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EL NUEVO
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reina íre Ctuíta.
Contiene, entre otras cosas, su estado anli^'uo, clima y prodiiccidues natu-
rales. División territorial. Descripción, habitantes y cüstumbres déla ciu-
dad de Quito. Noticia de los páramos y cordilleras.
POR M. E. Y L. C.
CON UAA LAMINA FINA PEUFECTAMENTE ILUMINADA,
que representa habitantes de Quito en el trage del pais.
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BARCELONA.
IMPRENTA 1)E A. BERGNüS Y COMPAÑÍA.
CON UCENCIA. MARZO, 1833.
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número 32.
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— — número 4^-
— - — número G4.
— -•« número So.
Litargio inglés
Mangra
Manteca de Ilambiirgo. . . .
— de Holanda
Negro de marfil
— de bunio. ,
Opio
Paja gualda
Palo amarillo
— Brasiletc Nicaragua.. .
— Campecbe
— Santa Marta
— Fernambuco
Papel blanco superior. ....
— florete
— medio florete
— de estraza
Pasas moscatel de Málaga. .
— de Valencia. . .. '.'. . .
— de Denia
jiPelo de camello trab. inglés.
— liulandés. . . .
— pelota negro.
Pieles de liebre de Bosnia.. .
— de Yaiaquia. .
— de Esmiriia. .
— de Asia
Pimienta negra. . , ,
— Tabasco
Piñones del pais
Plomo de Adra y Alaieria en
barra
Potasa
Polvo de grama
Quercitron
Queso de Holanda
Quina loja
— calisaya
Regaliza raíz
— en pasta
Rubia del reino
— csli'aiijera
Sal imoníaco
— saturno
Salitre
Sardina de Galicia grande. .
— mediana.
— pequeña.
Sebo
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Todos los ejemplares de esta obra van
numerados y rubricados para los efectos
del derecho de propiedad.
EL NUEVO
EN A3IÉRICA,
O SEA
j^ietoria íre via\e^ ^obve la proyíncia ^ antiígua
Contiene, entre otras cosas, su estado antiguo, clima y producciones natu-
rales. División territorial. Descripción , habitantes y costumbres de la ciu-
dad de Quito. Noticia de los páramos y cordilleras.
POR M. E. Y I.. C,
GON VKA LAMINA FINA PEUFECTAMEATE ILUMINADA,
que representa habitantes de Quito en el trage del pa¡«.
BARCELONA.
IMPRENTA DE A. BEIIGINES Y COMPAÑÍA.
COIV LICEÍÍGÍA. MARZO. 1833.
€1 llucua
VIAJERO UNIVERSAL
en América.
íi^PITlTLO 1.
Estado antii^uo de Quito, su clima j produc-
ciones naturales.
El reino de Quito, como se ha x'isto en el
Viaje sobre el anti<¿uo Perú, fue sojuzgado por
los Incas según algunos, en tiempo de Tucap
Yupanqui, a escepcion de la Capital; y según
oíros, por su hijo primogénito Huaina Capac.
Habiendo este sucedido á su padre y teniendo
entre otros hijos no legítimos á Altahu Alpa
de la hija mayor del ultimo Rey de Quito, re-
solvió dejarle colocado en aquel Reino. Para
este fin solicitó el consentimiento de su hijo
legítimo y primogénito Huáscar, quedando el
vir. g27 1
G EL NUEVO VÍAJ£IlO UNIVERSA.!.
reino de Quilo como en feudo del imperio del
Perú; pues era ley fundamental del mismo que
las provincias conquistadas no pudiesen ser
desmembradas de él.
Obtenido el consentimiento del Príncipe
heredero, quedó Attabu Alpa ó sea Atabalipa
rey de Quito; pero después de la muerte de su
padre, ingrato al beneíicio que acababa de reci-
bir de su hermano Huáscar, se rebeló contra él
y le quitó el imperio. Kl mismo Atabalipa murió
posteriormente á manos de los Españoles; y
Francisco Pizarro envió a Sebastian de Belal-
cazar á la conquista de Quito. Este derrotó a
los hidios, se apoderó del Reino, y reedificó la
Capital, estableciéndose en ella en 1534 y dán-
dole el nombre de San Francisco de Quito, que
todavía conserva. No tuvo empero el título de
ciudad hasta 154Í.
Esta población se halla á los 13' 33" de lati-
tud austral v á 298° 15' 45" de loní^iiud del
meridiano de Tenerife. Está en lo interior de
la América meridional, en la falda oriental de
la cordillera occidental de los Andes , y dista
del mar del Sur por la misma parte occiden-
tal como unas treinta y cinco leguas.
Al noroeste se halla á sus espaldas el cerro
ÉN AMÉRICA. 7
Ó páramo de Pichincha, célehre por su altura
y por la antigua fama que tiene de encerrar
riquezas. Es este un volcan que reventó en
tiempo de los Incas, y también después de la
conquista ; y aunque hace bastante tiempo que
no arroja fuego ni se le percibe humo, no deja
á veces de asustar á los habitantes con las lior-
riblcs detonaciones que se oyen en sus conca-
vidades. Su boca está en lui picacho, y su ci-
ma se ve siempre cubierta de nieve, de donde
la bajan á la ciudad para helar las bebidas. Su
superficie abunda en materias calcinadas.
La temperatura de la provincia de Quito varía
según la mayor ó menor elevación del terreno.
Hay parajes llenos de perpetua nieve donde el
frió es insufrible, y otros en e[ue se disfruta de
una continua primavera. El aire es apacible;
los dias y las noches están en perfecta igual-
dad; de suerte, que un pais que atendida su
situación geográfica parece que debia ser inha-
bitable por el calor, es muy delicioso, y ape-
nas se distingue en él lo que es verano y lo
que pertenece al invierno.
Todo esto se debe principalmente á la gran-
de elevación de aquel tcireno sobre el nivel
del mar; de donde resulta la existencia de mu-
8 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
clios cerros muy altos y de grande esleiision
cubiertos de nieve y hielo, entre ellos las lade-
ras de muchos volcanes.
Uno de los objetos que mas sorprenden al
viajero es el ver la agricultura y la industria en
la mayor actividad sobre las ruinas que estos
van dejando. Las ñddas del Tungu ragua esta-
ban cubiertas todavía en 1790 de endurecida
lava; las grietas formadas al condensarse la
materia de la erupción despedian humo des-
pués de diez y seis años; se quemaban todavía
los que aplicaban la mano al interior, y re-
sonaba un asombroso ruido en las concavida-
des de la montaña, cuando todo era actividad
y vida en los pueblos inmediatos de Baños,
Pelileo y Patate.
Pero uno de los terremotos mas terribles fue
el que principió á 4 de febrero de 1797 á las
siete y tres cuartos de la mañana. Cuarenta le-
guas de terreno se vieron trastornadas por el
movimiento undulatorio que duró apenas cua-
tro minutos. Sigiiieion espantosos truenos sub-
terráneos, y se repitieron los terremotos á las
diez de la nuiñana y a las cuatro de la tar-
de, continuando después interrumpidamente
y con menor violencia hasta el 5 de abril
EN AMÉRICA.. 9
á las dos y tres cuartos de la mañana, en que
fue general y terrible la conmoción. Un im-
pulso vertical que sufiieron varios montes
derrocó gftindes moles de ellos sobre sus pue-
blos vecinos. Caudalosos rios de lodo y otras
materias espelidas por diferentes bocas igua-
laron muchos valles con los cerros laterales.
Grandes haciendas é importantes estableci-
mientos y los pueblos de Pelileo, Pillaro, Que-
ro y Patate fueron sepultados con sus liquezas
y liabitantes. Las ruinas del cerro Cullca cu-
brieron la \illa de Riobamba. Un momento
bastó para que quedasen destruidas las pobla-
ciones de Latacunga y Ilumbato, cabezas de
corregimiento.
El Tunguragua, cuya elevada cima se man-
tuvo tranquila y despejada, fue, según pudo
calcularse, el foco de donde se comunicó el
movimiento y los materiales á los montes in-
mediatos. El cerro Igualata, colateral y en la
misma cordillera, reventó por diferentes par-
tes. Sus materias corrieron como rios, unoshá-
cia el camino de Riobamba , y otros hacia Que-
ro, en donde se aumentaron con las que vomitó
el cerro de Lolimpi. Una sola erupción de la
quebrada Cusutagua bajó a un profundo rio
VII. 2
10 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL*
deteniendo el curso de sus aguas, siguió mas
de tres leguas ocupando el cauce de cuatro-
cientas varas de ancho y doscientas de profini-
didad, e interrumpió el curso de los rios Ham-
bato, Latacunga y Pacliaulica. De esta especie
fue el rio que penetró hacia la cumbre de la
Mova. En otros montes se abrieron bocas v ca-
yeron de ellas un sin número de escombros;
en Moya la fuerza vertical que levantó las ma-
terias cenagosas alzó también un coilczon de
dos á tres varas de espesoí* el cual se dividió
en varios trozos que fueron flotando, cubiertos
de plantas, hasta quedar depositados sobre las
ruinas de Pelileo, arrastrando la corriente á los
habitantes que hablan sobrevivido á los vai-
venes de la tierra.
En este terremoto acaeció un gran numero
de notables particularidades. El lodo, que en
tanta cantidad salió de los montes, se conso-
lidó en breve. Al primer movimiento se infla-
mó la laguna de Quirotoa, sufocando su in-
tenso calor los ganados y bestias que pactaban
en sus inmediaciones. La hacienda llamada la
Calera, del corregimiento de Latacunga, fue ti-
rada entera á mas de mil varas, precipitándose
á trozos el edificio. Un árbol de capulí se en-
EPÍ AMERICA. 1 1
centró trasladado derecho á un punto, como
si se hul)iese criado allí, salvándose una india
que habia subido á él. Uno de los rios que sa-
lieron del Iguálala fue rellenando por el espa-
cio de cinco leguas el cauce del lio Pachanlica
de mas de cien varas de profundidad; y reu-
niéndose con otros, pasaron el curso de los rios
Hambato , Tacunga, G ñapante, Najiqui y otros
por el término de ochenta y siete dias, for-
mando grandiosos lagos. Los escombros del
cerro Calan detuvieron odio dias al gran rio
Chambo. El cerro Conchuina, de la jurisdic-
ción de Quero, arrojó materias en parte secas y
en parte con mezcla de agua. En otro sitio se
levantaron trozos de terreno en forma de pirá-
mides ó panes de aziicar de ocho ó diez varas ,
cuya base parecia como soplada con fuelles.
Las tierras déla jurisdicción de Patate padecie-
ron principalmente por las inundaciones re-
sultantes de la obstrucción de los rios. Los
temblores fueron grandes y frecuentes en el
puerto de Cuayaquil, donde no hubo desgrar
cias de consideración , ni se desquiciaron las
casas hechas ya de madera á este intento. En
Quito fueron tan fuertes, que con dificultad
podia uno mantenerse en pie; y si bien tam-
12 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
poco fueron de consideración las desgracias ,
se desplomaron \arias torres y muchos edifi-
cios. Las personas que fallecieron en tan hor-
rorosa catástrofe y en una estension tan in-
mensa, fueron innumerables^ incluyendo los
Indios y Mestizos. Si bien se sintió el temblor
en las ciento setenta leguas que hay desde
Popayan á Piura^ y en las ciento cuarenta
desde el mar hasta las orillas del rio ÍNapo, los
efectos principales se sufrieron en el cuadri-
longo de cuarenta leguas entre Guaranda y
Machache, y de unas veinte de este á oeste;
pais muy fecundo, poblado y rico.
El temple de Quito está en tal medio ;, que ni
los calones ni los frios molestan. Las mañanas
son frescas^ lo restante del dia es templado, y
las noches de un temperamento agradable. Allí
se ve á un tiempo que unos van vestidos de
seda y ropas de verano , y otros de paño y telas
de mas abrigo, propias del invierno.
Los vientos que reinan son continuos y sa-
ludables, y regularmente de sur ó de norte;
pero nada fuertes, antes bien refrescando el
aire hacen que los rayos del sol causen menos
molestia de la que causarian sin ellos. Por es-
tas ventajas seria aquel pais el mas envidia-
EN AMHRICA. Í3
ble; mas son conlinuos los aguaceros y espan-
tosas las tempestades, y sobre todo los terre-
motos se sufren muy á menudo.
Los días suelen ser serenos basta la una ó
las dos déla tarde, en cuya bora empezándose
á levantar vapores, se forman borribles tem-
pestades de truenos y rayos, que además del
estruendo que causan resonando en los cerros,
á veces ocasionan desgracias en la ciudad. Sue-
len durar las lluvias basta que al ponerse ol
sol queda despejada la atmósfera como antes.
A veces continúan basta por algunos dias in-
termediados de otros serenos. Desde el mes de
diciembre basta el de abril, mayo ó junio es
el tienq)o que llaman invierno, y los restantes
meses componen el verano : en el primero de
estos períodos son mas comunes las aguas.
Aquel pais se puede decir que casi está libre
de insectos y sabandijas, pues de estas ningu-
na liay allí que sea venenosa ; y por lo demás,
los mos({uitos no se conocen, y las pulgas son
rarísimas, sin liaber otra incomodidad que hi
de las niguas ó piques.
Aunque allí no se conoce la peste ni el con-
tagio bay en cambio otras enfermedades que lo
parecen, y que causan mucba mortandad, co-
14 EL PÍUEVO VIAJERO UNIVERSAL
iiio fiebres malignas, pleuresías, y la que lla-
man allí mal d(d valle ó vicho, que se juzga ser
una especie de gangrena y es muy frecuente.
Cuando reinan los vientos del norte y nor-
deste, que son los mas frios poique pasan por
páramos nevados, hay catarros que allí llaman
¡)(',chiguenu , c\\ui suelen ser generales y muy
molestas. En estas ocasiones acostumbi*a hacer
mas frió que lo regular por las mañanas, pero
se templa entrando el dia.
Así como no se conoce la peste del conti-
nente antiguo se ignora allí el mal de rabia en
los perros; pero estos animales están sujetos
á otra enfermedad que se puede comparar
con las viruelas de los racionales , porque to-
dos los cachorros la padecen y se esliende por
todas las provincias de la América meridional.
Quedan libres de padecerla los que la han te-
nido una vez; y consiste en convulsiones en
lodo el cuerpo, y arrojar borbollones de san-
gre por la boca, muriendo los que no pueden
resistirlo.
A la benignidad de aquel clima se debe sin
duda la gran fertilidad del terreno; pues exis-
tiendo siempre el calor y la humedad propor-
cionados, se ven en todos tiempos los frutos
KN AMÉRICA. 15
de todas las estaciones. Al tiempo que se \aii
secando las primeras yerbas salen otras de la
misma especie. Se marchitan unas flores y otras
Jas reemplazan. Al madurar unas frutas y en-
vejecerse las hojas que las acompañaron, el mis-
mo árbol va produciendo otras nuevas en dife-
rentes estados de madurez. Lo mismo sucede
con los senderados, pues en un nñsnio [)araje
siegan mientras en olro inmediato están sem-
brando. Se ven sembrados en todos los grados
de aumento. Estas diferencias proceden tam-
bién de la varia situación de los terrenos, unos
en páramos, otros en colinas, otros en llanos,
otros en valles. Siendo cada uno de distinto
temple, también es .vario el tienq)o proj>io
para sembrar y coger.
])e esta s^ian fertilidad resulta la abundancia
de todo genero de frutos y producciones natu-
rales, y la bondad de todos los comestibles, que
están sumamente baratos. Son escelentes las
carnes que se gastan en Quito, como soii teriie-
ras , cebones, carneros, cerdos y aves domés-
ticas, y el ti'igo. El pan no era muy bueno, por
no saberlo amasar las Indias.
Lo que falta en a([uel pais son legumbres
verdes, y las suplen con raices y simientes
16 EL NUEVO VIAJERO UJVIVERSAL
secas. Las especies de raices son camotes, ar-
racachas , yucas , ocas y papas : las tres prime-
ras se traen de los países cálidos donde se cria
la cana dulce , cuyos parajes se llaman valles ó
jungas. También se traen de ellos varias fru-
tas, como son piálanos dominicos^ guineos,
ají ó pimiento, cbírimoyas , aguacates, grana-
dillas;, pinas, guayabas, guabas y otras. En
los parajes frios se producen peras pequeñas,
duraznos, priscos, melocotones, guailambos,
aurimelos, albaricoques y algunos melones y
sandías,- pero estos tienen un tiempo determi-
nado para su sazón, y las demás abundan igual-
mente en todo el año. En los parajes de tem-
ple moderado se suelen coger en todas las esta-
ciones frutillas ó fresas del Peni, higos de tuna
V manzanas. Asimismo abundan las naranjas
de la China y agrias, limones reales y sutiles,
limas dulces y agrias, cidras y toronjas: cuyos
árl)oles mantienen el azahar todo el año sin
cesar de dar fruto. La abundancia y perma-
nencia de tantas frutas es el mayor regalo de
las mesas. Son los primeros platos, y los últi-
mos que se quitan , sirviendo siempre de de-
leite al paladar, al olfato y á la vista.
La frutilla ó fresa del Perú se distingue de la
Ei\ AMIÍRICA. 17
de Europa en el tamaño, que es mayor tanto en
el fruto como en las hojas No son tan gustosas
como las de Europa, porque contienen mas
jugo, pero no dejan de ser agradables. Las pa-
pas ó patatas son tan conocidas, que es por
demás detenerse en su descripción. Su uso es
tan común, que las comen en vez de pan, las
guisan de varios modos , y las prcíiei'en á la
carne nías delicada.
La raíz que llaman oca ^ de dos á tres pulga-
das de lai'go y de nscdia de grueso, auncjue no
igual en toda su estension, con una especie de
nudos en que se tuerce, se come cocida ó asa-
da. Su gusto se asemeja al de las castañas, aun-
que sobresale el dulce, propiedad de todas las
frutas de América. De esta raiz se hacen con-
servas; y la produce una planta menor, como
los camotes, yucas y otras. Está cubierta de un
pellejo muy delgado y fino, amarillo, colorado,
ó un medio entre los dos.
