haces: quizá viene de eficacia.
ácicomiso m., se da nombre de fideicomiso loral-al
,
o dci ic de a plas al
My esti la la equivalen: esta pi
Glosario del Memorial hisórico de la. Academia dela
Historia: A pia eb entre las pa-
Jabras A Jaume Roig en su Llibre de Conali
usa también aquella
hi N., travieso; desasosegado; inquieto; revoltoso.
madero; Im., rostro; semblante; en.
sr LN viga:
liar: [| m., : lim. fila de agua;
hs
filarcho, n.
ra ca Mas Ordo Ordenanzas del gremio de Torcedores de
, 1611, se mencionan al capítulo Hd las tocas de
algodón y de lino delgado, llamadas FuaMPÍAS.
o, n., andrajo; retal; retazo.
filureho, h.., bilarcha,
, Polluelo. *
Pp
vilegiados, r el cual se mantenía á alguno en la pose
si60, do Jos bien
posesoris, titular,
etcétera: J) 0., Eds jue expedi 'el Tribunal al que
se valía raices frma: |) a.,,
E EA O título como ley $ escritura
lica: [I'm., firma de dote, los bienes que el marido
olor dda mújer sobre su dote,
firmalos, dueñas ó doncellas muy bien guarnecidas de
nd ms
westidn de oro é:sirgo e lana brostados de oro é cintas
É-FIRMALES Ó cadenas de oro é de plata, dice un docu-
mento antiguo.
firmante, n., el que sc al al privilegio de firma.
Pes, n., solicitar por sí Ó por otro, el privilegio de
ES
firmaticia, n., provisión 6 providencia en que se ascgura-
oa poi de bienes 6 derechos.
d., resistero de sol.
fito. fito, m., constante, no interrumpido: equivale al
«cutio cutio: || n., rito, de hito en hito,
fizado, -n., se dice del animal que ha sido mordido ve-
nenosamente, y principalmente, de la oveja que ha te-
tado al morgaño.
fizar, d., clavar el aguijón la abeja ú otro animal ponzo-
fizón, d., squid,
e e hacer ó dar flico significa, hacer mala
sa
, M., aflojar.
d m,, falto de acera ó cd el que alo
fiorada, a., entre colmeneros, el tiempo que dura una for.
florecido, WÉASE ESCASFECIDO. Lu
Morín de oro, n., moneda de 20 sueldos en 1 y de
16.en el reinado de Carlos 1, según Merino: hoy equis
walente, según Yanguas, á 34 15. En la Universidad de
Salamanca, se calculaba la paga de los catedráticos por
florines de Aragón, según nos lo ha comunicado, el no-
table escritor D. Vicente Lafuente.
, focio, n., persona poco culta y de maneras
bruscas.
focha, n., gallina de agua.
Logajo, D,, fuego; bogar; familia; en castilla, contribu=
¡ón repartida por fuegos ú hogares.
fogalizar, n., marcar con fuego el ganado.
fogarear, n., quemar: se dice de la leña.
€., VIDO.
la Academia escribe bien fandillón.
forado, agujero; castellano antiguo.
a expatriados: el Duque de Villahermosa dice en
1577, que los cristianos de Ribagorza estaban FonaJIDOS
2 F
pa sale muy bien del latín fora exi=
fos (6
forano, n., forastero: esta significación tiene también, en
el Jeoguaje de la German
forcacha, n., hi
n. *jetcepción declinatoria de fuero,
foridicamente, fuero; según fuero.
forigar, necio: úsase en el bajo Aragón.
en un medica de oficios palatinos de Jaime 11 se
ofrecen pintados varios de ellos, entre otros el forleríñus,
forlerio 6 aposentador, correspondiente al Traversier
francés, y origen de nuestro iel, sobre lo cual
de verse 4 Covarrubias y á Latassa, en el tomo 11 de su
Biblioteca anti, ro Pese,
formiguero, montoncillo de tierra, que se quema con
rea en más terreno, como abono; tam-=
'n se llama hormiguero y formill
forro, n., aborrado de ropa 7 Unir se dice, aforrado;
pero son voces locales.
a M., mezquino; avaro; miscrable; ahorrador con
sosa a. A, a mpalero en Costilla, cementerio.
labozo: |] n., casucha.
fractor, n., se llama fractor de firma, el que desobedece
algunas de las inhibiciones 6 proridzncian; en el proceso
privilegiado de aquel nombre.
ha Eos ; frambueso.
jenco, cerdo de media credida, ni pp de los llamados
le leche, mi bien de los de cuel
frao, a., fraude: úsase mucho este Vecablo, en las Colec-
ci
dos pens
frederical: n., lo a á los Fadriques; y así se
dijo manto frederical, porque lo habían usado, en aque=
la forma, algunos Fadriques de Sicilia.
frogadera, n., fregadero.
frente, con la frase aguiétate la frente, se indica que no
se pretende ya cosa alguna.
€ Erclita dice en el canto XXI! de su Arancana:
Andas de tar banderas PONASIDO,
B-
un 25
fres, a., galón de plata ú oro; también se decía freso en
el siglo xv1; voz que la Academia trae como Castellana
anticuada, Blancas, en su pie A
eses, interpreta fresada oro por oro,
Elando debe de ser ida de oro.
, D,, ave; faisán-perdiz.
fresca del arzo! m., el tiempo de mayor calor, du-
rante el día,
o ente.
¡olento: la Academia usa además, las pa-
'oriento, friolengo, iento h
, D., en A de e de ara
al folio 98, se pide enmienda de los daños que en la ál-
tima guerra hicieron á los nobles los rrowraLeros del
rey, delo cual se desprende que serían algún cuerpo
de soldados de preferencia.
frontinazo, d., golpe dado en la frente contra alguna pa-
red, mucble, etc,
e sign
3
felna, 140 garduña.
fulco, d.. jeme: se usa también en Navarra.
, A., se aplica 4 lo que no es de recibo, principal-
mente á la moneda defectuosa Ó de baja ley: || m., asi-
mismo á la persona de malas mañas ó equivoca con-
ducta; y es más común para deprimir 4 la mujer: [1 m.,
también á las prendas de vestir que no son de buen
to.
falla, o impostura; de aquí deriva bien enfullar,
furo, <., fiero; buraño; esquivo: Il d., animal coceador $
no domado: li a., hacer.
queria, o co ¡entries y A
destinadas ú la persecución de malhechores.
fusta, n., pue pera panoda los cabañas
fustdolz, rega!
fuste, a., fuste cuarentén es, viga de cuarenta palmos.
Tenial; imeccho, spúncel Clisario de Savall y ¿BR
futesa, n., tela; cosa de poca entidad; parece nacer
de fútil, y aunque no incluída en el Diccionario de la
Academia, se halla en otros, como el de Campuzano.
En la edición de 1869, ha incluído la Academia como
española, esta voz.
s
Gabarda, a., mosqueta silvestre; planta.
Wen d., volante 6 rehilete; juego.
'n, A, ave: [| se dice del que habla mucho, princi-
palmente con alusión á los niños.
galete, c., corchete; voz usada en Aragón, en donde tam-
bién significa perro para cazar conejos, según Dozy,
), de, porción de manzana, naranja, etc.
de, a 6 cortadura que dejan las avenidas Ó
aguas decrom! e .
galafatón (coozr Ex), m., rá uno ín
galapatillo, insecto que a] á las mieses.
galas, agallas; antic.
galee, n., marco Ó aro y también rebajo.
galdrufa, a., peonza: de este juego nacen otras palabras,
aragonesas en general, que por su poca entidad no in-
cluimos, como: quigue y quicazo, cuando la cac
LA licularmente sobre el dinero: garram cuan.
do lo desparrama con el clavo; ', cuando con la
barriga, etc.
o a
galera, c., casa de corrección para mujeres.
sado, n., el animal que ER salido persecución de
gos, consiguiendo A
gallina ciega, n., ave; caprimulgos europeas.
gallinero, C., cozu la; localidad de teatro.
gallipuente.
, 2,, puente que, llevando una acequia, sirve
óla vez ro
gallofa, p., añalejo.
gallón, a., césped arrancado de los prados, para hacer
paredes, márgenes, bancos ú otras construcciones; no
se halla en las últimas ediciones de la Academia, aun
ss sí, como castellano, su derivado gallanada, tapia
ibricada con céspedes.
gallos (X), n., se usa en Ja frabe, hervir d gallos, para
expresar un hervor muy fuerte.
, zancada Ó paso largo Ó todo el movimiento que
permite lx pierna para avanzar ó para hacer montar
con ella, algún obstáculo: || vuelta; excursión,
, d., darle ó no darle 4 uno la gana, querer 6 no
querer; [| a., estar de mala gana; hallarse indipueno: !]
a., mala gana, ja. En este último sentido, lo usa
Avellanada en + Quote.
ibas, hombre de genio blando; carácter poco
activo.
ganoso, se emplea en el proverbio, más vale hora ganoza
ue dla | perezoso.
, d,, extremos de herradura, reja Ó azada; cierta
rte dentada Ó en forma de sierra, que tienen en lo
inferior de la cabeza, algunos pescados,
, M,, insecto hemiptero: [pn., enfermedad de
los trigos, ocasionada por aquel insecto.
, medidor oficial del vino y el aceite.
) Oficina de medición de víno y aceite: es cos
tumbre en algunos pueblos, arrendar el 01naprro Ó ex-
<lusiva, de la medición oficial, y esto viene Á ser para
Z AS ipal.
garda, a., gavilla de mieses.
y o ', 2, formar las garbas ó e me
garbo (ox), con abundancia á prodigalidad; y así se
dice, gastó de garbo, en aquellas flestas.
parella, alcachofa: así <a, oda no despreciable
poema de J. B, Felices, dedicado al torneo celebrado.
en Zaragoza el año 1630.
p. batueco 6 huevo huero.
n., cubierto de madera, en donde se vende pesca-
do: también las hay de quincalla, Dicc
garlanda, probablemente, guirnalda 4 diadema; en Or-
denación para coronación de las reinas se lee, salvo que
no lleve Garxarba mí corona en la cabeza,
y 2., va y vino de cierta especie.
garra, cn la frase estirar la garra significa, morir,
E A ao GAMBADA.
garrampa, d., calambre.
garrapata, n., se dice de la sección más joven 6 más
desaplicada en las escuelas de niños, y. por a
de la parte menos distinguida en cualquiera reunión.
librero Cabrerizo, en sus Memorias, dice, ya nos espe=
raba medio pueblo 2 E Fasa] soldados de GARRAPATA.
garras, n., piernas delgadas: usa esa voz el Fuero gene-
ral de Navarra (el mss., no el impreso) para denotar.
en general, las piernas.
garraspa, escobajo.
garre: , patalcar, agitar y mover descompuestamente
las piernas; Ó por estar impedido, 6 por dolor 6 coraje.
garrico, campo yermo: se lee, en antiguos documentos
meses.
arca, Pp. algarroba.
, 8, calcañar; y así, al que lleva las medias caídas,
se le dice que las lleva al garrón: codillo de la res.
garroso, d., patituerto,
la; geral $ conjunto desordenado
de gentes; en la Fábula de Finoo y las Harpias, que se
halla recogida por Lezaún, en uno de sus tomos má=
nuscritos, se lee,
Y toda la GARULLADA
de los dioses del Olimpo.
gasón, a., césped.
aa
n., mojigata; hipócrita; mujer redomada: tie-
pe alguna analogía con la voz gafatumba, que en caste-
a lo
A
o 239
Cda significa, simulación de obsequio, reverencia Ó
gataria, n., galera; planta: nepeta cataria,
y Ma, hacer la gatatumba, hacerse el muerto:
la Academia admite esa voz con significación algo di-
ferente.
Da de.
, gualda, según Glosario.
gavia, n., expresión metafórica, para motejar á uno de
loco, travieso, Ó calavera: aa de bomberos: se lo
hemos oído á un jefe de bomberos de incendios.
gaviño, d., pretil.
ó gayo, d., arrendajo, ave.
