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Full text of "El Nuevo viajero universal en América"

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EN  A3IÉI11CA, 

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Qístoria  'be  mx\c^  sabré  la  propínciii  g  antiigu0 
reina  íre  Ctuíta. 


Contiene,  entre  otras  cosas,  su  estado  anli^'uo,  clima  y  prodiiccidues  natu- 
rales. División  territorial.  Descripción,  habitantes  y  cüstumbres  déla  ciu- 
dad de  Quito.  Noticia  de  los  páramos  y  cordilleras. 

POR  M.  E.  Y  L.  C. 

CON    UAA    LAMINA    FINA    PEUFECTAMENTE    ILUMINADA, 

que  representa  habitantes  de  Quito  en   el  trage  del  pais. 


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BARCELONA. 

IMPRENTA    1)E    A.    BERGNüS    Y    COMPAÑÍA. 
CON  UCENCIA.   MARZO,    1833. 


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número  32. 

—  —         número  40. 

—  —         número  4^- 
— -         —        número  G4. 

—  -•«        número  So. 

Litargio  inglés 

Mangra 

Manteca  de  Ilambiirgo.  .  .  . 

—  de  Holanda 

Negro  de  marfil 

—  de  bunio.   , 

Opio 

Paja  gualda 

Palo  amarillo 

—  Brasiletc  Nicaragua..  . 

—  Campecbe 

—  Santa  Marta 

—  Fernambuco 

Papel  blanco  superior.  .... 

—  florete 

—  medio  florete 

—  de  estraza 

Pasas  moscatel  de  Málaga.  . 

—  de  Valencia.  .  ..  '.'.  .  . 

—  de  Denia 

jiPelo  de  camello  trab.  inglés. 

—  liulandés. .  .  . 

—  pelota  negro. 
Pieles  de  liebre  de  Bosnia..  . 

—  de  Yaiaquia.  . 

—  de  Esmiriia.   . 

—  de  Asia 

Pimienta  negra. .  ,  , 

—  Tabasco 

Piñones  del  pais 

Plomo  de  Adra  y  Alaieria  en 

barra 

Potasa 

Polvo  de  grama 

Quercitron 

Queso  de  Holanda 

Quina  loja 

—  calisaya 

Regaliza  raíz 

—  en  pasta 

Rubia  del  reino 

—  csli'aiijera 

Sal  imoníaco 

—  saturno 

Salitre 

Sardina  de  Galicia  grande. . 

—  mediana. 

—  pequeña. 

Sebo 

.Spd.T!  liihiiinsnn  Valencia.  . 


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quintal 


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caja 


libra 


libra 


quintal 


libra 


€[  XXmvo 


Todos  los  ejemplares  de  esta  obra  van 
numerados  y  rubricados  para  los  efectos 
del  derecho  de  propiedad. 


EL  NUEVO 

EN  A3IÉRICA, 


O    SEA 


j^ietoria  íre  via\e^  ^obve  la  proyíncia  ^  antiígua 


Contiene,  entre  otras  cosas,  su  estado  antiguo,  clima  y  producciones  natu- 
rales. División  territorial.  Descripción ,  habitantes  y  costumbres  de  la  ciu- 
dad de  Quito.  Noticia  de  los  páramos  y  cordilleras. 

POR  M.   E.  Y   I..   C, 

GON    VKA    LAMINA    FINA    PEUFECTAMEATE    ILUMINADA, 

que  representa  habitantes  de  Quito  en  el  trage  del  pa¡«. 


BARCELONA. 

IMPRENTA    DE    A.    BEIIGINES    Y    COMPAÑÍA. 
COIV    LICEÍÍGÍA.     MARZO.     1833. 


€1  llucua 

VIAJERO    UNIVERSAL 

en  América. 


íi^PITlTLO  1. 

Estado  antii^uo  de  Quito,  su  clima  j  produc- 
ciones naturales. 

El  reino  de  Quito,  como  se  ha  x'isto  en  el 
Viaje  sobre  el  anti<¿uo  Perú,  fue  sojuzgado  por 
los  Incas  según  algunos,  en  tiempo  de  Tucap 
Yupanqui,  a  escepcion  de  la  Capital;  y  según 
oíros,  por  su  hijo  primogénito  Huaina  Capac. 
Habiendo  este  sucedido  á  su  padre  y  teniendo 
entre  otros  hijos  no  legítimos  á  Altahu  Alpa 
de  la  hija  mayor  del  ultimo  Rey  de  Quito,  re- 
solvió dejarle  colocado  en  aquel  Reino.  Para 
este  fin  solicitó  el  consentimiento  de  su  hijo 
legítimo  y  primogénito  Huáscar,  quedando  el 
vir.  g27  1 


G  EL    NUEVO    VÍAJ£IlO    UNIVERSA.!. 

reino  de  Quilo  como  en  feudo  del  imperio  del 
Perú;  pues  era  ley  fundamental  del  mismo  que 
las  provincias  conquistadas  no  pudiesen  ser 
desmembradas  de  él. 

Obtenido  el  consentimiento  del  Príncipe 
heredero,  quedó  Attabu  Alpa  ó  sea  Atabalipa 
rey  de  Quito;  pero  después  de  la  muerte  de  su 
padre,  ingrato  al  beneíicio  que  acababa  de  reci- 
bir de  su  hermano  Huáscar,  se  rebeló  contra  él 
y  le  quitó  el  imperio.  Kl  mismo  Atabalipa  murió 
posteriormente  á  manos  de  los  Españoles;  y 
Francisco  Pizarro  envió  a  Sebastian  de  Belal- 
cazar  á  la  conquista  de  Quito.  Este  derrotó  a 
los  hidios,  se  apoderó  del  Reino,  y  reedificó  la 
Capital,  estableciéndose  en  ella  en  1534  y  dán- 
dole el  nombre  de  San  Francisco  de  Quito,  que 
todavía  conserva.  No  tuvo  empero  el  título  de 
ciudad  hasta  154Í. 

Esta  población  se  halla  á  los  13'  33"  de  lati- 
tud austral  v  á  298°  15'  45"  de  loní^iiud  del 
meridiano  de  Tenerife.  Está  en  lo  interior  de 
la  América  meridional,  en  la  falda  oriental  de 
la  cordillera  occidental  de  los  Andes ,  y  dista 
del  mar  del  Sur  por  la  misma  parte  occiden- 
tal como  unas  treinta  y  cinco  leguas. 

Al  noroeste  se  halla  á  sus  espaldas  el  cerro 


ÉN    AMÉRICA.  7 

Ó  páramo  de  Pichincha,  célehre  por  su  altura 
y  por  la  antigua  fama  que  tiene  de  encerrar 
riquezas.  Es  este  un  volcan  que  reventó  en 
tiempo  de  los  Incas,  y  también  después  de  la 
conquista ;  y  aunque  hace  bastante  tiempo  que 
no  arroja  fuego  ni  se  le  percibe  humo,  no  deja 
á  veces  de  asustar  á  los  habitantes  con  las  lior- 
riblcs  detonaciones  que  se  oyen  en  sus  conca- 
vidades. Su  boca  está  en  lui  picacho,  y  su  ci- 
ma se  ve  siempre  cubierta  de  nieve,  de  donde 
la  bajan  á  la  ciudad  para  helar  las  bebidas.  Su 
superficie  abunda  en  materias  calcinadas. 

La  temperatura  de  la  provincia  de  Quito  varía 
según  la  mayor  ó  menor  elevación  del  terreno. 
Hay  parajes  llenos  de  perpetua  nieve  donde  el 
frió  es  insufrible,  y  otros  en  e[ue  se  disfruta  de 
una  continua  primavera.  El  aire  es  apacible; 
los  dias  y  las  noches  están  en  perfecta  igual- 
dad; de  suerte,  que  un  pais  que  atendida  su 
situación  geográfica  parece  que  debia  ser  inha- 
bitable por  el  calor,  es  muy  delicioso,  y  ape- 
nas se  distingue  en  él  lo  que  es  verano  y  lo 
que  pertenece  al  invierno. 

Todo  esto  se  debe  principalmente  á  la  gran- 
de elevación  de  aquel  tcireno  sobre  el  nivel 
del  mar;  de  donde  resulta  la  existencia  de  mu- 


8  EL    NUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 

clios  cerros  muy  altos  y  de  grande  esleiision 
cubiertos  de  nieve  y  hielo,  entre  ellos  las  lade- 
ras de  muchos  volcanes. 

Uno  de  los  objetos  que  mas  sorprenden  al 
viajero  es  el  ver  la  agricultura  y  la  industria  en 
la  mayor  actividad  sobre  las  ruinas  que  estos 
van  dejando.  Las  ñddas  del  Tungu ragua  esta- 
ban cubiertas  todavía  en  1790  de  endurecida 
lava;  las  grietas  formadas  al  condensarse  la 
materia  de  la  erupción  despedian  humo  des- 
pués de  diez  y  seis  años;  se  quemaban  todavía 
los  que  aplicaban  la  mano  al  interior,  y  re- 
sonaba un  asombroso  ruido  en  las  concavida- 
des de  la  montaña,  cuando  todo  era  actividad 
y  vida  en  los  pueblos  inmediatos  de  Baños, 
Pelileo  y  Patate. 

Pero  uno  de  los  terremotos  mas  terribles  fue 
el  que  principió  á  4  de  febrero  de  1797  á  las 
siete  y  tres  cuartos  de  la  mañana.  Cuarenta  le- 
guas de  terreno  se  vieron  trastornadas  por  el 
movimiento  undulatorio  que  duró  apenas  cua- 
tro minutos.  Sigiiieion  espantosos  truenos  sub- 
terráneos, y  se  repitieron  los  terremotos  á  las 
diez  de  la  nuiñana  y  a  las  cuatro  de  la  tar- 
de, continuando  después  interrumpidamente 
y   con   menor   violencia    hasta    el  5  de    abril 


EN    AMÉRICA..  9 

á  las  dos  y  tres  cuartos  de  la  mañana,  en  que 
fue  general  y  terrible  la  conmoción.  Un  im- 
pulso vertical  que  sufiieron  varios  montes 
derrocó  gftindes  moles  de  ellos  sobre  sus  pue- 
blos vecinos.  Caudalosos  rios  de  lodo  y  otras 
materias  espelidas  por  diferentes  bocas  igua- 
laron muchos  valles  con  los  cerros  laterales. 
Grandes  haciendas  é  importantes  estableci- 
mientos y  los  pueblos  de  Pelileo,  Pillaro,  Que- 
ro y  Patate  fueron  sepultados  con  sus  liquezas 
y  liabitantes.  Las  ruinas  del  cerro  Cullca  cu- 
brieron la  \illa  de  Riobamba.  Un  momento 
bastó  para  que  quedasen  destruidas  las  pobla- 
ciones de  Latacunga  y  Ilumbato,  cabezas  de 
corregimiento. 

El  Tunguragua,  cuya  elevada  cima  se  man- 
tuvo tranquila  y  despejada,  fue,  según  pudo 
calcularse,  el  foco  de  donde  se  comunicó  el 
movimiento  y  los  materiales  á  los  montes  in- 
mediatos. El  cerro  Igualata,  colateral  y  en  la 
misma  cordillera,  reventó  por  diferentes  par- 
tes. Sus  materias  corrieron  como  rios,  unoshá- 
cia  el  camino  de  Riobamba  ,  y  otros  hacia  Que- 
ro, en  donde  se  aumentaron  con  las  que  vomitó 
el  cerro  de  Lolimpi.  Una  sola  erupción  de  la 
quebrada  Cusutagua  bajó  a  un  profundo  rio 
VII.  2 


10  EL    NUEVO     VIAJERO    UNIVERSAL* 

deteniendo  el  curso  de  sus  aguas,  siguió  mas 
de  tres  leguas  ocupando  el  cauce  de  cuatro- 
cientas varas  de  ancho  y  doscientas  de  profini- 
didad,  e  interrumpió  el  curso  de  los  rios  Ham- 
bato,  Latacunga  y  Pacliaulica.  De  esta  especie 
fue  el  rio  que  penetró  hacia  la  cumbre  de  la 
Mova.  En  otros  montes  se  abrieron  bocas  v  ca- 
yeron  de  ellas  un  sin  número  de  escombros; 
en  Moya  la  fuerza  vertical  que  levantó  las  ma- 
terias cenagosas  alzó  también  un  coilczon  de 
dos  á  tres  varas  de  espesoí*  el  cual  se  dividió 
en  varios  trozos  que  fueron  flotando,  cubiertos 
de  plantas,  hasta  quedar  depositados  sobre  las 
ruinas  de  Pelileo,  arrastrando  la  corriente  á  los 
habitantes  que  hablan  sobrevivido  á  los  vai- 
venes de  la  tierra. 

En  este  terremoto  acaeció  un  gran  numero 
de  notables  particularidades.  El  lodo,  que  en 
tanta  cantidad  salió  de  los  montes,  se  conso- 
lidó en  breve.  Al  primer  movimiento  se  infla- 
mó la  laguna  de  Quirotoa,  sufocando  su  in- 
tenso calor  los  ganados  y  bestias  que  pactaban 
en  sus  inmediaciones.  La  hacienda  llamada  la 
Calera,  del  corregimiento  de  Latacunga,  fue  ti- 
rada entera  á  mas  de  mil  varas,  precipitándose 
á  trozos  el  edificio.  Un  árbol  de  capulí  se  en- 


EPÍ    AMERICA.  1  1 

centró  trasladado  derecho  á  un  punto,  como 
si  se  hul)iese  criado  allí,  salvándose  una  india 
que  habia  subido  á  él.  Uno  de  los  rios  que  sa- 
lieron del  Iguálala  fue  rellenando  por  el  espa- 
cio de  cinco  leguas  el  cauce  del  lio  Pachanlica 
de  mas  de  cien  varas  de  profundidad;  y  reu- 
niéndose con  otros,  pasaron  el  curso  de  los  rios 
Hambato  ,  Tacunga,  G ñapante,  Najiqui  y  otros 
por  el  término  de  ochenta  y  siete  dias,  for- 
mando grandiosos  lagos.  Los  escombros  del 
cerro  Calan  detuvieron  odio  dias  al  gran  rio 
Chambo.  El  cerro  Conchuina,  de  la  jurisdic- 
ción de  Quero,  arrojó  materias  en  parte  secas  y 
en  parte  con  mezcla  de  agua.  En  otro  sitio  se 
levantaron  trozos  de  terreno  en  forma  de  pirá- 
mides ó  panes  de  aziicar  de  ocho  ó  diez  varas , 
cuya  base  parecia  como  soplada  con  fuelles. 
Las  tierras  déla  jurisdicción  de  Patate  padecie- 
ron principalmente  por  las  inundaciones  re- 
sultantes de  la  obstrucción  de  los  rios.  Los 
temblores  fueron  grandes  y  frecuentes  en  el 
puerto  de  Cuayaquil,  donde  no  hubo  desgrar 
cias  de  consideración  ,  ni  se  desquiciaron  las 
casas  hechas  ya  de  madera  á  este  intento.  En 
Quito  fueron  tan  fuertes,  que  con  dificultad 
podia  uno  mantenerse  en  pie;  y  si  bien  tam- 


12  EL    NUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 

poco  fueron  de  consideración  las  desgracias , 
se  desplomaron  \arias  torres  y  muchos  edifi- 
cios. Las  personas  que  fallecieron  en  tan  hor- 
rorosa catástrofe  y  en  una  estension  tan  in- 
mensa, fueron  innumerables^  incluyendo  los 
Indios  y  Mestizos.  Si  bien  se  sintió  el  temblor 
en  las  ciento  setenta  leguas  que  hay  desde 
Popayan  á  Piura^  y  en  las  ciento  cuarenta 
desde  el  mar  hasta  las  orillas  del  rio  ÍNapo,  los 
efectos  principales  se  sufrieron  en  el  cuadri- 
longo de  cuarenta  leguas  entre  Guaranda  y 
Machache,  y  de  unas  veinte  de  este  á  oeste; 
pais  muy  fecundo,  poblado  y  rico. 

El  temple  de  Quito  está  en  tal  medio ;,  que  ni 
los  calones  ni  los  frios  molestan.  Las  mañanas 
son  frescas^  lo  restante  del  dia  es  templado,  y 
las  noches  de  un  temperamento  agradable.  Allí 
se  ve  á  un  tiempo  que  unos  van  vestidos  de 
seda  y  ropas  de  verano  ,  y  otros  de  paño  y  telas 
de  mas  abrigo,  propias  del  invierno. 

Los  vientos  que  reinan  son  continuos  y  sa- 
ludables, y  regularmente  de  sur  ó  de  norte; 
pero  nada  fuertes,  antes  bien  refrescando  el 
aire  hacen  que  los  rayos  del  sol  causen  menos 
molestia  de  la  que  causarian  sin  ellos.  Por  es- 
tas ventajas   seria  aquel  pais  el  mas  envidia- 


EN    AMHRICA.  Í3 

ble;  mas  son  conlinuos  los  aguaceros  y  espan- 
tosas las  tempestades,  y  sobre  todo  los  terre- 
motos se  sufren  muy  á  menudo. 

Los  días  suelen  ser  serenos  basta  la  una  ó 
las  dos  déla  tarde,  en  cuya  bora  empezándose 
á  levantar  vapores,  se  forman  borribles  tem- 
pestades de  truenos  y  rayos,  que  además  del 
estruendo  que  causan  resonando  en  los  cerros, 
á  veces  ocasionan  desgracias  en  la  ciudad.  Sue- 
len durar  las  lluvias  basta  que  al  ponerse  ol 
sol  queda  despejada  la  atmósfera  como  antes. 
A  veces  continúan  basta  por  algunos  dias  in- 
termediados de  otros  serenos.  Desde  el  mes  de 
diciembre  basta  el  de  abril,  mayo  ó  junio  es 
el  tienq)o  que  llaman  invierno,  y  los  restantes 
meses  componen  el  verano  :  en  el  primero  de 
estos  períodos  son  mas  comunes  las  aguas. 

Aquel  pais  se  puede  decir  que  casi  está  libre 
de  insectos  y  sabandijas,  pues  de  estas  ningu- 
na liay  allí  que  sea  venenosa  ;  y  por  lo  demás, 
los  mos({uitos  no  se  conocen,  y  las  pulgas  son 
rarísimas,  sin  liaber  otra  incomodidad  que  hi 
de  las  niguas  ó  piques. 

Aunque  allí  no  se  conoce  la  peste  ni  el  con- 
tagio bay  en  cambio  otras  enfermedades  que  lo 
parecen,  y  que  causan  mucba  mortandad,  co- 


14  EL    PÍUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 

iiio  fiebres  malignas,  pleuresías,  y  la  que  lla- 
man allí  mal  d(d  valle  ó  vicho,  que  se  juzga  ser 
una  especie  de  gangrena  y  es  muy  frecuente. 

Cuando  reinan  los  vientos  del  norte  y  nor- 
deste,  que  son  los  mas  frios  poique  pasan  por 
páramos  nevados,  hay  catarros  que  allí  llaman 
¡)(',chiguenu ,  c\\ui  suelen  ser  generales  y  muy 
molestas.  En  estas  ocasiones  acostumbi*a  hacer 
mas  frió  que  lo  regular  por  las  mañanas,  pero 
se  templa  entrando  el  dia. 

Así  como  no  se  conoce  la  peste  del  conti- 
nente antiguo  se  ignora  allí  el  mal  de  rabia  en 
los  perros;  pero  estos  animales  están  sujetos 
á  otra  enfermedad  que  se  puede  comparar 
con  las  viruelas  de  los  racionales ,  porque  to- 
dos los  cachorros  la  padecen  y  se  esliende  por 
todas  las  provincias  de  la  América  meridional. 
Quedan  libres  de  padecerla  los  que  la  han  te- 
nido una  vez;  y  consiste  en  convulsiones  en 
lodo  el  cuerpo,  y  arrojar  borbollones  de  san- 
gre por  la  boca,  muriendo  los  que  no  pueden 
resistirlo. 

A  la  benignidad  de  aquel  clima  se  debe  sin 
duda  la  gran  fertilidad  del  terreno;  pues  exis- 
tiendo siempre  el  calor  y  la  humedad  propor- 
cionados, se  ven  en  todos  tiempos  los  frutos 


KN    AMÉRICA.  15 

de  todas  las  estaciones.  Al  tiempo  que  se  \aii 
secando  las  primeras  yerbas  salen  otras  de  la 
misma  especie.  Se  marchitan  unas  flores  y  otras 
Jas  reemplazan.  Al  madurar  unas  frutas  y  en- 
vejecerse las  hojas  que  las  acompañaron,  el  mis- 
mo árbol  va  produciendo  otras  nuevas  en  dife- 
rentes estados  de  madurez.  Lo  mismo  sucede 
con  los  senderados,  pues  en  un  nñsnio  [)araje 
siegan  mientras  en  olro  inmediato  están  sem- 
brando. Se  ven  sembrados  en  todos  los  grados 
de  aumento.  Estas  diferencias  proceden  tam- 
bién de  la  varia  situación  de  los  terrenos,  unos 
en  páramos,  otros  en  colinas,  otros  en  llanos, 
otros  en  valles.  Siendo  cada  uno  de  distinto 
temple,  también  es  .vario  el  tienq)o  proj>io 
para  sembrar  y  coger. 

])e  esta  s^ian  fertilidad  resulta  la  abundancia 
de  todo  genero  de  frutos  y  producciones  natu- 
rales, y  la  bondad  de  todos  los  comestibles,  que 
están  sumamente  baratos.  Son  escelentes  las 
carnes  que  se  gastan  en  Quito,  como  soii  teriie- 
ras  ,  cebones,  carneros,  cerdos  y  aves  domés- 
ticas, y  el  ti'igo.  El  pan  no  era  muy  bueno,  por 
no  saberlo  amasar  las  Indias. 

Lo  que  falta  en  a([uel  pais  son  legumbres 
verdes,  y   las   suplen   con    raices   y  simientes 


16  EL    NUEVO    VIAJERO    UJVIVERSAL 

secas.  Las  especies  de  raices  son  camotes,  ar- 
racachas ,  yucas  ,  ocas  y  papas  :  las  tres  prime- 
ras se  traen  de  los  países  cálidos  donde  se  cria 
la  cana  dulce ,  cuyos  parajes  se  llaman  valles  ó 
jungas.  También  se  traen  de  ellos  varias  fru- 
tas, como  son  piálanos  dominicos^  guineos, 
ají  ó  pimiento,  cbírimoyas  ,  aguacates,  grana- 
dillas;, pinas,  guayabas,  guabas  y  otras.  En 
los  parajes  frios  se  producen  peras  pequeñas, 
duraznos,  priscos,  melocotones,  guailambos, 
aurimelos,  albaricoques  y  algunos  melones  y 
sandías,-  pero  estos  tienen  un  tiempo  determi- 
nado para  su  sazón,  y  las  demás  abundan  igual- 
mente en  todo  el  año.  En  los  parajes  de  tem- 
ple moderado  se  suelen  coger  en  todas  las  esta- 
ciones frutillas  ó  fresas  del  Peni,  higos  de  tuna 
V  manzanas.  Asimismo  abundan  las  naranjas 
de  la  China  y  agrias,  limones  reales  y  sutiles, 
limas  dulces  y  agrias,  cidras  y  toronjas:  cuyos 
árl)oles  mantienen  el  azahar  todo  el  año  sin 
cesar  de  dar  fruto.  La  abundancia  y  perma- 
nencia de  tantas  frutas  es  el  mayor  regalo  de 
las  mesas.  Son  los  primeros  platos,  y  los  últi- 
mos que  se  quitan  ,  sirviendo  siempre  de  de- 
leite al  paladar,  al  olfato  y  á  la  vista. 

La  frutilla  ó  fresa  del  Perú  se  distingue  de  la 


Ei\    AMIÍRICA.  17 

de  Europa  en  el  tamaño,  que  es  mayor  tanto  en 
el  fruto  como  en  las  hojas  No  son  tan  gustosas 
como  las  de  Europa,  porque  contienen  mas 
jugo,  pero  no  dejan  de  ser  agradables.  Las  pa- 
pas ó  patatas  son  tan  conocidas,  que  es  por 
demás  detenerse  en  su  descripción.  Su  uso  es 
tan  común,  que  las  comen  en  vez  de  pan,  las 
guisan  de  varios  modos  ,  y  las  prcíiei'en  á  la 
carne  nías  delicada. 

La  raíz  que  llaman  oca  ^  de  dos  á  tres  pulga- 
das de  lai'go  y  de  nscdia  de  grueso,  auncjue  no 
igual  en  toda  su  estension,  con  una  especie  de 
nudos  en  que  se  tuerce,  se  come  cocida  ó  asa- 
da. Su  gusto  se  asemeja  al  de  las  castañas,  aun- 
que sobresale  el  dulce,  propiedad  de  todas  las 
frutas  de  América.  De  esta  raiz  se  hacen  con- 
servas; y  la  produce  una  planta  menor,  como 
los  camotes,  yucas  y  otras.  Está  cubierta  de  un 
pellejo  muy  delgado  y  fino,  amarillo,  colorado, 
ó  un  medio  entre  los  dos. 