Los granos que produce aquel país son los
mismos que se cogen en España. Los Indios
comen tostado el maiz, y entonces le llaman
ca lidia, üel maiz se hace la chicha , bebida
(¡ue usaban los Indios antes de la con(|uista, y
que en el dia usan laudjien mucho. Para ha-
18 m. i^rUEVO VIAJERO UNIVERSAL
cerla ponen en remojo el niaiz liasla que brota
el tallo, y después lo secan al sol; en seguida lo
tuestan y lo muelen , y con la harina hacen un
cocimiento que cuando está en su punto le
ponen en tinajas ó botijas, y le añaden una
porción de agua para que fermente, lo que
sucede al segundo ó tercer dia. Concluida la
fermentación al cabo de otros dos ó tres está
propia paia beberse. Dicen (jue es fresca ; pero
lo cierto e.s que si se bebe con esceso embria-
ga, como les sucede á los hidios. Su gusto se
parece al de la cidra, aunque, no se puede
guardar por mucho tiempo, pues se aceda al
cabo de seis li ocho dias. Además, los hidios
preparan el maiz para comerle de varios mo-
dos, y les sirve de pan.
La semilla mas particular de aquel pais
es la quinoa, que se parece á la lenteja, aun-
que es mucho menor. Después de cocida se
abre, y sale de ella una fibra, que permane-
ciendo algo enroscada parece un gusanillo ^
mas blanco que lo esterior de la semilla. Se
come cocida como el arroz, y es muy gustosa.
Se ha esperimentado ser propia para curar los
abcesos v poslemas, aplicando su emplasto;
y el agua cocida con ella produce muy buenos
efectos.
EN AMÉRICA. 1 í)
Además de las carnes domesticas, se crian
conejos en abundancia en los páramos. Hay
perdices, aunque no muchas ni de la misma
especie que las de Euiopa , pues se asemejan
á las codornices. Son muchas las tórtolas, pero
se cogen pocas, porque allí se tiene poca afi-
ción á la caza.
Uno de los comeslibles de mas consumo es
el queso, cuyo importe se regulaba anualmente
de setenta y cinco á ochenta mil pesos fuertes:
no se consume tanta manteca de vaca, bien
(pie la hacen nuiy delicada. Aquellos habitan-
tes son mas aficionados al dulce que los de
otros paises; y así es que en Quito y en las de-
mas poblaciones grandes de su jurisdicción es
grande el consumo de miel y aziicar. Después
de cuajada la miel de cañas hacen de ella imas
tortas, que llaman raspaduras; las comen á
bocados como si fuese pan, y es uno de los
alimentos mas comunes de la gente pobre.
La chirimoya es una fruta la mas delicada.
Las hay desde pulgada y media hasta cuatro y
aun cinco de diámetro. Su figura es casi re-
donda, algo aplastada por una parle. Está cu-
bierta de una cascara delgada, suave y unida á
la carne, de la que no se puede separar sin cu-
20 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
chillo. Es verde oscura en lo esteiior cuando
crece, aclarando un poco el color en su madu-
rez. La corteza forma como escama en toda la
circunferencia, con unas venas algo gruesas que
sobresalen. La carne interior blanca, de fibras
casi imperceptibles que concurren al corazón,
el cual se prolonga desde el hueco de un cabo
hasta al otro, está penetrada de un jugo algo
meloso, es dulce con una punta de agrio muy
delicado , y de muy agradable fragancia. Están
entre la carne las pepitas, de unas siete líneas
de largo y de tres á cuatro de ancho, algo cha-
tas, de superficie desigual, con algunas rayas
de arriba á bajo. El árbol es alto y espeso; su
tronco grueso y redondo, con algunas desigual-
dades ; y sus hojas frondosas, algo circulares,
aunque mas largas que anchas, terminadas en
punta, de tres pulgadas de largo, de dos y dos
y media de ancho, y de un verde algo oscuro.
Este árbol se desnuda de las hojas secas antes
de cubrirse de las nuevas todos los años; lo
que es una particularidad en aquel clima. La
olorosa flor que sale antes de la fruta tiene al
principio un color poco diferente del de las
hojas , y verde oscuro en su perfección , y una
figura semejante á la de un alcaparrón, car-
EN AMÉIUCA. 21
nosa , algo mas grande, y ahieila en cuatro
hojas. Son muy estimadas; y solo produce el
árbol las que han de dar fruto.
Otra de las buenas frutas de aquel pais es el
aguacate, Uaiundo jjal/a por los Indios en Li-
ma y otras partes del Perú; de figura casi cóni-
ca ; de tres á cinco pulgadas de largo, con una
cascara muy delgada , que se despega fácil-
mente cuando la fruta está madura'; y en lo es-
terior es lisa y lustrosa, como si estuviese bar-
nizada. Su color es siempre verde, aunque algo
mas claro cuando madura; la carne algo con-
sistente, de color blanco tirando á verdoso,
de gusto nada dulce, siéndole preciso un poco
de sal para que sobresalga; la pepita que en-
cierra, de dos pulgadas de largo y media de diá-
metro circular y rematando en punta, amarga,
no tan dura que resista al cuchillo, y com-
puesta de dos lobas entre las cuales se percibe
la forma del árbol en pequeño ; y la hoja algo
mas grande que la del chirimoyo con alguna
diferencia en la figura. El árbol es alto, copudo
y muy frondoso.
En el Fin/e al Perú inodenio se habló va
délas guabas, llamadas/;<:ir6Yr<?,i poi' los hidios,
cuyo árbol es también alto, copudo y de la
hoja correspondiente.
22 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
La granadilla, de la liecliura de un huevo
de gallina, pero mayor y de cascara muy lisa ,
lustrosa por fuera y algo encarnada, blanca por
dentro y esponjosa, de cosa de linea y media
de grueso, con alguna consistencia, encierra
una sustancia viscosa y líquida, y en ella unas
pepitas ó granos muy pequeños y delicados. El
gusto de esta fruta es agridulce muy agradable;
y es fresca y sana, aunque se coma en abun-
dancia, lo mismo que las dos anteriores. La
planta se enreda, y da una flor semejante á la
pasionaria, pero de una deliciosa fragancia.
La mayor parte de las frutas de aquellos
paises, en particular las de climas cálidos, no
maduran en los árboles, sino que es preciso
arrancarlas y dejarlas sazonar. No arrancándo-
las, se marchitan y no se pueden comer.
EJí AMIÍRICA. 23
!„^^«c5^.<^ ^«3í«<<<«<KSí.«4
CAPITULO II.
Dii>ision territorial de Quito.
La prcívincia de Quito, con territorio de au-
diencia y título de reino, terminaba al norte
con la de Santa Fe de Bogotá , comprendiendo
parte del gobierno de Popayan; al oeste con
el grande Océano , desde la costa de Máchala
en la ensenada de Puna hasta al gobierno de
Atacames y jurisdicción de Barbacoas en la de
laGorgona; al sur con los corregimientos de
Piura y Chachapoyas pertenecientes al Perú •
al oriente con el gobierno de Maynas en el rio
Marañon ó de las Amazonas hasta el meridiano
de demarcación con el Brasil. Por esta parle se
encuentran dilatadas llanuras habitadas por
Indios independientes. Su costa contiene al sur
el golfo de Guayaquil, y hacia al norte los ca-
bos Santa Elena, San Lorenzo v San Francisco.
La mayor estension de Quito de norte li sur
es de doscientas leguas, y de oliente á occi-
dente desde el cabo de Santa Elena hasta el
24 EL NUEVO VIAJERO UNIVEKSAL
indicado meridiano. Los Andes atraviesan del
sur al norte con el nombre de cordillera
de Quilo, que se divide en dos ramales, el
mas occidental á unas treinta á sesenta le-
guas del mar, y el otroá cosa de cinco leguas
y media a seis y media mas adentro, dejando
entre ambos una muy alta llanura en donde
existe casi lodo el número de habitantes. Se
aízan en la cordillera occidental el Casitagua,
el Picbinclia, el Atacazo, el Coiazon , el Isline-
sa, el Cargüairazo y el Cbimborazo, descritos
ya en el Viaje al Perú inodcino ^ y el Curram-
bay; y en la oriental el Guamani, el Anlisana,
el Pasuachoa, el Ruminavi, el Cotopaxi, el
Quelendama , el Tunguragua, el Capa-Ureu, el
Altivir y el Sangay, que son casi todos volca-
nes en actividad.
De las vertientes orientales se desprenden
varios rios secundarios, que van á reunirse
con el Putumayo, el Ñapo, el Pastaza, el Mo-
rona , el Santiago y el Amazona. De las occi-
dentales descienden al grande Océano los rio.
Esmeraldas y Guayaquil.
Gran parte del terreno que forma la anchura
del reino de Quito está solo habitado por na-
ciones bárbaras de hidios ó despoblado. Lo
que en rigor se puede considerar que contiene
su población es el espacio que se halla entre
las dos cordilleras de los Andes formando un
trecho prolongado y de no mucha latitud, des^
de el corregimiento de la villa de San Miguel
de Ibarra hasta el de Loja, lo que se dilata
desde aquel hasta mucha parte de lo que ocu-
pa el gobierno de Popa van , y lo que se es-
ticnde desde la cordillera occidental hasta la
marina. Los corregimientos de oriente á occi-
dente se estendian cosa de quince leguas ó
poco mas, que es lo que media entre las dos
cordilleras; pero debe agregarse también lo
que comprenden los gobiernos de Jaén, de Bra-
camoros, el de Quijos y el de May ñas, dejando
entre unos y otros largos trechos que solo ha-
bitan los hidios; y al norte de toda la pro-
vincia el gobierno de Popayan, que \enia a
ser otra provincia distinta de la de Quito.
Además de estos cinco gobiernos, se com-
ponia la provincia de Quito de nueve corre-
gimientos, llamados alli provincias^ que em-
pezando por el que está mas al norte, son los
siguientes:
1°. La villa de San Miguel de Ibarra, que era
cabeza del corregimiento del mismo nombre,
^G EL NLKVO VIAJERO UP< I VERSAL
el cual tenia además ocho pueblos principales
ó parroquias. Antiguaiiienle pertenecia á este
corregimiento toda la jurisdicción del de Otá-
balo, pero se dividió en dos, por comprender
demasiado terreno. La villa de San Miguel se
halla en un espaciosa llano, algo mas cercana
á uno de sus lados ;, y poco apartada de una
mediana seiianía que la hace espaldas por la
parte de oriente entre dos rios no muy gran-
des que riegan aquella llanura. El terreno es de
poca firmeza, por lo que no solo se esperi menta
mucha humedad, sino que los edificios se hun-
den. Es de bastante estension, las calles dere-
chas y anchas, la mayor parte de las casas de
adobes ó de piedra y cubiertas con teja. En lo
esterior de la villa hay varios barrios donde
viven los Indios, cu^as casas ó chozas son lo
mismo que en otros paises, estrechas y pobres.
Pero las casas de lo interior de la villa tienen
buen aspecto : las de la plaza son de un alto, v
las demás bajas. A mas de la iglesia parroquial
habia tres conventos, uno de franciscos, otro
de dominicos, y olro de mercenarios , y uno de
monjas de la Concepción. El número de sus
habitantes será como de diez á doce mil.
En la jurisdicción de este corregimiento está
Eis^ .nrÉRicA. 11
la célebre laguna de Yaguar-Cocha , memora-
ble por haber sido el sepulcro de los de Otá-
balo cuando el inca Huayna Capac los venció,
y por la giandc resislencia que le hicieron
mandó degollar á los prisioneros, con lo cual
se ensangrentó la laguna y le quedó el nombre
que tiene, que significa la<^o de saiigrc.
La temperatura de esta villa es muy benigna.
La mayor parte de los pueblos de su jurisdic-
ción se hallan en terrenos bajos, que se llaman
valles. Las haciendas que hay en ellos unas son
de trapiches donde se fabrica mucho azúcar y
muy blanco, otras de frutas de temples calien-
tes, y otras de algodón, de que hay abundancia
y es de buena calidad.
La caña dulce no es tan tardía como en la
jurisdicción de Quito, y se muele en todos
tiempos, pues no tiene necesidad de cortarse
en ocasiones determinadas; no perdiendo nada
de su calidad aunque se retarde uno ó dos me-
ses mas después de estar madura. Así los cor-
tes se hacen por cuadras , y todo el año traba-
jan los trapiches.
Los demás parajes cuya temperatura es me-
nos cálida, están ocupados de haciendas de
sembradío donde hay grandes maizales. Las
28 FX NUEVO VIAJEIIO UNIVERSAL
haciendas de potreros son lannbien considera-
bles, pero las de lanas no producen á propor-
ción.
En la jurisdicción del pueblo de las Salinas
hay minas de sal, que se consume en este par-
tido y es lleva a los paises situados al norte de
el. Esta sal tiene mezcla de salitre, por lo que
no es muy sana; pero no daña a los que están
acostumbrados á ella , bien que no es propia
para salazones , en las cuales usan de la de
Guayaquil.
En las tierras que pertenecen al pueblo de
Mira, hay parajes donde se crian asnos silves-
tres que procrean mucho y son difíciles de
coger. Los dueños de aquellas posesiones dan
licencias para sacar cuantos se puedan por un
interés muy corto, proporcionado á los dias que
se han de emplear en la cacería. Para cogerlos
se junta mucha gente á caballo con Indios á pie,
V hacen una batida procurando encerrarlos en
una cañada, y después los enlazan desde los
caballos á rienda suelta. Luego que se ven
acorralados procuran escapar , y por donde
rompe uno siguen todos los demás. Teniéndo-
los enlazados los derriban y les ponen trabas,
dejándolos asegurados hasta que se concluyela
EN AMÉRICA. 29
cacería. Los sacan después apareados con otros
mansos, no sin dificultad, porque son tan bra-
vos , que nadie puede parar delante de ellos.
Cuando están en su libertad corren tanto como
los mejores caballos, tanto cuesta arriba como
cuesta abajo; y cuando los acosan se defienden
á coces y bocados con tal ligereza, que sin de-
jar de correr lastiman a mucbos de los que los
persiguen. Pero es cosa particular que con solo
ponerles la primera carga quedan mansos, ol-
vidados de la ligereza, y apagada la ferocidad
que tenian en el campo. No permiten estos ani-
males que entre ningún caballo en el paraje
en que ellos están establecidos; y si entra al-
guno le acometen y persiguen basta abuyen-
tarle, y á veces le matan á bocados. Fácil es
presumir la armonía que barán por aquellos
campos, pues apenas empieza uno á rebuznar
cuando todos los demás le corresponden.
2^. La jurisdicción de Otábalo se componía
de ocbo pueblos principales. Su asiento era
grande, y se reputaba de diez y ocbo ó veinte
mil babitantes, mucha parte de ellos españo-
les. Los demás pueblos se componen de fami-
lias de Indios.
En este territorio liav haciendas como en el
30 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL.
anterior. No hay tantos trapiches , pero los
obrajes eran mas en grande por ser los hidios
mas en numero y mas aficionados á tejer. Ade-
más de lo que se fabricaba en los obrajes ^ los
Indios sueltos ó no mitayos hacían muchas te-
las de su cuenta, como eran lienzos del pais ó
tucuyos ^ alfombras, pabellones para camas y
colchas adamascadas, todo de algodón, unas
\eces blanco con varias labores, y otras azul y
blanco. Estas telas son muy estimadas, tanto
en Quito como en otras partes á donde se
llevan.
Las siembras de trÍ2:o v cebada no se hacen
en este corregimienlo como en los otros, pues
en lugar de regar los sembrados dividen la
tierra después de arada en eras ó surcos y van
haciendo en estos hoyos pequeños, enterrando
en cada uno cinco ó seis granos de simiente.
La lentitud de semejante modo de sembrar
dicen que se recompensa con la grande abun-
dancia de las cosechas, que suelen ser de ciento
a ciento y cincuenta por uno.
Hay muchas y cuantiosas haciendas de po-
treros, y otras de hatos ó vaquerías donde se
hace mucho queso. Para esto es muy á propó-
sito, porque el territorio abunda en arroybs
EN AMÉRICA. / 31
que riegan los sitios destinados para pastos.
Las Laciendas de lana, li ovcjcrias como lla-
man, no son tan considerables.
Al pueblo de Cayambe, situado en medio
de un espacioso llano, hace espaldas uno de
los cerros mas altos de aquellas cordilleras, lla-
mado Cayand^uro. No menos alto ni cubierto
de hielo que el Chimborazo, descuella sobre
los muchos que hay entre él y Quito , y se des-
cubre desde esta ciudad. La vecindad de aquel
cerro v la violencia con que los vientos soplan
casi de continuo hacen íjuc el llano de Ca-
vambe sea algo fiio y desapacible.
En el territorio de este corregimiento hay
dos lagunas, la una con el nombre de San
Pablo, de un pueblo fundado á su orilla : ten-
drá una legua de largo y media de ancho; en
ella se cazan patos y gallaretas , y está rodeada
de enea , llamada allí totoral. Recibe el agua del
cerro de Mojanda, y de ella sale uno de los bra-
zos que forman el rio Blanco. La otra, casi de la
misma estension, se llama Cuicocha, y está so-
bre una meseta que forma la falda del cerro del
mismo nombre. En ella hav dos islas, v en es-
tas cuyes silvestres y venados que pasan á nado
á la tierra firme, y cuando se ven perseguidos
32
EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
se vuelven á las islas. Tanto en esta laguna
€omo eii la otra se crian algunos pececilos sin
escama, como los camarones, que escabecha-
dos son muy eslimados en Quito, por care-
cerse en aquella ciudad de pescado fresco.
3^ El cori'egimiento de Quito se componía
de veinte y cinco pueblos principales ; y aun-
que el territorio tiene el nombre de cinco le-
guas, se dilataba algo mas por algunas partes.
Esta poblado de haciendas, cuyos frutos son
proporcionados a la variedad del terreno. Es-
tos son : maiz, caña dulce , raspaduras, guarapo
V aííuardiente de caña. Se hacen unos dulces
llamados rajados. La caña dulce es mas tardía
en este corregimiento, pues el temple no es
bastante cálido para su pronta madurez : no se
puede cortar hasta los tres años de plantada,
ni da mas que un fruto, y después el de lo que
se llama soca^ que sirve para replantarla.
La bebida llamada guarapo no es otra cosa
mas que el caldo de la caña según sale del trapi-
che dejándole fermentar. Es nuiy gustosa entre
agrio y dulce, y saludable; pero en escedien-
dose embriaga. La gente común la usa mucho.