Saya, n., pieza triangular de tela, que se pone en las cas
miss y en otras prendas del traje, para dar ensanche,
hacia la parte que el cuerpo lo requiere.
gayata, 2., cayada 6 cayado.
gaznatazo, boletón: ice admite la Academia
gaqnatada, z
, d., rentas generales: Jl aula, en la Universidad
de Zaragoza: suele usarse en pe lo hemos leído, la
última vez, en un informe del Arquitecto D. Tiburcio
Delcaso, sobre el estado en que el edificio se hallaba
en 1813, después de haberlo volado los franceses; l)
a. aduana,
4, aduanero.
a., comunidad: [| a., contribución que se
adeuda en las aduanas. Según Dormer se llama así, el
adeudo arancelario, porque generalmente lo pagan todos
y de todo lo que entra y sale de los reinos.
), 2, contribuciones públicas.
conil. genio y geniazo: la Academia define sólo, como
jetivo.
gente de la estopa, alpargateros, sogueros y talegueros.
Según D. Vicente de Lafuente.
, n., gestos; guiños; visajes; contorsiones.
gerova (11 A La), n., ejercer el oficio ó industria de Gr
ROVERO,
gerovero, n., 1 . 1 :blos de corto
indario, se destioa 4 acarrear de ls ciudades 6 poblar
ciones más próximas, las provisiones y demás objetos
ha J
Eire Deli se usa en las localidades ra-
gela, Crit pi labios gruesos; boca y aun me.
A. 0; es,
sillas 13 near mo Ue JasIGUE
cuado:
agitare:
yde, '
d., multa ó pena, abuso en los:
Elímenzar ; dy cucudir'á golpes, dable a ES ele
m0.
finjol, d., azofaifa,
, M., se usa en la frase, no me venga V. com gia
rolitoz, y equivale á no me venga V. con panas discul=
alineros «campo e lrtole que praducan lo pla
cam] le árl jue ¡ucen
glanes, "bellotas de una clase pu is que se
Jamente, á los animales. Incluimos esta voz, en plural,
como siempre se usa; tanto por ser de empleo actual y
frecuente, como por diferir en la escritura y Sy ifica-
ción, de la voz glande. que, anticuada, admite la Aca-
demia; como porque tenes sus derivados: a
¡bernudo, n., se dice, de la persona de mucho: no
6 de la que se afana en hacérselo todo. a
, pieza accesoria de la lanza, á veces con picos, que
se adaptaba 4 la manija: es voz que no incluye la Aca=
demía en este sentís ino en el de pieza del yelmo y
sobre la cual remitimos á la palabra noovere: también
sigoifica sobaguera 6 guarda-axila.
gonela, en la Corona de Aragón, dice Quadrado, se daba
este nombre italiano á la aljuba, Ó pelote, ó quezote, que
era una especie de tonelete,
M., BIOSOr.
p., Az., la olla 6 remolino que hace el agua: (en
ción 1832 y siguientes).
gorgojo, 1., nombre qe se aplica á los niños, para deno-
tar, 6 su [o l su viveza.
pod choza encierran los cerdos.
en que se cerdos.
gorrinilla, | cacireciao alo:
o mL
Pp», puerco Ó cochino: en Castilla, puerco de
aun no cuatro meses.
|, M., aye muy conocida, durante el verano, en la
laguna de Gallocanta.
cárcel en que entra el gorrón Ó eje de las
puertas de calle, construidas con este giro y no con bi=
Sagras.
gosar, n., atreverse; osar; decidirse á una cosa; el pocta
Leonardo de Sors dice, E
Com no soso dir lo mal que sent.
En documento de 1283 leemos, no cosana fablar.
), M., traguito; también se dice, y con más frecuen=
cla, gotico: la Academia no incluye esta palabra, mi la
de gatas pero otros diccionarios ponen gota, gotita y
Gaado, 1., se llamaban grados de bóveda los que deven-
gaban la mitad de las propinas, según se ve en los
fis del siglo pasado: la mitad que no se entregaba 4 los
doctores, se destinaba á atenciones generales de la Es-
cueta.
gralla, fleje Ó tenaza de bierro, para asegurar las paredes.
"vestidura talar; aunque la Academia 5 define
así, pero antes de que esta Corporación existiera,
no ser comprendida esa palabra fuera de Aragón, á juze
r estas curiosas de Dil Murillo en el PÚNE
1." de sus Excelencias: y Es ¡les que
visten los Jurados en los actos públicos, se ll GRA=
MALLAS, que no es razon dejar de poner nuestros
Propios términos para que consten los es.
y M., GHAMALLA: 88 leo en Andrés de Uztarroz y
en las Ordinaciones de Zaragoza.
granota, rana.
grasonera, más comúnmente rasonera.
gratar, d., rascar suavemente: Rosal lo deriva de grato,
cosa dulce y gustosa, pero no, pues es un italianismo.
greque, n., calificativo de cierta especie de uvas de color
” us
, 2, el ganado que herbajen: ¡1 m., el ganadero
que tiene halbojtado á e Pta z
herbaje, a., tributo que se pagaba de los ganados, á cada
monarca, al principio de su reinado.
M., €l que posee alguna heredad ó finca rús-
derejía, n,, cualquiera falta, abuso, exceso de precio, 6
lo que se separa algo de lo razonal por eso es
palabra muy usual y poco ofensiva: también se usa en
el mismo séntido, la palabra hereje.
May cia.
n., se llama en Aragón hermandad lana, á
la absoluta, en todos los bienes de los cónyuges.
hermanos del hospital, así se llamaba en Zaragoza, á los
muchos llamaban Orates y todos locos, según don
e es, Vicente Aramburu en su Relación de Fiestas
1765. »
, hueca del hueso.
hilete, <., hilo delgado
hilo, n., blo: al urto de la espada, dice Zurita: la Aca=
demia lo pone como anticuado: || a,, Áilo de 5
bramante: [| 1., hiledo; y así se dice: tapia de uno, de
dos hilos, por los cuerpos 6 firmes que tiene.
n., todo le que tiene mucho ornato, ya sea
mueble, prenda de vestido, etc,; la Academia aplica esta
tura.
hombre del lo, oficial; ministro: es ant.
hombres, n., el estado llano se dividía en ciudadanos
honrados, hombres del signo del rey 6 de lugares rea-
dos par:
honor: 11 ací
traducción que hace Baz Martínez de un documento
y ur
a Za , Y HUELGA de dicho pueblo y del de Perdi-
¡emos sia en un periódico.
tér, tierra de fo: en este sentido se usa en el
del Cid, v. 1181, aludiendo á Valencia.
o] ra, n., el que vende huevos.
huevo en agua, «., huevo pasado por agua.
huevos bobos, tortilla E pan rallado, aderezada en
Il rwevos en calzoncillos, huevos duros con caldo,
ajo, perejil, etc.
hurta-dineros, a., hucha; alcancía.
Tbón, a., laguna formada de manantiales ó arroyos, cau-
sados por las nieves derretidas: tiene alguna analogía con
la palabra tinóx, y no se ha admitido por la Academia,
a es en sus últimas ediciones.
imbursación, a., acción y efecto de imbursar 6 insacular.
imbursar, a., insacular.
Jmplas, ., úsase en la des de mi buen implaz, equiva-
pte á de mi buen grado,
lón, AiO Apia
d., enconarse las
corista de corta e
» P., pilón adonde-van las aguas que se han eme
pleado. en ttcaldar Ja pasta de la aceituna: es provincial
de Navarra y Aragón, y sólo se halla como tal en la
última edición de la Academia.
pa iria dond labora la li
ingenio, d., tábri le se elabora la cera: la Aci
nin dice, « «que cualquiera máquina en la mecánica
'errA.
ma a., cada uno de los jueces bienales nombra=
por de rey, el Jogarteniente 6 los diputados, para in-
» mu
allí lo pasó afrentado todo el día: la Academia da una
significación muy análoga.
de malla gruesa, que generalmente se usa
portear la paja.
baso! n., especie de cabra montés, de pelo algo más
ra
fino,
, A, se usa en el lenguaje familiar, como equi-
Valente á las frases castellanas, ¡vaya una ada
miren qué embajada! y
y 4, zada.
tí 3., cavar con la azada,
, azadica Ó azada pequeña: diminutivo de jada,
pero cambiado el sexo.
jambar, n., aplanchar y dar la última mano al pantalón,
en la parte que cubre las piernas.
A., CAMAFErO.
y enjambrar. + Ñ
e de los lados de las alforjas; también
xeque: es áral Ap m., moneda de los reyes de Ara»
gon, y así dice D. Pedro, mis 4quES se meclaron con
sus torneses igue de Raynouard).
(Linea), M., VÍase LIBRA JAQUESA.
, 8., jaropeo.
', 2, jaropear ó dar jaropes: la Academia in-
cluye esta voz y la anterior como provinciales, igual-=
mente que de Aragón, de Andalucía.
7 distribuir el agua por horas.
, el tiempo de riego que toca á un campo.
n., jauría de perros: |] n., hombre de jarcias, per-
sona de conocimientos, de estudios, de noticias; en cuyo
sentido se dice, tener muchas jarcías: || red de cuerda de
malla, más espesa que la de JÁBREGA.
, sarmentar: también ixarmentar.
y M., jabarrar.
), 2., el que, y sobre todo, la que grita mucho, ha=
ad sin propósito: [| d., medida de vino: [[c., ca»
c£harro.
, d., desabrido; áspero al paladar; falto de jugo.
aparato Ó E ep de mucha En y ele-
vación, para trabajar en alto: difiere algo de las acepcio-
mes de la Academia.
J 251
judía de sin hilo, variedad muy conocida de aquella lo- ,
im
bre.
, M., tierra sembrada de judías.
Mera, '., la plania que produce el fruto llamado
8,, cada uno de los diez y siete jueces, que fa-
Maban sobre los ministros de justícia ó Jos lugartenicn-
1es del de Aragón, que habían sido denunciados, en sus
oficios: estos magistrados, también se llamaban diez y”
sietes.
judienco, n., despectivo de judío, que comúnmente se
usa, en sentido metafórico.
catedrero, funcionario. ES residía en Madrid y
entendía en lo relativo á provisión de cátedras y sus ¡n=
cidencias: de él tratan los Gestis, en el año 1741,
bien esa voz era común á las demás Universidades,
como procedente del Consejo de Castilla: || n., juez de
la casa del rey, Canciller, según el Códice de las Unio-
nes de Al ¿[| as, juez de sta, Ministro togado
que hacía inquisición y p ía de oficio, contra los
Da y contra notarios y escribanos: [| 0.. jmez
lio, Justicia de Aregón; juez de la Zeca, quizás Di-
rector de la Casa de Moneda: en los £f. se trata de la
Casa de la Seca,
), M., coyuntura en los miembros.
YUBO, y 6 4 Ñ
, ., partida de juego; gencralmente improvisa-
la y tumultuosa.
Juicio, n., se dice, beberse el juicio y sorberse el juicio,
como en Castillo, tener el juicio en los talones, con alu»
sión, no á la verdadera locura, sino ú la poca reflexión
madurez, en algún pea E j
Julepe, n.. se usa en la expresii le levar un ulepe,
para significar lleyar una 6 haber sufrido mucha
contradicción, 6 haberse dado un mal rato; sea cami-
nando, ses desempeñando algún negocio.
junta, n., yunta: | n., junta de cínco, así se denomina,
la de acreedores censalistas de Zaragoza.
, d, coyunda.
de, uncir. h 5
en eap, a., primer jurado, de entre los insacula=
E
Labor, p., simiente de los gusanos de seda: || n., lador de
agua, lluvia que cala á la profundidad de la labor de
surco Ó azada.
labores, a., precedida del verbo hacer, significa esa pa-
Jabra tomar las medidades convenientes, para la conse-
cución de alguna cosa.