Los  granos  que  produce  aquel  país  son  los 
mismos  que  se  cogen  en  España.  Los  Indios 
comen  tostado  el  maiz,  y  entonces  le  llaman 
ca lidia,  üel  maiz  se  hace  la  chicha ,  bebida 
(¡ue  usaban  los  Indios  antes  de  la  con(|uista,  y 
que  en  el  dia  usan  laudjien  mucho.  Para  ha- 


18  m.    i^rUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 

cerla  ponen  en  remojo  el  niaiz  liasla  que  brota 
el  tallo,  y  después  lo  secan  al  sol;  en  seguida  lo 
tuestan  y  lo  muelen ,  y  con  la  harina  hacen  un 
cocimiento  que  cuando  está  en  su  punto  le 
ponen  en  tinajas  ó  botijas,  y  le  añaden  una 
porción  de  agua  para  que  fermente,  lo  que 
sucede  al  segundo  ó  tercer  dia.  Concluida  la 
fermentación  al  cabo  de  otros  dos  ó  tres  está 
propia  paia  beberse.  Dicen  (jue  es  fresca ;  pero 
lo  cierto  e.s  que  si  se  bebe  con  esceso  embria- 
ga, como  les  sucede  á  los  hidios.  Su  gusto  se 
parece  al  de  la  cidra,  aunque,  no  se  puede 
guardar  por  mucho  tiempo,  pues  se  aceda  al 
cabo  de  seis  li  ocho  dias.  Además,  los  hidios 
preparan  el  maiz  para  comerle  de  varios  mo- 
dos, y  les  sirve  de  pan. 

La  semilla  mas  particular  de  aquel  pais 
es  la  quinoa,  que  se  parece  á  la  lenteja,  aun- 
que es  mucho  menor.  Después  de  cocida  se 
abre,  y  sale  de  ella  una  fibra,  que  permane- 
ciendo algo  enroscada  parece  un  gusanillo ^ 
mas  blanco  que  lo  esterior  de  la  semilla.  Se 
come  cocida  como  el  arroz,  y  es  muy  gustosa. 
Se  ha  esperimentado  ser  propia  para  curar  los 
abcesos  v  poslemas,  aplicando  su  emplasto; 
y  el  agua  cocida  con  ella  produce  muy  buenos 
efectos. 


EN    AMÉRICA.  1  í) 

Además  de  las  carnes  domesticas,  se  crian 
conejos  en  abundancia  en  los  páramos.  Hay 
perdices,  aunque  no  muchas  ni  de  la  misma 
especie  que  las  de  Euiopa ,  pues  se  asemejan 
á  las  codornices.  Son  muchas  las  tórtolas,  pero 
se  cogen  pocas,  porque  allí  se  tiene  poca  afi- 
ción á  la  caza. 

Uno  de  los  comeslibles  de  mas  consumo  es 
el  queso,  cuyo  importe  se  regulaba  anualmente 
de  setenta  y  cinco  á  ochenta  mil  pesos  fuertes: 
no  se  consume  tanta  manteca  de  vaca,  bien 
(pie  la  hacen  nuiy  delicada.  Aquellos  habitan- 
tes son  mas  aficionados  al  dulce  que  los  de 
otros  paises;  y  así  es  que  en  Quito  y  en  las  de- 
mas  poblaciones  grandes  de  su  jurisdicción  es 
grande  el  consumo  de  miel  y  aziicar.  Después 
de  cuajada  la  miel  de  cañas  hacen  de  ella  imas 
tortas,  que  llaman  raspaduras;  las  comen  á 
bocados  como  si  fuese  pan,  y  es  uno  de  los 
alimentos  mas  comunes  de  la  gente  pobre. 

La  chirimoya  es  una  fruta  la  mas  delicada. 
Las  hay  desde  pulgada  y  media  hasta  cuatro  y 
aun  cinco  de  diámetro.  Su  figura  es  casi  re- 
donda,  algo  aplastada  por  una  parle.  Está  cu- 
bierta de  una  cascara  delgada,  suave  y  unida  á 
la  carne,  de  la  que  no  se  puede  separar  sin  cu- 


20  EL    NUEVO    VIAJERO   UNIVERSAL 

chillo.  Es  verde  oscura  en  lo  esteiior  cuando 
crece,  aclarando  un  poco  el  color  en  su  madu- 
rez. La  corteza  forma  como  escama  en  toda  la 
circunferencia,  con  unas  venas  algo  gruesas  que 
sobresalen.  La  carne  interior  blanca,  de  fibras 
casi  imperceptibles  que  concurren  al  corazón, 
el  cual  se  prolonga  desde  el  hueco  de  un  cabo 
hasta  al  otro,  está  penetrada  de  un  jugo  algo 
meloso,  es  dulce  con  una  punta  de  agrio  muy 
delicado ,  y  de  muy  agradable  fragancia.  Están 
entre  la  carne  las  pepitas,  de  unas  siete  líneas 
de  largo  y  de  tres  á  cuatro  de  ancho,  algo  cha- 
tas, de  superficie  desigual,  con  algunas  rayas 
de  arriba  á  bajo.  El  árbol  es  alto  y  espeso;  su 
tronco  grueso  y  redondo,  con  algunas  desigual- 
dades ;  y  sus  hojas  frondosas,  algo  circulares, 
aunque  mas  largas  que  anchas,  terminadas  en 
punta,  de  tres  pulgadas  de  largo,  de  dos  y  dos 
y  media  de  ancho,  y  de  un  verde  algo  oscuro. 
Este  árbol  se  desnuda  de  las  hojas  secas  antes 
de  cubrirse  de  las  nuevas  todos  los  años;  lo 
que  es  una  particularidad  en  aquel  clima.  La 
olorosa  flor  que  sale  antes  de  la  fruta  tiene  al 
principio  un  color  poco  diferente  del  de  las 
hojas ,  y  verde  oscuro  en  su  perfección ,  y  una 
figura  semejante  á  la  de  un  alcaparrón,  car- 


EN    AMÉIUCA.  21 

nosa  ,  algo  mas  grande,  y  ahieila  en  cuatro 
hojas.  Son  muy  estimadas;  y  solo  produce  el 
árbol  las  que  han  de  dar  fruto. 

Otra  de  las  buenas  frutas  de  aquel  pais  es  el 
aguacate,  Uaiundo  jjal/a  por  los  Indios  en  Li- 
ma y  otras  partes  del  Perú;  de  figura  casi  cóni- 
ca ;  de  tres  á  cinco  pulgadas  de  largo,  con  una 
cascara   muy  delgada ,    que  se   despega   fácil- 
mente cuando  la  fruta  está  madura';  y  en  lo  es- 
terior  es  lisa  y  lustrosa,  como  si  estuviese  bar- 
nizada. Su  color  es  siempre  verde,  aunque  algo 
mas  claro  cuando  madura;  la  carne  algo  con- 
sistente, de  color  blanco  tirando  á  verdoso, 
de  gusto  nada  dulce,  siéndole  preciso  un  poco 
de  sal  para  que  sobresalga;  la  pepita  que  en- 
cierra, de  dos  pulgadas  de  largo  y  media  de  diá- 
metro circular  y  rematando  en  punta,  amarga, 
no  tan  dura   que  resista  al  cuchillo,   y  com- 
puesta de  dos  lobas  entre  las  cuales  se  percibe 
la  forma  del  árbol  en  pequeño ;  y  la  hoja  algo 
mas  grande  que  la  del  chirimoyo  con  alguna 
diferencia  en  la  figura.  El  árbol  es  alto,  copudo 
y  muy  frondoso. 

En  el  Fin/e  al  Perú  inodenio  se  habló  va 
délas  guabas,  llamadas/;<:ir6Yr<?,i  poi' los  hidios, 
cuyo  árbol  es  también  alto,  copudo  y  de  la 
hoja  correspondiente. 


22  EL    NUEVO    VIAJERO   UNIVERSAL 

La  granadilla,  de  la  liecliura  de  un  huevo 
de  gallina,  pero  mayor  y  de  cascara  muy  lisa , 
lustrosa  por  fuera  y  algo  encarnada,  blanca  por 
dentro  y  esponjosa,  de  cosa  de  linea  y  media 
de  grueso,  con  alguna  consistencia,  encierra 
una  sustancia  viscosa  y  líquida,  y  en  ella  unas 
pepitas  ó  granos  muy  pequeños  y  delicados.  El 
gusto  de  esta  fruta  es  agridulce  muy  agradable; 
y  es  fresca  y  sana,  aunque  se  coma  en  abun- 
dancia, lo  mismo  que  las  dos  anteriores.  La 
planta  se  enreda,  y  da  una  flor  semejante  á  la 
pasionaria,  pero  de  una  deliciosa  fragancia. 

La  mayor  parte  de  las  frutas  de  aquellos 
paises,  en  particular  las  de  climas  cálidos,  no 
maduran  en  los  árboles,  sino  que  es  preciso 
arrancarlas  y  dejarlas  sazonar.  No  arrancándo- 
las, se  marchitan  y  no  se  pueden  comer. 


EJí    AMIÍRICA.  23 


!„^^«c5^.<^  ^«3í«<<<«<KSí.«4 


CAPITULO  II. 


Dii>ision  territorial  de  Quito. 

La  prcívincia  de  Quito,  con  territorio  de  au- 
diencia y  título  de  reino,  terminaba  al  norte 
con  la  de  Santa  Fe  de  Bogotá ,  comprendiendo 
parte  del  gobierno  de  Popayan;  al  oeste  con 
el  grande  Océano ,  desde  la  costa  de  Máchala 
en  la  ensenada  de  Puna  hasta  al  gobierno  de 
Atacames  y  jurisdicción  de  Barbacoas  en  la  de 
laGorgona;  al  sur  con  los  corregimientos  de 
Piura  y  Chachapoyas  pertenecientes  al  Perú  • 
al  oriente  con  el  gobierno  de  Maynas  en  el  rio 
Marañon  ó  de  las  Amazonas  hasta  el  meridiano 
de  demarcación  con  el  Brasil.  Por  esta  parle  se 
encuentran  dilatadas  llanuras  habitadas  por 
Indios  independientes.  Su  costa  contiene  al  sur 
el  golfo  de  Guayaquil,  y  hacia  al  norte  los  ca- 
bos Santa  Elena,  San  Lorenzo  v  San  Francisco. 

La  mayor  estension  de  Quito  de  norte  li  sur 
es  de  doscientas  leguas,  y  de  oliente  á  occi- 
dente desde  el  cabo  de  Santa  Elena  hasta  el 


24  EL  NUEVO    VIAJERO    UNIVEKSAL 

indicado  meridiano.  Los  Andes  atraviesan  del 
sur  al  norte  con  el  nombre  de  cordillera 
de  Quilo,  que  se  divide  en  dos  ramales,  el 
mas  occidental  á  unas  treinta  á  sesenta  le- 
guas del  mar,  y  el  otroá  cosa  de  cinco  leguas 
y  media  a  seis  y  media  mas  adentro,  dejando 
entre  ambos  una  muy  alta  llanura  en  donde 
existe  casi  lodo  el  número  de  habitantes.  Se 
aízan  en  la  cordillera  occidental  el  Casitagua, 
el  Picbinclia,  el  Atacazo,  el  Coiazon  ,  el  Isline- 
sa,  el  Cargüairazo  y  el  Cbimborazo,  descritos 
ya  en  el  Viaje  al  Perú  inodcino  ^  y  el  Curram- 
bay;  y  en  la  oriental  el  Guamani,  el  Anlisana, 
el  Pasuachoa,  el  Ruminavi,  el  Cotopaxi,  el 
Quelendama  ,  el  Tunguragua,  el  Capa-Ureu,  el 
Altivir  y  el  Sangay,  que  son  casi  todos  volca- 
nes en  actividad. 

De  las  vertientes  orientales  se  desprenden 
varios  rios  secundarios,  que  van  á  reunirse 
con  el  Putumayo,  el  Ñapo,  el  Pastaza,  el  Mo- 
rona ,  el  Santiago  y  el  Amazona.  De  las  occi- 
dentales descienden  al  grande  Océano  los  rio. 
Esmeraldas  y  Guayaquil. 

Gran  parte  del  terreno  que  forma  la  anchura 
del  reino  de  Quito  está  solo  habitado  por  na- 
ciones  bárbaras  de  hidios  ó  despoblado.   Lo 


que  en  rigor  se  puede  considerar  que  contiene 
su  población  es  el  espacio  que  se  halla  entre 
las  dos  cordilleras  de  los  Andes  formando  un 
trecho  prolongado  y  de  no  mucha  latitud,  des^ 
de  el  corregimiento  de  la  villa  de  San  Miguel 
de  Ibarra  hasta  el  de  Loja,  lo  que  se  dilata 
desde  aquel  hasta  mucha  parte  de  lo  que  ocu- 
pa el  gobierno  de  Popa  van ,  y  lo  que  se  es- 
ticnde  desde  la  cordillera  occidental  hasta  la 
marina.  Los  corregimientos  de  oriente  á  occi- 
dente se  estendian  cosa  de  quince  leguas  ó 
poco  mas,  que  es  lo  que  media  entre  las  dos 
cordilleras;  pero  debe  agregarse  también  lo 
que  comprenden  los  gobiernos  de  Jaén,  de  Bra- 
camoros,  el  de  Quijos  y  el  de  May  ñas,  dejando 
entre  unos  y  otros  largos  trechos  que  solo  ha- 
bitan los  hidios;  y  al  norte  de  toda  la  pro- 
vincia el  gobierno  de  Popayan,  que  \enia  a 
ser  otra  provincia  distinta  de  la  de  Quito. 

Además  de  estos  cinco  gobiernos,  se  com- 
ponia  la  provincia  de  Quito  de  nueve  corre- 
gimientos, llamados  alli  provincias^  que  em- 
pezando por  el  que  está  mas  al  norte,  son  los 
siguientes: 

1°.  La  villa  de  San  Miguel  de  Ibarra,  que  era 
cabeza  del  corregimiento  del  mismo  nombre, 


^G  EL    NLKVO    VIAJERO    UP<  I  VERSAL 

el  cual  tenia  además  ocho  pueblos  principales 
ó  parroquias.  Antiguaiiienle  pertenecia  á  este 
corregimiento  toda  la  jurisdicción  del  de  Otá- 
balo, pero  se  dividió  en  dos,  por  comprender 
demasiado  terreno.  La  villa  de  San  Miguel  se 
halla  en  un  espaciosa  llano,  algo  mas  cercana 
á  uno  de  sus  lados ;,  y  poco  apartada  de  una 
mediana  seiianía  que  la   hace  espaldas  por  la 
parte  de  oriente  entre  dos  rios  no  muy  gran- 
des que  riegan  aquella  llanura.  El  terreno  es  de 
poca  firmeza,  por  lo  que  no  solo  se  esperi menta 
mucha  humedad,  sino  que  los  edificios  se  hun- 
den. Es  de  bastante  estension,  las  calles  dere- 
chas y  anchas,  la  mayor  parte  de  las  casas  de 
adobes  ó  de  piedra  y  cubiertas  con  teja.  En  lo 
esterior  de  la  villa  hay   varios  barrios  donde 
viven  los  Indios,  cu^as  casas  ó   chozas  son  lo 
mismo  que  en  otros  paises,  estrechas  y  pobres. 
Pero  las  casas  de  lo  interior  de  la  villa  tienen 
buen  aspecto :  las  de  la  plaza  son  de  un  alto,  v 
las  demás  bajas.  A  mas  de  la  iglesia  parroquial 
habia  tres  conventos,  uno  de  franciscos,  otro 
de  dominicos,  y  olro  de  mercenarios  ,  y  uno  de 
monjas  de  la  Concepción.  El  número  de  sus 
habitantes  será  como  de  diez  á  doce  mil. 

En  la  jurisdicción  de  este  corregimiento  está 


Eis^  .nrÉRicA.  11 

la  célebre  laguna  de  Yaguar-Cocha ,  memora- 
ble por  haber  sido  el  sepulcro  de  los  de  Otá- 
balo cuando  el  inca  Huayna  Capac  los  venció, 
y  por  la  giandc  resislencia  que  le  hicieron 
mandó  degollar  á  los  prisioneros,  con  lo  cual 
se  ensangrentó  la  laguna  y  le  quedó  el  nombre 
que  tiene,  que  significa  la<^o  de  saiigrc. 

La  temperatura  de  esta  villa  es  muy  benigna. 
La  mayor  parte  de  los  pueblos  de  su  jurisdic- 
ción se  hallan  en  terrenos  bajos,  que  se  llaman 
valles.  Las  haciendas  que  hay  en  ellos  unas  son 
de  trapiches  donde  se  fabrica  mucho  azúcar  y 
muy  blanco,  otras  de  frutas  de  temples  calien- 
tes, y  otras  de  algodón,  de  que  hay  abundancia 
y  es  de  buena  calidad. 

La  caña  dulce  no  es  tan  tardía  como  en  la 
jurisdicción  de  Quito,  y  se  muele  en  todos 
tiempos,  pues  no  tiene  necesidad  de  cortarse 
en  ocasiones  determinadas;  no  perdiendo  nada 
de  su  calidad  aunque  se  retarde  uno  ó  dos  me- 
ses mas  después  de  estar  madura.  Así  los  cor- 
tes se  hacen  por  cuadras  ,  y  todo  el  año  traba- 
jan los  trapiches. 

Los  demás  parajes  cuya  temperatura  es  me- 
nos cálida,  están  ocupados  de  haciendas  de 
sembradío  donde  hay  grandes   maizales.  Las 


28  FX    NUEVO    VIAJEIIO    UNIVERSAL 

haciendas  de  potreros  son  lannbien  considera- 
bles, pero  las  de  lanas  no  producen  á  propor- 
ción. 

En  la  jurisdicción  del  pueblo  de  las  Salinas 
hay  minas  de  sal,  que  se  consume  en  este  par- 
tido y  es  lleva  a  los  paises  situados  al  norte  de 
el.  Esta  sal  tiene  mezcla  de  salitre,  por  lo  que 
no  es  muy  sana;  pero  no  daña  a  los  que  están 
acostumbrados  á  ella ,  bien  que  no  es  propia 
para  salazones  ,  en  las  cuales  usan  de  la  de 
Guayaquil. 

En  las  tierras  que  pertenecen  al  pueblo  de 
Mira,  hay  parajes  donde  se  crian  asnos  silves- 
tres que  procrean  mucho  y  son  difíciles  de 
coger.  Los  dueños  de  aquellas  posesiones  dan 
licencias  para  sacar  cuantos  se  puedan  por  un 
interés  muy  corto,  proporcionado á  los  dias  que 
se  han  de  emplear  en  la  cacería.  Para  cogerlos 
se  junta  mucha  gente  á  caballo  con  Indios  á  pie, 
V  hacen  una  batida  procurando  encerrarlos  en 
una  cañada,  y  después  los  enlazan  desde  los 
caballos  á  rienda  suelta.  Luego  que  se  ven 
acorralados  procuran  escapar ,  y  por  donde 
rompe  uno  siguen  todos  los  demás.  Teniéndo- 
los enlazados  los  derriban  y  les  ponen  trabas, 
dejándolos  asegurados  hasta  que  se  concluyela 


EN    AMÉRICA.  29 

cacería.  Los  sacan  después  apareados  con  otros 
mansos,  no  sin  dificultad,  porque  son  tan  bra- 
vos ,  que  nadie  puede  parar  delante  de  ellos. 
Cuando  están  en  su  libertad  corren  tanto  como 
los  mejores  caballos,  tanto  cuesta  arriba  como 
cuesta  abajo;  y  cuando  los  acosan  se  defienden 
á  coces  y  bocados  con  tal  ligereza,  que  sin  de- 
jar de  correr  lastiman  a  mucbos  de  los  que  los 
persiguen.  Pero  es  cosa  particular  que  con  solo 
ponerles  la  primera  carga  quedan  mansos,  ol- 
vidados de  la  ligereza,  y  apagada  la  ferocidad 
que  tenian  en  el  campo.  No  permiten  estos  ani- 
males que  entre  ningún  caballo  en  el  paraje 
en  que  ellos  están  establecidos;  y  si  entra  al- 
guno le  acometen  y  persiguen  basta  abuyen- 
tarle,  y  á  veces  le  matan  á  bocados.  Fácil  es 
presumir  la  armonía  que  barán  por  aquellos 
campos,  pues  apenas  empieza  uno  á  rebuznar 
cuando  todos  los  demás  le  corresponden. 

2^.  La  jurisdicción  de  Otábalo  se  componía 
de  ocbo  pueblos  principales.  Su  asiento  era 
grande,  y  se  reputaba  de  diez  y  ocbo  ó  veinte 
mil  babitantes,  mucha  parte  de  ellos  españo- 
les. Los  demás  pueblos  se  componen  de  fami- 
lias de  Indios. 

En  este  territorio  liav  haciendas  como  en  el 


30  EL    NUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL. 

anterior.  No  hay  tantos  trapiches  ,  pero  los 
obrajes  eran  mas  en  grande  por  ser  los  hidios 
mas  en  numero  y  mas  aficionados  á  tejer.  Ade- 
más de  lo  que  se  fabricaba  en  los  obrajes ^  los 
Indios  sueltos  ó  no  mitayos  hacían  muchas  te- 
las de  su  cuenta,  como  eran  lienzos  del  pais  ó 
tucuyos ^  alfombras,  pabellones  para  camas  y 
colchas  adamascadas,  todo  de  algodón,  unas 
\eces  blanco  con  varias  labores,  y  otras  azul  y 
blanco.  Estas  telas  son  muy  estimadas,  tanto 
en  Quito  como  en  otras  partes  á  donde  se 
llevan. 

Las  siembras  de  trÍ2:o  v  cebada  no  se  hacen 
en  este  corregimienlo  como  en  los  otros,  pues 
en  lugar  de  regar  los  sembrados  dividen  la 
tierra  después  de  arada  en  eras  ó  surcos  y  van 
haciendo  en  estos  hoyos  pequeños,  enterrando 
en  cada  uno  cinco  ó  seis  granos  de  simiente. 
La  lentitud  de  semejante  modo  de  sembrar 
dicen  que  se  recompensa  con  la  grande  abun- 
dancia de  las  cosechas,  que  suelen  ser  de  ciento 
a  ciento  y  cincuenta  por  uno. 

Hay  muchas  y  cuantiosas  haciendas  de  po- 
treros, y  otras  de  hatos  ó  vaquerías  donde  se 
hace  mucho  queso.  Para  esto  es  muy  á  propó- 
sito,  porque   el  territorio  abunda  en  arroybs 


EN    AMÉRICA.  /  31 

que  riegan  los  sitios  destinados  para  pastos. 
Las  Laciendas  de  lana,  li  ovcjcrias  como  lla- 
man, no  son  tan  considerables. 

Al  pueblo  de  Cayambe,  situado  en  medio 
de  un  espacioso  llano,  hace  espaldas  uno  de 
los  cerros  mas  altos  de  aquellas  cordilleras,  lla- 
mado Cayand^uro.  No  menos  alto  ni  cubierto 
de  hielo  que  el  Chimborazo,  descuella  sobre 
los  muchos  que  hay  entre  él  y  Quito  ,  y  se  des- 
cubre desde  esta  ciudad.  La  vecindad  de  aquel 
cerro  v  la  violencia  con  que  los  vientos  soplan 
casi  de  continuo  hacen  íjuc  el  llano  de  Ca- 
vambe  sea  algo  fiio  y   desapacible. 

En  el  territorio  de  este  corregimiento  hay 
dos  lagunas,  la  una  con  el  nombre  de  San 
Pablo,  de  un  pueblo  fundado  á  su  orilla  :  ten- 
drá una  legua  de  largo  y  media  de  ancho;  en 
ella  se  cazan  patos  y  gallaretas  ,  y  está  rodeada 
de  enea ,  llamada  allí  totoral.  Recibe  el  agua  del 
cerro  de  Mojanda,  y  de  ella  sale  uno  de  los  bra- 
zos que  forman  el  rio  Blanco.  La  otra,  casi  de  la 
misma  estension,  se  llama  Cuicocha,  y  está  so- 
bre una  meseta  que  forma  la  falda  del  cerro  del 
mismo  nombre.  En  ella  hav  dos  islas,  v  en  es- 
tas  cuyes  silvestres  y  venados  que  pasan  á  nado 
á  la  tierra  firme,  y  cuando  se  ven  perseguidos 


32 


EL    NUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 


se  vuelven  á  las  islas.  Tanto  en  esta  laguna 
€omo  eii  la  otra  se  crian  algunos  pececilos  sin 
escama,  como  los  camarones,  que  escabecha- 
dos son  muy  eslimados  en  Quito,  por  care- 
cerse  en  aquella  ciudad  de  pescado  fresco. 

3^  El  cori'egimiento  de  Quito  se  componía 
de  veinte  y  cinco  pueblos  principales ;  y  aun- 
que el  territorio  tiene  el  nombre  de  cinco  le- 
guas,  se  dilataba  algo  mas  por  algunas  partes. 
Esta  poblado  de  haciendas,  cuyos  frutos  son 
proporcionados  a  la  variedad  del  terreno.  Es- 
tos son  :  maiz,  caña  dulce ,  raspaduras,  guarapo 
V  aííuardiente  de  caña.  Se  hacen  unos  dulces 
llamados  rajados.  La  caña  dulce  es  mas  tardía 
en  este  corregimiento,  pues  el  temple  no  es 
bastante  cálido  para  su  pronta  madurez  :  no  se 
puede  cortar  hasta  los  tres  años  de  plantada, 
ni  da  mas  que  un  fruto,  y  después  el  de  lo  que 
se  llama  soca^  que  sirve  para  replantarla. 

La  bebida  llamada  guarapo  no  es  otra  cosa 
mas  que  el  caldo  de  la  caña  según  sale  del  trapi- 
che dejándole  fermentar.  Es  nuiy  gustosa  entre 
agrio  y  dulce,  y  saludable;  pero  en  escedien- 
dose  embriaga.  La  gente  común  la  usa  mucho. 

En  medio  de  la  gran  variedad  de  aquel  pais, 
en  las  haciendas  de  páramos  se  coge  trigo,  ce- 


EN    AMÉRICA.  33 

bada,  legumbres  y  papas,  y  bay  diversas  es- 
pecies de  ganado. 