En medio de la gran variedad de aquel pais,
en las haciendas de páramos se coge trigo, ce-
EN AMÉRICA. 33
bada, legumbres y papas, y bay diversas es-
pecies de ganado.
La mayor parte de aquellos pueblos guardan
poca regularidad en su disposición. Lo princi-
pal de ellos es la iglesia y la casa del cura, á
que llaman convento, aunque sea clérigo secu-
lar, por haber estado al principio á cargo de
regulares. Todo lo restante se reduce a chozas
de barro cubiertas de paja esparcidas por los
campos, donde cada uno tiene su chacarita ó
pedazo de tierra para sembrar.
4^ Por la parte del sur de Quito el primer
corregimiento que seguía al de esta capital era
al asiento de Latacunga. El nombre de asiento
significa lugar, y es inferior al de villa y supe-
rior al de pueblo. Se halla este asiento en un
llano espacioso : por la parte del este le hace
espaldas la cordillera oriental de los Andes, de
la cual se avanza un cerro muy alto; y poco dis-
tante de su pie está Latacunga, á los 55' 14 4 "
de latitud austral; al occidente la ciñe un rio
bastante caudaloso, que aunque a veces se
vadea, cuando aumenta la corriente es menes-
ter pasarle por un puente. La población es
grande, las calles anchas y derechas, las casas
de piedra y cal embovedadas y bien dispues-
VII. 3
34 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSjLL
las, aunque sin ningún alio por los terremo-
tos. En el de 20 de junio de 1G98, que fue ge-
neral en la mayor parle de la provincia de
Quito, solo quedaron en pie en este asiento
la iglesia de la Compañía y parte de una casa,
eijtre mas de seiscientas que conlendiia de cal
y piedra. La mayor parte de sus moradores
fueron sepultados, pues el ten emolo empezó
á la una de la mañana cuando dormian, y con-
tinuó hasta mucha parle del dia. Ya se ha ha-
blado antes del de 1797.
La piedra de que se hacen los edificios es
una especie de pómez ó piedra esponjosa de
los volcanes de (|ue hay allí canteras. Es tan
ligera que nada sobre el agua, y por ser muy
porosa traba muy bien la cal. Este corregi-
miento tiene diez y siete pueblos principales,
mas capaces y poblados por lo regular (pie loí:;
de los demás.
Este asiento es frió, por el cerro de Coto-
paxi, que solo dista seis leguas, y es no menos
alto que los de Chimborazo y Cayamburo.
Cuando en 1533 Sebastian de Beíalcazar con-
(juislaba la provincia reventó acjuella monta-
ña, y este accidente contribuyó mucho a que
se rindiesen los Indios por la voz que había
EN A.M ERICA. 35
eutre ellos de que cuando reventase serian
conquistados por un príncipe desconocido.
Toda aquella espaciosa llanura está llena de
disformes peñascos que entonces lanzó el vol-
can, algunos á mas de cinco leguas de dis-
tancia. Estalló también en 1743.
El vecindario de este asiento era de diez á
doce mil habitantes entre españoles y mesti-
zos. Habia cuatro conventos de S. Francisco,
agustinos, dominicos y de la Merced. Los In-
dios viven como en Quito, en barrios separa-
dos junto á los campos. Habia toda suerte de
oficios, y así en el pueblo como en lo restante
de la jurisdicción muchos obrajes de paños,
bayetas y tucuyos. Hacen muchas salazones de
puerco, que llevan á Quito, Rio-Bamba y Gua-
yaquil. Se ven sembrados de al faifa y arbole-
das de sauces.
Los Indios de los pueblos de Pujili y Saqui-
sili fabrican todo genero de obias de barro,
como ollas, cántaros , etc. , con mucho pri-
mor, para lepartirse en toda la provincia de
Quilo. El barro que usan es colorado, muy
fino y oloroso.
5^. Seguía después el corregimiento de l\io-
Bauíba , cuya capilal era la villa del mismo
36 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
nombre. Su jurisdicción eslaba dividida en dos
partidos, con un tenienle en el asiento de
Hanibato. Le pertcnecian diez y ocbo pueblos
principales. La villa está situada á T, 41' y f
de latitud austral, y á 22' al occidente de la
ciudad de Quito.
En 1533 Sebastian de Belalcazar tomó á los
Indios el pueblo que allí tenian; y en el año
siguiente el mariscal don Diego de Almagro
puso los fundamentos de aquella villa. Está en
un llano muy espacioso , rodeado de cerros.
Al norte tiene una llanura dilatada, por donde
se deja ver en toda su magnitud el Cliimbora-
zo, de cuyas faldas no dista mucho la pobla-
ción. Al sur en otra llanura que domina á la
villa hay un lago de cosa de una legua de largo
y tres cuartos de ancho, llamado Colta. Tiene
abundancia de patos y gallaretas, y en sus ori-
llas varias haciendas.
Toda la villa es regular y bien dispuesta, las
casas de cal y piedra ligera, algunas con un
alto, y las demás bajas por los terremotos.
Antes de la conquista los hidios de esta pobla-
ción y los que la seguían en su jurisdicción por
la parte del sur, se llamaban Puruayes, nom-
bre con el cual se distinguen de los demás de
la provincia.
ÉN AMERICA. 3/
Además de la iglesia mayor tiene olra par-
roquia, conventos de las mismas religiones
que Latacunga, y uno de monjas. Al poniente
un rio fertiliza aquellos campos. El vecindario
era de diez y seis á veinte mil almas , con mu-
chas familias de distinción. El ayuntamiento
se compon ia de regidores, entre los cuales se
nombraban anualmente dos alcaldes ordina-
rios, para cuya elección era menester que con-
curriesen todos los votos. La inmediación del
Cillimborazo hace a Rio-Bamba mas frió ([uc
Quito, paiticularmente desde diciembre á ma-
yo ó junio, en que son mas frecuentes ios
vientos del norte y nordeste, retirándose la
gente acomodada á las haciendas mas templa-
das. No llueve tanto como en Quilo, y las teui-
pestades son mas moderadas.
Las haciendas son muchas y grandes , los
obrajes considerables, y los Indios aficionados
á tejer, en especial los del pueblo de Guano,
que tenían fama por las medias de lana. El ga-
nado lanar es abundante, y el terreno suma-
mente fértil con toda especie de hortalizas y le-
gumbres secas. En este corregimiento hacia el
sur hay el llano Tiocaxas, célebre por haberse
dado en él una batalla entre los Españoles
38 FX NUEVO VIAJEñO UNIVERSAL
mandados por Belalcazar y los indios Pufua-
yes, que impidieron á los primeros el paso pa-
ra Rio-Bamba.
El asiento de Hambalo, segundo partido de
este corregimiento, está en un llano que se ha-
lla en lo hondo de un valle. Al noile hay un
rio caudaloso y rápido que se pasa por un
puente; este asiento lenia de nueve á diez mil
habitantes, sus casas de adobes, una ])arro-
quia, dos ayudas de parroquia y un convento
de Franciscos. Fue destruido por el mismo tei-
remoto que Latacunga. En sus inmediaciones
se abrió la tieira en varias grietas, de las cua-
les permaneció una al sur de cuatro á cinco
pies de ancho y de cerca de una legua de norte
á sur, y otras semejantes al norte después de
pasado el rio. En aquella ocasión reventó el
nevado (]arguayrazo, y de él corrió un formida-
ble rio formado de nieve derretidii y de la lava
arrojada por el volcan, que asoló las semente-
ras, destruyó los ganados que pacian, y dejó
rastros de lava al sur del asiento.
Los naturales son traviesos y belicosos, por
lo que están desacreditados en los puel)los ve-
cinos. Esta jurisdicción aventaja á las demás
en varias cosas. Su pan es el mejor de la pro-
EN AMÉrUCA.. 39
\incia, y lo llevan por regalo en roscas á Quito.
En el pueblo de Quero trabajan los Indios todo
arenero de obras de madera end)ulidas. Patale
da en abundancia caña dulce con muy buen
azúcar; Santa Rosa de í^ilaguin mucha y bue-
na cebada, y los alrededores del asiento esce-
lentes frutas que se envian á Quilo inclusas la
mayor pane de las de Euroj)a.
G.'' A la parle occidenlal del corregimienlu
de Rio-Bamba se baila el de Chimbo con la ca-
j)ilal de su nombre, intermedio con el de Gua-
yaquil. Su jurisdicción secomponiade un asien-
to y siete pueblos. El pueblo de Guaranda,
donde residia el corregidor, era mas numeroso
que Chimbo.
Como la jurisdicción de esle corregimienlo
era la piimera de la serranía que lindaba con
la de Guayaquil , era la que mantenía con las
numerosas recuas de muías todo el comercio
de Quito con las oirás provincias del Perú por
medio de la de Guayaquil. Conducen de la pri-
mera los paños y géneros que se fabrican en
ella, harinas y semillas del pais ; y de reí orno
llevan vino, aguardiente de uvas, sal , algodón,
j)escado , aceite y olios géneros de que carece.
Este tráfico, de grande utilidad á sus vecinos, se
40 ÉL INUEVO VIAJERO UNIVERSAL
hace en verano. En invierno no se puede sin
muchas dificullades transitar por la montaña ;í
á lo que llaman allí cerrarse la montaña.
Esta jurisdicción es la mayor parte muy fria
por la inmediación del páramo de Chimborazo,
sus tierras dilatadas y fértiles, las haciendas de
sembradío ó de potreros, que mantienen tam-
])ien los ganados de recuas. 7.^ k la parte del
sur de la jurisdicción de Rio-Bamba seguía la
de Cuenca con su capital la ciudad deí mismo
nombre , fundada en 1557 por Gil Ramírez Dá-
valos. Su jurisdicción se dividía en dos parti-
dos , uno de la capital y otro del asiento de
Alausi que partia términos con el de Río-Bam-
ba. La ciudad de Cuenca está á la latitud aus-
tral de 2" 5.T 19", en un llano muy dilatado,
por el cual atraviesa un rio á poco mas de me-
día legua al norte de la ciudad, llamado Ma-
changara. Al sur arrimado á la ciudad pasa
otro llamado el Matadero ; otro con el nombre
de Yanuncay, á cosa de un cuarto de legua ; y
á la misma distancia de estos el cuarto llamado
de los Baños. Aunque todos se vadean , se hin-
chan de repente con avenidas , y entonces se
pasan por puentes. El llano se estíende al nor-
te mas de seis leguas , en donde los cuatro rios
EN AUlÉinCA. 41
se juntan á corta distancia formando uno cau-
daloso. Al sur se esliende otro llano ceica de
dos leguas , muy poblado de arboledas y ba-
ciendas.
La ciudad es casi como las de cuarto orden ,
sus calles bastante ancbas y derecbas, las casas
muclias de un alto , todas de adobes cubiertas
de tejas. Las de los bariios ó arrabales donde
babitan Indios son mas desaliñadas. Atraviesan
la ciudad vaiias acequias que salen de los lios.
Podía baber sido por su situación y ventajas
de las mas deliciosas del Pein á no ser la falta
(le aplicación de sus naturales. Contribuye á la
lieruiosui'a del sitio la poca elevación de los
cerros. Ilabia en Cuenca tres paiToquias y con-
venios de franciscos , donunicos, mercenarios
y aguslinos, dos de inonjas y un bospital. El
cucj'po de la ciudad se componía de regidores
y alcaldes ordinal ios, noujbrados cada año y
presididos por el corregidor. Había un tribunal
de cajas Reales compuesto de contador y leso-
rero. May las mismas especies de babitantes
que en Quilo, bien cpie eran indolentes y pe-
rezosos , y la gente común inquieta, vengativa
y mal iuciinada. Las mugeres, al contrario, son
lrai)ajadoras, bilan lana, tejen bayetas que son
3.
42 EL NI EVO VIAJERO INÍVEIISAL
muy eslimadas por la buena calidad y finura
del tinte, hacen lucuyos, y son las que tratan
las compras y ventas con los mercaderes. La
población ascendia de veinte y cinco á treinta
mil almas. Los habitantes de aquella jurisdic-
ción son conocidos con el nombre de Mor-
lacos.
La temperatura es benigna , poco fria ó ca-
lorosa, y mas sana que la de Quito; pero las
lluvias y tempestades son como en esta ciudad.
Los campos están poblados de toda clase de
haciendas , donde se fabrica queso que puede
competir con el de Europa.
El pueblo de Atun-Cañar^ que significa caña
grande , celebrado hoy dia por sus crecidas co-
sechas, lo fue antiguamente por el valor de sus
habitantes, por las riquezas que tuvo aquel
territorio, y por la lealtad que guardaron al in-
ca Tupac-Yupanqui, á quien reconocieron por
señor luego que llegó á sus fronteras sujetán-
dose á las leyes de los Incas. Agradecido á los
obsequios que le hicieron, mandó edificar allí
templos suntuosos , para que en ellos diesen
culto al sol , palacios, casas para las doncellas
destinadas á este culto, y fortalezas. Todos es-
tos edificios eran de piedra como los de Cuz.
E?r AMíhuCA. i 3
co, adornados poi- dentro con planchas de
oro; metal qne se empleaba únicamente para
adorno de los templos y palacios , no cono-
ciéndose allí el uso de la moneda. Todavía se
conserva una fortaleza y palacio, cuyas ruinas
dan una idea de la magnificencia de la obra.
Estos indios Cañaris fueron víctimas de su
lealtad ; pues Attahu Alpa cuando quedó victo-
lioso contra su hermano Huáscar, irritado de
(|ue hubiesen seguido el partido de este últi-
mo hizo pasar a cuchillo sesenta mil de ellos,
(honestos Indios estaban unidos los deGuasun-
los y Pomallacta, en cuyo distrito se ven los
vestigios de otra fortaleza de aquel tiempo.
Todos eran abados y tenían el nombre de Ca-
ña rejos.
El asiento de Alausi se componía de una cor-
ta población , con algunas familias españolas
bastante distinguidas, y lo demás gente común,
Indios y Mestizos, y una sola iglesia par-
roquial. V
El pueblo de Ticsan de este partido fue ar-
ruinado por los terremotos. Sus vecinos se si-
tuaron en otro punto, en los cerros cercanos
donde hay grietas de dos y tres pies de ancho.
Este partido no es menos fértil que el de
44 EL NUEVO VIAJERO Ul^IVERSAL
Cuenca, pero su temple algo mas frió. Enlre
los varios minerales de que abunda el territo-
rio de Cuenca dicen que se halla mucho oro r
plata, particularmente en un cerro llamado
Supay-Urco, que significa cerro del Diablo; pe-
ro no se habían descubierto estas minas.
8.*^ El corregimiento de Loja era el último
por aquella parte con la ciudad del mismo
nombre por capital, fundada en 154G por
el capitán Alonso de Mercadillo, y muv pare-
cida á la de Cuenca; aunque esta jurisdicción
es mas cálida. Comprendia en su distrito ca-
torce pueblos. Habia en la ciudad dos paiTo-
quias , conventos de regulares de uno y otro
sexo , y un hospital.
En aquel territorio es donde ci'cce la casca-
rilla de Loja ó quina. La hay de varias calida-
des y entre ellas la de mayor eficacia para las
fiebres intermitentes, la gangrena y oíros ob-
jetos.
líl áibol de la (piina es por lo regulai* como
de dos toesas v media de altura, y grueso
á proporción en su tronco y ramas. La calidad
de la cascarilla resulla según la especie del ár-
l)ol , no siendo los corpulenlos los que la dan
mas selecta. Además del tamaño se distingue el
JíN AMERICA. 45
árbol 011 la flor ven la simiente. Para sacarla cor-
lan el árbol, sajan la corteza, y la despegan de
él dejándola secar. Aunque con este método se
destruyen mucbos árboles, se producen otros
con las semillas que caen en tierra , babiendo
de ellos montes muy espesos y dilatados, seno-
taba no obstante grande disminución. En la
jurisdicción de Cuenca también se lian descu-
bierto muchos parajes de montaña en que los
bay de la misma especie.
Pi'oduce también aquel territorio la cochini-
lla ó grana(*). Pero los habitantes de Lqja se re-
ducian solo á criar la necesaria para el consu-
mo de la provincia. De aquí nació el aprecio
de las bayetas de Cuenca y de las alfombras de
Loja, por sus colores mas vivos y permanen-
tes. También la hay en el partido de Ilam-
bato.
Crece y se nutre la cochinilla en una planta
conocida en la provincia de Oajaca en nueva
Kspafia y en otros parajes con el nond:)re de
no¡)al ó nopalera^ que aunque bastante diferen-
te en la hecluua de las hojas, se asemeja á las
(*) Se lia iiabhido ya de olla en el Viaje sobre el estado
físico , polítieo ^ eclesiástico y literario de Nueva España y
pá-. 8.
40 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
(le las tunas de Andalucía, pero se distingue en
que la penca del nopal tira a redonda y prolon-
gada, formando varias eminencias, y no está
cubierta de espinas como la de la tuna, sino de
nna membrana delgada y tersa , que siempre
conserva un color verde vivo.
Sién)brase el nopal haciendo en la tierra ho-
yos como de media vara de hondo, á unas dos
varas uno de otro , y en hilera como las vides.
En cada hoyo se meten una ó dos pencas de
nopal tendidas , y después se cubren con tier-
la. Empieza a brotar la penca asomando una
que va creciendo y formando tronco : al mismo
tiempo se divide en varias ramas ó brazos , los
cuales por cada una de las pencas producen su-
cesivamente otras distintas. Las mavores son
siempre las mas inmediatas al tronco. Así este,
como los otros menores que nacen de él , se
ven poblados de nudos; y por ellos brotan las
pencas. Toda la planta llega á crecer hasta cosa
de tres varas, que es la altura mayor á (|ue sue-
le llegar.
El terreno para plantarla se cava y limpia de
toda yerba. Los nopales se podan después que
han dado la grana , quitándoles todas las pen-
cas superfinas para que al año siguiente broten
otras nuevas.
EN AMÉRICA. 47
El nopal esta en su mayor vigor desde la
primavera en adelante, cuya estación es en
Oajaca por los mismos meses que en España.
Entonces florece, y su flor es pequeña, forman-
do la figura de un capullo encarnado de cuyo
centro sale la tuna, nombre que también se
da á la ñuta; y á proporción que esta crece va
amortiguándose la flor y perdiendo el color
hasta que cae. Cuando la tuna ó higo está ma-
duro, tiene la cascara esterior blanca. Su car-
ne es de un encarnado subido, y tiene la pro-
piedad de teñir la orina de los que la comen con
un color tan encendido que parece sangre, lo
que causa cuidado á los que no lo saben. La
fruta es sabrosa y saludable.