), m,, se usa en la expresión tener poca lacha para
manilestar, poca aprensión, poco fundamento.
laco, nogue 6 fosa de piedra en que se cristaliza el capa-
rrós (, ), Econ. pol., 255). A a
lama, tela tejida de oro Ó plata, dice la Academia: pero
Argensola en su Descripción del Torneo de 1630, con-
ps la as a q Pp y dea, cincuenta
lacayos vestidos de tela de plata ñ licer LAMA.
lambreño, lambrija, a
lambroto, n., glotón; el que come desmedidamente y
con afán.
lamín, a., golosina; se usa figuradamente en sentido de
cebo Ó atractivo, cuando se dice, al lamén de la dote
'Ó en la trampa.
lamisar, a., laminoar, n., lamer, golosinear ó golosmear,
como dices la última edición de la Academia.
y 8., abeja suelta que se adelanta á las demás, al
olor del pasto y comida que le gusta.
, 2., goloso: úsase también en Murcia. Léese en
los Engaños de Lope de Rueda, pus Acadcmia ha aca-
bado por adoptarla como española en su última edición
de 1863. Se usa también para calificar lo que excita co.
dicia 6 engolosina el gusto ó convida á retenerlo, Y. B.,
JO no presto novelas, porque son libros muy lami»
Heros.
,se usa en la frase echarla de lampa ó de P'amo
quizá de la hampa, con la que tiene indudable
morrocotudo, n., grande; formidable; temible: se usa, y
sólo vulgarmente, con algunos sustantivos, como en
las frases, E cuatro leguas morrocotudas; es un capi=
tal ; es un Juego morrocotudo, ete.
morrón, calificativo de Cierta variedad en los pimientos.
morrudo, n., aficionado 4 los manjares exquisitos; prác=
tico en gustarlos; el que se apercibe pronto deus boen
6 mal condimento: es voz familiar: [| m., se aplica al
que pa enfadado, Ó, como se dice metafóricamente,
con
', D,, amortajar.
en que en la Milicia Nacional 6 ciudadana sus-
tituía habitualmente á otros por dinero en las guardias
y retenes.
2 de párvulo muerto.
, tulo 6 tratamiento equivalente 4 Don, que
antes se daba 4 los nobles y hoy 4 los clérigos: abrevlas
ción eufónica árabe de mii soñor, 6 quizá compuesto del
francés mos y el lemosin en: según Gayangos, este tí-
tulo se dió en A extranjeros. 0
mosigón, n., se di iliarmente, niño arisco
Tor, que "no obedece por falta de acividad y oa
prensión.
mostacilla, n.., abalorio menudo para bordar.
motacén, a., almotacén ó fiel de pesos y medidas.
motilar, <., cortar el pelo.
mozlemes, n., moros, según un documento latino en que
Briz traduce moxlesmes.
muda, mudanza de casa; no vemos en la Academia bas=
tante expresiva aquella palabra para indicar ese acto,
por eso y por su gran uso en Aragón la incluimos aq!
o e ¡Ue Po E O
més de la ¡uista, in Blancas, Y
br e según » Pág,
muela ., se usa en la frase tener la muela picada
para indicar que se tiene buen apetito.
muelles, n., por ojo de muelles se entiende, no sólo el
que tiene suelto el vientre, sino el que es fácil de
muerdo, mueso ó bocado: así lo leído
mento.
mi ad
muermo, n., hombre pesado é importuno.
muerras, Naval alegó que el rey” a en deman»
darles sus murnras y los pogos las salinas, según
Privilegios de ón.
mueso, a., bocado; voz anticuada que usaron mucho en
otro tiempo los escritores castellanos, como puede verse
en nuestra Jmtroducción. Entre ellos, el autor del libro
de Patronio 6 Conde Lucanor, en el capítulo IX, en
que se dice: y enderezaron entrambos al león, e pará»
ronle tal d muEsos y d coces, que por fuerga se huvo d
encerrar en la casa donde salió: también xUERDO.
p., mojón, término 6 límite, y no montón; cúmulo
ó acervo que interpreta Ducange, citando el libro Vi de
las Observancias de Aragón.
ordeñar.
., emplazado; citado; obligado Á comparecer en
juicio; sí muÑrbos d concello no vinieson, paguen, ete.,
que dice Cuenca.
mureño, montón de piedras que resulta de la limpia de
UN campo.
múrgula, d., cierta criadilla de tierra de forma cónica,
museo, n., jefe de la cocina y la despensa del rey, según
se ve en las leyes palatinas de Juime 11 de Mallorca.
música, n., el conjunto de esquilas que se pone 4 los re-
baños.
mutaía, d., almotacén.
N
Nacerse, abrirse Ó desunirse la tela por estar muy al
borde la costura.
hano, n., se dice fortuna del nano, con alusión á la que
ilusiona demasiado, aunque poco importante co sí mis-
ma: [| n., el año de la nanita, frase con que se denota
antigledad de una cosa, como en Castilla se dice: el
año de cuarenta, y en Aragón el año uno ó el año ocho.
N am
Berceo escribe: decit que lis faredes viudas d las waxas,
con lo cual parece indicar las jóvenes casadas. Juan Lo-
renzo de Segura dice: Retroxo! que era fijo de mala
Nara, esto es, madre 6 mujer; y en otra parte:
mas por toda la lida el rey greciano,
tanto daya por ella quanto por un NANO.
nantarse, d., apresurarse.
, juego de cartas entre muchachos, en que la
pena es recibir tantos golpes en la nariz con sus naipes,
cuantos son los tantos que se pierden.
natilla, d., natillas; composición cocida de harina, leche,
huevos y azúcar, hasta tomar alguna consistencia.
natizo, n., caloyo: || n., enatizo.
naturaleza, n., fidelidad que el súbdito debe á su rey.
ave de iglesia ú otro edificio; úsalo Blasco
navatero, almadicro.
navesar, d., esnavesar.
na m., plancha ó barra de acero, colocada al extremo
del árbol y como base del rodillo barinero, para que
éste no se desgaste co la rotación; pieza de hierro que
entra en el própalo; y sobre la cual descansa la muela
volandera ó superior.
', M., la hembra de la saviza, abierta en la piedra
en Bande poca lacio, jes
naya, d., galería, en palacio, iglesia, etc.
MAZATOno, n., se DO del que está lleno de
sangre, polvo ó descompostura en su traje.
mebleros, molde para hacer las hostias,
, 1, olivo que produce cierta clase particular de
aceltunas, completamente negras, que da fruto todos los
años, aunque es más sensible 4 los rigores del frio,
, 2., fruto del níspero.
nietro, a., medida de dieciséis cántaros de vino.
, d., dengoso; hombre que se emplea en menu»
'ncias y reparos despreciables,
noble, a., título de honor que da el rey y queen 1390
sustituyó al de rico-hombre.
o nm
obrería, p., oficina para los los concernientes á la
fábrica de cualquiera iglesia 6 comunidad.
obrero, n., uno de los primeros cargos en las Juntas de
arroquía.
), Mu, la octava parte; Úsase, comúnmente, como
sustantivo,
ocho, n., pan de á libra.
olada, oleada, heces de aceite: la Academia lo incluye
como provincial, en sentido de buena cosecha,
, 8, agua sucia, sobrante, después de sacado el
pila
oliva, p., aceit
olivera, <., olivo; árbol.
Sie , 0. planta phillyrea angustifolia, descrita por
550.
oncejo, p., vencejo; ave.
onso, oso; en el Pirineo.
n., las partes litigantes.
| 2., precediendo romper las, como dice la
Academia, ó corromper las, como decimos nosotros,
significa interrompir el discurso con alguna importi-
nencia,
orache, viento fresco, cuando es excesivo; y especial-
mente cuando es estemporáneo.
, £., Ordenanza.
cebada,
oreja | PAN DE), , 8s] secie de pan de flor, cuya forma se
Ae ála Y Lona. + y
Orenza, tolva,
orga, especie de pequeño yunque para soportar la dalla
anda se le alta k golpa de marllo. ¿
), M1. Orilla; canto Ó extremo de cualquiera tela: en
Castilla sólo se refiere aquella palabra al canto del paño
que es de lana más basta y se conoce también con el
cortantes, campiña 6h diente á
, Campii uerta Corres] ente á una la.
Soren le donación queda lA lesa de las re
Masas, hizo el rey al Obispo de Jaca en el siglo xa, dice
hoc donatibum fuit factum in illo owramiza (sic) de Za=
ragoza; renombre (dice Martón) que suena
de esta ciudad. E
41] pe
) My dd acompaña ó lleva en sus brazos 4 niños
hryp corta dad, como pudiera hacerlo la nodriza ó la mi-
fiera; Úsase más en Navarra,
el pelo 6 hebra de 1 Q a a el tercio.
pelo: en las Ordenanzas de la cd)
1611, se estableció que el ido da de maestro tor=
ciese una devanadera de oxzovo para terciopelos, otra
na tramas de mantos y otra de pelos para
bh pe rehén, según Ducange,
pera n., aullar el lobo: úsase esa voz cn algunos pue=
blos del Somontano.
, Otrie, e., otro: en el Conde Lucanor se lee olvidan,
mucho aína lo que ori ha_fecko por ellos: [| d., hacien=
da de otri, ropa ajena,
m., esquila que se pone en los rebaños á las ove=
jas.
ovitar, n., Cortar; según se desprende de las Ordinacio-
nes de Abejeros, + 494, en a se lec, que nadie puede
ei mi rancar, ni _faer leña.
La dicho ó hecho que no vale la
pena y que o ¡jota sandez $ tontería,
), M., género de peso, según Ducange, apo-
yado, en un documento de 1272.
A % pa qe 7 p
pairo, mul le que se pone al toro ó noyillo,
E contra él 5 hemos oído con a]
ina,
P mn
poja, la frase, trabaje la paja se denota, haber
do al ¡na c0sa, con poca ninguna utilidad: ha;
vías la Íacna de la trilla de
eras y los pesebres,
pala, n., tira de tela en las camisas y Otras prendas de
vestir.
e , M., el bozo que se hace con un cabo del ramal,
para E á las bestias 6 impedirles que coman ¿
al, Mana y la
pallada, n., parv
rada.
, M., maceta Ó tiesto: úsase en el Alto Aragón, así
como paellaso,
pan, 1., Rosal dice que tomó los nombres de sus precios,
como en la Corona de Aragón las yuitenas, quaernas y
otras suertes de panes; se usa en la locución, pan de mi
alforja, para manifestar q se ama la independencia,
lo cual recuerda el verso del Dante,
Oh come sa di sale il pane altruil
pandereta, n., panderete.
panel, e es de carpintería: en francés panneas.
trigo en hierba.
., diminutivo de pan. Se conserva esa voz, en
minación vulgar de una de las iglesias memora-
bles de Zarogoza, la cual fué primitivamente, Palacio
real de los árabes, con el nombre de azuda; sirvió de
ra d_Alfonso [, cuando reconquistó la ciudad,
en 18 de Diciembre de 1118; lla después Sar
Juan de Jerusalén; y hoy, y ya en tiempo de Blancas
(page y de el Comentar on de cano común=
mente, con el título de San de los Panetes,
, privilegio concedido al monasterio de
Santa en se, que le autorizaba á tener una
panadería arrendable á los horneros, la cual se abrió en
efecto, en la calle de la Verónica y produjo quinientas
libras anuales.
), M,, el que tenía á su cuidado el servicio del pan
en la Casa ral: panicería, panadería.
en Borja y otros puntos, lo mismo que sopeta.
de ia fm, niño ó ciña mucha
viveza y movilidad.
panizar, el campo ó tabla sembrado de maíz.
, P», maíz.—Solían llamarle trigo de Indias, según
panso, ., ; seco; consumido: se aplica 4 las
así E SS pansado.
se paj , en mente
de Line un isvelio: en el Glosario
rico tomo V., se lee paxsa, cosa extendida Ó expuesta
al sol (de pandere); uvas pansas, pasas.