La  mayor  parte  de  aquellos  pueblos  guardan 
poca  regularidad  en  su  disposición.  Lo  princi- 
pal de  ellos  es  la  iglesia  y  la  casa  del  cura,  á 
que  llaman  convento,  aunque  sea  clérigo  secu- 
lar, por  haber  estado  al  principio  á  cargo  de 
regulares.  Todo  lo  restante  se  reduce  a  chozas 
de  barro  cubiertas  de  paja  esparcidas  por  los 
campos,  donde  cada  uno  tiene  su  chacarita  ó 
pedazo  de  tierra  para  sembrar. 

4^  Por  la  parte  del  sur  de  Quito  el  primer 
corregimiento  que  seguía  al  de  esta  capital  era 
al  asiento  de  Latacunga.  El  nombre  de  asiento 
significa  lugar,  y  es  inferior  al  de  villa  y  supe- 
rior al  de  pueblo.  Se  halla  este  asiento  en  un 
llano  espacioso  :  por  la  parte  del  este  le  hace 
espaldas  la  cordillera  oriental  de  los  Andes,  de 
la  cual  se  avanza  un  cerro  muy  alto;  y  poco  dis- 
tante de  su  pie  está  Latacunga,  á  los  55'  14  4  " 
de  latitud  austral;  al  occidente  la  ciñe  un  rio 
bastante  caudaloso,  que  aunque  a  veces  se 
vadea,  cuando  aumenta  la  corriente  es  menes- 
ter pasarle  por  un  puente.  La  población  es 
grande,  las  calles  anchas  y  derechas,  las  casas 
de  piedra  y  cal  embovedadas  y  bien  dispues- 
VII.  3 


34  EL    NUEVO    VIAJERO    UNIVERSjLL 

las,  aunque  sin  ningún  alio  por  los  terremo- 
tos. En  el  de  20  de  junio  de  1G98,  que  fue  ge- 
neral en  la  mayor  parle  de  la  provincia  de 
Quito,  solo  quedaron  en  pie  en  este  asiento 
la  iglesia  de  la  Compañía  y  parte  de  una  casa, 
eijtre  mas  de  seiscientas  que  conlendiia  de  cal 
y  piedra.  La  mayor  parte  de  sus  moradores 
fueron  sepultados,  pues  el  ten  emolo  empezó 
á  la  una  de  la  mañana  cuando  dormian,  y  con- 
tinuó hasta  mucha  parle  del  dia.  Ya  se  ha  ha- 
blado antes  del  de  1797. 

La  piedra  de  que  se  hacen  los  edificios  es 
una  especie  de  pómez  ó  piedra  esponjosa  de 
los  volcanes  de  (|ue  hay  allí  canteras.  Es  tan 
ligera  que  nada  sobre  el  agua,  y  por  ser  muy 
porosa  traba  muy  bien  la  cal.  Este  corregi- 
miento tiene  diez  y  siete  pueblos  principales, 
mas  capaces  y  poblados  por  lo  regular  (pie  loí:; 
de  los  demás. 

Este  asiento  es  frió,  por  el  cerro  de  Coto- 
paxi,  que  solo  dista  seis  leguas,  y  es  no  menos 
alto  que  los  de  Chimborazo  y  Cayamburo. 
Cuando  en  1533  Sebastian  de  Beíalcazar  con- 
(juislaba  la  provincia  reventó  acjuella  monta- 
ña, y  este  accidente  contribuyó  mucho  a  que 
se  rindiesen  los  Indios  por  la  voz  que  había 


EN    A.M ERICA.  35 

eutre  ellos  de  que  cuando  reventase  serian 
conquistados  por  un  príncipe  desconocido. 
Toda  aquella  espaciosa  llanura  está  llena  de 
disformes  peñascos  que  entonces  lanzó  el  vol- 
can, algunos  á  mas  de  cinco  leguas  de  dis- 
tancia. Estalló  también  en  1743. 

El  vecindario  de  este  asiento  era  de  diez  á 
doce  mil  habitantes  entre  españoles  y  mesti- 
zos. Habia  cuatro  conventos  de  S.  Francisco, 
agustinos,  dominicos  y  de  la  Merced.  Los  In- 
dios viven  como  en  Quito,  en  barrios  separa- 
dos junto  á  los  campos.  Habia  toda  suerte  de 
oficios,  y  así  en  el  pueblo  como  en  lo  restante 
de  la  jurisdicción  muchos  obrajes  de  paños, 
bayetas  y  tucuyos.  Hacen  muchas  salazones  de 
puerco,  que  llevan á  Quito,  Rio-Bamba  y  Gua- 
yaquil. Se  ven  sembrados  de  al  faifa  y  arbole- 
das de  sauces. 

Los  Indios  de  los  pueblos  de  Pujili  y  Saqui- 
sili  fabrican  todo  genero  de  obias  de  barro, 
como  ollas,  cántaros ,  etc. ,  con  mucho  pri- 
mor, para  lepartirse  en  toda  la  provincia  de 
Quilo.  El  barro  que  usan  es  colorado,  muy 
fino  y  oloroso. 

5^.  Seguía  después  el  corregimiento  de  l\io- 
Bauíba  ,  cuya  capilal  era   la   villa   del   mismo 


36  EL    NUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 

nombre.  Su  jurisdicción  eslaba  dividida  en  dos 
partidos,  con  un  tenienle  en  el  asiento  de 
Hanibato.  Le  pertcnecian  diez  y  ocbo  pueblos 
principales.  La  villa  está  situada  á  T,  41'  y  f 
de  latitud  austral,  y  á  22'  al  occidente  de  la 
ciudad  de  Quito. 

En  1533  Sebastian  de  Belalcazar  tomó  á  los 
Indios  el  pueblo  que  allí  tenian;  y  en  el  año 
siguiente  el  mariscal  don  Diego  de  Almagro 
puso  los  fundamentos  de  aquella  villa.  Está  en 
un  llano  muy  espacioso  ,  rodeado  de  cerros. 
Al  norte  tiene  una  llanura  dilatada,  por  donde 
se  deja  ver  en  toda  su  magnitud  el  Cliimbora- 
zo,  de  cuyas  faldas  no  dista  mucho  la  pobla- 
ción. Al  sur  en  otra  llanura  que  domina  á  la 
villa  hay  un  lago  de  cosa  de  una  legua  de  largo 
y  tres  cuartos  de  ancho,  llamado  Colta.  Tiene 
abundancia  de  patos  y  gallaretas,  y  en  sus  ori- 
llas varias  haciendas. 

Toda  la  villa  es  regular  y  bien  dispuesta,  las 
casas  de  cal  y  piedra  ligera,  algunas  con  un 
alto,  y  las  demás  bajas  por  los  terremotos. 
Antes  de  la  conquista  los  hidios  de  esta  pobla- 
ción y  los  que  la  seguían  en  su  jurisdicción  por 
la  parte  del  sur,  se  llamaban  Puruayes,  nom- 
bre con  el  cual  se  distinguen  de  los  demás  de 
la  provincia. 


ÉN    AMERICA.  3/ 

Además  de  la  iglesia  mayor  tiene  olra  par- 
roquia, conventos  de  las  mismas  religiones 
que  Latacunga,  y  uno  de  monjas.  Al  poniente 
un  rio  fertiliza  aquellos  campos.  El  vecindario 
era  de  diez  y  seis  á  veinte  mil  almas ,  con  mu- 
chas familias  de  distinción.  El  ayuntamiento 
se  compon ia  de  regidores,  entre  los  cuales  se 
nombraban  anualmente  dos  alcaldes  ordina- 
rios, para  cuya  elección  era  menester  que  con- 
curriesen todos  los  votos.  La  inmediación  del 
Cillimborazo  hace  a  Rio-Bamba  mas  frió  ([uc 
Quito,  paiticularmente  desde  diciembre  á  ma- 
yo ó  junio,  en  que  son  mas  frecuentes  ios 
vientos  del  norte  y  nordeste,  retirándose  la 
gente  acomodada  á  las  haciendas  mas  templa- 
das. No  llueve  tanto  como  en  Quilo,  y  las  teui- 
pestades  son  mas  moderadas. 

Las  haciendas  son  muchas  y  grandes ,  los 
obrajes  considerables,  y  los  Indios  aficionados 
á  tejer,  en  especial  los  del  pueblo  de  Guano, 
que  tenían  fama  por  las  medias  de  lana.  El  ga- 
nado lanar  es  abundante,  y  el  terreno  suma- 
mente fértil  con  toda  especie  de  hortalizas  y  le- 
gumbres secas.  En  este  corregimiento  hacia  el 
sur  hay  el  llano  Tiocaxas,  célebre  por  haberse 
dado    en   él   una    batalla  entre    los  Españoles 


38  FX    NUEVO    VIAJEñO    UNIVERSAL 

mandados  por  Belalcazar  y  los  indios  Pufua- 
yes,  que  impidieron  á  los  primeros  el  paso  pa- 
ra Rio-Bamba. 

El  asiento  de  Hambalo,  segundo  partido  de 
este  corregimiento,  está  en  un  llano  que  se  ha- 
lla en  lo  hondo  de  un  valle.  Al  noile  hay  un 
rio  caudaloso  y  rápido  que  se  pasa  por  un 
puente;  este  asiento  lenia  de  nueve  á  diez  mil 
habitantes,  sus  casas  de  adobes,  una  ])arro- 
quia,  dos  ayudas  de  parroquia  y  un  convento 
de  Franciscos.  Fue  destruido  por  el  mismo  tei- 
remoto  que  Latacunga.  En  sus  inmediaciones 
se  abrió  la  tieira  en  varias  grietas,  de  las  cua- 
les permaneció  una  al  sur  de  cuatro  á  cinco 
pies  de  ancho  y  de  cerca  de  una  legua  de  norte 
á  sur,  y  otras  semejantes  al  norte  después  de 
pasado  el  rio.  En  aquella  ocasión  reventó  el 
nevado  (]arguayrazo,  y  de  él  corrió  un  formida- 
ble rio  formado  de  nieve  derretidii  y  de  la  lava 
arrojada  por  el  volcan,  que  asoló  las  semente- 
ras, destruyó  los  ganados  que  pacian,  y  dejó 
rastros  de  lava  al  sur  del  asiento. 

Los  naturales  son  traviesos  y  belicosos,  por 
lo  que  están  desacreditados  en  los  puel)los  ve- 
cinos. Esta  jurisdicción  aventaja  á  las  demás 
en  varias  cosas.  Su  pan  es  el  mejor  de  la  pro- 


EN    AMÉrUCA..  39 

\incia,  y  lo  llevan  por  regalo  en  roscas  á  Quito. 
En  el  pueblo  de  Quero  trabajan  los  Indios  todo 
arenero  de  obras  de  madera  end)ulidas.  Patale 
da  en  abundancia  caña  dulce  con  muy  buen 
azúcar;  Santa  Rosa  de  í^ilaguin  mucha  y  bue- 
na cebada,  y  los  alrededores  del  asiento  esce- 
lentes  frutas  que  se  envian  á  Quilo  inclusas  la 
mayor  pane  de  las  de  Euroj)a. 

G.''  A  la  parle  occidenlal  del  corregimienlu 
de  Rio-Bamba  se  baila  el  de  Chimbo  con  la  ca- 
j)ilal  de  su  nombre,  intermedio  con  el  de  Gua- 
yaquil. Su  jurisdicción  secomponiade  un  asien- 
to y  siete  pueblos.  El  pueblo  de  Guaranda, 
donde  residia  el  corregidor,  era  mas  numeroso 
que  Chimbo. 

Como  la  jurisdicción  de  esle  corregimienlo 
era  la  piimera  de  la  serranía  que  lindaba  con 
la  de  Guayaquil ,  era  la  que  mantenía  con  las 
numerosas  recuas  de  muías  todo  el  comercio 
de  Quito  con  las  oirás  provincias  del  Perú  por 
medio  de  la  de  Guayaquil.  Conducen  de  la  pri- 
mera los  paños  y  géneros  que  se  fabrican  en 
ella,  harinas  y  semillas  del  pais  ;  y  de  reí  orno 
llevan  vino,  aguardiente  de  uvas,  sal ,  algodón, 
j)escado  ,  aceite  y  olios  géneros  de  que  carece. 
Este  tráfico,  de  grande  utilidad  á  sus  vecinos,  se 


40  ÉL    INUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 

hace  en  verano.  En  invierno  no  se  puede  sin 
muchas  dificullades  transitar  por  la  montaña  ;í 
á  lo  que  llaman  allí  cerrarse  la  montaña. 

Esta  jurisdicción  es  la  mayor  parte  muy  fria 
por  la  inmediación  del  páramo  de  Chimborazo, 
sus  tierras  dilatadas  y  fértiles,  las  haciendas  de 
sembradío  ó  de  potreros,  que  mantienen  tam- 
])ien  los  ganados  de  recuas.  7.^  k  la  parte  del 
sur  de  la  jurisdicción  de  Rio-Bamba  seguía  la 
de  Cuenca  con  su  capital  la  ciudad  deí  mismo 
nombre ,  fundada  en  1557  por  Gil  Ramírez  Dá- 
valos.  Su  jurisdicción  se  dividía  en  dos  parti- 
dos ,  uno  de  la  capital  y  otro  del  asiento  de 
Alausi  que  partia  términos  con  el  de  Río-Bam- 
ba. La  ciudad  de  Cuenca  está  á  la  latitud  aus- 
tral de  2"  5.T  19",  en  un  llano  muy  dilatado, 
por  el  cual  atraviesa  un  rio  á  poco  mas  de  me- 
día  legua  al  norte  de  la  ciudad,  llamado  Ma- 
changara.  Al  sur  arrimado  á  la  ciudad  pasa 
otro  llamado  el  Matadero  ;  otro  con  el  nombre 
de  Yanuncay,  á  cosa  de  un  cuarto  de  legua  ;  y 
á  la  misma  distancia  de  estos  el  cuarto  llamado 
de  los  Baños.  Aunque  todos  se  vadean ,  se  hin- 
chan de  repente  con  avenidas  ,  y  entonces  se 
pasan  por  puentes.  El  llano  se  estíende  al  nor- 
te mas  de  seis  leguas  ,  en  donde  los  cuatro  rios 


EN    AUlÉinCA.  41 

se  juntan  á  corta  distancia  formando  uno  cau- 
daloso. Al  sur  se  esliende  otro  llano  ceica  de 
dos  leguas  ,  muy  poblado  de  arboledas  y  ba- 
ciendas. 

La  ciudad  es  casi  como  las  de  cuarto  orden  , 
sus  calles  bastante  ancbas  y  derecbas,  las  casas 
muclias  de  un  alto  ,  todas  de  adobes  cubiertas 
de  tejas.  Las  de  los  bariios  ó  arrabales  donde 
babitan  Indios  son  mas  desaliñadas.  Atraviesan 
la  ciudad  vaiias  acequias  que  salen  de  los  lios. 
Podía  baber  sido  por  su  situación  y  ventajas 
de  las  mas  deliciosas  del  Pein  á  no  ser  la  falta 
(le  aplicación  de  sus  naturales.  Contribuye  á  la 
lieruiosui'a  del  sitio  la  poca  elevación  de  los 
cerros.  Ilabia  en  Cuenca  tres  paiToquias  y  con- 
venios de  franciscos  ,  donunicos,  mercenarios 
y  aguslinos,  dos  de  inonjas  y  un  bospital.  El 
cucj'po  de  la  ciudad  se  componía  de  regidores 
y  alcaldes  ordinal  ios,  noujbrados  cada  año  y 
presididos  por  el  corregidor.  Había  un  tribunal 
de  cajas  Reales  compuesto  de  contador  y  leso- 
rero.  May  las  mismas  especies  de  babitantes 
que  en  Quilo,  bien  cpie  eran  indolentes  y  pe- 
rezosos ,  y  la  gente  común  inquieta,  vengativa 
y  mal  iuciinada.  Las  mugeres,  al  contrario,  son 
lrai)ajadoras,  bilan  lana,  tejen  bayetas  que  son 

3. 


42  EL    NI  EVO    VIAJERO  INÍVEIISAL 

muy  eslimadas  por  la  buena  calidad  y  finura 
del  tinte,  hacen  lucuyos,  y  son  las  que  tratan 
las  compras  y  ventas  con  los  mercaderes.  La 
población  ascendia  de  veinte  y  cinco  á  treinta 
mil  almas.  Los  habitantes  de  aquella  jurisdic- 
ción son  conocidos  con  el  nombre  de  Mor- 
lacos. 

La  temperatura  es  benigna  ,  poco  fria  ó  ca- 
lorosa,  y  mas  sana  que  la  de  Quito;  pero  las 
lluvias  y  tempestades  son  como  en  esta  ciudad. 
Los  campos  están  poblados  de  toda  clase  de 
haciendas  ,  donde  se  fabrica  queso  que  puede 
competir  con  el  de  Europa. 

El  pueblo  de  Atun-Cañar^  que  significa  caña 
grande  ,  celebrado  hoy  dia  por  sus  crecidas  co- 
sechas, lo  fue  antiguamente  por  el  valor  de  sus 
habitantes,  por  las  riquezas  que  tuvo  aquel 
territorio,  y  por  la  lealtad  que  guardaron  al  in- 
ca Tupac-Yupanqui,  á  quien  reconocieron  por 
señor  luego  que  llegó  á  sus  fronteras  sujetán- 
dose á  las  leyes  de  los  Incas.  Agradecido  á  los 
obsequios  que  le  hicieron,  mandó  edificar  allí 
templos  suntuosos  ,  para  que  en  ellos  diesen 
culto  al  sol ,  palacios,  casas  para  las  doncellas 
destinadas  á  este  culto,  y  fortalezas.  Todos  es- 
tos edificios  eran  de  piedra  como  los  de  Cuz. 


E?r    AMíhuCA.  i  3 

co,  adornados  poi-  dentro  con  planchas  de 
oro;  metal  qne  se  empleaba  únicamente  para 
adorno  de  los  templos  y  palacios ,  no  cono- 
ciéndose allí  el  uso  de  la  moneda.  Todavía  se 
conserva  una  fortaleza  y  palacio,  cuyas  ruinas 
dan  una  idea  de  la  magnificencia  de  la  obra. 
Estos  indios  Cañaris  fueron  víctimas  de  su 
lealtad  ;  pues  Attahu  Alpa  cuando  quedó  victo- 
lioso  contra  su  hermano  Huáscar,  irritado  de 
(|ue  hubiesen  seguido  el  partido  de  este  últi- 
mo hizo  pasar  a  cuchillo  sesenta  mil  de  ellos, 
(honestos  Indios  estaban  unidos  los  deGuasun- 
los  y  Pomallacta,  en  cuyo  distrito  se  ven  los 
vestigios  de  otra  fortaleza  de  aquel  tiempo. 
Todos  eran  abados  y  tenían  el  nombre  de  Ca- 
ña rejos. 

El  asiento  de  Alausi  se  componía  de  una  cor- 
ta población  ,  con  algunas  familias  españolas 
bastante  distinguidas,  y  lo  demás  gente  común, 
Indios  y  Mestizos,  y  una  sola  iglesia  par- 
roquial. V 

El  pueblo  de  Ticsan  de  este  partido  fue  ar- 
ruinado por  los  terremotos.  Sus  vecinos  se  si- 
tuaron en  otro  punto,  en  los  cerros  cercanos 
donde  hay  grietas  de  dos  y  tres  pies  de  ancho. 
Este   partido   no    es   menos   fértil    que   el    de 


44  EL    NUEVO    VIAJERO    Ul^IVERSAL 

Cuenca,  pero  su  temple  algo  mas  frió.  Enlre 
los  varios  minerales  de  que  abunda  el  territo- 
rio de  Cuenca  dicen  que  se  halla  mucho  oro  r 
plata,  particularmente  en  un  cerro  llamado 
Supay-Urco,  que  significa  cerro  del  Diablo;  pe- 
ro no  se  habían  descubierto  estas  minas. 

8.*^  El  corregimiento  de  Loja  era  el  último 
por  aquella  parte  con  la  ciudad  del  mismo 
nombre  por  capital,  fundada  en  154G  por 
el  capitán  Alonso  de  Mercadillo,  y  muv  pare- 
cida á  la  de  Cuenca;  aunque  esta  jurisdicción 
es  mas  cálida.  Comprendia  en  su  distrito  ca- 
torce pueblos.  Habia  en  la  ciudad  dos  paiTo- 
quias  ,  conventos  de  regulares  de  uno  y  otro 
sexo  ,  y  un  hospital. 

En  aquel  territorio  es  donde  ci'cce  la  casca- 
rilla de  Loja  ó  quina.  La  hay  de  varias  calida- 
des y  entre  ellas  la  de  mayor  eficacia  para  las 
fiebres  intermitentes,  la  gangrena  y  oíros  ob- 
jetos. 

líl  áibol  de  la  (piina  es  por  lo  regulai*  como 
de  dos  toesas  v  media  de  altura,  y  grueso 
á  proporción  en  su  tronco  y  ramas.  La  calidad 
de  la  cascarilla  resulla  según  la  especie  del  ár- 
l)ol  ,  no  siendo  los  corpulenlos  los  que  la  dan 
mas  selecta.  Además  del  tamaño  se  distingue  el 


JíN    AMERICA.  45 

árbol  011  la  flor  ven  la  simiente.  Para  sacarla  cor- 
lan el  árbol,  sajan  la  corteza,  y  la  despegan  de 
él  dejándola  secar.  Aunque  con  este  método  se 
destruyen  mucbos  árboles,  se  producen  otros 
con  las  semillas  que  caen  en  tierra  ,  babiendo 
de  ellos  montes  muy  espesos  y  dilatados, seno- 
taba  no  obstante  grande  disminución.  En  la 
jurisdicción  de  Cuenca  también  se  lian  descu- 
bierto muchos  parajes  de  montaña  en  que  los 
bay  de  la  misma  especie. 

Pi'oduce  también  aquel  territorio  la  cochini- 
lla ó  grana(*).  Pero  los  habitantes  de  Lqja  se  re- 
ducian  solo  á  criar  la  necesaria  para  el  consu- 
mo de  la  provincia.  De  aquí  nació  el  aprecio 
de  las  bayetas  de  Cuenca  y  de  las  alfombras  de 
Loja,  por  sus  colores  mas  vivos  y  permanen- 
tes. También  la  hay  en  el  partido  de  Ilam- 
bato. 

Crece  y  se  nutre  la  cochinilla  en  una  planta 
conocida  en  la  provincia  de  Oajaca  en  nueva 
Kspafia  y  en  otros  parajes  con  el  nond:)re  de 
no¡)al  ó  nopalera^  que  aunque  bastante  diferen- 
te en  la  hecluua  de  las  hojas,  se  asemeja  á  las 

(*)  Se  lia  iiabhido  ya  de  olla  en  el  Viaje  sobre  el  estado 
físico ,  polítieo  ^  eclesiástico  y  literario  de  Nueva  España  y 
pá-.  8. 


40  EL    NUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 

(le  las  tunas  de  Andalucía,  pero  se  distingue  en 
que  la  penca  del  nopal  tira  a  redonda  y  prolon- 
gada, formando  varias  eminencias,  y  no  está 
cubierta  de  espinas  como  la  de  la  tuna,  sino  de 
nna  membrana  delgada  y  tersa  ,  que  siempre 
conserva  un  color  verde  vivo. 

Sién)brase  el  nopal  haciendo  en  la  tierra  ho- 
yos como  de  media  vara  de  hondo,  á  unas  dos 
varas  uno  de  otro  ,  y  en  hilera  como  las  vides. 
En  cada  hoyo  se  meten  una  ó  dos  pencas  de 
nopal  tendidas  ,  y  después  se  cubren  con  tier- 
la.  Empieza  a  brotar  la  penca  asomando  una 
que  va  creciendo  y  formando  tronco  :  al  mismo 
tiempo  se  divide  en  varias  ramas  ó  brazos  ,  los 
cuales  por  cada  una  de  las  pencas  producen  su- 
cesivamente otras  distintas.  Las  mavores  son 
siempre  las  mas  inmediatas  al  tronco.  Así  este, 
como  los  otros  menores  que  nacen  de  él  ,  se 
ven  poblados  de  nudos;  y  por  ellos  brotan  las 
pencas.  Toda  la  planta  llega  á  crecer  hasta  cosa 
de  tres  varas,  que  es  la  altura  mayor  á  (|ue  sue- 
le llegar. 

El  terreno  para  plantarla  se  cava  y  limpia  de 
toda  yerba.  Los  nopales  se  podan  después  que 
han  dado  la  grana  ,  quitándoles  todas  las  pen- 
cas superfinas  para  que  al  año  siguiente  broten 
otras  nuevas. 


EN    AMÉRICA.  47 

El  nopal  esta  en  su  mayor  vigor  desde  la 
primavera  en  adelante,  cuya  estación  es  en 
Oajaca  por  los  mismos  meses  que  en  España. 
Entonces  florece,  y  su  flor  es  pequeña,  forman- 
do la  figura  de  un  capullo  encarnado  de  cuyo 
centro  sale  la  tuna,  nombre  que  también  se 
da  á  la  ñuta;  y  á  proporción  que  esta  crece  va 
amortiguándose  la  flor  y  perdiendo  el  color 
hasta  que  cae.  Cuando  la  tuna  ó  higo  está  ma- 
duro, tiene  la  cascara  esterior  blanca.  Su  car- 
ne es  de  un  encarnado  subido,  y  tiene  la  pro- 
piedad de  teñir  la  orina  de  los  que  la  comen  con 
un  color  tan  encendido  que  parece  sangre,  lo 
que  causa  cuidado  á  los  que  no  lo  saben.  La 
fruta  es  sabrosa  y  saludable. 

Cuando  las  plantas  son  nuevas,  la  grana  ó 
cochinilla  que  se  sustenta  en  ellas  es  de  mejor 
calidad  y  mas  gorda  que  cuando  son  \iejas. 
Por  esto  tienen  cuidado  de  replantarla  al  ca- 
bo de  algunos  años  con  las  mismas  pencas 
que  se  cortan. 