Cuando las plantas son nuevas, la grana ó
cochinilla que se sustenta en ellas es de mejor
calidad y mas gorda que cuando son \iejas.
Por esto tienen cuidado de replantarla al ca-
bo de algunos años con las mismas pencas
que se cortan.
El insecto tomó su nombre de la semejanza
que tiene con los llamados cochinillas ó vaqui-
llas de san Antón, que se crian en los jardines
<) parajes hiimedos, y enroscándose forman
una bolita como un garbanzo pequeño. I^
48 r.L .MIEVO VIAJERO tM VERSAL
misma figura tiene la cochiniUa de grana ,
aunque no la particularidad de enroscarse. Su
tamaño cuando mas crecida no escede al de
las garrapatas que se ven en los perros.
Para que estos animalitos se crien y crezcan
en los nopales, se pone su simiente en ellos
por mayo ó junio sobre las pencas con gran
tiento y prolijidad : al estar la planta en su ma-
yor vigor, y chupando su jugo lo van con vir-
tiendo en sustancia propia, reduciéndolo al
col oí" rojo ó carmin fino. Cuando se pone la
simiente en los nopales es menuda como lien-
dres ó aradores, y en el término de dos uíoses
crece hasta el tamaño arriba dicho. La cochi-
nilla está espuesta á varios accidentes (jue
pueden matarla ó echar á perder la cosecha ,
como vientos íYiertes del norte que derriban la
simiente de las nopaleras, aguaceros, nieves,
nieblas y heladas, que matan á estos insectos y
queman las pencas. No hay otro recurso que
encender hogueras de trecho en trecho, con lo
(jue á veces se salvan. A mas de esto las galli-
nas y algunos pájaros se comen con frecuencia
las cochinillas; v lo mismo alsfunos insectos v
gusanos que se crian donde hay nopaleras.
Cuando la cocíiinilia ha llegado á su mayoi-
EN AMÉRICA. 49
incremento, ki van recogiendo en ollas de bar-
ro, con cuidado, para que no salga de ellas.
Luego para enzurronarlas las matan unos con
agua caliente bajo cierta cantidad y tempera-
tura, otros poniéndolas al fuego sobre unas
palas en hornos caldeados moderadamente ó
al sol. Según el método sálela grana mas ó me-
nos encendida. La que se mata al sol es lamas
sobresaliente. Es necesario también saber
cuando se halla la cochinilla en estado de qui-
tarla de la nopalera.
Este insecto en el modo de hacer su simien-
te se parece a los gusanos de seda. Para ello
meten en unas cestas cerradas y forradas cochi-
nillas bien crecidas, las que ponen en ellas
sus huevecillos ó simiente, v mueren. Conser-
van así la simiente hasta que es tiempo de lle-
varla á las nopaleras. Se nota ya entonces en
ella un movimiento indicativo de su anima-
ción , y se va esparciendo sobre las pencas.
(]on la que cabe en el cascaron de un huevo de
gallina basta para una planta en toda su eslen-
sion. Lo mas notable es, que para alimentarse
de la planta no la roe ni ofende al parecer, por-
(pje se nutre chupando el jugo mas sustancio-
so sin traspasar la mendírana que cubie las
pencas.
í)0 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
Se cria en Oajaca, Tíascala, Cholula, nueva
Galicia y Cliiapa en nueva España, y Hamba-
lo , Loja y Tucuman en el Peni. En Oajaca es
solo donde se hacían cosechas crecidas con el
cultivo de los hidios. En las demás partes solo
se criaba silvestre, llamándosela gí'ana silves-
tre. La hay en todas temperaturas, sean cáH-
das, templadas ó Trias; bien cjue las templa-
das y secas sOn mas á propósito, pues las no-
paleras tienen en ellas mas lozanía. Hace mu-
chos anos que se pensó ya que podría haberlas
en Andalucía.
Los habitantes de Loja seiian como unos
diez mil. Su carácter y costumbres son como
los de las otras poblaciones y no tan perezosos.
Este corregimiento contiene mucho ganado
vacuno y mular; tand3Íen se hacían en él al-
fombras muy estimadas.
I^a villa de Zaruma fue una de las primeras
que se fundaron en aquella provincia; tenia
minas y había sido rica y poblada, pero des-
pués se calculaba solo de seis mil habitantes.
Los corregimientos que se han esplicado
juntamente con el de Guayaquil formaban los
nueve de la provincia ó reino de Quilo; pero
le pertenecían también en parte algunos go-
l)iern os.
Í:N AMlíRlCÁ. 5í
El pi'iinero de ellos la terminaba j)or la par-
te del noite y era el de Poj)ayan, el cual esta-
ba dividido de modo que al norte y al orienle
correspondía á la Audiencia de Santa Fe, ó
nuevo reino de Granada, y al sur y occidente
á la de Quito.
Este gobierno ó su mayor parte fue conquis-
tado por Sebastian de Belalcazar. Siendo este
gobernador de la provincia de Quito, arregló
con el mejoi' ói'den los paises de su dependen-
cia; y sabiendo que bácia la parle del norte
Pial)ia oti'os dilatados y ricos, emprendió con-
quistarlos con trescientos Españoles escogidos
en 1536. Después de varios combates con los
Indios de Pasto siguió adelante y venció á los
dos curacas ó caciques principales de aquel
territorio, llamado el uno Calaml)as y el otro
Popayan, de quien tomó el nombre este gobier-
no. Eran bermanos y se bacian respetar por
su nuicbo poder. Al instante se le rindieron
las demás provincias comarcanas. En 1537
fundó la primera ciudad con el nombre de Po-
payan, cabeza de todo el gobierno.
Fundó después la de (^ali , que está abora
cu distinto sitio, pues babiendola puesto en el
pais de unos Indios llamados Gorrones, tuvo
52 EL NUEVO VI/VIERO UNIVERSAL
el capitán Muñoz que mudarla por la malig-
nidad del clima. En seguida estableció una vi-
lla con el nombre de Santa Fe de Antíoquía, y
así fue poblando el pais.
Uno de los objetos de Belalcazar en esta
conquista liabia sido el descubrii' un paso que
saliese diieclamenle al mar del Norte. Sus ca-
pitanes hallaron que á poca distancia de Po-
payan tenia sus dos principales nacimientos el
gran rio de la .Magdalena ; y asegurado de ello,
consiguió pasar á España siguiendo el curso
del mismo.
La ciudad de Popayan , título que se le con-
cedió en 1538, se halla en un espacioso llano
que se estiende á larga distancia hacia al nor-
te, á unos 2" y 28' del ecuador. Al oriente hay
un cerro llamado de la M, porque tiene la fi-
gura de esta letra : su allura es mediana, y es
muy frondoso. Al occidente algunas pequeñas
eminencias contribuyen á hermosear el pais.
La ciudad es de mediana capacidad, sus calles
anchas, tiradas á cordel, llanas, no empedra-
das mas que por las aceras, y llenas al medio
de un cascajo menudo, que consolidado no
hace lodos ni levanta polvo.
Las casas son de adobes v semejantes á las
T.y AMERICA. í),í
de Quito. A mas de la iglesia mayor , que fue
erigida en caledral en 1547, tenia conventos de
franciscos, dominicos y agustinos, uno de car-
melitas descalzos en el cerro de la M, que fue
después abandonado, y dos de monjas.
De dicho cerro de la M salen dos manantia-
les de agua muy saludable que abastecen á la
ciudad: el uno, llamado el rio del Molino, for-
ma un arroyo que contribuye á su limpieza. A
cosa de una legua de Popayan, hacia al norte
corre el rio Cauca, rápido, caudaloso, y de
crecientes formidables en junio, julio y agos-
to. El páramo de Guamacas, de donde nace es-
te rio, está entonces enloda su fuerza y es muy
peligroso su tránsito.
En Quito y sus pueblos abundan mas las
castas de mezcla de Españoles y de Indios, de
los cuales hay muchos. En Popayan , así como
en Cartagena y otras ciudades donde hay gran
numero de Negros para las minas, haciendas y
servicio doméstico, la mayor parte de la gen-
te común es de castas de Blancos y Negros. No
deja por esto de haber poblaciones grandes de
Indios.
Entre todas las especies de gente, se supo-
nían en Popayan de veinte á veinte y cinco
54 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
mil almas, con íiiuchas familias blancas de Es-
pañoles, enlre ellas como unas sesenta nobles
y oriundas de ramiiias distinguidas de España.
Así como en otras ciudades se notaba decaden-
cia en la población, Popayan babia ido au-
mentando considerablemente, sin duda por la
mucha gente que se ocupaba en las minas de
oro de su territorio.
Residía en ella un gobernador puramente
político , con dirección de los asuntos civiles
V militares en toda la jurisdicción, y presiden-
cia del cuerpo de la ciudad el cual se compo-
nía de dos alcaldes ordinarios nombrados
anualmente, y un correspondiente niimero de
regidores. ílabia una caja de Hacienda, en la
que entraban los tributos de los Indios, alca-
balas , quintos de los metales que se benefi-
cian, etc.
La jurisdicción del gobierno de Popayan
llegando al sur basta el rio de Mayo é Ipiales
confinaba con el corregimiento de San Miguel
de Ibarra, al nordeste con la piovincia de Aur
tioquía, y siguiendo por el norte con los ter-
ritorios pertenecientes al gobierno de Cartage-
na, dando la vuelta al occidente. Antiguamen-
te por esta parte no reconocía mas límites que
Ey AMERICA. c>;>
el mar del Sur; pero se le estrecharon después
en parte con el nuevo gobierno del Chocó'
quedándole solamente en cuanto a playas las
del teriitorio de Barbacoas. Por el oriente se
eslendia hasta el origen del rio Caqueta. Se
calculaba de unas ochenta leguas de oriente á
occidente, y pocas menos de norte á sur. Tan
vasta jurisdicción se dividia en partidos, cada
uno de los cuales consta, adenuis de la pobla-
ción principal, de oirás crecidas v de hacien-
das de tanla opulencia y gentío que parecen
pueblos.
Los partidos do Cali y de Buga, entre Popa-
van y el Chocó, eran licos por el continuo
comercio que por ellos se hacia entre los dos
gobiernos. No así el de Almaguer, por ser corta
su jurisdicción y poco el comercio. El de Ca-
loto es estenso, rico y abundante de frutos,
por ser el terreno fértil y poblado de hacien-
das. El de Raposo corresponde como los dos
primeros hacia la parte del Chocó. El de Pasto
tiene mucha estension , aunque no era tan ri-
co. El de Barbacoas corto y nada abundante.
El clima del gobierno de Popayan es tan di-
verso como el de Quito,- pero la ciudad goza,
(Je una perpetua primavera. Los frutos y las
56 KI. NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
semillas de cada terreno son los de su tempe-
ratura. Hay muclio ganado de todas especies
cerca la ciudad, y de Pasto llevan mucho á
Quito.
En el territorio de Popayan las tempestades
de truenos y rayos y los terremotos son aun
mas frecuentes que en Quito. El de 1735 ar-
ruinó gran parte de su población. El punto
mas espuesto á terribles tempestades es el de
Caloto.
En los valles de Neyba y otros de la juris-
dicción de Popayan se cria un insecto muy
particular y maligno por la vehemencia de su
veneno. Es á modo de una arana ó garrapata
muy pequeño, y le llaman coya ó coyha , áe
que se trata también en otra parte. Su color
es rojo encendido ; está regularmente , como
las arañas, en los rincones de las piedras y enr
tre las yerbas. El humor que contiene en tan
pequeño cuerpo es tan activo, que solo con
reventar el insecto sobre el cutis de hombre
ó de irracional introduciéndose por los poros
produce una pronta y asombrosa hinchazón,
a la cual sigue en breve rato la muerte. El
linico remedio que se ha encontrado es cha-
muscar inmediatamente todo el cuerpo con la
EN AMÉRICA. 57
llama de una paja que se cria en aquellos mis-
mos llanos. Para este efeclo toman al doliente
los Indios del pais, unos por los pies y otros
por las manos, y poniéndole sobre ía llama le
van chamuscando sucesivamente todo el cuer-
po con mucha destreza, quedando libre de la
muerte con esta operación. Si se eslrega y re-
vienta este insecto sobre la palma de la mano,
no causa ningún daño, por ser el cutis en ella
mas compacto , principalmente si hay alguna
callosidad. En él envés de la misma causa el
terrible efeclo. Los hidios arrieros del pais las
estrujan entre las palmas de las manos para
satisfacer la curiosidad de los pasajeros; mas
si esto lo hiciese una persona de cutis fino, no
hay duda que esperimentaria los efectos del
veneno.
Los que trafican por los parajes donde hay
coyas van advertidos de no rascarse ni tocarse
con la mano, aunque sientan que les pica al-
guna cosa, pues la coya revienta al menor
contacto. Cuando sienten comezón, avisan á
alguno de la compañía; y este derriba de un
soplo la coya, como el modo de quitarla sin
peligro. Las bestias por un instinto particular
antes de comer la yerba dan un fuerte reso-
vui. 4
58 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
plido para sacudir las coyas, y á veces cuando
sienten por el olfato algún nido de ellas, se
alejan de repente con un sallo de aquel paraje:
mas por estar muy encubiertas entre la yerba,
suelen las muías comerse alguna, y entonces
se hinchan y mueren luego.
Éntrelas plantas propias dd Popayau se cria
en la jurisdicción de Timana la coca ó cucci ,
de que se habló ya en el ¡7ajc al a/ít/gao Pe-
rú ; yerba tan estimada de los Indios del Perú
en algunas provincias, que no sabrían pasar
sin ella. Pertenece á una planta endeble, que
se enreda con otra á manera de vid, v cu va
hoja delicada al tacto es de una pulgada y me-
dia á dos de largo. El uso que de la misma bri-
cen es mascar las hojas mezcladas con una es-
pecie de greda á la (jue llamau nuimhi ^ arrojan-
do las primeras salivas, tragándose las demás,
V conservando la mezcla en la boca basta (jue
la han de mudar por falta de sustancia. Dicen
que es de gran sustento. Mientras la tienen pa-
san los dias enteros tiabajando y sin comer.
Añaden que según la esperiencia les da mu-
cha fuerza, la cual echan menos cuando les
falta; y que además fortifica las encías y el es-
tómago. En las provincias meridionales ád
EN AMERICA. 59
Perú la cultivan los Indios \ se coge mucha;
pero la del Cuzco es preferida á las demás. Rá-
cese de ella gran comercio. En los asientos
donde hay minas tiene mucho consumo, pues
los Indios no trabajarian si les faltase esta yer-
ba. Los dueños de aquellas tienen siempre pro-
visión de ella para darles la (jue pidan á cuenta
de sus jornales.
La cuca es idéntica, así en la planta y ui la
hoja como en el modo de usarla, con la (pie en
la India oriental se conoce con el nombre de
/jcte/.Sus propiedades son también las niismas,
V su uso no menos frecuente en las naciones
orientales que entre los Indios del Perú y de
Popayan. En lo restante de la provincia de
Quito no se cria ni se usa.
En el partido de Pasto hay ciertos árboles
(pie [)roducen una resina llamada mopa-mopa^
déla cual se hacen barnices para la madera,
tan bellos y permanentes, que resisten al agua
hirviendo y á los ácidos. El modo de barnizar
es poniendo un poco de la resina en la boca,
y desleída mojar en ella el pincel; después de
lo cual cogen el color cpie (juieren aplicar v lo
\an poniendo en la madera, donde se seca y
queda tan vivo y lustioso como el maque de
60 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
la China. No se disuelve ni percibe humedad
aunque se le aplique la saliva. Las piezas labra-
das por los Indios y barnizadas de este modo,
se llevan á Quito.
El pais de Popayan era de gran comercio.
Por él pasaban las ropas y géneros de España
que iban de Cartagena a la provincia de Quito.
Envia también á esta ciudad ganado vacuno y
mular, y recibe paños y bayetas. Su comercio
activo es en cecina de vaca, tocino, tabaco en
hoja, sebo derretido, aguardiente de caña,
hilo de algodón, pita, fajas y otras menuden-
cias que se llevan al Chocó, donde se vendian
á trueque de oro. De Santa Fe se suitia de la-
baco en polvo, que se fabricaba en Tunjar, el
cual también pasaba á Quito; y en cambio iban
a Santa Fe los paños y bayetas que se hacia n
en toda la provincia. Habia también el comer-
cio del cambio de plata por oro. Por abundar
mucho este metal y escasear la plata, se lleva-
ba esta para comprar oro; y reduciéndolo des-
pués á doblones, dejaba ciecidas ganancias. Lo
mismo se practicaba en el Choco y en Barba-
coas. Siendo la ciudad de Popayan como una
escala para todos estos ramos de comercio,
residian en ella personas de toda la jurisdic-
ción con caudales muv consideiíibles.
EN AMÉRICA.. 61
Al oeste de la cordiilera occidental de los
Andes se hallaba otro gobierno llamado de
Atacames, confinante por aquella parte con las
jurisdicciones de los corregimientos de Quito
y San Miguel de Ibarra, poi' el norte con el
partido de Barbacoas, al poniente con las pla-
yas del mar del Sur, y por el mediodía con el
territorio de Guayaquil, estendiéndose por la
costa desde la isla de Tu maco y playas de Hus-
mal hasta la bahía de Caracas y sierras de Bál-
samo, cuya latitud austral se regula en unos
treinta y cuatro minutos.
El pais que comprendía esta jurisdicción
estuvo inculto en la mayor parte y descono-
cido por mucho tiempo. Después de la con-
quista se enviaron curas para el pasto esp¿si-
tual ; pero no se tuvo cuidado de civili>a!
aquellos Indios , que permanecieron en la ma-
yor rusticidad, saliendo ünicamenle de las cho-
zas esparcidas en sus bosques paia llevar á
Quito el agí, achote y algunas frutas, causán-
doles la mayor admiración el concurso de
aquella ciudad.