, M,, fantasma: es voz vulgar que se lisa tam-
bién metafóricamente. Lope de Rueda dice, hecho rax=
asma ó bausan: Quevedo escribió el entremés del Ma»
rido pontasma.
paño! aclanación de sorpresa: unas veces se usa solo
como interjección y otras en régimen, como sustantivo,
ve us ¡el paño del re y: qué miserable que es!
papabigo, aparato d manerd defembudo, para coger higos
lel árbol.
papelero, n., hazañero; finge-negocios.
Paquetero, Day contrabandista que introduce en Espa»
ja paquetes de contrabando, venciendo los Pirineos.
paradero, ra m,, compuerta ó tajadera, formada de ta-
tiles.
blas port:
- 2.
del jaicio; 1] n., disponer;
la mesa, en sentido de pas
dice la Academia, de ponerí
habla de los colchones, cojines, etc.: || n., parar fuerte,
mantenerse en buena salud: en Navarra se usó pararse
mal, sentirse mal,
M., palabra: es voz anticua.
por Blancas, en su Indice.
parco, p., parce 6 OS dan algunos maestros,
principalmente, en la Escuela Pía, y que sirve para obe
tener perdón de o castigos. $
pardina, a., despoblado, esto es, yermo 6 sitio, que en
otro tiempo, tuvo población, d halla incluído, por
primera vez, en la penúltima edición de la Academia: |/
M., prado: (| patio. El canónigo Es en su Historia
(isedia) de la Seo, dice que D. lodiema vendió 4 la
en 1152 una PARDINA Ó patio para Hospital, z en
otra parte que el Flospital es hoy paroima (sin duda
por despoblado).
imonio: voz usada en el fuero de So-
brarbe, para designar los hijos legítimos, que allí se Ml
man, hijos de rAREILLA.
parajo, d.., poco limpio en aderezar la comida: [| n., do-
tado de cierta desaprensión y que todo lo lleva por igual.
paricionero, n., pastor que se ajusta con el ganadero
para servirle durante la parición.
parihuelas, n., parihuela.
parizonar, n., parir el ganado.
pa (susinse Á La), n., ofenderse; picarse de alguna alu-
sión.
, de las incluídas
parranda (ps), n., de jolgorio; de gran diversión, ocio»
sidad 6 pasatiempo,
, m., vasija grande, para ordeñar la leche en las
cabrerías.
m P
, con la expresión, se indica
eE
temerle?; ¿de qué parte ha de triun
parvada, p., gran cantidad.
Ea n., enajenación absoluta, sin condicio»
Y otras: es ne que se usa en oposición
Tiro de co cuentas: [| M., a
acepción, que da á Esta e palate la la Aca
', P=, pasión por. ¡rte del Evangeli
mo y Ba, el pes pete destinado a 4 E de
Zaragoza, 4 la asistencia espiritual de los enfermos,
mejilla: en Acto público de 1283, sobre apa-
rición de | PS irgen de Magallón leemos, que no se le
despegaría la mano del rasTARELLO.
Pes en la Relación de las fiestas que se celebraroa en
o con motivo de la concesión del rezo propio de
la Virgen del Pilar, dice Escuder, agrus benditos que
menos reverentemente se llaman pAsTAs.
pastenco, 0., la res que se echa al pasto: nio
la división de las que aun maman, en calo)
rd yá a se les llama también, pr le-
patriense, compatricio. Martón dice, mi pararexsz Don
Vicencio aro de Lanuqa; y, aunque esto no tanto pa.
rece un aragonesismo, cuanto una manera pus
barda creemos po debe conlgnaces, a
salida de pavana, es ión que significa
réplica ¡ntempestiva, A > ro Po también,
porte inesperado; desenlace licado en algún
asunto,
pasivo, d., pavía [| d., tonto; lerdo.
VA lil Aja) frase, poner d uno como un peal,
Ln =
equivalente 4 d uno como un trapo, es exten»
pobre, po pens; abres, puindlla duero
, pimienta; uindilla fuerte.
Docta ds, tienda; a Rolo)
pecotoso, , señal de hermoso; pro-
verbio.
pecullo, d., peculio; voz anticuada.
pechas, la parte convexa ó más alta de la muela hari-
nera, Ó sea la más próxima al centro.
n., 4 repecho.
, D,, pedrca.
, d., pedernal.
, M., calzado tosco, que se usa en las montañas.
, Pez: se lee muchas veces, en los Cabreos.
, M., colunana ú obelisco, que contiene alguna ima
qe y que se halla, Únicamente, 4 la entrada de las al»
is: lámase también patrón.
peladizo, n., ¡el que cubre la carne de las frutas: la
te vulgar dice, pelarqo.
pele cañas, viento fuerte y frío.
£., pobrete; falto de inteligencia y de fortuna:
pelele,
simple, Inútil, dice la Academia.
polindasos, n., ramera; mujer
le mala vida.
pelmuda, cambio de pelo Ó pluma, en los cuadrópedos 6
aves.
pelmudar, verificar la pelmuda.
pelón, escolar novato, que cursaba el primer año en la
Universidad.
A e crespo Ó descompuesto; se dice tam-
pola del qee E -
y €., el cogollo de la col.
ana, RES de malas prendas 6 de mala vida:
las rameras fueron llamadas pellejas (según Rosal)
ue vestían pieles de cabra roja ó zorra entre los
pastores de Roma, y de ahí, verosímilmente, se ha de-
rivado esa palabra, muy usada en Aragón.
pellejero, n., entre ganaderos, el que se dedica 4 com-
rar pieles de desecho ó de reses mortecinas..
, Po, Pelleja; piel.
, considerable de una cantidad: así sé dice,
gado un Buen pellón; le ha entrado un buen
a
penar, d., pesarle d uno; arrepentirse,
pendijo, EN cualquier adorno pendiente, cuando se usa
solo por vanidad; como las borlas de un bastón, las
cruces de honor y los dijes de las señoras en el cuello,
las orejas Ó brazos.
, M., disipar el tiempo; callejear; concurrir á
todo lo que sea distracción.
), 0, haragán; vago; amigo de diversiones y
tiempos.
pencque. h ESborracho,
penones, n., edictos ó decretos del Rey, según Du»
cange.
peñas veras y grises, en una curiosa descrl; de
Alvar García de Santa María se lec, que las lle-
A de martas é
VEROS É crisis, muy afeitados se
va lara Drabre. de pde No OS
cuso la_ctimología de perma, en sentido de pluma, y
siendo insuficiente la significación académica de pena,
como adorno mujeril, compuesto de una cinta al cuello,
de la cual pendía alguna joya, aquel traje $ adorno se
explica ditflmente y ya Blancas no se lo explicó. Zuri=
ta dice, que á la coronación de Alfonso IV, los caba-
lleros iban con paños de aro y PRÍAS VERAS, que era toda
la gentileza de aquel tiempo, y después, que con Peas
VERAS, Ó armiños. El Canciller Ayala dice, que la reina
Leonor llevaba paños blancos cón vxñas Guisus, y la
reina María paños de jametes blancos con »xñas veras É
cxisus. De Lodo esto deducimos, que PEÑAS VENAS É Chi
sus significaba, pieles de armiño y marta, como cabos
de aquellos no PY it
peñora, n., prisión: (| n., multa ó pena,
peñorado, epés copia Un Privilegio de 27 de Mayo de
1299, por el cual los peregrinos 4 la Virgen del Pilar,
no eran PrforaDos mi marcados en su persona ml
bienes.
peñorar, n., prender; y así dice Cuenca, d los señores de
P 285
vasallos no se les veñona 6 prende: [| m., multar; apo
nar; dar ó tomar en prenda.
a., peonada; fal: lo que un peón trabaja en
: la hay de bergamota, mala-cara ó de invicr=
no, perapan, magdalena de buen cristiano y otras
muchas variedades, que no consignamos.
percazar, d paa 6 coger con dificultad.
perdigón.
, d., perdigón.
Pp pérdida: también se halla en las Colecciones
legislativas, perd:
se usa en la frasc, perejil de todas las salsas,
indicar, dE uno se multiplica en todas partes.
perera, d., peral.
Las, género de recurso, que tenían para
ante el Rey, los vasallos de los barones, contra éstos y
contra los jueces ordinarios del territorio, que les pare-
cían sospechosos: en las Cortes de Calatayud, celebra
das en 1515 por la reina Germana, los ricos hombres y
señores de vasallos, instaron contra ellos, según Argen-
sola, en sus Anales. ps explica también esta voz,
en su Vida de Antonio Agustín.
perindola, n., perinola.
perjudicioso, rjudicial.
pernada, n., predio rústico, según Ducange.
, 1, la parte del pantalón, que cubre cada pierna.
|, n,, esta conjunción adversativa, tiene alguna vez
oficios de partícula afirmativa, equivaliendo á sí; como
es fácil, pero muy fácil.
y 1, CAZO.
, M., perol grande; vasija de cobre ú otro metal,
destinada á varios usos.
perpagar, n., pagar completamente; voz anticuada.
perrera, n., berrinche.
perro, para indicar que uno no hace falta en alguna
parte 6 negocio, se dice, q como los perros en misa.
|, 1., pescadero; cl que vende pescado.
peseta de pilares, columnaria Ó de cinco reales,
, M., persona Ó cosa que sirve de estorbo; en Na-
varra se dice petacho,
petate (tian 1), disponerse á marchar; abandonar el
pueblo en que se vive.
y d,, FEtozar,. - a
m., barreño; aman: léese en palati=
pao Jae. LA Majo po
), terreno peñascoso que algunas veces da nom-=
bre á la demarcación, p. datos rusos, entre Villa=
mayor y Perdiguera.
pez Coca, n., jugo resinoso, un poco más grueso que la
pa sirve comúnmente, para la forn: de
rn! 3
pezolaga, d., tronera; persona de poco asiento y mal de-
le
a travesaño, zoquete, piedra ó cualquier objeto con
que se calzan las ruedas de un carro parado para
no lo arrastren de pronto los animales que de él tiren;
Iiloseta para la re el banco en que descansan el ro-
dete y maquinaría de la muela harinera.
plar, sé aplica al carro cuando se le pone E
jachoya, n., instrumento 6 herramienta para demoler,
de que generalmente usan los albañiles, y se distingue,
en que el hierro tiene pico al un extremo y boca al otro.
oso, n., el que se pica Ó resiente sin gran motivo y
con bastante frecuencia.
), M,, se usa cn la frase, estar de pica pelón, en
equivalencia de estar contrapuntado.
, M., Mavín con que se abre la puerta exterior
de las habitaciones.
picar, p., machacar; desmenuzar.
m., pico de que usan los albañiles para demoler
In., taza con que se sirve el caldo ú otros líquidos 4 los
enfermos, que no pueden incorporarse en la Cama.
picor, p., picazón; escozor.
picota, d.. piquera: || n., no saber ni picota, no saber piz=
ca; no conocer una jota; no tener noticia alguma de lo
que se trata. 64 Ea
y My picar Ó ir comiendo de poco en poco.
piculín, »., volatín; titerero, como otros dicen; buratín,
como hay quien escribe 4 la italiana.
pichón, c., palomino ó polluelo de paloma.
pie, d., medida para la aceituna: || n., hacer pies, empe
P 287
zar á sostenerse el niño, sobre ellos: en Castilla se dice
5 o >
piernas, en otro sentido.