El  insecto  tomó  su  nombre  de  la  semejanza 
que  tiene  con  los  llamados  cochinillas  ó  vaqui- 
llas de  san  Antón,  que  se  crian  en  los  jardines 
<)  parajes  hiimedos,  y  enroscándose  forman 
una  bolita  como    un  garbanzo  pequeño.    I^ 


48  r.L    .MIEVO    VIAJERO    tM VERSAL 

misma  figura  tiene  la  cochiniUa  de  grana , 
aunque  no  la  particularidad  de  enroscarse.  Su 
tamaño  cuando  mas  crecida  no  escede  al  de 
las  garrapatas  que  se  ven  en  los  perros. 

Para  que  estos  animalitos  se  crien  y  crezcan 
en  los  nopales,  se  pone  su  simiente  en  ellos 
por  mayo  ó  junio  sobre  las  pencas  con  gran 
tiento  y  prolijidad  :  al  estar  la  planta  en  su  ma- 
yor vigor,  y  chupando  su  jugo  lo  van  con  vir- 
tiendo en  sustancia  propia,  reduciéndolo  al 
col  oí"  rojo  ó  carmin  fino.  Cuando  se  pone  la 
simiente  en  los  nopales  es  menuda  como  lien- 
dres ó  aradores,  y  en  el  término  de  dos  uíoses 
crece  hasta  el  tamaño  arriba  dicho.  La  cochi- 
nilla está  espuesta  á  varios  accidentes  (jue 
pueden  matarla  ó  echar  á  perder  la  cosecha  , 
como  vientos  íYiertes  del  norte  que  derriban  la 
simiente  de  las  nopaleras,  aguaceros,  nieves, 
nieblas  y  heladas,  que  matan  á  estos  insectos  y 
queman  las  pencas.  No  hay  otro  recurso  que 
encender  hogueras  de  trecho  en  trecho,  con  lo 
(jue  á  veces  se  salvan.  A  mas  de  esto  las  galli- 
nas y  algunos  pájaros  se  comen  con  frecuencia 
las  cochinillas;  v  lo  mismo  alsfunos  insectos  v 
gusanos  que  se  crian  donde  hay  nopaleras. 

Cuando  la  cocíiinilia  ha  llegado  á  su  mayoi- 


EN    AMÉRICA.  49 

incremento,  ki  van  recogiendo  en  ollas  de  bar- 
ro, con  cuidado,  para  que  no  salga  de  ellas. 
Luego  para  enzurronarlas  las  matan  unos  con 
agua  caliente  bajo  cierta  cantidad  y  tempera- 
tura, otros  poniéndolas  al  fuego  sobre  unas 
palas  en  hornos  caldeados  moderadamente  ó 
al  sol.  Según  el  método  sálela  grana  mas  ó  me- 
nos encendida.  La  que  se  mata  al  sol  es  lamas 
sobresaliente.  Es  necesario  también  saber 
cuando  se  halla  la  cochinilla  en  estado  de  qui- 
tarla de  la  nopalera. 

Este  insecto  en  el  modo  de  hacer  su  simien- 
te se  parece  a  los  gusanos  de  seda.  Para  ello 
meten  en  unas  cestas  cerradas  y  forradas  cochi- 
nillas bien  crecidas,  las  que  ponen  en  ellas 
sus  huevecillos  ó  simiente,  v  mueren.  Conser- 
van  así  la  simiente  hasta  que  es  tiempo  de  lle- 
varla á  las  nopaleras.  Se  nota  ya  entonces  en 
ella  un  movimiento  indicativo  de  su  anima- 
ción ,  y  se  va  esparciendo  sobre  las  pencas. 
(]on  la  que  cabe  en  el  cascaron  de  un  huevo  de 
gallina  basta  para  una  planta  en  toda  su  eslen- 
sion.  Lo  mas  notable  es,  que  para  alimentarse 
de  la  planta  no  la  roe  ni  ofende  al  parecer,  por- 
(pje  se  nutre  chupando  el  jugo  mas  sustancio- 
so sin  traspasar  la  mendírana  que  cubie  las 
pencas. 


í)0  EL    NUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 

Se  cria  en  Oajaca,  Tíascala,  Cholula,  nueva 
Galicia  y  Cliiapa  en  nueva  España,  y  Hamba- 
lo ,  Loja  y  Tucuman  en  el  Peni.  En  Oajaca  es 
solo  donde  se  hacían  cosechas  crecidas  con  el 
cultivo  de  los  hidios.  En  las  demás  partes  solo 
se  criaba  silvestre,  llamándosela  gí'ana  silves- 
tre. La  hay  en  todas  temperaturas,  sean  cáH- 
das,  templadas  ó  Trias;  bien  cjue  las  templa- 
das y  secas  sOn  mas  á  propósito,  pues  las  no- 
paleras tienen  en  ellas  mas  lozanía.  Hace  mu- 
chos anos  que  se  pensó  ya  que  podría  haberlas 
en  Andalucía. 

Los  habitantes  de  Loja  seiian  como  unos 
diez  mil.  Su  carácter  y  costumbres  son  como 
los  de  las  otras  poblaciones  y  no  tan  perezosos. 
Este  corregimiento  contiene  mucho  ganado 
vacuno  y  mular;  tand3Íen  se  hacían  en  él  al- 
fombras muy  estimadas. 

I^a  villa  de  Zaruma  fue  una  de  las  primeras 
que  se  fundaron  en  aquella  provincia;  tenia 
minas  y  había  sido  rica  y  poblada,  pero  des- 
pués se  calculaba  solo  de  seis  mil  habitantes. 

Los  corregimientos  que  se  han  esplicado 
juntamente  con  el  de  Guayaquil  formaban  los 
nueve  de  la  provincia  ó  reino  de  Quilo;  pero 
le  pertenecían  también  en  parte  algunos  go- 
l)iern  os. 


Í:N    AMlíRlCÁ.  5í 

El  pi'iinero  de  ellos  la  terminaba  j)or  la  par- 
te del  noite  y  era  el  de  Poj)ayan,  el  cual  esta- 
ba dividido  de  modo  que  al  norte  y  al  orienle 
correspondía  á  la  Audiencia  de  Santa  Fe,  ó 
nuevo  reino  de  Granada,  y  al  sur  y  occidente 
á  la  de  Quito. 

Este  gobierno  ó  su  mayor  parte  fue  conquis- 
tado por  Sebastian  de  Belalcazar.  Siendo  este 
gobernador  de  la  provincia  de  Quito,  arregló 
con  el  mejoi'  ói'den  los  paises  de  su  dependen- 
cia; y  sabiendo  que  bácia  la  parle  del  norte 
Pial)ia  oti'os  dilatados  y  ricos,  emprendió  con- 
quistarlos con  trescientos  Españoles  escogidos 
en  1536.  Después  de  varios  combates  con  los 
Indios  de  Pasto  siguió  adelante  y  venció  á  los 
dos  curacas  ó  caciques  principales  de  aquel 
territorio,  llamado  el  uno  Calaml)as  y  el  otro 
Popayan,  de  quien  tomó  el  nombre  este  gobier- 
no. Eran  bermanos  y  se  bacian  respetar  por 
su  nuicbo  poder.  Al  instante  se  le  rindieron 
las  demás  provincias  comarcanas.  En  1537 
fundó  la  primera  ciudad  con  el  nombre  de  Po- 
payan, cabeza  de  todo  el  gobierno. 

Fundó  después  la  de  (^ali ,  que  está  abora 
cu  distinto  sitio,  pues  babiendola  puesto  en  el 
pais  de  unos  Indios  llamados   Gorrones,  tuvo 


52  EL    NUEVO    VI/VIERO    UNIVERSAL 

el  capitán  Muñoz  que  mudarla  por  la  malig- 
nidad del  clima.  En  seguida  estableció  una  vi- 
lla con  el  nombre  de  Santa  Fe  de  Antíoquía,  y 
así  fue  poblando  el  pais. 

Uno  de  los  objetos  de  Belalcazar  en  esta 
conquista  liabia  sido  el  descubrii'  un  paso  que 
saliese  diieclamenle  al  mar  del  Norte.  Sus  ca- 
pitanes hallaron  que  á  poca  distancia  de  Po- 
payan  tenia  sus  dos  principales  nacimientos  el 
gran  rio  de  la  .Magdalena ;  y  asegurado  de  ello, 
consiguió  pasar  á  España  siguiendo  el  curso 
del  mismo. 

La  ciudad  de  Popayan  ,  título  que  se  le  con- 
cedió en  1538,  se  halla  en  un  espacioso  llano 
que  se  estiende  á  larga  distancia  hacia  al  nor- 
te, á  unos  2"  y  28'  del  ecuador.  Al  oriente  hay 
un  cerro  llamado  de  la  M,  porque  tiene  la  fi- 
gura de  esta  letra  :  su  allura  es  mediana,  y  es 
muy  frondoso.  Al  occidente  algunas  pequeñas 
eminencias  contribuyen  á  hermosear  el  pais. 
La  ciudad  es  de  mediana  capacidad,  sus  calles 
anchas,  tiradas  á  cordel,  llanas,  no  empedra- 
das mas  que  por  las  aceras,  y  llenas  al  medio 
de  un  cascajo  menudo,  que  consolidado  no 
hace  lodos  ni  levanta  polvo. 

Las  casas  son  de  adobes  v  semejantes  á  las 


T.y    AMERICA.  í),í 

de  Quito.  A  mas  de  la  iglesia  mayor ,  que  fue 
erigida  en  caledral  en  1547,  tenia  conventos  de 
franciscos,  dominicos  y  agustinos,  uno  de  car- 
melitas descalzos  en  el  cerro  de  la  M,  que  fue 
después  abandonado,  y  dos  de  monjas. 

De  dicho  cerro  de  la  M  salen  dos  manantia- 
les de  agua  muy  saludable  que  abastecen  á  la 
ciudad:  el  uno,  llamado  el  rio  del  Molino,  for- 
ma un  arroyo  que  contribuye  á  su  limpieza.  A 
cosa  de  una  legua  de  Popayan,  hacia  al  norte 
corre  el  rio  Cauca,  rápido,  caudaloso,  y  de 
crecientes  formidables  en  junio,  julio  y  agos- 
to. El  páramo  de  Guamacas,  de  donde  nace  es- 
te rio,  está  entonces  enloda  su  fuerza  y  es  muy 
peligroso  su  tránsito. 

En  Quito  y  sus  pueblos  abundan  mas  las 
castas  de  mezcla  de  Españoles  y  de  Indios,  de 
los  cuales  hay  muchos.  En  Popayan  ,  así  como 
en  Cartagena  y  otras  ciudades  donde  hay  gran 
numero  de  Negros  para  las  minas,  haciendas  y 
servicio  doméstico,  la  mayor  parte  de  la  gen- 
te común  es  de  castas  de  Blancos  y  Negros.  No 
deja  por  esto  de  haber  poblaciones  grandes  de 
Indios. 

Entre  todas  las  especies  de  gente,  se  supo- 
nían en  Popayan  de  veinte  á  veinte  y  cinco 


54  EL    NUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 

mil  almas,  con  íiiuchas  familias  blancas  de  Es- 
pañoles, enlre  ellas  como  unas  sesenta  nobles 
y  oriundas  de  ramiiias  distinguidas  de  España. 
Así  como  en  otras  ciudades  se  notaba  decaden- 
cia en  la  población,  Popayan  babia  ido  au- 
mentando considerablemente,  sin  duda  por  la 
mucha  gente  que  se  ocupaba  en  las  minas  de 
oro  de  su  territorio. 

Residía  en  ella  un  gobernador  puramente 
político  ,  con  dirección  de  los  asuntos  civiles 
V  militares  en  toda  la  jurisdicción,  y  presiden- 
cia del  cuerpo  de  la  ciudad  el  cual  se  compo- 
nía de  dos  alcaldes  ordinarios  nombrados 
anualmente,  y  un  correspondiente  niimero  de 
regidores.  ílabia  una  caja  de  Hacienda,  en  la 
que  entraban  los  tributos  de  los  Indios,  alca- 
balas ,  quintos  de  los  metales  que  se  benefi- 
cian, etc. 

La  jurisdicción  del  gobierno  de  Popayan 
llegando  al  sur  basta  el  rio  de  Mayo  é  Ipiales 
confinaba  con  el  corregimiento  de  San  Miguel 
de  Ibarra,  al  nordeste  con  la  piovincia  de  Aur 
tioquía,  y  siguiendo  por  el  norte  con  los  ter- 
ritorios pertenecientes  al  gobierno  de  Cartage- 
na, dando  la  vuelta  al  occidente.  Antiguamen- 
te por  esta  parte  no  reconocía  mas  límites  que 


Ey  AMERICA.  c>;> 

el  mar  del  Sur;  pero  se  le  estrecharon  después 
en  parte  con  el  nuevo  gobierno  del  Chocó' 
quedándole  solamente  en  cuanto  a  playas  las 
del  teriitorio  de  Barbacoas.  Por  el  oriente  se 
eslendia  hasta  el  origen  del  rio  Caqueta.  Se 
calculaba  de  unas  ochenta  leguas  de  oriente  á 
occidente,  y  pocas  menos  de  norte  á  sur.  Tan 
vasta  jurisdicción  se  dividia  en  partidos,  cada 
uno  de  los  cuales  consta,  adenuis  de  la  pobla- 
ción principal,  de  oirás  crecidas  v  de  hacien- 
das de  tanla  opulencia  y  gentío  que  parecen 
pueblos. 

Los  partidos  do  Cali  y  de  Buga,  entre  Popa- 
van  y  el  Chocó,  eran  licos  por  el  continuo 
comercio  que  por  ellos  se  hacia  entre  los  dos 
gobiernos.  No  así  el  de  Almaguer,  por  ser  corta 
su  jurisdicción  y  poco  el  comercio.  El  de  Ca- 
loto  es  estenso,  rico  y  abundante  de  frutos, 
por  ser  el  terreno  fértil  y  poblado  de  hacien- 
das. El  de  Raposo  corresponde  como  los  dos 
primeros  hacia  la  parte  del  Chocó.  El  de  Pasto 
tiene  mucha  estension  ,  aunque  no  era  tan  ri- 
co. El  de  Barbacoas  corto  y  nada  abundante. 

El  clima  del  gobierno  de  Popayan  es  tan  di- 
verso como  el  de  Quito,-  pero  la  ciudad  goza, 
(Je  una  perpetua  primavera.  Los  frutos  y  las 


56  KI.    NUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 

semillas  de  cada  terreno  son  los  de  su  tempe- 
ratura. Hay  muclio  ganado  de  todas  especies 
cerca  la  ciudad,  y  de  Pasto  llevan  mucho  á 
Quito. 

En  el  territorio  de  Popayan  las  tempestades 
de  truenos  y  rayos  y  los  terremotos  son  aun 
mas  frecuentes  que  en  Quito.  El  de  1735  ar- 
ruinó gran  parte  de  su  población.  El  punto 
mas  espuesto  á  terribles  tempestades  es  el  de 
Caloto. 

En  los  valles  de  Neyba  y  otros  de  la  juris- 
dicción de  Popayan  se  cria  un  insecto  muy 
particular  y  maligno  por  la  vehemencia  de  su 
veneno.  Es  á  modo  de  una  arana  ó  garrapata 
muy  pequeño,  y  le  llaman  coya  ó  coyha ,  áe 
que  se  trata  también  en  otra  parte.  Su  color 
es  rojo  encendido ;  está  regularmente  ,  como 
las  arañas,  en  los  rincones  de  las  piedras  y  enr 
tre  las  yerbas.  El  humor  que  contiene  en  tan 
pequeño  cuerpo  es  tan  activo,  que  solo  con 
reventar  el  insecto  sobre  el  cutis  de  hombre 
ó  de  irracional  introduciéndose  por  los  poros 
produce  una  pronta  y  asombrosa  hinchazón, 
a  la  cual  sigue  en  breve  rato  la  muerte.  El 
linico  remedio  que  se  ha  encontrado  es  cha- 
muscar inmediatamente  todo  el  cuerpo  con  la 


EN    AMÉRICA.  57 

llama  de  una  paja  que  se  cria  en  aquellos  mis- 
mos llanos.  Para  este  efeclo  toman  al  doliente 
los  Indios  del  pais,  unos  por  los  pies  y  otros 
por  las  manos,  y  poniéndole  sobre  ía  llama  le 
van  chamuscando  sucesivamente  todo  el  cuer- 
po con  mucha  destreza,  quedando  libre  de  la 
muerte  con  esta  operación.  Si  se  eslrega  y  re- 
vienta este  insecto  sobre  la  palma  de  la  mano, 
no  causa  ningún  daño,  por  ser  el  cutis  en  ella 
mas  compacto  ,  principalmente  si  hay  alguna 
callosidad.  En  él  envés  de  la  misma  causa  el 
terrible  efeclo.  Los  hidios  arrieros  del  pais  las 
estrujan  entre  las  palmas  de  las  manos  para 
satisfacer  la  curiosidad  de  los  pasajeros;  mas 
si  esto  lo  hiciese  una  persona  de  cutis  fino,  no 
hay  duda  que  esperimentaria  los  efectos  del 
veneno. 

Los  que  trafican  por  los  parajes  donde  hay 
coyas  van  advertidos  de  no  rascarse  ni  tocarse 
con  la  mano,  aunque  sientan  que  les  pica  al- 
guna cosa,  pues  la  coya  revienta  al  menor 
contacto.  Cuando  sienten  comezón,  avisan  á 
alguno  de  la  compañía;  y  este  derriba  de  un 
soplo  la  coya,  como  el  modo  de  quitarla  sin 
peligro.  Las  bestias  por  un  instinto  particular 
antes  de  comer  la  yerba  dan  un  fuerte  reso- 
vui.  4 


58  EL    NUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 

plido  para  sacudir  las  coyas,  y  á  veces  cuando 
sienten  por  el  olfato  algún  nido  de  ellas,  se 
alejan  de  repente  con  un  sallo  de  aquel  paraje: 
mas  por  estar  muy  encubiertas  entre  la  yerba, 
suelen  las  muías  comerse  alguna,  y  entonces 
se  hinchan  y  mueren  luego. 

Éntrelas  plantas  propias  dd  Popayau  se  cria 
en  la  jurisdicción  de  Timana  la  coca  ó  cucci , 
de  que  se  habló  ya  en  el  ¡7ajc  al  a/ít/gao  Pe- 
rú ;  yerba  tan  estimada  de  los  Indios  del  Perú 
en  algunas  provincias,  que  no  sabrían  pasar 
sin  ella.  Pertenece  á  una  planta  endeble,  que 
se  enreda  con  otra  á  manera  de  vid,  v  cu  va 
hoja  delicada  al  tacto  es  de  una  pulgada  y  me- 
dia á  dos  de  largo.  El  uso  que  de  la  misma  bri- 
cen es  mascar  las  hojas  mezcladas  con  una  es- 
pecie de  greda  á  la  (jue  llamau  nuimhi ^  arrojan- 
do las  primeras  salivas,  tragándose  las  demás, 
V  conservando  la  mezcla  en  la  boca  basta  (jue 
la  han  de  mudar  por  falta  de  sustancia.  Dicen 
que  es  de  gran  sustento.  Mientras  la  tienen  pa- 
san los  dias  enteros  tiabajando  y  sin  comer. 
Añaden  que  según  la  esperiencia  les  da  mu- 
cha fuerza,  la  cual  echan  menos  cuando  les 
falta;  y  que  además  fortifica  las  encías  y  el  es- 
tómago.  En   las  provincias   meridionales  ád 


EN    AMERICA.  59 

Perú  la  cultivan  los  Indios  \  se  coge  mucha; 
pero  la  del  Cuzco  es  preferida  á  las  demás.  Rá- 
cese de  ella  gran  comercio.  En  los  asientos 
donde  hay  minas  tiene  mucho  consumo,  pues 
los  Indios  no  trabajarian  si  les  faltase  esta  yer- 
ba. Los  dueños  de  aquellas  tienen  siempre  pro- 
visión de  ella  para  darles  la  (jue  pidan  á  cuenta 
de  sus  jornales. 

La  cuca  es  idéntica,  así  en  la  planta  y  ui  la 
hoja  como  en  el  modo  de  usarla,  con  la  (pie  en 
la  India  oriental  se  conoce  con  el  nombre  de 
/jcte/.Sus  propiedades  son  también  las  niismas, 
V  su  uso  no  menos  frecuente  en  las  naciones 
orientales  que  entre  los  Indios  del  Perú  y  de 
Popayan.  En  lo  restante  de  la  provincia  de 
Quito  no  se  cria  ni  se  usa. 

En  el  partido  de  Pasto  hay  ciertos  árboles 
(pie  [)roducen  una  resina  llamada  mopa-mopa^ 
déla  cual  se  hacen  barnices  para  la  madera, 
tan  bellos  y  permanentes,  que  resisten  al  agua 
hirviendo  y  á  los  ácidos.  El  modo  de  barnizar 
es  poniendo  un  poco  de  la  resina  en  la  boca, 
y  desleída  mojar  en  ella  el  pincel;  después  de 
lo  cual  cogen  el  color  cpie  (juieren  aplicar  v  lo 
\an  poniendo  en  la  madera,  donde  se  seca  y 
queda  tan  vivo  y  lustioso  como  el   maque  de 


60  EL    NUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 

la  China.  No  se  disuelve  ni  percibe  humedad 
aunque  se  le  aplique  la  saliva.  Las  piezas  labra- 
das por  los  Indios  y  barnizadas  de  este  modo, 
se  llevan  á  Quito. 

El  pais  de  Popayan  era  de  gran  comercio. 
Por  él  pasaban  las  ropas  y  géneros  de  España 
que  iban  de  Cartagena  a  la  provincia  de  Quito. 
Envia  también  á  esta  ciudad  ganado  vacuno  y 
mular,  y  recibe  paños  y  bayetas.  Su  comercio 
activo  es  en  cecina  de  vaca,  tocino,  tabaco  en 
hoja,  sebo  derretido,  aguardiente  de  caña, 
hilo  de  algodón,  pita,  fajas  y  otras  menuden- 
cias  que  se  llevan  al  Chocó,  donde  se  vendian 
á  trueque  de  oro.  De  Santa  Fe  se  suitia  de  la- 
baco  en  polvo,  que  se  fabricaba  en  Tunjar,  el 
cual  también  pasaba  á  Quito;  y  en  cambio  iban 
a  Santa  Fe  los  paños  y  bayetas  que  se  hacia n 
en  toda  la  provincia.  Habia  también  el  comer- 
cio del  cambio  de  plata  por  oro.  Por  abundar 
mucho  este  metal  y  escasear  la  plata,  se  lleva- 
ba esta  para  comprar  oro;  y  reduciéndolo  des- 
pués á  doblones,  dejaba  ciecidas  ganancias.  Lo 
mismo  se  practicaba  en  el  Choco  y  en  Barba- 
coas. Siendo  la  ciudad  de  Popayan  como  una 
escala  para  todos  estos  ramos  de  comercio, 
residian  en  ella  personas  de  toda  la  jurisdic- 
ción con  caudales  muv  consideiíibles. 


EN    AMÉRICA..  61 

Al  oeste  de  la  cordiilera  occidental  de  los 
Andes  se  hallaba  otro  gobierno  llamado  de 
Atacames,  confinante  por  aquella  parte  con  las 
jurisdicciones  de  los  corregimientos  de  Quito 
y  San  Miguel  de  Ibarra,  poi'  el  norte  con  el 
partido  de  Barbacoas,  al  poniente  con  las  pla- 
yas del  mar  del  Sur,  y  por  el  mediodía  con  el 
territorio  de  Guayaquil,  estendiéndose  por  la 
costa  desde  la  isla  de  Tu  maco  y  playas  de  Hus- 
mal  hasta  la  bahía  de  Caracas  y  sierras  de  Bál- 
samo, cuya  latitud  austral  se  regula  en  unos 
treinta  y  cuatro  minutos. 

El  pais  que  comprendía  esta  jurisdicción 
estuvo  inculto  en  la  mayor  parte  y  descono- 
cido por  mucho  tiempo.  Después  de  la  con- 
quista se  enviaron  curas  para  el  pasto  esp¿si- 
tual ;  pero  no  se  tuvo  cuidado  de  civili>a! 
aquellos  Indios  ,  que  permanecieron  en  la  ma- 
yor rusticidad,  saliendo  ünicamenle de  las  cho- 
zas esparcidas  en  sus  bosques  paia  llevar  á 
Quito  el  agí,  achote  y  algunas  frutas,  causán- 
doles la  mayor  admiración  el  concurso  de 
aquella  ciudad. 

INo  obstante,  conociéndose  la  necesidad  de 
poblar  y  cultivar  el  pais  para  facilitar  el  co- 
mercio de  Quito  y  Tierra-firme,  evitando  el 


^'2  EL    NUEVO    VIAJERO    ÜIN I  VERSAL 

rodeo  de  pasar  por  Guayaquil,  se  concedía 
en  \G2{  aquel  gobierno  y  el  del  rio  de  las  Es- 
meraldas a  Pablo  Durango  Delgadillo.  Este  ha- 
bía hecho  años  antes  un  asiento  con  el  Virey 
del  Peiú,  obligándose  á  abrir  camino  que 
desde  San  Miguel  de  Ibarra  saliese  al  rio  de 
Santiago,  uno  de  los  que  corren  por  aquella 
jurisdicción,  ofreciendo  poblar  y  cultivar  sus 
tierras,-  pero  su  empresa  no  tuvo  el  éxito  que 
esperaba,  como  tampoco  las  de  otros  tres  que 
le  sucedieron,  que  fueron  en  1G26  Francitco 
Pérez  Menacho,  después  Juan  Vincencio  Justi- 
niani,  y  en  1713  don  Hernando  de  Soto  Cal- 
derón. 