INo obstante, conociéndose la necesidad de
poblar y cultivar el pais para facilitar el co-
mercio de Quito y Tierra-firme, evitando el
^'2 EL NUEVO VIAJERO ÜIN I VERSAL
rodeo de pasar por Guayaquil, se concedía
en \G2{ aquel gobierno y el del rio de las Es-
meraldas a Pablo Durango Delgadillo. Este ha-
bía hecho años antes un asiento con el Virey
del Peiú, obligándose á abrir camino que
desde San Miguel de Ibarra saliese al rio de
Santiago, uno de los que corren por aquella
jurisdicción, ofreciendo poblar y cultivar sus
tierras,- pero su empresa no tuvo el éxito que
esperaba, como tampoco las de otros tres que
le sucedieron, que fueron en 1G26 Francitco
Pérez Menacho, después Juan Vincencio Justi-
niani, y en 1713 don Hernando de Soto Cal-
derón.
Con todo, en 1735 tomando don Pedro Vi-
cente Maldonado esta obra á su cargo con las
mismas prerogativas , logró verificar la comu-
nicación desde Quito al rio de las Esmeraldas
en 1741; poi" lo que se le concedió en 1747 el
título de gobernador de aquel territorio , y
quedó establecido su gobierno.
Las poblaciones de Atacames eran reduci-
das y pobres por falta de comercio, pero sus
progresos hicieron luego esperar que en lo
sucesivo prosperaría mucho por las propor-
ciones de un terreno fértil y del comercio en-
tre Quito y Tierra-firme.
EN AMÉRICA. ()3
El clima ele A taca mes es como el de Ciuaya-
quil, y sus producciones las mismas , bien que
en algunas le aventaja. Siendo su terreno mas
alto, no está espuesto en invierno á las inunda-
ciones (jne causan en Guayaquil las crecientes
de los rios. Por esta razón el cacao de aquellos
])osques y montañas , teniendo toda la hume-
dad que necesitan estos árboles y no estando
la tieira anegada, es de mejor calidad que el
de Guayaquil, porque tiene mas manteca por
el tamaño del grano, y su gusto mas delicado.
Abunda el pais en vainilla, achote, zarzapai-
rilla , yerba de añil y cera. Sus montañas se
hallan espesamente pobladas de toda suerte de
maderas, acomodadas para todos usos, in-
clusa la construcción naval.
Al gobierno de ^Popayan seguia el de Quijos
y Macas por la parte oriental de la cordillera
de los Andes. Se debia considerar dividido en
dos partidos: Quijos en la parte septentrional,
y Macas el mas meridional, y entre ellos el
pais de los Canelos.
El pai'tidb de Quijos confinaba al norte con
la juiisdiccion de Popayan, al oriente con el
rio Aguarico , y al occidente con los corre-
gimientos de Quito, Latacunga y San Miguel
64 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
de Ibarra, sirviendo de separación las cordi^
J I eras del Gotapaxi y Cava mb uro.
El primero que descubrió el pais de Quijos
fue Gonzalo Diaz de Pineda en 1530, habién-
dolo encontrado abundante de oro y con árbo-
les de canela. De resultas entró en 1539 Gon-
zalo Pizarro , gobernador de Quito, á recono-
cerlo. El mal suceso de esta jornada no dio
lugar á formar ningún establecimiento , es-
tando suspensa su conquista basta 1559, en
que el virey del Perú Marques de Cañete en-
cargó á Gil Ramirez Dávalos que pasase á
reducir aquellos Indios y poblar el pais. Esto
lo practicó fundando la ciudad de Baeza , ca-
pital del gobierno, á la cual siguieron otras
ciudades y poblaciones pequeñas que aun sub-
sisten.
Baeza fue siempre muy reducida á pesar de
ser residencia de los gobernadores j porque
fundadas después las ciudades de Avila y Ar-
cbidona se llevaron toda la atención, si bien
quedaron igualmente reducidas á su primer
estado. No siendo el pais tan halagüeño como
el de Quito por su temple, fertilidad y como-
didades, es poco apetecido. Baeza vino á parar
en una miserable aldea de chozas, convertida
EN AMÉRICA.. 65
€11 anexo del pueblo de Papallacta. El Gober-
nador se tiasJadó á Archidona.
Esta corla ciudad á 1" y pocos minutos al
sur de la equinoccial, y como á 1° y 50' al
oriente del meiidiano de Quito, tenia sus ca-
sas de madera cubiertas de paja; su población
de unas setecientas almas, entre Españoles y
algunos Indios, Negros, Mulatos y Mestizos;
un cura, y dentro de su jurisdicción otros tres
pueblos llamados Misagualli, Tena y Ñapo. Es-
te último toma su nombre del rio á cuya orilla
está situado. Habiendo reventado el páramo de
(-otopaxi en 30 de noviembre de 1744, se au-
mentó tanto la corriente de este rio con la nie-
ve y hielo que se derritió, que inundó al pue-
blo y arrebató todas sus casas.
La ciudad de Avila, á los 40' de latitud aus-
tral, y á corta diferencia 2" 20' al oriente de
Quito, con sus casas de la misma forma ([ue
la antecedente, apenas llegaba á unas trescien-
tas almas. Su jurisdicción se eslendia á otros
seis pueblos, algunos de tanta capacidad y
^ente como la misma ciudad.
Los habitantes de este partido \i\ian en
continuo sobresalto por las invasiones de los
Indios bravos, los cuales rodeaban á cada p(;-
4^
66 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
blacion. Cuando se veian perseguidos por los
Españoles, luiian tierra adentro; y luego que
estos se habían retirado, acometian de nuevo
robando cuanto podian, único fin de sus in-
vasiones. Este continuo peligro era el motivo
de hallarse aquel pais tan despoblado.
El clima es cálido y muy húmedo; las aguas
continuas, y solo se diferencia de Guayaquil,
Portobelo y otros semejantes , en no ser el
verano'tan largo. El tenitorio es montañoso y
lleno de espesas y corpulentas arboledas, en-
tre las cuales se cria el árbol de la canela , por
lo que se llamó á estos pueblos Canelos. La por-
ción no muy abundante que se cogia, se con-
sumía en la provincia de Quito, y es de menos
buena calidad, gusto y color que la de la India
oriental, aunque tiene mas picante y es me-
jor en la flor y su ft-agancia y en la semilla. Se
diferencian mucho en el olor, grueso del ca-
ñuto y fibras. La hoja es igual en ambas , y su
olor sobresale tanto como el de la corteza. Los
frutos de otras especies son lo mismo que en
los demás paises que gozan de igual temple.
El partido de Macas terminaba al oriente
con la jurisdicción del gobierno de Máinas ; al
sur con el de Bracamoros y Yaguasongo; y al
Ei\ AMÉRICA. 67
occidenle, mediando la cordillera oriental de
los Andes , con los corregimientos de Riobam-
ba y Cuenca. Su principal población es la ciu-
dad de Macas, á la latitud austral de 2"^ 30', y á
40' á corta diferencia del meiidiano de Quito.
Su recinto era corto; solo se contaban en ella
ciento treinta casas de madera, cubiertas de
paja , y unos mil doscientos habitantes , la ma-
yor parte mestizos y gente de castas, con po-
quísimos españoles , así como en lo restante
de su jurisdicción. Además de la capital, tenia
esta ocho pueblos.
En los tiempos inmediatos á la conquista es-
tuvo este pais muy poblado y opulento, y por
las riquezas que de él se sacaban se dio á Macas
su capital el nombie de Sevilla de oro. Pero
desde una sublevación de los hidio» que ha-
bían jurado fidelidad al Rey de España, apode-
rándose de la ciudad de Logroño y de una po-
blación llamada Guamboya, ambas muy ricas
y de la misma jurisdicción, quedó el pais arrui-
nado.
La mayor cercanía de Macas á la cordillera
de los Andes hace sensibles la diferencia de su
temperatura respecto de la de Quijos, las dos
estaciones del año, y los períodos de estas. Du-
68 EL Pili EVO VIAJERO UNIVERSAL
ra el invierno del abril hasta el setiembre y
que es cuando se esperimenta el verano entre
las dos cordilleras. Desde setiembre en adelan-
te se goza en Macas del verano, respirando ai-
re mas fresco que en otras partes, por los vien-
tos que corren del norte.
El territorio es fértil en lo que requiere
temple cálido y húmedo, y su principal cose-
cha el tabaco, que era mucho y se llevaba en
rollos á todo el Perú, donde era muy estimado
por su buena calidad. Las cañas de azúcar y el
algodón prevalecen bien, pero de uno y otro
no sembraban mas que lo preciso para su con-
sumo. Aquellos habitantes habian de defen-
derse, como en Quijos, de las conerías de los
Indios bravos.
Entre la variedad de árboles y plantas que
reducen todo el pais á espesos bosques se ha-
lla el estoraque , cuya resina sin ninguna pre-
paración exhala la mayor fragancia. Esta era
escasa , por estar los sitios donde se cria alg(
distantes de las poblaciones, y haber el riesgo
de los Indios bravos. Lo mismo sucedia con
unos polvos azules muy sobresalientes, de que
también hay alguna cantidad. Su canela se di-
ce que escede en bondad á la de Ceilan. Se di-
ÉN América:. ^9
ferenciaba mucho de la de Quijos , y parece
que era porque los canelos en Macas se ha-
llan en descampado y libres de la sombra y
raices de otros árboles.
Abunda Macas asimismo en minas de copal.
Produce cera silvestre ó de palo, aunque
inferior á la de Europa; pues á la i'alta de sei'
colorada se le agrega el no adquirir consisten-
cia y dar cuando la encienden un olor muy
fuerte y penetrante, lo que también se nota
en la de Guayaquil y Valles. Las abejas son ailí
mucho mayores y tiran á negras. La cera seria
mejor si la supiesen purificar y trabajar como
en el Norte.
Kl gobierno que terminaba al sur* la juris-
dicción de la Audiencia de Quito y seguia al de
Macas era el de Jaén , descubierto y conquista-
do por Pedro de Vergara, por encargo de Her-
nando Pizarro, en 1538. Después pasó allí Juan
de Salinas con título de gobernador , y ha-
biendo aquietado á los hidios, pudo fundar las
principales poblaciones, que existían en estos
últimos tiempos no mejores ({ue las de Quijos
y Macas.
Cuando la concjuista, tenia el país los nom-
V)res de Igualsonga y Pacamoros , que fueron
70 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
después Yíigiiasongo y Bracamoros ^ que eran
ios del gobierno de Juan de Salinas. Al cabo de
algunos años se sublevaron los Indios de am-
bos territorios y destruyeron las principales po-
blaciones. Las que quedaron se agregaron en
su infeliz estado á la ciudad de Jaén compo-
niendo un gobierno con el título de Jaén de
Bracamoros.
Esta ciudad, en que residía el gobernador,
fue fundada en 1549 por Diego Palomino en
Ja jurisdicción de Chaca-Inga perteneciente a
la provincia de Cliuquimayo. Está á la orilla
boreal del rio Cliincbipe en el recodo en que
se une con el Marañon, á los 5°, 25' de latitud
austral , á corta diferencia. Se cree que su lon-
gitud está en el meridiano de Quito ó cerca de
él. Esta ciudad es lo mismo que las de Quijos
y iMácas : su vecindario seria de unas tres á
cuatro mil almas , mestizos e indios , con po-
quísimos españoles. Juan de Salinas fundó en
su gobierno tres ciudades, que lian subsistido
después, aunque tan cortas, desmanteladas y
pobres como la de Jaén , con los nombres de
Valladolid , Loyola y Santiago de Jas monta-
ñas. Esta última confinaba con el gobierno de
Máinas, sin estar separada de su capital Borja
EN AMÉRICA. 71
mas que por el Pongo de Mameriche. Perlene-
cian además á Jaén de Braca moros unas diez
poblaciones de poca consideración de indios
con algunos mestizos.
El Marañon no es navegable desde Jaén. Se
va por tierra de esta ciudad a Chuchunga ^
lugar pequeño á la orilla de otro rio de es-
te nombre, á la latitud de unos 5° y 21', el cual
viene á ser el puerto de Jaén y dista de la ciu-
dad cuatro dias. Las dificultades del terreno di-
latan á veces allí tanto las distancias, que se
emplea medio dia ó uno en lo que se podría
andar en una ó dos horas.
La temperatura de todo aquel gobierno es
como la de Quijos, aunque no tan sujeto á llu-
vias. A imitación del de Macas, se goza en él de
algún intervalo de verano.
Es fértil en frutos y semillas propios de
su clima, con muchos áiboles silvestres, y en-
tre estos el del cacao, de tan buena calidad co-
mo el que se cultiva. Pero el poco consumo del
pais y lo costoso del trasporte para llevarlo á
Europa hacia ([ue se perdiesen sus árboles , v
los monos se comian el fruto.
Desde el tiempo de la conquista tuvo aquel
pais gran fama de riquezas, y efectivamente se
/2 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
sacaion al principio porciones de oro. Pero ce-
saron luego con la sublevación de los Indios ,
que según algunos fue ocasionada por el rigor
con que se les hacia trabajar en las minas. En
estos últimos tiempos se sacaba nuiy poco, y
aun no de las minas, sino lavando los bidios
las arenas de los rios cuando van crecidos. De
este modo hallaban pepitas ;, polvo de oro y
pajillas de este metal, que les servia de moneda
para pagar los tributos y para proveerse de lo
necesario. Aunque pudiesen recoger nmcho ,
solo lo hacian cuando les instaba la necesidad.
Los Indios biavos lo tienen por inútil, y así no
se ocupan en buscarlo.
En aquel gobierno se criaba mucho tabaco ,
cuya cosecha era la principal ocupación de sus
habitantes , disponiéndolo en mazos de cien
hojas á manera de andallos, y preparándolo
con cocimiento de aguamiel y otras yerbas pa-
ra conservarle mejor la fortaleza y darle un
pai'ticular gusto que lo hacia preferir. Lo lleva-
ban no solo á las denws provincias del Perú?
sino land)ien hasta el reino de Chile. También
se cria mucho algodón , y en los campos hay
muletadas numerosas. Estos eran sus tres ra-
mos de comercio con aquellos correginüentos
y demás [)rovincias.
EN AMERICA. 73
En los países de Jaeii de Bracamoros, Quijos
y Macas hay muchos animales silvestres , pro-
pios de iguales temperaturas, y entre ellos ti-
gres , leones bastardos , osos y dantes. Estas
tres últimas especies, que no son comunes en
otros de aquellos paises, van allí de las frias
cordilleras en donde viven. Entre los reptiles
hay en Macas una culebra, llamada por ios In-
dios curi-muUiavo por estar cubierta de una
piel dorada y labrada como la de los tigres. Es-
tá toda llena de escamas, y su figura es horro-
rosa por tener la cabeza demasiado grande á
proporción del cuerpo. Su boca está armada de
dos andanas de dientes y colmillos, tan grandes
como los de los perros regulares, pero mas
agudos. Su mordedura es tan venenosa , que
quita la vida; y con dificultad se la puede des-
prender después que ha hecho presa. Los In-
dios bravos, para hacer ostentación de su va-
lor ó para inspirar miedo, pintan las rodelas
de que usan en la guerra con labores que imi-
tan los colores de esta culebra.
El gobierno de Máinas formaba el último
territorio de la Audiencia de Quito por la par-
te de oriente, siguiendo inmediatamente á los
dos de Quijos y Jaén de Bracamoios. Su terre-
no está rodeado y cruzado por las amenas ri-
beras del rio Marañon ó de las Amazonas. Sus
términos eran poco conocidos al norte y sui' ,
en donde se perdian en los paises á que alcan-
zaban las misiones. Al oriente llegaba hasta la
línea de demarcación con las posesiones poitu-
guesas.
Después de varios reconocimientos anterio-
res, conferido á don Diego de Vega el gobierno
de Máinas y del Marañon, con la amistad de los
indios Máinas entró en sus tierras, y llevando
alguna gente en su compañía , fundó la ciudad
de San Francisco de Borja en 1G34, que eiigió
en capital. Con el zelo de los misioneros se fue
aumentando el numero de los pueblos, parti-
cularmente desde 1()86 con los desvelos del P.
Sanuiel Fritz. Se sujetaron en aquella época vo-
luntariamente, al saber los beneficios que pro-
ducian las misiones, los Omaguas, Yurima-
guas , Aysuares, Banomas y otras naciones in-
dias , desde INapo hasta mas abajo del rio
iNegro.
La ciudad de San Francisco de Borja está á
la latitud austral de 4'', 28'; yá 1^,54' al oriente
del meridianodeQuito. Su capacidad y disposi-
ción era como la de las ciudades del gobierno de
EN AMÉRICA. 75
.laen. Su vecindario, aunque compuesto de mes-
tizos y de indios, no igualaba al de Jaén. Santia-
godela Laguna, a la orilla oriental del rio Gua-
llaga,era el pueblo principal délas misiones, en
donde debia residir de continuo su supe-
rior.
Hay además no pocos pueblos de í'undacion
mas moderna de Indios diferentes de los dichos
á las orillas délos rios que desaguan enelMara-
ñon ó algo retiradas, y algunas que estaban en
buena correspondencia con los misioneros es-
pañoles y en comercio con las poblaciones de
indios cristianos y con los españolas y mesti-
zos de Borja y la Laguna.
Se acaban de manifestar los corregimientos y
gobiernos que dependian de Quito. Se ha indi-
cado que uno de los corregimientos era el de
Guayaquil. Por su importancia correspondería
á este una descripción demasiado detallada , y
así solo se dará aquí de él alguna noticia.
Su jurisdicción tenia principio al norte en el
cabo Pasado, llamado así por estar 20' al sur
de la equinoccial, y cosa de medio grado al
norte de la ensenada de Manta. Desde aquel Ca-
bo, continuando todo lo largo de la costa é in-
cluyendo la isla de Puna, seguía hasta el pueblo
76 EL NUEVO VIAJERO tlNIVERSA^L
de Máchala en la de Tumbez, por cuya parte
confinaba con la jurisdicción de Piura, y luego
se inclinaba al este basta terminar en la de
Cuenca. Volviendo después hacia el norte por
las faldas occidentales de la cordillera de los
Andes, lindaba con las de Riobamba y Chimbo.
Tenia cosa de sesenta leguas de norte a sur, y
de cuarenta a cuarenta y cinco de oriente á oc-
cidente desde la punta de Santa Elena hasta las
playas llamadas de Ogibar. Todo su territorio es
llano, y en invierno aumentan tanto las aguas,
que queda en gran parte anegado é intransita-
ble. Estaba dividido en siete partidos , á saber *
Puerto-Viejo, Punta de Santa Elena, la Puna,
Yaguache, Babahoyo, Baba y Daule. El corre-
gidor principal nombraba con el título de te-
nientes suyos para cada uno, que eran confir-
mados por la Audiencia de Quito.