D.. dijowe, d piedra perdida, en equivalencia de
la expresión actual, d fuego ), como puede ver-
se en Zurita: hoy se dice, en significación, de apresura-
damente.—En un ms. atribuido á Larrea se lee, ex-
presiones descompuestas, como las del común populacho
le de PIEDRA.
r 9,0, pérdida, y a se dice, es calle que no tiene
nerde.
piero, a., tardo; negligente $ desidioso; conforma, más
ue el castellano con la etimología latina.— Des»
¡plcado $ poco apcovechado en la sicsala.
nea. mn echado de la viruela.
base, pilón de los cuartos.
pilotero, po uno de los operarios, en las fábricas antiguas
de papel.
pimentón, Po» es 58
pimien! ¡MACER), n,, tomarse vacación,
Pinada, ia pes]
pun:
¡yudante; marmitón de cocina.
|, punzón.
ep indonga 6 mujer callejera: también se
usa en masculino y en la forma verbal.
pinetas, volteretas,
n., seusa en la frase, estar en ranetas,
que síy nifica, estar en cuclillas; estar mal sentado 6 aco-
odad estar en peligro de caer: en Castilla, estar en
inganitos es, ha! en puestos elevados Ó en buena
'ortuna.
pingar, en la frase pis las canales significa, caer el
oa plarial en Jos olaión: vigo
, M., sustantivo con que suele designarse, al que es
288 Led
demasiado suelto, haragán y desascado: generalmente
se aplica á App mujer.
rd Ena je. En castellano, la boja del pino.
pinochora, da hoja que cobra la panoja¡6 panela
pinta, n., clarión.
pintar, n., tallar; esculpir: así llaman los pastores, á los
adornos ( que hacen en la madera, con cualquiera instru=
mento cortante: [| n., pintarla, figurar; gol ir; darse
pitdaz, empezará Mover 6 gotea.
', EM e
Pinturrulenr, p. ., Pintorrear; pintarrajar,
piñerol, n., en Alcañiz, el pájaro loxia curvirosira,
piñonada, pi iñonate. 2 igún adel pan
Piñorar, c., sacar prendas, por algún adelanto que se
hecho: dí [cese también ar y ambas son voces an
Ucuadas.
: , n,, se dice compañía la de pora 5; S PA]
de malos comediantes; Y ge pri
la de poco pelo 6 menor oran
piguoro, 6 bañil; alarife,
d., albañi
piquete, esquila ¿de pogo volumen, Ene se pone en los
rebañis, los borregos 6 corderos de desvezo.
perinola pequeña y redonda, sin las iniciales,
mi por "casiguleria las suertes, que tiene la peri
común.
4D, se dice de la reja ad en la acera de
una calle, para dar ventilación y luzá aj
Ea jr en general, como jairo; todo lo que
aya _s ser pisadi
pisada; plsotón; esta última palabra, todavía
no se Ballk ad admitida por la Academia.
Jo, epíteto despectivo que viene ú significar, inútil;
¡olesto; desmedrado.
pitañar, m., casa de mala =— vivienda extraviada,
sospechosa y de pobre apariencia.
pitón, a. ¿7 rezuela con que juegan los muchachos á los
ju segon de emtctiacihon con cloco ponia da RA
otra materia: diferente del juego de la taba,
oe «dimite la Academia.
que sa
P 209
pitoste, petoste, hombre ¡: tuno desmañado
jue suele pad Es patera cboio
tar cara, hacer cara Ó presentarse en ademán de re-
sistencia.
, M,, simiente: [| tablar, destinado en la huerta, á
recibir semillas, basta que de ellas nazcan las plantas y
tomen las creces suficientes, para ser á otra
ad en donde adquieran con desahogo, todo su desa»
rrollo,
planzón, d., estaca de olivo ú otro árbol.
platada, 1.; el comestible contenido en ún plato colmado.
plañir, sentir 6 deplorar; pero con valor de escasear, excu=
sar, Ahorrar, economizar p. el no ha on ningún
gasto en la enfermedad de e tod nose For
Eros Ay jor También se usa co la frase,
el que d un enemigo plañe, en sus manos muere, En
e del Ray D, Martín á las Cortes de Zarago-
za de 1388, se lee, según el historiador Murillo, sí avez
plañidos vuestros cuerpos por vuestros señores; cierto
decir que non,
cierta [erisdicción eclesiástica, como la plebania
de Montalván .
plébano, cura párroco: la Academia lo incluye, como pro-
vincial.
, 1,, tablón que, colocado verticalmente 6 de
canto y arrastrado por una 6 dos caballerías, va amon-
es en la era, dirigido por el labrador que
tonando la
Jo sujeta con una esteva.
plegado (xx), por junto; según el Glosario de Savall y
2.
Hegañor, 2. el que recoge limosna para alguna cofradía
co!
munidad.
, 4, hacer la lega: II m., concluir una cosa: quedar
plegado Vrecoar paco] erp sella
. ría parva, le la, a
da á aventarla: [| sil O pi
se dice ¡buen pliegue va d llevar 64 tenert,
e o A
y Sacar un con pozales 6 cubos.
ice rel os de bolas due formas da caco
prenda 4 la rte del
pochada, n., lo que se contiene dentro de esa cavidad.
porto, €., peto Secciccido: | no; JodiS ¡SEA
eras.
poder, 1., Úúsase en la frase es cosa que me ', COMO.
diciendo que me incomoda, que me saca de mí.
, d., pulpa.
a Ó margen á trechos, para que se de-
te 14: || n., gargajo.
pollbzo, vástago de un drbol.
n., el empleado á cuyo cargo estaba el cobro
del derecho de pontazgo.
, 1., aumentativo despectivo de puente: [/ puente
poco notable 6 ya muy mal parado: lo usa Martón.
porción, n., tablilla de chocolate de una onza ó de tres
cuartos.
porche, <., poste; soportal.
porgadero, as cedazo; zaranda ó criba.
porgar, d., aechar.
porguesas, d., acchaduras $ desperdicios, después de
aechudo 6 cribado el o
, n., ave que no ha salido del nido y permanece
todavía implume.
), n., vosija de madera para transportar las uvas
arte tabla á Agada: equivale 4 leña,
, tabla la: equivale , que
la Academia cieñoe! la habla que sirve pat 0
tas.
portata, n., acción de llevar, conducir, custodiar, ins=
truir, tramitar, etc., y así se dice por la vonrata de
lbs en un Tratado de los Oficios y Salarios de la
Orona.
M., pórtico de iglesia; voz local que por nues»
ro pare pa bemos als pero nos faro EN
P mam
poso, <., parte gruesa de los líquidos que queda en el
fondo de la vasija,
postigo: así se desprende de una delara-
ción da. 1522 por la corte del Justicia, condenando
en 60 dineros á los que quiebren puerta ó postilll
pote (coLor bs), color quebrado ó bajo en el rostro.
', 1., molestar; aburrir; cansar; apurar á uno.
poya, carnicera ó peso de pan de tres libras: en español,
un derecho que se paga en el horno común.
poral, <., cubo de pozo: || cargar ó llenar de agua alguna
vasija.
, de, revolver el agua de un pozo, subiendo y
bajando sin objeto los les.
d., estimación del daño causado en los campos,
, £., púlpito.
pregueras, tributo cereal al Comendador de San Juan.
proconización, pregón; antic.
prendada, n., apenamiento ó intimación de alguna pena,
prendar, n., apenar ó intimar alguna pena.
presa, a., puchero de enfermo.
presco, melocotón. Entre los refranes de Hernán Núñez
se halla éste, quatro son le bone bocone: prigigo, fig0,
Songo, melone, 6 sea cuatro son buenos bocados: prisco,
higo, hongo, melón.
presera, trampa para cazar: se halla usada en los Fueros.
prosoro, e, puchero de dos tazas de caldo.
, apercibirse,
presquilla, duraznilla.
prestar, c., dar de sí; extenderse las telas: la Academia,
0
procura, p., procuradoría.
A roserador, 4. sa dica procurador estricio, all oblgallo
negocio; en Castilla se dice, salir por la puerta de los
perros, por salir huyendo,
pues, tiene un aire aragonés equivalente á entonces; en
este caso; esto ; y análogo al donc francés: por
ejemplo, ¿qué había de hacer, pues?
pueyo, cabezo.
pug:
púa.
m., moneda que valía la cuarta parte de un dinero
en tiempo de Carlos V, según Juan Gutiérrez, citado
rel paleógrato Merino,
), M,, castañuclas.
a b á los costados de
d. carga que se sobrepone costados de
cualquiera carro Ala cindaialA con cuerdas fuera
dela escalera del carruaje: también toma aquel nombre,
la misma red de cuerd: que se contiene la carga.
'unzón, .
07 tripalamte ei los bartos del Canal Imperial,
cuya maniobra consiste en evitar que la embarcación
ta contra las márgenes, lo cual previene apoyando
en ella unos largos remos.
., el que tiene mucho puntillo 6 una suscep=
tibilidad exquisita. Aunque de etimología fran-
cesa, no debe ser sino un derivado de puntillo: la Aca-
dema admite puntoso y puntuoso.
puntuante, el destinado en la Universidad á dar puntos
qn los ejercicios 6 4 presidir los piques: en los Gestis
leemos también apuntuante.
punza, púa; espina.
puñazo, n., puñada; puñetazo (1.
pe vo halldndola ion el Bitar e da e tenga pasar de sde el dan
Jaco más próximo dela puño, y ten parto.
frecuente Aragón, hemos perra! A
Aunque mus pocas, que se hallan en esto cmo, En Jo demís,
hemos dado cabida A voces que ln Academia califica de castellanas, por
AA da Ratapo. y ao exa,
marcadas, para conocimiento del Jestor, con la letra e
2 e
d., chispa; (| n., tener malas purnas, tener malas
chanzas, Ó mal genio, ó mal carácter, ó poco aguante.
puya, d., poya: || subir una pendiente: úsase en los mon-
tas
pirenaicas.
puyada n., regreso, principalmente de los ganados tras»
UMAntes.
Q
Quebrazas, d., herpes.
quejón, n., quejumbroso,
quemazo, n., quemadura.
quera, d., carcoma; I| n., hombre pesado.
querar, d., carcomer,
, M., cereza más fina que la común y de un co-
lor más bajo, que o, llaman albar, y otros, por el
país en que es abundante, cereza de Monzón.
, ., pasta de re batido y mezclado con
huevos, azúcar y mod esencia de limón, cocido todo
en el horno 4 fi lento.
) aceituna desmedrada y menuda.
n., uno de los tribuios que se exigían antigua»
mente en Aragón. k
ta, n., ¡cómo! Se usa interrogativa y admirati-
vamente, significando el desprecio ó vitupeño, y usí se
dice: ¡guiento ha quedado este gabinete!; ¡quiento se ha
hi
Rabada, d., rabadilla: ) n., dar una rabada, se de
uno bruscamente y en ademán hostil; dar á la conver-
sación Ó á la disputa un giro inesperado é insolente. En
sentido análogo, aunque más concreto, la Academia
usa rabotada. 7
rabal. n., arrabal.
) M., género de pecha 6 tributo que, con este
nombre, vemos en varias escrituras de exenciones $
franquicias.
rabatín, cri: e en a A in
rabiojo, n., se dice, mirar de rabiojo, manera que
E Castilla mirar de reojo, 6 mirar de rabo óde rabillo
ajo.
racimar, p., rebuscar; recoger los racimos que quedan
después m3 vendimiada una viña. “
), d., hijuela 6 parte de una uva.
, 2., Oficial de la Casa real de Aragón, equivalen»
te á Contador mayor: || n., el empleado que examinaba,
en la Cofradía de Abegeros, las cuentas del Receptor.
racionero de mensa, n., el sacerdote que, desde la fun»
dación de una pieza eclesiástica, tiene derecho Á cierta
parte, en los productos de los bienes y obligación de
celebración, coro, misa conventual, etc., como los de-
más capitulares. 3
, M.. parece ser, suelta Ó libre, en aquel pasaje de
un documento de Veruela, Pr la agua lexare rADIA
y a la torne á la fila ond la prende, peyte, eto.
, M,, FaCr,
, 1, miserable; avaro; desprendido: en Cas»
lla, raído, ene muy otra significación.
1 €.1 FASCFO,.
rafal rafaila, Dy Eroja; casa 6 predio en el campo.
rafe, p., alero de tejado: [| n., extremidad de una cosa, y
así se dice, al 7aje de la mesa, de la cama, del papel.
taluña, que unas veces signi! gracias no
importa, y otras ticoen más enérgica equiv ;
como en rai que tiene , quien mal es
Pedro
su hermano; yo ral importa, lo is esmi
A 'o.es los
las tripas, n., rallar, en la segunda acepción del
Diccionario de la lengua.