Con  todo,  en  1735  tomando  don  Pedro  Vi- 
cente Maldonado  esta  obra  á  su  cargo  con  las 
mismas  prerogativas ,  logró  verificar  la  comu- 
nicación desde  Quito  al  rio  de  las  Esmeraldas 
en  1741;  poi"  lo  que  se  le  concedió  en  1747  el 
título  de  gobernador  de  aquel  territorio ,  y 
quedó  establecido  su  gobierno. 

Las  poblaciones  de  Atacames  eran  reduci- 
das y  pobres  por  falta  de  comercio,  pero  sus 
progresos  hicieron  luego  esperar  que  en  lo 
sucesivo  prosperaría  mucho  por  las  propor- 
ciones de  un  terreno  fértil  y  del  comercio  en- 
tre Quito  y  Tierra-firme. 


EN    AMÉRICA.  ()3 

El  clima  ele  A  taca  mes  es  como  el  de  Ciuaya- 
quil,  y  sus  producciones  las  mismas  ,  bien  que 
en  algunas  le  aventaja.  Siendo  su  terreno  mas 
alto,  no  está  espuesto  en  invierno  á  las  inunda- 
ciones (jne  causan  en  Guayaquil  las  crecientes 
de  los  rios.  Por  esta  razón  el  cacao  de  aquellos 
])osques  y  montañas  ,  teniendo  toda  la  hume- 
dad que  necesitan  estos  árboles  y  no  estando 
la  tieira  anegada,  es  de  mejor  calidad  que  el 
de  Guayaquil,  porque  tiene  mas  manteca  por 
el  tamaño  del  grano,  y  su  gusto  mas  delicado. 
Abunda  el  pais  en  vainilla,  achote,  zarzapai- 
rilla ,  yerba  de  añil  y  cera.  Sus  montañas  se 
hallan  espesamente  pobladas  de  toda  suerte  de 
maderas,  acomodadas  para  todos  usos,  in- 
clusa la  construcción  naval. 

Al  gobierno  de  ^Popayan  seguia  el  de  Quijos 
y  Macas  por  la  parte  oriental  de  la  cordillera 
de  los  Andes.  Se  debia  considerar  dividido  en 
dos  partidos:  Quijos  en  la  parte  septentrional, 
y  Macas  el  mas  meridional,  y  entre  ellos  el 
pais  de  los  Canelos. 

El  pai'tidb  de  Quijos  confinaba  al  norte  con 
la  juiisdiccion  de  Popayan,  al  oriente  con  el 
rio  Aguarico  ,  y  al  occidente  con  los  corre- 
gimientos de  Quito,   Latacunga  y  San  Miguel 


64  EL    NUEVO    VIAJERO  UNIVERSAL 

de  Ibarra,   sirviendo  de  separación  las   cordi^ 
J I  eras  del  Gotapaxi  y   Cava  mb  uro. 

El  primero  que  descubrió  el  pais  de  Quijos 
fue  Gonzalo  Diaz  de  Pineda  en  1530,  habién- 
dolo encontrado  abundante  de  oro  y  con  árbo- 
les de  canela.  De  resultas  entró  en  1539  Gon- 
zalo Pizarro ,  gobernador  de  Quito,  á  recono- 
cerlo. El  mal  suceso  de  esta  jornada  no  dio 
lugar  á  formar  ningún  establecimiento  ,  es- 
tando suspensa  su  conquista  basta  1559,  en 
que  el  virey  del  Perú  Marques  de  Cañete  en- 
cargó á  Gil  Ramirez  Dávalos  que  pasase  á 
reducir  aquellos  Indios  y  poblar  el  pais.  Esto 
lo  practicó  fundando  la  ciudad  de  Baeza ,  ca- 
pital del  gobierno,  á  la  cual  siguieron  otras 
ciudades  y  poblaciones  pequeñas  que  aun  sub- 
sisten. 

Baeza  fue  siempre  muy  reducida  á  pesar  de 
ser  residencia  de  los  gobernadores  j  porque 
fundadas  después  las  ciudades  de  Avila  y  Ar- 
cbidona  se  llevaron  toda  la  atención,  si  bien 
quedaron  igualmente  reducidas  á  su  primer 
estado.  No  siendo  el  pais  tan  halagüeño  como 
el  de  Quito  por  su  temple,  fertilidad  y  como- 
didades, es  poco  apetecido.  Baeza  vino  á  parar 
en  una  miserable  aldea  de  chozas,  convertida 


EN    AMÉRICA..  65 

€11  anexo  del  pueblo  de  Papallacta.  El  Gober- 
nador se  tiasJadó  á   Archidona. 

Esta  corla  ciudad  á  1"  y  pocos  minutos  al 
sur  de  la  equinoccial,  y  como  á  1°  y  50'  al 
oriente  del  meiidiano  de  Quito,  tenia  sus  ca- 
sas de  madera  cubiertas  de  paja;  su  población 
de  unas  setecientas  almas,  entre  Españoles  y 
algunos  Indios,  Negros,  Mulatos  y  Mestizos; 
un  cura,  y  dentro  de  su  jurisdicción  otros  tres 
pueblos  llamados  Misagualli,  Tena  y  Ñapo.  Es- 
te último  toma  su  nombre  del  rio  á  cuya  orilla 
está  situado.  Habiendo  reventado  el  páramo  de 
(-otopaxi  en  30  de  noviembre  de  1744,  se  au- 
mentó tanto  la  corriente  de  este  rio  con  la  nie- 
ve y  hielo  que  se  derritió,  que  inundó  al  pue- 
blo y  arrebató  todas  sus  casas. 

La  ciudad  de  Avila,  á  los  40' de  latitud  aus- 
tral, y  á  corta  diferencia  2"  20' al  oriente  de 
Quito,  con  sus  casas  de  la  misma  forma  ([ue 
la  antecedente,  apenas  llegaba  á  unas  trescien- 
tas almas.  Su  jurisdicción  se  eslendia  á  otros 
seis  pueblos,  algunos  de  tanta  capacidad  y 
^ente  como  la  misma  ciudad. 

Los  habitantes  de  este  partido  \i\ian  en 
continuo  sobresalto  por  las  invasiones  de  los 
Indios  bravos,  los  cuales  rodeaban  á  cada  p(;- 

4^ 


66  EL  NUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 

blacion.  Cuando  se  veian  perseguidos  por  los 
Españoles,  luiian  tierra  adentro;  y  luego  que 
estos  se  habían  retirado,  acometian  de  nuevo 
robando  cuanto  podian,  único  fin  de  sus  in- 
vasiones. Este  continuo  peligro  era  el  motivo 
de  hallarse  aquel  pais  tan  despoblado. 

El  clima  es  cálido  y  muy  húmedo;  las  aguas 
continuas,  y  solo  se  diferencia  de  Guayaquil, 
Portobelo  y   otros  semejantes  ,    en   no  ser  el 
verano'tan  largo.  El  tenitorio  es  montañoso  y 
lleno  de  espesas  y  corpulentas  arboledas,  en- 
tre las  cuales  se  cria  el  árbol  de  la  canela ,  por 
lo  que  se  llamó  á  estos  pueblos  Canelos.  La  por- 
ción no  muy  abundante  que  se  cogia,  se  con- 
sumía en  la  provincia  de  Quito,  y  es  de  menos 
buena  calidad,  gusto  y  color  que  la  de  la  India 
oriental,  aunque  tiene  mas  picante  y  es  me- 
jor en  la  flor  y  su  ft-agancia  y  en  la  semilla.  Se 
diferencian  mucho  en  el  olor,  grueso  del  ca- 
ñuto y  fibras.  La  hoja  es  igual  en  ambas ,  y  su 
olor  sobresale  tanto  como  el  de  la  corteza.  Los 
frutos  de  otras  especies  son  lo  mismo  que  en 
los  demás  paises  que  gozan  de  igual  temple. 

El  partido  de  Macas  terminaba  al  oriente 
con  la  jurisdicción  del  gobierno  de  Máinas ;  al 
sur  con  el  de  Bracamoros  y  Yaguasongo;  y  al 


Ei\    AMÉRICA.  67 

occidenle,  mediando  la  cordillera  oriental  de 
los  Andes  ,  con  los  corregimientos  de  Riobam- 
ba  y  Cuenca.  Su  principal  población  es  la  ciu- 
dad de  Macas,  á  la  latitud  austral  de  2"^  30',  y  á 
40'  á  corta  diferencia  del  meiidiano  de  Quito. 
Su  recinto  era  corto;  solo  se  contaban  en  ella 
ciento  treinta  casas  de  madera,  cubiertas  de 
paja  ,  y  unos  mil  doscientos  habitantes  ,  la  ma- 
yor parte  mestizos  y  gente  de  castas,  con  po- 
quísimos españoles ,  así  como  en  lo  restante 
de  su  jurisdicción.  Además  de  la  capital,  tenia 
esta  ocho  pueblos. 

En  los  tiempos  inmediatos  á  la  conquista  es- 
tuvo este  pais  muy  poblado  y  opulento,  y  por 
las  riquezas  que  de  él  se  sacaban  se  dio  á  Macas 
su  capital  el  nombie  de  Sevilla  de  oro.  Pero 
desde  una  sublevación  de  los  hidio»  que  ha- 
bían jurado  fidelidad  al  Rey  de  España,  apode- 
rándose de  la  ciudad  de  Logroño  y  de  una  po- 
blación llamada  Guamboya,  ambas  muy  ricas 
y  de  la  misma  jurisdicción,  quedó  el  pais  arrui- 
nado. 

La  mayor  cercanía  de  Macas  á  la  cordillera 
de  los  Andes  hace  sensibles  la  diferencia  de  su 
temperatura  respecto  de  la  de  Quijos,  las  dos 
estaciones  del  año,  y  los  períodos  de  estas.  Du- 


68  EL    Pili  EVO    VIAJERO    UNIVERSAL 

ra  el  invierno  del  abril  hasta  el  setiembre  y 
que  es  cuando  se  esperimenta  el  verano  entre 
las  dos  cordilleras.  Desde  setiembre  en  adelan- 
te se  goza  en  Macas  del  verano,  respirando  ai- 
re mas  fresco  que  en  otras  partes,  por  los  vien- 
tos que  corren  del  norte. 

El  territorio  es  fértil  en  lo  que  requiere 
temple  cálido  y  húmedo,  y  su  principal  cose- 
cha el  tabaco,  que  era  mucho  y  se  llevaba  en 
rollos  á  todo  el  Perú,  donde  era  muy  estimado 
por  su  buena  calidad.  Las  cañas  de  azúcar  y  el 
algodón  prevalecen  bien,  pero  de  uno  y  otro 
no  sembraban  mas  que  lo  preciso  para  su  con- 
sumo. Aquellos  habitantes  habian  de  defen- 
derse, como  en  Quijos,  de  las  conerías  de  los 
Indios  bravos. 

Entre  la  variedad  de  árboles  y  plantas  que 
reducen  todo  el  pais  á  espesos  bosques  se  ha- 
lla el  estoraque ,  cuya  resina  sin  ninguna  pre- 
paración exhala  la  mayor  fragancia.  Esta  era 
escasa ,  por  estar  los  sitios  donde  se  cria  alg( 
distantes  de  las  poblaciones,  y  haber  el  riesgo 
de  los  Indios  bravos.  Lo  mismo  sucedia  con 
unos  polvos  azules  muy  sobresalientes,  de  que 
también  hay  alguna  cantidad.  Su  canela  se  di- 
ce que  escede  en  bondad  á  la  de  Ceilan.  Se  di- 


ÉN  América:.  ^9 

ferenciaba  mucho  de  la  de  Quijos  ,  y  parece 
que  era  porque  los  canelos  en  Macas  se  ha- 
llan en  descampado  y  libres  de  la  sombra  y 
raices  de  otros  árboles. 

Abunda  Macas  asimismo  en  minas  de  copal. 
Produce  cera  silvestre  ó  de  palo,  aunque 
inferior  á  la  de  Europa;  pues  á  la  i'alta  de  sei' 
colorada  se  le  agrega  el  no  adquirir  consisten- 
cia y  dar  cuando  la  encienden  un  olor  muy 
fuerte  y  penetrante,  lo  que  también  se  nota 
en  la  de  Guayaquil  y  Valles.  Las  abejas  son  ailí 
mucho  mayores  y  tiran  á  negras.  La  cera  seria 
mejor  si  la  supiesen  purificar  y  trabajar  como 
en  el  Norte. 

Kl  gobierno  que  terminaba  al  sur*  la  juris- 
dicción de  la  Audiencia  de  Quito  y  seguia  al  de 
Macas  era  el  de  Jaén  ,  descubierto  y  conquista- 
do por  Pedro  de  Vergara,  por  encargo  de  Her- 
nando Pizarro,  en  1538.  Después  pasó  allí  Juan 
de  Salinas  con  título  de  gobernador ,  y  ha- 
biendo aquietado  á  los  hidios,  pudo  fundar  las 
principales  poblaciones,  que  existían  en  estos 
últimos  tiempos  no  mejores  ({ue  las  de  Quijos 
y  Macas. 

Cuando  la  concjuista,  tenia  el  país  los  nom- 
V)res  de  Igualsonga  y   Pacamoros  ,  que  fueron 


70  EL    NUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 

después  Yíigiiasongo  y  Bracamoros  ^  que  eran 
ios  del  gobierno  de  Juan  de  Salinas.  Al  cabo  de 
algunos  años  se  sublevaron  los  Indios  de  am- 
bos territorios  y  destruyeron  las  principales  po- 
blaciones. Las  que  quedaron  se  agregaron  en 
su  infeliz  estado  á  la  ciudad  de  Jaén  compo- 
niendo un  gobierno  con  el  título  de  Jaén  de 
Bracamoros. 

Esta  ciudad,  en  que  residía  el  gobernador, 
fue  fundada  en  1549  por  Diego  Palomino  en 
Ja  jurisdicción  de  Chaca-Inga  perteneciente  a 
la  provincia  de  Cliuquimayo.  Está  á  la  orilla 
boreal  del  rio  Cliincbipe  en  el  recodo  en  que 
se  une  con  el  Marañon,  á  los  5°,  25'  de  latitud 
austral ,  á  corta  diferencia.  Se  cree  que  su  lon- 
gitud está  en  el  meridiano  de  Quito  ó  cerca  de 
él.  Esta  ciudad  es  lo  mismo  que  las  de  Quijos 
y  iMácas  :  su  vecindario  seria  de  unas  tres  á 
cuatro  mil  almas  ,  mestizos  e  indios  ,  con  po- 
quísimos españoles.  Juan  de  Salinas  fundó  en 
su  gobierno  tres  ciudades,  que  lian  subsistido 
después,  aunque  tan  cortas,  desmanteladas  y 
pobres  como  la  de  Jaén  ,  con  los  nombres  de 
Valladolid  ,  Loyola  y  Santiago  de  Jas  monta- 
ñas. Esta  última  confinaba  con  el  gobierno  de 
Máinas,  sin  estar  separada  de  su  capital  Borja 


EN    AMÉRICA.  71 

mas  que  por  el  Pongo  de  Mameriche.  Perlene- 
cian  además  á  Jaén  de  Braca  moros  unas  diez 
poblaciones  de  poca  consideración  de  indios 
con  algunos  mestizos. 

El  Marañon  no  es  navegable  desde  Jaén.  Se 
va  por  tierra  de  esta  ciudad  a  Chuchunga  ^ 
lugar  pequeño  á  la  orilla  de  otro  rio  de  es- 
te nombre,  á  la  latitud  de  unos  5°  y  21',  el  cual 
viene  á  ser  el  puerto  de  Jaén  y  dista  de  la  ciu- 
dad cuatro  dias.  Las  dificultades  del  terreno  di- 
latan á  veces  allí  tanto  las  distancias,  que  se 
emplea  medio  dia  ó  uno  en  lo  que  se  podría 
andar  en  una  ó  dos  horas. 

La  temperatura  de  todo  aquel  gobierno  es 
como  la  de  Quijos,  aunque  no  tan  sujeto  á  llu- 
vias. A  imitación  del  de  Macas,  se  goza  en  él  de 
algún  intervalo  de  verano. 

Es  fértil  en  frutos  y  semillas  propios  de 
su  clima,  con  muchos  áiboles  silvestres,  y  en- 
tre estos  el  del  cacao,  de  tan  buena  calidad  co- 
mo el  que  se  cultiva.  Pero  el  poco  consumo  del 
pais  y  lo  costoso  del  trasporte  para  llevarlo  á 
Europa  hacia  ([ue  se  perdiesen  sus  árboles  ,  v 
los  monos  se  comian  el  fruto. 

Desde  el  tiempo  de  la  conquista  tuvo  aquel 
pais  gran  fama  de  riquezas,  y  efectivamente  se 


/2  EL    NUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 

sacaion  al  principio  porciones  de  oro.  Pero  ce- 
saron luego  con  la  sublevación  de  los  Indios  , 
que  según  algunos  fue  ocasionada  por  el  rigor 
con  que  se  les  hacia  trabajar  en  las  minas.  En 
estos  últimos  tiempos  se  sacaba  nuiy  poco,  y 
aun  no  de  las  minas,  sino  lavando  los  bidios 
las  arenas  de  los  rios  cuando  van  crecidos.  De 
este  modo  hallaban  pepitas ;,  polvo  de  oro  y 
pajillas  de  este  metal,  que  les  servia  de  moneda 
para  pagar  los  tributos  y  para  proveerse  de  lo 
necesario.  Aunque  pudiesen  recoger  nmcho , 
solo  lo  hacian  cuando  les  instaba  la  necesidad. 
Los  Indios  biavos  lo  tienen  por  inútil,  y  así  no 
se  ocupan  en  buscarlo. 

En  aquel  gobierno  se  criaba  mucho  tabaco  , 
cuya  cosecha  era  la  principal  ocupación  de  sus 
habitantes  ,  disponiéndolo  en  mazos  de  cien 
hojas  á  manera  de  andallos,  y  preparándolo 
con  cocimiento  de  aguamiel  y  otras  yerbas  pa- 
ra conservarle  mejor  la  fortaleza  y  darle  un 
pai'ticular  gusto  que  lo  hacia  preferir.  Lo  lleva- 
ban no  solo  á  las  denws  provincias  del  Perú? 
sino  land)ien  hasta  el  reino  de  Chile.  También 
se  cria  mucho  algodón  ,  y  en  los  campos  hay 
muletadas  numerosas.  Estos  eran  sus  tres  ra- 
mos de  comercio  con  aquellos  correginüentos 
y  demás  [)rovincias. 


EN    AMERICA.  73 

En  los  países  de  Jaeii  de  Bracamoros,  Quijos 
y  Macas  hay  muchos  animales  silvestres  ,  pro- 
pios de  iguales  temperaturas,  y  entre  ellos  ti- 
gres ,   leones  bastardos  ,  osos  y  dantes.   Estas 
tres  últimas  especies,  que  no  son  comunes  en 
otros  de  aquellos  paises,  van  allí  de  las  frias 
cordilleras  en  donde  viven.  Entre  los  reptiles 
hay  en  Macas  una  culebra,  llamada  por  ios  In- 
dios curi-muUiavo  por  estar  cubierta  de  una 
piel  dorada  y  labrada  como  la  de  los  tigres.  Es- 
tá toda  llena  de  escamas,  y  su  figura  es  horro- 
rosa por  tener  la  cabeza  demasiado  grande  á 
proporción  del  cuerpo.  Su  boca  está  armada  de 
dos  andanas  de  dientes  y  colmillos,  tan  grandes 
como   los  de  los  perros  regulares,  pero  mas 
agudos.  Su  mordedura  es  tan  venenosa ,  que 
quita  la  vida;  y  con  dificultad  se  la  puede  des- 
prender después  que  ha  hecho  presa.  Los  In- 
dios bravos,  para  hacer  ostentación  de  su  va- 
lor ó  para  inspirar  miedo,  pintan  las  rodelas 
de  que  usan  en  la  guerra  con  labores  que  imi- 
tan los  colores  de  esta  culebra. 

El  gobierno  de  Máinas  formaba  el  último 
territorio  de  la  Audiencia  de  Quito  por  la  par- 
te de  oriente,  siguiendo  inmediatamente  á  los 
dos  de  Quijos  y  Jaén  de  Bracamoios.  Su  terre- 


no  está  rodeado  y  cruzado  por  las  amenas  ri- 
beras del  rio  Marañon  ó  de  las  Amazonas.  Sus 
términos  eran  poco  conocidos  al  norte  y  sui' , 
en  donde  se  perdian  en  los  paises  á  que  alcan- 
zaban las  misiones.  Al  oriente  llegaba  hasta  la 
línea  de  demarcación  con  las  posesiones  poitu- 
guesas. 

Después  de  varios  reconocimientos  anterio- 
res, conferido  á  don  Diego  de  Vega  el  gobierno 
de  Máinas  y  del  Marañon,  con  la  amistad  de  los 
indios  Máinas  entró  en  sus  tierras,  y  llevando 
alguna  gente  en  su  compañía  ,  fundó  la  ciudad 
de  San  Francisco  de  Borja  en  1G34,  que  eiigió 
en  capital.  Con  el  zelo  de  los  misioneros  se  fue 
aumentando  el  numero  de  los  pueblos,  parti- 
cularmente desde  1()86  con  los  desvelos  del  P. 
Sanuiel  Fritz.  Se  sujetaron  en  aquella  época  vo- 
luntariamente, al  saber  los  beneficios  que  pro- 
ducian  las  misiones,  los  Omaguas,  Yurima- 
guas  ,  Aysuares,  Banomas  y  otras  naciones  in- 
dias ,  desde  INapo  hasta  mas  abajo  del  rio 
iNegro. 

La  ciudad  de  San  Francisco  de  Borja  está  á 
la  latitud  austral  de  4'',  28';  yá  1^,54'  al  oriente 
del  meridianodeQuito.  Su  capacidad  y  disposi- 
ción era  como  la  de  las  ciudades  del  gobierno  de 


EN    AMÉRICA.  75 

.laen.  Su  vecindario,  aunque  compuesto  de  mes- 
tizos y  de  indios,  no  igualaba  al  de  Jaén.  Santia- 
godela  Laguna,  a  la  orilla  oriental  del  rio  Gua- 
llaga,era  el  pueblo  principal  délas  misiones,  en 
donde  debia  residir  de  continuo  su  supe- 
rior. 

Hay  además  no  pocos  pueblos  de  í'undacion 
mas  moderna  de  Indios  diferentes  de  los  dichos 
á  las  orillas  délos  rios  que  desaguan  enelMara- 
ñon  ó  algo  retiradas,  y  algunas  que  estaban  en 
buena  correspondencia  con  los  misioneros  es- 
pañoles y  en  comercio  con  las  poblaciones  de 
indios  cristianos  y  con  los  españolas  y  mesti- 
zos de  Borja  y  la  Laguna. 

Se  acaban  de  manifestar  los  corregimientos  y 
gobiernos  que  dependian  de  Quito.  Se  ha  indi- 
cado que  uno  de  los  corregimientos  era  el  de 
Guayaquil.  Por  su  importancia  correspondería 
á  este  una  descripción  demasiado  detallada  ,  y 
así  solo  se  dará  aquí  de  él  alguna  noticia. 

Su  jurisdicción  tenia  principio  al  norte  en  el 
cabo  Pasado,  llamado  así  por  estar  20'  al  sur 
de  la  equinoccial,  y  cosa  de  medio  grado  al 
norte  de  la  ensenada  de  Manta.  Desde  aquel  Ca- 
bo, continuando  todo  lo  largo  de  la  costa  é  in- 
cluyendo la  isla  de  Puna,  seguía  hasta  el  pueblo 


76  EL    NUEVO    VIAJERO    tlNIVERSA^L 

de  Máchala  en  la  de  Tumbez,  por  cuya  parte 
confinaba  con  la  jurisdicción  de  Piura,  y  luego 
se  inclinaba  al  este  basta  terminar  en  la  de 
Cuenca.  Volviendo  después  hacia  el  norte  por 
las  faldas  occidentales  de  la  cordillera  de  los 
Andes,  lindaba  con  las  de  Riobamba  y  Chimbo. 
Tenia  cosa  de  sesenta  leguas  de  norte  a  sur,  y 
de  cuarenta  a  cuarenta  y  cinco  de  oriente  á  oc- 
cidente desde  la  punta  de  Santa  Elena  hasta  las 
playas  llamadas  de  Ogibar.  Todo  su  territorio  es 
llano,  y  en  invierno  aumentan  tanto  las  aguas, 
que  queda  en  gran  parte  anegado  é  intransita- 
ble. Estaba  dividido  en  siete  partidos ,  á  saber  * 
Puerto-Viejo,  Punta  de  Santa  Elena,  la  Puna, 
Yaguache,  Babahoyo,  Baba  y  Daule.  El  corre- 
gidor principal  nombraba  con  el  título  de  te- 
nientes suyos  para  cada  uno,  que  eran  confir- 
mados por  la  Audiencia  de  Quito. 

Guayaquil,  capital,  pasa  por  la  segunda 
ciudad  que  los  Españoles  fundaron  en  el  Perú. 
Se  dice  que  fue  en  1533,  un  año  después  de  la 
de  Piura,  que  es  la  mas  antigua.  Primeramente 
estaba  situada  en  el  golfo  de  Charopoto,  un  po- 
co mas  hacia  el  norte  de  lo  que  está  hoy  dia ;  y 
habiendo  sido  después  destruida  por  los  Ame- 
ricanos, fue  reedificada  en   1537  por  Orellana 


EN    AMÉRICA.  77 

en  el  lugar  que  ocupa  actualmente,  que  es  en 
la  orilla  occidental  del  rio  de  Guayaquil.  Una 
gran  parte  de  sus  habitantes  se  compone  de 
Europeos  establecidos  allí,  unos  por  el  comer- 
cio, y  otros  por  haber  contraído  matrimonio 
con  mugeres  del  pais. 