Guayaquil, capital, pasa por la segunda
ciudad que los Españoles fundaron en el Perú.
Se dice que fue en 1533, un año después de la
de Piura, que es la mas antigua. Primeramente
estaba situada en el golfo de Charopoto, un po-
co mas hacia el norte de lo que está hoy dia ; y
habiendo sido después destruida por los Ame-
ricanos, fue reedificada en 1537 por Orellana
EN AMÉRICA. 77
en el lugar que ocupa actualmente, que es en
la orilla occidental del rio de Guayaquil. Una
gran parte de sus habitantes se compone de
Europeos establecidos allí, unos por el comer-
cio, y otros por haber contraído matrimonio
con mugeres del pais.
A pesar de que aquel clima es muy cálido ^
los liabilanles no tienen el color tan tostado
como los de otros países donde se esperimen-
ta igual grado de calor. Se ha dado á aquel
territorio el nombre de Países-Bajos equinoc-
ciales , porque su situación es muy parecida á
la de los Países-Bajos de Europa : semejanza
que se observa también con los habitantes de
una y otra parte. Todos, menos los de mezclas,
son rubios y de tan bellas facciones, que aven-
tajan en hermosura á los demás pueblos de la
America meridional. Pero hay dos cosas muy
j)articulares : la una es que siendo el pais tan
cálido , el color de los naturales no sea á lo
menos moreno ; y la otra, que teniendo los Es-
pañoles el color menos blanco que los pueblos
septentrionales de Europa, sus hijos salgan ru-
lólos en Guayaquil.
Por lo tocante a la división eclesiástica, había
en el territorio de Quilo obispos en Quito f
7f^ EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
Cuenca y Mainas, sufragáneos del arzobispado
de Lima ; y en Popayan , que lo era de Sania
Fe.
En el dia se estiende al territorio de Quito la
república llamada de ColoQd)ia, formada prin-
cipalmente de lo (¡ue antes pertenecia á nueva
(^ranada , y dicho teiritorio ba sido dividido ,
en gran parte , en tres departamentos del mo-
do que sigue :
Departamento del Asuay.
Partidos ó provincias : Cuenca , Loja, Jaén,
Máinas.
Depártame lito del Ecuador.
Partidos ó provincias : Pichincha , hnbubu-
ra , Chimborazo.
Departamento de Giiayaejüil.
Partidos (3 provincias : Guayaquil, Manali.
La ciudad de Quito es capital del depai-
tamento del Ecuador y del partido ó provincia
de Pichincha , que también lleva su nom-
bre.
Hav asimismo en Colombia como partidos ó
provincias del deparlamento llamado de Cauca,
Popayan , Chocó , Pasto y Buenaventura.
En otro de estos Viajes se ha notado ya que
en julio de 18:21) se convino en que fuese de-
FJ>r AMERICA.
79
peíidienle de Colombia el terrilorio de Guaya-
quil, ((ue se habia disputado algún tiempo con
la lepiiblica llamada del Perú.
80 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
1». i».s».>.i3>.í>.?3»'^5*.^í»í»>.5».S».j»..<.<-«S.<S «* .«{.<««!'< ^•<-«S-«}«<'«<
CAPITULO III.
Descripción , habitantes j costumbres de la
ciudad de Quito.
La ciudad de Quito está á 2908 metros sobre
el mar, rodeada de cerros de mediana altura v
situada á las faldas del Pichincha por la parle
del este, sóbrelas quebradas ó guaicos que ba-
jan de él formando colinas, algunas de gran
profundidad; por lo que muchos de sus edifi-
cios están sostenidos sobre l)óvedas y arcos.
Por esta razón son iiregulares muchas de sus
calles, formando varias cuestas que suben de
lo interior de las quebradas á lo alto de las lo-
mas hasta donde se estiende la población. Esta
desigualdad ha sido causa de que por ellas no
pudiesen andar coches ni oíros carruajes, y de
irlas señoras principales y la gente de distinción
en sillas de manos, ó bien acompañadas de un
criado con un gran quitasol. Las calles son casi
todas estrechas, torcidasy sin orden. Por medio
tN AMÉRICA. 81
de algunas pasan quebradas, y las casas están
en los lados siguiendo sus vueltas y curvatu-
ras. Las principales están empedradas, pero
hay algunas que con la fiecuencia de las aguas
se hacen intransitables: seeligió un terreno tan
malo, para conservar la población antigua que
habia de Indios.
La ciudad es como las de segundo orden de
Europa; pero si estuviese en paraje mas llano,
parcceria nuicho mas grande. Antiguamente
fue mas opulenta y mas poblada que ahora.
La plaza mayor de Quito tiene la forma de un
grande cuadrado. Las fachadas están hermosea-
das, la una con la iglesia Catedral, otra con el
palacio de la Audiencia, su opuesta con la casa
del Ayuntamiento, y la de en frente de la Cate-
dral con el palacio Episcopal : es cuadrada y
muy capaz, y en medio tiene una fuente. Las
cuatro calles principales que atraviesan los án-
gulos de la plaza son derechas, anchas y her-
mosas; pero á poca distancia de esta empiezan
en ellas las subidas y bajadas.
Además de la plaza mayor hay dos muy capa-
ces y otras pequeñas. Entre las fachadas de los
conventos, que son casi lodos en plazas, se dis-
tinguíala del de san Francisco, lodo de piedra
VII. 5
82 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSA.!.
de cantería y de particular hermosura. Las ca-
sas principales son grandes y bien repartidas,
y generalmente son de un alto, con azoteas
guarnecidas de flores, y balcones ala calle; pero
habia las puertas y ventanas, particularmente
interiores, pequeñas y estrechas, costuml>re
conservada entre los Indios , de los que sin
dúdalos Españoles la habian recibido. Las ca-
sas se hacen de adobes y lodo , siendo por la
bondad de la tierra tan fuertes de este mate-
rial como de cualquiera otro , siempre que el
agua no las coja en descubierto. La tierra de
que hacen los adobes y que sirve para trabarlos
se llama cangagua. Los indios también se ser-
vían de ella por ser muy sólida, y aun se ven
vestigios de algunas de sus habitaciones cerca
de la ciudad y en la provincia.
Habia en Quito siete parro(|uias, y conventos
de san Agustín , santo Domingo , san Francis-
co y la Merced; dos colegios llamados de san
Luís y san Fernando , que era universidad , te-
niendo por patrón a san Gregorio; y de monjas
déla Concepción , santa Clara, santa Catalina, y
dos de carmelitas descalzas. La catedral y la igle-
sia del Sagrario eran ricas en alhajas y preciosos
ornamentos, y las demás pobres á proporción.
EN AMÉRICA. 83
Habla un^hospicio para indigentes y huérfanos,
de hermosa aiquileclLira; cárcel, y un hospital
para hombres y mugeres, con rentas proporcio-
nadas, á cargo de la orden hospitalaria de Be-
lén, fundada })or el hermano P. Belancourt,
aprobada por Clemente X, descalza, con hábito
de paño basto, musgo y poco distinto del de los
capuchinos, la imagen de nuestra Señora de
Belén en uno de los lados del manto, y barba
larga.
Las fiestas que se celebraban con mas pompa
son las del Corpus, y la Concepción. Para la pro-
cesión del Corpus , á que concurrian todos los
tribunales y personas distinguidas, se adorna-
ban las calles con ricas colgaduras y arcos triun-
fales, y de trecho en trecho habia altares, donde
igualmente que en los arcos triunfales, lucia
ítbundantemente la plata labrada, sobrepujan-
do los aparadores de ella á los techos de las
casas.
Lo mas particular de esta procesión eran las
danzas de hidios, para lo cual los curas, así de
()uitocomode toda laSierra, nombraban un mes
antes de la hesta el número de hidios que ha-
bian de formarlas. Desde este punto empezaban
ellos á adiestrarse en sus danzas nacionales, v
84 EL NUEVO VU.TERO UNIVERSAL
al son de un tamboril y una flauta, tañidos por
un indio, liacian una especie de enlaces de po-
co gusto. Algunos dias antes se vestían un ro-
paje á modo de tonelete, y una camisa y un ju-
bón de muger, mas ó menos lico , poniéndose
sobre las medias unos bolines picados y sem-
brados de muchos cascal)eles gruesos. Una es-
pecie de máscara de cintas de ^ arios colores
les cubría la cara y la cabeza. Con este trage se
dan el nombre de ángeles, y juntándose en
cuadrillas de ocho ó diez, andaban todo el día
por las calles con el ruido de los cascabeles y
luciendo en sus poco agradables bailes, desde
quince días antes de la fiesta hasta un mes
después de pasada, sin ser pagados ni acordar-
se del trabajo. El mismo trage se ponen en
otras procesiones y en las fiestas de toros.
Hav dos fiestas juradas en honor de nuestra
Señora, en que se traían a la ciudad dos imá-
genes de la Virgen , de los pueblos de Guapulo
V de Quinche, distante el primero una legua y
el segundo seis, á cansa de que habiendo sido
arruinados varios pue])los de las cerca^iías en
|Os terremotos y erupciones de Pichincha,
la ciudad no sufrió ninguna desgracia.
Cerca de ella hay dos llanos espaciosos : uno
EiY AMÉRICA. 85
liácia el sur llamado Turu-bamba, ó propia-
mente Turu-pampa , cuya estension es de tres
leguas; y olro hacia el norte, que tiene dos y se
llama Iña-Quito, antes Aña-Quito, ambos po-
blados de iiaciendas (> chácaras^ cuyas flores y
verdor duran todo el año, y donde pace creci-
do número de granado mavor v menor. l>os dos
llanos se van estrechando, y íbrman al unirse
una especie de garganta en que está la ciudad.
En la mitad del llano de Iña-Quito hay un pa-
raje llamado Rumi-bamba, que quiere decir
llanura de piedras, por estar lleno de gruesos
peñones arrojados de las entrañas del Pichin-
cha con sus fuertes erupciones.
En la garganta que hace el llano de Turu-
bamba por la parte del suroeste hay un cerro
llamado el Panecillo, pues su figura se aseme-
ja á la de un pan de azúcar. INo pasa de cien
toesas de altura, y queda un camino muv es-
trecho entre él y los cerros que cubren la ciu-
dad por el oriente. Por la parte del sur y occi-
dente destila el Panecillo algunos manantiales
de agua muy delicada ; y de esta y de la que
precipitada en arroyos baja por las quebradas
desde el Pichincha, se abastece la ciudad, for-
mándose de la sobrante el pequeño rio Ma-
86
EL NUEVO V1A.TKR0 IINIVKnSAI.
changara , que corre por la parle del sur de la
población y se pasa poi* un puente de piedra.
En la ciudad de Quilo liahia un crecido lui-
inero de liabilanles, y enlre ellos algunas fa-
milias de nuiclia dislincion que descendían de
personas iluslres (pie liabian pasado de Espa-
ña. La genle común consislia en cualio clases,
á saber : españoles, mestizos, indios y negros.
Estos últimos no abundaban como en otros
parajes, por la dificultad de su conducción y
cultivar los campos. El nombre de español no
significa allí chapetón ó europeo, sino persona
que desciende de españoles solamente. Muchos
mestizos lo parecen , por ser aun mas blancos
y rubios que estos. Entre los mestizos ó pro-
creados de españoles é indios, y los indios y
negros, vendrán á reunirse en aquella ciudad
como de cincuenta á sesenta mil personas de
todas edades y sexos. Otros la calculan de
cuarenta y olios de setenta mil , esto es ,
un sexto de blancos ó españoles, un tercio de
mestizos, un sexto de indios y un tercio de ne-
gros y otras castas, los blancos y mestizos al-
tos y bien configurados, y los indios de peque-
ña estatura pero robustos.
Engreídos los l^spañoles con su calidad de
EN AMÉIUCY. 87
blancos, y teniéndose en mas que los olios
habitantes, desdeñaban de ocuparse en ningún
oficio mecánico, siendo á proporción los mas
pobres. Los Mestizos se ocupaban en las artes y
oficios, pero escogen los de mas estimación,
como los de pintores, escultores, plateros,
dejando los demás para los indios. Los Mes-
tizos trabajan é imitan cualquiera cosa con
perfección, por su ingenio para ello, aun sin
los instrumentos necesarios. Los Mestizos é In-
dios que tienen los oficios de sastres, zapate-
ros y tejedores son tan holgazanes, que para
conseguir la obra, hasta se ha llegado á darles
los materiales y encerrarlos con ellos; pues si-
no , como allí hay la costumbre de pagar ade-
lantado, lo gastan en chicha y les dura la em-
briaguez tanto como el dinero.
El irage no se diferencia mucho del de Espa-
ña. El vestido de los Mestizos es azul y de pa-
ño de la lierra; y aunque los Españoles de
baja esfera procuraban distinguirse de ellos ,
ya en la calidad ya en el color, comunmente
era muy poco.
Los Indios visten unos calzones de lienzo
blanco, del criollo que allí se fabrica de algo-
don ó de Europa, que les llegan hasta la mitad
88 EL ]VU£VO VIAJERO UNIVERSAL
de la panlorriJJa, quedando sueltos por abajo ,
donde los llevan guarnecidos con un encaje
correspondiente á la lela. La mayor parte no
llevan camisa, y se cubren con una camiseta de
algodón negra, que tejen las Indias. Su hechu-
ra es como un costal con tres aberturas en el
fondo opuesto á la boca ; una en medio por
donde sacan la cabeza, y dos en las esquinas pa-
ra los brazos. Quedando estos desnudos, les la-
pa el cuerpo hasta las rodillas. Después se po-
nen un capisayo, que es una manta de jerga
con un agujero en medio, por donde entran la
cabeza, y un sombrero de los que se fabrican
allí. Nada llevan en las piernas ni usan calzado,
no quitándose este trage ni aun para dormir
ni tampoco para variar de clima.
Loshidiosde mas conveniencias, y particu-
larmente los barberos y sangrandores, se dis-
tinguen de los demás porque llevan los calzo-
nes de un lienzo delgado, usan camisa aunque
sin mangas, y del cuello de esta les sale para
afuera un encaje de cuatro dedos ó mas de an-
cho, que da vuelta al rededor y cae sobre la
camiseta negra tanto en el pecho como por los
hombros y espaldas, á modo de babador. Usan
zapatos con hebillas de plata ü oro, pero no me-
^).
^r^¿/f /t
C'.
EN AMÉRICA. 89
dias ni olra cosa que culera las piernas, y capa
que muchos pueden costear de paño fino y
guarnecer con galones de plata li oro.
£1 liage de las señoras de calidad consistia
en un faldellin como el de las de Guayaquil : en
lo superior del cuerpo la camisa y tal vez un ju-
bón de encajes desabrochado y un rebozo de
bayeta c{ue lo cubre todo, de vara y media, sin
ninguna hechura, con el que se envuelven. Gas-
taixin muchos encajes en todos sus vestidos, y
teias costosas en los adornos de los de lucimien-
to. Para su peinado cruzaban el pelo hecho
trenzas por la parte posterior de la cabeza, co-
mo una especie de rodete; después dan dos
vueltas con una cinta al rededor de ella por las
sienes , formando un lazo de sus puntas en uno
de los lados, el cual acompañan con diaman-
tes y flores. Paia ir á la iglesia usan á veces bas-
quina y manto , pero regularmente van con re-
bozo. Sin embargo, también se obseivan allí
las variaciones de la moda.
Las Mestizas solóse diferencian en la calidad
de las telas, y en que las mas pobres andan
descalzas; lo que se nolaba también en mu-
chos hombres de esta casta. Las hidias usan
de dos trages : las de mavores conveniencias v
5.
90 EL jVLEVO viajero LIVIVEP.SAL
Jas que llaman Chinas , que son las criadas ,
usan una especie de enaguas muy cortas v un
rebozo, todo de bayeta de la tierra. Las indias
comunes llevan un saco de la misma hechura
y tela que las camisetas délos Indios, y lo pren-
den con alfileres sobre los hombros. Es algo
mas largo que la camiseta, llegándoles hasta al
principio de la pantorrilla. Después se íajan la
cintura, y en lugar de rebozo se ponen al cue-
llo otro paño de la misma tela llamado Uiídía.
Llevan desnudos los brazos y las piernas.
De otra terceía especie de trage usan las ca-
cicas, mugeres de alcaldes mayores, goberna-
dores ü otros que se distinguen de las indias
ordinarias. Este se conjpone de los dos antece-
dentes, y se reduce á unas policías de bayeta
guarnecidas por el ruedo con cinta de seda.
Sobre ella ponen en lug^r de anaco otro ropa-
je negro que llaman acso, el cual cae desde el
cuello, está abierto por un costado, plegado
de arriba abajo, y ceñido con una faja en la
cintura , de modo que no cruza como el falde-
llin. En lugar de la ropa que llevan pendiente
de los hombros las indias ordinarias, traen
otra macho mas grande, plegada, que les cuel-
ga desde el cuello hasta casi el ruedo de la po-
EN AMÉRICA. 91
llera, ase^'U rancióla en el pecho con un pun-
zón de plata , como los del anaco. En la cabe-
za llevan un paño blanco dados distintos do-
bleces , cuyos estremos les (juedan colgando
por atrás. Llámanle colla ^ y les sirve de ador-
no y de distintivo, resguardándolas al propio
tiempo del sol. Andan calzadas : así este trage
como el que usan los demás Indios era el
mismo del tiempo de los Incas , y por él se di-
ferenciaban los de distinción de los demás.
Los caciques usan el de los Mestizos, esto
es , ca[)a y sombrero; y van calzados. La esta-
tura de aquellos habitantes es bien proporcio-
nada; los cuerpos bien formados y airosos.