, M., alcarraza.
rama, se usa en frases como esta: los domingos se iban=
todos en rama, foja 4 la ciudad.
ramiello, n., zarzal; matorral; etc.
linerillo,
Tampa, calambre.
rampallos, d., pi llos,
A E rr
mojo.
ran, d., raíz: dicesc, cortar al ran de tierra, por cortar
ranosa, n., la res baldada 6 impedida de los remos.
nte; d flor de tierra.
iento; indispuesto; delicado.
también se decía paños de ras,
'aragoza los hubo excelentes en
el A , y los hay en la Sco y en San Pablo;
aquí sobre dibujos de Ralael de Urbino: viene de Ras:
Arras, ciudad de la Picardía, en donde se fabricaban
o no ión elevada de ti di dío, 6, mej
rasa, d., porci le tierra de lo, 6, mejor,
(A pd
rR 297
ticada á todo lo largo de las plantaciones de Árboles,
principalmente en los paseos.
cantero ó trozo; aplicado al pan.
M., persona descontentadiza y de dificil
trato, que se inquieta por todo y que da importancia
bagatelas: también se dice casca-miagjas.
n., rasero.—Mor de Fuentes, que, aunque arago-
nés, era escritor afectadamente puro y hasta arcaico, si
bien en las traducciones que corren como suyas se des»
mienten muchas veces esus cualidades; en la Serafina
decía: medirlos por la nasena general.
rasmear, n., se dice del objeto que araña, rasca ú ofende
al tacto con su aspereza: también se dice rasmexe
rasmeazo; pero son palabras que sólo se usan ca la con.
versación fam!
rasmia, afición; diligencia; fuerza 6 voluntad para el tra-
bajo: ll discreción; buen ingenio para negocios ordina=
rios de la vida: I| roña Ó malestar que resulta de alguna
enfermedad.—Es, como se ve, una palabra bastante in=
decisa.
» Meno; colmado (0; [| d., desvergonzado, desen-
vuelto en el A con aplicación 4 la
mujer: [| n., escaso, 6, mejor, enteramente to; por
ejemplo: la tela ha venido rasa, para indicar que nada
ha sobrado: se aplica al que, y sobre todo, á lo que se
puesta sacudido, desenvuelto y demasiado franco en
ablar.
rasonera, vasija, á manera de fuente oblonga ó en forma
de barco, y generalmente de metal, á propósito para
servir á la mesa ciertos asados ó pescados ..
raspa, c., escobajo de la uva: en algunas partes gajo de
uvas.
rastra, c., ristra Ó sarta.
rastras (4), n., á la rastrea.
rastro, n., matadero.
rayada, n., ráfoga de sol Ó de luz: || m., cantidad poco
abundante de líquido, que se vierte por el dela vi.
najera, me de ed vale des
rayora, abeja reina ó maestra en pollo. *
real, n., moneda imaginaria de 32 maravedises: dícese
Pa ó cal de AS 54 osal e e Saad reales
le su tiempo, diciendo que el ía 40 Más
ravedís menores, el de la Corona de Aragón 36 y el de
Castilla 34 Ñ antes 33.
realtar, n., altar: se usa repetidamente en las Ordinacio»
nes de Pedro 1V: en latín retroalíare.
rebadán, n., rabadán.
rebalva, n., ave del orden de los pájaros.
rebaño, multitud; montón: se dice rebaño de mujeres, de
leitos, de melones, etc.
, d., pandear; inclinarse un árbol ó rama al peso
de la fruta,
reblar, d., titubcar; retroceder; cejar: ll d., hincar en la
madera la punta de un clavo, cuando sale otro.
rebol, n., lana 6 vellón corto.
rebolería, n., casa en que se preparaban las pieles; |]
ábrica de velas de sebo. La Universidad tuvo situar
di ¡s rentas algún tiempo, sobre el producto de car-
nicerías y rebolerías fGestis, 23).
) Po, trastienda,
E De, e e
rebullo, n., reburujón; .
rebuñoso, d., tomado de orín.
rebuscar, <., racimor.
rebutar, Urrea, en su celebrado Didlogo de la verdadera
pct a dice, que ie - no A duelo
por contra 1n, fames 1d REMUSAR
no peiboa por la ley ó por voluntad costra exceplua-
a at E o Pen
rel lo, lleno; ocupa: r completo: por ejemplo,
este aposento lesid Febutido de muables. 109 esta voz
J. M. Cuadrado en sus Recuerdos y Bellezas de España.
rebutir, aglomerar objetos 6 cosas aun inmateriales, en
en parte: p. ej., su discurso estaba rebutido de me=
oras.
Jumbago 6 dolor de riñones: así se lo he-
mos oido á un ico.
recado (muxx), d., mucho: la Academia parece admitie
esta significación, no tanto en las definiciones que da de
aquella voz, como en el refrán, buen recado tiene mi pa-
dre el día que no hurta.
recantillo, d., barda de tapia.
, d., revendedor.
, M., contar, según se lee en una Escritura de
principios del siglo 'xvxr.
y d., sala de recibimiento: llos oficio honorífico
de alguna encomienda: || n., antesala.
e
recibir, ti ca dice, recibir un testamento, tn con-
trato, acirlo á instrumento público.
1, levadura.
recluído, n., incomunicado en la prisión.
rocluimiento, reclusión.
recocho, agua madre, en el caldo del alumbre (Asso, 255).
recocina, a., cuarto contiguo á la cocina y para Ea
se halla en las primeras ediciones del Diccio=
nario de la Academia.
reconcomerso, n., dominar el sentimiento 6 despecho, de
suerte que no aparezca en el semblante nien las palabras.
recorte, n., en el juego de dominó, colocación inesperada
de ficha que presenta un punto, en que no se creía fuer=
te al jugador, el cual lo da algunas veces, no. porque le
queden puntos como aquel, sino porque le ha de facilin
war las fichas que le convienen: cuando el recorte se hace
tapando el que parecía ser su juego é inaugurando otro
r ambas puntas, entonces se dice vulgarmente, entre
Jugadores, volverse inglés.
, Aquel contra quien se recurre.
), de, guisado que se pasa de fuego.
redaño (rcran EL), trabajar d toda fatiga.
rendija.
e 5 bola hueca que contiene la cédula que ha
de sortearse: turno para deshacer la aceituna.
redoncho, n., círculo; voz familiar. A
refilón (or), n., de pronto; de pasada: por ejemplo, mas
hemos visto de refilón: la Academia admite esta frase,
pero solo en las Últimas ediciones, como sinónimo de al
soslayo.
ela, refineta, n., vénse PIRULO.
300 R
refirmar, a; pa una pe ae otra; significación que
mos parece diferente de asegurar ú afianzar, que
mad Academia: Argensola dice en su tragedia abela:
Y para nurianan los plés so0ces,
El oro servirá de nuestras cruces
de él labradas estriberas.
refitolero, n., indiscreto; imprudente; curioso.
refrotar, n., frotar.
refrotón, restregón; encuentro; estregón ó refregón.
|, M., cauce angosto para el riego.
Ñ , d., canal abierto por el agua de-
rrumbada de los montes: || en sentido de ta Ó surco
de agua para el riego, se usa en la Gran ista de
Ultramar de Don Alonso el Sabio, publicada en 1858
Gayangos.
regata, picado más grueso quel ordene enla muela,
para que circule el aire y se despida bien la harina,
, se aplica al ojo habitualmente sanguinolento
por los bordes.
), 1, el cargo de regidor 6 individuo del Regi=
miento ó Ayuntamiento.
RL, M., ESTCMECCISe;
sIvO.
ntir un movimiento convul=
Í., estremecimiento general en el cuerpo.
listón de los que usan los albañiles y otros ope-
regla, .
rarios para las alineaciones.
regostado, satisfecho; harto; material y moralmente ha=
lando,
la frase sn regular, que consideramos ara=
álaca la: iS
peon, uivale á
2 e
nza, el trompo, la Aynigho ete.
car la: lo hemos oído en Malón.
ela; 1., pórtico de la [glesia: se usa en algunas loca»
lidades.
rejuela, n., pasta freída ca la sartén, y que tiene, aunque
remotamente, aquella forma.
, Sobreviviente.
R 30
la persona muy curiosa y escudriñadora.
doin la propensión á enterarse de todo,
hay en una casa ó concurrencia, etc.
sumas, 1 sopa mojada en chocolate.
la faena de nEMOLDAR:
., cortar las ramas viciosas de los árboles.
sacar ciertas plantas del sementero y colo»
disposición y ú la distancia convenientes,
pora que rindan el fruto,
4., rumiar.
, podador ó remoldador.
, 1, rendija; hendrija: sobre ser familiar aquella
voz, la hemos visto usada en poesías inéditas.
y Mo, renegador.
A, Avellaneda, en su Quijote, dice al capí=
tulo 1V, con que durmió aquella noche (Sancho) muy
, operación que se hace con el pan.
repaso, segunda prensada de la aceituna, que gene-
ralmente es para el dueño del molino, en pago de la
primera.
, adornado ó excesivo de picos ú ondas.
', recaudar; ant., forense: || alzarse con todo: por
ejemplo, antes de abandonar la casa, replegó con todo
lo que allí había en frutos y muobles.
roposte, 1., despensa.
y d,, registrar con curiosidad reprensible.
1», disputador; temoso; aficionado á llevar á
todos la contraria.
repostón, n., respondón. Avellana dice, fra es la mayor
parlera y uxrostoxa que hay: en todas y
pa de popagaros (cap. XXVI). Hemos oído mu-
+ ¡s veces esa palabra, usada hoy sin distinción de
clases.
reprenda, aprehensión; retención.
repropiar, EN resistir el ce II d., repetir impertinente»
mente una misma a
h., reto; acusación: qa el Privilegio no
ice, (si alguno) será de traición...
cb acusador estar en su REYTERIO, nO sía ienido.
sado responder d otra demanda si le serd feyta.
repuí, desecho; desperdicio: se aplica d cosas y personas:
en algunas partes rebul.
, las últimas campanadas que se dan para marcar
si las anteriores eran primero, segundo $ tercer loque.
requedar, marcar cada toque al final de él.
1., adornos Ó accesorios en los objetos ma-
reriales y preámbulos, circunloquios, rodeos Ó aravíos
en la conversación.
res, nada: también se dice no res, reduplicativamente,
Aunque forastera, incluimos esta voz por el uso coms-
tante que tiene en As la
m., los peritos que en las cacerías se desti-
nan á ojear y hacer mover de sus cados Ó escondites 4
los animales de caza.
resacar, n., la acción de dispersar y poner en carrera É
las piezas de caza.
resbalón (a M., Véase REFILÓN, con cuya frase tiene
grande analogía,
lo, 1., dícese de la persona cuyo exterior inspira
respeto.
sosplgar, coger los desperdicios 6 restos de la cosecha:
en se limita á las mieses, obedeciendo á su
i : en Aragón se dice también de las olivas.
, n., alzarse Ó ponerse de puntillas; esto es,
sobre las puntas de los pies.
respingo, m., €n la frase dar ó pegar un respingo, signi-
fica crecer muy aprisa en estatura ó en fortuna, Se dice
echar un respingo, por reprender á uno fuertemente.
respalero, respondón: también respollón.
, B., punto que dan los sastres para asegurar
bolsillos y otras piezas.
s istero de sol.
E
restrojera, rojen
retajo, n., retal; retazo: alguna vez se usa en sentido
figurado, para apodar á los niños de corta edad.
retastinarso, d., pasarse de fuego el guisado ó asado.
retavillo, n., instrumento de labranza, que consiste en
un palo terminado por un aro Ó grande arco de círculo,
y sirve á los mismos fines que la plegadera.
, M., rechinar; se dice de los dientes cuando se
aceran Ó resienten por alguna impresión exterior del
tacto ó el oído.
nesa.
rey de zarza, n., ave del orden de los pájaros.
rezago, d., ganado endeble que se separa de los rebaños
y se conduce en un grupo, aunque perteneciendo á
varias clases,
:., avenida de río, —Jovellanos prefiere arríada; la
E española cita como aragonés aquel wo=
cablo.