A  pesar  de  que  aquel  clima  es  muy  cálido  ^ 
los  liabilanles  no  tienen  el  color  tan  tostado 
como  los  de  otros  países  donde  se  esperimen- 
ta  igual  grado  de  calor.  Se  ha  dado  á  aquel 
territorio  el  nombre  de  Países-Bajos  equinoc- 
ciales ,  porque  su  situación  es  muy  parecida  á 
la  de  los  Países-Bajos  de  Europa  :  semejanza 
que  se  observa  también  con  los  habitantes  de 
una  y  otra  parte.  Todos,  menos  los  de  mezclas, 
son  rubios  y  de  tan  bellas  facciones,  que  aven- 
tajan en  hermosura  á  los  demás  pueblos  de  la 
America  meridional.  Pero  hay  dos  cosas  muy 
j)articulares  :  la  una  es  que  siendo  el  pais  tan 
cálido  ,  el  color  de  los  naturales  no  sea  á  lo 
menos  moreno  ;  y  la  otra,  que  teniendo  los  Es- 
pañoles el  color  menos  blanco  que  los  pueblos 
septentrionales  de  Europa,  sus  hijos  salgan  ru- 
lólos en  Guayaquil. 

Por  lo  tocante  a  la  división  eclesiástica,  había 
en    el  territorio  de  Quilo  obispos  en   Quito  f 


7f^  EL    NUEVO    VIAJERO   UNIVERSAL 

Cuenca  y  Mainas,  sufragáneos  del  arzobispado 
de  Lima  ;  y  en  Popayan  ,  que  lo  era  de  Sania 
Fe. 

En  el  dia  se  estiende  al  territorio  de  Quito  la 
república  llamada  de  ColoQd)ia,  formada  prin- 
cipalmente de  lo  (¡ue  antes  pertenecia  á  nueva 
(^ranada  ,  y  dicho  teiritorio  ba  sido  dividido  , 
en  gran  parte  ,  en  tres  departamentos  del  mo- 
do que  sigue  : 

Departamento  del  Asuay. 

Partidos  ó  provincias  :  Cuenca  ,  Loja,  Jaén, 
Máinas. 

Depártame  lito  del  Ecuador. 

Partidos  ó  provincias  :  Pichincha ,  hnbubu- 
ra  ,  Chimborazo. 

Departamento  de  Giiayaejüil. 

Partidos  (3  provincias  :  Guayaquil,  Manali. 

La  ciudad  de  Quito  es  capital  del  depai- 
tamento  del  Ecuador  y  del  partido  ó  provincia 
de  Pichincha ,  que  también  lleva  su  nom- 
bre. 

Hav  asimismo  en  Colombia  como  partidos  ó 
provincias  del  deparlamento  llamado  de  Cauca, 
Popayan  ,  Chocó  ,  Pasto  y  Buenaventura. 

En  otro  de  estos  Viajes  se  ha  notado  ya  que 
en  julio  de   18:21)  se  convino  en  que  fuese  de- 


FJ>r    AMERICA. 


79 


peíidienle  de  Colombia  el  terrilorio  de  Guaya- 
quil, ((ue  se  habia  disputado  algún  tiempo  con 
la  lepiiblica  llamada  del  Perú. 


80  EL    NUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 


1».  i».s».>.i3>.í>.?3»'^5*.^í»í»>.5».S».j»..<.<-«S.<S  «*  .«{.<««!'<  ^•<-«S-«}«<'«< 


CAPITULO  III. 


Descripción ,    habitantes  j   costumbres   de    la 
ciudad  de  Quito. 

La  ciudad  de  Quito  está  á  2908  metros  sobre 
el  mar,  rodeada  de  cerros  de  mediana  altura  v 
situada  á  las  faldas  del  Pichincha  por  la  parle 
del  este,  sóbrelas  quebradas  ó  guaicos  que  ba- 
jan de  él  formando  colinas,  algunas  de  gran 
profundidad;  por  lo  que  muchos  de  sus  edifi- 
cios están  sostenidos  sobre  l)óvedas  y  arcos. 
Por  esta  razón  son  iiregulares  muchas  de  sus 
calles,  formando  varias  cuestas  que  suben  de 
lo  interior  de  las  quebradas  á  lo  alto  de  las  lo- 
mas hasta  donde  se  estiende  la  población.  Esta 
desigualdad  ha  sido  causa  de  que  por  ellas  no 
pudiesen  andar  coches  ni  oíros  carruajes,  y  de 
irlas  señoras  principales  y  la  gente  de  distinción 
en  sillas  de  manos,  ó  bien  acompañadas  de  un 
criado  con  un  gran  quitasol.  Las  calles  son  casi 
todas  estrechas,  torcidasy  sin  orden.  Por  medio 


tN    AMÉRICA.  81 

de  algunas  pasan  quebradas,  y  las  casas  están 
en  los  lados  siguiendo  sus  vueltas  y  curvatu- 
ras. Las  principales  están  empedradas,  pero 
hay  algunas  que  con  la  fiecuencia  de  las  aguas 
se  hacen  intransitables:  seeligió  un  terreno  tan 
malo,  para  conservar  la  población  antigua  que 
habia  de  Indios. 

La  ciudad  es  como  las  de  segundo  orden  de 
Europa;  pero  si  estuviese  en  paraje  mas  llano, 
parcceria  nuicho  mas  grande.  Antiguamente 
fue  mas  opulenta  y  mas  poblada  que  ahora. 

La  plaza  mayor  de  Quito  tiene  la  forma  de  un 
grande  cuadrado.  Las  fachadas  están  hermosea- 
das, la  una  con  la  iglesia  Catedral,  otra  con  el 
palacio  de  la  Audiencia,  su  opuesta  con  la  casa 
del  Ayuntamiento,  y  la  de  en  frente  de  la  Cate- 
dral con  el  palacio  Episcopal  :  es  cuadrada  y 
muy  capaz,  y  en  medio  tiene  una  fuente.  Las 
cuatro  calles  principales  que  atraviesan  los  án- 
gulos de  la  plaza  son  derechas,  anchas  y  her- 
mosas; pero  á  poca  distancia  de  esta  empiezan 
en  ellas  las  subidas  y  bajadas. 

Además  de  la  plaza  mayor  hay  dos  muy  capa- 
ces y  otras  pequeñas.  Entre  las  fachadas  de  los 
conventos,  que  son  casi  lodos  en  plazas,  se  dis- 
tinguíala del  de  san  Francisco,  lodo  de  piedra 
VII.  5 


82  EL    NUEVO    VIAJERO    UNIVERSA.!. 

de  cantería  y  de  particular  hermosura.  Las  ca- 
sas principales  son  grandes  y  bien  repartidas, 
y  generalmente  son  de  un  alto,  con  azoteas 
guarnecidas  de  flores,  y  balcones  ala  calle;  pero 
habia  las  puertas  y  ventanas,  particularmente 
interiores,  pequeñas  y  estrechas,  costuml>re 
conservada  entre  los  Indios ,  de  los  que  sin 
dúdalos  Españoles  la  habian  recibido.  Las  ca- 
sas se  hacen  de  adobes  y  lodo  ,  siendo  por  la 
bondad  de  la  tierra  tan  fuertes  de  este  mate- 
rial como  de  cualquiera  otro ,  siempre  que  el 
agua  no  las  coja  en  descubierto.  La  tierra  de 
que  hacen  los  adobes  y  que  sirve  para  trabarlos 
se  llama  cangagua.  Los  indios  también  se  ser- 
vían de  ella  por  ser  muy  sólida,  y  aun  se  ven 
vestigios  de  algunas  de  sus  habitaciones  cerca 
de  la  ciudad  y  en  la  provincia. 

Habia  en  Quito  siete  parro(|uias,  y  conventos 
de  san  Agustín  ,  santo  Domingo  ,  san  Francis- 
co y  la  Merced;  dos  colegios  llamados  de  san 
Luís  y  san  Fernando ,  que  era  universidad  ,  te- 
niendo por  patrón  a  san  Gregorio;  y  de  monjas 
déla  Concepción  ,  santa  Clara,  santa  Catalina,  y 
dos  de  carmelitas  descalzas.  La  catedral  y  la  igle- 
sia del  Sagrario  eran  ricas  en  alhajas  y  preciosos 
ornamentos,  y  las  demás  pobres  á  proporción. 


EN    AMÉRICA.  83 

Habla  un^hospicio  para  indigentes  y  huérfanos, 
de  hermosa  aiquileclLira;  cárcel,  y  un  hospital 
para  hombres  y  mugeres,  con  rentas  proporcio- 
nadas, á  cargo  de  la  orden  hospitalaria  de  Be- 
lén, fundada  })or  el  hermano  P.  Belancourt, 
aprobada  por  Clemente  X,  descalza,  con  hábito 
de  paño  basto,  musgo  y  poco  distinto  del  de  los 
capuchinos,  la  imagen  de  nuestra  Señora  de 
Belén  en  uno  de  los  lados  del  manto,  y  barba 
larga. 

Las  fiestas  que  se  celebraban  con  mas  pompa 
son  las  del  Corpus,  y  la  Concepción. Para  la  pro- 
cesión del  Corpus ,  á  que  concurrian  todos  los 
tribunales  y  personas  distinguidas,  se  adorna- 
ban las  calles  con  ricas  colgaduras  y  arcos  triun- 
fales, y  de  trecho  en  trecho  habia  altares,  donde 
igualmente  que  en  los  arcos  triunfales,  lucia 
ítbundantemente  la  plata  labrada,  sobrepujan- 
do los  aparadores  de  ella  á  los  techos  de  las 
casas. 

Lo  mas  particular  de  esta  procesión  eran  las 
danzas  de  hidios,  para  lo  cual  los  curas,  así  de 
()uitocomode  toda laSierra, nombraban  un  mes 
antes  de  la  hesta  el  número  de  hidios  que  ha- 
bian  de  formarlas.  Desde  este  punto  empezaban 
ellos  á  adiestrarse  en  sus  danzas  nacionales,  v 


84  EL    NUEVO    VU.TERO  UNIVERSAL 

al  son  de  un  tamboril  y  una  flauta,  tañidos  por 
un  indio,  liacian  una  especie  de  enlaces  de  po- 
co gusto.  Algunos  dias  antes  se  vestían  un  ro- 
paje á  modo  de  tonelete,  y  una  camisa  y  un  ju- 
bón de  muger,  mas  ó  menos  lico ,  poniéndose 
sobre  las  medias  unos  bolines  picados  y  sem- 
brados de  muchos  cascal)eles  gruesos.  Una  es- 
pecie de  máscara  de  cintas  de  ^ arios  colores 
les  cubría  la  cara  y  la  cabeza.  Con  este  trage  se 
dan  el  nombre  de  ángeles,  y  juntándose  en 
cuadrillas  de  ocho  ó  diez,  andaban  todo  el  día 
por  las  calles  con  el  ruido  de  los  cascabeles  y 
luciendo  en  sus  poco  agradables  bailes,  desde 
quince  días  antes  de  la  fiesta  hasta  un  mes 
después  de  pasada,  sin  ser  pagados  ni  acordar- 
se del  trabajo.  El  mismo  trage  se  ponen  en 
otras  procesiones  y  en  las  fiestas  de  toros. 

Hav  dos  fiestas  juradas  en  honor  de  nuestra 
Señora,  en  que  se  traían  a  la  ciudad  dos  imá- 
genes de  la  Virgen  ,  de  los  pueblos  de  Guapulo 
V  de  Quinche,  distante  el  primero  una  legua  y 
el  segundo  seis,  á  cansa  de  que  habiendo  sido 
arruinados  varios  pue])los  de  las  cerca^iías  en 
|Os  terremotos  y  erupciones  de  Pichincha, 
la  ciudad  no  sufrió  ninguna  desgracia. 

Cerca  de  ella  hay  dos  llanos  espaciosos  :  uno 


EiY    AMÉRICA.  85 

liácia  el  sur  llamado  Turu-bamba,  ó  propia- 
mente Turu-pampa  ,  cuya  estension  es  de  tres 
leguas;  y  olro  hacia  el  norte,  que  tiene  dos  y  se 
llama  Iña-Quito,  antes  Aña-Quito,  ambos  po- 
blados de  iiaciendas  (>  chácaras^  cuyas  flores  y 
verdor  duran  todo  el  año,  y  donde  pace  creci- 
do número  de  granado  mavor  v  menor.  l>os  dos 
llanos  se  van  estrechando,  y  íbrman  al  unirse 
una  especie  de  garganta  en  que  está  la  ciudad. 
En  la  mitad  del  llano  de  Iña-Quito  hay  un  pa- 
raje llamado  Rumi-bamba,  que  quiere  decir 
llanura  de  piedras,  por  estar  lleno  de  gruesos 
peñones  arrojados  de  las  entrañas  del  Pichin- 
cha con  sus  fuertes  erupciones. 

En  la  garganta  que  hace  el  llano  de  Turu- 
bamba  por  la  parte  del  suroeste  hay  un  cerro 
llamado  el  Panecillo,  pues  su  figura  se  aseme- 
ja á  la  de  un  pan  de  azúcar.  INo  pasa  de  cien 
toesas  de  altura,  y  queda  un  camino  muv  es- 
trecho entre  él  y  los  cerros  que  cubren  la  ciu- 
dad por  el  oriente.  Por  la  parte  del  sur  y  occi- 
dente destila  el  Panecillo  algunos  manantiales 
de  agua  muy  delicada  ;  y  de  esta  y  de  la  que 
precipitada  en  arroyos  baja  por  las  quebradas 
desde  el  Pichincha,  se  abastece  la  ciudad,  for- 
mándose de  la  sobrante  el  pequeño  rio  Ma- 


86 


EL    NUEVO    V1A.TKR0    IINIVKnSAI. 


changara  ,  que  corre  por  la  parle  del  sur  de  la 
población  y  se  pasa  poi*  un  puente  de  piedra. 

En  la  ciudad  de  Quilo  liahia  un  crecido  lui- 
inero  de  liabilanles,  y  enlre  ellos  algunas  fa- 
milias de  nuiclia  dislincion  que  descendían  de 
personas  iluslres  (pie  liabian  pasado  de  Espa- 
ña. La  genle  común  consislia  en  cualio  clases, 
á  saber  :  españoles,  mestizos,  indios  y  negros. 
Estos  últimos  no  abundaban  como  en  otros 
parajes,  por  la  dificultad  de  su  conducción  y 
cultivar  los  campos.  El  nombre  de  español  no 
significa  allí  chapetón  ó  europeo,  sino  persona 
que  desciende  de  españoles  solamente.  Muchos 
mestizos  lo  parecen ,  por  ser  aun  mas  blancos 
y  rubios  que  estos.  Entre  los  mestizos  ó  pro- 
creados de  españoles  é  indios,  y  los  indios  y 
negros,  vendrán  á  reunirse  en  aquella  ciudad 
como  de  cincuenta  á  sesenta  mil  personas  de 
todas  edades  y  sexos.  Otros  la  calculan  de 
cuarenta  y  olios  de  setenta  mil ,  esto  es  , 
un  sexto  de  blancos  ó  españoles,  un  tercio  de 
mestizos,  un  sexto  de  indios  y  un  tercio  de  ne- 
gros y  otras  castas,  los  blancos  y  mestizos  al- 
tos y  bien  configurados,  y  los  indios  de  peque- 
ña estatura  pero  robustos. 

Engreídos  los  l^spañoles  con  su  calidad  de 


EN    AMÉIUCY.  87 

blancos,  y  teniéndose  en  mas  que  los  olios 
habitantes, desdeñaban  de  ocuparse  en  ningún 
oficio  mecánico,  siendo  á  proporción  los  mas 
pobres.  Los  Mestizos  se  ocupaban  en  las  artes  y 
oficios,  pero  escogen  los  de  mas  estimación, 
como  los  de  pintores,  escultores,  plateros, 
dejando  los  demás  para  los  indios.  Los  Mes- 
tizos trabajan  é  imitan  cualquiera  cosa  con 
perfección,  por  su  ingenio  para  ello,  aun  sin 
los  instrumentos  necesarios.  Los  Mestizos  é  In- 
dios que  tienen  los  oficios  de  sastres,  zapate- 
ros y  tejedores  son  tan  holgazanes,  que  para 
conseguir  la  obra,  hasta  se  ha  llegado  á  darles 
los  materiales  y  encerrarlos  con  ellos;  pues  si- 
no ,  como  allí  hay  la  costumbre  de  pagar  ade- 
lantado, lo  gastan  en  chicha  y  les  dura  la  em- 
briaguez tanto  como  el  dinero. 

El  irage  no  se  diferencia  mucho  del  de  Espa- 
ña. El  vestido  de  los  Mestizos  es  azul  y  de  pa- 
ño de  la  lierra;  y  aunque  los  Españoles  de 
baja  esfera  procuraban  distinguirse  de  ellos , 
ya  en  la  calidad  ya  en  el  color,  comunmente 
era  muy  poco. 

Los  Indios  visten  unos  calzones  de  lienzo 
blanco,  del  criollo  que  allí  se  fabrica  de  algo- 
don  ó  de  Europa,  que  les  llegan  hasta  la  mitad 


88  EL    ]VU£VO    VIAJERO    UNIVERSAL 

de  la  panlorriJJa,  quedando  sueltos  por  abajo , 
donde  los  llevan   guarnecidos  con   un  encaje 
correspondiente  á  la  lela.  La  mayor  parte  no 
llevan  camisa, y  se  cubren  con  una  camiseta  de 
algodón  negra,  que  tejen  las  Indias.  Su  hechu- 
ra es  como  un  costal  con  tres  aberturas  en  el 
fondo  opuesto  á  la  boca  ;  una  en  medio  por 
donde  sacan  la  cabeza,  y  dos  en  las  esquinas  pa- 
ra los  brazos.  Quedando  estos  desnudos,  les  la- 
pa el  cuerpo  hasta  las  rodillas.  Después  se  po- 
nen un  capisayo,  que  es  una  manta  de  jerga 
con  un  agujero  en  medio,  por  donde  entran  la 
cabeza,  y  un  sombrero  de  los  que  se  fabrican 
allí.  Nada  llevan  en  las  piernas  ni  usan  calzado, 
no  quitándose  este  trage  ni  aun  para  dormir 
ni  tampoco  para  variar  de  clima. 

Loshidiosde  mas  conveniencias,  y  particu- 
larmente los  barberos  y  sangrandores,  se  dis- 
tinguen de  los  demás  porque  llevan  los  calzo- 
nes de  un  lienzo  delgado,  usan  camisa  aunque 
sin  mangas,  y  del  cuello  de  esta  les  sale  para 
afuera  un  encaje  de  cuatro  dedos  ó  mas  de  an- 
cho, que  da  vuelta  al  rededor  y  cae  sobre  la 
camiseta  negra  tanto  en  el  pecho  como  por  los 
hombros  y  espaldas,  á  modo  de  babador.  Usan 
zapatos  con  hebillas  de  plata  ü  oro,  pero  no  me- 


^). 


^r^¿/f  /t 


C'. 


EN    AMÉRICA.  89 

dias  ni  olra  cosa  que  culera  las  piernas,  y  capa 
que  muchos  pueden  costear  de  paño  fino  y 
guarnecer  con  galones  de  plata  li  oro. 

£1  liage  de  las  señoras  de  calidad  consistia 
en  un  faldellin  como  el  de  las  de  Guayaquil :  en 
lo  superior  del  cuerpo  la  camisa  y  tal  vez  un  ju- 
bón de  encajes  desabrochado  y  un  rebozo  de 
bayeta  c{ue  lo  cubre  todo,  de  vara  y  media,  sin 
ninguna  hechura,  con  el  que  se  envuelven.  Gas- 
taixin  muchos  encajes  en  todos  sus  vestidos,  y 
teias  costosas  en  los  adornos  de  los  de  lucimien- 
to. Para  su  peinado  cruzaban  el  pelo  hecho 
trenzas  por  la  parte  posterior  de  la  cabeza,  co- 
mo una  especie  de  rodete;  después  dan  dos 
vueltas  con  una  cinta  al  rededor  de  ella  por  las 
sienes  ,  formando  un  lazo  de  sus  puntas  en  uno 
de  los  lados,  el  cual  acompañan  con  diaman- 
tes y  flores.  Paia  ir  á  la  iglesia  usan  á  veces  bas- 
quina y  manto  ,  pero  regularmente  van  con  re- 
bozo. Sin  embargo,  también  se  obseivan  allí 
las  variaciones  de  la  moda. 

Las  Mestizas  solóse  diferencian  en  la  calidad 
de  las  telas,  y  en  que  las  mas  pobres  andan 
descalzas;  lo  que  se  nolaba  también  en  mu- 
chos hombres  de  esta  casta.  Las  hidias   usan 

de  dos  trages  :  las  de  mavores  conveniencias  v 

5. 


90  EL    jVLEVO    viajero    LIVIVEP.SAL 

Jas  que  llaman  Chinas ,  que  son  las  criadas  , 
usan  una  especie  de  enaguas  muy  cortas  v  un 
rebozo,  todo  de  bayeta  de  la  tierra.  Las  indias 
comunes  llevan  un  saco  de  la  misma  hechura 
y  tela  que  las  camisetas  délos  Indios,  y  lo  pren- 
den con  alfileres  sobre  los  hombros.  Es  algo 
mas  largo  que  la  camiseta,  llegándoles  hasta  al 
principio  de  la  pantorrilla.  Después  se  íajan  la 
cintura,  y  en  lugar  de  rebozo  se  ponen  al  cue- 
llo otro  paño  de  la  misma  tela  llamado  Uiídía. 
Llevan  desnudos  los  brazos  y  las  piernas. 

De  otra  terceía  especie  de  trage  usan  las  ca- 
cicas,  mugeres  de  alcaldes  mayores,  goberna- 
dores ü  otros  que  se  distinguen  de  las  indias 
ordinarias.  Este  se  conjpone  de  los  dos  antece- 
dentes, y  se  reduce  á  unas  policías  de  bayeta 
guarnecidas  por  el  ruedo  con  cinta  de  seda. 
Sobre  ella  ponen  en  lug^r  de  anaco  otro  ropa- 
je negro  que  llaman  acso,  el  cual  cae  desde  el 
cuello,  está  abierto  por  un  costado,  plegado 
de  arriba  abajo,  y  ceñido  con  una  faja  en  la 
cintura  ,  de  modo  que  no  cruza  como  el  falde- 
llin.  En  lugar  de  la  ropa  que  llevan  pendiente 
de  los  hombros  las  indias  ordinarias,  traen 
otra  macho  mas  grande,  plegada,  que  les  cuel- 
ga desde  el  cuello  hasta  casi  el  ruedo  de  la  po- 


EN    AMÉRICA.  91 

llera,  ase^'U rancióla  en  el  pecho  con  un  pun- 
zón de  plata ,  como  los  del  anaco.  En  la  cabe- 
za llevan  un  paño  blanco  dados  distintos  do- 
bleces ,  cuyos  estremos  les  (juedan  colgando 
por  atrás.  Llámanle  colla ^  y  les  sirve  de  ador- 
no y  de  distintivo,  resguardándolas  al  propio 
tiempo  del  sol.  Andan  calzadas  :  así  este  trage 
como  el  que  usan  los  demás  Indios  era  el 
mismo  del  tiempo  de  los  Incas ,  y  por  él  se  di- 
ferenciaban los  de  distinción  de  los  demás. 

Los  caciques  usan  el  de  los  Mestizos,  esto 
es  ,  ca[)a  y  sombrero;  y  van  calzados.  La  esta- 
tura de  aquellos  habitantes  es  bien  proporcio- 
nada;  los  cuerpos  bien  formados  y  airosos. 
Los  Mestizos  son  de  estatura  mas  que  mediana; 
los  Indios  mas  bajos,  rehechos  y  forzudos.  Se 
observa  que  hay  entre  ellos  muclios  imperfec- 
tos, unos  por  ser  demasiado  po([uerios,  v  otros 
por  ser  fatuos  ó  faltarles  algún  miembro  ó 
algún  sentido.  Tienen  la  cabeza  muy  poblada 
de  cabello,  y  no  lo  cortan  jamás;  siempre  lo 
llevan  suelto,  sin  atarlo  ni  recogerlo,  ni  aun 
para  dormir.  Las  Indias  lo  envuelven  en  una 
cinta  formando  como  una  especie  de  dragona; 
pero  desde  la  mitad  del  cráneo  en  adelante  lo 
echan  sol)re  la  frenle,  v  lo  cortan  desde  una 


92  EL    NUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 

oreja  á  otra  á  la  altura  de  las  cejas,  á  lo  que 
llaman  el  urcu^  que  en  castellano  equivale  á 
cerro.  No  hay  para  ellos  mayor  injuria,  sea 
hombre  ó  muger,  que  cortarles  el  pelo;  y  sien- 
do así  que  no  basta  ningún  castigo  corporal  á 
hacer  que  se  quejen,  jamás  perdonan  este 
agravio.  Por  esto  se  permitía  solo  el  imponer- 
les este  castigo  por  algún  delito  grave.  El  color 
del  pelo  es  negro-oscuro  ,  muy  lacio,  áspero  y 
grueso  como  cerdas  de  caballo.  Los  hombres 
mestizos  se  lo  cortan  para  diferenciarse  de  los 
indios,  pero  no  las  mugeres.  Los  indios  son 
por  naturaleza  lampiños ,  y  a  lo  mas  les  salen 
algunos  pelos  cortos  en  la  barba  en  la  vejez. 