Los Mestizos son de estatura mas que mediana;
los Indios mas bajos, rehechos y forzudos. Se
observa que hay entre ellos muclios imperfec-
tos, unos por ser demasiado po([uerios, v otros
por ser fatuos ó faltarles algún miembro ó
algún sentido. Tienen la cabeza muy poblada
de cabello, y no lo cortan jamás; siempre lo
llevan suelto, sin atarlo ni recogerlo, ni aun
para dormir. Las Indias lo envuelven en una
cinta formando como una especie de dragona;
pero desde la mitad del cráneo en adelante lo
echan sol)re la frenle, v lo cortan desde una
92 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
oreja á otra á la altura de las cejas, á lo que
llaman el urcu^ que en castellano equivale á
cerro. No hay para ellos mayor injuria, sea
hombre ó muger, que cortarles el pelo; y sien-
do así que no basta ningún castigo corporal á
hacer que se quejen, jamás perdonan este
agravio. Por esto se permitía solo el imponer-
les este castigo por algún delito grave. El color
del pelo es negro-oscuro , muy lacio, áspero y
grueso como cerdas de caballo. Los hombres
mestizos se lo cortan para diferenciarse de los
indios, pero no las mugeres. Los indios son
por naturaleza lampiños , y a lo mas les salen
algunos pelos cortos en la barba en la vejez.
Se nota que en aquel pais abunda mucho
mas el sexo femenino que el masculino", siendo
esto mas de notar porque allí faltaban varias
causas de destrucción de los varones, como
guerras, eslravíos por el tráfico, y otras.
La constitución física de los hombres es en-
deble, en particular la de los que han sido
criados con regalo, desde los treinta en ade-
lante; aunque se ven muchos de edad crecida.
Las mugeres se suelen mantener mas fuertes y
con mas salud.
La única ocupación de las personas de dis-
EN AMÉRICA. 93
tinción era visitar entre año sus haciendas ó
chácaras, pasando en ellas todo el tiempo de
las cosechas.
Los Chapetones ó Europeos eran casi los úni-
cos que ejercian el comercio, y tal vez algún
mestizo. Por lo que hace á los demás, eran su-
mamente perezosos y holgazanes , vicios que
con la ninguna educación les conduelan á mil
desórdenes, que acompañaban con bailes in-
decentes y mucho aguardiente de caña y chi-
cha : esto se entiende entre la gente vulgar.
La bebida del ae^uardiente de caña es muy
común entre todos, pero con moderación en-
tre las personas decentes, y por lo regular en
los con viles. (Ireen que el vino les hace daño,
y estaba además muv caro. Los Mestizos eran
los mas inclinados á aquella bebida.
Se usa allí mucho tand)ien el mate, lo mis-
mo que el te en la India oriental, aunque se
toma de otro modo. Se compone de la que en
aquella parte de America se conoce por yerba
del Paraguay, por abundar en aquel pais.
Echan una porción de ella en un mate totumo
ó calabacito que tienen para este efecto, con
azúcar y agua hia , la necesaria para que se
empape. Lo llenan después de agua hirvien-
94 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
do; y como la yerba está desmenuzada, la be-
ben con un canutillo , á veces varias personas
con el mismo sucesivamente; y á medida que
va disminuyendo , añaden otra agua y a/Aicar ,
basta que la yerba se bunde. Ecban también
en esta ])ebida algunas gotas de zumo de na-
ranja agria ó de limón, y flores aromáticas. La
usan por la mañana en ayunas, y mucbos la
repiten |H)I" la tarde. Los Cbapetoties la usan
poco, pei'o los (Criollos mucho. Cuando van de
viaje , es la primera cosa que toman al fin de
la jornada; y basta después de un gran rato
no toman otra cosa.
Uno de los vicios mas dominantes en la
gente común es la embriaguez; pero el juego
es mas general , pues desde la clase mas dis-
tinguida basta la mas ínfima hay personas que
se ocupan en el en tanto que les queda que
perder. Son además sumamente dados á la sen-
sualidad, tristes efectos del ocio y de la in-
fluencia del clima.
La gente vulgar y los hidios son muy incli-
nados á bui'tar con ratería , basta los domésti-
cos. Los Mestizos son muy sutiles para robar,
pero no acometen por cobardía. Como en los
sombreros se ponían en algunas épocas las
ÉN A.M ERICA. 95
personas disliuguidas una hebilla de diaman-
tes , esmeraldas li otras piedi'as finas mon-
tadas en oro, y cintas de tela de oro ó plata,
eran objeto especial de sus rapiñas. La gente vul-
gar no considera por liurto el de las cosas de
comer. Paia robar alhajas tienen los Indios
una costundjre bien singular, y esqueenlre mu-
chas escogen la de menos valor , creyendo que
el hurto no seiá conocido. Si los sorprenden,
aunque sea en el mismo aclo, se escusan con
una palabra muv espresiva en su lengua, que
es yanga, v fjuiere decir sin necesidad, sin
pi'ovecho, sin mala intención. Si consiguen
no ser vistos, aunque haya las niayores sospe-
chas, jamás se puede averiguar el liurto, pues
sienq)relo niegan obstinadamente; circunstan-
cia general en todos los Indios.
La lengua que se liabla en Quito v su pio-
vincia no es uniforme. Unos hablan la castella-
na y oti'os la de los hicas, particularnjente los
Criollos (pie usan también aípieUa, pero mía
y otra adulteradas con voces de and3as. La {)ri-
mera que pronuncian los niños es nuichas ve-
ces la de los Incas, por ser indias las nodiizas,
no hablando con frecuencia la castellana has-
ta cinco ó seis años, y (juedando á muchos el
defecto d(^ hal)lar en impersonal.
96 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
I.a suntuosidad de los entierros era eslrenia-
da en aquel pais , conservándose la costumbre
de poner ofrenda en las honras y cabos de año,
que consistía en botijas de vino, pan y anima-
les, se^un las facultades de cada uno.
Quito no tenia una riqueza de consideración
comparativamente á la de otras ciudades de
América, é iba en decadencia. Consistía prin-
cipalmente en las haciendas : el comercio esta-
ba atrasado. Casi todos tenían allí vajilla de
plata para el uso ordinario.
Hay en Quito por lo general las casas mal
amuebladas y faltadas de aseo. Los paseos son
pocos. Se cuenta una escuela normal. Las artes
liberales y las demás están atrasadas y con po-
co gusto. Las manufacturas consisten en tejí-
dos bastos de lana v alíiodon, estimados solo
por su consistencia. La pasamanería está úni-
camente un tanto adelantada.
Desde la revolución han subido mucho de
precio los comestibles. Aunque el consumo es
en parle de caine de buey y de carnero, el
principal consiste en frutas, legumbres, buena
manteca, (jueso, chocolate y confituras. El ma-
te ó té del Paraguay continua siendo una de
las bebidas mas comunes.
KN AMKRICA. 97
El emperador Carlos V concedió á la ciudad
el título á^ muy noble y muy leal ; y por arnias
uu castillo sobre dos montes, una cruz encima,
y dos águilas con una garra en ella cada una.
La ciudad de Quito se hizo célebre en 1736
por haber sido enviados á ella por la Aca-
demia de ciencias de Paris La Condamine y
otros, con los tenientes de navio españoles don
AntoniodeUlIoay don Jorge Juan, con el objeto
de hacer observaciones astronómicas. Dejaron
una inscripción sobre esta espedicion científi-
ca en la pared de la iglesia del Colegio de jesuí-
tas, en el cual construyó también La Condamine
la meridiana. Pero habiéndola levantado sobre
ladrillos^ se habia perdido con el tiempo, y se
construyó otra sobre piedra en el mismo lu-
gar en 17G6, con su inscripción esculpida en
mármol en la pared inmediata.
Quito ha sido patria de varias personas
ilustres en yirtud y ciencia.
Nadie ignora que Quito fue destruida en 1 755
por aquel famoso terremoto que se esperimen-
tó desde Lisboa hasta el Perú. Desde aquella
época ha tenido aun que sufrir otros de-
sastres.
A las ocho menos cuarto de la mañana del
98 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
día 4 de febrero de 1797 se sintió en ella y su
circunferencia un terremoto de tanta duración
y violencia, que se consideró no habeise espe-
rimentado otro igual desde la conquista.
Las fuertes conmociones y estraordinarios
vaivenes que hacia la tierra llenaron de horror
y confusión á todos los habitantes; pues al ver
que las torres, templos y edificios vacilaban, ya
con movimientos de undulación, va con otros de
trepidación , juzgaban que trastornado el glo-
bo iban á quedar sepultados. Al suspenderse
el terremoto, al cabo de cerca de cuatro minu-
tos , se vieron bastante maltratados los tem-
plos , casi inútiles las torres y los conventos y
casas , padeciendo unas mas daño que otras
según su situación y mayor ó menor fuerza.
Un trueno subterráneo muy espantoso que
se oyóá pocos momentos acabó de atemorizar;
pero no causó mas que otros tres temblores
suaves aquel dia y sucesivamente otros como en
lo restante de la Provincia. El 17 de febrero se
condujeron las imágenes de nuestra Señora de
Guadalupe y la Merced á la Catedral con una
numerosa procesión á la que asistieron las au-
toridades.
Los jóvenes de distinción de aquel pais de-
EN OÍÉRlCiV:. 99
dicaban sus primeros años al estudio de la fi-
losofía y teología , y otros se ocupaban en la
jurisprudencia , aun sin designio de profesar-
la. Hacían algunos progresos en estas faculta-
des ; pero casi nada sabían de humanidades y
otras ciencias. Parece empero que últimamen-
te se han dedicado ya á las ciencias natura-
les , economía política, historia y bellas artes.
Aprenden con la mayor facilidad, y su ingenio
los hace capaces de todo.
Las señoras de calidad reúnen á una hermo-
sa figura un fondo de agrado que es el carác.
ter general de su sexo en toda la América; pe-
ro el escesivo amor de las madres a sus hijos
hace que se crien viciosos y llenos de or-
gullo.
i 00 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
CAPITULO IV.
Para rn os y cordilleras .
Al tratar de Quito es preciso hablar de los
páramos que hay en sus cordilleras y los rios
que atraviesan todo aquel pais, particular por
tantas maravillas de la naturaleza, por la dispo-
sición de su terreno, y por sus pirámides de
nieve tan eminentes, que esceden toda compa-
ración.
En las cordilleras de los Andes á proporción
que algunos cerros se elevan son mas ó menos
írios, y su terreno es mas árido. A estos es á
los que se da el nombre de páramos; pero
aunque todas las cordilleras lo son, hay unos
mas rígidos que otros, y algunos tales que con
el frió ocasionado por la continua lluvia y hielo
quedan inhabitables y despoblados de plantas
y animales.
Algunos hay cuyas faldas se levantan sobre
EJí AMÉRICA. 101
las elevadas cimas de los demás, y loda su
monstruosa corpulencia está cubierta de nieve
hasta la cumbre. De estos piincipalmenle se
Iiablará.
El páramo de Asuay, que se forma uniéndose
las dos cordilleras, no entra en el numero de es-
tos; porque si bien se distingue por su rigidez,
lio escede su altura á la regular de toda la cor-
dillera, y es mucho menor que la de Pichin-
cha y el (Corazón, cuya elevación no pasa del
grado en donde empieza á formarse la congela-
ción. Esta se efectúa en toda aquella Provincia
á una misma altura, y así á proporción que
los cerros son mas elevados , hay mayor par-
te de ellos cubierta de hielo continuamen-
te, de suerte que mirando desde un punto de-
terminado, como por ejemplo Caraburu ó la
superficie del mar , se ve la congelación en to-
dos los cerros á una misma altura. Por los
esperimentos del barómetro hechos en Puca-
guayco en el cerro de Cotopaxi , la altura del
mercurio es de diez y seis pulgadas cinco lí-
neas y un tercio, y por esta se concluye que la
elevación de aquel paraje es de mil veinte y
tres toesas sobre el plano de Caraburu. La que
este tiene respecto de la superficie del mar es
102 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
de mil doscientas sesenta y ocho con corta di-
ferencia. De consiguiente, la altura de Puca-
guayco sobre la superficie del mar es de dos
mil doscientas noventa y una toesas. La señal
que estuvo en este cerro se bailaba mas baja
que el bielo endurecido de treinta á cuarenta
toesas; y desde el principio de este basta la
cumbre del cerro se puede concluir que babia
de altura perpendicular como ochocientas toe-
sas. Asi, la cumbre de Cotopaxi estará nías
elevada sobre la superficie del mar tres mil
ciento veinte y seis toesas, que hacen siete mil
doscientas ochenta varas castellanas, algo mas
de una legua marítima ; y mas alto que la cum-
bre de Pichincha seiscientas treinta y nueve
toesas. De esta especie son los cerros de que
se va á tratar, y sin mucha diferencia en la al-
tura.
El mas meridional en aquellas cordilleras es
el Macas, cuyo nombie propio es Sangay ,
aunque mas conocido allí por* el primero, por
hallarse en aquella jurisdicción. Su altura es
grande, y está la mayor parte cubierto de nieve
en toda su circunferencia. Despide de su cum-
bre mucho y continuo fuego acompañado de
tan horribles bramidos que se oyen á muchas
EN AMÉRICA. 103
leguas de distancia; y llegan tan recios á la ju-
risdicción del pueblo dePintac, que dista cer-
ca de unas cuarenta leguas por elevación, como
si estuviese inmediato, y cuando el viento es
favorable aun á la misma ciudad. Los campos
cercanos se vuelven estériles por la mucha ce-
niza con ((ue los cubre. En este páramo nace
el rio Sangay , (¡ue no es pequeño; y unién-
dose después con otro nombrado de llpano, for-
man el de Payra, bastante caudaloso, que de-
sagua en el IMarafion.
En la misma cordillera del oriente, casi
al este oeste de la villa de Riobamba, á seis le-
guas hay un cerro elevado, cuya cumbre se di-
vide en dos cimas , ambas cubiertas de nieve.
La del norte se llama de los Collanes, y la del
sur del Altar; pero el espacio que ocupa en
ellos la nieve no es comparable con el de San-
gay y los otros de su clase, á cuya corres-
pondencia su altura es nmcho menor.
Al nordeste de la misiDa villa, y como á sie-
te leguas, está el Tunguragua , de la figura de
un cono por cualquier lado que se miie, con
igual escarpe por todos. Hacia al norte en
un pequeño llano entre su falda y la cordille-
ra hay un pueblo llamado los Baños , á causa
104 El. NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
(le unas aguas calientes que hay allí, donde van
á bañarse de toda la jurisdicción. Al sur de
Cuenca y no lejos de este pueblo llamado los
Baños de aquel corregimiento, hay otras aguas
en lo alto de un pequeño cerro, del cual por
conducios de cuatro á cinco pulgadas de diá-
metro manan á borbollones tan calientes, que
se endurecen en ellas los huevos en poco mas
tiempo que con agua hirviendo. Se forma des-
pués un arrovo salobre que tiñe de amarillo las
piedras y el terreno por donde corre. Todo este
pequeño cerro en su parte superior está abiei-
to en grietas. Por ellas y lo demás del terrerio
exhala 1 1 u m o co n t i n u a m e n t e .
Al norte de Riobamba, con algunos grados
hacia nordeste, está el Chimborazo, por cuya
falda pasa el camino de Quito a Guayaquil.
Cuando la conquista de los Españoles, pere-
cieron muchos helados al atravesar sus laigos
despoblados ; mas ahora se toma la precaución
de esperar uno ó dos dias que el \iento se so-
siegue y se serene el tiempo. Al norte del Chim-
borazo está el Carguayraso.
El Cotopaxi, al norte del asiento de Lata-
cunga, a unas cinco leguas, sobresale con su
falda al resto de los otros por la parte del ñor-
EN AMÉRICA. 105
deste y la del sur. A. mas de haber reventado
cuando los Españoles entraron en aquel pais ,
volvió otra vez á hacerlo en 1743, empezando
con estruendo , abriéndose una boca en la
cumbre y tres en la mitad de la pendiente ne-
gada casi á una misma altura , y arrojando gran
copia de materia volcanizada, que con la inmen-
sa cantidad de hielo que se derritió, bajó con
precipitado curso, inundó el dilatado llano
desde Callo hasta Latacunga, y formó un mar
de agua cenagosa en que por la rapidez con
que corria pereció infinidad de gente. Arrebató
las casas de los pobres indios. El rio que pasa
cerca de Latacunga le siivicj de madre; pero
después sobrepujó á las orillas poi' la parte del
asiento, y arrastró las primeras casas. Los ve-
cinos se retiraron á una eminencia á espaldas
de la población. Al cabo de algún tiempo de
haber ido disminuyendo por muchos dias las
erupciones, el fuego y el estruendo, se apaciguó
del todo; pero en mayo de 1741 abricndose de
nuevo otras bocas por lob lados, se veia en las
noches serenas como una giande y vistosa ilu-
minación reverberando la luz sobre el hielo.
Así fue tomando cuerpo hasta el 30 de noviem-
VH. 6
lOl) EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
bre, en que se repitió la inundación con tanlo
esceso como el año anterior.
A cinco leguas al occidente de este cerro se
halla el de Elenisa , cuya cumbre dividida en
dos está cubierta de nieve continua. Varios ar-
royos van desde él al océano del Norte por el
Marañon , y los otros al del Sur por el rio de
las Esmeraldas.
Al norte del Cotopaxi, algunos grados al nor-
deste, está el Cliinchilagua, también nevado, y
de una elevación á poca diferencia como la del
anterior. Pero ni uno ni otro son comparables
con los demás.
El Cayamburo , que es de los de primera
magnitud, cae á unas once leguas de la ciudad
de Quilo, al norte con algunos grados hacia el
oriente. No hay vestigios ni tradición de que
haya reventado. De él salen rios, de los cuales
los del oeste y norte van al de las Esmeraldas y
al de Mira, y los del oriente al Marañon.
Además de los arroyos de los cerros neva-
dos, bajan oíros de mas abajo de aquellas cor-
dilleras, que imidos forman rios muy cauda-
losos.
Todas las aguas de las vertientes de los cer-
ros inmediatos á Cuenca al occidente v sur has-
EN AMÉRICA. 107
ta Talqui, las de la cordillera oriental, y al
norte basta el páramo de Burgay, se juntan co-
mo media legua al occidente de un anexo lla-
mado Jadan, del curato de Paute; y forman un
rio de este nombre que pasa cerca de este pue-
blo, muy ancho pero no vadeable, y \a al Ma-
rá ñon.
Del cerro de Yasuav , del de Bueran v de las
partes del sur del Asuay se forma otro rio bien
crecido , que se pasa por puente , toma nom-
bre del pueblo de Cañar , cerca del cual corre,
y después va por Yucon á la ensenada del rio
de Guayaquil.
De las partes septentrionales del páramo de
Asuay bajan también muchos rios, que unidos
con otros del cerro de Senegualap y cordillera
oriental por la parte del oeste de esta, forman
el de Alausi , que va á salir á la misma ense-
nada.