La , tibazo; pendiente entre dos campos superior É
inferior.
ribetón, n., faja 6 ribete más ancho del ordinario, el cual
usaban las mujeres en vestidos; sobre lo cual puso limi-
taciones la ley suntuaria de 1553.
campo sembrado, con sólo las espigas que en él que»
daron, ya porque cayeron desgranadas, ya porque no se
cosecharon.
ricos-hombres, n., los sjes de la primera nobleza
de Aragón: unos se llamaron de naturaleza y otros de
: de los primeros dice Blancas que procedían 4
duodecim illis Senioribus qui in primo interregno Réi=
iblicar nostro: moderatores fuerunt. Ducange dice rici
mines, proceres apud aragonenses .quos alli vulgo
barones vocantus
"ones lr.
ridículo, n., bolsa de señora que solía usarse, como parte
del traje, para llevar, como en la escarcela antigua, los
útiles más precisos.
riedra, n., véase FIANZA.
rillo, n., cada uno de los tres cilindros de hierro, que se
e a.
tontusco, n., despectivo de tonto.
toña, d., pan grande.
toñina, n., alle zurra; tunda.—La di una apo re
dice Serra en Luz y Sombra, voz que no trae el Dicción
mario de la Academia de 1832 y sí el de 1809:
, en los Hospitales civil y militar de Zaragoza
se llama así á los practicantes que aplican remedios ex-
teriores.
toquitear, n., diminutivo ó atenuante de focar, aunque á
veces tiene carácter de frecuentativo; también foguinear.
tormo, d., terrón de tierra Ó azúcar.
tornallo, porción de tierra destinada á una especie de
plantas y que se riega Eo
tornizo, n., castrón, mardano 6 padre mal castrado.
torno, n., el que sirve en los carruajes para dificultar su
a las bajadas. A O
toro, toro e) ¿man , dice
Dr. Antonio la Íglesla en una Relación de estas que
hizo Epila á su señor, el Conde de Aranda.
torre, p., pS granja; carmen; casa de recreo en el
campo.—En Carta-puebla de Ejea, 1180, ya se decía el
¡lla vonne de Escoron, non hadel nisi sex
torrero, colono 6 encargado de una huerta 5 granja.
tortera, dija de bar 5 la los.
n., vasija de barro en quese sirve la so] ASA
dos y aun las verduras e viandas: en Caba ticas
ión mucho más concreta.
a, Es, pon golpe coa o
£,, testarudo; terco; obstinado; tenaz,
tozoludo, testarudo. Ñ z
', porfiar demasiado y obstinarse testarudamente
en una cosa. a
, my alquitira; >
d., cuart o pa árbol.
4, IFANCIZO..
franco, n., se usa en la frase d trancos 6 barrancos, que
se T
significa lentamente, con trabajo, con dificultad; echan»
do mano de todo arbitrio.
a , A,, trance Ó remate en lo vendido 4 pública licita=
ción.
Aranzer, d., rematar.
o paño tendido al pic del olivo, para recoger en
él la aceítuna que se arranca,
, M., diminutivo de trápala: || n., persona que
pa e hi
,,M,, herida, de mi ¡ura que .
trasca, de palo grande de buey. Pao
trascolar, d.,
; a
d., pescuño ó cuña para apretar la reja, la este-
tal
US usa, entre otros, esta palabra
te, en sus Escarmientos de Jacinto.
tratadores, n., los diputados nombrados por cada brazo
pura confereociar entre sí y con E sobre los puntos
le recibi
allí tratados y que habían d su aprobación y
sanción AS Panor.
trasmudador, £.. ue se ica al oficio trascgar.
trasmudar, pal
hurtar.
D. idero de tablas, estacas, cañas, etc., para
contener d desviar el agua,
trazas, n., sustantivo aplicado, siempre en plural, al ba
zañero que es todo apariencias: úsase también en sus
diminutivos, illas y tracetas.
trazo, n., despojo de res perdida.
, se dice del madero que tiene 26 palmos 6 poco
A despoblad
|., páramo; montes despoblados.
tremoncillo, d,
tomillo,
trena, d., trenza: |] a., bollo 6 pan de esa figura: [| m., mes
ter en trena, sujetar 4 uno, reducirle á razón.—Ayala,
en el Rimado de Palacio, parece indicar adorno de
vestido, como foja, galón ó lazo, en los versos,
Pero si diese un parmo de Melimas con 545 TREMAS
Valerle ha piedat.
T ES
trencha, d., pretina.
ns stgo: así hemos visto explicada la ctimo-
logía de la calle que conserva aquel nombre en Zarago»
za, —En Murcia, defensa ó reparo de los ríos.
trenzadera, s., cinta de hilo.—Para decir, ¿qué dorra-
chera trael, se dice, ¡qué trenzadera! 6 ¡qué alpargata!
, M., lo que está sujeto al pago de algún TrruDo
Canon.
treudo, n., pensión anual, de suyo irredimible, en reco»
nocimiento directo de una cosa dada en tributación ó
enfiteusis /Gestis, 10).—La Academia, que en 1822 le
daba equivocadamente la significación de catastro, en
las últimas ediciones define mejor, aunque no del todo
bien, tributo ó canon enfitéutico,
treznar, a,, atresnalar.
tría, n., huclla ó carril que abren en los caminos las rue-
das de los carruajes.
triado, n., el rambo que tiene trías: || m., camino muy
frecuentado: [| 1., asunto 6 mat ue se hon des-
envuelto muchas veces; y en este sentido es sinónimo de
trillado.
triar, n., formar carril Ó tría: | n., triarse, torcerse 6
agriarse algún plato de leche.
tribunal, n., el de los diez y, siete, formado del seno
¡Ba los cuatro brazos, juzgaba á los lugartenientes y cu.
riales.
, 8, enajenación de bienes raíces que trans-
fierc el dominio útil, pagándose por el directo, cierto
A : || d,, reconocimiento de los límites concedidos á
festa.
poner mojones en los límites señalados á la
tributo, a., catastro.
tricallón, palo unido 4 las cuerdas y al objeto que ha de
ALTABLrarse.
trifulea, n., gran bulla; diversión; contienda; inquietud ó
movimiento.
', 2., saltar; correr; dar muestras de contento.
pa de cabestro; (| d., campanilla de las
habitaciones, en Barbastro,
trinquis, trago: en alemán, trinken, beber.
su Tr
e le e ¡ra designar
que es val md oa
tripas, para indicar al que es cruel 6 vengativo.
a., réplica á la segunda contradicción de la parte
responder en juicio á la dúplica 6 segunda
contradicci
, Patata: aunque nosotros no hemos oído esta voz,
h ile ser el único aumento que, sobre la
rimera edición del Diccionario Aragonés de
¡emos observado cn la segunda, la cual se imprimió en
Palma en 1853, si bien á nuestras manos no llegó, hasta
después de Vie por primera vez, este nuestro. —
Otros triun
, perinola.
tronador, n., juguete de los muchachos, que consiste, en
un pliego de papel, cuyos pliegues se sueltan de pronto
¡roducen una detonación.
tsonlirón, calavera: tronlironada, calaverada.
tronzado, »., cansado; tullido, 4 consecuencia de una
marcha penosa.
), M,, resentirse; fatigarse por el demasiado ejer-
cicio.
trubiano, en lenguaje jítanesco significa, aragonés, según
as en la Corona poltica de zara, pá 700. »
trueque.
trucar, d., golpcar á la puerta: 1] cambiar: barbarismo
derivado de trocar.
(oecir), ., úsase en la frase, como si dijeras truco
y en sus equivalentes, para indicar, que una persona no
consigue nada de otra: [1 nm, esquilón que sc pone al ma-
cho cabrío de mejor apariencia, que sirra, con los
a los cañones, como guía del rebaño.
|, 2, logar.
a., vasija para recibir el vino del lagar á las
a, 0, esquila ó truco de menor volumen, que sue-
le ponerse ú algunas ovejas.
, túferas, d., especie de criadillas de tierra.
cubas.
uu nu
Conclusiones de Economía política, sostenidas en 1785,
bajo los auspicios de la Sociedad aragonesa, se lee,
Genovesí el tUMBARRO Y Otros tales
en significación de mandria ú otra parecida.
turra, n., ave que frecuenta la laguna de Gallocanta y que
Asso llama desconocida.
turruntela, capricho repentino; propósito extravagante.
u
m., del tronco materno; lo hemos visto usa-
do con alusión á los bienes, en lenguaje forense.
unidad, n., unión ¿fuero de la).
unido, n., el que hrmaba ó se alistaba para sostener los
fueros, invocando el Privilegio de la unión.
, ., privilegio que consistía, en firmar los nobles,
veces la familia real y aun el rey, para permanecer
en estado de insurrección, hasta que, reunidas las Cor-
tes, se diese satisfacción al reino de las ofensas hechas £
los fueros: fué confirmado por Pedro 111 y Alfonso 111
y abolido por Pedro IV.
A además de las usuales acepciones, se halla
una vez en sentido de Ciudades; y la verdad es, que
el brazo de las Universidades se componía de represen=
tantes de los pueblos de voto en Cortes, que eran en ge-
neral Ciudades,
untada, n., rebanada de pan mojada en aceite, manteca
ú otra sustancia análoga.
to, n., unción; vocablo declarado aragonés por
Blancas.
untura, manteca: se les en el zaragozano Ebn Buelarix.
usajes, n., derecho consuetudinario, pero elevado 4 ley,
constitución, ordenanza, fuero 6 privilegio.
usín, husín, nieve menuda, traída por el viento norte: su
uso en el Alto Aragón.
s6 v
usa en la pa vagar te puede, para
a., erial; racio.
pla de ciervo, cuerno de venado: úsase por Ebn Bu.
clarix, según informes.
, M,, cacharro; la Academia define, como provin-
cial, bajillo, cuba ó tonel,
), ligero, versátil 6 falso: | alegre 6 chillón de
colorido.
', 1, valor, estimación Ó precio; y así se dice, va-
lentor de un real; valentor de un alfiler.
valenza, n., parece significar, valentía, denuesto, riepto
6 desafío, á juzgar por las palabras de Cuenca que, re-
firiendo antiguos privilegios, dice, el pechero que hiciere
vatenza d caballero, no siendo pariente en cuarto, gra-
do, pierda caballo y armas. Tiene alguna conexión con
la voz soberbia, usada en el fuero de Sorauren (Nava-
rra), ca donde dice, que ningún Señor les hiciere sober-
bia, esto es, agravio 6 violencia,
y A., tener valor alguna cosa, y así se dice, este año.
se vale mucho el trigo.
), €., calzones.
vara, látigo; zurriago: se toma E por el todo.
varear, n., ahuecar; esponjar; mullir la lena de los colcho-
vw
nes: [| también se dice aunque ambas voces
e ni ea de un modo
general.
vareador, n., el que tiene por oficio varcar la lana.
varello, n., val pequeña.
Vasallerío, n., derecho sobre los vasallos y condición de
sayllo ú nutural deue, etc. (Códice de la Unión).
de , M., los que daban tributos persona=
les á los ricos-hombres: trata de ellos Cuenca, en su
pa de este título, Los había también, de contrato, co»
ete,
vasallo de signo servicio, los collati tendelli (collazos)
6 adscriptos á la gleba, Ó colonos adscripticios, 6 colo-
nos enfeudados, que, insurreccionados, y abolido ese
estado antes de 1430, quedaron vasallos de parada ó de
contrato; eran hasta divisibles en las herencias y sujetos
al derecho de vida y muerte, si bien se redimían cuando,
heredando ó viviendo fuera de los fondos alodiales 0,
, n., ombligo de Venus; planta.
vaso de M., Jámase censo del vaso de agua, el
que consiste en el 5 %, del capital (antes el 10) por cada
enajenación; no pudiendo hacerse ésta, sin consenti-
miento del censualista,
, laringe ó cavidad entre la glotis y la vepiglotis.