Se  nota  que  en  aquel  pais  abunda  mucho 
mas  el  sexo  femenino  que  el  masculino",  siendo 
esto  mas  de  notar  porque  allí  faltaban  varias 
causas  de  destrucción  de  los  varones,  como 
guerras,  eslravíos  por  el  tráfico,  y  otras. 

La  constitución  física  de  los  hombres  es  en- 
deble, en  particular  la  de  los  que  han  sido 
criados  con  regalo,  desde  los  treinta  en  ade- 
lante; aunque  se  ven  muchos  de  edad  crecida. 
Las  mugeres  se  suelen  mantener  mas  fuertes  y 
con  mas  salud. 

La  única  ocupación  de  las  personas  de  dis- 


EN  AMÉRICA.  93 

tinción  era  visitar  entre  año  sus  haciendas  ó 
chácaras,  pasando  en  ellas  todo  el  tiempo  de 
las  cosechas. 

Los  Chapetones  ó  Europeos  eran  casi  los  úni- 
cos que  ejercian  el  comercio,  y  tal  vez  algún 
mestizo.  Por  lo  que  hace  á  los  demás,  eran  su- 
mamente perezosos  y  holgazanes ,  vicios  que 
con  la  ninguna  educación  les  conduelan  á  mil 
desórdenes,  que  acompañaban  con  bailes  in- 
decentes y  mucho  aguardiente  de  caña  y  chi- 
cha :  esto  se  entiende  entre  la  gente  vulgar. 

La  bebida  del  ae^uardiente  de  caña  es  muy 
común  entre  todos,  pero  con  moderación  en- 
tre las  personas  decentes,  y  por  lo  regular  en 
los  con  viles.  (Ireen  que  el  vino  les  hace  daño, 
y  estaba  además  muv  caro.  Los  Mestizos  eran 
los  mas  inclinados  á  aquella  bebida. 

Se  usa  allí  mucho  tand)ien  el  mate,  lo  mis- 
mo que  el  te  en  la  India  oriental,  aunque  se 
toma  de  otro  modo.  Se  compone  de  la  que  en 
aquella  parte  de  America  se  conoce  por  yerba 
del  Paraguay,  por  abundar  en  aquel  pais. 
Echan  una  porción  de  ella  en  un  mate  totumo 
ó  calabacito  que  tienen  para  este  efecto,  con 
azúcar  y  agua  hia ,  la  necesaria  para  que  se 
empape.   Lo  llenan  después  de  agua  hirvien- 


94  EL    NUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 

do;  y  como  la  yerba  está  desmenuzada,  la  be- 
ben con  un  canutillo  ,  á  veces  varias  personas 
con  el  mismo  sucesivamente;  y  á  medida  que 
va  disminuyendo  ,  añaden  otra  agua  y  a/Aicar , 
basta  que  la  yerba  se  bunde.  Ecban  también 
en  esta  ])ebida  algunas  gotas  de  zumo  de  na- 
ranja agria  ó  de  limón,  y  flores  aromáticas.  La 
usan  por  la  mañana  en  ayunas,  y  mucbos  la 
repiten  |H)I"  la  tarde.  Los  Cbapetoties  la  usan 
poco,  pei'o  los  (Criollos  mucho.  Cuando  van  de 
viaje  ,  es  la  primera  cosa  que  toman  al  fin  de 
la  jornada;  y  basta  después  de  un  gran  rato 
no  toman  otra  cosa. 

Uno  de  los  vicios  mas  dominantes  en  la 
gente  común  es  la  embriaguez;  pero  el  juego 
es  mas  general  ,  pues  desde  la  clase  mas  dis- 
tinguida basta  la  mas  ínfima  hay  personas  que 
se  ocupan  en  el  en  tanto  que  les  queda  que 
perder.  Son  además  sumamente  dados  á  la  sen- 
sualidad, tristes  efectos  del  ocio  y  de  la  in- 
fluencia del  clima. 

La  gente  vulgar  y  los  hidios  son  muy  incli- 
nados á  bui'tar  con  ratería  ,  basta  los  domésti- 
cos. Los  Mestizos  son  muy  sutiles  para  robar, 
pero  no  acometen  por  cobardía.  Como  en  los 
sombreros   se   ponían    en  algunas   épocas   las 


ÉN    A.M  ERICA.  95 

personas  disliuguidas  una  hebilla  de  diaman- 
tes ,  esmeraldas  li  otras  piedi'as  finas  mon- 
tadas en  oro,  y  cintas  de  tela  de  oro  ó  plata, 
eran  objeto  especial  de  sus  rapiñas.  La  gente  vul- 
gar no  considera  por  liurto  el  de  las  cosas  de 
comer.  Paia  robar  alhajas  tienen  los  Indios 
una costundjre bien  singular,  y  esqueenlre  mu- 
chas escogen  la  de  menos  valor  ,  creyendo  que 
el  hurto  no  seiá  conocido.  Si  los  sorprenden, 
aunque  sea  en  el  mismo  aclo,  se  escusan  con 
una  palabra  muv  espresiva  en  su  lengua,  que 
es  yanga,  v  fjuiere  decir  sin  necesidad,  sin 
pi'ovecho,  sin  mala  intención.  Si  consiguen 
no  ser  vistos,  aunque  haya  las  niayores  sospe- 
chas, jamás  se  puede  averiguar  el  liurto,  pues 
sienq)relo  niegan  obstinadamente;  circunstan- 
cia general  en  todos  los  Indios. 

La  lengua  que  se  liabla  en  Quito  v  su  pio- 
vincia  no  es  uniforme.  Unos  hablan  la  castella- 
na y  oti'os  la  de  los  hicas,  particularnjente  los 
Criollos  (pie  usan  también  aípieUa,  pero  mía 
y  otra  adulteradas  con  voces  de  and3as.  La  {)ri- 
mera  que  pronuncian  los  niños  es  nuichas  ve- 
ces la  de  los  Incas,  por  ser  indias  las  nodiizas, 
no  hablando  con  frecuencia  la  castellana  has- 
ta cinco  ó  seis  años,  y  (juedando  á  muchos  el 
defecto  d(^  hal)lar  en  impersonal. 


96  EL    NUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 

I.a  suntuosidad  de  los  entierros  era  eslrenia- 
da  en  aquel  pais ,  conservándose  la  costumbre 
de  poner  ofrenda  en  las  honras  y  cabos  de  año, 
que  consistía  en  botijas  de  vino,  pan  y  anima- 
les, se^un  las  facultades  de  cada  uno. 

Quito  no  tenia  una  riqueza  de  consideración 
comparativamente  á  la  de  otras  ciudades  de 
América,  é  iba  en  decadencia.  Consistía  prin- 
cipalmente en  las  haciendas  :  el  comercio  esta- 
ba atrasado.  Casi  todos  tenían  allí  vajilla  de 
plata  para  el  uso  ordinario. 

Hay  en  Quito  por  lo  general  las  casas  mal 
amuebladas  y  faltadas  de  aseo.  Los  paseos  son 
pocos.  Se  cuenta  una  escuela  normal.  Las  artes 
liberales  y  las  demás  están  atrasadas  y  con  po- 
co gusto.  Las  manufacturas  consisten  en  tejí- 
dos  bastos  de  lana  v  alíiodon,  estimados  solo 
por  su  consistencia.  La  pasamanería  está  úni- 
camente un  tanto  adelantada. 

Desde  la  revolución  han  subido  mucho  de 
precio  los  comestibles.  Aunque  el  consumo  es 
en  parle  de  caine  de  buey  y  de  carnero,  el 
principal  consiste  en  frutas,  legumbres,  buena 
manteca,  (jueso,  chocolate  y  confituras.  El  ma- 
te ó  té  del  Paraguay  continua  siendo  una  de 
las  bebidas  mas  comunes. 


KN    AMKRICA.  97 

El  emperador  Carlos  V  concedió  á  la  ciudad 
el  título  á^  muy  noble  y  muy  leal ;  y  por  arnias 
uu  castillo  sobre  dos  montes,  una  cruz  encima, 
y  dos  águilas  con  una  garra  en  ella  cada  una. 

La  ciudad  de  Quito  se  hizo  célebre  en  1736 
por  haber  sido  enviados  á  ella  por  la  Aca- 
demia de  ciencias  de  Paris  La  Condamine  y 
otros,  con  los  tenientes  de  navio  españoles  don 
AntoniodeUlIoay  don  Jorge  Juan,  con  el  objeto 
de  hacer  observaciones  astronómicas.  Dejaron 
una  inscripción  sobre  esta  espedicion  científi- 
ca en  la  pared  de  la  iglesia  del  Colegio  de  jesuí- 
tas, en  el  cual  construyó  también  La  Condamine 
la  meridiana.  Pero  habiéndola  levantado  sobre 
ladrillos^  se  habia  perdido  con  el  tiempo,  y  se 
construyó  otra  sobre  piedra  en  el  mismo  lu- 
gar en  17G6,  con  su  inscripción  esculpida  en 
mármol  en  la  pared  inmediata. 

Quito  ha  sido  patria  de  varias  personas 
ilustres  en  yirtud  y  ciencia. 

Nadie  ignora  que  Quito  fue  destruida  en  1 755 
por  aquel  famoso  terremoto  que  se  esperimen- 
tó  desde  Lisboa  hasta  el  Perú.  Desde  aquella 
época  ha  tenido  aun  que  sufrir  otros  de- 
sastres. 

A  las  ocho  menos  cuarto  de  la  mañana  del 


98  EL    NUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 

día  4  de  febrero  de  1797  se  sintió  en  ella  y  su 
circunferencia  un  terremoto  de  tanta  duración 
y  violencia,  que  se  consideró  no  habeise  espe- 
rimentado  otro  igual  desde  la  conquista. 

Las  fuertes  conmociones  y  estraordinarios 
vaivenes  que  hacia  la  tierra  llenaron  de  horror 
y  confusión  á  todos  los  habitantes;  pues  al  ver 
que  las  torres,  templos  y  edificios  vacilaban,  ya 
con  movimientos  de  undulación,  va  con  otros  de 
trepidación  ,  juzgaban  que  trastornado  el  glo- 
bo iban  á  quedar  sepultados.  Al  suspenderse 
el  terremoto,  al  cabo  de  cerca  de  cuatro  minu- 
tos ,  se  vieron  bastante  maltratados  los  tem- 
plos ,  casi  inútiles  las  torres  y  los  conventos  y 
casas ,  padeciendo  unas  mas  daño  que  otras 
según  su  situación  y  mayor  ó  menor  fuerza. 

Un  trueno  subterráneo  muy  espantoso  que 
se  oyóá  pocos  momentos  acabó  de  atemorizar; 
pero  no  causó  mas  que  otros  tres  temblores 
suaves  aquel  dia  y  sucesivamente  otros  como  en 
lo  restante  de  la  Provincia.  El  17  de  febrero  se 
condujeron  las  imágenes  de  nuestra  Señora  de 
Guadalupe  y  la  Merced  á  la  Catedral  con  una 
numerosa  procesión  á  la  que  asistieron  las  au- 
toridades. 

Los  jóvenes  de  distinción  de  aquel  pais  de- 


EN    OÍÉRlCiV:.  99 

dicaban  sus  primeros  años  al  estudio  de  la  fi- 
losofía y  teología  ,  y  otros  se  ocupaban  en  la 
jurisprudencia  ,  aun  sin  designio  de  profesar- 
la. Hacían  algunos  progresos  en  estas  faculta- 
des ;  pero  casi  nada  sabían  de  humanidades  y 
otras  ciencias.  Parece  empero  que  últimamen- 
te se  han  dedicado  ya  á  las  ciencias  natura- 
les ,  economía  política,  historia  y  bellas  artes. 
Aprenden  con  la  mayor  facilidad,  y  su  ingenio 
los  hace  capaces  de  todo. 

Las  señoras  de  calidad  reúnen  á  una  hermo- 
sa figura  un  fondo  de  agrado  que  es  el  carác. 
ter  general  de  su  sexo  en  toda  la  América;  pe- 
ro el  escesivo  amor  de  las  madres  a  sus  hijos 
hace  que  se  crien  viciosos  y  llenos  de  or- 
gullo. 


i  00  EL    NUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 


CAPITULO  IV. 


Para rn  os  y  cordilleras . 

Al  tratar  de  Quito  es  preciso  hablar  de  los 
páramos  que  hay  en  sus  cordilleras  y  los  rios 
que  atraviesan  todo  aquel  pais,  particular  por 
tantas  maravillas  de  la  naturaleza,  por  la  dispo- 
sición de  su  terreno,  y  por  sus  pirámides  de 
nieve  tan  eminentes,  que  esceden  toda  compa- 
ración. 

En  las  cordilleras  de  los  Andes  á  proporción 
que  algunos  cerros  se  elevan  son  mas  ó  menos 
írios,  y  su  terreno  es  mas  árido.  A  estos  es  á 
los  que  se  da  el  nombre  de  páramos;  pero 
aunque  todas  las  cordilleras  lo  son,  hay  unos 
mas  rígidos  que  otros,  y  algunos  tales  que  con 
el  frió  ocasionado  por  la  continua  lluvia  y  hielo 
quedan  inhabitables  y  despoblados  de  plantas 
y  animales. 

Algunos  hay  cuyas  faldas  se  levantan  sobre 


EJí    AMÉRICA.  101 

las  elevadas  cimas  de  los  demás,  y  loda  su 
monstruosa  corpulencia  está  cubierta  de  nieve 
hasta  la  cumbre.  De  estos  piincipalmenle  se 
Iiablará. 

El  páramo  de  Asuay,  que  se  forma  uniéndose 
las  dos  cordilleras,  no  entra  en  el  numero  de  es- 
tos; porque  si  bien  se  distingue  por  su  rigidez, 
lio  escede  su  altura  á  la  regular  de  toda  la  cor- 
dillera, y  es  mucho  menor  que  la  de  Pichin- 
cha y  el  (Corazón,  cuya  elevación  no  pasa  del 
grado  en  donde  empieza  á  formarse  la  congela- 
ción. Esta  se  efectúa  en  toda  aquella  Provincia 
á  una  misma  altura,  y  así  á  proporción  que 
los  cerros  son  mas  elevados ,  hay  mayor  par- 
te de  ellos  cubierta  de  hielo  continuamen- 
te, de  suerte  que  mirando  desde  un  punto  de- 
terminado, como  por  ejemplo  Caraburu  ó  la 
superficie  del  mar ,  se  ve  la  congelación  en  to- 
dos los  cerros  á  una  misma  altura.  Por  los 
esperimentos  del  barómetro  hechos  en  Puca- 
guayco  en  el  cerro  de  Cotopaxi ,  la  altura  del 
mercurio  es  de  diez  y  seis  pulgadas  cinco  lí- 
neas y  un  tercio,  y  por  esta  se  concluye  que  la 
elevación  de  aquel  paraje  es  de  mil  veinte  y 
tres  toesas  sobre  el  plano  de  Caraburu.  La  que 
este  tiene  respecto  de  la  superficie  del  mar  es 


102  EL    NUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 

de  mil  doscientas  sesenta  y  ocho  con  corta  di- 
ferencia. De  consiguiente,  la  altura  de  Puca- 
guayco  sobre  la  superficie  del  mar  es  de  dos 
mil  doscientas  noventa  y  una  toesas.  La  señal 
que  estuvo  en  este  cerro  se  bailaba  mas  baja 
que  el  bielo  endurecido  de  treinta  á  cuarenta 
toesas;  y  desde  el  principio  de  este  basta  la 
cumbre  del  cerro  se  puede  concluir  que  babia 
de  altura  perpendicular  como  ochocientas  toe- 
sas. Asi,  la  cumbre  de  Cotopaxi  estará  nías 
elevada  sobre  la  superficie  del  mar  tres  mil 
ciento  veinte  y  seis  toesas,  que  hacen  siete  mil 
doscientas  ochenta  varas  castellanas,  algo  mas 
de  una  legua  marítima  ;  y  mas  alto  que  la  cum- 
bre de  Pichincha  seiscientas  treinta  y  nueve 
toesas.  De  esta  especie  son  los  cerros  de  que 
se  va  á  tratar,  y  sin  mucha  diferencia  en  la  al- 
tura. 

El  mas  meridional  en  aquellas  cordilleras  es 
el  Macas,  cuyo  nombie  propio  es  Sangay  , 
aunque  mas  conocido  allí  por*  el  primero,  por 
hallarse  en  aquella  jurisdicción.  Su  altura  es 
grande,  y  está  la  mayor  parte  cubierto  de  nieve 
en  toda  su  circunferencia.  Despide  de  su  cum- 
bre mucho  y  continuo  fuego  acompañado  de 
tan  horribles  bramidos  que  se  oyen  á  muchas 


EN    AMÉRICA.  103 

leguas  de  distancia;  y  llegan  tan  recios  á  la  ju- 
risdicción del  pueblo  dePintac,  que  dista  cer- 
ca de  unas  cuarenta  leguas  por  elevación,  como 
si  estuviese  inmediato,  y  cuando  el  viento  es 
favorable  aun  á  la  misma  ciudad.  Los  campos 
cercanos  se  vuelven  estériles  por  la  mucha  ce- 
niza con  ((ue  los  cubre.  En  este  páramo  nace 
el  rio  Sangay  ,  (¡ue  no  es  pequeño;  y  unién- 
dose después  con  otro  nombrado  de  llpano,  for- 
man el  de  Payra,  bastante  caudaloso,  que  de- 
sagua en  el  IMarafion. 

En  la  misma  cordillera  del  oriente,  casi 
al  este  oeste  de  la  villa  de  Riobamba,  á  seis  le- 
guas hay  un  cerro  elevado,  cuya  cumbre  se  di- 
vide en  dos  cimas ,  ambas  cubiertas  de  nieve. 
La  del  norte  se  llama  de  los  Collanes,  y  la  del 
sur  del  Altar;  pero  el  espacio  que  ocupa  en 
ellos  la  nieve  no  es  comparable  con  el  de  San- 
gay y  los  otros  de  su  clase,  á  cuya  corres- 
pondencia su  altura  es  nmcho  menor. 

Al  nordeste  de  la  misiDa  villa,  y  como  á  sie- 
te leguas,  está  el  Tunguragua ,  de  la  figura  de 
un  cono  por  cualquier  lado  que  se  miie,  con 
igual  escarpe  por  todos.  Hacia  al  norte  en 
un  pequeño  llano  entre  su  falda  y  la  cordille- 
ra hay  un  pueblo  llamado  los  Baños  ,  á  causa 


104  El.    NUEVO    VIAJERO     UNIVERSAL 

(le  unas  aguas  calientes  que  hay  allí,  donde  van 
á  bañarse  de  toda  la  jurisdicción.  Al  sur  de 
Cuenca  y  no  lejos  de  este  pueblo  llamado  los 
Baños  de  aquel  corregimiento,  hay  otras  aguas 
en  lo  alto  de  un  pequeño  cerro,  del  cual  por 
conducios  de  cuatro  á  cinco  pulgadas  de  diá- 
metro manan  á  borbollones  tan  calientes,  que 
se  endurecen  en  ellas  los  huevos  en  poco  mas 
tiempo  que  con  agua  hirviendo.  Se  forma  des- 
pués un  arrovo  salobre  que  tiñe  de  amarillo  las 
piedras  y  el  terreno  por  donde  corre.  Todo  este 
pequeño  cerro  en  su  parte  superior  está  abiei- 
to  en  grietas.  Por  ellas  y  lo  demás  del  terrerio 
exhala  1 1 u m o  co n t i n u a m e n t e . 

Al  norte  de  Riobamba,  con  algunos  grados 
hacia  nordeste,  está  el  Chimborazo,  por  cuya 
falda  pasa  el  camino  de  Quito  a  Guayaquil. 
Cuando  la  conquista  de  los  Españoles,  pere- 
cieron muchos  helados  al  atravesar  sus  laigos 
despoblados ;  mas  ahora  se  toma  la  precaución 
de  esperar  uno  ó  dos  dias  que  el  \iento  se  so- 
siegue y  se  serene  el  tiempo.  Al  norte  del  Chim- 
borazo está  el  Carguayraso. 

El  Cotopaxi,  al  norte  del  asiento  de  Lata- 
cunga,  a  unas  cinco  leguas,  sobresale  con  su 
falda  al  resto  de  los  otros  por  la  parte  del  ñor- 


EN    AMÉRICA.  105 

deste  y  la  del  sur.  A.  mas  de  haber  reventado 
cuando  los  Españoles  entraron  en  aquel  pais  , 
volvió  otra  vez  á  hacerlo  en  1743,  empezando 
con  estruendo ,  abriéndose  una  boca  en  la 
cumbre  y  tres  en  la  mitad  de  la  pendiente  ne- 
gada casi  á  una  misma  altura ,  y  arrojando  gran 
copia  de  materia  volcanizada,  que  con  la  inmen- 
sa cantidad  de  hielo  que  se  derritió,  bajó  con 
precipitado  curso,  inundó  el  dilatado  llano 
desde  Callo  hasta  Latacunga,  y  formó  un  mar 
de  agua  cenagosa  en  que  por  la  rapidez  con 
que  corria  pereció  infinidad  de  gente.  Arrebató 
las  casas  de  los  pobres  indios.  El  rio  que  pasa 
cerca  de  Latacunga  le  siivicj  de  madre;  pero 
después  sobrepujó  á  las  orillas  poi' la  parte  del 
asiento,  y  arrastró  las  primeras  casas.  Los  ve- 
cinos se  retiraron  á  una  eminencia  á  espaldas 
de  la  población.  Al  cabo  de  algún  tiempo  de 
haber  ido  disminuyendo  por  muchos  dias  las 
erupciones,  el  fuego  y  el  estruendo,  se  apaciguó 
del  todo;  pero  en  mayo  de  1741  abricndose  de 
nuevo  otras  bocas  por  lob  lados,  se  veia  en  las 
noches  serenas  como  una  giande  y  vistosa  ilu- 
minación reverberando  la  luz  sobre  el  hielo. 
Así  fue  tomando  cuerpo  hasta  el  30  de  noviem- 

VH.  6 


lOl)  EL    NUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 

bre,  en  que  se  repitió  la  inundación  con  tanlo 
esceso  como  el  año  anterior. 

A  cinco  leguas  al  occidente  de  este  cerro  se 
halla  el  de  Elenisa  ,  cuya  cumbre  dividida  en 
dos  está  cubierta  de  nieve  continua.  Varios  ar- 
royos van  desde  él  al  océano  del  Norte  por  el 
Marañon  ,  y  los  otros  al  del  Sur  por  el  rio  de 
las  Esmeraldas. 

Al  norte  del  Cotopaxi,  algunos  grados  al  nor- 
deste, está  el  Cliinchilagua,  también  nevado,  y 
de  una  elevación  á  poca  diferencia  como  la  del 
anterior.  Pero  ni  uno  ni  otro  son  comparables 
con  los  demás. 

El  Cayamburo  ,  que  es  de  los  de  primera 
magnitud,  cae  á  unas  once  leguas  de  la  ciudad 
de  Quilo,  al  norte  con  algunos  grados  hacia  el 
oriente.  No  hay  vestigios  ni  tradición  de  que 
haya  reventado.  De  él  salen  rios,  de  los  cuales 
los  del  oeste  y  norte  van  al  de  las  Esmeraldas  y 
al  de  Mira,  y  los  del  oriente  al  Marañon. 

Además  de  los  arroyos  de  los  cerros  neva- 
dos, bajan  oíros  de  mas  abajo  de  aquellas  cor- 
dilleras, que  imidos  forman  rios  muy  cauda- 
losos. 

Todas  las  aguas  de  las  vertientes  de  los  cer- 
ros inmediatos  á  Cuenca  al  occidente  v  sur  has- 


EN    AMÉRICA.  107 

ta  Talqui,  las  de  la  cordillera  oriental,  y  al 
norte  basta  el  páramo  de  Burgay,  se  juntan  co- 
mo media  legua  al  occidente  de  un  anexo  lla- 
mado Jadan,  del  curato  de  Paute;  y  forman  un 
rio  de  este  nombre  que  pasa  cerca  de  este  pue- 
blo, muy  ancho  pero  no  vadeable,  y  \a  al  Ma- 
rá ñon. 

Del  cerro  de  Yasuav  ,  del  de  Bueran  v  de  las 
partes  del  sur  del  Asuay  se  forma  otro  rio  bien 
crecido  ,  que  se  pasa  por  puente ,  toma  nom- 
bre del  pueblo  de  Cañar  ,  cerca  del  cual  corre, 
y  después  va  por  Yucon  á  la  ensenada  del  rio 
de  Guayaquil. 

De  las  partes  septentrionales  del  páramo  de 
Asuay  bajan  también  muchos  rios,  que  unidos 
con  otros  del  cerro  de  Senegualap  y  cordillera 
oriental  por  la  parte  del  oeste  de  esta,  forman 
el  de  Alausi ,  que  va  á  salir  á  la  misma  ense- 
nada. 

En  lo  alto  del  páramo  de  Tiolama  y  no  lejos 
de  la  señal  que  se  puso  en  aquel  cerro  para  la 
formación  de  los  triángulos  de  la  meridiana, 
hay  cuatro  lagunas.  Las  tres  mas  inmediatas  á 
él  no  son  tan  grandes  como  la  otra,  que  tendrá 
casi  media  legua  de  largo  :  su  nombre  es  Colay. 
Délos  desagües  de  estas  lagunas  que  pasan  por 


108  ET.    NUEVO     VIAJERO    UNIVERSAI, 

la  cuarta  se  forma  el  rio  de  las  Cebadas  ,  que 
corre  no  lejos  del  pueblo  de  este  nombre.  Con 
los  arroyos  del  páramo  de  Lahanguso  y  los  de- 
sagües de  la  laguna  de  Colta  se  le  junta  otro^ 
pasa  por  Pungal ,  inclinándose  algo  del  norte 
al  oriente,  y  á  cosa  de  una  legua  del  pueblo  de 
Puni  se  le  junta  el  de  Riobauíba  ,  (]ue  nace  en 
el  páramo  de  Sisapongo  y  cordillera  que  corre 
bácia  al  norte.  Cerca  del  pueblo  de  Lobigies 
hay  otro  que  baja  del  Cbimborazo,  y  caminan- 
do hacia  al  norte  alguna  distancia,  vuelve  al 
oriente,  y  desemboca  finalmenie  en  el  jMaia- 
fion.  Cuando  pasa  por  el  puel^ío  de  Penipe  va 
tan  caudaloso,  que  solo  se  atraviesa  por  un 
puente  que  hay  allí  de  bejucos.  Anles  de  llegar 
al  de  los  Baños  se  le  une  también  el  lio  de  La- 
tacunga,  el  de  ílambato,  y  todos  los  de  una  y 
otra  cordillera. 