En lo alto del páramo de Tiolama y no lejos
de la señal que se puso en aquel cerro para la
formación de los triángulos de la meridiana,
hay cuatro lagunas. Las tres mas inmediatas á
él no son tan grandes como la otra, que tendrá
casi media legua de largo : su nombre es Colay.
Délos desagües de estas lagunas que pasan por
108 ET. NUEVO VIAJERO UNIVERSAI,
la cuarta se forma el rio de las Cebadas , que
corre no lejos del pueblo de este nombre. Con
los arroyos del páramo de Lahanguso y los de-
sagües de la laguna de Colta se le junta otro^
pasa por Pungal , inclinándose algo del norte
al oriente, y á cosa de una legua del pueblo de
Puni se le junta el de Riobauíba , (]ue nace en
el páramo de Sisapongo y cordillera que corre
bácia al norte. Cerca del pueblo de Lobigies
hay otro que baja del Cbimborazo, y caminan-
do hacia al norte alguna distancia, vuelve al
oriente, y desemboca finalmenie en el jMaia-
fion. Cuando pasa por el puel^ío de Penipe va
tan caudaloso, que solo se atraviesa por un
puente que hay allí de bejucos. Anles de llegar
al de los Baños se le une también el lio de La-
tacunga, el de ílambato, y todos los de una y
otra cordillera.
Las aguas que bajan del picaclio septentrio-
nal del Elenisa se dirigen hacia al norle, y se
juntan con todas las de la misma cordillera, las
del cerro de Ruminavi j)or la parte sepleiitrio-
nal V occidental , v las de Pasuchua, forman-
do el rio de Amagnaña. Estos dos úilimos cer-
ros están norle sur en el espacio (pie dejan
entre sí las cordilleras.
EN AMÉRICA. 109
De la parte seplenlrional del Cotopaxi , pá-
ramo de CliincliulagLia , lanibieii nevado, y
cordillera de Guamani, bajan otros rios que
roraian el de Icliubamba , y coiriendo al norte
se juntan con el de Amaguaña á poca distancia
del pueblo de Concoto. Aumentado después
con los arroyos del oeste de la cordillera orien-
tal, muda el nombre en el rio de Guaillabam-
ba. Las aguas c|ue bajan del (^ayandjuro por su
parte occidental, y del Mojanda por la meri-
dional, componen otro con el nombre de
rio de Pisque, el cual se dirige primeio al oc-
cidente, y junto con el de Guaillabamba loma
el de Alcbipiclii. Al norte del pueblo de San
Antonio, corregiuiiento de Quilo, va tan cau-
daloso y anclio, que se lia de pasai" con tarabi-
ta. Continua después hacia al no rte, y desa-
gua en el rio de las Esmeraldas.
Iil monte Alojanda, en el espacio que dejan
entre sí las cordilleras, no tiene mas que una
falda, pero se divide después arriba en dos ci-
mas, la una al oriente y la otra al occidente.
De cada una de ellas se continúa una cordille-
ra , que cierra aquella especie de callejón.
De la falda septentrional salen dos arroyos
grandes , que entran en la laguna de San Pa-
lio EL NUEVO VIAJERO Ü?ÍI VERSAL
blo , y de esta se deriva un rio que Irace un
cuerpo con otros de las vertientes de su cordi-
llera occidental; y entrándole otro brazo que
sale de los altos de Perillo , forman el rio de
la villa de San Miguel de Ibarra , que después
toma el nombre de Mira. Desagua en eí mar
del Sur mas al norte del de las Esmeraldas.
Cuando aquellos rios no permiten vado , se
forman puentes en los sitios necesarios, que ó
son de piedra , aunque pocos , ó de madera
que son los mas comunes, ó de bejuco. Para
los de madera eligen el paraje donde mas
se eslrecbe el rio , entre algunos altos peñas-
cos, y atravesando cuatro palos bien largos for-
man el puente de cosa de vara y media de an-
cho , cuanto baste para personas y caballerías.
Es grande el peligro de pasar por estos puen-
tes. De los bejucos se usa cuando la grande an-
chura de los rios no per.uite que los palos lle-
guen á apoyarse en sus Otilias. Hay rios que se
pasan por tarabita , como se híi dicho del de
Alchipichi.
Eos peligros de aquellos terrenos se compen-
saban con la seguridad de no haber ladrones.
Allí se veia continuameiUe lo que en muy poc-as
partes del mundo. Un solo hombre transitaba
EN AMERICA. 1 1 1
con una porción cuantiosa de piala u oro, regu-
larmente sin armas, como si ]e acompañara
una numerosa escolta. Si le cogia la noche en
despoblado , se quedaba a dormir allí sin
la menor zozobra; y lo mismo en los tambos ó
albergues, no obstante de estar lodos abiertos.
Los páramos á los cuales no alcanza la con-
gelación se ven todos vestidos de una es-
pecie de paja , á manera de esparlo , aunque
mucho mas tierna y dócil, la cual nace con
tanta abundancia que cubre toda la tierra. Su
altura es de media \ara á tres cuartas, y su co-
lor cuando ha llegado á este tamaño, como el
del esparto seco. Desde los parajes en donde
empieza á mantenerse la nieve algún tiempo
sin derretirse, no crece ya ninguna de las plan-
tas regulares de los climas habitables; pero s'
otras, aunque raras, hasta cierta altura, pasada
la cual no se encuentra mas que arena y pie-
dras por laiga distancia, hasta tocar á la línea
de la congelación.
En aquellos sitios, donde toda la producción
de la tierra se reduce a pajón , y no es apto el
suelo para send)rados , crece el quinual, distin-
to de la seuíilla quinúa, que tand)ien abunda
en aquel pais.
112 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
Asimismo se cria allí la planta pequeña que
los Indios llaman palo ó bastón de luz. Crece
perpendieularmentecada ramita sin brotar, otra
alguna por los lados, basta el estremo de arriba
en donde echa algunas pequeñas , de las cuales
salen las hojas nuiy menudas. De cada pie se le-
vantan del suelo muchas ramas igualmente de-
rechas y de una misma altura casi todas , que-
daiKÍo algo mas pequeñas las esteriores.
Otra planta de aquel pais es la que llaman
achupalla. Se compone de diferentes pencas no
muy desemejantes á las de la sábila; y á pro-
porción que, creciendo nuevas de estas, se le
envejecen y secan las esteriores , va formando
con ellas una especie de tronco, compuesto de
muchas hojas horizontales y hueco enelmedio,
que suele cuando no es muy grande sercomes^
tibie, lo mismo que el de los palmitos.
Mas arriba de donde se hace el pajón, se crian
unos panes que en la lengua del pais se llaman
puchugchú. Fórmause de una yerba cuyas ho-
jas son redondas, de la figura de unamosqueta,
aunque sencilla, y tan cerradas y entretejidas
unas con otras , que vienen á componai' todas
las de cada planta un entapetado muy igual. En
lo interior de él no quedan mas que las raices ,
EN AMÉRICA.. 113
las cuales crecen , y á proporción que abultar
mas, van echando acpiella copa de hoja , hasta
que forman con ellas la figura de nn pan re-
dondo. Este suele tener de alto uno ó dos pies,
y lo mismo de diámetro, siendo tan duro cuan-
do está en lo fuerte de su verdor, que no
le vence el peso de un hombre ni la fuerza del
pie de una caballeiía. Pero luego que empieza
á envejecerse se agujerea con facilidad alponer-
1(? el pie encima. Cuando no está tan verde
(jue tenga toda su resistencia , ni tan viejo que
se hallen ya podridas sus raices , tienen estas
mucha elasticidad.
En los parajes propios para los puchugchiies
se cria la canchalagua, conocida ya en Europa.
Su figura es al modo de juncos muy delgados ó
pajas muy finas, pero sin echar hoja, sí solo
una pequeña simiente en sus estremidades. Es
muy medicinal y se usa para las calenturas. Es
algún tanto amarga , y comunica fácilmente es-
te gusto ai agua, ya en infusión ó dándola algún
cocimiento. Purifica mucho la sangre, y por
esto la acostumbran usar landjien en aquellos
paises, aun(|nc la tienen [)or cálida. Se cria en
ellos con abundancia, y suele hallarse así entre
los puchugchúes , como en oti'os parajes de los
páramos no tan ríiiidos. 6*
114 EL NUEVO VIAJERO UiMVERSAL
En el terreno estéril por el frió ó por ser de
arena muerta, ó estar cubierto de nieve , se ha-
lla la calaguala solo de seis á ocho pulgadas de
altura en troncos delgados , estendida sobre la
arena ó las piedras. Sus ramas son de dos á tres
líneas de diámetro, redondas y llenas de nudi-
tos á pequeñas distancias, por los cuales se
tuercen como los sarmientos. Las cubre una
piel menuda á manera de caspa, que se descos-
tra en parte por sí cuando está seca. Lo mas
particular de esta planta es desvanecer las
apostemas. Se da en cocimiento de agua po-
uientlo corta cantidad ó machacada y en infu-
sión de vino. La de las provincias meridiona-
les del Perú es mas sobresaliente y estimada.
La hoja es muy menuda y poca, la cual nace
inmediata á los troncos de su ramificación.
Producen también los páramos la contrayer-
ba conocida en Europa por contraveneno , que
se levanta poco del suelo , estendiéndose tam-
bién sobre la tierra. Su hoja es larga como de
ti-es á cuatro pulgadas, y poco mas de una de
ancho, gruesa y por la paite posterior de un
terciopelado muy fino, de un verde apagado, ó
de un color que tira á ceniciento. En el interior
es tersa v de un verde menos claro. La flor
EN AMÉRICA. 1 Í5
es grande, compuesla de otras menudas ({(le ti-
ran á color de viólela.
Otras plantas nacen en abundancia en aque-
llos territorios, que no son allí de grande
aprecio.
Aunque la temperatura de los páramos no
permite toda especie de animales, no dejan de
verse allí aun en lo mas elevado venados
(¡ue regularmente pastan el pajón, y conejos y
zorrillos entre el mismo, no difeientes de los de
(Cartagena y demás partes de América.
Las aves se reducen á perdices , ({ue se
asemejan un tanto á nuestras codornices , con-
dores ó buitres , y zundjadores.
Los condores son de mayoi' tamaño en aque-
llas regiones. Se remontan sobre los páramos
mas elevados; y parece que anlielan un aire
nuiy sutil. A veces cuando roban los corderillos
de las manadas que pastan en los páramos y
los arrebatan por los aires , según se ha dicho
cu otra parte, los dejan caer y los vuelven á ar-
rejjatar diferentes veces. Se defienden con las
alas para recibir cualquier golpe sin lesión.
Ll /Auubador cuando está cerca parece en el
ruido que hace al de un cohete grueso al salir
di.' la mano del (pie lo dispara. Uno de los via-
Í16 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
jeios que habían estado en aquel pais escribe
que muchas noches de huía , que eran aquellas
en que se sentían con mas frecuencia, se ponían
á acecharlos el y sus compañeros ; pero que á
pesar de que pasaban muy cerca , solo pudie-
ron distinguir el camino que llevaban por
una línea blanca en el aire , cuando no se ele-
vaban mucho.
Como en las cañadas y líanos de aquellos pá-
ramos hay muchas humedades y cenagales, y
por todas partes brotan varios manantiales de
agua, se cria en ellos el clancon ó canelón, cuyo
canto se asemeja al sonido de una bandurria,
aunque de otra especie. Su tamaño es mayor que
el de un gran pato , y la cabeza le es algo seme-
jante, el cuello largo y grueso, el pico derecho y
también grueso , y los pies y zancas propor cio-
nados. La pluma de las alas es parda, oscura por
encima y blanca en lo interior ; y la de lo res-
tante del cuerpo cenicienla algo manchada.
En los jardines y huertas de aquellas pobla-
ciones abunda mucho el pajarito tan particular
por su pe(|ueñez y sus bien pintadas plumas ,
llamado comunmente picaflores , por ser su
ejercicio acercarse á ellas, y sosteniéndose en el
aiie sobre sus alilas , llegar el pico y chupar su
EN AMÉRICA. 1 17
jugo sin ajarías. Su propio nombre es quin-
de, aunque también es conocido por los de ra-
bilargo y lisonjero. El volumen de su cuerpo
con la pluma es menor que el de una nuez pe-
queña, l'iene la cola larga como tres veces todo
el resto de su cuerpo , con pocas plumas ,
el cuello corto, la cabeza proporcionada, y ale-
gres los ojos. El pico es largo , delgado y fino ,
blanco en el principio y negro en la punta ; las
alas largas y menudas ; el color de la pluma
verde, en la mayor parle con pintas amarillas y
azules , unas mas subidas que otras , haciendo
todas variedad de visos dorados. Hay de diver-
sas especies, y se diferencian así en el tamaño
como en la pintura de sus matices. Créese que
esta aveeita es la naenor que se conoce; pone
dos huevos tan pequeños como dos garbanzos ,
y hace su nido en los árboles buscando para
ello las pajilas mas finas que encuentra.
En lo restante de aquel pais que no son pára-
mos ni montañas no se encuentran otros ani-
males que los domésticos. Por estos se conoce
haber sido muy pocas las especies que le eran
propias. Los mas son de los que se han introdu-
cido por los Españoles, escepto el lama ó lla-
ma, á quien estos añadieion el nombre de /^w-
118 EL NUEVO VIAJERO INIVERSAL
na para significar con él oveja de Indios. Este
se entiende ahora por runa-llama ; auníjue pro-
j)iamente llama es nombre general que signifi-
ca animal en contraposición de los racionales.
En la jurisdicción de Riobamba es donde mas
abundan , teniéndolos los Indios para el tráfico
de unos pueblos á otros. Después comen los
que ya no pueden servir.
En las provincias meridionales del l*erú, esto
es, en el Cuzco, la Paz, la Plata, y paises de
aquella paite, es donde se crian los dos anima-
les bastante parecidos al llama, á saber, la vicu-
ña y el guanaco. La primera tiene la lana de
color musgo en todo el cuerpo, a escepcion del
vientre donde es blanquizca. Los guanacos
además de la lana que dan , que es mas larga y
áspera (pje la de la vicuña, son muy útiles para
las minas, porque en ellos se acarrean los meta-
les por parajes tan ásperos que ningún otro
animal puede transitarlos.
En las casas se cria un animal llamado all*
chucha , V en las provincias meridionales del
Peni muca - muca por los Indios. Se parece
algún tanto á las latas, y su tamaño es mayor
i|ue el de un gato. El hocico es algo semejante al
del cerdo y largo. Los pies y la cola son como
EN AMERICA. 1 1 í>
los de la rala, y su pelo algo mas neg^ro y largo.
Este animal llene una bolsa en la parte infe-
rior del vientre, que se dilata desde el princi-
eio del estómago y se forma de unos pellejos
membranosos que tienen naeimiento en los
costados inferiores, y van á juntarse en me-
dio, haciendo la misma configuración del vien-
tre. En medio de esta bolsa esterior tiene una
abertura que coge como los dos tercios de su
largo, la cual cierra y abre íí su arbitrio por
medio de ciertos músculos. Después de haber
parido, recoge los hijuelos en aquel seno y los
mantiene allí cerrados hasta que llegando a
ser grandes y queriéndolos destetar, los echa
fuera. A veces quedan allí vivos después de al-
gunos dias de muerta la madre. Dicen que el
macho es de la misma figura que la hembra ,
pero no tiene esta bolsa. Este animal persigue
toda suerte de aves domésticas. Los Indios co-
men su carne. (*) No solo los hay en las casas si-
no también en los campos, donde destruyen el
UKiiz.
Si las pai licularidades refeiidas de los para-
(*) Parlo (le las plantas y aiiimnlos de que se acaba de
hablar , están esplicados ya coa mas estension en los
Fiajc.s al Perú y á Mr jico.
120 EL NUEVO VIAJERO UNIVERSAL
MÍOS son dignas de la mayor atención, no lo
son menos los fenómenos de la naturaleza. Se
referirá aquí uno observado por los \ ¡ajeros
en Pambarca, que se indicó ya en otro Viaje.
Al amanecer se hallaba todo aquel cerro en-
vuelto en nubes muy densas, que con la sa-
lida del sol se fueion disipando, quedando so-
lamente unos vapores tan tenues que no los
distinguia la vista. Al lado opuesto por donde
el sol salia en la misma montaña á cosa de diez
toesas distante de donde estaban aquellos via-
jeros, se veia como en un espejo la imagen de
cada uno de ellos, y haciendo centro en su ca-
beza tres iris concéntricos. Los colores mas es-
teriores de cada uno tocaban á los del siguien-
te ; y esterior á todos , algo distante de ellos ,
aparecia un cuarto arco formado de un solo
color blanco. Todos estaban perpendiculares al
horizonte, y cuando la persona se movia de un
lado á otro, la imagen seguia el mismo movi-
miento. La magnitud del diámetro de los ar-
cos variaba sucesivamente á proporción que
el sol se elevaba , y al mismo tiempo se desva-
necían todos los colores, y haciéndose imper-
ceptible la imagen del cuerpo , al cabo de
buen rato desaparecía el fenómeno lolalmenle.
EN AMÉRICA, 121
Al principio era el diámetro del iris interior
lomado en el último color que le correspondía
de cinco y medio grados con corta diferencia,
V del blanco eslerior y apartado de lodos 67°.
Cuando empezaba el fenómeno, parecian los
arcos en figura elíptica correspondiente al dis-
co del sol , y después se peifeccionaban hasta
quedar enteramente circulares. Cada uno de
los pequeños constaba de encarnado ó rojo,
este se desvanecia y formaba el naranjado, al
cual seguía el amarillo, luego el pajizo, á
continuación el verde, y al esterior el rojo.
En varias ocasiones se notan en aquellos pá-
ramos los arcos que forma por la noche la luz
de la luna , los cuales no constan de otro co-
lor que del blanco, y se forman proyectándose
en la caida ó falda de algún cerro. Componía-
se uno ([ue observaron de tres arcos tangen-
tes en un mismo punto. El diámetro del inte-
rior era de G0°. El grueso ó estension en lo an-
cho del color blanco ocupaba un espacio de 5",
al cual eran iguales los otros dos. Aquella at-
mósfera parece piopia para semejantes fenóme-
nos, y se ven con frecuencia uuichos de igual
naturaleza.
FIN.
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