, 1. cada uno de los dos ministros, elegidos por
el Capítulo general de Ganaderos de Zaragoza, para
:cuciones, il otras
ar embargos, itas y
diligencias judiciales. En Navarra tenían el mismo nom=
bre los guardas de los campos; y hoy se conserva en
Agredas el de yidaleros.
', 0., juez ó alcalde de un partido ó territorio.
po, toldo de tela burda y consistente; (| n., especie
de quitasol de grandes dimensiones, que se fija en tie»
rra y sirve para preservarse de la intemperie, los ven-
dedores ó feriantes.
rro Vocals el de Lada, dl de amen Pla Porn Y O
ad v
volletarós po, plcial que mabaja eat m7
ES Aide co, pair pel Adm
EN Adenda esta rmac, por
¿mo Sai incluimos, pe co
esta palabra, se conserva hoy en Aragón oa
que es fuera de aquí, una voz desapas
vendeduría AN >
o A e
A de EAN ON)
hacen las limpias.
ventano, n., ventanico ó ventanillo, según la Academia,
do estos diminutivos, pero no su respec»
¡va voz radical.
«ora y Orilla,
ps dice ca sentido de ctgnidad $ dela otra vida,
pues hemos oído frases como ésta; le hallé inmóvil, sin
color, sin pulsos y. crel queyea estada enla perdad.
, verduzco, d., látigo de cuero $
A RS mi
en plural significa los al maíces, etc;
codi leds als eso ao han pino %
ed indica la sotidad. de una fortuna ó una co-
ma 1D; p- € a Y SECO.
A 1 de Aragón, de arran=
e Provenza 4 su hermano Sancho y ice,
Pucis ab cor
Quan n' ac pres lo vert él madur;
que Mr. Millot traduce así,
Apres en avoir tisé le vert et le s0c,,
o parece indicar, que este modismo era también
lrancés.
vereda, n., cada uno de los nueve distritos, en que se di
del templo del Pilar de Zaragoza, suspendidas desde el
|, D., vez; y así se dice, este
es voz del vi tiene, como se ve, bastante mas lati-
tud, que los significados de la Academia.
, M., las señaladas, en general, para tras=
bumar el ganado,
vicera, n., adula: úsase también en Navarra: en Castilla
bicerra, es cabra montés y vecera, hato de puercos ú
útros ganados que van 4 la vez; así como vecería, ma-
nada de ganado, por lo común porcuno, perteneciente
un vecindario.— Vecero está usado por muchos, en
treotros por Berceo, en sentido de cosa que se
turno Ó persona que la hace.
viblos (pan), a. pre
As, ado; educado con demasiada libertad.
n., hombrecillos; planta.
wieda, prohibición de saca de ganados, granos y otras
mercancías, fuera del reino: los diputados, en las Cor»
tes de Monzón de 1528, pidieron hacerlas ellos, pero se
contestó que eso era regalía (Dormer).
villa! ,, berbiquí: es de uso general y exclusivo en
1, adonde T trajeron los franceses, en la inva»
sión de 1808 y por ello conserva un nombre, tan pare-
cido al de vil ¡fra, con que aquéllos le conocen.
villanos de D., llamados de convención Ó conve=
nio, por el que hacían de servir á los infanzones, sin
la
¡Ínea agreste
visuégalo, rdi a o
Viola, 2, violeta; alba
violario, a., «lr ic € no pur la a
ción que dea Laos de es hacisgda d Pl
mediante la jue éste hace de su PSo
de ella. Las cuales d vioLamio ricos-homes y”
, dice un documento antiguo; sin duda, nde
cando, que cuidaban de su conservación $
en este sentido, que es casi
de aquella polos las Ea
naciones os la Casa de Ganaderos de Zas y
Ll E MS d las cuales hemos acudido para com-
nan IIgunas palabras de ganadería, si bien allí no se
A das las de nuestro Diccionario.
, a., usufructo que sobre los bienes del cón
a goza. el superviviente, mientras continúa én
viudez.
vizalero, d., ho
voceador. 1.
a nd la.
votador, caja 6 urna para recibir los votos. En los Gestis
de la Universidad hay un inventario de ornamentos y
joyas en 1 en el cual consta un botador de plata.
md 10; bóveda.
L, vi
E a
a
e
EA
3
Xx
', 4., revolver el agua ú otro líquido: dícese más
bien chapurcar..
XAITO, 4., VÉAse JARRO.
xía, u., chia; insignia de la magistratura: ant.
'¡glar, a:, gritar con regocijo.
Y
Yaya, n., abuela: también es muy frecuente, sobre todo
entre los niños, designarla con el nombre de lola, que
no incluimo:
, Des : se toma el género por la especie.
Jecha del pico, n., planta E des ps
yerba corxoncra, hipérico.
yerba de pordioseros, n., planta.
yeso, a., Úsase la expresión lavar de yeso, y significa, cue
brir de yeso una pared, bruñiéndola con la paleta.
yunta, p., yugada.
EA
uías, d., el que cuida de los turnos en el ri
de multar d los que contravienen á los estatutos Ú or-
denanzas.
zabalmedina, n., zalmedina: lo hemos visto escrito de
esa manera, gunos ¡mentos manuscritos, y Du-
cange habla de él, usando además los nombres de
medina, o cephalmedina: en un Privilegio de
Pedro IM, en favor de los Jurados de Zaragoza, se lee,
cazalmedina,
zaborra, d., piedra pequeña: tiene alguna conexión con el
saburra latino y sorra español, que significan la arena
gruesa con que se lastraban las embarcaciones: || piedra
sin labrar.
zaborrero, d., albañil que trabaja con zaborras: || d., poco.
diestro en algún oficio.
ZADOITO, N., ALIEZÓN.
TAburrero, d., ZAnORRERO.
zafareche, s., estanque.
zafariche, a., cantarera Ó sitio donde se ponen los cán-
taros.
zaforas, zAfOroso, M., persona desmañada, sucia Ó
torpe.
zafrán, n.. azafrán: así se lee en nuestros Fueros, pero
en castellano sólo se usa, como licencia poética,
zago, después: también zaga. En acto público del no»
tario Bencded, 1283, se lec, entraron en la Iglesia zauo
de el; é los sus enemigos zaca del.
, calzones de piel, que sólo cubren la parte ante-
rior: úsanlos los pastores. z
, ., últimamente: también se dice la qa
"a vez, cuya significación es aproximada á la de la
cademia.
zalacho, andrajo: se artis despectivamente, á las per-
Parcial se dice también, poner d uno como un qa-
zalear, d., manosear 6 deslustrar alguna cosa.
ina, a., en lo antiguo, alcalde Ó magistrado con
jurisdicción civil y criminal: era Juez ordinario de Za-
ragoza y para el desempeño de su oficio, que era anual,
tenía un asesor. Fs equiparan este Ea al de
Censor en Roma: jj d., era en lo antiguo el alcaide de
las cárceles; que , Aquel preso que por sus circunstan=
cias, es nombrado para cuidar del orden interior, en
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cada estancia: — viene de Cadí juez y Medina pobla-
ción 1. (Véase Nougués, Aljafería).
. , M., dignidad y oficio del zarmrDIxA, en su
primera acepción. s
n., golpe con palo, correa etc.: || n., desgracia
que uno sufre en su salud, su carrera ó su fortuna; y
así se dice de uno que ha quedado cesante, hay le ha
llegado el zamarrazo 6 ramalajo: también vemos usa»
da esa palabra, en unas quintillas, escritas con motivo
de las oposiciones verificadas en Zaragoza, para llenar
la vacante del catedrático P. Raulín.
ZAmueco, n., mostrenco; majadero; drope.
¡coohar, d., guisar con poca limpieza; en Castilla sal»
eochar: || d., revolver, desgobernar.
, d., empandullo,
, M., muchacho desproporcionadamente alto: |l
n., joven inútil y ocioso.
ho n., zurriburri,
ape ), M,, En algunos juegos, el que no hace tanto 6
za.
zo, n., sapo; [| a., persona desmedrada, torpe ú desma=
ida.—Rosal dice, que los antiguos llamaban zapo, al
sapo y zapico, ul hombre chico.
, ) d.., trompazo; talegazo.
zapos-quedos, juego de muchachos.
A n., cuero en que se saca agua de los pozos, según
autor del Diálogo de las lenguas, quien cita esa pala»
bra como aragonesa, diferenciando su significación de
la de Castilla, en donde vale tanto, como cuero de vino.
zaranga. d., fritada.
zaragoci, cierta especie de ciruelas, que la Academia tra-
duce, Casaraugustanus: en rigor, esta palabra, pura-
mente española, no debiera incluirse aquí, como nohe-
mos incluído en su lugar, la uya aragonesa.
, 2, arco de cuba.
0) Briz Martínez dice, que de rabal señor y metina ciudad, y añado
ue sustituy E al Señor 6 Juez ordinario, y que 099
ope
el
¿sr fs rial sp Mos por ads 1.4 pal dl, o o
Tiniones (lafora de San Jana de la Daño, libro Ivo oop. RI
Ñ
zarfe, n., criado que se toma en común, por
que via; a a tempo, Jcca desu esa. a
zarpa, D., se Usa en la . ¡arpa greña y
significación de andar ñ A É
zarpear, n., equivale aproximadamente, Á manotear y
manoscar: |! n., echar A
, n., revoltijo; conjunto desordenado de cosas
y aun de ideas Ó palabras; Úsase también en el mismo
es piedad pastrón.
), M., ZAFTAPasiroso; Zarra la
maria miis espe de loo $ otra suciedad, en los
les tl
Ho , Juez toeyor de judíos y moros: sad 008
. Foz.
zerigallo, d., pingajo: ll d., joven indiscreto, que presu=
me y e lens mbr dato que debe. Es
xiza, avispa: úsase en Borja y otros puntos.
zoca, d., choca.
zofra. ven ess que paa AS en A
reino de Aragón: (| n,, hacer trabajar para
común 6 4 vecinal, en obras de at y
zolle, azolle: se usa también, como término de compara»
ción, e pintar una habitación estrecha y lóbrega.
zoque, d., tarugo Ótronco de árbol, sobre el caal se cor=
tan las carnes: (1 tajo; tajador: |] m., cepo para la limos-
na, en tierra de Biescas,
zorina, gallina con manchas blancas, en fondo canela.
zorra, d., quorra de carne, piltrafa.
zorriar, n., el supuesto Avellaneda, autor a:
la opinión común, usa de este verbo, en varios lugares
de su Don Quijote, pero siempre en boca de Sancho.
Una vez dice, jue d fe que me zorrian ya las
de pura hambre (P. V., cap. IV); y otra, había
la escudilla cel las le tos Seo me os
zonnianbo por el estómago abajo (cap. |, Aral
frases se compadecen bastante, con las a de
qurriar y qurrir, sonar ó resonar bronca y desa pacible»
mente aíguna cosa
zoto, c., ignorante, Jerdo,
zucrería, d.. confitería; se balla excluida de la última
edición de la Academia, sin la justa causa, con que se
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ha omitido qudería, que estaba en la penúltima, indu-
dablemente, por error tipográfico.
TUCrero, n., confitero,
ruda, n., castillo, según Ducange,
TUNOO, N., eras enla tela.
uncir, 0. francis plegar 6 recoger el borde de cualquie-
ra tela.
, M, persona chismosa y mal intencionada, que ¡n=
dispone á unos con otros: tiene también, pero un poco
la, la significación de la Academia: || se dice ser
un quriga, al que es travieso ó aturrullado y mañero.
zuro, d., corcho: el corazón de la panoja.
zurraco, d., bolsón de dinero, y en general dinero muy
escondido.
zurrumbre, hedor que se exhala de algunos animales ó
de sus desperdicios.
INDICE
PaóLoco:
1. Homenaje 4 Aragón.
NL. D. Jerónimo Borao
NIL. Diccionario de Voces Aragonesas.
IsTropucciÓN:
COLECCIÓN DE VOCES USADAS EN La LITERA.
= * — DEUSO EN ARAGÓN.
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