Las  aguas  que  bajan  del  picaclio  septentrio- 
nal del  Elenisa  se  dirigen  hacia  al  norle,  y  se 
juntan  con  todas  las  de  la  misma  cordillera,  las 
del  cerro  de  Ruminavi  j)or  la  parte  sepleiitrio- 
nal  V  occidental  ,  v  las  de  Pasuchua,  forman- 
do  el  rio  de  Amagnaña.  Estos  dos  úilimos  cer- 
ros están  norle  sur  en  el  espacio  (pie  dejan 
entre  sí  las  cordilleras. 


EN    AMÉRICA.  109 

De  la  parte  seplenlrional  del  Cotopaxi ,  pá- 
ramo de  CliincliulagLia ,  lanibieii  nevado,  y 
cordillera  de  Guamani,  bajan  otros  rios  que 
roraian  el  de  Icliubamba  ,  y  coiriendo  al  norte 
se  juntan  con  el  de  Amaguaña  á  poca  distancia 
del  pueblo  de  Concoto.  Aumentado  después 
con  los  arroyos  del  oeste  de  la  cordillera  orien- 
tal,  muda  el  nombre  en  el  rio  de  Guaillabam- 
ba.  Las  aguas  c|ue  bajan  del  (^ayandjuro  por  su 
parte  occidental,  y  del  Mojanda  por  la  meri- 
dional, componen  otro  con  el  nombre  de 
rio  de  Pisque,  el  cual  se  dirige  primeio  al  oc- 
cidente, y  junto  con  el  de  Guaillabamba  loma 
el  de  Alcbipiclii.  Al  norte  del  pueblo  de  San 
Antonio,  corregiuiiento  de  Quilo,  va  tan  cau- 
daloso y  anclio,  que  se  lia  de  pasai"  con  tarabi- 
ta. Continua  después  hacia  al  no  rte,  y  desa- 
gua en  el  rio  de  las  Esmeraldas. 

Iil  monte  Alojanda,  en  el  espacio  que  dejan 
entre  sí  las  cordilleras,  no  tiene  mas  que  una 
falda,  pero  se  divide  después  arriba  en  dos  ci- 
mas, la  una  al  oriente  y  la  otra  al  occidente. 
De  cada  una  de  ellas  se  continúa  una  cordille- 
ra ,  que  cierra  aquella  especie  de  callejón. 

De  la  falda  septentrional  salen  dos  arroyos 
grandes  ,  que  entran  en  la  laguna  de  San  Pa- 


lio  EL    NUEVO     VIAJERO    Ü?ÍI VERSAL 

blo  ,  y  de  esta  se  deriva  un  rio  que  Irace  un 
cuerpo  con  otros  de  las  vertientes  de  su  cordi- 
llera occidental;  y  entrándole  otro  brazo  que 
sale  de  los  altos  de  Perillo  ,  forman  el  rio  de 
la  villa  de  San  Miguel  de  Ibarra ,  que  después 
toma  el  nombre  de  Mira.  Desagua  en  eí  mar 
del  Sur  mas  al  norte  del  de  las  Esmeraldas. 

Cuando  aquellos  rios  no  permiten  vado  ,  se 
forman  puentes  en  los  sitios  necesarios,  que  ó 
son  de  piedra  ,  aunque  pocos  ,  ó  de  madera 
que  son  los  mas  comunes,  ó  de  bejuco.  Para 
los  de  madera  eligen  el  paraje  donde  mas 
se  eslrecbe  el  rio  ,  entre  algunos  altos  peñas- 
cos, y  atravesando  cuatro  palos  bien  largos  for- 
man el  puente  de  cosa  de  vara  y  media  de  an- 
cho ,  cuanto  baste  para  personas  y  caballerías. 
Es  grande  el  peligro  de  pasar  por  estos  puen- 
tes. De  los  bejucos  se  usa  cuando  la  grande  an- 
chura de  los  rios  no  per.uite  que  los  palos  lle- 
guen á  apoyarse  en  sus  Otilias.  Hay  rios  que  se 
pasan  por  tarabita  ,  como  se  híi  dicho  del  de 
Alchipichi. 

Eos  peligros  de  aquellos  terrenos  se  compen- 
saban con  la  seguridad  de  no  haber  ladrones. 
Allí  se  veia  continuameiUe  lo  que  en  muy  poc-as 
partes  del  mundo.  Un  solo  hombre  transitaba 


EN    AMERICA.  1  1  1 

con  una  porción  cuantiosa  de  piala  u  oro,  regu- 
larmente sin  armas,  como  si  ]e  acompañara 
una  numerosa  escolta.  Si  le  cogia  la  noche  en 
despoblado ,  se  quedaba  a  dormir  allí  sin 
la  menor  zozobra;  y  lo  mismo  en  los  tambos  ó 
albergues,  no  obstante  de  estar  lodos  abiertos. 

Los  páramos  á  los  cuales  no  alcanza  la  con- 
gelación se  ven  todos  vestidos  de  una  es- 
pecie  de  paja  ,  á  manera  de  esparlo  ,  aunque 
mucho  mas  tierna  y  dócil,  la  cual  nace  con 
tanta  abundancia  que  cubre  toda  la  tierra.  Su 
altura  es  de  media  \ara  á  tres  cuartas,  y  su  co- 
lor cuando  ha  llegado  á  este  tamaño,  como  el 
del  esparto  seco.  Desde  los  parajes  en  donde 
empieza  á  mantenerse  la  nieve  algún  tiempo 
sin  derretirse,  no  crece  ya  ninguna  de  las  plan- 
tas regulares  de  los  climas  habitables;  pero  s' 
otras,  aunque  raras,  hasta  cierta  altura,  pasada 
la  cual  no  se  encuentra  mas  que  arena  y  pie- 
dras por  laiga  distancia,  hasta  tocar  á  la  línea 
de  la  congelación. 

En  aquellos  sitios,  donde  toda  la  producción 
de  la  tierra  se  reduce  a  pajón  ,  y  no  es  apto  el 
suelo  para  send)rados  ,  crece  el  quinual,  distin- 
to de  la  seuíilla  quinúa,  que  tand)ien  abunda 
en  aquel  pais. 


112  EL    NUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 

Asimismo  se  cria  allí  la  planta  pequeña  que 
los  Indios  llaman  palo  ó  bastón  de  luz.  Crece 
perpendieularmentecada  ramita  sin  brotar,  otra 
alguna  por  los  lados,  basta  el  estremo  de  arriba 
en  donde  echa  algunas  pequeñas  ,  de  las  cuales 
salen  las  hojas  nuiy  menudas.  De  cada  pie  se  le- 
vantan del  suelo  muchas  ramas  igualmente  de- 
rechas y  de  una  misma  altura  casi  todas  ,  que- 
daiKÍo  algo  mas  pequeñas  las  esteriores. 

Otra  planta  de  aquel  pais  es  la  que  llaman 
achupalla.  Se  compone  de  diferentes  pencas  no 
muy  desemejantes  á  las  de  la  sábila;  y  á  pro- 
porción que,  creciendo  nuevas  de  estas,  se  le 
envejecen  y  secan  las  esteriores  ,  va  formando 
con  ellas  una  especie  de  tronco,  compuesto  de 
muchas  hojas  horizontales  y  hueco  enelmedio, 
que  suele  cuando  no  es  muy  grande  sercomes^ 
tibie,  lo  mismo  que  el  de  los  palmitos. 

Mas  arriba  de  donde  se  hace  el  pajón,  se  crian 
unos  panes  que  en  la  lengua  del  pais  se  llaman 
puchugchú.  Fórmause  de  una  yerba  cuyas  ho- 
jas son  redondas,  de  la  figura  de  unamosqueta, 
aunque  sencilla,  y  tan  cerradas  y  entretejidas 
unas  con  otras ,  que  vienen  á  componai'  todas 
las  de  cada  planta  un  entapetado  muy  igual.  En 
lo  interior  de  él  no  quedan  mas  que  las  raices  , 


EN     AMÉRICA..  113 

las  cuales  crecen  ,  y  á  proporción  que  abultar 
mas,  van  echando  acpiella  copa  de  hoja  ,  hasta 
que  forman  con  ellas  la  figura  de  nn  pan  re- 
dondo. Este  suele  tener  de  alto  uno  ó  dos  pies, 
y  lo  mismo  de  diámetro,  siendo  tan  duro  cuan- 
do está  en  lo  fuerte  de  su  verdor,  que  no 
le  vence  el  peso  de  un  hombre  ni  la  fuerza  del 
pie  de  una  caballeiía.  Pero  luego  que  empieza 
á  envejecerse  se  agujerea  con  facilidad  alponer- 
1(?  el  pie  encima.  Cuando  no  está  tan  verde 
(jue  tenga  toda  su  resistencia  ,  ni  tan  viejo  que 
se  hallen  ya  podridas  sus  raices  ,  tienen  estas 
mucha  elasticidad. 

En  los  parajes  propios  para  los  puchugchiies 
se  cria  la  canchalagua,  conocida  ya  en  Europa. 
Su  figura  es  al  modo  de  juncos  muy  delgados  ó 
pajas  muy  finas,  pero  sin  echar  hoja,  sí  solo 
una  pequeña  simiente  en  sus  estremidades.  Es 
muy  medicinal  y  se  usa  para  las  calenturas.  Es 
algún  tanto  amarga  ,  y  comunica  fácilmente  es- 
te gusto  ai  agua,  ya  en  infusión  ó  dándola  algún 
cocimiento.  Purifica  mucho  la  sangre,  y  por 
esto  la  acostumbran  usar  landjien  en  aquellos 
paises,  aun(|nc  la  tienen  [)or  cálida.  Se  cria  en 
ellos  con  abundancia,  y  suele  hallarse  así  entre 
los  puchugchúes ,  como  en  oti'os  parajes  de  los 
páramos  no  tan  ríiiidos.  6* 


114  EL    NUEVO    VIAJERO    UiMVERSAL 

En  el  terreno  estéril  por  el  frió  ó  por  ser  de 
arena  muerta,  ó  estar  cubierto  de  nieve  ,  se  ha- 
lla la  calaguala  solo  de  seis  á  ocho  pulgadas  de 
altura  en  troncos  delgados  ,  estendida  sobre  la 
arena  ó  las  piedras.  Sus  ramas  son  de  dos  á  tres 
líneas  de  diámetro,  redondas  y  llenas  de  nudi- 
tos  á  pequeñas  distancias,  por  los  cuales  se 
tuercen  como  los  sarmientos.  Las  cubre  una 
piel  menuda  á  manera  de  caspa,  que  se  descos- 
tra en  parte  por  sí  cuando  está  seca.  Lo  mas 
particular  de  esta  planta  es  desvanecer  las 
apostemas.  Se  da  en  cocimiento  de  agua  po- 
uientlo  corta  cantidad  ó  machacada  y  en  infu- 
sión de  vino.  La  de  las  provincias  meridiona- 
les del  Perú  es  mas  sobresaliente  y  estimada. 
La  hoja  es  muy  menuda  y  poca,  la  cual  nace 
inmediata  á  los  troncos  de  su  ramificación. 

Producen  también  los  páramos  la  contrayer- 
ba conocida  en  Europa  por  contraveneno  ,  que 
se  levanta  poco  del  suelo  ,  estendiéndose  tam- 
bién sobre  la  tierra.  Su  hoja  es  larga  como  de 
ti-es  á  cuatro  pulgadas,  y  poco  mas  de  una  de 
ancho,  gruesa  y  por  la  paite  posterior  de  un 
terciopelado  muy  fino,  de  un  verde  apagado,  ó 
de  un  color  que  tira  á  ceniciento.  En  el  interior 
es   tersa  v  de  un  verde  menos  claro.  La  flor 


EN    AMÉRICA.  1  Í5 

es  grande,  compuesla  de  otras  menudas  ({(le  ti- 
ran á  color  de  viólela. 

Otras  plantas  nacen  en  abundancia  en  aque- 
llos territorios,  que  no  son  allí  de  grande 
aprecio. 

Aunque  la  temperatura  de  los  páramos  no 
permite  toda  especie  de  animales,  no  dejan  de 
verse  allí  aun  en  lo  mas  elevado  venados 
(¡ue  regularmente  pastan  el  pajón,  y  conejos  y 
zorrillos  entre  el  mismo,  no  difeientes  de  los  de 
(Cartagena  y  demás  partes  de  América. 

Las  aves  se  reducen  á  perdices  ,  ({ue  se 
asemejan  un  tanto  á  nuestras  codornices  ,  con- 
dores ó  buitres  ,  y  zundjadores. 

Los  condores  son  de  mayoi'  tamaño  en  aque- 
llas regiones.  Se  remontan  sobre  los  páramos 
mas  elevados;  y  parece  que  anlielan  un  aire 
nuiy  sutil.  A  veces  cuando  roban  los  corderillos 
de  las  manadas  que  pastan  en  los  páramos  y 
los  arrebatan  por  los  aires  ,  según  se  ha  dicho 
cu  otra  parte,  los  dejan  caer  y  los  vuelven  á  ar- 
rejjatar  diferentes  veces.  Se  defienden  con  las 
alas  para  recibir  cualquier  golpe  sin  lesión. 

Ll  /Auubador  cuando  está  cerca  parece  en  el 
ruido  que  hace  al  de  un  cohete  grueso  al  salir 
di.'  la  mano  del  (pie  lo  dispara.  Uno  de  los  via- 


Í16  EL    NUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 

jeios  que  habían  estado  en  aquel  pais  escribe 
que  muchas  noches  de  huía  ,  que  eran  aquellas 
en  que  se  sentían  con  mas  frecuencia,  se  ponían 
á  acecharlos  el  y  sus  compañeros  ;  pero  que  á 
pesar  de  que  pasaban  muy  cerca ,  solo  pudie- 
ron distinguir  el  camino  que  llevaban  por 
una  línea  blanca  en  el  aire  ,  cuando  no  se  ele- 
vaban mucho. 

Como  en  las  cañadas  y  líanos  de  aquellos  pá- 
ramos hay  muchas  humedades  y  cenagales,  y 
por  todas  partes  brotan  varios  manantiales  de 
agua,  se  cria  en  ellos  el  clancon  ó  canelón,  cuyo 
canto  se  asemeja  al  sonido  de  una  bandurria, 
aunque  de  otra  especie.  Su  tamaño  es  mayor  que 
el  de  un  gran  pato ,  y  la  cabeza  le  es  algo  seme- 
jante, el  cuello  largo  y  grueso,  el  pico  derecho  y 
también  grueso  ,  y  los  pies  y  zancas  propor  cio- 
nados.  La  pluma  de  las  alas  es  parda,  oscura  por 
encima  y  blanca  en  lo  interior  ;  y  la  de  lo  res- 
tante del  cuerpo  cenicienla  algo  manchada. 

En  los  jardines  y  huertas  de  aquellas  pobla- 
ciones abunda  mucho  el  pajarito  tan  particular 
por  su  pe(|ueñez  y  sus  bien  pintadas  plumas  , 
llamado  comunmente  picaflores  ,  por  ser  su 
ejercicio  acercarse  á  ellas,  y  sosteniéndose  en  el 
aiie  sobre  sus  alilas  ,  llegar  el  pico  y  chupar  su 


EN    AMÉRICA.  1  17 

jugo  sin  ajarías.  Su  propio  nombre  es  quin- 
de, aunque  también  es  conocido  por  los  de  ra- 
bilargo y  lisonjero.  El  volumen  de  su  cuerpo 
con  la  pluma  es  menor  que  el  de  una  nuez  pe- 
queña, l'iene  la  cola  larga  como  tres  veces  todo 
el  resto  de  su  cuerpo ,  con  pocas  plumas  , 
el  cuello  corto,  la  cabeza  proporcionada,  y  ale- 
gres los  ojos.  El  pico  es  largo  ,  delgado  y  fino  , 
blanco  en  el  principio  y  negro  en  la  punta  ;  las 
alas  largas  y  menudas  ;  el  color  de  la  pluma 
verde,  en  la  mayor  parle  con  pintas  amarillas  y 
azules  ,  unas  mas  subidas  que  otras  ,  haciendo 
todas  variedad  de  visos  dorados.  Hay  de  diver- 
sas especies,  y  se  diferencian  así  en  el  tamaño 
como  en  la  pintura  de  sus  matices.  Créese  que 
esta  aveeita  es  la  naenor  que  se  conoce;  pone 
dos  huevos  tan  pequeños  como  dos  garbanzos  , 
y  hace  su  nido  en  los  árboles  buscando  para 
ello  las  pajilas  mas  finas  que  encuentra. 

En  lo  restante  de  aquel  pais  que  no  son  pára- 
mos ni  montañas  no  se  encuentran  otros  ani- 
males que  los  domésticos.  Por  estos  se  conoce 
haber  sido  muy  pocas  las  especies  que  le  eran 
propias.  Los  mas  son  de  los  que  se  han  introdu- 
cido por  los  Españoles,  escepto  el  lama  ó  lla- 
ma, á  quien  estos  añadieion  el  nombre  de /^w- 


118  EL    NUEVO    VIAJERO    INIVERSAL 

na  para  significar  con  él  oveja  de  Indios.  Este 
se  entiende  ahora  por  runa-llama ;  auníjue  pro- 
j)iamente  llama  es  nombre  general  que  signifi- 
ca animal  en  contraposición  de  los  racionales. 
En  la  jurisdicción  de  Riobamba  es  donde  mas 
abundan  ,  teniéndolos  los  Indios  para  el  tráfico 
de  unos  pueblos  á  otros.  Después  comen  los 
que  ya  no  pueden  servir. 

En  las  provincias  meridionales  del  l*erú,  esto 
es,  en  el  Cuzco,  la  Paz,  la  Plata,  y  paises  de 
aquella  paite,  es  donde  se  crian  los  dos  anima- 
les bastante  parecidos  al  llama,  á  saber,  la  vicu- 
ña y  el  guanaco.  La  primera  tiene  la  lana  de 
color  musgo  en  todo  el  cuerpo,  a  escepcion  del 
vientre  donde  es  blanquizca.  Los  guanacos 
además  de  la  lana  que  dan ,  que  es  mas  larga  y 
áspera  (pje  la  de  la  vicuña,  son  muy  útiles  para 
las  minas,  porque  en  ellos  se  acarrean  los  meta- 
les por  parajes  tan  ásperos  que  ningún  otro 
animal  puede  transitarlos. 

En  las  casas  se  cria  un  animal  llamado  all* 
chucha  ,  V  en  las  provincias  meridionales  del 
Peni  muca  -  muca  por  los  Indios.  Se  parece 
algún  tanto  á  las  latas,  y  su  tamaño  es  mayor 
i|ue  el  de  un  gato.  El  hocico  es  algo  semejante  al 
del  cerdo  y  largo.  Los  pies  y  la  cola  son  como 


EN    AMERICA.  1  1  í> 

los  de  la  rala,  y  su  pelo  algo  mas  neg^ro  y  largo. 
Este  animal  llene  una  bolsa  en  la  parte  infe- 
rior del  vientre,  que  se  dilata  desde  el  princi- 
eio  del  estómago  y  se  forma  de  unos  pellejos 
membranosos  que  tienen  naeimiento  en  los 
costados  inferiores,  y  van  á  juntarse  en  me- 
dio, haciendo  la  misma  configuración  del  vien- 
tre. En  medio  de  esta  bolsa  esterior  tiene  una 
abertura  que  coge  como  los  dos  tercios  de  su 
largo,  la  cual  cierra  y  abre  íí  su  arbitrio  por 
medio  de  ciertos  músculos.  Después  de  haber 
parido,  recoge  los  hijuelos  en  aquel  seno  y  los 
mantiene  allí  cerrados  hasta  que  llegando  a 
ser  grandes  y  queriéndolos  destetar,  los  echa 
fuera.  A  veces  quedan  allí  vivos  después  de  al- 
gunos dias  de  muerta  la  madre.  Dicen  que  el 
macho  es  de  la  misma  figura  que  la  hembra  , 
pero  no  tiene  esta  bolsa.  Este  animal  persigue 
toda  suerte  de  aves  domésticas.  Los  Indios  co- 
men su  carne.  (*)  No  solo  los  hay  en  las  casas  si- 
no también  en  los  campos,  donde  destruyen  el 
UKiiz. 

Si  las  pai  licularidades  refeiidas  de  los  para- 

(*)  Parlo  (le  las  plantas  y  aiiimnlos  de  que  se  acaba  de 
hablar  ,  están  esplicados  ya  coa  mas  estension  en  los 
Fiajc.s  al  Perú  y  á  Mr  jico. 


120  EL    NUEVO    VIAJERO    UNIVERSAL 

MÍOS  son  dignas  de  la  mayor  atención,  no  lo 
son  menos  los  fenómenos  de  la  naturaleza.  Se 
referirá  aquí  uno  observado  por   los   \ ¡ajeros 
en  Pambarca,  que  se  indicó  ya  en  otro  Viaje. 
Al  amanecer  se  hallaba  todo  aquel  cerro  en- 
vuelto en  nubes  muy  densas,  que  con  la  sa- 
lida del  sol  se  fueion  disipando,  quedando  so- 
lamente unos  vapores  tan  tenues  que  no   los 
distinguia  la  vista.  Al  lado  opuesto  por  donde 
el  sol  salia  en  la  misma  montaña  á  cosa  de  diez 
toesas  distante  de  donde  estaban  aquellos  via- 
jeros, se  veia  como  en  un  espejo  la  imagen  de 
cada  uno  de  ellos,  y  haciendo  centro  en  su  ca- 
beza tres  iris  concéntricos.  Los  colores  mas  es- 
teriores  de  cada  uno  tocaban  á  los  del  siguien- 
te ;  y  esterior  á  todos ,  algo  distante  de  ellos , 
aparecia  un  cuarto  arco   formado  de  un   solo 
color  blanco.  Todos  estaban  perpendiculares  al 
horizonte,  y  cuando  la  persona  se  movia  de  un 
lado  á  otro,  la  imagen  seguia  el  mismo  movi- 
miento. La  magnitud  del  diámetro  de  los  ar- 
cos variaba  sucesivamente  á  proporción  que 
el  sol  se  elevaba ,  y  al  mismo  tiempo  se  desva- 
necían todos  los  colores,  y  haciéndose  imper- 
ceptible   la    imagen   del  cuerpo ,    al   cabo  de 
buen  rato  desaparecía  el  fenómeno  lolalmenle. 


EN    AMÉRICA,  121 

Al  principio  era  el  diámetro  del  iris  interior 
lomado  en  el  último  color  que  le  correspondía 
de  cinco  y  medio  grados  con  corta  diferencia, 
V  del  blanco  eslerior  y  apartado  de  lodos  67°. 
Cuando  empezaba  el  fenómeno,  parecian  los 
arcos  en  figura  elíptica  correspondiente  al  dis- 
co del  sol  ,  y  después  se  peifeccionaban  hasta 
quedar  enteramente  circulares.  Cada  uno  de 
los  pequeños  constaba  de  encarnado  ó  rojo, 
este  se  desvanecia  y  formaba  el  naranjado,  al 
cual  seguía  el  amarillo,  luego  el  pajizo,  á 
continuación  el  verde,  y  al  esterior  el  rojo. 

En  varias  ocasiones  se  notan  en  aquellos  pá- 
ramos los  arcos  que  forma  por  la  noche  la  luz 
de  la  luna  ,  los  cuales  no  constan  de  otro  co- 
lor que  del  blanco,  y  se  forman  proyectándose 
en  la  caida  ó  falda  de  algún  cerro.  Componía- 
se uno  ([ue  observaron  de  tres  arcos  tangen- 
tes en  un  mismo  punto.  El  diámetro  del  inte- 
rior era  de  G0°.  El  grueso  ó  estension  en  lo  an- 
cho del  color  blanco  ocupaba  un  espacio  de  5", 
al  cual  eran  iguales  los  otros  dos.  Aquella  at- 
mósfera parece  piopia  para  semejantes  fenóme- 
nos, y  se  ven  con  frecuencia  uuichos  de  igual 
naturaleza. 

FIN. 


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yiajrs  publicados  l)a0ta  d  íria. 


Historia  de  viajes  á  las  Antillas  y  al  reino  de  Blejieo. 

Historia  de  viajes  sobre  el  estado  físico,  político,  ecle- 
siástico y  literario  de  nueva  España. 

Historia  de  viajes  sobre  el  antiguo  Perú. 

Historia  de  viajes  al  Peni  moderno. 

Historia  de  viajes  sobre  el  estado  político,  eclesiástico 
militar  del  Perú  moderno. 

Historia  de  Viajes  cerca  el  calendario  de  los  Mejicanos. 

Historia  de  viajes  sobre  la  provincia  y  antiguo  reino  de 
Quito. 

Llevan  láminas  iluminadas. 

El  precio  de  cada  ejemplar  es  de  cinco  reales  de  vellón 
y  además  un  real  de  vellón  por  cada  lámina. 


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